Circulos de Calidad
Circulos de Calidad
Circulos de Calidad
Al igual que ocurre en la vida, muchas veces en los ministerios lo urgente no deja paso a lo más
importante. El ritmo vertiginoso del día a día no siempre admite pausa alguna para reflexionar
acerca de las grandes cosas que forman parte de las rutinas.
En ese marco son más bien escasas las iglesias que han sistematizado su filosofía de trabajo en
equipo habilitando mecanismos de escucha y reflexión bien para superar problemas o intentar
buscar solución a los mismos o para implementar soluciones.
Los círculos de calidad, son un pequeño grupo de personas que realizan tareas similares y que
voluntariamente se reúnen con regularidad, para identificar las causas de los problemas de sus
actividades y proponer soluciones a sus líderes.
Los círculos de calidad comparten unos rasgos comunes que son los que los hacen beneficiosos
para la organización.
Su tamaño debe ser entre 4 y 15 miembros, aunque lo ideal es que los formen 8.
Se reúnen a intervalos fijos, normalmente una vez por semana.
Sus integrantes suelen estar bajo el control de la misma persona, quien a su vez
también participa.
Aunque el jefe haga parte del grupo, no es quien toma las decisiones sino que es el
grupo quien decide sobre qué problemas y proyectos trabajará y no la gerencia.
Las decisiones no se toman por votación decidiendo por mayoría sino por consenso.
Los círculos no se imponen sino que es el trabajador quien decide si participa o no.
Los miembros suelen recibir capacitación permanente para que puedan participar de
manera adecuada.
La dirección de la organización debe de estar comprometida con los círculos y debe
proporcionar la asistencia y asesoría necesaria a los grupos.
Los grupos no se estructuran para solucionar problemas para después desarticularse
sino que deben permanecer en el tiempo, procurando siempre su mejora y el de la
empresa.
El tiempo que dedican los trabajadores a los círculos es remunerado por la empresa.
La dirección de la organización debe estar comprometida con los círculos y debe
proporcionar la asistencia y asesoría necesaria a estos.
La dinámica participativa del programa genera un espacio donde los empleados pueden
participar en la presentación de propuestas provenientes de un análisis hecho por equipos. De
esta manera, un grupo formado entre cuatro y seis trabajadores se juntan voluntariamente
para estudiar una determinada problemática, que ellos mismos detectaron en su actividad
diaria y proponen propuestas para su mejora. Las compañía pone a su disposición distintos
recursos como apoyo técnico y un régimen de horarios especiales para facilitar su trabajo e
incentivar su actividad.
Ante todo, se busca mejorar las tareas que se ejecutan por medio del control y la mejora de la
calidad con la participación de todos los miembros del equipo. Esta técnica permite que los
empleados tomen conciencia sobre los problemas de calidad y de productividad de la
empresa.
Desde luego, las soluciones a los problemas se van generando con el trabajo de equipo que se
produce en el círculo de calidad. En él, cada empleado aporta sus conocimientos y
experiencias, las cuales resultan valiosas en la búsqueda de soluciones. Generando, de este
modo, un intercambio de conocimiento y apoyo recíproco dentro del grupo.
En efecto, los círculos de calidad proponen que los problemas de calidad y productividad se
producen porque los gerentes y los empleados los desconocen. Además, cada empleado posee
conocimientos teóricos y prácticos que si son utilizados y compartidos adecuadamente ayudan
a resolver problemas de tipo laboral. Promoviendo la cooperación entre la gerencia y los
trabajadores.
Por otro lado, el círculo de calidad debe estar conformado por empleados que realizan el
mismo trabajo o un trabajo similar. Para que cada miembro entienda todos los temas que se
tratan y que sea capaz de aportar sus conocimientos.
Sin duda, cuando los participantes conocen el área de trabajo que se discute, entienden
claramente los problemas que se tratan. Proporcionando identidad y un sentimiento de
pertenencia de los participantes hacia el grupo. Porque los problemas que se discuten resultan
comunes a todos los miembros del círculo.
3. La participación debe ser voluntaria
Es importante mencionar que la participación de los empleados en los círculos de calidad sea
voluntaria. La empresa no obliga o presiona a los trabajadores a que formen un círculo, por lo
que la participación dependerá de la decisión de cada miembro.
De igual forma, las reuniones de los círculos de calidad deben efectuarse de manera periódica.
Es decir, se deben establecer periodos semanales o quincenales para llevar a cabo las
reuniones.
Así mismo, se debe definir el tiempo de duración de cada reunión, con el propósito de que la
regularidad de las reuniones se respete.
En todo caso, los empleados que forman parte del círculo de calidad pueden identificar,
analizar y resolver problemas. Porque todos los miembros están involucrados en la misma área
de trabajo. Esto les facilita que puedan reconocer los obstáculos que afectan la calidad, la
productividad y el rendimiento óptimo del trabajo. También esto favorece encontrar las
mejores propuestas para corregir y resolver los problemas encontrados.
Los pasos más importantes que se siguen en el proceso del círculo de calidad son los
siguientes:
Identificar el problema.
Analizar el problema y recolectar información.
Buscar soluciones.
Seleccionar una solución.
Presentar la solución a la gerencia.
Ejecutar la solución.
Evaluar la solución.
Entre los principales beneficios que se pueden obtener al aplicar los círculos de calidad,
tenemos los siguientes:
Para terminar, podemos decir que la formación de círculos de calidad es muy importante en
las empresas que buscan mejorar la calidad y la productividad. Todo esto se logra por medio
del trabajo de equipo que permite compartir conocimientos y experiencias para la
identificación, el análisis y la resolución de problemas de tipo laboral.
Hay tres verdades que son de fundamental importancia en los CC: