Teoría Sobre La Generación Del 27
Teoría Sobre La Generación Del 27
Teoría Sobre La Generación Del 27
2º DE BACHILLERATO - LITERATURA
El periodo de entreguerras europeo se caracteriza, por un lado, por la recuperación y euforia de los felices años
veinte, y por otro, por el debilitamiento de la democracia liberal de los sombríos años treinta. El comunismo se
endurece con Stalin, en 1922 Mussolini está en el poder. En ese ambiente, el crack del 29 denuncia una honda crisis
del sistema capitalista. Hitler y el nazismo toman el poder en Alemania. Se llega así a los enfrentamientos que
conducen a la Segunda Guerra Mundial.
España se había mantenido neutral en la Primera Guerra Mundial, aunque en general los conservadores fuesen
germanófilos y los liberales aliadófilos. La inestabilidad social, la recesión económica y la agitación campesina
conducen a que el rey delegue sus poderes en el general Primo de Rivera, que implanta una dictadura desde 1923 a
1930. No podrá hacer frente a las fuerzas sociales y a la nueva recesión económica, por lo que el 14 de abril de 1931
se proclama la República. El enfrentamiento entre ideologías y grupos sociales continúa. Se funda Falange Española
(1933), hay movimientos revolucionarios en Asturias (1934), se constituye el Frente Popular (1936). Los sectores
representados son heterogéneos, y eso explica la política híbrida llevada a cabo: demasiado atrevida para la oligarquía
y demasiado tímida para la izquierda, que pide reformas más profundas. La situación se irá radicalizando, y tras la
victoria del Frente Popular antifascista en 1936, los sectores reaccionarios buscan la intervención del Ejército. En julio
de 1936 se produce el levantamiento que conduce a la Guerra Civil (1936-1939). España se divide en zonas,
republicanas o nacionales, y muchos poetas tomarán partido por uno u otro bando. El final de la Guerra llevará al
exilio a un gran número de intelectuales.
A comienzos de los años veinte está aún presente el magisterio de Juan Ramón Jiménez y las ideas vanguardistas
del creacionismo y el ultraísmo, aunque en torno a 1925 comienza a surgir la voz de distintos poetas jóvenes que en
los años treinta formarán el grupo poético del 27. No obstante, hemos de citar la labor de otros poetas no inscritos en
esa generación, como León Felipe (1884-1968), que tras la publicación de Versos y oraciones de caminante (1920) y
Drop a star (1933), continuará su labor poética en el exilio. Otros poetas como José Moreno Villa y Juan José
Domenchina escriben una poesía pura o desnuda. De especial importancia en estos años es la introducción del
surrealismo en nuestras letras.
3. LA GENERACIÓN DEL 27
*GRUPO POÉTICO COMPACTO CON EXPERIENCIAS COMUNES→ La vinculación entre los miembros
del grupo fue bastante estrecha. Señalemos algunos hitos:
- La Residencia de Estudiantes fue un lugar de encuentro, porque allí vivían algunos de estos poetas y acudían
todos a las tertulias y actividades culturales. Por allí pasaron también eminentes pensadores y artistas, tanto españoles
como extranjeros: Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Manuel de Falla, Einstein, Le Corbusier, Ravel, H. G.Wells…
- El homenaje a Góngora en el tercer centenario de su muerte, el año 1927, que da nombre a la generación. Este
hecho dio lugar a la publicación de importantes estudios por parte de estos poetas.
- La colaboración en las mismas revistas literarias. Algunas son revistas de provincias como Litoral, de Málaga,
dirigida por Prados y Altolaguirre, Mediodía en Sevilla, Papel de Aleluyas en Huelva. De Madrid son: la Revista de
Occidente, dirigida por Ortega y Gasset, y la Gaceta Literaria, dirigida por Ernesto Jiménez Caballero. En una línea
de catolicismo comprometido estaba Cruz y Raya, de José Bergamín; en el compromiso político de izquierdas se
mostraba Caballo Verde para la Poesía, de Pablo Neruda.
