Tema 4. Tomás de Aquino
Tema 4. Tomás de Aquino
Tema 4. Tomás de Aquino
TOMÁS DE AQUINO
2. Vida y obra
a) Introducción
-Sto. Tomás no se ocupó específicamente de desarrollar una teoría del
conocimiento, del modo como sí harán los filósofos modernos. Al igual que para
la filosofía clásica, el problema del conocimiento se suscita en relación a otros
problemas en el curso de los cuales es necesario aclarar en qué consiste conocer.
-En su visión del hombre –puesto que es el alma quien lleva a cabo la
función del conocimiento- y en el conjunto de su pensamiento es común la
afirmación de que santo Tomás intentar "cristianizar" a Aristóteles. El hombre
puede acceder a la verdad a través de la razón, pero sobre todo a través de la fe;
tiene pues una doble vía, aunque predomina la vía de la fe en caso de duda o
conflicto. Dada esta doble vía, es en el terreno de los preámbulos de la fe donde
la razón puede llegar más lejos para intentar comprender las verdades de fe.
b) Los preámbulos de la fe
-Santo Tomás entiende por preámbulos o presupuestos de la fe aquellas
verdades que pueden ser conocidas tanto por la fe como por la filosofía, han sido
reveladas pero también son accesibles a la razón. Tales verdades son, entre
otras, las siguientes: Dios es la causa de cuanto existe; solo existe un único Dios,
el alma divina es inmaterial, el alma humana es espiritual e inmortal, la voluntad
se caracteriza por la libertad, existe una unidad substancial entre cuerpo y alma.
Pertenecen también a los preámbulos de la fe todas las verdades fundamentales
de la moral.
2) ONTOLOGÍA
a) Esencia y existencia
-Santo Tomás sigue a Avicena -filósofo judío del siglo X- al distinguir en
los seres entre "esencia" y "existencia". Sólo en Dios ambos aspectos son lo
mismo, pero el hombre conoce dicha esencia divina negativa o
analógicamente (si la entendiera "en sí", tal cual, sería como Él). Que se conozca a
Dios -su esencia-, no directamente, sino por analogía no implica que
su existencia no pueda ser demostrable, según santo Tomás. Esencia y existencia
se identifican con el par de conceptos aristotélico, potencia y acto: esencia es
potencia, posibilidad de existir; existencia es acto de ser, actualización de la
potencia.
b) Los ámbitos de la razón
-Del mundo, el conjunto de los seres existentes, se podría conocer gran
parte de la esencia partiendo de la experiencia y abstrayendo sus aspectos más
esenciales: su “forma racional” eterna despojada de la materia
(por abstracción realizada por el entendimiento agente de cada individuo). Dicha
esencia manifestaría (analógicamente) la Ley Eterna de Dios en todos los seres
del universo. Esta Ley Eterna se desglosa en dos ámbitos, que santo Tomás
asocia con dos usos de la razón: en el ámbito de las cosas físicas, regidas por la
ley natural–física-, santo Tomás analiza la razón especulativa, y en el ámbito de
las cuestiones humanas morales y políticas –que se rigen bajo la ley natural–
humana- analiza santo Tomás la razón práctica.
3) El CONOCIMIENTO
a) El proceso de conocimiento
-Por lo que se refiere al conocimiento especulativo o teórico, el que se
dirige a la contemplación de la verdad, santo Tomás sigue básicamente la
concepción de Aristóteles.
-Aristóteles había enunciado el principio empirista según el cual todo el
conocimiento comienza con los sentidos. Siguiendo la posición aristotélica, santo
Tomás, habiendo rechazado las ideas o formas separadas platónicas, estará de
acuerdo con los planteamientos fundamentales de esta epistemología.
1. El alma, al nacer el hombre, es una "tabula rasa" en la que no hay
contenidos impresos.
