2023 guiaDMsamfyc Cap09
2023 guiaDMsamfyc Cap09
2023 guiaDMsamfyc Cap09
INSULINA
José Luis Martín Manzano
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.
Centro de Salud Salvador Caballero. Granada.
ÍNDICE
1. TIPOS DE INSULINA
1.2. MECANISMOS DE ADMINISTRACIÓN DE INSULINA
1.3. CRITERIOS DE INSULINIZACIÓN Y AJUSTE DEL TRATAMIENTO
1.4. PAUTAS DE INSULINOTERAPIA
1.5. GUÍA PARA LA INSULINIZACIÓN Y AJUSTE DEL TRATAMIENTO
1.6. EFECTOS SECUNDARIOS Y COMPLICACIONES DE LA INSULINA
BIBLIOGRAFÍA
2. RETIRADA DE INSULINA (DESPRESCRIPCIÓN)
BIBLIOGRAFÍA
1. Insulinización en la Diabetes Tipo 2
1.1.Tipos de insulina
La insulina viene utilizándose en el tratamiento de la diabetes desde hace más de cien años. Inicialmente, se
utilizó insulina porcina y bovina por su gran parecido con la insulina humana, pero actualmente se utilizan
insulinas humanas biosintéticas obtenidas por tecnología ADN-recombinante a partir de cultivos de bacterias
(E. coli) y levaduras, y cuya estructura molecular es idéntica a la insulina humana.
En los últimos años han hecho su aparición los llamados “análogos de insulina”, que son insulinas con la es-
tructura molecular modificada.
Fisiológicamente la insulina se segrega siguiendo dos patrones diferentes: uno en respuesta a la ingesta de
alimentos, es el denominado “patrón prandial” y otro en que la insulina de segrega de forma continua y que
trata de mantener la homeostasis de la glucemia en situaciones de ayuno, es el denominado “patrón basal”.
» Insulina soluble, regular o rápida. Es la molécula de insulina humana no modificada: su cadena de ami-
noácidos es igual que la de la insulina producida por el páncreas y no se le añade ningún retardante o
producto que modifique su farmacocinética. Su aspecto es transparente. Se puede administrar por vía
subcutánea, intravenosa, intramuscular o intraperitoneal.
» Insulina NPH (Neutral Protamine Hagedorn), se obtiene al añadir a la insulina soluble un retardante pro-
teico, que es la protamina. De este modo, el inicio, el pico máximo y la duración de su acción se retardan
en el tiempo. Se presenta en suspensión y su aspecto es turbio como el de todas las insulinas que llevan
asociado un retardante.
Análogos de insulina. Son moléculas de insulina en las que se ha cambiado alguno de los aminoácidos por otro
o se han añadido. Actualmente disponemos de las siguientes moléculas:
» Cuatro análogos de acción ultrarrápida: la insulina lispro, la insulina aspart, la insulina faster aspart (de
inicio aún más rápido que el resto de análogos ultrarrápidos) y la Insulina glulisina. Las principales ventajas
que aportan los análogos rápidos de insulina respecto de la insulina rápida/regular derivan de su absor-
ción más acelerada, y son: a) Su efecto hipoglucemiante es más precoz y por tanto coincide con el mayor
pico glucémico provocado por la ingesta, de modo que controla más eficazmente la glucemia posprandial;
b) Su duración de acción es menor, por lo que se reduce la incidencia de hipoglucemias posprandiales; c)
Se administra inmediatamente antes de comer, aunque también se puede inyectar durante la comida o
inmediatamente después de terminar la ingesta, de forma que es más cómodo para el paciente. El perfil
de seguridad de estas insulinas es similar al de la insulina rápida/regular. Diversos ensayos clínicos han
puesto de manifiesto que no existen diferencias en cuanto a efectos adversos globales entre análogos de
insulina e insulina regular. Estudios recientes han demostrado que los análogos ultrarrápidos administra-
dos inmediatamente antes de las comidas, producen un control glucémico postprandial mejor en diabé-
ticos tipo 1 (DM1) y similar en los tipo 2 (DM2), en relación a la insulina rápida administrada 30 minutos
antes de las comidas. Con respecto a la hemoglobina glicosilada, los análogos ultrarrápidos consiguen un
control similar o algo mejor en DM1 y similar en DM2, cuando se comparan con la insulina regular.