*CLAVES ESTÉTICAS DE LOS POETAS DEL 27→ Los integrantes del grupo poético compartieron distintas
afinidades estéticas:
- El fervor por la poesía de Góngora. Consideraron al poeta cordobés como un adelantadísimo precursor del
vanguardismo, por la importancia de la metáfora y la imagen en su poesía.
- La influencia de Juan Ramón Jiménez y de la poesía pura. Era la estética predominante cuando comenzaron a
escribir. Su influencia fue decisiva en algunos autores (Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego). Buscan la
precisión en la expresión, la eliminación del patetismo y de lo anecdótico.
- El neopopularismo. Algunos de estos poetas usan formas, ritmos y recursos estilísticos propios de la poesía
tradicional y del folclore (romances, seguidillas, estribillos, repeticiones, paralelismos, diminutivos…). En esa época
se lleva a cabo una importante labor filológica que recupera esa cultura tradicional, presente en el Romancero Viejo,
en las canciones tradicionales, en los versos populares de Lope de Vega, etc.
- El vanguardismo. Algunos poetas del grupo comenzaron siendo ultraístas y creacionistas (Gerardo Diego). La
huella surrealista es intensa en algunos de ellos (Vicente Aleixandre, Lorca o Alberti). Escribirán también poemas a
objetos del mundo moderno, por influencia futurista.
- Síntesis entre tradición y renovación. Su concepción de la poesía integra lo vanguardista y la tradición, tanto la
inmediata - Juan Ramón Jiménez, Gómez de la Serna- como Unamuno, Machado, Bécquer, o los clásicos (Góngora,
Lope de Vega, Quevedo, San Juan de la Cruz, Fray Luis, Garcilaso, Manrique…)
- Rehumanización. Aunque comenzaron muchos en la poesía pura, casi todos dieron entrada en sus versos a temas
humanos; incluso llegaron, en algunos casos, al compromiso político y social a causa de la realidad histórica que les
tocó vivir y del influjo del surrealismo.
*ETAPAS EN LA EVOLUCIÓN DE LOS POETAS DEL 27→ Suelen señalarse tres fases en la evolución del
grupo hasta la Guerra Civil:
1) Juventud, hasta 1925. Época de tanteo en busca de estilo propio. Se advierte la influencia becqueriana,
posmodernista, de la poesía pura de Juan Ramón y de las vanguardias.
2) 1925 – 1930. Se consolidan como grupo que participa en actos colectivos y que ha publicado importantes libros.
3) Años treinta. Coincidiendo con la irrupción del surrealismo, se produce una progresiva rehumanización de su
poesía. Se incorporan acentos sociales y políticos, a causa de las circunstancias históricas. La presencia de Pablo
Neruda será decisiva.
El final de la Guerra supone el fin del grupo. Lorca ha sido asesinado, y el resto -salvo Diego, Alonso y Aleixandre-
marchan al exilio, donde recordarán la tierra perdida. Miguel Hernández muere en la cárcel.
*LOS POETAS DEL 27
-PEDRO SALINAS (1892-1951): En su obra suelen distinguirse tres etapas: la primera bajo la influencia de la
poesía pura y del vanguardismo (Presagios, Seguro Azar, Fábula y Signo), la segunda le consagra como poeta
amoroso (La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento) y la tercera en el exilio, en la que muestra su inquietud
tras la Segunda Guerra Mundial (Todo más claro)
-JORGE GUILLÉN (1893-1984): Su obra poética se compone de tres libros: Cántico, Clamor y Homenaje,
recopilados más tarde en Aire Nuestro. Cántico corresponde a su etapa de la poesía pura, y en él muestra una actitud
vital y optimista, que contrasta con los poemas de Clamor, en los que protesta contra el caos y la destrucción de la
guerra y la miseria, en un lenguaje más coloquial. En Homenaje se atenúa ese tono pesimista, pues nos habla de sus
lecturas, de ciudades y de la amistad con sus compañeros de generación.
