Tomo Iii
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GACETA
CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL
VERSIÓN DIGITAL
CUARTO TRIMESTRE
2019
TOMO III
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TOMO III
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Unidad de Comunicación y Protocolo
DERECHOS RESERVADOS
Se permite la producción total o parcial de este documento siempre y cuando se solicite
autorización y se ponga el nombre del editor como fuente.
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PRESENTACIÓN
SALA TERCERA
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
CUARTO TRIMESTRE
GESTIÓN 2019
SALA PLENA
MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL DE BOLIVIA
De izquierda a derecha: Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano, MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano, MSc. Karem
Lorena Gallardo Sejas, MSc. Georgina Amusquivar Moller, MSc. Paul Enrique Franco Zamora, MSc. Brígida Celia
Vargas Barañado, MSc. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo, Dr. Petronilo Flores Condori y René Yván Espada Navía.
a. Acción de Libertad
b. Acción de Amparo Constitucional
c. Acción de Cumplimiento
d. Acción Popular
e. Acción de Protección de Privacidad
Autónomas
I.4.8. Control sobre la Constitucionalidad de Proyecto de Ley
1.4.9 Recurso Directo de Nulidad
I. Textos legales
CC Código Civil
Ccom Código de Comercio
CFPF Código de las Familias y del Proceso Familiar
CNNA Código Niña Niño y Adolescente
CP Código Penal
CPC Código Procesal Civil
CPCo Código Procesal Constitucional
CPE Constitución Política del Estado
CPP Código de Procedimiento Penal
CPT Código Procesal del Trabajo
CTB Código Tributario Boliviano
EFP Estatuto del Funcionario Público
LTTSJTACMyTCP Ley de Transición para el Tribunal Supremo de
Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la
Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional
LDyESPP Ley de descongestionamiento y Efectivización del
Sistema Procesal Penal
LAC Ley de Arbitraje y Conciliación
LACG o SAFCO Ley de Administración y Control Gubernamentales
LAPCAF Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia
Familiar
LEA Ley del Ejercicio de la Abogacía
LCA Ley de Conciliación y Arbitraje
LCJ Ley del Consejo de la Judicatura
LED Ley de la Educación “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”
LEPS Ley de Ejecución Penal y Supervisión
LF Ley Forestal
LGA Ley General de Aduanas
LGAM Ley de Gobiernos Autónomos Municipales
LGPD Ley General para Personas con Discapacidad
LGT Ley General del Trabajo
LMAD Ley Marco de Autonomías y Descentralización
LOEP Ley del Órgano Electoral Plurinacional
LOJ Ley del Órgano Judicial
LOPN Ley Orgánica de la Policía Nacional
LPA Ley del Procedimiento Administrativo
LPD Ley de la Persona con Discapacidad
LRDPN Ley del Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana
AC Auto Constitucional
AACC Autos Constitucionales
DL Decreto Ley
DS Decreto Supremo
DDSS Decretos Supremos
DUDH Declaración Universal de Derechos Humanos
LM Ley Municipal
GC Gaceta Constitucional
NBSAP Normas Básicas del Sistema de Administración de Personal
NBSABS Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y
Servicios
OM Ordenanza Municipal
OOMM Ordenanzas Municipales
PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
PIDESC Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
RS Resolución Suprema
RRSS Resoluciones Supremas
RA Resolución Administrativa
RRAA Resoluciones Administrativas
RM Resolución Ministerial
RRMM Resoluciones Ministeriales
RDSPN Reglamento de Disciplina y Sanciones de la Policía Nacional
RGCS Reglamento General de Cámara de Senadores
RM Resolución Ministerial
RPC Reglamento de Procedimientos Constitucionales
RR Resolución Rectoral
RRCSA Reglamento del Registro de Comercio y Sociedades por Acciones
RTA Resolución Técnica Administrativa
SC Sentencia Constitucional
SSCCPP Sentencias Constitucionales Plurinacionales
SENASIR Servicio Nacional del Sistema de Reparto
SENAPE Servicio Nacional de Patrimonio del Estado
SENASAG Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria
SIFDE Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático
SIN Servicio de Impuestos Nacionales
aptdo. apartado
art. artículo
av. avenida
c. calle
cap. capital
c.i. cédula de identidad
exp. orig. expediente original
fs. fojas
h hora(s)
ha hectárea(s)
hno. hermano
inc. inciso
m metro(s)
MAE Máxima Autoridad Ejecutiva
ob. cit. obra citada
pág. página
parg. parágrafo
párr. párrafo
pp. páginas
prov. provincia
Rep. República
s/n sin número
s/f sin fecha
Soc. Sociedad
Sr. Señor
ss. siguientes
vda. viuda
vta. vuelta
ÍNDICE GENERAL
SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PLURINACIONALES
SALA TERCERA
CUARTO TRIMESTRE
(Octubre – diciembre de 2019)
Por consiguiente, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de cumplimiento
La naturaleza jurídica de la acción de cumplimiento se encuentra establecida en el art. 134 de la CPE,
el cual establece que:
“I. La Acción de Cumplimiento procederá en caso de incumplimiento de disposiciones
constitucionales o de la ley por parte de servidores públicos, con el objeto de garantizar
la ejecución de la norma omitida.
II. La acción se interpondrá por la persona individual o colectiva afectada, o por otra a su nombre
con poder suficiente, ante juez o tribunal competente, y se tramitará de la misma forma que la Acción
de Amparo Constitucional.
III. La resolución final se pronunciará en audiencia pública, inmediatamente recibida la información
de la autoridad demandada y, a falta de ésta, lo hará sobre la base de la prueba que ofrezca el
demandante. La autoridad judicial examinará los antecedentes y, si encuentra cierta y
efectiva la demanda, declarará procedente la acción y ordenará el cumplimiento
inmediato del deber omitido.
IV. La decisión se elevará, de oficio, en revisión ante el Tribunal Constitucional Plurinacional en el
plazo de las veinticuatro horas siguientes a la emisión del fallo, sin que por ello se suspenda su
ejecución.
V. La decisión final que conceda la Acción de Cumplimiento será ejecutada inmediatamente y sin
observación. En caso de resistencia, se procederá de acuerdo con lo señalado en la Acción de
Libertad. La autoridad judicial que no proceda conforme con lo dispuesto por este artículo quedará
sujeta a las sanciones previstas por la ley” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, el art. 64 del Código Procesal Constitucional (CPCo), señala que: “La Acción de
Cumplimiento tiene por objeto garantizar la ejecución de la norma constitucional o legal,
cuando es omitida por parte de Servidoras o Servidores Públicos u Órganos del Estado”
(las negrillas nos corresponden).
III.2. Causales de improcedencia de la acción de cumplimiento
El Auto Constitucional 0434/2018-RCA de 5 de noviembre, en base al Código Procesal Constitucional
desarrolló las causales y requisitos de improcedencia de la acción de cumplimiento, señalando que:
“’El art. 66 del CPCo, en relación a las causales de improcedencia señala, que esta acción no
procederá:
‘1. Cuando sea viable la interposición de las acciones de Libertad, Protección de Privacidad o Popular.
2. Cuando el accionante no haya reclamado previamente y de manera documentada a la
autoridad accionada, el cumplimiento legal del deber omitido.
3. Para el cumplimiento de sentencias judiciales que tengan autoridad de cosa juzgada.
4. En procesos o procedimientos propios de la administración, en los cuales se vulneren derechos y
garantías constitucionales, tutelados por la Acción de Amparo Constitucional.
5. Contra la Asamblea Legislativa Plurinacional con la intención de exigir la aprobación de una Ley’
(…).
En ese sentido, la SC 1312/2011-R de 26 de septiembre, a efectos de delimitar las causales de
exclusión para la activación de la acción de cumplimiento, se efectuó el siguiente razonamiento:
“…con la finalidad de completar el diseño dogmático de la acción de cumplimiento, debe señalarse
que toda la argumentación desarrollada supra, constituye el sustento jurídico-constitucional para
establecer el ámbito de diferenciación con otras acciones tutelares, específicamente con la acción de
amparo constitucional, en esa perspectiva, es imperante -a la luz de su teleología
constitucional-, delimitar las causales de exclusión para la activación de la acción de
encargado de la elaboración de las actas de juicio oral, e[n] el plazo de tres días adjunten
dichas actas en el cuaderno correspondiente y sea con los fundamentos expuestos” (sic);
empero, las actas que debieron proveerse en el plazo de tres días, a la fecha de presentación de esta
acción de cumplimiento se encontraban incompletas, cuando faltan pocos días para presentar el
recurso de apelación contra la Sentencia condenatoria, lo que pone en riesgo su derecho a una
defensa irrestricta.
En ese contexto, de los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de
consideración de la acción de acción de cumplimiento y lo referido en las Conclusiones de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que el accionante mediante Sentencia S – 20/2019
de 9 de abril, pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Quinto de El Alto del departamento de
La Paz, fue declarado culpable por la comisión del delito de violación, debiendo purgar una pena
privativa de libertad de veinte años a cumplirse en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz hasta
el 9 de abril de 2039; de ahí que, con el propósito de plantear el recurso de apelación contra dicha
Sentencia interpuso acción de libertad de pronto despacho que le resultó favorable para que obtenga
la documentación requerida de manera inmediata; disposición que fue incumplida por parte de las
autoridades demandadas -según el peticionante de tutela-, ya que el cuaderno y actas procesales se
encontraban incompletos a pocos días del cumplimiento de plazo para la interposición del recurso de
impugnación contra la indicada Sentencia; empero, no se advierte en ningún momento que se hubiera
efectuado el respectivo reclamo al Tribunal de Sentencia correspondiente a efectos de que se pueda
subsanar el mismo.
Ahora bien, la problemática planteada radica en el supuesto incumplimiento de la Resolución
057/2019 que concedió la acción de libertad a favor del accionante disponiendo que los miembros
del Tribunal de Sentencia correspondiente ordenen a su personal la elaboración de las actas del juicio
oral en el plazo de tres días, pretensión que no se encuentra dentro de los alcances de esta acción
tutelar, puesto que la exigencia de su cumplimiento no puede ser deducida a través de la misma, por
cuanto no condice con su naturaleza jurídica y ámbito de aplicación como es -se reitera-, garantizar
la materialización de la Constitución Política del Estado y la ley, configuración que
incuestionablemente no alcanza a solicitar el cumplimiento de una resolución constitucional emanada
de un juez o tribunal de garantías o de una Sala Constitucional, siendo este un requisito indispensable
para la prosecución de esta acción de defensa, dada su naturaleza jurídica.
Este razonamiento guarda concordancia con la línea jurisprudencial seguida por este Tribunal, en
sentido que no es posible plantear una acción de defensa para lograr el cumplimiento de otra de
similar naturaleza, lo que evidentemente ocurrió en el caso venido en revisión, cuya pretensión es
que a través de esta acción de cumplimiento se efectivice lo dispuesto en una resolución de acción
de libertad, extremo que a todas luces resulta inviable.
Asimismo, es necesario expresar que conforme lo establecido en el Código Procesal Constitucional,
ante el eventual incumplimiento de una sentencia constitucional, en este caso de una acción de
libertad, no corresponde la deducción de otra de cumplimiento, sino más bien acudir al juez, tribunal
de garantías o Sala Constitucional que conoció la pretensión, solicitando que se haga cumplir la
resolución respectiva conforme prevé el art. 40.II del precitado Código, que regula: “La Jueza, Juez
o Tribunal en Acciones de Defensa, para el cumplimiento de sus resoluciones, sin perjuicio de la
responsabilidad penal, adoptará las medidas que sean necesarias, pudiendo requerir la intervención
de la fuerza pública y la imposición de multas progresivas a la autoridad o particular renuente”; toda
vez que dichas autoridades pueden adoptar las medidas conducentes a su cumplimiento y
observancia.
Por lo expuesto, no es viable activar la acción de cumplimiento con el fin de hacer cumplir una
resolución emanada de otra acción de defensa; por cuanto no condice con su naturaleza jurídica y
no se encuentra dentro de sus alcances y previsiones, más al contrario, va en contraposición a la
normativa y jurisprudencia constitucional citada al efecto; por ello, corresponde denegar la tutela
solicitada, haciendo énfasis en que el accionante tiene los mecanismos procesales de exigibilidad
de la prueba y aplicación objetiva de la ley, y al acceso a la justicia, citando al efecto el art. 180.I de
la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se disponga: 1) Dejar sin efecto la Resolución Sumaria
Sancionatoria 15/2017; 2) Ordenar al Fiscal General del Estado le restituya a su función de Fiscal de
Materia; y, 3) Anular obrados hasta la presentación de la contestación de la denuncia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 30 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 605 a
609 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, ratificó el contenido de la acción de amparo
constitucional y ampliándolo, indicó que el certificado médico no fue presentado en físico sino vía
“skay”, toda vez que se encontraba internado, no existiendo la prueba tazada, salvo la libertad de
prueba; se le impuso una “doble sentencia”, ya que se le descontó de su sueldo y destituyó de su
función, sin valorar el principio de legalidad; es decir, dos sanciones por un solo hecho.
Fue destinado a Vallegrande, sin contar con un asistente fiscal ni mobiliario, menos movilidad para
atender cinco municipios, posteriormente fue llevado a Montero; y, resultó difícil desarrollar las
funciones de Fiscal de Materia y ser procesado.
I.2.2. Informe de los demandados
Fausto Juan Lanchipa Ponce, Fiscal General del Estado, por informe escrito de 17 de abril de 2019,
cursante de fs. 545 a 552, indicó que: i) La audiencia sumaria fue suspendida en cuatro
oportunidades, habiéndose concedido al ahora accionante la posibilidad de asistir a la misma; se
consideraron los argumentos del disciplinado y su defensor respecto a una de las tantas
justificaciones para su inasistencia; se le otorgó la oportunidad de asumir defensa, pero con uno y
otro pretexto, y a la última de manera injustificada no asistió; “…el D.S. N°13214 art. 16 que modifica
el art. 489 del Reglamento del Código de Seguridad Social, que dispone que el médico tratante (de
la CNS) es el único que califica la incapacidad temporal (…), documento que servirá al asegurado
para justificar su ausencia en el trabajo…” (sic); ii) La Resolución jerárquica señaló que “…el Fiscal
procesado fue notificado con el inicio del sumario disciplinario el 31 de mayo de 2017, es
decir, corrió a partir de esa fecha el cómputo de los 10 días de plazo de prueba común a las partes,
al tenor del art. 127.II de la LOMP, cumpliéndose el referido plazo probatorio el 14 de junio
de 2017…” (sic); sin embargo, el sumariado contestó a la denuncia proponiendo prueba,
“…determinando la Autoridad Sumariante que se proceda a la misma por el Investigador
asignado…” (sic), siendo notificado con dicha determinación el 22 del mes y año referidos, cuando
el 16 de igual mes y año, fue clausurada la etapa probatoria; advirtiéndose que el solicitante de tutela
“…no realizó el seguimiento respectivo al proceso, toda vez que una vez propuesta su prueba volvió
en el tiempo preciso a los fines de actuar a través del Investigador Disciplinario como se tenía
ordenado, aspecto que es de única responsabilidad del accionante” (sic); iii) Dentro del proceso
disciplinario aludido, el periodo de prueba fue solo de diez días conforme al art. 127.II de la LOMP;
el peticionante de tutela se limitó a señalar que no existió valoración probatoria, sin precisar qué
evidencia de manera específica no fue considerada; empero, tal muestra se apreció en su totalidad
y ha sido contundente sobre la existencia de responsabilidad disciplinaria; si algún análisis hubo
respecto a la certificación médica, consistió en tomar dicho documento como justificativo para
suspender por sexta vez la audiencia sumaria fijada; y, iv) El impetrante de tutela al ser director
funcional de la investigación, no efectuó mayores diligencias a los fines de emitir el requerimiento
conclusivo, transcurriendo más de treinta días en los que de manera injustificada no promovió actos
indagatorios; por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
Ramiro José Guerrero Peñaranda, ex Fiscal General del Estado, no presentó informe escrito ni asistió
a la audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional, no cursando notificación en
obrados.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Adhemar Esquivel Seas, Autoridad Sumariante del Régimen Disciplinario de la Fiscalía Departamental
de Santa Cruz, presentó informe escrito el 30 de abril de 2019, cursante de fs. 489 a 491 vta.,
señalando que: a) El accionante de manera deliberada, inequívoca y calculada realizó reiterados
actos dilatorios y de obstaculización en el desarrollo del proceso sumarial, toda vez que en cuatro
oportunidades y sin acreditar causal justificada, no asistió a las audiencias fijadas; b) La sexta
audiencia señalada para el 6 de octubre de 2017, pretendió suspenderla; al no contar con una
certificación emitida por la CNS que demuestre la situación invocada y ante la reiterada e injustificada
conducta de retardo, la Autoridad Sumariante, esa fecha instaló la audiencia que concluyó con la
Resolución Sumaria Sancionatoria 15/2017; y, c) La acción promovida carece de total fundamento y
base de procedencia, en razón a que dicha autoridad actuó con plena jurisdicción y competencia,
cumplió a cabalidad la igualdad de las partes respecto al periodo de probanza, el que fue abierto por
el término de diez días común a las partes como señala el art. 127.II de la LOMP; el peticionante de
tutela tuvo pleno conocimiento material del proceso instaurado en su contra, pero de forma dolosa
no quiso someterse al mismo, al no acudir a las reiteradas audiencias que sin ninguna justificación
ocasionaba su suspensión, ni ejerció su defensa; por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
María Inés Yáñez Cáceres, ex Autoridad Sumariante de dicha entidad, no asistió a audiencia ni remitió
informe escrito alguno, pese a su notificación cursante a fs. 454.
I.2.4. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Vigésima Primera de la Capital del departamento de Santa Cruz,
constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 2/19 de 30 de abril de 2019, cursante de fs.
610 a 612, denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: 1) El accionante tuvo pleno
conocimiento de la denuncia disciplinaria, habiéndose apersonado mediante memorial de 12 de julio
de 2017, por lo que se señaló audiencia sumaria para el 19 del mes y año indicados, a la que no
acudió; asimismo, se tienen cinco audiencias suspendidas, una de ellas debidamente justificada, ya
que se le instruyó que participe en un acto de capacitación, las demás audiencias no fueron
acreditadas debidamente; 2) El ex Fiscal General del Estado hizo un análisis de la resolución emitida
por la Fiscal Sumariante, dictando un fallo congruente debidamente fundamentado y motivado; y, 3)
El peticionante de tutela al tomar conocimiento del proceso, debió asumir defensa conforme al
Reglamento de Régimen Disciplinario del Ministerio Público, al haber dilatado el mismo, dio lugar a
que sea aplicable lo establecido por el art. 64 de dicho Reglamento, que establece que, si el fiscal
denunciado no comparece a la audiencia sumaria esta se suspenderá por una sola vez y si a la
segunda el fiscal denunciado habiendo sido debidamente notificado no se presenta
injustificadamente, se proseguirá con este actuado y se dictará la correspondiente resolución; de lo
que se advierte que el prenombrado dejó de intervenir en el proceso disciplinario, haciendo que sea
suspendido en cinco ocasiones y fue en la sexta que se dictó la Resolución Sumaria Sancionatoria
15/2017, causando que la indefensión y supuesta vulneración de derechos sea a causa de su propia
voluntad, por lo que no se lesionó ningún derecho ni garantía.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso disciplinario seguido contra Mario Omer Ballivián Romay -ahora accionante-
, María Inés Yáñez Cáceres -tercera interesada-, Autoridad Sumariante del Ministerio Público de Santa
Cruz y Pando, mediante Resolución Sumaria Sancionatoria 15/2017 de 6 de octubre, declaró al
disciplinado responsable de las faltas previstas en los arts. 120.3 -incumplimiento injustificado de
plazos, salvo los previstos como falta muy grave- y 121.20 -inactividad injustificada de actos
investigativos por treinta días o más- de la LOMP, imponiéndole por la primera, multa del 20% de su
haber mensual y por la segunda, se dispuso su destitución del cargo de Fiscal de Materia y
consiguientemente, su retiro de la carrera fiscal (fs. 272 a 278).
II.2. Mediante Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 de 26 de diciembre, el ex Fiscal General
del Estado, resolvió el recurso jerárquico presentado por el accionante y confirmó la referida
Resolución de primera instancia, imponiendo únicamente la sanción de destitución correspondiente
a la falta muy grave del art. 121.20 del citado cuerpo legal (fs. 262 a 270).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación y congruencia de las resoluciones, defensa, igualdad procesal, adecuada valoración
de la prueba y aplicación objetiva de la ley; y, al acceso a la justicia, por cuanto dentro del proceso
disciplinario que se le siguió, la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 de 26 de diciembre,
emitida por el ex Fiscal General del Estado demandado, no respondió a los agravios denunciados en
su recurso jerárquico interpuesto contra la Resolución Sumaria Sancionatoria 15/2017 de 6 de
octubre.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. El principio de congruencia como componente sustancial del debido proceso
Sobre el particular, la SCP 0177/2013 de 22 de febrero, estableció que la congruencia dentro el
ámbito procesal, es entendida como: “…la estricta correspondencia que debe existir entre lo
peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que
debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos
contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes
y pertinentes.
(…)
El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios
formulada por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice
el principio procesal de congruencia, la resolución de primera y/o segunda instancia,
debe responder a la petición de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo
la pretensión jurídica de primera y/o segunda instancia” (las negrillas son nuestras).
III.2. La fundamentación y motivación de las resoluciones como componentes del debido
proceso
La SCP 0169/2015-S2 de 25 de febrero, señaló que: «“‘ …la garantía del debido proceso,
comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de
conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
ii) Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, con dicha
interpretación; y,
iii) Establezca el nexo de causalidad entre la ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación
absurda, por no aplicar la interpretación que considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías
que conforman el bloque de constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha interpretación,
explicando sí el resultado, cuál la relevancia constitucional.
(…)
Asimismo, la jurisdicción constitucional se abrirá a la revisión de la labor valorativa de la prueba
únicamente cuando el accionante especifique:
a) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir;
b) Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas
(…); y,
c) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo conducente,
dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante
haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final.
(…)
En base a lo previamente expuesto, queda establecido que, en la medida en la que quien demanda
tutela constitucional, cumpla con los requisitos o presupuestos establecidos por la jurisprudencia
señalada en el acápite anterior, la jurisdicción constitucional podrá excepcionalmente verificar si el
juzgador ordinario incurrió en lesión a derechos y garantías constitucionales al haberse apartado de
los marcos de objetividad, razonabilidad y equidad al momento de interpretar la ley o valorar la
prueba puesta a su conocimiento’.
Más adelante, el mismo fallo complementó la doctrina de las auto restricciones citadas
precedentemente, considerando los fines propios de la justicia constitucional, con el propósito de
aplicar una verdadera justicia material; a tal efecto estableció que: ‘De manera excepcional y
como facultad potestativa del Tribunal Constitucional Plurinacional en grado de revisión
de oficio, si la violación a los derechos fundamentales es grave y evidente según los datos
del expediente; ante esta certeza, es posible ingresar al análisis de la legalidad ordinaria
y de la valoración de la prueba como también de la fundamentación, sin necesidad de las
exigencias desarrolladas por la jurisprudencia.
Aclarándose expresamente que ésta es una facultad potestativa y exclusiva del Tribunal
Constitucional Plurinacional y que por lo mismo, no podrá ser esgrimida por el accionante, para
quien en párrafos precedentes conforme la jurisprudencia emanada de esta instancia se ha
establecido’.
Entendimiento que a su vez se halla reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
1113/2017-S2, 1232/2017-S1 y 0020/2018-S3, entre otras” (las negrillas y el subrayado
corresponden al texto original).
III.4. Análisis del caso concreto
Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el accionante se centra en que dentro del proceso disciplinario que se le siguió, la Resolución
FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 de 26 de diciembre, no respondió a los agravios denunciados en el
recurso jerárquico que presentó.
En la especie, en el recurso jerárquico de 8 de diciembre de 2017 -según Resolución
FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017- interpuesto por el accionante, contra la Resolución Sumaria
Sancionatoria 15/2017 de 6 de octubre; se denunció que: i) Planteó la suspensión de la audiencia
sumaria adjuntando certificado médico justificando su inasistencia, certificado que no fue considerado
porque no lo emitió la CNS; por lo que, su abogado se retiró de dicha audiencia, llevándose adelante
la misma sin su presencia; ii) Ofreció pruebas de descargo; sin embargo, el Investigador Disciplinario
no realizó las diligencias solicitadas; asimismo, no se recibió su declaración informativa; y, iii)
Conforme a lo expuesto, existió vulneración a sus derechos constitucionales que implican indefensión
material, así como se impidió la producción de las pruebas ofrecidas.
Por su parte, la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 que confirmó la precitada Resolución,
imponiendo únicamente la sanción de destitución correspondiente a la falta muy grave del art. 121.20
de la LOMP, concluyó que:
a) El Fiscal de Materia procesado no asistió a la audiencia sumaria de 19 de julio de 2017, por lo que
se dispuso la suspensión de este acto, y de conformidad al art. 64 del Reglamento de Régimen
Disciplinario del Ministerio Público se le conminó a que se haga presente advirtiéndole la aplicación
de la citada norma que prescribe que “…si no comparece se suspenderá por una sola vez, debiendo
señalarse nueva Audiencia Sumaria…” (sic); tampoco, se presentó a la fijada para el 4 de
septiembre del referido año, indicando su imposibilidad material por cuestiones de trabajo;
igualmente, a la de 2 de octubre del citado año, argumentando su dificultad debido al desarrollo
propio de sus actividades; finalmente, faltó también el 6 del mes y año indicados, manifestando su
impedimento por emergencia de salud.
El disciplinado fue conminado en reiteradas oportunidades para que esté presente en la audiencia
sumaria, la misma que solo podía ser suspendida por una sola ocasión y ante una segunda
incomparecencia injustificada del procesado, debía proseguir; por lo que, en esa fecha se continuó
con el desarrollo de dicha audiencia, toda vez que no existió motivo justificado para su
incomparecencia.
La certificación médica particular exhibida en fotografía no fue considerada como justificativo, toda
vez que no fue presentada como tal en audiencia y no estaba expedida por el ente gestor de salud
del procesado; tomando en cuenta que “…el art. 16 del D.S. N°13214 que modifica el art. 489 del
Reglamento del Código de Seguridad Social, establece que cuando el médico tratante (de la CNS)
califique la incapacidad temporal del asegurado, expedirá certificado de incapacidad temporal,
documento que servirá al asegurado para justificar su ausencia al trabajo; documento que al presente
no consta en antecedentes ni fue presentado por el procesado, por lo que la Autoridad Sumariante
no contaba en ese momento con la debida justificación sobre la inasistencia del procesado” (sic).
En ese sentido, si bien hubo suspensión de audiencias se fijaron nuevas fechas y horas para
que asista y a pesar de las conminatorias efectuadas para que concurra, no cumplió con las mismas,
“…su inasistencia ya no tenía justificativo alguno y tenía pleno conocimiento que ante la inasistencia
injustificada la Audiencia Sumaria proseguiría” (sic);
b) El “…Fiscal procesado fue notificado con el inicio del sumario disciplinario el 31 de mayo de 2017,
es decir, corrió a partir de esa fecha el cómputo de los 10 días de plazo de prueba común a las partes,
al tenor del art. 127.II de la LOMP, cumpliéndose el referido plazo probatorio el 14 de junio de
2017…” (sic); sin embargo, el sumariado contestó a la denuncia proponiendo prueba,
“…determinando la Autoridad Sumariante que se proceda a la misma por el Investigador asignado…”
(sic), quien se notificó con dicha determinación el 22 del mes y año referidos, cuando el 16 de igual
mes y año, fue clausurada la etapa probatoria; concluyendo que “…no ha existido incumplimiento
por parte del Investigador Disciplinario para realizar las diligencias en busca de la prueba requerida
por el Fiscal procesado, sino que la decisión de dichas actuaciones fue conocida por el mismo tres
días después de concluido el plazo probatorio. Si se toma en cuenta la fecha en la que concluyó el
periodo de prueba y el día en el que se presentó el mismo, se coincide en la fecha (14 de junio de
2017)…” (sic); en ese sentido y toda vez que el accionante estuvo en conocimiento de los hechos
procesados, se le dio oportunidad para presentar descargos, “…no siendo responsabilidad de
la Autoridad Sumariante ni del Investigador Disciplinario que dicha defensa haya sido asumida por el
procesado al finalizar el plazo probatorio” (sic).
Conforme a las faltas procesadas “‘El incumplimiento injustificado de plazos, salvo los previstos
como falta muy grave’ (…) ‘La inactividad injustificada de actos investigativos por 30 días o
más…’” (sic), es el Fiscal de Materia procesado que tiene la obligación de presentar sus descargos a
los fines de desvirtuar los hechos endilgados en su contra, ya que es quien únicamente conoce las
razones por las que no pudo cumplir los plazos procesales y los motivos que impidieron promover los
actos investigativos. El art. 114 de la LOMP, señala que la responsabilidad disciplinaria responderá a
los resultados emergentes del desempeño de sus funciones; es por ello que, a los fines de no
determinar la existencia de responsabilidad disciplinaria, se requiere contar con prueba que justifique
el cumplimiento específico de sus funciones como director funcional de la investigación, tanto en
plazos como en promover actos investigativos. En el caso presente, se observa dejadez por parte del
Fiscal de Materia procesado; toda vez que, la proposición de pruebas a través de certificaciones e
informes de causas fue efectuada el mismo día en el que concluía el plazo probatorio y aún si
hubiera podido generar dichas certificaciones e informes, estos no hubieran sido suficientes para
justificar las faltas acusadas. Tampoco existe constancia de las oportunidades en las que su defensor
hubiera reclamado la realización de diligencias por el Investigador Disciplinario, ya que la proposición
de prueba se efectuó el 14 de junio de 2017, cuando concluyó el plazo probatorio, emitiéndose dos
días después el 16 del mes y año indicados, la clausura del mismo.
Por otra parte, la providencia de 16 de junio de 2017 sobre la solicitud de recepción de declaración
informativa, indicó que “…en audiencia sumaria a señalarse…” (sic), toda vez que conforme al art.
64 del Reglamento de Régimen Disciplinario del Ministerio Público, es en la audiencia sumaria que
se le escucha; situación que no aconteció en el presente caso, porque luego de las reiteradas
suspensiones de este actuado, el accionante no asistió a la misma sin justificativo valedero; y,
c) Una vez puesto en conocimiento del Fiscal de Materia procesado el inicio del sumario disciplinario
así como la apertura del plazo probatorio, no presentó ninguna prueba que demuestre la inexistencia
de responsabilidad, si bien propuso evidencia referida a solicitudes de certificación e informes,
esta proposición fue efectuada el mismo día de la conclusión de dicho plazo. Por otra parte, en
conocimiento del Auto que fija audiencia sumaria y de las reiteradas conminatorias realizadas ante la
inasistencia del accionante, se prosiguió con la misma sin su presencia, pues conocía el procedimiento
a seguir en caso de no comparecer de manera injustificada a la audiencia sumaria y luego de
reiteradas suspensiones, el día que se llevó a cabo la misma no asistió y no justificó su
incomparecencia; estando en expreso conocimiento del procesado los diferentes señalamientos a
audiencia sumaria con las que se le notificó para que asista; no existiendo por tanto vicio procesal
que permita la nulidad de actos.
Finalmente, concluyó en cuanto a la sanción impuesta, que la destitución del cargo y consiguiente
retiro de la Carrera Fiscal, al ser la sanción más gravosa, absorbe a la multa, correspondiendo aplicar
únicamente la primera.
Ahora bien, conforme el razonamiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.1
de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el principio de congruencia es entendido como la
estricta correlación que debe existir entre lo expuesto por el accionante y lo resuelto por la autoridad
demandada; lo que significa que el fallo que esta última emita debe responder a la pretensión jurídica,
a la expresión de agravios o a los cuestionamientos formulados por las partes procesales; asimismo,
se establece la coherencia que debe existir en todo el contenido de la respectiva resolución; es decir,
entre la parte considerativa y la dispositiva, cuyos considerandos y razonamientos deben guardar la
debida armonía para sostener la decisión.
En ese contexto jurisprudencial y de una comprensión del recurso jerárquico -según Resolución
FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017- interpuesto por el impetrante de tutela, esta jurisdicción
constitucional, pese a la particular estructura de dicho actuado procesal, pudo identificar la presencia
de los cuestionamientos esenciales referentes a que: 1) No se suspendió la audiencia sumaria, no
obstante haber adjuntando certificado médico justificando su inasistencia, porque dicho documento
no fue emitido por la CNS; 2) El Investigador Disciplinario no realizó las diligencias de descargo
solicitadas; asimismo, no se le recibió su declaración informativa; y, 3) Conforme a lo expuesto existió
indefensión material y se impidió la producción de las pruebas ofrecidas. Sin embargo, en la citada
Resolución jerárquica se logra apreciar una respuesta expresa sobre lo denunciado en cada uno de
los cuestionamientos del recurso jerárquico planteado por Mario Omer Ballivián Romay -ahora
accionante-.
Por consiguiente, la situación descrita, demuestra una evidente y razonable concordancia entre los
puntos impugnados en el recurso jerárquico y lo expresamente resuelto por el ex Fiscal General del
Estado -codemandado-, aspecto que desvirtúa la denuncia expuesta en la presente acción tutelar,
relacionada con la vulneración del derecho al debido proceso en su elemento de congruencia de las
resoluciones, pues como ya se tiene señalado, se pudo verificar que la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-
PD 132/2017 observada, respondió a los cuestionamientos denunciados e identificados por este
Tribunal; circunstancia que impide la concesión de la tutela solicitada respecto a este argumento.
Igualmente, de acuerdo al entendimiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.2
de este fallo constitucional, referido a la debida motivación o fundamentación de las resoluciones,
como un componente del derecho al debido proceso, a través del cual se exige que la autoridad
demandada realice la exposición y el juzgamiento de todos los puntos demandados; es decir, de los
agravios o hechos cuestionados y planteados por las partes intervinientes, así como una
manifestación precisa de las argumentaciones pertinentes y razonables en relación a cada uno de
ellos, que conduzcan a establecer las correspondientes decisiones, a fin de resolver el caso sometido
a su conocimiento, exponiendo del mismo modo, los motivos que llevaron a dicha autoridad a asumir
una específica determinación.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y teniendo en cuenta además los antecedentes conocidos por
este Tribunal, especialmente el contenido de la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017, se
advierte que la misma, respecto a los tres cuestionamientos expresados párrafos arriba, cumple con
las exigencias y requerimientos establecidos en el referido Fundamento Jurídico, conteniendo por lo
tanto la debida motivación o fundamentación necesaria en toda determinación que ingrese al análisis
de fondo de la problemática principal, pues dicha Resolución jerárquica a tiempo de exponer sus
respectivos fundamentos respecto a esos puntos demandados, emitió un criterio argumentativo
puntual, fundado y suficiente sobre cada uno de ellos.
Es así que en relación a dichos cuestionamientos, el ex Fiscal General del Estado discernió
razonadamente, tomando en cuenta que:
i) Respecto al primer agravio. Concluyó que el Fiscal de Materia procesado no asistió a la audiencia
sumaria de 19 de julio de 2017, disponiendo su suspensión y se le conminó a que se haga presente;
asimismo, no asistió a la señalada para el 4 de septiembre del referido año, indicando su
imposibilidad material por cuestiones de trabajo; tampoco a la de 2 de octubre del citado año,
argumentando su dificultad debido al desarrollo propio de sus actividades; finalmente, estuvo ausente
en la fijada para el 6 del mes y año indicados, manifestando su impedimento por emergencia de
salud.
Al mencionado disciplinado se le conminó en reiteradas oportunidades para que esté presente en la
audiencia sumaria; asimismo, ante una segunda incomparecencia injustificada, la misma debía
proseguir; por lo que, en esa fecha se continuó con el desarrollo de dicha audiencia, toda vez que la
certificación médica particular no fue considerada como justificativo, ya que no fue presentada como
tal en audiencia y no estaba expedida por el ente gestor de salud del procesado; tomando en cuenta
que cuando el médico tratante (de la CNS) califique la incapacidad temporal del asegurado, expedirá
el certificado respectivo; documento que al presente no consta en antecedentes ni fue presentado
por el procesado, consiguientemente la Autoridad Sumariante no contaba en ese momento con la
debida justificación sobre la inasistencia del procesado.
Si bien hubo suspensión de audiencias se fijaron nuevas fechas y horas para que asista; y a
pesar de las conminatorias efectuadas para que concurra, no cumplió con las mismas, “…su
inasistencia ya no tenía justificativo alguno, teniendo conocimiento que ante la inasistencia
injustificada la Audiencia Sumaria proseguiría” (sic);
ii) En referencia al segundo agravio. Discernió que el Fiscal de Materia procesado fue notificado con
el inicio del sumario disciplinario el 31 de mayo de 2017, corriendo a partir de esa fecha el cómputo
de los diez días de plazo de prueba común a las partes, cumpliéndose el referido plazo probatorio el
14 de junio de igual año; sin embargo, el sumariado contestó a la denuncia proponiendo prueba,
determinando la Autoridad Sumariante que se proceda a la misma por el Investigador asignado,
quien con dicha determinación fue notificado el 22 del mes y año referidos, cuando el 16 de igual
mes y año, fue clausurada la etapa probatoria; concluyendo que no existió incumplimiento por el
Investigador Disciplinario para realizar las diligencias de prueba requeridas, sino que la decisión de
esas actuaciones fue conocida por el prenombrado tres días después de cumplido el plazo probatorio.
Si se toma en cuenta la fecha en la que concluyó el periodo de prueba y el día en el que se presentó
la misma, se coincide en el 14 de junio del referido año; en ese sentido y toda vez que el accionante
fue puesto en conocimiento de los hechos procesados, se le dio oportunidad para presentar
descargos, no siendo responsabilidad de la Autoridad Sumariante ni del Investigador Disciplinario
que su defensa haya sido asumida al finalizar el plazo probatorio.
Es el procesado quien tiene la obligación de presentar sus descargos a los fines de desvirtuar los
hechos endilgados, ya que únicamente él conoce las razones por las que no pudo cumplir los plazos
procesales y los motivos que impidieron promover los actos investigativos. La responsabilidad
disciplinaria responde a los resultados emergentes del desempeño de sus funciones; es por ello que,
a los fines de no determinar la existencia de tal cometido, se requiere contar con prueba que justifique
el cumplimiento específico de sus funciones como director funcional de la investigación, tanto en
plazos como en promover actos investigativos. Se observó dejadez por parte del encausado, toda
vez que la proposición de pruebas a través de certificaciones e informes de causas fue efectuada
el mismo día en el que concluía el plazo probatorio y aún se hubiera podido generar dichas
certificaciones e informes, no hubieran sido suficientes para justificar las faltas acusadas. Tampoco
existió constancia de las oportunidades en las que su defensor reclamó la realización de diligencias
por el Investigador Disciplinario, pues la proposición de prueba se efectuó cuando concluyó el plazo
probatorio, emitiéndose dos días después el 16 del mes y año indicados, la clausura del mismo.
Por otra parte, la providencia de 16 de junio de 2017 sobre la solicitud de recepción de declaración
informativa, indicó que “…en audiencia sumaria a señalarse…” (sic), toda vez que es en la audiencia
sumaria que se le escucha; situación que no aconteció, porque luego de las reiteradas suspensiones,
el accionante no asistió a la misma sin justificativo valedero; y,
iii) Con relación al tercer agravio. Razonó que una vez puesto en conocimiento del Fiscal de Materia
procesado el inicio del sumario disciplinario así como la apertura del plazo probatorio, no presentó
ninguna prueba que demuestre la inexistencia de responsabilidad, si bien propuso prueba referida a
solicitudes de certificación e informes, esta proposición fue efectuada el mismo día de la
conclusión del plazo de prueba. Por otra parte, en conocimiento del Auto que fija audiencia sumaria
y de las reiteradas conminatorias realizadas ante su inasistencia, se prosiguió con la misma sin su
presencia, pues conocía el procedimiento a seguir en caso de no comparecer de manera injustificada
a dicho actuado y luego de reiteradas suspensiones, el día que se llevó a cabo no asistió y no
justificó su incomparecencia; siendo de su expreso conocimiento los diferentes señalamientos a
audiencia sumaria con los que se le notificó para que asista; no existiendo por tanto vicio procesal
que permita la nulidad de actos.
En tal sentido, conforme los fundamentos realizados por el ex Fiscal General del Estado demandado,
quedan claramente establecidos y explicados los motivos por los que consideró que la Resolución
Sumaria Sancionatoria 15/2017 se confirmó.
En ese sentido, las situaciones descritas denotan el cumplimiento de las exigencias jurisprudenciales
requeridas, por parte de la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017, conteniendo una clara
exposición de las razones y motivos específicos que sustentan la determinación plasmada y asumida
por el ex Fiscal General del Estado que suscribió la misma; por consiguiente, la decisión jerárquica
ahora cuestionada, se encuentra fundamentada y motivada, pues uno de los elementos estructurales
que hace a la debida fundamentación de las resoluciones, lo configura la exposición de los criterios
jurídicos, que se tienen por expresados en la presente problemática, concretamente respecto a los
puntos cuestionados por el accionante; siendo necesario aclarar que, la sola discrepancia con la
decisión asumida, no constituye suficiente cargo para concluir la lesión de derechos, igualmente debe
tomarse en cuenta que la fundamentación de los fallos no implica una labor de exposición exagerada
y abundante de hechos, citas legales ni argumentos reiterativos, sino que, la resolución sea concisa,
clara e integre todos los puntos demandados, de manera que consten las razones determinativas que
respaldan la decisión adoptada.
En cuanto a la interpretación de la legalidad ordinaria y valoración de la prueba en sede constitucional
pretendidas por el accionante respecto a que el certificado médico justificaría su inasistencia, que el
Investigador Disciplinario no diligenció sus pruebas y que no se le recepcionó su declaración
informativa; la jurisprudencia constitucional desarrollada en el Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional prevé el cumplimiento de requisitos para que se
pueda ingresar a realizar las mismas, los cuales exigen que el peticionante de tutela debe cumplir,
por un lado con explicar por qué la labor interpretativa impugnada resulta arbitraria, absurda o ilógica
o con error evidente; precisar los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el
intérprete con dicha interpretación; y, establecer el nexo de causalidad entre la supuesta
interpretación arbitraria y los derechos y/o garantías que conforman el bloque de constitucionalidad
y que fueron vulnerados con dicha interpretación, explicando la relevancia constitucional; y, por otra
parte con señalar concretamente qué pruebas fueron valoradas apartándose de los marcos legales
de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no
fueron producidas o compulsadas; indicando en qué medida, en lo conducente, dicha valoración
cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante haber sido
oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final.
Aspectos a los cuales el accionante intentó dar cumplimiento; sin embargo, no lo hizo; puesto que,
en ese propósito solo volvió a confirmar su intención de denunciar la transgresión de su derecho al
debido proceso por falta de fundamentación de la Resolución jerárquica, que como se señaló, fue
debidamente considerado.
Conforme a todo lo expuesto y por lo mismo, no se advierte que se hayan vulnerado los derechos a
la defensa, igualdad procesal y de acceso a la justicia que invoca el accionante; por lo que, símilmente
corresponde denegar la tutela al respecto.
Finalmente, con relación a la denuncia del accionante, en sentido de que se le aplicó una doble
sanción por un solo hecho -descuento de su sueldo y destitución de sus funciones-; se advierte que
dicho reclamo no se encuentra como agravio en su recurso jerárquico de 8 de diciembre de 2017 -
según Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017-; por lo que, también incumbe denegar la tutela
al respecto.
En consecuencia, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con otro
fundamento, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 2/19 de 30 de abril de 2019, cursante de fs. 610 a
612, pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Vigésimo Primera de la Capital del
departamento de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, conforme a los
fundamentos jurídicos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Solicitó se conceda la tutela instruyendo que: a) Se deje sin efecto el decreto de 7 de marzo de 2017,
disponiendo como lógica consecuencia la entrega de los testimonios para la cancelación del registro
de propiedad de los “herederos colaterales”, ordenando asimismo la notificación al Registrador de
DD.RR.; b) En atención al decreto de 28 de diciembre de 2016, se determine que por Secretaria se
proceda a la entrega del mandamiento de desapoderamiento de Gastón Pablo Manuel Gutiérrez; y,
c) El levantamiento de la prohibición de innovar y contratar determinando la notificación al
Registrador de DD.RR., y que por Secretaría se elabore el correspondiente testimonio.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 48 a 49,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el tenor de su acción de amparo constitucional,
precisando que son tres los aspectos que denunció: 1) La emisión del decreto de 7 de marzo de
2017, contrariando el art. 84 del Código Procesal Civil (CPC) y la omisión de la entrega del testimonio
para la cancelación de los títulos inscritos; 2) Existiendo el decreto de 28 de diciembre de 2016, la
Jueza demandada ordenó que no se entregue el mandamiento de desapoderamiento sobre el bien
inmueble en cuestión; y, 3) Ya no tiene sentido mantener la medida precautoria de prohibición de
innovar y contratar.
I.2.2. Informe de los demandados
Nancy Blanco Fernández, Jueza Pública Civil y Comercial Cuarta de la Capital del departamento de
Cochabamba, mediante informe escrito de 17 de abril de 2019, cursante de fs. 57 a 63 vta., manifestó
que: i) Se formuló recurso de reposición contra el decreto de 18 de abril de 2013, en esa razón se
emitió el Auto de 27 de marzo de 2015 reponiendo la decisión impugnada y dejándola sin efecto; ii)
Una vez solicitada la ejecutoria del Auto de 13 de diciembre de 2016, mediante decreto de 7 de
marzo de 2017 anuló las diligencias de “fs. 1679 y vta.” y dispuso que el Oficial de Diligencias notifique
a todas las partes en su domicilio procesal en función de la trascendencia del acto a ser comunicado,
que fue practicado al accionante el 31 del citado mes y año y que no impugnó, por lo que la acción
de amparo constitucional presentada resulta ser improcedente; y, iii) Respecto a que se hubiese
negado la emisión del mandamiento de desapoderamiento, desconoce dicho extremo y lo rechaza.
José Mario Gandarillas Angulo, Exjuez Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del departamento
de Cochabamba, no se hizo presente en la audiencia de amparo constitucional y tampoco remitió
informe alguno pese a su notificación cursante a fs. 47 vta.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Gastón Pablo Manuel Gutiérrez Lara, por memorial presentado el 7 de junio de 2019, cursante de fs.
98 a 100 vta., manifestó que no es parte en la acción de amparo constitucional presentada; sin
embargo, la decisión del Juez de garantías afectó sus intereses, siendo que al ser poseedor del
inmueble en cuestión se dispuso que se entregue el mandamiento de desapoderamiento, estando
actualmente en trámite la demanda de usucapión que interpuso.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto de Familia de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio
de Velasco del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución
05/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 49 vta. a 50, declaró “procedente” la tutela impetrada
disponiendo: a) Dejar sin efecto el decreto de 7 de marzo de 2017, ordenando a la Jueza demandada
la entrega de los testimonios correspondientes para la cancelación del registro de propiedad inscrito
a nombre de los herederos colaterales del inmueble con “…matricula computarizada 30110211094
con asiento A-2…” (sic); asimismo, se oficie al Registrador de DD.RR. de Cochabamba; b) Se haga
entrega del mandamiento de lanzamiento en el día; y, c) Se otorgue los testimonios para levantar la
prohibición de contratar e innovar que pesa sobre el referido inmueble; decisión asumida en base al
fundamento que dicha autoridad dictó el decreto de 7 de igual mes y año, violentando el
procedimiento y anuló las diligencias realizadas de conformidad al art. 84 del CPC, sin tomar en
cuenta que había aparecido el único y legítimo heredero.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes de la presente acción, se establece lo siguiente:
II.1. Por decreto de 1 de agosto de 2012, se dispuso la notificación al registrador de DD.RR. a objeto
que se proceda a la cancelación de las medidas precautorias de prohibición de innovar y contratar
ordenadas por Auto de 20 de noviembre de 2000 respecto a los bienes inmuebles con Matrículas
3.01.1.02.0011094 y 3.01.1.99.0003244 en mérito a la solicitud del ahora accionante (fs. 1568); por
lo que, en atención a la petición de francatura de testimonio para registro de la cancelación, por
decreto de 18 de abril de 2013, se instruyó tal extremo (fs. 1645 vta. del anexo).
II.2. Cursa Auto de 27 de marzo de 2015 por medio del cual a tiempo de resolver el recurso de
reposición presentado por Alonso Gutiérrez Lara contra el decreto de 18 de abril de 2013, la
Exautoridad demandada repuso el mismo dejándolo sin efecto, decisión que fue notificada al
impetrante de tutela el 15 de abril de 2015 (fs. 1659 a 1660 del anexo).
II.3. A través del Auto de 13 de diciembre de 2016 expedido por la referida Exautoridad se dispuso
la cancelación del derecho propietario de los herederos colaterales de José Pastor Gutiérrez Gutiérrez,
y que se proceda al registro propietario del accionante en calidad de hijo biológico del fallecido
respecto a la Matrícula 3.01.1.02.0011094, determinando la notificación al Registrador de DD.RR. de
Cochabamba y la emisión del testimonio de ley (fs. 1761 a 1762 vta. del anexo).
II.4. Por decreto de 28 de diciembre de 2016, la mencionada Exautoridad a pedido del impetrante
de tutela, en consideración a su calidad de heredero del fallecido y su prelación de derechos sobre el
bien inmueble con Matrícula 3.01.1.02.0011094, dispuso la emisión del mandamiento de
desapoderamiento contra Gastón Pablo Gutiérrez Lara (fs. 1765 del anexo).
II.5. Mediante decreto de 7 de marzo de 2017, la Jueza demandada dejó sin efecto las diligencias
de notificación con el Auto de 13 de diciembre de 2016 realizadas en tablero de secretaría del Juzgado
a su cargo, disponiendo que se practiquen en los domicilios procesales señalados (fs. 1768),
notificando al representante del accionante el 31 de marzo de 2017 (fs. 1768 del anexo).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la propiedad privada, a la
sucesión hereditaria y a los principios de legalidad y seguridad jurídica; alegando que, luego de
haberse inscrito la declaratoria de herederos de los bienes de José Pastor Gutiérrez Gutiérrez a favor
de terceros, probó ser hijo del fallecido, dando lugar a que sea declarado único heredero, por lo que:
1) Habiéndose determinado medidas precautorias de prohibición de innovar y contratar en el proceso
de división de herencia que fue anulado por comprobarse su legítimo derecho sucesorio, solicitó la
cancelación de dichas medidas, aspecto que fue debidamente ordenado; sin embargo, estando
dispuesta la francatura del testimonio respectivo, se dejó sin efecto esta determinación mediante
Auto de 27 de marzo de 2015 dispuesto por la Exautoridad hoy demandada; 2) Tras disponerse por
Auto de 13 de diciembre de 2016 la cancelación del derecho propietario de los herederos colaterales,
por decreto de 7 de marzo de 2017 emitido por la Jueza demandada, se dejó sin efecto las
notificaciones con tal decisión, determinando sean realizadas en el domicilio procesal de los
interesados y no así en tablero de secretaría; y, 3) Mediante decreto de 28 de diciembre de 2016, el
Exjuez demandado dispuso la emisión del mandamiento de desapoderamiento de Gastón Pablo
Manuel Gutiérrez sobre el inmueble con Matrícula 3.01.1.02.0011094; empero, por orden verbal de
dicha Jueza no se le hizo entrega del mismo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El principio de inmediatez en la acción de amparo constitucional
El art. 129.II de la CPE establece que: “La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el
plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de
notificada la última decisión administrativa o judicial”. En igual sentido el art. 55.I Código Procesal
Constitucional (CPCo) señala: “La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo
máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de conocido
el hecho”.
En ese entendido la SCP 0809/2012 de 20 de agosto, establece que: ‘“… el principio de inmediatez no
importa la utilización discontinua o esporádica de los medios y recursos previos a la interposición del
amparo, pues los reclamos deben ser interpuestos ante la instancia ordinaria o administrativa
competente oportunamente, debiendo el agraviado por la lesión, hacer el seguimiento respectivo de
su reclamo hasta agotar todas las instancias en el tiempo razonable, y para el caso de no obtener
respuesta ni la cesación de la vulneración podrá acudir en el plazo de seis meses ante la jurisdicción
constitucional a fin de que se compulse la amenaza, restricción o supresión al derecho fundamental.
Este razonamiento, resulta lógico, puesto que responde no sólo al principio de inmediatez sino
también a los principios de preclusión y celeridad, los mismos que no sólo dependen de los actos de
la autoridad sino también del peticionante, quien debe estar compelido por su propio interés a realizar
el seguimiento que corresponda a su solicitud, de modo que cuando no ha sido diligente en propia
causa no se puede pretender que esta jurisdicción esté supeditada en forma indefinida para otorgarle
protección’. Así la SC 0521/2010-R de 5 de julio”.
En el mismo sentido la SCP 1265/2013-L de 20 de diciembre, refiere que: “…Inicialmente corresponde
anotar que la jurisprudencia constitucional ha sido firme al señalar que la acción de amparo
constitucional (antes recurso de amparo constitucional), debe plantearse dentro de un plazo
oportuno, justo y razonable, debiendo el juez constitucional, valorar los elementos particulares de
cada caso…
(…)
‘Fuera del agotamiento de los otros medios de defensa judiciales, el segundo requisito general de
procedibilidad de la acción de tutela contra providencias, es el de inmediatez. Esta exigencia
jurisprudencial reclama la verificación de una correlación temporal entre la solicitud de tutela y el
hecho judicial vulnerador de los derechos fundamentales, que puede explicarse de la siguiente forma:
es improcedente la acción de tutela contra actuaciones judiciales cuando el paso del tiempo es tan
significativo, que es irrazonable y desproporcionado un control constitucional de la actividad judicial
por la vía de la acción de tutela.
Desde esta perspectiva, es necesario interponer la acción de tutela contra providencias judiciales tan
pronto se produce la vulneración o amenaza de los derechos fundamentales, o en un plazo prudencial,
porque de lo contrario la necesidad de la protección constitucional por vía de tutela queda en
entredicho. Permitir un excesivo paso del tiempo ante la posibilidad de una reclamación
constitucional, puede afectar significativamente además la seguridad jurídica, por lo que la inmediatez
es claramente una exigencia ineludible en la procedencia de la tutela contra providencias judiciales ”’.
III.2. La acción de amparo constitucional y su naturaleza subsidiaria
El art. 129.I de la CPE, reconociendo el carácter subsidiario de esta acción tutelar, señala que: “…se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con Poder suficiente o por la
autoridad correspondiente de acuerdo a la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados" (las negrillas nos pertenecen).
Al respecto la SC 1580/2011-R de 11 de octubre, concluyó que: “Este Tribunal, a través de su
uniforme jurisprudencia, ha desarrollado el carácter subsidiario del amparo constitucional, señalando
que: '...no podrá ser interpuesta esta acción extraordinaria, mientras no se haya hecho
uso de los recursos ordinarios o administrativos y, en caso de haber utilizado los mismos
deberán ser agotados dentro de ese proceso o vía legal, sea judicial o administrativa,
salvo que la restricción o supresión de los derechos y garantías constitucionales ocasione perjuicio
computada a partir de su notificación, siendo interpuesta la acción de amparo constitucional que nos
ocupa el 1 de abril de 2019, aspecto que denota que el citado plazo de seis meses fue
abundantemente superado, imposibilitando así que esta jurisdicción ingrese al análisis de fondo de
la problemática planteada, correspondiendo la denegatoria de la tutela impetrada.
III.3.2. Respecto a la problemática planteada en el inc. 2)
El reclamo del accionante tiene como antecedente la emisión del Auto de 13 de diciembre de 2016
que en su oportunidad dispuso la cancelación del registro propietario de terceros y determinó el
registro propietario del prenombrado en calidad de hijo biológico del fallecido sobre los bienes del
causante (Conclusión II.3), empero, por decreto de 7 de marzo de 2017, la Jueza demandada dejó
sin efecto las notificaciones con el precitado Auto, ordenando que sea notificado en el domicilio
procesal de los interesados (Conclusión II.5).
La situación descrita denota que el acto reclamado como lesivo de derechos fundamentales recae
sobre el decreto de 7 de marzo de 2017, que conforme consta en actuados fue notificado al
peticionante de tutela el 31 del mismo mes y año.
Sobre el particular, cabe citar lo previsto por el Código Procesal Civil respecto a los medios de
impugnación:
“ARTÍCULO 252. (CLASES). Los medios de impugnación judicial son:
1. Reposición.
2. Apelación.
3. Casación.
4. Compulsa.
5. Revisión extraordinaria de sentencia.
ARTÍCULO 253. (PROCEDENCIA).
I. El recurso de reposición procede contra las providencias y autos interlocutorios con objeto de que
la autoridad judicial, advertida de su error, los modifique, deje sin efecto o anule.
II. Este recurso podrá plantearse en cualquier momento del proceso, inclusive en ejecución de
sentencia, si la naturaleza de lo resuelto lo permite”.
Ahora bien, conforme determina el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, la
acción de amparo constitucional como mecanismo de defensa de derechos fundamentales está
concebida en su configuración procesal como una garantía de naturaleza subsidiaria, por lo que no
es posible su activación sino previo agotamiento de las vías legales ordinarias para la reparación de
los derechos.
En el caso concreto, tras la emisión del decreto de 7 de marzo de 2017, conforme se tiene precisado
en la normativa aplicable (Código Procesal Civil), previo a la interposición de esta acción tutelar, el
impetrante de tutela tenía la posibilidad de interponer recurso de reposición contra la citada
resolución, constituyéndose ese en el medio intraprocesal idóneo a efectos de reclamar la presunta
lesión de derechos emergente de la decisión judicial cuestionada con carácter previo a acudir ante
esta jurisdicción a través de la acción de amparo constitucional; al no haberlo hecho así, se configura
la causal 1 inc. a) de las reglas y subreglas de subsidiariedad de esta acción tutelar prevista en la
jurisprudencia precitada, correspondiendo en consecuencia denegar la tutela impetrada en atención
a la naturaleza subsidiaria que rige a este medio de defensa constitucional.
III.3.3. Respecto a la problemática planteada en el inc. 3)
En relación a este punto, el accionante refiere que por decreto de 28 de diciembre de 2016, se
dispuso la emisión de mandamiento de desapoderamiento de Gastón Pablo Gutiérrez Lara respecto
al inmueble con Matrícula 3.01.1.02.0011094; sin embargo, por orden verbal de la autoridad
demandada no se habría hecho entrega del mismo.
continúe con otra causa, cuando se trata de una persona de la tercera edad; b) Al emitirse la
Sentencia correspondiente al proceso de división y partición, quiso registrar el bien inmueble a su
nombre, en oficinas de Derechos Reales (DD.RR.), instancia que le comunicó sobre la existencia del
gravamen; por lo que, tuvo que iniciar un proceso de caducidad que duró más de dos años; c) El
art. 37 del CPP, establece que la caducidad puede ser solicitada en la vía penal o civil, no ambas, por
ello activó la primera, puesto que ningún juez en materia civil determinó la anotación preventiva,
sino que esta emergió de un proceso punitivo; y, d) “…no podemos esperar a que el municipio intente
la demanda de reparación en la vía civil…” (sic), no corresponde el inicio de un nuevo proceso que
establezca un resultado que ya fue determinado.
I.2.2. Informe de los demandados
Daniel Tito Atahuichi Alvarez, Diego Valdir Roca Saucedo y Ruth Karina Suzaño Cortéz, Jueces del
Tribunal de Sentencia Penal Segundo de Cobija del departamento de Pando, mediante informe escrito
de 7 de mayo de 2019, cursante de fs. 59 a 60, manifestaron que: 1) En primera instancia se dispuso
el rechazo a la solicitud de desgravamen del bien inmueble impetrado por el ahora accionante,
resultado que fue confirmado en alzada; 2) La Sala Penal del Tribunal Departamental de Justicia de
Pando, instó al impetrante de tutela, tomar en cuenta que la acción de reparación de daños y
perjuicios puede ser ejercida en la vía civil como en la penal; por lo que, debía demostrar la caducidad
en ambas; 3) Al tratarse de un proceso donde se manejan intereses del Estado, en torno a la
reparación del daño que hubiere sufrido el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia del citado
departamento, la Sala Penal indicada asumió dicha decisión; 4) La presente acción debió ser dirigida
a los Vocales que conforman la Sala Penal, pues fue este Tribunal el que determinó el rechazo de la
petición del solicitante de tutela; y 5) En el caso concurre la causal de improcedencia de la acción de
defensa, inserta en el art. 53.2 del Código Procesal Constitucional (CPCo).
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Juan Carlos Zabala Romaña, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, a través de su
representante, en audiencia señaló que: i) No se tiene ningún proceso contra el accionante, pero
respecto al bien inmueble, debía haberse hecho presente “Frida Landívar” quien fue la propietaria;
ii) La anotación preventiva tiene la intención de garantizar el resarcimiento de los daños y perjuicios
ocasionados dentro del proceso penal seguido contra la aludida por la comisión de los delitos de
incumplimiento de deberes y peculado; iii) El Auto de Vista de 15 de febrero de 2019, emitido por la
Sala Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, estableció que la vía civil estaba expedita
para la interposición de la solicitud del resarcimiento referido; por lo que, se acudiría a la misma; y,
iv) El Código Civil no reconoce la caducidad, sino la prescripción y en el caso corresponde la aplicación
del art. 1502 de este cuerpo normativo; en razón a ello, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, por Resolución 36/19
de 7 de mayo de 2019, cursante de fs. 71 a 72 vta., denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes
fundamentos: a) El peticionante de tutela presentó solicitud de cancelación de la anotación
preventiva ante el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de Cobija del departamento de Pando, que
fue rechazada por falta de prueba y apelada la decisión, esta fue confirmada por la Sala Penal, a
través de Auto de Vista de 16 de julio de 2018, misma que no mereció la interposición de ningún otro
recurso, entendiéndose que este fue consentido; y, b) Nuevamente se interpuso el pedido antes
indicado, esta vez, ante el Juez de Sentencia Penal de la Capital, que también fue rechazada, con los
argumentos establecidos en el Auto de Vista anteriormente mencionado; es decir, falta de prueba
que demuestre la caducidad en ambas vías, penal y civil, por lo que, habiéndose demostrado que el
impetrante de tutela dio conformidad y plena aceptación de los actos que señala como vulneratorios
de sus derechos, su conducta se adecua a lo enmarcado en el art. 53.2 del CPCo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Informe de 26 de febrero de 2018, emitido por Luz Jeny Cano Céspedes, que en su
calidad de Secretaria del Tribunal de Sentencia Segundo de Cobija del departamento de Pando,
estableció “…Que revisado el libro de ingreso de Causas Nuevas y el sistema NUREJ que lleva el
Juzgado de Sentencia de la Capital, se puedo evidenciar que no existe ninguna demanda de
Reparación de Daño” (sic), dentro del caso seguido por el Ministerio Público contra Frida Méndez
Sosa y otros (fs. 28).
II.2. Por Auto de Vista de 16 de julio de 2018, la Sala Penal y Administrativa del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, resolvió el recurso de apelación interpuesto contra el Auto
Interlocutorio de 16 de marzo del mismo año, emitido por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo,
declarándolo improcedente bajo el argumento de que “…no existe ninguna prueba de que se haya
dispuesto la caducidad para la reparación o indemnización del daño u otra prueba que establezca
que las partes legitimadas a ejercer la acción civil hayan perdido esta facultad, para que el Tribunal
de origen proceda a ordenar la cancelación de la anotación preventiva, no olvidemos que la acción
civil, no solo puede ser ejercida en el proceso penal conforme con las reglas especiales previstas en
este Código, sino también puede intentarse ante los Tribunales civiles (art. 37 CPP), no habiendo
presentado el solicitante prueba al respecto, no corresponde la cancelación de la anotación
preventiva...” (sic); asimismo, esta instancia emitió Auto de 7 de agosto del mismo año, rechazando
la solicitud de explicación y enmienda, planteada por el impetrante de tutela respecto a lo antes
determinado (fs. 63 a 65 vta.).
II.3. Mediante memorial de 14 de agosto del citado año, presentado ante el Juzgado de Sentencia
Penal de turno de Cobija, Julio Homero Villalobos Moreno, solicitó se declare la caducidad del derecho
a pedir la reparación de daños y perjuicios por parte del Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia,
al tenor de los arts. 53, 382 y 388 del CPP, por consiguiente, se ordene la cancelación de la anotación
preventiva en el registro de propiedad con folio real 9.01.1.01.0002145 (fs. 30 y vta.).
II.4. A través de la Resolución de 5 de octubre de dicho año, el Juez de Sentencia Penal Primero de
Cobija, declaró la caducidad en la reparación del daño que no ejerció la entidad edil (fs. 32 a 34 vta.).
II.5. Por Auto de Vista de 15 de febrero de 2019, la Sala Penal y Administrativa, determinó declarar
improcedente el recurso de apelación incidental planteado por el precitado Gobierno Municipal contra
la Resolución de 5 de octubre de 2018, referida supra (fs. 36 a 37).
II.6. Mediante memorial presentado el 10 de abril del señalado año, el impetrante de tutela puso a
conocimiento del Tribunal de Sentencia Penal Segundo de Cobija, la declaratoria de caducidad y
solicitó se ordene la cancelación de la anotación preventiva respectiva (fs. 39).
II.7. A través del Auto de 10 de igual mes y año, el Tribunal referido supra, indicó que, “…conforme
el auto de vista de 16 de julio de 2018, para poder proceder al levantamiento de la anotación
preventiva por caducidad, debe tenerse la declaratoria de caducidad no sólo en la vía penal, sino
también en la vía civil, una vez cumplido lo dispuesto por los inmediatos superiores se procederá a
ordenar el levantamiento de la anotación preventiva por caducidad en ambas vías…” (sic [fs. 40]).
II.8. Por memorial presentado el 15 del mismo mes y año, el peticionante de tutela interpuso recurso
de reposición contra el Auto de 10 de abril de 2019, mereciendo respuesta a través del Auto
Interlocutorio de 17 de similar mes y año que fue rechazado, estableciendo que el Auto de Vista de
16 de julio y su Auto complementario de 7 de octubre, ambos de 2018, “…son la base para rechazar
lo solicitado por el peticionante, deben darse cumplimiento a lo estipulado por la Sala Penal y
Administrativa para poder dar lugar a la cancelación de la anotación preventiva del inmueble en
cuestión…” (sic [fs. 42 a 43 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de su derecho a la propiedad y al principio non bis in ídem, en
razón de que las autoridades demandadas emitieron el Auto Interlocutorio de 17 de abril de 2019,
rechazando el recurso de reposición, planteado contra lo determinado en el Auto de 10 del mismo
mes y año, indicándole que debía solicitar la cancelación de la anotación preventiva de su bien
inmueble conforme lo establecido en el Auto de Vista de 16 de julio de 2018, emitido por la Sala
Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Pando; es decir, que debe contar con la declaratoria
de caducidad del plazo para la interposición de la demanda de reparación de daños y perjuicios por
el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, no sólo en la vía penal sino también en la civil.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción civil en el proceso penal
La acción civil que nace en el marco de un proceso penal, no se origina como consecuencia de un
delito o de una falta, sino que surge del daño ocasionado por actos y omisiones ilícitas que se
encuentran tipificadas como delito o falta en el Código Penal.
La conducta que en él se halla tipificado como un delito o una falta, únicamente lleva aparejada una
consecuencia jurídica: una pena. Sin embargo, existe la obligación de reparar el daño causado por
una conducta criminalmente perseguible a través de la denominada acción civil.
De acuerdo al art. 37 del CPP, se establece que; “La acción civil podrá ser ejercida en el proceso
penal conforme con las reglas especiales previstas en este Código o intentarse ante los
tribunales civiles, pero no se podrá promover simultáneamente en ambas jurisdicciones”
(las negrillas son añadidas).
Dentro de estos parámetros podrán ejercer o promover esta acción ante el juez penal, bajo los marcos
que la norma establece, las personas naturales o jurídicas que pretendan haber derivado un perjuicio
del hecho punible, esto sujeto a voluntad, ante la posibilidad de que es perseguible también en la vía
civil.
III.2. Respecto a la caducidad de las anotaciones preventivas
De acuerdo a lo desarrollado por la SCP 0700/2013 de 3 de junio, sobre la caducidad de la anotación
preventiva, indicó:”…la jurisprudencia constitucional estableció que: ‘Las anotaciones
preventivas tienen un carácter provisional, como su propio nombre indica y su finalidad
consiste en caducar o convertirse en inscripciones definitivas, por lo que el transcurso
del tiempo las acerca a su fin. Caduca una anotación preventiva cuando queda sin fuerza
o pierde sus naturales efectos por su singular contenido, que marca ya su duración, o por
concepto legal que determine o fije el plazo de su duración, no siendo necesaria la
expresión de voluntad de los interesados para tales efectos o la declaración judicial o
administración de la extinción.
A los efectos de la caducidad, la extinción de la anotación se produce de un modo absoluto y la
caducidad produce efectos tanto respecto de las partes como de terceros. Al caducar una anotación
preventiva, está queda anulada, extinguida, por lo que debe estimarse como si nunca se hubiese
realizado. Es un asiento que ya no tiene vida o efecto jurídico por lo que se le considera inexistente
frente a todos; es decir, es un derecho que ha sido desregistrado y se encuentra en la misma situación
que antes de haberse anotado (SC 0057/2004 de 23 de junio)”.
El art. 39 de la Ley 004 de 31 de marzo de 2010 -Ley de Lucha Contra la Corrupción y Enriquecimiento
Ilícito e Investigación de Fortunas “Marcelo Quiroga Santa Cruz”- señala: “Se modifican los Artículos
1502, 1552 y 1553, del Código Civil, de acuerdo al siguiente texto:
Art. 1553. (Término de la anotación preventiva).
I. La anotación preventiva caducará si a los dos años de su fecha no es convertida en inscripción. El
juez puede prorrogar el término por un nuevo lapso de un año, que no perjudicará a tercero si no se
asienta a su vez en el registro.
II. La anotación preventiva se convertirá en inscripción cuando se presente la sentencia favorable
pasada en autoridad de cosa juzgada, o se demuestre haberse subsanado la causa que impedía
momentáneamente la inscripción y cita en estos casos produce todos sus efectos desde la fecha de
la anotación, sin embargo de cualesquier derecho inscrito en el intervalo.
III. La anotación preventiva a favor del Estado caducará a los cuatro años, prorrogables
a dos más, si no es convenida en inscripción definitiva” (las negrillas son nuestras).
Entendida la caducidad como la institución, que mediante el transcurso de un tiempo limitado,
extingue un derecho, haciendo que carezca ya de toda existencia, en el caso de las anotaciones
preventivas constituye una característica que se hace efectiva de pleno derecho si esta no se
convierte en una inscripción definitiva en el plazo que señala la ley.
III.3. El Derecho a la propiedad
Este derecho se encuentra reconocido como uno fundamental protegido por la Constitución Política
del Estado, cuyo art. 56 alude a que toda persona tiene derecho a ella, siempre que esta cumpla una
función social, garantizándola en tanto que el uso de ella no sea perjudicial al interés colectivo,
comprende ciertamente el derecho a usar, gozar y disponer de un bien cuya titularidad, frente a
terceros, sólo es demostrable mediante su registro en DD.RR.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de su derecho a la propiedad y al principio non bis in ídem, en
razón de que las autoridades demandadas emitieron el Auto Interlocutorio de 17 de abril de 2019,
rechazando el recurso de reposición planteado contra lo determinado en el Auto de 10 del mismo
mes y año, indicándole que debía solicitar la cancelación de la anotación preventiva de su bien
inmueble conforme lo establecido en el Auto de Vista de 16 de julio de 2018, emitido por la Sala
Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Pando; es decir, que debía contar con la declaratoria
de caducidad del plazo para la interposición de la demanda de reparación de daños y perjuicios por
el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, no sólo en la vía penal sino también en la civil.
De la precisión del objeto procesal, debemos empezar señalando que de acuerdo a lo descrito en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción civil nace
para la reparación de los daños y perjuicios emergentes del proceso penal instaurado y en base a las
mismas es que se llegan a adoptar las medidas cautelares de carácter real necesarias, efectivizando
con ello la garantía de precautelar los futuros derechos de la víctima que por disposición del art. 113.I
de la CPE, tiene el derecho de ser indemnizado, puntualizándose además que de acuerdo al Código
de Procedimiento Penal (art. 37) podrá ser ejercida en la vía civil o penal, descartándose la
prosecución de esta por ambos medios.
Las medidas cautelares de carácter real asumidas, se traducen en anotaciones preventivas de bienes
inmuebles de propiedad de quien resulta ser denunciado por la presunta comisión de un determinado
delito; estos gravámenes tienen un carácter provisional, como su propio nombre indica y su finalidad
consiste en caducar o convertirse en inscripciones definitivas. Caduca una anotación preventiva
cuando queda sin fuerza o pierde sus naturales efectos, que marca ya su duración, o por concepto
legal que determine o fije el plazo de su duración.
La pretensión de caducidad de la anotación preventiva, es una solicitud judicial que no requiere
demostrar cuestiones de hecho, la misma tiene su sustento jurídico en los arts. 1553 y 1560.II del
Código Civil (CC), esta última señala: “Las anotaciones hechas por orden judicial se cancelarán sólo
a mérito de otra que emane del mismo Juez salvo el caso de caducidad prevista por los artículos
1554 y 1555”, caso para el cual no es necesario instaurar proceso de conocimiento, tan solo deducir
la pretensión ante el mismo Juez que emanó la orden y previa noticia de la parte favorecida con la
anotación preventiva, corresponderá al Juez verificar el plazo transcurrido y la existencia o no de la
ampliación del término de la misma efectuada dentro de esa medida cautelar, a efectos de asumir la
decisión que corresponda.
Como se tiene señalado, la cancelación deberá ser solicitada y dispuesta por el Juez que la emitió,
en base a la norma prevista en el art. 1553 del CC de acuerdo a la naturaleza de la anotación
preventiva, esto en el marco del delito del que emerge la misma, pues como bien se expuso en el
Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, resulta distinto el término
de caducidad del gravamen dispuesto cuando estos son a favor del Estado.
En ese contexto, de la revisión de antecedentes, se tiene que el solicitante de tutela en una primera
instancia, procedió a solicitar la caducidad de la anotación preventiva del bien obtenido en la división
y partición de bienes entre él y su exesposa ante el Tribunal de Sentencia Segundo de Cobija del
departamento de Pando; aclarando que, dicho gravamen emergió como medida cautelar de carácter
real impuesta dentro del proceso penal seguido contra esta, por la comisión de los delitos de peculado
y conducta antieconómica, estos denunciados por el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, la
referida instancia judicial emitió el Auto Interlocutorio de 16 de marzo de 2018, por el que rechazó
lo solicitado en el supuesto de que el ahora accionante no estaría legitimado para requerir la
caducidad, razón por la que el aludido, interpuso apelación incidental que fue resuelta por la Sala
Penal Única del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, a través del Auto de Vista de 16 de
julio del mismo año, que declaró improcedente el mismo por no existir prueba en la que conste que
se haya declarado la caducidad para la reparación o indemnización del daño, refiriendo además que:
“…la acción civil, no sólo puede ser ejercida en el proceso penal conforme las reglas especiales
previstas en este Código, sino también puede intentarse ante los Tribunales Civiles…” (sic).
Ante dicho resultado, el peticionante de tutela, con la finalidad de generar prueba, impetró ante el
Juzgado de Sentencia Penal de Cobija del departamento de Pando, declare la caducidad de derecho
de pedir reparación de daños y perjuicios, acompañando certificación emitida por la Secretaria del
Juzgado aludido de 26 de febrero de 2018 (Conclusión II.1); establecida esta, mediante el Auto
Interlocutorio de 5 de octubre de ese año, dicha decisión fue apelada por el Gobierno Autónomo
Municipal de Filadelfia; la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de
Pando, declaró improcedente el indicado recurso bajo el argumento de que transcurrió más allá de
los cuatro años indicados en el art. 1553.III del CC. Es en mérito a todos estos extremos, que el
impetrante de tutela, instó nuevamente al Tribunal de Sentencia Segundo de Cobija, ordene la
cancelación de la anotación preventiva aludida en mérito a la declaratoria de caducidad, establecida
por las dos últimas Resoluciones descritas; empero, dicha instancia emitió el Auto de 10 de abril de
2019, determinando que para proceder al levantamiento requerido “…debe tenerse la declaratoria de
la anotación preventiva no sólo en la vía penal, sino también en la vía civil…” (sic); interpuesto el
recurso de reposición contra lo dispuesto, a través del Auto Interlocutorio de 17 del mismo mes y
año, las autoridades demandadas refirieron que la base para el rechazo de lo impetrado es el Auto
de Vista de 16 de julio de 2018, pronunciado por la Sala Penal Única del Tribunal Departamental de
Justicia de Pando.
Ahora bien, nuevamente refiriendo el art. 1560.II del CC, se ha señalado que la caducidad deberá
ser solicitada ante el mismo juez que la dispuso; en el presente caso resulta ser el Tribunal de
Sentencia Segundo de Cobija del precitado departamento (fs. 2 vta.), correspondiendo entonces a
esta instancia determinarla a sola solicitud de quien ostenta el derecho propietario del bien inmueble
gravado, previo conocimiento de quien se favorece con esta inscripción; por lo que, las autoridades
jurisdiccionales simplemente deben verificar el vencimiento del plazo para la interposición de la
demanda de resarcimiento de daños y perjuicios, situación que no merece ningún tipo de
complejidad, pues será la instancia judicial quien requiera a ambas partes demostrar el vencimiento
indicado o en su caso la petición de ampliación del mismo; resulta irregular que se hayan aperturado
otras instancias para la declaración de caducidad perseguida por el impetrante de tutela, haciendo
referencia específica en este caso, al Auto de Vista de 15 de febrero de 2019, emitido por la Sala
Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, que confirmó el Auto
Interlocutorio de 5 de octubre de 2018 dictada por el Juez de Sentencia Penal Primero de Cobija;
debiendo haber sido considerado como prueba irrefutable por la instancia competente para la
declaración de la misma, pese a que no emerge del marco normativo antes expuesto; entonces
habiéndose puntualizado en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, que el derecho de propiedad comprende el usar, gozar y disponer de un bien cuya
pertenencia, frente a terceros, es demostrable mediante su registro en DD.RR., el actuar de las
autoridades demandadas, se tradujo en una suerte de freno en la disposición del bien inmueble
(venta, anticrético, alquiler, construcción, destrucción, etc.) cuya titularidad goza el peticionante de
tutela, en razón de la vigencia del gravamen antes detallado, vulnerando así el derecho a la
propiedad; por lo que, corresponde conceder la tutela.
Finalmente, respecto a la presunta vulneración del principio de non bis in ídem, el impetrante de
tutela no especificó de qué forma este fue vulnerado; por lo que, no corresponde emitir
pronunciamiento alguno.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, obró de forma parcialmente
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 36/19 de 7 de mayo de 2019, cursante de fs.
71 a 72 vta., pronunciada por Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Pando; y en consecuencia:
1º CONCEDER en parte la tutela solicitada, respecto al derecho a la propiedad, disponiendo que
se dé curso al trámite solicitado bajo los parámetros establecidos en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.
2º Denegar la tutela impetrada respecto al principio non bis in ídem.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
legal sustantiva, porque no solo está dirigida a regular la conducta del personal subalterno y/o de
apoyo judicial, sino que la referida fue aplicada sobre una base distinta a la probada; pues se entiende
que una cosa es no querer u omitir realizar algún decreto o despachar alguna solicitud y conforme al
hecho denunciado se hubiera encontrado algunos memoriales sin ser decretados dentro los plazos
previstos por ley, aspecto que se tiene como probado de manera contraria a los principios de legalidad
y tipicidad, vulnerándose el debido proceso.
De igual manera, asevera que la Resolución SP-AP 142/2018, emitida por la Sala Disciplinaria del
Consejo de la Magistratura, vulneró su derecho a recurrir, a contar con una resolución debidamente
fundamentada y motivada, y a la defensa; toda vez que no se respondió a los agravios referidos en
el recurso de apelación, limitándose a indicar en el Considerando V, que la Sentencia impugnada
cuenta con la suficiente fundamentación probatoria tanto descriptiva como intelectiva; empero, se
llegó a dicha conclusión sin consignar de manera clara, precisa y concreta respecto a los puntos de
agravio denunciados como defectos, sin referir mayor fundamentación, situación por la que
desconoce la respuesta efectiva del Tribunal de alzada respecto a la errónea aplicación de la ley
sustantiva, al valor probatorio que se otorgó a cada una de la prueba presentada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante consideró lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos fundamentación
y motivación, a recurrir a la segunda instancia y a la defensa; citando al efecto los arts. 24, 115.II,
116.II, 117.I y 119.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada; en consecuencia: a) Se disponga dejar sin efecto la
Resolución Disciplinaria 049/2017 y la Resolución SP-AP 142/2018; b) Se ordene a las autoridades
demandadas, emitir nueva resolución disciplinaria tanto en primera como en segunda instancia,
respetando sus derechos, garantías fundamentales y el principio de legalidad; y, c) Finalmente se
determine la existencia de responsabilidad y la calificación de daños, costas y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 29 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 190 a
191; se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por intermedio de su abogado apoderado, ratificó la acción de amparo constitucional
planteada, reiterando en lo más relevante que en la Sentencia emitida por la Jueza Disciplinaria
Segunda del departamento de Cochabamba, específicamente en el Considerando II relativo a la
prueba de cargo y descargo, hizo referencia a veinte de ellas que no se encuentran valoradas ni
individualizadas, sin evidenciar que prácticamente estaba colapsando con la carga laboral, lo que
motivó inclusive a que el Tribunal Departamental de Justicia quite la titularidad de dos materias al
Juzgado de la EPI SUR, documental con la que se acreditó objetivamente la excesiva carga laboral
con la que contaba y que en su momento no fue considerada; siendo uno de los aspectos por los
que manifestó su agravio en recurso de apelación, emitiéndose Resolución de segunda instancia que
tampoco respondió a este y otros agravios presentados, a tal efecto presentó solicitud de enmienda,
complementación y aclaración, respondiéndose a la misma como “no ha lugar”; es decir, ninguna de
las Resoluciones emitidas por las autoridades disciplinarias cuentan con la suficiente fundamentación
y motivación.
I.2.2. Informe de los demandados
Dolka Vanessa Gómez Espada y Omar Michel Durán, Consejeros de la Magistratura, presentaron
informe escrito cursante de fs. 87 a 89 vta., indicando que: 1) La Jueza Disciplinaria Segunda del
departamento de Cochabamba, emitió Resolución Disciplinaria 049/2017, declarando probada la
denuncia contra la accionante por la falta contenida en el art. 187.4 de la LOJ, por no providenciar
memoriales en tres procesos civiles que fueron dentro de los plazos revisados al azar el día de la
inspección por la Unidad de Control y Fiscalización del Consejo de la Magistratura; 2) Sobre los dos
II.4. Por Auto de 6 de diciembre de 2018, las autoridades demandadas respondieron al memorial de
aclaración, complementación y enmienda presentado por la impetrante de tutela, disponiendo no ha
lugar al mismo (fs. 22 y vta.).
II.5. Denuncia disciplinaria presentada por la Encargada y Técnico de Control y Fiscalización de la
Oficina Departamental de Cochabamba del Consejo de la Magistratura, en contra de la Jueza Pública
Mixta Civil y de Familia de la EPI SUR, María Elena Vega Alanes, señalando que el 25 de enero 2017
procedieron a revisar el libro diario y algunos expedientes, evidenciando que en los procesos de
regularización de derecho propietario se tenía que: a) Memorial de 21 de septiembre de 2016, con
decreto de casi un mes de retraso; b) Retraso de casi un mes, decretado el 24 de octubre de ese
año; y, c) Se decretó fuera de los plazos establecidos, porque ingresó el 26 de septiembre de 2016
y se despachó el 2 de diciembre del citado año, con nota de excusa de encontrarse entrepapelado
dicho expediente; por lo que, se solicitó se admita la denuncia en contra de la citada Jueza por haber
adecuado su conducta a la falta descrita en el art. 187.14 de la LOJ (fs. 150 a 153 vta.).
II.6. Auto de inicio de investigación disciplinaria contra la Jueza Pública Mixta Civil y de Familia de la
EPI SUR, por la supuesta comisión de la falta descrita en el art. 187.14 de la LOJ, cuyo hecho
generador fue la denuncia presentada por la Encargada y Técnico de Control y Fiscalización del
Consejo de la Magistratura, al verificar que en tres procesos de regularización de derecho propietario
los memoriales presentados por las partes no fueron providenciados, sino después de casi un mes
(fs. 153 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alega la lesión de su derecho al debido proceso en sus elementos de fundamentación,
motivación, a recurrir a la segunda instancia y a la defensa; toda vez que la Resolución Disciplinaria
049/2017 de 31 de octubre, no señaló los motivos por los cuales la Jueza Disciplinaria Segunda de la
Oficina Departamental de Cochabamba del Consejo de la Magistratura, generó convicción para
sancionarla con un mes de suspensión de sus funciones, Resolución que no contó con la descripción
intelectiva, descriptiva de la carga probatoria, ni se le dio un valor a la misma, como tampoco
fundamentó en relación al hecho denunciado y la falta en la que incurrió al no tomarse en cuenta el
principio de culpabilidad para dicho efecto; por lo que, habiendo apelado se emitió la Resolución SP-
AP 142/2018 de 7 de agosto, que rechazó su pretensión sin dar respuesta a los puntos de agravios
denunciados como defectos de la Resolución impugnada, con su respectiva fundamentación.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar, si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre el derecho al debido proceso
El art. 115.II de la CPE, prevé: “Es estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a
una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”; es decir, la garantía del
derecho al debido proceso surge de la norma constitucional, implicando dicha situación que deben
cumplirse con todas aquellas formalidades esenciales del procedimiento que involucra tanto en el
ámbito jurisdiccional como en el administrativo desarrollado en la instancia de la administración
pública.
Por otra parte, precisar que la garantía al debido proceso, constituye en definitiva una limitación al
poder; toda vez que, las autoridades jurisdiccionales y administrativas se encuentran impedidas de
omitir los procedimientos establecidos en la reserva normativa y que las decisiones que tomen,
afecten derechos fundamentales como la emisión de resoluciones con ausencia de fundamentación
y motivación, imposibilitando a las partes conozcan aquellos razonamientos de hecho y de derecho
que motivaron su decisión; es decir, es la garantía del justiciable frente a la arbitrariedad en la que
los administradores de justicia o en su caso autoridades administrativas puedan incurrir justificando
su accionar en el mero capricho.
III.2. Reiteración de jurisprudencia constitucional relativa al debido proceso en sus
vertientes de fundamentación y motivación.
Dicho de otra forma, toda autoridad que dicte una resolución, debe imprescindiblemente exponer los
hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustentan la parte dispositiva de la
misma, por cuanto la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma,
dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las
normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que la decisión está regida por
los principios y valores supremos rectores que orientan al juzgador, eliminándose
cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no
había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió (SSCC
0863/2007-R, 0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre otras) (las negrillas nos corresponden).
(…)
Ahora bien, de manera inescindible, el derecho a una debida motivación y fundamentación de
las resoluciones, se halla interrelacionado con el principio de congruencia entendido
como ‘…la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, en materia
penal la congruencia se refiere estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un
hecho distinto al atribuido en la acusación o su ampliación. Esa definición general, no es limitativa de
la congruencia que debe tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que implica también
la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, y que debe mantenerse en todo su
contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
juicios de valor emitidos por la resolución, esta concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan la razón que llevó a la determinación que se asume´ (SCP
0387/2012 de 22 de junio), de donde se infiere que las resoluciones judiciales, deben
emitirse en función al sentido y alcance de las peticiones formuladas por las partes
procesales“ (el resaltado nos pertenece).
Asimismo, corresponde referirnos a la congruencia que debe existir al resolver; que conforme al
Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio, la congruencia es la
conformidad de expresión, concepto y alcance entre el fallo y las pretensiones de las partes
formuladas en el juicio; infiriendo de ello que la incongruencia omisiva deriva de la ausencia de esa
conformidad entre lo alegado, pedido y lo resuelto resultando en una infracción procesal en la que
incurre el juzgador, por cuanto no existe adecuación o armonía respecto de lo demandado o las
peticiones efectuadas en oportunidad de plantear un recurso y la decisión asumida, resolviendo ya
sea concediendo menos, más o definitivamente de manera distinta al planteamiento. En ese sentido,
la SC 0358/2010-R de 22 de junio, señaló el siguiente entendimiento: “... en el ámbito procesal como
la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, en materia penal la
congruencia se refiere estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un hecho distinto
al atribuido en la acusación o su ampliación; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la
congruencia que debe tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que implica
también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, pero además esa
concordancia debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento
integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos emitidos por la
resolución, esta concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia
entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones
legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base
a esos criterios se considera que quien administra justicia debe emitir fallos motivados, congruentes
y pertinentes” (el resaltado es propio).
Concluyendo de los razonamientos efectuados en la jurisprudencia referida, que en definitiva, quienes
administran justicia ordinaria o en materia administrativa disciplinaria, a tiempo de emitir las
resoluciones, estas deben encontrarse debidamente fundamentadas, motivadas y congruentes
respecto a todos aquellos aspectos señalados en la demanda, exponiendo con claridad las razones
de su decisión y asegurándose de que las partes tengan la certeza plena de que la decisión asumida
ha sido emitida en base a fundamentos de hecho y de derecho en todo aquello que demandaron o
agraviaron.
de la que señala sobre la carga laboral existente en el Juzgado Público Mixto Civil y de Familia Primero
de la EPI SUR en la que se atendía causas en materia civil, familiar, violencia contra la mujer, no fue
suficiente o idónea para justificar y demostrar que no incurrió en la falta grave procesada al no
proceder a decretar memoriales en el plazo establecido dentro de tres procesos de regularización de
derecho propietario.
La jurisprudencia constitucional citada, ha precisado que la fundamentación y motivación de toda
resolución no necesariamente debe ser amplia, sino más bien precisa. De igual manera, la doble
instancia se constituye en un elemento importante del derecho a la defensa y por tanto del debido
proceso, ello implica que la revisión que se realice de la resolución de primera instancia, conforme
los agravios expuestos, también debe tener como resultado una resolución fundamentada, motivada
y congruente, pues la manifestación de disconformidad de la ahora peticionante de tutela ha sido
precisa y la resolución de segunda instancia no contiene esa exactitud; toda vez que solamente
describe qué es lo que se ha descrito en cada uno de los Considerandos y lo relatado en los mismos,
sin realizarse una asimilación o compulsa de lo que pide la accionante y lo resuelto en primera
instancia, ocasionándose que no pueda conocer las razones y motivos por los cuales la prueba de
descargo presentada no era idónea o en su caso no contaba con el valor probatorio suficiente para
desvirtuar el hecho de haber demorado la tramitación de tres procesos de regularización del derecho
propietario, al no decretar en el plazo establecido; por otra parte, la fundamentación y motivación en
relación por qué consideraron como Tribunal de segunda instancia que no hubo inobservancia ni
errónea aplicación de la ley sustantiva; es decir, si conforme el principio de tipicidad y taxatividad,
que también rigen la acción disciplinaria sancionadora, el hecho denunciado se subsumió a la
conducta omisiva de despacho de decretos conforme a la falta grave procesada. Advirtiendo además
que existió incongruencia omisiva, pues la resolución jerárquica no cuenta con una respuesta
armónica y sobre todo razonada que debió emitirse pronunciamiento a los puntos expuestos, ni
concordancia entre el agravio planteado con los fundamentos efectuados y la decisión asumida.
En consecuencia, en relación al derecho al debido proceso en su vertiente a contar con una resolución
debidamente fundamentada y motivada, no efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes del
caso; toda vez que no advirtió que la resolución de segunda instancia emitida por los Consejeros de
la Magistratura, no responde de manera fundamentada, motivada y congruente al recurso de
apelación incoada por la ahora peticionante de tutela, ni cuenta con la necesaria relación de
causalidad entre el hecho denunciado, el derecho aplicable y la decisión adoptada.
De lo precedentemente expuesto, se concluye que la Sala Constitucional del Tribunal Departamental
de Justicia de Cochabamba, al denegar la tutela, no obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución AAC-0013/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 192 a
196, pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada en relación al debido proceso en sus elementos a la
fundamentación y motivación, a recurrir a la segunda instancia y a la defensa.
2° Se deja sin efecto la Resolución SP-AP 142/2018 de 7 de agosto, emitida por los miembros de
Sala Plena del Consejo de la Magistratura, ordenando a los mismos dicten nueva resolución, conforme
a los fundamentos y alcances de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MAGISTRADA
efectiva, al acceso a la justicia, a contar con resolución motivada y fundamentada; toda vez que,
dicha Resolución se apartó de los fundamentos y de la expresión de agravios, resolviendo más allá
de lo que se cuestionó, contraviniendo los arts. 5 numerales 1, 3 y 4; y, 121.18 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público (LOMP), pues el petitorio era claro: “…ordene la continuación de la
denuncia con relación a los denunciados y ordene la se emita la correspondiente
imputación formal en contra de Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño por los delitos de
lesiones graves y amenazas y A JUAN CARLOS VARGAS CAMACHO POR EL DELITO DE
AMENAZAS…” (sic); sin embargo, se ratificó algo que no se pidió; es decir, se objetó la Resolución
Fiscal de Rechazo respecto al denunciado únicamente por el delito de amenazas, ya que por el de
lesiones graves y leves, ya existía imputación formal consolidada, en ese contexto la autoridad fiscal
departamental debió limitarse a lo solicitado y no ratificar la referida Resolución.
Se presentó solicitud de aclaración y enmienda y por decreto de 14 de diciembre de 2018, no se dio
curso. En ese contexto, la citada Resolución se apartó del principio de objetividad y legalidad, que no
contó con la debida motivación, no logró el convencimiento de las partes al ser incongruente, puesto
que lo referido en el petitorio es diferente a lo resuelto; además, conforme se tiene de la indicada
Resolución Jerárquica, en su contenido solo se realizó una simple mención de los medios de prueba
de cargo y se omitió darle un valor probatorio a cada una de ellas o por lo menos a aquella en las
que encontró respaldo para una decisión objetiva; no existió un razonamiento de hecho y de derecho
que justifique la decisión asumida.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante alegó como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos a la defensa,
al juez natural, a recurrir, a la igualdad procesal de las partes, a la motivación, a la congruencia de
las resoluciones, a la valoración razonable de la prueba; a la defensa y a una justicia plural, pronta,
oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; citando al efecto los arts. 109.I, 115.I y II, 119.I y
121.II de la Constitución Política del Estado (CPE); 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, disponiendo revocar y/o dejar sin efecto la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 y se emita nueva resolución fundamentada, motivada y
coherente dentro de los límites de lo peticionado, sin desconocer el principio de legalidad.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 8 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 459 a
460, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó in extenso la acción de amparo constitucional incoada.
I.2.2. Informe del demandado
Teresa Ferrufino Navia, Fiscal Departamental de Cochabamba, en suplencia legal del titular, mediante
informe escrito presentado el 8 mayo de 2019, cursante de fs. 455 a 458, manifestó que, la
Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018, procesalmente no tuvo incidencia jurídica respecto
a la prosecución de la investigación desarrollada en relación a Juan Carlos Vargas Camacho, por el
delito de lesiones leves, puesto que se desarrolló en la etapa preparatoria en mérito a la Resolución
de Imputación Formal de 22 de mayo de 2018. El argumento de la accionante, en sentido de que en
la emisión de la Resolución cuestionada se habría generado una “…disfunción procesal, creando dos
causes paralelos sobre la situación de un mismo sujeto (Juan Carlos Vargas Camacho)…” (sic), carece
de absoluto sustento jurídico, porque en la etapa preparatoria se prosiguió con normalidad hasta
emitir la Resolución Fiscal Conclusiva de Sobreseimiento de 21 de enero de 2019; en dicha
oportunidad, se valoró el certificado médico forense de 30 de julio de 2017, practicado a Nazareth
Anghela Mercado Plaza, otorgando la médico forense, un día de incapacidad; lo propio con el
certificado relativo a la codenunciante Khaterine María Soliz Plaza de 31 del mismo mes y año, con
dos días de incapacidad y si bien dichos certificados acreditan las lesiones presentadas por las
víctimas; empero, no son suficientes para atribuir la responsabilidad a una determinada persona.
Debe tomarse en cuenta el principio de subsidiariedad, ya que la pretensión de la accionante es
incoherente e incompatible con el supuesto acto ilegal identificado, toda vez que no emerge de una
vulneración al debido proceso, a la tutela judicial efectiva, a la debida fundamentación, a la igualdad
jurídica y al acceso a la justicia, sino al advertir una circunstancia susceptible de corrección en la
parte resolutiva de la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018, pudo acudir al control
jurisdiccional para precautelar sus derechos y garantías fundamentales, debiendo darse aplicación a
los arts. 54 inc. 1) y 279 del Código de Procedimiento Penal (CPP). Asimismo, debe tomarse en cuenta
que una vez que la peticionante de tutela conoció el error que ahora cuestiona como ilegal, solicitó
aclaración y enmienda el 13 de diciembre de 2018; empero, dicha solicitud fue presentada al Fiscal
de Materia y no así ante el Fiscal Departamental de Cochabamba, consintiendo el contenido de la
Resolución referida.
Obrar conforme a la solicitud de la impetrante de tutela, claramente daría lugar a contravenir la
naturaleza de la tramitación del proceso penal, porque la norma adjetiva penal establece mecanismos
idóneos a efectos de subsanar cualquier defecto que pueda ser rectificado, máxime cuando no
emerge actuación que amerite nulidad alguna, considerando que el sindicado fue imputado por el
delito de lesiones graves el 22 de mayo de 2018, antes del pronunciamiento de la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018; por lo que, su emisión no tuvo incidencia procesal en la etapa
preparatoria, considerando que en los seis meses, se desarrollaron con regularidad hasta la emisión
de la Resolución Conclusiva de Sobreseimiento, momento en el que, al no favorecerle esta decisión,
pretende recién que se subsanen aspectos que en realidad no inciden en el trámite y valerse de la
presente acción tutelar como alternativa que reemplace a los medios y recursos legales previstos en
el orden jurídico vigente. En consecuencia, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por Resolución
AAC 24/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 461 a 464 vta., concedió la tutela, disponiendo: a)
Dejar sin efecto la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018, emitida por la autoridad
demandada; y, b) Que el Fiscal demandado, en el plazo de diez días, emita nueva resolución con la
debida fundamentación, motivación y congruencia, resolviendo todos los puntos agraviados,
establecidos en el recurso de impugnación a la Resolución Fiscal de Rechazo de 22 de mayo de 2018;
en base a los siguientes fundamentos: 1) De acuerdo a antecedentes la autoridad demandada ratificó
la indicada Resolución Fiscal de Rechazo, en relación a Juan Carlos Vargas Camacho, por el delito de
lesiones graves y leves, cuando en ningún momento los Fiscales de Materia, emitieron rechazo por
dichos delitos, toda vez que para esa fecha ya contaba con imputación formal; asimismo, se tiene
que del memorial de objeción presentado contra la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018,
fue ante el rechazo de denuncia por la comisión del delito de amenazas y no así por el de lesiones
graves y leves; es decir, ratificó el rechazo de denuncia por un delito que no fue impugnado; 2)
Solicitada la aclaración y enmienda, ante la remisión del cuaderno de investigación a los Fiscales de
Materia, la accionante recibió respuesta textual: “…estese a la resolución Jerárquica de fecha 07 de
noviembre de 2017…” (sic), correspondiendo aclarar que la enmienda no es una instancia que deba
agotar la parte que se cree afectada, toda vez que solo resuelve cuestiones de forma y no de fondo;
y, 3) La autoridad jerárquica departamental, precisó en el parágrafo II del análisis del caso concreto
de su fallo, que conforme los datos del proceso los Fiscales asignados al caso, emitieron la indicada
Resolución Fiscal de Rechazo, sustentando su decisión en una eventual insuficiencia de elementos de
convicción que acreditaban la responsabilidad penal de Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño y Juan
Carlos Vargas Camacho, por la presunta comisión de los delitos de lesiones leves y amenazas; es
decir, realizó una apreciación errada de dicha Resolución, por cuanto se ratificó respecto al
prenombrado por el delito de lesiones leves, contrario a los puntos de motivos de objeción
presentados por la ahora solicitante de tutela, dando lugar a que se alegue la vulneración del debido
proceso en sus vertientes de falta de motivación, fundamentación y congruencia en la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 objetada; por lo que, sin ingresar en mayores consideraciones
de orden legal ni al análisis de fondo, se advirtió que dicha Resolución en su parte resolutiva punto
2, es arbitraria e incongruente, carece de fundamentación, motivación y no guarda relación con los
puntos, ni da respuesta a los agravios realizados, provocando que se acuda a la acción de amparo
constitucional, al no entender las razones jurídicas y los motivos que llevaron a la autoridad
demandada a emitir ese fallo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por memorial interpuesto el 31 de agosto de 2017, los Fiscales de Materia, Marlene Ivette
Rocabado Revollo, Elizabeth Vilcaez Flores y Grover Trujillo Rojas, asignados a la Fiscalía Corporativa
de Delitos Contra las Personas y Seguridad Común, informaron ante Juez de Instrucción Penal de
turno de la Capital del departamento de Cochabamba, el inicio de investigación dentro de la denuncia
incoada por Nazareth Anghela Mercado Plaza contra Juan Carlos Vargas Camacho y Elizabeth Amanda
Sangueza Ortuño, por el delito de lesiones graves y leves, previsto en el art. 271 del CP (fs. 4).
II.2. Mediante memorial presentado el 2 de octubre de ese año, Katherine María Soliz Plaza, hermana
de la denunciante, se adhirió a la denuncia primigenia y la amplió en contra de los citados
precedentemente, por el delito de amenazas, descrito en el art. 293 del CP. A tal efecto los Fiscales
asignados al caso, por memorial de 3 de ese mes y año, informaron al Juez de la causa la ampliación
de la denuncia por dicho delito (fs. 34 a 36 y 38).
II.3. El 22 de mayo de 2018, los citados Fiscales de Materia, presentaron imputación formal contra
el nombrado por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves, previsto y sancionado por
el art. 271 del CP, dentro de la denuncia interpuesta por Nazareth Anghela Mercado Plaza (fs. 95 a
98).
II.4. De igual manera, la misma fecha en virtud a lo previsto en el art. 304 inc. 3) del CPP, fue
presentada la Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia en contra de Elizabeth Amanda Sangueza
Ortuño por el delito de amenazas, lesiones graves y leves; y, Juan Carlos Vargas Camacho por el
delito de amenazas; denuncia referida a la ampliada por Katherine María Mercado Plaza en contra de
los antes nombrados (fs. 100 a 106).
II.5. Por memorial de 22 de junio del referido año, Nazareth Anghela Mercado Plaza y otras objetaron
a la señalada Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia, solicitando de manera expresa que se
revoque la misma y ordene la continuación de la tramitación del proceso, emitiéndose imputación
formal en contra de los nombrados precedentemente, a la primera por los delitos de lesiones leves y
graves; y al segundo por el delito de amenazas (117 a 127).
II.6. Cursa Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 de 7 de noviembre, emitida por el Fiscal
Departamental de Cochabamba, dentro la denuncia penal interpuesta por Nazareth Anghela Mercado
Plaza y Katherine María Solíz Plaza contra los nombrados en las Conclusiones que anteceden, por la
presunta comisión de los delitos de lesiones leves y amenazas, como respuesta a la objeción
interpuesta por las denunciantes, resolviéndose en el numeral 2 de la misma que: “…RATIFICA la
Resolución de Rechazo de Denuncia en relación a Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de
lesiones leves previsto en el Art. 271 segundo parágrafo del Código Penal, disponiendo en
consecuencia el archivo provisional de obrados, sin perjuicio de la eventual reapertura del proceso
que pudiere suscitarse en el plazo de un año si el caso amerita, conforme a lo previsto por el Art.
304 parte última, concordante con el Art. 27 numeral 9), ambos de la Ley 1970” (sic), notificándose
con dicha determinación a la parte denunciante el 12 de dicho mes y año (fs. 170 a 175).
II.7. Mediante memorial presentado el 13 de similar mes y año, las denunciantes solicitaron
aclaración y enmienda y al encontrarse el cuaderno investigativo en poder de los Fiscales de Materia,
estos procedieron a providenciar el 14 del mismo mes y año, señalando que se esté a la Resolución
Jerárquica emitida (fs. 177 a 178).
II.8. Por Resolución Conclusiva de Sobreseimiento de 21 de enero “2018” -lo correcto es 2019-, los
Fiscales de Materia de la Fiscalía Corporativa de Delitos Contra las Personas 1, en virtud a la previsión
contenida en el art. 323 inc. 3) del CPP, resolvieron el sobreseimiento de Juan Carlos Vargas Camacho
por la probable comisión del delito de lesiones graves y leves, previsto por el art. 271 de la norma
adjetiva penal (fs. 182 a 187).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos a la
defensa, al juez natural, a recurrir, a la igualdad procesal de las partes, a la motivación, a la
congruencia de las resoluciones, a la valoración razonable de la prueba; a la defensa y a una justicia
plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; toda vez que dentro de la denuncia
penal presentada en contra de Juan Carlos Vargas Camacho y Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño
por los delitos de lesiones graves y leves y amenazas, se emitió el 22 de mayo de 2018, Resolución
de Imputación Formal en contra del primero por la posible comisión del delito de lesiones graves y
leves; asimismo, en la misma fecha los Fiscales de Materia dictaron Resolución Fiscal de Rechazo de
denuncia a favor de la prenombrada por los delitos de lesiones graves y leves, y amenazas; respecto
del denunciado por el delito de amenazas; una vez interpuesta la impugnación al rechazo de
denuncia, la autoridad jerárquica departamental, resolvió ratificar el mismo con relación a Juan Carlos
Vargas Camacho por el delito de lesiones leves, previsto en el art. 271 de CP y disponer el archivo
provisional de obrados, cuando dicha circunstancia no fue solicitada en la impugnación referida; por
lo que, no existía necesidad de objetar la misma al encontrarse dicha determinación a favor de la
accionante, emitiéndose una Resolución incongruente, poco motivada y fundamentada y lejos del
petitorio efectuado.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar, si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una
resolución motivada: Jurisprudencia reiterada
La SCP 0100/2013 de 17 de enero, sostuvo: “El contenido esencial a una resolución fundamentada o
derecho a una resolución motivada fue desarrollado en la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre,teniendo
en cuenta las finalidades que persigue este derecho fundamental.
El derecho a una resolución fundamentada o derecho a una resolución motivada es una de las
garantías mínimas del debido proceso reconocido como derecho fundamental, garantía jurisdiccional
y derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE, 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP). El respeto y protección del debido proceso y, por ende, de sus garantías constitutivas, no
sólo es aplicable en el ámbito judicial, sino también lo es en el ámbito de la potestad sancionadora
de la administración pública.
Así lo ha entendido la uniforme jurisprudencia del Tribunal Constitucional (SSCC 0042/2004 de 22 de
abril y 0022/2006 de 18 de abril) y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, casos: 1) Caso
Baena Ricardo y otros Vs. Panamá (Sentencia de 2 de febrero de 2001, Fondo, Reparaciones y
Costas); y, 2) Caso del Tribunal Constitucional Vs. Perú (Sentencia de 31 de enero de 2001, Fondo,
Reparaciones y Costas). Las sentencias nombradas fueron desarrolladas en la SCP 0140/2012 de 9
de mayo.
En ese orden de ideas, a conforme refirió la SCP 0998/2012 de 5 de septiembre: ‘La teoría
constitucional ha desarrollado la técnica del contenido esencial de los derechos fundamentales, a
partir de la cual, la aplicación directa de los mismos debe asegurar el respeto y eficacia plena de los
elementos constitutivos de ese contenido esencial o núcleo duro de derechos’.
En ese marco, se tiene que el contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada
o derecho a una resolución motivada (judicial, administrativa, o cualesquier otra, expresada en
una resolución en general, sentencia, auto, etc.) que resuelva un conflicto o una pretensión está
dado por sus finalidades implícitas, las que contrastadas con la resolución en cuestión,
dará lugar a la verificación de su respeto y eficacia. Estas son: 1) El sometimiento manifiesto
a la Constitución, conformada por: 1.a) la Constitución formal, es decir, el texto escrito; y, 1.b) los
Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que forman el bloque de constitucionalidad; así
como a la ley, traducido en la observancia del principio de constitucionalidad y del principio de
legalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en cuestión no es arbitraria,
sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la arbitrariedad, el
principio de razonabilidad y el principio de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad de control de la
resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes recursos o
medios de impugnación; y, 4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad decisoria
de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública, en
observancia del principio de publicidad. Estos elementos se desarrollarán a continuación:
1) El sometimiento manifiesto a la Constitución (conformada por: a) la Constitución
formal, es decir, el texto escrito; y, b) los Tratados Internacionales sobre Derechos
Humanos que forman el bloque de constitucionalidad art. 410.II) y a la ley, de la autoridad
-Juez, autoridad administrativa, etc.- o persona privada; es decir, de todo órgano o persona, sea de
carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir sobre conflictos o pretensiones traducido
en la observancia del principio de constitucionalidad y del principio de legalidad.
En el Estado Constitucional de Derecho asumido por la Constitución, el principio de legalidad se
encuentra en sumisión a un principio más alto: el principio de constitucionalidad. Este supone la
vinculación a los valores, principios y derechos consagrados en la Constitución, más allá, o incluso
sobre la ley.
La Constitución reconoce a ambos principios (de constitucionalidad y de legalidad), empero, desplaza
al principio de legalidad y otorga supremacía al principio de constitucionalidad. Esto se verifica en el
art. 410.I, que señala: ‘Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos,
funciones públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución, añadiendo el
segundo parágrafo que: La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y
goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa’. Además, estipula como fines y
funciones esenciales del Estado, entre otros, el garantizar el cumplimiento de los principios, valores,
derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución (art. 9.4 de la CPE) y, manda como
deberes de los bolivianos y bolivianas el conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes,
conocer, respetar y promover los derechos reconocidos en la Constitución, y la práctica de los valores
y principios que proclama la Constitución (art. 108 numerales 1, 2 y 3 de la CPE).
2) Lograr el convencimiento, de las partes que la resolución en cuestión no es arbitraria,
sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la
arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia.
Entonces, cuando todo órgano o persona, sea de carácter público o privado que tenga a su cargo el
decidir, pretende hacer uso de facultades discrecionales o arbitrarias alejadas de la razonabilidad
(principio de razonabilidad), éste se convierte en una directriz valiosa estrechamente relacionada a
la justicia (valor justicia), porque se manifiesta como un mecanismo de control y barra de contención
de la arbitrariedad (principio de interdicción de la arbitrariedad), cuya comprensión es
multidimensional:
a) Por una parte, la arbitrariedad, es contraria al Estado de derecho (Estado Constitucional de
Derecho) y a la justicia (valor justicia art. 8.II de la CPE). En efecto, en el Estado de Derecho, o
‘Estado bajo el régimen de derecho con el contenido asumido por la Constitución bajo la configuración
de ‘Estado Constitucional de Derecho’, cuya base ideológica es ‘un gobierno de leyes y no de
hombres’, existe expresa proscripción que las facultades que ejercite todo órgano o persona, sea de
carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir sean arbitrarias y, por el contrario, existe
plena afirmación de que el ejercicio de esas facultades deben estar en total sumisión a la Constitución
y a la ley visualizando, con ello, claramente el reverso del ya sepultado “Estado bajo el régimen de
la fuerza’.
En ese sentido, Pedro Talavera señala: ‘...la justificación de las decisiones judiciales constituye uno
de los pilares del Estado de Derecho frente a las arbitrariedades del Antiguo Régimen’. Del mismo
modo, Horacio Andaluz Vegacenteno sostiene: ‘La justificación de las decisiones judiciales es una
exigencia del Estado de Derecho, no un elemento lógico del sistema jurídico. Sólo en el Estado de
Derecho se considera que una decisión no está suficientemente justificada por el solo hecho de haber
sido dictada por una autoridad competente’.
b) En correspondencia con lo anterior, la arbitrariedad puede estar expresada en: b.1) una ‘decisión
sin motivación’, o existiendo esta es b.2) una ‘motivación arbitraria’; o en su caso, b.3) una
‘motivación insuficiente’.
b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa, etc.), no da
razones (justificaciones) que sustenten su decisión, traducido en las razones de hecho y de derecho,
estamos ante la verificación de una ‘decisión sin motivación’, debido a que ‘decidir no es motivar’. La
‘justificación conlleva formular juicios evaluativos (formales o materiales) sobre el derecho y los
hechos sub iudice [asunto pendiente de decisión]’.
b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa,
etc.) sustenta su decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico alguno, y alejadas de la sumisión a la
Constitución y la ley, se está ante una ‘motivación arbitraria’ Al respecto el art. 30.II de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) ‘Obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa
sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las garantías
procesales’.
En efecto, un supuesto de ‘motivación arbitraria’ es cuando una decisión coincide o deviene de la
valoración arbitraria, irrazonable de la prueba o, en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R), que influye, en ambos casos, en la confiabilidad
de las hipótesis fácticas (hechos probados) capaces de incidir en el sentido, en los fundamentos de
la decisión. Es decir, existe dependencia en cómo cada elemento probatorio fue valorado o no fue
valorado, para que se fortalezca o debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los hechos y, por
ende, la fundamentación jurídica que sostenga la decisión.
(…)
b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por las cuales omite o se abstiene
de pronunciar sobre ciertos temas o problemas jurídicos planteados por las partes, se está ante una
‘motivación insuficiente’.
Si el órgano o persona, sea de carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir incurre en
cualesquiera de esos tres supuestos: ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta, ‘motivación arbitraria’,
o en su caso, ‘motivación insuficiente’, como base de la decisión o resolución asumida, entonces, es
clara la visualización de la lesión del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una
resolución motivada, como elemento constitutivo del debido proceso.
Los tres casos señalados, son un tema que corresponderá analizar en cada caso concreto, debido a
qué sólo en aquéllos supuestos en los que se advierta claramente que la resolución es un mero acto
de voluntad, de imperium, de poder, o lo que es lo mismo de arbitrariedad, expresado en decisión
sin motivación o inexistente, decisión arbitraria o decisión insuficiente, puede la justicia constitucional
disponer la nulidad y ordenar se pronuncie otra resolución en forma motivada.
c) La arbitrariedad también se expresa en la falta de coherencia, o incongruencia de la decisión
(principio de congruencia), cuando el conjunto de las premisas, -formadas por las normas jurídicas
utilizadas para resolver el caso, más los enunciados fácticos que describen los hechos relevantes- no
son correctas, fundadas y si, además, su estructura también no lo es. Esto, más allá si la resolución
que finalmente resuelva el conflicto es estimatoria o desestimatoria a las pretensiones de las partes.
Es decir, como señala Robert Alexy, se trata de ver si la decisión se sigue lógicamente de las premisas
que se aducen como fundamentación.
El principio de congruencia, ha sido desarrollado por varias sentencias constitucionales: (SC
1312/2003-R, respecto al proceso como unidad); (SC 1009/20003-R, con relación a la coherencia en
la estructura de la decisión entre la parte motiva y la resolutiva. En ese sentido también está la SC
0157/2001-R; y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0747/2012 y 0858/2012, referidos a
la congruencia entre la parte motiva y resolutiva en acciones de defensa (SC 1797/2003-R, cuando
se resuelven recursos, sobre la pertinencia entre lo apelado y lo resuelto)” (las negrillas y el subrayado
correspondes al texto original).
III.2. La motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por el Ministerio
Público
Según se tiene del art. 34.17 de la LOMP, el Fiscal Departamental tiene atribución para resolver las
objeciones de las resoluciones de rechazo conforme a procedimiento. Asimismo, el art. 65 de la
misma norma, estipula que cuando se interponga recurso jerárquico contra las resoluciones emitidas
por las señaladas autoridades fiscales: “La impugnación al rechazo o sobreseimiento será resuelta
por la o el superior jerárquico, valorando integralmente el contenido de las actuaciones y de manera
fundamentada, en el plazo que establece la Ley, bajo su responsabilidad”.
Infiriendo de la normativa anterior que, en las resoluciones a ser emitidas por los fiscales
departamentales, se encuentra el elemento de la fundamentación, ineludible y obligatoria en todas
ellas.
Al respecto, la SCP 1429/2016-S3 de 7 de diciembre, precisó: “Los arts. 73 del CPP y 65 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público -Ley 260 de 11 de julio de 2012-, establecen la obligatoriedad de
fundamentación de las resoluciones por parte de los fiscales, en el mismo sentido la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional contenida en la SC 1523/2004-R de 28 de septiembre, concluyó lo
siguiente: ‘…toda decisión emitida dentro de un proceso penal que no implique cuestión de mero
trámite sino que concierna al fondo de lo que se investiga debe ser necesariamente motivada o lo
que es lo mismo, debidamente fundamentada, lo que significa, que tanto el fiscal o los jueces que
conozcan el proceso, sea en control jurisdiccional o para resolver el fondo, deberán dictar sus
requerimientos o resoluciones cumpliendo las exigencias de la estructura de forma como de contenido
de las mismas. En particular en lo relativo al contenido de fondo, no sólo deberán circunscribirse a
relatar lo expuesto por las partes sino también citar las pruebas que aportaron las partes, exponer
su criterio sobre el valor que le dan a las mismas luego del contraste y valoración que hagan de ellas
dando aplicación a las normas jurídicas aplicables para finalmente resolver. Si no proceden de esa
forma y dictan una resolución sin respetar la estructura señalada, resulta obvio que su decisión será
arbitraria y considerada subjetiva e injusta, pues el sujeto procesal a quien no le sea favorable no
podrá entender y menos saber la razón jurídica de la decisión; y de incurrirse en esta omisión al
disponer sobreseimiento a favor de la parte imputada, la víctima podrá impugnar el requerimiento
ante el superior jerárquico, y si éste igualmente incurre en la misma omisión, quedará abierta la
jurisdicción constitucional para que acuda a la misma en busca de protección a sus derechos a la
seguridad jurídica y de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, cuyo alcance no abarca, como se
dijo, a que la parte acusadora pretenda que este Tribunal obligue a un Fiscal a presentar
obligatoriamente la acusación si no únicamente a que dicha autoridad emita su requerimiento
conclusivo debidamente fundamentado como lo exigen las normas previstas por los arts. 45 inc. 7)
de la LOMP, 73 y 323.3 del CPP’”.
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos a la
defensa, al juez natural, a recurrir, a la igualdad procesal de las partes, a la motivación, a la
congruencia de las resoluciones, a la valoración razonable de la prueba; a la defensa y a una justicia
plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones, ya que dentro del proceso penal
investigativo que se sigue en su contra se emitió Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-ND 987/2018
de 7 de diciembre que resulta ser incongruente, poco motivada sin fundamentación alguna y alejada
del petitorio efectuado.
De la revisión de antecedentes, una vez incoada la denuncia penal, esta fue presentada en primer
término por la ahora impetrante de tutela, únicamente en contra de Juan Carlos Vargas Camacho por
el delito de lesiones graves y leves; de manera posterior se adhirió a la denuncia Khaterine María
Soliz Plaza, ampliándola contra este y Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño por los delitos de lesiones
graves y leves, y amenazas, previstos en los arts. 271 y 293 del CP.
Los Fiscales de Materia, asignados a la Fiscalía Corporativa Especializada en Delitos contra la Vida y
Seguridad Común de las Personas 1, el 22 de mayo de 2018, realizaron dos actuaciones: la primera,
presentar imputación formal contra Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de lesiones graves y
leves; y, la segunda fue la emisión de Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia contra Elizabeth
Amanda Sangueza Ortuño por los delitos de amenazas y lesiones graves y leves, y contra el
prenombrado por amenazas; es decir, hasta ese momento procesal se encontraba vigente la
imputación formal en contra del denunciado por la comisión del delito contenido en el art. 271 del
CP.
Conforme faculta lo previsto en el art. 305 del CPP, la ahora peticionante de tutela objetó la
Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia de 22 de mayo de 2018, solicitando al Fiscal Departamental
revoque la determinación y emita imputación formal en contra de Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño
por los delitos de lesiones leves y graves y contra Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de
amenazas; sin embargo, dicha autoridad, en conocimiento de la objeción al rechazo de denuncia y
específicamente en relación a este, en los fundamentos de la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD
987/2018, precisó que: “…con referencia a las lesiones que presentan Nazareth Anghela Mercado y
Katherine María Mercado, se puede establecer que las mismas pudieron haber sido provocadas por
la denunciada Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño, ya que se cuenta con elementos de convicción
suficientes para sostener este extremo ya que se ha establecido su presencia en el lugar del hecho y
se la ha identificado como la persona que intentó arañar el rostro de las denunciantes y que debido
a acciones de defensa desplegadas por las mismas, no logró su cometido, pero sí arañó, el cuello a
Nazareth y la mano derecho a Katherine. En cambio con relación al denunciado Juan Carlos Vargas
Camacho no existen suficientes elementos de convicción de que sea el autor de las lesiones inferidas
a las denunciantes, ya que la acción de ‘arañar’ es característica propia de la ofensividad de una
persona de sexo femenino, y no así de un varón…” (sic).
En la parte resolutiva inc. 2) de la referida Resolución, procedió a ratificar la Resolución Fiscal de
Rechazo de denuncia en relación al delito previsto en el art. 271 del CP -lesiones leves-, disponiendo
el archivo provisional de obrados, sin perjuicio de una eventual apertura de proceso que pudiere
suscitarse en el plazo de un año si el caso amerita; o sea, Resolución emitida en la que existe en
primer término carencia de fundamentación y motivación relativo a los puntos de agravio señalados
e incongruencia en la petición efectuada, toda vez que en ningún momento la parte accionante objetó
rechazo de la denuncia contra Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de lesiones graves y leves,
por cuanto en la misma fecha, se contaba con Resolución de Imputación Formal por dicho delito; es
decir, los Fiscales de Materia adscritos al caso en la imputación formal de fs. 95 a 98 vta. especificaron
en la fundamentación y calificación provisional del delito: “De los elementos indiciarios de prueba
colectados durante la etapa preliminar investigativa se tiene demostrado la existencia del hecho y su
subsunción al derecho toda vez que se cuenta con suficientes elementos de juicio que acreditan la
existencia del hecho así como la probable participación del imputado JUAN CARLOS VARGAS
CAMACHO en el mismo, toda vez que en fecha 30 de julio de 2017, al promediar las 03:00 a.m,
aproximadamente, en circunstancias en que la denunciante y víctimas se encontraba descansando
en su domicilio, al percatarse que su madre estaba siendo agredida por el mencionado se puso al
medio NAZARETH ANGHELA MERCASO PLAZA, quien fue empujada por el imputado haciendo que
caiga en el acordonado de la acera, del cual cuenta 1 día de incapacidad. Por lo que en representación
de la Sociedad en aplicación del Art. 302 del Código de Procedimiento Penal y Art. 40 Núm. 11, 12,
13 y 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, tratándose de un delito de acción penal pública
IMPUTA FORMALMENTE a JUAN CARLOS VARGAS CAMACHO, por existir suficiente elementos
de convicción respecto a la probabilidad de autoría y participación en el ilícito investigado,
calificándose provisionalmente su conducta dentro los tipos penales de LESIONES GRAVES Y
LEVES previsto y sancionado por los Art. 271 Segunda parte del Código Penal, modificada por la Ley
N° 264 de 31 de julio de 2012…” (sic); es más según reza la referida imputación formal, se solicitó
medidas sustitutivas a la detención preventiva.
De acuerdo a la doctrina y las citas jurisprudenciales, si se toma en cuenta que la fundamentación,
debe entenderse como la expresión de los preceptos legales aplicables específicamente a un caso
concreto; la falta de esta en las resoluciones, implica la omisión de dichas disposiciones legales en
las que apoyan su decisión; la indebida fundamentación, se refiere a la invocación errada de las
disposiciones legales o la incorrecta adecuación normativa al caso en particular, que provoca la
alteración o desvío del debate procesal; por otra parte, se tiene que la motivación se constituye en
elemento del debido proceso, porque a través de dicha acción las autoridades judiciales, fiscales o
administrativas exponen y describen los argumentos fácticos y jurídicos que justifican de manera
razonada el porqué de la decisión asumida y que además es jurídicamente aceptable; concluyendo
de ello que los justiciables al momento de emitir sus resoluciones se encuentran obligados a que las
mismas, en respeto al debido proceso, contengan una debida fundamentación, motivación y
congruencia, de tal manera que las partes en conflicto conozcan el establecimiento de las bases
razonadas que ha tenido en el caso demandado o denunciado respecto a una decisión de autoridad
competente. En el caso en el que se solicita la tutela constitucional, se evidencia que en la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 existió indebida fundamentación y señalamiento de motivos
con relación a la petición efectuada por la parte accionante en sentido de revocar la Resolución de
Rechazo de denuncia y se impute a Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de amenazas;
alejándose la autoridad fiscal departamental del motivo de la objeción presentada al señalar en la
Resolución, fundamentos referidos a otros hechos que nunca fueron objetados; ya que, se contaba
con imputación formal por el ilícito de lesiones leves y graves; provocando dicha situación que se
emita una resolución indebidamente fundamentada, sin el señalamiento de motivos relativo a los
agravios planteados y además incongruente al no resolverse conforme a los antecedentes del proceso
y la situación jurídica de los denunciados. Infiriendo en virtud a la jurisprudencia constitucional citada
en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, que la decisión
asumida por la autoridad jerárquica fiscal desarrolla una motivación arbitraria, toda vez que la
Resolución emitida sustenta su decisión con fundamentos incongruentes, que carecen de sustento
probatorio.
En consecuencia, la Sala Constitucional al conceder la tutela, efectuó una adecuada compulsa de
los antecedentes del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AAC 24/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 461 a
464 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada sobre la base de los fundamentos
jurídicos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
no cuenta con el equipamiento médico necesario para brindarle un tratamiento adecuado ante las
graves enfermedades que padece.
I.2.2. Informe del demandado
Claudio Torrez Fernández, Juez del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 19 de junio de 2019, cursante de
fs. 65 a 67 vta, manifestó: 1) El accionante no asistió a las audiencias de juicio oral en los últimos
cuatro meses después de haber sido declarado rebelde; 2) El Tribunal que integra, ordeno a través
del Auto Interlocutorio 88/2019 de 24 de mayo, se expida mandamiento de aprehensión con orden
de allanamiento y habilitación de días y horas extraordinarias contra el impetrante de tutela; y, 3)
Con relación a la salud, dio cumplimiento a la “SCP 894/2017-S1” disponiendo que el IDIF, lo visite
de forma periódica; 4) El prenombrado no se sometió a la valoración ordenada por su autoridad; y,
5) Al emitir el Auto Interlocutorio 098/2019 no se vulneró ningún derecho constitucional, solicitando
se deniegue la tutela.
Asimismo, en audiencia pública, ratificó el informe escrito presentado y ampliándolo señaló que: i)
El 7 de junio de 2019, el accionante interpuso otra acción de libertad con los mismos fundamentos
que la ahora activada, en la cual, el Tribunal de garantías denegó la tutela impetrada, sosteniendo
que el medio idóneo y expedito para hacer los reclamos respecto al Auto Interlocutorio 098/2019 era
a través de la apelación incidental; ii) Existen informes médicos del IDIF que indicaban que el
peticionante de tutela se encuentra consciente para desplazarse por su propia cuenta, la ley no exige
que el acusado se halle en perfectas condiciones de salud, mínimamente se requiere que pueda
escuchar lo que las partes vierten en el juicio oral; y, iii) Los abogados del aludido no expusieron
argumentos razonables y válidos que permitan refutar la solicitud de revocatoria de la detención
domiciliaria; por el contrario ofendieron a su personal y al Fiscal de Materia.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz, constituído en Juez de
garantías, mediante Resolución 06/2019 de 19 de junio curante de fs. 75 a 76 vta., denegó la tutela
solicitada, en base al siguiente fundamento: a) El accionante debe aguardar la revisión de la
Resolución “010/2019” -no señala fecha- emitida por la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental
de Justicia del citado departamento, quienes como Tribunal de garantías resolvieron la presente
problemática activada contra los mismos sujetos procesales, en base a igual relación fáctica y
coincidiendo de similar forma en el petitorio planteado; y, b) El precitado fallo constitucional, señaló
que existió subsidiariedad excepcional de la acción de la libertad, debido a que el peticionante de
tutela debió apelar el Auto Interlocutorio 098/2019, que dispuso su restricción de libertad, para que
sea el superior en grado el que corrija la presunta arbitrariedad denunciada.
El accionante a través de abogado en vía de complementación y enmienda solicitó se tome en cuenta
como una omisión del fallo constitucional pronunciado que hizo retiro de “…la [ap]elación…” (sic),
también que el Juzgado donde fue presentada la revocatoria de la detención domiciliaria, en audiencia
dejó sin efecto el mandamiento de aprehensión emitido en su contra. En respuesta el Juez de
garantías, determinó no ha lugar a la peticionado, argumentando que el problema no era el recurso
de apelación incidental, sino la presentación de una anterior acción de libertad, resolución por la cual
la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, emitió respuesta.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio 098/2019 de 7 de junio, emitido por los miembros del Tribunal de
Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz, dentro del proceso penal seguido
contra Omar Alejandro Asbún Farah -ahora accionante-, por la presunta comisión de los delitos de
falsedad material y otros, por el que se revocó la medida sustitutiva de la detención domiciliaria
dispuesta en su favor, determinándose en consecuencia la detención preventiva del prenombrado en
el Centro Penitenciario San Pedro del mismo departamento (fs. 33 a 37).
II.2. Mediante Resolución 010/2019 de 7 de junio, emitida por los Vocales de la Sala Penal Cuarta
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituída en Tribunal de garantías, se denegó
la tutela solicitada a través de la acción de libertad interpuesta en una anterior oportunidad por el
impetrante de tutela contra el Juez ahora demandado y otra, reclamando de igual forma la revocatoria
de su detención domiciliaria dispuesta por medio de Auto Interlocutorio 098/2019 (fs. 27 a 31 vta.).
II.3. De datos extraídos del Sistema de gestión procesal de este Tribunal Constitucional Plurinacional,
se tiene que la acción de defensa supra señalada, se halla consignada con el número de expediente
29479-2019-59-AL.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la vida, a la salud, y
al debido proceso; en razón a que el Auto Interlocutorio 098/2019 de 7 de junio, emitido por el Juez
demandado revocó la detención domiciliaria dispuesta en su favor ordenando su detención preventiva
de manera infundada sin tomar en cuenta su delicado estado de salud, poniendo en riesgo su vida
al someterlo a un estado de privación de libertad sin las atenciones médicas que requiere.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Identidad de objeto, sujeto y causa de otra acción de libertad. Jurisprudencia
reiterada
Con referencia a la identidad de objeto, sujeto y causa en la interposición de otra acción de libertad,
la jurisprudencia constitucional ha determinado la denegatoria de una de ellas a efectos de que no
exista, entre otras cosas, duplicidad de fallos constitucionales, así la SCP 0877/2014 de 12 de mayo,
que a su vez citó a la SC 1161/2005-R de 26 de septiembre, estableció que: “…este Tribunal, en
innumerables fallos entendió que el recurso de hábeas corpus es improcedente cuando el recurrente
interpone dos recursos contra las mismas autoridades recurridas y con los mismos fundamentos,
haciendo un uso abusivo de este recurso constitucional, lo cual impide al Tribunal Constitucional
pronunciarse sobre el fondo de uno de los recursos, pues incurriría en duplicidad de fallos respecto
a un mismo asunto.
(…)
De la doctrina constitucional glosada, se concluye que cuando este Tribunal conoce en revisión
una acción tutelar y evidencia que el recurrente acudió en una segunda oportunidad a la
jurisdicción constitucional, a través del recurso de hábeas corpus, estableciéndose con
tal actuación la existencia de identidad absoluta de sujetos (partes: recurrente y
recurrido), objeto (pretensiones del actor) y causa (hechos o supuestos fácticos en que
se fundó la demanda), o que el actor hubiese incoado antes la misma acción, con idéntico
propósito y por iguales motivos, aunque contra distintas autoridades, -en este último supuesto
constatándose sólo la identidad parcial de los sujetos procesales-, este Tribunal, en ambos supuestos,
está impedido de ingresar al fondo de uno de los recursos; entendimiento jurisprudencial
que se sustenta en el hecho de que el recurrente no puede pretender que este Tribunal
que ya emitió un pronunciamiento expreso sobre el mismo problema jurídico planteado
-en ambos recursos- vuelva a considerar el fondo de lo que ya ha sido demandado y
resuelto, porque de así hacerlo, incurriría en una innecesaria e irregular duplicidad de
fallos respecto a un mismo asunto; sólo por el uso abusivo y temerario de este recurso
constitucional” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante manifiesta que el Juez demandado, a través del Auto
Interlocutorio 098/2019 de 7 de junio, revocó la medida sustitutiva concerniente a su detención
domiciliaria imponiéndole la detención preventiva, sin tomar en cuenta las enfermedades que padece,
atentando contra su vida al someterlo a condiciones en las cuales no podrá recibir las atenciones
médicas que requiere.
Con carácter previo a ingresar al análisis de fondo, se tiene de la revisión de los actuados procesales
adjuntos al expediente, la existencia de una primera acción de libertad interpuesta por el impetrante
de tutela, la que fue resuelta por la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz -constituida en Tribunal de garantías- mediante Resolución 010/2019 de 7 de junio, determinando
denegar la tutela impetrada respecto a la solicitud de que se revoque su detención preventiva; con
el fundamento que el accionante “…tiene a su alcance el medio idóneo, expedito y oportuno que
resulta ser la apelación de medidas cautelares que resulta en contra de la Resolución No 98/2019
que se ha pretendido sea dejando sin efecto por via de la presente Acción de Libertad” (sic
[Conclusión II.2]).
Asimismo, de la búsqueda y datos extraídos de la página web del Tribunal Constitucional
Plurinacional, se tiene que la Resolución 010/2019, en revisión se encuentra signada con el número
de expediente 29479-2019-59-AL (Conclusión II.3), denotando la existencia de otra acción tutelar
presentada con anterioridad a la que se analiza.
Al respecto, este Tribunal Constitucional Plurinacional, en numerosos fallos entendió que la acción de
libertad es improcedente cuando el accionante interpone dos acciones contra las mismas autoridades
recurridas y con iguales hechos, haciendo uso abusivo de este recurso constitucional, aspecto que
impide pronunciarse sobre el fondo, debido a que se incurriría en duplicidad de fallos, puesto que
esos hechos ya fueron resueltos por la justicia constitucional.
Atendiendo el razonamiento anterior y conforme lo expuesto precedentemente, se evidencia que el
impetrante de tutela activó dos acciones de libertad con identidad de sujeto, objeto y causa, toda
vez que: a) Los sujetos o partes procesales, son las mismas en ambas acciones de defensa, Omar
Alejandro Asbún Farah -ahora accionante- contra Claudio Torrez Fernández, Juez del Tribunal de
Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz -ahora demandado- y otra; b) El
objeto o la pretensión del impetrante de tutela en ambas acciones de libertad son similares,
trasuntada en que se conceda la tutela y se deje sin efecto el Auto Interlocutorio 098/2019, por la
que se revocó la detención domiciliaria dispuesta en su favor, ordenando la medida extrema de
manera infundada; y, c) La causa, que implica los hechos o supuestos fácticos en que se fundó la
demanda, también se repite en las dos acciones de libertad; es decir, la ejecución de mandamiento
de “aprehensión” en su contra, con facultades especiales sin que se hubiere considerado su estado
de salud y su derecho a la vida, ya que en razón a estos se concedió la cesación de su detención
preventiva.
En este sentido, conforme se determinó en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional,
al evidenciarse en el caso en análisis, la existencia de identidad de objeto, sujeto y causa con otra
acción tutelar interpuesta con anterioridad por el accionante como es la correspondiente al
expediente 29479-2019-59-AL, a efecto de no incurrir en una duplicidad de fallos sobre el mismo
asunto y en razón a que la justicia constitucional no puede ser utilizada reiteradamente con idéntico
objetivo, generando varias resoluciones que resuelvan la problemática; en resguardo a los principios
de seguridad, objetividad y certeza jurídica, corresponde denegar la presente acción de defensa, con
la aclaración de no haberse ingresado al fondo de la problemática planteada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, actúo de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 06/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 75 a 76 vta.,
pronuciada por el Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA
Constitución Política del Estado, las leyes y la jurisdicción boliviana, en base a esos antecedentes
debería ser desestimada; por lo que, existió falta de fundamentación y motivación de dicho Auto
Interlocutorio sobre los aspectos estructurales vinculados a la aplicación de los derechos y garantías
fundamentales; puesto que, en esa determinación no se manifestó porque razón no son aplicables
los arts. 14.V y VI, 320 y 410 de la CPE.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al juez natural y competente, al debido proceso en
sus vertientes de motivación y fundamentación y, a la tutela judicial efectiva, citando al efecto los
arts. 13.IV, 115, 119.II, 120, 256.I y 410 de la CPE; 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que se deje sin efecto el Auto Interlocutorio 732 y el Auto
complementario 733 de 14 de agosto de 2018, ordenando se emita un “NUEVO AUTO DEFINITIVO”
(sic) debidamente fundamentado, motivado y congruente, dando cumplimiento a los arts. 14.V y VI,
320 y 410 de la CPE.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 350 a
354 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó el memorial de amparo constitucional y ampliándolo
manifestó que: a) La Jueza demandada no realizó un análisis motivado de por qué razón no son
aplicables los arts. 414, 320 y 410 de la CPE en la Cláusula arbitral, incurriendo en errores de
relevancia constitucional al emitirse el Auto Interlocutorio objetado; b) La indicada decisión vulneró
el “…art. 14 num. 5 y 6…” (sic) de la Norma Suprema al convalidar que las leyes del Reino de Suecia
deben ejecutarse en un contrato celebrado en nuestro Estado siendo el objeto “…prestar
asesoramiento donde, en la china, no en Suecia, no tampoco en el [E]stado [P]lurinacional de
Bolivia…” (sic); refiriendo los citados artículos de modo categórico y taxativo el sometimiento del
extranjero al ordenamiento jurídico nacional y que en su defecto no puede existir un contrato ni
cláusula que tienda a burlar el orden constitucional; c) El Auto Interlocutorio 732 emitido por la
aludida autoridad omitió el contenido de la Constitución, siendo que al advertir la Cláusula arbitral
sin ingresar a considerar este dispuso su incompetencia, sin tomar en cuenta el “art. 45.III” sobre el
cumplimiento imposible de la misma ya que si se acata se estaría violando el orden constitucional; y,
d) Concurrió una falta de fundamentación y motivación en el fallo pronunciada por la Jueza de la
causa respecto a los contenidos constitucionales señalados; lo que devino en la transgresión de sus
derechos denunciados.
I.2.2. Informe de la demandada
Merlín Zenteno Gonzales, Jueza Pública Civil y Comercial Sexta de la Capital del departamento de
Santa Cruz, no se hizo presente a la audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional
ni remitió informe alguno pese a su notificación cursante a fs. 346.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Chunsheng Ma en representación de la empresa China Railway Group Limited Sucursal Bolivia,
mediante escrito de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 360 a 364 y en audiencia manifestó que:
1) Se debe considerar que la acción de amparo constitucional no es una instancia más de apelación
del proceso ordinario como tampoco la vía para revalorizar la prueba; 2) La accionante no cumplió
los requisitos para que la justicia constitucional realice la revisión e interpretación de la legalidad;
asimismo, no se demostró la existencia de una evidente lesión de un derecho fundamental, reflejando
que los argumentos de la Jueza demandada fueran inaplicables al asunto en concreto, efectuando
una interpretación absurda o sesgada; lo que no ocurrió en la causa dilucidada, siendo que el Auto
supremos rectores que orientan al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al
administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados
sino de la forma en que se decidió (SSCC 0863/2007-R, 0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre otras)”.
III.2. El principio de congruencia como elemento estructurante del debido proceso debe
observarse a tiempo de dictarse resoluciones judiciales o administrativas
La SC 0486/2010-R de 5 de julio entendió al principio de congruencia en sus vertientes interna y
externa como el “…principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como
la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa
definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o
administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino
que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base a esas consideraciones, es que
quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes”.
Sobre el particular, la SCP 0055/2014 de 3 de enero, sostuvo: “ La congruencia de las resoluciones
judiciales integra los componentes del debido proceso. En ese contexto, a partir de una concepción
doctrinal, su análisis se orienta desde dos acepciones: externa, entendida como principio rector
de toda resolución judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el
planteamiento de las partes (demanda, respuesta e impugnación y respuesta) y lo
resuelto por las autoridades judiciales, sin que el juzgador tome en cuenta aspectos
ajenos a la controversia; interna, porque entendida la resolución como una unidad congruente,
en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte
considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos y los efectos
de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución no existan
consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión.
En ese sentido, la uniforme jurisprudencia constitucional, a través de la SC 1494/2011-R de 11 de
octubre, señaló: ‘…la congruencia como principio característico del debido proceso,
entendida en el ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre
lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia
que debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la
concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo
su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
razonamientos contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, (…). En base a esas
consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes.
(…).
De lo expuesto se confirma, que el órgano encargado de dictar la resolución, debe circunscribir su
fallo a lo peticionado y no resolver más allá de lo pedido, que sería un pronunciamiento ultra petita,
o, conceder algo distinto a lo solicitado por las partes, conocido en doctrina procesal como un
pronunciamiento extra petita’” (las negrillas nos pertenecen).
III.3. Análisis del caso concreto
De los antecedentes del presente caso, se tiene que la accionante suscribió un Contrato de
Asesoramiento Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios de 9 de abril de 2015,
con Liang Enguang representante de la empresa China Railway Group Limited Sucursal Bolivia
denominado CREC (Conclusión II.1), posterior a ello, mediante carta notariada de 15 de septiembre
de 2015, la nombrada empresa por medio de su representante le hizo conocer la Resolución Unilateral
del señalado Contrato para quedar disuelto el mismo; la cual mereció otra carta similar de 22 de
idéntico mes y año por parte de la solicitante de tutela, poniendo a su conocimiento la denegatoria
de esa pretensión, alegando que no se incumplió este, exigiendo su acatamiento y el pago de sus
honorarios (Conclusión II.2); como respuesta a ese rechazo la mencionada empresa emitió otra nota
de 24 de septiembre de 2015 manifestando que incumplió las obligaciones contraídas en el citado
Contrato, ratificándose en la decisión pronunciada (Conclusión II.3); no estando de acuerdo con esa
determinación, la peticionante de tutela el 21 de enero de 2018 demandó ante el Juez Público Civil y
Comercial de turno de la Capital del departamento de Santa Cruz, el cumplimiento de ese Contrato,
escrito que obtuvo observación; sin embargo, fue subsanado mereciendo el Auto 263 de 6 de abril
del indicado año, a través del cual la Jueza Pública Civil y Comercial Sexta de la Capital del señalado
departamento, admitió la demanda contra la citada empresa (Conclusión II.4); entidad que por
intermedio de su representante contestó y formuló excepciones de incompetencia y prescripción, las
cuales corridas en traslado a la solicitante de tutela fueron respondidas, señalándose audiencia
preliminar para el 20 de julio del indicado año a horas 10:00 (Conclusión II.5), llevado a cabo ese
actuado el 14 de agosto de 2018 la referida Jueza dictaminó el Auto Interlocutorio 732, declarando
probada la excepción de “cláusula arbitral”, en consecuencia, se inhibió de conocer el proceso
instaurado (Conclusión II.6).
En ese orden, la peticionante de tutela denuncia que la Jueza demandada al emitir el Auto
Interlocutorio 732 violó flagrantemente los arts. 14.V y VI; y, 320.II y III de la CPE al convalidar que
el Contrato de Asesoramiento Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios que
celebró en Bolivia, debía resolverse ante el Tribunal de arbitraje de Estocolmo del Reino de Suecia,
en base a normativa de ese país, sin considerar que la cláusula novena del mismo, es de imposible
ejecución, ya que pretende eludir la aplicación de las leyes bolivianas; vulnerando de esa manera sus
derechos al juez natural y competente, al debido proceso en sus vertientes de motivación y
fundamentación, y a la tutela judicial efectiva.
Identificada la problemática planteada a objeto de establecer si evidentemente el Auto Interlocutorio
732, fue emitido sin la debida fundamentación y motivación, es necesario referirnos a lo resuelto por
la Jueza demandada con referencia a la excepción de incompetencia sobre “cláusula arbitral”
formulada.
En ese sentido, se advierte que dentro la demanda de cumplimiento de contrato y obligación del
pago de honorarios iniciada por la accionante, la empresa China Railway Group Limited Sucursal
Bolivia denominada CREC a través de su representante, mediante memorial presentado el 15 de
mayo de 2018 opuso excepción de incompetencia refiriendo que: a) El Contrato de Asesoramiento
Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios suscrito con Yunko Matayoshi Machida
de Adachi -ahora peticionante de tutela- se rigió bajo las leyes vigentes del Reino de Suecia y que
“…cualquier controversia o INCUMPLIMIENTO que surta del contrato, las partes renunci[an]
tácitamente a las autoridades judiciales se sometan para la solución de esas controversias, cualquiera
que sea, en especial las relativas a incumplimiento de contrato, ante el Instituto de Arbitraje de la
Cámara de Comercio de Estocolmo (SCC) para la resolución del conflicto…” (sic); b) La autoridad
demandada omitió verificar la cláusula novena, de la cual se establece la ausencia de su competencia
para resolver esta controversia incurriendo en flagrante vulneración; c) Según la señalada cláusula
importa la renuncia de las partes al proceso judicial, situación que quebrantó la solicitante de tutela,
quien conoce que esa vía no es la pertinente, debiendo acudir a instancias de arbitraje como se
estableció en dicho Contrato; y, d) La Jueza de la causa debió inhibirse de oficio del conocimiento
del proceso como lo determina el art. 128.II del Código de Procesal Civil (CPC) y no esperar a ser
solicitada.
Asimismo, añadió en la audiencia preliminar lo siguiente: 1) Cuando la autoridad judicial advierta
discrepancia en la interpretación del contrato tiene que analizar y descubrir cuál fue el propósito de
las partes conforme lo determina el art. 510 del Código Civil (CC); 2) En el Contrato dilucidado se
nombró de manera específica el tribunal donde se someterán, en este caso el Instituto de Arbitraje
de la Cámara de Comercio de Estocolmo, como centro de conciliación y arbitraje; sin embargo, de
forma equívoca la accionante activó la jurisdicción boliviana; y, 3) Opuso dicha excepción al existir
una cláusula expresa que determina la intensión de las partes al suscribir el referido Contrato; por lo
que, solicitó se declare probada la misma y se inhiba de conocer el proceso.
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto la Resolución de 14 de agosto de 2018,
debiendo la autoridad demandada dictar una nueva debidamente fundamentada y/o motivada.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 6 de mayo de 2019, según consta en acta cursante a fs. 195 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción de amparo constitucional
La accionante asistida de su abogado, ratificó el tenor íntegro de la acción interpuesta.
I.2.2. Informe del demandado
Carlos Jiménez Terán, Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia y de Partido del
Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de Capinota del departamento de
Cochabamba, no presentó informe escrito y tampoco se hizo presente en la audiencia pública, pese
a su legal notificación cursante a fs. 182 vta.
I.2.3. Participación del Tercero Interesado
Rudy Miguel Ureña Reyes, nombrado como tercero interesado no se hizo presente en la audiencia de
consideración de acción de amparo constitucional, a pesar de su legal notificación cursante a fs. 192.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Civil y Comercial e Instrucción Penal Primero de Capinota del departamento de
Cochabamba, constituido en Juez de garantías, por Resolución de 6 de mayo de 2019, cursante de
fs. 196 a 202 vta., concedió la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: a) El examen del
caso se realiza a partir de la última decisión por agotarse con ésta la vía ordinaria, consiguientemente
atañe emitir un pronunciamiento únicamente en lo referente al contenido del proveído de 14 de
agosto de 2018 para establecer si la autoridad demandada vulneró los derechos denunciados en los
términos expuestos por la accionante; b) La supuesta lesión del debido proceso se funda en la
presunta falta de fundamentación y motivación del fallo referido “… quien rehusó ingresar al análisis
de la impugnación presentada es decir el recurso de reposición planteado en contra del proveído de
fecha 03 de agosto de 2018, limitándose la autoridad accionada a señalar estese al auto de la fecha”
(sic); c) La autoridad demanda mediante proveído de 14 de agosto de 2018, al omitir la motivación
de una decisión no solo suprime una parte estructural de la misma, sino toma una medida solo de
hecho y no de derecho, siendo imprescindible que las resoluciones sean suficientemente motivadas
y expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan; d) De “…los
antecedentes del Proceso de Negación de Paternidad se advierte la existencia de un Auto de fecha
14 de agosto de 2018 (fs. 154) donde la ahora autoridad accionada resuelve el recurso de reposición
planteado por la Sra. Elizabeth Judith Rodríguez Solíz en contra del proveído de fecha 25 de junio de
2018, es decir, que la autoridad accionada en ningún momento resuelve conforme a
PROCEDIMIENTO el recurso de reposición planteado por la Sra. LESLY OMIREJI GALVEZ… ” (sic),
vulnerando el debido proceso en su vertiente de fundamentación y motivación.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa liquidación de multas procesales de 24 de julio de 2018, elaborada por Litzi Evelyn Garvizu
Guizada, Secretaria Abogada del Juzgado Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia y de
Partido del Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de Capinota del departamento
de Cochabamba, quien dando cumplimiento a la providencia de 25 de junio de igual año, efectuó el
ajuste de sanciones procesales contra la abogada Lesly Omireji Gálvez -ahora accionante-, dentro del
proceso de Negación de Paternidad seguido por Rudy Miguel Ureña Reyes contra Elizabeth Judith
Rodríguez Solís, por la que habiéndose establecido una sanción inicial de Bs1 000.- (mil bolivianos)
más las multas de incumplimiento asciende a un total de Bs13 300.- (trece mil trecientos bolivianos
[fs. 151]).
II.2. Mediante proveído de 3 de agosto de 2018, pronunciado por Carlos Jiménez Terán, Juez Público
Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia y de Partido del Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia
Penal Primero de Capinota del señalado departamento -ahora demandado-, dispuso que la liquidación
de la multa impuesta a Lesly Omireji Gálvez, sea puesta a su conocimiento para su cancelación dentro
del tercero día hábil, bajo apercibimiento de tomarse las medidas que más aconseja la ley (fs. 151
vta.).
II.3. Consta notificación personal de 7 de agosto del mencionado año a Lesly Omireji Gálvez con la
providencia citada supra pronunciada por el demandado (fs. 152).
II.4. Por memorial presentado el 9 de agosto de 2018, la peticionante de tutela planteó recurso de
reposición contra el proveído precitado, solicitando al demandado a modificar la determinación
cuestionada por no haber sido legalmente notificada con la multa impuesta el 9 de febrero del mismo
año, siendo que la liquidación efectuada no se ajusta a los preceptos legales contenidos en el Código
de las Familias y del Proceso Familiar -Ley 603 de 19 de noviembre de 2014-, mucho menos a los
datos del proceso, peor aun estando pendiente de sustanciación de un recurso de reposición de 28
de junio del referido año (fs. 154 a 157 vta.).
II.5. A través de memorial de 13 de agosto del señalado año, Elizabeth Judith Rodríguez Soliz, solicitó
se emita resolución del recurso de reposición interpuesto contra la providencia de 28 de junio de
igual año, mismo que por ley debió ser resuelto en el término de veinticuatro horas; empero, ya
transcurrió un mes y medio sin que dicha sustanciación se haya hecho efectiva (fs. 162).
II.6. Por Auto Interlocutorio de 14 de agosto de 2018, la autoridad demandada respecto al recurso
de reposición planteado contra el decreto de 25 de junio del mismo año, dispuso se elabore la
liquidación de multas procesales impuestas contra la solicitante de tutela; y, confirmó la
determinación establecida en el referido proveído quedando incólume el mismo, por ende su
ejecutoria (fs. 153).
II.7. El decreto de 14 de agosto de 2018, dispuso “A lo principal, Otrosí 1ro. y Otrosí 2do.-
Estese al auto de la fecha…” (sic), pronunciado por el Juez demandado (fs. 158).
II.8. Mediante memorial presentado el 16 de agosto del precitado año, la accionante solicitó
enmienda y complementación, haciendo notar que el demandado incurrió en omisión de
fundamentación y motivación al emitir el proveído de 14 de agosto de 2018 y no así un Auto
Interlocutorio que es lo correcto “…siendo erróneo que ante un Recurso de Reposición que fue
planteado contra una PROVIDENCIA emita otra PROVIDENCIA…” [sic (fs. 163 a 164)].
II.9 Cursa proveído de 21 de agosto de 2018, por el que el demandado dispuso “ A lo principal.-
No ha lugar a lo impetrado, por no haber nada que enmendar y menos complementar, en cabal
comprensión y entendimiento del principio de preclusión de los actos procesales; es decir, la multa
que se le impuso a esta causídica, incluida su determinación, por no habérsela cuestionado con la
idoneidad que el caso amerita; es más, debe quedar claro que no se trata de una multa procesal,
sino, de multa disciplinaria prevista en el art. 234 de la Ley 603, SIN RECURSO ULTERIOR…” (sic [fs.
164 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación y motivación, el derecho a la defensa y acceso a la justicia; toda vez que la autoridad
demandada al disponer el decreto de 14 de agosto de 2018 señaló “A lo principal, Otrosí 1ro. y Otrosí
2do.- Estese al auto de la fecha…” (sic), no resolvió en el fondo el recurso de reposición planteado
contra el proveído de 3 agosto del señalado año, careciendo además de la correspondencia entre lo
peticionado, el referido recurso y la solicitud de enmienda, cayendo en total incongruencia.
Por consiguiente, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La Naturaleza de la acción de amparo constitucional
determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido
proceso se tendrán por fielmente cumplidas’.
(…)
De la jurisprudencia citada, se concluye que la fundamentación y motivación de las resoluciones
judiciales no se traduce en una exigencia de extensión o simplemente de forma, sino que
esencialmente se refiere a aspectos de fondo referidos a que el juez, de una forma
imparcial, debe expresar en su resolución los hechos, pruebas y normas en función de las
cuales adopta su posición, además de explicar las razones -el por qué valora los hechos y pruebas
de una manera determinada y el sentido de aplicación de las normas ”» (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación y motivación, el derecho a la defensa y acceso a la justicia; toda vez que, la autoridad
demandada al emitir el decreto de 14 de agosto de 2018, señala “A lo principal, Otrosí 1ro. y
Otrosí 2do.- Estese al auto de la fecha…” (sic), no resolvió en el fondo el recurso de reposición
planteado contra el proveído de 3 agosto del señalado año, careciendo el mismo de fundamentación
y/o motivación, además de la inexistencia de correspondencia entre lo peticionado, el recurso de
reposición y la solicitud de enmienda, cayendo en total incongruencia.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de amparo constitucional y lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se tiene que existe una liquidación de multas procesales elaborada el 24
de julio de 2018 contra Lesly Omireji Gálvez -accionante-, dentro del proceso de Negación de
Paternidad seguido por Rudy Miguel Ureña Reyes contra Elizabeth Judith Rodríguez Soliz -de quien
la solicitante de tutela es abogada patrocinante-, por la que habiéndose establecido una sanción
inicial de Bs1 000.- más las penalidades de incumplimiento asciende a un total de Bs13 300.-, misma
que el demandado, dispuso sea puesta a conocimiento de la aludida para que sea pagada dentro del
tercero día hábil, bajo apercibimiento de tomarse las medidas que más aconseja la ley; por lo que,
una vez conocida tal determinación, la peticionante de tutela interpuso el recurso de reposición contra
el proveído de 3 de agosto del mencionado año, que le conmina a cancelar la referida suma. Posterior
a ello por providencia de 14 de agosto de 2018, la autoridad demandada, dispuso “A lo principal,
Otrosí 1ro. y Otrosí 2do.- Estese al auto de la fecha…” (sic), mereciendo la solicitud de enmienda
y complementación por parte de la impetrante de tutela, teniendo como respuesta el proveído de 21
de agosto del citado año, por el que el demandado dispuso “A lo principal.- No ha lugar a lo
impetrado, por no haber nada que enmendar y menos complementar, en cabal comprensión y
entendimiento del principio de preclusión de los actos procesales; es decir, la multa que se le impuso
a esta causídica, incluida su determinación, por no habérsela cuestionado con la idoneidad que el
caso amerita; es más, debe quedar claro que no se trata de una multa procesal, sino, de multa
disciplinaria prevista en el art. 234 de la Ley 603, SIN RECURSO ULTERIOR…” (sic).
Ahora bien, la problemática planteada tiene su origen en la falta de pronunciamiento sobre el recurso
de reposición interpuesto el 9 de agosto de 2018 contra el proveído de 3 de agosto del mismo año;
por el que, se le fija un saldo de multas procesales que ascienden a Bs13 300.- monto del cual, más
del 90% corresponde a las sanciones por incumplimiento de plazos tomando en cuenta que la inicial
alcanzaba solamente a Bs1 000.-, siendo precisamente ese el reclamo de la accionante arguyendo
que no fue notificada legalmente con la referida punición impuesta el 9 del nombrado año, siendo
además que la liquidación efectuada no se ajusta a preceptos legales contenidos en la Ley 603,
mucho menos a los datos del proceso, peor aun existiendo pendiente la tramitación un recurso de
reposición de 28 de junio de 2018. Por ello es importante considerar la situación descrita, ya que a
partir de ahí se presentaron otros actuados procesales pero que no constituyen una sustanciación de
fondo que resuelvan los hechos denunciados como lesionados, ya que la autoridad demandada,
mediante proveído de 14 de agosto de igual año confirmó la liquidación efectuada y dispuso “A lo
principal, Otrosí 1ro. y Otrosí 2do.- Estese al auto de la fecha…” que resuelve el citado recurso
contra el proveído de 25 de junio del mismo año, pero no así del recurso de reposición reclamado, a
Vocales demandados emitan un nuevo auto de vista, con una correcta fundamentación, motivación
y congruencia; y, c) Se condene en costas, daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 146 a
147 vta., se produjeron los siguientes actuados.
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su representante ratificó los fundamentos de la acción de amparo
constitucional presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Patricia Torrico Ortega y Jesús Víctor Gonzáles Milán, Vocales de la Sala Penal Segunda y Tercera
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante informe escrito
presentado el 10 de mayo de 2019, cursante de fs. 144 a 145 vta., señalaron que: 1) La Resolución
recurrida fue dictada por los Vocales en ejercicio de ese entonces; y, 2) No emitieron razonamiento
alguno en el fallo cuestionado, por lo que no pueden pronunciarse respecto al efectuado en dicho
Auto de Vista; sin embargo, la Sala Constitucional debe tomar en cuenta que en la acción de amparo
constitucional, debe ilustrarse de forma precisa y concreta de qué manera los hechos identificados
vulneraron el debido proceso en sus diferentes componentes y no simplemente limitarse a la cita de
fragmentos del Auto de Vista, pretendiendo generar incongruencias, así también debe constituir el
nexo de causalidad entre el criterio de interpretación que fue utilizado por las Exautoridades
demandadas y el elemento del debido proceso lesionado; y, al no advertirse esos aspectos
corresponde denegar la tutela.
María Anawella Torres Poquechoque y Nelson Víctor César Pereira Antezana, Exvocales de la Sala
Penal Segunda y Tercera respectivamente, del mencionado Tribunal, no presentaron informe escrito
ni se apersonaron a la audiencia de garantías, pese a su notificación cursante a fs. 135.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
El abogado y apoderado de Magno Guillermo Mayori Machicao, en audiencia se adhirió a los
fundamentos y términos plasmados por las autoridades demandadas, aclarando que no se vulneraron
los derechos del accionante y que en las resoluciones observadas no existió falta de fundamentación
y congruencia, por lo que solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución ACC-0026/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 148 a 151, concedió la tutela solicitada,
dejando sin efecto el Auto de Vista 50/2018 de 17 de mayo y Auto de complementación y enmienda
de 13 de noviembre del mismo año, y dispuso que los Vocales en ejercicio de la Sala Penal Segunda
de dicho Tribunal, emitan nueva resolución debidamente fundamentada, motivada y congruente; en
base a los siguientes argumentos: i) El Auto de Vista 50/2018 resolvió la apelación incidental y en su
Considerando IV hizo una relación de las dilaciones efectuadas por el accionante, concluyendo que
las decisiones asumidas por el Juez a quo, de declarar fundada la excepción de extinción de la acción
penal por prescripción a favor del prenombrado no es correcta, porque existirían retrasos manifiestos
aun cuando el plazo para la prescripción se haya efectuado, resultando tener mérito lo agraviado por
el apelante, en consecuencia revocó el Auto Interlocutorio de 11 de agosto de 2017, y declaró
infundada la excepción de la acción penal por prescripción incoada por el ahora accionante,
disponiéndose la prosecución de la causa, denotándose la contradicción, la falta de motivación,
fundamentación y congruencia interna; ii) Respecto a la carencia de fundamentación alegada, se
tiene que una de las causales de la extinción de la acción penal es por prescripción -art. 27 inc. 8)
del Código de Procedimiento Penal (CPP)- producido por el transcurso del tiempo, generando con
ello la pérdida o renuncia expresa del Estado a juzgar a determinada persona; y para la consideración
de dicha excepción debe tomarse en cuenta el plazo y la forma de cómputo previsto en el art. 29 y
ss. del Código mencionado, aclarando que los tiempos de prescripción se encuentran íntimamente
relacionados al quantum de la pena establecida para el delito motivo de la causa; vale decir, depende
de la gravedad del ilícito para que el imputado sea favorecido con este instituto; empero, los
Exvocales demandados, pese a que de manera introductoria precisaron las diferencias entre la
prescripción y duración máxima del proceso de forma contradictoria o confusa en el Auto
Interlocutorio impugnado, a tiempo de resolver la prescripción utilizaron razonamientos que según
ellos mismos reconocen, debían ser considerados para el cómputo del plazo en casos de duración
máxima del proceso, incurriendo en un defecto de fundamentación al no establecer el por qué
utilizaron esos tópicos para rechazar su excepción planteada; dichas Exautoridades se limitaron a
precisar esa conclusión sin mayor argumento; y, iii) Del contenido del Auto de Vista cuestionado, se
advirtió la falta de fundamentación y motivación que guarde congruencia interna y externa,
vulnerando el derecho del impetrante de tutela, establecido en el art. 115.II de la CPE.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes, se establece lo siguiente:
II.1. El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Cochabamba, mediante
Auto Interlocutorio de 11 de agosto de 2017, declaró procedente la excepción de extinción de la
acción penal por prescripción interpuesta por Jaime Enrique Quiroga Angulo -ahora accionante-,
dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de los delitos de acusación
y denuncia falsa; y, simulación del delito (fs. 27 a 33).
II.2. Por Auto de Vista 50/2018 de 17 de mayo, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia del mismo departamento, revocó el Auto Interlocutorio citado y en consecuencia declaró
infundada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción (fs. 13 a 20 vta.).
II.3. El impetrante de tutela, mediante escrito presentado el 12 de noviembre de 2018, impetró
complementación y enmienda del Auto de Vista 50/2018; el cual fue rechazado por Auto de
complementación y enmienda de 13 de igual mes y año, suscrito por la Sala Penal Segunda del
referido Tribunal (fs. 22 a 23 vta.; y 25).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia como lesionado su derecho al debido proceso en sus vertientes de motivación,
fundamentación y congruencia de las resoluciones; toda vez que, dentro del referido proceso penal,
los Exvocales de la Sala Penal Segunda y Tercera respectivamente, del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, mediante Auto de Vista 50/2018 de 17 de mayo, revocaron el Auto
Interlocutorio de 11 de agosto de 2017, que declaró inicialmente procedente la excepción de extinción
de la acción penal por prescripción que interpuso, sin fundamentar ni motivar su decisión, además
con una evidente incongruencia interna, aplicando las reglas de la extinción de la acción penal por
duración máxima del proceso, como si se tratara de los mismos institutos jurídicos.
En consecuencia, corresponde analizar en revisión si en el presente caso, corresponde conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. Extinción de la acción penal por prescripción
La SCP 1935/2013 de 4 de noviembre, manifestó: “ La prescripción de la acción penal es una causa
de extinción de la acción que opera por el transcurso del tiempo, luego de la comisión del delito;
como sostiene Binder, es un límite temporal al ejercicio del poder penal del Estado, y así está prevista
en nuestra legislación procesal penal en el art. 27. inc. 8) del CPP.
Guillermo Cabanellas, refiriéndose a este instituto, señala que constituye: ‘La consolidación de una
situación jurídica por efecto del transcurso del tiempo; ya sea convirtiendo un hecho en derecho,
como la posesión en propiedad; ya perpetuando una renuncia, abandono desidia, inactividad o
impotencia’. En materia penal sostiene el mismo tratadista que involucra la: ‘extinción de la
responsabilidad penal por el transcurso del tiempo sin perseguir el delito o falta luego de quebrantada
la condena’.
de la acción penal por duración máxima del proceso se fundamenta en el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas o el derecho a un plazo razonable, previsto en el art. 115 de la Norma Suprema .
Sobre el cómputo del plazo de la prescripción y su interrupción, el art. 29 del CPP, establece los
plazos para la prescripción de la acción penal, atendiendo al máximo legal de la pena privativa de
libertad (presidio o reclusión), prevista para los distintos tipos penales establecidos en el Código
Penal. De acuerdo al art. 30 del CPP, dichos términos empiezan a correr desde la media noche del
día en que se cometió el delito, tratándose de delitos instantáneos, o en que cesó su consumación,
en el caso de los delitos permanentes.
Como prescribe el art. 31 del CPP, la prescripción se interrumpe por la declaratoria de rebeldía del
imputado, y conforme al art. 32 del CPP, el término de la prescripción de la acción se suspende
cuando: 1) ‘Se haya resuelto la suspensión de la persecución penal y esté vigente el periodo de
prueba correspondiente; 2) Mientras esté pendiente la presentación del fallo que resuelva las
cuestiones prejudiciales planteadas; 3) Durante la tramitación de cualquier forma de antejuicio o de
la conformidad de un gobierno extranjero de la que dependa el inicio del proceso; y, 4) En los delitos
que causen alteración del orden constitucional e impidan el ejercicio regular de la competencia de las
autoridades legalmente constituidas, mientras dure ese estado’ .
De la interpretación de dichas normas, la jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0023/2010-
R, reiterando los precedentes implícitos contenidos en las SSCC 1510/2002-R, 0187/2004-R y
0101/2006-R, concluyó que: ‘…sólo esas causales suspenden la prescripción; en consecuencia, fuera
de ellas, la prescripción continúa corriendo, independientemente de que se hubiera iniciado o no la
acción penal correspondiente.
Conforme a dicho entendimiento, el inicio de la acción penal no interrumpe el término de la
prescripción, el mismo que sigue corriendo en el desarrollo del proceso y, por tanto, es posible
declarar la extinción de la acción penal por prescripción, aún el proceso se encuentre en casación si
es que en ese momento procesal se cumplieron los plazos previstos en el art. 29 del CPP”’.
III.2. Para el cómputo de la prescripción, no pueden asumirse los mismos presupuestos
establecidos para la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso
La SCP 0563/2018-S1 de 1 de octubre, indicó: “Con referencia a la denuncia de conculcación
al debido proceso en su elemento esencial de derecho a contar con resoluciones
congruentes, cabe señalar que las autoridades hoy demandadas en el punto III.2 del Auto Supremo
371/2017, establecieron la diferencia entre la extinción de la acción por prescripción y por duración
máxima del proceso, indicando que cada uno tiene un tratamiento específico; sin embargo, al
momento de resolver la excepción de prescripción, asimilaron que en ambas se aplica lo dispuesto
por el art. 130 del CPP, vale decir, que las vacaciones judiciales deben ser descontadas del cómputo
total de la prescripción, afirmación por demás contradictoria, que revela la existencia de
incongruencia interna entre lo considerado y lo resuelto; toda vez que ambas figuras
jurídicas son diferentes y sin embargo dentro el contexto de su cómputo fueron examinadas como
una sola, aspecto que resulta contrario al Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo constitucional,
que estableció: ‘En el caso boliviano, debe precisarse que la prescripción, como causal de la extinción
de la acción penal (art. 27 inc. 8) del CPP), se encuentra claramente diferenciada de otra causal de
extinción, como es el vencimiento del plazo máximo de duración del proceso (art 27 inc.10 del CPP);
último supuesto que, considerando lo anotado precedentemente, tiene como objetivo, la realización
del derecho a un plazo razonable, previsto actualmente en el art. 115.II de la CPE. Bajo ese
entendido, debe concluirse que: a) La extinción de la acción penal por prescripción, conforme
a la jurisprudencia glosada, tiene como fundamento -además de las razones de orden doctrinal
y de política criminal-, a la propia Constitución Política del Estado, al consagrar ésta el derecho a la
defensa (art. 119.II de la CPE), y por ende, la garantía del debido proceso (art. 117.I constitucional)
y el principio de seguridad jurídica (178.I de la Ley Fundamental); y, b) La extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso se fundamenta en el derecho a un proceso sin dilaciones
indebidas o el derecho a un plazo razonable, previsto en el art. 115 de la Norma Suprema ”’ (las
negrillas son nuestras).
Por su parte la SCP 0616/2018-S4 de 2 de octubre, precisó: “Ahora bien, como se dijo en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la debida
fundamentación o motivación no implica la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales,
sino que exige una estructura de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer
todos los puntos demandados, debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente
cumplidas; al contrario, cuando la resolución aun siendo extensa no traduce las razones o motivos
por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas.
Asimismo, resulta necesario efectuar algunas consideraciones a fin de establecer si resulta evidente
la falta de fundamentación alegada, para ello conforme lo señalado en el Fundamento Jurídico III.2
del presente fallo constitucional, se tiene que una de las causales de la extinción de la acción penal,
es por prescripción –establecida en el art. 27 inc. 8) del CPP–, y se produce por el transcurso del
tiempo, generando con ello la pérdida o renuncia expresa del Estado a juzgar a determinada persona;
para la consideración de esta excepción debe tomarse en cuenta el plazo y la forma computo
previsto en la norma procesal penal (arts. 29 y siguientes), aclarando en todo caso que los
tiempos de prescripción se encuentran íntimamente relacionados al quatum de la pena prevista para
el delito motivo del proceso, es decir, que depende de la gravedad del ilícito para que el imputado
sea favorecido con este instituto; sin embargo, al respecto los Vocales de la Sala Penal Primera
del Tribunal departamental de La Paz, pese a que de manera introductoria precisaron las
diferencias entre los institutos de la prescripción y duración máxima del proceso de forma
por demás contradictoria o por lo menos confusa en la resolución del caso concreto se
pronuncian cual si se trataran éstos de manera indistinta, es decir, a tiempo de resolver
la “prescripción” utilizan razonamientos que según ellos mismos reconocen debían ser
considerados para el computo del plazo en casos de duración máxima del proceso,
incurriendo en un defecto de fundamentación al no establecer del porque se utilizan estos
tópicos, para rechazar su excepción planteada” (el resaltado es nuestro).
III.3. Análisis del caso concreto
De la compulsa de los antecedentes adjuntos, se evidencia que el Juez de Sentencia Penal Primero
de la Capital del departamento de Cochabamba, mediante Auto Interlocutorio de 11 de agosto de
2017, declaró procedente la excepción de extinción de la acción penal por prescripción interpuesta
por Jaime Enrique Quiroga Angulo, dentro del mencionado proceso penal, debido a que transcurrieron
más de cinco años, cuyo cómputo no fue interrumpido por las causales establecidas por ley; además,
que la dilación en la tramitación, alegada por la parte acusadora, es un instituto de la extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso y no de la antes señalada.
En virtud a la apelación incidental presentada contra la indicada decisión, la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia del referido departamento, dictó el Auto de Vista 50/2018 de 17
de mayo, revocando el precitado Auto y en consecuencia declaró infundada la excepción mencionada,
en base a los siguientes fundamentos: a) El cómputo efectuado por el Juez a quo es correcto; sin
embargo, el instituto de la extinción de la acción penal por prescripción, no debe limitarse a la
verificación del transcurso del tiempo, sino también a comprobar si durante el mismo efectivamente
la causa penal se dilató por circunstancias o negligencia de la víctima o que la parte imputada
maliciosamente haya demorado el proceso; b) La indicada autoridad no tomó en cuenta la tutela
judicial efectiva a favor de la víctima y de manera directa determinó la prescripción de la causa, sin
revisar los antecedentes del caso y la existencia de actuaciones dilatorias maliciosas; c) El plazo para
la prescripción de los delitos de acusación y denuncia falsa, queda en suspenso entre tanto se
sustancie el proceso penal que dio lugar a la acusación falsa y se dicte la correspondiente resolución
de declaratoria de inocencia dentro del proceso penal que se le siguió al accionante; d) La Resolución
Jerárquica de “27 de enero de 2011”, que ratifica la resolución de sobreseimiento a favor del “ahora
querellante”, marca el inicio del cómputo del plazo para la prescripción; sin embargo, extrañamente
hasta la gestión 2017, no se llevó a cabo la audiencia de juicio oral y mucho menos una sentencia,
por lo que ingresando a la revisión de los actuados que generaron excesiva demora en la resolución
del caso “…se encuentra que estas fueron atribuidas al imputado y al propio órgano judicial (Juzgados
que conocieron este caso)” (sic); e) Si bien el Juez a quo refirió que los fundamentos de la parte
querellante estaban referidos a la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso “…es
necesario aclarar que evidentemente para el computo del plazo para la extinción de la acción penal
por duración máxima del proceso se verifican las dilaciones, suspensiones de plazo, vacaciones
judiciales y otros, descontándolas del computo del plazo previsto para que dure un proceso penal,
pero en el caso de autos esto no corresponde porque la excepción planteada fue de extinción de la
acción penal por prescripción, por lo que se aclara que no es que se esté descontando el plazo de las
dilaciones, sino que se está realizando una revisión extensiva de todos los antecedentes y velando
por la tutela judicial efectiva de los derechos de la víctima” (sic); y, f) “…No correspondía declarar la
prescripción de la causa, porque teniéndose en cuenta que el fin último de un proceso judicial es
alcanzar la justicia pero de que justicia se estaría hablando si en el intento de busca la justicia, el
proceso se extingue por cuestiones atribuidas al órgano judicial o a actuaciones maliciosas y dilatorias
del imputado, por tal motivo este Tribunal de Alzada concluye que la decisión asumida por el Juez a-
quo de declarar fundada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción a favor del
imputado disponiendo el archivo de obrados, No es correcta, resultando tener mérito lo agraviado
por el apelante” (sic).
En mérito a ello, el impetrante de tutela mediante escrito presentado el 12 de noviembre de 2018,
solicitó complementación y enmienda del Auto de Vista 50/2018, impetrando que: 1) Detallen e
identifiquen las actuaciones maliciosas y dilatorias efectuadas por su persona en el proceso; 2) Si, la
tardanza de los actos investigativos fue debido a su responsabilidad; 3) Si, la justicia es un paradigma
aplicable solo a la víctima; 4) Según su nuevo entendimiento desde que fecha se computa la
prescripción; 5) Si revisaron el memorial de 6 de julio de 2017, por el cual solicitó el adelantamiento
de la fecha de audiencia de juicio oral; 6) Si el ius puniende es absoluto y se puede prolongar
indefinidamente; y, 7) “Establecer el tiempo en el que vuestras Autoridades han tenido la resolución
de 11 de agosto de 2017 en espera de resolución y si la tardanza es también responsabilidad de mi
persona” (sic); el cual fue rechazado por Auto de complementación y enmienda de 13 de igual mes
y año, suscrito por la Sala Penal Segunda del referido Tribunal; indicando que en el caso presente se
analizó la utilización por parte de la defensa del peticionante de tutela motivos personales para
solicitar la suspensión de las diferentes audiencias, lo que dilataron el trámite del proceso e
igualmente la demora atribuible a los juzgadores que causaron la demora de más de seis años “…es
en merito a ello que este Tribunal concluyó que se había afectado el debido tramite del proceso por
las dilaciones provocadas no solo por la defensa, sino también por la falta de seriedad y su mínimo
control por parte de las autoridades jurisdiccionales, dejando al arbitrio los derechos de la víctima,
es en mérito a esas consideraciones, y siempre ponderando el valor justicia y así los derechos de la
victima que se encuentra ampliamente amparado por la CPE, Tratados y Convenios Internacionales,
este Tribunal considero que en el caso presente no correspondía dar curso a la petición de la defensa”
(sic).
Datos de los que se advierte que los Exvocales del Tribunal de alzada, incurrieron en una evidente
incongruencia interna, al indicar que si bien el Juez a quo efectuó un correcto cómputo de la
prescripción; sin embargo, no revisaron los antecedentes del caso que demostraban las dilaciones
ocasionadas por la víctima, el imputado y el órgano judicial; para posteriormente, de forma
contradictoria aclarar que en la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso, se
verifican las dilaciones, suspensiones de plazo y vacaciones entre otros, para descontarlos del cálculo
realizado, lo que en el caso concreto no cabe hacer por tratarse de extinción de la acción penal por
prescripción; pero, que en resguardo a la tutela judicial efectiva y a obtener justicia, no correspondía
extinguir el proceso por cuestiones dilatorias atribuibles al imputado y al órgano judicial.
Al respecto, es necesario aclarar que la tutela judicial efectiva, no es un derecho exclusivo de la
víctima sino que también de la parte imputada o acusada; lo cual se extrae de lo manifestado en la
SCP 1037/2016-S1 de 26 de octubre, que respecto a los escenarios que lo componen, precisó: “ a) El
derecho de acceso a la justicia, sin obstáculos procesales que pudieran impedirlo; b) El de obtener
una resolución motivada y fundada sobre el fondo de las pretensiones, en un tiempo
razonable, independientemente de lo favorable o no de dicha decisión; y, c) La efectividad en el
cumplimiento del fallo” (las negrillas corresponden al texto original); así como también del art.
115.II de la CPE, que dice: “Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los
jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos”; puesto que si bien, el
acceso a la justicia -como parte de la tutela judicial efectiva- tiene por finalidad que el Estado proteja
oportunamente a las personas a quienes se les vulneraron sus derechos; sin embargo, la obtención
de una resolución motivada y fundamentada que resuelva el fondo del asunto, así como el
cumplimiento efectivo de la decisión asumida, interesa no solo a la víctima sino también al imputado
o acusado.
Consecuentemente, la tutela judicial efectiva no puede ser asumida como aquel derecho por el que
se pueda y deba prolongar indefinidamente un proceso penal, con el solo objeto de buscar una
resolución de fondo para la víctima, sino que debe ser también asumido como aquel por el cual el
imputado o acusado pueda obtener una decisión que defina su situación jurídica en un plazo
razonable y que la misma sea cumplida. Los indicados tienen el derecho a que el litigio sea resuelto
en el tiempo establecido por la norma procesal, ya que la actividad represiva del Estado no puede
ser ejercida de manera indefinida, tal como se precisó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, puesto que de hacerlo se atentaría contra los derechos a la
defensa y al debido proceso de los referidos sujetos procesales así como el principio de seguridad
jurídica.
Es evidente que las partes tienen el deber ético de no dilatar el proceso y de buscar que se desarrolle
y culmine satisfactoriamente en los plazos legales; sin embargo, son las autoridades jurisdiccionales
como directores, quienes tienen la carga de garantizar y efectivizar aquello, efectuando control
respecto a los actos procesales desarrollados, previniendo y cortando actos manifiestamente
dilatorios, ocasionados por los mismos y el Ministerio Público a través de las facultades reconocidas
por ley.
El Órgano Judicial mal puede pretender impedir u oponerse a la extinción de la acción penal por
prescripción, con el argumento de que si bien los juzgadores incurrieron en dilaciones; sin embargo,
en resguardo a la tutela judicial efectiva de la víctima, el proceso penal debe seguir aperturado
indefinidamente hasta que se emita resolución que resuelva el fondo de la causa; razonamiento que
resulta ser totalmente arbitrario y contrario a la jurisprudencia constitucional, puesto que los actos u
omisiones en los que incurrieron los juzgadores y que dieron lugar a demoras, no pueden ser
superados o subsanados mediante una aplicación forzada del mencionado derecho de la víctima. En
todo caso, si una causa culminara por aplicación de la prescripción, corresponderá que se establezcan
responsabilidades del Ministerio Público o de los juzgadores, por ser estos últimos quienes tenían el
deber de prever que las partes o el Ministerio Público no dilaten maliciosamente el proceso.
En mérito a ello, al tenor de lo glosado en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo
constitucional, corresponde conceder la tutela solicitada, por vulneración al debido proceso del
accionante en su elemento de congruencia de las resoluciones, por la evidente falta de coherencia
interna del Auto de Vista 50/2018.
Finalmente, respecto a la falta de fundamentación y motivación de la resolución cuestionada, se
evidencia también que se lesionaron los mismos como elementos del debido proceso; toda vez que,
los Exvocales demandados, efectuaron aseveraciones en sentido que el acusado y los juzgadores
incurrieron en dilaciones, sin identificar cabalmente los elementos objetivos en los cuales sustentaron
sus afirmaciones y sin explicar adecuadamente el por qué se apartaron de los razonamientos
jurisprudenciales citados respecto a la diferencia de la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso y la prescripción, así como a sus exigencias de procedencia; razón por la que
corresponde conceder de igual manera la tutela solicitada por vulneración al citado derechos en sus
prenombrados elementos.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
40 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 236 a 238 vta., denegó la tutela solicitada; en base a
los siguientes fundamentos: i) Para que exista pertinencia entre lo apelado y resuelto, no es necesario
una coincidencia exacta entre ambos actos; ii) Deben exponerse los motivos y razones que dieron
curso al recurso jerárquico interpuesto; iii) La RM 1332/18, sostuvo la viabilidad de la movilidad
laboral del personal de confianza y se dio ante la necesidad de la “reingeniería” institucional, por
ende, es congruente porque trató el fondo del asunto y no es obligatorio observar informe técnico
alguno; iv) Se señaló los antecedentes y funciones del accionante en la institución donde trabajaba;
y, v) Es correcta la apreciación respecto a que los hechos controvertidos deben ser conocidos por la
judicatura laboral.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados se establece lo siguiente:
II.1. Por nota YPFBTR.TH.APC 029/2018 de 20 de marzo, suscrita por Hugo Canedo Mendieta,
Gerente Sectorial de Transporte de Gasoductos, Julio Infante Cordero, Gerente de Operaciones; y,
Nelson Delgadillo Cuellar, Gerente de Talento Humano a.i., todos de la empresa YPFB Transporte
S.A., informaron al demandante de tutela que a consecuencia de la reingeniería adoptada en la
institución y la situación de la actividad hidrocarburífera, su salario mensual sería de Bs18 691,79.-
(dieciocho mil seiscientos noventa y un 79/100 bolivianos), aplicable dentro los tres meses siguientes
a la recepción de la nota mencionada (fs. 3).
II.2. Mediante nota presentada el 11 de junio de igual año, dirigida al Gerente de Talento Humano
a.i. de la empresa aludida, el peticionante de tutela manifestó su rechazo a las condiciones
establecidas en el comunicado descrito en la Conclusión II.1. (fs. 4).
II.3. Por cite YPFBTR.TH 32/2018 de 15 de junio, el prenombrado Gerente respondió a la nota
indicada supra, informando al impetrante de tutela el pago de sus beneficios sociales
correspondientes y dentro del plazo legal (fs. 5).
II.4. Cursa Única Citación de 18 del precitado mes y año, emitida por el Inspector del Ministerio de
Trabajo Empleo y Previsión Social de Santa Cruz, citando, conminando y emplazando a la empresa
YPFB Transporte S.A., a efectos de que se haga presente en la audiencia fijada para el 25 de idéntico
mes y año (fs. 6).
II.5. Mediante Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad Laboral JDTSC/CONM 060/2018 de
5 de julio, el Jefe Departamental de Trabajo a.i. de Santa Cruz, ordenó la reincorporación del
demandante de tutela al puesto que ocupaba, la reposición de sueldos devengados desde el despido
injustificado, manteniendo su antigüedad y demás derechos (fs. 7 a 9 vta.).
II.6. Por memorial presentado el 18 del mencionado mes y año, la empresa YPFB Transporte S.A.
interpuso recurso de revocatoria contra la decisión precisada en la Conclusión que antecede, pidiendo
la declaración de improcedencia de la reincorporación laboral ordenada (fs. 11 a 16 vta.).
II.7. A través de la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 031/18 de 16 de 2018, la autoridad citada
en la Conclusión II.5, confirmó totalmente la Conminatoria de Reincorporación expedida por la
misma, manteniéndola firme y subsistente (fs. 17 a 19 vta.).
II.8. Cursa memorial presentado el 31 de igual mes y año, mediante el cual la empresa citada en la
Conclusión II.6, interpuso recurso jerárquico contra la decisión anteriormente nombrada, pidiendo
nuevamente el rechazo de la denuncia laboral (fs. 22 a 28 vta.).
II.9. Mediante RM 1332/18 de 6 de diciembre del mismo año, la autoridad demandada revocó
totalmente la Conminatoria de Reincorporación y la Resolución Administrativa, referidas en las
Conclusiones II. 5 y 7 respectivamente; declinando competencia ante la “…Judicatura Laboral,
instancia donde las partes deben realizar la demanda pertinente por los derechos que les
correspondan” (sic. [fs. 29 a 31]).
para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al
Juez a tomar la decisión’.
Posteriormente, siguiendo los lineamientos citados precedentemente, la SC 2227/2010-R de 19 de
noviembre, a tiempo de citar los entendimientos de las SSCC 0871/2010-R y 1365/2005-R, precisó:
‘Es imperante además precisar que toda resolución ya sea jurisdiccional o administrativa, con
la finalidad de garantizar el derecho a la motivación como elemento configurativo del
debido proceso debe contener los siguientes aspectos a saber: a) Debe determinar con
claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener una exposición
clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los
supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe
describir de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes
procesales, e) Debe valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los
medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno
de ellos de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias
o pretensiones de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma
aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica
emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado’.
Asimismo, dicha Sentencia Constitucional Plurinacional, en cuanto a la obligación de fundamentar y
motivar las decisiones judiciales por las instancias de impugnación también refirió: ‘La obligación de
fundamentar y motivar las decisiones judiciales, abarca también a las instancias judiciales de
impugnación, en ese sentido, el entonces Tribunal Constitucional, a través de la SC 0040/2007-R de
31 de enero, haciendo referencia a la SC 0577/2004-R de 15 de abril, señaló que:
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>Esta exigencia de
fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el Juez o Tribunal debe resolver en
apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las autoridades de primera instancia;
(…), es imprescindible que dichas Resoluciones sean suficientemente motivadas y expongan con
claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan y que permitan concluir, que la
determinación sobre la existencia o inexistencia del agravio sufrido fue el resultado de una correcta
y objetiva valoración de las pruebas, del mismo modo que se exige al apelante cumplir con la
obligación de fundamentar los agravios; por cuanto, en la medida en que las resoluciones contengan,
los fundamentos de hecho y de derecho, el demandado tendrá la certeza de que la decisión adoptada
es justa; por lo que no le esta permito a un Juez o Tribunal, reemplazar la fundamentación por la
relación de antecedentes, la mención de los requerimientos de las partes o hacer alusión de que el
Juez de instancia obró conforme a derecho, (…); con mayor razón, si se tiene en cuenta que el contar
con una Resolución debidamente fundamentada y motivada es un derecho fundamental de la persona
y forma parte del debido proceso…». El presente entendimiento fue asumido y reiterado por el actual
Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 0398/2014 de 25 de febrero’.
Por último, la Sentencia supra indicada, en relación a otro de los elementos del debido proceso como
la congruencia señaló también lo siguiente: ‘…el entonces Tribunal Constitucional, mediante la SC
0358/2010-R de 22 de junio, señaló que el mismo consiste en:
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>…la concordancia entre la
parte considerativa y dispositiva, pero además esa concordancia debe mantenerse en
todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos
considerandos y razonamientos emitidos por la resolución, esta concordancia de
contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado
y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base a esos criterios se
considera que quien administra justicia debe emitir fallos motivados, congruentes y pertinentes»’.
En el mismo contexto, el entendimiento de la SC 0486/2010-R de 5 de julio, afirmó que: ‘…la
congruencia ha venido clasificada en diversos tipos o categorías que nos interesa anotar a los fines
que se seguirán, y así es moneda corriente hablar en doctrina de incongruencia
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>ultra petita» en la que se
aplicable dentro los tres meses siguientes a la recepción de la nota indicada (Conclusión II.1); por
ello, mediante nota presentada el 11 de junio de igual año, el peticionante de tutela manifestó su
rechazo ante el Gerente de Talento Humano a.i. (Conclusión II.2); empero, a través del oficio
YPFBTR.TH 32/2018 de 15 de junio, dicho gerente respondió e informó al impetrante de tutela el
pago de sus beneficios sociales correspondientes (Conclusión II.3); posteriormente, la Jefatura
Departamental del Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Santa Cruz,
emplazó a la empresa YPFB Transporte S.A. para que se constituya a la audiencia fijada para el 25
de idéntico mes y año, donde no fue posible acuerdo alguno (Conclusión II.4); razón que dio lugar a
la emisión de la Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad Laboral JDTSC/CONM 060/2018 de
5 de julio del año, que ordenó su restitución al mismo puesto que ocupaba, la reposición de sueldos
devengados desde el despido injustificado, manteniendo su antigüedad y demás derechos
(Conclusión II.5); por tal motivo, a través del memorial presentado el 18 de igual mes y año, la
empresa YPFB Transporte S.A. formuló recurso de revocatoria pidiendo la declaración de
improcedencia de esa determinación (Conclusión II.6); resuelto por la Resolución Administrativa
JDTSC/R.R. 031/18 de 16 de agosto, que la confirmó, manteniéndola firme y subsistente (Conclusión
II.7); a cuyo efecto, por memorial de 31 del mes y año precitados, la empresa citada interpuso
recurso jerárquico pidiendo nuevamente el rechazo de la denuncia (Conclusión II.8), expidiéndose
en consecuencia la RM 1332/18, que revocó la Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad
Laboral y la Resolución Administrativa, referidas, declinando competencia ante la “Judicatura
Laboral”, instancia donde las partes debían realizar la demanda pertinente por los derechos que les
correspondan (Conclusión II.9).
La jurisprudencia citada en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en relación a la
fundamentación y motivación, señaló que, son elementos preponderantes de las resoluciones
judiciales y administrativas; por ello, cada autoridad que dicte su decisión, debe imprescindiblemente
exponer la relación fáctica, realizar la subsunción legal y citar las leyes que sustentan la parte
dispositiva de la misma; es decir, tiene que: a) Identificar con claridad las acciones atribuidas a las
partes; b) Contener una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes; c) Describir de manera
expresa los supuestos de hecho contenidos en la ordenamiento jurídico aplicable al caso concreto;
d) Explicar de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes; e) Valorar
de manera concreta y explícita todas y cada una de las producidos, asignándoles un valor específico
a cada uno de ellos de forma motivada; y, f) Precisar el nexo de causalidad entre las denuncias o
pretensiones de las partes, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración del
andamiaje probatorio aportado y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación.
En consecuencia, se advierte que de la naturaleza jurídica del debido proceso, deriva a su vez la
congruencia como principio característico, entendida como la estricta correspondencia que existe
entre lo peticionado y lo resuelto.
Ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución,
ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva, sino que además, debe mantenerse en todo su contenido un razonamiento integral y
armonizado entre lo pedido, considerado y resuelto; por ello, corresponde en el caso concreto realizar
contrastación entre el memorial del recurso jerárquico y la RM 1332/18 que lo resolvió; para eso, es
preciso realizar el análisis minucioso de dichos actuados y verificar lo denunciado en la presente
acción de amparo constitucional.
III.3.1. Respecto al memorial de impugnación presentado por la empresa YPFB
Transporte S.A. contra la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 031/18
El recurso jerárquico presentado por la empresa demandada, argumentó que: 1) No se consideró
que la rebaja del sueldo fue legal y justificada, por ende, no constituyó despido indirecto por
habérsele informado de ello en su debido momento; 2) Las nuevas condiciones económicas
precautelan los intereses económicos del Estado; 3) La decisión de concluir la relación laboral fue
del propio obrero; 4) No hubo pronunciamiento sobre el informe técnico presentado en audiencia,
respecto al efecto regulado por el art. 2 del DS de 9 de marzo de 1937; 5) Se admitió que la
conminatoria de reincorporación era imprecisa y contenía omisiones en relación al cargo y al sueldo,
que no son de forma sino de fondo; 6) El trabajador tuvo distintas condiciones laborales antes de su
desvinculación, que operó por el rechazo al reajuste salarial; 7) Es requisito de todo acto
administrativo que el objeto sea cierto, lícito y materialmente posible, conforme lo dispuesto en el
art. 28 inc. c) de la LPA; 8) No existió valoración probatoria, a pesar de habérselas identificado,
vulnerando el art. 35 inc. c) de la norma precitada; y, 9) La resolución impugnada contiene errores
de identificación de las partes procesales y de fechas.
III.3.2. Con relación a la RM 1332/18 que resolvió el recurso jerárquico
La Resolución Ministerial indicada, resolvió el recurso jerárquico, en base a los siguientes
fundamentos: i) La relación de obrero-patronal data de noviembre de 2000, empero, el trabajador
Carlos Fernando Caballero Morales -ahora accionante- ocupó el cargo de Jefe de Operaciones Gas
del 7 de julio de 2004 hasta el 31 de agosto de 2017, siendo designado como Coordinador de Gestión
Operativa en noviembre de similar año, situación que determinaría la rebaja de su salario, conocido
el 20 de marzo de 2018 por el mismo; ii) La desvinculación es aquella decisión unilateral del
empleador que altera la relación obrero-patronal con el objeto de que el funcionario opte por el retiro
de la fuente de empleo o permanezca en ella, pero sujeto a las nuevas condiciones establecidas,
situación operada con la nota YPFBTR.TH.APC 29/2018 de 20 de marzo, cambiando su situación
salarial; iv) El despido indirecto es una forma de extinción de la relación laboral, regulado por del DS
de 9 de marzo de 1937, por voluntad propia del trabajador y por falta imputable al empleador, aunque
éste no hubiera prescindido de sus servicios; v) No obstante de lo previamente señalado, el derecho
a la estabilidad en el desempeño de sus funciones no es absoluto y depende de su naturaleza,
conforme el art. 11.I del DS 28699; vi) Debe verificarse primero la relación existente y posteriormente
la legalidad o ilegalidad del despido; y, vii) El nivel salarial que ostentaba el “recurrente” era propio
de los trabajadores de confianza, situación jurídica que debe ser dilucidada por la “judicatura laboral”.
III.3.3. Contrastación entre el memorial del recurso jerárquico y la RM 1332/18
La empresa empleadora demandada, en su impugnación consideró que la rebaja del sueldo fue legal
y justificada, y no fue despido indirecto por haberse informado al trabajador sobre las nuevas
condiciones establecidas, situación que llevó a la decisión de concluir con la relación laboral; del
mismo modo no hubo pronunciamiento sobre el informe técnico presentado en audiencia, respecto
al efecto regulado en el art. 2 del DS de 9 de marzo de 1937; siendo, la conminatoria de
reincorporación imprecisa y con omisiones en relación al cargo y salario, pues tuvo distintas
condiciones antes de su desvinculación, que operó por el rechazo al reajuste; constituyendo requisito
de todo acto administrativo, que el objeto sea cierto, lícito y materialmente posible, conforme lo
dispuesto en el art. 28 inc. c) de la LPA; que no existió, valoración probatoria a pesar de estar
debidamente identificadas, vulnerando el art. 35 inc. c) de la norma precitada; por último, la
resolución impugnada también contiene errores de identificación de las partes procesales y de fechas.
Por su parte, la Resolución Ministerial precitada, estableció que la relación laboral databa de
noviembre de 2000; sin embargo, el trabajador -ahora accionante- ocupó el cargo de Jefe de
Operaciones Gas del 7 de julio de 2004 hasta el 31 de agosto de 2017, siendo designado como
Coordinador de Gestión Operativa en noviembre del mismo año, situación que determinaría la rebaja
de su salario, conocido el 20 de marzo de 2018; empero, no se fundamentó ni motivó si el último
cargo mencionado fue también de confianza, a afectos de establecer si la desvinculación como
decisión unilateral que altera la relación laboral, donde el funcionario opta por el retiro de su fuente
de empleo o permanezca en ella (pero sujeto a las nuevas condiciones impuestas), operando
efectivamente con la nota YPFBTR.TH.APC 29/2018, que cambió su situación salarial.
Del mismo modo afirmó la resolución precitada, que el despido indirecto es una forma de extinción
de la relación obrero-patronal, regulado por del DS de 9 de marzo de 1937, por voluntad propia del
trabajador y por falta imputable al empleador, aunque éste no hubiera prescindido de sus servicios;
por ende, la estabilidad de trabajo no es absoluta y depende de su naturaleza, conforme el art. 11.I
del DS 28699; consecuentemente, debe establecerse primero la relación laboral y posteriormente la
legalidad o ilegalidad del despido; sin embargo, no tomó en cuenta ni explicó las razones para aplicar
la cita normativa, que reconoce la estabilidad de todos los obreros; empero a la vez refiere, que ante
la rebaja del sueldo, el empleado tiene la facultad de permanecer o no en el cargo, situación regulada
en el DS de 9 de marzo de 1937, sin tomar en cuenta que la primera norma citada también refirió
que el alcance de la estabilidad laboral sería reglamentada por Decreto Supremo; y, no citó norma
sustantiva o procesal concerniente a la categorización o entendimiento sobre los “trabajadores de
confianza”; o en su caso, tampoco explicó el por qué el Auto Supremo 288 de 22 de agosto de 2014,
es aplicable fáctica y normativamente al problema respecto al cargo de Coordinador de Gestión
Operativa.
Al respecto, debe tomarse en cuenta lo dispuesto en la Ley de Procedimiento Administrativo, que
versa:
Art. 61 (Formas de la Resolución).- “Los recursos administrativos previstos en la presente
Ley, serán resueltos confirmando o revocando total o parcialmente la resolución
impugnada, o en su caso, desestimando el recurso si éste estuviese interpuesto fuera de
término, no cumpliese las formalidades señaladas expresamente en disposiciones
aplicables o si no cumpliese el requisito de legitimación regulando en el Artículo 11° de la
presente Ley.
(…)
Artículo 63° (Alcance de la Resolución).
I. Dentro del término establecido en disposiciones reglamentarias especiales para resolver los
recursos administrativos; deberá dictarse la correspondiente resolución, que expondrá en forma
motivada los aspectos de hecho y de derecho en los que se fundare.
II. La resolución se referirá siempre a las pretensiones formuladas por el recurrente, sin
que en ningún caso pueda agravarse su situación inicial como consecuencia exclusiva de su propio
recurso.
(…)
Artículo 68° (Alcance de la Resolución del Recurso Jerárquico).
I. Las resoluciones de los recursos jerárquicos deberán definir el fondo del asunto en
trámite y en ningún caso podrán disponer que la autoridad inferior dicte una nueva
resolución, excepto lo dispuesto en el numeral II del presente artículo.” (el resaltado es nuestro).
Por su parte la Constitución Política del Estado en su art. 48 regula que:
“I. Las disposiciones sociales y laborales son de cumplimiento obligatorio.
II. Las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de
las trabajadoras y de los trabajadores como principal fuerza productiva de la sociedad;
de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de no
discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador.” (las
negrillas nos corresponde).
Al final, la autoridad demandada a través de la RM 1332/18, revocó la Conminatoria de
Reincorporación dispuesta a favor del impetrante de tutela, y declinó competencia a la jurisdicción
laboral, sin sustento fáctico ni cita legal; indicando que el cargo desempeñado por el accionante era
de confianza, sin explicar de forma suficiente su situación laboral ni sobre la valoración de la prueba
reclamada; por tanto, existe en ella incongruencia externa e interna, entendiendo que la resolución
es comprendida como una unidad y debe cuidar su orden y racionalidad, desde la parte considerativa
de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las
normas y los efectos de la parte dispositiva, evitando exposiciones contradictorias entre sí o con la
misma decisión sobre el fondo; considerando y teniendo en cuenta de este modo, los principios que
sustentan y condicen con el tema laboral analizado, como el de protección y el de razonabilidad
establecida en la doctrina y en la jurisprudencia constitucional citada.
Toda vez que, conforme consta en la RM 1332/2018, es a partir del considerando tercero que se
efectuó un análisis en relación a las funciones que el impetrante de tutela ocupó en la entidad ahora
demanda; es más, se señala que fue el empleador el que de manera unilateral modificó las
condiciones del impetrante de tutela a través de la Nota YPFBTR.TH.APC.029/2018, a partir de la
cual se produjo la rebaja del salario del mismo, aludiendo posteriormente jurisprudencia
constitucional respecto al ius variandi; así como la cita de la Norma Suprema, que consagra el derecho
a la estabilidad laboral y que el mismo no es absoluto, sino depende de la naturaleza de la relación
obrero-patronal según el DS 28699; debiendo en consecuencia para establecer la legalidad o
ilegalidad del despido, si el empleado ocupa un puesto de confianza; para concluir indicó: “…en ese
sentido se debe considerar que el trabajador ocupaba el cargo de Jefe de Operaciones de Gas,
debiendo considerarse que el cargo y nivel salarial que tenía el recurrente al momento en que se
determinó el cambio de funciones es propio de los trabajadores de confianza, generando situaciones
jurídicas que solo pueden ser dilucidadas por la judicatura laboral, toda vez que es esa instancia la
que cuenta con competencia para pronunciarse sobre los alcances y naturaleza de los contratos
individuales de trabajo” (sic); es decir, se realizó una mínima conclusión, sin fundamentar ni explicar
los motivos por los que llegó a considerar que el puesto del solicitante de tutela resultó ser un puesto
de confianza, lo que motivó al Gerente de Talento Humano a.i de YPFB Trasporte S.A. a emitir su
agradecimiento de servicios, puesto que en el oficio YPFBTR.TH.32/2018 de 15 de junio, tampoco
existe justificación alguna referida a que la decisión adoptada fue por motivos señalados, al que el
ahora accionante no era el llamado a ocupar.
En ese contexto, ante la ausencia de fundamentos e indicación de motivos por los que se resolvió,
en sentido de que la Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad Laboral JDTSC/CONM 060/2018
no era correcta, por una parte; y, por otra la RM 1332/2018, que no se circunscribe a responder
aquellos agravios referidos por la empresa YPFB Trasporte S.A.; incluyendo además que, la conclusión
a la que se arribó resulta por demás incongruente al señalar: “…el nivel salarial que tenía el
recurrente”, cuando en dicha oportunidad quien recurrió de jerárquico fue la Empresa YPFB Trasporte
S.A y no así el empleado afectado, ahora accionante; advirtiendo que dicha Resolución aparte de
carecer de fundamentación y motivación, es incongruente; aspecto que en definitiva en resguardo
de los derechos laborales, debe ser corregido.
Por lo expresado precedentemente la Sala Constitucional al denegar la tutela, obró incorrectamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 40 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 236 a 238
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, dejando sin efecto la Resolución Ministerial
1332/18 de 6 de diciembre de 2018; debiendo la autoridad demandada emitir nueva, observando la
debida fundamentación, motivación y congruencia.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
seguro, pues lo único que le reconocieron fue el horario de lactancia, hasta que el 23 de enero de
2018 fue sorprendida con su despido.
Haciendo uso de la réplica, su abogada señaló: i) Los derechos laborales son imprescriptibles. Al
momento del despido la solicitante de tutela tenía un menor de pocos meses de edad y no es
aceptable que porque hubiere nacido antes de empezar a trabajar para la empresa INDEX S.R.L.
signifique encontrarse desprotegida respecto a la inamovilidad laboral, pues, al contrario, lo que se
pretende es resguardar al niño hasta que cumpla un año de vida; y, ii) Cuando se trata de una madre
en etapa de lactancia, no puede haber periodo de prueba ni hacer diferencia entre contratos
eventuales e indefinidos.
I.2.2. Informe del demandado
Antonio Javier Riopedre, representante legal de la empresa INDEX S.R.L., por informe escrito
cursante de fs. 72 a 77 vta., y en audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional,
a través de su abogado, señaló: a) La ahora accionante, fue incorporada mediante contrato laboral
indefinido de manera verbal con la condición de que no podía seguir vendiendo casas o terrenos por
cuenta propia o para terceros. La empresa tenía conocimiento que la impetrante de tutela tenía un
hijo de tres a cuatro meses de nacido; b) El 23 de enero de 2018, encontrándose aun dentro del
período de prueba previsto por ley, se le comunicó que dejaría de prestar servicios por no haber
vencido satisfactoriamente la referida etapa, debido a que fue encontrada comercializando inmuebles
de otros proyectos ajenos a la empresa; y, c) La presente acción tutelar, no tuvo en cuenta los
principios de inmediatez y subsidiariedad por haber sido interpuesta más de nueve meses después
de notificada con la Conminatoria de Reincorporación. El recurso de revocatoria no suspende los
efectos del referido dictamen; por lo que, solicitó denegar la tutela.
I.2.3. Intervención de tercero interesado
Wilfredo Tarqui Copajira, Jefe Departamental de Trabajo de Santa Cruz, en audiencia manifestó: 1)
Cuando la contratación es verbal, es considerada indefinida; y, 2) De acuerdo a vasta cantidad de
resoluciones ministeriales emitidas, al momento de dilucidar un caso en materia laboral debe tomarse
en cuenta el principio in dubio pro operario, el de favorabilidad y el de estabilidad laboral. Es así que
el recurso de revocatoria fue resuelto confirmando la reincorporación laboral de la accionante.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal
de garantías, por Resolución 25 de 5 de febrero de 2019, cursante de fs. 81 vta. a 84, concedió la
tutela solicitada, ordenando el cumplimiento de la Conminatoria de Reincorporación Laboral
JDTSC/CONM 017/2018, disponiendo la restitución de la accionante al cargo que anteriormente
ocupaba, más sueldos devengados y todos los derechos que le asisten y sea en el plazo de
veinticuatro horas de notificada la Resolución, en base a los siguientes fundamentos: i) Respecto a
la inmediatez, se ha computado el plazo a partir del informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB 066/2018
de 5 de noviembre de 2018, referido a la verificación del incumplimiento del dictamen emitido por la
Jefatura Departamental del Trabajo de Santa Cruz; y, ii) La parte demandada conocía de la existencia
del menor de edad protegido por la inamovilidad laboral, razón por la que nos tenemos que
circunscribir a si esa Conminatoria de reincorporación fue o no acatada, interpretando que dentro del
plazo del año de resguardo laboral establecido en la mencionada Resolución se puede realizar la
solicitud de reingreso a la fuente de trabajo.
En respuesta a la solicitud de complementación y enmienda presentada por la parte demandada, por
Resolución 19 de 1 de abril de 2019, el referido Tribunal modificó la parte resolutiva y decidió
mantener la concesión de la tutela ordenando el cumplimiento de la Conminatoria de Reincorporación
Laboral citada supra, disponiendo el pago de sueldos devengados, derechos laborales y beneficios
sociales de la solicitante de tutela hasta el 3 de septiembre de 2018, además del pago del subsidio
de lactancia de su hijo, sin lugar a la reincorporación debido a que al momento de interposición de
la acción de amparo constitucional y su resolución, el mencionado menor ya cumplió un año de edad.
Aclaró también, que se salvan los derechos de la impetrante de tutela de acudir a la jurisdicción que
corresponda a reclamar su derecho a la inamovilidad laboral u otros que son posteriores a la indicada
fecha.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Certificado de nacimiento del hijo de la accionante, suscitado el 3 de septiembre de
2017 (fs. 4).
II.2. A través de la Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad JDTSC/CONM
017/2018 de 1 de marzo, la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, instruyó la restitución
inmediata -a partir de su legal notificación- de la ahora impetrante de tutela a su fuente de trabajo
en el mismo puesto que ocupaba en la Empresa INDEX S.R.L. (fs. 14 a 15).
II.3. Constan notificaciones practicadas el 13 de marzo de 2018 a la entidad demandada y a la ahora
accionante, con el Dictamen descrito en la Conclusión anterior (fs. 16 y 23).
II.4. Por Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18 de 30 de abril de 2018, expedida en respuesta
al recurso de revocatoria interpuesto por INDEX S.R.L., la Jefatura Departamental de Trabajo de
Santa Cruz, confirmó la Conminatoria descrita en la Conclusión precedente. (fs. 17 a 21 vta.).
II.5. Cursa constancia de notificación de 8 de mayo del señalado año, realizada a la aludida empresa,
con la Resolución Administrativa descrita en la Conclusión precedente (fs. 22).
II.6. Mediante informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB 066/2018 de 5 de noviembre, la Inspectora de
la mencionada entidad laboral hizo conocer que el primero del mes y año señalados, verificó que la
solicitante de tutela no fue restituida a su fuente laboral (fs. 25).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia como lesionados sus derechos al trabajo, a la inamovilidad laboral, salud,
vida, alimentación, personalidad, capacidad, dignidad, seguridad social y asignaciones familiares,
alegando que la empresa INDEX S.R.L., incumplió la Conminatoria de Reincorporación JDTSC/CONM
017/2018 de 1 de marzo, emitida por la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz.
III.1. Principio de inmediatez, presupuesto procesal constitucional de inexcusable
cumplimiento, que reviste a la acción de amparo constitucional. Jurisprudencia reiterada
En relación al tema, la SCP 1098/2016-S3 de 10 de octubre, reiterada por la SCP 0107/2019-S3 de 9
de abril, señaló: “El art. 129.II de la CPE, en relación a la inmediatez establece que: ‘La acción de
Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última
decisión administrativa o judicial’; asimismo, el art. 55.I del Código Procesal Constitucional
(CPCo), refiere expresamente que: ‘La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse
en el plazo máximo de seis meses, computables a partir de la comisión de la vulneración
alegada o de conocido el hecho’.
La jurisprudencia constitucional en su SC 1039/2010-R de 23 de agosto, entre otras, estableció en
cuanto al principio de inmediatez el siguiente entendimiento: ‘La inmediatez, es una condición
esencial para que el control de constitucionalidad pueda operar a través del amparo
constitucional, en virtud a este presupuesto de orden procesal-constitucional, éste se
consagra como un mecanismo caracterizado por su prontitud y efectividad para brindar
la tutela debida.
(…)
Por lo señalado, siguiendo el criterio desarrollado supra, se infiere que la acción de amparo, es
un mecanismo sencillo, rápido y efectivo para la protección de Derechos Fundamentales
no tutelados por otros recursos específicos, en ese contexto, esencialmente la rapidez
como característica del principio de inmediatez se encuentra circunscrita al plazo de seis
meses para su interposición, criterio plasmado en el art. 129.II de la Constitución Política
del Estado (CPE), en ese contexto, se tiene que el derecho para la petición de tutela
constitucional a través de la acción de amparo fuera del citado plazo caduca, razón por
la cual el órgano contralor de constitucionalidad no puede ingresar al análisis de fondo
de la problemática planteada’.
Respecto al cómputo del plazo de seis meses para la formulación de las acciones de amparo
constitucional, la uniforme jurisprudencia constitucional, entre ellas la contenida en la SCP 1463/2013
de 22 de agosto, estableció que: ‘Los arts. 128 y 129 de la CPE, establecen que la acción de amparo
constitucional constituye un medio de tutela de carácter extraordinario y se rige esencialmente por
los principios de subsidiariedad e inmediatez, que hacen a su naturaleza jurídica. El principio de
inmediatez se caracteriza por tener una doble dimensión; positiva y negativa, la primera consistente
en que el amparo constitucional es la vía idónea para la protección inmediata de derechos
fundamentales y garantías constitucionales restringidos o suprimidos indebida o ilegalmente; la
segunda, la activación de esta garantía jurisdiccional depende que su interposición se
realice en un plazo razonable, que la Norma Fundamental fijó en seis meses computables
a partir de la comisión del acto ilegal u omisión indebida del servidor público o del
particular, o de notificado con la última decisión judicial o administrativa’” (las negrillas
fueron agregadas).
A partir de la precisión realizada por el Fundamento Jurídico glosado, por el principio de inmediatez
se concibe a la acción de amparo constitucional como un mecanismo expedito y sencillo en la
protección de derechos fundamentales que, para ser activada de manera efectiva, necesita ser
interpuesta en el plazo máximo de seis meses establecido por la Constitución Política del Estado; caso
contrario caduca, impidiendo que la justicia constitucional ingrese a examinar el problema de fondo.
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al trabajo, a la inamovilidad laboral, salud, vida,
alimentación, personalidad, capacidad, dignidad, seguridad social y asignaciones familiares, alegando
que la empresa INDEX S.R.L., incumplió la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDTSC/CONM
017/2018 de 1 de marzo, emitida por la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz.
En base a la documentación aparejada, se evidencia que el hijo de la accionante nació el 3 de
septiembre de 2017. Asimismo, la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, emitió la
Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad JDTSC/CONM 017/2018, instruyendo la
reincorporación inmediata (a partir de su legal notificación) de la ahora impetrante de tutela a su
fuente de trabajo en el mismo puesto que ocupaba en la mencionada Empresa, dictamen, que al ser
objetado a través del recurso de revocatoria interpuesto por la entidad demandada, fue confirmado
a través de la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18 de 30 de abril de 2018, que fue notificada
el 8 de mayo del señalado año (Conclusiones II.1, 2, 4 y 5).
Finalmente, mediante informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB 066/2018 de 5 de noviembre, la
Inspectora de la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, hizo conocer que el primero del
mes y año señalados, verificó que la solicitante de tutela no fue restituida a su fuente laboral
(Conclusión II.6).
Teniendo ese contexto fáctico, corresponde mencionar el desarrollo jurisprudencial establecido en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, cuyo entendimiento refiere
que de conformidad a la normativa legal vigente, el objeto de la acción de amparo constitucional está
fundado en la reparación inmediata y efectiva -a través de un procedimiento judicial sencillo, rápido
y expedito- tanto de derechos como de garantías suprimidas, restringidas o amenazadas por acciones
u omisiones de servidores públicos o particulares, siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no
tenga previsto otro medio idóneo y expedito para restituir la lesión causada.
Asimismo, sobre la base del contenido expresado por el mencionado Fundamento Jurídico de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de amparo constitucional regida por el
principio de inmediatez es entendida como un mecanismo expedito y sencillo en la protección de
derechos fundamentales, con la aclaración de que para su activación efectiva debe ser interpuesta
en el plazo máximo de seis meses conforme fue establecido por la Constitución Política del Estado,
respaldada por el Código Procesal Constitucional, caso contrario dicha prerrogativa caduca,
impidiendo que la justicia constitucional ingrese a analizar el problema de fondo.
A efectos de tener mayor claridad, acudimos al contenido normativo aludido y es así que la
Constitución Política del Estado, señala:
“Artículo 129
(…)
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis
meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial” (las negrillas fueron agregadas).
Lo propio sucede con el Código Procesal Constitucional, cuando dispone:
“ARTÍCULO 55. (PLAZO PARA LA INTERPOSICIÓN DE LA ACCIÓN).
I. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis
meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de conocido el hecho” (las
negrillas fueron añadidas).
Siguiendo con el análisis en el caso de autos, se evidencia en concreto que la Jefatura Departamental
de Trabajo de Santa Cruz, expidió la Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad
JDTSC/CONM 017/2018, instruyendo la reincorporación inmediata de la ahora impetrante de tutela
a su fuente de trabajo. Dictamen confirmado por Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18,
emanado del mismo ente de protección laboral. Cabe aclarar, que esté último fue notificado al
empleador el 8 de mayo del señalado año.
Ahora bien, tomando como parámetro la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18, último fallo
emitido en relación al caso, transcurrieron algo más de siete meses y 26 días hasta la interposición
de la acción tutelar efectuada el 4 de enero de 2019, de lo que se concluye, que aplicando el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, se habría inobservado el
principio de inmediatez que establece el plazo de seis meses -término expresamente instituido por la
Norma Suprema del Estado y el Código Procesal Constitucional- para activar de manera efectiva una
acción tutelar como la que motiva este análisis o como presupuesto de procedencia de la vía
constitucional, circunstancia que pone de manifiesto la formulación extemporánea, que tiene como
consecuencia la caducidad de la solicitud de tutela y la consiguiente denegatoria.
Con base a esos razonamientos, corresponde señalar que no fue atinada la decisión adoptada por el
Tribunal de garantías respecto al cómputo del plazo de los seis meses -para la interposición de la
acción de amparo constitucional que se examina- a partir del informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB
066/2018, debido a que se trata simplemente de un documento elaborado por la inspectora de la
Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, comunicando que el primero del mes y año
señalados verificó que la solicitante de tutela no fue restituida a su fuente laboral; instrumento
meramente informativo no equiparable a una resolución que contenga una declaración, decisión o
disposición que instituya o extinga derechos o que produzca efectos jurídicos, como sí lo son tanto
la Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad JDTSC/CONM 017/2018 y la Resolución
Administrativa JDTSC/R.R. 030/18, confirmatoria de la primera -ambas emanadas de la entidad
protectora de la clase trabajadora- y que sí establecen y reconocen derechos laborales y sociales.
En relación a los otros derechos conexamente denunciados como lesionados, no corresponde mayor
pronunciamiento, debido a que tan solo fueron mencionados por la accionante sin explicar de qué
manera habrían sido afectados.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela solicitada, valoró incorrectamente
los datos del proceso.
POR TANTO
Solicitó se conceda la tutela, dejando sin efecto el Auto Interlocutorio 198/2018 y el Auto de Vista
207, ordenando que los demandados dicten nuevas resoluciones fundamentadas y motivadas
conforme a los fundamentos emitidos en la sentencia a dictarse.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 10 de mayo de 2019, conforme consta en acta cursante de fs. 682
a 687, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó el tenor de la acción de amparo constitucional
presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, Misael Severiche Saravia, Juez de Sentencia Penal Quinto
de la Capital del mismo departamento, no presentaron informe ni asistieron a la audiencia fijada, no
obstante su notificación mediante comisión instruida cursante de fs. 624 a 630.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Victoria Peña Lazarte a través de su abogado expresó que, la acción de amparo constitucional tiene
su origen en la errónea interpretación en cuanto a la ejecutoria de la Sentencia Condenatoria dictada
en su contra, pues en efecto apelada como fue, no se notificó el Auto de Vista emitido; por lo que,
planteó acción de libertad que fue concedida a través de la Resolución 06/2014 de 1 de abril, en
emergencia pudo activar recurso de casación, que fue admitido en el Tribunal Supremo de Justicia,
asumiendo tal instancia plena competencia para conocer el recurso contra la Sentencia Condenatoria;
el expediente fue devuelto al Juez de la causa el 30 de octubre de igual año por el Tribunal precitado,
únicamente a efectos de la sustanciación de la excepción de extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso por ella planteada, que fue declarada probada por Auto Interlocutorio 334 de 17
de septiembre de 2015, disponiéndose el archivo de obrados y la suspensión de todas las medidas
jurisdiccionales de carácter real y personal que se hubieran determinado; por lo que, bajo esos dos
antecedentes el Juez de la causa perdió competencia; empero, por Auto Interlocutorio 53/2016, anuló
obrados cuando ya no podía hacerlo; toda vez que, él no resolvió la acción de libertad y al haber sido
recurrido, se convirtió en juez y parte; el accionante en base a las certificaciones de ejecutoria
obtenidas cree que el proceso penal se encuentra ejecutoriado, el mismo que inició la demanda de
reparación de daños y perjuicios, y el Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital del departamento
de Santa Cruz por providencia de 27 de marzo de 2018, solicitó que el demandante adjunte el Auto
Supremo que resolvió el recurso de casación, planteado contra la Sentencia Condenatoria 13/2012,
el impetrante de tutela pretendió cumplir tal disposición, arrimando certificaciones de ejecutoria que
son nulas de pleno derecho, porque fueron emitidas por un juez que no tenía competencia para
hacerlo; sin embargo, admitida como fue la demanda, interpuso incidente de actividad procesal
defectuosa, alegando que no se cumplió la providencia de 27 de marzo de 2018 y el Juez de Sentencia
Penal Quinto de la Capital del departamento citado, advertido de su error, declaró probado el
incidente y anuló obrados hasta “fs. 64” otorgando el plazo de tres días para que presente el Auto
extrañado, bajo la advertencia de declararse desestimada la demanda, apelada como fue tal decisión
en sustanciación y resolución, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia del aludido
departamento por Auto de Vista 207, declaró admisible e improcedente el medio de impugnación
invocado. La base para pedir el pago de daños y perjuicios fueron las certificaciones extendidas por
un juez que carece de competencia conforme lo antes explicado. De acuerdo al entendimiento de las
SSCC “1358/2003-R” y 0096/2004-R de 21 de enero, el Tribunal Constitucional no puede revalorizar
la prueba que fue compulsada en su momento conforme pretende el accionante, por lo que solicitó
se le deniegue la misma.
Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña, no presentaron memorial ni asistieron a la audiencia pese
a su notificación mediante comisión instruida cursante de fs. 615 a 620.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto en lo Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de El Torno del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías,
mediante Resolución 01/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 687 vta. a 692 vta., concedió en
parte la tutela solicitada, disponiendo la nulidad del Auto de Vista 207, para que los demandados
dicten una nueva resolución, resolviendo la apelación de manera congruente, fundamentada,
motivada y pertinente, valorando las leyes, el procedimiento, los elementos probatorios y aplicando
la jurisprudencia constitucional vinculante, bajo los siguientes fundamentos: a) Al margen de existir
una Sentencia Condenatoria de dos años y seis meses contra los ahora terceros interesados, ellos
interpusieron recursos, nulidades y una acción de libertad, el caso se encontraba en grado de casación
ante el Tribunal Supremo de Justicia que lo admitió en la forma pero no en el fondo; b) El Juez de
causa dio cumplimiento obligatorio a la SCP “0468/2013”, dictada por el Tribunal Constitucional
Plurinacional en aplicación de la Ley Fundamental y el Código Procesal Constitucional; c) Los
demandados pronunciaron el Auto de Vista 207, “…quizás ello[s] no hicieron una valoración objetiva
referente a lo que habría manifestado el Tribunal Constitucional o de repente por la recarga laboral
que existe en los Tribunales es de que ellos omitieron valorar quizás esta sentencia, y este Tribunal
Constitucional no puede valorar esta prueba ordinaria, porque está prohibido es de que va
recomendar que la Sala Penal 1° valore desde su inicio de ese proceso e inclusive hasta la Acción de
Libertad que origino a que sea recurrido en casación” (sic); y, d) Efectivamente el cuaderno procesal
estaba “emitido” en una de las Salas del Tribunal Supremo de Justicia; pero también es evidente que
se dictó una Sentencia Constitucional Plurinacional que dio origen a este recurso de casación, el Auto
de Vista impugnado carece de congruencia, fundamentación y motivación respecto a la SCP
“0468/2013”, en cuanto a la consideración y resolución de todos los puntos, además de la coherencia
en unidad de criterio dentro de una misma resolución, observándose que no “…se realiza el análisis
sobre lo enunciado en el incidente sobre los Defectos Absolutos del Recurso de Acción de Libertad,
las pruebas ofrecidas en el incidente en la Acción de Libertad los presupuestos de la congruencia de
la tipicidad, culpabilidad, antijuricidad y de hecho ni la circunstancias personales la normativa
aplicable al caso concreto ni la jurisprudencia constitucional vinculante existente sobre el tema en
cuestión…” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Del Certificado de Ejecutoria, otorgado por Vania Beatriz Romero Peña, Secretaria del Juzgado
de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Santa Cruz, en cumplimiento al
proveído de 11 de julio de 2017, se tiene que la Sentencia Condenatoria 13/2012 de 29 de junio,
emitida dentro del proceso penal seguido por Fredy Rojas Salazar contra Victoria Peña Lazarte,
Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña -ahora terceros interesados-, se encuentra ejecutoriada
desde el 20 de junio de 2017 (fs. 18 y vta.).
II.2. Cursa memorial presentado el 26 de marzo de 2018, por el impetrante de tutela demandando
la reparación de daño emergente de la Sentencia Condenatoria 13/2012, emitida contra los terceros
interesados prenombrados (fs. 75 a 78); asimismo, por escrito presentado el 19 de abril de 2018,
“CUMPLE LO EXTRAÑADO Y SOLICITA AUTO DE ADMISION DE DEMANDA” (sic [fs. 102 a 103]).
II.3. Por escrito presentado el 27 de abril del citado año, Victoria Peña Lazarte -tercera interesada-,
interpuso incidente de nulidad por actividad procesal defectuosa (fs. 194 a 197); que fue respondido
por el accionante a través de memorial el 15 de mayo de ese año (fs. 203 a 205).
II.4. Consta Auto Interlocutorio 198/2018 de 23 de mayo, por el que el Juez de Sentencia Penal
Quinto de la Capital del departamento de Santa Cruz -demandado-, determinó probado el incidente
de nulidad por actividad procesal defectuosa planteado, anulando obrados hasta “fs. 64”, disponiendo
que el demandante dé cumplimiento a lo dispuesto en el decreto de 27 de marzo del enunciado año
en el plazo de tres días bajo pena de declararse desestimada la demanda de reparación de daño (fs.
205 vta. a 206 vta.).
II.5. A través de memorial presentado el 4 de junio del aludido año, el peticionante de tutela
interpuso apelación incidental contra el fallo supra citado (fs. 208 a 210 vta.).
II.6. Mediante Auto de Vista 207 de 5 de octubre de 2018, los Vocales de la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz -demandados- declararon admisible e improcedente
el recurso de apelación incidental activado confirmando en todas sus partes el Auto Interlocutorio
198/2018 (fs. 216 a 219).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de congruencia,
fundamentación y motivación de las resoluciones, a la defensa, a la tutela judicial efectiva y a los
principios de legalidad y seguridad jurídica; toda vez que, dentro del proceso de reparación de daños
que activó contra Victoria Peña Lazarte, Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña -terceros
interesados-, el Juez demandado -al pronunciar el Auto Interlocutorio 198/2018 de 23 de mayo-; y,
los Vocales codemandados, -al emitir el Auto de Vista 207 de 5 de octubre de igual año- no otorgaron
el valor correspondiente a los medios de prueba ofrecidos en la demanda que interpuso, consistentes
en las certificaciones de ejecutoria de la Sentencia Condenatoria 13/2012 de 29 de junio y del Auto
Interlocutorio 53/2016 de 11 de febrero; por consiguiente, declararon probado el incidente de
actividad procesal defectuosa activado por la tercera interesada.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Revisión de la actividad jurisdiccional de otros tribunales. Jurisprudencia reiterada
La SCP 1631/2013 de 4 de octubre estableció que: “… Para que la jurisdicción constitucional analice
la actividad interpretativa realizada por los tribunales de justicia, los accionantes deben hacer una
sucinta pero precisa relación de vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad
interpretativa - argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello
involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio de la
actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta
materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se
comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración probatoria que se
aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del
ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o
administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales ” (las negrillas nos
corresponden).
III.2. El debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación y congruencia
La SCP 0071/2016-S3 de 8 de enero concluyó que: “En relación a los elementos esenciales que
componen el derecho al debido proceso, se encuentran la motivación, fundamentación, congruencia
y pertinencia entre otros, que deben ser observados por las y los juzgadores al momento de
dictaminar sus resoluciones. En este sentido el razonamiento consolidado a través de la jurisprudencia
reiterada tanto por el extinto Tribunal Constitucional como de este Tribunal, señaló que: ‘…la garantía
del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las
resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer
los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga
los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
y 207 son lesivas a sus derechos constitucionales, resulta necesario también indicar que la acción de
amparo constitucional tiene como principio configurador la subsidiariedad; en mérito al cual, el
análisis en cuanto a lo denunciado, solamente puede efectuarse a partir de la última Resolución del
Tribunal de cierre pronunciada; vale decir, el Auto de Vista 207; toda vez que, los Vocales
codemandados gozan de todas las facultades conferidas por ley para corregir las irregularidades
procesales que vulneren derechos fundamentales y garantías constitucionales que eventualmente se
hubiesen producido en instancias inferiores.
En ese marco, concierne verificar si los Vocales codemandados al emitir el Auto de Vista precitado,
incurrieron en la infracción denunciada en la presente acción tutelar, correspondiendo analizar el
contenido del recurso de apelación incidental planteado por el peticionante de tutela y el Auto de
Vista 207 dictado, en cuanto a los fundamentos sobre cuya base fue pronunciado.
En tal sentido, el impetrante de tutela en el memorial de apelación incidental presentado el 4 de junio
de 2018, denunció que: 1) A través del Auto Interlocutorio 198/2018 se dispuso que dé cumplimiento
al decreto de 27 de marzo de igual año; es decir, arrimar el Auto Supremo que resolvió el recurso de
casación contra la Sentencia Condenatoria 13/2012, sin considerar ni mucho menos dar valor legal
al Auto Interlocutorio 53/2016 que anuló obrados dentro del proceso penal hasta “…fs. 433
inclusive…” (sic), determinación ratificada por Auto de Vista 80 de 25 de abril de 2017, contra el que
Victoria Peña Lazarte no interpuso recurso ordinario o acción constitucional alguna; 2) Planteó
demanda de reparación de daño, demostrando que tanto el memorial de recurso de casación como
el Auto Supremo 496/2014-RA de 23 de septiembre, fueron anulados dentro del proceso penal
fenecido por el Auto Interlocutorio 53/2016, no habiendo en consecuencia, trámite de casación
pendiente de resolución ante el Tribunal Supremo de Justicia; por ello, el a quo no podía disponer
que adjunte el Auto Supremo que “…resuelva el recurso de casación planteado por la señora Victoria
Peña Lazarte…” (sic); pues tal pieza procesal extrañada no existe ni existirá conforme a lo explicado
y a la prueba aportada al respecto; y, 3) El Juez de la causa tomó la decisión cuestionada sin efectuar
una exposición de los hechos ni la debida fundamentación legal, menos citó la normativa que sustenta
su decisión, con una ausencia de congruencia y fundamentación concluyó señalando que debe dar
cumplimiento al decreto de 27 de marzo de 2018 y declaró probado el incidente de nulidad por
actividad procesal defectuosa anulando obrados hasta “fs. 64”.
En respuesta, los Vocales codemandados por Auto de Vista 207, declararon admisible e improcedente
el recurso de apelación incidental activado y confirmaron en todas sus partes el Auto Interlocutorio
198/2018, bajo los siguientes fundamentos: i) En los Considerandos I y II efectuaron un resumen
de los antecedentes de dicho recurso invocado por el accionante y la respuesta otorgada por Victoria
Peña Lazarte; ii) En el Considerando III, aludieron al derecho a la impugnación; el entendimiento en
cuanto al recurso de casación previsto en los arts. 416, 417 y 419 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), reconocido por el art. 42 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ); asimismo, desglosaron
situaciones de flexibilización de los requisitos de admisibilidad del recurso señalado; y, iii) En el
Considerando IV, indicaron que el Juez a quo solicitó mediante decreto de 27 de marzo de 2018,
previamente a la admisión de la demanda de reparación de daño, se resuelva el recurso de casación
interpuesto por la prenombrada que fue admitido por Auto Supremo 496/2014-RA; “…por lo que se
evidencia que está pendiente la resolución del fallo y la competencia del Tribunal Supremo aún está
vigente, no siendo viable considerar en procedimiento que [el] Auto Interlocutorio N° 53/2016 de 11
de febrero de 2016, de fs. 23 y 24, en la cual se anula obrados hasta fs. 433 inclusive, faculte a un
Juez de Sentencia la revocatoria de la competencia del Tribunal Supremo que admitió el recurso de
casación para la revisión del Auto de Vista No. 127/13 de 13 de septiembre de 2013, que resuelve
IMPROCEDENTE, la apelación restringida de Victoria Peña Lazarte y a los co-imputados Justino Ojeda
Peña y Rodrigo Barba Peña a la Sentencia 13/2012 de 29 de junio de 2012, por lo que al haber
declarado probado el incidente de defectos absolutos antepuesto por la demandada Victoria Peña
Lazarte, el Juez a quo ha valorado correctamente los antecedentes, debiendo el demandante dar
cumplimiento al proveído de fecha 27 de marzo de 2018 que con 'carácter previo el demandante
debe acompañar el Auto Supremo que resolvió el recurso de casación contra la sentencia dictada el
día 29 de junio del 2012'…” (sic).
Ahora bien, de la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo constitucional,
el derecho al debido proceso en su elemento de congruencia, debe ser entendido como la obligación
que tiene toda autoridad judicial de emitir un fallo en estricta correspondencia entre lo que se pide y
lo que se resuelve, implicando la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva; por otro
lado, los componentes de fundamentación y motivación de las resoluciones consisten en que el
juzgador debe explicar las razones de la decisión asumida, citando los fundamentos en los que se
sustenta la misma y el valor otorgado a los medios de prueba, debiendo exponerse los motivos de
forma concisa y clara, además de considerarse que dicha exposición no debe consistir en una mera
relación de los documentos ni limitarse a realizar una mención de los requerimientos de las partes,
sino contener una estructura de forma y fondo que permita comprender las razones de la
determinación que se toma.
En ese orden, efectuando el contraste entre el memorial de apelación incidental enunciado y el fallo
emitido en emergencia, se advierte que el peticionante de tutela expresó como agravio el hecho de
que el Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital del departamento de Santa Cruz, al momento de
declarar probado el incidente de actividad procesal defectuosa planteado por Victoria Peña Lazarte,
no tomó en cuenta que la Sentencia Condenatoria 13/2012 se encontraba ejecutoriada desde el 20
de junio de 2017, extremo que acreditó a través del certificado de ejecutoria y el Auto Interlocutorio
53/2016, que anuló obrados dentro del proceso penal hasta “fs. 433”; sin embargo, los Vocales
demandados en el Considerando IV, se limitaron a indicar que estando pendiente de resolución en el
Tribunal Supremo de Justicia el recurso de casación interpuesto por Victoria Peña Lazarte que fue
admitido por Auto Supremo 496/2014-RA, no es viable considerar que el “…Auto Interlocutorio N°
53/2016 de 11 de febrero de 2016, de fs. 23 y 24, en la cual se anula obrados hasta fs. 433 inclusive,
faculte a un Juez de Sentencia la revocatoria de la competencia del Tribunal Supremo que admitió el
recurso de casación para la revisión del Auto de Vista No. 127/13 de 13 de septiembre de 2013, que
resuelve IMPROCEDENTE, la apelación restringida de Victoria Peña Lazarte y a los co-imputados
Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña a la Sentencia 13/2012 de 29 de junio de 2012…” (sic);
empero, no explicaron por qué omitieron considerar el certificado de ejecutoria adjuntado, más aun
tomando en cuenta que conforme a los antecedentes del caso se advierte que, la Sentencia
Condenatoria 13/2012 emitida contra Victoria Peña Lazarte, Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba
Peña, apelada como fue, generó el Auto de Vista 127 de 13 de septiembre de 2013, por el que se
declaró admisible e improcedente el recurso de apelación restringida y los sentenciados teniendo
cinco días para activar el recurso de casación no lo hicieron en el plazo oportuno, dejando precluir su
derecho; no obstante aquello, el 30 de enero de 2014, interpusieron incidente de nulidad de
notificación del Auto de Vista 127, que fue declarado no ha lugar por los Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz por el decreto de 10 de febrero de ese
año; empero, presentaron una acción de libertad que inicialmente fue concedida por el Juez Séptimo
de Partido, de Sentencia Penal y Liquidador del departamento de Santa Cruz a través de la Resolución
06/2014 de 1 de abril, por la que se anuló y dejó sin efecto la “…notificación cursante a fs. 407 del
expediente original…” (sic) y en emergencia el decreto de “fs. 408 vta.”; tal hecho permitió a Victoria
Peña Lazarte interponer recurso de casación que fue admitido mediante Auto Supremo 496/2014-
RA; asimismo, intentó otros medios de defensa, entre los cuales se encuentra la excepción por
duración máxima del proceso, que después de remitido el expediente al Juzgado de origen prosperó
y se dispuso el archivo de obrados; sin embargo, la Resolución 06/2014 pronunciada dentro la acción
de libertad, en revisión del Tribunal Constitucional Plurinacional fue revocada por medio de la SCP
0046/2014-S3, denegando la tutela; en lógica consecuencia, el Juez de la causa, efectuando
saneamiento procesal emitió el Auto Interlocutorio 53/2016, anulando obrados hasta el vicio más
antiguo; es decir, “…hasta Fs. 433 inclusive…” (sic), lo que significa que también se anularon todos
los actos procesales y resoluciones posteriores, resultando ilógico pedir que el accionante presente
el Auto Supremo exigido.
Conforme a lo expresado se concluye que los demandados en el fallo emitido y cuestionado por el
peticionante de tutela no efectuaron un análisis correcto de los antecedentes del fenecido proceso
penal ni sustentaron por qué no tomaron en cuenta los efectos de la SCP 0046/2014-S3, tornando
con ello su decisión en una resolución carente de congruencia, fundamentación y motivación que
vulnera los derechos señalados por el impetrante de tutela; pues todo juzgador está obligado a
exponer de manera suficiente las razones que lo llevaron a tomar cierta determinación; revelar los
hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sostienen la parte dispositiva de la
misma, carencia, que se detecta en la Resolución en análisis, donde de ninguna manera se le dio a
conocer al accionante los fundamentos del fallo, así los Vocales codemandados, no expresaron las
convicciones que justifiquen razonablemente su decisión, conforme se estipuló en el Fundamento
Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Finalmente, habiendo el impetrante de tutela participado activamente dentro del proceso de
reparación de daños que planteó, haciendo uso de todos los medios de impugnación a su alcance y
siendo que no se expresó mayor carga argumentativa inherente, no se advierte lesión a sus derechos
a la defensa, tutela judicial efectiva, y a los principios de legalidad y seguridad jurídica.
Por lo expuesto precedentemente, el Juez de garantías al haber concedido en parte la tutela
impetrada, aunque con diferente fundamento, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° CONFIRMAR la Resolución 01/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 687 vta. a 692 vta.,
pronunciada por el Juez Público Mixto en lo Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia
e Instrucción Penal Primero de El Torno del departamento de Santa Cruz; y en consecuencia,
CONCEDER en parte la tutela solicitada, en cuanto a la transgresión de su derecho al debido
proceso en sus elementos congruencia, fundamentación y motivación de las resoluciones; y,
2° Dejar sin efecto el Auto de Vista 207 de 5 de octubre de 2018, emitido por los Vocales de la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, debiendo dictar uno nuevo,
conforme al razonamiento expresado en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
personero legal del SERECI del mismo departamento para que remita su certificado de descendencia
y de estado civil, además informe sobre el último domicilio de su difunto esposo (fs. 6).
II.4. A través de decreto de 20 de marzo de 2019, el Juez Público Civil y Comercial Quinto de la
mencionada Capital y departamento ordenó que se notifique nuevamente en vía de conminatoria al
personero legal de dicha institución estatal para que remita a su despacho “…la documentación
dispuesta en el Inc. a) Decreto de fecha 10 de mayo de 2018 cursante en fojas 297 de obrados, sea
en el plazo de tres días a partir de su legal notificación, previa las formalidades de Ley, bajo
alternativa de Ley en caso de incumplimiento…” (sic [fs. 7]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de su derecho a la petición, a consecuencia de que los demandados
no emitieron los informes y/o certificaciones que fueron solicitadas mediante orden judicial por el
Juzgado Público Civil y Comercial Sexto de la Capital del departamento de Oruro, en la que se tramita
su demanda de aceptación de herencia.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Los alcances del derecho de petición y su diferenciación de la pretensión procesal
Al respecto, la SCP 0416/2016-S3 de 6 de abril entendió que: “Un elemento de transcendental
importancia en el ámbito jurídico es sin duda el petitorio pues en el ámbito procesal delimita el
accionar de las autoridades judiciales o administrativas que están obligadas a resolver los recursos o
impugnaciones conforme a lo solicitado, caso contrario se produce una decisión ultra o infra petita.
Sin embargo, debido a que puede confundirse con el derecho de petición pura y llana corresponde
diferenciarla.
En ese sentido, en toda impugnación existe una petición, que -dentro de un proceso- forma parte de
la pretensión pero no toda petición involucra una impugnación. Así, en materia administrativa, el
recurso de impugnación surge contra la decisión de la administración pública, en el que el
administrado se sujeta a un procedimiento pre-establecido, en cambio en el derecho de petición no
requiere la existencia de un proceso administrativo, debido a que tiene una autonomía propia, siendo
únicamente exigible la identificación del peticionante para su procedencia, así lo determina el art. 24
de la CPE ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o
escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá
más requisito que la identificación del peticionario'.
Los contrastes antes referidos advierten claramente una diferenciación entre el derecho
de petición y la pretensión que puede contener una demanda o un recurso de impugnación
dentro un proceso administrativo; mientras la primera es un derecho autónomo que se protege de
manera directa vía acción de amparo constitucional ante su vulneración, con excepción claro está,
en casos en que la administración de la entidad, haya establecido procedimiento para el tratamiento
del derecho de petición, en este último corresponde previamente observar la misma; en el segundo
caso, es decir, cuando se trata de una pretensión dentro un proceso administrativo
corresponde que tanto los plazos como la pretensión misma sea tratada de acuerdo a
procedimiento, en observancia de los elementos del debido proceso; en consecuencia, no
puede ser tratada con los alcances del derecho de petición, sino, corresponde que el
procedimiento administrativo sea observado con todo lo que incumbe: plazos y etapas procesales
establecidas en la misma, regulados bajo la garantía del debido proceso” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, respecto a los ámbitos de aplicación del señalado entendimiento jurisprudencial la SCP
0124/2018-S4 de 16 de abril, estableció que: “En conclusión, a la luz de la doctrina,
entendimientos y jurisprudencia constitucional glosada, el derecho de petición no puede
ser invocado dentro de un procedimiento judicial o administrativo para solicitar a una
determinada autoridad la ejecución de un acto procesal que por imperio de la ley esta
compelida a realizarla, debiendo en todo caso, únicamente observar las reglas del debido proceso,
los plazos establecidos a tal efecto y la ‘pretensión' de las partes en relación al citado acto” (el
resaltado es propio).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante considera vulnerado su derecho a la petición, en razón a que los funcionarios
codemandados del SERECI Oruro, no remitieron los informes solicitados mediante una primera orden
judicial y una posterior conminatoria, dentro del proceso judicial de aceptación de herencia que
instauró en la vía civil.
De la revisión de los antecedentes procesales que cursan en el expediente, se observa que la
accionante presentó demanda de aceptación de herencia el 1 de marzo de 2019, en la cual solicitó
al Juez Público Civil y Comercial de turno de la Capital del departamento de Oruro para que ordene
al SERECI del antedicho departamento: “…remita a su autoridad y a la brevedad posible
CERTIFICACIÓN DE DESCENDENCIA, de mi persona con el de cujus. Alternativamente dicho
Personero Legal remita CERTIFICACIÓN y/o INFORME el ultimo domicilio de mi difundo esposo que
respondía al nombre de AGUSTIN LOBO MAMANI” (sic [Conclusión II.1)]. De igual forma, en el mismo
memorial de demanda, la peticionante de tutela señala cuál es su finalidad con esa petición:
“OTROSÍ TERCERO.- Compulsadas las pruebas, solicito a su digna RECTITUD disponer me
extienda el testimonio en doble ejemplar, alternativamente se proceda al DESGLOSE DE
TODA LA PRUEBA APAREJADA” (sic).
Solicitud a la que la autoridad judicial dio curso por decreto de 6 de igual mes y año disponiendo:
“…notifíquese al Personero Legal del Servicio de Registro Cívico SERECI-ORURO, para que
por donde corresponda remita a este despacho judicial Certificado de Descendencia y Certificado de
Estado Civil correspondiente a Elisa Blanco Vargas Vda. de Lobo…” (sic [Conclusión II.2]).
Ante la falta de remisión de lo solicitado, la peticionante de tutela, a través de memorial presentado
el 18 de marzo de 2019, pidió al Juez que conoce su proceso, conmine al personero legal de dicha
institución, para que expida las certificaciones y/o informes de su estado civil y descendencia, además
del último domicilio de su difunto esposo (Conclusión II.3), el cual fue respondido por la respectiva
autoridad mediante decreto de 20 de igual mes y año, conminando al mencionado personero legal
para que este “…remita a este despacho judicial la documentación dispuesta en el Inc. a) Decreto de
fecha 10 de mayo de 2018 cursante en fojas 297 de obrados, sea en el plazo de tres días a partir
de su legal notificación, previa las formalidades de Ley, bajo alternativa de Ley en caso de
incumplimiento…” (sic [Conclusión II.4]).
Es necesario aclarar que si bien cualquier persona tiene derecho a presentar todo tipo de peticiones
ante la autoridad competente, esto no debe ser confundido con las pretensiones procesales que
puedan ser postuladas dentro de una causa judicial, que al ser sometidas a un proceso controvertido
se rigen a los plazos, etapas, instancias y recursos de impugnación que las normas procedimentales
hayan sido definidas según la ley, regulados bajo la garantía del debido proceso, por lo que resulta
necesario enfatizar que toda pretensión activada dentro de un proceso, no puede ser tratada
en el marco de la aplicación del derecho de petición, ya que la misma se encuentra
sometida a la observación de un procedimiento ordinario.
Siguiendo la línea del razonamiento anterior, en el caso de autos es notable observar que la
peticionante de tutela dentro de un proceso judicial voluntario de aceptación de herencia, pidió al
Juez que conoce la causa ordene al SERECI Oruro remita un certificado acerca de su estado civil, su
descendencia e informe sobre el último domicilio de su difunto esposo, esto con la finalidad de cumplir
con la carga de la prueba que demuestre la legitimidad de su pretensión; por lo que, la falta de
respuesta de dicha institución, no puede ser entendida como una vulneración al derecho a la petición,
ya que esa solicitud fue planteada dentro de un proceso judicial, en la que en caso de demostrarse
una limitación a la actividad probatoria de la demandante, es la autoridad jurisdiccional quién dentro
del marco procesal podrá restituir las irregularidades que se presenten, ya que la misma cuenta con
amplias facultades coercitivas para solicitar información a personas individuales, colectivas, públicas
y privadas, cuando la misma resulte pertinente, relevante y necesaria para dictar una determinación
judicial, de acuerdo a lo previsto en el art. 24.3 del Código Procesal Civil (CPC):
“ARTÍCULO 24.- (PODERES). La autoridad judicial tiene poder para:
(…)
3. Ejercitar las potestades y deberes que le concede este Código para encauzar adecuadamente el
proceso y la averiguación de la verdad de los hechos y derechos invocados por las partes”.
Asimismo, se puede advertir que la falta de remisión de los informes solicitados al SERECI Oruro, se
encuentra sujeta al régimen procesal que administra la autoridad judicial, quién a través de la emisión
de una conminatoria estableció: “…sea en el plazo de tres días a partir de su legal notificación,
previa las formalidades de Ley, bajo alternativa de Ley en caso de incumplimiento…”(sic [Conclusión
II.4]), observando que la mencionada autoridad condicionó a dicha institución para que en el caso
de que no remita los informes solicitados, ejercerá las facultades coercitivas que la ley prevé.
Por lo anteriormente expuesto, resulta evidente que la solicitud de informes al SERECI Oruro, se
encuentra sometida a un proceso judicial, como parte de la carga probatoria para demostrar su
pretensión, por lo que la vulneración reclamada no se encuentra dentro del ámbito de protección del
derecho a la petición de acuerdo a los argumentos expuestos en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, correspondiendo denegar la tutela impetrada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela solicitada, actuó de forma
incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 56/2019 de 2 de mayo, cursante de fs. 39 a 42 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, con la aclaración de que no se ingresó al análisis del
fondo de la problemática.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
precluir el derecho a obtener la protección de sus derechos supuestamente vulnerados, lo cual impide
ingresar al análisis de fondo de la acción tutelar incoada por los solicitantes de tutela.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa acta de la asamblea de socios de ASOGAPS, realizada el 23 de febrero de 2019 (fs. 57 a
60 vta.).
II.2. Consta Testimonio 43/2019 de 25 de febrero, de Protocolización del Acta de Elección para el
nuevo directorio de ASOGAPS por la gestión 2019 - 2021 (fs. 112 a 114 vta.).
II.3. Mediante certificaciones de 24 de abril de 2019, emitidas por ASOGAPS, fue acreditada la calidad
de socios de Modestino León Gorena y Jorge Luis Rojas Villarroel (fs. 38 y 39).
II.4. Cursa el Estatuto de la Asociación de Ganaderos de Puerto Suárez y su correspondiente
Reglamento (fs. 3 a 11 y 12 a 20).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la defensa, al debido proceso, a ser oídos, a
la participación, al voto y a la seguridad jurídica, puesto que la junta electoral de ASOGAPS emitió la
primera convocatoria para la elección del nuevo directorio de la Asociación, sin observar las
disposiciones del Estatuto y Reglamento aprobados en asamblea; motivo por el cual tuvieron que
dejarla sin efecto para lanzar una segunda el 6 de febrero de 2019, suprimiendo una serie de
requisitos tanto para los socios votantes como para los eventuales candidatos; asimismo, dieron el
plazo de cinco días previos a la fecha de celebración de la Asamblea Ordinaria, para la inscripción de
elegibles, a pesar de que según el Estatuto y Reglamento corresponde otorgar el término de quince
días al efecto señalado; por otra parte, modificaron el inc. e) del art. 35 del citado Reglamento, que
establece la obligatoriedad de presentación del carnet de asociado y certificado de vacunación,
dejando este último como requisito opcional.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El principio de subsidiariedad en la acción de amparo constitucional
La SCP 0283/2019-S4 de 29 de mayo, hizo referencia a las acciones de defensa que contempla la
Constitución Política del Estado, entre las cuales se encuentra la acción de amparo constitucional que
se rige por los principios de subsidiaridad e inmediatez y está concebida como un medio de defensa
que se activa en resguardo de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las
personas; así el art. 128 de la Norma Suprema expresa: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá
lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual
o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la Constitución y la ley”. Constituye un mecanismo eficaz, rápido e inmediato para el restablecimiento
de derechos y garantías constitucionales vulneradas y se dirige contra aquellos actos u omisiones
ilegales o indebidas, provenientes de servidores públicos y/o también de personas individuales o
colectivas y se rige por los principios de subsidiariedad e inmediatez.
En cuanto a la subsidiariedad de esta acción tutelar, la SC 0127/2011-R de 21 de febrero, citando a
su vez la SC 0622/2010-R de 19 de julio, estableció que: ‘“…el amparo constitucional se constituye
en un instrumento esencialmente subsidiario y supletorio de protección; subsidiario porque no puede
ser utilizado si previamente no se agotaron la vías ordinarias de defensa, y supletorio porque viene
a reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria. ‘…En consecuencia, para que los
fundamentos de una demanda de amparo constitucional puedan ser analizados en el fondo, la parte
accionante, debe haber utilizado hasta agotar todos los medios y recursos legales idóneos para la
tutela de sus derechos, sea en la vía jurisdiccional o administrativa, pues donde se deben reparar los
derechos y garantías lesionados es en el mismo proceso, o en la instancia donde fueron vulnerados,
esto es, que en principio haya acudido ante la misma autoridad que incurrió en la presunta lesión y
luego a las superiores de ésta, y si a pesar de ello persiste la lesión porque los medios o recursos
utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la posibilidad de acudir al amparo constitucional, el
que no puede ser utilizado como un mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, pues ello
desnaturalizaría su esencia’.
Asimismo, este Tribunal a través de la SC 1035/2010-R de 23 de agosto, reiterando el entendimiento
asumido por la SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, señaló que existen: ‘…reglas y sub reglas de
improcedencia de amparo por subsidiariedad cuándo: 1) las autoridades judiciales o administrativas
no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un medio
de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su oportunidad y en plazo legal no se
planteó un recurso o medio de impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa previsto
en el ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas pudieron haber tenido
o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a)
cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos
extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la
defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la
interposición y tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se excluyen de la
excepción al principio de subsidiaridad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos
y garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable, en cuya
situación y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros medios de
defensa y recursos pendientes de resolución…”’.
III.2. De los hechos y actos consentidos como causal de improcedencia
La SC 1667/2004-R de 14 de octubre, consideró que el acto consentido para operar como causal de
improcedencia, debe ser entendido como : “…cualquier acto o acción que el titular del derecho
fundamental realice ante la autoridad o particular que supuestamente lesionó el mismo, como
también ante otra instancia, dejando advertir o establecer claramente que acepta o consiente de
manera voluntaria y expresa la amenaza, restricción o supresión a sus derechos y garantías
fundamentales, de modo que no siempre podrá exigirse un acto en el que el titular manifieste
textualmente y por escrito que acepta libre y expresamente el acto ilegal u omisión indebida, sino
que ello podrá deducirse con los elementos de juicio suficientes del accionar que el titular hubiera
tenido a partir de la supuesta lesión de la que hubiesen sido objeto sus derechos y garantías
constitucionales” .
El referido entendimiento fue precisado en la SC 0672/2005-R de 16 de junio, al señalar que: “(…)
para declarar la improcedencia de un recurso de amparo constitucional por esa causal, no es
suficiente una actuación implícita, dado que el consentimiento expreso importa un acto positivo,
concreto, libre e inequívoco, vinculado de manera directa a la actuación ilegal impugnada; en otras
palabras, la manifestación de la voluntad debe demostrar, de manera indubitable, el consentimiento
a la amenaza o lesión a algún derecho fundamental”.
La jurisprudencia de referencia permite concluir que la causal de improcedencia de la acción de
amparo constitucional, señalada expresamente en la parte inicial del art. 53.2 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), constituye una causal de inactivación de la acción de amparo constitucional;
en ese contexto, el nuevo modelo constitucional precisó respecto a los actos consentidos, en la SCP
0041/2015-S1 de 6 de febrero, que: “Así, la SCP 0198/2012 de 24 de mayo, entre otras, refirió que:
‘En este orden, implica que el legislador ha considerado que al ser el consentimiento una expresión
de la libre voluntad, no existe causa para dar curso a la tutela cuando se advierte este supuesto en
los hechos denunciados, de modo que resulta lógico jurídicamente razonar negándose la tutela, en
sentido de que el acto aún se considere lesivo, si ha sido admitido y consentido por el interesado en
un primer momento, aun cuando después lo denuncie y pretenda la protección, pues este Tribunal
no puede estar a disposición de la indeterminación de ninguna persona, dado que ello sería provocar
una incertidumbre en los actos jurídicos, que conforme al ordenamiento jurídico sustantivo como
procesal tienen sus efectos inmediatos, los mismos que no pueden estar sujetos a los caprichos y
ambivalencias de ninguna de las partes intervinientes, por lógica consecuencia no pueden estas
actitudes ser motivo de concesión de tutela alguna’.
Ahora bien, la integración de la doctrina del consentimiento de los actos reclamados, en el juicio de
garantías, conduce a formular estas nítidas proposiciones: ‘1) Hay consentimiento expreso del acto
reclamado, cuando directamente se exterioriza que se está de acuerdo o conforme con dicho acto;
2) Hay consentimiento expreso, también, del acto reclamado, cuando media una manifestación de
voluntad que entrañe ese consentimiento’”.
III.3. Análisis del caso concreto
Conforme se tiene expresado al inicio de los Fundamentos Jurídicos del presente fallo constitucional,
los accionantes acusan la vulneración de sus derechos a la defensa, al debido proceso, a ser oídos,
a la participación, al voto y a la seguridad jurídica, con el argumento de que la junta electoral de
ASOGAPS, emitió la primera convocatoria para la elección del nuevo directorio de la asociación, sin
observar las disposiciones del Estatuto y Reglamento aprobado en asamblea de socios, dejándola sin
efecto para lanzar la segunda el 6 de febrero de 2019, obviando requisitos como el del plazo, ya que
otorgaron cinco días previos a la fecha de celebración de la Asamblea Ordinaria, para la inscripción
de elegibles, desoyendo lo dispuesto por el Estatuto y Reglamento que otorga al efecto el término
de quince días; asimismo, modificaron el inc. e) del art. 35 del Reglamento, referido a la
obligatoriedad de presentación del carnet de asociado y certificado de vacunación, para dejar este
último como exigencia opcional.
Respecto a la aseveración de los peticionantes de tutela, en sentido de que no existe una instancia
previa a la presente acción tutelar, cabe señalar que el art. 17 del Título V del Reglamento de
asociados, cursante de fs. 12 a 20 (Conclusión II.4), refiere que el Tribunal de Honor es competente
para conocer y resolver violaciones al Estatuto y Reglamento, así como a los actos que ocasionen
perjuicios a la institución, decisiones que de conformidad al art. 19 del mencionado documento,
pueden inclusive ser apeladas ante el Tribunal de Honor de FEGASACRUZ en última instancia;
consiguientemente, resulta evidente que los impetrantes de tutela no agotaron las instancias previas
a la interposición de la presente acción tutelar, para hacer valer los reclamos concernientes a la
elección que tuvo como propósito la renovación de la directiva de ASOGAPS. Al respecto, el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional señala que el amparo
constitucional es un instrumento esencialmente subsidiario y supletorio de protección; subsidiario
porque no puede ser utilizado si previamente no se agotaron las instancias ordinarias de defensa, y
supletorio porque está destinado a reparar las deficiencias que se presentan en esa vía;
consiguientemente, para que los fundamentos de la demanda de amparo constitucional sean
analizados en el fondo, la parte accionante debió interponer todos los medios y recursos legales
idóneos para lograr el restablecimiento de sus derechos, sea en la vía jurisdiccional o administrativa.
Asimismo, los antecedentes que acompañan la presente acción tutelar, permiten concluir por una
parte que Modestino León Gorena, representado por Carlos Hugo Mansilla Peña (Testimonio de Poder
Notarial suficiente y bastante 234/2019 de 17 de abril, fs. 36 y vta.), refirió que el 23 de febrero de
2019 se llevó a cabo la Asamblea Ordinaria en la que “sus mandantes” efectuaron observaciones e
impugnaciones a la convocatoria, mismas que no fueron atendidas; sin embargo, de la lectura del
acta de la mencionada fecha, se concluye que este extremo no resulta evidente, puesto que en la
misma figura solamente la realizada a título personal por el socio Luis Delgadillo Salazar; y, si bien el
impetrante de tutela se encontraba presente, (Conclusión II.1), no efectuó impugnación o reclamo
alguno a la Convocatoria de 6 de febrero ni al proceso eleccionario en sí y tampoco hizo denuncia
alguna por no haber emitido su voto, extremo que de conformidad al informe de la parte accionada,
se debió al hecho de que no canceló sus cuotas antes de la fecha de realización del acto eleccionario,
conforme dispone el art. 7 del Reglamento (Conclusión II.4).
En lo que respecta a Jorge Luis Rojas Villarroel, si bien se observa que intervino en oportunidad de
celebrarse la asamblea de socios de 23 de febrero de 2019 solicitando la impugnación del acto
eleccionario de la nueva directiva de ASOGAPS con el fundamento de que la misma no se ajusta al
nuevo Estatuto y Reglamento de la Asociación (Conclusión II.1), se evidencia que participó de la
elección emitiendo su voto (Conclusión II.2), convalidándolo con su participación efectiva en calidad
de votante en las elecciones de 23 de febrero de 2019, mediante un acto expresamente consentido,
entendiéndose por tal que: “1) Hay consentimiento expreso del acto reclamado, cuando directamente
se exterioriza que se está de acuerdo o conforme con dicho acto; 2) Hay consentimiento expreso,
también, del acto reclamado, cuando media una manifestación de voluntad que entrañe ese
consentimiento” (Fundamento Jurídico III.2); consiguientemente, la existencia de consentimiento
expreso del acto eleccionario, constituye un impedimento para que este Tribunal ingrese al
consiguiente análisis de fondo de la problemática expuesta.
Lo manifestado precedentemente permite establecer que no existió vulneración alguna del derecho
a la defensa, al debido proceso, a ser oídos, a la participación, al voto y a la seguridad jurídica de los
impetrantes de tutela.
En consecuencia, el Juez de garantías, al declarar “improcedente” la tutela solicitada, evaluó en
forma correcta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo, aunque utilizando terminología
incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 1/19 de 3 de mayo de 2019, cursante de fs. 131 a
134, pronunciada por el Juez Público Civil y de Partido del Trabajo y Seguridad Social de Puerto
Suárez, del departamento de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Ariel Ramiro Alanoca Mamani, Jefe Departamental de Trabajo La Paz, en audiencia: i) Ratificó los
actos administrativos realizados por la entidad que representa; es decir, la Conminatoria
J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018, que fue impugnada mediante recurso de revocatoria y ratificada
por Resolución 640/18 de 7 de noviembre de 2018, contra la cual FRIDOSA no planteó el recurso
jerárquico; y, ii) Respecto al abandono de trabajo, al conocer la denuncia revisó la documentación
presentada en la que figuraban cuadros de control de asistencia de los cuales requirió el justificativo
correspondiente en cumplimiento de la Resolución Administrativa (RA) 063/99 de 9 de julio de 1999
y la RM “601/16” -no especifica fecha-, que refieren que el empleador debe controlar a su personal
en sus ingresos, salidas y horas extras; para esto requiere una autorización del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Previsión Social, del sistema de control de asistencia implementado, como libro de control,
reloj tarjetero o biométrico, exigiéndoles presenten la resolución correspondiente en cumplimiento a
las señaladas normativas, misma que no lo hicieron, siendo esa la única forma de acreditar si un
empleado abandonó su trabajo, al no haberse exhibido dicha documentación no se pudo verificar o
justificar el mencionado hecho.
I.2.4. Intervención de los terceros interesados
Vicente Pacosillo Ticona, Marco Segundo Quispe Osco y Juan Carlos Guarachi Ticona no se hicieron
presentes en audiencia, ni remitieron informe escrito pese a su citación cursante a fs. 155 y 156.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
32/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 232 a 235, concedió en parte la tutela solicitada,
disponiendo el cumplimiento de la Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 emitida por el
“Ministerio de Trabajo” -debió decir Jefatura Departamental de Trabajo-; en consecuencia restituir a
la impetrante de tutela a su fuente laboral, el pago de salarios devengados y derechos sociales, en
base a los siguientes fundamentos: a) La accionante hizo conocer que la empresa demandada se
rehusó a cumplir la Resolución del “Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social” 640/18, misma
que es acompañada por un informe que refiere que FRIDOSA no cumplió la disposición de
reincorporación; b) No se demostró el acatamiento de dicha Resolución por la parte demandada,
quien simplemente adjuntó un informe, croquis y diligencia realizada por una autoridad policial con
la intervención de un Notario de Fe Pública, la comunicación para la reincorporación de la impetrante
de tutela no podía materializarse solo con ese tipo de diligencia, el cual podría perderse, puesto que
una notificación pegada en la puerta de una vivienda fácilmente puede ser extraviada; para el derecho
laboral esta pudiera ser insuficiente, la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional
Plurinacional respecto a los derechos laborales hace entender que existe una preconcepción de los
medios por los que puede llegarse al trabajador, el aludido Ministerio, tiene una unidad de Recursos
Humanos (RR.HH.) donde se registran los datos del trabajador, el croquis de su inmueble y sus
números telefónicos donde podían recabar los datos para materializar la diligencia que pretendía
cumplir FRIDOSA; y, c) Los otros argumentos señalados podrán ser debatidos en sede ordinaria,
lamentablemente la vía constitucional no es la instancia en la que se verificará la correcta valoración
de la prueba por el Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social o si llegó a una conclusión de
orden legal conforme a derecho.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 de 14 de septiembre, por el que Ramiro
Ariel Alanoca Mamani, Jefe Departamental de Trabajo La Paz, conminó a FRIDOSA para que
reincorpore inmediatamente de Ana Adelina Villarte Chávez -ahora accionante- a su fuente laboral
en la referida empresa en el mismo puesto que ocupaba al momento del despido injustificado, más
el pago de sus salarios devengados y demás derechos sociales (fs. 44 a 49).
