Capitulo 1 - El Giro Interpretativo de La Psicoterapia
Capitulo 1 - El Giro Interpretativo de La Psicoterapia
Capitulo 1 - El Giro Interpretativo de La Psicoterapia
La psicoterapia es una actividad que está enraizada en algún contexto histórico y cultural, que
mantiene cierta congruencia lógica con alguna otra forma de pensar, y a su vez, incluye normas
sociales y valores.
Por medio de analogías, metáforas o modelos es que las teorías han ido adquiriendo cierta
autonomía conceptual a lo largo de su desarrollo. Las teorías científicas son formas de mirar el
mundo y su adopción afecta nuestras creencias y expectativas generales, en consecuencia,
también a nuestras experiencias y concepción de la realidad. Son puntos de vista que nos montan
en una perspectiva y tendencia que nos conminara a interactuar con nuestro entorno de acuerdo
con la estructura lógica, de esa manera de pensar, incluida la forma en que conceptualizaremos
una problemática clínica y también en el diseño de los medios terapéuticos para su intervención.
Por lo tanto, se puede mencionar que las analogías son formas de pensar que pueden hacernos
reflexionar de determinada manera sobre el mundo circundante, incluso sobre las formas en que
conceptualizamos el pasado, lo que es de suma relevancia para la actividad de los terapeutas.
Existen vías que por diversos motivos buscaran contraponerse a las tendencias dominantes. Es así
como surgen distintos tipos de terapia, entre ellos la terapia familiar, que en sus inicios tuvo una
configuración fortuita como modalidad terapéutica y luego fue tomando de distintas analogías que
la ayudaron a configurar y sustentar una nueva visión, que en ese entonces estaba emergiendo.
En el siglo XX, empezaron a surgir otras formas de pensar influenciadas por una trascendental
oposición a la preponderancia positivista, dominante en el horizonte científico de la época en el
mundo occidental. Una de las contribuciones más relevantes es la propuesta por Gregory Bateson
(1904-1980), antropólogo de origen que después de realizar interesantes estudios en este campo,
paso a experimentar sus investigaciones y reflexiones al departamento de psiquiatría en la
Universidad de California y en un hospital de veteranos de Palo Alto. La observación de Bateson
sobre el comportamiento esquizofrénico del paciente ante la presencia de su madre, fue que
empezó a delinear una nueva forma de ver a la terapia y por lo mismo donde se generaron
sustantivos cambios en su conceptualización. Un elemento importante de esta novedosa forma de
pensar fue la idea de concebir el problema dentro de un sistema y por ende, como parte
sustantiva del mismo, lo que implicó un nuevo mecanismo de intervención, a través de la
realización del trabajo terapéutico con el sistema en donde estaba inmersa la persona identificada
como paciente (P.I).
La evolución de los sistemas llevó a trasladar el trabajo terapéutico de la persona al sistema y a ver
los problemas no como un producto individual o interno, que era la tradición en psicoterapia, sino
como elementos concomitantes al sistema, es decir, al estilo relacional y a la idea de mapas
conceptuales compartidos por el sistema-familia.
La terapia familiar colocó al paciente dentro del sistema en donde su problemática cobraba
sentido, esto es en la familia, desdibujándolo como paciente para empezar a hablar de
comunicación y de relaciones familiares.
Muchos autores fueron adoptando esta nueva orientación y modalidades, entre ellas podemos
resaltar la Escuela de Palo Alto y del modelo estructural, de la Escuela Estratégica y la de Milán,
cada una con algún elemento original, terapéutico o conceptual dentro de la orientación sistémica
o cibernética de origen. Estas produjeron innumerables y valiosas aportaciones a la psicoterapia.
Entre ellas, la utilización de un equipo terapéutico en lugar de un solo terapeuta, lo que abría la
posibilidad de la participación desde muchos puntos de vista y por tanto, ver cosas detrás del
espejo, que el terapeuta no podía ver dentro de la sesión. Así, de la terapia individual se pasó a un
trabajo en equipo mucho más abierto y colaborativo.
Poco a poco la terapia familiar sistémica fue ganando terreno y adeptos, que salían de su
formación de origen, produciendo una gran repercusión a nivel mundial, proliferándose escuelas e
institutos de formación de terapeutas familiares, como también de investigación y trabajo clínico,
denominado por Winkin (1981) como una universidad invisible. En menos de tres décadas, esta
terapia propicio nuevas ideas que cubrieron escenarios clínicos, revistas científicas y de
divulgación, además de congresos, permitiendo mostrarla como una valiosa y respetable
alternativa en el ámbito de la psicoterapia, creciendo bajo una ceguera conceptual de muchos
planes de estudio de formación universitaria.