Cadera Tema 7
Cadera Tema 7
Cadera Tema 7
cadera y pelvis
Javier Gordillo López
1.1.2. Extensión.
La extensión dirige el miembro inferior por detrás del plano frontal. Su amplitud es
mucho menor que la de la flexión, estando limitada por el ligamento iliofemoral.
La extensión activa es de menor amplitud que la extensión pasiva (30º
aproximadamente). Cuando la rodilla está extendida, la extensión es mayor (20º) que
cuando está flexionada, esto se debe a que los músculos isquiotibiales pierden totalmente
su eficacia como extensores de cadera, puesto que han utilizado gran parte de su fuerza
de contracción en la flexión de rodilla.
Hay que recalcar que la extensión de la cadera aumenta notablemente debido a la
anteversión pélvica producida por una hiperlordosis lumbar.
1.1.3. Abducción.
La abducción dirige el miembro inferior hacia fuera y lo aleja del plano de simetría
del cuerpo.
La abducción de una cadera se acompaña de una abducción idéntica de la otra. Esto
ocurre a partir de los 30º, amplitud en la que se inicia una basculación de la pelvis mediante
la inclinación de la línea que une las dos fosas laterales e inferiores. Prolongando el eje de
ambos miembros inferiores, se constata que se cortan en el eje simétrico de la pelvis: por lo
tanto, se puede deducir que en esta posición ambas caderas están en abducción de 15º.
Cuando se completa el movimiento de abducción, el ángulo formado por los dos
miembros inferiores alcanza los 90º. La simetría de abducción de ambas caderas reaparece,
1.1.4. Aducción.
La aducción lleva el miembro inferior hacia dentro y lo aproxima al plano de simetría
del cuerpo. Dado que en la posición de referencia ambos miembros inferiores están en
contacto, no existe movimiento de aducción pura.
Sin embargo, existen movimientos de aducción relativa cuando, a partir de una
posición de abducción, el miembro inferior se dirige hacia dentro.
También existen movimientos de aducción combinados con extensión de cadera y
movimientos de aducción combinados con flexión de cadera.
Por último, existen movimientos de aducción de una cadera combinados con
una abducción de la otra cadera, acompañados de una inclinación de la pelvis y de una
incurvación del raquis.
En todos estos movimientos de aducción combinada, la amplitud máxima es de
30º.
1.2.2. Extensión.
– Glúteo mayor.
Inserción: de la parte posterior de la cresta ilíaca, línea semicircular posterior,
ligamento sacroilíaco posterior, cara posterior del sacro y cóccix, ligamento sacrociático
mayor, a la línea superior de trifurcación de la línea áspera femoral, o tuberosidad
glútea.
Inervación: nervio glúteo inferior, rama del nervio ciático menor.
Raíces: L4-S2.
– Isquiotibiales (Semimembranoso, semitendinoso y bíceps femoral).
Inserción: de la tuberosidad isquiática a la cara posterior del cóndilo tibial interno
(semimembranoso), cara medial de la tibia (semitendinoso) y cabeza del peroné (bíceps).
Inervación: ramas del nervio ciático mayor.
Raíces: L4-S2.
1.2.3. Aducción.
– Recto interno.
Inserción: de la rama descendente del pubis a la cara medial de la tibia.
Inervación: ramas del nervio obturador.
Raíces: L2-L3.
– Obturador externo.
Inserción: del reborde externo del agujero obturador y membrana obturatriz, a la
fosita digital del trocánter mayor.
Inervación: Nervio obturador.
Raíces: L3-L4.
– Psoas ilíaco, Pectíneo, adductor mayor, mediano y menor, Glúteo mayor,
Semimembranoso y Semitendinoso.
1.2.4. Abducción.
– Piramidal.
Inserción: de la cara anterior del sacro, lateralmente a los agujeros sacros II - IV, al
vértice del trocánter mayor.
Inervación: ramas colaterales del plexo sacro.
Raíces: S1-S2 anterior.
– Obturador interno.
Inserción: del reborde interno del agujero obturador y membrana obturatriz, a la
fosita digital del trocánter mayor.
Inervación: ramas colaterales del plexo sacro.
Raíces: L5-S2 anterior.
– Glúteo mediano.