II.2. Por memorial de 9 de octubre de 2018, Ericka Gabriela Gonzales Irigoyen, en representación
de FRIDOSA, interpuso recurso de revocatoria contra dicha Conminatoria (fs. 117 a 125).
II.3. A través de Informe -V-326/18 de 18 de octubre de 2018, Patricia Serrano Aguilar, Inspectora
de Trabajo y Seguridad Industrial de la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, elevó informe de
verificación de reincorporación de la impetrante de tutela a la aludida empresa, señalando que esta
última no dio cumplimiento a la misma (fs. 132 a 133).
II.4. Mediante RA 640/18 de 7 de noviembre de 2018, el Jefe Departamental de Trabajo La Paz,
confirmó la Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018; consiguientemente rechazó el recurso de
revocatoria interpuesto por la empresa FRIDOSA (fs. 127 a 131).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo, estabilidad laboral, inamovilidad
funcionaria, salario digno y seguro social; puesto que, FRIDOSA no dio cumplimiento a la
Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 de 14 de septiembre, emitida por la Jefatura
Departamental de Trabajo La Paz, que dispuso su reincorporación en la referida empresa al mismo
puesto laboral que ocupaba al momento del despido injustificado.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La tutela reforzada de los derechos de las personas con capacidades diferentes
incluyendo al padre, madre o tutores
La SCP 0835/2019-S4 de 2 de octubre, al respecto estableció: “Por disposición de la Norma Suprema,
además de la igualdad formal que debe darse entre todas las personas, conforme se tiene establecido
tanto del Preámbulo como del art. 14.II de la CPE, última norma anotada que dispone la prohibición
y sanción de toda forma de discriminación fundada, entre otros aspectos, en la “discapacidad”, cuyo
propósito sea anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad
de los derechos de toda persona, se tiene también, instituida la igualdad material, la misma que para
el caso se encuentra contemplada en los arts. 70, 71 y 72 de la Constitución Política del Estado, que
ordena que el Estado debe adoptar medidas de acción positivas para promover la efectiva integración
de las personas con discapacidad en el ámbito productivo, económico, político, social y cultural, sin
discriminación alguna; lo que permite equilibrar jurídicamente las posibilidades con relación a este
sector vulnerable de la población, de manera que se encuentren en igualdad de condiciones que el
resto de las personas.
En ese sentido, la consagración del derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada de las
personas con capacidades diferentes, como una concreción específica del derecho genérico a un trato
desigual de quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad, se desprende de la interrelación
de las normas constitucionales comprendidas en los arts. 48.II de la CPE, que refiere que las normas
laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios, entre otros, de estabilidad laboral y de no
discriminación a favor de la trabajadora y del trabajador, obligando al Estado a proteger la estabilidad
laboral y prohibiendo el despido injustificado y toda forma de acoso laboral, bajo sanciones de ley,
estipulado en el art. 49. II de la indicada Ley Fundamental, normas constitucionales que bajo el
influjo de una igualdad formal, prevén la estabilidad laboral para todos los trabajadores, como
principio general que rige todas las relaciones laborales (art. 14.II de la señalada Norma Suprema);
empero, interrelacionando con el valor-principio justicia reconocido en el art. 8.II de la CPE, con los
derechos específicos de las personas con capacidades diferentes (igualdad material) establecidos en
el art. 70 de la CPE, específicamente en su art. 71.II, el derecho a la estabilidad de los trabajadores
y trabajadoras en general, se refuerza cuando se trata de personas con capacidades diferentes.
Esta interpretación interrelacionada, guarda coherencia con normas del bloque de constitucionalidad,
como: La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad adoptada el 13 de
diciembre de 2006, que en sus arts. 1 y 27, determina que los Estados parte deben adoptar medidas
para eliminar la discriminación y promover la integración laboral de las personas con discapacidad,
en particular respecto a la prestación de bienes o servicios tales como el empleo público o privado;
en la misma línea, la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las formas de
discriminación contra las personas con discapacidad, adoptada por la Asamblea General de la OEA el
8 de junio de 1999, en su art. III, establece directivas en cuanto a la integración de las personas con
capacidades diferentes en la sociedad, en varios ámbitos, entre otros, el laboral, eliminando todo tipo
de discriminación; en igual sentido, la Observación General 5 emitida por el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, como órgano supranacional que interpreta el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que trata sobre la obligación de los Estados de
adoptar acciones afirmativas tendentes a lograr el acceso al trabajo, entre otros, en igualdad de
condiciones que el resto de la población; y, el Convenio 159 de la OIT, sobre readaptación profesional
y el empleo de las personas inválidas, adoptada ante la persistente evidencia de situaciones
discriminatorias contra las personas con capacidades diferentes en razón a su situación física, psíquica
o sensorial, que norma el compromiso de los estados parte, de remover la discriminación existente
contra las personas con capacidades diferentes, promover oportunidades de trabajo, garantizar la
readaptación profesional y adoptar medidas de diferenciación positiva en el campo laboral.
Concordante con ello se tiene la Ley General para las Personas con Discapacidad -Ley 223 de 2 de
marzo de 2012– que tiene por objeto precisamente garantizar a las personas con
capacidades diferentes, el ejercicio pleno de sus derechos y deberes en igualdad de
condiciones y equiparación de oportunidades y trato preferente bajo un sistema de
protección integral, establece el derecho de estos, a un empleo y trabajo digno y
permanente (art. 13), regulando el art. 34.II, la garantía de la inamovilidad laboral de
los mismos, incluyendo los cónyuges, padres, madres y/o tutores de hijos con
discapacidad, claro está, siempre y cuando cumplan con la normativa vigente y no existan
causales que justifiquen debidamente su despido.
Entonces podemos señalar que, el derecho a la estabilidad reforzada de las personas con capacidades
diferentes, implica el derecho que tienen las mismas a permanecer en el cargo público o privado
hasta que se configure una justa causa de despido, destitución o desvinculación laboral, el mismo
que, en tratándose de servidores públicos, debe ser aplicado como resultado de un previo y debido
proceso disciplinario interno (razonamiento aplicable a todo tipo de relación laboral, sea a plazo fijo,
por tiempo indefinido, por obra o servicio o a destajo), en el que se le otorgue al procesado el derecho
a la defensa en juicio y respetando todos los elementos que componen el debido proceso.
El indicado entendimiento es aplicable aún en tratándose de las causales vinculadas con robo, hurto
o abuso de confianza en que pudo haber incurrido la trabajadora o el trabajador y por los cuales se
hubiera iniciado proceso penal; toda vez que, del ejercicio de toda función pública pueden emerger
cuatro tipos de responsabilidad (administrativa, civil, ejecutiva y penal), conforme se tiene previsto
en el art. 28 de la LACG, las mismas que son independientes una de la otra, de manera que, en el
marco de los argumentos desarrollados precedentemente, referidos a la tutela reforzada de los
trabajadores con capacidades diferentes, el ejercicio de la acción penal no puede constituir motivo
suficiente para el despido directo del trabajador, sino hasta que se tenga una sentencia condenatoria
ejecutoriada, lo que sin embargo, no obsta que la parte empleadora o contratante, inicie sumario
administrativo interno contra la trabajadora o el trabajador en el ámbito administrativo, en el cual,
es plenamente posible la valoración por la autoridad sumariante, de los antecedentes que se puedan
recabar del proceso penal, para establecer la existencia o no de responsabilidad administrativa, de
manera que se le permita asumir plena defensa en juicio, respetando de esa manera la garantía de
presunción de inocencia del procesado, la misma que es aplicable no solo al ámbito penal, sino
también al ámbito administrativo sancionador, como es el caso de los servidores públicos procesados
por faltas cometidas en el ejercicio de sus funciones” (las negrillas son nuestras).
III.2. Contextualización de línea de la acción de amparo constitucional ante el
incumplimiento de las conminatorias de reincorporación
Al respecto, la SCP 0191/2019-S2 de 2 de mayo haciendo referencia a la SCP 0133/2018-S2 de 16
de abril asumió el siguiente entendimiento: «“El Tribunal Constitucional Plurinacional, en numerosas
oportunidades se pronunció sobre el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación dispuesta
por la Jefatura Departamental de Trabajo, señalando que, en estos casos procede directamente la
acción de amparo constitucional. Así, las SCCPP 138/2012 de 4 de mayo de 2011, y 177/2012 de 14
de mayo de 2012, establecieron que debe hacer abstracción del principio de subsidiariedad en
aquellos casos en que una trabajadora o un trabajador demande la reincorporación a su fuente
trabajo ante un despido sin causa legal justificada; con el único requisito previo de recurrir a las
Jefaturas Departamentales de Trabajo denunciando este hecho, a objeto que estas entidades una
vez establecido el retiro injustificado conmine al empleador a la reincorporación inmediata en los
términos previstos por el Decreto Supremo (DS) 0495 de 1 de mayo de 2010, y ante su
incumplimiento, se hace viable acudir a la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo
constitucional en procura de la reparación de los derechos presuntamente vulnerados.
En ese orden, y en el entendido que las SSCCPP 0138/2012 y 0177/2012, establecían de manera
imperativa que la justicia constitucional debía efectivizar conminatorias laborales de reincorporación
del Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social sin atender a su contenido, se vio por
conveniente, que al menos desarrollen las razones que funda su decisión y por supuesto que su
contenido sea claro, al no resultar lógico que la justicia constitucional ejecute una resolución que no
respete estándares del debido proceso, pues bajo ese razonamiento en ciertos casos, implicaba
consagrar la violación de derechos; motivos por los que, se moduló el anterior entendimiento a través
de la SCP 2355/2012 de 12 de noviembre.
Más adelante, la SCP 0900/2013 de 20 de junio, moduló el entendimiento inicial contenido en las
SSCCPP 0138/2012 y 0177/2012, estableciendo que a efectos de conceder la tutela, debe efectuarse
una valoración completa e integral de los hechos y datos del proceso, de las circunstancias y de los
supuestos derechos vulnerados, haciendo prevalecer la verdad material sobre la formal; señalando
expresamente que: `…el Tribunal Constitucional Plurinacional, no es una instancia más dentro del
proceso administrativo laboral iniciado ante las Jefaturas Departamentales de Trabajo, si bien, dichas
instituciones pretenden precautelar los derechos de los trabajadores a la estabilidad laboral, empero,
al emitirse una resolución que conmine la reincorporación, ello no debe significar que de manera
inmediata, la jurisdicción constitucional, haga cumplir la misma tal cual se refirió, como si fuera una
instancia más, que ordene la automática reincorporación del trabajador a su fuente laboral, en su
caso, el Tribunal Constitucional Plurinacional, en la revisión de los procesos puestos en su
conocimiento, debe hacer una valoración integral de todos los datos del proceso, los hechos y los
supuestos derechos vulnerados, y después de ello, haciendo prevalecer la verdad material sobre la
verdad formal, emitirá un criterio, mediante una decisión justa y armónica con los principios, valores,
derechos y garantías, contenidos en el texto Constitucional y en la ley, normas en la cual, el Tribunal
debe circunscribir sus decisiones…´.
Posteriormente, a través de la SCP 1712/2013 de 10 de octubre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, moduló el entendimiento contenido en la SCP 0900/2013 y recondujo la línea
jurisprudencial a la SCP 2355/2012 cuando estableció que: ‘De lo señalado, se evidencia que si bien
existe un mandato normativo expreso para que la jurisdicción constitucional haga cumplir los
mandatos de reincorporación, en atención a la naturaleza del derecho al trabajo en el Estado Social
de Derecho, la tutela constitucional no puede emitirse a ciegas cual si la conminatoria por sí misma
fuere ya un instrumento que obliga a esta instancia constitucional a brindar una tutela constitucional.
Puesto que no debe perderse de vista que la naturaleza de la jurisdicción constitucional dista mucho
del ejercicio de funciones de policía, de ahí que para concederse una tutela constitucional
debe analizarse en cada caso la pertinencia de la conminatoria, al efecto, cabe establecer
que a esta instancia constitucional no le compete ingresar al fondo de las problemáticas laborales
que se le presentan, pues no es sustitutiva de la jurisdicción laboral ni mucho menos tiene la amplitud
probatoria conducente a por sí misma para arribar a una verdad material; sin embargo, tampoco
puede pretenderse la ejecutoria de conminatorias que emergen de procesos administrativos
desarrollados al margen de la razonabilidad de un debido proceso.
Por todo ello, mal podría pretenderse que esta jurisdicción llegue al convencimiento de que el despido
fue o no justificado, pues el acervo probatorio con el que cuenta no le permitiría llegar a verdades
históricas materiales, así como tampoco corresponde reemplazar a toda la judicatura laboral con la
jurisdicción constitucional; justamente de este escenario proviene el hecho de que la conminatoria
es de cumplimiento inmediato, y que su incumplimiento vulnera el núcleo esencial del derecho al
De acuerdo a lo precedentemente expuesto, la línea a seguir por este Tribunal, con el objeto de
resolver la problemática planteada por la impetrante de tutela, se encuentra plasmada en los
fundamentos desarrollados en la SCP 0191/2019-S2 de 2 de mayo, citada ut supra en el presente
fallo constitucional que realizó una sistematización de la jurisprudencia respecto a la conminatoria de
reincorporación, llegando a la conclusión que con el fin de resguardar al trabajador ante despidos
arbitrarios y sin causa legal justificada y con la finalidad de otorgar certeza jurídica al justiciable se
creó un procedimiento administrativo sumarísimo, concediéndole facultades al Ministerio de Trabajo,
Empleo y Previsión Social, a través de las jefaturas departamentales de trabajo, para determinar si
el retiro es justificado o no, para luego proceder a pronunciar la mencionada Conminatoria y
finalmente recurrir a la jurisdicción constitucional en caso de resistencia del empleador a su
observancia, medida adoptada con el fin de garantizar el cumplimiento inmediato de un acto
administrativo a través de referida instancia, para lo cual se estableció las siguientes subreglas: 1)
Procede la acción de amparo constitucional de manera directa, lo que significa que el trabajador no
requiere agotar previamente la jurisdicción laboral ni la vía administrativa; 2) La instancia
constitucional verificará en cada caso la pertinencia de la conminatoria de reincorporación,
limitándose tal análisis a constatar que aquella fue emitida a favor del trabajador que se encuentra
dentro del rango de protección de la Ley General del Trabajo y la normativa laboral complementaria;
supuestos que permitirán ordenar el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación; y, 3) La
tutela otorgada por la jurisdicción constitucional es provisional, al quedar todavía mecanismos
pendientes que pudieran eventualmente ser activados por el empleado o el empleador.
La indicada protección no implica que la jurisdicción constitucional se constituya en una instancia
más, dedicada a la ejecución de decisiones administrativas ni se le atribuya a este Tribunal funciones
coercitivas para el acatamiento de las mismas, sino en un mecanismo rápido y efectivo para el
restablecimiento del derecho fundamental al trabajo, a un empleo digno y a la estabilidad laboral, a
través de la materialización efectiva del cumplimiento de la orden de reincorporación laboral, más el
consecuente pago de los salarios devengados y otros derechos laborales que les correspondan,
siempre y cuando estos hayan sido dispuestos en la misma conminatoria, teniendo el empleador la
jurisdicción ordinaria a fin de demostrar la ilegal o indebida Conminatoria pronunciada por la Jefatura
Departamental de Trabajo La Paz; en cuyo mérito, corresponde, en el caso concreto, verificar si la
Conminatoria de reincorporación emitida en favor de la impetrante de tutela, fue cumplida por la
empresa FRIDOSA conforme a los alcances establecidos en la misma; toda vez que, al tratarse de
una trabajadora que tiene bajo su dependencia a una persona con discapacidad, goza de inamovilidad
funcionaria.
En ese entendido y en cumplimiento a la mencionada sentencia constitucional citada en el
Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional que realizó una contextualización respecto
a la obediencia de las conminatorias y llegó a la conclusión de que pese a las modulaciones que se
hizo sobre el particular, este Tribunal Constitucional Plurinacional continuó aplicando el entendimiento
asumido en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0138/2012 y 0177/2012 de conceder la
tutela provisional en el caso de conminatoria, sin exigir requisitos adicionales vinculados a la
fundamentación o el análisis integral del caso; empero, con la finalidad de otorgar certeza jurídica al
justiciable, estableció la subreglas antes descritas.
Ahora bien, en cumplimiento de lo precedentemente expuesto y el análisis de la Conminatoria
J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018, pronunciada por la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, se
advierte que la misma fue emitida en cumplimiento a la jurisprudencia constitucional citada en el
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, referido a las personas que tienen bajo
su protección a una persona con discapacidad; toda vez que, en su análisis mencionó que constataron
que la trabajadora era progenitora de una hija menor de edad calificada con 37% de discapacidad
intelectual, fue en ese entendido que la señalada instancia dispuso la reincorporación inmediata de
Ana Adelina Villarte Chávez -ahora accionante- a su fuente laboral en el mismo puesto que ocupaba
en la empresa FRIDOSA hasta antes de su despido injustificado.
De obrados se verificó que la referida empresa fue notificada con dicho actuado el 25 de septiembre
de 2018, conforme al cargo de recepción que consta a fs. 44 de obrados, conocido el mismo presentó
recurso de revocatoria que fue resuelto por la Jefatura Departamental de Trabajo a través de la
Resolución 640/18 rechazándolo; en consecuencia, confirmó la mencionada decisión; sin embargo,
previo a este actuado, consta Informe -V-326/18 de 18 de octubre de 2018, elaborado por Patricia
Serrano Aguilar, Inspectora de Trabajo y Seguridad Industrial de la mencionada institución
(Conclusión II.3), quien señaló que verificó que dicha empresa no dio cumplimiento a la aludida
Conminatoria de reincorporación.
Por lo expuesto, resulta evidente la inobservancia de la empresa FRIDOSA del carácter obligatorio
que conlleva la Conminatoria emitida por la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, al resistirse
a cumplir la misma a pesar de tener pleno conocimiento de dicha decisión; por lo que, conforme a
los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la normativa
legal pronunciada para el efecto y en el marco de la jurisprudencia glosada, corresponde a la
jurisdicción constitucional conceder la tutela solicitada y disponer el acatamiento total de la misma,
la cual debió ser de cumplimiento inmediato por las características particulares de la trabajadora que
goza de una protección especial, en el marco de lo establecido por el art. 70 y ss. de la CPE.
En ese sentido, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró en
forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 32/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 232 a 235,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos expuestos por la Sala
Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
El accionante denunció como lesionados sus derechos al debido proceso, a la legítima defensa, a
recurrir y acceso a la justicia, citando al efecto los arts. 115, 119, 120, 180.II y 410.II de la
Constitución Política del Estado (CPE); y, 8.2 inc. h), 24 y 29 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) Se anule y deje sin efecto el Auto Supremo 615/2018-
RA, emitido por los miembros de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia; b) “La devolución y
la remisión del EXP: 130/16, IANUS: 201617305 DEL JUZGADO QUINTO DE SENTENCIA EN LO
PENAL DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA; nuevamente al TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, en su
SALA PENAL, para que se emita un nuevo AUTO SUPREMO aplicando los derechos y garantías
constitucionales que dejo de lado a tiempo de dictar resolución ilegal…” (sic); y, c) “Se sancione con
Daños y Perjuicios a los recurridos por no ser excusables sus actos” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 14 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 109 a
119, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados ratificó in extenso la acción de amparo constitucional
presentada.
En uso de la réplica refirió que se reclamó que al tratarse la errónea calificación en el marco de la
subsunción del tipo penal, el Tribunal Supremo de Justicia estaba en la obligación de verificar ese
error, mencionado como primer precedente contradictorio el “231/2006”; asimismo, la contradicción
que manifestó en el recurso de casación es que se tramite en mecanismos menos gravosos que es
la vía civil; no pidió la revalorización de la prueba, simplemente alegó la errónea calificación de la
subsunción del marco descriptivo de la ley penal que vulnera el debido proceso.
I.2.2. Informe de los demandados
Olvis Eguez Oliva, Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, el 14 de mayo de
2019, presentó informe escrito cursante de fs. 86 a 87 vta., indicando que: 1) El accionante no
enunció cuales son los hechos concretos que surgen del Auto de Vista y que motivaron la interposición
del recurso de casación, sin manifestar mínimamente que fue lo que el Tribunal de alzada argumentó
a tiempo de resolver los defectos de la sentencia denunciados; 2) Según el Auto Supremo
cuestionado, el peticionante de tutela invocó como precedentes tres autos supremos; asimismo, de
manera reiterada refirió los hechos que motivaron la acción penal y que en su criterio no constituyen
delito; empero, no explicó cuáles son esos elementos constitutivos del ilícito de apropiación indebida
y qué elemento faltaría en el caso de autos para considerar atípica su conducta; 3) Es de
conocimiento que el actual sistema procesal penal no admite la revaloración de prueba y hechos que
fueron debatidos en juicio oral, público y contradictorio, bajo los principios de inmediación y oralidad,
siendo tarea del Tribunal de apelación, verificar la correcta o incorrecta aplicación de la norma
sustantiva o adjetiva penal, para cuyo efecto todo litigante que hace uso de su derecho a recurrir,
debe proveer los hechos en que funda su impugnación; 4) En el caso concreto, ante una supuesta
errónea aplicación de la norma sustantiva, se debe señalar qué hechos se establecieron por el Juez
de mérito como probados en juicio, precisando qué elemento del tipo penal falta en esos hechos y
que no fue considerado, fundamentando qué fue lo que el Tribunal aludido argumentó respecto al
defecto planteado en su recurso de alzada y por qué consideró que su razonamiento sería contrario
a la línea jurisprudencial invocada como procedente; 5) Dichos aspectos no acontecieron en el caso
de autos, pues los argumentos expuestos en el recurso de casación fueron los hechos que motivaron
la acción penal, no habiéndose referido en absoluto a lo expresado en la Sentencia ni en el Auto de
Vista; 6) En cuanto al segundo precedente invocado, el accionante se limitó a señalar que este fallo
impugnado se basó en certidumbres subjetivas del Juez a quo y Tribunal de alzada, no habiendo
indicado de qué manera serían contrarios al precedente invocado, reiterando los hechos que
motivaron la acción penal y que en su criterio no constituyen delito; 7) Respecto al Auto Supremo
En ese mismo sentido, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre expresó que: “La jurisprudencia del Tribunal
Constitucional desde sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción constitucional no
le corresponde juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar su actividad
jurisdiccional, pues ello implicaría un actuar invasivo de las otras jurisdicciones (SC 1031/2000-R de
6 de noviembre), no obstante, es indudable también que desde sus inicios este Tribunal determinó
que sí procede la tutela constitucional si en esa actividad interpretativa se lesionan derechos
fundamentales y garantías constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De donde
se puede concluir que la jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación
de las otras jurisdicciones precisó en la jurisprudencia que la acción de amparo
constitucional no se activa para reparar incorrectas interpretaciones o indebidas
aplicaciones del Derecho, pues no puede ser un medio para revisar todo un proceso
judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria y hermenéutica de los
tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras
jurisdicciones.
(…)
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico -
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que
realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada
valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación
de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que
las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y
en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo,
providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para
que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los
tribunales de justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de
vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa -
argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional,
sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional,
impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta
materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se
comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración probatoria que se
aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del
ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o
administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales” (las negrillas son agregadas).
Asimismo, la citada línea jurisprudencia fue ratificada por la SCP 1737/2014 de 5 septiembre, al
manifestar que: “…esta jurisdicción no se constituye en un mecanismo de impugnación de la labor
que efectúan los jueces y tribunales ordinarios; el Tribunal Constitucional Plurinacional no
puede inmiscuirse en esa labor particular, al estar compelido al cumplimiento de
funciones diferentes (art. 196.I de la CPE), menos puede convertirse en un supra tribunal
con facultades de revisar lo obrado por autoridades de otras jurisdicciones, a menos que
la accionante hubiera manifestado de manera precisa una errónea valoración de la prueba
(individualizando la prueba y el alejamiento de los marcos de razonabilidad y equidad), una errónea
interpretación del Derecho (precisando qué normas legales fueron erróneamente interpretadas y
cómo estas interpretaciones vulneran derechos fundamentales de manera puntual y concreta); o,
cómo los elementos congruencia y fundamentación han sido vulnerados al emitirse una resolución
judicial” (las negrillas nos corresponden).
Entendimiento reiterado en la SCP 0606/2016-S2 de 30 de mayo.
III.2. Análisis del caso concreto
Una vez efectuado el marco jurisprudencial para el examen del presente caso, de la revisión y cotejo
de los antecedentes que cursan en el expediente, se evidencia que, dentro del proceso penal seguido
por Marcel Alemán Suvelza en representación de la Cooperativa San Luis Ltda., en liquidación contra
Pastor Lozada Almaraz -ahora accionante-, por la presunta comisión del delito de apropiación
indebida agravada con víctimas múltiples, previsto y sancionado por los arts. 345 y 346 bis del CP, el
prenombrado interpuso recurso de apelación restringida contra la Sentencia 23/17 de 9 de octubre
de 2017.
En virtud a ello, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz pronunció
el Auto de Vista 12 de 9 de febrero de 2018, que declaró admisible e improcedente la apelación
restringida interpuesta por el peticionante de tutela; y, admisible y procedente el recurso formulado
por Marcel Alemán Suvelza en representación de la Cooperativa San Luis Ltda., en liquidación, y
deliberando en el fondo revocó parcialmente la Sentencia, modificando la pena a cuatro años de
reclusión contra el accionante. Producto de dicha determinación, el prenombrado planteó recurso de
casación, a tal efecto los miembros de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia -ahora
demandados- emitieron el Auto Supremo 615/2018-RA de 7 de agosto, declarando inadmisible el
recurso de casación presentado.
Ahora bien, conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, la acción de amparo constitucional no es un recurso alternativo,
sustitutivo, complementario o una instancia adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a
una decisión judicial o administrativa adversa, ya que la actividad de interpretación en el conocimiento
y resolución de una causa, es prerrogativa de los tribunales o instancias ordinarias, no siendo un
medio para revisar la actividad probatoria o hermenéutica que realizan estos, al estar considerado
como una garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
No obstante de ello, de forma excepcional este Tribunal se encuentra habilitado para revisar dicha
actividad a efectos de constatar una posible lesión de derechos fundamentales o garantías
constitucionales, siempre y cuando el accionante enmarque su demanda en tres dimensiones citadas
por la jurisprudencia constitucional, a saber: 1) Por vulneración del derecho a una resolución
congruente, motivada y fundamentada; 2) Ante una valoración probatoria que se aparta de los
marcos de razonabilidad y equidad, omisión arbitraria en la consideración de la prueba, con el
señalamiento de los medios probatorios cuya valoración se haya omitido, o la existencia de una
resolución basada en prueba inexistente con indicación de la misma; y, 3) Por incorrecta
interpretación del ordenamiento jurídico infraconstitucional, debiendo la demanda cumplir con la
carga argumentativa suficiente que demuestre la supuesta errónea interpretación aludida.
“Luego, en fecha 20 de abril de 2019 recién nos notificamos con el informe del inspector de trabajo
de Camiri, quien conoció la denuncia, en la que declina de conocer esta denuncia” (sic),
“Actualmente”, se encuentra con ocho meses de embarazo, sin trabajo, ni seguro social y la
institución ahora demandada, no le pagó desahucio y tampoco cumplió con las asignaciones
familiares.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante, denunció como lesionados sus derechos al trabajo y a la
inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo, citando al efecto los arts. 13, 14.I, II,
III, IV y V, 15.I y II, 35.I, 45.V, 46; 48.I, II, III, IV, V y VI, 49.III y 60 de la Constitución Política del
Estado (CPE); 23.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); y, “14” -debió decir
XIV- de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) La reincorporación a su fuente laboral en consideración
a su estado de gravidez; y, b) El pago retroactivo de los subsidios prenatal -de los cinco últimos
meses-, ya sea en dinero o en especie; de natalidad -por nacimiento del menor-, correspondiente al
pago de un salario mínimo nacional; de lactancia -consistente en la entrega de productos lácteos u
otros-, equivalente a un salario mínimo nacional; durante los primeros doce meses de vida del menor;
y, su reafiliación a la Caja Petrolera de Salud (CPS) hasta que el niño cumpla un año de vida.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 602 a
606 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su representante, ratificó in extenso los fundamentos expuestos en la
acción de amparo constitucional presentada y acotó: 1) La Constitución Política del Estado, da una
amplia protección a la mujer en estado de embarazo, lo que quiere decir que por ningún motivo se
la puede despedir de un trabajo hasta que el hijo cumpla un año de edad, medida que sobre todo,
protege la vida y salud del niño (a); 2) En este caso no es aplicable el principio de subsidiariedad, en
razón a los derechos de la mujer embarazada y del lactante o niño, referente a la seguridad social,
al régimen de asignaciones familiares que dentro de ellos están contemplados, el subsidio prenatal,
natal y lactancia que se encuentran vinculados a la vida y salud tanto de la madre como del nuevo
ser; 3) Actualmente, está a punto de dar a luz; “…le han quitado su aguinaldo…” (sic) y sus beneficios
sociales, pese a que existe una Resolución que le reconoce los derechos de lactancia pero hasta el
momento no se cumplió; entonces, estamos ante una mujer totalmente desamparada que ni seguro
de salud tiene porque también le suspendieron; y, 4) Es evidente que le iniciaron un proceso
disciplinario que fue llevado a la instancia penal para que sea un juez competente que delibere y
juzgue.
Haciendo uso del derecho a la réplica y presentando pruebas manifestó: i) El Informe es del médico
del municipio de Boyuibe del departamento de Santa Cruz, es de un Hospital Público, demostrando
con esto, que le quitaron el seguro de la CPS; ii) Igualmente adjuntó una ecografía que demuestra
que tiene un embarazo de veintinueve semanas; y, iii) No cometió ningún delito, fueron sus colegas;
cuando se dieron cuenta del error al despedirla, mediante Auto de Vista 1, emergente del proceso
sumario, revocaron parcialmente la decisión y con el fin de resguardar los derechos a la salud y la
vida del menor que está por nacer, decidieron otorgarle las asignaciones familiares, así como el pago
de aguinaldo; y, por mandato constitucional se garantiza la inamovilidad laboral de toda mujer
embarazada.
I.2.2. Informe de los demandados
Franz Albornoz Cruz, Gerente General a.i.; Hugo Ángel Rojas Lascano, Presidente del Consejo de
Vigilancia; Oscar Loza Ugarte, Presidente del Consejo de Administración; Alfonso Tejerina Escaray,
Subgerente de Riesgos; Anna del Rossio Camacho Valdez, Subgerente de Finanzas y Operaciones,
Gonzalo Elmer Arancibia Barrientos, Subgerente de Sistemas; Mirian Norma Gareca Illescas,
Subgerente Comercial y Mercadeo; y, Enmy Isabel Maraz Castillo, Oficial de Crédito Productivo,
miembros del Tribunal Administrativo y Comisión Sumariante respectivamente, todos de la
Cooperativa de Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco Solano” RL., a través de su representante
en audiencia y mediante informe escrito de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 46 a 50
manifestaron: a) El 13 de septiembre de “2019”, realizaron un arqueo sorpresivo en la Agencia
Boyuibe, evidenciándose hechos irregulares que derivaron en la auditoria especial por la que se
determinó indicios de responsabilidad administrativa, civil y penal y a la cual fue convocada la ahora
accionante a declarar, admitiendo que en diferentes ocasiones realizó transacciones sin la presencia
de los titulares de las cuentas, entrega de saldos de reportes adulterados, reversiones de depósito
que ocasionan faltante en la caja de ahorro de socios, falsificaciones de firmas en comprobantes de
caja, desembolso de préstamos por caja sin entrega en efectivo, entre otros; b) Posteriormente el
Tribunal Sumariante resolvió la apertura de término probatorio, en su mala intención, la impetrante
de tutela, jamás demostró que no hubiese cometido transgresiones a su contrato de trabajo y a las
normas laborales vigentes y no respondió dentro de plazo otorgado; finalmente, dicha instancia dictó
el Auto de Vista 1, que fue puesto en conocimiento del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social y adjuntado al proceso administrativo por reincorporación; c) La desvinculación laboral de la
prenombrada, fue consecuencia de la suma de sus acciones, al haber transgredido su contrato de
trabajo, provocando daño económico a la Cooperativa aludida; d) La peticionante de tutela, pretende
el reconocimiento de sus derechos mediante esta acción de defensa; sin embargo, la jurisdicción
constitucional no tiene atribución ni competencia; toda vez que, se revocó la Conminatoria de
Reincorporación por la declinatoria de competencia efectuada por la Jefatura Regional de Trabajo
Camiri del departamento de Santa Cruz; e) La accionante olvidó que negoció el pago de sus beneficios
sociales; por cuanto, aceptó la desvinculación laboral; que además, de forma contradictoria solicitó
en la acción de amparo constitucional; tampoco recordó que recurrió al Ministerio de Trabajo
precitado, de manera voluntaria por el pago de esos beneficios; lo cual, excluye el proceso de
reincorporación, errores y contradicciones que son inconcebibles y que hacen ver el desconocimiento
de la normativa legal vigente; f) Las causales de la desvinculación son atribuibles solamente a la
solicitante de tutela y se encuentran previstas en los arts. 16 inc. e) de la Ley General del Trabajo
(LGT) y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario; todas sus declaraciones realizadas en presencia de
Notario de Fe Pública, constan en acta y evidencian que hubo incumplimiento de deberes, lo que
derivó en acciones penales por delitos financieros, que actualmente se encuentran en investigación
en el Ministerio Público; g) Habiendo tomado conocimiento del estado de gravidez de la peticionante
de tutela, en protección a los derechos del ser en gestación, se le reconoció el derecho de las
asignaciones familiares como es el subsidio prenatal, de natalidad y postnatalidad, con la única
condición de que presente un informe mensual sobre su estado al “SEDEM”, a efectos de comprobar
si sigue embarazada, para que haga el depósito; sin embargo, jamás lo hizo; h) De igual modo, se
realizó el pago de todos sus salarios y del doble aguinaldo. De acuerdo a la Ley General del Trabajo,
no se le reconoció desahucios ni indemnización pero sí los demás beneficios incluida vacación, por la
falta que cometió; i) El DS 0012 -de 19 de febrero de 2009-, con relación a la inamovilidad de la
mujer embarazada, establece que no gozará de la misma, cuando incurra en las causales de
conclusión de la relación laboral atribuible a su persona, previo cumplimiento de los procedimientos
exigidos por ley; pese al daño económico que causó a la Cooperativa mencionada; y, j) La
jurisprudencia constitucional logró un equilibrio cuando se considera que los actos u omisiones que
implican perjuicio a la institución a la cual prestó sus servicios el trabajador o la trabajadora,
brindándole una protección hasta el año de vida al niño o la niña; en consecuencia, pidieron se
deniegue la tutela impetrada en cuanto a la inamovilidad laboral.
Haciendo uso del derecho a la dúplica manifestaron similares argumentos que en su primera
intervención y contestando las preguntas del Juez de garantías expresaron que en el desarrollo del
proceso interno seguido contra la accionante, no se supo de su estado de gravidez, recién después
de determinar su alejamiento del cargo, fue que tomaron conocimiento a través de un certificado
médico expedido en una clínica privada.
Franz Albornoz Cruz, Gerente General a.i. de la citada Cooperativa, manifestó: 1) No están en
condiciones de aceptar a una persona que está vinculada a un proceso administrativo, no es factible
que la impetrante de tutela, sea reincorporada a dicha Cooperativa; ya que, se trata de la reputación
de la misma porque los afectados fueron los socios; y, 2) Están preocupados por el daño económico;
ya que, se trata de patrimonios de los aludidos, razón por la cual, no pueden aceptar la
reincorporación de la mencionada, por lo que solicitaron de deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
El Juez Público de Familia Primero de Camiri del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 52/19 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 606 vta. a 609 vta.,
concedió en parte la tutela solicitada; ordenando que los demandados procedan al pago de
subsidios por asignaciones familiares de prenatalidad a partir del quinto mes de embarazo de Neisa
Kelia Bolívar Jerez y de lactancia hasta que el recién nacido cumpla un año, además, de todos los
derechos que le correspondan; y, denegó en cuanto a la inamovilidad laboral; en base a los
siguientes fundamentos: i) Mediante Resolución Final de 28 de noviembre de 2018, la accionante fue
destituida sin derecho a beneficios sociales, tal decisión fue revocada parcialmente mediante Auto de
Vista 1, respetando su derecho al aguinaldo, a la vida y salud, disponiendo el pago de asignaciones
familiares hasta que el ser en gestación cumpla un año de edad; ii) De la revisión de obrados se
tiene que la impetrante de tutela, durante el proceso administrativo interno seguido en su contra,
ejerció de manera amplia su derecho a la defensa; asimismo, prestó declaración, propuso medios de
prueba e impugnó la Resolución que dispuso su despido; iii) Con relación a la inamovilidad laboral
impetrada, este beneficio introducido en el art. 48.VI de la CPE, no resulta aplicable en el caso
concreto; dado que, en debido proceso se determinó la disolución de la relación laboral, en función
a que la solicitante de tutela incurrió en causales atribuibles a su persona, que dieron lugar al inicio
del proceso administrativo interno en su contra, conforme previene el art. 5.I del DS 0012; y, iv) Es
innegable que ella asumió defensa en debida forma durante las distintas etapas del proceso que se
le siguió; comprobándose la comisión de las causales que dieron lugar a la extinción de la relación
laboral, contenidas en la Ley General del Trabajo y su Decreto Reglamentario.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución Final de 28 de noviembre de 2018, emitida dentro del proceso sumario
administrativo seguido contra Neisa Kelia Bolívar Jerez -ahora accionante-, Alfonso Tejerina Escaray,
Subgerente de Riesgos; Gonzalo Elmer Arancibia Barrientos, Subgerente de Sistemas; Anna del
Rossío Camacho Valdez, Subgerente de Finanzas y Operaciones; Mirian Norma Gareca Illescas,
Subgerente Comercial y Mercadeo; y, Enmy Isabel Maraz Castillo, Oficial de Crédito Productivo, todos
miembros de la Comisión Sumariante de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco
Solano” RL., declararon probadas las infracciones cometidas por la prenombrada y otros, por haber
incumplido sus contratos de trabajo, contraviniendo lo previsto en los arts. 16 inc. e) de la LGT y 9
inc. e) de su Decreto Reglamentario, cuya conducta dolosa y culposa se encuentra tipificada en la
legislación penal; por lo que, se dispuso la remisión de actuados ante los tribunales de justicia,
aplicando la destitución sin derecho a beneficios sociales, sanción que debía ser cumplida en
ejecución de la Resolución mencionada por Gerencia General de dicha Cooperativa (fs. 9 a 22).
II.2. Por Auto de Vista 1 de 17 de diciembre de idéntico año, signada por Hugo Ángel Rojas Lascano,
Presidente del Consejo de Vigilancia, Oscar Loza Ugarte, Presidente del Consejo de Administración y
Zaida Mónica Torrez Barrero, Jefa De Capacitación todos miembros del Tribunal Administrativo de la
citada Cooperativa; resolvieron, revocar parcialmente la nombrada Resolución Final disponiendo:
a) En cuanto a la desvinculación de Neisa Kelia Bolívar Jerez y otros, se debe aplicar lo previsto en
el art. 5 del DS 3278 de 16 de diciembre de 1952, que indica que el aguinaldo no es susceptible de
embargo judicial, retención, descuento, compensación ni transacción de ninguna naturaleza,
debiendo ser pagado íntegramente en dinero en efectivo.
La Sentencia Constitucional Plurinacional precitada al respecto expresó: “En un caso con supuestos
fácticos análogos al presente, en el que la problemática versaba sobre la desvinculación laboral de
una mujer en estado de gestación, pero emergente de un proceso interno, esta Sala a través de la
SC 0202/2015-S3 de 12 de marzo, al resolver el caso concreto estableció: ‘...si bien en caso de
solicitud de reincorporación laboral de padres o madres cuyos hijos son menores de un año de edad
no se aplica la subsidiariedad que rige al amparo constitucional; empero, en el caso específico y
dados los antecedentes de la desvinculación laboral, ésta no fue intempestiva, ya que como se
indicó fue emergente de un proceso sumario interno, por lo que si la actual accionante
considera que existió lesión a sus derechos se encuentra en la posibilidad de acudir a la justicia
ordinaria laboral...’” (las negrillas pertenecen al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante a través de su representante, denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo y a
la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo; por cuanto, fue destituida por los
ahora demandados, quienes no observaron sus estado de gravidez; encontrándose actualmente con
ocho meses de gestación, sin trabajo ni seguro social, no le pagaron desahucio ni indemnización y
tampoco cumplieron con las asignaciones familiares.
De los datos que cursan en el expediente se evidencia que Neisa Kelia Bolívar Jerez -ahora
accionante-, fue destituida por Resolución Final de 28 de noviembre de 2018, dentro del sumario
administrativo seguido en su contra por la Cooperativa de Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco
Solano” RL. (Conclusión II.1), determinación que fue parcialmente revocada por Auto de Vista 1 de
17 de diciembre de igual año (Conclusión II.2); concediéndole el derecho de cobrar su aguinaldo y
disponiendo el pago de asignaciones familiares hasta que el ser en gestación cumpla el año de edad.
Ante esa decisión, a decir de la ahora accionante, recurrió a la Jefatura Regional de Trabajo Camiri
del departamento de Santa Cruz, pidiendo la reincorporación a su fuente laboral; una vez notificadas
las partes, en audiencia, el representante legal de dicha Cooperativa, manifestó que era imposible
atender esa solicitud; sin embargo, podían llegar a un acuerdo para dar solución al problema;
posteriormente, este, mediante memorial pidió a la citada Jefatura la declinatoria de su competencia,
luego fueron convocados a Villamontes del departamento de Tarija, lugar donde arribaron a un
acuerdo, mismo que debía ser presentado a la precitada Jefatura pero no fue así, y después de dos
semanas le informaron que el Consejo de Administración de la Cooperativa antedicha no aprobó el
indicado acuerdo, motivo por el cual, quedó sin efecto; conociendo igualmente, la declinatoria de
competencia por parte de la Jefatura Regional de Trabajo mencionada.
En ese orden y previo a realizar el análisis de fondo de la problemática planteada, es pertinente
efectuar algunas consideraciones de orden legal. De obrados se evidencia que la desvinculación
laboral, conforme se detalló precedentemente, fue resultado de un sumario administrativo seguido
contra la ahora accionante, en el que se declararon probadas las infracciones descritas en los arts.
16 inc. e) de la Ley General del Trabajo y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario; razón por la cual,
este Tribunal no se pronunciará respecto a la desvinculación laboral de la que fue objeto la impetrante
de tutela; por cuanto, la misma, -como se tiene dicho- surge de la tramitación un proceso sumario;
únicamente se emitirá criterio con relación a la ejecución de la sanción de destitución impuesta contra
la nombrada.
Ahora bien, a los efectos de considerar la inamovilidad laboral alegada por la impetrante de tutela,
de la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que, el Estado no protege únicamente el ejercicio del trabajo en todas sus
formas, sino también la estabilidad laboral a todo miembro de la sociedad, siendo por ese hecho, las
disposiciones sociales y laborales, de estricto y obligatorio cumplimiento; es así que, garantiza la
inamovilidad laboral tanto de las mujeres en estado de gestación como de los progenitores hasta que
el hijo o hija cumpla un año de edad; de lo que se concluye que el Estado Boliviano, garantiza y
protege el derecho a la vida y a la salud; por lo tanto, a la seguridad social del niño o niña o del ser
en gestación desde su concepción hasta que cumpla un año de vida, extremos que se encuentran
legalizados por el DS 0012, cuando se refiere a la inamovilidad laboral de la madre y/o padre
progenitores, sin importar su estado civil.
Para muchos trabajadores, resulta un objetivo muy preciado la constitución y construcción de una
familia; empero, tanto el embarazo como la maternidad son períodos de particular vulnerabilidad
para las mujeres trabajadoras y sus familias; las embarazadas y las madres en periodo de lactancia
demandan un especial amparo y resguardo con el fin de evitar daños a su salud o a la de sus hijos;
motivo por el que, requieren tiempo adecuado para dar a luz, para su recuperación y para la lactancia;
simultáneamente, deben gozar de un resguardo que les de la seguridad a la estabilidad laboral; es
decir, que no perderán sus empleos, ya sea por el solo hecho del embarazo o por la baja de
maternidad; lo que asimismo, les garantiza la igualdad en el acceso al trabajo pero también el
mantenimiento de sus ingresos que frecuentemente son valiosos para su familia. La garantía a la
salud de las mujeres trabajadoras gestantes, trasunta la seguridad de la vida y salud del ser por
nacer, permitiendo de esta manera que se constituyan familias en condiciones de seguridad y de
estabilidad, argumentos que están refrendados por la norma del art. 45.V de la CPE.
Sin embargo, en el caso en examen, se dispuso la desvinculación laboral de la accionante, como
resultado de la sustanciación de un proceso sumario interno, mediante Resolución Final de 28 de
noviembre de 2018, revocada en parte por el Auto de Vista 1, que estableció responsabilidad
administrativa en su contra -con la posterior remisión de actuados ante la justicia ordinaria- y por lo
tanto, la sanción de destitución, por haber adecuado su conducta a las infracciones descritas en los
arts. 16 inc. e) de la Ley General del Trabajo y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario, conforme se
tiene plasmado en las Conclusiones II.1 y 2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; por lo
que, la impetrante de tutela no puede aludir que goza de inamovilidad laboral por su estado de
gravidez; puesto que, su desvinculación fue determinada dentro de un proceso disciplinario interno;
en consecuencia, en el caso de autos, corresponde a este Tribunal aplicar la excepción a la
inamovilidad laboral de la impetrante de tutela en concordancia con la línea jurisprudencial
desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Resolución, por haber incurrido en una causal
de conclusión de la relación laboral, de acuerdo a lo determinado por el art. 5.I del DS 0012.
Pese a todo lo anterior, en consideración a que al momento de su destitución, la impetrante de tutela
se encontraba en estado de gestación, conforme se tiene del Informe Médico de 30 de enero y del
Informe de Ecografía Obstétrica de 10 de junio ambos de 2019 (Conclusiones II.3 y 5), en resguardo
a los derechos a la vida, a la salud y seguridad social del ser en gestación -arts. 1 del Código Civil
(CC) y 2 del Código Niña, Niño y Adolescente (CNNA)- y en coherencia con la jurisprudencia glosada
en dicho Fundamento Jurídico, pese a la disolución de la relación laboral, los demandados deben
cumplir con las respectivas asignaciones familiares, consistentes en los subsidios prenatal, de
natalidad, además de la lactancia y la atención obstétrica a Neiza Kelia Bolívar Jerez hasta que el ser
en gestación cumpla un año de vida.
Asimismo, de acuerdo a la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, la ahora accionante ante cualquier incertidumbre con relación
a la vulneración de sus derechos, goza de la libertad de acudir a la justicia ordinaria laboral.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al conceder en parte la tutela solicitada,
evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 52/19 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 606 vta.
a 609 vta., pronunciada por el Juez Público de Familia Primero de Camiri del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela impetrada, en los mismos términos que el
Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
la instancia que corresponde provocándole enormes perjuicios y vulnerando sus derechos. Siendo la
acción de libertad de carácter preventiva y reparadora, corresponde que conminen a las autoridades
demandadas para que despachen antecedentes; además del informe si ya se hubiese expedido; sin
embargo, ya se causó el perjuicio, por lo que corresponde dispongan el pago de daños y costas a su
favor.
I.2.2. Informe de los demandados
Fernando David Huallpa Quispe, Secretario del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto del departamento de La Paz, mediante informe escrito
cursante a fs. 10, señaló que el recurso de apelación interpuesto por el accionante fue remitido a la
Sala Penal Primera del citado departamento en originales; por lo que, no se pudo enviar el cuaderno
ante el despacho de la Sala Constitucional, tal como refiere el oficio de constancia adjunta.
Miriam Laura Tarqui Flores, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres
Segundo de El Alto del departamento de La Paz, no se hizo presente en audiencia ni presentó informe
alguno, pese a su legal notificación cursante a fs. 8.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
089/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 14 a 16, concedió la tutela impetrada, bajo los siguientes
fundamentos: a) Las autoridades demandadas al omitir la remisión inmediata del caso al Tribunal de
alzada, incumplieron los plazos procesales previstos en el art. 251 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), transgrediendo el principio de celeridad, habiendo dejado transcurrir más de tres días desde
la interposición del recurso; b) La celeridad con la que debe obrar el Órgano Jurisdiccional en casos
relacionados con la libertad de las personas, no solo se circunscribe al señalamiento oportuno de la
audiencia de medidas cautelares; sino que dicha obligación también comprende la remisión de
actuaciones ante el Tribunal de alzada dentro del plazo de veinticuatro horas; y, c) Según informe
evacuado por el Secretario de dicho juzgado, la remisión de actuados a la fecha de consideración de
la acción de libertad, no desvirtúa su incumplimiento; por lo que, al haberse acreditado la vulneración
de derechos relacionados a pronto despacho y celeridad, las autoridades demandadas son
responsables de dicha dilación.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1.. Cursa nota de 13 de junio de 2019 mediante la cual, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y
contra la Violencia hacia las Mujeres Segunda de El Alto del departamento de La Paz, remitió a la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia del mismo departamento, el cuaderno de
control jurisdiccional original de apelación en contra de la Resolución 248/2019 de 10 de junio, dentro
del proceso que sigue el Ministerio Público contra Richard Vladimir Quispe Villca, por el presunto
delito de violación a niño, niña o adolescente (fs. 9 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos de acceso a la justicia
pronta y oportuna, al debido proceso, a la defensa y al principio de celeridad; debido a que las
autoridades demandadas no remitieron ante el tribunal de alzada en el plazo de veinticuatro horas
tal como prevé la ley, la apelación al rechazo de la cesación a la detención preventiva que fue
interpuesta en la misma audiencia, ya que dicho recurso hasta minutos antes de la presentación de
esta acción de libertad de pronto despacho no había sido enviado a la instancia superior para su
respectiva sustanciación.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho e innovativa
pronto despacho no había sido remitido a la instancia superior para su respectiva sustanciación,
dentro del proceso penal en su contra seguido por el Ministerio Público por la presunta comisión del
delito de violación de infante.
De los antecedentes que cursan en este Tribunal, lo expresado en la audiencia de acción de libertad
y lo referido en la Conclusión de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que el
11 de junio de 2019 en horas de la tarde se llevó adelante la consideración de la cesación a la
detención preventiva con un resultado desfavorable; por lo que, su defensa apeló la resolución en el
mismo acto procesal; empero, el caso fue remitido recién el 13 del mismo mes y año ante la Sala
Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz en contraposición de lo previsto por
el art. 251 del CPP, siendo el envío del cuaderno de control jurisdiccional en original para la compulsa
de la apelación en contra de la Resolución 248/2019 de 10 de junio, dentro del nombrado proceso
penal.
En ese contexto, es preciso establecer que el impetrante de tutela se encuentra privado de su libertad
como consecuencia de un proceso penal instaurado en su contra por la presunta comisión del delito
de violación de infante, y en el afán de recobrar su libertad interpuso la solicitud de cesación a la
detención preventiva que no le favoreció, viéndose obligado a apelar la resolución negativa en ese
mismo acto procesal; advirtiéndose que el origen de la problemática denunciada, radica en la falta
de remisión oportuna -de la apelación- y fuera del plazo previsto por el art. 251 de la Norma Adjetiva
Penal que otorga veinticuatro horas para enviar el caso al tribunal superior, instancia que deberá
resolver dicho recurso en un tiempo no mayor a setenta y dos horas; por lo que, tomando en cuenta
que la audiencia de cesación a la medida extrema se celebró el 11 de junio de 2019 y se apeló el
resultado; el 13 del mismo mes y año, el accionante presenta la acción de libertad de pronto
despacho, siendo que el mismo día, la impugnación reclamada es remitida ante la Sala Penal Primera
del referido Tribunal Departamental, vale decir, dos días después de interpuesta la apelación, cuando
dicho acto debió efectivizarse en veinticuatro horas según dispone el adjetivo penal, situación que
devela la falta de cumplimiento del plazo en la sustanciación de la situación jurídica del peticionante
de tutela que contrastada con el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, en base a la jurisprudencia amplia y uniforme sobre esta acción tutelar que tiene como
consecuencia el carácter innovativo, hacen concurrentes los presupuestos necesarios para el análisis
respectivo de la problemática planteada. En ese sentido, queda señalado que se trata de una persona
privada de libertad que en la búsqueda de modificar su situación jurídica se encuentra con la
actuación dilatoria y fuera de plazo en la ejecución de actuados procesales pasibles a ser tutelados
mediante la acción de libertad de pronto despacho que precautela la mayor celeridad en las
actuaciones judiciales por tratarse de personas que se encuentran recluidas, ya que el simple hecho
de presentar una dilación, el caso se constituye en un procesamiento indebido que ocasiona perjuicios
y vulneraciones de los derechos humanos.
En el caso concreto, es evidente que a la fecha de celebración de audiencia de consideración de esta
acción de defensa, la apelación ya había sido remitida ante el tribunal de alzada; sin embargo, eso
no significa que las autoridades demandadas no tengan responsabilidad en la dilación advertida tal
como desarrolla la acción de libertad innovativa de esta sentencia que procede precisamente a efectos
de tutelar una situación de retraso prohibido cuando este ya ha cesado; correspondiendo en
consecuencia, conceder la tutela solicitada por el debido proceso en su elemento de celeridad que
repercute como consecuencia automática, en el acceso a la justicia pronta y oportuna, además del
derecho a la defensa; exhortando a los demandados a cumplir de forma estricta los plazos otorgados
por Ley bajo responsabilidad penal o disciplinaria según sea el caso.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática venida en revisión.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 089/2019 de 14
de junio, cursante de fs. 14 a 16, pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, conforme
a los argumentos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional y en los mismos términos
otorgados por la referida Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
II.3. Por decreto de 3 del señalado mes y año, el Juez de Instrucción Penal Sexto de El Alto -en
suplencia legal de su similar Quinto- del departamento de La Paz, dispuso se tenga presente el
referido Informe, debiendo por secretaría tomarse nota en el Libro de Control de Investigaciones (fs.
6 vta.).
II.4. A través de decreto de 7 de junio de 2019, la precita autoridad judicial dispuso se libre
mandamiento de aprehensión contra la peticionante de tutela, a objeto de que preste su declaración
informativa ante el Ministerio Público (fs. 31).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante, denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso y
a la libertad, por el hecho que la autoridad demandada, no obstante haberse vencido el plazo de la
etapa preliminar que lleva cinco meses, negó la solicitud presentada el 30 de mayo de 2019, de
conminatoria al Fiscal Departamental de La Paz para que ordene al Fiscal de Materia a cargo del caso,
emita en cinco días uno de los requerimientos que la ley le faculta, providenciando que se esté “…a
los datos del cuaderno de control jurisdiccional toda vez que aún los plazos se encuentran
vigentes” (sic), pedido reiterado el 3 de junio del indicado año que no fue atendido oportunamente,
dilación que generó peligro inminente a su libertad personal.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. La acción de libertad y el debido proceso
Sobre el particular, la SCP 0856/2018-S3 de 27 de noviembre, expresó lo siguiente: “…la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, señaló: ‘De la delimitación de la naturaleza jurídica de la acción de
libertad, se desprenden los siguientes presupuestos de activación de este mecanismo de defensa: 1)
Cuando considere que su vida está en peligro; 2) Que es ilegalmente perseguida; 3) Que es
indebidamente procesada; y, 4) O privada de libertad personal o de locomoción.
Respecto a las denuncias referidas a procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional ha sido
uniforme al señalar que la vía idónea para su impugnación es el amparo constitucional; sin embargo,
cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la
libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha protección se verá
materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el
procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión
de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que
rige a este tipo de acciones.
Con relación a este tema, la doctrina desarrollada por este Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas
las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos que
conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario,
deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es
posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los
derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio
de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios idóneos
dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el ámbito
constitucional, cuando los reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no puede
utilizarse para salvar la negligencia de la parte demandante…’.
En ese contexto, se puede comprender que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda
ejercerse mediante la acción de libertad cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido; sin
embargo a ello, de acuerdo a la línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional Plurinacional se
establece que deben presentarse, en forma concurrente, los siguientes aspectos: a) El acto lesivo,
como las omisiones indebidas deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión; y, b) Existir absoluto estado de indefensión, es
decir, que el accionante no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro de
un determinado proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o
la privación de la libertad” (las negrillas corresponden al texto original).
III.2. Análisis del caso en concreto
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso y a
la libertad, en razón a que la autoridad demandada no obstante haberse vencido el plazo de la etapa
preliminar, que lleva cinco meses, negó la solicitud presentada el 30 de mayo de 2019, de
conminatoria al Fiscal Departamental de La Paz para que ordene al Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, emita en cinco días uno de los requerimientos que la ley le faculta, providenciando que
se esté “…a los datos del cuaderno de control jurisdiccional toda vez que aún los plazos se
encuentran vigentes” (sic), pedido reiterado el 3 de junio del indicado año y que no fue atendido
oportunamente; dilación que generó peligro inminente a su libertad personal.
De los antecedentes que cursan en el expediente se evidencia que dentro de la denuncia penal abierta
(caso EAL1901158), por el delito de uso de instrumento falsificado contra Isabel Del Rocío Valera
Labajos, el Fiscal de Materia a cargo de la dirección funcional, informó el inicio de la investigación al
Juez de Instrucción Penal de turno de El Alto del departamento de La Paz, en febrero de 2019
(Conclusión II.1); el 2 de abril del indicado año la autoridad fiscal, cursó informe al Juez de Instrucción
Penal Quinto de El Alto de dicho departamento, de complementación de las diligencias preliminares
por el plazo de sesenta días (Conclusión II.2); el Juez de Instrucción Penal Sexto -en suplencia legal
de su similar Quinto- de El Alto del mismo departamento, por decreto de 3 de igual mes y año,
determinó se tenga presente y por secretaría se tome nota en el Libro de Control de Investigaciones
(Conclusión II.3); finalmente, a través de providencia de 7 de junio de similar año, el mencionado
Juez dispuso se libre mandamiento de aprehensión contra la accionante, a objeto de que preste su
declaración informativa ante el Ministerio Público (Conclusión II.4).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la acción de libertad destinada a
garantizar el derecho a la libertad personal o de locomoción cuando se denuncia la vulneración del
debido proceso, está condicionada a que el acto lesivo debe estar vinculado con la libertad por operar
como causa directa de su restricción y al absoluto estado de indefensión de la afectada, sin posibilidad
de impugnarlo al momento de la persecución o la privación de la libertad.
Ahora bien en el presente caso, la impetrante de tutela denuncia que la autoridad judicial demandada,
lesionó el derecho al debido proceso poniendo en riesgo su libertad al negar inicialmente la emisión
de la conminatoria al Ministerio Público y dilatarla posteriormente ante un pedido reiterado; en cuyo
mérito corresponde establecer si los hechos denunciados adecuan sus alcances a los presupuestos,
referidos en el Fundamento Jurídico III.1; a este efecto, el supuesto retraso en el libramiento de
dicho apercibimiento, que en definitiva fue dispuesto el 10 de junio de 2019, conforme lo reconocen
tanto la prenombrada en la ratificación de su acción y el Juez demandado en el informe absuelto en
audiencia, no pueden considerarse como la causa directa de la restricción o la amenaza a la libertad
de la peticionante de tutela, puesto que tal advertencia no implica en sí misma una decisión que
disponga la privación del derecho de locomoción, sino que es una orden del Magistrado que ejerce
el control jurisdiccional de la investigación dirigida al Fiscal de Materia asignado al caso, para que
sobre la base de los elementos de convicción acumulados, dicte resolución de imputación formal con
arreglo al art. 302 del CPP, o de rechazo de acuerdo a lo previsto en el art. 304 del citado Código,
determinación que en el caso presente, no compromete en lo absoluto la libertad de la solicitante de
tutela, de manera que no existe la concurrencia del primer presupuesto que configura la lesión del
debido proceso.
Asimismo, tampoco fue acreditado el estado absoluto de indefensión de la accionante, ya que los
antecedentes que cursan en el expediente informan que tuvo una participación activa a través de la
presentación de memoriales, pidiendo la suspensión de su declaración informativa, para cuestionar
la validez de las citaciones que le fueron practicadas, y para solicitar se deje sin efecto el
mandamiento de aprehensión, entre otros, lo cual permite constatar que la impetrante de tutela tenía
conocimiento pleno de los actuados y pormenores desarrollados en la etapa preliminar de la
investigación, estando a su disposición igualmente los medios y recursos para impugnar los actos
investigativos como los jurisdiccionales que consideraba ilegales y lesivos a sus derechos
fundamentales; por consiguiente, tampoco concurre el segundo presupuesto establecido por la
jurisprudencia constitucional para concluir que el acto objetado de vulneratorio, afectó el derecho al
debido proceso y a la libertad de la accionante.
En consecuencia, no corresponde activar la protección de la acción de libertad al no haberse
establecido la lesión de los derechos al debido proceso y a la libertad de la peticionante de tutela,
correspondiendo denegar la tutela pretendida.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías, al haber denegado la tutela impetrada, realizó
una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 07/2019 de 12 de junio, cursante de fs. 119 a 121
vta., pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Tercera -en suplencia legal de su similar Primero-
de El Alto del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
detención preventiva, los mismos que nuevamente suspendieron dicho acto procesal prolongando su
privación de libertad como detenido preventivo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Improcedencia de activación de una acción tutelar contra una resolución
emergente del cumplimiento de otra acción
La jurisprudencia emitida por este Tribunal, estableció de forma reiterada la imposibilidad de
denunciar a través de una nueva acción tutelar, la posible lesión de derechos emergente de una
determinación, dictada en cumplimiento de una resolución constitucional previa, esto en razón a que
la decisión cuestionada en la segunda acción tutelar, obedece a la observancia de los parámetros y
la tutela de derechos vulnerados, dispuestos por la jurisdicción constitucional en su resolución
producto de los agravios identificados y en su caso expuestos por el accionante en su oportunidad,
por lo que el eventual incumplimiento defectuoso o la inobservancia a lo resuelto por esta jurisdicción,
corresponde ser denunciado ante el juez o tribunal de garantías que conoció la primera acción
formulada, en coherencia con lo previsto en el art. 16.I del Código Procesal Constitucional (CPCo), y
no así a través de la interposición de una nueva acción de defensa.
En ese sentido, la SCP 0157/2015-S3 de 20 de febrero precisó que: «En esa línea de razonamiento,
la SC 1387/2001 de 19 de diciembre sostuvo “…este Tribunal reitera la jurisprudencia establecida en
la Sentencia Constitucional Nº 1190/01-R en el sentido de que los jueces y tribunales, en este caso,
de Hábeas Corpus deben rechazar in límine y no admitir los Recursos de Hábeas Corpus o Amparo
Constitucional en aquellos casos en los que sean planteados impugnando y persiguiendo la
modificación o anulación de una Resolución Constitucional (Sentencia, Auto o Declaración), en virtud
del principio de la cosa juzgada constitucional previsto por los arts. 121-I de la Constitución y 42 de
la Ley Nº 1836”.
Así, la SC 0473/2003-R de 9 de abril, sostuvo que toda decisión asumida (por una autoridad o
persona particular) en estricto cumplimiento de un una resolución constitucional
(emitida por el Tribunal de garantías o Tribunal Constitucional) es inimpugnable a través
de otra acción de defensa. Señaló: “Por lo anotado y sin entrar a mayores consideraciones de
orden legal se evidencia que la autoridad recurrida, no ha vulnerado los derechos que se invocan en
el recurso, por cuanto ha actuado en cumplimiento al mencionado fallo constitucional que no puede
ser objeto de cuestionamiento por mandato del art. 121.I) CPE que declara la irrevisabilidad de las
Sentencias del Tribunal cuando dispone que: ‘contra las sentencias del Tribunal Constitucional no
cabe recurso ulterior alguno’, norma dentro de cuyos alcances se tiene el art. 42 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC) que dice: ‘Las resoluciones del Tribunal Constitucional no admiten recurso
alguno’. Las citadas normas legales -en consecuencia- dan a las sentencias constitucionales la calidad
de cosa juzgada. En este sentido el recurrente al interponer el presente amparo estaría buscando
contrariar los alcances de la SC 0077/2003-R, pretensión que resulta inadmisible por las razones
legales expuestas”». (el resaltado es propio).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante manifiesta que los Jueces codemandados se rehúsan a instalar la audiencia de cesación
de la detención preventiva, suspendiendo la última señalada para el 7 de junio de 2019, incumpliendo
la Resolución 104/2019 de 4 de junio emitida por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, la cual ordenó la celebración de dicho acto procesal.
De la revisión de los antecedentes procesales que integran el expediente, cursa la Resolución
104/2019, emitida por la referida Sala Constitucional, misma que resuelve una acción de libertad que
fue planteada en una oportunidad anterior por el accionante, la cual refiere en sus partes pertinentes:
“…solicito la cesación de la detención preventiva; sin embargo, la Jueza que ejerce control
jurisdiccional y hoy demandada, viene suspendiendo las audiencias de manera inexplicable, una por
inasistencia de la Fiscal, la segunda por baja médica de la Juez, otra por el día de la madre, una
última porque no asistió a su fuente laboral, audiencias que fueron fijadas para los días 20, 27 y 31
de mayo, las cuales no se llevan a cabo en perjuicio del hoy accionante…
(…)
…la conducta desplegada por la autoridad demandada permite evidenciar que la misma ha
inobservado el principio de celeridad vinculado al debido proceso, que a su vez repercute en el
derecho a la libertad del accionante, pues conforme ha manifestado por intermedio de su abogado,
a la fecha hubiesen concurrido nuevos elementos que permitirían desvirtuar los presupuestos
establecidos en art. 233 del CPP.
(…)
A mérito de la tutela concedida, se dispone lo siguiente:
1.- Que, la autoridad jurisdiccional demandada Claudia Castro Dorado – Juez 3° de Anticorrupción y
Violencia Contra la Mujer del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz o la autoridad que se
encuentre en suplencia legal de dicho despacho, en el plazo máximo de las 48 horas siguientes partir
de su notificación con la presente disposición constitucional, celebre audiencia de cesación a la
detención preventiva solicitada por el accionante Edgar Chauca Tarqui, previniendo todo tipo de
contingencia que pudiese acontecer, a los fines de evitar nueva suspensión” (sic).
En atención a lo anterior, podemos colegir que el ahora peticionante de tutela, inicialmente interpuso
una acción de libertad, que fue resuelta a través de la Resolución 104/2019, en la cual la Sala
Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, ordenó que la Jueza titular
o el que se encuentre en suplencia del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia
hacia las Mujeres Tercero de dicha Capital y departamento “…en el plazo máximo de las 48 horas
siguientes partir de su notificación con la presente disposición constitucional, celebre audiencia de
cesación a la detención preventiva…” (sic), disposición que fue motivada ante las reiteradas
suspensiones de su audiencia de cesación de la detención preventiva.
Por lo expuesto, resulta evidente que la problemática traída a colación, fue resuelta anteriormente
por la mencionada Sala Constitucional; en consecuencia, al preexistir un pronunciamiento de la
jurisdicción constitucional mediante la Resolución 104/2019 (Conclusión II.1), el aparente
incumplimiento de este habría originado la interposición de esta acción tutelar, no siendo la vía
correcta para el reclamo de este tipo de incidencias, puesto que el cumplimiento estricto e inmediato
de las resoluciones que resuelven acciones tutelares queda a cargo del juez, tribunal de garantías o
sala constitucional que haya emitido la misma, por lo que en el presente caso, el peticionante de
tutela debió acudir ante la Sala Constitucional Segunda del señalado Tribunal, de acuerdo a lo
establecido en el CPCo que en su parte pertinente señala:
“Artículo 40°.- (EJECUCIÓN INMEDIATA Y CUMPLIMIENTO DE RESOLUCIONES).
I. Las resoluciones determinadas por una Jueza, Juez o Tribunal en Acciones de Defensa, serán
ejecutadas inmediatamente…
II. La Jueza, Juez o Tribunal en Acciones de Defensa, para el cumplimiento de sus resoluciones, sin
perjuicio de la responsabilidad penal, adoptará las medidas que sean necesarias, pudiendo requerir
la intervención de la fuerza pública y la imposición de multas progresivas a la autoridad o particular
renuente”.
Norma concordante con lo desarrollado por la jurisprudencia constitucional expuesta en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, correspondiendo
denegar la tutela impetrada.
III.3. Consideraciones adicionales
De la revisión del expediente se puede observar a fs. 1 que la presente acción de libertad fue
interpuesta el viernes 7 de junio de 2019 y sorteado al Juez de Ejecución Penal Primero del
departamento de La Paz, dicha autoridad a través de Auto de 7 de igual mes y año cursantes a fs. 8
y 9, en una interpretación sesgada del art. 49.5 del CPCo ordenó la remisión de obrados al Juez de
Instrucción Penal de turno de la Capital de igual departamento y a la Sala Constitucional de turno del
Tribunal Departamental de Justicia del aludido departamento; ante lo cual, por informe de 10 del
mismo mes y año cursante a fs. 11 y vta., el Secretario del mencionado Juzgado manifestó que no
pudo remitir el mismo a ninguna de las autoridades, por lo que el Juez de garantías instaló la
audiencia de consideración de la presente acción tutelar el lunes 10 del citado mes y año.
Al respecto, es pertinente recordar a las autoridades jurisdiccionales que conforme lo dispuesto por
este Tribunal en la SCP 0510/2012 de 9 de julio reiterada por la SCP 0631/2014 de 25 de marzo,
entre otras, estableció que: “… no se constituye en una exigencia procesal que se remita ante los
jueces instructores de turno las acciones de libertad que tengan que resolverse los días sábados,
domingos o feriados, sino que en aras de garantizar los principios que revisten a la acción de libertad
y precautelando los derechos que tutela, deben ser resueltas por la autoridad que conoce y admite
la acción…”, en ese comprendido el juez, tribunal de garantías o sala constitucional que conozca en
un día hábil una demanda de acción de libertad debe fijar inmediatamente día y hora de audiencia,
respetando el plazo procesal de veinticuatro horas desde la interposición de la misma, resguardando
el principio de la sumariedad que rige este procedimiento constitucional; por lo que, al no haber
adecuado su conducta a lo expuesto precedentemente, corresponde llamar la atención al Juez de
garantías, para que en futuras acciones tutelares que sean de su conocimiento, observe los plazos
que rigen este mecanismo de defensa.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con diferentes
fundamentos, actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución
346/2019 de 10 de junio, cursante de fs. 28 a 29 vta., pronunciada por el Juez de Ejecución Penal
Primero del departamento de La Paz; y en consecuencia:
1° DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos desarrollados en la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
2° Llamar la atención al Juez de Ejecución Penal Primero del departamento de La Paz, constituido
en Juez de garantías, por los motivos expuestos en el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo
constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
imparcial y valoración probatoria, citando al efecto los arts. 22, 23, 115, 116 y 117 de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se disponga la cesación de su detención preventiva y
la aplicación de medidas sustitutivas para cuya consideración se señale audiencia y demás
formalidades de rigor.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 14 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 72 a 76,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante ratificó el contenido de la acción de libertad presentada,
y ampliándola mencionó que a tiempo de solicitar la cesación de la detención preventiva ofreció como
prueba el informe de remisión de muestras biológicas del IDIF, desvirtuando de manera clara el
fundamento del peligro procesal del art. 235.2 del CPP; sin embargo, se omitió realizar una
fundamentación ponderada tomando en cuenta los elementos positivos y negativos para definir si se
desvirtuó o no dicho peligro procesal, limitándose a mencionar que no pueden revalorizar la prueba
compulsada por el Juez a quo.
I.2.2. Informe de los demandados
Cesar Wenceslao Portocarrero Cuevas y Silvia Maritza Portugal Espinoza, Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante informe escrito presentado el 14
de junio de 2019, cursante de fs. 69 a 71 vta., manifestaron que: a) El accionante no hizo referencia
a que el Auto Interlocutorio 674/2018 de 21 de diciembre, ya definió claramente los lineamientos
sobre la concurrencia del art. 235.2 del CPP, determinación que no fue apelada, y fue en base a ese
pronunciamiento que resolvieron el recurso interpuesto contra la nueva solicitud de cesación de la
detención preventiva; b) Se brindó una fundamentación precisa y coherente en el Auto de Vista
cuestionado respecto a los agravios expuestos en la apelación incidental; y, c) No se señaló de forma
adecuada cómo se habría producido lesión al debido proceso ni el nexo de causalidad entre los actos
cuestionados y su probable transgresión.
Lucio Fermín Flores Alarcón, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra Violencia hacia la Mujer
Primero de El Alto del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 14 de junio
de 2019, cursante de fs. 66 a 68 vta., manifestó que: 1) No incrementó ningún peligro procesal, por
el contrario producto de una anterior solicitud de cesación de la detención preventiva la observancia
de la persistencia del art. 235.2 del citado Código porque estarian pendientes la pericia psicológica
de la víctima, la entrevista en cámara del hermano de la citada así como la inspección ocular, son
aspectos que fueron establecidos en el Auto Interlocutorio 674/2018, determinación que no fue
objeto de apelación incidental; y, 2) El accionante no cumplió con el principio de subsidiariedad al
no haber impugnado la Resolución que en su momento estableció la obligación de desvirtuar las
situaciones anotadas; por lo que, no se encuentra legitimado para plantear esta acción tutelar.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
William Eduard Alave Laura, Fiscal Departamental de La Paz, no se presentó en audiencia ni remitió
escrito alguno pese a su notificación cursante a fs. 57.
I.2.4. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 04/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 77 a 80 vta., denegó la
tutela solicitada en base a los siguientes fundamentos: i) El Auto Interlocutorio 674/2018 determinó
que además de la remisión del “RCA” al IDIF, existían otros actos investigativos pendientes, lo cual
constituye una agravación de la Resolución primigenia de medidas cautelares; sin embargo, conforme
lo establece el mismo accionante, dicha decisión no fue impugnada por lo que los argumentos
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados. El tratadista mexicano Javier Alba
Muñoz indicó que el debido proceso debemos entenderlo como: ‘…el razonamiento mediante el cual
se da la explicación lógicamente razonable del porqué el acto de autoridad tiene su apoyo en la
disposición legal…’ (ALBA MUÑOZ, Javier, Contrapunto Penal, Cárdenas Editor y Distribuidor, México,
1998, p. 7)” (las negrillas son nuestras).
III.2. La solicitud de valoración de la prueba en la jurisdicción constitucional
La acción de amparo constitucional, así como las demás acciones tutelares de derechos y garantías
constitucionales, delimita también las atribuciones entre jurisdicciones, respecto a la valoración de la
prueba, en ese sentido, la SC 0025/2010-R de 13 de abril, sostuvo que: “…este Tribunal, en invariable
y reiterada jurisprudencia, ha establecido que la jurisdicción constitucional no tiene
competencia para ingresar a valorar la prueba, dado que ésta compulsa corresponde
exclusivamente a la jurisdicción ordinaria, cuyos jueces y tribunales, conforme a la atribución que les
confiere la Constitución de manera general; y las leyes de manera específica, deben examinar todo
cuanto sea presentado durante el proceso y finalmente emitir un criterio con la independencia que
esto amerita...” (las negrillas nos corresponden).
De igual forma, la jurisprudencia estableció situaciones excepcionales en las que se puede ingresar
a la valoración de la prueba, así mediante las SSCC 0938/2005-R, 0965/2006-R y 0662/2010-R, entre
otras, se precisó que: “…La facultad de valoración de la prueba corresponde privativamente
a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por ende la jurisdicción constitucional no puede ni
debe pronunciarse sobre cuestiones de exclusiva competencia de los jueces y tribunales ordinarios,
en consecuencia, menos aún podría revisar la valoración de la prueba que hubieran efectuado las
autoridades judiciales competentes, emitiendo criterios sobre dicha valoración y pronunciándose
respecto a su contenido. Ahora bien, la facultad del Tribunal Constitucional a través de sus
acciones tutelares alcanza a determinar la existencia de lesión a derechos y garantías
fundamentales cuando en la valoración de la prueba efectuada por la jurisdicción
ordinaria exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad y/o se
hubiese omitido arbitrariamente efectuar dicha ponderación” (las negrillas y el subrayado
nos pertenecen [SC 0662/2010-R de 19 de julio]).
De igual manera la SC 0115/2007-R de 7 de marzo, consideró otra excepción a las subreglas
jurisprudenciales, concluyendo que: “…además de la omisión en la consideración de la prueba, (…)
es causal de excepción de la subregla de no valoración de la prueba, otra excepción se da cuando
la autoridad judicial basa su decisión en una prueba inexistente o que refleja un hecho
diferente al utilizado como argumento” (las negrillas son nuestras).
En ese sentido, la SCP 1215/2012 de 6 de septiembre, sostuvo que: “…por regla general, la
jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la prueba, por ser una atribución
conferida privativa y exclusivamente a las autoridades jurisdiccionales o administrativas; empero,
tiene la obligación de verificar si en dicha labor: a) Las autoridades no se apartaron de los
marcos legales de razonabilidad y equidad; b) No omitieron de manera arbitraria la
consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y, c) Basaron su decisión en una prueba
inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como argumento. Claro está que además de
ello, en cualquier caso, se debe demostrar la lógica consecuencia de que su incumplimiento ocasionó
lesión de derechos fundamentales y/o garantías constitucionales al afectado; lo que se traduce en
relevancia constitucional. Supuestos que constituyen excepciones a la regla aludida; dado que se
admite injerencia de la jurisdicción constitucional, únicamente cuando se evidencian dichas
vulneraciones; empero, dicha competencia se reduce únicamente a establecer la ausencia
de razonabilidad y equidad en la labor valorativa, o bien, si existió una actitud omisiva
en esta tarea, ya sea parcial o total; o finalmente, si se le dio un valor diferente al medio
probatorio, al que posee en realidad, distorsionando la realidad y faltando al principio de
rango constitucional, como es la verdad material, pero en ningún caso podrá pretender
sustituir a la jurisdicción ordinaria, examinando directamente la misma o volviendo a valorarla,
usurpando una función que no le está conferida ni legal ni constitucionalmente” (las negrillas fueron
añadidas).
III.3. Análisis del caso concreto
De la documental cursante en el expediente, se tiene el Auto Interlocutorio 248/2019 de 4 de abril,
que en su oportunidad rechazó la solicitud de cesación de la detención preventiva del impetrante de
tutela (Conclusión II.1), determinación que tras ser apelada dio lugar a la emisión del Auto de Vista
176/2019 de 8 de mayo que confirmó la decisión impugnada al declarar la improcedencia del recurso
interpuesto (Conclusión II.2).
Ahora bien, del contenido de la acción de libertad presentada se advierte que la presunta lesión de
derechos que se denuncia emerge de la emisión del Auto Interlocutorio 248/2019, así como del
contenido del Auto de Vista 176/2019, mismos que en su oportunidad definieron el rechazo de la
pretendida cesación de la detención preventiva del accionante. En tal mérito corresponde analizar las
cuestiones denunciadas a partir de la última decisión pronunciada -Auto de Vista 176/2019-, en razón
a que esta tuvo la oportunidad de corregir o subsanar presuntos actos lesivos incurridos por el Juez
inferior.
Respecto a la falta de fundamentación denunciada, corresponde mencionar que el motivo de
apelación incidental del impetrante de tutela descrito en el Auto de Vista 176/2019 se encuentra
referido a que se presentaron el hisopado perineal así como el “RCA” al IDIF “En síntesis, se habría
cumplido con el motivo exigido para desvirtuar el riesgo procesal establecido en la resolución
primigenia. Sin embargo en la resolución venida en apelación, el juez cautelar mencionaría que si
bien se desvirtuó lo dispuesto por la resolución primigenia, estableció que faltan distintos actos
investigativos por efectuarse, lo cual considera vulneratorio al debido proceso y seguridad jurídica a
que tiene derecho su defendido” (sic), aspecto que constituiría un incremento de los riesgos
procesales.
Al respecto, los Vocales demandados resolvieron el recurso de apelación incidental anteriormente
descrito en base a los siguientes fundamentos:
a) En la decisión impugnada se consideraron los antecedentes en relación a la resolución primigenia
respecto a que se tendría que remitir el “RCA” al IDIF “…asimismo señala que en el caso que nos
ocupa existiría la falta de una pericia psicológica que debe practicarse a la menor además de la
declaración informativa por ante cámara Gessel del hermano menor de la víctima y la inspección
ocular, dejándose plena constancia de que los actos investigativos conforme al Art. 40 de la Ley N°
260 son de facultad del Ministerio Público y de los cuales no se habría presentado documentación
idónea, donde se haya culminado con estos o se esté haciendo un seguimiento por parte del
Ministerio Público…” (sic);
b) Se precisó lo fundamentado por el Juez a quo, en sentido que “…debería realizarse la mencionada
pericia psicológica a la menor, aspecto no cumplido por la parte imputada, también refiere que en
cuanto a la declaración en cámara Gessel del hermano menor de la víctima tampoco se habría
acreditado este extremo, ocurriendo lo mismo con la inspección técnica ocular, señalando que si bien
se ha establecido en la presente que se han notificado las mismas y se ha propuesto a la Defensoria
de la Niñez y Adolescencia así como a la parte imputada, pero la acreditación de que estos actos se
hubieran materializado no fueron presentados por la parte imputada, lo cual era obligación de
hacerlo” (sic); y,
c) “…se llega a la conclusión de que el razonamiento esgrimido por el Juez A quo en relación a que
faltan actos investigativos que realizar como los antes mencionados, no constituirían un incremento
de riesgos procesales, solamente se entendería que se estaría verificando el estado de las
investigaciones y los actos que faltaría por realizar para emitir la correspondiente resolución
conclusiva de investigación, ya que el incrementar riesgos procesales de acuerdo a procedimiento,
constituiría añadir otros numerales de los establecidos…” (sic).
Al respecto, corresponde mencionar que, conforme a la jurisprudencia transcrita en el Fundamento
Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el derecho a la fundamentación y
motivación de las resoluciones debe ser entendido como la obligación de explicar las razones de la
decisión asumida, citando las razones en las que se sustenta la misma y el valor otorgado a los
medios de prueba, debiendo exponerse los motivos de forma concisa y clara, además de considerarse
que dicha exposición no tiene que consistir en una mera relación de los documentos ni limitarse a
realizar una mención de los requerimientos de las partes, sino contener una estructura de forma y
fondo que permita comprender los motivos de la definición asumida.
En el caso concreto, se advierte que el Auto de Vista 176/2019 confirmó el rechazo de la solicitud de
cesación de la detención preventiva del impetrante de tutela por medio de una Resolución
debidamente fundamentada y motivada, exponiendo las razones conducentes a la decisión asumida
a través de una estructura de forma y fondo claramente comprensible, considerando los antecedentes
del caso así como el análisis del contenido de la decisión apelada.
En ese entendido, ante el reclamo que existiría una resolución primigenia que habría delimitado los
alcances de la concurrencia del art. 235.2 del CPP y que se estaría incrementando los peligros
procesales, se analizó los fundamentos del Auto Interlocutorio 248/2019, constatando que en esa
determinación se consideró que además de la remisión del “RCA” al IDIF que en su oportunidad dio
lugar a la imposición de dicho peligro procesal, estarían pendientes de llevarse a cabo actos
investigativos como la pericia psicológica a la menor, la declaración en cámara Gessel del hermano
menor de la víctima y la inspección técnica ocular, aspectos cuya realización no fue acreditada.
En tal mérito, se concluyó que la decisión del Juez a quo en relación a que faltan actos investigativos
no constituiría un incremento de riesgos procesales, solamente se entendería que se estaría
verificando el estado de las investigaciones y los actos que faltaría por realizar para emitir la
correspondiente resolución conclusiva de investigación, circunstancias que fueron debidamente
expuestas y que justifican de manera razonable el rechazo de la pretensión del encausado en mérito
a la persistencia del peligro procesal contenido en el art. 235.2 de la norma adjetiva penal, aspecto
que permite concluir que no es evidente la falta de fundamentación alegada a través de esta acción
tutelar.
Por otro lado, respecto a la denunciada falta de valoración probatoria, corresponde mencionar
que conforme lo establecido en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, esta
jurisdicción está facultada de forma excepcional a analizar la valoración probatoria de otras
jurisdicciones cuando: 1) Las autoridades se apartaron de los marcos legales de razonabilidad y
equidad; 2) Omitieron de manera arbitraria la consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y,
3) Basaron su decisión en una prueba inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como
argumento, sin que esto signifique sustituir a la jurisdicción ordinaria, examinando directamente la
misma o volviendo a valorar la prueba.
En tal mérito, el accionante denuncia a través de este medio de defensa constitucional la presunta
lesión de derechos emergente de la falta de valoración probatoria de los elementos puestos a
conocimiento para su solicitud de cesación de la detención preventiva, correspondiendo sobre el
particular precisar que de la lectura del Auto de Vista cuestionado, se advierte la compulsa integral
de de la documental expuesta, asimismo en el análisis de los elementos conducentes a la persistencia
del art. 235.2 del CPP, se tiene precisado que conforme la decisión apelada si bien se tiene cumplida
la remisión del “RCA” al IDIF, no se tiene prueba alguna que acredite la realización de la pericia
psicológica a la menor, la declaración en cámara Gessel del hermano menor de la víctima y la
inspección técnica ocular, considerados actuados investigativos pendientes; en tal mérito, no es
evidente la denuncia de falta de valoración probatoria.
Finalmente, sobre la presunta lesión del derecho a la presunción de inocencia, cabe mencionar que
de la compulsa del contenido del Auto de Vista 176/2019, no se constata que el mismo transgredió
dicho derecho, por el contrario, conforme se tiene de lo señalado supra, esa decisión se encuentra
debidamente sustentada y fundamentada, sin que las determinaciones asumidas hayan conducido al
desconocimiento de la presunción de inocencia del encausado. Asimismo, en relación a la presunta
transgresión del debido proceso en su elemento de juez imparcial, tampoco se advierte que los
Vocales demandados hayan inobservado el mismo en la emisión de la Resolución cuestionada,
aspectos que conllevan a la denegatoria de la tutela impetrada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela solicitada, actuó de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 04/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 77 a 80 vta.,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
cumplido de manera anterior a dicha notificación; por lo que, en el sub-lite, opera la sustracción de
la materia o pérdida del objeto procesal.
Leandro Mamani Mamani, Juez del Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento
de Cochabamba, presentó informe escrito de 14 de junio de 2019, cursante de fs. 16 a 17 vta.,
manifestando: 1) En calidad de Juez del precitado Tribunal, fue convocado por sus similares del
Tribunal de Sentencia Penal Séptimo, a efectos de conformar el quórum correspondiente para
considerar y resolver la solicitud de cesación de la detención preventiva que fue impetrada por la
accionante; es decir, su persona no es miembro de dicho Tribunal como erróneamente se señaló;
dicha actuación fue llevada a cabo el 4 de junio de 2019, determinándose la cesación a la detención
preventiva a su favor y la aplicación de las medidas sustitutivas previstas en el art. 240 del Código
Procesal Penal (CPP); y, al finalizar la audiencia, ninguna de las partes interpuso recurso de apelación
incidental, consecuentemente, su intervención en tal actuado procesal, como Juez convocado
concluyó junto con la indicada audiencia; 2) Desconocía las demás actuaciones que se habrían
llevado a cabo posteriormente; es decir, no tenía conocimiento si la parte afectada interpuso recurso
de apelación incidental o no y en qué fecha lo habrían hecho, tampoco si se emitió el proveído de
remisión; simplemente porque el citado proceso no correspondía al Tribunal, del cual es titular y no
tenía tuición sobre esos actuados; motivos por los cuales, no se le podría tener como responsable de
una eventual remisión; 3) Actualmente el mencionado Tribunal de Sentencia, carece de quórum; por
esta razón, los demás jueces de otros Tribunales de la Capital como de provincias, son convocados
para diferentes actuaciones, ejemplo claro de esta situación es el presente caso; 4) Igualmente
convocaron a Henry Maida García, Juez de Sentencia Penal del Tribunal Cuarto de la Capital del
departamento de Cochabamba, ahora codemandado, quien convocó a su Secretaria-abogada que
cometió el error de hacer constar en ambos actuados como interviniente al mencionado Juez,
situación que de ninguna manera se puede considerar dolosa; es decir, que se haya hecho a
propósito; 5) Si bien la peticionante de tutela reclama por la supuesta dilación; sin embargo, ella
también actuó con pasividad; pues, pudieron apelar la resolución, al finalizar la audiencia y no esperar
tres días para hacerlo; aspectos que, por sí solos acreditan que no existe materia como para declarar
la procedencia de la acción de libertad contra su persona; 6) Concurre también, lo que se denomina,
la improcedencia de la presente acción por sustracción de la materia o pérdida del objeto procesal
(SCP 1894/2012 de 12 de octubre); siendo este, el elemento sustancial a resolver en la jurisdicción
constitucional; en consecuencia, por la desaparición del hecho o supuesto, se inhibe un
pronunciamiento sobre el fondo de pretensión; y, 7) En este caso, la apelación incidental formulada,
fue remitida a la Sala correspondiente el 12 de junio del presente año, en horas de la tarde; y, la
acción de libertad le fue notificada el 13 del mismo mes y año a hrs. 10:15; siendo ya subsanado el
objeto procesal de la precitada acción; por lo expuesto, solicita se deniegue la tutela.
Carmen Soliz Plaza, Secretaria del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Cochabamba, presentó informe escrito el 14 de junio de 2019, cursante a fs. 18 y
vta., puntualizando que: i) El recurso de apelación incidental fue presentado dentro de plazo,
ingresando a Secretaría del Tribunal de Sentencia Penal vía plataforma el 7 de junio de 2019, a horas
17:27; que fue providenciado, incluso, antes de las veinticuatro horas; o sea, con la fecha indicada;
ii) Ambos documentos, fueron enviados a la central de notificaciones de forma urgente a los fines
de poner en conocimiento de las partes procesales, diligencias que a su insistencia, fueron devueltas
el 12 de igual mes y año, efectuándose de forma inmediata, la remisión ante el Tribunal de alzada,
recayendo en la Sala Penal Tercera; razón por la cual, no se pudieron remitir los mismos, a la
autoridad de garantías; y, iii) Respecto a la observación realizada por la peticionante de tutela,
relacionada a las firmas consignadas en el acta; debido a las recargadas labores que desempeñaba
el mencionado Tribunal de Sentencia Penal y considerando la acefalía de un Juez Técnico; las
múltiples audiencias que se desarrollaban y que eran instaladas conformando el quórum
correspondiente a través de sus similares convocados de otros Tribunales se cometió un lapsus
consignando erróneamente la participación de Henry Maida, Juez Técnico del Tribunal de Sentencia
Penal Cuarto, quien colaboró en el desarrollo de la audiencia de aplicación de medidas cautelares
dentro del mismo caso; y, Leandro Mamani Mamani, que coadyuvó con la audiencia de cesación de
De igual forma, con relación a esta temática la SCP 2443/2012 de 22 de noviembre, expresó: “ Este
tipo de acción, fue descrito en la SCP 0907/2012 de 22 de agosto, al referir: 'Por medio de la acción
de libertad traslativa o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra
privada de libertad; asimismo, una demora injustificada e irrazonable en la tramitación del
proceso penal constituye desconocimiento de la garantía del debido proceso, con la
consecuencia inmediata de la restricción de la libertad física en una especie de condena anticipada.
En ese sentido, la 0465/2010-R de 5 de julio, refiriéndose a la celeridad en las actuaciones procesales
y el hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, ahora acción de libertad, dejó establecido que:
«Por previsión del art. 8.II de la CPE, el Estado se sustenta entre otros valores en la libertad, cuya
concreción material trasciende en el fin máximo el cual resulta ser el vivir bien.
En este sentido, el constituyente ha previsto no sólo los valores generales entre los cuales figura
como se mencionó la libertad, sino también, principios procesales específicos en los cuales se
fundamenta la jurisdicción ordinaria entre los cuales se encuentra la celeridad, así se tiene previsto
en el art. 180.I de la CPE; es por ello que precisamente la potestad de impartir justicia según el art.
178.I de la CPE, emana del pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad jurídica, en la celeridad y
el respeto a los derechos, entre otros no menos importantes».
(…)
La misma Sentencia Constitucional, siguiendo ese entendimiento señaló que: «…toda autoridad
que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad
física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro
de los plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado
derecho, lo que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma
positiva, pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado
que se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una
solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa
conforme a Ley no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la
solicitud»’” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad, al debido proceso en su elemento
justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; y, al principio de celeridad; por cuanto, las autoridades
demandadas, hasta la interposición de la presente acción tutelar, no enviaron la apelación incidental
realizada contra el Auto Interlocutorio de 4 de junio de 2019, que al haberle otorgado la cesación de
la detención preventiva, dispuso; entre otras, la medida sustitutiva del pago de fianza de Bs80 000.-
.
De los actuados que cursan en expediente se evidencia que, en audiencia de cesación a la detención
preventiva, llevada a cabo el 4 de junio de 2019, los Jueces del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo
de la Capital del departamento de Cochabamba, concedieron la misma a favor de la impetrante de
tutela-, imponiéndole medidas sustitutivas conforme lo establece el art. 240 del CPP; siendo una de
ellas, el pago de fianza de Bs80 000.- (Conclusión II.1) ; razón por la cual, según afirman las partes,
tanto en el memorial de acción de libertad, como en los respectivos informes y en audiencia; presentó
recurso de apelación incidental el 7 de igual mes y año.
Con carácter previo a realizar el análisis de fondo de la problemática planteada, es pertinente
referirnos a la naturaleza jurídica de la acción de libertad traslativa o de pronto despacho; que,
responde a una clasificación realizada por el extinto Tribunal Constitucional, al otrora habeas corpus;
tipología a ser aplicada en los casos en los cuales, se evidencia retardación por parte de las
autoridades jurisdiccionales o administrativas, en la tramitación de actuados que están vinculados a
la privación de la libertad de una persona en franco desconocimiento del derecho al debido proceso;
es así que, todo trámite relativo a la definición de la situación jurídica del privado de libertad, debe
ser resuelto con la mayor urgencia posible, aplicando en todo momento el principio de celeridad;
entendimiento que tiene respaldo en la amplia jurisprudencia constitucional desarrollada, que expresa
sobre la precitada acción de libertad, “…busca acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra
privada de libertad, precisamente para la concreción del valor libertad, el principio de celeridad y el
respeto a los derechos” (SCP 0528/2013 de 3 de mayo).
Por otro lado, se debe poner especial atención, cuando de personas adultas mayores se trata,
teniendo en cuenta que estas, forman parte de los grupos vulnerables o de atención prioritaria, que
requieren exclusiva atención por su situación de desventaja con relación al resto de la población; es
así que, deben gozar de un trato preferencial, especial y considerado; en efecto,“ …la vejez supone
pérdida de medios de subsistencia ya sea por el advenimiento de enfermedades y su consecuente
pérdida de salud o ya sea porque pasan al grupo de personas inactivas económicamente, viéndose
limitadas por tal motivo en el ejercicio de sus derechos” (SCP 0112/2014-S1 de 26 de noviembre);
derechos que están protegidos por nuestra Norma Suprema en sus arts. 67.I, 68.I y II; la Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por
el Estado Plurinacional a través de la Ley 872 de 21 de diciembre de 2016, en su arts. 5 y 13;
cobrando importancia el enfoque diferencial que se debe realizar con relación a este grupo etario y
sus derechos, cuya jurisprudencia se encuentra ampliamente desarrollada en la SCP 0655/2018-S2
de 15 de octubre.
De lo que antecede y de acuerdo a lo manifestado por los sujetos de la presente acción, se evidencia
que, la impetrante de tutela recurso de apelación incidental el 7 de junio del 2019 y desde esa fecha
hasta la interposición de esta acción tutelar el 12 de junio de 2019, no se remitió el mismo a la Sala
Penal correspondiente, tiempo en que se observa una dilación indebida en el citado trámite por parte
de las autoridades demandadas; aspecto que, impidió que la situación jurídica de la impetrante de
tutela sea resuelta, siendo indiscutible el retraso ocasionado por dichas autoridades; por cuanto, su
actuación debió realizarse con la mayor urgencia, evitando dejar en incertidumbre sobre la citada
situación de la demandante de tutela, más aún si se encontraba privada de libertad, en delicado
estado de salud y siendo una persona de la tercera edad; desconociendo lo previsto en el art. 251
del CPP, que con relación a las actuaciones referidas a la apelación, cuando de medidas cautelares
se trata, deben ser remitidas sin más trámite al Tribunal de apelación, en el término de veinticuatro
horas.
Con estas antecedentes y en coherencia a la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que es aplicable al caso en cuestión; es decir,
la acción de libertad traslativa o de pronto despacho que, acertadamente, invocó la demandante de
tutela; corresponde a este Tribunal, conceder la tutela; ya que, las Autoridades Judiciales y la
Secretaria -ahora demandadas-, no observaron que una demora injustificada e irrazonable en la
tramitación del proceso penal, constituye desconocimiento de la garantía al debido proceso, con la
consecuencia inmediata de la restricción de la libertad física; es así que, toda autoridad y funcionario
dependiente que tenga conocimiento de una solicitud que está vinculada al derecho a la libertad
física, tiene el deber de tramitarla con la mayor agilidad y celeridad posible, pero una celeridad
reforzada; tratándose, como en este caso, de una persona mayor en condiciones de vulnerabilidad
que sufre una discapacidad por su estado grave de salud; debiendo ser merecedora de un trato
preferencial y urgente, sin importar su condición de detenida preventiva; observando que “ …la
persona mayor tiene derecho a la libertad y seguridad personal, independientemente del ámbito en
el que se desenvuelva”, asegurando el Estado que “…disfrute del derecho a la libertad y seguridad
personal y que la edad en ningún caso justifique la privación o restricción arbitrarias de su
libertad”(SCP 0655/2018-S2 de 15 de octubre).
Con relación a la afirmación realizada por los Jueces y Secretaria del Tribunal de Sentencia Penal
Séptimo -ahora demandados-, relativa a que se hubiera tramitado la remisión de la aludida apelación
antes de la presentación de la actual acción de defensa, no consta en expediente ningún actuado
que respalde tal situación.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AL-0035/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 21 a
24, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos dispuestos
por la Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
año; b) El 17 de junio de 2019 la demandante del beneficio manifestó que recibió como pago parcial
de dicha asistencia la suma de Bs20 000.- y que el 1 de julio de igual año le completaría el saldo; sin
embargo, no existió el acuerdo de partes ni la aceptación expresa del impetrante de tutela, motivo
por el cual no ordenó su libertad, protegiendo los derechos del menor, que deben ser aplicados con
preferencia; c) En caso de no ser cancelado el monto faltante, no se podría disponer un nuevo
apremio por no existir el compromiso de pago en el memorial de la fecha precitada; por lo que,
correspondería nuevamente realizar el procedimiento de la liquidación mencionada; y, d) No se
vulneró derechos ni garantías, toda vez que “…no se tiene certeza objetiva, idónea y veraz sobre la
oferta de pago…” (sic) que hubieran quedado por acuerdo de partes, para que no siga apremiado.
Asimismo, en audiencia de acción de libertad manifestó que: 1) La acción tutelar presentada en su
contra no cumplió con los requisitos de fondo y forma, puesto que el peticionante de tutela no
identificó el hecho vulnerado; 2) La demandante de la asistencia familiar es quien solicitó la libertad
del accionante indicando que se realizó un pago parcial de la liquidación, pero solo firmó ella el
memorial, no teniéndose de manera expresa el compromiso de pago del saldo; 3) El art. 127.III del
Código de las Familias y del Proceso Familiar (CFPF), estableció dos presupuestos en los que se puede
suspender el apremio, pudiendo ser ante el pago total o parcial del referido beneficio; y, 4) Conforme
al art. 12 inc. a) del Código Niña, Niño y Adolescente (CNNA) aplicó la preeminencia de los derechos
del menor, evitando una dilación innecesaria en caso que no se cancele el saldo pendiente del referido
beneficio.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Tercera de la Capital del departamento de Cochabamba, constituida en
Jueza de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 48 vta. a 54 vta.,
denegó la tutela impetrada, bajo los siguientes fundamentos: i) Por Sentencia de 21 de agosto de
2015 se homologó el acuerdo transaccional de cancelación por concepto de asistencia familiar, al
haber incumplido con la obligación de cancelar dicho beneficio por parte del accionante, se emitió
mandamiento de “aprehensión” -siendo lo correcto apremio- en su contra conforme al Código de las
Familias y del Proceso Familiar y la jurisprudencia constitucional; ii) La demandante de asistencia
familiar mediante acuerdo señaló que se le pagó parcialmente la suma de Bs20 000.- debiendo cubrir
el saldo el 1 de julio de 2019, por lo que solicitó el mandamiento de libertad a favor del nombrado;
iii) No se actuó conforme al art. 127 del CFPF, ya que en el memorial de 17 de junio de idéntico año,
no se hizo ningún ofrecimiento de pago, ni existió un acuerdo al que hubiera llegado con el impetrante
de tutela; iv) No se vulneró el derecho a la libertad del prenombrado, ya que fue él quien no cumplió
con la obligación de cancelar la asistencia familiar en beneficio del menor; y, v) Al considerar el
accionante que se lesionó algún derecho pudo haber utilizado los recursos intraprocesales existentes
y posteriormente presentar una la acción constitucional en caso de persistir la conculcación alegada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante documento público transaccional de 19 de enero de 2015, con reconocimiento de
firmas, el accionante se comprometió a cancelar por concepto de asistencia familiar devengada a
favor del menor AA el monto de $us5 000.- (cinco mil dólares estadounidenses) y de forma mensual
la suma de Bs500.- (quinientos bolivianos [fs. 16 a 17]).
II.2. Cursa Sentencia de 21 de agosto de 2015, por la que se homologó la asistencia familiar
acordada por el documento citado supra de 19 de enero de igual año (fs. 26 a 27 vta.).
II.3. Por Auto Interlocutorio de 27 de noviembre de 2017, la autoridad demandada dispuso se libre
mandamiento de apremio contra el peticionante de tutela (fs. 45).
II.4. Consta memorial presentado el 17 de junio de 2019, por la demandante de asistencia familiar
que refiere “ACEPTA PAGO DIFERIDO PIDE MANDAMIENTO DE LIBERTAD” (sic [fs. 46]).
II.5. Se tiene providencia de 17 de igual mes y año, que indicó “...previamente acredite el pago
realizado por el obligado sea este mediante documento privado o público de acuerdo al Art. 1287 y
1297 del C.C…” (sic. [fs. 47]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, alega la lesión de sus derechos a la libertad y a la
dignidad; toda vez que, al encontrarse privado de libertad en el Centro Penitenciario San Antonio de
Cochabamba por incumplir con la cancelación de asistencia familiar devengada, la demandante del
proceso familiar por memorial de 17 de junio de 2019, hizo conocer al Juez de la causa que se realizó
un pago parcial y que el saldo se haría efectivo el 1 de julio de igual año, impetrando además, la
emisión del mandamiento de libertad a su favor; escrito que considera que no fue atendido
favorablemente por la aludida autoridad, por lo que continúa apremiado.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Protección constitucional y reforzada de los derechos de la niñez y adolescencia
Al respecto, la SCP 0343/2018-S4 de 17 de julio, señaló que: “…la Convención sobre los Derechos
del Niño, asume varios principios a observarse en la protección de los derechos de la
niñez, entre ellos, el de interés superior (art. 3), como eje transversal de todas las
decisiones a adoptarse por instituciones públicas o privadas, en sentido que sus derechos
prevalecen sobre los demás, favoreciendo su desarrollo físico, psicológico, moral y social;
el de unidad familiar, por el que se reconoce a la familia como el medio ideal para el desarrollo de la
niña y del niño, de donde surge la obligación del Estado de prestar la asistencia a los padres para
que éstos cumplan sus responsabilidades en la educación integral del menor; y, el de autonomía
progresiva en el ejercicio de todos sus derechos, consiguiendo superar el criterio dominante referido
a que los padres tienen poder sobre sus hijos al carecer éstos de autonomía, para entender que los
progenitores solo tienen la función de orientarlos y dirigirlos en forma apropiada para que ejerzan
sus derechos, según indica el art. 5 de la referida Convención.
Con la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados parte iniciaron un
proceso de adecuación de su legislación a la luz de la doctrina de la protección integral de los niños,
considerándolos como sujetos plenos de derechos y dejando atrás la concepción de sujeto pasivo de
medidas de protección. En ese marco normativo internacional, la Constitución Política del Estado
vigente, en su primera parte, Titulo II –incluyó el tema relativo a los derechos fundamentales y
garantías–, Capítulo Quinto, Sección V, el reconocimiento específico de los derechos de la niñez,
adolescencia y juventud, cuyos arts. 58 y 60, respectivamente, identifican a los titulares de su
ejercicio, señalando que: ‘Se considera niña, niño o adolescente a toda persona menor de edad. Las
niñas, niños y adolescentes son titulares de los derechos reconocidos en la Constitución, con los
límites establecidos en ésta, y de los derechos específicos inherentes a su proceso de desarrollo; a
su identidad étnica, sociocultural, de género y generacional; y a la satisfacción de sus necesidades,
intereses y aspiraciones’; para consagrar posteriormente, el principio de interés superior del derecho
del menor, al disponer: ‘Es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad
del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la preeminencia de
sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la
prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el acceso a una
administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal especializado’.
De ese modo, la Norma Fundamental recoge el criterio de protección integral de la niñez, que asumió
el Código Niño, Niña y Adolescente –Ley 2026 de 27 de octubre de 1999–, con la ratificación de la
ya referida Convención, considerando a los niños y adolescentes como titulares de todos los derechos
que pueden ser ejercidos directamente de acuerdo a su edad y desarrollo. El Código aludido, a su
vez, informa su contenido en el reconocimiento de los principios de no discriminación (art. 3), de
interés superior (arts. 6 y 7), de unidad familiar (art. 27 y ss.) y de autonomía progresiva, entre otros.
Así es que el interés superior del niño y adolescente cumple un papel regulador de la normativa de
sus derechos y se funda básicamente en la dignidad del ser humano y en la característica de este
grupo vulnerable y la necesidad de procurar su desarrollo integral. En ese orden, el art. 2 de la
Declaración de los Derechos del Niño, reconoce que: ‘El niño gozará de una protección especial y
dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que
pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así
como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración
fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño’; para luego enfatizar este principio
en el artículo posterior, indicando que ‘1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen
las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas
o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del
niño’.
En conclusión, las niñas, niños y adolescentes, son un grupo que merece protección
prioritaria y especial, principalmente por la etapa de desarrollo en la que se encuentran;
de ahí que: ‘Nuestra Norma Suprema (art. 60) establece el deber del Estado y de la
sociedad, en general, de garantizar la prioridad del interés superior del menor,
estableciendo el alcance de ello: a) Preeminencia de sus derechos; b) Primacía en recibir
protección y socorro en cualquier circunstancia; c) Prioridad en la atención de los servicios
públicos y privados; d) Acceso a una administración de justicia pronta oportuna y con
asistencia de personal especializado’ (SCP 0100/2015-S3 de 4 de febrero)” (el resaltado nos
corresponde).
III.2. Sobre la regulación del apremio corporal por asistencia familiar devengada
Al respecto, la SCP 0828/2018-S2 de 10 de diciembre, precisó que: “Del art. 23 de la CPE, se
desprenden los requisitos materiales y formales para la restricción del derecho a la
libertad; pues ésta, únicamente puede ser limitada: a) En los casos previstos por ley; y,
b) Según las formas establecidas por ley; conforme lo entendió la SC 0010/2010-R de 6 de abril, que
realizando una interpretación de los arts. 23.I y III de la CPE; 9.1 del Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 7.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH)…” (las negrillas son añadidas).
Con relación a la regulación del apremio corporal por asistencia familiar devengada la SCP 1288/2016-
S1 de 2 de diciembre, reiterada por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0800/2017-S1 de
27 de julio y 0758/2018-S3 de 12 de septiembre, indicó que: “La Ley 603 de 19 de noviembre de
2014, en su Título II, Capítulo I, contiene el marco regulatorio sobre la asistencia familiar,
desarrollando en el art. 127 normativa relativa al apremio corporal como un mecanismo de coerción
al obligado para que haga efectivo el cumplimiento de esa obligación, bajo el siguiente texto: ‘I. La
obligación de asistencia familiar es de interés social. Su oportuno suministro no puede diferirse por
recurso o procedimiento alguno, bajo responsabilidad de la autoridad judicial. II. Cuando la o el
obligado haya incumplido el pago de la asistencia familiar, a petición de parte, la
autoridad judicial ordenará el apremio corporal hasta seis (6) meses, y en su caso podrá
ordenar el allanamiento del domicilio en el que se encuentre la o el obligado. Para el
cumplimiento del apremio corporal se podrá solicitar el arraigo de la o el obligado. III. El apremio
corporal podrá suspenderse si la o el deudor ofrece el pago en el plazo que se acuerde
entre las partes, no pudiendo ser mayor a tres (3) meses. La o el deudor será otra vez
apremiado si no satisface su obligación en el nuevo plazo. IV. Si transcurridos tres (3) meses
persistiera el incumplimiento de la oferta de pago, la autoridad judicial dispondrá la hipoteca legal
sobre los bienes de la o del deudor, que se mandará inscribir de oficio’.
Por otra parte, el mencionado cuerpo normativo en el art. 415, regula la ejecución de la asistencia
familiar bajo el siguiente tenor: ‘I. La parte beneficiaria presentará la liquidación de pago de la
asistencia devengada que será puesta a conocimiento de la otra parte, quien podrá observar en el
plazo de tres (3) días. II. Vencido el plazo, de oficio o a instancia de parte, la autoridad judicial
aprobará la liquidación de la asistencia familiar, intimando al pago dentro del tercer día.
III. La autoridad judicial, a instancia de parte o de oficio y sin otra substanciación, dispondrá el
embargo y la venta de los bienes de la o el obligado en la medida necesaria para cubrir el importe
de las pensiones devengadas, todo sin perjuicio de emitir el mandamiento de apremio respectivo con
facultades de allanamiento y de ser necesario con rotura de candados o chapas de puertas. La
vigencia del mandamiento es indefinida y podrá ejecutarse por cualquier autoridad. (…) VII. El
cumplimiento de la asistencia familiar no puede diferirse por recurso o procedimiento alguno bajo
responsabilidad de la autoridad judicial’.
De lo mencionado se advierte que la autoridad judicial en materia de familia, tiene la
potestad de emitir mandamiento de apremio en el supuesto de incumplimiento del pago
de asistencia familiar por parte del obligado, mandamiento cuya emisión requiere del
cumplimiento previo de los siguientes actuados: i) Presentación de la planilla de liquidación por el o
los beneficiarios; ii) La notificación legal al obligado con el contenido de la referida planilla; iii) La
aprobación y conminatoria de cumplimiento dentro de tercero día; iv) La comunicación legal al
obligado con la conminatoria de pago; y, v) El incumplimiento de la obligación dentro del plazo legal;
ahora bien, se entiende que el cumplimiento de esas formalidades procesales otorgan validez legal
al mandamiento de apremio, cuya finalidad es que se cumpla la obligación de asistencia familiar para
su suministro oportuno” (las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
De antecedentes de la presente acción tutelar, se tiene documento público transaccional de 19 de
enero de 2015 entre el padre de la demandante de asistencia familiar y el accionante por el que este
último acordó cancelar el monto de $us5 000.- por asistencia familiar devengada y Bs500.- de forma
mensual (Conclusión II.1), el cual fue homologado por Sentencia de 21 de agosto de idéntico año
(Conclusión II.2); por medio de Auto Interlocutorio de 27 de noviembre de 2017, la autoridad
demandada libró mandamiento de apremio contra el prenombrado (Conclusión II.3); a través de
memorial presentado el 17 de junio de 2019, la demandante de la asistencia familiar manifestó el
pago parcial, solicitando mandamiento de libertad a favor del prenombrado (Conclusión II.4), el cual
fue providenciado el 17 del citado mes y año, señalando que se acredite el pago parcial mediante un
documento privado o público (Conclusión II.5).
En ese entendido, conforme al desarrollo jurisprudencial expuesto en el Fundamento Jurídico III.2
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la autoridad competente a petición de parte,
puede ordenar el apremio corporal por incumplimiento de pago de asistencia familiar, el cual podrá
suspenderse ante el ofrecimiento de pago en el plazo que convengan las partes, que no debe ser
mayor a tres meses; en caso de infringir dicho acuerdo será nuevamente apremiado y si transcurrido
igual tiempo persiste el incumplimiento de la oferta de pago, dispondrá la hipoteca legal sobre los
bienes de la o del deudor.
En tal sentido, conforme se tiene de los datos del proceso así como lo manifestado por las partes, al
haberse ejecutado el mandamiento de apremio contra el accionante por incumplimiento de pago de
asistencia familiar, este fue recluido en el Centro Penitenciario San Antonio de Cochabamba,
posteriormente la demandante del proceso familiar por medio de memorial presentado ante el Juez
Público de Familia Tercero de la Capital del departamento referido, indicó que arribó a un acuerdo
con el obligado y sus familiares, mediante el cual realizó el pago parcial correspondiente a la suma
de Bs20 000 y que el saldo se haría efectivo el 1 de julio de 2019, razón por la que solicitó se emita
mandamiento de libertad a favor del impetrante de tutela.
Ante ello, el Juez demandado advirtiendo la inexistencia de un instrumento público o privado que
acredite la cancelación parcial de la asistencia familiar devengada y el compromiso de pago, donde
intervenga la demandante y el obligado -accionante-, previendo una posible dilación en la cancelación
del saldo pendiente no ordenó la inmediata libertad del aludido; toda vez que, previamente requirió
se acredite el pago por medio de un documento privado o público, para resolver lo que corresponda,
en atención a la necesidad de contar con un instrumento legal que respalde la existencia de un
acuerdo entre partes para efectivizar dicho compromiso, el cual pueda ejecutarse en caso de
incumplimiento, conforme dispone el art. 127.III del CFPF que refiere: “El apremio corporal podrá
suspenderse si la o el deudor ofrece el pago en el plazo que se acuerde entre las partes…” (las
negrillas fueron añadidas).
Asimismo, dicha autoridad al requerir previamente el compromiso documentado de pago, enmarcó
su actuación conforme al principio que rige al Código Niña, Niño y Adolescente en su art. 12.a:
“Interés Superior. Se entiende toda situación que favorezca el desarrollo integral de la niña, niño y
adolescente en el goce de sus derechos y garantías (…) la necesidad de equilibrio entre sus derechos
y garantías (…) y los derechos de las demás personas”, el cual es concordante con el art. 60 de la
Constitución Política del Estado (CPE) que señala “Es deber del Estado, la sociedad y la familia
garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la
preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia,
(…) y el acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado”; y, el art. 3.1 contenido en la Convención sobre los Derechos del Niño, que refiere:
“En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de
bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño”; por lo que, se puede
concluir que la autoridad demandada actuó conforme dispone la norma legal, respecto al ofrecimiento
de pago que debe hacer el deudor previo acuerdo de partes, como exigencia para suspender el
mandamiento de apremio y aplicando el derecho preferente del beneficiario, no ordenó la libertad
del impetrante de tutela, sin que dicho proceder haya lesionado los derechos del accionante,
resultando aplicable al caso en análisis, lo expuesto en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 del
presente fallo constitucional, correspondiendo denegar la tutela solicitada.
Finalmente, cabe mencionar que la acción de libertad puede tutelar el derecho a la dignidad cuando
está vinculada directamente con el derecho a la libertad física, sin embargo en el presente caso el
representante del peticionante de tutela no refiere argumentación al respecto, limitándose a
mencionarla, por lo que no merece pronunciamiento alguno.
Por lo expuesto, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con distinto
fundamento, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 48 vta. a 54
vta., pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Tercera de la Capital del departamento de
Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
procesos, así los imputados sean diferentes; en el caso está siendo perseguido por los Fiscales de
Materia de Guaqui y de El Alto, y está bajo control jurisdiccional de los jueces de ambos lugares; y,
c) Está ilegalmente perseguido e indebidamente procesado por deslealtad procesal de la parte
denunciante; por lo que, el caso se adecúa al art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE),
aunque no esté privado de libertad.
I.2.2. Informe del demandado
Jaime Gallardo Terceros, Fiscal de Materia, en audiencia informó lo siguiente: 1) Asumió
conocimiento el 7 de mayo de 2019, del caso signado con el número “EAL 1903577” en el cual las
denunciantes fueron Judith Elizabeth Cruz Choque y AA quien sería la víctima; 2) Los antecedentes
pasaron por Ventanilla de la Unidad de Análisis, con un certificado médico que describe las lesiones
de la víctima y otra documentación, más la respectiva querella; a lo que decretó, como es su deber
de informar el inicio de investigación a la “…Juez de la Niñez y Adolescencia…” (sic); y, 3) Emitió la
citación y realizó los actos de investigación pertinentes y necesarios, como la recepción de la
declaración de los progenitores de la víctima, requiriendo un informe psicológico de la misma; se
adjuntó el Certificado Médico Forense, recibiéndose la declaración testifical del mismo.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 08/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 15 a 16 vta., concedió
la tutela solicitada, disponiendo que se deje sin efecto toda investigación y actuados realizados contra
NN, debiendo remitir al Fiscal de Materia de Guaqui, las pruebas originales que le hubieran sido
entregadas, con los siguientes fundamentos: a) Conforme los arts. 117.II de la CPE; 4 y 45 del CPP,
nadie puede ser procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho; tampoco se pueden
seguir procesos diferentes aunque los imputados sean distintos, prohibiciones que están
contempladas también en la jurisprudencia constitucional; b) La denunciante Judith Elizabeth Cruz
Choque solicitó fotocopias del cuaderno de investigación al Fiscal de Materia prenombrado, quien
puso a conocimiento de la autoridad jurisdiccional el inicio de investigación el 26 de abril de 2019; c)
Se advirtió mala fe de parte de la aludida al presentar una segunda denuncia en la ciudad de El Alto
por el mismo delito, a sabiendas que la autoridad fiscal de Guaqui realizó actos de investigación,
situación que desconocía el demandado; y, d) Existiendo dos denuncias por los mismos hechos y por
las mismas personas, sus autoridades deben velar por el cumplimiento del debido proceso y la
garantía del non bis in idem.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. A través de memorial presentado el 26 de abril de 2019, Rubén Ramiro Cadena Quispe, Fiscal
de Materia, informó el inicio de investigación contra el menor NN -ahora accionante- caso “M.P. GU-
31/2019” al Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal Primero de Guaqui
del departamento de La Paz (fs. 5 y vta.).
II.2. Mediante providencia de la misma fecha la precitada autoridad judicial, determinó se tenga
presente el inicio de investigación a los efectos de control jurisdiccional y por secretaría se registre
en el libro correspondiente (fs. 5 vta.).
II.3. Cursa citación de 8 de mayo de 2019, al peticionante de tutela para que absuelva su declaración
informativa dentro el proceso penal caso “M.P. EAL 3577/2019”, seguido en su contra por el Ministerio
Público a denuncia de Judith Elizabeth Cruz Choque (fs. 4).
II.4. Por memorial presentado el 11 de junio de 2019 a la Fiscalía de Guaqui, el accionante solicitó
fotocopias del cuaderno de investigación del caso “M.P. GU-31/2019” (fs. 6).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia como lesionados sus derechos al debido proceso
y a la libertad de locomoción; toda vez que, el Fiscal de Materia demandado le citó para prestar su
declaración informativa el 13 de junio de 2019, dentro del caso “M.P. EAL 3577/2019”, seguido por
el Ministerio Público a denuncia de Judith Elizabeth Cruz Choque, por la presunta comisión del delito
de violación de infante, niña, niño o adolescente, previsto y sancionado en el art. 308 Bis del CP,
pese a que ya está siendo procesado por el mismo ilícito por las autoridades fiscal y judicial de Guaqui
caso “M.P. GU-31/2019” que tiene informe de inicio de investigación de 26 de abril del referido año,
por lo que es procesado en dos lugares por igual delito, no obstante la prohibición del non bis in
ídem.
III.1. La acción de libertad y sus alcances respecto al debido proceso
La SCP 0063/2018-S1 de 19 de marzo, dejó sentado el siguiente entendimiento: « Al respecto, la SCP
0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo que: “Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia
constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo
constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al
derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha protección se verá
materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento
indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados
derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas
las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos que conciernen
directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario, deberá ser tutelado
mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es posible analizar actos o
decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los derechos citados. Además
de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio de subsidiariedad, de
modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción
ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los
reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la
negligencia de la parte accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-
R, 0414/2002-R, 1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras.
En esa línea, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, asumiendo los entendimientos contenidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: ‘…en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido proceso
están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, lo que
implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales
ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos que
prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del
recurso de amparo constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar
las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión,
lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del
proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad.
Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se encuentre
privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas corpus, desnaturalizando la actuación
de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer
el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional.
(…)
…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales,
Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, a objeto de responder por el delito de violación de infante, niña,
niño o adolescente, previsto y sancionado en el art 308 Bis del CP por el que fue denunciado, tomó
conocimiento de la investigación abierta precisamente ante las autoridades de la mencionada ciudad,
de manera que en ningún momento fue puesto en completo o absoluto estado de indefensión,
evidenciándose por consiguiente que no se cumple el segundo presupuesto requerido según el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; al margen de que
los medios ordinarios de defensa o impugnación previstos en la legislación penal, se encuentran a su
disposición para reclamar lo alegado en esta acción tutelar, respecto a un doble procesamiento y
otras vulneraciones que considere que hayan sido provocadas en su contra.
En consecuencia, al no concurrir en el presente caso los presupuestos para la activación de la tutela
vía la acción de libertad por vulneración del debido proceso, corresponde denegar la tutela solicitada.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela impetrada, no
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 08/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 15 a 16 vta.,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
y su complementación de 27 de mayo del mismo año, pronunciados por los miembros de la Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de ese departamento, emplazó a la Jueza
Cautelar corrija e individualice de manera separada los riesgos procesales que se atribuye a cada uno
de los imputados; y, b) Habiendo sido, la Jueza a quo recusada en el caso, se presume que el proceso
se encuentra en el juzgado siguiente donde la accionante debe acudir solicitando el cumplimiento del
citado Auto emitido por la nombrada Sala, por cuanto no es posible ingresar al análisis de fondo de
la problemática.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio 42/2019 de 20 de enero, pronunciado por el Juez de Instrucción Penal
Segundo de la Capital del departamento de La Paz, disponiendo la detención preventiva en contra de
Sulma Salazar Rodríguez -ahora accionante- y otros, a cumplirse en el Centro Penitenciario C.O.F. de
Obrajes de ese departamento, mismo que fue apelado por su defensa solicitando la remisión del caso
al Tribunal de alzada, dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público por la presunta
comisión del delito de asociación delictuosa, cohecho pasivo propio, uso indebido de influencias,
incumplimiento de deberes y uso indebido de información privilegiada (fs. 2 a 20).
II.2. Mediante Auto de Vista 182/2019 de 17 de abril, los Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, confirmaron en parte la Resolución 42/2019, referente
al art. 233.1 de CPP y revocaron también en parte, disponiendo que la Jueza a quo fundamente de
manera individualizada la concurrencia o no del art. 235.1 y 2 del citado Código, sea en el lapso de
veinticuatro horas una vez devuelto el proceso penal para su conocimiento (fs. 21 a 30 vta.).
II.3. A través de la Sentencia 28/2019 de 15 de mayo, los miembros del Tribunal de Sentencia Sexto
de la Capital del departamento de La Paz constituido en Tribunal de garantías, dentro de la acción
de libertad interpuesta por Ludwing Clark Tarqui Machaca contra Henry David Sánchez Camacho y
Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia
de ese departamento; y, Wiat Belzu Carvajal, Juez Instructor Penal Segundo de la Capital, concedió
en parte la tutela solicitada por el accionante, disponiendo que los Vocales denunciados se pronuncien
en cumplimiento al principio de congruencia y establezcan la concurrencia o no de los riesgos
procesales descritos en el art. 235.1 y 2 de CPP; y sea, mediante un Auto Complementario (fs. 31 a
35 vta.).
II.4. Cursa acta de audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva de 24 de mayo
de 2019, celebrada por la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia
las Mujeres Tercera, Claudia Marcela Castro Dorado, quien dispuso cuarto intermedio antes de la
emisión de la resolución, arguyendo que estaba pendiente la determinación del Tribunal de garantías
para un nuevo pronunciamiento del Tribunal de alzada, señalando nueva fecha de audiencia para el
31 de igual mes y año (fs. 40 y vta.).
II.5. Por Auto de Vista Complementario de 27 de mayo de 2019, los Vocales de la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz en cumplimiento a la Sentencia 28/2019 emitida
por el Tribunal de garantías dentro de la acción de libertad interpuesta, dispuso que respecto a los
riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP referidos a la obstaculización, la autoridad
judicial a quo titular que conoce la causa, fundamente la concurrencia o no de los mismos, de manera
individualizada respecto a cada imputado, sea en el plazo de veinticuatro horas previa convocatoria
de audiencia pública (fs. 36 a 38).
II.6. A través de proveído de 30 de mayo de 2019, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de
Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital del departamento de La Paz, en
atención al referido Auto complementario emitido por los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de ese departamento, señaló audiencia de consideración de riesgos
procesales para el 31 de idéntico mes y año (fs. 39 vta.).
II.7. Mediante Auto Interlocutorio 444/2019 de 10 de junio, la Jueza de Instrucción Anticorrupción
y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz,
arguyendo que uno de los coimputados le inició un proceso disciplinario, se excusó de conocer el
proceso y dispuso la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente por materia especializada (fs.
41 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; por cuanto, las
autoridades demandadas dejaron su situación jurídica en incertidumbre, ya que la Jueza de
Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital del
departamento de La Paz, celebró la audiencia de cesación de la detención preventiva el 22 de mayo
de 2019 y antes de emitir la Resolución dictó cuarto intermedio; habiéndose, dicha disposición
reprogramado en dos oportunidades, hasta que fue recusada por el Ministerio Público sin antes
haberse pronunciado sobre la cesación solicitada, corriendo el proceso la misma suerte de excusa
ante su similar Cuarta, quien dispuso la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente por materia
especializada; por su lado, los Vocales denunciados no dieron cumplimiento a la Resolución 28/2019
de 15 de mayo, emergente de la acción de libertad que dispuso se pronuncien respecto a la
concurrencia o no de los riesgos procesales alegados para su detención; sin que a la fecha de
interposición de la presente acción se haya resuelto su situación jurídico legal por la omisión de dictar
resolución sobre la cesación de la detención preventiva y el incumplimiento de la Resolución del
Tribunal de garantías, dejándole en absoluta incertidumbre e indefensión.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La subsidiariedad excepcional en la acción de libertad
Sobre la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, la SCP 0189/2019-S2 de 2 de mayo,
señaló que “… este Tribunal ha establecido, que debe ser aplicada cuando existan medios inmediatos
para impugnar los actos supuestamente lesivos, premisa que se puede evidenciar a través de la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, que señaló: ‘…la existencia de la garantía constitucional en análisis,
no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas
de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus; pues no se trata de una garantía que
tenga la vocación de reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran
invocarse, sino la de dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para
restablecer la lesión sufrida.
En consecuencia, en los supuestos en que la norma procesal ordinaria de manera específica
prevea medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad
supuestamente lesionado, estos deben ser utilizados, previamente, circunstancia en la que
excepcionalmente, el recurso de habeas corpus operará de manera subsidiaria’.
De la misma manera, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, concluyó que: ‘El recurso de hábeas corpus,
ahora acción de libertad, es el medio idóneo y eficaz para conocer y restituir cualquier
tipo de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir
una persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la
libertad, cuando de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir mecanismos
de protección específicos y establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten ser
evidentemente inoportunos o inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por
la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para restituir los derechos
afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean
idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la persecución o
procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en estos casos por
tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos
afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas’
Más adelante, la SCP 0400/2012 de 22 de junio, dictó lo siguiente: ‘…de manera excepcional
opera el principio de subsidiariedad ante la existencia de medios de impugnación
el Juzgado de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de
la señalada capital de departamento que dispuso la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente
por materia especializada; por su lado, los Vocales denunciados no dieron cumplimiento a la
Resolución 28/2019 de 15 de mayo, emergente de la acción libertad, que ordenó se pronuncien
respecto a la concurrencia o no de los riesgos procesales alegados para su detención; sin que a la
fecha de interposición de la presente acción se haya resuelto su situación jurídico legal, por la omisión
de dictar resolución sobre la aludida cesación de la detención preventiva y el incumplimiento de la
Resolución del Tribunal de garantías, dejándole en absoluta incertidumbre e indefensión.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en contra de la
impetrante de tutela, por la presunta comisión de los delitos de asociación delictuosa, cohecho pasivo
propio, uso indebido de influencias, incumplimiento de deberes y uso indebido de información
privilegiada, el 20 de enero de 2019, el Juez de Instrucción Penal Segundo de la Capital del
departamento de La Paz, dispuso su detención preventiva en el Centro Penitenciario C.O.F. de
Obrajes de La Paz, misma que fue apelada por su defensa solicitando la remisión del caso al Tribunal
de alzada; fruto de ello los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia
de ese departamento, confirmaron en parte la Resolución 42/2019 de 20 de enero, referente al art.
233.1 de CPP y revocaron también en parte, disponiendo que la Jueza a quo fundamente de manera
individualizada la concurrencia o no del art. 235.1 y 2 del citado Código, sea en el lapso de veinticuatro
horas una vez devuelto el proceso penal para su conocimiento; más adelante, el Tribunal de Sentencia
Sexto de la Capital de dicho departamento, concedió parcialmente la tutela de acción de libertad a
Ludwing Clark Tarqui Machaca contra los Vocales demandados y el Juez Instructor en lo Penal
Segundo, Wiat Belzu Carvajal, ordenando que los mismos, se pronuncien y establezcan la
concurrencia o no de los riesgos procesales descritos en el art. 235.1 y 2 del Adjetivo Penal, mediante
un auto Complementario; seguidamente, la Jueza demandada en audiencia de consideración de
cesación de la detención preventiva determinó cuarto intermedio antes de emitir su resolución,
arguyendo que está pendiente la decisión del Tribunal de garantías; por lo que, la aludida Sala en su
Auto Complementario declaró que la Autoridad a quo que conoce la causa, fundamente la
concurrencia o no de los riesgos procesales de forma individualizada respecto a cada imputado, sea
en el plazo de veinticuatro horas, motivo por el cual, la Jueza denunciada señaló audiencia de
consideración de riesgos procesales para el 31 de mayo de 2019, acto que no se efectivizó hasta que
la peticionante de tutela fue notificada con el Auto Interlocutorio 444/2019 de 10 de junio,
pronunciado por la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las
Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, haciendo saber que se excusó de conocer
la causa bajo el argumento de que uno de los coimputados le inició un proceso disciplinario, por lo
que resolvió la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente por materia especializada.
En este contexto, es preciso establecer dos situaciones que confluyen en la misma problemática que
plantea la impetrante de tutela: Por un lado, el Tribunal de alzada al resolver la apelación de rechazo
a la cesación de la detención preventiva, devolvió el proceso a la Jueza a quo a efectos de que
fundamente e individualice los riesgos procesales concurrentes a cada uno de los imputados; y,
simultáneamente una de las partes interpuso acción de libertad que al otorgar la tutela, dispuso que
el Tribunal de alzada subsane la citada problemática, para cada coimputado; empero, los Vocales
denunciados lejos de cumplir con lo dispuesto por el Tribunal de garantías remitieron el caso a la
Jueza demandada para que en su calidad de titular de la causa realice la individualización y determine
la concurrencia o no de los peligros procesales, siendo que antes de que se cumpla dicho
pronunciamiento sobrevino la recusación -según informe de la Jueza- y luego la excusa del siguiente
juzgado.
Por otro lado, el 22 de mayo de 2019, la peticionante de tutela presentó nueva solicitud de cesación
de la detención preventiva, misma que habiendo sido considerada en audiencia por la Jueza ahora
demandada, ingresó en cuarto intermedio antes de emitirse la resolución respectiva, habiéndose
reprogramado su continuidad en dos oportunidades, sin que se hayan hecho efectivas. En esta etapa,
y que sea de conocimiento del Juzgado a quo en el plazo de veinticuatro horas; asimismo, se disponga
la condenación de costas y responsabilidades correspondientes.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 5 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 37 a 39,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, a tiempo de ratificar el contenido del memorial de acción de
libertad, acotó que: a) A diferencia del escrito presentado por la víctima, por el que solicitó la
aplicación de medidas cautelares en su contra, el Ministerio Público sólo refirió como riesgos
procesales los previstos en los arts. 234.1 y 2; y, 235.1 y 2 del CPP y no así el art. 234.4 del mismo
Código; b) El Juez a quo estableció al momento de resolver la complementación y enmienda solicitada
por la víctima, que esta no habría fundamentado respecto al peligro procesal antes señalado; c) El
memorial aludido, jamás le fue notificado, incumpliéndose el decreto de 8 de octubre de 2018, puesto
que solo se le hizo conocer al Fiscal de Materia asignado al caso; ante el desconocimiento, sus
alegatos se centraron en desvirtuar lo dispuesto en la imputación formal; d) En el desarrollo de la
audiencia de apelación, al concederle la palabra a la parte apelante, refirió que no se cumplía con la
habitabilidad, pese a contar con el verificativo domiciliario; e) Las autoridades ahora demandadas,
mediante el Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, declararon admisible la apelación e improcedentes
todos los fundamentos expuestos; empero, decidieron incrementar los puntos indicados en las
medidas sustitutivas; es decir, la presentación de dos garantes solventes que cancelen la suma de
Bs20 000.- (veinte mil bolivianos), arraigo y su presencia en todos los actos procesales de
investigación al llamado de la autoridad; f) El Tribunal de alzada revalorizó la prueba, vulnerando el
derecho al debido proceso en su elemento contradicción; toda vez que, se les manifestó con copias
legalizadas que no fue notificada con el memorial presentado por la víctima; y, g) Admitieron que un
verificativo domiciliario es totalmente apto para enervar el elemento domicilio y todos los
fundamentos establecidos en la Resolución de medidas cautelares, pese a que fueron observados
por la prenombrada; empero, de forma arbitraria bajo el argumento de la aplicación de la potestad
reglada decidieron aumentar las medidas antes descritas, siendo esta la incongruencia reclamada.
I.2.2. Informe de los demandados
Rosmery Lourdes Pabón Chávez, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, mediante informe presentado el 5 de abril de 2019, cursante de fs. 28 a 29 vta.,
manifestó que: 1) La accionante hizo mención a vulneraciones que hubiese cometido el Juez a quo;
empero, no interpuso ninguna acción en su contra; 2) En el Auto de Vista emitido, se estableció que
no concurre el riesgo procesal descrito en el art. 234.4 del CPP; 3) No se expusieron las razones por
las cuales se considera que la Resolución pronunciada no tendría fundamento; 4) La impetrante de
tutela señaló que se encuentra ilegal e indebidamente privada de libertad; sin embargo, “…los
fundamentos f[á]cticos no se adecuan a los fundamentos jurídicos esgrimidos por la parte
accionante…” (sic); 5) En la presente acción de defensa, no se verificó que en la interpretación
realizada por esta instancia, se afectaran principios constitucionales uniformadores del ordenamiento
jurídico precisados en las SSCCPP 0010/2018-S2 y 0086/2016-S2, por lo que el Auto de Vista
“304/2018” fue debidamente motivado al momento de confirmar la Resolución dictada por el citado
Juez; 6) El Tribunal de garantías no es una instancia adicional que pueda revisar decisiones de la
justicia ordinaria, puesto que, para que esta jurisdicción analice la actividad interpretativa realizada
en la Resolución cuestionada, se debió desarrollar una sucinta y precisa relación entre los derechos
fundamentales supuestamente lesionados y la actividad interpretativa realizada; 7) La labor del
Tribunal de alzada únicamente se basa en establecer si los agravios expresados por el apelante tienen
fundamento, contrastarlos con el fallo del Juez de control jurisdiccional y verificar si en el mismo
existe la suficiente logicidad jurídica y razonabilidad; y, 8) Una de las características de las medidas
cautelares es la temporalidad y variabilidad, de tal forma que las resoluciones emitidas en torno a
estas, no causan estado, consecuentemente solicitó se deniegue la tutela.
Adan Willy Arias Aguilar, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz, no presentó informe y tampoco se apersonó a la audiencia, pese a su notificación cursante a
fs. 26.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
057/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 40 a 42 vta., denegó la tutela solicitada, bajo el argumento
de que quien demande el derecho al debido proceso vía acción de libertad debe acreditar la
concurrencia de dos presupuestos; es decir, que la decisión emanada por la autoridad jurisdiccional
se encuentre vinculada con el derecho a la libertad o que ponga en amenaza el derecho a la libre
locomoción del peticionante de tutela; y segundo, que se encuentre en estado de indefensión
absoluta; del análisis del Auto de Vista 93/2019, respecto al incremento de las medidas sustitutivas,
estas no se encuentran vinculadas con el derecho a la libertad de la peticionante de tutela y en mérito
al recurso de apelación presentado por la víctima, la misma asistió a la audiencia y efectuó las
alegaciones que consideró pertinentes, contando con la debida asistencia técnica por lo que no se
advierte que los presupuestos referidos se hayan activado.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución de Imputación Formal 153/2018 de 3 de agosto, presentada ante la Jueza
de Instrucción Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz, la Fiscalía Corporativa de Delitos
Patrimoniales de la misma ciudad, solicitó la aplicación de medidas sustitutivas a la detención
preventiva contra Andrea Rubín de Celis Segurondo -ahora accionante-, por la presunta comisión del
delito de estafa (fs. 17 a 20).
II.2. A través de memorial presentado el 5 de octubre de 2018, ante la autoridad jurisdiccional
referida supra, Peter Jorge Flor Sainz y Juan Hipólito Quispe Ticona, en representación legal de
“Kadila Pharmaceuticals SRL”, solicitaron la detención preventiva de la impetrante de tutela, por
encontrarse latentes los peligros procesales establecidos en los arts. 234.1, 2 y 4; y, 235, 1 y 2 del
CPP; mereciendo decreto de 8 del mismo mes y año, que dispuso “…en conocimiento de la fiscalía
corporativa de delitos patrimoniales y la imputada…” (sic [fs. 2 a 4 vta.]).
II.3. Cursa diligencia de notificación de 15 de idéntico mes y año, con el memorial antes descrito, a
Andrea Rubín de Celis Segurondo, refiriendo “…se puede evidenciar la inexistencia del n[ú]mero del
Domicilio señalado en la Notificación Nº 157, razón por la cual no se pudo dar cumplimiento a la
presente notificación" (sic [fs.6]).
II.4. Por Auto Interlocutorio 022/2019 de 24 de enero, emitido por el Juez de Instrucción Penal
Cuarto de El Alto del departamento de La Paz, en suplencia legal de su similar Tercero, determinó
como medidas cautelares para la peticionante de tutela, las contenidas en el art. 240 del CPP,
específicamente la presentación del croquis de ubicación de domicilio real y prohibición del cambio
de este sin previa autorización de la autoridad jurisdiccional, presentación ante el Ministerio Público
los días lunes en la mañana y su registro en el biométrico, finalmente la prohibición expresa de tomar
contacto con las personas que se encuentren investigadas en el proceso o que tengan calidad de
testigos (fs. 12 a 13 vta.).
II.5. Consta en acta de continuación de audiencia de medidas cautelares, la interposición de recurso
de apelación incidental contra el Auto Interlocutorio 022/2019, por la víctima del proceso penal (fs.
13 vta.).
II.6. Mediante Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, declaró improcedente el recurso de apelación interpuesto en
audiencia de consideración de medidas cautelares por la víctima del proceso penal antes referido;
incrementando los puntos señalados en el Auto Interlocutorio 022/2019 citado supra, estableciendo
que la ahora impetrante de tutela debe presentar dos garantes personales con domicilio conocido
quienes garanticen su presencia y en caso de fuga, deberán pagar Bs20 000.-; asimismo, dispuso
arraigo en las oficinas de migración y que se haga presente a todos los actos procesales de
investigación y al llamado de la autoridad tanto fiscal como jurisdiccional (fs. 15 a 16 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y correcta valoración de la prueba, así como a la libertad, a la defensa,
a la igualdad de oportunidades y a ser oído; toda vez que, habiendo sido apelado el Auto
Interlocutorio 022/2019 de 24 de enero, por la víctima en el proceso penal seguido en su contra, las
autoridades demandadas emitieron el Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, declarando
improcedente el recurso instaurado; empero, adicionando de manera incongruente tres puntos a las
medidas ya impuestas, esto en base al peligro procesal descrito en el art. 234.4 del CPP, sin que este
haya sido fundamentado en la Resolución primigenia.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. Obligación del tribunal de apelación de fundamentar y motivar la resolución que
disponga, modifique o mantenga una medida cautelar
Sobre la labor de fundamentación y motivación en las resoluciones judiciales de medidas cautelares,
la SCP 0339/2012 de 18 de junio, estableció lo siguiente: “El Tribunal Constitucional, ha desarrollado
amplia jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y formalidades que debe cumplir la resolución
que disponga una medida cautelar de carácter personal de detención preventiva de un imputado y/o
imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez por la SC 0089/2010-R de 4
de mayo, sosteniendo que: ‘...la aplicación de una medida cautelar de carácter personal en el ámbito
procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa que, la autoridad
judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de una parte, está
obligado a verificar y determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art. 233 CPP, para
lo que deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de prueba
presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas previstas por los arts.
234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de aplicar la medida
cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios fundamentales
inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las decisiones de las autoridades
públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que se basa su
convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado a los medios
de prueba, esa fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los documentos
o la mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar los
presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes’.
En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló: ‘…está obligado igualmente a
dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar
de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos determinados en el art. 233 del
CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y
fundamentar su Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe
también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una
o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución
debidamente fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva’.
Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: ‘Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca en
apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si
bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar,
pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo
suficientemente motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley
impone para la procedencia de esa medida cautelar’.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP” .
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y correcta valoración de la prueba, así como a la libertad, a la defensa,
a la igualdad de oportunidades y a ser oído; toda vez que, habiendo sido apelado el Auto
Interlocutorio 022/2019 de 24 de enero, por la víctima en el proceso penal seguido en su contra, las
autoridades demandadas emitieron el Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, declarando
improcedente el recurso instaurado; empero, adicionando de manera incongruente tres puntos a las
medidas ya impuestas, esto en base al peligro procesal descrito en el art. 234.4 del CPP, sin que este
haya sido fundamentado en la Resolución primigenia.
De la revisión de antecedentes se tiene que, dentro del proceso penal que se le sigue a la ahora
accionante, habiéndosele impuesto medidas sustitutivas a la detención preventiva mediante Auto
Interlocutorio 022/2019, se vio sorprendida por la apelación interpuesta por la víctima del proceso
penal indicando que la autoridad jurisdiccional de primera instancia no se habría manifestado respecto
al peligro procesal descrito en el art. 234.4 del CPP, expresado en el memorial presentado con
antelación a la audiencia cautelar desarrollada; puesto que este, nunca le había sido notificado por
lo que desconocía su contenido. Resuelto el recurso de apelación a través del Auto de Vista 93/2019,
las autoridades demandadas, determinaron declarar improcedentes las cuestiones planteadas;
empero, insertaron tres puntos adicionales a cumplirse, respecto a las medidas sustitutivas ya fijadas
en la Resolución emitida por el Juez a quo (Conclusión II.6).
A efectos de resolver la problemática planteada, conforme se estableció previamente, los Vocales
demandados, mediante el Auto de Vista cuestionado, a tiempo de declarar admisible e improcedente
la apelación formulada, confirmando la Auto Interlocutorio 022/2019, manteniendo la libertad de la
ahora accionante, añadieron las medidas sustitutivas de: “1. Que la parte imputada debe presentar
2 garantes personales con domicilio conocido quienes garanticen la presencia de la imputada a todos
los actos procesales, en caso de fuga de la imputada deberán pagar la suma de 20.000 bolivianos
cada uno para gastos de recaptura;
2. También se dispone el arraigo correspondiente de la imputada en las oficinas de migración.
3. Deberá hacerse presente a todos los actos procesales de investigación y al llamado de la autoridad
tanto fiscal como jurisdiccional, en caso de inasistencia a cualquier acto se procederá a la revocatoria
de la presente resolución” (sic).
Previamente a ingresar a resolver el fondo de la problemática planteada, corresponde determinar si
lo denunciado por la accionante tiene vinculación directa con su derecho a la libertad, pues cabe
señalar que en la acción tutelar se alega que en apelación le fueron incrementadas medidas
sustitutivas mediante una resolución carente de fundamentación vulnerando el derecho al debido
proceso restringiendo de forma ilegal su derecho de locomoción y amenazando su derecho a la
libertad física, puesto que ante un eventual incumplimiento de estas, se determinaría su revocatoria;
además, haciendo énfasis en la imposición del arraigo, en ese sentido, es necesario señalar la SC
0651/2004-R de 4 de mayo, que indica: "...constituye una medida cautelar de carácter personal
sustitutiva a la detención preventiva, cuya finalidad es la de asegurar la averiguación de la verdad,
el desarrollo del proceso y la aplicación de la Ley. En efecto, según la norma prevista por el art.
240.3) del CPP, cuando sea improcedente la detención preventiva y exista peligro de fuga u
obstaculización del procedimiento, el Juez o Tribunal, mediante resolución fundamentada, podrá
disponer la aplicación de la medida sustitutiva de la ‘Prohibición de salir del país, de la localidad en
la cual reside o del ámbito territorial que fije el juez o tribunal, sin su autorización, ordenando el
arraigo a las autoridades competentes…’”. En ese marco, resulta un medio de restricción o limitación
al ejercicio del derecho fundamental de locomoción o de libre tránsito consagrado por el art. 21.7 de
la CPE; es decir, el derecho a la circulación en todo el territorio boliviano, que incluye la salida e
ingreso del país; por tanto, corresponde la consideración de la presente acción de libertad.
Del contenido del Auto de Vista 93/2019, se identifican los siguientes fundamentos: i) La ahora
impetrante de tutela, presentó verificación policial domiciliaria, acreditó habitualidad y habitabilidad
del inmueble con facturas de consumo de energía eléctrica y agua potable, placas fotográficas, por
lo que al tener constituida su familia, actividad lícita y domicilio no hay probabilidad de fuga, razón
por la que no concurre el art. 234.2 del CPP ii) Con relación al art. 234.4 del Código referido, solo
precisó que fue incluido por la víctima sin que se le haya notificado sobre este a la accionante,
debiendo considerarse entonces, el art. 180 de la CPE y el principio de igualdad de las partes, motivo
por el que este peligro no se activa; iii) No se presentó ningún elemento que demuestre la
configuración de lo establecido en el art. 235.5 del CPP, no siendo atendible este por carencia de
fundamentación por parte del apelante; y, iv) Considerando la naturaleza de las medidas cautelares
y la aplicación de los arts. 7, 221 y 222 del CPP, verificada la probabilidad de autoría y la vigencia del
peligro de obstaculización inmerso en el art. 235.2 del CPP, “…estaríamos en una eventual detención
preventiva bajo el principio de potestad reglada que ha sido regulado en la sentencia constitucional
la Nº 86/2016-S2…” (sic), pero asumiendo el entendimiento expuesto en la “SCP 10/2018-S2”,
respecto a la aplicación del principio de proporcionalidad, “…este tribunal considera que el valor
fundamental como es el derecho a la libertad debe ser restringido sólo en la medida que sea necesario
para efectuar la averiguación de la verdad histórica de los hechos” (sic).
Por lo expuesto, se advierte que el Tribunal de apelación, al imponer las medidas sustitutivas antes
referidas, lo hizo en el marco de asegurar la presencia de la peticionante de tutela, valorando los
peligros procesales vigentes y la aplicación del principio de proporcionalidad por lo que no constituye
una indebida fundamentación, por cuanto se acomoda en la previsión legal descrita (arts. 7, 221 y
222 del CPP), que permite a las autoridades jurisdiccionales medir sus alcances de acuerdo a la
finalidad que tienen la medidas cautelares, cual es la de asegurar la presencia del imputado en el
proceso y llegar a la verdad histórica de los hechos investigados y juzgados, cumpliendo los
parámetros establecidos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, razón por la cual no existe una fundamentación indebida.
Cabe aclarar respecto a lo denunciado por la peticionante de tutela, en cuanto a que las autoridades
demandadas habrían considerado el art. 234.4 del CPP, como fundamento de la imposición de las
medidas sustitutivas antes indicadas, este extremo no resulta cierto puesto que, los Vocales
demandados aplicaron del art. 180 de la CPE, descartando manifestarse respecto a este y que el
motivo de las medidas sustitutivas impuestas, como bien se señaló anteriormente, responden a la
necesidad de asegurar su presencia en el desarrollo del proceso.
Finalmente, respecto a los derechos de igualdad de oportunidades y a ser oído, se debe precisar que
la acción de libertad no es la vía idónea para reclamar la lesión de estos, considerando además que
en el presente caso, no se encuentran vinculados con la libertad, por lo que corresponde denegar la
tutela respecto a los derechos aludidos.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos, obró de forma correcta.
POR TANTO
Yanet Noemy Paniagua Villa y Anay Añez Mendoza, Juezas del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo
de la Capital del departamento de Santa Cruz, mediante informe, cursante a fs. 9, manifestaron que:
a) Los demandantes de tutela se encontraban legalmente notificados con la realización de la
audiencia; empero, no se apersonaron ni justificaron su incomparecencia; b) No fue responsabilidad
de ese Tribunal que el abogado no haya comunicado oportunamente a los peticionantes de tutela, la
fecha y hora del celebración de la audiencia de juicio oral.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, mediante Resolución 20/19 de 10 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a 14, denegó
la tutela solicitada con el siguiente fundamento, los accionantes fueron declarados rebeldes por no
haberse hecho presentes en la audiencia de juicio oral, generando la declaratoria de rebeldía, sin que
ello acarree vulneración alguna al debido proceso, siendo un elemento idóneo y eficaz para dejar sin
efecto la misma, el apersonamiento y comparecencia de los imputados ante la autoridad jurisdiccional
competente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa acta de audiencia de fundamentación oral de la acción de libertad (fs. 10 a 11 vta.).
II.2. Por Resolución 20/19 de 10 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a 14, se negó la tutela solicitada
por los peticionantes de tutela.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso, por las
autoridades demandadas, por cuanto fueron declarados rebeldes y contumaces a la ley, por no
comparecer a la audiencia de juicio oral programada para el día 6 de junio de 2019, sin considerar
que no tenían conocimiento del mismo. Por lo que, solicitan que se deje sin efecto la declaratoria de
rebeldía “…levantando las medidas…” (sic), fijándose nueva fecha y hora para continuar el juicio oral.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la subsidiariedad excepcional en la acción de libertad
La SCP 0534/2019-S4 de 23 de julio señaló: “El art. 125 de la CPE, establece que la acción de libertad
tiene por objeto tutelar los derechos a la vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en
que aquélla se encuentre en peligro y cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido
procesamiento u objeto de privación de libertad en cualquiera de sus formas, pudiendo toda persona
que considere encontrarse en tales situaciones, acudir ante el juez o tribunal competente en materia
penal y solicitar se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad.
Sin embargo, tratándose especialmente del derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento
indebido, para que sea viable esta acción de defensa, con carácter previo se deben agotar los
mecanismos de defensa que tenga expeditos el justiciable conforme al ordenamiento procesal común,
haciendo uso de los medios y recursos legales que sean idóneos, eficientes y oportunos para el
restablecimiento de este su derecho, de donde la acción de libertad operará solamente en los casos
de no haberse reparado efectivamente las lesiones invocadas pese a la utilización de estas vías.
Sobre el principio de subsidiariedad excepcional del hábeas corpus –ahora acción de libertad– la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, estableció lo siguiente: ‘…como el ordenamiento jurídico no puede
crear y activar recursos simultáneos o alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones
procesales no queridas por el orden constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del
hábeas corpus, únicamente se activa cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento
común, no sean los idóneos para reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad
ilegalmente restringido. No es posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico prevé
medios de impugnación específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad, en forma inmediata.
Conforme a esto, solamente una vez agotado tal medio de defensa y ante la persistencia de la lesión,
se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la tutela que brinda el hábeas corpus’.
En el mismo sentido, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, referido a la acción de libertad determinó que:
‘…esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para
restituir los derechos afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales específicos de
defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la
persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en
estos casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los
derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas’’ ”.
De la misma forma la mencionada Sentencia Constitucional Plurinacional, se refirió sobre la naturaleza
y alcance de la declaratoria de rebeldía y expusó que: “ La SCP 0950/2016-S1 de 19 de octubre, al
respecto señala lo siguiente: «El art. 89 del CPP, en el caso de la declaratoria de rebeldía dispone
que El juez o tribunal del proceso, previa constatación de la incomparecencia, evasión,
incumplimiento o ausencia, declarará la rebeldía mediante resolución fundamentada, expidiendo
mandamiento de aprehensión o ratificando el expedido».
(…)
La SCP 0811/2012 de 20 de agosto, sobre la naturaleza de la rebeldía señaló que: ‘El derecho procesal
penal boliviano, determina una serie de medidas destinadas a efectivizar el cumplimiento del principio
de celeridad evitando dilaciones innecesarias que a la postre generen no sólo retardación de justicia
sino también denegación de la misma con el efecto inmediato de vulnerar los derechos de la víctima
y que pudieran emerger tanto de las actuaciones de los administradores de justicia como de los
procesados a raíz de posibles incomparecencias de los ajusticiados a las distintas audiencias que
emergen de la persecución penal; en este sentido, el ordenamiento jurídico, tratándose del imputado,
ha previsto en el art. 87 del CPP, un medio compulsivo a efectos de garantizar el ejercicio de los
derechos a la tutela judicial efectiva y a la defensa del encausado, cual es la declaratoria de rebeldía,
que debe ser entendida como la consecuencia que genera la incomparecencia de la parte en la fecha
o en el plazo señalado en la citación o emplazamiento, sea desde el inicio del proceso o en
determinado momento del mismo; pues su presencia permite la consecución de los fines
jurisdiccionales del Estado respecto a la administración de justicia; en consecuencia, su ausencia,
entendida como la negatoria de prestar ayuda, merece una sanción’”.
III.2. La acción de libertad y sus alcances respecto al debido proceso
La SC 0619/2005-R de 7 de junio, en cuanto al debido proceso en la acción de libertad estableció lo
siguiente: “…a partir de la doctrina constitucional sentada en la SC 1865/2004-R, de 1 de diciembre,
para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de
hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad” .
III.3. Análisis del caso concreto
El acto lesivo que se denuncia a través de esta acción tutelar, recae en la supuesta vulneración de
los derechos a la libertad y al debido proceso de los solicitantes de tutela, por haber sido declarados
rebeldes y contumaces a la ley debido a su inasistencia a la audiencia de juicio oral fijada para el 6
de junio de 2019, pese a haber sido notificados en su domicilio procesal, sin considerar que, no
tomaron conocimiento de la misma, a causa del cambio de personal en la oficina de su representante
legal que derivó en una deficiente coordinación y falta de comunicación oportuna respecto a la
realización de la audiencia antes mencionada.
Sobre el particular, cabe señalar que la forma más idónea y eficaz de dejar sin efecto la declaratoria
de rebeldía, consiste en apersonarse y comparecer ante la autoridad jurisdiccional, hecho que por
lógica consecuencia derivaría en el pronunciamiento judicial que dejaría sin efecto la medida
jurisdiccional, lo cual en este caso no aconteció; evidenciándose en consecuencia que los argumentos
vertidos por los accionantes, respecto a los derechos cuya vulneración se acusan, no corresponden
ser dilucidados vía acción de libertad, debido a que ésta tiene un trámite expedito y por su naturaleza
se circunscriben a la constatación de aspectos específicos relacionados a la supuesta vulneración del
derecho a la libertad y a la imposibilidad absoluta de procurar su defensa; asimismo, debe tomarse
en cuanta que dicha resolución es de carácter temporal, lo cual implica que puede ser reconsiderada
e inclusive revocada por la misma autoridad que la dispuso, siempre y cuando ésta considere que la
inasistencia de los rebeldes se debió a un grave y legítimo impedimento, conforme establece el art.
91 del Código de Procedimiento Penal (CPP); siendo por ello, aplicable la subsidiariedad excepcional
citada en el Fundamento Jurídico II.1 de esta Resolución, por cuanto se encuentra pendiente de
resolución de fondo la purga de rebeldía en la vía ordinaria; por lo que, en el presente caso no es
posible abrir el ámbito de protección de la acción de libertad, correspondiendo en consecuencia, su
denegatoria sin ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, al ser evidente que la
actuación de las autoridades demandadas no incurre en lesión alguna de los referidos derechos de
los impetrantes de tutela, ya que se circunscriben a la normativa antes señalada; siendo inconducente
a los efectos de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, la consideración de ausencia del tercer
Juez técnico, del Ministerio Público y la falta de coordinación en la organización interna de la oficina
jurídica del abogado y representante de los demandantes de tutela.
Es necesario precisar que en el marco de la acción de libertad, la vulneración del debido proceso será
tutelada solamente cuando exista indefensión absoluta y manifiesta de los accionantes y se hubiese
lesionado su derecho a la libertad, como se remarcó en el Fundamento III.2 de esta Resolución; más
aún, si los peticionantes de tutela denuncian su persecución indebida, extremo que corresponde ser
dilucidado en instancia ordinaria hasta agotar la misma para acudir luego a la vía constitucional.
Por lo precedentemente manifestado, el Juez de garantías al denegar la tutela impetrada, efectuó
una adecuada valoración de los antecedentes del proceso y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 20/19 de 10 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a
14, pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en los mismos términos que el Juez de
garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
6 del mismo mes y año, comunicándole el mencionado servidor público que la Sentencia seguía en
redacción y que vuelva el 10 de igual mes y año, motivo por el cual presentó otro memorial
reclamando esa irregularidad; y, c) La actitud hostil del Tribunal señalado de no extender diez páginas
legalizadas, le provocó indefensión, no pudiendo impugnar los actos lesivos dentro del proceso.
I.2.2. Informe de los demandados
María Angélica Sánchez Rojas, Jueza del Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, mediante informe escrito presentado el 7 de junio de 2019, cursante
de fs. 17 a 18 vta., señaló: 1) El 4 de abril de igual año reubicaron a la auxiliar de su despacho, sin
que hasta el presente se haya designado nuevo personal, siendo abundante la carga procesal, pues
diariamente tienen audiencias de juicio oral, “… Cesación así como las Audiencias de acciones…”
(sic); 2) No disponen de fotocopiadora para entregar copias, más si el abogado diariamente presentó
memoriales ofensivos, que deben ser despachados en veinticuatro horas, y al estar el expediente en
despacho, no fue posible atender el pedido para la notificación legal a la accionante, a objeto de que
pueda plantear los recursos que le franquea la ley; y, 3) Conforme a la jurisprudencia constitucional,
los actos ilegales u omisiones indebidas que impliquen actividad procesal defectuosa, deben ser
denunciados previamente al juez de instrucción penal, no procediendo la activación directa de la
acción de libertad.
José René Quezada Ribera y Charlín Tapia Franco, Jueces del Tribunal citado precedentemente, no
presentaron informe escrito ni asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 11 y 13.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 02 de 7 de junio de 2019, cursante de fs. 20 vta. a 23, denegó
la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) La jurisprudencia constitucional desarrolló la
teoría del hecho superado que implica que el perjuicio ocasionado por un acto lesivo cesó cuando se
restableció el derecho conculcado; ii) No cumplir con la formalidad de la entrega de la copia de la
Sentencia una vez que esta fue leída, pudo haber causado que cuando la parte la recibió, no pueda
hacer uso de ningún recurso por el vencimiento del plazo; no obstante, revisados los antecedentes,
el referido fallo se encuentra en el expediente a disposición de las partes; y, iii) Conforme la Jueza
codemandada expresó, una vez conocido el contenido de la Sentencia por la accionante, pudo activar
el recurso de complementación, enmienda y aclaración previsto en el art. 125 del Código de
Procedimiento Penal (CPP) y resuelto con el auto que emita el tribunal, recién correrá el plazo para
la apelación restringida.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 3 de junio de 2019, la accionante reclamó al Tribunal de Sentencia
Penal Octavo de la Capital del departamento de Santa Cruz, las irregularidades en que incurrió al no
entregar la copia de la Sentencia después de concluida su lectura en audiencia, reiterando su petición
de que se extienda el citado documento (fs. 2 a 3).
II.2. A través de memorial ingresado el 4 de igual mes y año, la solicitante de tutela hizo conocer a
los Jueces del Tribunal mencionado precedentemente, la formulación de una denuncia disciplinaria
en su contra, por no entregarle copia legalizada de la Sentencia que le impidió solicitar explicación,
complementación y enmienda (fs. 4).
II.3. Mediante memorial planteado el 6 del mencionado mes y año, la impetrante de tutela, reiteró
su solicitud de fotocopia legalizada de la Sentencia, al Tribunal antes referido (fs. 5 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a
la libertad y a la locomoción, porque habiéndose leído el 3 de junio de 2019, la Sentencia condenatoria
en el proceso penal seguido en su contra, y solicitado una copia legalizada de la misma a los fines de
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe
existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de
impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo
al momento de la persecución o la privación de la libertad’” » (las negrillas corresponden al texto
original).
III.2. Análisis del caso en concreto
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a
la libertad y a la locomoción, porque habiéndose leído el 3 de junio de 2019, la Sentencia condenatoria
en el proceso penal seguido en su contra, y solicitado una copia legalizada de la misma a los fines de
interponer recurso de aclaración, enmienda y complementación, las autoridades demandadas no
atendieron su pedido, comprometiendo la entrega para el 5 y luego 6 del mismo mes y año; sin
embargo, hasta la interposición de la presente acción de libertad no tuvo respuesta.
De los antecedentes que cursan en el expediente se evidencia que, la impetrante de tutela al ser
declarada culpable por el delito de estelionato, fue sentenciada por las autoridades demandadas,
reclamando por memorial presentado el 3 de junio de 2019, al Tribunal de Sentencia Penal Octavo
de la Capital del departamento de Santa Cruz, las irregularidades en que incurrió, por no entregar la
copia de la aludida Sentencia después de concluida su lectura en audiencia, reiterando su petición de
que se le extienda el citado documento (Conclusión II.1); a través de memorial ingresado el 4 de
igual mes y año, la peticionante de tutela hizo conocer a los demandados, la presentación de una
denuncia disciplinaria en su contra, por no haberle entregado la antedicha copia legalizada,
impidiéndole solicitar explicación, complementación y enmienda (Conclusión II.2); finalmente,
mediante solicitud planteada el 6 del señalado mes y año, la impetrante de tutela reiteró su pedido
de fotocopia legalizada de dicho fallo al Tribunal antes referido (Conclusión II.3).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la tutela de la acción de libertad
por vulneración al debido proceso, está limitada a los entornos que conciernen directamente al
derecho a la libertad física y de locomoción, a cuyo efecto, cuando se denuncia procesamiento ilegal
o indebido, el acto lesivo entendido como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas
de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión y la existencia de absoluto estado de indefensión, de modo
que el accionante no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos y recién tomó
conocimiento del proceso al momento de la violación.
Atendiendo a que en el presente caso se denunció la vulneración del debido proceso, en que habrían
incurrido las autoridades demandadas al no extender en favor de la impetrante de tutela el 3, 4 y 6
de junio de 2019 -fechas en las que fue solicitada- una copia legalizada de la Sentencia en la que se
la condenó por el delito de estelionato, corresponde establecer, si en la denuncia de procesamiento
indebido, concurren los presupuestos que permiten activar la protección de tutela a través de la
acción de libertad, conforme al entendimiento glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
A este efecto, el acto lesivo que configura la problemática planteada, referida a la omisión de entregar
la copia legalizada de la Sentencia peticionada por la impetrante de tutela, no está directamente
vinculado con su libertad, por no haber operado como la causa directa de restricción o supresión de
la misma, en mérito a que el no haberse otorgado el documento solicitado en su favor no ha
provocado la supresión, restricción o la amenaza de las autoridades demandadas de afectar o
comprometer el derecho a la libertad física o de locomoción; en consecuencia, no está acreditada la
presencia del primer presupuesto exigido por el Fundamento Jurídico III.1; respecto al segundo
presupuesto, tampoco se evidencia que exista concurrencia del mismo, porque no se ha demostrado
el estado absoluto de indefensión de la peticionante de tutela y que esta habría tomado conocimiento
del proceso penal que motivó la deducción de la presente acción tutelar, al momento de la pretendida
vulneración de sus derechos, producida por la negativa de la extensión de la copia legalizada que fue
pedida; al contrario, conforme lo reconoce expresamente en su demanda, conocía del proceso penal
por estafa y estelionato seguido en su contra, la Sentencia emitida el 29 de mayo de 2019 y los
pormenores de las reiteradas pretensiones de fotocopia legalizada de la misma, de manera que tuvo
conocimiento y participación en el trámite del caso, no advirtiéndose el estado absoluto de
indefensión.
En consecuencia, al no reunir los presupuestos para activar la protección de la acción de libertad por
procesamiento indebido, corresponde denegar la tutela.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela impetrada,
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02 de 7 de junio de 2019, cursante de fs. 20 vta. a
23, pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
de 17 del mes y año mencionados, se hace constar que el peticionante de tutela no presentó su
documento de identidad, el que fue adjuntado recién en horas de la tarde; c) Su persona el 18 del
mes y año indicados, fue designado como Director del referido Centro Penitenciario, asumiendo sus
funciones en horas de la noche, después de intervenir en un operativo se efectivizo el mandamiento
de libertad; y, d) No se vulneró ningún derecho constitucional, solo se cumplió con las formalidades
y procedimientos administrativos de la Dirección Departamental del Régimen Penitenciario.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 12/2019 de fecha 19 de junio, cursante de fs. 14 a 15, denegó la
tutela impetrada, en virtud a los siguientes fundamentos: 1) De acuerdo al acta de libertad, una vez
subsanados los requisitos administrativos del Régimen Penitenciario se otorgó al peticionante de
tutela su libertad el 18 de junio de 2019 a horas 20:32; y, 2) De acuerdo a la documentación cursante
en obrados y lo establecido en la Ley 2298, la autoridad demandada ha dado cumplimiento al
mandamiento de libertad por indulto.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el legajo, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa mandamiento de libertad por indulto de 7 de junio de 2019, emitido por el Juez de
Ejecución Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz, ordenando al Director del Centro
Penitenciario San Pedro de la citada ciudad, registre la libertad del interno Sergio Francisco Cataldi
Deheza. (fs. 2).
II.2. A través del Informe de Verificación de fecha 14 de junio de 2019, se puede constatar que los
datos corresponden al ciudadano Sergio Francisco Cataldi Deheza, que no tiene otro mandamiento
de detención, y la orden de libertad emitido por Ludwing Herrera Medina entonces Director del Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz (fs. 11).
II.3. Por Acta de Libertad de fecha 18 de junio de 2019, se verificó que el impetrante de tutela
obtuvo su libertad a horas 20:32 (fs. 12).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de sus representantes, alega como lesionado su derecho a la libertad, debido
que la autoridad demandada, no dio cumplimiento oportuno al mandamiento de libertad por indulto
emitido por el Juez de Ejecución Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada
III.1. La obligación de autoridad competente de ejecutar el mandamiento de libertad,
dentro del marco de celeridad y prioridad
El anterior Tribunal Constitucional en la SC 1213/2010-R de 6 de septiembre, refiriéndose a la
celeridad que debe prevalecer en la tramitación de solicitudes vinculadas al derecho a la libertad,
señaló que: “La concepción de Estado Social de Derecho, tiene como pilares principales la búsqueda
de la justicia y el acceso a la misma, conforme a ello, la Constitución Política del Estado vigente, a
fin de lograr el equilibro e igualdad de las partes en los procesos, ha revalorizado los derechos de la
víctima, buscando asegurar no sólo el acceso a los Tribunales y órganos encargados de administrar
justicia, sino también a que éstos se rijan por los principios, entre otros, de legalidad, eficacia,
eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido proceso e igualdad de las partes,
previstos en el art. 180 de la CPE, los que resultan exigibles no sólo a las autoridades judiciales que
administran justicia, sino también a los órganos coadyuvantes de ella (Ministerio Público, Policía
Nacional, etc.), dado que forman parte de toda la estructura de administración de justicia, pronta y
eficaz que debe garantizar el Estado boliviano”.
De acuerdo al contenido de la jurisprudencia desarrollada, todas las instituciones que forman parte
de la estructura de la administración de justicia, deben observar el principio de celeridad, la que debe
prevalecer en la tramitación de solicitudes vinculadas al derecho a la libertad.
III.2. De la acción de libertad innovativa
El Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP 1887/2014 de 25 de septiembre, haciendo
referencia a la SCP 2075/2013 de 18 de noviembre, dejó establecido que: «…La doctrina
constitucional ha desarrollado diferentes modalidades o tipos de habeas corpus -ahora acción de
libertad-, así, entre ellos se tiene el habeas corpus innovativo, lo que en el régimen constitucional
vigente equivale a la acción de libertad innovativa. Su naturaleza principal radica en que, la
jurisdicción constitucional, a través de esta garantía, tiene la facultad de tutelar la vida,
libertad física y de locomoción, frente a las acciones y omisiones que restrinjan, supriman
o amenacen de restricción o supresión, aun cuando las mismas hubieran cesado o
desaparecido.
En ese contexto argumentativo, la acción de libertad -innovativa- permite al agraviado o
víctima de la vulneración acudir a la instancia constitucional pidiendo su intervención
con el propósito fundamental de evitar que, en lo sucesivo, se reiteren ese tipo de
conductas por ser reñidas con el orden constitucional; pues, conforme lo ha entendido la
jurisprudencia, en la SCP 0103/2012 de 23 de abril, “la justicia constitucional a través de la
acción de libertad se activa para proteger derechos subjetivos (disponibles) y además
derechos en su dimensión objetiva, es decir, busca evitar la reiteración de conductas
reñidas contra el orden público constitucional y los bienes constitucionales protegidos
de tutela reforzada”.
Ahora bien, está claro que el propósito de la acción de libertad innovativa, radica,
fundamentalmente, en que todo acto contrario al régimen constitucional que implique
desconocimiento o comprometa la eficacia de los derechos tutelados por esta garantía
jurisdiccional, debe ser repudiado por la justicia constitucional. Así, el propósito fundamental
de la acción de libertad innovativa, tiene la misión fundamental de evitar que en el futuro se repitan
y reproduzcan los actos contrarios a la eficacia y vigencia de los derechos a la vida, la libertad física
y de locomoción. En ese sentido, no se protegen únicamente los derechos de la persona que interpuso
la acción de libertad; al contrario, su vocación principal es que en lo sucesivo no se repitan las
acciones cuestionadas de ilegales, en razón a que, como ha entendido la jurisprudencia
constitucional, la acción de libertad se activa no simplemente para proteger derechos desde una
óptica netamente subjetiva, más al contrario, este mecanismo de defensa constitucional tutela los
derechos también en su dimensión objetiva, evitando que se reiteren aquellas conductas que lesionan
los derechos que se encuentran dentro del ámbito de protección de la acción de libertad y que
fundamentan todo el orden constitucional.
(…)
“…entiéndase la figura de la acción de libertad innovativa o habeas corpus innovativo como el
mecanismo procesal, por el cual el juez constitucional asume un rol fundamental para la protección
del derecho a la libertad personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie debe realizar una
declaración sobre la efectiva existencia de lesión al derecho a la libertad física o personal, aunque la
misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la comunidad y al funcionario o persona particular, que
esa conducta es contraria al orden constitucional, en esta Sentencia también se debe emitir una
orden al funcionario o particular que lesionó el derecho en sentido que, en el futuro, no vuelva a
cometer ese acto, con relación a la misma persona que activó la justicia constitucional o con otras
que se encuentren en similares circunstancias”.
(…)
Consiguientemente, a partir de la SCP 2491/2012, queda clara la reconducción de la jurisprudencia
al entendimiento contenido en la SC 0327/2004-R, en sentido que procede la acción de libertad
-bajo la modalidad innovativa- aún hubiere cesado el acto ilegal en cualquiera de las
el SIREJ, reporta dos o más procesos debe certificarse los mismos y el ahora accionante tendría un
proceso pendiente por la supuesta comisión del delito de evasión; y, 4) Su despacho, no recibió la
carpeta del solicitante de indulto, entendiendo que fue observada por la instancia departamental.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 06/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 53 a 54 vta., concedió en
parte la tutela solicitada, respecto a Ernesto Vergara Quiroga, Director Departamental de Régimen
Penitenciario, disponiendo que el precitado ordene a la unidad pertinente dar la celeridad al trámite
del indulto solicitado por el ahora accionante; y, denegó en relación a Marcelo Sánchez Nogales,
Asesor Jurídico de dicha repartición estatal, así como respecto a Vanessa Nancy Quispe Copacondo
“Directora Legal Del Régimen Penitenciario” (sic.) -Responsable Legal y de Clasificaciones a.i., de la
Dirección Nacional de Régimen Penitenciario-, decisión asumida sobre la base de los siguientes
fundamentos: i) Existe una solicitud de indulto presentada por el impetrante de tutela, que de
acuerdo a lo señalado por el Asesor Jurídico, cumplió con los requisitos exigidos por ley; sin embargo,
fue observado por la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario debido a que se identificó
un proceso por evasión que se encontraba pendiente y que es subsanable en el transcurso de la
tramitación; y, ii) Se puede advertir, que el Director de Régimen Penitenciario no adecuó sus actos
a la ley, debiendo ser corregidos inmediatamente a través de la unidad correspondiente.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 11 de abril de 2019, Delia Celia Illanes Choquetijlla, Directora
Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, interpuso denuncia contra Genaro Blanco Quispe,
Alcaide de la Carceleta de Sica Sica del referido departamento, por la presunta comisión de los delitos
de favorecimiento a la evasión e incumplimiento de deberes ante la Fiscalía del aludido departamento
(fs. 42 a 43 vta.).
II.2. Mediante el Informe 42/2019 de 25 del mes y año precitados, Helen Norah Calderón Garrido,
Responsable de Plataforma de Atención al Público e Informaciones del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, hizo conocer al Juez de Ejecución Penal Segundo del prenombrado departamento
el reporte del sistema informático SIREJ donde se encontraban consignados los procesos que existían
contra el ahora impetrante de tutela que son tráfico de sustancias controladas y evasión (fs. 34).
II.3. Por informe de 6 de mayo de 2019, el Secretario del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y
Contra la Violencia a la Mujer Primero de la Capital del departamento de La Paz, refirió que la
investigación penal por los delitos de favorecimiento a la evasión, incumplimiento de deberes y
evasión se encuentra en etapa preliminar (fs. 36).
II.4. Cursa nota presentada el 15 de mayo de 2019, por Marcelo Sánchez Nogales, Asesor Jurídico
de la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario, mediante el cual remite al Director de dicha
repartición estatal la carpeta con los documentos de respaldo de la solicitud de concesión de indulto
realizada por el ahora accionante (fs. 2).
II.5. A través de escrito presentado el 14 de junio del indicado año, el impetrante de tutela solicitó
que el Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia a la Mujer Primero de la Capital del
departamento de La Paz, emita conminatoria para la conclusión y archivo de la investigación penal
referida en las Conclusiones II.1, 2 y 3 (fs. 44).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, vinculado a la libertad y el principio de
celeridad, arguyendo que el trámite de su solicitud de indulto, fue observado por estar pendiente
otra causa penal por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, evasión y
favorecimiento a la evasión, que se habría iniciado en su contra, por haber ido al río a aprovisionarse
de agua, en cuyo sentido, la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, no hizo
solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley no es ilegal siempre que
esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la solicitud’” (las negrillas fueron
añadidas).
Del Fundamento Jurídico glosado, resalta la trascendencia del principio de celeridad en los trámites
vinculados a la libertad personal; por el que, las autoridades administrativas o judiciales que conozcan
solicitudes de tal naturaleza, deben de gestionarlas con la mayor premura posible evitando dilaciones
injustificadas o indebidas que puedan generar perjuicio al derecho a la vida o a la libertad de los
procesados.
Ante supuestas demoras arbitrarias o infundadas respecto a trámites como los señalados, resulta
viable la interposición de la acción de libertad de pronto despacho con la finalidad de que se corrijan
las deficiencias anotadas y se agilice la gestión del asunto en cuestión.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, vinculado a la libertad y el principio de
celeridad, argumentando que el trámite de su solicitud de indulto fue observado por estar pendiente
otros procesos penales por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, evasión
y favorecimiento a la evasión, abierta en su contra debido a que el 4 de abril de 2018, con el permiso
del encargado de la Carceleta de Sica Sica del departamento de La Paz, fue al río a aprovisionarse
de agua. Situación que la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, no aclaró
con la finalidad de que se proceda con la conclusión y archivo de la investigación.
Del legajo de antecedentes aparejados al expediente, se extrae que por memorial presentado el 11
de abril de 2019, Delia Celia Illanes Choquetijlla, que ejercía el cargo de Directora Departamental de
Régimen Penitenciario de La Paz, formalizó denuncia por la presunta comisión de los ilícitos de
favorecimiento a la evasión e incumplimiento de deberes contra Genaro Blanco Quispe, Alcaide de la
Carceleta de Sica Sica del referido departamento (Conclusión II.1).
Por informe de 25 del mismo mes y año, Helen Norah Calderón Garrido, Responsable de Plataforma
de Atención al Público e Informaciones del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, hizo conocer
el reporte emanado del sistema informático SIREJ consignando los dos procesos mencionados; es
decir, el de tráfico de sustancias controladas y el de evasión respecto al solicitante de indulto y que
de acuerdo al informe de 6 de mayo del mismo año, emitido por el Secretario del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia a la Mujer Primero de la Capital del departamento ya
nombrado, la última de las causas se encontraría en etapa preliminar. Sobre este punto, a través de
escrito presentado el 19 de junio del indicado año, el ahora accionante de tutela pidió que el Juez del
precitado Juzgado, emita conminatoria para que se proceda a la conclusión y archivo de la
investigación penal referida (Conclusiones II.2, 3 y 5).
Finalmente, a través de nota presentada el 15 de mayo de 2019, Marcelo Sánchez Nogales, Asesor
Jurídico de la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, remitió al Director de
dicha repartición estatal la carpeta con los documentos aparejados a la solicitud de concesión de
indulto realizada por el accionante (Conclusión II.4).
Teniendo ese contexto fáctico, resulta pertinente referirse al DS 3756 que tiene por objeto conceder
amnistía e indulto por razones humanitarias y que en relación al punto central del reclamo expuesto
en la presente acción tutelar, dispone:
“Artículo 5°.- (Asistencia institucional) Para la implementación efectiva del presente Decreto
Presidencial, asistirán con celeridad y de forma gratuita:
1. Las y los directores de los recintos penitenciarios o la autoridad competente otorgando los
certificados de permanencia, en el plazo de un (1) día computable a partir de su solicitud, bajo
responsabilidad;
(…)
Artículo 11°.- (Trámite de solicitud de indulto)
(…)
III. Si la persona solicitante cumple todos los requisitos, el Servicio Legal del recinto penitenciario
procederá al llenado del formulario de cumplimiento de requisitos formales y lo remitirá a la Dirección
Departamental de Régimen Penitenciario. En caso que la persona solicitante no cumpla con alguno
de los requisitos, se harán conocer las observaciones, subsanables o insubsanables.
IV. La Dirección General de Régimen Penitenciario y las Direcciones Departamentales tendrán las
siguientes obligaciones:
1. Analizar las solicitudes y la documentación presentada por la persona solicitante, el
Servicio Legal de los Centros Penitenciarios o la Defensoría del Pueblo;
2. Emitir un informe de “cumplimiento” o “no cumplimiento” de los requisitos establecidos
para la solicitud del indulto en el plazo de tres (3) días hábiles de recibida la carpeta;
3. En caso de “no cumplimiento” de los requisitos, la carpeta deberá ser devuelta a la
persona solicitante, al Servicio Legal o a la Defensoría del Pueblo, según corresponda, para
subsanar la observación;
4. En caso de “cumplimiento”, la o el Director Departamental de Régimen Penitenciario
emitirá la Resolución Administrativa de Procedencia del Indulto y remitirá el trámite a la
o el Director General de Régimen Penitenciario, para la suscripción de la Resolución
Administrativa en el plazo máximo de tres (3) días hábiles;
5. La Dirección Departamental de Régimen Penitenciario, una vez recibida la carpeta de solicitud, con
el visto bueno del Director General de Régimen Penitenciario, dentro del plazo de tres (3) días hábiles
remitirá al Juzgado de Ejecución Penal competente, para la homologación de la Resolución
Administrativa de Indulto.
(…)
Disposición Final Segunda.- Cuando el Certificado del Sistema SIREJ reporte dos (2) o más
procesos penales, se deberá adjuntar Certificación emitida por el juzgado o tribunal de la causa de
cada uno de los procesos abiertos que reporta el Sistema SIREJ, en el que se deberá detallar el delito,
estado actual de la causa y señalar que no se tiene sentencia condenatoria ejecutoriada” (las negrillas
fueron incorporadas).
Del extracto normativo desarrollado, referido al trámite y procedimiento para la concesión de indulto
-caso que nos ocupa- se evidencia que el DS 3756 en ningún momento otorga atribuciones a las
Direcciones departamentales de Régimen Penitenciario para realizar aclaraciones, explicaciones o
justificaciones respecto a las investigaciones o procesos penales iniciados contra los solicitantes de
concesión de amnistía o indulto, pues su labor en cuanto al reclamo específico del accionante- está
limitada a analizar la documentación presentada, el cumplimiento de requisitos, emitir informes y las
observaciones que correspondan respecto a las aludidas carpetas, a efectos de que el interesado
proceda a subsanarlas en lo que de él dependa.
En el caso concreto de la investigación penal por la presunta comisión del delito de evasión que
genera la preocupación en el impetrante de tutela, corresponde que las autoridades competentes -
Ministerio Público- procedan con las indagaciones que consideren pertinentes para esclarecer los
hechos denunciados que le permitan arribar a conclusiones que a su vez conduzcan a la emisión del
requerimiento final previsto en la norma adjetiva penal, pudiendo el peticionante de tutela acudir al
Ministerio Público conforme prevé el art. 306 del (Código de Procedimiento Penal (CPP).
De igual forma, no existe documento o norma del que emane una obligación específica -como la
exigida por el accionante- atribuible a la referida Dirección; más aún, cuando en el legajo de
documentos adjuntos a esta acción de libertad no se evidencia solicitud alguna en ese sentido,
dirigida a dicha repartición estatal u otra de sus dependencias de la que pueda surgir una
interpelación por falta de respuesta.
que transcurrieron más de siete días, vulnerando su derecho a la libertad y al principio de celeridad;
más aún, cuando es de conocimiento de la autoridad demandada que los peticionantes de tutela son
cónyuges.
I.2.2. Informe de la demandada
Rosario Beatriz Orozco García, Jueza de Instrucción Penal Segunda de la Capital del departamento
de Cochabamba, mediante informe escrito de 19 de junio de 2019 -sin fecha de recepción-, cursante
a fs. 22, señaló que: 1) El Secretario del citado Juzgado emitió un informe explicándole las razones
por las cuales no ingresó a despacho el acta de la audiencia de aplicación de medidas cautelares; y,
2) Conminó a dicho servidor de apoyo jurisdiccional, para que labre el acta inmediatamente y de
forma posterior remita al Tribunal de alzada; en consecuencia, solicitó se sirva denegar la tutela.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Cuarto de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución de 19 de junio de 2019, cursante de fs. 35 a 38, concedió
la tutela impetrada, disponiendo que la Jueza demandada remita antecedentes “…en el plazo de 24
horas (…) al Tribunal de Alzada” (sic), bajo los siguientes fundamentos: i) Conforme a la
jurisprudencia constitucional el plazo de veinticuatro horas para la remisión de obrados ante el
Tribunal de alzada, podrá ampliarse a tres días, cuando se haya justificado la excesiva carga laboral,
las suplencias legales o la cantidad de imputados que existieran; ii) En la presente causa, la referida
autoridad no justificó dicha recarga laboral, más aún, admitió la no remisión de obrados a la instancia
superior; y, iii) En caso de tomarse en cuenta la flexibilización del plazo, este igual hubiese fenecido,
demostrándose de esta manera la dilación en el procedimiento de la apelación incidental.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa informe escrito de César Ariel Rioja Bustamante, Secretario del Juzgado de Instrucción
Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, mediante el cual indicó “…debido a
las abundantes audiencias realizadas en este despacho judicial no pude terminar de elaborar el acta
respectiva” (sic [fs. 23]).
II.2. Se tiene Nota de 19 de abril -lo correcto es junio- de 2019, por la que se remitió la apelación
incidental interpuesta contra el Auto Interlocutorio de 11 de junio del mismo año, dentro del proceso
penal seguido por el Ministerio Público contra Viviana Liliana Rodríguez Gonzales y José Enrrique
Cartagena Calizaya -accionantes-, por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves, con
cargo de recepción de 19 de similar mes y año (fs. 32).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes a través de su representante alegaron la lesión de su derecho a la libertad y al
principio de celeridad; toda vez que, habiendo formulado recurso de apelación incidental contra el
Auto Interlocutorio de 11 de junio de 2019, que dispuso la detención preventiva de ambos, la Jueza
demandada no remitió obrados al Tribunal de alzada dentro las veinticuatro horas, conforme al art.
251 del CPP dilatando indebidamente la tramitación de dicho recurso.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales hechos son evidentes a fin de conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y el plazo para la remisión de
antecedentes del recurso de apelación incidental de medidas cautelares ante el Tribunal
de alzada
La acción de libertad traslativa o de pronto despacho tiene el fin de acelerar los trámites judiciales o
administrativos ante dilaciones indebidas de la persona privada de su libertad, al respecto la SCP
1874/2014 de 25 de septiembre, estableció que: “La acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, se encuentra desarrollada por la jurisprudencia de este Tribunal, entendida como el
medio procesal idóneo para que las partes de un proceso puedan obtener la celeridad
César Ariel Rioja Bustamante, Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital del
departamento de Cochabamba, informó a la Jueza demandada, que el 19 de junio de 2019 no terminó
de labrar el acta de audiencia de aplicación de medidas cautelares, debido a la carga laboral del
referido Juzgado (Conclusión II.1); mediante Nota de igual fecha y año se remitió la apelación
incidental interpuesta por los accionantes contra el Auto Interlocutorio de 11 del mismo mes y año
(Conclusión II.2).
De la acción de libertad presentada, se tiene que los peticionantes de tutela a través de su
representante alegaron que dentro del proceso penal seguido en su contra por medio del Auto
Interlocutorio de 11 de idéntico mes y año, se dispuso la detención preventiva de ambos, el cual en
igual fecha impugnaron en audiencia de aplicación de medidas cautelares, sin que se haya remitido
obrados al superior en grado hasta la presentación de esta acción de libertad.
Por su parte, la Jueza demandada informó que no se remitieron antecedentes al Tribunal de alzada,
toda vez que el Secretario del indicado Juzgado, no labró el acta debido a la carga laboral que tenía,
procediendo a conminar al prenombrado a efecto de que inmediatamente elabore el mismo, y en el
día remita obrados a la instancia correspondiente.
En ese entendido, conforme al desarrollo jurisprudencial expuesto en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, entre los principios que sustentan a la
jurisdicción ordinaria se encuentra la celeridad, que es esencial en los trámites judiciales, debiendo
la autoridad jurisdiccional atender el pedido en el plazo otorgado por la norma; más aún cuando se
trata de personas privadas de libertad y si esta se ve afectada por alguna dilación indebida respecto
al derecho a la libertad, puede activar la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, con el
fin de acelerar el actuado pendiente.
En tal sentido, conforme los datos del proceso, así como lo manifestado por las partes, se tiene que
los impetrantes de tutela en audiencia de consideración de medidas cautelares de 11 de junio de
2019, formularon recurso de apelación incidental contra el Auto Interlocutorio de idéntica fecha, que
dispuso la detención preventiva de ambos en los Centros Penitenciarios San Sebastián Mujeres de
Cochabamba y “San Pablo” de Quillacollo respectivamente, de igual departamento, no habiéndose
remitido obrados al Tribunal de alzada dentro las veinticuatro horas siguientes, conforme al plazo
establecido por ley; por el contrario, el 19 de idéntico mes y año a horas 14:45 se habría presentado
el expediente a la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; es
decir, que desde la interposición de dicho recurso hasta la presentación de esta acción tutelar,
transcurrieron más de cinco días, por lo que el término de remisión fijado por ley fue abundantemente
superado.
En consecuencia, resulta aplicable al caso en análisis, lo expuesto en el Fundamento Jurídico III.1
del presente fallo constitucional, en relación a la activación de la acción de libertad traslativa o de
pronto despacho, ante la existencia de actos dilatorios en la vía judicial, que afecten el derecho a la
libertad y el plazo de veinticuatro horas que otorga el Código Adjetivo Penal a la autoridad a cargo
del proceso para remitir actuados, respecto al recurso de apelación incidental planteado contra la
resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares; advirtiéndose en el caso objeto
de análisis, que la Jueza demandada remitió obrados a la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba como consecuencia de la notificación con la interposición
de la presente acción tutelar, que en su rol de administradora de justicia se apartó del principio de
celeridad que funda a la jurisdicción ordinaria, sin dar la agilidad pertinente a los trámites que
involucren a privados de libertad; por el contrario, dilató indebidamente el envío de la apelación
incidental planteada por los impetrantes de tutela, actuando al margen del mandato legal establecido,
lo que desencadenó la vulneración del derecho a la libertad.
Consecuentemente, corresponde conceder la tutela solicitada a través de esta acción de libertad en
la modalidad traslativa o de pronto despacho, por lesión al principio de celeridad.
Por lo expuesto, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela impetrada, obró de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 19 de junio de 2019, cursante de fs. 35 a 38,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Cuarto de la Capital del departamento de Cochabamba; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
resguardo del derecho a la defensa, debido proceso y la igualdad de las partes” (sic); 2) “El juzgador
debió prever que las partes estén en igualdad de condiciones” (sic); y, 3) “El lote de terreno de las
demandadas es diferente al que se pretende reivindicar, que la actora no demostró los puntos
ordenados en el objeto de prueba, que no existiría coincidencia en la superficie del terreno, por lo
que, pidió se case la Resolución 559/2017 de 20 de octubre” (sic); c) Al respecto, el Auto Supremo
575/2018 de 28 de junio, en base a la verificación de los antecedentes señaló que: i) “En la audiencia
complementaria de 20 de octubre de 2016, y del informe (fs. 378 del proceso principal), una vez
leída la Sentencia se procedió de conformidad al art. 216.I del Código procesal Civil, en presencia de
las partes y abogados patrocinantes, sin que este hecho haya sido enervado por las ahora
peticionantes de tutela, por lo que nos hallamos dentro de un proceso justo y equitativo” (sic); ii)
Gracias al nuevo sistema procesal oral y al régimen de notificaciones, las resoluciones dictadas en
audiencia quedan notificadas a los presentes, en la misma, rigiendo el principio de finalismo; iii)
Siendo una denuncia vaga e imprecisa, en virtud al principio de transparencia, sobre la sentencia,
acudió a los argumentos desarrollados anteriormente sobre el acta de la audiencia complementaria
“…(de fs. 311 a 364 vta., del proceso principal), pues las partes, junto a sus abogados patrocinantes,
fueron advertidos de los alances de dicha actuación judicial en cumplimiento al principio señalado…”
(sic); d) En cuanto a un posible reclamo de fondo, igualmente, acudiendo al art. 218 del CPC, que
regula la inadmisibilidad del recurso cuando sea planteado de forma extemporánea como aconteció
en el caso de autos, razones por la que, ese Tribunal consideró que debió darse aplicación al art.
220.II de la norma citada y declarar infundado el recurso de casación planteado; e) Pese a la falta
de técnica recursiva en el planteamiento del aludido recurso y la ausencia de expresión clara y concisa
de los motivos del mismo, este Tribunal, precautelando precisamente el ejercicio del derecho a la
defensa, en resguardo al principio de igualdad procesal y debido proceso, dio respuesta a cada uno
de los puntos impugnados; f) En base a dichos argumentos, se constata que no es evidente que el
Tribunal Supremo de Justicia haya emitido el fallo impugnado en vulneración a los derechos que se
indican; por el contrario, se procedió a control a través de una revisión exhaustiva del trámite de la
causa, aspecto que debilita la afirmación de la impetrante de tutela, que con la emisión del Auto
Supremo 575/2018 se vulneraron los derechos aludidos; y, g) Tampoco se incurrió en ilegalidad
alguna, la impetrante de tutela “…confunde la acción de defensa con un recurso ordinario más,
pretendiendo encubrir su negligencia en el planteamiento de sus solicitudes efectuadas a través de
un recurso de casación, lamentablemente fallido, que no puede ser atribuible a este Tribunal, mismo
que, no incurrió en infracción alguna de la norma sustantiva ni adjetiva civil, mucho menos de índole
constitucional, como audazmente señala, careciendo de asidero legal sus reclamos…” (sic);
solicitando por todo lo expuesto, se deniegue la tutela impetrada.
Jorge Adalberto Quino Espejo, no se apersonó en audiencia pero presentó informe escrito, cursante
de fs. 405 a 407, manifestando: 1) Dentro del proceso ordinario seguido por Jenny Ketty Rico Paz,
contra Sonia Pablo Saca, sobre mejor derecho propietario, reivindicación, más pago de daños y
perjuicios, el Juez a quo emitió las Resoluciones 558/2016, 559/2016 y 48/2017, disponiendo lo
siguiente: 2) El Auto de Vista S-109/2017, confirmó las resoluciones impugnadas, en base al
“…análisis concreto de la apelación y los antecedentes del proceso; más aún, cuando se estableció
claramente los presupuestos necesarios para fundamentar debidamente la resolución recurrida;
misma que, cumple con el voto de la ley y en apego a la jurisprudencia que guarda la SC 1365/2005-
R de 31 de octubre…” (sic), en cuanto a que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales; 3) La Resolución citada, se encuentra debidamente motivada y
fundamentada, de acuerdo a los aspectos que rigen la materia, no habiéndose incurrido en
vulneración alguna del derecho al debido proceso en dichas vertientes; en cuanto a otros derechos
como a la propiedad privada, jamás se lesionó el mismo y no se menciona de qué manera se lo habría
lesionado; 4) En esta acción tutelar, se advierte la carencia de una explicación clara y precisa de
cómo las autoridades demandadas habrían lesionado tales derechos; por lo cual, no es factible el
ingreso al análisis de esas aseveraciones ante la falta de carga argumentativa suficiente que posibilite
el mismo, no pudiendo ser tuteladas mediante esta acción; 5) Tampoco realiza la impetrante de
tutela, una fundamentación lógica en cuanto a la violación, limitación del citado derecho a través del
Auto de Vista emitido; asimismo, los principios como la seguridad jurídica, no son tutelables mediante
esta acción de defensa tal como se prevé la “SC 0375/2010-R” -no indica fecha-, por lo que no puede
ser invocado directamente sino vinculado a derechos y garantías reconocidos en la Constitución
Política del Estado; 6) Dicho razonamiento fue aplicado en el caso en estudio, siendo por tanto,
inconsistentes los argumentos vertidos; todos los agravios denunciados mediante el Recurso de
apelación, fueron resueltos, sin limitar los derechos de las accionantes bajo ninguna “fórmula” o
formalidad que vayan en contra de sus intereses; 7) Con relación a que no se realizó una debida
revisión de los datos del proceso, así como no haber efectuado una valoración de las pruebas, se
tiene que en el Auto de Vista S-109/2017, se efectuó un análisis pormenorizado de los aspectos
procedimentales, así como, del fallo arribado, confirmándose la Resolución del Juez de la causa, esto
en base a que, la misma, no tomó en cuenta los aspectos vertidos y considerados en el Auto de Vista
de referencia, sin limitar algún derecho de las partes, habiéndose emitido el mismo conforme a
derecho; 8) Esta acción de defensa, no se encuentra debidamente fundamentada, toda vez que, no
se precisó el acto ilegal que quebranta derechos, incumpliendo la exigencia de relación de causalidad
entre ambos y no simples relatos de los hechos que procede previa identificación del acto lesivo,
debiendo mostrarse, prima facie, los actos transgresores de derechos, requisitos que no fueron
cumplidos en la presente acción; y, 9) No precisó de qué forma se le vulneraron los derechos que
denuncia, máxime si se toma en cuenta que el impetrante de tutela, ejerció su derecho a la defensa
al interponer los medios de impugnación que la Ley le franquea, presentó peticiones a través de sus
memoriales, etc.; por consiguiente, mal podría señalarse que el Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, incurrió en vulneración alguna; en suma, al no encontrarse debidamente identificados el
o los actos lesivos, así como la identificación de los derechos conculcados, ante la inexistencia del
nexo de causalidad entre ambos, corresponde denegar la presente acción por su manifiesta
improcedencia.
Gustavo Iván Espejo Espejo, no se hizo presente en audiencia; empero, mediante informe escrito
cursante de fs. 408 a 413 vta., expresó: i) La acción de amparo constitucional, “…no puede ni
debe convertirse en un mecanismo más de revisión de fallos y/o actuados que son de
orden privativo para las partes en un determinado juicio, ya sea administrativo o judicial;
es decir, no es una instancia procesal, ni casacional para revisar del todo e ir al fondo de
la problemática y evidenciar derechos y garantías constitucionales (sic); sino de tutela de
derechos fundamentales…”; ii) Las peticionantes de tutela, pretenden que la Jueza de garantías
proceda a revisar todo el proceso civil ordinario etapa por etapa, cuando esa labor ya fue cumplida
por su autoridad, respetando todos los derechos de la parte demandada, disponiendo inclusive
notificación en el lugar de inspección para darle la máxima transparencia y publicidad al presente
proceso; iii) Todos los actuados cumplieron el debido proceso, resolviendo cada situación jurídica; y
además, fueron confirmados mediante Auto de Vista y Auto Supremo; iv) La interpretación y
aplicación de la legalidad ordinaria es atribución de la jurisdicción común; en el presente caso, se
debe sustentar de forma expresa en qué consisten esas violaciones y de qué manera el tribunal ad
quem que conoció el recurso, omitió pronunciarse trasgrediendo las reglas interpretativas; ya que,
no puede ingresar a conocer otros pormenores del proceso como los enunciados en contra del Juez
que conoció la causa; no corresponde, sino únicamente la última resolución que ha sido acusada de
violatoria de derechos y garantías constitucionales; conforme a ello, la SC 0085/2006-R de 25 de
enero, señaló que es deber ineludible del recurrente, expresar en su recurso, a tiempo de cuestionar
la citada interpretación, otros aspectos como los que se observan en la presente acción de tutela; v)
Una vez declarada la rebeldía en contra de las demandadas, su representante presentó incidente de
nulidad en audiencia complementaria; mismo que, fue rechazado mediante Resolución 558/2016 de
20 de octubre; sin embargo, de la revisión de obrados se tiene que, la peticionante de tutela, no
interpuso los recursos que la ley le permitía por derecho para impugnar dicha decisión pero interpone
la presente acción, pidiendo que se deje sin efecto la declaratoria de rebeldía, sin considerar que la
misma, no es un instancia de revisión de resoluciones pronunciadas dentro de la jurisdicción ordinaria,
para eso tenía los recursos que la ley le otorga en un plazo establecido, de lo contrario se deduce
que las partes están conformes con las resoluciones que fueron emitidas por el Juez; vi) El nuevo
Código Procesal Civil se fundamenta en los principios de publicidad, inmediación, concentración y
celeridad, plasmados en su art. 1 núm. 1), 5) y 10); por lo mismo, la audiencia complementaria de
20 de octubre de 2016, se rigió bajo los principios mencionados, teniendo como consecuencia la
notificación en audiencia con la presencia de las partes, así como lo prevé el art. 82.II del citado
cuerpo legal; y, vii) La presente acción, carece de fundamentos jurídicos suficientes, alegando que
se vulneró su derecho al debido proceso, al no ser notificada en tiempo oportuno con las actuaciones
procesales correspondientes quedando regulado por norma, que la misma fue notificada en
audiencia, no produciéndose un agravio a su derecho a la defensa y teniendo la posibilidad de
plantear recursos posteriores en su oportunidad; por todo lo expuesto, solicitó se deniegue la tutela
invocada.
I.3.3. Intervención de la tercera interesada
Jenny Ketty Rico Paz, a través de su abogada en audiencia expresó: a) Los reclamos de las
accionantes datan de 2016, este proceso empezó hace unos meses y se acabó, sin que hayan ejercido
defensa; ahora vienen a esta audiencia a solicitar un tiempo para explicar lo sucedido, cuando
tuvieron años para hacerlo; se olvidaron de sus bienes viviendo en otro país; b) La acción de amparo
constitucional es extraordinaria, residual y subsidiaria, porque no llena todos los vacíos que debiera
habérselo hecho en juicio durando años; tampoco está destinada a sustituir las omisiones que han
llevado a perder el mismo; asimismo, para que proceda esta, se debe determinar la relación de causa
y efecto entre los actos que infringen la ley y el efecto generado en esos años; c) El memorial de la
actual acción es ampuloso, fuera de lo normal, descripción histórica de lo que ocurrió en el proceso,
fechas, resoluciones, recursos, críticas a las decisiones de los jueces, a veces, muy abstractas, algo
extraño, sin saber lo que ocurrió; d) Se dice que no se hizo caso a un poder, que se las declaró
rebeldes, se sindica el actuar de un Juez en materia civil, las supuestas omisiones en la Sala Civil del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz y después las del Tribunal Supremo de Justicia; sin
embargo, no se entiende por qué, dichas instancias infringieron las normas, de qué manera se han
vulnerado derechos; e) Primero se inició un interdicto de recobrar o adquirir la posesión de un
inmueble el 2012, en el que, Atiliana Pablo Saca, se presentó con el Poder 353/2012 de 22 de febrero,
como representante de Sonia y Facunda Pablo Saca -ahora accionantes-; luego, una vez perdido el
proceso, iniciaron una demanda de mejor derecho propietario, las demandadas se encontraban en
España, el Juez de la causa no admitió su justificativo y ordenó la notificación en Bolivia; f) Afirman
que si no hubieran sido declaradas rebeldes, habrían ganado el juicio defendiéndose; sin embargo,
“…¿Para qué era el citado Poder?...”, es una paradoja; es decir, podían defenderse sin estar en Bolivia
a través de su apoderada desde el año 2012, entonces, no se entiende de qué manera esa situación
les haya causado la lesión a su derecho a la defensa; porque tenían conocimiento del proceso en su
contra; g) Cuanto en la presente acción no existe relación de causa y efecto para poder ingresar al
análisis de la problemática planteada se debe denegar la tutela; es así que, tanto los Vocales de la
citada Sala Civil como los Magistrados del Tribunal Supremo de justicia, tienen la razón al expresar
que, no existen suficientes elementos que le permitan al Tribunal Constitucional revisar jurisdicción
ordinaria; h) El Juez de la causa quiso probar que las poderdantes seguían viviendo en España el
2016, porque el Poder otorgado era del 2012, entonces solicitó domicilio actual de las demandadas
a través de documento idóneo; ya que, dicho mandato no está destinado a mostrar esa información;
es decir un Notario no puede hacerlo, en todo caso, para eso están por ejemplo los Cónsules, incluso
a través del registro de movimiento migratorio pero no se lo hizo en su momento; i) No existe
vulneración a su derecho a la defensa, porque a partir de que otorgaron del nombrado Poder, a su
hermana Atiliana Pablo Saca, a través de esta, asumieron defensa; o sea, ya no era necesaria su
presencia; j) Ante la emisión de la Sentencia de la problemática de fondo, habiendo sido notificada
el 4 de noviembre de 2016, presentaron complementación y enmienda el 7 del mismo mes y año,
según refieren, porque tenían plazo de veinticuatro horas para ese efecto, sin advertir que este, no
se suspende por ser fin de semana, por lo que, vencía el 5 del mismo mes y año, tratándose de un
cómputo natural, al respecto existen muchas sentencias constitucionales, dicho cómputo es por horas
y si está cerrado el juzgado o tribunal por ser sábado, debe buscarse al Secretario en su domicilio y
si no es habido, se presenta ante un notario; k) El petitorio de la actual acción es lacónico e imposible
de conceder, porque no se puede pedir la nulidad de la resolución del Juez de primera instancia,
porque sería “saltar” tanto la del Recurso de apelación como la de casación; debió pedirse que se
anule el Auto Supremo cuestionado ordenando que los demandados emitan uno nuevo; y, l)
Solicitaron medida cautelar referida a que el Juez de la causa, no emita orden de desapoderamiento;
empero, para que en sede constitucional se dé lugar a tal pedido, deben concurrir dos requisitos, que
con dicha medida se impida un daño y que el mismo esté tan cerca e inminente a ser ejecutado, que
no se puede esperar; si se diera el citado desapoderamiento, en caso de conceder la tutela igualmente
ellas podrían volver a su domicilio; además, no tienen certificación de que son pobres de solemnidad
o están en estado de calle o que no tienen un inmueble más donde habitar; por todo lo expuesto,
solicitan se deniegue la tutela invocada.
I.3.4. Resolución
La Jueza Pública de Familia Novena de la Capital del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución AC 03/2019 de 19 de agosto, cursante de fs. 495 a 505 vta.,
concedió en parte la tutela solicitada, dejando sin efecto el Auto Supremo 575/2018, emitido por
los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, debiendo en su lugar, formular uno
nuevo en forma fundamentada, según corresponda; y, denegó la tutela respecto a la denunciado
contra las demás autoridades judiciales demandadas; en base a los siguientes fundamentos: 1) El
amparo constitucional no es instancia casacional; el mencionado Auto Supremo, hace un análisis
respecto a la notificación indicando que la misma, habría cumplido su finalidad, sustentando este
argumento con líneas jurisprudenciales; y, 2) “También desarrolla el principio de transparencia y el
derecho a la información para garantizar la transparencia, sin fundamentar de qué forma se
encontraría materializada en el proceso la finalidad de la notificación y el principio de transparencia,
respecto al art. 216 del actual Código Procesal Civil, éste se constituye en polémico siendo preciso
desarrollar una línea que ayude a los justiciables a la hora del cómputo del plazo” (sic).
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante Sentencia 559/2016 de 20 de octubre, Gustavo Iván Espejo Espejo, Juez Público Civil
y Comercial Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, dentro del proceso civil ordinario sobre
mejor derecho propietario, reivindicación más pago de daños y perjuicios, siendo la demandante
Jenny Ketty Rico Paz -ahora tercera interesada- y las demandadas Sonia y Facunda, ambas Pablo
Saca, declaró probada en parte la demanda sobre el bien inmueble ubicado en la región de
Chasquipampa Calacoto Alto, calle 43, 149, con una superficie de 260,5 Mts.2; debiendo procederse
a la reivindicación dentro del tercero día de ejecutoriada la misma, bajo apercibimiento de
desapoderamiento y en ejecución de fallos se proceda a la cancelación del derecho propietario de la
matrícula 20109 9012000 (fs. 261 a 265 vta.), asimismo se tiene la solicitud de aclaración, explicación
y enmienda presentada el 7 de noviembre de 2016 y el Auto que rechaza lo solicitado argumentando
que fue formulado extemporáneamente (269 a 270 vta.) .
II.2. A través de memorial interpuesto el 15 de noviembre de 2016, ante la autoridad judicial antes
referida, las accionantes a través de su representante, interpusieron incidente de nulidad de obrados
(fs. 275 a 277 vta.).
II.3. El 21 de noviembre de 2016, la representante prenombrada, formuló recurso de apelación
contra la Sentencia 559/2016 y su Auto Complementario, solicitando anular obrados hasta el vicio
más antiguo, con responsabilidad para el Juez o alternativamente revocar en parte la Sentencia
estimando el pago de daño emergente (fs. 290 a 302).
II.4. Por Auto Interlocutorio 48/2017 de 27 de enero, el Juez Público Civil y Comercial Cuarto de la
Capital del departamento de La Paz, rechazó el incidente de nulidad interpuesto por Atiliana Pablo
Saca en representación de Sonia y Facunda Pablo Saca, declarando ha lugar el incidente interpuesto
por “SUSANA BONADONA MONTENEGRO en representación legal de JENNY KETTY RICO PAZ” (sic),
dejando sin efecto la diligencia de notificación de “fs. 365 de obrados”; debiendo proseguir con la
tramitación de la causa (fs. 309 a 311 vta.); ante la solicitud de complementación y enmienda, el
indicado Juez, consideró no haber lugar a la misma (fs. 314 vta.).
II.5. Cursa el Auto de Vista S-109/2017 de 21 de abril, en respuesta al recurso de apelación
formulado, mediante el cual, los Vocales de la Sala Civil y Comercial Cuarta del Tribunal
equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar, consagrado en nuestro texto
constitucional en una triple dimensión, en los arts. art. 115.II y 117.I como garantía, en el art. 137
como derecho fundamental y en el art. 180 como principio procesal; y en los arts. 8 del Pacto de San
José de Costa Rica y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como derecho
humano…»'".
III.2. Análisis del caso concreto
Las impetrantes de tutela a través de su represente, denuncian la vulneración de sus derechos al
debido proceso, a la defensa y al principio de seguridad jurídica; por cuanto, las autoridades
demandadas llevaron a cabo el proceso civil ordinario sobre mejor derecho propietario, reivindicación
más pago de daños y perjuicios, instaurado en su contra, con vicios de nulidad en todas las instancias.
De los antecedentes que cursan en expediente y de las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se evidencia que, mediante Sentencia 559/2016 de 20 de octubre, el
Juez Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, dentro del precitado
proceso Civil, interpuesto por Jenny Ketty Rico Paz -ahora tercera interesada- contra Sonia y Facunda
ambas Pablo Saca -accionantes-, representadas por Atiliana Pablo Saca, declaró probada la demanda
sobre el bien inmueble en cuestión, debiendo procederse a la reivindicación dentro de tercero día de
ejecutoriada dicha Sentencia, bajo apercibimiento de desapoderamiento; asimismo, dispuso que en
ejecución de fallos, se proceda a la cancelación de derecho propietario de las demandadas
(Conclusión II.I); decisión que motivó la formulación del incidente de nulidad de la notificación oral
con la Sentencia aludida, el 15 de noviembre de 2016; de igual manera el 21 de ese mismo mes y
año, interpuso recurso de apelación (Conclusiones II.2 y II.3); por un lado, el 27 de enero de 2017,
la indicada Autoridad Judicial, emitió el Auto Interlocutorio 48/2017 de 27 de enero, rechazando el
incidente planteado y declarando ha lugar el incidente interpuesto por “SUSACA BONADONA
MONTENEGRO”; y, ante la solicitud de complementación y enmienda, declaró no haber lugar a la
misma (Conclusión II.4).
Mediante Auto de Vista S-109/2017 de 21 de abril, en respuesta al recurso de apelación antes
referido, los Vocales de la Sala Civil Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, lo
declararon inadmisible y confirmaron el Auto Interlocutorio 48/2017 (Conclusión II.5); por lo cual,
interpuso recurso de casación (Conclusión II.6); dando origen al Auto Supremo 575/2018 de 28 de
junio, dictado por los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, quienes,
declararon infundado el mismo.
Con carácter previo a realizar el análisis de fondo de la problemática traída en revisión, corresponde
apuntar que acorde a la configuración procesal de esta acción tutelar y su carácter subsidiario, el
análisis de los fallos emitidos en la jurisdicción ordinaria, se realizará a partir de la última Resolución
pronunciada; siendo en el caso presente, el Auto Supremo 575/2018, emitido por los Magistrados de
la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, cuyo contenido no admite recurso ulterior;
razonamiento refrendado por la línea jurisprudencial desarrollada en la SCP 0849/2014 de 8 de mayo,
que expresa: “Al respecto cabe establecer que el mecanismo procesal llamado a regularizar las
supuestas irregularidades cometidas en el Auto de Vista es el recurso de casación, por ello, y
recordante que la acción de amparo constitucional no es un mecanismo sustitutivo de la jurisdicción
ordinaria, sólo se analizará el Auto Supremo impugnado, que es el idóneo para subsanar los supuestos
errores de los tribunales de instancia”, consideración que es completamente aplicable al caso en
cuestión.
En ese marco y de acuerdo al contenido del Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional el debido proceso está entendido como el conjunto de requisitos que
deben ser acatados en las diferentes instancias judiciales; a saber: el derecho a un proceso público,
al juez natural, a la igualdad de procesal, a la fundamentación de las resoluciones, a la defensa
técnica y material, a la valoración legal y razonable de las pruebas, al principio de congruencia y
motivación de las decisiones, desde el inicio hasta la conclusión del proceso.
Ahora bien, en el caso de autos, cabe hacer hincapié en el elemento del debido proceso relacionado
a la defensa; dado que, las accionantes hoy denuncian como vulnerado a través de la emisión del
Auto Supremo 575/2018, suscrito por los ahora demandados; en efecto, dicho elemento, reconocido
por la Norma Suprema como una garantía jurisdiccional, se manifiesta en su máxima expresión a
través de la efectivización de la defensa, tanto material como técnica; es decir, la posibilidad material
y jurídica de ejercer la defensa de los derechos e intereses, en juicio y ante las autoridades; de tal
manera que, se tenga la seguridad del cumplimiento efectivo de los principios de igualdad de las
partes y de contradicción.
Respecto a la vulneración al derecho a la defensa de las peticionantes de tutela, reiterativamente y
de manera muy confusa expresaron que todo el proceso instaurado en su contra, fue llevado a cabo
con vicios de nulidad, solicitando inclusive la nulidad de la Resolución de primera instancia; lo cual,
como ya se dijo precedentemente, en cumplimiento al principio de subsidiariedad que rige la presente
acción, no es posible analizar; en ese sentido, denuncian, que el Juez a quo, incumplió la norma del
art. 216.I del CPCabrog al momento de realizar la notificación con la Sentencia en audiencia de 20
de octubre de 2016; hecho que vulneraría su derecho a la defensa; al respecto, de la revisión de los
datos del proceso y de las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
evidencia que, en dicha Audiencia se produjo la emisión de la Sentencia 559/2016; misma que fue
objeto de una solicitud de complementación y enmienda y formulación de un incidente de nulidad;
y, posterior interposición de recurso de apelación; actuaciones que dan a conocer que las impetrantes
de tutela, tuvieron la oportunidad de oponerse, haciendo uso de las facultades que les otorga la ley,
a través de la interposición de la complementación y enmienda -planteada extemporáneamente-
(Conclusión II.1), el incidente de nulidad y el recurso de apelación, mereciendo todos respuesta de
la autoridad jurisdiccional; de tal forma que, producto de este último, los Vocales de la Sala Civil y
Comercial Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, suscribieron el Auto de Vista S-
109/2017 que, a su vez, fue impugnado a través del recurso de casación, dando lugar a la emisión
del Auto Supremo 575/2018, hechos que denotan, en primer término que, estando sometidas -las
ahora accionantes-, a un proceso con las formalidades específicas, tuvieron una persona idónea que
pudo patrocinarlas y defenderlas oportunamente; y en segundo que, habiéndoseles iniciado un
proceso, ejercieron sus derechos a obtener conocimiento y acceso a los actuados; mismos que,
fueron impugnados con igualdad de condiciones conforme al procedimiento establecido.
Por otra parte, si bien activaron su derecho a la defensa relacionado a recurrir el fallo ante un juez o
tribunal superior, -art. 8 inc. h) del Pacto de San José de Costa Rica-, haciendo uso del recurso de
casación, no lo hicieron en la forma correcta; para un adecuado entendimiento de esta afirmación es
preciso retrotraer el tiempo al momento del pronunciamiento del Auto de Vista S-109/2017 de 21 de
abril (Conclusión II.5); el art. 218.1 inc. a) del CPC, que refiere que este puede ser declarado
inadmisible cuando se lo formula después de vencido el plazo para su interposición -como en el caso
presente-, significando esto que, el Tribunal de alzada no pudo ingresar a hacer ningún análisis de
fondo ante dicho fallo; por lo que, correspondía plantear el recurso de casación en la forma y no en
el fondo, solicitando la nulidad de dicho Auto de Vista; sin embargo, recurrió en casación con
argumentos de fondo, sobre los que no se pronunció el citado Auto de Vista por haber sido
interpuesto fuera de plazo; negligencia y error que no puede ser atribuido a las Autoridades ahora
demandadas.
Consecuentemente, por todo lo expresado ut supra y en concordancia con la jurisprudencia glosada
en el Fundamento Jurídico III.I de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, este Tribunal no
advierte de qué manera se vulneró el derecho al debido proceso en su componente defensa a las
impetrantes de tutela; ya que tuvieron la oportunidad de ser notificadas -habiendo cumplido, la
actuación, su finalidad-, de declarar, de rendir pruebas y sobre todo de participar en el procedimiento;
perceptiblemente, todo esto, a través de un abogado defensor que les proporcionó la asistencia
técnica adecuada y necesaria, ejerciendo efectivamente su derecho inviolable que denuncian como
lesionado en esta acción tutelar.
Finalmente, con relación a la seguridad jurídica, invocada por las peticionantes de tutela como
lesionada, cabe aclarar que no corresponde realizar pronunciamiento alguno; debido a que, siendo
314 del CPP; empero, con similares argumentos interpuso incidente de actividad procesal defectuosa,
mismo que fue admitido por estar dentro de término establecido; iv) Es innecesaria la consideración
de esos extremos; toda vez que, cumpliendo con el control jurisdiccional el 10 de abril de 2019
conminó al Ministerio Público para que presente su requerimiento conclusivo; el cual dio lugar a la
emisión de la resolución de sobreseimiento en favor de la solicitante de tutela, no se tiene informe si
este fue impugnado dentro de los plazos establecidos por ley; v) En el incidente de 24 de octubre de
2018, en ningún momento la impetrante de tutela argumentó que la declaración informativa
presentada el 3 de julio del citado año podría tener carácter sobreviniente ante la presentación de
dicho incidente, aspecto totalmente falso; y, vi) Respecto a la fundamentación y motivación, este
pudo ser salvado con la interposición de los recursos procesales previstos por ley; si bien, argumentó
que no tenía otro recurso ordinario o extraordinario al de reposición, no es menos cierto que la
jurisprudencia constitucional estableció que contra los actos procesales que violen, atenten o
quebranten sus derechos y garantías constitucionales o alguno de sus principios procesales tienen la
facultad para formular los medios de impugnación establecidos por ley.
I.3.3. Intervención de los terceros interesados
Lucio Tinta Ramos, por intermedio de su abogado en audiencia señaló: En ningún momento se
vulneró derecho constitucional alguno de la impetrante de tutela; toda vez que, la autoridad
demandada cumplió de forma estricta lo dispuesto en el art. 124 del CPP, dentro del proceso de
rechazo del incidente planteado fuera de término; asimismo, debe tomarse en cuenta que si bien
quedó demostrado que la accionante fue sobreseída; empero, impugnó dicha decisión.
Leonarda Monrroy Calderón, por intermedio de su abogada, en audiencia ratificó en el informe
presentado por la autoridad demandada.
I.3.4. Resolución
El Juez Público Civil y Comercial Décimo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Juez de garantías, mediante Resolución 403/2019 de 16 de agosto, cursante de fs. 88 a 94 vta.,
concedió la tutela solicitada, disponiendo dejar sin efecto las providencias de 25 de octubre y 16 de
noviembre de 2018 y que la autoridad demandada emita una nueva debidamente fundamentada y
congruente al memorial de 24 de octubre de 2018, en base a los siguientes fundamentos: a) Dentro
del proceso penal seguido contra la accionante por la presunta comisión del delito de avasallamiento,
se emitió la Resolución de Sobreseimiento 8/2019 de 17 de abril, del cual no se evidencia si alcanzó
firmeza y calidad de cosa juzgada; b) Analizada la providencia impugnada de 25 de octubre de 2018,
se tiene que la misma dispuso: “…los impetrantes deberán estar a los alcances del art. 314 parágrafo
I) del C.P.P. con relación al plazo para interponer incidentes y excepciones…” (sic); es decir, no existió
pronunciamiento expreso, fundamentado y congruente sobre la procedencia o rechazo del trámite
de incidente o sobre su trámite y resolución en sentido positivo o negativo; sin embargo, al haber
sido objeto de recurso de reposición este fue rechazado, manteniendo subsistente dicho proveido; y,
c) El mencionado decreto tiene estructura de forma y no de fondo, no contiene fundamentación ni
congruencia, no es claro en cuanto a si corresponde o no la tramitación del incidente formulado, si
se acogió o rechazó en relación al art. 314 del CPP, no se argumentó la tramitación o no del mismo,
de manera positiva o negativa; todo juez o tribunal de justicia, tiene la obligación de motivar sus
determinaciones, sea que tenga forma de providencias o autos interlocutorios en base a los aspectos
alegados por las partes y las normas legales.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 24 de octubre de 2018, ante el Juzgado de Instrucción Penal
Primero de la Capital del departamento de La Paz, la accionante planteó incidente de actividad
procesal defectuosa contra la imputación formal y las declaraciones informativas, mismo que fue
resuelto por decreto de 25 del mismo mes y año, señalando “…Los impetrantes deberán estar a los
alcances del art. 314 parágrafo I) del CPP, con relación al plazo para interponer incidentes y/o
excepciones” (sic. [fs. 3 a 9 vta.]).
II.2. Mediante escrito de “…22 de octubre de 2018”, la impetrante de tutela presentó recurso de
reposición contra el decreto de 25 de octubre del citado año, el cual fue resuelto por providencia de
16 de noviembre del mismo año, disponiendo: “Siendo claro lo dispuesto por decreto de fecha 25 de
octubre de 2018 y lo dispuesto por el Art. 314 del CPP, NO HA LUGAR a la solicitud, asimismo se
deberá tener presente que el suscrito juzgador se encuentra en suplencia legal del Juzgado Sexto de
Instrucción en lo Penal Cautelar y la carga procesal que conlleva, por tal razón, se rechaza la
REPOSICIÓN solicitada en el memorial que antecede, sin sustanciación de conformidad con el Art.
402 del Código de Procedimiento Penal” (sic. [fs. 11 a 12]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a una justicia
plural, pronta, oportuna, transparente y sin dilaciones; puesto que, dentro del proceso penal iniciado
en su contra por la presunta comisión del delito de avasallamiento, al no estar debidamente
consignado en la imputación formal el nombre del querellante y/o víctima, interpuso incidente de
actividad procesal defectuosa, resuelto por decreto de 25 de octubre de 2018, refiriendo que
“…DEBERÁN ESTAR A LOS ALCANCES DEL ART. 314 PARÁGRAFO I) DEL CPP CON RELACIÓN AL
PLAZO PARA INTERPONER INCIDENTES Y/O EXCEPCIONES…” (sic), sin interpretar adecuadamente
el referido artículo ni la debida fundamentación y congruencia; por lo que, formuló recurso de
reposición; empero, por providencia de 16 de noviembre del citado año, fue declarado no ha lugar,
incurriendo en la misma lesión alegada.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Jurisprudencia reiterada sobre la revisión del Tribunal Constitucional Plurinacional
cuando se alega interpretación de la legalidad ordinaria
La SCP 0390/2018-S1 de 13 de agosto, en relación a la errónea interpretación de la legalidad
ordinaria, haciendo referencia a la SC 1846/2004-R de 30 de noviembre, sostuvo que: […« Si bien la
interpretación de la legalidad ordinaria debe ser labor de la jurisdicción común, corresponde a la
justicia constitucional verificar si en esa labor interpretativa no se han quebrantado los principios
constitucionales informadores del ordenamiento jurídico, entre ellos, los de legalidad, seguridad
jurídica, igualdad, proporcionalidad, jerarquía normativa y debido proceso; principios a los que se
hallan vinculados todos los operadores jurídicos de la nación; dado que compete a la jurisdicción
constitucional otorgar la protección requerida, a través de las acciones de tutela establecidas en los
arts. 18 y 19 de la Constitución, ante violaciones a los derechos y garantías constitucionales,
ocasionadas por una interpretación que tenga su origen en la jurisdicción ordinaria, que vulnere
principios y valores constitucionales.
Esto significa que los órganos de la jurisdicción ordinaria deben sujetar su labor interpretativa a las
reglas admitidas por el derecho, con plena vigencia en el derecho positivo, que exige que tal labor
se la realice partiendo de una “interpretación al tenor de la norma (interpretación gramatical), con
base en el contexto (interpretación sistemática), con base en su finalidad (interpretación teleológica)
y los estudios preparatorios de la ley y la historia de formación de la ley (interpretación histórica)”
(Cfr. Cincuenta años de jurisprudencia del Tribunal Constitucional Alemán, pág. 2); reglas o métodos
de interpretación que en algunas legislaciones, han sido incorporados al ordenamiento jurídico
positivo (así, art. 3.1 del Código civil español).
Las reglas de la interpretación aludidas, operan como barreras de contención o controles, destinadas
a precautelar que a través de una interpretación defectuosa o arbitraria, se quebranten los principio
constitucionales aludidos; de modo que debe ser previsible, tanto en relación a los medios empleados
cuanto en relación al resultado alcanzado; pues la interpretación de una norma no puede conducir a
la creación de una norma distinta de la interpretada.
En este orden, conviene precisar que la interpretación sistemática o contextualizada, puede
extenderse, según los casos, al artículo del cual forma parte el párrafo o inciso analizado; al capítulo
o título al que pertenece; al sector del ordenamiento con el que se vincula o pertenece; o al
emite certificación indicando el Yhoser Joel Quito Yujra, era asociado de la cooperativa que
representa, sin que su registro haya sido regularizado hasta su fallecimiento” (sic), anunciando que
se remitirá la respectiva nota, solicitando a la Cooperativa pronunciarse para que se pueda canalizar
la misma en el ámbito cooperativo y la Ley nombrada (fs. 18).
II.11. Cursa nota interpuesta el 7 de marzo de 2018, en la que el Director General Ejecutivo aludido
en la Conclusión precedente pidió al Presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa
Minera Aurífera citada anteriormente, información pormenorizada sobre las acciones asumidas y
resultados obtenidos en relación a la solicitud de Victoria Yujra Mamani, respecto al reconocimiento
de su derecho como heredera (fs. 19 y vta.).
II.12. Por nota presentada el 26 de igual mes y año, la accionante solicitó al Director General
Ejecutivo de la AFCOOP, pronunciarse sobre el caso de la denuncia planteada contra la Cooperativa
Minera indicada, ya que “a la fecha” no existe informe alguno al requerimiento de dicha entidad,
siendo esta una muestra clara del incumplimiento a la ley y a las instrucciones de una institución
estatal (fs. 20).
II.13. A través de nota de 20 de febrero de 2019, dirigida a Samuel Quito Quispe, Presidente del
Consejo de Administración de la referida Cooperativa, la peticionante de tutela haciendo notar la
vulneración de su derecho al trabajo por sucesión hereditaria, solicitó que en el plazo improrrogable
de una semana, hagan llegar el informe ante la AFCOOP y sea bajo alternativa de tener que instaurar
las consiguientes acciones legales en caso de incumplimiento (fs. 12).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y al
trabajo; toda vez que, tanto el Presidente como los representantes de la Cooperativa Minera Aurífera
“24 de Junio” Ltda., hicieron caso omiso a sus reiteradas solicitudes y reclamos de incorporación
como socia por sucesión hereditaria de su hijo fallecido Jhoser Joel Quito Yujra, calidad acreditada
mediante Testimonio 384/2016 de 2 de agosto, siendo dicha conducta injustificada que entorpece y
limita su potestad adquirida por sucesión legal como continuadora de la personalidad de su causante,
en contraposición a lo previsto por el art. 56.III de la CPE, que garantiza el derecho a la sucesión
hereditaria concordante con el art. 1000 del CC referido a la sucesión de una persona, que se abre
con su muerte real o presunta, extremos incumplidos arbitrariamente por parte de los prenombrados
ocasionándole graves perjuicios y un peligro inminente para sus intereses, así como para su salud,
su vida y la de toda su familia.
Por consiguiente, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza de la acción de amparo constitucional
La SCP 0765/2018-S3 de 4 de diciembre, referente a la naturaleza de la acción de amparo
constitucional, estableció lo siguiente: “El art. 128 de la CPE, instituye el amparo constitucional como
acción tutelar de defensa ‘…contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir
o suprimir derechos reconocidos por la Constitución y la Ley’, naturaleza que legitima el
ejercicio de la tutela de derechos fundamentales y garantías jurisdiccionales, identificados con las
libertades o garantías individuales, siendo el amparo constitucional el medio idóneo para su resguardo
o salvaguarda, cuando los mismos sean restringidos, suprimidos o amenazados por actos ilegales u
omisiones indebidas, tanto de autoridades y servidores públicos, como de personas individuales o
colectivas.
Asimismo, el art. 51 del Código Procesal Constitucional (CPCo), siguiendo la misma línea
constitucional, establece que: ‘La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los
derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la
Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares
que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir’.
En consecuencia, corresponde precisar, que respecto al efecto de las decisiones asumidas por el
Tribunal Constitucional Plurinacional, su cumplimiento resulta obligatorio por todos los órganos del
estado, ya que además se encuentra plasmado en el art. 203 de la Norma Suprema, que establece
que: ‘Las decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de carácter vinculante
y de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior alguno’” (las negrillas
son añadidas).
III.2. Por el principio de favorabilidad y carácter expansivo de los derechos
fundamentales, ante casos de evidente lesión, es posible la tutela de derechos no
invocados por el accionante
Al respecto, la SCP 0807/2010-R de 2 de agosto, desarrolló un razonamiento específico para el
tratamiento del principio de favorabilidad y el carácter expansivo de los derechos fundamentales en
las acciones de amparo constitucional, estableciendo que: “ Existen casos en que la persona que se
considera agraviada en sus derechos, de manera oportuna acude a la jurisdicción constitucional,
denunciado el acto o resolución que considera ilegal o arbitrario, fundamentando y acreditando
además dicho extremo, con una petición clara y concreta, haciendo relación de los hechos con los
derechos que estima lesionados; empero, en esa relación de causalidad, confunde u omite la
indicación de otros derechos, que resultan conexos con el hecho denunciado; en esas
circunstancias, en aplicación del principio de favorabilidad, acceso a la justicia
constitucional, y por el carácter expansivo de los derechos fundamentales, de manera
excepcional, corresponde tutelar el o los derechos conexos a la problemática
denunciada” (las negrillas nos pertenecen), advirtiéndose para el caso, las reiteradas solicitudes de
la accionante interpuestas ante la Presidencia del Consejo de Administración de la Cooperativa Minera
Aurífera “24 de Junio” Ltda., para su incorporación como socia por sucesión hereditaria ante el
fallecimiento del hijo, siendo evidente la falta de respuesta a los reclamos y peticiones realizadas que
violan el derecho a la petición que no fue invocado por la peticionante de tutela en su acción de
amparo constitucional pero que se vincula de manera directa a los derechos reclamados; ya que a
partir de una respuesta sea positiva o negativa, tiende a configurarse un nuevo contexto en el que
la problemática tendrá otros argumentos, posibilidades, incluso mecanismos de impugnación
pertinentes u oportunos en esa nueva situación.
III.3. El derecho a la petición frente a otros derechos acusados en una acción de amparo
constitucional
La SCP 0691/2013-L de 19 de julio, sobre la invocación de varios derechos dependientes de la falta
de respuesta a una petición, estableció el siguiente razonamiento: “ El art. 24 de la CPE, respecto al
derecho de petición dispone: ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este
derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario’.
La SCP 1964/2012 de 12 de octubre, asumiendo el entendimiento de la SC 1434/2011-R de 10 de
octubre, señala que para que la justicia constitucional ingrese al análisis de fondo de la presunta
lesión del derecho de petición, debe cumplir ciertos requisitos: ‘…1. La existencia de una
petición oral o escrita; 2. La falta de respuesta material y en tiempo razonable a la
solicitud y 3. La inexistencia de medios de impugnación expresos con el objetivo de hacer
efectivo el derecho de petición’.
Asimismo, al acusarse la vulneración de otros derechos además del de petición dentro de una acción
de amparo constitucional, corresponderá atender de forma previa este derecho, así lo ha sostenido
el Tribunal Constitucional a través de la SC 0835/2005-R de 25 de julio, al señalar: ‘…cuando se
denuncia la lesión de varios derechos fundamentales o garantías constitucionales, por el
principio de subsidiariedad que rige al recurso de amparo, la jurisdicción constitucional
debe resolver previamente el derecho de petición cuando de su tutela dependa que el
recurrente pueda obtener una respuesta por parte de las autoridades recurridas que
resuelvan lo demandado en el recurso de amparo, que de perjudicarle podrá impugnar esa
decisión, acudiendo a las instancias ordinarias previstas por Ley, que son las primeras llamadas a
En ese contexto, es preciso establecer que la acción de amparo constitucional procede contra actos
u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, personas individuales o colectivas, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos reconocidos por la Constitución
Política del Estado y la ley tal como glosa el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional; en el caso concreto, la problemática denunciada se constituye en una
falta reiterativa de respuesta a una petición fundamental para el ejercicio de un derecho sucesorio
legalmente obtenido por parte de la accionante, protegido por los arts. 56.III de la CPE y 1000 del
CC, situación que repercute en el goce de otros derechos como el trabajo, la alimentación y otros
beneficios conexos que llegan a ser básicos y elementales para la subsistencia de una familia de la
cual la peticionante de tutela llega a ser única responsable. En consecuencia, habiendo la
prenombrada denunciado como transgredidos sus derechos al debido proceso, a la sucesión
hereditaria y al trabajo, cuando el problema planteado tiene su origen en la falta de respuesta a las
continuas solicitudes de incorporación como socia por sucesión hereditaria a la Cooperativa Minera
Aurífera “24 de junio” Ltda., inobservandose el derecho a la petición; correspondiendo en el marco
de la favorabilidad, acceso a la justicia constitucional y el carácter expansivo de los derechos
fundamentales, de manera excepcional, tutelar este como derecho conexo en la problemática
denunciada, así como refiere el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, asumiendo así el valor
y la protección de la justicia constitucional; ya que en el caso presente, la falta de una respuesta a
la petición repetidamente realizada lesiona derechos fundamentales no solo de la solicitante de tutela
sino de toda la familia que tiene bajo su dependencia.
En ese orden de cosas, el Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional,
establece que para la compulsa del derecho a la petición mediante un recurso constitucional, se
precisa la concurrencia de requisitos como la existencia de una petición, la falta de respuesta material
a esta y la inexistencia de medios de impugnación expresos para hacer valer el derecho alegado,
presupuestos que fueron detallados y acreditados tanto en la acción tutelar interpuesta como en los
antecedentes del caso; dado que la accionante, desde el fallecimiento de su hijo en la gestión 2011,
acudió sin éxito alguno ante la referida Cooperativa, a efectos de recibir los beneficios y asumir las
obligaciones que le corresponden como sucesora de su causante; empero, nunca recibió respuesta
formal alguna, habiendo tenido que acudir y pedir la intervención de la AFCOOP, instancia de la que
recibió una respuesta favorable para una representación ante la mencionada Cooperativa que se hizo
efectiva; sin embargo, cerca de un año, la misma tampoco se manifestó con relación a la petición de
informe solicitado por esa Autoridad de Fiscalización; por lo que, atañe a la jurisdicción constitucional
pronunciarse previamente sobre el derecho a la petición ya que de su tutela depende que la
accionante pueda obtener una respuesta de parte de los demandados, debiendo en consecuencia
conceder la tutela respecto al indicado derecho contra el Presidente del Consejo de Administración
de la precitada Cooperativa Minera, no así contra el Presidente del Consejo de Vigilancia, puesto que
la impetrante de tutela no precisó en su demanda, cuál es la conducta lesiva de dicha autoridad en
los derechos denunciados como lesionados.
En consecuencia, el Juez de garantías, al conceder en parte la tutela impetrada, efectuó un análisis
correcto del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 1/2019 de 30 de abril, cursante de fs. 53 a 55 vta., pronunciada
por el Juez Público Civil y Comercial e Instrucción Penal Primero de Sorata del departamento de La
Paz; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada con relación al derecho a la
petición, en los mismos términos que el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA
conocimiento del ente regulador, hubiera realizado pagos por tazas de regulación y derecho de uso
de frecuencia, asignándole el código de operador 833, sin observar respecto a la matrícula de
comercio de la Fundación para el Desarrollo Empresarial (FUNDEMPRESA); y, e) Si en el cronograma
establecido por la precitada entidad y en el proceso de migración, se tomó como último día el 31 de
similar mes y año, sin tomar en cuenta el Artículo Único parágrafo tercero de la Ley de Adecuación
para Operadores de Radiodifusión, que señala que la obligación de los operadores de migrar sus
licencia es en el plazo máximo de doce meses, lo que significa que el plazo de migración concluía el
1 de septiembre del referido año, y no así el 31 de agosto del mismo año; por lo que, se quitó un día
a los operadores con trámites pendientes, en los cuales podían concluir con su migración. Pero el 10
de noviembre de ese año, la ATT emitió el Auto ATT-DJ-A TL LP 1124/2017 mediante el cual no dio
lugar a la petición de certificación efectuada y que los aspectos requeridos por el operador serían
resueltos dentro de la tramitación del recurso de revocatoria; y, por Resolución Revocatoria ATT-DJ-
RA RE-TL LP 130/2017 de 14 diciembre, se rechazó el recurso incoado, confirmando su decisión en
todas sus partes.
Debido a un mal asesoramiento de su abogado, que le indujo en error sobre los plazos de
presentación del recurso jerárquico, el 1 de febrero de 2018, impugnó la Resolución Revocatoria ATT-
DJ-RA RE-TL LP 130/2017; resuelta por la Resolución Ministerial (RM) 199 de 14 de junio de 2018,
notificada el 20 del mismo mes y año, por la cual el Ministerio de Obras Públicas Servicios y Vivienda,
desestimó el recurso jerárquico, argumentando que fue interpuesto fuera del plazo establecido y no
se pronunció sobre las nulidades y arbitrariedad de actuación de la ATT, dejándole en completo
estado de indefensión.
De acuerdo a lo descrito, se vulneró sus derechos al trabajo, debido proceso, a una tutela
jurisdiccional efectiva y al acceso a la justicia en su vertiente de la debida utilización de la normativa
aplicable, así como los principios de seguridad jurídica y legalidad; porque la RM 199 se centró
únicamente en la verificación del plazo de presentación y no así en las nulidades absolutas alegadas
en el recurso jerárquico y al margen de lo previsto en el art. 35.II de la LPA; afectándose la motivación
y fundamentación, al no haberse pronunciado sobre todos y cada uno de los argumentos expuestos,
más aún si la nulidad implica que la actuación de la ATT no nació a la vida del derecho y es contraria
a la Norma Suprema, privándole del pronunciamiento de fondo; y, en relación a la transgresión del
derecho al trabajo, porque la mencionada entidad actuó de forma arbitraria al negar la migración de
su radioemisora, implicando con ello que a noviembre de 2019, quedará sin su única fuente laboral
y sustento para su familia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante legal alegó la lesión de sus derechos al trabajo, a la
defensa, al debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación y el acceso a la justicia,
así como el principio de legalidad; señalando al efecto los arts. 8.I, 9.2 y 4, 13.I, 20, 46, 115.I y II,
117.I, 178, 180 y Disposición Transitoria Octava de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, ordenando la nulidad de: 1) La nota ATT-DJ-N LP 1043/2017; 2) La
Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017; y, 3) La RM 199.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 28 de marzo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 548 a
559, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante legal ratificó el contenido del memorial de acción de
amparo constitucional y ampliándolo expresó que: i) La nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 no cumplió
con la motivación exigida respecto al desconocimiento de derechos adquiridos, vigentes y otorgados
conforme a ley; ii) Presentó dentro de plazo la matrícula actualizada del registro de comercio
otorgada por FUNDEMPRESA, que fue analizada por la ATT dando su conformidad, razón por la cual
se le pidió la presentación de boleta de garantía de cumplimiento de contrato; iii) Toda la
documentación expuesta a la entidad referida, demostraban y probaban la existencia y
reconocimiento de “Radio Noticias”, situación que no podía ser desconocida por el hecho de la corta
data de la matrícula precitada; iv) La ATT actuó de forma arbitraria negando la migración de la
radioemisora solicitada, implicando que en noviembre de 2019, se quedará sin fuente laboral e
ingresos para su familia; v) No se verificaron en las Resoluciones de los recursos de revocatoria y
jerárquico, las nulidades alegadas incumpliendo el mandato expreso de los arts. 91 y 92.II del DS
27172; vi) En la RM 199 el análisis se centró única y exclusivamente en la verificación de plazo de
presentación del recurso de impugnación; vii) La “administración” está sometida a la ley, por ende
debe observar el principio de legalidad dispuesto en los arts. 232 de la CPE, y 4 incs. c) y g) de la
LPA; viii) Los informes sobre la documentación presentada, se examinaron después del plazo
establecido para la migración, causándole indefensión; ix) El recurso jerárquico se fundamentó en el
hecho de que fue presentado fuera del término legal, olvidando que su domicilio real se encuentra
en la calle Quijarro 140 de Santa Cruz de la Sierra, debiendo considerarse al respecto lo dispuesto
en el art. 21.III de la LPA; y, x) La Resolución citada en el punto seis, fue emitida fuera de los
noventa días, por tanto debe darse por aceptado el recurso y en consecuencia revocarse el fallo
recurrido, tal como lo establece el art. 67.I y II de la citada norma administrativa.
I.2.2. Informe de los demandados
Elizabeth Yolanda Guzmán Quiroga de Peñaranda, Directora General de Asuntos Jurídicos y María
José Guillén Ortúzar, Jefa de la Unidad de Recursos Jerárquicos, en representación legal de Oscar
Coca Antezana, Ministro, todos del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, mediante
informe escrito presentado el 28 de marzo de 2019, cursante de fs. 332 a 340, afirmó que: a) La
acción de amparo constitucional, fue presentada fuera de los seis meses establecidos en la norma;
b) Las nulidades procesales deben ser reclamadas dentro de las etapas procesales correspondientes;
c) El recurso jerárquico fue presentado en forma extemporánea, tomando en cuenta que los diez
días de plazo establecido en la Ley de Procedimiento Administrativo, deben ser contados desde el 16
de enero de 2018, hasta el 30 del mismo mes y año; sin embargo, el recurso data de 1 de febrero
de dicho año; d) La RM 199 tiene expuesto el marco jurídico aplicable, con análisis de los
antecedentes y subsunción de hechos y normas, por lo cual no es evidente la falta de consideración
del art. 91 del DS 27172, ni la vulneración del acceso a la justicia o la tutela jurisdiccional efectiva;
e) Debe presentarse una demanda contenciosa administrativa respecto a lo alegado por la parte
accionante; y, f) El plazo de la distancia no es aplicable en el caso, conforme lo dispuesto en el art.
12 del DS 24504 de 21 de febrero de 1997, y el DS 0071 de 9 de abril de 2009. En audiencia añadió
que: 1) El recurso jerárquico es extemporáneo, lo que imposibilita revisar el fondo de sus
fundamentaciones o controversia; y, 2) La ampliación de la demanda de esta acción evidencia la
falta de sustento jurídico en la misma.
Lilian Carla Maldonado Torrico, Jefa de Recursos Administrativos y Procesos Judiciales, Lilian Lizeth
Ponce Troche y Marco Antonio Solares Castillo, ambos Analistas Legales, en representación legal de
Roque Roy Méndez Soleto, Director Ejecutivo, todos de la ATT, mediante memorial presentado el 28
de marzo de 2019, cursante de fs. 522 a 535, informó que: i) La ATT debió ser considerado como
tercero interesado y no demandado; ii) La acción de defensa interpuesta carece de sustento legal y
el recurso jerárquico fue interpuesto extemporáneamente, pese a la posibilidad de ser presentado en
Santa Cruz de la Sierra; iii) No se cumplió con el principio de subsidiariedad, en razón de la
negligencia del peticionante de tutela, quien no utilizó los medios legales que la ley le otorga,
consintiendo los actos administrativos; iv) El Contrato 136/96 de Concesión de Operación de Red
Pública de Telecomunicaciones y para la Prestación de Servicio de Difusión de Señales de Audio, no
puede ser considerado como la base para establecer derechos adquiridos, pues el Estado no transfirió
a perpetuidad dicho servicio; y, v) Tampoco indicó la manera y efecto de la vulneración del derecho
al debido proceso; es decir, no se explicó la relación de causalidad con los hechos denunciados.
Asimismo, en audiencia, alegó que: a) El recurso jerárquico fue interpuesto en forma extemporánea,
pese a que pudo ser presentada en las oficinas de la ATT en Santa Cruz de la Sierra; b) El recurso
de revocatoria presentado por el impetrante de tutela, señaló como domicilio procesal especial el
bufete de la abogada apoderada, situado en el “…edificio Hansa, piso 8, oficina Nº 6 de la ciudad de
La Paz…” (sic); c) No existe en el caso derecho adquirido alguno, por la necesidad de aplicar Ley
General de Telecomunicaciones, Tecnologías de Información y Comunicación; y, d) La cláusula cuarta
del citado Contrato, estableció veinte años de duración; por ende, no existió lesión a derecho
constitucional alguno.
Milton Claros Hinojosa, Exministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, no presentó informe
escrito ni se apersonó a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 53.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituido en Tribunal
de garantías, por Resolución 25 de 28 de marzo de 2019, cursante de fs. 559 a 562, concedió la
tutela solicitada, dejando sin efecto la nota ATT-DJ-N LP 1043/2017, la Resolución Revocatoria ATT-
DJ-RA RE-TL LP 130/2017 y la RM 199, sin imposición de costas, sobre la base de los siguientes
fundamentos: 1) La parte accionante mediante esta acción de tutela cuestionó “…el actuar en el
procedimiento administrativo…” (sic), puesto que toda autoridad que conozca de un reclamo o una
solicitud -dentro de un proceso ordinario o administrativo- debe dar respuesta al interesado
respetando los derechos y garantías que la Norma Suprema le otorga para asumir su defensa, lo
contrario implicaría violentar el debido proceso en su vertiente del derecho a la defensa; 2) Las
autoridades demandadas debieron observar lo dispuesto en el art. 21.III de la LPA, cuando señala:
“…Las actuaciones administrativas que deban ser realizadas por personas que tenga su domicilio en
un municipio distinto al de la sede de la entidad pública que corresponda tendrá un plazo adicional
de cinco (5) días a partir del día del cumplimiento del plazo…” (sic); y, 3) El accionante dentro el
proceso administrativo tenía fijado su domicilio en Santa Cruz de la Sierra, por lo que las autoridades
demandadas al omitir lo dispuesto en la mencionada normativa administrativa transgredieron el
derecho al debido proceso del solicitante de tutela, poniéndole en un estado de indefensión al no
haberle otorgado el plazo adicional conforme a ley.
La parte demandada impetró complementación, explicación y enmienda, pidiendo que se indique
“Cual es la interpretación del Tribunal del art. 21 de la ley 2341” (sic), a cuyo efecto el Tribunal de
garantías estableció que en ningún momento se cuestionó la legalidad de las notificaciones realizadas
al ahora accionante, sino lo que se observó en la presente acción de amparo constitucional es “…la
concesión o no del plazo adicional de los 5 días…” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 pronunciada por el Director Ejecutivo Suplente de la ATT,
mediante la cual se comunicó al peticionante de tutela la imposibilidad de atender su solicitud de
migración de licencia de uso de frecuencia otorgada mediante el Contrato 136/96 y posterior
Resolución Administrativa 394/97 de 7 de abril de 1997, debido al incumplimiento en la presentación
de los documentos requeridos al efecto (fs. 208).
II.2. Por memorial interpuesto el 20 de septiembre de 2017, la representante legal del impetrante
de tutela pidió la emisión de resolución o acto administrativo motivado sobre la negativa a ejercer su
derecho de migración, respecto a la decisión indicada en la Conclusión que antecede (fs. 205 a 207
vta.).
II.3. A través de la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 suscrita por el Director
Ejecutivo de la ATT, se rechazó la solicitud precitada y confirmó el acto administrativo impugnado
(fs. 180 a 190).
II.4. Cursan memoriales presentados por Narda Claudia Rodríguez Ponce representante legal de
“Radio Noticias” dentro el trámite en particular, en el que consta que los mismos se suscribieron
desde “Santa Cruz, noviembre 2017” (sic), y “Santa Cruz, diciembre 2017” (sic [fs. 468 y, 489 a
490]).
II.5. Consta representación de la diligencia de notificación de 21 de diciembre de 2017, a horas
18:25, con el “…Acto Administrativo Resolución Revocatoria, ATT-DJ-RA-RE-TL LP 0130/2017 de 14
de diciembre de 2017…” (sic) en el domicilio ubicado en el Edificio Hansa, Piso 8, Oficina 6, suscrito
por Jorge Javier Zaconeta Alcázar, Notificador de ATT (fs. 177 a 178).
II.6. Cursa Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 4/2018 de 8 de enero, que dio lugar a la
solicitud de aclaración y complementación formulada por la representante legal del accionante,
respecto a la Resolución descrita en la Conclusión II.3; acto que fue notificado mediante cédula al
impetrante de tutela el 15 de enero 2018 (fs. 169 a 173).
II.7. Mediante memorial presentado el 1 de febrero de 2018, el accionante interpuso recurso
jerárquico contra el acto administrativo de la Conclusión II.3 (fs. 161 a 168).
II.8. La RM 199 emitida por Milton Claros Hinojosa, entonces Ministro de Obras Públicas, Servicios y
Vivienda -hoy codemandado-, desestimó el recurso precitado (fs. 132 a 139); Resolución que fue
notificada a la representante legal del impetrante de tutela el 20 de junio de 2018, a horas 12:00 (fs.
129).
II.9. Cursa Matrícula de Comercio 00136676 en la que consta que la empresa unipersonal de Medios
de Comunicación “CORMECO UNO”, de servicios de radio difusión y comunicación, tiene como
domicilio en el Barrio Militar, Av. El Trompillo 51, Unidad Vecinal (UV) 08, Manzano 08, Edificio
Rosario, Piso 4, Oficina 1, Av. Santos Dumont de Santa Cruz de la Sierra (fs. 277).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante legal alegó la lesión de sus derechos al trabajo, a la
defensa, al debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación y el acceso a la justicia,
así como el principio de legalidad; cuestionando la RM 199 pronunciada por Milton Claros Hinojosa,
entonces Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, que desestimó su recurso jerárquico
formulado contra la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017, bajo el argumento de
haberse planteado en forma extemporánea.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva
El acceso a la justicia es un principio básico del Estado Constitucional de Derecho, el cual se promueve
a través de los órganos encargados de administrar justicia; en ese sentido, el acceso a la justicia
implica que las partes de un proceso cuenten con resoluciones debidamente fundamentadas en
derecho como respuesta a sus demandas o peticiones, en juicio o proceso justo, con igualdad de
condiciones y sometido a un tribunal independiente e imparcial. Al respecto la SCP 0017/2018-S2 de
28 de febrero, señaló: “El derecho a la tutela judicial efectiva o acceso a la justicia, conforme
lo entendió la SC 1388/2010-R de 21 de septiembre, consiste en la posibilidad de acudir ante un
tribunal de justicia y así obtener una sentencia fundamentada que pueda ser impugnada, y en
consecuencia, conseguir el cumplimiento efectivo de la misma, garantizando el restablecimiento de
su situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de su derecho a la defensa.
En ese contexto, la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, en el Fundamento Jurídico III.1.1, establece
tres elementos constitutivos del derecho al acceso a la justicia:
1) El acceso propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de
jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos, elementos de exclusión,
limitación, que dificulten el ejercicio de dicho derecho tanto por el Estado como por los particulares;
2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente de las autoridades judiciales formales
o las autoridades naturales de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que
solucione el conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los requisitos
establecidos en la norma; y 3) Lograr que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido
a que si se entiende que se acude a un proceso para que se reestablezca o proteja un derecho, un
interés o un bien, en la medida que el fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a
la justicia no estará satisfecho.
A lo señalado, la SCP 1953/2012 de 12 de octubre, ampliando el contenido del derecho de acceso a
la justicia, refiere que en el ámbito procesal, debe ser interpretado por las autoridades
jurisdiccionales a partir del principio pro actione, el cual deriva del principio pro homine
-también pro persona o favorabilidad-, que implica la obligación de aplicar las normas
procesales de manera más favorable, que asegure una justicia material por encima de
una formal.
Finalmente, la SCP 0015/2018-S2 de 28 de febrero, sobre la base de las SSCC 0944/2001-R,
0125/2003 y 1206/2010-R; y, la SCP 1450/2013 de 19 de agosto, entiende que el derecho a la
eficacia del cumplimiento o ejecución de las resoluciones constitucionales -como componente del
derecho a la tutela judicial efectiva- debe ser en la medida de lo determinado por las autoridades
judiciales, pues de lo contrario, se lesiona el derecho al acceso a la justicia o tutela judicial efectiva”
(el resaltado nos pertenece).
Desprendiéndose, además de la jurisprudencia citada que al aplicar el principio pro actione, la
autoridad judicial o administrativa debe actuar de la manera más favorable a los fines de otorgar al
solicitante, demandante o peticionante de tutela judicial efectiva, la respuesta a la causa, demanda
o recurso formulado.
Por otra parte, en relación a la tutela judicial efectiva, la SCP 0172/2018-S1 de 10 de mayo, al
respecto puntualizó: “De lo que se concluye, en correspondencia a la amplia jurisprudencia
desarrollada por este Tribunal Constitucional Plurinacional, que la tutela judicial efectiva se constituye
en el derecho de todo justiciable a acudir ante una autoridad jurisdiccional competente en procura
de que sea atendida su pretensión de preservar o restablecer su situación jurídica, que pudo ser
afectada, lesionada o perturbada, a fin de obtener a través de un proceso justo, oportuno, gratuito,
sin dilaciones y equitativo, una decisión judicial que la modifique y que declare el derecho de cada
una de las partes conforme corresponda en justicia; además, implica la posibilidad de poder
interponer los recursos que la ley establezca y la eventualidad de obtener el
cumplimiento efectivo de la sentencia, con el objeto de garantizar el restablecimiento de
sus derechos vulnerados, evitando la indefensión, involucrando el acceso a los tribunales, la
efectividad de las decisiones judiciales, y el ejercicio del recurso previsto en la ley” (el resaltado nos
pertenece).
III.2. El debido proceso y su vertiente de legalidad o aplicación objetiva de la ley
La SCP 0037/2019-S3 de 12 de marzo, al respecto fundamentó que: «La SCP 0844/2017-S2 de 14
de agosto, señaló que: “El art. 108 de la CPE, refiere que es un deber de las bolivianas y los bolivianos,
conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución Política del Estado y las leyes; postulado que se
complementa con el contenido normativo del art. 232 superior que establece: ‘La Administración
Pública se rige por los principios de legitimidad, legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e
interés social, ética, transparencia, igualdad, competencia, eficiencia, calidad, calidez, honestidad,
responsabilidad y resultados’; por consiguiente, cuando la administración pública no despliega una
actividad para la cual ha sido facultado, en el marco del cumplimiento de la ley, ejerciendo un deber
u obligación especifico, incurre en una conducta que vulnera derechos y/o garantías constitucionales.
Así, la SCP 1648/2012 de 1 de octubre, en cita expresa de la SC 0676/2010-R de 19 de julio, respecto
al principio de legalidad o de aplicación objetiva de la ley, estableció que: ‘…debemos hacer referencia
con carácter previo a un principio importante, cual es el de legalidad; entendiéndose el mismo como
fundamental, especialmente para el Derecho Público, pues mediante éste principio, es que el ejercicio
del Poder Público, se somete al imperio de la Constitución Política del Estado y a las leyes; solo un
verdadero Estado de Derecho, es respetuoso de la ley fundamental, encontrando en ellas su límite.
Ningún poder público puede estar excluido del respeto y sometimiento a la Constitución.
como el principio de legalidad; puesto que las autoridades demandadas denegaron la solicitud de
migración de la licencia de uso de frecuencia de la emisora “Radio Noticias” a través de la nota ATT-
DJ-N LP 1043/2017 de 1 de septiembre, desconociendo los derechos adquiridos vigentes y otorgados
conforme a ley, lo que implica quedar sin fuente laboral e ingresos para su familia. Asimismo en
revisión, la ATT actuó de forma arbitraria; ya que, no verificó en la Resolución de los recursos de
revocatoria y jerárquico las nulidades procesales alegadas, incumpliendo el mandato expreso de los
arts. 91 y 92.II del DS 27172; habiendo centrando su análisis y motivo de resolución, sólo en la
verificación del plazo de presentación del recurso jerárquico, sin observar el principio de legalidad
dispuesto en los arts. 232 de la CPE; y, 4 incs. c) y g) de la LPA, afirmando que su domicilio real se
encuentra en la calle Quijarro 140 de Santa Cruz de la Sierra, entrando en la previsión del art. 21.III
de la LPA.
III.4.1. Sobre la presentación del recurso jerárquico fuera del plazo previsto por la ley
Conforme la revisión de los antecedentes procesales, se tiene que; i) Mediante nota ATT-DJ-N LP
1043/2017 (Conclusión II.1) se comunicó al peticionante de tutela, la imposibilidad de atender su
solicitud de migración de la licencia de uso de frecuencia otorgada mediante el Contrato 136/96 de
12 de diciembre de 1996, y posterior Resolución Administrativa 394/97, para la prestación del servicio
de Difusión de Señales de Audio en Santa Cruz de la Sierra a favor de “Radio Noticias”, debido al
incumplimiento en la presentación de los documentos requeridos para el efecto, entre ellos:
Certificado de Matrícula de Comercio actualizada, Escritura de Constitución Social de la Empresa
(incluyendo estatutos y escrituras de modificación posteriores) inscrita en el Registro de Comercio de
la persona jurídica titular del derecho, exigencias solicitadas al tenor del art. 8 de la Resolución
Administrativa Regulatoria ATT-DJRA TL 0308/2013 de 6 de junio, en la que se precisa que no podrán
optar por la Migración de los Títulos Habilitados aquellos operadores y/o proveedores de servicios de
telecomunicaciones que incumplan con la presentación de los requisitos técnicos y legales requeridos
para cada tipo de servicio; ii) Presentado el recurso de revocatoria, fue resuelto a través de la
Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 rechazando el mismo en virtud al art. 61 de
la LPA, y confirmando el acto impugnado (Conclusión II.3), notificándose con la misma por cédula el
21 de diciembre de 2017, según consta en la representación efectuada conforme los arts. 40 del DS
27113 de 23 de julio de 2003, y 33.IV de la LPA, al encontrarse cerrado el domicilio señalado; iii) A
tal efecto, por memorial de 29 del indicado mes y año, solicitó aclaración y complementación de la
Resolución precitada, emitiéndose en respuesta la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP
4/2018 a través del cual se señaló que al existir aspectos que merecen la aclaración y
complementación, se dio lugar a lo solicitado por el operador “Radio Noticias”, al no alterar lo
sustancial en el fondo lo tratado y resuelto por la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP
130/2017, notificándose con la misma el 15 de enero de 2018; y, iv) Posterior a ello, la representante
legal del impetrante de tutela presentó recurso jerárquico el 1 de febrero de 2018 (Conclusión II.7),
siendo resuelta por Milton Claros Hinojosa, entonces Ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda
mediante RM 199 (Conclusión II.8), sobre la base de las siguientes consideraciones: a) Los arts. 21,
58 y 66.II de la LPA, establecen los marcos normativos pertinentes y aplicables a los plazos de
presentación de los recursos de impugnación en la materia para el caso concreto; b) Se estableció
que “Radio Noticias” fue notificada el 15 de enero de 2018, con la Resolución de Revocatoria ATT-
DJ-RA RE-TL LP 4/2018 en el domicilio señalado en el edifico Hansa, Piso 8, Oficina 6 de la ciudad
de Nuestra Señora de La Paz; c) El plazo para interponer el recurso jerárquico es de diez días hábiles
administrativos, contados a partir del día siguiente hábil de la notificación, empezando dicho cómputo
el 16 del citado mes y año, y terminando el 30 de igual mes y año, sin contar el 22 del referido mes
y año, que fue feriado nacional; d) El memorial del recurso jerárquico fue presentado el 1 de febrero
de dicho año, a horas 17:42; es decir, doce días después de la notificación; consecuentemente, está
fuera de plazo; y, e) Por lo expuesto se señaló que era imposible analizar los argumentos del recurso
planteado. Notificándose con dicha Resolución Ministerial el 20 de junio de similar año.
En ese contexto y en virtud a la aplicación ineludible del principio de legalidad en la sustanciación de
todo proceso jurisdiccional o administrativo; es preciso referirnos a la normativa concerniente a los
II. El Recurso Jerárquico se interpondrá ante la misma autoridad administrativa competente para
resolver el recurso de revocatoria, dentro del plazo de diez (10) días siguientes a su notificación, o al
día en que se venció el plazo para resolver el recurso de revocatoria” (el resaltado nos corresponde).
Decreto Supremo 27172
“ARTÍCULO 13° (NOTIFICACIONES) Los actos administrativos individuales serán notificados con
sujeción al siguiente régimen:
a. Los que disponen el traslado de reclamaciones y cargos, mediante cédula en los domicilios de los
operadores registrados en la Superintendencia correspondiente o en los domicilios de los interesados,
siguiendo el procedimiento establecido en el Artículo 33, Parágrafos IV y VI de la Ley de
Procedimiento Administrativo; y,
b. Las resoluciones definitivas o actos administrativos equivalentes y los demás actos, mediante
cédula en los domicilios especiales constituidos al efecto. A falta de domicilio especial y cuando no
hubiere otro domicilio en los registros de la Superintendencia, se notificará en la Secretaría de la
Superintendencia, mediante diligencia asentada en el expediente.
(…)
ARTÍCULO 26° (DOMICILIO PROCESAL)
I. Los administrados que se constituyan en parte de un procedimiento fijarán domicilio procesal en
la primera actuación en la que intervengan, dentro del radio urbano del asiento de la respectiva
Superintendencia u oficina regional respectiva. Si no existe domicilio constituido en el escrito ni en
los registros de la administración, se tendrá por domicilio a la Secretaría de la Superintendencia.
II. Se tendrá por domicilio especial las direcciones de fax y correo electrónico constituidas
voluntariamente por los administrados a efectos de su notificación”.
Ahora bien, conforme se tiene de la normativa detallada solicitada en su momento por la ATT, a los
fines de continuar con el trámite administrativo de migración de licencia para el funcionamiento de
la radiodifusora “Radio Noticias”, se puede advertir que la empresa unipersonal “CORMECO UNO” de
servicio de radiodifusión y comunicación tiene como domicilio el Barrio Militar, Av. Trompillo 51,
Edificio Rosario, Piso 4 de Santa Cruz de la Sierra (Conclusión II.9); de igual manera se observa que
la nota a través de la que se remite el testimonio de poder del propietario de la empresa unipersonal
para cumplir con los requisitos del trámite de migración pedido, fue remitido por la representante
legal al Director Ejecutivo de la ATT desde la mencionada ciudad hasta Nuestra Señora de La Paz
(Conclusión II.9), al igual que otros memoriales según consta en la Conclusión II.4 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, referidos a la solicitud de certificación de aclaración y complementación
en relación a la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017, por el cual se rechazó su
recurso de revocatoria, constando en los mismos el lugar de suscripción como “Santa Cruz, noviembre
2017” (sic) y “Santa Cruz, diciembre 2017” (sic); es decir, que la impetrante de tutela realizó trámites
administrativos en un municipio distinto al de la ATT.
