Punto 2
Punto 2
Punto 2
El auditor, como parte de su trabajo de revisión de las cuentas anuales, tiene que
conocer, entender y analizar los procedimientos de control interno de la entidad.
Para ello tiene que mantener entrevistas con los responsables de gobierno y de la
dirección. También es necesario reunirse con los responsables de los distintos
departamentos de la sociedad y confrontar la información obtenida.
Sin ninguna duda, contar con este tipo de procedimientos ayudará a la empresa a
evitar problemas futuros y mantener bajo control los riesgos a los que se enfrenta
cualquier organización en el día a día.
1. Ambiente de control
Ninguna empresa está exenta de riesgos, por ello es vital que dentro del control
interno se establezca todo lo necesario para crear un protocolo o matriz de
riesgos, donde se determinen las acciones, así como los responsables de tomar el
liderazgo cuando surja una situación complicada.
3. Información y comunicación
4. Actividades de control
5. Supervisión o monitoreo
En esta etapa se verifica si los controles planteados son los adecuados y están
surgiendo el efecto esperado y de no ser así poder realizar mejoras o cambios
para obtener los resultados esperados.
Una vez obtenidos los resultados de las pruebas de cumplimiento llevadas a cabo
sobre los componentes del sistema de control interno, el auditor debe llegar a la
conclusión de si los controles suministran suficiente seguridad sobre si los errores
pueden ser prevenidos o detectados con razonable prontitud, de manera que la
fiabilidad e integridad de los registros contables quede razonablemente
asegurada.
Lo anterior significa que el auditor deberá evaluar, utilizando para ello su juicio
profesional, si los controles seleccionados para su prueba han estado operativos
de forma efectiva durante el periodo probado. Dicha evaluación dependerá,
lógicamente, de la prueba llevada a cabo. No es lo mismo si la prueba ha
consistido en la observación de la ejecución de un control que en la inspección de
documentos.