» Tres análogos de acción prolongada: la insulina glargina, la insulina detemir y la insulina degludec.
Insulina glargina. - Es un análogo sintético de insulina que se obtiene cambiando el aminoácido de la posición
25 (que es ácido aspártico) por glicina y añadiendo dos argininas en el extremo c-terminal de la cadena beta.
La insulina glargina es soluble a pH 4 (forma en que se presenta en el vial, pluma precargada o cartucho) pero
precipita a pH neutro del tejido subcutáneo, formando microcristales a partir de los cuales se libera la insulina
lentamente y sin picos. Una ventaja adicional es que presenta una menor variabilidad en su absorción, tanto
intra como interindividual, con respecto a insulina NPH. Tiene un inicio de acción entre 1-2 horas, alcanza su
máxima actividad a las 4-5 horas, manteniéndose constante hasta 20-24 horas. Con respecto a su eficacia y
aparición de hipoglucemias, podemos decir que tanto en DM1 como DM2 y comparada con insulina NPH, la efi-
cacia es similar tanto en el control de la glucemia como de la HbA1c (en algunos estudios hay mejor control de
glucemia basal con glargina), aunque se observa un menor número de hipoglucemias, sobre todo nocturnas. A
pesar de esta ventaja, en pacientes con insulina NPH con o sin insulina rápida, con buen control metabólico y
sin hipoglucemias, no es preciso cambiar a insulina glargina, debido a su mayor coste; por el contrario, pacien-
tes con mal control con insulina NPH y sobre todo ante la presencia de hipoglucemias, se pueden beneficiar
del paso a insulina glargina. Se administra vía subcutánea y no se debe utilizar la vía endovenosa (al igual que
insulina NPH o análogos de acción retardada). Se recomienda disminuir la dosis en caso de insuficiencia renal
o hepática. No se debe mezclar, en la misma jeringa, insulina glargina con ningún otro tipo de insulina. Mas
2
recientemente se ha comercializado la insulina glargina U300 (concentración de 300 UI por ml) con un perfil de
acción “más plano” y una discreta mayor duración de acción, menor ganancia de peso y menos hipoglucemias
nocturnas).
Insulina detemir.- Es un análogo soluble de insulina que se obtiene uniendo a la molécula de insulina el ácido
mirístico. Cuando se administra insulina detemir, el complejo ácido mirístico-insulina, se une de forma rever-
sible a la albúmina sérica y del tejido subcutáneo, con lo que su absorción se hace más lenta y se prolonga su
duración de acción. La insulina detemir circula unida a la albúmina en más de un 98% y solo la parte no unida
a la albúmina es capaz de unirse a los receptores de insulina. Tiene un inicio de acción a las 1-2 horas, un perfil
más plano que NPH y una duración de acción que depende de la dosis administrada; de unas 12 horas a la
dosis de 0,2 U/kg y de 20 horas a dosis de > 0,4 U/kg. En casi un 50% de los pacientes será necesario administrar
dos dosis de detemir para una adecuada insulinización basal en las 24 horas. No hay que disminuir la dosis
en caso de insuficiencia renal y hepática. Tiene una menor variabilidad intra e interindividual en su absorción,
comparada con NPH. A igual que se ha comentado con insulina glargina, insulina detemir, cuando se compara
con insulina NPH, consigue un control glucémico similar, con menos hipoglucemias, sobre todo nocturnas y
una menor ganancia ponderal. No existe experiencia clínica de insulina detemir en embarazo y lactancia por lo
que hay que tener especial precaución si es necesaria su utilización en estos casos.