Inserción: de los anteriores de la cresta ilíaca y cara externa del ilion, a la cara
externa del trocánter mayor.
2. TIPOS DE CADERA
Visto de frente, el eje del fémur forma con el eje de la diáfisis un ángulo de 135º.
Un cuello más inclinado se denomina coxavara cuya peculiaridad es que hace más
limitados los movimientos de abducción. Un cuello menos inclinado se denomina coxavalga,
el cual va a permitir un movimiento de abducción más amplio.
Visto desde arriba, el cuello aparece oblicuo hacia delante y hacia dentro, formando
el ángulo de anteversión (entre 10 y 30º).
Un cuello con poca anteversión permite una buena cobertura de la cabeza del fémur
por el cotilo en posición anatómica incluso en rotación externa.
Por el contrario, un cuello con mucha anteversión deja la cabeza poco cubierta ya
en posición anatómica, y claramente en la rotación externa, limitando por lo tanto, este
movimiento.
La encorvadura del cuello también influye sobre la amplitud de los movimientos de
cadera, por ejemplo, un cuello muy cóncavo (que a menudo corresponde a un cuello largo)
permite buenas abducciones, mientras que un cuello poco cóncavo topa muy rápido con
el reborde del cotilo, limitando este movimiento (ver foto diferentes caderas).
Complicaciones:
Podemos encontrarnos dos tipos de complicaciones:
- Locales: aparecen principalmente en las fracturas subcapitales y son
debidas a las características de la vascularización de la cabeza femoral;
fundamentalmente son la pseudoartrosis y la necrosis avascular. Más
raramente la infección. En las fracturas trocantéreas es frecuente la migración
distal de los tallos de Ender.
- Generales: derivadas de las enfermedades asociadas y del encamamiento
(de ahí la necesidad de intervención relativamente urgente), cabe
citar la tromboflebitis, infecciones urinarias y neumonías hipostáticas
fundamentalmente.
Tratamiento ortopédico:
Yeso cruropédico o extensión continua, métodos casi abandonados en la actualidad
y reemplazados por la cirugía. En los casos de fisuras, sin embargo, puede bastar una simple
inmovilización en cama sin apoyo.
Tratamiento preoperatorio:
- Ejercicios respiratorios y desobstrucción bronquial.
- Masajes circulatorios de los miembros inferiores.
- Prevención de escaras.
- Movilización pasiva y activa de los miembros sanos.
- Contracciones isométricas del cuádriceps.
- Movilización activa pie-tobillo del miembro inferior fracturado.
- Vigilancia de actitudes viciosas (rotación externa) y del dispositivo de
tracción.
Período de convalecencia.
A partir del primer mes:
- Marcha con dos bastones.
- Comienzo de las rotaciones internas activas simples.
A partir del segundo mes:
- Reeducación de la marcha sin apoyo (corrección de la postura, de la amplitud
de los pasos, etc.).
- Rotaciones internas y externas.
- Utilización del peso del cuerpo en plano inclinado, en apoyo unipodal.
- Mantenimiento horizontal de las crestas ilíacas.
- Posturas manuales o autopasivas para combatir el flexum de cadera si lo
hubiere.
- Marcha en terreno accidentado, en descenso, en el exterior.
Observaciones.
En la vía de abordaje lateral, en la cual se desprenden los músculos glúteos, esperar
un mínimo de 15 días en cama antes de realizar cualquier movilización de abducción-
aducción. Durante dos meses no elevar el miembro inferior operado extendido, levantar
la pelvis apoyado sobre los dos miembros inferiores, realizar movimientos de abducción
contra resistencia ni posiciones de aducción extrema.
La incorporación se realizará al cabo de 5 días con suma prudencia y la marcha con
apoyo total no comenzará antes de las 6 semanas.
En las prótesis no cementadas, ciertas técnicas y modelos actuales acercan claramente
la reeducación de éstas a la de una cementada. Diferenciamos dos situaciones:
- La fijación de la pieza femoral es intraesponjosa: la estabilidad primaria resulta
insuficiente para permitir la carga del peso corporal con cierta rapidez y sólo
se autorizará una movilización activa sin resistencia (sin rotaciones) durante
un mes y medio; la reanudación de la carga se hará después de dos meses.