-GERARDO DIEGO (1896-1987): Combina estilos muy variados: lo vanguardista y lo clásico, lo culto y lo
popular. Su obra vanguardista se inscribe en el creacionismo (Imagen, Manual de Espumas); une lo tradicional y lo
vanguardista en Fábula de Equis y Zeda, parodiando las fábulas mitológicas gongorinas. De métrica tradicional
(sonetos, décimas, romances) son El Romancero de la novia, Soria, Versos Humanos y Alondra de verdad.
-DÁMASO ALONSO (1898-1990): Su poesía parte de la estética de la generación del 27 (Poemillas de la ciudad,
El viento y el verso), sin embargo evoluciona hacia una poesía existencial que alcanza su mejor momento en la
posguerra con Hijos de la ira (1944).
-VICENTE ALEIXANDRE (1898-1984): Premio Nobel de Literatura en 1977. A su etapa inicial pertenece
Ámbito, en la línea de la poesía pura. En su etapa surrealista muestra un pesimismo radical, y su aspiración de fusión
con la naturaleza (Pasión de la tierra, Espadas como labios). Tras la Guerra Civil y desde el destierro, evoca el
paraíso anterior a la aparición del hombre en la tierra en Sombra del Paraíso. En Historia del Corazón se rehumaniza
su poesía, sale de sí mismo para fundirse con los anhelos de los demás.
-FEDERICO GARCÍA LORCA (1898-1936): La figura de Lorca ofrece un doble rostro: de un lado su vitalismo,
y de otro su sentimiento de frustración, anuncio de su trágico destino (fue fusilado en 1936 en el barranco de Víznar,
en Granada). Los temas centrales de su poesía fueron el destino trágico, el deseo frustrado, la marginación, el erotismo,
la muerte. Podemos dividir su obra en dos etapas:
- Corriente neopopularista (1920-1928): En Canciones hay vanguardismo y un sabio manejo de los ritmos
populares, bajo la apariencia de los juegos infantiles. El Poema del cante Jondo es el libro de “la Andalucía del llanto”;
en él encontramos los temas del amor y la muerte en una Andalucía mítica y legendaria. El Romancero gitano es una
de las cumbres de su poesía; eleva el mundo de los gitanos a la altura de un mito moderno, parejo a los mitos clásicos.
- Corriente irracional surrealista (1929-1936): La estancia de Lorca en Nueva York, precisamente el año del crack,
produce un giro estético en su poesía. Sustituye los metros tradicionales por el verso libre en Poeta en Nueva York,
obra en la que la ciudad es un símbolo del sufrimiento humano. Lorca proyecta en ese ambiente de incomunicación,
insolidaridad, racismo y explotación sus conflictos personales, a través de imágenes visionarias y metáforas
herméticas, en algunas ocasiones.
En los años treinta busca también nuevos caminos: en el Diván del Tamarit se inspira en la poesía árabe clásica, y
en Sonetos del amor oscuro vuelve a la forma clásica. En el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, combina la tradición
popular y culta para componer la elegía por el torero amigo de los poetas del 27.
-RAFAEL ALBERTI (1902-1999): Su obra se caracteriza por la variedad de temas y estilos y por su dominio de
la técnica. En su poesía podemos distinguir cuatro etapas.
-Poesía neopopular: comprende Marinero en tierra, La amante y El alba del alhelí. En ellos recrea las formas
de la poesía popular (paralelismos, sencillez léxica, expresividad), aunque hay también algunos elementos
vanguardistas.
-Poesía vanguardista: Etapa representada por Cal y Canto, Sobre los ángeles (de amargo tono existencial) y Yo
era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (homenaje a los actores del cine mudo).
-Poesía comprometida: Es una poesía combativa que denuncia la injusticia y la represión. (Un fantasma
recorre Europa o Madrid, capital de la gloria)
-Poesía del exilio: en ella añora al país perdido. (Entre el clavel y la espada, Ora Marítima…)
-LUIS CERNUDA (1902-1963): Reunió su obra poética bajo el título La realidad y el deseo. El título muestra el
tema primordial de su obra: el conflicto entre el anhelo íntimo y la restrictiva realidad. Podemos distinguir distintas
etapas en su obra:
-Inicios, en la poesía pura (Perfil de Aire) y en la poesía clasicista (Égloga, elegía y oda).