Insulina Degludec. - Es el tercer análogo de acción prolongada comercializado, indicado para tratar la diabetes
mellitus (DM) en adultos, adolescentes y niños >1 año. Es una insulina basal que forma multihexámeros solu-
bles cuando se inyecta por vía subcutánea, dando lugar a la formación de un depósito desde el que se absorbe
a la circulación de forma continuada y lenta, produciendo el efecto hipoglucemiante plano y estable. A lo largo
de un periodo de 24 horas con el tratamiento de una vez al día, el efecto hipoglucemiante de insulina deglu-
dec, a diferencia del de la insulina glargina, se distribuyó uniformemente entre las primeras y las segundas 12
horas. La duración de la acción es superior a 42 horas dentro del rango de dosis terapéutico. Este efecto se
estabiliza 2–3 días después de la administración de la dosis. Se administra 1 vez/día, preferiblemente siempre a
la misma hora, igual que NPH y los análogos de acción prolongada. Se puede administrar con cierta flexibilidad,
asegurando siempre un mínimo de 8 horas entre inyecciones. Está financiada de forma restringida (requiere
visado) para pacientes con DM1 y DM2 tratados con insulinas y análogos de acción prolongada que necesitan
2 inyecciones basales diarias, que se caracterizan por un riesgo relativamente alto de sufrir hipoglucemias. Se
ha mostrado similar a insulina glargina en la reducción de la HbA1c y se ha asociado a tasas de hipoglucemias
similares o algo menores a las de otros análogos de insulina de acción prolongada tanto en DM1 como en DM2.
» Las jeringas de insulina: para utilizar con los clásicos viales de insulina.
» Las plumas: son mecanismos automatizados de inyección. Funcionan con cartuchos recambiables de
insulina.
» Las jeringas precargadas: son sistemas similares a las plumas, con la característica de que ya vienen
cargadas, y son desechables cuando se acaba la carga de insulina.
» Bombas de infusión continua de insulina subcutánea: administran insulina rápida mediante un ritmo
basal continuo, pudiendo programarse bolos de inyección preprandiales. Requiere alta motivación por
parte del paciente y un perfecto entrenamiento en técnicas de autocontrol.
1.3.Criterios de insulinización
- De forma provisional ante determinadas circunstancias intercurrentes: IAM, cirugía mayor, tratamien-
to con corticoides,.…
3
- Fracaso primario o secundario al tratamiento con fármacos orales: Diabetes mal controlada, estando
realizando correctamente la dieta y el tratamiento con fármacos orales durante al menos 2-3 meses, en
ausencia de obesidad.
- Contraindicaciones para el uso de fármacos orales
- Embarazo y diabetes gestacional que no se controla con dieta y ejercicio.
1.4.Pautas de insulinoterapia
La secreción fisiológica de insulina tiene dos componentes: uno basal continuo y otro agudo desencadenado
por la hiperglucemia (habitualmente tras la ingesta). La insulinoterapia trata de imitar el patrón fisiológico.
Puede emplearse las siguientes pautas:
Pauta Convencional:
Una dosis:
Se considera una pauta no fisiológica dado que no imita la secreción normal de insulina consistente en una
secreción basal continua y unos picos prandiales. Sin embargo, ha demostrado claramente su utilidad cuando
se utiliza en terapia combinada de insulina más fármacos orales.
» Dosis única de insulina intermedia, detemir, degludec o glargina en el desayuno. Salvo en el caso de la
insulina glargina o degludec no suele ser la pauta de elección. Puede ser útil en DM2 que mantengan una
glucemia basal aceptable (≥ 140 mg/dl), pero que no tengan buen control a lo largo del día, y en la insufi-
ciencia renal crónica (en estos casos la duración de acción de la insulina intermedia puede alargarse hasta
casi 20-22 horas). También puede utilizarse en la hiperglucemia por tratamiento con corticoides. El mayor
riesgo de hipoglucemia se presenta en las horas previas a la comida (con NPH), por lo que debe insistirse
en el suplemento de media mañana. Cuando se utiliza la insulina glargina o degludec suele ser la pauta
recomendada cuando se da junto a fármacos orales.
» Dosis única de insulina intermedia o análogo prolongada antes de acostarse, en aquellos pacientes que
presentan glucemias basales elevadas (fenómeno del alba: hiperglucemia basal, no secundaria a hipoglu-
cemia nocturna). Es la pauta de elección cuando se utiliza insulina combinada con fármacos orales.