2. Si bien el conocimiento es una operación intelectual, para que se
produzca es necesario que la sustancia, la entidad concreta e individual –sýnolon-
, sea captada mediante los sentidos, para poder ofrecer al entendimiento su
objeto propio de conocimiento: la forma inteligible. Esta actividad primaria es
realizada por los sentidos que, en colaboración con la imaginación y la memoria,
producen una imagen sensible (phantasma) de la sustancia, que sigue siendo una
imagen concreta y particular.
3. Sobre la imagen producida y sostenida por la imaginación a partir de la
información proporcionada por los sentidos actuará el entendimiento agente,
dirigiéndose a ella para abstraer la forma o lo universal, la especie inteligible,
produciendo en el entendimiento paciente la species impressa quien, a su vez,
como reacción producirá la species expressa, que es el concepto universal
o verbum mentis. El proceso de abstracción consiste, pues, en separar
intelectualmente lo universal, que sólo puede ser conocido de esta manera, pero
partiendo de la experiencia. El entendimiento paciente aplicaría dichos
conceptos universales en los juicios y en el reconocimiento de las cosas. También
sucede en el conocimiento de las cosas divinas, por lo que santo Tomás adoptará
el método "a posteriori" en su demostración de la existencia de Dios a través de
las cinco vías.
b) Huella de Aristóteles
-Aunque santo Tomás sigue a Aristóteles en líneas generales (como en su
concepción del alma y el cuerpo, etc.), sin embargo, la impronta cristiana en su
pensamiento es inevitable, y el hombre es parte de la creación divina (está
subordinado a Él). Por ejemplo, santo Tomás no interpreta el entendimiento
agente como una facultad colectiva, social (como sí harán los filósofos
árabes), sino como una potencia individual.
-Por otra parte, para santo Tomás no es posible el conocimiento de las
formas puras, sustancias no materiales: no es posible tener en esta vida un
conocimiento directo de ellas (los ángeles y Dios). El conocimiento de estas
sustancias, que Aristóteles no concibe, sólo se puede obtener por analogía, en la
medida en que se pueda tener un conocimiento de los principios y de las causas
del ser. Su concepción de la verdad sigue el criterio de adecuación, la que se da
entre el entendimiento y las cosas, lo que existe o la realidad y lo que puede ser
pensado.
4. El problema de Dios
1) ONTOLOGÍA
-El problema de Dios es de carácter teológico y ontológico a la vez. Dios
puede ser considerado en sí mismo o desde sus creaturas: Dios es causa o
principio y también fin, especialmente para los seres racionales.
-La ontología de santo Tomás sigue la filosofía de Aristóteles pero parte de
estrictos principios cristianos: Dios, la creación, la fe, etc.
-La obra de santo Tomás tiene como tema primero y fundamental a Dios, creador
del mundo -incluido el hombre-. Considera santo Tomás que de Dios se puede
demostrar su existencia, aunque no conocer su esencia plenamente, sino de
manera negativa o por analogía.
-Es habitual advertir el error al respecto de la demostración esencialista y
ontologista de Dios propuesta por san Anselmo en el siglo XI, que parte de una
idea de Dios que no es entendible.
-San Anselmo había definido a Dios como "aquel ser mayor que el cual
nada cabe pensar", de lo que concluye que tal ser debe existir. Para santo Tomás,
no es lo mismo imaginar que existir, y, además, una imaginación -construcción-
vacía que no concreta su contenido no puede referir a los atributos de Dios. ¿De
qué Dios se trata en san Anselmo? ¿Es un ser personal, con inteligencia o
voluntad?
6. El problema de la ética
1) ÉTICA TELEOLÓGICA
a) Carácter teleológico de la ética
-La ética cierra el «sistema» de Tomás de Aquino: es la ordenación de las
criaturas -en concreto, el hombre- hacia Dios, de quien proceden. Por eso se trata
de una ética teleológica: la determinación del fin del hombre es su base
fundamental.
