Federico García Lorca y La Generación Del 27
Federico García Lorca y La Generación Del 27
Federico García Lorca y La Generación Del 27
La crisis de 1898 abrió un gran debate intelectual sobre los males de la patria; los
regeneracionistas planteaban superar el caciquismo, constituir un país de clases medias y extender
la industrialización. Y para empezar, pan y escuela (su lema). En Cataluña y el País Vasco los
nacionalismos cuestionaban el centralismo estatal reclamando ámbitos relevantes de autogobierno.
Hasta 1912 se dan una serie de proyectos reformistas frustrados y un auge de las demandas
sociales. Es importante señalar el significado de la Semana Trágica (1909) que supuso el rechazo de
Barcelona a la guerra de Marruecos, la movilización del anarquismo (CNT) y el auge del nacionalismo
catalán. La semana de protestas tomó una expresión anticlerical en la quema de conventos y fue
sofocada por el ejército. La represión posterior favoreció la caída de Antonio Maura.
En 1923 el general Primo de Rivera encabezó un golpe militar (apoyado por Alfonso XIII)
imponiendo una dictadura acorde a los autoritarismos nacionalistas europeos. En 1925 resolvió la
guerra de Marruecos e impuso una política económica de carácter nacionalista con intervencionismo
estatal. A partir de 1926 se acrecentó la oposición por parte de los nacionalismos catalán y vasco, y
el anarcosindicalismo. En 1929, el Ejército negó su apoyo a la dictadura, Primo de Rivera perdió el
apoyo del rey y presentó la dimisión en enero de 1930. Falto de apoyos y tras unas elecciones
municipales en las que ganaron los partidos republicanos, Alfonso XIII suspendió sus funciones y se
exilió en 1931, prácticamente al mismo tiempo que se proclamaba la República.
La etapa reformista hasta octubre de 1933 estuvo protagonizada por una alianza de los
partidos republicanos y del partido socialista. El mundo monárquico y conservador quedó fuera de
la circulación política en 1931 y en 1932 se organizó la Confederación Española de Derechas
Autónomas (CEDA), liderada por Gil Robles. La versión española del fascismo nació en 1933 con la
reunión de diversos grupúsculos en Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista,
dirigida por José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador.
Bienio de 1934-35
La huelga general lanzada por la UGT fue el preludio del alzamiento revolucionario en
Asturias (1934). La "alianza obrera" ocupó casi toda Asturias proclamando la república socialista. El
Gobierno envió al tercio y a los regulares marroquíes y nombró jefe del Estado Mayor al general
Franco. Sangrientos enfrentamientos sofocaron la revolución (más de 3.000 muertos). La represión
posterior llenó las cárceles y dejó abiertas las heridas del conflicto. La revolución de Asturias ha sido
considerada como el prólogo de la guerra civil de 1936.
Frente Popular
La Guerra Civil
En julio de 1936 una parte del ejército se sublevó contra el gobierno de la República, una
rebelión militar con apoyo político y civil. Desde el triunfo del Frente Popular el alzamiento militar
había sido cuidadosamente preparado.
LA GENERACIÓN DEL 27
La última crítica reconoce dos grandes movimientos literarios en la España anterior a 1936, que se
corresponden también con dos generaciones: el Modernismo y el Vanguardismo, un arte
intelectual, elitista y deshumanizado.
Los autores del 27 se incluirían dentro de este movimiento vanguardista, aunque con el paso del
tiempo abandonarán las posturas más intelectuales y deshumanizadas por dos razones principales:
el contacto con el Surrealismo y la conflictividad político-social de la España de los años 30.
Es evidente que, aunque no forman una generación independiente, los autores del 27 sí forman un
grupo bastante compacto, ya que comparten una serie de rasgos que los individualiza dentro del
Vanguardismo:
2. NÓMINA
Los autores que suelen incluirse dentro del grupo son: Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Jorge Guillén,
Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Emilio Prados, Gerardo
Diego y Manuel Altolaguirre. A este grupo habría que añadir a mujeres como Rosa Chacel, Ernestina
de Champourcín, María Teresa León o Maruja Mallo, tradicionalmente silenciadas por la crítica y sus
propios compañeros de generación.
3. CARACTERÍSTICAS
a) Equilibrio.
Equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental, entre lo culto y lo popular, entre lo universal y lo
español, entre tradición y renovación.
c) Los temas.
* La ciudad: asociada al confort de la vida moderna (comercios, los hoteles, los bares
y espectáculos). Más tarde, se criticarán sus aspectos negativos (soledad,
marginación…) como en Alberti o Lorca.