Esta situación, debió ser advertida por las autoridades demandadas a tiempo de considerar los
recursos interpuestos por la representante legal del impetrante de tutela, en virtud al principio pro
actione desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional; es decir, en virtud a los principios pro actione y pro homine que postulan una
interpretación amplia de los derechos fundamentales, en busca de su máxima efectividad; por lo que,
la aplicación de las normas procesales deberían ser aquellas más favorables, como la señalada en el
art. 21.III de la LPA, que refiere que las actuaciones administrativas de personas que tengan
domicilio en un municipio distinto a la sede de la entidad pública, se entiende en la que se
realiza el trámite respectivo, tendrán un plazo adicional de cinco días a partir del día de
cumplimiento del mismo; y en el caso presente habiéndose procedido a la notificación a la
representante legal del accionante el 15 de enero de 2018, computando el plazo de diez días hábiles,
éste concluía el 30 del mismo mes y año, y el recurso jerárquico fue presentado el 1 de febrero a
horas 17:42, un día después de los diez días señalados, sin tomar en cuenta que la representante
legal de “Radio Noticias”, tiene su domicilio real en Santa Cruz de la Sierra desde donde realizó varias
solicitudes de orden administrativo.
Por otra parte, si bien a través de su abogado señaló domicilio procesal para efecto de notificación,
no es menos evidente que con la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 se notificó
por cédula, según consta en la representación (Conclusión II.5) y la aplicación del art. 40 del DS
27113, al encontrarse cerradas las puertas del Edifico Hansa y la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA
RE-TL LP 4/2018 que respondía a la solicitud de aclaración y complementación fue notificada a horas
18:20, del 15 de enero del precitado año; por consiguiente, en virtud a los principios antes citados y
con el fin de no dejar en indefensión ni respuesta a la administrada, correspondía considerar la
aplicación de la ampliación del plazo adicional en el cómputo de la presentación del recurso jerárquico,
considerando que la administrada realizó sus actuaciones administrativas en un municipio distinto al
de la ATT.
Concluyendo de lo anterior, que a los fines de proteger el derecho al acceso a la justicia y a la tutela
efectiva, corresponde a las autoridades administrativas resolver con amplitud y asegurándose que la
interpretación de la norma sea favorable al administrado.
Asimismo según lo descrito, corresponde señalar que de los Fundamentos Jurídicos III.2 y 3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, el debido proceso constituye la mayor garantía
constitucional de la administración de justicia, llevando inmerso en su núcleo una gran cantidad de
derechos y garantías, como la defensa, al juez natural e imparcial, la garantía de presunción de
inocencia, a ser asistido por un traductor o intérprete, a un proceso público, a la conclusión del
proceso dentro de un plazo razonable, a recurrir a la legalidad de la prueba, a la igualdad procesal
de las partes, a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, a la congruencia entre
acusación y condena, de donde se desprende el derecho a una debida fundamentación y motivación
de los fallos judiciales, a la garantía del non bis in ídem, a la valoración razonable de la prueba entre
otros; en ese sentido y circunstancia, el principio de legalidad, es la aplicación objetiva de la ley,
aplicada propiamente a los casos concretos, evitando así una libre interpretación o uso caprichoso de
la norma; y, la motivación como elemento configurativo del indicado debido proceso debe contener
básicamente la determinación clara de los hechos atribuidos a las partes procesales, la exposición
clara de los aspectos fácticos pertinentes, la descripción expresa de los supuestos de hecho
contenidos en la norma jurídica aplicable, la referencia individualizada de todos los medios de prueba
aportados por las partes procesales, la valoración concreta y explícita de todos y cada uno de los
medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico, y el establecimiento del
nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, con el supuesto de
hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o
consecuencia jurídica.
En ese sentido, la RM 199 al resolver desestimar el recurso jerárquico por extemporaneidad, sin
considerar la norma aplicable al caso sobre el plazo adicional con el que cuentan los administrados
que se encuentran en municipio diferente al de la ATT, cuando la representante legal del peticionante
de tutela tiene su domicilio en Santa Cruz de la Sierra, al encontrarse la radioemisora en la misma;
se evidencia la vulneración al debido proceso.
Finalmente, es preciso señalar que de acuerdo a la línea jurisprudencial de este Tribunal, la
jurisdicción constitucional sólo puede anular la resolución de última instancia o jerárquica en virtud
al principio de subsidiariedad, que supone que ésta no podrá activarse mientras no se agoten otros
medios o recursos legales que permitan la protección de los derechos de la parte accionante. En ese
contexto, el Tribunal de garantías no debió dejar sin efecto la nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 y la
Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017, por cuanto corresponde a la competencia de
la justicia constitucional, dependiendo el caso concreto, anular el último acto procesal que revisó
todas las actuaciones administrativas anteriores.
Por lo expresado precedentemente, el Tribunal de garantías al conceder la tutela impetrada, obró
de manera parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 25 de 28 de marzo de 2019, cursante de
fs. 559 a 562, pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia:
1º CONCEDER en parte la tutela solicitada, sólo en cuanto a la nulidad de la Resolución Ministerial
199 de 14 de junio de 2018, emitida por el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda.
2º Disponer que el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda emita una nueva, de acuerdo
a los fundamentos jurídicos del presente fallo constitucional y los principios pro actione y pro homine
que rigen el acceso a la tutela judicial efectiva.
3º DENEGAR la tutela impetrada, respecto a la nulidad de la nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 de 1 de
septiembre, y la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 de 14 de diciembre.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
en los dos párrafos finales de la impugnación, incumpliendo con la congruencia exigida por el art.
265.I del Código Procesal Civil (CPC), de manera citra petita, el cual se observa cuando el Tribunal
de alzada omite decidir sobre cuestiones expresadas por la parte apelante. Asimismo, se advierte
una carencia de fundamentación y motivación, ya que se limitaron a realizar una mera relación de
los dos agravios mencionados.
La parte resolutiva de la Sentencia dictada en el proceso de referencia es muy ambigua, ya que
declara probada la demanda de interdicto de recobrar la posesión y “…dispone la inmediata
restitución de los terrenos que han sido objeto de litis (dos hectáreas) ubicado en la zona de Lourdes
de la ciudad de Tarija…” (sic), bajo apercibimiento de librarse mandamiento de desapoderamiento o
lanzamiento en caso de desobediencia; empero, no especifica dimensiones laterales, límites ni
colindancias. De igual modo, no contiene decisiones expresas, positivas y precisas respecto a las seis
personas demandadas que contestaron la demanda allanándose y tampoco respecto a las otras trece
que respondieron negativamente, y peor aún en relación a tres sujetos que en la parte considerativa
no se los menciona. Lo mismo sucede respecto a quienes no siendo emplazados se apersonaron en
calidad de terceros interesados y plantearon incidente de nulidad de obrados, pues no se definió si
se aceptó o no su intervención como tales y menos si los efectos de la Sentencia de 12 de agosto de
2016, alcanza a ellos.
Asimismo, a través de providencias de 10 de mayo y 11 de julio, ambas de 2018, la Jueza Pública
Civil y Comercial Primera en suplencia legal de su similar Decimoprimero de la Capital del referido
departamento -ahora codemandada-, ordenó se de curso al “…mandamiento de desapoderamiento…”
(sic), que resulta inejecutable porque afectaría derechos fundamentales y garantías constitucionales
de personas ajenas a la demanda de interdicto de recobrar la posesión, los cuales no son parte del
mismo entre las que estarían mujeres, adultos mayores, niños, niñas y adolescentes.
Existe un proceso de nulidad de contrato -donde está incluida la parte demandante del proceso de
interdicto de recobrar la posesión- sobre los mismos terrenos objeto del litigio, que definirá la
titularidad de éstos; empero, ante la inminencia de ejecutarse el “…mandamiento de
desapoderamiento…” (sic) que afecta su derecho a la vivienda familiar digna, solicitan se haga la
excepción del principio de subsidiariedad y se otorgue tutela provisional.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes alegan la lesión de sus derechos al debido proceso en su triple dimensión como
derecho-garantía-principio, en sus elementos de una debida fundamentación, motivación y
congruencia, a la tutela judicial efectiva, de acceso a la justicia, a la impugnación, a la eficacia jurídica
de los fallos ejecutoriados pasados en autoridad de cosa juzgada, a la petición y a una vivienda digna;
así como los principios de proporcionalidad, razonabilidad, justicia material y supremacía
constitucional; y, los valores de igualdad, equilibrio y justicia social, instituidos como base del Estado;
citando al efecto los arts. 8.II, 19, 24, 115.II, 117.I, 119.II, 137 y 180.I de la Constitución Política
del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela impetrada, disponiendo: a) Se deje sin efecto el Auto de Vista SC1-AV-
34/2018 y la “…Resolución judicial…” (sic) de 10 de mayo y 11 de julio, ambas de 2018; la
Sentencia de 12 de agosto de 2016, y Auto de Vista SC1 361-AV-212/2016; b) Ordene que el Juez
de la causa, resuelva el incidente en cumplimiento del Auto de Vista SC1-220-AV-155/2017 de 30 de
agosto; el incidente de nulidad de mandamiento de desapoderamiento y remita el recurso de
apelación concedido por Auto Interlocutorio de 24 de agosto de 2017; y, c) Ante la inminente
ejecución del mandamiento de desapoderamiento, se otorgue “…TUTELA PROVISIONAL…” (sic).
I.2. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Improcedencia de la acción de amparo constitucional
Presentada la acción de amparo constitucional, la Jueza Pública Civil y Comercial Cuarta de la Capital
del departamento de Tarija, por Auto de 24 de septiembre de 2018, cursante a fs. 1814 y vta.,
observó que los peticionantes de tutela no cumplieron con lo establecido en los arts. 54 y 57 del
Código Procesal Constitucional (CPCo); aspectos que fueron aclarados mediante memorial de 28 del
mismo mes y año (fs. 1816 a 1821 vta.), dando lugar a la Resolución de 1 de octubre de igual año,
cursante de fs. 1822 a 1827 vta., por la que se declaró su improcedencia.
I.2.2 Admisión de la acción de amparo constitucional
La Resolución de improcedencia de 1 de octubre de 2018, emitida por la Jueza Pública Civil y
Comercial Cuarta de la Capital del departamento de Tarija, fue impugnada por los impetrantes de
tutela, en cuyo mérito se remitieron los antecedentes ante la Comisión de Admisión del Tribunal
Constitucional Plurinacional, instancia que emitió el Auto Constitucional (AC) 0415/2018-RCA de 23
de octubre, cursante de fs. 3723 a 3731, por el que se resolvió revocar la Resolución 1 de octubre
de 2018, disponiendo que la Jueza de garantías admita la presente acción de amparo constitucional.
I.3. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 22 de agosto de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 3854
a 3856 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de sus abogados, ratificaron el contenido íntegro de la acción de amparo
constitucional interpuesta y ampliándola manifestaron que el informe del Juez Público Civil y
Comercial Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija -ahora codemandado-, indica que
existe una apelación pendiente de resolución, por lo que solicitaron se conceda la tutela provisional
hasta que los “Vocales de la Sala Civil” puedan resolver dicha impugnación.
I.3.2. Informe de las autoridades demandadas
Alejandra Ortiz Gutiérrez, Vocal de la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y
Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera y Adolfo Irahola Galarza, Vocal de la Sala Social
y Administrativa, ambos del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, por informe escrito
presentado el 22 de agosto de 2019, cursante de fs. 3852 a 3853, solicitaron denegar la tutela bajo
los siguientes fundamentos: 1) El Auto de Vista SC1-AV-34/2018 se explica por sí solo; pues fue
emitido en estricto apego a la ley, cuenta con la debida fundamentación, motivación y congruencia
al haberse resuelto cada uno de los agravios denunciados por los accionantes, de lo que se concluye
que no se vulneró ningún derecho, tampoco incumplió o violentó norma alguna; 2) La acción de
amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustitutivo, complementario o una instancia
adicional a la que pueden recurrir los litigantes frente a una determinación judicial que como en el
presente caso resulta adversa; y, 3) La jurisdicción constitucional, no tiene facultades para revisar
un proceso judicial y dejar sin efecto resoluciones pronunciadas por los jueces ordinarios como se
solicita en la acción tutelar; la interpretación de la legalidad infra constitucional corresponde a los
tribunales ordinarios, excepto en casos de violación de derechos y garantías previstos en la Norma
Suprema que no ocurre en el presente caso.
Adolfo Nilo Velasco Albornoz, Juez Público Civil y Comercial Decimoprimero de la Capital del
mencionado departamento, por informe escrito presentado el 9 de agosto de 2019, cursante a fs.
3756 y vta., señaló que ejerce las funciones descritas desde el 7 de enero del referido año, y emitió
la “Resolución” de 6 de febrero del mismo año, que fue objeto de apelación y se encuentra radicada
en la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica
Pública Primera del referido Tribunal Departamental de Justicia.
I.3.3. Intervención de los terceros interesados
Adelia Mamani de Gonzáles, Isac Vásquez Correa, Mercedes Gómez Paco; y, Tomás Delfor, Cira
Norma, Elvira, Víctor, Carmen Rosa, Martín y Marcelo, todos de apellidos Cardozo Quiroga, asistieron
a la audiencia de amparo constitucional; empero, no hicieron uso de la palabra.
Moisés Fernández López, María Sebastiana Cardozo Quiroga de Ortiz, Zenobia Peña Olivera de
Zeballos, Elsa Zeballos Peña, Reina Quispe Torrez, Juan Pablo Cardozo Quiroga, Elvira Choquerive
Flores, Sixta Rengifo Ninaja, Wilfredo Lampa Gómez, Gabriel Ortiz Cardozo, Samuel Rubén Ortiz Plata,
Juan Germán Cardozo Quiroga, Franz Darío Muñoz, Dolores Quiroga Ordoñez Vda. de Cardozo,
Margarita Zeballos Condori de Fernández, Janeth Rodríguez, Leocadia López Bartolomé, Teófilo Alvis
Tirado, Celso Quispe Garnica, Trifón Quispe Garnica, Juan Carlos, Hugo y Cristóbal, todos Janco Cayo,
Florencio Paco Mamani, Juan Zeballos Zárate, Rosmery Fernández Lampa, Antonia Condori Chiri,
Sabina Condori Chiri de Huallpa, Rubén Fernández Zeballos y Erlinda Natividad Fernández Díaz de
Cardozo, no asistieron a la audiencia a pesar de las notificaciones cursantes a fs. 3790, 3794, 3795,
3796, 3797, 3798, 3799, 3800, 3801, 3805, 3806, 3810, 3812, 3814, 3816, 3818, 3820, 3823, 3824,
3825, 3827, 3828, 3829,3831, 3833, 3835, 3837, 3838, 3842 y 3844.
I.3.4. Intervención del Ministerio Público
Moisés Álvaro Cardona Sánchez, representante del Ministerio Público, no concurrió a la audiencia,
pese a su legal notificación cursante a fs. 3845.
I.3.5. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital departamento de Tarija en suplencia legal de
su similar Cuarta, constituida en Jueza de garantías, por Resolución de 22 de agosto de 2019,
cursante de fs. 3857 a 3868 vta., denegó la tutela solicitada, sobre la base de los siguientes
fundamentos: i) El Auto de Vista SC1-AV-34/2018 resulta debidamente motivada y congruente, pues
según refiere, se aplicaron e interpretaron las normas del Código Procesal Civil, así como el Auto de
Vista SC1 361-AV 212/2016 y la SCP 0903/2012 de 22 de agosto, con la facultad conferida por
mandato de la Ley del Órgano Judicial; ii) La Sentencia de 12 de agosto de 2016, acusada de carente
claridad por no identificar la superficie del terreno sobre el que recayó el proceso de interdicto de
recobrar la posesión y las resoluciones judiciales dictadas en relación al mandamiento de
desapoderamiento, fueron objeto de apelación que merecieron los Autos de Vista cursantes en el
expediente y que se encuentran ejecutoriados y no corresponde su revisión a través de esta acción
tutelar. Asimismo, incumplieron con los requisitos para proceder con la interpretación de las normas,
valoración de las pruebas y las resoluciones; iii) No es evidente que la apelación interpuesta por los
terceros interesados contra la providencia de 11 de agosto de 2017, haya quedado sin ser remitida
al superior en grado; pues, mediante Auto Interlocutorio de 24 de igual mes y año, se concedió la
impugnación y se envió al Tribunal de alzada el 5 de septiembre del indicado año, situación que no
es atribuible a la entonces Jueza de la causa, ya que el personal de apoyo no consignó la nota
respectiva y que sí consta en los oficios de remisión; y, iv) Por el informe presentado por el Juez
Público Civil y Comercial Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija, es evidente que el
incidente acusado de irresuelto, fue sustanciado mediante Auto Interlocutorio de 6 de febrero de
2019, dejando sin efecto el mandamiento de desapoderamiento ampliatorio 03/2017 de 7 de junio,
por lo que no se vulneró el derecho a la vivienda tampoco el debido proceso.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia de 12 de agosto de 2016, emanada por el Juez Público Civil y Comercial
Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija, por la que se declaró probada la demanda
de interdicto de recobrar la posesión incoada por Erlinda Natividad Fernández Díaz de Cardozo contra
los ahora accionantes, disponiendo la inmediata restitución de los terrenos objeto del litigio (fs. 1627
a 1633 vta.).
II.2. Por memorial presentado el 31 del mes y año señalados, los ahora peticionantes de tutela
formularon apelación contra la Sentencia descrita anteriormente (fs. 1635 a 1638 vta.).
II.3. A través de Auto de Vista SC1 361- AV 212/2016, la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez
y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Tarija, confirmó la Sentencia apelada (fs. 1658 a 1660 vta.).
No obstante, a los efectos señalados, la parte accionante, deberá explicar de manera clara las razones
por las que considera incuestionable dicha vulneración.
III.2. Improcedencia de la consideración de fondo de la problemática planteada en la
acción de amparo constitucional, por cesación de los efectos del acto reclamado:
sustracción del objeto procesal
En relación al tema, la SCP 0167/2019-S2 de 24 de abril, señaló: «El art. 53.2 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), regula que la acción de amparo constitucional no procede, entre
otros supuestos: “…o cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado”.
Sobre el particular, la jurisprudencia de este órgano de constitucionalidad, señaló que dicho supuesto
de improcedencia tiene sustento en el hecho que la resolución o acto ilegal generado por la autoridad
o persona demandada -denunciado como vulnerador de derechos o garantías constitucionales-, ya
sea por voluntad propia o por mandato de otra autoridad superior, queda sin efecto antes de la
notificación con la acción de defensa, cesando en consecuencia los efectos del acto reclamado de
ilegal, toda vez que si bien se produce la lesión, ésta es reparada por decisión propia del legitimado
pasivo.
Cabe precisar que conforme a la explicación antes descrita, la condición para la aplicación de
esta causal de improcedencia, -se reitera- es que el acto o resolución que se acusan de
ilegales, queden sin efecto antes de la notificación con la demanda de amparo
constitucional y el respectivo auto de admisión al demandado, lo que impide realizar un
estudio de fondo de la causa, resultando lógico que, antes de siquiera ser citada la autoridad o
persona demandada, advertida de su error, lo repara, careciendo ya de objeto las impugnaciones
realizadas, al estar subsanadas en respeto de los derechos fundamentales del impetrante de tutela.
En ese orden, la SCP 1894/2012 de 12 de octubre, precisó:“…la finalidad de la acción de amparo
constitucional es la protección de derechos fundamentales y no el establecimiento de
responsabilidades que puede determinarse como consecuencia accesoria de la concesión de tutela
pero no puede constituirse en el elemento central de la pretensión procesal.
(…)
Entonces es posible colegir que básicamente la sustracción de la materia o del objeto procesal
consiste en la desaparición de los supuestos de hecho denunciados a través de la acción
de amparo constitucional, luego cuando esto sucede, el juez o tribunal de garantías, no podrá
decidir o pronunciar sobre algo que ya no tiene elementos fácticos que lo sustenten; vale decir que
el petitorio del que ha devenido es insubsistente; por lo que por simple lógica una vez identificado el
acto lesivo denunciado y contando con la certeza de que dicho acto y sus consecuencias ya no
existen, se irrumpe la posibilidad de pronunciarse sobre el análisis de fondo de la pretensión,
correspondiendo la declaración de la sustracción de la misma.
En este sentido, el art. 53 inc. 2) del Código Procesal Constitucional (CPCo), prevé como una de las
figuras de sustracción de la materia o del objeto procesal a situaciones: ‘…cuando hayan cesado los
efectos del acto reclamado’, para lo cual al menos debe verificarse que: i) Las pruebas aportadas por
las partes, conforme sus pretensiones otorgan la certeza de que la pretensión procesal se ha
extinguido; y, ii) Con el objeto de no afectar el procedimiento constitucional es preciso señalar que
para determinar la sustracción del objeto procesal o materia por la cesación de los efectos del acto
reclamado, el acto lesivo denunciado debe ser restituido antes de la citación con el Auto de admisión
de la acción de amparo constitucional”» (las negrillas y subrayados fueron agregados).
De acuerdo al Fundamento Jurídico descrito, el art. 53.2 del CPCo, establece que la acción de amparo
constitucional no procede entre otros supuestos, cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado
a condición de que la resolución o suceso acusado de ilegal, quede sin efecto antes de la notificación
o citación con la demanda de acción de amparo constitucional y el correspondiente auto de admisión
a los demandados.
Para mayor claridad del razonamiento expuesto, nos remitimos a los antecedentes del caso de autos
para evidenciar que esta acción de defensa fue presentada el 21 de septiembre de 2018; admitida
por la Jueza de garantías mediante Auto de 7 de agosto de 2019, y notificada a las autoridades
demandadas el 8 y 20 de similar mes y año; es decir, con posterioridad a la emisión del Auto
Interlocutorio de 6 de febrero del mismo año, que fue objeto de apelación formulada por la parte
demandante en el proceso interdicto de recobrar la posesión, conforme describen las referidas
Conclusiones II.12 y II.14 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. De ello, se concluye
que no corresponde conceder la tutela.
En consecuencia, la Jueza de garantías al denegar la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 22 de agosto de 2019, cursante de fs. 3857 a 3868
vta., pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital del departamento de
Tarija en suplencia legal de su similar Cuarto; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
dispuso absolverlo, la fecha del mismo es de 4 de enero de 2019, aspecto que demuestra que tenía
un proceso disciplinario; por lo cual, al momento de su postulación su situación jurídica se adecuaba
al mencionado artículo, como causal para su exclusión; 6) La denuncia del ahora accionante, relativa
a que no se aplicó la previsión contenida en el art. 26 de ese Reglamento, no fue objeto de
reclamación en su memorial de apelación, es así que, pretende que mediante la presente acción sean
valorados hechos que no fueron objetados o alegados en tiempo oportuno ante el Consejo de
Apelación; 7) La aplicación del precitado artículo se refiere a la ponderación en la evaluación y
calificación con disminución de puntaje a algún servidor policial que tiene asentado en su file personal
un demérito o antecedente disciplinario, no teniendo relación alguna con lo que establece el art. 23
inc. s), que constituye el cumplimiento de un requisito; en consecuencia, el hecho de haber sido
retirado del Curso de Especialización está plenamente comprobado, no solamente de lo que se tiene
en dicho file, Memorándum 1173/95 de 30 de agosto de 1995, por medio del cual, se lo separó del
Curso de Especialización Policial, sino también por la Certificación de la UNIPOL; 8) El Consejo
Superior de Recursos Humanos, al emitir la Resolución 012/2018 de 10 de diciembre, se limitó a
verificar el cumplimiento de los requisitos para los aspirantes a ascensos; asimismo, los postulantes
al grado de General, son quienes piden ser evaluados con la normativa vigente sometiéndose a las
previsiones que la misma contiene, hecho que ocurrió en el caso presente; pues, el accionante
mediante memorial de 3 de diciembre de 2018, solicitó de manera expresa postular al Proceso de
Evaluación en cuestión; y, 9) Por todo lo expuesto y lo informado, solicita se deniegue la tutela
impetrada.
Alejandro Baldiviezo Pérez, miembro del Consejo de Apelación de la Policía Boliviana, por informe
escrito cursante de fs. 380 a 381 vta., manifestó: i) Cumplió a cabalidad con lo establecido en el art.
11 del Reglamento Específico de Evaluación para el Ascenso a Generales y de Calificación a Jefes y
Oficiales de la Policía Boliviana, ya que, conoció formalmente el recurso de apelación, así como la
documentación “respaldatoria” (que no fue presentada en primera instancia), bajo el principio de
admisibilidad del recurso, sin conceder más de lo pedido, emitiendo una fundada y motivada
resolución, observando que en primera instancia, no existió ninguna “deformidad” técnica en cuanto
a una posible incongruencia sobre el hilo discursivo que justifica una resolución; ii) No hubo una
valoración arbitraria que imposibilite defensa ni vulneración de derecho o garantía alguno. “Tampoco
una incongruencia dialéctica entre la tesis de la resolución, antítesis de la apelación y la síntesis
evacuada” (sic) en la Resolución 05/2018 de 12 de diciembre emitida por el Consejo de Apelación de
la citada Institución, concordante con la SCP 1215/2012 de 6 de septiembre, que a la fecha no fue
modulada con referencia al razonamiento y valoración integral de la resolución de apelación; iii) En
la Resolución 012/2018, se colectó y valoró documentación actual de las distintas instituciones
policiales en cuanto al cumplimiento de requisitos fundamentales insertos en los arts. 18 y 23 del ya
citado Reglamento, del ahora accionante, donde se observó que no cumplía; por el contrario, tiene
un proceso disciplinario TDD-BENI Caso 31/2018, art. 12.13 de la Ley del Régimen Disciplinario de
la Policía Boliviana; Tampoco cumplía con el inc. s), por haber sido separado del curso de
“especificación”; iv) La Resolución 012/2018, cumple a cabalidad con el procedimiento del precitado
Reglamento; y, fue confirmada y ratificada por la Resolución 05/2018 de 12 de diciembre, porque, al
momento de su emisión, el accionante continuaba con las observaciones establecidas en el artículo
mencionado; no existiendo ninguna omisión, irregularidad, mucho menos violación al derecho al
debido proceso en su vertiente fundamentación y motivación; no se produce indefensión si la
situación en la que el ciudadano se vio, se debió a una actitud voluntariamente adoptada por él o si
su conducta le fue imputable por falta de una necesaria diligencia (Sentencia Constitucional
0202/2011-R de 11 de marzo); y, v) Por todo lo expresado, solicita se deniegue la tutela impetrada.
Rómulo Luís Delgado Rivas, Comandante General, Faustino Alfonso Mendoza Arce, excomandante
General; José Arias Paco, Miguel Estremadoiro Luján, Franz Milton Alvarado Hoyos, Alejandro
Baldivieso Pérez, Integrantes del Consejo de Apelación, todos, de la Policía Boliviana, no presentaron
informe alguno, tampoco asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 430, 431, 433
y 434.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Raúl Freddy Cano Guarachi, por memorial cursante a fs. 437 expresó: El accionante no cumplía con
los requisitos fundamentales del art. 123 incs. p) y s) del citado Reglamento Específico de Evaluación
para el Ascenso a Generales y de Calificación a Jefes y Oficiales de la Policía Boliviana, “…sin
identificarse que estos fueran emergentes del informe 017/2018 elaborado por el encargado de
sistemas e informática de la Fiscalía General Policial, aspecto que impidió se pueda tomar
conocimiento de la legalidad o ilegalidad del referido informe o que el mismo estuviera encuadrado
en la ley N 101, en consecuencia siendo que el accionante presente en la fecha copias legalizadas de
Resolución Absolutoria en ambos casos corresponde que se falle en justo derecho, más aún cuando
durante el proceso de evaluación jamás se informó respecto a que estas Resoluciones de
Sobreseimiento cursarían en su file personal” (sic).
Max Agustín Moreno Valdivia, Juan Walter Lizeca Tórres, Santiago Delgadillo Villalpando, Ronald
Edwin Sánchez Viscarra, y Abraham Oscar Pardo Meyer, no se apersonaron en audiencia y tampoco
presentaron informe escrito, pese a su notificación cursante a fs. 431, 432 y 435.
I.2.4. Resolución
El Juez Público de Familia Décimo Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Juez de garantías, mediante Resolución 011/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 513. a 516 vta.,
denegó la tutela solicitada; en base al fundamento: de que la lectura y análisis de la Resolución
05/2018 de 12 de diciembre, emitida por los miembros del Consejo de Apelación de la Policía
Boliviana, no se evidencia que esta, haya vulnerado el derecho al debido proceso en sus vertientes
de motivación, fundamentación y congruencia del ahora accionante; pues, la citada Resolución se
pronunció sobre los agravios expuestos en dicho Recurso.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante Informe 17/2018 de 8 de diciembre, el Encargado de Sistemas e Informática de la
Fiscalía General Policial, dio a conocer a Jaime Edwin Zurita Trujillo, Fiscal General Policial, que Edwin
Sergio Ugarte Céspedes -ahora accionante-, contaba con registro en la base de datos de las diferentes
Fiscalías Departamentales Policiales (fs. 444).
II.2. A través de Resolución 012/2018 de 10 de diciembre, Faustino Alfonso Mendoza Arze,
Presidente; Max Agustín Moreno Valdivia, Vicepresidente, Juan Walter Lizeca Torres, Primer Vocal;
Santiago Delgadillo Villalpando, Segundo Vocal, Ronald Edwin Sánchez Viscarra, Relator, todos, del
Consejo Superior de Recursos Humanos de la Policía Boliviana; Abraham Oscar Pardo Meyer,
Representante del Ministerio de Gobierno; y, Raúl Freddy Cano Guarachi, Representante del
Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional; establecieron que el postulante Edwin Sergio
Ugarte Céspedes -ahora accionante-, no cumplía con los requisitos fundamentales exigidos en el art.
23 incs. p) y s) del Reglamento Específico de Evaluación para el Ascenso al Grado de General y
Calificación de Jefes y Oficiales de la Policía Boliviana, dentro del proceso de postulación al grado de
General de la indicada Institución, determinando su exclusión del mismo (fs. 483 a 487).
II.3. Ante esa decisión, el 11 de diciembre de 2018, Edwin Sergio Ugarte Céspedes presentó Recurso
de Apelación, solicitando la pronta rehabilitación de sus violentadas garantías constitucionales (fs.
489 a 493).
II.4. Por Resolución 05/2018 de 12 de diciembre, José Arias Paco Presidente, Miguel Ángel
Estremadoiro, Primer Vocal; Franz Milton Alvarado, Segundo Vocal, todos del Consejo de Apelación
de la Policía Boliviana; Alejandro Baldiviezo Pérez, Representante del Ministerio de Gobierno y César
Augusto Romano Molina, Representante del Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional,
resolvieron declarar improbado el Recurso de Apelación planteado, confirmando la Resolución
012/2018 de 10 de diciembre, quedando desestimada la solicitud de Edwin Sergio Ugarte Céspedes
-ahora accionante- de continuar el proceso de evaluación para el ascenso al grado de General de
dicha Institución (fs. 498 a 502).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
no ser claros tales elementos; entonces la acción de amparo deberá ser declarada improcedente y
se deberá denegar la tutela solicitada' (…)”.
Por su parte, la SCP 0431/2012 de 22 de junio, respecto a la legitimación pasiva de autoridades
judiciales colegiadas refirió que: “En lo concerniente a la legitimación pasiva de los tribunales o entes
colegiados, debemos advertir que la jurisprudencia constitucional ha establecido el siguiente
entendimiento doctrinal: ‘…para que sea viable el recurso de amparo, cuando es planteado
contra decisiones judiciales o administrativas pronunciadas por tribunales u órganos
colegiados, públicos o particulares, sea como emergencia de procesos o de cualesquier
tipo de decisiones o actos, es de inexcusable cumplimiento que esta acción tutelar esté
dirigida contra todos los miembros que asumieron dichas decisiones y, por lo mismo, se
constituyan en agraviantes de los supuestos actos lesivos denunciados…’ (SC 0711/2005-
R de 28 de junio)”.
De la jurisprudencia precitada, se puede colegir que el razonamiento expuesto tiene lógica, toda vez
que si la jurisdicción constitucional, otorga la tutela impetrada a través de la acción de amparo
constitucional, disponiendo la emisión de un nuevo pronunciamiento por parte de sólo un miembro
del órgano colegiado, carecería de eficacia, puesto que los demás miembros no tendrían obligación
de hacerlo al no haberse interpuesto la acción contra ellos.
En este mismo entendimiento, la SC 0529/2010-R de 12 de julio, preceptuó: ‘…la legitimación
pasiva de un ente o tribunal colegiado, responde a la posibilidad que se otorgue la tutela
solicitada al verificarse primeramente que esté dirigida contra todos los miembros de ese
ente o tribunal colegiado, de lo contrario carecería de eficacia, pues, los miembros que
no fueron demandados no tendrían la obligación de pronunciar nueva resolución,
provocando una imposibilidad material de restituir el derecho o garantía vulnerado,
además, -claro está- que por un principio de igualdad la responsabilidad civil y penal, que
pudiese surgir, debe recaer sobre todos los que incurrieron en el acto ilegal y omisión
indebida’. En igual sentido, la SC 0994/2005-R de 19 de agosto, en lo pertinente señaló
que: ‘…cuando se impugna actos o resoluciones de entes colegiados la legitimación
pasiva le corresponde a todos los integrantes del mismo, que participaron del acto
denunciado…’.
De lo anterior, se colige que la legitimación pasiva se adquiere por la coincidencia que se da entre la
entre la autoridad o autoridades que presuntamente incurrieron en vulneración de derechos o
garantías fundamentales y aquella contra quien se dirige la acción; bajo esta lógica cuando se
impugna determinaciones adoptadas por entes colegiados al momento de interponer una
acción de amparo constitucional, ésta debe dirigirse contra todas las personas que
intervinieron en la decisión, lo contrario implicaría vulnerar el derecho a la defensa de
quienes no fueron demandados”».
También respecto a la legitimación pasiva de manera general, se tiene a la SCP 0011/2018-S4 de 23
de febrero, que entendió: “Conforme dispone el art. 128 de la CPE, la acción de amparo constitucional
podrá ser planteada contra toda persona o autoridad que restrinja, suprima o amenace restringir o
suprimir derechos y/o garantías constitucionales; postulado del que emerge el art. 33.2 del Código
Procesal Constitucional, que exige como requisito de presentación de esta acción tutelar, el
señalamiento del nombre y domicilio de la persona contra quien se dirige la acción, así como los
datos básicos para su identificación a objeto de notificaciones.
En el marco normativo glosado, la jurisprudencia constitucional contenida en la SCP 0123/2012 de 2
de mayo, refiriéndose a la legitimación pasiva, determinó que la misma se constituye en ‘…la
coincidencia que existe con la calidad adquirida por un servidor público o persona individual o
colectiva que presuntamente -con actos u omisiones ilegales o indebidas- ha provocado la restricción,
supresión o la amenaza de restringir o suprimir derechos y garantías constitucionales y
consecuentemente, contra quien se dirige la acción…’, entendimiento del que se infiere que, ante la
vulneración de derechos y garantías, la acción de amparo constitucional debe interponerse contra el
servidor público, persona individual o colectiva que incurrió en la lesión que se alega.
Los accionantes denunciaron como lesionados sus derechos al debido proceso en sus componentes
de motivación y congruencia, a la defensa, a la igualdad y valoración de la prueba, citando al efecto
los arts. 117 y 119 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto el Auto de Vista 149/2018 y se dicte
un nuevo fallo resolviendo su recurso interpuesto de manera motivada y congruente.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 16 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 504 a
506 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado en audiencia reiteraron los argumentos expuestos en su
acción de amparo constitucional, haciendo mención a la SCP “947/2017” como precedente vinculante
por existir hechos análogos en una problemática similar al presente caso, ya que hizo alusión a la
posibilidad del incidente de nulidad ante la existencia de cosa juzgada aparente, por vulneración de
derechos y garantías constitucionales, recalcando su solicitud impetrada y que acaten lo establecido
por la jurisprudencia constitucional, resolviendo en el fondo si existe o no verdaderamente la
posibilidad de una nulidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Adolfo Irahola Galarza y Hermes Flores Egüez, Exvocal de la Sala Mixta Civil y Comercial, de Familia,
Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Segunda y Vocal “convocado” de
la Sala Social, Seguridad Social, Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, el 15 de mayo de 2019,
presentaron informe escrito cursante de fs. 497 a 498 vta., manifestando lo siguiente: a) El Auto de
Vista 149/2018 fue emitido en estricto apego a la ley; toda vez que, los accionantes en su incidente
no explicaron de forma clara, fundada y congruente, cuál es el vicio de nulidad concreto del
procedimiento, o cómo les causa indefensión, ya que con su pronunciamiento no se vulneró ningún
derecho, tampoco se incumplió o transgredió norma alguna conforme afirman los peticionantes de
tutela; b) La acción de amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustituto, complementario
o una instancia adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a una determinación judicial
que les resulte adversa, puesto que la misma fue instituida como un recurso extraordinario y
subsidiario de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, que no puede
ser equiparado o utilizado como una instancia de apelación o casación; y, c) No se puede revisar un
proceso judicial a fin de dejar sin efecto una resolución emitida por un tribunal de segunda instancia
mediante esta acción tutelar, pues ello implicaría por un lado valorar prueba aportada por las partes
y de otro, hacer una interpretación de la legislación ordinaria; facultad que corresponde a los jueces
y tribunales ordinarios que conocen el proceso principal; excepto si se evidencia lesión a un derecho
fundamental, lo que no ocurrió en el caso presente.
Jorge Ahmed Julio Alé, Juez Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del departamento de
Tarija, no presentó informe, menos asistió a la audiencia de amparo constitucional, pese a su
notificación cursante a fs. 473 vta.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Sadi Nayf Chamas Garzón no presentó memorial alguno, tampoco asistió a la audiencia, habiendo
informado la Secretaria de la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Tarija que siendo notificado el prenombrado en su último domicilio señalado, dicha diligencia fue
devuelta por el abogado José Peña Canelas, indicando que no conoce a ninguna de las partes en la
presente acción tutelar (fs. 492).
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
29/2019 de 16 de mayo, cursante de fs. 507 a 511, denegó la tutela solicitada, a tal efecto expresó
los siguientes fundamentos: 1) El 10 de septiembre de 2010, la accionante María Nieves Arce Janco
solicitó el desarchivo del proceso de usucapión; empero, la Jueza de la causa de ese entonces no dio
curso a su pedido; posteriormente, el 17 de abril de 2014, reiteró su solicitud, presentando
documental para plantear incidente de nulidad del citado proceso; 2) No se cumplieron los requisitos
para activar el aludido incidente, menos a través de esta acción de defensa, por cuanto si bien el
proceso de usucapión se inició el 7 de marzo de 1996 y concluyó el 3 de noviembre del mismo año,
el 10 de septiembre de 2010 la indicada peticionante de tutela ya conocía del mismo, por lo cual
estuvo en condiciones de demandar o plantear dicho incidente; 3) Entre los requisitos para viabilizar
la nulidad de un actuado, es preciso que este haya colocado a la parte en un verdadero estado de
indefensión y según la SCP “0207/2018-S2”, que el vicio procesal debió ser argüido oportunamente
y en la etapa procesal correspondiente, y no convalidar ni consentir el acto impugnado de nulidad;
4) En el caso presente, tras el desarchivo de la causa, se interpuso contra los impetrantes de tutela
un proceso ordinario de nulidad de documentos, declaración judicial de mejor derecho y reivindicación
por parte de David Gilberto Benítez Darwinch; extremos que no pueden ser analizados por este
Tribunal; y, 5) El Auto de Vista cuestionado, refirió que la garantía del debido proceso comprende
entre sus elementos, la exigencia de motivación de las resoluciones, añadiendo que “‘… la
motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino
que exige una estructura de forma y de fondo’” (sic); dicho fallo, no obstante de lo escueto, es
motivado y responde a la pretensión solicitada, lo cual no quiere decir que los accionantes no hayan
sido afectados, pero no es a través de esta acción tutelar que se puede pretender una revisión de la
justicia ordinaria.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 7 de marzo de 1996, Sadi Nayf Chamas Garzón -ahora tercero
interesado- interpuso ante el Juez de la causa, demanda de usucapión decenal o extraordinaria e
inscripción definitiva en Derechos Reales (DD.RR.), respecto al lote de terreno ubicado en el cantón
San Luis, provincia Cercado del departamento de Tarija, contra Jorge Farah Rojas (fs. 5 a 6 vta.). En
virtud a ello, el 30 de noviembre del mismo año, el Juez de Instrucción Civil Tercero de la Capital del
citado departamento -hoy Juez Público Civil y Comercial-, pronunció Sentencia declarando probada
la referida demanda (fs. 37 a 38).
II.2. Por escrito presentado el 16 de mayo de 2016 ante el Juez Público Civil y Comercial Noveno
de la Capital del departamento de Tarija -ahora codemandado-, María Nieves Arce Janco y Carlos
Fabio Dávila Choque -ahora accionantes-, formularon incidente de nulidad de obrados dentro del
proceso de usucapión decenal o extraordinaria mencionada supra, contra Sadi Nayf Chamas Garzón
(fs. 147 a 158).
II.3. El Juez codemandado, a través del Auto Interlocutorio de 6 de julio del mismo año, en
virtud al incidente supra citado, resolvió no haber lugar a la admisión del mismo, debiendo los
interesados acudir a la vía judicial correspondiente para hacer valer sus derechos; máxime si existe
causa iniciada y en estado de resolución final por el inmueble que se reclama en el Juzgado similar
Octavo de esa ciudad (fs. 171).
II.4. Por memorial presentado el 8 de agosto de igual año, los impetrantes de tutela plantearon
recurso de apelación en ejecución de sentencia contra la citada Resolución (fs. 175 a 192). Producto
de ello, los miembros de la Sala Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia
Intrafamiliar o Doméstica Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija -ahora
autoridades codemandadas-, emitieron el Auto de Vista 149/2018 de 5 de noviembre, confirmando
la Resolución apelada (fs. 441 a 443 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian como lesionados sus derechos al debido proceso en sus componentes de
motivación y congruencia, a la defensa, a la igualdad y valoración de la prueba; aduciendo que,
dentro del proceso de usucapión decenal interpuesto por Sadi Nayf Chamas Garzón contra Jorge
Farah Rojas, habiendo formulado incidente de nulidad de obrados en ejecución de sentencia, el Juez
codemandado mediante Auto Interlocutorio de 6 de julio de 2016, no admitió el mismo, sin referirse
sobre el fondo del planteamiento efectuado; por su parte, los Vocales demandados, ante el recurso
de apelación presentado, confirmaron el fallo apelado, a través del Auto de Vista 149/2018 de 5 de
noviembre; Resoluciones que carecen de motivación y congruencia, ya que no se pronunciaron sobre
dos aspectos puntuales que repercuten en el fondo: i) El criterio del Tribunal Constitucional
Plurinacional respecto al planteamiento de nulidad en ejecución de sentencia; y, ii) Su legitimación
activa e interés legítimo para interponer el incidente de nulidad como actuales propietarios sucesores
de Jorge Farah Rojas -demandado en el proceso civil-; sin asignar valor probatorio a cada medio de
prueba ofrecido con el aludido incidente.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones judiciales o
administrativas como componentes del debido proceso
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación que realice
un servidor público a tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos que
sustentaron su decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre señaló: “…la garantía del
debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las
resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer
los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga
los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura
de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de
que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino
que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al
juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento
de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, la SCP 1414/2013 de 16 de agosto, efectuando una distinción entre motivación y
fundamentación, señaló lo siguiente: “El derecho a la fundamentación de un fallo es una garantía de
legalidad que establece que todo acto de autoridad precisa encontrarse debidamente fundado y
motivado, entendiéndose por lo primero la obligación de la autoridad que lo emite para
citar los preceptos legales, sustantivos y adjetivos, en que se apoye la determinación
adoptada; y por lo segundo, que exprese una serie de razonamientos lógico-jurídicos
sobre el porqué considera que el caso concreto se ajusta a la hipótesis normativa” (las
negrillas nos corresponden).
Sobre este mismo tema, la SCP 0712/2015-S3 de 3 de julio, concluyó que: “…la fundamentación
consiste en la justificación normativa de la decisión judicial, y la motivación es la
manifestación de los razonamientos que llevaron a la autoridad a la conclusión de que el
acto concreto que se trate, se encuentra, por una parte probado, lo que supone que la
autoridad judicial debe explicar las razones por las cuales considera que la premisa
fáctica se encuentra probada, poniendo de manifiesto la valoración de la prueba
efectuada, y por otra explicando por qué el caso encuadra en la hipótesis prevista en el
precepto legal -contexto de justificación-. Por consiguiente, no basta que en el derecho positivo
exista un precepto que pueda sustentar el acto de la autoridad, ni un motivo para que ésta actúe en
consecuencia, sino que es indispensable que se hagan saber al afectado los fundamentos y motivos
del procedimiento respectivo, ya que solo así estará en aptitud de defenderse como estime
pertinente; de esta forma, se entiende que la fundamentación debe ser específica al caso de que se
trate y la motivación explícita” (las negrillas son añadidas).
Ahora bien, el contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o motivada (judicial,
administrativa o cualquier otra, expresada en una resolución en general, sentencia, auto, etc.) que
resuelva un conflicto o una pretensión, fue desarrollado por la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre y
está dado por sus finalidades, las cuales son: “…(1) El sometimiento manifiesto a la Constitución,
conformada por: 1.a) la Constitución formal, es decir, el texto escrito; y, 1.b) los Tratados
Internacionales sobre Derechos Humanos que forman el bloque de constitucionalidad; así como a la
ley, traducido en la observancia del principio de constitucionalidad y del principio de legalidad; (2)
Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en cuestión no es arbitraria, sino por el
contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la arbitrariedad, el principio de
razonabilidad y el principio de congruencia; (3) Garantizar la posibilidad de control de la resolución
en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes recursos o medios de
impugnación; y, (4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad decisoria de todo
órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública, en observancia
del principio de publicidad…”.
Sobre el segundo contenido; es decir, lograr el convencimiento de las partes de que la resolución no
es arbitraria, sino por el contrario, observa el valor justicia, los principios de interdicción de la
arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia, la precitada SCP 2221/2012 desarrolló las
formas en las que puede manifestarse la arbitrariedad, señalando que: “…la arbitrariedad puede estar
expresada en: b.1) Una ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta es b.2) Una ‘motivación arbitraria’;
o en su caso, b.3) Una ‘motivación insuficiente’.
b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa, etc.), no da
razones (justificaciones) que sustenten su decisión, traducido en las razones de hecho y de derecho,
estamos ante la verificación de una ‘decisión sin motivación’, debido a que ‘decidir no es motivar’. La
‘justificación conlleva formular juicios evaluativos (formales o materiales) sobre el derecho y los
hechos sub iudice [asunto pendiente de decisión]’.
b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa,
etc.) sustenta su decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico alguno, y alejadas de la sumisión a la
Constitución y la ley, se está ante una ‘motivación arbitraria’. Al respecto el art. 30.II de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) ‘Obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa
sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las garantías
procesales’.
En efecto, un supuesto de ‘motivación arbitraria’ es cuando una decisión coincide o deviene de la
valoración arbitraria, irrazonable de la prueba o, en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R), que influye, en ambos casos, en la confiabilidad
de las hipótesis fácticas (hechos probados) capaces de incidir en el sentido, en los fundamentos de
la decisión. Es decir, existe dependencia en cómo cada elemento probatorio fue valorado o no fue
valorado, para que se fortalezca o debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los hechos y, por
ende, la fundamentación jurídica que sostenga la decisión.
En este sentido, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre, dentro de un proceso administrativo sancionador
señaló: ‘Consiguientemente, aplicando los principios informadores del derecho sancionador, las
resoluciones pronunciadas por el sumariante y demás autoridades competentes deberán estar
fundamentadas en debida forma, expresando lo motivos de hecho y de derecho en que basan sus
decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba. Fundamentación que no podrá ser
reemplazada por la simple relación de los documentos y presentación de pruebas o los criterios
expuestos por las partes, y en los casos en los que existan co procesados, resulta primordial la
individualización de los hechos, las pruebas, la calificación legal de la conducta y la sanción
correspondiente a cada uno de ellos en concordancia con su grado de participación o actuación en el
hecho acusado’.
b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por las cuales omite o se abstiene
de pronunciar sobre ciertos temas o problemas jurídicos planteados por las partes, se está ante una
‘motivación insuficiente’.
Si el órgano o persona, sea de carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir incurre en
cualesquiera de esos tres supuestos: ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta, ‘motivación arbitraria’,
o en su caso, ‘motivación insuficiente’, como base de la decisión o resolución asumida, entonces, es
clara la visualización de la lesión del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una
resolución motivada, como elemento constitutivo del debido proceso.
Los tres casos señalados, son un tema que corresponderá analizar en cada caso concreto, debido a
que sólo en aquéllos supuestos en los que se advierta claramente que la resolución es un
mero acto de voluntad, de imperium, de poder, o lo que es lo mismo de arbitrariedad,
expresado en decisión sin motivación o inexistente, decisión arbitraria o decisión
insuficiente, puede la justicia constitucional disponer la nulidad y ordenar se pronuncie
otra resolución en forma motivada” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Sobre el principio de congruencia como elemento del debido proceso.
Jurisprudencia reiterada
En relación a la congruencia como elemento del debido proceso, reiterando entendimientos
jurisprudenciales anteriores, la SC 0486/2010-R de 5 de julio, señaló: “…la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa
definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya
sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte
considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
razonamientos contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes
y pertinentes.
(…)
determinación, los impetrantes de tutela el 8 de agosto de igual año, plantearon recurso de apelación
en ejecución de sentencia contra el merituado fallo, dando lugar a que los miembros de la Sala Mixta
Civil y Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Tarija -hoy codemandados-, emitan el Auto de Vista 149/2018
de 5 de noviembre, confirmando la Resolución apelada.
Con carácter previo a resolver la problemática planteada, cabe aclarar que el presente caso se
analizará a partir del Auto de Vista 149/2018, dictado por los Vocales codemandados, en conocimiento
de la impugnación a la determinación adoptada por el Juez de la causa, al ser la última decisión
emitida en la vía ordinaria, y que ante la eventualidad de concederse la tutela, reabrirá su
competencia para pronunciarse nuevamente sobre lo resuelto por las instancias inferiores; ello en
estricta observancia del principio de subsidiariedad que informa la acción de amparo constitucional.
Establecidos con precisión los antecedentes procesales, se advierte que los peticionantes de tutela
denunciaron entre otros aspectos, falta de motivación y congruencia en el fallo cuestionado (Auto de
Vista 149/2018), pronunciado por los Vocales codemandados; en ese marco, corresponde verificar
en primera instancia los puntos de agravio identificados en su recurso de apelación interpuesto contra
el Auto Interlocutorio de 6 de julio de 2016, para así determinar si las citadas autoridades
demandadas consideraron o no a tiempo de emitir su fallo correspondiente: a) El Auto apelado
contiene razones generales o conclusiones genéricas que terminan con una alegación que existe cosa
juzgada, sin ver que es procedente el incidente de nulidad así concurra la misma; razón por la cual
dicho fallo no está motivado; b) Hay un conflicto de titularidad con el actor del proceso de usucapión
que inició y concluyó el mismo contra sus vendedores Jorge Farah Rojas y Carmen Calderón de Farah;
en ese sentido, cuentan con legitimación activa por sucesión propietaria para plantear el incidente
de nulidad, al tener interés legítimo directo en los efectos de dicho proceso tramitado con vicios de
nulidad; y, c) El Juez de la causa podía conocer el incidente de nulidad en ejecución de sentencia,
así exista cosa juzgada y haya concluido, pues tenía competencia para revisar la denuncia incidental
de nulidad del proceso por indefensión, en virtud a la teoría del precedente obligatorio establecido
por el Tribunal Constitucional Plurinacional que desde el 2005 entendió que es posible plantear un
incidente de nulidad de la citación en ejecución de sentencia, lo cual no implica vulneración a la cosa
juzgada.
Ahora bien, de acuerdo al principio de pertinencia, el Auto de Vista emitido por los Vocales
demandados, debe circunscribirse a la expresión de ofensas o agravios que contiene el recurso de
apelación incoado por los impetrantes de tutela; en ese entendido, a efectos de analizar si el
mencionado fallo es congruente y contiene la debida motivación, corresponde conocer los
argumentos esgrimidos que lo sustentan, de donde se extrae que inicialmente se refirió a los
antecedentes del citado recurso e identificó dos agravios expresados en el mismo, luego expresó los
siguientes argumentos: 1) El Auto Interlocutorio emitido por el Juez de la causa, se encuentra
debidamente fundamentado y motivado, en mérito a que dicha autoridad expresó las razones
jurídicas y fácticas por las cuales resolvió no ha lugar a la admisión del incidente de nulidad planteado
por los accionantes contra el demandado Sadi Nayf Chamas Garzón, no siendo evidente que el fallo
impugnado no contenga la debida motivación; y, 2) De la revisión del proceso de usucapión decenal
en el que ya se pronunció sentencia, la misma que se encuentra ejecutoriada, interviene como
demandante Sadi Nayf Chamas Garzón contra presuntos propietarios, ya que los peticionantes de
tutela no fueron citados con la demanda al no ser demandados dentro del citado proceso, por lo que
no pueden alegar indefensión ni perjuicio, considerando que la sentencia en el merituado proceso no
les beneficia ni perjudica.
Conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, el principio de congruencia es la estricta correspondencia que
debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; es decir, responde a la pretensión jurídica
o la expresión de los agravios formulada por las partes; no debiendo considerarse aspectos
ajenos a los planteamientos deducidos por las mismas, ya que toda resolución al ser considerada
como una unidad congruente, debe cuidar el hilo conductor que le dote de orden y racionalidad desde
la parte considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la
interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva.
Consecuentemente, de la revisión de los fundamentos expresados por los Vocales demandados, en
su Auto de Vista 149/2018 ahora debatido, se evidenció que de los tres aspectos puntuales
cuestionados por los peticionantes de tutela en su recurso de apelación, solamente consideraron y
respondieron a uno de ellos, el referido a la motivación respecto al Auto de 6 de julio de
2016, pronunciado por el Juez de la causa -hoy codemandado-, estableciendo que dicha autoridad
habría expresado las razones jurídicas y fácticas por las cuales resolvió no ha lugar a la admisión del
incidente de nulidad planteado por los prenombrados, concluyendo que la merituada resolución se
hallaba debidamente fundamentada y motivada; empero, obviaron responder a los otros dos agravios
identificados, los mismos que tienen que ver con el tema de legitimación activa de los impetrantes
de tutela por sucesión propietaria y por tanto con interés legítimo directo en los efectos del proceso
de usucapión; y, el entendimiento expresado por el Tribunal Constitucional Plurinacional, respecto al
planteamiento de un incidente de nulidad en ejecución de sentencia.
En virtud a ello, se evidencia que no existe la respectiva concordancia entre lo pedido y lo resuelto,
habiendo incumplido con los lineamientos establecidos por la jurisprudencia constitucional antes
descrita, siendo evidente la falta de congruencia externa en el fallo impugnado, al no existir la plena
correspondencia entre el planteamiento de los accionantes deducido en su recurso de apelación, y lo
resuelto por las autoridades demandadas.
Por otra parte, conforme se tiene reflejado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, toda autoridad que pronuncie una resolución, debe imprescindiblemente exponer los
hechos (desarrollo descriptivo de los antecedentes que dieron lugar al recurso de apelación), así
como la fundamentación y motivación, entendiéndose por la primera la obligación que tiene la
autoridad que la emite, de citar los preceptos legales sustantivos y adjetivos en que basa la
determinación asumida, vale decir, la justificación a su decisión judicial; y por la segunda, la
manifestación de una serie de razonamientos lógico-jurídicos que la llevaron a la conclusión de que
el acto concreto se ajusta a la hipótesis normativa (fundamentación intelectiva); es decir, hacer saber
al afectado los motivos del procedimiento respectivo, ya que solo así estará en aptitud de defenderse
como estime pertinente.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y del examen de los fundamentos esgrimidos en el Auto de
Vista ahora cuestionado, se advierte claramente que el mismo vulnera el contenido esencial del
derecho a una resolución fundamentada o motivada, por cuanto no cumple con la tercera finalidad
implícita descrita en el citado Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, al contener una motivación insuficiente, ya que las autoridades demandadas ante los
cuestionamientos puntuales efectuados por los peticionantes de tutela, plasmados en su recurso de
apelación, luego de hacer alusión a criterios doctrinarios y jurisprudenciales relacionados al tema de
la motivación, se limitaron a transcribir parte del Auto Interlocutorio de 6 de julio de 2016, emitido
por el Juez codemandado, para así justificar su decisión asumida, concluyendo que “… los incidentistas
María Nieves Arce Janco y Carlos Fabio Dávila Choque no fueron citados con la demanda porque no
fueron demandados dentro del proceso de usucapión decenal, por lo que no pueden alegar
INDEFENSIÓN ni PERJUICIO (…) y la Sentencia (…), no les beneficia ni perjudica…” (sic), sin expresar
razonamientos lógico-jurídicos suficientes que hagan saber a los impetrantes de tutela los motivos
de su determinación, a efectos que exista pleno convencimiento en los mismos de que su actuar se
ajustó a los preceptos legales y jurisprudenciales establecidos respecto al tema de la interposición
del incidente de nulidad de obrados en ejecución de sentencia, pues debe tomarse en cuenta que
toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte un fallo resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión de manera que el
justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda el mismo.
Máxime si -conforme se manifestó en líneas precedentes-, los accionantes en su recurso impugnaticio,
justificaron el interés legítimo que tendrían respecto al aludido proceso de usucapión y por ende su
legitimación activa en el mismo, a efectos del planteamiento del precitado incidente, señalando
además que este Tribunal ya habría establecido un precedente obligatorio con relación a su
interposición en ejecución de sentencia; aspectos sobre los cuales no se pronunciaron las autoridades
codemandadas en el merituado Auto de Vista 149/2018, menos formularon argumentos que
justifiquen la omisión en la que incurrieron al no referirse a los puntos precedentemente detallados,
considerando que uno de los elementos estructurales que hace a la debida motivación de las
resoluciones, es la exposición del criterio jurídico, donde las autoridades exponen de forma clara las
razones que argumentan su fallo, lo que en el caso presente no sucedió.
Consecuentemente, advirtiendo que el Auto de Vista no contiene la debida motivación, traducida en
una decisión insuficiente, la justicia constitucional puede disponer la nulidad y ordenar se pronuncie
otra resolución, conforme a los razonamientos expresados en el citado Fundamento Jurídico III.1 del
presente fallo constitucional, máxime si omitió pronunciarse sobre los agravios expuestos, situación
que conlleva a que los accionantes se encuentren impedidos de comprender las razones de la decisión
asumida por las merituadas autoridades judiciales.
Por lo precedentemente señalado, se evidenció la vulneración del derecho al debido proceso en sus
componentes de motivación y congruencia externa, al pronunciar el Auto de Vista 149/2018 por parte
de los Vocales demandados, siendo viable en consecuencia la tutela que brinda esta acción de
defensa.
En cuanto a la valoración de la prueba invocada como vulnerada por los impetrantes de tutela, cabe
señalar que no fue objeto de estudio en la presente causa, al haberse centrado el análisis y
consideración específicamente en el derecho al debido proceso en sus componentes de motivación y
congruencia antes referidos.
Finalmente, respecto a la transgresión de los derechos a la defensa e igualdad, este Tribunal no
evidencia la lesión de los mismos; por cuanto los accionantes, una vez que advirtieron que el Auto
Interlocutorio de 6 de julio de 2016 no les era favorable, acudieron sin restricción alguna ante la
instancia ordinaria pertinente, formulando recurso de apelación, en procura de obtener un
pronunciamiento acorde a sus derechos o pretensiones.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, no obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 29/2019 de 16 de mayo, cursante de fs. 507 a 511, pronunciada por la
Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, únicamente respecto a la vulneración del debido proceso en sus
componentes de motivación y congruencia externa; y,
2° Dejar sin efecto el Auto de Vista 149/2018 de 5 de noviembre, emitido por los Vocales de la
Sala Mixta Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica y
Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, disponiendo en consecuencia la
emisión de una nueva resolución debidamente motivada y congruente, conforme a los fundamentos
y razonamientos expresados en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
que es inconcebible que un proceso quede sin efecto y exista cosa juzgada sin haberse averiguado
la verdad histórica de los hechos.
Expresó también que al haberse aplicado el desistimiento de la pretensión que describe el art. 365.III
del Código Procesal Civil (CPC), se emitió un criterio jurídico contrario a la progresividad de los
derechos, pues esta norma tiene un contenido regresivo, presumiéndose su inconstitucionalidad.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La peticionante de tutela denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, de acceso a la justicia,
a la defensa, “seguridad jurídica”, a la acción e impugnación y a tener una sentencia de fondo
respecto al proceso de anulabilidad de contrato, citando al efecto los arts. 115, 117 y 180 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto el Auto Supremo 493/2018 de 13 de junio
y el Auto de Vista S.C.C 159/2017 de 2 de mayo emitidos por los Magistrados y Vocales demandados
respectivamente, con cargos, costas y costos.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 535 a
543, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La impetrante de tutela a través de su representante, ratificó íntegramente la acción tutelar
planteada.
I.2.2. Informe de los demandados
Marco Ernesto Jaimes Molina, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, mediante
informe escrito presentado el 16 de mayo de 2019, cursante de fs. 532 a 533 vta., manifestó: a) El
Acuerdo de Sala Plena 189/2017 de aprobación del Protocolo de Aplicación del Código Procesal Civil,
emitido por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, no se encontraba vigente al momento de
emitirse el Auto 51 de 14 de marzo de 2017 ni el Auto de Vista S.C.C 159/“2018” -lo correcto es
2017-, tampoco fue descrito en los recursos de apelación y casación; por ello, no se consideró en el
Auto Supremo; b) En la fase de recursos, el Juez de la causa a través de Auto de 24 de febrero de
2017 convocó a audiencia preliminar intimando a las partes a comparecer en forma personal bajo
alternativa de aplicar la sanción de desistimiento de la pretensión según el art. 365.III del CPC,
Resolución que no fue objetada ni observada oportunamente, y siendo que la actora no se hizo
presente y que su abogado simplemente señaló que se encontraba en comisión, sin hacer alusión a
que tenía poder de representación, declaró la sanción de desistimiento; c) En recurso de casación,
la recurrente sostuvo que su inasistencia se justificó con las literales de fs. 326 a 327, que fueron
“estimadas” porque no concuerdan con la audiencia de 24 de febrero de igual año; razón por la cual,
se declaró infundado el recurso; d) La acción de amparo constitucional no es subsidiaria para sanear
las omisiones de la accionante en primera instancia; e) El argumento de que se interpretó en forma
regresiva el art. 365.III del CPC, no fue descrito en los recursos de apelación ni de casación; f) No
puede presumirse la inconstitucionalidad del art. 365.III del CPC, cuando el art. 4 del Código Procesal
Constitucional (CPCo) describe la presunción de constitucionalidad de las normas; por ende, en su
momento se debió incidentar una acción de inconstitucionalidad concreta; g) Del confuso memorial
de acción de amparo constitucional no se advierte la relación de causalidad, menos haber demostrado
que los reclamos efectuados en la presente acción tutelar ya se hicieron en la fase recursiva; y, h)
El argumento de interpretación errónea, no cumple con los requisitos para su análisis; por lo que,
solicitó se deniegue la tutela impetrada.
Juan Carlos Berríos Albizu, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, no presentó
informe ni concurrió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 512.
Iván Fernando Vidal Aparicio y Sandra Medrano Bautista, Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, no presentaron informe alguno ni asistieron a
la audiencia, no obstante su notificación cursante de fs. 514 a 515.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Dante Wilfredo Miguez Dávila, María del Carmen García Brozovic de Miguez, Sergio Omar Salame
Gonzáles y Prima Fidelia Herbas Saavedra, a través de su representante en audiencia, manifestaron
lo siguiente: 1) La peticionante de tutela no cumplió con los requisitos de admisibilidad porque no
debió demandar a los Vocales del Tribunal de segunda instancia, sino solamente a los Magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia que dictaron el Auto Supremo impugnado; 2) No le corresponde a
la justicia constitucional juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar su
actividad jurisdiccional; 3) La acción tutelar intentada no especifica de qué manera la interpretación
de la legalidad ordinaria conculcó sus derechos y garantías, además que no tomó en cuenta que la
aplicación del art. 365.III del CPC no está librada al criterio discrecional de la autoridad judicial, sino
al cumplimiento de la ley; y, 4) El haberse declarado inadmisible el recurso de apelación por la falta
de expresión de agravios, significa que legalmente no existió este recurso; por lo tanto, tampoco es
admisible la casación; en consecuencia, pidieron la denegatoria de la tutela.
I.2.4. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Decimocuarta de Sucre del departamento de Chuquisaca,
constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución JPCH 003/2019 de 16 de mayo, cursante de
fs. 544 a 549, denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) En su momento se
otorgó el plazo correspondiente para la subsanación de la acción de amparo constitucional que no
fue corregida, y a fin de no dejar a la accionante sin la posibilidad de acceso a la justicia constitucional,
se dispuso su admisión; empero, luego de escuchar los fundamentos jurídicos expuestos en
audiencia, no fue posible determinar la violación de los derechos fundamentales denunciados
respecto al Auto de Vista y Auto Supremo observados; y, ii) La impetrante de tutela, no explicó de
ninguna manera cómo el Tribunal de cierre que emitió el aludido Auto Supremo, vulneró sus
derechos, por lo que corresponde denegar la tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Definitivo 183 de 18 de octubre de 2016, pronunciado en la audiencia preliminar de
la misma fecha, por el Juez Público Civil y Comercial Quinto de Sucre del departamento de
Chuquisaca, que declaró improbadas las excepciones previas de obscuridad, contradicción e
imprecisión en la demanda, prescripción del derecho patrimonial y de la acción de anulabilidad; y,
“PROBADA” la excepción previa de prescripción del derecho a pedir la herencia interpuesta por
Dante Wilfredo Miguez Dávila y María del Carmen García Brozovic de Miguez; así como las
excepciones interpuestas por el Defensor de Oficio en representación de Prima Fidelia Herbas
Saavedra (fs. 331 a 333).
II.2. Eufemia López Gonzales -accionante- a través de su representante, el 21 de octubre de 2016
interpuso recurso de apelación contra el Auto Definitivo precitado, el mismo que mereció el Auto de
Vista SCCF II 43/2017 de 20 de enero dictado por los Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca -demandados- que anuló obrados hasta fs. 330
inclusive, debiendo proceder a realizar nueva audiencia preliminar (fs. 334 a 337 y 353 a 354).
II.3. Cursa acta de audiencia preliminar de 14 de marzo de 2017 en la que el Juez de la causa,
mediante Auto Definitivo 51 de la misma fecha, ante la inasistencia no justificada de la parte actora,
declaró el “…DESISTIMIENTO DE LA PRETENSIÓN…” (sic); decisión que fue apelada por la
impetrante de tutela el 17 del citado mes y año (fs. 366 a 368 y 371 a 375).
II.4. El recurso de apelación referido precedentemente, mereció el Auto de Vista S.C.C II 159/2017
de 2 de mayo, pronunciado por los Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Chuquisaca que declaró “INADMISIBLE” la apelación formulada por
la peticionante de tutela contra el Auto Definitivo 51, por la falta de expresión de agravios; Resolución
que fue objeto de recurso de explicación complementación, aclaración y enmienda a través del
memorial presentado el 8 de igual mes y año, dictándose en su mérito el Auto de 9 de igual mes y
año, por el que dicho Tribunal de apelación al considerar que la solicitud pretendía modificar aspectos
de fondo, determinó no dar lugar a la misma; por lo que, mediante memorial presentado el 24 de
idéntico mes y año, la prenombrada interpuso recurso de casación (fs. 392 a 393, 397 a 399 y 404 a
415 vta.).
II.5. Por Auto Supremo 493/2018 de 13 de junio, los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia -demandados-, declararon “INFUNDADO” el recurso de casación
precedentemente citado (fs. 443 a 446 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, de acceso a la justicia, a la
defensa, “seguridad jurídica”, a la acción e impugnación y a tener una sentencia de fondo respecto
al proceso de anulabilidad de contrato; toda vez que, las autoridades demandadas -en instancia de
apelación y casación-, desconocieron sus derechos de heredera legítima por cuestiones meramente
formales y procedimentales, limitando su derecho de acceso a la justicia, cuando más bien debieron
hacer una revisión de lo obrado para fallar conforme a derecho, priorizando la verdad material y el
derecho de poder contar con un fallo de fondo sin esperar que medie un reclamo específico del caso
concreto.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Requisitos de admisibilidad de la acción de amparo constitucional. Relación de
causalidad entre los hechos, derechos y petitorio
Al respecto, la SCP 1774/2012 de 1 de octubre, citando la SCP 0412/2012 de 22 de junio, aludió a
los requisitos de admisibilidad de la presente acción tutelar que deben ser cumplidos a tiempo de
interponerse una acción de amparo constitucional; mismos que actualmente se encuentran
establecidos en el art. 33 del CPCo, de la siguiente forma: «…“ La norma prevista en el art. 97 de la
Ley del Tribunal Constitucional (LTC), establece los requisitos de forma y contenido que deben ser
cumplidos en la presentación de todo recurso de amparo constitucional, ahora acción de amparo
constitucional, señalando expresamente que el accionante deberá: 'I.- Acreditar la personería del
recurrente; II.- Nombre y domicilio de la parte recurrida o de su representante legal; III.- Exponer
con precisión y claridad los hechos que le sirvan de fundamento; IV.- Precisar con precisión
los derechos o garantías que se consideren restringidos, suprimidos o amenazados; V.- Acompañar
las pruebas en que se funda la pretensión; y, VI.- Fijar con precisión el amparo que se solicita
para preservar o restablecer el derecho o la garantía vulnerados o amenazados'. Los
requisitos señalados, tanto de forma como de contenido, fueron desarrollados por la Jurisprudencia
de este Tribunal, es así que a partir de la SC 0365/2005-R de 13 de abril, citada de forma reiterada
en a través de la SC 0655/2011-R de 16 de mayo, entre muchas otras, precisó: '…depende que tanto
el juez o tribunal de amparo así como el Tribunal Constitucional puedan compulsar sobre la base de
criterios objetivos, la legitimación de las partes, así como la veracidad de los hechos reclamados y
los derechos lesionados, para en definitiva otorgar o negar el amparo expresamente solicitado; a su
vez tiende a garantizar también que con tales precisiones puedan estar a derecho para asumir
defensa en debida forma (…)'.
A esta altura del análisis, corresponde precisar que los requisitos exigidos (…) están destinados
a evitar el inicio de un procedimiento que carezca de los elementos básicos necesarios
para decidir sobre la pretensión jurídica deducida; sea para estimarla o desestimarla. De ahí
que resulta conveniente puntualizar la relevancia procesal que tienen los tres requisitos de
contenido…
III.1.1. Exponer con precisión y claridad los hechos que le sirven de fundamento…
Se trata de una relación fáctica que debe hacer el recurrente; pues está referida a los hechos que
sirven de fundamento del recurso o de la razón o razones en la que el recurrente apoya
la protección que solicita, que no siempre está referido a un solo hecho sino a varios hechos, que
de manera congruente se reconducen y sirven de fundamento del petitorio. Expuestos los hechos en
el marco señalado, impide que la acción o el contenido del recurso pueda ser variado o cambiado a
lo largo del proceso del amparo; de lo contrario se estaría frente a un nuevo recurso.
(…)
En síntesis el elemento factico aludido (conjunto de hechos) y su calificación jurídica (derechos o
garantías supuestamente violados), constituye lo que la doctrina denomina genéricamente
'la causa de pedir', causa de pedir que debe ser claramente precisada y delimitado por el
recurrente. Conforme a lo señalado, los hechos jurídicamente relevantes que sirven de fundamento
factico del recurso deben ser, como lo expresa la ley, expuestos con precisión y claridad dado que
los mismos delimitan la causa de pedir y vinculan al Tribunal de amparo, es decir que este, deberá
resolver la problemática planteada conforme en esa descripción de los hechos y su calificación jurídica
(derechos lesionados) y no otra.
III.1.2. Precisar los derechos o garantías que consideren suprimidos o amenazados (art. 97.IV de la
LTC). Como quedo precisado en el punto anterior, la causa de pedir tiene dos elementos: 1) el
elemento factico que está referido a los hechos que sirven de fundamento al recurso; 2)
el elemento normativo, es decir, los derechos o garantías invocados como lesionados por
esos hechos, que deben ser precisados por el recurrente; sin embargo, como en los hechos debe
acreditarse el derecho vulnerado, es preciso que exista una relación de causalidad entre el
hecho que sirve de fundamento y la lesión causada al derecho o garantía. De ahí que el
cumplimiento de esta exigencia no se reduce a enumerar artículos, sino a explicar desde
el punto de vista causal, como esos hechos han lesionado el derecho en cuestión.
(…)
De la jurisprudencia anotada se concluye que si el Tribunal o el Juez de garantías admitieron
la acción de amparo constitucional a pesar de no cumplir con alguno de los requisitos de
contenido o de forma corresponderá al Tribunal Constitucional en revisión denegar la
tutela sin ingresar al análisis de la problemática planteada…”» (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
Del memorial de acción de amparo constitucional presentado, se tiene que la accionante considera
que fueron lesionados sus derechos al debido proceso, de acceso a la justicia, a la defensa, “seguridad
jurídica”, a la acción e impugnación y a tener una sentencia de fondo respecto al proceso de
anulabilidad de contrato, alegando que las autoridades demandadas en instancia de apelación y
casación, desconocieron sus derechos de heredera legítima por cuestiones meramente formales y
procedimentales, limitando el acceso a la justicia, cuando más bien debieron hacer una revisión de
lo obrado para fallar conforme a ley, priorizando la verdad material y el derecho de poder contar con
un fallo de fondo sin esperar que medie un reclamo específico del caso concreto.
Al respecto, es pertinente puntualizar que al advertir que en la presente acción tutelar, la impetrante
de tutela cuestiona la actuación del Juez de la causa; empero, interpone la demanda contra el
Tribunal de apelación y el Tribunal de cierre; ante esta situación, es preciso aclarar que esta
jurisdicción no puede emitir pronunciamiento sobre las denuncias de los actos de primera instancia
del proceso ordinario de referencia; puesto que conforme a la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional“…esta jurisdicción no se constituye en un mecanismo de impugnación de
la labor que efectúan los jueces y tribunales ordinarios; el Tribunal Constitucional Plurinacional no
puede inmiscuirse en esa labor particular, al estar compelido al cumplimiento de funciones
diferentes…” (SCP 1737/2014 de 5 de septiembre); es decir, no es una instancia recursiva adicional
de examen de todo el proceso, debido a que existen las etapas ordinarias pertinentes que en la causa
de origen fueron activadas por la accionante, como son los recursos de apelación y casación,
quedando por lo tanto limitada la intervención de la jurisdicción constitucional a analizar únicamente
la última Resolución dictada dentro del indicado proceso, que en el caso es el Auto Supremo 493/2018
de 13 de junio, que a su turno tuvo la oportunidad de revisar el Auto de Vista emitido en apelación,
cumpliéndose a partir de este entendimiento uno de los principios característicos de la acción de
amparo constitucional que es el de la subsidiariedad, aspecto que delimita el pronunciamiento a
dictarse por este Tribunal.
En ese orden, del análisis del memorial de la acción tutelar interpuesta, se evidencia que la accionante
alegó fundamentalmente que el Juez de instancia en la audiencia preliminar de 18 de octubre de
2016 declaró el desistimiento de la demanda ordinaria, en base al art. 365.III del CPC, sin tomar en
cuenta que había constituido apoderado con amplias facultades para que la represente en todo el
proceso, del que en ningún momento fue observada su participación, y que además solo tenía que
dar continuidad a dicha audiencia que fue instalada el 4 de julio de 2016, sin que en esa oportunidad
se haya exigido su presencia en ese acto, por lo que entendió que se emitió un criterio jurídico
contrario a la progresividad de los derechos, pues la norma legal aplicada tiene un contenido
regresivo, presumiéndose su inconstitucionalidad; y que habiendo formulado los recursos de
apelación y casación, las autoridades demandadas desconocieron sus derechos de heredera legítima
por cuestiones meramente formales y procedimentales, limitando el acceso a la justicia, cuando en
las resoluciones que dictaron debieron revisar lo obrado para fallar conforme a ley, sin esperar que
medie un reclamo específico del caso concreto, priorizando la verdad material y el derecho de poder
contar con un fallo de fondo, ya que es inconcebible que un proceso quede sin efecto y exista cosa
juzgada sin haberse averiguado la verdad histórica de los hechos, argumentos que fueron reiterados
en la audiencia de garantías.
Es decir, los hechos que sirven de fundamento del recurso o las razones en las que la impetrante de
tutela apoya la protección que solicita -causa petendi-, tienen que ver únicamente con los actos de
la autoridad a quo, mismos que como se aclaró previamente, esta jurisdicción no puede revisar,
estando limitada al análisis de la actuación del Tribunal de cierre, respecto del cual solamente alegó
que vulneró sus derechos pero no describió cómo ni de qué forma lo hizo, no precisó cuáles fueron
los actos del Tribunal de casación que lesionaron los mismos en relación al contenido del Auto
Supremo confutado, lo que hace colegir que no dio cumplimiento a uno de los requisitos de
admisibilidad, como es el precisar el elemento fáctico de su pretensión que dio lugar a la supuesta
conculcación de derechos o garantías constitucionales por parte de los Magistrados demandados, tal
como prescribe la jurisprudencia constitucional: “'…1) El elemento fáctico que está referido a los
hechos que sirven de fundamento al recurso; 2) El elemento normativo, es decir, los derechos o
garantías invocado como lesionados por esos hechos, que deben ser precisados por el recurrente;
sin embargo, como en los hechos debe acreditarse el derecho vulnerado, es preciso que exista
una relación de causalidad entre el hecho que sirve de fundamento y la lesión causada al
derecho o garantía…’” (las negrillas son nuestras) Auto Constitucional (AC) 0117/2010-RCA de 5
de julio, lo que no ocurre en el presente caso, circunstancia que impide ingresar a analizar el fondo
de la problemática suscitada, conforme al Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo.
De igual forma, se advierte que el petitorio de la presente acción tutelar se limita a solicitar que se
deje sin efecto tanto el Auto de Vista como el Auto Supremo observados, pero omite fijar con precisión
qué tipo de amparo solicita para preservar o restablecer los derechos supuestamente vulnerados,
requisito imprescindible, puesto que esta jurisdicción está obligada a conferir solo lo que se le pide,
aspecto que guarda directa relación con la naturaleza jurídica de la presente acción de defensa (SCP
0412/2012 de 22 de junio); por lo que, incumple también con los requisitos de admisibilidad básicos
exigidos para la interposición de las acciones tutelares.
Finalmente, sobre la alusión que hace la peticionante de tutela en relación a la presumible
inconstitucionalidad del art. 365.II del CPC, es necesario precisar que las sentencias que resuelven
las acciones de amparo constitucional, de ninguna manera tutelan ni solucionan aspectos relativos a
la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una determinada ley o artículo, así la SC 2765/2010-R
de 10 de diciembre, indicó que: “Con el fin de resguardar un correcto manejo de la acción planteada,
es preciso señalar que no se puede interponer un amparo, alegando la inconstitucionalidad de una
disposición legal, pues para ello, la Ley del Tribunal Constitucional, tiene previsto el recurso directo
años computados desde el momento en que se abrió la sucesión hereditaria, y que desde esa fecha
hasta el 1 de marzo de 2013, que le declararon heredero al fallecimiento de su progenitor, habría
transcurrido más de cinco años.
Interpuesto el recurso de apelación contra el indicado fallo, el Tribunal de alzada por Auto de Vista
261/2018 de 27 de agosto, confirmó la decisión impugnada, señalando que el contrato de iguala
profesional establecía que se podían cobrar los honorarios profesionales del monto obtenido por los
demandados, pero que en ningún momento se acordó que la condición para su exigibilidad estuviese
sujeto a que se determine la retención de fondos.
El Auto de Vista impugnado, contiene un razonamiento irracional, al no haber considerado que el
contrato establece el pago de honorarios sobre el 30 % del monto obtenido, de ahí que, a tiempo de
abrirse la sucesión hereditaria o la fecha en que le declararon judicialmente heredero, no había un
monto aun logrado, ocurriendo recién en el momento en que el Gobierno Autónomo Municipal de La
Paz efectuó el depósito por daños y perjuicios en las cuentas del Consejo de la Magistratura.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Consideró como lesionados sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y a la propiedad
privada; citando al efecto los arts. 56.III y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se anule el Auto de Vista 261/2018, disponiendo que
las autoridades demandadas emitan nueva resolución reparando los actos vulneratorios debidamente
identificados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 29 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 382 a
390, se produjeron los siguientes actuados.
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados ratificó el contenido del memorial de acción de amparo
constitucional y ampliándolo, señaló que: a) La familia Brun Andrade el 11 de diciembre de 2015,
logró recuperar la suma de Bs19 924 748.- (diecinueve millones novecientos veinticuatro mil
setecientos cuarenta y ocho bolivianos), gracias a las gestiones desarrolladas por su padre en calidad
de abogado defensor; b) Acreditando su condición de heredero del abogado de la familia Brun
Andrade, el 6 de mayo de 2014, solicitó el pago de honorarios profesionales que correspondían a su
padre, señalando la Jueza de la causa que el mismo recién podía hacerse efectivo una vez
desembolsado el dinero; en virtud de un nuevo petitorio la referida autoridad dictó el proveído de 23
de abril del 2015, indicando: “…estese a la iguala que debe ser honrada en esos términos aún no
existe constancia de pago que produzca, una vez que se produzca habrá pago…” (sic), decreto que
al no ser apelado por las partes, dio validez al documento de cobro; sin embargo, la Jueza Pública
Civil y Comercial Quinta de la Capital de departamento de La Paz, actuando en suplencia legal,
mediante Auto Interlocutorio 85/2016 declaró la prescripción del cobro de los indicados honorarios;
decisión que fue apelada y confirmada por el Auto de Vista ahora cuestionado en vulneración del
debido proceso; c) De acuerdo a la SCP “617/2016 de 27 de octubre”, los honorarios profesionales
se cancelan en el porcentaje, cuando es recuperado el monto del mandante; por esa razón, no podía
haberse pedido el pago de lo adeudado a su progenitor en la gestión 2013, cuando este recién se
efectivizó el 2015; d) No se puede argumentar que el trabajo de patrocinio no fue concluido, debido
a que a la colega de su fallecido padre que fue parte de la defensa de la familia Brun Andrade, se le
cancelaron sus honorarios en la mitad del porcentaje establecido en la iguala profesional; e) De
acuerdo al art. 496 del Código Civil (CC), la condición suspensiva pendiente se cumple cuando el
acontecimiento incierto se realiza, el cual se dió el 11 de diciembre de 2015; f) El art. 1492 del citado
Código, señala que un derecho se extingue cuando su titular no lo ejerce durante el tiempo que la
ley lo establece, aspecto que no ocurrió en el caso concreto debido a que su persona pidió el pago
de manera anticipada y dentro del plazo establecido; y, g) Si bien su padre falleció, el trabajo de
patrocinio profesional ya estaba prácticamente concluido, correspondiéndole el pago del 15% como
a su colega copatrocinante “…en ese sentido está claro y es evidente la infracción del debido proceso
que ha sido víctima…” (sic).
I.2.2. Informe de los demandados
Ernesto Macuchapi Laguna y Jacqueline Cecilia Rada Arana, Vocales de la Sala Civil Quinta y Tercera
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por informe escrito presentado
el 22 de marzo de 2019, cursante de fs. 336 a 337 vta., señalaron que: 1) La Resolución impugnada
cuenta con la debida fundamentación y motivación, fue expresada de forma objetiva y coherente
bajo el principio de pertinencia establecido en el art. 265 del Código Procesal Civil (CPC), confirmando
la decisión adoptada por la Jueza de primera instancia; 2) De la lectura de la acción de amparo
constitucional se advirtió que el ahora accionante expuso una relación fáctica que no puso en
conocimiento de sus autoridades, debido a que en el recurso de apelación señaló entre otras cosas
que la exigibilidad de los honorarios profesionales estaba sujeta a una condición suspensiva como la
retención de fondos, determinada el 22 de septiembre de 2015, de ahí que, en la iguala profesional
no evidenciaron la existencia de ninguna condición suspensiva; 3) El peticionante de tutela no es
congruente con los argumentos sostenidos en el citado recurso; ya que, ahora dejando de lado el
fundamento de la supuesta condición suspensiva que se habría cumplido con la retención de fondos,
de forma sorprendente refirió que dicho acontecimiento se habría cumplido el 11 de diciembre de
2015 en el momento que se realizó el depósito judicial; 4) No se lesionó ningún derecho
constitucional del accionante, al haber dictado el Auto de Vista de acuerdo a los argumentos que
expuso en su recurso de apelación; y, 5) De la lectura de la acción de amparo constitucional
planteada, el solicitante de tutela no señaló de forma concreta qué derechos se hubieran
transgredido. Con base en estos fundamentos solicitaron se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Juan Brun Guzmán y Margarita Delicia Andrade Muñoz de Brun, por memorial presentado el 22 de
marzo de 2019, cursante de fs. 338 a 343 vta., señalaron que: i) De acuerdo a la SCP 0108/2012 de
27 de abril, la interpretación de la legalidad ordinaria es una atribución exclusiva de los jueces y
tribunales ordinarios, y en el presente caso el peticionante de tutela no cumplió con los presupuestos
procesales, para que la jurisdicción constitucional pueda revisar dicha labor; ii) Este mecanismo
constitucional no se activa para reparar supuestos actos que infringen las normas procesales o
sustantivas, debido a una incorrecta interpretación o indebida aplicación de las mismas; iii) Se debe
declarar improcedente la acción tutelar interpuesta porque no se cumplió con los requisitos
específicos para su procedencia; iv) La tutela solicitada es incongruente con relación al petitorio de
anulación del Auto de Vista impugnado; debido a que, las autoridades demandadas se limitaron por
pertinencia y congruencia, a lo alegado por el recurrente en la apelación; v) Los argumentos
planteados en la presente acción de defensa no fueron denunciados en el recurso de apelación; y,
vi) No existió lesión al derecho sucesorio porque su carácter de heredero no está en discusión, sino
la prescripción de la acción para ejercer el cobro.
En audiencia a través de su abogado, ratificaron el tenor de su acción tutelar y ampliándolo indicaron
que: a) El contenido del memorial de apelación no hace mención a la prescripción sino que se avocan
a defender el cumplimiento de la iguala profesional como si fuera un contrato laboral; b) No puede
el accionante pretender corregir o subsanar a través de la acción de amparo constitucional las
omisiones en que incurrió al formular su impugnación; y, c) El Tribunal de alzada no podía
pronunciarse sin vulnerar los principios de pertinencia y congruencia sobre puntos que no fueron
objetados en el recurso de apelación interpuesto por el impetrante de tutela.
El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, a través de sus representantes por memorial de 24 de
abril de 2019, cursante de 375 a 381, señaló que: 1) Existe omisión de notificación a la tercera
interesada abogada Elfía Rivero Suarez; 2) Observó insuficiencia y falta de legitimación pasiva al no
haber incluido como demandada a la Jueza Pública Civil y Comercial Segunda de la Capital del
departamento referido; 3) En materia de sucesiones, la herencia se adquiere desde el momento en
que se abre la sucesión; 4) El accionante realizó actos consentidos debido a que al fallecimiento de
su padre ocurrido el 2008, continuaron los trabajos de defensa por la abogada Elfía Rivero Suarez y
habiendo cesado dicho patrocinio el 2009, no se reclamó el pago de los honorarios profesionales; 5)
La iguala profesional no contiene ninguna condición suspensiva; 6) El peticionante de tutela confunde
liquidez con exigibilidad, sin tomar en cuenta que el art. 1493 del CC, es claro al establecer que la
prescripción comienza a correr desde que el titular ha podido hacer valer su derecho; en el caso
concreto, el solicitante de tutela no ejerció su derecho de cobro de honorarios profesionales por el
trabajo de su padre desde el momento que dejó de patrocinar la causa; y, 7) El no haber ejercido el
derecho de cobro en el plazo legal, dio lugar a la decisión judicial de declarar probada la excepción
de prescripción, y en consecuencia el monto cobrado queda a favor del Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz. Con base en esos fundamentos, solicitaron se declare la improcedencia o se deniegue la
tutela impetrada.
En audiencia a través de su abogado, señaló: i) Al momento de resolver la acción de defensa se debe
tener en cuenta las prescripciones bienales; y, ii) Al existir derechos controvertidos entre el aludido
Gobierno Autónomo Municipal y las partes involucradas en la presente acción de defensa se debe
denegar la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante
Resolución 078/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 391 a 397, concedió en parte la tutela
solicitada, respecto a la supresión del derecho a la sucesión hereditaria y la propiedad privada y
denegó la tutela por el derecho al trabajo, determinando en consecuencia la nulidad del Auto de
Vista 261/2018, disponiendo que los miembros de la Sala Civil Quinta del Tribunal Departamental de
Justicia del referido departamento, procedan a dictar un nuevo auto de vista observando los alcances
efectuados en el fallo constitucional emitido al advertir incongruencia en la decisión asumida por las
autoridades demandadas, con base en los siguientes fundamentos: a) Partiendo del hecho de que
los honorarios serían cancelados al momento de que exista una determinación definitiva, es
improbable al tenor de los arts. 1493 y 1507 del CC, hablar de prescripción sobre un acontecimiento
que aún no se dió; b) La condición a la que estaba sujeta la iguala profesional era la efectivización
del pago y al haberse generado el depósito judicial el 11 de diciembre de 2015, las autoridades
judiciales hicieron mal al pretender forzar su observancia antes de que se cumpla ese acontecimiento
como era el monto obtenido; c) El derecho al debido proceso sustantivo, no se supera con el hecho
de que el Tribunal de alzada haya resuelto o se hubiese pronunciado en relación a los agravios que
fueron postulados; d) Si bien, el contenido del recurso de apelación, hace mención a que la iguala
profesional suscrita el 16 de febrero de 2001, tendría “ribetes” de ser un contrato laboral y por
consiguiente carácter de imprescriptible; empero, también contiene el reclamo sobre la existencia de
la condición suspensiva y la naturaleza de la relación contractual, denunciando ausencia de
motivación y coherencia en el Auto Interlocutorio impugnado; e) El Auto de Vista recurrido, a tiempo
de resolver los cuestionamientos contenidos en el recurso referido, efectuó una transcripción de la
cláusula tercera del párrafo tercero de la iguala profesional, concluyendo que jamás se puso como
requisito de exigibilidad la retención de fondos como erróneamente sostiene el recurrente, lo que
evidencia que las autoridades demandadas, efectuaron un análisis incorrecto sobre el régimen de la
condición suspensiva a la cual estaba sometida la iguala profesional en relación a los arts. 1495, 1502
y 1510 del CC; f) El citado contrato se encontraba sujeto a una condición suspensiva, que se
materializó el 11 de diciembre de 2015, al momento de efectuarse el depósito judicial por la suma de
Bs19 924 748.- y es precisamente este acontecimiento a partir del cual recién se puede consolidar
y/o materializar el derecho del accionante respecto al pago de honorarios profesionales; y, g) Las
autoridades demandadas con la emisión del Auto de Vista cuestionado, suprimieron los derechos del
impetrante de tutela, impidiéndole ejercer su derecho a la sucesión hereditaria que le asiste, la que
está vinculada con el ejercicio al derecho a su propiedad privada.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
No habiendo encontrado consenso en Sala, de conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al Presidente de este Tribunal, a fin de
dirimir con su voto el caso en análisis.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa iguala profesional de 16 de febrero de 2001, suscrita entre Juan Brun Guzmán por sí
mismo y por su esposa Margarita Andrade Muñoz de Brun; y, los abogados Juan Carlos Lazcano
Henry y Elfía Rivero Suárez, para que asuman defensa dentro del proceso ordinario de mejor derecho
propietario, nulidad de transferencia, cancelación de partida en Derechos Reales y rehabilitación,
seguido por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (entonces Alcaldía Municipal), estableciendo
que: “El monto de los Honorarios Profesionales para el servicio anteriormente descrito, queda
establecido en el porcentaje de treinta por ciento (30%) del monto obtenido que se aplicará a partir
de la suma de trescientos mil dólares americanos…” (sic [fs. 145]).
II.2. Mediante memorial presentado el 6 de mayo de 2014, el ahora accionante se apersonó a la
entonces Jueza de Partido en lo Civil y Comercial Tercera de la Capital del departamento de La Paz,
haciendo conocer su condición de heredero forzoso ab intestato de su padre Juan Carlos Lazcano
Henry; en dicho mérito, solicitó se ordene la liquidación de honorarios profesionales pactados
conforme a la referida iguala, una vez entregado el avalúo pericial que determine el monto de los
daños y perjuicios (fs. 156 y vta.).
II.3. Por memorial presentado el 22 de abril de 2015, el impetrante de tutela reiteró su solicitud ante
la misma autoridad jurisdiccional, para que proceda a la liquidación de honorarios profesionales y
efectué la correspondiente retención y orden de pago a su favor como heredero del abogado fallecido
Juan Carlos Lazcano Henry, mereciendo la providencia de 23 del mismo mes y año que señaló:
“…estése a la iguala suscrita con la parte patrocinada, debiendo tener presente lo acordado y el
monto establecido por concepto de honorarios profesionales, los mismos que deben ser honrados en
esos términos, asimismo considérese por la parte presentante que aún no existe constancia de pago
por la parte demandante, en tal sentido una vez se produzca el mismo, se tendrá presente la iguala
de fs. 1782 de obrados a los efectos de su cumplimiento…” (sic [fs. 163 a 164]).
II.4. A través de memorial desplegado el 5 de mayo de 2015, Juan Brun Guzmán y Margarita Andrade
Muñoz de Brun, interpusieron excepción de prescripción contra la pretensión del accionante
aduciendo que el último memorial del fallecido abogado patrocinante fue presentado el 31 de octubre
de 2007, debiendo en su criterio computarse a partir de esta fecha la prescripción bienal para que su
heredero haga valer su derecho (fs. 165 a 167).
II.5. Por Auto Interlocutorio 85/2016 de 10 de marzo, la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta -en
suplencia de su similar Tercera- de la Capital del departamento de La Paz declaró probada la
excepción de prescripción opuesta por los anteriormente mencionados, únicamente respecto a los
honorarios reclamados por Francisco Javier Lazcano Reyes; y, con relación a Elfía Riveros Suarez,
dispuso que se proceda a la retención del 15 % del monto contenido en el depósito judicial cursante
a fs. 3871 conforme a la iguala profesional (fs. 251 a 252 vta.).
II.6. A través del memorial presentado el 16 de marzo de 2016, el impetrante de tutela, interpuso
recurso de apelación contra el Auto Interlocutorio 85/2016, (fs. 255 a 257 vta.).
II.7. Mediante Auto de Vista 261/2018 de 27 de agosto, la Sala Civil Quinta del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, resolvió confirmar el Auto Interlocutorio 85/2016, estableciendo
entre otros fundamentos, que en la iguala profesional no existía ninguna condición para la
efectivización del pago de honorarios (fs. 312 a 314 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como vulnerados sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y a la
propiedad privada; debido a que, al confirmar en alzada el Auto Interlocutorio 85/2016 de 10 de
marzo que declaró prescrito su derecho a cobrar los honorarios profesionales de su difundo padre,
las retribuciones y gastos debidos a los abogados, el término de prescripción corre desde la conclusión
del proceso.
En efecto, siendo que en el presente caso el padre del accionante suscribió un contrato de iguala
profesional para el patrocinio del proceso ordinario seguido contra Juan Brun Guzmán y su esposa
en el que se determinó como honorarios profesionales el 30% del monto obtenido, y en atención a
que conforme lo establecido en el Código Civil el cómputo del plazo de prescripción para los
honorarios profesionales del abogado corre desde que concluye el proceso, la conciliación o
avenimiento de las partes, o la revocatoria de los poderes concedidos, se hace evidente que la
determinación arribada por las autoridades demandadas carece del debido sustento que justifique
por qué en el caso en análisis, más allá del fallecimiento del abogado, el plazo legal para el cobro de
los honorarios profesionales debe merecer un tratamiento distinto al establecido por la norma; por lo
que, la conclusión arribada deviene en arbitraria y no condice con ninguna disposición normativa;
además, de no ser evidente lo referido respecto a la inactividad del cobro; por cuanto, conforme se
tiene precisado en las Conclusiones II.3 y 4, el impetrante de tutela presentó en reiteradas
oportunidades solicitudes para hacer efectivo el mismo, siendo incluso respondido por la autoridad
judicial en sentido que aún no existía constancia de pago por la parte demandante, indicando que
“…en tal sentido una vez se produzca el mismo, se tendrá la iguala de fs. 1782 de obrados a los
efectos de su cumplimiento…” (sic); aspecto que, no puede ser desconocido por los Vocales
demandados a tiempo de valorar la aplicación de la norma y el efectivo ejercicio de los derechos que
le asisten al peticionante de tutela, cuestiones que al no ser consideradas en la decisión analizada,
hacen que dicha determinación sea lesiva al debido proceso en sus componentes de fundamentación
y motivación de las resoluciones.
Por otro lado, siendo que el Auto Vista en análisis confirmó la prescripción del cobro de los honorarios
profesionales del padre del impetrante de tutela, y dado que este se constituye en el heredero de los
bienes del causante, la decisión de restringir con fundamentos arbitrarios la posibilidad de cobro de
los derechos que en vida le correspondían al de cujus constituye también una restricción al ejercicio
del derecho sucesorio y a la percepción de la herencia a favor del accionante como derechos
consolidados a partir de la declaratoria de herederos; razón por la que, también corresponde que la
tutela sea concedida en relación a los mismos.
Finalmente, sobre la denuncia de vulneración del derecho la propiedad privada, el solicitante de tutela
no expuso en qué medida este se vio afectado con el Auto de Vista impugnado, limitándose a dejar
constancia que el Auto de Vista que confirma la decisión de declarar la prescripción de su derecho a
cobrar los honorarios profesionales de su padre es vulneratoria, sin establecer el vínculo de causalidad
del hecho denunciado con el citado derecho, correspondiendo denegar la tutela a este respecto.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela solicitada, aunque
con otros fundamentos obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 078/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 391 a 397,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y,
en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela impetrada únicamente respecto a la lesión del
debido proceso en sus componentes de fundamentación y motivación y a la sucesión hereditaria,
dejando sin efecto el Auto de Vista 261/2018 de 27 de agosto, disponiendo que las autoridades
demandadas emitan un nuevo fallo de forma inmediata, con base en los fundamentos de este fallo
constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Al no existir consenso en Sala dentro del presente caso, dirime el Dr. Petronilo Flores Condori, siendo
de Voto Disidente el Magistrado MSc. Paul Enrique Franco Zamora.
Celebrada la audiencia pública el 8 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 427 a 429
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado ratificaron el contenido de su acción popular y ampliándola
precisaron que se produjo un daño al medio ambiente emergente de la construcción de casas
clandestinas pese a las medidas precautorias dispuestas por el INRA en la RA 022/2019.
I.2.2. Informe de los demandados
La Empresa Constructora y de Servicios OLMEDO LTDA., representada por Alfredo Rómulo, Carlos
Alberto, René Fernando y Guillermo Xavier, todos Olmedo Zegarra, René Olmedo Virreira, Diego y
Sergio Olmedo Ponce, Cecilia Ángela Mejía de Quiroga, Sergio Joaquín Poma, Javier Omar
Bustamante Sejas, Teófilo Huaranca Pattzi, Olimpia Rosas Torrico, Eleuterio Inclan Espinoza,
Cupertina Calvi Escalera y Roberto José Abaroa Leigue y Claudia Vanesa Valdivieso Portillo, en
audiencia a través de sus abogados manifestaron que: 1) Los peticionantes de tutela no acreditaron
los extremos vertidos en su acción popular, por el contrario es cuestionable la legalidad de la
obtención de videos y fotografías, tampoco se demostró que el área del emplazamiento de las
construcciones sea protegida; y, 2) Por la documental presentada se evidencia la legítima posesión
de los terrenos a los que se hizo referencia; y, 3) Previa activación de esta acción popular se
interpusieron varias acciones anteriores con igual objeto.
Luciano Quiroz Zárate, Crispo Ferrer Cano Ignacio, Luis Veizaga Gutiérrez, Marco Antonio Canqui
Patón y Julián Cruz Veizaga, no asistieron a la audiencia pública ni remitieron informe escrito pese a
su notificación cursante a fs. 152, 154, 205, 229 y 277.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución AP-0001/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 430 a 435 vta., denegó la tutela impetrada,
en base a los siguientes fundamentos: i) Previo a la interposición de esta acción, constan la
tramitación de otras de amparo constitucional y popular presentadas en representación del Sindicato
Agrario Alba Rancho, verificándose que existen hechos controvertidos que no pueden ser definidos
por esta jurisdicción y que son de pleno conocimiento de los accionantes, mismos que tampoco
acreditaron de forma objetiva el daño al medio ambiente; y, ii) Lo que se pidió a través de este
medio de tutela es el cumplimiento de la RA 022/2019, que a decir de los demandados ya habría sido
dejada sin efecto, pretendiendo entonces forzar los alcances de la acción popular a las acciones
legales llevadas a cabo en la jurisdicción agroambiental e instancias administrativas, siendo que no
corresponde dilucidar esos aspectos ante la existencia de medios de impugnación específicos en los
ámbitos correspondientes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa muestrario fotográfico de la construcción de viviendas y diario digital Los Tiempos con
imágenes del Sindicato Agrario Alba Rancho (fs. 39 a 43).
II.2. Consta Formulario de Información Rápida de Derechos Reales (DD.RR.) de 3 de mayo de 2019,
en el que se consigna a la Empresa Técnica Constructora y de Servicios OLMEDO LTDA. como
propietaria del lote de terreno de 3 154 549 m² ubicado en el ex fundo Alba Rancho en el cantón
Itocta del departamento de Cochabamba (fs. 306 y vta.).
II.3. Mediante RA 022/2019 de 25 de febrero, el Director Departamental del INRA Cochabamba
determinó para el normal desarrollo de la tramitación del saneamiento y la ejecución de los procesos
agrarios, el establecimiento de medidas precautorias sobre el predio Alba Rancho, consistentes en:
a) Prohibición de asentamientos; b) Paralización de trabajos; c) Prohibición de innovar; y, d) No
consideración de transferencias de predios objeto de saneamiento, expropiación o reversión (fs. 6 a
10).
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…”» (las negrillas corresponden al texto
original).
III.2. Análisis del caso concreto
Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el accionante se centra en que dentro del proceso de exámenes de ascenso de la Policía Boliviana,
reprobó la materia de Base Legal de la Seguridad Ciudadana, activando los recursos de impugnación;
sin embargo, el Decreto 012/2018 de 21 de noviembre: 1) No verificó la inexistencia de constancia
de su desempeño; 2) No observó que el Secretario Académico de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de
Sucre” no podía ser Presidente del Comité de Examen y que el Informe de tal Tribunal carece de
prueba; consideró que el debido proceso no le corresponde por ser funcionario policial con
antigüedad; 3) No se basó en los parámetros de exposición del tema, ronda de preguntas y
ponderación de las notas obtenidas; y, 4) No valoró que se realizaron más de dos preguntas por
cada miembro del referido ente colegiado, sin relación con el tema.
En ese entendido, el recurso jerárquico de 1 de noviembre de 2018, interpuesto por el nombrado
postulante -peticionante de tutela-, contra la evaluación de 29 de septiembre del indicado año, en la
materia de Base Legal de la Seguridad Ciudadana; agravió que: i) Ricardo Pérez Andrade, Presidente
del Comité de Exámenes Orales de la referida materia, en el momento de espera de dicha prueba
amenazó a los oficiales con aplazarlos; ii) Tal Comité no le dejó desarrollar la exposición de su tema
por el tiempo de diez minutos; iii) El mencionado Presidente le formuló más de quince preguntas,
que no guardaban relación con la materia; quien se mostró con poses de agredirle, concluyendo de
manera forzada su examen y conminándole a firmar el acta de la prueba; asimismo, le exigió que las
respuestas sean textuales, como señala su libro; además, la citada materia no se encuentra en el
ámbito de las ciencias exactas, teniendo carácter polisémico; y, iv) El nombrado Presidente, al ser
Secretario Académico de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre” estaba impedido de ser miembro
del antedicho ente colegiado; tampoco podía ser miembro del Comité de Exámenes de la materia de
Educación Física.
Por su parte, el Decreto 012/2018 que rechazó la “petición” del mencionado postulante de recepción
de un segundo examen oral, interpuesta contra la evaluación de 29 de septiembre del indicado año,
citó el informe de 5 de noviembre del apuntado año del Tribunal Examinador de la materia Base Legal
de la Seguridad Ciudadana, y consideró: a) Con relación a la discriminación alegada. Manifestó que
se adoptaron las pruebas orales para capitanes, tenientes y subtenientes, como modalidad por el
periodo de cinco años; por lo que, ya no están programados los exámenes escritos para los referidos
oficiales, siendo temerarios los argumentos de discriminación, ya que en el proceso evaluativo se
cumplió a cabalidad con las normas, tanto en el tiempo de exposición como en el de las preguntas,
constancia de ello es la hora de inicio y finalización de las pruebas; y, b) Respecto al debido proceso.
Señaló que el aludido postulante es funcionario policial, debiéndose a la sociedad, por ende no se
adecúan los argumentos presentados, enfatizando que presta servicio con más de diez años de
antigüedad en la institución.
Ahora bien, de acuerdo al entendimiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.1
de este fallo constitucional, referido a la debida motivación o fundamentación de las resoluciones,
como un componente del derecho al debido proceso, a través del cual se exige que la autoridad
demandada, realice la exposición y el juzgamiento de todos los puntos demandados; es decir, de los
agravios o hechos cuestionados y planteados por las partes intervinientes, así como una
manifestación precisa de las argumentaciones pertinentes y razonables en relación a cada uno de
ellos, que conduzcan a establecer las correspondientes decisiones, a fin de resolver el caso sometido
a su conocimiento, exponiendo del mismo modo, los motivos que llevaron a dicha autoridad a asumir
una específica determinación.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y teniendo en cuenta la relación de los hechos de la presente
acción de amparo constitucional, en sentido que el Decreto 012/2018 ahora cuestionado, no expuso
las razones jurídicas como fácticas que fueren a justificar su determinación, se observa que tal
resolución, respecto a los agravios referidos a que: 1) El Presidente del Comité de Examen amenazó
con aplazarlos; 2) El mencionado Presidente le formuló más de quince preguntas, sin relación con la
materia, quien se mostró agresivo; asimismo, le exigió respuestas como indica su libro; y, 3) El
nombrado Presidente, al ser Secretario Académico de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre” estaba
impedido de ser miembro del antedicho Comité. Empero, el Decreto 012/2018 impugnado, sobre
estos agravios se restringió, a citar textualmente y sin ningún criterio propio, el informe de 5 de
noviembre del apuntado año del Tribunal Examinador, y a considerar que: i) Ya no están
programados los exámenes escritos para los oficiales, siendo temerarios los argumentos de
discriminación, por cuanto se cumplió con las normas de tiempo de las preguntas; y, ii) Respecto al
debido proceso, el aludido postulante es funcionario policial, debiéndose a la sociedad, prestando
servicio con más de diez años de antigüedad.
De esta forma, el Decreto 012/2018 no justificó las razones por las cuales se abstuvo de pronunciarse
sobre los agravios del accionante referidos, a las amenazas de aplazo, la formulación de más
de quince preguntas sin relación con la materia, las muestras de agresividad, y al
impedimento del Secretario Académico para ser miembro del Comité de Evaluación;
limitándose a concluir que se cumplió con las normas de tiempo de preguntas, y respecto al debido
proceso, el aludido postulante es funcionario policial antiguo; omitiendo fundamentar los
razonamientos por los que no se pronunció, con relación a los citados agravios que fueron planteados
por el nombrado en la fundamentación de su recurso jerárquico; por ende, conforme al Fundamento
Jurídico III.1 precedentemente aludido, el antedicho Decreto vulneró el derecho al debido proceso
en sus elementos de fundamentación y motivación de las resoluciones, al no exponer los motivos y
hechos establecidos que sustentan tal resolución, en lo que concierne a todos los puntos agraviados
por el recurrente hoy impetrante de tutela; por consiguiente, debe ser dejado sin efecto.
Finalmente, con relación a las denuncias de lesión de sus derechos a la educación en su elemento de
evaluación objetiva, al debido proceso en sus componentes de juez natural, de aplicación objetiva
del ordenamiento jurídico y de valoración razonable de la prueba, al trabajo en su elemento de justa
remuneración y a la dignidad humana, y del principio del vivir bien; toda vez que, el Decreto 012/2018
contra el cual se acciona será dejado sin efecto, el actual Director Nacional de Instrucción y
Enseñanza y Rector de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre” deberá velar sobre el respeto a tales
derechos en su nuevo pronunciamiento.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, aunque con
fundamentos distintos, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AAC-0028/2019 de 17 de mayo, cursante de fs. 261
a 266, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, únicamente con relación al debido
proceso en sus elementos de fundamentación y motivación de las resoluciones; disponiendo:
1° Dejar sin efecto el Decreto 012/2018 de 21 de noviembre; y,
2° Ordenar al actual Director Nacional de Instrucción y Enseñanza y Rector de la UNIPOL “Mcal.
Antonio José de Sucre”, emita una nueva resolución, conforme a los fundamentos de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Se anule el Auto de Vista 12; y, b) Que los Vocales
demandados dicten uno nuevo, conforme al debido proceso.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 326 a
331 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de sus abogados, reiteró in extenso los términos de su memorial de acción de
amparo constitucional presentado.
I.2.2. Informe de los demandados
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, no remitieron informe alguno tampoco asistieron a la
audiencia pública, pese a su notificación cursante a fs. 303 y 304.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Ana María Vargas Figueroa, por medio de su abogado, refirió que el Auto de Vista impugnado no es
incongruente y que respecto a la observación de la aplicación o no de la Ley 348, este aspecto fue
subsanado por el Tribunal de apelación, no teniendo relevancia constitucional; por lo referido, solicitó
se deniegue la tutela.
I.2.4. Participación del Ministerio Público
Aidee Banegas Collazo, en representación del Ministerio Público se ratificó en la acción de amparo
constitucional presentada por la impetrante de tutela.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 20 de 30 de abril de 2019, cursante de fs. 331 vta. a 334 vta., concedió la tutela
solicitada, dejando sin efecto el Auto de Vista 12, disponiendo que en el plazo de veinticuatro horas
de su legal notificación, el Tribunal de alzada dicte nueva resolución y se pronuncie sobre la base de
los argumentos expresados, conforme a los siguientes fundamentos: 1) El aludido Tribunal debió
indicar que no es legítima la pretensión de plantear una apelación sobre una exclusión probatoria en
pleno juicio oral, ya que esta forma parte del desarrollo del proceso, “…del juicio en sí y el Tribunal
de Sentencia al momento de dictar sentencia se pronunciar[á] en el fondo de la acusación presentada
y sobre la existencia o no del hecho acusado, sin duda alguna la parte en su defecto podrá hacer uso
del derecho de reserva de apelación, para poder apelar en el ca[s]o de que lo hiciere de forma
restringida de la sentencia, argumentando los motivos que considere necesarios y suficientes…” (sic);
y, 2) Pronunciarse en ese momento procesal sin que el juicio haya concluido, no es congruente con
el desarrollo de este, causando indefensión al demandante o querellante, porque no permitirá realizar
su reserva de apelación conjuntamente la apelación restringida.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, emitido por el Tribunal de Sentencia Penal
Primero y Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia de Vallegrande del departamento de Santa
Cruz (fs. 4 a 10).
II.2. Por memorial presentado el 25 de octubre de 2018, la impetrante de tutela interpuso recurso
de apelación incidental (fs. 11 a 17).
II.3. Consta Auto de Vista 12 de 8 de enero de 2019, por el cual los demandados resolvieron
“…declarar ADMISIBLES e IMPROCEDENTES las apelaciones incidentales del Ministerio Público
y de la parte civil Viviana Mojica Romero; en consecuencia se confirma el auto interlocutorio de 10
las partes; 'citra petita', conocido como por 'omisión' en la que se incurre cuando el Tribunal no se
pronuncia sobre alguno de los pedimentos que le han sido planteados, etc.' (Principios
Constitucionales en el Proceso Civil, Consejo General del Poder Judicial, El deber Judicial de
Congruencia como Manifestación del Principio Dispositivo y su Alcance Constitucional, Madrid 1993,
Mateu Cromo, S.A., Pág. 438).
Es decir que, en segunda instancia, pueden darse casos de incongruencia 'ultra petita' en los que el
juez o tribunal decide cuestiones que han quedado consentidas y que no fueron objeto de expresión
de agravios (extra petita); y cuando omite decidir cuestiones que son materia de expresión de
agravios por el apelante (citra petita).
El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios formulada
por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de
congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición de las
partes y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica de primera y/o segunda
instancia”. El presente razonamiento fue reiterado por el actual Tribunal constitucional Plurinacional,
a través de las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0255/2014 y 0704/2014.
Por otro lado, la SC 1494/2011-R de 11 de octubre, precisó que de la esencia del debido proceso:
“…deriva a su vez la congruencia como principio característico del debido proceso, entendida en el
ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto;
ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución,
ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento
integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución.
La concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, (…). En base a esas consideraciones, es que quien administra justicia,
emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes”» (SCP 1083/2014 de 10 de junio).
Significando que las autoridades judiciales o administrativas a tiempo de dictar una resolución deben
estructurar la misma en resguardo del principio de congruencia, en estricta correspondencia entre lo
pedido, lo considerado y lo resuelto, respondiendo al justiciable en cuanto a la pretensión jurídica
planteada.
III.3. Análisis del caso concreto
Previamente a resolver la problemática planteada, corresponde aclarar que el presente caso se
analizará a partir del Auto de Vista 12 de 8 de enero de 2019, dictado por los Vocales demandados,
que declaró improcedente la apelación presentada por la impetrante de tutela, al ser la última decisión
pronunciada en la jurisdicción ordinaria y que en la eventualidad de concederse la tutela, reabrirá su
competencia para pronunciarse nuevamente sobre lo resuelto por el Juez de primera instancia, en
estricta observancia del principio de subsidiariedad que rige la acción de amparo constitucional.
De lo obrado, se tiene que la accionante denuncia la vulneración de su derecho invocado en esta
acción de defensa, puesto que dentro del proceso que sigue contra Ana María Vargas Figueroa, por
la presunta comisión de los delitos de amenazas y lesiones graves y leves, el Tribunal de Sentencia
Penal Primero y Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia de Vallegrande del departamento de
Santa Cruz, emitió el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018 (Conclusión II.1), siendo apelado
por la peticionante de tutela mediante memorial de 25 de igual mes y año (Conclusión II.2), y las
autoridades demandadas, en alzada emitieron el Auto de Vista 12, declarando improcedente la
apelación incidental interpuesta (Conclusión II.3).
Resolución de primera instancia
El Tribunal de Sentencia Penal Primero y Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia de Vallegrande
del departamento de Santa Cruz, emitió el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, resolviendo
declinar competencia, conforme al siguiente razonamiento:
Considerando que “…la victima Viviana Mojica Romero no acudió, con el requerimiento fiscal, ante el
Médico Forense de turno en la ciudad de Santa Cruz, a efecto de que valore su estado de salud, pese
que lo sugirió la Médico Cirujano del Hospital Municipal de Malta Dra. Herica Tapia Carrasco dado
que el certificado médico es para establecer el estado físico de la mujer que hubiera sufrido una
agresión física o sexual y cualquier profesional de salud que preste servicios en instituciones públicas
o privadas acreditadas deberá extender un certificado médico de acuerdo a los protocolos únicos de
salud , integrado al formulario único que se establezca. Para fines judiciales, este certificado
médico se lo tendrá como un indicio respecto a los delitos establecidos y una vez
homologado, adquirirá VALOR PROBATORIO. El certificado médico deberá ser homologado por
un experto o una experta forense , quien deberá entrevistar en primera instancia a la o el profesional
que extendió el certificado médico y solamente en caso de que exista necesidad fundada e ineludible
se podrá practicar otro examen médico a la víctima (Art. 65 de la ley 348 ), admitir un certificado
médico forense que no fue homologado, por un experto o una experta forense ‘NO TIENE VALOR
PROBATORIO’ , implicaría atentar a las garantías del debido proceso en su vertiente del derecho a la
igualdad de partes establecidos en el art. 12 del C.P.P. y 118 y 180 I (verdad material ) de la
Constitución Política del Estado : Se violenta el principio de presunción de inocencia establecido en
el art. 116 de la C.P.E. y 6 de la ley 1970 , por la que resuelve declarar fundado el incidente de
exclusión probatoria de la prueba consistente en el certificado médico de fecha 15 de
diembre de 2017 , con 17 días de impedimento. Tomando en cuenta para ello el
certificado médico a requerimiento fiscal Heydy Lorena Ugarteche Eguez de fecha 28 de
diciembre de 2017” (sic).
También, señaló que corresponde “…el conocimiento de la presente causas al Juez de Sentencia
de turno de esta provincia de Vallegrande y no a los Tribunales de Sentencia, en
consideración de que el impedimento de 5 días , otorgado por la médico Dra. HERICA LORENA
TAPIA CARRASCO , según historia clínica de fecha 15 de diciembre de 2017 , sobre el estado de salud
de la paciente VIAVIANA MOJICA ROMERO , se enmarca en las previsiones del Art. 271 del Código
Penal en su segundo párrafo , estableciendo que : Si la incapacidad fuere de hasta 14 días se
impondrá al autor sanción de trabajos comunitarios de 1 a 3 años” (sic).
Recurso de apelación incidental
La impetrante de tutela interpuso el recurso referido, expresando los siguientes agravios:
El Juez a quo no consideró que las excepciones se plantearon fuera del plazo legal, “…ya que si el
excepcionante consideraba que existía una cuestión ilegal o un defecto absoluto debió ser reclamado
de manera oportuna, es decir, dentro de los plazos procesales, es decir dentro del plazo fatal y
perentorio de 10 días” (sic), debiendo ser observados en la audiencia cautelar posterior a la
presentación de la imputación formal de 21 de diciembre de 2017, pidiendo que el Tribunal de alzada
vea el vencimiento del plazo respecto de la interposición de las excepciones.
El Auto de Vista apelado carece de fundamentación, no se entienden las razones de derecho y de
hecho para llegar a su conclusión, “…no van a poder entender que hizo el tribunal para mediante una
exclusión probatoria terminar excluyendo una prueba (…) bajando de 17 días de impedimento a 5
días y por ser cinco días declarándose incompetentes y remitir actuados en pleno juicio al juez de
sentencia” (sic), incongruencia e irracionalidad, con el único fin de exonerar a la acusada.
Se aplicó de manera errada la Ley 348 en un proceso ordinario, donde las partes no fueron pareja,
“…el tribunal aplica la ley 348 en su art 65 que habla que los informes del médico particular sirven
como indicios, esto primero que se en otro escenario no en provincias y habla sobre los informes
psicológicos y otros que las víctimas de violencia familiar muchas veces no denuncian y estos sirven
como indicios para acreditar la violencia psicológica o física anterior, pero repetimos por un
principio, de legalidad no se puede aplicar la l[e]y 348 en este proceso donde las partes
no somos ni fuimos parejas” (sic).
Solicitando al Tribunal de alzada declare admisible y procedente el recurso de apelación incidental
presentado, revocando el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, rechazando el incidente de
exclusión probatoria de la prueba de certificado médico forense y ordenando la continuación del juicio
oral por parte del Tribunal de Sentencia.
Resolución en alzada
Los demandados emitieron el Auto de Vista 12, resolviendo:
“…declarar ADMISIBLES e IMPROCEDENTES las apelaciones incidentales del Ministerio Público
y de la parte civil Viviana Mojica Romero; en consecuencia se confirma el auto interlocutorio de 10
de octubre de 2018 respecto a la exclusión probatoria del certificado médico de 15 de diciembre de
2017.
…declarar ADMISIBLES y PROCEDENTES las apelaciones incidentales del Ministerio Público, de
la parte civil y de la parte imputada; en consecuencia, se REVOCA en parte el auto interlocutorio
de 10 de octubre de 2018, respecto a la declinatoria de competencia efectuada por el
Tribunal de Sentencia de Vallegrande; disponiéndose que el mencionado Tribunal lleve a cabo el
juicio oral hasta su conclusión” (sic).
Conforme a las siguientes consideraciones:
La acusadora particular -ahora impetrante de tutela-, interpuso recurso de apelación incidental
señalando los siguientes agravios:
“1) Respecto a la declinatoria de competencia, se violent[ó] el derecho al juez natural. Se violentaron
los Arts. 42, 44, 74 y 329 del CPP, ya que es inusual que los jueces relacionen la competencia con
una exclusión probatoria; 2) El auto apelado carece de fundamentación, pues no se entienden las
razones de derecho y de hecho para llegar a la conclusión; 3) Se aplicó de manera errada la ley 348
en un proceso ordinario, pues la verdad es que en Vallegrande no existen médicos forenses. No se
vulneró derecho alguno con la emisión del certificado médico. Con relación a si las lesiones
constituyen 17 o 5 días de impedimento, eso se verá al momento de dictar sentencia, no en una
exclusión probatoria. El Tribunal de Sentencia genera inseguridad jurídica ya que todos los
certificados médicos forenses del país son obtenidos sin citar al denunciado, puesto que no se vulnera
ningún derecho y es en el juicio oral el momento para interrogar al médico que realizó el examen
médico forense y evidenciar contradicción en su informe. Con estos fundamentos solicitó que se
revoque el auto de 22 de octubre de 2018 y se rechace la exclusión probatoria del certificado médico
forense y ordene la continuación del juicio oral por parte del Tribunal de Sentencia” (sic).
De esta forma, con relación a la “APELACION INCIDENTAL RESPECTO A LA EXCLUSIÓN
PROBATORIA DEL CERTIFICADO MÉDICO DE 15 DE DICIEMBRE DE 2017” (sic), realizaron
las siguientes consideraciones:
Señalando que “…concuerda con la posición asumida por el Tribunal de Sentencia de Vallegrande
toda vez que el certificado médico (general) emitido el 15 de diciembre de 2017 por la médico cirujano
del Hospital Municipal Señor de Malta, Herica Tapia Carrasco, no se encuentra homologado por el
médico forense de turno de la localidad de Vallegrande o de otro lugar próximo a la misma, situación
que hace que dicho certificado no cumpla con el requisito legal para su validez y su admisión como
prueba, ya que la única autoridad que puede certificar que la víctima tenía lesiones en su integridad
como producto del hecho delictivo, es el médico forense acreditado por el Instituto de Investigaciones
Forenses dependiente del Ministerio Público. Es más, la víctima Viviana Mojica Romero debió acudir
al médico forense para su examen médico y de esta forma el informe médico pueda ser analizado en
su integridad. La valoración médica es válida solamente para acreditar de que, con probabilidad, la
víctima sufrió las agresiones físicas de parte de la o el denunciante; empero para que ésta tenga
valor probatorio el examen médico debe realizarla un médico forense, caso contrario el informe
médico debe ser homologado por el médico forense, según las formalidades establecidas por ley. En
ese marco es que la resolución del tribunal a quo, respecto a excluir el certificado médico de 15 de
diciembre de 2017, ha sido la correcta y está apegada a procedimiento. Por lo que al excluirse la
prueba antes citada, la sentencia deberá basarse en las demás pruebas que fueran ofrecidas y
judicializadas dentro del juicio oral” (sic).
Asimismo, “…el Ministerio Público como la parte civil alegaron que el Tribunal de Sentencia de
Vallegrande, al basarse en el art. 65 de la ley 348 para declarar probado el incidente de exclusión
probatoria, actuó de forma incorrecta toda vez que el presente caso no se trataría de un hecho de
violencia contra la mujer. En el auto apelado el Tribunal de Sentencia de Vallegrande se remite al art.
65 de la ley 348 para dejar claro que en caso de necesidad fundada e ineludible, se podrá practicar
otro examen médico a la víctima. Este Tribunal no comprende los alcances de dicha afirmación, pues
en primer efectivamente el caso no se trata de un hecho de violencia intrafamiliar o catalogado como
un delito de violencia regido por la ley 348; en segundo lugar, dicha afirmación no tiene nada que
ver con el caso que se está resolviendo porque aquí solo se analiza si el certificado médico de 15 de
diciembre de 2017 es válido o no para ser introducido como prueba y valorado posteriormente al
momento de dictarse sentencia; es en ese sentido que la utilización del art. 65 de la ley 348 por parte
del Tribunal de mérito, es oficiosa e impertinente con el caso que nos ocupa. No obstante esta
conclusión, al básicamente no haberse homologado el certificado médico de 15 de diciembre de 2017
con un médico forense, ésta prueba carece de valor legal y por lo tanto debe excluirse de la
comunidad probatoria y al haber concluido de esta forma el Tribunal de Sentencia de Vallegrande
actuó de forma correcta. Para este Tribunal que se haya utilizado el art. 65 de la ley 348 no incide
en forma sustancial en la resolución en cuestión; por lo que no puede producir efectos y menos
invalidar la resolución” (sic).
También, aclararon que “…este Tribunal de alzada ni el Tribunal de Sentencia de Vallegrande
realizaron valoración probatoria alguna al certificado médico de 15 de diciembre de 2017, pues ello
desnaturalizaría el instituto de las exclusiones probatorias; sino tan solamente se cuestionó la
ilegalidad en la obtención del mismo. Si bien refieren las partes que el certificado médico fue obtenido
mediante requerimiento fiscal, no hace que sea legal su obtención. No porque el fiscal ordene la
realización de algún examen significa que sea correcta la actuación del fiscal, pues para ello el fiscal
se halla bajo control jurisdiccional. En ese marco, el fiscal y el juez tienen conocimiento que para
validar un certificado médico, este tiene que estar refrendado por el médico forense de turno.
Que, por todo lo anteriormente manifestado este Tribunal considera que la decisión del Tribunal de
Sentencia de vallegrande, de excluir del acervo probatorio al certificado médico de 15 de diciembre
de 2017, ha actuado en forma acertada, de acuerdo a procedimiento; razón por la cual corresponde
confirmar en esa parte la resolución venida en apelación” (sic).
En el caso que nos ocupa, se advierte que los demandados a través del Auto de Vista 12 resolvieron
confirmar el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, respecto a la exclusión probatoria del
certificado médico de 15 de diciembre de 2017, exponiendo los motivos y razonamientos de la
decisión, advirtiéndose la existencia de una estructura de forma y fondo que hace comprensibles los
fundamentos de su fallo, sustentando la misma en la consideración de los elementos fácticos del
caso, la compulsa de la documental y el análisis jurídico pertinente para determinar la concurrencia
de elementos de convicción suficientes que sustenten la misma.
Por lo mencionado, se concluye que el Auto de Vista 12 contiene una suficiente explicación de razones
y exposición de motivos que sustentan la decisión de confirmar la exclusión probatoria del referido
certificado médico, no siendo evidente lo alegado por la impetrante de tutela en la interposición de
la presente acción de defensa respecto a que la aludida Resolución carece de fundamentación y
motivación al considerar que no se explicaron los razonamientos de la decisión, advirtiéndose más al
contrario que de forma razonable se explicó a la justiciable los motivos por los cuales se decidió
resolver la problemática jurídica; por lo que respecto de la alegada falta de fundamentación y
motivación corresponde que la tutela solicitada sea denegada.
También, del análisis del Auto de Vista 12, se tiene que, el mismo guarda estricta correspondencia
con la petición de la impetrante de tutela, la cual fue considerada y así poder resolver confirmando
la exclusión probatoria del certificado médico forense de 15 de diciembre de 2017, aunque no fue
favorable a la pretensión de la justiciable; sin embargo, los demandados, a tiempo de dictar el fallo
mencionado estructuraron este resguardando el principio de congruencia, entre lo solicitado, lo
y certificaciones que tenían que ser emitidas por la propia entidad no fueron producidas, no existiendo
respuesta a varios memoriales, entre ellos, solicitudes de certificaciones e informes; además que, el
período probatorio transcurrió en espera de que la Jueza Sumariante resuelva la recusación planteada
en su contra, pues presentada la misma, los antecedentes fueron remitidos a la Administración
Regional de la CNS; posteriormente a la Gerencia General en la ciudad de La Paz, la cual luego de
solicitar informes legales devolvió actuados después de varios meses para que el Administrador
Regional se pronuncie, emitiendo este resolución y disponiendo que la Autoridad Sumariante continúe
conociendo el proceso; por otra parte, la propia Jueza Sumariante presentó su excusa, designando
el referido Administrador Regional de manera indebida una suplente, para posteriormente declararla
ilegal contraviniendo el procedimiento existente. En el proceso además de la Jueza Sumariante,
actuaron varias autoridades disciplinarias como ser el Juez que asumió la suplencia, el Administrador
de la CNS Regional Cochabamba, la Unidad de Asesoría Legal y el Gerente General de la CNS,
vulnerando el derecho al juez natural y el debido proceso. Se determinó la nulidad de obrados hasta
el vicio más antiguo; por lo que, emitido e impugnado el Auto Final, no se observó el plazo establecido
para la resolución del recurso jerárquico, ni se consideró su imposibilidad de aportar elementos
probatorios para desvirtuar los hechos endilgados; con el argumento que, dicho desfase de plazos se
debió a la excesiva carga laboral, cuando lo cierto es que existen dos o tres procesos al año, siendo
notificada con la Resolución Jerárquica 48 de 17 de noviembre de 2017 el 23 del mismo mes y año.
Finalmente, por Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero, la ex Administradora de la CNS
Regional Cochabamba, dispuso su destitución sin goce de beneficios sociales, omitiendo tomar en
cuenta la modulación del fallo que resolvió el recurso jerárquico de 17 de noviembre de 2017, sin
considerar que para esa fecha se encontraba en estado de gestación y desconociendo la Constitución
Política del Estado y demás disposiciones legales que protegen a la trabajadora en estado de
embarazo con la inamovilidad laboral hasta que el hijo o hija cumpla un año.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Denuncia la lesión de sus derechos a la defensa, al acceso a la justicia, a la presunción de inocencia,
al debido proceso, al juez natural, al trabajo, a la salud, a la vida y al acceso a la seguridad social y
al principio de legalidad; citando al efecto los arts. 14.V, 15.I, 18.I, 35.I, 36.I, 37, 45.I. II y III, 46.I,
48.I, II y IV, 49.I y III, 115.I y II, 116.I y II, 117.I, 119.I y II, 120.I, 178 y 180.I de la Constitución
Política del Estado (CPE); 3, 4, 8, 10, 11.1, 22, 23.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos
(DUDH); 4, 8.1 y 2.b de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); 6.1, 14.1.2 y 3
inc. d) del Pacto de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 6.1 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos Sociales y Culturales (PIDESC).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se disponga: a) Dejar sin efecto el Memorándum JRRHH-M-41/2018,
las Resoluciones que resuelven los recursos de revocatoria y jerárquico, así como todo el proceso
sumarial; b) La inmediata reincorporación a su fuente laboral como Auxiliar de Enfermería del
Hospital Obrero 2 de la CNS; y, c) El pago de costas, daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 30 de noviembre de 2018, según consta en acta cursante de fs. 783
a 784, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó in extenso la acción de amparo constitucional
incoada, precisando que en oportunidad de la sustanciación del sumario administrativo interno se
vulneró su derecho al debido proceso y a la seguridad jurídica, porque no se le permitió producir
prueba para desvirtuar las faltas acusadas, reiterando se le conceda la tutela, máxime si el interés
superior del menor de edad -su hijo- es el bien mayor a ser protegido por el Estado.
I.2.2. Informe de los demandados
Juan Carlos Meneses Copa y Gualberto Lara Lora, Gerente General y actual Administrador de la CNS
Regional Cochabamba respectivamente, a través de su abogado apoderado según se tiene de los
Testimonios de Poder 309/2018 y 726/2018, informaron en audiencia que: 1) No se lesionaron los
derechos alegados por la accionante y si bien en el Memorándum JRRHH-M-41/2018, se determinó
su destitución a partir del 15 del mismo mes y año, mediante Memorándum JRRHH-M-144/2018 de
12 de marzo, se dispuso la suspensión de dicha medida hasta que su hijo cumpla un año de edad,
siendo notificada con esta disposición el 29 de noviembre de dicho año; y, 2) De acuerdo a la
documental adjunta, la impetrante de tutela se encuentra gozando de los beneficios sociales que le
otorga la ley como la lactancia; y, al no haber sido ejecutada la destitución, esta se encuentra
cumpliendo sus funciones de enfermera del Hospital Obrero 2 de la CNS, según se advierte de la
documental que registra el control de asistencia, certificados de trabajo y de cancelación de beneficios
sociales de enero a octubre de ese año.
Asimismo, José Saúl Peredo Ledezma, actual Juez Sumariante de la CNS Regional Cochabamba,
mediante informe cursante de fs. 450 a 453, solicitó se declare improcedente la acción de tutela,
señalando que: i) De acuerdo con la certificación emitida por la COD de 22 de abril de 2015, la
solicitante de tutela estuvo declarada en comisión a partir de junio de 2012 hasta el 29 de mayo
2014, no existiendo documentación que justifique su ausencia desde el 30 de mayo de 2014 hasta el
19 de enero de 2015, fecha en que retornó a su fuente laboral; en consecuencia, por Memorándum
729/2015, el Administrador de la CNS Regional Cochabamba, instruyó el inicio de proceso interno
administrativo en contra de la accionante, toda vez que concluida la declaratoria en comisión sindical
no retornó a su fuente laboral sino hasta después de siete meses, período durante el cual, continuó
percibiendo sus salarios y beneficios sin realizar trabajo alguno; ii) Como resultado del proceso
interno, mediante Resolución Sumarial RC-AS 06/2017 de 10 de abril, fue destituida por faltas
injustificadas a su fuente laboral, decisión que fue ratificada por Resolución de Recurso de
Revocatoria RC-AS 2/2017 de 8 de junio y Resolución de Recurso Jerárquico 48, esta última dispuso
la suspensión de la ejecución de la destitución hasta que su hijo o hija cumpla un año; iii) No resulta
evidente que se vulneró el debido proceso durante la sustanciación del sumario, toda vez que se hizo
conocer a la procesada todas las actuaciones a efectos de que asuma su defensa, habiendo la misma
presentado prueba de descargo, además de solicitar la nulidad del proceso, mismos que fueron
resueltos a través de Resolución Sumarial; y, iv) La accionante nunca fue suspendida ni retirada de
su fuente laboral, porque se precauteló su estado de gravidez, encontrándose actualmente
trabajando en la institución, por lo que no se afectó derecho alguno.
La exautoridad Sumariante Marcelina Revilla Sejas; no obstante, estar legalmente citada y notificada
conforme se evidencia a fs. 596, no estuvo presente en audiencia ni remitió informe alguno.
Jenny Virginia Magne Anzoleaga ex Administradora CNS Regional Cochabamba, pese a su notificación
cursante a fs. 409, no presentó informe escrito, ni acudió a la audiencia de acción de amparo
constitucional.
I.2.3. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Decimocuarta de la Capital del departamento de Cochabamba,
constituida en Jueza de garantías, por Resolución de 30 de noviembre de 2018, cursante de fs. 785
a 796 vta., concedió en parte la tutela solicitada, excepto con relación a los derechos al trabajo, a
la vida, a la salud y a la seguridad social, al encontrarse la accionante trabajando en la CNS Regional
Cochabamba y recibiendo sus beneficios sociales como el subsidio de lactancia; por lo que, dejó sin
efecto la Resolución de Recurso Jerárquico 48, así como el Memorándum JRRHH-M-41/2018, en base
a los siguientes fundamentos: a) Toda resolución debe ser emitida respetando el debido proceso, el
derecho a la defensa, los principios de informalidad, favorabilidad, pro actione y verdad material; en
ese orden correspondía a las autoridades demandadas permitirle producir prueba a la administrada,
sometida a proceso disciplinario interno; b) Se constató que dicho proceso tuvo una duración de más
de dos años y siete meses, incumpliendo los plazos procesales; no se dio respuesta a varios
memoriales presentados por la accionante; asimismo que, la mayor parte de los autos y decretos
expedidos por la Autoridad Sumariante no fueron notificados a la procesada, toda vez que no existen
las diligencias respectivas; las decisiones de las autoridades que intervinieron no se adoptaron
mediante autos o decretos, prescindiendo de los procedimientos establecidos en la reglamentación
interna; c) Actuaron varias autoridades administrativas como disciplinarias, cuando de acuerdo a
Reglamento el juez sumariante tiene atribuciones en primera instancia hasta la emisión de la
resolución sumarial y de recurso de revocatoria, posteriormente el Recurso Jerárquico debe ser
conocido y resuelto por la Máxima Autoridad Ejecutiva de la entidad, que resulta ser el Gerente
General de la CNS, no pudiendo intervenir otros funcionarios; y, d) Lo manifestado implica la
vulneración del debido proceso y el derecho a la defensa de la peticionante de tutela al no ceñir las
autoridades demandadas sus actos conforme a derecho.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, mediante RM 373/12 de 18 de junio de
2012, reconoció al Directorio de la COD Cochabamba, elegido por la gestión del 30 de mayo de 2012
al 29 de mayo de 2014, encontrándose comprendida como Secretaria de Prensa y Propaganda María
Eugenia Guerrero Miranda (fs. 295 a 296 vta.).
II.2. Por RM 299/14 de 7 de mayo de 2014, se determinó la modificación de la RM 373/12
complementada por RM 740/12 de 28 de septiembre de 2012, reconociendo la ampliación de
mandato del Directorio de la COD Cochabamba del 30 de mayo de 2014 hasta después de la
realización de las elecciones nacionales, excluyéndose de este reconocimiento de Directorio y
declaratoria en comisión a María Eugenia Guerrero Miranda como Secretaria de Prensa y Propaganda
(fs. 307 y vta.).
II.3. A través de la RM 537/14 de 28 de agosto de 2014, se resolvió complementar la RM 299/14
reconociendo la ampliación de mandato del Directorio de la COD Cochabamba, a partir del 30 de
mayo de 2014 hasta la realización del Congreso Nacional Ordinario de la COB posterior a las
elecciones nacionales (fs. 332 y vta.).
II.4. Mediante RM 155/15 de 11 de marzo de 2015, ante la solicitud del Comité Ejecutivo de la COB
de ampliar el mandato del Comité Ejecutivo Nacional de las Confederaciones, Federaciones
Nacionales, Centrales Obreras Departamentales y Centrales Obreras Regionales afiliadas, resolvió
extender dicho mandato hasta el 31 de julio de 2015, ampliándose la declaratoria en comisión de las
organizaciones sindicales hasta esa fecha, conforme las Resoluciones de Reconocimiento de cada
Directorio afiliado a la COB (fs. 265 y vta.).
II.5. A través de la RM 173/15 de 16 de marzo de 2015, se resolvió modificar la RM 299/14,
incluyendo en la nómina de dirigentes reconocidos y declarados en comisión a la accionante María
Eugenia Guerrero Miranda en su calidad de Secretaria de Prensa y Propaganda de la COD
Cochabamba (fs. 263 a 264).
II.6. Mediante nota de 20 de abril de 2015, la COD Cochabamba solicitó la nulidad de la RM 173/15,
señalando que oportunamente se adjuntó la Resolución de Directorio que determinó la exclusión de
María Eugenia Guerrero Miranda por haber sido expulsada de su Sindicato, argumentando que la
misma no realiza vida orgánica, habiendo abandonado sus funciones hace más de un año atrás; en
dicho mérito, se emitió la RM 269/15 de 22 de abril de 2015, que revocó la RM 173/15 manteniendo
firme la RM 299/14 que excluyó del Directorio y de la declaratoria en comisión a la accionante (fs.
259 a 260 vta.).
II.7. Por Memorándum 729/2015 de 14 de mayo, el Administrador de la CNS Regional Cochabamba,
instruyó el inicio de proceso administrativo interno contra María Eugenia Guerrero Miranda, por
incumplir lo dispuesto por el art. 74 inc. c) del Reglamento Interno de Trabajo de la CNS (fs. 240 a
241). En dicho mérito, por Auto Inicial de Proceso Interno Administrativo de 16 de ese año, la
Autoridad Sumariante inició proceso administrativo contra la ahora accionante por la probable
contravención de los arts. 56, 59, 61 inc. y); y, 81 inc. n) del citado Reglamento; 10 inc. a) del Código
de Ética; 48 y 49 del Estatuto de Funcionario Público (EFP); 590 incs. a) y d) del Reglamento del
Código de Seguridad Social; 97 y 100 del Decreto Supremo (DS) 22407 de 11 de enero de 1990; 16
inc. e) de la Ley General del Trabajo (LGT); 9 inc. e) del Reglamento de la Ley General del Trabajo;
y, 108.1 y 235.1 y 2 de la CPE (fs. 223).
II.8. Mediante Resolución Sumarial RC-AS 06/2017 de 10 de abril, la Autoridad Sumariante concluyó
que la sumariada no se encontraba en comisión sindical y tampoco asistió a su fuente laboral desde
el 30 de mayo de 2014 hasta el 19 de enero de 2015, percibiendo sueldos, bonos de té, aguinaldos
y otros beneficios sin trabajar, causando perjuicio económico a la CNS Regional Cochabamba, en
contravención a los arts. 590 incs. a) y d) del Reglamento del Código de Seguridad Social y 61 inc.
a), 65 y 66 del Reglamento Interno de Personal de la CNS; por lo que, estableció la existencia de
responsabilidad administrativa, imponiendo sanción de destitución si goce de beneficios sociales, solo
quinquenios consolidados (fs. 108 a 112 vta.).
II.9. A través de memorial de recurso de revocatoria presentado el 5 de junio de 2017, la accionante
denunció como vulneratoria a sus derechos la RM 299/14, solicitando como prueba de descargo que
por la Unidad de Asesoría Legal se extienda copia del Informe Legal CITE AI-501/2015 de 31 de
marzo, así como certificación de la Jefatura de Personal acreditando que su persona fue notificada
de forma personal con la citada disposición, precisando además la fecha en la que dicha Jefatura
tuvo conocimiento de la misma (fs. 102 a 105).
II.10. Por Resolución de Recurso de Revocatoria RC-AS 2/2017 de 8 de junio, se ratificó la Resolución
Sumarial RC-AS 06/2017 con el fundamento de que la sumariada no podía alegar desconocimiento
de las Resoluciones Ministeriales por encontrarse en comisión sindical, teniendo conocimiento que
fue excluida de la actividad sindical; por lo que, su obligación era informar de dicha situación al
empleador o en su caso dar a conocer la ampliación de su declaratoria en comisión sindical sin esperar
a que se le notifique con las Resoluciones Ministeriales, aspecto que además no le corresponde a la
CNS (fs. 98 a 101).
II.11. Mediante memorial presentado el 26 de junio de 2017, la accionante interpuso recurso
jerárquico argumentando que, solicitó con anterioridad informes y certificaciones de la Unidad de
Asesoría Legal y de la Jefatura de Personal a los fines de demostrar si consta notificación personal
con la RM 299/14 a su persona, documental que no fue producida a pesar de sus reiterados petitorios,
demostrando que no tuvo conocimiento sobre la exclusión de la declaratoria en comisión (fs. 92 a 95
vta.).
II.12. La accionante a través de su apoderado, por memorial presentado el 14 de noviembre de
2017, ofreció pruebas y argumentando señaló que la Jueza Sumariante no valoró las Resoluciones
Ministeriales adjuntas que demuestran la declaratoria en comisión sindical y que no fue debidamente
notificada para acreditar su ausencia laboral (fs. 30 a 32 vta.).
II.13. Por Resolución de Recurso Jerárquico 48 de 17 de noviembre de 2017, el Gerente General de
la CNS Regional Cochabamba confirmó in extenso la Resolución de Recurso de Revocatoria RC-AS
2/2017; asimismo, dispuso que: “…En caso de acreditarse el estado de gestación de MARÍA
EUGENIA GUERRERO MIRANDA, mediante el ente de seguridad social de Corto Plazo (Caja
Nacional de Salud), se instruye cumplir el Parágrafo VI del Artículo 48 de la Constitución Política del
Estado, es decir que la Resolución tomara efecto hasta cumplidos un (1) año de haber nacido el niño
(a)” (sic [fs. 26 a 29]).
II.14. Cursa Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero, mediante el cual se dispuso la
destitución de la accionante de su fuente laboral (fs. 3).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante, denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, al acceso a
la justicia, a la presunción de inocencia, al juez natural, al trabajo, a la salud, a la vida y al acceso a
la seguridad social y el principio de legalidad, argumentando que, dentro del proceso administrativo
interno seguido en su contra por la CNS Regional Cochabamba: 1) No se observaron los plazos
establecidos en la norma vigente para la recepción de pruebas y emisión de resoluciones, además
que los decretos y autos emitidos por la Sumariante no le fueron notificados; 2) No se le permitió
aportar prueba durante el período probatorio, debido a que la documental ofrecida no fue producida
por la propia entidad, agravio que no fue considerado en la Resolución de Recurso Jerárquico de 17
de noviembre de 2017; 3) En la sustanciación de la excusa y la recusación de la Jueza Sumariante,
se contravino el procedimiento, además de vulnerarse el derecho al juez natural y el debido proceso,
al haber actuado no solo autoridades disciplinarias sino también administrativas; y, 4) El
Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero -de destitución- no consideró la modulación de la
Resolución Jerárquica por su estado de gravidez y tampoco tomó en cuenta lo previsto en la
Constitución Política del Estado y las demás disposiciones vinculadas a la inamovilidad laboral de la
trabajadora hasta que el hijo o hija cumpla un año.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si los hechos son evidentes, con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho a la defensa en procesos disciplinarios sancionadores
El art. 119.II de la CPE, establece que: “Toda persona tiene derecho inviolable a la defensa. El Estado
proporcionará a las personas denunciadas o imputadas una defensora o un defensor gratuito, en los
casos en que éstas no cuenten con los recursos económicos necesarios”; dicha defensa en proceso,
no solamente se encuentra referida a que en todo momento el procesado o administrado debe contar
con un abogado defensor, sino también y sobre todo a que este derecho se ejercita a través de las
declaraciones prestadas por los involucrados, es decir, el derecho a ser oído. Por otra parte, implica
también presentar toda la prueba que considere necesaria y útil para desvirtuar los cargos que se le
atribuyen; y, en caso de no estar conformes con el pronunciamiento de la autoridad jurisdiccional o
administrativa, el derecho a la defensa se ejercita mediante la interposición de impugnaciones, para
que otra autoridad de mayor jerarquía pueda revisar los actuados practicados en primera instancia,
verificando que estos se encuentren acorde con las disposiciones establecidas en la Constitución
Política del Estado.
En ese sentido la SCP 0567/2012 de 20 de julio, precisando la trascendencia del derecho a la defensa,
estableció que alcanza a los siguientes ámbitos: “...i) el derecho a ser escuchado en el proceso; ii) el
derecho a presentar prueba; iii) el derecho a hacer uso de los recursos; y iv) el derecho a la
observancia de los requisitos de cada instancia procesal”.
“La doctrina también ha desarrollado el alcance del derecho a ser oído, como parte del derecho a la
defensa, en el marco de los procedimientos administrativos, que a decir del tratadista Roberto Dromi,
debe ser comprendido como la efectiva posibilidad de participación en el procedimiento, y que
comprende los derechos a: ‘a) Ser oído. Es la garantía que el procedimiento debe ofrecer a los
administrados, como titulares de un derecho, a exponer sus razones. Ella consiste en: 1) La publicidad
del procedimiento, el leal conocimiento de las actuaciones administrativas (vistas, traslados, etc.)...()
2) La oportunidad de expresar sus argumentaciones antes y después de la emisión del acto
administrativo, interponiendo recursos. 3) El derecho a hacerse patrocinar y representar
profesionalmente; b) Ofrecer y producir prueba. Corresponde a los órganos que intervienen en
el procedimiento administrativo realizar las diligencias tendientes a la averiguación de los hechos que
fundamentan la decisión, sin perjuicio del derecho de los interesados a ofrecer y producir las pruebas
que sean pertinentes. ‘la garantía constitucional de la defensa en juicio exige,
fundamentalmente, que la parte interesada tenga la oportunidad de exponer sus
defensas y ofrecer las pruebas que hacen a su descargo’; en similar razonamiento, el estudioso
Agustín Gordillo, refiriéndose a los principios que regulan el procedimiento administrativo, señala que
el derecho a ser oído y a una decisión fundada, presupone: ‘La publicidad del procedimiento, la
oportunidad de expresar las razones del interesado antes de la emisión del acto administrativo y
desde luego también después, la consideración expresa de los argumentos y de las cuestiones
propuestas, la obligación de decidir expresamente las peticiones, la obligación de fundar las
decisiones, el derecho a hacerse patrocinar por letrado, el derecho a ofrecer y producir la prueba
de descargo, el derecho a que toda prueba razonablemente propuesta sea producida, que
la producción de la prueba sea efectuada antes de que se adopte decisión alguna sobre
el fondo de la cuestión y el derecho a controlar la producción de la prueba hecha por la
administración”’ (el resaltado nos pertenece [SCP 0763/2018-S4 de 14 de noviembre]).
Infiriendo de la cita efectuada, que la prueba tiene importancia en la sustanciación de todo proceso,
sin ella se estaría resolviendo sin solidez alguna y por mera suposición. En ese entendido toda prueba
presentada debe ser correctamente valorada, puesto que a través de ella se podrá generar
convicción, respecto a si el administrado o procesado incurrió en la comisión -acción u omisión- de la
conducta reprochada motivo del sumario o en su caso, si no existe responsabilidad administrativa
alguna.
III.2. Respecto a la valoración de la prueba mediante la acción de amparo constitucional
La jurisprudencia constitucional a través de varias sentencias, entre ellas la SCP 0340/2016-S2 de 8
de abril, sobre el particular ha señalado que: “De todo lo ampliamente desarrollado al respecto, se
establece en consecuencia que, por regla general, la jurisdicción constitucional está impedida de
ingresar a valorar la prueba, por tratarse de una atribución privativa y exclusiva de las autoridades
jurisdiccionales o administrativas; empero, cuando el accionante cumpla con la carga argumentativa
de señalar con precisión qué pruebas fueron valoradas en apartamiento de los marcos legales de
razonabilidad y equidad previsibles para decidir o cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no
fueron producidas o compulsadas y afectaron el resultado del proceso, esta jurisdicción se halla
facultada de verificar si en dicha labor: i) Las autoridades se apartaron de los marcos legales de
razonabilidad y equidad; ii) Omitieron de manera arbitraria la consideración de ellas, ya sea parcial
o totalmente; y, iii) Basaron su decisión en una prueba inexistente o que refleje un hecho diferente
al utilizado como argumento; y que como consecuencia de ello, se haya generado lesión a derechos
y garantías fundamentales; sin embargo, se reitera que la justicia constitucional, en ningún caso,
podrá pretender sustituir a la jurisdicción ordinaria examinando directamente la misma o volviendo a
valorarla; por cuanto, lo contrario implicaría usurpación de una función que no le está conferida ni
legal ni constitucionalmente.
(…)
Asimismo, la jurisdicción constitucional se abrirá a la revisión de la labor valorativa de la prueba
únicamente cuando el accionante especifique:
a) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos legales de
razonabilidad y equidad previsibles para decidir;
b)Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas (…); y,
c) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo
conducente, dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó
a practicarse, no obstante haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la
Resolución final” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, al acceso a
la justicia, a la presunción de inocencia, al juez natural, al trabajo, a la salud, a la vida, al acceso a
la seguridad social; y, al principio legalidad, afirmando que, no se observaron los plazos establecidos
en la norma vigente para la recepción de pruebas y emisión de resoluciones; además, que los
decretos y autos emitidos por dicha autoridad no le fueron notificados; asimismo, no se le permitió
aportar prueba durante el período probatorio, debido a que la documental ofrecida no fue producida
por la propia entidad, agravio que no fue considerado en la Resolución del Recurso Jerárquico 48 de
17 de noviembre de 2017; por otra parte, refirió que en la sustanciación de la excusa y la recusación
de la Jueza Sumariante, se contravino el procedimiento; además, de vulnerarse el derecho al juez
natural y al debido proceso, al haber actuado no solo autoridades disciplinarias sino también
administrativas; y, finalmente que, el Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero -de
destitución- no consideró la modulación de la Resolución de Recurso Jerárquico 48 por su estado de
gravidez y tampoco tomó en cuenta lo previsto en la Constitución Política del Estado y las demás
disposiciones vinculadas a la inamovilidad laboral de la trabajadora hasta que el hijo o hija cumpla
un año.
Al respecto, corresponde señalar que tanto la Jueza Sumariante como la autoridad jerárquica de la
CNS se refirieron a la prueba extrañada por la impetrante de tutela, señalando específicamente la
primera, que el Informe Legal CITE A.J.-501/2015 de 31 de marzo, emitido por el Asesor Legal a.i.
de la CNS; que según la procesada resolvía la inexistencia de responsabilidad o falta administrativa,
simplemente realizó recomendaciones respecto a su situación laboral en el Hospital Obrero 2 de la
CNS y a la declaratoria en comisión sindical, no constituyendo prueba que coadyuve a determinar la
existencia o no de responsabilidad administrativa; en cuanto a la certificación de la Jefatura de
Recursos Humanos, se precisó que la Central Obrera Boliviana (COB) remitió literal mediante la cual
esta entidad certificó que María Eugenia Guerrero Miranda estuvo declarada en comisión desde el
mes de junio de 2012 al 29 de mayo 2014. Lo propio, a tiempo de emitir la Resolución de Recurso
Jerárquico 48, el Gerente General de la CNS fue enfático al señalar que la notificación y
emplazamiento con su exclusión de la lista de los favorecidos con la ampliación de la declaratoria en
comisión sindical en virtud de la RM 299/14 de 7 de mayo de 2014, era de responsabilidad de la
recurrente y que en su momento la Administración de la CNS Regional Cochabamba no fue notificada
con la citada Resolución; aspecto que tendría que haber sido resuelto por la COD Cochabamba
mediante su Tribunal de Honor y/o regímenes disciplinarios.
Por otra parte, la prueba extrañada si se encuentra en los antecedentes del proceso disciplinario (fs.
68 a 73), la cual por lo precedentemente expuesto fue valorada por la Autoridad Sumariante; al
respecto, la jurisprudencia constitucional citada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, referida al derecho a la defensa en los procesos disciplinarios
sancionadores, que a su vez está integrado por el derecho a presentar prueba, señala que esta debe
ser producida antes de la emisión del acto administrativo como ocurrió en el caso concreto con el
Informe Legal CITE A.J.-501/2015 y en cuanto a la certificación de la Jefatura de Recursos Humanos
por la que se pretendía acreditar si la accionante fue o no notificada con la RM 299/14, también
existe un pronunciamiento, habiendo razonado la Autoridad Sumariante que, al emerger la citada
disposición del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social a solicitud de la COB y la COD
Cochabamba, tiene que ser dicha instancia la que se pronuncie al respecto. Dicho entendimiento se
funda en la facultad de la referida cartera de Estado de declarar en comisión a los dirigentes de
centrales nacionales, confederaciones y federaciones nacionales y departamentales de trabajadores,
mediante resolución ministerial expresa, con goce del ciento por ciento de sus haberes y demás
beneficios sociales mientras desempeñen sus funciones sindicales, conforme prevé el art. 97 del DS
22407 de 11 de enero de 1990, como una medida protectora del derecho a organizarse en sindicatos
en el marco del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y específicamente lo
dispuesto por el art. 51 de la CPE; por lo mismo, los trabajadores que son declarados en comisión
sindical deben contar con la resolución que acredite este extremo, pues de otro modo no podrían
ejercer su actividad sindical; en ese sentido, frente a la decisión del Ministerio del ramo de excluir a
la accionante de la declaratoria en comisión, asumida mediante RM 299/14, no puede atribuirse a la
CNS la notificación o falta de esta con la disposición administrativa mencionada; puesto que, esta
entidad no la emitió y por lo mismo no tiene facultades para su cumplimiento.
En conclusión, conforme refiere el Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, la jurisdicción constitucional se encuentra vedada de revisar la valoración probatoria
de jueces y tribunales de la jurisdicción ordinaria, así como de las autoridades administrativas; a no
ser que, el accionante cumpla con los requisitos establecidos en la jurisprudencia invocada. En el
caso concreto, si bien la solicitante de tutela individualizó la prueba extrañada afirmando que, no
obstante, de haberla ofrecido no fue producida por la propia entidad, incidiendo además en la
importancia de esta para desvirtuar los hechos endilgados; sin embargo, como también se encuentra
expuesto líneas arriba, este extremo no resulta evidente porque las pruebas extrañadas constan en
el expediente y fueron valoradas por la Jueza Sumariante, resultando infundadas tales aseveraciones.
Asimismo, habrá que considerar que si bien la RM 173/15 de 16 de marzo de 2015, modificó lo
dispuesto por la RM 299/14, incluyendo a la impetrante de tutela en la nómina de dirigentes
reconocidos y declarados en comisión; a solicitud de la COD Cochabamba mediante nota de 20 de
abril de 2015, estableciendo que la prenombrada fue expulsada de su sindicato y que además no
realizaba vida sindical por haber abandonado sus funciones por más de un año, el Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social emitió la RM 269/15 de 22 de abril de 2015, revocando la RM
173/15 y manteniendo subsistente la RM 299/14; al respecto, es pertinente señalar que si bien el
art. 51.III y IV de la CPE reconoce y garantiza el derecho a la sindicalización de los trabajadores del
país, conforme prevé el art. 100 del DS 22407: “Los dirigentes sindicales, a la finalización de sus
mandatos, deben restituirse a las funciones de trabajo que ocupaban en el momento de haber sido
declarados en comisión”; infiriendo que, cumplido el fin por el cual fueron declarados en comisión,
los dirigentes sindicales tienen el deber de constituirse nuevamente a su lugar de trabajo informando
de ello tanto al empleador como a su entidad matriz.
Con relación a la duración por más de dos años del proceso administrativo interno, en los que la
accionante habría advertido vulneraciones al marco normativo previsto en la Ley de Administración y
Control Gubernamentales, su Decreto Reglamentario y el Reglamento Interno de Personal de la CNS;
no es menos evidente que, la impetrante de tutela en su oportunidad tuvo a su alcance los
mecanismos procesales como los recursos de revocatoria y jerárquico para hacer valer sus derechos;
así se tiene que, el recurso de revocatoria en el que constan como agravios la designación de la
nueva Autoridad Sumariante, la nulidad por falta de notificación con la prueba de cargo, el
planteamiento de la excepción de prescripción administrativa, la falta de fundamentación, así como
la prueba que no habría sido producida, fueron respondidos en el Considerando II de la Resolución
RC-AS 2/2017 de 8 de junio; del igual manera, estos mismos argumentos planteados también en el
recurso jerárquico, sumados al reclamo sobre la notificación a la recurrente con la RM 299/14,
tuvieron respuesta en la Resolución de Recurso Jerárquico 48; en consecuencia, no resulta evidente
la denuncia de falta de respuesta a los memoriales y falta de notificación con los decretos y los autos
emitidos por la Autoridad Sumariante, desvirtuando con ello la presunta lesión de los derechos al juez
natural y al debido proceso.
En cuanto a la vulneración de los derechos al trabajo, a la salud, a la vida y al acceso a la seguridad
social, denunciados por la impetrante de tutela en razón al Memorándum JRRHH-M-41/2018, que
determinó su destitución, privándole además del goce de sus beneficios sociales, sin considerar lo
dispuesto en la señalada Resolución de Recurso Jerárquico respecto a su estado de gravidez,
omitiendo lo previsto en la Constitución Política del Estado y las demás disposiciones vinculadas a la
inamovilidad laboral de la madre gestante hasta que su hija o hijo cumpla un año; cursa en obrados,
el Memorándum JRRHH-M-144/2018 de 12 de marzo, disponiendo que la medida anterior quedaba
suspendida hasta el cumplimiento del año de vida del hijo de la accionante (Conclusión II.9); aspecto
que, además es corroborado por los Informes presentados por el Gerente General y el Administrador
Regional, así como de la actual Autoridad Sumariante, todos de la CNS Cochabamba; por lo cual, los
efectos del acto reclamado ya cesaron, siendo esta una causal de improcedencia de la tutela
impetrada conforme al art. 53.2 del Código Procesal Constitucional (CPCo).
Por lo señalado, la Jueza de garantías, al conceder en parte la tutela, no efectuó una adecuada
compulsa de los antecedentes del caso, de la jurisprudencia aplicable y de los alcances de esta acción
de defensa.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución de 30 de noviembre de 2018, cursante de fs. 785 a 796
vta., pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Decimocuarta de la Capital del departamento
de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, conforme los fundamentos de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
I.2.3. Resolución
El Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal, Administrativo, Coactivo Fiscal
y Tributario Primero de Huanuni del departamento de Oruro, constituido en Juez de garantías,
mediante Resolución 03/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 21 a 23, concedió la tutela solicitada,
disponiendo que los demandados respondan las notas de 22 de febrero y 20 de marzo de 2019 -
presentadas por la accionante el 25 de febrero y 21 de marzo respectivamente-, en el plazo de
cuarenta y ocho horas; decisión asumida en base a los siguientes fundamentos: a) Los prenombrados
a través de Oficio CITE: H.C.M.H. 211/2019 de 27 de igual mes, trataron de deslindar su
responsabilidad; sin embargo, la misma no puede ser considerada una respuesta consistente en la
petición de reincorporación por parte de la solicitante de tutela; toda vez que, no se fundó en ninguna
norma que establezca para petitorios de dicha naturaleza debiera remitirse a la Comisión Jurídica
para la emisión de un criterio técnico; y, b) Se advirtió vulneración del derecho reclamado; en razón
a que, no se dictó un fundamento que permita resolver la solicitud principal, coligiendo que no existe
un pronunciamiento oportuno dentro de un plazo razonable.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por nota presentada el 25 de febrero de 2019, ante el Concejo Municipal de Huanuni del
departamento de Oruro, Santusa Juana Mamani Condori -ahora accionante- solicitó su
reincorporación al cargo de Concejala de dicho Municipio (fs. 2 y vta.).
II.2. A través de memorial presentado el 21 de marzo de igual año, la prenombrada reiteró su
solicitud de reincorporación, amparándose en el derecho constitucional de petición previsto en el art.
24 de la CPE (fs. 3 y vta.).
II.3. Mediante Oficio CITE H.C.M.H. 211/2019 de 27 de igual mes, el Presidente y Secretaria del
mencionado Concejo -demandados-, le indicaron a la impetrante de tutela que su petición sería
remitida a la Comisión Jurídica de dicho órgano, para que conforme su Reglamento interno, evacúe
informe dentro de los plazos previstos en la referida norma (fs. 4).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de su derecho a la petición, ya que habiendo solicitado su
reincorporación al Concejo Municipal de Huanuni del departamento de Oruro, mediante nota de 25
de febrero de 2019, dicho petitorio no fue respondido y ante su reiteración efectuada el 21 de marzo
de igual año, el pleno del citado órgano deliberante, a través de Oficio CITE H.C.M.H. 211/2019 de
27 del citado mes, determinó que la misma sea remitida a la Comisión Jurídica para la elaboración
de informe; de tal manera que, no recibió una respuesta formal y pronta, en sentido positivo o
negativo sobre el fondo de su pretensión.
III.1. El derecho de petición y el deber de otorgar respuesta formal y oportuna
En cuanto al ejercicio y protección de dicho derecho la SC 1995/2010-R de 6 de octubre, señaló que:
“Conforme a la norma constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral o
escrita, sin la exigencia de formalidades en la formulación de la petición, pues sólo se requiere la
identificación del peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace referencia a
una respuesta formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser escrita, dando una
respuesta material a lo solicitado ya sea en sentido positivo o negativo, dentro de plazos previstos
en las normas aplicables o, a falta de éstas, en términos breves, razonables.
El contenido esencial establecido en la Constitución coincide con la jurisprudencia constitucional
contenida en las SSCC 0981/2001-R y 0776/2002-R, entre otras, en las que se señaló que este
derecho: ‘…es entendido como la facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual
o colectivamente ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener
una pronta resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería
de efectividad el derecho’. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada
la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta
resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin embargo, el sentido
de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida podrá ser
positiva o negativa’.
(…)
Asimismo, la SC 0843/2002-R de 19 de julio ha establecido: ‘que la exigencia de la autoridad pública
de resolver prontamente las peticiones de los administrados, no queda satisfecha con una mera
comunicación verbal, sino que es necesario que el peticionante obtenga una respuesta formal y
escrita, que debe ser necesariamente comunicada o notificada, a efecto de que la parte interesada,
si considera conveniente, realice los reclamos y utilice los recursos previstos por Ley’”.
En ese mismo sentido, la SCP 0083/2015-S3 de 10 de febrero, citando a la SC 1742/2004-R de 29
de octubre, sostuvo que: ‘“…el núcleo esencial del derecho de petición reside en el derecho que tiene
la persona, a una eficaz y oportuna respuesta respecto a la solicitud o impugnación dirigida a la
respectiva autoridad. Conforme a esto, la respuesta para que sea eficaz tiene que comprender y
resolver el fondo de lo pedido y ser comunicada al peticionario. Se incurre en una vulneración del
derecho constitucional fundamental de petición, cuando no se satisface alguna de estas dos
exigencias; lo cual no implica que la petición deba resolverse siempre, accediendo a lo solicitado”’
(Las negrillas son nuestras).
Finalmente, puntualizando los alcances de protección de este derecho, la SCP 0543/2019-S3 de 2 de
septiembre, estableció lo siguiente: «Asimismo, corresponde precisar en relación a la importancia del
derecho a la petición como derecho fundamental y la consecuencia o resultado que tiene cuando se
vulnera el mismo, sobre la base de lo previsto en la CPE y en lo referido por la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre, la SCP 0830/2015-S2 de 12 de agosto, indicó que: “Del
espíritu de las normas citadas precedentemente se colige el reconocimiento del derecho de petición
como derecho fundamental inherente a la persona humana, en efecto, la eficacia del derecho objeto
de estudio permite a las personas dirigirse a los poderes públicos, autoridades y personas
particulares, formulando peticiones con contenidos diversos y obtener respuestas a las mismas.
Estado Social y Democrático de Derecho se caracteriza entre otros aspectos, en que los depositarios
del poder público se pongan al servicio de la sociedad. En este sentido, el derecho de petición se
configura sobre la base de dos presupuestos indisolubles entre sí; es decir, el contenido esencial del
derecho objeto de análisis, descansa sobre dos pilares esenciales; primero, la facultad que tiene
toda persona de formular peticiones, escritas o verbales, individuales o colectivas, ante
los órganos del poder público, autoridades y personas particulares, cuya única condición -
de acuerdo al texto constitucional precedentemente citado- es la “identificación del peticionario”; y,
segundo, recibir una respuesta clara, precisa, concreta, de fondo y dentro de un plazo
razonable. Entonces, la vigencia plena del derecho de petición supone la sinérgica concurrencia de
ambos presupuestos.
En el contexto de lo referido precedentemente, la vulneración del derecho de petición implica
la existencia de cualquier tipo de obstáculos o impedimentos destinados a neutralizar la
formulación de peticiones escritas y verbales ya sean estos de carácter individual o
colectivo; asimismo, también implica transgresión del mismo, cuando los órganos,
autoridades y personas ante quienes se dirige el petitorio, omiten efectuar una
respuesta, o la responden de manera evasiva, infundada, incongruente, fuera de una
plazo razonable o, cuando pese a existir una respuesta concreta no la ponen en conocimiento del
solicitante de manera pronta y oportuna, provocando incertidumbre en el solicitante. En este sentido,
el derecho de petición no se satisface necesariamente con una respuesta positiva o en la medida que
satisfaga las perspectivas del peticionante, sino que, una contestación aunque negativa también
garantiza la eficacia del derecho analizado, siempre que sea emitida de manera coherente,
congruente y dentro de un plazo razonable, para luego comunicar a la persona solicitante o por lo
menos asegurándose que el solicitante asumió conocimiento del mismo.
(…)
(sic); nota que no puede ser considerada bajo ningún aspecto una contestación acorde a los
razonamientos jurisprudenciales glosados precedentemente, de los cuales se extrae que el núcleo
esencial del derecho a la petición es el de obtener respuesta pronta y oportuna; que además, resuelva
el fondo de lo peticionado, ya sea en forma positiva o negativa, expresando de manera motivada y
fundamentada las razones que justifican la decisión asumida; presupuestos que no concurren en la
citada nota; más al contrario se tiene que los hoy demandados adoptaron una actitud evasiva
respecto a la solicitud de fondo de la ahora accionante, cuando luego de transcurridos más de dos
meses desde la presentación del memorial realizada el 25 de febrero de 2019, determinaron remitir
su pretensión a la Comisión Jurídica para que evacue un informe soslayando con esta medida otorgar
una solución material sobre la necesidad de reincorporación de la solicitante de tutela al cargo de
Concejala del Municipio de Huanuni, sin advertir que el derecho a la petición por su carácter
instrumental se satisface, viabilizando una respuesta pronta o en su caso dentro de un plazo
razonable; lo que no aconteció en el caso manteniendo a la impetrante de tutela en una incertidumbre
respecto a la aceptación o rechazo de su reincorporación por falta de una respuesta oportuna; por lo
que, de manera inequívoca se concluye que los demandados incurrieron en lesión del derecho a la
petición consagrado en el art. 24 de la CPE; consiguientemente, corresponde conceder la tutela
demandada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber concedido la tutela impetrada, actuó de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 03/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 21 a 23,
pronunciada por el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal, Administrativo,
Coactivo Fiscal y Tributario Primero de Huanuni del departamento de Oruro; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos expuestos por el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Cochabamba, que valorando los elementos aportados comprobó su relación laboral con la entidad en
tareas propias y permanentes de la misma, no siendo necesario que haya sido continua; 2) Se
pretende la aplicación de la SCP 0260/2018-S4 de 11 de junio, que reconduce la jurisprudencia
constitucional, determinando que el Tribunal de garantías no tiene competencia para revisar
antecedentes, datos, o si la resolución está fundamentada o no, asumiendo la calidad de garante de
la ejecución de la conminatoria para proteger el derecho al trabajo; y, 3) Cualquier reclamo u
observación del empleador respecto de la conminatoria de reincorporación, debe resolverse en la vía
jurisdiccional.
Haciendo uso del derecho a la réplica, manifestó que la determinación de primera instancia de que
se acuda a la vía llamada por ley por argumentos contradictorios, fue revocada a raíz de nuevos
documentos que acreditaron que no hubo interrupción, y que si existió relación y dependencia
laboral; es decir, que el 30 de enero de 2019, seguía asistiendo a la entidad como docente y
posteriormente le pasaron a su correo electrónico el horario y programación de actividades de la
materia.
I.2.2. Informe del demandado
José Miguel Bustamante Amaya, Rector de la UNICEN, presentó informe escrito de 22 de mayo de
2019, cursante de fs. 164 a 177 vta., señalando que: i) No existió despido injustificado, por ende no
procedió la denuncia de reincorporación por haber operado simple y llanamente la conclusión de un
pacto; entre cada contrato transcurrió un plazo de noventa o más días sin que realice actividad
alguna, porque el periodo académico está configurado por semestres con fecha de inicio y conclusión
y durante el receso no existen actividades de enseñanza, y en cada contrato se procedió al pago de
beneficios sociales mediante formularios de finiquitos visados por la Jefatura Departamental de
Trabajo; ii) Los contratos a plazo fijo suscritos por UNICEN tienen respaldo no solo de la RA 650/2007
-del Viceministerio de Trabajo, Desarrollo Laboral y Cooperativas-, sino también del Decreto Ley (DL)
16187 de 16 de febrero de 1979, en función a que la vigencia de los periodos académicos se
encuentra predeterminada en su inicio y conclusión; iii) Por Resolución de 26 de marzo de 2019, el
Jefe Departamental de Trabajo Cochabamba se pronunció estableciendo categóricamente la
existencia de hechos controvertidos sobre la cantidad de contratos, la sucesión de los mismos, los
cargos desempeñados y si fueron en tareas propias y permanentes, además del pago de beneficios
sociales, disponiendo la declinatoria de competencia de la entidad; iv) El trabajo posterior al contrato
como Tribunal de Defensa de Grado, es ajeno al trabajo docente en el que se contrata profesionales,
creando un vínculo de naturaleza civil bajo la modalidad de prestación de servicios, por no existir
subordinación y dependencia; v) Impugnado el precitado fallo, mereció la RA 142/19, que revocó la
anterior por apartarse de los antecedentes fácticos y del Informe remitido por el Responsable Legal,
que no contiene los más esenciales elementos de apreciación de los hechos, documentos, y una
correcta argumentación jurídica que le sirva de sustento, estableciendo en consecuencia que hubo
despido injustificado para generar una denuncia de reincorporación, además de usurpar funciones;
y, vi) La “Conminatoria MTEPS/JDTCBBA” -lo correcto es RA- 142/19, contiene vicios y falencias
como la afirmación de que las funciones de docencia coadyuvan al logro de la finalidad principal de
la institución que es impartir educación superior, constituyendo una tarea propia y permanente, sin
considerar que UNICEN suscribe contratos a plazo fijo por periodos determinados, no siendo
desconocido que de semestre a semestre hay un intervalo en que no se pasa clases. Por lo expuesto
solicitó se deniegue la tutela.
En audiencia, indicó que entre la documentación que presentó, está una invitación a defensa privada
de tesis que se realiza a todos los docentes y la carta de aclaración de presentación a la mencionada
defensa; la Resolución de revocatoria no precisa las cartas mencionadas por la accionante, que no
fueron escondidas y fueron acompañadas a los antecedentes.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución AAC. 30/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 181 a 184, concedió la tutela solicitada,
disponiendo que la autoridad demandada en su condición de Rector de la UNICEN dé cumplimiento
como la cancelación de salarios devengados y demás derechos laborales que le correspondan hasta
el día de su reincorporación efectiva, otorgándose el plazo de tres días improrrogables a partir de su
notificación con la mencionada Resolución (fs. 6 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de su derecho al trabajo y a una fuente laboral estable; debido a
que, no obstante de ser contratada por la UNICEN en tareas propias de la entidad como Docente
Universitaria a través de tres contratos, y de entregarle el Oficio CITE DAC 022/19 de 16 de febrero,
de inicio de actividades académicas periodo I/2019, incluidos los horarios de clases; el 18 del mismo
mes y año, prescindieron de sus servicios quedando desvinculada de la mencionada casa superior de
estudios y que habiendo la Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba dictado la RA 142/19 de
29 de abril de 2019, disponiendo la reincorporación inmediata a su fuente laboral, más el pago de
salarios devengados, la autoridad demandada en lugar de cumplirla dentro de los tres días como fue
ordenado, informó que no procedería conforme a la conminatoria.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Del derecho a la estabilidad laboral
Sobre el particular, la SCP 0819/2016-S2 de 12 de septiembre, dejó sentado lo siguiente: “El art.
46.I.2. de la CPE, señala: ‘I. Toda persona tiene derecho: (…) 2. A una fuente laboral estable, en
condiciones equitativas y satisfactorias’.
Asimismo el art. 48.II la norma fundamental también señala: ‘Las normas laborales se interpretarán
y aplicarán bajo los principios de protección de las trabajadoras y de los trabajadores como principal
fuerza productiva de la sociedad; de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad
laboral; de no discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador’.
La jurisprudencia constitucional a través de la SCP 0177/2012 de 14 de mayo, de igual forma sobre
la estabilidad laboral también señala lo siguiente: ‘El principio de la estabilidad laboral. Denominado
también como principio de la continuidad de la relación laboral, que manifiesta el derecho
que tiene el trabajador de conservar su empleo durante su vida laboral, salvo que existan
causas legales que justifiquen el despido. Constituyen causas legales que justifican el despido
según nuestra legislación vigente, las establecidas en el art. 16 de la Ley General del Trabajo y el
art. 9 de su Decreto Reglamentario (DR). Este principio encuentra su fundamento en que la
estabilidad de la relación laboral da seguridad y confianza al trabajador al permitirle
continuar con su trabajo que le genera un salario para la satisfacción de sus necesidades
familiares, al mismo tiempo beneficia a la parte empleadora porque contribuye al mayor
rendimiento del trabajador como resultado de su experiencia laboral. Finalmente
beneficia a la sociedad mejorando el bienestar social, ya que la inestabilidad en el trabajo
crea problemas sociales colaterales como la desocupación, pobreza, delincuencia y otros.
Este principio expresa la necesidad social de atribuirle una larga duración a las relaciones
de trabajo y de proteger al trabajador contra el despido arbitrario e injustificado por
parte del empleador, protege uno de los derechos fundamentales del trabajador cual es
el derecho al trabajo, que precisamente es atacado por el fenómeno de la globalización ya que los
empleadores exigen el libre despido para hacer frente a las fluctuaciones del mercado (Quintanilla
Calvimontes Gonzalo, Pizarro Patricia, Quintanilla Alejandra, Derecho Individual del Trabajo)’.
Consecuentemente, de acuerdo a las normas constitucionales citadas y la jurisprudencia
constitucional, la estabilidad laboral, no constituye tan solo un derecho sino por mandato
constitucional también es un principio, criterio rector bajo el cual debe interpretarse todas las
disposiciones laborales” (las negrillas corresponden al texto original).
III.2. La aplicación del estándar más alto de protección y la obligatoriedad de
cumplimiento de las conminatorias de reincorporación laboral
el previsto en la SCP 0177/2012 de 14 de mayo, con la finalidad de otorgar una pronta e idónea
protección del derecho al trabajo’.
Consecuentemente, ante la reincorporación dispuesta por la autoridad administrativa, mediante
resolución expresa dictada por las Jefaturas Departamentales de Trabajo dependientes Ministerio de
Trabajo Empleo y Previsión Social, ésta debe ser cumplida sin excusa ni demora alguna por el
empleador, dada la protección que merece el derecho al trabajo por parte del Estado y en observancia
de los principios de continuidad y estabilidad de la relación laboral; por ello, una trabajadora o un
trabajador, podrán acudir ante las Jefaturas Departamentales de Trabajo, a fin de que éstas
dispongan, en caso de retiro injustificado e intempestivo, su reincorporación mediante conminatoria
que deberá ser cumplida por el empleador en el plazo dispuesto por las mismas; caso contrario, el
trabajador o trabajadora, podrá interponer la acción de amparo constitucional; sin perjuicio de la
impugnación que pueda realizar el empleador, sea en la vía administrativa o en la vía judicial para su
eventual revisión posterior; de ahí entonces, que la tutela constitucional que pueda ser concedida
por la justicia constitucional, ante el incumplimiento de una conminatoria de reincorporación en favor
del trabajador, resulte de carácter provisional, por cuanto al abrirse la posibilidad de su impugnación
en vía administrativa o judicial, la situación laboral del trabajador, no está definida” (las negrillas
fueron adicionadas).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de su derecho al trabajo y a una fuente laboral estable; debido a
que, no obstante de ser contratada por la UNICEN en tareas propias de la entidad como Docente
Universitaria a través de tres contratos, y de entregarle el Oficio CITE DAC 022/19 de 16 de febrero,
de inicio de actividades académicas periodo I/2019, incluidos los horarios de clases; el 18 del mismo
mes y año, prescindieron de sus servicios, quedando desvinculada de la mencionada casa superior
de estudios; y que habiendo la Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba dictado la RA 142/19
de 29 de abril de 2019, disponiendo la reincorporación inmediata a su fuente laboral, más el pago de
salarios devengados, la autoridad demandada en lugar de cumplirla dentro de los tres días como fue
ordenado, informó que no procedería conforme a la conminatoria.
De los antecedentes que cursan en el expediente, se tiene que la impetrante de tutela ingresó a
trabajar a la UNICEN a través de un primer contrato de servicios profesionales de 1 de marzo de
2017, como Facilitadora para la orientación y guía en el desarrollo de distintas asignaturas, con
vigencia desde la indicada fecha hasta el 24 de junio de igual año; posteriormente fue empleada
mediante contrato de trabajo de 3 de agosto del mismo año, como docente de tiempo completo del
periodo académico regular II-2017, para desempeñar las funciones de asesoramiento en el desarrollo
de actividades académicas, bajo la modalidad a plazo fijo, a partir de la citada fecha al 25 de
noviembre del año mencionado; siendo contratada nuevamente en las mismas condiciones, por
contrato de trabajo de 5 de marzo de 2018, por los periodos académicos regulares I-2018 y II-2018,
esta vez, desde esa fecha hasta el 1 de diciembre de 2018 (Conclusión II.1); los servicios que prestó
en el periodo I-2017 de 1 de marzo al 24 de junio de 2017, están descritos en el certificado emitido
por la autoridad demandada de 29 de julio del precitado año (Conclusión II.2); asimismo, las
actividades de la accionante en la UNICEN se describen en notas de invitación a Defensa de
Proyectos, designación como miembro de Tribunal de Defensa de Proyecto de Grado que le fueron
dirigidas en distintas fechas comprendidas entre el 27 de noviembre de 2017 y el 30 de enero de
2019, y de bienvenida al inicio de actividades académicas del periodo I/2019 de 16 de febrero, por
los encargados de diferentes instancias de la citada casa superior de estudios, e igualmente en
correos electrónicos enviados por la mencionada entidad a la impetrante de tutela de 15 y 18 de
febrero del referido año, acompañando documentos académicos en archivo adjunto (Conclusión II.3);
mediante Resolución de 26 de marzo de 2019, la Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba,
declinó el conocimiento de la denuncia de reincorporación instada por la accionante (Conclusión II.4);
la determinación anterior fue impugnada por la peticionante de tutela a través del recurso de
revocatoria presentado el 29 de marzo de ese año, pidiendo su reincorporación (Conclusión II.5);
finalmente, la referida Jefatura resolviendo el recurso, por RA 142/19, conminó a la UNICEN, proceder
a la reincorporación de la trabajadora María del Carmen Rodríguez Uribe, en el último cargo que
venía desempeñando, más la cancelación de salarios devengados y demás derechos laborales que le
correspondan hasta el día de sus reincorporación efectiva, otorgándose el plazo de tres días
improrrogables a partir de su notificación con dicha Resolución (Conclusión II.6).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1, la normas laborales se deben interpretar y aplicar entre otros,
bajo el principio de estabilidad o continuidad laboral que implica el derecho que tiene el trabajador
de conservar su empleo durante su vida laboral, para darle seguridad y confianza para generarse una
retribución para la satisfacción de sus necesidades, salvo que existan causas legales que justifiquen
el despido. Asimismo, cuando la Jefatura Departamental de Trabajo dispone la reincorporación, se
debe cumplirla sin demora en observancia de los principios de continuidad y estabilidad de la relación
laboral, a cuyo efecto el trabajador acude a esta para que conmine su reincorporación en caso de
retiro injustificado e intempestivo, la que de no ser acatada le habilita para deducir la acción de
amparo constitucional, sin perjuicio de la impugnación que pueda realizar el empleador, sea en la vía
administrativa o judicial para su eventual revisión, estando imposibilitada la jurisdicción constitucional
de analizar si la conminatoria tiene una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar la
reincorporación o si los datos, hechos y circunstancias que le dieron lugar, ameritaban tal
determinación, debiendo limitarse a ordenar o disponer el cumplimiento o la ejecución de la
conminatoria, todo de acuerdo al Fundamento Jurídico III.2 precedente.
En el caso, la accionante después de haber sido contratada a plazo fijo por la UNICEN, para impartir
la docencia universitaria en diferentes asignaturas por los periodos académicos I-2017, II-2017, I-
2018 y II-2018 y desarrollar actividades en la gestión 2019, conforme sale de las comunicaciones
detalladas en las Conclusiones II.1 y 3, la entidad académica mencionada determinó prescindir de
sus servicios, motivando que la impetrante de tutela acuda a la Jefatura Departamental de Trabajo
Cochabamba que en una primera instancia resolvió declinar competencia sobre la denuncia por existir
hechos controvertidos, emitiendo al efecto la Resolución de 26 de marzo de 2019; no obstante,
habiendo la impetrante de tutela planteado recurso de revocatoria, la autoridad administrativa revocó
la indicada decisión dictando la RA 142/19, conminando a la UNICEN precisamente a reincorporar a
la accionante María del Carmen Rodríguez Uribe, en su fuente laboral, el pago de salarios devengados
y demás derechos laborales hasta el día de sus reincorporación efectiva.
No obstante la orden expresa de la autoridad administrativa laboral, que debía hacerse efectiva en
el término de tres días, el demandado incumplió la RA 142/19, que contiene la conminatoria de
reincorporación, desconociendo lo dispuesto por el parágrafo IV del DS 28699 de 1 de mayo de 2006,
incorporado por su similar 0495 de 1 de mayo de 2010, que torna a la conminatoria en obligatoria a
partir de su notificación, y el entendimiento jurisprudencial glosado en el Fundamento Jurídico III.2
del presente fallo constitucional, y si bien el 13 de mayo de 2019, dedujo recurso jerárquico contra
dicha decisión, esa impugnación no es idónea para impedir la ejecución de la conminatoria, tal como
está establecido en la segunda parte del parágrafo IV de la precitada norma, la que ineludiblemente
debe materializarse no solo por mérito de la disposición legal mencionada, sino porque como
igualmente está desarrollado en el Fundamento Jurídico precedente, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, debe asumir que la autoridad administrativa laboral al conminar se sujetó a la
Constitución Política del Estado y la normativa aplicable, no estándole permitido hacer la valoración
de si se hizo o no una debida fundamentación o si los datos, hechos y circunstancias que se tomaron
en cuenta sustentan la determinación.
Por consiguiente, las observaciones y cuestionamientos de la autoridad demandada a la RA 142/19,
en los términos detallados en los incisos v) y vi) de la relación de su informe; es decir, que se hubiera
apartado de los antecedentes fácticos y del Informe remitido por el Responsable Legal, que no
contiene los más esenciales elementos de apreciación de los hechos, documentos, ni una correcta
argumentación jurídica y que además presenta vicios y falencias, no pueden ser analizados por este
Tribunal, correspondiendo su tratamiento a la jurisdicción ordinaria en la que el demandado podrá
eventualmente argumentar y producir prueba de manera amplia, a objeto de demostrar que la
conminatoria fue dispuesta desconociendo la normativa que regula las condiciones para su emisión
y en base a una comprensión errada de los hechos que la motivaron, pues se aclara que la concesión
de la tutela que dispone el cumplimiento de aquella es de carácter provisional.
septiembre de 2017, se encuentra prohibida la suscripción de más de dos contratos a plazo fijo (fs.
19).
II.4. Consta Conminatoria de Reincorporación Laboral de 8 de febrero de 2019, J.D.T.L.P.//48-VI-
CPE/D.S. 0496/RAAM/ 022/2019 (fs. 6 a 10), con la cual fue notificada la impetrante de tutela el 12
de similar mes y año (fs. 11).
II.5. Cursa Informe MTEPS/JDTLP-RAAM-V-039/19 de 15 de marzo de 2019, emitido por la Jefatura
Departamental de Trabajo, Empleo y Previsión Social de La Paz, que estableció el incumplimiento de
la conminatoria de reincorporación inmediata de la accionante, a su fuente laboral (fs. 4 a 5).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denunció la lesión de sus derechos al trabajo, inamovilidad y estabilidad laboral, por
el hecho de que al haberse cumplido el 31 de diciembre de 2018 el segundo de los contratos suscritos
con la Entidad demandada, mediante nota de 8 de enero de 2019 solicitó el beneficio de inamovilidad
laboral por estado de gestación que fue rechazado por nota de 25 del mismo mes y año, en virtud al
DS 0012 de 19 de febrero de 2009 y Circular Instructivo 086 de 19 de septiembre de 2017, al existir
la prohibición de suscribir más de dos contratos a plazo fijo.
En consecuencia, corresponde en revisión determinar si los extremos denunciados son evidentes, a
fin de conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Integración de la jurisprudencia sobre la conminatoria de reincorporación emitida
por el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social
El DS 28699 de 1 de mayo de 2006, en sus arts. 10 y 11, establece que cualquier persona que se
encuentre sometida al régimen laboral y crea que fue injustamente despedida o alejada de su fuente
laboral -salvo las causas de despido previstas por el art. 16 de la LGT-, pueda acudir ante el Ministerio
de Trabajo, Empleo y Previsión Social, reclamando su derecho a la estabilidad laboral o el pago de
beneficios sociales. Posteriormente, el DS 0495 de 1 de mayo de 2010 en su Artículo Único modificó
el parágrafo III del art. 10 del DS 28699, señalando: “En caso de que el trabajador opte por su
reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
donde una vez constatado el despido injustificado, se conminará al empleador a la reincorporación
inmediata al mismo puesto que ocupaba la trabajadora o trabajador al momento del despido, más el
pago de los salarios devengados y demás derechos sociales que correspondan a la fecha de la
reincorporación, a través de las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo”.
Además, incluyó los parágrafos IV y V, con los siguientes textos: “IV. La conminatoria es obligatoria
en su cumplimiento a partir de su notificación y (únicamente) podrá ser impugnada en la vía judicial,
cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución”; se aclara que la palabra únicamente
fue declarada inconstitucional por la SCP 0591/2012 de 20 de julio.
Por su parte, el parágrafo V indica: “V. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Parágrafo IV del presente
Artículo, la trabajadora o trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que correspondan,
tomándose en cuenta la inmediatez de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral”
.
La RM 868/10 de 26 de octubre de 2010, que reglamenta el procedimiento para la aplicación del DS
0495, en su art. 3 refiere: “Ante el incumplimiento de la Reincorporación instruida, la trabajadora o
trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que correspondan, tomándose en cuenta
la inmediatez de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral”.
Sobre la base de este marco normativo, las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0138/2012
de 4 de mayo y concretamente la 0177/2012 de 14 de mayo, en su Fundamento Jurídico III.3, señaló
que: “1) En caso de que una trabajadora o un trabajador, ante un eventual retiro intempestivo sin
causa legal justificada opte por su reincorporación, deberá denunciar este hecho ante las Jefaturas
Departamentales de Trabajo entidades que deberán asumir el trámite previsto por el DS 0495,
emitiendo si corresponde la conminatoria de reincorporación en los términos previstos en esta norma,
y en caso de que el empleador incumpla la conminatoria, el trabajador o trabajadora podrá interponer
la acción de amparo constitucional, misma que resulta más idónea en estos casos por las razones
antes expuestas.
2) Aclarando que la conminatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social,
en los alcances del DS 0495, no constituye una resolución que defina la situación laboral de la
trabajadora o el trabajador, por cuanto el empleador puede impugnar ésta determinación en la
justicia ordinaria, conforme previene el referido Decreto Supremo vale decir, interponiendo una
acción laboral, dentro los alcances establecidos por el art. 65 del Código Procesal del Trabajo (CPT),
precepto que otorga la posibilidad al empleador de constituirse en parte demandante en una acción
social, instancia en la que en definitiva se establecerá si el despido fue o no justificado, esto debido
a que la justicia constitucional sólo viabiliza la tutela inmediata ante la decisión unilateral del
empleador que opta por un despido intempestivo sin causa legal justificada.
3) En aquellos casos en que la trabajadora o trabajador, fuera sometido a un proceso interno dentro
el cual se determine su despido por una de las causales establecidas en el art. 16 de la LGT y art. 9
del DR, en su caso por vulneración a su Reglamento Interno, el procedimiento previsto por el DS
0495, no será aplicable; debiendo la trabajadora o trabajador, que estime que su destitución fue
ilegal o injustificada, incoar la correspondiente demanda de reincorporación ante la judicatura laboral.
Por lo referido, las conminatorias de reincorporación emitidas por las jefaturas departamentales o
regionales de trabajo deben ser cumplidas de manera obligatoria, sin perjuicio que puedan ser
impugnadas por el empleador o parte patronal en la vía administrativa o judicial.”
Entendimiento que también fue asumido en las otras Salas de este Tribunal en las SSCCPP
0016/2018-S2 de 28 de febrero, 0328/2018-S2 de 9 de julio, 0003/2018-S3 28 de febrero,
0047/2018-S3 de 15 de marzo, 0015/2018-S4 de 23 de febrero, 0814/2018-S2 de 11 de diciembre.
III.2. El cumplimiento obligatorio e integral de la conminatoria reincorporación laboral
Al respecto la SCP 564/2019-S4 señaló: “El Decreto Supremo 495 de 1 de mayo de 2010, en su
artículo único, modifica el art. 10, parágrafo III del DS 28699 de 1 de mismo mes de 2006 y
complementando dispone:
I. Se modifica el Parágrafo III del Artículo 10 del Decreto Supremo N° 28699 de 1 de mayo de 2006,
con el siguiente texto:
II. En caso de que el trabajador opte por su reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, donde una vez constatado el despido injustificado,
se conminará al empleador a la reincorporación inmediata al mismo puesto que ocupaba la
trabajadora o trabajador al momento del despido, más el pago de los salarios devengados y demás
derechos sociales que correspondan a la fecha de la reincorporación, a través de las Jefaturas
Departamentales y Regionales de Trabajo.
III. Se incluyen los Parágrafos IV y V en el Artículo 10 del Decreto Supremo 28699
<http://www.lexivox.org/norms/BO-DS-28699.html>, de 1 de mayo de 2006, con los siguientes
textos:
IV. La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir de su notificación y únicamente podrá
ser impugnada en la vía judicial, cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución.
V. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Parágrafo IV del presente Artículo, la trabajadora o trabajador
podrá interponer las acciones constitucionales que correspondan, tomándose en cuenta la inmediatez
de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral.
Conforme manda la norma transcrita, cuando el trabajador afectado por un despido intempestivo e
ilegal, opte por su reincorporación, acudirá denunciando el hecho, ante el Ministerio del Trabajo,
Empleo y Previsión Social, por intermedio de las Jefaturas Departamentales del Trabajo; instancia
que, luego de verificar el despido ilegal, expedirá la conminatoria ordenando al empleador, la
restitución del trabajador a su fuente laboral, en el mismo puesto que ocupaba, ordenando además,
el pago de los salarios devengados a la fecha en que se efectivice la reincorporación y la restitución
que le correspondan a los trabajadores, quedando expedita la vía ordinaria a efectos de demostrar
la ilegal o indebida conminatoria emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo, en su caso.
De conformidad a lo señalado precedentemente, corresponde verificar en la presente acción de
amparo constitucional, si es evidente que la conminatoria de reincorporación laboral emitida en favor
de la ahora solicitante de tutela, por la Jefatura Departamental de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
fue incumplida por la Regional La Paz de la Caja Nacional de Salud.
De la revisión de los antecedentes, se constata que la accionante denunció la vulneración de sus
derechos al trabajo, inamovilidad y estabilidad laboral, ya que en su condición de mujer embarazada,
no accedió a una tercera contratación laboral para prestar sus servicios profesionales como Enfermera
de la Caja Nacional de Salud filial La Paz, luego de dos contratos celebrados de 8 de enero a 30 de
junio y de 2 de julio a 31 de diciembre, ambos de 2018; hecho que puso en conocimiento de la
entidad empleadora mediante memorial de 8 de enero de 2019, con la finalidad de acceder al
beneficio de estabilidad laboral.
En ese contexto, la revisión de antecedentes permite establecer que luego de haber finalizado la
segunda relación contractual suscrita de 2 de julio a 31 de diciembre de 2018, la peticionante de
tutela puso en conocimiento de la entidad empleadora que tenía trece semanas de embarazo,
adjuntando el informe ecográfico de 7 de enero de 2019, con la finalidad de solicitar inamovilidad
laboral (Conclusión II.1); la Jefatura de Recursos Humanos de la Regional La Paz de la Caja Nacional
de Salud se pronunció mediante nota de 25 de igual mes y año, argumentando que el DS 0012 de
19 de enero de 2009 y la Circular Instructivo 086 de 19 de septiembre de 2017, prohibían la
suscripción de más de dos contratos a plazo fijo (Conclusión II.2).
Posteriormente, la accionante acudió a la Jefatura Departamental de Trabajo, Empleo y Previsión
Social de la Paz; instancia que emitió la Conminatoria de Reincorporación Laboral J.D.T.L.P.//48-VI-
CPE/D.S. 0496/RAAM/022/2019 de 8 de febrero, con la cual fue notificada la parte denunciada el 12
del citado mes y año, sin que hubiese dado cumplimiento a lo dispuesto en la misma.
Consiguientemente, corresponde a este Tribunal Constitucional Plurinacional, dilucidar si la
accionante en su condición de gestante goza de inamovilidad laboral, aplicando los razonamientos
expuestos en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, los cuales establecen
que: “…Conforme manda la norma transcrita, cuando el trabajador afectado por un despido
intempestivo e ilegal, opte por su reincorporación, acudirá denunciando el hecho, ante el Ministerio
del Trabajo, Empleo y Previsión Social, por intermedio de las Jefaturas Departamentales del Trabajo;
instancia que, luego de verificar el despido ilegal, expedirá la conminatoria ordenando al empleador,
la restitución del trabajador a su fuente laboral, en el mismo puesto que ocupaba, ordenando además,
el pago de los salarios devengados a la fecha en que se efectivice la reincorporación y la restitución
de los derechos sociales que le correspondan, cuya ejecución es obligatoria e inmediata,
independientemente que hubiera sido objeto de impugnación, quedando facultado el trabajador, de
recurrir a la jurisdicción constitucional para que se efectivice la conminatoria cuando el empleador se
resista a cumplirla.
En este sentido, la conminatoria de reincorporación debe ser acatada en su integridad, es decir, que
el empleador una vez notificado con ésta, debe ejecutar todo lo que la Jefatura Departamental del
Trabajo hubiese ordenado realizar, dado que, si se dispuso la restitución del trabajador al mismo
puesto laboral que desempeñaba al momento de ruptura de la relación laboral, la cancelación de
haberes devengados y la restitución de los derechos sociales de los que gozaba, la ejecución deberá
ser respecto a todo lo decidido, sin omitir ninguna de las determinaciones dispuestas…”
Conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico precedente, así como de los antecedentes
que constituyen la esencia misma de la demanda de acción de amparo constitucional que se revisa,
se evidencia que los derechos que se denuncian como lesionados y cuya restitución se ha ordenado
por la autoridad administrativa laboral, abren la posibilidad de acudir directamente a la vía
constitucional para su protección.
Ahora bien, partiendo de lo previsto por el art. 46.I.2 de la CPE, que dispone: “I. Toda persona tiene
derecho: ‘…2. A una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias’. II. El Estado
protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas”, concordante con el art. 48 del mismo cuerpo
legal que dispone: “I. Las disposiciones sociales y laborales son de cumplimiento obligatorio. II. Las
normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de las trabajadoras y
de los trabajadores (…); de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de
no discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador”; y finalmente
la Norma Fundamental, en su art. 49.III establece: “El Estado protegerá la estabilidad laboral, prohíbe
el despido injustificado y toda forma de acoso laboral”, cabe manifestar que, en el caso analizado, la
Institución demandada incumplió la determinación emanada de la autoridad laboral que mediante
Conminatoria de Reincorporación Laboral de 8 de febrero de 2019 J.D.T.L.P.//48-VI-CPE/D.S.
0496/RAAM/ 022/2019 ordenó proceder a la inmediata reincorporación de la accionante, al mismo
puesto que ocupaba antes del despido, más el pago de salarios devengados, así como la restitución
de los derechos sociales que por ley le correspondan, dada su condición de mujer gestante; al no
haberlo hecho, incumplió con la orden de la referida conminatoria, misma que se encuentra
reconocida por el DS 495, como mecanismo destinado a efectivizar la inmediatez de la protección
constitucional que tiene el derecho a la estabilidad laboral, más aún cuando estas disposiciones son
de cumplimiento obligatorio.
Por lo expuesto, resulta evidente la inobservancia del carácter obligatorio que conlleva la
conminatoria emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo de La Paz, por parte de la Caja
Nacional de Salud Regional La Paz, al resistirse a cumplir con el contenido de la misma, a pesar de
tener pleno conocimiento de dicha decisión; por lo que, conforme a los Fundamentos Jurídicos de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde a la jurisdicción constitucional, conceder
la tutela solicitada.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela solicitada, evaluó correctamente los
datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 070/2019 de 23 de abril, cursante de fs. 161 a 164
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Reincorporación por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019 de 14 del referido
mes y año, ordenando la reposición de sueldos devengados desde el despido injustificado,
manteniendo su antigüedad y demás derechos que le correspondieren, notificada a la entidad
empleadora el 25 de igual mes y año; sin embargo, desde esa fecha transcurrieron veintinueve días
calendario sin que se hubiese dado cumplimiento a ésta.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denuncia la lesión de sus derechos a la inamovilidad laboral, a la alimentación, a la
salud, a la vida y a la seguridad social, citando al efecto los arts. 15.I, 16.I, 18.I, 45.I y II, y 48.VI
de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Se deje sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL.
RR.HH.- 51/2019 de agradecimiento de servicios; b) El cumplimiento de la Conminatoria de
Reincorporación por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019; y, c) El pago de
salarios devengados desde el momento del despido hasta su efectiva reincorporación, además de la
cancelación de asignaciones familiares y, el uso del descanso pre y post natal.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 26 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 90 a 95
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó el contenido de su demanda y ampliándola señaló
que, el art 64.II de la CPE, establece la protección y asistencia estatal a quienes son responsables de
familia; por lo que, siendo la impetrante de tutela madre soltera de un niño de cuatro años, además
de su estado de gravidez, tiene derecho a la inamovilidad laboral hasta que su hijo cumpla un año.
I.2.2. Informe del demandado
Juan Luis Miranda Velásquez, Director Nacional de Recursos Humanos del Consejo de la Magistratura,
a través de informe escrito de 25 de abril de 2019, cursante de fs. 65 a 74, solicitó se deniegue la
tutela impetrada, refiriendo que: 1) La determinación de agradecer los servicios de la peticionante
de tutela, fue una decisión de la Sala Plena del Consejo de la Magistratura y no de su persona; y, 2)
La impetrante de tutela no era funcionaria de carrera administrativa y por tanto no gozaba de los
derechos contemplados en el art. 7.II de la Ley 2027 de 27 de octubre de 1997.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 18 de 26 de abril de 2019, cursante de fs. 95 vta. a 98 vta., denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: i) La accionante no tiene la calidad de funcionaria de carrera de la
entidad demandada, ya que los cargos del Órgano Judicial fueron declarados transitorios en tanto se
implemente en su totalidad el nuevo Órgano Judicial; ii) Se salvan los derechos del menor a percibir
subsidios de lactancia determinados por ley, hasta el año de edad; y, iii) No resulta efectiva la
Conminatoria de Reincorporación Laboral emanada del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social.
II. CONCLUSIONES
Del análisis de la prueba documental adjunta al expediente, se establece que:
II.1. Por Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 0229/2018 de 15 de marzo, el Consejo de la
Magistratura, designó de manera provisional a la peticionante de tutela en el cargo de Técnico IV
como Auxiliar Inscriptor (fs. 5).
II.2. Cursa certificado de atención prenatal de 4 de febrero de 2019, emitido por la CNS en favor de
la impetrante de tutela, el cual establece que en la fecha su emisión, tenía diecinueve semanas (cinco
meses) de embarazo (fs. 16).
constitucional que alega en la presente acción de defensa, por cuanto no goza de la estabilidad e
inamovilidad laboral que garantiza la carrera judicial; circunstancia por la cual, su desvinculación del
órgano Judicial, no constituye la vulneración de sus derechos fundamentales que invoca,
determinando lo expuesto ut supra, se deniegue la tutela que solicitada por el accionante mediante
esta acción de amparo constitucional, al no ser evidente la existencia la vulneración de los derechos
y garantías fundamentales invocados en la demanda de esta acción tutelar ni de acto ilegal o
restrictivo de los mismos, que inviabiliza se abra su ámbito de protección…’, estableciendo además,
en el caso del niño menor de un año ‘…más aun ante la constancia de que el Consejo de la
Magistratura, ha otorgado los beneficios a la seguridad social y los otros derechos sociales previstos
por ley a los hijos menores de un año del accionante’ (SCP 0953/2017-S1)”.
Empero, es preciso hacer hincapié que este Tribunal, a través de la SCP 1417/2012 de 20 de
septiembre, cambiando la línea jurisprudencial asumida en la precitada SCP 1277/2012, fundó el
siguiente entendimiento: “…la negación establecida en el art. 7.II. inc. a) del EFP, debe tener su
excepción, en el caso en el que se ingrese a analizar situaciones de grupos vulnerables -que de igual
manera pueden tener la calidad de servidores públicos- y merezcan protección especial por parte del
Estado, tal como sucede con el caso de las mujeres embarazadas, personas con capacidades
diferentes, adultos mayores, etc…
(…)
Consecuentemente, en aplicación del principio constitucional pro homine, por el cual debe entenderse
la norma, en el sentido más amplio y no así en el sentido restringido, se establece que las servidoras
públicas de libre nombramiento, que se encuentren en estado de embarazo o en su caso el servidor
público de libre nombramiento, que sea progenitor, merecerá la protección del Estado, a través
de todas sus instancias y órganos, reconociéndoles el derecho establecido en el art. 48.IV
de la CPE; sin embargo, dadas sus características especiales en las que se encuentran,
como servidores públicos que no se encuentran en la carrera administrativa, deberá
otorgarse la protección -en aplicación de lo dispuesto por el art. 48.IV de la CPE-
permitiendo se mantengan desempeñando funciones en la misma institución en la que
fueron agradecidas sus labores, hasta que su hijo o hija cumpla un año de edad…” (las
negrillas nos corresponden), criterio reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0125/2019-S2 de 17 de abril, 0548/2016-S2 de 27 de mayo, 1204/2013 de 1 de agosto y 1686/2012
de 1 de octubre.
Es preciso dejar sentado que, con relación a los servidores públicos, el art. 233 de la CPE, refiere que
estos forman parte de la carrera administrativa, excepto aquellos que desempeñen cargos electivos,
hayan sido designados y quienes ejerzan cargos de libre nombramiento; es decir, los denominados
funcionarios provisorios o transitorios; mandato constitucional que, se entiende tiene por finalidad
garantizar que todas las instituciones del Estado cuenten con servidores públicos que hayan
transitado por un proceso de institucionalización para ingresar en la carrera administrativa a través
de convocatorias públicas competitivas y evaluación de mérito con el objeto de brindar seguridad
jurídica en los servicios que prestan; y, entre tanto no se produzca esta institucionalización, tales
funciones pueden ser cumplidas por servidores provisorios; sin embargo, los arts. 5 incs. c) y d), 7.II
y 71 de la Ley 2027, son claros al señalar que al no encontrarse estos sujetos a las disposiciones
relativas a la carrera administrativa, no gozan de los derechos reconocidos a los funcionarios de
carrera como ser el derecho a la estabilidad.
En este punto debemos hacer una diferenciación entre lo que se debe entender por estabilidad laboral
como el derecho del trabajador o empleado a conservar o permanecer en su fuente laboral por el
mayor tiempo posible -siempre y cuando no incurra en causales legítimas de despido- y la garantía
de inamovilidad laboral de la madre gestante o progenitor del nasciturus por el periodo de un año;
pues, en este último caso el bien jurídico a proteger no es el trabajo como una construcción social y
necesaria para el sustento de los trabajadores, sino que la tutela comprende a la mujer embarazada
o madre y al nuevo ser, considerados como grupo de atención prioritaria por su alto grado de
vulnerabilidad. Es por ello que, la protección que brinda la inamovilidad laboral a la que hace
referencia el art. 48.VI de la CPE, es considerada como el grado más alto de estabilidad laboral que
impone la imposibilidad de despedir, sea en el sector privado o público, aunque sea legal el despido
o se trate de funcionarios provisorios en el caso de los servidores públicos, debido precisamente a la
protección que brinda al binomio madre-hijo (extensible a los progenitores), la cual por sus
características es excepcional y temporal, entre tanto dure el vínculo indispensable entre la madre y
el menor por el periodo de la lactancia y otros cuidados necesarios, habiendo establecido la
Constitución Política del Estado el límite de un año.
III.2. Análisis del caso concreto
En el caso concreto, la accionante refiere que el demandado lesionó sus derechos al trabajo, a la
estabilidad y a la inamovilidad laboral; argumentando que no obstante encontrarse en estado de
gravidez, fue notificada en tablero con el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 51/2019 de 17 de
enero, comunicándole la determinación del Pleno del Consejo de la Magistratura de agradecer sus
servicios, disponiendo la conclusión de la relación laboral a partir del 18 de igual mes y año; en tal
sentido, mediante escrito de 23 del mismo mes y año, impugnó el contenido de dicho Memorándum,
emitiéndose la Resolución 002/2019 de 25 de similar mes y año, argumentando que el recurso de
revocatoria formulado fue presentado fuera del pazo de tres días previsto en el art. 20.I del Acuerdo
042/2018 -no cita fecha-; motivo por el cual, interpuso recurso jerárquico el 1 de febrero del indicado
año; empero, transcurridos cincuenta y cuatro días desde su presentación y al ver que el mismo se
tornaba ineficaz, acudió a la Jefatura Departamental del Trabajo de Santa Cruz dependiente Ministerio
de Trabajo, Empleo y Previsión Social, instancia que emitió la Conminatoria de Reincorporación por
Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019 de 14 de febrero, ordenando la
reposición de sueldos devengados desde el despido injustificado, manteniendo su antigüedad y
demás derechos que le correspondieren, notificada a la entidad empleadora el 25 de igual mes y año;
sin embargo, desde esa fecha transcurrieron veintinueve días calendario sin que se hubiese dado
cumplimiento a la misma.
De la revisión de los antecedentes que cursan en el expediente, se establece que por Memorándum
CM-DIR.NAL. RR.HH.- 0229/2018 de 15 de marzo, se asignó provisionalmente las funciones de
Técnico IV como Auxiliar Inscriptor del Consejo de la Magistratura en la ciudad de Santa Cruz de la
Sierra a Rosmery Choque Callejas (Conclusión II.1); asimismo, el certificado de atención prenatal,
establece que la accionante se encontraba con un embarazo de cinco meses (Conclusión II.2); sin
embargo, mediante Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 51/2019 agradecieron sus servicios,
efectivizándose su retiro a partir del 18 de enero de 2019 (Conclusión II.3); posteriormente acudió a
la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, que emitió la Conminatoria de Reincorporación
por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019, con la cual fue notificada la parte
denunciada el 25 febrero de 2019 (Conclusión II.4).
De conformidad a lo establecido en la SCP 0783/2018-S4 de 22 de noviembre, los cargos
jurisdiccionales o de apoyo jurisdiccional y administrativo, incluyendo al personal del Consejo de la
Magistratura -con excepción de las autoridades electas-, son transitorios en tanto no se lleve adelante
el proceso de contratación de personal conforme a las formalidades previstas en las leyes y
reglamentos internos; aspecto concordante con los arts. 5 incs. c) y d), 7.II y 71 de la Ley 2027, que
establecen que los funcionarios provisorios, al no encontrarse sujetos a las disposiciones relativas a
la carrera administrativa, no gozan de los derechos reconocidos a los funcionarios de carrera, como
ser la inamovilidad; sin embargo, esta previsión conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, no puede ser aplicable a la inamovilidad
prevista por el art. 48.VI de la CPE, que no debe entenderse en los términos del derecho a la carrera
administrativa y la estabilidad en ella, a que hace referencia el art. 7.II inc. a) de la Ley 2027; puesto
que, la primera es de carácter excepcional, permitiendo a la servidora o servidor público desempeñar
funciones en consideración a la protección especial que debe brindar el Estado a la madre gestante
o padre progenitor y especialmente al nasciturus, hasta que este cumpla un año.
En tal sentido, la condición de funcionaria transitoria o provisoria de la impetrante de tutela, por
haber sido designada en un cargo de libre nombramiento conforme al Memorándum CM-DIR.NAL.
Solicitó se detengan las obras de construcción de viviendas que se están realizando en desmedro de
la población de la Urbanización Las Flores y se respete el uso de suelo.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
La audiencia pública fue instalada el 23 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 318
a 321 vta., en la cual se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante por intermedio de su representante, ratificó lo manifestado en su memorial de
acción de amparo constitucional y ampliándolo, señaló que: i) Lo alegado por los demandados sobre
la legitimación activa y pasiva, ya fue superado por la SCP 0707/2018-S2 de 31 de octubre y que,
por el solo hecho de tener propiedad de lotes de inmuebles en dicho barrio, le da legitimación activa,
aunque no viva allí, ni tenga vivienda edificada; ii) La construcción de esas viviendas sin previo
proceso legislativo está vulnerando sus derechos a la salud, al agua y al debido proceso, dado que
los terrenos fueron cedidos durante el trámite de loteamiento con el fin legal específico de que sean
destinados a áreas verdes y/o equipamiento; iii) La Ley Municipal de Reasignación de Uso de Suelo
en Terrenos de Propiedad Municipal para la Construcción de Obras de Interés Público -Ley Municipal
035 de 23 de abril de 2014- para edificaciones de altura, no habla mucho del uso de suelo ni de
viviendas sociales; iv) Es imposible que se construyan las 100 viviendas sociales proyectadas sin
afectar las vías de circulación; v) No se pueden transferir terrenos públicos ni cambiar el uso de suelo
con base a un acto administrativo, como la Resolución Administrativa (RA) 479/2019 de 22 de marzo,
sino mediante una ley del Concejo Municipal de Tarija; vi) No se entiende cómo construyen sin tener
saneados todos los aspectos legales relatados; y, vii) El propio Municipio les dio los doscientos o
trescientos plantines de árboles a ser colocados en los inmuebles que ahora pretenden destinar a
otra finalidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Francisco Rosas Urzagaste, Presidente del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija, por
intermedio de sus representantes presentó informe escrito el 23 de mayo de 2019, cursante de fs.
194 a 198; argumentando que: a) El accionante no realizó una vinculación entre los hechos y los
supuestos derechos vulnerados, ni la forma cómo está involucrada la entidad que representa; b)
Todo lo alegado en la acción de defensa corresponden a intereses de grupo o individuales
homogéneos, los cuales no pueden ser tutelados vía acción popular; c) A solicitud expresa del Alcalde
del Gobierno Autónomo Municipal de la ciudad mencionada, se emitió la Resolución Municipal
141/2018 de 15 de noviembre, que ratificó el Convenio Intergubernativo 25/2018 de 1 de ese mes,
suscrito con la Agencia Estatal de Vivienda, para la ejecución del proyecto -construcción de 100
viviendas sociales para personas con discapacidad en el municipio de Tarija-, donde el Municipio se
obligó a transferir lotes de terreno a título gratuito para tal destino exclusivamente, sin identificar
qué predios debían ser enajenados; d) Todo lo realizado se enmarcó en el ordenamiento jurídico
constitucional y legal; e) La Ley Municipal 035 permite la reasignación de uso de suelo de bienes
inmuebles de propiedad municipal asignados como vías de circulación, áreas verdes y de
equipamiento u otras, para la construcción de obras de interés público, incluyendo los usos asignados
en trámites de loteamientos, urbanizaciones, planes parciales y generales aprobados, planimetrías,
entre otros; f) El referido Alcalde Municipal presentó un proyecto de resolución municipal para la
enajenación de los predios a favor de la Agencia Estatal de Vivienda, el cual fue observado por falta
de planos, aspecto que a la fecha no fue subsanado; g) No existe trámite o instrumento legal de
reconocimiento de la supuesta junta vecinal de la Urbanización Las Flores; y, h) Cualquier pedido de
alcantarillado, agua potable, obras de salud y campos deportivos debe ser efectuada al Gobierno
Autónomo Municipal de Tarija en el marco de la planificación participativa y al momento de elaborarse
el plan operativo anual, donde los sectores sociales tienen la posibilidad de realizar sus demandas
más prioritarias para su programación respectiva; solicitando se deniegue la tutela impetrada.
Rodrigo Paz Pereira, Alcalde y Fabián Horacio Rodríguez Velasco, Director de Ordenamiento Territorial
Urbano, ambos del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija, a través de sus representantes dieron
informe en audiencia, alegando que: 1) El supuesto barrio de la Urbanización Las Flores no está
consolidado totalmente, existiendo pocas viviendas, ni siquiera el accionante construyó nada en sus
lotes de terreno, conforme se puede evidenciar de la foto satelital del lugar, por lo que no pueden
hablar de la afectación a ningún vecino; 2) Existen proyectos de agua potable, alcantarillado y
electrificación para la zona, los cuales se encuentran en ejecución a solicitud de las personas con
discapacidad que vivirán ahí; 3) Se respeta la estructuración vial del sector y los anchos de vías se
mantienen de acuerdo al loteamiento aprobado; 4) La construcción de las viviendas sociales para los
discapacitados se encuentran constitucional y legalmente justificadas, el art. 6.I del Decreto Supremo
(DS) 986 de 21 de septiembre de 2011, permite que la Agencia Estatal de Vivienda celebre convenios
de cooperación intergubernativos con los gobiernos autónomos municipales para la ejecución de
dicha infraestructura, permitiendo la tramitación de cambio de uso de suelo cuando sea requerido,
así como las Leyes Municipales 35 y de Edificaciones de Altura -Ley Municipal 132 de 21 de septiembre
de 2017-, más sus reglamentos; 5) Si bien los terrenos fueron áreas verdes y/o de equipamiento,
correspondió su reasignación a través de la RA 479/2019, para cumplir con los compromisos asumidos
en el convenio intergubernativo para la construcción de viviendas sociales para el grupo vulnerable
de los discapacitados; 6) El registro en DD.RR. sirve para oponer derecho propietario frente a terceros
cuando se suscite un conflicto sobre un mismo inmueble, no para determinar el tipo de uso de suelo
que constituye en una previsión administrativa municipal; 7) La Urbanización Las Flores es parte del
distrito 7 de la ciudad de Tarija, que cuenta con importantes áreas verdes como el parque urbano
central, existiendo otros espacios suficientes para destinar a tal finalidad; 8) No puede haber un
centro de salud en cada barrio, sino que son planificados por zonas o distribución geográfica, el
indicado distrito cuenta con el “Centro de Salud Guadalquivir” y otros; asimismo, se están ejecutando
otros importantes proyectos de salud en el sector; 9) En la zona se cuentan con campos deportivos
construidos para el uso de los vecinos y también hay espacios disponibles para la proyección de
otros; y, 10) De la revisión de fotos satelitales que datan de 2003 hasta 2019, se evidenció que no
existía vegetación en el sector, al contrario se realizaron movimientos de tierras para habilitar terrenos
con fines urbanos, recién este año algunos vecinos en ausencia de los discapacitados y las
autoridades procedieron a plantar árboles con la finalidad de truncar la construcción de las viviendas
sociales, los cuales se encuentran en pie y después también corresponderá la arborización de las
aceras de todo el lugar; por lo que, solicitan se deniegue la tutela ante la ausencia de vulneración
alguna a los derechos colectivos y difusos del accionante.
I.2.3. Intervención de amicus curiae
Carolina Cortez Berzain, Presidenta del Comité de Vivienda de las Personas con Discapacidad, indicó
que solo exigieron techo y que se dé curso al proyecto, sorprendiéndoles la situación ya que viven
en alquiler.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, por Resolución
31/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 322 a 325 vta., denegó la tutela solicitada, con base en los
siguientes fundamentos: i) El accionante solamente representa a un grupo, no a una colectividad,
puesto que esta última igualmente se encuentra conformada por personas con discapacidad, quienes
gozan de especial protección por el Estado; ii) En la acción de defensa se alega que tienen que
desplazarse largas distancias hasta el centro de salud más próximo, cuando ni siquiera vive allí, tal y
como lo reconoció en la audiencia; iii) No se puede sustentar que la construcción de las viviendas
sociales imposibilitarán una futura construcción de centros de salud y campos deportivos; iv) Sobre
lo manifestado de ser barrio modelo, es un argumento discriminatorio respecto a otros sectores,
además de utilizar el término “casitas” como un peyorativo al referirse a las viviendas de las personas
con discapacidad, quienes no deben ser discriminadas; v) Existen diferencias entre algunos vecinos,
representados por el accionante, con las personas con discapacidad beneficiadas, quienes también
pertenecen al colectivo del barrio, no pudiéndose hablar de derechos colectivos; y, vi) La acción
popular no tutela peticiones de campos deportivos, centros de salud o áreas verdes y/o equipamiento.
II. CONCLUSIONES
contenidos bajo el nomen iuris ‘Derechos Colectivos’- y, en ese sentido, cualquier persona
perteneciente a colectividad o comunidad afectada puede presentar esta acción que, como su nombre
indica, es popular”.
(…)
Ello, supone que con la incorporación del proceso constitucional de la acción popular, se ingresa a
una nueva lógica de litigio en sede constitucional, distinta a cualquier otro proceso constitucional de
tutela de derechos individuales -acciones de amparo constitucional, de protección de privacidad y de
cumplimiento, aunque con algunas similitudes con la acción de libertad- que impone deberes
diferenciados a los administradores de justicia y a la ciudadanía, en aras de generar una cultura en
la administración de justicia, basada en la idea de solidaridad que rebasa la idea de la justiciabilidad
de derechos sustentada en la individualidad.
En efecto, del desarrollo legislativo de la acción popular contenido en los arts. 68 al 71 del CPCo, así
como del desarrollo jurisprudencial, conforme se verá a continuación, es posible advertir una
diferenciación sustancial que se aleja de los esquemas tradicionales de todo proceso, por cuanto,
incorpora reglas procesales específicas sobre diferentes temas como son: la legitimación procesal -
activa y pasiva-, la intervención de terceros interesados, la actuación del amicus curiae, la no
exigibilidad del agotamiento de recursos ordinarios judiciales o administrativos, la inexistencia del
plazo de caducidad, la carga de la prueba, la conversión de acciones de defensa, los efectos de la
sentencia, el sistema de reparación de derechos colectivos e intereses difusos, etc.; visibilizando con
ello, un proceso constitucional especial, revestido de informalidad y flexibilidad; cuyo diseño, en
definitiva, responde a la finalidad de materializar el goce efectivo de los derechos e intereses
colectivos y difusos a través del acceso a la justicia constitucional sin obstáculos o ritualidades
procesales que lo impidan.
(…)
La legitimación activa en la acción popular está regulada en el art. 136.II de la CPE, que dispone:
“Podrá interponer esta acción cualquier persona, a título individual o en representación de una
colectividad y, con carácter obligatorio, el Ministerio Público y el Defensor del Pueblo, cuando por el
ejercicio de sus funciones tengan conocimiento de estos actos…”; y, en el art. 69 del CPCo, que
indica:
La acción podrá ser interpuesta por:
1. Toda persona natural o jurídica, por sí o en representación de una colectividad, que considere
violados o amenazados derechos o intereses colectivos señalados en el Artículo anterior.
2. El Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, con carácter obligatorio, cuando por el ejercicio
de sus funciones tengan conocimiento de esos actos.
3. La Procuraduría General del Estado.
Ahora bien, la legitimación activa tiene una concepción amplia en la acción popular, conforme a las
normas citadas en los arts. 136.II de la CPE y 69 del CPCo, lo que no ocurre en otras acciones de
defensa que protegen derechos individuales; por cuanto, mientras que en la acción de amparo
constitucional, se exige que sea presentada por la persona -natural o jurídica- que se crea afectada
o por otra a su nombre con poder suficiente, esto debido a que la naturaleza de los derechos
individuales tutelados exige un agravio personal y directo, conforme lo entendió la SC 626/2002-R
de 3 de junio, entre otras, siendo la tutela peticionada en su propio y único beneficio; en la acción
popular, cualquier persona natural o jurídica tiene derecho a formular demandas porque la protección
y salvaguarda de derechos que se busca es para la comunidad; es decir, la legitimación activa la
ostenta todo ciudadano para defender los derechos colectivos e intereses difusos de la comunidad a
la que pertenece, de donde resulta que el titular de los mismos es la colectividad; vale decir, el
agravio, la afectación, recae en ella. En ese sentido, la SCP 2057/2012 de 8 de noviembre, en el
Fundamento Jurídico III.3, sostuvo:
De lo anotado, se tiene que la acción popular puede ser presentada por cualquier persona ya sea a
título personal o en representación de una colectividad, cuando se alegue lesión a derechos comunes,
donde el titular de los derechos violados es la colectividad en general, y para ello cuando lo haga en
representación de una colectividad este no requiere de poder alguno.
En razón a ello, es posible interponer la acción popular sin el consentimiento de todas las personas
afectadas, no se requiere poder notariado alguno ni mandato expreso, tampoco su presentación está
condicionada por ningún requisito procesal de legitimación del accionante, adicional a la de su
condición de parte de la comunidad.
De otro lado, corresponde recordar que la SC 1977/2011-R, a partir de la disgregación entre derechos
e intereses colectivos, respecto de los derechos e intereses difusos, distinguió en quien recae la
legitimación activa para interponer la acción popular, concluyendo que: a) Cuando se busca la tutela
de los primeros -derechos e intereses difusos-, la acción popular puede ser presentada por cualquier
persona, es decir, existe una legitimación amplia; y, b) Sin embargo, cuando se pretenda la tutela
de derechos o intereses colectivos, en mérito a que la titularidad de los mismos corresponde a un
grupo o colectividad, la acción deberá ser presentada por cualquier persona perteneciente a dicha
colectividad o por otra a su nombre, sin necesidad de mandato».
III.2. Derechos tutelados por la acción popular
La SCP 0023/2019-S3 de 1 de marzo, plasmó la jurisprudencia constitucional que hacía la distinción
entre derechos colectivos, derechos o intereses difusos y derechos individuales homogéneos o
intereses de grupo, de la siguiente manera:
[El planteamiento de esta acción de defensa no es recurrente, por contener características específicas
que difieren de las demás; en ese entendido es necesario describir y especificar qué derechos son
tutelados a través de ésta, es así que la citada SCP 0014/2013-L sostuvo: «Del contexto previsto en
el art. 135 de la CPE, se tiene que la acción popular, se encuentra destinada a la protección de los
derechos e intereses colectivos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad
pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por la Constitución.
Al referirnos a los derechos colectivos o intereses difusos, éstos trascienden al individuo, nos
referimos a los denominados derechos de tercera generación, que protegen ya no los
derechos e intereses del individuo sino de un grupo humano, que habita un lugar
determinado y que sufre la violación de sus derechos e intereses, lo cual le otorga carácter
difuso.
Al respecto, Mauro Capelletti, principal impulsor de la doctrina de los derechos e intereses colectivos
y difusos, se refiere al problema social que surge a la luz de los nuevos derechos y busca “asegurar
el acceso a la justicia para estos grupos de personas no organizadas”; “los derechos sociales se
refieren a vastas categorías de personas y solamente un sistema procesal distinto del tradicional
estará en grado de asegurar una protección eficaz…”; debiéndose tener en cuenta a los grupos
vulnerables de la sociedad, por razones de sexo, religiosas, étnicas u otros. Más adelante, sostiene
que “los intereses colectivos o difusos no pertenecen exactamente al derecho público, poseen
características sui géneris. Se encuentran -en cierto sentido- en la mitad del camino de los derechos
privados y los públicos. En otras palabras, son públicos solamente en el sentido de que se refieren a
las categorías o grupos de personas, pero que por lo demás son y permanecen como ciudadanos
privados”.
Por su parte, María del Pilar Hernández Martínez nos dice: “caracterizamos comprensivamente como
difusos aquellos intereses que pertenecen a todos y cada uno de los que conforman una colectividad
humana que se nuclean en torno a un bien de la vida y que, siendo lesionados, carecen de vías de
tutela en función al desconocimiento real de aquellos que han sido afectados o conocidos por falta
de legitimación procesal del colectivo para hacer valer el interés particular”.
Asimismo, Crescencio Martínez Geminiano, los define como: “aquellos que corresponden a un número
indeterminado de personas que no está agrupadas o asociadas para la defensa de sus intereses
comunes, sino que forman conglomerados dispersos, como son los integrados por los consumidores,
las víctimas de contaminación ambiental, los interesados en defender el patrimonio artístico y cultural
y otros”.
Ahora bien, se debe plantear las diferencias y similitudes existentes entre los intereses y derechos
colectivos; y, los intereses y derechos difusos. En ese sentido, este Tribunal ha establecido en la SCP
0276/2012 de 4 de junio, señala: “Al respecto, la SCP 0176/2012 de 14 de mayo, siguiendo el
razonamiento de la SC 1018/2011-R de 22 de junio, ha establecido que ‘De la interpretación
teleológica, gramatical (art. 196. II de la CPE) y sistemática (art. 6.II de la LTCP), que facultan a este
tribunal, de las normas referidas, puede extraerse que la acción popular otorga protección a lo
siguiente:
a) Los derechos e intereses colectivos objeto de protección constitucional explícita por la acción
popular son: el patrimonio, el espacio, la seguridad, la salubridad pública y el medio ambiente
referidos expresamente por los arts. 135 de la CPE y 94 de la LTCP.
En este sentido, el concepto de derecho colectivo latu sensu incorpora e implica a los derechos
colectivos propiamente tales y a los derechos difusos, así la SC 1018/2011-R de 22 de junio, sostuvo
que: “Como se ha señalado la Constitución Política del Estado sostiene que la acción popular procede
contra actos u omisiones que amenacen violar o violen derechos e intereses colectivos, sin hacer
referencia a los intereses difusos; sin embargo, dicha norma debe ser interpretada sistemáticamente
y, en ese sentido, debe tenerse en cuenta que el mismo art. 135 de la CPE, hace referencia, como
derechos e intereses protegidos, al patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, los
cuales, con base en la distinción efectuada en el punto anterior, son específicamente considerados
difusos y no así colectivos.
Consiguientemente, a partir de una interpretación sistemática del art. 135 de la CPE, se debe concluir
que la acción popular protege, además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses
difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris 'Derechos Colectivos’.
(…)
Respecto a la diferenciación entre derechos o intereses colectivos, difusos e individuales
homogéneos, se tiene que:
‘i) Derechos o intereses colectivos en sentido estricto, correspondientes a un colectivo identificado o
identificable como son por ejemplo las naciones y pueblos indígena originario campesinos (art. 30.II
de la CPE), cuyos componentes están organizados y mantienen relaciones orgánicas entre sí;
ii) Derechos o intereses difusos, que corresponden a una pluralidad de personas que no pueden
determinarse, lo que puede suceder por ejemplo cuando la distribución de un medicamento dañado
amenaza a todo potencial usuario. Asimismo, por la naturaleza de estas circunstancias no existe la
posibilidad de concebir que la pluralidad de sujetos estén organizados mediante mecanismos de
coordinación de voluntades y menos que tengan una relación orgánica entre sí;
iii) Derechos o intereses individuales homogéneos -que en el marco de la SC 1018/2011-R de 22 de
junio, se denominan intereses de grupo-, corresponden a un conjunto de personas que
accidentalmente se encuentran en una misma situación cuyos componentes individualmente cuentan
con derechos subjetivos por un “origen común” siendo sus acciones procesales divisibles, pero que
en virtud al principio de economía procesal se pueden tratar de forma colectiva, aspecto que sucede
por ejemplo cuando un producto defectuoso provocó daños en la salud de varios individuos, en dichos
casos los afectados buscarán el resarcimiento, pero para no iniciar sucesivas demandas civiles en
detrimento a la administración de justicia pueden resolverse en una misma sentencia.
En ese sentido, se puede colegir que los derechos o intereses colectivos en sentido estricto y los
derechos o intereses difusos que en esencia son transindividuales e indivisibles y necesariamente
requieren una solución unitaria y uniforme, son tutelables por la acción popular, mientras que los
derechos o intereses individuales homogéneos al tratarse de derechos subjetivos donde se busca el
resarcimiento no se tutelan a través de la acción popular, puesto que en el derecho comparado se
protegen por las acciones de grupo (Colombia) donde la sentencia determinará diferentes grados de
afectación y de reparación económica’.
b) Otros derechos de similar naturaleza; es decir, de carácter colectivo o difuso -diferentes a los
explícitamente enunciados- contenidos en normas que integren en bloque de constitucionalidad (art.
410.II de la CPE) o incluso en normas legales de características similares a los referidos e
indispensables para el vivir bien, en su carácter colectivo, lo que concuerda con el concepto de
progresividad que rige a los derechos, como sucede con el derecho al agua, que se constituye en un
derecho autónomo y con eficacia directa que en su dimensión colectiva como derecho difuso y
colectivo, encuentra protección por la acción popular.
c) Otros derechos incluso subjetivos por estar relacionados o vinculados con los derechos
expresamente referidos por el art. 135 de la CPE o con los implícitos referidos por la cláusula abierta
contenida en la misma norma constitucional en virtud al principio de interrelación de los derechos
fundamentales contenido en el art. 13.I de la CPE, que instrumentalicen o hagan efectivos a los
mismos.
Dicho razonamiento encuentra mayor sentido si se considera el principio de indivisibilidad e
interdependencia de todos los derechos previstos en el art. 13.I de la CPE y la Declaración y Programa
de Acción de Viena de 1993, que reafirma que todos los derechos son indivisibles, interrelacionados
e interdependientes, que no se constituyen en estancos separados los unos de otros sino necesarios
en su globalidad para alcanzar un bienestar común y el vivir bien, esto implica que la restricción al
núcleo esencial de un derecho pueda afectar negativamente a los demás.
Ello mismo provoca reconocer el fenómeno de la conexidad, así si bien el legislador constituyente,
diferenció la acción de amparo constitucional para la tutela de derechos subjetivos y la acción popular
para la protección de los derechos e intereses colectivos, es posible que una misma causa, afecte
tanto a derechos subjetivos como a derechos colectivos; de forma que, la tutela del derecho subjetivo
mediante el amparo constitucional eventualmente e indirectamente puede alcanzar a la tutela del
derecho colectivo y la tutela que otorga la acción popular puede incluir a derechos subjetivos.
De la Sentencia Constitucional Plurinacional citada, se puede precisar que a través de la acción
popular se tutela los derechos colectivos propiamente dichos y los derechos difusos y no así los
intereses individuales, económicos, sociales y culturales que se encuentran tutelados por
otras acciones como la acción de amparo constitucional, de libertad de protección y de privacidad’”»]
(las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
La parte accionante a través de su representante alega que la construcción de 100 viviendas para las
personas con discapacidad en dos inmuebles destinados para áreas verdes y/o equipamiento en la
Urbanización Las Flores no permitiría la edificación de un centro de salud y campos deportivos;
asimismo, implicaría la afectación de árboles ya que dichos lotes de terreno son áreas verdes y
perderían su calificación como barrio modelo; por otra parte los bienes del Estado no pueden pasar
a manos de particulares ni ser enajenados por un acto administrativo como la RA 479/2019 de 22 de
marzo y que esas construcciones se estarían ejecutando sin previo proceso legislativo, no siendo
posible que se ejecuten sin afectar las vías de circulación, igualmente ni realizar estas obras sin tener
saneado el derecho propietario; agregando que, la urbanización no cuenta con servicio de agua
potable y alcantarillado; por lo que, supuestamente se estarían vulnerando sus derechos a la
igualdad, al agua potable y alcantarillado, a la salud, al medio ambiente y al deporte.
Para empezar, es necesario aclarar que el principio de igualdad y no discriminación, no es un derecho
colectivo, sino que en sus diferentes manifestaciones en calidad de derecho, como por ejemplo el
ámbito procesal, es individual homogéneo y no puede ser tutelado vía acción popular.
Los demás derechos invocados por el impetrante de tutela son de naturaleza prestacional y como
tales, deben ser entendidos como difusos ya que corresponden a una pluralidad de personas
indeterminadas y no a un colectivo identificado; igualmente, se tiene que las infraestructuras de
servicios básicos como agua potable y alcantarillado, de salud y campos deportivos, se realizan de
asemejan más a intereses individuales homogéneos o de grupo, los cuales no pueden ser atendidos
vía acción popular.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, aplicó
correctamente las disposiciones constitucionales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 31/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 322 a 325
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
instrumentos internacionales, así los arts. 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
y 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que señalan el derecho
que tiene toda persona a ser juzgada en un proceso sin dilaciones indebidas”.
La SCP 0791/2015-S3 de 10 de julio, señaló: “El entonces Tribunal Constitucional, mediante la SC
1579/2004-R de 1 de octubre, realizó la clasificación doctrinal del recurso de hábeas corpus -ahora
acción de libertad, a saber: a) Reparador, si ataca una lesión que ya fue consumada; b) Preventivo,
cuando procura impedir una lesión a producirse; y, c) Correctivo, si intenta evitar que se agraven las
condiciones en que se mantiene a una persona detenida; posteriormente, a través de la SC
0044/2010-R de 20 de abril, se amplió dicha clasificación identificando al hábeas corpus: 1)
Restringido, ante limitaciones del ejercicio del derecho a la libertad; 2) Instructivo, que procede
cuando el derecho a la libertad se encuentra vinculado al derecho a la vida; y, 3)Traslativo o de
pronto despacho, a través del cual se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando
existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona privada de libertad”.
III.2. La dilación en la remisión del recurso de apelación de las resoluciones que rechazan
la solicitud de cesación de detención preventiva o de aquellas que imponen dicha medida
La SCP 2149/2013 de 21 de noviembre de 2013, estableció que: “… la apelación incidental contra
resoluciones de medidas cautelares, tiene por finalidad garantizar el ejercicio de los derechos a la
defensa y de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, por cuanto a través de este mecanismo de
impugnación, es posible someter a control toda decisión referida a las medidas cautelares, a fin de
que el Tribunal de alzada efectúe el respectivo examen, garantizando con ello la transparencia de la
justicia, más aún, si por mandato constitucional la jurisdicción ordinaria se sustenta entre otros, en
el principio de impugnación, previsto en el art. 180.II de la CPE. En ése sentido, con relación a las
apelaciones incidentales contra resoluciones de medias cautelares, el art. 251 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), establece:
‘La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable, en el efecto
no suspensivo, en el término de setenta y dos horas.
Interpuesto el recurso, las actuaciones pertinentes serán remitidas ante la Corte Superior de Justicia,
en el término de veinticuatro horas.
El Tribunal de apelación resolverá, sin más trámite y en audiencia dentro de los tres días siguientes
de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior’.
En el contexto de la norma procesal citada anteriormente, las partes deben formular el recurso de
apelación en el plazo máximo de setenta y dos horas; una vez interpuesta la impugnación, los
antecedentes del proceso deben ser remetidos ante el superior en grado en el plazo máximo de
veinticuatro horas; en caso de existir demora en el trámite de apelación de las resoluciones que
rechazan la solicitud de cesación de la detención preventiva, la misma puede ser denunciada y
conocida a través de la acción de libertad de pronto despacho.
La SC 0384/2011-R de 7 de abril, concluyó que los antecedentes de la apelación deben ser remitidos
por el juez a quo dentro del plazo legal de veinticuatro horas establecido por el art. 251 del CPP,
entendimiento que fue reiterado por las SSCCPP 0281/2012, 0110/2012, 1520/2012, entre muchas
otras. Así la última de las Sentencias nombradas sostuvo:
“‘Cuando el recurso de apelación incidental, hubiere sido planteado oralmente en audiencia o por
escrito, con o sin contestación de las partes que intervinieren en el proceso, deberá ser concedido en
el acto si fuere en audiencia y remitido inexcusablemente en el plazo improrrogable de veinticuatro
horas y el tribunal de apelación resolver en el término de setenta y dos horas; lo contrario significaría
dilación indebida que vulnera el derecho a la libertad, en el entendido que la variación de la situación
jurídica del imputado depende de la ponderación que efectué el tribunal de apelación de los
fundamentos de la medida cautelar, para disponer su revocatoria o confirmación ’”.
La jurisprudencia constitucional contenida en las SSCCPP 1907/2012 de 12 de octubre y 0142/2013
de 14 de febrero, entendió que, excepcionalmente es posible prolongar el plazo de remisión del
recurso de apelación y sus antecedentes hasta un plazo adicional de tres días, cuando exista una
justificación razonable y fundada sobre las recargadas labores de la autoridad judicial, suplencias o
pluralidad de imputados. Así, la SCP 1907/2012 de 21 de octubre, señaló:
“Sintetizando, el Código de Procedimiento Penal, dentro del sistema de recursos que dispensa a las
partes, prevé el de apelación incidental contra las resoluciones que dispongan, modifiquen o rechacen
las medidas cautelares, como un recurso sumario, pronto y efectivo, dado que conforme al art. 251
del CPP, una vez interpuesto, las actuaciones pertinentes deben ser remitidas ante el ahora Tribunal
departamental de Justicia en el término de veinticuatro horas, debiendo el tribunal de alzada resolver
el recurso, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las
actuaciones, salvo justificación razonable y fundada, como ser las recargadas labores,
suplencias, pluralidad de imputados, etc., casos en los que, la jurisprudencia otorgó un
plazo adicional que no puede exceder de tres días, pasado el cual, el trámite se convierte
en dilatorio y vulnera el derecho a la libertad del agraviado” (las negrillas son añadidas).
Consecuentemente, conforme a la jurisprudencia glosada, la regla es que la remisión del recurso de
apelación y de los antecedentes sea efectuada en el plazo de veinticuatro horas previsto en el art.
251 del CPP y sólo excepcionalmente y en situaciones debidamente acreditadas por el juzgador, es
posible flexibilizar dicho plazo a tres días, pasado el cual la omisión del juez se constituye en un acto
dilatorio que puede ser denunciado a través de la acción de libertad traslativa o de pronto despacho.
III.3. Análisis del caso concreto
La solicitante de tutela denunció la vulneración de su derecho a la libertad, por el hecho de que la
apelación incidental que planteó contra la Resolución que dispuso su detención preventiva, por la
supuesta comisión de los delitos de avasallamiento y robo agravado, no fue elevada al superior en
grado dentro del plazo de veinticuatro horas que prevé la ley al efecto anotado.
Debe tenerse presente que el art. 251 del CPP, prevé que una vez interpuesto el recurso de apelación
incidental, las actuaciones pertinentes deben ser remitidas al tribunal de alzada en el plazo de
veinticuatro horas, con la finalidad de que resuelva el recurso sin más trámite y en audiencia, dentro
de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones antes señaladas; sin embargo, el Fundamento
Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional establece la excepción a la regla al
puntualizar: ‘‘…salvo justificación razonable y fundada, como ser las recargadas labores,
suplencias, pluralidad de imputados, etc., casos en los que, la jurisprudencia otorgó un
plazo adicional que no puede exceder de tres días, pasado el cual, el trámite se convierte
en dilatorio y vulnera el derecho a la libertad del agraviado” (las negrillas son añadidas).
En ese contexto, corresponde señalar que de conformidad a los datos del cuaderno procesal, se
evidencia que el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal Tercero del Plan
3000 de la Capital del departamento de Santa Cruz, se encontraba ejerciendo la suplencia legal de
sus similares Primero y Segundo desde el 7 de enero de 2019, sumándose a ello la acefalia de los
cargos de auxiliar y oficial de diligencias.
Asimismo, debido a que la audiencia de medidas cautelares fue bastante extensa, el funcionario
judicial que tenía a su cargo la transcripción del acta correspondiente (Secretario del Juzgado), no
pudo realizar este cometido con la premura requerida debido a la carga procesal y atención al público
litigante que recayó en una sola persona, dadas las acefalías antes descritas; consiguientemente, si
bien la acción de libertad traslativa o de pronto despacho permite acelerar los trámites judiciales o
administrativos destinados a resolver la situación de una persona privada de libertad, cuando existan
demoras injustificadas (Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional), no es menos cierto que el plazo antes señalado puede extenderse por razones
justificables, descritas líneas arriba, que imposibilitaron que se cumpla con la remisión de la apelación
incidental al superior en grado en el plazo estipulado por ley, hechos que no son atribuibles a la
autoridad demandada.
Lo relacionado precedentemente, permite concluir que la demora en la remisión de antecedentes
procesales relativos a la apelación incidental interpuesta por la ahora solicitante de tutela, halla la
valorados para hacerse efectivo el aludido beneficio; y, d) Debería existir proporcionalidad, tomando
en cuenta que se exigió requisitos que no están contemplados en la norma y tampoco en ninguna
otra “Sentencia Constitucional” que hubiera advertido aquello; en consecuencia, solicitó se conceda
la tutela de la acción de defensa presentada a efectos de la efectivización de su libertad, conforme
al artículo “366” -no refirió de que normativa- y que se le impongan las medidas correspondientes.
I.2.2. Informe de los demandados
Alex Bejarano Yaveta, Zulema Edith Medina Méndez y Karin Balcázar Azaba, Jueces del Tribunal de
Sentencia Penal Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, no se presentaron a
la audiencia de consideración ni remitieron informe alguno, pese a su notificación cursante de fs. 5 a
7.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 68 de 25 de junio de 2019, cursante de fs. 12 vta. a 14 vta., concedió la tutela solicitada,
ordenando a las autoridades demandadas que en el plazo de cuarenta y ocho horas se hagan
presentes en el Centro Penitenciario Palmasola de dicho departamento para desarrollar la audiencia
de suspensión condicional de la pena; asimismo, dispuso que se ponga en conocimiento del Consejo
de la Magistratura la falta de emisión de informe y remisión del cuaderno procesal por parte de los
demandados. En base a los siguientes fundamentos: 1) La SCP 0740/2018-S4 de 6 de noviembre,
hizo referencia a la acción de libertad en la modalidad traslativa o de pronto despacho, que busca
evitar dilaciones indebidas de una persona que se encuentra privada de libertad; 2) La representante
del accionante en el mes de mayo de 2019 -no señala día- pidió al Tribunal de Sentencia Penal
Decimoprimero de la Capital del referido departamento, atienda su solicitud de suspensión
condicional de la pena; sin embargo, “hasta la fecha” ese petitorio no tuvo resolución, evidenciando
un acto dilatorio por parte de los demandados; y, 3) Dichas autoridades debieron considerar los
antecedentes del caso e informes emitidos en audiencia pública, la cual no fue llevada a cabo; por lo
que, advirtieron la vulneración del derecho a la libertad del peticionante de tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa nota interna dirigida a la Directora Departamental de Santa Cruz del SEPDEP, presentada
el 6 de mayo de 2019 por Luis David Apaza Callapa, Defensor Público de la misma institución,
solicitando se proceda a la entrevista de “…PERFIL PSICOLOGICO Y DEL ENTORNO SOCIAL…”
(sic) de Cecilio Rojas Sejas -ahora accionante- (fs. 2).
II.2. Por memorial presentado el 10 de mayo de 2019 ante los Jueces del Tribunal de Sentencia
Penal Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, el impetrante de tutela reiteró
la solicitud de señalamiento de audiencia de suspensión condicional de la pena (fs. 1).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El peticionante de tutela a través de su representante, denuncia la vulneración de su derecho al
debido proceso vinculado con la libertad; toda vez que, las autoridades demandadas no efectivizaron
su solicitud de suspensión condicional de la pena, puesto que le exigieron informe psicológico y/o
social, requisito que no está contemplado en la norma para la otorgación de dicho beneficio.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y el plazo para el
señalamiento y resolución del beneficio de suspensión condicional de la pena
En cuanto a la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, la SCP 0902/2015-S3 de 17 de
septiembre, estableció que: “El Tribunal Constitucional a través de la SC 0465/2010-R de 5 de julio,
señaló que: ‘…los tipos de hábeas corpus precedentemente aludidos, también pueden ser
identificados en la nueva Ley Fundamental, e inclusive ampliados. Así dentro de la tipología
desarrollada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional citada líneas precedentes, se agregó el
hábeas corpus restringido, el hábeas corpus instructivo y al hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho (SC 0044/2010-R de 20 de abril).
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad’.
La misma Sentencia Constitucional, al referirse al hábeas corpus -ahora acción de libertad- traslativo
o de pronto despacho, mencionó que éste ‘…se constituye en el mecanismo procesal idóneo
para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la
libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación
jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad’” (las negrilla nos pertenecen).
Bajo esa línea de entendimiento, la SCP 0191/2019-S3 de 30 de abril con relación al señalamiento y
resolución del beneficio de la suspensión condicional de la penal razonó que: “… al no existir en la ley
un plazo determinado para resolver la solicitud de suspensión condicional de la pena, es menester
que la frase ‘plazo razonable’, deba ser definida como un término brevísimo, de cinco días hábiles
como máximo, siempre y cuando el imputado se encuentre privado de su libertad.
En este entendido, el plazo razonable para la realización de la audiencia de análisis,
consideración y resolución del beneficio de la suspensión condicional de la pena, será el
término máximo antes señalado, incluidas las notificaciones pertinentes, lo contrario
constituye vulneración del derecho a la libertad, en el entendido en que los jueces no pueden obrar
contra los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad (art. 73 y ss. de la CPE), bajo
el argumento de existencia de ‘sobrecarga procesal’ para justificar una negligencia e incumplimiento
de un deber de servicio a la sociedad.
De igual forma, ante la inexistencia de un plazo específico determinado por ley para que el juez
señale día y hora de audiencia para considerar la suspensión condicional de la pena de una persona
privada de su libertad, es necesario establecer que el memorial de solicitud, debe ser
providenciado indefectiblemente dentro de las veinticuatro horas de su presentación,
conforme dispone el art. 132 inc. 1) del CPP, al tratarse de una providencia de mero trámite. En este
entendido, habrá lesión del derecho a la libertad cuando existe demora o dilación indebida al no
emitirse el decreto pertinente de señalamiento de este actuado procesal dentro del referido plazo,
bajo sanción disciplinaria a imponerse al juzgador en caso de incumplimiento” (las negrillas y el
subrayado corresponden al texto original).
III.2. Sobre la presunción de veracidad de lo denunciado
Así, la SCP 0087/2012 de 19 de abril, sostuvo: “…la parte demandada se encuentra impelida por su
propio interés en presentar prueba para la desestimación de la acción de libertad cuya negligencia
puede incluso dar lugar a responsabilidad constitucional, más aún cuando la acción este dirigida
contra un servidor público en cuyo caso ya no se trata de una carga procesal sino un deber procesal
emergente del art. 235.2 de la CPE que establece que las y los servidores públicos deben 'cumplir
con sus responsabilidades, de acuerdo con los principios de la función pública' y el art. 113.II que
refiere: 'En caso de que el Estado sea condenado a la reparación patrimonial de daños y perjuicios,
deberá interponer la acción de repetición contra la autoridad o servidor público responsable de la
acción u omisión que provocó el daño'. Es decir, en estos últimos casos en el ámbito de sus
competencias y bajo responsabilidad todo servidor público no sólo cuenta con la obligación de
presentarse a la audiencia, sino presentar conjuntamente a su informe la prueba pertinente a la
acción de libertad, de forma que no provoque que el juez o tribunal de garantías e incluso este propio
Tribunal emitan fallos sobre prueba incierta o basados únicamente en presunciones”.
El entendimiento jurisprudencial anotado, guarda coherencia con lo señalado por la SC 0038/2011-R
de 7 de febrero, en la que se estableció: “…en el caso de la acción de libertad, atendiendo
especialmente a los principios de compromiso e interés social y de responsabilidad que rigen la
función pública, así como a la naturaleza de los derechos tutelados por esa garantía jurisdiccional,
cuando el sujeto pasivo es un funcionario público, éste tiene la obligación de presentar
informe escrito o en su defecto concurrir a la audiencia a fin de desvirtuar los hechos o
actos denunciados como lesivos a los derechos del accionante, pues de no hacerlo se
presume la veracidad de los mismos” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante denuncia que las autoridades demandadas lesionaron su
derecho al debido proceso vinculado con la libertad, puesto que no efectivizaron su solicitud de
suspensión condicional de la pena, exigiéndole como requisito informe psicológico y/o social, mismo
que no se encuentra contemplado en la norma para otorgar dicho beneficio.
Ahora bien, de acuerdo a lo establecido en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, la acción de libertad traslativa o de pronto despacho es un mecanismo procesal
efectivo que tiene por finalidad acelerar los trámites judiciales o administrativos, cuando existen
dilaciones ilegales o indebidas en los procesos que tienen el propósito de resolver la situación jurídica
del procesado que se encuentra privado de libertad; entendiendo que no debe haber retardación u
omisión en la resolución de las solicitudes de las personas restringidas o privadas de la misma,
correspondiendo tramitarse con la debida diligencia posible y cumpliendo los plazos previstos por ley,
en caso de no tenerse un tiempo determinado, sea en un término razonable.
Bajo ese razonamiento, se tiene que la problemática planteada se centra en la falta de señalamiento
de la audiencia de suspensión condicional de la pena por parte de los Jueces del Tribunal de Sentencia
Penal Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, pedida por el accionante a través
de su representante el 10 de mayo de 2019 (Conclusión II.2); en ese sentido, conforme el memorial
presentado en la referida fecha por el aludido, solicitando día y hora para la consideración de dicho
beneficio, hasta la interposición de esta acción tutelar -24 de junio de igual año- transcurrió más de
un mes -treinta y tres días hábiles-, sin que al presente se tenga constancia de que las precitadas
autoridades dieran respuesta al mencionado escrito respecto a la consideración de la suspensión
condicional de la pena impetrada.
En ese sentido, conforme se sostuvo en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, el
análisis, consideración y resolución del aludido beneficio -suspensión condicional de la pena- debe
realizarse en audiencia pública en el término de cinco días hábiles como máximo, lo contrario
constituiría la vulneración del derecho a la libertad de la persona que se encuentra privada de la
misma. Hecho que en el caso examinado no aconteció, siendo que las autoridades demandadas no
fijaron audiencia para atender el referido beneficio, dentro de los cinco días establecidos por la
jurisprudencia constitucional, resultando evidente la demora en la que incurrieron los demandados,
al dejar en incertidumbre la situación jurídica del accionante lesionando de esa manera el principio
procesal de celeridad con incidencia a su derecho a la libertad.
Razonamiento que además adquiere sustento ante la falta de respuesta al memorial presentado el
10 de mayo de 2019, reiterando se señale audiencia a fin de considerarse dicho beneficio, así también
de la aseveración efectuada por el peticionante de tutela en la audiencia de acción de defensa, misma
que se tiene por cierta en base a la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico
III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; por el cual, se estableció que cuando los
servidores públicos no presentan informe referente al acto lesivo denunciado, se presume la
veracidad de los hechos manifestados, lo que acontece en el caso concreto, ya que las autoridades
demandadas no comparecieron a la audiencia ni remitieron informe alguno negando o desvirtuando
la denuncia efectuada en su contra pese a su notificación, consintiendo lo aseverado por el impetrante
de tutela.
En definitiva, se establece una dilación innecesaria en la actuación de las autoridades demandadas,
postergando indebidamente el tratamiento de la situación jurídica del accionante al no efectivizarse
la solicitud de suspensión condicional peticionada, resultando evidente la vulneración del derecho a
accionante, por la comisión del delito de Robo, en el Juzgado Publico Mixto, de Familia, de la Niñez
y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa
Cruz; pese a ello, el expediente no fue remitido al Juzgado de Ejecución Penal llamado por ley a
ejercer el control de la ejecución de la sentencia, de conformidad a lo dispuesto por el art. 55 numeral
I del CPP; extremo que se produjo el 31 de enero de 2019; es decir, después de dos años y tres
meses de haber sido emitido la misma, teniéndose por radicado el cuaderno procesal mediante
proveído de 7 de febrero del mismo año, en el Juzgado de Ejecución Penal Cuarto del citado
departamento.
La presente acción de libertad fue interpuesta por el denunciante, el 24 de junio del citado año, lo
cual implica que hubo una dilación injustificada en desmedro de los derechos del ahora accionante,
al ser evidente que continua privado de libertad pese a haber cumplido su condena el 11 de abril de
2019, vulnerando así lo dispuesto por el art. 178.I de la CPE, respecto a los principios que sustentan
la administración de justicia, está el principio de celeridad; en ese contexto el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, refiere que: “ toda autoridad que conozca
de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de
tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de
no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho …”; extremo que en el caso
presente no fue cumplido a cabalidad por las autoridades accionadas, vulnerando el derecho a la
libertad del peticionante de tutela, quien pese a haber cumplido el tiempo de condena, continuó
recluido, contraviniendo lo dispuesto por el art. 39 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS)
-Ley 2298 de 20 de diciembre de 2001-, que dispone la liberación del interno en el día, sin necesidad
de trámite alguno, en caso de haber cumplido su condena.
Es así que tanto el Juez Público Mixto, de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz como la Jueza de Ejecución Penal
Cuarta del mismo departamento, incurrieron en dilación indebida respecto al derecho de libertad del
accionante, al no haber procurado el primero nombrado, la remisión del expediente al juzgado de
ejecución penal en tiempo oportuno y la segunda autoridad accionada, al no haber observado la
celeridad correspondiente en el trámite destinado a procurar la libertad del encausado, una vez
radicado el expediente en el despacho del cual es titular, al haber cumplido su condena de dos años
y seis meses, por el delito de robo, correspondiendo en consecuencia conceder la acción de libertad
incoada, en su naturaleza reparadora, conforme al Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia la Sala Constitucional, al conceder la tutela solicitada, efectuó una adecuada
valoración de los antecedentes del proceso y de las normas aplicables al caso en forma parcialmente
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 69 de 25 de junio de 2019, cursante de fs. 25 a 26
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, con relación a ambas autoridades
demandadas, manteniendo los alcances dispuestos en la mencionada resolución, respecto a la
emisión del mandamiento de libertad en el plazo de veinticuatro horas y su consiguiente efectivización
por donde corresponda.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MAGISTRADA
El accionante alega como lesionados sus derechos al debido proceso y a la libertad, debido a que el
demandado, incurrió en demora en la entrega de la certificación solicitada, lo que le genera perjuicios
para beneficiarse con el indulto y de esta forma recobrar su libertad.
Identificada la problemática, de la revisión de los antecedentes procesales descritos en las
Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se advierte que el 11 de junio de
2019, el accionante solicitó al Juez de Instrucción Penal Cuarto de la Capital del departamento de La
Paz, le extienda una certificación sobre el estado del proceso por el cual fue sentenciado por
transporte de sustancias controladas, solicitud que fue respondida por la autoridad judicial, por
providencia de 12 del mismo mes y año, indicando que por Secretaría de su despacho se otorgue lo
peticionado; y finalmente de acuerdo a la constancia de recepción cursante a fs. 16 vta., el 2 de julio
del mencionado año, la certificación solicitada fue entregada a Manuel Chambilla a horas 17:30.
En el marco del desarrollo expuesto en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, siendo el demandado un servidor público de apoyo jurisdiccional y al
estar vinculados los hechos demandados y derechos vulnerados con el incumplimiento de sus
funciones, cuenta con la legitimación pasiva en la presente acción de libertad.
En el contexto señalado, se evidencia que el demandado en su calidad de Secretario del Juzgado
citado precedentemente, incurrió en violación al derecho de libertad del peticionante de tutela
vinculado al debido proceso en su elemento de celeridad procesal, por inobservancia de las labores
y obligaciones encomendadas, en virtud a que, pese a existir una orden de la autoridad superior para
elaborar y entregar la mencionada certificación en un plazo razonable desde el 12 de junio de 2019,
no lo hizo, incurriendo en demora injustificada y pese haber procedido a la otorgación de la
certificación referida el 2 de julio del mismo año, puso en riesgo el cumplimiento de los requisitos
exigidos en el trámite del beneficio de indulto, al no tomar en cuenta, que las peticiones relacionadas
con los beneficios penitenciarios entre ellos el trámite de indulto están directamente vinculados con
el ejercicio de la libertad física de los condenados y por lo tanto deben ser atendidas de forma
oportuna y expedita.
Por lo referido y en consideración al Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, corresponde otorgar la tutela a pesar de la constancia de haber recibido la certificación
extrañada, a objeto de que esta conducta ilegal no sea repetida por el demandado, y que a futuro
no se reproduzcan esta clase de actos contrarios a la eficacia de los derechos a la libertad física y de
locomoción; además, con la finalidad de establecer las responsabilidades que correspondan del
funcionario que cometió esa omisión al no extender en tiempo oportuno lo solicitado.
En consecuencia, la Jueza de garantías; al denegar la tutela, obró de manera incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 11/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 20 a 21,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Cuarta de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos precedentemente
expuestos.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
encuentran establecidos en los arts. 11 y 12 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ); 3) Puede
comisionarse a otra autoridad jurisdiccional o administrativa el cumplimiento de un acto procesal,
mediante exhorto u orden instruida, conforme lo establecido en los arts. 136 y 137 del CPP; 4) Deben
seguirse los pasos procedimentales correctamente, observando la legalidad; 5) Los funcionarios
policiales lo aprehendieron en base a un proceso ilegal sustanciado por el Juez codemandado, que
no tiene competencia en la jurisdicción de Oruro; y, 6) En la audiencia de medidas cautelares, se le
indicó al Juez demandado que se presentó una acción de libertad, pidiendo la anulación del
Mandamiento de Aprehensión precitado y la suspensión de la audiencia de medidas cautelares,
debido a que su aprehensión era ilegal, por no cumplirse con los pasos procesales, previstos en el
Código de Procedimiento Penal.
I.2.2. Informe de los demandados
Jaime Vladimir Jiménez Vidaurre, Juez de Instrucción Penal Primero de la Capital del departamento
de Potosí, no presentó informe ni se apersonó a la audiencia, a pesar de su notificación cursante a
fs. 18.
Marco Antonio Canaviri y Edwin Cori, funcionarios de la Policía Boliviana, ambos del departamento
de Potosí, no presentaron informe escrito; pero asistieron a la audiencia de consideración de la acción
tutelar; sin embargo, no hicieron uso de la palabra.
I.2.3. Informe del tercero interviniente
Juan Carlos Cejas Ugarte, Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de Potosí, a través de
su representante en audiencia, indicó: i) Los funcionarios policiales sólo cumplieron con lo ordenado
en el señalado Mandamiento de Aprehensión; ii) El peticionante de tutela estableció relación
contractual con el Gobierno Autónomo Departamental de Potosí el 2008, mediante contrato
administrativo, obligándose a la construcción de un camino carretero en el plazo inicial de trescientos
sesenta días, con el costo de Bs10 000 000.- (diez millones de bolivianos); proyecto caminero que
fue abandonado por este el 2012, después de recibir el 20% de anticipo del monto indicado,
ejecutando solo el 25% de la obra; iii) El demandante de tutela no pudo ser encontrado en los
domicilios que señaló, por lo que no se tuvo referencia cierta sobre su paradero, notificándoselo
mediante edictos; iv) La acción de libertad exige para su procedencia que, su vida esté en peligro,
se encuentre ilegalmente perseguido, indebidamente procesado, o privado de libertad personal,
ninguno de ellos fueron sustentados suficientemente; v) Debe observarse el principio de verdad
material establecido en el art. 180.I de la CPE, precepto que no señala que el “...mandamiento es
por departamento...” (sic), el citado Mandamiento se emitió como efecto de la declaratoria de rebeldía
del accionante; vi) El Juez codemandado, es el contralor de los derechos y garantías constitucionales
y ante quien debió interponerse incidente de actividad procesal defectuosa agotando la instancia
ordinaria, aplicándose el art. 54.I del Código Procesal Constitucional (CPCo); y, vii) No se demostró
incompetencia jurisdiccional en la expedición del Mandamiento indicado, cumpliéndose la disposición
contenida en el art. 227 inc. 2) del CPP.