-Dios, que es el principio de todas las cosas, es también su fin último. La
perspectiva es, en principio, platónico-agustiniana: el fin es el bien, y todas las
cosas -conforme a sus diversos grados de bondad- están ordenadas unas a otras
(así es como todo se ordena hacia el hombre, como fin intermedio), pero todas
están finalmente ordenadas a Dios.
-Ahora bien, es Dios mismo quien orienta todas las cosas hacia Él. Por eso
la moral hace relación al gobierno divino del mundo (Providencia), es decir, a
la ley divina. Es este uno de los temas más famosos de la filosofía de Tomás de
Aquino. Dios gobierna el mundo mediante la «ley eterna», la cual se encuentra
participada en las criaturas como «ley natural». Para el hombre, pues, la
conducta moral recta se ha de basar en la interpretación y aplicación racional de
la ley natural. Aquí santo Tomás se muestra deudor de conceptos estoicos y
agustinianos.
b) La ética y la ley natural
-Al reconocer el bien como el fin de la conducta del hombre la razón
descubre su primer principio, el primer precepto de la ley natural -equivalente
del principio primero de la razón especulativa, o «principio de no
contradicción»- que se funda en la noción general de «bien» como aquello que
todos los seres apetecen: «Ha de hacerse el bien y evitarse el mal». De este
principio derivan los demás, a partir de esta premisa: «Todo aquello a lo que el
hombre se encuentra naturalmente inclinado, la razón lo considera naturalmente
bueno». Por eso «el orden de los preceptos de la ley natural siguen el orden de
las inclinaciones naturales»: primero, la conservación del propio ser; luego, todas
las inclinaciones que comparte con los animales; por fin, las inclinaciones es-
trictamente humanas (conocer la verdad, vivir en sociedad…). Al estar fundado
en la misma naturaleza humana es la base de la ley moral natural, es decir, el
fundamento último de toda conducta y, en la medida en que el hombre es un
producto de la creación, esa ley moral natural está basada en la ley eterna divina.
De la ley natural emanan las leyes humanas positivas, que serán aceptadas si no
contradicen la ley natural y rechazadas o consideradas injustas si la contradicen.
3) LA VIRTUD
a) Los tipos de virtud
-Santo Tomás distingue, al igual que Aristóteles, dos clases de virtudes:
las morales y las intelectuales. Por virtud entiende también un hábito selectivo
de la razón que se forma mediante la repetición de actos buenos y, al igual que
para Aristóteles, la virtud moral consiste en un término medio, de conformidad
con la razón. A la razón le corresponde dirigir al hombre hacia su fin, y el fin del
hombre ha de estar acorde con su naturaleza por lo que, al igual que ocurría con
Aristóteles, la actividad propiamente moral recae sobre la deliberación, es decir,
sobre el acto de la elección de la conducta. La misma razón que tiene que
deliberar y elegir la conducta del hombre es ella, a su vez, parte de la naturaleza
del hombre, por lo que ha de contener de alguna manera las orientaciones
necesarias para que el hombre pueda elegir adecuadamente.
-Entre las virtudes morales, que son numerosas, Santo Tomás distingue
un grupo a las que llama virtudes cardinales, que son: la prudencia, la justicia, la
fortaleza y la templanza. Pero, debido a sus creencias, distingue otras virtudes
que ya no provienen de la propia naturaleza humana, sino que le son dadas como
don gratuito de Dios: las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
b) La voluntad
-Quizá la novedad más significativa con respecto a Aristóteles sea el
tratamiento que hace santo Tomás de la voluntad. Por su misma naturaleza la
voluntad está orientada al bien en general, es decir, la felicidad, la beatitud. Pero
el hombre dispone del libre albedrío para elegir su conducta.
-El libre albedrío no es algo distinto de la voluntad, sino la voluntad
misma en el ejercicio de la elección de los medios para conseguir su fin, la
capacidad por la que un hombre es capaz de juzgar libremente, en cuanto a la
elección de los medios que le permiten alcanzar el fin de su conducta.
7. El problema de la política