Dos dosis:
» Una dosis matutina (antes del desayuno) y otra por la noche (antes de la cena) de insulina NPH o dete-
mir. Indicada en los pacientes con DM2 que mantienen secreción residual de insulina (reserva pancreática)
pero que no tienen buen control metabólico con dieta e hipoglucemiantes orales + una dosis de insulina
» Dos dosis de insulina mezcla de acción rápida + acción intermedia. Las presentaciones disponibles tie-
nen las siguientes proporciones de insulina prandial: 70%, 50%, 30% y 25%. Ha sido una de las pautas más
utilizadas en DM2 con poca reserva pancreática, aunque últimamente desplazada por la pauta basal-bolo.
Aunque es un régimen poco flexibles, podría indicarse en pacientes con horarios fijos de comidas que no
desean o no consideramos un régimen mas complejo como el basal-bolo por ser muy difícil el autoajuste
del tratamiento. Revisiones recientes señalan que si comparamos las pautas basal-bolo con las de insuli-
nas premezcladas los resultados son similares tanto en control glucémico, ganancia ponderal, necesida-
des de insulina e hipoglucemias.
Pauta Intensiva:
Se pretende imitar el perfil de secreción de insulina endógena del sujeto normal. Se trata de conseguir un nivel
estable de normoglucemia mediante una insulinización basal y la adicción de dosis suplementarias de insulina
de acción rápida o ultrarrápida antes de las comidas:
Pauta basal-bolo.- Se administran 1 dosis de análogo ultrarrápido antes de las comidas junto a una dosis de
análogo basal (a veces dos dosis al día de NPH, detemir o incluso glargina) antes del desayuno o cena. Es la
más indicada en diabéticas embarazadas y en pacientes jóvenes con DM1 en los que el objetivo sea conseguir
el más estricto control metabólico.
Tres dosis de insulina premezclada. - Una pauta muy utilizada en el pasado y cada vez más en desuso es la ad-
ministración de una mezcla 50/50 antes de desayuno y comida y una mezcla de 30/70 0 25/75 antes de la cena.
Bombas de Infusión Continua de Insulina.- Con indicaciones similares al régimen de múltiples inyecciones,
aunque la dosis final administrada suele ser un 20-30 % menor.
Aunque la insulinización debe ser individualizada, considerando las características de cada paciente, de forma
orientativa pueden servir las siguientes recomendaciones:
» Elección de la dosis de insulina: Los requerimientos de insulina son muy variables, dependiendo del
4
tipo de diabetes, tiempo de evolución, grado de resistencia a la insulina, ... El criterio más común es el de
“tanteo y ajuste progresivo”. En general:
- DM1: 0.4-0.6 UI/Kg de peso/día, repartidas en principio en un 50% de insulina basal y el otro 50% en 3
dosis preprandiales de análogo ultrarrápido.
- DM2: 10 UI o 0.2-0.3 UI/kg en dosis única de insulina basal, antes de acostarse si insulina NPH o detemir
y a cualquier hora o mejor antes del desayuno si insulina glargina.
- En caso de insuficiencia renal, la dosis de insulina, salvo si se utiliza insulina detemir, se reducirá según
las siguientes situaciones:
» Elección del tipo de insulina: Es muy recomendable iniciar el tratamiento de forma gradual, sin prisas,
comenzando primero con las insulinas basales, para más adelante añadir las insulinas rápidas o pasar a
las mezclas. Cuando con dos dosis de insulina intermedia conseguimos controlar la glucemia preprandia-
les, pero se observan picos hiperglucémicos después de desayuno y cena, se añade insulina rápida a la
dosis de antes de desayuno y antes de cena. Las proporciones recomendadas oscilan en 25-30-50 % rápida
y 50-70-75 % de intermedia, pero evidentemente esto va a depender de la composición de la dieta del
paciente y su distribución a lo largo del día.