I.2.4. Intervención del Ministerio Público
Roxana Choque Gutiérrez, Fiscal Departamental de Potosí, no presentó informe escrito ni se apersonó
a la audiencia, a pesar de su notificación cursante a fs. 13.
I.2.5. Intervención de la Procuraduría General del Estado
Narda Judy Medina Vargas, Directora de la Dirección Desconcentrada Departamental de Potosí de la
Procuraduría General del Estado, no presentó informe escrito ni se apersonó a la audiencia; sin
embargo, los abogados de la institución referida, en audiencia indicaron que: a) El mandamiento de
aprehensión se emitió observando el art. 89 del CPP, en razón de la inasistencia del accionante a la
audiencia de consideración de medidas cautelares de 8 de enero de 2019; b) Los funcionarios
policiales cumplieron estrictamente con la ejecución del mandamiento indicado y requerido por el
denunciante y la Procuraduría General del Estado, y no puede ser operada por otra autoridad
jurisdiccional; y, c) Se cumplió con el principio de legalidad durante el desarrollo del proceso penal.
I.2.6. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, a través de la
Resolución 008/2019 de 26 de junio, cursante de fs. 27 a 30 vta., denegó la tutela; bajo los
siguientes fundamentos: 1) Se estableció proceso penal contra el impetrante de tutela por el
supuesto delito de incumplimiento de contratos, previsto y sancionado en el art. 222 del CP; 2) El
Ministerio Público presentó imputación formal en su contra el 31 de julio de 2018 y señaló audiencia
de medidas cautelares para el 8 de enero de 2019, que le fue notificado mediante edictos; al no
asistir se lo declaró rebelde; 3) La nueva audiencia para la aplicación de las medidas cautelares
indicadas, fue señalada para el 26 de junio de igual año; es decir, al día siguiente de la aprehensión
y el mismo día de la celebración de la presente acción de libertad; y, 4) Debió agotarse previamente
la instancia procesal correspondiente en la vía ordinaria, mediante la interposición de incidente por
aprehensión indebida; por ende, no se cumplió con el principio de subsidiariedad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Mandamiento de Aprehensión de 10 de abril de 2019, emitido por el Juez de Instrucción
Penal Primero de la Capital del departamento de Potosí -hoy codemandado-, que ordenó a cualquier
autoridad hábil no impedida por ley de la ciudad de Potosí, conducir al accionante a ese despacho
judicial, de conformidad a lo ordenado mediante Auto Interlocutorio de 8 de enero de 2018;
disposición, cumplida el 25 de junio de 2019, por los funcionarios policiales codemandados (fs. 2 y
vta.).
II.2. Mediante proveído de 26 de igual mes y año, la autoridad jurisdiccional demandada, atendiendo
la representación policial sobre el cumplimiento del Mandamiento referido en la Conclusión que
antecede, señaló audiencia de consideración de medidas cautelares para el mismo día, a horas 10:30
(fs. 3).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad; puesto que, la autoridad judicial
demandada emitió en su contra Mandamiento de Aprehensión en la ciudad de Potosí, y los
funcionarios policiales encargados para su cumplimiento, lo ejecutaron dentro de la jurisdicción del
departamento de Oruro; sin observar la competencia territorial y desconociendo lo dispuesto en los
arts. 136 y 137 del CPP, por lo que solicita su libertad, la anulación del referido Mandamiento y la
representación de los efectivos policiales, así como los actuados posteriores a su ejecución, más el
pago de daños desde su traslado de la ciudad de Oruro.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada; para el efecto, se analizarán los siguientes temas: 1) La subsidiariedad
excepcional de la acción de libertad; 2) Las aprehensiones ilegales y vías de reclamo en casos de
alegarse su existencia; y, 3) Análisis del caso concreto.
III.1. La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad
La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, ha sido desarrolla en la línea jurisprudencial
desde la creación del Tribunal Constitucional -anterior a la vigencia de la actual Constitución Política
del Estado-, que por el transcurrir del tiempo fue desarrollándose ampliamente, existiendo a la fecha
reglas claramente establecidas para ser aplicadas en el análisis y tramitación de esta acción de
defensa.
Es así que la SCP 0482/2013 de 12 de abril, haciendo una sistematización de los precedentes citados
en la SC 0160/2005-R de 23 de febrero, que fue la Sentencia que fundó la línea, determinando que
en los supuestos en los que existan medios idóneos para reparar de manera urgente, pronta y eficaz
el derecho a la libertad física, ilegalmente restringido, los mismos deben ser utilizados antes de acudir
a la justicia constitucional a través de la acción de libertad; así como la SC 0008/2010-R de 6 de abril,
que ratificó el entendimiento anotado, añadiendo que en el caso de actividad procesal defectuosa, el
incidente es el mecanismo idóneo de defensa expreso, efectivo, idóneo y oportuno para pedir
protección de derechos fundamentales afectados en el proceso penal, que debe ser agotado antes
de acudir a la tutela constitucional, y, la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, que también sistematizó tres
supuestos de subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, para los casos en los que, en
materia penal se impugnen actuaciones no judiciales -antes de la imputación formal- y judiciales -
posteriores a la imputación-, en los cuales, de manera excepcional, no es posible ingresar al fondo
de la acción de libertad, a objeto de guardar el equilibrio y complementariedad entre ambas
jurisdicciones, siendo el primer supuesto modulado por la SCP 0185/2012 de 18 de mayo.
Haciendo una sistematización de esta línea jurisprudencial, como se señaló precedentemente en la
SCP 0482/2013, se señaló que: “En los casos que se impugnen actuaciones no judiciales -antes de
la imputación formal- y judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la presente acción tutelar,
previa y necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de manera excepcional, no es
posible ingresar al fondo de la acción de libertad:
1. Cuando la acción de libertad esté fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la
denuncia de una supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la
libertad personal o física por parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a
acudir a la jurisdicción constitucional debe en principio, denunciar todos los actos
restrictivos de su libertad personal o física ante la autoridad que ejerce el control
jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene también la subsidiaridad.
4. Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, ésta es confirmada en apelación, empero, en lugar de activar
inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva petición ante la
autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de su situación jurídica, sea
mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de detención preventiva, etc., y la
misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la jurisdicción constitucional
impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se emitió el auto de vista, inclusive; por
cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con lealtad procesal, de no ser así, se
provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones, e incidiría negativamente en el
proceso penal de donde emerge la acción tutelar” (las negrillas son nuestras).
III.2. De las aprehensiones ilegales y las vías de reclamo en casos de alegarse su
existencia
La SCP 0143/2018-S2 de 30 de abril, al respecto indicó: «Sobre las aprehensiones ilegales y las vías
de reclamo en casos de alegarse su existencia, la SCP 1332/2013 de 15 de agosto, estableció que.
“La jurisprudencia constitucional al respecto de la aprehensiones ilegales y casos en los que se
reclame la existencia de las mismas, ha establecido que la autoridad a quien corresponde verificar la
existencia de una aprehensión ilegal, es al Juez de Instrucción de turno; en este entendido a través
de SCP 1907/2012 de 12 de octubre, la cual reitera el entendimiento de la SC 0957/2004-R de 17 de
junio, entre otras, señala lo siguiente: ‘al juez de instrucción le corresponderá conocer y resolver las
denuncias de aprehensión ilegal previo a atender la imputación formal y resolver la medida cautelar;
por tanto, en la audiencia señalada al efecto, deberá en primer término, emitir una resolución
debidamente fundamentada respecto a las denuncias de aprehensión ilegal, determinando si ésta se
enmarcó dentro de los límites de la legalidad o la ilegalidad antes de pronunciarse sobre la aplicación
de alguna medida cautelar, dado que a dicha autoridad no le está permitido convalidar los actos que
vulneraron derechos, al contrario, tiene el deber de pronunciarse sobre la legalidad de los mismos; y
a continuación, una vez resuelta la lesión alegada con relación a la aprehensión, corresponderá recién
someter a su conocimiento, la consideración de la imputación formal y consecuente aplicación de la
medida cautelar, si corresponde’ .
En este entendido, la jurisprudencia constitucional, si bien ha señalado que cuando se pretenda
denunciar la existencia de una aprehensión ilegal, se deba acudir al juez que ejerce el control
jurisdiccional, también ha señalado, que este reclamo puede realizarse a través de dos vías,
ya sea en audiencia de aplicación de medidas cautelares, con carácter previo a
considerarse la situación jurídica del imputado, o a través del planteamiento de un
incidente de actividad procesal defectuosa. Al respecto, la SCP 1907/2012 de 12 de octubre,
con relación a una primera vía para reclamar un aprehensión ilegal ha señalado: ‘Conforme a dicho
entendimiento, quienes se encuentren bajo control jurisdiccional y se crean afectados en
sus derechos a la libertad física y/o libertad de locomoción, podrán acudir ante el Juez
cautelar a cargo de la etapa preparatoria, activando su reclamo directamente en la misma
audiencia de consideración de medidas cautelares, o si prefiere, con anterioridad a ella,
a objeto de obtener una resolución, previo a la determinación de su situación jurídica,
exclusivamente con relación a la aprehensión supuestamente ilegal, autoridad que en
ejercicio de la atribución conferida por los citados arts. 54 inc. 1) y 279 del CPP, deberá
atender previamente a dicho reclamo mediante una resolución debidamente motivada; y, si pese a
ello, los afectados consideran que no fueron reparados en sus derechos fundamentales y/o garantías
constitucionales, entonces corresponderá activar directamente la presente acción, como medio
idóneo expedito para determinar la legalidad formal y material de la aprehensión’.
De igual forma con relación a otra vía para poder reclamar una aprehensión ilegal, la referida
Sentencia Constitucional Plurinacional. señala: ‘Sin embargo de lo manifestado, existe otra vía para
reclamar una aprehensión considerada ilegal; y, es la activación del incidente de actividad procesal
defectuosa ante el Juez de la causa, desarrollado por la jurisprudencia constitucional, específicamente
en la SC 0522/2005-R de 12 de mayo, en la que se determinó que: “…la corrección de la actividad
procesal defectuosa dentro de los procesos penales puede hacérsela por la vía incidental ante el juez
cautelar en la etapa preparatoria o ante el Juez o Tribunal de Sentencia en el juicio oral, y, en su
caso, a través del recurso de apelación restringida, recursos que deberán ser interpuestos con
carácter previo, puesto que sólo ante el agotamiento de los mismos la jurisdicción constitucional, a
través del amparo, quedará abierta para el análisis y consideración de los actos u omisiones que
impliquen lesión de los derechos y garantías constitucionales2”’.
El referido fallo, pronunciado precisamente en una acción de libertad, precisó que en el caso de
reclamarse una aprehensión ilegal a través de un incidente de actividad procesal defectuosa, se
deberá concluir dicho trámite en todas sus instancias a efectos de la correspondiente interposición
de la presente acción de libertad, en este entendido refiere: ‘Cabe precisar que, en caso de activarse
este tipo de incidente, impugnando una aprehensión supuestamente ilegal, dicho trámite debe ser
concluido en todas sus instancias, y cuando se hubiere obtenido una resolución final, si aún se
constatan vulneraciones al derecho a la libertad o de locomoción no reparadas, entonces
corresponderá recién acudir a la jurisdicción constitucional mediante el presente mecanismo de
defensa’”» (el resaltado es nuestro).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad; puesto que, la autoridad judicial
demandada emitió en su contra Mandamiento de Aprehensión en la ciudad de Potosí, y los
funcionarios policiales encargados para su cumplimiento, lo ejecutaron dentro de la jurisdicción del
Celebrada la audiencia pública el 8 de junio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 48 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó la acción de libertad y ampliándola, manifestó lo
siguiente: a) De los datos del cuaderno de ejecución penal, se evidencia que el Juez demandado
tomó conocimiento que estuvo recluido en el Centro Penitenciario “…San Pedro de Chochocoro…”
(sic) y que viene cumpliendo otras detenciones preventivas, por reincidencia, en el indicado
establecimiento penitenciario; b) Ante la negativa de la autoridad demandada de realizar un nuevo
cómputo de pena cumplida, dedujo recurso de reposición decretando aquel, no ha lugar; y, c) El
demandado incumplió la obligación impuesta por el art. 19 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión
(LEPS), ya que con negligencia se basó en informes que le perjudicaron, no obstante de haber
cumplido su pena privativa de libertad de tres años.
I.2.2. Informe del demandado
Carlos Emilio Andrade Rengel, Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La
Paz, a través de informe escrito de 8 de junio de 2019, cursante a fs. 38, manifestó lo siguiente: 1)
El abogado del accionante le comunicó que Winsor Asistiri Mamani se encontraba recluido en el
Centro Penitenciario “Chochocoro” del citado departamento, al no estar radicado en su despacho el
expediente del proceso seguido contra el aludido por el Ministerio Público y acusador particular,
ordenó la remisión del mismo; 2) Constató de los antecedentes, que el impetrante de tutela se
encontraba prófugo, pues no se presentó a las audiencias, disponiendo se envíe informe de
incumplimiento al Juzgado de origen; 3) La autoridad de dicho Juzgado en mérito al referido informe
determinó la revocatoria de la suspensión condicional de la pena con la que fue beneficiado el
prenombrado, dictando el desglose del mandamiento de captura y su remisión al Director del Centro
Penitenciario Chonchocoro de La Paz para su ejecución; la que se hizo efectiva el 9 de enero de 2019;
4) El 16 de octubre de 2018, el 12 de enero y 3 de mayo de 2019 el accionante activó acciones de
libertad por iguales motivos que la presente, las que le fueron denegadas; y, 5) El 21 de igual mes
y año pidió nuevamente cómputo de pena cumplida, a la que le respondió negando lo solicitado; por
lo que, interpuso recurso de reposición, misma que fue rechazada a través de decreto.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 8 de junio, cursante de fs. 49 a 50 vta., denegó la
tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) Por Sentencia S-008/2008 el accionante fue
condenado por la comisión de los delitos de fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas
y lesiones leves, a tres años de privación de libertad, y además le otorgó el beneficio de suspensión
condicional de la pena, la que se revocó mediante Auto 33/2014 de 21 de agosto, que determinó el
cumplimiento de la condena, dando lugar a la emisión del mandamiento de captura ejecutado en su
contra en el Centro Penitenciario Chonchocoro del citado departamento; ii) El certificado de
permanencia y buena conducta del impetrante de tutela, emitido por el Director del precitado recinto
el 21 de marzo de 2019, da cuenta de su permanencia en el mismo por cinco años, cinco meses y
veintidós días, al que ingresó por primera vez por detención preventiva en agosto de 2013 por el
ilícito de lesiones graves y leves, y respecto al cual se libraron los siguientes mandamientos: tres de
detención preventiva, uno de condena, otro de captura, tres de libertad y tres de libertad definitiva
por distintos delitos, entre los que no se encontraron antecedentes de mandamientos de condena y
captura emergentes de la Sentencia S-008/2008, del Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto
del aludido departamento ni la revocatoria de suspensión condicional de la pena por los ilícitos de
fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas y lesiones leves; iii) El peticionante de
tutela, estuvo recluido desde la gestión 2013; sin embargo, la aludida Sentencia condenatoria cuya
ejecución se cuestiona, se pronunció el 2008, habiendo incumplido las condiciones dispuestas en la
suspensión condicional de la pena por cinco años, hasta el momento en que ingresó al Centro
Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) en la gestión 2013; iv) El prenombrado reclamó
el cómputo de pena ante la autoridad demandada, e interpuso recurso de reposición que fue
rechazado; empero, no agotó los medios y recursos en la vía intraprocesal, existiendo autoridades
superiores para revisar las decisiones de los jueces de instancia, además interpuso con anterioridad
otras acciones de libertad sobre temas similares; y, 5) Si bien alegó la vulneración de su derecho al
debido proceso, de los antecedentes no se advirtió un absoluto estado de indefensión, existiendo
subsidiariedad excepcional, requisitos que deberían concurrir para activar la protección de la acción
de libertad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. A través de Oficio Cite Nota 169/2014 de 23 de julio, el Tribunal de Sentencia Penal Segundo
de El Alto del departamento de La Paz remitió al Juez demandado, copia legalizada de los
antecedentes del proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancia de Celedonio Asistiri
Huanca y Eliodoro Velarde Huanca contra Winsor Asistiri Mamani -ahora accionante-, por la presunta
comisión de los delitos de fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas, lesiones leves y
amenazas, tipificados en los arts. 211, 271, 293 y “303” del Código Penal (CP) dando cumplimiento
a la Sentencia S-008/2008 de 2 de abril -ejecutoriada- (fs. 2).
II.2. Por memorial presentado el 18 de agosto de 2014, Rolando Calla puso en conocimiento del
Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz, la existencia de otra Sentencia
condenatoria ejecutoriada “… a dos años de reclusión por el Juzgado de Partido y Sentencia…” (sic)
además de otras imputaciones posteriores, en cuyo mérito de conformidad al art. 367 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), al haber incumplido el impetrante de tutela la quinta regla impuesta,
pidió se revoque la suspensión condicional de la pena y la remisión del mandamiento de condena al
Centro Penitenciario Chonchocoro de dicho departamento, donde cumple tres detenciones
preventivas por reincidencia (fs. 3 y vta.).
II.3. Mediante Auto 33/2014 de 21 de agosto, el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del
departamento de La Paz, revocó la suspensión condicional de la pena, concedida en su oportunidad
en favor del prenombrado, por incumplimiento de las condiciones impuestas (fs. 4 a 5).
II.4. Cursa mandamiento de captura de 7 de octubre de 2014, por el que la autoridad demandada
ordenó ejecutar el mismo contra el accionante, a los fines de que cumpla con la antedicha Sentencia
(fs. 11).
II.5. Por memorial presentado el 21 de mayo de 2019, el impetrante de tutela reiteró al demandado
nuevamente su solicitud de nuevo cómputo de pena cumplida, el que fue resuelto mediante Auto de
22 de igual mes y año, disponiendo no ha lugar lo peticionado (fs. 24 a 25).
II.6. Mediante escrito presentado el 31 del referido mes y año, el accionante formuló recurso de
reposición contra el precitado Auto, el que fue providenciado por la autoridad demandada el 3 de
junio de igual año, determinando no ha lugar (fs. 26 a 27).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denunció la lesión de su derecho al debido proceso
vinculado a la libertad de locomoción y al principio de verdad material; toda vez que, la autoridad
judicial demandada, emitió ilegalmente mandamiento de captura en su contra, pese a que está
privado de libertad en el Centro Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) de La Paz desde
el 18 de julio de 2013, por cinco años, dos meses y treinta días, cumpliendo superabundantemente
la pena impuesta por la Sentencia S-008/2008 de 2 de abril, que lo condenó a tres años de reclusión;
y habiendo peticionado el 3 de mayo de 2019, un nuevo cómputo de pena cumplida, el Secretario
del Juzgado lo hizo considerando el certificado de permanencia y conducta emitido por el Centro
Penitenciario San Pedro de dicho departamento de 18 de marzo de 2019, sin tomar en cuenta aquel
que expidió el Centro Penitenciario Chonchocoro del citado departamento de 21 del referido mes y
año, computando su pena simplemente en cuatro meses y un día; ante el pedido de nuevo cálculo
el demandado por Auto de 22 de mayo de similar año, no dio curso a su solicitud motivando la
interposición del recurso de reposición que fue providenciado el 3 de junio de igual año, disponiendo
no ha lugar al mismo.
III.1. La acción de libertad y los alcances de protección respecto al procesamiento ilegal
o indebido
Al respecto la SCP 0345/2016-S2 de 18 de abril, señaló: “El art. 125 de la CPE, establece que: ‘Toda
persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad de
manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante
cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida,
cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad’; en ese sentido, la SC 0489/2010-R de 5 de julio, estableció que procede la tutela del derecho
al debido proceso a través de la acción de libertad cuando el acto que vulnera el mismo constituya
la causa directa de la supresión o restricción del derecho a la libertad, así: ‘En cuanto respecta
propiamente a la tutela al debido proceso a través de esta acción tutelar, el Tribunal
Constitucional señaló de manera reiterada y uniforme que dicha protección abarca
únicamente aquellos supuestos en los que se encuentra directamente vinculado al
derecho a la libertad personal y de locomoción, por operar como causa para su restricción
o supresión. En otras palabras, las vulneraciones al debido proceso ameritan la
protección de la acción de libertad, únicamente en los casos en que el acto considerado
ilegal haya lesionado la libertad física o de locomoción del accionante, mientras que las
demás vulneraciones relacionadas a esta garantía, que no tengan vinculación inmediata ni directa
con el derecho a la libertad, deben ser reclamadas a través de los medios ordinarios de defensa ante
los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto
de esa lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente
su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos,
se podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo constitucional, que
es el recurso idóneo para precautelar las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se
constate que a consecuencia de las violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente
en absoluto estado de indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que
recién tuvo conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad, lo
contrario significaría una desnaturalización a la actuación de los jueces y tribunales ordinarios, que
son los que tienen competencia, primeramente, para ejercer el control del proceso, y sólo si la
infracción no es reparada se abre la tutela constitucional. Así ya se ha establecido en la SC 0102/2010-
R de 10 de mayo, reiterando el entendimiento jurisprudencial asumido por este Tribunal
Constitucional al respecto’.
(…)
De lo referido precedentemente se infiere que para la activación de la acción de libertad por
procesamiento indebido, debe necesariamente concurrir los dos presupuestos: 1) Que el
acto lesivo sea la causa directa a la restricción o supresión al derecho a la libertad o de
locomoción; y, 2) Que el accionante haya estado en absoluto estado de indefensión,
empero, el último requisito no es exigible cuando quien demande la acción tutelar se encuentre
sometido a una medida cautelar de carácter personal” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso en concreto
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso
vinculado a la libertad de locomoción y al principio de verdad material; puesto que, la autoridad
judicial demandada, emitió ilegalmente mandamiento para su captura, pese a estar privado de
libertad en el Centro Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) de La Paz desde el 18 de
julio de 2013, por cinco años, dos meses y treinta días , cumpliendo superabundantemente la pena
impuesta en la Sentencia S-008/2008 de 2 de abril, que lo condenó a tres años de reclusión; y,
habiendo solicitado el 3 de mayo de 2019, un nuevo cómputo de la sanción cumplida, el Secretario
del Juzgado lo hizo considerando el certificado de permanencia y conducta emitido por el Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz de 18 de marzo de 2019, sin tomar en cuenta aquel que expidió
el panóptico de “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) de 21 del mismo mes y año, calculando
simplemente cuatro meses y un día; posteriormente, el impetrante de tutela efectuó una nueva
solicitud de cálculo a la que la autoridad demandada por Auto de 22 del indicado mes y año, no dio
curso, motivando la interposición del recurso de reposición, que fue providenciado el 3 de junio de
2019, disponiendo no ha lugar al mismo.
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la protección de la acción de
libertad, cuando se vulnera el debido proceso, alcanza solo a los supuestos en que el acto lesivo sea
la causa directa de restricción o supresión al derecho a la libertad o de locomoción y absoluto estado
de indefensión del afectado, presupuestos cuya concurrencia debe verificarse a objeto de conceder
o denegar la tutela.
En el presente caso, a objeto de activar o no la protección de la acción de libertad de procesamiento
indebido, tal cual solicita el accionante corresponde verificar respecto a los actos lesivos denunciados,
si concurren los dos presupuestos desarrollados por la jurisprudencia constitucional. A este efecto, la
privación de su libertad por efecto de la ejecución del mandamiento de captura de 7 de octubre de
2014, emitido por el Juez demandado (Conclusión II.4), no es consecuencia de actos u omisiones
arbitrarias ilegales, sino de la verificación por la mencionada autoridad del incumplimiento de la
Sentencia condenatoria S-008/2008 ejecutoriada que le fue impuesta por la comisión de los delitos
de fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas, lesiones leves y amenazas (Conclusión
II.1), pues si bien el impetrante de tutela fue beneficiado al momento de ser sentenciado con la
suspensión condicional de la pena, esta fue revocada por el Auto 33/2014 de 21 de agosto,
pronunciado por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz
(Conclusión II.3), por incumplimiento de las condiciones que le fueron impuestas, referidas a su
incomparencia a las audiencias para la promesa de cumplimiento de condiciones, como al citado
Tribunal de forma periódica, y la reincidencia en posteriores acciones delictivas en las que fue
sentenciado e imputado conforme a la relación del memorial descrito en la Conclusión II.3.
Del mismo modo, la negativa reiterada de la autoridad judicial de dar lugar a los pedidos del
accionante del cómputo de pena cumplida tomando en cuenta el certificado de permanencia y
conducta emitido por el Director del Centro Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic), el 21
de marzo de 2019, acreditando que permaneció recluido por cinco años, cinco meses y veintidós días
y en particular, las determinaciones del Auto de 22 de mayo de 2019, disponiendo no ha lugar a otro
cálculo (Conclusión II.5) y la providencia de 3 de junio de 2019 rechazando el recurso de reposición
(Conclusión II.6) tampoco tienen vinculación directa con la libertad del impetrante de tutela por no
operar como la causa directa de su supresión o restricción; por lo que, no concurren los supuestos
para activar la protección de tutela de la acción de libertad por procesamiento indebido conforme al
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
Por otra parte, respecto al segundo presupuesto, no se advierte que en el trámite del proceso penal
el accionante hubiera sido puesto en estado absoluto de indefensión, en mérito a los antecedentes
del proceso penal que motivó la presente acción tutelar, se evidencia que tenía conocimiento del
mismo, particularmente en el trámite de ejecución de la Sentencia S-008/2008 en el que presentó
varias solicitudes planteando inclusive recurso de reposición, evidenciándose que estaba al tanto de
los actuados llevados a cabo.
Consiguientemente, ante la no concurrencia de los presupuestos de activación de la acción de libertad
por procesamiento indebido, corresponde denegar la tutela solicitada.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela impetrada, realizó
una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en
revisión, resuelve CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 8 de junio, cursante de fs. 49 a 50 vta.,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Cuarta de la Capital del departamento de La Paz; y, en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
privada, a la igualdad y a la seguridad jurídica; citando al efecto los arts. 13.I, 22, 23.I, 24, 109, 115,
116.I, 117.I, 119, 120.I, 122, 178.I, 180.I y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se les conceda la tutela, ordenando: a) La “revocación” de la detención ilegal y
persecución indebida; por ende, de los mandamientos de detención preventiva emitidos por las
autoridades demandadas; b) Su inmediata libertad; y, c) La reparación de daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 21 de junio de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 207 a
209 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los impetrantes de tutela, a través de su representante, expresaron que: 1) La denunciante Cynthia
Elizabeth Paredes Pinto solicitó al Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del departamento
de Santa Cruz, la actualización de mandamientos de detención preventiva, que fue rechazada por no
haberse radicado en ese despacho jurisdiccional el proceso donde operó sobreseimiento; por ende,
había fenecido; 2) El Juez de Instrucción Penal Sexto de la misma Capital y departamento, tuvo en
su momento el control de la investigación, pero también perdió competencia; 3) Supuestamente
existen revocación del sobreseimiento indicado y una acusación, empero, no fueron notificados con
esos actuados, lo que les causó indefensión; y, 4) Al existir juicio civil de nulidad por simulación del
documento base de la obligación y al haber la denunciante reconvenido, aceptó automáticamente
esa competencia; por ende, la jurisdicción civil asumió el conocimiento de la causa y no correspondía
acudir a la penal.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Zenón Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no presentaron informe; empero, se apersonaron
a la audiencia sin participar en la misma.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, por Resolución 13/2019 de 21 de junio, cursante de fs. 209 vta. a 214, denegó la
tutela impetrada con los siguientes fundamentos: i) El 20 de febrero de 2017 -sin precisar la
resolución-, las autoridades demandadas dejaron sin efecto la aplicación de medidas sustitutivas a la
detención preventiva en favor de los accionantes, quienes interpusieron acción de libertad, en cuya
audiencia efectuada el 4 de marzo de dicho año, se dispuso su concesión dejando sin efecto los
mandamientos expedidos; ii) Debe aplicarse la verdad material establecida en el art. 180 de la CPE
y analizarse lo dispuesto por la SCP 0443/2017-S2 de 22 de mayo, que revisó la acción de tutela
indicada y dispuso la revocación de la decisión anteriormente referida y emitida por el Tribunal de
Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de Santa Cruz; por tanto, denegó la tutela
impetrada, con la consecuente validez de los mandamientos de detención expedidos y elaborados
por autoridad legalmente constituida; iii) Los impetrantes de tutela no pueden alegar
desconocimiento del proceso penal radicado en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital
del departamento aludido, donde pudieron apersonarse para hacer valer sus derechos; iv) El proceso
precitado, conforme las pruebas presentadas por los propios solicitantes de tutela, se encuentra con
requerimiento conclusivo fiscal de acusación en su contra de 23 de mayo de 2019 y con actos
preparatorios de juicio; habiéndose dejado sin efecto por ende, el sobreseimiento dictado; v) La SCP
0710/2013 de 3 de junio, estableció que los mandamientos emitidos por las autoridades
jurisdiccionales no tienen fecha de expiración y no caducan en el tiempo; y, vi) Los demandantes de
tutela tienen la atribución de activar la vía ordinaria correspondiente para hacer valer sus derechos y
garantías y de acudir al tribunal que ejerce control jurisdiccional sobre el proceso, para formular
excepciones, observando la previsión del art. 308 del Código de Procedimiento Penal (CPP).
II. CONCLUSIONES
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo,
compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el
contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra
revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características
de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier
servidor público o persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que
pueden ser inferidos de la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen
en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”» (las
negrillas corresponden al texto original).
III.2. Del debido proceso en la acción de libertad
La SCP 0575/2016-S2 de 30 de mayo, citando a la SCP 0845/2015-S2 de 20 de agosto, establece
que: “…En el nuevo contexto constitucional, los arts. 115 y 117 de la Constitución Política del Estado
(CPE), consagran la vigencia del debido proceso, como un instrumento de sujeción a las reglas del
ordenamiento jurídico, en el cual se debe enmarcar la actuación de las partes procesales, siendo el
objetivo de este derecho constitucional y garantía jurisdiccional proteger a las ciudadanas y
ciudadanos de posibles abusos de las autoridades en actuados, omisiones procesales o en decisiones
que adopten y de las cuales surja la lesión a sus derechos y garantías, como elementos del debido
proceso.
Entonces cuando se denuncie la vulneración en cualquiera de sus elementos, corresponderá su
impugnación a través de la acción de libertad, cuando esté directamente relacionada con la restricción
de la libertad del agraviado o impetrante de tutela y se constate la existencia de absoluto estado de
indefensión; caso contrario, la denuncia por irregularidades cometidas en el proceso (infracción al
debido proceso), deberá ser reclamada a través de los medios legales que el ordenamiento procesal
penal ofrece, y agotada la jurisdicción ordinaria; de persistir la lesión, se activa la tutela de la acción
de amparo constitucional. Así lo ha entendido y acogido la amplia y uniforme jurisprudencia
constitucional, entre ellas la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, al señalar lo siguiente: ‘Respecto a las
denuncias referidas a procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional ha sido uniforme al
señalar que la vía idónea para su impugnación es el amparo constitucional; sin embargo, cuando se
demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de
locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad,
en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones′.
Por su parte, la SCP 1558/2013 de 13 de septiembre, refirió: ‘El debido proceso se integra de
diferentes elementos entre los que se encuentran los derechos a un proceso público, al
juez natural, a la igualdad procesal de las partes, a no declarar contra sí mismo, a la
comunicación previa de la acusación, a ser juzgado sin dilaciones indebidas, a la congruencia entre
acusación y condena, a la defensa material y técnica, concesión al inculpado del tiempo y los
medios para su defensa, las garantías de presunción de inocencia y del non bis in ídem, así como
los derechos a la valoración razonable de la prueba, a la motivación y congruencia de las decisiones,
elementos que por el principio de progresividad no tienen un carácter limitativo, sino enunciativo.
Dichos elementos inicialmente no son tutelables por la acción de libertad, sino que la misma se
encuentra condicionada a los supuestos directamente vinculados con la vulneración a los derechos
por ella resguardados -derecho a la vida, a la libertad personal, y a la libertad de locomoción-; en tal
sentido, para que la jurisdicción constitucional aperture su competencia y se pronuncie sobre
cuestiones lesivas a este derecho, procesalmente es exigible que: i) Exista indefensión
a partir del principio pro actione, el cual deriva del principio pro homine -también pro persona o
favorabilidad-, que implica la obligación de aplicar las normas procesales de manera más favorable,
que asegure una justicia material por encima de una formal.
Finalmente, la SCP 0015/2018-S2 de 28 de febrero, sobre la base de las SSCC 0944/2001-R,
0125/2003 y 1206/2010-R; y, la SCP 1450/2013 de 19 de agosto, entiende que el derecho a la
eficacia del cumplimiento o ejecución de las resoluciones constitucionales -como componente del
derecho a la tutela judicial efectiva- debe ser en la medida de lo determinado por las autoridades
judiciales, pues de lo contrario, se lesiona el derecho al acceso a la justicia o tutela judicial efectiva”.
III.5. Análisis del caso concreto
Los accionantes a través de su representante denuncian la lesión de sus derechos a la libertad de
circulación, a la defensa, al debido proceso, a la tutela efectiva del juez natural, a ser oídos por un
tribunal competente, a la presunción de inocencia, a la justicia, a la inviolabilidad de la propiedad
privada, a la igualdad y a la seguridad jurídica, puesto que las autoridades demandadas no tomaron
en cuenta la existencia de sobreseimiento en su favor ni la falta de competencia para expedir
mandamientos de detención preventiva en el caso, además de haber caducado los mismos por falta
de actualización; por ello, su ejecución constituye detención y persecución ilegal en su contra.
Se tienen como antecedentes procesales, la presentación del memorial de 8 de noviembre de 2016,
mediante el cual el Ministerio Público imputó formalmente a los accionantes por la presunta comisión
del delito de estafa, previsto y sancionado por el art. 335 del CP (Conclusión II.1); en cuya base, por
Auto Interlocutorio 35/17 de 1 de febrero de 2017, el Juez de Instrucción Penal Sexto de la Capital
del departamento de Santa Cruz, dispuso la aplicación de medidas sustitutivas a la detención
preventiva en su favor (Conclusión II.2); al mismo tiempo, se emitieron mandamientos de detención
preventiva contra los peticionantes de tutela, expedidos el 21 del indicado mes y año, por los Vocales
demandados (Conclusión II.3). Asimismo, mediante Resolución Conclusiva de Sobreseimiento de 14
de junio de igual año, la autoridad fiscal decretó que las pruebas eran insuficientes para sustentar
acusación contra los impetrantes de tutela; decisión confirmada por Resolución Fiscal Departamental
JCC 228/18 de 20 de septiembre de 2018, y dejada sin efecto producto de la acción de amparo
constitucional interpuesta por la denunciante Cynthia Elizabeth Paredes Pinto (Conclusión II.4); razón
por la cual, los precitados mediante memorial presentado el 19 de junio de 2019, pidieron la
revocatoria de los aludidos mandamientos al Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital y
departamento indicado, argumentando su ilegalidad y pérdida de efectividad por el transcurso del
tiempo (Conclusión II.5).
Al respecto, los Fundamentos Jurídicos III.1, 2, 3 y 4 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, refieren que los presupuestos de activación de la acción de libertad, son los atentados
contra el derecho a la vida, la afectación de los derechos a la libertad física y de locomoción, actos y
omisiones que constituyan procesamiento indebido o que impliquen persecución indebida; por su
parte, los arts. 115 y 117 de la CPE, consagran la vigencia del debido proceso, como un instrumento
de sujeción a las reglas del ordenamiento jurídico, en el cual se debe enmarcar la actuación de las
partes, siendo el objetivo de este derecho constitucional y garantía jurisdiccional, proteger a todos
los ciudadanos de posibles abusos de las autoridades en actuados, omisiones o decisiones que
adopten y de las cuales surja la lesión a sus derechos, como elementos del mismo; integrándose, de
diferentes elementos entre los que se encuentran las garantías a un juicio público, al juez natural, a
la igualdad de las partes, a no declarar contra sí mismo, a la comunicación previa de la acusación, a
ser juzgado sin dilaciones indebidas, a la congruencia entre acusación y condena, a la defensa
material y técnica, concesión al inculpado del tiempo y los medios para su defensa, la presunción de
inocencia, el non bis in ídem, a la valoración razonable de la prueba, a la motivación y congruencia
de las decisiones. El acceso a la justicia, en forma específica, consiste en la posibilidad de acudir ante
un tribunal ordinario y obtener una sentencia fundamentada que pueda ser impugnada y, en
consecuencia, conseguir el cumplimiento efectivo de la misma, garantizando el restablecimiento de
la situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de su derecho a la defensa.
Por todo lo expuesto, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, evaluó en forma correcta
los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 13/2019 de 21 de junio, cursante de fs. 209 vta. a
214, emitida por el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
toda vez que, la Jueza demandada no procedió así pese a que lo invocó de forma reiterada desde la
gestión 2017; no obstante que tuvo la posibilidad de señalar la misma en el “penal” donde el
peticionante de tutela guarda detención preventiva o alternativamente en dependencias del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, como lo hacen la mayoría de los juzgados de provincia, no
pudiendo ser justificativo el hecho de la inexistencia de recurso para realizar las diligencias de
notificación, que no se cumpla el traslado del detenido o que los abogados o las partes no puedan
constituirse hasta la localidad de Chulumani; y, 5) En cuanto a la afirmación que a raíz del
Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento debiera expedirse mandamiento de libertad, tal aspecto
no es viable; toda vez que, conforme expresó el propio abogado del accionante en la audiencia
pública de esta acción de libertad, dicho requerimiento fue impugnado por la Defensoría de la Niñez
y Adolescencia y mientras no se dilucide la misma, el proceso penal continúa vigente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento a través de la Resolución RNPV-05/2016 de
21 de diciembre, emitida por Ramiro Nelson Prieto Villegas, Fiscal de Materia, a favor de Leonardo
Rivera Gaspar -accionante-, por la presunta comisión de los delitos de infanticidio y violación de
infante, niña, niño o adolescente (fs. 9 a 12 vta.).
II.2. Por memoriales presentados el 30 de marzo, 20 de abril, 9 de agosto de 2017; 2 de abril y 19
de junio de 2018; y, 10 de mayo de 2019, solicitó pronunciamiento en cuanto al sobreseimiento
otorgado a su favor, se libre mandamiento de libertad y/o se fije audiencia de consideración de la
cesación de la detención preventiva (fs. 13 a 22).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante considera lesionados sus derechos a la libertad y al debido
proceso; y, al principio de celeridad; toda vez que, habiéndose emitido Requerimiento Conclusivo de
Sobreseimiento por medio de la Resolución RNPV-05/2016 de 21 de diciembre, a su favor, presentó
diferentes memoriales en las gestiones 2017, 2018 y 2019, pidiendo pronunciamiento al respecto,
mandamiento de libertad y/o en aplicación del art. 239.1 CPP se fije audiencia para la consideración
de cesación de la detención preventiva; sin embargo, la Jueza Pública Mixta de Familia, de la Niñez
y Adolescencia e Instrucción Penal Primera de Chulumani del departamento de La Paz, no dio curso
a lo solicitado.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad como garantía jurisdiccional idónea ante la dilación indebida
en solicitudes de cesación de la detención preventiva
La SC 0161/2011-R de 21 de febrero, señaló que: “La solicitud de cesación a la detención preventiva
prevista por el art. 239 del CPP, está regida por el principio de celeridad procesal.
El art. 22 de la CPE, señala que: 'La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas
y protegerlas es deber primordial del Estado', norma que debe ser interpretada en base a los valores
de la misma Constitución, la cual en el art. 8.II establece que el Estado se sustenta en los valores de
dignidad y libertad, entre muchos otros; por su parte, el art. 178.I de la referida Ley Suprema, indica
que la potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de
probidad y celeridad entre otros.
Bajo el entendimiento constitucional referido debemos partir señalando que, si bien no existe una
norma procesal legal que expresamente disponga un plazo máximo en el cual debe realizarse la
audiencia de cesación de detención preventiva; sin embargo, corresponde aplicar los valores y
principios constitucionales, previstos en el art. 8.II de la CPE, referido al valor libertad complementado
por el art. 180.I de la misma norma constitucional, que establece que la jurisdicción ordinaria se
fundamenta en el principio procesal de celeridad, entre otros.
Bajo esa línea constitucional, debe entenderse que toda autoridad que conozca de una solicitud
en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de
tramitarla con la mayor celeridad posible o dentro de los plazos razonables a la luz de los
principios citados, pues de no hacerlo podría provocar e incidir en una restricción
indebida del referido derecho.
En este sentido, habrá lesión del derecho a la libertad física, cuando exista demora o dilación indebida
de una solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa
conforme a ley no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la
solicitud” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Acción de libertad traslativa o de pronto despacho
La SCP 0358/2018-S2 de 24 de julio haciendo referencia a la SC 1579/2004-R de 1 de octubre,
sostuvo: “Del texto constitucional y legal referidos, se extrae que en el sentido de la Constitución, el
recurso de hábeas corpus por violaciones a la libertad individual y/o locomoción puede ser reparador
si ataca una lesión ya consumada, preventivo si procura impedir una lesión a producirse o correctivo
si intenta evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene una persona detenida.
Efectuada la clasificación del entonces recurso de hábeas corpus, se la amplió en la SC 0044/2010-R
de 20 de abril, en mérito a que además de las enunciadas en el acápite anterior, se incorporó al
hábeas corpus, restringido, instructivo y traslativo o de pronto despacho, sentando el entendimiento
jurisprudencial que: ‘…a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos, cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad’.
Por su parte la SCP 0312/2013 de 18 de marzo, respecto a este tópico, concluyó: ‘…que el principio
de celeridad procesal, impone a quienes imparten justicia, actuar con diligencia
despachando los asuntos sometidos a su conocimiento, sin dilaciones indebidas,
exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos vinculados a la libertad
personal, aun cuando no exista una norma que establezca un plazo mínimo.
De modo tal, que cuando se provoca una dilación injustificada al margen de lo prescrito en la
normativa legal y ello repercute directamente con la libertad física o de locomoción, corresponde
conceder la tutela solicitada mediante la presente acción’.
De la jurisprudencia constitucional citada precedentemente, se extrae que es deber de toda
autoridad sea judicial o administrativa, resolver con la celeridad que el caso amerita, las
solicitudes que se encuentran vinculadas al derecho a la libertad, lo contrario constituye
restricción y vulneración de ese derecho fundamental” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
De las Conclusiones arribadas en el presente fallo constitucional se establece que Ramiro Nelson
Prieto Villegas, Fiscal de Materia, emitió Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento a través de la
Resolución RNPV-05/2016 de 21 de diciembre, a favor de Leonardo Rivera Gaspar -accionante-, por
la presunta comisión de los delitos de infanticidio y violación de infante, niña, niño o adolescente
(Conclusión II.1).
Asimismo, resulta evidente que el prenombrado a través de los memoriales presentados el 30 de
marzo, 20 de abril, y 9 de agosto de 2017; 2 de abril y 19 de junio de 2018; y, 10 de mayo de 2019,
pidió a la Jueza Pública Mixta de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primera de
Chulumani del departamento de La Paz -demandada-, fije día y hora de audiencia para la
consideración de cesación de la detención preventiva; sin embargo, no consta que se le hubiera
otorgado respuesta o dado curso a su solicitud, estableciéndose así que dicha autoridad incurrió en
dilación indebida en relación a la petición planteada, además de no otorgarle una respuesta oportuna.
Al respecto, la jurisprudencia constitucional desarrollada en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 de
esta Sentencia Constitucional Plurinacional, establecen de manera coincidente que toda autoridad
sea judicial o administrativa, que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el
derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible o dentro de
los plazos razonables a la luz del principio citado, pues de no hacerlo podría provocar e incidir en una
restricción indebida del referido derecho; en tal sentido, resulta irrebatible que la Jueza demandada
no actuó con la premura debida a objeto de fijar día y hora de audiencia para considerar y en lógica
consecuencia resolver las solicitudes de cesación de la detención preventiva; no obstante que, el
accionante presentó diferentes memoriales en las gestiones 2017, 2018 y 2019 -durante tres años-
y que además fue emitido en su favor Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento a través de la
Resolución RNPV-05/2016; dejando así sin resolver la situación jurídica del solicitante de tutela,
transgrediendo su derecho a la libertad y al derecho al debido proceso inherente a la celeridad,
correspondiendo en tal virtud otorgar la tutela pedida.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías al haber concedido la tutela impetrada, obró
de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 16/2019 de 27 de junio, cursante de fs. 30 a 32,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz -en
suplencia legal de su similar Séptimo-; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los
mismos términos dispuestos por el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
utilizados en su contra “…SON FALSOS DESDE SU ORIGEN…” (sic); por lo que, se ordenó la
restitución inmediata de su propiedad. Sin embargo, por efecto del engaño de los ciudadanos chinos
y “sus cómplices”, las autoridades ahora demandadas, lo sometieron nuevamente a juicios de manera
separada, dejándolo en estado de indefensión sin tener acceso a los expedientes, ya que para
obtenerlos se ordenó el pago de elevados costos judiciales de imposible cumplimiento debido a sus
escasos recursos.
Nuevamente, sobre la base de la Sentencia -no menciona número- de 20 de noviembre de 2001,
Jorge Terrazas Terceros y Pablo David Barrientos Claure, sin ser víctimas y utilizando una hipoteca
falsa, interpusieron el 16 de agosto de 2011, denuncia en su contra por la presunta comisión del
delito de uso de instrumento falsificado, proceso en el que “la juez cautelar VALERIA SALAS
HURTADO…” (sic) sin cumplir con el procedimiento de notificación, llevó adelante la audiencia de
consideración de medidas cautelares declarándole rebelde, además de ordenar su aprehensión y
allanamiento de su domicilio; en ese sentido, el 30 de noviembre del mismo año, dispuso su detención
preventiva en el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz. Luego de haber pasado ocho meses
privado de su libertad, la Fiscal de Materia a cargo de la investigación emitió el 23 de agosto de 2013,
requerimiento conclusivo de acusación por la supuesta comisión del delito de uso de instrumento
falsificado, incurriendo en error al final del petitorio al acusarlo por homicidio; debido a ello, la Jueza
a cargo del control jurisdiccional conminó a la referida autoridad fiscal complemente dicho actuado,
remitiendo recién memorial aclaratorio el 23 de febrero de 2015, con el cual no fue notificado. El
Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa Cruz, donde recayó la
causa, mediante Auto de Radicatoria -no menciona número- de 28 de similares mes y año, anuló su
ofrecimiento de prueba con el argumento que el mismo se basó en el delito de homicidio. El 3 de
abril de 2016, se dispuso su libertad; sin embargo, el citado Tribunal de Sentencia, sin tomar en
cuenta que desde el 7 de septiembre de 2012, en que purgó su rebeldía hasta el 23 de junio de 2016,
en que se llevó adelante la audiencia de revocatoria de medidas cautelares sustitutivas a la detención
preventiva, transcurrieron tres años y nueve meses; por lo tanto, había operado la extinción de la
acción penal por vencimiento de la duración máxima del proceso; no obstante ello, dicha autoridad
revocó su libertad y ordenó su detención preventiva, con el argumento de haber incumplido uno de
los requisitos dispuestos para la otorgación de su libertad, por el hecho de haberse ausentado a la
ciudad de Sucre en defensa de su propiedad.
En el tercer proceso, en el que Pablo David Barrientos Claure denunció la presunta comisión del delito
de uso de instrumento falsificado, a cargo del Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, no se llevó adelante ninguna audiencia de consideración de medidas
cautelares, pues no fue notificado con ningún actuado procesal; no obstante y pese a que hizo notar
la existencia de un proceso similar en otro Tribunal, este aspecto jamás fue tomado en cuenta y por
el contrario fue declarado rebelde, siendo condenado a pagar una multa de Bs2 000.- (dos mil
bolivianos), que no puede hacer efectivo debido a su condición de pobreza, ocasionando que se emita
mandamiento de aprehensión y detención preventiva en su contra.
En el cuarto proceso, por la presunta comisión del delito de estelionato, y que es de conocimiento
del Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital del mencionado departamento, nuevamente se
utilizó la Sentencia -no menciona número- de 20 de noviembre de 2001, para justificar su existencia,
y actualmente desconoce los actuados procesales que se hubieran producido dentro del mismo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de sus derechos al debido proceso en su componente de prohibición de
doble juzgamiento, a la libertad, a la defensa, a la propiedad privada, a la correcta valoración de la
prueba, a la igualdad, a la justicia gratuita y transparente, a un proceso justo, a ser protegido
oportuna y eficazmente por jueces y tribunales, a la presunción de inocencia y al principio de verdad
material, citando al efecto, los arts. 114, 115, 116, 117.II, 119, y 180.I de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Dejar sin efecto el acta de audiencia de revocatoria de
medidas cautelares a la detención preventiva de 23 de junio de 2016, o se determine la nulidad de
obrados hasta antes de dicha audiencia; b) O alternativamente, se ordene la nulidad obrados por
defectos absolutos y el archivo de los tres procesos penales, disponiendo el resarcimiento de daños
civiles; o, en su defecto la unificación de causas y se suspenda cualquier inicio de juicio hasta que no
se identifique al tribunal competente; y, c) Se cancele las detenciones preventivas y mandamientos
de aprehensión librados en su contra por los diferentes Juzgados, “…hasta que la Resolución de la
presente Acción de Libertad sea revisada por el Tribunal Constitucional” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 235 a
240, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó el contenido del memorial de acción de libertad, y
ampliándola señaló que: 1) A consecuencia de la Sentencia -no señala número ni fecha-, se dictó
otra de responsabilidad civil ordenando el pago de Bs79 000.- (setenta y nueve mil bolivianos), monto
que no puede cubrir, y por esta razón el registro de su derecho propietario se encuentra bloqueado
en Derechos Reales (DD.RR.); y, 2) Se ordenaron también pagos por su declaratoria de rebeldía los
cuales no puede solventar por encontrarse en “situación de calle”.
I.2.2. Informe de los demandados
José Emerson Figueroa Morales, Juez del Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del
departamento de Santa Cruz, en audiencia señaló que: i) El presente caso fue llevado de manera
errada por la defensa técnica de Félix Chile Blanco, quien no supo guiarlo para que actúe conforme
a procedimiento, ii) A lo largo del proceso penal, el abogado defensor se empecinó en querer que se
resuelva el fondo del proceso, sin considerar que aquello está reservado para el juicio oral; iii) No se
cumplió con el principio de subsidiariedad, al no haber agotado los mecanismos procesales
contemplados en la jurisdicción ordinaria; iv) Su imposibilidad de no poder cubrir el monto fijado por
costas y rebeldía, debió hacer conocer al Tribunal aludido, previa acreditación; v) Durante el proceso
fue patrocinado por un abogado particular, y en ningún momento se declaró insolvente para que
proceda Defensa Pública; vi) El peticionante de tutela debió apelar todas y cada una de las
resoluciones judiciales que se emitieron en su contra; vii) Los argumentos expuestos en esta acción
tutelar hacen a su defensa de fondo y deben ser valorados en audiencia de juicio oral y no como
fundamentos para pretender reclamar su libertad; y, viii) En las primeras actuaciones del Tribunal
precitado, el accionante solicitó la modificación de su fianza económica de Bs50 000.- (cincuenta mil
bolivianos), porque no podía cubrir esa suma, en ese mérito se cambió por la presentación de dos
garantes personales, otorgándole su libertad; sin embargo, el impetrante de tutela, solo cumplió con
la presentación de los dos garantes y no se presentó periódicamente a firmar su asistencia, tampoco
tramitó su arraigo, por esta razón la acusación particular pidió la revocatoria de las medidas
sustitutivas por incumplimiento, habiéndose ordenado nuevamente su detención preventiva. Solicitó
que no se considere la tutela impetrada.
Pabla Paola Sandoval Pizarro y Anibal Ugarteche Barrancos, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal
Décimo de la Capital del citado departamento, por informe escrito presentado el 17 de abril de 2019,
cursante a fs. 227, alegaron que: a) De la revisión de antecedentes, se declaró rebelde el accionante,
emitiéndose el correspondiente mandamiento de aprehensión; b) El impetrante de tutela presentó
incidente de nulidad por defectos absolutos que mereció la providencia aclaratoria que sería resuelto
de conformidad con lo dispuesto en el art. 345 del Código de Procedimiento Penal (CCP),
disponiéndose la continuidad del proceso e imponiéndole una multa de Bs2 000.- (dos mil 0/100
bolivianos); y, c) El 11 de julio de 2017, el solicitante de tutela nuevamente fue declarado rebelde y
luego de las correspondientes notificaciones por edictos, se libró mandamiento de aprehensión, sin
que conste ningún memorial de impugnación.
Misael Severiche Saravia, Juez de Sentencia Penal Quinto; Ana Cañizares Ortiz y Sandra Villafuerte
Sejas; y, Ever Álvarez Orellana, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal Sexto y Décimo,
respectivamente, todos de la Capital del aludido departamento, no presentaron informe escrito ni
asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 217, 220 y 222.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido
en Tribunal de garantías, mediante Resolución 06/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 240 a 241,
denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: 1) De acuerdo al cuaderno procesal
radicado en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del mismo departamento, existen
actuaciones que se desarrollaron con absoluta normalidad al igual que en su similar Sexto; 2) Cuando
se dicta un Auto en los procesos penales, las partes tienen la vía expedita para hacer uso del recurso
de apelación incidental de acuerdo a los arts. 251 y 407 del CPP; 3) Si el peticionante de tutela no
estaba de acuerdo con el monto fijado por el citado Tribunal de Sentencia por concepto de costas
procesales, su defensa técnica debió plantear una reposición de acuerdo al art. 401 del indicado
Código, para lograr su modificación de acuerdo a su capacidad económica; 4) El contenido de fondo
de la acción de libertad debe ser debatido sustancialmente en el juicio oral conforme establece el art.
345 del mismo cuerpo normativo; y, 5) El Tribunal de garantías no puede conocer las pretensiones
que corresponden a un proceso penal, estando prohibido analizar pruebas o actos procesales que
debieron ser reclamados en la vía ordinaria; y, cuando se hayan agotado todas la etapas procesales
y recursos ordinarios que la ley franquea, recién se habilita el ámbito constitucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial de 23 de agosto de 2013, el Ministerio Público presentó ante la Jueza de
Instrucción Penal Octava de la Capital del departamento de Santa Cruz, requerimiento conclusivo de
acusación formal contra Félix Chile Blanco -hoy accionante- por la presunta comisión del delito de
homicidio, calificación legal que fue modificada por el requerimiento complementario de 23 de febrero
de 2015, a la de uso de instrumento falsificado (fs. 152 a 159 vta.).
II.2. Cursa imputación formal presentada el 17 de diciembre de 2014, por Freddy Durán Montero,
Fiscal de Materia, ante el Juez de Instrucción Penal Decimosegundo de la Capital del señalado
departamento, contra el solicitante de tutela por la supuesta comisión del delito de uso de
instrumento falsificado (fs. 183 a 185).
II.3. El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del citado departamento, dictó el Auto de
Radicatoria 69/2015 de 26 de febrero, dentro el proceso que sigue el Ministerio Público contra el
impetrante de tutela por la presunta comisión del delito de uso de instrumento falsificado y anuló los
ofrecimientos de prueba del acusado, debido a que los mismos fueron efectuados en vigencia de la
errónea acusación fiscal respecto al delito de homicidio (fs. 160 y vta.).
II.4. Por memorial presentado el 18 de noviembre de 2015, el Ministerio Público presentó acusación
formal contra el peticionante de tutela por la presunta comisión del delito de uso de instrumento
falsificado (fs. 186 a 187 vta.).
II.5. Mediante Auto Interlocutorio 141 de 24 de mayo de 2016, el Juez de Sentencia Penal Quinto
de la Capital del departamento aludido, ordenó la apertura formal de juicio oral contra el accionante,
por la presunta comisión del delito de estelionato (fs. 199 vta.).
II.6. En audiencia de revocatoria de medidas cautelares, el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la
Capital del mencionado departamento, pronunció el Auto Interlocutorio 68/2016 de 23 de junio,
revocando las medidas sustitutivas dictadas a favor del solicitante de tutela, determinando su
detención preventiva en el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz (fs. 161 a 170).
II.7. Cursa Mandamiento de Aprehensión de 22 de agosto de dicho año, emitido por el Juez de
Sentencia Penal Quinto de la Capital del señalado departamento contra el impetrante de tutela, para
que sea conducido a ese despacho y asista a la audiencia de juicio oral (fs. 200).
que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario, deberá
ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, previo agotamiento de los medios idóneos
dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa.
En ese orden, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, que contiene los entendimientos asumidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: “‘…en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido proceso
están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, lo que
implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales
ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos que
prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del
recurso de amparo constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar
las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión,
lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del
proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad.
Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se encuentre
privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas corpus, desnaturalizando la actuación
de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer
el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional’.
(…) para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales,
las omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben
estar vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción o
supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo
la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad”» (las negrillas
son añadidas).
De la jurisprudencia desarrollada, se establece que los actos ilegales, las omisiones indebidas o las
amenazas de la autoridad pública, deben necesariamente ser atendidos a través de los medios y
recursos previstos en la normativa procesal penal en la vía ordinaria, y una vez agotados estos, si el
afectado considera que los mismos persisten, puede acudir a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de amparo constitucional, como la vía idónea para la tutela del derecho al debido proceso
en supuestos no vinculados a la libertad.
III.2. Subsidiariedad excepcional de la acción de libertad. Jurisprudencia reiterada
La SC 0080/2010-R de 3 de mayo, considerando la naturaleza, esencia y finalidad de la acción de
libertad, desarrolló tres supuestos en los cuales no es posible ingresar al análisis de fondo de la
problemática planteada, estableciendo en el segundo lo siguiente: “Cuando existe imputación y/o
acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al
derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a interponer la acción de
libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la posibilidad de
corregir la arbitrariedad denunciada. Puesto que el orden legal penal ha previsto ese medio
impugnativo, precisamente para que a través de un recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor
celeridad se repare en el mismo órgano judicial, las arbitrariedades y/o errores que se hubiesen
cometido en dicha fase o etapa procesal. Lo propio si está referido a cuestiones lesivas a derechos
fundamentales relacionados a actividad procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos
en los cuales se debe acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal,
puesto que el debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de
indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o restricción
a la libertad física” (las negrillas nos corresponden).
De acuerdo al contenido de la jurisprudencia constitucional glosada, cuando existan arbitrariedades
y/o errores en la fase de investigación, o cuando se advierta vulneraciones a derechos fundamentales
relacionados a la actividad procesal, se debe acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en
ese momento procesal a través del medio impugnativo previsto por la ley penal, puesto que el debido
proceso no es en esencia impugnable a través de la acción de libertad, únicamente cuando se
presentan los presupuestos glosados en el Fundamento Jurídico anterior.
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso en su componente de
prohibición de doble juzgamiento, a la libertad, a la defensa a la propiedad privada, a la correcta
valoración de la prueba, a la igualdad, a la justicia gratuita y transparente, a un proceso justo, a ser
protegido oportuna y eficazmente por jueces y tribunales, a la presunción de inocencia y al principio
de verdad material; debido a que los Jueces Técnicos del Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la
Capital del departamento de Santa Cruz, no consideraron que al momento de llevarse a cabo la
audiencia de revocatoria de la medida cautelar de detención preventiva, ya habían transcurrido tres
años y nueve meses, habiendo operado en su criterio, la extinción de la acción penal por vencimiento
de la duración máxima del proceso; por otra parte, en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la
Capital de dicho departamento, nunca se llevó adelante audiencia alguna de consideración de
medidas cautelares en la que hubiera podido estar presente, al no haber sido notificado con ningún
acto procesal al respecto y pese a que hizo notar la existencia de un proceso similar en otro Tribunal,
jamás fue tomado en cuenta, y por el contrario fue declarado rebelde ordenándose el pago de una
multa elevada, la cual no puede cancelar debido a su condición de pobreza; y, en el Juzgado de
Sentencia Penal Quinto de la Capital del mismo departamento, nuevamente se utilizó la Sentencia
96/2001 de 20 de noviembre, para acusarlo por el delito de estelionato, y actualmente desconoce los
actuados que se produjeron en el indicado proceso.
A partir de los actos lesivos identificados y en el marco del contenido desarrollado en el Fundamento
Jurídico III.1 del presente fallo, se advierte que el impetrante de tutela no consideró que las supuestas
violaciones a sus derechos al debido proceso en su componente de prohibición de doble juzgamiento,
a la justicia gratuita y transparente, a un proceso justo, a la presunción de inocencia, a la propiedad
privada y al principio de verdad material, son argumentos que no son tutelables a través de la acción
de libertad, debido al alcance y naturaleza jurídica de esta acción de defensa, que por excelencia
conforme prevé el art. 125 de la CPE, tutela derechos como la vida y la libertad personal o de
locomoción, y de manera excepcional el debido proceso cuando se denuncia procesamiento ilegal o
indebido, siempre y cuando en este último caso, el acto lesivo esté directamente vinculado con la
libertad del accionante por operar como causa directa para su restricción o supresión y que se
encuentre en absoluto estado de indefensión.
Por otro lado, respecto a la denuncia de lesión de su derecho a la libertad debido a que el Tribunal
de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa Cruz, no consideró que al momento
de llevarse a cabo la audiencia de revocatoria de las medidas cautelares sustitutivas a la detención
preventiva dispuestas a su favor, ya habían transcurrido tres años y nueve meses, y que por lo mismo
operó la extinción de la acción penal por vencimiento de la duración máxima del proceso; corresponde
establecer que el peticionante de tutela se encuentra restringido en su libertad personal a causa del
incumplimiento de dichas medidas, por lo tanto, si consideraba que la determinación cuestionada
resultaba ilegal y vulneratoria de sus derechos, una vez notificado con el Auto Interlocutorio 68/2016
de 23 de junio que dispuso su detención preventiva, debió impugnar tal determinación mediante
recurso de apelación incidental, siendo este el mecanismo idóneo, inmediato y eficaz a través del
cual las irregularidades denunciadas podían ser corregidas por el Tribunal de alzada en la misma
instancia ordinaria, conforme lo establece el art. 251 el CPP; correspondiendo aclarar que, si el
solicitante de tutela consideraba que la causa se había extinguido por vencimiento del plazo máximo
de duración del proceso, debió interponer la excepción prevista en los arts. 27.10 y 308.4 del citado
Código, y no acudir a través de este medio a la jurisdicción constitucional.
Con relación a la denuncia que en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital de dicho
departamento, nunca se llevó adelante audiencia de consideración de medidas cautelares en la que
su persona hubiera estado presente, no habiendo sido notificado con ningún acto procesal al respecto
y pese haber hecho notar la existencia de otro proceso similar en diferente Tribunal, jamás fue
tomado en cuenta; y, por el contrario fue declarado rebelde, ordenándose el pago de una multa
elevada, la cual no puede cancelar debido a su condición de pobreza, es necesario hacer mención a
la jurisprudencia constitucional desarrollada en la SCP 0155/2019-S3 de 16 de abril, respecto al art.
91 parte in fine del CPP, la cual establece que cuando el declarado rebelde pretende dejar sin efecto
la resolución de rebeldía, con carácter previo a acudir a la jurisdicción constitucional, debe solicitar
ante la autoridad judicial a cuyo cargo esté la causa penal, la revocatoria de la misma adjuntando la
justificación que muestre el grave y legítimo impedimento que ocasionó su incomparecencia al
llamado de la autoridad jurisdiccional; de otra parte, el argumento de la existencia de otro proceso
similar en un Tribunal distinto, no corresponde que sea tratado a través de la acción de libertad
formulada, puesto que la legislación penal ha establecido para este tipo de circunstancias la previsión
contenida en el art. 308.6 del CPP, referida a la excepción de litispendencia.
Finalmente, respecto a la denuncia que en el Juzgado de Sentencia Penal Quinto de la Capital del
departamento de Santa Cruz, nuevamente se utilizó la Sentencia 96/2001 para acusarlo por el delito
de estelionato, y actualmente desconoce los actuados que se produjeron en el indicado proceso, en
el marco del contenido jurisprudencial glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde establecer que los hechos expuestos, no guardan
relación directa con el ejercicio del derecho a la libertad, para que mediante esta acción de defensa
se pueda proteger el debido proceso; en razón a que el peticionante de tutela se encuentra restringido
en su libertad personal a causa del incumplimiento de las medidas sustitutivas dispuestas por el
Tribunal de Sentencia Penal Sexto precitado y en caso de considerar que la autoridad mencionada
vulneró su derecho al debido proceso, una vez agotados los medios ordinarios de reclamo, debió
acudir ante la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional.
Consiguientemente, en el caso de análisis, no se tiene acreditado el cumplimiento del primer
presupuesto para la procedencia de la acción de libertad establecido en la jurisprudencia citada; es
decir, que los actos lesivos denunciados sean la causa que opera directamente en la supresión o
amenaza de su derecho a la libertad; bajo ese mismo análisis, tampoco se advierte la concurrencia
del segundo presupuesto referido al absoluto estado de indefensión, puesto que el accionante,
conforme a los antecedentes de la causa, participó dentro de las señaladas causas, inclusive con
ofrecimiento de pruebas de reciente obtención que hacen al fondo de su defensa, además efectuó
reclamos mediante el incidente de nulidad por supuestos defectos procesales y solicitud de dejar sin
efecto el mandamiento de aprehensión que pesa en su contra, lo que implica que no existía ningún
obstáculo legal que le imposibilite conocer los antecedentes y actuados.
En el marco de lo referido, se advierte que el accionante no acudió previamente ante las autoridades
judiciales demandadas para interponer recurso de apelación contra la detención preventiva y
revocatoria de rebeldía, siendo estos los medios idóneos, eficaces e inmediatos a disposición del
procesado para permitir un pronunciamiento en la vía ordinaria sobre la temática planteada, no
pudiendo acudir directamente ante la jurisdicción constitucional a través de esta acción de libertad
para utilizarla como supletoria de la inactivación de los medios impugnaticios previstos por el
ordenamiento jurídico y al no actuar de esa manera, corresponde aplicar el entendimiento respecto
a la subsidiariedad excepcional establecida en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo.
Por los motivos expuestos, correspondía que el accionante active los medios y recursos previstos en
la normativa procesal penal en la vía ordinaria para el reclamo de las irregularidades del debido
proceso ahora denunciadas, y una vez agotados estos, si consideraba que las mismas persistían,
acudir a la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional, vía idónea para
la tutela del derecho al debido proceso en supuestos no vinculados a la libertad, situación que
imposibilita ingresar a analizar el fondo de la problemática planteada.
Por lo precedentemente señalado, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada, obró de
manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 06/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 240 a 241,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, sobre la base de los Fundamentos Jurídicos
precedentemente expuestos, aclarando que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática
planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
realizado mediante edicto y declarándosele rebelde ya hace diez años. El 31 de mayo de 2019 fue
emitida la Resolución de sobreseimiento y teniendo que ausentarse del país hasta Brasil se encontró
con la sorpresa de estar arraigado por lo que acudió ante la Jueza denunciada para que en el marco
de la norma establecida, deje sin efecto lo dispuesto inicialmente; empero, inventó una figura de
suspensión de ejecución de mandamiento de aprehensión, cuando el art. 91 del CPP establece dejar
sin efecto. De ahí que a la fecha de presentación de esta acción tutelar, pese haber purgado la multa
por rebeldía, estando el proceso concluido con sobreseimiento con el que cesan todas las medidas
cautelares, estas persisten.
I.2.2. Informe de la demandada
Dina Jenny Larrea López, Jueza de Instrucción Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz,
mediante informe escrito cursante a fs. 25 y vta., solicitó se deniegue la tutela impetrada, señalando
que el proceso contra el accionante data de diciembre de 2008 y el mandamiento de aprehensión fue
librado ante su incomparecencia para la audiencia de medida cautelar. Si bien existe un memorial de
purga de rebeldía misma que fue admitida y dejada sin efecto; sin embargo, el sobreseimiento tiene
un trámite establecido por el art. 324 del CPP que prevé la remisión al Fiscal superior y su
pronunciamiento por un lado y la posibilidad de impugnación por una de las partes, por ello la
providencia de 19 de junio de 2019 estableció claramente que se tiene purgada la rebeldía conforme
el art. 91 del citado adjetivo penal, dejándose en suspenso la ejecución de mandamiento de
aprehensión en contra del imputado y en conocimiento del Fiscal de Materia. En consecuencia,
“…PARA LEVANTAR TODA MEDIDA EN SU CONTRA DEBE EXISTIR LA FECHA DE NOTIFICACIÓN DEL
SOBRESEIMIENTO Y NO EXISTIENDO NINGUNA LITERAL PARA LA PETICION CORRESPONDE SOLO
DAR POR PURGADA Y NOTIFICAR AL FISCAL, SIENDO ADEMAS QUE EL IMPUTADO NO TIENE
NINGUNA MEDIDA CAUTELAR QUE ES OTRO EL TRÁMITE” (sic).
I.2.3. Resolución
El Juzgado de Sentencia Penal Octavo de la Capital de El Alto del departamento de La Paz, constituido
en Juez de garantías, mediante Resolución 10/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 28 a 30, denegó
la tutela impetrada, bajo los siguientes fundamentos: a) Por información del abogado del accionante,
ante la determinación de la autoridad jurisdiccional, no se interpuso ningún recurso, habiéndose
planteado directamente la acción de libertad; b) El Decreto emitido sobre el memorial de purga de
rebeldía ha establecido que “se deja en suspenso la ejecución del mandamiento de aprehensión”
(sic), entendiéndose que en otras palabras se dejó sin efecto, situación que no puede considerarse
como vulneratoria del derecho a la libertad; y, c) La falta de levantamiento del arraigo que alega, no
ameritó por parte del peticionante de tutela el uso de mecanismos idóneos previstos en el Código
Procesal Penal para que la autoridad advierta y subsane su error; ya que al respecto, no se pronunció
de manera positiva ni negativa, quedando expedita la vía ordinaria a través de un recurso de
reposición a efectos de que la Jueza demandada pueda subsanar la omisión en la que incurrió sobre
el arraigo activándose así la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El Juzgado de Instrucción Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, mediante
Resolución 628/09 de 25 de noviembre de 2009, declaró rebelde a Leonardo Condori Quispe junto a
otras tres personas, disponiendo se expida arraigo y mandamiento de aprehensión, designó abogado
de oficio para el accionante (fs. 2).
II.2. El Fiscal de Materia asignado al caso, mediante Resolución de Sobreseimiento 005/10 de 31 de
mayo de 2010, comunicó al Juzgado referido supra, el Decreto de sobreseimiento de Leonardo
Condori Quispe y otros dentro del proceso penal, por la presunta comisión de los delitos de
allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas y
asfixiantes (fs. 4 a 8 vta.).
II.3. Por providencia de 1 de junio de 2010, el Juez aludido, dispuso dar estricto cumplimiento al
sobreseimiento presentado por el Ministerio Público (fs. 8 vta.).
II.4. A través del memorial de 7 de junio de 2019, el peticionante de tutela dirigiéndose al Juzgado
de Instrucción Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, solicitó se ponga a la vista el
cuaderno de control jurisdiccional de la causa con Nurej 200815466E (fs. 10 y vta.).
II.5. Mediante memorial de 19 del mismo mes y año, el impetrante de tutela, solicitó a la Jueza de
la causa, dejar sin efecto las medidas dispuestas en su contra, adjuntando la resolución de
sobreseimiento y la purga de rebeldía (fs. 11 a 12 vta.).
II.6. Por providencia de la fecha antes indicada, la Jueza dispuso “Téngase por purgado la rebeldía
por LEONARDO CONDORI QUISPE, de conformidad al art. 91 del C.P.P., se deja en suspenso la
ejecución del mandamiento de aprehensión en contra [del] imputado y en conocimiento del señor
fiscal de materia” [sic (fs. 12 vta.)].
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y a la libre
locomoción; debido a que la autoridad demandada a la solicitud de dejar sin efecto las medidas
dispuestas en su contra acreditando la purga de rebeldía y la resolución de sobreseimiento, dispuso
lo siguiente: “…se deja en suspenso la ejecución del mandamiento de aprehensión en contra [del]
imputado…” (sic) en contraposición a lo establecido por el art. 91 de CPP que señala dejar sin efecto
las órdenes dispuestas a efectos de la comparecencia del rebelde; por lo que considera estar
indebidamente perseguido con un mandamiento de aprehensión en suspenso y el arraigo vigente,
más aun cuando el caso ya fue concluido con sobreseimiento.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La subsidiariedad excepcional en la acción de libertad
Sobre la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, mediante la SCP 0189/2019-S2 de 2 de
mayo, este Tribunal ha establecido que “… debe ser aplicada cuando existan medios
inmediatos para impugnar los actos supuestamente lesivos, premisa que se puede evidenciar
a través de la SC 0160/2005-R de 23 de febrero, que señaló: ‘…la existencia de la garantía
constitucional en análisis, no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser
necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus; pues no se
trata de una garantía que tenga la vocación de reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la
libertad que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz
y oportuno, para restablecer la lesión sufrida.
En consecuencia, en los supuestos en que la norma procesal ordinaria de manera específica
prevea medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad
supuestamente lesionado, estos deben ser utilizados, previamente, circunstancia en la
que excepcionalmente, el recurso de habeas corpus operará de manera subsidiaria’.
De la misma manera, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, concluyó que: ‘El recurso de hábeas corpus,
ahora acción de libertad, es el medio idóneo y eficaz para conocer y restituir cualquier tipo
de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir
una persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la
libertad, cuando de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir mecanismos de
protección específicos y establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten ser evidentemente
inoportunos o inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por la urgencia de la
situación, se configura como el medio más eficaz para restituir los derechos afectados; empero, en
caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos,
eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la persecución o
procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en estos
casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos
afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas’.
Más adelante, la SCP 0400/2012 de 22 de junio, dictó lo siguiente: ‘…de manera excepcional opera
el principio de subsidiariedad ante la existencia de medios de impugnación específicos e idóneos para
restituir de manera inmediata los derechos objeto de su protección (…).
Es decir que, si bien se configura la acción de libertad, como el medio eficaz para restituir los derechos
afectados, en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa para restituir el derecho
a la libertad vulnerado y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser activados previamente
por el o los interesados…’.
La SCP 0482/2013 de 12 de abril, de acuerdo con la subsidiaridad en la acción de libertad, citó lo
siguiente: ‘En los casos que se impugnen actuaciones no judiciales -antes de la imputación formal- y
judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la presente acción tutelar, previa y
necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de manera excepcional, no
es posible ingresar al fondo de la acción de libertad:
1. Cuando la acción de libertad esté fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la denuncia de una
supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la libertad personal o física por
parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a acudir a la jurisdicción constitucional debe
en principio, denunciar todos los actos restrictivos de su libertad personal o física ante la autoridad
que ejerce el control jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene también la subsidiaridad.
4. Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, ésta es confirmada en apelación, empero, en lugar de activar
inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva petición ante la
autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de su situación jurídica, sea
mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de detención preventiva, etc., y la
misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la jurisdicción constitucional
impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se emitió el auto de vista, inclusive; por
cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con lealtad procesal, de no ser así, se
provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones, e incidiría negativamente en el
proceso penal de donde emerge la acción tutelar’.
En este mismo sentido, la SCP 0267/2018-S2 de 25 de junio, sistematizando la jurisprudencia
constitucional vinculada a la subsidiaridad excepcional de la acción de libertad tratándose de
declaratorias de rebeldía, señala: ‘…queda claro que antes de la ejecución del mandamiento de
aprehensión dispuesto como efecto de la rebeldía, existe la posibilidad que el rebelde
pueda presentarse voluntariamente ante la autoridad judicial que lo declaró rebelde;
justificando en su caso, la ausencia al actuado judicial convocado, siendo este, el mecanismo
procesal idóneo para dejar sin efecto la orden de aprehensión y las otras disposiciones
dictadas; aclarando que incluso, a pesar de haberse presentado algún tipo de justificativo
con carácter previo a la declaratoria de rebeldía, igualmente el imputado deberá
posteriormente acudir ante el juez o tribunal, para solicitar se deje sin efecto la misma y
aprehensión como para que se pronuncie con relación al arraigo subsistente; empero acudió de
manera directa a la acción de libertad reclamando ser objeto de un procesamiento indebido.
Si bien esta acción de defensa por su carácter específico, tutela la vida y la libertad de las personas,
existiendo salvedades de omisión a la subsidiariedad, también existen reglas que impiden ingresar al
análisis de fondo de la problemática, siendo para el caso presente lo señalado en el Fundamento
Jurídico glosado respecto a la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad que dispone,
“…antes de la ejecución del mandamiento de aprehensión dispuesto como efecto de la rebeldía,
existe la posibilidad que el rebelde pueda presentarse voluntariamente ante la autoridad judicial que
lo declaró rebelde (…) siendo este, el mecanismo procesal idóneo para dejar sin efecto la orden de
aprehensión y las otras disposiciones dictadas; (…) pues solo agotada la presentación voluntaria,
recién será viable recurrir a la acción de libertad”(sic), situación que en el caso concreto se efectivizó
pero de manera incompleta; ya que el accionante no observó la imprecisión de la terminología
utilizada por la autoridad demandada y tampoco hizo notar la falta de pronunciamiento respecto al
arraigo mediante el recurso de reposición; en consecuencia estando expedita la vía ordinaria para
subsanar los hechos denunciados, no corresponde a este tribunal ingresar en el análisis de fondo de
la problemática venida en revisión, no siendo viable verificar la vulneración o no de los derechos
denunciados.
En consecuencia, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela impetrada, efectuó un análisis
correcto de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 10/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 28 a 30, pronunciada
por el Juzgado de Sentencia Penal Octavo de El Alto del departamento de La Paz; y, en consecuencia,
DENEGAR la tutela solicitada, conforme a los argumentos de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
de La Paz, de los funcionarios policiales que ejecutaron la orden de aprehensión; c) Con relación a
los representantes del Ministerio Público, se envíen antecedentes a dicha repartición a los fines
disciplinarios correspondientes, debido a que introdujeron datos falsos dentro de la investigación
corroborados de la resolución fundamentada de aprehensión; y, d) Se imponga costas consistentes
en “20.000 Bs.” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 25 de junio de 2019, conforme consta en acta cursante de fs. 24 a
26, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el contenido de la acción planteada y ampliándola
expresó que: 1) La orden de aprehensión de 1 de marzo de 2019, quedó sin efecto, pues así lo
manifestó la codemandada Lourdes Del Pilar Días Berrios en audiencia de acción de libertad de 19
de junio -sin citar año-, quedando ello plasmado en la Resolución 132/2019 de esa fecha, donde
refirió al Voto del Juez “Edgar Choquenaira” que dicha acción resulta ser incongruente en sentido
que, del informe de la autoridad demandada de ese entonces (Lourdes Del Pilar Días Berrios),
“…existe una imputación formal a la fecha que ya fue presentada ante la autoridad jurisdiccional por
lo que el mandamiento de aprehensión habría quedado sin efecto, pues ya no existe la posibilidad
de que el sindicado pueda prestar su declaración informativa policial…” (sic), aspectos que pese
haberles hecho conocer a los ahora demandados, estos hicieron caso omiso; y, 2) La Fiscal de Materia
Ingrid Rocío Feraudi Guerra, al asumir los casos de la codemandada referida supra, debió dejar sin
efecto alguno y providenciado con respecto a dicha orden, lo cual no ocurrió.
Con el uso de la palabra el accionante manifestó que, quedó muy lastimado por la forma como fue
tratado, exigiéndosele su cedula de identidad sin explicación alguna, siendo detenido directamente,
sin conocer los motivos y dañando su dignidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Ingrid Rocío Feraudi Guerra, Fiscal de Materia, mediante informe escrito de 25 de junio de 2019,
cursante de fs. 19 a 20 vta., y en audiencia sostuvo que: i) La causa fiscal y policial dentro de un
proceso investigativo criminal se sujeta a control jurisdiccional conforme el art. 279 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), siendo el juez la autoridad idónea ante quien reclamar las infracciones al
debido proceso y al derecho a la libertad; por lo que, el impetrante de tutela al acudir directamente
a la justicia constitucional sin observar el principio de subsidiariedad, desconoció el rol, atribuciones
y finalidad que el legislador le dio a dicha autoridad que se desempeña como director del control de
la investigación, tal atribución se encuentra en el art. 54 inc. 1) del citado cuerpo normativo, además
que existen innumerables Sentencias Constitucionales al respecto; ii) El presente caso, cuenta con
imputación formal restando únicamente definir la situación jurídica del ahora accionante en audiencia
de medidas cautelares, ante la precitada autoridad jurisdiccional; iii) El peticionante de tutela, el 18
del mes y año señalados interpuso una primera acción de libertad contra Lourdes Del Pilar Díaz
Berrios, bajo iguales argumentos respecto a la ilegalidad de aprehensión, en la cual se emitió la
Resolución 132/2019, por la que se dejó sin efecto la misma; sin embargo, dicho extremo no es
verídico, teniendo el único objetivo de hacer incurrir en error a la Fiscalía; no obstante a fin de no
vulnerar los derechos del accionante se emitió una nueva citación que fue practicada al nombrado
en presencia de su abogado defensor; y, iv) Finalmente, advirtió con claridad actos de obstaculización
de parte del impetrante de tutela, quien pretende evadir la acción de la justicia, correspondiendo se
declare improcedente la acción de libertad interpuesta. Asimismo, se imponga costas consistentes en
dos salarios de un juez “técnico”, considerando que la presente acción repercute en gastos extras.
Fanor Callecusi Saico, Efectivo Policial, mediante informe presentado el 25 de junio de 2019, cursante
a fs. 16 y vta., y en audiencia señaló que: a) Se encontraba realizando su servicio de seguridad de
las instalaciones del “…Tribunal Departamental de Justicia de El Alto…” (sic), aproximándose Sonia
Miriam Escobar Mamani, quien le pidió que dé cumplimiento a la orden de aprehensión librada por la
Fiscal de Materia Lourdes Del Pilar Díaz Berrios contra Marcelo Gerardo Blanco Chamizo, por lo que
cumplió con la misma; empero, en el momento de que tomó contacto con el prenombrado, que se
encontraba junto a su abogado, el cual no quiso identificarse y de forma prepotente, grosera y
altanera trató de obstruir en su función al igual que el ahora accionante; posteriormente, procedió a
la conducción de este último a oficinas de la Fiscalía, a cargo de la “…Dra. Lourdes Diaz y la Dra.
Ingrid Rocio Feraudi…” (sic), luego se retiró del lugar, dejando constancia que el aprehendido no
tenía ninguna lesión; b) El art. 251 de la Constitución Política del Estado (CPE) faculta a la Policía
Boliviana la defensa de la sociedad y la conservación del orden público. Asimismo, cuenta con una
Ley Orgánica a la cual están sujetos todos y cada uno de los miembros policiales donde en su parte
pertinente -art. 1- indica que cumple funciones de carácter público preventivo de auxilio, fundado en
valores sociales, seguridad, paz y justicia; y, preservación del orden público de forma regular y
continua, por cuanto en el caso se dio cumplimento a una orden de aprehensión emanada de
autoridad competente, dejando constancia de representación al reverso de dicha orden de todo su
accionar; por lo que, si hubieran otras cuestiones dentro del proceso, escapan de sus manos, puesto
que no fue investigador del caso; y, c) Finalmente, el accionante no agotó el principio de
subsidiariedad, puesto que ya tiene conocimiento del proceso una autoridad de control jurisdiccional,
quien por mandato del art. 54.1 del CPP, es quien debe atender estos reclamos; en base a lo expuesto
solicitó denegar la tutela impetrada.
Lourdes Del Pilar Díaz Berrios, Fiscal de Materia, no remitió informe alguno ni asistió a la audiencia
de consideración de la presente acción de libertad, pese a su notificación cursante a fs. 15.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz -en suplencia legal de su
similar Primero-, constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 08/2019 de 25 de junio,
cursante de fs. 27 a 28, denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: 1) El art. 54
inc. 1) del CPP prevé que es atribución de los jueces de instrucción el control de la investigación, así
como el art. 279 del mismo cuerpo normativo refiere que tanto la Fiscalía como la Policía actuarán
siempre bajo control jurisdiccional; y, 2) La “SCP 1222/2017-S1” estableció el principio de
subsidiariedad, por el que, en casos donde la justicia ordinaria prevea medios o mecanismos de
impugnación que de manera inmediata puedan restituir los derechos de libertad física y de
locomoción, esos deben ser utilizados previamente antes de acudir a la vía constitucional; por cuanto,
el accionante no puso a conocimiento del Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia
hacia la Mujer Segundo de El Alto de dicho departamento, quien se encuentra a cargo del control
jurisdiccional del proceso.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa orden de aprehensión de 1 de marzo de 2019, librada por Lourdes Del Pilar Díaz Berrios,
Fiscal de Materia, por la que mandó y ordenó a cualquier miembro de la Policía Boliviana y/o
funcionario público no impedido del departamento de La Paz a aprehender al peticionante de tutela,
siendo representada su ejecución y diligenciamiento en su reverso (fs. 23 y vta.).
II.2. Consta Citación Oficial de 24 de junio de 2019, practicada por el funcionario Policial Nelson
Quispe Medrado a Marcelo Gerardo Blanco Chamizo -hoy accionante-, a objeto de que comparezca
ante el Ministerio Público a prestar su declaración informativa policial el 26 del mes y año citados,
dentro de la investigación por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica (fs.
5).
II.3. Mediante memorial de la acción de libertad presentado el 24 de junio de 2019, el impetrante
de tutela manifestó que acudió “…no solo a la Autoridad Fiscal si no que también a la
autoridad jurisdiccional bajo Control Jurisdiccional…” (sic [fs. 7 a 11 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia que fueron vulnerados sus derechos a la libertad física y de locomoción, así
como una persecución indebida; puesto que, dentro de la causa penal seguida en su contra, se
ejecutó una orden de aprehensión que tenía por objeto brindar su declaración informativa, la cual
fue dejada sin efecto mediante resolución en una acción de libertad anterior; siendo enmanillado y
trasladado a empujones a la Fiscalía de El Alto del departamento de La Paz, a objeto de recién ser
citado para ese cometido, contándose incluso en el proceso con imputación formal, actuaciones
ilegales y contrarias a la línea jurisprudencial vigente.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad
Al respecto, la SCP 0775/2012 de 13 de agosto, expuso que: “Respecto a las aprehensiones
supuestamente ilegales, la SC 0181/2005-R de 3 de marzo, estableció que: ‘…todo imputado que
considere que en el curso del proceso investigativo ha sufrido una lesión de un derecho
fundamental, entre ellos, el derecho a la libertad en cualquiera de las formas en que
pueda sufrir menoscabo, debe impugnar tal conducta ante el juez instructor, que es el
órgano jurisdiccional que tiene a su cargo el control de la investigación, desde los actos
iníciales hasta la conclusión de la etapa preparatoria. Así, el Código de procedimiento penal
al prever la existencia de un órgano jurisdiccional competente para conocer y resolver de manera
directa y expedita, las supuestas vulneraciones a los derechos y garantías que pudieran tener origen
en los órganos encargados de la persecución penal; no resulta compatible con el sistema de garantías
previsto en el ordenamiento aludido, acudir directamente o de manera simultánea a la justicia
constitucional, intentando activar la garantía establecida por el art. 18 constitucional, ignorando los
canales normales establecidos. Consiguientemente, el hábeas corpus sólo se activa en los casos
en que la supuesta lesión no sea reparada por los órganos competentes de la jurisdicción
ordinaria aludidos’.
(…)
…las aprehensiones policiales o fiscales deben ser denunciadas ante el juez cautelar, y
sólo cuando la lesión al derecho a la libertad no hubiera sido reparada por dicha
autoridad, recién es posible acudir a la jurisdicción constitucional a través de la acción
de libertad. En ese sentido, complementando los criterios jurisprudenciales glosados, la SC
0080/2010-R de 3 de mayo, se refirió a las situaciones excepcionales en las que a través de la acción
de libertad, no es posible ingresar al análisis de fondo de la problemática denunciada, estableciendo
tres supuestos de improcedencia:
‘Primer supuesto:
Si antes de existir imputación formal, tanto la Policía como la Fiscalía cometieron arbitrariedades
relacionadas al derecho a la libertad física o de locomoción, y todavía no existe aviso del inicio de la
investigación, corresponde ser denunciadas ante el Juez Cautelar de turno. En los casos en los que
ya se cumplió con dicha formalidad procesal, es decir, con el aviso del inicio de la
investigación, al estar identificada la autoridad jurisdiccional, es ante ella donde se debe
acudir en procura de la reparación y/o protección a sus derechos. De no ser así, se estaría
desconociendo el rol, las atribuciones y la finalidad que el soberano a través del legislador le ha dado
al juez ordinario que se desempeña como juez constitucional en el control de la investigación’” (las
negrillas y el subrayado son nuestros).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alega la vulneración de los derechos invocados en la presente acción tutelar; toda vez
que, dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público, fue ejecutada una orden de
aprehensión librada en su contra, pese a haber sido dejada sin efecto en una acción de libertad
anterior, cometiéndose arbitrariedades al ser enmanillado y trasladado a empujones a la Fiscalía de
El Alto del departamento de La Paz, para recién ser citado a brindar su declaración informativa,
cuando ya su proceso cuenta con imputación formal; actuaciones ilegales y contrarias a la línea
jurisprudencial vigente.
De la revisión de antecedentes que cursan en el expediente del proceso investigativo penal, consta
la Citación Oficial de 24 de junio de 2019, practicada al ahora peticionante de tutela a objeto de que
comparezca a brindar su declaración informativa en el Ministerio Público el 26 del mes y año citados
dentro la causa abierta en su contra por la presunta comisión del delito de violencia familiar o
doméstica, librándose ante su inconcurrencia orden de aprehensión el 1 de marzo de igual año por
Lourdes Del Pilar Díaz Berrios -Fiscal de Materia codemandada-, y ejecutado por el funcionario policial
Nelson Quispe Medrado (Conclusión II.1). Por otro lado, en el memorial de la presente acción de
libertad el impetrante de tutela expresa que se tiene identificada una autoridad judicial a cargo del
control jurisdiccional del proceso (Conclusión II.3).
Bajo ese contexto, la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en atención a la subsidiariedad excepcional de la
acción de libertad en su primer supuesto expresó que, en caso de que el proceso ya cuente con
imputación formal, las arbitrariedades cometidas por la Policía como por la Fiscalía, relacionadas a la
libertad física o de locomoción, al estar identificada la autoridad jurisdiccional, corresponde sean
denunciadas ante ella, en procura de la reparación y/o protección a sus derechos, pues de lo
contrario, se desconocería el rol, las atribuciones y la finalidad que el soberano a través del legislador
le otorgó al juez ordinario a cargo del control de la investigación.
Ahora bien, en la problemática venida en revisión, conforme a los antecedentes del expediente, el
accionante en el memorial de acción de libertad señaló que hubiera acudido y hecho conocer a “…la
autoridad jurisdiccional bajo Control Jurisdiccional…” (sic), que no ha faltado al llamado de
la autoridad fiscal, aspecto que fue corroborado por los demandados en audiencia de la presente
acción quienes señalaron que: “…ya tiene conocimiento una autoridad de control jurisdiccional y tal
cual establece el Art. 54 en su numeral 1 del Código de Procedimiento Penal, es la autoridad quien
se debe encargar de estos reclamos…” (sic), por cuanto, bajo esas intervenciones, al estar
identificada la autoridad jurisdiccional del proceso -Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Segundo de El Alto del departamento de La Paz-, el impetrante de tutela
debió acudir ante dicho Juez, en procura de efectuar cualquier reclamo, correspondiéndole conocer
y resolver de manera directa y expedita las supuestas vulneraciones a los derechos y garantías
constitucionales ahora denunciados, quien dentro de sus atribuciones y competencias reconocidas en
los arts. 54 inc. 1) y 279 del citado Código, es la que ejerce el control jurisdiccional de la investigación.
En efecto, si consideraba el peticionante de tutela que los demandados cometieron irregularidades
y/o arbitrariedades en la ejecución de la orden de aprehensión librada en su contra -que a decir de
él fue dejada sin efecto dentro de una acción de libertad anterior-, que a su criterio vulnerarían sus
derechos constitucionales, tal aspecto debió ser puesto a conocimiento de la autoridad jurisdiccional
referida en el párrafo anterior, conforme establece la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico
III.1 de este fallo constitucional, debiendo recordar que en el caso que nos ocupa, la autoridad que
ejerce el control de los actos investigativos de los fiscales y la policía es el Juez de la causa ya
identificado desde los actos iniciales hasta la conclusión de la etapa preparatoria, aspecto que
imposibilita que esta jurisdicción emita pronunciamiento en el fondo de la problemática venida en
revisión, resultando aplicable la subsidiariedad excepcional de la presente acción de defensa,
correspondiendo denegar la tutela solicitada.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al denegar la tutela solicitada, adoptó una decisión correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 08/2019 de 25 de junio, cursante de fs. 27 a 28,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz -en
suplencia legal de su similar Primero-; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, con la
aclaración de que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
sin salida laboral a pesar de haberse enervado los riesgos procesales contenidos en el art. 234.1 y 2
del CPP, aspecto que es atentatorio a sus derechos al debido proceso y a una justicia pronta y
oportuna. Asimismo, al no haberse evidenciado informe alguno de las autoridades demandadas se
infiere que aceptaron los extremos denunciados en la acción de libertad.
I.2.2. Informe de los demandados
Carlos Alejandro Espinoza Ramírez, Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de Achacachi del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 28 de
junio de 2019, cursante a fs. 20 a 21 vta., solicitó se deniegue la tutela impetrada y sea con costas
por su temeridad y malicia, señalando que el Auto Interlocutorio 145/2019-P de 7 de igual mes y
año, los benefició con medidas sustitutivas a la detención preventiva, audiencia en la que también
apeló la defensa, disponiéndose al respecto “…Con referencia al recurso de apelación se
concede el mismo en aplicación del Art. 251 del Código de Procedimiento Penal
disponiéndose que sean remitidos ante el Tribunal departamental de Justicia en el
término de veinticuatro horas una vez notificado a todas las partes…” (sic) dando
cumplimiento a lo establecido por el Código Adjetivo Penal, quedando el personal de apoyo con la
responsabilidad de realizar el acta y diligencias necesarias para remitir el legajo correspondiente.
Asimismo, aclaró que la Secretaria titular de su Juzgado se encontraba con baja médica en razón a
ello el cargo debió ser suplido por el Secretario del “…Juzgado Público Civil, Familia y de Trabajo de
Achacachi” (sic); finalmente, hizo notar que ambos accionantes no fueron privados de su libertad
sino beneficiados con medidas sustitutivas por lo que la acción tutelar carece de fundamento.
Elisa Roxana Conde García, Secretaria del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Achacachi del departamento de La Paz, por informe escrito presentado el 28 de
junio de 2019, cursante a fs. 25, hizo conocer que el 7 de igual mes y año se encontraba con baja
médica, misma que se extendió por ocho días; por otro lado, existe poco recurso humano y por la
carga laboral no es posible trasladarse con facilidad hasta la ciudad de Nuestra Señora de La Paz
para la remisión respectiva. Finalmente indicó que el abogado defensor Iván Remberto Tiñini Villa,
se habría comprometido a sacar las fotocopias el 27 de idéntico mes y año, arguyendo que en la
población de Achacachi no existe la provisión de fotocopias de forma gratuita por lo que ella, tuvo
que proveer las copias y remitir el caso.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
093/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 29 a 32, concedió la tutela impetrada disponiendo que las
autoridades demandadas remitan actuados ante el tribunal de alzada, bajo los siguientes
fundamentos: a) La acción de libertad traslativa o de pronto despacho busca acelerar los trámite
judiciales y administrativos cuando existen dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de
la persona que se encuentra privada de libertad; b) El art. 251 del CPP, señala que interpuesto el
recurso de apelación las actuaciones pertinentes serán remitidas ante el superior en grado en el
término de veinticuatro horas, una vez notificadas las partes habiendo sido la última el 10 de ese
mes y año, sin que hasta la fecha de celebración de la audiencia de consideración de esta acción
tutelar se haya enviado la referida apelación; y, c) El informe de la Secretaria demandada revela
haber estado con baja médica desde el 31 de mayo al 7 de junio de igual año y acredita la remisión
de la merituada apelación al tribunal superior el 28 de similar mes y año, dicho accionar no desvirtúa
la lesión del principio de celeridad relacionado al debido proceso.
En relación a la solicitud de complementación y enmienda, la Sala Constitucional precitada, declaró
no ha lugar la misma.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Resolución de Imputación Formal C-33/18 de 20 de noviembre de 2018 emitida por el
Fiscal de Materia del departamento de La Paz, presentada el 22 de igual mes y año ante el Juzgado
Público de la Niñez y Adolescencia de Instrucción Penal Primero de Achacachi del departamento
señalado, a denuncia de Gaby Choquehuanca Condori y Teresa Condori de Mayta contra Rufina Mayta
de Condori e Ignacio Condori Choquehuanca -accionantes-, por la presunta comisión del delito de
violencia familiar o doméstica; habiendo el Ministerio Público solicitado medidas sustitutivas a la
detención preventiva (fs. 7 a 10).
II.2. Consta baja médica otorgada por la Caja Nacional de Salud (CPS) a Elisa Roxana Conde García,
Secretaria del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Achacachi
del departamento de La Paz, desde el 31 de mayo hasta el 7 de junio de 2019, presentada el 10 de
igual mes y año (fs. 22).
II.3. A través de Nota OF. 145/2019 de 27 de idéntico mes y año, el Juez demandado, remitió el
expediente en fotocopias legalizadas en grado de apelación incidental al Auto Interlocutorio
145/2019-P de 7 de ese mes y año, ante el Presidente y Vocales de la Sala Penal de turno del Tribunal
Departamental de Justicia de dicho departamento, misma que fue recepcionada el 28 de similar mes
y año (fs. 24).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes a través de sus representantes, denuncian la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la defensa, ya que los demandados no remitieron el recurso de apelación en el
plazo previsto por el art. 251 del CPP que dispone el envío del mismo en el lapso de veinticuatro
horas ante el tribunal de alzada, habiendo transcurrido más de veinte días hábiles desde que el Auto
Interlocutorio 145/2019-P de 7 de junio fue apelado, constituyendo este acto no solo un
incumplimiento a la ley sino también a los deberes éticos, morales, constitucionales y procesales de
los prenombrados, además de su negativa de acceso al cuaderno de investigación para sacar las
respectivas copias, generándoles perjuicios.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho e innovativa
Siendo la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, un mecanismo que tutela la celeridad
de los actuados procesales cuando la libertad de las personas está comprometida; la sola
presentación de esta acción tutelar motiva en muchos casos a que las autoridades o servidores
públicos demandados resuelvan actuados pendientes de manera inmediata para que en su descargo
aleguen que la actividad pendiente fue subsanada; por ello, en su carácter reparador de este recurso
se establece la acción de libertad innovativa para que la vulneración del derecho denunciado no
quede impune. Estos extremos ampliamente desarrollados en la jurisprudencia constitucional, fueron
analizados en la SCP 0011/2014 de 3 enero, en los términos siguientes: [ La jurisprudencia
constitucional ha reiterado y consolidado que la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, a partir de un entendimiento principista, sustenta que las decisiones judiciales
vinculadas al derecho a la libertad personal deben ser tramitadas, resueltas y
efectivizadas con la mayor celeridad.
En ese sentido, «La acción de libertad traslativa o de pronto despacho, extraída de la declaración del
objeto y finalidad de la acción de libertad (art. 125 de la CPE) cuya comprensión se encuentra
recogida en las SSCCPP 0017/2012 y 0112/2012, entre otras, en razón al desarrollo que hicieron las
SSCC 1579/2004-R, 0465/2010-R y 0044/2010-R; busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del valor
libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos.
La línea jurisprudencial desarrollada y consolidada en coherencia con este tipo de acción de libertad
(traslativa o de pronto despacho), es la que señala que todo tipo de decisiones judiciales vinculadas
al derecho a la libertad personal, tienen que ser: tramitadas, resueltas (SC 0224/2004-R de 16 de
febrero) y efectivizadas (SC 0862/2005-R de 27 de julio) con la mayor celeridad» (SCP 528/2013 de
3 de mayo).
Ahora bien, existen supuestos en los cuales posteriormente a las dilaciones indebidas y
ante la formulación de la acción de libertad, la autoridad judicial demandada resuelve
inmediatamente la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad;
sin embargo, este aspecto no elimina la posibilidad que mediante esta acción se evalúe
la actividad de la autoridad demandada, en cuanto la acción de libertad se configura
también bajo la modalidad innovativa. La misma que procede a efectos de tutelar una
situación de dilación indebida cuando ésta ya ha cesado, a efectos de no dejar en
impunidad el actuar lesivo de quien ha vulnerado el derecho a la libertad (las negrillas son
nuestras).
«Este instituto, en el desarrollo jurisprudencial constitucional de nuestro país, tiene un muy
importante antecedente en lo sostenido por la SC 0327/2004-R de 10 de marzo, que aunque no
menciona de forma expresa este tipo del entonces habeas corpus, lo identifica en su esencialidad
cuando señala que: “Del análisis de los debates parlamentarios desarrollados en el proceso de sanción
de la ley aludida, se extrae que la ratio legis del precepto aludido está en la necesidad de que el
instituto jurídico en examen brinde protección en aquellos supuestos en los que '…una autoridad legal
arbitrariamente detiene a una persona sin que haya existido causa que lo justifique y tenemos
centenares de casos, finalmente la ponen en libertad se acabó el tema, no hay protección, no hay
tutela de los derechos humanos, les digo verdaderamente, no avanzar en el texto en la forma como
está propuesta supone volver al viejo judicialismo para eso no cambiamos nada […] yo puedo
demandar a una autoridad que me ha detenido ocho días y después me ha puesto en libertad […]
ya estoy en libertad y quiero plantear el recurso de hábeas corpus para que la autoridad que ha
cometido semejante abuso, que me ha privado de derechos de alimentar a mi familia, de ver a mis
hijos, de cumplir con mi trabajo de manera arbitraria, ilegal e inconstitucional debe ser sancionada y
el recurso de hábeas corpus declarado procedente […] (Cfr. Redactor, Tomo IV, noviembre de 1997,
H. Cámara de Diputados) (…).
Consiguientemente, del contenido de los preceptos aludidos y los debates parlamentarios glosados,
se extrae de manera clara y precisa que la voluntad del legislador es que las lesiones al derecho a la
libertad encuentren protección dentro del ámbito del hábeas corpus, declarando su procedencia en
los casos en que se constate la existencia de una ilegal privación de libertad, no obstante haber
cesado la detención antes de la interposición del recurso…'.
Nuestro ordenamiento jurídico también sugiere la existencia de esta figura, cuando en el art. 68.6 de
la Ley del Tribunal constitucional Plurinacional y el propio Código Procesal Constitucional, que en su
art. 49.6, determina: 'Aun habiendo cesado las causas que originaron la Acción de Libertad, la
audiencia deberá realizarse en el día y hora señalados, a efectos de establecer las responsabilidades
que correspondan'.
Recogiendo el espíritu de ésta Sentencia Constitucional; asimismo, la construcción doctrinal del voto
disidente de 22 de julio de 2010, respecto de la SC 0451/2010-R de 28 de junio -que estableció que
la acción de libertad debe ser interpuesta cuando la lesión al derecho a la libertad existe,
caso contrario, se desnaturalizaría su esencia-, entiéndase la figura de la acción de
libertad innovativa o habeas corpus innovativo como el mecanismo procesal, por el cual
el juez constitucional asume un rol fundamental para la protección del derecho a la
libertad personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie debe realizar una declaración
sobre la efectiva existencia de lesión al derecho a la libertad física o personal, aunque la
misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la comunidad y al funcionario o persona
particular, que esa conducta es contraria al orden constitucional, en esta Sentencia
también se debe emitir una orden al funcionario o particular que lesionó el derecho en
sentido que, en el futuro, no vuelva a cometer ese acto, con relación a la misma persona
que activó la justicia constitucional o con otras que se encuentren en similares
circunstancias” (SCP 2491/2012 de 3 de diciembre)»] (las negrillas nos corresponden).
III.2. El enfoque diferencial e interseccional respecto a los derechos de las personas
adultas mayores
Dentro del nuevo orden constitucional de derecho, las personas adultas mayores están consideradas
dentro del bloque de poblaciones en situación de vulnerabilidad; por cuanto, a partir del
reconocimiento específico de sus derechos, la justicia constitucional desarrolló jurisprudencia amplia
estableciendo un enfoque integral y diferenciado para este sector, a efectos de garantizar el ejercicio
pleno de sus derechos fundamentales. Así la SCP 0655/2018-S2 de 15 de octubre, realizó el siguiente
razonamiento: “La Constitución Política del Estado, tiene previsto dentro su Título II, Capítulo Quinto,
Sección VII, los Derechos de las Personas Adultas Mayores, señalando en su artículo 67.I que:
‘Además de los derechos reconocidos en esta Constitución, toda las personas adultas mayores
tienen derecho a una vejez digna, con calidad y calidez humana’.
Por su parte, el art. 68 del citada Ley Fundamental, refiere:
I. El Estado adoptará políticas públicas para la protección, atención, recreación, descanso y ocupación
social de las personas adultas mayores, de acuerdo con sus capacidades y posibilidades.
II. Se prohíbe y sanciona toda forma de maltrato, abandono, violencia y discriminación a
las personas adultas mayores.
Asimismo, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores, ratificada por el Estado Plurinacional mediante Ley 872 de 21 de diciembre de
2016, en su art. 5 señala:
Los Estados Parte desarrollarán enfoques específicos en sus políticas, planes y legislaciones sobre
envejecimiento y vejez, en relación con la persona mayor en condición de vulnerabilidad y aquellas
que son víctimas de discriminación múltiple, incluidas las mujeres, las personas con discapacidad, las
personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, las personas migrantes, las
personas en situación de pobreza o marginación social, los afrodescendientes y las personas
pertenecientes a pueblos indígenas, las personas sin hogar, las personas privadas de libertad, las
personas pertenecientes a pueblos tradicionales, las personas pertenecientes a grupos étnicos,
raciales, nacionales, lingüísticos, religiosos y rurales, entre otros.
En este sentido, corresponde también referirnos al art. 13 de este Instrumento Internacional, que en
su texto indica:
La persona mayor tiene derecho a la libertad y seguridad personal, independientemente del ámbito
en el que se desenvuelva. Los Estados Parte asegurarán que la persona mayor disfrute del derecho
a la libertad y seguridad personal y que la edad en ningún caso justifique la privación o restricción
arbitrarias de su libertad.
(…)
En el marco de ambas previsiones constitucionales e internacionales, la Ley General de las Personas
Adultas Mayores en su art. 3, establece los principios de dicha norma, entre los cuales se encuentran:
1. No Discriminación. Busca prevenir y erradicar toda forma de distinción, exclusión,
restricción o preferencia que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos fundamentales y libertades de las
personas adultas mayores”.
2. Protección. Busca prevenir y erradicar la marginalidad socioeconómica y geográfica, la
intolerancia intercultural, y la violencia institucional y familiar, para garantizar el desarrollo e
incorporación de las personas adultas mayores a la sociedad con dignidad e integridad.
(…)
A partir de dichas normas, este Tribunal, en su amplia y uniforme línea jurisprudencial, ha establecido
que las personas adultas mayores son parte componente de los llamados grupos
vulnerables o de atención prioritaria; en este sentido, sus derechos están reconocidos,
otorgándoles una particular atención, considerando su situación de desventaja en la que
se encuentran frente al resto de la población; así la SCP 0112/2014-S1 de 26 de noviembre
manifiesta que el trato preferente y especial del que deben gozar los adultos mayores es
comprensible, ‘…dado que la vejez supone la pérdida de medios de subsistencia ya sea por
el advenimiento de enfermedades y su consecuente pérdida de la salud o ya sea porque
pasan al grupo de personas inactivas económicamente, viéndose limitadas por tal motivo
en el ejercicio de sus derechos’.
Así también, es importante mencionar la SC 0989/2011-R de 22 de junio, en cuyo Fundamento
Jurídico III.1, refiere:
…La Constitución Política del Estado Plurinacional reconoce una diversidad de derechos
fundamentales, tanto individuales como colectivos, teniendo en cuenta que estas normas
fundamentales no solamente rigen las relaciones entre iguales, sino que tiene como finalidad el
proteger a los ostensiblemente más débiles -mejor conocidos en la doctrina como grupos vulnerables-
por lo que el Estado, mediante `acciones afirmativas´ busca la materialización de la igualdad (que
goza de un reconocimiento formal reconocida en los textos constitucionales y legales pero que en la
realidad no se materializa) y la equidad, por lo que se establecen políticas que dan a determinados
grupos sociales (minorías étnicas o raciales, personas discapacitadas, mujeres, menores de edad,
adultos mayores) un trato preferencial en el acceso a determinados derechos -generalmente de
naturaleza laboral- o distribución de ciertos recursos o servicios, así como acceso a determinados
bienes, con el fin de mejorarles su calidad de vida y compensarles, en algunos casos, por los perjuicios
o la discriminación y exclusión de las que fueron víctimas en el pasado.
Reiterando dicho entendimiento, la citada SCP 0112/2014-S12, señala que nuestra Norma Suprema,
consagra, garantiza y protege los derechos y garantías fundamentales inherentes a las personas de
la tercera edad, proclamando una protección especial ” (las negrillas son añadidas).
III.3. Análisis del caso concreto
Los accionantes a través de sus representantes, denuncian la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la defensa, aduciendo que los demandados no remitieron el recurso de apelación
en el plazo previsto por el art. 251 del CPP, que dispone el envío del recurso en el lapso de veinticuatro
horas ante el tribunal de apelación, habiendo transcurrido más de veinte días hábiles desde que la
Resolución fue impugnada, constituyendo este acto no solo en un incumplimiento a la ley sino
también a los deberes éticos, morales, constitucionales y procesales de los prenombrados,
generándoles perjuicios.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo precisado en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que los peticionantes de tutela fueron imputados formalmente el 22 de
noviembre de 2018, ante el Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero
de Achacachi del departamento de La Paz, a denuncia de Gaby Choquehuanca Condori y Teresa
Condori de Mayta, por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica; habiendo el
Ministerio Público solicitado medidas sustitutivas a la detención preventiva. Casi seis meses más
tarde, se celebró la audiencia de medidas cautelares habiéndoseles otorgado medidas sustitutivas a
la detención preventiva, a través del Auto Interlocutorio 145/2019-P de 7 de junio, mismo que fue
apelado por la defensa en dicho acto procesal, cuando Elisa Roxana Conde García, Secretaria del
mencionado Juzgado aún se encontraba con baja médica. Posteriormente, mediante Nota OF.
145/2019 de 27 de ese mes y año, el Juez de la causa remitió el expediente en fotocopias legalizadas
en grado de apelación incidental del Auto Interlocutorio precitado, ante el Presidente y Vocales de la
Sala Penal de turno del Tribunal Departamental de Justicia del referido departamento.
Ahora bien, los impetrantes de tutela alegaron la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso y a la defensa, producto de la omisión de remisión del recurso de apelación al tribunal de
alzada en el plazo de veinticuatro horas tal como prevé el art. 251 del CPP, dilación en la que
incurrieron los demandados. De ello, es preciso establecer que si bien los accionantes no se
encuentran con la medida extrema de la detención preventiva, sino una libertad limitada como es la
detención domiciliaria que en el fondo acaba siendo una forma de privación de libertad y otros
condicionamientos imprescindibles para mantener esa situación jurídica; existe a la vez una apelación
en curso que no fue tramitada en los plazos previstos por ley, habiendo una diferencia considerable
entre el plazo de veinticuatro horas previsto por ley -arguyendo la falta de provisión de fotocopias-,
a más de veinte días en los que se dio cumplimiento a la remisión de obrados al tribunal de alzada.
Finalmente el día en que se interpuso la presente acción tutelar, el caso recién fue enviado al superior
en grado.
En este contexto, es posible valorar los presupuestos concurrentes de la acción de libertad, en el
marco de lo establecido en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, referidos a la acción de libertad traslativa o de pronto despacho que garantiza
precisamente la celeridad de los trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones fuera
del marco normativo en la resolución de la situación jurídica de personas que se encuentran privadas
de libertad; advirtiéndose en el caso concreto, que efectivamente el derecho a la libertad se encuentra
comprometido y los plazos otorgados para el trámite del recurso de apelación sobreabundantemente
vencidos, mismos que a pesar de las justificaciones alegadas tanto por el Juez como por la Secretaria
del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Achacachi del
departamento de La Paz, no reparan la conculcación del principio de celeridad con que deben ser
tramitados todos los actuados procesales, más aún cuando la libertad de los impetrantes de tutela
se encuentra de por medio.
Por otro lado, las autoridades jurisdiccionales, tampoco consideraron los preceptos constitucionales
del trato diferenciado o preferente que debe aplicarse a grupos vulnerables como son las personas
adultas mayores, tomando en cuenta su situación de desventaja, dado que la vejez supone la pérdida
de medios de subsistencia, ya sea por el advenimiento de enfermedades y su consecuente pérdida
de la salud o dificultades económicas por su situación de inactividad, viéndose limitadas en el ejercicio
de sus derechos, tal como glosa el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución.
En ese contexto, esta acción de defensa se constituye en el medio idóneo para tutelar el derecho al
debido proceso respecto a la celeridad vinculada con la acción de libertad de pronto despacho e
innovativa, ya que al haberse resuelto el acto vulneratorio producto de la activación de la justicia
constitucional, no repara ni subsana el perjuicio ocasionado ni la lesión consumada, debiendo el juez
constitucional cumplir su rol protector del derecho a la libertad pronunciándose sobre la efectiva
existencia o no de la transgresión al derecho a la libertad física o personal, aunque la misma hubiera
desaparecido como en el caso presente para advertir a los demandados sobre la omisión incurrida
que debe prevenirse en adelante; consiguientemente, corresponde conceder la tutela impetrada con
relación al debido proceso que tiene una vinculación directa con el derecho a la libertad.
Con relación a la condenación de costas solicitada por los impetrantes de tutela, considerando la
dilación indebida sufrida por un tiempo prolongado, los costos que implica el patrocinio legal en la
interposición de un recurso constitucional y la edad avanzada de los agraviados -Ignacio Condori
Choquehuanca de 66 años y Rufina Mayta de Condori de 70 años-, en el marco de lo establecido por
el art. 39 del Código Procesal Constitucional (CPCo) referente a los indicios de responsabilidad y
repetición, es prudente conceder las costas pedidas.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 093/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 29 a 32, pronunciada
por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, conforme a los argumentos de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, con costas verificables en ejecución de sentencia.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
de manera reticente; y, iv) El impetrante de tutela frente a la Resolución que resolvía la medida
cautelar, no agotó todos los medios de defensa establecidos en la norma procesal -art. 125 del CPP-
.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente.
II.1. Consta acta de audiencia pública de apelación sobre medida cautelar de carácter personal de
3 de junio de 2019 (fs. 19 a 22 vta.).
II.2. Por Auto de Vista 221/2019 de 19 de junio, las demandadas dispusieron la admisibilidad de la
apelación interpuesta por estar dentro del plazo previsto por ley e improcedentes las cuestiones
planteadas, confirmando la Resolución 288/2019 de 5 de mayo, por subsistir los riesgos procesales
establecidos en el art. “…234. Núm. 10 en su vertiente peligro efectivo para la víctima, y 235 núm. 2
del CPP, para el imputado GUILLERMO BORIS QUINTELA BALDELOMAR, sea con las
formalidades de Ley” (sic [fs. 3 a 6]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la presunción de inocencia
y a la defensa, porque habiéndose determinado su detención preventiva, en alzada, las demandadas
emitieron el Auto de Vista 221/2019 de 19 de junio, sin fundamentación ni motivación; tampoco,
resolvieron los agravios expuestos en el recurso de apelación incidental interpuesto.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Exigencia de fundamentación y motivación de las resoluciones como componentes
del debido proceso
La SC 0752/2002-R de 25 de junio, emitida por el Tribunal Constitucional anterior precisó: “… el
derecho al debido proceso, entre su ámbito de presupuestos exige que toda resolución sea
debidamente fundamentada. Es decir, que cada autoridad que dicte una resolución debe
imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que
sustenta la parte dispositiva de la misma. Que consecuentemente cuando un juez omite la motivación
de una resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos
toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que
permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo
que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión”.
Por su parte, a través de la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, se aclaró los alcances del debido
proceso y la exigencia referida a la necesidad de fundamentar y motivar la resoluciones, "…es
necesario recordar que la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca
de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una situación jurídica,
debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también
es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el
justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las
partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que
rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Obligación del Tribunal de apelación de fundamentar y motivar la resolución que
disponga, modifique o mantenga una medida cautelar
La SCP 0339/2012 de 18 de junio, concluyó que: “El Tribunal Constitucional, ha desarrollado amplia
jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y formalidades que debe cumplir la resolución que
disponga una medida cautelar de carácter personal de detención preventiva de un imputado y/o
imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez por la SC 0089/2010-R de 4
de mayo, sosteniendo que: '...la aplicación de una medida cautelar de carácter personal en el ámbito
procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa que, la autoridad
judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de una parte, está
obligado a verificar y determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art. 233 CPP, para
lo que deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de prueba
presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas previstas por los arts.
234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de aplicar la medida
cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios fundamentales
inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las decisiones de las autoridades
públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que se basa su
convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado a los medios
de prueba, esa fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los documentos
o la mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar los
presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes'.
En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló: '…está obligado igualmente a
dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar
de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos determinados en el art. 233 del
CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y
fundamentar su Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe
también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una
o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución
debidamente fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva'.
Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: 'Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca en
apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si
bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar,
pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo
suficientemente motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley
impone para la procedencia de esa medida cautelar'.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP”.
III.3. Análisis del caso concreto
Previamente a resolver la problemática planteada, corresponde aclarar que el presente caso se
analizará a partir del Auto de Vista 221/2019 de 19 de junio, dictado por las demandadas, que dispuso
la “…ADMISIBILIDAD de apelación interpuesta por la parte imputada por estar dentro del plazo
4) Respecto del art. 234.10 del CPP, la defensa manifestó que la Jueza de primera instancia señaló
que el imputado -ahora accionante- tendría un carácter agresivo y que por ello sería un peligro
efectivo para la víctima y su familia, por la agresión a sus hijos; de esta forma, este extremo es
evidente; toda vez que, existen víctimas menores de edad que están en un grupo de vulnerabilidad,
protegidos por la Constitución Política del Estado, “…existiendo una protección reforzada por la Ley
548, asimismo al existir un certificado médico forense del menor S.B.S. de 16 años de edad
(incapacidad médico legal de 5 días) y del menor O. R.S. de 14 años de edad donde se determina 4
días de incapacidad, en ese contexto los órganos jurisdiccionales tenemos la obligación de hacer
efectivo los derechos humanos basados en la CPE., haciendo una ponderación, el derecho a la vida,
el derecho a la seguridad de la víctima y el derecho a la libertad del imputado; si hacemos una
ponderación de los derechos, cual prevalecería obviamente el derecho a la vida, asimismo no es
conducta norma de un ser humano morder un dedo hasta cercenar parte del mismo de ser así es
calificada como una conducta agresiva contra la víctima como lo hizo la Juez a-quo y para la medida
cautelar no es necesario una pericia para establecer si ese momento del hecho estaba o no agresivo
el apelante y esa agresividad fue también contra la familia de la víctima en este caso [los] hijos,
exceso es pedir al juez que solicite al Ministerio Público una pericia en 24 horas de conocido el hecho,
entonces este Tribunal de Alzada considera que este riesgo procesal con relación a la víctima y a los
menores aún persiste, con establecer peligro para la víctima y los dos menores de edad” (sic);
5) Con relación al art. 235.2 del CPP, la Jueza a quo señaló que estaría pendiente las declaraciones
de los menores de edad, ya sea a través de pericias psicológicas o cámara Gessel, si es verdad o no
que el solicitante de tutela agredió a estos, cómo logró desprender una parte del dedo de la víctima,
“…el Ministerio P[ú]blico debe desarrollar todos los actos investigativos necesarios conducentes para
establecer la verdad histórica de los hechos, asimismo se manifiesta en la imputación formal que
existirían personas que resultarían ser testigo que presenciaron el hecho así como los menores de
edad, quienés también se constituyen en testigos, los oficiales de la policía boliviana que procedieron
a realizar la intervención policial preventiva de acción directa, de prosperar las investigaciones podrían
ser llamados para que testifiquen en la instancia correspondiente, en ese sentido este Tribunal de
Alzada comparte con esta fundamentación fáctica jurídica, estableciendo que el art. 235 núm. 2 del
C.P.P., se encontraría latente, porque el imputando estando en libertad podría influir negativamente
sobre testigos o peritos a objeto que informen falsamente o se comporten de manera reticente” (sic);
y,
6) “…Con relación al art. 7, 221 y 222 del C.P.P. señala la defensa que una medida cautelar no se
impone por solicitud de una parte ya sea el Ministerio P[ú]blico o el denunciante o víctima, se impone
cuando existe una necesidad razonable para su imposición. Al respecto se evidencia que la juez a
quo en la resolución que hoy es objeto de apelación ha fundamentado y motivado las razones por
las cuales considera que procede la detención preventiva del imputado al existir los requisitos
establecidos en el artículo 233 en sus numerales 1 y 2, así como los riesgos de fuga y obstaculización
contemplados en el artículo 234 numeral 10 y 235 numeral 2 del C.P.P, existiendo proporcionalidad,
logicidad y razonabilidad en la decisión asumida dentro la presente causa que es objeto de
investigación y que la misma aún esta en fase de investigación para llegar a la verdad histórica de
los hechos.
Que, en el presente caso la línea jurisprudencial establecida por el Tribunal Constitucional plasmada
en la Sentencia Constitucional 276/2018 ha establecido que la medida cautelar de detención
preventiva que importa la afectación del derecho a la libertad del imputado, debe ser dispuesta por
la autoridad judicial competente, previa verificación de los requisitos establecidos por Ley, haciendo
un análisis integral de las circunstancias y que no operaria en forma automática, ante la existencia
de probabilidad de autoría, riesgo efectivo para la víctima o denunciante y peligro de obstaculización
establecidos en los arts., 233 1 y 2 peligro de fuga, 234 núm. 10, y 235 núm. 2 Peligro de
obstaculización, todos del Código de Procedimiento Penal, la Juez ha justificado la necesidad y
finalidad para que se disponga la extrema medida como es la medida de Detención Preventiva, bajo
esa fundamentación fáctica jurídica se determina que el ahora imputado aun continúe con la
detención preventiva” (sic).
En el caso que nos ocupa, se advierte que las Vocales demandadas decidieron confirmar la Resolución
288/2019 -que determinó la detención preventiva del impetrante de tutela-, disponiendo la
admisibilidad de la apelación interpuesta por estar dentro del plazo previsto por ley e improcedentes
las cuestiones planteadas, confirmando dicho fallo, por subsistir los riesgos procesales establecidos
en el art. “…234. Núm. 10 en su vertiente peligro efectivo para la víctima, y 235 núm. 2 del CPP,
para el imputado GUILLERMO BORIS QUINTELA BALDELOMAR, sea con las formalidades de
Ley” (sic), a través de un fallo que resolvió la situación jurídica exponiendo los motivos y
razonamientos que sustentan la decisión, mostrando de forma clara las razones conducentes a la
determinación asumida, advirtiéndose la existencia de una estructura de forma y fondo que hace
comprensibles los fundamentos, considerando los elementos fácticos del caso, la compulsa de la
documental y el análisis jurídico pertinente para determinar la existencia de elementos de convicción
suficientes que permiten sostener el fallo.
Por lo mencionado, se concluye que el Auto de Vista 221/2019 contiene una suficiente explicación de
razones y exposición de motivos que sustentan la decisión de confirmar la detención preventiva del
solicitante de tutela, no siendo evidente lo alegado por este en la interposición de la presente acción
de defensa, por cuanto se explicó razonablemente por qué subsisten los riesgos procesales incursos
en los arts. 234.10 y 235.2 del CPP; de esta forma, la Resolución cuestionada al estar debidamente
fundamentada no provocó lesión en los derechos alegados como vulnerados.
En consecuencia, se establece que el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada,
realizó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 07/2016 de 27 de junio de 2019, cursante de fs. 27
a 28, pronunciada por el Juez de Ejecución Penal Segundo del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos precedentes.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Derechos Humanos (CADH); 6 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y,
12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo dejar sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-
894/2018, ordenando al Consejo de la Magistratura proceda a la inmediata reincorporación a su
fuente laboral en el mismo cargo que ocupaba al momento del cese de sus funciones, así como al
pago de sus salarios devengados y demás derechos sociales.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 10 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 225 a
230, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogada ratificó y reiteró el contenido de la acción de amparo
constitucional presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Gonzalo Alcón Aliaga, Presidente; Dolka Vanessa Gómez Espada y Omar Michel Durán, Consejeros;
y, Juan Luis Miranda Velásquez, Director Nacional de RR.HH., todos del Consejo de la Magistratura,
a través de sus representantes, mediante informe escrito presentado el 9 de mayo de 2019, cursante
de fs. 152 a 157 vta. y en audiencia, manifestaron: a) El accionante era funcionario transitorio o
provisorio jurisdiccional, no formaba parte de la carrera judicial ni administrativa, así evidenció del
Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-263/2015, además que todos los funcionarios del Órgano
Judicial son transitorios por disposición de las Leyes transitorias 003 de 13 de febrero de 2010, 040
de 1 de septiembre de 2010 y 212 de 23 de diciembre de 2011; por ende al tener esa calidad, no
goza de los derechos a la carrera administrativa y su estabilidad, en aplicación del art. 7 con relación
al 71 del Estatuto del Funcionario Público (EFP); y, b) Las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0061/2014-S3 de 20 de octubre, 0499/2016-S2 de 13 de mayo, 0953/2017-S1 de 28 de agosto,
1025/2017-S1 de 11 de septiembre y 0051/2018-S3 de 15 de marzo, entre otras, refiriéndose a la
transitoriedad del personal jurisdiccional de apoyo judicial y administrativo del Órgano Judicial,
sentaron el precedente legal normativo, y hallan su carácter coercible y vinculatoriedad justamente
en el hecho que el impetrante de tutela no cuenta con estabilidad e inamovilidad laboral por la calidad
antes mencionada tal como sostuvo la frondosa línea jurisprudencial constitucional que resulta
vinculante y de cumplimiento obligatorio por el poder político, legisladores, autoridades, tribunales y
particulares; por lo que, pidieron se deniegue la tutela impetrada.
Vicente Remberto Cuéllar Téllez, ex Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la Magistratura, no
presentó informe alguno ni asistió a la audiencia de consideración, pese a su notificación cursante a
fs. 182.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Gabriela Silvia Tórrez Calderón, por memorial presentado el 10 de mayo de 2019, cursante de fs. 185
a 188, expresó: 1) Se allanó totalmente a la acción de amparo constitucional activada por el padre
de su hija, debido a que no cuenta con trabajo, ni mucho menos seguro médico, del que se le privó
al cesar en sus funciones al accionante pese a que se encontraba protegido por ley con estabilidad
laboral como progenitor hasta que la menor cumpla un año de edad; 2) El art. 48 de la CPE en
concordancia con los Decretos Supremos (DS) “012” y “496” protegen la estabilidad laboral del padre
y madre progenitores; y, 3) Los derechos a la vida, salud, trabajo, estabilidad laboral y seguridad
social obligan al Estado a inhibirse de realizar actos que los vulneren y a crear mecanismos y
condiciones necesarias para su respeto y protección; están resguardados por la Constitución Política
del Estado y los instrumentos internacionales, y el no pronunciamiento del Consejo de la Magistratura,
así como de la Dirección Nacional de RR.HH. de esta entidad, a la solicitud del impetrante de tutela
vulneraron los mismos; por lo que, pidió sean restituidos por la vía de la acción de amparo
constitucional.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante
Resolución 085/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 231 a 234 vta., denegó en parte la tutela
impetrada en relación a la petición de reincorporación y dejar sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL.
RR.HH. - J-084/2018, disponiendo no “ha lugar” a la reincorporación a su fuente de trabajo; y,
concedió la tutela respecto al derecho a la seguridad social en virtud a los derechos que le asisten
al “…hoy nacido…”(sic), determinando por el principio de razonabilidad, que el Consejo de la
Magistratura gestione los beneficios que hacen a la seguridad social -lactancia y natalidad-; con los
siguientes fundamentos: i) En el marco de los arts. 233 de la CPE, 2 de la Ley 040 y 6 de la Ley 212,
evidenció que la designación del accionante en el cargo de Juez Técnico del Tribunal de Sentencia
Décimo de la Capital del precitado departamento, se efectuó dentro del periodo de transitoriedad de
los cargos del ahora Órgano Judicial, en mérito a ello, el mencionado Memorándum emergió del
Acuerdo 125/2018, lo cual, no se traduce en un acto lesivo que suprima derechos del peticionante
de tutela puesto que el citado Acuerdo tiene sustento en el análisis efectuado por el Tribunal
Constitucional Plurinacional que definió y determinó el carácter de la apuntada transitoriedad; por
consiguiente, no le asiste el derecho de la inamovilidad laboral independientemente de su condición
de padre progenitor; ii) Por mandato del art. 203 de la CPE, se asumió la decisión jurisprudencial de
la SCP 0350/2018-S3 de 27 de agosto, en función al derecho del nasciturus, que en el caso concreto
según las pruebas aportadas hacen referencia a un embarazo de treinta y dos semanas y cinco días
-documentación que es valorada en base a los principios de inmediación y verdad material y que no
fue rebatida en la presente acción tutelar-, es decir, tuvo su inicio cuando el prenombrado aún tenía
una relación laboral con el Consejo de la Magistratura; y, iii) Concluyó que respecto a la pretensión
principal, las autoridades demandadas a tiempo de emitir la decisión traducida en el Acuerdo
125/2018 y el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018, no vulneraron los derechos a la
inamovilidad y estabilidad laboral, tampoco se evidenció que pusieron en riesgo la salud o la vida del
nacido vivo, correspondiendo conceder la tutela al derecho a la seguridad social y todas sus
emergencias que le asisten al aludido menor de edad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Se tiene Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-263/2015 de 30 de julio, de “DESIGNACIÓN”
(sic), por el que se puso en conocimiento de Roberto Carlos Mérida Viscarra -ahora accionante- que
conforme a lo establecido por los arts. 183.IV inc. 2) de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) y 6.I de la
Ley 212, el Pleno del Consejo de la Magistratura mediante Acuerdo “082/2015” determinó designarle
en el cargo de Juez Técnico del Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento de La
Paz, en mérito a la previsión contenida en el art. 52 inc. 6) de la LOJ (fs. 3).
II.2. Por Acuerdo 125/2018 de 14 de noviembre, el Pleno del Consejo de la Magistratura acordó
agradecer las funciones de dos jueces de la Capital del departamento de La Paz, entre ellos al
peticionante de tutela (fs. 7 a 11).
II.3. En cumplimiento al Acuerdo referido supra, se emitió el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. -
J-084/2018 de 14 de noviembre, con la referencia “…CESACIÓN DE FUNCIONES” (sic), mediante
el cual el Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la Magistratura hizo conocer al impetrante de
tutela que en cumplimiento a la determinación del Acuerdo 125/2018 del Pleno de dicha entidad, se
dispuso el cese del cargo que fue designado (fs. 12).
II.4. Por memorial presentado el 22 del señalado mes y año, dirigido al Director Nacional de RR.HH.
del Consejo de la Magistratura, el accionante y otra, interpusieron recurso de revocatoria contra sus
respectivos Memorándums de cese de funciones, el mismo que ampliaron por escrito de 28 del mismo
mes y año, alegando cada uno su condición de progenitores (fs. 59 a 67).
II.5. Cursan Inscripción de Reconocimiento de hijo concebido, Certificado Médico y Ecografía
Obstétrica de “Gabriela Tórrez Calderón” de 16 y 27 de noviembre de 2018, que dan cuenta de un
embarazo de alto riesgo de catorce y trece semanas, respectivamente; e, Informe Ecográfico de la
precitada, de 27 de marzo de 2019 con diagnóstico de treinta y dos semanas de embarazo (fs. 78 a
82).
II.6. Mediante Resolución RR/ DNRH 016/2018 de 28 de noviembre, el ex Director Nacional de
RR.HH. del Consejo de la Magistratura, resolvió “DESESTIMAR” (sic) dicho recurso, toda vez que
concluyó que fue presentado de forma extemporánea conforme a lo dispuesto por el Reglamento de
Procedimiento Administrativo para la Sustanciación de los Recursos de Revocatoria y Jerárquicos del
Órgano Judicial, aprobado por Acuerdo 042/2018 de 10 de mayo (fs. 69 a 72).
II.7. Cursa memorial de recurso jerárquico presentado el 17 de diciembre de 2018, por el impetrante
de tutela y otra, dirigido al Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la Magistratura (fs. 32 a 37).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la vida, a la salud, a la seguridad social, al
trabajo y a la estabilidad laboral por paternidad; toda vez que, fue removido de su cargo mediante
la emisión del Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018 de 14 de noviembre, en cumplimiento
del Acuerdo 125/2018 de igual fecha, decisión que objetó a través de recurso de revocatoria haciendo
conocer que gozaba de inamovilidad laboral en su condición de progenitor, situación que no fue
considerada en la Resolución RR/ DNRH 016/2018 de 28 del citado mes, que resolvió
“DESESTIMAR” (sic) el mismo, y que el recurso jerárquico que interpuso no fue contestado hasta
la fecha de presentación de esta acción tutelar.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la transitoriedad de los cargos judiciales
La SCP 0543/2018-S3 de 27 de agosto, citando la SCP 0499/2016-S2 de 13 de mayo, a tiempo de
reconducir los razonamientos desarrollados en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0504/2015-S1 de 1 de junio y 0832/2015-S3 de 17 de agosto, estableció que: “…el escalafón judicial
no es un aspecto administrativo independiente; sino, por imperio de la Ley ‘forma parte del
subsistema de evaluación y permanencia’, pero para las nuevas autoridades, no para las
actuales dado que todas están regidas por la transitoriedad de todos los cargos, en otras palabras,
con la finalidad de que las reglas estén claras para la selección de nuevas autoridades, pero en ningún
momento se ha dispuesto que producto de una evaluación de cada caso se tenga que disponer cuáles
cargos se convocan, pues todos sin excepción alguna por mandato legal SON TRANSITORIOS.
(…)
'…Debe entenderse que, la citada revisión del escalafón judicial, responde precisamente, al periodo
de transición inter-orgánico de la nueva estructura judicial instituida en la Norma Suprema; por ende,
todos los vocales se encuentran en funciones de manera transitoria, hasta la
implementación total del nuevo Órgano Judicial, de acuerdo a las disposiciones legales pertinentes al
caso; razón por la que, precisamente, emerge de la transitoriedad en la que se ven cumpliendo
labores los servidores judiciales descritos, la Disposición Transitoria Cuarta de la LOJ, dispuso que
éstos persistan en sus funciones, hasta la designación de las nuevas y nuevos servidores públicos,
pudiendo en todo caso, participar los mismos, en los procesos de selección y designación que lleven
adelante el Consejo de la Magistratura y el Tribunal Supremo de Justicia, en el marco de sus
atribuciones’.
En consecuencia, del análisis de la parte resolutiva y los Fundamentos Jurídicos de la SCP
0504/2015-S1 se tiene que no es evidente que dicha Sentencia Constitucional Plurinacional hubiera
determinado el incumplimiento de la Disposición Transitoria Sexta de la Constitución Política del
Estado por parte del Consejo de la Magistratura, al contrario dejó en claro que todos los vocales,
jueces y servidores de apoyo jurisdiccional y administrativo son transitorios, por ende, mal
podrían exigir previamente la revisión de su carpeta como un condicionamiento previo para lanzar
cualquier convocatoria, cuando en virtud de la Ley, del soberano, no gozan de inamovilidad, y
únicamente están ejerciendo el cargo hasta la designación de los nuevos Vocales, jueces y servidores,
empero, si por alguna razón quedara disuelto el vínculo laboral conforme se explicó,
corresponde que los derechos del niño o niña sean resguardados, en el entendido que se
trata de derechos cuya tutela no puede estar supeditada a formalismos como sería el
caso, que ante la inexistencia de un vínculo laboral no sea posible la otorgación de las
prestaciones previstas en el régimen de asistencia familiar.
Consecuentemente, disuelto el vínculo laboral y teniendo presente que el empleador del
sector público o privado se encuentra compelido u obligado a continuar con la prestación
de subsidios al ser en gestación o, al niño o niña hasta que cumpla un año de edad; lo
que significa, la atención obstétrica a la madre durante el embarazo, el parto y el
puerperio hasta que el recién nacido cumpla un año de edad; y, la prestación de los
subsidios; prenatal, consistente en la entrega a la madre gestante, de un pago mensual,
en dinero o especie, equivalente a un salario mínimo nacional a partir del quinto mes de
embarazo y fenece el último día del mes que nace el niño (a); y de lactancia, consistente
en la entrega a la madre de productos lácteos equivalentes a un salario mínimo nacional,
hasta que el niño (a) cumpla un año de edad. Prestaciones, que -reiterando- deberán ser
cubiertas por el empleador aún cuando ya no exista la relación laboral emergente de un despido
determinado en debido proceso” (las negrillas nos corresponden).
II.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la vida, a la salud, a la seguridad social, al
trabajo y a la estabilidad laboral por paternidad; toda vez que, fue removido del cargo de Juez Técnico
del Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento de La Paz, mediante la emisión del
Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018 de 14 de noviembre, en cumplimiento del Acuerdo
125/2018 de igual fecha emitido por el Pleno del Consejo de la Magistratura, decisión que objetó a
través de recurso de revocatoria haciendo conocer que gozaba de inamovilidad en su condición de
padre progenitor de un menor de catorce semanas de gestación, situación que no fue considerada
en la Resolución RR/ DNRH 016/2018 de 28 del citado mes, que resolvió “DESESTIMAR” (sic) el
mismo, al concluir que fue presentado extemporáneamente, y que el recurso jerárquico que interpuso
no fue resuelto hasta la fecha de presentación de esta acción tutelar.
Así planteada la problemática, de los antecedentes remitidos a este Tribunal y las Conclusiones del
presente fallo constitucional; se tiene que, el ex Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la
Magistratura, mediante Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-263/2015 de 30 de julio, designó al
impetrante de tutela Juez Técnico del Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento
de La Paz, en cumplimiento del Acuerdo “082/2015”, verificándose que dicha designación fue dentro
del marco de lo establecido por los arts. 183.IV inc. 2) de la LOJ y 6.I de la Ley 212, conforme se
evidencia del propio Memorándum; es decir, que el nombramiento del impetrante de tutela se efectúo
de forma provisoria.
Con tales precedentes, el Pleno del Consejo de la Magistratura emitió el Acuerdo 125/2018, suscrito
por Gonzalo Alcón Aliaga, Presidente; Dolka Vanessa Gómez Espada y Omar Michel Durán,
Consejeros; todos del referido ente colegiado -hoy demandados-, por el que determinaron agradecer
por la labor que desempeñaban a dos jueces, entre ellos a Roberto Carlos Mérida Viscarra -ahora
accionante-, expidiendo en consecuencia el ex Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la
Magistratura el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018, comunicándole que en
cumplimiento al aludido Acuerdo, fue cesado de sus funciones en el cargo de Juez Técnico del
Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento de La Paz; decisión que impugnó
mediante recurso de revocatoria, el cual fue resuelto por Resolución RR/ DNRH 016/2018,
desestimándolo al concluir que fue presentado de forma extemporánea, dejando firme y subsistente
el Memorándum cuestionado.
Si bien en el presente caso, el recurso jerárquico formulado por el impetrante de tutela se encuentra
pendiente de resolución, puesto que no tuvo respuesta -aspecto que fue reclamado por los
demandados-; empero, la jurisprudencia constitucional, a través de la SC 0530/2010-R de 12 de julio,
estableció que cuando se trata de la protección de los derechos de la madre o padre de un hijo en
gestación o menor de un año, por el efecto irreparable que podría causar el hecho ilegal denunciado,
la protección debe ser de carácter inmediato; de lo que se puede entender, que los casos que
atiendan una problemática sobre el derecho a la inamovilidad laboral de una mujer trabajadora
embarazada o madre de un niño menor de un año, no está supeditado al principio de subsidiariedad,
razonamiento que mediante la SCP 0198/2013 de 27 de febrero, se hizo extensivo al padre
progenitor, no siendo exigible el agotamiento previo de vías ordinarias o administrativas;
por lo que, corresponde ingresar a considerar el fondo de la problemática planteada.
A partir de los antecedentes descritos, se tiene que la designación del ahora accionante fue de
carácter transitorio; por lo que, las autoridades demandadas determinaron su desvinculación del
Órgano Judicial, pese que en el recurso de revocatoria activado, puso a conocimiento de dichas
autoridades su condición de padre progenitor de un menor, que a la fecha de interposición de la
presente acción tutelar aún no había nacido (Conclusión II.5), decisión que guarda coherencia y
relación con la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, en
razón a que su nombramiento fue de carácter temporal; en ese entendido, no se encuentra alcanzado
con la protección del derecho a la inamovilidad.
Sin embargo, los derechos fundamentales del niño o recién nacido quedan resguardados y protegidos
pese a la disolución de la relación laboral, puesto que, es deber del Estado garantizar el interés
superior del niño; por lo que, sus derechos se encuentran plenamente reconocidos; en ese entendido,
corresponde proteger su vida, salud y la seguridad social, los cuales no pueden quedar desconocidos;
consiguientemente, pese a la desvinculación laboral del padre por las consideraciones señaladas,
atañe a su empleador continuar con las prestaciones de subsidios al ser en gestación hasta que
cumpla un año de edad, conforme se tiene previsto en el Sentencia Constitucional Plurinacional,
desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional.
Por las razones expuestas precedentemente conforme al desarrollo jurisprudencial desplegado en la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, de la interpretación teleológica del art. 48 de la CPE,
este Tribunal determinó que protege directamente al nasciturus y niño o niña hasta el año de edad
a fin de que en esta etapa crucial de su vida no le falte y tenga acceso necesario a los servicios y
prestaciones de la seguridad social -a la salud y a recibir y gozar de las asignaciones familiares
correspondientes-, por cuanto en ningún caso este sector vulnerable de la población puede quedar
desamparado de sus derechos que le son propios e inherentes, debiendo en consecuencia el Consejo
de la Magistratura asumir las prestaciones correspondientes a los subsidios prenatal, de nacimiento
y lactancia, que deben ser cubiertos hasta que el menor alcance la edad de un año.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 085/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 231 a 234
vta. pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y, en consecuencia;
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada, respecto al derecho a la seguridad social del recién
nacido conforme a los Fundamentos Jurídicos precedentemente desarrollados; y,
2° DENEGAR en relación a su pedido de dejar sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-
084/2018 de 14 de noviembre y su inmediata reincorporación a su fuente laboral.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MAGISTRADO
de 2018” contra su persona así como el castigo descenso de categoría del Club Deportivo Unión
Juntutamaya, con restitución de sus derechos deportivos; y, c) “La imposición de multa por
daños y perjuicios al Club DEPORTIVO UNION JUNTUTAMAYA” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
La audiencia pública de consideración de la presente acción de amparo constitucional, se realizó el
20 de marzo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 71 a 76 vta., se produjeron los siguientes
actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó los fundamentos de la acción de amparo constitucional
presentada y ampliándolos manifestó que: 1) El debido proceso es aplicable también en el ámbito
administrativo; y, 2) Fue expulsado con imposición de multa, no tuvo respuestas a los memoriales
presentados, a su equipo lo sancionaron con el descenso de la liga y les ordenaron que devuelvan
los premios obtenidos. En forma personal, afirmó que: i) Fue Presidente de la Liga Deportiva Interna
Centro Acción Residentes de Kasillunca en la gestión 2017-2018, entregando el informe
correspondiente; ii) Se discriminó a los jugadores de su equipo Unión Juntutamaya, trabando su
actividad deportiva y determinando castigos que no le fueron correctamente notificados a través del
Tribunal de Disciplina y Penalidades, la única instancia que podía establecerlas; iii) No se observó el
derecho a la defensa por la imposibilidad de aportar pruebas en un debido proceso; y, iv) El 16 de
noviembre de 2018, no hubo reunión de delegados, sino que era la inauguración de campeonato.
I.2.2. Informe de los demandados
Fausta Tambo Tiñini, Presidenta; Lázaro Tiñini Tiñini, Secretario de Hacienda; Richard Flavio Tambo
Mamani, Presidente del Comité Técnico; y, David Tiñini Mena, Delegado Club “Junior Sajama”, todos
de la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca de la ciudad de El Alto del
departamento de La Paz, a través de su abogado en audiencia, alegaron que: a) El accionante fue
sancionado en la Asamblea Ordinaria de 30 de noviembre de 2018, con la intervención de veintiocho
personas o delegados; por ende, los castigos impuestos fueron emitidos sólo por algunos miembros;
b) El derecho de petición reclamado, no condice con lo solicitado en la acción de amparo
constitucional, por tanto, no puede haber pronunciamiento al respecto por ser improcedente; y, c)
No se estableció el monto por daños y perjuicios y su causalidad.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
070/2019 de 20 de mayo, cursante de fs. 77 a 80, concedió la tutela solicitada, dejando sin efecto
la ejecución de la Resolución en cuanto a las sanciones impuestas en la Asamblea Ordinaria de 30 de
noviembre de 2018, “…consiguientemente practicar la notificación conforme a procedimiento a
efectos de que el accionante pueda asumir su legítima defensa como corresponde...” (sic), decisión
tomada, en base a los siguientes fundamentos: 1) Conforme los hechos fácticos la reunión ordinaria
de la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca donde se castigó al impetrante
de tutela se realizó la precitada fecha; y, 2) No hubo proceso administrativo para disponer dichos
castigos, por ende, no se ejerció derecho a la defensa en observancia al Estatuto Orgánico y el
respectivo Reglamento Interno Institucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados se establece lo siguiente:
II.1. Cursan la Resolución Prefectural 1262 y el Certificado de Personalidad Jurídica de 12 y 15 de
noviembre de 2007, respectivamente, que reconoció como asociación civil a la Liga Deportiva Interna
Centro Acción Residentes de Kasillunca (fs. 10 a 11).
II.2. El Acta de Asamblea Ordinaria de 30 de noviembre de 2018, detalla la decisión asumida
mediante la votación de los delegados con veintiocho a favor que: el equipo deportivo Unión
Juntutamaya descienda de categoría; se devuelva el premio de campeonato; castigo al peticionante
de tutela en su calidad de presidente del Comité Técnico en la gestión anterior con la imposibilidad
de asumir cargos en la propia entidad y el ingreso al campo deportivo; la declaración de persona no
grata en la liga; y, con veinte votos a favor, se determinó que pague Bs2 000.- (dos mil bolivianos),
sin tratar ningún otro punto en varios (fs. 68 a 70).
II.3. Mediante memoriales de 21 de diciembre de 2018 y 16 de marzo de 2019, el accionante solicitó
a la Presidenta de la entidad precitada se le notifique con la Resolución de sanción emitida en la
Asamblea Ordinaria de 16 de noviembre del primer año indicado (fs. 3 a 7 y 9).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como lesionados sus derechos a la petición, al juez natural, a la defensa, a la
presunción de inocencia y al debido proceso; puesto que, los demandados en Asamblea Ordinaria de
la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca, lo sancionaron en forma maliciosa
y discriminadora en su calidad de expresidente del Comité Técnico en la gestión anterior, con la
imposibilidad de asumir cargos en la entidad y el ingreso a su campo deportivo, más un pago
económico, además se determinó que el equipo deportivo Unión Juntutamaya, descienda de
categoría y devuelva el premio del campeonato.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La SCP 0219/2019-S4 de 10 de mayo, al respecto fundamentó: “La acción de amparo constitucional
es un mecanismo de defensa de los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidas
en la Ley Fundamental y los instrumentos normativos de orden internacional, cobija un marco jurídico
procesal propio y adquiere las características de sumariedad e inmediatez, lo cual permite que la
protección sea eficaz e inmediata; a ello se suma la generalidad, por la que este mecanismo
constitucional es posible dirigirla a toda persona natural o jurídica responsable de la vulneración o
amenaza de la transgresión de los derechos fundamentales.
El trámite de la presente acción tutelar, se rige esencialmente por los principios de subsidiariedad e
inmediatez; el primero referido a que para su activación, el agraviado debe acudir y agotar todos los
mecanismos ordinarios disponibles para la protección de los derechos cuya protección se pretende;
y, el segundo, que la protección otorgada a través de esta acción de defensa debe ser inmediata y
su interposición se encuentra limitada en el tiempo, ya que por definición de la Norma Fundamental
del Estado, la acción de amparo constitucional debe ser presentada en un plazo máximo de seis
meses computables a partir de la consumación del acto u omisión legal o de conocido el mismo.
También es importante recalcar que, la presente garantía jurisdiccional es reparadora porque busca
restituir los derechos fundamentales ya suprimidos o vulnerados, como resultado de la consumación
de actos u omisiones ilegales; mientras que, en su modalidad preventiva, es viable formular la acción
aun cuando el acto o la omisión ilegal no se encuentran materializadas, pero que existe un riesgo
inminente para la afectación del bien jurídico, tipología que emerge directamente del art. 128 de la
CPE, declara que: ‘La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales
o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman
o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley’.
Respecto a las características de la acción de amparo constitucional, la SCP 0249/2012 de 29 de
mayo, estableció que: ‘De la naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional se colige que
ésta se encuentra regida por los principios de subsidiariedad y de inmediatez; en virtud al primero
de los citados, corresponderá a los accionantes, agotar todos los recursos de impugnación idóneos
que la ley les otorga para el reclamo de sus derechos que consideren vulnerados; y de persistirse en
su lesión, recién podrán solicitar la tutela constitucional, cuidando, en virtud al segundo principio
citado, que sea activada dentro del plazo máximo de seis meses a partir de la comisión de la
vulneración alegada o de la notificación con la última decisión judicial o administrativa que se
considere lesiva de los derechos y garantías alegados, en cumplimiento a lo preceptuado por el art.
129.I y II de la norma constitucional, que impele a las partes al cumplimiento de ambos principios
previa interposición de este mecanismo de defensa preventivo y reparador, norma concordante con
los arts. 59 y 76 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP)’”.
III.2. Sobre el derecho de petición
Al respecto, la SCP 1262/2016-S3 de 18 de noviembre, realizó el siguiente razonamiento: “El derecho
de petición reconocido en el art. 24 de la CPE, establece que: ‘Toda persona tiene derecho a la
petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta
formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más requisito que la identificación
del peticionario’.
La SC 1068/2010-R de 23 de agosto, sobre la naturaleza del derecho de petición y los ámbitos en los
que se vulnera el mismo, estableció que: ‘La Constitución Política del Estado actual ha ubicado
a este derecho en el art. 24, dentro de la categoría de los derechos civiles, pues se
entiende que parten de la dignidad de las persona entendiendo que cuando se aduzca el
derecho de petición, la autoridad peticionada, ya sea dentro de cualquier trámite o
proceso, éste tiene el deber respecto al u otros individuos de responder en el menor
tiempo y de forma clara. En resumen las autoridades vulneran el derecho de petición cuando: a)
La respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se presenta la negativa de recibirla o
se obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la petición respetuosa, la
autoridad no la responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no es atendida de
manera clara, precisa, completa y congruente con lo solicitado’.
Posteriormente, precisando el alcance del derecho de petición e integrando la jurisprudencia
constitucional al respecto, la SCP 0273/2012 de 4 de junio, concluyó que: ‘Respecto al núcleo esencial
del derecho a la petición, conforme a las SSCC 1742/2004-R y 0684/2010-R, reiteradas por la SCP
0085/2012, mínimamente comprende los siguientes contenidos: a) La petición de manera individual
o colectiva, escrita o verbal aspecto que alcanza a autoridades públicas incluso incompetente pues «
…ésta tiene la obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando,
en su caso, a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario… » (SC 1995/2010-R de 26
octubre), órganos jurisdiccionales (SSCC 1136/2010-R y 0560/2010-R) o a particulares (SCP
0085/2012); y, b) La obtención de una respuesta, ya sea favorable o desfavorable, aun
exista equivocación en el planteamiento de la petición (SC 0326/2010-R de 15 de junio),
debiendo en su caso indicarse al peticionante la instancia o autoridad competente para
considerar su solicitud (SC 1431/2010-R de 27 de septiembre). Por otra parte y en este punto
debe considerarse el art. 5.I de la CPE, que reconoce la oficialidad de treinta y seis idiomas y que
ante una petición escrita, la respuesta también debe ser escrita (SC 2475/2010-R de 19 de
noviembre); c) La prontitud y oportunidad de la respuesta (SSCC 2113/2010-R y 1674/2010-R)
debiendo notificarse oportunamente con la misma al peticionante (SC 0207/2010-R de 24 de mayo);
y, d) La respuesta al fondo de la petición de forma que resulte pertinente, debiendo efectuarla de
manera fundamentada (SSCC 0376/2010-R y 1860/2010-R) por lo que no se satisface dicho derecho
con respuestas ambiguas o genéricas (SC 0130/2010-R de 17 de mayo)’” (las negrillas nos
corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante alega como lesionados sus derechos a la petición, al juez natural, a la defensa, a la
presunción de inocencia y al debido proceso; puesto que, los demandados en Asamblea Ordinaria de
la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca, lo sancionaron en forma maliciosa
y discriminadora en su calidad de expresidente del Comité Técnico en la gestión anterior, con la
imposibilidad de asumir cargos en la entidad, el ingreso al campo deportivo y una multa económica.
Además castigaron al equipo deportivo Unión Juntutamaya con el descenso de categoría y devolución
del premio del campeonato.
Entre la documentación adjunta al expediente, cursa la Resolución Prefectural 1262 y el Certificado
de Personalidad Jurídica de 12 y 15 de noviembre de 2007, respectivamente, que reconoció como
asociación civil a la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca (Conclusión II.1);
asimismo, se tiene que mediante Acta de Asamblea Ordinaria de 30 de noviembre de 2018, por
votación de los delegados con veintiocho a favor, se sancionó al equipo Unión Juntutamaya con el
descenso de categoría, la devolución del premio del campeonato y se castigó al peticionante de tutela
en su calidad de presidente del Comité Técnico en la gestión anterior con la imposibilidad de asumir
cargos en la propia entidad, la declaración de persona no grata en la liga, la prohibición de ingreso
al campo deportivo y con veinte votos, se lo determinó la multa de Bs2 000.- (dos mil bolivianos).
Posteriormente, mediante memoriales de 21 de diciembre de 2018 y 16 de marzo de 2019, el
accionante requirió a la Presidenta de dicha Asociación que se le notifique con la Resolución emitida
en la Asamblea Ordinaria de “16 de noviembre” del primer año indicado (Conclusión II.3).
Conforme al planteamiento de la problemática analizada y los Fundamentos Jurídicos establecidos en
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de amparo constitucional es un
mecanismo de defensa de los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidas en
la Constitución Política del Estado y los instrumentos normativos de orden internacional, cobijando
un marco jurídico procesal propio, adquiriendo características de sumariedad e inmediatez, lo cual
permite que la protección sea eficaz e inmediata; a ello se suma, la generalidad por la que este
mecanismo constitucional se puede dirigir contra toda persona natural o jurídica responsable de la
lesión o amenaza de la transgresión de los derechos reclamados. Del mismo modo, la finalidad de la
precisión o identificación de los derechos o garantías que se consideren vulnerados y la exactitud en
la formulación del petitorio, obedece a la necesidad de establecer la relación de causalidad entre los
hechos y derechos o garantías denunciados como infringidos y la exactitud en el petitorio, delimitando
el marco en cuya función la justicia constitucional deberá resolver; es decir, identificar los actos u
omisiones en que hubiere incurrido el servidor público o persona particular y que lesionaron los
derechos cuya tutela se invoca.
En ese contexto, habiendo el impetrante de tutela denunciado la lesión de sus derechos a la petición,
al juez natural, a la defensa, a la presunción de inocencia y al debido proceso, ya que las sanciones
determinadas en la Asamblea Ordinaria de “16 de noviembre de 2018” (sic) en su contra, relativas al
descenso de categoría del equipo que representa, la devolución del premio del campeonato, el castigo
personal en su calidad de expresidente del Comité Técnico en la gestión anterior, con el veto de
asumir cargos en la propia entidad y la restricción del ingreso al campo deportivo, además de la
multa de Bs2 000.- (dos mil bolivianos), jamás se le hicieron conocer; por lo que, solicitó a la
Presidenta y a otros miembros de la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca,
se le notifique con esa determinación, habiendo realizado el mismo requerimiento en dos
oportunidades -21 de diciembre de 2018 y 16 de marzo de 2019- sin recibir respuesta alguna, siendo
este un impedimento para ejercer los demás derechos denunciados en esta acción de defensa; vale
decir, el derecho al juez natural, el debido proceso y a la defensa.
Si bien es cierto que los demandados en su descargo, alegan que la referida resolución sancionatoria
se había emitido en la Asamblea Ordinaria del 30 de noviembre de 2018 y no así en la del 16 del
mismo mes y año, como señala el accionante; por lo que, no guardaría relación con el derecho de
petición reclamado, no es menos evidente que la Conclusión II.3 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, devela que existen dos notas de solicitud de notificación dirigida a los demandados,
mismos que nunca tuvieron una respuesta de ningún tipo, en contraposición a lo descrito en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Resolución Constitucional que establece la obligatoriedad
que tienen todas las autoridades sean estas judiciales, administrativas o personas particulares, a dar
una respuesta formal y oportuna conforme regula el art. 24 de la CPE, por encontrarse esta
prerrogativa dentro de la categoría de los derechos civiles vinculado a la dignidad de las personas,
teniendo los demandados el deber de responder en el menor tiempo posible y de forma clara, sin
importar sea esta favorable o desfavorable, incluso cuando exista equivocación en el planteamiento
de la solicitud, debiendo en su caso indicarse al impetrante de tutela la instancia o autoridad
competente para considerar su solicitud, siendo lo contrario, una vulneración del derecho a la
petición, correspondiendo, en el caso concreto, conceder la tutela solicitada respecto específicamente
a la notificación requerida, para que a partir de dicha documental pueda viabilizarse el ejercicio de
los demás derechos denunciados, si es que correspondiera.
Solicitó se conceda la tutela invocada, y en consecuencia: a) Se deje sin efecto el Auto de Apertura
de Proceso Sumario 004/2018 de 30 de abril; la Resolución Final de Proceso Sumario Administrativo
004/2018 de 22 de junio; la Resolución 004/2018 de 11 de julio, emitida en virtud al recurso de
revocatoria de proceso sumario administrativo; y, la Resolución de Recurso Jerárquico 000194 de 7
de septiembre de 2018; y, b) Se proceda a su inmediata reincorporación al cargo de Jefa de Unidad
Distrital de Operación y Mantenimiento Santa Cruz-Beni, más el pago de salarios devengados y
derechos sociales colaterales.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 28 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 128 a
135 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó el contenido de su demanda y amplió la misma
señalando que: 1) La Resolución Sumarial 004/2018, estableció que la solicitante de tutela no asistió
a su trabajo seis días continuos del 13 al 22 de junio de 2017 sin justificación alguna, pese a haber
presentado notas de rechazo y reincorporación a su fuente laboral el 9 y 14 del mes y año indicados,
mismas que no fueron debidamente fundamentadas a tiempo de ser rechazadas por la entidad
empleadora, omitiendo dar respuesta a la solicitud de la impetrante de tutela de mantener su
actividad laboral en la ciudad de Santa Cruz, y sin precisar la razón por la cual se asumió la
determinación de trasladarla a la ciudad de El Alto de manera discrecional y unilateral; 2) No fue
valorada la prueba relativa a la comunicación interna RGSC-04134-2017 de 14 de junio, donde la
accionante manifestó de manera escrita su objeción, por no permitírsele marcar el registro
biométrico, al haber sido eliminada del mismo; motivo por el cual, no puede justificarse la causal de
despido por inasistencia de seis días continuos a su fuente laboral; y, 3) La transferencia dispuesta
por YPFB, de una ciudad a otra en trece días, constituye una violación al derecho constitucional a la
estabilidad laboral y con ello una vulneración al principio de razonabilidad y a las condiciones
esenciales del contrato, citando al efecto el Auto Supremo “195/2015”.
I.2.2. Informe de los demandados
Oscar Javier Barriga Arteaga, Presidente Ejecutivo de YPFB, a través de sus representantes, por
informe escrito presentado el 27 de mayo de 2019, cursante de fs. 99 a 105 vta., solicitó se deniegue
a tutela; argumentando que: i) La accionante no expresó en forma clara y precisa de qué manera
fueron vulnerados sus derechos, debido a la insuficiente fundamentación de la acción de amparo
constitucional interpuesta; y, ii) El Reglamento Interno de la empresa demandada fue aprobado por
Resolución Ministerial vigente y si acaso era considerada su inconstitucionalidad, la peticionante de
tutela tenía los mecanismos para sacar del tráfico jurídico el mencionado instrumento, a través de la
impugnación correspondiente, lo cual no aconteció.
Asimismo, Rene Israel Ponce Pérez, Autoridad Sumariante de YPFB Chuquisaca, mediante informe
escrito presentado en la misma fecha señalada supra, cursante de fs. 107 a 108 y vta., solicitó se
deniegue la tutela con los siguientes argumentos: a) Al interponer su acción tutelar contra la
Autoridad Sumariante, la impetrante de tutela incurrió en evidente contradicción, afectando el
derecho a la defensa amplia e irrestricta de los demandados; por lo que, en aplicación de la SCP
0527/2018-S3 de 12 de 12 de octubre, corresponde declarar su improcedencia; y, b) En cada una
de las seis vulneraciones denunciadas, la accionante pretende que se ingrese a valorar pruebas, así
como a interpretar “…el modo y la forma de aplicación…” (sic) de la ley ordinaria, como si la
jurisdicción constitucional fuera una instancia ordinaria más de impugnación, además que esta labor
no le estaría permitida, máxime en el caso concreto en el que, el art. 30 del Reglamento de
Responsabilidad por la Función Pública, aprobado mediante “DS 23318-A” y modificado por el “DS
26237” que establece que el fallo emitido en el proceso sumario, no es susceptible de ser revisado;
correspondiendo en observancia de la SCP “2018-S3” de 12 de octubre de 2018 y la SCP 0934/2014
de 15 de mayo, se declare la improcedencia de la acción de defensa formulada.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Wilfredo Tarqui Copajira, Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz, no se hizo presente en
audiencia y tampoco presento informe alguno, pese a su legal notificación cursante a fs. 78.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera de departamento de Santa Cruz, mediante Resolución 50/2019 de 28
de mayo, cursante de fs. 135 vta. a 139, denegó la tutela solicitada; argumentando que: 1) El Auto
de inicio de proceso sumario, la sentencia y la Resolución que absolvió el recurso de revocatoria,
fueron revisados por la Resolución dictada en instancia jerárquica, lo cual impide considerar el fondo
de aquellas por el principio de subsidiaridad, siendo únicamente valorable esta última; 2) En ese
sentido, la Resolución de Recurso Jerárquico PRS 000194 de 7 de septiembre de 2018, basada en los
motivos expresados por la recurrente, expresó con relación a la falta de valoración de las notas
referidas a la marcación en el reloj biométrico que, al ingresar a trabajar la solicitante de tutela se
comprometió a prestar sus servicios en la función y lugar que le fueren señalados; respecto a la
conminatoria del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, concluyó que esta tiene carácter provisional
y no justifica la inasistencia a la fuente laboral de la demandante; y, 3) El Reglamento de YPFB,
aprobado por Resolución Ministerial 323/56 de 15 de octubre de 1956, establece que el trabajador
podrá ser retirado de su fuente laboral sin goce de haberes en caso de inasistencia injustificada y
continua por más de seis días, obrando entonces la autoridad demandada con competencia y
emitiendo una resolución debidamente motivada.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Nota GTHC-TR-0128-2017 de 26 de mayo, la entidad demandada comunicó a la ahora
accionante su transferencia a la ciudad de El Alto para que asuma el cargo de Responsable de
Operación y Mantenimiento, manteniendo su nivel salarial (fs. 39).
II.2. A través de oficios de 1 y 9 de junio de 2017, dirigidos a la Gerencia de Talento Humano
Corporativo de YPFB, la impetrante de tutela rechazó el traslado y modificación al cargo (fs. 40 a 42
y fs. 45).
II.3. Cursan Oficios GTHC-DCOC-1554/2017 y GTHC-DCOC-1708/2017 de 2 y 13 de junio, de la
indicada Gerencia respondiendo a las solicitudes de la denunciante, con el fundamento de que no fue
alterado ningún elemento contractual; el cual, por el contrario le faculta a transferir al trabajador al
lugar donde sea requerido (fs. 43 a 44 y fs. 46).
II.4. Consta Conminatoria de Restitución Laboral JDTSC/CONM 091/2017 de 14 de agosto (fs. 32 a
33 y vta.).
II.5. Mediante Resolución de Recurso Jerárquico PRS 000194 de 7 de septiembre de 2018, que
confirmó en todas sus partes la Resolución de Recurso de Revocatoria 004 de 11 de julio de 2018, la
cual a su vez ratificó la Resolución Final del Proceso Sumario Administrativo 004 de 22 de junio del
citado año (fs. 3 a 20).
II.6. Según Nota GTHC-RS-115-2018 de 13 de diciembre, se comunicó a la impetrante de tutela su
destitución de la empresa (fs. 34).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos motivación,
fundamentación, congruencia y valoración de la prueba; argumentando que, dentro del proceso
disciplinario iniciado en su contra por presuntamente no haberse constituido al lugar de trabajo donde
fue transferida, el Presidente Ejecutivo de YPFB confirmó las determinaciones que dispusieron su
destitución sin tener en cuenta que la entidad empleadora no consideró justificativo alguno y omitió
valorar la prueba en la que fundamentó su oposición a ser transferida.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
suprimiría una parte estructural de la resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan
los motivos que llevaron a dicha autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha
motivación contenga una exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales,
basta con que ésta sea concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…” .
III.2. La congruencia que deben observar las autoridades que resuelven recursos en la
vía administrativa
La SCP 2541/2012 de 21 de diciembre, manifestó que: “A primera impresión concebiríamos que
congruencia es la razón lógica y coherente existente entre dos o más supuestos o sujetos concretos;
sin embargo, al adherirla a un proceso se nos hace difícil adecuarla y muchos empezamos por
preguntarnos, entre cuáles o quiénes debe existir tal correspondencia, entonces surgen las
pretensiones de encontrar respuesta a tal cuestión y es allí cuando empezamos a indagar dentro de
la doctrina, con referencia al proceso sobre dicho principio.
Este principio está referido a la concordancia existente entre el pedimento planteado por las partes
y la decisión que de tal pedido desprende el juez o tribunal; quedando entendido que los mismos no
puede modificar el petitorio ni los hechos planteados en la demanda. Es decir, debe existir una
adecuación “entre la pretensión u objeto del proceso y la decisión judicial”, en ese sentido, la SC
0840/2012 de 20 de agosto citando la SC 2016/2010-R de 9 de noviembre, emitida por el extinto
Tribunal Constitucional, estableció la siguiente línea jurisprudencial: “En el nuevo modelo
constitucional, el debido proceso está disciplinado por los arts. 115.II y 117.I como derecho y garantía
jurisdiccional a la vez; asimismo, es reconocido como derecho humano por los arts. 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica y 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, cuyo núcleo esencial ya fue desarrollado por este
Tribunal mediante las SSCC 1674/2003-R, 0119/2003-R, 1276/2001-R y 0418/2000-R, entre muchas
otras, entendiéndolo como '...el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que
sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando
las pruebas que estime convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la observancia del
conjunto de requisitos de cada instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos. Se
entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades
judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal que ha previsto el
Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la fundamentación o motivación de las
resoluciones judiciales'.
'Lo expuesto precedentemente, implica que la concreción material de este derecho comprende el
respeto del conjunto de requisitos que deben ineludiblemente observarse en las instancias y grados
procesales, con la finalidad primordial de que las personas tengan la posibilidad de defenderse de
forma idónea ante cualquier tipo de acto o actos emanados del Estado y sus distintos órganos que
puedan afectar aquellos derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y los
instrumentos que integran el bloque de constitucionalidad.'
Entonces, la importancia del debido proceso, a decir de la SC 0281/2010-R de 7 de junio, '…está
ligada a la búsqueda del orden justo. No es solamente poner en movimiento mecánico las reglas de
procedimiento sino buscar un proceso justo, para lo cual hay que respetar los principios procesales
de publicidad, inmediatez, libre apreciación de la prueba; los derechos fundamentales como el
derecho a la defensa, a la igualdad, etc., derechos que por su carácter fundamental no pueden ser
ignorados ni obviados bajo ningún justificativo o excusa por autoridad alguna, pues dichos mandatos
constitucionales son la base de las normas adjetivas procesales en nuestro ordenamiento jurídico,
por ello los tribunales y jueces que administran justicia, entre sus obligaciones, tienen el deber de
cuidar que los juicios se lleven sin vicios de nulidad, como también el de tomar medidas que aseguren
la igualdad efectiva de las partes'.
'En ese sentido la citada Sentencia precisó que el derecho al debido proceso no solamente es exigible
dentro de los procesos judiciales, sino que también abarcan a los procesos administrativos,
jurisprudencia que no contradice los principios constitucionales; y que por lo tanto, es compatible
con la Constitución vigente; y que, además ha sido reiterada recientemente en la jurisprudencia de
la presente gestión, específicamente en la SC 0014/2010-R de 12 de abril, establece lo siguiente:
'…la Constitución Política del Estado en consideración a la naturaleza y los elementos constitutivos
del debido proceso como instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos fundamentales,
lo consagra como un principio, un derecho y una garantía, lo que implica que la naturaleza del debido
proceso está reconocida por la misma Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental
de los justiciables, como un principio procesal y como una garantía de la administración de justicia'.
En este contexto, debe señalarse que uno de los elementos del debido proceso es la congruencia en
virtud de la cual la autoridad jurisdiccional o administrativa, en su fallo, debe asegurar la estricta
correspondencia entre lo peticionado y probado por las partes; en ese contexto, es imperante además
precisar que la vulneración al debido proceso en su elemento congruencia puede derivar de dos
causales concretas a saber: a) Por incongruencia omisiva, en virtud de la cual, la autoridad
jurisdiccional o administrativa emite una resolución sin considerar las pretensiones de las partes,
vulnerando con esta omisión el derecho a un debido proceso y también el derecho a la defensa; y,
b) por incongruencia aditiva, en virtud de la cual, la autoridad jurisdiccional o administrativa, falla
adicionando o incorporando elementos no peticionados o no discutidos por las partes en el decurso
de la causa”.
III.3. Análisis del caso concreto
En el caso concreto, luego de explicar los antecedentes de su transferencia de la ciudad de Santa
Cruz de la Sierra a la ciudad de El Alto, para desempeñar en esta última el cargo de Responsable de
Operación y Mantenimiento, la accionante refirió que, dentro del proceso disciplinario iniciado en su
contra, precisamente por no haberse constituido a la ciudad donde fue transferida, el Presidente
Ejecutivo de YPFB, confirmó las determinaciones que dispusieron su destitución sin tener en cuenta
que la entidad empleadora no consideró justificativo alguno y omitió valorar la prueba en la que
fundamentó su oposición a ser trasladada.
En tal sentido, corresponde señalar con carácter previo, en observancia del principio de
subsidiariedad, que este Tribunal se circunscribirá al análisis de la determinación emitida por la
máxima autoridad de YPFB, siendo esta instancia jerárquica la que tenía la atribución de corregir o
restablecer los derechos y garantías denunciados como vulnerados, o bien porque esta última las
haya generado.
De lo descrito anteriormente, se tiene que a tiempo de interponer su recurso jerárquico contra la
Resolución 004/2018 de 11 de julio, que confirmó la Resolución Final de Proceso Sumario
Administrativo 004/2018 de 22 de junio de 2018, que a su vez dispuso su destitución laboral, la
impetrante de tutela expuso como agravios los siguientes: i) Falta de valoración de las notas
presentadas por medio de las cuales se opuso al cambio de lugar de trabajo; ii) La carencia de
evaluación de la Conminatoria de reincorporación emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo
que dispuso su permanencia en la ciudad de Santa Cruz; y, iii) La incompetencia de la Autoridad
Sumariante para llevar adelante un proceso interno pese a haber justificado su negativa al traslado
de fuente laboral.
Al respecto, la Resolución Jerárquica PRS 000194 de 7 de septiembre de 2018, confirmó la Resolución
004/2018 que resolvió la revocatoria formulada por la ahora solicitante de tutela, con los siguientes
fundamentos: a) La SCP 0821/2017-S2 de 14 de agosto, incorporó al ordenamiento jurídico la
inasistencia injustificada como falta disciplinaria; siendo que, la recurrente -accionante- suscribió el
año 2013 un contrato por tiempo indefinido con YPFB, sometiéndose voluntariamente a las cláusulas
estipuladas en el mismo; b) La solicitante de tutela no presentó prueba en etapa impugnativa,
observando la inexistencia de fundamentos que permitan concluir que la transferencia haya sido
arbitraria, ya que se mantuvo su nivel salarial y los gastos de desplazamiento fueron cubiertos por el
empleador; c) Fue sometida a proceso sumario por haber aparentado justificar la inasistencia a la
fuente laboral a la que fue transferida, sin considerar que mediante nota GTHC-DCOC-1708/2017, se
le hizo saber que la misma se encontraba firme y subsistente; d) Respecto a la falta de valoración
Celebrada la audiencia pública el 17 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 79 a 84
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a tiempo de ratificar la acción de amparo constitucional interpuesta, añadió que: 1)
Los demandados lesionaron de igual manera el debido proceso en su vertiente de fundamentación
de las resoluciones, ya que no dieron cabal cumplimiento a lo precisado en la SCP 0550/2015-S1 de
1 de junio, que indica que las autoridades judiciales tienen el deber no solo de fundamentar la
resolución, sino también, de efectuar la auditoría jurídica extrañada con la finalidad de precisar las
falencias en las que hubiese incurrido el juez de primera instancia; 2) El extinto Tribunal
Constitucional, no estableció, ni concluyó que el cómputo de los tres años previsto en el art. 133 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), empezaría a correr, en casos de conversión de acciones, desde
la querella, su admisión y notificación; 3) El proceso penal se inició formalmente el 10 de agosto de
2010, fecha en la cual se hizo la denuncia pertinente; y, 4) Los Vocales demandados tomaron
erróneamente como argumento para el cómputo, la admisión de la querella y la notificación.
I.2.2. Informe de los demandados
Zenón Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no presentaron informe escrito ni se apersonaron
a la audiencia de garantías, a pesar de su notificación cursante de fs. 67 a 68.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Edgar Javier Montenegro Ruiz, por intermedio de su abogado, en audiencia señaló que: i) En la
acción de amparo constitucional no especificaron los agravios que les hubiera causado el Auto de
Vista cuestionado; ii) De acuerdo a la SC 0551/2010-R de 12 de julio, las fechas y términos no
pueden ser tajantes; no obstante, la impetrante de tutela se fue directamente a la falta de apego a
la jurisprudencia constitucional y a la norma, así como cuando se hace una conversión; iii) No
presentó una auditoría jurídica para expresar una extinción de la acción; y, iv) La Resolución
analizada es proba y condice a la verdad material y fáctica de la existencia del delito, por lo que tiene
que haber una sanción; razones por las que solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 40/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 84 vta. a 88, concedió la tutela solicitada, dejando
sin efecto el Auto de Vista 262, disponiendo se emita uno nuevo, en base a los siguientes
fundamentos: a) La SCP 0566/2018-S1 de 1 de octubre, desarrolló el principio de interdicción de la
arbitrariedad, por el cual toda decisión judicial o administrativa, resulta ser injusta si carece de
motivación o la misma es insuficiente; b) Es evidente que la excepción presentada por la ahora
accionante, manifestó que en el cómputo de plazos descontó las vacaciones, días inhábiles y feriados;
sin embargo, la resolución analizada no expresó las razones de hecho y derecho que sustentan su
decisión, por lo que existió carencia de motivación; c) Si los demandados consideraron que el
cómputo efectuado por la excepcionista no era el correcto, tenían la obligación de realizar la auditoría
jurídica; d) Al haberse incurrido en esta causal de interdicción de la arbitrariedad, resulta estéril
pensar la posible postura pasiva de la impetrante de tutela, así como la carga procesal de los jueces
bolivianos; y, e) Las autoridades demandadas, no fundamentaron debidamente lo solicitado por la
accionante en su excepción de extinción de la acción penal por duración máxima del proceso “…como
también conocida la amplia jurisprudencia del Tribunal Constitucional Plurinacional con un sin número
de sentencias constitucionales relativas al caso en concreto que amerita el proceso principal
lográndose advertir que los accionados no han dado también cumplimiento a las mismas” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Carmen Illescas Villarroel -ahora accionante-, mediante escrito presentado el 13 de abril de
2018, ante el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz, interpuso
excepción de extinción de la acción penal por duración máxima del proceso (fs. 7 a 12).
II.2. Cursa “Anexo I” Auditoría Jurídica de Actuados Procesales de 11 de abril de 2018, suscrito por
la actual impetrante de tutela (fs. 22 a 30 vta.).
II.3. Por Auto Interlocutorio 347 de 18 de junio de 2018, el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la
referida Capital y departamento, declaró probada la excepción interpuesta por la prenombrada (fs.
18 a 21 vta.).
II.4. La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante Auto de
Vista 262 de 20 de noviembre de 2018, declaró admisible y procedente la apelación incidental
formulada por Edgar Javier Montenegro Ruiz y en el fondo, revocó el Auto Interlocutorio 347; y por
ende, improbada la excepción presentada por Carmen Illescas Villarroel (fs. 2 a 6).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia como lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de igualdad
de oportunidades, celeridad procesal, a la conclusión del proceso en un plazo razonable y sin
dilaciones indebidas, así como a la fundamentación; toda vez que, dentro el proceso penal que se le
sigue, los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
emitieron el Auto de Vista 262 de 20 de noviembre de 2018, revocando el Auto Interlocutorio 347 de
18 de junio del mismo año, dictada por el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del mencionado
departamento, con el criterio de que la querellada no habría descontado en su auditoría jurídica, las
vacaciones judiciales y los días feriados e inhábiles, a pesar que en el incidente de extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso presentado, indicó todo aquello. Las señaladas
autoridades incurrieron en deslealtad procesal, al citar como ratio decidendi de la SCP 1161/2013-L,
una cita que corresponde a uno de los fundamentos jurídicos de la Resolución 143 de 10 de junio de
2011, emitida por la Sala Penal Segunda del referido Tribunal Departamental de Justicia.
Transcribieron de manera maliciosa parte de la SC 0449/2011-R, para afirmar que su persona asumió
una actitud demasiado pasiva por no haberse defendido lo suficiente, queriendo con ello
responsabilizarle del transcurso del tiempo; y, la SCP 0550/2015-S1, refirió que las autoridades
judiciales tienen el deber no solo de fundamentar la resolución sino también de efectuar la auditoría
jurídica extrañada con la finalidad de precisar las falencias en las que hubiese incurrido el Juez de
primera instancia.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si en el presente caso, se debe conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. Extinción de la acción penal por duración máxima del proceso
Sobre el particular, la SCP 0193/2013 de 27 de febrero señaló: “ La extinción de la acción penal por
duración máxima, es una forma de concluir la persecución penal por el transcurso del tiempo, sin la
conclusión del proceso, razón por la que se extingue la acción o precluye el derecho del Estado a
imponer una sanción, ello en atención a que no es posible mantener al imputado en un estado de
incertidumbre de manera indefinida sin que conozca su situación jurídica. Fin para el cual, la
legislación previó ciertos plazos y condiciones; transcurrido el cual y una vez cumplidos los requisitos,
impone la extinción de la acción penal.
Esta figura penal se encuentra prevista por el art. 133 del CPP, el cual establece que todo proceso
tendrá una duración máxima de tres años, contados desde el primer acto del procedimiento, vencido
el cual, el juez o tribunal del proceso, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la acción
penal. A su vez, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su art. 14.3 dispone que:
‘Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las
siguientes garantías mínimas: c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas’. Finalmente, el art. 115 de la
CPE, garantiza que toda persona sea protegida de manera oportuna y efectivamente por los jueces
y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, resguardando el debido proceso, la
defensa y con una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones ”.
III.2. Deber de fundamentación del tribunal de apelación sobre la auditoría jurídica para
la extinción de la acción penal
La SCP 0667/2018-S3 de 4 de diciembre, indicó: “ …no es obligación del solicitante de la extinción
de la acción penal por duración máxima del proceso, indicar en la auditoría jurídica presentada, el
tiempo de dilación de cada acto procesal, pero sí tiene el deber de individualizar o precisar los actos
procesales donde se adviertan que el Órgano Judicial, el Ministerio Público, la parte querellante o
víctima provocaron mora procesal, indicando de manera puntual en qué parte del expediente se
encuentran los actuados procesales que causaron la demora; para que sea el juez de la causa o el
tribunal de apelación, quienes verifiquen si con los mismos se ocasionó o no dilación; y luego
mediante resolución debidamente fundamentada y motivada determinen recién el tiempo de la mora
ocasionada por cada uno de ellos, cuya sumatoria dará lugar a que se disponga o no la extinción de
la acción penal. Asimismo, esta labor de verificación corresponderá también ser realizada al Tribunal
de apelación a tiempo de emitir resolución en torno a las apelaciones presentadas, labor que deberá
efectuarse con la debida fundamentación y motivación; no debiendo limitarse a efectuar simples
afirmaciones o suposiciones, sin realizar un adecuado análisis y razonamiento de los datos del
proceso; más aún si en la impugnación presentada, se hubiese alegado que el Juez a quo no realizó
una adecuada auditoría jurídica, en cuyo caso el Tribunal ad quem tendrá la obligación de verificarla
y de ser evidente realizar una nueva, con la finalidad de establecer si es o no procedente la extinción
solicitada por los actos dilatorios y el tiempo de cada uno de ellos.
Consecuentemente, es deber de los jueces y tribunales de primera instancia, así como de los
tribunales de apelación, efectuar la auditoría jurídica en base a los datos del proceso, individualizados
por el solicitante de la extinción, y expresar de manera fundamentada en su resolución, cuáles fueron
los actos procesales en los que incurrieron el Órgano Judicial, Ministerio Público, víctima, querellante
o en su caso los imputados, indicando el tiempo de dilación de cada acto procesal, así como la
complejidad del asunto, para finalmente determinar la procedencia o no de la extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso; no estando permitido que las autoridades judiciales den por
bien hecho u homologuen la auditoría presentada por el solicitante, sin haber efectuado previamente
y de forma expresa la misma en la Resolución judicial a emitirse ”.
III.3. Cómputo de la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso
La SCP 0275/2016-S2 de 23 de marzo, manifestó que: “Por otra parte, respecto a la afirmación de
que la Jueza a quo a momento de realizar el cómputo para establecer las responsabilidades a las
partes procesales con relación a la dilación no consideró las vacaciones judiciales ni los feriados
nacionales, cabe referir que la SCP 0981/2015-S3 de 12 de octubre y el Auto Supremo 389/2009 de
22 de julio, establecieron que para efectos del cómputo de plazo para la extinción de la acción penal
por duración máxima del proceso (tres años) se debe aplicar el art. 130 del CPP, que establece la
suspensión del plazo por vacaciones judiciales, es decir por veinticinco días calendario -norma
procesal que concuerda con el art. 126.IV de la Ley del Órgano Judicial (LOJ)-; consecuentemente,
no resulta factible lo aseverado por los Vocales demandados en el entendido de que el art. 130 del
CPP, prevé que para el computo de los plazos solo se deben considerar los días hábiles, habida cuenta
que dicha regla o razonamiento solo es aplicable para los términos determinados por días, como ser
para la formulación de algún incidente, recurso de apelación, casación, plazo para resolver los recurso
citados, etc., cuyo plazo está fijado en días, (razonamiento recogido por el Auto Supremo 387/2015-
RRC-L de 22 de julio), consecuentemente solo se deben descontar las vacaciones judiciales ”.
III.4. Extinción de la acción penal en casos de conversión de acciones
La SCP 0550/2015-S1, precisó: “En torno a la última afirmación efectuada por las autoridades
demandadas, en el Auto de Vista cuestionado, referente a que cuando se trate de delitos de acción
privada o de procesos convertidos en su acción, el plazo o término de los tres años establecido en el
art. 133 del CPP, empezaría a correr a partir de la querella y su admisión más su correspondiente
notificación al querellado, tal como lo exigiría la SC 1036/2002-R; corresponde señalar, al igual que
lo precisado en el inc. I) del presente fundamento jurídico, que dicho razonamiento resulta arbitrario;
toda vez que, de la lectura y comprensión de la referida Sentencia Constitucional, se tiene que el
reclamado ninguna retardación de justicia (…) de lo contrario estaríamos ingresando a un acto que
establece la S.C. N° 0449/2011-R de fecha 18 de abril (…) en esos casos no procede la extinción de
la acción penal por duración máxima del proceso” (sic [el subrayado pertenece al texto original]).
En este comprendido, es necesario aclarar que la SCP 1161/2013-L, mencionada en el Quinto
Considerando del Auto de Vista 262, no indicó que el cómputo del plazo para la extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso en caso de conversión de acciones, empezaría a correr a
partir de la notificación con la querella, sino se limitó a conceder la tutela por haberse resuelto una
apelación incidental de manera diferente, a la que decidió en otra causa la entonces Corte Suprema
de Justicia, mediante Auto Supremo 32-E de 10 de enero de 2007 (que sí tenía dicho criterio) y que
por lo tanto se habían vulnerado los derechos a la igualdad ante ley y al debido proceso. No obstante,
la SCP 0550/2015-S1, citada en el Fundamento Jurídico III.4 del presente fallo constitucional, sí se
pronunció sobre dicho cómputo, al indicar que resultaría arbitrario considerar como inicio del mismo,
para la extinción en casos de conversión de acciones a la querella, su admisión y la notificación al
querellado; y, que menos se podría extraer aquello de la SC 1036/2002-R de 29 de agosto, debido a
que la misma no desarrolló dichos razonamientos.
En ese sentido, las autoridades ahora demandadas al haber señalado que el proceso penal se inició
con la querella presentada el 21 de abril de 2014 y notificada el 30 de junio del mismo año a la
impetrante de tutela, no tomaron en cuenta este último precedente constitucional y más bien
sustentaron su decisión en una Sentencia Constitucional Plurinacional, que no efectuó y menos validó,
el criterio que alegan como correcto; razón por la que, es evidente que vulneraron el derecho al
debido proceso de la accionante en sus elementos de fundamentación e igualdad ante la ley, al
haberse apartado del referido precedente constitucional, sin explicar las razones del por qué lo
hicieron, a pesar que por mandato constitucional es de carácter vinculante y obligatorio.
Por otro lado, las autoridades demandadas sustentaron de igual manera su decisión, en el hecho de
que la parte querellada no habría descontado los días feriados, los días inhábiles ni las vacaciones
judiciales en su auditoría jurídica; sin embargo, no tomaron en cuenta que acuerdo a lo desarrollado
en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, es obligación
de los jueces y tribunales de primera instancia, así como de los tribunales de apelación, efectuar la
auditoría jurídica en base a los datos del proceso, individualizando los actos procesales en los que
incurrieron el Órgano Judicial, el Ministerio Público, la víctima, el querellante o en su caso los
imputados y el tiempo de dilación de cada acto procesal, así como la complejidad del asunto, para
finalmente determinar lo que concierna en derecho; labor que deben realizarla en base a una debida
fundamentación y motivación, más aún si la decisión que lleguen a asumir será la de revocar la inicial
determinación que declaró la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso; toda vez
que, deben dar certeza al justiciable de que los datos en los que sustentan su fallo son objetivos,
razonables y ajustados a derecho; en ese sentido, correspondía que las autoridades demandadas, a
tiempo de revisar el fallo del inferior, desarrollen la auditoría jurídica e identifiquen los posibles errores
en los que se hubiese incurrido y señalar cual sería la manera correcta de hacerlo, refiriendo los
actuados dilatorios, precisando el cómputo correcto y los descuentos que debieron realizarse, para
luego finalizar indicando cual es el tiempo real transcurrido; no pudiendo por tal motivo, hacer una
simple afirmación de que no se cumplió con el plazo de los tres años, tal como sucedió en el caso
presente, puesto que los demandados se limitaron a mencionar que no se hizo el cálculo adecuado
y que por tal motivo no procedía la extinción solicitada; a más de ello, asumieron dicha determinación
sin tomar en cuenta lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo constitucional,
que alude que solo deben descontarse las vacaciones judiciales del cómputo para la extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso y no así los feriados ni días inhábiles como los sábados
y domingos; consiguientemente, al haber asumido un razonamiento diferente al precedente
constitucional desarrollado y sin explicar el por qué se apartaron del mismo, lesionaron el derecho al
debido proceso de la accionante, en sus elementos de fundamentación e igualdad ante la ley, por lo
que corresponde conceder la tutela solicitada por este punto.
Finalmente, respecto al criterio de que la imputada tuvo una actitud demasiado pasiva en el proceso
penal y que por cuyo motivo debía aplicar lo expresado en la SC 0449/2011-R, cabe precisar que la
El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus componentes de cosa
juzgada material y de fundamentación de las resoluciones, y a la defensa, citando al efecto los arts.
115.I y II, 119.II y 180.I de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 25.1 y 2 inc. a) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se otorgue la tutela, disponiendo: 1) Se deje sin efecto la Resolución de Alzada SP-AP
112/2018, debiendo las autoridades demandadas emitir una nueva debidamente fundamentada,
conminándoles a “…resolver conforme a las circunstancias emergentes en el tiempo entre la alzada
interpuesta y la decisión luego de más de dos años, como es mi agradecimiento de servicios…” (sic);
y, 2) Sea con costas y responsabilidad civil.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 21 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 340 a
358 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, ratificó el contenido de su acción de amparo
constitucional, y ampliándolo indicó que: i) Se trata de cuatro procesos disciplinarios que dan lugar
a la acción de amparo constitucional, así el proceso 45/2014 no se encuentra cuestionado por ninguna
acción constitucional; pero los procesos “003/2015” y “27/2015” que generaron este cuarto sumario
disciplinario, se encuentran cuestionados por dos amparos constitucionales; esto es reconocido en la
Resolución de Alzada SP-AP 112/2018, que es la que está cuestionada por la presente acción de
defensa, no teniendo conocimiento del resultado de dichas denuncias; ii) Cuando dos resoluciones
disciplinarias se encuentran en tela de juicio en sede constitucional, no es posible que sirva de
fundamento para derivar en falta gravísima; iii) No se está demandando el retorno a sus funciones;
iv) En tanto estén cuestionadas en sede constitucional las sanciones disciplinarias son inexistentes;
v) Los supuestos errores simplemente formales o que no inciden en la decisión de fondo, no pueden
ser argumentos para no conceder la tutela; pues, no son intrascendentes; vi) No es posible que
alguien que ya no es servidor judicial luego sea destituido; el agradecimiento de servicios de ningún
modo puede equipararse a una renuncia; vii) La SCP 0682/2017-S3 reconoció que están en su sede
dos acciones de amparo constitucional que cuestionan los dos procesos disciplinarios y entendió que
no es justiciable la instauración de un cuarto proceso; la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no
guarda coherencia con el entendimiento constitucional; y, viii) Lo resuelto en sede disciplinaria se
puede cuestionar por sede constitucional; “…no puede haber un cuarto proceso si hay dos procesos
que están cuestionados en sede constitucional, es una diferencia muy distinta a lo que se trató en
un víspera en una acción similar…” (sic).
El accionante señaló que la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no consideró en qué sentido se
valoró los dos procesos, si tiene valor o no; tampoco, la contradicción con la sentencia constitucional
plurinacional que en su oportunidad fue planteada, y no fue cumplida.
I.2.2. Informe de los demandados
Omar Michel Durán y Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejeros del Consejo de la Magistratura,
mediante sus representantes presentaron informe escrito el 17 de mayo de 2019, cursante de fs. 314
a 321, indicando que: a) La Resolución 119/2017 dejó sin efecto la Resolución SD-AP 430/2016, que
fue confirmada mediante SCP 0682/2017-S3, centrándose en que las autoridades de segunda
instancia no respondieron de manera motivada y congruente, respecto a que la interposición de las
acciones de amparo constitucional contra dos de las resoluciones emitidas que declaraban probada
la comisión de las faltas graves, se encuentran pendientes de revisión por este Tribunal; en este
contexto, en cumplimiento del fallo constitucional precitado, la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018
observó estrictamente sus alcances; el accionante en realidad denuncia su incumplimiento; b) El
antes nombrado apelando a cuestiones meramente formales, pretende que se ingrese a revisar
nuevamente el fondo de lo ya resuelto en una acción de amparo constitucional, esmerándose en
forzar la existencia de “hechos nuevos” en la Resolución impugnada, intentando crear la idea de que
los mismos no estarían vinculados a la primera acción de defensa, recurriendo a simples errores de
transcripción e irrelevantes constitucionalmente; c) La Resolución de Alzada SP-AP 112/2018
respondió específicamente a los aspectos por los cuales el Tribunal Constitucional Plurinacional otorgó
la tutela, correspondiéndole al impetrante de tutela, activar una queja por incumplimiento; y, d) El
prenombrado respondiendo a lo extrañado por el Tribunal Constitucional Plurinacional denunció que
no se valoró la prueba, refutando la manera en la que se cumplió lo ordenado por la SCP 0682/2017-
S3; e, introdujo un elemento que no fue objeto de decisión alguna en el amparo constitucional previo,
su destitución mediante Memorándum CM-DIR.NAL.RR.HH.-J 063/2017 en aplicación de la
transitoriedad; por lo que, solicitaron se deniegue la tutela, con costas, daños y perjuicios.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Boris David Gallardo Paredes, Representante de la Unidad de Transparencia Institucional de la Oficina
Departamental de Oruro del Consejo de la Magistratura, en audiencia señaló que: 1) Un nuevo
amparo está prohibido por normativa constitucional, la SCP 0682/2017-S3 claramente hizo mención
a lo que se reclama nuevamente; y, 2) El accionante cuestionó que no se pueden ejecutoriar estos
dos procesos por falta grave porque “…existían dos recursos constitucionales…” (sic); esto ya fue
conocido y resuelto por una anterior acción amparo constitucional, que concedió la tutela únicamente
en relación a la motivación y congruencia; por lo que, la entidad demandada dando cumplimiento al
precitado fallo constitucional emitió una nueva resolución fundamentada y congruente; entonces
tales hechos ya fueron dilucidados en su momento y las acciones constitucionales no pueden ser
utilizadas arbitrariamente, citando al efecto las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0057/2015-S3 de 20 de febrero, 1291/2015-S1 de 22 de diciembre y 0157/2015-S3 de 20 de febrero;
por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
66/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 359 a 366, denegó la tutela solicitada; bajo los siguientes
fundamentos: i) El accionante enfáticamente señaló que la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no
se halla debidamente fundamentada, no habiendo dado cumplimiento a lo dispuesto por la SCP
0682/2017-S3, que ordenó que se emita una nueva resolución respecto al cuarto proceso disciplinario
instaurado contra el peticionante de tutela; ii) En ese entendido, la jurisprudencia constitucional
determinó que en caso de presentarse acciones de amparo constitucional que emerjan de otra
resolución constitucional, no pueden ser impugnadas ni cuestionadas por esta vía; y, iii) En el caso
presente, los cuestionamientos de la acción de amparo constitucional se refieren a la Resolución de
Alzada SP-AP 112/2018 que fue dictada, a su vez, en función de lo dispuesto en la SCP 0682/2017-
S3 que ya realizó el análisis, consideración y fundamentación de lo que ahora reclama el
prenombrado; de manera que este Tribunal se encuentra impedido de ingresar a analizar la
problemática planteada en el fondo, correspondiendo que el impetrante de tutela acuda, si incumbe,
al recurso de queja.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso disciplinario seguido contra Agustín Flores Calle -ahora accionante-,
mediante Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016 de 8 de julio, el Tribunal Disciplinario
Primero de la Oficina Departamental de Oruro del Consejo de la Magistratura, resolvió declarar
PROBADA la denuncia interpuesta contra el disciplinado, por la comisión de la falta disciplinaria
gravísima prevista en el art. 188.I.11 de la LOJ -“…Por la comisión de una falta grave cuando la o el
servidor judicial hubiera sido anteriormente sancionado por otras dos (2) graves…” (sic)-,
imponiéndole la sanción de DESTITUCIÓN de su cargo (fs. 88 a 94).
II.2. El 19 de julio de 2016, el hoy accionante presentó recurso de apelación contra la Resolución
Administrativa Disciplinaria 18/2016 (fs. 100 a 104).
II.3. Mediante Resolución SD-AP 430/2016 de 18 de agosto, Cristina Mamani Aguilar y Roger Gonzalo
Triveño Herbas, exmiembros de la Sala Disciplinaria del Consejo de la Magistratura, resolvieron
confirmar totalmente la Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016 (fs. 117 a 118 vta.).
II.4. Por Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 de 11 de julio, los Consejeros demandados,
resolviendo el recurso de apelación del accionante y citando la SCP 0682/2017-S3, determinaron
CONFIRMAR en su totalidad la Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016, declarando
PROBADA la comisión de la falta disciplinaria gravísima contenida en el art. 188.I.11 de la LOJ,
imponiéndole la sanción de DESTITUCIÓN de su cargo (fs. 194 a 199 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus componentes de cosa
juzgada material y de fundamentación de las resoluciones, y a la defensa, por cuanto dentro del
proceso disciplinario que se le siguió, la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 de 11 de julio incurrió
en errores formales trascendentes; no consideró que dos de las causas por faltas graves están
cuestionadas por acciones de amparo constitucional ni que la SCP 0682/2017-S3 señaló que no es
admisible la instauración de un cuarto proceso cuando dos casos anteriores se encuentran en el
Tribunal Constitucional Plurinacional en revisión, y en cuanto a su prueba indicó que no la
fundamentó, no advirtiendo el entredicho a la cosa juzgada de los dos sumarios referidos; tampoco
observó que el Consejo de la Magistratura emitió el Memorándum CM-DIR.NAL.RR.HH.-J 063/2017
de 9 de mayo agradeciendo sus servicios.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. La improcedencia de la acción de amparo constitucional a efectos de solicitar el
cumplimiento de lo dispuesto en una anterior
Sobre la temática, la SCP 0416/2015-S1 de 30 de abril estableció: [Respecto a la denuncia de
incumplimiento de las resoluciones de amparo constitucional, existe uniforme entendimiento
jurisprudencial, en el sentido de señalar que la interposición de acciones constitucionales no es la vía
idónea para solicitar su cumplimiento; en ese sentido la SCP 0008/2012 de 16 de marzo, expresó
que: «…cuando las autoridades accionadas no dan cumplimiento a lo dispuesto por el juez
de garantías, dentro de acciones de libertad o amparo constitucional, el accionante debe
acudir ante el mismo juez de garantías que emitió la resolución, o en su caso a la vía
ordinaria para hacer cumplir la misma; puesto que no corresponde presentar una nueva acción tutelar
contra las mismas autoridades ya demandadas en una acción tutelar anterior».
Consecuentemente, la acción tutelar resulta ineficaz para el cumplimiento de una resolución de
amparo constitucional, tal como también se razonó en la SCP 0344/2012 de 22 de junio, que señaló:
«Antes de ingresar al análisis de la problemática planteada, cabe mencionar la
jurisprudencia constitucional que fue emitida con anterioridad en supuestos similares.
Así se tiene que la SC 0591/2010-R de 12 de julio, refiriéndose a la falta de idoneidad en
la presentación de una acción tutelar para lograr el cumplimiento de resoluciones de
hábeas corpus -hoy acción de libertad- y amparo constitucional, señaló: “Las
resoluciones de la jurisdicción constitucional, deben ser cumplidas a través de los
mecanismos que franquea la ley, no pudiendo activarse la acción de amparo
constitucional, con el único fin de buscar el cumplimiento de las resoluciones
pronunciadas en un anterior amparo constitucional. Al respecto, se debe señalar que el
amparo constitucional está regido por el principio de subsidiariedad, el mismo que, de acuerdo a la
SC 1548/2003-R de 30 de octubre, implica que: ‘…el recurso de amparo por su naturaleza subsidiaria,
es viable en la medida en que el recurrente previamente agote los medios ordinarios o administrativos
de defensa para la tutela de derechos fundamentales o garantías constitucionales puesto que esta
acción extraordinaria pone término al conjunto de medios procesales que tienen el mismo objeto,
que es el de otorgar tutela cuando se evidencia que una persona o un particular ha realizado actos
ilegales u omisiones indebidas que restrinjan, supriman o amenacen restringir intereses dignos de
protección jurídica…’”».
En ese contexto, la jurisprudencia constitucional, en fallos uniformes ha establecido que la denuncia
de incumplimiento de lo dispuesto por acciones tutelares debe ser de conocimiento del tribunal o
juez de garantías, que conoció la causa, en ese sentido, la SCP 0243/2012 de 29 de mayo, refirió:
«En ese mismo entendimiento, es decir sobre el supuesto incumplimiento a resoluciones
pronunciadas en acciones tutelares: “Este Tribunal en su amplia jurisprudencia
estableció que ante la eventualidad de un acto de resistencia, desobediencia o
incumplimiento de una Sentencia Constitucional, el accionante debe acudir ante el Juez
o Tribunal que conoció la acción tutelar, por ser ésa autoridad la llamada a hacer cumplir sus
propias determinaciones”».
En ese mismo sentido, y en resguardo del derecho de acceso a la justicia, para el caso de
incumplimiento de las resoluciones emitidas en acciones tutelares por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, el ACP 0005/2012-O de 30 de octubre, sostuvo: «A los fines de garantizar el derecho
de acceso a la justicia, las resoluciones emanadas del Tribunal Constitucional Plurinacional, deben
ser cumplidas en su integridad. Ante un eventual incumplimiento, el afectado tiene la facultad de
acudir a todos los recursos establecidos en el sistema jurídico nacional, hasta conseguir la
materialización de la determinación. En un Estado Democrático de Derecho todos estamos compelidos
a acatar y obedecer las resoluciones emanadas de una autoridad competente, sin importar si las
mismas son favorables o no a sus intereses, con mayor razón, si de por medio se compromete la
vigencia de los derechos y garantías constitucionales. A cuyo efecto, ante una resistencia de los
servidores públicos o personas particulares en la observancia de las determinaciones judiciales, el
Tribunal de garantías tiene el deber de asegurar que las decisiones del máximo intérprete de la
Constitución Política del Estado sean cumplidas sin ninguna demora; por cuanto, se trata de
resguardar derechos fundamentales. El derecho de acceso a la justicia no significa acudir únicamente
a las autoridades judiciales y obtener una decisión de ellas, al contrario, dicha determinación debe
tener una ejecución pronta y oportuna, pues ella significa la culminación favorable del debido proceso.
Ahora bien, es importante considerar el contenido del art. 16 del Código Procesal Constitucional
(CPCo), cuya norma señala:
“I. La ejecución de una Resolución Constitucional con calidad de cosa juzgada, corresponde al juzgado
o tribunal que inicialmente conoció la acción.
II. Corresponderá al Tribunal Constitucional Plurinacional conocer y resolver las quejas por demora o
incumplimiento en la ejecución antes referida; asimismo le corresponde la ejecución en los procesos
que directamente se presenten ante el mismo”.
Entonces, la tarea de hacer cumplir y ejecutar los fallos emanados de este Tribunal, le corresponden
a la autoridad que conoció la acción en su condición de juez o tribunal de garantías; sin embargo, las
quejas por demora e incumplimiento de las resoluciones deben ser resueltas por el Tribunal
Constitucional Plurinacional.
Las demandas de incumplimiento o demora en la ejecución, deben ser probadas de manera íntegra
y en todos sus extremos por el denunciante; es decir, la carga probatoria le corresponde a la parte
que acudió en queja a este Tribunal, para que en esta instancia se determinen las responsabilidades
y, en su caso, se adopten las sanciones necesarias».
«…En este entendido, la acción de amparo constitucional no constituye un mecanismo para exigir el
cumplimiento de resoluciones pronunciadas en una anterior acción, toda vez que éstas deben ser
cumplidas a través de los mecanismos establecidos por ley, o lo que es lo mismo, no existe la
posibilidad de acudir a esta acción de defensa, pretendiendo la ejecución o cumplimiento de una
resolución de amparo constitucional emitida anteriormente, pues de ser admitida esa situación, se
desnaturalizaría la dimensión procesal de dicha acción, restándole efectividad a las resoluciones
pronunciadas en acciones tutelares»] (las negrillas pertenecen al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el accionante se centra en que dentro del proceso disciplinario que se le siguió, la Resolución de
Alzada SP-AP 112/2018 de 11 de julio incurrió en errores formales trascendentes; no consideró que
dos de las causas por faltas graves están cuestionadas por acciones de amparo constitucional ni que
la SCP 0682/2017-S3 señaló que no es admisible la instauración de un cuarto proceso cuando dos
casos anteriores se encuentran en el Tribunal Constitucional Plurinacional en revisión, y en cuanto a
su prueba indicó que no la fundamentó, no advirtiendo el entredicho a la cosa juzgada de los dos
sumarios referidos; tampoco observó que el Consejo de la Magistratura emitió el Memorándum CM-
DIR.NAL.RR.HH.-J 063/2017 de 9 de mayo agradeciendo sus servicios.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal y de lo referido en las Conclusiones de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional se evidencia que, dentro del proceso disciplinario seguido
contra Agustín Flores Calle -ahora accionante-, mediante Resolución Administrativa Disciplinaria
18/2016 de 8 de julio, se declaró PROBADA la denuncia interpuesta contra el disciplinado, por la
comisión de la falta disciplinaria gravísima prevista en el art. 188.I.11 de la LOJ -“…Por la comisión
de una falta grave cuando la o el servidor judicial hubiera sido anteriormente sancionado por otras
dos (2) graves…” (sic)-, imponiéndole la sanción de DESTITUCIÓN de su cargo (Conclusión II.1);
el 19 de julio de 2016, el peticionante de tutela presentó recurso de apelación contra la mencionada
sentencia disciplinaria (Conclusión II.2); a través de la Resolución SD-AP 430/2016 de 18 de agosto,
se resolvió confirmar totalmente el citado fallo disciplinario (Conclusión II.3).
Cuestionando el referido fallo, el disciplinado interpuso una primera acción de amparo constitucional
contra la Resolución SD-AP 430/2016, alegando en la referida acción tutelar la lesión de sus derechos
al debido proceso en sus elementos de motivación, razonabilidad, valoración de la prueba y
congruencia, a la presunción de inocencia, el principio non bis in ídem, a la defensa y al trabajo,
señalando que en el proceso disciplinario seguido en su contra, fue indebidamente sancionado con
la destitución de su cargo, ya que los Consejeros demandados: “a) Incurrieron en una motivación
arbitraria, falta de coherencia e incongruencia omisiva, pues omitió pronunciarse respecto a su
certificación de antecedentes disciplinarios, expresando que la sanción de destitución no amerita
atenuantes ni agravantes, tampoco respondió lo referido a las Resoluciones de los Casos
003/2015 y 027/2015 que se encuentran en revisión en el Tribunal Constitucional
Plurinacional cuyo resultado será determinante a efectos de imponer la sanción; b) Si bien
efectuaron la cita del art. 40 de la LPA, no establecieron el nexo de causalidad con la Norma Suprema,
ni aclararon adecuadamente el supuesto fáctico y la consecuencia jurídica puesta a su consideración,
toda vez que el tipo infraccional por el que fue acusado, requiere de la comisión de una
falta grave y la sanción de otras dos faltas graves anteriores, sobre las cuales en este
caso existen interpuestas dos acciones de amparo constitucional que se encuentran en
revisión, debiendo en todo caso aplicarse los principios de favorabilidad y protector como
fundamento de la interpretación legal; y, c) Restringieron su derecho al trabajo y su vinculación al
debido proceso, debido a que la desvinculación laboral se realizó sin respetar el debido proceso
administrativo” (las negrillas nos corresponden [SCP 0682/2017-S3]).
Siendo resuelta la indicada acción de defensa, mediante Resolución 119/2017 de 11 de mayo,
pronunciada por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, que
concedió en parte la tutela impetrada, ordenando entre otros, dejar sin efecto la Resolución SD-
AP 430/2016, disponiendo que se emita una nueva resolución de alzada, también quedan sin efecto
todos los actuados posteriores a ella; posteriormente la SCP 0682/2017-S3, decidió CONFIRMAR la
Resolución 119/2017, y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, únicamente en relación al
derecho al debido proceso en sus elementos de motivación y congruencia, dejando sin efecto la
Resolución SD-AP 430/2016, determinando que se dicte un nuevo fallo de alzada, observando los
alcances expuestos en dicha Sentencia Constitucional Plurinacional.
En cumplimiento de la SCP 0682/2017-S3, los Consejeros ahora demandados, pronunciaron la
Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 que resolviendo el recurso de apelación del accionante
CONFIRMÓ en su totalidad la Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016, declarando
PROBADA la comisión de la falta disciplinaria gravísima contenida en el art. 188.I.11 de la LOJ,
Municipal, en relación al pedido de personalidad jurídica exigido por la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro, se concluyó que los peticionantes debían adjuntar acta de fundación, estatuto orgánico
y reglamento interno de su comunidad, a los fines de que se atienda su petición; c) Por nota de 29
de ese mes y año, Ponciano Poma Ticona y otras autoridades originarias, anexaron fotocopia simple
de acta de reconocimiento; actas de posesión, de fundación y de reunión ordinaria; pero se observó
que no acompañaron el acta de conformidad o certificación de las comunidades colindantes, estatuto
orgánico y reglamento interno; asimismo, advirtieron que sobre las notas presentadas por los
impetrantes de tutela de 24 de julio, 21 de diciembre del 2018 y 8 de febrero de 2019, no incluyeron
la documental extrañada; d) En sesión ordinaria 27 de 25 de abril de dicho año, se pidió la
incorporación en la agenda el informe respecto a la solicitud de resolución municipal, para la
obtención de personalidad jurídica, el Pleno del Concejo Municipal, rechazó la inclusión de ese tema
en la agenda a tratar.
Ponciano Poma Ticona, el 26 de abril de ese año, solicitó que no se dé curso al trámite realizado por
Evaristo Quispe Ticona con relación a la otorgación de la personería de la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro; por otra parte Marcos Mamani, Jilir Jacha Mallku Ejecutivo Chaki Tupak Katari de la
provincia Ingavi, el 30 de abril de 2019, adjuntó certificación en la que se establece que dicha
comunidad es Subcentral Hilata Norte de la Marka Jacha Hilata que se encuentra legalmente afiliada
a ese ente matriz; por nota de 6 de mayo del mismo año, firmada por Fernando Poma Mamani, Jacha
Jilir Mallku Ejecutivo Jacha Marka Originario de Viacha, por Voto Resolutivo 01/2019, se resolvió pedir
el respeto de sus usos y costumbres y llamando al diálogo entre las partes interesadas, para analizar
el reconocimiento de sus comunidades; y, d) El 7 de mayo del referido año, se convocó a Sesión
Ordinaria 029, encontrándose en agenda el informe de solicitud de reconocimiento de la comunidad
originaria citada, al no existir quórum reglamentario se determinó su reinstalación en dos
oportunidades, sin acudir los Concejales Municipales; inclusive en una de las sesiones se encontraban
presentes los pobladores de la comunidad peticionante y ante la imposibilidad, se logró el compromiso
de convocar a los Concejales ausentes a la Sesión Extraordinaria 02/2019, para el 8 de mayo, en esa
fecha se instaló la misma y deliberó sobre el Informe con CITE: CMV/C.STRIA/HVH/011/2019,
emitiendo cada uno de los Concejales su posición respecto a la existencia de la comunidad orginaria
Cutini Chonchocoro, luego de someterse a votación, el resultado fue de ocho votos en contra; por lo
que, el Pleno del Concejo Municipal resolvió rechazar la petición efectuada, emitiendo una respuesta
fundamentada; en ese sentido no se vulneró ningún derecho de los impetrantes de tutela, por lo que
pidieron se deniegue la tutela.
Olga Morales Cáceres, Agustina Quispe Peña, David Bautista Choque y Wilson Vargas Villca, no
presentaron informe escrito pese a su notificación cursante a fs. 62, 64, 66 y 67, respectivamente.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
074/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 548 a 550 vta., concedió la tutela, con los siguientes
fundamentos: 1) El art. 24 de la CPE, se encuentra redactado dentro de la categoría de los derechos
civiles, cuando se aduce a la petición, ya sea requiriendo resoluciones, copias, informes,
certificaciones u otros análogos, dentro de cualquier trámite o proceso, la autoridad peticionada tiene
el deber de responder en el menor tiempo posible y de forma clara; se vulnera ese derecho cuando
existe la negativa en recibirla o se obstaculiza su presentación, no responderla en un plazo razonable,
de manera clara, precisa, completa y congruente; 2) El 24 de julio de 2018, las autoridades de la
comunidad originaria Cutini Chonchocoro, pidieron al Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de
Viacha extenderles la resolución municipal que reconozca a su comunidad como tal, misma que fue
reiterada el 21 de diciembre de 2018; 8 de febrero y 26 de abril de 2019, a pesar de existir
compromiso el 30 de abril del mismo año, la autoridades ediles, no se dignaron en responder la
solicitud efectuada, ya sea de forma positiva o negativa, mucho menos emitieron la resolución
impetrada; al contrario esperaron que los peticionantes de tutela, interpongan la presente acción,
para únicamente hacer conocer que en Sesión Extraordinaria 02/2019, el Concejo de esa entidad edil
resolvió rechazarla, por no cumplir con los documentos exigibles, cuando dicha omisión debieron
hacerla conocer en su debido momento, para que subsanen las literales extrañadas o en su caso se
realicen las impugnaciones respectivas y otorgarles un plazo determinado para dicho efecto, con la
advertencia de que al no hacerlo podrían rechazar la pretensión jurídica; y, 3) Por la falta de
respuesta material y en tiempo, corresponde conceder la tutela, disponiendo que las autoridades
demandadas respondan en forma motivada, formal, pronta y oportuna a las peticiones efectuadas,
en el plazo de cuarenta y ocho horas de su notificación.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial interpuesto el 24 de julio de 2018, Bernardo Quispe Ticona y otros, como
autoridades de la comunidad originaria Cutini Chonchocoro del departamento de La Paz, solicitaron
al Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha, se emita una resolución municipal para la
otorgación de su personalidad jurídica (fs. 30 y vta.); asimismo, por Oficio de 21 de diciembre del
citado año, a tiempo de pedir la emisión de la resolución municipal correspondiente, adjuntaron entre
otras, la Resolución 02/2013 de 7 de abril, por la que, se resolvió conformar y organizar una nueva
comunidad (fs. 31 a 32).
II.2. A través de nota presentada el 8 de febrero de 2019, Ponciano Poma Ticona y otros, reiteraron
su mismo pedido (fs. 33 a 34); de igual manera, mediante memorial de 26 de abril del citado año,
volvieron a insistir en su solicitud, argumentando que cumplieron con los registros y que cuentan con
la Resolución 02/13, de la Marka Jacha Hilata de la Sub Central Hilata Norte, además reconocimiento
de diez Markas del Congreso de Taraco por Resolución 23/18 de 13 de noviembre (fs.35 y vta.).
II.3. Consta acta de reunión de Concejales y autoridades de la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro de 30 de abril de 2019, en la que se incluyen tres puntos concluidos: i) Recomendar a
la Concejal “Heydi V.” analizar la última documentación de la solicitud de la comunidad impetrante;
ii) Conforme a los principios del vivir bien y la paz social, presentar el informe conclusivo; y, iii)
Recomendar al Pleno y a la Concejal Secretaria, agendar el trámite para el 7 de mayo de dicho año
a horas 8:30; suscribiendo la misma el Presidente y Concejales, así como Ponciano Poma Ticona (fs.
36 y vta.).
II.4. Del acta de reunión (sin fecha), se advierte que las autoridades de la comunidad originaria
Cutini Chonchocoro estuvieron presentes en el Concejo Municipal de la institución edil, sin que pueda
instalarse la sesión; por lo que, se determinó convocar a una nueva, para el día miércoles -no
especifica fecha- en horas de la tarde y jueves se trataría el informe presentado, así como la emisión
de la resolución impetrada (fs. 37 y vta.).
II.5. Mediante oficio interpuesto el 28 de marzo del citado año, Ponciano Poma Ticona y otros de la
Comunidad originaria Cutini Chonchocoro, adjuntaron el acta de reconocimiento de la zona, de
posesión y fundación, concluyendo que estarían a la espera de respuesta favorable (fs. 166). A tal
efecto el Presidente del Concejo Municipal, por Oficio CITE PDTE/CMV/WEG/305/2019 de 2 de abril,
remitió la documentación complementada a la Concejal Secretaria, a los fines del análisis respectivo
(fs. 164).
II.6. A través de los oficios CITE PDTE/CMV/WEG/169/2019 de 13 de febrero; CITE
PDTE/CMV/WEG/1260/2019 de 28 de diciembre de “2018”; y, CITE PDTE/CMV/WEG/788/2018 de 15
de agosto, suscrito por el Presidente del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha, dirigido
a la Concejal Secretaria de esa entidad edil, remite las notas de la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro, referente a la solicitud de resolución municipal, para que se analice y emita la respuesta
correspondiente. Además, se adjuntó la nota de la Marka Batalla de Ingavi, quienes emitieron
pronunciamiento para que no se dé curso a los pedidos de resolución para la obtención de la
personería jurídica de las comunidades Quipaquipani, Choquenaira y Cutini Chonchocoro, a objeto de
su análisis y emisión de respuesta (fs. 195, 346 y 373).
II.7. Acta de Sesión Extraordinaria 002 de 8 de mayo de 2019, en cuyo tema a tratar, se consigna,
el informe respecto a la solicitud de resolución municipal para la obtención de la personalidad jurídica
de la comunidad citada precedentemente, petición que fue analizada y sometida a votación, con
resultados de ocho votos por el rechazo del pedido y dos de abstención; por lo que siendo mayoría,
a través de la Presidencia del Concejo se requirió fundamentar la determinación, toda vez que las
autoridades impetrantes podrían acudir a otras instancias (fs. 461 a 488).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian como lesionado su derecho a la petición; toda vez que desde el 24 de
julio de 2018, solicitaron al Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha del departamento
de La Paz, la emisión de la resolución municipal respectiva, para la obtención de la personalidad
jurídica en favor de la comunidad originaria Cutini Chonchocoro, a pesar de las reiteradas peticiones
efectuadas el 21 de diciembre 2018; 8 de febrero, 28 de marzo y 26 de abril todas de 2019, no
tuvieron respuesta hasta el 13 de mayo de dicho año, oportunidad en la que interpusieron la presente
acción tutelar, a pesar de haber suscrito con el Presidente y Concejales de la entidad edil,
compromisos en acta, para que la solicitud efectuada sea tratada en sesión del Concejo Municipal de
Viacha.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho a la petición, su alcance y contenido
El art. 24 de la CPE, establece que “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este
derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario”; por otra parte, en cuanto
al derecho a la petición, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en el art.
XXIV, ha dispuesto que: “Toda persona tiene derecho de presentar peticiones respetuosas a
cualquiera autoridad competente, ya sea por motivo de interés general o particular, y el de obtener
pronta resolución”; advirtiendo de las normas transcritas que ante la petición efectuada por toda
persona, el elemento concluyente o el contenido del mismo es la respuesta formal que se genere, ya
sea de forma afirmativa o negativa, pero con el fundamento necesario y absolviendo el objeto de lo
solicitado; en cuanto al alcance de la petición, al ser esta de interés particular o general, importa que
la respuesta sea de manera oportuna y eficaz. Al respecto, la SC 0189/2001-R de 7 de marzo,
reiterada por las SSCC 1930/2010-R y 0723/2011-R, entre otras, precisó en relación al derecho a la
petición: “…como la potestad, capacidad o facultad que tiene toda persona de formular quejas o
reclamos frente a las conductas, actos, decisiones o resoluciones irregulares de los funcionarios o
autoridades públicas o la suspensión injustificada o prestación deficiente de un servicio público, así
como el de elevar manifestaciones para hacer conocer su parecer sobre una materia sometida a la
actuación de la administración o solicitar a las autoridades informaciones; en sí es una facultad o
potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual o colectivamente, ante las autoridades o
funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener una pronta resolución, ya que sin
la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería de efectividad el
derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición,
cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta
resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin embargo,
el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida
podrá ser positiva o negativa” (el resaltado nos pertenece).
Asimismo, la SC 2277/2010-R de 19 de noviembre, señaló: “El derecho a petición, formulado ante
instancias administrativas u órganos jurisdiccionales, significa que el servidor público o privado al
cual va dirigida está obligado a dar respuesta, que debe generar satisfacción de parte de quien la
recibe y que permita afirmar que el derecho de petición tiene un sentido, eficacia, que es un
instrumento realmente dinámico. La petición necesita ser contestada, argumentada, lo que
implica ser atendida, sin que admita el silencio como respuesta o la respuesta sin
motivación.
El respeto del derecho de petición depende de quién lo practica y que esté bien expresada, dado que
en función a ello los servidores públicos o privados darán debida respuesta, como expresión de
respeto a los derechos de las personas y de los instrumentos jurídicos” (el resaltado es propio).
Por su parte, las SSCC 1541/2002-R de 16 de diciembre y 1121/2003-R de 12 de agosto, entre otras,
en relación a la respuesta a la que están obligados los servidores públicos, precisó: “…no puede
quedar en la psiquis de la autoridad requerida para resolver la petición, ni al interior de la
entidad a su cargo, sino que debe ser manifestada al peticionante, de modo que este
conozca los motivos de la negativa a su petición, los acepte o busque impugnarlos en otra
instancia que le franquee la Ley” y la SC 1159/2003-R de 19 de agosto, al señalar que: “…el derecho
de petición se encuentra satisfecho no únicamente por una respuesta emitida por la autoridad, sino
una vez que dicha autoridad haya resuelto o proporcionado una solución material y sustantiva al
problema planteado en la petición, sin que se limite a una consecuencia meramente formal y
procedimental” (el resaltado nos pertenece)
Asimismo, corresponde precisar en relación a la importancia del derecho a la petición como derecho
fundamental y la consecuencia o resultado que tiene cuando se vulnera el mismo, sobre la base de
lo previsto en la Constitución Política del Estado y en lo referido por la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, la SCP 0830/2015-S2 de 12 de agosto, indicó que: «Del espíritu de
las normas citadas precedentemente se colige el reconocimiento del derecho de petición como
derecho fundamental inherente a la persona humana, en efecto, la eficacia del derecho objeto de
estudio permite a las personas dirigirse a los poderes públicos, autoridades y personas particulares,
formulando peticiones con contenidos diversos y obtener respuestas a las mismas.
Estado Social y Democrático de Derecho se caracteriza entre otros aspectos, en que los depositarios
del poder público se pongan al servicio de la sociedad. En este sentido, el derecho de petición se
configura sobre la base de dos presupuestos indisolubles entre sí; es decir, el contenido esencial del
derecho objeto de análisis, descansa sobre dos pilares esenciales; primero, la facultad que tiene toda
persona de formular peticiones, escritas o verbales, individuales o colectivas, ante los órganos del
poder público, autoridades y personas particulares, cuya única condición -de acuerdo al texto
constitucional precedentemente citado- es la “identificación del peticionario”; y, segundo, recibir una
respuesta clara, precisa, concreta, de fondo y dentro de un plazo razonable. Entonces, la vigencia
plena del derecho de petición supone la sinérgica concurrencia de ambos presupuestos.
En el contexto de lo referido precedentemente, la vulneración del derecho de petición implica
la existencia de cualquier tipo de obstáculos o impedimentos destinados a neutralizar la
formulación de peticiones escritas y verbales ya sean estos de carácter individual o
colectivo; asimismo, también implica transgresión del mismo, cuando los órganos,
autoridades y personas ante quienes se dirige el petitorio, omiten efectuar una
respuesta, o la responden de manera evasiva, infundada, incongruente, fuera de una
plazo razonable o, cuando pese a existir una respuesta concreta no la ponen en
conocimiento del solicitante de manera pronta y oportuna, provocando incertidumbre en
el solicitante. En este sentido, el derecho de petición no se satisface necesariamente con
una respuesta positiva o en la medida que satisfaga las perspectivas del peticionante,
sino que, una contestación aunque negativa también garantiza la eficacia del derecho
analizado, siempre que sea emitida de manera coherente, congruente y dentro de un
plazo razonable, para luego comunicar a la persona solicitante o por lo menos
asegurándose que el solicitante asumió conocimiento del mismo.
El entonces Tribunal Constitucional, pronunció diferentes fallos sobre el derecho de petición; así, la
SC 0776/2002-R de 2 de julio, sostuvo que la trasgresión del referido derecho surge: “…cuando la
autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atiende; es decir, no la
tramita y la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley, de forma que
cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones del por qué no se
la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la misma, en cualquiera de estos casos
donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera razonable, se tendrá
como se dijo vulnerado el derecho”.
(…)
Al no contar con respuesta, la petición fue reiterada en cuatro oportunidades mediante memoriales
de 21 de diciembre de 2018, 8 de febrero, 28 de marzo y 26 de abril todas de 2019, conforme consta
en las Conclusiones II.1, 3 y 5; inclusive en la penúltima nota presentada, se adjuntó la documental
requerida; sin embargo, de acuerdo a las literales que se señalan en la Conclusión II.6, el Presidente
del Concejo Municipal de Viacha, por oficio con CITE PDTE/CMV/WEG/1260/2019 de 28 de diciembre
dirigido a la Concejal Secretaria Heydi Ventura Huallpara, el 7 de enero del mismo año recién remitió
el pedido invocado por la comunidad originaria Cutini Chonchocoro; es decir, después de más de
cinco meses. Por lo que ante la demora de recibir una respuesta efectiva, los ahora peticionantes de
tutela tuvieron que acudir nuevamente al Concejo Municipal de Viacha y lograr el compromiso de que
su petición sería tratada en sesión de 7 de mayo del citado año, misma a la que no asistieron varios
concejales, posponiéndola para el 8 del mismo mes y año, oportunidad en la que declararon sesión
extraordinaria y determinaron rechazar la solicitud de otorgación de personería jurídica en favor de
la indicada comunidad; sin embargo, el Concejo Municipal, no emitió resolución alguna formal sobre
la decisión asumida.
Si bien es cierto que entre los meses de agosto y siguientes de 2018, hubieron representantes de
otras comunidades como la de la Marka Batalla Ingavi, que solicitaron al referido Concejo, no dar
curso a la petición efectuada por la comunidad de Cutini Chonchocoro y que dicha situación indujo a
los Concejales a pedir informes y documentación complementaria, la que adjuntaron los ahora
impetrantes de tutela; no es menos evidente que, una vez efectuada la petición de contar con
resolución que determine su personería jurídica, no fue atendida de manera inmediata a través de
los servidores públicos ediles, provocando esa situación no solamente reiteradas solicitudes mediante
memoriales, sino también las visitas al Concejo Municipal de Viacha para a averiguar sobre sus
resultados, logrando inclusive el compromiso de los Concejales para convocar a sesión y tratar su
petición en la misma. Dicha situación, evidencia la vulneración al derecho a la petición; pues conforme
se desprende de la jurisprudencia constitucional citada, no existe una respuesta formal a través de
la cual de manera fundamentada se haya aceptado o negado otorgar personería jurídica a la
comunidad y hasta el momento de la interposición de la acción tutelar, no fueron notificados con
ninguna contestación.
El art. 24 de la CPE, expresa que el derecho a la petición implica una respuesta formal y pronta y
que no exige mayor requisito que la identificación del peticionario; es decir, que se constituye no solo
en un derecho sino en un instrumento o herramienta a través de la cual, las personas pueden exigir
información y respuestas de las autoridades administrativas públicas y privadas, pues lo que se
persigue al ejercitar el citado derecho es lograr un beneficio ya sea general, individual o colectivo a
través de la comunicación eficaz.
Conforme se señaló, al ejercitar el derecho a la petición en entidades públicas, el desarrollo y
desempeño de la función pública conlleva la responsabilidad de quienes se desenvuelven como
servidores, más aún cuando dicho servicio se encuentra establecido en favor del pueblo. Es así que
en la Norma Suprema, en su art. 235, estipula que la administración pública se rige por los principios
de legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e interés social, eficiencia, responsabilidad y
resultados; y, el art. 233 de la misma, ha previsto que son servidores y servidoras públicos las
personas que desempeñan funciones públicas; es decir, son aquellas y aquellos que desarrollan un
cargo subordinado al Estado y están obligados a actuar según los citados principios; en virtud a los
mismos, la sociedad en su conjunto ya sea de manera individual o colectiva, en busca de un interés
propio o común, acude a la instancia pública a los fines de encontrar respuesta a sus peticiones y
sobre todo a sus necesidades; correspondiendo que estos actúen con legalidad, transparencia, pero
sobre todo atiendan aquellos requerimientos efectuados por la sociedad civil, de manera oportuna,
respondiendo positiva o negativamente lo impetrado y tomando en cuenta que la demora de cualquier
trámite de orden administrativo, hace ineficaz la administración pública y vulnera el derecho a la
petición del administrado.
En el caso en particular, la comunidad originaria Cutini Chonchocoro de la provincia Ingavi del
departamento de La Paz, presentó una solicitud de carácter colectivo como es lograr que el Concejo
Municipal de Vicha emita resolución otorgándoles personería jurídica, que desde julio de 2018 no fue
atendida, pues a la fecha no se cuenta con respuesta oportuna, dentro de un plazo razonable,
tampoco tiene una notificación con determinación fundamentada ya sea positiva o negativa; al
contrario, conforme se ha descrito, las autoridades ediles de manera posterior a la petición y
reiteraciones efectuadas, recién remitieron dichas solicitudes después de más de cinco meses al
Concejo Municipal para su análisis y consideración; es decir, que las autoridades demandadas,
omitieron cumplir con su obligación de servicio a la sociedad, principal función para la que fueron
elegidos en su momento y dar respuesta efectiva a la referida comunidad originaria, vulnerando su
derecho a la petición; pues, al presente si bien se realizó una Sesión Extraordinaria del Concejo
Municipal de Viacha el 8 de mayo de 2018, en la que trataron el informe referido a la petición de la
citada comunidad, habiéndose producido inclusive votación para emitir resolución con ocho votos en
contra del pedido efectuado y a través de Presidencia de la citada instancia edil, se impetró que se
fundamente la decisión; sin embargo, dicha resolución no fue puesta en conocimiento de la parte
impetrante de tutela; no consta notificación alguna que muestre la decisión a la que arribaron las
autoridades demandadas; aún manifiesten en el informe presentado por las mismas, que existe una
resolución emitida en relación específica al pedido que emergió de la reunión de Concejo.
En ese contexto, se advierte que no existe una respuesta formal de la instancia edil, con criterio de
oportunidad; evidenciándose que las autoridades demandadas vulneraron el derecho constitucional
a la petición.
En consecuencia, la Sala Constitucional Tercera, al conceder la tutela solicitada, obró de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 074/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 548 a 550
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y, en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos dispuestos por la
referida Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
impetrante de tutela, además que dichos estudios los realizan cada cuatro años, frente a su
disconformidad con el efectuado, tendría dos opciones: a) Solicitar la recalificación ante la misma
entidad, con la presentación de nuevos insumos traducidos en informes médicos que consideren
pertinentes para ser revalorizados; y, b) En caso de susceptibilidad o alguna duda podría acudir a la
instancia nacional consistente en el CONALPEDIS del Ministerio de Salud; iii) Existe contradicción
entre la valoración realizada el 2013 que estableció un grado más alto de discapacidad y la del 2018,
en que disminuyó la misma, lo cual sería producto de los cuidados de su entorno familiar, situación
que perjudicaría al accionante para acceder a los beneficios otorgados por el Estado; y, iv) No es
evidente que la autoridad demandada hubiese lesionado o desconocido los derechos del impetrante
de tutela; toda vez que, está supeditado a la apreciación efectuada por el SEDES, que puede ser
mejorada o ampliada en la aludida instancia departamental o nacional, donde pueden hacer valer sus
derechos; no pudiendo abordar de manera directa el análisis pretendido y disponer la calificación en
mayor grado, al ser una situación compleja vinculada al estado de salud; en ese sentido, no podría
superarse el principio de subsidiariedad, debiendo el peticionante de tutela activar los mecanismos
de valoración expuestos por dicha autoridad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta formulario para calificación de discapacidad (área médica) de 16 de agosto de 2013,
que estableció un porcentaje de discapacidad global del 69% de Leonel Joseph Richter Medrano -
ahora accionante- (fs. 50).
II.2. Cursa formulario para calificación de discapacidad (área médica) de 23 de marzo de 2018 que
dispuso un porcentaje de discapacidad global del 40% del impetrante de tutela (fs. 35).
II.3. Por memorial de 13 de noviembre del mismo año, Luz Mery Medrano de Richter en
representación del peticionante de tutela, reclamó la evaluación de discapacidad del nombrado a
Francy Marcela Venegas Arzabe, Jefa de la UTRAID del SEDES La Paz (fs. 24 y vta.).
II.4. La prenombrada autoridad por Nota Cite GADLP/SEDES/DISCPACIDAD-502/2018 de 15 de
noviembre, respondió al referido memorial, mencionando entre otras cosas que el impetrante de
tutela podía solicitar una recalificación, previa presentación de nuevos informes médicos para su
consideración, caso contrario recurrir a la Unidad Nacional de Discapacidad del Ministerio de Salud
(fs. 23).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por intermedio de su representante, denunció la vulneración de sus derechos a ser
protegido por su familia y por el Estado, al acceso de los servicios integrales de prevención y
rehabilitación y otros beneficios que se establezcan por ley, toda vez que en la gestión 2013, le
determinaron una discapacidad global del 69%; empero, el 2018 se estimó la misma en un 40%;
calificación que le impide beneficiarse con el bono de Bs250.- y otros beneficios otorgados a su sector,
por cuanto la Ley General para Personas Discapacitadas, condiciona su acceso a dos requisitos, el
primero que no se tenga una relación laboral, y que la calificación sea mayor al 50%. Situación por
la que solicitó una revisión de estos parámetros a la Jefa de la UTRAID del SEDES La Paz, quien
emitió la Nota Cite GADLP/SEDES/DISCPACIDAD-502/2018 de 15 de noviembre, señalándole que
dicha valoración se realizó en base a la documentación presentada por los interesados, por lo que no
correspondía su revalorización.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Excepción al principio de subsidiariedad en la acción de amparo constitucional
cuando se trate de personas con capacidades diferentes
La SCP 0282/2013 de 13 de marzo, sobre el particular estableció “El art. 129.I de la CPE, precisa que
‘La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a
su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución,
ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados’; en tal
virtud, esta acción se encuentra regida por los principios de subsidiariedad e inmediatez.
En ese sentido, en el marco estrictamente proteccionista de velar por el interés de las personas
vulnerables como es el sector de las personas con discapacidad, la jurisprudencia constitucional ha
instituido la excepción al principio de subsidiariedad, a partir de la SC 1422/2004-R de 31 de
agosto, que marcó el cambio de línea jurisprudencial con relación al principio de subsidiariedad
tratándose de personas con discapacidad, estableciendo: ‘…no hace obligatorio acudir
previamente a esos organismos para interponer el amparo constitucional y declararlo
improcedente por su carácter subsidiario, por cuanto con esa omisión no resulta afectado
este principio ante el hecho de que el acudir o no a esos organismos creados para la
protección de personas discapacitadas, no incide en la subsidiariedad del recurso de
amparo, Por el contrario éste abre su ámbito de protección al tratarse de un derecho que
precisa ser protegido de forma inmediata ante el evidente perjuicio causado al
recurrente…’” (el resaltado es nuestro).
III.2. Respecto a los derechos de las personas con discapacidad
Sobre el tema la SCP 0996/2013 de 27 de junio de 2013, determinó que: “La Constitución Política del
Estado, ha establecido derechos a favor de las personas con discapacidad, así en su art. 70 ha
señalado: “Toda persona con discapacidad goza de los siguientes derechos:
1. A ser protegido por su familia y por el Estado.
2. A una Educación y salud integral gratuita.
3. A la comunicación en lenguaje alternativo.
4. A trabajar en condiciones adecuadas, de acuerdo a sus posibilidades y capacidades, con una
remuneración justa que le asegure una vida digna.
5. Al desarrollo de sus potencialidades individuales”.
En su art. 71 establece: “I. Se prohibirá y sancionará cualquier tipo de discriminación, maltrato,
violencia y explotación a toda persona con discapacidad.
II. El Estado adoptará medidas de acción positiva para promover la efectiva integración de las
personas con discapacidad en el ámbito productivo, económico, político, social y cultural, sin
discriminación alguna.
III. El Estado generará las condiciones que permitan el desarrollo de las potencialidades individuales
de las personas con discapacidad”.
En su art. 72 señala: “El Estado garantizará a las personas con discapacidad los servicios integrales
de prevención y rehabilitación, así como otros beneficios que se establezcan en la Ley”.
Las normas constitucionales citadas precedentemente, establecen derechos fundamentales a favor
de las personas con discapacidad, como el derecho a la protección por su familia y el Estado, el
derecho a la educación y salud, a la comunicación en lenguaje alternativo, al trabajo de acuerdo a
sus posibilidades y capacidades y al desarrollo de sus potencialidades individuales, esto con el fin de
brindar una protección efectiva a estas personas debido a su situación de profunda desventaja frente
al común de las personas.
Así también lo señaló la SCP 0391/2012 de 22 de junio: “La Constitución Política del Estado, dentro
del catálogo de los derechos fundamentales de la persona, reconoce expresamente los derechos
de las personas con discapacidad, señalando en su art. 70.1, entre otros: 'A ser protegido por
su familia y por el Estado'; lo que hace patente la voluntad del Constituyente de velar por
este sector de la población, que demanda especial protección debido a su situación de
profunda desventaja frente al común de la población, debido a sus propias limitaciones
derivadas de las deficiencias de sus funciones físicas, psíquicas, intelectuales y/o
sensoriales de las que padecen, lo que en muchos casos les imposibilita en igualdad de
condiciones, acceder por sí mismas a un medio de sustento que les permita vivir
dignamente, siendo en muchas circunstancias objeto de discriminación y exclusión
social, aspectos que obligan al Estado en todos sus niveles a adoptar medidas que en la
búsqueda del “vivir bien” reivindiquen los derechos de estas personas y les permitan su
plena inclusión a la sociedad y el Estado” (las negrillas pertenecen al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
En el caso; el impetrante de tutela a través de su representante, denunció la vulneración de sus
derechos a ser protegido por su familia y por el Estado, al acceso de los servicios integrales de
prevención, rehabilitación y otros beneficios que se establezcan por ley, por cuanto padece de
síndrome de Down y habiéndose apersonado a la unidad de discapacidad del SEDES La Paz a objeto
de su valoración, dicha repartición previo análisis calificó en un 40% su discapacidad, cuando en la
revisión efectuada el 2013, tenía un grado del 69%; por lo que, reclamó dicha situación ante la Jefa
de la UTRAID de la mencionada institución, quien le manifestó que todas las evaluaciones se
realizaban en base a los documentos presentados por los interesados y de acuerdo a requisitos y
protocolos de situación de minusvalía “BAREMO”, los cuales podían variar; que revisados los informes
médicos, no encontró ningún error, motivo por el cual no correspondía una recalificación, ya que
podía solicitar la misma ante el CONALPEDIS del Ministerio de Salud; sin embargo, considera que
decisión vulneró los derechos antes descritos; puesto que, con ese porcentaje de calificación no se
beneficiaría del bono de ese sector de Bs250.- habida cuenta que, uno de los requisitos para acceder
al mismo, es que su discapacidad sea mayor al 50%.
Precisada la problemática planteada; en principio resulta pertinente analizar si en el caso concurre la
causal de improcedencia de la acción de amparo constitucional por subsidiariedad invocada por la
entidad ahora demandada. En este orden, la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico
III.1 del presente fallo constitucional, con el objeto de velar por los derechos fundamentales de
sectores vulnerables de la sociedad, como lo es el caso de las personas con discapacidad, instituyó
la excepción del principio de subsidiariedad de esta acción de defensa, estableciendo que para este
sector, no es requisito indispensable agotar las vías ordinarias o administrativas para su activación
ante la vulneración de derechos y garantías fundamentales, debido a que por su situación de
vulnerabilidad requieren de protección inmediata.
Asumiendo el razonamiento antes expuesto, en la problemática planteada es aplicable la excepción
al principio de subsidiariedad, por lo que se ingresará al análisis de fondo del problema jurídico. En
este antecedente la autoridad demandada señaló que en estos casos la calificación de discapacidad
la realizaban en base a tres áreas; médica, psicológica y trabajo social, cada una de las cuáles emitía
informes previa valoración de la documentación presentada por los mismos interesados; el elaborado
el 23 de marzo de 2018, estableció un grado de discapacidad del impetrante de tutela del 40%, con
el que no está conforme, toda vez que, la última que le hicieron en la gestión 2013 reflejaba el 69%,
existiendo una diferencia elevada entre la una y la otra; por tal motivo, reclamó ante la instancia
superior la cual señaló que no correspondía una revalorización, puesto que, no se advirtió ningún
error en los dictámenes evacuados por los especialistas, habida cuenta que, el porcentaje
determinado se basaba en los referidos exámenes y en la literal adjuntada por él mismo y que si no
estaba conforme podía pedir su recalificación ante la misma instancia acompañando nuevos
documentos que acrediten lo contrario o recurrir ante el CONALPEDIS para otra valoración.
Sobre el particular, el peticionante de tutela señaló en audiencia, que existía un formulario de
discapacidad que contemplaba tres áreas; la médica que determinó un nivel de discapacidad de 39%,
la psicológica de 33% y la social que hizo un análisis del entorno, sumados las dos primeras daban
como resultado un “70%”, lo cual debía reflejar el carnet de discapacidad, ya que dichos porcentajes
serían acumulativos.
Verificados los dos formularios de calificación, el primero, de 16 de agosto de 2013 (Conclusión II.1),
en el cuadro correspondiente a la valoración de discapacidad “BAREMO”, figura un ejercicio
matemático que dio como resultado un total de 69% y 33%; empero, en la parte inferior en el lugar
que refiere porcentaje de discapacidad se advierte el 64%; sin embargo, en los espacios siguientes
en las áreas de biología figura un 33%, en psicología 46% y en trabajo social 5%; estableciendo un
porcentaje global de discapacidad del 69%.
En el segundo formulario, emitido el 25 de marzo de 2018 (fs. 35), en lo concerniente a la valoración
de la discapacidad “BAREMO”, se advierte una fórmula diferente a la del primero, observándose un
resultado de 8.75% y 6%, en la parte inferior, en lo que corresponde al porcentaje de discapacidad
33% y 6% figurando un total de 37%; empero, en la parte siguiente en lo referido a las áreas de
medicina figura el 6%, psicología 33% y trabajo social 3%, concluyendo con una discapacidad global
de 40%; calificación que precisamente es cuestionada mediante la presente acción de amparo
constitucional, en razón a la disminución que existe en relación a la efectuada en la gestión 2013,
dando a entender que el “mal” que padece hubiera disminuido y mejorado; situación que le impide
beneficiarse de los derechos que le corresponden como persona discapacitada otorgadas por el
Estado, como el bono mensual de Bs250.-, así como las prestaciones de salud, que por esta anomalía
requiere un tratamiento y atención permanente, a los cuales no puede acceder por la estimación de
su discapacidad en un 40%, ya que de acuerdo a la Ley 223, el goce de estos derechos están
condicionados a una calificación de discapacidad mayor al 50%.
En este contexto, en relación a valoración de discapacidad denunciada, si bien es cierto que este
Tribunal, no tiene la capacidad técnica para establecer si la calificación porcentual de discapacidad
del accionante, estimada por la demandada en un 40%, es correcta o no, por tratarse de un tema
médico que requiere conocimientos especializados; sin embargo, no podemos perder de vista la
protección especial de las personas con discapacidad, como la que posee el peticionante de tutela,
como persona que padece de síndrome de Down; situación de salud, que según criterios científicos
adoptados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es definida como “…una alteración genética
causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en
discapacidad intelectual…”; temática que en cuanto a su incidencia, de acuerdo a datos publicados
por dicha organización en su página web, estima que más de mil millones de personas de la población
mundial sufren de alguna forma de discapacidad, siendo el síndrome de Down, uno de los trastornos
congénitos graves más frecuentes de discapacidad psíquica congénita (https:
//www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/congenital-anomalies
<https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/congenital-anomalies>).
Así en relación a esta condición de salud, la Fundación Iberoamericana Down 21, DownCiclopedia,
en publicaciones de su página web, señala que “… la discapacidad intelectual es un aspecto clave en
el síndrome de Down. La neurocognitiva es, ciertamente, un área muy activa en la investigación
clínica. El objetivo es elevar el funcionamiento intelectual de la persona, con el fin de facilitar su
mejoría en las habilidades de vida independiente. En la actualidad todas las terapias van dirigidas a
tratar los síntomas del síndrome de Down: no eliminan la copia extra del cromosoma 21. No existe
una terapia global para el síndrome de Down, es decir, algo que elimine todos sus signos y síntomas.
Y no sabemos si la habrá. Pero se está trabajando en ello”. Efectuadas dichas puntualizaciones, es
posible a este Tribunal concluir que esta discapacidad cromosómica tiene un carácter permanente,
razón por la cual los cuidados y tratamientos que existen, únicamente alcanzan a mejorar la calidad
de vida, pero al presente no se conoce un procedimiento que mejore en su totalidad el estado de
salud de los afectados que les permita desarrollar una vida plena sin dependencia o asistencia alguna;
en tal sentido toda fórmula o método de calificación de discapacidad para estas personas, desde una
perspectiva racional debe ser efectuado considerando como parámetro esencial la naturaleza
permanente de este trastorno genético.
Bajo este contexto, esta Sala considera que al ser este síndrome una anomalía inmodificable, a objeto
de garantizar el acceso de los derechos fundamentales de este sector vulnerable de nuestra sociedad,
en la calificación del porcentaje de discapacidad de las personas afectadas, bajo el principio de
razonabilidad debe primar la naturaleza permanente que caracteriza a este trastorno congénito; esto
en razón a que la Norma Suprema, en su art. 70 establece derechos a favor de este sector vulnerable,
con el objeto de otorgarles una protección efectiva debido a su situación de profunda desventaja
frente al común de la población; de ahí que el art. 72 de la CPE señala imperativamente que: “El
Estado garantizará a las personas con discapacidad los servicios integrales de prevención y
rehabilitación, así como otros beneficios que se establezcan en la Ley”. En este marco precisando la
protección constitucional de las personas con discapacidad la SCP 0391/2012 de 22 de junio sostuvo
que: “La Constitución Política del Estado, dentro del catálogo de los derechos fundamentales de la
persona, reconoce expresamente los derechos de las personas con discapacidad, señalando
en su art. 70.1, entre otros: 'A ser protegido por su familia y por el Estado’; lo que hace patente
la voluntad del Constituyente de velar por este sector de la población, que demanda
especial protección debido a su situación de profunda desventaja frente al común de la
población, debido a sus propias limitaciones derivadas de las deficiencias de sus
funciones físicas, psíquicas, intelectuales y/o sensoriales de las que padecen, lo que en
muchos casos les imposibilita en igualdad de condiciones, acceder por sí mismas a un
medio de sustento que les permita vivir dignamente, siendo en muchas circunstancias
objeto de discriminación y exclusión social, aspectos que obligan al Estado en todos sus
niveles a adoptar medidas que en la búsqueda del “vivir bien” reivindiquen los derechos
de estas personas y les permitan su plena inclusión a la sociedad y el Estado” (las negrillas
son nuestras).
Por las razones antes expuestas; estando acreditado por los antecedentes adjuntos a la presente
acción tutelar, que el impetrante de tutela padece de síndrome de Down, por cuya razón merece una
protección prioritaria del Estado conforme la normativa internacional glosada en el Fundamento
Jurídico III.2 del presente fallo constitucional; a objeto de no ocasionar perjuicios en cuanto a los
beneficios otorgados por el Estado, que con la calificación de su discapacidad ahora cuestionada se
vio afectada al no prevalecer como base racional para esta valoración su patología de naturaleza
genética y permanente; corresponde otorgarle una tutela provisional, determinando que mientras se
proceda a una nueva estimación del porcentaje de discapacidad, permanezca con la realizada el 16
de agosto de 2013; es decir, con el 69%, a objeto de que pueda acceder a todos los derechos y
beneficios que percibía por Ley.
En ese sentido, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma
incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 054/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 90 a 92 vta., pronunciada por la
Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en consecuencia:
2° CONCEDER la tutela solicitada de manera provisional, disponiendo que el Comité Nacional de
Personas con Discapacidad (CONALPEDIS) dependiente del Ministerio de Salud, proceda a una nueva
valoración y calificación del porcentaje de discapacidad del ahora accionante, considerando los
fundamentos constitucionales antes expuestos. Sea en el plazo de quince días hábiles computables
a partir de la notificación con la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Celebrada la audiencia pública el 3 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 134 a
137, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado en audiencia, reiteró los fundamentos expresados en su acción
de amparo constitucional, añadiendo que no se está cumpliendo lo establecido en los arts. 27, 29 y
30 del CPP, respecto a la extinción de la acción penal, así como la SCP “0540/2018” concordante con
el art. 115 de la CPE, fallo que es vinculante, solicitando que a través de esta acción tutelar se dé
cumplimiento a los preceptos legales antes mencionados.
I.2.2. Informe de los demandados
Zenón Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no presentaron informe alguno, tampoco asistieron
a la audiencia de amparo constitucional, pese a su notificación cursante de fs. 125 a 126.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Ana María Cuéllar Vda. de Irigoyen y José Javier Irigoyen Cuéllar, no asistieron a la audiencia, menos
presentaron informe escrito alguno, a pesar de haber sido notificados, conforme consta a fs. 129 y
132.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 23/2019 de 3 de mayo, cursante de fs. 137 vta. a 139 vta., denegó la tutela solicitada;
a tal efecto expresó los siguientes fundamentos: a) El accionante no manifestó en que vertiente del
debido proceso se encuentra la vulneración de sus derechos reclamados; por otra parte, este Tribunal
no se constituye en una instancia de casación en el que se deba realizar una interpretación de la
legalidad ordinaria o valoración de la prueba; b) El Juez de primera instancia en su resolución señaló
que el despojo es un delito instantáneo; a su vez, los Vocales demandados manifestaron en su Auto
de Vista que si bien se trata de un delito de esa naturaleza, pero con efectos permanentes, por lo
tanto no ha lugar a la prescripción, existiendo en consecuencia una confrontación respecto a la
interpretación que realizó el juzgador; c) Por consiguiente, si el peticionante de tutela estableció que
había una errónea interpretación, debió exponer con claridad y precisión los principios o criterios
interpretativos que no fueron considerados por el Tribunal de apelación, señalando cual es la norma
a aplicarse y de qué manera debe realizarse la misma con relación a los supuestos planteados, para
que la justicia constitucional ingrese a revisar la legalidad ordinaria y excepcionalmente pueda valorar
la prueba, cumpliendo todos los presupuestos establecidos para tal efecto y los elementos aportados
por el impetrante de tutela; y, d) En el presente caso, no se evidenciaron los presupuestos que se
habrían incumplido, tampoco se identificó de forma clara los derechos vulnerados a objeto de
conceder el amparo solicitado, anulando el Auto de Vista ahora cuestionado.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 13 de julio de 2017 ante el Juez de Sentencia Penal de turno
de la Capital del departamento de Santa Cruz, Ana María Cuellar Vda. de Irigoyen y José Javier
Irigoyen Cuellar a través de su representante, formularon querella contra Tito Montero Vaca -ahora
accionante-, por la presunta comisión del delito de despojo (fs. 41 a 42 vta.).
II.2. Por escrito presentado el 3 de agosto del mismo año, el impetrante de tutela interpuso
excepción de extinción de la acción penal por prescripción ante el Juez de Sentencia Penal Quinto de
la Capital del mismo departamento (fs. 54 a 56).
II.3. En mérito a ello, el Juez de la causa mediante Auto 228/2018 de 18 de junio, declaró
probada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción respecto al delito de despojo,
disponiendo el archivo de obrados, dejando sin efecto todas las medidas jurisdiccionales de carácter
real o personal que se hubieren previsto contra el accionante (fs. 82 a 85).
II.4. Producto de dicha decisión, los querellantes a través de su representante, por escrito
presentado el 22 de junio del indicado año, formularon recurso de apelación contra el citado Auto; a
tal efecto, los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz
pronunciaron el Auto de Vista 189 de 21 de agosto de 2018, declarando admisible y procedente
la apelación incidental interpuesta y deliberando en el fondo revocaron el Auto 228/2018,
determinaron improbada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción formulada
por el peticionante de tutela, debiendo continuar el proceso conforme a procedimiento hasta dictar
la sentencia que corresponda (fs. 94 a 95 y 108 a 109 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso y a la “seguridad jurídica”;
alegando que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de
despojo, los Vocales demandados mediante Auto de Vista 189 de 21 de agosto de 2018, revocaron
el Auto 228/2018 de 18 de junio pronunciado por el Juez de la causa, declarando improbada la
excepción de extinción de la acción penal por prescripción que interpuso, disponiendo la prosecución
de la causa hasta su conclusión, sin considerar que su persona ingresó de buena fe al bien inmueble
objeto del proceso en la gestión de 1995, habiendo trascurrido hasta la fecha veintitrés años, extremo
demostrado a través de las pruebas documentales que ofreció en la citada excepción, incumpliendo
con ello lo establecido en los arts. 308, 27 inc. 8), 29 y 30 del CPP y la jurisprudencia constitucional.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de amparo constitucional no se constituye en una instancia de revisión
de la jurisdicción ordinaria
Al respecto, la SCP 0294/2012 de 8 de junio señaló: “La jurisprudencia constitucional estableció que
el amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustitutivo, complementario o una instancia
adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a una determinación judicial adversa, pues
esta acción tutelar en ningún caso puede ser equiparado y/o utilizado como una instancia de
apelación y menos de casación. En ese sentido, la SC 1358/2003-R de 18 de septiembre, ha
establecido que: '…el amparo constitucional es una acción de carácter tutelar, no es un
recurso casacional que forme parte de las vías legales ordinarias, lo que significa que
sólo se activa en aquellos casos en los que se supriman o restrinjan los derechos
fundamentales o garantías constitucionales, por lo mismo no se activa para reparar
supuestos actos que infringen las normas procesales o sustantivas, debido a una
incorrecta interpretación o indebida aplicación de las mismas'” (las negrillas corresponden al
texto original).
Entendimiento reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0718/2015-S3 de 3 de
julio y 0151/2015-S2 de 25 de febrero, entre otras.
En ese mismo sentido, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre expresó que: “La jurisprudencia del Tribunal
Constitucional desde sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción constitucional no
le corresponde juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar su actividad
jurisdiccional, pues ello implicaría un actuar invasivo de las otras jurisdicciones (SC 1031/2000-R de
6 de noviembre), no obstante, es indudable también que desde sus inicios este Tribunal determinó
que sí procede la tutela constitucional si en esa actividad interpretativa se lesionan derechos
fundamentales y garantías constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De donde
se puede concluir que la jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación
de las otras jurisdicciones precisó en la jurisprudencia que la acción de amparo
constitucional no se activa para reparar incorrectas interpretaciones o indebidas
aplicaciones del Derecho, pues no puede ser un medio para revisar todo un proceso
judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria y hermenéutica de los
tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras
jurisdicciones.
(…)
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico -
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que
realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada
valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación
de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que
las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y
en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo,
providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para
que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los
tribunales de justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de
vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa -
argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional,
sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional,
impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta
materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se
comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración probatoria que se
aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del
ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o
administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales” (las negrillas son agregadas).
Asimismo, la citada línea jurisprudencia fue ratificada por la SCP 1737/2014 de 5 septiembre, al
manifestar que: “…esta jurisdicción no se constituye en un mecanismo de impugnación de la labor
que efectúan los jueces y tribunales ordinarios; el Tribunal Constitucional Plurinacional no
puede inmiscuirse en esa labor particular, al estar compelido al cumplimiento de
funciones diferentes (art. 196.I de la CPE), menos puede convertirse en un supra tribunal
con facultades de revisar lo obrado por autoridades de otras jurisdicciones, a menos que
la accionante hubiera manifestado de manera precisa una errónea valoración de la prueba
(individualizando la prueba y el alejamiento de los marcos de razonabilidad y equidad), una errónea
interpretación del Derecho (precisando qué normas legales fueron erróneamente interpretadas y
cómo estas interpretaciones vulneran derechos fundamentales de manera puntual y concreta); o,
cómo los elementos congruencia y fundamentación han sido vulnerados al emitirse una resolución
judicial” (las negrillas nos corresponden).
Por otra parte, no expresaron fundamentos jurídicos que justifiquen o sustenten sus aseveraciones,
tampoco la relación de vinculación entre la actividad interpretativa argumentativa desarrollada por
las autoridades judiciales, con la vulneración de los derechos fundamentales invocados, demostrando
ante la jurisdicción constitucional que se abre su competencia, en procura de revisar sus resoluciones.
Finalmente, al cuestionar la actuación de los Vocales ahora demandados, tanto en su demanda como
en la audiencia, pidió que se dé cumplimiento a los arts. 308, 27 inc. 8), 29 y 30 del CPP, dando por
extinguida la acción penal por prescripción; solicitudes que sin embargo no pueden ser consideradas
ni dispuestas por este Tribunal, debido a que por una parte, la labor de interpretación en el
conocimiento y resolución de una causa, es prerrogativa de los tribunales o instancias ordinarias, no
siendo un medio para examinar la actividad probatoria o hermenéutica que realizan estos, al estar
considerado como una garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
Asimismo, la acción de amparo constitucional es una acción de carácter tutelar y no debe confundirse
con una instancia o recurso supra casacional que forme parte de las vías legales ordinarias al que
puedan acudir los afectados, frente a una decisión adversa que afecte sus intereses, para revisar la
legalidad de los procesos judiciales o administrativos; sino solamente ante la existencia de vulneración
de derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, la justicia constitucional puede ingresar a
valorar la actividad desarrollada de forma excepcional, en miras a brindar tutela, cuando se advierta
una clara transgresión de los mismos y el accionante cumpla con los presupuestos ya establecidos
por la jurisprudencia constitucional glosada precedentemente, lo que en el caso que nos ocupa no
aconteció, correspondiendo por ello denegar la acción intentada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 23/2019 de 3 de mayo, cursante de fs. 137 vta. a
139 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Contrato de Trabajo de 1 de marzo de 2012, suscrito entre Ana Carola Rojas Grundy -
hoy accionante- y HOLA S.R.L., que establece una duración “INDEFINIDA” a partir de la firma del
mismo (fs. 106 a 107).
II.2. A través de Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/ 287/-2018 de 14 de noviembre, Cristhian
Patrick Estrada Michel, Responsable de Administración de Personal de HOLA S.R.L., hizo llegar una
severa llamada de atención a Ana Carola Rojas Grundy, quien mediante nota de 14 de diciembre de
año indicado, rechazó su contenido y denunció acoso laboral, refiriendo que en el mes de noviembre
del citado año, se le entregó una carta bajo el rótulo “…ULTIMATUM DE COMPROMISO DE MEJORA,
la cual fue redactada en su totalidad por la empresa, y en la presencia de una Notaria de Fe Pública…”
(sic) que pretendieron obligarle a firmar, aceptando como ciertas supuestas llamadas de atención
verbales y escritas que no existieron (fs. 7 y 12 a 13).
II.3. Mediante nota presentada el 17 de diciembre de 2018, ante la Jefatura Departamental de
Trabajo de Cochabamba, la impetrante de tutela denunció el acoso laboral antes referido, solicitando
se asuman medidas necesarias para proteger sus derechos (fs. 10 a 11).
II.4. Por Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/03-2019 de 15 de enero, el Responsable de
Administración de Personal de la empresa antes referida, comunicó a la peticionante de tutela la
“…suspensión de actividades laborales con goce de haberes por cinco días hábiles, con el objetivo de
realizar un sumario interno…” (sic [fs. 14]).
II.5. A través de nota presentada el 17 de enero de 2019 ante la prenombrada empresa, la
accionante interpuso recurso de revocatoria contra el memorándum citado supra, mismo que mereció
respuesta a través de nota de 24 del mes y año indicado, negando el curso de lo impetrado, en razón
de que la aplicación de la Ley de Procedimiento Administrativo, no corresponde en el sector privado
(fs. 15 a 17).
II.6. Mediante Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/10-2019 de 27 de enero, se amplió la
suspensión temporal de funciones determinada contra la impetrante de tutela, por otros cuatro días
más; ante este hecho la aludida, a través de oficio presentado el 30 de igual mes y año, solicitó se
deje sin efecto esta determinación y el “…ilegal proceso sumario instaurado…” (sic [fs. 18 a 20 vta.]).
II.7. Cursa “INFORME CONCLUSIVO DENTRO DE LA INVESTIGACIÓN ANTECEDENTES Y
DESCARGOS NO PRESENTADOS POR LA SEÑORA ANA CARLA ROJAS GRUNDY, DENTRO DEL
SUMARIO INICIADO POR LA DEFICIENCIA EN ATENCIÓN AL CLIENTE (EXPERIENCIA) POR
MALTRATO (PROBLEMAS EN LA ATENCIÓN) Y PROCEDIMIENTOS” (sic) -no consigna fecha de
elaboración- que en su contenido refiere que la peticionante de tutela incumplió su contrato laboral
y el reglamento interno de la empresa (fs. 103 a 105).
II.8. Por Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/13-2019 de 31 de enero, la autoridad
administrativa, referida supra, comunicó a la peticionante de tutela, la conclusión de la relación
contractual, refiriendo que: “…se ha tomado la decisión de prescindir de sus servicios a partir de la
recepción del presente comunicado; en virtud del Informe conclusivo en base al proceso interno
realizado a su persona realizado por el departamento legal y de conformidad con el inciso e) del art.
16 de la Ley General del Trabajo y el art. 9 de su decreto reglamentario procede la desvinculación…”
(sic [fs. 21]).
II.9. A través de memorial presentado el 5 de febrero de 2019 ante la Jefatura Departamental de
Trabajo de Cochabamba, la impetrante de tutela solicitó su reincorporación laboral; por lo que,
mediante Citación MTEPS/JDTCBBA/NEL 789/19 de 7 de febrero de 2019, Cristhian Patrick Estrada
Michel -hoy demandado-, fue citado a la oficina laboral indicada para responder la denuncia
presentada (fs. 22 y 73).
II.10. Cursa Informe MTEPS-JDT CO-UTSI CBBA-NMQHP-0335-INF/19 de 12 de febrero de 2019,
emitido por la Inspectora de la instancia administrativa referida supra, por el que recomienda se
conmine a HOLA S.R.L. la reincorporación de la ahora accionante a su fuente laboral (fs. 112 a 114
vta.).
II.11. Mediante Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19 de 11 de marzo de 2019, la instancia antes
referida, instó a HOLA S.R.L. a la reincorporación laboral de la impetrante de tutela, así como al pago
de los salarios devengados y demás derechos laborales que le correspondan, prohibiendo toda clase
de acoso laboral y discriminación en su contra (fs. 25 a 26).
