Platón
Platón
Platón
En cuanto al contexto filosófico ,el hombre que más influyó en Platón fue su
maestro, Sócrates, que le ganó para la filosofía, y al que convirtió en el
protagonista de sus escritos. Todo el pensamiento platónico está teñido de
socratismo. Sócrates enunció unos principios prácticos de vida
moral y Platón dedicó toda su existencia a sustentarlos bajo una base teórica
sólida. Al rodear la teoría socrática de una doctrina sobre el conocimiento humano
(gnoseología), sobre el hombre (antropología) y sobre el ser (ontología) convirtió la
intuición socrática en el primer gran sistema de la historia del pensamiento. ¿Qué
doctrinas de Sócrates influyeron especialmente en Platón? Podemos indicar los
siguientes elementos:
– El empleo de la inducción como método de formación de los conceptos
universales.
– El intelectualismo moral.
– La existe un bien permanente, objeto de la virtud. Ese bien es cognoscible y, por
tanto,
la virtud es enseñable.
– La consideración de que lo mejor del hombre es su interior espiritual.
– La valoración de la razón frente al mundo cambiante de las opiniones.
– La concepción de la filosofía como permanente diálogo.
– La preocupación por la política, cuyo fin central es educar a los hombres para
hacerlos justos consigo mismos y con los otros miembros de la polis.
Periodo de transición. Contiene los publicados entre los años 388 al 385 a. C., y en
ellos comienzan a despuntar las ideas genuinamente platónicas:
Periodo de madurez. Comprende los escritos entre los años 385 al 370 a. C., en
ellos el autor desarrolla sus más famosas teorías (las ideas, el conocimiento, la
dialéctica, la organización del Estado)
vejez. impartir enseñanzas en la academia de su ciudad natal.
La República
La obra aborda temas fundamentales como la ontología (la naturaleza del ser), la
antropología (el estudio del hombre) y la teoría del conocimiento. A través de un
análisis de la realidad, del hombre y de la capacidad cognitiva humana, Platón
presenta un estado ideal.
Contexto cultural
Platón formaba parte de una familia aristocrática con notable interés por la
política de Atenas. A los veinte años, y con el fin de prepararse para el objetivo de
su vida, la actividad política, comenzó sus contactos con Sócrates.
Las guerras del Peloponeso (431-404 a. C.) marcaron la vida de los ciudadanos
atenienses. Estas guerras fueron mucho más que una lucha entre Atenas y
Esparta; representaban, en cierta manera, un conflicto entre dos maneras
diferentes de entender la vida; un conflicto entre democracia y aristocracia.
Derrotada Atenas en el año 404 a. C, justo cuando Platón tenía 24 años, los
vencedores espartanos impusieron un régimen no democrático: el gobierno de
los Treinta Tiranos. Este gobierno, en el cual
A raíz de la muerte de Sócrates, Platón sufrió una profunda crisis vital, política y
filosófica que le llevó a emprender diversos viajes que le permitieron contactar
con otras culturas (egipcia, megárica...).
Después del florecimiento sin precedentes de las artes y las letras en el siglo V
a.C., se hacen notar los efectos de la decadencia económica y no se emprenden
grandes proyectos como los llevado a cabo en el siglo anterior (Partenón y
Erecteion en la Acrópolis, por ejemplo).
Platón sabía que el mundo físico está, como dijo Heráclito, en perpetuo devenir.
Ese fluir universal debería hacer imposible nuestro conocimiento científico de la
realidad, pues la ciencia aspira a definir sus objetos, y la definición sólo es posible
sobre aspectos invariables. ¿Cómo es que conseguimos, a pesar de lo dicho,
elaborar definiciones verdaderas? La respuesta platónica se apoya en una
evidencia empírica: el hecho de que todos los seres materiales, por debajo de sus
cambios y diferencias, presentan una configuración específica que hace que una
rosa o un gato sean siempre rosa o gato, sin posibilidad de ser confundidos entre
sí o con otras especies. Platón explicará este hecho por la existencia de un “molde”
inmaterial o Idea (del griego eidos: forma) que es la causa de todos los seres en los
que puede materializarse sin confundirse con ellos. Según esto, un animal puede
envejecer y morir, pero su Idea, su causa formal, el modelo inteligibledel cual
procede, es eterna e inmutable. De hecho, Platón piensa que lo eterno no es el
arjé presocrático sino las Ideas inmateriales a cuya imagen está copiado el mundo
físico. Y es que, para nuestro pensador, el mundo sensible no se identifica con la
totalidad de lo que existe, ni las explicaciones mecánicas o meramente físicas
constituyen la razón última explicativa de la realidad.
Por ejemplo, existe La Idea de Justicia, La Idea de Belleza... cada una de estas
Ideas es el modelo de cada acción justa, de cada cosa bella,... Cada cosa o ser del
mundo físico es una copia de estas Ideas Inmutables.
Por tanto para Platón existen dos ámbitos de realidad (dualismo ontológico). Por
un lado, existe el mundo de los seres sensibles (múltiples y sometidos al cambio) y
por otro, el mundo de los seres inteligibles (realidades en sí, eternas e inmutables).
En el mundo inteligible se sitúan las realidades superiores -las Ideas- que son
entidades inmateriales, absolutas, inmutables, universales e independientes del
mundo físico. Se trata de las únicas realidades en sentido pleno (verdaderas
realidades) y de ellas deriva todo lo que hay en el mundo físico.
Por tanto, las Ideas no dependen en su ser de los seres físicos o sensibles, pero los
seres físicos o sensibles si dependen en su ser de las Ideas. Son las Ideas las que
imponen a la materia una estructura inteligible y un orden que la materia por sí
misma no posee. Así Platón dice que la naturaleza (mundo sensible) no alcanza
un orden hasta que adquiere unas estructuras o formas geométricas imitando las
formas geométricas inteligibles del mundo inteligible.
Al contrario, las cosas sensibles son una mezcla de ser y no ser (ya que pasan del
no-ser al ser y del ser al no-ser). Cuando observamos el mundo que nos rodea,
constatamos un mundo como el que describe Heráclito: vemos temporalidad, es
decir, vemos cosas que fluyen y cambian constantemente, cosas que no
perduran. Sin embargo, a pesar de la diversidad de cosas o actos reconocemos
con nuestra razón esencias comunes. Por ejemplo, a pesar de la diversidad de
flores y de su temporalidad reconocemos que son todas ellas casos de “Flor”;
Según Platón, las flores, los actos valientes o las cosas bellas son copias concretas,
en el mundo sensible, de la Idea universal de Flor, Valentía o Belleza, que son
cosas reales existentes en el mundo inteligible. Cada Pluralidad de cosas en el
mundo físico copia de diferentes maneras imperfectas una Idea universal
La Idea de Bien “Es por sí” porque no necesita de ninguna otra realidad para ser,
mientras que todas las demás realidades (sensibles e inteligibles) necesitan de
ellas para ser lo que son y “es en sí” porque es de manera perfecta mientras que
todas las demás realidades son de manera dependiente.
Las almas están hechas del mismo material que los objetos del mundo inteligible
y, por ello, participan en ese mundo también y son de carácter divino. La finalidad
del demiurgo es trasladar el orden y la belleza de las ideas a la materia. Este
mundo no ha surgido por azar, sino que es fruto de la bondad del Demiurgo.
Por eso, a pesar de ser imperfecto, quizá sea el mejor de los mundos posibles.
La imperfección que contiene no se debe al Demiurgo sino a la resistencia que
ofrece la materia para ser moldeada. Esta teoría, repetida siglos más tarde por
Leibniz, es conocida como “optimismo metafísico”.