» Planificar el tratamiento insulínico en relación con el horario de comida. Hay que establecer dos cons-
tantes que interaccionan: el horario de comidas y el de insulina. Recomendaremos las inyecciones de insu-
lina 20-30’ antes de las comidas (en el caso de los análogos ultrarrápidos este periodo se reduce a 5-10´)),
por lo que es fundamental que los horarios de comidas sean estables y que se hagan tomas intermedias
entre las comidas principales. En caso de glucemias preprandiales elevadas (> 180) conviene recomendar
que la ingesta se realice 45-60’ después de la inyección. Un horario de comidas aproximado podría ser el
siguiente, adaptándose a las circunstancias individuales:
Se puede aconsejar una 6ª toma a las 24.00 h a las personas que tardan en acostarse.
Los ajustes en el tratamiento se harán basándose en las glucemias capilares. El número de determinaciones
variará dependiendo de la pauta de insulinización y salvo en los DM1 con pauta intensiva, los “típicos perfiles”
de 6 puntos no son necesarios.
Las modificaciones en el tratamiento insulínico, tanto para subir como para bajar dosis, se recomienda rea-
lizarlo suave y lentamente: 1- 2 UI cada vez, y esperando a ver la acción en 2-3 controles al menos. Se procu-
rará no realizar ajustes basados en un sólo perfil. Es conveniente esperar varios perfiles antes de realizar el
siguiente cambio (2-3 días en inicio de tratamiento y pacientes descompensados, varias semanas en ajustes
rutinarios del tratamiento).
» Se cambiará la dosis de una inyección al día cada vez. Iniciar el ajuste tratando de controlar en primer
lugar la glucemia basal, cuando ésta esté controlada la de las 2 horas después del desayuno, y así lenta y
progresivamente, hasta la última glucemia del día.
» Ante la hiperglucemia basal persistente deben considerarse dos situaciones:
- Que se esté produciendo una hipoglucemia nocturna y la hiperglucemia basal traduzca un efecto So-
mogy: se recomienda determinar la glucemia entre las 2 y las 6 a.m. en 2- 3 días para averiguarlo y si se
comprueba habrá que reducir la dosis de insulina de antes de la cena.
- Si se descarta la hipoglucemia de madrugada, pensaremos que la dosis de insulina de antes de la cena
5
sea insuficiente, por lo que se incrementará la dosis de insulina de antes de la cena o se retrasará a la
hora de acostarse.
» Glucotoxicidad: Debemos tener en cuenta que la hiperglucemia crónica produce dos situaciones adver-
sas
- Sobre la célula beta lleva a una menor secreción de insulina ante el aumento de la glucemia
- Sobre los receptores periféricos produce una menor respuesta de los mismos a la acción de la insulina
(insulinresistencia).
Esta glucotoxicidad desaparece progresivamente cuando se alcanzan cifras de glucemia próximas a la norma-
lidad, disminuyendo por tanto las necesidades diarias de insulina, por lo que puede haber peligro de hipoglu-
cemia.
Hipoglucemia. La hipoglucemia es el efecto adverso más frecuente del tratamiento con insulina. En el UKPDS,
el grupo de control intensivo con insulina presentó niveles más reducidos de HbA1c, pero una frecuencia su-
perior de episodios de hipoglucemia (el 36% de los pacientes presentaron algún episodio de hipoglucemia leve
al año y el 2,3% de hipoglucemia grave). Son más frecuentes cuanto mejor queramos que sea el control glucé-
mico y se deben sobre todo a la variabilidad en la disponibilidad de la insulina y a la irregularidad en la ingesta
y realización de ejercicio. En diferentes estudios se ha demostrado la menor incidencia de hipoglucemias con
glargina, degludec o detemir comparado con NPH.
Ganancia ponderal. Los pacientes tratados con insulina tienden a aumentar de peso. En el UKPDS, el grupo de
control intensivo con insulina tuvo una mayor ganancia de peso (1,4-2,3 kg) que los tratados con sulfonilureas
o metformina. En los estudios realizados con terapia combinada de antidiabéticos orales e insulina, la adminis-
tración de insulina NPH nocturna se acompañó de menor ganancia ponderal que la administración de insulina
regular o LisPro antes de las comidas o que la NPH por la mañana, haciendo de esta forma más recomendable
la administración nocturna de insulina en terapia combinada. En diferentes estudios se ha encontrado menor
ganancia ponderal con la insulina detemir que con la NPH o glargina.