II.12. A través de memorial presentado el 19 de marzo de 2019, ante la oficina antes indicada, la
impetrante de tutela solicitó verificación de incumplimiento de reincorporación laboral determinada
por la Conminatoria precitada (fs. 24 y vta.).
II.13. Por memorial presentado el 27 de marzo de 2019, Miry Abousaleh Popow, representante legal
de HOLA S.R.L. interpuso recurso de revocatoria contra la Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19 (fs.
118 a 121).
II.14. Mediante Informe MTEPS-JDT CO-CMA-0546-INF/19 de 6 de mayo de 2019, emitido por el
Inspector de Trabajo de Cochabamba, estableció que: “…En base a la Verificación realizada In Situ
se tiene que la Empresa HOLA S.R.L. no dio cumplimiento a lo dispuesto mediante Conminatoria
MTEPS/JDT CO-043/19 de fecha 11 de marzo del 2019, por tanto NO se PROCEDIÓ A LA
REINCORPORACIÓN de la trabajadora Sra. ANA CAROLA ROJAS GRUNDY” (sic [fs. 27]).
II.15. A través de la Resolución Administrativa (RA) 182/19 de 7 de mayo de 2019, en atención al
recurso de revocatoria planteado, el Jefe Departamental de Trabajo de Cochabamba, dependiente
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, determinó confirmar la Conminatoria MTEPS-
JDT CO-043/19 (fs. 134 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, al trabajo y a la estabilidad
laboral; en razón a que, de manera intempestiva e injustificada, fue despedida de la empresa HOLA
S.R.L, donde desempeñó funciones como Representante del Centro de Llamadas Entrantes desde el
1 de marzo de 2012 hasta el 31 de enero de 2019, cuando se procedió a su retiro; por lo que acudió
a la Jefatura Departamental de Trabajo de Cochabamba, instancia que emitió Conminatoria de
reincorporación; empero, el demandado no dio cumplimiento a la misma.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, determinar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Integración de la jurisprudencia sobre la conminatoria de reincorporación emitida
por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social
El DS 28699 de 1 de mayo de 2006, en sus arts. 10 y 11, establece que cualquier persona que se
encuentre sometida al régimen laboral y crea que fue injustamente despedida o alejada de su fuente
de trabajo -salvo las causas de despido previstas por el art. 16 de la LGT-, puede acudir ante el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, reclamando su derecho a la estabilidad laboral o el
pago de beneficios sociales. Posteriormente, el DS 0495, en su Artículo Único modificó el parágrafo
III del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, señalando: “III. En caso de que el trabajador
opte por su reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social, donde una vez constatado el despido injustificado, se conminará al empleador a la
reincorporación inmediata al mismo puesto que ocupaba la trabajadora o trabajador al momento del
despido, más el pago de los salarios devengados y demás derechos sociales que correspondan a la
fecha de la reincorporación, a través de las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo”.
Además incluyó los parágrafos IV y V, con los siguientes textos: “IV. La conminatoria es obligatoria
en su cumplimiento a partir de su notificación y (únicamente) podrá ser impugnada en la vía judicial,
cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución”; se aclara que la palabra
únicamente fue declarada inconstitucional por la SCP 0591/2012 de 20 de julio. Por su parte, el
parágrafo V indica: “V. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Parágrafo IV del presente Artículo, la
trabajadora o trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que
determinó que a efectos de conceder la tutela, debe efectuarse una valoración completa e integral
de los hechos y datos del proceso, las circunstancias y los supuestos derechos vulnerados, haciendo
prevalecer la verdad material sobre la forma. Finalmente, a través de la SCP 1712/2013 de 10 de
octubre, el Tribunal Constitucional Plurinacional moduló el entendimiento contenido en la SCP
0900/2013 y recondujo la línea jurisprudencial a la SCP 2355/2012; en ese sentido, dispuso que la
conminatoria de reincorporación laboral es de cumplimiento inmediato; por lo que, su inobservancia
habilita la actuación inmediata de esta jurisdicción constitucional, a menos que en la tramitación del
proceso administrativo se evidencien violaciones del derecho al debido proceso.
Empero, ese último entendimiento fue reconducido por la SCP 0015/2018-S4 de 23 de febrero,
retomando el razonamiento de la SCP 0177/2012, que concibiendo al Tribunal Constitucional
Plurinacional como el garante del ejercicio de los derechos en este caso del derecho al trabajo, indicó
que ante el incumplimiento de la conminatoria de reincorporación, se hace viable la tutela
constitucional a través de la acción de amparo constitucional, señalando expresamente que ésta se
constituye en el medio eficaz e inmediato para materializar el cumplimiento de una conminatoria de
reincorporación laboral y proteger el derecho al trabajo; aclarando además, que a la justicia
constitucional no le corresponde ingresar a analizar si esta efectuó una indebida o ilegal
fundamentación al tiempo de asumir dicha determinación o si los datos, hechos y circunstancias
ameritaban su decisión, pues dicho análisis corresponde ser realizado por la jurisdicción ordinaria:
“…la efectiva materialización del derecho al trabajo, en observancia de los principios de estabilidad y
continuidad laboral; y, de protección, constituye el entendimiento que, en observancia de la
modificación introducida por el DS 0495, a su similar 28699, otorga la posibilidad, al trabajador, de
acudir a la jurisdicción constitucional, antes de la activación de la vía jurisdiccional ordinaria y la
culminación del procedimiento administrativo, con el objeto de lograr la tutela de su derecho al
trabajo, ante el incumplimiento, de parte del empleador, de la conminatoria de reincorporación laboral
emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo, Empleo y Previsión Social, en el entendido de que
el legislador, en mérito a la importancia del derecho fundamental citado, cuyo respeto implica no sólo
un bienestar individual del trabajador, sino del de todo su entorno familiar, asumió que las acciones
constitucionales -acción de amparo constitucional para este tipo de problemáticas- constituyen el
medio eficaz e inmediato para materializar el cumplimiento de una conminatoria de reincorporación
laboral.
…encontrándose imposibilitada esta jurisdicción de ingresar a analizar si la conminatoria
efectuó una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar la reincorporación,
o si los datos, hechos y circunstancias que le dieron lugar, ameritaban tal determinación,
debido a que eso corresponde a la jurisdicción ordinaria que contiene una etapa amplia
de producción de prueba y potestad de valorar la misma, posibilidad que está al alcance
del empleador, en caso de disentir con la decisión de la instancia de administración
laboral, lo que de ningún modo le posibilita incumplir la determinación de
reincorporación; en contrario, este Tribunal tiene atribuciones limitadas estrictamente a
verificar el respeto de los derechos fundamentales o garantías constitucionales” (las
negrillas nos corresponden).
Este entendimiento fue complementado por la SCP 0666/2018-S4 de 16 de octubre, que sostuvo:
“En este sentido, la conminatoria de reincorporación debe ser acatada en su integridad, es decir, que
el empleador una vez notificado con ésta, debe ejecutar todo lo que la Jefatura Departamental del
Trabajo hubiese ordenado realizar, dado que, si se dispuso la restitución del trabajador al mismo
puesto laboral que desempeñaba al momento de ruptura de la relación laboral, la cancelación de
haberes devengados y la restitución de los derechos sociales de los que gozaba, la ejecución deberá
ser respecto a todo lo decidido, sin omitir ninguna de las determinaciones dispuestas; de igual forma,
al otorgarse tutela por incumplimiento de la conminatoria a través de la vía constitucional, la
protección abarcará todos los puntos dispuestos en la conminatoria, considerando que el
cumplimiento de la misma es obligatoria e integral, puesto que no corresponde que el
Juez o Tribunal de garantías, ampare sólo la reincorporación ordenada y relegue el pago
de sueldos devengados a la judicatura laboral, desnaturalizando así la protección
inmediata y eficaz que persigue la norma contenida en el citado Decreto Supremo 495”.
Asimismo añadió que: ‘…a partir de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se
disponga el cumplimiento de una conminatoria, por parte de la jurisdicción constitucional, la misma
debe ser entendida en el sentido que debe cumplirse la totalidad y no en una parte u otra, en
observancia del parágrafo IV del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, incorporado por el DS
0495…’” (el resaltado es nuestro).
Respecto a la provisionalidad de la conminatoria de reincorporación la SCP 0060/2015-S1 de 10 de
febrero, señaló que: “…permitiendo a ambas partes el acceso a una segunda instancia y garantizando
el debido proceso, a través de su jurisprudencia, ha agregado que tanto el trabajador como el
empleador, podrán impugnar en sede administrativa, la conminatoria o resolución de la Jefatura
Departamental de Trabajo, sin que este hecho impida acudir a la impugnación de carácter judicial,
en virtud de lo cual, si alguna autoridad o empleador no se hallan de acuerdo con las medidas
asumidas por las Jefaturas Departamentales de Trabajo, pueden refutar las mismas, en procura de
obtener una decisión respecto al fondo de la problemática planteada, aspecto no inherente al ámbito
protegido por la jurisdicción constitucional”. Situación que no es óbice para el cumplimiento de la
conminatoria.
En este entendido este Tribunal Constitucional Plurinacional como guardián de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, precautelando el derecho al trabajo del cual derivan otros
conexos, entiende que debe dar cumplimiento íntegro a la Conminatoria de reincorporación con todos
los aspectos que habría considerado, una situación diferente no está regulada ni por la normativa
laboral de nuestro Estado ni por nuestra Constitución Política del Estado, lo señalado no implica una
negación del derecho a la defensa de la parte empleadora, que, como está establecido, puede acudir
a la jurisdicción laboral denunciando su supuesta ilegalidad, interponiendo los recursos previstos por
ley, con independencia del cumplimiento de la conminatoria y la concesión de la tutela.
III.3. Resumen de presupuestos procesales para acceder a la justicia constitucional
cuando se solicita el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación
La jurisprudencia determina las siguientes subreglas ante el planteamiento de una acción de amparo
constitucional solicitando el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación: a) Cuando una
trabajadora o trabajador sea despedido injustificadamente o por causas no contempladas en el art.
16 de la LGT, podrá optar por el pago de los beneficios sociales o por su reincorporación; b) Es
posible interponer directamente la acción de amparo constitucional -abstrayendo el principio de
subsidiariedad- cuando la trabajadora o el trabajador demanden el incumplimiento de la conminatoria
de reincorporación emitida por las Jefaturas Departamentales de Trabajo o el Ministerio de Trabajo
Empleo y Previsión Social por parte de su empleador; c) La conminatoria de reincorporación no
constituye una resolución definitiva respecto a la situación laboral de la trabajadora o el trabajador,
siendo netamente provisional la otorgación de la tutela puesto que las autoridades administrativas o
judiciales en materia laboral son las idóneas para resolver en el fondo y con carácter definitivo la
controversia suscitada entre ambos; d) El empleador tiene el deber de dar cumplimiento inmediato
a la conminatoria de reincorporación pese a la interposición del recurso de revocatoria o jerárquico,
inclusive cuando esté pendiente de resolverse o hubiera planteado cualquier otro recurso en la vía
judicial o administrativa; e) La justicia constitucional se encuentra imposibilitada de ingresar a
analizar si la conminatoria efectuó una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar la
reincorporación, o si los datos, hechos y circunstancias que le dieron lugar, ameritaban tal
determinación, debido a que eso corresponde a la jurisdicción ordinaria; y, f) La conminatoria de
reincorporación debe ser acatada en su integridad, sin omitir ninguna de las determinaciones
dispuestas.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante denunció la vulneración de sus derechos al debido proceso, al trabajo y a la estabilidad
laboral, en razón a que de manera intempestiva e injustificada, fue despedida de la empresa HOLA
S.R.L, donde desempeñó las funciones de Representante del Centro de Llamadas Entrantes desde el
1 de marzo de 2012 hasta el 31 de enero de 2019, cuando se procedió a su retiro; por lo que acudió
Marco Ernesto Jaimes Molina, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, mediante
informe escrito presentado el 27 de mayo de 2019, cursante de fs. 435 a 437 vta., manifestó que:
1) De acuerdo al art. 180 de la CPE, la aplicación del principio de verdad material no es una facultad
sino un deber del intérprete judicial y por ende del máximo Tribunal de Justicia, directriz que se
encuentra recogida en el art. 134 del Código Procesal Civil (CPC), según el cual, sólo a través de la
verdad objetiva o material puede alcanzarse el valor justicia; 2) En el desarrollo del proceso el
demandante entre otras justificaciones incorporó como fundamento de su pretensión y defensa a la
demanda reconvencional la figura de la transacción, por cuya razón las ahora accionantes en la
audiencia complementaria a través de su abogado de manera clara, concreta y plena se pronunciaron
sobre esta temática, lo que evidencia que el tópico de la transacción fue incorporado en el proceso
por el demandante y fue de conocimiento de las peticionantes de tutela, lo que garantizó el ejercicio
del derecho a la defensa; 3) De acuerdo al art. 3.11 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), y fruto del
estudio de la prueba y las circunstancias del caso de autos, la Sala Civil del Tribunal Supremo de
Justicia llegó a la conclusión de que las partes suscribieron un acuerdo transaccional y de este modo
resolvieron el conflicto; por lo que, no hubo infracción a la tutela judicial efectiva; 4) De los datos
del proceso y el texto contenido en la cláusula tercera del contrato de 8 de octubre de 2013, Myriam
Millares Reyes Vda. de Martínez expresamente dejó en claro que el monto de las acciones constituían
el pago de lo adeudado; 5) Las cláusulas del contrato deben interpretarse en forma integral y no
aisladamente como lo hacen las impetrantes de tutela; 6) Respecto al comportamiento posterior de
Juan Carlos Millares Ríos -familiar de la extinta Myriam Millares Ríos Vda. de Martínez- a la suscripción
del contrato, dada la situación delicada de salud no podía abandonar a la misma, por un tema moral
y de cariño, por efecto de una relación de cuidados de catorce años; es decir, la acompañó hasta el
último instante de su vida; 7) La declaración literal de la venta no refleja la intención común de las
partes, sino que las acciones fueron utilizadas como pago para resolver la deuda emergente de la
relación laboral; 8) Al respecto de la vulneración al “valor justicia”, se debe tener presente el
reconocimiento de la deuda que efectuó quien en vida fue Myriam Millares Ríos Vda. de Martínez en
favor de Juan Carlos Millares Ríos, monto que inclusive los accionantes en el curso del proceso
ofrecieron pagar, y ahora la desconocen, al señalar que se trata de una supuesta deuda desleal; y,
9) No se evidencia violación al derecho a la propiedad de las peticionantes de tutela, porque el
contrato constituye una verdadera transacción y quienes le dieron esa naturaleza fueron los
suscribientes. Por todo ello, solicitó se deniegue la tutela impetrada.
Juan Carlos Berrios Albizú, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, no presentó
informe escrito ni concurrió a la audiencia de la acción tutelar, pese a su notificación cursante a fs.
392.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Juan Carlos Millares Ríos en audiencia a través de sus abogados, señaló que: i) En mérito a la
atención de servicios prestados a la extinta Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez, durante los
últimos catorce años, llegó a un acuerdo transaccional de que le paguen con la transferencia de sus
acciones y acompañarla hasta el último día de su existencia; ii) Posteriormente al fallecimiento de la
misma, se apersonó a la CBN S.A., para solicitar el cambio de nombre de las acciones por la
transferencia efectuada, a consecuencia de ello dicha Empresa, mediante nota le hizo conocer que
necesariamente debe presentar los originales de los títulos; iii) Edgar Oscar Millares Ardaya, como
tenedor de la indicada documentación, entregó a las ahora accionantes mediante acta notarial, hecho
que motivó que se inicie un proceso ordinario, pero no con el propósito de discutir la calidad del
documento o el título, sino para solicitar la entrega de los mismos, y que están en poder de las
impetrantes de tutela, a los fines de regularizar su derecho propietario en la entidad referida; iv)
Citadas con la demanda, las accionantes interpusieron excepciones y reconvinieron por rescisión de
la transferencia por lesión, con el argumento de que existe una diferencia enorme en el precio, y
porque las indicadas acciones no estaban sujetas a la venta libre, y que de acuerdo a la bolsa de
valores esos títulos tienen un valor comercial de más de Bs1 000 000.- (un millón de bolivianos); v)
No existe lesión en la suscripción del acuerdo transaccional para dar lugar a su rescisión al estar
excluido del régimen por disposición del art. 562 del CC; vi) El Auto Supremo 1065/2018 emitido por
las autoridades demandadas, contiene una adecuada fundamentación, motivación y congruencia con
relación a los hechos demandados y la valoración de las pruebas; vii) No se vulneró el derecho a la
defensa al haber las impetrantes de tutela hecho uso de todos los recursos que les franquea la ley;
y, viii) No evidencia violación al derecho de propiedad, debido a que las peticionantes de tutela
nunca fueron dueñas de las acciones de la CBN S.A. Razones por las que pidió se deniegue la acción
tutelar interpuesta.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 53 de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 467 vta. a 470 vta., denegó la tutela solicitada,
bajo los siguientes fundamentos: a) El contrato sobre el cual se basó el juicio, establece en la cláusula
segunda que Juan Carlos Millares Ríos trabajó catorce años a favor de la extinta Myriam Millares
Reyes Vda. de Martínez, y que por ello se le adeuda la suma de Bs220 000.- (doscientos veinte mil
bolivianos) por concepto de sueldos, aguinaldos, vacaciones y beneficios sociales; y, en la cláusula
tercera, se determinó la cesión de acciones de la CBN S.A. por dicha deuda, lo que evidencia una
transacción sobre un eventual proceso por pago de beneficios sociales; b) No se demostró
vulneración al debido proceso, puesto que la interpretación que realizó la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia respecto al contrato suscrito, no se encuentra alejado del margen de la equidad
al existir una transacción entre las partes; c) No se violentó el derecho a la defensa, porque en la
Sentencia de primera instancia ya se consideró que la que en vida fue Myriam Millares Reyes Vda. de
Martínez, en su condición de propietaria otorgó 154,40 acciones de la CBN S.A. en reconocimiento a
la deuda a favor de Juan Carlos Millares Ríos por la citada suma, por sueldos, aguinaldos y vacaciones,
lo que evidencia que las accionantes tuvieron la posibilidad de contrarrestar los fundamentos
expuestos a través del recurso de apelación; y, d) En relación a la tutela judicial efectiva, se tiene
que el Auto Supremo 1065/2018 respondió a las pretensiones de las partes estableciendo y
reconociendo el derecho de una de ellas, y en cuanto al derecho a la propiedad, al tratarse de un
juicio donde se dirimió las controversias emergentes de un acuerdo transaccional no se constata su
vulneración.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Testimonio 1730/2013 de 11 de octubre, sobre transferencia de 154,40 acciones de la
CBN S.A., suscrita entre la que en vida fue Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez y Juan Carlos
Millares Ríos de 8 de octubre de 2013 (fs. 32 a 33 vta.).
II.2. Por memoriales presentados el 3 y 13 de mayo, y 6 de junio, todos de 2016, Guido Aparicio
Mercado en representación legal de Juan Carlos Millares Ríos, ante el Juzgado Público Civil y
Comercial Vigesimonoveno de la Capital del departamento de Santa Cruz, formalizó demanda
ordinaria de entrega de títulos de acciones de la CBN S.A. contra Myriam Virginia Martínez Millares
(fs. 38 a 43).
II.3. Mediante memoriales presentados el 26 de julio y 19 de octubre, del citado año, Myriam Virginia
Martínez Millares y María José Martínez Mayser respondieron a la demanda descrita precedentemente,
negando las pretensiones del demandante, y al amparo del art. 561 del CC, dedujeron demanda
reconvencional de recisión de contrato por lesión (fs. 52 a 59 y 61 a 68 vta.).
II.4. Corre memorial presentado el 2 de septiembre de 2016, por el cual Guido Aparicio Mercado en
representación legal de Juan Carlos Millares Ríos interpuso excepción de falta de legitimación activa
en la parte reconvencionista y de prescripción de la acción rescisoria por lesión, alegando que el
contrato de transferencia constituye en el fondo una transacción (fs. 70 a 75 vta.).
II.5. Por Sentencia de 28 de agosto de 2017, la Jueza Pública Civil y Comercial Vigesimonovena de
la Capital del departamento referido, declaró probada la demanda de cumplimiento de contrato y
entrega de títulos de acciones e improbada la demanda reconvencional de recisión de contrato por
lesión (fs. 134 vta., a 138 vta.).
II.6. Mediante Auto de Vista 392, la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia
Intrafamiliar Doméstica y Pública Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, a
consecuencia del recurso de apelación interpuesto por Myriam Virginia Martínez Millares y María José
Martínez Mayser, revocó la citada Sentencia y en su mérito declara improbada la demanda de
cumplimiento de contrato y entrega de títulos de acciones y probada la demanda reconvencional de
recisión de contrato por lesión (fs. 149 a 152 vta.).
II.7. A través del memorial presentado el 14 de febrero de 2018, Guido Aparicio Mercado en
representación legal de Juan Carlos Millares Ríos, interpuso recurso de casación contra el Auto de
Vista 392 (fs. 156 a 161 vta.).
II.8. Cursa Auto Supremo 1065/2018 a través del cual las autoridades demandadas, casaron el
indicado Auto de Vista y resolviendo en el fondo mantuvieron la Sentencia de primera instancia,
declarando probada la demanda de cumplimiento de contrato y entrega de títulos de acciones e
improbada la demanda reconvencional de recisión de contrato por efecto de lesión (fs. 162 a 166).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Las accionantes alegan la vulneración de sus derechos al debido proceso en su elemento de
congruencia, a la defensa, a la tutela judicial efectiva, a la propiedad, al principio de verdad material
y al “valor justicia”, debido a que las autoridades demandadas al dictar el mencionado Auto Supremo,
lo hicieron resolviendo temas ajenos al litigio, sin considerar que el reconvenido Juan Carlos Millares
Ríos en ninguna etapa del juicio excepcionó la exclusión del contrato de compraventa del régimen de
rescisión por lesión sobre la base de la naturaleza transaccional del contrato de transferencia;
incurrieron también en infracción a la reglas de interpretación subjetiva y objetiva de los contratos,
al desconocer la voluntad inequívoca de los suscribientes, expresada en la cláusula tercera del
contrato de 8 de octubre de 2013, cuyo objeto es la cesación de acciones por un precio en concreto,
lo que impedía establecer que se trataba de una estipulación transaccional.
En consecuencia, corresponde en revisión analizar si tales argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Jurisprudencia reiterada sobre la revisión de la actividad jurisdiccional de otros
tribunales
La SCP 1631/2013 de 4 de octubre, en relación a este punto desarrolló lo siguiente: “…Esta línea se
profundizó señalando que es atribución del Tribunal Constitucional interpretar la Constitución, y de
la jurisdicción común, interpretar el resto del ordenamiento jurídico; o lo que es lo mismo, la legalidad
infra constitucional u ordinaria, precisando que ello no implica llegar a la conclusión tajante de que
la labor interpretativa de la legalidad ordinaria no está sujeta al control constitucional para verificar
la vulneración de derechos y garantías de la Constitución, ante ello la SC 0085/2006-R de 25 de
enero, precisó que el accionante que pretende la revisión de la legalidad ordinaria debe: 1) Explicar
por qué la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria,
incongruente, absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas
de interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo; y; 2) Precise
los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, estableciendo el
nexo de causalidad entre éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la
problemática planteada por el recurrente, tendrá relevancia constitucional, la SC 0194/2011-R de 11
de marzo, incorporó el tercer elemento que debe contener la exposición señalando: ‘3) Establezca
el nexo de causalidad entre la ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación
absurda, por no aplicar la interpretación que considera debió efectuarse, y los derechos
y/o garantías que conforman el bloque de constitucionalidad, y que han sido lesionados
con dicha interpretación, explicando sí el resultado, cuál la relevancia constitucional’.
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de
sobre el fondo del asunto de donde emerge la acción tutelar, puesto que ello es exclusivamente una
atribución de los jueces y tribunales ordinarios o administrativos, a menos que en dicha valoración
se lesionen derechos y garantías constitucionales por apartamiento de los marcos legales de
razonabilidad y equidad o cuando se hubiere omitido arbitrariamente valorar una prueba.
Asumiendo este entendimiento, la SC 1926/2010-R de 25 de octubre, indicó que: “…la valoración de
la prueba resulta ser una atribución exclusiva de los jueces que ejercen jurisdicción y competencia
en cada caso concreto, en ese sentido, debe señalarse que en relación a los roles propios de la
función ejercida por los jueces y tribunales, el control de constitucionalidad, solamente puede operar
en la medida en la cual se cumplan los siguientes presupuestos a saber: a) Conducta omisiva de los
jueces o tribunales, que se traduzca en dos aspectos concretos: i) No recepción de los medios
probatorios ofrecidos; ii) La falta de compulsa de medios probatorios ofrecidos; y,
b) Apartamiento flagrante de los principios de razonabilidad, proporcionalidad y objetividad.
Entonces, siguiendo el razonamiento plasmado en las SSCC 0873/2004-R, 0106/2005-R, 0129/2004-
R, 0797/2007-R y 0965/2006-R, entre otras, se tiene que solamente en el caso de cumplirse los
presupuestos antes citados puede operar el control de constitucionalidad para restituir así los
derechos fundamentales afectados; en ese contexto, debe determinarse que el análisis de una
valoración probatoria por parte del órgano contralor de constitucionalidad sin cumplir las subreglas
desarrolladas supra, generaría una disfunción tal que convertiría a este Tribunal en una instancia
casacional o de revisión ordinaria, situación que no podría ser tolerada en un Estado Constitucional.
En este contexto, a la luz de un debido proceso, en el marco de los roles del control de
constitucionalidad y de acuerdo a la problemática concreta, se establece que solamente ante la celosa
observancia de las subreglas anotadas precedentemente, se abriría la competencia del órgano
contralor de constitucionalidad”.
De esto, se puede concluir que la jurisdicción constitucional, autolimitó sus competencias en relación
a la valoración de prueba, producida y valorada en el proceso judicial o administrativo, respetando la
competencia de las otras jurisdicciones, estableciendo imperativamente que la acción de amparo
constitucional no se activa para revisar la actividad probatoria y hermenéutica de los jueces o
tribunales ordinarios y administrativos, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria
de otras jurisdicciones; sin embargo, conforme prevé la jurisprudencia constitucional citada,
excepcionalmente esta jurisdicción ingresara en el análisis probatorio de fondo efectuado por las
autoridades jurisdiccionales ordinarias o administrativas, cuando quienes accionen en amparo
constitucional cumplan con los siguientes presupuestos a saber: a) Conducta omisiva de los jueces o
tribunales, que se traduzca en dos aspectos concretos: 1) No recepción de los medios probatorios
ofrecidos; y, 2) La falta de compulsa de medios probatorios ofrecidos; y, b) Apartamiento flagrante
de los principios de razonabilidad, proporcionalidad y objetividad; para lo cual, es necesario
desarrollar una precisa exposición y fundamentación que muestre a la jurisdicción constitucional, por
qué la valoración efectuada por las autoridades se habría aparatado de los marcos de razonabilidad
y equidad, vulnerando derechos y garantías previstos por la Constitución Política del Estado, es decir,
que no se debe circunscribir la fundamentación únicamente en un relato de los hechos, o al simple
disentimiento de la valoración efectuada por la autoridad jurisdiccional ordinaria o administrativa,
cuestionando y criticando la misma, como si la acción de amparo constitucional se tratara de un
recurso de revisión, sino que se deben identificar de forma precisa los derechos vulnerados que se
habría ocasionado a partir de una injustificada o ilegal negación de recepción de medios probatorios,
o la omisión de valoración de prueba que tenga trascendencia en la resolución de fondo del proceso
o esclarezca la verdad material de los hechos; o en definitiva expresar de manera adecuada
precisando los fundamentos jurídicos que sustenten su posición, de por qué la autoridad judicial o
administrativa se habría apartado de los marcos de razonabilidad y equidad, lo que no implica el
despliegue de criterios de disentimiento con la valoración probatoria efectuada intraproceso”».
Del contenido jurisprudencial expuesto, podemos concluir que la acción de amparo constitucional no
se activa para revisar la actividad probatoria y hermenéutica de los jueces o tribunales ordinarios y
administrativos, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones;
Ante esta decisión, planteó incidente de nulidad por saneamiento procesal exponiendo ante el Juez
de instancia el error cometido en alzada, el cual fue resuelto por Auto 423/18 de 4 de junio de 2018;
no obstante, luego de ser objeto de apelación, la similar Sala Cuarta, mediante Auto de Vista
237/2018 de 10 de octubre, resolvió revocar en parte el citado Auto del Juez inferior, reencausando
procedimiento a los fines de que se remita antecedentes a la señalada Sala Tercera.
Remitida su petición ante la Sala Tercera, las autoridades demandadas emitieron el Auto de Vista 01-
19 de 2 de enero de 2019, señalando que: “…mediante Auto de Vista de 18 de septiembre de 2017,
que declara la extemporaneidad del recurso de apelación presentado por el demandante
ADM SAO S.A., contra el auto de de fecha 11 de noviembre de 2015, al momento de anular
la diligencia de notificación saliente a fs. 202, en consecuencia los actos demandados
vuelven al estado en que se encontraba al momento de la interposición extemporánea...”
(sic) ese Tribunal de apelación se encontraba en la imposibilidad material de poder resolver el recurso
de apelación y en consecuencia, al haber emitido el “... Auto de Vista de fecha 12 de marzo de 2018
(…) la misma que no debió ser considerada de acuerdo a los antecedentes y fundamentos antes
expuestos (...) en consecuencia, el hoy incidentita (...) deberá acudir a la vía correspondiente
en busca de hacer prevalecer sus Derechos” (sic).
Lo descrito precedentemente advierte que los mencionados Vocales, a raíz del incidente de nulidad
formulado, reconocieron que se encontraban en la imposibilidad de resolver el recurso de apelación
interpuesto por ADM SAO S.A. contra el Auto 811/15; sin embargo, lejos de reparar la ilicitud sólo
expresaron que se acuda a la vía correspondiente para que haga valer los derechos lesionados; por
lo que, el Auto de Vista 105-18 fue dictado de manera irregular y fuera del procedimiento, lesionando
así el debido proceso respecto a la cosa juzgada e inobservando el principio de seguridad jurídica, a
la tutela judicial efectiva y acceso a la justicia; primero, porque el Juez de instancia arbitrariamente
emitió el Auto 571/17 concediendo el recurso de apelación contra el Auto que declaró probada la
prescripción; y, segundo porque los Vocales demandados dictaron el Auto de Vista 105-18 que revocó
el Auto 811/15 y posteriormente por Auto de Vista 01-19 reconocieron expresamente que se
encontraban en la imposibilidad material de resolver la apelación incoada por ADM SAO S.A.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la vulneración de sus derechos al debido proceso,
a la tutela judicial efectiva o acceso a la justicia, a la justicia material y prevalencia el derecho
sustancial y al principio de seguridad jurídica, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se disponga: a) La nulidad del proceso hasta el sorteo
de 5 de marzo de 2018, ordenando a los Vocales demandados emitan un nuevo auto de vista,
declarando la inadmisibilidad del recurso de apelación presentado por ADM-SAO S.A. contra el Auto
811/15; y, b) En su defecto se anule el Auto de Vista 01-19, a los fines de que las autoridades de
alzada dicten nuevo pronunciamiento, anulando obrados hasta el sorteo referido y pronunciarse sobre
el mencionado recurso de apelación.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
La audiencia pública de consideración de la presente acción de amparo constitucional, se realizó el
31 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 851 a 857, produciéndose los siguientes
actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, se ratificó íntegramente en los argumentos de su demanda y
los amplió señalando que: 1) Los Vocales demandados mantuvieron vigente el Auto de Vista 105-18,
vulnerando sus derechos y el principio de seguridad jurídica, al afectar una resolución con calidad de
cosa juzgada que declaró la prescripción del proceso; y, 2) El Auto de Vista subsistente, creó
incertidumbre en cuanto a que la resolución debía ser cumplida, al afectar a una disposición que se
encontraba ejecutoriada, que de acuerdo al valor justicia, se debió obrar en favor del derecho
adquirido.
I.2.2. Informe de los demandados
Irma Villavicencio Suarez y Samuel Saucedo Iriarte, Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia,
Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Tercera del Tribunal Departamental
de Justicia de Santa Cruz, no remitieron informe escrito y tampoco se presentaron en audiencia pese
a su legal notificación cursante de fs. 775 a 776.
Oscar Jesús Menacho Angeleri, Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del mismo
departamento, no presentó informe escrito ni se apersonó en la audiencia tutelar, pese a su legal
notificación cursante a fs. 777.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Cynthia Carmiña Valencia Canedo, Juan Pablo Serrate Saucedo y Walter Salazar Villarroel, en
representación de Industrias de Aceite Sociedad Anónima (IASA) antes ADM SAO S.A. y luego SAO
S.R.L., por memorial de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 847 a 850, únicamente suscrito por
Walter Salazar Villarroel, solicitaron que se deniegue la tutela con los siguientes argumentos: i)
Respecto al Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital, el accionante objetó el Auto 571/17,
por el que se concedió el recurso de apelación contra el Auto 811/15; empero, esta decisión no fue
impugnada a través del recurso de reposición, por esa razón la acción es improcedente y deberá ser
rechazada; ii) Con relación a los Vocales que dictaron el Auto de Vista 01-19 sin reparar la ilegalidad
cometida por el Auto de Vista 105-18, el impetrante de tutela cuando fue notificado con el mismo,
no lo impugnó por vía de acción de amparo constitucional al no existir otra vía legal ordinaria; iii) La
petición es improcedente por subsidiariedad conforme a la jurisprudencia contenida en la SCP
1337/2003-R de 15 de septiembre; por lo que, se debe denegar la tutela demandada sin ingresar al
análisis del fondo de la problemática planteada.
Luis Enrique Pizarro Cortez y Luis Fernando Terán Rivera, representantes de SAO S.R.L. -fueron
notificados en esa calidad, cuando la empresa tenía ese nombre o razón social- no presentaron
informe escrito ni se apersonaron a la audiencia de consideración de acción de amparo constitucional,
pese a su notificación cursante a fs. 769.
Raquel Brychey de Saavedra y Mario Avelino Moreno Viruez; Adolfo Ernesto Valenzuela Castedo
representante de la Empresa Constructora “Cordova S.R.L.”; y, Boleslaw Brychey Leigue, no
presentaron informe escrito, tampoco comparecieron a la audiencia, pese a sus notificaciones
cursantes de fs. 768, 770 a 772 y 774, respectivamente.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, a través de la
Resolución 52 de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 857 a 859 vta., denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: a) El accionante solicitó que se declare la nulidad del proceso y se
ordene a los Vocales demandados emitan un nuevo auto de vista que declare inadmisible el recurso
de apelación, presentado por ADM SAO S.A. contra el Auto 811/15, vale decir que pidió que se
resuelva algo que ya estaba decidido por las autoridades de alzada; y, que se anule el Auto de Vista
01-19, disponiendo que el Tribunal de apelación emita un nuevo pronunciamiento, anulando obrados
hasta el sorteo de 5 de marzo de 2018, que también fue decidido por Auto de Vista 105-18,
evidenciando la existencia de la causal de improcedencia por subsidiariedad, dado que, el impetrante
de tutela planteó un recurso que no es idóneo, cuando debió haber impugnado el referido Auto de
Vista 105-18; y, b) El accionante interpuso un incidente de nulidad por saneamiento procesal ante el
Juez de instancia, pretendiendo anular el Auto de Vista emitido por una autoridad superior, lo cual
no es posible puesto que ningún juez inferior puede anular un auto de uno de alzada, advirtiéndose
que existe una inadecuada petición.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El 6 de marzo de 2008, Alejandro Miguel Nostas Eguez en representación de ADM SAO S.A.,
interpuso demanda ejecutiva contra Mario Avelino Moreno Viruez, Gerente General de la Empresa
Agropecuaria Cañada Larga S.R.L. y los fiadores solidarios indivisibles Marcelo Roberto Saavedra
Bruno, Raquel Brychey de Saavedra, Boleslaw Brychey Leigue (fs. 47 a 51). Por memorial de 17 de
mayo de ese año, Marcelo Roberto Saavedra Bruno, como fiador se apersonó al proceso e interpuso
excepciones (fs. 58 a 62).
II.2. El 10 de agosto de 2009, el Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del departamento
de Santa Cruz, emitió la Sentencia 19/09, que declaró probada la demanda interpuesta por ADM SAO
S.A., e improbadas las excepciones de falta de personalidad jurídica, impersonería, falta de capacidad
procesal en el ejecutante, falta de fuerza ejecutiva e inhabilidad de los títulos presentados por Marcelo
Roberto Saavedra Bruno (fs. 93 a 96 vta.).
II.3. Por memorial presentado el 15 de junio de 2015, Marcelo Roberto Saavedra Bruno, vía
incidente, solicitó la prescripción de la obligación patrimonial demandada (fs. 145 a 147), que fue
resuelta por Auto 811/15 de 11 de noviembre de 2015, mediante el cual el Juez de la causa declaró
probada la prescripción y en consecuencia el levantamiento de toda medida precautoria emergente
del proceso (fs. 189 a 192); decisión que fue notificada a las partes en tablero judicial el 13 de dicho
mes y año (fs. 193 y vta.); consta además, otra notificación realizada a ADM SAO S.A. de 1 de
diciembre del mismo año (fs. 197).
II.4. Se tiene también el memorial de apelación presentado el 9 de diciembre de 2015 por Luis
Enrique Pizarro Cortez, representante de ADM SAO. S.A. contra el Auto 811/15, especificando que se
encuentra dentro de término al haber sido notificado el 1 de diciembre del indicado año en Secretaría
del Juzgado (fs. 217 a 222).
II.5. Mediante memorial interpuesto el 28 del mes y año señalados precedentemente, Marcelo
Roberto Saavedra Bruno interpuso incidente de nulidad de notificación de fs. 202 del expediente
principal, en la que consta que ADM SAO S.A. fue notificada con el Auto que resolvió declarar probada
la excepción de prescripción el 1 de igual mes y año; a tal efecto se corrió en traslado el mismo (fs.
226 a 227).
II.6. Por Auto 113/16 de 25 de febrero de 2016, el Juez Público Civil y Comercial Primero de la
Capital, resolvió declarar probado el incidente de nulidad de notificación efectuada a ADM SAO S.A.
y anuló obrados hasta fs. 206 del proceso principal inclusive; es decir, hasta el traslado corrido,
declarando ejecutoriado el Auto de fs. 194 a 197 del expediente principal, referido al Auto 811/15
que declaró probada la excepción de prescripción incoada por Marcelo Roberto Saavedra Bruno (fs.
286 a 287 vta.); por lo que el ejecutante recurrió de reposición bajo alternativa de apelación,
solicitando se deje sin efecto el citado Auto (fs. 305 a 311 vta.).
II.7. A través de Auto 175 de 10 de mayo de 2016, la Sala Civil, Comercial, Familiar, Niñez y Violencia
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, resolvió la apelación del incidente de
nulidad de diligencia de notificación de 1 de diciembre de 2015, disponiendo la anulación del Auto
113/16, a los fines de que el Juez a quo dicte nueva resolución, valorando la prueba ofrecida por las
partes, incluyendo la de la empresa ADM SAO S.A. que cursa en la apelación de fs. 275 a 276 del
cuaderno principal (fs. 327 y vta.).
II.8. En virtud a lo ordenado en alzada, mediante Auto 352/16 de 25 de mayo de 2016, el Juez de
la causa, determinó declarar probado el incidente de nulidad de notificación de 1 de diciembre de
2015 a la empresa ADM SAO S.A; mismo que fue apelado el 03 de junio de ese año por la misma (fs.
335 a 337 y 350 a 356).
II.9. Por Auto de Vista 360 de 19 de agosto de 2016, la Sala Civil, Comercial, Familia, Niñez y
Violencia Primera del Tribunal citado precedentemente, confirmó el Auto 352/16; es decir, dejó sin
efecto alguno la señalada diligencia (fs. 412 y vta.).
II.10. El 4 de noviembre de 2016, los representantes legales de la empresa ADM SAO S.A. plantearon
acción de amparo constitucional, solicitando se deje sin efecto el Auto 360; en virtud de lo cual, la
jurisdicción constitucional a través de la SCP 0037/2017-S1 de 15 de febrero, resolvió dejar sin efecto
el referido Auto, disponiendo que los Vocales demandados pronuncien una nueva resolución (480 a
498).
II.11. A través de memorial presentado el 23 de noviembre de 2016, la empresa ADM SAO S.A.,
formuló incidente de nulidad y solicitó se disponga nueva notificación con el Auto 811/15; asimismo,
en el Otrosí, refirió que: “…habiendo sido contestado por el ejecutado nuestra apelación presentada
en fecha 9 de diciembre de 2015 contra el auto definitivo de 11 de noviembre de 2015, cursante de
fs. 194 a fs. 197 de obrados, se conceda la misma ante el tribunal ad quem” (sic [fs. 430 a 436]);
por lo que, mediante Auto 471/17 de 16 de agosto de 2017, el Juez de instancia abrió término
probatorio de seis días a los efectos del incidente planteado, resolviendo además conceder la
apelación interpuesta por la ADM SAO S.A. contra el Auto 811/15, en el efecto devolutivo, ordenando
también la remisión del expediente al Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz conforme a
procedimiento, así como el emplazamiento a las partes (fs. 447); notificada al ahora accionante el 25
de octubre de ese año a horas 10:15 (fs. 539).
II.12. En cumplimiento al referido fallo constitucional, la Sala Civil, Familia, Niñez y Adolescencia,
Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública Primera del Tribunal señalado, emitió el Auto de Vista
307 de 18 de septiembre de 2017, a través del cual se confirmó el Auto 352/16, arguyendo que, las
notificaciones en estrados judiciales son válidas en caso de falta de apersonamiento de las partes al
juzgado, conforme indica el art. 84.III del Código Procesal Civil (CPC); y, en cuanto a la notificación
a través de cedulón de 1 de diciembre de 2015, el mismo fue entregado a solicitud de la empresa
demandante, lo cual no invalida la notificación realizada en estrados judiciales (fs. 509 a 512).
II.13. La Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar
Doméstica y Pública Tercera del Tribunal mencionado, emitió el Auto de Vista 105-18 de 12 de marzo
de 2018 por el que, determinaron revocar el Auto 811/15 y declarar improbado el incidente de
prescripción interpuesto por Marcelo Roberto Saavedra Bruno, ordenando al Juez de instancia,
sustanciar el recurso de apelación pendiente (fs. 551 a 553); notificada las partes el 29 de ese mes
y año (fs. 554 y vta.).
II.14. Cursa un memorial de 18 de mayo de 2018, interpuesto por el ahora impetrante de tutela
ante el Juzgado de instancia, solicitando se declare probado el incidente de nulidad por saneamiento
procesal y por consiguiente se anule obrados hasta el vicio más antiguo, sin dar lugar al recurso de
apelación del ejecutante (fs. 560 a 566); por lo que, por Auto 423/18 de 4 de junio de 2018, el Juez
de la causa declaró probado parcialmente el incidente formulado, anulando el Auto 571/17 y
rechazando el recurso de apelación interpuesto por ADM SAO S.A. (fs. 574 a 575).
II.15. Por memorial presentado el 14 de junio de 2018, el accionante interpuso recurso de apelación
contra la decisión del Juez de instancia (fs. 581 a 585 vta.), resuelto por Auto de Vista 237/2018 de
10 de octubre, en el que los Vocales de la Sala Civil y Comercial, de Familia, Niñez, Adolescencia y
Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Cuarta del Tribunal referido, revocaron en parte el Auto
423/18, disponiendo que el Juez a quo remita antecedentes del incidente de nulidad por saneamiento
procesal, para que sea sustanciado por su similar Tercera (fs. 699 a 701).
II.16. Cursa Auto de Vista 01-19 de 2 de enero de 2019, por el que los Vocales de la Sala Civil y
Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Tercera del
Tribunal señalado precedentemente, concluyeron en la existencia de vicios procesales en la causa
originados en el Juez de la causa; sin embargo, al haber emitido ya una decisión mediante Auto de
Vista 105-18, les impide retrotraer, reconsiderar o anular la resolución emitida, por lo que rechazaron
el incidente formulado, indicando que el incidentista debe acudir a la vía correspondiente en busca
de hacer prevalecer sus derechos (fs. 715 a 716).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso,
a la tutela judicial efectiva o acceso a la justicia, a la justicia material y prevalencia del derecho
sustancial y al principio a la seguridad jurídica; arguyendo que: 1) Los Vocales demandados emitieron
el Auto de Vista 105-18 de 12 de marzo de 2018, que revocó el Auto 811/15 de 11 de noviembre de
2015, sin considerar que la apelación formulada por ADM SAO S.A. fue interpuesta de manera
extemporánea; y, 2) En el Auto de Vista 01-19 de 2 de enero de 2019, las autoridades de alzada
reconocieron que dicha apelación fue presentada de forma extemporánea; sin embargo, no
modificaron el primer Auto de Vista emitido y tampoco corrigieron los errores procedimentales del
Juez de la causa al conceder el recurso de apelación planteado de manera extemporánea, por lo que
pidió se anule este último Auto de Vista hasta el sorteo de 5 de marzo de 2018, para que las
autoridades demandadas emitan un nuevo pronunciamiento.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El debido proceso en los procesos judiciales. Jurisprudencia reiterada
El art. 115.II de la CPE, señala que: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa
y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”; al respecto, el extinto
Tribunal Constitucional, mediante la SC 0119/2003-R de 28 de enero, señaló que el debido proceso:
“’…comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de
que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado
que pueda afectar sus derechos’ (…) Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación
inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de
legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y
la fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales...’”.
Por su parte, la SCP 01913/2012 de 12 de octubre, al respecto estableció que: “ El debido proceso es
una institución del derecho procesal constitucional que abarca los presupuestos procesales mínimos
a los que debe regirse todo proceso judicial, administrativo o corporativo, observando todas las
formas propias del mismo, así como los presupuestos normativamente pre-establecidos, para hacer
posible así la materialización de la justicia en igualdad de condiciones.
Con relación a su naturaleza jurídica, la SC 0316/2010-R de 15 de junio, señaló lo siguiente: 'La
Constitución Política del Estado en consideración a la naturaleza y los elementos constitutivos del
debido proceso como instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos fundamentales,
lo consagra como un principio, un derecho y una garantía, es decir, la naturaleza del debido proceso
es reconocida por la Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental de los
justiciables, de quien accede reclamando justicia, la víctima y de quien se defiende el imputado. A la
vez es un principio procesal, que involucra la igualdad de las partes art. 119.I CPE y una garantía de
la administración de justicia, previniendo que los actos del proceso se ceñirán estrictamente a reglas
formales de incuestionable cumplimiento. De esa triple dimensión, se desprende el debido proceso
como derecho fundamental autónomo y como derecho fundamental indirecto o garantía…'.
Agregando más adelante la mencionada Sentencia Constitucional, establece que: 'Esa doble
naturaleza de aplicación y ejercicio del debido proceso, es parte inherente de la actividad procesal,
tanto judicial como administrativa, pues nuestra Ley Fundamental instituye al debido proceso como:
1) Derecho fundamental: Como un derecho para proteger al ciudadano en primer orden de acceso a
la justicia oportuna y eficaz, como así de protección de los posibles abusos de las autoridades
originadas no sólo en actuaciones u omisiones procesales, sino también en las decisiones que adopten
a través de las distintas resoluciones dictadas para dirimir situaciones jurídicas o administrativas y
que afecten derechos fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción de las
autoridades a las reglas establecidas por el ordenamiento jurídico.
2) Garantía jurisdiccional: Asimismo, constituye una garantía al ser un medio de protección de otros
derechos fundamentales que se encuentran contenidos como elementos del debido proceso como la
motivación de las resoluciones, la defensa, la pertinencia, la congruencia, de recurrir, entre otras, y
que se aplican toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, constituyendo las distintas
garantías jurisdiccionales inherentes al debido proceso, normas rectoras a las cuales deben sujetarse
las autoridades pero también las partes intervinientes en el proceso en aplicación y resguardo del
principio de igualdad'.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada no obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 52 de 31 de mayo de
2019, cursante de fs. 857 a 859 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, en consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.
2º Disponer lo siguiente:
a) Se deja sin efecto el Auto de Vista 01-19 de 2 de enero de 2019, emitido por la Sala Civil y
Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica Pública Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
b) Que las autoridades demandadas emitan un nuevo pronunciamiento conforme a lo expuesto en
el presente fallo.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
La accionante consideró como lesionados sus derechos al trabajo, al ejercicio de la función pública,
a la estabilidad laboral, a la defensa y al debido proceso en sus elementos de impugnación,
fundamentación y motivación de las resoluciones, citando al efecto los arts. 46, 115.II y 117.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto: a) “La resolución inmotivada, por el cual
se operó el silencio administrativo…” (sic), b) El Informe MTEPS-VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-
0024-INF/19, que recomendó la devolución de su recurso; c) La Resolución Administrativa
Departamental de Recurso de Revocatoria D.D.E.CH.-U.A.J. 03/2018; d) Memorándum
RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018; y, e) La restitución a su fuente laboral de manera inmediata, más el
reintegro de sus salarios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de mayo de 2019, conforme consta en acta de fs. 367 a 391, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La impetrante de tutela por intermedio de su abogado ratificó los argumentos expuestos en el
memorial de acción de amparo constitucional; asimismo, manifestó que no existe una resolución
formal administrativa que determine que perdió su carrera administrativa, la Dirección Departamental
de Educación de Chuquisaca refirió falsamente que se la hubiese ascendido y promocionado sin las
evaluaciones correspondientes; los arts. 65 y 66 del DS 26115 de 16 de marzo de 2001, determinan
que un funcionario público no pierde su carrera administrativa aunque este cesante o hubiese sido
promovido; empero, se “inventó” un procedimiento en base a datos falsos para concluir que carece
de legitimación, cuando el “art. 13” del ordenamiento legal citado establece que el recurso jerárquico
solamente puede ser declarado improcedente cuando fue interpuesto fuera del término legal y
tratándose de decretos de mero trámite o autos interlocutorios; la destitución de un funcionario de
carrera administrativa se encuentra prevista en el art. 41 del Estatuto del Funcionario Público (EFP);
en tal sentido, solicitó se le conceda tutela disponiendo la nulidad de las resoluciones que cuestionó
y su restitución a su fuente laboral más el pago de sus salarios devengados.
Aclaró que, el Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018 de 6 de abril que se le entregó para que
asuma el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos Administrativos fue de forma interina con el
mismo nivel salarial e ítem de técnico y fungió tal labor hasta el momento de su desvinculación.
El art. 41 del EFP establece las causales de destitución del funcionario de carrera no habiendo
incurrido en ninguna; además, el art. 31 del precepto legal referido indica que la transferencia es el
cambio permanente de un servidor público de su unidad de trabajo a otra unidad de la misma entidad
o de otra; por lo que, no se puede efectuar una interpretación de manera desfavorable.
El hecho de que la Dirección General del Servicio Civil del Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión
Social, solicitó informes al conocer el recurso jerárquico, significó que dio curso al mismo, que no lo
haya tramitado no puede repercutir en el incumplimiento del principio de inmediatez conforme
señalaron los demandados. Asimismo, asumió el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos de manera interina, conforme se tiene del mencionado Memorándum
RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018.
A las preguntas de los Vocales Constitucionales respondió:
¿Usted asumió el cargo de “Secretaria” y cómo acredita ese extremo?. Si, el memorándum aludió el
cargo interno, jamás me indicaron que era para retornar al cargo de Secretaria II, tengo boletas de
salida con el sello de “secretaria” abaladas por el inmediato superior.
I.2.2. Informe de los demandados
Humberto Gerónimo Tancara Tancara, Director Departamental de Educación de Chuquisaca, por
memorial presentado el 29 de mayo de 2019, cursante de fs. 299 a 301 objetó el auto de admisión
y en audiencia a través de sus abogados indicó que: 1) En aplicación de los arts. 30 y 53 “inc. c” -
siendo lo correcto 53.2-del Código Procesal Constitucional (CPCo) argumentando la concurrencia de
actos consentidos libre y expresamente objetó la admisión de la acción de amparo constitucional;
asimismo, señaló que el art. 55 del Código indicado establece el plazo de seis meses para interponer
la acción de amparo constitucional; el mismo que fue sobrepasado; aspectos que debieron ser
resueltos antes de continuar con la audiencia; 2) La normativa que debe ser aplicada en el presente
caso es el DS 26319, en razón a que la accionante fue considerada servidora de carrera en el cargo
de Secretaria II de la “UAR” -que desapareció en aplicación del DS 0813 de 9 de marzo de 2011-,
desde el 2003 al 2013, fue designada como Técnico de Recepción y Entrega de Boletas, el 1 de
noviembre de 2013, pasó a ser considerada servidora pública provisoria por ocupar un cargo diferente
al que fue institucionalizada de manera definitiva y directa, en tal condición se le agradeció sus
servicios, ante lo cual activó recurso de revocatoria y jerárquico; 3) El recurso jerárquico fue remitido
el 17 de julio de 2018 ante la Dirección General del Servicio Civil para que sea resuelto conforme el
alcance del art. 33 del DS 26319 y siguiendo el procedimiento establecido en el art. 34.1 del mismo
precepto legal, tal entidad tenía el plazo de treinta días para emitir pronunciamiento; además, por
nota de 18 de octubre de ese año, la peticionante de tutela reclamó tal aspecto, al no haber recibido
respuesta se considera y aplica el silencio administrativo negativo; es decir, que el recurso jerárquico
se considera rechazado; en tal antecedente, el cómputo de los seis meses que tenía para plantear la
presente acción de defensa constitucional se efectúa a partir del 30 de agosto del indicado año,
feneciendo en febrero de 2019; por lo que, planteada la acción en mayo de igual año se encuentra
fuera del término establecido; lo que recae en que los actos denunciados fueron consentidos y
aceptados tácitamente de manera libre; y, 4) Por Auto 128/2019 de 10 de mayo, la Sala
Constitucional observó la presente acción de defensa, disponiendo que la impetrante de tutela indique
cuál es la última resolución emitida, aspecto que no fue cumplido y en su lugar refirió nuevos derechos
que considera transgredidos como el de la doble instancia, no siendo viable tomar en cuenta nuevos
elementos en un memorial de subsane, y de ser así se estaría ante una vulneración del procedimiento
constitucional, pues debió expresar fundamentos claros y concretos en cuanto a los derechos
lesionados y no lo hizo más al contrario presentó un memorial ambiguo y contradictorio.
El Tribunal Constitucional no puede ser utilizado en forma alternativa a los medios de impugnación
que la ley confiere a las partes para hacer valer sus derechos; por lo que, solicitó se declare
improcedente o se desestime la presente acción de amparo constitucional.
A las preguntas de los Vocales Constitucionales respondió:
¿Asumió funciones de “Secretaria”?. No, la pretensión de la entidad era que vuelva al cargo
institucionalizado, para no perjudicarla pero se resistió porque quería percibir el mismo sueldo de
técnico y no era lo correcto.
¿Existe constancia en cuanto a lo señalado?. “Es la única constancia porqué se toma medidas de
hecho en el momento…” (sic).
Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil y Boris Efrén Cárdenas Sanjinés,
Profesional de Régimen de Impugnación ambos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
el segundo en representación de la primera y por sí, por memorial presentado el 30 de mayo de
2019, cursante de fs. 252 a 260 y en audiencia indicó que: i) La unidad de Régimen laboral e
impugnación, es la encargada de resolver denuncias de servidores públicos de carrera administrativa
o aspirantes a ella y las que tienen relación con afectaciones a derechos de las servidoras y servidores
públicos a nivel nacional; ii) La pretensión recursiva de la accionante adolece de congruencia ya que
la presentó para el cargo de “'Técnico, Recepción y Entrega de Boletas '” (sic), del que no cuenta
con respaldos documentales que acrediten que se cumplieron los respectivos procesos de promoción
vertical exigidos por los arts. 29 y 30 del DS 26115; toda vez que, fue incorporada a la carrera
administrativa como “'Secretaria II'”; en consecuencia, no tiene la legitimación activa que la faculte
para impugnar a través de los recursos de revocatoria y jerárquico en la vía administrativa su
desvinculación laboral; la transferencia de puesto que se realizó el 2013, no fue entre puestos
similares o afines; iii) La calidad de funcionarios de carrera administrativa se encuentra prevista en
los arts. 5 inc. d) y 70.I y II del EFP, concordante con el 12 inc. d) del DS 25749 de 20 de abril de
2000, siendo exigible que estos funcionarios cuenten con un código asignado conforme prevé el art.
4 del Reglamento del Procedimiento de Incorporación a la carrera Administrativa, aprobado por la
Resolución Ministerial 699/14 de 21 de octubre de 2014, concordante con el 50 del DS 26115; iv) Se
solicitó información sobre el registro de la peticionante de tutela a la Unidad de la Función Pública y
Registro Plurinacional de la Dirección General del Servicio Civil, del que se constató que se encuentra
registrada en el cargo de “Secretaria II en el Servicio Departamental de Educación de Chuquisaca”
conforme a la Resolución Administrativa SSC-018/2003 de 27 de febrero; asimismo, se estableció la
existencia del memorándum de designación 000058 de 1 de noviembre de 2013, por el que tomó
posesión del cargo de técnico de recepción y entrega de boletas, dejando el de “Secretaria II” por
nueva estructura organizacional; y, v) Sin ingresar al fondo del recurso jerárquico se estableció que
la peticionante de tutela al tomar posesión del cargo en el que no fue institucionalizada lo hizo en
manifestación de la autonomía de voluntad, modificando sus propios derechos y provocando un
cambio en su condición de servidora pública institucionalizada, ejerciendo el mismo por más de cuatro
años, no habiendo objetado esa decisión dentro de los noventa días previstos en el art. 21 del DS
26115, siendo un acto consentido no habiéndose vulnerado derechos.
En cuanto al silencio administrativo, la “Resolución Ministerial 169” (sic) establece que el plazo para
la sustanciación de los recursos jerárquicos corre a partir de la radicatoria de estos, aspecto que no
aconteció, pues se debía revisar previamente si contaba con la legitimación activa y al concluirse que
no dispuso la devolución de los antecedentes; por lo que, solicitó que la tutela sea denegada.
A las preguntas de los Vocales Constitucionales respondió:
¿Se impugna el hecho de que se la despidió o que se le quitó la carrera administrativa en el cargo?
La accionante impugnó el memorándum de desvinculación al cargo de “técnico” al cual no accedió
conforme el procedimiento y ocupó por más de cuatro años, de la información remitida se estableció
que no impugnó la decisión de su ascenso vertical consintiendo la pérdida de su calidad de funcionaria
administrativa de carrera.
¿El Memorándum de 11 de junio, a cuál de las dos designaciones estaba afectando? A la de “técnico
medio”.
¿El de “Secretaria II” hasta hoy día sigue? Sí.
¿Podemos considerar que el memorándum de desvinculación laboral es ilegal? Cumplió su efecto en
la relación laboral de la servidora provisoria, toda vez que ella estuvo ejerciendo el cargo por más de
cuatro años, sin impugnar y retornar al que fue designada.
¿Había otra autoridad que podía impugnar esa decisión? Ella misma podía impugnar como servidora
provisoria, no correspondía que lo haga en aplicación del DS 26319 porque esa norma es solamente
para servidores de carrera y aspirantes a serlo.
¿Existe pronunciamiento de la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) al respecto? No, toda vez que un
pronunciamiento de esa naturaleza en primera instancia podría abrir competencia, no
correspondiendo tratándose de funcionarios provisorios.
¿Los informes legales se les pasa directamente, sin más revuelo? Hay varios casos de funcionarios
provisorios que quieren impugnar a través del DS 26319, sin tener la legitimación activa, por lo que
no puede continuarse el trámite y se devuelve los antecedentes para que vea la vía adecuada para
continuar su procedimiento en caso de que consideren apropiado que así sea.
¿Ante quien debió haberse remitido el recurso jerárquico? Ante el Ministro de Educación. La
peticionante de tutela mencionó que asumió el cargo de “Secretaria”, el sueldo percibido fue como
técnico
¿Qué efectos tiene el “memorándum”? Ninguno, El recurso no fue presentado en protección del cargo
de secretaria sino de técnico de mantenerse en ese cargo hubiera habido una afectación salarial.
Orlando Cender Aranibar Delgado y Roger Lidio Chuquimia Mamani en representación de Milton
Gómez Mamani, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, señalaron que se pretendía entregar
un memorándum a la accionante para que asuma el cargo de “Secretaria” que no aceptó; es decir,
se le estaba devolviendo una condición de funcionaria de carrera.
A la MAE no le correspondía tomar conocimiento del caso, puesto que la peticionante de tutela perdió
su calidad de funcionaria de carrera; por lo que, no debió activarse esta acción de defensa en su
contra; no obstante aquello, existe una contradicción, puesto que se incorporó a la carrera
administrativa en el cargo de “Secretaria II del ex SEDUCA”; empero, en el memorial de acción de
amparo constitucional señaló que se la destituyó del cargo de Técnico de Recepción de Boletas de la
Dirección Departamental de Educación de Chuquisaca, cargo que ocupa como servidora pública
provisoria.
A la pregunta ¿Por qué no habrían perdido competencia para resolver el caso conforme la RM 369-
2009 de 27 de mayo? Respondió: Año tras año se acumula expedientes siendo solo cuatro los
profesionales a cargo de su sustanciación y resolución, a fin de ir eliminando toda la carga procesal
los plazos comienzan a correr a partir de la radicatoria.
1.2.3. Intervención de la tercera interesada
Fabiola Miranda Montero, Auxiliar de Planillas de la Dirección Departamental de Educación de
Chuquisaca no presentó memorial en respuesta a la acción de amparo constitucional planteada,
tampoco asistió a la audiencia fijada, pese a su notificación cursante a fs. 206.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, a través de la
Resolución 78/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 392 a 397, denegó la tutela solicitada, bajo los
siguientes fundamentos: a) El análisis del cumplimiento de los principios que configuran la acción de
amparo constitucional debe efectuarse antes de su admisión; no obstante, a veces no es posible
advertir su inobservancia al no haberse aportado elementos probatorios o la complejidad del caso no
lo permite; empero, no existe impedimento alguno para hacerlo en audiencia y al evidenciarse
omisión de la inmediatez, subsidiariedad o concurrencia de actos consentidos, ya no corresponde
determinar su improcedencia, sino denegarla; b) La impetrante de tutela refiere que en el ejercicio
de sus funciones en el entonces Servicio Departamental de Educación (SEDUCA) de Chuquisaca,
ingresó a la carrera administrativa en el cargo de Secretaria II en la Unidad de Administración de
Recursos, posteriormente asumió el cargo de Técnico de Recepción de Entrega de Boletas, pasados
cuatro años sin que tuviera problema alguno, por Memorándum RR.HH.D.D.E.CH 31/2018, el Director
Departamental de Educación de Chuquisaca agradeció sus servicios, decisión que impugnó a través
de los recursos de revocatoria y jerárquico; c) Antes de ingresar al fondo de la problemática se debe
analizar si la acción de amparo constitucional fue presentada dentro de los seis meses establecidos
por la Ley Fundamental; en tal sentido, la propia accionante señaló que al ser funcionaria de carrera
la norma aplicable al caso es el DS 26319, el cual en el art. 34 establece el plazo de treinta días para
el pronunciamiento de la resolución del recurso jerárquico, computables a partir de la admisión del
mismo; la prenombrada indicó también que se operó el silencio administrativo negativo, por ello no
tenía que presentar un nuevo memorial para que se dicte la resolución del recurso jerárquico; y, d)
Del informe escrito presentado por el Director Departamental de Educación de Chuquisaca se tiene
que, el recurso jerárquico fue enviado y admitido el 17 de julio de 2018, momento desde el cual la
Dirección General del Servicio Civil tenía el plazo de treinta días para emitir la resolución jerárquica;
sin embargo, no lo hizo y notificó el Informe DEMTEPS-VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19,
recién el 12 de marzo de 2019; una vez operado el silencio administrativo, correspondía aperturar el
proceso contencioso administrativo o en su caso la acción de amparo constitucional, pero esperó
innecesariamente la emisión de una resolución, lo que generó el incumplimiento del principio de
inmediatez imposibilitando el ingreso al análisis de fondo de la presente acción de defensa,
correspondiendo denegar la tutela.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por: Memorándum de Designación 001561 de 1 de septiembre de 1997, Zulma Elizabeth Vedia
Fernández -accionante- fue designada al cargo de Asistente Cajero de la Dirección Distrital de
Educación de Sucre; Memorándum de Designación 002068 de 1 de septiembre de 1998, asumió el
cargo de Secretaria II de la Dirección Departamental de Administración de Recursos en la misma
entidad; Memorándum de Designación 011334 de 1 de septiembre de 2000, ocupó el cargo de
Secretaria II de la Unidad de Administración de Recursos SEDUCA en mérito a la
“…INSTITUCIONALIZACIÓN SEDUCA CHUQUISACA…”; finalmente a través del Memorándum de
Designación (CARRERA ADMINISTRATIVA) 000058 de 1 de noviembre de 2013, en virtud a una
nueva estructura organizacional fue asignada al cargo de “…TEC. RECEP. ENTREGA BOLETAS…” (sic).
En todos los reversos de los memorándums precitados cursan actas de posesión (fs. 38 a 41).
II.2. Consta que la entonces Superintendencia del Servicio Civil otorgó a favor de la impetrante de
tutela el número de Funcionaria de Carrera 2074-TA-0203, consignado en el Sistema de Registro de
Funcionario Público de dicha entidad el 31 de octubre de 2003 (fs. 47).
II.3. Mediante Memorándum 001/2016 JUAA/DDE de 4 de enero, se instruyó a la peticionante de
tutela asumir el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos Administrativos durante la ausencia de
la titular; por Memorándum 005/2015 JUAA/DDE de 1 de febrero de 2016, se dispuso su rotación
interna en el cargo de Auxiliar en la Oficina de Legalizaciones, Entrega y Recepción de Boletas de
Pago, manteniendo su propio ítem y sueldo; a través del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018
de 6 de abril, por designación interna se le instruyó asumir el puesto de Secretaria de la Unidad de
Asuntos Administrativos manteniendo su mismo salario e ítem (fs. 235 a 237).
II.4. Por Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018 de 11 de junio, Humberto Gerónimo Tancara
Tancara, Director Departamental de Educación de Chuquisaca, agradeció los servicios prestados a la
peticionante de tutela (fs. 2).
II.5. Consta memorial de recurso de revocatoria presentado el 14 de junio de 2018, por la impetrante
de tutela contra el Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018 (fs. 4 a 6 vta.).
II.6. A través de la Resolución Administrativa Departamental del Recurso de Revocatoria D.D.E.CH.-
U.A.J. 03/2018 de 10 de julio, el Director Departamental de Educación de Chuquisaca, dispuso la
“CONFIRMATORIA TOTAL del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. Nº 31/2018…” (sic [fs. 7 a 10]).
II.7. Mediante escrito presentado el 13 de julio de 2018, la accionante activó recurso jerárquico
contra la Resolución supra citada (fs. 11 a 15 vta.).
II.8. Boris Efren Cárdenas Sanjinés, Profesional de Régimen de Impugnación en el Informe MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19 de 22 de febrero de 2019, remitido a Shirley Jazmi
Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil -codemandados-, ambos del Ministerio de
Trabajo Empleo y Previsión Social, concluyó que la accionante: 1) Contaba con legitimación activa
por ser servidora pública de carrera administrativa en el cargo de "' Secretaria II'" dependiente del
SEDUCA institucionalización que fue extinguida en aplicación de la Ley de la Educación "Avelino
Siñani-Elizardo Pérez" -Ley 070 de 20 de diciembre de 2010-, transfiriendo su estructura a las
Direcciones Departamentales de Educación; 2) Fue promocionada de forma vertical en el cargo de
"'Técnico Recepción y Entrega de Boletas'" (sic), sin cumplir las exigencias formales y procesales que
establece el DS 26115 que aceptó de forma libre o consentida, al no presentar impugnación dentro
del plazo oportuno, el 6 de abril de 2018 fue notificada con el Memorándum de Designación
RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018 para que asuma el cargo de "' Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos'" que no fue aceptado por ella y continuó sus funciones como técnico hasta que fue
desvinculada; y, 3) Perdió su condición de servidora púbica de carrera administrativa; en
consecuencia, también su legitimación activa, no contando con la facultad jurídica que le permita
impugnar decisiones referidas a la carrera administrativa; en consecuencia, el Ministerio de Trabajo
Empleo y Previsión Social, no tiene la atribución de conocer y resolver el recurso jerárquico activado
recomendando la devolución del mismo (fs. 29 a 37); Informe que de acuerdo a la Nota MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0079-CAR/19 de igual fecha -sin sello de pie ni firma-, recepcionada
el 7 de marzo del citado año en la Dirección Departamental de Educación de Chuquisaca (fs. 28), fue
puesto a conocimiento de la accionante el 12de marzo de 2019 (fs. 37).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la transgresión de sus derechos al trabajo, al ejercicio de la función pública,
a la estabilidad laboral, a la defensa y al debido proceso en sus elementos de impugnación,
fundamentación y motivación de las resoluciones; toda vez que, por Memorándum RR.HH.D.D.E.CH
31/2018 de 11 de junio, fue desvinculada de su fuente laboral sin considerar su calidad de funcionaria
de carrera; decisión que fue confirmada por Resolución Administrativa Departamental de Recurso de
Revocatoria D.D.E.CH.-U.A.J. 03/2018 de 10 de julio, dictada por el Director Departamental de
Educación Chuquisaca; y, en sustanciación del recurso jerárquico a través del Informe MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19 de 22 de febrero de 2019, el Profesional de Régimen
de Impugnación dirigido a Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil, ambos
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, concluyó que la impetrante de tutela no tenía
legitimación para plantear el recurso jerárquico y recomendó la devolución del mismo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Servidores públicos y su clasificación. Impugnaciones al Régimen Laboral de la
Función Pública
El art. 233 de la CPE, establece que: “Son servidoras y servidores públicos las personas que
desempeñan funciones públicas. Las servidoras y los servidores públicos forman parte de la carrera
administrativa, excepto aquellas personas que desempeñen cargos electivos, las designadas y los
designados, y quienes ejerzan funciones de libre nombramiento”; asimismo, el art. 4 del Estatuto del
Funcionario Público (EFP) señala que: “Servidor público es aquella persona individual, que
independientemente de su jerarquía y calidad, presta servicios en relación de dependencia a una
entidad sometida al ámbito de aplicación de la presente Ley. El término servidor público, para efectos
de esta Ley, se refiere también a los dignatarios, funcionarios y empleados públicos u otras personas
que presten servicios en relación de dependencia con entidades estatales, cualquiera sea la fuente
de su remuneración”.
Como se puede advertir la Ley Fundamental efectúa una diferenciación entre las servidoras y los
servidores públicos que forman parte de la carrera administrativa, y aquellas personas que
desempeñan cargos electivos, por designación o de libre nombramiento; en concordancia, el art. 5
del EFP establece la clasificación de los servidores públicos en:
“a) Funcionarios electos: Son aquellas personas cuya función pública se origina en un proceso
eleccionario previsto por la Constitución Política del Estado. Estos funcionarios no están sujetos a las
disposiciones relativas a la Carrera Administrativa y Régimen Laboral del Presente Estatuto.
b) Funcionarios designados: Son aquellas personas cuya función pública emerge de un nombramiento
a cargo público, conforme a la Constitución Política del Estado, disposición legal u Sistema de
Organización Administrativa aplicable. Estos funcionarios no están sujetos a las disposiciones relativas
a la Carrera Administrativa del presente Estatuto.
c) Funcionarios de libre nombramiento: Son aquellas personas que realizan funciones administrativas
de confianza y asesoramiento técnico especializado para los funcionarios electos o designados. El
Sistema de Administración de Personal, en forma coordinada con los Sistemas de Organización
Administrativa y de Presupuesto, determinará el número y atribuciones específicas de éstos y el
presupuesto asignado para este fin. Estos funcionarios no están sujetos a las disposiciones relativas
a la Carrera Administrativa del presente Estatuto.
d) Funcionarios de carrera: Son aquellos que forman parte de la administración pública,
cuya incorporación y permanencia se ajusta a las disposiciones de la Carrera
Administrativa que se establecen en el presente Estatuto.
e) Funcionarios interinos: Son aquellos que, de manera provisional y por un plazo máximo e
improrrogable de 90 días, ocupan cargos públicos previstos para la carrera administrativa, en tanto
no sea posible su desempeño por funcionarios de carrera conforme al presente Estatuto y
disposiciones reglamentarias” (las negrillas nos corresponden).
Clasificación que es coincidente con el art. 21 del Reglamento de la Carrera Administrativa del Servicio
de Educación Pública, aprobado por Resolución Ministerial 062/00 del 17 de febrero de 2000.
En relación, el art. 70.I del EFP, establece que se consideran funcionarios de carrera los servidores
públicos que a la fecha de vigencia de esa norma legal, se encuentren en las siguientes situaciones:
“a) Desempeño de la función pública en la misma entidad, de manera ininterrumpida por cinco o más
años, independientemente de la fuente de su financiamiento, salvo lo dispuesto en el inciso b) del
presente Artículo.
b) Desempeño de funciones en la misma entidad, de manera ininterrumpida por siete años o más
para funcionarios que ocupen cargos del máximo nivel jerárquico de la carrera administrativa,
independientemente de la fuente de su financiamiento.
c) Los que actualmente formen parte de una carrera administrativa establecida.
d) Aquellos que actualmente desempeñen una función pública y hubiesen sido incorporados a través
del Programa de Servicio Civil, dependiente del Ministerio de Hacienda”.
Las personas que desempeñen cargos electivos, las designadas y los designados, y quienes ejerzan
funciones de libre nombramiento por mandato del art. 71 del EFP, tienen una condición de
provisional; es decir, se trata de cargos públicos en los que el titular debería ser un servidor público
de carrera, pero se tomó la decisión de llenar dicho espacio a través de una designación que
indiscutiblemente tiene una esencia provisional.
La distinción entre servidores públicos de carrera y los designados provisionalmente radica en los
derechos que le corresponden al servidor público de acuerdo a la categoría a la que pertenecen,
siendo que los primeros además de los derechos establecidos en el art. 70.I del referido Estatuto,
tienen derecho a la carrera administrativa y estabilidad laboral, en virtud a la previsión del art. 7.II
del EFP que contiene los derechos que se reconoce en forma exclusiva a los funcionarios de carrera,
entre ellos los previstos en los incisos a) referido al derecho: “A la carrera administrativa y estabilidad,
inspirada en los principios de reconocimiento de mérito, evaluación de desempeño, capacidad e
igualdad” y c) concerniente al derecho: “A impugnar, en la forma prevista en la presente Ley y sus
reglamentos, las decisiones administrativas que afecten situaciones relativas a su ingreso, promoción
o retiro, o aquellas que deriven de procesos disciplinarios”.
Acorde con las normas precedentemente citadas y con el objeto de materializar el derecho a la
impugnación de todos los servidores públicos, en el marco de las atribuciones reconocidas al
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, orientadas a formular políticas relacionadas con el
Servicio Civil, Régimen laboral, carrera administrativa, registro, ética y capacitación, emergentes del
vínculo laboral entre el Estado, las servidoras y los servidores públicos, se pronunció la RM 014/10
de 18 de enero de 2010, aprobando el Reglamento de Impugnaciones al Régimen Laboral
de la Función Pública, previsto en el Estatuto del Funcionario Público y el DS 25749 de 20
de abril de 2000, hasta tanto se apruebe la nueva normativa relacionada al servicio público en todo
lo que fuera compatible con los Decretos Supremos (DDSS) 29894 de 7 de febrero de 2009 y 0071
de 9 de abril de 2009, instituyéndose un procedimiento administrativo que regula el
conocimiento, sustanciación y resolución del proceso de impugnación vinculado a los
derechos que derivan del Régimen laboral de la función pública.
A partir de la vigencia la precitada RM 014/10, es posible que los servidores públicos de
la clasificación antes mencionada gocen del derecho a impugnar las resoluciones que
impliquen todos aquellos actos administrativos definitivos o resoluciones
administrativas que lesionen o infrinjan los derechos reconocidos a estos en el Régimen
laboral previstos en el Estatuto del Funcionario Público y su Decreto Reglamentario, a
Al respecto, conforme lo desglosado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional
al entrar en vigencia la RM 014/10 de 18 de enero de 2010, los servidores públicos clasificados en el
art. 5 del EFP -entre ellos los funcionarios de carrera- gozan del derecho a impugnar las resoluciones
que impliquen no solo su remoción, sino todos aquellos actos administrativos definitivos o
resoluciones administrativas que lesionen o infrinjan los derechos reconocidos a estos
en el Régimen Laboral previsto en el Estatuto del Funcionario Público y su Decreto
Reglamentario, a través de la interposición de los recursos de revocatoria y jerárquico, con estricto
cumplimiento de las condiciones, plazos y requisitos para su tramitación; en tal sentido, siendo que
la accionante alega calidad de funcionaria púbica de carrera, la Sala Constitucional antes señalada
incurrió en error al indicar que la norma pertinente para la sustanciación del recurso jerárquico es el
DS 26319.
Identificado el ordenamiento jurídico pertinente para la tramitación del recurso jerárquico activado
por la impetrante de tutela -RM 014/10-, se analizará previamente si correspondía o no abordar la
problemática expuesta; en ese sentido, cabe señalar que el art. 29.V de la RM 014/10 establece que:
“…El trámite será radicado, una vez que se cuente con todos los antecedentes
indispensables para su admisión o rechazo. Para el efecto, el Director General del Servicio Civil
podrá solicitar, de manera directa, la documentación pertinente” (las negrillas y subrayado son
nuestras); ahora bien, del análisis del precepto legal antedicho, se establece claramente que el plazo
de veinte días establecido en el art. 30 de la misma normativa, para la emisión de la resolución del
recurso jerárquico; recién empieza a correr desde su admisión; en consecuencia lógica, el rechazo
no da origen al comienzo de tal término.
En el caso es posible advertir que no se emitió una resolución expresa de admisión ni de rechazo del
recurso precitado solo un informe que será analizado más adelante; por lo que, tampoco resulta
verídico lo afirmado por la Sala Constitucional respecto a que el recurso fue admitido y que no
habiéndose emitido una resolución de fondo se operó el silencio administrativo negativo que generó
el incumplimiento del principio de inmediatez; más al contrario, la impetrante de tutela tomó
conocimiento del enunciado informe el 12 de marzo de 2019; fecha a partir de la cual debe efectuarse
el cómputo de los seis meses para verificar si el principio de inmediatez fue o no observado; en ese
sentido, habiéndose planteado esta acción de defensa el 9 de mayo del señalado año; transcurrieron
un mes y dieciséis días desde la notificación con el precitado informe, no siendo evidente el
incumplimiento del principio de inmediatez, correspondiendo en consecuencia ingresar al análisis de
fondo de la problemática expuesta.
Bajo ese contexto, de la revisión de la literal aparejada y las Conclusiones arribadas en el presente
fallo constitucional, se evidencia que la accionante, por Memorándum de Designación 01561 de 1 de
septiembre de 1997, ingresó al cargo de Asistente Cajero de la Dirección Distrital de Educación de
Sucre; posteriormente, en mérito al proceso de institucionalización del SEDUCA
Chuquisaca ocupó el Cargo de Secretaria II de la Unidad de Administración de Recursos
de esa entidad, extremo acreditado por Memorándum de Designación 011334 de 1 de septiembre
de 2000, finalmente a través del Memorándum de Designación (CARRERA ADMINISTRATIVA) 000058
de 1 de noviembre de 2013, en mérito a una nueva estructura organizacional fue asignada al cargo
de “…TEC. RECEP. ENTREGA BOLETAS…” (sic [Conclusión II.1]); consta también que la entonces
Superintendencia del Servicio Civil otorgó a favor de la impetrante de tutela el número de
Funcionaria de Carrera 2074-TA-0203, consignado en el Sistema de Registro de
Funcionario Público de dicha entidad el 31 de octubre de 2003 (Conclusión II.2); por otra
parte, mediante Memorándum 001/2016 JUAA/DDE de 4 de enero, se instruyó a la precitada asumir
el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos Administrativos durante la ausencia de la titular; por
Memorándum 005/2015 JUAA/DDE de 1 de febrero de 2016, se dispuso su rotación interna en el
cargo de Auxiliar en la Oficina de Legalizaciones, Entrega y Recepción de Boletas de Pago,
manteniendo su propio ítem y sueldo; a través del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018 de 6 de
abril, por designación interna, se le instruyó asumir el puesto de Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos manteniendo su mismo sueldo e ítem (Conclusión II.3).
el demandado se aclaró que no se inició proceso administrativo contra ningún funcionario, por
consiguiente no existirían antecedentes de los cuales se le pueda otorgar las fotocopias impetradas;
y, iii) La presente acción no fue correctamente invocada, no correspondiendo que los hechos
aducidos sean precautelados en esta vía y habría una imposibilidad material de efectivizar lo pedido
por el impetrante de tutela, debiendo denegarse la misma.
II. CONCLUSIONES
De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursan memoriales de 19 de octubre de 2018, presentados por la impetrante de tutela ante el
Gobierno Autónomo Municipal de Irupana del departamento de La Paz (fs. 4 a 8 vta.).
II.2. Constan escritos de 16 de noviembre de 2018, presentados por la accionante ante el Gobierno
Autónomo Municipal de Irupana, solicitando fotocopias legalizadas (fs. 9 a 11).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de su derecho a la petición, por cuanto hasta la fecha, no tiene
respuesta a sus solicitudes de fotocopias simples en las tres denuncias presentadas.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de cumplimiento
Al respecto, la SCP 0548/2013 de 14 de mayo, manifestó:“El origen histórico de la acción de
cumplimiento, parece encontrarse en el Derecho Romano con los interdictos romanos y en el Derecho
Anglosajón, en el llamado Mandamus y en América Latina ya existen distintas modalidades similares.
En Bolivia el art. 134.I de la CPE, establece que: 'La Acción de Cumplimiento procederá en caso de
incumplimiento de disposiciones constitucionales o de la ley por parte de servidores públicos, con el
objeto de garantizar la ejecución de la norma omitida', encontrándose en el Título de Acciones de
Defensa sin hacer referencia alguna a la tutela de derechos.
En efecto la SCP 0862/2012 de 20 de agosto, estableció que: 'Si bien la acción de cumplimiento
posibilita la realización del principio de igualdad ante la ley y de la seguridad jurídica, además de
permitir la efectivización de los deberes fundamentales y la concreción del Estado de Derecho entre
otros, no es posible sostener que su objeto sea la tutela de derechos subjetivos, ello contrariaría a
su ratio essendi, que es sin duda la efectivización de los mandatos constitucionales y de orden legal
e implicaría una interpretación que reduciría el contenido constitucional del art. 134.I de la CPE y
confundiría la tutela de la acción de cumplimiento con la de amparo constitucional por omisión.
(…)
Sin embargo, debe aclararse que los derechos fundamentales están desarrollados por la ley, por lo
que al cumplirse ésta también es posible que pueda tutelarse derechos pero no en su dimensión
subjetiva sino en su dimensión objetiva, es decir, que la acción de cumplimiento puede otorgar la
tutela de un derecho en su dimensión objetiva de manera directa o indirecta, pero la tutela que puede
conceder a un derecho en su dimensión subjetiva siempre es indirecta, aspecto que permite
diferenciar a la acción de cumplimiento del amparo constitucional por omisión'.
Asimismo, tenemos entre otras características de esta acción constitucional que: a) La acción de
cumplimiento no busca el cumplimiento formal de un acto normativo constitucional y/o legal sino el
cumplimiento de su finalidad, es decir, más que formalista es finalista; b) Tutela mandatos normativos
de acción y abstención, consecuentemente, tutela tanto la ejecución de aquello que es deber del
servidor público (norma imperativa de hacer), como la inejecución de aquello que el servidor público
por mandato normativo expreso no debe hacer; c) El sentido de Constitución involucra todas aquellas
normas constitucionales que imponen obligaciones de hacer y no hacer claras a un servidor público;
es decir, alcanza al denominado bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE); d) El sentido de
ley, involucra no solamente la norma emanada por la Asamblea Legislativa Plurinacional, formalmente
como ley, sino toda aquella norma jurídica general o autonómica (SSCC 0258/2011-R y 1675/2011-
R); e) No se rige por el principio de inmediatez porque el deber de cumplimiento de una disposición
no puede caducar con el tiempo sino con la derogatoria de la norma que impone el deber, es decir,
no se busca la tutela de derechos subjetivos sino la vigencia del Estado de Derecho (art. 1 de la CPE),
en este sentido el cumplimiento de la Constitución y la ley trasciende del interés individual sino que
es de interés público; y, f) Corresponde aclarar la SC 1474/2011-R de 10 de octubre, en sentido de
que la acción de cumplimiento no se rige por el principio de subsidiariedad sino previamente al
planteamiento de la acción debe constituirse a la autoridad demandada en renuencia”.
La acción de cumplimiento, no es un mecanismo destinado a la protección de derechos subjetivos de
manera directa, tal cual se entendió a través de la SCP 0862/2012 de 20 de agosto, determinó: “La
jurisprudencia constitucional boliviana por su parte sostiene que: la acción de cumplimiento '…puede
estar directa o indirectamente vinculado a la lesión de derechos fundamentales o garantías
constitucionales…' (SC 258/2011-R de 16 de marzo), en este sentido, si bien la realización y efectivo
cumplimiento de las disposiciones constitucionales y legales se constituye en una condición necesaria
para el ejercicio de los derechos, no por ello podría concluirse que la acción de cumplimiento tenga
como propósito la tutela de derechos subjetivos, sino en todo caso, el derecho objetivo de defender
la eficacia de las normas conforme lo dedujo el Tribunal Constitucional Peruano en la sentencia 0168-
2005-PC/TC.
Si bien la acción de cumplimiento posibilita la realización del principio de igualdad ante la ley y de la
seguridad jurídica, además de permitir la efectivización de los deberes fundamentales y la concreción
del Estado de Derecho entre otros, no es posible sostener que su objeto sea la tutela de derechos
subjetivos, ello contrariaría a su ratio essendi, que es sin duda la efectivización de los mandatos
constitucionales y de orden legal e implicaría una interpretación que reduciría el contenido
constitucional del art. 134.I de la CPE y confundiría la tutela de la acción de cumplimiento con la de
amparo constitucional por omisión.
Este entendimiento, en sentido de que la acción de cumplimiento no tiene por propósito la tutela de
derechos subjetivos, también es compartido por la Corte Constitucional de Colombia en la sentencia
SU-476/97 de 28 de enero 1997 y el Tribunal Constitucional peruano en la sentencia 2763-2003-
AC/TC.
Sin embargo, debe aclararse que los derechos fundamentales están desarrollados por la ley, por lo
que al cumplirse ésta también es posible que pueda tutelarse derechos pero no en su dimensión
subjetiva sino en su dimensión objetiva, es decir, que la acción de cumplimiento puede otorgar la
tutela de un derecho en su dimensión objetiva de manera directa o indirecta, pero la tutela que puede
conceder a un derecho en su dimensión subjetiva siempre es indirecta, aspecto que permite
diferenciar a la acción de cumplimiento del amparo constitucional por omisión.
Dicho razonamiento puede extraerse de la SC 1765/2011-R de 7 de noviembre, que diferenció entre
la acción de cumplimiento y el amparo constitucional por omisión sosteniendo que la garantía del
cumplimiento de la normativa: '…responde precisamente a una visión de `construcción colectiva del
Estado'… De lo expresado precedentemente, puede establecerse una diferencia esencial entre la
acción en análisis y las acciones de libertad, amparo y protección de privacidad, toda vez que estas
últimas, son acciones tutelares cuyo objetivo es el resguardo a derechos fundamentales pero sin una
afectación o incidencia directa en la colectividad…', aspecto que en este marco resulta sin duda
plenamente lógico”.
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de su derecho invocado en esta acción de defensa, puesto que
no tiene respuesta a sus solicitudes de fotocopias simples en las tres denuncias presentadas, dentro
del trámite administrativo que se realizó en el Gobierno Autónomo Municipal de Irupana del
departamento de La Paz.
De lo obrado se tienen memoriales de 19 de octubre de 2018, presentados por la impetrante de
tutela ante dicha entidad edil, interponiendo: a) Recurso de revocatoria contra el plano 2233 y
Certificación aprobados el 16 de febrero de 2018; b) Denuncia contra Vivian López Zubieta por
incumplimiento de deberes y aprobación de plano vulnerando y contraviniendo disposiciones
municipales, pidiendo auditoría interna y externa sobre lo indicado; y, c) Denuncia contra Iván Lima,
por incumplimiento de deberes y dictar resolución e informe contrarios a disposiciones municipales,
solicitando la realización de auditoría interna y externa respecto de lo referido (Conclusión II.1);
también, memoriales de 16 de noviembre de 2018, presentados por la accionante ante el referido
Gobierno Autónomo Municipal, solicitando fotocopias legalizadas (Conclusión II.2).
El caso venido en revisión, se ajusta a la jurisprudencia constitucional referida en el Fundamento
Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, por cuanto la acción de
cumplimiento tiene por finalidad hacer cumplir un mandato imperativamente impuesto por la
Constitución o por la Ley y no es un mecanismo destinado a la protección de derechos subjetivos.
Por otra parte, “…la SCP 0756/2014 de 15 de abril, citando a la SC 1312/2011-R, señala que en este
fallo se sostuvo lo siguiente: el ámbito de diferenciación con otras acciones tutelares, específicamente
con la acción de amparo constitucional; en esa perspectiva, es imperante -a la luz de su teleología
constitucional- delimitar las causales de exclusión para la activación de la acción de cumplimiento,
que en su esencia se traducen en dos: i) Incumplimiento de deberes procesales, directamente
vinculados a un proceso jurisdiccional; y, ii) Incumplimiento de potestades administrativas,
estrictamente vinculadas a un procedimiento administrativo” (SCP 0097/2014-S3 de 27 de octubre).
De esta forma, la pretensión de la impetrante de tutela a través de la presente acción de cumplimiento
es procurar el resguardo de un derecho subjetivo -derecho de petición-, que en su razonamiento fue
desconocido por el demandado, alegando la falta de respuesta a las solicitudes realizadas dentro del
trámite administrativo que se realizó en el Gobierno Autónomo Municipal de Irupana, no
correspondiendo su tutela por esta vía, entendiéndose que esta acción de defensa no protege
derechos subjetivos.
A mayor abundamiento, la acción de cumplimiento otorga la tutela de un derecho en su dimensión
objetiva ya sea de manera directa o indirecta; pero, la protección que puede conceder a un derecho
en su dimensión subjetiva es únicamente indirecta, características diferenciadoras de la acción de
amparo constitucional por omisión, conforme al Fundamento Jurídico referido precedentemente.
Así, existe un procedimiento administrativo en el que constan partes procesales con intereses
concretos, vinculados a un derecho subjetivo no es posible activar la acción de cumplimiento, ya que
en estos casos, la acción de amparo constitucional resulta ser el medio idóneo para restituir derechos
afectados de las partes, por cuanto su objetivo es el resguardo de derechos fundamentales sin una
afectación o incidencia directa a una colectividad, no correspondiendo la activación de la acción de
cumplimiento, porque la solicitante de tutela alegó la vulneración de su derecho de petición dentro
de un trámite administrativo que se realizó en la señalada entidad edil, en el que es parte interesada,
motivos por los que no es posible acudir con el respectivo reclamo a esta vía, dado que en estos
casos, se debe activar la acción de amparo constitucional, siempre y cuando se observen los requisitos
establecidos por ley, lo cual condice con lo determinado por el art. 66.4 del CPCo, que indica:
“La Acción de Cumplimiento no procederá:
…En procesos o procedimientos propios de la administración, en los cuales se vulneren derechos y
garantías constitucionales, tutelados por la acción de amparo constitucional”.
Conforme al razonamiento precedente, el problema jurídico no es susceptible de protección a través
de la acción de cumplimiento, correspondiendo denegar la tutela solicitada.
En consecuencia, se establece que el Juez de garantías al “RECHAZAR” la tutela impetrada, aunque
el término correcto debió ser denegar, realizó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales
y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
colectados, las resultas de la misma y los argumentos de objeción a la Resolución de Rechazo; todo
esto, en cumplimiento a la jurisprudencia de la SCP 0632/2012 de 23 de julio; v) El haberse hecho
alusión a la Ley 1178 en la fundamentación referente al incumplimiento de deberes, no es argumento
suficiente para acudir a una acción tutelar; además, no se estableció de manera clara y precisa cuál
el derecho vulnerado, debido a que dicho ilícito, a efectos de determinar indicios de responsabilidad
penal, necesariamente requería de un proceso ulterior tramitado en la vía administrativa; y, vi) En
consideración a lo argüido, los extremos manifestados por el ahora accionante, carecen de
fundamento, soslayando incluso las facultades y atribuciones conferidas al Fiscal Departamental
conforme prevén los arts. 32, 34 y 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), máxime, si
las resoluciones emitidas por la mencionada
Autoridad, no reconocen recurso ulterior y no pueden ser revisadas en el fondo por presuntas
conjeturas; por lo cual, impetra se deniegue la tutela solicitada.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Yván Noel Córdova Castillo, Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz, en audiencia manifestó que: a) Se debe declarar la improcedencia de esta acción por falta
de legitimación activa, pues tal cual se demuestra en los documentos que presentaron ante este
Tribunal, DIRCABI, única y exclusivamente está constituida en denunciante dentro de la causa penal
que origina esta acción; al respecto, los arts. 284, 285 y 287 del CPP, expresan que el denunciante
no será parte del proceso, por lo tanto, DIRCABI sólo formuló denuncia en su contra; es decir, no es
parte ya que debieron haberse querellado; b) Si DIRCABI no es parte del proceso penal en su contra,
la decisión asumida por la Autoridad ahora demandada, no le afecta; es así que, en cumplimiento de
lo establecido por el art. 53 del Código Procesal Constitucional (CPCo), se debe declarar la
improcedencia de esta acción; c) No se sabe qué norma interpretó arbitraria e ilógicamente el Fiscal
Departamental de La Paz, en virtud a que no se dijo nada al respecto en audiencia y menos en el
memorial de demanda. Sobre este tema, la “…SC 008/2006-R…” -no indica fecha-, establece que
cuando por la vía de amparo constitucional se pretende la revisión de la legalidad ordinaria, que es
privativa de los jueces ordinarios, quien solicite dicho análisis, debe alegar que existió insuficiente
motivación; asimismo, que resulte arbitraria, incongruente, absurda, ilógica o con error evidente; es
obligación identificar las reglas de la interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o
administrativo, circunstancia que no ocurrió en este caso; d) Si por el delito de incumplimiento de
deberes, no se demandó primero por la vía disciplinaria, entonces la parte accionante se estaría
convirtiendo en fiscal de materia; por otro lado, una vez que el “…Fiscal de Distrito…” (sic) emitió
una disposición que resolvió en la vía de impugnación el requerimiento conclusivo emitido por el
Fiscal de Materia, el Juez de la causa pierde competencia para ejecutar el control jurisdiccional por
posibles lesiones a los derechos fundamentales y garantías constitucionales que, en un determinado
momento no fueron reparadas por el entonces “Fiscal de Distrito”, no obstante que fueron
denunciadas a momento de impugnar las resoluciones; e) En esos casos, las partes deberían acudir
al Juez cautelar para impugnar el Requerimiento Conclusivo previsto en el art. 323 del CPP, o en su
caso, dentro del plazo previsto para impugnar el rechazo o sobreseimiento; en otros términos,
DIRCABI tenía la vía expedita para cuestionar la resolución hoy alegada como lesiva a sus derechos;
así establece la citada jurisprudencia en un caso exacto; empero, no lo hicieron; f) En su condición
de Juez, negó la devolución de un vehículo, apelaron esa decisión y el Tribunal de alzada revocó
dicha resolución; es decir, ordenaron la devolución, habiendo sido notificada DIRCABI con la misma,
con la expectativa de que iban a plantear una acción de amparo contra esa disposición, pero no
sucedió. Convocó a tres audiencias, “…no les ha dado gana de presentarse…” (sic); les pidió que
respondan, no lo hicieron; dictó resolución devolviendo el vehículo, no apelaron y ahora “…¿él es el
culpable?...” (sic); no fueron diligentes, no formularon queja y ahora acuden a la acción de amparo
constitucional con total falta de lealtad; y, g) Si consideraban que su decisión era vulneradora de
derechos, debieron haber reclamado ante la autoridad pertinente en la vía ordinaria; sin embargo, la
orden de devolución de un vehículo, ya fue incidentada ante el Juzgado de Instrucción Séptimo de la
Capital, emitiéndose la Resolución 204//2018 de 20 de agosto en la que les dijeron, “…oigan se han
dormido…” (sic), no reclamaron oportunamente, este ya es un tema cerrado; el hecho es que
sobre este error de forma, no guardan relación con la cuestión principal, el apartamiento del texto
cuestionado no haría cambiar el carácter dispositivo -el por tanto- de la Resolución impugnada.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante memorial de 4 de diciembre de 2017, Marcelo Mauricio Gutiérrez Quisbert, Director
de DIRCABI, formuló denuncia contra Yván Noel Córdova Castillo, ex Juez de Instrucción Séptimo
Penal de la Capital, ahora Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia, ambos
de La Paz, por la presunta comisión de los delitos de prevaricato e incumplimiento de deberes ante
el Ministerio Público del precitado Departamento, solicitando se admita la misma (fs. 5 a 8 vta.);
ampliándola el 11 de abril de 2018 (fs. 9 a 11).
II.2. Por Resolución de Rechazo RES.RECH/FEPDC/CORP 70/2018 de 20 de abril, emitida por los
miembros de la Fiscalía Especializada en Persecución de Delitos de Corrupción (FEPDC)-Corporativa,
en cumplimiento del Auto de Control Jurisdiccional, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público a denuncia de Marcelo Mauricio Gutiérrez Quisbert, Director General de DIRCABI contra Yván
Noel Córdova Castillo, desestimaron la denuncia formulada por la presunta comisión de los delitos de
prevaricato e incumplimiento de deberes (fs. 12 a 16 vta.).
II.3. A través de memorial presentado el 30 de abril de 2018, DIRCABI interpuso objeción contra el
dictamen descrito precedentemente, solicitando la emisión de Resolución Jerárquica, revocando el
rechazo de denuncia y disponiendo la prosecución de la investigación (fs. 17 a 20).
II.4. Mediante Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018 de 25 de julio de 2018, Edwin José Blanco Soria,
Fiscal Departamental de La Paz, ratificó el rechazo objetado, disponiendo el archivo de obrados (fs.
21 a 24).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La entidad accionante, considera lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y congruencia y a la tutela judicial efectiva; alegando que ante la
ampliación de denuncia, la Autoridad demandada no realizó ningún acto investigativo, ratificando la
Resolución de rechazo de denuncia a favor de Yván Noel Córdova Castillo; en base a la norma prevista
en el art. 304 núm. 3) del CPP.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. De la fundamentación y la motivación de las resoluciones emitidas por los
representantes del Ministerio Público
Sobre la necesidad de motivar y fundamentar las resoluciones emitidas por los representantes del
Ministerio Público la SCP 0736/2016-S2 de 8 de agosto, entre otras menciona: “En cuanto a la
motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por los representantes del Ministerio
Público, la SCP 1140/2013 de 22 de julio, señaló que: `…toda autoridad que conozca de un
reclamo, solicitud o dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe
ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es
necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera
que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la
misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará
pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas
sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por
los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier
interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había
otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió. Al contrario,
cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que se ha arribado,
son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados conforme
a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado con apego a la
justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para que en búsqueda
de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro del proceso se
observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución que ordene la
restitución de dichos derechos y garantías, así se ha entendido en varios fallos de este Tribunal, entre
ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio. Asimismo, cabe señalar que la motivación no implicará
la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura
de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por
fielmente cumplidas; al contrario, cuando la resolución aún siendo extensa no traduce
las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas (SC 2023/2010-R de 9 de noviembre reiterada por la SC 1054/2011-R de 1 de julio)’.
De la misma forma, la SC 0847/2011-R de 6 de junio, refiriéndose a un caso de ausencia de
fundamentación y motivación de la resolución emitida por los fiscales, señalo: «Por lo expresado
hasta aquí, se concluye que, de acuerdo a la normativa y jurisprudencia citada, las
resoluciones fiscales emitidas deben estar debidamente motivadas, constituyendo la
decisión de rechazo una forma de conclusión del proceso que deviene como resultado de
la investigación penal y que se opera al interior del Ministerio Público como facultad
privativa de dicha entidad. En efecto, una vez producida la intervención policial, sea preventiva o
por denuncia y conocido el informe preliminar, previa compulsa de los antecedentes está facultado
para, imputar formalmente un hecho efectuando una calificación provisional, ordenar la
complementación de diligencias, rechazar la denuncia o querella y solicitar salidas alternativas como
la aplicación de criterios de oportunidad, la conciliación o el procedimiento abreviado. En el caso
previsto en el art. 304 inc.1), el rechazo produce el archivo de obrados y extingue la acción penal e
impide toda persecución por parte del Ministerio Público, lo que no acontece en los incisos 2), 3) y
4), en el que existe la posibilidad de que se reabra la investigación dentro del año y una vez
transcurrido dicho lapso, se extingue la acción penal, conforme prevé el art. 27 inc.9) del CPP»” (las
negrillas y el subrayado nos pertenecen).
III.2. El principio de congruencia y su observancia en las resoluciones del Ministerio
Público
Sobre el principio de congruencia, la SC 0486/2010-R de 5 de julio, señala que deriva
como:“…principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como la
estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien,
esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial
o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un
razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos
contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de
las disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que
se asume. En base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados,
congruentes y pertinentes” (las negrillas y el subrayado fueron añadidas).
En esa misma línea jurisprudencial, la SCP 0835/2016-S2 de 12 de septiembre, citando a la SCP
0177/2013 de 22 de febrero, refiere lo siguiente: “ El principio de congruencia, responde a la
pretensión jurídica o la expresión de agravios formulada por las partes; la falta de
relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de congruencia,
la resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición de las partes
y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica de primera y/o segunda
instancia” (las negrillas son nuestras).
III.3. El derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva
Sobre el derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, este Tribunal a través de la SCP
0017/2018-S2 de 28 de febrero, indicó que : “El derecho a la tutela judicial efectiva o acceso a
la justicia, conforme lo entendió la SC 1388/2010-R de 21 de septiembre, consiste en la posibilidad
de acudir ante un tribunal de justicia y así obtener una sentencia fundamentada que pueda ser
impugnada, y en consecuencia, conseguir el cumplimiento efectivo de la misma, garantizando el
restablecimiento de su situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de su derecho a la defensa.
En ese contexto, la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, en el Fundamento Jurídico III.1.1, establece
tres elementos constitutivos del derecho al acceso a la justicia:
1) El acceso propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de
jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos, elementos de exclusión,
limitación, que dificulten el ejercicio de dicho derecho tanto por el Estado como por los particulares;
2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente de las autoridades judiciales formales o las
autoridades naturales de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que solucione el
conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los requisitos establecidos en la
norma; y 3) Lograr que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido a que si se entiende
que se acude a un proceso para que se reestablezca o proteja un derecho, un interés o un bien, en
la medida que el fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia no estará
satisfecho.
A lo señalado, la SCP 1953/2012 de 12 de octubre, ampliando el contenido del derecho de acceso a
la justicia, refiere que en el ámbito procesal, debe ser interpretado por las autoridades
jurisdiccionales a partir del principio pro actione, el cual deriva del principio pro homine -también pro
persona o favorabilidad-, que implica la obligación de aplicar las normas procesales de manera más
favorable, que asegure una justicia material por encima de una formal.
Finalmente, la SCP 0015/2018-S2 de 28 de febrero, sobre la base de las SSCC 0944/2001-R,
0125/2003 y 1206/2010-R; y, la SCP 1450/2013 de 19 de agosto, entiende que el derecho a la
eficacia del cumplimiento o ejecución de las resoluciones constitucionales -como componente del
derecho a la tutela judicial efectiva- debe ser en la medida de lo determinado por las autoridades
judiciales, pues de lo contrario, se lesiona el derecho al acceso a la justicia o tutela judicial
efectiva” (las negrillas fueron añadidas).
III.4. Análisis del caso concreto
La parte accionante, considera lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y congruencia y a la tutela judicial efectiva; alegando, que ante la
ampliación de denuncia la autoridad demandada no realizó ningún acto investigativo, ratificando la
Resolución de rechazo de denuncia a favor de Yván Noel Córdova Castillo, ex Juez de Instrucción
Penal Séptimo de la Capital, ahora Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental, ambos
de La Paz; en base al art. 304 núm. 3) del CPP.
De los datos que cursan en el expediente y de las Conclusiones de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, se evidencia que, Marcelo Mauricio Gutiérrez Quisbert, Director General de DIRCABI,
mediante memorial de 4 de diciembre de 2017, formuló denuncia contra Yván Noel Córdova Castillo
en su condición de Juez de Instrucción en lo Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz,
por la presunta comisión de los delitos de prevaricato e incumplimiento de deberes, que el 11 de abril
de 2018 fue ampliada con relación a los hechos, que fue respondida por Resolución de Rechazo
RES.RECH./FEPDC/CORP 70/2018, de 20 de abril señalando: -“ANTE CUMPLIMIENTO DE AUTO DE
CONTROL JURISDICCIONAL…” (sic), dictada por los miembros de la FEPDC - Corporativa; decisión,
contra la que el 30 de abril de 2018, DIRCABI interpuso objeción, solicitando que se revoque la
misma, disponiendo la prosecución de la investigación; sin embargo, a través de Resolución
FDLP/EJBS-R 993/2018 de 25 de julio, Edwin José Blanco Soria, Fiscal Departamental de La Paz, la
ratificó en virtud al art. 304 núm. 3) del CPP.
En ese marco, a efectos de analizar la problemática planteada y en virtud a los elementos del debido
proceso que el ahora accionante denuncia como lesionados, corresponde realizar una revisión del
memorial de objeción formulado por este, cuyos aspectos son: i) El 11 de abril de 2018, se presentó
memorial ampliando la denuncia de los hechos; misma que, mereció el decreto de admisión de 12
del igual mes y año, disponiendo igualmente que se comunique al juez contralor de la causa que la
investigación debía continuar conforme a procedimiento; quedando pendiente la declaración testifical
de Luís Machaca Apaza y otros actos investigativos por los que no podrían concluirse las diligencias
preliminares, menos disponerse el rechazo de denuncia; ii) El Juez demandado, resolvió de manera
distinta y contraria dos incidentes planteados con la misma persona, diferentes apoderados y con
iguales argumentos; al respecto el AS 225/2008 de 17 de noviembre, señala que si en la etapa de
los incidentes no se hubiere opuesto la solicitud de devolución de los bienes incautados, dicho
petitorio procede en ejecución de sentencia ante el órgano que conoció la causa y pronunció el fallo
correspondiente; empero, no dice que si se planteó en la fase de incidentes y se negó, puede volver
a presentarse en la fase de ejecución; esa fue una deformación antojadiza del sindicado; iii) El delito
de prevaricato, previsto en el art. 173 CP, es instantáneo, puesto que la acción consiste en emitir
una decisión manifiestamente contraria a la ley, coincidente con el momento de la consumación del
delito y de ninguna manera puede exigirse el agotamiento de las vías de impugnación ordinaria, pues
dicha culminación se agota con la emisión de la resolución contraria a la ley; constituyendo un
argumento falaz y totalmente contrario a la estructura de la teoría del delito que se exija que para el
prevaricato haya operado una disposición del superior en grado; lo que resulta contrario a la
naturaleza instantánea de este tipo penal; iv) Es falso lo establecido en la Resolución de rechazo,
respecto a que, mediante el Auto de Vista se dispuso la devolución del bien; porque, lo que en
realidad se determinó fue que el sindicado dicte una nueva Resolución fundamentada debido a que
la impugnada carecía de fundamentación; siendo el incumplimiento del citado Auto de Vista la base
de la comisión del delito de prevaricato, que contrariamente a la determinación del mismo, este
admitió, tramitó y resolvió un nuevo incidente; v) Un bien declarado como confiscado pasa a ser
propiedad del Estado y por tanto cualquier afectación al mismo atenta a su patrimonio, entonces el
delito denunciado se enmarca en el párrafo cuarto del art. 173 del CP, configurándose en delito de
corrupción; y, en cuanto al delito de incumplimiento de deberes, no existe una valoración ni
investigación sobre el mismo, lo que constituía un elemento suficiente para que continúe la
indagación; acerca de todo lo referido; la Resolución de rechazo no refiere ni evalúa absolutamente
nada; constituyéndose en una decisión que vulnera el principio de seguridad jurídica; y, vi) Dicho
dictamen, que además de errores ortográficos, gramaticales, partes inentendibles, citas inconclusas
y sin contexto, utiliza de forma mezclada como fundamento el art. 301 núm. 1) del CPP; cuando este
se refiere a la imputación formal, no obstante la “mezcolanza” y que en ciertas partes de la misma,
refiere que la conducta no constituye delito, en el por tanto, expresa que el rechazo se emitió en
base al art. 304 núm. 3) del mismo cuerpo legal; es decir, que la investigación no aportó elementos
suficientes para fundar su acusación. En ese sentido, teniendo una ampliación reciente y actos de
averiguación pendientes, corresponde que se continúe con la misma.
Conocidos los agravios expuestos por el impetrante de tutela en el memorial de objeción al rechazo
de la denuncia, concierne revisar el contenido de la Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018; en los
siguientes términos: a) De los documentos detallados, se puede advertir que la parte denunciante
no menciona si contra el Auto Interlocutorio 269/2016 de 1 de agosto, interpuso algún recurso;
tomando en cuenta que todas las resoluciones pueden ser recurridas conforme a procedimiento y en
los plazos previstos por ley; teniendo el ahora denunciante recursos ordinarios y extraordinarios; por
lo que, antes de querer adecuar la conducta del denunciado, se deben agotar las demás instancias;
pues, de no hacerlo sería confundir una acción penal con una instancia de apelación, pretendiendo
restaurar un derecho cuando el propio afectado se puso en indefensión al no ejercer los recursos que
la ley le faculta para que se le restituya un derecho supuestamente lesionado, aspecto que es
sustentado por el art. 180.II de la CPE, sobre la garantía que otorga el Estado al principio de
impugnación en los procesos judiciales; con ese entendimiento, se debe considerar previamente si el
actuar de los sindicados se subsumía a los delitos denunciados, debiendo agotar las instancias
correspondientes; b) Del informe de 16 febrero de 2018, emitido por el Secretario del Juzgado de
Instrucción Penal Séptimo, quien entre otras cosas manifestó que DIRCABI no presentó apelación
contra el mencionado Auto Interlocutorio, lo que demuestra que el impetrante de tutela tenía derecho
a recurrir en apelación pero no lo hizo; considerando que se había suspendido la audiencia en dos
oportunidades y que la citada Entidad no se presentó; asimismo, una vez notificada con la presunta
Resolución prevaricadora, no activaron los mecanismos correspondientes, consecuentemente, mal se
podría decir que están frente a una decisión contraria al ordenamiento jurídico o transgresora ya que
no se agotaron las vías impugnativas que otorga la ley. Las resoluciones y actos de los Órganos del
Estado en todos sus niveles, gozan de presunción de constitucionalidad; bajo ese contexto,
incorrectamente podrían referir que el sindicado habría adecuado su conducta al delito descrito en el
art. 173 del CP; c) Con relación al delito de incumplimiento de deberes, tipificado y sancionado por
el art. 154 del CP, regula que: “La servidora el servidor público que ilegalmente omitiere, rehusare
hacer o retardare un acto propio de sus funciones…”; al respecto, el denunciante no hizo mención
cual sería la normativa omitida, retardada o incumplida por el denunciado o cual fue el acto propio
“a” sus funciones, que fue inexacto, rehusado o retardado; asimismo, durante la investigación
preliminar no se pudo determinar indicios sobre la supuesta resolución contraria a derecho, objeto
de la litis; descartándose la pretensión del denunciante; d) El art. 28 de la Ley de Administración y
Control Gubernamental (LACG) y su Reglamento, instituyen que para establecer responsabilidad
ejecutiva, administrativa, civiles y penales, debe haberse sustanciado el proceso administrativo
disciplinario, en este caso ante la Autoridad Sumariante -Consejo de la Magistratura- y si en el mismo,
se determinará responsabilidad penal por incumplimiento de funciones, recién proceder con el
proceso correspondiente tomando en cuenta que este tiene como principio primordial el de ultima
ratio o última razón, interviniendo únicamente, cuando fracasan las demás barreras protectoras del
bien jurídico, no pudiendo penalizar todas las conductas; debido a que, en nuestro ordenamiento
jurídico existen normas que se encargan de sancionar conductas omitidas menos gravosas en
instancias que deparan otras ramas del derecho, que se deben agotar previo a la interposición de
una denuncia penal; y, e) El Ministerio Público, a momento de dictar resolución y ante la duda sobre
la comisión del delito o sobre la responsabilidad de los sindicados, el proceso debe resolverse a su
favor; pues, si los hechos que constituyen causa para la denuncia o querella después de la
investigación no están sustentados o no conducen a un grado de certeza que permita concluir que
los investigados sean responsables, mal podría continuarse con el proceso contra quien cuya autoría
o participación en la conducta antijurídica no pudo demostrarse.
De todo lo precedentemente anotado y en concordancia con los Fundamentos Jurídicos de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, este Tribunal advierte que en la Resolución de Rechazo
FDLP/EJBS-R 993/2018, evidentemente no se respondió expresamente a los agravios expresados por
DIRCABI, tampoco se realizó ningún análisis sobre los mismos; sin observar que, la fundamentación,
motivación y congruencia, como elementos del debido proceso, deben ser cumplidos por la autoridad
que imparte justicia, soslayando el deber que tenía de referirse individualmente a cada
cuestionamiento realizado en dicho memorial; en efecto, no existe un pronunciamiento acerca de la
ampliación de denuncia de los hechos, tampoco del por qué se quedaron pendientes de realización
ciertos actos investigativos; no se advierte pronunciamiento alguno referente a la doble presentación
de un mismo incidente; asimismo, sobre el delito de prevaricato y la supuesta exigencia de agotar
las vías de impugnación ordinaria para su consumación; y, menos en relación al delito de
incumplimiento de deberes y el cuestionamiento del por qué no se efectuó ningún acto indagatorio
al respecto; por otro lado, respecto a que mediante el precitado Auto Interlocutorio se hubiera
dispuesto la devolución del bien, siendo que este, sólo decidió que el Juez a quo dicte nueva
disposición fundamentada porque la anterior carecía de fundamentación; es así que, en su primera
parte, dicha Resolución, hace una relación del hecho investigado y un análisis escueto de las
Resoluciones emergentes del mismo para posteriormente citar doctrina inherente al delito de
prevaricato sin hacer un análisis de la misma ni establecer conclusión alguna. En la Resolución hoy
impugnada a través de esta acción, insiste la Autoridad demandada en que el ahora accionante debió
agotar los recursos que la ley le franqueaba ante las instancias correspondientes; no da a conocer
cual la norma legal, jurisprudencia o fuente que expresa que previo a determinar la comisión del
delito de incumplimiento de deberes, se debe establecer responsabilidades en la vía administrativa.
Es así que, como se tiene evidenciado, los puntos impugnados no merecieron pronunciamiento alguno
por parte del Fiscal ahora demandado, quien debió al momento de emitir la Resolución FDLP/EJBS-
R 993/2018, tomar en cuenta lo establecido en el art. 57 de la LOMP, que con relación a la forma de
actuación de las y los fiscales departamentales, manifiesta: “Las y los Fiscales formularán sus
requerimientos y resoluciones de manera fundamentada y específica…”; conllevando este
extremo a una clara vulneración al elemento congruencia del debido proceso, ya que, debió existir
correspondencia entre lo pedido, considerado y resuelto, tal como se tiene y entiende de la línea
jurisprudencial glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución Constitucional
Plurinacional, máxime si no existe respuesta a la expresión de agravios; precisamente esta omisión
en la Resolución Jerárquica, ahora denunciada como el acto ilegal que vulnera derechos, demuestra
que la misma no constituye una decisión, debidamente fundamentada y motivada, como se señaló
en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional; la motivación, no involucra una exposición extensa, ampulosa de
consideraciones y citas legales, más bien constituye una estructura de forma y de fondo, pudiendo
ser concisa pero clara, con juicios determinativos que justifiquen de manera razonable el fallo; sin
embargo, la Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018, no responde a los parámetros establecidos por la
jurisprudencia constitucional anotada, porque como se dijo, no contesta a todos los puntos
reclamados en el memorial de objeción al rechazo de denuncia; pues, la exposición ampulosa del
contenido del cuaderno de investigación permite evidenciar que dentro de los motivos o razones
expresados en la disposición en cuestión, no se contemplaron los puntos de agravio que contenía el
memorial de objeción al rechazo de denuncia; y más aún, resulta incomprensible por qué fundó su
decisión en el art. 304 inc. 3) DEL CPP, que a la letra dice: “El fiscal, mediante resolución
fundamentada, podrá rechazar la denuncia…cuando: … 3) La investigación no haya aportado
elementos suficientes para fundar la acusación…”; si se llevó a cabo una investigación parcial en la
primera etapa y ninguna cuando se amplió la denuncia; es así que, cuando una autoridad a momento
de pronunciar una disposición, no justifica las razones por las que omite o se abstiene de emitir
pronunciamiento sobre ciertos temas o problemas jurídicos invocado por las partes, resulta ser una
decisión con motivación insuficiente, arbitraria, constituyendo un mero acto de voluntad de poder o
de arbitrariedad.
Con dichos antecedentes, este Tribunal advierte la vulneración de los derechos del impetrante de
tutela al debido proceso en sus elementos fundamentación, motivación y congruencia, que exige no
solamente una exposición coherente, clara y armónica entre lo reclamado y lo resuelto por
la Autoridad Jerárquica, sino por omitir pronunciarse sobre lo concretamente apelado,
acarreando esta omisión la vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva “… cuyo ejercicio está
garantizado a las partes del proceso, por estar destinado a la obtención de una resolución justa y
equitativa, en la que exista armonía entre el petitorio que efectúan las partes y la decisión que asume
el juzgador” (SCP 0910/2015-S2 de 22 de septiembre).
En cuanto a la legitimación pasiva de la autoridad fiscal demandada; la acción de amparo
constitucional debe interponerse contra la autoridad que en ese momento ostente el cargo desde el
cual se cometió el acto ilegal o incurrió en la omisión indebida; es decir, la que se encuentra
actualmente en su ejercicio pero sólo a efectos de responsabilidad institucional y no así de carácter
personal; ya que, en ese caso esta acción de defensa se deberá formular también contra la autoridad
que cesó en dichas funciones; por lo que, eventual y excepcionalmente esta acción de defensa puede
ser planteada únicamente contra la actual autoridad, cuando simplemente se pretenda el
restablecimiento de derechos y garantías constitucionales -SC 0264/2004-R de 27 de febrero-; en
efecto, en los antecedentes se evidencia que en el presente caso, el impetrante de tutela interpuso
la presente demanda contra William Eduard Alave Laura, actual Fiscal Departamental de La Paz y no
así contra Edwin José Blanco Soria quien otrora desempeño dicha labor y fue quien suscribió la
Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018, resolviendo la objeción de rechazo de denuncia. Actuación que
se encuentra conforme a lo desarrollado en la línea jurisprudencial de este Tribunal.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional Primera, al denegar la tutela solicitada, no
evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
interna al señalar que la falta de notificación al SERNAP no fue acusada en la pretensión principal,
cuando el hecho fue reiterado en diferentes momentos del proceso e identificado además a través
del Auto de 8 de junio de 2018, por lo que ignoraron la verdad material; evidenciándose claramente
la vulneración de derechos fundamentales.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, denunció la vulneración de sus derechos al debido proceso
en sus vertientes de fundamentación, motivación y congruencia, a la defensa, igualdad, acceso a la
justicia, legalidad e imparcialidad, a la propiedad; y, al trabajo; así como al principio de seguridad
jurídica, citando al efecto los arts. 13.IV, 14.II y III, 46.II, 52.IV, 56.I y II, 110, 113.I, 115, 116,
117.I, 119.I, 120.I, 178.I, 180, 256 y 393 de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 y 21.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); 14 y 26 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 8, 10, 17 y 23 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, declarando la nulidad de la Sentencia Agroambiental Plurinacional S1 a
66/2018, ordenando que las Magistradas demandadas emitan una nueva resolución en la que
restituyan los derechos vulnerados.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 445 a
447, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, a tiempo de ratificar el tenor íntegro de su demanda de
amparo constitucional, añadió: a) La Resolución Administrativa Final del INRA resuelve el
saneamiento básico sin dar participación al SERNAP, ante esta irregularidad acudió al único recurso
ordinario que quedaba como es el proceso contencioso administrativo ante el Tribunal Agroambiental
Plurinacional; b) Cuando la referida causa se encontraba en etapa de Autos para Sentencia, recién
las autoridades demandadas se dieron cuenta que se había desarrollado con la misma irregularidad
que cometió el INRA; es decir, sin la notificación al SERNAP; por lo que, anularon obrados hasta la
presentación de la demanda; c) Si bien se notificó al SERNAP con la demanda contenciosa
administrativa, no ocurrió así en el proceso de saneamiento, aspecto que las indicadas autoridades
calificaron de intrascendente, sin explicar el por qué; y, d) Se omitió compulsar la SCP 0569/2017-
S3, sin expresar las razones por las que no se acataría la misma, cuando las sentencias
constitucionales plurinacionales son de cumplimiento obligatorio y el argumento de que el relato
fáctico de esta no es análogo al presente caso, es un artilugio retórico que utilizó el Tribunal
Agroambiental para soslayar este mandato.
I.2.2. Informe de las demandadas
Ángela Sánchez Panozo, Magistrada de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, mediante informe
escrito presentado el 15 de mayo de 2019, cursante de fs. 418 a 421 vta., manifestó: 1) Se concluyó
que el INRA a tiempo de sustanciar el proceso de saneamiento sobre el predio “Bahia del Espinal”,
cumplió la normativa agraria y constitucional vigente; por lo que, no se evidenció la lesión de los
derechos acusados, ya que el accionante no demostró de manera objetiva este extremo o que se
hubiera provocado su indefensión, más aun cuando tuvo la oportunidad de plantear sus reclamos en
las etapas correspondientes de forma oportuna, además de haber participado activamente durante
el relevamiento de la información de campo; en consecuencia, cumplió a cabalidad su rol de control
jurisdiccional, verificando la legalidad de los actos que realizó el Estado a través de sus funcionarios
administrativos, con el propósito de precautelar los intereses de los administrados; 2) El impetrante
de tutela pretende convertir la acción de amparo constitucional en una instancia más para la revisión
del proceso, extremo que desnaturaliza su esencia; 3) Las acusaciones del prenombrado no son
evidentes, toda vez que si bien no habría sido notificado el representante del SERNAP durante el
proceso de saneamiento del predio “Bahia del Espinal”, en el entendido de que se sobreponía a una
área protegida, la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215 tiene la expresa finalidad de
preservación del área protegida, y dadas las características del proceso en cuestión no ameritaba la
indicada citación, recalcando además que este reclamo fue incorporado en el memorial de réplica y
subsiguientes actuaciones y dando curso a lo impetrado se emitió el Auto de 8 de junio de 2018
anulando obrados; por lo que, la falta de comunicación al SERNAP fue atendida, entidad que a más
de apersonarse no asumió defensa; 4) La participación de dicha institución, no habría modificado los
datos recabados durante el relevamiento de información de campo y/o registro en la ficha catastral,
donde tiene estampada su firma el accionante en señal de conformidad de todo lo realizado en dicha
actividad; en consecuencia, la sobreposición del predio al área protegida no podría vincularse al
cumplimiento de la Función Económico Social (FES) como pretendió; 5) Si bien el predio “Bahia del
Espinal” se encontraba sobrepuesto al área protegida ANMI San Matías, en el relevamiento de la
información en campo se comprobó el cumplimiento de la FES solamente de manera parcial; por
tanto, se consideró que el INRA concluyó el proceso de manera correcta y en estricto apego a la ley,
basado en una verdad material irrefutable que desvirtúa de manera cierta las acusaciones; y, 6) En
la Sentencia observada se realizó un análisis por demás claro, fundamentado, motivado y congruente
con los puntos demandados por el peticionante de tutela, sin apartarse de los marcos de objetividad
y razonabilidad, y la jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la actividad
interpretativa de los tribunales especializados, al ser una atribución privativa y exclusiva de estos;
por lo que, acoger favorablemente los argumentos del accionante implicaría el desconocimiento de
las normas de orden público y de cumplimiento obligatorio, razón por la cual solicitó se deniegue la
tutela impetrada.
Elva Terceros Cuéllar, Magistrada de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental no presentó informe
alguno ni asistió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 357.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Santiago Hurtado Mancilla, Profesional I Jurídico del INRA Santa Cruz, en representación del Director
Nacional de dicha institución, cargo que se encuentra acéfalo al haber cesado en sus funciones Juan
Carlos León Rodas, por memorial presentado el 16 de mayo de 2019 cursante de fs. 442 a 444 vta.
y en audiencia sostuvo que: i) La invocación de la vulneración al debido proceso por falta de
notificación a un tercero interesado -SERNAP- dentro del proceso de saneamiento, no se constituye
en objeto de análisis en la presente acción tutelar por la falta de legitimación activa del accionante
para reclamarlo, porque simplemente no es funcionario de dicha institución ni mucho menos ostenta
facultad alguna de representación; ii) Si bien el Auto de 8 de junio de 2018 anuló obrados y dispuso
la notificación con la demanda a efecto de la incorporación en calidad de tercero interesado al
representante de la indicada entidad, jamás asumió defensa no obstante de su apersonamiento; es
decir, los actos realizados tanto en vía administrativa como jurisdiccional fueron consentidos por esta,
por cuanto no impugnó, objetó, observó o invocó nulidad alguna al proceso de saneamiento; iii) El
impetrante de tutela en ningún momento hizo referencia a la notificación del SERNAP, es recién a
través de la presente acción de amparo constitucional que reclama este aspecto, lo que hace inviable
su tratamiento por improcedencia establecida en el art. 53 del Código Procesal Constitucional (CPCo)
concordante con el art. 2 del mismo cuerpo legal, al asumirse que fueron consentidos los actos
administrativos del INRA; iv) En relación a la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215, la
acción de amparo constitucional no se constituye en una instancia de impugnación más, pretendiendo
el accionante acudir a esta sin exponer ningún nexo causal, con imprecisión en la explicación de la
vulneración de sus derechos e invocando derechos de terceros interesados, con el fin de retrotraer
el proceso de Saneamiento Simple de Oficio que fue realizado apegado a las disposiciones agrarias;
y, v) Aclaró que la acción intentada no explicó en qué consistió la vulneración de sus derechos y
cómo fueron soslayados, no siendo suficiente su invocación, por cuanto no justificó la relevancia
constitucional; por lo que, solicitó se declare su improcedencia.
Abel Pedro Mamani Marca, Director Ejecutivo Nacional del SERNAP, no presentó memorial alguno ni
asistió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 390.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San
Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante
Resolución 05/19 de 16 de mayo de 2019, cursante de fs. 447 a 449, concedió la tutela solicitada,
declarando procedente la acción de amparo constitucional y anulando la “…Sentencia Constitucional
66/2018 emitido por la sala del Tribunal Agroambiental (…), que habiendo sido anulado la sentencia
el suscrito juez debe realizarse un nuevo saneamiento respetando el debido proceso” (sic); en base
a los siguientes fundamentos: a) Es evidente que la Disposición Final Vigésima Tercera del DS “2915”
en su parágrafo I, ordena el deber que tiene el INRA de coordinar con el SERNAP para la adopción
de estrategias de intervención con el objeto de no poner en riesgo las condiciones de protección,
para arribar a ese escenario deben optimizarse todos los medios a fin que ambas instituciones, en
especial el SERNAP, conozca y comparezca en los procesos que instruye el INRA; b) Si bien la
disposición normativa citada no da a entender claramente si debe notificarse o no a la precitada
institución, la amplitud de la redacción legal implica la posibilidad de realizar todo tipo de
interpretaciones legales o exposición de motivos sobre la necesidad de si esta actividad de
coordinación fijada en el referido Decreto Supremo, deba tener como requisito una notificación previa
o no; cualquiera que sea la opción, el juzgador debe explicar las razones que le llevan a inclinarse
por qué dicha exigencia no está consignada o es intrascendente; aclaración que no se evidencia en
el presente caso, omisión que impide a las partes -no solamente al accionante sino también al
SERNAP- conocer las razones de la intrascendencia de su notificación y así tener certeza y seguridad
jurídica sobre su participación en ese proceso; c) El impetrante de tutela pidió en el proceso
contencioso administrativo que se considere dicha notificación y las autoridades demandadas
debieron explicar con mayores elementos de juicio por qué no es relevante, no siendo lógico que se
anulen actuaciones por causa precisamente de la falta de esta y después se argumente que es
intrascendente; incoherencia de criterios que se evidencia en la parte considerativa de la Sentencia
Agroambiental objeto de la presente acción tutelar; por lo que, evidentemente exhibió una
incongruencia que atentó contra el debido proceso; y, d) La sola justificación de que el accionante
solicitó o no en el momento procesal correspondiente la realización de dicho actuado no es suficiente
para motivar que una Sentencia Constitucional Plurinacional no deba ser acatada, sabiendo que son
imperativas en nuestra economía procesal, y si un tribunal se aleja de alguna de estas debe explicar
los motivos racionales que justifiquen su apartamiento.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Cursa RS 18076 de 9 de marzo de 2016, dictada por el Presidente del Estado Plurinacional de
Bolivia y el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, sobre las propiedades denominadas “San Gabriel
de Bahia”, “Bahia del Espinal” y “Los Cántaros”, ubicadas en el municipio de San Matías, provincia
Ángel Sandoval del departamento de Santa Cruz (fs. 2 a 8).
II.2. Por memorial presentado el 28 de agosto de 2017, Aldo Erwin Arabe David -hoy accionante- a
través de sus representantes interpuso ante el Tribunal Agroambiental demanda contenciosa
administrativa contra la prenombrada Resolución Suprema (fs. 35 a 41 vta.).
II.3. La Sala Primera del Tribunal Agroambiental mediante Auto de 8 de junio de 2018, de la revisión
de los antecedentes del proceso de oficio, sostuvo que “…a fin de evitar nulidades procesales y en
resguardo de los derechos al medio ambiente, así como la protección a los Recursos Naturales,
corresponde en el actual proceso disponer la intervención en calidad de tercero interesado al
representante del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (…) DEJA SIN EFECTO el sorteo realizado
el 28 de mayo de 2018, anulando obrados hasta el decreto de Autos para Sentencia cursante a fs.
201 de obrados…” (sic), disponiendo la notificación con la demanda, subsanaciones y Auto de
admisión a Abel Pedro Mamani Marca, Director Ejecutivo del SERNAP (fs. 204 y vta.).
II.4. Cursa memorial de apersonamiento presentado el 3 de agosto de 2018, por Abel Pedro Mamani
Marca, Director Ejecutivo del SERNAP -ahora tercero interesado-, dentro de la demanda contenciosa
administrativa planteada contra el “…Instituto Nacional de Reforma Agraria…” (sic), el mismo que
fue observado mediante decreto de 7 del mismo mes y año al no haber adjuntado la documentación
que acredita su personería, concediéndole un plazo de cinco días para que sea subsanado, mismo
que no fue cumplido según informe del estado del proceso de 22 de igual mes y año, elevado por la
Secretaria de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental (fs. 239 a 240; y, 264 y vta.).
II.5. A través de Sentencia Agroambiental Plurinacional S1a 66/2018 de 26 de octubre, la Sala
Primera del Tribunal Agroambiental declaró improbada la demanda contenciosa administrativa
interpuesta por el impetrante de tutela; manteniendo en consecuencia incólume la RS 18076 (fs. 294
a 307 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso
en sus vertientes de fundamentación, motivación y congruencia, a la defensa, igualdad, acceso a la
justicia, legalidad e imparcialidad, a la propiedad; y al trabajo; así como al principio de seguridad
jurídica; toda vez que, las Magistradas demandadas a tiempo de dictar la Sentencia Agroambiental
Plurinacional S1a 66/2018 de 26 de octubre, omitieron aplicar la normativa jurídica que hace
obligatoria la notificación al SERNAP para su participación en el proceso de saneamiento de áreas
protegidas, convalidando el ilegal accionar del INRA, sin dar cumplimiento a la SCP 0569/2017-S3 de
19 de junio.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones.
Jurisprudencia reiterada
Sobre el tema la SCP 0495/2019-S4, indicó: “La SC 1546/2012 de 24 de septiembre, apuntó los
requisitos que debe cumplir una resolución motivada y al efecto, señaló que toda resolución
jurisdiccional o administrativa: ‘a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes
procesales; b) Debe contener una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes; c) Debe
describir de manera expresa los supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso
concreto; d) Debe describir de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las
partes procesales, e) Debe valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios
probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma
motivada; y, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las
partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas
aportadas y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo de causalidad
antes señalado’.
Resulta relevante recordar que sobre el contenido esencial del derecho al debido proceso, en su
elemento de debida fundamentación y motivación, la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre,
desarrolló las siguientes cuatro finalidades implícitas: 1) El sometimiento manifiesto a la
Constitución Política del Estado, conformada no solo por su texto escrito sino también, por los
Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que forman parte del bloque de
constitucionalidad; así como a la ley, traducido en la observancia de los principios de
constitucionalidad y de legalidad, en el que este último, se encuentra en sumisión al primero; ‘…2)
Lograr el convencimiento de las partes, que la resolución en cuestión no es arbitraria,
sino por el contrario, observa el valor justicia y los principios de interdicción de la
arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad de control de la
resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes recursos o
medios de impugnación; y, 4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad decisoria
de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública, en
observancia del principio de publicidad…’ Posteriormente, a través de la SCP 0100/2013 de 17 de
enero, se sumó un quinto elemento de relevancia constitucional; cual es: ‘…5) La exigencia de la
observancia del principio dispositivo’, que implica la obligación que tiene el juzgador de
otorgar respuestas a las pretensiones planteadas por las partes para defender sus derechos.
Respecto a la segunda finalidad, tanto la SCP 2221/2012 como la SCP 0100/2013, señalan que
la arbitrariedad se expresa en una decisión: i) Sin motivación, cuando la resolución no da
razones que la sustenten; ii) Con motivación arbitraria, cuando se basa en fundamentos
y consideraciones meramente retóricas o deviene de la valoración arbitraria, irrazonable
de la prueba, o en su caso, de la omisión en la valoración de la prueba aportada en el
proceso; iii) Con motivación insuficiente, cuando no da razones de la omisión de
pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes; y, iv) Por falta de coherencia
del fallo, que se da: iv.a) En su dimensión interna, cuando no existe relación entre las premisas
-normativa y fáctica- y la conclusión -por tanto-; y, iv.b) En su dimensión externa, pues la resolución
debe guardar correspondencia con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos,
sobre la coherencia interna y externa, tienen como antecedentes a las Sentencias Constitucionales
0863/2003-R de 25 de junio y 0358/2010-R de 22 de junio.
Respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo
señaló que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los agravios de la apelación y la
contestación de alzada.
Ahora bien, la jurisprudencia precedentemente citada, fue ampliada mediante la SCP 0005/2019 de
19 de febrero, que complementó lo anteriormente señalado: ‘…a partir de la relevancia constitucional
que tenga la alegada arbitraria o insuficiente fundamentación y motivación de las resoluciones…’, lo
que significa que corresponde a este Tribunal Constitucional Plurinacional, el análisis de la incidencia
del acto acusado como ilegal en la resolución que se está cuestionando a través de la acción de
amparo constitucional, respecto al fondo de lo resuelto, de manera que si no tiene efecto
modificatorio, la tutela que podría concederse tendría como efecto que se pronuncie una nueva
resolución con el mismo resultado; con dicho entendimiento, corresponderá denegar la tutela cuando
la arbitraria o insuficiente motivación de las resoluciones aunque sea reconocida, no tenga efecto
modificatorio respecto al fondo de lo decidido pues no existiría vulneración del derecho. La Resolución
constitucional citada, aclaró que ese ‘…entendimiento es únicamente aplicable a la justicia
constitucional que no exigirá para efectuar el análisis, que la o el accionante cumpla con carga
argumentativa alguna…’” (las negrillas son nuestras).
III.2. Régimen de áreas protegidas y la participación del SERNAP en los procesos
agroambientales
La Constitución Política del Estado en su Capítulo Séptimo, sobre Biodiversidad, Coca, Áreas
Protegidas y Recursos Forestales; Sección III de Áreas protegidas; art. 385, señala:
“I. Las áreas protegidas constituyen un bien común y forman parte del patrimonio natural y cultural
del país; cumplen funciones ambientales, culturales, sociales y económicas para el desarrollo
sustentable.
(…)”.
Al respecto la SCP 1969/2013 de 4 de noviembre, sostuvo: “ En ese sentido, se tiene que las áreas
protegidas, son espacios territoriales cuya protección se justifica por razones ambientales, culturales,
sociales y económicas, como bien común y patrimonio natural y cultural del país, con el objeto de
alcanzar un manejo sustentable, evitando su deterioro o destrucción a causa de la actividad
desarrollista del ser humano…
(…)
Ahora bien, el SERNAP, como institución desconcentrada del Ministerio de Medio Ambiente y Agua,
que depende funcionalmente del Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático,
Gestión y Desarrollo Forestal, tiene entre sus atribuciones las siguientes:
Planificar, administrar y fiscalizar el manejo integral de las áreas protegidas de carácter nacional.
momentos del proceso e identificado además a través del Auto de 8 de junio de 2018; por lo que,
ignoraron la verdad material.
Ahora bien, de los antecedentes y las Conclusiones arribadas en el presente fallo constitucional, se
tiene que el impetrante de tutela interpuso ante el Tribunal Agroambiental demanda contenciosa
administrativa contra la RS 18076, argumentando una serie de irregularidades cometidas en el
proceso de saneamiento del que emergió dicha Resolución disponiendo que se ejecute el replanteo
de límites sobre una superficie de 50 0000 ha (cincuenta mil hectáreas con cero metros cuadrados)
respecto al predio “Bahia del Espinal” de propiedad del ahora accionante, al haberse establecido el
incumplimiento de la FES y sobreposición de tierras sobre el ANMI San Matías, declarando tierras
fiscales 5 041 1190 ha (cinco mil cuarenta y un hectáreas con mil ciento noventa metros cuadrados)
producto del recorte de este predio; proceso en el que, la Sala Primera del Tribunal Agroambiental,
anuló obrados de oficio mediante Auto de 8 de junio de 2018 indicando que “…a fin de evitar
nulidades procesales y en resguardo de los derechos al medio ambiente, así como la protección a los
Recursos Naturales, corresponde en el actual proceso disponer la intervención en calidad de tercero
interesado al representante del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (…) DEJA SIN EFECTO el
sorteo realizado el 28 de mayo de 2018, anulando obrados hasta el decreto de Autos para Sentencia
cursante a fs. 201 de obrados…” (sic), emitió la Sentencia Agroambiental Plurinacional S1 a 66/2018
de 26 de octubre -objeto de la presente acción tutelar-, declarando improbada la demanda y
manteniendo en consecuencia incólume la RS 18076.
Con tales antecedentes, a efectos de resolver si efectivamente la Sentencia confutada carece de
fundamentación, motivación y congruencia interna; o que las autoridades demandadas no aplicaron
objetivamente la ley en vulneración de los derechos y principio denunciados, es preciso conocer los
fundamentos principales de la misma en relación al problema jurídico planteado en esta acción de
amparo constitucional; así, la Sala Primera del Tribunal Agroambiental demandada, en la Sentencia
Agroambiental impugnada, luego de pronunciarse sobre los puntos demandados, concluyó señalando
que:
1) Mediante el Auto de 8 de junio de 2018, que anula obrados hasta el decreto de Autos para
Sentencia, se procedió a la notificación con la demanda, subsanaciones y Auto de admisión al
representante del SERNAP a efectos de su incorporación en calidad de tercero interesado, debido a
que en el proceso de saneamiento se encontró que el predio “Bahia del Espinal” está sobrepuesto en
un 79.51% al ANMI San Matías; consecuentemente, “…esta instancia jurisdiccional cumplió con su
deber legal y constitucional de incorporar al SERNAP al caso de autos en calidad de tercero interesado
(…); por lo que la notificación al SERNAP a los efectos de resolver la controversia planteada en la
presente demanda resulta siendo intrascendente, máxime cuando pese a su legal notificación dicha
instancia gubernamental no asumió defensa alguna al margen de su apersonamiento” (sic);
2) En relación al memorial presentado por el actor, que señala que el INRA no notificó al SERNAP
para su participación en el proceso de saneamiento de oficio del predio en cuestión, incumpliendo lo
establecido en la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215, cabe recalcar que lo reclamado
no tiene sustento legal en el entendido que la citada Disposición resulta intrascendente a los objetivos
que pretende el prenombrado, pues “…no es posible encontrar la regla que estipule la obligatoriedad
de que el INRA notifique al SERNAP a objeto de que participe durante la sustanciación del proceso
de saneamiento en predios sobrepuestos a áreas protegidas, sino más bien se refiere a que debe
existir coordinación entre estas dos entidades a objeto de adoptar estrategias de intervención en
dichas áreas con objeto de no poner en riesgo las condiciones de protección…” (sic), lo que no
acontece en este caso; además se debe considerar que este punto no fue reclamado en la demanda
principal, no constituyéndose en trascendental y menos determinante a efectos de la resolución del
objeto de la litis, puesto que se tiene acreditado e identificado en el proceso de saneamiento el
derecho propietario que le asiste al demandante sobre el predio “Bahia del Espinal”, así como el
cumplimento parcial de la FES;
3) La SCP 0569/2017-S3 y la Sentencia Agroambiental Nacional S2a 114/2017 de 20 de octubre,
relativas a la notificación del SERNAP en los procesos de saneamiento vinculados a áreas protegidas,
fueron citadas por el demandante como aplicables al presente caso, sin analizar que las autoridades
jurisdiccionales en el ejercicio de sus atribuciones y observancia a la seguridad jurídica, deben
obedecer las técnicas estándar de uso del precedente judicial o en su defecto recurrir a las de
distanciamiento legítimo respecto del supuesto precedente; así, la más importante encuentra
sustento en la disanalogía fáctica que se traduce en la comparación de los supuestos fácticos que
dan origen a la emisión de una resolución con los del caso en cuestión, y las indicadas autoridades
tienen la facultad de inaplicar el entendimiento invocado o recurrir a las subreglas constitucionales
aplicables, además de contrastar el caso directamente con el texto constitucional, apartándose así de
la fuerza gravitacional de la jurisprudencia, precisamente en respeto de la seguridad jurídica;
4) La Sentencia Agroambiental precitada, resolvió la falta de participación del área protegida como
uno de los puntos demandados; es decir, el demandante lo reclamó en su demanda principal, lo que
no sucede en el caso de autos en el que el demandante pretende introducir una observación que no
fue realizada en el momento procesal oportuno, aspecto que de considerarse como un argumento
medular del objeto de la Litis, se estaría desconociendo el alcance y naturaleza del proceso
contencioso administrativo, situación que atentaría contra el debido proceso, seguridad jurídica y el
derecho a la defensa; en todo caso, el reclamo de incorporación del SERNAP al proceso de
saneamiento, es intrínseco a los intereses de esta institución y no así de la parte demandante, de la
que no se vulneraron sus derechos con su inobservancia; es decir, con la invocación de la referida
jurisprudencia, pretende que se retrotraiga el proceso hasta el presunto vicio de falta de notificación,
careciendo de legitimación activa para ese fin, nulidad que incumple con la concurrencia del requisito
de trascendencia; y,
5) Esta observación es meramente formal no repercute en lo sustancial del objeto de la litis; por lo
que, se concluye que el INRA en el proceso de saneamiento del predio “Bahia del Espinal”, cumplió
con la normativa agraria vigente contenida en la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria y el
DS 29215 y en consideración a los preceptos constitucionales.
Con todo, es necesario precisar previamente, que el Tribunal Agroambiental con la facultad que le
otorga el art. 36 inc. 3) de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (LSNRA), “… se constituye
en el órgano especializado que ejerce el control de legalidad sobre los actos efectuados o resoluciones
pronunciadas dentro del procedimiento administrativo tramitado ante el INRA, cuando son
impugnados por la vulneración de un derecho subjetivo o un interés legítimo; es decir que le
corresponde controlar si las resoluciones han sido declaradas o dictadas dentro del marco jurídico
aplicable al caso y si en el ejercicio de la función administrativa hubo la vulneración a los derechos
subjetivos de los administrados” (SC 0897/2006-R de 12 de septiembre); es decir, la competencia
del Tribunal Agroambiental como órgano especializado, dentro del ámbito de los
procesos contenciosos administrativos, es la de revisar, comprobar o ejercer el control
de legalidad como de la lesión a derechos subjetivos en la aplicación de la ley.
Del análisis de la Sentencia Agroambiental impugnada, se establece que las Magistradas demandadas
al resolver el proceso contencioso administrativo interpuesto por el accionante soslayaron el
cumplimiento a la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215, al determinar improbada la
referida demanda manteniendo incólume la RS 18076 que fue emitida en base a un proceso de
saneamiento de oficio en el que no participó el SERNAP conforme correspondía, puesto que según lo
expuesto en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, la participación desde el
inicio mismo de dicha entidad en los procesos en los que están involucrados predios sobre Áreas
Protegidas, así sea de manera parcial -en el presente caso se dio casi un ochenta por ciento de
sobreposición del predio sujeto a saneamiento sobre la ANMI San Matías-, es fundamental en
atención a sus objetivos propios, en la defensa y conservación de dichas áreas, para posibilitar un
manejo sustentable, evitando su deterioro o destrucción; es decir, dio por bien actuado un proceso
de saneamiento llevado a cabo al margen de la ley, cuando existe un mandato expreso en la
Disposición Final Vigésimo Tercera del DS 29215, en sentido de que ambas instituciones, desde el
inicio de la etapa preparatoria del proceso de saneamiento, deben coordinar la adopción de
estrategias de intervención, para no poner en riesgo sus condiciones de protección; empero, las
referidas autoridades, con argumentos alejados de toda normativa constitucional y legal consideraron
que esta notificación es intrascendente a los efectos pretendidos por el demandante en el proceso
contencioso administrativo, sin considerar que se trata de una disposición de orden público y por
tanto de cumplimiento obligatorio, y lejos de reparar tal irregularidad, la convalidaron, alegando que
el proceso de saneamiento del predio “Bahia del Espinal”, cumplió con la normativa agraria vigente
contenida en la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria y el DS 29215 y en consideración a los
preceptos constitucionales, lo cual resulta inadmisible.
Conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, el contenido esencial del derecho al debido proceso, en su elemento de debida
fundamentación y motivación, comprende finalidades implícitas; entre ellas, el sometimiento
manifiesto a la Constitución Política del Estado, y lograr el convencimiento de las partes, que la
resolución en cuestión no sea arbitraria, sino por el contrario, observe el valor justicia y los principios
de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; el primer supuesto, puede
darse cuando la decisión se basa en fundamentos y consideraciones meramente retóricas o deviene
de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba; o en su caso, de la omisión en la valoración de
la prueba aportada en el proceso o por falta de coherencia del fallo que puede ser interna o externa.
La Sentencia Agroambiental impugnada, ante la denuncia de incumplimiento de la Disposición Final
Vigésima Tercera del DS 29215 por parte del INRA -falta de notificación al SERNAP a efectos de que
participe del proceso de saneamiento -iniciado de oficio-, argumentó que dicha notificación es
intrascendente a los efectos pretendidos, ya que el proceso administrativo comprobó el cumplimiento
parcial de la FES y el derecho propietario que le asiste en el predio objeto de saneamiento; que no
tiene sustento legal pues “…no es posible encontrar la regla que estipule la obligatoriedad de que el
INRA notifique al SERNAP a objeto de que participe del proceso de saneamiento en predios
sobrepuestos a áreas protegidas…” (sic), además que este punto no fue reclamado en la demandada
principal; razonamientos ciertamente alejados de la normativa constitucional y legal desarrollada en
el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional; por lo que, incumple con el contenido
especial del derecho al debido proceso relativo al sometimiento a la Constitución Política del Estado.
Asimismo, la referida Sentencia agroambiental, sostiene que a través del Auto de 8 de junio de 2018
“…esta instancia jurisdiccional cumplió con su deber legal y constitucional de incorporar al SERNAP
al caso de autos en calidad de tercero interesado…” (sic), para luego afirmar que la participación de
esta entidad es intrascendente en el proceso de saneamiento; es decir, cita a la institución
prenombrada como tercero interesado en el proceso contencioso administrativo reconociendo que se
trata de un deber legal y constitucional; sin embargo, considera intrascendente su participación en
el proceso de saneamiento, cuando la jurisprudencia constitucional es clara y taxativa al respecto;
evidenciándose una incoherencia interna que vulnera el debido proceso.
Si bien el impetrante de tutela no denunció esta omisión en el memorial de demanda principal, sí lo
hizo durante la tramitación del proceso contencioso administrativo antes de la emisión de la Sentencia
Agroambiental observada, a más que las propias autoridades demandadas advirtieron esta
irregularidad, que no puede ser soslayada ni ignorada, precisamente en cumplimiento de su deber
de control de la legalidad de los actos realizados en el procedimiento administrativo desarrollado por
el INRA; no obstante, lejos de corregirla, la convalidaron, alegando que el proceso de saneamiento
habría cumplido con las normas legales, lo cual no es evidente, correspondiendo conceder la tutela
solicitada, respecto a la vulneración del debido proceso en sus elementos de fundamentación y
congruencia; así como el principio de seguridad jurídica.
Finalmente, respecto a la disanalogía fáctica o falta de semejanza estricta entre el caso que origina
el precedente y el que se resuelve, argumentada por las autoridades demandadas en la Sentencia
Agroambiental Plurinacional S1a 66/2018 para inaplicar la jurisprudencia constitucional invocada, es
pertinente señalar que su utilización impone una especial carga argumentativa, en virtud de la cual
se debe exponer de manera clara, razonada y completa los motivos que llevan a apartarse de la
misma; aspecto que no fue cumplido en el presente caso, vulnerando el debido proceso en su
vertiente de motivación.
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que las demandadas den cumplimiento a la Conminatoria
de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019, reincorporándola de forma inmediata al mismo cargo
que ocupaba, más el pago de sueldos devengados desde la fecha de su despido hasta la restitución
a su fuente laboral.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 4 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 103 a 112
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó y reiteró el contenido de la acción de amparo
constitucional presentada.
I.2.2. Informe de las demandadas
Luz Rosario López Rojo Vda. de Aparicio y Juana Maldonado Picha, Presidenta y Concejala Secretaria,
respectivamente, del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre; a través de sus
representantes -Claudia Paola Vargas Delgado y Liliana Judith Tavera Rendón-, por informe escrito
de 4 de junio de 2019, cursante de fs. 48 a 56, y en audiencia expresaron que: a) La supuesta lesión
denunciada fue en la vigencia de la anterior Directiva del Pleno de dicho Concejo Municipal, el cual
celebró el último Contrato Individual a Plazo Fijo 053/2018; empero, el mismo debió realizarse en la
modalidad indefinida, no ocurriendo de esa manera se desconoció lo previsto en el art. 2 del Decreto
Ley (DL) 16187 de 16 de febrero de 1979; por lo que, correspondía activar esta acción tutelar contra
esa Directiva, quienes fueron los que incumplieron la norma al firmar más de dos contratos en la
modalidad a plazo fijo; b) Las únicas relaciones laborales indefinidas son las que cuentan con un
ítem, no así con una fecha de inicio y cierre, tomando en cuenta que la función que ejercía la aludida
no estaba establecida ni aprobada por el Pleno del Concejo Municipal para su remisión al “Ministerio
de Economía”; c) Se pretendió una relación laboral indefinida, la cual debió requerirse al mencionado
Pleno legislativo para su consideración y emisión de la resolución, no correspondiendo dirigir esta
acción solo contra sus personas, que carecen de competencia para definir la creación de la relación
laboral bajo esa modalidad, en ese antecedente existe ausencia de legitimación pasiva; d) La
impetrante de tutela no fue despedida de su fuente laboral, sino, cumplió el contrato de trabajo a
plazo fijo que tiene carácter provisorio conforme previene el art. 71 del Estatuto del Funcionario
Público (EFP); e) Las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1261/2013 de 1 de agosto,
0312/2013-L de 13 de mayo, 0244/2017-S2 de 20 de marzo y “0022/2018” precisaron sobre la
garantía de la inamovilidad laboral de la mujer en estado de gravidez sujeta a contrato de trabajo a
plazo fijo; bajo esa jurisprudencia constitucional entendieron que no lesionaron los derechos
denunciados por la prenombrada, ya que simplemente se cumplió el término del Contrato Individual
a Plazo Fijo 053/2018, no existiendo un despido injustificado; f) Si bien se procedió a la culminación
del referido Contrato, garantizaron los derechos del hijo de la accionante en relación a la subsistencia
de prestaciones a favor del niño menor de un año, reconociendo el beneficio de lactancia conforme
acreditaron de la certificación emitida por la Jefa de Contabilidad del citado Concejo Municipal; g)
Entendieron que no opera en el sector público la conversión de un contrato de trabajo a plazo fijo en
uno indefinido, por existir más de dos contratos sucesivos, según lo establecen las Sentencias
Constitucionales Plurinacionales 0562/2017-S2 de 5 de junio y 0511/2018-S3 de 12 de octubre; así,
en el caso concreto el señalado Concejo Municipal debe considerar la aplicación de la “…ley 482 de
Gobiernos Autónomos Municipales; la Ley Autonómica Municipal 027/14 (Ley Reglamento del Concejo
Municipal de Sucre), las Normas Básicas de Administración de Personal y la Ley 1178…” (sic); por
ende no correspondería la conversión del Contrato Individual a Plazo Fijo 053/2018 a uno indefinido,
aunque se hayan realizado más de dos contratos; h) La jurisprudencia constitucional instituyó que
no incumbe a esta vía tratar el pago de salarios devengados y beneficios sociales, sino a la autoridad
administrativa o la jurisdicción laboral, tal como sostienen las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0168/2018-S1 de 9 de mayo, 0115/2018-S1 de 16 de abril y 1099/2017-S3 de 18 de
octubre, las que citan el entendimiento de la 0083/2014-S3 de 27 de octubre; por lo que, hace
improcedente la consideración de esos aspectos a través de esta vía constitucional, más aún cuando
II.2. Adjuntando su carnet perinatal emitido por la Caja Nacional de Salud (CNS), la impetrante de
tutela por nota presentada el 1 de junio de 2018, dirigida a Lourdes Arancibia Mamani, Secretaria
Administrativa del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, hizo conocer su estado de
gestación solicitando “…considerar y hacer valer los beneficios que en derecho [le] corresponden por
tal situación…” (sic [fs. 5]); mereciendo el Informe Legal C.M.S./A.L. 053/18 de 6 de igual mes y año,
emitido por Marcela del Rosario Toro Echalar, Técnico Jurídico de la Secretaria Administrativa de
dicha institución, recomendando a la referida entidad atender el petitorio impetrado “…una vez se
encuentre en término de atención del régimen de seguro social a corto plazo…” (sic [fs. 6 a 7]).
II.3. Mediante memorial presentado el 3 de diciembre de 2018 al citado Concejo Municipal, la
peticionante de tutela solicitó que el tercer Contrato Individual de Trabajo a Plazo Fijo 053/2018,
suscrito con esa institución se convierta en indefinido, reconociéndose su derecho a la inamovilidad
laboral al haberse acreditado su estado de gestación; a lo que, se emitió el Informe Legal CMS/AL
188/18 de 10 de igual mes y año, dándole a conocer que su petición se encuentra en estudio y
análisis por la Directiva del referido Concejo (fs. 8 a 12).
II.4. Se tiene adjunto certificado de nacimiento emitido el 25 de enero de 2019, por Mirna Mabel
Aruzca López, Oficial de Registro Civil en el que consta el nacimiento de AA, el 27 de diciembre de
2018, cuyos padres consignan Juan José Ramos Heredia y Paola Verónica Assaf Irahola -impetrante
de tutela- (fs. 34).
II.5. A través del escrito presentado el 12 de marzo de 2019 ante la Jefatura Departamental de
Trabajo Chuquisaca, la accionante denunció su despido injustificado por parte del mencionado
Concejo Municipal; aspecto este que fue considerado por el Jefe de dicha institución administrativa,
quien emitió la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019 de 24 de abril, conminando
a la Presidenta y Secretaría del citado Concejo -ahora demandadas- procedan a la reincorporación
de la nombrada a las funciones que desempeñaba, el pago de los sueldos devengados y la reposición
de los derechos laborales y seguridad social, siendo notificadas con esa determinación el 13 del
señalado mes y año (fs. 13 a 21).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo, a la remuneración y a la estabilidad
e inamovilidad laboral; puesto que, las demandadas arguyendo que su relación laboral como Auxiliar
I de Archivos del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, hubiera fenecido por conclusión
de su contrato a plazo fijo, no le permitieron retornar a su fuente de trabajo luego del nacimiento de
su hijo ocurrido el 27 de diciembre de 2018; sin tomar en cuenta, que a esa fecha tenía suscritos tres
contratos consecutivos en la referida modalidad; ante esa situación, se apersonó a la Jefatura
Departamental de Trabajo Chuquisaca, denunciando su despido, instancia que emitió la Conminatoria
de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019 de 24 de abril, en conocimiento de la aludida decisión
al citado Concejo Municipal, no dio cumplimiento al mismo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Protección constitucional a la orden de reincorporación laboral, dispuesta por las
Jefaturas Departamentales de Trabajo
La SCP 0142/2019-S3 de 11 de abril, haciendo referencia a la SCP 0438/2016-S3 de 13 de abril
estableció que: “El derecho a la estabilidad laboral, consagrado por el art. 46.I.2 de la CPE, prohíbe
toda forma de despido injustificado y de acoso laboral, medidas extremas que solo pueden ser
adoptadas, de comprobarse la existencia de una causa o móvil justificado, toda vez que nuestra
economía jurídica en materia laboral, busca que el trabajador para su seguridad, tranquilidad y el
bienestar íntegro de su familia, pueda conservar su fuente de empleo.
Constituye así para el Estado, una obligación y responsabilidad, generar políticas que aseguren dicha
estabilidad laboral, por lo que el 1 de mayo de 2010, se promulgó el Decreto Supremo (DS) 0495,
que conjuntamente con la Resolución Ministerial (RM) 868/2010 de 26 de octubre, regulan un
procedimiento que deben observar las Jefaturas Departamentales de Trabajo, cuando asuman el
ordenar que el empleador cumpla de manera inmediata lo dispuesto en dicha conminatoria, en razón
a que podrá ser modificada en un posterior proceso administrativo y/o judicial.
Razonamiento constitucional, que en ningún momento establece que el cumplimiento
deba ser únicamente de una parte u otra de la conminatoria, sino más bien se entiende,
que debe ser de la totalidad de la misma; toda vez que, al ser emitida por autoridad
administrativa competente, previa constatación de los hechos denunciados, verificación de pruebas
y aplicación de las normas legales laborales, tal como la misma SCP 0386/2015-S3 lo señala en sus
fundamentos, no resultaría lógico establecer que deba cumplirse una parte de la conminatoria
(referente a la reincorporación) y se incumpla otra (respecto al pago de sueldos devengados y otros
derechos también dispuestos por la administración laboral), cuando dicha posibilidad no se encuentra
contemplada ni regulada por la normativa laboral de nuestro Estado ni por nuestra Constitución
Política del Estado.
Motivo por el que corresponde cambiar la referida línea constitucional y establecer que a partir de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se disponga el cumplimiento
de una conminatoria, por parte de la jurisdicción constitucional, la misma debe ser
entendida en el sentido que debe cumplirse la totalidad y no en una parte u otra, en
observancia del parágrafo IV del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, incorporado
por el DS 0495, que dice: ‘IV. La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir
de su notificación…’; así como de los principios de protección de los trabajadores e in dubio pro
operario, más aún si la concesión de tutela resulta ser provisional, lo que significa que podrá ser
modificada posteriormente en la vía administrativa y/o judicial, en lo que respecta a la reincorporación
del puesto de trabajo, a los sueldos devengados u otros derechos sociales que hubiesen sido
dispuestos por la conminatoria” (las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
De la revisión y cotejo de los antecedentes, cursan Contratos Individuales de Trabajo a Plazo Fijo
069/2016 de 23 de febrero, 041/2017 de 18 de enero y 053/2018 de 8 de febrero, por los que el
Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre contrató a la peticionante de tutela inicialmente
como Auxiliar de Revisión de Trámites de Presidencia, luego Auxiliar de Ventanilla Única y finalmente
para ejercer el cargo de Auxiliar I de Archivos todos dependientes de esa entidad (Conclusión II.1),
mediante nota presentada el 1 de junio de igual año, (adjuntando su carnet perinatal) la accionante
hizo conocer su estado de gestación solicitando “…considerar y hacer valer los beneficios que en
derecho [le] corresponden por tal situación…” (sic), a lo que Marcela del Rosario Toro Echalar,
Técnico Jurídico de la Secretaria Administrativa del referido Concejo Municipal emitió Informe Legal
C.M.S./A.L. 053/18 de 6 de igual mes y año, recomendando a dicha institución atender el petitorio
impetrado “…una vez se encuentre en término de atención del régimen de seguro social a corto
plazo…” (sic [Conclusión II.2]); posterior a ello, la impetrante de tutela a través del memorial
recepcionado el 3 de diciembre de 2018, por el mencionado Concejo Municipal pidió que el tercer
contrato individual de trabajo a plazo fijo -053/2018- se convierta en tiempo indefinido; pedido que
según Informe Legal CMS/AL 188/18 de 10 de igual mes y año, se encuentra en estudio y análisis
(Conclusión II.3); la aludida luego del nacimiento de su hijo quiso retornar a su fuente laboral; sin
embargo, dicho ente legislativo no le permitió, ante esa situación se apersonó a la Jefatura
Departamental de Trabajo Chuquisaca, institución que previo los trámites de ley, emitió la
Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH-17/2019 de 24 de abril, intimando a las
demandadas procedan a su reincorporación al cargo que desempeñaba, el pago de los sueldos
devengados y la reposición de los derechos laborales y seguridad social, siendo notificadas con esa
decisión el 13 de mayo de igual año (Conclusiones II.4 y 5).
En ese orden, conforme se precisó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se establece que ante un eventual despido intempestivo sin causa legal
justificada el trabajador puede acudir a la Jefatura Departamental de Trabajo; dicha entidad si
corresponde, emitirá la conminatoria de reincorporación, la que deberá ser acatada por el empleador,
misma que puede ser impugnada en la jurisdicción ordinaria, pero, no suspendida en su ejecución;
es decir, ante el incumplimiento de esa determinación, podrá activarse directamente esta vía
constitucional.
En ese contexto, la accionante denuncia en esta acción tutelar que las demandadas procedieron a su
“despido injustificado” sin considerar que suscribió tres contratos a plazo fijo en tareas propias y
permanentes con dicha institución; ante esa situación, acudió a la Jefatura Departamental de Trabajo
Chuquisaca, entidad que emitió la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH-17/2019,
disponiendo la reincorporación a su fuente laboral más el pago de sueldos devengados, la reposición
de los derechos laborales y seguridad social; con el fundamento que, las prenombradas hicieron una
errada interpretación del art. 5.II del DS 0012 de 19 de febrero de 2009, siendo que la solicitando
de tutela suscribió tres contratos a plazo fijo, por lo que debería pasar a tiempo indefinido en
aplicación del art. 2 del DL 16187, gozando del derecho a la estabilidad laboral, no pudiendo ser
retirada sin previo proceso y causa justificada acorde a la Ley General de Trabajo. Además, se
evidenció que la aludida desarrolló actividades propias y permanentes en el dicho Concejo Municipal
conforme se tiene del Reglamento General de esa institución al contar con una dependencia de
registro y archivo conformada por el personal técnico y administrativo, concluyendo que no se respetó
la inamovilidad de la trabajadora que se encontraba con protección reforzada al ser madre
progenitora.
Ahora bien, siendo la conminatoria de reincorporación de cumplimiento obligatorio, a partir de la
notificación al empleador, en el presente caso realizada el 13 de mayo de 2019 al no ser cumplida
conforme al art. 10.IV del DS 28699 de 1 de mayo de 2006 modificado por el DS 0495 que señala:
“La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir de su notificación y únicamente podrá
ser impugnada en la vía judicial, cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución”;
corresponde conceder la tutela impetrada ante la lesión de los derechos invocados por la peticionante
de tutela; en esa virtud concierne disponer el cumplimiento de la Conminatoria de Reincorporación
Laboral JDT-CH-17/2019, tal como se precisó en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo
constitucional.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 82/2019 de 4 de junio, cursante de fs. 113 a 122,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos dispuestos por la Sala
Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
sobre la no suspensión del término de prescripción con la notificación al sujeto pasivo con la orden
de verificación en aplicación de una interpretación literal, contraria a la jurisprudencia ordinaria
establecida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en las Sentencias 013/2013 de 6 de
marzo, 021/2013 de 11 de marzo, 401/2013 de 19 de septiembre y 394/2015 de 21 de julio, que
utilizando una interpretación sistemática y teleológica hacen extensiva la suspensión prevista en el
art. 61.I del Código Tributario Boliviano (CTB) a los procedimientos de verificación, con base en una
analogía prevista por el art. 8.III del mismo cuerpo legal, para llenar vacíos legales y evitar la
prescripción de las acciones de la Administración Tributaria para verificar el cumplimiento de las
obligaciones impositivas del contribuyente; agregando que, según la jurisprudencia constitucional el
cambio no fundamentado de entendimientos jurisprudenciales por el Tribunal Supremo de Justicia
también implica la lesión del derecho a la igualdad en la aplicación de la ley y el principio de seguridad
jurídica.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante consideró como lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de
motivación y fundamentación, igualdad en la aplicación de la ley y “seguridad jurídica”, a cuyo efecto
citó los arts. 8.II, 9.2, 14.II y IV, 115.II, 117.I, 119.I y 180.I de la Constitución Política del Estado
(CPE); y, 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y en consecuencia: a) Se deje sin efecto el Auto Supremo 439/2018; y,
b) Ordenar que las autoridades demandadas pronuncien una nueva resolución, respetando sus
derechos y garantías.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 278 a
289, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La parte accionante por intermedio de su abogado, ratificó lo manifestado en su memorial de acción
de amparo constitucional.
I.2.2. Informe de los demandados
Carlos Alberto Egües Añez, Magistrado de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Segunda del Tribunal Supremo de Justicia, presentó informe escrito el 29 de mayo de
2019, cursante de fs. 144 a 150, manifestando que: i) El Auto Supremo 439/2018 fue pronunciado
en estricto apego a las normas legales en que se funda, dando respuesta a todos y cada uno de los
puntos reclamados en el recurso de casación en la forma y fondo; y, ii) La acción de amparo
constitucional no constituye un nuevo recurso de casación, no pudiéndose entrar a revisar la
valoración probatoria o la interpretación de la norma; por lo que, solicitó se deniegue la tutela
solicitada.
Ricardo Torres Echalar, Magistrado de la Sala y Tribunal precitados, no remitió informe ni concurrió
a la audiencia pese a su notificación cursante a fs. 141.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Blanca Rosa Salces Cuellar, representante de DATEC LTDA., por memorial presentado el 29 de mayo
de 2019, cursante de fs. 266 a 271, el cual fue ratificado y reiterado en audiencia, alegó que: 1) La
Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia pronunció la Sentencia 518/2017 de 12 de julio, luego
de realizar un amplio análisis normativo, concluyendo que la suspensión del cómputo del término de
prescripción tributaria previsto en el art. 62.I del CTB es aplicable exclusivamente al procedimiento
de fiscalización tributaria; entendimiento que fue reiterado en las Sentencias 576/2017 de 12 de julio,
emitida por la misma Sala; y, 27/2017 de 16 de febrero, dictada por la Sala Contenciosa y Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Segunda, ambas del referido Tribunal; 2) En materia tributaria
insuficiente y por la falta de coherencia del fallo. Ejemplificando refiere, que la decisión sin motivación
se presenta cuando la resolución no da razones que la sustenten; en tanto que la motivación arbitraria
es la que sustenta la decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas o cuando
deviene de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba, o en su caso, de la omisión en la
valoración de la prueba aportada en el proceso; la motivación insuficiente, cuando no se da razones
de la omisión de pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes; finalmente, la falta de
coherencia del fallo se da, en su dimensión interna, cuando no existe relación entre las premisas -
normativa y fáctica- y la conclusión -por tanto-; en su dimensión externa, implica que la resolución
debe guardar correspondencia con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos,
sobre la coherencia interna y externa, tienen su antecedente en la SC 0863/2003-R de 25 de junio,
así como en la SC 0358/2010 de 22 de junio, estableciendo que en el ámbito procesal, el principio
de congruencia se entiende no solo como la correspondencia que debe existir entre lo peticionado y
lo resuelto, sino que además implica la concordancia del fallo, es decir su coherencia interna,
entendimiento que fue reiterado en la SCP 1915/2012 de 12 de octubre, entre otras. Por su parte,
respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo,
señala que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los agravios de la apelación y la
contestación de alzada”.
En resumen, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una resolución será arbitraria
cuando carezca de motivación o ésta sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la resolución no
tenga coherencia o congruencia interna o externa.
Ahora bien, la jurisprudencia precedentemente citada debe ser complementada a partir de la
relevancia constitucional que tenga la alegada arbitraria o insuficiente fundamentación y
motivación de las resoluciones, es decir, que deberá analizarse la incidencia de dicho acto
supuestamente ilegal en la resolución que se está cuestionando a través de la acción de
amparo constitucional; pues, si no tiene efecto modificatorio en el fondo de la decisión,
la tutela concedida por este Tribunal únicamente tendría como efecto el que se pronuncie una nueva
resolución con el mismo resultado; consiguientemente, a partir de una interpretación previsora, si
bien la arbitraria o insuficiente fundamentación, aún carezca de relevancia, deberá ser analizada por
el Tribunal Constitucional Plurinacional; empero, corresponderá denegar la tutela por carecer de
relevancia constitucional, con la aclaración que este entendimiento es únicamente aplicable a la
justicia constitucional que no exigirá para efectuar el análisis, que la o el accionante cumpla con carga
argumentativa alguna” (las negrillas nos pertenecen).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alega que las autoridades demandadas emitieron el Auto Supremo 439/2018,
determinando la no aplicabilidad del art. 62.I del CTB para la suspensión de la prescripción en
procedimientos de verificación, sin fundamentar el cambio del entendimiento jurisprudencial
establecido por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en las Sentencias 013/2013 de 6 de
marzo, 021/2013 de 11 de marzo, 401/2013 de 19 de septiembre y 394/2015 de 21 de julio; por lo
que, considera vulnerado su derecho al debido proceso, en sus elementos de motivación y
fundamentación, igualdad en la aplicación de la ley y “seguridad jurídica”.
De la revisión de todos los documentos adjuntos a la acción de amparo constitucional, los más
relevantes para su dilucidación fueron detallados en las Conclusiones de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional; evidenciándose que en un primer momento, tal y como lo expuso la parte accionante,
la jurisprudencia emitida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en ejercicio del control
judicial de la legalidad de los actos administrativos emanados por la Administración Tributaria,
determinó que la previsión contenida en el art. 62.I del CTB sobre la suspensión del curso de la
prescripción ante la notificación del inicio de un procedimiento de fiscalización, por analogía era
extensible a los procedimientos de verificación tributaria; sin embargo, posteriormente la misma Sala
Plena cambió dicho entendimiento jurisprudencial de manera expresa, pudiendo citarse la Sentencia
518/2017 de 12 de julio (entre otras), que entre sus fundamentos estebalece: “Con carácter previo,
corresponde señalar que hasta ahora este Tribunal ha establecido en sentencias previas como ser la
estrés permanente generado por el constante amedrentamiento policial sufrido; constituyendo ello,
trato irrazonable, inadecuado e inhumano.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0392/2019-S4 de 24 de junio, al respecto fundamentó: “ La SCP 0690/2018-S4 de 25 de
octubre, citando a la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, en cuanto a la naturaleza jurídica de esta
acción tutelar, señaló que: “Se trata de un mecanismo de defensa constitucional extraordinario de
carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los
derechos fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores públicos
o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el
segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se
establece que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y
sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección, informalismo,
generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir,
no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional
antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen
en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida” (las
negrillas son nuestras).
III.2. Alcance de la protección del derecho a la salud y la vida, vía acción de libertad
La SCP 0053/2019-S4 de 2 de abril, sobre ambos temas motivó: ”Conforme a la naturaleza jurídica
de la acción de libertad, constitutiva de un mecanismo de defensa constitucional rápido y carente de
formalismos, encaminado al resguardo de la vigencia y ejercicio de los derechos a la vida, la libertad
personal y de locomoción, la SCP 0129/2015-S3 de 10 de febrero, estableció, específicamente con
relación a la tutela del primero de los derechos nombrados, a través de la presente acción de defensa,
luego de un amplio desarrollo jurisprudencial, que: “…Sobre el derecho a la integridad física, el
artículo 15.I de nuestra Norma Suprema establece que: ‘Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual, y que nadie será torturado ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes’. El segundo parágrafo señala que: ‘Todas las personas, en particular las
mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en
la sociedad’, y finalmente el parágrafo tercero: ‘El Estado adoptará las medidas necesarias para
prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género y generacional, así como toda acción u omisión
que tenga por objeto degradar la condición humana, causar muerte, dolor y sufrimiento físico, sexual
o psicológico, tanto en el ámbito público como privado’, delimitando así la Norma Suprema que el
derecho a la integridad personal, está compuesto por tres vertientes: física, psicológica y sexual.
Estas vertientes fueron desarrolladas por el Tribunal Constitucional en la SC 1891/2011-R del 7 de
noviembre, expresando que la integridad personal es un derecho inherente a la persona; implica su
preservación física, psíquica y sexual, e incluye el reconocimiento de la dignidad inherente al ser
humano, y, por lo tanto, se traduce en el derecho a no ser víctima de ningún dolor o sufrimiento
físico, psicológico o agresión sexual; Así concretamente señalo:
‘La integridad física hace referencia a la plenitud corporal del individuo, por ello toda persona tiene
derecho a ser protegida contra agresiones que puedan provocar lesiones en su cuerpo, causándole
dolor físico o daño a su salud.
La integridad psicológica ésta referida al conjunto de facultades intelectuales y emocionales; su
inviolabilidad se relaciona con el derecho a no ser obligado o manipulado mentalmente contra su
voluntad.
Finalmente, la integridad sexual está referida a la protección al derecho de las personas a tener
capacidad para expresarse válidamente, a tener un libre y consciente trato sexual o a no tenerlo
contra su voluntad…’
(…) en la SCP 0264/2014 de 12 de febrero, [se] estableció que el derecho a la vida guarda íntima
relación con otros Derechos Humanos, como son la integridad física y la salud, los cuales
gozan de protección por el orden constitucional vigente, señalando que a través de la
acción de libertad es posible tutelar tal derecho, aun cuando este no esté relacionado con
el derecho a la libertad, indicando concretamente que: ‘Como se advierte de lo establecido por la
jurisprudencia constitucional la vida al ser un derecho primario del ser humano, se encuentra
directamente vinculada a otros elementos que la conforman como es la integridad física y la salud
que igualmente es un derecho de la persona, por lo que de igual forma goza de protección por el
orden constitucional vigente, toda vez que le impele al Estado no solo la proteja sino también la
garantice, efectivizándose, entre una de sus manifestaciones, en la asistencia médica que requiere
la persona que se ve afectada en su salud’.
En virtud a la tutela que brinda la acción de libertad, respecto al derecho a la vida y
también a la integridad física o personal, esta acción tutelar es concebida como una
acción esencial y, por lo mismo, debe señalarse que si bien su génesis como garantía
jurisdiccional está asociada con la defensa del derecho a la libertad física y personal; no
es menos cierto que, dado el carácter primario y básico del derecho a la vida, del cual
emergen el resto de los derechos, la acción de libertad también se activa en los casos en
que exista un real peligro para éste, pudiendo incluso prescindirse del cumplimiento de
formalidades procesales”.
Igualmente, es importante acudir al razonamiento establecido en la SC 2468/2012 de 22 de
noviembre, que con respecto al derecho a la vida y su vinculación con el derecho a la libertad y al
agotamiento de los mecanismos ordinarios de protección antes de acudir a esta acción de defensa,
estableció: “…para que opere por la vía de la acción de libertad, la tesis jurisprudencial de la SC
0044/2010-R, señala que debe haber un vinculación entre el peligro de afectación del derecho a la
vida y el derecho a la libertad, pues para que opere la protección que brinda la acción de libertad al
derecho a la vida debe ser causa de la lesión del derecho a la libertad, no obstante, esa noción
jurisprudencial debe ser modulada, en mérito al siguiente razonamiento: La naturaleza del
derecho a la vida impone la casi eliminación de cualquier tipo de formalismo en su
protección, pues resultaría un despropósito que quien solicite la tutela de su derecho a
la vida cuya naturaleza siempre es urgente, reciba la respuesta de que debe acudir ante
otro mecanismo procesal como la acción de amparo constitucional.
Por ello corresponde establecer la noción protectiva de la acción de libertad en relación al derecho a
la vida, precisando que cualquier situación de vulneración del derecho a la vida será
conocida a instancias de las acciones de amparo constitucional o de libertad
indistintamente, justamente por el inmenso valor que el Constituyente ha asignado a dos nociones
conceptuales elementales para la convivencia en nuestra sociedad boliviana…” (el resaltado
pertenece al texto original).
III.3. De la acción de libertad innovativa
La SCP 0239/2018-S3 de 18 de junio, al respecto entendió: “La SCP 2075/2013 de 18 de noviembre,
dejó establecido que: “La doctrina constitucional ha desarrollado diferentes modalidades o tipos de
habeas corpus -ahora acción de libertad-, así, entre ellos se tiene el habeas corpus innovativo, lo que
en el régimen constitucional vigente equivale a la acción de libertad innovativa. Su naturaleza
principal radica en que, la jurisdicción constitucional, a través de esta garantía, tiene la facultad de
tutelar la vida, libertad física y de locomoción, frente a las acciones y omisiones que restrinjan,
supriman o amenacen de restricción o supresión, aun cuando las mismas hubieran cesado o
desaparecido.
En ese contexto argumentativo, la acción de libertad -innovativa- permite al agraviado o víctima de
la vulneración acudir a la instancia constitucional pidiendo su intervención con el propósito
fundamental de evitar que, en lo sucesivo, se reiteren ese tipo de conductas por ser reñidas con el
orden constitucional; pues, conforme lo ha entendido la jurisprudencia, en la SCP 0103/2012 de 23
de abril, ‘la justicia constitucional a través de la acción de libertad se activa para proteger derechos
subjetivos (disponibles) y además derechos en su dimensión objetiva, es decir, busca evitar la
reiteración de conductas reñidas contra el orden público constitucional y los bienes constitucionales
protegidos de tutela reforzada.
Ahora bien, está claro que el propósito de la acción de libertad innovativa, radica, fundamentalmente,
en que todo acto contrario al régimen constitucional que implique desconocimiento o comprometa la
eficacia de los derechos tutelados por esta garantía jurisdiccional, debe ser repudiado por la justicia
constitucional. Así, el propósito fundamental de la acción de libertad innovativa, tiene la
misión fundamental de evitar que en el futuro se repitan y reproduzcan los actos
contrarios a la eficacia y vigencia de los derechos a la vida, la libertad física y de
locomoción. En ese sentido, no se protegen únicamente los derechos de la persona que interpuso
la acción de libertad; al contrario, su vocación principal es que en lo sucesivo no se repitan las
acciones cuestionadas de ilegales, en razón a que, como ha entendido la jurisprudencia
constitucional, la acción de libertad se activa no simplemente para proteger derechos desde una
óptica netamente subjetiva, más al contrario, este mecanismo de defensa constitucional tutela los
derechos también en su dimensión objetiva, evitando que se reiteren aquellas conductas que lesionan
los derechos que se encuentran dentro del ámbito de protección de la acción de libertad y que
fundamentan todo el orden constitucional.
(…)
…entiéndase la figura de la acción de libertad innovativa o habeas corpus innovativo como
el mecanismo procesal, por el cual el juez constitucional asume un rol fundamental para
la protección del derecho a la libertad personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie
debe realizar una declaración sobre la efectiva existencia de lesión al derecho a la
libertad física o personal, aunque la misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la
comunidad y al funcionario o persona particular, que esa conducta es contraria al orden
constitucional, en esta Sentencia también se debe emitir una orden al funcionario o particular que
lesionó el derecho en sentido que, en el futuro, no vuelva a cometer ese acto, con relación a la misma
persona que activó la justicia constitucional o con otras que se encuentren en similares circunstancias.
(…)
Consiguientemente, a partir de la SCP 2491/2012, queda clara la reconducción de la jurisprudencia
al entendimiento contenido en la SC 0327/2004-R, en sentido que procede la acción de libertad -bajo
la modalidad innovativa- aún hubiere cesado el acto ilegal en cualquiera de las modalidades
protectivas de la acción de libertad; es decir, la amenaza al derecho a la vida, la privación de libertad,
la persecución indebida o, en su caso el indebido procesamiento vinculado con el derecho a la libertad
física o personal.
(…)
En ese contexto, el propósito fundamental de la acción de libertad no es únicamente el de reparar o
disponer el cese del hecho conculcador, sino también de advertir a la comunidad en su conjunto,
sean autoridades, servidores públicos o personas particulares, que las conductas de esa naturaleza
contravienen el orden constitucional y, por consiguiente, son susceptibles de sanción, no pudiendo
quedar en la impunidad, así, el acto lesivo haya desaparecido” (el resaltado es nuestro).
III.4. Análisis del caso concreto
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la vida y a la salud,
como los de su hija concebida y por nacer, puesto que la Jueza codemandada desestimó la inmediata
atención médica en la audiencia de consideración de medidas cautelares en su contra de 10 de junio
de 2019, reinstalada el 11 de igual mes y año, pese a su embarazo de alto riesgo, agravado por el
estrés permanente generado por el constante amedrentamiento policial; constituyendo ello, trato
irrazonable, inadecuado e inhumano.
Conforme a la problemática planteada por la peticionante de tutela y la revisión de antecedentes, se
colige la no existencia de antecedente procesal alguno; por ello, la problemática desarrollada se
analizará y resolverá en base al planteamiento de la acción de libertad, el informe de la Autoridad
jurisdiccional demandada y lo acontecido fundamentalmente en la audiencia.
Al respecto los Fundamentos Jurídicos III.1, 2 y 3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional refieren, que la acción de libertad está diseñada sobre la base de dos pilares esenciales,
el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por los presupuestos de
activación; por ende, estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus
características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación, sin reconocer
fueros ni privilegios. Ahora bien, los indicados requisitos de activación al amparo del art. 125 de la
CPE, son los atentados contra el derecho a la vida, la afectación de los derechos a la libertad física
como el de locomoción, acto y omisión que constituya procesamiento o persecución indebidos. De
este modo, en virtud a la tutela que brinda respecto al derecho a la vida y a la integridad física o
personal, es concebida como una acción esencial del cual emergen los demás; activándose por ello,
en los casos donde exista un peligro real, pudiendo incluso prescindirse del cumplimiento de
formalidades procesales; así, el propósito fundamental de la acción de libertad innovativa, es la de
evitar que en el futuro se repitan y reproduzcan los actos contrarios a la eficacia y vigencia de los
referidos derechos a la vida, la libertad física y de locomoción.
Ahora, conforme el estudio del caso y la argumentación realizada por la impetrante de tutela se
advierte, que el 10 de junio de 2019, luego de ser aprehendida se llevó a cabo en su contra la
audiencia de consideración de medidas cautelares, acto supuestamente realizado sin tomar en cuenta
su estado de embarazo de treinta y cuatro semanas con alto riego; sin embargo, la Jueza demandada
dio continuidad a la misma sin considerar su desmayo, malestar y el riesgo de la vida de su hija por
nacer, lo que hubiere generado trato irrazonable, inadecuado e inhumano, con vulneración de sus
derechos a la salud y dignidad; por lo que ante su reclamo, se ordenó que esperara en antesala
durante más de una hora, hasta la llegada del médico forense para verificar su estado, quien concluyó
en la necesidad de atención especializada en un hospital; seguidamente, la autoridad jurisdiccional
demandada el 11 de igual mes y año, se trasladó al recinto médico en el que se encontraba internada
donde pretendió continuar con la audiencia indicada, sin considerar su situación de salud de gestante
con riesgo, que además fue acosada por funcionarios policiales enviados por el Jefe de Seguridad del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, generando ello un estado de estrés permanente.
Debe advertirse, que la situación problemática anteriormente expuesta, no tiene sustento probatorio,
es decir, no existe aporte de antecedentes que avalen el estado médico de la demandante de tutela;
vinculada con el derecho a la salud; es decir, al derecho a una existencia con calidad de vida, por lo
que resulta procedente la presente acción tutelar.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Auto Interlocutorio 262/2017 de 4 de septiembre, el Juez Público de la Niñez y Adolescencia
e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La Paz, dispuso la cesación de la
detención preventiva de Altagracia Dueñas Fernández -accionante-, imponiéndole las medidas
sustitutivas consistentes en detención domiciliaria, obligación de presentarse al Ministerio Público
cada dos viernes, arraigo, prohibición de comunicarse con los otros sujetos procesales y fianza
juratoria, personal o económica (fs. 49 a 52).
II.2. Del Certificado Médico de 12 de julio de 2018, se tiene que Altagracia Dueñas Fernández, fue
diagnosticada con várices en miembros inferiores, trombosis internas y externas, hipotensión
ortostática, gastritis e infección tracto urinario “TRATADA” (fs. 7).
II.3. Mediante nota de 25 de julio de 2018, Simeón Zeballos Garrón, Médico del Hospital Obrero 1,
informó al Cirujano del Servicio de Emergencias del señalado nosocomio, que la impetrante de tutela
fue atendida de emergencia por trombosis venosa profunda del miembro inferior izquierdo e
insuficiencia venosa crónica, pero que la misma rechazó su internación (fs. 8).
II.4. A través del Auto Interlocutorio 294/2018 de 9 de agosto, suscrita por el señalado Juez, se
levantó la medida sustitutiva de detención domiciliaria de la accionante y se mantuvieron las demás
fijadas en el Auto Interlocutorio 262/2017 (fs. 53 a 55).
II.5. Por Memorándum 635/19-P.-TDJ de 13 de junio de 2019, el Decano en Ejercicio de la
Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, le comunicó al Juez Público Mixto de
Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico, que ejerza la suplencia
legal del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi ambos
del señalado departamento, mismo que le fue notificado el 17 de igual mes y año (fs. 74).
II.6. La ahora impetrante de tutela, mediante memorial presentado el 18 de junio de 2019, ante el
Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento
de La Paz, solicitó por cuestiones de salud, modificación de la medida sustitutiva de firma de libro
cada quince días (fs. 59 y vta.).
II.7. Por decreto de 26 de junio de 2019, el señalado Juez de Coroico, fijó audiencia de medidas
cautelares para la misma fecha, dentro el proceso penal seguido contra Juan Carlos Rafael Mamani
y otro, por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves (fs. 80).
II.8. Cursan fotocopias de noticias emitidas por la Red ATB, ANF y La Razón de 27, 28 y 30 de junio
de 2019, que dan cuenta de la existencia de bloqueos en la ruta a los Yungas (fs. 86 a 92).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante denuncia la vulneración de sus derechos a la salud y vida;
toda vez que, habiendo solicitado el 18 de junio del 2019, modificación de las medidas sustitutivas a
la detención preventiva ante el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero
de Caranavi del departamento de La Paz, por la gravedad de su estado de salud, debido a la
hipotensión ortostática y várices en el miembro inferior izquierdo, no fue despachada hasta la
presentación de la actual acción de libertad, por el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico del mismo departamento, en suplencia legal del
referido Juez, a pesar que estuvo atendiendo dicho despacho desde el 19 de igual mes y año.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Tutela del derecho a la vida a través de la acción de libertad
La SCP 2468/2012 de 22 noviembre, sobre la tutela del derecho a la vida mediante la acción de
libertad, señaló: “…corresponde establecer la noción protectiva de la acción de libertad en relación
al derecho a la vida, precisando que cualquier situación de vulneración del derecho a la vida será
conocida a instancias de las acciones de amparo constitucional o de libertad indistintamente,
justamente por el inmenso valor que el Constituyente ha asignado a dos nociones conceptuales
elementales para la convivencia en nuestra sociedad boliviana: 1) La protección de la vida humana
es el valor fundamental sobre el cual se construye la noción de Estado Social de Derecho, por ello es
el primer derecho fundamental enunciado en el texto constitucional; y, 2) La administración de
justicia está al servicio de la población y de la sociedad sobre la base de criterios anti formalistas en
búsqueda de un sistema de verdad material. De ahí, resulta inaceptable que cuando se solicita la
protección del derecho a la vida ante la jurisdicción constitucional, ésta deniegue la tutela con el
argumento procesal de la idoneidad recursiva; además de ello el art. 125 es claro al enumerar las
condiciones de activación de la acción de libertad, pues en la primera frase señala: ‘Toda persona
que considere que su vida está en peligro…’, de una interpretación literal de la norma constitucional
se desprende que el Constituyente lejos de condicionar la activación de la acción de libertad por
vulneración del derecho a la vida a la vinculación causal de privación previa del derecho a la libertad,
se limitó a enumerarlo como causal independiente de activación de la acción de libertad en
concordancia normativa con los arts. 46 y 47 del Código Procesal Constitucional (CPCo). En esa
dimensión argumentativa es que se establece que el derecho a la vida por la tutela inmediata que
requiere puede ser protegido indistintamente por la acción de amparo constitucional o por la acción
de libertad, pues una interpretación diferente afecta la noción básica de interpretación de los
derechos humanos (así mismo de los derechos fundamentales), cual es la interpretación favorable al
ser humano.
En el mismo sentido ultraprotectivo de la acción de libertad antes glosada, es menester aclarar la
inaplicabilidad bajo ninguna circunstancia de la regla de subsidiariedad excepcional de la acción de
libertad cuando se denuncia violación del derecho a la vida o integridad personal. Sobre el tema, es
preciso citar la SC 0008/2010-R de 6 de abril, la SC 0080/2010-R y especialmente la SC 0589/2011-
R de 3 de mayo, que fueron contundentes en señalar que no se aplica bajo ninguna circunstancia la
subsidiariedad excepcional de la acción de libertad cuando se denuncia violación del derecho a la
vida”.
III.2. Las dilaciones o demoras en los trámites relacionadas con el derecho a la vida,
pueden ser tutelados por la acción de libertad traslativa o de pronto despacho
La SCP 1874/2014 de 25 de septiembre, indicó que: “La acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, se encuentra desarrollada por la jurisprudencia de este Tribunal, entendida como el medio
procesal idóneo para que las partes de un proceso puedan obtener la celeridad necesaria en los
trámites judiciales o administrativos cuando en los mismos exista dilaciones innecesaria o indebidas
y como efecto se prolonga una restricción al derecho a la libertad, criterio este que va en conjunción
con el principio de celeridad reconocido en los arts. 178 y 180.I de la CPE, al indicar: ‘La jurisdicción
ordinaria se fundamenta en los principios procesales de gratuidad, publicidad, transparencia,
oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez…’
(art. 180.I); por ende todo administrador de justicia en ejercicio de sus funciones, se
encuentra constreñido a observar los indicados principio, evitando dilaciones indebidas
o innecesarias que sólo generen perjuicio al derecho a la vida o la libertad de los
procesados, criterio que es concordante con instrumentos internacionales, así los arts. 8.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP), que señalan el derecho que tiene toda persona a ser juzgada en un proceso
sin dilaciones indebidas” (las negrillas son nuestras).
La SCP 0464/2016-S2 de 9 de mayo, manifestó que: “La SSCC 0078/2010-R de 3 de mayo identificó
los supuestos en que opera la acción de libertad en su modalidad traslativa o de pronto despacho,
resaltando los actos procesales inherentes al régimen de las medidas cautelares; empero, debido a
la naturaleza de los derechos que protege la acción de libertad, la jurisprudencia constitucional ha
establecido que no se limita únicamente al trámite procesal de las medidas cautelares, sino también
a otros aspectos, entre ellos los trámites administrativos o jurisdiccionales vinculados estrechamente
con el derecho a la libertad; así, el pronunciamiento, tramitación y diligenciamiento oportuno de
exhortos suplicatorios del caso que se analiza ingresan dentro del ámbito de protección de la acción
de libertad ya que tienen relación directa con la libertad del demandante de tutela.
Para la jurisprudencia constitucional, el principio de celeridad: ‘…impone a quien administra justicia
el deber jurídico de despachar los asuntos sometidos a su conocimiento sin dilaciones indebidas;
exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos vinculados a la libertad personal, toda vez
que tales peticiones deben ser atendidas de forma inmediata si no existe una norma que establezca
un plazo, y si existiera, el plazo deberá ser cumplido estrictamente’ (SSCC 0758/2000-R-, 1070/2001-
R, 0105/2003-R, entre otras).
Consecuentemente, la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, constituye una
garantía de la observancia del principio de celeridad en los trámites judiciales y
administrativos vinculados a los derechos a la vida, la libertad física y de locomoción, por
lo que todos los actos dilatorios que signifiquen el agravamiento de los indicados derechos, ingresan
al ámbito de examen de la presente acción constitucional” (las negrillas son añadidas).
III.3. Análisis del caso concreto
De antecedentes se evidencia que el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de Caranavi del departamento de La Paz, dentro del proceso penal seguido contra Altagracia
Dueñas Fernández -ahora accionante-, por la presunta comisión del delito de avasallamiento, dispuso
mediante Auto Interlocutorio 262/2017 de 4 de septiembre, la cesación de la detención preventiva
de la misma y le impuso las medidas sustitutivas de detención domiciliaria, presentarse al Ministerio
Público cada dos viernes, arraigo, prohibición de comunicarse con los otros sujetos procesales y fianza
juratoria, personal o económica; posteriormente, dicha autoridad judicial, por Auto Interlocutorio
294/2018 de 9 de agosto, levantó la medida sustitutiva de detención domiciliaria y mantuvo vigentes
las restantes.
La impetrante de tutela, mediante memorial presentado el 18 de junio de 2019, ante el referido Juez,
solicitó modificación de la medida sustitutiva de firma de libro cada quince días, debido a que las
referencias sociales y documentación emitida por la CNS de La Paz, establecieron que debía continuar
con estricto tratamiento médico ambulatorio, porque “…me halle hospitalizada contando con orden
judicial de su autoridad para tal efecto…” (sic); además que, “ascender y descender” cada quince
días le perjudicaba en su salud.
No obstante, no se evidencia el decreto o providencia que debió emitirse en torno a dicha solicitud,
por parte del Juez Público Mixto de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de
Coroico del departamento de La Paz, que se encontraba en suplencia legal del Juzgado Público de la
Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal de Caranavi de igual departamento; lo que nos da a
comprender que dicha autoridad no dio cumplimiento a lo dispuesto por el art. 132 inc. 1) del CPP,
que dice: “Dictará las providencias de mero trámite dentro de las veinticuatro horas de la presentación
de los actos que las motivan…”, a pesar de que transcurrieron seis días desde la presentación del
mencionado memorial hasta la interposición de la actual acción tutelar; aspecto que no fue negado
por la autoridad demandada a tiempo de formular su informe escrito, sino más bien justificó que la
demora se suscitó por aspectos ajenos a su voluntad.
Del Certificado Médico de 12 de julio de 2018, se advierte que la accionante fue diagnosticada con
várices en los miembros inferiores, trombosis internas y externas, hipotensión ortostática, gastritis e
infección tracto urinario; asimismo, de la Nota de 25 de igual mes y año, suscrita por el Simeón
Zeballos Garrón, Médico del Hospital Obrero 1, se evidencia que la misma fue atendida por el Servicio
de Emergencias de dicho nosocomio por trombosis venosa profunda del miembro inferior izquierdo
e insuficiencia venosa crónica; lo que quiere decir, que la mencionada solicitud de modificación de
medidas cautelares, fue realizada por una persona que alegó que su salud vinculada con su derecho
a la vida, se encontraba en riesgo y por cuyo motivo necesitaba que se deje sin efecto la firma de
libro cada quince días, ya que los viajes que realizaba de Khalajahuira a Caranavi agravaban su estado
de salud.
Teniendo presente que el derecho a la salud es consustancial con el derecho a la vida, la jurisdicción
constitucional estableció que corresponde tutelarlo mediante la acción de libertad cuando advierta
que una persona, a consecuencia del deterioro a su salud, se encuentre confrontando un grave riesgo
para su vida, sin la necesidad de agotar previamente las instancias administrativas o judiciales; toda
vez que, la vida, al ser el bien jurídico más importante que da origen a los demás derechos, no puede
estar supeditada a rigorismos formales para su protección, tal como se precisó en el Fundamento
Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
En el marco de lo dispuesto por el art. 125 de la CPE, que dice: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro (…) podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o
tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida…” (las negrillas
son añadidas); esta acción de defensa constitucional, procederá a través de sus diferentes
modalidades, para resguardar el derecho a la salud vinculado al derecho a la vida, sin necesidad de
que el peticionante de tutela se encuentre privado de libertad.
De acuerdo a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, procederá la acción de libertad en su modalidad de traslativa o de pronto despacho,
cuando las dilaciones o demoras en los trámites judiciales o administrativos, generen perjuicio o
afecten al derecho a la vida; en mérito a ello, se tiene que la dilación evidenciada en el caso concreto,
respecto a la emisión del decreto que le correspondía al pedido de modificación de medidas
sustitutivas a la detención preventiva, constituye una demora que afectó el derecho a la salud
vinculado con el derecho a la vida de la accionante; toda vez que prolongó la definición de su situación
jurídica y por ende la posibilidad de que su salud pueda ser resguardada por la autoridad jurisdiccional
y por tal razón, su derecho a la vida, por lo que debe concederse la tutela solicitada, sin establecer
responsabilidad contra la autoridad demandada, debido a que evidentemente existieron distintos
factores que impidieron que no pueda providenciarse ni tramitarse de manera inmediata y oportuna
la solicitud mencionada, como: 1) Estar ejerciendo la suplencia legal de un juzgado alejado del
asiento judicial del cual es titular; 2) Los feriados nacionales que se encontraban de por medio; 3)
Las labores que debió ejercer en su propio juzgado y los bloqueos en la carretera; y, 4) La fecha del
ejercicio de la suplencia, puesto que recién lo realizó desde el 19 de junio de 2019; tal como se tiene
del Memorándum 635/19-P.-TDJ de 13 de igual mes y año, librado por el Decano en Ejercicio de la
Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; del decreto de 26 del señalado mes y
año, por el cual se fijó audiencia de medidas cautelares para la misma fecha, dentro el proceso penal
seguido contra Juan Carlos Rafael Mamani y otro, por la posible comisión del delito de lesiones graves
y leves; y, de las fotocopias de noticias emitidas por la Red ATB, ANF y la Razón de 27, 28 y 30 de
junio de 2019, que dan cuenta de la existencia de bloqueos en la ruta a los Yungas; sin embargo,
estos factores no podrán ser usados para denegar la tutela, debido a que las dilaciones efectivamente
existieron y por lo tanto solo ayudará a que no se disponga responsabilidad contra el Juez
demandado.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela solicitada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR Resolución 005/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 69 a 72,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero - Juzgado de Partido de Trabajo y Seguridad
Social y Sentencia Penal de Caranavi del departamento de La Paz; y en consecuencia, CONCEDER
la tutela impetrada, disponiendo que la autoridad demandada, providencie el memorial de 18 de junio
de 2019, presentado por la ahora accionante, en el plazo de veinticuatro horas a partir de su
notificación con el presente fallo constitucional, y fije audiencia de modificación de medidas cautelares
en el plazo no mayor de cinco días computables desde la emisión del decreto antes mencionado, en
resguardo a los derechos a la salud y vida de la impetrante de tutela.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
motivo por el cual el 17 de abril de 2019 peticionó cesación de la aludida medida, que fue rechazada
por Auto Interlocutorio 124/2019, decisión que impugnó en audiencia, misma que será resuelta
conforme a derecho, debiendo la autoridad jurisdiccional a cargo vigilar su tramitación de acuerdo al
procedimiento establecido en la norma; ii) Las SSCC 0990/2010-R de 10 de agosto y 1739/2011-R
de 7 de noviembre, establecieron que los impartidores de justicia deben velar por el cumplimiento
del principio de celeridad procesal; y, iii) El impetrante de tutela pretendió, que por esta acción
tutelar se revise la decisión asumida por la Jueza demandada respecto al Auto Interlocutorio
124/2019; que rechazó la cesación de la medida cautelar personal extrema “…la misma que en fecha
24 de junio de 2019 fue remitid[a] ante el Tribunal de Alzada” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Resolución de Sobreseimiento 328/2018 de 21 de diciembre, constando cargo de
recepción de 24 del mismo mes y año, del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra Violencia
hacia la Mujer Segundo de la Capital del departamento de La Paz (fs. 13 a 16 vta.).
II.2. A través de memorial recepcionado el 25 de junio de 2019 por el Juzgado prenombrado, Ángel
Amado Chambi -ahora accionante- peticionó “…EMITA MANDAMIENTO DE LIBERTAD EN MERITO A
LA DOCUMENTACION QUE PRESENTA Y EN CUMPLIMIENTO DE LA[S] SENTENCIA[S]
CONSTITUCIONALES QUE INVOCO” (sic), mereciendo la providencia de 26 de idéntico mes y año
señalando audiencia de cesación de la detención preventiva para el 1 de julio del mismo año (fs. 21
a 25).
II.3. Por Oficio CITE Of. 428/2019 de 24 de junio, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia
contra Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz -ahora
demandada-, remitió antecedentes de la apelación incidental formulada por el peticionante de tutela
contra el Auto Interlocutorio 124/2019 de 8 de mayo, que rechazó la solicitud de cesación de la
detención preventiva, constando cargo de recepción de la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia del aludido departamento el 26 de junio de igual año (fs. 52).
II.4. Cursa Auto de 26 del citado mes y año, mediante el cual la Jueza demandada dejó sin efecto
la providencia citada supra, en mérito a que el solicitante de tutela interpuso dicho recurso contra el
Auto Interlocutorio 124/2019; por lo que, manifestó “…se deja sin efecto legal el decreto de fecha
26 de junio de 2019, y dispone que el impetrante a lo principal ESTEESE A LAS RESULTAS DE
APELACION” (sic [fs. 52 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; así como del principio
de seguridad jurídica; toda vez que, al haberse emitido la Resolución de Sobreseimiento 328/2018
de 21 de diciembre que fue notificada a las partes, solicitó por memorial de 25 de junio de 2019 que
la Jueza demandada libre mandamiento de libertad, petición que no fue atendida; asimismo,
mediante Auto Interlocutorio 124/2019 de 8 de mayo se rechazó la solicitud de cesación de la
detención preventiva, el cual fue impugnado en audiencia, sin que hubiese remitido al Tribunal de
alzada.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. De la acción de libertad innovativa
La SCP 2075/2013 de 18 de noviembre, precisó que: “La doctrina constitucional ha desarrollado
diferentes modalidades o tipos de habeas corpus -ahora acción de libertad-, así, entre ellos se tiene
el habeas corpus innovativo, lo que en el régimen constitucional vigente equivale a la acción de
libertad innovativa. Su naturaleza principal radica en que, la jurisdicción constitucional, a través
de esta garantía, tiene la facultad de tutelar la vida, libertad física y de locomoción, frente
a las acciones y omisiones que restrinjan, supriman o amenacen de restricción o
supresión, aún cuando las mismas hubieran cesado o desaparecido.
(…)
En ese contexto, el propósito fundamental de la acción de libertad no es únicamente el de reparar o
disponer el cese del hecho conculcador, sino también de advertir a la comunidad en su conjunto,
sean autoridades, servidores públicos o personas particulares, que las conductas de esa naturaleza
contravienen el orden constitucional y, por consiguiente, son susceptibles de sanción, no pudiendo
quedar en la impunidad, así, el acto lesivo haya desaparecido” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
De antecedentes de la presente acción tutelar se tiene que fue emitida la Resolución de
Sobreseimiento 328/2018 de 21 de diciembre, dentro del proceso penal seguido contra el accionante,
que fue puesta a conocimiento de la autoridad jurisdiccional el 24 de igual mes y año (Conclusión
II.1); en diversas oportunidades peticionó la cesación de la detención preventiva que fueron
rechazadas por falta de las notificaciones; posteriormente, una vez realizadas las respectivas
diligencias -al peticionante de tutela, a la denunciante y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia- y
sin que haya sido objeto de impugnación por la denunciante, mediante memorial de 25 de junio del
mismo año, solicitó se libre a su favor mandamiento de libertad, el cual fue providenciado el 26 de
idéntico mes y año señalando audiencia de cesación de la detención preventiva (Conclusión II.2); en
la misma fecha por Oficio CITE Of. 428/2019 de 24 de junio la Jueza demandada remitió antecedentes
de la apelación incidental presentada contra el Auto Interlocutorio 124/2019 de 8 de mayo, que
rechazó la cesación de la medida impuesta y el mismo día resolvió dejar sin efecto la audiencia de
cesación de esta medida, debido a que dicho recurso se encuentra pendiente de resolución
(Conclusiones II.3 y 4).
De la compulsa de antecedentes, así como lo manifestado por las partes, se advierte por una parte
que habiéndose rechazado la cesación de la detención preventiva del accionante, este en audiencia
de 8 de mayo de 2019 interpuso recurso de apelación incidental, mismo que conforme reconoce la
autoridad demandada, no fue remitido ante el Tribunal superior, sino hasta el 26 de junio de idéntico
año; y, por otra, se tiene que ante la solicitud de mandamiento de libertad presentada por el
peticionante de tutela el 25 de igual mes y año, la aludida señaló nueva audiencia de cesación de la
medida impuesta; empero, al percatarse que se encontraba pendiente de resolución el recurso
formulado, el 26 de junio del mismo año dejó sin efecto ese acto procesal dispuesto.
De acuerdo a lo expresado en la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de libertad innovativa constituye una garantía para
evitar futuras lesiones a los derechos a la vida, a la libertad física o de locomoción, aunque las mismas
hayan desaparecido, teniendo el fin de que no se vuelva a cometer la vulneración, no solo en relación
al peticionante de tutela, sino en un sentido más amplio y objetivo a otras personas que se encuentren
en similares condiciones.
En el caso concreto, respecto al trámite de medidas cautelares, el impetrante de tutela interpuso
recurso de apelación incidental el 8 de mayo de 2019 contra el Auto Interlocutorio 124/2019 que
rechazó su solicitud de cesación de la detención preventiva, el que no fue remitido al Tribunal de
alzada dentro las veinticuatro horas; toda vez que, conforme consta a través del Oficio CITE Of.
428/2019, fue recepcionado el 26 de junio de idéntico año por la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, sobrepasando el plazo supra citado establecido por mandato
legal, pudiéndose concluir que existió una dilación indebida en la tramitación de dicho recurso,
vulnerando de esta manera el principio de celeridad, en el entendido que: “ …la celeridad procesal:
‘…impone a quien administra justicia el deber jurídico de despachar asuntos sometidos a su
conocimiento sin dilaciones indebidas; exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos
vinculados a la libertad personal, toda vez que tales peticiones deben ser atendidas y resueltas de
forma inmediata sino existe una norma que establezca un plazo, y si existe una norma que establezca
un plazo, y si existe, debe ser cumplido estrictamente…’’ ” (SC 0544/2010-R de 12 de julio); por lo
que, se acredita el perjuicio ocasionado al accionante, debido a la incertidumbre de la resolución de
su situación jurídica, por la actuación dilatoria en cuanto a la remisión de la apelación incidental en
de igual mes y año pidió a la misma autoridad audiencia de control jurisdiccional ante la existencia
de un mandamiento de aprehensión en su contra; sin embargo, hasta la presentación de esta acción
tutelar -1 de julio del mismo año-, dicha autoridad no se pronunció al respecto, dejándolo
desprotegido, en la incertidumbre y en la clandestinidad.
Por otra parte, el Secretario del precitado Juzgado -hoy codemandado-, incurrió en omisión de sus
funciones previstas en los arts. 56 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y 3, 5, 12 y 94.1 de la
Ley del Órgano Judicial (LOJ), incumpliendo su deber de “…PASAR A DESPACHO MI MEMORIAL,
REALIZAR LAS NOTIFICACIONES CORRESPONDIENTES Y EXTENDER LAS COPIAS SOLICITADAS
CON RELACIÓN AL CONTROL JURISDICCIONAL…” (sic).
La Jueza demandada alegará en audiencia de esta acción tutelar, que ya habría emitido el decreto
de 28 de junio de 2019 en respuesta al último memorial presentado el 27 del mismo mes y año;
empero, el referido acto procesal no fue notificado a la representante del Ministerio Público, por la
Oficial de Diligencias de su Juzgado -también demandada-.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante por medio de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad física,
a la libre locomoción, al debido proceso, a la igualdad de partes, a la defensa, a la dignidad personal,
al acceso a una justicia pronta y oportuna y al principio de celeridad procesal, citando al efecto los
arts. 15.I, 22, 23.I, 115 y 116 de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 7 y 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Dejar sin efecto el mandamiento de aprehensión librado
por la Fiscal de Materia; b) Anular el “mandamiento” de incomparecencia expedido por la
investigadora asignada al caso; c) Ordenar a la Jueza codemandada, se pronuncie respecto a la
audiencia de control jurisdiccional solicitada mediante memorial de 27 de junio de 2019; d) Conminar
al Secretario codemandado a cumplir sus funciones; e) Ordenar que “...SE REALICEN LAS
NOTIFICACIONES CORRESPONDIENTES DE LA RESPUESTA DEL MEMORIAL PRESENTADO EN FECHA
27 DE JUNIO DE 2019…” (sic); y, f) Declare la responsabilidad de los codemandados, remitiendo una
copia de la resolución a la máxima autoridad administrativa del Consejo de la Magistratura con
relación a la Jueza, al Secretario y a la Oficial de diligencias; a la Dirección Departamental de
Investigación Policial Interina (DIDIPI) con relación a la investigadora asignada al caso; y al Fiscal
Sumariante para el inicio del proceso disciplinario a la Fiscal de Materia demandada.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 2 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 225 a 233,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados, a tiempo de ratificar el tenor íntegro de la acción tutelar
presentada, acotó lo siguiente: 1) Se puede observar la deslealtad de la Fiscal de Materia demandada,
ya que no cursa en el cuaderno de investigación, el mencionado mandamiento y tampoco la
resolución de aprehensión; 2) La Oficial de Diligencias codemandada, el día de la audiencia de
consideración de la presente acción tutelar -2 de julio de 2019- recién notificó a la directora funcional
de la investigación con el memorial presentado el 27 de junio del señalado año ante el Juzgado de la
causa; 3) Hizo llegar su queja a la Fiscal coordinadora del Ministerio Público y la Jueza demandada;
empero, ninguna puso solución a su reclamo, motivando la presentación de la actual acción de
libertad; 4) Exhibieron un video en calidad de prueba que demuestra la existencia del mandamiento
de aprehensión que se mostró a uno de sus abogados; y, 5) En aplicación del art. 223 del CPP, se
presentó de forma personal ante la aludida Fiscal de Materia, quién tenía cuarenta y ocho horas para
pronunciarse, al no hacerlo acudió ante a la autoridad de control jurisdiccional, que tampoco se
manifestó dentro del plazo legal, presentando como constancia el cuaderno de control jurisdiccional
y un reclamo en el libro de quejas del juzgado, agotando con ello la vía ordinaria, quedando
habilitados para acudir a la vía constitucional.
I.2.2. Informe de los demandados
Miriam Laura Tarqui Flores, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres
Segunda de El Alto del departamento de La Paz, a través de informe escrito presentado el 2 de julio
de 2019, cursante a fs. 269 y vta., señaló: i) El 10 de junio de igual año, el accionante le presentó
un memorial sin precisar que se encontraba indebidamente procesado o que se le hubiese privado
de su libertad; ii) El 27 del mismo mes y año solicitó audiencia de control jurisdiccional, ante lo cual
se emitió la respectiva providencia pidiendo informe al respecto a la Fiscal de Materia codemandada;
y, iii) Se desnaturaliza la presente acción tutelar, puesto que no se agotó la vía ordinaria al contar
con mecanismos de impugnación como el recurso de reposición, además de no haber demostrado la
restricción de su derecho a la libertad o de locomoción.
Fernando David Huallpa Quispe, Secretario del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto, del departamento de La Paz, mediante informe escrito
presentado el 2 de julio de 2019, cursante a fs. 249, expresó: El proceso se encuentra en etapa
preliminar con la conminatoria a la “fiscal departamental”, corriendo en traslado a esta última la
solicitud de audiencia de control jurisdiccional solicitada por el peticionante de tutela, pidiéndole su
respectivo informe.
María Isabel Huanca Nina, Oficial de Diligencias, del precitado Juzgado de Instrucción Anticorrupción
y contra la Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto del departamento de La Paz, por informe
escrito presentado el 2 de julio de 2019, cursante a fs. 248, manifestó que en cumplimiento de sus
funciones, notificó a la directora funcional de la investigación mencionada, con el memorial de 27 de
junio de 2019 y decreto de 28 de igual mes y año en su domicilio procesal.
Natividad Castro Flores, Fiscal de Materia, en audiencia pública de consideración de la presente acción
señaló: a) No existe legitimación activa, puesto que de acuerdo a la SC 0495/2011-R de 25 de abril
no se demostró que el impetrante de tutela haya prestado su consentimiento para la presentación
de esta acción de defensa a su nombre; b) El peticionante de tutela fue debidamente citado para
que preste su declaración informativa el 27 de mayo de 2019, fecha en la que se apersonó sin su
abogado, motivo por el que se reprogramó la audiencia para el 5 de junio del mismo año, a la cual
no compareció, tampoco presentó justificativo, en razón de ello se elaboró el acta de
incomparecencia; c) Posteriormente el 13 de igual mes y año, solicitó varios requerimientos, relativos
a su domicilio y a sus antecedentes, a los que accedió su autoridad; d) No se cumplió el principio de
subsidiariedad, si bien acudieron ante la Juez de la causa, no le hicieron notificar con el decreto que
responde a su memorial; y, e) Solicita se deniegue la tutela por no cumplir con la legitimación activa
ni con el principio de subsidiariedad excepcional para la interposición de acción de libertad.
Lourdes Mamani Gutiérrez, funcionaria policial, en audiencia pública manifestó que el abogado del
impetrante de tutela le llamó a su celular para programar la declaración informativa de su
patrocinado, pero al encontrarse en su día de descanso no pudo hacerlo; sin embargo, este nunca
se apersonó a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 237/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 234 a 240 vta., denegó
la tutela solicitada, sobre la base de los siguientes fundamentos: 1) No puede alegarse falta de
legitimación activa, por carencia de conocimiento del accionante, ya que es su hermana la que
interpone la presente acción, suscrita por el abogado que lo patrocina en el proceso penal; 2) El
video presentado como prueba de cargo, no demuestra que el mandamiento de aprehensión haya
sido expedido contra el peticionante de tutela, quien no compareció a la audiencia de declaración
fijada para el 5 de junio del señalado año; tampoco se presentó de forma espontánea y personal
como lo establece el Código Adjetivo Penal, haciéndolo tan solo de forma escrita; 3) Respecto a la
conducta de la investigadora asignada al caso, esta se encuentra bajo la dirección de la Fiscal de
Materia, ante la cual debió acudir para plantear los reclamos que trajo a colación a través de la
presente acción de libertad; 4) Con relación a la autoridad judicial demandada, de los memoriales
presentados que fueron fundamentados en la presente audiencia pública no se observa ningún
reclamo, ya que el accionante tenía conocimiento de los mismos, además en respuesta al desplegado
el 27 de igual mes y año, decretó que la autoridad fiscal informe respecto a la denuncia en el plazo
de cuarenta y ocho horas; 5) Sobre la actuación del Secretario codemandado, cursan las
notificaciones en el cuaderno de control jurisdiccional; por lo que, no se advierte incumplimiento de
funciones; y, 6) La Oficial de Diligencias realizó la notificación a la directora funcional demandada,
con el decreto de “24” de idéntico mes y año -siendo lo correcto 28- en respuesta al memorial
presentado un día antes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Se arrima un dispositivo de almacenamiento que contiene un archivo audiovisual de 1 minuto
y 3 segundos, en el que se observa la existencia del mandamiento de aprehensión contra el
peticionante de tutela (fs. 46).
II.2. Cursa memorial presentado por el impetrante de tutela el 10 de junio de 2019 ante la Jueza
codemandada, haciendo conocer irregularidades cometidas por la Fiscal de Materia, en cuyo mérito
solicitó señale audiencia de declaración informativa dejando sin efecto cualquier mandamiento de
aprehensión librado en su contra, que fue decretado el 11 de igual mes y año, señalando: “Se tiene
presente” (sic [fs. 119 a 121]).
II.3. Mediante memorial presentado el 27 de junio de 2019, el accionante impetró día y hora de
audiencia de control jurisdiccional ante la autoridad judicial demandada, denunciando el
mandamiento ilegal de aprehensión expedido en su contra (fs. 122 a 123 vta.).
II.4. Por decreto de “24” de junio de 2019 -siendo lo correcto 28-, el Juez de Instrucción
Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer Primero de El Alto -en suplencia legal de su similar
Segunda- dispuso que la Fiscal de Materia asignada al caso informe sobre los hechos reclamados (fs.
124).
II.5. A través de fotografía impresa se observa que el abogado defensor del solicitante de tutela, el
1 de julio de 2019 firmó el cuaderno de queja del Juzgado de la causa como constancia de que el
memorial de solicitud de control jurisdiccional presentado el 27 de junio de igual año, aún se
encontraba en despacho (fs. 16).
II.6. Cursa formulario de notificación que acredita que el 2 del mes y año señalados se puso a
conocimiento de la Fiscal de Materia demandada, el memorial de 27 de junio de igual año y decreto
de “24” de junio de 2019 (fs. 125).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por intermedio de su representante denuncia la vulneración de sus derechos a la
libertad física, a la libre locomoción, al debido proceso, a la igualdad de partes, a la defensa, a la
dignidad personal, al acceso a una justicia pronta y oportuna y al principio de celeridad procesal,
puesto que: i) La Fiscal de Materia se rehusó a recibir su declaración informativa, pese a su
presentación espontánea, expidiendo de forma ilegal un mandamiento de aprehensión en su contra;
ii) La investigadora asignada al caso informó su incomparecencia; no obstante haberse contactado
con ella a efectos de coordinar día y hora para su declaración; iii) La Jueza codemandada hasta la
presente fecha no ejerció control jurisdiccional respecto a la denuncia de supuestos actos ilegales en
que incurrieron las mencionadas; y, iv) El Secretario y la Oficial de Diligencias incumplieron con sus
funciones señaladas por ley.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la libertad por
operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los
supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento
de la persecución o la privación de la libertad” (el resaltado es propio).
Con referencia al debido proceso vía acción de libertad, la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo
que: “Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar
que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando
se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad
de locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad,
en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;
caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras” (el resaltado es añadido).
III.4. Análisis del caso concreto
Previamente es necesario referirse a la legitimación activa observada por la Fiscal de Materia
demandada, siendo pertinente traer a colación la SCP 0670/2018-S2 de 17 de octubre, que en su
parte relevante señala:“En consecuencia, la actuación de un tercero representando al directamente
agraviado, con poder notariado o sin él, será legítima, siempre que sus acciones estén orientadas a
proteger o lograr la restitución del derecho fundamental a la libertad individual; de donde resulta,
que si bien es cierto, que el constituyente en atención a la naturaleza y fines del recurso
de hábeas corpus y con el objeto de garantizar el efectivo ejercicio de esta acción tutelar,
ha prescindido de ciertas formalidades para su interposición, como es el caso de la
representación sin mandato; empero, tal informalidad no implica, la permisión de utilizar
este recurso extraordinario, con otros fines o para responder a otros intereses ” (el
resaltado y subrayado corresponde al texto original).
Siguiendo el mismo razonamiento en el presente caso podemos observar que Aurelia Laime Pujro
interpuso la presente acción tutelar en representación sin mandato del ahora peticionante de tutela,
memorial que firma a su vez el abogado quien le asiste asumiendo la defensa técnica en el proceso
penal seguido en contra de este último, en atención a ello y en vista del objeto de la presente acción
de defensa, se puede advertir que la misma tiene por única finalidad resguardar y defender los
derechos e intereses del accionante, no existiendo ninguna razón para cuestionarse la legitimación
activa de la interpósita persona, un criterio contrario significaría un atropello al principio de
informalidad que se constituye en uno de los pilares estructurales de la presente acción tutelar.
III.4.1. Con relación al reclamo contra la Fiscal de Materia y la investigadora asignada al
caso
El memorial presentado por el impetrante de tutela a través de su representante y de la ampliación
expuesta por sus abogados en audiencia pública de consideración de la presente acción tutelar,
manifiesta que la Fiscal de Materia actuó de forma desleal, ya que habiéndose apersonado el 10 de
junio de 2019 ante dicha autoridad a efectos de que se recepcione su declaración informativa en
calidad de denunciado dentro del proceso penal seguido en su contra por la supuesta comisión del
delito de violencia familiar o doméstica, la representante del Ministerio Público le manifestó en ese
momento que no podía hacerlo, pidiéndole contactarse con la investigadora asignada al caso, ante
lo cual para dejar constancia de su presencia espontánea, presentó un escrito al despacho de la
mencionada pidiendo se reciba su declaración; empero, de forma contradictoria fue respondido
mediante decreto de 11 de igual mes y año, indicando “Acuda a este despacho como establece el
art. 223 del Código de Procedimiento Penal” (sic).
Ante reiterados reclamos para poder acceder al cuaderno de investigación, el 27 del mismo mes y
año su abogado se apersonó ante la referida directora funcional de la investigación, sorprendiéndose
que existiría un mandamiento de aprehensión en su contra, emergente de un informe de la
investigadora asignada al caso, en el que se indicó que no compareció al efecto señalado, pese a su
notificación, afirmación que no sería cierta, ya que habrían tomado contacto con ella vía telefónica
para que fije día y hora de su declaración, acordando que coordinaría con la prenombrada autoridad,
para que de acuerdo a su agenda se programe dicho acto procesal.
De acuerdo a la problemática planteada, es necesario enfatizar que cursa en obrados memorial del
peticionante de tutela, presentado el 27 de junio de 2019 ante la Jueza de Instrucción Anticorrupción
y contra la Violencia hacia las Mujeres Segunda de El Alto del departamento de La Paz, a través del
cual “SOLICITA DIA Y HORA DE AUDIENCIA DE CONTROL JURISDICCIONAL, POR ATENTADO EN
CONTRA MI LIBERTAD” (sic [Conclusión II.3]), denunciando que la Fiscal de Materia demandada
habría actuado de forma desleal y explicando las razones expuestas en el párrafo precedente que
dan cuenta de su presentación espontánea.
Ante la petición de audiencia de control jurisdiccional, la autoridad judicial ahora demandada,
mediante decreto de “24” de junio de 2019, señaló: “Al fin manifestado por la [F]iscal de materia
asignad[a] al caso, informe a esta autoridad sobre los extremos que señala la parte denunciante en
el memorial que antecede, sea en el plazo de 48 horas a partir de su legal notificación” (sic
[Conclusión II.4]), acto procesal que fue notificado a la representante del Ministerio Público el 2 de
julio del mismo año (Conclusión II.6).
De los párrafos anteriores se puede advertir que el peticionante de tutela solicitó audiencia de control
jurisdiccional (Conclusión II.3), extremo que adquiere un valor decisivo en el examen de la presente
problemática, por lo que debe entenderse que la potestad del suscrito Tribunal para resolver
conflictos de relevancia constitucional, no puede ser confundida por el prenombrado como una vía
alternativa y paralela a la jurisdicción ordinaria destinada a pedir simultáneamente la tutela y
restitución de sus derechos vulnerados; un entendimiento contrario significaría la colisión de
jurisdicciones y un desorden en nuestro sistema de administración judicial, en concomitancia,
observando que el reclamo respecto a la Fiscal de Materia y la investigadora fue expuesto en los
mismos términos a la Jueza de control jurisdiccional, advirtiéndose que el accionante acudió
previamente a la jurisdicción ordinaria, la cual ordenó que se corra en traslado a la referida autoridad
fiscal, notificación que fue diligenciada el mismo día de la audiencia de consideración de la presente
acción tutelar (Conclusión II.6), evidenciándose que su petición aún se encuentra pendiente de
resolución; razón por la que esta jurisdicción constitucional no puede pronunciarse sobre la
controversia planteada, ya que de hacerlo se podría generar una disfunción procesal contraria al
orden jurídico, tal como se expuso anteriormente, al igual que la SC 0608/2010-R desarrollada en el
Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, por lo que corresponde denegar la tutela
respecto a las denuncias contra la Fiscal de Materia y la funcionaria policial demandadas.
III.4.2. Con relación al reclamo contra la Jueza demandada
Previo a ingresar al análisis del segundo punto denunciado, resulta necesario puntualizar que el
presente procedimiento constitucional tiene por finalidad la protección de los derechos a la vida y a
la libertad, y que ante la ausencia de vulneración de estos no sería posible realizar un análisis de los
hechos denunciados, razonamiento que fue invocado en audiencia por la Fiscal de Materia al afirmar
hasta que la Jueza de la causa emita un pronunciamiento que restituya la vulneración de su derecho,
ocasionando que permanezca mientras tanto en la clandestinidad para evitar que el ilegal
mandamiento persecutorio pueda ser ejecutado, soslayando el entendimiento jurisprudencial emitido
a través de la SCP 0344/2019-S2 que estableció que: “…toda autoridad que conozca una solicitud en
la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con
la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables …”; por lo cual,
inobjetablemente puede advertirse que la acción tomada por la Jueza demandada no fue la correcta,
correspondiendo aplicar el razonamiento desplegado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Ante la denuncia de la expedición ilegal de mandamiento de aprehensión, correspondía que la Jueza
demandada en aplicación de los arts. 54.1 y 279 del CPP, señale audiencia de consideración de
control jurisdiccional, que debió instalarse con la celeridad que amerita la solicitud para que se ejerza
el control jurisdiccional efectivo; procedimiento necesario para evitar la consumación de un daño
inminente al derecho a la libertad física del justiciable, en efecto, se trata de una audiencia pública
en la que las partes podrán exponer de forma oral sus pretensiones efectivizando el principio de
inmediación, a través del cual el Juez de instrucción podrá contar con una apreciación dimensionada
en parámetros objetivos y precisos de lo ocurrido, para así poder tomar una decisión apropiada,
materializando así la protección judicial oportuna y efectiva a los derechos de las partes procesales
que garantiza el art. 115.I de la CPE, así como la efectivización de los principios que rigen la
jurisdicción ordinaria de oralidad, celeridad, eficacia e inmediatez que se encuentran consagrados en
el art. 180.I de nuestro texto constitucional, correspondiendo en consecuencia conceder la tutela
respecto a este punto mediante la presente acción de libertad, siendo evidente la afectación al
derecho a la libertad física.
Por otra parte, corresponde tener presente que la jurisprudencia constitucional respecto al control
jurisdiccional sobre denuncias de ilegal aprehensión, a través de la SCP 1209/2012 de 6 de
septiembre, estableció que: “Considerando que la subsidiariedad de la acción de libertad es
excepcional y la interpretación constitucional no puede hacerla en la regla y del contenido de las
SSCC 0636/2010-R y 1008/2010-R, las mismas no refieren y por ende no alcanzan a las solicitudes
de control jurisdiccional por vulneración o restricción a la libertad personal en la audiencia cautelar
por ello no requieren su apelación previa al planteamiento de la acción de libertad debido a que:
1. El art. 251 del CPP, establece que: ‘La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares, será apelable, en el efecto no suspensivo, en el término de setenta y dos horas’ de donde
se deduce que hace referencia a tramitación y resolución que dispone la medida cautelar y no así la
control de legalidad de la aprehensión.
2. El control a la actuación de fiscales y policías durante la aprehensión trasciende del interés del
imputado el cual incluso puede perder el interés en su tutela porque la apelación en lo referido a la
audiencia cautelar le favorece pero se mantiene incólume el interés de la colectividad de reprimir
actuaciones al margen del orden constitucional (SCP 0103/2012) del 23 de abril del 2012.
3. Las SSCC 0636/2010-R y 1008/2010-R, no dejaron sin efecto el entendimiento contenido en la
última parte del segundo supuesto de la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, en lo referido a la temática
ello porque el control jurisdiccional no cuenta con el trámite de excepciones o incidentes previsto en
el art. 314 del CPP”, entendimiento reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0225/2016-S1, 0421/2017-S3 y 0866/2018 entre otras.
III.4.3. Con relación al reclamo contra el Secretario y la Oficial de Diligencias
En cuanto a la conducta del Secretario demandado, de los hechos expuestos se tiene que los actos
lesivos se traducirían en un incumplimiento “…EN CUANTO AL PASAR A DESPACHO MI MEMORIAL,
REALIZAR LAS NOTIFICACIONES CORRESPONDIENTES Y EXTENDER LAS COPIAS SOLICITADAS…”
(sic), asimismo, de manera paralela el accionante señaló que la Oficial de Diligencias -codemandada-
no habría notificado a las partes procesales con el decreto de “24” de junio de 2019 emitido por la
Jueza demandada, en ambos casos se puede advertir que los supuestos actos vulneratorios no tienen
una relación intrínseca con el derecho protegido por el presente procedimiento constitucional, ya que
su eventual subsanación no repercutiría en la situación procesal del impetrante de tutela, llegando
incluso el mismo a sostener que el mandamiento de aprehensión expedido por la Fiscal de Materia
demandada, sería el acto que amenaza su derecho a la libertad, ante lo cual se puede afirmar de
forma incuestionable que los actos denunciados no guardan ninguna vinculación directa con el
derecho de libertad del peticionante de tutela.
Entendiendo que este Tribunal cuenta con las facultades para conceder la tutela ante un indebido
procesamiento cuando en la lesión reclamada concurran de manera conjunta la directa vinculación
del acto lesivo con el derecho a la libertad y el absoluto estado de indefensión, en este caso pierde
sentido el análisis del segundo presupuesto, ante la inconcurrencia del primero, ya que ambos
presupuestos deben presentarse de forma simultánea y consecutivamente, por lo que en el caso en
estudio, la jurisdicción constitucional no puede ingresar al examen del fondo de la problemática a
través de esta acción tutelar, en razón a que los actos denunciados como lesivos no integran el campo
de protección de la misma, siendo que su naturaleza jurídica tiene por finalidad garantizar el derecho
a la libertad física y de locomoción, derecho que no se encuentra comprometido con los actos
denunciados en el presente punto, coligiendo que al no haberse cumplido con los requisitos que
señala el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional corresponde
denegarse la tutela.
Por último, de la revisión integral de los supuestos reclamados y de las pruebas presentadas, no se
advierten actos que resulten vulneratorios a los derechos a la igualdad de partes, a la defensa o a la
dignidad personal del cual el accionante es titular, correspondiendo denegarse la tutela respecto a
los mismos.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela impetrada, actuó de forma
parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 237/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 234
a 240 vta., pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Tercero de El Alto del departamento de
La Paz; y en consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada respecto a la vulneración del derecho a la libertad en
concordancia con el derecho al debido proceso en sus componentes de una justicia pronta y oportuna
y al principio de celeridad procesal infringida por la Jueza de Instrucción Anticorrupción y Violencia
contra las Mujeres Segunda de El Alto del departamento de La Paz;
2° DENEGAR la tutela con relación a la supuesta lesión de los derechos a la igualdad de partes, a
la defensa y a la dignidad personal, por parte del Secretario y Oficial de Diligencias del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto del
departamento de La Paz, la Fiscal de Materia y la investigadora asignada al caso; y,
3° Por Secretaria General, notifíquese a todas las presidencias de los Tribunales Departamentales de
Justicia del país, a efectos de que haga conocer de manera inmediata a todos los jueces de instrucción
en materia penal, el razonamiento desarrollado en el presente fallo constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29842-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 24/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 37 a 38, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Limber Gutiérrez Aquino contra Elisa Exalta Lovera
Gutiérrez, Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz;
y, María Melina Lima Nina, Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la
Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 1 de julio de 2019, cursante de fs. 23 a 27 vta., el accionante expresó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Por Auto Interlocutorio 17/2019 de 6 de enero, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia
contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, dispuso su
detención preventiva en el Centro Penitenciario San Pedro de ese departamento; en dicha
circunstancia el 21 de febrero del mismo año el Ministerio Público solicitó la aplicación del
procedimiento abreviado, la que fue denegada por la autoridad jurisdiccional mediante Auto
Interlocutorio 241/2019 de 22 de marzo, contra el cual interpuso recurso de apelación que se radicó
en la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento; ante ésta,
en consideración a su situación de detenido preventivo pidió celeridad, la misma que por decreto de
27 de mayo de igual año, expresó que se deberá esperar turno, teniendo en cuenta que la decisión
a ser emitida no se pronunciará sobre su libertad o restricción, puesto que existen los mecanismos
procesales ante el a quo para impetrar una eventual cesación de la medida cautelar extrema.
En el contexto referido, el 12 de junio de 2019 presentó a la Jueza demandada solicitud de cesación
de la detención preventiva; la cual, por decreto de 13 del mes y año indicado, rechazó el pedido
expresando “‘Previo a considerar su solicitud pronúnciese con relación a la apelación en
contra de la Res. No. 241/2019 de fecha 22 de marzo de 2019 remitido a la Sala Penal
Cuarta”’ (sic), el mismo que fue impugnado mediante el recurso de reposición, para que la
mencionada autoridad que lo emitió pueda enmendar su error; sin embargo esta, a través del Auto
de 24 de junio de idéntico año, manifestó que “… no es posible atender su solicitud pues está
pendiente el auto de vista sobre procedimiento abreviado…” (sic) y una eventual revocatoria
de la decisión impugnada cambiaría la dinámica procesal y la situación del encausado. Por
consiguiente, lo actuado por la aludida Jueza, le impidió desvirtuar los motivos en los que se sustentó
su detención preventiva y para recobrar su libertad, dejándolo en incertidumbre e indefensión en
tanto no se resuelva la apelación contra el Auto Interlocutorio que rechazó la aplicación del
procedimiento abreviado.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; y, los principios de
seguridad jurídica, probidad, servicio a la sociedad, eficacia jurídica y celeridad, sin invocar norma
constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que la Jueza demandada reparando los defectos legales
señale de inmediato audiencia para la consideración de la solicitud de cesación de la detención
preventiva “…Y QUE LA SALA PENAL CUARTA A LA BREVEDAD POSIBLE SE PRONUNCIE
SOBRE LA APELACIÓN INTERPUESTA…” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 2 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 35 a 36
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante, ratificó los argumentos expuestos en la acción de libertad, y ampliándolos manifestó
que: a) La única autoridad llamada por ley para conocer y resolver la solicitud de cesación de la
detención preventiva es la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia
las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, quien debe considerar el asunto en
audiencia y previa valoración de los elementos probatorios pueda rechazar o aceptar lo pedido; b)
Al haberse rechazado su petitorio mediante decreto, el único mecanismo ordinario para impugnar
dicha determinación era el recurso de reposición conforme disponen los arts. 401 y 402 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), agotado el mismo, corresponde la tutela constitucional a través de la
acción de libertad por la vinculatoriedad directa entre el acto lesivo y el derecho a la libertad que
resulta afectada por el rechazo indebido de considerar la solicitud de cesación de la detención
preventiva; c) No es necesario aguardar que se resuelva la apelación sobre el rechazo del
procedimiento abreviado para poder analizar la referida pretensión; y, d) Lo expresado por la Vocal
codemandada de tener que esperar turno para resolver dicho recurso contra el Auto Interlocutorio
241/2019, vulneró el principio de celeridad afectando el derecho del privado de libertad.
I.2.2. Informe de las demandadas
Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, por medio del informe escrito presentado el 2 de julio de 2019, cursante de fs. 33 a 34,
expresó que: 1) Respondiendo la solicitud de adelantamiento de sorteo planteada por el solicitante
de tutela respecto al recurso de apelación contra el Auto Interlocutorio 241/2019, se manifestó que
debía aguardar turno en razón a que también existen otros casos cuyos apelantes se encuentran con
detención preventiva, pero además que el Tribunal no resolverá sobre su libertad o detención, puesto
que existen mecanismos que deben ser activados ante el Juez a quo para tal efecto; 2) No se rechazó
el sorteo solicitado, simplemente se le señaló que en virtud al principio de igualdad, se debe esperar
turno al igual que otros casos similares; por lo cual, no cuenta con legitimación pasiva en el presente
caso, por cuanto el recurso pendiente no resolverá respecto a la medida impuesta al peticionante de
tutela; y, 3) El plazo de diez días para resolver el recurso de apelación incidental, debe ser tomado
en cuenta desde el sorteo al Vocal relator, conforme al acuerdo de Sala Plena 023/2012 de 18 de
mayo, siguiendo además un orden cronológico de recepción de las causas. Por lo expuesto, solicitó
se deniegue la tutela impetrada.
María Melina Lima Nina, Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia
las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el
2 de julio de 2019, cursante a fs. 32 y vta., manifestó que: i) La decisión que rechazó el procedimiento
abreviado fue apelada por el accionante y se encuentra pendiente de resolución, por lo cual no es
factible activar otra instancia al mismo tiempo; y, ii) No existió persecución indebida por cuanto se
tiene una denuncia e imputación formal contra el nombrado y la privación de su libertad fue dispuesta
mediante resolución judicial.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, mediante Resolución
24/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 37 a 38, concedió en parte la tutela solicitada, vale decir
respecto a la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres
Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, disponiendo que la misma debe convocar a
audiencia de cesación de la detención preventiva dentro del término que la ley prevé y resolver el
fondo de la solicitud escuchando a las partes, y denegó con relación a la Vocal codemandada; de
acuerdo a los siguientes fundamentos: a) Para activar la tutela constitucional vía acción de libertad
frente al procesamiento indebido, deben concurrir simultáneamente la vinculación directa del acto
lesivo con la privación de libertad y el absoluto estado de indefensión; empero, tratándose de medidas
cautelares, debe agotarse el mecanismo de impugnación, lo que implica una participación activa en
el proceso; b) Correspondía a la Jueza demandada dar cumplimiento a lo dispuesto por el Tribunal
de alzada en el decreto de 27 de mayo de 2019; y, c) Habiéndose interpuesto recurso de reposición,
la referida autoridad debió convocar a audiencia de cesación de la detención preventiva.
II. CONCLUSIONES
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El 26 de marzo de 2019, Limber Gutiérrez Aquino -ahora accionante-, interpuso recurso de
apelación contra el Auto Interlocutorio 241/2019 de 22 de marzo, por el cual, la Jueza de Instrucción
Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del
departamento de La Paz, rechazó la aplicación del procedimiento abreviado dentro del proceso penal
que le sigue el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica;
dicha impugnación fue remitida a la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de
dicho departamento el 29 del mes y año referido (fs. 12 a 15).
II.2. Por memorial presentado el 12 de junio del mismo año, el impetrante de tutela solicitó a la
autoridad demandada cesación de la detención preventiva y el señalamiento de audiencia para su
consideración; la cual fue decretada el 13 del citado mes y año, expresando que: “Previo a considerar
su solicitud pronúnciese con relación a la apelación en contra de la Res. Nº. 241/2019 de fecha 22
de marzo de 2019 remitida a la Sala Penal Cuarta” (sic [fs. 16 a 17 vta.]).
II.3. Mediante memorial presentado el 19 de junio del mismo año, el impetrante de tutela planteó
recurso de reposición contra el decreto de 13 del indicado mes y año, pidiendo que la Jueza
demandada, una vez advertida del error proceda a señalar día y hora de audiencia para considerar
su cesación de la detención preventiva (fs. 20 a 21 vta.).
II.4. Cursa Auto de 24 de junio de 2019, por el que la Jueza demandada, señaló que, estando
pendiente de resolución el recurso de apelación formulada contra el Auto Interlocutorio 241/2019
que denegó el procedimiento abreviado, no es posible atender la petición de señalamiento de
audiencia para considerar la cesación de la detención preventiva, siendo necesario esperar el
pronunciamiento del Tribunal de alzada (fs. 21 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al debido proceso y los principios
de seguridad jurídica, probidad, servicio a la sociedad, eficacia jurídica y celeridad; por cuanto, la
Vocal demandada no dio curso a la solicitud de adelantamiento de sorteo de su apelación planteada
contra la determinación que denegó el procedimiento abreviado; en tanto que la Jueza de la causa,
aduciendo encontrarse pendiente dicha impugnación de manera indebida le negó señalar audiencia
para considerar su petición de cesación de la detención preventiva.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si el Juez de garantías valoró correctamente los
antecedentes a efectos de conceder o denegar la tutela.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad y los presupuestos para su activación
por indebido procesamiento
Respecto a la naturaleza jurídica y los presupuestos de activación de la acción de libertad, la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el derecho comparado
y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus´, encuentra fundamento en
innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración Americana
sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del bloque
de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO
embargo el otro juez de la localidad de Magdalena desde aquel entonces tiene pleno conocimiento
de la situación de mi defendido y accionante porque a[tra]ves de la secretaria del juzgado de San
Ignacio de Moxos, ella le hace conocer todas las actas del proceso para que el juez pueda emitir el
correspondiente mandamiento de libertad, sin embargo el juez de magdalena hace conocer que no
tuvo los antecedentes del proceso, sin embargo desde conoció tiene que pedir información de la
situación en el juzgado que suple…” (sic); que pese a haber solicitado se libre mandamiento de
libertad ante esta ultima autoridad demandada, no se providenció nada al respecto, constituyendo
vulneración de su derecho de acceso a la justicia.
I.2.2. Informe de los demandados
Claudia Teresa Bascope Chávez, Jueza Pública de Familia e Instrucción Penal Primera de San Borja
del departamento de Beni presentó informe escrito el 5 de julio de 2019, cursante a fs. 20 y vta.,
señalando que, en cumplimiento al Memorándum 135/2019 -no indica fecha- emitido por
“presidencia”, se le encomendó el cumplimiento de la suplencia legal del Juzgado Público Mixto Civil
y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primera de San Ignacio de Moxos del citado departamento, celebrándose en
consecuencia la audiencia de cesación de la detención preventiva del ahora accionante el 14 de junio
de 2019, en ese sentido se le impuso medidas sustitutivas a esa medida, emitiéndose los oficios en
el día para su tramitación en atención a la celeridad procesal. Sin embargo, de la revisión de los
actuados procesales, se evidenció que el peticionante de tutela presentó cumplimiento de las medidas
impuestas, además pidió mandamiento de libertad en su favor ante el precitado Juzgado el 25 del
indicado mes y año, fecha en la cual su persona estaba gozando de vacaciones desde el 24 al 29 del
mismo mes y año, y posteriormente desde el 30 de junio al 3 de julio de igual año, fue declarada en
comisión a un taller en la ciudad de Nuestra Señora de La Paz por Resolución de Sala Plena 177/2019;
por lo que, no se encontraba en suplencia legal del referido Juzgado.
Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y
Adolescencia de Partido de Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena del
departamento de Beni, mediante informe escrito presentado el 5 de julio de 2019, cursante a fs. 23
y vta., expresó que fue designado en suplencia legal del “Juzgado de San Ignacio de Moxos” desde
el 25 de junio al 3 de julio del referido año; es decir, por nueve días, durante ese tiempo no se le
hizo llegar el cuaderno procesal donde se encontraba el acta de la audiencia de medidas cautelares
a fin de poder ejercer el control jurisdiccional del mismo y determinar conforme a ley; en
consecuencia, mal podía disponer la libertad del ahora accionante sin tener conocimiento pleno y
exacto de las medidas sustitutivas impuestas por la Jueza que celebró la audiencia de consideración
de la cesación de la detención preventiva del prenombrado, aclarando que desconoce totalmente el
caso de autos.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, mediante Resolución
50/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 29 a 31 vta., concedió en parte la tutela solicitada,
disponiendo que el Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia de
Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal de Magdalena -en suplencia legal de su
similar de San Ignacio de Moxos-, ambos del departamento de Beni, o la autoridad que actualmente
se encuentre ejerciendo la suplencia legal del referido Juzgado, atienda lo requerido por el accionante
en el plazo de veinticuatro horas de su notificación con la presente Resolución. Determinación
sustentada en los siguientes fundamentos: a) Toda autoridad que conozca una solicitud en la que se
encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor
celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de no hacerlo, podría
provocar una restricción del citado derecho; por cuanto, la lesión del derecho a la libertad física está
en la demora o dilación indebida, para resolver o atender la misma, la cual debe efectuarse con la
correspondiente celeridad; b) El impetrante de tutela fue beneficiado con la cesación a su detención
preventiva, otorgándole medidas sustitutivas la Jueza Pública de Familia e Instrucción Penal de San
Borja -en suplencia legal del Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y
Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de San Ignacio
de Moxos-, ambos del departamento de Beni, en virtud al Memorando Presidencia 298/2019 de 7 de
mayo; sin embargo, conforme consta a fs. 22, se tiene que la Presidencia del Tribunal Departamental
de Justicia de Beni, mediante Memorando Presidencia 429/2019 de 25 de junio, designó en suplencia
legal del referido Juzgado a Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público Mixto Civil y Comercial de
Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal
Primero de Magdalena del citado departamento, que debió ejercer desde el 25 de junio hasta el 3 de
julio de 2019; en consecuencia, dicha autoridad tenía el deber de tramitar su libertad sin mayor
demora; y, c) Finalmente, se está supeditando la libertad del accionante a una mera formalidad como
es la emisión del mandamiento de libertad, que al no atender su pedido, constituye una dilación
injustificada por parte del juzgador; por lo que, amerita la correspondiente concesión de la tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa fotografía del Memorando Presidencia 298/2019 de 7 de mayo, por el cual, el Decano en
ejercicio de la Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, ordenó a Claudia Teresa
Bascope Chávez -ahora demandada-, ejercer la suplencia legal del Juzgado Público Mixto Civil y
Comercial de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Moxos del departamento de Beni, “…a partir de la
fecha…” (sic), hasta la posesión del nuevo o el titular (fs. 13).
II.2. Consta copia del Memorando Presidencia 429/2019 de 25 de junio, por el que el Presidente del
Tribunal Departamental de Justicia de Beni, comunicó a Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público
Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad
Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena de dicho departamento a ejercer la suplencia legal
de su similar de San Ignacio de Moxos, desde el 25 de junio hasta el 3 de julio de 2019 (fs. 22).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad, a la petición y a la “celeridad
procesal”; puesto que, los Jueces demandados hasta la fecha de interposición de la acción de libertad
no libraron el correspondiente mandamiento de libertad a su favor, pese a que fue beneficiado con
medidas sustitutivas a la detención preventiva consistentes en arraigo a nivel nacional, marcado
biométrico en la Fiscalía los viernes y prohibición de consumir bebidas alcohólicas, omisión por la que
continua privado de libertad, vulnerando su derecho a la locomoción.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho
Al respecto, la SC 0465/2010-R de 5 de julio, sostuvo que: “…los tipos de hábeas corpus
precedentemente aludidos, también pueden ser identificados en la nueva Ley Fundamental, e
inclusive ampliados. Así dentro de la tipología desarrollada por la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional citada líneas precedentes, se agregó el hábeas corpus restringido, el hábeas corpus
instructivo y al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho (SC 0044/2010-R de 20 de abril).
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad.
(…)
Por previsión del art. 8.II de la CPE, el Estado se sustenta entre otros valores en la libertad, cuya
concreción material trasciende en el fin máximo el cual resulta ser el vivir bien. En este sentido, el
constituyente ha previsto no sólo los valores generales entre los cuales figura como se mencionó la
libertad, sino también, principios procesales específicos en los cuales se fundamenta la jurisdicción
ordinaria entre los cuales se encuentra la celeridad, así se tiene previsto en el art. 180.I de la CPE;
es por ello que precisamente la potestad de impartir justicia según el art. 178.I de la CPE, emana del
pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad jurídica, en la celeridad y el respeto a los derechos,
entre otros no menos importantes.
Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos, se ha previsto
una acción de defensa específica que coadyuve para que los mismos no se vean afectados por actos
lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a su estado natural, en especial tratándose de
derechos fundamentales. (...) este Tribunal Constitucional, agregó a la tipología del hábeas
corpus desarrollada por la jurisprudencia, al hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho, el cual se constituye en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de
existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga de
dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
De la revisión de la documentación adjunta a la presente acción de libertad, se advierte que, mediante
Memorando Presidencia 298/2019 de 7 de mayo, se ordenó a Claudia Teresa Bascope Chávez -ahora
codemandada- en su condición de Jueza Pública de Familia e Instrucción Penal Primera de San Borja
del departamento de Beni, asuma en suplencia legal las causas que radican en el Juzgado Público
Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad
Social e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Moxos de dicho departamento a partir de la
mencionada fecha, hasta la posesión del titular (Conclusión II.1); asimismo, por Memorando
Presidencia 429/2019 de 25 de junio, se instruyó a Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público Mixto
Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de Magdalena del referido departamento, asuma la suplencia legal de su
similar de San Ignacio de Moxos desde el 25 de junio hasta el 3 de julio de 2019 (Conclusión III.2).
Bajo esa relación de hechos fácticos, el impetrante de tutela denuncia la vulneración de sus derechos
a la libertad, petición y “celeridad procesal”, puesto que, en el proceso penal seguido en su contra,
se le concedió la cesación a su detención preventiva e impuso medidas sustitutivas a esa medida y
una vez dado cumplimiento a estas, solicitó se libre el respectivo mandamiento de libertad; sin
embargo, dicho pedido no fue atendido por la autoridad jurisdiccional que determinó tal aspecto, ni
por el Juez que asumió posteriormente la suplencia legal del Juzgado donde radica su causa,
provocando que persista la privación de su libertad por más de diez días.
Ahora bien, conforme a la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que desarrolla los tipos de hábeas corpus,
despliega entre ellos a la ahora acción de libertad traslativa o de pronto despacho (SC 0044/2010-R
de 20 de abril), de dicho razonamiento, se tiene que la misma se activa en procura de acelerar los
trámites judiciales cuando en los mismos existan demoras indebidas para resolver la situación jurídica
del privado de libertad.
Así, en el presente caso, respecto de la demandada -Jueza Pública de Familia de Instrucción Penal
Primera de San Borja del departamento de Beni-, si bien fue la que dispuso las medidas sustitutivas
en favor del accionante, en mérito a la suplencia legal del Juzgado Público Mixto Civil y Comercial,
de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal
Primero de San Ignacio de Moxos del referido departamento a partir del 7 de mayo de 2019; empero,
dejó de ostentar la misma el 24 de junio de 2019, puesto que inmediatamente fue ordenada la
asunción de suplencia al Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia,
de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena del mismo
departamento; es decir que, esta última autoridad fungía dicha suplencia desde el 25 de junio hasta
el 3 de julio de 2019, estando a cargo de su similar de San Ignacio de Moxos.
En ese orden, la autoridad codemandada -Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la
Niñez y Adolescencia de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de
Magdalena del referido departamento-, era el encargado de tramitar la causa con celeridad, así como
el que debía responder a cualquier inquietud del procesado -ahora accionante- respecto de su
situación procesal; sin embargo, -como se advierte de su informe remitido a esta instancia- refiere
“…no se me hizo llegar el cuaderno procesal del caso donde se encuentra el acta de la audiencia de
medidas cautelares a fin de poder ejercer el control jurisdiccional…en consecuencia [su] persona mal
podría determinar su libertad…” (sic), tratando con esa información de deslindar su labor
jurisdiccional, lo cual constituye obstaculización a la pretensión del impetrante de tutela que se halla
directamente vinculada a su derecho a la libertad, indebidamente restringida, cuando debería ser
gestionada con la debida celeridad, y propenderse que en los casos que una autoridad conozca una
solicitud que involucre el derecho a la libertad física, la misma tiene el deber de tramitarla con la
mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, exigencia que no fue
respetada en el presente caso, puesto que hasta el momento de interposición de esta acción de
libertad el accionante no obtuvo resultado con relación a la emisión del mandamiento de libertad.
Por consiguiente, esta Sala llega a la conclusión de que la desidia a la hora de tramitar lo peticionado
por parte del codemandado, traducida en la negativa de gestionar la libertad del impetrante de tutela
emergente de la disposición de medidas sustitutivas a su detención preventiva, constituye un acto
dilatorio por parte del Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de
Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena del departamento
de Beni, lo que mantiene en incertidumbre al procesado vinculada al derecho a la libertad,
desmarcándose de la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional al desconocer la obligación que tiene todo servidor público jurisdiccional de dar curso
a los trámites en los que esté involucrado un privado de libertad, resultando en una contravención
del principio de celeridad procesal, contra lo cual procede la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, correspondiendo conceder la tutela pretendida, acorde al razonamiento previamente
desarrollado.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 50/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 29 a 31 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni; y en
consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada respecto del Juez Público Mixto, Civil y
Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de Magdalena; y, DENEGAR con relación a la Jueza Pública de Familia e
Instrucción Penal Primera de San Borja, ambos de dicho departamento. Conforme a lo dispuesto por
la referida Sala.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de
hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad” .
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso, puesto que la Fiscal de Materia -
ahora demandada-, pese a haber sido conminada por la Jueza de Instrucción Penal Decimotercera
de la Capital del departamento de Santa Cruz, para que emita el requerimiento conclusivo, hizo caso
omiso a dicha disposición y más bien, continuó realizando actos investigativos, habiendo sido
notificada con la realización de una audiencia de posesión de perito.
En ese contexto, cabe manifestar que la acción de libertad está destinada a tutelar las vulneraciones
de la libertad personal o de locomoción, cuando los actos lesivos denunciados estén vinculados a
esta como causa directa de su restricción o supresión, en estrecha relación con el estado de
indefensión; es decir, que la persona no tenga la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos
dentro del proceso, por no haber tomado conocimiento de estos hasta el momento de producirse la
persecución o privación de libertad.
Lo relacionado precedentemente, permite concluir que la accionante considera vulnerado el derecho
al debido proceso invocando la tutela constitucional por medio de la interposición de la acción de
libertad, sin considerar que los hechos concernientes a la tramitación del proceso en sede
jurisdiccional, que no tengan relación directa e inmediata con una amenaza o restricción del derecho
a la libertad de locomoción no ingresan dentro del ámbito de tutela de la acción de libertad por
procesamiento indebido.
En ese marco, la emisión o no del requerimiento conclusivo no se encuentra estrechamente vinculado
con la amenaza o restricción del derecho a la libertad de locomoción, por ende no pueden ser objeto
de tutela por medio de la acción de libertad; consiguientemente, no se cumplen los supuestos
establecidos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
respecto a la vulneración del debido proceso, ya que la accionante se encuentra en libertad.
En ese sentido, corresponde señalar que en el caso presente no se cumplieron los supuestos
destinados a hacer viable la tutela incoada, por la supuesta vulneración del derecho al debido proceso.
Por lo precedentemente manifestado, la Sala Constitucional al denegar la tutela solicitada, efectuó
una adecuada valoración de los antecedentes del proceso y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 11/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 69 vta. a 72,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en los mismos términos que la referida Sala.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad”’ .
Con referencia al debido proceso vía acción de libertad, la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo
que: ‘Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar
que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando
se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad
de locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad,
en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;
caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras’.
En ese marco, la SCP 0059/2018-S4 del 16 de marzo, señaló que: ‘Línea jurisprudencial que fue
ratificada por este Tribunal Constitucional Plurinacional de manera sistemática, ya que la misma se
encuentra acorde al diseño constitucional y legislativo vigente, pues el acoger mediante una acción
de libertad otros elementos del debido proceso que no estén vinculados directamente con el derecho
a la libertad, resultaría desconocer la voluntad del legislador y desnaturalizar el alcance jurídico-
constitucional de la acción de amparo constitucional y de esta propia acción, pues cada uno de estos
medios de defensa, tienen una naturaleza jurídica diferente y por el principio de seguridad jurídica,
debemos respetar su ingeniería jurídica y su plena efectividad”’ (las negrillas corresponden al texto
original).
III.3. Sobre el trámite del recurso de apelación de medidas cautelares ante el Tribunal
de alzada y la celeridad que debe imprimirse en el mismo. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0444/2019-S4 de 2 de julio, entendió: «Respecto al plazo en el cual tiene que ser remitido el
recurso de apelación planteado contra una resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares, así como en relación al trámite que debe imprimir el Tribunal de alzada en dichos recursos
la SCP 1030/2016-S2 de 24 de octubre, reiterando entendimientos contenidos y también reiterados
en la SCP 1866/2012 de 12 de octubre, estableció que: “En específico y en relación a la remisión al
Tribunal de alzada de la apelación incidental interpuesta contra una Resolución que impone la medida
cautelar de detención preventiva, la SC 0076/2010-R de 3 de mayo, refirió que: ‘…el Código de
Procedimiento Penal, dentro del sistema de recursos que dispensa a las partes, prevé el de apelación
contra las resoluciones que dispongan, modifiquen o rechacen las medidas cautelares, que se
muestra como un recurso sumario, pronto y efectivo, dado que conforme lo establece el art. 251
del CPP, una vez interpuesto este recurso, las actuaciones pertinentes deben ser
remitidas ante la Corte Superior del Distrito en el término de veinticuatro horas, debiendo
el tribunal de apelación resolver el recurso, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días
siguientes de recibidas las actuaciones’” .
A su vez en la SC 0387/2010-R de 22 de junio ratificado por la SC 1181/2011-R de 6 de septiembre,
se expresó: “…que a toda solicitud relativa o vinculada a la libertad de las personas, debe
imprimírsele celeridad en su resolución sea positiva o negativamente para quien la pide,
este mismo entendimiento es aplicable para los recursos de apelación sobre medidas
cautelares, así como también para las de cesación de detención preventiva, las que
pueden traducirse en la remisión de los antecedentes ante el superior en grado, para su
resolución, más aún si existe un procedimiento establecido para ello en el que se fijan plazos para
la emisión de la resolución correspondiente, como se estableció en la SC 0160/2005 de 23 de febrero” .
Finalmente, resulta menester también citar lo dispuesto en la SCP 0286/2012 de 6 de junio, en la
que se concluyó: “…toda resolución que disponga, modifique o rechace una medida cautelar, es
susceptible de apelación; entonces, una vez interpuesto el recurso de apelación incidental, éste
deberá ser tramitado dentro los plazos previstos por la normativa procesal penal (art. 251 del CPP),
es decir, las actuaciones pertinentes serán remitidas ante la Corte Superior de Justicia en el término
de veinticuatro horas. El Tribunal ad quem, resolverá sin más trámite y en audiencia, dentro
de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior’”.
Consecuentemente, conforme señala la jurisprudencia constitucional, el recurso de apelación contra
la resolución que disponga la aplicación, modificación o rechazo de una medida cautelar, debe ser
tramitado en observancia de lo dispuesto por el art. 251 del CPP, por lo que, su remisión ante el
Tribunal de alzada debe efectivizarse en el plazo de veinticuatro horas de interpuesto el recurso, y
una vez radicada la misma, debe ser resuelta sin más trámite y en audiencia en el terminó establecido
en la normativa penal; es decir, dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones» (el
resaltado es nuestro).
III.4. Sobre la acción de libertad traslativa o de pronto despacho y las dilaciones
indebidas en la tramitación
La SCP 0124/2018-S1 de 16 de abril, reiterando el razonamiento de la SCP 0770/2014 de 21 de abril,
puntualizó: “(…) `«Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del
hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad».
Siguiendo con el entendimiento jurisprudencial desarrollado por la citada Sentencia Constitucional,
en su Fundamento Jurídico III.4, señaló: «Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad
y el respeto a los derechos, se ha previsto una acción de defensa específica que coadyuve para que
los mismos no se vean afectados por actos lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a
su estado natural, en especial tratándose de derechos fundamentales».
En ese sentido, en el mismo Fundamento Jurídico citado en el párrafo anterior agregó a la tipología,
el hábeas corpus -ahora acción de libertad- traslativo o de pronto despacho: «…el cual se constituye
en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando
esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la
situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad»; entendimientos asumidos y
reiterados en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1449/2012 y 2511/2012, entre otras´.
Ahora bien, en cuanto a las dilaciones indebidas en la tramitación de la cesación a la detención
preventiva, la SCP 0078/2010-R de 3 de mayo, reiterada en numerosas sentencias constitucionales,
especificó en tres incisos las circunstancias por las cuales se debe entender que se encuentran en tal
situación, puntualizando las mismas de la siguiente manera:
‘a) En lugar de fijar directamente la fecha y hora de la audiencia y notificar a las partes, se dispongan
traslados previos e innecesarios no previstos por ley.
b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o prudencial. Plazo que puede
ser en un límite de tres o cinco días máximo, dependiendo de la particularidad de cada caso, cuando
por ejemplo existan varias partes imputadas o víctimas múltiples que tengan que ser notificadas, o
por la distancia donde se deba efectuar un determinado acto previo y esencial -como sucede con
algunas notificaciones-, o que el juzgado esté de turno, etc. Con la excepción única y exclusiva en
los casos que exista complejidad por la naturaleza propia y la relevancia del proceso, como los
derechos e intereses comprometidos y relacionados a la petición; situación que deberá ser justificada
por la autoridad judicial competente a momento de señalar la fecha de audiencia, teniendo en cuenta
la razonabilidad.
c) Se suspende la audiencia de consideración, por causas o motivos que no justifican la
suspensión, ni son causales de nulidad. Tal el caso de la inasistencia del representante
del Ministerio Público o de la víctima y/o querellante, si es que han sido notificadas
legalmente y no comparecen a la audiencia. En el caso del Ministerio Público al estar regido por
el principio de unidad tiene los medios para asistir a través de otro fiscal, y en cuanto al querellante
al ser coadyuvante y estar notificado, su participación es potestativa en dicho acto, y por ende, su
inasistencia no vincula a la autoridad jurisdiccional al estar cumplida la formalidad. No obstante, en
caso de que la suspensión se deba a la falta de notificación o a la inasistencia del propio imputado,
no existe dilación indebida ni afectación a derecho alguno, en cuyo caso deberá fijarse nueva fecha
de audiencia conforme a las directrices expuestas’” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, la SCP 0032/2016-S3 de 4 de enero, refiriéndose al principio de celeridad en la SC
0465/2010-R de 5 de julio, estableció que: “Por previsión del art. 8.II de la CPE, el Estado se sustenta
entre otros valores en la libertad, cuya concreción material trasciende en el fin máximo el cual resulta
ser el vivir bien. En este sentido, el constituyente ha previsto no sólo los valores generales entre los
cuales figura como se mencionó la libertad, sino también, principios procesales específicos en los
cuales se fundamenta la jurisdicción ordinaria entre los cuales se encuentra la celeridad, así se tiene
previsto en el art. 180.I de la CPE; es por ello que precisamente la potestad de impartir justicia según
el art. 178.I de la CPE, emana del pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad jurídica, en la
celeridad y el respeto a los derechos, entre otros no menos importantes.
Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos, se ha previsto
una acción de defensa específica que coadyuve para que los mismos no se vean afectados por actos
lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a su estado natural, en especial tratándose de
derechos fundamentales. En ese sentido, y tal y como se desarrolló en el punto III.3 de la presente
Sentencia, este Tribunal Constitucional, agregó a la tipología del hábeas corpus desarrollada por la
jurisprudencia, al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, el cual se constituye en el
mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando esté
relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la
situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad”.
III.5. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento de
defensa, así como de los principios de celeridad y legalidad; puesto que las autoridades demandadas
suspendieron sin suficiente sustento la audiencia de consideración de la apelación incidental señalada
para el 1 de julio de 2019, que interpuso contra el Auto Interlocutorio de 23 de mayo de igual año,
donde se le impuso medida cautelar de detención preventiva, implicando ello dilación innecesaria.
El caso analizado, tiene como antecedente la emisión del Auto Interlocutorio 145 de 5 de junio de
2018, mediante el cual los Vocales demandados declararon inadmisible la impugnación interpuesta
por la denunciante contra la resolución de 26 de mayo de ese año; del mismo modo, señalaron
audiencia para el 1 de julio de similar año, con el objeto de considerar la apelación incidental
presentada por el accionante contra el Auto Interlocutorio de 23 de mayo de igual año, que le impuso
medida cautelar de carácter personal de detención preventiva (Conclusión II.1). Debiendo colegirse,
que la presente acción de libertad será resuelta en base a la demanda, informe cursante de fs. 14 a
15 y la Resolución del Juez de garantías, en razón a la falta de presentación de más prueba que la
referida al inicio.
En correspondencia a lo anteriormente anotado, se tienen los Fundamentos Jurídicos III.1, 2, 3 y 4
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, respecto del alcance y finalidad de la acción de
libertad, que es el resguardo del derecho a la vida cuando fuere puesta en peligro, el cese de la
persecución, el restablecimiento de las formalidades legales y en su caso restituir la libertad cuando
fuere ilegalmente limitada; por ende, cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben
presentarse en forma concurrente los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la
autoridad pública vinculados siempre con la libertad como causa directa de su restricción o supresión,
o en su caso existir absoluto estado de indefensión; es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad
de impugnar dichos actos dentro del proceso. Tomando en cuenta del mismo modo como en el caso
concreto, que toda resolución que disponga, modifique o rechace una medida cautelar, es susceptible
de apelación; por lo cual, una vez interpuesto el recurso de apelación incidental, deberá ser tramitado
dentro los plazos previstos por el art. 251 del CPP; es decir, las actuaciones pertinentes serán
remitidas en el término de veinticuatro horas ante el Tribunal ad quem, lo resolverá sin más trámite
y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las mismas, sin recurso ulterior;
precisando del mismo modo, que toda autoridad que conozca de una solicitud en la que se encuentre
involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible,
o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción
indebida del citado derecho; lo que no significa, el otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva,
pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada situación procesal.
El fundamento fáctico de la acción tutelar, está sustentado en la existencia de proceso penal seguido
contra el accionante por el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de violación
agravada, radicado en el Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital del departamento de
Santa Cruz, dentro del cual en la audiencia de medidas cautelares de 7 de mayo de 2019, fue detenido
preventivamente en base a la concurrencia del peligro de fuga establecido en el art. 234.10 del CPP,
decisión apelada en la misma de conformidad a la previsión del art. 251 del indicado código adjetivo
de la materia, remitiéndose antecedentes ante la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia del precitado lugar, donde se fijó audiencia al efecto para el 20 de junio de igual año, empero
al caer en día feriado, se fijó una nueva para el 1 de julio de igual año, notificándose para ello a la
víctima y a la denunciante en su domicilio real y procesal respectivamente. Una vez instalado el acto
a horas 16:20, sin estar presente la víctima a pesar de su legal comunicación y el perito traductor,
las autoridades demandadas procedieron a suspender nuevamente el señalado acto para el 9 de
similar mes y año, sin tomar en cuenta la detención preventiva dispuesta con anterioridad.
Está claro que en la situación anterior, las autoridades demandadas recibieron el expediente el 4 de
junio del año indicado, señalando audiencia de consideración de la referida apelación incidental para
el 1 de julio del mismo año, advirtiéndose con esa decisión dilación innecesaria por la falta de
cumplimiento de los tres días para dicho cometido, más aún cuando se advierte del mismo modo una
nueva suspensión del acto para el 9 de idéntico mes y año, debiendo por ende aplicarse los efectos
de la acción de tutela de naturaleza traslativa, pues se evidencia la vulneración al derecho de la
libertad personal, en el entendido de que el trámite procesal en el caso debió ser diligente y
observando el principio de celeridad, conforme lo establecido en el art. 251 del CPP.
Respecto a la suspensión de 1 de julio de 2019, por la inasistencia de la víctima y de un intérprete,
al ser discapacitada quien al parecer a criterio de las autoridades demandadas es permisible y legal
la determinación de esta suspensión, lejos de velar por el derecho de las partes, evidencia una total
contravención al trámite dispuesto para este tipo de solicitudes, que desconoció por completo la
naturaleza jurídica de éste instituto y el entendimiento jurisprudencial asumido al respecto, derivando
en la vulneración de los derechos del accionante; por cuanto, en consideración precisamente a la
línea jurisprudencial establecida en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional con relación a esta temática, se tiene que tanto la inasistencia del
representante del Ministerio Público como de la víctima y/o querellante no se constituyen en motivos
que justifiquen la suspensión de la audiencia, ni tampoco son causales de nulidad; es decir, que por
dichas circunstancias una audiencia en la que se considere un aspecto directamente vinculado con la
libertad del impetrante no puede suspenderse, pues una vez cumplida la formalidad de su
notificación, la participación en el caso de la víctima es potestativa.
Considerando para el caso concreto, que una finalidad de la acción de libertad es la reparación o
protección del derecho a la libertad vulnerado o amenazado de serlo como efecto de la inobservancia
del principio de celeridad por dilaciones indebidas que retardan o evitan resolver la situación jurídica
del accionante; por ende, la omisión indebida de la norma precitada está directamente vinculada con
la libertad del impetrante de tutela como causa eventual de restricción; tomando en cuenta, que las
decisiones de aplazar la consideración en audiencia de la apelación incidental contra el Auto
Interlocutorio de 23 de mayo de igual año, que impuso medida cautelar de carácter personal de
detención preventiva, y no observarse los plazos previstos por el art. 251 del CPP, causó retraso y
dilación procesal; en ese entendido, conforme se precisó en el antes referido Fundamento Jurídico
III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, toda decisión judicial vinculada al derecho
a la libertad personal debe tramitarse, resolverse y efectivizarse con la mayor prontitud, y cumpliendo
el plazo procesal establecido en la normativa aplicada, es decir, que la citada autoridad jurisdiccional
debió resolver la situación jurídica del hoy accionante y para ello adoptar las medidas respectivas,
por cuanto en su condición de autoridad judicial tiene la dirección del proceso a su cargo, y por ende
la obligación de desempeñar la función jurisdiccional con responsabilidad, y cumplir con los deberes
inherentes a través de la emisión de resoluciones que correspondan en cada caso concreto conforme
a las facultades previstas en las normas y velando el cumplimiento del principio de celeridad, más
aún en el presente caso al tratarse de un privado de libertad, puesto que dicho principio impone a
quienes imparten justicia, actuar con diligencia; por tanto, los Vocales demandados debieron resolver
la impugnación indicada sin dilación y en audiencia, dentro de los tres días siguientes, precisando la
necesidad de aplicar la mayor celeridad posible en estas situaciones, pues al no actuar de esta forma
provocaron restricción indebida del citado derecho; lo que no significa, como se fundamentó
anteriormente, el otorgar o dar curso a la solicitud, pues ello dependerá de las circunstancias y
pruebas que se aporten en la situación procesal que se analizó, aplicando ponderación motivada
entre los derechos de la víctima como persona con discapacidad y los del imputado -hoy impetrante
de tutela- respecto a su defensa técnica y material, cuya libertad actualmente se encuentra
restringida.
Por todo lo expuesto, el Juez de garantías, al conceder la tutela impetrada, evaluó en forma correcta
los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 21/19 de 3 de julio de 2019, cursante de fs. 19 a 23
vta., emitida por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos que el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
domiciliaria según los alcances establecidos por los arts. 117 de la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión (LEPS) y 115.1 de la CPE, pidiendo la consideración inmediata de los señalados extremos
obviando el cómputo de plazos por la emergencia en su estado de salud.
I.2.2. Informe del demandado
Carlos Emilio Andrade Rengel, Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La
Paz, no remitió informe escrito y tampoco se hizo presente en la audiencia, a pesar de su notificación
cursante a fs. 44.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución 306/19 de 6 de julio de 2019, cursante de fs. 48 a 50 vta.,
concedió la tutela impetrada, conminando a la autoridad denunciada que en el plazo de veinticuatro
horas imprima el trámite referido a la detención domiciliaria del sentenciado de acuerdo al art. 167
de la LEPS; bajo los siguientes fundamentos: a) En el Recinto Penitenciario San Pedro de ese
departamento, los recursos y medios son insuficientes para la atención médica del cáncer de próstata
para garantizarle al accionante la prolongación de la vida, siendo natural la preocupación de este de
fallecer en el mismo por no poder acceder a los medicamentos necesarios y salud adecuada; por lo
que, pidió conforme señala el art. 15 de la CPE se tramite su caso eximiéndose los requisitos previstos
en el art. 431 de la Ley antedicha que le permita cumplir su condena en detención domiciliaria con
la atención adecuada; b) Siendo la vida un derecho primario del ser humano bajo la premisa de la
dignidad y el vivir bien, las autoridades jurisdiccionales no solo deben garantizar el cumplimiento de
las sentencias sino también el trato digno a las partes en la ejecución de esas sentencias; c) Del art.
431.2 del CPP se tiene que “…el requisito fundamental de que sea solicitada antes de la Ejecución de
pena pero da la casualidad que en la presente causa esta enfermedad terminal ha sido determinada
posterior a la declaratoria de ejecutoria de la sentencia eso significa que es un caso único,
particularísimo que establece que el Juez de Ejecución de sentencia no puede liberar el formalismo
por el formalismo ya que (…) un código no puede estar por encima de la Constitución Política del
Estado y tampoco puede estar por encima de la declaración Universal de los derechos de las
personas…” (sic) aspectos que ya fueron desarrollados por la línea jurisprudencial marcada por el
Tribunal Constitucional Plurinacional como la SCP 0506/2015-S 2 de 21 de mayo; y, d) El art. 13.1
de la Norma Suprema señala que es deber del Estado proteger, promover y respetar los derechos
reconocidos por dicha Ley Fundamental en consecuencia se desarrolló no solo normativa específica
sino políticas públicas para resguardar el derecho a la salud de las personas privadas de libertad que
les asegure la calidad de vida -como en el caso de autos- con enfermedades terminales
posibilitándoles el acceso a la salud pública que por lo menos les asegure prolongarles la vida con
calidad, siendo necesaria la consideración de estos casos por razones humanitarias.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Certificado Médico de 11 de junio de 2019 a favor de Luciano Yanarico Laruta -
accionante-, por el que se diagnosticó hipertrofia prostática benigna en grado V y gastritis aguda,
recomendando control con médicos especialistas en urología y gastroenterología (fs. 6).
II.2. Por Informe Médico Legal REG. 010/19 de 12 de igual mes y año, la Consultora Médico Legal
(CML) certificó que el impetrante de tutela tiene un diagnóstico de hernia de hiato a descartar por la
especialidad de gastroenterología y adenoma de próstata recomendándose que debe ser controlado
más estrictamente por médicos especialistas en urología y gastroenterología (fs. 7 a 20).
II.3. La junta vecinal de la urbanización nueva Santa Cruz del distrito municipal 7 de la ciudad de El
Alto del departamento de La Paz, el 13 de idéntico mes y año certificó que el solicitante de tutela es
vecino de la organización Nueva Santa Cruz del manzano 6 lote 89, siendo el número de la vivienda
1226 que se encuentra ubicada en la av. Pakistán, cumple con las obligaciones de la junta vecinal
según Estatuto Orgánico y Reglamento Interno (fs. 21).
II.4. Cursa certificados de nacimiento de Edwin Iván y Miguel Ángel, ambos Yanarico Huanaco,
siendo sus padres, el peticionante de tutela y Nancy Huanaco Flores, así como el certificado de
matrimonio de estos últimos (fs. 34 a 39).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denunció la lesión de su derecho a la vida; debido a que la autoridad demandada
rechazó su solicitud de diferir la sentencia u otorgarle detención domiciliaria para el cumplimiento de
su condena por graves motivos de salud, arguyendo “‘…Que la petición no se adecua a la solicitud
de acuerdo al Art. 431…’ del Código de Procedimiento Penal…” (sic), sin considerar el dictamen
pericial adjunto que establece un diagnóstico de cáncer de próstata y hernia de hiato; dejando en la
incertidumbre su situación de salud.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza de la acción de libertad y supuestos de activación
La acción de libertad como mecanismo de defensa, se encuentra consagrada en el art. 125 de la
Constitución Política del Estado que señala: “Toda persona que considere que su vida está en peligro,
que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal,
podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”. Esta disposición es concordante con el
art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo), el cual establece que el objeto de la acción de
libertad es el de “…garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida, integridad física,
libertad personal y libertad de circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o integridad física están
en peligro” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SC 0011/2010-R de 6 de abril, interpretando la acción de libertad, refiere: “…es una
acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el derecho a la
libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se halla en peligro a raíz de
la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez
competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida
misma, motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y
reparadora de trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE” (las negrillas son añadidas).
En relación a la activación de la acción de libertad la SCP 0037/2012 de 26 de marzo entendió que:
“…debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada sobre la base
de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por
los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de
esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra revestida o estructurada
con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la
protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o
persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios…
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento
indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”(las negrillas nos corresponden).
III.2. Derecho a la vida y la salud de las personas privadas de libertad
personas indicadas, pudiendo el interno a solicitud expresa ante el Director del establecimiento,
acceder a su costo, a atención médica ajena a la del establecimiento, cuya decisión podrá ser apelada
ante el juez de ejecución penal (las negrillas son agregadas).
En concordancia con los razonamientos descritos supra y lo señalado por el art. 73.I de la CPE que
prevé: “Toda persona sometida a cualquier forma de privación de libertad será tratada con el debido
respeto a la dignidad humana”, desarrollados uniformemente por la jurisprudencia constitucional,
permitió que la normativa en materia penal establezca parámetros de protección especializada y
reforzada del derecho a la vida frente a casos delicados y extremos de salud de las personas privadas
de libertad que a partir de una afectación terminal o irreversible en su salud se encuentre con
inminente riesgo su vida; por lo que, mediante ciertas salvedades, una persona condenada puede
ser beneficiada con medidas menos gravosas a la privación de libertad propiamente dicha en el
cumplimiento de su condena, siendo estas, la ejecución de sentencia diferida y la detención
domiciliaria. Es así que art. 431 del CPP precisa que: “Antes de la ejecución de una pena privativa de
libertad, el juez o tribunal que dictó la condena, diferirá la ejecución de la pena y dispondrá las
medidas cautelares convenientes que aseguren su ejecución, en los siguientes casos: 1) Cuando
deba cumplirla una mujer embarazada o que tenga un hijo menor de un año al momento de la
ejecutoria de la sentencia; y,
2) Cuando el condenado se encuentre gravemente enfermo y la inmediata ejecución
ponga en peligro su vida, según el dictamen médico forense.
Cuando cesen estas condiciones, la sentencia se ejecutará inmediatamente” (las negrillas son
añadidas), lo que significa que en el marco de protección a la vida, la ejecución de sentencia puede
ser diferida en los términos establecidos por la autoridad competente, mientras existan las
condiciones necesarias del condenado para cumplir la sanción sin que su vida corra peligro. Por otro
lado, y con el propósito de garantizar el derecho primigenio a la vida el art. 196 de la LEPS instituye
la detención domiciliaria para que: “Los condenados que hubieran cumplido la edad de 60 años,
durante la ejecución de la condena, podrán cumplir el resto de la misma en Detención Domiciliaria,
salvo aquellos que hubiesen sido condenados por delitos que no admitan Indulto. Los condenados
que padezcan de una enfermedad incurable, en período terminal, cumplirán el resto de
la condena en Detención Domiciliaria” (las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la vida, debido a que la autoridad demandada
rechazó su solicitud de diferir la sentencia u otorgarle detención domiciliaria para el cumplimiento de
su condena por graves motivos de salud, arguyendo “…Que la petición no se adecua a la solicitud de
acuerdo al art. 431…’ del Código de Procedimiento Penal…” (sic), sin considerar el dictamen pericial
adjunto que establece un diagnóstico de cáncer de próstata y hernia de hiato dejando en la
incertidumbre su situación de salud.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de la acción de libertad y
lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que
mediante Certificado Médico, Luciano Yanarico Laruta -impetrante de tutela- tiene un diagnóstico de
hipertrofia prostática benigna en grado V y gastritis aguda aconsejándose control de médico
especializado en urología y gastroenterología. Por otro lado, el Informe Médico Legal REG. 010/19
de 12 de junio de 2019, refiere que el prenombrado padece de hernia de hiato a descartarse
por la especialidad de gastroenterología y adenoma de próstata recomendándose una
atención médica estricta por especialistas, además de acreditar que cuenta con familia constituida,
la esposa y dos hijos que viven en su propia vivienda ubicada en la urbanización nueva Santa Cruz
del distrito municipal 7 de la ciudad de El Alto del departamento de La Paz, encontrándose “a la
fecha” cumpliendo una sentencia condenatoria de diez años de privación de libertad en el Centro
Penitenciario San Pedro de ese departamento.
Ahora bien, habiendo el impetrante de tutela alegado la lesión de su derecho a la vida por encontrarse
con un diagnóstico de salud delicado producto de una enfermedad difícilmente curable y la negativa
y de acuerdo con las reglas de la sana crítica, por lo que, una sola prueba no puede fundar por
sí misma y de manera aislada o autónoma una decisión, sino que, debe existir una interdependencia
con las otras pruebas, de manera que el argumento o los análisis relativos a la valoración de la prueba
formen una cadena ininterrumpida de todo el cúmulo probatorio, lo contrario implica la vulneración
del debido proceso, por incumplimiento de la razonable valoración de las pruebas ”» (las negrillas nos
corresponden).
En ese marco, se tiene que la emisión de un certificado o informe médico acreditando una
enfermedad como justificativo para cualquier fin, debe ser tomado en cuenta por la autoridad judicial
y de ninguna manera rechazado solo con el argumento de que no está avalado por médico forense.
En el caso de autos, es claro que el impetrante de tutela se encuentra con un cuadro alarmante de
salud, que recae inevitablemente en su estado anímico y psicológico, aspectos que sin duda alguna
repercuten en su derecho a la vida; entendido, de acuerdo a la línea jurisprudencial glosada en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, como el bien jurídico
más importante de todos los que consagra el orden constitucional, al ser un derecho primigenio para
el ejercicio de todos los demás, vinculado profundamente con la dignidad de la persona.
Ahora bien, el art. 74.I de la CPE, es claro cuando determina la responsabilidad del Estado de velar
por el respeto de los derechos de las personas privadas de libertad; por lo que, dicha situación jurídica
por causas legales, no puede constituirse en el menoscabo de derechos como son la vida, la salud;
mismos que, en ese contexto, podrán encontrarse disminuidos en su ejercicio -justamente por estar
el privado de libertad en situación de desventaja frente al que no lo está-; pero jamás suprimidos, lo
que implica el reconocimiento de estos, estando materializado a las personas en virtud a su condición
de seres humanos; en razón a ello, no pueden ser objeto de discriminación alguna al conservar dicha
condición y por lo tanto de ciudadanos, quienes gozan del ejercicio de los derechos implícitos en la
Norma Suprema, aspecto concordante con los arts. 73.I de esta, al expresar que: “Toda persona
sometida a cualquier forma de privación de libertad será tratada con el debido respeto a la dignidad
humana” (las negrillas son añadidas) y 9 de la LEPS que a la letra dice: “La persona privada de
libertad es un sujeto de derechos que no se halla excluido de la sociedad. Puede ejercer todos los
derechos no afectados por la condena o por esta Ley…”.
Finalmente, la autoridad demandada, al rechazar la solicitud del impetrante de tutela -para
beneficiarse con la detención domiciliaria-, invocando la norma del art. 431 del CPP, no tomó en
cuenta que este fue diagnosticado en forma posterior a la ejecución de la pena privativa de libertad
y tampoco lo establecido en el art. 196 de LEPS; y menos aún, todas las consideraciones
precedentemente realizadas; motivo por el cual, corresponde conceder la tutela impetrada.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 306/19 de 6 de julio de 2019, cursante de fs. 48 a 50
vta., pronunciada por la Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, de acuerdo a los alcances de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, disponiendo que se expida mandamiento de libertad de
manera inmediata por haber cumplido la pena impuesta por el Estado.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 6 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 45 a 52,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, ratificó in extenso la acción de libertad planteada
acotando que: a) Se encuentra privado de libertad de manera ilegal habiendo ya cumplido la
Sentencia, situación demostrada por el informe del Secretario de Juzgado que conoce la causa, a
pesar de no haberse observado su privación de libertad desde la fecha de la aprehensión sino desde
la audiencia de medidas cautelares que fue posterior; b) La administración de justicia no dio una
mirada específica a su situación vulnerable que reflejan los informes sociales que revelan que no
cuenta con una familia de origen porque su padre fue alcohólico y falleció hace muchos años, y su
madre le abandonó cuando apenas tenía 9 meses de edad, habiendo crecido en la calle; c) A partir
de la Sentencia condenatoria, es el Estado quien tiene la obligación de reinsertarlo a la sociedad y
resguardar sus derechos; empero, no cuenta con documentación básica que le permita cumplir con
formalidades exigidas, precisamente por su situación precaria y de abandono; y, d) La ejecutoria de
su Sentencia no fue remitida al juzgado de ejecución penal, por falta del documento de identidad
siendo que no es posible tramitar el mismo por no contar con certificado de nacimiento; extremos
conocidos por la autoridad demandada, quien teniendo el expediente en su despacho y la facultad
de emitir el mandamiento de libertad, no lo hizo, no habiendo normativa alguna que otorgue esa
competencia de manera exclusiva solo al juez de ejecución penal.
I.2.2. Informe del demandado
Juan Carlos Taco Espinal, Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Coroico en suplencia legal del Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Caranavi, ambos del departamento de La Paz, en audiencia solicitó se deniegue la
tutela impetrada manifestando que: 1) Por Memorándum -635/19-P.-TDJ de 13 de junio de 2019-
de designación de suplencia legal se puede advertir que asumió esa tarea desde el 17 de junio de
2019, habiéndose constituido en dicho Juzgado desde el 2 de julio de idéntico año, oportunidad en
la que tomó conocimiento de la causa y la petición de librar mandamiento de libertad, por lo que no
se le puede responsabilizar de los errores u omisiones que pudo haber cometido su antecesor,
además de las incoherencias en las que incurrió en la Sentencia mismas que tampoco fueron
reclamadas oportunamente por la defensa según cursa en el expediente; 2) No es evidente que no
exista norma específica que establezca las atribuciones para librar el mandamiento de libertad, ya
que los arts. 55 y 428 del CPP, además del 19 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS), son
claros al señalar que es el juez de ejecución penal quien tiene la facultad del control de la ejecución
de sentencias y de las condiciones impuestas en casos de salidas alternativas; 3) El informe emitido
por el Secretario del Juzgado precitado, no sería válido, porque el documento idóneo para acreditar
el cumplimiento de la Sentencia es el certificado de permanencia y de conducta; y, 4) Es evidente
que en el Registro Judicial de Antecedentes Penales (REJAP) se exige fotocopia de la cédula de
identidad del condenado pero en los casos en que no exista el referido documento, es posible resolver
este aspecto con una nota aclaratoria, por lo que si el caso no se remitió oportunamente es
responsabilidad de la anterior autoridad jurisdiccional de Caranavi. Finalmente, hizo notar que una
vez conocida la solicitud del accionante, conminó a los dependientes del Juzgado aludido enviar la
causa a la brevedad posible ante el juez de ejecución penal que corresponda.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución 307/2019 de 6 de julio, cursante de fs. 53 a 56 vta., concedió la
tutela impetrada conminando a la autoridad demandada que en el plazo de veinticuatro horas libre
el mandamiento de libertad y remita el legajo con los antecedentes al Juzgado de Ejecución Penal de
turno del mismo departamento y al REJAP, aclarando que la responsabilidad no es atribuible a la
precitada autoridad sino a aspectos sociales, filiales y al personal subalterno, bajo los siguientes
fundamentos: i) El accionante cumplió una Sentencia condenatoria que no fue negada por la
autoridad demandada, quien por suplencia, la distancia y el corto tiempo para la ejecución de actos
jurisdiccionales en su distrito y el de la suplencia delegó funciones a subalternos; ii) Al haber el
peticionante de tutela cumplido con la Sentencia impuesta no se le puede mantener con restricción
de libertad coartándosele varios derechos civiles, constituyendo esta en una privación de libertad
ilegal e ilegítima; iii) Tomando en cuenta que la normativa legal expuesta por la autoridad denunciada
es contundente y evidente al precisar que es el juez de ejecución penal quien debe librar los
mandamientos de libertad, pero cuando asume competencia, hecho que no ocurrió en la presente
causa; iv) El impetrante de tutela no puede seguir en calidad de detenido “preventivo” por falta de
la remisión de su proceso ante el juez de ejecución penal que corresponda, ya que el Juez Público
de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del citado departamento no
suprimió su control jurisdiccional y cumplir con ese formalismo era responsabilidad de un juez anterior
y su secretario que debió poner en conocimiento de su superior que tenía dichas dificultades para no
provocar dilación en las causas bajo su dependencia; y, v) La Constitución Política del Estado señala
que el derecho a la libertad es uno de los más sagrados y vitales inherentes al ser humano que debe
ser protegido por las autoridades jurisdiccionales pudiendo ser restringido únicamente en las formas
y modos establecidos por ley. A petición de la defensa en complementación y enmienda, se conminó
al Servicio General de Identificación Personal (SEGIP), bajo alternativa de sanción, para que en el
plazo de cuarenta y ocho horas emita el documento de identificación a favor del impetrante de tutela
para que pueda gozar de los derechos plenos que instituye la Norma Suprema.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 77/2018 de 26 de febrero, pronunciada por el Juez Público de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La Paz, emitida en
audiencia de consideración de procedimiento abreviado, que declaró a Gonzalo Flores Reinan -
accionante- autor y culpable de la comisión del delito de robo agravado, previsto y sancionado por el
art. 332 del Código Penal (CP), imponiéndole la pena privativa de libertad de tres años de presidio,
“…por lo que al habérsele condenado (…) corresponde expedirse el mandamiento de libertad, previa
la presentación del certificado de antecedentes penales…” (sic) conforme al art. 366 del CPP
disponiendo que una vez ejecutoriada la Sentencia dictada, queda habilitada la vía para reparar el
daño civil correspondiente (fs. 2 a 4).
II.2. Por memorial presentando el 14 de mayo de 2019, el peticionante de tutela solicitó al Juez
precitado, reconocimiento de privación de libertad desde su detención en celdas judiciales a objeto
de que sean considerados para el cómputo de cumplimiento de condena (fs. 5 a 6).
II.3. Mediante memorial de junio del mismo año, el solicitante de tutela pidió al Juzgado mencionado
supra, emita mandamiento de libertad a su favor (fs. 7).
II.4. Cursa informe de 6 de junio de ese año, por el que el Secretario del Juzgado Público de la Niñez
y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La Paz, hizo conocer
que el impetrante de tutela según cuaderno de control jurisdiccional estaría detenido desde el 29 de
junio de 2016, por disposición del Juez de Instrucción Penal Noveno de la Capital del departamento
señalado (fs. 8).
II.5. Por Memorándum 635/19-P.-TDJ de 13 de junio de 2019, el Decano en ejercicio de la
Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, dispuso que Juan Carlos Taco Espinal,
Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico de
ese departamento, supla las funciones del Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de Caranavi del indicado departamento (fs. 40).
II.6. A través del proveído de 2 de julio de ese año, el Juez referido supra, en respuesta al memorial
detallado en la Conclusión II.3, dispuso que solicite conforme a procedimiento y sin perjuicio de lo
anterior, se remita fotocopias legalizadas de las piezas procesales pertinentes ante el Juzgado de
Ejecución Penal de turno del departamento de La Paz, sea a los fines del art. 55 inc. 1) del CPP,
constando en la parte superior del decreto lo siguiente: “Puesto a Despacho en la fecha en razón a
que los días 24 a 28 de junio de 2019 el suscrito Juzgador se encontraba ejerciendo sus funciones
en el asiento judicial donde es titular, con el añadido de que fue imposible ingresar a Caranavi debido
a los conflictos sociales existentes y, el día de ayer, se encontraba en la ciudad de La Paz atendiendo
causas con detenido correspondientes a este Juzgado” (sic [fs. 9]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso, a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; debido a que la autoridad
demandada no emitió el mandamiento de libertad por cumplimiento de condena, aduciendo que
dicha disposición le corresponde al juez de ejecución penal, sin considerar que la causa continuaba
bajo su control jurisdiccional ya que nunca fue remitido al juzgado respectivo por la inexistencia de
su documento de identidad al haber crecido en situación de calle y ante total abandono de su familia,
aspectos que imposibilitaron tramitar las formalidades exigidas.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza de la acción de libertad y supuestos de activación
La acción de libertad se encuentra consagrada en el art. 125 de la Constitución Política del Estado
determinando que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad” (las negrillas son añadidas). Esta
disposición es concordante con el art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo), el cual precisa
que el objeto de la acción de libertad es el de “…garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida,
integridad física, libertad personal y libertad de circulación, de toda persona que crea estar indebida
o ilegalmente perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o integridad física
están en peligro”.
Por su parte, la SC 0011/2010-R de 6 de abril, interpretando la acción de libertad, refiere: “…es una
acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el
derecho a la libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se halla en peligro
a raíz de la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez competente,
la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma, motivo por el cual se
constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de trascendental importancia
que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho consagrado por los arts. 22 y 23.I de la
CPE” (las negrillas son nuestras).
En relación a la activación de la acción de libertad la SCP 0037/2012 de 26 de marzo entendió:
“…debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada sobre la base
de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por
los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de
esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra revestida o estructurada
con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la
protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o
persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios… Ahora bien, el segundo pilar que
estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra configurado por sus presupuestos de
activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen en cuatro: a) Atentados contra el
derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la libertad física como a la libertad de
locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que
implique persecución indebida” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Del beneficio de la suspensión condicional de la pena
La suspensión condicional de la pena desarrollada en la jurisprudencia constitucional establecida en
la SCP 0509/2016-S2 de 23 de mayo, se encuentra razonada en los términos siguientes: « Con relación
al beneficio de la suspensión condicional de la pena, la SCP 0327/2013 de 18 de marzo, señaló que:
“De acuerdo a la jurisprudencia emitida por este Tribunal, la suspensión condicional de la pena es
una medida de política criminal, cuyo propósito es semejante al que persigue el perdón judicial, su
fundamento radica en la necesidad de evitar las secuelas negativas de las penas privativas de libertad
que son de corta duración; también, es necesario referirse que su otorgación está condicionada al
cumplimiento de los requisitos previstos en el art. 366 del CPP, que indica:
'1. Que la persona haya sido condenada a pena privativa de libertad que no exceda de tres años de
duración;
2. Que el condenado no haya sido objeto de condena anterior, por delito doloso en los últimos cinco
años'.
El referido artículo, también establece que será: '…el juez o tribunal, - quien- previo los informes
necesarios, tomando en cuenta los móviles o causas que hubiesen inducido al delito, la naturaleza y
modalidad del hecho, podrá suspender de modo condicional el cumplimiento de la pena…'.
De lo expuesto se puede inferir que es la autoridad judicial la encargada de determinar la
otorgación o no del referido beneficio, ello previa valoración que efectúe ésta a los
elementos existentes en cada caso concreto y en el supuesto de conceder la suspensión
condicional de la pena, es la misma autoridad judicial la que la efectiviza, disponiendo la
libertad del condenado bajo determinadas medidas y condiciones que son de
cumplimiento obligatorio.
Siguiendo el mismo razonamiento, la SC 0528/2010-R de 12 de julio, señaló que: 'El trámite y
efectivización del beneficio de suspensión condicional de la pena establecido en el procedimiento
penal, responde a la naturaleza y finalidad de dicho beneficio, que como un elemento de la nueva
concepción de la política criminal concordante con el sistema penal vigente en el país, busca
reorientar el comportamiento del condenado reinsertándolo en la sociedad, otorgándole
oportunidades de enmienda pero en ejercicio y goce de su libertad, situación que garantiza la eficacia
de la prevención especial de la pena que es la reinserción y el reencauce del comportamiento social;
este entendimiento es concordante con lo establecido por la jurisprudencia constitucional que al
respecto indica: '…la suspensión condicional de la pena, al igual que el perdón judicial, constituye un
beneficio instituido por el legislador como una medida de política criminal con similar finalidad a la
que persigue el perdón judicial, encuentra su fundamento en la necesidad de privar de los
efectos negativos de las penas privativas de libertad de corta duración, por ello es un
instituto de carácter sustantivo que se encuentra condicionado al cumplimiento de los
requisitos que el legislador ha previsto'.
El razonamiento indicado supra tiene como precedente la SC 1614/2005-R de 9 de diciembre, que al
momento de resolver cuestionamientos respecto a si se justifica por su utilidad que el favorecido por
beneficio del perdón judicial sea privado de su libertad en tanto se ejecutoria la condena que le fue
impuesta, estableció que: '…no es constitucionalmente justificable, que el condenado favorecido con
perdón judicial deba continuar privado de su libertad, por haber desaparecido el factor utilidad
procesal en el que se justificó desde el juicio de proporcionalidad, el sacrificio del derecho a la libertad
por la eficacia en la protección de los bienes jurídicos penalmente tutelables que se realiza a través
de la defensa social, que la Constitución le encomienda al Ministerio Público'”» (las negrillas son
agregadas).
III.3. Jurisprudencia reiterada sobre la procedencia de la acción de libertad respecto de
vulneraciones causadas contra personas de prioritaria atención y trato diferente. La
necesaria aplicación del principio de favor debilis
A partir de la implementación de la actual Constitución Política del Estado, la protección de los
derechos fundamentales y garantías constitucionales se encuentran ampliamente desarrolladas en
Bolivia, así como el trato diferenciado de poblaciones en situación de vulnerabilidad, bajo el principio
de igualdad, por la situación de desventaja en la que estos se encuentran. De ahí que la jurisprudencia
constitucional desarrolló de manera uniforme, criterios de aplicación favorable de las normas en el
acceso a la justicia; es así que, la SCP 0307/2019-S4 de 29 de mayo, hizo énfasis en su razonamiento
sobre el trato diferenciado que debe recibir la población adulta mayor y otros grupos de personas en
situación de desventaja: « Así la SCP 1567/2013 de 16 de septiembre, en cuanto a la protección
constitucional de los derechos del adulto mayor, señaló que: “El art. 1 de la CPE, establece que:
‘Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario…’, en este
sentido, la dimensión social de Estado impele a que la otrora igualdad formal ante la ley se convierta
en una igualdad material considerando las particularidades y situación específica de cada persona,
así la SCP 2353/2012 de 16 de noviembre, citando a la SC 1017/2002-R de 21 de agosto, señalando
que: ‘…según la doctrina el derecho a la igualdad es la potestad o facultad que tiene toda persona a
recibir un trato no discriminado por parte de la sociedad civil y del Estado, según el merecimiento
común - la racionalidad y la dignidad - y los méritos particulares; es decir, a recibir el mismo trato
que otras personas que se encuentren en idéntica situación o condición…’.
Ahora bien, bajo el razonamiento precedentemente referido, permite su flexibilización cuando el
mismo va a ser contrastado en escenarios de vulnerabilidad, teniendo en cuenta, que: ‘el principio
favor debilis, aplicable en virtud de lo previsto en los arts. 13.IV, 256 y 410.I de la CPE,
obliga a considerar con especial atención a la parte que, en su relación con la otra no se
encuentra en igualdad de condiciones con la otra, tales los casos de los grupos de
prioritaria atención como son los niños, las mujeres, las personas con capacidades especiales,
comúnmente conocidas como personas con discapacidad, adulto mayor, los pueblos indígenas, entre
otros, que por su carácter de desigualdad merecen un trato diferente, que permita nivelar
y atender sus condiciones, entendiendo sus situaciones específicas y particulares que por
sus grados de vulnerabilidad manifiesta merecen una protección diferenciada’ (SCP
0292/2012 de 8 de junio), concordante con el art. 67.I de la CPE, que indica: ‘Además de los derechos
reconocidos en esta Constitución, todas las personas adultas mayores tienen derecho a una vejez
digna, con calidad y calidez humana’.
En el nuevo orden constitucional, se va profundizando la incorporación y aplicación de políticas a
favor de sectores vulnerables que formalmente, son iguales respecto del resto de las otras personas,
pero al encontrarse materialmente en desventaja dentro de nuestra realidad social, por varias
situaciones requieren protección reforzada por parte del Estado, traducidas en diversas acciones
afirmativas y coherentes con el valor justicia; en tal sentido la jurisprudencia constitucional, refiere
que: ‘… la protección constitucional reforzada de los derechos de las personas
pertenecientes a sectores en condiciones de vulnerabilidad es la igualdad en su múltiple
dimensión, valor-principio-derecho, fuertemente proclamada en el nuevo orden
constitucional, que debe ser comprendida en sus dos vertientes: La igualdad formal e
igualdad material, que se hallan complementadas, compatibilizadas y conciliadas en el texto
constitucional’ (SCP 0846/2012 de 20 de agosto). Así también para dichos sectores en situación de
vulnerabilidad la SCP 0086/2012 de 16 de abril, señaló: ‘…procurar la validez plena y efectiva de sus
derechos…’”» (las negrillas son nuestras).
III.4. Procedencia de la acción de libertad reparadora por prisión indebida
La SCP 2215/2012 de 8 de noviembre, al respecto razonó que: “…el legislador en desarrollo de la
acción de libertad, en el art. 46 del CPCo, referido al objeto, señaló: ‘La Acción de Libertad tiene por
objeto garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad personal y
libertad de circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente perseguida, detenida,
procesada, presa o que considere que su vida o integridad física está en peligro’.
En ese marco, una de las formas de apresamiento indebido o prisión indebida es cuando
se incumple lo dispuesto en el art. 39 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión -Ley
2298- de 20 de diciembre de 2001, en su art. 39, dispone que: ‘Cumplida la condena,
concedida la Libertad Condicional o cuando cese la detención preventiva, el interno será
liberado en el día, sin necesidad de trámite alguno. El funcionario que incumpla esta
disposición, será pasible de responsabilidad penal, sin perjuicio de aplicarse las
sanciones disciplinarias que correspondan’.
Al respecto, la SC 0676/2005-R de 16 de junio, en un caso análogo al caso que se examina, en la
que el accionante solicitó la tutela de su derecho fundamental a la libertad física, denunciando que
fue vulnerado por la Juez Primero de Ejecución Penal debido a que no resolvió con prioridad su
solicitud de libertad por cumplimiento de condena, el Tribunal Constitucional anterior, abrió la
procedencia del entonces habeas corpus contra prisión indebida.
Señaló: ‘…dentro de las acciones contra las que procede hábeas corpus está la prisión ilegal,
entendida como aquella privación de libertad que, habiéndose impuesto por autoridad competente y
conforme a ley, se prolonga de manera indebida o ilegal más allá de los límites establecidos por una
actuación negligente o apartada del ordenamiento jurídico de la autoridad encargada de poner en
libertad al preso; en tales situaciones no es posible exigir al titular del derecho lesionado que acuda
a las vías jurisdiccionales previstas por ley, ya que ello prolongaría aún más el tiempo de la privación
de libertad, por lo que en esas situaciones corresponde ingresar a analizar el fondo de la
problemática; ese es el caso de la problemática planteada en el presente hábeas corpus, por lo que
este Tribunal ingresa al resolver dicha problemática en el fondo’.
Luego, la misma Sentencia, concedió la tutela con los siguientes fundamentos relevantes, que se
pasan a sintetizar: a)Reconoció la competencia del Juez de Ejecución Penal para librar mandamiento
de libertad, una vez cumplida la condena, a partir de las atribuciones de los jueces de ejecución
penales previstas en el art. 55 del CPP y art. 19.7 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS),
de controlar la ejecución de las sentencias, sustanciar y resolver la libertad condicional y todos los
incidentes que se produjeran durante la etapa de ejecución, así como de lo dispuesto en el art. 428
del CPP, que dispone: ‘Las sentencias condenatorias serán ejecutadas por el Juez de ejecución penal,
quien tendrá competencia para resolver todas las cuestiones o incidentes que se susciten durante la
ejecución’; imponiéndole el deber de ordenar inmediatamente la libertad del condenado; y, b)
Determinó que la prolongación de la restricción de la libertad física más allá del tiempo
dispuesto en sentencia, desconoce el sistema de valores y garantías constitucionales y,
por ende procede el hábeas corpus por prisión indebida, debido a que la restricción a la
libertad personal se prolonga de manera indebida más allá de los límites establecidos, por una
actuación negligente o apartada del ordenamiento jurídico del Juez de Ejecución penal, autoridad
encargada de poner en libertad al preso, desconociendo lo dispuesto en el art.39 de la LEPS.
En el mismo sentido, existen otras sentencias constitucionales. Así la SC 0172/2007-R de 23 de marzo,
en la que pese haberse concedido beneficio de libertad condicional, no se libró mandamiento de
libertad condicional oportunamente. Del mismo modo la SC 1052/2004-R de 6 de julio, subrayó
que se somete al condenado a un apresamiento indebido, cuando no obstante haber sido
cumplida la pena, se antepusieron formalidades procesales, prorrogando la condena
privativa de libertad más allá de lo impuesto” (las negrillas nos corresponden).
III.5. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante, denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso, a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; debido a que la autoridad
demandada no emitió el mandamiento de libertad por cumplimiento de condena, aduciendo que
dicha disposición corresponde al juez de ejecución penal, sin considerar que la causa continuaba bajo
su control jurisdiccional, ya que nunca fue remitido al juzgado respectivo por la inexistencia de su
documento de identidad, al haber crecido en situación de calle y en total abandono de su familia,
aspectos que imposibilitaron tramitar las formalidades exigidas.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que Gonzalo Flores Reinan -peticionante de tutela- fue aprehendido el 18 de
junio de 2016 por la supuesta comisión del delito de robo agravado habiendo permanecido durante
once días en celdas judiciales, y luego fue sometido a la audiencia de medidas cautelares en la que
se determinó su detención preventiva a cumplirse en el Centro Penitenciario Qalauma de La Paz.
Posteriormente se sometió a proceso abreviado en el que mediante Sentencia 77/2018 de 26 de
febrero, el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del
departamento señalado, le declaró culpable de la comisión del delito precitado, imponiéndole la pena
privativa de libertad de tres años de presidio, correspondiendo librar el mandamiento de libertad
conforme dispone el art. 366 del CPP, previa presentación del REJAP y una vez ejecutoriada la
Sentencia dictada, quedaba habilitada la vía para reparar el daño civil; más adelante pidió al Juez de
la causa el reconocimiento de privación de libertad desde su detención en celdas judiciales a objeto
de que sean considerados para el cómputo del cumplimiento de condena y la emisión del
mandamiento de libertad a su favor; en respuesta a ello, el Secretario del Juzgado aludido, certificó
que el peticionante de tutela, según el cuaderno de control jurisdiccional, estaría detenido desde el
29 de junio de 2016. Asimismo, se tiene que la autoridad demandada por Memorándum 635/19-P.-
TDJ de 13 de junio de 2019, fue designada para suplir en las labores jurisdiccionales del Juzgado
Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del mismo departamento,
quien después de tomar conocimiento de la causa, dispuso que solicite el mandamiento de libertad
conforme a procedimiento y sin perjuicio de lo anterior, se remita fotocopias legalizadas de las piezas
procesales pertinentes ante el Juzgado de Ejecución Penal de turno del indicado departamento, sea
a los fines del art. 55 inc. 1) del CPP, constando en la parte superior del decreto lo siguiente: “Puesto
a Despacho en la fecha en razón a que los días 24 a 28 de junio de 2019 el suscrito Juzgador se
encontraba ejerciendo sus funciones en el asiento judicial donde es titular, con el añadido de que fue
imposible ingresar a Caranavi debido a los conflictos sociales existentes y, el día de ayer, se
encontraba en la ciudad de La Paz atendiendo causas con detenido correspondientes a este Juzgado”
(sic).
Ahora bien, el impetrante de tutela alegó la lesión de sus derechos a la libertad, al debido proceso,
a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; debido a que el Juez Público Mixto de
Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico en suplencia legal del Juez
Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi ambos del departamento
de La Paz, en vez de librar el mandamiento de libertad a su favor, dispuso la remisión de copias
legalizadas de las piezas procesales del caso ante el Juzgado de Ejecución Penal de turno de dicho
departamento, arguyendo que la orden requerida, correspondía ser emitida por el mismo. A partir de
esta constatación se debe establecer y considerar los extremos siguientes:
La Conclusión II.1 de este fallo constitucional determina que mediante la Sentencia 77/2018, el Juez
Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La
Paz, aplicó la salida alternativa de proceso abreviado en el que declaró al accionante, culpable de la
comisión del delito de robo agravado, imponiéndole la pena privativa de libertad de tres años,
atañendo librarse el mandamiento de libertad conforme dispone el art. 366 del CPP, beneficio de
suspensión condicional de la pena que en el caso presente no se efectivizó, siendo que el condenado,
por varias situaciones de desventaja múltiple, entre ellas la falta de documentación personal, el
abandono absoluto de su familia, su situación de reclusión y la distancia entre el Recinto Penitenciario
Qalauma de ese departamento y el Juzgado en el que radicó su causa -y no teniendo familiar ni
patrocinio que coadyuve con el impulso procesal-, no pudo conseguir la documental exigida; teniendo
que cumplir con la Sentencia formalmente impuesta, situación que ciertamente constituye una
privación de libertad indebida, por lo que activa la justicia constitucional mediante la presente acción
tutelar, tomando en cuenta lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
ausencia de una protección constitucional reforzada del derecho a la libertad del impetrante de tutela,
debido a su reclusión prolongada, su situación de abandono absoluto de parte de su familia, su
precariedad social y económica que le sitúan en circunstancias de vulnerabilidad y desigualdad en su
múltiple dimensión que le imposibilita materializar sus derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política del Estado para el impulso procesal en su causa; y en lo principal, la falta de la
libertad inmediata por cumplimiento de condena, correspondiendo en consecuencia, conceder la
tutela impetrada ya que la autoridad demandada con su actuar, ocasionó que el accionante continúe
recluido al no expedir el mandamiento de libertad de forma inmediata, estando la causa bajo su
conocimiento.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 307/2019 de 6 de julio, cursante de fs. 53 a 56 vta.,
pronunciada por la Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada, conforme a la determinación asumida por la Jueza de garantías
y los argumentos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
2º Se dispone la remisión de antecedentes al Consejo de la Magistratura a efectos de establecer
responsabilidades; debido a que el peticionante de tutela cumplió una sentencia condenatoria de
privación de libertad a pesar de habérsele otorgado la suspensión condicional de la pena y una vez
cumplida la Sentencia, tampoco se le liberó de manera inmediata.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
II.3. Mediante Auto de Vista de 1 de julio de 2019, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia de Cochabamba, declaró procedente en parte las apelaciones formuladas por la víctima y
el Ministerio Público, y modificó el lugar de cumplimiento de la detención preventiva, disponiendo
que al efecto, el ahora accionante sea trasladado al Centro Penitenciario San Pablo de Quillacollo del
referido departamento (fs. 60 a 64).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por intermedio de sus representantes denuncia la vulneración de sus derechos a la
vida, a la integridad física y a la seguridad personal, argumentando que, la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante Auto de Vista de 1 de julio de 2019
modificó el lugar de cumplimiento de la detención preventiva ordenada por el Juez de la causa,
disponiendo que la misma sea efectivizada en el Centro Penitenciario San Pablo de Quillacollo del
mencionado departamento, pese al riesgo existente para su persona.
III.1. De la acción de libertad y sus presupuestos de activación cuando se alega
vulneración del derecho a la vida, a la integridad física y a la seguridad personal
La SCP 0756/2018-S1 de 9 de noviembre, reiterando el entendimiento de la SCP 1222/2016-S2 de
22 de noviembre, al respecto señaló que: “Conforme estableció este Tribunal Constitucional
Plurinacional, en reiterada jurisprudencia entre otras la SCP 0511/2013 de 19 de abril, expresa: ‘El
art. 23.I de la Constitución Política del Estado, determina que: «Toda persona tiene derecho a la
libertad y seguridad personal. La libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites
señalados por ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las
instancias jurisdiccionales»; y el art. 13.I del texto constitucional, dispone que: «Los derechos
reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y
progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos».
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del bloque
de constitucionalidad, en su art. 3 determina que: «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad de su persona’, de la misma forma, el art. 8 de ésta Declaración establece
lo siguiente: ‘Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
constitución o por la ley’».
Por su parte, el art. 125 de la CPE, establece: «Toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente
en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad».
De lo mencionado, se establece que la acción de libertad ha sido instituida como un proceso
constitucional de naturaleza tutelar, que tiene la finalidad de brindar protección
inmediata y efectiva a derechos fundamentales como a la vida y a la libertad, los mismos
consagrados por la Ley Fundamental y los instrumentos internacionales, que forman parte del bloque
de constitucionalidad, en los casos en que estos derechos, sean ilegal, indebidamente
restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión por actos u omisiones
ilegales o indebidas de autoridades públicas o particulares.
Esta acción puede ser interpuesta ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal,
solicitando que se guarde tutela a la vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya el derecho a la libertad.
De igual forma, la SCP 0031/2012 de 16 de marzo, siguiendo el entendimiento de las SSCC
0040/2011-R y 0100/2011-R entre otras, señaló: «…se constituye en una garantía jurisdiccional
esencial, pues su ámbito de protección ahora incorpora al derecho a la vida -bien jurídico
primario y fuente de los demás derechos del ser humano- junto a la clásica protección al
derecho a la libertad física o personal, la garantía del debido proceso en los supuestos en
que exista vinculación directa con el derecho a la libertad física y absoluto estado de
indefensión (SC 1865/2004) y el derecho a la libertad de locomoción, cuando exista vinculación de
este derecho con la libertad física o personal, el derecho a la vida o a la salud (SC00 23/2010-R)»”
(las negrillas fueron añadidas).
En armonía con los criterios jurisprudenciales precedentes, el art. 46 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), establece que: “La acción de libertad tiene por objeto garantizar, proteger o
tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad de circulación, de toda
persona que crea estar indebida o ilegalmente perseguida, detenida, procesada, presa o que
considere que su vida o integridad física está en peligro”.
En cuanto a los presupuestos para su procedencia, el art. 47 del indicado Código, determina: “La
Acción de Libertad procede cuando cualquier persona crea que:
1. Su vida está en peligro;
2. Está ilegalmente perseguida;
3. Está indebidamente procesada;
4. Está indebidamente privada de liberta personal”.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante por intermedio de sus representantes, denuncia la lesión de sus derechos a la vida,
integridad física y seguridad personal, alegando que por Auto de Vista de 1 de julio de 2019, la Sala
Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, declaró procedente la
impugnación planteada contra la Resolución de aplicación de medidas cautelares, modificando el
lugar de cumplimiento de la detención preventiva para que sea efectivizada en el Centro Penitenciario
San Pablo de Quillacollo del mencionado departamento, pese al riesgo existente para su persona.
De la documental cursante en obrados, se evidencia que dentro del proceso penal seguido por el
Ministerio Público contra el accionante por la presunta comisión de los delitos de violencia familiar,
privación de libertad y violación, el Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la
Mujer Primero del mismo departamento, por Resolución de 8 de mayo de 2019, dispuso su detención
preventiva en el Centro Penitenciario San Pedro de Arani del precitado departamento; decisión
apelada por la víctima y el Ministerio Público, en cuyo mérito, mediante Auto de Vista de 1 de julio
de 2019, las autoridades ahora demandadas, declararon procedente en parte dichas impugnaciones,
disponiendo que el cumplimiento de la medida cautelar se efectivice en el Centro Penitenciario San
Pablo de Quillacollo del referido departamento (Conclusiones II.1, 2 y 3).
En sus fundamentos, el Tribunal de alzada estableció que la decisión del Juez de instancia de
modificar el lugar para el cumplimiento de la medida cautelar de detención preventiva impuesta al
accionante, del Centro Penitenciario de “El Abra” al de “San Pedro de Arani”, responde a su condición
de servidor público policial, aspecto que además habría sido reconocido por los apelantes -Ministerio
Público y el Servicio Legal Integral Municipal (SLIM)-, sin embargo, señaló que por razones de
seguridad y tomando en cuenta el principio de verdad material, los elementos -entendiéndose por
ellos a la prueba- ofrecidos por los apelantes, sí son suficientes para disponer el cambio de
establecimiento penitenciario, en el entendido que, la medida cautelar debe ser cumplida en un
ambiente que cuente con medidas de seguridad necesarias para asegurar el desarrollo del proceso y
la averiguación de la verdad, esta última dentro de parámetros de razonabilidad en base a la
declaración de la víctima; por lo que, tomando en cuenta el factor que determinó su inicial
modificación, las autoridades demandadas decidieron que el lugar de cumplimiento de la medida
cautelar extrema impuesta no sería “El Abra”, sino, otro que cuente con mejores medidas de
seguridad que el Centro Penitenciario de “San Pedro de Arani”.
Bajo la premisa fáctica glosada precedentemente, no resulta evidente que la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, haya omitido considerar el presunto riesgo que
implica para el accionante la modificación del establecimiento penitenciario donde este debía cumplir
la medida cautelar extrema de detención preventiva; en razón a que, si bien el Juez de la causa, a
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que el Juez de Instrucción Penal Cuarto y el Secretario del
Juzgado de Instrucción Penal Tercero ambos de El Alto del departamento de La Paz, emitan en el día
el oficio de desarraigo dirigido ante la Dirección General de Migración, sea con las formalidades de
ley.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 9 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 20 y vta. se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante por intermedio de su representante, ratificó in extenso el memorial de acción de libertad
presentado.
I.2.2. Informe de los demandados
Ángel René Mendoza Montecinos, Juez de Instrucción Penal Cuarto y Daniel Roberto Chávez Quispe,
Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Tercero, ambos de El Alto del departamento de La Paz,
no se hicieron presentes en audiencia ni remitieron informe escrito, pese a su notificación cursante a
fs. 18 y 19.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante de dicha institución no se presentó en audiencia ni remitió escrito alguno pese a su
notificación cursante a fs. 17.
I.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 14/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 21 a 23, concedió
la tutela solicitada, disponiendo que el Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Tercero de El Alto
del mismo departamento, elabore el oficio de desarraigo ordenado el 1 de julio de 2019, para que la
autoridad demandada firme el mismo en el término de veinticuatro horas; en base a los siguientes
argumentos: a) El mencionado funcionario al no hacer el oficio de desarraigo, incumplió lo dispuesto
por el art. 56 del Código de Procedimiento Penal (CPP); asimismo, el Juez de Instrucción Penal Cuarto
de El Alto del señalado departamento, en suplencia legal de su similar Tercero, quebrantó su
obligación de tramitar con celeridad y sin dilaciones las peticiones de los sujetos procesales,
obstruyendo que se resuelva la situación jurídica del accionante; y, b) Toda autoridad que conozca
una solicitud efectuada por las partes dentro de un proceso penal, debe atender con la mayor rapidez
posible; es decir, de forma pronta, oportuna y dentro del plazo establecido al efecto en la normativa
legal vigente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución 628/09 de 25 de noviembre de 2009, la Jueza de Instrucción Penal Tercera de
El Alto del departamento de La Paz, declaró rebeldes a Leonardo Condori Quispe -ahora accionante-
, Adrián Mamani Surco, Javier Méndez Alvares y Félix Flores Mamani, disponiendo se emita
mandamiento de arraigo y de aprehensión para los nombrados (fs. 3 y vta.).
II.2. Mediante Resolución 005/10 de 31 de mayo de 2010, el Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, decretó el sobreseimiento del peticionante de tutela y otros, por la presunta comisión
de los delitos de allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias
explosivas y asfixiantes (fs. 5 a 9).
II.3. A través de memorial presentado el 28 de junio de 2019, el impetrante de tutela solicitó a la
Jueza de Instrucción Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz, corrección del
procedimiento y deje sin efecto las medidas cautelares que le fueron impuestas; respondido el mismo
mediante decreto de 1 de julio del igual año, señalando: “…Habiéndose purgado la rebeldía del
imputado Leonardo Condori Quispe, éste debe asumir defensa del proceso en el estado en el cual se
encuentra el mismo, sin perjuicio de conformidad al Art. 91 del C.P.P., se deja sin efecto el
mandamiento de Aprehensión y Arraigo ordenado mediante Resolución 628/09 de fecha 25 de
noviembre de 2009” (sic [fs. 12 a 13 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la vulneración de su derecho a la libertad de
libre locomoción; puesto que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión
de los delitos de allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias
explosivas y asfixiantes -del cual nunca tuvo conocimiento-, la Jueza de Instrucción Penal Tercera de
El Alto del departamento de La Paz, expidió mandamiento de aprehensión y arraigo en su contra;
posteriormente, mediante providencia de 1 de julio de 2019, el Juez ahora demandado -en suplencia
legal de su similar Tercero- dispuso se dejen sin efecto dichas medidas impuestas; no obstante, el
Secretario del referido Juzgado se niega a elaborar el oficio ante la Dirección General de Migración a
objeto de proceder a su desarraigo, habiendo transcurrido desde entonces más de una semana,
encontrándose en consecuencia indebidamente privado de su libertad.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Ámbito de protección de la acción de libertad
La SCP 0309/2019-S3 de 18 de julio, sobre el particular estableció “El art. 125 de la CPE, dispone
que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que
es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal
ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará que se guarde tutela a su
vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho
a la libertad’, Norma Suprema concordante con el art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo),
que disciplina que su objeto es la garantía, protección o tutela de los derechos a la vida, a la libertad
física y a la libertad de locomoción, para el restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos,
en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión.
Así, la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, precisó que: ‘En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería
dogmática de la acción de libertad está diseñada sobre la base de dos pilares esenciales, el primero
referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En
cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza
procesal, se establece que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y
sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección, informalismo,
generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir,
no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional
antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen
en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la libertad física
como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, d)
Acto u omisión que implique persecución indebida”’ (las negrillas fueron añadidas).
III.2. La acción de libertad de pronto despacho. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0737/2018-S2 de 31 de octubre, haciendo referencia a la SCP 0201/2018-S2 de 22 de mayo,
al respecto, asumió que: “…’Por último, se debe hacer referencia al hábeas corpus traslativo o de
pronto despacho, a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad”’.
Sobre lo cual la SC 0465/2010-R de 5 de julio, seguida por las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0093/2012 de 19 de abril, 1233/2012 de 7 de septiembre, entre otras, manifestó que
favor; por lo que, a la fecha el mismo se encuentra archivado. Anoticiado al respecto, pidió su
desarchivo; posteriormente, purgó rebeldía y solicitó dejen sin efecto las medidas que le fueron
impuestas, luego de una acción de libertad que le concedió la tutela, el referido pedido fue de
conocimiento del Juez de Instrucción Penal Cuarto -ahora demandado-en suplencia de su similar
Tercera, ambos del referido distrito judicial, que en lo principal determinó dejar sin efecto dichas
medidas; empero, pese a haber transcurrido desde entonces más de una semana, no fue oficiada a
la Dirección General de Migración.
Previo al análisis de fondo de la problemática planteada, corresponde señalar que la acción de libertad
fue instituida como un mecanismo procesal de protección del derecho a la vida y la libertad cuando
la persona considere que estas se encuentran en peligro, que es ilegalmente perseguida o
indebidamente procesada o privada de su libertad personal; así como también a objeto de procurar
el resguardo de la libertad de locomoción conforme lo estableció la jurisprudencia descrita en el
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
En ese entendido concierne en el presente caso ingresar al examen de los hechos denunciados. Así,
se advierte de obrados que por Resolución 628/09 la Jueza de Instrucción Penal Tercera de El Alto
del departamento de La Paz, declaró rebelde al accionante y otros codenunciados; en consecuencia,
dispuso se emitan mandamientos de arraigo y aprehensión contra todos ellos; posteriormente, el 31
de mayo de 2010 por Resolución 005/10, el Fiscal de Materia a cargo de la investigación decretó su
sobreseimiento; enterado de esa disposición el prenombrado, por memorial de 28 de junio de 2019,
solicitó a dicho Juzgado la corrección del procedimiento y conforme a los antecedentes, deje sin
efecto los mandamientos emanados en su contra, el cual fue resuelto por el Juez demandado
mediante decreto de 1 de julio del referido año concediendo la aludida solicitud.
En ese contexto, de dichos antecedentes se advierte que ciertamente la citada autoridad
jurisdiccional, dispuso se dejen sin efecto los mandamientos de aprehensión y arraigo; por lo que,
correspondía al Secretario del referido Juzgado oficiar y diligenciar lo decidido ante la Dirección
General de Migración dentro de un plazo razonable a objeto de levantar esa restricción impuesta
contra el impetrante de tutela; empero, al haber transcurrido más de una semana sin haberlo hecho,
se vulneró el derecho a la libertad de locomoción del prenombrado; toda vez que, es deber de la
autoridad jurisdiccional y todo funcionario relacionado con el mismo, acelerar los trámites judiciales
y administrativos; y, no permitir dilaciones indebidas cuando se trata de solucionar la situación
jurídica de las personas privadas de libertad o de locomoción, las cuales deben ser resueltas con la
mayor celeridad y prontitud, habida cuenta que, la demora o la dilación indebida implica la lesión a
ese derecho, conforme se estableció en la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia, corresponde conceder la tutela, toda vez que, el hecho de no haber actuado con la
debida diligencia en la referida solicitud, vulneró el derecho a la libertad de locomoción del
accionante; puesto que, era deber del Secretario elaborar el oficio para la referida institución a objeto
de que se levante el arraigo ordenado en el mencionado decreto y a su vez obligación de la autoridad
jurisdiccional, efectuar el seguimiento al mismo y exigir su estricto cumplimiento como contralor de
derechos y garantías constitucionales.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela solicitada,
obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 14/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 21 a 23,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos dispuestos por el Tribunal
de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
decir, cualesquiera de estas actuaciones (retiro o desistimiento) serán inadmisibles después de esta
actuación procesal (señalamiento de día y hora de audiencia pública) por las siguientes razones:
a) De orden procesal. Existe mandato constitucional expreso respecto al procedimiento al que debe
sujetarse el juez o tribunal de garantías. Tiene el deber de señalar de inmediato día y hora de la
audiencia pública, la que tendrá lugar dentro de las veinticuatro horas de interpuesta la acción (art.
126.I de la CPE), y -después de cumplidas las formalidades procesales- ésta (la audiencia pública)
no puede suspenderse en ningún caso (art. 126.II de la CPE), por lo mismo, tiene la obligación de
dictar sentencia en el fondo, incluso bajo responsabilidad (art. 126.III de la CPE), último aspecto que
el legislador constituyente ha decidido incidir -a diferencia de la Constitución abrogada-.
b) De orden sustantivo. La Norma fundamental, establece y regula el procedimiento antes
mencionado con mandatos expresos al juez o tribunal de garantías incluso bajo responsabilidad no
como un fin en sí mismo, sino en razón a que la justicia constitucional a través de la acción de libertad
se activa para proteger derechos subjetivos (disponibles) y además derechos en su dimensión
objetiva, es decir, busca evitar la reiteración de conductas reñidas contra el orden público
constitucional y los bienes constitucionales protegidos de tutela reforzada.
De otro lado, corresponde aclarar que dada la configuración del proceso constitucional de la acción
de libertad, a diferencia del resto de acciones de defensa, por los bienes constitucionales protegidos
y tutelados, no existe una etapa de admisibilidad, por cuanto el juez o tribunal de garantías,
precisamente en razón al principio de informalidad acentuado en el texto constitucional (art. 125 de
la CPE), no está obligado a examinar requisitos de forma y fondo como ocurre con el resto de las
acciones de defensa. De ahí que está compelido a indicar directamente día y hora de la audiencia
(art. 126.I de la CPE). Por lo que, en un uso correcto de la denominación de los actos procesales en
la acción de libertad, no es adecuado sostener que existe una etapa de admisión.
El razonamiento jurídico de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, contenido en el Fundamento
Jurídico III.2.2 constituye la línea jurisprudencial que debe seguirse respecto a la oportunidad
procesal para considerar el retiro o desistimiento de la acción de libertad”.
III.2. La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad y las denuncias de
aprehensión ilegal
El Tribunal Constitucional estableció la línea jurisprudencial que reconoce la subsidiariedad con
carácter excepcional en la acción de libertad, entre las cuales se tiene la SC 0160/2005-R de 23 de
febrero que señaló: “…el ordenamiento jurídico no puede crear y activar recursos simultáneos o
alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones procesales no queridas por el orden
constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del hábeas corpus, únicamente se activa
cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento común, no sean los idóneos para
reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad ilegalmente restringido. No es
posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico prevé medios de impugnación
específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad, en forma inmediata… ”.
En ese mismo sentido, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, concluyó lo siguiente: “I. El recurso de
hábeas corpus, ahora acción de libertad , es el medio idóneo y eficaz para conocer y restituir cualquier
tipo de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir una
persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la libertad, cuando
de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir mecanismos de protección específicos y
establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten ser evidentemente inoportunos o
inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se configura
como el medio más eficaz para restituir los derechos afectados; empero, en caso de existir
mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir
el derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente
por el o los afectados; en estos casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de
no haberse restituido los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas.
II. Asimismo, cuando exista privación efectiva de libertad, por ser esta una causal grave, se entenderá
que la vía procesal existente no es idónea, cuando se pruebe que una vez activados estos mecanismos
procesales, su resolución y efectiva protección serán dilatadas, por ejemplo, por ser irrazonables los
plazos de resolución; por existir excesiva carga procesal para una rápida decisión o ejecución de la
decisión o por no cumplirse con los plazos para emisión de resoluciones establecidos por la ley.
III. En el caso de vulneración al derecho a la vida, protegido por la acción de libertad, procederá esta
acción de forma directa y sin necesidad de agotar otra vía”.
Ampliando los criterios jurisprudenciales, la SCP 0482/2013 de 12 de abril efectuó la integración
jurisprudencial, unificando la interpretación desarrollada en las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0185/2012 de 18 de mayo y 0360/2012 de 22 de junio sobre la subsidiariedad
excepcional de la acción de libertad señalando que: “… Conforme el desarrollo que antecede, es
inminente, necesario y fundamental integrar el entendimiento jurisprudencial y presupuestos
procesales respecto a la subsidiaridad en la acción de libertad, y para dicho efecto, debemos
remitirnos a la jurisprudencia citada en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En los casos que se impugnen actuaciones no judiciales -antes de las imputaciones formales- y
judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la presente acción tutelar, previa y
necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de manera excepcional, no es posible
ingresar al fondo de la acción de libertad:
1. Cuando la acción de libertad esté fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la denuncia de una
supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la libertad personal o física por
parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a acudir a la jurisdicción constitucional debe
en principio, denunciar todos los actos restrictivos de su libertad personal o física ante la autoridad
que ejerce el control jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene también la subsidiaridad.
4. Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, ésta es confirmada en apelación, empero, en lugar de activar
inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva petición ante la
autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de su situación jurídica, sea
mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de detención preventiva, etc., y la
misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la jurisdicción constitucional
impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se emitió el auto de vista, inclusive; por
cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con lealtad procesal, de no ser así, se
provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones, e incidiría negativamente en el
proceso penal de donde emerge la acción tutelar”.
III.3. El juez de instrucción penal como contralor de la investigación
La SC 0865/2003-R de 25 de junio reiterada, entre otras, por las SSCC 0507/2010-R de 5 de mayo y
0856/2010-R de 10 de agosto señaló que: “Conforme a los arts. 54 inc. 1) y 279 CPP, el Juez de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer de turno de la Capital del departamento
de La Paz, el inicio de investigación e imputación formal por la presunta comisión de los delitos de
abuso sexual y encubrimiento contra los impetrantes de tutela, a fin de que el Juez ordinario ejerza
el control jurisdiccional de la investigación, conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, advirtiendo en el caso de autos que existe la
autoridad llamada por ley ante quien pueden acudir los accionantes para reparar la supuesta lesión
de sus derechos denunciados en la presente acción de libertad, antes de activar la vía constitucional.
Por consiguiente, al establecerse que los peticionantes de tutela, no acudieron previamente ante el
Juez ordinario que ejerce el control jurisdiccional del proceso, denunciando la presunta ilegalidad de
su arresto y aprehensión; no es posible analizar el fondo de esta acción tutelar, por subsumirse en
una de las causales de subsidiariedad excepcional de dicha acción.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 039/2019 de 27 de marzo, cursante de fs. 39 a 40
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
oral o escrita, por si o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad’,
por tanto constituye un medio de defensa extraordinario, inmediato eficaz, sumarísimo
que tiene por objeto la protección de los derechos fundamentales a la libertad física y de
locomoción y el derecho a la vida para que el accionante logre la tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades o se restituya el derecho a la
libertad; por lo que se determina los siguientes supuestos previa activación de la acción
de libertad: 1) Cuando su vida se encuentre en peligro; 2) Cuando exista persecución
ilegal o indebida; cuando exista procesamiento ilegal o indebida; y, 3) Cuando exista
privación de libertad indebida.
Resaltándose como característica ‘…el informalismo, que se manifiesta en audiencia de requisitos
formales en su presentación y la posibilidad inclusive de su formulación oral, la inmediatez, por la
urgencia en la protección de los derechos que resguarda; la sumariedad, por el tramite caracterizado
por su celeridad, la generalidad porque no reconoce ningún tipo de privilegio, inmunidad o
prerrogativa, y la inmediación, porque se requiere que la autoridad judicial tenga contacto con la
persona privada de libertad; autoridad que, puede acudir inmediatamente a los lugares de detención
e instalar allí la audiencia’, extremos expresados por la jurisprudencia constitucional en la SCP
0862/2014 de 8 de mayo” (las negrillas son nuestras).
III.2. Acción de libertad traslativa o de pronto despacho
Sobre el particular, la SCP 0623/2018-S3 de 27 de noviembre, señaló lo siguiente: « La SCP
0358/2018-S2 de 24 de julio haciendo referencia a la SC 1579/2004-R de 1 de octubre, señaló: “‘Del
texto constitucional y legal referidos, se extrae que en el sentido de la Constitución, el recurso de
hábeas corpus por violaciones a la libertad individual y/o locomoción puede ser reparador si ataca
una lesión ya consumada, preventivo si procura impedir una lesión a producirse o correctivo si intenta
evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene una persona detenida’.
Efectuada la clasificación del entonces recurso de hábeas corpus, se la amplió en la SC 0044/2010-R
de 20 de abril, en mérito a que además de las enunciadas en el acápite anterior, se incorporó al
hábeas corpus, restringido, instructivo y traslativo o de pronto despacho, sentando el entendimiento
jurisprudencial que: ‘…a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos, cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad’.
Por su parte la, SCP 0312/2013 de 18 de marzo, respecto a este tópico, concluyó: ‘…que el principio
de celeridad procesal, impone a quienes imparten justicia, actuar con diligencia
despachando los asuntos sometidos a su conocimiento, sin dilaciones indebidas,
exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos vinculados a la libertad
personal, aun cuando no exista una norma que establezca un plazo mínimo.
De modo tal, que cuando se provoca una dilación injustificada al margen de lo prescrito en la
normativa legal y ello repercute directamente con la libertad física o de locomoción, corresponde
conceder la tutela solicitada mediante la presente acción’.
De la jurisprudencia constitucional citada precedentemente, se extrae que es deber de toda
autoridad sea judicial o administrativa, resolver con la celeridad que el caso amerita, las
solicitudes que se encuentran vinculadas al derecho a la libertad, lo contrario constituye
restricción y vulneración de ese derecho fundamental”» (las negrillas corresponden al texto
original).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia que siendo imputado el 20 de marzo de 2018, se encuentra detenido por un
año y tres meses sin que exista acta de audiencia de medidas cautelares, resolución de detención
preventiva, o determinación que haya dispuesto la emisión de mandamiento de aprehensión, no
habiendo razonamiento que justifique su privación de libertad, ni explicación de cómo se procedió
sin orden expresa de autoridad competente, desconociendo la SCP 0356/2012, en sentido que la
detención preventiva no se debe imponer como una sanción anticipada.
De los antecedentes se evidencia que el 20 de marzo de 2018, el Ministerio Público formuló
imputación formal contra Roberto Quispe Erazo -accionante-, por la presunta comisión del delito de
violación de infante, niña, niño o adolescente previsto y sancionado por el art. 308 Bis del CP
(Conclusión II.1); habiendo decretado el Juez demandado en la fecha, se tenga presente, se registre
en el cuaderno de control jurisdiccional y se notifique al primero nombrado en forma personal,
señalándose audiencia de aplicación de medidas cautelares para el 21 de igual mes y año a horas
16:30 (Conclusión II.2); con la indicada providencia se notificó entre el 20 y 21 del mismo mes y año,
al peticionante de tutela, al Ministerio Público y a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (Conclusión
II.3); mediante mandamiento de detención preventiva, librado el 21 de marzo de 2018 por el Juez
demandado, se ordenó al Encargado de Celdas Judiciales de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz,
proceda con la detención preventiva del prenombrado en el Centro Penitenciario San Pedro de dicho
departamento, por determinación de la Resolución 103/2018 de 21 de marzo (Conclusión II.4); el 3
de agosto del citado año, el accionante se apersonó con su abogada de Defensa Pública, ante la
autoridad judicial demandada, en el proceso penal seguido en su contra (Conclusión II.5); finalmente
a través de memorial presentado el 14 de septiembre de 2018, el impetrante de tutela solicitó al
demandado la transcripción del acta y resolución de medidas cautelares, quien decretó el 17 del
señalado mes a año se informe previamente por secretaría (Conclusión II.6).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, la acción de libertad es el
mecanismo eficaz e inmediato, al que puede acudir quien estime que sus derechos fundamentales a
la libertad física y de locomoción fueron vulnerados con el objeto de que cese la persecución indebida,
conseguir el restablecimiento de las formalidades o se restituya el derecho a la libertad; asimismo,
esta acción en su modalidad traslativa o de pronto despacho tiene por objeto acelerar los trámites
judiciales o administrativos, cuando existen dilaciones indebidas, sustentado en el principio de
celeridad procesal, obligando a las autoridades y servidores públicos, a proceder con la máxima
diligencia, sobre todo en aquellos casos vinculados a la libertad personal, aun cuando no exista una
norma que establezca un plazo mínimo, todo con arreglo al Fundamento Jurídico III.2 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional.
En el presente caso, el accionante denuncia que se encuentra detenido sin que exista el acta ni la
resolución que determinó su detención preventiva o su aprehensión, no habiendo justificativo para
su privación de libertad encontrándose con detención ilegal por más de un año y tres meses.
Precisado el acto lesivo e ingresando a la problemática de fondo es preciso tener en cuenta que si
bien entre los antecedentes cursa un mandamiento de detención preventiva contra el impetrante de
tutela, emitido el 21 de marzo de 2018 por el Juez demandado, el que se habría librado por disposición
de la Resolución 103/2018 -de medidas cautelares- (Conclusión II.4); no obstante, el demandado
reconoce expresamente en su informe, que no existen en obrados el acta de la audiencia de la
indicada fecha ni la correspondiente determinación de aplicación de la extrema medida en contra del
prenombrado, constando en obrados únicamente “…los documentos que se hicieron valer en el
referido acto procesal que efectivamente se realizó…” (sic).
La situación precedente, no fue subsanada oportunamente por el Juez demandado, quien dejó
transcurrir el tiempo sin considerar que el accionante se encontraba detenido, este último por
memorial de 11 de junio de 2019, solicitó inclusive que el Ministerio Público remita a la mencionada
autoridad judicial los documentos extrañados relativos a la privación de libertad (fs. 51 y vta.), que
como denuncia el solicitante de tutela, aparecía sustentada solamente en el mandamiento de
detención preventiva, debido a que no se le permitió tomar conocimiento del contenido del acta de
audiencia de medidas cautelares y de los fundamentos de la Resolución que determinó la aplicación
de la extrema medida. La dilación y falta de celeridad con la que obró el demandado, continuaron
prolongándose, porque después del apersonamiento de 3 de agosto de 2018 con su abogada de
Defensa Pública, el pedido del impetrante de tutela presentado el 14 de septiembre de igual año, de
transcripción de los documentos inexistentes en el cuaderno, pese al tiempo transcurrido desde la
celebración de la audiencia, mereció únicamente el decreto de 17 del mismo mes y año, disponiendo
se informe por secretaría; pero en definitiva, no sirvió para que se salve la omisión.
En consecuencia, al haber actuado con falta de diligencia y no adoptar las medidas para que se
reponga o arrime a los antecedentes del cuaderno de control jurisdiccional, el acta de audiencia de
medidas cautelares y la respectiva resolución que las impuso, además de no haberse notificado al
peticionante de tutela con la misma, a los fines de que active los medios de impugnación, tal la
oportunidad de interponer el recurso de apelación incidental o en su caso solicite, si correspondía, la
cesación de la detención preventiva; al respecto, valga rememorar que de acuerdo a la SCP
0599/2018-S4 de 2 de octubre, “…las notificaciones con resoluciones emitidas en audiencia de
consideración de aplicación de medidas cautelares, en las que se dispuso la detención preventiva,
exigen inexcusablemente la notificación personal, con la resolución escrita y la constancia de la
entrega; debiendo además tomar en cuenta que en el caso de que el imputado esté privado de
libertad, la diligencia será realizada en el Recinto Penitenciario donde guarda detención” . Así, vulneró
su derecho al debido proceso vinculado a la celeridad, afectando la situación jurídica del impetrante
de tutela, correspondiendo en consecuencia, otorgar la tutela a través de la acción de libertad de
pronto despacho.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela solicitada, no
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art.12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 22/2019 de 4 de julio, cursante de fs. 72 a 74,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, disponiendo que la autoridad demandada, reponga
o arrime el acta de audiencia de medidas cautelares y notifique al accionante de forma inmediata con
la Resolución de aplicación de la detención preventiva.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
interesados-, pese a su notificación cursante de fs. 126 a 128, no asistieron a la audiencia de amparo
constitucional.
I.3.4. Resolución
La Sala Civil, Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Oruro, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 3 de
septiembre, cursante de fs. 217 a 220, denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes
fundamentos: 1) No se puede analizar el fondo, por cuanto existe la SCP 0885/2017-S2, que ya
resolvió esta acción de amparo constitucional; 2) Una resolución constitucional es vinculante y para
el caso la Sentencia Constitucional Plurinacional aludida en su ratio decidendi resolvió respecto a la
falta de legitimación pasiva del demandado, por cuanto el actual Rector no tiene la misma; y, 3) El
impetrante de tutela refirió la existencia de una resolución ministerial que establece como válida la
Conminatoria 18/2017 que habla sobre la personería del Rector; pero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional ya manifestó que no hay legitimación pasiva del Rector, marcando un lineamiento y del
que no pueden apartarse.
II. CONCLUSIONES
De la minuciosa revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa Conminatoria 18/2017 de 25 de abril, emitida por el Jefe Departamental de Trabajo Oruro
(fs. 12 a 14).
II.2. Por RA 006/2018 de 23 de enero, el Jefe Departamental de Trabajo Oruro, revocó totalmente
la mencionada Conminatoria (fs. 34 a 44).
II.3. Consta RM 344/18 de 11 de abril de 2018, dictada por el Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión
Social que confirmó la precitada Conminatoria (fs. 46 a 49).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral y a la
dignidad, por cuanto hasta la fecha, no fue reincorporado pese a la existencia de conminatoria de
reincorporación.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Marco constitucional y normativo de la estabilidad laboral, despido injustificado y
las conminatorias de reincorporación emitidas por las jefaturas departamentales de
trabajo dependientes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social
La Constitución Política del Estado, en su art. 48.II, ya se refirió al carácter proteccionista que tienen
las normas laborales en favor de las y los trabajadores, así como la estabilidad laboral con que
cuentan, al indicar: “Las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios
de protección de las trabajadoras y los trabajadores como principal fuerza productiva de
la sociedad; de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de no
discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador” (las negrillas
nos corresponden).
Por su parte, el art. 49.III de la misma Norma Suprema, señala: “El Estado protegerá la estabilidad
laboral. Se prohíbe el despido injustificado y toda forma de acoso laboral. La Ley determinará
las sanciones correspondientes” (el resaltado es añadido).
También, el art. 4 del Decreto Supremo (DS) 28699 de 1 de mayo de 2006, ratificó la vigencia plena
de los principios laborales, como son el principio protector con sus reglas del in dubio pro operario y
de la condición más beneficiosa; así como los de continuidad o estabilidad de la relación
laboral, intervencionista, de primacía de la realidad y de no discriminación.
encuentra contemplada ni regulada por la normativa laboral de nuestro Estado ni por nuestra
Constitución Política del Estado.
Motivo por el que corresponde cambiar la referida línea constitucional y establecer que a partir de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se disponga el cumplimiento
de una conminatoria, por parte de la jurisdicción constitucional, la misma debe ser
entendida en el sentido que debe cumplirse la totalidad y no en una parte u otra, en
observancia del parágrafo IV del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, incorporado
por el DS 0495, que dice: ‘IV. La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir
de su notificación…’; así como de los principios de protección de los trabajadores e in dubio pro
operario, más aún si la concesión de tutela resulta ser provisional, lo que significa que podrá ser
modificada posteriormente en la vía administrativa y/o judicial, en lo que respecta a la
reincorporación del puesto de trabajo, a los sueldos devengados u otros derechos sociales que
hubiesen sido dispuestos por la conminatoria” (las negrillas nos corresponden).
Entendimiento que ha sido reiterado por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0047/2018-
S3 de 15 de marzo y 0853/2018-S4 de 13 de diciembre, entre otras.
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos invocados en esta acción de defensa, puesto
que existiendo una Resolución Ministerial disponiendo su reincorporación, hasta la fecha no se
procedió a la misma.
Legitimación pasiva del demandado
Conviene referir previamente que la SCP 0885/2017-S2, dictada dentro de la acción de amparo
constitucional interpuesta por Marco Antonio Siles Ríos contra Carlos Antezana García, Rector de la
UTO, alegando que la aludida autoridad, habiendo sido notificada el 3 de mayo de 2017 con la
Conminatoria 18/2017 de 25 de abril, emitida por el Jefe Departamental de Trabajo Oruro, omitió
dar cumplimiento efectivo a la misma; así, sin ingresar al análisis de fondo del problema jurídico, el
Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de su Sala Segunda, resolvió denegar la tutela, por
considerar que el demandado no ostenta la legitimación pasiva para ser demandado “… por actos en
los cuales no intervino ni tuvo participación alguna que menoscabe los derechos y garantías
constitucionales del peticionante de tutela”.
Ahora bien, respecto de la legitimación pasiva en caso de sucesión o cambio de autoridades, este
Tribunal a través de la SCP 0492/2018-S2 de 27 de agosto, estableció la siguiente jurisprudencia
constitucional:
“Con relación a la legitimación pasiva en caso de sucesión o cambio de autoridades, la línea
jurisprudencial se contextualiza de la siguiente manera:
La SC 0264/2004-R de 27 de febrero estableció que la demanda debe estar dirigida contra la
autoridad que ostente el cargo, desde el cual se realizó el acto ilegal o se incurrió en la omisión
indebida; lo que sin embargo no implicaba que asuma las responsabilidades personalísimas que
pudieran determinarse. Dicho entendimiento, fue modulado por la SCP 0134/2012 de 4 de mayo, la
cual indicó que la demanda podrá ser presentada contra la autoridad que cometió el acto ilegal,
aunque ya no se encuentre en el ejercicio del cargo o la función; y que en general, es posible
demandar contra el cargo o la función pública, en cuyo desempeño se cometió el supuesto acto ilegal.
Por su parte, la SCP 0142/2012 de 14 de mayo, señaló que tanto para la fase de la admisibilidad
como para la deliberativa y de decisión, donde se analiza la legitimación pasiva, es suficiente
identificar el cargo o la función pública, en cuyo ejercicio se cometieron los supuestos actos ilegales,
en los casos de cesantía de servidores públicos; posteriormente, la SCP 0402/2012 de 22 de junio,
realizando otra modulación determinó que la acción de amparo constitucional puede ser
presentada, de manera alternativa, contra la exautoridad que cometió el acto ilegal, la
nueva autoridad o contra el cargo o la función pública, en cuyo ejercicio se cometieron
los actos supuestamente ilegales.
Y sea en el plazo máximo de tres días hábiles a partir de su notificación al mismo puesto que
ocupaba al momento del despido intempestivo de la materia, más el pago de todos los salarios
devengados, demás derechos sociales y antigüedad que le corresponden a la fecha de
reincorporación” (sic [Conclusión II.1]) y revocada totalmente por RA 006/2018 de 23 de enero,
dictada por la referida autoridad (Conclusión II.2).
También, mediante RM 344/18, dictada por el Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, se
resolvió “…REVOCAR la Resolución Administrativa N° 006/2018, de 23 de enero de 2018 y
consecuentemente CONFIRMAR la Conminatoria N° 18/2017 de 25 de abril de 2017, ambas
emitidas por la Jefatura Departamental de Trabajo de Oruro” (sic [Conclusión II.3]).
Conforme a la jurisprudencia constitucional establecida en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, la estabilidad laboral se constituye en un derecho
constitucionalmente protegido, consignado en el art. 49.III de la CPE cuando señala que el Estado
protegerá la estabilidad laboral, prohibiéndose el despido injustificado; por lo cual se emitió el DS
28699, modificado por el DS 0495 como mecanismos administrativos que tienden a efectivizar la
inmediatez de la protección constitucional que tiene el derecho a la estabilidad laboral,
constituyéndose en consecuencia un derecho que tiene todo trabajador de conservar su empleo
durante su vida laboral, -salvo que existan causas legales que justifiquen el despido, debiendo a tal
fin ser sometido a un proceso interno en el cual se determine su despido por una de las causales
establecidas en los arts. 16 de la Ley General de Trabajo (LGT) y 9 de su Decreto Reglamentario-,
otorgándole seguridad y confianza que le permita continuar con su trabajo generando un salario para
la satisfacción de sus necesidades familiares; dando lugar en consecuencia, a que se pueda acudir a
la jurisdicción constitucional, ante la eventualidad de que el empleador no cumpla con la conminatoria
de reincorporación dispuesta.
De lo señalado precedentemente y no controvertido de contrario, se advierte que el accionante
sostenía una relación laboral con la Facultad Nacional de Ingeniería de la UTO, desde el 1 de
septiembre de 2015 y el nombrado denunció su despido intempestivo de la materia de Física 1102
(Física II), en mérito de la misma se conminó al Rector de la referida Universidad -mediante
Conminatoria 18/2017- “A la inmediata restitución de la materia ‘FISICA 1102 (Física II)’ en la facultad
nacional de Ingeniería Departamento de Física a favor del trabajador Sr. Ing. MARCO ANTONIO
SILES RIOS” (sic) y sea en el plazo máximo de tres días hábiles a partir de su notificación, al mismo
puesto que ocupaba al momento del despido intempestivo de la materia, más el pago de todos los
salarios devengados y demás derechos sociales que le corresponden a la fecha de reincorporación,
siendo confirmada mediante RM 344/18; determinación que habiendo sido notificada a la citada
Universidad, fue incumplida por el demandado bajo el argumento de que la máxima instancia de
gobierno constituye el Consejo Universitario, incluso sobre las determinaciones de su autoridad y que
en estas no posee ni voz ni voto, no contrariando en modo alguno el incumplimiento de la
conminatoria dispuesta (fs. 129 vta.).
Por lo anteriormente vertido, queda confirmado que el demandado no dio cumplimiento a la aludida
Conminatoria 18/2017, librada por el Jefe Departamental de Trabajo Oruro, haciendo caso omiso a
la misma, puesto que no se procedió a la reincorporación del accionante; en consecuencia, se
vulneró uno de los derechos esenciales consagrados en la Constitución Política del Estado
y en la normativa legal desarrollada, como es el derecho al trabajo y por ende la
estabilidad laboral del impetrante de tutela, conforme se tiene desarrollado en el citado
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, toda vez que no se evidenció que el
prenombrado haya sido sometido a un proceso interno dentro del cual se determine su despido por
alguna de las causales descritas en los arts. 16 de la LGT y 9 de su Decreto Reglamentario, abriendo
el ámbito de protección que brinda la acción de amparo constitucional para obtener su
restablecimiento y por tanto se conceda la tutela solicitada.
Asimismo se aclara que, siendo la conminatoria obligatoria en su cumplimiento a partir de su
notificación, la cual no puede suspenderse en su ejecución ante la interposición de los mecanismos
de impugnación administrativos y judiciales previstos en la normativa legal pertinente; ya que al no
ser una resolución que defina la situación laboral del accionante, la misma podrá ser cuestionada
en la judicatura laboral, instancia que establecerá si el despido fue o no justificado; entretanto, la
tutela que otorga este Tribunal es de carácter provisional, ante la decisión unilateral del empleador
que opta por un despido sin causa legal justificada, no correspondiendo por ende efectuar
pronunciamiento de fondo al respecto, conforme al contenido jurisprudencial anotado
precedentemente.
Por último, de acuerdo al entendimiento plasmado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, la concesión de la tutela que se realiza es respecto a la
Conminatoria 18/2017; es decir, que debe cumplirse la totalidad de la misma y no solo en parte,
incluyendo el pago de sueldos devengados desde el despido injustificado y demás derechos sociales
que le correspondan hasta la fecha de su reincorporación.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela impetrada, no obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 02/2019 de 3 de septiembre, cursante de fs. 217 a 220,
pronunciada por la Sala Civil, Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo
el cumplimiento de la Conminatoria 18/2017 de 25 de abril.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 01/2019 de 3 de enero, cursante de fs. 330 a 331, declaró
improcedente la acción de amparo constitucional; consiguientemente, el accionante por memorial
presentado el 9 del mes y año indicados, impugnó dicha determinación (fs. 335 a 337).
I.2.2. Admisión de la acción de amparo constitucional
Por Auto Constitucional (AC) 0018/2019-RCA de 31 de enero, cursante de fs. 342 a 348, la Comisión
de Admisión de este Tribunal, con la facultad conferida por el art. 30.III del Código Procesal
Constitucional (CPCo), revocó la Resolución 01/2019, disponiendo la admisión de la presente acción
tutelar y que el Tribunal de garantías someta la causa al trámite previsto por ley, debiendo pronunciar
resolución en audiencia pública, concediendo o denegando la tutela solicitada.
I.3. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 2 de septiembre de 2019, según consta en acta cursante de fs. 438
a 443, se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su representante y abogado, ratificó el contenido de la acción de
amparo constitucional, y ampliándolo indicó que, en su recurso de apelación expreso como agravios:
1) Erróneamente se consideró que se parcializó en el proceso coactivo seguido por el Banco Fortaleza
Sociedad Anónima (S.A.), en concomitancia con el perito, pues no le conminó hacer uso de la fuerza
pública para realizar el peritaje. La Resolución RSP-AP 22/2018 no hace mención a este agravio; 2)
Respecto a la prueba testifical de fs. “82 a 84” y de confesión provocada de fs. “91 a 92”, las
autoridades demandadas mal pueden interpretar que no explicó cómo debía valorarse las mismas;
debiendo haber manifestado porqué esta prueba no se puede considerar como atenuante; 3) La
errónea distinción de las dos faltas que le atribuyen en la denuncia, siendo contradictoria. Este tema,
no pretende que sea considerado por el Tribunal de garantías; 4) No se fijó el objeto preciso del
proceso, pues no esta facultado el denunciante para modificar o ampliar dicha denuncia; y, 5) No se
estimó como se adecuó la prueba a los hechos. El Tribunal de alzada no desglosó los agravios de su
recurso de apelación, pues no existió un nexo común entre las causales dos, tres y cinco, ni estableció
los elementos probatorios para desestimar su recurso, tampoco las causales para desechar sus cinco
agravios.
I.3.2. Informe de los demandados
Omar Michel Durán, Consejero del Consejo de la Magistratura, presentó informe escrito el 7 de agosto
de 2019, cursante de fs. 384 a 387 vta., indicando que: i) La base de la denuncia es el hecho de
retardación indebida en la tramitación del proceso coactivo seguido por el Banco Fortaleza S.A.,
donde las coactivadas plantearon nulidad de obrados y excepción de fuerza coactiva el 9 de marzo
de 2016, habiéndose resuelto el 8 de noviembre del referido año, y por no cumplir el Juez disciplinado
con su deber de dirección del proceso respecto a las actuaciones del perito nombrado en la causa,
quien incumplió sus obligaciones sin que la mencionada autoridad la encamine de manera eficaz y
eficiente para evitar la demora; ii) El disciplinado en su recurso de apelación expuso sus agravios de
modo genérico, siendo que no especificó ni explicó, menos fundamentó que pruebas hubieran sido
valoradas deficiente, insuficiente o defectuosamente; incumpliendo el requisito de subsidiariedad
porque no identificó que prueba no se estimó, tampoco distinguió si existió mala apreciación, error o
insuficiencia en su evaluación, implicando que planteó su recurso de manera incorrecta; iii)
Genéricamente el apelante arguyó la falta de motivación y fundamentación de la Resolución de
segunda instancia, siendo que obtuvo respuesta en los márgenes de lo pedido, tampoco cumplió con
la técnica recursiva precitada, aspecto del que carece la acción constitucional impetrada y que fue
admitida de manera equivocada, al no precisar su pretensión; dicha acción de defensa no especificó
precisa y claramente, cual agravio o agravios no fueron atendidos; y, iv) La Resolución RSP-AP
22/2018 cumple con todos los requisitos de forma y de motivación, siendo que es evidente la
retardación por el lapso de cinco meses al no resolver un incidente de nulidad dentro de un proceso
coactivo; sin embargo, el accionante pretende evadir la aplicación de la justicia disciplinaria cuando
en los hechos violó el principio de dirección, el cual está compelido a ejercer en la tramitación de
cada causa; por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejera del Consejo de la Magistratura, por intermedio de su
representante, en audiencia ratificó el informe escrito presentado el 7 de agosto de 2019, descrito
líneas arriba.
I.3.3. Intervención del tercero interesado
El Banco Fortaleza S.A., no presentó escrito alguno ni asistió a la audiencia de acción de amparo
constitucional, pese a su notificación cursante a fs. 437.
I.3.4. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 267/2019 de 2 de septiembre, cursante de fs. 444 a 448 vta.,
denegó la tutela solicitada; bajo los siguientes fundamentos: a) La Resolución RSP-AP 22/2018 tiene
la suficiente motivación, ya que expuso los hechos, así como realizó la fundamentación legal y citó
las normas que sustentan la parte dispositiva de esa decisión; asimismo, dio respuesta a los cinco
agravios expuestos por el accionante; b) Dicha Resolución, respecto al primer agravio; señaló que
presentada la denuncia, fue observada, posteriormente subsanada, ocasionando que sea admitida;
ésta determinación es congruente con lo investigado y procesado debido a que el Reglamento
109/2015 de 27 de octubre, da la posibilidad de actuar de tal manera, en materia administrativa rige
el principio de informalidad, en este sentido, si bien la denuncia no decía a qué falta disciplinaria se
adecuaba el accionar del denunciado, la posibilidad de observación está contenida en dicho
Reglamento; c) Con relación al segundo, tercer y quinto agravios; argumentó que se actuó
objetivamente al valorar la prueba conducente a la falta del art. 187.14 de la LOJ, explicando que
respecto a las causales modificatorias de la responsabilidad, esto no era posible debido a que no
existía justificativo para atenuar o extinguir la falta probada, posteriormente transcribiendo dicha
falta disciplinaria expuso su sustantivo “indebidamente” para concluir que en el caso analizado se
trata de la retardación por el lapso de cinco meses en la emisión de una resolución de incidente de
nulidad dentro de un proceso coactivo atribuido al accionante. Por lo que, se le aclaró al disciplinado
que la sanción impuesta se debió a que tardó cinco meses sin resolver tal incidente; y, d) En
referencia al cuarto agravio, en el que se acusó que no se guardó correspondencia entre lo pedido y
lo resuelto; fundamentó que el proceso disciplinario guarda congruencia con lo denunciado, el auto
de admisión y lo decidido; expresando que el impetrante de tutela fue sancionado en lo que
corresponde a la predicha falta disciplinaria cumpliendo el procedimiento establecido en el citado
Reglamento.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso disciplinario seguido contra Mario Jesús Osorio Soliz -ahora accionante- a
denuncia de Banco Fortaleza S.A., la Jueza Disciplinaria Primera de la Oficina Departamental de Oruro
del Consejo de la Magistratura, mediante Resolución Administrativa Disciplinaria 16/2017 de 22 de
agosto, declaró improbada la denuncia contra el disciplinado por la falta grave prevista en el art.
187.9 -“Incurra en demora dolosa y negligente en la admisión y tramitación de los procesos…”- de
la LOJ y probada por la falta grave señalada en el art. 187.14 -“Omitir y retardar indebidamente la
tramitación de los asuntos a su cargo o la prestación del servicio a que está obligado”- de la citada
Ley, imponiéndole la sanción de suspensión del ejercicio de sus funciones por un mes sin goce de
haberes (fs. 266 a 272 vta.).
II.2. Mediante Resolución RSP-AP 22/2018 de 17 de abril, los Consejeros demandados, resolviendo
los recursos de apelación de la entidad denunciante y del accionante, presentados el 30 de agosto y
1 de septiembre de 2017 respectivamente, confirmaron la referida Resolución Administrativa
Disciplinaria (fs. 275 a 278 vta., 281 a 286 vta. y 293 a 298).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
cierta decisión, así como las disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al
convencimiento que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como
a la opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…´” (las negrillas corresponden al texto
original).
III.2. Análisis del caso concreto
La problemática planteada por el accionante se centra en que dentro del proceso disciplinario que se
le siguió, los demandados al dictar la Resolución RSP-AP 22/2018 de 17 de abril, no desglosaron los
agravios de su recurso de apelación, pues no existe un nexo común entre sus reclamos dos, tres y
cinco, ni establecieron los elementos probatorios y tampoco las causales para desestimar sus cinco
agravios.
En la especie, en el recurso de apelación interpuesto por el accionante, contra la Resolución
Administrativa Disciplinaria 16/2017 de 22 de agosto; se alegó que:
1) Oficiosamente se ordenó que se subsane la denuncia, “…para que la parte denunciante pueda
alegar o sostener otros hechos que no fueron reclamados oportunamente” (sic); así, la
denunciante argumentó que “…el juzgador incumplió su deber de dirección del proceso, existiendo
retardación en la resolución de la nulidad y excepción formuladas, y respecto a las actuaciones del
perito nombrado en la causa, quién incumple sus obligaciones sin que la autoridad jurisdiccional las
encamine de manera eficaz y eficiente para evitar demora en la ejecución de la Sentencia” (sic);
2) No se determinó las causas modificatorias de la responsabilidad, que moderan la sanción
disciplinaria; no verificó los hechos que sirven de motivo a su decisión, limitándose a establecer el
tiempo transcurrido desde el decreto de “‘Obrados pase a Despacho’” (sic) de 3 de junio de 2016
hasta el 27 de octubre del citado año, señalando que no hubo movimiento y apoyando su criterio con
la prueba documental; la testifical de fs. “82 a 84” y la confesión provocada de fs. “91 a 92”, fueron
deficientemente valoradas, pues las testificales afirman que el proceso coactivo se entrepapeló, no
encontrándose en manos del juzgador, estando en poder de la pasante de la Escuela de Jueces la
mayor parte del tiempo que no se resolvió el incidente y la excepción, teniendo conocimiento los
abogados externos de éstos hechos, una vez hallado el expediente ingresó inmediatamente para
resolución; de la confesión provocada de la denunciante se concluye que ésta no sabía de lo sucedido
con el mencionado legajo, sino los referidos profesionales; no existiendo culpa dolosa o retardación
indebida, ni intención o ánimo de perjudicar a la institución coactivante; hechos que debieron
investigarse en su momento cuando se denunció en forma verbal a Servicios Judiciales; concurriendo
atenuantes o eximentes; confió en la buena fe y lealtad de los prenombrados causídicos; por lo que,
no se aplicó las reglas de la sana crítica;
3) No se efectuó el análisis de los hechos denunciados, ni la valoración de la prueba en su conjunto
en la determinación de la sanción, con relación a que el expediente estuvo en poder del juzgador, la
confesión provocada de la asesora legal de la entidad bancaria, lo informado a los abogados externos,
las acciones contra la pasante y la puesta a conocimiento verbal de la unidad de Servicios Judiciales;
se razonó que se constató “…una actuación negligente de su parte que incidió en el retardo
indebido en la tramitación del asunto a su cargo y una omisión del servicio a que estaba obligado
como directo[r] del proceso” (sic), afirmación confundida con la falta grave prevista en el art. 187.9
de la LOJ, no habiéndose calificado correctamente la infracción aplicable, debiendo corregirse el error
de tipificación considerando además las atenuantes, incluyendo las circunstancias que puedan
modificar su responsabilidad; tampoco se fundamentó las normas procesales civiles que fueron
vulneradas;
4) En la aplicación de una determinada sanción disciplinaria, toda persona tiene derecho a un proceso
justo y equitativo, lo que no ocurrió en el presente caso; y,
MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO
Solicitaron se conceda la tutela, dejando establecido que: a) Las Resoluciones Consejo Disciplinario
S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D.
015/2019, no pueden ser ejecutadas mientras no adquieran la calidad de cosa juzgada; b) Se ordene
a los miembros de la Directiva del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, se les
reincorpore inmediatamente y habilite para el sumistro de carga de forma normal y gocen de los
demás derechos sindicales como afiliados, mientras no haya una resolución de expulsión
debidamente ejecutoriada; y, c) Se exhorte al Directorio de la Federación Departamental de Chóferes
de Chuquisaca a conformar a la brevedad posible el tribunal de alzada -tribunal de honor-, remitiendo
los recursos planteados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 5 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 198 a 213,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado, ratificaron in extenso la acción de amparo constitucional
interpuesta, precisando en su petitorio que se ordene a los miembros de la Directiva del Sindicato
Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, su reincorporación de forma inmediata y se les
suministre carga en forma normal y gocen del resto de sus derechos sindicales; además solicitaron
que este conflicto no sea resuelto por la vía laboral porque no existe dependencia con el Sindicato,
ni por la vía civil porque no prestan servicios.
I.2.2. Informe de los demandados
José Never Romero Arias, Franklin Arancibia Peñaranda, Eulogio Quintana Humerez, Sandro Paniagua
Vargas, Álvaro Joaquín Reynolds Rico y Ariel Lagrava Ugarte en su calidad de exmiembros del Consejo
Disciplinario y del Directorio del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado” de la
gestión 2018-2019, por informe escrito presentado el 5 de junio de 2019, cursante de fs. 168 a 172
vta., señalaron que: 1) Se acusó que el Directorio del Sindicato aludido de la citada gestión, hubiere
ejecutado las Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019,
S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, de manera inmediata y sin que se encuentren
debidamente ejecutoriadas por las apelaciones interpuestas de acuerdo al Reglamento del Tribunal
de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, actuando con deslealtad al no
dar a conocer los motivos por los que se originó el proceso disciplinario, que específicamente causo
la conducta de reincidencia en el descargue en el camino de cemento FANCESA S.A. transportada de
Sucre a Santa Cruz; es decir, la carga no llegó a la oficina regional del Oriente “ORO” en la citada
ciudad de Santa Cruz, tal cual contemplaba el contrato individual, que obligaba su transporte de
carga regulada por el Código de Comercio, en cuanto a obligaciones y responsabilidades como
transportadores en las condiciones y lugar establecido, transgrediendo los arts. 946, 947, 954 y 960
inc. 3) del Código de Comercio (Ccom), dichas conductas de los peticionantes de tutela no solo
pudieron acarrear la resolución de los contratos individuales de carga por FANCESA S.A., sino también
la pérdida de los demás contratos con los afiliados al Sindicato Regional de Chóferes de Sucre
“Transporte Pesado”, causando perjuicio a la colectividad de los afiliados; 2) No es evidente que solo
les hicieron conocer las Resoluciones precitadas; de acuerdo a procedimiento los impetrantes de
tutela tuvieron conocimiento desde el inicio sobre el proceso disciplinario, desde que se cumplió con
las citaciones respectivas de forma individual con el sumario, habiéndose tomado las declaraciones
de algunos ante el Consejo Disciplinario y otros a pesar de saber de su situación no asumieron
defensa, no produjeron prueba de descargo en los plazos fijados, precluyendo dicha etapa; por lo
que una vez acumuladas las pruebas, se determinaron las sanciones contra los accionantes por los
miembros del citado Consejo y se dio lectura de dichas Resoluciones en Asamblea Magna por parte
del Directorio del Sindicato señalado, oportunidad en la que estuvieron presentes los impetrantes de
tutela, reaccionando de modo agresivo contra el Directorio y por tal actitud reprochable fueron
desalojados por los demás afiliados presentes; 3) En relación a que las indicadas Resoluciones
Consejo Disciplinario del Sindicato Regional de Chóferes de Sucre “Transporte Pesado”, no fueron
suficientemente fundamentadas y motivadas, las partes tienen la obligación de estar a la expectativa
de su pronunciamiento y notificación personal, para activar dentro del plazo previsto la vía de
aclaración, complementación y enmienda, en caso de considerar defectos de forma; no habiendo los
prenombrados reclamado oportunamente ninguna omisión; 4) Respecto a que no se respetaron las
instancias; deberá tomarse e cuenta que los peticionantes de tutela por su deliberada voluntad no
asumieron defensa, a pesar del conocimiento de la denuncia y dejaron precluir las etapas procesales;
es más, las apelaciones fueron interpuestas al Sindicato Regional de Chóferes aludido y dirigidas al
Consejo Disciplinario, resultando dicha situación fuera de lo normado en el Reglamento del Tribunal
de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, permitiendo que las
resoluciones sancionatorias adquieran ejecutoria y calidad de cosa juzgada; lo que cierra toda
posibilidad bajo los principios de seguridad jurídica y legalidad consagrado en la Constitución Política
del Estado, al no haber interpuesto las apelaciones dentro el marco establecido en los arts. 15 y 16
del citado Reglamento; 5) Sobre la supuesta vulneración al debido proceso porque se aplicó de
manera anticipada las sanciones dispuestas en la referidas Resoluciones; tampoco es evidente, pues
si bien en la parte dispositiva se ordenó la aplicación inmediata de la sanción, ello no implica que no
se tenga que esperar la ejecutoria de las Resoluciones; decisión que no fue asumida porque inclusive
los miembros de los Consejo Disciplinario y Directorio, cesaron en sus funciones; sin embargo, debe
tomarse en cuenta que las Resoluciones emitidas se encuentran debidamente ejecutoriadas y con
calidad de cosa juzgada por las defectuosas e improcedentes apelaciones interpuestas fuera del plazo
previsto y donde no correspondía, pretendiendo los impetrantes de tutela subsanar los incorrectos
recursos antes dichos que contienen los mismos fundamentos de la presente acción tutelar; 6) De la
denuncia de lesión del derecho al trabajo, porque se habría ejecutado de forma prematura las
sanciones contra los peticionantes de tutela; el Consejo Disciplinario y Directorio, no aplicaron ni
ordenaron el cumplimiento de la sanción, por lo que no existe prueba alguna presentada por los
ahora impetrantes de tutela que demuestre que se dio orden de ejecución, más aún cuando los
demandados en su calidad de dirigentes cesaron el 1 de mayo de 2019 de sus cargos directivos; por
otra parte, corresponde aclarar que el ente sindical no es la instancia que suministra carga a sus
afiliados, ya que el sindicato es una agrupación de varios de ellos que prestan servicio de transporte
pesado y las empresas como FANCESA S.A. contrata la prestación de servicio de transporte y es dicha
fábrica la que asigna carga a cada afiliado mediante contratos individuales; no existe vulneración al
derecho al trabajo; 7) Corresponde la improcedencia de la acción de amparo constitucional por
ejecutoria de las resoluciones sancionatorias, al no haber sido apeladas conforme al Reglamento del
Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, de acuerdo a lo
señalado por los propios accionantes, los recursos de apelación fueron presentados ante el citado
Consejo Disciplinario, el 18 y 24 de abril de 2019 y demostrando su deliberada voluntad y actos
consentidos se apersonaron ante la Federación Departamental de Chóferes mencionada, junto a
Notario de Fe Pública, a los fines de constatar si dicho Tribunal se había conformado; es decir, se
demuestra que conocían el procedimiento a los fines de apelación, pero no cumplieron lo descrito en
el citado Reglamento; en todo caso, si tenían conocimiento que no se conformó el tribunal de honor,
las apelaciones debieron ser presentadas en Secretaría de la Federación Departamental de Chóferes
precitada, de conformidad a lo previsto en el prenombrado Reglamento, a los fines de evitar la
ejecutoria de las Resoluciones y una vez conformado ese tribunal, las mismas se hubieran resuelto;
y, 8) Concurre la improcedencia de esta acción de defensa por falta de legitimación de los
accionantes, por ejecutoria y calidad de cosa juzgada de las Resoluciones impugnadas y porque “a
la fecha”, estos ya no son miembros del Sindicato Regional de Chóferes de Sucre “Transporte
Pesado”; y en consecuencia, no se puede restituir derechos sindicales, que no les corresponde; por
lo que, solicitaron se deniegue la tutela.
Gonzalo Velasco Campos, mediante informe escrito presentado el 5 de junio de 2019, cursante de fs.
174 a 176, señaló que, en marzo de esa gestión remitieron ante el Consejo Disciplinario denuncias
verbales efectuadas de parte de afiliados del Sindicato, contra los compañeros que procedieron al
descargue de cemento sin que este pueda llegar a destino y su posterior comercialización,
constituyéndose en conducta de falta grave; estos hechos fueron puestos en conocimiento de los
accionantes, en especial de Juan de Dios Doria Medina Cavero, quien en ese momento fungía como
Secretario de Conflictos del Directorio. Asimismo, de acuerdo a las reglas y subreglas se entiende
que la jurisdicción constitucional se activará únicamente si se agotan previamente los medios legales
intraprocesales y si el órgano encargado de hacer ejecutar el fallo no lo hiciere, ocasionando con
dicha omisión lesiones a derechos fundamentales; sin embargo, en el caso en particular, los
peticionantes de tutela, interpusieron recurso de apelación el 18 de abril de dicho año, obviando la
norma especial como es el Reglamento del Tribunal de Honor de la Federación Departamental de
Chóferes de Chuquisaca, en el cual se consigna el procedimiento para su interposición. El art. 49 de
la citada norma prevé que la infracción de los Estatutos y del Reglamento Interno, serán sancionados
con multas pecuniarias y según la gravedad del caso, con suspensión con ignominia. Por otra parte,
las actas notariales que adjuntan no demuestran que los accionantes acudieron al Sindicato
mencionado a solicitar su habilitación y que esta hubiere sido negada, por lo que no existe vulneración
a los derechos a la defensa y al trabajo conforme se alega. Por todo lo expuesto solicitó se deniegue
la tutela.
Mario Torres Valencia, Secretario de Gobierno y Walter Poquechoque Aguilar, Secretario de
Relaciones, ambos del Directorio del Sindicato Regional de Choferes Sucre “Transporte Pesado”,
mediante informe escrito presentado el 5 de junio de 2019, cursante de fs. 189 a 191, señalaron
que: i) El Consejo Disciplinario del citado Sindicato gestión 2018-2019, por denuncia del Directorio,
procedió a sustanciar procesos disciplinarios contra los impetrantes de tutela y otros afiliados al
mismo por haber procedido a descargar y comercializar la carga de cemento sin que llegue a destino,
hecho que se encuentra prohibido según su normativa; a tal efecto, adjuntaron copias del Libro de
Actas en los que se registró las entrevistas y declaraciones efectuadas por los solicitantes de tutela y
pruebas aportadas, cuyo resultado fue la emisión de las Resoluciones Consejo Disciplinario
S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D.
015/2019, en las que se determinó su expulsión del seno sindical al incurrir en la comisión de faltas
previstas en el art. 19 y 40 del Reglamento Interno del Sindicato de Chóferes “Sucre”, sanción que
fue puesta a conocimiento de los peticionantes de tutela el 6 de abril de ese año, en oportunidad de
llevarse a cabo una Asamblea Ordinaria, en cumplimiento al art. 13 de la citada norma; habiéndose
interpuesto apelación ante el Consejo Disciplinario, este no tenía competencia; ii) En cuanto a la
subsidiariedad de la presente acción, de acuerdo a los memoriales de apelación de 18 y 24 de abril
de 2019, estos fueron planteados de manera incorrecta y contraria al art. 16 del Reglamento del
Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, encontrándose
pendiente de resolución y teniendo, según normativa, una vía más para acudir como es la
Confederación de Chóferes de Bolivia, por lo que no se afectó el derecho a la defensa ni a recurrir a
otras instancias a los fines de hacer valer sus derechos; y, iii) Sobre la supuesta vulneración de los
derechos al trabajo, al debido proceso y a la defensa; el sistema general de distribución de carga
abarca la tuición de formalizar la misma delegada por FANCESA S.A., siendo la única con atribución
para realizar bajas del sistema de reparto y en cuanto a que se encuentran dados de baja del sistema,
dicha situación tampoco les corresponde, sino a la empresa proveedora de cemento; por lo que,
solicitaron se deniegue la tutela impetrada.
Teófilo Plaza Calvimontes a través de su representante, por informe escrito presentado el 5 de junio
de 2019, cursante de fs. 193 a 196, precisó que: a) Por denuncia del Directorio remitida al Consejo
Disciplinario, se procesó disciplinariamente a diecisiete afiliados, entre los que se encontraban los
peticionantes de tutela, mismos que incurrieron en la comisión de faltas y prohibiciones contempladas
en el Reglamento Interno de la institución, en dicho proceso, fueron citados y a pesar de hacerles
conocer las denuncias en su contra, no se hicieron presentes algunos; de igual manera, la sanción
establecida fue puesta en conocimiento de los procesados en Asamblea Ordinaria cuando se dio
lectura pública y posterior a ello no procedieron a recoger en tiempo oportuno, sino dejaron
transcurrir el tiempo hasta el 15 y 18 de abril de igual año y a partir de esas fechas solicitaron copias
de antecedentes; b) Como exmiembro del Consejo Disciplinario, una vez emitidas las Resoluciones
precitadas en la que constan las sanciones, se pasó al Directorio del Sindicato a los fines de su
ejecución; sin embargo, los accionantes el 18 de dicho mes y año presentaron recurso de apelación,
pero que de acuerdo al art. 15 y 16 del Reglamento del Tribunal de Honor de la Federación
Departamental de Chóferes de Chuquisaca, debió ser planteada de forma escrita y dirigida al
Presidente de la referida instancia y en el plazo de los días siguientes a su notificación con la
II.2. Mediante memorial presentado el 18 de abril de 2019, Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin
Escobar Gutiérrez y Luis Edmundo Garrón Carbajal, interpusieron apelación contra las Resoluciones
citadas precedentemente. De igual forma, Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, a través de memorial
interpuesto el 24 de abril del mismo mes y año apeló la Resolución S.R.CH.S./C.D. 013/2019 (fs. 11
a 14 y 15 a 18 vta.).
II.3. Por memoriales interpuestos el 15 y 16 de idéntico mes y año en oficinas del Sindicato Regional
de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, los impetrantes de tutela solicitaron y reiteraron fotocopias
legalizadas de los antecedentes del proceso disciplinario de la Asamblea General Ordinaria de 6 de
similar mes y año, en la que se dictaminó su expulsión y de las Resoluciones del Consejo Disciplinario
precitadas (fs. 19 a 20 vta. y 22 a 23).
II.4. Consta nota suscrita por el Consejo Disciplinario del Sindicato mencionado, dirigido a Juan de
Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez y Luis Edmundo Garrón Carbajal, mediante la
cual respondieron a cuatro puntos solicitados: i) Que la documentación del proceso disciplinario se
encuentra en custodia del Secretario de Actas del Consejo y que al encontrarse de viaje no se podrá
otorgar las fotocopias requeridas; ii) El Acta de 6 de abril de 2019, no se encuentra bajo su custodia,
correspondiendo se solicite a la Asamblea General Ordinaria; iii) El 15 de abril de 2019, se realizó la
entrega de las Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019
y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, en copias originales a su conocimiento; y, iv) El Concejo Disciplinario no
remitió ninguna nota a FANCESA S.A., en la cual instruya su suspensión en la factoría, aclarando que
no es atribución de dicha instancia disciplinaria (fs. 21).
II.5. De acuerdo al Acta 006 de 17 de abril de 2019, de Verificación de Respuesta a memoriales de
16 de abril de igual año, consta que Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez y
Luis Edmundo Garrón Carbajal se constituyeron en Secretaría del Sindicato Regional de Choferes
Sucre “Transporte Pesado”; en la que Jhonny Armando Estrada Morales y Jimena Barrón, Secretario
de Hacienda y Secretaria, ambos del Sindicato mencionado, informaron que los memoriales dirigidos
al Presidente y Miembros del Concejo Disciplinario, en el que reiteraron que la solicitud de fotocopias
legalizadas, no fueron providenciados “a la fecha” (fs. 24). En mérito al Acta 008 de 24 de abril del
mismo año, consta que Jhonny Armando Estrada Morales, Secretario de Hacienda, informó que los
memoriales en los que se peticionó por segunda vez fotocopias legalizadas no fueron providenciados
(fs. 26). Según Acta 012/2019 de 10 de mayo, la Secretaria del Sindicato informó que los memoriales
en los que se solicitaron fotocopias legalizadas no contaban con respuesta y el recurso de apelación
interpuesto por Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, no fue remitido a la instancia correspondiente (fs.
28). Por el contenido del Acta de 016/2019 de 16 mayo, se informó que los memoriales de solicitud
de fotocopias legalizadas, no fueron providenciados y en relación a la apelación incoada por Edwin
Rodolfo Rodríguez Pérez, ocurrió lo mismo. Asimismo, en relación al pedido de que sean habilitados
para recibir carga, Mario Valencia Torres, Grover Basagoitia Chacón, Gil Calderón Salinas, Secretario
General, de Transporte y Hacienda informaron que Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar
Gutiérrez, Luis Edmundo Garrón Carbajal y Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez no estaban habilitados
debido a la sanción emergente de la Asamblea General Ordinaria y que su caso fue derivado a la
Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, instancia que resolvería los recursos
planteados. De igual manera, la Secretaria de la Federación predicha, informó que no existe un
tribunal de honor constituido y que el mismo recién se conformaría (fs. 29). Finalmente, en razón del
Acta 017/2019 de 20 de igual mes, se hizo constar que los accionantes se constituyeron en oficinas
de Severino Condori, Secretario General de la Federación Departamental de Chóferes aludida, quien
informó que no cuentan “a la fecha” con dicho tribunal y que recién se conformaría el miércoles 22
del mismo mes y año (fs. 30).
II.6. Cursa oficio suscrito por el Secretario de Relaciones del Sindicato Regional de Chóferes Sucre
“Transporte Pesado”, de 24 de abril de 2019, dirigido al Presidente del Directorio de FANCESA S.A.,
a través del cual puso en su conocimiento las Resoluciones de expulsión del seno del Sindicato,
emitidas por el Consejo Disciplinario, de los afiliados Luis Edmundo Garrón Carbajal y Edwin Escobar
Gutiérrez; y, solicitó regularizar y tomar nota de las referidas Resoluciones de los exafiliados,
debiendo depurar a los socios que no cuentan con certificado de afiliación (fs. 27).
II.7. Se tiene: a) Oficio de 26 de febrero de 2019, por el que los Secretarios de Gobierno, Hacienda
y de Transporte 1 del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, hicieron conocer al
Presidente del Consejo Disciplinario del citado Sindicato, la nómina de 17 afiliados que estuvieron
descargando en medio camino y no así en el destino dispuesto, entre los que se encuentran los ahora
peticionantes de tutela (fs. 83); b) Oficio con cite GCOM 163/ “2018” -lo correcto es 2019- de 17 de
enero, suscrita por el Gerente General de FANCESA S.A., a través del cual se dio aviso al Sindicato
referido, que el transporte de cemento está programado en destino, debe ser obligatoriamente
entregado en el lugar establecido por dicha fábrica, lo contrario implicaría ser sujetos a una primera
falta con la suspensión de tres meses y por una segunda falta, la suspensión total (fs. 84); c) Detalle
de viajes por vehículo, cantidad de carga, destino y fechas de viaje, correspondientes a Juan de Dios
Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez, Luis Edmundo Garrón Carbajal (fs. 86 a 93);
Citaciones 019/2018, 020/2018 y 023/2018, todas de 12 de marzo de 2019 a los peticionantes de
tutela, poniéndoles en conocimiento el inicio de proceso disciplinario del Sindicato aludido, por haber
procedido a descargar bolsas de cemento fuera de ruta; es decir, que no llegaron a destino final en
la ruta Sucre-Santa Cruz, emplazándolos a presentarse el día 22 de similar mes y año a horas 9:00
ante el Comité Disciplinario del Sindicato citado ubicado en la Plaza 25 de Mayo número 48 de la
ciudad de Sucre, a los fines de ser escuchados y presenten los descargos que vean por conveniente
para su defensa; constando en el reverso de cada citación la firma de recepción (fs. 94 a 96); d)
Libro de Actas de 22 de idéntico mes y año, en cuyo orden del día se redactó: “Caso compañeros
que descargaron en medio camino y rebaja de flete” (sic), constando las declaraciones de Luis
Edmundo Garrón Carbajal, así como otros afiliados de la lista de 17; mas no se presentaron a la
convocatoria Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, Edwin Escobar Gutiérrez, Juan de Dios Doria Medina
Cavero y otros (fs. 97 a 101). e) Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019,
S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019 todas de 5 de abril, a
través las cuales de sancionó con expulsión del Sindicato a los ahora accionantes (fs. 3 a 10). Nota
de 15 de abril suscrito por miembros del Consejo Disciplinario de ese Sindicato, mediante el cual
pusieron en conocimiento del Secretario General de la Federación citada, las Resoluciones nombradas
a través de las cuales se sancionó a los solicitantes de tutela, a lo fines que corresponda (fs. 102); y,
f) Memoriales de apelación presentados por los impetrantes de tutela ante el Presidente y miembros
del Consejo Disciplinario del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado” el 18 de abril
de 2019 (fs. 78 a 81).
II.8. Oficios de 18, 20 y 21 de marzo de 2019, suscrito por el Directorio del Sindicato Regional de
Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, a través de los cuales se hizo conocer al Presidente del Consejo
Disciplinario, que Edwin Escobar Gutiérrez, Juan de Dios Doria Medina Cavero y Edwin Rodolfo
Rodríguez Pérez, habían procedido a descargar en reiteradas ocasiones la carga otorgada por
FANCESA S.A., sin autorización y siendo los mismos reincidentes; asimismo, se adjuntó a los oficios
detalles de viajes por vehículo (fs. 110 a 114).
II.9. Libro de Actas que contiene actuaciones del 4 de abril de 2019, en la que se hizo presente el
afiliado Edwin Escobar Gutiérrez para prestar su declaración y descargos (fs. 119 vta.).
II.10. Acta de 5 de igual mes y año, en el que consta Resolución emitida por el Consejo Disciplinario,
respecto a la denuncia presentada por el Directorio en la que reportó que 17 afiliados procedieron a
descargar cemento en lugares que no fueron sus destinos (fs. 121 vta. a 122).
II.11. Oficio de 15 de dicho mes y año, suscrito por integrantes del Consejo Disciplinario del citado
Sindicato, dirigido al Secretario General de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca,
haciendo conocer que se castigó a afiliados de dicho Sindicato, con expulsión, a los fines que
corresponda (fs. 124). De igual manera, en la misma fecha, dichos extremos fueron puestos a
conocimiento del Directorio del Sindicato referido, a los fines de realizar el seguimiento a las sanciones
emitidas (fs. 125).
II.12. Mediante Oficio de 23 de idéntico mes y año, el Consejo Disciplinario, derivó los recursos de
apelación incoados por Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez y Luis Edmundo
Garrón Carbajal, ante el Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de
criterios interpretativos ni resolver las apelaciones interpuestas contra las Resoluciones Consejo
Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y
S.R.CH.S./C.D. 015/2019 de 5 de abril, que en virtud a la citada norma dispusieron la sanción de
expulsión, cuyo resultado al presente les impide que FANCESA S.A. les favorezca con carga para su
transporte a las diferentes ciudades del país; se evidencia según la Conclusión II.5 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, que por denuncia efectuada por el Directorio del Sindicato
precitado, el Consejo Disciplinario instauró sumario disciplinario contra 17 afiliados por el mismo
hecho; es decir, por proceder a descargar bolsas de cemento en medio camino y no así en la ciudad
de destino, adjuntando para el efecto reporte de los viajes realizados por los procesados, así como
el oficio remitido por FANCESA S.A., en el que realiza la advertencia de sanciones en caso de incurrir
en el referido hecho. Se tiene de la normativa interna, el Consejo Disciplinario prenombrado citó a
los involucrados para que se presenten ante dicha instancia y presten sus declaraciones y prueba de
descargo a los fines de desvirtuar la denuncia efectuada; a tal efecto y conforme consta en el Libro
de Actas (fs. 97 a 101) se presentaron varios de los afiliados procesados; sin embargo, se registró la
ausencia de Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, Edwin Escobar Gutiérrez, Juan de Dios Doria Medina
Cavero y otros; para posteriormente y en virtud a la prueba emitieron las Resoluciones señaladas
supra (fs. 66 a 75), mediante las cuales se sancionó con expulsión del Sindicato a los ahora
impetrantes de tutela, al evidenciar por la documental, fotografías y audios, la reincidencia en la
conducta prevista en el art. 40 del Reglamento Interno citado precedentemente; mostrándose en las
actas presentadas, que los involucrados y entre ellos Luis Edmundo Garrón Carbajal, admitió la
comisión de la falta y condicionó una resolución disciplinaria a su favor, a cambio de mayor
información que evidencia dicha conducta respecto a otros involucrados o procesados; y en relación
a Edwin Escobar Gutiérrez y Juan de Dios Doria Medina Cavero, a pesar de su citación conforme
consta a fs. 94 a 95, no se presentaron a los fines de asumir defensa y demostrar los descargos
correspondientes.
Ahora bien, según lo transcrito del art. 40 del Reglamento Interno del Sindicato Regional de Chóferes
Sucre, es evidente que la reincidencia al comercializar con la carga transportable, tiene como sanción
la expulsión pública y definitiva; se entiende del informe de los demandados, que dicha expulsión se
produjo en Asamblea Ordinaria del referido Sindicato, oportunidad en la que los peticionantes de
tutela conocieron la determinación, situación de la que al presente no existe constancia documentada
a los fines de su comprobación. Por otra parte, se tiene que los impetrantes de tutela, denunciaron
que la sanción dispuesta como resultado del sumario disciplinario, fue aplicada de manera inmediata,
no contando al presente con el beneficio de la distribución de carga de FANCESA S.A. para transportar
a otras ciudades, aspecto demostrado a través del oficio remitido al Presidente del Directorio de esa
factoría, suscrito por el Secretario de Relaciones del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte
Pesado”, descrito en la Conclusión II.6 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, a través
del cual se hizo conocer que dos de los afiliados, ahora solicitantes de tutela, Luis Edmundo Garrón
Carbajal y Edwin Escobar Gutiérrez, habían sido expulsados y que se debía depurar a los mismos al
no contar con certificado de afiliación. De igual manera, el Acta Notarial 016/2019 de 16 de mayo,
certifica lo informado por los directivos de dicho Sindicato, en sentido de que Juan de Dios Doria
Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez, Luis Edmundo Garrón Carbajal y Edwin Rodolfo Rodríguez
Pérez no estaban habilitados para recibir carga (transporte de cemento FANCESA S.A.) y que su
“CASO FUE DERIVADO A LA FEDERACIÓN, QUE LA DECISIÓN ASUMIDA POR LA
ASAMBLEA ES MAGNA POR LO QUE NO PUEDEN DECIDIR NADA…” (sic); advirtiendo de lo
anterior que, la sanción impuesta por el Consejo Disciplinario y dada a conocer a los impetrantes de
tutela en Asamblea Ordinaria del Sindicato, también fue de conocimiento de la factoría a los fines de
que los ejecutivos de la misma tomen previsiones respecto a exafiliados y procedan a la depuración
de socios que no contaban con certificado de afiliación.
Por otra parte, de la misma Acta Notarial 016/2019, descrita en la Conclusión II.5, se tiene que los
directivos en funciones del Sindicato, informaron que, si bien aún no se encontraba constituido el
Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes Chuquisaca, se había remitido el
“caso” de los impetrantes de tutela ante la Federación precitada; es decir, la impugnación presentada
por los mismos; implicando dicha situación sería resuelta una vez se constituya el citado Tribunal y
que al presente no existía sanción disciplinaria de expulsión debidamente ejecutoriada.
Asimismo, de las Conclusiones II.12 y 13 se tiene que el Consejo Disciplinario el 23 de abril 2019,
derivó los recursos de apelación presentados por Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar
Gutiérrez y Luis Edmundo Garrón Carbajal ante el Tribunal de Honor citado precedentemente, a los
fines del art. 15 del Reglamento, dicha situación mereció la respuesta del Secretario General y de
Conflictos por Nota FED.CH.CH. 1241/017-019 de 25 de abril, por el que hace conocer que se
encuentran en proceso eleccionario a nivel departamental, implicando dichas situaciones que muchos
sindicatos no cuentan con directorios electos; por lo que se dejaría la documentación (apelaciones)
al nuevo Directorio de la Federación, para su posterior atención. Lo propio, ocurre con el recurso de
apelación interpuesto por Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, ya que, por providencia de 26 de abril de
2019, el Consejo Disciplinario, dispuso que por Secretaría se remita con nota de atención al Tribunal
de Honor de la Federación aludida, en cuanto el mismo se tenga conformado.
De la normativa interna se tiene lo siguiente: 1) Reglamento Interno del Sindicato Regional de
Chóferes “Sucre”, en el art. 40 se señala que son pasibles a sanciones muy graves los que reincidan
en el comercio con la carga transportable entregada por el Sindicato, siendo la sanción expulsión
pública y definitiva haciendo conocer a la opinión el delito cometido; a su vez el art. 49 inc. d) de la
misma norma refiere que el Concejo Disciplinario tiene como atribución que toda queja o denuncia
que venga del directorio, exigirá que sea por escrito y se inicio el sumario según la gravedad y que
una vez escuchada la defensa y concluido el proceso, se dictaminará la sanción para que apruebe la
asamblea; 2) El Estatuto Orgánico de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, prevé
en el art. 51 que todo proceso instaurado por indisciplina tiene sus fases sumario y de decisión en el
Tribunal de Honor de los Sindicatos y Federación Departamental, los fallos de este Tribunal tendrá
su apelación a la Federación, Confederación y Congreso Ordinario, según el caso; y, 3) Estatuto
Orgánico de la Confederación Sindical de Chóferes de Bolivia, refiriendo que el art. 87 que todo
proceso instaurado por indisciplina sindical, tienen sus fases sumaria y de decisión en los tribunales
de honor, departamental y nacional y que los fallos del tribunal de honor podrán ser apelados al
departamental y de este, al nacional.
En virtud a dicha normativa y según se tiene de lo descrito en la Conclusión II.7, ante la denuncia de
ejecutivos del Directorio del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, fue tramitado
por el Consejo Disciplinario un sumario en contra de los ahora peticionantes de tutela, haciéndoles
conocer el hecho denunciado, para posteriormente emitir un fallo con la imposición de la sanción
disciplinaria y aplicar no solo el art. 40 sino también el 49 inc. d) del citado Reglamento Interno, en
sentido de que una vez emitida la sanción, de expulsión esta se haría pública y además aprobada por
la Asamblea General Ordinaria, situación que se efectivizó cuando se llevó a cabo la reunión sindical
el 22 de marzo de 2019 en cuya oportunidad se trató el “Caso compañeros que descargaron en medio
y rebaja de flete” (sic) y la posterior emisión de las Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D.
012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, es por ello
que, por oficio de 15 de abril de 2019 suscrito por miembros del Consejo Disciplinario, pusieron en
conocimiento del Secretario General de la Federación las Resoluciones emitidas a través de las cuales
se sancionó a los solicitantes de tutela a los fines que corresponda; es decir, para aprobación, acto
que tuvo lugar, conforme se señaló de manera precedente en oportunidad de darse lectura de la
resolución en Asamblea Ordinaria en la que participaron los afiliados, encontrándose presentes
también los ahora solicitantes de tutela, motivando a que soliciten fotocopias de las actuaciones del
sumario disciplinario y presenten el recurso de apelación respectivo.
Ahora bien, luego de haber recibido los recursos de apelación y remitido a través de oficio para su
tratamiento (fs. 25), si bien por el cambio de Directiva la Federación Departamental de Chóferes de
Chuquisaca, aún no contaba con un tribunal de honor constituido; no correspondía hacer conocer
mediante nota del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, al Directorio de
FANCESA S.A. sobre la expulsión de sus afiliados, pues es aquí donde se produce la vulneración de
los derechos ahora reclamados por los peticionantes de tutela (fs. 27) y se confirma aún más por la
información brindada por los propios Directivos cuando señalan que no se encontraban habilitados
para recibir carga (fs. 29 vta.); es decir, se hace conocer una sanción que aún no se encuentra
ejecutoriada y al mismo tiempo se remiten antecedentes para que la instancia jerárquica resuelva las
impugnaciones interpuestas.
En cuanto al hecho de que las impugnaciones fueron presentadas ante autoridad que no tenía
competencia; dicha situación fue superada de acuerdo al oficio y providencias de 23 y 26 de abril de
2019, suscritas por el Consejo Disciplinario, con la remisión de las apelaciones ante autoridad llamada
por ley a los fines de su tratamiento; en ese sentido en virtud al principio de informalismo que rige
la acción disciplinaria, dichos recursos serán conocidos por autoridad correspondiente de acuerdo a
normativa expresa.
Respecto a la falta de legitimación pasiva y el acto consentido, los fundamentos expuestos por la
Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca son acertados;
constituyéndose en sustento para disponer lo descrito en el punto 1 de la Resolución 84/2019 de 5
de junio; pues de la documental adjunta, la Directiva del Sindicato Regional de Chóferes Sucre
“Transporte Pesado”, ya no tiene competencia para ejecutar sanción disciplinaria, al haber sido la
misma sujeto de impugnación por parte de los solicitantes de tutela y conforme la jurisprudencia
constitucional citada por los mismos, en sentido de que mientras no se constituya un Tribunal superior
jerárquico que conozca dichas apelaciones, la sanción emitida no puede adquirir ejecutoria.
Por lo precedentemente expuesto, la Sala Constitucional al conceder parcialmente la tutela
impetrada, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 84/2019 de 5 de junio, cursante de fs. 214 a 219 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Chuquisaca; y en
consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada, en los mismos términos expresados por la
mencionada Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
En audiencia de consideración de la presente acción tutelar, la demandada sostuvo que solo tuvo
conocimiento de la primera nota que recepcionó el 15 de abril de 2019, y en consideración a la misma
pegó un ejemplar del Estatuto Orgánico solicitado en la puerta del domicilio de los peticionantes de
tutela, adjuntando tomas fotográficas para acreditar tal extremo (Conclusión II.3), al respecto es
necesario señalar que la jurisprudencia constitucional en reiterados fallos como las SSCC 0998/2003-
R de 15 de julio, 1314/2004-R de 17 agosto y 1359/2010-R de 20 de septiembre, expuso acerca de
la aplicación de la teoría del hecho superado, la cual concurre cuando los actos vulneratorios son
enmendados, corregidos o reparados hasta antes de la notificación al demandado con la acción de
defensa interpuesta en su contra, aspecto que no fue comprobado en el caso de autos, ya que si
bien la demandada presentó fotografías, estas no permiten tener certeza de que la reparación del
acto fue anterior a su notificación con la demanda constitucional; en consecuencia, al no haberse
demostrado la desaparición del mismo hasta antes de la notificación a la aludida con el memorial de
acción de amparo constitucional, no corresponde aplicar la precitada teoría del hecho superado en
favor de esta última.
Delimitada la problemática sujeta a examen constitucional, corresponde señalar que al encontrarnos
en un Estado democrático, el derecho a la petición, adquiere una relevancia trascendental para
garantizar el ejercicio de la democracia representativa y participativa, la cual requiere un diálogo
directo entre los ciudadanos y sus autoridades, siendo una obligación constitucional de los servidores
públicos y autoridades electas en todos sus niveles y funciones, la atención adecuada y oportuna
sobre las dudas, inquietudes, propuestas, sugerencias, demandas y problemáticas planteadas por el
ciudadano, dentro de un plazo razonable y a través de una respuesta fundamentada y congruente
con lo peticionado; siguiendo esa línea de razonamiento, en el caso concreto podemos advertir que
habiendo recepcionado la demandada el 15 de abril de 2019 el requerimiento escrito de los
accionantes, no hizo llegar a estos últimos una contestación escrita y formal comunicándoles la
aceptación o rechazo de su solicitud; por otra parte, si bien la omisión calificada de vulneratoria del
derecho a la petición, habría sido enmendada por la denunciada; la misma fue realizada como efecto
de la interposición de la presente acción tutelar, desconociéndose el momento en el que el mismo se
efectuó, no pudiendo considerarse este hecho dentro del campo de la aplicación de la teoría del
hecho superado; correspondiendo conceder la tutela impetrada, de acuerdo al criterio establecido en
el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela, actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 41/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 44 a 47 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni; y en
consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela impetrada respecto a la vulneración del derecho a la petición, en
los mismos términos expuestos por la Sala Constitucional; y,
2° DENEGAR en cuanto a las costas procesales impetradas.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
autoridades demandadas no consideraron que en etapa de ejecución o cobro no cuentan con ninguna
opción para poder interrumpir la prescripción, quedando al arbitrio de la voluntad del sujeto pasivo
las condiciones de dicha facultad, reflejando una desigualdad de oportunidades entre ambas partes.
Por ello, existiendo un vacío legal en el Código Tributario Boliviano, se emplea por analogía el principio
de supletoriedad; es decir, son aplicables los arts. 340, 1493 y 1503 del Código Civil (CC), conforme
permiten los arts. 5.II y 8 del Código Tributario Boliviano (CTB), siendo que nunca dejaron de ejercer
su derecho de cobro de la deuda, y el hecho que el sujeto pasivo no tomó acción alguna para el pago
de la deuda tributaria, no es justificativo para afirmar que la Administración Tributaria hubiera
incurrido en inacción por más de cuatro años que es el tiempo en el cual opera la prescripción.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La entidad accionante denunció como lesionado el derecho al debido proceso en su elemento de
igualdad de partes, citando al efecto los arts. 115.II, 119 y 178.I de la Constitución Política del Estado
(CPE); 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); 8 y 10 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos (DUDH); y, 8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo se anule la Sentencia 108 pronunciada por las autoridades
demandadas, debiendo emitir otra resolución sin vulnerar los derechos y garantías reconocidos por
la Norma Suprema, motivando y fundamentando correctamente la misma.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 27 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 907 a
922, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La entidad accionante a través de su abogado, reiteró los fundamentos expuestos en su acción de
amparo constitucional, añadiendo que: a) Para la aplicación supletoria de una norma, se requiere de
la concurrencia de dos condiciones: la primera, la previsión expresa contenida en la ley que presenta
el vacío normativo de determinadas leyes, para las circunstancias no previstas expresamente;
condición cumplida por mandato del art. 5.II del CTB; respecto a la segunda condicionante, que la
situación no contemplada en la ley -vacío normativo-, sea igual a la regulada por otra, la cual se
aplicará por supletoriedad; b) Analizando el citado Código, éste otorga un permiso para emplear otra
disposición, admitiendo también la analogía para llenar vacíos legales, conforme al art. 8 del citado
Código, quedando demostrado este aspecto a la interrupción de la prescripción en etapa de ejecución
tributaria, pudiendo ejercer dicha omisión el Código Civil, que establece el instituto de la prescripción
y las causales con relación a las deudas entre personas naturales y/o jurídicas; c) La deuda ha sido
auto determinada por el contribuyente a través de declaraciones juradas, expresando lo que debe
con la diferencia que no las canceló; siendo una norma supletoria aplicable al caso concreto el
indicado Código, determinando acciones a tomar por parte del acreedor que no prevé el Código
Tributario Boliviano; d) No hubo dejadez o inacción por parte del SIN, el óbice que se tiene es que
todas las acciones de cobro que se hicieron, no las reconoce la normativa tributaria; la AGIT y las
autoridades demandadas en sus resoluciones, no mencionaron ninguna acción tendiente a
interrumpir el cómputo de la prescripción; por ello existe vacío, debiendo aplicarse por supletoriedad
y analogía el Código Civil; y, e) Al declarar prescrita las facultades de cobro y sostener esta decisión
por parte del Tribunal Supremo de Justicia, se está generando un daño económico al Estado, porque
están impidiendo que la Administración Tributaria logre recuperar los adeudos que a la fecha llegaría
a un importe total de Bs168 201.- (ciento sesenta y ocho mil doscientos un bolivianos), tomando en
cuenta que la deuda tributaria tiene que ser necesariamente actualizada a la fecha de pago;
reiterando se conceda la tutela demandada.
I.2.2. Informe de los demandados
aspectos ajenos a materia constitucional, como el referido al principio de igualdad procesal que no
es materia tutelable; vi) La actividad interpretativa realizada por las autoridades judiciales o
administrativas, no es labor propia de la justicia constitucional, debiendo explicar la entidad
accionante, la ilegalidad de los argumentos empleados por la AGIT y el Tribunal Supremo de Justicia;
empero, no lo hizo; y, vii) El criterio plasmado en la Sentencia 108, es parte de la línea doctrinal
implantada por la AGIT, la cual buscó ser modificada con una acción de defensa; sin embargo, dicho
extremo ya fue analizado y considerado en la SCP 0365/2018-S2; situaciones por las que debe ser
denegada esta acción tutelar, ya que el aludido fallo es vinculante por poseer elementos fácticos
análogos a la presente causa.
Asimismo en audiencia a través de su abogado, ratificó el informe presentado, añadiendo que a lo
largo de las acciones recursivas y esencialmente en el proceso contencioso administrativo, se respetó
la igualdad a la que hizo referencia la parte peticionante de tutela de ofrecer, producir o introducir
prueba rebatida e impugnar cuanto acto creyere conveniente en igualdad de condiciones. Por otra
parte, es preciso aclarar que la deuda con el Estado nunca prescribió, sino la facultad de la
Administración Tributaria de poder cobrarla por la inacción de los funcionarios de dicha entidad de
no haberlo hecho en el tiempo prudente, y ahora el SIN pretende alargar este tiempo con la supuesta
figura de que no existe alguna normativa o hay un vacío legal, lo cual es falso, porque la norma
establece el tiempo prudente para la prescripción; reiterando que se declare la improcedencia de la
presente acción tutelar por falta de requisitos que deben existir, o caso contrario se deniegue la
misma.
Edwin Ruegenberg Jerez, representante de ECOM Ltda., no presentó informe alguno, menos se hizo
presente en la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 234.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
69/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 923 a 929, denegó la tutela solicitada; a tal efecto, expresó
los siguientes fundamentos: a) Las partes en el proceso contencioso administrativo, desempeñaron
su actividad procesal de manera activa, extremo que se deduce de los memoriales presentados, las
notificaciones y otros actuados; por lo que, no puede argüirse que se haya vulnerado el derecho de
igualdad procesal alegado por la parte accionante; b) Respecto al supuesto vacío legal del Código
Tributario Boliviano, y por consecuencia la posibilidad de aplicar supletoriamente y por analogía el
Código Civil, la jurisprudencia constitucional en la SCP 0365/2018-S2, estableció que la norma
aplicable es el Código Tributario Boliviano, en torno al cómputo, interrupción y suspensión de la
prescripción, no correspondiendo aplicar supletoriamente el Código Civil; y, c) No es atendible la
petición de la entidad impetrante de tutela, tanto en lo que se refirió en la vulneración del debido
proceso en su elemento de igualdad procesal, así como el supuesto vacío de la norma tributaria, en
cuanto a la interrupción del término de la prescripción en etapa de ejecución tributaria.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10 de 21 de enero de
2010, la Gerencia Distrital Oruro del SIN -ahora entidad accionante-, resolvió aceptar las facilidades
de pago solicitada por el contribuyente ECOM Ltda., para que cancele la deuda tributaria en treinta
y cuatro cuotas mensuales y consecutivas de UFV 915 38.- (novecientas quince 38/100 unidades de
fomento a la vivienda [fs. 60 a 61]).
II.2. La Administración Tributaria a través del PIET 24-00335-10 de 5 de agosto del mismo año,
anunció a ECOM Ltda., que daría inicio a la ejecución tributaria del título 20-00013-10, al tercer día
de su legal notificación con el presente proveído, a partir del cual se realizarán las medidas coactivas
correspondientes, al estar firme, legalmente exigible y ejecutoriada Resolución Administrativa antes
referida (fs. 68).
II.3. Por escrito presentado el 8 de marzo de 2016 ante el Gerente Distrital Oruro del SIN, la empresa
contribuyente a través de su representante solicitó se declare la prescripción del derecho de cobro
por el transcurso del tiempo del IT de los períodos marzo y agosto de 2008 e IUE de marzo de 2009
inmersos en el PIET 24-00335-10 que incluye el tributo omitido más las sanciones (fs. 218 y vta.).
II.4. La entidad impetrante de tutela, mediante Auto 25-00483-16 de 17 de marzo de 2016, resolvió
rechazar la solicitud de prescripción presentada por ECOM Ltda., correspondiente al PIET 24-00335-
10 (fs. 220 a 223).
II.5. El contribuyente ECOM Ltda., a través del memorial presentado el 1 de abril de 2016, interpuso
recurso de alzada contra la citada determinación (fs. 743 a 744); en virtud a ello, la Directora
Ejecutiva Regional a.i. de la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria (ARIT) La Paz, pronunció
la Resolución del Recurso de Alzada ARIT-LPZ/RA 0474/2016 de 27 de junio, resolviendo revocar
totalmente el Auto 25-00483-16, emitido por la entidad ahora accionante; en consecuencia, declaró
prescrita la facultad de cobro en relación al Título de Ejecución Tributaria concerniente a la RA 20-
00013-10 (fs. 774 a 784).
II.6. En mérito a la decisión que antecede, la Administración Tributaria -hoy peticionante de tutela-
por escrito presentado el 19 de julio de igual año, formuló recurso jerárquico (fs. 802 a 807 vta.);
producto de ello, el Director Ejecutivo General a.i. de la AGIT, mediante Resolución de Recurso
Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016 de 5 de septiembre, resolvió confirmar la Resolución impugnada; en
consecuencia, dejó sin efecto el Auto 25-00483-16, declarando prescrita la Facultad de Ejecución
Tributaria de la Resolución Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10, del plan de pagos del
IT de los períodos fiscales agosto de 2008 y marzo de 2009, e IUE de marzo de 2008, contenida en
el PIET 24-00335-10, de conformidad a lo previsto en el art. 212.I inc. b) del CTB (fs. 828 a 838).
II.7. Habiendo interpuesto la Administración Tributaria, demanda contenciosa administrativa contra
la precitada Resolución Jerárquica, los Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia -ahora autoridades
demandadas-, pronunciaron la Sentencia 108 de 29 de octubre de 2018, declarando
IMPROBADA la citada demanda; en consecuencia, mantuvieron firme y subsistente la Resolución
de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016 (fs. 860 a 864 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La entidad accionante denuncia la lesión del derecho al debido proceso en su elemento de igualdad
de partes; alegando que, dentro del proceso administrativo sustanciado contra ECOM Ltda., la
Gerencia Distrital Oruro del SIN, habiendo interpuesto demanda contenciosa administrativa, las
autoridades demandadas pronunciaron la Sentencia 108 de 29 de octubre de 2018, declarando
improbada la misma; empero, no consideraron que las causales de interrupción de la prescripción
prevista en el art. 61 del CTB, no son aplicables en la etapa de ejecución tributaria, ya que la ley no
cita ninguna acción que la Administración Tributaria pudiera utilizar para ese efecto, quedando esta
condición solo en manos del sujeto pasivo, reflejando por ello una desigualdad entre ambas partes;
por ello, ante la existencia de un vacío legal sobre este instituto en fase de ejecución, correspondía
emplear de manera supletoria y por analogía los arts. 340, 1493 y 1503 del CC, al encontrarse
regulada una situación similar en dicho cuerpo normativo civil.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre el derecho a la igualdad de las partes procesales
El art. 119.I de la CPE, establece: “Las partes en conflicto gozarán de igualdad de oportunidades para
ejercer durante el proceso las facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por
la indígena originaria campesina”.
Al respecto, la SCP 0235/2015-S1 de 26 de febrero, sostuvo: “Postulado constitucional que habiendo
sido interpretado por la reiterada jurisprudencia constitucional, identificó al derecho a la igualdad de
las partes procesales, como uno de los elementos que conforman el derecho al debido proceso; esta
igualdad, presupone que los sujetos intervinientes en la contienda judicial se hallan dotados de los
mismos derechos, posibilidades y cargas, sin que exista ningún tipo de privilegios a favor o en contra
de alguno de ellos; es decir, cada una de las partes del proceso, es titular de similares deberes y
derechos procesales y por lo tanto, deben ser sometidos a un mismo trato por el juez o tribunal que
conozca el proceso; esto implica que la autoridad jurisdiccional, no puede favorecer con sus actos a
ninguna de las partes en conflicto, por el contrario, se ve obligada a mantener una posición neutral
respecto a ellos, asegurando el equilibrio procesal entre contrarios y materializando el valor justicia
en toda su dimensión”.
Entendimiento reiterado por la SCP 1013/2016-S1 de 21 de octubre.
III.2. Sobre la regulación de la prescripción en el Código Tributario Boliviano
Al respecto, el Código Tributario Boliviano, en su Título I, Capítulo III referido a la Relación Jurídica
Tributaria, Sección VII: Formas de Extinción de la Obligación Tributaria y de la Obligación de Pago
en Aduanas, Subsección V: Prescripción, sin las modificaciones introducidas por la Ley 291 de 22 de
septiembre de 2012 -Ley de Modificaciones al Presupuesto General del Estado-, regulaba la
prescripción de las obligaciones tributarias de la siguiente manera:
“Art. 59° (Prescripción)
I. Prescribirán a los cuatro (4) años las acciones de la Administración Tributaria para:
1. Controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos.
2. Determinar la deuda tributaria.
3. Imponer sanciones administrativas.
4. Ejercer su facultad de ejecución tributaria.
II. El término precedente se ampliará a siete (7) años cuando el sujeto pasivo o tercero responsable
no cumpliera con la obligación de inscribirse en los registros pertinentes o se inscribiera en un régimen
tributario que no le corresponda.
III. El término para ejecutar las sanciones por contravenciones tributarias prescribe a los dos (2)
años.
Art. 60° (Cómputo)
I. Excepto en el numeral 4 del parágrafo I del Artículo anterior, el término de la prescripción se
computará desde el 1 de enero del año calendario siguiente a aquel en que se produjo el vencimiento
del período de pago respectivo.
II. En el supuesto 4 del parágrafo I del Artículo anterior, el término se computará desde
la notificación con los títulos de ejecución tributaria.
III. En el supuesto del parágrafo III del Artículo anterior, el término se computará desde el momento
que adquiera la calidad de título de ejecución tributaria.
Art. 61° (Interrupción) La prescripción se interrumpe por:
a) La notificación al sujeto pasivo con la Resolución Determinativa.
b) El reconocimiento expreso o tácito de la obligación por parte del sujeto pasivo o
tercero responsable, o por la solicitud de facilidades de pago.
Interrumpida la prescripción, comenzará a computarse nuevamente el término a partir del primer día
hábil del mes siguiente a aquél en que se produjo la interrupción.
Art. 62° (Suspensión) El curso de la prescripción se suspende con:
I. La notificación de inicio de fiscalización individualizada en el contribuyente. Esta suspensión se
inicia en la fecha de la notificación respectiva y se extiende por seis (6) meses.
II. La interposición de recursos administrativos o procesos judiciales por parte del contribuyente. La
suspensión se inicia con la presentación de la petición o recurso y se extiende hasta la recepción
formal del expediente por la Administración Tributaria para la ejecución del respectivo fallo” (las
negrillas nos corresponden).
En ese marco, la SCP 0365/2018-S2 de 24 de julio, respecto a la aplicación de las causas de
interrupción de la prescripción en materia tributaria, previstas en el art. 61 del CTB, sostuvo lo
siguiente: “De las normas glosadas precedentemente, el Código Tributario Boliviano, como norma
especial en materia tributaria, contiene regulaciones expresas en cuanto al cómputo, las causales
de interrupción y suspensión, insertos en los arts. 60, 61 y 62 del CTB, del término prescripcional
entre los que no se encuentran las medidas tendientes al cobro, ejecutadas por la Administración
Tributaria, de cuyo contenido resulta evidente que comprende también a la fase ejecución, dado que
el art. 59.I del CTB -sin las modificaciones introducidas por la Ley 291 de 22 de septiembre de 2012-
, comprendía al ejercicio de la facultad de ejecución tributaria entre las acciones de la Administración
Tributaria prescriptibles; y en ese orden, respecto de esa facultad el art. 60.II del referido Código -
sin las modificaciones introducidas por la Ley 291 y 317- fija el comienzo del término de prescripción,
desde la notificación con los títulos de ejecución tributaria; y en cuanto a las causas de
interrupción de este término la causal prevista en el art. 61 inc. b) del CTB, es claramente
aplicable a la fase de ejecución” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
Descrito el marco jurisprudencial para el examen del presente caso, de la revisión y cotejo de los
antecedentes que cursan en el expediente, se llegó a evidenciar que el 21 de enero de 2010, la
Gerencia Distrital Oruro del SIN -ahora accionante-, emitió la Resolución Administrativa de Facilidades
de Pago 20-00013-10, por la cual aceptó lo solicitado por el contribuyente ECOM Ltda., para que
cancele la deuda tributaria.
Luego, mediante PIET 24-00335-10 de 5 de agosto de igual año, la Administración Tributaria anunció
al contribuyente que daría inicio a la ejecución tributaria de la RA 20-00013-10, misma que se
encontraba firme, legalmente exigible y ejecutoriada, al tercer día de su legal notificación con este
proveído, a partir del cual se realizarían las medidas coactivas correspondientes. Posteriormente, el
8 de marzo de 2016, el contribuyente solicitó la prescripción del derecho al cobro por el transcurso
del tiempo del IT períodos fiscales marzo y agosto de 2008 y del IUE de marzo de 2009, inmersos en
el citado PIET; solicitud que fue rechazada por la entidad accionante, a través del Auto 25-00483-16
de 17 de marzo de 2016.
En virtud a ello, ECOM Ltda., interpuso recurso de alzada contra dicho fallo; a cuyo efecto, la Directora
Ejecutiva Regional a.i. de la ARIT La Paz, pronunció la Resolución del Recurso de Alzada ARIT-LPZ/RA
0474/2016 de 27 de junio, que revocó totalmente el Auto 25-00483-16; en consecuencia, declaró
prescrita la facultad de cobro en relación al Título de Ejecución Tributaria concerniente a la Resolución
Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10. Como resultado de la decisión adoptada, la
Administración Tributaria formuló recurso jerárquico; producto de ello, el Director Ejecutivo General
a.i. de la AGIT, mediante Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016 de 5 de septiembre,
confirmó la Resolución impugnada, dejando sin efecto el Auto 25-00483-16 y prescrita la facultad de
ejecución tributaria de la Resolución Administrativa mencionada.
Contra dicha determinación, la entidad peticionante de tutela interpuso demanda contenciosa
administrativa; a tal efecto, los Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa,
Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia -ahora autoridades demandadas-,
pronunciaron la Sentencia 108 de 29 de octubre de 2018, declarando improbada la citada demanda,
en tal sentido, mantuvieron firme y subsistente la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ
1085/2016.
Ahora bien, a través de la presente acción tutelar, la citada entidad accionante denuncia que las
autoridades demandadas al emitir dicha Sentencia no consideraron que en etapa de ejecución
tributaria o cobro, el art. 61 del CTB no establece ninguna acción que la Administración Tributaria
pueda aplicar para interrumpir la prescripción, sino el sujeto pasivo cuenta con dicha prerrogativa;
por ello, al existir un vacío legal sobre este aspecto en la normativa tributaria, correspondía la
aplicación supletoria de las normas del Código Civil, ante la falta de regulación en el Código Tributario
Boliviano sobre este instituto en fase de ejecución.
A ese efecto, del contenido de la aludida Sentencia 108, hoy impugnada, se evidencia que los
Magistrados demandados, señalaron que los arts. 59, 60 y 61 del CTB, disponen la forma de cómputo,
causales de interrupción y suspensión del término de la prescripción en etapa de ejecución tributaria,
en virtud de lo cual, no existe vacío normativo que permita a la Administración Tributaria recurrir
excepcionalmente a otras normas sobre el tema en cuestión, debiendo dar estricto cumplimiento a
la prelación establecida en el art. 5.I del citado Código, aplicando las causales de interrupción
previstas, con preferencia a las demás leyes.
Respecto a que las facultades para la ejecución tributaria no se encontrarían prescritas, ya que dentro
el término de prescripción se ejecutaron las medidas coactivas previstas en el art. 110 del CTB; la
Administración Tributaria emitió la Resolución Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10,
aceptando las condiciones solicitadas por el contribuyente para el pago de las deudas del IT e IUE
por los períodos fiscales respectivos; asimismo, con la presentación del memorial por el
contribuyente, de 10 de septiembre de 2010, se interrumpió dicho término de la prescripción por el
reconocimiento de deuda, por ello el nuevo plazo a este efecto inició el 1 de octubre de igual año y
concluyó el 1 de octubre de 2014, esto en el marco del art. 61 inc. b) y último párrafo del mencionado
Código.
Finalmente, cuando el contribuyente presentó un escrito pidiendo la prescripción, la deuda tributaria
ya se encontraba prescrita, cuyos actos tendientes al cobro de la misma realizados por la
Administración Tributaria, no se adecuan a los presupuestos de interrupción dispuestos en el citado
artículo, al ser medidas coactivas únicamente; no siendo posible recurrir excepcionalmente a la
analogía, debiendo la indicada administración circunscribir sus actuaciones a lo estrictamente
dispuesto por el Código Tributario Boliviano.
De todo lo anteriormente glosado, se pudo evidenciar que el fallo emitido por las autoridades ahora
demandadas, expuso de manera clara y puntual los motivos por los cuales correspondía declarar
improbada la demanda contenciosa administrativa incoada por la Administración Tributaria y en
consecuencia mantener firme y subsistente la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016
que dejó sin efecto el Auto 25-00483-16, efectuando un análisis fundamentado al respecto,
concluyendo que no existe el vacío normativo alegado por la citada administración que permita acudir
a otras normas, debido a que los arts. 59, 60 y 61 del CTB, disponen la forma de cómputo, causales
de interrupción y suspensión del término de la prescripción en etapa de ejecución tributaria.
Dicho razonamiento se halla a su vez corroborado por la jurisprudencia constitucional desarrollada
en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, señalando que
el Código Tributario Boliviano contiene regulaciones expresas en cuanto al cómputo, las causales de
interrupción y suspensión, insertos en los arts. 60, 61 y 62 de dicho cuerpo normativo; concluyendo
que el término de la prescripción comprende también a la fase de ejecución, dado que el art. 59.I
del CTB -sin las modificaciones introducidas por la Ley 291-, comprendía el ejercicio de la facultad de
ejecución tributaria entre las acciones de la Administración Tributaria prescriptibles, y la causal
prevista en el art. 61 inc. b) del citado Código, es aplicable a la indicada fase de ejecución.
En el caso que se analiza y conforme a lo ampliamente expresado en líneas precedentes, queda claro
que no resulta necesario acudir a la aplicación supletoria de las normas previstas en el Código Civil,
específicamente de los arts. 340, 1493 y 1503, a efectos de determinar la interrupción de la
prescripción en etapa de ejecución tributaria, ya que el carácter supletorio al Código Tributario
Boliviano, así como la analogía, se aplican cuando existan vacíos legales en el mismo, de acuerdo a
lo previsto en los arts. 5.II y 8.III del referido Código; extremos que sin embargo no concurren en el
caso presente; toda vez que, el instituto jurídico de la prescripción se encuentra ampliamente
desarrollado en los arts. 59, 60, 61 y 62 del CTB, reflejado en el antedicho Fundamento Jurídico III.2
de este fallo constitucional, conteniendo regulaciones expresas en cuanto al cómputo, sobre las
causales de interrupción, suspensión y del término de prescripción; entre ellas, las medidas
destinadas al cobro, las cuales son ejecutadas por la Administración Tributaria que comprende
también la fase de ejecución.
Consecuentemente, de la revisión del fallo cuestionado, se establece que el mismo expresó
razonamientos referidos a la correcta desestimación de las causas de interrupción de la prescripción
argüido por la parte impetrante de tutela y la normativa especial en materia tributaria aplicable al
caso concreto; en tal sentido, no se evidenció la vulneración del debido proceso y del derecho a la
igualdad de las partes como uno de los elementos de aquel, desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, no siendo viable en consecuencia la tutela
que brinda esta acción de defensa.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 69/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 923 a 929,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital ambos del departamento de Oruro, constituida
en Jueza de garantías, mediante Resolución de 03/2019 de 26 de enero, cursante de fs. 178 a 183
vta., denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes fundamentos: a) No es evidente el indebido
procesamiento alegado por la parte accionante, puesto que los antecedentes procesales evidencian
que la tramitación de la causa fue realizada respetando los plazos procesales; b) El impetrante de
tutela refiere que en audiencia de apelación de la detención preventiva, presentó como nuevos
elementos de prueba el Auto Supremo 225/2018 y Auto de Vista 44/2018; sin embargo, debe tenerse
presente que el caso cuenta con imputación formal vigente, los fundamentos que exponen respecto
a que existirían nuevos hechos sobre su participación en la comisión del delito deberán ser dilucidados
en audiencia de juicio oral; c) Con relación a la aplicación del art. 239. 3) del CPP, si bien la sentencia
de primera instancia fue anulada; empero, corresponde considerar que el proceso penal se ha venido
tramitando de acuerdo a los plazos procesales desde que inició con el control jurisdiccional, aspecto
que evidencia que la causa no está abandonada, habiendo el solicitante de tutela asumido plena
defensa en el juicio penal; d) Respecto a la valoración razonable de la prueba, debe señalarse que
se encuentra dentro de la esfera del debido proceso, razón por la cual deberá ser considerada a
través de una acción de amparo constitucional; y, e) Hasta que no exista sentencia ejecutoriada se
presume la inocencia del imputado -hoy accionante-.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa Auto Supremo 225/2018-RRC de 10 de abril, emitido por la Sala Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, que declaró fundado el recurso de casación interpuesto por el impetrante de
tutela, dejando sin efecto el Auto de Vista 25/2017 de 22 de mayo, disponiendo que la Sala Penal
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, previo sorteo y sin espera de turno
pronuncie uno nuevo (fs. 86 a 97).
II.2. A través de Auto de Vista 44/2018 de 27 de agosto, la Sala Penal Segunda del referido Tribunal
Departamental de Justicia, declaró procedente el recurso de apelación y deliberando en el fondo
anuló totalmente la sentencia impugnada, disponiendo el reenvío de la causa al Tribunal siguiente en
número, el que deberá sustanciar nuevamente el juicio a partir de una nueva radicatoria y pronunciar
el fallo que corresponda (fs. 99 a 118 vta.).
II.3. Mediante Auto Interlocutorio 459/2018 de 10 de octubre, los Jueces del Tribunal Segundo de
Sentencia Penal del citado departamento, rechazaron la solicitud de cesación a la detención
preventiva formulada por el accionante (fs. 133 a 139).
II.4. Por Auto de Vista 139/2018 de 25 de octubre, la Sala Penal Segunda del indicado Tribunal
Departamental de Justicia, declaró improcedente el recurso de apelación por el hoy peticionante de
tutela, y como emergencia de lo resuelto confirmó el Auto Interlocutorio 459/2018 de 10 de octubre
(fs. 150 a 158).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como vulnerado su derecho a la libertad vinculado al debido proceso en sus
elementos de fundamentación, motivación y valoración razonable de la prueba, a la defensa y a la
presunción de inocencia; debido a que los Vocales demandados a momento de emitir el Auto de Vista
139/2018 de 25 de octubre, no explicaron suficientemente los motivos por los cuales el Auto Supremo
225/2018-RRC de 10 de abril y el Auto de Vista 44/2018 de 27 de agosto, no constituyen prueba,
que no fueron obtenidas a través de requerimiento fiscal; y, las razones por las cuales no correspondía
su revalorización.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Obligación del Tribunal de apelación de fundamentar y motivar la resolución que
disponga, modifique o mantenga una medida cautelar
Este Tribunal a través de la SCP 0339/2012 de 18 de junio, señaló que: “ El Tribunal Constitucional,
ha desarrollado amplia jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y formalidades que debe
cumplir la resolución que disponga una medida cautelar de carácter personal de detención preventiva
de un imputado y/o imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez por la
SC 0089/2010-R de 4 de mayo, sosteniendo que: '...la aplicación de una medida cautelar de carácter
personal en el ámbito procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa
que, la autoridad judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de
una parte, está obligado a verificar y determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art.
233 CPP, para lo que deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los
elementos de prueba presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas
previstas por los arts. 234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de
aplicar la medida cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios
fundamentales inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las decisiones de
las autoridades públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que
se basa su convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado
a los medios de prueba, esa fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los
documentos o la mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar
los presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes'.
En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló:'…está obligado igualmente a
dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar
de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos determinados en el art. 233 del
CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y
fundamentar su Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe
también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una
o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución
debidamente fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva'.
Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: 'Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca en
apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si
bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar,
pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo
suficientemente motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley
impone para la procedencia de esa medida cautelar'.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP ”.
Del contenido jurisprudencial desarrollado, podemos colegir que, la fundamentación de las
resoluciones judiciales no sólo es exigible al momento de disponer la detención preventiva, sino
también cuando se rechaza la solicitud de cesación de la detención preventiva, se determine la
sustitución o modificación de esa medida o, finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la
fundamentación se exige tanto en las resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas
emitidas en apelación y en toda decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP.
III.2. Sobre la labor del Tribunal de alzada en el tratamiento de medidas cautelares
La SCP 0039/2017-S3 de 17 de febrero, precisó: “La SC 1249/2005-R de 10 de octubre, estableció el
siguiente razonamiento: ‘Consecuentemente, es el imputado el que debe demostrar, con los
elementos de convicción necesarios, que los motivos que fundaron su detención preventiva han sido
modificados o ya no existen, para que sea el juez quien, analizando en forma integral todos esos
nuevos elementos, determine si su situación jurídica se ha modificado, y si, en consecuencia, ya no
se presentan los supuestos que hicieron posible su detención, dado que esos nuevos elementos
deben estar orientados a desvirtuar las causas que determinaron la detención preventiva, de no
ocurrir ello, no podrá otorgarse la cesación de la detención; por lo mismo, el juzgador debe analizar
o compulsar en su integridad todos esos nuevos elementos y circunstancias que existan y que deben
ser considerados para adoptar la decisión final.
Ahora bien, el análisis integral de los nuevos elementos presentados por el imputado para obtener la
cesación de la detención preventiva, no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que
conozca en apelación la resolución que conceda o rechace la cesación de la detención preventiva,
toda vez que si bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por
el juez cautelar, pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal
de apelación cuando determine revocar la concesión o rechazo de la cesación de la detención
preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo suficientemente motivada y de la necesidad
de realizar una valoración integral de los nuevos elementos presentados por el imputado, expresando
si los mismos destruyen o no los motivos que fundaron la detención preventiva”’ .
Del contenido desarrollado, podemos concluir, que le corresponde al imputado demostrar con los
elementos de convicción necesarios, que los motivos que fundaron su detención preventiva han sido
modificados o ya no existen, para que sea el juez, quien analizando en forma integral todos esos
nuevos aspectos, determine si su situación jurídica se ha modificado, y en consecuencia, ya no se
presentan los supuestos que hicieron posible su privación de libertad, dado que esas nuevas piezas
deben estar orientados a desvirtuar las causas que determinaron la detención preventiva, de no
ocurrir ello, no podrá otorgarse la cesación de la detención.
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante alega como vulnerado su derecho a la libertad vinculado al debido proceso en sus
elementos de fundamentación, motivación y valoración razonable de la prueba, a la defensa y a la
presunción de inocencia; debido a que los Vocales demandados a momento de emitir el Auto de Vista
139/2018 de 25 de octubre, no explicaron suficientemente los motivos por los cuales el Auto Supremo
225/2018-RRC de 10 de abril y el Auto de Vista 44/2018 de 27 agosto, no constituye prueba, que no
fueron obtenidas a través de requerimiento fiscal; y, las razones por las cuales adujeron que dicho
acervo probatorio fue considerado en instancia inferior y que no correspondía ser revalorizado.
Conforme los antecedentes procesales descritos en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se advierte que el peticionante de tutela, solicitó cesación a la detención
preventiva que fue rechazada a través de Auto Interlocutorio 459/2018, emitido por los Jueces del
Tribunal Segundo de Sentencia Penal de la Capital del referido departamento; determinación contra
la que formuló recurso de apelación en la vía incidental, que mereció la emisión del Auto de Vista
139/2018 de 10 de octubre, pronunciado por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Oruro -ahora demandados- quienes declararon la improcedencia del recurso y confirmaron
la resolución impugnada.
En el marco del desarrollo jurisprudencial expresado en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde determinar si los Vocales demandados
pronunciaron la resolución impugnada cumpliendo los parámetros establecidos por este Tribunal o al
contrario se apartaron de ellos, en ese sentido, primeramente debe hacerse referencia a los agravios
que fueron expuestos por el solicitante de tutela en la audiencia de apelación de cesación de la
detención preventiva; los cuales están contenidos en el acta de fs. 17 a 26 y ratificadas en fs. 140 a
149 vta. de obrados, y están referidos a los siguientes aspectos: 1) La falta de fundamentación del
Auto Interlocutorio impugnado con relación al art. 233.1 del CPP, al no haber considerado el Auto
Supremo 225/2018 y el Auto de Vista 44/2018, como nuevos elementos que desvirtúan que su
persona es con probabilidad autor o participe del hecho punible acusado; y, 2) Indebida valoración
de la prueba, respecto al precitado Auto Supremo y al referido Auto de Vista 44/2018, para desvirtuar
el riesgo procesal establecido en el art. 233.1 del CPP, al considerar que las resoluciones presentadas
no determinaron argumento alguno en relación a la participación o no del imputado -ahora
accionante-, y que las mismas no pueden ser valoradas, debido a que la culpabilidad o inocencia son
temas de fondo que no pueden ser debatidos en una audiencia de medidas cautelares; pero que
además, contra el Auto de Vista que anuló la Sentencia mencionada, existe un recurso de casación
pendiente de resolución.
Ahora bien, de la revisión y análisis del Auto de Vista, se tiene que los Vocales demandados en su
primer considerando expusieron los motivos de impugnación, identificando de forma concreta los dos
puntos de agravio expresados por el ahora peticionante de tutela, analizando cada uno de ellos de
forma independiente, bajo los siguientes fundamentos:
i) Se tiene como primer agravio, la introducción de los nuevos elementos de juicio que fueron
presentados a objeto de desvirtuar la probable autoría, los que no estuvieron considerados por el
Tribunal de juicio, lo que representaría una errónea fundamentación; sobre el particular, las
autoridades demandadas, señalaron que la esencia de la cesación a la detención preventiva recae en
el caso concreto en los numerales 1 y 3 del art. 239 del CPP, al efecto la referida normativa en su
primer acápite dispone “cuando nuevos elementos demuestren que no concurren los motivos que la
fundaron o torne conveniente sea sustituida por otra”, debiendo cumplirse con los dos presupuestos
establecidos a través de la jurisprudencia constitucional contenida en la Sentencia Constitucional
Plurinacional 0014/2012 de 16 de marzo, en la que se señala, que cuando un juez o tribunal resuelva
la cesación esta deberá derivar del análisis ponderado de dos elementos: 1.- Cuáles fueron los
motivos que determinaron la detención preventiva; y, 2.- Cuáles los nuevos medios probatorios que
aporto el imputado para demostrar que ya no concurren los motivos que la determinaron; aspectos
que fueron incumplidos por la parte apelante, no existiendo una fundamentación al respecto, lo que
conlleva a la improcedencia del recurso ante la carencia de agravios.
Respecto a los nuevos elementos aportados como prueba consistentes en el Auto Supremo 225/2018
y el Auto de Vista 44/2018, señalaron que dichas resoluciones en ninguno de sus fundamentos de
forma taxativa y concluyente determinaron que el hoy accionante no es con probabilidad autor y
menos que exista duda razonable en su parte dispositiva, ya que si bien fue anulada la sentencia de
primera instancia; sin embargo, la imputación y acusación siguen en vigencia, consecuentemente
latente la probable autoría; encontrándose inclusive pendiente de resolución un recurso de casación
interpuesto contra el Auto de Vista 44/2018, aspectos que evidencian que no se definieron de manera
clara, concreta y precisa que Tomas Canaviri Solano -ahora peticionante de tutela- no es con
probabilidad autor del hecho ilícito; por lo que, en criterio de los Vocales demandados dicho acerbo
probatorio no constituye nuevos elementos de juicio, puesto que solo componen jurisprudencia,
doctrina aplicable o precedente contradictorio, y que además existe la probabilidad de que el Auto
de Vista pueda ser dejado sin efecto a consecuencia del recurso de casación interpuesto en su contra,
pero también dichos medios probatorios no son específicamente relativos a la aplicación de medidas
cautelares; más aún cuando no fueron obtenidos a través de requerimiento fiscal, extremo que
vulnera el principio de publicidad.
ii) Con relación a la segunda denuncia, los Vocales ahora demandados señalaron que el primer y
segundo agravio se encuentran relacionados, al estar ambos referidos a la mala fundamentación
respecto a las pruebas presentadas por el peticionante de tutela en audiencia de cesación a la
detención preventiva; sin embargo, si bien refirió vulneración a las reglas de la sana critica; empero,
no señaló de qué forma hubieran sido vulneradas, concluyendo que el Auto Interlocutorio impugnado
contiene la correspondiente fundamentación, vinculada al tratamiento de las medidas cautelares, al
referir que tanto el Auto Supremo 225/2018 y el Auto de Vista 44/2018 no demuestran la inexistencia
de probable autoría, debido a que el Auto Supremo solo contiene doctrina legal aplicable y
jurisprudencia, y el nuevo Auto de Vista puede ser dejado sin efecto a través del recurso de casación,
pero que al no contener pronunciamiento sobre el fondo de la causa, subsiste la probabilidad de
autoría.
Finalmente concluyeron que al haberse presentado nuevamente en audiencia un ejemplar del Auto
Supremo y Auto de Vista referidos para desvirtuar el riesgo procesal establecido en el art. 233.1 del
CPP, y estos al haber sido valorados en primera instancia, no corresponde su revalorización.
De lo expresado precedentemente, se puede evidenciar que en el presente caso, los Vocales
demandados al pronunciar la Resolución cuestionada, identificaron los agravios expresados en el
recurso de apelación planteado por el accionante, posteriormente analizando la problemática
determinaron que el apelante no fundamentó adecuadamente su recurso, puesto que omitió referirse
a cuales fueron los motivos que determinaron la detención preventiva y en base a ello desvirtuar con
nuevos elementos de convicción que ya no concurren los motivos que la fundaron.
Por otro lado, con relación a las pruebas presentadas en la audiencia de apelación, si bien el Tribunal
de alzada equivocadamente señaló que las mismas no constituyen pruebas, que para su validez
debieron ser obtenidas con requerimiento fiscal y que al haber sido valoradas por el Tribunal a quo,
no corresponde su revalorización, contrariando los precedentes jurisprudenciales establecidos en la
SCP 1126/2013 de 17 de julio, que señaló: “En este sentido, las medidas cautelares por su carácter
instrumental deben tramitarse y aplicarse de manera flexible, sin rigorismos procesales justamente
por la finalidad que persiguen, así un sospechoso de la comisión de un delito puede modificar
sucesivamente su situación jurídica con la urgencia que requiere el caso ello impide tener una
concepción rígida de las tramitación y aplicación de las medidas cautelares” y la SCP 0039/2017-S3,
que refiere: “…al realizar una interpretación que limita la aplicación de la citada norma en función a
la etapa procesal en la que se encuentra el proceso penal que motivó la interposición de la presente
acción tutelar, deviniendo con ello, en la omisión del análisis integral de los nuevos elementos
presentados por el imputado -hoy accionante- para desvirtuar la probabilidad de autoría prevista en
el art. 233.1 del referido Código y obtener la cesación de su detención preventiva, así como cumplir
la labor jurisdiccional de expresar fundadamente si los mismos destruyen o no los motivos que
fundaron su detención preventiva…” sin embargo, del contenido del aludido Auto, se extrae que el
mismo tomó en consideración el texto de las indicadas resoluciones para concluir que son elementos
probatorios que no enervaban la probable autoría, debido a que en ninguno de sus fundamentos de
forma taxativa e incuestionable se determinó que el imputado no es el probable autor del hecho que
se investiga.
Consiguientemente, se tiene que los argumentos expuestos por las autoridades demandadas, a través
del Auto de Vista 139/2018, cuenta con la debida fundamentación y motivación que advierte la
inexistencia de vulneración al debido proceso en sus vertientes indicadas, al exponer razonamientos
conducentes a justificar su decisión, sin que en la labor efectuada se haya alejado de la razón o una
omisión valorativa ligada a la fundamentación y motivación extrañada por el solicitante de tutela;
habiendo adecuado su accionar a lo establecido en la jurisprudencia constitucional glosada al efecto,
tomando en cuenta que el Auto Supremo 225/2018-RRC, dejó sin efecto el Auto de Vista 25/2017 de
22 de mayo, y ordenó se emita otro, por evidenciar que el mismo no dio respuesta a todos los
agravios formulados en el recurso de apelación interpuesto por el impetrante de tutela, por su parte
el nuevo Auto de Vista 44/2018 anuló la sentencia de primera instancia por considerar que el Tribunal
de juicio incurrió en defectuosa valoración de la prueba, ordenando el reenvió de la causa al Tribunal
siguiente en número; de lo expresado, se constata que ninguna de las decisiones mencionadas,
dejaron sin efecto la imputación y acusación y por tanto la probable autoría continua vigente;
argumentos en base a los que determinaron la improcedencia del recurso.
Finalmente, con relación a la vulneración del derecho a la defensa, y presunción de inocencia,
corresponde señalar que el accionante omitió fundamentar de que forma el Auto impugnado lesionó
dicho derecho y garantía constitucional, aspecto que impide a este Tribunal emitir criterio al respecto.
Por lo que, se violó la garantía y derecho al debido proceso, así como a contar con una resolución
debidamente fundamentada y congruente, tanto de manera interna como externa; toda vez que los
Magistrados demandados no consideraron sus argumentos y alegaciones expuestas en la
contestación del recurso de casación y en relación al fundamento de la parte recurrente cuando alegó
error de derecho en la valoración de la prueba documental, precisando que: “…no cumple con el
presupuesto establecido en el artículo 153 numeral 3 del Código de Procedimiento Civil, que exige
que el recurrente adjunte a tiempo de formular la casación los documentos y/o actos auténticos por
los cuales se demuestren fehacientemente la equivocación en la cual se hubiese incurrido” (sic). De
igual manera, se vulneró el principio de congruencia interna, motivación y debido proceso, al señalar
en el citado Auto Supremo cuando analizó y valorizando el DBC evidenciaron que no existía la
exigencia de que el motor no sea de origen chino, para posteriormente resolver en casación en el
fondo y establecer de manera discordante que era una condición el requerimiento de que el motor
no sea de fabricación china; existiendo razonamiento contradictorio porque concluyen en el último
párrafo que: “…En tal sentido el Documento Base de Contratación (DBC), no se lo interpreta cláusula
por cláusula o de forma aislada sino que responde de forma conjunta a condiciones del contratante,
para el bien del servicio solicitado…” (sic); existiendo razonamientos contradictorios y antagónicos
que hacen de la resolución emitida incongruente, porque primero arriban a la conclusión de que lo
resuelto en primera instancia se encuentra debidamente fundamentado y luego analizaron el DBC y
adoptaron otra posición, arribando a una conclusión contraria para posteriormente casar la sentencia
y declarar probada la misma al establecer que existía la exigencia de que los motores no sean chinos.
Denunció asimismo, la transgresión de la garantía y derecho al debido proceso, ya que los
Magistrados demandados, realizaron una labor no peticionada en el recurso de casación en el fondo,
resultando violatorio a los arts. 253 y 254 del CPCabrog, ya que no se aplicó objetivamente dicha
disposición legal, en cuanto a la revalorización de la prueba debió considerarse todas y de manera
conjunta; es decir, confundieron el error de hecho que refiere a la valoración intrínseca de un
documento, con el de derecho, relativo a que determinada prueba debe ser revisada conforme su
naturaleza probatoria y no de otra manera.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante alegó como lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia interna y externa; citando al efecto los arts. 14.I, 115 y
117.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, dejando sin efecto los Autos Supremos 2 de 10 de enero y el de 26 de
febrero -sin número de aclaración, enmienda y complementación -, ambos de 2019.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 21 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 206 a
212 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes ratificaron in extenso la acción de amparo constitucional interpuesta, precisando
además que luego de emitirse los informes contradictorios en distintas unidades del Gobierno
Autónomo Departamental de Tarija, dictaron la Resolución Administrativa (RA) 118/2015 -no
consigna fecha- a través de la cual dejaron sin efecto el Contrato 04/2014 -sin fecha-, sin considerar
que se acompañó certificado de origen del Ministerio de Comercio de la República de Indonesia, la
póliza de importación y el certificado de calidad emitido por SAKAI HEAVY DUTY LTDA. que es una
multinacional que ejerce actividades en diferentes países; en ese sentido la entidad citada no estaría
tomando la maquinaria pesada como una unidad, sino que tomó en cuenta la procedencia de cada
elemento que conforma el equipo pesado, aspecto que no es correcto. Asimismo, en los Autos
Supremos 2 de 10 de enero y de 26 de febrero ambos de 2019, que motivaron la interposición de la
acción tutelar, las autoridades demandadas no emitieron resolución fundamentada y congruente,
pues desde el inicio solo hicieron mención al memorial de respuesta del recurso de casación sin referir
de manera posterior a ningún argumento ni fundamento contenido en el mismo. Por otra parte,
refiere que los funcionarios de esa institución interpusieron el recurso de casación en virtud del art.
254 inc. 4) del CPCabrog.; es decir, en cuanto a la forma, argumentando que existiría falta de
fundamentación y valoración probatoria; a tal efecto las autoridades demandadas afirmaron que hubo
equivocación de parte de los recurrentes, toda vez que, no podrían ingresar a valorar la prueba
porque debieron plantear recurso de casación en el fondo y no en la forma; posteriormente se
contradicen vulnerando el derecho a la igualdad procesal y actuando de forma ultra petita porque
ingresaron a valorar nuevamente el DBC, provocando que como empresa adjudicada no tengan
oportunidad de refutar las valoraciones. De igual manera en el recurso, personeros del Gobierno
Autónomo Departamental de Tarija, aluden al art. 253 inc. 3) del CPCabrog., y también de manera
equivocada piden la valoración de la prueba documental de fs. 401 a 841 del expediente principal,
indicando que hubo error respecto a la inspección y la prueba testifical, conforme lo descrito en la
norma citada, se puede recurrir de casación en el fondo, cuando en la apreciación de la prueba se
incurrió en error de hecho; es decir, un argumento no se encontraba debidamente fundamentado;
sin embargo de ello, la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa Social y Administrativa Primera,
directamente declaró infundado el recurso en cuanto a la forma y casó la Sentencia 01/2017 de 17
de marzo resolviendo el recurso en el fondo, declarando improbada la demanda contenciosa de
cumplimiento de contrato, seguido por NIBOL LTDA., contra el Gobierno Autónomo Departamental
de Tarija, consecuentemente legal la Resolución Contractual emitida al efecto.
I.2.2. Informe de los demandados
María Cristina Díaz Sosa y Ricardo Torres Echalar, Magistrados de la Sala Contenciosa, Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Primera y Segunda respectivamente del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante memorial de 15 de mayo de 2019, remitido vía fax el 20 del mismo mes y año,
cursante de fs. 190 a 194, informaron: i) El fundamento central de la Sentencia 1/2017 que declaró
probada la obligación contractual e ineficacia de resolución de contrato, así como pago de daños y
perjuicios, radicó en que no hubo exigencia de prohibición del origen del motor chino en las
especificaciones técnicas del DBC, por ende, no se incumplió el contrato ni el citado documento base
de contratación, al proveer los equipos y motores de procedencia china; aspecto reclamado en
recurso de casación; ii) Realizada la revisión de la citada Sentencia, se concluyó que la misma incurrió
en una apreciación indebida de los hechos que se traduce en error de derecho en la valoración de la
prueba documental. En vista de que el DBC fue el marco referencial en el que los proponentes basaron
sus propuestas, no se interpreta cláusula por cláusula o de forma aislada el mismo, sino que responde
de forma conjunta a las condiciones del contratante; razón por la cual se precisó que ya no existía la
necesidad u obligación de consignar en las especificaciones técnicas el origen del motor, puesto que
ya estaba expresamente indicado cuando se prohibió que el equipo y motor sean chinos; en el
entendido de que este es un simple accesorio o elemento decorativo del motorizado, sino primordial
para el funcionamiento, conservación, durabilidad y resistencia del mismo, de ahí el
requerimiento[AJFS1] de que cumpla con requisitos técnicos que no hacen al origen del mismo, sino
a las cualidades de éste, ya que aquello -el origen- está contemplado en las exigencias generales del
mismo; iii) En cuanto a la supuesta falta de fundamentación, motivación y congruencia, no resulta
evidente, ya que si bien el Auto Supremo 2 de 10 de enero de 2019 no contiene una ampulosa
argumentación, empero, resuelve todos los puntos en términos claros, precisos y que fueron objeto
del recurso de casación, tanto en la forma como en el fondo, advirtiendo que el proceso fue
desarrollado sin vicios de nulidad, no resultando cierto el reclamo interpuesto; y, iv) En atención a
lo descrito en la SC 0580/2007-R de 9 de julio, en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, las lesiones al debido proceso están llamadas a ser reparadas por
los mismos órganos jurisdiccionales que conocieron la causa, lo que implica que quien fue objeto de
lesión, debe pedir a los jueces y tribunales ordinarios asumirlos efectivamente a través de los medios
y recursos que la ley prevé y solo agotados estos, acudir a la jurisdicción constitucional.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Iván Rodrigo Vaca Parrado y María Cristina Sánchez Herrera, en representación de Adrián Esteban
Oliva Alcázar, Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, mediante memorial
presentado el 21 de junio de 2019, cursante de fs. 198 a 205, manifestaron que: a) En la primera
instancia se incurrió en error, al pretender asignar valor probatorio, previsto en los art. 1297 del
Código Civil (CC), 399 y 400 del CPCabrog. a los papeles cursantes en obrados que son fotocopias
simples sin valor legal alguno; en ese sentido, los Vocales al pronunciar la Sentencia 01/2017
incurrieron en error de derecho al asignar valor probatorio a simples fotocopias; b) En cuanto a la
demanda de cumplimiento de obligación incoada por NIBOL Ltda., reclama la falta de pago de Bs2
357,352.- (dos millones trescientos cincuenta y siete mil trescientos cincuenta y dos bolivianos),
monto que resulta de la sumatoria de los ítems 5 y 6, que no emerge de la desidia o negligencia del
Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, sino de la empresa proveedora que al momento de
recepcionar la maquinaria esta no cumplía con las especificaciones técnicas requeridas ni ofertadas;
por lo que, precautelando los intereses del Estado, dicha institución resolvió el contrato por
incumplimiento de NIBOL LTDA. por la incorrecta provisión de bienes, aspecto que se evidenció en
acta de inspección judicial, en la que se verificó que el DBC especificaba que el motor no debía ser
chino; sin embargo, la fotografía indica una placa con el rótulo “MADE IN CHINA”, en ese sentido al
ser un componente que de manera textual se especificó que no debía tener origen chino, se incumplió
con lo pactado; c) Precisan que la solicitud en principio es el cumplimiento de una obligación a causa
de un contrato que se encuentra resuelto, y que la consiguiente ineficacia absoluta de los actos
peticionados, no deviene de su demanda principal, sino que fue mal entendida por la parte actora,
lo correcto era demandar la ineficacia por nulidad, cumpliendo las causales para su procedencia y
que a consecuencia de esta se declare inexistente el vínculo contractual para así poder operar el
cumplimiento de contrato, por lo que además esta Sentencia ahora recurrida es incongruente; d) Se
demostró que la maquinaria no fue utilizada o removida a otro lugar, no tiene kilometraje y el motivo
por el cual se encuentra en el SEDECA fue por la negativa de la empresa a retirar la misma que no
fue recepcionada, sino únicamente evaluada; es decir, la Comisión de Calificación debía emitir informe
satisfactorio sobre la correcta entrega de los bienes y para tal efecto debía evaluar la misma con
carácter previo; posteriormente, efectuadas las observaciones a NIBOL LTDA., para que subsane las
mismas, no enmendaron en su oportunidad, ratificándose de esta manera dicha comisión en el
rechazo de la recepción, comunicando esta situación a la Empresa vía fax y luego de manera personal;
y, e) No se puede pretender desconocer la prueba pericial que demostró que el origen del motor es
chino, hecho que además en su momento no fue objetado al momento de presentarse a la licitación
pública, es decir para aprobar el DBC, más al contrario NIBOL LTDA. de forma expresa asintió a todas
las condiciones establecidos en los documentos que forman parte del contrato y al no otorgar lo
pedido, se incumplió con el DBC y la propuesta. Si bien la maquinaria debe ser considerada en su
totalidad como pretende la parte actora, es necesario establecer que sí había una condicionante para
la licitación, al excluir un componente de origen chino, esta debió ser cumplida, tanto para el origen
de la maquinaria en su ensamblaje final, como de cada uno de los elementos, esto incluye el motor.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
54/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 213 a 219, concedió la tutela solicitada y dispuso dejar sin
efecto el Auto Supremo 2 de 10 de enero, así como el Auto de aclaración, enmienda y
complementación de 26 de febrero, ambos de 2019, con los siguientes fundamentos: 1) Conforme
se tiene que la SCP 0566/2018 S1 de 1 de octubre, se mencionó ciertos requisitos que delimitan
cuándo una resolución es arbitraria, estableciendo el principio de interdicción a la arbitrariedad, que
especifica que cuando refleja una decisión sin motivación o cuando no existe la misma o en su
defecto, existiendo una motivación que no es arbitraria, la misma sea insuficiente; es así que en el
caso concreto la parte accionante expuso de qué manera el Tribunal hoy recurrido no valoró los
argumentos expuestos en la contestación al recurso de casación y de qué manera dicho Tribunal
omitió pronunciarse sobre las pruebas que en su momento fueron esgrimidas en dicha contestación;
lo propio en cuanto al segundo requisito en precisar los derechos y garantías constitucionales
lesionados, se tiene que tanto en la acción de amparo constitucional como en audiencia, se
expusieron todos los derechos constitucionales solicitados en control tutelar; y en cuanto al nexo de
causalidad, también se cumplió al precisar que se vulneró sus derechos a la defensa y al debido
proceso al no considerar la contestación al recurso; 2) El Auto Supremo 2 no hace mención de
Por estas razones, correspondía que el Auto Supremo responda de manera clara, fundamentada y
motivada; a que si el art. 518 del CC es indebido en el caso en particular y las razones por las que
los Vocales de la Sala citada no debieron mencionar en oportunidad de resolver el proceso
contencioso.
En el contexto de lo relatado, se evidencia que al tenor de la jurisprudencia glosada en los
Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2, de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el Auto Supremo
2, es incongruente con el objeto del debate casacional, estructurado por el recurso como por la
contestación de la misma. Igualmente, se evidencia que dicho Auto Supremo carece de una adecuada
motivación, puesto que para enervar el contenido de la Sentencia 01/2017, emitida por los Vocales
de la Sala Social Administrativa Contenciosa y Contenciosa Administrativa del Tribunal Departamental
de Tarija, el Auto Supremo mencionado, ahora accionado, se limitó a señalar que la Sentencia
“…incurre en una apreciación indebida de los hechos que se traduce en un error de derecho en la
valoración de la prueba documental…”, afirmación que tampoco se respalda con las consideraciones
genéricas, antes glosadas y contenidas en el precitado Auto Supremo.
El cual, en lugar de analizar la Sentencia 01/2017 de manera pertinente con lo alegado por las partes
del proceso casacional, y de manera exhaustiva como para llegar a la conclusión de que hubo indebida
apreciación de los hechos, hizo consideraciones que no explicitan las razones del error de hecho y de
derecho en que incurrieron los Vocales al emitir la citada Sentencia, cuando debió haber sido
exhaustiva en las consideraciones fáctico - jurídicas, para satisfacer el componente de motivación de
las Resoluciones, más aun cuando se trata de la última instancia del proceso judicial.
En ese contexto, se evidencia que las autoridades demandadas al emitir el Auto Supremo demandado
sin abundar en cómo las valoraciones fáctico - jurídicas de la Sala Social del Tribunal Departamental
implicaron una apreciación indebida, más aún si dicho Tribunal para llegar a una conclusión valorativa
de la prueba respaldándose en una norma sustantiva civil; es decir, el art. 518 del CC; que no fue
enervada en casación, implica en la práctica que se dictó una Resolución carente de motivación.
De lo expresado con anterioridad se hace evidente que la Resolución emitida por las autoridades
demandadas no cuenta con la fundamentación y señalamiento de motivos suficientes que hagan
comprender a las partes la decisión adoptada en cuanto al recurso de casación en el fondo y en la
forma; según se expresó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, todo dictamen pronunciado por autoridades jurisdiccionales o administrativas debe
contener la suficiente motivación, fundamentación y congruencia, a los fines de no vulnerar el
derecho al debido proceso de las partes en conflicto, pues debe garantizarse que en la decisión
asumida se desarrolle un razonamiento integral y se responda tanto a las peticiones o denuncias
efectuadas así como a los argumentos de la defensa o justificación de parte contraria; aspecto que
en el caso que nos ocupa, han sido omitidos por las autoridades demandadas.
Por lo precedentemente expuesto, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, obró de
forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 54/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 213 a 219.,
pronunciada por Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los términos expresados tanto en la resolución
de la Sala Constitucional citada como de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; correspondiendo
que las autoridades demandadas emitan nuevo Auto Supremo conforme los fundamentos expuestos.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
requerida, sin que la misma pueda estar condicionada a un procedimiento formal, dicho
pronunciamiento debe ser comunicado o notificado al solicitante, lo cual no se cumplió con relación
a la nota de 12 de agosto de 2018; b) Respecto a los dos oficios presentados el 4 de junio del mismo
año, el demandado debe pronunciarse dentro de un plazo razonable de veinticuatro horas,
proporcionando la documentación solicitada para cerrar el proyecto; c) De acuerdo a una carta sobre
la intención de resolución de contrato suscrita por los personeros de la Gerencia Regional Tarija de
la ANB, le otorgaron cinco días para entregar planos aprobados; sin embargo, no proporcionaron la
documentación requerida para el efecto, provocándole indefensión; y, d) En la comunicación de
intención de resolución de contrato, hicieron referencia a dos informes -uno legal y otro técnico-;
empero, no se los adjuntó, impidiendo que se pueda tener conocimiento de su contenido.
I.2.2. Informe del demandado
William Jaime Cavero Sánchez, Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB, a través de sus abogados, en
audiencia expresó lo siguiente: 1) Las notas de 12 de agosto de 2018 y 4 de junio de 2019, se las
debe considerar por separado por cuanto la última no constituye una reiteración; 2) Respecto a la
primera solicitud, considerando que el art. 72 del Reglamento de la Ley de Procedimiento
Administrativo, establece el silencio administrativo negativo frente a la omisión de dar respuesta; por
lo que, el administrado debió activar los recursos de revocatoria y jerárquico, al no hacerlo, caducó
su derecho para formular cualquier reclamo; 3) La parte solicitante de tutela, tampoco reiteró su
petición a la nombrada Gerencia, de haberlo hecho se le hubiera entregado la documentación de
referencia, no obstante en esta oportunidad se le proporcionará una fotocopia de la misma; 4) Con
relación a la segunda nota, se tiene en cuenta que el Directorio de la ANB emitió la Resolución RD
01-004-06 de 30 de enero de 2006, que fijó un monto para las legalizaciones de documentos y
certificaciones, la cual se le hizo conocer a la parte accionante, de manera que una vez cumplido con
el depósito bancario, se le proporcionará la documentación solicitada; y, 5) Asimismo, resaltar que
desde la presentación del escrito hasta la activación de esta acción tutelar, apenas transcurrió un día;
por lo que, se encuentran dentro de plazo para responder.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Público, no asistió a la audiencia, ni presentó informe alguno, pese a
su notificación cursante a fs. 62.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
35/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 113 a 116, denegó la tutela solicitada, de acuerdo a los
siguientes fundamentos: i) Efectivamente se presentó la nota de 12 de agosto de 2018, dirigida a
Paola Jimena Troche García, Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB; sin embargo, desde aquella
oportunidad hasta la interposición de esta acción tutelar, transcurrieron más de los seis meses
previstos en el art. 129.II de la CPE; ii) Respecto a las notas desplegadas el 4 de junio de 2019, no
corresponde analizar su contenido; por cuanto, de conformidad a lo previsto en el art. 71 del
Reglamento de la Ley de Procedimiento Administrativo, la entidad requerida se encuentra acorde al
plazo, puesto que no se puede presentar una solicitud y pretender una respuesta inmediata, sino
dentro de un término prudencial; y, iii) En el caso analizado, la otorgación de fotocopias legalizadas
que fueron solicitadas, está condicionada al pago del costo de legalización establecido por una
Resolución del Directorio de la ANB.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Oficio Cite: A.A.M. 22/2018, presentado el 13 de agosto del citado año, con referencia
“SOLICITUD DE PETICIÓN” (sic), Abraham Rodrigo Alcoba Trujillo -ahora parte accionante-, pidió a
Paula Jimena Troche García, Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB, se le proporcione una “…copia
legalizada del Informe AN-UPEGC Nº 325/2018…” (sic) y una fotocopia de la subsanación de los
planos o se le informe sobre el estado de los mismos, por cuanto dicho incumplimiento le estaría
impidiendo cumplir con el contrato (fs. 18 a 19).
II.2. Por Oficio Cite: A.A.M_05/2019 de 4 de junio, con la suma “REITERACIÓN DE ENTREGA DE
DOCUMENTACIÓN PARA TRAMITE APROBACIÓN PLANOS” (sic), la parte accionante
manifestó que la notificación con una intención de resolución de contrato le provoca indefensión, en
su apartado c) pidió la devolución de las carpetas presentadas con Oficio Cite: A.A.M. 11/2018 de 12
de junio, la remisión de la Escritura Pública registrada en DD.RR. saneada según plano de fusión con
registro 1329-2018, fotocopia del pago de impuesto por la gestión 2018 de acuerdo al plano fusionado
y copia de la Matrícula o Folio Real de igual año (fs. 22 a 29).
II.3. Cursa el Oficio Cite: A.A.M_06/2019 de 4 de junio, mediante el cual, la parte solicitante de
tutela, a efectos de asumir su defensa a una intención de resolución de contrato cursada por la parte
demandada, pidió a dicha entidad fotocopia legalizada de los Informes AN-GRTGR-UADTR-I-5-2019
y AN-GRTGR-ULETR-IL-104/2019 (fs. 20 a 21).
II.4. Consta Resolución RD 01-004-06 de 30 de enero de 2006, emitida por el Directorio de la ANB,
que en su artículo Primero, establece los montos por concepto de prestación de los servicios de
legalizaciones y certificaciones relacionadas al giro de la institución pública (fs. 92 a 94).
II.5. Mediante Oficio AN-GRTGR-ULETR-C-22/2019 de 6 de junio, William Jaime Cavero Sánchez,
Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB, refiriéndose al Oficio Cite: A.A.M_06/2019 presentado por la
parte accionante el 4 del mismo mes y año, respondió manifestando que los informes cuya copia
legalizada solicitó, corresponden a los actos preparatorios internos de la entidad; sin embargo, estos
serán otorgados previo pago de UFV20.- (veinte unidades de fomento a la vivienda) por cada
documento en cumplimiento a las formalidades exigidas por la Resolución RD 01-004-06. Dicho Oficio
fue notificado el mismo día a la parte impetrante de tutela (fs. 102 a 103).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La asociación accionante denuncia la vulneración de su derecho a la petición; por cuanto, la Gerencia
Regional Tarija de la ANB, no le brindó respuesta formal y oportuna a las solicitudes de 12 de agosto
de 2018 y a las de 4 de junio de 2019, en las que pidió documentación para asumir su defensa frente
a una intención de resolución de contrato por aquella entidad.
Por consiguiente, corresponde en revisión, analizar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho a la petición y el deber de otorgar respuesta formal y oportuna
El art. 24 de la Norma Suprema, de manera coherente con los Convenios y Tratados Internacionales
sobre Derechos Humanos, reconoce entre los derechos fundamentales de las personas, el de petición;
a partir de ello el Estado, debe garantizar su cumplimiento dentro de los parámetros “del vivir bien”,
y cuando la petición es dirigida a un servidor público, este debe orientar su actuación en los principios
contemplados en el art. 232 de la CPE, entre otros, el de compromiso e interés social, eficiencia,
calidad, calidez y responsabilidad.
En dicho contexto, la SC 1995/2010-R de 26 de octubre señaló que: “Conforme a la norma
constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral o escrita, sin la exigencia
de formalidades en la formulación de la petición, pues sólo se requiere la identificación del
peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace referencia a una respuesta
formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser escrita, dando una respuesta material a
lo solicitado ya sea en sentido positivo o negativo, dentro de plazos previstos en las normas
aplicables o, a falta de éstas, en términos breves, razonables.
El contenido esencial establecido en la Constitución coincide con la jurisprudencia constitucional
contenida en las SSCC 0981/2001-R y 0776/2002-R, entre otras, en las que se señaló que este
derecho: ‘…es entendido como la facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual
o colectivamente ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a
obtener una pronta resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y
oportuna carecería de efectividad el derecho’. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone
que una vez planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el
derecho de obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a
resolver la petición. Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las
circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa’.
(…)
Asimismo, la SC 0843/2002-R de 19 de julio ha establecido: ‘que la exigencia de la autoridad pública
de resolver prontamente las peticiones de los administrados, no queda satisfecha con una mera
comunicación verbal, sino que es necesario que el peticionante obtenga una respuesta
formal y escrita, que debe ser necesariamente comunicada o notificada, a efecto de que la
parte interesada, si considera conveniente, realice los reclamos y utilice los recursos previstos por
Ley’” (las negrillas son añadidas).
Por su parte, la SCP 0083/2015-S3 de 10 de febrero respecto al derecho a la petición, citando a la
SC 1742/2004-R de 29 de octubre, sostuvo que: “‘…el núcleo esencial del derecho de petición reside
en el derecho que tiene la persona, a una eficaz y oportuna respuesta respecto a la solicitud o
impugnación dirigida a la respectiva autoridad. Conforme a esto, la respuesta para que sea eficaz
tiene que comprender y resolver el fondo de lo pedido y ser comunicada al peticionario. Se incurre
en una vulneración del derecho constitucional fundamental de petición, cuando no se satisface alguna
de estas dos exigencias; lo cual no implica que la petición deba resolverse siempre, accediendo a lo
solicitado’”.
Finalmente, la SC 1068/2010-R de 23 de agosto indicó que: “…En resumen las autoridades vulneran
el derecho a petición cuando: a) La respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se
presenta la negativa de recibirla o se obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la
petición respetuosa, la autoridad no la responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no
es atendida de manera clara, precisa, completa y congruente con lo solicitado”.
De lo precedentemente glosado, resulta que el núcleo esencial del derecho a la petición está
constituido por la obligación que tiene la autoridad u organización requerida de otorgar una respuesta
pronta, oportuna, congruente respecto a todos los puntos solicitados y fundamentados en relación al
fondo de la cuestión que se plantea -lo cual, no necesariamente implica que tenga que brindar un
pronunciamiento favorable-; sin embargo, en todos los casos la respuesta debe ser puesta a
conocimiento del peticionante. De manera que, el incumplimiento de cualquiera de estas condiciones
implica la vulneración del referido derecho.
Consiguientemente, el derecho a la petición tiene un carácter instrumental; por cuanto, a través del
ejercicio de este, se busca el reconocimiento y la efectividad de otros derechos constitucionales,
como los de información, participación política, libertad de expresión, entre otros; pues, mediante él,
se podrá solicitar el reconocimiento de un derecho o que se resuelva una situación jurídica, que se
le preste un servicio, pedir copias de documentos, formular consultas, quejas, denuncias y reclamos.
De ello resulta que, todo requerimiento realizado por los ciudadanos fuera de un proceso jurisdiccional
o administrativo en el que es parte, implica el ejercicio del señalado derecho sin que sea necesario
invocarlo.
III.2. El principio de inmediatez en la acción de amparo constitucional
En relación al cómputo del plazo de seis meses para la activación de esta acción tutelar y la prontitud
con la que se debe resolver la solicitud de tutela, la jurisprudencia constitucional, a través de la SCP
1463/2013 de 22 de agosto, estableció que: “Los arts. 128 y 129 de la CPE, establecen que la acción
de amparo constitucional constituye un medio de tutela de carácter extraordinario y se rige
esencialmente por los principios de subsidiariedad e inmediatez, que hacen a su naturaleza jurídica.
El principio de inmediatez se caracteriza por tener una doble dimensión; positiva y negativa, la
primera consistente en que el amparo constitucional es la vía idónea para la protección inmediata de
derechos fundamentales y garantías constitucionales restringidos o suprimidos indebida o
ilegalmente; la segunda, la activación de esta garantía jurisdiccional depende que su
interposición se realice en un plazo razonable, que la Norma Fundamental fijó en seis
meses computables a partir de la comisión del acto ilegal u omisión indebida del servidor
público o del particular, o de notificado con la última decisión judicial o administrativa.
Respecto del cómputo del plazo de los seis meses, (…) se efectuará a partir de la última vulneración
alegada o en su caso del último reclamo efectuado por el agraviado o afectado” (las negrillas y el
subrayado nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
De acuerdo a los antecedentes cursantes en la presente acción de amparo constitucional, se puede
establecer que, la asociación impetrante de tutela presentó a la Gerencia Regional Tarija de la ANB,
solicitudes de documentación el 12 de agosto de 2018 y otras dos el 4 de junio de 2019 -Oficios Cite:
A.A.M_05/2019 y Cite: A.A.M_06/2019-; las cuales según refiere el prenombrado, no fueron
respondidas conforme manda la Norma Suprema, hasta la interposición de esta acción de defensa -
horas 18:45 del 5 de junio de 2019-.
Empero, de la documentación aparejada en audiencia, se tiene que, el demandado después de su
notificación con la acción tutelar, el 6 del citado mes y año, mediante Oficio AN-GRTGR-ULETR-C-
22/2019, comunicó una respuesta a la parte peticionante de tutela, y refiriéndose al Oficio Cite:
A.A.M_06/2019 presentado por el prenombrado el 4 del citado mes y año, manifiesta que los informes
cuya copia legalizada pidió, corresponden a los actos preparatorios internos de la entidad; por lo cual,
serán otorgados previo pago de UFV20.- por cada documento, invocando como sustento de su
respuesta la Resolución RD 01-004-06 de 30 de enero de 2006; sin embargo, dicho Oficio no contiene
ningún pronunciamiento respecto a lo solicitado en el Oficio Cite: A.A.M_05/2019, interpuesto ante
la misma autoridad por el peticionario ni tampoco con relación al escrito entregado el 13 de agosto
de 2018, los cuales son conexos por el objeto que persiguen, cual es obtener documentación
relacionada con el contrato que les vincula e informes mencionados a los avances y su cumplimiento.
Ahora bien, a los efectos de una comprensión efectiva de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, en principio corresponde referirse a la solicitud del 12 de agosto de 2018, presentada
el 13 del mismo mes y año, mediante la cual, la parte impetrante de tutela pidió copia legalizada del
Informe AN-UPEGC 325/2018 -no señala fecha- y de la subsanación de los planos o se le informe
sobre el estado de dicho trámite; respecto a la cual, de acuerdo a la documentación presentada y lo
informado oralmente por la parte demandada, se advierte que no se emitió respuesta alguna; pero
a su vez, no se tiene ningún elemento probatorio por el que se pueda evidenciar que ante la falta de
respuesta a la parte accionante haya formulado algún reclamo o reiterado su solicitud.
Consiguientemente, se tiene que el peticionario dejó transcurrir superabundantemente el plazo de
seis meses previsto en el art. 129.II de la CPE, para activar la acción de amparo constitucional que
por su naturaleza se encuentra regida por el principio de inmediatez y en su efecto negativo, impide
ingresar en el fondo del asunto, cuando la acción fue planteada de manera tardía; correspondiendo
denegar la tutela solicitada sin ingresar a la problemática planteada.
En lo concerniente a los Oficios Cite: A.A.M_05/2019 y Cite: A.A.M_06/2019, como se manifestó al
inicio del presente acápite, el demandado una vez notificado con la acción tutelar, de manera pronta
emitió respuesta a las peticiones planteadas el 4 de junio de 2019, la cual fue puesta a conocimiento
del interesado el mismo día; sin embargo, dicho pronunciamiento, a criterio de este Tribunal es
meramente formal, evasivo y carente de fundamentación, porque intenta demostrar que se dictó una
respuesta en el tiempo más breve posible, pero aquella resulta esquiva al pretender restringir el
acceso a los documentos solicitados con el argumento de que corresponden a los actos preparatorios
internos de la entidad para un eventual procedimiento de resolución de contrato, sin considerar que
la petición es un derecho de carácter instrumental destinada a recabar todo tipo de informes, para
el ejercicio de otros derechos, conforme lo expresó también la SCP 0271/2019-S3 de 8 de julio, y que
los aludidos informes emergen de la relación contractual que les vincula con el accionante, respecto
a los cuales pretende presentar sus descargos.
La actitud evasiva de la parte demandada, resulta agravada cuando, mediante la invocación y
aplicación inapropiada de la Resolución de Directorio RD 01-004-06, se pretende condicionar la
entrega de las fotocopias de los indicados informes al pago previo de un costo supuestamente
regulado por la indicada Resolución; sin tomar en cuenta que dicha normativa, tiene por objeto
establecer los montos que deben cancelar los usuarios por las legalizaciones y certificaciones que
emite la entidad como resultado de los servicios aduaneros y de los trámites administrativos
resultantes de aquellas actividades; razón por la cual, la otorgación de las fotocopias de informes
emergente de la relación contractual que vincula a la entidad con el peticionario, sus evaluaciones y
recomendaciones técnicas y jurídicas, no corresponden ser consideradas como servicios aduaneros
sujetos a pago.
En consecuencia, al existir una respuesta emitida por el demandado antes de la audiencia, la cual
manifiesta la posición del prenombrado en cuanto a la petición, esta debe ser considerada y analizada
por el Juez constitucional; toda vez que, el derecho a la petición por su carácter instrumental, no se
satisface sino mediante un pronunciamiento, sustancial, fundamentado y congruente respecto a todo
lo solicitado, que en el caso expuesto no se cumplió; en dichas circunstancias, no se puede denegar
la tutela, bajo el argumento de que no transcurrió el plazo necesario para dictar respuesta, sin
considerar que la Norma Suprema manda que esta sea pronta (en plazo razonable), significando que
debe ser en tiempos menores a los establecidos, y más aún si la entidad demandada ya expidió su
posición sobre lo requerido, de cuyo análisis se concluye que la misma incurrió en lesión del derecho
a la petición, por cuanto, la respuesta pronunciada no cumple con las condiciones establecidas para
tener por satisfecho el aludido derecho -otro podría ser el análisis si el demandado no hubiese dictado
una contestación y se hubiera acreditado que las normas de la institución establecen plazos que aún
se encuentra pendientes de cumplimiento-.
Por todo lo expuesto, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, valoró de manera
parcialmente correcta los antecedentes de la presente acción de defensa.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud a la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 35/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 113 a
116, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija;
y en consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada respecto a las peticiones formuladas en los Oficios Cite:
A.A.M_05/2019 y Cite: A.A.M_06/2019, ambos de 4 de junio, ordenando a la autoridad demandada
emitir en el plazo de cuarenta y ocho horas de su notificación, una respuesta en el marco de lo
expresado en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
2º DENEGAR con relación a solicitud de 12 de agosto de 2018, presentada el 13 del referido mes y
año ante la Gerencia Regional Tarija de la Aduana Nacional de Bolivia.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
videos, imágenes y otros elementos que son relevantes para esclarecer el caso, por lo que no puede
desvirtuarse el peligro de obstaculización mientras no se encuentre el celular extraviado; y, ii) La
decisión emitida se basa en la certificación expedida por el investigador siendo que este funcionario
no tiene atribuciones para dar fe sobre riesgos procesales.
I.2.5. Intervención de la Defensoria de la Niñez y Adolescencia
El representante de la Defensoria de la Niñez y Adolescencia, en audiencia manifestó que le
sorprendió la Resolución emitida por las autoridades demandadas considerando que en el caso en
análisis se mandó mensajes del celular de la víctima aun cuando ya estaba fallecida pretendiendo
inculpar a terceras personas; además, no se valoró el hecho que pudiendo recibirse la declaración
del hijo de la acusada en juicio oral existe suceptibilidad de ser fácilmente manipulado, por lo que
solicitó se de curso a la acción de defensa presentada.
I.2.6. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
72/2019 de 3 de junio, cursante de fs. 354 a 361, denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes
fundamentos: a) Los razonamientos esgrimidos por las autoridades demandadas son claros y
coherentes, asimismo no existe en este incongruencia externa o interna, habiendo coherencia entre
las cuestiones consideradas y resueltas; b) No se encuentran valoraciones arbitrarias, existiendo por
el contrario criterios razonables y de equidad a tiempo de compulsar la prueba; y, c) El Auto de Vista
cuestionado cuenta con la debida fundamentación y motivación congruente con los motivos
impugnados, por lo que no se advirtió la lesión de los derechos denunciados.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio 198/2019 de 22 de marzo, por el que el Juez de Instrucción Penal
Sexto de la Capital del departamento de Oruro rechazó la solicitud de cesación de la detención
preventiva interpuesta por Margot Karina Mendoza Quispe -ahora tercera interesada-, presentando
su defensa recurso de apelación incidental de forma oral en audiencia (fs. 15 a 21).
II.2. Consta acta de audiencia de apelación incidental en la que la recurrente expuso los fundamentos
de su recurso (fs. 22 a 29).
II.3. Mediante Auto de Vista 61/2019 de 25 de abril, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental
de Justicia de Oruro declaró improcedente el recurso de apelación, confirmando la decisión recurrida
“…con la modificación de que ya no concurren los peligros procesales del Art. 235 inciso 1 y 2 del
Código de Procedimiento Penal…” (sic [fs. 30 a 36]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia, a una justicia plural y transparente, a la tutela judicial
efectiva, al acceso a la justicia y a la impugnación, puesto que, en el proceso penal que sigue contra
Margot Karina Mendoza Quispe y otro por la presunta comisión del delito de feminicidio, tras
interponer la imputada recurso de apelación incidental contra el Auto Interlocutorio 198/2019 de 22
de marzo, que rechazó la cesación de su detención preventiva, las autoridades demandadas emitieron
el Auto de Vista 61/2019 de 25 de abril dando por desvirtuados los peligros procesales del art. 235.1
y 2 del CPP sin exponer fundamentación ni motivación suficiente, incurriendo en un fallo incongruente
y con una errónea valoración de los elementos probatorios.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones como componente del
debido proceso. Jurisprudencia reiterada
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación realizada a
tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos que sustentaron su
decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre, estableció que: “…la garantía del debido
proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de
conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados. El tratadista mexicano Javier Alba
Muñoz indicó que el debido proceso debemos entenderlo como: ‘…el razonamiento mediante el cual
se da la explicación lógicamente razonable del porqué el acto de autoridad tiene su apoyo en la
disposición legal…’ (ALBA MUÑOZ, Javier, Contrapunto Penal, Cárdenas Editor y Distribuidor, México,
1998, p. 7)” (las negrillas son nuestras).
III.2. Principio de congruencia: entendimiento
La SCP 1083/2014 de 10 de junio, respecto a las vertientes interna y externa del principio de
congruencia, entendió que: “…desde una óptica doctrinal, la congruencia de las resoluciones
judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones; primero, relativo a la congruencia
externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda determinación judicial, que exige
la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de las partes (demanda,
respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades judiciales, en
definitiva, es una prohibición para el juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando
su consideración a cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la
congruencia interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una unidad congruente,
en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte
considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos,
la interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden
evitar que, en una misma resolución no existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto
de la misma decisión” (el resaltado nos pertenece).
La SC 0486/2010-R de 5 de julio entendió al principio de congruencia en sus vertientes interna y
externa como el “…principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como
la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa
definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o
administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino
que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base a esas consideraciones, es que
quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes”.
III.3. La solicitud de valoración de la prueba en la jurisdicción constitucional
La acción de amparo constitucional, así como las demás acciones tutelares de derechos y garantías
constitucionales, delimita también las atribuciones entre jurisdicciones, respecto a la valoración de la
prueba, en ese sentido, la SC 0025/2010-R de 13 de abril, sostuvo que: “…este Tribunal, en invariable
y reiterada jurisprudencia, ha establecido que la jurisdicción constitucional no tiene
competencia para ingresar a valorar la prueba, dado que ésta compulsa corresponde
exclusivamente a la jurisdicción ordinaria, cuyos jueces y tribunales, conforme a la atribución que les
confiere la Constitución de manera general; y las leyes de manera específica, deben examinar todo
cuanto sea presentado durante el proceso y finalmente emitir un criterio con la independencia que
esto amerita...” (las negrillas nos corresponden).
Así también la misma jurisprudencia estableció situaciones excepcionales en las que se puede ingresar
a la valoración de la prueba, así la SC 0662/2010-R de 19 de julio, entre otras, precisó que: “…La
facultad de valoración de la prueba corresponde privativamente a los órganos
jurisdiccionales ordinarios, por ende la jurisdicción constitucional no puede ni debe pronunciarse
sobre cuestiones de exclusiva competencia de los jueces y tribunales ordinarios, en consecuencia,
menos aún podría revisar la valoración de la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales
competentes, emitiendo criterios sobre dicha valoración y pronunciándose respecto a su contenido.
Ahora bien, la facultad del Tribunal Constitucional a través de sus acciones tutelares
alcanza a determinar la existencia de lesión a derechos y garantías fundamentales
cuando en la valoración de la prueba efectuada por la jurisdicción ordinaria exista
apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad y/o se hubiese omitido
arbitrariamente efectuar dicha ponderación” (las negrillas y el subrayado nos pertenecen).
De igual manera la SC 0115/2007-R de 7 de marzo, consideró otra excepción a las subreglas
jurisprudenciales, concluyendo que: “…además de la omisión en la consideración de la prueba, (…)
es causal de excepción de la subregla de no valoración de la prueba, otra excepción se da cuando
la autoridad judicial basa su decisión en una prueba inexistente o que refleja un hecho
diferente al utilizado como argumento” (las negrillas son nuestras).
En ese sentido, la SCP 1215/2012 de 6 de septiembre, sostuvo que: “…por regla general, la
jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la prueba, por ser una atribución
conferida privativa y exclusivamente a las autoridades jurisdiccionales o administrativas; empero,
tiene la obligación de verificar si en dicha labor: a) Las autoridades no se apartaron de los
marcos legales de razonabilidad y equidad; b) No omitieron de manera arbitraria la
consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y, c) Basaron su decisión en una prueba
inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como argumento. Claro está que además de
ello, en cualquier caso, se debe demostrar la lógica consecuencia de que su incumplimiento ocasionó
lesión de derechos fundamentales y/o garantías constitucionales al afectado; lo que se traduce en
relevancia constitucional. Supuestos que constituyen excepciones a la regla aludida; dado que se
admite injerencia de la jurisdicción constitucional, únicamente cuando se evidencian dichas
vulneraciones; empero, dicha competencia se reduce únicamente a establecer la ausencia
de razonabilidad y equidad en la labor valorativa, o bien, si existió una actitud omisiva
en esta tarea, ya sea parcial o total; o finalmente, si se le dio un valor diferente al medio
probatorio, al que posee en realidad, distorsionando la realidad y faltando al principio de
rango constitucional, como es la verdad material, pero en ningún caso podrá pretender
sustituir a la jurisdicción ordinaria, examinando directamente la misma o volviendo a valorarla,
usurpando una función que no le está conferida ni legal ni constitucionalmente ” (las negrillas son
añadidas).
III.4. Análisis del caso concreto
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se tiene el Auto Interlocutorio 198/2019
de 22 de marzo, por el que se rechazó la solicitud de cesación de la detención preventiva presentada
por Margot Karina Mendoza Quispe dentro del proceso seguido en su contra por la presunta comisión
del delito de feminicidio, constando la interposición del recurso de apelación incidental en audiencia
(Conclusión II.1), en tal sentido, se tiene el acta de apelación incidental en el que se esgrimen los
argumentos de las partes (Conclusión II.2) emitiéndose en consecuencia el Auto de Vista 61/2019
de 25 de abril, que confirmó la decisión recurrida “…con la modificación de que ya no concurren los
peligros procesales del Art. 235 inciso 1 y 2 del Código de Procedimiento Penal…” (sic [Conclusion
II.3]).
Ahora bien en el caso que nos ocupa, la presunta lesión de derechos denunciada emerge de la
emisión del Auto de Vista 61/2019, que en su oportunidad resolvió el recurso de apelación incidental
presentado por Margot Karina Mendoza Quispe contra el Auto Interlocutorio 198/2019,
correspondiendo a continuación analizar el contenido de dicho Auto de Vista en función a los derechos
cuya lesión se alega.
III.4.1. Sobre la denunciada falta de fundamentación del Auto de Vista 61/2019
Al respecto, la mencionada Resolución determinó confirmar la decisión recurrida -que mantuvo la
detención preventiva de la encausada- concluyendo la persistencia del art. 234.10 del CPP y que ya
no concurrían los peligros procesales del art. 235.1 y 2 del mismo cuerpo legal, en base a los
siguientes fundamentos:
1) Se sostuvo que la valoración del informe psicológico realizado por el Juez a quo fue correcta en
atención a la insuficiencia de dicho medio probatorio para enervar el peligro procesal del art. 234.10
del CPP ya que su contenido no refleja suficientes elementos para concluir la inexistencia del peligro
de fuga referido;
2) Respecto al art. 235.1 del Código Adjetivo Penal, se tuvo presente que la resolución primigenia
fundó dicho peligro procesal en base a que no se cuenta con el celular de la víctima, en tal mérito se
tiene como elementos de convicción actuaciones investigativas en fotocopias simples “…esta prueba
aun sea en fotocopia del cuaderno de investigaciones tenia que considerarse (…) considerando que
el investigador dice que jamás obstaculizó, este tribunal considera bajo el Art. 7 del Código de
Procedimiento Penal de que esos elementos de convicción colectados en relación a la ahora imputado,
son suficientes para tener por enervado el peligro procesal del Art. 235 1 y también sirve para el
inciso 2, los informes presentados podemos colegir que es anterior al actuado de diciembre de 2018,
pues obviamente no, son afirmaciones del investigador asignado al caso y son concordantes con los
otros informes del custodio del IDIF de la ciudad de La Paz…” (sic); y,
3) Respecto al art. 235.2 del CPP, “…ya hemos explicado por que creemos que si hay validez en las
fotocopias, segundo no se habría cumplido con la declaración del esposo y de la hija, pero esta la
declaración del esposo e hija en antecedentes y son de esta gestión, además del informe es claro,
entonces no resulta evidente este razonamiento de la autoridad jurisdiccional, tene[m]os a fs. 881 la
Sobre el particular, del entendimiento transcrito en el Fundamento Juridico III.2 de este fallo
constitucional, se tiene que la congruencia interna de las resoluciones involucra la existencia de un
hilo conductor que dote de racionalidad a su contenido, debiendo existir una coherencia armonica
entre los aspectos considerados con la parte resolutiva y/o dispositiva.
En el caso concreto, los aspectos considerados y resueltos en el Auto de Vista 61/2019 son
completamente coherentes, existiendo respecto al particular reclamo de la accionante, una
explicación especifica del por qué en el caso concreto la apelante desvirtuó los peligros procesales
del art. 235.1 y 2 del CPP, resolviendo en consecuencia que los mismos ya no se encuentran vigentes,
por lo que existe lógica correlación y armonía entre todas las partes de la referida Resolución.
III.4.3. Sobre la denunciada erronea valoración probatoria
Al respecto, la accionante denuncia que las autoridades demandadas incurrieron en una erronea
valoración probatoria del informe del investigador asignado al caso al manifestar que dicho
documento establece que la acusada “jamás obstaculizó” la investigación, aspecto que constituiría
una aseveración falsa.
Sobre este punto, corresponde referir que conforme la jurisprudencia transcrita en el Fundamento
Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, esta jurisdicción se encuentra
facultada de forma excepcional a analizar la valoración probatoria de otras jurisdicciones cuando: i)
Las autoridades se apartaron de los marcos legales de razonabilidad y equidad; ii) Omitieron de
manera arbitraria la consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y, iii) Basaron su decisión
en una prueba inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como argumento, en miras a
verificar la existencia de lesión de derechos, sin que esto signifique sustituir a la jurisdicción ordinaria,
examinando directamente la misma.
En el caso concreto cabe mencionar que la valoración de los elementos probatorios realizada por las
autoridades demandadas no transgrede los marcos de razonabilidad y equidad, teniendose sobre la
compulsa particular del informe del investigador asignado al caso, que el Auto de Vista en cuestión
sustenta la inconcurrencia del art. 235.1 y 2 del CPP entre otros elementos en el mencionado informe
al considerar que el mismo constituye un elemento que refleja la inexistencia de obstaculización en
el desarrollo de la investigación penal.
En ese entendido, de la revisión de los actuados remitidos a este Tribunal Constitucional Plurinacional,
a fs. 139 consta el referido informe en el que se establece de forma clara que “…no recibió o tendría
conocimiento de alguna denuncia sobre la destrucción, alteración sobre los indicios, evidencias que
fueron colectados en los diferentes registros del lugar de los hechos…” (sic), refiriendo asimismo,
que “…no existe alguna denuncia, información o informes sobre alguna amenaza, amedrentación u
otros aspectos…” (sic), cuestiones que llevaron a la lógica conclusión del Tribunal de alzada de la
inexistencia de obstaculización en el proceso; por lo que, no resulta ser cierta la errónea valoración
de la prueba que se alega en esta acción tutelar.
Por otro lado, en relación a la supuesta lesión del derecho a la defensa, del contenido del Auto de
Vista 61/2019, no se advierte que esta haya causado indefensión a la accionante, máxime
considerando la exposición de sus argumentos en audiencia de apelación y habiéndose constatado
que las autoridades demandadas resolvieron dicho recurso con el debido sustento jurídico y fáctico.
Finalmente, en relación a la presunta lesión de los derechos a la justicia plural y transparente, a la
tutela judicial efectiva, al acceso a la justicia y a la impugnación, de la lectura de la acción de amparo
constitucional interpuesta no se advierte la exposición de argumentos que permitan conocer de qué
forma se habría transgredido dichos derechos, aspecto que impide ingresar a su análisis de fondo
por la falta de carga argumentativa al respecto.
En consecuencia, la Sala Constitucional al denegar la tutela solicitada, compulsó adecuadamente los
alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO
los puntos cuestionados, exponiendo los hechos y realizando citas legales que sustentan su decisión
de manera coherente. Pidió se deniegue la tutela solicitada.
Jimena Alison Rada Calle, Fiscal de Materia, no asistió a la audiencia de amparo constitucional y
tampoco remitió informe escrito pese a su notificación cursante a fs. 44.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Gabriela Chino Rodríguez, asistió a la audiencia; empero, no hizo uso de la palabra.
I.2.4. Intervención del Ministerio Público
Sergio Luis Bolívar, en representación del Ministerio Público en audiencia expresó que, no debe
apartarse de la legalidad ordinaria y material, el accionante debe explicar qué lado interpretativo
impugnado resulta insuficiente e inmotivado, arbitrario, inconcluyente, absurdo o ilógico, así como
los derechos o garantías constitucionales lesionados.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
36/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 61 a 65 vta., resolvió denegar la tutela, con base a los
siguientes fundamentos: a) No es evidente que las Resoluciones del Fiscal Departamental y de los
Fiscales de Materia, carezcan de la debida fundamentación. En un primer momento, el Juez de
instancia no encontró los elementos configurativos del delito de estafa. Si bien el Auto Interlocutorio
fue impugnado y la Sala Penal impuso medidas cautelares personales, no encontró la motivación
suficiente para aplicar restricciones de carácter real, por lo que al tratarse de delito de contenido
patrimonial, el accionante debió optar por la conversión de acciones en mérito al art. 26 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), pero insistió en que el Ministerio Público se encargue de la causa con
la consiguiente emisión de la Resolución de Sobreseimiento y al estar cerrada la posibilidad de ir por
la acción privada tiene la vía civil; y, b) No se acreditó objetivamente con indicios que la imputada
haya sido quien indujo con engaños a la víctima y que la misma determinara la contratación de la
empresa KALYN para la compra de la materia prima necesaria para la elaboración de la mallas
olímpicas; y el Ministerio Público al no tener los elementos necesarios para continuar con la
investigación, puede optar por el sobreseimiento.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa imputación formal realizada el 4 de enero de 2018, contra Gabriela Chino Rodríguez por
el delito de estafa a denuncia del ahora accionante (fs. 1 a 3).
II.2. Consta la Resolución Fiscal de Sobreseimiento, presentada el 27 de agosto del señalado año,
emitida por las Fiscales de Materia, disponiendo el sobreseimiento de la imputada (fs. 4 a 8).
II.3. Mediante memorial efectivizado el 11 de septiembre del mismo año, el ahora accionante formuló
objeción contra la Resolución citada en la Conclusión anterior (fs. 9 a 19).
II.4. Por Resolución RJ/AFAB/54-2018 de 16 de noviembre, el Fiscal Departamental de Tarija, ratificó
el sobreseimiento objetado (fs. 20 a 24 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso en sus vertientes de fundamentación
y motivación, congruencia y valoración razonable de la prueba, alegando que mediante Resolución
RJ/AFAB/54-2018 de 16 de noviembre, el Fiscal Departamental de Tarija, confirmó la Resolución
Fiscal de Sobreseimiento emitida por los Fiscales de Materia a favor de Gabriela Chino Rodríguez,
dentro de la investigación iniciada por el delito de estafa, misma que fue emitida, obviando los
elementos del tipo penal, que resulta imprescindible para poder confirmar el sobreseimiento objeto
de análisis del presente caso.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. Presupuestos para la revisión de la valoración de la prueba en sede constitucional
La SC 1212/2011-R de 13 de septiembre, cuyos entendimientos fueron aplicados por otras posteriores
como la SCP 0365/2018-S1 de 31 de julio, manifestó: “…reiterando la jurisprudencia de gestiones
pasadas, ha señalado que a la justicia constitucional no le corresponde analizar la
valoración de la prueba efectuada por jueces y tribunales ordinarios. Así, la SC 0577/2002-
R de 20 de mayo, estableció: '…la facultad de valoración de la prueba aportada corresponde
privativamente a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por lo que el Tribunal Constitucional no
puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva competencia de los jueces y tribunales
ordinarios, y menos atribuirse la facultad de revisar la valoración de la prueba que hubieran efectuado
las autoridades judiciales competentes'.
Ahora bien, para que la justicia constitucional ingrese a revisar la ponderación de la
prueba realizada por la jurisdicción ordinaria, así como la realizada por los fiscales a
tiempo de emitir sus resoluciones, la SC 0965/2006-R de 2 de octubre, ha establecido
presupuestos que deben ser cumplidos por la parte accionante.
‘…el recurrente a tiempo de plantear un amparo, como en el presente caso, no puede pretender
que se obligue a la autoridad competente para conocer una denuncia, que presente una
imputación o posteriormente una acusación, dado que esta decisión deberá ser tomada
única y exclusivamente por el Fiscal de materia que conoce de la denuncia, luego de
realizar el análisis de los hechos y actuados conocidos en la investigación preliminar y
durante la etapa preparatoria, lo que significa, que bajo ningún concepto este Tribunal
puede ingresar a la compulsa de fondo de los hechos y pruebas que surjan durante la
etapa preparatoria de un proceso penal’.
‘(…)
No obstante lo referido precedentemente, cabe también indicar que, en resguardo de los derechos
fundamentales a la seguridad jurídica, el acceso a la justicia y a una tutela efectiva, propios de la
víctima que plantea la denuncia ante el Ministerio Público para que cumpla con su función de
promover la acción de la justicia para perseguir y sancionar al autor del delito, este Tribunal puede
analizar la conducta omisiva del representante del Ministerio Público, el juez cautelar u
otra autoridad competente para intervenir en la etapa preparatoria; conductas omisivas
expresadas, entre otras, en no recibir, producir o compulsar cierta prueba inherente al
caso, en no recibir o providenciar memoriales denegando el derecho de petición, en no
realizar actos solicitados por las partes a fin de demostrar su acusación o desvirtuar la
misma, en negar el trámite de las impugnaciones o, en su caso, en la no aplicación
objetiva de la Ley pertinente al caso; en consecuencia, la denuncia sobre las omisiones referidas
podrá ser de conocimiento de este Tribunal y examinado el caso, se tendrá o no que otorgar la tutela.
Empero es necesario dejar claro, que en lo relativo a prueba, la competencia sólo se
reduce a establecer si fue o no valorada, pero no a imponer mediante este recurso cómo
debe ser compulsada y menos a examinarla, lo que significa, que sólo se deberá disponer
en casos de omisión de compulsa que se la analice siempre que curse en el expediente y
que hubiera sido oportunamente presentada (...); de otro lado, en cuanto a la omisión en la
aplicación objetiva de la Ley, ésta situación podrá ser analizada circunscribiéndose a determinar qué
Ley dejó de aplicarse, empero, cuidando que en ese examen no se ingrese al ámbito de la tipificación
de los hechos denunciados como delitos, toda vez que, como se tiene referido precedentemente, no
corresponde a esta jurisdicción establecer la existencia o no de delitos, por lo mismo,
establecer si existe o no suficientes elementos para admitir o rechazar una denuncia'.
Ahora bien, siendo competencia de la jurisdicción constitucional, revisar excepcionalmente la labor
de valoración de la prueba desarrollada por la jurisdicción ordinaria, únicamente, se reitera, cuando
en dicha valoración: a) exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad
previsibles para decidir; o, b) cuando se haya adoptado una conducta omisiva expresada, entre otras,
en no recibir, producir o compulsar cierta prueba inherente al caso y, su lógica consecuencia sea la
lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales; dicha competencia del Tribunal
Constitucional, se reduce, en ambos casos, a establecer la ausencia de razonabilidad y equidad en la
labor valorativa o la actitud omisiva en esta tarea, pero en ningún caso a sustituir a la jurisdicción
ordinaria examinando la misma (...).
En ese orden de razonamiento para que este Tribunal pueda cumplir con esta tarea, es necesario
que la parte procesal, que se considera agraviada con los resultados de la valoración efectuada dentro
de un proceso judicial o administrativo, invocando la lesión a sus derechos fundamentales, exprese
de manera adecuada y precisa en los fundamentos jurídicos que sustenten su posición (recurso de
amparo), lo siguiente:
Por una parte, qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo
sido, no fueron producidas o compulsadas; para ello, será preciso, que la prueba no admitida o no
practicada, se haya solicitado en la forma y momento legalmente establecidos, solicitud, que en todo
caso, no faculta para exigir la admisión de todas las pruebas que puedan proponer las partes en el
proceso, sino que atribuye únicamente el derecho a la recepción y práctica de aquellas que sean
pertinentes, correspondiendo a los órganos judiciales ordinarios, el examen sobre la legalidad y
pertinencia de las pruebas solicitadas, debiendo motivar razonablemente la denegación de las
pruebas propuestas. Por supuesto, una vez admitidas y practicadas las pruebas propuestas
declaradas pertinentes, a los órganos judiciales, les compete también su valoración conforme a las
reglas de la lógica y de la sana crítica, según lo alegado y probado.
Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo conducente,
dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante
haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final…
Es de advertir, que esta última exigencia de acreditación de la relevancia de la prueba denegada, o
de la prueba valorada irrazonable o inequitativamente, se proyecta en un doble plano: por un lado,
el recurrente debe demostrar la relación entre los hechos que se quisieron y no se pudieron probar
y las pruebas inadmitidas o no practicadas, o en su caso de la interpretación discrecional o arbitraria
de la prueba practicada; y, por otro lado, debe argumentar el modo en que la admisión y la práctica
de la prueba objeto de la controversia, habrían podido tener una incidencia favorable a la estimación
de sus pretensiones; sólo en tal caso -comprobada que la decisión final- pudo, tal vez, haber sido
otra si la prueba se hubiera practicado o hubiese sido valorada conforme a derecho dentro de un
marco de razonabilidad, podrá apreciarse también el menoscabo efectivo del derecho fundamental
invocado de quien por este motivo solicita el amparo constitucional” (las negrillas y el subrayado
fueron agregados).
Ahondando en el tema, la SCP 0841/2017-S2 de 14 de agosto, reiteró: «…efectuando una
integración jurisprudencial respecto a la doctrina de las autorestricciones con relación a
la valoración probatoria efectuada en sede ordinaria refirió “…respecto a la valoración de la
prueba: ‘…la jurisdicción constitucional se abrirá a la revisión de la labor valorativa de la prueba,
únicamente cuando el accionante especifique:
1) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir;
2) Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas
(…);
3) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo
conducente, dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó
a practicarse, no obstante haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la
Resolución final’.
(…)
“…la congruencia de las resoluciones judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones;
primero, relativo a la congruencia externa, la cual se debe entender como el principio rector de
toda determinación judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento
de las partes (demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades
judiciales, en definitiva, es una prohibición para el juzgador considerar aspectos ajenos a la
controversia, limitando su consideración a cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y,
segundo, la congruencia interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una
unidad congruente, en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad,
desde la parte considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los
mismos, la interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden
evitar que, en una misma resolución no existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto
de la misma decisión”» (las negrillas nos corresponden).
De lo glosado por el Fundamento Jurídico que antecede, se extrae que con la finalidad de que una
decisión no sea calificada de arbitraria debe contener una adecuada fundamentación y motivación;
es decir, la explicación necesaria sobre las razones que la sostengan.
Asimismo, de dicho Fundamento Jurídico se desprende que amerita que las resoluciones observen el
principio de congruencia, entendido primero, como la correspondencia que deberá existir entre lo
solicitado por las partes -los agravios identificados en la impugnación- y lo resuelto en alzada por la
autoridad superior; y segundo, referida a la coherencia o concordancia interna -entre cada uno de
sus segmentos- que el pronunciamiento debe guardar.
III.3. Sobre la motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por el
Ministerio Público
En cuanto a la obligación de que los requerimientos y resoluciones emitidas por los fiscales de materia
y superiores jerárquicos contengan una adecuada fundamentación, se encuentra instituida en los
arts. 57 y 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP) y art. 73 del CPP.
Al respecto, la jurisprudencia constitucional contenida en la SCP 0726/2018-S1 de 9 de noviembre,
citando la SC 1523/2004-R de 28 de septiembre, expresa: “…cabe señalar que toda decisión
emitida dentro de un proceso penal que no implique cuestión de mero trámite sino que
concierna al fondo de lo que se investiga debe ser necesariamente motivada o lo que es
lo mismo, debidamente fundamentada, lo que significa, que tanto el fiscal o los jueces
que conozcan el proceso, sea en control jurisdiccional o para resolver el fondo, deberán
dictar sus requerimientos o resoluciones cumpliendo las exigencias de la estructura de
forma como de contenido de las mismas. En particular en lo relativo al contenido de fondo, no
sólo deberán circunscribirse a relatar lo expuesto por las partes sino también citar las pruebas que
aportaron las partes, exponer su criterio sobre el valor que le dan a las mismas luego del contraste
y valoración que hagan de ellas dando aplicación a las normas jurídicas aplicables para finalmente
resolver.
Si no proceden de esa forma y dictan una resolución sin respetar la estructura señalada, resulta obvio
que su decisión será arbitraria y considerada subjetiva e injusta, pues el sujeto procesal a quien no
le sea favorable no podrá entender y menos saber la razón jurídica de la decisión; y de incurrirse en
esta omisión al disponer sobreseimiento a favor de la parte imputada, la víctima podrá impugnar el
requerimiento ante el superior jerárquico, y si éste igualmente incurre en la misma omisión, quedará
abierta la jurisdicción constitucional para que acuda a la misma en busca de protección a sus derechos
a la seguridad jurídica y de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, cuyo alcance no abarca,
como se dijo, a que la parte acusadora pretenda que este Tribunal obligue a un Fiscal a
presentar obligatoriamente la acusación si no únicamente a que dicha autoridad emita
su requerimiento conclusivo debidamente fundamentado…”(las negrillas fueron agregadas).
Del desarrollo jurisprudencial expuesto precedentemente, se desglosa que el debido proceso en sus
componentes de fundamentación y motivación de las resoluciones, debe ser comprendido como la
obligación que toda autoridad -Fiscal en el caso de autos- tiene de expresar de manera clara los
motivos y fundamentos de hecho y de derecho en los que basa su decisión, sin que ello signifique
que deba realizarse una amplia y cansina exposición de consideraciones; empero, tampoco limitarse
a una simple mención de pruebas, documentos o requerimientos expresados por las partes.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso en sus vertientes de fundamentación
y motivación, congruencia y valoración razonable de la prueba, alegando que mediante Resolución
RJ/AFAB/54-2018 de 16 de noviembre, el Fiscal Departamental de Tarija, confirmó la Resolución
Fiscal de Sobreseimiento emitida por los Fiscales de Materia a favor de Gabriela Chino Rodríguez,
dentro de la investigación iniciada por el delito de estafa, misma que fue emitida, obviando los
elementos del tipo penal, que resulta imprescindible para poder confirmar el sobreseimiento objeto
de análisis del presente caso.
La documental aparejada, refleja que a denuncia del ahora accionante, el 4 de enero de 2018, se
imputó formalmente a Gabriela Chino Rodríguez por el delito de estafa; posteriormente, las Fiscales
de Materia dispusieron el sobreseimiento de la encausada; decisión que, habiendo sido objetada, fue
ratificada mediante Resolución RJ/AFAB/54-2018, emitida por el Fiscal Departamental de Tarija
(Conclusiones II.1, 2, 3 y 4).
Contextualizado así el problema jurídico y analizados los antecedentes en el caso de autos, se
evidencia que en el memorial de la acción tutelar el impetrante de tutela procedió a exponer los
criterios que motivan su desacuerdo con el sobreseimiento dispuesto por las Fiscales de Materia
asignadas al caso, así como de la Resolución jerárquica expedida por el Fiscal Departamental de
Tarija.
En el cometido señalado, el solicitante de tutela manifiesta que la Resolución Jerárquica RJ/AFAB/54-
2018 que ratificó el sobreseimiento de la imputada, omitió valorar los elementos constitutivos del tipo
penal estafa con la finalidad de establecer la verdad de los hechos -en concreto, el accionar doloso
de la encausada- circunstancia que según su criterio conduciría a considerar que se pronunció una
resolución carente de la ya señalada fundamentación, motivación y congruencia, derivando en una
arbitraria determinación que valida la errónea decisión emitida por las Fiscales inferiores en grado.
En ese sentido, concierne hacer referencia al contenido de la Resolución RJ/AFAB/54-2018 que de
manera previa a la exposición de sus razonamientos, menciona los puntos centrales de la
impugnación formulada contra el Requerimiento Fiscal de sobreseimiento, resumidos en: 1) Se
encuentran demostrados los desembolsos realizados por PRENOTEX en favor de KALYN y que la
imputada ocultó el hecho de que dicha empresa era de su esposo, con la finalidad de provocar una
disposición patrimonial; 2) La Fiscal, afirmó que el 15 de enero de 2018, se procedió a la entrega de
alambre galvanizado cuando lo encargado era malla olímpica; asimismo, existen contradicciones en
la fecha de contratación y entrega; 3) No hay pronunciamiento respecto a la compra de alcantarillas
con dineros de PRENOTEX a nombre de KALYN; y, 4) En la investigación se acreditó que el hecho
denunciado cumple con los presupuestos de tipicidad, antijuricidad y culpabilidad, siendo evidente la
responsabilidad penal de la sindicada.
Teniendo como base esa puntualización, la autoridad demandada señala en su Resolución los
elementos configurativos del tipo penal estafa y los sintetiza en: la intención de obtener un beneficio
económico; despliegue de artificios o engaños; provocación de error; y, motivar un acto de
disposición patrimonial en perjuicio de la víctima o de un tercero. Luego, analizando los antecedentes
de la querella y la posterior imputación formal, refiere: i) Respecto a la compra de alcantarillas, si
bien es evidente que se desembolsaron Bs19 549.- (diecinueve mil quinientos cuarenta y nueve
bolivianos) en favor de la inculpada, en la propia querella se indica que el 13 de febrero de 2017, se
entregaron tales insumos en los depósitos de PRENOTEX y recogidas al día siguiente por los
trabajadores de la Empresa Constructora López Zambrana, de donde se infiere que no obstante el
desprendimiento patrimonial efectivizado en la cuenta de Gabriela Chino Rodríguez, esta cumplió con
la obligación adquirida; es decir, con la compra de esos materiales y entregados en la fecha ya
concluye que el contenido de la acción tutelar que nos ocupa, incumple con los presupuestos
necesarios para activar de manera excepcional la revisión de la actividad desplegada por las
autoridades demandadas; pues, se evidencia que además de manifestar su discrepancia con la
resolución ahora cuestionada, el impetrante de tutela no precisó las pruebas que se hubieran valorado
apartándose de los marcos legales de razonabilidad y equidad, así como cuáles de ellas no se
recibieron o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas y menos explicó de qué manera
tendrían incidencia en la resolución final.
No obstante haber sido detectada esa falencia en la formulación de la acción de defensa que se
examina, no está demás mencionar que durante el estudio de los aspectos desarrollados en párrafos
precedentes -fundamentación, motivación y congruencia- se ha podido evidenciar que la aludida
valoración de los elementos probatorios fue desplegada en el marco de razonabilidad y equidad, sin
divisarse arbitrariedad alguna. Consiguientemente, por todo lo manifestado no corresponde conceder
la tutela impetrada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al denegar la tutela solicitada, valoró adecuadamente los
datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 36/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 61 a 65 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
mediante decreto de 19 del mismo mes y año, rechazó in límine el aludido incidente, no existiendo
recurso ordinario alguno de impugnación que garantice la tutela judicial efectiva impetrada.
Finalmente, el art. 71 de la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas -Ley 1008 de 19 de
julio de 1988-, expresamente señala que la incautación solo procede contra los bienes del propietario,
cuando este haya formado parte del delito o conocido su comisión no lo hubiere denunciado; en el
presente caso, no fue procesado como instigador o cómplice de los hechos investigados y el vehículo
no constituye patrimonio de los entonces imputados.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de sus derechos al debido proceso, a la “seguridad jurídica”, a la defensa,
a la propiedad privada y a la igualdad de las partes, citando al efecto los arts. 13.I, 56.I, 115 y 117.I
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia, se disponga: a) La nulidad del Auto Interlocutorio
42/2018, dictado por Juez codemandado; y, del Auto de Vista 147, emitido por los Vocales de la Sala
Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, b) Que dichas autoridades,
expidan una nueva resolución. Sea con costas.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 15 de mayo de 2019, según consta en acta cursante a fs. 652, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante no asistió a la audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional, pese
a su notificación cursante a fs. 631 vta.
I.2.2. Informe de los demandados
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, no remitieron informe alguno, tampoco asistieron a la
audiencia pese a su notificación cursante de fs. 649 a 650.
Miguel Borjas Borjas, Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de
Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de San Matías del departamento
de Santa Cruz, a través de informe escrito presentado el 14 de diciembre de 2018 cursante de fs.
628 a 629, manifestó: 1) El solicitante de tutela pretende valerse de esta acción tutelar con el único
fin de recuperar un bien que ha sido confiscado mediante Auto Interlocutorio de 15 de diciembre de
2017, dictado por el Juez de Instrucción Penal Primero de Puerto Suárez del referido departamento,
olvidando que el 28 de febrero de 2018 erradamente formuló un incidente de desincautación del
vehículo en cuestión, que fue rechazado mediante Auto Interlocutorio 42/2018, que al ser objeto de
apelación incidental, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
declaró admisible e improcedente el recurso; y, 2) Por segunda vez, el impetrante de tutela en la vía
incidental intentó la devolución del motorizado, pedido que fue rechazado al ser manifiestamente
improcedente, carente de fundamento legal y fuera de norma constitucional, pretendiendo confundir
con argumentos alejados del contexto normativo, por lo que solicitó se deniegue la tutela.
1.2.3. Intervención del Ministerio Público
Rubén Darío Ordóñez Roca, en representación del Ministerio Público, mediante memorial presentado
el 18 de diciembre de 2018 cursante a fs. 627 y vta., señaló: i) El Auto Interlocutorio de 15 de
diciembre de 2017, fundó su disposición cuarta en el art. 253 del Código de Procedimiento Penal
(CPP) que en la última parte dispone que: “…en caso de encontra[r]se sustancias controladas en
avionetas, lanchas y vehículos automotores, se procederá a la confiscación de aquellos bienes y su
entrega inmediata a la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados …” (sic);
y, ii) Se debe tener en cuenta, el informe policial de 14 de diciembre de igual año que refiere: “… EN
EL INTERIOR DEL TANQUE DE CO[M]BUSTIBLE CON UN DOBLE FONDO (MACACO)
investigaciones dentro del proceso penal no habrían concluido y que se debió adjuntar documentación
acreditando la procedencia del dinero de la compra del vehículo así como el extremo vertido en la
solicitud de devolución. Decisión que, al ser apelada, motivó que los Vocales de la Sala Penal Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, emitan el Auto de Vista 147 declarando
admisible e improcedente el referido recurso (Conclusiones II. 2, 3, 4 y 5).
Finalmente, mediante escrito presentado el 18 de octubre del mismo año, el impetrante de tutela
reiteró el incidente de devolución de vehículo, que, a través de decreto de 19 de similar mes y año,
el Juez demandado rechazó in límine por considerar que resulta manifiestamente improcedente al
haber sido anteriormente resuelto a través del Auto de Vista precitado, que negó la restitución del
aludido motorizado (Conclusiones II.6 y 7).
En resumen, el acto lesivo reclamado por el impetrante de tutela radica en el rechazo a su pedido de
devolución del vehículo que le fue incautado; consecuentemente, una vez identificado el problema
jurídico planteado y contextualizadas las circunstancias del caso de autos, resulta necesario referirse
al Código de Procedimiento Penal, que en relación al tema en cuestión señala:
“Artículo 255º.- (Incidente sobre la calidad de los bienes)
I) Durante el proceso, hasta antes de dictarse sentencia, los propietarios de bienes incautados podrán
promover incidente ante el juez de la instrucción que ordenó la incautación, en el que se debatirá:
(…)
2) Si el bien incautado ha sido adquirido en fecha anterior a la resolución de incautación y con
desconocimiento del origen ilícito del mismo o de su utilización como objeto del delito. En todo caso
deberá justificar su origen” (las negrillas y subrayado fueron incorporados).
Ahora bien, sobre la base de este extracto normativo, se concluye que la documental aparejada al
incidente de desincautación planteado por el accionante, referida a la identidad del impetrante de
tutela y al derecho propietario que le asiste sobre el vehículo cuya devolución reclama, no se observa
literal alguna respecto al punto central del rechazo de la devolución solicitada.
A mayor precisión, teniendo en cuenta que el acto lesivo reclamado por el antes nombrado habría
sido causado por el rechazo a la solicitud de devolución del motorizado incautado, recuérdese que al
efecto, el prenombrado formuló dos incidentes, el primero el 28 de febrero de 2018 que habiendo
sido rechazado por el Juez de la causa y apelado por el peticionante de tutela, ameritó ser resuelto
por Auto de Vista 147, que declaró su improcedencia con la debida fundamentación y motivación; el
segundo, interpuesto el 18 de octubre de 2019, fue desestimado in límine por la autoridad
jurisdiccional quien entendió que era manifiestamente improcedente; pues, conforme se dijo en líneas
precedentes, dicho petitorio ya fue resuelto. Al efecto, conviene recordar que el Código de
Procedimiento Penal en relación a esos aspectos señala:
“Artículo 315º.- (Resolución)
(…)
El rechazo de las excepciones y de los incidentes impedirá que sean planteados
nuevamente por los mismos motivos” (las negrillas son nuestras).
De ello se colige, que por expresa determinación del señalado precepto legal, habiendo sido resuelto
el incidente como consecuencia del primer planteamiento de devolución de vehículo, no correspondía
ser reformulado, aspecto que debió ser tenido en cuenta por el solicitante de tutela.
Sobre esa base, contrastando las circunstancias expuestas en esta acción de amparo constitucional,
se adquiere convencimiento de que lo que se trajo a consideración de este Tribunal radica en el
manifiesto desacuerdo expresado por el accionante respecto a la desestimación del incidente de
devolución del vehículo incautado dentro de un proceso penal por delitos incursos en la Ley del
Régimen de la Coca y Sustancias Controladas. Al respecto, también se evidencia que el rechazo de
dicha solicitud fue basado en razón a que en ese momento, las investigaciones dentro de la referida
causa no habían concluido y que para respaldar su petitorio se debió adjuntar documentación que
acredite la procedencia del dinero utilizado en la compra del aludido motorizado, conforme fue
expresado en el pedido de desincautación; decisión que fue confirmada por el Auto de Vista 147 -
ahora impugnado- al declarar la improcedencia del recurso de apelación incidental. De ello, se colige
que a criterio de las autoridades jurisdiccionales demandas, el impetrante de tutela no cumplió
plenamente con las condiciones exigidas para dar curso a su petitorio, en concreto con la obligación
legal de aportar elementos probatorios suficientes para demostrar o justificar el origen del capital
económico que posibilitó la adquisición del bien confiscado -ahora reclamado-.
Con referencia al derecho a la defensa entendido como la posibilidad de que el mismo sea asumido
plenamente conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional; es decir, tener expedita la potestad de expresar oportunamente sus pretensiones
jurídicas dentro del proceso -penal en este caso- una vez que adquiera conocimiento sobre la referida
causa, debiendo al efecto tener acceso irrestricto a los actuados jurisdiccionales en igualdad de
condiciones al resto de las partes.
Abundando en el tema, el mencionado derecho está concebido a garantizar que la persona que se
vea inmersa en un proceso -independientemente de la materia que se trate- tenga expedita la vía
para presentar descargos en su favor, formular peticiones, ofrecer las pruebas que considere
pertinentes, ser escuchada u oída antes de cada decisión, así como interiorizarse sobre las
presentadas por las partes intervinientes, entre otros.
Teniendo como base el entendimiento descrito precedentemente, el análisis de los antecedentes
cursantes en obrados permiten colegir que no se constata la lesión acusada, por cuanto de la propia
interposición de los incidentes de desincautación de vehículo, que dieron lugar a la presente acción
tutelar, se concluye que el ahora solicitante de tutela ejerció ampliamente y de manera irrestricta su
derecho a la defensa técnica en la causa de origen -aunque el resultado no le haya sido favorable
por los argumentos legales expuestos oportunamente por las autoridades demandadas-. Lo que una
vez más permite deducir, que tuvo pleno acceso a la instancia jurisdiccional y por consiguiente a la
justicia al tener la oportunidad de ejercitar en igualdad de condiciones los mecanismos legales y todas
las prerrogativas conducentes a formular sus pretensiones jurídicas, conforme fue desarrollado en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia, de la compulsa realizada de los antecedentes cursantes en obrados se advierte la
inexistencia de la lesión del derecho al debido proceso exigido por el accionante, lo que imposibilita
conceder la tutela solicitada.
Asimismo, respecto a los derechos a la propiedad privada, a la “seguridad jurídica” y a la igualdad de
las partes, no corresponde mayor pronunciamiento por cuanto el solicitante de tutela se limitó a
mencionarlos sin expresar la forma en que habrían sido afectados.
III.3. Otras consideraciones
De la documentación cursante en obrados, se extrae que esta acción de amparo constitucional fue
presentada el 5 de diciembre de 2018 y el entonces Juez Público Civil y Comercial, de Partido de
Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de San Ignacio de Velasco del departamento
de Santa Cruz, señaló audiencia para el 18 del mismo mes y año; sin embargo, dicho actuado no fue
concretado, sin que exista información sobre las razones para aquello.
Asimismo, por Auto Interlocutorio 01/2019 de 11 de abril cursante a fs. 630, la nueva autoridad titular
del mencionado despacho, a tiempo de expresar su extrañeza sobre el asunto irresuelto, asumió
conocimiento de la acción tutelar fijando nueva fecha de audiencia, momento a partir del cual se
reactivó la causa. Al respecto, resulta pertinente hacer notar, que tampoco se evidencia reclamo
alguno de la parte accionante en relación a la situación descrita.
En consecuencia, el Juez de garantías al denegar la tutela impetrada, aunque con otros fundamentos
obró de forma correcta.
POR TANTO
regulación de sus honorarios, sino se dispuso que acuda a la vía llamada por ley para el efecto; y,
iii) La prueba ofrecida fue rechazada por providencia de 9 de mayo de 2018, la cual no fue observada.
Ante la solicitud de enmienda y complementación del accionante, la citada Sala Constitucional, refirió
que ésta jurisdicción no se constituye en una instancia casacional, no pudiendo atender lo relativo a
la objeción de regulación de honorarios; asimismo, el rechazo de la prueba ofrecida de manera
extemporánea, se fundamenta en normativa procedimental; y, sobre la utilización de normas
derogadas, tal aspecto fue modificado y corregido por las autoridades ahora demandadas a través
del Auto de 9 de noviembre de 2018, aplicando la Ley del Ejercicio de la Abogacía -Ley 387 de 9 de
julio de 2013-, precisamente en vía de complementación y enmienda, dentro el proceso civil ejecutivo
principal.
II. CONCLUSIONES
Del análisis de la prueba documental adjunta al expediente, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa contrato de iguala profesional de 20 de diciembre de 2010, suscrito entre Erick Maldonado
Riss -ahora accionante- y los representantes legales del BDP-SAM, para la prestación de cobranza
judicial de la cartera en mora, cuya cláusula vigésima estableció que las partes resolverán sus
controversias por medios alternativos como la conciliación y el arbitraje (fs. 2 a 6).
II.2. La referida entidad financiera, a través de nota Cite: BDP/GJ 3560/2015 de 11 de septiembre,
comunicó al solicitante de tutela, su decisión de resolver el antedicho contrato, de acuerdo a la
cláusula décima cuarta; con cargo de recepción de 14 de igual mes y año (fs. 7).
II.3. Mediante memorial de agosto de 2011, el impetrante de tutela patrocinó la deducción de una
acción coactiva civil contra la “Asociación de Productores Agropecuarios Villa Rosario - APAVIR”,
ateniéndose en el otrosí sexto a lo estipulado por el contrato de iguala profesional (fs. 19 a 20 vta.).
II.4. A través del Informe de regulación de honorarios de 11 de abril de 2016, emitido por el
Secretario Abogado del Juzgado Público Mixto Civil y Comercial, de Familia y de Sentencia Penal
Primero de Ivirgarzama del departamento de Cochabamba, se determinó el monto por dicho concepto
de Bs734 282,23.- (setecientos treinta y cuatro mil doscientos ochenta y dos 23/100 bolivianos); el
cual fue puesto a conocimiento de las partes mediante providencia de la misma fecha (fs. 25 y vta.).
II.5. Por Auto Interlocutorio de 6 de febrero de 2017, el Juez de la causa anuló la regulación de
honorarios de 11 de abril de 2016, y el decreto de misma fecha, en atención a que en el memorial
de acción coactiva civil, la parte actora y el impetrante de tutela, en cuanto al cálculo de honorarios
profesionales se refirieron al contrato de iguala profesional (fs. 36).
II.6. Por memorial de incidente de nulidad presentado por el accionante el 22 de mayo de 2017,
pidiendo se deje sin efecto el Auto Interlocutorio de 6 de febrero de igual año, arguyendo que la
determinación de anular la regulación de honorarios profesionales no tiene fundamento legal y fue
asumida de oficio (fs. 57 a 59).
II.7. A través del Auto Interlocutorio de 18 de julio de 2017, la mencionada autoridad jurisdiccional
rechazó el incidente de nulidad formulado debido a la existencia de una iguala profesional suscrita
entre los contendientes; por lo que, al tener ésta la eficacia prevista en el art. 519 del CC, le
corresponde al incidentista acudir a la vía llamada por ley para hacer valer sus derechos (fs. 75).
II.8. El impetrante de tutela interpuso recurso de apelación contra el Auto Interlocutorio descrito
precedentemente, por memorial presentado el 26 de igual mes y año, reiterando los fundamentos
expuestos en su incidente y haciendo hincapié en el derecho al trabajo remunerado de los abogados
(fs. 76 a 79).
II.9. Mediante Auto de Vista de 5 de octubre de 2018, los Vocales de la Sala Civil Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba -ahora demandados-, resolvieron la apelación
confirmando el Auto Interlocutorio de 18 de julio de 2017, argumentando la inconcurrencia de los
principios que rigen las nulidades y la incompetencia del Juez a quo para determinar honorarios
profesionales, ante la existencia de un contrato de iguala profesional con cláusula arbitral, siendo
ésta última la vía para resolver controversias al respecto (fs. 112 a 115).
II.10. El solicitante de tutela pidió aclaración, enmienda y complementación del referido Auto de
Vista, mediante memorial presentado el 7 de noviembre de 2018 (fs. 116 a 117).
