Afabilidad, Gentileza, Dadivosa, Gracia: Ana, Madre de Samuel
Afabilidad, Gentileza, Dadivosa, Gracia: Ana, Madre de Samuel
Afabilidad, Gentileza, Dadivosa, Gracia: Ana, Madre de Samuel
un hijo. Durante la celebración anual en Silo, clamó silenciosamente al Señor y oró para que le concediera un hijo. El sumo
l niño diera sus primeras muestras de inteligencia, la madre le había enseñado a sus pensamientos hacia el Creador. Cuando se
separó de su hijo no cesó la solicitud de la madre fiel por el niño. Era el tema de las oraciones diarias de ella. Todos los años le
servicio; y cuando subía a Silo a adorar con su marido, entregaba al niño ese recordatorio de su amor. Mientras la madre tejía cada
una de las fibras de la pequeña aprecia, que honrara a Dios y beneficiara a sus con
Ana
Afabilidad, gentileza, dadivosa, gracia .
Ana, la primera y más amada esposa de Elcana el levita, era estéril, pero deseaba
profundamente un hijo. Durante la celebración anual en Silo, clamó
silenciosamente al Señor y oró para que le concediera un hijo. El sumo sacerdote
Elí, después de escucharla, le dijo: “Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue […]
Ana, la primera y más amada esposa de Elcana el levita, era estéril, pero deseaba
profundamente un hijo. Durante la celebración anual en Silo, clamó
silenciosamente al Señor y oró para que le concediera un hijo. El sumo sacerdote
Elí, después de escucharla, le dijo: “Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la
petición que le has hecho”.
Le fue otorgado a Ana lo que había pedido; recibió el regalo por el cual había
suplicado con tanto fervor. Cuando miró al niño, lo llamó Samuel, “demandado de
Dios”. Historia de los Patriarcas y Profetas, 614-616 (1890).Durante los primeros tres
años de vida del profeta Samuel, su madre cuidadosamente le enseñó a distinguir
entre el bien y el mal.
Buscaba en cada objeto familiar que los rodeaba la oportunidad de dirigir sus
pensamientos hacia el Creador.
Con gran renunciamiento, y en cumplimiento del voto que había hecho de
entregar su hijo al Señor, lo dejó al cuidado de Elí, el sumo sacerdote, para que
fuera entrenado en el servicio a la casa de Dios.
"Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí." (1 Samuel 1:27)