Inteligencia Multiple
Inteligencia Multiple
Inteligencia Multiple
TEORIA
Es conocido fundamentalmente por su teoría de las inteligencias múltiples, que señala
que no existe una inteligencia única en el ser humano, sino una diversidad de
inteligencias que marcan las potencialidades y acentos significativos de cada
individuo, trazados por las fortalezas y debilidades en toda una serie de escenarios
de expansión de la inteligencia.
La inteligencia no es una cantidad que se pueda medir con un número como lo es
el cociente intelectual (CI), sino la capacidad de ordenar los pensamientos y
coordinarlos con las acciones. La inteligencia no es una sola, sino que existen tipos
distintos. Su sistema para implementar las inteligencias múltiples está dedicado a
estimular las potencialidades en los niños en un clima activo y afectivo como lo
exige el siglo XXI.
La teoría básica puede resumirse en las siguientes palabras: cada persona tiene
ocho inteligencias, habilidades cognoscitivas. Estas inteligencias trabajan juntas,
aunque como entidades semiautónomas. Cada persona desarrolla unas más que
otras. Diferentes culturas y segmentos de la sociedad ponen diferentes énfasis en
ellas.
1. Inteligencia lingüística. En los niños y niñas se aprecia en su facilidad para escribir, leer,
contar cuentos o hacer crucigramas.
2. Inteligencia lógico-matemática. Se aprecia en los menores por su interés en patrones de
medida, categorías y relaciones. Facilidad para la resolución de problemas aritméticos,
juegos de estrategia y experimentos.
3. Inteligencia visual y espacial. Los niños y niñas piensan en imágenes y dibujos. Tienen
facilidad para resolver rompecabezas, dedican el tiempo libre a dibujar, prefieren juegos
constructivos, etc.
4. Inteligencia musical. Los menores se manifiestan frecuentemente con canciones y sonidos.
Identifican con facilidad los sonidos.
5. Inteligencia corporal cinestésica. Facilidad para procesar el conocimiento a través de las
sensaciones corporales. Los menores tienen una marcada capacidad para realizar
actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y
equilibrio.
6. Inteligencia naturalista. Los niños y niñas piensan instintivamente. Tienden a dejarse
llevar, observan el entorno, idean con material de la natura, etc.
7. Inteligencia interpersonal (inteligencia social). Se comunican bien y son líderes en sus
grupos. Entienden bien los sentimientos de los demás y proyectan con facilidad las
relaciones interpersonales.
8. Inteligencia intrapersonal. Relacionada con la capacidad de un sujeto de conocerse a sí
mismo: sus reacciones, emociones y vida interior.
A estas siete líneas de inteligencia, inicialmente descritas (1983), Gardner añadió
posteriormente una octava, la inteligencia naturalista o de facilidad de
comunicación con la naturaleza, que consiste en el entendimiento del entorno
natural y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o
astronomía.
La diversificación del desarrollo cognitivo que preconiza la teoría de las inteligencias
múltiples ha venido a indicar líneas de acción pedagógica adaptadas a las
características del individuo, modos de comunicación más eficaces y aplicaciones
tecnológicas con un grado de conectividad adecuado al perfil intelectivo de sus
usuarios.
Para Gardner, la inteligencia natural cociente intelectual no es un sustrato idéntico de
todos los individuos, sino una base biopsicológica singular
formada por combinaciones de potencialidades múltiples que no siempre se
despliegan como consecuencia de una educación estandarizada que no distingue
los matices diferenciales del individuo.
En términos de mediación cultural e informativa esta disección de las capacidades
perceptivas y, consecuentemente, de las demandas intelectivas permite explorar
nuevas vías de acercamiento a los llamados objetivos públicos, generalmente
descritos mediante parámetros sociológicos y de acuerdo con los intereses del
emisor o de quienes usan los soportes. El análisis de la recepción a partir de las
potencialidades perceptivas e intelectivas sugiere una relación nueva entre el
creador del mensaje y la audiencia.
Gardner estudia asimismo el liderazgo, cómo se forma éste y su relación con las
modas y con la diseminación de las actitudes a través de la comunicación. Es
inimaginable un líder que no comunique bien, que no transmita los valores que le
sustentan ante la opinión pública. Al revés, el líder debería saber describir
estrategias de comunicación que le hagan llegar a públicos heterogéneos y
especializados, esto es, que tengan en cuenta la naturaleza diversificada de las
mentes perceptivas, su sensibilidad y desarrollo cognitivo.
Así, los individuos con alta inteligencia naturalista se hallan cómodos en entornos silvestres,
dada su alta sensibilidad para este tipo de ámbitos, su facilidad para el vínculo con
otras especies y el reconocimiento de las dinámicas climáticas, biológicas o de otra naturaleza
que se dan de manera independiente al ser humano.
Una persona con alta inteligencia naturalista podrá reconocer patrones a su alrededor y
atreverse a predicciones, ya sea sobre el clima, sobre la vida vegetal, etc.
Sin embargo, los talentos de la inteligencia natural también pueden aplicarse al reconocimiento,
clasificación y comprensión ambiental en ámbitos industriales, urbanos y “artificiales”, dado
que en el fondo se trata del talento humano para observar su entorno y reconocer rápidamente
las fuerzas interactuando en él.
Ejemplos de inteligencia naturalista
La inteligencia naturalista representa un aspecto bastante subvalorado de la mente humana, que
es su conexión primigenia con la realidad. A lo largo de una historia, que ha rendido culto a
la razón y a la innovación, estos aspectos se han relegado como primitivos, superados o
básicos, pero eso no ha impedido que se hallen más desarrollados en ciertos tipos de individuos
que en otros.