Mayas
Mayas
Mayas
En el apogeo del periodo Clásico, el corazón de la zona maya fue el triángulo que
tiene como vértices a Palenque (Chiapas), Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras).
Ahí prosperó una población numerosa que practicaba la agricultura quemando el
bosque para aprovechar las húmedas tierras de origen volcánico. En esa zona se
desarrollaron muchas ciudades-estado, gobernadas por una poderosa clase de
guerreros y sacerdotes que ejercían la autoridad sobre el resto de la sociedad. Los
mayas crearon un avanzado sistema de escritura, que ha sido descifrado poco a
poco en las décadas recientes. La escritura era utilizada para registrar las hazañas
guerreras de los gobernantes, para anotar la cuenta del tiempo y también con
propósitos religiosos.
Aztecas
Los Inca (del quechua, inka, „rey‟ o „príncipe‟) es el nombre genérico de los
gobernantes cusqueños, con equivalencia a soberano, quienes establecieron un
vasto imperio en los Andes en el siglo XV, muy poco antes de la conquista del
Nuevo Mundo por los españoles. El nombre también se aplica por extensión, a
todos los súbditos del Imperio incaico o Incanato. Inca es, arqueológicamente, el
nombre de una cultura y un periodo prehispánico. Hacia 1525, el territorio bajo
control inca se extendía por la zona más meridional de la actual Colombia, por
Ecuador, Perú y Bolivia y por zonas de lo que hoy en día es el norte de Argentina
y Chile, abarcando un área de más de 3.500 km de norte a sur, y de 805 km de
este a oeste. Los investigadores estiman que esta inmensa región estuvo habitada
por una población de entre 3,5 y 16 millones de personas de distintas culturas
andinas. Los incas fueron gobernantes que recopilaron y dieron gran extensión a
una serie de costumbres que ancestralmente existían en los Andes. Su valor no se
halla tanto en su capacidad creativa, sino en su habilidad para difundir, ordenar y
administrar el sistema andino en un amplio territorio. La base de la cultura y la
organización andina se encuentra en el parentesco, es decir, en el ayllu, un
conjunto de personas que se consideran parientes pues creían descender de un
antepasado común. Éstos están a su vez unidos por vínculos de reciprocidad, es
decir, están comprometidos a ayudarse mutuamente en las labores cotidianas; a
este tipo de trabajo se le conoce con el nombre de ayni. También tienen la
obligación de trabajar juntos para el beneficio de todo el ayllu: este trabajo se
conoce como minca. Los miembros de un ayllu responden a la autoridad de sus
curacas (caciques), que son los encargados de regular las relaciones sociales, de
ejecutar las fiestas, de almacenar recursos, repartir las tierras entre su gente y
disponer de la mano de obra. La economía inca no conoció ni la moneda ni el
mercado, por lo tanto los intercambios y la fuerza laboral se obtenían a través de
lazos de parentesco o por reciprocidad. Entre parientes existía un intercambio de
energía constante, pero también se daba trabajo para la autoridad, conocido como
mita. El inca pedía como tributo exclusivamente mano de obra, que era enviada a
trabajar sus tierras, a hacer cerámica, a construir andenes o grandes obras
arquitectónicas. A cambio, el inca devolvía estos servicios organizando rituales,
manteniendo los caminos, repartiendo bienes en caso de necesidad o en fiestas;
esta relación por la cual el inca devolvía el trabajo del ayllu se conoce como
redistribución. En el cenit de su poderío, los incas habían desarrollado un sistema
político y administrativo no superado por ningún otro pueblo nativo de América. El
Imperio incaico era una teocracia basada en la agricultura y en el sistema de
ayllus, o grupos de parentesco, dominada por el inca, que era adorado como un
dios viviente.
CARACTERISTICAS
Información adicional Literatura Azteca: el papel que utilizaban los aztecas estaba
elaborado con la corteza de un árbol. Con él formaban tiras que luego doblaban y
aseguraban con tapas de madera en los extremos. En esos libros se podían
observar diferentes figuras y elementos: líneas, cuadrados, hombres, animales,
etc., los cuales constituían sus principios religiosos y ceremoniales, sus cuentas,
observaciones astronómicas y sus técnicas para sembrar la tierra. La poesía y la
prosa: los dos grandes géneros de la literatura náhuatl fueron la poesía y la prosa.
En cada uno de ellos se tratan temas relacionados con el orden del cosmos, los
dioses, las costumbres y las festividades religiosas. La expresión poética estaba
vinculada a otras artes como la danza y el teatro. De acuerdo con su contenido, la
poesía náhuatl puede ser: religiosa, si se encuentra en poemas en los que los
protagonistas son los dioses y además se alude a la relación entre seres humanos
y divinidades; épica, si exhibe el alma colectiva, es decir, todo cuanto constituye la
riqueza histórica, religiosa y legendaria de una sociedad, como, por ejemplo, las
hazañas de los héroes y su labor en la conformación del Imperio azteca; lírica, si
es aquella en la que el poeta expresa sus emociones, quejas y reflexiones, y
examina la existencia humana, la vanidad del mundo y la muerte. Literatura Inca:
debido a su carácter oral, todo lo que conocemos de ella hoy proviene de
versiones posteriores a la Conquista, es decir, ha sido escrito a partir del siglo XVI,
y traducido del quechua al castellano. La literatura quechua o incaica tuvo,
principalmente, dos vertientes: la oficial y la popular. La vertiente oficial contiene
las manifestaciones literarias impuestas o dirigidas por la corte del Inca, con el
propósito de inmortalizar los acontecimientos más importantes como, por ejemplo,
la formación y el origen del Imperio o las grandes hazañas de los soberanos.
Estas manifestaciones tenían, por tanto, una finalidad educativa. Los creadores de
esta literatura oficial eran los amautas, maestros encargados de transmitir la
cultura del Imperio. La vertiente popular agrupa las canciones y los poemas que
expresaban los sentimientos de las comunidades. Celebraba los diferentes
sucesos de ayllu, como la siembra, la cosecha, las fiestas familiares, etc. Los
creadores de esta literatura popular eran los haravicus o poetas. La lírica: del
mundo andino, igual que la de otras culturas, nace y se desarrolla con la música.
Al comienzo, los poemas son solo un acompañamiento para la música; poco a
poco, los versos van adquiriendo independencia.La lírica se caracteriza,
especialmente, por su tono rural. Los elementos campesinos, la tierra, los cultivos,
los animales domésticos, están siempre presentes, y sirven para expresar mejor
los sentimientos del poeta. La lírica quechua tuvo, principalmente, dos formas:
Haylli. Eran composiciones e himnos dedicados a los dioses, a los incas o a la
tierra, cuando esta daba su fruto. Harawi. De tono confidencial e íntimo,
expresaban la subjetividad del poeta: el amor, la nostalgia, la soledad, etc.