II.11. Por Auto de 9 de similar mes y año, las autoridades de alzada, aclararon que por error
involuntario se refirieron a los arts. 11 y “17” del DL 16793, cuando lo correcto era hacer alusión a
los arts. 8 y 30 de la Ley del Ejercicio de la Abogacía (fs. 118).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante considera la vulneración de sus derechos al trabajo; a percibir una remuneración justa;
al debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, congruencia y seguridad
jurídica; a la tutela judicial efectiva; y, a la defensa, argumentando que las autoridades demandadas
no valoraron las pruebas de reciente obtención presentadas y no se pronunciaron sobre todos los
agravios expresados en su recurso de apelación.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. De la fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones como
elementos de la garantía y derecho al debido proceso. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0653/2019-S4 de 21 de agosto, sobre esta temática señaló que: “La SCP 2221/2012 de 8 de
noviembre, ha desarrollado cuatro finalidades implícitas que determinan el contenido esencial del
derecho a una resolución fundamentada y/o motivada, ya sea judicial, administrativa o cualquier
otra, que resuelva un conflicto o una pretensión, así se tiene: 1) El sometimiento manifiesto al bloque
de constitucionalidad y a la ley, traducido en la estricta observancia de los principios de
constitucionalidad y legalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes, que la resolución en
cuestión no es arbitraria, sino que, por el contrario, observa el valor justicia y los principios de
interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad de
control de la Resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes
recursos o medios de impugnación; 4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad
decisoria de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública,
en observancia del principio de publicidad; posteriormente, a través de la SCP 0100/2013 de 17 de
enero, se agregó como otra finalidad; y, 5) La exigencia de la observancia del principio dispositivo,
que implica la obligación que tiene el juzgador, de otorgar respuestas a las pretensiones planteadas
por las partes para defender sus derechos.
Respecto a la segunda finalidad, es decir, lograr el convencimiento de que la resolución no es
arbitraria, sino que por el contrario, observa el valor justicia y los principios de interdicción de la
arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia, tanto la SCP 2221/2012 como su similar 0100/2013,
establecen que la arbitrariedad puede estar expresada en una decisión: i) Sin motivación, que se da
cuando la resolución no otorga razones de hecho y de derecho que la sustenten; ii) Con motivación
arbitraria, cuando se basa en fundamentos y consideraciones solamente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio (valoración arbitraria o irrazonable de la prueba
o su omisión valorativa) o normativo alguno, alejadas de la sumisión a la Constitución y la ley; iii)
Con motivación insuficiente, cuando no se dan razones de la omisión de pronunciamiento sobre los
planteamientos de las partes; y, iv) Por la falta de coherencia del fallo, que se da: a) En su dimensión
interna, cuando no existe relación entre las premisas –normativa y fáctica– y la conclusión –por
tanto–; y, b) En su dimensión externa, cuando la resolución no guarda correspondencia
con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos, sobre la coherencia interna
y externa, tienen su antecedente en la SC 0863/2003-R de 25 de junio, así como en la SC 0358/2010-
R de 22 de junio, estableciendo que en el ámbito procesal, el principio de congruencia se entiende
no solo como la correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, sino que además
implica la concordancia del fallo; es decir, su coherencia interna, entendimiento que fue reiterado en
la SCP 1915/2012 de 12 de octubre, entre otras. Por su parte, respecto a la congruencia de las
ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación absurda, por no aplicar la interpretación que
considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías que conforman el bloque de
constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha interpretación, explicando sí el resultado, cuál
la relevancia constitucional’.
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’ rescatando
una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico - argumentativas de las
autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación formalistas, pueden resultar
útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas las posibilidades que tiene la
autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y valores que se encuentran en la
Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que realizan otras jurisdicciones
que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada valoración de los
hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación de
las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es
insoslayable que las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar
derechos fundamentales, y en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se
encuentra facultada a vigilar que en todo fallo, providencia o decisión judicial que las
autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para que la jurisdicción
constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de justicia,
los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los
derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa
desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia constitucional que
se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello involucre
que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio de la
actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al
derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de
razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico, que más
allá de las implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías
constitucionales” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo; a percibir una remuneración justa;
al debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, congruencia y seguridad
jurídica; a la tutela judicial efectiva; y, a la defensa, señalando que, el Tribunal de apelación, no
valoró prueba de reciente obtención, conforme a los arts. 112 y 147 del CPC, consistente en un
memorial de excepción de arbitraje y un Auto Constitucional correspondientes a otro proceso; no se
pronunció sobre la lesión del procedimiento establecido por el art. 225.II y III del CPC; no consideró
que el contrato de iguala profesional fue rescindido unilateralmente por BDP-SAM, siendo su
consecuencia principal la cesación de sus efectos; y, no tomó en cuenta la normativa sobre resolución
de contratos por incumplimiento, establecida en los arts. 568, 569 y 574 del CC.
En dicho mérito, es necesario hacer una reminiscencia de los antecedentes de la presente causa de
cuya compulsa se tiene que, por Auto Interlocutorio de 6 de febrero de 2017, el Juez Público Mixto
Civil y Comercial, de Familia y de Sentencia Penal Primero de Ivirgarzama del departamento de
Cochabamba, anuló la regulación de honorarios de 11 de abril de 2016, y el decreto de la misma
fecha, arguyendo que en el memorial de acción coactiva civil interpuesta contra la “Asociación de
Productores Agropecuarios Villa Rosario-APAVIR”, el BDP-SAM -demandante- y el ahora impetrante
de tutela -abogado patrocinante-, en cuanto a honorarios profesionales se refirieron al contrato de
iguala profesional suscrito entre ambos (Conclusiones II.5), contra esta determinación y luego de
transcurridos meses de su emisión, el mencionado profesional abogado, mediante memorial
presentado el 22 de mayo de 2017, interpuso incidente de nulidad, afirmando esencialmente que la
decisión asumida no tiene fundamento legal y es oficiosa (Conclusión II.6); ante lo cual, el Juez de
la causa, a través del Auto Interlocutorio de 18 de julio del citado año, rechazó el incidente formulado,
señalando que al existir una iguala profesional, que tiene la eficacia prevista en el art. 519 del CC, le
corresponde al incidentista -hoy accionante- acudir a la vía llamada por ley para hacer valer sus
derechos (Conclusión II.7); es en virtud a esta decisión, que el solicitante de tutela interpuso recurso
de apelación mediante escrito presentado el 26 de julio de 2017, reiterando los fundamentos
expuestos en su incidente y haciendo hincapié en el derecho al trabajo remunerado de los abogados
(Conclusión II.8); impugnación resuelta mediante Auto de Vista de 5 de octubre de 2018, en el que,
las autoridades del Tribunal de alzada confirmaron el Auto Interlocutorio del inferior en grado,
señalando que no concurren en el incidente formulado, los principios que rigen las nulidades y que
el Juez de la causa no tiene competencia para determinar honorarios profesionales (Conclusión II.9).
III.3.1. De la denuncia de vulneración del derecho al debido proceso en sus elementos
de la debida fundamentación, motivación y congruencia
En virtud al contexto previamente desarrollado, corresponde compulsar los agravios expresados en
el recurso de apelación con los fundamentos contenidos en el dictámen de alzada, considerando que
el impetrante de tutela denunció la falta de pronunciamiento sobre la presunta lesión del
procedimiento establecido por el art. 225.II y III del CPC; asimismo, que no se hubiera considerado
que, el contrato de iguala profesional fue rescindido unilateralmente por BDP-SAM, siendo su
consecuencia principal la cesación de sus efectos, y, que no se habría tenido en cuenta la normativa
sobre resolución por incumplimiento de contratos, establecida en los arts. 568, 569 y 574 del CC (con
la aclaración que la denuncia de falta de valoración de las pruebas de reciente obtención, será
abordada en el siguiente acápite).
A este efecto, en el recurso de apelación interpuesto el 26 de julio de 2017, el ahora accionante
manifestó que: a) El Juez de la causa de manera oficiosa anuló la regulación de honorarios
profesionales de 11 de abril de 2016, cuando esta no fue observada ni apelada por BDP-SAM,
conforme lo establecido por el art. 225.II y III del CPC, adquiriendo así la calidad de cosa juzgada;
b) No existe iguala profesional para el caso específico del proceso coactivo como afirma la entidad
financiera, pretendiendo ésta no pagar sus honorarios profesionales y beneficiarse de su trabajo
realizado de forma gratuita; c) Es obligación del Juez de primera instancia, la observancia de los arts.
25, 222 y 224 del CPC; y, 199.II, 200 y 201 del Código de Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg),
disponiendo el pago de honorarios profesionales como acreencia privilegiada, tomando en cuenta la
cuantía del litigio, su naturaleza y complejidad, el resultado obtenido y la situación económica de las
partes; d) La autoridad jurisdiccional, con su determinación pretende el cumplimiento del pago de
honorarios profesionales en virtud a la iguala, juzgando así el cumplimiento o incumplimiento de un
contrato, que beneficia al BDP-SAM en un quince por ciento más que le correspondería al abogado
patrocinante; e) La decisión de anular la regulación de honorarios profesionales, deriva en la
vulneración de los derechos al trabajo, al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y a la defensa;
y, f) Solicitó se tengan presentes las disposiciones de la Ley del Ejercicio de la Abogacía, y el Código
de Ética Profesional en sus arts. 6, 8.3, 11, 14, 17, 29 y 30, y otras disposiciones conexas.
A su turno, las autoridades demandadas, confirmaron la Resolución del inferior en grado, con los
siguientes fundamentos: 1) No se advierte un perjuicio directo para el recurrente; puesto que, no se
le negó su derecho a una regulación de honorarios, sino que se dispuso que debe hacer valer sus
derechos en la vía llamada por ley; 2) La nulidad planteada, no se halla consagrada en alguna norma
específica y por lo mismo no existen causales que se ajusten a la solicitud del apelante; en
consecuencia, al no concurrir los principios que rigen las nulidades, tampoco se lesionó el derecho al
debido proceso; 3) En virtud a los arts. 11 y 77 del DL 16793, el Juez de primera instancia tiene el
deber de regular los honorarios profesionales de los abogados intervinientes en la causa, tomando
como parámetros la iguala profesional o en su defecto el Arancel del Colegio de Abogados; en ese
sentido, al existir una iguala que en su cláusula vigésima establece que cualquier controversia se
someterá a conciliación y arbitraje, la autoridad jurisdiccional debe limitarse a proveer sobre lo
decidido en dichas instancias, careciendo de competencia para resolver la controversia derivada de
dicho contrato; y, 4) No obstante, considerando que la determinación asumida en los procesos de
conciliación y arbitraje debe ser revisada por la autoridad jurisdiccional, se deberá tomar en cuenta
lo establecido en las SSCC 1846/2004-R de 30 de noviembre, y 0630/2010-R de 19 de julio, así como
el principio de razonabilidad, cuya finalidad es el valor justicia en las resoluciones.
En la vía de enmienda y complementación las autoridades demandadas, mediante Auto de 9 de
noviembre de 2018, cursante a fs. 118, determinaron mantener incólume la decisión asumida,
enmendando únicamente la cita por error involuntario de los arts. 11 y “17” del DL 16793, siendo lo
correcto la mención de los arts. 8 y 30 de la Ley del Ejercicio de la Abogacía.
De la relación efectuada, si bien los Vocales de la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, expusieron los razonamientos de hecho y derecho que sustentan el fallo
analizado; sin embargo, se advierte incoherencia en su dimensión externa respecto al reclamo del
apelante sobre la calidad de cosa juzgada en su regulación de honorarios profesionales de 11 de abril
de 2016, la cual no habría sido observada ni apelada por el BDP-SAM conforme lo establecido por el
art. 225.II y III del CPC.
Por otra parte, no resulta evidente la inexistencia de pronunciamiento sobre la supuesta recisión
unilateral del contrato de iguala por parte de BDP-SAM, ya que las autoridades demandadas sobre
ello manifestaron que existiendo dicho convenio, el cual en su cláusula vigésima establece que
cualquier problema se someterá a conciliación y arbitraje, la autoridad jurisdiccional debe limitarse a
resolver sobre lo decidido en dichas instancias, careciendo de competencia para conocer la
controversia derivada del referido contrato.
Finalmente, sobre la supuesta omisión con relación a la normativa aplicable para la resolución de
contratos por incumplimiento previsto por los arts. 568, 569 y 574 del CC; no obstante, que se dejó
establecido que el Juez de la causa no tiene competencia para resolver controversias emergentes del
contrato de iguala profesional, el Tribunal de alzada no hizo mención específica a la normativa
invocada por el apelante; sin embargo, este aspecto no fue reclamado oportunamente como agravio
en el respectivo recurso; por lo mismo, no puede ser analizado por la jurisdicción constitucional en
observancia del principio de subsidiariedad.
En consecuencia, advertida la falta de respuesta al primer agravio planteado por el accionante en su
recurso de apelación, las autoridades demandadas incurrieron en incongruencia externa,
materializada en la falta de correspondencia entre el planteamiento del agravio señalado y lo resuelto
en el fallo cuestionado conforme fue expuesto en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, incumpliendo así su deber de circunscribir su competencia a
los puntos resueltos por el inferior en grado y que fueron objeto de apelación tal cual establece el
art. 265.I del CPC; por lo que, concierne conceder la tutela a efectos de que se emita un nuevo fallo
en el que necesariamente exista un pronunciamiento respecto al agravio omitido.
III.3.2. En cuanto a la omisión valorativa de la prueba
El impetrante de tutela, denuncia que las autoridades demandadas no valoraron la prueba de reciente
obtención, conforme a los arts. 112 y 147 del CPC, consistente en un memorial de excepción de
MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela; y, en consecuencia, se ordene a las autoridades demandadas: a)
Otorguen una respuesta formal y fundamentada a las solicitudes de reasignación de fechas 22 de
octubre de 2018 y 11 de marzo de 2019 en el plazo de veinticuatro horas; y, b) Procedan a la
reasignación de funciones en la Institución Policial de conformidad a la Circular-Fax 040/2018.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala constitucional
La audiencia pública de consideración de la presente acción de amparo constitucional, se realizó el
16 de abril de 2019; según consta en acta cursante de fs. 104 a 108 vta., produciéndose los siguientes
actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El impetrante de tutela a través de su abogado, ratificó íntegramente los términos de su demanda
tutelar y además añadió que: 1) El memorándum circular fax 040/2018 refiere que para ser
reasignados, se necesitan dos requisitos, uno que debe figurar en el sistema de administración
personal como desertores y que no cuente con una resolución ejecutoriada o memorándum de baja
definitiva, condiciones con las que el impetrante de tutela cuenta a cabalidad; y, 2) No recibió
respuesta alguna ni afirmativa o negativa a ninguna de las notas presentadas.
I.2.2. Informe de los demandados
Vladimir Yuri Calderón Mariscal, Comandante General de la Policía Boliviana a través de sus
representantes Jonas Paco Larico y Javier Alcón Chuquimia, acreditados por Poder Notariado
446/2019 de 15 de abril, cursante de fs. 40 a 41, en audiencia solicitaron que se niegue la tutela
manifestando lo siguiente: i) Remitió la nota presentada por el accionante a la Dirección Nacional de
Personal de la Institución a su cargo, mediante hoja de trámite 6033 de 12 de marzo del precitado
año; ii) De la revisión de archivos, se encontró el memorándum 19/145 del Departamento de
Escalafón Único de 21 de marzo de 2019, en el que se asigna al impetrante de tutela funciones dentro
de la entidad aludida, pero él no se apersonó a secretaria de despacho para notificarse; iii) No hizo
seguimiento a las notas que interpuso; iv) El Tribunal Disciplinario Departamental de la Policía
Boliviana de La Paz, continuó con el proceso aperturado y de conformidad a la “Ley 101” (sic.), se
sancionó como falta grave; y, v) Fue recientemente posesionado en el cargo que ocupa; por lo que,
no firmó ninguna documentación tampoco emitió ningún criterio al respecto.
Claudio Zenobio Espinoza Luna, Director Nacional de Personal del Comando General de la Policía
Boliviana, a través de sus representantes Edgar Chávez Ticona, Tomas Huanca Luque y Ángel Ramos
Mamani, por Poder Notariado 445/2019 de 15 de abril, cursante de fs. 42 a 43 vta., en audiencia
solicitó que se deniegue la tutela señalando que: a) El accionante está siendo investigado dentro de
un proceso penal y el requisito para que proceda su solicitud es que se encuentre con deserción; y,
b) Existe un memorándum por el que, se dispuso la reincorporación de Willy Ayllon Quispe; empero,
lamentablemente él no hizo seguimiento a las notas que presentó, pese a que fijó como domicilio
procesal Secretaría de su despacho.
Después de presentar su informe la Vocal Presidenta de la Sala Constitucional, preguntó a los
representantes del Director Nacional de Personal sobre el lugar donde se practicaron las
notificaciones, si esto fue en un lugar público, a lo que respondieron que tienen un tablero de
informaciones donde se coloca todas las comunicaciones necesarias a objeto de que todos los
peticionantes puedan informarse y se encuentra en la puerta del Comando.
A esa respuesta solicitó que se le proporcione una copia de la nota del tablero, respondiendo que
“Solamente colocan la sugerencia del asesor legal, con la finalidad de que ellos tengan conocimiento
con relación a la pretensión planteada” (sic).
La mencionada Vocal preguntó si con ese memorándum se le reasignó funciones al interior de la
Policía Boliviana al accionante; respondiendo que, no tenían el documento que fue firmado por la
máxima autoridad ejecutiva de la Dirección Nacional de Personal de la entidad referida, con la cual
fue reasignado a sus funciones.
Con esa respuesta, le preguntaron ante la reasignación dispuesta que debió hacer el peticionante de
tutela; en razón de ello, señalaron que correspondía seguimiento de sus solicitudes y apersonarse,
por lo menos al tablero de informaciones para verificar si se había emitido respuesta porque no
cuentan con un domicilio real o procesal fijado para la notificación.
Continuando con las preguntas, cuestionaron si el impetrante de tutela, no tendría ningún proceso;
respondiendo que en su calidad de Director Nacional de Personal no tenía conocimiento. Asimismo
señalaron que “…nos ha presentado el impetrante el día 4 de enero de 2019 un memorial en la cual
adjunta un certificado con relación al caso conoce el Tribunal Disciplinario Departamental de
Cochabamba, entonces con eso se les reasigna las funciones” (sic).
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
068/2019 de 16 de abril, cursante de fs. 109 a 111, concedió en parte la tutela solicitada,
disponiendo que en el plazo de veinticuatro horas, la Dirección Nacional de Personal de la Policía
Boliviana, proceda a notificar al accionante con el informe 01168/2019 de 19 de marzo y el
memorándum de 21 de ese mes y año, en Secretaría de su despacho, apercibiéndose a ese efecto al
peticionante de tutela para que se constituya en horas de oficina a los efectos de concretizar el acto
procesal indicado y denegó con relación al derecho al trabajo, decisión asumida sobre la base de los
siguientes fundamentos: 1) Conforme manifestó el Director Nacional de Personal de la Policía
Boliviana a través del informe del asesor legal, se hubiera dado respuesta a la pretensión del
accionante; empero, ésta no le fue notificada; 2) De la jurisprudencia emitida por el Tribunal
Constitucional Plurinacional, se tiene que cualquier solicitud que se haga a una persona individual o
colectiva ya sea privada o pública debe obtener una respuesta pronta y oportuna; 3) Si bien existe
un informe y un memorándum de respuesta, éstas no tuvieron la efectividad que hubiera surtido en
caso de que los demandados a través de sus apoderados hubieran presentado a efectos de que el
hoy impetrante de tutela tome conocimiento de su petitorio, actos procesales que si bien se han dado
en sede administrativa policial no fueron debidamente comunicados; y, 4) Respecto a la supresión
del derecho al trabajo, no se ha establecido los suficientes elementos constitutivos referidos a su
vulneración; toda vez que, el solicitante de tutela a partir de la notificación con el citado memorándum
podrá activar los mecanismos correspondientes a efectos de materializar la decisión contenida en el
mismo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Se tiene el Memorándum Circular-Fax 030/2018 de 18 de julio, en el que señala los requisitos
para aquellos funcionarios policiales que soliciten reasignación de funciones en casos de deserción,
en sujeción a lo establecido en los arts. 55 inc. b), 66 inc. c) y 69 de la LOPN (fs. 3); Memorándum
Circular-Fax 040/2018 de 5 de octubre, por el que se aclara el Memorándum 030/2018, señalando
que el mismo alcanza a los servidores policiales que figuren en el Sistema de Administración de
Personas como desertores y a la fecha no cuenten con una resolución ejecutoriada y memorándum
de baja definitiva (fs. 4).
II.2. Mediante memorial de 22 de octubre de 2018, Willy Ayllón Quispe -ahora accionante-, solicitó
ante la Dirección Nacional de Personal del Comando General de la Policía Boliviana, la reasignación
de funciones a la institución indicada al amparo de los arts. 24 y 46 de la CPE, adjuntando todos los
requisitos correspondientes (fs. 5 y vta.).
II.3. Por memorial de 11 de marzo de 2019, dirigido al Comandante General de la Policía Boliviana,
el impetrante de tutela reiteró su solicitud de reasignación de funciones, anunciando interponer
acción de amparo constitucional y solicitó además fotocopias legalizadas (fs. 24 a 25).
II.4. Se tiene el Informe 01168/2019 de 19 de marzo, suscrito por el Asesor Legal de la Dirección
Nacional de Personal del Comando General de la Policía Boliviana dirigido al Director de esa instancia,
en cuya referencia solicita la reasignación de funciones a la Institución aludida del Sargento Willy
Ayllon Quispe (fs. 44 a 46).
II.5. Por memorándum E.U.S. 19/1405 de 21 de marzo de 2019, suscrito por el Director Nacional de
Personal de la Policía Boliviana, dirigido al peticionante de tutela, éste fue reasignado a sus funciones
colocándolo a disposición del Comando Departamental de Policía-La Paz, debiendo presentarse en el
término establecido en el Reglamento (fs. 47).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo y a la petición, por cuanto, en su
calidad de efectivo policial que no desempeña sus funciones desde marzo de 2007, presentó dos
memoriales una de 22 de noviembre de 2018 dirigida al Director Nacional de Personal del Comando
de la Policía Boliviana, solicitando su reasignación de funciones a la precitada Institución y otra de 11
de marzo de 2019 para el Comandante General de la misma Institución, reiterando su requerimiento;
empero, hasta el momento de la interposición de la presente acción de amparo constitucional, no
tuvo respuesta alguna a ninguna de sus notas; por lo que, solicita que se conceda la tutela y se
otorgue respuesta formal y oportuna a sus peticiones y se proceda a su reasignación en la Institución
aludida.
En consecuencia, corresponde establecer en revisión, si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela, para el efecto se analizarán los siguientes temas: i) Contenido y
alcances del derecho de petición; y, ii) Núcleo esencial del derecho a la petición; y, iii) Análisis del
caso concreto.
III.1. Contenido y alcances del derecho de petición
El derecho a la petición está reconocido como un derecho fundamental en el art. 24 de la CPE, donde
establece que: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral
o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se
exigirá más requisito que la identificación del peticionario”.
En ese entendido el Tribunal Constitucional en la SC 189/01-R de 7 de marzo de 2001, definió el
derecho de petición como: “…en sí es una facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse,
individual o colectivamente, ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a
obtener una pronta resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna
carecería de efectividad el derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez
planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de
obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin
embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en
esa medida podrá ser positiva o negativa.”.
Asimismo, la SC 0310/2004-R de 10 de marzo, determinó el contenido del derecho a la petición y
estableció que: “…a fin de que se otorgue la tutela en caso de alegarse la violación del derecho a
formular peticiones, corresponde que el recurrente, demuestre los siguientes hechos: a) la
formulación de una solicitud expresa en forma escrita; b) que la misma hubiera sido formulada ante
una autoridad pertinente o competente; c) que exista una falta de respuesta en un tiempo razonable
y d) se haya exigido la respuesta y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la
autoridad recurrida y no existan otras vías para lograr la pretensión”.
Posteriormente, en vigencia de la actual Constitución Política del Estado, la SC 1068/2010-R de 23
de agosto, en el Fundamento Jurídico III.2., expusó los casos en los que existe vulneración de este
derecho y señaló: “…En resumen las autoridades vulneran el derecho a petición cuando: a) La
respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se presenta la negativa de recibirla o se
obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la petición respetuosa, la autoridad no la
responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no es atendida de manera clara, precisa,
completa y congruente con lo solicitado.”.
En esta misma línea jurisprudencial la SC 1995/2010-R de 26 de octubre, moduló los entendimiento
anteriores estableciendo cuales son los cuatro requisitos para que se tutele este derecho a través de
esta acción tutelar, es así que en el F.J. III.3., señaló: “…el primer requisito señalado por dicha
de septiembre). Por otra parte y en este punto debe considerarse el art. 5.I de la CPE, que reconoce
la oficialidad de treinta y seis idiomas y que ante una petición escrita la respuesta también debe ser
escrita (SC 2475/2010-R de 19 de noviembre); c) La prontitud y oportunidad de la respuesta (SSCC
2113/2010-R y 1674/2010-R) debiendo notificarse oportunamente con la misma al peticionante (SC
0207/2010-R de 24 de mayo); y, d) La respuesta al fondo de la petición de forma que resulte
pertinente, debiendo efectuarla de manera fundamentada (SSCC 0376/2010-R y 1860/2010-R) por
lo que no se satisface dicho derecho con respuestas ambiguas o genéricas (SC 0130/2010-R de 17
de mayo)”.
Entendimiento que fue reiterado por las SSCCPP 0141/2019-S2, 0120/2019-S3, 864/2018-S1 y
0802/2018-S4, entre otras.
De lo expuesto, se concluye que el derecho de petición, es una facultad o potestad que tiene toda
persona para obtener una respuesta oportuna, clara, completa y fundamentada sobre el asunto
impetrado, de modo que conozca la respuesta positiva o los motivos de la negativa a su petición y
ante el incumplimiento de cualquiera de estas condiciones se vulnera este derecho.
III.3. Análisis del caso concreto
En el caso que se analiza, el accionante denuncia como acto lesivo que ni el Comandante General ni
el Director Nacional de Personal, de la Policía Boliviana, le dieron respuesta a sus notas presentadas
el 11 marzo de 2019 y el 22 de octubre de 2018, respectivamente.
En ese sentido y de la revisión de la documentación adjunta al expediente, se tiene que en mayo de
2007, se inició un proceso disciplinario por deserción contra el accionante, previsto como falta grave
en el art. 60 inc. “D” núm. 25) del Reglamento de Faltas Disciplinarias y sus Sanciones de la Policía
Nacional, pero nunca le notificaron con una Resolución Ejecutoriada o una baja definitiva. El 18 de
julio de 2018, la Dirección Nacional de Personal emitió el Memorándum Circular-Fax 030/2018 de 18
de julio, aclarado por su similar 040/2018 de 5 de octubre, en los cuales se brindaba la posibilidad
de reasignar a la Institución Policial a todos los servidores policiales que figuren en el Sistema de
Administración de Personal como desertores y que no cuenten con resolución ejecutoriada o
memorándum de baja definitiva, siendo esa su situación, preparó toda la documentación requerida
y solicitó su reasignación a la máxima autoridad de la Dirección aludida por memorial de 22 de octubre
de 2018, al no obtener respuesta reiteró su solicitud el 11 de marzo de 2019, dirigiéndose esta vez,
al Comandante General de la Policía Boliviana; empero, tampoco obtuvó respuesta hasta el momento
de la interposición de la presente acción de amparo constitucional.
Se advierte también la existencia del Informe 01168/2019 de 19 de marzo, suscrito por el asesor
legal de la Dirección indicada, por el cual solicita la reasignación a la Institución Policial de Willy Ayllon
Quispe -ahora accionante- asimismo, se constata la existencia de un memorándum, tal como
manifestaron las autoridades demandadas en audiencia; pero, no se evidencia que el impetrante de
tutela hubiera sido notificado con ambos documentos o se le hubiera hecho conocer la existencia de
los mismos. Cuando la finalidad de la respuesta, es la notificación oportuna que permita hacer uso
de los recursos o medios que franquea la ley; consecuentemente, esas supuestas respuestas que no
fueron recogidas por el accionante, porque se encontrarían en Secretaría del Comando de la Policía,
no cumplieron con su finalidad pues prueba de ello, es que interpuso la acción de amparo
constitucional que en este momento se analiza.
En este contexto, debe considerarse que, de conformidad a los Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2,
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, toda autoridad pública administrativa, tras
tomar conocimiento de las peticiones y solicitudes que son presentadas en sus despachos por
conducto regular, se encuentran en la obligación y el deber constitucional de brindar una respuesta
fundamentada, sobre la base de los puntos requeridos por el solicitante, ya sea de manera negativa
o positiva, absolviendo las inquietudes planteadas y dando a conocer su resultado al interesado. No
siendo óbice para hacerlo el hecho de ser nuevo servidor en el cargo, en síntesis, ante la presentación
de una petición oral o escrita, surge la obligación de la autoridad o persona particular de responder
Solicitó se tutele sus derechos y en consecuencia: a) Se deje sin efecto el Auto de Vista 223/2018,
disponiendo la emisión de uno nuevo enmarcado en la normativa civil vigente; y, b) Sea con costas
y costos a las autoridades demandadas conforme al arancel del Colegio de Abogados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 18 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 249 a
251 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su representante y abogado, ratificó el contenido de su acción de
amparo constitucional, y ampliándola indicó que no se puede fijar un interés que no fue plasmado
de manera escrita; por la naturaleza del proceso ejecutivo de estructura monitoria, debe tomarse en
cuenta solamente lo concretado en el documento base de ejecución y lo que no esté está sustituido
por la norma, que dice que cuando no se estipula por escrito, corresponde el interés legal del 6%
anual, no pudiendo quedar librado a la imaginación del juzgador.
I.2.2. Informe de los demandados
Juan Carlos Candia Saavedra y Jerónimo Manu García, Vocales de la Sala Penal y Civil Mixta de
Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública, respectivamente, del
Tribunal Departamental de Justicia de Beni, presentaron informe escrito el 18 de junio de 2019,
cursante de fs. 247 a 248, indicando que: 1) El deudor al depositar cada mes la suma de
“…1.200$us.-…” (sic) a cuenta del demandante reconoció el pago de interés al 4%, tal como reata
la cláusula cuarta del contrato; que señala que “…el prestatario se compromete a cancelar los
intereses en el porcentaje convenido verbalmente, dicho pago se efectuará mensualmente,
efectuando depósitos en la entidad financiera que cuenta el prestamista…” (sic), desentrañando con
nitidez que el interés pactado verbalmente, tenía que depositarse cada mes; tal comportamiento de
depósitos corrobora que los mismos se trataban de pagos a cuenta de interés, “…quedando en
orfandad fáctica de algún elemento que conduzca a pensar (…) que alguno de los pagos o parte de
ellos se dirigían directa o indirectamente a cubrir y satisfacer el capital…” (sic); y, 2) El Juez a quo
razonó en su “…‘CONSIDERANDO II.- Hechos no probados.- que las documentales de fs 41 a 43,
consistentes en comprobantes de depósitos bancarios a favor de Jorge Sánchez, fueran solo a cubrir
intereses de la obligación principal’…” (sic); empero, el ejecutante no necesita probar tal extremo, ya
que la excepción la planteó el demandado, puesto que la carga probatoria es del excepcionista acerca
de que los depósitos tienen relación con el pago de capital, hecho que no aconteció; por lo que,
solicitaron se deniega la tutela.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Jorge Sánchez Villarroel por intermedio de su representante y abogado, presentó escrito el 18 de
junio de 2019, cursante de fs. 244 a 245, manifestando que: i) El contrato de préstamo de 25 de
mayo de 2015 y las pruebas adjuntadas demuestran la existencia real de los intereses pactados; las
autoridades demandadas actuaron con razonabilidad y equidad en la labor valorativa, interpretando
y aplicando correctamente la verdad material e intención común de los contratantes; motivo por el
cual, acertadamente revocaron la Sentencia 123/2018; y, ii) El accionante pretende una nueva
valoración de los elementos probatorios que dieron origen al Auto de Vista 223/2018, situación que
no es posible, ya que esa labor es competencia de la jurisdicción ordinaria; es más, la ley le reconoce
al prenombrado el derecho y posibilidad de acudir al proceso ordinario; por lo que, solicitó se
deniegue la tutela, con costas.
En la audiencia de consideración, agregó que cuando se pretende reconocer montos de dinero tiene
que haber voluntad expresa del acreedor.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, mediante Resolución
047/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 252 a 258 vta., concedió en parte la tutela solicitada,
dejando sin efecto el Auto de Vista 233/2018, dispuso que se notifique a las nuevas autoridades que
conforman el Tribunal de alzada a objeto de que pronuncien un nuevo fallo conforme a los
fundamentos de dicha Resolución, y denegó la tutela respecto al principio de seguridad jurídica, así
como la cuantificación y cancelación de daños y perjuicios por ser excusable; bajo los siguientes
fundamentos: a) El accionante cumplió los requisitos a objeto de la revisión de la interpretación
realizada por los Vocales demandados, con relación a los alcances de los arts. 411 y 414 del CC; b)
El interés legal solo surge cuando las partes no hubieran pactado un interés convencional; c) El Auto
de Vista cuestionado vulneró el debido proceso en su elemento de aplicación objetiva de la norma,
toda vez que erradamente interpretó el art. 411 del citado Código al sostener que ‘“ …el hecho de
que la suma del interés no este tipificado por escrito en el contrato no es argumento suficiente para
declarar que el documento violente el art. 411 del CC en su última parte donde señala que entrará
en vigencia el interés legal…’” (sic), sin considerar que dicho articulado dispone que el interés
convencional debe estar estipulado por escrito cualquiera que sea la cantidad principal, y que en el
documento base de ejecución no está debidamente señalado el mismo, basando su fundamentación
en un simple supuesto de los “…$us.1.200.-…” (sic) depositados a una cuenta del acreedor,
corresponden al 4% del interés pactado en el documento base de ejecución, vulnerando lo previsto
por el referido artículo; incurriendo en insuficiente fundamentación y motivación; y, d) La seguridad
jurídica no está instituida como derecho tutelable, sino como principio rector de los actos de la
jurisdicción judicial o administrativa; por lo que, no es posible su tutela por medio de la acción de
amparo constitucional.
Resolución 047/2019, que por solicitud del tercero interesado fue complementada en la misma fecha,
a fs. 251 vta., en sentido que se levanta la medida cautelar dictada de paralización del proceso
ejecutivo, debiendo continuar el mismo.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa contrato de préstamo de dinero de 25 de mayo de 2015, suscrito por Jorge Sánchez
Villarroel -prestamista- y Manuel Alejandro Mealla Vásquez -prestatario-, por la suma de $us30 000.-
(treinta mil dólares estadounidenses), cuya cláusula cuarta estipula “…EL PRESTATARIO se
compromete a cancelar los intereses el porcentaje convenido verbalmente, dicho pago se efectuará
mensualmente, efectuando deposito en la entidad financiera que cuenta EL PRESTAMISTA” (sic
[fs. 8]).
II.2. Dentro del proceso monitorio ejecutivo seguido por Jorge Sánchez Villarroel contra Manuel
Alejandro Mealla Vásquez -ahora accionante-, por pago de $us30 000.-, se dictó la Sentencia
123/2018 de 6 de septiembre, que declaró probada en parte la excepción de pago documentado
parcial planteada por el ejecutado, “…en cuanto a los montos atribuibles a pagos de la
obligación perseguida dentro de autos, estos serán determinados en ejecución de
sentencia, imputando pagos a intereses con preferencia a pagos a capital, aplicándole el
interés legal anual del 6% a la obligación reclamada en el documento base de la acción
de fs. 05 a 06 de obrados…” (sic [fs. 160 a 161 vta.]).
II.3. Contra dicha Sentencia, el ejecutante interpuso recurso de apelación el 19 de septiembre de
2018, contestado por el ejecutado mediante memorial presentado el 4 de octubre del aludido año;
el cual, fue resuelto por Auto de Vista 223/2018 de 5 de diciembre, pronunciado por la Sala Civil
Mixta de Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Familiar o Doméstica del Tribunal Departamental
de Justicia de Beni, que revocó totalmente la Sentencia 123/2018, declarando probada la
demanda e improbada la excepción de pago parcial a capital interpuesta por el ejecutado; y, “…Los
depósitos glosados a Fs. 18-20 del presente cuadernillo y fs. 41-43 del expediente original, deben
interpretarse y aplicarse a cuenta de intereses convenidos en el título ejecutivo, los mismos que dejen
ajustarse al canon normativo del art. 409 del CC, aspecto a considerarse en la liquidación de capital
e intereses adeudados que corresponda, sin costas” (sic [fs. 165 a 168, 171 a 172 y 190 a 193]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la problemática planteada por el
recurrente, tendrá relevancia constitucional, la SC 0194/2011-R de 11 de marzo, incorporó el tercer
elemento que debe contener la exposición señalando: ‘3) Establezca el nexo de causalidad entre la
ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación absurda, por no aplicar la interpretación que
considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías que conforman el bloque de
constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha interpretación, explicando sí el resultado, cuál
la relevancia constitucional’.
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico –
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que
realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada
valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación
de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que
las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y
en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo,
providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para
que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de
justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los
derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa desarrollada por la
autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia constitucional que se abre su competencia en miras
a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol
casacional, impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al
derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de razonabilidad y
equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico, que más allá de las
implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías
constitucionales”.
III.2. Análisis del caso concreto
Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el impetrante de tutela se centra en que dentro del proceso ejecutivo que se le sigue, las
autoridades ahora demandadas que emitieron el Auto de Vista 223/2018 de 5 de diciembre no
tomaron en cuenta su contestación al recurso de apelación planteado por el ejecutante contra la
Sentencia 123/2018 de 6 de septiembre; así, no obstante que el documento base de ejecución no
establece de manera expresa el porcentaje sobre el cual hacer el cálculo de interés, este fue fijado
erróneamente, asumiendo como único sustento, supuestos imaginarios sin fundamento alguno.
De modo previo, de acuerdo al Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, cuyo entendimiento establece que a efectos de una interpretación excepcional de la
legalidad infra constitucional, la parte accionante, deberá exponer de forma clara las razones por las
que considera que dicha vulneración existe; en ese sentido, la exposición realizada por el peticionante
de tutela explicó suficientemente por qué estima lesionados sus derechos, en consecuencia,
corresponde ingresar al examen de la problemática.
En ese entendido, se tiene que, la Sentencia 123/2018 que declaró probada en parte la excepción de
pago documentado parcial planteada por el ejecutado; concluyó que: 1) Se comprobó la obligación
con el contrato; 2) En el documento base de la ejecución, en su cláusula cuarta se convino que la
forma de pago mensual se realizaría mediante depósitos bancarios en cuentas del actor, dejándose
constancia de manera clara y puntual, sin equivocación o duda alguna, que se trata de descargo por
la obligación imputada, quedando demostrado el pago parcial de la obligación total, “…esto apoyado
en los comprobantes de depósitos bancarios de fs. 41 a 43…” (sic) y extracto bancario adjunto en
audiencia donde se evidencian dos depósitos más por la suma de “…$us.- 1.200,00.-…” (sic) cada
uno; 3) Al no establecerse de forma expresa, clara y precisa un interés convencional
mensual, corresponde aplicar el interés legal anual previsto en el art. 414 del CC, puesto que dentro
del documento base de la acción, en su cláusula cuarta no se estipula el mismo, haciendo una
simple alusión a un porcentaje convenido verbalmente, por lo cual al no estar establecido de
manera expresa en dicho documento corresponde aplicar lo normado por el citado articulado,
“…más aún cuando los mismos depósitos bancarios no permiten especificar la existencia de un monto
determinado a interés y otro monto a capital” (sic); y, 4) El cálculo de los montos cancelados a
interés y capital se efectuaran en ejecución de sentencia.
Por su parte, el Auto de Vista 223/2018 que revocó totalmente la Sentencia 123/2018, declarando
probada la demanda e improbada la excepción de pago parcial a capital interpuesta por el ejecutado;
consideró que: i) El documento base de la obligación de 25 de mayo de 2015, en su cláusula cuarta
dice que: “…‘El prestatario se compromete a cancelar los intereses en el porcentaje
convenido verbalmente, dicho pago se efectuará mensualmente, efectuando depósitos
en la entidad financiera que cuenta el prestamista’…” (sic), dejando claramente establecido
que el interés que se pactó de forma verbal, tenía que ser depositado cada mes; el hecho de que el
deudor venía depositando la suma de “…1200$us…” (sic) prueba el pago de tales intereses,
corroborando que los mismos se trataban de pagos a cuenta de interés, “…no existe un solo elemento
que haga pensar que los pagos o parte de ellos iba directamente o indirectamente a capital…” (sic);
ii) El Juez a quo manifestó en su “… ‘CONSIDERANDO II.- Hechos no Probados.- que las
documentales de Fs. 41-43 de obrados consistentes en comprobantes de depósitos
bancarios a favor del Sr. Jorge Sánchez Villarroel, fueran solo a cubrir intereses de la
obligación principal’…” (sic); empero, el demandante no necesita probar tal extremo, ya que la
excepción la planteó el demandado, al excepcionista le compete demostrar que aquellos pagos tienen
relación con el pago de capital, hecho que como señala la autoridad recurrida, no fue demostrado;
iii) La normativa exige la existencia del documento aprobado por el acreedor para que surta efecto
la excepción de pago, sea esta total o parcial; en el caso, “…lo único que se evidencia son depósitos
a cuenta del demandante, los mismos que de acuerdo al documento base de la obligación en su
CLAUSULA CUARTA se constituyen en depósitos a cuenta del interés mensual…” (sic); y, iv) En torno
a los intereses aplicables al caso; si bien su importe de manera expresa no se encuentra en el
documento, fue reconocido el interés al hacer el depósito de “…1200$us…” (sic) cada mes a cuenta
del demandante. Al señalarse que se debe hacer por escrito, se refiere únicamente al hecho de que
la misma se puede oponer “…a la prueba testifical y mínima cuantía conforme al art. 1328 Num. I.-
la cual era exigida a través de la ley de Organización Judicial pero la misma queda sin efecto con la
entrada en vigencia de la nueva ley del Órgano Judicial 025, razón por la cual el hecho de que la
suma del interese no se encuentre tipificado por escrito en el contrato no es argumento suficiente
para declarar que el documento violente el art. 411 del CC en su última parte, donde señala que
‘entrará en vigencia el interés legal’…” (sic), pues basta “…darse cuenta que el interés al que se
refiere la Cláusula Cuarta del Contrato de fecha 25/05/2015 es del 4% mensual, tal cual se apareja
en el escrito judicial de fecha 15/06/2018…” (sic), también demostrado por “…la propia voluntad del
demandado, al cumplir con su obligación cada mes en depositar los intereses…” (sic); así, el
documento de 25 de mayo de 2015 prueba que se estipuló el interés y la forma de pago del mismo.
Ahora bien, de la revisión del Auto de Vista impugnado, se tiene que los Vocales demandados
efectivamente invocaron el art. 411 del CC que establece que: “El interés convencional se estipula
por escrito, cualquiera sea la cantidad principal sobre la que deba aplicarse. En caso diverso y siempre
que no fuere de otra manera reconocido, se aplicará el interés legal”, al momento de fundamentar
su fallo; puntualizando que, el documento de 25 de mayo de 2015, en su cláusula cuarta, expresó
que “…‘El prestatario se compromete a cancelar los intereses en el porcentaje convenido
verbalmente, dicho pago se efectuará mensualmente, efectuando depósitos en la entidad
financiera que cuenta el prestamista’ …” (sic); por lo que, consideraron que, dicho “…interés
(…) es del 4% mensual…” (sic), demostrado por “…la propia voluntad del demandado, al cumplir con
su obligación cada mes en depositar los intereses…” (sic).
Vale decir que, las autoridades demandadas respecto el interés vinculado al contrato de préstamo
de dinero de $us30 000.- de 25 de mayo de 2015, suscrito por Jorge Sánchez Villarroel -prestamista-
y Manuel Alejandro Mealla Vásquez -prestatario, ahora accionante-, y ante la falta de estipulación de
la tasa porcentual del interés convencional en dicho acuerdo; aplicaron, el citado art. 411 del
merituado Código, en sus vocablos “fuere reconocido de otra manera” (la negrilla y el subrayado
no corresponden a la mencionada norma legal), para justificar en el Auto de Vista 223/2018 su
decisión de revocar totalmente la Sentencia 123/2018, y declarar probada la demanda e improbada
la excepción de pago parcial a capital interpuesta por el ejecutado. Sin haber considerado que, el
hecho de que el deudor -hoy peticionante de tutela- venía depositando cada mes la suma de
“1200$us” en la entidad financiera que cuenta el prestamista, no se subsume al citado
precepto de “reconocimiento” del interés convencional, del referido articulado civil; ya que, esos
depósitos realizados por el ejecutado no acreditan que este haya “reconocido” tal tasa porcentual
del interés convencional; dicho de otra manera, los merituados depósitos efectuados por el
adeudado no prueban que dicha tasa porcentual del interés convencional haya sido o fuere
“reconocida” por el nombrado procesado; pues, los mencionados depósitos no detallan o
individualizan la estipulación de la cantidad o tasa del pago porcentual destinado a los aludidos
intereses convencionales, tal y como concluyó el citado fallo de primera instancia, al establecer que
los “…depósitos bancarios no permiten especificar la existencia de un monto determinado a interés
y otro monto a capital” (sic).
Por ello, no tomaron en cuenta que, los referidos depósitos realizados por el accionante, no significan
que este haya “reconocido” la existencia de la tasa porcentual, pagos que mal pretende hacer
valer el prestamista a efectos de un aparente “reconocimiento” del interés convencional; así, el
acuerdo escrito en sentido que “…El prestatario se compromete a cancelar los intereses en
el porcentaje convenido verbalmente…” (sic), denota que en la especie, el interés convencional
no fue estipulado conforme a los preceptos del art. 411 del referido Código; consiguientemente, no
observaron la normativa legal aplicable al caso. En ese contexto, los argumentos expresados en el
Auto de Vista 223/2018, debían converger en ese sentido; en consecuencia, se evidencia que los
Vocales demandados efectuaron una errónea interpretación del art. 411 del CC, a objeto de resolver
la apelación formulada por el ejecutante, que derivó en la revocatoria total de la Sentencia 123/2018,
pronunciada por el Juez inferior; por el contrario, debieron aplicar el interés legal anual establecido
en el art. 414 de la aludida normativa, para analizar y resolver el presente caso relacionado con el
pago de $us30 000.-.
Consiguientemente, se tiene que las autoridades demandadas en virtud a una resolución
insuficientemente motivada, arbitraria e incongruente, sin fundamento real y respaldatorio, se
apartaron de lo que instituye la normativa legal aplicable al presente caso establecida para los
procesos ejecutivos, determinando declarar probada la demanda e improbada la excepción de pago
parcial a capital interpuesta por el ejecutado.
Por otra parte, con relación a la denuncia de lesión del principio de seguridad jurídica; toda vez que,
el Auto de Vista contra el cual se acciona será dejado sin efecto, deberán los Vocales demandados
velar sobre el respeto al mismo en su nuevo pronunciamiento.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 047/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 252 a 258
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni;
y en consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada, respecto al debido proceso en su faceta sustantiva de
correcta aplicación de la normativa y valoración de la prueba, y en sus componentes de
fundamentación y motivación de las resoluciones, en los mismos términos de la Sala Constitucional;
y,
2° DENEGAR la tutela impetrada, con relación al principio de seguridad jurídica.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela ordenando a la Fiscal de Materia demandada deje sin efecto la citación
emitida en su contra, toda vez que la denuncia se extinguió.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 11 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 33 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por intermedio de su abogada, ratificó in extenso la acción de libertad presentada,
acotando lo siguiente: a) La autoridad demandada omitió dar cumplimiento al Auto de control
jurisdiccional y de manera contraria emitió citación para que preste su declaración informativa en
calidad de denunciada; ante una posible incomparecencia de su persona se expediría mandamiento
de aprehensión en su contra; b) Interpuso excepción de extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso ante el Juez de la causa, este de manera contradictoria estableció que la solicitud
que realizó no estaría dentro del ordenamiento jurídico vigente y que existiría un vacío legal; por esa
razón no obtuvo una respuesta rechazando o dando curso a su petitorio; c) Solicitó que se conmine
a la Fiscal de Materia demandada para que en el plazo de veinticuatro horas dicte resolución de
rechazo o cualquier otro requerimiento, siendo que los plazos procesales establecidos en el Código
de Procedimiento Penal sobrepasaron superabundantemente.
I.2.2. Informe de la demandada
Juana Janneth Cortez Choque, Fiscal de Materia, por informe escrito presentado el 11 de julio de
2019, cursante de fs. 31 a 32, manifestó: 1) Los hechos reclamados por la accionante no se ajustan
dentro de los presupuestos de activación de la presente acción de libertad, tomando en cuenta la
existencia de control jurisdiccional comunicado y radicado en el Juzgado de Instrucción Penal Séptimo
de la Capital del departamento de La Paz; y, 2) La peticionante de tutela se generó por si sola estado
de indefensión al asumir defensa amplia e irrestricta dentro de la presente causa penal y la
investigación dilucidada, y que bajo el principio de subsidiariedad debió acudir ante el juez contralor
de garantías constitucionales a los fines que esa autoridad establezca cualquier presunta lesión.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 21/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 34 a 35, denegó la tutela
solicitada, en base a los siguientes fundamentos: i) Los actos denunciados en esta acción tutelar no
guardan vinculación directa con el derecho a la libertad, puesto que la impetrante de tutela se
encuentra en libertad y ejerciendo su defensa de forma amplia e irrestricta; ii) En el presente caso,
se tiene identificada la autoridad judicial a cargo del control jurisdiccional de la proceso penal,
correspondiendo a la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz,
la que debe resolver los supuestos actos irregulares o las omisiones que estaría incurriendo la
demandada, no pudiendo remplazar esa labor que ejercen los jueces de instrucción; iii) Con relación
a que la prenombrada no hubiera dado cumplimiento a la conminatoria emanada por la Jueza de la
causa, la misma no puede ser dirimida en esa instancia, más aún cuando existió una respuesta por
parte de la aludida autoridad la que no fue demandada en esta acción de libertad.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 19 de febrero de 2019, la Fiscal de Materia -ahora
demandada- dentro del proceso penal que sigue contra Nina Marisol Omonte Rivero y otros por la
presunta comisión de los delitos de falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado y asociación
delictuosa, comunicó el inicio de investigación a la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la Capital
del departamento de La Paz, quien por decreto de 20 de igual fecha tuvo presente la misma (fs. 4 y
vta.).
la aludida no cumplió con la orden emanada y de manera contraria pretendió que preste su
declaración informativa en calidad de denunciada, actuado al cual no asistió; por lo que presume que
a raíz de su incomparecencia se haya expedido mandamiento de apremio en su contra.
De la compulsa de los argumentos expuestos en el memorial de acción de libertad, su ampliación en
audiencia pública y así como de las pruebas que cursa en el expediente procesal, se observa que los
actos lesivos denunciados por la accionante se originaron dentro de un proceso penal, promovido a
instancia del Ministerio Público en su contra, en el que la autoridad demandada comunicó el inicio de
la investigación mereciendo que por decreto de 20 de febrero de 2019 emitido por la Jueza de la
causa tenga presente dicho informe (Conclusión II.1).
Por lo anterior se puede advertir que los actos supuestamente vulneratorios, como la falta de
resolución fiscal por fenecimiento de la fase preliminar y la comunicación de actos investigativos en
los que presuntamente se habría emitido un mandamiento de aprehensión contra la impetrante de
tutela, acontecieron en un período posterior a la presentación del informe de inicio de investigación
realizado el 19 de febrero de 2019 (Conclusión II.1); por lo que, habiéndose cumplido con esta
formalidad correspondía que la accionante acuda donde la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la
Capital del departamento de La Paz, en denuncia de los actos restrictivos de su libertad por ser la
autoridad que ejerce el control jurisdiccional, previamente a la activación de la vía constitucional;
siguiendo la interpretación emitida por la SP 0482/2013 desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; si bien solicitó ante la Jueza de la causa la
extinción de la acción por duración máxima del proceso dentro de la fase preliminar, es evidente que
este instrumento de defensa se encuentra reservado para otra instancia procesal; consecuentemente,
al no haber acudido de forma oportuna ante la autoridad competente, concurre la subsidiariedad
excepcional establecida para la acción de libertad, correspondiendo denegar la tutela con la aclaración
de no haberse ingresado al análisis de fondo de la problemática.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, actuó de manera
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 21/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 34 a 35,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración que no se ingresó al análisis de fondo
de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
adjunte la boleta respectiva para considerar su pedido; ii) El Juez de la causa, emitió una disposición
que no se ajusta al citado art. 91, el cual es claro al establecer lo que se tiene que disponer cuando
el imputado comparece y también la resolución puede modificarse y revocarse; en este caso, dicho
Juez no cumplió con esa norma legal; puesto que, en ninguna parte, la misma establece que cuando
la persona comparece y pide revocatoria de la declaratoria de rebeldía, se deba adjuntar alguna
boleta; más aún si actualmente, un principio de la administración de justicia es la gratuidad y esa
exigencia constituye el pago de un formulario que hoy en día ya está prohibido por las normas legales;
y, iii) Es así que, el actuar del referido Juez fue contrario al debido proceso que tiene relación con la
libertad del imputado; al existir una resolución de mandamiento de aprehensión; lo que corresponde
es que, se dicte una nueva resolución debidamente fundamentada, cumpliendo a cabalidad lo que
señala el precitado art. 91, valorando las pruebas que presentó el impetrante de tutela, que de
acuerdo al cargo de recepción son 43 fotocopias simples.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Resolución de Imputación Formal 06/2019 de 8 de abril, dentro del proceso seguido por
el Ministerio Público a denuncia de Yandira Agar Cerruto Mercado contra Jorge Andrés Caballero
Canedo Reyes -ahora accionante-, por la presunta comisión del delito de violencia familiar y doméstica
(fs. 57 a 59).
II.2. Mediante Resolución 414/2019 de 10 de julio, Alan Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de
Instrucción Anticorrupción contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del departamento
de La Paz -ahora demandado-, declaró rebelde al impetrante de tutela, disponiendo la emisión del
correspondiente mandamiento de aprehensión y arraigo -entre otras medidas-, debido a su
inasistencia injustificada a la audiencia convocada para esa fecha (fs. 63 y vta.; y, 65).
II.3. A través de memorial de la fecha que antecede, el accionante solicitó la revocatoria de rebeldía;
argumentando que, si bien se habían suspendido varias audiencias públicas de consideración de
medidas cautelares en su contra por su incomparecencia; estas fueron justificadas mediante informes
y certificados médicos que dicha autoridad solicitó sean homologados por el IDIF, infringiendo la
liberad probatoria; incluso su terapeuta “el día de hoy se presentó ante su autoridad justamente para
que a nombre MIO, conforme al art. 88 del CPP,… justifique mi ausencia a esta audiencia sin embargo
fue de oídos sordos..” (sic); solicitando, que de conformidad a los arts. 12, 24 y 116 de la CPE, y 91
del CPP, bajo el principio de objetividad, disponga la revocatoria, en su caso deje sin efecto la
Resolución 414/2019 y las medidas impuestas (fs. 69 a 70).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al debido proceso en sus
elementos de motivación, fundamentación y valoración de las pruebas; en razón a que fue citado a
la audiencia de consideración de medidas cautelares dentro del proceso penal llevado en su contra;
empero, al amanecer de ese día, presentó signos de malestar tanto físicos como mentales; su médico
psicólogo le diagnosticó depresión grave, con tendencia recurrente de muerte y fatiga; siento estos
los motivos de su inasistencia a dicho acto; sin embargo, el Juez ahora demandado, sin tomar en
cuenta ninguno de los extremos descritos, determinó su rebeldía disponiendo la emisión del
mandamiento de aprehensión en su contra y arraigo -entre otras medidas-, omitiendo la valoración
integral y objetiva de los elementos probatorios
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La justificación de inconcurrencia a audiencia por certificado médico y la valoración
de su credibilidad por la autoridad judicial
La SCP 0122/2015-S3 de 10 de febrero, que recondujo el entendimiento jurisprudencial asumido
inicialmente en sede constitucional, en el sentido de que el certificado médico expedido o avalado
por un médico forense, era el único documento capaz de certificar un impedimento físico como
a la declaratoria de rebeldía, “El imputado será declarado rebelde cuando: 1) No comparezca, sin
causa justificada a una citación…”.
Por otro lado, si bien la indicada autoridad hizo referencia a momento de dictar la precitada
Resolución, a la reiterada suspensión de audiencias por la incomparecencia del imputado justificando
la misma con certificados médicos expresando “…tengo certificado médico, no lo puedo obviar, pero
en efecto disponga que el certificado médico sea valorado por el IDIF…” (sic [fs. 63 vta.]) haciendo
referencia a que el documento idóneo para determinar la legitimidad de un impedimento mental es
el certificado médico expedido u homologado por el médico forense y no así por el médico particular
del imputado.
De los antecedentes expuestos, se tiene que, frente a la solicitud del accionante referida a que el
justificativo de su inasistencia sea considerado por la autoridad jurisdiccional, con el antecedente de
que presentó en reiteradas oportunidades diferentes certificados e informes médicos particulares,
cuya valoración fue rechazada por el Juez de la causa dando preeminencia y exclusividad únicamente
al certificado e informe del médico forense; conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, esta actuación, contradice el principio de
libertad probatoria; misma que, supone uno de los pilares en que se asienta el modelo procesal
acusatorio vigente en nuestro ordenamiento jurídico; por lo que, el Juez demandado en observancia
a su sano criterio y experiencia, debió asumir convicción de dicho impedimento; ya sea, admitiendo
el testimonio o criterio del médico particular y alejándose de la opinión del forense o viceversa, o
unificando y ponderando ambos, se pronuncie admitiendo o rechazando la legitimidad del
impedimento alegado.
Así, la fundamentación del Juez demandado no es razonable para dar a conocer el por qué no
consideró que la prueba aportada y la presencia del psicólogo del peticionante de tutela, como
justificativo de inasistencia a las audiencias de consideración de medidas cautelares pero, sobre todo
a la última, no era suficiente para demostrar la credibilidad del impedimento médico; ya que, toda la
fundamentación desplegada en la citada Resolución se resume en una descripción cronológica de las
audiencias suspendidas y reiterado cuestionamiento sobre la inexistencia de informes y certificados
médicos homologados por el IDIF; llegando a la conclusión de que “...el juez tal vez ha sido
demasiado tolerante (…) hicimos valer aun médico particular el juez va requerir forense a partir de
ahora y el día de hoy no tenemos nuevamente el forense en cuestión, libertad probatoria si pero
función reglada también dispuesta por el juez, la próxima traiga un forense y esto se obvie entiende
el juez que la inasistencia del imputado se encuentra injustificada…” (sic); extremos que no son
causales razonables por las que pueda desconocerse el testimonio de un profesional (psicólogo), ya
sea en forma verbal o escrita; en efecto, conforme la línea jurisprudencial inserta en el Fundamento
Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la autoridad judicial ahora demandada, como se dijo, en
apego a su sano criterio y experiencia, tenía la obligación de asumir convicción de dicho impedimento,
ponderando los hechos, admitir la opinión del profesional particular o alejarse de ella pero de forma
objetiva, cumpliendo el deber de fundamentación que tienen las autoridades judiciales a momento
de emitir un fallo, de manera que si realmente era insuficiente el justificativo presentado, tenía la
obligación de requerir de oficio un pronunciamiento del médico forense acreditado por el Ministerio
Público para la comprobación de los hechos y de ninguna manera desconocer los informes y
certificados médicos de forma subjetiva, extremo que se traduce en arbitrario y lesivo al derecho a
la libertad del impetrante de tutela, al haberse dispuesto medidas que lo restrinjan (mandamiento de
aprehensión, arraigo), a través de un acto ilegal; de manera tal que, corresponde otorgar la tutela
impetrada.
Por los fundamentos expuestos se concluye que, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela
impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 10/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 121 a 123
vta., pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos que el Tribunal de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
audiencia; y, e) Existen dos recusaciones pendientes, faltando resolver una excepción de extinción
de la acción penal; reiterando su solicitud en sentido de que se declare procedente la acción tutelar,
debiendo la Fiscal de Materia presentar la prueba que refirió.
I.2.2. Informe de la demandada
Edna Juana Montoya Cortez, Fiscal de Materia, no presentó informe al respecto, tampoco se apersonó
a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 8.
I.2.3. Resolución
El Juez de Instrucción Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 315/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 14 a 16 vta., denegó la
tutela solicitada, no habiendo dispuesto ninguna medida cautelar; a tal efecto expresó los siguientes
fundamentos: 1) El accionante señaló que adolecía alguna enfermedad, que estuviera ilegalmente
procesado y detenido, conculcando el principio de presunción de inocencia y generándole
indefensión; empero, dichos extremos no fueron acreditados, es decir que no existe ningún elemento
de prueba que evidencie lo manifestado; 2) Cada proceso en la etapa investigativa se halla bajo
control jurisdiccional, conforme al art. 279 del Código de Procedimiento Penal (CPP); si bien en el
caso de autos se hizo referencia a que el proceso ya se encontraría en la sustanciación del juicio,
también las autoridades jurisdiccionales tienen la función de ejercer el control de todas las
actuaciones que se generen por los sujetos procesales; 3) No se demandó a las autoridades
judiciales, sino al representante del Ministerio Público, eventualmente por la no presentación de las
pruebas ofrecidas en la acusación fiscal, cuando las mismas ya deberían cursar en el proceso y ser
de conocimiento del peticionante de tutela; extremo que no se acreditó para efectos de valoración,
inclusive el poder que se refirió; 4) Si bien se hizo alusión a pruebas que no se hubiesen presentado,
será el Tribunal de Sentencia que conoce la sustanciación del juicio, quien determinará la
responsabilidad o no del impetrante de tutela, pudiendo también pronunciarse por la absolución; y,
5) Encontrándose en trámite el indicado juicio, el prenombrado puede ejercer la libertad probatoria
si así lo creyere conveniente, no habiéndose demostrado con elemento alguno que estuviese
procesado o detenido, tampoco que su vida esté en peligro por la enfermedad que alegó, para efectos
de su consideración y valoración; en consecuencia, el presente caso no se ajusta a los alcances del
art. 125 de la CPE.
Una vez emitida la citada Resolución, el abogado del peticionante de tutela en la vía de
complementación y enmienda, pidió que se disponga una medida cautelar, conforme al art. 34 del
Código Procesal Constitucional (CPCo), a efectos que se suspenda el proceso hasta que no se
presente la prueba, ya que no se remitió el cuaderno de investigación; asimismo, está siendo juzgado
sin que se haya hecho el estudio pericial por las características del delito de falsedad material; a tal
fin, el Juez de garantías declaró no ha lugar la solicitud impetrada, argumentando que una vez
señalada la audiencia no podía suspenderse por ningún motivo; de la misma forma, se hizo referencia
a otro delito de estafa con víctimas múltiples, situación que no se acreditó documentalmente para
efectos de su consideración y valoración y de esta manera se determine de ser necesario, una medida
cautelar; la cual no fue especificada por el impetrante de tutela.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Omar Alejandro Asbun Farah
-ahora accionante- por la presunta comisión de los delitos de falsedad material y estafa con víctimas
múltiples, en audiencia pública de acción de libertad, el Juez de garantías resolvió denegar la tutela
incoada por el prenombrado, a través de la Resolución 315/2019 de 14 de julio (fs. 11 a 16 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al debido proceso, a la presunción de
inocencia, a la vida y a la dignidad; aduciendo que, dentro del proceso penal seguido en su contra
por la presunta comisión de los delitos de falsedad material y estafa con víctimas múltiples, “hasta la
fecha” el Ministerio Público no presentó las pruebas de cargo ofrecidas respecto a la comisión de los
ilícitos enunciados, situación que conlleva una incertidumbre jurídica porque al no conocer las
mismas, no pudo acompañar sus pruebas de descargo, encontrándose por ello indebidamente
procesado e ilegalmente detenido en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, padeciendo una
enfermedad grave.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre el debido proceso y los presupuestos para su activación a través de la acción
de libertad. Jurisprudencia reiterada
La jurisprudencia constitucional de manera uniforme y reiterada, estableció que la tutela del derecho
al debido proceso corresponde por regla general ser conocida y resuelta a través de la acción de
amparo constitucional, por ser la vía idónea a tal fin.
Sin embargo, el extinto Tribunal Constitucional al respecto, a través de la SC 1865/2004-R de 1 de
diciembre, estableció el siguiente entendimiento: “… en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido
proceso están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que
conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la
reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del
proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se
podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo
constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar las
lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión,
lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del
proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, complementando el razonamiento anterior, sostuvo:
“…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad” (las negrillas pertenecen al texto original).
Entendimiento reiterado por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1332/2014 de 30 de
junio, 0293/2018-S4 de 27 de junio, 0352/2018-S2 de 20 de julio, entre otras.
III.2. Análisis del caso concreto
Efectuado el marco jurisprudencial necesario para el análisis de la presente causa, de la revisión y
compulsa de los antecedentes del caso, se evidenció que, dentro del proceso penal seguido en su
contra por la presunta comisión de los delitos de falsedad material y estafa con víctimas múltiples,
se encuentra indebidamente procesado e ilegalmente detenido en el Centro Penitenciario San Pedro
de La Paz, porque hasta el momento el Ministerio Público no presentó las pruebas de cargo ofrecidas
respecto a la comisión de los ilícitos acusados, situación que conlleva una incertidumbre jurídica, ya
que al no conocer las mismas no pudo acompañar a su vez sus pruebas de descargo; alegando
también que padece de una enfermedad muy grave.
En ese contexto, según lo afirmado por el impetrante de tutela en su demanda, se establece que los
supuestos actos vulneratorios, no pueden ser analizados mediante la presente acción de defensa,
toda vez que en las denuncias referidas a procesamiento indebido, es imprescindible que se
demuestre que las lesiones alegadas, afectaron directamente el derecho a la libertad física o de
locomoción como la causa directa que originó la restricción o supresión; es decir, para que las
garantías de libertad personal o de tránsito puedan ejercerse por medio de la acción de libertad,
cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido, es indispensable que se presenten de manera
concurrente dos presupuestos; por un lado, la directa vinculación entre la lesión al debido proceso
con el derecho a la libertad, como causa directa de su restricción, y por el otro, el absoluto estado
de indefensión en el que se halle el solicitante de tutela, según se tiene glosado en el Fundamento
Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En el caso que se examina, no se observó la concurrencia de dichos presupuestos, ya que conforme
pudo evidenciar el Juez de garantías, el proceso penal se encuentra en la etapa de sustanciación del
juicio oral, específicamente en la audiencia de alegatos para posteriormente dictar la respectiva
sentencia; por su parte, las autoridades jurisdiccionales tienen la función de ejercer el control de
todas las actuaciones judiciales desarrolladas por los sujetos procesales y de conocer cualquier
denuncia efectuada por alguno de ellos, como es el caso de la falta de presentación de pruebas que
tuviera en su poder el representante del Ministerio Público y la acusación particular, así como la
presunta enfermedad grave que padecería, entre otros; extremos aludidos por el peticionante de
tutela en su acción tutelar, pudiendo en consecuencia activar las gestiones que creyere conveniente
a efectos de ejercer su derecho a la defensa; asimismo, no se halla en absoluto estado de indefensión,
en razón de que el prenombrado conocía todos los actuados procesales sustanciados desde la etapa
preparatoria ante el Juez de control jurisdiccional, en su calidad de contralor de derechos y garantías
constitucionales, así como las medidas asumidas por dicha autoridad judicial, hasta la etapa de juicio
en la cual se encuentra actualmente el presente proceso penal instaurado en su contra.
En consecuencia, correspondía en todo caso que se apersone -como ya se dijo en líneas precedentes-
ante las autoridades jurisdiccionales que conocen su proceso (jueces técnicos), a efectos de que sean
estas quienes reparen los supuestos actos vulneratorios invocados, a través de los mecanismos
intraprocesales que el ordenamiento jurídico brinda y una vez agotados estos, de persistir la supuesta
transgresión alegada, acudir a la jurisdicción constitucional mediante la acción de amparo
constitucional, como medio de defensa idóneo, conforme al razonamiento expresado en el citado
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
Consecuentemente, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 315/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 14 a 16 vta.,
pronunciada por el Juez de Instrucción Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración de no haberse ingresado al análisis
de fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
efecto debe también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por
el art. 233 del CPP y una o varias de las circunstancias establecidas por los arts. 234 y
235 del CPP, mediante una resolución debidamente fundamentada, conforme exige el
art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han fundamentado debidamente estas dos
situaciones, se puede disponer la detención preventiva. Entendimiento, asumido por las SSCC
0089/2010-R y 0434/2011-R, entre otras’.
En efecto, el deber de motivación de los fallos supone un elemento fundamental del debido proceso,
conforme ha expresado la SC 0012/2006- R de 4 de enero, al señalar que: 'La motivación de los
fallos judiciales está vinculada al derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional
eficaz, (…), y se manifiesta como el derecho que tienen las partes de conocer las razones
en que se funda la decisión del órgano jurisdiccional, de tal manera que sea posible a
través de su análisis, constatar si la misma está fundada en derecho o por el contrario es
fruto de una decisión arbitraria; sin embargo, ello no supone que las decisiones jurisdiccionales
tengan que ser exhaustivas y ampulosas o regidas por una particular estructura; pues se tendrá por
satisfecho este requisito aun cuando de manera breve, pero concisa y razonable, permita conocer de
forma indubitable las razones que llevaron al Juez a tomar la decisión; de tal modo que las partes
sepan las razones en que se fundamentó la resolución; y así, dada esa comprensión, puedan también
ser revisados esos fundamentos a través de los medios impugnativos establecidos en el
ordenamiento; resulta claro que la fundamentación es exigible tanto para la imposición de la
detención preventiva como para rechazarla, modificarla, sustituirla o revocarla”» (el resaltado y
subrayado pertenece al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
La problemática planteada por el accionante se centra en que los Vocales demandados ante su
apelación incidental ratificaron la decisión de la Jueza demandada que rechazó su solicitud de
cesación de la detención preventiva; no obstante, haber demostrado documentalmente que los
riesgos procesales insertos en los arts. 234.10 y 235.2 del CPP que pesan en su contra,
desaparecieron, no habiendo sido valoradas.
Así, la revisión que efectúe esta Sala, se realizará a partir de la última Resolución emitida en alzada
dentro del proceso penal, en el entendido que el Tribunal de apelación, se constituye en la última
instancia cautelar prevista en la estructura ordinaria penal; en consecuencia, es la vía llamada a
revisar, modificar, revocar o confirmar lo resuelto por la Jueza inferior (SCP 0037/2012 de 26 de
marzo).
En ese entendido, en la audiencia de 27 de junio de 2019 de consideración del recurso de apelación
incidental interpuesto por Elías Fernando Garzón Ortega -ahora accionante-, contra el Auto
Interlocutorio 439/2019 de 11 de junio, se tuvo que: 1) Respecto al peligro de fuga: Presentó la
acusación fiscal del Ministerio Público que prueba que el fundamento que hubiera golpeado con una
botella a la víctima, desapareció; pero, fue tachada de impertinente. Ofreció su declaración prestada
ante la autoridad fiscal, la acción directa y el precintado de la habitación del Motel Gaviota que
corroboran que no hubo contradicciones en sus declaraciones; deposición que al ser un medio de
defensa no puede ser tomada en su contra; elementos de prueba que no fueron debidamente
valorados. Es más, se consideraron otros aspectos no estimados con anterioridad, plasmando SCP
0394/2018-S2 -no señaló fecha- referida a que este riesgo se activa por la vulnerabilidad de las
víctimas; pero, ese caso no es por feminicidio, sino por violación donde la víctima se encontraba con
vida, constituyéndose víctimas los familiares; aplicando incorrectamente dicho fallo constitucional y
ampliando el fundamento que activa el señalado riesgo, además de contradecir la SCP 0678/2018-
S1, al hecho del golpe y la vulnerabilidad de la madre de la occisa, cuando no se tiene que tomar en
cuenta su comportamiento para este peligro procesal, se cambió el fundamento. Llevó las
declaraciones de la madre y la hermana de la finada que refieren que jamás se comunicó con ellas.
Expuso un certificado de conducta y permanencia, que denota que no tiene observaciones sobre su
conducta tampoco denuncias, informes de actos preparatorios de fuga o indisciplina y por la prueba
presentada, no existe ánimo delincuencial en su persona; 2) Sobre influenciar en testigos, partícipes,
peritos y otros: Se recepcionaron las declaraciones de veintiocho testigos y peritos que refieren que
nunca tuvieron comunicación con él, en más de dos años que se encuentra con detención preventiva.
Cursan informes de las empresas de teléfono COSSET, TELECEL S.A. y “NUEVATEL” que demuestran
que no existieron llamadas desde el recinto penal hacia los familiares de la víctima; pero, se dice que
no es suficiente, por el hecho que se acercó Eber Javier Cardozo Torres a Palmira Ramírez, tía de la
víctima, ofreciendo dinero para que desista de la acción penal; fundamento que ya fue vertido en la
audiencia de 13 de noviembre de 2017, considerándolo insuficiente; contradictoriamente, luego de
transcurridos dos años, se cambió el fundamento; 3) Se realizó la verificación policial de su domicilio,
lo cual consta en el informe de 6 de junio de 2019, además presentó el folio real, facturas de agua,
gas y otros servicios, los cuales no fueron considerados; no obstante, que solicitó la cesación de la
detención preventiva, también en la vertiente de tornarse conveniente su sustitución por otra medida;
sin embargo, no existe pronunciamiento en cuanto a esta segunda vertiente; y, 4) Debe darse
aplicación a la SCP 0678/2018-S1, que refiere que no se puede mantener activo el peligro de
obstaculización en base a meras alusiones subjetivas.
Por su parte, el Auto de Vista 116/2019 de 27 de junio que confirmó el Auto Interlocutorio 439/2019,
concluyó que: i) Cuando se solicita la cesación de la detención preventiva en base a las dos vertientes
del art. 239.1 del CPP, necesariamente se contrastan aquellos motivos que mantienen la medida
extrema; en este caso, persisten la probabilidad de autoría y los riesgos procesales; ii) Con relación
a la activación del art. 234.10 del Código Adjetivo Penal, las contradicciones del accionante, el golpe
con botella a la víctima y la aplicación de la SCP “0394/2018”, se tomó en cuenta las circunstancias
concomitantes al hecho y la conducta del aludido posterior al hecho, la citada Sentencia Constitucional
Plurinacional y la SCP “0001/2019” en cuanto a la vulnerabilidad de víctimas mujeres, que requieren
una protección reforzada desde un enfoque interseccional, en este caso, se habla de un feminicidio,
constituyéndose en víctimas la madre y la hermana de la fallecida; así, la acusación fiscal contiene
un hecho fáctico que se dilucidará en juicio, no siendo suficiente para desvirtuar este riesgo procesal,
por cuanto el no consignar ciertas circunstancias, no quiere decir que por ese acto conclusivo se
llegue a desvirtuar un peligro procesal; la declaración del imputado -impetrante de tutela- ya fue
valorada, en juicio se verá si existen o no contradicciones; en esta etapa simplemente se ve el
comportamiento del auxilio oportuno, aspectos que se consideraron al activar este riesgo procesal,
que se refieren a la conducta posterior al hecho del encausado; en ese sentido, no se pueden
considerar como nuevos elementos, habida cuenta que son de data anterior las declaraciones y la
señalada acusación; iii) Sobre la conducta y permanencia del prenombrado en el recinto
penitenciario; ya fue anteriormente valorada, indicando que no alcanza para desvirtuar el riesgo del
art. 234.10 del CPP, ya que se requiere una sentencia condenatoria inclusive ejecutoriada, conforme
a la SCP “070/2014”, simplemente se tomó en cuenta las circunstancias concomitantes al hecho para
la activación de este riesgo procesal, no el que tenga antecedentes penales, con relación a la
peligrosidad del peticionante de tutela; iv) En cuanto al cambio de fundamento del art. 234.10 del
citado Código; se constata que simplemente se dio respuesta a los nuevos elementos, que no son
suficientes para desvirtuar esos motivos, evidenciando contradicción al aumentar nuevos elementos;
inclusive en anterior audiencia se tomó en cuenta la vulnerabilidad de una víctima mujer, aspectos
que concurren a la valoración integral destinada a obtener una protección reforzada; v) Respecto al
art. 235.2 de la aludida norma, las declaraciones de veintiocho testigos, las garantías aceptadas por
estos testigos y las certificaciones de centrales telefónicas, estos son elementos nuevos presentados;
sin embargo, como se manifestó en anteriores audiencias, el hecho de ofrecer garantías de forma
unilateral no es suficiente, que si se hubiese aceptado tampoco desvirtúa este riesgo, porque las
garantías por sí solas ya están establecidas en la ley, y su ofrecimiento manifiesta que posiblemente
existe una obstaculización; en ese sentido, hay otros testigos como la madre y la hermana de la
víctima, es por eso que se tomaron otras circunstancias, habiendo amenazas, ofrecimiento de dinero
para desistir, aspecto que empero no es el fundamento para activar el art. 235.4 del CPP. Esas
declaraciones y la certificación de llamadas telefónicas, obedecen a que el solicitante de tutela está
con detención preventiva; como se indicó en varias audiencias, el peligro de obstaculización concluye
cuando exista sentencia ejecutoriada, en este caso el momento procesal es otro, habiendo testigos
identificados, veintiocho de los cuales refirieron que no han sido objeto de amenazas por parte del
procesal; la declaración del accionante ya fue valorada para este riesgo procesal; en juicio se verá si
existen o no contradicciones, en esta etapa se ve el comportamiento del auxilio oportuno; en ese
sentido, no son nuevos elementos, puesto que son de data anterior las declaraciones y la acusación;
que su conducta y permanencia en dicho penal, ya fue anteriormente valorada, que se requiere una
sentencia condenatoria ejecutoriada, se tomó en cuenta las circunstancias concomitantes al hecho
para la activación de tal riesgo, no el hecho de que tenga antecedentes penales; inclusive en anterior
audiencia se apreció la vulnerabilidad de la víctima mujer, aspectos que se consideran para hacer la
valoración integral y obtener una protección reforzada;
2) En referencia a la verificación de su domicilio, que tornaría conveniente que su detención
preventiva sea sustituida por otra medida; establecieron que la verificación domiciliaria simplemente
acredita las circunstancias de la citada morada; y,
3) Con relación al art. 235.2 del CPP, las declaraciones de veintiocho testigos, las garantías aceptadas
por estos testigos y las certificaciones de centrales telefónicas; consideraron que, no son elementos
nuevos presentados; se manifestó en anteriores audiencias que el ofrecer garantías de forma
unilateral no es suficiente, que si se hubiese aceptado tampoco desvirtúa este riesgo, porque las
garantías por sí solas ya están establecidas en la ley, y su ofrecimiento manifiesta que posiblemente
existe una obstaculización; hay otros testigos como la madre y la hermana de la víctima, habiendo
amenazas, ofrecimiento de dinero para desistir, circunstancia que sin embargo no es el fundamento
para activar el art. 235.4 del citado Código. Esas declaraciones y la certificación de llamadas
telefónicas, obedecen a que el imputado está con detención preventiva; el peligro de obstaculización
concluye inclusive con la sentencia ejecutoriada; en este caso, el momento procesal es otro, habiendo
testigos identificados, veintiocho de los cuales indicaron que no han sido objeto de amenazas por
parte del imputado, lo cual es lógico tomando en cuenta en la situación que se encuentra. Respecto
a los dos años que se halla privado de libertad, el art. 239.3 del Código Adjetivo Penal prevé que en
caso de feminicidio el tiempo no puede ser utilizado para solicitar la cesación de la medida impuesta.
En tal sentido, conforme los fundamentos realizados por los miembros del Tribunal demandado,
quedan claramente establecidos y explicados los motivos por los que se declaró sin lugar al recurso
de apelación incidental interpuesto por el impetrante de tutela contra el Auto Interlocutorio 439/2019.
En ese sentido, las situaciones descritas denotan el cumplimiento de las exigencias jurisprudenciales
requeridas, por parte del Auto de Vista cuestionado, conteniendo una clara exposición de las razones
y motivos específicos que sustentan la determinación plasmada y asumida por los Vocales
demandados que suscribieron el mismo; por consiguiente, la decisión cautelar ahora impugnada, en
esta parte se encuentra fundamentada y motivada, pues uno de los elementos estructurales que
hacen a la debida fundamentación de las resoluciones, está configurado por la exposición del criterio
jurídico, que se tiene por expresado en la presente problemática, concretamente respecto a estos
puntos discutidos por el accionante; siendo necesario aclarar que la sola discrepancia con el fallo
asumido, no constituye suficiente argumento para concluir la lesión de derechos; igualmente debe
tomarse en cuenta que la fundamentación de los fallos, no implica una labor de exposición exagerada
y abundante de hechos, citas legales ni argumentos reiterativos, sino que la resolución sea concisa,
clara e integre todos los elementos supuestamente agraviados, de manera que consten las razones
determinativas que respalden el veredicto adoptado.
Por otra parte, con relación a las denuncias de lesión del derecho a la defensa y a los principios de
seguridad jurídica y legalidad; dada la naturaleza de la acción de libertad, no corresponde a través
de esta vía emitir pronunciamiento alguno al respecto.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 16 de julio, cursante de fs. 252 vta. a
256, pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Tarija;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
derecho a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a
través del hábeas corpus; pues no se trata de una garantía que tenga la vocación de reparar, en
exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona
de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión sufrida.
En consecuencia, en los supuestos en que la norma procesal ordinaria de manera específica prevea
medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad supuestamente
lesionado, estos deben ser utilizados, previamente, circunstancia en la que excepcionalmente, el
recurso de habeas corpus operará de manera subsidiaria”.
Siguiendo esa línea jurisprudencial, la SCP 1397/2015-S2 de 23 de diciembre, estableció que cualquier
persona que considere que se lesionaron sus derechos al debido proceso y a la defensa en vinculación
con el derecho a la libertad debe interponer el incidente de nulidad demostrando su indefensión y
solo agotado esa vía y de persistir la ilegalidad, recién puede acudir a la jurisdicción constitucional
planteando la acción de libertad solamente si la problemática tiene estrecha relación con el derecho
a la libertad: «En ese marco, debe tenerse presente que la jurisprudencia emitida por este órgano
de constitucionalidad, fijó la subsidiariedad excepcional de esta acción de defensa, tomando en
cuenta que en búsqueda de un equilibrio entre la jurisdicción constitucional y la ordinaria, no puede
ser desnaturalizada en su esencia y finalidad, provocando una confrontación jurídica entre ambas;
razón por la que, lo que debe evitarse es que se convierta en un medio alternativo o paralelo a la
segunda de las nombradas. Lo que de modo alguno, implica una restricción de sus alcances, menos
aún desconocimiento del principio de favorabilidad, toda vez que lo que se busca es que no pierda
precisamente, su esencia de ser un recurso heroico.
Así, para que proceda esta garantía constitucional, él o la impetrante de tutela, se hallan compelidos
en causa propia, a activar previamente a su formulación, los medios ordinarios de defensa eficaces
y oportunos existentes para proteger su derecho a la libertad presuntamente vulnerado; exigiendo
la subsidiariedad excepcional que la caracteriza que, ante la concurrencia de mecanismos intra
procesales específicos de defensa idóneos, eficientes y oportunos para reparar la lesión cometida,
éstos sean utilizados por el agraviado, antes de plantear la acción de libertad, siendo viable la misma,
únicamente si no se reparan los derechos afectados pese al agotamiento de dichas vías específicas.
En ese sentido, se pronunció la SC 0008/2010-R de 6 de abril, confirmando jurisprudencia anterior
en vigencia del modelo constitucional actual.
Conforme a lo señalado, la SCP 0839/2012 de 20 de agosto, dictada dentro de una problemática
considerada a través de la acción de libertad; concluyó, de un estudio de la actividad procesal
defectuosa, así como de los incidentes como medio idóneo para reclamar las vulneraciones al debido
proceso, que: “…existe la posibilidad de recurrir ante la autoridad competente contra un acto, omisión
o decisión que las partes consideren lesivas a sus derechos, a través de los medios y recursos
previstos por ley a objeto de que la autoridad competente se pronuncie al respecto, pues la omisión
de análisis de los argumentos esgrimidos por los litigantes, planteados durante la tramitación del
proceso, pueden llegar a configurar una vulneración al debido proceso, toda vez que puede suceder
que de haber sido analizados, se hubiese llegado a una decisión o trámite distintos, o si por la
importancia que revestía en términos constitucionales para la protección de derechos fundamentales,
entre ellos el derecho a la libertad, el acceso a la justicia y a la tutela judicial efectiva, su estudio no
podía dejarse de lado.
En aplicación de los entendimientos expuestos en los Fundamentos Jurídicos precedentes, cabe
señalar que respecto al incidente de actividad procesal defectuosa, la autoridad encargada
del control jurisdiccional o la autoridad superior en grado deberá resolver, de oficio o a
petición de parte, sobre la presunta lesión y en su caso, advertido del defecto, subsanarlo
inmediatamente, renovando el acto, rectificando el error o dando cumplimiento al acto
omitido, conforme establece el art. 168 del CPP; es decir, el incidente de actividad
procesal defectuosa, ha sido concebido para dar solución eficiente a cuestiones
emergentes durante la tramitación del proceso penal que se generan en los actos u
omisiones de los administradores de justicia y de los órganos de persecución penal que
expediente, sólo se constató la existencia del recurso de reposición que tampoco específica contra
qué providencia se planteó el mismo y en el que refirió que no fue notificado con los actuados
procesales extrañados, enfatizando en la falta de notificación con la providencia de 25 de junio de
2019, que fijó la audiencia de medidas cautelares, situaciones que pudieron ser denunciadas y
regularizadas por la jurisdicción ordinaria; empero, el impetrante de tutela, no activó los mecanismos
intraprocesales que reconoce el ordenamiento jurídico penal para hacer valer sus derechos.
En síntesis, se tiene que, el solicitante de tutela no activó la jurisdicción ordinaria con la finalidad de
impugnar la falta de notificación con la imputación formal, el inicio de investigaciones y el decreto de
señalamiento de fecha de audiencia de medidas cautelares, que vulneraría sus derechos, omitiendo
agotar los mecanismos idóneos y eficaces previstos en la normativa procesal penal, resultando
aplicable en la presente acción tutelar de manera excepcional la subsidiariedad, conforme a los
razonamientos expuestos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, correspondiendo denegar la tutela solicitada sin ingresar al fondo de la problemática
planteada.
En consecuencia, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, efectuó una adecuada
compulsa del caso y actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 46/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 26 a 27,
pronunciada por Juez de Instrucción Penal Segundo de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, aclarando que no se ingresó al análisis del fondo de la
problemática enviada en revisión.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
adjuntado solicitando que se levante el peligro procesal sin hacer referencia a las demás pruebas;
consiguientemente, no se amplió ningún riesgo procesal, simplemente se observó la mala
fundamentación respecto a la petición antedicha, conforme al art. 251 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), apeló la determinación, interponiendo a su vez una acción de libertad; 2) Se enervó el
art. 233.1 de ese cuerpo legal en relación a la probabilidad de autoría “…porque al presente no
existiría víctima…” (sic); sin embargo, no hizo referencia a qué elemento de prueba nuevo presentó
ante la Jueza de Instrucción Penal Cuarta de la Capital de departamento de La Paz o en audiencia
para desvirtuar el peligro procesal estipulado en el art. 233.1 de la norma Adjetiva Penal, cuando
simplemente hizo referencia al hecho de que el Ministerio Público presentó recientemente un
memorial por el cual se corrigió la Resolución de imputación formal; puesto que, en la misma el “Dr.
Carmelo Yujra” consignó como víctima denunciante a Julieta Delia Callejas Laura y de acuerdo a los
antecedentes este fue un error en el cual incurrió el Fiscal de Materia quien seguramente tenía
consignado ese nombre en una anterior imputación formal, ya que la referida es víctima en otro
proceso, por ese motivo es que por el principio de responsabilidad se solicitó se corrija ese extremo
al haber sido consignada por error -de forma no de fondo-; toda vez que, la supuesta víctima en
ningún momento declaró, no existe acta de denuncia, en consecuencia no se tiene una, más aun
tomando en cuenta que el informe de acción directa afirma que el proceso fue seguido de oficio,
extremo que de ninguna manera significa que el Ministerio Público tenga que retirar la Resolución de
imputación formal, debido a que existe un hecho que fue puesto a conocimiento de la autoridad
jurisdiccional donde se detalló la presunta comisión del delito de robo agravado en grado de tentativa,
tipificado y sancionado por el art. 332 con relación al art. 8 ambos del Código Penal (CP), siendo este
un delito de orden público de conformidad al art. 16 del CPP, y más aún cuando la emisión de la
Resolución de Imputación Formal es atribución del Ministerio Público; 3) Se refirió que se presentó
un incidente “…de la Juez nos ha indicado que está fuera de los días no somos omnipotentes para
saber que dentro o después de los cinco meses van a presentar un retiro de la víctima o subsanar la
imputación dice…” (sic), con la presentación de la acción de libertad solamente pretenden justificar
algún extremo en cuanto al trámite de la defensa técnica; puesto que, la Jueza demandada indicó
que ya estaba fuera de plazo debido a que el impetrante de tutela fue notificado con la imputación
formal el 29 de enero de 2019; asimismo, se le hizo conocer todos los antecedentes a tiempo de
prestar su declaración informativa y a pesar de ello la antedicha Resolución no fue observada en la
audiencia de consideración de medidas cautelares haciéndolo recién después de los seis meses
cuando el Ministerio Público subsanó ese defecto relativo que no causó ningún tipo de indefensión.
En la acción directa claramente se determinó que el proceso penal se siguió de oficio, pudiendo haber
apelado la determinación en la cual se dispuso la detención preventiva conforme establece el art.
167 del CPP; de similar manera, los arts. 16 y 17 de Ley del Órgano Judicial (LOJ) estipulan el principio
de convalidación, precisando que todo defecto debe ser oportunamente reclamado, pretendiendo
hacer valer ese aspecto en una audiencia de cesación de la detención preventiva; y, 4) Se habría
señalado que operaría la subsidiariedad, siendo totalmente incongruente, debido a que esto deviene
de la audiencia mencionada precedentemente donde se le negó la cesación aludida al persistir los
peligros procesales de fuga y obstaculización; de igual manera, el solicitante de tutela manifestó que
apeló tal determinación, consiguientemente sus argumentos deben ser utilizados ante la sala que
corresponda y no así en una acción de libertad; puesto que, no fue indebidamente detenido al existir
una acción directa de conformidad a los arts. 298 y 302 del CPP, posteriormente se llevaron adelante
varias audiencias de cesación de la detención preventiva en las cuales el ahora accionante no logró
desvirtuar los peligros procesales.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 12 de julio, cursante de fs. 28 a 32 vta.,
denegó la tutela solicitada, disponiendo sin perjuicio de ello que la Jueza demandada, en el día
transcriba la Resolución de rechazo de cesación de la detención preventiva; toda vez que, fue objeto
de recurso de apelación, debiendo ser remitida de conformidad al art. 251 del CPP, en base a los
siguientes fundamentos: i) El objeto de la acción de libertad es proteger el derecho a la vida y a la
libertad física o personal, cuando la persona creyere estar indebidamente perseguida, procesada o
privada de su libertad; ii) Se interpuso recurso de apelación contra la determinación asumida por la
Jueza demandada; es decir, se activó un recurso ordinario que la ley le franquea, estando el mismo
pendiente de resolución; asimismo, con relación al incidente de nulidad de imputación formal, se
emitió un proveído el 9 de idéntico mes y año, siendo susceptible de recurso de reposición y
posteriormente de apelación; y, iii) El accionante antes de acudir directamente a la jurisdicción
constitucional y denunciar los actos que consideraba ilegales debió hacer uso de los recursos que le
otorga la ley, en el caso del rechazo de cesación de la detención preventiva el recurso de apelación
y respecto al incidente de nulidad de imputación formal, impugnar mediante el recurso de reposición
y posteriormente el de apelación.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 19 de junio de 2019, dirigido a la Jueza de Instrucción Penal
Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, Omar Alcides Mejillones Copana, Fiscal de Materia,
subsanó la Resolución de imputación formal respecto a que por error se consignó como víctima a
Julia Delia Callejas Laura, la cual no tenía relación con el proceso penal; toda vez que, el informe de
acción directa señala que el mismo se inició de oficio, solicitando que se deje sin efecto cualquier
notificación, así como la separación de la precitada del proceso penal (fs. 13 y vta.).
II.2. El impetrante de tutela, a través de memorial presentado el 8 de julio de igual año, planteó
incidente de nulidad de imputación; posteriormente, el 9 de idéntico mes y año, el Juez de Instrucción
Penal Quinto de la Capital del departamento mencionado en suplencia legal de su similar Cuarta,
mediante proveído señaló que el incidente debía ser interpuesto en el plazo de diez días computables
desde el momento de la notificación con la aludida imputación formal (fs. 18 a 20).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denunció como lesionados sus derechos a la petición, a
la locomoción y a la libertad; toda vez que, dentro del proceso penal seguido en su contra, el
Ministerio Público presentó memorial por el cual subsanó la Resolución de imputación formal, contra
la cual se planteó un incidente de nulidad; puesto que, por error se consignó a una víctima que no
tenía relación con el proceso penal, por este motivo se tendría totalmente desvirtuada la probabilidad
de autoría; sin embargo, la Jueza demandada mantuvo la determinación de la detención preventiva.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Sobre la subsidiariedad excepcional en acciones de libertad e inadmisibilidad de
activar dos jurisdicciones en forma simultánea
Respecto a esta temática, la SCP 0141/2019-S4 de 25 de abril, desarrolló el siguiente entendimiento:
“El art. 125 de la CPE, establece que la acción de libertad tiene por objeto tutelar los derechos a la
vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y
cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido procesamiento u objeto de privación de
libertad en cualquiera de sus formas, pudiendo toda persona que considere encontrarse en tales
situaciones, acudir ante el juez o tribunal competente en materia penal y solicitar se guarde tutela a
su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad.
Sin embargo, tratándose especialmente del derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento
indebido, para que sea viable esta acción de defensa, con carácter previo se deben agotar los
mecanismos de defensa que tenga expeditos el justiciable conforme al ordenamiento procesal común,
haciendo uso de los medios y recursos legales que sean idóneos, eficientes y oportunos para el
restablecimiento de este su derecho, de donde la acción de libertad operará solamente en los casos
de no haberse reparado efectivamente las lesiones invocadas pese a la utilización de estas vías.
Sobre el principio de subsidiariedad excepcional del hábeas corpus -ahora acción de libertad- la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, estableció lo siguiente: ‘…como el ordenamiento jurídico no puede
crear y activar recursos simultáneos o alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones
procesales no queridas por el orden constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del
hábeas corpus, únicamente se activa cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento
común, no sean los idóneos para reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad
ilegalmente restringido. No es posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico
prevé medios de impugnación específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad,
en forma inmediata. Conforme a esto, solamente una vez agotado tal medio de defensa y ante la
persistencia de la lesión, se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la tutela que
brinda el hábeas corpus’.
En el mismo sentido, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, referido a la acción de libertad determinó que:
‘…esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para
restituir los derechos afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales
específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho
a la libertad y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados
previamente por el o los afectados; en estos casos por tanto, la acción de libertad operará
solamente en caso de no haberse restituido los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas
vías específicas’” (las negrillas son nuestras).
De lo desglosado se concluye que no es posible acudir a esta acción tutelar, cuando el ordenamiento
jurídico prevea los mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y
oportunos para restituir el derecho a la libertad, mismos que deben ser utilizados previamente por el
o los afectados, como lo es la apelación incidental. Tampoco es posible activar simultáneamente dos
mecanismos de defensa en jurisdicciones distintas; puesto que, provocaría la emisión de dos fallos
contradictorios, ocasionando inseguridad jurídica.
III.2. Análisis del caso concreto
De la lectura de esta acción de libertad y lo alegado en audiencia, se tiene que el accionante
circunscribe su problemática en relación al incidente de nulidad de imputación formal, planteado a
raíz de la presentación de un memorial por parte del Fiscal de Materia demandado, en el que se
subsanó la Resolución de imputación formal, al haberse consignado de manera errónea a Julieta Delia
Callejas Laura, como víctima sin tener tal calidad, alegando que dicho aspecto desvirtuaría la
probabilidad de autoría; sin embargo, la Jueza codemandada, rechazó ese incidente y mantuvo su
detención preventiva.
De los razonamientos expuestos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se advierte que la acción de libertad es el medio más eficaz para restituir
los derechos la libertad y a la vida; asimismo, en caso de existir mecanismos procesales de defensa
que sean idóneos, eficientes y oportunos para restablecer el derecho a la libertad, estos deben ser
activados previamente por el o los interesados o afectados; es decir, la acción de libertad operará
solamente en caso de no haberse reparado efectivamente las lesiones invocadas pese a la utilización
de estas vías.
En el presente caso, se evidencia que el impetrante de tutela activó simultáneamente la jurisdicción
constitucional y la ordinaria; toda vez que, en audiencia de cesación de la detención preventiva que
se llevó adelante el 12 de julio de 2019, se planteó recurso de apelación, contra la Resolución que
rechazó dicha cesación, conforme se manifestó en audiencia de consideración de esta acción de
defensa, así como en el informe emitido por la Jueza demandada.
Por otra parte, de los antecedentes, se tiene que mediante providencia de 9 del citado mes y año
(Conclusión II.2) se estableció que el planteamiento del incidente de nulidad de imputación fue
posterior al plazo de diez días computables desde que tomó conocimiento del actuado procesal que
motivó el mismo; en ese entendido, el impetrante de tutela pudo hacer uso del art. 401 del CPP que
prevé el recurso de reposición que procede solamente contra las providencias de mero trámite, a fin
de que el juez o tribunal, advertido de su error, las revoque o modifique; asimismo, en concordancia
con dicha disposición normativa, el art. 403 del Código Adjetivo Penal, dispone expresamente cuáles
son las resoluciones susceptibles de apelación incidental, no reconoce a este mecanismo de defensa
apto para impugnar una resolución de reposición; en consecuencia, por la finalidad del recurso
mencionado, dirigida únicamente a obtener de la autoridad jurisdiccional la revocatoria o modificación
de un acto de carácter netamente procedimental; es decir, que no ataca el fondo de la controversia
judicial, no procede el recurso de apelación incidental, consiguientemente el recurso de reposición
debe ser agotado previamente a la activación de la jurisdicción constitucional vía acción de libertad
regulada por el art. 125 de la CPE, motivo por el que debe denegarse la tutela.
Siendo evidente la activación de dos jurisdicciones de manera simultánea; consiguientemente de
conformidad a lo señalado en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional; resulta inviable ingresar en el análisis de las presuntas lesiones en las que hubiese
incurrido la Jueza demandada a tiempo de rechazar la solicitud de cesación de la detención
preventiva; por cuanto, un eventual examen y pronunciamiento de fondo sobre aquellas cuestiones,
no solamente implicaría una sustitución de los mecanismos de impugnación previstos en el Código
de Procedimiento Penal, sino también provocaría una disfunción en el sistema de justicia, dado que
sobre un mismo reclamo se llegaría a emitir dos fallos provenientes de diferentes jurisdicciones, no
siendo posible ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada; tomando en cuenta que se
planteó el recurso de apelación, que es el medio idóneo previsto, para impugnar una resolución de
medidas cautelares, como ocurre en el presente caso.
Consiguientemente, corresponde denegar la tutela pretendida en el marco del principio de
subsidiariedad excepcional al haberse activado dos jurisdicciones en forma simultánea en el caso del
rechazo de la cesación de la detención preventiva, y no haber hecho uso del recurso de reposición
en relación al rechazo del incidente de nulidad de imputación formal.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela impetrada, actuó de manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 12 de
julio, cursante de fs. 28 a 32 vta., pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la
Capital del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, conforme a
los fundamentos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, con la aclaración de que no
se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Oscar Dorado Mariscal, propietario de la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. pese a su legal notificación a fs.
11, no compareció a la audiencia ni elevó informe alguno.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Oruro, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 12/2019 de 16 de julio cursante de fs. 15 a 18 vta.,
concedió la tutela solicitada, disponiendo la libertad inmediata de la accionante, en base a los
siguientes fundamentos: 1) La solicitante de tutela ingresó a la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. el 13 de
julio de 2019 como consecuencia de un accidente de tránsito; posteriormente, el 15 de igual mes y
año se le otorgó el alta médica; 2) Los personeros de la referida clínica impiden su salida, señalando
que debía cancelar los gastos por todas las revisiones médicas que le efectuaron, sin tomar en cuenta
que el imputado del proceso penal emergente de tal situación ya realizó la denuncia al SOAT; 3) No
obstante de haberse dispuesto el alta médica la misma no fue viabilizada al estar pendiente el pago
por la atención recibida, denotándose dicha actuación como una condicionante para la otorgación de
su salida, siendo retenida indebidamente; toda vez que, no se demostró con ningún elemento que
su permanencia se debió a alguna recomendación suscrita, más aun considerando que la parte
demandada pese a haber sido legalmente notificada no se presentó en audiencia a efecto de emitir
su informe; y, 4) El ordenamiento jurídico prevé los mecanismos judiciales idóneos para hacer
efectivo dicho cobro, siendo inadmisible la restricción de la libertad física y de locomoción bajo el
argumento de no haberse cancelado las obligaciones emergentes de la atención médica.
II. CONCLUSIÓN
Del análisis de la documental adjunta al expediente, se evidencia lo siguiente:
II.1. Cursa memorial suscrito por el fiscal de materia por el cual informa el inicio de la investigaciones
e imputa formalmente a Jorge Ignacio Veliz Murillo, por la presunta comisión del delito de homicidio
y lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito y conducción peligrosa, teniendo como víctima
a Verónica Teodora Gonzales Bascopé de Camara -hoy accionante-(fs. 3 a 6).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante, denuncia que personal de la Clínica “Cristo Rey” S.R.L., vulneraron su derecho a la
libertad y a la libre locomoción; toda vez que, cuando le dieron el alta médica, impidieron su salida
del referido centro médico, sino previa cancelación de lo adeudado a pesar que el imputado del
proceso penal emergente de dicha situación realizó la denuncia al SOAT, para efecto de que este
seguro corra con los gastos emergentes del accidente de tránsito.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Los derechos a la libertad física y a la locomoción de las personas
La SCP 0993/2016-S2 de 7 de octubre, señaló que: ”El art. 23.I de la CPE, establece que: ‘Toda
persona tiene derecho a la libertad (…) solo podrá ser restringida en los límites señalados por la
ley…’; en ese sentido, la libertad constituye un derecho fundamental que se vincula con el resto de
derechos asegurando la convivencia social, definiéndosela como la facultad legal del ser humano de
ser dueño de sus actos, implicando per sé el ejercicio de su autonomía sin que medie fuerza o
coacción alguna que desvirtuaría su naturaleza y esencia; empero, su ejercicio deberá estar
supeditado al respeto de la libertad de los demás y enmarcado en los cánones establecidos por ley.
En ese sentido, el art. 8.II constitucional, establece claramente que el Estado se sustenta -entre
otros, en el axioma de dignidad, sosteniendo en el art. 9.4, como uno de los fines del Estado
garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes reconocidos en su texto; de
donde se infiere que la libertad es concebida como el derecho a ejecutar actos por sí mismo, mientras
no interfiera con los derechos de los demás, razón por la cual no puede ser perturbado, lo que
conlleva a inferir que sin libertad no hay dignidad.
En cuanto concierne al derecho de locomoción, el art. 21.I de la CPE, establece que las bolivianas y
bolivianos, tiene derecho a: ‘a la libertad de residencia, permanencia y circulación en todo el territorio
boliviano que incluye la salida e ingreso del país’, lo que implica el tácito reconocimiento del derecho
de locomoción, que comprende la facultad inherente de toda persona a desplazarse por todo el
territorio nacional, ingresando y saliendo del país cuando así lo desee. Entonces, la consagración
constitucional de los derechos a la libertad física y de locomoción, se erigen como
mecanismos fundamentales destinados a evitar que tanto el primero como el segundo,
puedan ser restringidos por autoridades estatales o particulares al margen de lo
establecido en la ley.
Los tratados internacionales reconocen el derecho a la libertad personal, en los arts. 3 y 9 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH); I y XXV de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre; 9 y 11 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP); 7 y 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; y, 37 de la Convención sobre
los Derechos del Niño.
De la normativa nacional e internacional expuesta, se tiene que el derecho a la libertad se encuentra
íntimamente vinculado a otros derechos, por cuanto su restricción sólo puede fundarse en una medida
de actuación legítima dispuesta por una autoridad judicial dentro de los marcos previstos por ley,
debiendo ser su análisis, interpretación y tratamiento en forma favorable a su reconocimiento, no así
de restricción, lo contrario implica su lesión” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Sobre la indebida privación de libertad en hospitales
La antes referida SCP 0993/2016-S2, en relación a la activación de la acción de libertad en casos en
los que se denuncia retención ilegal de pacientes por parte de centros hospitalarios, estableció que:
«La precitada SCP 0090/2014-S2, en cuanto concierne a la retención de pacientes en centros
hospitalarios refirió: “La Constitución Política del Estado en su art. 22, señala: ‘La dignidad y la libertad
de la persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado’.
De otro lado, el art. 117.III de la misma Norma Suprema, determina: ‘No se impondrá sanción
privativa de libertad por deudas u obligaciones patrimoniales, excepto en los casos
establecidos por ley’.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su art. 7.7, refiere que: ‘Nadie será
detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente
dictados por incumplimiento de deberes alimentarios’.
Asimismo, el art. 6 de la Ley de Abolición de Prisión y Apremio Corporal por Obligaciones Patrimoniales
(LAPACOP), establece que: ‘En los casos de obligaciones de naturaleza patrimonial, el cumplimiento
forzoso de las mismas podrá hacerse efectivo únicamente sobre el patrimonio del o de los sujetos
responsables, sin que en ninguno de los siguientes casos sea procedente el apremio corporal del
deudor’.
Por su parte, la jurisprudencia constitucional, ha establecido que la privación de libertad en
recintos hospitalarios públicos y privados por falta de pago por los servicios prestados,
lesiona el derecho a la libertad y de locomoción.
Con relación a la retención de pacientes en centros hospitalarios, la SC 2396/2010-R de 19 de
noviembre, estableció las siguientes sub reglas: ‘1) Que ningún centro hospitalario público o
privado, puede retener a un paciente que no pueda cubrir los gastos que ha demandado
su curación, u obligarle a permanecer en el mismo para ser tratado médicamente; ya que
las obligaciones patrimoniales recaen sobre el patrimonio del deudor y no así sobre la
persona, sin que ello signifique negar la atención a los pacientes que acudan a éstas instituciones,
como se tiene entendido en la sentencia constitucional precedentemente señalada; debiendo
demostrar para la tutela, que su detención y/o retención en el centro hospitalario de salud público o
privado, es a consecuencia de la falta de pago por los servicios prestados en dicha institución y que
por ello se le impide dejar el centro de salud pese a contar con alta médica, o la misma es negada
bajo condicionamiento y retención del paciente.
los administrados; sin embargo, conforme a la doctrina contemporánea del Derecho Administrativo,
dicha autoridad no es un fin en sí misma, sino un medio para un efectivo servicio a la sociedad.
Con esa orientación, el art. 232 de la CPE, establece que: 'La Administración Pública se rige por los
principios de legitimidad, legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e interés social, ética,
transparencia, igualdad, competencia, eficiencia, calidad, calidez, honestidad, responsabilidad y
resultados' y el art. 235.1 de la misma Ley Fundamental, consagra que la primera y más importante
obligación de las servidoras y servidores públicos, es cumplir la Constitución y las leyes.
Partiendo del marco doctrinal y constitucional referido, se debe señalar que en el caso de la acción
de libertad, atendiendo especialmente a los principios de compromiso e interés social y de
responsabilidad que rigen la función pública, así como a la naturaleza de los derechos tutelados por
esa garantía jurisdiccional, cuando el sujeto pasivo es un funcionario público, éste tiene la
obligación de presentar informe escrito o en su defecto concurrir a la audiencia a fin de
desvirtuar los hechos o actos denunciados como lesivos a los derechos del accionante,
pues de no hacerlo se presume la veracidad de los mismos.
En ese sentido, la SC 1164/2003-R de 19 de agosto de 2003 señaló: «Los hechos denunciados por
el recurrente no han sido desvirtuados por la autoridad demandada al no haber concurrido a la
audiencia de Ley ni haber presentado su informe no obstante de su legal citación (…) lo que
determina la procedencia del recurso» y la SC 0650/2004-R de 4 de mayo, determinó: «…el
funcionario recurrido, una vez citado legalmente con el recurso no comparece a la audiencia del
hábeas corpus y no presenta informe alguno, por lo mismo, no niega ni desvirtúa las denuncias
formuladas por el recurrente; en ese caso, el silencio del recurrido será considerado como
confesión de haber cometido el hecho ilegal o indebido denunciado en el recurso»;
entendimientos reiterados, entre otras, por las SSCC 0141/2006-R, 020/2010-R y 0181/2010-R.
Así, siguiendo esa línea la SC 0785/2010-R de 2 de agosto, refirió: «…se tendrán por probados los
extremos denunciados cuando las autoridades denunciadas, no desvirtúen los hechos demandados,
situación que concurre cuando no obstante su legal notificación no comparecen a la audiencia ni
presten su informe de ley»’.
De lo referido precedentemente, es posible aplicar el principio de presunción de veracidad, por
inasistencia de la autoridad demandada a la audiencia de acción de libertad y falta de informe sobre
los hechos denunciados, tomando en cuenta las circunstancias del caso, siempre que su aplicación
no afecte a terceros interesados o el interés público. Si bien este principio es propio del procedimiento
administrativo, a través del cual la administración pública a-priori, presume iuris tantum, que el actuar
de los administrados en la presentación de documentos y declaraciones formuladas responde a la
verdad de los hechos que aseveran. En sentido más amplio, resulta aplicable cuando el servidor
público, por su inasistencia a la audiencia de acción de libertad o falta de informe priva al juez o
tribunal de garantías, de pruebas que ayuden a esclarecer los hechos y decidir la situación
demandada, viéndose en la necesidad de dar crédito a las aseveraciones del accionante,
sustentándose en el principio de buena fe, en tanto que tal presunción como se tiene referido, no
afecte derechos de terceros o el interés público” (las negrillas son nuestras).
III.4. Análisis del caso concreto
De la lectura de la demanda tutelar y lo alegado en la audiencia de consideración de la presente
acción de libertad, se advierte que el accionante a través de su representante, circunscriben su
problemática en el hecho de que el personal de la Clínica “Cristo Rey” S.R.L., vulneraron sus derechos
a la libertad y a la libre locomoción; pese a que le dieron el alta médica no le permiten dejar el centro
médico, sino previa cancelación de lo adeudado por la atención recibida, a pesar que el imputado del
proceso penal emergente de dicha situación realizó la denuncia al SOAT, para efecto de que este
seguro corra con los gastos producto del accidente de tránsito.
De los antecedentes adjuntos al caso evidentemente se establece que, la impetrante de tutela fue
internada en la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. y que de la atención recibida producto de un accidente de
tránsito se adeudo un monto de dinero -sin especificar-, y debido a esa falta de pago no le permiten
la salida del indicado centro médico.
Para este efecto se establece que la peticionante de tutela, no adjuntó prueba mínima que acredite
lo aseverado respecto a que el demandado no autorizó su salida de la referida clínica por la falta de
pago de los servicios médicos recibidos; sin embargo, en el planteamiento de la presente acción
solicitó su libertad inmediata y restitución de sus derechos a la libertad y a la libre locomoción; con
la indicada pretensión el demandado fue citado; empero, este no presentó informe, ni se hizo
presente en audiencia de esta acción tutelar para desvirtuar la denuncia presentada en esta acción.
La jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, respecto a la retención de pacientes por deudas de atención médica, dejó señalado
que, ningún centro hospitalario sea público o privado puede impedir la salida a un paciente que no
pueda cubrir los gastos que demandó su curación u obligarle a permanecer en el mismo, hasta la
cancelación del monto adeudado, puesto que resulta una medida de hecho que implica la vulneración
de los derechos a la libertad y a la libre locomoción; toda vez que, las obligaciones recaen sobre el
patrimonio del deudor y no así sobre la persona; en ese sentido, los hospitales o clínicas, para el
cobro de deudas emergentes de internación y honorarios médicos cuenta con las vías procesales
adecuadas.
En el caso de autos, resulta evidente la existencia de un acto privativo de libertad -no desvirtuado
por el demandado por su falta de informe- fuera de los límites establecidos por la Constitución Política
del Estado y la ley, en virtud a que Verónica Teodora Gonzales Bascopé de Camara fue retenida en
la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. del departamento de Oruro; por cuanto personeros de dicho centro
médico -no se especifica quienes- no permitieron su salida hasta la interposición de la presente acción
de libertad -15 de julio de 2019-; empero, en el planteamiento de la presente acción solicitó su
libertad inmediata y restitución de su derecho a la libertad y a la libre locomoción; con la indicada
pretensión el demandado fue citado; sin embargo, no presentó informe, ni acudió a la audiencia de
esta acción tutelar para desvirtuar la denuncia. Al respecto, la jurisprudencia constitucional citada en
el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, dejó establecido
que, es posible aplicar el principio de presunción de veracidad, por inasistencia de la autoridad o
persona demandada a la audiencia de acción de libertad y falta de informe sobre los hechos
denunciados, tomando en cuenta las circunstancias del caso, siempre que su aplicación no afecte a
terceros interesados o el interés público; consiguientemente, se advierte la vulneración de los
derechos a la libertad y la libre locomoción de la ahora accionante; correspondiendo por lo mismo
otorgar la tutela solicitada, conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 y III.2.
Es necesario dejar establecido que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional no impide al
demandado el exigir el cumplimiento del pago adeudado por la parte solicitante de tutela, existiendo
para tal propósito las vías legales correspondientes.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela impetrada, actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 12/2019 de 16 de julio cursante de fs. 15 a 18 vta.,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Oruro; y,
en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada;
2° Disponer el cese de la retención de la ahora accionante en la Clínica “Cristo Rey” S.R.L.; y,
3° Exhortar a los demandados, a que en el futuro no incurran en actos similares, debiendo sujetar
su proceder dentro del marco de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, conforme
a los fundamentos desarrollados en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que: a) Los Jueces demandados desbloqueen el Sistema
NUREJ, cumplan con la SCP 0028/2019-S4 y resuelvan los incidentes y excepciones planteados; b)
La nulidad de todos los actos policiales y fiscales realizados sin competencias y sin control
jurisdiccional, incumpliendo la precitada Sentencia Constitucional Plurinacional; c) El Ministerio
Público emita requerimiento conclusivo fundamentado por haber vencido el plazo para la
investigación preliminar; y, d) El procesamiento disciplinario de los Jueces, Fiscales de Materia y
funcionarios policiales demandados.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 3 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 26 a 28 vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, reiteró los argumentos expuestos en el memorial de
acción de libertad y ampliándolos manifestó que: 1) Se encuentra indebidamente perseguido por un
proceso que fue ilegalmente promovido, incumpliendo lo resuelto en la acción de amparo
constitucional con NUREJ 70186782; y, 2) No debió admitirse una querella por la presunta comisión
del delito de prevaricato, considerando que la acción tutelar estaba en revisión ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional, el cual posteriormente confirmó la concesión de tutela mediante SCP
0028/2019-S4.
I.2.2. Informe de los demandados
Albania Chane Caballero Saavedra, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la
Mujer Primera de la Capital del departamento de Santa Cruz, en audiencia señaló: i) El accionante
no manifestó si alguno de los derechos tutelados por la acción de libertad se encuentra restringido o
en riesgo; ii) La suscrita no tiene a su cargo el manejo de los sistemas de ningún proceso, por lo
cual no pudo ordenar el bloqueo; y, iii) El peticionante de tutela no demostró de modo alguno que
se encuentre perseguido indebidamente. Por consiguiente, pidió se deniegue la tutela.
Carlos Martín Camacho Chávez, Juez de Instrucción Penal y Anticorrupción Tercero de la Capital del
citado departamento; mediante informe escrito presentado el 3 de julio de 2019, cursante a fs. 24 y
vta., señaló que dentro del proceso penal que originó la presente acción de libertad, el 27 de mayo
del referido año, fue recusado por la parte querellante, y como consecuencia la causa fue remitida al
siguiente en número, en tal virtud por Auto de Vista 20/2019 de 19 de junio, fue separado de manera
definitiva del conocimiento del mismo.
Mabel Sandra Andrade Molina, Fiscal de Materia en audiencia expreso que, asumió conocimiento del
caso y ordenó las notificaciones a los denunciados para que se encuentren a derecho; pero
actualmente ya no cumple funciones en la unidad especializada anticorrupción, por lo cual no tiene
a su cargo la dirección funcional de la investigación penal de referencia; sin embargo, consideró que
el ahora solicitante de tutela, debió presentar incidentes para cerrar la investigación en ejercicio de
su defensa. En consecuencia solicitó denegar la tutela.
Cevero Cándido Blanco Choque, Fiscal de Materia, en audiencia manifestó que, recientemente fue
designado para cumplir funciones en esa unidad -anticorrupción- por lo cual, no conoció la causa a
la que se hizo referencia; pero además, para reclamar las presuntas lesiones manifestadas en la
presente acción debió agotar los mecanismos intraprocesales. En tal antecedente pidió se deniegue
la tutela solicitada.
Nardy Ávila Solíz, Fiscal de Materia; Paola Aranibar Montoya, Miguel Tola Mamani y Oscar Pablo
Manzaneda Laura, funcionarios policiales, no asistieron a la audiencia de acción de libertad ni
tampoco presentaron informes escritos, pese a su notificación cursante a fs. 15, 16, 18 y 21.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, por Resolución 15/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 28 vta. a 31, denegó la tutela
solicitada, de acuerdo a los siguientes fundamentos: a) No existieron elementos que hagan entender
un peligro para la vida del accionante o que se encuentre ilegalmente perseguido o indebidamente
procesado o privado de su libertad, y si bien se tiene un proceso penal iniciado en su contra, no fue
privado de su libertad; b) El juez constitucional no puede ingresar en el análisis de las cuestiones
que corresponden al proceso ordinario penal y el solicitante de tutela no activó ningún incidente
denunciando un supuesto procesamiento indebido, para que la autoridad encargada del control
jurisdiccional de la investigación pueda resolver las presuntas lesiones a sus derechos; c) La SCP
“021/2014” sostuvo que se puede activar esta acción tutelar cuando exista vulneración del debido
proceso vinculado con la libertad física o personal, ante la amenaza del mencionado derecho que el
proceso penal supone; d) La revisión de los antecedentes permitió concluir que las autoridades
demandadas no incurrieron en violación del debido proceso, los derechos a la defensa y la igualdad
de las partes; por cuanto, no planteó ningún incidente dentro del proceso que consideró ilegalmente
instaurado, conforme dispone la SCP 0028/2019-S4; y, e) La SCP 1103/2017-S1 de 3 de octubre,
establece que la tutela que brinda la acción de libertad respecto a las vulneraciones del debido
proceso, únicamente procede cuando los supuestos actos lesivos se encuentran directamente
vinculados con el derecho a la libertad personal o de locomoción.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El accionante en audiencia pública manifestó que la acción tutelar fue planteada por haberse
promovido indebidamente un proceso penal en su contra, incumpliendo la SCP 0028/2019-S4 emitida
en la acción de amparo constitucional con NUREJ 70186782 (fs. 26 a 28 vta.).
II.2. De acuerdo al informe de 3 de julio de 2019 del Juez de Instrucción Penal y Anticorrupción
Tercero de la Capital del departamento de Santa Cruz -ahora demandado-, el peticionante de tutela
es investigado dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Publico a denuncia de José Eduardo
Añez Paz, por la presunta comisión del delito de asociación delictuosa y otros con NUREJ 70198463,
actualmente bajo el control jurisdiccional de la Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Primera de la Capital del mismo departamento (fs. 24).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la defensa, al debido
proceso, al juez natural, competente, independiente e imparcial y a la tutela judicial efectiva; y, los
principios de legalidad y seguridad jurídica; por cuanto los Fiscales de Materia codemandados,
resistiéndose al cumplimiento de la SCP 0028/2019-S4, admitieron una querella sobre hechos que ya
fueron definidos en la aludida Sentencia, vulnerando sus derechos e incurriendo en causal de nulidad
por defecto absoluto previsto en el art. 169 inc. 3) del CPP. En dicho contexto, los Jueces demandados
ordenaron el bloqueo del Sistema NUREJ de registro de memoriales, impidiendo su presentación, y
no declinaron competencia en favor del juez de garantías constitucionales ni ejercieron el control
jurisdiccional a las actuaciones de los Fiscales de Materia funcionarios policiales, los cuales de forma
indebida se rehúsan también cumplir la decisión constitucional referida.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad y los presupuestos para su activación
por indebido procesamiento
Respecto a la naturaleza jurídica y los presupuestos de activación de la acción de libertad, la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el derecho comparado
y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus´, encuentra fundamento en
innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración Americana
sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del bloque
de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y reparador,
instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física
como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos
ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión” (las negrillas son añadidas).
Por su parte la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, respecto a la activación de la acción de libertad,
sostuvo que: “Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme
al señalar que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo constitucional; sin
embargo, cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al
derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha protección se
verá materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el
procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión
de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a
este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a
todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos
que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario,
deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es
posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los
derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio
de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios idóneos
dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el ámbito
constitucional, cuando los reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no puede
utilizarse para salvar la negligencia de la parte accionante. Entendimiento que fue asumido también
por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R, 1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras”
(las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
De acuerdo a lo manifestado por el accionante y del análisis de los antecedentes que hicieron
referencia los sujetos involucrados en la presente acción tutelar, el 9 de noviembre de 2018, interpuso
acción de amparo constitucional por un presunto avasallamiento, hecho que fue tutelado por el Juez
Público de Familia Segundo de la Capital del departamento de Santa Cruz, mediante Resolución 05/18
de 15 del indicado mes y año; sin embargo, como efecto de los mismos hechos, el Ministerio Publico
a denuncia de José Eduardo Añez Paz, por requerimiento de 15 de enero de “2018” -lo correcto es
2019-, aperturó un proceso penal contra el aludido Juez de garantías constitucionales por la presunta
comisión del delito de prevaricato, investigación que posteriormente fue ampliada contra el
impetrante de tutela por su presunta participación en el ilícito de asociación delictuosa; empero, el
Tribunal Constitucional Plurinacional mediante SCP 0028/2019-S4, confirmó la aludida Resolución
05/18. Es en ese contexto, que el ahora solicitante de tutela, considera que tanto los Fiscales de
Materia, funcionarios policiales y Jueces encargados del control jurisdiccional al desobedecer la
aludida Sentencia, actuaron sin jurisdicción ni competencia, lesionando sus derechos fundamentales
posibilidad de dirigir la demanda inclusive contra personas particulares; por consiguiente, en virtud
al principio de generalidad, la presente acción de defensa no reconocen fueros,
privilegios ni inmunidades, por lo que es plenamente viable dirigir contra toda persona,
indistintamente si es particular o servidor público, sea este jurisdiccional o de apoyo
judicial, e incluso de orden administrativo, cual podrían ser funcionarios policiales o del régimen
penitenciario, solo a manera de ejemplo.
En consecuencia con lo manifestado líneas arriba, es posible afirmar que, las vulneraciones y las
amenazas de los derechos a la vida, la libertad física y de locomoción, no necesariamente
deben ser originadas como consecuencia del ejercicio de actos puramente
jurisdiccionales, sino que, las acciones y omisiones de carácter administrativo, también
tienen o pueden tener la misma cualidad para lesionar tales derechos. En este sentido,
de acuerdo a la Ley del Órgano Judicial, los servidores de apoyo judicial son: la
conciliadora o el conciliador, la secretaria o el secretario, la o el auxiliar, y, la o el oficial
de diligencias, cuyas funciones y, particularmente sus obligaciones se encuentran disciplinadas en
los arts. 83 al 106 de la LOJ.
Ahora bien, a los fines de establecer la legitimación pasiva en la acción de libertad respecto a los
servidores de apoyo judicial, se debe tener presente que, si la vulneración de los derechos tutelados
por la presente acción de defensa emerge del incumplimiento o la inobservancia de las
funciones y obligaciones conferidas al personal de apoyo jurisdiccional en los preceptos
legales procedentemente referidos o del incumplimiento de las instrucciones u órdenes
impartidas por el superior en grado, dicho servidor público adquiere la legitimación
pasiva por lo que es plenamente viable dirigir la demanda contra ése funcionario, hasta
establecer su responsabilidad si corresponde; habida cuenta que, el acto ilegal no es necesariamente
el resultado del ejercicio de la función puramente jurisdiccional, sino que, las omisiones de carácter
administrativo como: la falta o inoportuna elaboración del cuadernillo de apelación, el incumplimiento
de plazos para la remisión de antecedentes al superior en grado, la falta o la inoportuna elaboración
de actas, la falta o inoportuna notificación a las partes, tratándose en especial de audiencias de
consideración de medidas cautelares, en fin, la inobservancia de las labores y obligaciones
encomendadas al personal de apoyo, tiene la capacidad de repercutir negativamente en el ejercicio
de los derechos fundamentales y garantías constitucionales del justiciable; sin embargo, el presente
razonamiento no implica que el Juez como autoridad revestida de jurisdicción deje al desamparo la
dirección del juzgado, por cuanto le asiste la facultad de impartir instrucciones al personal de apoyo
judicial y de realizar el seguimiento correspondiente, puesto que de no cumplirse las mismas también
asume la responsabilidad por ser la autoridad que finalmente tiene la responsabilidad del juzgado;
consiguientemente, el buen desempeño de las labores administrativas y jurisdiccionales involucra
tanto a los servidores de apoyo y principalmente a las autoridades judiciales propiamente dichas, de
ahí que las responsabilidades emergentes del incumplimiento de las funciones y obligaciones no
pueden centralizarse en una sola persona u autoridad, ya que cada servidor público tiene el deber
de desempeñar sus funciones en el estricto marco de las disposiciones normativas que regulan su
labor, más aún si de ello surge la lesión de los derechos objeto de protección de la presente garantía
jurisdiccional” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
De los antecedentes que cursan en obrados se tiene que el 11 de julio de 2019 el impetrante de
tutela solicitó salida médica a la autoridad demandada (Conclusión II.1), constando que el expediente
del proceso en cuestión fue remitido ante la citada autoridad el 12 del mismo mes y año (Conclusión
II.2); en esa razón, el 15 del referido mes y año emitió el Auto Interlocutorio 59/19 por el que se
excusó del conocimiento de la causa, enviándose obrados al Juez de Instrucción Penal
Decimosegundo de la Capital del departamento de Santa Cruz el 17 de igual mes y año (Conclusión
II.3).
En el caso que nos ocupa, la presunta lesión de derechos que alega el accionante se encuentra
centrada en la dilación de la resolución de su solicitud de salida médica por parte de la autoridad
demandada así como de la funcionaria de apoyo jurisdiccional codemandada, aspecto que estaría
ocasionando el riesgo de su salud y vida ante la imposibilidad de acceder a su tratamiento
especializado.
Ahora bien, respecto a la actuación del Juez de Instrucción Penal Decimoprimero de la
Capital del departamento de Santa Cruz, de la relación de antecedentes antes descrita, se
advierte que tras la presentación de la solicitud de salida médica -11 de julio de 2019- y la posterior
recepción del proceso penal en cuestión -12 de julio de 2019-, la autoridad demandada procedió a
excusarse del conocimiento y tramitación del asunto -15 del mismo mes y año-, disponiendo el envió
del mismo ante el juez siguiente en número, acto que no fue efectivo sino hasta el 17 del referido
mes y año, aspecto que permite corroborar que desde que la citada autoridad tuvo discernimiento
de la causa hasta la remisión de esta por la excusa formulada, se dejó transcurrir varios días.
Al respecto, conforme se tiene descrito en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional,
el hábeas corpus traslativo o de pronto despacho se constituye en el mecanismo procesal idóneo
para operar en caso de existir vulneración al debido proceso en su elemento de celeridad, cuando
esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas.
En el caso concreto, se advierte que si bien la autoridad demandada se excusó y en consecuencia se
vio impedida de resolver la solicitud de salida medica presentada por el impetrante de tutela, al haber
tomado conocimiento de una solicitud vinculada con el estado de salud del accionante, debió agilizar
la remisión del proceso ante la autoridad competente a fin de procurar la oportuna resolución de la
petición antes descrita, en tal mérito es pertinente precisar que las autoridades jurisdiccionales en su
rol de directores funcionales del proceso tienen el deber de procurar el impulso procesal necesario a
objeto de lograr la expedita tramitación de las peticiones que involucren el derecho a la libertad y la
vida de las personas, en tal mérito, en el caso en análisis, si bien la autoridad judicial no resolvió la
solicitud descrita a causa de la excusa formulada ordenando el envió de actuados al Juez competente,
sin embargo, tenía la obligación de hacer el seguimiento respectivo al cumplimiento rápido y efectivo
de la orden de remisión de obrados para la resolución de la solicitud del peticionante de tutela,
aspecto que no se advierte en el caso que nos ocupa, teniendose por el contrario una actitud pasiva
que ocasionó mayor dilación en la consideración de la salida médica impetrada, por lo que
corresponde en el presente caso la concesión de la tutela por pronto despacho.
Por otro lado, respecto a la actuación de la Secretaria del Juzgado de Instrucción Penal
Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, corresponde precisar que
conforme se tiene expuesto en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, la responsabilidad de los funcionarios de apoyo jurisdiccional emerge del
incumplimiento de la norma así como la inobservancia de órdenes directas de la autoridad judicial.
En el caso que nos ocupa, en atención a las funciones propias de dicha funcionaria, la autoridad
jurisdiccional a tiempo de emitir el Auto Interlocutorio 59/19 por el que se excusó de la causa, dispuso
el envió de esta ante el juez siguiente en número, y sea mediante oficio, lo cual fue inobservado por
la Secretaria codemandada, quien procedió a la remisión ordenada recién el 17 del citado mes y año,
incumpliendo el oportuno cumplimiento de una disposición directa de la autoridad judicial, dilatando
de igual forma la resolución de una solicitud vinculada con la salud del accionante, aspecto por el
que también corresponde que la tutela impetrada sea concedida respecto a esta.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al haber denegado la tutela solicitada, no actuó
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 81 de 18 de julio de 2019, cursante de fs. 30 a 32 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada por la dilación ocasionada por los demandados
en la resolución de su pedido de salida médica, en base a los fundamentos del presente fallo
constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional
José Luis Morales del Castillo, Director del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, presentó informe
escrito el 18 de julio 2019, cursante de fs. 11 a 12, indicando que el día lunes 17 de ese mes y año,
a horas 11:18 aproximadamente, se recepcionó el Mandamiento de Detención Domiciliaria emitida
por María Melina Lima Nina, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las
Mujeres Cuarta de la Capital de ese departamento, para que se ponga en libertad al accionante y se
lo conduzca al citado Juzgado, siempre que no estuviere detenido por otra causa. A horas 12:10, de
conformidad a lo previsto en los arts. 59, 60, 61 y 62 del Reglamento General de Centros
Penitenciarios, la documentación fue enviada a la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario,
para que por las áreas de verificación de libertad, archivo y kardex se compruebe que el referido
mandamiento es auténtico, así como revisión del file personal y se expida el informe correspondiente.
En la tarde a horas 17:00, el encargado elaboró el informe respectivo, señalando que el privado de
libertad debía ser trasladado ante el Juzgado que pronunció dicha orden; dando observancia
inmediata para que se proceda a su traslado.
A horas 18:13, el custodio de servicio de ese Centro Penitenciario, procedió a la entrega del
impetrante de tutela a Noemí Mery Mullisaca Durán, Secretaria del Juzgado citado precedentemente.
El Director Departamental de Régimen Penitenciario, no presentó informe escrito ni asistió a la
audiencia de consideración de la acción tutelar, pese a su legal citación cursante a fs. 9.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 06/2019 de 18 de julio, cursante de fs. 17 a 18, denegó
la tutela solicitada, fundamentando que: a) El objeto de la acción de libertad estipulada en el art.
125 de la CPE, es proteger los derechos a la vida y a la libertad física o personal, cuando la persona
creyere estar indebidamente perseguida, procesada o privada de su libertad; b) Se señaló que el 17
de julio de 2019, en horas de la mañana se notificó al solicitante de tutela con Mandamiento de
Detención Domiciliaria en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz y que el Director de ese recinto
no dio cumplimiento al mismo; sin embargo, de acuerdo al informe y lo acompañado por la autoridad
codemandada, el mismo fue recepcionado a las 11:18 del 17 de dicho mes y año y del acta de entrega
de detenido, se evidencia que el impetrante de tutela fue entregado a Secretaría del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital a horas 18:13;
es decir, el Director codemandado dio cumplimiento a lo que establece la jurisprudencia constitucional
en la SC 0323/2003-R de 17 de marzo, que interpretando el art. 39 de la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión (LEPS), dispone que, el interno deberá ser liberado en el día, sin necesidad de trámite
alguno, precisando que: “...̀se refiere a que el detenido con la sola presentación del mandamiento
será dejado en libertad, empero, resulta implícito el deber jurídico que recae sobre la Gobernación
de la Cárcel, de tomar las debidas previsiones para evitar que alguien pueda ser puesto en libertad
teniendo otros mandamientos pendientes o que el mandamiento de libertad pueda contener alguna
falsedad material o ideológica, lo cual le impele a tener que verificar y solicitar la información
pertinente y revisar previamente los registros antes de dar curso al mandamiento...’” (sic);
concluyendo, que se hará efectiva la libertad del detenido inmediatamente recibido el mandamiento
de libertad; y, c) No corresponde conceder la tutela, más aún cuando ni el accionante ni mucho
menos el abogado se hicieron presentes a objeto de ratificar la acción de libertad.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Mandamiento de Detención Domiciliaria de 17 de julio de 2019, pronunciado por la Jueza
de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del
departamento de La Paz, a favor del impetrante de tutela, por el que ordena al Gobernador del Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz, para que haga la entrega del imputado ante la Secretaría del
referido despacho judicial, conforme se tiene ordenado por las Resoluciones 04/2019 de 15 de julio
y 244/2019 de 9 de julio.
Consta en el sello de la parte superior del referido Mandamiento, que este fue presentado en la
Dirección de ese Centro Penitenciario el día 17 de julio de 2019, a horas 11:18 (fs. 2).
II.2. Informe de Verificación de 17 de julio de 2019, suscrito por Yvar Quispe Abalos, Verificador a.i.,
y Miguel Coronel Ribert, Encargado a.i. de Archivo Kardex ambos del Centro Penitenciario San Pedro
de La Paz; en virtud al cual fue emitido la providencia de la misma fecha por el Director de ese centro
carcelario, en el que señaló: “Vistos y revisados, los informes que anteceden, en cumplimiento al
Mandamiento de Detención Domiciliaria, Trasládese al ciudadano: IVAN EDWARD VILLEGAS
ENCINAS al Juzgado Cuarto de Instrucción Anticorrupción y de Materia Contra la Violencia Hacia las
Mujeres de la Capital de la ciudad de La Paz, para que la Sra. Secretaria-Abogada Proceda a la
Detención Domiciliaria, conforme corresponde a Ley” (sic [fs. 15]).
II.3. Acta de Entrega de Detenido de la fecha citada precedentemente, en el que consta que: “En el
Juzgado Anticorrupción y de Materia Contra la Violencia hacia la Mujer N° 4 de la Ciudad de La Paz,
siendo a hrs. 18:13 del día 17 de julio de 2019, en cumplimiento al Mandamiento de Detención
Domiciliaria de fecha 17 de julio de 2019, emanada por la Sra. Dra. M. Melina Lima Nina, Juez
Anticorrupción y de Materia Contra la Violencia hacia la Mujer N° 4 de la Ciudad de La Paz, se procede
a la entrega del privado de libertad IVAN EDWARD VILLEGAS ENCINAS, a la Dra. Noemi Mullisaca
Duran secretaria abogado del Juzgado Cuarto de Instrucción Anticorrupción y Contra Violencia Hacia
la Mujer de la Ciudad de La Paz, para constancia firman al pie de la presente los intervinientes” (sic),
suscribiendo Javier Quispe Mayta y la Secretaria Abogada del referido Juzgado (fs. 13).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, alega la vulneración de sus derechos a la vida, a la salud,
a la “seguridad jurídica” y a la libertad, por cuanto el Director Departamental de Régimen
Penitenciario y Director del Centro Penitenciario San Pedro, ambos de La Paz, demoraron de manera
abusiva el cumplimiento del Mandamiento de Detención Domiciliaria, actuando inclusive de forma
torpe al señalar que debían esperar a la verificación previa, desconociendo que las órdenes de las
autoridades jurisdiccionales son de cumplimiento inmediato; es decir, en el acto, sin ingresar a
formalismos y que si se requería de una verificación, esta debió efectuarse de manera urgente.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre las responsabilidades y funciones del personal de recintos penitenciarios en
la ejecución de mandamientos de libertad
El art. 23.VI de la CPE, prevé: “Los responsables de los centros de reclusión deberán llevar el registro
de personas privadas de libertad (...) Su incumplimiento dará lugar al procesamiento y sanciones que
señale la ley”; por otra parte, el art. 58 de la LEPS, dispone que: “El Director, será responsable del
manejo y funcionamiento del establecimiento penitenciario a su cargo”; asimismo, los arts. 59.9 y 18
del referido cuerpo legal establecen, que entre las funciones de la referida autoridad está el de:
“Mantener actualizado el registro penitenciario” y “Otras establecidas por Reglamento”.
De igual manera se tiene que en el art. 2.8 del Decreto Supremo (DS) 26715 de 26 de julio de 2002,
se dispone entre los deberes de los funcionarios de la administración penitenciaria, el: “Mantener
información completa y segura sobre las personas privadas de libertad, incluyendo su identidad, las
razones de su privación de libertad y la autoridad responsable, el día y hora de su admisión y puesta
en libertad”.
En cuanto al cese de la detención preventiva, el art. 39 de la LEPS, refiriendo a la libertad, dispone:
“Cumplida la condena, concedida la Libertad Condicional o cuando cese la detención preventiva, el
interno será liberado en el día, sin necesidad de trámite alguno.
El funcionario que incumpla esta disposición será pasible de responsabilidad penal, sin perjuicio de
aplicarse las sanciones disciplinarias que correspondan”.
Advirtiendo de la norma descrita y en el caso en particular, que una vez dispuesta la cesación a la
detención preventiva, la autoridad penitenciaria tiene la obligación de poner en libertad al imputado,
en el día, debiendo con carácter previo remitirse al mandato constitucional impuesto, como es el
llevar un registro de los reclusos y de acuerdo a Ley mantener el mismo actualizado. Al respecto, la
SC 0323/2003-R de 17 de marzo, interpretando el citado art. 39 de la LEPS, en lo que corresponde
al elemento condicionante de liberación del interno, en el día, precisó: “…se refiere a que el detenido
con la sola presentación del mandamiento será dejado en libertad, empero, resulta implícito
el deber jurídico que recae sobre la Gobernación de la Cárcel, de tomar las debidas
previsiones para evitar que alguien pueda ser puesto en libertad teniendo otros
mandamientos pendientes o que el mandamiento de libertad pueda contener alguna
falsedad material o ideológica, lo cual le impele a tener que verificar y solicitar la
información pertinente y revisar previamente los registros antes de dar curso al
mandamiento...”.
III.2. Sobre la celeridad en la ejecución de los mandamientos de libertad y la obligación
de tener actualizados los datos de identidad de los reclusos. Jurisprudencia reiterada
En relación a la celeridad con la que las autoridades de Régimen Penitenciario deben actuar cuando
cuentan con un mandamiento que ordena la cesación a la detención preventiva; la SCP 0193/2014-
S3 de 25 de noviembre, manifestó: “…efectivamente como Gobernador del Centro
Penitenciario, es su deber verificar si el mandamiento de libertad, presentado es
auténtico; sin embargo, dicha Autoridad no demostró que haya tomado las debidas
previsiones, para efectuar tal verificación en este tipo de casos -órdenes emitidas los días
viernes en la tarde-, conformándose con el hecho que debe esperarse hasta la apertura del Juzgado
que lo emitió para poder acreditar su autenticidad, en desmedro de los derechos de los privados de
libertad; por ello, conforme a lo previsto por el art. 2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, que dispone: '…los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus
procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o
de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades', lo referido
provoca que además de concederse la tutela por dicha omisión se proceda a exhortar a la Dirección
de Régimen Penitenciario y a los Tribunales Departamentales a coordinar respecto al cumplimiento y
ejecución de los mandamientos de libertad emitidos en día viernes o en fines de semana, debiendo
adoptar las medidas necesarias para que en observancia al principio de celeridad no se
vulneren derechos constitucionales como la libertad”.
III.3. La naturaleza de la acción de libertad
El Capítulo Segundo, Sección Primera de la Constitución Política del Estado, describe sobre las
acciones de defensa, entre ellas la prevista en el art. 125, referida a la acción de libertad, señalando
que se interpone la misma, cuando: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que
es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre
y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”; es decir, se constituye en un medio de
defensa de carácter inmediato cuya tramitación es sumarísima a los fines de la protección de los
derechos fundamentales de libertad física, de locomoción y vida cuando esta se encuentre el peligro.
Ratificando lo anterior, la SCP 1352/2014 de 7 de julio, que respecto a la naturaleza jurídica de dicha
acción constitucional, expresó: “La acción de libertad, es un mecanismo de defensa
constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido
para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física
como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos
ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando ésta se encuentra afectada o amenazada por la restricción o supresión de la libertad” (las
negrillas son añadidas).
Complementando lo anterior, la SCP 0790/2015-S1 de 18 de agosto, precisó en relación a los
supuestos para que proceda la acción de libertad: “… se constituyen como supuestos de activación:
julio, cursante de fs. 17 a 18, pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital
del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
manifestando “…que se retiraría ya que su cliente habría sido puesto en libertad en fecha 16/07/2019
Horas 14:00 p.m.” (sic).
I.2.2. Informe de los demandados
Máximo Jhonny Aguilera Montecinos, Director Departamental de la FELCC de Santa Cruz, mediante
informe presentado el 17 de julio de 2019, cursante de fs. 10 a 12 vta., sostuvo que: a) El Juez
Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de
Velasco del departamento de Santa Cruz, resolvió en audiencia de medidas cautelares la detención
domiciliaria en favor del ahora accionante, previa verificación de su domicilio y fue así que esta
persona actualmente se encuentra en su morada ubicada en el “KM. 45”, localidad Jorochito,
cumpliendo la determinación de dicha autoridad jurisdiccional, habiendo incluso remitido fotografías
vía WhatsApp que confirman ello, por cuanto la denuncia de haberse vulnerado su derecho a la
libertad es falsa, no evidenciándose persecución indebida ni privación de libertad, además que la
causa está bajo conocimiento del Ministerio Público y control jurisdiccional; b) En todo momento la
Dirección Departamental de la FELCC actuó dentro de lo previsto por el art. 251 de la CPE, así como
en el marco de los arts. 293 y 297 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y del Manual de
Organización y Funciones de la FELCC; y, c) El peticionante de tutela antes de acudir a la vía
constitucional debió denunciar supuestas vulneraciones ante el Juez de control jurisdiccional bajo el
principio de subsidiariedad, conforme lo establecen las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0003/2012, 0007/2012 y 0434/2014 -no señalan fechas-. Por todo lo expuesto, pide que la acción
tutelar activada sea declarada improcedente.
Igor Ilich Echegaray Vargas, Comandante Departamental de la FELCC de Santa Cruz, no asistió a la
audiencia de consideración de la presente acción tutelar ni remitió informe alguno, pese a su citación
cursante a fs. 7.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, mediante Resolución 22/19 de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 14 a 16 vta., denegó
la tutela solicitada, sobre la base del siguiente fundamento: Las SSCC 0008/2010-R y 0577/2010-R -
no precisan fechas- entre otras, al referirse al carácter excepcional de la subsidiariedad de la acción
de libertad, han establecido que en caso de existir en la jurisdicción ordinaria mecanismos procesales
específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad,
deben ser utilizados previamente por el o los afectados, debiendo acudir ante el Juez de control
jurisdiccional de la causa que viene a ser en el caso el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Velasco del señalado departamento,
conforme prevé el art. 54 inc. 1) del CPP y solamente en casos de agotarse estas vías operará la
acción de libertad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por informe presentado el 17 de julio de 2019, Máximo Jhonny Aguilera Montecinos, Director
Departamental de la FELCC -ahora codemandado-, señaló que Redmy Padilla Polanco -hoy
accionante-, sostuvo que “…ES FALSO Y SE ENCUENTRA EN SU DOMICILIO UBICADO EN EL
KM. 45 LOCALIDAD JOROCHITO, CUMPLIENDO SU ARRESTO DOMICILIARIO COMO LA
AUTORIDAD JURIDICCIONAL RESOLVIÓ EN AUDIENCIA DE MEDIDAS CAUTELARES…”
(sic [fs. 10 a 11]).
II.2. Cursan fotografías del peticionante de tutela dentro de su domicilio en calle Rio Grande 335,
remitidas vía WhatsApp (fs. 12).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de sus representantes, denuncia la vulneración de sus derechos al debido
proceso y a una justicia pronta y oportuna vinculados a su libertad; puesto que, dentro de la causa
penal que se le sigue, a pesar de que el Juez de control jurisdiccional ordenó su detención domiciliaria
para que la policía le conduzca a su domicilio, tanto el Comandante como el Director Departamentales
de la FELCC de Santa Cruz, no cumplieron con dicha determinación, provocando su ilegal e indebida
privación de libertad; asimismo, con su falta de accionar generaron retardación de justicia,
contrariando la línea jurisprudencial constitucional al respecto.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad
Al respecto, la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el
derecho comparado y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus’, encuentra
fundamento en innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración
Americana sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos,
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del
bloque de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y reparador,
instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física
como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos
ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión”.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de sus representantes alega la vulneración de los derechos invocados en la
presente acción tutelar, denunciando que dentro del proceso penal que se le sigue, una vez dispuesta
su detención domiciliaria por el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz, ordenó el traslado a su
domicilio a ejecutarse por la policía; empero, los operadores de este organismo, hicieron caso omiso
a esa disposición, dejadez que contraviene la línea jurisprudencial constitucional vigente ya que
repercute en su privación indebida e ilegal de su libertad.
De la escasa prueba remitida en el presente caso, se tiene el informe presentado por el Director
Departamental de la FELCC de Santa Cruz, el cual refiere que el impetrante de tutela ya se encontraría
en su domicilio en el “KM. 45” en Jorochito, cumpliendo la medida sustitutiva de detención domiciliaria
dispuesta en audiencia de medidas cautelares, circunstancia acreditada mediante fotografías
enviadas vía WhatsApp (Conclusiones II.1 y 2).
Ahora bien, bajo ese contexto fáctico y circunscrita la problemática venida en revisión respecto que
“…hasta la fecha y hora…” (sic) -se entiende de la presentación de esta acción-, no se hubiera
trasladado al accionante a su domicilio por la Policía a efectos de cumplir la detención domiciliaria
dispuesta en su favor, es pertinente señalar la línea jurisprudencial citada en el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la cual precisa los alcances de protección
de la acción de libertad y prescribe los presupuestos para su activación, cuya finalidad es proteger
los derechos a la libertad física y a la vida, siempre y cuando estos se encuentren afectados o
amenazados.
En ese entendido, en el caso de autos, se advierte dentro del proceso penal que se le sigue al
impetrante de tutela, la disposición de las medidas sustitutivas consistentes en detención domiciliaria,
arraigo y fianza real, así como la orden de traslado a su domicilio a efectos de cumplir la precitada
detención, la cual debía ejecutarse por la Policía, determinación pronunciada a la culminación de la
audiencia de medidas cautelares -media noche del 15 de julio de 2019-; así, la institución policial a
cargo del traslado -a decir del informe de uno de los demandados- se hubiere efectivizado al día
siguiente, adjuntando como prueba fotografías que el propio procesado remitió.
Al respecto, el accionante refiere que hasta el día y hora de la formulación de la acción de libertad
no fue conducido a su domicilio; sin embargo, del acta de audiencia de consideración de la presente
acción tutelar -intervención de la Secretaria del Juzgado de garantías-, se tiene que el abogado del
impetrante de tutela minutos antes de dicho acto procesal, manifestó “…que se retiraría ya que su
cliente habría sido puesto en libertad en fecha 16/07/2019 Horas 14:00 p.m.” ([sic] resaltado
agregado); es decir, el mismo día que se formuló la acción de defensa, fue trasladado a su domicilio
para cumplir la medida cautelar dispuesta; por cuanto no se advierte dilación indebida en la actuación
y acatamiento de la institución policial a la orden del Juez que lleva la causa, más al contrario la
actuación de los demandados se enmarcaron dentro de las posibilidades que las circunstancias
ofrecieron.
Por otro lado, del informe de la autoridad demandada remitido el 17 de julio de 2019 ante el Juez de
garantías, se tiene que Redmy Padilla Polanco “…SE ENCUENTRA EN SU DOMICILIO UBICADO
EN EL KM. 45 LOCALIDAD JOROCHITO, CUMPLIENDO SU ARRESTO DOMICILIARIO
COMO LA AUTORIDAD JURIDICCIONAL RESOLVIÓ EN AUDIENCIA DE MEDIDAS
CAUTELARES…” (sic), aspecto comprobado por las referidas fotografías adjuntadas como prueba a
esta instancia constitucional que evidencian ese extremo (Conclusión II.2), teniéndose por
materializada la detención en el domicilio del prenombrado, por cuanto no se puede pretender ser
trasladado inmediatamente a la conclusión de dicho acto procesal (el cual como se dijo culminó a
media noche), justamente por las circunstancias descritas; máxime, si el accionante no concurrió a
la audiencia de garantías a objeto de controvertir el informe del codemandado y exigir tutela de sus
derechos.
En consecuencia, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, adoptó una decisión
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 22/19 de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 14 a 16
vta., pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
le haya dado de alta y no alcanza a los gastos de internación y alimentación de los días que se impidió
salir al paciente, de lo contrario se otorgaría efecto jurídico a una actitud ilícita; vale decir, admitir
una deuda originada en un procedimiento al margen del orden constitucional” (las negrillas son
nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
Conforme a los hechos que motivan la acción de defensa, la impetrante de tutela por intermedio de
su representante, denuncia la vulneración de su derecho a la libertad de locomoción y “la garantía
de la seguridad jurídica”; toda vez que, el 18 de abril de 2019 fue atropellada por un micro de
transporte público conducido por Coroso Betancur Condori, motivo por el cual la llevaron al Hospital
San Vicente de Paul S.R.L., donde recibió todas las atenciones médicas e incluso fue intervenida
quirúrgicamente, ascendiendo todos los gastos a Bs73 088.-, dinero con el que no cuenta por ser de
escasos recursos; ante dicha situación, no le permiten irse a su domicilio pese a haber sido dada de
alta, motivo por el cual considera que se le esta privando de su libertad de locomoción y poniendo
en riesgo su vida al ser adulta mayor, ya que en la misma sala donde se encuentra internada hay
otra paciente presumiblemente con tuberculosis, enfermedad que puede contagiarse al estar bajas
sus defensas.
Previo a ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, es menester pronunciarse con
relación a la legitimación pasiva en situaciones de esta índole, habida cuenta que en el presente caso
se interpuso la acción de libertad contra todos los responsables del Hospital San Vicente de Paul
S.R.L., al respecto la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, estableció que en situaciones de retención de pacientes en centros hospitalarios por
pago de atenciones médicas, no es un requisito indispensable identificar a los demandados, en el
entendido que el objeto principal de la acción de libertad no es determinar la responsabilidad
constitucional, sino restablecer el derecho vulnerado.
Bajo ese razonamiento, en caso de ocurrir dicha situación, el Director del nosocomio es el directo
responsable de la transgresión del derecho a la libertad de locomoción, aun cuando no hubiese sido
quien dispuso o impidió la salida del paciente por razones estrictamente económicas; habida cuenta
que, es su deber verificar que en la institución a su cargo no se susciten situaciones irregulares o
restrictivas de derechos a personas que son atendidas en ese centro hospitalario.
En consecuencia, ante la detención de un paciente en un hospital o clínica pública o privada, se activa
la jurisdicción constitucional a través de la interposición de la acción de libertad, situación en la que
se flexibiliza la legitimación pasiva, resultando admisible presentar esta, solo contra el director del
nosocomio, al ser el responsable del control de todas las actuaciones de su personal, lo que no
significa que no pueda plantearse contra los autores directos del hecho denunciado.
Ahora bien, aclarado dicho aspecto, corresponde pronunciarse en relación a la problemática de fondo
traída en revisión, a tal efecto, la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente
fallo constitucional, respecto a la retención de paciente por deudas económicas de atención médica,
estableció claramente que ningún centro hospitalario sea público o privado puede retenerlo, pese a
que no esté en condiciones de cubrir los gastos que demandó su curación u obligarle a permanecer
en el mismo hasta la cancelación del monto adeudado; puesto que, resulta una medida de hecho
que implica vulneración del derecho a la libertad y libre locomoción, ya que las obligaciones
patrimoniales recaen sobre el patrimonio del deudor y no así sobre la persona; en ese sentido, los
hospitales o clínicas para el cobro de deudas emergentes de internación y honorarios médicos,
cuentan con las vías procesales adecuadas a las cuales podrán recurrir para cobrar dichos adeudos.
Revisados los antecedentes que cursan en el expediente, se evidenció un detalle de cuentas
(Conclusión II.1), emitido por el Administrador del Hospital San Vicente de Paul S.R.L., mismo que
fue puesto a conocimiento de la accionante, el cual refleja una deuda por diferentes conceptos
médicos que ascienden a un monto de Bs73 088.-; por otro lado, se tiene un certificado médico que
acredita que la paciente fue atendida e intervenida quirúrgicamente en dicho nosocomio.
Si bien no existe ningún documento que acredite que la impetrante de tutela está siendo privada de
su libertad o impedida de irse a su domicilio, en audiencia de acción de libertad, el abogado de los
demandados señaló que el esposo de la prenombrada firmó un documento de compromiso de pago
al momento de ser internada; asimismo, mencionó que la aludida fue dada de alta, motivo por el que
le pidieron al prenombrado, cancelar los gastos médicos para que su cónyuge pueda salir;
aseveración con la que quedó demostrado el hecho denunciado.
En aplicación de la jurisprudencia antes citada, la actitud de los responsables del Hospital San Vicente
de Paul S.R.L., de no permitirle salir a la peticionante de tutela de dicho nosocomio e irse a su
domicilio, exigiéndole previamente la cancelación de la deuda por gastos médicos, transgrede su
derecho a la libertad de locomoción y pone en riesgo su vida; toda vez que, al estar aún delicada de
salud y con las defensas bajas, podría contagiarse de otras enfermedades que agravarían la misma
por su avanzada edad, hecho advertido por los mismos médicos, quienes le alertaron sobre esa
posibilidad; por consiguiente, ante dichas situaciones, corresponde conceder la tutela demandada.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías al haber concedido la tutela solicitada, obró
de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 04/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 24 a 29,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Cochabamba;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos dispuestos por el Juez
de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Silvia Clara Zurita Aguilar y Pablo Antezana Vargas, Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, por informe escrito presentado el 17 de julio de 2019,
cursante de fs. 141 a 142 vta., manifestaron: a) Ante la creación de la Sala que conforman, sus
similares Primera, Segunda y Tercera, remitieron más de setecientas causas de apelaciones
incidentales y restringidas, algunas con detenidos y casos a priorizar; b) El cuaderno de impugnación
en el caso de autos, fue enviado por el Juzgado de origen el 18 de junio de ese año y radicado en su
despacho al día siguiente, oportunidad en la que se hizo conocer el aludido número de asuntos en
espera y la declaración de suspensión de plazos procesales; c) El memorial de solicitud de pronta
atención presentado por el accionante, mereció proveído de 28 del señalado mes y año, en el que se
le hizo conocer que bajo el principio de igualdad las cuestiones se resuelven conforme al orden
cronológico de llegada, providencia que fue reiterada el 8 de julio de igual año disponiendo que esté
a lo anteriormente referido; y, d) El solicitante de tutela pudo haber formulado el recurso de
reposición contra aquella determinación a efectos de que pueda ser rectificada. Las recargadas tareas
ya descritas, deben ser consideradas a tiempo de resolver esta acción de defensa; razón por la que
solicitaron se deniegue la tutela.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
Eliana Juana Colque Rubín de Celis, en representación del Ministerio Público, manifestó que la
decisión de dar curso a la solicitud de cesación de la detención preventiva en favor del ahora
peticionante de tutela fue apelada y culminó con el rechazo de la medida impetrada. No existe
vulneración al debido proceso, pues el imputado no quedó en indefensión.
1.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido
en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 159 a 162,
concedió la tutela solicitada, sobre la base de los siguientes fundamentos: 1) Los dos actuados
desarrollados por las autoridades demandadas que negaron la atención priorizada de la apelación
interpuesta por el accionante, sin considerar su situación de detenido preventivo, constituyen dilación
indebida e injustificada, contraviniendo el principio de celeridad; puesto que, el asunto tiene estrecha
vinculación con el derecho a la libertad; y, 2) Los prenombrados tienen la obligación de solucionar
con eficacia y eficiencia la situación planteada sin que sea válido alegar excesiva carga laboral o
congestión de causas, más aun cuando el impetrante de tutela se encuentra privado de libertad,
motivo fundado para solicitar prioridad conforme disponen las normas y la jurisprudencia.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa decreto de 19 de junio de 2019 -emitido dentro del proceso penal que a denuncia de Kirt
Rolando Jaldín Rosales sigue el Ministerio Público contra el hoy accionante- por el que los Vocales
ahora demandados radicaron la apelación planteada contra el rechazo del incidente de actividad
procesal defectuosa no susceptible de convalidación y declararon en suspenso los plazos procesales
en consideración a que recibieron más de setecientos casos que imposibilitan su resolución en el
plazo de ley y que serán sorteados conforme el orden cronológico correspondiente “…o siguiendo en
su caso los criterios de sorteo adoptados por el Acuerdo de Sala Plena de fecha 21 de noviembre de
2005…” (sic [fs. 6]).
II.2. Por memorial presentado el 27 del mes y año señalados ante la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, el ahora peticionante de tutela solicitó pronta atención
de la referida apelación (fs. 3).
II.3. Mediante proveído de 28 del indicado mes y año, los Vocales demandados respondieron que
por principio de igualdad, las causas son resueltas en orden cronológico (fs. 4).
II.4. A través de escrito presentado el 8 de julio del mismo año, el impetrante de tutela reiteró la
solicitud descrita en la Conclusión II.2 (fs. 5 y vta.).
El accionante denunció la lesión de su derecho a la libertad, alegando que dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público en su contra a denuncia de Kirt Rolando Jaldín Rosales por la
presunta comisión del delito de robo agravado, la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, no resolvió la apelación -interpuesta contra la Resolución que rechazó el
incidente de actividad procesal defectuosa no susceptible de convalidación- sin tomar en cuenta las
solicitudes de pronta atención presentadas en consideración a su situación de detenido preventivo.
De los antecedentes aparejados al caso de autos, se extrae que dentro del proceso descrito
precedentemente, por memorial presentado el 27 de junio de 2019 ante la Sala Penal Cuarta del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, el ahora peticionante de tutela solicitó
sustanciación inmediata de la impugnación referida y mediante proveído de 28 del indicado mes y
año, los Vocales demandados respondieron que por principio de igualdad, las causas son resueltas
en orden cronológico (Conclusiones II.2 y 3).
Asimismo, a través de escrito presentado el 8 de julio de 2019, el impetrante de tutela reiteró el
pedido mencionado anteriormente, a cuyo efecto resaltó su situación de detenido preventivo,
requerimiento al que las autoridades ahora demandadas contestaron mediante providencia de la
misma fecha señalando que esté al decreto de 28 de junio de idéntico año (Conclusiones II.4 y 5).
Teniendo ese contexto, la documentación cursante en obrados y lo planteado en la presente acción
de defensa, reflejan puntualmente que por Resolución de 24 de abril de 2019 el Juez de Instrucción
Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso la revocatoria de las medidas
sustitutivas determinadas a favor del impetrante de tutela, quien ante tal decisión formuló incidente
de actividad procesal defectuosa no susceptible de convalidación, que al ser rechazado por la
precitada autoridad fue objeto de apelación mediante memorial de 30 de mayo de similar año.
De igual manera, la falta de sustanciación o resolución de la referida impugnación por parte de los
Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, motivó la
interposición de esta acción tutelar. Bajo ese escenario fáctico, a efectos de dar curso al análisis del
caso de autos, se extrae la parte pertinente del Código de Procedimiento Penal que estipula:
“Artículo 251°.- (Apelación).
La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable,
en el efecto no suspensivo, en el término de setenta y dos horas” (las negrillas y subrayado fueron
añadidos).
De las circunstancias descritas en párrafos precedentes, contrastadas con el contenido normativo
transcrito, se concluye que al interponer el incidente de actividad procesal defectuosa no susceptible
de convalidación, el ahora accionante equivocó el camino en su intención de lograr el restablecimiento
de los agravios que consideró haber sufrido; pues, conforme emerge del art. 251 del CPP, ante la
modificación de las medidas cautelares impuestas debió formular el recurso de apelación incidental
como presupuesto previo a la interposición de la acción de libertad para así cumplir con el principio
de subsidiariedad desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional. Dicha inobservancia, advierte que no se agotaron los mecanismos
procesales idóneos para la defensa y restitución de derechos, en la forma instituida por la norma
Adjetiva Penal, acontecimiento que constituye una omisión que impide ingresar al análisis de fondo
de la problemática planteada.
En consideración a ese entendimiento, se evidencia que en el caso de autos, el ahora impetrante de
tutela no activó el recurso de apelación incidental, privando de esta manera que la autoridad judicial
competente tenga la oportunidad de resolver su situación jurídica, inhabilitando así la vía
constitucional respecto al análisis de fondo de este caso; una actuación en contrario, implicaría
inobservar la subsidiariedad establecida por la jurisprudencia constitucional plasmada en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Resolución; circunstancia que imposibilita conceder la tutela
requerida.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al conceder la tutela solicitada, valoró incorrectamente
los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 159 a 162, emitida
por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
En conclusión, este mecanismo de protección tutelar, también puede ser activado por las personas
que estando privadas de libertad se encuentran ante una amenaza comprobada a su vida o la
necesidad de adoptar una medida necesaria y compatible con el sistema punitivo del Estado para
proteger efectivamente el indicado derecho.
III.2. Protección de los derechos de los privados de libertad
La SCP 0618/2012 de 23 de julio, en relación a este punto señaló: “El art. 74.I de la CPE, determina
que es responsabilidad del Estado velar por el respeto de los derechos de las personas privadas de
libertad; de donde se infiere que, la privación de libertad por causas legales, no necesariamente lleva
implícita en su naturaleza la supresión de otros derechos fundamentales tales como a la vida, a la
salud y otros que establece la Norma Suprema, mismos que si bien, por la esencia misma de la
privación de libertad, pueden verse disminuidos en su ejercicio, no pueden por ningún motivo ser
suprimidos, del razonamiento que se vislumbra del entendido de que no obstante que el privado de
libertad, por esta misma calidad, se encuentra en situación de desventaja y en desigualdad de
condiciones frente a aquellos sujetos que gozan de su libertad, no involucra el hecho de que esta
disminución en el ejercicio pleno de algunos derechos, signifique, de ninguna manera, que los otros
derechos fundamentales que le son reconocidos constitucionalmente, no sean, en su caso, pasibles
de defensa por parte del interesado y por supuesto de tutela por parte del Estado.
En este contexto, es imprescindible dejar establecido que los derechos fundamentales, le
son reconocidos a las personas en virtud a esa calidad de seres humanos, concepto
dentro del cual no puede efectuarse discriminación alguna respecto a su situación
esporádica de privados de libertad, esto como consecuencia de que aun cuando se trate
de personas privadas de libertad, conservan su esencia de seres humanos y en
consecuencia su calidad de ciudadanos a quienes se les reconoce los derechos contenidos
en la Constitución Política del Estado y que, aún encontrándose en calidad de sujetos pasivos
respecto al ejercicio de su derecho a la libertad y libre locomoción, no dejan de formar parte de la
sociedad y por ende del Estado, gozando, por tanto, de la protección del aparato estatal con
referencia a sus derechos y garantías, los cuales, en caso de ser lesionados, suprimidos o
amenazados, son susceptibles de tutela.
En conclusión, podemos afirmar que independientemente de las circunstancias, todos los seres
humanos se hallan dotados de derechos fundamentales, de los que no se les puede despojar sin
justificación legal; ahora bien, no obstante esto las personas detenidas o encarceladas en forma legal
pierden por un tiempo el derecho a la libertad, llegando a limitarse algunos otros derechos como la
libertad de locomoción” (el resaltado es agregado).
En mérito al contenido jurisprudencial expuesto, podemos concluir que los derechos fundamentales
de los privados de libertad, no pueden verse afectados por actos discriminatorios dada su situación,
esto como consecuencia de que aún se trate de personas privadas de libertad, conservan su esencia
de seres humanos y en consecuencia su calidad de ciudadanos a quienes se les reconoce los derechos
contenidos en la Constitución Política del Estado.
III.3. La obligación de protección del derecho a la salud vinculado al derecho a la vida de
las personas privadas de libertad
La SCP 0281/2012 de 4 de junio, refirió que: “…Para el caso de las personas privadas de libertad;
teniendo presente que el derecho a la salud es consustancial en ocasiones al derecho a la vida;
corresponderá tutelarse cuando se advierta que a consecuencia del deterioro a la salud de una
persona, ésta se encuentra confrontando un grave riesgo para su vida, lo que, en su caso, exigirá de
parte del Estado, la adopción de medidas apropiadas que contribuyan a garantizar el cuidado y
atención oportuna a la salud de las personas privadas de libertad y, en su caso, procurar la aplicación
de medidas sustitutivas a la libertad, cuando exista un inminente riesgo de vida y siempre que dicha
medida, sea conducente con la adopción de medidas que permitan asegurar la presencia del
imputado en el proceso o cumpla la condena impuesta.
Así como es cierto que la privación de libertad de una persona puede darse por causas y
circunstancias diferentes; así también es diversa la individualidad de las personas, su estado de salud
o la realidad concreta en la que en cada caso se presenta. El hecho es que puede presentarse con
mujeres embarazadas o no, madres de niños menores a un año de edad, ancianos, etc., mas, en el
supuesto de encontrarse aquella, cumpliendo una medida de detención preventiva o estar privada
de libertad debido a la imposición de una pena privativa de libertad, el Estado debe observar y
preservar, en todo lo que le sea posible, los derechos fundamentales a la salud y a la vida, y en tanto
se demuestre el riesgo de vida”.
En conclusión, el Estado debe observar y preservar, en todo lo que le sea posible, los derechos
fundamentales referidos a la salud vinculada a la vida, y en tanto se demuestre su riesgo.
III.4. Análisis del caso concreto
La accionante a través de su representante alega como lesionado su derecho a la salud vinculado a
la vida, debido a que los Vocales demandados, pese a tener conocimiento de su delicado estado se
niegan a resolver prioritariamente el recurso de apelación formulado por la representante del
Ministerio Público contra el Auto 01/2018 de 11 de septiembre, por el cual, el Juez de Ejecución Penal
Tercero de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso su detención domiciliaria temporal
para someterse a tratamiento médico, poniendo en grave riesgo su vida.
De la revisión de los antecedentes contenidos en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se tiene que la impetrante de tutela, se encuentra recluida en el Centro
Penitenciario San Sebastián Mujeres Cochabamba, cumpliendo una condena de treinta años por la
comisión de los delitos de asesinato y fraude de seguro; en esas circunstancias, en la vía incidental
solicitó al Juez de Ejecución Penal Tercero de la Capital del referido departamento, detención
domiciliaria temporal, argumentando que padece una enfermedad de gravedad que afecta a sus vías
urinarias y que tiene la posibilidad de someterse a un tratamiento médico que mejorará su condición
de salud; dicho petitorio fue resuelto favorablemente a través del Auto 01/2018, concediendo el plazo
de tres meses para el fin indicado y bajo determinadas condiciones.
Ante esa decisión, el Ministerio Público formuló recurso de apelación contra el Auto 01/2018, mismo
que luego de ser respondido por la accionante, el 23 de octubre de ese año, llegó a radicar en la Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, que dispuso la suspensión de
plazo para sorteo debido al incremento de carga procesal; posteriormente, el 29 del mismo mes y
año, la accionante se apersonó ante la indicada Sala y solicitó señalamiento de audiencia para la
resolución del indicado recurso de apelación debido a su delicado estado de salud, petición que le
fue rechazada al igual que en otras oportunidades.
Posteriormente, el recurso de apelación contra el Auto 01/2018 fue reasignado a la Sala Penal Cuarta
del mismo Tribunal; donde igualmente la accionante, a través del memorial de 26 de abril de 2019,
imploró a los Vocales de la indicada Sala que por humanidad, resuelvan con prioridad el recurso de
apelación formulado por el Ministerio Público; empero, dichas autoridades, rechazaron su solicitud
argumentando que su caso no se encontraba dentro del grupo de atención prioritaria conforme a lo
establecido en la Circular 018/2012 de 27 de noviembre, emitida por Presidencia del Tribunal
Supremo de Justica.
Bajo esos antecedentes, conforme se estableció en los Fundamentos Jurídicos III.1, 2 y 3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de libertad es un mecanismo de protección
tutelar a través del cual, cualquier persona, incluidas las privadas de libertad pueden activar dicho
mecanismo cuando consideren que su vida está en peligro, bajo cualquier circunstancia; pues,
el Estado asume la posición de garante con relación a sus derechos, siendo uno de ellos, el primordial,
el derecho a la vida. En esa lógica, el Estado tiene la obligación de otorgar las condiciones de
seguridad necesarias para garantizar su protección, proscribir el uso arbitrario de la fuerza y atender
las necesidades médicas de las personas privadas de libertad. A partir de ese razonamiento,
este Tribunal estableció que los jueces y tribunales, así como los encargados de las penitenciarías y
los representantes del Ministerio Público, son los garantes para que los derechos de las personas
atropello que fue denunciado ante el Defensor del Pueblo y el Servicio para la Prevención de la
Tortura (SEPRET); y, 2) Según normativa, ante la existencia de denuncias debe llevarse a cabo un
procedimiento sancionatorio en la vía administrativa, la que concluirá con la emisión de una resolución
que es susceptible de impugnación en el plazo de setenta y dos horas; en el presente caso, pese a
haberle tomado su declaración, no se emitió resolución sancionatoria emergente de la supuesta
denuncia; sin embargo, arbitrariamente fue cambiado del “PC-4” al “PC-1”.
I.2.2. Informe del demandado
Erick Leonardo Clavijo Salinas, Director del Centro de Rehabilitación Qalauma de Viacha del
departamento de La Paz, por informe escrito presentado el 9 de julio de 2019, cursante de fs. 33 a
40, señaló que: i) El accionante mediante la acción de libertad interpuesta pretende hacer creer sin
fundamento y de forma malintencionada la existencia de una supuesta aplicación de un
procesamiento indebido por absoluto estado de indefensión, sin tomar en cuenta que en
cumplimiento del procedimiento administrativo, se procedió en primera instancia a la entrevista
policial de los denunciantes, víctimas y denunciado, para que en base a dichos elementos se emita
una sanción objetiva, encontrándose aún el plazo vigente para la notificación, aspectos que
evidencian la inexistencia de ilegalidad y de indefensión; ii) La denuncia de peligro de su derecho a
la vida del peticionante de tutela carece de coherencia, debido a que el traslado a otra área, más allá
de una sanción fue para precautelar su seguridad, constituyendo una medida preventiva en virtud al
art. 125 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS); iii) De acuerdo a la referida Ley, el
progreso de los privados de libertad respecto a los niveles con los que cuenta el Centro de
Rehabilitación Qalauma de Vicha del departamento de La Paz, son parte del sistema progresivo, y
que en virtud de los art. 158 y 159, es atribución del Consejo Penitenciario realizar la clasificación de
manera semestral y en base a criterios objetivos de calificación, revisado el caso del ahora accionante
resulta que no cuenta con documentación de respaldo, al no haber sido evaluado por esa instancia;
sin embargo, en menos de cinco meses subió dos niveles, favores que le fueron otorgados por la
injerencia de malos profesionales, quienes le beneficiaron con derechos que no le correspondían; y,
iv) De acuerdo a los informes que adjunta, se comprueba la inexistencia de agresiones físicas. En
virtud a estos fundamentos, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 40/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 68 a 70 vta., concedió en
parte la tutela solicitada, disponiendo que el accionante retorne a la sección “PC-4” en tanto sea
notificado con la Resolución 34/2019 de 4 de julio, y esta adquiera la calidad de ejecutoria, en base
a los siguientes fundamentos: a) En virtud al art. 122 y ss. de la LEPS, se aperturó proceso
administrativo disciplinario contra el peticionante de tutela, habiéndose llevado a cabo -de acuerdo a
la literal adjunta- entrevistas policiales y declaraciones que fueron recepcionadas por la Dirección del
mencionado Centro de Rehabilitación, y en virtud a la denuncia efectuada el 5 de julio de 2019 se
realizó audiencia en la que el solicitante de tutela admitió haber cometido las faltas que se encuentran
tipificadas en el art. 129.5 y 6 de la LEPS, siendo este extremo el que motivó que el impetrante de
tutela sea sancionado con el traslado a otra sección de régimen más riguroso por el lapso de treinta
días en cumplimiento del art. 132.5 de la referida norma; b) De acuerdo al principio de verdad
material e informe evacuado por la autoridad demandada, se evidencia que la Resolución antedicha
no fue notificada al accionante, obviando observar la autoridad demandada que las resoluciones que
impongan sanciones por faltas graves y muy graves serán apelables ante el juez de ejecución penal
dentro de los tres días de notificada sin recurso ulterior; por lo que, se infiere que el nombrado fallo
no adquirió la calidad de ejecutoria que permita su cumplimiento; c) No consta elemento probatorio
o base legal para que el demandado haya dispuesto el cambio de sección del “PC-4” al “PC-1”,
aspecto que denota que se infringió los arts. 123 y 125 de la citada Ley y vulneró el debido proceso;
y, d) De acuerdo a las certificaciones médicas presentadas no se evidencia la existencia de lesiones
externas; concluyéndose que el peticionante de tutela no fue objeto de agresión física y tampoco se
demostró que su vida se encuentre en peligro.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Informe Médico de 4 de julio de 2019, emitido por Carlos Eduardo Limachi Alberto,
Médico del Ministerio de Salud Régimen Penitenciario, por el que a petición del Director del Centro
de Rehabilitación Qalauma de Viacha del departamento de La Paz, informó que con relación al
examen físico realizado a Kevin Sebastián Vásquez Antezana -hoy accionante-, no se evidenció signos
de agresión, solo una ligera inflamación en el tobillo izquierdo (fs. 49 a 50).
II.2. Cursa entrevistas policiales 52/19, 53/19 y 54/19 de 4 y 5 de idéntico mes y año
respectivamente, realizadas al impetrante de tutela, Rosario Guadalupe Gutiérrez Altamirano y José
Antonio Ticona Machaca (fs. 51 a 53).
II.3. Por certificación emitida por el Médico Forense del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF),
se tiene que de la revisión efectuada al solicitante de tutela, no existen lesiones externas (fs. 56).
II.4. Cursa acta de audiencia realizada en el Centro de Rehabilitación antedicho el 5 de julio de 2019
para establecer la verdad histórica de los hechos (fs. 59 a 61).
II.5. A través de Resolución Disciplinaria 034/19 de “4” de similar mes y año, pronunciada por el
Director del Centro de Rehabilitación precitado, dentro del proceso disciplinario seguido contra el
peticionante de tutela, en aplicación al art. 135.5 de la LEPS, se determinó sancionar al prenombrado,
con el traslado a otra sección de régimen más riguroso, por treinta días calendario, teniendo el
privado de libertad el derecho a apelar la sanción impuesta en el plazo de tres días ante el Juzgado
que conoce su causa (fs. 62 a 63).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como vulnerados sus derechos a la vida y a la seguridad, debido a que la
autoridad demandada incurrió en procesamiento indebido al disponer su cambio de la sección del
“PC-4” donde se encontraba al “PC-1”, sin que exista resolución sancionatoria ejecutoriada, aspecto
que se torna en procesamiento indebido e ilegal que pone en peligro su vida por falta de medidas de
seguridad.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Protección del derecho a la vida mediante la acción de libertad
La SCP 1278/2013 de 2 de agosto, sobre el particular señaló: “En ese ámbito, en virtud a la tutela
que brinda respecto al derecho a la vida y también a la integridad física o personal (art. 64 del Código
Procesal Constitucional [CPCo]), la acción de libertad es concebida como una acción esencial y, por
lo mismo, debe señalarse que si bien su génesis como garantía jurisdiccional está asociada con la
defensa del derecho a la libertad física y personal; no es menos cierto que, dado el carácter primario
y básico del derecho a la vida, del cual emergen el resto de los derechos, la acción de libertad
también se activa en los casos en que exista un real peligro para éste, aunque no se de la
estrecha vinculación del mismo con la libertad física o personal, en el ámbito clásico del hábeas
corpus o acción de libertad instructiva.
Debe señalarse que esta conclusión, que emerge de la naturaleza del derecho a la vida y de la acción
de libertad como un medio inmediato para su defensa, encuentra sustento en la Constitución Política
del Estado y en el propio Código Procesal Constitucional. Efectivamente, de acuerdo al art. 125 de la
CPE antes glosado, la acción de libertad puede ser presentada por toda persona ‘que considere
que su vida está en peligro’, sin condicionar la procedencia de esta acción a la vinculación con el
derecho a la libertad física o personal. En igual sentido, el art. 47 del CPCo, señala que la acción de
libertad procederá cuando cualquier persona crea que ‘su vida está en peligro’.
Consecuentemente, las propias normas constitucionales y legales configuran procesalmente a la
acción de libertad como un medio para la defensa del derecho a la vida, cuando éste estuviere en
peligro y, por lo mismo, no cabe una interpretación restrictiva de esta norma limitando su alcance
únicamente a los supuestos en que exista vinculación con el derecho a la libertad física o personal.
Sin embargo, debe señalarse que, en todo caso, será la parte accionante la que, tratándose del
derecho a la vida, asuma la decisión de formular una acción de libertad o de amparo constitucional;
empero, también debe dejarse establecido que, es la justicia constitucional la que deberá analizar si
realmente se está ante una lesión o peligro directo al derecho a la vida tutelable a través
de la acción de libertad, pues su sola enunciación no activa el análisis de fondo de esta
acción” (las negrillas pertenecen al texto original).
III.2. La sanción disciplinaria y su ejecución en los centros penitenciarios
Respecto a la sanción disciplinaria en los centros penitenciarios, la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión, establece que la adopción de dichas sanciones tienen por objeto garantizar la seguridad,
el orden y la convivencia pacífica de los privados de libertad; así, el art. 117 de la LEPS, señala: “El
régimen disciplinario, tiene por finalidad, garantizar la seguridad y la convivencia pacífica y ordenada
de los internos.
El régimen disciplinario de los condenados, estará orientado además, a estimular el sentido de
responsabilidad y la capacidad de autocontrol, como presupuestos necesarios para la readaptación
social”. De la misma forma, el art. 120 de la referida Ley, indica que: “Las sanciones disciplinarias
que se impongan, se regirán por el principio de proporcionalidad. En ningún caso, afectarán al interno
más allá de lo indispensable, ni afectarán su salud física o mental.
Para la imposición de una sanción se considerarán, además de la gravedad de la falta, la conducta
del interno durante el último año”.
Sobre la base de los preceptos normativos antes señalados y en particular a las normas atinentes a
la adopción de sanciones disciplinarias, este Tribunal, en la SCP 1422/2014 de 7 de julio, sostuvo lo
siguiente: “Es competente para imponer sanciones, suspenderlas o dar por cumplida su aplicación,
sustituirla por otra más leve, el Director del establecimiento penitenciario. La resolución de la sanción
debe ser fundamentada, previa audiencia en la que se escuchará la acusación y la defensa del
presunto infractor; las sanciones por faltas graves y muy graves serán apelables ante Juez de
Ejecución Penal, dentro de los tres días de su notificación, sin recurso ulterior (arts. 122 y 123 de la
LEPS). Las sanciones serán cumplidas una vez ejecutoriadas, sin perjuicio de disponerse las medidas
necesarias para evitar que el hecho produzca mayores consecuencias (art. 125 LEPS)”.
En consecuencia, la sanción disciplinaria no puede ser ejecutada en tanto no haya sido
resuelto el recurso de apelación a que tiene derecho el interno ante el Juez de Ejecución
Penal; en caso de que no ser interpuesto, hasta que haya transcurrido el plazo para su impugnación,
a partir de lo cual, la Resolución dictada por el Director del establecimiento penitenciario, recién
puede considerarse ejecutoriada” (las negrillas son añadidas).
En virtud al contenido jurisprudencial expuesto, se puede concluir que las sanciones emitidas por el
Director del establecimiento penitenciario por faltas graves y muy graves serán apelables ante Juez
de Ejecución Penal, dentro de los tres días de su notificación, sin recurso ulterior.
III.3. Análisis en el caso concreto
El accionante denuncia como vulnerados sus derechos a la vida y a la seguridad; debido a que la
autoridad demandada incurrió en procesamiento indebido al disponer su cambio de la sección del
“PC-4” donde se encontraba a la “PC-1”, sin que exista resolución sancionatoria ejecutoriada que
pone en peligro su vida por falta de medidas de seguridad.
Conforme los antecedentes procesales descritos en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se advierte que como consecuencia de las denuncias de intimidaciones
físicas y desobediencia a las disposiciones de seguridad en contra del impetrante de tutela, se
procedió a efectuar las entrevistas policiales 52/19, 53/19 y 54/19 de 4 y 5 de julio de 2019, respecto
a Kevin Sebastián Vásquez Antezana -impetrante de tutela-, Rosario Guadalupe Gutiérrez Altamirano
y José Antonio Ticona Machaca, habiéndose desarrollado la audiencia el 5 de idéntico mes y año, a
efectos de establecer la verdad histórica de los hechos, culminada esta se emitió la Resolución
Disciplinaria 34/2019 de “4” de igual mes y año, suscrito por el Director del Centro de Rehabilitación
Qalauma de Viacha del departamento de La Paz, quién en aplicación al art. 135.5 de la LEPS,
determinó sancionar al peticionante de tutela, con el traslado a otra sección de régimen más riguroso,
por treinta días calendario, aclarando que el privado de libertad tiene derecho a apelar la sanción
impuesta en el plazo de tres días ante el Juzgado que conoce su causa.
En virtud al contexto referido, corresponde precisar que, de acuerdo al ordenamiento jurídico
boliviano, las lesiones al debido proceso están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos
jurisdiccionales que conocen la causa, lo que implica, que quien fue objeto de esa vulneración, debe
pedir la reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del
proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y solo agotados estos, se podrá acudir
ante la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional, que, como se señaló,
es el medio idóneo para precautelar las conculcaciones a la garantía del debido proceso; a no ser
que se constate que a consecuencia de las violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al
impetrante de tutela en absoluto estado de indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos
actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación
de la libertad.
En ese antecedente, es la propia autoridad demandada, quién en audiencia de acción de libertad
reconoce que no se efectuó la notificación al ahora accionante con la mencionada Resolución
sancionatoria; y, si bien argumenta que el art. 125 de la LEPS, le faculta disponer las medidas
necesarias para evitar que el hecho produzca mayores consecuencias; sin embargo, este extremo no
fue justificado con elementos probatorios que permitan aprobar tal decisión, de ahí que, la
determinación de transferirlo de la sección “PC-4” a la “PC-1” de manera inmediata, sin darle
oportunidad de impugnar la resolución sancionatoria lesiona el debido proceso y contraviene la
jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, que es categórica y concluyente al referir que: “…no puede ser ejecutada en tanto
no haya sido resuelto el recurso de apelación a que tiene derecho el interno ante el Juez
de Ejecución Penal…” (las negrillas nos corresponde); pues, la materialización de la decisión de
transferencia conlleva indirectamente al cumplimiento de la sanción dispuesta.
Por otra parte, si bien es cierto que los encargados de la seguridad del recinto penitenciario tienen
la facultad de imponer sanciones disciplinarias con el objeto de garantizar la seguridad y la
convivencia armónica de los privados de libertad; sin embargo, deben hacerlo observando los
principios consagrados en la Constitución Política del Estado y en los tratados y convenios
internacionales ratificados por Bolivia, considerando que, las únicas limitaciones a los derechos del
interno son las emergentes de la condena y las previstas en la ley; fuera de ellas no es aplicable
ninguna otra limitación (arts. 2 y 14 de la LEPS). Asimismo, de acuerdo al art. 39.1 de las Reglas del
Tratamiento de Reclusos Nelson Mandela, los privados de libertad solo podrán ser sancionados
conforme a la ley o el reglamento mencionados en la Regla 37 y a los principios de equidad y de
respeto de las garantías procesales.
En el contexto aludido, en el caso que se analiza, la ejecución de una sanción de acuerdo al art. 125
de la LEPS, solo es viable cuando dicha determinación se encuentre ejecutoriada, ya sea como
consecuencia de la confirmación por el juez de ejecución penal o, en su defecto, cuando el privado
de libertad no interpuso el recurso de apelación dentro del plazo previsto por ley, excepcionalmente
para evitar que el hecho produzca mayores consecuencias, podrá disponerse alguna medida
disciplinaria administrativa sin agotar los recursos legales correspondientes, siempre y cuando la
situación sea grave e incontrolable respecto a la seguridad y el peligro del derecho a la vida para los
internos y el personal de seguridad, y cuya justificación debe estar demostrada materialmente,
aspecto que no ocurrió en el presente caso.
En el marco del contenido jurisprudencial desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de esta
Resolución, con relación a las supuestas agresiones físicas que hubiera sufrido el accionante y que
podrían en peligro su vida, es preciso referir que las certificaciones médicas aparejadas en calidad de
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa acta de audiencia de 4 de julio de 2019, en la que el Juez de Instrucción Anticorrupción
y contra la Violencia hacia la Mujer Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso
la cesación de la detención preventiva del ahora accionante e impuso el cumplimiento de medidas
sustitutivas; decisión inmediatamente apelada por el Ministerio Público (fs. 34 y 35).
II.2. Por Auto de Vista de 23 del mes y año indicado, la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, declaró inadmisible el recurso de apelación incidental
interpuesto por el impetrante de tutela por haber sido presentado fuera de plazo (fs. 29 a 30).
II.3. Mediante providencia emitida en la fecha señalada supra, el Tribunal de alzada señaló para el
12 de agosto del indicado año, audiencia de consideración de la apelación formulada por el Ministerio
Público contra la decisión descrita en la Conclusión II.1 (fs. 32).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, a la libertad “física”, defensa y celeridad
procesal, en razón a que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del
delito de corrupción de menores, al igual que el Ministerio Público, interpuso apelación incidental
respecto a la Resolución emitida por el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia
la Mujer Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, que determinó le sean impuestas
medidas sustitutivas a la detención preventiva; empero, las autoridades ahora demandadas señalaron
audiencia de consideración del recurso indicado, diecisiete días después del plazo establecido en el
art. 251 del CPP y la jurisprudencia constitucional.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho
Sobre el tema, la SCP 0008/2018-S2 de 28 de febrero, expresó: «La línea jurisprudencial sentada
mediante la SC 0044/2010-R de 20 de abril; desarrolló el precedente constitucional sobre la acción
traslativa o de pronto despacho, cuya finalidad es la ejecución inmediata de actos
indebidamente dilatados que influyen sobre la situación jurídica del privado de libertad,
en este contexto, se estableció lo siguiente: “Por último, se debe hacer referencia al hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites
judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad.
Este tipo de hábeas corpus, implícito en el art. 125 de la CPE, emerge directamente del art. 89 de la
LTC, que establece que, también procede el hábeas corpus cuando se aleguen ‘…otras violaciones
que tengan relación con la libertad personal en cualquiera de sus formas, y los hechos fueron conexos
con el acto motivante del recurso, por constituir su causa o finalidad…’, e implícitamente fue
reconocido por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, cuando tuteló los supuestos de demora
en la celebración de la audiencia de medidas cautelares (SSCC 1109/2004-R, 1921/2004-R)…”.
Posteriormente, dicho entendimiento también fue asumido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, mediante la SCP 0369/2012 de 22 de junio, en los siguientes términos: “El Estado
Plurinacional de Bolivia, de conformidad a lo establecido en los arts. 8.II y 180.I de la CPE, se sustenta
entre otros valores en el de libertad, así como también en principios procesales específicos en los
cuales se cimienta la jurisdicción ordinaria y entre los que se encuentra la celeridad, postulados
constitucionales de donde se desprende el contenido del art. 178.I de la Ley Fundamental y que
prescribe que la potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los
principios de seguridad jurídica, celeridad y el respeto a los derechos, entre otros no menos
importantes y para cuya concreción el constituyente ha previsto una acción de defensa específica
que coadyuve para que los mismos no se vean afectados por actos lesivos y en caso de que así fuera,
se puedan restituir a su estado natural, máxime tratándose de derechos fundamentales.
(...)
De donde se colige que, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional sentada por el Tribunal
Constitucional, el hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, se constituye en el medio idóneo y
efectivo en caso de existir vulneración al principio de celeridad respecto a trámites judiciales o
administrativos que se encuentren directamente vinculados con el derecho a la libertad; es decir,
cuando existen dilaciones indebidas que retardan o evitan resolver la situación jurídica
de una persona que se encuentra privada de libertad”» (las negrillas fueron añadidas).
Del Fundamento Jurídico precedente, se colige que la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, fue instituida con la finalidad de lograr que de manera inmediata se ejecuten los actos
indebida e injustificadamente diferidos o postergados y que afectan negativamente a la situación
jurídica de la persona privada de libertad; es decir, su objetivo es que los trámites judiciales y/o
administrativos concernientes a este grupo poblacional -en situación de vulnerabilidad- sean
apresurados en su tratamiento o consideración por la autoridad jurídica o administrativa, según
corresponda.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, a la libertad “física”, defensa y celeridad
procesal, en razón a que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del
delito de corrupción de menores, al igual que el Ministerio Público, interpuso apelación incidental
respecto a la Resolución emitida por el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia
la Mujer Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, que determinó le sean impuestas
medidas sustitutivas a la detención preventiva; empero, las autoridades ahora demandadas señalaron
audiencia de consideración del recurso indicado, diecisiete días después del plazo establecido en el
art. 251 del CPP y la jurisprudencia constitucional.
De acuerdo a la documentación aparejada, se evidencia que en audiencia de 4 de julio de 2019, el
Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Segundo de la Capital del
departamento de Cochabamba, determinó la cesación de la detención preventiva del ahora
accionante y dispuso el cumplimiento de medidas sustitutivas, decisión inmediatamente apelada por
el Ministerio Público (Conclusión II.1); posteriormente, mediante Auto de Vista de 23 del mes y año
indicado, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento,
declaró inadmisible la impugnación interpuesta por el impetrante de tutela al considerar que se
encontraba fuera de plazo (Conclusión II.2).
Asimismo, conforme señala la Conclusión II.3 de esta Resolución, mediante providencia de la misma
fecha, el mencionado Tribunal de alzada programó audiencia para el 12 de agosto del indicado año,
en la que se consideraría lo formulado por el Ministerio Público en relación a la decisión descrita en
la Conclusión II.1.
Ahora bien, conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, es evidente que las solicitudes concernientes a medidas cautelares deben
merecer una atención priorizada, acelerada y lo más oportuna posible; un accionar contrario,
implicaría causar dilación indebida, afectando el derecho a la libertad de quien fungiría como
impetrante.
Bajo ese parámetro jurisprudencial, en el análisis del caso de autos debe tenerse en cuenta conforme
refleja la Conclusión II.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, que si bien el Tribunal de
alzada declaró la inadmisibilidad del recurso de apelación planteado -de manera extemporánea- por
el impetrante de tutela, quedó subsistente el formulado por el Ministerio Público, lo que no implica
que el prenombrado carezca de interés legítimo para exigir agilidad en la tramitación del mencionado
recurso; pues, -se reitera- habiendo permanecido latente o vigente la impugnación interpuesta por
la entidad acusadora; hace que de la decisión o resolución que el Tribunal de alzada pueda emitir
dependa la posibilidad de recobrar su libertad, contexto en el que subsiste en su favor la plena
departamento de Santa Cruz, tenía tres días para pronunciarse respecto de la extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso, siendo que esta excepción pone fin a la causa; sin embargo,
transcurrió aproximadamente dos años desde su planteamiento, y “hasta la fecha” no fue resuelto.
I.2.2. Informe de los demandados
Anay Añez Mendoza, Jueza del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento
de Santa Cruz, mediante informe presentado el 17 de julio de 2019, cursante de fs. 17 a 18 vta.,
expresó que: a) La resolución de la excepción de extinción de la acción penal por duración máxima
del proceso fue suspendida a raíz de las diferentes recusaciones e inasistencias de la parte acusada
-ahora accionante- a la audiencia de juicio oral, incluso, al punto de ser declarada rebelde; por lo
que, el Ministerio Público como la victima solicitaron audiencia de medidas cautelares, justamente
para asegurar la presencia de la prenombrada en el juicio, no habiéndose vulnerado en ningún
momento sus derechos; b) A la “fecha”, tanto la audiencia de imposición de medidas cautelares,
como la de juicio oral se encuentran sin señalamiento, por la presentación de esta acción tutelar; y,
c) La doctrina del Tribunal Constitucional estableció que la protección otorgada por la acción de
libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas las formas que puede ser conculcado,
sino, queda reservada para aquellos entornos que conciernen directamente a los derechos a la
libertad física y de locomoción, caso contrario deberá ser tutelado mediante la acción de amparo
constitucional, por lo que la denuncia de vulneración de la legalidad y “seguridad jurídica” no se
encuentran vinculados con la libertad de locomoción, siendo que la peticionante de tutela tiene las
vías legales para acudir, y una vez agotadas estas, recién activar la justicia constitucional, utilizando
la acción correspondiente que tutela el debido proceso, por consiguiente solicitó se deniegue la acción
pretendida.
Yanet Noemy Paniagua Villa, Jueza del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, no asistió a la audiencia de consideración de la presente acción ni
remitió informe escrito, pese a su notificación cursante a fs. 10.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Decimosegundo de la Capital del departamento de Santa Cruz,
constituido en Tribunal de garantías, por Resolución 06/2019 de 17 de julio, cursante de fs. 46 vta.
a 50, concedió la tutela solicitada, ordenando que: 1) En el plazo de dos días el Tribunal demandado
resuelva y dé lectura a la resolución de la excepción de la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso, debiendo señalar audiencia para ese efecto; 2) Los demandados a la brevedad
posible y dentro del término procesal que prevé el art. 335 del CPP programen fecha y hora para la
continuación del juicio oral hasta su culminación; y, 3) Los prenombrados se abstengan de fijar de
oficio audiencia de medidas cautelares, toda vez que estas solo pueden ser solicitadas en su momento
procesal y por el representante del Ministerio Público, conforme prescribe el art. 302 del citado
Código. Determinación adoptada con los siguientes fundamentos: i) Los arts. 314 y 345 del Código
Adjetivo Penal establecen que el plazo fatal para resolver una excepción de extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso y cualquier otra excepción sobreviniente por la o el juez de
forma fundamentada es de “dos días”, término incumplido por el Tribunal ahora demandado,
lesionando el derecho a la “celeridad”, tutelable vía acción de libertad traslativa o de pronto despacho,
derivando en consecuencia en la vulneración del debido proceso consagrado en el art. 115 de la CPE;
ii) Con relación a las audiencias de medidas cautelares programadas de oficio, y otras veces
requeridas por la parte civil, cabe precisar que, es el Fiscal de Materia a cargo de la investigación
quien puede efectuar dicha solicitud de acuerdo al art. 302 del CPP, además que debe tramitarse en
la etapa preparatoria y no así en juicio oral, siendo en este último que solo se podrán imponer
medidas cautelares en casos de declararse rebelde al acusado, por cuanto si se presentare en juicio
oral “…se convierte en un acto ocioso tener que convocar a la acusada a una audiencia de medida
cautelar, y peor si es de oficio…” (sic); y, iii) De la lectura del acta de audiencia de medidas cautelares
suspendida, nuevamente se señaló otra similar para el 16 de julio de 2019 a horas 9:00, y se fija otra
supuestamente para la lectura de la resolución de dicha excepción formulada para el mismo día a
horas 10:00, siendo que esta, es de previo y especial pronunciamiento, debiendo primero tratarse la
excepción planteada oportunamente y acto seguido en caso de que fuera declarado infundado se
debe continuar con el juicio oral conforme refiere el procedimiento descrito a partir del art. 340 y ss.
del CPP.
Vía complementación, la accionante expresó que la persona que está solicitando audiencia de
medidas cautelares es la parte civil o víctima en el proceso, a la cual no le está permitido este hecho
en resguardo de la seguridad jurídica. Asimismo, teniéndose claro que la fase de la investigación dura
seis meses, la audiencia debe desarrollarse dentro de ese plazo, por cuanto la parte civil tenía que
activar lo previsto por el art. 16 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), sin embargo precluyó su derecho,
ya que no se puede retrotraer etapas concluidas, razón por la cual no corresponde instalar ninguna
audiencia de medidas cautelares hasta que concluya el juicio.
El Tribunal de garantías, señaló que solo el representante del Ministerio Público puede solicitar se
apliquen medidas cautelares conforme al art. 302 del CPP, y que respecto del término, no se debe
abocar a cuestiones incidentales, cuando durante siete años la acusada demostró su sometimiento
al proceso penal, entender lo contrario sería trastocar lo que establece el principio de
instrumentalidad que rige las medidas cautelares, por cuanto se mantiene subsistente en todas sus
partes la determinación principal.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa memorial presentado el 4 de julio de 2019 por Hirma Muñoz Colque -ahora accionante-
ante el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de Santa Cruz, por el
cual solicitó suspensión de la audiencia de medidas cautelares programada para el 16 del referido
mes y año a horas 9:00 (fs. 2), emitiéndose por el indicado Tribunal el decreto de 12 de igual mes y
año, que resuelve no ha lugar a lo solicitado, por no estar a procedimiento “…toda vez que la
audiencia de imposición de medidas cautelares es independiente de la audiencia de juicio oral” (sic
[fs. 3]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la legalidad y a la “seguridad
jurídica”; puesto que las autoridades demandadas a cargo del proceso penal que se le sigue,
declararon no ha lugar a su solicitud de suspender la audiencia de medidas cautelares que pretende
ser llevada a cabo antes de resolverse la excepción de extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso, pese a ser esta de previo y de especial pronunciamiento, apartándose de la
doctrina aplicable al caso contenida en los Autos Supremos 087/2012 y 371/2017, y la SCP 009/2015-
S2, y actuando al margen de lo dispuesto por los arts. 308.4 y 345 del CPP, resultando en su
procesamiento indebido.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Componentes que deben concurrir para la activación de la acción de libertad ante
procesamiento ilegal o indebido
La SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, estableció que: “Con relación al procesamiento indebido, la
jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su impugnación es la
acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que esas vulneraciones
afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha
protección se verá materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el
procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión de los antes
citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de
acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
nuevamente fue constatada su ausencia, no obstante referir la Auxiliar de dicho Tribunal, que la
diligencia respectiva se practicó por cédula, los miembros del Tribunal de garantías determinaron
suspender dicho acto procesal para el 17 de julio de 2019 a horas 17:00.
Por consiguiente, bajo dicho contexto, el señalamiento y posterior celebración, se realizó con
posterioridad al plazo de veinticuatro horas previsto en el art. 126.I de la Norma Suprema,
incumpliéndose así con la previsión constitucional, y con el art. 49.1 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), pese a que -según el informe de la mencionada funcionaria de apoyo
jurisdiccional (fs. 11) -, se citó a “…YANET NOEMY PANIAGUA VILLA, MEDIANTE NOTIFICACION POR
CÉDULA…” (sic), tal cual consta de la diligencia a fs. 10; aun así fue reprogramada la misma
arguyendo que de no estar presente se estaría vulnerando los “…derechos de la accionada…” (sic),
medida que no se ajusta a lo prescrito por el art. 126.II de la CPE, norma que prevé: “En ningún
caso podrá suspenderse la audiencia. En ausencia del demandado, por inasistencia o abandono, se
llevara a efecto en su rebeldía” (subrayado adicionado); por consiguiente, la actuación de los
miembros del Tribunal de garantías se encuentra al margen de los preceptos constitucionales y legal
descritos, prorrogando infundadamente la resolución de la presente acción de defensa, cuando su
característica intrínseca es la celeridad, justamente por los derechos urgentes que tutela,
correspondiendo en consecuencia llamar la atención a sus componentes.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, no adoptó una
decisión correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 06/2019 de 17 de julio, cursante de fs. 46 vta. a 50, pronunciada por el
Tribunal de Sentencia Penal Decimosegundo de la Capital del departamento de Santa Cruz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, sin ingresar al análisis de fondo de la problemática
planteada; y,
2º Llamar la atención a los miembros del Tribunal de Sentencia Penal Decimosegundo de la Capital
del departamento de Santa Cruz, que actuó como Tribunal de garantías, conforme al Fundamento
Jurídico III.3, a objeto de que en futuras actuaciones enmarque su despliegue jurisdiccional al
proceso constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
dentro de las veinticuatro horas emita nueva resolución dando respuesta al planteamiento realizado
por la defensa, determinación incongruente que carece de motivación, además de incurrir en
fundamentación omisiva, ya que como Tribunal de alzada le correspondía resolver en el fondo del
asunto; toda vez que, al “revocar” advirtieron un fallo incorrecto, debiendo tomar una decisión sobre
el fondo y no reducirse a ordenar al Tribunal inferior que emita una nueva resolución; 3) En función
a los argumentos del apelante correspondía contrastarlos con lo expuesto por el Tribunal a quo para
determinar si son correctos o no, además de determinar la existencia o no de irregularidades u
omisiones en el procedimiento; y, 4) Se observa errónea aplicación del término “revocatoria” cuando
en los hechos anula la determinación del Tribunal a quo sin justificar en qué normativa específica
respalda su decisión, enmarcándose en la vulneración del derecho al debido proceso en su elemento
de congruencia y fundamentación omisiva.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Acta de Audiencia de Aplicación de Medidas Cautelares de 17 de enero de 2011, en la
que el Juzgado de Instrucción Penal Séptimo de la Capital del departamento de Cochabamba, dentro
del proceso penal instaurado contra Wilson Ariel Castro Vera -accionante-, por la presunta comisión
de los delitos de asesinato y violación agravada, dispuso su detención preventiva en el Centro
Penitenciario El Abra del mismo departamento, por la concurrencia de los riesgos procesales
contenidos en los arts. 234.9 y 10; y 235.1 y 2 del CPP (fs. 10 a 13).
II.2. Mediante Certificación 236/2016 de 15 de noviembre, el Director y el Encargado de Archivos y
Kardex del señalado Centro Penitenciario, en atención a la solicitud escrita del interesado, certificó
que Wilson Ariel Castro Vera, sin cédula de identidad, permanece en dicho Centro cinco años, ocho
meses y veintisiete días (fs. 15).
II.3. Por memorial presentado el 12 de mayo de 2017, el peticionante de tutela, solicitó fecha y hora
de audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva, arguyendo que su situación
jurídica mejoró con la puesta en vigencia del Código Niña, Niño y Adolescente, que modifica el art. 5
del Código Penal (CP), estableciendo la aplicación de la ley más favorable al imputado en materia
penal, sea a la brevedad posible (fs. 17 y vta.).
II.4. Mediante proveído de 16 de mayo de 2017, el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital
del departamento de Cochabamba, dispuso “Sin lugar a lo solicitado por cuanto la petición de
cesación a la detención preventiva, dentro el presente proceso no puede sustanciarse conforme la
jurisdicción especial comprendida en el Código Niño Niña Adolescente; se tenga presente que la
misma ha sido llevada desde su inicio para la jurisdicción ordinaria a los alcances del Código de
Procedimiento Penal…” (sic [fs. 19]).
II.5. A través de la Sentencia 027/2017 de 2 de junio, el precitado Tribunal de Sentencia, determinó
la autoría y culpabilidad de Wilson Ariel Castro Vera por la comisión de los delitos de violación
agravada y asesinato, imponiéndole una condena de treinta años de presidio sin derecho a indulto a
ser cumplida en el Centro Penitenciario El Abra de Cochabamba (fs. 31 a 56 vta.).
II.6. A través del memorial presentado el 19 de septiembre de 2017, el accionante formuló recurso
de apelación restringida contra la prenombrada Sentencia, arguyendo que atenta contra la seguridad
jurídica, el debido proceso y la presunción de inocencia, por lo que solicitó se corrijan las medidas
impuestas (fs. 110 a 115).
II.7. Cursa memorial presentado 19 de junio de 2019, mediante el cual el peticionante de tutela
solicitó al Tribunal a cargo de la causa, la cesación de la detención preventiva, argumentando estar
privado de libertad ocho años y cinco meses, cuando según señala la Disposición Sexta parágrafo II
del CNNA, tiene a su favor la responsabilidad penal atenuada en cuatro quintas partes de la condena
impuesta; es decir, seis años de privación de libertad; empero, habiendo ya permanecido recluido
por más de ocho años, los dos años y cinco meses restantes se constituyen en privación ilegal de
libertad (fs. 20 a 21).
puesta en vigencia del Código Niña, Niño Adolescente a partir del 6 de agosto de 2014, norma que
modificó el art. 5 del Código Penal (CP), estableciendo la aplicación de la ley más favorable al
imputado en materia penal en virtud del art. 123 de la CPE; sin embargo, el Tribunal de Sentencia
Penal Séptimo de la capital del mismo departamento, mediante proveído de 16 de mayo de 2017,
resolvió dicha solicitud indicando: “Sin lugar a lo solicitado por cuanto la petición de cesación a la
detención preventiva, dentro el presente proceso no puede sustanciarse conforme la jurisdicción
especial comprendida en el Código Niño Niña Adolescente; se tenga presente que la misma ha sido
llevada desde su inicio para la jurisdicción ordinaria a los alcances del Código de Procedimiento
Penal…” (sic); luego, el 2 de junio de igual año, mediante Sentencia 027/2017 fue condenado como
autor y culpable de la comisión de los delitos de asesinato y violación agravada con treinta años de
presidio sin derecho a indulto a ser cumplidos en el Centro Penitenciario El Abra del citado
departamento, determinación que fue apelada, solicitando se corrija la medida impuesta,
argumentando que atenta a la seguridad jurídica, el debido proceso y la presunción de inocencia.
Posteriormente, pidió al citado Tribunal de Sentencia, la cesación de la detención preventiva,
argumentando estar privado de su libertad ocho años y cinco meses, cuando la Disposición Sexta
parágrafo II del CNNA, señala que tiene a su favor la responsabilidad penal atenuada en cuatro
quintas partes de la condena impuesta; es decir, a seis años de privación de libertad; empero,
habiendo permanecido recluido por más de ocho años, los dos años y cinco meses restantes se
constituyen en privación de libertad ilegal, solicitud que fue rechazada; por lo que, en recurso de
apelación incidental, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de dicho
departamento, en aplicación del art. 124 del CPP y la “Disposición Transitoria” del CNNA, mediante
Auto de Vista de 18 de julio de 2019, “revocó” el Auto Interlocutorio de 8 de igual mes y año,
ordenando al Tribunal a quo que en el plazo de veinticuatro horas “…emita nueva resolución dando
respuesta al planteamiento realizado por la defensa, asumiendo la obligación de dar respuesta
concreta y debidamente fundamentado dichos planteamientos” (sic).
Con tales antecedentes, a efectos de resolver el problema jurídico planteado, corresponde precisar
los argumentos de la apelación incidental interpuesta por el peticionante de tutela para luego analizar
el Auto de Vista confutado, a fin de establecer si se encuentra o no debidamente fundamentado.
Así, del acta de audiencia pública de resolución de apelación de medida cautelar, se tiene que
sustentó su recurso de apelación incidental argumentando que: “…nació el 20 de junio de 1994, que
ha momento de suscitarse los hechos que le generaron sentencia condenatoria de 30 años, tenía 16
años y 2 meses de edad, aspecto mencionado en audiencia de cesación y para ello habría
acompañado la cédula de identidad, empero antes de la promulgación de la Ley 548, la edad
imputable era a los 16 años, empero esa situación habría sido modificada con la promulgación de la
Ley 548, que subió la imputabilidad de 16 a 18 años, que la Ley 2016 entro en vigencia el año 2014,
de la prueba acompañada se establece que la sentencia condenatoria es posterior al 06 de agosto
de 2014, lo que haría ver que el Tribunal Aquo procedió deliberadamente a omitir la aplicación del
Art. 268 del Cód. Niña Niño Adolescente respecto de la responsabilidad atenuada, por ende no se
habría emitido un adecuado pronunciamiento ya que su defendido debió ser sentenciado a seis años
de privación de libertad y no a treinta años de presidido, poniendo en conocimiento del Tribunal
también que este se encontraría recluido por más de 8 años…” (sic); por lo que, solicitó la aplicación
del Código Niña, Niño y Adolescente y que se disponga su libertad aplicando las medidas cautelares
establecidas en el art. 288 del indicado Código.
El Auto de Vista observado, emitido por los Vocales demandados, resolviendo el recurso de apelación
incidental interpuesto, sostuvo:
i) “…sobre los alcances de los A.S. No. 169/2016 como el A.S. 137/2017 (…) se establece que el
hecho fáctico es totalmente distinto por cuanto hace referencia y consideración sobre el principio de
retroactividad de la Ley para concluir que bajo el principio de favorabilidad los imputados que en el
momento de los hechos son menores de edad deben ser considerados en tal situación y aplicar la
pena disminuida (…) en el caso de Autos conforme antecedentes se tiene que se ha pronunciado
ya una sentencia condenatoria de 30 años, de haberse inobservado en dicha sentencia aquel principio
de retroactividad de la ley, bajo el principio de favorabilidad (…) debe ser observado, reclamado (…)
en la Sala Penal donde hubiere recaído el Recurso de Apelación Restringida no correspondiendo a
este Tribunal pronunciarse en este momento procesal que únicamente abarca a la aplicación de
medidas cautelares propiamente cesación de detención preventiva…” (sic).
ii) Respecto a la cesación de la detención preventiva solicitada por la defensa del ahora accionante
en observancia de la Disposición Transitoria Sexta parágrafo II del CNNA, se establece que en el Auto
Interlocutorio impugnado el Tribunal a quo no hizo referencia, ni analizó los alcances sobre dicha
disposición, “…inobservando la previsión del Art. 124 del C.P.P. del deber de fundamentación,
expresando los motivos de hecho y de derecho en que basan sus decisiones (…) habiendo el Tribunal
Aquo, soslayado u omitido pronunciarse con referencia al planteamiento de la defensa en relación a
la disposición transitoria de la ley 548…” (sic), aspecto por el cual las autoridades ahora demandadas
se hubieran visto imposibilitadas de pronunciarse respecto a la disposición cuestionada, por lo que
dispusieron simple y llanamente “revocar” el Auto Interlocutorio de 8 de junio de 2019, debiendo el
Tribunal inferior dictar nueva resolución en la que se refiera a la aplicación de dicha norma.
iii) En virtud a lo señalado el abogado de la defensa en mérito al art. 168 del CPP, dentro del mismo
actuado procesal, solicitó la corrección de dicha determinación, por cuanto el Tribunal inferior en el
citado Auto Interlocutorio, ya se habría pronunciado de manera específica con relación a la aplicación
de la citada Disposición Transitoria; sin embargo, las autoridades ahora demandadas no dieron lugar
a dicha corrección ya que el mencionado Tribunal no hubiera realizado una “…diferenciación en
cuanto al juzgamiento de fondo y el quantum de pena (…) y los alcances de una resolución de
cesación de detención preventiva (…) por lo que no existiendo error a ser subsanado se mantiene
incólume la resolución emitida” (sic).
En ese sentido, en mérito a lo descrito en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se debe tomar en cuenta que las autoridades demandadas debieron
circunscribir su resolución a los aspectos cuestionados sobre la determinación asumida en primera
instancia, analizando y pronunciándose sobre todos y cada uno de los agravios reclamados; más aún,
tratándose de una medida cautelar que no debe ser entendida en su literalidad sino interpretada en
forma integral y sistemática, no correspondiéndoles simplemente “revocar” y devolver el caso a la
instancia inferior para que se emita un nuevo pronunciamiento -cuando ya habían expresado criterio
respecto a lo peticionado por el ahora accionante-, sino resolver lo peticionado; puesto que al no
pronunciarse de manera específica respecto a la Disposición Transitoria Sexta parágrafo II del CNNA,
en cuanto la aplicación de medidas cautelares y medidas socioeducativas, dejaron en indefensión al
accionante.
Consecuentemente corresponde otorgar la tutela solicitada, debido a que los Vocales demandados
no se pronunciaron ni subsanaron sobre la solicitud de aplicación de medidas cautelares en el marco
de la referida Disposición Transitoria.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis
correcto de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 0040/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 131 a 143,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos que la
Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
demostrar el arraigo natural que lo reate al proceso; e) El Presidente de Sala, realizó un ilegal análisis
del art. 20 incs. h) y ñ) de la Ley del Notariado Plurinacional (LNP), al establecer que el notario se
encuentra prohibido de realizar verificaciones domiciliarias sin la existencia previa de un
requerimiento fiscal u orden judicial, lesionando el principio de legalidad, por ende el debido proceso,
y al haberse utilizado para consolidar una detención preventiva, el derecho a la libertad; f) La decisión
de la Jueza de instancia en la audiencia cautelar de tener por acreditado el elemento trabajo, previsto
en el art. 234.1 del CPP, fue revocada por el Tribunal de apelación con argumentos confusos y
contradictorios, basados en las peticiones y argumentos de las víctimas, e imponiendo requisitos que
no se encuentran contemplados en la norma, vulnerando así la SCP 1478/2014 de 16 de julio,
respecto al deber de los tribunales de apelación de fundamentar sus decisiones, la facultad de
“...REALIZAR UNA VALORACIÓN PROBATORIA EN SEDE CONSTITUCIONAL...” (sic) y la
especificación a que la sola presentación del Número de Identificación Tributaria (NIT) acredita el
elemento trabajo; siendo ese el caso, en el que el impetrante de tutela adjuntó ese documento,
además, de certificaciones de impuestos internos y un talonario de facturas originales; g) Los
argumentos de las autoridades demandadas que convalidaron la concurrencia del riesgo procesal
previsto por el art. 234.4 del Adjetivo Penal, referido al comportamiento del imputado durante el
proceso o en otro anterior que indique su voluntad de no someterse al mismo, resultan además de
falsos, inentendibles, en virtud a la existencia de una aprehensión que fue declarada ilegal, decisión
que no fue apelada por ninguna de las partes; h) La exigencia de identidad de hechos y delitos para
la consideración del Auto Supremo “006/2019” como jurisprudencia invocada en apelación, vinculada
a la acreditación del art. 234.8 de ese cuerpo normativo penal a través de una o varias sentencias
ejecutoriadas, resulta arbitraria e infundada; puesto que, no es posible la concurrencia de tales
exigencias, dentro de la audiencia de apelación incidental de medidas cautelares, como si se tratara
de un recurso de casación, conforme previene el art. 416 del mismo cuerpo legal. De igual modo, el
criterio de que la jurisprudencia mencionada solo es aplicable a personas acusadas por la comisión
del delito de contratos lesivos al Estado y que tengan procesos instaurados con data de trece años
atrás, resulta un absurdo jurídico; i) La Resolución emitida en alzada respecto al peligro de fuga
previsto por el art. 235.2 del CPP, no se entiende, no cuenta con respaldo legal ni probatorio; puesto
que, se indica que los testigos que serían influenciados negativamente por el imputado, se encuentran
individualizados con nombres y apellidos; sin embargo, no se menciona los mismos; posteriormente,
se indica que, las víctimas serían testigos; omitiendo de esta forma la aplicación de la aludida SCP
0276/2018-S2; y, j) Pese a que, con la facultad prevista en el art. 125 del CPP solicitó aclaración,
complementación y enmienda respecto a la concurrencia de los riesgos procesales, contemplados en
los arts. 234.8 y 235.2 del mismo cuerpo legal; no se le aclaró nada, infringiendo así su derecho al
acceso a la justicia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de sus representantes, consideró lesionados sus derechos a la libertad,
vinculado a la garantía del debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación y
congruencia; al acceso a la justicia; y, a los principios de seguridad jurídica y legalidad; citando al
efecto los arts. 22 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: 1) La anulación del Auto de Vista 140; 2) Se señale nueva
audiencia de apelación incidental de aplicación de medidas cautelares; 3) Se pronuncien sobre los
agravios y jurisprudencia que será acompañada en la referida audiencia; 4) Se emita una resolución
fundamentada y motivada, cumpliendo la jurisprudencia constitucional y doctrina legal aplicable,
valorando de manera correcta toda la prueba aportada; y, 5) Sea con costas, daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 11 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 144 a 153
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
II.3. Según el acta de audiencia de apelación de medidas cautelares de 23 de mayo del indicado
año, las partes procesales expresaron los motivos de sus impugnaciones, cuestionando el accionante
la decisión de la Jueza de la causa respecto a los arts. 233; 234 numerales 1, 2, 4 y 8; y, 235.2 del
CPP, dando lugar a la emisión del Auto de Vista 140 fecha, por el que la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justica de Santa Cruz, declaró admisible e improcedente el recurso de
apelación incidental interpuesto por el impetrante de tutela, y procedente la planteada por la parte
acusadora disponiendo revocar parcialmente la Resolución apelada, manteniendo subsistente la
detención preventiva del sindicado por estar vigentes los riesgos procesales (fs. 74 a 95).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de sus representantes, denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, a la
garantía del debido proceso en sus elementos de fundamentación y motivación; al acceso a la justicia;
y, a los principios de seguridad jurídica y legalidad; arguyendo que, no obstante haber denunciado
las irregularidades cometidas por la Jueza de la causa, quien dispuso su detención preventiva
desarrollando la audiencia de consideración de medidas cautelares con vicios de nulidad, los Vocales
demandados mediante el Auto de Vista 140 de 23 de mayo de 2019, no solo confirmaron las
vulneraciones denunciadas sino las agravaron: i) Emitiendo una resolución sin la debida
fundamentación y sin sustento legal alguno; y, ii) Haciendo una interpretación ilegal del art. 20 incs.
h) y ñ) -lo correcto según la Gaceta Oficial de Bolivia es el inc. o) de la LNP.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. De la revisión de la fundamentación y motivación de las resoluciones dictadas por
los jueces y tribunales ordinarios a través de las acciones de libertad
En relación al tema, la SCP 0753/2019-S1 de 26 de agosto, señaló que: [La SCP 1250/2015-S3 de 9
de diciembre, sobre este particular señaló: «El derecho al debido proceso se encuentra reconocido
en el art. 115.II de la CPE, el cual dispone: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la
defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”, a su vez, el
art. 117.I de la misma Norma Suprema, señala: “Ninguna persona puede ser condenada sin haber
sido oída y juzgada previamente en un debido proceso…”.
Es así que, el debido proceso en cuanto a su núcleo esencial y los elementos constitutivos del mismo,
ha sido entendido por el Tribunal Constitucional, entre otras, a través de la SC 0112/2010-R de 10
de mayo, que señaló: “La reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha establecido que el
debido proceso, consagrado como garantía constitucional por el art. 16 de la CPEabrg ahora por el
art. 115.II de la CPE, y como derecho humano en los arts. 8 del Pacto de San José de Costa Rica y
14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), consiste en el derecho de toda
persona a un proceso justo y equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por las
disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar y
precisando que la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que
conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución dictaminando una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo
cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo
exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y
comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la
forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo
a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión
está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra manera de dilucidar los hechos juzgados sino de la
forma en que se decidió y al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite
únicamente la conclusión a la que ha arribado el juzgador, son razonables las dudas del
justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados conforme a los principios y
valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado con apego a la justicia y
finalmente, la motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino
que exige una estructura de forma y de fondo. Así la SC 1365/2005-R de 31 de octubre entre otras”.
En relación a la motivación y fundamentación de las resoluciones como elementos del debido proceso,
este Tribunal, en la SCP 0903/2012 de 22 de agosto, incidió en lo siguiente: “…la fundamentación
y motivación de una resolución que resuelva cualquier conflicto jurídico, no
necesariamente implica que la exposición deba ser exagerada y abundante de
consideraciones, citas legales y argumentos reiterativos, al contrario una debida
motivación conlleva que la resolución sea concisa, clara e integre en todos los puntos
demandados, donde la autoridad jurisdiccional o en su caso administrativa, exponga de
forma clara las razones determinativas que justifican su decisión, exponiendo los hechos,
realizando la fundamentación legal y citando las normas que sustentan la parte
dispositiva de la resolución; en suma se exige que exista plena coherencia y concordancia
entre la parte motivada y la parte dispositiva de un fallo”, requisito que tiene mayor
importancia en los tribunales de última instancia».
En ese contexto, los entendimientos reiterados ampliamente por la jurisprudencia constitucional
resultan aplicables a todos los fallos que resuelven cuestiones de fondo, indistintamente si son
emitidos por autoridades judiciales, administrativas o por el Ministerio Público, siendo deber de las
mismas cumplir indefectiblemente con las exigencias de la motivación y fundamentación como
elementos del debido proceso, entre otros. Sobre este particular la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en el caso Tristán Donoso Vs. Panamá sostuvo que: «…la motivación es la exteriorización
de la justificación razonada que permite llegar a una conclusión». El deber de motivar las resoluciones
es una garantía vinculada con la correcta administración de justicia, que protege el derecho de los
ciudadanos a ser juzgados por las razones que el Derecho suministra, y otorga credibilidad de las
decisiones jurídicas en el marco de una sociedad democrática; en tal sentido, se tiene que la
motivación debe ser entendida como la justificación razonada de los fallos mediante la cual el
juzgador arriba a una conclusión y asume una decisión; imperativo por el que toda resolución debe
contener el desarrollo de los razonamientos de hecho por los cuales se emite el pronunciamiento
vinculados con cada uno de los asuntos sometidos a la decisión del juzgador, esto es, las razones
fácticas y circunstancias de hecho y probatorias que sustenten la determinación asumida,
constituyendo por ende la motivación de todo fallo un deber fundamental inexcusable al momento
de resolver los asuntos que conozcan.
Por otra parte, la fundamentación constituye la estructura jurídico-legal que sustenta los
entendimientos fácticos expresados por el administrador de justicia, quien recurre sistemáticamente
a las normas relevantes del ordenamiento jurídico a objeto de resolver las causas sujetas a su
conocimiento, ello implica que las razones fácticas o criterios que son parte de la motivación se
subsumen a la norma aplicable al caso, configurando ello los razonamientos legales de la decisión,
así en el caso concreto de un proceso penal, la fundamentación se constituye en una garantía de
observancia y respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de los ciudadanos
de ser juzgados por las normas vigentes que rigen los procesos a los cuales están sometidos.
III.2. Principio de congruencia
Sobre el particular, la SCP 0619/2018-S1 de 11 de octubre, reiterando los entendimientos asumidos
de la SCP 1302/2015-S2 de 13 de noviembre, sostuvo: «Como se dijo anteriormente, la congruencia
de las resoluciones judiciales y administrativas, constituye otro elemento integrador del debido
proceso, al respecto la SC 0358/2010-R de 22 de junio, señaló lo siguiente: “a congruencia como
principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, en materia penal la congruencia
se refiere estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un hecho distinto al atribuido
en la acusación o su ampliación; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la congruencia
que debe tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que implica también la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva, pero además esa concordancia debe mantenerse en todo
Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: ‘Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca
en apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares,
toda vez que si bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares
dispuestas por el juez cautelar, pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello
no significa que el tribunal de apelación cuando determine disponer la detención
preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo suficientemente motivada, en la
que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley impone para la
procedencia de esa medida cautelar’.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP ” (las negrillas fueron agregadas).
III.3. De la revisión de la interpretación de la legalidad ordinaria a través de las acciones
de libertad
La SCP 0702/2018-S1 de 5 de noviembre, estableció que: «Respecto a este tema, la SCP 0050/2018-
S4 de 14 de marzo, reiteró los entendimientos de la SCP 0077/2012 de 16 de abril, que modificó la
línea jurisprudencial sobre la aplicación de la interpretación de la legalidad ordinaria en acciones de
libertad, indicando que: “De otro lado, corresponde remitirse a lo sustentado tanto por las autoridades
demandadas, como por el Juez de garantías en sentido que el accionante no hubiere cumplido con
los requisitos para que se revise la interpretación de la legalidad ordinaria.
Al respecto, cabe precisar que si bien la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha desarrollado
dentro de las líneas de autorrestricción subreglas para que la jurisdicción constitucional ingrese al
análisis de la interpretación de la legalidad ordinaria, efectuada por los jueces y tribunales,
estableciendo la exigencia de que el accionante ‘…1. Explique por qué la labor interpretativa
impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente, absurda o ilógica o con error
evidente, identificando, en su caso, las reglas de interpretación que fueron omitidas por el órgano
judicial o administrativo, y 2. Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados
por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad entre éstos y la interpretación impugnada;
dado que sólo de esta manera la problemática planteada por el recurrente, tendrá relevancia
constitucional’ (SC 0085/2006-R de 25 de enero, entre otras); sin embargo, corresponde analizar si
dicho entendimiento jurisprudencial puede ser aplicado a la acción de libertad.
En esta perspectiva, resulta necesario recordar que la característica del informalismo constituye un
principio configurador de la naturaleza jurídica de la acción de libertad, entendido como la ausencia
de formalidades y rigorismos procesales que tiendan a enervar injustificadamente la tramitación
pronta y oportuna de esta acción tutelar, el mismo que guarda correspondencia con las características
de sumariedad e inmediatez propias de la acción de libertad, cuyas diversas manifestaciones han sido
desarrolladas por el constituyente, el legislador y la jurisprudencia constitucional.
(…)
Consecuentemente, bajo el principio del informalismo, por un lado, no podrán exigirse
presupuestos formales a ser cumplidos por el accionante para activar el ámbito de
protección de la acción de libertad; y de otro lado, tampoco podrá requerirse la
observancia al accionante de libertad, de entendimientos jurisprudenciales referidos a
las exigencias de carga argumentativa a ser cumplidas en la demanda u otros requisitos
que impliquen una carga procesal para activar este mecanismo procesal al no
encontrarse la acción de libertad sujeta a requisitos de admisibilidad. En tal sentido, los
presupuestos para la revisión de la legalidad ordinaria establecidos por la jurisprudencia
constitucional para la acción de amparo constitucional no pueden ser exigidos como
presupuestos a ser observados a quien demanda de acción de libertad, dado que dicha
carga argumentativa resulta adversa a su naturaleza. Un entendimiento contrario,
implicaría adoptar una interpretación restrictiva y limitativa de este mecanismo de
protección desacorde a los criterios de interpretación de los derechos humanos y a los
mandatos previstos en los arts. 13. IV, 256.II y 410.II de la CPE”» (las negrillas nos
corresponden).
III.4. Análisis del caso concreto
De acuerdo a los antecedentes en el caso de autos, el accionante a través de sus representantes,
denunció la vulneración de sus derechos a la libertad, vinculado a la garantía del debido proceso en
sus elementos fundamentación, motivación y congruencia; al acceso a la justicia; y, a los principios
de seguridad jurídica y legalidad; debido a que, dentro del proceso penal seguido en su contra por
la presunta comisión del delito de estafa, la audiencia de consideración de medidas cautelares fue
desarrollada viciada de nulidad, atribuyéndole hechos no denunciados; fundando riesgos procesales
en mérito a presunciones, subjetivismos y suposiciones; sin aplicarse jurisprudencia vinculante y de
cumplimiento obligatorio; invirtiendo la carga de la prueba al imputado; estableciendo riesgos
procesales en base a actos declarados nulos por la propia autoridad jurisdiccional; valorando
erróneamente la prueba, para finalmente disponer su detención preventiva; decisión que, no obstante
haber sido impugnada, fue confirmada por Auto de Vista 140 de 23 de mayo de 2019 por los Vocales
ahora demandados, agravando su situación jurídica al emitir una resolución sin la debida
fundamentación y realizar una interpretación ilegal del art. 20 incs. h) y o) de la LNP.
De una revisión de obrados se evidencia que, el Ministerio Público imputó formalmente al ahora
accionante por la presunta comisión del delito de estafa agravada, previsto y sancionado por los arts.
335 y 346 bis del CP (Conclusión II.1); en cuyo mérito, el 20 de abril de 2019, se llevó a cabo la
audiencia de consideración medidas cautelares, en la que, la Jueza de Instrucción Penal Décima de
la Capital del departamento de Santa Cruz, determinó anular la aprehensión de la que fue objeto el
imputado; y, disponer su detención preventiva (Conclusión II.2). Decisión que fue apelada en el
mismo acto procesal tanto por la víctima como por el prenombrado, siendo remitida la impugnación
para su sustanciación ante la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del aludido
departamento, que resolvió mediante Auto de Vista 140 de 23 de mayo del indicado año, declarar
admisible e improcedente el recurso de apelación incidental interpuesto por el impetrante de tutela;
y, procedente el recurso de la parte acusadora, disponiendo revocar parcialmente la Resolución
impugnada, manteniendo subsistente la detención preventiva del sindicado, por estar vigentes los
riesgos procesales previstos en los arts. 234 numerales 1, 2, 4, 8 y 235.2 del CPP, añadiendo la
concurrencia del peligro de fuga referida a la ocupación o trabajo (Conclusión II.3).
III.4.1. De la denuncia de falta de fundamentación, motivación y congruencia en el
pronunciamiento de alzada
Ahora bien, conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, para que una resolución sea considerada debidamente fundamentada y
motivada, deberá contener la suficiente explicación de las razones de orden fáctico y legal que la
justifiquen y respalden; pues, de ocurrir lo contrario, sería reputada como arbitraria. Igualmente, la
decisión deberá observar el principio de congruencia configurado por la necesaria correspondencia
entre lo expresado y solicitado por las partes con lo decidido en apelación por el tribunal de alzada;
asimismo, dicho principio, establece que debe existir una ineludible conexión y coherencia entre todos
los argumentos de la aludida resolución.
A tal efecto, es necesario remitirnos primero al acta de audiencia de apelación de medidas cautelares
(Conclusión II.3), en la que las partes procesales, interpusieron recurso de apelación contra la
decisión de la Jueza de la causa de forma oral, con la permisión del art. 251 del Adjetivo Penal,
expresando los motivos de su impugnación del mismo modo, siendo los agravios formulados por el
accionante, los siguientes: a) En relación a la probabilidad de autoría (art. 233.1 del CPP), no existió
investigación ni elementos probatorios que acrediten que sea autor del delito de estafa agravada,
respecto del cual no prestó declaración informativa, asumiendo defensa con relación a la adhesión a
la denuncia de otras personas, ocasionando esta circunstancia que la Jueza de instancia declare la
nulidad de la aprehensión; en lo referente a la figura de la adhesión a una denuncia, no es aceptable
de acuerdo al procedimiento, si es denunciante o querellante; por otra parte, al tratarse de contratos
civiles, estos deben dilucidarse en ese campo y no en el penal, de lo contrario se estaría liquidando
el procedimiento civil; finalmente, la mencionada autoridad jurisdiccional en la audiencia cautelar
vulneró lo dispuesto por el art. 279 de la aludida norma, al tomar declaraciones a personas que no
fueron denunciantes como Juan Carlos Mamani y Omar Castro; b) En cuanto a los riesgos procesales
establecidos en el art. 234.1 y 2 del CPP, se dieron por acreditados los elementos de trabajo y familia,
no así el domicilio como arraigo natural que lo reate al proceso, pasando la carga de la prueba al
imputado -accionante- cuando en realidad corresponde al acusador o víctima; en dicho caso, se debió
fundamentar cómo la falta de este último requisito deriva en la existencia del peligro de fuga; pues
contrariamente, el elemento domicilio consta en la declaración informativa y en la imputación formal,
habiéndose presentado una “verificación” domiciliaria de “27 de febrero” realizada por Notario de Fe
Pública, comprobantes de pago de energía eléctrica, declaración de testigos, muestrario fotográfico,
que no fueron valorados correctamente por la Jueza de primera instancia; c) Lo propio sucedió con
el riesgo de fuga previsto por el art. 234.4 del CPP, donde los elementos para valorar la autoría, en
cuanto a la afirmación de las víctimas de las dificultades para encontrar al encausado, teniendo que
ejecutar un mandamiento de apremio, fueron utilizados para valorar también la concurrencia de este
riesgo procesal, lo cual se encuentra prohibido expresamente por la SCP “0583/2017-S2”; d) De
acuerdo a las previsiones contenidas en el art. 234.8 de la Ley Adjetiva precitada, referido a la
actividad delictiva reiterada, en alusión a una anterior imputación formal presentada por la parte
denunciante, se presentó el “rejap” demostrando la inexistencia de antecedentes, sentencia
condenatoria ejecutoriada, declaratoria de rebeldía o suspensión condicional del proceso; en el
entendido que, la sola imputación por la presunta comisión de otro delito no es suficiente; siendo
que, la decisión basada en probabilidades o presunciones, lesiona el debido proceso; y, e) Con
referencia al art. 235.2 del mismo cuerpo normativo, no existe otro denunciante; por ello, los términos
“estaría”, “podría” están prohibidos según la SCP “0256/2018-S2” que los supuestos no satisfacen la
exigencia de una debida fundamentación, y por consiguiente vulnera el debido proceso.
A tiempo de emitir el Auto de Vista 140 que revocó parcialmente el pronunciamiento del inferior en
grado, Arminda Méndez Terrazas, Vocal demandada, señaló lo siguiente: 1) La Resolución de la
Jueza de la causa, con relación a la probabilidad de autoría, se encuentra debidamente
fundamentada: “…a las víctimas la señora juez las ha escuchado en la audiencia (…), en ningún
momento la señora juez ha distorsionado el auto supremo, habla claramente, dice que la estafa se
configura en un contrato cuando la persona, en este caso el imputado firmo ese contrato, sabía que
no lo iba a cumplir, ese cheque el estaba firmando, él sabía que no tenía el fondo, pero ese era el
ardid para incurrir en error a la víctima, y que la víctima le entregue los pollitos, imagínese gente
honrada que trabaja, y de ahí conforme a lo que se ha podido establecer por la investigación y por
la argumentación de que recibía los pollos y el iba y los vendía y se guardaba el dinero, efectivamente
claro era primero de acuerdo a la estrategia de la estafa, primero pagaba un poco y después seguía
caminando, como decimos en el lenguaje coloquial, cebaba a la víctima, le pagaba un poquito para
que la víctima comente, inmediatamente tener otras víctimas mas, ahí esta las víctimas, ahí está el
hecho, ahora el vínculo del imputado, ahí están todos minuciosamente detallada por la señora juez
(…), en todos los documentos que la victima presenta, está el nombre del imputado (…) por lo tanto
considero que los argumentos de la parte apelante no son suficientes…” (sic); 2) Con relación al
domicilio: “…la señora juez ha atendido el peligro de las víctimas, ha dado una respuesta por lo que
las víctimas han señalado de que iban a ese lugar que les indicó que era su domicilio (…), lo buscaban
y no lo encontraban (…) no hay ningún documento prácticamente solamente hay una verificación del
notario (…), entonces la señora juez ha hecho una valoración correcta en la documentación, toda vez
que en el domicilio es lugar donde hay que ir a notificarlo al imputado, si es que se le enervar ese
riesgo procesal, cual es la autoridad jurisdiccional tiene que tener la certeza de aquí va a estar (…) y
toda esa documentación presentada no le da certeza, por lo tanto es correcta su valoración, ha
cumplido con la valoración de la prueba…” (sic); 3) En cuanto al elemento trabajo: “…las victimas
claman no podemos reconocer esta actividad del señor (…), y la señora juez no da una respuesta
(…), toda vez de que por ese ha sido el ardid, para que puedan haberle sonsacado ese dinero, si el
señor hubiera estado de vaquero o con otro trabajo, no creo que las víctima le hayan entrado sus
pollos, claro que fue por esa actividad que el señalo, en esa línea considero que la señora juez no ha
hecho una correcta valoración (…), ese trabajo, ese negocio, esa actividad que él está demostrando
pues es la que ha promovido todo este problema (…) es ilógico reconocer esa misma actividad para
las víctimas que ha sido el que ha causado la lesión, por lo tanto considero de que la señora juez no
ha hecho una valoración correcta de los antecedentes, y estaría latente el elemento trabajo,
consecuentemente estaría latente el numeral 1 del artículo 234, así como el numeral 2 del artículo
234” (sic); 4) En cuanto al art. 234.4 del mismo Adjetivo Penal, la Jueza de la causa atendió a la
carga de la prueba impuesta a la víctima, sin que la parte imputada haya refutado absolutamente
nada; por lo que, la autoridad jurisdiccional ha hecho una valoración correcta quedando latente el
riesgo procesal aludido; 5) En razón del art. 234.8 del CPP, la parte denunciante fundamentó que
existe una imputación formal ante el Juzgado de Instrucción Penal Decimocuarto: “…pues ahí se tiene
la existencia de este riesgo procesal, es decir que hay otro proceso por un hecho doloso previsto por
el artículo 134 numeral8, la parte imputada para enervar ese riesgo procesal, nos ha presentado el
auto supremo 0006/2019 (…), el ministerio publico presenta la certificación del 15 de marzo de 2018
(…), se verifica la presentación de una denuncia, contra el imputado (…), la sola existencia de una
denuncia en contra de la imputación no puede significar la acreditación de la circunstancia prevista
por el artículo 234 en su numeral 8 (…) pero son otras circunstancias totalmente alejadas del proceso
que se investiga (…) no se puede presentar un auto supremo como prueba para enervar un riesgo
procesal, consecuentemente considero de que la señora juez ha actuado y valorado correctamente
los antecedentes…” (sic); y, 6) En relación al art. 235.2 del aludido Código: “…hay otra persona que
ha sido citada, nombrada por el mismo imputado y la nombrada por las partes, y que esta situación
consecuentemente la señora juez ha actuado correctamente…” (sic).
A su turno, Victoriano Morón, Vocal codemandado, indicó lo siguiente: i) Respecto a la probabilidad
de autoría: “…si es que se ha sacado mercadería, sea pollo, sin tener una relación comercial escrita
con una garantía suficiente donde el deudor pueda hacer valer ese documento, este es un contrato
criminalizado, ya se está yendo a sonsacar una mercadería con documentos que no va a poder
ejecutarlo el deudor (…) otra cosa distinta hubiera sido, si haya una relación comercial escrita con
una garantía suficiente ahí no había estafa (…) al no haber la posibilidad de que en la vía civil se
cobre eso, al estar presente el hecho no se lo niega haber sacado mercadería, se reconoce que hay
una deuda, pero esa deuda no está documentada para que se lo pueda cobrar, eso hace que el
numeral 1 del artículo 233 si este vigente” (sic); ii) Con relación al elemento domicilio, verificado
notarialmente según el acta notariada “16/2019”, el mismo no es legal; puesto que: “…el articulo 20
numeral H, con relación al numeral Ñ de la ley del notario, le prohíbe al notario hacer actos afuera
de su oficina, para que haga una verificación y sea válida, tiene que ser con autorización judicial, o
con un requerimiento fiscal (…), además acá lo han subrayado dice, la vivienda no es propia, no es
propietaria, que se quede el señor Rodolfo Mamani Hallacalla quien al ser un socio laboral le presta
la casa, pero como sabemos que el realmente es dueño ese señor, si yo voy a acreditar mi domicilio,
acredito mi documento de propiedad, si acredito una vivienda en un domicilio ajeno entonces tengo
que demostrar la autorización que tengo por el propietario para vivir sea anticresista, sea inquilino,
sea tolerado, sea prestadito como sea, pero eso se tiene que demostrarse que es el propietario, aquí
aparte de la notario hasta la fecha no he visto nada, existen facturas, certificado de nacimiento, si
no existe otra documentación para acreditar la verificación domiciliaria la señora juez ha hecho una
interpretación errónea al considerar el elemento domicilio como acreditado…” (sic); iii) En cuanto al
elemento trabajo, manifestó que: “…Aquí solamente existen solo facturas, la juez solo consideró las
facturas y una escritura de sociedad de una empresa de consultoría parece que no ha valorado
correctamente, la empresa unipersonales si bien es cierto que están liberadas de ciertos tramites de
Fundempresa, pero tienen que tener un registro en alguna parte aquí se demuestra que fue
registrado en la renta le han autorizado para emitir facturas pero debería haber contrato, la suscrita
no estaría completa porque toda consultoría que se realiza está sujeta a alguna reglamentación que
se la pone en el contrato y se puede observar que no existe (…), si bien es cierto hay factura dice el
monto y dice consultor personal, ¿pero en qué? (…), por ese motivo la señora juez ha hecho mal en
valorar ese elemento” (sic); iv) Con relación al art. 234.4 del CPP, en este caso, no ha habido una
presentación espontánea por parte del ahora accionante, pues lo tuvieron que ir a buscar para
aprehenderlo, discutiendo además que dicho acto era ilegal; por ello, demostró con su
comportamiento su voluntad de no someterse al proceso, siendo que ya conocía del delito que se le
estaba imputando; v) En relación a la actividad delictiva anterior atribuida al prenombrado, citando
el Auto Supremo “6/2019”, estableció que: “Este caso que se está analizando no se en cuadra en
este tipo o en esa interpretación de esta sentencia porque se trata reciente que se está entrando, no
podemos hacer una comparación de una denuncia vigente en trámite con una denuncia que
posiblemente que habrá pasado con ella después de tantos año [s] (…), por ese motivo cuando habla
el artículo 234 numeral 8 del código procedimiento penal dice en forma clara dice de que una sola
denuncia de ese tiempo acá se trata de 4 denuncia vigente en trámites que se han hecho en menos
de un año, no es que yo presuma la culpabilidad en esa denuncia pero hay un hecho material y el
hecho material esta encima del procedimiento formal porque así lo determina el artículo 180 de la
Constitución Política del Estado cuando hace el relato de ese artículo, primero pone la defensa
material más en seguida esta los actos procedimentales por ese motivo la sentencia no es aplicable
en el presente caso, por eso estaría vigente el Numeral 8” (sic); y, vi) Con referencia al art. 235.2
del CPP, señaló que: “…en este caso se ha individualizado testigos, incluso se ha dicho que se ha
pagado a unos cuantos que aquí están nombres y apellidos, se ha dicho que un testigo ya no ha
querido ir a declarar, si es caso que eso está pasando no va declarar claro está influenciado y es
influenciado la identificación de los testigos es en el momento que se ha hecho la imputación ahí es
donde se está indicando en la investigación no después, si bien es cierto que la declaraciones de los
testigos para que tenga validez tiene que ser que se presente al juicio oral público y contradictorio
pero solo son esos los que van a declarar, que m[á]s testigos que las v[í]ctimas pues las v[í]ctimas
van a ir a declarar entonces la v[í]ctima está identificadas y en ellos pueden influir en ellos por ese
motivo al ver que uno no haya ido, al ver que unos otros socios el numeral 2 del artículo 235 estaría
vigente” (sic).
Bajo este contexto, corresponde establecer si el Tribunal de alzada con sus argumentos, tiende a
lograr el convencimiento de las partes de que su pronunciamiento no es arbitrario, sino por el
contrario, observa el valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad
y congruencia; en este sentido, si bien los Vocales demandados, cada uno a su turno, hizo referencia
a la probabilidad de autoría y los riesgos procesales previstos por los arts. 233.1; 234 numerales 1,
2, 4 y 8; y, 235.2 del CPP, en atención a los agravios formulados por el accionante en su recurso de
apelación (Conclusión II.3) y también por las víctimas; sin embargo, no se advierte la exposición
clara de los aspectos de hecho y de derecho que funden su determinación, en el marco de lo glosado
en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, tornando los
motivos analizados en arbitrarios, al sustentarse en fundamentos y consideraciones meramente
retóricas, basadas en conjeturas que carecen de sustento probatorio y jurídico, contrariando el
principio de verdad material previsto por el art. 30.11 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) que obliga
a jueces y tribunales de la jurisdicción ordinaria a fundamentar sus decisiones con la prueba relativa
solo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron.
Así tenemos que ambos Vocales, justifican la decisión de la Jueza de la causa, sin individualizar
debidamente los hechos atribuidos a las partes procesales ni describir los supuestos de hecho de la
norma jurídica aplicable al caso concreto, pues la simple cita de los arts. 233.1, 234 numerales 1, 2,
4 y 8; y, 235.2 del CPP, no cumple con las exigencias de una debida fundamentación y motivación;
tampoco describieron los medios de prueba aportados por el Ministerio Público, las víctimas y el
imputado, sustentando su determinación de tener por concurrentes la probabilidad de autoría y los
peligros de fuga y obstaculización referidos, esencialmente en los relatos de las víctimas. Además,
con argumentos incoherentes, pues de una revisión de la decisión de la Jueza de instancia, esta
dispuso la concurrencia del peligro de fuga en su elemento trabajo previsto en el art. 234.1 del citado
Código; no obstante, las autoridades demandadas expresaron que, no se valoraron los antecedentes
y la prueba cursante en obrados; en consecuencia estaría latente el elemento trabajo, concluyendo
en la revocatoria de la Resolución apelada; aspectos que sumados a la poca inteligibilidad de los
argumentos del fallo analizado, inciden en la debida fundamentación, motivación y congruencia,
impidiendo determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes
procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas
y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación de dicho nexo. Por otra parte,
respecto a la presentación en audiencia cautelar por parte de la defensa del imputado del Auto
Supremo “006/2019” referido al peligro de fuga establecido en el art. 234.8 del CPP -existencia de
actividad delictiva reiterada anterior-, las autoridades demandadas de manera muy poco clara
concluyeron en que la jurisprudencia invocada no era aplicable al caso concreto, porque la misma
“no se cuadra” o que “son otras circunstancias”; advirtiéndose que, esta falta de precisión, vulnera
el derecho a la debida fundamentación y motivación, siendo que los demandados tenían a su cargo,
la explicación lógica del porqué de su determinación, considerando además la integralidad de los
elementos probatorios aportados por las partes, como la certificación del Registro Judicial de
Antecedentes Penales (REJAP) presentado por el accionante, y no únicamente la fundamentación de
la parte denunciante y la mención del Ministerio Público sobre la existencia de una imputación formal
en el Juzgado de Instrucción Penal Decimocuarto de la Capital.
Arbitrariedades inadmisibles en el caso concreto, teniendo en cuenta que el deber de fundamentar y
motivar las decisiones, no solo alcanza al juez de instrucción penal, sino también al tribunal que
conoció de la apelación; en cuyo caso, las autoridades demandadas tenían la obligación reforzada de
motivar su decisión por tratarse de la apelación de una medida cautelar restrictiva de la libertad como
es la detención preventiva; debiendo en ese caso realizar nuevamente el análisis de los requisitos de
validez de dicha medida, teniendo en cuenta que en la presente causa, los Vocales demandados,
modificaron la decisión de la Jueza de instancia, que en su criterio no dio por concurrente el riesgo
procesal referido a que el imputado no tiene trabajo en el país. En síntesis, el Tribunal de apelación,
no cumplió con su rol de contralor de la actividad del inferior en grado, ejerciendo sus facultades
para revisar y en su caso modificar la resolución impugnada, dando respuesta a todos los agravios
denunciados en la impugnación.
Con relación a este último punto, se tiene que evidentemente el impetrante de tutela expresó como
agravio de su apelación, el hecho de no haber prestado su declaración informativa respecto al delito
de estafa agravada, ocasionando precisamente esta circunstancia que la mencionada autoridad
jurisdiccional declare la nulidad de su aprehensión, cuestionando así la decisión de la Jueza de
instancia de tener por concurrente la probabilidad de autoría prevista en el art. 233.1 del CCP; agravio
que no tuvo respuesta alguna por parte de las autoridades demandadas, incidiendo este aspecto en
la congruencia externa del pronunciamiento de alzada. Del mismo modo, el accionante expuso en la
audiencia de apelación, que la Jueza de la causa vulneró lo dispuesto por el art. 279 del Adjetivo
Penal, al tomar declaraciones a personas que no fueron denunciantes como Juan Carlos Mamani y
Omar Castro; motivo que tampoco ameritó consideración alguna por los Vocales demandados,
afectando de igual manera a la coherencia del fallo revisado por no guardar correspondencia con lo
apelado en este caso por el solicitante de tutela; omisiones que constituyen lesiones al principio de
congruencia, entendido como la obligación de los tribunales de apelación de dar respuesta a todos
los puntos impugnados por las partes, conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional fallo, delimitando su competencia de
acuerdo a lo previsto por el art. 398 del CPP que establece: “Los tribunales de alzada circunscribirán
sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución”; en dicho mérito, corresponde
conceder la tutela impetrada, debiendo las autoridades demandadas subsanar las arbitrariedades
señaladas, observando los parámetros de debida fundamentación, motivación y congruencia
desarrollados en el presente fallo constitucional.
Con relación a la solicitud de aclaración, complementación y enmienda planteada por el imputado en
la misma audiencia de apelación, sobre la concurrencia de los riesgos procesales contenidos en los
arts. 234.8 y 235.2 del señalado Adjetivo Penal, donde el solicitante de tutela denunció que las
autoridades demandadas no aclararon nada al respecto; de una revisión del fallo de alzada
cuestionado, se evidencia que, el accionante, planteó su solicitud, únicamente con relación al art.
234.8 del CPP; en dicho mérito, los miembros del Tribunal de apelación a más de hacer mención a
una imputación signada con el número “1815807”, así como las denuncias “20001402523”,
“200148684”, “70168626”, “7029” y “70168620”, consideraron que su pronunciamiento se
encontraba debidamente fundamentado, disponiendo no ha lugar la solicitud del encausado; por lo
mismo, no se advierte incongruencia omisiva respecto de este motivo.
III.4.2. Sobre la interpretación de la legalidad del Tribunal de alzada
El accionante, denuncia que el Tribunal de apelación interpretó de manera “errada” el art. 20 incs.
h) y o) de la LNP, estableciendo de forma ilegal prohibiciones que no se encuentran previstas en la
norma; en tal sentido, conforme se tiene glosado en el Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo
constitucional, en aplicación del principio de informalismo que caracteriza la acción de libertad,
corresponde ingresar directamente en el análisis de fondo de la problemática, revisando si la
interpretación del Tribunal demandado, se encuentra al margen de los principios de legalidad y por
ende si existe violación de derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, en virtud a una
incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico.
Al respecto, el vocal Victoriano Morón Cuéllar a tiempo de fundamentar su respectivo voto, cuya
consecuencia fue la revocatoria de la decisión de la Jueza de instancia, agravándola añadiendo a los
riesgos procesales contemplados por esta autoridad, el peligro de fuga previsto por el art. 234.1 del
CPP en su elemento domicilio, señaló que: “…el articulo 20 numeral H, con relación al numeral Ñ de
la ley del notario, le prohíbe al notario hacer actos afuera de su oficina, para que haga una verificación
y sea válida, tiene que ser con autorización judicial, o con un requerimiento fiscal (…), aquí aparte
de la notario hasta la fecha no he visto nada, existen facturas, certificado de nacimiento, si no existe
otra documentación para acreditar la verificación domiciliaria la señora juez ha hecho una
interpretación errónea al considerar el elemento domicilio como acreditado…” (sic); en consecuencia,
para extraer el sentido y finalidad de estas normas; además, de realizar una interpretación gramatical
de las mismas, se debe efectuar una interpretación sistemática de otros preceptos jurídicos,
asegurando el respeto al principio de legalidad y por consiguiente el debido proceso, vinculados al
derecho a la libertad.
En ese sentido, el art. 20 de la LNP, establece como prohibiciones para las notarias y notarios de fe
pública, entre otros: h) El traslado o entrega de los documentos notariales, matrices y protocolos
fuera de lo establecido en la presente Ley; y, o) La extensión o protocolización de documentos
notariales fuera de su oficina notarial, con excepción de testamentos, inventarios y otros que por su
naturaleza u objeto la notaria o el notario deba realizar fuera de la misma; asimismo, establece lo
siguiente:
“ARTÍCULO 14. (NOMBRAMIENTO, GARANTÍA Y POSESIÓN).
(…).
v. La notaria o el notario de fe pública, ejercerá sus funciones dentro del ámbito territorial establecido
en su nombramiento, a partir de la fecha de su posesión.
(...)
ARTÍCULO 37. (ACTOS DE COMUNIDADES O PUEBLOS INDÍGENA ORIGINARIO
CAMPESINOS Y AFROBOLIVIANOS). Las notarias y los notarios de fe pública, a solicitud de las
y los interesados, podrán asistir y dar fe de los actos que comúnmente practican las comunidades o
pueblos indígena originario campesinos y afrobolivianos ubicados dentro de su ámbito territorial, y
se asentarán mediante acta.
(...)
ARTÍCULO 67. (DOCUMENTOS NOTARIALES EXTRAPROTOCOLARES).
I. Los documentos notariales extra-protocolares son:
policial, que por mandato del art. 295.6 del CPP, tiene facultades para practicar el registro de lugares,
incluyendo el registro domiciliario del imputado; por el contrario, el Juez de la causa con la facultad
de los arts. 171 y 173 del aludido Código, deberá admitir como medios probatorios, todos aquellos
elementos lícitos, asignando el valor correspondiente a cada uno de ellos en base a la sana crítica,
siendo esta autoridad en última instancia la que de manera fundada dispone la pertinencia o validez
de la prueba aportada por las partes; por consiguiente, corresponde conceder la tutela solicitada a
este respecto.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al conceder en parte la tutela solicitada, valoró
correctamente los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 16 de 11 de julio de 2019, cursante de fs. 153 vta. a
159 vta., emitida por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada, en los términos expresados en
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
la designación de un perito y no recurrir a uno particular; iv) Es cierto que el Tribunal Constitucional
Plurinacional en diferentes sentencias ha establecido que el Ministerio Público no pierde la dirección
del proceso aun cuando se haya emitido la acusación correspondiente, “…puede emitir requerimiento,
pero no en el acto investigativo, porque ya hizo la acusación…” (sic); v) El Tribunal -se entiende que
se alude al Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de Santa Cruz- debió
ordenar el oficio solicitado por la impetrante; empero, ante la negativa se correspondía agotar todos
los mecanismos de reclamo en la vía ordinaria para recién recurrir a la jurisdicción constitucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante la Imputación Formal de 7 de noviembre de 2018, presentada ante la Jueza de
Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la Mujer de turno de la Capital del departamento
de Santa Cruz, el Fiscal de Materia asignado al caso, solicitó la aplicación de medidas cautelares de
carácter personal contra Flabia Joany Justiniano Rojas -ahora accionante- por la presunta comisión
del delito de trata de personas con fines de explotación sexual y proxenetismo (fs. 29 a 32 vta.).
II.2. A través del Auto Interlocutorio 111/18 de 8 de noviembre de 2018, la Jueza de Instrucción
Penal Decima de la Capital del departamento de Santa Cruz, determinó la detención preventiva de la
impetrante de tutela en el Centro Penitenciario Palmasola de ese departamento (fs.42 vta. a 47 vta.).
II.3. Mediante Auto de Vista 321 de 7 de diciembre del año antes indicado, la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, en audiencia de consideración de apelación a la
medida cautelar impuesta a la peticionante de tutela, confirmó parcialmente el Auto Interlocutorio
referido supra, manteniendo vigentes los peligros procesales establecidos en los arts. 234.10 y 235.2
del CPP (fs. 52 a 55 vta.).
II.4. Mediante Auto Interlocutorio 10/19 de 2 de abril de 2019, la Jueza de Instrucción Penal Décima
de la Capital del departamento de Santa Cruz, rechazó la solicitud de cesación de la detención
preventiva, presentada por la accionante (fs. 59 vta. a 62).
II.5. A través de memorial presentado el 3 del mismo mes y año mencionado, Marina Pérez Huaylla,
Fiscal de Materia, puso a conocimiento del Juez antes referido, la acusación formal emitida contra la
prenombrada y otro (fs. 63 a 66).
II.6. Por memorial presentado el 17 de mayo de 2019, ante la Fiscal de Materia asignada al caso -
ahora demandada-, la impetrante de tutela solicitó a esta, requiera al “PSIQUIATRA FORENSE, Dr.
GERARDO CARLOS GUZMÁN SALAZAR…
Para que realice una pericia forense en mi persona en los puntos siguientes:
1.- Realice una valoración de mi Personalidad.
2.- Realice un Test Psicométrico de peligrosidad.
3.- Realice la valoración de la documentología que determine veracidad y grado de credibilidad de
las declaraciones informativas prestadas” (sic [fs. 3 a 4]).
II.7. Mediante decreto de igual fecha, la autoridad demandada, negó la extensión del requerimiento
solicitado, estableciendo que “…los motivos que fundaron la detención preventiva de la impetrante
no tienen relación con lo solicitado (…) esta constituiría un acto investigativo que no se puede realizar
en esta etapa del proceso” (sic [fs. 5]).
II.8. A través de memorial presentado el 30 del mismo mes y año antes indicado, ante el Ministerio
Público, la peticionante de tutela, reiteró requerimiento “…PARA EVALUACIÓN PERICIAL PARA
ENERVAR PELIGRO DE FUGA” (sic); empero, por providencia de 31 del mismo mes y año, la Fiscal
de Materia asignada al caso, dispuso estar a lo determinado con anterioridad y lo establecido en el
art. 209 del CPP (fs. 6 a 8).
II.9. Por memorial presentado el 6 de junio de 2019, ante el Tribunal de Sentencia Penal Noveno de
la Capital del departamento de Santa Cruz, la impetrante de tutela solicitó “…CONTROL
JURISDICCIONAL Y REITERA PERICIA PARA DESVIRTUAR EL ART. 234.10) DEL CPP” (sic), que fue
atendido mediante decreto de 13 del mes y año antes indicado, en el que se señaló “…deberá estarse
al decreto de fecha 23 de mayo de 2019, debiendo recurrir ante el Ministerio P[ú]blico de acuerdo a
la SC 775/2018S4 del 14 de noviembre de 2018” (sic [fs. 23 a 26]).
II.10. Mediante memorial presentado el 19 de similar mes y año, ante la autoridad demandada, por
tercera ocasión la accionante solicitó la emisión del requerimiento antes mencionado, indicando que
la finalidad de este, sería desvirtuar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del CPP; en razón
de ello, la Fiscal aludida emitió el decreto de la misma fecha, indicando que no correspondía realizar
la pericia impetrada; toda vez que, en la última audiencia de consideración de cesación de la
detención preventiva, se habría presentado certificado realizado por un profesional del área de
psicología y la Jueza de la causa, aclaró que la concurrencia del riesgo antes referido, no estaba
sujeto al estado mental, emocional o psicológico de la ahora peticionante de tutela, además, “…si la
impetrante considera que la pericia a la que se quiere someter puede servirle como prueba de
descargo para la obtención de su libertad mediante la cesación, tiene la vía expedita para acudir de
manera directa ante cualquier profesional perito en psicológica (…) no necesita requerimiento fiscal
alguno…” (sic [fs. 9 a 11 vta.]).
II.11. Consta memorial presentado en la fecha antes señalada, ante el Tribunal de Sentencia Penal
Noveno de la Capital del departamento de Santa Cruz, por el que la solicitante de tutela reiteró
solicitud de control jurisdiccional, requiriendo se conmine a la Fiscal de Materia asignada al caso, a
que acceda a la petición de pericia forense; que fue atendida mediante decreto de 24 del mismo mes
y año, estableciendo el mismo que “…deberá recurrir al fiscal de Distrito esa es la autoridad superior
y no el tribunal, de conformidad con el art. 279 del CPP” (sic [fs. 27 a 28]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la libertad
y a una justicia plural, pronta oportuna y sin dilaciones; toda vez que, la Fiscal de Materia asignada
al caso, rechazó las solicitudes de requerimiento para la obtención de certificaciones psiquiátricas a
ser presentadas como prueba para desvirtuar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del
CPP, en audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva, argumentando que no
podía emitirse dicha petición en razón a que el proceso penal seguido en su contra, ya contaba con
acusación formal y que su pretensión respondía a la promoción de nuevos actos investigativos, que
no corresponden en etapa de juicio oral.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela.
III.1. Atribución de emitir requerimientos necesarios para obtener documentación
destinada a la presentación de una solicitud de cesación a la detención preventiva
La SCP 0775/2018-S4 de 14 de noviembre de 2018, haciendo referencia a la modulación de la SCP
0415/2015-S3 de 23 de abril, a través de la SCP 0134/2018-S4 de 16 de abril, estableció que: “…al
margen de que se tenga una acusación formal contra un imputado y el proceso se encuentre en
etapa de juicio oral, el Ministerio Público, en cumplimiento del derecho a la petición y los
principios que rigen a la indicada institución, debe otorgar los requerimientos que
correspondan, máxime si los mismos son con la finalidad de solicitar la cesación a la
detención preventiva, dado la importancia que amerita la protección del derecho a la
libertad, ya que la obtención de los citados requerimientos, puede definir la situación
jurídica del privado de libertad” (las negrillas nos corresponden).
La referida SCP 0134/2018-S4, señaló que: “A la luz de este marco constitucional y legal, se tiene
que el Ministerio Público se constituye en una institución de especial importancia en la eficacia de la
persecución penal pública y representa a la sociedad velando el respeto de los derechos y garantías
constitucionales; en este contexto, sus actuaciones deben enmarcarse dentro de los principios y
valores constitucionales, y al bloque de convencionalidad; es así que, si el Ministerio Público mediante
sus representantes, presentan la acusación formal conforme el art. 323 inc. 1) del CPP, y se constituye
en parte contraria de la o del imputado, eso no impide de ninguna manera, que aún pueda emitir
requerimientos fundamentados, dando curso a solicitudes que sirvan para recolectar elementos para
una petición de cesación a la detención preventiva, tomando en cuenta que la referida cesación es
un instituto accesorio al proceso principal -donde no se discute si el imputado es culpable o no- en
el cual, éste debe suscitar un incidente que aborde las causales establecidas en el art. 239 del CPP,
y que en caso de ser declarado procedente, no tiene ninguna repercusión para el fondo del proceso,
pues las medidas cautelares -como se dijo- es un instituto procesal tendiente a evitar los peligros de
obstaculización del proceso y buscan asegurar la presencia del imputado en el juicio, siendo una de
sus características que estas medidas no causan estado; de ahí su revestimiento de su carácter
excepcional, instrumental y de necesidad.
Consiguientemente, a la luz del principio de favorabilidad y la fuerza expansiva de los derechos
fundamentales, el Ministerio Público tiene el deber de emitir requerimientos para la obtención de
documentos que sirvan a la o el imputado a presentar un incidente de cesación a la detención
preventiva, aún exista acusación formal; sin perjuicio de que éste, también pueda hacerlo directa y
particularmente efectivizando su derecho constitucional a la petición, pues el art. 24 de la CPE, señala
que: ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y
a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más
requisito que la identificación del peticionario’; similar precisión, está inserta en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que en su art. XXIV, precisa: ‘Toda persona tiene
derecho de presentar peticiones respetuosas a cualquier autoridad competente, ya sea por motivo
de interés general, ya de interés particular, y el de obtener pronta resolución’…
Consiguientemente, cuando ya exista acusación formal, independientemente de que se acuda o no
al Ministerio Público, la o el imputado puede solicitar la documentación que requiera para su cesación
a la detención preventiva de manera directa, descongestionando así la labor del Ministerio Público;
considerándose también que en el instituto de medidas cautelares rige la libertad probatoria y a partir
de esta facultad, será el juez o tribunal quien le otorgue el valor que corresponda a la prueba, en
coherencia con ello, se aclara que en este instituto no rige la exclusión probatoria siendo un medio
diseñado exclusivamente para el juicio oral”.