Empeoramiento de la retinopatía diabética. Se ha descrito que una mejora rápida del control glucémico puede
acompañarse de un empeoramiento en la evolución de la retinopatía diabética. Los pacientes de mayor riesgo
son los que tienen retinopatía proliferativa, y niveles de HbA1c superiores al 10%. En estos pacientes se reco-
mienda una reducción lenta de los niveles de HbA1c (2% por año), con revisiones oftalmológicas frecuentes
(cada 6 meses).
Edema insulínico. Se observa generalmente al inicio del tratamiento con insulina o tras la corrección rápida de
una hiperglucemia importante. Es un trastorno leve que se manifiesta por edema localizado o generalizado y
que se resuelve espontáneamente.
Cambios de refracción del cristalino (presbiopía insulínica). Se deben a los cambios osmóticos que se produ-
cen en el cristalino por las variaciones rápidas de la glucemia y que producen alteraciones en la acomodación.
Cuando hay descensos rápidos de la glucemia se producen cambios miópicos, que pueden llegar a ser de 1-2
dioptrías; al contrario, las elevaciones rápidas de la glucemia producen cambios hipermetrópicos. En ambos
casos hay que tranquilizar al diabético ya que todo vuelve a la normalidad en 2-4 semanas de forma espon-
tánea.
La lipoatrofia es la pérdida de la grasa del tejido subcutáneo en el lugar de inyección causando adelgazamiento
y atrofia. Es una reacción inmune a la insulina que era bastante frecuente con insulinas poco purificadas, pero
que en la actualidad con las insulinas disponibles es excepcional.
6
Nombre: Consta de 2 ó 3 palabras: La última palabra se refiere al tipo de dispositivo mientras que las previas
hacen referencia al nombre comercial y el número al porcentaje de la insulina prandial.
Concentración de la preparación: La concentración de las plumas es 100UI/ml y dado que cada pluma con-
tiene 3 ml, cada pluma contiene 300UI. Esto es así excepto en:
» Humalog 200 KwikPen: concentración 200 UI/ml = cada pluma contiene 600UI.
» Toujeo Solostar concentración 300UI/ml. Cada pluma contiene 1,5ml = cada pluma contiene 450 UI.
» Toujeo Doublestar: concentración 300UI/ml. Cada pluma contiene 3 ml = cada pluma contiene 600 UI.
» Tresiba FlexTouch 200 concentración 200UI/ml. Cada pluma contiene 3m = cada pluma contiene 600
UI.
Presentaciones:
Las plumas de insulina se venden en cajas. Todass ellas contiene 5 plumas, excepto ToujeoDobleStar y Tresi-
baFlexTouch 200 cuyas cajas traen 3 plumas.
Mezclas: En las mezclas fijas de insulina, el número que aparece (si hay 1), ó el primero que aparece (si hay
2), hace referencia a la proporción de insulina prandial que lleva la mezcla.
» Mixtard 30 Innolet ó Humulina 30:70 KwikPen: 30% de Rápida y 70% de NPH.
» HUMALOG Mix 50 Kwikpen: 50% de NPL.
» Novomix 70 FlexPen: 70% de Aspart y 30% de NPA.
Otras:
NPA y NPL (perfil como NPH) SPN AÁLOGOS DE ACCIÓN INMEDIATA. No existen comercializados por sí solos,
pero sí en la mezcla.
7
Bibliografía
» 1American Diabetes Association. Standards of Medical Care in Diabetes—2023. Diabetes Care Volume 46, Supplement 1,
January 2023.