* La naturaleza: la naturaleza cotidiana, la que se “ve desde la ventana”; o la asociada
a los recuerdos (“los paraísos perdidos”).
d) La técnica o estilo
* La métrica: Variedad de medidas y estrofas, uniendo las formas tradicionales
(romance) con las innovadoras (verso libre).
PANORAMA TEATRAL
El teatro español de principios de siglo se reparte en dos frentes:
a) El teatro que triunfa, continuador, en gran parte, del que imperaba a finales del XIX (el
drama posromántico, «alta comedia», costumbrismo...).
- La comedia burguesa, con Jacinto Benavente quien tuvo un comienzo audaz con El
nido ajeno (1894), sobre la situación opresiva de la mujer casada en la sociedad
burguesa, pero tuvo que retirarse del cartel ante la indignación del público, por ello,
decidió suavizar su tono y crítica para lograr el éxito, con obras como la farsa Los
intereses creados o La malquerida, un drama rural con tolerable crítica social.
- Un teatro en verso, neorromántico y con aportaciones formales del Modernismo, de
orientación tradicionalista, exaltando los ideales nobiliarios y los grandes hechos del
pasado. Eduardo Marquina cosechó grandes éxitos con dramas históricos, como Las
hijas del Cid.
- Un teatro cómico, con predominio de la comedia costumbrista y el sainete. Los
hermanos Álvarez Quintero llevan a escena una Andalucía tópica y sin más problemas
que los sentimentales, todo el mundo es bueno y reina la gracia salerosa, como en El
patio.
Carlos Arniches presenta sainetes de ambiente madrileño, interesantes por un habla
castiza pero los ambientes y tipos (chulapos y chulapas) no escapan a cierto
convencionalismo: El santo de la Isidra. También escribió «tragedia grotesca», intento
de un género nuevo, en el que se funden lo risible y lo conmovedor, con una
observación de costumbres más profunda y una actitud crítica ante las injusticias, La
señorita de Trevélez. Y, finalmente, el «astracán», piezas descabelladas, sin más
objetivo que arrancar la carcajada, pero no puede olvidarse un título como La
venganza de don Mendo, hilarante parodia de dramas románticos y el teatro en verso.
b) El teatro que pretende innovar, sea aportando nuevas técnicas, sea adoptando nuevos
enfoques ideológicos, o ambas cosas a la vez; es desolador comprobar el fracaso que
acompañó a experiencias de indudable interés.
Su salud fue frágil y no empezó a caminar hasta los cuatro años. Como estudiante fue algo
irregular. Abandonó la Facultad de Derecho de Granada para instalarse en la Residencia de
Estudiantes de Madrid (1918–1928); pasado un tiempo, regresó a la Universidad de Granada,
donde se licenció en Derecho, aunque nunca ejerció, ya que su vocación era la literatura.
Granada, donde se encontraba viva la herencia mora, el folclore, el oriente y una geografía
agreste, quedó impresa en toda su obra poética, donde los romanceros y la épica se funden
de manera perceptible.
La España de García Lorca era la de la Edad de Plata, heredera de la Generación del 98, con
una rica vida intelectual donde personajes como Francisco Giner de los Ríos, Galdós, Unamuno
y, poco después, José Ortega y Gasset hacían una crítica contra la realidad de España.
Influyeron, además, en la sensibilidad del poeta en formación Lope de Vega, Juan Ramón
Jiménez, Antonio Machado, Manuel Machado, Ramón del Valle-Inclán, Azorín y el Cancionero
popular.
En 1918 publicó su primer libro Impresiones y paisajes (prosa), costeado por su padre. En esta
época frecuentó activamente a los poetas de su generación que permanecen en España, en
torno a la Residencia de Estudiantes: Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Dámaso
Alonso, Rafael Alberti, y sobre todo Buñuel y Dalí. En 1929 marchó a Nueva York. Para
entonces se habían publicado sus libros Canciones (1927) y Primer romancero gitano (1928).
Esta última es su obra más popular y accesible. A Lorca le molestaba mucho que el público lo
viera como gitano.
De su viaje y estancia en Nueva York surge el libro Poeta en Nueva York. En 1930 fue a La
Habana, donde escribió parte de sus obras Así que pasen cinco años y El público. Ese año
regresó a España, donde fue recibido en Madrid con la noticia de que su farsa popular La
zapatera prodigiosa se estaba escenificando.
La Segunda República y «La barraca»
Al instaurarse la Segunda República española, Fernando de los Ríos fue nombrado Ministro de
Instrucción Pública. Bajo el patrocinio oficial, se encargó a Lorca la codirección de la compañía
estatal de teatro «La Barraca», donde disfrutó de todos los recursos para producir, dirigir,
escribir y adaptar algunas obras teatrales del Siglo de Oro español. Escribió en este período
Bodas de sangre, Yerma y Doña Rosita la soltera.