-Influencia surrealista, en Un río, un amor y en Los placeres prohibidos, libro que reivindica el deseo
amoroso.
-Influencia neorromántica, en Donde habite el olvido, obra que ofrece el testimonio de una historia de amor
rota. El poeta se reencuentra con Bécquer (el título del libro lo ha tomado de la rima LVI).
-Poesía del exilio. Se acentúa el tema de la soledad, mezclado con el del destierro. (Como quien espera el alba,
Vivir sin estar viviendo, Con las horas contadas, Desolación de la Quimera).
4. EL TEATRO LORQUIANO
Como acontecimiento relevante podemos citar el arrendamiento del Teatro Español por la compañía de la actriz
Margarita Xirgu (1930-1935), que llevó a las tablas varias obras de Federico García Lorca. Durante la Segunda
República, se intentó extender la cultura a la España rural mediante las Misiones Pedagógicas, formadas por
universitarios que promovían campañas de alfabetización, bibliotecas, exhibían copias de cuadros del Museo del
Prado y representaban obras teatrales, de las que se encargaba el grupo Teatro ambulante dirigido por Alejandro
Casona. Otras compañías universitarias también se acercaron al pueblo, como El Búho, dirigida por Max Aub y La
Barraca, impulsada por Federico García Lorca. Representaban obras de Calderón, Cervantes, Tirso, Lope de Vega, etc.
*LORCA: Autor cumbre de la poesía y del teatro universal. En sus primeras obras siguió caminos diversos: el
teatro simbolista (El maleficio de la mariposa, 1920), el teatro en verso modernista (Mariana Pineda, 1927), el teatro
de marionetas (Retablillo de don Cristóbal) y las farsas (La zapatera prodigiosa, 1930; Amor de don Perlimplín con
Belisa en su jardín, 1933). En los años treinta seguirá dos líneas:
1) La experiencia vanguardista: En medio de una crisis vital y estética, se acerca al Surrealismo en obras como
El público (1930), en la que acusa al público que crucifica al homosexual, y en Así que pasen cinco años (1931),
donde vuelve a estar presente el tema de la frustración íntima.
2) La plenitud de la tragedia: Esta etapa la constituyen cuatro piezas que tienen en común el protagonismo de la
mujer y la represión que la moral ejerce sobre su amor y su sexualidad. Son obras sobre los deseos frustrados y la
marginación social de las mujeres.
-Bodas de sangre (1933): Una novia es raptada por su amante el mismo día de su boda, concertada por
intereses económicos. Los odios familiares desatan la venganza.
-Yerma (1934): Es el drama de la mujer condenada a la infecundidad. Tanto en esta obra como en la anterior,
Lorca emplea elementos simbólicos con los que consigue un alcance mítico, mezcla prosa y verso e incluso introduce
coros, como en la tragedia griega.
-Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935): Drama sobre las señoritas solteras de provincias que
esperan inútilmente el amor, y que se van marchitando como flores.
- La casa de Bernarda Alba (1936): Es su obra maestra. La escribió poco antes de morir y no fue estrenada
hasta 1945, en Buenos Aires. Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone un riguroso luto a sus cinco
hijas. En esa situación represiva las pasiones se exasperan. Pepe el Romano actúa como catalizador: es el novio de
Angustias, la mayor; le atrae la juventud de Adela y, a su vez, es amado por Martirio. En la obra se ofrece una
reflexión sobre el poder (irracional en Bernarda), y sobre la rebeldía. Adela se rebela contra la tiranía, muestra su ansia
de vivir, pero todo termina en tragedia, pues acaba ahorcándose. Recuérdense las últimas palabras de la obra, en boca
de Bernarda: “(…) Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? ¡Silencio, silencio he
dicho! ¡Silencio!”