» 3Proceso Asistencial Integrado Diabetes Mellitus. Actualización 2017. Consejería de Salud Junta de Andalucía. Disponible
en: https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/salud_5af1956f2c254_diabetes_mellitus_2017.pdf
» 4Inzucchi SE, Bergenstal RM, Buse JB, Diamant M, Ferrannini E, Nauck M, et al. Management of hyperglycemia in type 2
diabetes, 2015: a patient-centered approach. Update to a position statement of the American Diabetes Association and the
European Association for the Study of Diabetes. Diabetes Care 2015; 38:140-9.
» 5Girbés Borrás J, Escalada San Martín J, Mata Cases M, Gómez-Peralta F, Artola Menéndez S, Fernández García D, et al.
Consenso sobre tratamiento con insulina en la diabetes Tipo 2. Endocrinol Diabetes Nutr. 2018;65 Suppl 1:1-8.
» 6Recomendaciones para el tratamiento farmacológico de la diabetes mellitus tipo 2. Grupo de trabajo uso adecuado del
medicamento en diabetes. Plan integral de diabetes. Dirección general de asistencia sanitaria y resultados en salud. Servicio
Andaluz de Salud. Disponible en: https://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/sites/default/files/sincfiles/
wsas-media-mediafile_sasdocumento/2021/DM2_DocumentoRecomendacionesfarmacol%C3%B3gicas10122020.pdf
El médico puede recomendar la disminución de la dosis de insulina o la retirada de ella cuando se requiera evi-
tar hipoglucemias o el paciente presente aumento de peso, ambas situaciones son las principales desventajas
del tratamiento con insulina. Pero también cuando el paciente desee y esté en condiciones de tener un trata-
miento de una forma más fácil de administración, como lo son los antidiabéticos no insulínicos. Estos pacientes
deben tener una buena adherencia al tratamiento, es decir; ser buenos cumplidores.
El paciente al que le sea retirada la insulina deberá comprometerse consigo mismo a tener una dieta hipoglu-
cémica y realizar ejercicios constantemente desde un mes antes de la retirada de la insulina, esto con el fin de
valorar actitud y adherencia.
Hay situaciones donde se puede predecir la eficacia de la sustitución de la insulina por otros antidiabéticos:
Estos pacientes deberán tomar metformina a dosis progresivas hasta alcanzar la dosis máxima tolerada, siem-
pre y cuando no haya intolerancia ni contraindicación. Posteriormente, se irá retirando paulatinamente la in-
sulina actual, pautándose una dosis basal por las noches, antes de acostarse. La cual, también se irá retirando
poco a poco a dosis de 0.2UI/kg hasta quedar solo con metformina.
Deberán realizarse glucemias capilares matinales a diario. Si presenta 3 controles por encima de 150 deberá
aumentar la dosis de insulina 2UI. Si, al contrario; presenta 3 controles seguidos por debajo de 120 deberá
disminuir 2UI de esta. La retirada de la insulina es un proceso lento, ya que debe ser vigilado muy de cerca.
Estos pacientes tienen que ser seguidos muy de cerca en su centro de salud por su médico y enfermero de
cabecera, para un control nutricional cada 15 días y valorar las cifras de glucemia capilar que ha presentado en
los días posterior al inicio de la retirada de la insulina, al menos durante los primeros meses.
Finalmente, la decisión debe tomarse de acuerdo con el paciente. Si se produce, una descompensación hiper-
glucémica se volverá a instaurar la insulina.
Bibliografía
» 1Nubiola A, Ferrer M, Remolins I. Por qué, cuándo y cómo debemos plantear retirar la insulina en el paciente obeso, insu-
linorresistente con diabetes tipo 2. Diabetes Práctica 2014; 05(03):97-144. Disponible en: http://www.diabetespractica.com/
files/docs/publicaciones/141873011804_Habilidades_5-3.pdf
» 2Wexler Dj. Insulin therapy in type 2 diabetes mellitus [internet] UptoDate. 2023.
» 3Menéndez Torre E, Lafita Tejedor J, Artola Menéndez S, Millán Nuñez-Cortés J, Alonso García A, Puig Domingo M, et al.
Recomendaciones para el tratamiento farmacológico de la hiperglucemia en la diabetes tipo 2. Endocrinol Nutr. 2011; 58:
112-120.