Comenzada la guerra, Colombia y México, cuyos embajadores previeron que el poeta pudiera
ser víctima de un atentado debido a su puesto de funcionario de la República, le ofrecieron
asilo, pero Lorca rechazó las ofertas y se dirigió a su casa en Granada para pasar el verano.
Por entonces, alguien le preguntó sobre su preferencia política y él dijo que se sentía a su vez
católico, comunista, anarquista, libertario, tradicionalista y monárquico. De hecho, nunca se
afilió a ninguna de las facciones políticas y jamás discriminó o se distanció de ninguno de sus
amigos, por ninguna cuestión política. Tuvo una gran amistad con el líder y fundador de la
Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, muy aficionado a la poesía.
Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue detenido en la casa de uno de sus
amigos, el también poeta Luis Rosales, quien obtuvo la promesa de las autoridades nacionales
de que sería puesto en libertad «si no existía denuncia en su contra». La orden de ejecución
fue dictada por el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán, quien había ordenado al
ex diputado de la CEDA Ramón Ruiz Alonso la detención del poeta.
El escritor, autor del Romancero Gitano, fue ejecutado por ser republicano y homosexual,
considerado en esa época como un delito imperdonable. No obstante, las últimas
investigaciones determinan que en su fusilamiento seguramente influyeron cuestiones
territoriales y venganzas personales, ya que algunos caciques, muy conservadores, tenían
rencor al padre de Lorca porque era un cacique progresista.
OBRA
Estilo
Utiliza abundantes símbolos de acuerdo con su gusto por los elementos tradicionales: la luna
(la muerte, el erotismo, la fecundidad, la belleza); el agua (si corre, es vida; estancada,
muerte); la sangre (la vida, fecundidad y, derramada, la muerte); el caballo (muerte, también
el erotismo masculino), los metales (en forma de armas blancas, que traen la tragedia, la
muerte).
ETAPAS LITERARIAS
POESÍA
Su primer Libro de poemas (influencias de Rubén Darío, A. Machado y J.R. Jiménez); en el que
proyecta un amor sin esperanza, abocado a la tristeza.
TEATRO
Lorca escribió Poeta en Nueva York tras su experiencia en EEUU (1929). En la obra,
plantea una visión de pesadilla y desolación, en la que la civilización moderna y la naturaleza
son incompatibles. Expresa la angustia y el ansia de comunicación con imágenes surrealistas.
Junto al verso libre usa el verso medido (octosílabo, endecasílabo…).
TEATRO
Tras el éxito del Romancero gitano (1928) y su estancia en Nueva York (1929-1930)
sufre una profunda crisis vital (por su homosexualidad) y estética (se replantea su estilo), que
le lleva a buscar un nuevo lenguaje (Dalí y Buñuel y el Surrealismo).
Fruto de esa crisis personal y estética es Poeta en Nueva York y las “comedias
imposibles”. Se desatan la imaginación y el lenguaje, con influjo surrealista.
La primera obra de esta etapa es El público, en la que hace una acusación a la sociedad
(“el público”) que condena y “crucifica” al homosexual.
Así que pasen cinco años (1931) trata de un joven dividido entre dos amores, un ansia
de paternidad imposible, luchando por realizarse. Es el tema de la frustración íntima.
C) LA ÉPOCA DE PLENITUD
POESÍA
Poema del cante jondo (1921) la lírica neopopularista del Grupo del 27.
Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1935) es una elegía al torero sevillano que
tanto apoyó a los poetas de la Generación del 27.
TEATRO
Escribe dos tragedias, dos dramas y una comedia inacabada. En casi todas, la mujer ocupa un
puesto central, esto revela la sensibilidad ante la condición de la mujer en la sociedad
tradicional; las mujeres deben situarse en la obra de Lorca junto a los niños, los gitanos, los
negros, criaturas marginadas.
Bodas de sangre (1933), hecho real: novia que escapa con su amante el día de la boda.
Pasión que desborda barreras sociales y morales, y acaba en la muerte. En torno, odios
familiares y venganzas.
Yerma (1934) mujer condenada a la infecundidad, alcance simbólico. Ansia insatisfecha
de maternidad; la fidelidad al marido; arraigada idea de la honra.
Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935) es un drama poético sobre la
espera inútil del amor: una mujer en la burguesía urbana, condenada a la esterilidad, a la
frustración, mezcla lo patético y lo ridículo.
La casa de Bernarda Alba (1936), culminación del teatro lorquiano.