- La fijación de la pieza femoral se hace directa y estrechamente contra la
cortical: la estabilidad es suficiente para permitir una reeducación idéntica
a la de una prótesis cementada.
1º - 2º día:
- Enseñanza de los movimientos permitidos y enseñar cuáles deben evitarse.
- Buena instalación en decúbito dorsal simple, miembro inferior en ligera
abducción y evitar la rotación externa.
- Prevención de escaras.
BURSITIS DE CADERA.
La bursitis es la inflamación de una bolsa serosa. Esta bolsa o bursa contiene
líquido y actúa como colchón o amortiguador de los golpes que puedan presentarse entre
los tendones y el hueso. La bursitis puede ser de origen infeccioso, metabólico (gota),
traumático o microtraumático. La causa inflamatoria (microtraumática) se tratará como
las tendinitis o tenosinovitis.
Existen diferentes tipos de bursitis de cadera, tales como la bursitis trocantérea
(la más común), la isquiogluteal o isquioglútea, la bursitis iliopectineal o la bursitis del
psoas.
La bursitis de cadera puede presentarse debido a una caída sobre la cadera o por
realizar movimientos repetitivos de flexo-extensión de cadera, como sucede en el ciclismo
o al correr.
Los síntomas más comunes son: dolor a la presión, dolor al realizar la rotación
interna junto con la flexión de cadera, exacerbación del dolor al sentarse o al realizar las
evacuaciones intestinales, chasquidos al flexionar o levantar la pierna y dificultad para
subir escaleras.
4. LA PELVIS
La pelvis es el esqueleto de la cavidad pelviana. Está formada por los dos huesos
coxales y por el sacro. Los coxales se articulan con el hueso sacro por detrás y por delante
entre ellos.
El hueso coxal está formado por tres partes:
- La parte superior y dorsal que recibe el nombre de ilion.
- La parte inferocaudal llamada pubis.
- La parte dorsocaudal llamada isquion.
Estas tres partes se integran en una zona llamada fosa cotiloidea o cotilo, que es
una esfera hueca donde encajará la cabeza del fémur.
El sacro es un hueso de forma triangular, cóncavo en sentido anterior y convexo
en sentido posterior. En la cara anterior existen 4 pares de orificios denominados agujeros
sacros anteriores. En la línea media de la cara posterior está la cresta sacra media, que es
un conjunto de resaltes óseos, vestigios de fusión de las apófisis espinosas de las vértebras
sacras. En la cara posterior están los agujeros sacros posteriores. En el centro del sacro se
encuentra el llamado conducto sacro, que termina mediante dos resaltes a un lado y a
otro del conducto denominados astas del sacro, y que es el orificio inferior del conducto
raquídeo.
El estrecho superior de la pelvis va a estar limitado por delante por el borde
superior de la sínfisis del pubis, por detrás por el promontorio y lateralmente por las líneas
imnominadas.
El estrecho inferior limita por delante con el borde inferior de la sínfisis del pubis,
por detrás con el vértice del cóccix y lateralmente con las tuberosidades isquiáticas.
4.1. ARTICULACIONES.
Articulación sacroilíaca: se establece entre las caras laterales del sacro y los huesos
coxales. Es de tipo anfiartrosis. Es muy estable y está reforzada por numerosos y potentes
ligamentos.
Existen dos ligamentos muy importantes en la cara posterior llamados ligamentos
sacro-ilíacos, que son el ligamento sacro-ciático mayor y sacro-ciático menor.
• El sacro-ciático mayor parte de los bordes laterales del sacro y termina en
la tuberosidad isquiática.
• El sacro-ciático menor parte de los bordes laterales del sacro y termina en
la espina ciática.
Sínfisis del pubis: se establece entre los dos pubis de ambos coxales. Es una
articulación de tipo anfiartrosis, muy estable y en condiciones normales no tiene
movimiento. Está reforzada por numerosos ligamentos anteriores, inferiores, superiores e
inferiores, mientras que sus superficies axiales están tapizadas por un cartílago y unidas
por un fibrocartílago denominado ligamento interóseo.
La movilidad de la sínfisis púbica es casi nula, sin embargo al final del embarazo
y durante el parto, ocurren pequeños desplazamientos y separación de un pubis sobre
otro.