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la libertad
y a una justicia plural, pronta oportuna y sin dilaciones; toda vez que, la Fiscal de Materia asignada
al caso, rechazó las solicitudes de requerimiento para la obtención de certificaciones psiquiátricas a
ser presentadas como prueba para desvirtuar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del
CPP, en audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva, argumentando que no
podía emitirse dicho requerimiento en razón a que el proceso penal seguido en su contra, ya contaba
con acusación formal y que su pretensión respondía a la promoción de nuevos actos investigativos,
que no corresponden en etapa de juicio oral.
De los antecedentes insertos en el expediente, se tiene que dentro del proceso penal seguido contra
la solicitante de tutela por la presunta comisión del delito de trata de personas con fines de
explotación sexual y proxenetismo, estipulado en el art. 281 núm. 6) y 321 del Código Penal (CP)
modificado por la Ley Integral contra la Trata y Tráfico de Personas, encontrándose detenida
preventivamente en el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz, impetró en tres oportunidades
a la autoridad demandada requiera pericias forenses que procuren prueba objetiva para desvirtuar
el peligro procesal inserto en el art. 234.10 del CPP, buscando con ello, la cesación de su medida
cautelar; empero, esta estableció primeramente, que no corresponde lo pedido en razón de que el
proceso ya cuenta con acusación formal y que lo que se pretende es generar actos investigativos;
posteriormente, que lo impetrado debía ser atendido por el Juez a cargo de la causa; y, finalmente
que no era necesario el requerimiento fiscal para generar la prueba señalada. Asimismo, la impetrante
de tutela instó al Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento precitado,
pronunciarse respecto a las solicitudes presentadas ante la autoridad demandada, pidiendo se
conmine a la fiscal aludida emita lo pedido; señalando estos, que debía recurrir al Ministerio Público
audiencia; toda vez que, se vulnera el derecho de las autoridades demandadas, en “…la acción de
libertad en la cual no se fundamenta la necesidad de la acción de libertad…” (sic); y, b) El Juez
ordinario es quien determinará si en el futuro esa medida es necesaria o no, el Auto de Vista cuenta
con fundamentación haciendo el control de legalidad, por lo que, solicitó se deniegue la tutela al no
poder dilucidarse situaciones que no corresponden a la jurisdicción constitucional, sino a la
jurisdicción ordinaria.
I.2.4. Intervención de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia
Paolo Ameth Romay Amador, Abogado de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del departamento
de Chuquisaca, en audiencia solicitó se deniegue la tutela solicitada por considerar que los Vocales
demandados precautelaron los derechos de la menor.
I.2.5. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Tercero del departamento de Chuquisaca, constituido en Juez de
garantías, por Resolución 14/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 52 a 56, denegó la tutela solicitada;
bajo los siguientes fundamentos: 1) El Auto de Vista 218/2019 realizó consideraciones en principio,
sobre la admisibilidad y los motivos de los recursos de apelación del Ministerio Público y la Defensoría
de la Niñez y Adolescencia, concluyendo en la admisión de estos; y, si bien no existe el verbo rector
-recibir- a una menor de edad, este no fue el elemento principal para disponer la revocatoria de las
medidas sustitutivas; 2) Como refirió el Ministerio Público: “…no puede disponer el Tribunal que se
anulen Autos y se vuelvan a repetir Autos, cuando está dentro de sus facultades el resolver alguna
omisión que se hubiere realizado la Autoridad inferior; En este análisis la Autoridad superior tiene la
obligación de reparar cualquier agravio que se le haya causado, o cualquier omisión que hubiese
inferido la Autoridad inferior…” (sic), en mérito a ello es que se determinó la revocatoria de la
Resolución impugnada disponiendo la detención preventiva; 3) Con referencia a la jurisprudencia
constitucional, la SC 1846/2004-R y las SSCCPP 759/2015-S3 y 1917/2017-R, señalaron que es
posible la revisión de la interpretación de la legalidad ordinaria por la justicia constitucional cuando
se presentan única y exclusivamente la vulneración de los derechos fundamentales; 4) En el Auto de
Vista antes referido, no se especificó de manera clara cuál es el derecho o garantía vulnerado, motivo
por el cual no se aperturó la posibilidad de revisar la legalidad ordinaria; y, 5) Asimismo la SCP
0094/2015-S1 de 13 de febrero, señaló que el debido proceso no puede causar ningún efecto, en el
caso de la vertiente de la legalidad, indica que los principios no puede ser sujetos de una valoración
por un juez de garantías.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de antecedentes cursantes en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consigna acta de audiencia pública de consideración de medida cautelar de detención
preventiva de 28 de junio de 2019, actuado en el cual se emitió el Auto Interlocutorio de la misma
fecha, disponiendo la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva, entre ellas, la
detención domiciliaria con custodia policial (fs. 2 a 7 vta.).
II.2. Por memorial presentado el 1 de julio de 2019, Carmen Rosa Encinas, Fiscal de Materia asignada
al caso, interpuso recurso de apelación incidental contra la Resolución referida supra (fs. 8 al 17).
II.3. Mediante memorial del mismo mes y año señalados precedentemente, la Defensoría de la Niñez
y Adolescencia D-2 y D-3 del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, se apersonó al proceso penal,
pidiendo se declare procedente el recurso de apelación (fs. 18 a 21).
II.4. A través de Auto de Vista 218/2019 de 18 de julio, los Vocales demandados declararon
procedente el recurso de apelación planteado, revocando el Auto Interlocutorio indicado en la
Conclusión II.1, imponiendo la detención preventiva de los peticionantes de tutela (fs. 22 a 25 vta.)
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento
legalidad; argumentando que, las autoridades demandadas revocaron el Auto Interlocutorio de 28
de junio de 2019, emitido por la Jueza a quo, disponiendo su detención preventiva, sin considerar
que el motivo de la apelación formulada por el Ministerio Público denunciaba simplemente indebida
fundamentación de la decisión recurrida respecto a la concurrencia de la probabilidad de autoría,
aplicando una interpretación que se aparta del texto normativo y los elementos objetivos del tipo
penal descrito y sancionado por el art. 281 bis del CP, al adicionar el verbo rector -recibir a la menor-
y establecer la concurrencia de la probabilidad de autoría.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. De las facultades de los tribunales de alzada al resolver apelaciones en materia de
medidas cautelares restrictivas de la libertad personal. Jurisprudencia reiterada
Sobre esta temática, la SCP 0077/2012 de 16 de abril, estableció el siguiente criterio: “…el límite
previsto por el art. 398 del CPP a los tribunales de alzada, de circunscribirse a los aspectos
cuestionados de la resolución, no implica que los tribunales de apelación se encuentren eximidos de
la obligación de motivar y fundamentar la resolución por la cual deciden imponer la medida cautelar
de detención preventiva, quedando igualmente obligados a expresar la concurrencia de los dos
presupuestos que la normativa legal prevé para la procedencia de la detención preventiva, en el
entendido que ésta última determinación únicamente es válida cuando se han fundamentado los dos
presupuestos de concurrencia, para cuya procedencia deberá existir: 1) El pedido fundamentado
del fiscal o de la víctima aunque no se hubiere constituido en querellante; 2) La
concurrencia de los requisitos referidos a la existencia de elementos de convicción
suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un
hecho punible y la existencia de elementos de convicción suficiente de que el imputado
no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad; circunstancias que
deben ser verificadas y determinadas por el tribunal y estar imprescindiblemente expuestas en el
auto que la disponga, por lo mismo, la falta de motivación por parte de los tribunales de
alzada no podrá ser justificada con el argumento de haberse circunscrito a los puntos
cuestionados de la resolución impugnada o que uno o varios de los presupuestos de
concurrencia para la detención preventiva no fueron impugnados por la o las partes
apelantes” (las negrillas son nuestras).
En este mismo sentido, la SCP 1471/2012 de 24 de septiembre, señaló que: “ …debe comprenderse
que lo dispuesto por el art. 398 del CPP, impone al juzgador que a tiempo de resolver la apelación,
responda a todos los puntos apelados, más no lo libera a que en virtud a ello, se abstenga de analizar
los presupuestos previstos por el art. 233 del CPP; al contrario, dicha obligación debe igualmente
cumplirse inexorablemente, toda vez que el imputado tiene el derecho de conocer inequívocamente
los motivos que llevaron al tribunal de apelación a mantener, revocar o modificar una medida
cautelar, lo que no implica de ninguna manera, que la valoración de los elementos
concurrentes, represente un apartamiento de los aspectos impugnados” (las negrillas nos
pertenecen).
En síntesis, si bien los tribunales de alzada tienen la facultad de disponer la revocatoria de las medidas
sustitutivas a la detención preventiva, para aplicar la medida cautelar extrema de la detención
preventiva, prevista en el art. 233 del CPP, coexiste junto a esta facultad el deber de fundamentar
su determinación, considerando indefectiblemente la concurrencia del fumus boni iuris como
conducta atribuible a una persona y que amerite el ejercicio estatal del ius puniendi, en los términos
previstos por el art. 233.1 del Código Adjetivo Penal, es decir: “La existencia de elementos de
convicción suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un
hecho punible”; así como el periculum in mora, o la concurrencia de los riesgos de fuga u
obstaculización, que conforme señala el art. 233.2 del señalado Código acrediten: “La existencia de
elementos de convicción suficientes de que el imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la
averiguación de la verdad”; no obstante, lo anterior no implica que los tribunales de alzada excedan
de sus atribuciones previstas en la ley, pues si bien tienen la obligación de circunscribir su
competencia a los aspectos cuestionados de la resolución impugnada conforme prevé el art. 398 del
CPP, en caso de disponer la detención preventiva, deben cumplir con el principio de legalidad
establecido en el art. 23.I de la CPE que señala: “La libertad personal sólo podrá ser restringida en
los límites señalados por la ley…”; es por eso, que para imponer alguna medida restrictiva del derecho
a la libertad de las personas, los tribunales de apelación se encuentran compelidos a realizar el
análisis de la concurrencia de la probabilidad de autoría y de los riesgos procesales (SSCCPP
0339/2012 y 0058/2019-S4, entre otras).
III.2. Análisis del caso concreto
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento
legalidad; señalando que, los Vocales demandados revocaron el Auto Interlocutorio de 28 de junio
de 2019 de la Jueza a quo, disponiendo su detención preventiva, sin considerar que el motivo de la
apelación formulada por el Ministerio Público denunciaba únicamente indebida fundamentación de la
decisión apelada respecto a la concurrencia de la probabilidad de autoría, aplicando una
interpretación que se aparta del texto normativo y los elementos objetivos del tipo penal descrito y
sancionado por el art. 281 bis del CP, al adicionar el verbo rector -recibir a la menor- y establecer la
concurrencia de la probabilidad de autoría; en tal sentido, este Tribunal se circunscribirá a determinar
si las autoridades demandadas actuaron dentro del marco de sus competencias y si en el ejercicio de
estas vulneraron o no los derechos de los accionantes.
Conforme se tiene expuesto en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, los tribunales de apelación tienen la facultad de disponer la revocatoria de las medidas
sustitutivas a la detención preventiva dictadas en favor de las o los imputados; sin embargo, cuando
la determinación de alzada disponga la imposición de la medida cautelar de detención preventiva, las
Salas Penales de los Tribunales Departamentales de Justicia, en el marco de lo establecido en el art.
51.1 del CPP, deberán pronunciarse sobre: i) Los motivos de la apelación que originaron la apertura
de su competencia, conforme prevé el art. 398 del mismo cuerpo normativo; y, ii) El análisis sobre
la concurrencia de los requisitos para la detención preventiva, es decir, probabilidad de autoría y
peligros de fuga y obstaculización, contemplados en los arts. 233, 234 y 235 del mismo adjetivo
penal.
Bajo este contexto, se tiene que en el caso concreto la Jueza de Instrucción Penal Tercera del
departamento de Chuquisaca, emitió el Auto Interlocutorio de 28 de junio de 2019, disponiendo la
aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva en favor de los ahora impetrantes de
tutela, como ser la detención domiciliaria con custodio policial, entre otras (Conclusión II.1); contra
la referida Resolución el Ministerio Público y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno
Autónomo Municipal, con la permisión del art. 251 del CPP, interpusieron recurso de apelación
incidental, resuelto por los Vocales demandados quienes emitieron el Auto de Vista 218/2019 de 18
de julio, que declaró procedente el recurso planteado y en consecuencia, revocaron el Auto
Interlocutorio impugnado, imponiendo la detención preventiva de los imputados (Conclusión II.2).
De una revisión del pronunciamiento de alzada se tiene que, los Vocales demandados hicieron
mención del motivo de apelación formulado por el Ministerio Público, referido a la ausencia de
fundamentación y errónea interpretación y aplicación del art. 281 bis del CP por parte de la Jueza de
instancia, quien consideró la existencia de duda sobre la concurrencia de la probabilidad de autoría,
resolviendo precisamente al respecto los demandados lo siguiente: “…esa falta de pago, no resulta
ser óbice para que no concurra la probabilidad de autoría, porque podría darse el caso de que se
entregue a un ser humano de manera gratuita…”, considerando por ello evidentes tanto el único
motivo de apelación del Ministerio Público y los motivos tercero y cuarto de la apelación de la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia, circunscribiendo así su competencia a los aspectos
cuestionados del Auto Interlocutorio impugnado conforme establece el art. 398 del CPP; es por esta
razón que, a los efectos de disponer la detención preventiva de los procesados, los miembros de la
Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, ingresaron en el análisis
de la concurrencia de la probabilidad de autoría (fumus bonis iuris) prevista en el art. 233.1 del
adjetivo penal, concluyendo en base a los antecedentes del cuaderno de control jurisdiccional que
los sindicados son con probabilidad autores del delito de trata y tráfico de personas, previsto y
sancionado por el art. 281 bis del Código Sustantivo Penal; sin embargo, con relación a los peligros
de fuga y obstaculización (periculum in mora), simplemente se avocaron a señalar lo siguiente: “…a
parte de concurrir probabilidad de autoría y riesgos procesales, los antecedentes remitidos en Alzada,
dan cuenta que se ha tenido que tramitar un proceso de extradición de los imputados (…), de ahí
que este Tribunal entiende que nace la necesidad de cautela…”; aspectos que, nos inducen a
establecer que los Vocales demandados no ejercieron sus facultades en el marco de la jurisprudencia
desarrollada por este Tribunal, pues si bien respondieron a los motivos de la apelación de las partes
y además concluyeron en la existencia de “indicios suficientes” de que los imputados son con
probabilidad autores del hecho endilgado, no verificaron la concurrencia de los requisitos de validez
de la detención preventiva en cuanto a los peligros de fuga y de obstaculización previstos en los arts.
233.2, 234 y 235 del CPP, limitándose a asumir la existencia de los mismos, cuando al disponer una
medida restrictiva de la libertad personal como es la detención preventiva, tenían el deber de cumplir
con el principio de legalidad establecido en el art. 23.I de la CPE, es decir, determinar la existencia
de elementos de convicción suficientes de que los imputados no se someterán al proceso u
obstaculizarán la averiguación de la verdad, teniendo en cuenta que los encausados -ahora
accionantes- tienen el derecho de conocer los motivos por los que se revocó la decisión de la Jueza
de instancia y se agravó su situación jurídica; advirtiéndose en ese caso, la vulneración del principio
de legalidad vinculado con el debido proceso, y este a su vez con el derecho a la libertad de los
impetrantes de tutela, correspondiendo en consecuencia conceder la tutela solicitada.
Por todo lo expuesto, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, no evaluó en forma
correcta los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve
1º REVOCAR la Resolución 14/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 52 a 56, emitida por el Juez de
Sentencia Penal Tercero del departamento de Chuquisaca; y en consecuencia,
2º CONCEDER la tutela impetrada, debiendo la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Chuquisaca emitir un nuevo pronunciamiento observando los fundamentos de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
del Director del Centro Penitenciario Palmasola, se lo ha recluido solo con una orden de traslado,
extremos que pueden evidenciarse en su propio file; b) Si bien existe una orden de detención
preventiva, esta es únicamente para el Director del Centro San Pedro y no así para Palmasola, por
eso se está solicitando que mientras se libre el citado mandamiento por autoridad competente pueda
permanecer en las oficinas de la gobernación o en el sector “PC 6”, sección creada justamente para
las autoridades policiales o ex policías o ex autoridades judiciales; sin embargo, a la fecha se
encuentra en el “PC 2” en el bote de castigo “…una celda de 2x3 donde desgraciadamente y reitero
no es interno legalmente porque no hay mandamiento de detención y ha sido ahí puesto las 24 horas
él tiene una cama y hay un catre donde hace sus necesidades, no está siendo tratado como los
demás internos (…) son tratos inhumanos malos olores que salen de ahí, lo que nosotros estamos
pidiendo es que sea tratado como una persona privada de libertad pero que tenga todos los derechos
y garantías constitucionales que la Ley del Régimen Penitenciario lo establece…” (sic); y, c) Refiere
que estando recluido en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, al no tener familia en esa
ciudad, solicitó ser trasladado a Palmasola pero ahí se encuentra cerrado en una celda de castigo
donde no dejaron ingresar al personal del Régimen Penitenciario, ni al Director del Régimen tampoco
al del Establecimiento Penitenciario, no supieron dar razón del porque su aislamiento en una celda
de castigo donde falta comodidad, no tiene un baño sino un pozo ciego, hasta sus visitas permanecen
encerradas con él cuando van a verlo porque no tiene derecho a salir de la celda, solo come dos
veces por día, “…dicen por seguridad pero yo soy capitán están detenidos coroneles, mayores de
más alto rango que yo y de cargos más importantes que han tenido ellos y porque yo estoy donde
estoy, no pido que ellos lo lleven conmigo, sino que a mí me traten igual (…) no estoy pidiendo un
lujo simplemente que no me maltraten, que no hagan esta clase de abusos sin un justificativo; por
el tema de seguridad se creó el PC 6…” (sic) pero él se encuentra en una celda de castigo.
I.2.2. Informe de los demandados
Nelson Pacheco Barrios, Director del Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz, mediante informe
escrito de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 56 a 57 vta., manifestó lo siguiente: 1) El 5 de julio
de 2019, ingresó el privado de libertad Fernando Moreira Morón, al Centro Penitenciario Palmasola
de Santa Cruz, habiendo sido trasladado del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, en
cumplimiento a la orden de traslado de detenido preventivo, mediante oficio 581/2019 de 26 de
junio, emitida por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; 2) Esa
Dirección no tenía conocimiento de la revocatoria del Mandamiento de Detención Preventiva “…Por
lo que el registro del privado de libertad Fernando Moreira Morón, se realizó con la Orden de Traslado
de Detenido Preventivo, emitido por la SALA PENAL PRIMERA DEL TRIBUNAL
DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA DE SANTA CRUZ y el Mandamiento de Detención Preventiva
del Juzgado 10mo. [d]e Instrucción Cautelar de la Capital, que fueron remitidas en el expediente del
privado de libertad FERNANDO MOREIRA MORON, por el señor Director del Centro Penitenciario
de San Pedro de [L]a Paz” (sic); 3) Ingresó a un recinto separado de “PC-2” mujeres, a una pieza
con las condiciones de habitabilidad necesarias con patio al cual tiene acceso todos los días y recibe
visitas al igual que los demás internos; 4) El accionante ingresó a ese lugar por razones de seguridad,
debido a que habría molestia en los privados de libertad del “PC-4” quienes habrían sido recluidos en
ese Centro precisamente por el nombrado cuando trabajó en el Grupo Especial del Departamento de
Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) de la
ciudad de Santa Cruz, siendo un riesgo para el privado de libertad; y, 5) En “PC-6” se encuentran ex
funcionarios policiales, judiciales y otros, por razones de seguridad; empero, sería un sitio que no
cuenta con las garantías necesarias para evitar el ingreso de personas ajenas a dicho lugar con el
antecedente de que cuando hubo revueltas en el “PC-4” el primer espacio que tomaron fue el “PC-
6” pretendiendo agredir y poner en riesgo la integridad de los internos de esa sección.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 11 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 62 a 64, concedió la tutela impetrada,
ordenando al Director del Centro Penitenciario de Palmasola, que tiene a su cargo precautelar la
seguridad física como personal, trasladar al accionante a uno de los “PCS” que cuente con lo que
requiera para vivir dignamente, bajo los siguientes fundamentos: i) Los arts. 73 y 74 de la
Constitución Política del Estado (CPE) establecen que las personas privadas de libertad serán tratadas
con el debido respeto a la dignidad humana y que el Estado está a cargo de su reinserción social y
de velar por el cumplimiento de sus derechos, así como de la clasificación de acuerdo a los tipos de
delitos, edad y sexo; advirtiéndose en el caso presente, la reclusión del accionante en el pabellón de
mujeres, encontrándose este aspecto ligado íntimamente a la vida; ii) En el informe de la autoridad
demandada no se advierte la clasificación de los privados de libertad tal como prevé la norma, no
siendo posible saber si corresponde al accionante estar recluido en el lugar en el que se encuentra,
tomando en cuenta además, que permanece en la sección de mujeres arguyendo su seguridad, no
siendo lógico que siendo ex funcionario policial no fue internado en el sector “PC-6” como los demás,
dejando entrever como si la seguridad de esas personas no mereciera el mismo resguardo, ya que
argumenta que esta sección no contaría con las condiciones de seguridad necesarias; y, iii) Concluye
que el prenombrado Centro Penitenciario, “…no cuenta con lo necesario y lo suficiente para poder
brindar seguridad física y una clasificación adecuada a los internos privados de libertad como la propia
Constitución Política del Estado se lo exige tanto al Director del Régimen Penitenciario Dick Camacho
Banegas y al Director de la Cárcel Pública de Palmasola, no han tomado en cuenta lo que la
Constitución Política del Estado le obliga y le manda a hacer y el art. 74…” (sic) que es responsabilidad
del Estado la reinserción social de las personas privadas de libertad, además de velar por el respeto
de sus derechos, su retención y custodia en un ambiente adecuado según la clasificación, naturaleza
y gravedad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Auto Interlocutorio 94/19 de 8 de mayo de 2019, la Jueza de Instrucción Penal Décima de
la Capital del departamento de Santa Cruz, dispuso la detención preventiva de Gonzalo Felipe Medina
Sánchez y Fernando Moreira Morón, en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz y ordenó se
emita por secretaría el mandamiento correspondiente con todas las formalidades de ley (fs. 43 y
vta.).
II.2. Cursa Mandamiento de Detención Preventiva de 8 de mayo de 2019, que ordena al Director del
citado Centro Penitenciario para que proceda a la detención, debiendo poner bajo su segura custodia
y exclusiva responsabilidad al imputado Fernando Moreira Morón -hoy accionante-, dispuesta en
audiencia de medidas cautelares por el Juzgado de Instrucción Penal Décimo del mencionado
departamento, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, por la
presunta comisión del delito de encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación; debiendo
otorgársele todas las medidas de seguridad a objeto de precautelar la integridad física del mismo (fs.
45).
II.3. A través del Auto de Vista 102 de 5 de junio de 2019, la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, revocó los Autos 94/2019 y 95/2019 de 8 de mayo, y
dispuso la detención preventiva de Gonzalo Felipe Medina Sánchez y Fernando Moreira Morón, en el
Centro Penitenciario Palmasola del referido departamento; para lo cual por secretaria se libro los
correspondientes mandamientos de detención preventiva y orden de traslado correspondiente (fs. 23
a 25 vta.).
II.4. Mediante orden de traslado 581/2019 de 26 de junio, dirigido al Director del Centro Penitenciario
“San Pedro” de La Paz, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
emitió la orden de traslado de detenido preventivo Fernando Moreyra Morón al Centro Penitenciario
Palmasola (fs. 20).
II.5. Cursa acta de entrega de detenido y file personal de 5 de julio de 2019, en el que consta que
el Jefe de Seguridad Externa “Penitenciaria” San Pedro, entregó en Palmasola al privado de libertad
Moreyra Morón Fernando, a Nelson Pacheco Barrios, “Gobernador del Centro Penitenciario de
Palmasola” (fs. 19).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
acuerdo al art. 9.2 de la CPE, el Estado tiene como fin y función especial ‘Garantizar el
bienestar, el desarrollo, la seguridad y la protección e igual dignidad de las personas, las
naciones, los pueblos y las comunidades, y fomentar el respeto mutuo y el diálogo
intracultural, intercultural y plurilingüe’.
Además de estar concebida como un valor, la dignidad también está consagrada como un
derecho en el art. 21.2 de la CPE, el cual establece que las bolivianas y los bolivianos tienen,
entre otros, derecho ‘A la privacidad, intimidad, honra, honor, propia imagen y dignidad’. Asimismo
en el art. 22, ha establecido: ‘La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y
protegerlas es deber primordial del Estado’.
Por su parte, el art. 11.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, establece que:
‘Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad’.
Ahora bien, la jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0338/2003-R de 19 de marzo,
reiterada por la SC 1694/2011-R de 21 de octubre y la SCP 0251/2012 de 29 de mayo, entre otras,
ha establecido que la dignidad ‘designa un conjunto de creencias, valores, normas e ideales que, de
una manera u otra, asumen como postulado que hay un valor intrínseco o una condición especial de
lo humano, lo que implica que hay una forma de existir superior que de hecho está viviendo la gente.'
(…)
Conforme a ello, la SC 0667/2006-R de 12 de julio, reiterada por la SCP 0966/2012 de 22 de agosto,
estableció que el derecho a la dignidad se vulnera por los actos o disposiciones que ‘…degrade o
envilezca a la persona a un nivel de estima incompatible con su naturaleza humana, cualquiera sea
el lugar o situación en la que se encuentre. Este componente constante o mínimo del derecho a la
dignidad debe ser verificado teniendo en cuenta la situación concreta…’.
De acuerdo a los razonamientos glosados, la persona no puede ser tratada como un medio, sino
como un fin en sí misma y, por lo tanto, están proscritos aquel tratamiento de la persona que
desconozcan su valor como un fin, por su condición de ser humano y, en ese sentido, la dignidad
acompaña en todo momento a la persona, aún se encuentre bajo circunstancias que
impliquen la restricción momentánea de algunos derechos, como por ejemplo, la
privación de libertad, ya sea como consecuencia de una sanción o como una medida
cautelar.
En ese sentido, debe mencionarse al art. 73.I de la CPE, que respecto a las personas privadas de
libertad sostiene que: ‘Toda persona sometida a cualquier forma de privación de libertad
será tratada con el debido respeto a la dignidad humana’. Por su parte, el art. 2 de la Ley de
Ejecución Penal y Supervisión (LEPS), en su último párrafo sostiene que: ‘Las únicas limitaciones a
los derechos del interno son las emergentes de la condena y las previstas en esta Ley; fuera de ellas
no es aplicable ninguna otra limitación’.
A su vez, el art. 5 de la LEPS, bajo el nombre de ‘Respeto a la Dignidad’, sostiene que ‘En los
establecimientos penitenciarios, prevalecerá el respeto a la dignidad humana, a las
garantías constitucionales y a los derechos humanos. Queda prohibido todo trato cruel,
inhumano o degradante. Quien ordene, realice o tolere tales conductas, será pasible de
las sanciones previstas en el Código Penal, sin perjuicio de otras que le correspondan’, y
el art. 9 de la misma Ley de manera expresa dispone que ‘La persona privada de libertad es un sujeto
de derechos que no se halla excluido de la sociedad. Puede ejercer todos los derechos no afectados
por la condena o por esta Ley y, debe cumplir con todos los deberes que su situación legalmente le
imponga’ (las negrillas nos corresponden).
En ese sentido, conforme concluyó la SCP 1624/2013 de 4 de octubre, '…la privación de libertad ,
implica la restricción de aquellos derechos que, por la naturaleza de la condena o de la medida
cautelar (detención preventiva), se vean afectados, sin lesionar el derecho a la dignidad de las
personas y menos sus derechos a la vida o a la integridad física; pues los mismos bajo ninguna
circunstancia quedan disminuidos como efecto de la privación de libertad, siendo más bien los jueces
y tribunales, así como los encargados de las penitenciaras y los representantes del Ministerio Público,
los garantes para que dichos derechos sean materializados, conforme lo entendió la SCP 0257/2012
(…)’”.
III.4. La acción de libertad correctiva
La SCP 0339/2019-S2 de 5 de junio, al respecto realizó el siguiente razonamiento: “ Este tipo de
acción de libertad, se activa frente a situaciones o determinaciones que agravan arbitrariamente las
condiciones de los privados de libertad. Así, la SC 1579/2004-R de 1 de octubre, señaló que:
‘…protege al detenido de aquellas condiciones que agravan en forma ilegítima la
detención, violando su condición humana. A través de este recurso, se garantiza el trato
humano al detenido, establecido en las Convenciones Internacionales de Derechos
Humanos…’.
Dicha Sentencia añadió que dentro de esta modalidad de recurso de hábeas corpus -ahora acción de
libertad- hallan cobijo la ilegal imposición de sanciones disciplinarias o el traslado ilegal de una
penitenciaría a otra; toda vez que, al agravarse las condiciones de detención, se restringe con mayor
intensidad la libertad de los detenidos. De ahí su denominación porque se interpone para evitar que
se agraven las condiciones de una persona detenida, ya sea en virtud de una medida cautelar o en
cumplimiento de una pena impuesta en su contra, o de una sanción disciplinaria, agravamiento que
torna indebida la privación de libertad personal.
El mismo entendimiento asumió por la SC 0044/2010-R de 20 de abril, y complementado por la SC
0824/2011-R de 3 de junio3 , al precisar que la acción de libertad correctiva, tiene por objeto
amonestar las condiciones agravantes de la situación de reclusión en la que se
encuentran aquellos sujetos restringidos de libertad, buscando la supresión de
condiciones de maltrato, así como la optimización de aspectos que mejoren la calidad de
vida digna y seguridad de los detenidos, aprehendidos y condenados, tomando en cuenta
que el único derecho que se encuentra legalmente suprimido es el de libertad personal,
encontrándose subsistentes todos los demás derechos inherentes a la persona; de donde
se establece que la acción de libertad correctiva no busca la libertad de la persona, sino
corregir situaciones desfavorables de las personas privadas de libertad; consecuentemente,
de acuerdo a la SC 1199/2005-R de 26 de septiembre, se puede determinar que la acción de
libertad correctiva procede contra actos lesivos a la integridad personal, que debe
entenderse en lo físico, psicológico y moral, en estrecha conexión con la dignidad
humana (las negrillas nos corresponden).
Por su parte la SCP 0742/2013 de 7 de junio, concluyó que los efectos de la acción de libertad
correctiva no están dirigidos a la restitución de la libertad física o de locomoción, sino que su alcance
es distinto; dado que, pueden estar destinadas por ejemplo, a que las autoridades jurisdiccionales,
fiscales o las autoridades de recintos penitenciarios u otras, tomen las medidas necesarias para dar
solución a las condiciones de ilegitimidad de la privación de libertad, o en su caso, para que cesen
las situaciones que agravan los derechos del detenido, especificando encada caso concreto, qué
medidas deben adoptar las autoridades públicas nombradas y el plazo para su cumplimiento”.
III.5. Análisis del caso
El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos a la libertad y
seguridad jurídica; debido a que las autoridades demandadas le mantienen encerrado en una celda
de castigo en situaciones inhumanas e insalubres, sin un mandamiento de detención preventiva en
contraposición a los dispuesto por el art. 129 inc. 3) de la Ley 1970, correspondiéndole permanecer
en las oficinas de la Gobernación del Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz mientras no se
formalice su reclusión para posteriormente ser internado legalmente al PC-6 a efectos de que pueda
realizar terapias ocupacionales existentes.
De los antecedentes remitidos, lo expresado en audiencia de consideración de la acción de libertad y
lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que el
8 de mayo de 2019, la Jueza de Instrucción Penal Décima de la Capital del departamento de Santa
Cruz, dispuso la detención preventiva del peticionante de tutela en el Centro Penitenciario San Pedro
de La Paz, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de los delitos de
encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación, habiéndose emitido el mandamiento de
detención preventiva en el día; posteriormente, la Sala Penal Primera de Santa Cruz, revocó los Autos
94/2019 y 95/2019 de 8 de mayo y dispuso el cumplimiento de la medida extrema en el Centro
Penitenciario Palmasola y ordenó por secretaría se libre los correspondientes mandamientos de
privación de libertad y ordenes de traslado correspondientes, siendo el 5 de julio de 2019 entregado
en el Centro Penitenciario destinado, ante Nelson Pacheco Barrios, “Gobernador de Palmasola”.
En consecuencia, antes de ingresar al análisis del caso concreto, corresponde establecer los
siguientes supuestos: a) Se encuentra privado de libertad como resultado de una audiencia de
medidas cautelares dentro del proceso penal instaurado en su contra por la presunta comisión de los
delitos de encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación; b) Inicialmente fue recluido en el
Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, habiendo solicitado su traslado a la ciudad de Santa Cruz
debido a que toda su familia radica en esa, dándose curso a la misma con su traslado al Centro
Penitenciario Palmasola; c) Desde su ingreso a dicho Establecimiento Penitenciario fue recluido en la
sección PC-2 de mujeres en una celda de castigo donde permanece encerrado con un trato inhumano
e insalubre, a diferencia de otras personas que al ser exautoridades o servidores policiales o judiciales
tienen la sección PC-6 donde le correspondería permanecer; y, d) Según alegatos y antecedentes
del presente caso, el peticionante de tutela fue internado en Palmasola sin un mandamiento de
detención preventiva específico para dicho recinto penitenciario que debió ser expedido sea por el
juez o tribunal de la causa, aclarando que el referido mandamiento, sí fue librado para la internación
al Centro Penitenciario de San Pedro de La Paz donde inicialmente cumplía la medida extrema. Bajo
esos argumentos, el impetrante de tutela solicita permanecer en las oficinas de la Gobernación del
penal mientras se libre la orden de privación de libertad extrañado, para luego ser ingresado al PC-6
como el resto de las personas que ocupan dicha sección, siendo estas ex autoridades o servidores
policiales o judiciales.
Ahora bien, tomando en cuenta que el requisito previo para considerar esta acción de defensa frente
a la problemática planteada, es lo relativo a su finalidad, cual es la protección o restablecimiento de
los derechos a la libertad y a la vida, sea disponiendo el cese de la persecución indebida, el
restablecimiento de las formalidades legales o la restitución de los derechos afectados, tal como glosa
el fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en el caso
presente, efectivamente el impetrante de tutela se encuentra privado de su libertad como
consecuencia de un proceso penal instaurado en su contra y seguido por el Ministerio Público, donde
la pretensión en la vía constitucional, no es recobrar la libertad ni modificar su situación jurídica
propiamente dicha sino restablecer la formalidad de que se libre el mandamiento de detención
preventiva en la referida Penitenciaría y se modifique el trato inhumano e insalubre que denuncia
con la reubicación de la sección a donde corresponde, cual es el “PC-6”.
En ese marco y considerando el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Resolución, es preciso
asumir la jurisprudencia constitucional desarrollada en el razonamiento integral de los derechos
conexos en torno al derecho a la libertad y su interdependencia con la dignidad en el caso presente.
Si bien en el ámbito de protección de la acción de libertad se encuentran previstos determinados
derechos, también es posible efectuar el análisis de otro conexo -como es la dignidad- que se vio
afectado como consecuencia de la privación de libertad sufrida y que su tutela se garantiza
precisamente con esta acción de defensa, en virtud a la particularidad de interdependencia de los
derechos prevista en el art. 13.I de la CPE, esta conlleva a que se protejan aquellas otras
prerrogativas que se encuentran vinculadas a los tutelados, implicando lo contrario, permitir se
lesionen esos otros que se hallan relacionados con él. Por ello, desconocer el carácter
interdependiente de los derechos sería obligar al peticionante de tutela a plantear diferentes recursos
constitucionales, lo cual sería atentatoria a los principios de la función judicial como es la celeridad,
el respeto a los derechos, además de los principios procesales de la justicia constitucional revestidos
de informalismo e inmediatez en la tutela de los derechos fundamentales con la previsión incluso del
impulso de oficio y sin necesidad de la petición de las partes, evitando cualquier dilación en su
tramitación.
En el caso concreto, al cumplir la detención preventiva sin un mandamiento formal y específico para
el Centro Penitenciario donde actualmente se encuentra, y tener que permanecer encerrado en una
celda de castigo en situación inhumana e insalubre, sin conocer los motivos o razones ciertas para el
trato que recibe, son extremos que no condicen con el derecho a la dignidad que tienen las personas
privadas de libertad, desarrollados en los Fundamentos Jurídicos III.3 y 4 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, correspondiendo compulsar la problemática planteada en el marco de la
acción de libertad correctiva que garantiza el trato humano al detenido, conforme la normativa
nacional vigente y las Convenciones Internacionales de Derechos Humanos, buscando la supresión
de condiciones de maltrato que mejoren la calidad de vida digna y seguridad de los detenidos,
haciendo prevalecer que su única restricción es el de la libertad personal, dejando subsistentes todos
los demás derechos inherentes al ser humano. Siguiendo ese mismo razonamiento, el art. 73.I de la
CPE sostiene que toda persona sometida a cualquier forma de privación de libertad será tratada con
el debido respeto a la dignidad humana, concordante con el art. 5 de la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión (LEPS) que de manera específica señala que, los privados de libertad en Centros
Penitenciarios tendrán la prevalencia de su dignidad, el respeto a las garantías constitucionales y a
los Derechos Humanos, prohibiendo todo trato cruel, inhumano o degradante bajo sanciones
previstas por ley; por consiguiente, corresponde conceder la tutela impetrada respecto al derecho a
la libertad vinculado a la dignidad del accionante por encontrarse encerrado en una celda de castigo
en la sección PC-2 de mujeres en una situación inhumana e insalubre, debiendo ser traslado de la
celda de castigo a un lugar que le asegure una vida digna y precautele su seguridad.
En referencia al derecho a la seguridad jurídica, denunciado también como lesionado, al no haberse
precisado ni fundamentado cuáles habrían sido los actos lesivos contra este derecho por parte de las
autoridades demandadas, este Tribunal se encuentra limitado de realizar mayores consideraciones al
respecto.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, aunque con razonamientos
distintos, efectuó un análisis correcto de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 11 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 62 a 64,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en base a los razonamientos expuestos en la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en los mismos términos otorgados por la Sala
Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
misma forma alega que no se envió antecedentes al Tribunal de alzada concerniente a la apelación
incidental interpuesta, contra el Auto Interlocutorio de la precitada fecha, por lo que no tiene certeza
de qué autoridad es la encargada del control jurisdiccional del proceso penal en cuestión y ante quien
presentar sus escritos.
En ese sentido, conforme a la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional,
la acción de libertad puede tutelar el procesamiento indebido solamente cuando el acto procesal
denunciado, de manera directa origine la restricción o supresión de la libertad física o de locomoción,
consecuentemente deben concurrir los siguientes presupuestos, para que por esta vía se analice el
alegado indebido procesamiento que: i) El acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, deben estar vinculados con la libertad
por operar como causa directa para la restricción o supresión de la libertad; y, ii) El accionante se
encuentre en absoluto estado de indefensión.
En el caso que nos ocupa, respecto al primer presupuesto el impetrante de tutela denunció la
presunta lesión de sus derechos invocados, debido a la falta de remisión de obrados de la declinatoria
de competencia al Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero
de Trinidad del departamento del Beni, así como de los antecedentes de la apelación incidental
interpuesta contra el Auto Interlocutorio de 13 de marzo de 2018 ante el Tribunal de alzada; sin
embargo, se puede advertir que las irregularidades denunciadas por el prenombrado, no tienen
relación con el ejercicio de su derecho a la libertad física, ya que dichos actos no son la causa directa
para la restricción o supresión de la misma, por lo que este presupuesto, no se tiene por concurrido.
Acerca del segundo presupuesto, del memorial de acción tutelar presentado, se advierte que el
peticionante de tutela manifestó que “…se abre la competencia del Sr. Juez Anticorrupción de
Trinidad, a quien acudí y no se recepcionan mis escritos por no haberse abierto el sistema NUREJ…”
(sic), lo que permite concluir que el aludido tiene pleno conocimiento de la existencia del proceso
penal en su contra, además que a través de la presentación de escritos conforme a lo supra citado,
cuenta con asesoramiento técnico para que pueda ejercer su defensa y activar los mecanismos
intraprocesales de protección, en resguardo de sus derechos; por consiguiente, no se encuentra en
absoluto estado de indefensión, no concurriendo tampoco este presupuesto.
En consecuencia, al no presentarse los presupuestos descritos en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, esta acción no es pertinente para resolver las
irregularidades denunciadas respecto al procesamiento indebido, alegadas por el accionante; por lo
que, corresponde denegar la tutela solicitada, sin ingresar al análisis de fondo del caso en estudio.
III.3. Otras consideraciones
Conforme a los datos revisados de la presente acción de libertad, se emitió la correspondiente
Resolución el 14 de septiembre de 2018, habiéndose efectuado el envío al Tribunal Constitucional
Plurinacional recién el 22 de julio de 2019, conforme la guía 006392 (fs. 17), inobservando el plazo
de veinticuatro horas siguientes a la emisión de la resolución para la remisión de las acciones de
defensa según lo dispuesto por el art. 38 del Código Procesal Constitucional (CPCo), evidenciándose
en consecuencia una actitud dilatoria por parte del Juez de garantías.
Por lo expuesto, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1º CONFIRMAR la Resolución de 14 de septiembre de 2018, cursante de fs. 13 a 14 vta.,
pronunciada por el Juez del Tribunal Sentencia Penal Primero - Juzgado de Partido de Sentencia Penal
de Riberalta del departamento de Beni; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la
aclaración de no haberse ingresado al análisis de fondo de la problemática planteada;
2º Se llama la atención al Juez de garantías, por haber incurrido en excesiva dilación en la remisión
de la presente acción tutelar ante este Tribunal, inobservando los plazos legales previstos para tal
efecto; y,
3º Se dispone que por Secretaría General de este Tribunal, se remita una copia de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional al Consejo de la Magistratura, para los fines que correspondan.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Celebrada la audiencia pública el 23 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 127 a
129, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante por medio de su representante en audiencia reiteró los argumentos expuestos en el
memorial de acción de libertad.
I.2.2. Informe de la demandada
Mery Luz Martínez Martínez, Jueza de Partido del Trabajo y Seguridad Social Primera de El Alto del
departamento de La Paz mediante informe escrito presentado el 23 de julio de 2019, cursante de fs.
124 a 126, expresó que: a) Habiéndose confirmado en alzada, la Resolución del incidente de nulidad
de obrados planteado por el accionante, en ejecución de sentencia, previo cumplimiento de la
conminatoria de pago, a solicitud expresa de la parte demandante, por Auto de 119/2019 -no señala
fecha- se dispuso el apremio del prenombrado; b) La aludida orden, emitida dentro del proceso
laboral seguido por José Condori Mamani, no constituye un acto arbitrario que pueda ser considerado
como una persecución indebida o ilegal; puesto que, la misma emanó de un debido proceso, en el
cual el solicitante de tutela tuvo todas las oportunidades de ejercer su derecho a la defensa; y, c) No
concurren los supuestos por los que se pueda activar la acción de libertad y mucho menos conceder
la tutela.
I.2.3. Resolución
El Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del
departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, por Resolución 04/2019 de 23 de julio,
cursante de fs. 130 a 131, denegó la tutela solicitada, de acuerdo a los siguientes fundamentos: 1)
Frente a la sentencia laboral, el accionante no interpuso los mecanismos procesales de impugnación,
existiendo al presente cosa juzgada; 2) Las irregularidades con las que se habría tramitado el proceso
laboral fueron discutidas en el incidente de nulidad planteado por el peticionante de tutela, cuyo
rechazo por la autoridad demandada, fue confirmado por el Tribunal de alzada; en tal virtud, se ve
impedida de ingresar al fondo de esta acción de libertad; 3) Los derechos laborales del trabajador
no pueden encontrarse desprotegidos frente a los defectos formales que alegó la empresa; 4) El
mandamiento de apremio no tiene por finalidad la privación de libertad, sino compeler el pago de los
derechos del trabajador; y, 5) Dejar sin efecto una orden de apremio, no tendría ninguna relevancia,
por cuanto los efectos de la sentencia ejecutoriada se mantendrían incólumes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 046/2018 de 8 de marzo, pronunciada por la Jueza de Partido del Trabajo y
Seguridad Social Primera de El Alto del departamento de La Paz, dentro del proceso laboral seguido
por José Condori Mamani contra la “…empresa ALVARADO DELGADILLO SRL…” (sic), sobre pago de
beneficio sociales por accidente de trabajo, la cual fue notificada al accionante el 12 de abril del
mismo año (fs. 4 a 9 y 14).
II.2. El 24 de mayo de 2018, Carlos Eduardo Alvarado Burgos -ahora impetrante de tutela-,
adjuntando prueba de su pretensión, interpuso incidente de nulidad aduciendo no ser el
representante legal de la empresa demandada por cuanto la misma no existe y porque la citación se
realizó en un lugar donde no es su domicilio real ni laboral, por lo cual consideró que se le habría
causado vulneración al debido proceso e indefensión (fs. 27 a 35 vta.).
II.3. Por Resolución A.I. 387/2018 de 25 de julio, la Jueza de la causa rechazó el incidente de nulidad
y dispuso la prosecución del proceso en ejecución de sentencia; determinación que fue apelada por
el accionante el 9 de agosto de igual año, recurso que fue concedido mediante Auto A.I. 483/2018
de 7 septiembre (fs. 59 a 62 y 71 a 73).
II.4. Los Vocales de la Sala Social Administrativa, Contencioso y Contenciosa Administrativa Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Auto de Vista A.I. 178/18 de 15 de
octubre de 2018, confirmaron el rechazo del incidente de nulidad planteado por el solicitante de
tutela; determinación que le fue notificada el 13 de noviembre de igual año (fs. 80 a 82).
II.5. Por Auto A.I. 66/2019 de 29 de marzo, la Jueza a quo dispuso se emita un nuevo mandamiento
de apremio, sea con habilitación de días y horas extraordinarias contra Carlos Eduardo Alvarado
Burgos hasta que proceda al pago de “…Bs. 46.928,99…” (sic) por concepto de beneficios sociales,
actualización y multa (fs. 94).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por medio de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la tutela judicial efectiva, por cuanto, la Jueza de Partido del Trabajo y Seguridad
Social Primera de El Alto del departamento de La Paz: i) Atribuyéndole la condición de representante
legal de una empresa inexistente y sin considerar que las citaciones y notificaciones fueron realizadas
en un lugar que no es su domicilio real ni laboral, rechazó el incidente de nulidad; y, ii) Sin que exista
ninguna prueba fehaciente que acredite que él fue el contratante laboral, dispuso la emisión de un
nuevo mandamiento de apremio en su contra, para ejecutar la Sentencia.
En consecuencia corresponde en revisión, analizar si el Juez de garantías valoró correctamente los
hechos denunciados a efectos de conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad y los presupuestos para su activación
por indebido procesamiento
Respecto a la naturaleza jurídica y los presupuestos de activación de la acción de libertad, la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el derecho comparado
y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus´, encuentra fundamento en
innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración Americana
sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del bloque
de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y
reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos
fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de
servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión” (el resaltado fue agregado).
Por su parte la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo sostuvo que: “Con relación al procesamiento
indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su
impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que
esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de
locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción
de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la
causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados derechos previo
cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de acciones.
directa de la privación o restricción de su derecho a la libertad; por lo cual, al no existir una vinculación
directa entre los mismos, no es posible entrar en el análisis de fondo a través de la acción de libertad;
toda vez que, si el accionante consideraba que después del agotamiento de los mecanismos
intraprocesales, persistían las lesiones a sus derechos fundamentales, debió activar la acción de
amparo constitucional contra la última determinación judicial; correspondiendo en consecuencia,
denegar la tutela solicitada sin ingresar en la problemática planteada.
Por otro lado, en lo concerniente a la denuncia sobre indebida emisión del Auto A.I. 66/2019, que en
ejecución de sentencia ordenó se expida un nuevo mandamiento de apremio contra el peticionante
de tutela para constreñirle al pago de beneficios sociales, sin que exista ninguna evidencia de que
fue este el contratante laboral, debe tenerse presente que, aquella resolución, se encuentra
directamente vinculada con el derecho a la libertad del nombrado, puesto que a partir de la misma,
se emitiría el respectivo mandamiento y una eventual ejecución de este -en caso de no hacer efectivo
el pago perseguido-, derivarando en la privación de su libertad física; contexto en el cual, corresponde
analizar si dicha orden fue pronunciada en observancia del debido proceso o por el contrario, de
forma indebida como sostiene el impetrante de tutela.
En ese sentido, aunque el accionante no manifestó de qué manera el referido actuado procesal -
emitido por la Jueza demandada en ejecución de sentencia-, resulta indebido; del análisis de los
antecedentes que cursan en la presente acción de defensa, se establece que, después de haber sido
notificado -el 13 de noviembre de 2018-, con el Auto de Vista A.I. 178/18 que confirmó el rechazo
de su incidente de nulidad, el prenombrado no activó ningún otro mecanismo de defensa contra las
presuntas lesiones al debido proceso, y como efecto de ello, la Sentencia 046/2018 de 8 de enero
quedó firme y ejecutoriada; contexto en el cual, la Jueza de instancia después de la notificación con
la conminatoria de pago, se encontraba facultada para ordenar la emisión del aludido mandamiento,
para constreñir el pago de lo dispuesto en la sentencia laboral, siguiendo lo establecido en el art. 213
del Código Procesal del Trabajo (CPT), vale decir, una vez transcurridos los tres días otorgados para
el cumplimiento de la Sentencia.
En ese marco, también se debe manifestar que ningún actuado procesal per sé puede ser considerado
como indebido, a no ser que se hayan incumplido con las formalidades y presupuestos previstos por
el ordenamiento normativo, y en el caso analizado, se tiene que el 15 de mayo de 2018, se emitió el
Auto de conminatoria para que el demandado -ahora accionante-, pague dentro de tercero día “…Bs.
46.928,99…” (sic), bajo advertencia de proceder con su apremio, con el cual se le notificó el 21 de
igual mes y año (fs. 23 a 24); en tal sentido, no se advierte que la autoridad demandada haya
incurrido en actuaciones indebidas o lesivas al debido proceso para ordenar la emisión de un nuevo
mandamiento; por lo cual, corresponde denegar la tutela solicitada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque empleando
un análisis diferente, valoró correctamente los antecedentes.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 04/2019 de 23 de julio, cursante de fs. 130 a 131,
pronunciada por el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de
la Capital del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
tiene mayor peso que aquel, en cuyo mérito él no puede dejar de observarla; y, 6) El ahora
accionante no fue quien interpuso la acción de libertad y desconociendo lo dispuesto en la misma
solicitó audiencia conforme lo resuelto por la señalada Sala Penal Tercera haciendo referencia a la
Resolución emergente de la citada acción de defensa, y al no cursar esa decisión en el cuaderno se
decretó que con carácter previo se la adjunte, resolviéndose la reposición planteada contra esta
providencia, con el Auto de 11 de julio de 2019 que denegó el recurso por falta del indicado
documento, disponiendo se oficie a la autoridad constitucional que conoció del trámite, para que
remita una copia del mismo; por lo que, ante un tercer memorial providenció que se esté al precitado
Auto y a la Resolución de la mencionada acción de libertad. En mérito a lo expuesto solicitó se
deniegue la tutela
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Cuarta de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza de
garantías, mediante Resolución 13/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 88 a 90 vta., concedió la
tutela solicitada, disponiendo el señalamiento de audiencia de forma inmediata con las formalidades
que establece el procedimiento a efectos de no vulnerar derechos y garantías constitucionales de las
partes, para considerar la concurrencia de los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del
CPP, conforme a lo dispuesto por el Tribunal de alzada, con los siguientes fundamentos: i) En la
acción penal seguida contra el accionante y otros coprocesados por uso indebido de influencias, por
Auto Interlocutorio 42/2019, se dispuso su detención preventiva, la que siendo apelada se resolvió
con el Auto de Vista 182/2019 emitido por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia del mismo departamento, confirmando parcialmente el Auto apelado y revocando también
en parte, debiendo el Juez si considera que existen los antedichos peligros procesales, fundamentar
objetivamente para cada uno de los imputados, en el plazo de veinticuatro horas, una vez devueltos
los antecedentes; ii) El Auto de Vista Complementario de 27 de mayo de 2019 por el que la Sala
mencionada refirió el cumplimiento de la Resolución 28/2019 de acción de libertad, dictada por el
Tribunal de garantías, que determinó conceder en parte la tutela solicitada por Ludwing Clarck Tarqui
Machaca, estableció igualmente que es el Juez a quo quien debe pronunciarse; iii) Dicha Resolución
de la acción de defensa, produjo un efecto genérico revocando la última parte dispositiva del Auto
de Vista 182/2019, sin precisar si se refiere a todos los imputados o solo al precitado, a quien se le
concedió la tutela debiendo tener efectos con relación a él y no respecto a quienes no plantearon la
acción; iv) El proceso fue devuelto el 26 de abril de 2019, al despacho de la autoridad demandada,
y la acción de libertad se resolvió el 15 de mayo del mismo año, habiendo transcurrido más de las
veinticuatro horas que tenía el Juez a quo para dar cumplimiento a la determinación de alzada; y, v)
Si bien la autoridad demandada no aplicó la detención preventiva, ni estuvo en conocimiento del caso
sino después de realizados los actos procesales relativos a excusas, existiendo varios imputados, no
puede mantenerse en la incertidumbre al impetrante de tutela para definir su situación jurídica,
debiendo tener certeza de la impugnación planteada contra la medida cautelar dispuesta por el a quo
mediante el Auto Interlocutorio 42/2019.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Auto Interlocutorio 42/2019 de 20 de enero, la Jueza de Instrucción Penal Segunda
de la Capital del departamento de La Paz, en el proceso seguido por el Ministerio Público a instancia
del Ministerio de Gobierno, Comando General de la Policía Boliviana y Viceministerio de
Transparencia, por la supuesta comisión de varios delitos, entre ellos por uso indebido de influencias,
contra el ahora accionante y otros, dispuso la detención preventiva de los coimputados (fs. 14 a 32).
II.2. A través de Auto de Vista 182/2019 de 17 de abril, la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, en conocimiento del recurso de apelación incidental formulado
por los coimputados contra el Auto citado supra, declaró admisibles las impugnaciones determinando
la procedencia en parte de las cuestiones planteadas, confirmando parcialmente la Resolución
apelada en relación al art. 233.1 del CPP, y revocando en parte, debiendo la Jueza a quo si
consideraba que existían los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del indicado Código,
fundamentar objetivamente para cada uno de los imputados y por separado a efectos de que sepan
los riesgos procesales en su contra, conforme a procedimiento en el plazo de veinticuatro horas (fs.
37 a 40 vta.).
II.3. Por Oficio CITE Of. 425/2019 de 19 de abril, la Jueza Anticorrupción y de Materia contra la
Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, remitió obrados del
proceso penal seguido por el Ministerio Público por la supuesta comisión del delito de uso indebido
de influencias con NUREJ: 20252298, al despacho de la autoridad demandada (fs. 33).
II.4. Cursa Resolución 28/2019 de 15 de mayo, dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de
la Capital del departamento de La Paz, dentro de la acción de libertad interpuesta por Sergio Rivera
Renner y Saúl Villarpando Ballesteros en representación sin mandato de Ludwing Clarck Tarqui
Machaca contra Henry David Sánchez Camacho y Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala
Penal Tercera de dicho Tribunal y Wiat Belzu Carvajal, Jueza de Instrucción Penal Segunda de la
Capital del mismo departamento; que concedió la tutela en parte en favor del accionante, únicamente
en cuanto al Auto de Vista 182/2019, revocándose la última parte dispositiva del mismo para que los
Vocales demandados se pronuncien en base a los agravios expuestos por la defensa del peticionante
de tutela y establecer la concurrencia o no de los riesgos procesales descritos en el art. 235.1 y 2 del
CPP (fs. 57 a 61 vta.).
II.5. Por Auto de Vista Complementario de 27 de mayo de 2019, la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, en base al Auto de Vista 182/2019 y en cumplimiento a la
Resolución 28/2019 de la acción de libertad, determinó que respecto a los peligros procesales de
obstaculización previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP, la autoridad a quo, fundamente sobre la
concurrencia o no de los mismos, de manera individualizada respecto a cada imputado, en el plazo
de veinticuatro horas, en audiencia pública (fs. 41 a 43).
II.6. A través de memorial de 2 de julio de 2019, presentado ante el Juez demandado, el impetrante
de tutela solicitó señale audiencia en veinticuatro horas para considerar la concurrencia o no de los
riesgos procesales, con las formalidades respectivas, autoridad judicial que por providencia de 3 de
julio de 2019, respondió señalando que no realizó su pedido en su debido momento; toda vez que,
el caso estaba con el respectivo control jurisdiccional, y en cuanto al cumplimiento de la Resolución
emergente de la acción de libertad, previamente se la adjunte al no cursar entre los antecedentes
(fs. 35 y 36).
II.7. Cursa memorial presentado el 19 de julio de 2019, por el accionante ante el Juez Anticorrupción
y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de El Alto del departamento de La Paz, reiterando su
solicitud de señalamiento de audiencia, autoridad judicial que emitió la providencia de 22 del mismo
mes y año, disponiendo que se esté al Auto de 11 del citado mes y año, y a la Resolución 28/2019,
dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento aludido (fs. 2 a 3
vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de su derecho a la libertad, debido a
que el Juez demandado, no obstante de que la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, en apelación le impuso la medida cautelar de detención preventiva, por Auto de
Vista 182/2019 de 17 de abril y Auto de Vista Complementario de 27 de mayo del mismo año,
determinó que esta autoridad judicial en el plazo de veinticuatro horas, en audiencia fundamente
para cada uno de los imputados y por separado, sobre la concurrencia o no de los riesgos procesales
previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP; sin embargo, hasta la interposición de la presente acción de
defensa las citadas Resoluciones no fueron cumplidas, pese a que inclusive le pidió hacerlo por dos
veces consecutivas, emitiendo más bien una última providencia el 19 de julio del indicado año
determinando “Estese al auto de fecha 11 de julio de 2019 y la Resolución No 28/2019 de fecha 15
de mayo de 2019, emitido por el Tribunal Sexto de Sentencia de la capital” (sic).
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
27 de mayo del mismo año, determinó que la autoridad demandada en el plazo de veinticuatro horas,
en audiencia fundamente para cada uno de los imputados y por separado, sobre la concurrencia o
no de los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP; empero, hasta la interposición de
la presente acción de defensa las citadas Resoluciones no fueron cumplidas, pese a que inclusive le
pidió hacerlo por dos veces consecutivas, emitiendo más bien una última providencia el 19 de julio
del indicado año determinando “Estese al auto de fecha 11 de julio de 2019 y la Resolución No
28/2019 de fecha 15 de mayo de 2019 emitido por el Tribunal Sexto de Sentencia de la capital” (sic).
De los antecedentes descritos, se evidencia que en el proceso penal instaurado contra el peticionante
de tutela y otros por la presunta comisión de varios delitos, entre ellos por uso indebido de influencias,
mediante Auto Interlocutorio 42/2019 de 20 de enero, se dispuso la detención preventiva de los
coimputados (Conclusión II.1); apelada dicha decisión por los nombrados, a través de Auto de Vista
182/2019, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, declaró admisibles
las impugnaciones determinando la procedencia en parte de las cuestiones planteadas, confirmando
también en parte el Auto apelado en relación al art. 233.1 del CPP, y revocando en parte, debiendo
la Jueza a quo si consideraba que existían los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del
indicado Código, fundamentar objetivamente para cada uno de los imputados y por separado,
conforme a procedimiento en el plazo de veinticuatro horas (Conclusión II.2); por Oficio CITE Of.
425/2019 de 19 de abril, la Jueza Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia la Mujer Cuarta
de la Capital del departamento de La Paz, remitió obrados del referido proceso penal con NUREJ:
20252298, al despacho de la autoridad demandada (Conclusión II.3); cursa Resolución 28/2019 de
15 de mayo, dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La
Paz, dentro de la acción de libertad interpuesta por Sergio Rivera Renner y Saúl Villarpando
Ballesteros en representación sin mandato de Ludwing Clarck Tarqui Machaca contra Henry David
Sánchez Camacho y Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala Penal Tercera de dicho Tribunal
Departamental de Justicia y Wiat Belzu Carvajal, Jueza de Instrucción Segunda Penal del citado
departamento, que concedió la tutela en parte a favor del accionante, únicamente en cuanto al Auto
de Vista 182/2019, revocando la última parte dispositiva del mismo para que los Vocales demandados
se pronuncien en base a los agravios expuestos por la defensa del solicitante de tutela y establezcan
la concurrencia de los riesgos procesales referidos (Conclusión II.4); por Auto de Vista
Complementario de 27 de mayo del citado año, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, en base al Auto de Vista 182/2019 y en cumplimiento a la Resolución 28/2019 de
la acción de libertad, adoptó la misma determinación de aquella (Conclusión II.5); a través de
memorial de 2 de julio de 2019, presentado ante el Juez demandado, el impetrante de tutela solicitó
fije la audiencia dentro de las veinticuatro horas, el que por providencia de 3 de igual mes y año,
respondió señalando que el peticionante no realizó su solicitud en su debido momento; toda vez que,
el caso estaba con el respectivo control jurisdiccional; y, en cuanto al cumplimiento de la Resolución
emergente de la acción de libertad, previamente se la adjunte al no cursar entre los antecedentes
(Conclusión II.6); finalmente, cursa memorial presentado el 19 del mes y año citados por el
peticionante de tutela ante el Juez demandado, reiterando su pedido, pronunciando este la
providencia de 22 del mismo mes y año, disponiendo se esté al Auto de fecha 11 del mismo mes y
año y a la Resolución 28/2019 dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del
departamento mencionado (Conclusión II.7).
De acuerdo al Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, no es posible deducir una
acción de libertad denunciando la lesión de derechos fundamentales por la determinación adoptada
en ejecución o cumplimiento de una anterior acción de defensa, debido a que responde a la
observancia de los parámetros y la tutela de derechos lesionados establecidos por la jurisdicción
constitucional, de modo que si hay inobservancia en la nueva resolución se debe denunciar ante el
juez o tribunal de garantías que tuvo conocimiento y resolvió la primera.
En el presente caso, se denuncia como acto lesivo la negativa del Juez demandado al pedido reiterado
del accionante de señalar audiencia, a objeto de que en la misma se establezca si concurren o no los
riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP, en relación a cada uno de los coimputados
por separado, en cumplimiento al Auto de Vista 182/2019 y Auto de Vista Complementario de 27 de
mayo del mismo año. De estas dos Resoluciones a efectos de cuya observancia el impetrante de
tutela demandó reiteradamente al Juez a quo el señalamiento de audiencia para fundamentar acerca
de los riesgos procesales mencionados, la última se emitió por la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, como consecuencia y para cumplir la determinación de una
anterior acción de libertad, interpuesta por el coimputado Ludwing Clarck Tarqui Machaca
precisamente contra el indicado Tribunal y la Jueza de Instrucción Penal Segunda de la Capital de
dicho departamento, que concediendo la tutela en parte revocó a la primera; es decir, el Auto de
Vista 182/2019, en su última parte ordenó que los Vocales demandados se pronuncien sobre los
agravios expuestos por la defensa (Conclusión II.4).
Por consiguiente, el pedido del impetrante de tutela para que se celebre la audiencia de
fundamentación de los riesgos procesales referidos al art. 235.1 y 2 del CPP, en relación a cada uno
de los coimputados -entre ellos el accionante- no es otra cosa que el cumplimiento de la Resolución
28/2019, dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz,
que es quien ordenó la fundamentación de la concurrencia de los antedichos riesgos procesales,
sobre cuya base la Sala Penal Tercera del indicado Tribunal emitió el Auto de Vista Complementario
de 27 de mayo de igual año, que a su vez encomendó a la autoridad demandada el señalamiento de
audiencia y el establecimiento de los peligros procesales.
Atendiendo a lo anterior, considerando que en el fondo el accionante denuncia el incumplimiento de
la Resolución dictada en una primera acción de libertad, no siendo admisible formular una nueva
para exigir su cumplimiento, conforme lo glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, el impetrante de tutela debe acudir al Tribunal de garantías
constitucionales que conoció y resolvió la inicial acción de defensa, demandando el cumplimiento de
la Resolución que se emitió al resolver la misma, motivo por el cual en el presente caso no se puede
ingresar a valorar la problemática planteada correspondiendo denegar la tutela.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, no
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 13/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 88 a 90 vta.,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Cuarta de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, aclarando que no se ingresó a la valoración de la
problemática de fondo.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, ordenando convocar a audiencia en el plazo de veinticuatro horas a
efectos de concluir el verificativo de 18 de julio de 2019, y resolver su apelación con los fundamentos
y agravios ya expuestos en la misma.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 25 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 76 a 81
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante ratificó inextenso el contenido de su acción de libertad
presentada.
El impetrante de tutela haciendo uso de la palabra señaló: Respecto a la verdad material del asunto,
la denuncia fue planteada por personas anónimas, por el delito de consorcio, tanto en su contra “…y
el Juez segundo…(…) el Juez está en libertad, su secretaria también…” (sic); aún no se concluyeron
los actos investigativos y pese a constar una confesión de un supernumerario del “Juzgado Segundo”
de que el ilícito se hubiera cometido todos están libres; en cambio en su caso no hubo algún acto
que demuestre que incurrió en la comisión de los delitos atribuidos; por ende, consideró que solo es
un problema administrativo, debido a que: a) No elevó a tiempo los nombres de los amanuenses, lo
cual le corresponde a la Secretaria; y, b) La supernumeraria no le comunicó que seis meses atrás se
tituló como abogada, empero ante un requerimiento fiscal la Secretaria de su Juzgado certificó que
la aludida no firmó ningún memorial; por lo tanto, no existió ningún hecho delictivo, desvirtuándose
todos los riesgos procesales.
A la pregunta del Vocal Constitucional ¿En qué fecha solicitó la cesación de la detención preventiva?,
respondió que fue el 14 de junio -se entiende de 2019-.
I.2.2. Informe de los demandados
Cesar Wenceslao Portocarrero Cuevas y Silvia Maritza Portugal Espinoza, Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por informe escrito presentado el 25 de
julio de 2019, cursante de fs. 73 a 75, refirieron que: 1) El accionante no señaló la “causal” contenida
en la Norma Suprema como en el Código Procesal Constitucional interponiendo su acción tutelar; es
decir, procesamiento indebido, persecución ilegal, o privación indebida de su libertad; tampoco realizó
una fundamentación adecuada ni expuso un petitorio congruente en dicha acción; por lo que, no
existiendo un nexo causal que permita establecer por cuál de los presupuestos sus derechos fueron
vulnerados; 2) El peticionante de tutela sostuvo “…que se habría lesionado el indebido
procesamiento…” (sic) y el derecho a una justicia pronta oportuna y efectiva, lo cual hubiera generado
su detención preventiva; toda vez que, no se ingresó al fondo de su recurso de apelación; empero,
del análisis de la Resolución 459/2019, establecieron una contradicción existente entre el art. 235.2
del CPP y la SCP 0624/2018-S2 -no consignó fecha-, y para emitir un fallo idóneo deben conocer con
precisión los motivos que llevaron al Juez a quo a emitir su determinación para no generar una
inseguridad jurídica; y, 3) El accionante no precisó el nexo causal de sus derechos presuntamente
vulnerados con el Auto de Vista 288/2019.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
109/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 82 a 85 concedió la tutela solicitada, determinando que la
Sala Penal Primera del mismo Tribunal, convoque a audiencia en el plazo establecido por el art. 251
del CPP y se pronuncie respecto a los riesgos procesales que dieron lugar a la apelación, dejando sin
efecto el Auto de Vista 288/2019, sin lugar a la solicitud cautelar de otorgar libertad, ya que la misma
se encuentra en tramitación ante el Tribunal de alzada; bajo los siguientes fundamentos: i) Los
Vocales demandados a través del Auto de Vista 288/2019 declararon la admisibilidad del recurso
activado, la procedencia de las cuestiones planteadas y en el fondo revocaron la Resolución 459/2019
disponiendo que el Juez a quo dicte una nueva fundamentando y motivando el riesgo procesal inserto
en el art. 235.2 del aludido Código en el plazo de setenta y dos horas; sin ingresar a realizar valoración
alguna del riesgo procesal del art. 325.1 del mismo texto legal, hasta que se cumpla con la
fundamentación exigida, ii) Mantuvieron la detención preventiva del accionante; y, iii) En aplicación
de las SSCC 1554/2004-R de 27 de septiembre, 1824/2004-R de 23 de noviembre y SCP 0339/2012
de 18 de junio, las autoridades demandadas debieron pronunciarse en el fondo de la apelación
planteada, a objeto de resolver los puntos cuestionados, al no hacerlo incumplieron los arts. 124,
251 y 398 del Código Adjetivo Penal; pues, simplemente devolvieron los actuados al inferior en grado
para que fundamente su decisión; por lo que, vulneraron el derecho al debido proceso en su vertiente
de una justicia pronta y oportuna del impetrante de tutela.
En vía de complementación y enmienda el peticionante de tutela solicitó aclaración respecto al plazo
que tiene la parte demandada para pronunciar el fallo; asimismo, si deberá fijar nueva audiencia para
que él fundamente con respuesta del contrario o si directamente debe emitirse la resolución con los
agravios ya escuchados y respondidos.
La Sala Constitucional aclaró que el “incidente” debe ser resuelto dentro los tres días que establece
el art. 251 del CPP, convocando a audiencia tomando en cuenta la existencia de otro riesgo procesal
-art. 235.1 del Código citado-, a ser fundamentado seguramente por la parte incidentista.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución 459/2019 de 2 de julio, el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia
hacia la Mujer Primero de El Alto del departamento de La Paz, rechazó la solicitud de cesación de la
detención preventiva impetrada por Julio César Sánchez Sánchez -accionante- (fs. 64 a 69 vta.).
II.2. Mediante Auto de Vista 288/2019 de 18 de julio, los Vocales de la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz -demandados- declararon la admisibilidad del recurso
de apelación interpuesto, la procedencia de las cuestiones planteadas, y en el fondo revocaron en
parte la Resolución “459/2018”, disponiendo que el Juez a quo emita una nueva resolución
fundamentando y motivando el riesgo procesal inserto en el art. 235.2 del CPP en el plazo de setenta
y dos horas; aclarando que no ingresaron a realizar valoración alguna del riesgo procesal del art.
325.1 del Código precitado, hasta que se cumpla con la fundamentación exigida, manteniéndose la
situación jurídica del detenido (fs. 60 a 63).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante alega como lesionado su derecho a la libertad relacionado
a una justicia pronta, oportuna, efectiva e indebido procesamiento; toda vez que, dentro del proceso
penal seguido en su contra solicitó cesación de la detención preventiva, que fue rechazada por el a
quo a través de la Resolución 459/2019 de 2 de julio, activado el recurso de apelación incidental en
sustanciación, los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz
-demandados-, en lugar de señalar audiencia y resolver el fondo de la cuestión planteada conforme
lo establecido en los arts. 251 y 398 del CPP, revocaron en parte la decisión del inferior y dispusieron
que emita nueva fundamentación en cuanto al riesgo procesal previsto en el art. 235.2 del Código
citado, otorgándole el plazo de setenta y dos horas, y después de ser devueltos los obrados recién
decidir en cuanto a la impugnación presentada, tiempo en el cual él continúa detenido
preventivamente.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El Tribunal de alzada está obligado a resolver la situación jurídica del accionante,
en el conocimiento de la apelación de medidas cautelares. Jurisprudencia reiterada
La SCP 1471/2012 de 24 de septiembre, estableció respecto a la resolución de apelación de medidas
cautelares, que: “…al tribunal de apelación no le está permitido anular obrados cuando
verifique que el juez de instrucción omitió explicar los motivos que le llevaron a
determinar, rechazar o modificar una medida cautelar, o que lo hizo, pero de manera
oral fueron multados y detenidos; por esta razón, contrató los servicios de René José Ríos Benavides,
quien para armar su defensa solicitó se le otorgue una ampliación de plazo de diez días; además, se
exponga la prueba por la que, se le acusa y todos los antecedentes procesales que hacen un total de
treinta y ocho cuerpos; aspectos que no solo fueron negados, sino que derivaron en la imposición de
multas pecuniarias que se extendió también a su exabogado, quien ya había dejado de patrocinarlo;
y, b) El accionar de la autoridad demandada, vulneró su derecho a la defensa y los tratados
internacionales que forman parte del bloque de constitucionalidad, solicitando se revoque es decisión
y la multa impuesta a sus abogados, al ser totalmente desproporcional y atentatoria a su derecho al
trabajo.
I.2.2. Informe del demandado
Claudio Torrez Fernández, Presidente del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de La Paz, por informe de 12 de julio de 2019, cursante a fs. 10 y vta., señaló que: 1)
La sustanciación del juicio oral se encuentra en etapa final de presentación de alegatos en
conclusiones, la que no puede llevarse a cabo en virtud a la inasistencia continua y reiterada del
ahora accionante y sus abogados que son cuatro; y, 2) El abogado Erick Aliaga López, le asesora
hace más de tres años, razón por lo que no correspondía otorgarle plazo de ampliación; por su parte
René José Ríos Benavides, como nuevo defensor, se apersonó oralmente en la audiencia de 4 de
igual mes y año, y por memorial de 8 del mismo mes y año, solicitó no solo los diez días señalados
por norma sino veinte días, aspecto que no es legal pero; además, no compareció a la audiencia de
juicio oral que fue fijado para ese mismo día, y en virtud a ello al no ratificar ni fundamentar dicho
memorial en audiencia se tuvo por no presentado, habiéndose establecido multa pecuniaria a los
cuatro defensores ante su ausencia. En base a estos fundamentos, solicitó se deniegue la tutela
impetrada.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz, en suplencia legal de
su similar Primero, constituido en Tribunal de garantías, mediante Resolución 11/2019 de 12 de julio,
cursante de fs. 25 a 27 vta.; denegó la tutela, en base a los siguientes fundamentos: 1) La acción
de libertad debió ser interpuesta contra los tres Jueces que conforman el Tribunal colegiado, y no
solo contra su Juez Presidente; 2) Contra la determinación del Juez de la causa de negarle la
ampliación del plazo, el accionante no pidió la reposición correspondiente; 3) Respecto al art. 336
del Código de Procedimiento Penal (CPP), la autoridad demandada otorgó cinco días a efectos de
que los abogados asuman conocimiento de la causa; y, 4) Por último, con relación a las multas
impuestas, las mismas se encuentran debidamente establecidas en los arts. 104 y 105 del CPP y
abiertas las vías legales para impugnarlas.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa acta de audiencia pública de juicio oral de 12 de junio de 2019, en la que el abogado
René José Ríos Benavides solicitó oralmente se conceda el plazo prudencial de diez días para tomar
conocimiento del caso (fs. 11 a 16).
II.2. A través de memorial presentado el 8 de julio de ese año, el citado abogado, solicitó al
Presidente del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz,
ampliación de plazo en calidad de nuevo defensor (fs. 21 y vta.).
II.3. Mediante Resolución de la misma fecha, el Juez demandado, ante la inasistencia de la defensa
del hoy accionante, declaró por no presentado el memorial que solicitó la ampliación de plazo,
multando a los cuatro abogados que componen su defensa con Bs10 000.-, y dispuso la notificación
a Defensa Pública para que preste patrocinio al impetrante de tutela (fs. 18 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante alega como vulnerados sus derechos al debido proceso y
a la defensa oportuna y técnica; porque considera que el Juez demandado no dio curso a la solicitud
efectuada por su abogado, quien en calidad de nuevo defensor, amparado en el art. 104 del CPP,
impetró se le conceda el plazo de diez días a efectos de asumir plena defensa, petitorio que fue
declarado como no presentado, dando lugar a la imposición de multas a sus abogados.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Del debido proceso y su vinculación con el derecho a la libertad
Sobre la temática, la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo que: “Con relación al procesamiento
indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su
impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que
esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de locomoción
del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad, en aquellos
casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;
caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras.
En esa línea, la SC 0619/2005-R de 7 de junio (…) precisó lo siguiente…
(…)
‘…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad’” .
En ese marco, la SCP 0059/2018-S4 de 16 de marzo, señaló: “Línea jurisprudencial que fue ratificada
por este Tribunal Constitucional Plurinacional de manera sistemática, ya que la misma se encuentra
acorde al diseño constitucional y legislativo vigente, pues el acoger mediante una acción de
libertad otros elementos del debido proceso que no estén vinculados directamente con
el derecho a la libertad, resultaría desconocer la voluntad del legislador y desnaturalizar
el alcance jurídico-constitucional de la acción de amparo constitucional y de esta propia
acción, pues cada uno de estos medios de defensa, tienen una naturaleza jurídica diferente y por el
principio de seguridad jurídica, debemos respetar su ingeniería jurídica y su plena efectividad” (las
negrillas son nuestras).
De la jurisprudencia desarrollada, se establece que los actos ilegales, las omisiones indebidas o las
amenazas de la autoridad pública, denunciados como vulneratorios de derechos, deben estar
vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión, cuando no
ocurre aquello, corresponderá al afectado activar los medios y recursos previstos en la normativa
procesal penal en la vía ordinaria para el reclamo de las irregularidades del debido proceso, y una
vez agotados, si considera que las mismas persisten, debe acudir a la jurisdicción constitucional a
través de la acción de amparo constitucional, como vía idónea para la tutela del derecho al debido
proceso en supuestos no vinculados a la libertad.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante alega como vulnerados sus derechos al debido proceso y
a la defensa oportuna y técnica; porque considera que el Juez demandado no dio curso a la solicitud
efectuada por su abogado, quien en calidad de nuevo defensor, amparado en el art. 104 del CPP,
impetró se le conceda el plazo de diez días a efectos de asumir plena defensa, petitorio que fue
declarado como no presentado, dando lugar a la imposición de multas a sus abogados.
Identificada la problemática, de la revisión de los antecedentes, se establece que, en la audiencia de
juicio oral realizada el 4 de julio de 2019, el abogado del ahora accionante de forma oral solicitó el
plazo de diez días a objeto de materializar el derecho a la defensa por ser nuevo patrocinio; aspecto
que fue reiterado de forma escrita a través de memorial de 8 del mes y año; sin embargo, mediante
Resolución de la misma fecha, la autoridad demandada declaró por no presentado el escrito referido,
al no haberse hecho presente el indicado jurista en la audiencia para ratificar y fundamentar dicha
solicitud; además, de multar a los cuatro abogados que componen la defensa del solicitante de tutela.
En el contexto referido y en virtud al contenido desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde precisar que la protección otorgada por
la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas las formas que puede
ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos que conciernen directamente al derecho
a la libertad física y de locomoción, debiendo concurrir necesariamente de forma simultánea los
siguientes presupuestos: i) El acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las omisiones indebidas
o las amenazas de la autoridad pública, deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión; y, ii) Debe existir absoluto estado de indefensión; es decir,
que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso
y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad.
De lo relacionado precedentemente, en el caso concreto, se tiene que la presunta lesión al debido
proceso y a la defensa oportuna y técnica, se trasunta en la denegatoria de la autoridad demandada
a otorgar diez días de ampliación de plazo para continuar la audiencia del juicio oral en virtud al
nuevo patrocinio; aspecto que no se encuentra directamente vinculada con el derecho a la libertad
del peticionante de tutela, en el entendido de que dicha denegatoria, no determinó la privación del
derecho a su libertad, ya que la misma obedece a una medida cautelar dispuesta por autoridad
jurisdiccional competente; tampoco se advierte la concurrencia del segundo presupuesto establecido
en la jurisprudencia constitucional con relación al absoluto estado de indefensión, ya que el
accionante tenía pleno conocimiento del proceso instaurado en su contra, manteniéndose activo
dentro del mismo; pero además, la determinación del Juez demandado de rechazar la solicitud y
tenerla por no presentada ante la inconcurrencia del jurista a la audiencia para su fundamentación,
bien pudo ser reclamada o protestada para recurrir en apelación ante el superior en grado tal cual lo
establece la segunda parte del art. 407 del CPP y dada la naturaleza de la reclamación, agotada la
vía ordinaria en caso de persistir la supuesta lesión del debido proceso vinculado al derecho a la
defensa, recién podía ser analizada y resuelta por esta jurisdicción pero a través de la acción de
amparo constitucional, que en el caso constituye la acción idónea para reparar las lesiones a la
garantía del debido proceso no vinculadas directamente con la libertad.
Por lo expresado, al no existir la concurrencia de los presupuestos de activación que permitan efectuar
la revisión de los supuestos actos lesivos que vulneran el debido proceso vía acción de libertad,
corresponde denegar la tutela solicitada.
reposo absoluto; d) No se cumplió con el art. 132 del Código de Procedimiento Penal (CPP), porque
la autoridad de control jurisdiccional no se pronunció oportunamente sobre su solicitud y en
consecuencia no tiene quien resguarde sus derechos a la libertad, salud y vida que están en riesgo;
y, e) Solicitó que se conmine a la referida autoridad para que se manifieste dentro del plazo
establecido en el Código de Procedimiento Penal y realice el control jurisdiccional de la investigación
y actuados efectuados por el Ministerio Público.
I.2.2. Informe del demandado
Alan Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Primero de la Capital del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 25 de julio
de 2019, cursante a fs. 7 y vta., indicó que el memorial de solicitud de control jurisdiccional de 4 del
citado mes y año, cuenta con la providencia respectiva y el Ministerio Público ya fue notificado para
que responda en el plazo señalado; asimismo, se envió la conminatoria para poner fin a la etapa
preliminar.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Púbico no presentó escrito alguno ni asistió a la audiencia pública de
esta acción de libertad no obstante su notificación cursante a fs. 6.
I.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 27/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 40 a 42, denegó
la tutela solicitada al no enmarcarse dentro de los alcances de los arts. 125 de la CPE y 67 del Código
Procesal Constitucional (CPCo), con los siguientes fundamentos: 1) Toda persona sometida a un
proceso judicial debe efectuar sus peticiones conforme a derecho ante el contralor de garantías
constitucionales; 2) Existió una respuesta a la petición de control jurisdiccional en sentido de que el
Fiscal de Materia emita informe en el plazo de setenta y dos horas y además se conminó para que
se dicte resolución “final” por haber vencido los plazos; 3) La Sentencia Constitucional Plurinacional
citada por el accionante, no tiene vinculación con la presente acción de libertad; 4) No se reclamó
que el Juez demandado vulneró algún derecho del impetrante de tutela, sino que fue el Fiscal de
Materia quien de manera constante no cumplió con aceptar su apersonamiento ni la recepción de su
declaración, cuando esta autoridad no fue demandada en la presente acción tutelar; y, 5) Se carece
de los fundamentos necesarios para determinar que la acción de libertad presentada se encuentre
dentro de las previsiones de los arts. 125 de la Ley Fundamental y 47 del citado Código, que la vida
del solicitante de tutela esté en peligro, que se halle ilegalmente perseguido o indebidamente
procesado, o que el Juez a quo haya emitido algún mandamiento de aprehensión en su contra.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa citación de 4 de junio de 2019, emitida por el Fiscal de Materia dentro de la denuncia
interpuesta por Violeta Soledad Martínez Evia contra Jorge Fernando López Paredes -accionante-, por
la supuesta comisión del delito de violencia intrafamiliar o doméstica, en la que citó, notificó y emplazó
al aludido para que se presente en dependencias del Ministerio Público de calle Potosí 944 piso 1 de
la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, el 4 de julio de ese año a horas 9:00, a fin de prestar su
declaración informativa sobre la referida denuncia en calidad de sindicado, haciendo constar que su
incumplimiento dará lugar a la emisión del mandamiento de aprehensión en su contra; notificándose
al prenombrado el 26 de junio del mismo año a horas 8:30 en su domicilio actual (fs. 3).
II.2. Por memorial presentado el 4 de julio de 2019 a horas 18:05 ante el Juez de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del departamento de La Paz
-hoy demandado-, el peticionante de tutela solicitó control jurisdiccional a efectos de que el
representante del Ministerio Público “…CUMPLA Y NO ME HAGA ESPERAR INDEFINIDAMENTE EN
LOS LUGAR QUE ME CITA, Y PIDO SE ME RESGUARDE MI LIBERTAD, PUES TAL VEZ ARGUYA, QUE
NO ME HAGO PRESENTE A SUS CITACIONES” (sic [fs. 2 y vta.]).
II.3. El precitado memorial mereció el decreto de 5 del referido mes y año, por el que el Juez
demandado determinó: “Se tiene presente por lo expuesto en el memorial notifíquese al ministerio
para que en el plazo de 72 de horas a partir de su notificación informe sobre lo solicitado” (sic [fs.
34]).
II.4. Cursa Auto de Conminatoria de Etapa Preliminar 501/2019 de 24 de julio, dictado por dicha
autoridad, en el que dispone que por intermedio del Fiscal Departamental de La Paz se ordene al
Fiscal de Materia a cargo de la investigación, para que en el plazo de cinco días hábiles computables
a partir de su notificación emita resolución conclusiva conforme los arts. 301 numerales 1, 3 y 4 del
CPP bajo alternativa de responsabilidad funcionaria, disciplinaria u ordinaria en caso de
incumplimiento (fs. 36).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al
debido proceso, en razón a que en la causa penal seguida en su contra, el Juez demandado no se
pronunció respecto al pedido de control jurisdiccional, pues el Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, no obstante de haber emitido orden de citación para que preste su declaración
informativa bajo conminatoria de aprehensión en caso de inconcurrencia, incumplió con la misma y
le hizo esperar por más de una hora, sin considerar que es una persona de la tercera edad enferma
de diabetes; por lo que, corre el riesgo de ser aprehendido.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. El debido proceso en la acción de libertad. Jurisprudencia reiterada
La SCP 1609/2014 de 19 de agosto, efectuando una reconducción de la línea jurisprudencial, en
relación a la activación de la acción de libertad cuando se denuncia la vulneración del debido proceso
estableció que: “…el Tribunal Constitucional Plurinacional considera que, partiendo de la propia
naturaleza jurídica de la acción de libertad, desarrollada en el Fundamento Jurídico anterior y cuyo
principal objetivo es precisamente tutelar de manera específica el derecho a la libertad, no puede
modificarse su esencia y ampliar su espectro de acción a aquellos asuntos netamente
procedimentales que, aún cuando devengan del área penal, no se hallen en vinculación con el
derecho a la libertad; en consecuencia, mediante la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se hace necesario reconducir el anterior entendimiento y restablecer la
jurisprudencia constitucional previa, respecto a la exigencia de vinculación entre el
derecho a la libertad y el debido proceso.
Este entendimiento, emerge precisamente de la interpretación literal y teleológica del art. 125 CPE,
que establece la procedencia de la acción de libertad, cuando se produzca una restricción o amenaza
de restricción ilegal o indebida a los derechos fundamentales a la vida y a la libertad física a raíz de
una persecución ilegal o un indebido procesamiento; en consecuencia, tratándose de la
procedencia de la acción de libertad en relación al debido proceso, debe entenderse que
la inobservancia a éste -debido proceso-, ha sido la causal principal para la afectación
del bien jurídico libertad; pues, de lo contrario, si los actos emergentes del
procesamiento no ponen en riesgo la libertad y no ocasionan su restricción, no podrán
ser evaluados y considerados a través de la acción de libertad, correspondiendo su
tratamiento, una vez agotados todos los medios intra procesales, a la acción de amparo
constitucional, como medio de defensa idóneo en el jurisdicción constitucional para
reparar y subsanar los defectos procesales en que pudieran haber incurrido tanto
servidores públicos como personas particulares”(las negrillas y el subrayado nos
corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
De acuerdo a lo señalado por el accionante a través de su representante, en el proceso penal seguido
en su contra, el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la
Capital del departamento de La Paz, no se pronunció sobre su pedido de control jurisdiccional, pues
el Fiscal de Materia a cargo de la investigación, no obstante haber emitido orden de citación para
que preste su declaración informativa bajo conminatoria de aprehensión en caso de inconcurrencia,
incumplió con la misma y le hizo esperar por más de una hora sin considerar que es una persona de
la tercera edad y que se encuentra enfermo de diabetes; por lo que, corre el riesgo de ser
aprehendido.
Establecido el problema jurídico traído en revisión, es necesario remitirnos al Fundamento Jurídico
III.1 del presente fallo constitucional a efectos de determinar si en los hechos denunciados se
cumplen los presupuestos exigidos por la jurisprudencia constitucional para ingresar al análisis de
fondo del mismo, habida cuenta que la protección que otorga la acción de libertad con relación a la
vulneración del debido proceso no abarca a todas las formas en que puede ser infringido, sino sólo
a aquellos supuestos que estén vinculados directamente con el derecho a la libertad personal o de
locomoción, por operar como causa directa de su restricción y, además, cuando se acredite un
absoluto estado de indefensión.
En tal sentido, del supuesto fáctico descrito, se tiene que el acto denunciado de falta de
pronunciamiento del Juez de la causa sobre el control jurisdiccional impetrado por el peticionante de
tutela, no pone en riesgo su libertad ni produce la limitación de ese derecho fundamental pues este
presunto hecho no constituye causa alguna de restricción o supresión de su libertad, siendo evidente
que el accionante a consecuencia del mismo no se encuentra privado de su libertad y mucho menos
se advierte la existencia de un mandamiento de aprehensión que vaya a restringir su libre locomoción,
máxime, si consideramos que el Juez demandado atendió lo solicitado pidiendo informe al Fiscal de
Materia sobre la denuncia efectuada en su contra y emitió además conminatoria para que dicte la
resolución “final” que corresponda al estar cumplido el plazo de la etapa preliminar de la investigación.
Sobre el presunto absoluto estado de indefensión, se tiene que el titular de la acción tutelar se halla
ejerciendo su derecho a la defensa a plenitud, habiendo presentado, -como él mismo afirma-
diferentes memoriales con el fin de apersonarse al proceso penal y elevar denuncia ante el Juez a
cargo del control jurisdiccional; es decir, está haciendo uso de los mecanismos intraprocesales a su
alcance reconocidos por el ordenamiento jurídico; en tal sentido, se advierte que tampoco se cumple
con el segundo presupuesto exigido por la jurisprudencia constitucional a efectos de la consideración
de fondo de la presente acción tutelar.
Por lo que, al no advertirse una vinculación directa con el derecho a la libertad y, menos aún, la
existencia del estado de indefensión del accionante, la lesión del derecho al debido proceso alegada,
debió ser reclamada a través de la acción de amparo constitucional, puesto que esa es la vía idónea
para la tutela de este derecho y no así la acción de libertad; por lo que, al no haberse demostrado la
concurrencia de los presupuestos señalados en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, esta jurisdicción se ve impedida de ingresar al análisis de fondo de la presente acción
de defensa.
Cabe indicar que en los hechos, no se reclamó que la autoridad judicial demandada hubiera vulnerado
algún derecho del peticionante de tutela, sino más bien el Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, de quien alega que no cumplió con aceptar su apersonamiento ni la recepción de su
declaración y que es probable que dicte mandamiento de aprehensión en su contra cuando él cumplió
con la citación que le fue notificada, al respecto, es preciso señalar que el hecho de que dicha
autoridad disponga la conminatoria de aprehensión en caso de inconcurrencia a la declaración
informativa tampoco constituye causa directa para la supresión del derecho a la libertad, menos aún
cuando concurrió a la misma; sin embargo, al no haber sido demandada esta autoridad en la presente
acción tutelar no es posible ingresar al análisis de fondo de sus actuaciones, en atención de su
derecho a la defensa.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela solicitada, actuó de forma
correcta.
POR TANTO
propiedad privada, al contar con títulos de propiedad debidamente registrados que le asignan la
condición de propietaria y no pueden ser anulados por una decisión jurisdiccional.
Finalmente, en la sustanciación del recurso de casación que interpuso, no se realizó una adecuada
valoración de la prueba que aportó y presentó, motivo por el cual acude a esta acción tutelar a
efectos de obtener una respuesta justa y conforme a derecho.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante denunció como lesionados sus derechos al debido proceso
en sus componentes de aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, fundamentación y motivación
de las resoluciones y valoración de la prueba, a la propiedad privada, acceso a la justicia o tutela
judicial efectiva y los principios de legalidad, seguridad jurídica y verdad material, citando al efecto
los arts. 56, 115, 117 y 120 de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 8.1 y 25.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Se deje sin efecto el Auto Agroambiental Plurinacional
S1a 55/2018, debiendo las Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, dictar un nuevo
auto resolviendo objetivamente las denuncias planteadas en el recurso de casación en el fondo y
forma; y, b) Se condene en costas procesales.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 4 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 513 a 515,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de sus abogados, reiteró los fundamentos expuestos en su acción de amparo
constitucional, añadiendo que las autoridades demandadas tratan de soslayar el mal trabajo
efectuado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), quien no advirtió si el bien objeto de
saneamiento tiene o no registro en DD.RR. y que dio origen a la existencia de tres derechos
propietarios registrados, oponiéndose a que esa propiedad cambie de uso de suelo, de rural a urbana,
así el INRA ya no tuviera potestad de proceder a la cancelación de ese registro en DD.RR. Asimismo,
en la Resolución impugnada no se dijo por qué se determinó la nulidad, simplemente mencionó como
nace de este título y que todos los actos posteriores son nulos, empero, no se explicó en que queda
el art. 546 del Código Civil (CC); situación que tiene que ver con la aplicación objetiva del
ordenamiento jurídico y la motivación. Nunca fue demandada en el proceso de saneamiento y pese
a que este es público, debió existir una notificación personal a aquellas personas que cuentan con
antecedente agrario, antes de realizarse el saneamiento. Respecto al Informe Técnico donde se
establece que existe actividad agraria en el predio realizada por su persona, el Auto Nacional
Agroambiental cuestionado no se pronunció sobre la propia prueba que generó el mismo Juzgado
Agroambiental a través de su técnico; pidiendo que compulsados los argumentos de su acción de
defensa, se le conceda la tutela demandada.
I.2.2. Informe de las demandadas
Ángela Sánchez Panozo y María Tereza Garrón Yucra, Magistradas de la Sala Primera del Tribunal
Agroambiental, el 1 de abril de 2019 mediante sus representantes, presentaron informe escrito
cursante de fs. 310 a 314, señalando que: 1) La accionante expresó su desacuerdo con el fallo
emitido, pretendiendo hacer valer una interpretación o aplicación de las normas según su criterio
propio, situación que no es permisible, toda vez que se afectaría la jurisdicción y competencia del
Tribunal Agroambiental; por ello, no corresponde realizar la valoración de los cuestionamientos
analizados y resueltos en la Resolución impugnada; asimismo, según la SCP “1194/2016-S1”, entre
otras, la jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la prueba, al ser una atribución
privativa y exclusiva de las autoridades jurisdiccionales o administrativas; 2) No es evidente la
vulneración a la aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, ya que al momento de dictarse el Auto
Agroambiental Plurinacional recurrido, en ningún momento se apartaron y menos desconocieron la
aplicación mencionada como acusa la peticionante de tutela; 3) Se aplicó la norma pertinente al caso
y al haberse anulado los títulos ejecutoriales individuales y colectivos, a través de los cuales Cleofé
López fue beneficiaria, la transferencia o compra realizada por María Vidal Severiche quedó nula, no
habiendo transgredido el derecho al debido proceso en su elemento de motivación, la cual no implica
una exposición ampulosa de considerandos y citas legales, sino exige una estructura de forma y
fondo, según expresó la jurisprudencia constitucional; 4) Si bien la solicitante de tutela señaló los
documentos sobre los que supuestamente se realizó una inadecuada valoración, empero no explicó
de qué manera la misma haya conculcado su derecho o cómo se incurrió en esta, no siendo suficiente
señalar o puntualizar argumentos que no se encuentran debidamente fundamentados y respaldados
conforme el art. 33 del Código Procesal Constitucional (CPCo); 5) No mencionó como la Resolución
recurrida amenazó el derecho a la propiedad privada, debiendo señalar la suficiente carga
argumentativa a objeto de establecer de manera clara y específica el nexo de conexitud entre los
hechos que indica como vulneratorios y el derecho o derechos que reclama; 6) No se evidenció la
transgresión del derecho de acceso a la justicia, ya que luego que la peticionante de tutela fue
demandada en el proceso de desalojo por avasallamiento, acudió al Tribunal Agroambiental
impugnando la Sentencia 04/2018, ejerciendo el derecho que la ley le franquea de plantear el recurso
de casación, mereciendo a tal fin la resolución correspondiente, interponiendo inclusive esta acción
de defensa; y, 7) El fallo impugnado cuenta con los elementos que hacen a la fundamentación,
motivación y congruencia, dando respuesta a todos los puntos reclamados en el recurso de casación,
en estricta aplicación de la normativa legal vigente; solicitando se deniegue la tutela demandada.
Asimismo, en audiencia a través de su abogado, ratificaron el informe presentado, arguyendo que al
realizar el proceso de saneamiento, se hizo un relevamiento de expedientes agrarios, se identificó el
área donde se iba a ingresar tanto físicamente como con los antecedentes agrarios; producto de ello
es que la resolución del proceso de saneamiento hizo referencia a una resolución dictada por el
Consejo Nacional de Reforma Agraria, habiéndose emitido el Título Ejecutorial de 7 de febrero de
2009 debidamente registrado en DD.RR., acreditando los demandantes con prueba su pretensión,
considerando que en esa jurisdicción tiene prevalencia el título ejecutorial frente a otras
transferencias; siendo evidente por otra parte, que la impetrante de tutela no participó en el proceso
de saneamiento a objeto de hacer valer su derecho propietario, y al verificar quien tiene el
cumplimiento de la función social, se determinó el derecho propietario de Carlos Soto y posterior
transferencia a los terceros interesados.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Toribio Silvestre Campos y Joohny Edwin Flores Gutiérrez, no presentaron informe alguno, tampoco
asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 475 y 476.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto de Familia de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Tarata del
departamento de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 1/2019 de 4
de junio, cursante de fs. 516 a 525 vta., denegó la tutela solicitada, con la consiguiente
improcedencia de la acción de amparo constitucional, al no haberse agotado las vías o recursos para
reclamar por sus derechos de acuerdo a ley; a tal efecto, expresó los siguientes fundamentos: i) La
RS 225851 fue dictada durante la Presidencia de Eduardo Rodríguez Veltzé, dentro de un proceso de
saneamiento simple a instancias de Alejandro Chambi y Fernando Soto Sejas, respecto al predio
denominado “Llave Mayu”, encontrándose dentro de las atribuciones del prenombrado, por lo que no
resulta una determinación ilegal mientras no se demuestre lo contrario según lo establecen los arts.
8.I, 38 y 67.II.1 de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (LSNRA); ii) A la fecha dicha
Resolución que resultaría ser lesiva a los intereses de la accionante, no fue denunciada por la misma
a través de ninguna vía legal; asimismo, su pronunciamiento se fundamenta en que las propiedades
de la prenombrada no cumplían una Función Económica Social (FES) como exige la citada Ley,
concordante con los arts. 393 y 397.I de la CPE; aspectos que tuvieron que ser considerados por el
Juez Agroambiental de primera instancia dentro del proceso de desalojo por avasallamiento, como
por las autoridades demandadas, al emitir su fallo cuestionado; iii) Ninguna de las referidas
(…)
Punata, para así determinar si las citadas autoridades del Tribunal Agroambiental, consideraron o no
los mismos a tiempo de dictar su fallo correspondiente:
- Recurso de casación en el fondo.- a) La autoridad judicial desconoció su derecho propietario
registrado en DD.RR. conforme al Título Ejecutorial 23985 expedido el 28 de mayo de 1992, mediante
compra de su anterior propietaria Cleofé López, efectuando en la transferencia la posesión pacífica y
el cumplimiento de la función social, manteniendo su habitualidad, no existiendo sentencia judicial
pasada en autoridad de cosa juzgada que anule su derecho propietario; b) La Sentencia se basa en
la RS 225851 emitida por el Presidente del Estado, como emergencia de un proceso agrario
administrativo de saneamiento, el cual no tiene alcances para anular documentos convencionales de
transferencia o de derecho propietario alguno emergentes de un contrato, vulnerando el art. 546 del
CC; c) Al sostener que su documento de derecho propietario no tiene valor legal alguno por haberse
anulado su antecedente agrario en virtud a una resolución administrativa, realizó una interpretación
errónea y aplicación indebida del art. 547 del aludido Código, puesto que las características de un
acto administrativo son diferentes a un contrato; d) Realizó una aplicación indebida de la Ley 0477
de 30 de diciembre de 2013 referente a la procedencia del desalojo por avasallamiento, ya que su
persona acreditó su derecho propietario sobre el bien objeto de la litis, no pudiendo un propietario
avasallar su propia heredad ni estar en la clandestinidad respecto a su posesión; infringiendo los arts.
115.II y 117 de la CPE; e) En el acta de inspección de 4 de mayo de 2018, no se transcribieron las
actuaciones judiciales y determinaciones valorativas de la Jueza Agroambiental; asimismo, en el acta
de audiencia de 7 de igual mes y año se transcribió actuaciones que no se desarrollaron en el citado
acto procesal, transgrediendo lo establecido por los arts. 98.II y III.3 y 4, 138, 142 y 145 del Código
Procesal Civil (CPC); f) Con la emisión de la Sentencia recurrida se le coarta el ejercer libremente su
derecho a usar, gozar y disponer de su propiedad, conculcando el art. 105 del CC y consagrado en
los arts. 56.I y II, con relación al 393 de la Norma Suprema; g) Se transgredió el art. 1286, respecto
a los arts. 1287 y 1289 del Sustantivo Civil, al no haberle dado ningún valor probatorio al Segundo
Testimonio de 12 de octubre de 2005, sobre la transferencia de varias parcelas de terreno efectuada
a su favor por Cleofé López de 10 de julio de 2002 y registrado en DD.RR. de Punata desde 1996;
tampoco consideró el Informe Técnico de 9 de mayo de 2018, elaborado por el Técnico de Apoyo del
Juzgado Agroambiental de Punata, menos el Informe Técnico 010/UUA/1018 y el Informe Legal
A.L.G.A.M.A. VMCP D/4 001/2018 ambos de 5 de febrero; y, h) La autoridad judicial ignoró la prueba
cursante en obrados, incurriendo en errores de hecho y de derecho en la valoración de las mismas
de descargo documentales y testificales, conforme prevé el art. 271 del CPC.
- Recurso de casación en la forma.- 1) El fallo impugnado no cumple con los requisitos exigidos
por el art. 213.II.3 del Código Adjetivo Civil, al no establecer los hechos probados o improbados,
apartándose de los principios que rigen en la administración de justicia agraria previstos en el art. 76
de la LSNRA, transgrediendo el principio de congruencia; 2) La RS 225851 fue admitida ilícitamente,
ya que fue presentada en la audiencia de inspección de 4 de mayo de 2018, sin determinar si es
extraordinaria o sobreviniente a hechos que se hubiesen dilucidado en dicho acto judicial y sin
permitirles revisarla, vulnerando el principio de igualdad y el derecho a ser oída por una autoridad
jurisdiccional, previsto en los arts. 119 y 120 de la CPE, dejándole en estado de indefensión sobre el
elemento nuevo presentado; y, 3) La demanda interpuesta no se adecúa a los presupuestos que
hacen procedente la viabilidad de la misma, encontrándose más bien frente a un conflicto de mejor
derecho propietario, el cual no puede ser determinado ni sustanciado dentro de un proceso de
avasallamiento.
Ahora bien, de acuerdo al principio de pertinencia, el Auto Agroambiental Plurinacional S1 a 55/2018
-ahora cuestionado- emitido por las autoridades demandadas, debe circunscribirse a la expresión de
ofensas o agravios que contiene el recurso de casación incoado por la impetrante de tutela; en ese
marco, a efectos de analizar si el mencionado fallo es congruente y contiene la debida
fundamentación y motivación, corresponde conocer los argumentos esgrimidos que lo sustentan, de
donde se extrae que inicialmente se refirió a los antecedentes del citado recurso en el fondo y en la
forma e identificó los argumentos expresados en el mismo, luego expresó los siguientes
fundamentos:
ordinaria, siendo excepcional su revisión en sede constitucional, cuando exista apartamiento de los
marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, cuando se haya adoptado una
conducta omisiva expresada, entre otras, en no recibir, producir o compulsar cierta prueba inherente
al caso y su lógica consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales;
en ese sentido, de lo descrito se puede advertir que si bien la accionante señaló documentos sobre
los que supuestamente no se realizó una adecuada valoración; sin embargo, no explicó de qué
manera se habría vulnerado sus derechos; asimismo, revisado el antedicho fallo y la evaluación
desarrollada por las autoridades demandadas, no se evidencia apartamiento de los cánones legales
de equidad y de razonabilidad, por lo que sobre este aspecto corresponde denegar la tutela invocada.
En lo que concierne a los demás derechos alegados como lesionados, no corresponde su
pronunciamiento por parte de este Tribunal, toda vez que no fueron objeto de examen y
consideración, al haber sido simplemente mencionados, sin expresar carga argumentativa alguna
para su respectivo examen; asimismo, con relación a la interpretación de la legalidad ordinaria
(aplicación objetiva de la ley) también denunciado en el presente caso, cabe señalar que la parte
accionante no cumplió con las subreglas previstas por la jurisprudencia constitucional para dicho
efecto. Finalmente, respecto a la lesión de los principios de legalidad, seguridad jurídica y verdad
material, los mismos no son susceptibles de tutela de manera directa mediante la presente acción de
defensa.
Consecuentemente, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela impetrada, no obró de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 1/2019 de 4 de junio, cursante de fs. 516 a 525 vta., pronunciada por
el Juez Público Mixto de Familia de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Tarata del
departamento de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada, sin
costas; y,
2° Dejar sin efecto el Auto Agroambiental Plurinacional S1a 55/2018 de 31 de julio, emitido por las
Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, debiendo emitir una nueva
resolución en la cual se pronuncien respecto al punto de agravio que no fue considerado
en la misma, sea con la debida fundamentación y motivación, conforme a los razonamientos
expresados en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela invocada, disponiendo que los Vocales demandados emitan una nueva
resolución respecto al recurso de apelación incidental interpuesto contra el Auto de 8 de julio de
2019, debiendo aplicar el principio de irretroactividad de la ley penal más favorable, al haber cumplido
la pena máxima establecida para cualquier tipo penal respecto a la responsabilidad penal atenuada.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 26 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 90 a 91,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, reiteró los argumentos expresados en su memorial de acción
de libertad presentado, añadiendo que la responsabilidad penal atenuada se refiere a que el
adolescente en esa condición, tiene el beneficio de cumplir únicamente cuatro quintas partes de la
condena impuesta; en el presente caso, se le impuso la pena máxima, empero, en consideración a
dicha situación debió ser reducida de treinta a seis años, conforme al art. 268 del CNNA, por la edad
con la que contaba. Si bien en esta acción de libertad consta el término de irretroactividad, lo que
quiso decir es retroactividad; en ese marco, los Vocales demandados equivocaron su análisis sobre
la aplicación retroactiva de la ley penal adjetiva, obviando las SSCC “1665/2004-R”, “403/2004-R” y
“1030/2003-R”, las mismas que establecen que también es aplicable de manera retroactiva la norma
penal adjetiva cuando ésta afecte el ámbito de la esfera de libertad; reiterando se ordene a las
autoridades demandadas emitir una nueva resolución con base en la jurisprudencia establecida.
I.2.2. Informe de los demandados
Mirtha Mabel Montaño Torrico, Vocal de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Cochabamba, mediante informe escrito presentado el 26 de julio de 2019 cursante a fs. 26 y vta.,
señaló lo siguiente: a) En el caso de autos el propio accionante con los mismos argumentos ya
interpuso una anterior acción de libertad contra sus autoridades, la cual fue sustanciada por la Sala
Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento,
concediéndole la tutela demandada a través de la Resolución AL-0040/2019 de 19 de julio, y en
cumplimiento a dicho fallo, emitieron un nuevo Auto de Vista de 24 de igual mes y año, con
argumentación clara y comprensible; y, b) No es posible la activación de una segunda acción similar
a la formulada por parte del impetrante de tutela con análogos fundamentos y contra las mismas
autoridades demandadas; solicitando por ello se deniegue la tutela, con base en los antecedentes
referidos.
José Eddy Mejía Montaño, Vocal de la Sala Penal Primera de dicho Tribunal, no presentó informe
alguno tampoco asistió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 8.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución de 26 de julio de 2019, cursante de fs. 92 a 97, concedió
la tutela solicitada, consecuentemente dejó sin efecto el Auto de Vista de 24 del mismo mes y año,
disponiendo que la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de dicho departamento,
emita un nuevo fallo considerando los aspectos extrañados en el presente fallo y sea en el término
de cuarenta y ocho horas de notificado con éste, sin costas por ser excusable; a tal efecto expresó
los siguientes fundamentos: 1) Los Vocales demandados para declarar la improcedencia de la
apelación incidental que fue interpuesta por el peticionante de tutela y confirmar la decisión
impugnada, se limitaron a señalar la actual mayoría de edad del prenombrado, sin efectuar
razonamiento alguno del por qué los beneficios de la jurisdicción especializada no le eran aplicables
al accionante, específicamente en cuanto se refiere a las medidas cautelares, vulnerando los derechos
y garantías previstos en los arts. 60, 116.I y 123 de la CPE; 2) El impetrante de tutela a tiempo de
solicitar la cesación de la detención preventiva y posterior consideración en la apelación, contaba con
veinticinco años de edad; empero, al momento de la comisión de los hechos ilícitos (14 de agosto de
2010), tenía dieciséis años, extremo que por la Disposición Transitoria Sexta II del CNNA, podría
eventualmente habilitar el acceso de beneficios de la jurisdicción especializada, específicamente con
relación a medidas cautelares contenidas en la misma, considerando las interpretaciones progresiva,
evolutiva y de favorabilidad de los arts. 5 y 6 del Código Penal (CP); 3) El Auto de Vista de 24 de
julio de 2019, no realizó una interpretación cabal y correcta de la citada Disposición Transitoria,
referida a las medidas cautelares y el régimen de las medidas socio-educativas, ya que no podría
abstraerse de ninguna manera la situación de minoridad que tenía el accionante al momento de la
comisión de los presuntos hechos ilícitos del que se le acusan, no obstante que al presente ya sea
mayor de edad; y, 4) En cuanto al argumento de las autoridades demandadas, que ésta sería una
segunda acción de libertad que interpuso el prenombrado, y que como consecuencia de ello se
hubiera emitido el fallo ahora cuestionado; cabe aclarar que la primera acción se formuló porque la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba no habría ingresado al
fondo del asunto denunciado, circunstancia que fue reclamada en primera instancia por el impetrante
de tutela también mediante una acción de libertad, cuya Sala Constitucional Segunda del referido
Tribunal dispuso que los Vocales demandados consideren el fondo de la cuestión requerida, por tal
motivo se dictó el Auto de Vista cuestionado; en consecuencia, los motivos de ambas acciones
tutelares son totalmente diferentes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y acusación particular contra Wilson
Ariel Castro Vera -ahora accionante- y otros, por la comisión de los delitos de asesinato, violación
agravada y otros, los miembros del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Cochabamba, en audiencia rechazaron la cesación de la detención preventiva
impetrada por el prenombrado, mediante Auto de 8 de julio de 2019; a cuyo efecto, el peticionante
de tutela interpuso recurso de apelación incidental contra el referido fallo (fs. 70 a 72 vta.).
II.2. A mérito del recurso interpuesto, los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba -ahora demandados-, en cumplimiento a la Resolución
AL-0040/2019 de 19 de julio, pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del indicado Tribunal,
dictada dentro de una anterior acción de libertad interpuesta por el solicitante de tutela, en audiencia
pública emitieron el Auto de Vista de 24 de igual mes y año, declarando improcedente el recurso
de apelación incidental formulado por el prenombrado, confirmando el Auto impugnado de 8 del
mismo mes y año (fs. 87 a 88 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de su derecho a la libertad; aduciendo
que, a raíz de la solicitud de cesación de la detención preventiva que formuló ante el Tribunal de
Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de Cochabamba, alegando la aplicación de
la norma penal adjetiva de manera retroactiva respecto de los arts. 268 y 288 y la Disposición
Transitoria Sexta II del CNNA, petición que fue rechazada, interpuso recurso de apelación incidental;
sin embargo, los Vocales demandados mediante Auto de Vista de 24 de julio de 2019, confirmaron
la decisión asumida, arguyendo que contaba con veinticinco años de edad; asimismo, siendo las
medidas cautelares requeridas normas adjetivas, no era posible su aplicación de forma retroactiva,
citando al efecto la SCP 0770/2012 de 13 de agosto; por ello, incumplieron deliberadamente la
aplicación de los arts. 116.I y 123 de la CPE, al encontrarse privado de libertad por más de ocho
años, siendo que su pena debía ser de seis.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la improcedencia de activar una acción de libertad u otra acción de defensa
cuando existe resolución en una primera acción de la cual emerge la que se interpone
Al respecto, la SCP 0047/2019-S2 de 1 de abril, sostuvo lo siguiente: “El Tribunal Constitucional
Plurinacional a través de la SCP 0157/2015-S3 de 20 de febrero, que si bien fue pronunciada dentro
de una acción de amparo constitucional, efectuando una sistematización jurisprudencial con relación
a la posibilidad de activar una acción de defensa para lograr el cumplimiento de una Sentencia
Constitucional emergente de una primera acción tutelar; su razonamiento jurídico también es
aplicable a otras acciones de defensa, entre ellas, la acción de libertad, estableciendo dos subreglas
de improcedencia, referidas a:
i) Es improcedente peticionar a través de otra acción de amparo constitucional u otra acción de
defensa, el cumplimiento de una resolución constitucional de amparo o de otra acción de defensa -
incluye la decisión de los jueces o tribunales de garantías y la del Tribunal Constitucional Plurinacional-
o en su caso denunciar su incumplimiento [3]
<http://10.1.20.30/(S(2rhilc432nosxnwdqsjj145k))/WfrResoluciones1.aspx> ; y,
ii) Es improcedente, a través de otra acción de amparo u otra acción de defensa,
impugnar o cuestionar total o parcialmente decisiones o resoluciones de autoridades o
personas particulares emergentes del cumplimiento -parcial, distorsionado o tardío- de
las resoluciones constitucionales -incluye a la decisión de los jueces o tribunales de
garantías y la del Tribunal Constitucional Plurinacional- [4].
En ambos supuestos, las partes accionante o demandada, aún ya exista sentencia constitucional
pronunciada por el Tribunal Constitucional Plurinacional deben acudir ante el mismo juez o
tribunal de garantías que emitió la resolución constitucional inicial, de acuerdo a lo
dispuesto en el art. 40.II del CPCo, que señala: ‘La Jueza, Juez o Tribunal en Acciones de Defensa,
para el cumplimiento de sus resoluciones, sin perjuicio de la responsabilidad penal, adoptará las
medidas que sean necesarias, pudiendo requerir la intervención de la fuerza pública y la imposición
de multas progresivas a la autoridad o particular renuente’; y, lo indicado en el art. 16 del mismo
cuerpo normativo, que cita: ‘I. La ejecución de una Resolución Constitucional con calidad de cosa
juzgada, corresponde al juzgado o tribunal que inicialmente conoció la acción; II. Corresponderá al
Tribunal Constitucional Plurinacional conocer y resolver las quejas por demora o incumplimiento en
la ejecución antes referida…’
(…)
En razón a los remedios procesales idóneos que existen, esta línea jurisprudencial impide abrir una
cadena interminable de acciones de defensa, porque desde el punto de vista práctico, una concesión
de tutela perdería su efectividad en su cumplimiento, pues quedaría indefinidamente postergada
hasta que la parte demandada convertida eventualmente en accionante presente otra acción de
defensa contra la sentencia constitucional que le fue adversa, buscando que la justicia constitucional
le otorgue razón, eventualidad, en la que el accionante original continuaría con la misma cadena de
tutela hasta volver a obtenerla” (las negrillas y subrayado corresponden al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
Descrito el marco jurisprudencial para el análisis de la presente causa, de la revisión y compulsa de
los antecedentes del caso se evidenció que, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público
y la acusación particular contra Wilson Ariel Castro Vera -ahora accionante- y otros, por la comisión
de los delitos de asesinato, violación agravada y otros, ante la solicitud de cesación de la detención
preventiva impetrada por el prenombrado, los miembros del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de
la Capital del departamento de Cochabamba, en audiencia rechazaron dicha petición mediante Auto
de 8 de julio de 2019.
A tal efecto, el impetrante de tutela interpuso recurso de apelación incidental contra el precitado
fallo; a mérito de ello, los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
del citado departamento -ahora demandados-, en audiencia pública emitieron el Auto de Vista de 24
del mismo mes y año, declarando improcedente el recurso formulado, confirmando la Resolución
impugnada.
Ahora bien, conforme se tiene del marco jurisprudencial desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, no es posible a través de otra acción de amparo
constitucional u otra acción de defensa, impugnar o cuestionar total o parcialmente decisiones o
favor; y, d) La excesiva carga procesal no se constituye una excusa para no dar cumplimiento a los
plazos legales estatuidos para la remisión.
I.2.2. Informe de los demandados
Franz Gonzalo Mario Solíz Medrano, Vocal de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Potosí, presentó informe escrito el 30 de julio de 2019, cursante a fs. 19, mediante el cual
manifestó: 1) Una vez desarrollado el acto procesal se determinó revocar la Resolución de primera
instancia otorgando medidas sustitutivas a la detención preventiva en favor del peticionante de tutela;
y, 2) El cuaderno procesal fue devuelto al Juzgado de origen, para lo cual adjuntó un informe de la
Secretaria de la mencionada Sala, a cuyo tenor refiere “…tomando en cuenta la carga laboral,
habiéndose realizado el acta y estando debidamente firmada, se remitió el proceso a su juzgado de
origen en fecha 29 de julio de la presente gestión” (sic [fs. 20]).
Oscar Azurduy Uzin, Vocal de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí,
en reemplazo de Edith Rosario Peñaranda Ávila, no acudió a la audiencia pública de consideración de
la presente acción tutelar y tampoco remitió informe escrito, a pesar de su notificación cursante a fs.
15.
I.2.3. Participación del Ministerio Público
Roxana Choque Gutiérrez, Fiscal Departamental de Potosí no se presentó en audiencia pública y
tampoco remitió ningún escrito, a pesar de su notificación cursante a fs. 16.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, mediante Resolución
011/2019-AL de 30 de julio, cursante de fs. 43 a 46, concedió la tutela solicitada, disponiendo se
remitan antecedentes al Consejo de la Magistratura a efectos de determinar una eventual
responsabilidad disciplinaria por parte de los codemandados, decisión asumida en base a los
siguientes fundamentos: i) El cuaderno procesal fue enviado un día antes de la audiencia de
consideración de la presente acción tutelar, pretendiendo los demandados deslindarse de
responsabilidad; y, ii) Con la falta de celeridad en la remisión de obrados al Juez de primera instancia,
se vulneró el derecho a la libertad del peticionante de tutela, quién debió gozar del mencionado
derecho en cumplimiento de las medidas sustitutivas a la detención preventiva.
Una vez pronunciada la Resolución, a solicitud de la parte accionante, se la complementó
manifestando que no habría lugar a la calificación de un monto por la indemnización del daño y
tampoco a la remisión de antecedentes del Ministerio Público, puesto que ya se dispuso la
investigación por parte del Consejo de la Magistratura, institución que de acuerdo a su competencia
dispondrá lo que corresponda.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 22 de julio de 2019, a la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Potosí, el accionante solicitó la remisión del cuaderno de apelación al
Juzgado de origen, para el cumplimiento de las medidas sustitutivas dispuestas a su favor (fs. 5).
II.2. Por informe de 29 de julio de 2019, la Secretaria de la Sala y Tribunal precitados, señaló ante
el Vocal de dicha Sala que ya se habría remitido el cuaderno de apelación al Juez a quo (fs. 20).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y a la seguridad personal; y, a los
principios de celeridad procesal, pro homine, pro actione y favorabilidad; toda vez que, los Vocales
codemandados a través del Auto de Vista el 8 de julio de 2019, revocaron el Auto Interlocutorio de
14 de mayo del mismo año que dispuso su detención preventiva, determinando en su lugar medidas
sustitutivas, dejando transcurrir tres semanas hasta la interposición de la presente acción tutelar no
remitieron obrados al Juzgado de origen, impidiendo que pueda efectivizarse las medidas dictadas
en su favor, prolongando ilegalmente su estado de privación de libertad.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Obligación del tribunal de alzada de remitir al juzgado de origen, dentro del plazo
de veinticuatro horas, lo obrado en el trámite de apelación incidental
El Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP 2077/2012 de 8 de noviembre, estableció
con relación a la procedencia de la acción de libertad: “…cuando existan actos, los cuales estén
vinculados directamente con el derecho a la libertad o a la locomoción, la citada SCP 111/2012,
estableció: ‘…la acción de libertad, podrá alegarse procesamiento ilegal indebido, cuando dicha lesión
afecte a alguno de sus elementos constitutivos y se encuentre directamente relacionada con la
amenaza, restricción o supresión de la libertad física o de locomoción del actor; toda vez que otras
formas de procesamiento indebido o ilegal que no encuentren vinculación directa con el derecho a la
libertad, deben compulsarse dentro del ámbito de la acción de amparo constitucional’.
De esta forma, se puede establecer que el debido proceso y la dilación indebida o la falta de celeridad
procesal, pueden ser reclamados a través de la acción de libertad, siempre que se vinculen con el
derecho a la libertad.
En ese entendido, y retornando al tema principal de la presente acción, respecto a la falta de remisión
del expediente principal por el Tribunal de apelación hacia el juzgado de origen, habiéndose llevado
acabo la audiencia de apelación, existiendo una Resolución y un acta, no se justifica que a más de
un mes el Tribunal ad quem, no haya devuelto dicho expediente, y tal como referimos que el art.
251, modificado e incorporado por la Disposición final segunda de la LSNSC, señala que una vez
remitido el expediente ante el Tribunal de apelación, éste “resolverá, sin más trámite y en audiencia,
dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior’, debiendo incluirse
dicho entendimiento bajo los argumentos expuestos del principio de celeridad, debido proceso y
prohibición de dilación en el proceso, indicando que una vez el Tribunal de apelación dentro
del plazo de tres días de recibidas las actuaciones, resuelva la apelación; deberá remitir
el expediente, el acta y la Resolución correspondiente al Juzgado o Tribunal de origen
dentro del plazo máximo de 24 horas” (el resaltado es propio).
III.2. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y su protección para lograr la
celeridad en la tramitación, resolución y efectivización de las decisiones vinculadas al
derecho a la libertad
Al respecto, la SCP 0528/2013 de 3 de mayo realizando un prolijo análisis de esta modalidad de la
acción de libertad estableció: “La acción de libertad traslativa o de pronto despacho, extraída de la
declaración del objeto y finalidad de la acción de libertad (art. 125 de la CPE) cuya comprensión se
encuentra recogida en las SSCCPP 0017/2012 y 0112/2012, entre otras, en razón al desarrollo que
hicieron las SSCC 1579/2004-R, 0465/2010-R y 0044/2010-R; busca acelerar los trámites judiciales
o administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del valor libertad, el principio
celeridad y el respeto a los derechos.
La línea jurisprudencial desarrollada y consolidada en coherencia con este tipo de acción de libertad
(traslativa o de pronto despacho), es la que señala que todo tipo de decisiones judiciales vinculadas
al derecho a la libertad personal, tienen que ser: tramitadas, resueltas (SC 0224/2004-R de 16 de
febrero) y efectivizadas (SC 0862/2005-R de 27 de julio) con la mayor celeridad.
Esta línea jurisprudencial si bien fue recogida en innumerables sentencias constitucionales
pronunciadas tanto por el anterior Tribunal Constitucional, como del Tribunal Constitucional
transitorio, es la SCP 0112/2012 de 27 de abril, la que sistematiza todas las reglas procesales penales
en medidas cautelares, sobre el tema. Asimismo, a partir del desarrollo del principio de aplicación
directa de la Constitución Política del Estado, las características del nuevo modelo de Estado que se
configura como un Estado Constitucional de Derecho Plurinacional Comunitario e Intercultural
traspasado por la Unidad del Estado y la concepción de las normas constitucionales-principios, que:
'…son la pluralidad de valores, principios, derechos fundamentales no sólo individuales (liberales y
sociales) sino un amplio catálogo de derechos y garantías, principios y valores plurales y colectivos
que la Constitución representa como un pacto de postulados distintos y hasta veces contradictorios,
pero que al final deben coexistir' (Fundamento Jurídico III.1.1), entendió que los jueces, en su
razonamiento jurídico, a efectos de dar concreción a este modelo de Estado, deben tener en cuenta
la siguiente base principista:
‘1) El derecho fundamental a la libertad personal, ahora consagrado en los arts. 23.I de la
CPE, 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), y 7.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
2) La dignidad humana de la persona [como individuo], en su doble dimensión, como derecho
fundamental y valor supremo, consagrado en el art. 22 de la CPE.
(…)
Los principios ético-morales de la sociedad plural
El art. 8.I de la CPE, refiere que: ‘El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la
sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón),
suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi marei (tierra sin
mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)'.
Los principios ético-morales, antes de ser incorporados a la Constitución, tenían valor
únicamente para el Derecho Indígena, es decir, eran estimados como valiosos por la
cultura y el Derecho de las naciones y pueblos indígena originario, campesinos. Después
de efectuada su incorporación en el texto constitucional tienen valor de derecho, es decir
se convierten en normas y, por tanto, comparten la eficacia jurídica de la propia
Constitución, es decir, tienen carácter normativo, lo que implica que no son meras
declaraciones retóricas, por lo mismo, imponen a todos, esto es, al poder público y los
particulares en la convivencia social, con mayor razón a todos los jueces de la pluralidad
de jurisdicciones, la obligación de observarlos, desarrollarlos y aplicarlos en su labor
decisoria cotidiana.
(…)
Los principios procesales de celeridad y de respeto a los derechos, previstos en el art. 178.I
de la CPE.
4.1. El principio de celeridad procesal, previsto en el art. 178.I concordante con el art. 180.I,
ambos de la CPE, que según el desarrollo legal (art. 3.7, Ley 025 de 24 de junio de 2010), comprende
el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la administración de justicia.
4.2. El principio de respeto a los derechos, que según el desarrollo legal (art. 3. 12 de la Ley
025, de 24 de junio), es la base de la administración de justicia, que se concreta en el respeto al
ejercicio de derechos del pueblo boliviano, basados en principios ético-morales propios de la
sociedad plural que promueve el Estado Plurinacional y los valores que sustenta éste‴ (el
resaltado corresponde al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia que el 8 de julio de 2019 mediante Auto de Vista dictado en audiencia pública
de consideración de apelación de medidas cautelares, los Vocales demandados revocaron el Auto
Interlocutorio de 14 de mayo del mismo año dictado en primera instancia, dejándolo sin efecto y en
su lugar se dispusieron medidas sustitutivas; sin embargo, no se pudo efectivizar su libertad, porque
hasta la fecha de interposición de la presente acción de defensa, los mencionados no remitieron el
cuaderno de control jurisdiccional al Juzgado de origen a efectos de que se puedan efectivizar las
medidas impuestas, prolongando de forma ilegal su privación de libertad.
De la revisión de obrados se puede advertir que posterior a la emisión del Auto de Vista que favoreció
al impetrante de tutela con medidas sustitutivas a la detención preventiva, este a través de memorial
presentado el 22 de igual mes y año ante las autoridades demandadas solicitó la remisión del
expediente al Juez de control jurisdiccional donde radica su causa (Conclusión II.1), hecho que fue
ratificado mediante informe de 29 de igual mes y año emitido por la Secretaria de Cámara de la Sala
Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí (Conclusión II.2), la que señaló:
“…tomando en cuenta la carga laboral, habiéndose realizado el acta y estando debidamente firmada,
se remitió el proceso a su juzgado de origen en fecha 29 de julio de la presente gestión” (sic), aspecto
que confirma la existencia de una dilación en la devolución del cuaderno de apelación al Juez de
origen.
Los Vocales codemandados deben tomar en cuenta que toda autoridad judicial que tenga a su cargo
un trámite procesal en el que se encuentre comprometido el derecho a la libertad física o de
locomoción, está en la obligación de diligenciarlo con eficiencia procurando tramitarlo en el menor
tiempo posible, o por lo menos dentro de los plazos legalmente establecidos en el Código de
Procedimiento Penal; el incumplimiento a esta norma da lugar a la dilación indebida, restringiendo
de forma ilegal el derecho tutelado por la garantía procesal constitucional.
Es menester enfatizar que la excesiva carga laboral existente en cada despacho no puede ser utilizada
como argumento para justificar el incumplimiento de los plazos establecidos por ley, puesto que el
Estado boliviano tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para hacer efectivos los
derechos, así el art. 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), determinó que:
“Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado
por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar, con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades”,
deber que concierne la instauración de medidas presupuestarias, administrativas y asignación de
recursos humanos entre otras.
Al respecto, de forma puntual la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), en casos
como Garibaldi vs. Brasil y Forneron e hija vs. Argentina estableció: “… la Corte ha establecido que
no es posible alegar obstáculos internos, tales como la falta de personal, infraestructura
o una sobrecarga crónica de casos pendientes para eximirse de una obligación
internacional…” (el resaltado es propio).
De igual forma la misma Corte IDH dentro del caso Yvon Neptune vs. Haití sostuvo: “… Es
jurisprudencia de este Tribunal que las condiciones en las cuales se encuentra un país, no importa
cuán difíciles sean éstas, no son causas de justificación para que los estados Parte en la Convención
Americana estén liberados de cumplir con las obligaciones consagradas en ella ”.
Por lo anterior, el justificativo manifestado en el informe de la Secretaria de Cámara de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí (Conclusión II.2), no es válido para excusar
la demora en el trámite de remisión analizado en la presente acción tutelar, siendo notable la dilación
en la que incurrieron los demandados, al no adecuar su conducta al razonamiento expuesto en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En síntesis, se advierte que las autoridades demandadas remitieron el cuaderno de apelación al Juez
de origen el 29 de julio de 2019, cuando el Auto de Vista fue dictado el 8 del mismo mes y año -tres
semanas después de la emisión de dicha Resolución-; es decir, fuera del plazo de las veinticuatro
horas como lo establece el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, no siendo
válida la justificación de la “carga laboral” del despacho por ser una cuestión administrativa ajena a
la prosecución del proceso que no debe afectar de forma negativa al cumplimiento de plazos en
perjuicio del justiciable prolongando su situación procesal como privado de libertad; por lo cual es
evidente la falta de celeridad con la que actuaron los Vocales codemandados; al respecto el profesor
Binder reflexiona: “…Si el Estado utiliza un recurso tan extremo como encarcelar a una persona para
asegurar el desarrollo del proceso, adquiere paralelamente la obligación de extremar todos los medios
a su alcance para concluir el proceso cuanto antes”[1]; dilación en la devolución del cuaderno de
apelación, donde existe un privado de libertad, lo cual amerita la protección de la justicia
constitucional a través de la acción de libertad traslativa o de pronto despacho.
[1] Binder Alberto, Introducción al derecho procesal penal, Edit. Alfa Beta, Bs. As. 1993, pág. 201.
corrupción, para investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos contra
los intereses del Estado; y en el resto de los casos señalados por la Constitución’.
Respecto al principio de irretroactividad de la norma a que hace referencia el accionante, el Tribunal
Constitucional mediante la SC 0334/2010-R de 15 de junio, citada por la SC 1795/2010-R de 25 de
octubre, señaló lo siguiente: ‘El art. 33 de la CPEabrg, disponía que la ley solo tiene efecto para lo
venidero; y no así retroactivo, excepto en materia social cuando lo determine expresamente, y en
materia penal cuando beneficie al delincuente; es decir, uno de los principios más elementales que
rigen la aplicación de la ley es su irretroactividad, que significa que ésta no debe tener efectos hacia
atrás en el tiempo; sus efectos solo operan después de la fecha de su promulgación, así también lo
ha establecido el art. 123 de la CPE.
El fundamento jurídico del principio de irretroactividad, es la necesidad de dar estabilidad al
ordenamiento jurídico, porque sin el mencionado principio se presentan confusiones sobre la
oportunidad de regulación, de suerte que en muchas ocasiones con una conveniencia presente se
regulaba una situación pasada, que resultaba exorbitante al sentido de la justicia, por falta de
adecuación entre el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica.
Las personas tienen confianza en la ley vigente, y conforme a ella celebran sus transacciones y
cumplen sus deberes jurídicos. Dar efecto retroactivo a una ley equivale a destruir la confianza y
seguridad que se tiene en las normas jurídicas.
La naturaleza jurídica del principio de irretroactividad es la premisa según la cual, en la generalidad
de las circunstancias se prohíbe, con base en la preservación del orden público y con la finalidad de
plasmar la seguridad y estabilidad jurídica, que una ley tenga efectos con anterioridad a su vigencia,
salvo circunstancias especiales que favorezcan, tanto al destinatario de la norma como a la
consecución del bien común, de manera concurrente.
Es por ello, que el principio de irretroactividad no se contrapone con la necesidad de mutaciones
normativas, que impiden la petrificación de un orden jurídico que ha de ser dinámico, en el sentido
de ajustar a las condiciones y circunstancias actuales, sin que esto implique el desconocimiento de
situaciones jurídicas definidas de acuerdo con la ley, ni la vulneración de los derechos adquiridos’.
Concordante con el precedente constitucional esta Sala considera que la irretroactividad de la ley al
constituir una garantía a favor del ciudadano y no del Estado, impide también, que una norma
reciente pueda afectar a plazos de prescripción que empezaron a computarse en vigencia de una
norma anterior, pues ello significaría desconocer el principio de irretroactividad de la ley y consentir
una aplicación retroactiva, pues a los actos que se produjeron en un determinado tiempo,
corresponde se aplique la normativa legal vigente en ese momento, lo contrario significaría contrariar
el mandato constitucional de la irretroactividad como garantía a favor del ciudadano, desconocer el
orden público, la seguridad y estabilidad jurídica. No obstante, la regla de prohibición de aplicación
retroactiva de una norma encuentra su excepción bajo el principio de favorabilidad y cuando se trate
de normas penales, sociales y en normas de carácter adjetivo.
En el ámbito Tributario el art. 150 del CTB, determina que: ‘La normas tributarias no tendrán carácter
retroactivo, salvo aquellas que supriman ilícitos tributarios, establezcan sanciones más benignas o
termino de prescripción más breves o de cualquier manera beneficien al sujeto pasivo o tercero
responsable’.
En ese contexto, se entiende que la nueva norma, rige para lo venidero y no así para hechos pasados,
criterio que guarda coherencia con el art. 123 de la CPE, siendo de aplicación en materia tributaria
el principio de favorabilidad establecido en el art. 150 del CTB; pues, teniendo en cuenta dicho
principio, la nueva norma puede ser aplicada cuando favorezca al sujeto pasivo o tercero responsable.
Por ello, las modificaciones normativas tienen la finalidad, que distintas situaciones jurídicas que no
se encontraban presentes en el pasado, se ajusten a la nueva realidad, sin que ello involucre el
desconocimiento de situaciones jurídicas definidas ni la vulneración de los derechos adquiridos”» .
III.4. Análisis del caso concreto
La parte accionante alega que la autoridad demandada vulneró su derecho al debido proceso en sus
elementos de motivación y fundamentación, y a la garantía de la irretroactividad de la ley; ya que,
en la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017 de 26 de diciembre, interpretó
erróneamente el art. 59 del CTB modificado por la Ley 812, y lo aplicó indebidamente de manera
retroactiva a gestiones anteriores a su promulgación; por lo que, pide la revisión de la interpretación
de la legalidad ordinaria realizada por ser contradictoria a la Ley Fundamental.
En primer lugar, conforme se tiene del Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, en acciones de amparo constitucional emergentes de procesos
administrativos o judiciales, la legitimación pasiva recae sobre la última autoridad que conoció y
resolvió la problemática planteada, en aplicación del principio de subsidariedad, no siendo pertinente
lo alegado por la autoridad demandada acerca de la necesidad de notificar a la ARIT La Paz.
Continuando, se tiene que la parte impetrante de tutela realizó una precisa relación de vinculación
entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa desarrollada por la autoridad
demandada al resolver el recurso jerárquico, a saber por las siguientes consideraciones: a) Identificó
con precisión que párrafo de la citada Resolución de Recurso Jerárquico se realizó la interpretación
considerada lesiva; b) Explicó por qué dicha labor fue insuficientemente motivada, arbitraria y con
error evidente, indicando que no se consideró la garantía constitucional de irretroactividad de la
norma consagrada en el art. 123 de la CPE, omitiendo realizar una interpretación conforme a la
Norma Suprema, ya que se aplicó de forma retroactiva el término de prescripción de ocho años
previsto actualmente en el art. 59 del CTB bajo la modificación realizada por la Ley 812, a gestiones
pasadas antes de la promulgación de esta última disposición legal; agregando que, tampoco se
motivó de manera suficiente tal decisión; c) Resaltó la relevancia constitucional de la revisión de la
interpretación legal realizada por la autoridad demandada, puesto que se inaplicó arbitrariamente la
garantía de irretroactividad de la norma; y, d) No se pidió la dilucidación de hechos controvertidos
ni que se realice el cómputo del plazo para la verificación de la prescripción, sino que simplemente
se ordene la correcta interpretación de la legalidad; por lo que, se demostró ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras de revisar el acto administrativo.
En efecto, de acuerdo a lo plasmado en el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo constitucional, este
Tribunal fue claro al establecer que las autoridades judiciales y administrativas deben respetar la
garantía de la irretroactividad de la norma consagrada en el art. 123 de la CPE, al momento de
interpretar las normas infraconstitucionales y aplicarlas en el cumplimiento de sus funciones,
considerando además las puntuales excepciones en contextos del principio de favorabilidad, lo cual
en el presente caso no ocurre, puesto que la fiscalización realizada por la administración tributaria
fue para obligaciones de pago de patentes de publicidad vial de las gestiones 2007 a 2010, cuando
estaba vigente el art. 59 del CTB, sin modificaciones y establecía un término de prescripción de
solamente cuatro años para controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos, así como
para la determinación de la deuda tributaria e imponer sanciones administrativas, plazo menor al de
ocho años vigente por la última modificación realizada por la Ley 812 a dicha disposición legal.
Entonces, se llega a la conclusión que la interpretación realizada por la autoridad demandada en la
Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017 fue arbitraria y con error evidente, dado que
desconoció la garantía constitucional de la irretroactividad de la norma; por otra parte, también se
verifica la insuficiencia de la fundamentación realizada en el punto “xiii” de la indicada Resolución, ya
que no se explica en qué disposición legal se basa para indicar que la legislación aplicable en materia
de prescripción es la vigente al momento de que la administración tributaria ejerza sus facultades de
fiscalización y determinación de la deuda tributaria; agregando que, lo referido también implicaría
una contradicción al cómputo de la prescripción regulado en el art. 60 del referido cuerpo legal, que
inicia desde el primer día del año siguiente a aquel en que se produjo el vencimiento de pago
respectivo o en el que se haya cometido la contravención tributaria.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías al conceder la tutela impetrada, aplicó de
manera correcta las disposiciones constitucionales.
POR TANTO
contribuyente, de acuerdo a los arts. 55 y 156 del Código Tributario Boliviano (CTB), que suspendió
el cómputo del término de prescripción para imponer sanciones por un año y cinco meses.
Por otra parte, igualmente señaló la vulneración de su derecho a la justicia plural en sus elementos
de seguridad jurídica y legalidad, debido a que la citada Sentencia inaplicó el contenido de las Leyes
291 y 317 alegando que supuestamente no podrían ser retroactivas al no ser más favorables para el
sujeto pasivo, cuando su constitucionalidad no se encontraba en duda, no correspondiendo a la
jurisdicción ordinaria determinar si una norma legal se halla vigente o es contraria a la Constitución
Política del Estado y en todo caso se debió plantear una acción de inconstitucionalidad concreta.
Finalmente, expresó que las modificaciones introducidas al art. 59 del CTB por las Leyes 291 y 317
no se refieren a una ampliación sea respecto a obligaciones tributarias cuyo plazo de vencimiento y
contravenciones tributarias hubiese ocurrido en dicho año, sino que lo que cambió es el plazo para
el ejercicio de facultades de la Administración Tributaria, en su relación con la obligación tributaria,
lo cual es plenamente aplicable a hechos generadores acaecidos con anterioridad a la promulgación
de las indicadas leyes dado que el derecho a la prescripción del contribuyente era expectaticio y no
se encontraba consolidado, debiendo aplicarse la normativa vigente al momento en que el sujeto
pasivo invocó la prescripción; por lo que, se lesionó su derecho al debido proceso en sus elementos
de fundamentación y motivación.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante consideró como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos de
congruencia, motivación y fundamentación, y a la justicia plural en sus componentes de seguridad
jurídica y legalidad, a cuyo efecto citó los arts. 115.II, 108.I, 164.II, 178.I y 180.I de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia: 1) Se deje sin efecto la Sentencia 94; y, 2) Ordenar
que las autoridades demandadas pronuncien una nueva resolución, respetando sus derechos
fundamentales.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
La audiencia pública fue instalada el 30 de agosto de 2018, según consta en acta cursante de fs. 536
a 538 vta., en la cual se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante por intermedio de sus representantes, ratificó lo manifestado en su memorial de
acción de amparo constitucional.
I.2.2. Informe de los demandados
Esteban Miranda Terán, Magistrado de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, presentó informe escrito el 28 de agosto de
2018, cursante a fs. 159 y vta., indicando que no participó en el acto impugnado, no correspondiendo
informar sobre el fondo de las pretensiones aducidas por el solicitante de tutela y que está a las
resultas de la acción a efecto de asumir la responsabilidad institucional que corresponda.
María Cristina Díaz Sosa, Magistrada de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, no presentó informe pese a su notificación
cursante a fs. 152.
Antonio Guido Campero Segovia y Jorge Isaac von Borries Mendez, exmagistrados de la Sala
Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de
Justicia, no presentaron informe pese a su notificación cursante de fs. 154 a 155.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Daney David Valdivia Coria, Director General Ejecutivo a.i. de la AGIT, presentó informe escrito el 30
de agosto de 2018, cursante de fs. 423 a 436, manifestando que: i) Respecto al art. 59 del CTB,
modificado por las Leyes 291 y 317, se presume constitucional y debe ser aplicado, toda vez que
prevé que la prescripción de ocho años se debe aplicar en la gestión en curso; ii) La Sentencia 94
señaló de manera contradictoria que “…NO CORRESPONDE ANALIZAR LA
CONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA, SINO SIMPLEMENTE QUE NO SON NORMAS QUE
PERMITAN LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE FAVORABILIDAD…” (sic), correspondiendo
un pronunciamiento fundamentado sobre el término en “EN LA GESTIÓN” (sic); iii) Se omitió
considerar que la Ley 317 dejó sin efecto el segundo párrafo del artículo antes indicado, con el
propósito de que el cómputo de la prescripción no se tomen en cuenta las obligaciones tributarias
con vencimiento para cada año, sino que el cómputo se efectúe tomando en cuenta la solicitud de
prescripción y luego aplicar el cómputo respectivo; y, iv) La Sentencia 94 no contiene todos los
fundamentos legales en función a la naturaleza jurídica de la demanda y no expresa pronunciamiento
con relación a todos los puntos demandados y respondidos; por lo que, solicita se emita una nueva
resolución declarando procedente la acción de amparo constitucional.
Daniela Aparicio Cata, representante de SOINBOL S.R.L., intervino en audiencia manifestando que:
a) El accionante tuvo la oportunidad de presentar réplica y dúplica en el proceso contencioso
administrativo, así como solicitar la complementación y enmienda de la Sentencia 94, no siendo
pertinente que ahora pretenda hacer valer sus argumentos en la jurisdicción constitucional; b) El
tercero interesado no es parte del proceso y no necesariamente deben ser considerados en la
resolución; c) La ampliación de plazos de prescripción dispuestas por las Leyes 291 y 317 no beneficia
a los contribuyentes; d) La administración tributaria ya interpuso otras acciones tutelares por el
mismo tema, las cuales fueron denegadas; e) El cómputo del plazo de la prescripción se da desde la
configuración del hecho generador, lo contrario sería desnaturalizar dicho instituto jurídico; y, f) No
existieron agravios en la emisión de la Sentencia 94, quedando claro que la ley rige para el futuro y
no retroactivamente, peor si es en contra del contribuyente; por lo que, solicitó se deniegue la tutela
impetrada.
I.2.4. Resolución
El Juez Público de Familia Octavo de Sucre del departamento de Chuquisaca, constituido en Juez de
garantías, por Resolución 03/2018 de 30 de agosto, cursante de fs. 539 a 542, concedió la tutela
solicitada y en consecuencia, dejó sin efecto la Sentencia 94, con base en los siguientes fundamentos:
1) Se debió señalar la postura del tercero interesado dentro de la demanda contenciosa
administrativa, a manera de ser considerada al momento de resolver el litigio en igualdad de
condiciones; 2) No se señaló con meridiana claridad la norma aplicable a cada caso concreto,
haciendo conocer los motivos del porque se considera una norma y no otra; y, 3) El no tomar en
cuenta al tercero interesado significa la vulneración de su derecho a la defensa y a la seguridad
jurídica.
1.2.5. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano, Magistrado de la Sala Cuarta Especializada del Tribunal
Constitucional Plurinacional, a fs. 558 y 559 formuló excusa del conocimiento de la acción de amparo
constitucional signada con el número 26143-2018-53-AAC, al estar comprendido en la causal prevista
por el art. 20.5 del CPCo, bajo el argumento de que en su condición de entonces Magistrado del
Tribunal Supremo de Justicia asumió una posición clara y concreta sobre el tema, lo cual originó el
ACP 0011/2019 de 10 de abril, cursante de fs. 569 a 572, que declaró legal la excusa formulada.
II. CONCLUSIONES
Del análisis de la prueba documental adjunta al expediente, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución Sancionatoria 601800028815 de 20 de julio de 2015, Apolinar Choque Arevillca,
Gerente Distrital Tarija del SIN -ahora accionante-, sancionó a SOINBOL S.R.L. con una multa igual
al cien por ciento del tributo omitido a la fecha de vencimiento del impuesto por UFV’s11 836 (once
mil ochocientos treinta y seis unidades de fomento a la vivienda), por la contravención de omisión
de pago del IT declarado para el período julio de 2010 (fs. 185 y 186).
Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg); h) Las modificaciones realizadas al art. 59 del CTB a través
de las Leyes 291 y 317, tuvo la finalidad de incrementar el plazo de prescripción de las acciones de
la administración tributaria para controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos, así
como para determinar la deuda impositiva e imponer sanciones administrativas respecto del
contribuyente, estableciendo un incremento escalonado a partir de la gestión 2012 hasta la 2018,
entendiéndose el término gestión como el periodo fiscal vigente de donde emergen obligaciones
tributarias y se cometen contravenciones; i) Las indicadas Leyes, cuya constitucionalidad no se
encuentra en duda, no constituyen disposiciones legales que beneficien al sujeto pasivo, no
pudiéndose utilizar el principio de favorabilidad para justificar una aplicación retroactiva; j) La Ley
291 estableció en un primer momento que el periodo de prescripción para cada año sería respecto a
las obligaciones tributarias cuyo plazo de vencimiento y contravenciones tributarias hubiesen ocurrido
en dicho año o gestión, descartándose su aplicación retroactiva; k) Si bien la Ley 317 quitó esa última
previsión legal, dejando un vacío jurídico, este hecho no puede ser interpretado como un precepto
potestativo para la aplicación retroactiva de la norma; y, L) En el caso concreto correspondió aplicar
la norma procesal vigente al momento en que se produjo el hecho generador y la contravención en
la gestión 2010, es decir, el art. 59 del CTB sin modificaciones que establecía un plazo de prescripción
de cuatro años, que concluyó el 31 de diciembre de 2014, no evidenciándose la configuración de
ninguna causal de interrupción y suspensión (fs. 411 a 417 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante consideró como vulnerados sus derechos al debido proceso en sus elementos de
congruencia, motivación y fundamentación, y a la justicia plural en sus componentes de seguridad
jurídica y legalidad, debido a que: 1) Cuando se emitió la Sentencia 94 de 11 de agosto de 2017, se
resolvió la demanda contenciosa administrativa declarándola probada, sin pronunciarse sobre sus
argumentos, lesionando su derecho al debido proceso en su elemento de congruencia; 2) Se inaplicó
el contenido de las Leyes 291 y 317 alegando que supuestamente no podrían ser retroactivas al no
ser más favorables para el sujeto pasivo, cuando su constitucionalidad no se encontraba en duda, no
correspondiendo a la jurisdicción ordinaria determinar si una norma legal se halla vigente o es
contraria a la Constitución Política del Estado y en todo caso se debió plantear una acción de
inconstitucionalidad concreta; y, 3) Las modificaciones introducidas al art. 59 del CTB por las Leyes
aludidas no se refieren a una ampliación sea respecto a obligaciones tributarias cuyo plazo de
vencimiento y contravenciones hubiese ocurrido en dicho año, sino que lo que cambió es el plazo
para el ejercicio de facultades de la Administración Tributaria, en su relación con la obligación
impositiva, lo cual es plenamente aplicable a hechos generadores acaecidos con anterioridad a la
promulgación de las indicadas leyes dado que el derecho a la prescripción del contribuyente era
expectaticio y no se encontraba consolidado, debiendo aplicarse la normativa vigente al momento en
que el sujeto pasivo la invocó.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. La intervención del tercero interesado en procesos contenciosos administrativos
Sobre este tópico, la SCP 0138/2019-S2 de 17 de abril, sistematizó los entendimientos
jurisprudenciales realizados hasta el momento de la siguiente manera: “La jurisprudencia
constitucional se pronunció respecto a que dentro de un proceso contencioso administrativo, el
tercero interesado debe intervenir, por tener un interés directo en el mismo y que la resolución a
emitirse le puede afectar sus derechos. Así, entre otras, la SCP 1472/2016-S3 de 12 de diciembre,
que se refirió al desarrollo jurisprudencial de este tópico, señaló que: ‘El debido proceso está
concebido en la Norma Fundamental como una garantía jurisdiccional, un principio constitucional y
un derecho fundamental; así como es un instrumento de defensa de garantías y derechos
constitucionales dentro de cualquier proceso previsto en nuestro ordenamiento jurídico, también:
«…el debido proceso tiene por objeto la materialización de los valores jurídicos de justicia e igualdad,
en el entendido que sólo a través de ellos se logrará la eficacia máxima de los derechos fundamentales
contenidos en la Ley Fundamental. De ese razonamiento se extrae que el debido proceso debe ser
entendido en sus dos facetas, adjetiva y sustantiva, que a efectos de resolver la problemática
planteada, corresponde referirnos a la primera, que abarca cuatro elementos; el Juez natural, que a
su vez tiene tres componentes, competencia, imparcialidad e independencia; la fase del juicio previo,
que parte del entendido que nadie puede ser sancionado sino en la forma establecida por la ley, para
ello se deberá observar el respeto del derecho a la defensa -técnica y material-, principio de
contradicción, publicidad, presunción de inocencia y otros; la tercera fase es la relativa a la decisión
que contiene elementos específicos como la motivación, la congruencia y la sentencia justa;
finalmente está el derecho a la doble instancia…» (SC 1521/2011-R de 11 de octubre).
Dentro de ese contexto, la SCP 0530/2015-S3, de 26 de mayo, estableció que se lesiona el derecho
al debido proceso en su elemento de la defensa del contribuyente o sujeto pasivo, cuando dentro de
un proceso contencioso administrativo no se pone a conocimiento de éste la controversia, suscitando
que se definan aspectos reclamados por las instancias administrativas que establecieron ciertos
derechos a favor de éste, empero no fue avisado, y dentro de ese proceso eventualmente podrían
ser modificados, constituyendo su presencia en un presupuesto de protección del derecho al debido
proceso que debe ser respetado en instancia judicial, así sostuvo que: «…la demanda contenciosa
administrativa fue interpuesta por la Administración Tributaria contra la máxima instancia de
impugnación tributaria; es decir, la Superintendencia Tributaria General -hoy AGIT-, sin que hubiese
intervenido el ahora accionante a pesar de que los efectos de la Sentencia judicial le afectarían. En
efecto, todo el proceso administrativo, sujeto al control judicial, emerge a consecuencia del supuesto
incumplimiento de deberes por parte del contribuyente -ahora accionante-, que en este caso resulta
ser el sujeto pasivo, que conforme al art. 22 del Código Tributario Boliviano (CTB), se encuentra
definido como el contribuyente o sustituto del mismo, quien debe cumplir con las obligaciones
tributarias establecidas conforme las Leyes, señalando igualmente, el art. 23 de la misma norma,
que: ‘Contribuyente es el sujeto pasivo respecto del cual se verifica el hecho generador de la
obligación tributaria’; de donde se evidencia que cualquier determinación que se asuma dentro de la
instancia judicial posterior influirá en su situación, por cuanto contra él existe un adeudo determinado
dentro de un proceso tributario, no pudiendo por ello soslayarse la participación de éste dentro del
proceso; en ese contexto, todas las decisiones asumidas dentro de la demanda contenciosa
administrativa recaerá directamente sobre el sujeto pasivo; es decir, que la decisión asumida tendrá
un efecto directo sobre éste…» (las negrillas fueron añadidas); ello debido a que si bien los efectos
de las decisiones asumidas dentro de cualquier resolución (judicial o administrativa), solo recaen en
las partes intervinientes, sin embargo, en caso de que los derechos de otras personas que no sean
parte del proceso se encuentren afectadas por dichas decisiones, éstas podrán intervenir para que la
autoridad a cargo del mismo pueda resolver la controversia tomando en cuenta la afectación de la
que pueda ser objeto este tercero (SC 1824/2010-R de 25 de octubre).
Por su parte, la SCP 0150/2014-S3 de 20 de noviembre, estableció que: «…con relación a los terceros
interesados, es menester señalar que, si bien es evidente que la decisión que se expida dentro de un
proceso judicial o administrativo, sólo debe referirse en principio a los que hayan intervenido
directamente en él, o sea a la parte demandante y demandada; empero, es posible que se presenten
circunstancias por las cuales el fallo puede rebasar ese ámbito y afectar a terceros completamente
ajenos a la litis.
Como consecuencia de lo anotado, tendrá que admitirse la intervención de un tercero en un proceso
judicial o administrativo en el que no es parte cuando se alega un interés propio susceptible de ser
afectado por la resolución que se emita. Esta situación hace imperativo que se lo incorpore al
respectivo proceso, previo el cumplimiento de ciertos requisitos para los casos en los que resulta
inevitable su participación en aquellos juicios.
La intervención de terceros interesados puede producirse sea en forma voluntaria a iniciativa propia,
o en forma provocada, de oficio o a pedido de parte. Así, en primer término será necesario anotar
que en ambos casos se requerirá de la existencia de un proceso en trámite, pendiente de resolución,
al cual el tercero interesado que se considere legitimado podrá apersonarse, demostrando
fehacientemente su titularidad con relación a un derecho que pudiera resultar afectado por la
resolución que se dicte.
Asimismo, deberá acreditar que su reclamo tiene inmediata relación con el objeto del proceso; es
decir, que tiene que existir un vínculo de conexitud con la controversia objeto de la litis para permitir
que juntamente con ésta su pretensión sea resuelta. Estos requisitos deberán ser verificados por el
Juez o autoridad administrativa para que, en caso de ser cumplidos, se declare legitimado al tercero
interesado y así pueda intervenir dentro de un determinado proceso, asumiendo amplia defensa en
igualdad de condiciones.
Sin embargo, al tercero interesado sólo le corresponde adherirse a una demanda que se encuentra
en trámite, mas no así deducir una nueva ni plantear petitorios diferentes a los que contiene la
demanda principal, puesto que su intervención, siendo accesoria, no implica en absoluto la posibilidad
legal de modificar una relación procesal aspecto que corresponde valorar en primera instancia al juez
o autoridad administrativa competente»’.
Finalmente la SCP 0995/2016-S3 de 22 de septiembre, refirió que ‘…en la tramitación de los procesos
contenciosos administrativos, se encuentra reconocida la notificación a quienes tengan interés
legítimo en el proceso administrativo, aspecto además reconocido por la doctrina, pudiendo citarse a
Hugo Haroldo Calderón Morales, quien hablando de las partes en el proceso contencioso
administrativo, señala: «Los terceros son todas aquellas personas que puedan aparecer dentro del
expediente administrativo con legítimo derecho o personas que pudieran salir afectadas o tienen
interés directo en el asunto que ha sido sometido a la jurisdicción contencioso administrativa, sobre
los que pueda caer alguna responsabilidad o puedan salir afectados en una decisión jurisdiccional».
Al respecto, otros autores incluso consideran que quien tiene interés legítimo debe ser citado como
parte en el proceso y no como tercero interesado’.
Como lo expresa la jurisprudencia precedente, en las demandas contenciosas administrativas, se
debe notificar al tercero interesado aunque no sea parte del mismo, para que pueda asumir defensa;
toda vez que, la resolución a emitirse puede afectar sus intereses y derechos” .
III.2. La fundamentación y motivación de las resoluciones y el principio de congruencia
como elementos de la garantía del debido proceso
Sobre esta temática se tiene que la SCP 0014/2018-S2 de 28 de febrero, sistematizó los
entendimientos principales desarrollados por la jurisdicción constitucional hasta el momento,
estableciendo que: “El derecho a una resolución fundamentada y motivada, como uno de los
elementos del debido proceso, reconocido como derecho fundamental, garantía jurisdiccional y
derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE; 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP), fue desarrollado en la amplia jurisprudencia constitucional, siendo uno de los
antecedentes, el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre, la cual establece
como exigencia del debido proceso, que toda resolución debe exponer los hechos y el fundamento
legal de la decisión, de manera que en caso de omisión, se estaría vulnerando dicho derecho.
Posteriormente, en la SC 0946/2004-R de 15 de junio, se aclara que esta garantía es aplicable
también en procesos administrativos y disciplinarios.
En la SC 0871/2010-R de 10 de agosto, se determinan los requisitos que deben contener toda
resolución jurisdiccional o administrativa con la finalidad de garantizar el derecho a la fundamentación
y motivación como elemento configurativo del debido proceso, así en su Fundamento Jurídico III.3,
señala:
…a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener
una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los
supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de
forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe
valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios producidos,
asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma motivada, f) Debe
determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, el
supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción
o consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado.
En cuanto a los requisitos que debe contener una resolución administrativa en segunda instancia, la
SCP 0275/2012 de 4 de junio, precisa que dicho fallo debe exponer los hechos y citar las normas que
sustentan la decisión, además de pronunciarse sobre todos y cada uno de los aspectos impugnados
en el recurso.
Por su parte, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre se refiere a los supuestos de motivación arbitraria;
empero, es la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre la que desarrolla el contenido esencial del derecho
a una resolución fundada, señalando que el mismo está dado por sus finalidades implícitas, como
son: a) El sometimiento a la Constitución Política del Estado y al bloque de constitucionalidad; b)
Lograr el convencimiento de las partes que la resolución no es arbitraria; es decir, que observa el
valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; c)
Garantizar la posibilidad del control de la resolución a través de los medios de impugnación; d)
Permitir el control social de la resolución en mérito al principio de publicidad y, e) La observancia del
principio dispositivo que implica la otorgación de respuestas a las pretensiones de las partes -quinta
finalidad complementada por la SCP 0100/2013 de 17 de enero-.
Respecto a la segunda finalidad, tanto la SCP 2221/2012 como la SCP 0100/2013, señalan que la
arbitrariedad puede estar expresada en una decisión sin motivación, con motivación arbitraria,
insuficiente y por la falta de coherencia del fallo. Ejemplificando refiere, que la decisión sin motivación
se presenta cuando la resolución no da razones que la sustenten; en tanto que la motivación arbitraria
es la que sustenta la decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas o cuando
deviene de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba, o en su caso, de la omisión en la
valoración de la prueba aportada en el proceso; la motivación insuficiente, cuando no se da
razones de la omisión de pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes;
finalmente, la falta de coherencia del fallo se da, en su dimensión interna, cuando no existe relación
entre las premisas -normativa y fáctica- y la conclusión -por tanto-; en su dimensión externa,
implica que la resolución debe guardar correspondencia con lo pedido o impugnado por
las partes. Ambos entendimientos, sobre la coherencia interna y externa, tienen su antecedente en
la SC 0863/2003-R de 25 de junio, así como en la SC 0358/2010 de 22 de junio, estableciendo que
en el ámbito procesal, el principio de congruencia se entiende no solo como la correspondencia que
debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, sino que además implica la concordancia del fallo, es
decir su coherencia interna, entendimiento que fue reiterado en la SCP 1915/2012 de 12 de octubre,
entre otras. Por su parte, respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC
0682/2004-R de 6 de mayo, señala que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los
agravios de la apelación y la contestación de alzada” (las negrillas nos pertenecen).
En resumen, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una resolución será arbitraria
cuando carezca de motivación o ésta sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la resolución no
tenga coherencia o congruencia interna o externa.
Ahora bien, la jurisprudencia precedentemente citada debe ser complementada a partir de la
relevancia constitucional que tenga la alegada arbitraria o insuficiente fundamentación y motivación
de las resoluciones, es decir, que deberá analizarse la incidencia de dicho acto supuestamente ilegal
en la resolución que se está cuestionando a través de la acción de amparo constitucional; pues, si no
tiene efecto modificatorio en el fondo de la decisión, la tutela concedida por este Tribunal únicamente
tendría como efecto el que se pronuncie una nueva resolución con el mismo resultado;
consiguientemente, a partir de una interpretación previsora, si bien la arbitraria o insuficiente
fundamentación, aún carezca de relevancia, deberá ser analizada por el Tribunal Constitucional
Plurinacional; empero, corresponderá denegar la tutela por carecer de relevancia constitucional, con
la aclaración que este entendimiento es únicamente aplicable a la justicia constitucional que no exigirá
para efectuar el análisis, que la o el accionante cumpla con carga argumentativa alguna” (las negrillas
nos pertenecen).
III.3. El principio de irretroactividad de la Ley en el ámbito tributario
el principio de favorabilidad establecido en el art. 150 del CTB; pues, teniendo en cuenta dicho
principio, la nueva norma puede ser aplicada cuando favorezca al sujeto pasivo o tercero responsable.
Por ello, las modificaciones normativas tienen la finalidad, que distintas situaciones jurídicas que no
se encontraban presentes en el pasado, se ajusten a la nueva realidad, sin que ello involucre el
desconocimiento de situaciones jurídicas definidas ni la vulneración de los derechos adquiridos’” .
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante alegó que: i) Cuando se emitió la Sentencia 94 de 11 de agosto de 2017, se resolvió la
demanda contenciosa administrativa declarándola probada, sin pronunciarse sobre sus argumentos,
lesionando su derecho al debido proceso en su elemento de congruencia; ii) Se inaplicó el contenido
de las Leyes 291 y 317 alegando que supuestamente no podrían ser retroactivas al no ser más
favorables para el sujeto pasivo, cuando su constitucionalidad no se encontraba en duda, no
correspondiendo a la jurisdicción ordinaria determinar si una norma legal se halla vigente o es
contraria a la Constitución Política del Estado y en todo caso se debió plantear una acción de
inconstitucionalidad concreta; y iii) Las modificaciones introducidas al art. 59 del CTB por las Leyes
aludidas no se refieren a una ampliación sea respecto a obligaciones tributarias cuyo plazo de
vencimiento y contravenciones hubiese ocurrido en dicho año, sino que lo que cambió es el plazo
para el ejercicio de facultades de la Administración Tributaria, en su relación con la obligación
impositiva, lo cual es plenamente aplicable a hechos generadores acaecidos con anterioridad a la
promulgación de las indicadas Leyes dado que el derecho a la prescripción del contribuyente era
expectaticio y no se encontraba consolidado, debiendo aplicarse la normativa vigente al momento en
que el sujeto pasivo invocó la prescripción; por lo que, supuestamente se habrían lesionado sus
derechos al debido proceso en sus elementos de congruencia, motivación y fundamentación, y a la
justicia plural en sus componentes de seguridad jurídica y legalidad.
En primer lugar, en lo que respecta a la vulneración del derecho al debido proceso en su elemento
de congruencia, porque la Sentencia 94 supuestamente no se habría pronunciado sobre todos los
puntos alegados por el accionante en su memorial de apersonamiento como tercero interesado en la
referida demanda contencioso administrativa; se tiene que, cuando el tercero interesado se encuentra
apersonado en un determinado proceso, como es el caso de autos, si bien no puede plantear una
pretensión diferente a las realizadas por las partes, sus argumentos necesariamente deben ser
considerados al momento de la resolución de la litis, materializando el derecho a la defensa y al
debido proceso; entonces, se pasa a verificar si la Sentencia 94 guarda congruencia externa con lo
expuesto en el memorial del impetrante de tutela (tercero interesado en la demanda contencioso
administrativa), de esta manera se tiene que el mismo indicó en su acción tutelar que las autoridades
demandadas omitieron pronunciarse sobre lo siguiente: a) Con relación a la aplicación retroactiva de
la Ley de Modificaciones al Presupuesto General del Estado (PGE-2012) -Ley 291 de 22 de septiembre
de 2012- y la Ley del Presupuesto General del Estado Gestión 2013 -Ley 317 de 11 de diciembre de
2012- en lo que respecta al plazo y el cómputo de la prescripción de las acciones de la Administración
Tributaria para controlar, investigar, verificar, comprobar, fiscalizar tributos, determinar la deuda
tributaria e imponer sanciones administrativas; y, b) La imposibilidad de proceder a la ejecución
tributaria y a la imposición de sanción por omisión de pago, por estar en curso la facilidad de pago
otorgada al contribuyente, de acuerdo a los arts. 55 y 156 del CTB, que suspendió el cómputo del
término de prescripción para imponer sanciones por un año y cinco meses.
De la revisión de su memorial de apersonamiento (Conclusión II.4.), se identificaron los siguientes
argumentos incoados por el impetrante de tutela en el proceso contencioso administrativo: 1) En
relación a la aplicación de las Leyes 291 y 317, que modificó el art. 59 del CTB, se reguló que para
cada gestión se establece un cómputo diferente, así que en lo que respecta al período fiscal julio de
2010, al iniciarse el procedimiento sumario contravencional por omisión de pago el 2015, el término
se extiende hasta el 31 de diciembre de 2017 y así sucesivamente, puesto que dicha disposición
jurídica dispuso que las acciones de la administración tributaria prescribirán a los siete años para la
gestión 2015 y ocho años en la gestión 2016, hasta llegar a los diez años a partir de la gestión 2018;
2) La AGIT no es competente para realizar control de constitucionalidad de las normas vigentes,
correspondiendo aplicar las mismas, presumiendo su constitucionalidad; 3) Todo lo que no prescribió
hasta la fecha de entrada en vigor de las antedichas Leyes, debe regirse por la nueva legislación
modificatoria por cuanto no llegaron a consolidarse como derechos adquiridos, en aplicación
constitucional de la teoría de los derechos adquiridos y situaciones expectativas, no siendo evidente
que la administración tributaria haya realizado una aplicación retroactiva, agregando que la ley
procesal aplicable es siempre la vigente; y, 4) Aun aplicándose el art. 59 del CTB sin las
modificaciones, cuando se establecía un término de prescripción de cuatro años, se tiene que igual
no operó la prescripción al haberse el contribuyente acogido a un plan de facilidades.
Entonces se pudo constatar que si existe correspondencia entre lo alegado en la presente acción de
tutela y lo argüido en el proceso contencioso administrativo, correspondiendo pasar a contrastar
estos aspectos con la propia Sentencia 94.
Dicha Sentencia (Conclusión II.6.), pronunciada por las autoridades demandadas, se basó en los
siguientes fundamentos: i) La litis planteada fue sobre la errónea valoración de la normativa legal
aplicable a la prescripción solicitada por el sujeto pasivo en aplicación de las Leyes 291 y 317 para el
IT del período fiscal julio de 2010; ii) La prescripción es una categoría general del derecho que
modula el paso del tiempo ante la inactividad de quien pudo ejercer un derecho y no lo hizo, evitando
que un sujeto quede indefinidamente a merced de la actuación de otro, se fundamenta en los
principios constitucionales de certeza y seguridad en las relaciones jurídica; iii) En materia tributaria
se busca evitar la prolongación de situaciones claudicantes generadoras de incertidumbre para el
contribuyente; iv) Cualquier regulación normativa o interpretación tendente a evitar la consumación
de las prescripción es claramente contraria a la estabilidad del principio de seguridad jurídica
consagrado en los arts. 9.II y 178 de la CPE; v) Solamente se admite la retroactividad para el caso
de las normas tributarias punitivas, conforme a los arts. 59.I.3, 150 y 154 del CTB; vi) Para las demás
disposiciones tributarias se aplica el principio de irretroactividad, consagrado en el arts. 116.II y 123
de la CPE; vii) La demanda contencioso administrativa contiene argumentos claros objetivos, legales
normativos y doctrinales específicos, concomitantes al argumento de la prescripción, cumpliendo con
el art. 327 del Código de Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg); viii) Las modificaciones
realizadas al art. 59 del CTB a través de las Leyes 291 y 317, tuvo la finalidad de
incrementar el plazo de prescripción de las acciones de la administración tributaria para
controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos, así como para determinar
la deuda tributaria e imponer sanciones administrativas respecto del contribuyente,
estableciendo un incremento escalonado a partir de la gestión 2012 hasta la 2018,
entendiéndose el término gestión como el periodo fiscal vigente de donde emergen
obligaciones tributarias y se cometen contravenciones; ix) Las Leyes antes indicadas, cuya
constitucionalidad no se encuentra en duda, no constituyen disposiciones legales que beneficien al
sujeto pasivo, no pudiéndose utilizar el principio de favorabilidad para justificar una aplicación
retroactiva; x) La Ley 291 estableció en un primer momento que el periodo de prescripción para cada
año sería respecto a las obligaciones tributarias cuyo plazo de vencimiento y contravenciones
tributarias hubiesen ocurrido en dicho año o gestión, descartándose su aplicación retroactiva; xi) Si
bien la Ley 317 quitó esa última previsión legal, dejando un vacío jurídico, este hecho no puede ser
interpretado como un precepto potestativo para la aplicación retroactiva de la norma; y, xii) En el
caso concreto correspondió aplicar la norma procesal vigente al momento en que se produjo el hecho
generador y la contravención en la gestión 2010, es decir, el art. 59 del CTB sin modificaciones que
establecía un plazo de prescripción de cuatro años, que concluyó el 31 de diciembre de 2014, no
evidenciándose la configuración de ninguna causal de interrupción y suspensión.
De donde se puede llegar a la conclusión de que todo lo que respecta a la aplicación de las
modificaciones al art. 59 del CTB realizadas por las Leyes 291 y 317, fue debida y fundadamente
resuelto en la Sentencia 94, interpretándose que, por el imperio del principio de irretroactividad
consagrado en el art. 123 de la CPE, no pueden ser aplicadas a obligaciones tributarias y
contravenciones cuyos períodos de vencimiento y hechos contravencionales hubieran acaecido con
anterioridad a la promulgación de las referidas Leyes modificatorias, habiendo excepción únicamente
en la aplicación del principio de favorabilidad dispuesto en el art. 150 del CTB cuando beneficie al
contribuyente; es decir, las autoridades demandadas cumplieron su obligación de realizar una
interpretación de la legislación tributaria desde y conforme a la Constitución Política del Estado, cuyas
disposiciones irradian la actuación de todas las autoridades judiciales, administrativas, legislativas y
electorales en el Estado Plurinacional de Bolivia, conforme se rescata de los propios precedentes
emitidos por este Tribunal Constitucional Plurinacional sobre el tema (Fundamento Jurídico III.3.);
por lo que, el hecho de que no se haya acogido la forma de interpretación realizada por la
administración tributaria no significa la vulneración de sus derechos al debido proceso en su elemento
de motivación y fundamentación y a la justicia plural en sus componentes de seguridad jurídica y
legalidad, ni una afectación a la congruencia externa, en lo que respecta a la interpretación de la
categoría jurídica de la prescripción en el ámbito tributario.
Por otra parte, lo que sí se pudo corroborar del contraste realizado es que las autoridades demandas
omitieron pronunciarse sobre lo expresado por el solicitante de tutela acerca de la imposibilidad de
proceder a la ejecución tributaria y a la imposición de sanción por omisión de pago, por estar en
curso la facilidad de pago otorgada al contribuyente, de acuerdo a los arts. 55 y 156 del CTB, que
suspendió el cómputo del término de prescripción para imponer sanciones por un año y cinco meses;
por lo que, aun aplicándose el art. 59 del CTB sin las modificaciones, cuando se establecía un término
de prescripción de cuatro años, se tiene que igualmente no operó la prescripción al haberse el
contribuyente acogido a un plan de facilidades de pago.
Entonces, si existió vulneración al derecho al debido proceso en su elemento de congruencia, dado
que los Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa
Primera del Tribunal Supremo de Justicia, omitieron pronunciarse sobre este último aspecto
expresado por el accionante en su memorial de apersonamiento y respuesta a la demanda
contenciosa administrativa, en lo referido a que si la otorgación de un plan de facilidades de pago
(art. 55 del CTB) suspende el término de prescripción para que la Administración Tributaria imponga
la sanción administrativa por la contravención de omisión de pago; pese a que, las propias
autoridades demandadas, por proveído de 19 de septiembre de 2016, dispusieron que sus
argumentos serían considerados en la resolución final si correspondiere; entendiendo que, cuando el
tercero interesado se encuentra apersonado en un determinado proceso, como es el caso de autos,
si bien no puede plantear una pretensión diferente a las realizadas por las partes, sus argumentos
necesariamente deben ser considerados al momento de la resolución de la litis, materializando su
derecho a la defensa y al debido proceso.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al conceder la tutela impetrada, aplicó de
manera parcialmente correcta las disposiciones constitucionales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 03/2018 de 30 de agosto, cursante de fs.
539 a 542, pronunciada por el Juez Público de Familia Octavo de Sucre del departamento de
Chuquisaca; y en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada en lo que respecta al derecho al debido proceso en su elemento
de congruencia externa;
2° Disponer que la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Primera
del Tribunal Supremo de Justicia, emita una nueva resolución conforme a los fundamentos jurídicos
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
3° DENEGAR la tutela impetrada sobre los demás derechos invocados.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MAGISTRADA
la falta contenida en el art. 121.3 de la LOMP con sanción de destitución, careció de fundamentación,
no tuvo un razonamiento y menos reflexión lógica que explique los motivos de esa decisión; en
cuanto al segundo Considerando, la prueba aportada por la representación de Régimen disciplinario,
es falsa toda vez que fue ofrecida por la Autoridad Sumariante en fotocopias simples de “…fs. 7 a
104…” (sic) y omitiendo describir cada uno de los documentos, causándole incertidumbre al haber
prescindido de realizar una fundamentación probatoria descriptiva.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de tipicidad, motivación,
fundamentación, así como el principio de legalidad, citando al efecto los arts. 115.II y 117.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo la nulidad de la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-
PD 086/2018 y la Resolución AS/AAF/PG 008/2018; y, se le restituya al cargo de Fiscal de Materia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 12 de septiembre de 2019, según consta en acta cursante de fs.
610 a 621 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el tenor integro de la acción de amparo constitucional
presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Fausto Juan Lanchipa Ponce, Fiscal General del Estado a través de sus representantes presentó
memorial el 11 de septiembre de 2019, cursante de fs. 190 a 195, informando que: a) En relación a
la vulneración al debido proceso por defecto procedimental, este fue resuelto en el punto 4.1.,
referido al análisis de la problemática descrita en la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD
086/2018, estableciendo en lo sustancial que a través de Informe M.M.D. 002/2017 de 5 de
diciembre, se puso en conocimiento que Antonio Rocabado Reynal, Fiscal de Materia, incurrió en la
comisión de la falta muy grave prevista en el art. 121.13 de la LOMP, al contar con tres faltas graves
ejecutoriadas en el plazo de doce meses, adjuntando documental relacionada a resoluciones de tres
procesos y fichas sancionatorias. Una vez dictada la resolución de inicio de proceso disciplinario, el
exinvestigador se adhirió a los medios de prueba presentados y al haberse interpuesto incidente de
actividad procesal defectuosa, la Autoridad Sumariante anuló obrados hasta fs. 105 inclusive, al
evidenciar que en el cuadro remitido, el día y mes de cada una de las faltas reportadas contenida
error en el año; es decir, en lugar de consignar “2017” se colocó “2016”; por lo que tuvo que emitirse
nueva Resolución de Apertura de Proceso AS/AAPG 008/2018 de 28 de febrero, admitiendo la
remisión de oficio y el inicio de sumario, oportunidad en la que la Investigadora Disciplinaria, por
memorial de 5 de marzo 2018 ratificó la prueba presentada por su antecesor y se adhirió a la remitida
de oficio; advirtiendo de dicha situación, que la resolución dictada por la Autoridad Sumariante no
fue en base a prueba ilegal, ya que al tenor del art. 65 inc. a) del Reglamento de Régimen
Disciplinario, contó con el elemento de convicción respecto a la existencia de responsabilidad
disciplinaria por la comisión de la falta muy grave procesada en virtud al Informe M.M.D. 002/2017,
prueba que nunca fue anulada como erróneamente sostiene el accionante, al no resultar exigible
ninguna ratificación de la misma al haber sido acompañada al informe con el que de oficio se inició
el sumario; b) Sobre la supuesta vulneración del debido proceso en su componente tipicidad; las dos
primeras resoluciones emitidas por la Autoridad Sumariante, no fueron recurridas por ninguna de las
partes, contando ambas con ejecutoria; en cuanto a la tercera resolución de dicha Autoridad, ésta
mereció pronunciamiento de Resolución Jerárquica, todas ellas remitidas a la Máxima Autoridad
Ejecutiva (MAE) del Ministerio Público; es decir, contando con las fichas de las tres resoluciones
ejecutoriadas se efectivizaron las sanciones, según se tiene en el Informe M.M.D 002/2017; de otra
manera no se hubiera remitido a la instancia administrativa si las resoluciones disciplinarias no
hubieran contado con calidad de cosa juzgada; por lo que, se cumplió con los elementos constitutivos
del tipo disciplinario de la referida falta muy grave, como es la comisión de tres faltas graves
ejecutoriadas dentro del plazo de doce meses, c) Respecto a la transgresión al debido proceso en
relación al principio de legalidad porque los Investigadores Disciplinarios ofrecieron producir prueba
y se adhirieron a otras existentes en el cuaderno, mismas que no debieron ser tomadas en cuenta
por haberse anulado obrados; se desconoce los alcances del art. 126 de la LOMP que prevé el inicio
de proceso disciplinario “de oficio” acompañando los antecedentes, aspecto que en el caso en
particular ocurrió. Por otra parte la nulidad de obrados dispuesta por la Autoridad Sumariante fue
hasta la apertura de proceso disciplinario y no de los antecedentes documentales remitidos para el
inicio de la sustanciación del sumario de oficio. En ese sentido, la ratificación de prueba efectuada
por los Investigadores Disciplinarios, demostró que los tres procesos internos al momento del inicio
del sumario se encontraban ejecutoriados, literales que se constituyeron en prueba idónea, útil y
pertinente para declarar la existencia de responsabilidad disciplinaria; no advirtiéndose
quebrantamiento al principio de legalidad; d) En relación a la violación del derecho al debido proceso
en sus elementos de motivación y fundamentación; el accionante se limitó a expresar de forma
genérica su disconformidad con el fallo, sin desentrañar con argumentos legales qué aspectos de
relevancia jurídica fueron omitidos para acusar la vulneración denunciada; y, e) El Tribunal de
garantías constitucionales no se constituye en revisor de procesos disciplinarios o decisiones
administrativas, porque no puede amparar resoluciones ajustadas a un marco legal en el que se dio
respuesta a todos y cada uno de los puntos impugnados, en los que no se advirtió posible
interpretación errónea o aplicación indebida de previsiones legales; solicitando en consecuencia, se
deniegue la tutela.
Por su parte, Teresa Zárate Rivas, Investigadora Disciplinaria de la Fiscalía General del Estado,
mediante memorial presentado el 11 de septiembre de 2018, cursante de fs. 179 a 183; informó que:
1) Por Resolución A.A.F. 095/2017 de 14 de diciembre, suscrita por Abel Arancibia Fuentes, Autoridad
Sumariante de ese entonces, se inició proceso disciplinario contra el ahora impetrante de tutela, por
la probable comisión de la falta contenida en el art. 121.13 de la LOMP; es decir, por acumular tres
faltas graves ejecutoriadas dentro de doce meses; en cumplimiento al art. 32 del Reglamento de
Régimen Disciplinario (RRD) se apersonó el Investigador Disciplinario Juan Alfredo Quispe Rodríguez
adhiriéndose a la prueba y proponiendo otros medios similares. El 26 de febrero de 2018, se advirtió
un error en el año de una de las faltas disciplinarias; por lo que, la Autoridad Sumariante emitió la
Resolución “AS/AAF 006/2018” que declaró probado el incidente de actividad procesal defectuosa y
dispuso la nulidad de obrados hasta fs. 105, tómese nota que de fs. 1 a 105 fue remitido un informe
con documental referida a los procesos disciplinarios concluidos del Fiscal de Materia Antonio
Rocabado Reynal para el inicio de proceso sumario; es decir, toda esta literal se mantuvo plenamente
válida y legal; 2) En relación a que se ofreció prueba fuera del término establecido en la resolución;
no es evidente, por cuanto una vez emitida la nueva resolución de admisión del sumario interno,
mediante “…Decreto D.R.D. 186/2018 de 2 de marzo de 2018…” (sic), fue notificado el 5 del mismo
mes y año a horas 15:06, y habiendo presentado memorial de apersonamiento, ratificación y
adhesión a prueba, señaló: “‘Por otro lado me adhiero a la prueba remitida desde la ciudad de Sucre
y que consta de 7 a 104 del Cuaderno Disciplinario y aquella que consta de fs. 189 hasta 257,
PRUEBA QUE LA OFREZCO COMO MEDIO PROBATORIO SIN PERJUICIO DE OTROS
ELEMENTOS PROBATORIOS QUE PUDIERAN SER PRESENTADOS ANTE SU AUTORIDAD MAS
ADELANTE’” (sic); por lo que, no se puede indicar que se presentó memorial antes de la notificación
al Fiscal de Materia procesado con la nueva admisión, pues la misma data de 5 de marzo de 2018 a
hrs. 11:20, consiguientemente no es prueba ilegal la considerada por la Autoridad Sumariante; y, 3)
Respecto a que la resolución de primera instancia carece de fundamentación y que se omitió
identificar cada uno de los documentos que cursan “…de fs. 7 a 104…” (sic); dicho agravio mereció
pronunciamiento del superior jerárquico.
I.2.4. Resolución
La Jueza Pública de Familia Decimotercera de la Capital del departamento de La Paz, constituida en
Jueza de garantías, mediante Resolución 04/2019 de 13 de septiembre, cursante de fs. 622 a 627
vta.; concedió la tutela solicitada respecto al Fiscal General del Estado, con relación a la vulneración
al debido proceso en sus elementos de falta de motivación y fundamentación; y, denegó la misma
en lo concerniente a la Investigadora Disciplinaria y la Autoridad Sumariante, así como al debido
proceso en sus vertiente de legalidad y tipicidad al no haberse aportado suficientes elementos de
juicio; disponiendo dejar sin efecto la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018,
debiendo el Fiscal General del Estado emitir una nueva resolución debidamente fundamentada,
motivada y congruente en atención al recurso jerárquico presentado por el ahora accionante;
ordenando su reincorporación laboral al mismo puesto que ocupaba antes de su destitución, más el
pago de los sueldos desde su desvinculación hasta su efectiva reincorporación; en mérito a los
siguientes fundamentos: i) La parte accionante mediante recurso jerárquico refutó la Resolución
AS/AAF/PG 008/2018 por supuestos agravios, manifestando entre otros argumentos que la “…Res.
95/17 de 14/12/17 anuló obrados desde fs. 271 a fs. 105…” (sic), de lo que se colige que si bien la
Resolución Jerárquica, de manera fundamentada y motivada respondió a los otros agravios
(vulneración al debido proceso en su vertiente legalidad y tipicidad); empero, se observa que no
emitió fundamentación respecto a la prueba que el accionante refiere haber sido incorporada de
forma ilegal ante la nulidad de obrados que se dispuso como consecuencia de la actividad procesal
defectuosa; es decir, la cursante de fs. 125 adelante, señalando únicamente que la misma es idónea,
sin ningún análisis sobre su vigencia, argumento que no versa únicamente en descripción sino en el
fondo; toda vez que, la misma se encuentra valorada en el Considerando II de la Resolución de
primera instancia; y la Autoridad Jerárquica al no fundamentar ni motivar sobre este agravio, generó
una evidente lesión al debido proceso en sus elementos de fundamentación y motivación, además
del principio de congruencia; ii) Sobre el debido proceso en su vertiente de tipicidad, se afirmó que
el accionante incurrió en tres sanciones disciplinarias debidamente ejecutoriadas, dentro de los doce
meses, no siendo óbice que esta se hubiese cometido en la gestión 2016-2017; por lo que no se
evidencia atipicidad, habiéndose efectuado una adecuada valoración de los hechos denunciados con
relación a la falta de notificación con las resoluciones finales de los procesos disciplinarios que
desencadenaron en el proceso sumario; iii) En cuanto a la transgresión al debido proceso en su
componente de principio de legalidad, porque la documental a la que se adhirió la Investigadora
Disciplinaria fue anulada, ese argumento fue debidamente considerado en la Resolución Jerárquica
objetada, puesto que no manifestó el peticionante de tutela y menos acreditó con prueba idónea y
pertinente que las pruebas cursantes de fs. 77 a 104 del cuaderno disciplinario fueron incorporadas
al citado proceso de manera ilegal y arbitraria.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución AS/AAF 008/2018 de 28 de febrero, la Autoridad Sumariante del Ministerio
Público, admitió los antecedentes remitidos por la Dirección de Régimen Disciplinario de la Fiscalía
General del Estado, disponiendo el inicio de proceso administrativo de oficio contra el Fiscal de Materia
Antonio Rocabado Reynal -hoy accionante- por la presunta comisión de la falta muy grave contenida
en el art. 121.13 de la LOMP; en virtud a los antecedentes remitidos entre los que se encontraba
copias de los procesos ejecutoriados sustanciados en su contra, así como el Informe M.M.D. 002/2017
de 5 diciembre, emitido por la Asistente Legal I de la Dirección de Régimen Disciplinario, que reportó:
a) La Resolución Sumaria NCHC 39/2017 de 13 de marzo en la que se estableció responsabilidad
disciplinaria por la comisión de la falta grave contenida en el art. 120.3 de la LOMP el 29 de julio de
2016, ejecutoriada el 3 de abril de 2017; b) Resolución Sumaria A.A.F. 021/2017-1° de 24 de abril,
que determinó la comisión de la falta grave prevista en el art. 120.3 de la citada ley, ejecutoriándose
la misma el 1 de junio del año mencionado; y, c) Finalmente, la Resolución Sumaria NCHC 40/2017
de 13 de marzo, que resolvió respecto a la comisión de la falta grave estipulada en el art. 120.15 de
la LOMP el 30 de noviembre de 2016, ejecutoriada el 3 de abril de 2017; advirtiendo que, al contar
el peticionante de tutela con la comisión de tres faltas graves ejecutoriadas dentro del plazo de doce
meses, se dio inicio a la sustanciación de sumario disciplinario por la presunta comisión de la falta
disciplinaria muy grave prevista en el art. 121.13 de la citada Norma (fs. 515 a 518).
disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar;
comprende la potestad de ser escuchado presentando las pruebas que estime convenientes en su
descargo (derecho a la defensa) y la observancia del conjunto de requisitos de cada instancia
procesal, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto
emanado del Estado que pueda afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso
es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye
una garantía de legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la
seguridad jurídica y la fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales’ (…).
En virtud al entendimiento antes citado, debe precisarse que la motivación de las decisiones
jurisdiccionales y administrativas, constituye un elemento configurativo del derecho al debido
proceso, al respecto, este Tribunal, mediante la SC 1365/2005-R 31 de octubre, ha señalado que ‘…la
garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación
de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos,
si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del
juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en
la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las
normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los
principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y
parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver
los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió’, entendimiento que si bien versa sobre
materia jurisdiccional, no es menos cierto que su contenido, por antonomasia debe abarcar también
a las resoluciones emanadas de la facultad disciplinaria asignada al Tribunal Disciplinario Superior de
la Policía Nacional.
Es imperante además precisar que toda resolución ya sea jurisdiccional o administrativa, con la
finalidad de garantizar el derecho a la motivación como elemento configurativo del debido proceso
debe contener los siguientes aspectos a saber: a) Debe determinar con claridad los hechos
atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener una exposición clara de los aspectos
fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los supuestos de hecho
contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de forma
individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe
valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios
producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma
motivada, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones
de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración
de las pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la
determinación del nexo de causalidad antes señalado” (el resaltado corresponde al texto
original).
Por su parte, en lo que corresponde a la debida fundamentación y motivación en sede administrativa,
la SCP 1635/2013 de 4 de octubre, precisó que: “Eduardo García Enterría, en relación al proceso
administrativo sancionador, ha señalado: ‘…La doctrina en materia de derecho sancionador
administrativo es uniforme al señalar que éste no tiene una esencia diferente a la del derecho penal
general y por ello se ha podido afirmar que las sanciones administrativas se distinguen de las
sanciones penales por un dato formal, que es la autoridad que las impone, es decir sanciones
administrativas, la administración y sanciones penales, los tribunales en materia penal’.
La motivación y fundamentación de las resoluciones pronunciadas en sede administrativa dentro de
la sustanciación de procesos disciplinarios, son elementos consustanciales al debido proceso, siendo
este último el derecho fundamental de todos los justiciables y administrados, constituyéndose en una
de las garantías que forma parte del contenido adjetivo del ya referido ‘debido proceso’; siendo
también un presupuesto esencial del correcto ejercicio de la tutela judicial efectiva.
El texto y argumentación de las resoluciones administrativas, tiene que ser clara, precisa, concreta y
en todos los casos lógica, abarcando en su análisis todos los aspectos relacionados al asunto principal
y de aquellos otros derivados del eje central de la cuestión, debiendo siempre efectuarse una relación
de causalidad estrecha entre los elementos fácticos concurrentes y la normativa inherente aplicable
al caso específico.
En las resoluciones de segunda instancia, el tribunal o autoridad de alzada, con mayor razón deberá
motivar y fundamentar sus decisiones, otorgando certeza al procesado respecto a cuales fueron las
razones que llevaron a asumir determinada decisión. En las resoluciones de alzada, concurre el
ineludible deber de responder uno a uno todos los puntos consignados en la
impugnación, lo contrario implica una flagrante vulneración del derecho al debido
proceso, omisión que implica incertidumbre respecto al por qué las pretensiones u
observaciones del recurrente no fueron consideradas, desvirtuándose de tal manera la
legalidad del fallo en su esencia propiamente dicha.
El jurista argentino, Agustín Gordillo, en su Tratado de Derecho Administrativo, al referirse a los
caracteres y requisitos que deben reunir las decisiones administrativas ha expresado: ‘…no pueden
desconocerse las pruebas existentes ni los hechos objetivamente ciertos…. El acto debe resolver
todas las peticiones formuladas (…) o sea, todas las cuestiones planteadas. En esto todas las
legislaciones y la doctrina son uniformes’.
Los tratadistas Ossorio y Florit, afirman lo siguiente: ‘Frente a la absoluta libertad del juzgador para
apreciar y valorar las pruebas, y también frente a la restricción valorativa de la prueba legal, surge
el sistema de la sana crítica que deja al juez formar libremente su convicción, pero obligándole a
establecer los fundamentos de la misma’. De la misma forma Eduardo Couture, asevera que ‘el juicio
de valor en la sana crítica ha de apoyarse en proposiciones lógicas correctas y fundarse en
observaciones de experiencia confirmadas por la realidad’.
‘No basta la simple cita de preceptos legales, en una resolución para considerar motivada ésta, sino
que es preciso que se expongan las argumentaciones pertinentes que conduzcan a establecer la
decisión correspondiente” (el resaltado pertenece al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
De la lectura de la demanda tutelar incoada y lo informado por las autoridades demandadas, se
advierte que la problemática se circunscribió a determinar si la emisión de la Resolución AS/AFF/PG
008/2018 de 6 de abril y Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018 de 26 de igual mes,
ambas dictadas en proceso disciplinario, carecen de fundamentación, motivación y fueron emitidas
al margen de los principios de legalidad y tipicidad, especificando en la acción de amparo
constitucional interpuesta que dicha insuficiencia de señalamiento de motivos y fundamentos, se
debe a que en la Resolución de primera instancia en el segundo Considerando referido a la prueba
aportada por la representación de Régimen Disciplinario, es falsa y la Autoridad Sumariante omitió
describir cada uno de los documentos que cursan desde “…fs. 7 a 104…” (sic), prescindiendo de la
operación intelectiva y de orden crítico que todo juez debe efectuar.
Al respecto corresponde señalar que de acuerdo a lo dispuesto en el art. 126 de la LOMP, el proceso
disciplinario en contra de las y los Fiscales de Materia, se dará inicio por denuncia verbal o escrita,
así como por la Autoridad Jerárquica y de oficio, a la que tendrá que acompañarse los antecedentes.
Resultando en el caso que nos ocupa, que el inicio del proceso sumario contra el peticionante de
tutela fue de oficio, previa remisión de documental e informe en el que se describe la existencia de
la comisión de tres faltas graves que se encuentran ejecutoriadas, en las que el accionante incurrió
en el plazo de doce meses; dichos “antecedentes” se constituyen en prueba preconstituida que la
Autoridad Jerárquica del Ministerio Público en virtud al principio de oficiosidad acompañó a los fines
de demostrar la comisión de la falta muy grave que ameritó su destitución.
Advirtiendo de lo anterior, que la falta muy grave por la que se dio inicio al procesamiento del
peticionante de tutela, es de aquellas que para su comprobación o determinación de responsabilidad
disciplinaria, tienen como prueba idónea y pertinente el informe de instancia competente respecto a
la existencia de “…La comisión de tres faltas graves ejecutoriadas dentro de plazo de doce meses…”
(sic); es decir, el Informe M.M.D. 002/2017 de 5 diciembre emitido por la Asistente Legal I de la
Dirección de Régimen Disciplinario con reporte de la comisión de tres faltas graves en el plazo de
doce meses y que se encuentran ejecutoriadas. Por lo que en oportunidad de la valoración probatoria,
correspondía a la Autoridad Sumariante verificar y comprobar que en un plazo de doce meses, el
ahora accionante contaba con estos antecedentes; aspecto que conforme a la Resolución AS/AAF/PG
008/2018, la Autoridad Sumariante a partir del Considerando cuarto realizó una descripción de cada
uno de los antecedentes que formó parte de los sumarios disciplinarios por faltas graves a los que
estuvo sometido el accionante, así como la ejecutoria que adquirió cada uno de dichos procesos,
para asegurarse de la existencia de responsabilidad disciplinaria por la comisión de la falta muy grave
por la que fue destituido.
De igual manera, hizo alusión al cuestionamiento del procesado en audiencia sumaria, sobre la
nulidad de obrados que hubiera involucrado también la prueba remitida de oficio, aclarando que la
misma fue ratificada por la Investigadora Disciplinaria por memorial de 5 de marzo de 2018,
adhiriéndose a la remitida por la Dirección de Régimen Disciplinario; es decir, a aquella que no fue
anulada; en ese sentido, no se puede afirmar la existencia de omisión en la que habría incurrido la
Autoridad Sumariante al no detallar o describir cada uno de los documentos que forman parte de las
literales remitidas de oficio, pues dicha situación no es evidente conforme a los fundamentos de la
Resolución de primera instancia, cuyo detalle contiene, inclusive, las fechas en las que se dio inicio a
cada proceso disciplinario por faltas graves, los hechos que motivaron el inicio de los sumarios, las
resoluciones de primera y segunda instancia y las oportunidades en las que adquirieron ejecutoria.
De igual manera, la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018, que resolvió el recurso
respectivo, interpuesto por el ahora accionante, en relación a que se le privó de una fundamentación
probatoria descriptiva, intelectiva y analítica, desconociendo si se le otorgó valor probatorio a las
mismas; según se tiene en la misma, consta en el punto 4.2. (fs. 596) la respuesta amplia, precisa y
concreta al agravio planteado; por lo que, dicha instancia disciplinaria tampoco incurrió en omisión
de fundamentación probatoria descriptiva.
Ahora bien, sobre lo resuelto por la Jueza de garantías al señalar en los numerales 4.5, 4.6, 4.7 y 4.8
de la Resolución 04/2019 de 13 de septiembre, respecto a que los demandados no incurrieron en la
vulneración del debido proceso en su vertiente de tipicidad y legalidad porque se demostró y quedó
por demás evidente que el accionante cometió tres faltas graves, encontrándose las mismas
ejecutoriadas dentro de los doce meses y que: “…es importante señalar que el Accionante que este
argumento ya ha sido debidamente considerado por la Resolución Jerárquica puesto que no ha
manifestado y menos acreditado con prueba idónea y pertinente que las pruebas cursantes a fs. 7 a
104 del cuaderno disciplinario haya sido incorporado al citado proceso de manera ilegal y arbitraria”
(sic); resulta contradictorio conceder la tutela en relación a la vulneración al debido proceso en sus
elementos de motivación y fundamentación, cuando la denuncia está enfocada específicamente en
la falta de fundamentación y razonamiento que explique su destitución y en que la prueba aportada
por la representación de Régimen Disciplinario del Ministerio Público es falsa, al haberse ofrecido en
copias simples, omitiéndose además la descripción de cada uno de los documentos, lo cual provocó
incertidumbre; toda vez que, conforme se señaló precedentemente (Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional), la falta muy grave descrita en el art. 121.13 de la
LOMP, por la que fue procesado y destituido el peticionante de tutela, es demostrada o comprobada
su comisión, a través de la presentación de copias fotostáticas de tres resoluciones que determinen
la existencia de responsabilidad disciplinaria por faltas graves y que se encuentren ejecutoriadas
dentro del plazo de doce meses, así como de un informe o certificación de instancia competente del
Ministerio Público que detalle su existencia, las mismas que la o el Fiscal de Materia reporte en un
período de doce meses; es decir, si se asevera que se ha demostrado que se incurrió en falta muy
grave conforme a la documental presentada, en respeto a los principios de tipicidad y legalidad, no
es efectivo que se conceda la tutela por una supuesta falta de descripción de la misma o porque se
le causó incertidumbre, cuando la prueba presentada de oficio y cuestionada en su momento por el
impetrante de tutela fue considerada en su integridad, descrita en el tenor de la Resolución de
primera instancia y valorada, llegando a la conclusión de que es pertinente e idónea para demostrar
la comisión de la falta muy grave procesada; aspectos que fueron advertidos por la Autoridad
Jerárquica al momento de fundamentar y señalar los motivos de la ratificación de la Resolución del
Sumariante; toda vez que, en la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018, no solamente
se respondió a cada uno de los puntos de agravio argumentados por el ahora accionante, sino que
la fundamentación de la misma fue precisa al señalar que frente a la falta muy grave endilgada,
quedaba evidenciar si se había respetado el debido proceso, así como el derecho a la defensa en
relación a la presentación de la prueba que sirvió a la Autoridad Sumariante para determinar la
existencia de responsabilidad disciplinaria; aspecto que luego de revisados los antecedentes, la
Autoridad Jerárquica no halló defectos procesales ni vulneración al debido proceso; puesto que, según
la prueba presentada al momento de remitir los antecedentes de oficio, sirvió al Sumariante para
corroborar la existencia de la totalidad de los elementos que configuran el tipo disciplinario previsto
en el art. 121.13 de la LOMP y que fue correctamente valorada por este; pues en oportunidad de
segunda instancia, se advirtió que para determinar la existencia de responsabilidad disciplinaria por
la referida falta, se debe contar con antecedentes que demuestren que el Fiscal de Materia procesado
incurrió en el período de doce meses en la comisión de tres faltas graves descritas en el art. 120 de
la LOMP y que las mismas tengan la calidad de ejecutoriadas; no evidenciándose que la Autoridad
Jerárquica hubiera incurrido en vulneración al debido proceso en ninguno de sus componentes.
Corresponde reiterar además, la línea jurisprudencial referida a que la jurisdicción constitucional no
se constituye en mecanismo de impugnación de la labor que realizan las autoridades disciplinarias
del Ministerio Público, tampoco tiene facultad para revisar la falta de valoración probatoria, a no ser
que el accionante de manera precisa individualice la misma y señale cómo el análisis efectuado se
alejó del marco de razonabilidad, aspectos que no fueron descritos, mucho menos especificados.
Finalmente, en cuanto a lo dispuesto por la Jueza de garantías de dejar sin efecto las resoluciones
de autoridades disciplinarias del Ministerio Público, disponiendo la reincorporación del peticionante
de tutela a su fuente laboral, incluyendo el pago de sus sueldos desde su desvinculación hasta su
efectiva reincorporación, resulta excesivo; puesto que, revisada la acción de amparo constitucional,
el impetrante de tutela, si bien pidió la nulidad de las resoluciones disciplinarias de primera y segunda
instancia, así como su reincorporación, en ningún momento solicitó el pago de salarios devengados,
situación que al presente se constituye en una decisión ultra petita, al haber resuelto y determinado
más allá de lo solicitado.
Por lo señalado, la Jueza de garantías, al conceder en parte la tutela solicitada, no efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve REVOCAR en parte la Resolución 04/2019 de 13 de septiembre, cursante de fs.
622 a 627 vta., pronunciada por la Jueza Pública de Familia Decimotercera de la Capital del
departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, conforme los
fundamentos expuestos en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
verdad material, omitiendo considerar la relación empresarial que existía entre el entonces padre del
Juez recusado con la entidad demandante dentro de la causa tramitada ante el Juzgado Público Civil
y Comercial Noveno de la Capital del referido departamento; tampoco tomaron en cuenta que la
recusación no acusó una relación personal sino empresarial movida por intereses económicos de
apoderamiento y comercialización de terrenos; además de obviar que a la muerte del padre del
Juzgador, los derechos que tenía en Jockey Club La Paz S.A. y en la empresa Hogares Bolivianos
S.A., pasaron a propiedad de este último por su calidad de heredero.
El Juez codemandado no ordenó el diligenciamiento de los elementos probatorios producidos
oportunamente y los Vocales demandados no valoraron los documentos propuestos que se
encuentran en el cuaderno de recusación y el expediente principal.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante alegó la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial, fundamentación, motivación, igualdad procesal y valoración razonable de
la prueba; a la defensa en su vertiente de acceso a los medios probatorios; a la propiedad; a la
educación; al “pago de la indemnización”; a la “retención del inmueble hasta el pago por las
construcciones”; a la “preferencia”; y, a los principios de igualdad, anticorrupción, transparencia y
honestidad; citando al efecto, los arts. 12.I, 13.IV, 14.I, 108.8, 115.II, 117, 119, 120.I, 178 y 180.I
de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH); y, 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y se declare: a) Fundada la recusación planteada contra el Juez
codemandado y se disponga su separación del conocimiento de la causa, ordenándose la remisión al
juzgado siguiente en número; b) La anulación del Auto de Vista 277/2018 y en consecuencia se dicte
uno nuevo, tomando en cuenta los extremos señalados en la recusación; y, los principios y valores
establecidos en la Constitución Política del Estado; c) La nulidad del Auto Interlocutorio de 21 de
septiembre de 2018, que dispone el desapoderamiento; d) Disponer que se inicie el procedimiento
de calificación por indemnización o pago de las construcciones en el terreno sito en Av. Montenegro
1001 de la Urbanización San Miguel, zona Calacoto de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz y sea
por el reivindicante; y, e) Se reconozca el derecho de retención del inmueble como garantía de la
obligación de indemnización.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 4 de enero de 2019, según consta en acta cursante de fs. 905 a
922, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante a través de sus abogados, ratificó el contenido de la acción tutelar presentada,
y ampliándola señaló que: 1) La demanda de resarcimiento de daños interpuesta por Jockey Club La
Paz S.A., que tenía como propósito la demolición de la construcción de CECOL Ltda., sólo fue admitida
contra el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz y no contra los propietarios de la misma; 2) El
Juez recusado no consideró que la entidad accionante es poseedora de buena fe del terreno que fue
motivo de litigio, que son propietarios de las construcciones y que no pueden ser desapoderados
mientras no sean vencidos en juicio y en tanto no les resarzan el valor de las construcciones; y, 3)
El instituto de la cosa juzgada no puede ser óbice para la consumación de violación de derechos y
garantías constitucionales.
I.2.2. Informe de los demandados
Jacqueline Cecilia Rada Arana y Ernesto Macuchapi Laguna, Vocales de la Sala Civil Tercera y Quinta,
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por informe escrito presentado
el 4 de enero de 2019, cursante de fs. 782 a 783, señalaron que: i) La parte accionante no llegó a
establecer cuál es la relación de causalidad entre los derechos vulnerados y la Resolución impugnada;
ii) La jurisdicción constitucional no puede convertirse en un tribunal de alzada ordinario para revisar
extremos resueltos sobre el fondo del caso en consulta; iii) Conforme a la naturaleza de la acción de
amparo constitucional no corresponde analizar hechos controvertidos; iv) El Auto de Vista 277/2018
cuenta con la debida motivación y fundamentación de acuerdo a los antecedentes remitidos en grado
de consulta y el marco normativo que rige la materia; y, v) De acuerdo al principio de pertinencia,
se realizó examen a las pruebas adjuntas a la recusación y no se advirtió las aseveraciones del
peticionante de tutela. En virtud a estos fundamentos, solicitaron se deniegue la tutela.
José Ángel Carvajal Cordero, Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del departamento
de La Paz, mediante informe escrito presentado el 3 de enero de 2019, cursante de fs. 778 a 781,
señaló que: a) La presente acción de amparo constitucional emerge de un proceso ordinario en
ejecución de sentencia desde 1997, dentro la causa seguida por Jockey Club La Paz S.A. contra el
Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, sobre nulidad, reivindicación y, pago de daños y perjuicios,
juicio en el que la parte accionante tramitó dos incidentes de recusación, con el argumento de que
Luis Carvajal Vera -quien en vida fuera su padre-, tendría interés directo como miembro de la empresa
Hogares Bolivianos S.A. e incluso de Jockey Club La Paz S.A., afirmación que no fue acreditada y
tampoco fue de su conocimiento, debido a que en 1970, era un niño y desconocía las relaciones
empresariales de su extinto padre, y éste no fue parte del proceso señalado para involucrarlo en un
supuesto interés familiar; b) No existe antecedentes de que la citada Empresa tenga juicio alguno
con Jockey Club La Paz S.A., el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz o con la Asociación de
Propietarios de la Urbanización San Miguel; c) El impetrante de tutela, tiene establecido una unidad
educativa particular denominada “Loretto”, en la que ni su padre ni su persona tienen interés alguno
para que sea recusado; d) Cualquier acción que hubiere realizado su progenitor tiene una data de
cincuenta años atrás, quien por enfermedad dejó todas las actividades sociales y profesionales el año
2000; e) Las dos recusaciones planteadas en su contra, fueron resueltas conforme a procedimiento,
no existiendo omisión o injerencia en dichos fallos; f) La entidad accionante en ejecución de sentencia
planteó una serie de incidentes y nulidades con el propósito de eternizar la fase de ejecución; g) Fue
posesionado en el cargo de Juez en abril de 2017, llegando a conocer el proceso en el estado descrito,
con la emisión del mandamiento de desapoderamiento; h) El peticionante de tutela interpuso un
anterior incidente de recusación con los mismos argumentos que el actual, no existiendo hechos
sobrevinientes; i) Su persona no tiene ningún parentesco con las partes procesales, peor aun
tratándose de personas jurídicas; no tiene litigio pendiente con CECOL Ltda. y tampoco recibió
ventajas o beneficios de las partes procesales; j) El Auto Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018,
lo único que contiene es la ejecución de lo dispuesto en la Sentencia 367/88, pasada en autoridad
de cosa juzgada, y el reconocimiento de mejoras o pagos de indemnizaciones no forman parte de la
fase procesal, razón por la cual fueron salvados para otra vía, lo contrario significaría modificar la
parte dispositiva de la Sentencia dictada en el proceso referido; y, k) La parte solicitante te tutela,
no es propietaria de los indicados terrenos y por lo tanto no le ampara ningún derecho, y la empresa
Hogares Bolivianos S.A. desapareció, razón por la que no existen derechos sucesorios sobre la misma.
Luis Fernando Bascopé Vildoso, Director y Jaime Luis Carvajal Jaldin, abogado de la Unidad de
Defensa Legal, ambos de la Dirección de Procesos Jurisdiccionales en representación legal de Luis
Antonio Revilla Herrero, Alcalde, todos del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, en audiencia a
través de sus abogados, indicaron que: 1) El citado Municipio mantiene una línea de defensa de los
intereses de la colectividad; 2) Se pretende lograr la calificación de indemnización por las
construcciones en la Av. Montenegro 1004 de la Urbanización San Miguel a favor de CECOL Ltda.,
cuando éstos no fueron notificados como demandados sino como terceros interesados; sin embargo,
estos aspectos no competen a la jurisdicción constitucional sino a la ordinaria civil; y, 3) De acuerdo
a la Resolución Municipal “936/85”, se adjudicó a CECOL Ltda., un predio de 6 900m 2 y sus
construcciones, razón por la cual no podría la parte accionante reclamar como suyos las mencionadas
propiedades, pues en caso de haber efectuado construcciones, éstas de acuerdo al proceso técnico
administrativo son ilegales y por lo tanto no corresponde pago o indemnización.
Rogelio Miranda Baldivia y Roberto Jaime Vilela Sanjinés en representación de Jockey Club La Paz
S.A., en audiencia a través de su abogado, señalaron que: i) Las decisiones establecidas en el proceso
aludido no pueden causarle violación de derechos o perjuicio a la entidad impetrante de tutela, porque
no fue parte en el proceso; ii) El Juzgador sólo cumplió con el principio jurídico de la cosa juzgada;
y, iii) El mandamiento de desapoderamiento es un modo de dar conclusión a un proceso que tiene
larga data.
La Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel, no presentó informe alguno ni concurrió
a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 777.
I.2.3. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital del departamento de La Paz, constituida en
Jueza de garantías, mediante Resolución 2/2019 de 4 de enero, cursante de fs. 923 a 926, concedió
en parte la tutela solicitada, disponiendo la suspensión de la ejecución del desapoderamiento
ordenado por el Juez codemandado o cualquier acto similar que se haya expedido entre tanto se
resuelvan las apelaciones planteadas por la parte accionante; y, denegó la tutela respecto a los otros
puntos, sobre la base de los siguientes fundamentos: a) La demanda incidental de recusación no fue
acompañada por prueba preconstituida, lo que impide pronunciamiento respecto a la denuncia de
falta de valoración probatoria; por otro lado, no se cumplió los requisitos para que la jurisdicción
constitucional ingrese a revisar la valoración de la prueba; b) Las dos Resoluciones analizadas
anteriormente se enmarcan a la línea jurisprudencial emitida al efecto, al haber dado respuesta a
todos los puntos que se plantearon en la recusación y en aplicación al Código Procesal Civil,
establecieron que no se acompañó prueba para justificar el incidente planteado; y, c) Se emitió el
Auto Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018, ordenando la emisión del mandamiento de
desapoderamiento del inmueble que posee el CECOL Ltda., que de acuerdo a los datos del proceso
fue apelado por dicho Colegio; y en consecuencia, al estar involucrado el derecho a la educación de
niñas, niños y adolescentes, corresponde otorgar una tutela provisional hasta que el tribunal superior
resuelva la apelación planteada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1 A través de la Sentencia 367/88 de 16 de diciembre de 1988, pronunciada en aquel momento
por el Juez Primero de Partido en lo Civil de la Capital del departamento de La Paz, declaró la nulidad
de la Escritura Pública 467 de 25 de octubre de 1984, como consecuencia del proceso ordinario civil
seguido por Jockey Club La Paz S.A. contra la entonces Alcaldía -ahora Gobierno Autónomo- Municipal
de La Paz y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel, ordenando la reivindicación
de 8 800 m2 a favor de la entidad demandante (fs. 13 a 25).
II.2. En etapa de ejecución de la mencionada Sentencia, por memorial presentado el 6 de junio de
2018, Alfredo Hernán Jaimes Justiniano en representación legal de CECOL Ltda., planteó recusación
contra el ahora Juez Público Civil y Comercial Primero del citado departamento, por estimar la
concurrencia de las causales establecidas en el art. 347.1, 6 y 9 del CPC (fs. 317 a 320).
II.3. Mediante Auto Interlocutorio 150/2018 de 7 de junio, el Juez precitado rechazó la recusación
planteada y no se allanó a la misma, arguyendo que las causales invocadas no son sobrevinientes
para su consideración, además de la inexistencia de elementos probatorios para determinar que tiene
vínculo de familiaridad; asimismo, que no existe litigio pendiente y no recibió beneficios importantes
o regalos de alguna de las partes que intervienen en el proceso (fs. 321 a 322).
II.4. Por Auto de Vista 277/2018 de 12 de septiembre, los Vocales demandados rechazaron la
recusación fundamentando que no existe prueba fehaciente que la acredite y los argumentos
expresados no son válidos para apartar de la causa al Juez cuestionado; asimismo, por Auto
Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018, las mencionadas autoridades determinaron no ha lugar
a la solicitud de aclaración, enmienda y complementación, impetrada por el representante de CECOL
Ltda. (fs. 329 a 330 vta., y 334).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante alega como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial, fundamentación, motivación, igualdad procesal y valoración razonable de
sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que debe
observar el juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma razonable de resolver los hechos juzgados sino de la
forma en que se decidió.
III.2. De la actividad valorativa de la prueba a cargo de los jueces ordinarios y
administrativos
Al respecto, la SCP 0572/2016-S1 de 23 de mayo, citando a su vez la SCP 0130/2012 de 2 de mayo,
estableció el siguiente criterio: “‘…la facultad de valoración de la prueba corresponde privativamente
a los órganos jurisdiccionales ordinarios o a las instancias ante las que se tramitaron esos procesos,
no siendo pertinente que el Tribunal Constitucional Plurinacional se pronuncie sobre cuestiones que
son de exclusiva competencia de dichas instancias y menos aún atribuirse la facultad de revisar la
valoración de la prueba efectuada por las autoridades judiciales o administrativas competentes, toda
vez que el recurso de amparo constitucional tiene como única finalidad el restablecer los derechos
fundamentales que fueron conculcados por autoridades o particulares' (SC 1461/2003-R de 6 de
octubre). Sin embargo, existen supuestos en que la jurisdicción constitucional puede revisar la
valoración de la prueba por las autoridades jurisdiccionales ordinarias o administrativas, conforme
estableció la SC 0285/2010-R de 7 de junio, al señalar que: '…el Tribunal Constitucional precautelando
los derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos, en cumplimiento de una de las
finalidades por las que ha sido creado este órgano, como es el respeto y vigencia de los derechos y
garantías fundamentales de las personas, ha establecido los únicos supuestos para que la jurisdicción
constitucional ingrese a revisar la valoración realizada por dichas autoridades: 1) Cuando en dicha
valoración exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para
decidir y 2) Cuando se haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y su lógica
consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales, es
decir en el primer supuesto cuando en la labor valorativa se apartan del procedimiento
establecido valorando arbitraria e irrazonablemente y en el segundo, que actuando
arbitrariamente no se haya procedido a la valoración de la prueba, por cuya omisión se
vulneren derechos y garantías fundamentales'.
En el mismo sentido la SC 0965/2006-R de 2 de octubre, ha establecido los presupuestos que deben
ser cumplidos por la parte accionante, cuando expresó: '…siendo competencia de la jurisdicción
constitucional, revisar excepcionalmente la labor de valoración de la prueba desarrollada por la
jurisdicción ordinaria, únicamente, se reitera, cuando en dicha valoración: a) exista apartamiento de
los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, b) cuando se haya
adoptado una conducta omisiva expresada, entre otras, en no recibir, producir o
compulsar cierta prueba inherente al caso y, su lógica consecuencia sea la lesión de
derechos fundamentales y garantías constitucionales; dicha competencia del Tribunal
Constitucional, se reduce, en ambos casos, a establecer la ausencia de razonabilidad y equidad en la
labor valorativa o la actitud omisiva en esta tarea, pero en ningún caso a sustituir a la jurisdicción
ordinaria examinando la misma.
En ese orden de razonamiento para que este Tribunal pueda cumplir con esta tarea, es necesario
que la parte procesal, que se considera agraviada con los resultados de la valoración efectuada dentro
de un proceso judicial o administrativo, invocando la lesión a sus derechos fundamentales, exprese
de manera adecuada y precisa en los fundamentos jurídicos que sustenten su posición (recurso de
amparo), lo siguiente:
Por una parte, qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo
sido, no fueron producidas o compulsadas; para ello, será preciso, que la prueba no admitida o no
practicada, se haya solicitado en la forma y momento legalmente establecidos, solicitud, que en todo
caso, no faculta para exigir la admisión de todas las pruebas que puedan proponer las partes en el
proceso, sino que atribuye únicamente el derecho a la recepción y práctica de aquellas que sean
pertinentes, correspondiendo a los órganos judiciales ordinarios, el examen sobre la legalidad y
(…)
Entonces, el derecho a la defensa se traduce en la facultad de un individuo sometido a contienda
judicial o proceso administrativo a conocer en todo momento el estado del proceso y en consecuencia,
impugnar o contradecir las pruebas y providencias o decisiones que resulten adversas a sus intereses;
a este efecto, el ejercicio de este derecho se halla garantizado por la propia Constitución Política del
Estado a través del debido proceso, reconocido como derecho, principio y garantía; coligiéndose
entonces que el derecho a la defensa, implica para todo habitante la posibilidad real y
cierta de acudir ante los órganos jurisdiccionales en demanda de justicia mediante el
ejercicio de las facultades que la propia Constitución le otorga para asegurarse que todos
los actos jurisdiccionales sean razonables y se hallen encaminados a una cabal defensa
personal de sí mismo o de sus derechos durante el juicio.
Dicho de otra forma, el derecho a la defensa constituye uno de los principios integradores
de mayor relevancia del debido proceso, por cuanto lleva en su esencia la garantía de
participación de los sujetos procesales durante la sustanciación y resolución del litigio o
controversia, lo cual implica el ejercicio de sus facultades en cuanto a la formulación de
argumentos y presentación de prueba, lo que asegura la posibilidad cierta de participar
en el proceso haciéndose parte integral del mismo; y en sí, defenderse” (el resaltado nos
corresponde).
III.4. Análisis del caso concreto
La parte accionante alega como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial, fundamentación, motivación, igualdad procesal y valoración razonable de
la prueba; a la defensa en su vertiente de acceso a los medios probatorios; a la propiedad; a la
educación; al “pago de la indemnización”; a la “retención del inmueble hasta el pago por las
construcciones”; a la “preferencia”; y, a los principios de igualdad, anticorrupción, transparencia y
honestidad; porque, al no haber valorado la prueba documental, las autoridades demandadas no
consideraron la relación económica que existía entre el entonces progenitor del Juez encargado de
la fase de ejecución de sentencia, con las personas colectivas que figuran como partes dentro del
proceso ordinario civil seguido por Jockey Club La Paz S.A. contra el Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel de la misma ciudad; tampoco
tomaron en cuenta que la recusación no acusó una relación personal, sino empresarial movida por
intereses económicos de apoderamiento y comercialización de terrenos; finalmente, omitieron que a
la muerte del padre del precitado Juzgador, los derechos que éste tenía en Jockey Club La Paz S.A.
y en la empresa Hogares Bolivianos S.A., pasaron a propiedad de dicha autoridad jurisdiccional por
su calidad de heredero.
De la compulsa de los antecedentes se tiene que, la problemática surge en torno a un proceso
ordinario sobre nulidad de compra y venta de propiedad ajena, nulidad de escritura pública y
consiguiente cancelación de inscripciones en el registro de DD.RR., restitución de propiedad más
pago de daños y perjuicios, instaurado el 2 de diciembre de 1986, por Jockey Club La Paz S.A. contra
la entonces Alcaldía -hoy Gobierno Autónomo- Municipal de La Paz y la Asociación de Propietarios de
la Urbanización San Miguel, proceso dentro el cual, en aquel tiempo el Juez Primero de Partido en lo
Civil de la Capital del departamento de La Paz, emitió la Sentencia 367/88 (Conclusión II.1), que al
detentar la calidad de cosa juzgada se encuentra en etapa de ejecución; en este estado, el 6 de junio
de 2018, Alfredo Hernán Jaimes Justiniano en representación legal de CECOL Ltda. -ahora accionante-
, planteó recusación contra José Ángel Carvajal Cordero, hoy Juez Público Civil y Comercial Primero
de la Capital del mismo departamento, que conoce la fase de ejecución de sentencia, por estimar la
concurrencia de las causales de excusa establecidas en el art. 347.1, 6 y 9 del CPC (Conclusión II.2);
por lo que, el Juez codemandado mediante Auto Interlocutorio 150/2018 rechazó la recusación
planteada y no se allanó a la misma, sosteniendo que los argumentos son reiterativos respecto a un
anterior incidente, no existiendo elementos nuevos o de carácter sobreviniente; agregando que, no
tiene ningún grado de parentesco, no tiene litigio pendiente y no recibió ningún beneficio o regalo
de las partes involucradas en el proceso (Conclusión II.3); decisión que elevada en revisión al superior
en grado, fue resuelta por los Vocales demandados a través del Auto de Vista 277/2018, rechazando
la recusación planteada (Conclusión II.4).
III.4.1. De la denuncia de falta de fundamentación y motivación
La entidad impetrante de tutela a través de su representante legal, manifiesta que dentro de la
recusación formulada, las autoridades demandadas omitieron considerar la relación empresarial que
existía entre el entonces progenitor del Juez recusado -autoridad codemandada- con el demandante
dentro de la causa tramitada en el Juzgado Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del
departamento de La Paz, acusando por ello no una relación personal sino empresarial movida por
intereses económicos de apoderamiento y comercialización de terrenos; además de obviar que a la
muerte del padre del Juzgador, los derechos que éste tenía en Jockey Club La Paz S.A. y en la
empresa Hogares Bolivianos S.A., pasaron a propiedad de la autoridad recusada por su calidad de
heredero; es bajo este contexto, que en el acápite II de su memorial de recusación (Conclusión II.2),
solicitó al Juez codemandado, disponga que su similar Noveno remita a su despacho fotocopias
legalizadas de la demanda, admisión, contestación y tercería planteados dentro del proceso de
usucapión seguido por la Asociación de Propietarios de San Miguel contra la empresa Hogares
Bolivianos S.A.; asimismo, solicitó se oficie al registro de DD.RR. y al Servicio de Registro Cívico
(SERECI), para que informen sobre la transferencia de un terreno por parte de Jockey Club La Paz
S.A. a favor de Luis Carvajal Vera -extinto padre de la autoridad judicial recusada-, así como la fecha
de fallecimiento de este último y si dentro de su descendencia se encuentra el Juez ahora
codemandado.
Dichas diligencias propuestas, cuya finalidad consistía en obtener prueba dentro del mencionado
incidente para acreditar los hechos señalados, tenían como antecedente la facultad prevista en el art.
353.I del CPC, que establece: “La recusación se planteará como incidente ante la autoridad judicial
cuya recusación se pretenda, con descripción de la causal o las causales en que se funda,
acompañando o proponiendo toda la prueba de la que la parte recusante intentare
valerse” (las negrillas son agregadas); no obstante, de una revisión del Auto Interlocutorio
159/2018, no se advierte pronunciamiento alguno al respecto sintetizándose los fundamentos del
Juez codemandado de la fase de ejecución en los siguientes: i) La existencia de un proceso sobre
usucapión seguido por la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel contra la empresa
Hogares Bolivianos S.A., tramitado en el Juzgado Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del
referido departamento, vinculado con el bien inmueble que también fue motivo de juicio en su similar
Primero; ii) El entonces padre del Juez recusado, era Presidente de la empresa Hogares Bolivianos
S.A., y como tal tenía interés en todo lo relacionado a la Urbanización San Miguel y obviamente en
relación a los predios que ocupa actualmente CECOL Ltda.; iii) De la Escritura Pública 131 de 26 de
marzo de 1976, se evidencia que Luis Carvajal Vera -progenitor del aludido Juzgador- era miembro
del Directorio del Jockey Club La Paz S.A., y en esa calidad transfirió a terceros terrenos de la
Urbanización señalada, y como personero de la empresa Hogares Bolivianos S.A., cedió también a
favor del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, la superficie de 77 105,50 m 2 en la mencionada
Urbanización; y, iv) Todas las pruebas señaladas demuestran el interés del fallecido Luis Carvajal
Vera, y ahora de José Ángel Carvajal Cordero -como heredero del primero-, respecto a los supuestos
bienes del Jockey Club La Paz S.A., entre ellos el inmueble que posee la entidad recusante.
Del mismo modo, los Vocales de la Sala Civil Tercera y Quinta del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, a tiempo de dictar el Auto de Vista 277/2018, tampoco advirtieron la omisión, en que
incurrió el Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del citado departamento, siendo sus
fundamentos los siguientes: a) De la revisión del legajo, no existe prueba fehaciente para afirmar
que la autoridad judicial tenga un grado de parentesco con alguna de las partes que intervienen en
la causa; b) La empresa Hogares Bolivianos S.A., no está apersonada al proceso como demandante,
demandado o tercero interesado; c) La afirmación de que Luis Carvajal Vera tuviera propiedades
adquiridas de Jockey Club La Paz S.A. no fue demostrado por ningún documento idóneo que acredite
tal afirmación; d) No se demostró por ningún medio probatorio que el Juez recusado se hubiese
apersonado al proceso de usucapión que se tramita en el Juzgado Público Civil y Comercial Noveno
de la Capital del indicado departamento o que su padre continúe con la representación de la empresa
Hogares Bolivianos S.A.; e) No existe documentación que compruebe que el Juez cuestionado tenga
proceso pendiente con Alfredo Hernán Jaimes Justiniano, representante legal de CECOL Ltda., o que
hubiera recibido beneficios importantes o regalos de alguna de las partes; f) Los edictos adjuntos,
no constituyen prueba idónea para demostrar una causa sobreviniente dentro de la causa; y, g) Los
argumentos expresados, no son válidos para separar de la causa al Juez referido, más aún si no se
adjuntaron elementos probatorios idóneos que acrediten las causales de recusación invocadas.
Asimismo, se advierte que la entidad recusante inclusive planteó aclaración, enmienda y
complementación (fs. 332 a 333 vta.), reclamando entre otras cosas, la omisión en la sustanciación
del diligenciamiento de prueba propuesta, la cual no fue considerado por las autoridades de alzada
en el Auto Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018 (Conclusión II.4).
De la relación efectuada, la omisión advertida, conforme al Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, constituye vulneración del derecho a la debida
fundamentación y motivación, que impone a la autoridad ya sea judicial o administrativa que resuelve
una situación jurídica, la obligación de describir de forma individualizada todos los medios de prueba
aportados por las partes procesales y el deber de valorar de manera concreta y explícita, todos y
cada uno de los medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada
uno de ellos de forma motivada; deficiencia en la que, en el caso concreto, incurrió el Juez Público
Civil y Comercial Primero de la Capital del departamento de La Paz, al no haberse pronunciado y
haber diligenciado las proposiciones probatorias de la entidad ahora accionante, conforme las
previsiones del art. 353.I del CPC, y que no fue enmendada por los Vocales de la Sala Civil y Comercial
Tercera y Quinta del Tribunal Departamental de Justicia del mismo asiento judicial, a tiempo de emitir
el Auto de Vista 277/2018, cohonestando así la lesión por parte del inferior en grado del derecho de
la entidad accionante a una debida fundamentación y motivación de las resoluciones; omisión que,
en el caso concreto se encuentra directamente vinculada con la actividad probatoria desplegada por
las autoridades demandadas, la cual si bien conforme a la doctrina de las autorestricciones
ampliamente desarrollada por este Tribunal, atinge exclusivamente a los jueces y tribunales
ordinarios, la propia jurisdicción constitucional ha establecido los presupuestos excepcionales para la
revisión de la misma; correspondiendo en el presente caso, verificar si estos fueron observados.
III.4.2. De la presunta omisión valorativa de la prueba
Al respecto, el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo constitucional, hace referencia que en caso de
que la autoridad jurisdiccional haya incurrido en conducta omisiva, expresada en la decisión de no
producir prueba inherente al caso, con la consiguiente violación de derechos fundamentales y
garantías constitucionales, es necesario que la o el accionante individualice las pruebas que no fueron
producidas, debiendo estas haber sido solicitadas en la forma y momento legalmente establecidos,
además de necesariamente ser pertinentes; por último, es imprescindible que la parte accionante
indique en qué medida la prueba que no llegó a practicarse, no obstante haber sido oportunamente
solicitada, tiene incidencia en el resultado final; es decir, la relevancia constitucional de la prueba
omitida, que se trasunta en la explicación de la relación entre los hechos que se quisieron y no se
pudieron probar y las pruebas inadmitidas o no practicadas; y, por otro lado la argumentación
respecto al modo en que las mismas hubieran podido incidir favorablemente en la estimación de sus
pretensiones.
En el caso concreto, la entidad accionante refiere que el Juez codemandado omitió diligenciar los
elementos probatorios propuestos a tiempo de la interposición de la recusación, consistentes en los
oficios dirigidos al Juez Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del departamento de La Paz,
para que ésta autoridad remita al Juzgado de la autoridad recusada fotocopias legalizadas de la
demanda, admisión, contestación y tercería planteados dentro del proceso de usucapión seguido por
la Asociación de Propietarios de San Miguel contra la empresa Hogares Bolivianos S.A.; asimismo, al
registro de DD.RR. para que esta instancia informe sobre la transferencia de un terreno por parte de
Jockey Club La Paz S.A. a favor de Luis Carvajal Vera -extinto padre de la autoridad judicial recusada-
; y, al SERECI, para que informe la fecha de fallecimiento de este último y si dentro de su
descendencia se encuentra José Ángel Carvajal Cordero-autoridad codemandada-.
Bajo este contexto, la entidad impetrante de tutela individualizó correctamente las pruebas que no
fueron producidas, habiendo sido las mismas propuestas en el incidente de recusación, conforme la
previsión del art. 353.I del CPC; es decir, de manera oportuna en la forma y momento legalmente
establecidos; asimismo, dichas diligencias resultan pertinentes al incidente formulado puesto que los
mismos tenían como propósito obtener prueba para su resolución, habida cuenta de la supuesta
relación económica entre el entonces progenitor del Juez codemandado con las partes dentro del
proceso ordinario civil seguido por el Jockey Club La Paz S.A. contra el Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel; y, que a la muerte del mismo,
los derechos que éste tenía en Jockey Club La Paz S.A. y en la empresa Hogares Bolivianos S.A.,
pasaron a propiedad de dicha autoridad jurisdiccional por su calidad de heredero; aspectos que,
resultan relevantes considerando las causales de recusación invocadas; al respecto, el Código
Procesal Civil, en lo pertinente establece lo siguiente:
“ARTICULO 347. (CAUSAS DE RECUSACIÓN). Son causas de recusación:
1. El parentesco o relación conyugal de la autoridad judicial con alguna de las partes, sus abogados
o mandatarios, hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o el derivado de los
vínculos de adopción.
(…)
6. La existencia de un litigio pendiente de la autoridad judicial con alguna de las partes, siempre que
no hubiere sido promovido expresamente para inhabilitar al juzgador.
(…)
9. Los beneficios importantes o regalos recibidos por la autoridad judicial de alguna de las partes.
(…)”.
En dicho mérito, si bien la jurisdicción constitucional de manera reiterativa ha establecido que no le
corresponde la revisión de la actividad probatoria de los jueces y tribunales de la jurisdicción
ordinaria; sin embargo, también señaló que de manera excepcional su competencia se apertura
cuando se evidencia, entre otras circunstancias, la verificación de omisiones valorativas de la prueba,
como ocurre en el presente caso, en el que el Juez codemandado incurrió en conducta omisiva,
expresada en la decisión de no producir prueba inherente al caso; pese a haber sido propuesta en la
forma y modo prevista en el art. 353.I del CPC; aspecto que no fue enmendado por los Vocales de
la Sala Civil y Comercial Tercera y Quinta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, que
conforme a los arts. 353 y 354 del CPC, conocieron la recusación planteada, lesionando así el derecho
a la defensa y en su mérito el debido proceso, conforme ha sido desarrollado en el Fundamento
Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, pues al no haber considerado su
solicitud de producción de prueba, se negó a la entidad accionante la posibilidad real del ejercicio de
sus facultades que la Constitución Política del Estado le otorga para asegurarse que todos los actos
jurisdiccionales sean razonables y se hallen encaminados a una cabal defensa personal de sí mismo
o de sus derechos; vulnerando del mismo modo el principio de verdad material previsto en el art.
180 de la CPE; correspondiendo por ello conceder la tutela impetrada.
III.4.3. Otras consideraciones
Respecto a las instituciones codemandadas, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Jockey Club
La Paz S.A. y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel, este Tribunal Constitucional
Plurinacional se encuentra impedido de emitir pronunciamiento, debido a que si bien en el memorial
de subsanación y ampliación de la acción de defensa, cursante de fs. 752 a 771, la entidad
peticionante de tutela modifica la situación procesal de estas instituciones, de terceros interesados a
codemandadas; sin embargo, la narrativa fáctica expuesta está limitada a las Resoluciones dictadas
por las autoridades judiciales, concluyendo que, no existe legitimación pasiva en las instituciones
codemanadadas referidas, debiendo denegarse la tutela respecto de las mismas.
En cuanto a las denuncias sobre violación a los derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial; a la igualdad procesal; a la propiedad; a la educación; al “pago de la
indemnización”; a la “retención del inmueble hasta el pago por las construcciones”; a la “preferencia”;
y, a los principios de igualdad, anticorrupción, transparencia y honestidad, este Tribunal no puede
emitir pronunciamiento, al no apreciarse el nexo lógico entre la formulación de la recusación y la
violación de los derechos alegados, en vista de que la vulneración denunciada se funda en los
antecedentes del proceso ordinario en ejecución de sentencia, cuyo contenido no es objeto procesal
de la presente acción tutelar.
En consecuencia, la Jueza de garantías al conceder en parte la tutela impetrada, aunque con otros
argumentos, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 2/2019 de 4 de enero, cursante de fs. 923
a 926, pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital del departamento de
La Paz, constituida en Jueza de garantías; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela
solicitada, disponiendo dejar sin efecto el Auto de Vista 277/2018 de 12 de septiembre, debiendo
los Vocales demandados emitir una nueva resolución, conforme a los fundamentos jurídicos
expuestos precedentemente.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
la regulación de sus honorarios como abogado patrocinante desde 1996 hasta 2009; y, 5) El Auto
de Vista 255/18 emitido por los Vocales demandados no fundamentó su decisión pues simplemente
en referencia al Arancel señaló que no le corresponde; empero, este no refirió que el abogado que
dejó de patrocinar una causa pierde los derechos sobre la cuantía; al respecto la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional Plurinacional se pronunció indicando que el abogado podrá cobrar cuando el
banco recupere efectivamente la acreencia.
En uso de su derecho a la réplica, argumentó que el pago del porcentaje por la presentación de la
demanda ordinaria surgió cuando el proceso se encontraba en término de prueba; la existencia de
tasas elevadas hace que no se pueda estar al nivel de la empresa petrolera demandada, y el objeto
de esta acción tutelar es la protección de los derechos fundamentales de acceso a la justicia, debido
proceso e igualdad de partes, a fin de que la aludida demanda continúe.
I.2.2. Informe de los demandados
Alain Núñez Rojas y Erwin Jiménez Paredes, Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y
Adolescencia Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz; y, Alberto Guzmán Méndez, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la
Capital del mismo departamento, no presentaron informe alguno y tampoco asistieron a la audiencia
de amparo constitucional, pese a su notificación cursante de fs. 107 a 109.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
El Banco de la Nación Argentina, a través de su representante en audiencia, sostuvo: i) El accionante
afirmó que la adjudicación ya hubiera sido aprobada como si eso representaría una recuperación
efectiva, cuando no es así ya que fue interpuesto un recurso de apelación; ii) No se puede definir el
monto sobre una cuantía que no está legalmente aprobada, si bien está la Sentencia; empero, hasta
“…el día de hoy no existe recuperación…” (sic); y, iii) Imponer que se pague una cuantía en este
momento implicaría un perjuicio económico “…ya que no se tiene recuperado el dinero…” (sic), por
lo que consideró que no se debe otorgar la tutela impetrada.
Ariel Coca Aguirre, Dalcy Soruco de Coca, Pablo Víctor Coca Soruco, Jesús Gonzalo Saucedo Soruco,
Ana María Medeiros Farell, Carlos Abuawad Ampuero, representante de la Empresa Maderera San
Martín; “NIBOL Ltda.”; Alex Justiniano, representante de la Financiera de Desarrollo de Santa Cruz
(FINDESA SAM); René Andrés Arce Romero, Deidy Justiniano Mercado y Eliana Sotomayor Peláez,
no presentaron memorial alguno ni asistieron a la audiencia de esta acción de defensa, a pesar de
su notificación cursante de fs. 110 a 128.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 07 de 1 de marzo de 2019, cursante de fs. 176 vta. a 178 vta., denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: a) “…el auto dictado por el Juez Alberto Guzmán el cual fija la suma
de honorarios Profesionales en el monto de Bs. 3.000 y le fija también una cuantía en favor del
ciudadano Roberto Moscoso Oquendo, en consecuencia esta resolución ya viene a darle una
respuesta a lo cual está pidiendo el accionante…” (sic); b) El Auto de Vista 255/18 pronunciado por
los Vocales demandados contiene sus fundamentos jurídicos y expresa los motivos de la decisión y
no es incongruente; c) La justicia constitucional no es una tercera instancia, tampoco considera
aspectos de hecho sino solo de derecho, la SC “1846/2004” establece que no es posible cobrar al
Banco de la Nación Argentina una suma de dinero que aún no ingresó a sus arcas, pues del cuaderno
procesal se evidenció que el bien adjudicado no cuenta con testimonio que se hubiera registrado a
su nombre; d) No existió lesión al derecho al debido proceso porque las resoluciones están
debidamente fundamentadas y son congruentes; y, e) En cuanto al derecho al trabajo y a una vejez
digna, ya se le fijó una suma por honorarios profesionales que podría ser cobrada inmediatamente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del concurso necesario de acreedores promovido por Ana María Medeiros Farell contra
Ariel Coca Aguirre y otros, el ahora accionante, mediante memorial presentado el 2 de febrero de
2018, pidió al Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital del departamento de Santa Cruz,
la regulación de sus honorarios profesionales en base al valor de la adjudicación efectuada en el Auto
252 de 22 de noviembre de 2017 a favor del Banco de la Nación Argentina; el mismo que mereció el
Auto 25 de 5 de febrero de 2018 que reguló lo solicitado “…en la suma de BOLIVIANOS TRES MIL
(BS. 3.000.-), más el 10% del monto de la adjudicación aprobada por Auto de fecha 17 de enero
de 2014 (…) que deberá ser deducido del monto de la adjudicación, o en su caso cancelado por su
patrocinado: BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA…” (sic [fs. 37 a 38]).
II.2. Mediante Auto 42 de 9 de marzo de 2018, el referido Juez, resolviendo el memorial de solicitud
de modificación del Auto 25 precedentemente citado, reguló los honorarios del impetrante de tutela:
“…en la suma de BOLIVIANOS TRES MIL (Bs. 3.000), y con respecto a la cuantía del 10%, se
dispone que debe cancelarse a prorrata entre los tres profesionales abogados, del monto de la
adjudicación aprobada por Auto de fecha 22 de Noviembre del 2017…” (sic [fs. 41]).
II.3. Consta recurso de apelación interpuesto por el impetrante de tutela contra el Auto 42, pidiendo
que “…se Aumente la cuantía de [sus] honorarios profesionales sobre una valoración justa de los
trabajos realizados por el suscrito abogado dentro de la presente causa y sea conforme a lo
establecido por el Arancel Mínimo del Colegio de Abogados” (sic [fs. 46 a 47 vta.]).
II.4. Cursa Auto de Vista 255/18 de 31 de julio de 2018, pronunciado por los Vocales de la Sala Civil
y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz -demandados-, que revocó parcialmente el Auto
apelado, disponiendo que: “…los honorarios del Abogado ROBERTO MOSCOSO OQUENDO
corresponda solamente a lo mencionado por el Juez a quo con referencia y de
conformidad al punto II.6 del Arancel Mínimo de Honorarios en la suma de BOLIVIANOS
TRES MIL (3.000), no correspondiéndole cuantía ni en el 10% que menciona el Juez a
quo ni en el 16% mencionado por el abogado por no haber sido abogado de la Institución
Financiera demandante a momento de resolverse el presente proceso” (sic [fs. 74 a 77]).
II.5. A través de Auto complementario 85/18 de 16 de agosto de 2018, los Vocales demandados,
determinaron “…NO HA LUGAR…” (sic) la solicitud de explicación, fundamentación y subsanación
de omisión presentada por el demandante de tutela contra la precitada Resolución (fs. 82 a 85).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante, denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus vertientes de
fundamentación, motivación y congruencia, al trabajo, a una remuneración justa, a la salud, a la
alimentación, a la vida y a una vejez digna; así como a los principios de legalidad y seguridad jurídica;
alegando que, el Juez demandado pronunció el Auto 42 de 9 de marzo de 2018 de manera injusta,
desproporcional y carentes de motivación, fundamentación y congruencia; y, que el Tribunal de
apelación lejos de corregir los errores de esta autoridad judicial incurrió en las mismas vulneraciones
al emitir el Auto de Vista 255/18 de 31 de julio de igual año con una absoluta falta de relación entre
lo pedido y lo resuelto, y convalidando los agravios cometidos por el Juez de instancia, determinó
que no le correspondía el porcentaje de la cuantía de la adjudicación, cuando demostró que fue él
quien consiguió tanto en el proceso ejecutivo como en el concurso de acreedores, sentencias
favorables a la institución demandante que patrocinó.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Jurisprudencia reiterada, sobre el debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones
Al respecto, el Tribunal Constitucional a través de la SCP 0893/2014 de 14 de mayo, estableció: « El
contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una resolución motivada,
fue desarrollado en la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre, y complementado por la SCP 0100/2013
de 17 de enero, teniendo en cuenta las finalidades que persigue este derecho fundamental.
Así, las señaladas Sentencias Constitucionales Plurinacionales, concluyeron que las finalidades
implícitas que determinan el contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o
derecho a una resolución motivada (judicial, administrativa o cualesquier otra, expresada en una
resolución en general, sentencia, auto, etcétera) que resuelva un conflicto o una pretensión son: “1)
El sometimiento manifiesto a la Constitución, conformada por: 1.a) la Constitución formal; es decir,
el texto escrito; y, 1.b) Los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que forman el bloque
de constitucionalidad; así como a la ley, traducido en la observancia del principio de constitucionalidad
y del principio de legalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en cuestión
no es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la
arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad
de control de la resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los
correspondientes recursos o medios de impugnación; 4) Permitir el control de la actividad
jurisdiccional o la actividad decisoria de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por
parte de la opinión pública, en observancia del principio de publicidad…” (SCP 2221/2012 de 8 de
noviembre); y, “…5) La exigencia de la observancia del principio dispositivo, que implica la exigencia
que tiene el juzgador de otorgar respuestas a las pretensiones planteadas por las partes para
defender sus derechos…” (SCP 0100/2013 de 17 de enero).
Sobre el segundo contenido; es decir, lograr el convencimiento de las partes de que la resolución no
es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la
arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia, en la SCP
2221/2012, el Tribunal Constitucional Plurinacional ha desarrollado las formas en las que puede
manifestarse la arbitrariedad, señalando: “…la arbitrariedad puede estar expresada en: b.1) una
'decisión sin motivación', o extiendo esta es b.2) una 'motivación arbitraria'; o en su caso,
b.3) una 'motivación insuficiente”’ (…) desarrollando más adelante, el contenido de cada una de
ellas.
“b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa, etc.), no da
razones (justificaciones) que sustenten su decisión, traducido en las razones de hecho y de derecho,
estamos ante la verificación de una 'decisión sin motivación', debido a que 'decidir no es motivar'. La
'justificación conlleva formular juicios evaluativos (formales o materiales) sobre el derecho y los
hechos sub iudice [asunto pendiente de decisión]'.
b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa,
etc.) sustenta su decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico alguno, y alejadas de la sumisión a la
Constitución y la ley, se está ante una 'motivación arbitraria'. Al respecto el art. 30.II de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) 'Obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa
sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las garantías
procesales'.
En efecto, un supuesto de 'motivación arbitraria' es cuando una decisión coincide o deviene de la
valoración arbitraria, irrazonable de la prueba o, en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R), que influye, en ambos casos, en la confiabilidad
de las hipótesis fácticas (hechos probados) capaces de incidir en el sentido, en los fundamentos de
la decisión. Es decir, existe dependencia en cómo cada elemento probatorio fue valorado o no fue
valorado, para que se fortalezca o debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los hechos y, por
ende, la fundamentación jurídica que sostenga la decisión.
(…)
b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por las cuales omite o se
abstiene de pronunciar sobre ciertos temas o problemas jurídicos planteados por las
partes, se está ante una 'motivación insuficiente”’» (las negrillas nos corresponden).
Sobre el mismo tema, la SCP 0558/2016-S2 de 27 de mayo, precisó: que “…toda autoridad que dicte
una resolución, debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y
citar las normas que sustentan la parte dispositiva de la misma, por cuanto la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes
de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables
al caso, sino que la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores
que orientan al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el
pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma
en que se decidió (SSCC 0863/2007-R, 0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre otras)” (las negrillas
son nuestras).
Respecto a la congruencia, la SC 1619/2010-R de 15 de octubre, indicó que debe ser entendida
como: “la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, (…).
Esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución ya sea judicial
o administrativa y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, sino
que además debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume” (las negrillas y el subrayado son nuestros).
III.2. Análisis del caso concreto
Del memorial de amparo constitucional presentado, se observa que el accionante, refiere que desde
1996 hasta el 2009 -durante trece años- patrocinó al Banco de la Nación Argentina en un proceso
ejecutivo y otro de concurso necesario de acreedores activado como emergencia del primero,
habiendo obtenido en ambos casos sentencias favorables a la entidad que representó, mismas que
una vez ejecutoriadas luego de una serie de actuaciones procesales, incidentes, nulidades,
interposición de todo tipo de recursos, finalmente en noviembre de 2017, en el tercer remate, dicha
institución ejecutante se adjudicó el inmueble embargado; por lo que, solicitó la regulación de sus
honorarios por el trabajo que realizó conforme al Arancel del Colegio de Abogados de Santa Cruz;
empero, las autoridades judiciales demandadas, a su turno, emitieron el Auto 42 de 9 de marzo de
2018 y el Auto de Vista 255/18 de 31 de julio de igual año, de manera arbitraria e ilegal, sin
fundamentar ni motivar su decisión y en franca incongruencia con los argumentos que expuso,
disponiendo mantener el cobro de sus honorarios en la suma de Bs3 000.- sin derecho al porcentaje
de la cuantía de la adjudicación efectuada a favor de la entidad ejecutante regulado por el Arancel
del mencionado Colegio en un 16% para el caso de concurso necesario de acreedores; decisión de
la cual pidió explicación, fundamentación y subsanación de omisión; empero, los Vocales demandados
a través del Auto complementario 85/18 de 16 de agosto de 2018, determinaron “…NO HA
LUGAR…” (sic) su solicitud.
Ahora bien, previo a ingresar al análisis del problema jurídico planteado, es preciso aclarar que en el
marco de los lineamientos jurisprudenciales desarrollados por este Tribunal, la jurisdicción
constitucional no puede ser considerada como una instancia más de la vía ordinaria; no obstante,
ello no implica que los actos y resoluciones emitidos como emergencia de la labor de la misma, se
encuentren exentos de control constitucional a efectos de resguardar derechos y garantías protegidos
por la Constitución Política del Estado, y que en la tarea que desempeñan las autoridades
jurisdiccionales ordinarias no se desconozca el debido proceso.
En ese marco, es necesario puntualizar que en el presente caso se efectuará el análisis respectivo a
partir del Auto de Vista 255/18 emitido por los Vocales demandados en relación al recurso de
apelación presentado por el accionante, y no así el Auto 42 dictado por el Juez codemandado, en el
entendido que son las primeras autoridades nombradas quienes tienen la facultad de corregir la
actuación del Juez a quo a través de la Resolución dictada en apelación, aspecto que tiene que ver
con el principio de subsidiariedad que rige la acción de amparo constitucional.
En esa comprensión, de la lectura del referido recurso de apelación (Conclusión II.3), se observa que
el impetrante de tutela haciendo conocer a detalle los antecedentes de su caso, expuso que:
monetaria por su ejercicio en cada proceso, así los arts. 8 y 28.II de la Ley del Ejercicio de la Abogacía
(LEA) de 9 de julio de 2013 previenen que tienen derecho a percibir honorarios profesionales de
acuerdo al arancel del departamento respectivo, en los casos en que no se hubiera acordado el
mismo, y cuando no fueran satisfechos podrán reclamar su pago ante la autoridad judicial que tramitó
la causa ya sea de acuerdo a lo pactado con el cliente o ajustando su petición al arancel profesional
(art. 30 de la citada Ley).
Ahora bien, expuestos los argumentos vertidos por los Vocales demandados en el Auto de Vista
confutado, se puede evidenciar con meridiana claridad que al momento de emitir dicha Resolución,
no adecuaron correctamente su criterio a los elementos esenciales que componen el debido proceso
en sus vertientes de fundamentación, motivación y congruencia según se desarrolló en el
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional; en razón a que se circunscribieron
únicamente a señalar que el ahora accionante no fue partícipe en la recuperación del monto total
adeudado en favor del Banco de la Nación Argentina demandante, sin explicar por qué consideraron
que todo lo actuado por este en los procesos ejecutivo y concurso necesario de acreedores desde
1996 a 2009 no debe ser tomado en cuenta para la consideración de señalamiento de la cuantía en
su favor -según corresponda-, conforme dispone la ley de acuerdo a lo descrito en el párrafo
precedente, cuando de la jurisprudencia constitucional se tiene que: “… los jueces y autoridades
donde se evidencie el trabajo profesional, dispondrán el pago de los honorarios conforme a la iguala
profesional y, en defecto de ésta, por el Arancel Mínimo del Colegio, considerándose a los honorarios
como acreencia privilegiada.
(…)
…se entiende que los honorarios profesionales del abogado, serán fijados tomando en
cuenta el monto del asunto o proceso si fuere susceptible de apreciación pecuniaria, la
naturaleza y complejidad del asunto o proceso, el resultado que se hubiere obtenido, la
calidad, eficacia y extensión del trabajo, la trascendencia jurídica, moral y económica
que tuviere el asunto o proceso para casos futuros, para el cliente y para la situación económica
de las partes. Estos parámetros sirven para fijar un honorario racional y proporcional al trabajo
prestado…” (SC 1846/2004-R de 30 de noviembre [las negrillas son nuestras]), para obtener así una
decisión justa y equitativa; sin embargo, no se observa que las autoridades demandadas hubieran
analizado estos aspectos al emitir el Auto de Vista hoy impugnado, incumpliendo así con una de las
finalidades implícitas del debido proceso como es la de “…Lograr el convencimiento de las partes
que la resolución en cuestión no es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia,
el principio de interdicción de la arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de
congruencia…” (las negrillas son nuestras [SCP 0893/2014 de 14 de mayo]), arbitrariedad que puede
estar expresada en una decisión sin motivación o existiendo esta es arbitraria o insuficiente; es decir,
que no expone las razones de hecho y derecho que sustentan su determinación, la justificación
conlleva formular juicios evaluativos formales o materiales sobre el derecho y los hechos, aspectos
que no fueron considerados en el presente caso.
Queda claro que la Resolución en estudio no se encuentra debidamente fundada, motivada ni es
congruente en la medida que no se advierte que el resultado al que arriba, según los motivos de
agravio expuestos en apelación, haya sido precedido del suficiente análisis en relación a la actuación
profesional del impetrante de tutela en la causa que patrocinó, que justifique el monto de Bs3 000.-
determinado, ya que era deber de los Vocales demandados explicar adecuadamente las
circunstancias fácticas que sirvieron de sustento para la calificación de honorarios practicada,
teniendo en cuenta que se procedió a regular únicamente el monto fijo del Arancel citado, sin
considerar ni el 10% o 16% -según corresponda-, de la base regulatoria al abogado patrocinante del
Banco de la Nación Argentina, que dicho sea de paso resultó vencedor en la contienda, más aun
cuando al momento de deducir el recurso de apelación contra la decisión del Juez a quo, hizo conocer
a detalle los antecedentes del proceso que patrocinó en relación a su desempeño profesional en la
causa, todo lo cual no hace sino evidenciar, la insuficiencia de las consideraciones efectuadas por las
autoridades demandadas al calcular los honorarios aludidos.
Por lo que este Tribunal encuentra suficiente sustento para determinar que el Auto de Vista observado
vulnera el derecho al debido proceso en sus componentes de fundamentación, motivación y
congruencia, aclarándose que lo que se exige de una resolución judicial es que el resultado de la
labor hermenéutica sea inteligible, en este sentido “…la motivación no implicará la exposición
ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiendo expresar el juez sus convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente
cumplidas…” (SC 0759/2010-R de 10 de agosto).
Por lo expuesto se constata además la vulneración del derecho del accionante a una remuneración
justa, así como de los principios de legalidad y seguridad jurídica en vinculación con el debido proceso
cuya transgresión quedó demostrada, debiéndose otorgar la protección que consagra esta acción
tutelar, con el fin de que se disponga el pago de los honorarios que como abogado le corresponden.
Respecto a los derechos al trabajo, a la salud, alimentación, a la vida y a una vejez digna, no
corresponde realizar análisis alguno por cuanto no se demostró de qué manera el acto vulneratorio
denunciado incurrió en su lesión.
Por todo lo expuesto, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, actuó de forma
parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 07 de 1 de marzo de 2019, cursante de fs. 176 vta. a
178 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz; y en consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada, disponiendo dejar sin efecto el Auto de Vista 255/18
de 31 de julio de 2018 y su Auto complementario 85/18 de 16 de agosto de igual año, a fin de que
los Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar
Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, demandados,
emitan una nueva resolución debidamente fundamentada y motivada, en base a las razones jurídicas
expuestas en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
2° DENEGAR la tutela impetrada, en relación a los derechos al trabajo, a la salud, alimentación, a
la vida y a una vejez digna.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Distrital recordó a las unidades educativas que los estudiantes con problemas deberían ser apoyados
hasta el último día de avance curricular, actuar que no se constató en el presente caso.
Mediante escrito de 14 de diciembre de 2018, solicitaron a la Directora de la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”, información sobre los exámenes parciales, repasos y registro pedagógico; empero, no
se les permitió entregarla de forma regular; por lo que, tuvieron que acudir con un Notario de Fe
Pública, deslizándolo por debajo de la puerta, aclarando que el problema no era con la Institución
que las albergaba, sino simplemente con quienes por intermedio de ella no propiciaron un arreglo
concertado. Ese mismo día a través de una nota, recordaron al Director Distrital de Educación de
Sucre del mencionado departamento, la necesidad de cumplir con las instrucciones emanadas en
especial lo concerniente a las asignaturas de filosofía, matemáticas y física, haciendo notar que los
maestros de dichas materias no efectuaron estrategias de intervención en su favor y menos les
hicieron conocer las evaluaciones objetivas, lo que impidió coordinar, analizar y planificar tácticas
para un mejor rendimiento, tampoco la Dirección de la indicada Unidad Educativa realizó un control
y seguimiento de las aceptaciones curriculares bimestrales para el desarrollo adecuado de las
dimensiones ser, saber, hacer y decidir, haciendo hincapié en que el ser y decidir jamás fueron
utilizadas en favor de las adolescentes. Mediante misiva de 17 de ese mes y año, nuevamente se
recordó al prenombrado Director Distrital el incumplimiento de la Circular D.D.E.S. 70/2018 por parte
de la señalada Directora, haciendo énfasis en la preocupación por la no promoción de sus hijas y la
imposibilidad de dejar las cartas de reclamo en el citado Colegio, misma que cerró sus puertas.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
Las accionantes a través de sus representantes alegan la lesión de sus derechos a la educación en
su “…garantía de acceso a una promoción al curso inmediato superior…” (sic) y el interés superior
del niño, citando al efecto los arts. 77 de la Constitución Política del Estado (CPE); 19 de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos; 7 del Protocolo de San Salvador; y, 16 de la Carta Democrática
Americana.
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela y en consecuencia se ordene a los demandados: a) Realizar una nueva
sumatoria de las calificaciones obtenidas en la etapa de reforzamiento, que no fueron tomadas en
cuenta; b) Llevar adelante una nueva evaluación en las materias signadas, dejando sin efecto el
informe de 18 de diciembre de 2018, emitido por la Directora de la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”; y, c) La apertura del Sistema de Gestión Educativo (SIGED) respecto a las menores
afectadas, con el objetivo de que se registren los resultados de las evaluaciones ordenadas.
I.2. Trámite Procesal ante el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Improcedencia de la acción
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, mediante
Resolución 05/2019 de 28 de febrero, cursante de fs. 136 a 137 vta., rechazó la presente acción de
amparo constitucional; consecuentemente, las accionantes por intermedio de sus representantes por
memorial interpuesto el 14 de marzo de 2019 (fs. 152 a 154), impugnaron dicha determinación.
Posteriormente, a través de Auto 50/2019 de 19 de similar mes y año, cursante a fs. 155, las
autoridades de la Sala aludida dispusieron la remisión del fallo ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional para su revisión.
I.2.2. Admisión de la demanda
Por Auto Constitucional (AC) 0088/2019-RCA de 1 de abril, cursante de fs. 158 a 164, la Comisión de
Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, con la facultad conferida por el art. 30.III del
Código Procesal Constitucional (CPCo), resolvió revocar la Resolución 05/2019, disponiendo en
consecuencia admitir ésta acción de defensa y se someta la causa al trámite previsto por ley,
debiendo pronunciar resolución en audiencia pública, concediendo o denegando la tutela impetrada,
según corresponda en derecho.
II.2. Por Circular D.D.E.S. 70/2018 de 26 de noviembre, el Director Distrital de Educación de Sucre
del departamento de Chuquisaca, hizo conocer a las directoras y directores de las unidades educativas
fiscales, de convenio, particulares y, centros de educación y especial, recomendaciones para el cierre
de la gestión educativa; entre ellas, las referidas a que las y los estudiantes con dificultades en su
aprovechamiento y/o aprendizaje deben ser asistidos y apoyados hasta el último día del avance
curricular por sus profesores; es decir, hasta el 7 de diciembre de 2018 (fs. 11).
II.3. Cursan notas de 14 del mes y año aludidos, presentadas por los progenitores de AA, BB, CC y
DD, en las que solicitaron a la Directora de la precitada Unidad Educativa, los exámenes parciales,
repasos y registro pedagógico con las cuatro dimensiones (ser, saber, hacer y decidir)
correspondientes a las materias en las que reprobaron sus hijas -ahora accionantes-; además, de
requerir un informe sobre el cumplimiento de la Circular D.D.E.S. 70/2018, haciendo énfasis en las
acciones realizadas por los docentes de las materias requeridas. En la entrega de los escritos intervino
el Notario de Fe Pública 25 de la ciudad de Sucre del departamento de Chuquisaca, que dio fe de
que se dejó las mismas por debajo de la puerta debido a la negativa de su recepción y cerrado la
puerta colindante con la calle Nicolás Ortiz 165 (fs. 12, 15, 18 y 21).
II.4. Por misivas de 17 de diciembre de 2018, los papás de las estudiantes AA, BB, CC y DD,
acudieron a la precitada Dirección Distrital haciendo conocer los antecedentes de su reclamo,
denunciando que la Unidad Educativa “María Auxiliadora” no cumplió con la Circular D.D.E.S. 70/2018
respecto a la asistencia y apoyo a los estudiantes con dificultades en su aprovechamiento y/o
aprendizaje, de la misma manera señaló que solicitó un informe sobre su rendimiento escolar, pero
de manera prepotente y con mucha falta de educación se les negó esa información, por lo que
hicieron la petición de forma escrita y ante la negación de recepcionarla tuvieron que acudir ante un
Notario de Fe Pública para hacer deslizar su solicitud por debajo de la puerta descrita anteriormente
(fs. 13 a 14, 16 a 17, 19 a 20, y 22 a 23).
II.5. De los informes presentados por el plantel docente de la señalada Unidad Educativa se tiene
que: i) El informe de rendimiento académico por bimestre de 12 del precitado mes y año, en el área
de matemáticas de la estudiante AA, que consigna: “El primer bimestre los padres de familia vinieron
a las entrevistas hicimos conocer la situación de su hija firmando un acta de compromiso, en el
segundo y tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les informo del aprovechamiento académico
de su hija, no hubo ningún cambio el segundo bimestre ya en el tercer y cuarto mejoro un poco pero
no lo demasiado para poder vencer la materia” (sic), asimismo señala que se dio una evaluación
antes de presentar la nota y la estudiante obtuvo una nota de cuarenta y cinco puntos. Con relación
a las adaptaciones curriculares señaló que: “Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma
oportuna se hizo llamar a los Padres de Familia, nos entrevistamos con ellos, pero por más que
hablábamos sobre lo que tenía que hacer su hija seguía con los mismos resultados, también venían
a las entrevistas en transcurso del año nosotros tenemos 40 minutos cada semana para atender a
los padres de familia que deseen informarse sobre el aprovechamiento de sus hijas…
Realizando un análisis sobre el acompañamiento de los padres a esta estudiante (…) venían a las
entrevistas y todo lo que hablábamos se quedaba así sin realizar ninguna acción que haga que la
estudiante pueda superar los problemas que tenía en la materia…” (sic); Informe Técnico Pedagógico
Gestión-2018 y el de Adaptaciones Curriculares; Acta de compromiso de 24 de marzo del referido
año, suscrita por los progenitores y el profesor de la materia y compromisos y rendimiento académico
de mayo y 20 de julio del mismo año, suscrita por la estudiante AA sus padres y la Directora; Registro
de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico bimestral del área de matemáticas
consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber, hacer y decidir; y, la pruebas de
reforzamiento de la estudiante AA de 5 de diciembre de 2018 (fs. 24 a 37 y 230); ii) El informe de
rendimiento académico por bimestre, de 12 de diciembre de 2018, en el área de matemáticas de la
estudiante BB, señaló que: “El primer y segundo bimestre los padres de familia no vinieron a las
entrevistas desconocían la situación de su hija en el tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les
informo del aprovechamiento académico de su hija, en nuestra unidad educativa se entregan
boletines cada bimestre para brindar información sobre el rendimiento de las estudiantes y aun así
los padres de familia no se preocuparon de su rendimiento académico.
(…)
Se dio también una evaluación antes de presentar notas solo a las estudiantes que tenían dificultades
en el área en la cual obtuvo una nota de 35, pero tampoco aprovecho esa oportunidad, demostrando
que tiene dificultades en la materia” (sic); respecto a las adaptaciones curriculares refirió que:
“Realizamos en los cuatro bimestres defensas de las tareas, la cual consiste en resolver los ejercicios
de la tarea en la clase donde la estudiante (…) no aprovechaba demostrando así que no hacia la
tarea en la casa.
(…)
Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma oportuna se hizo llamar a los Padres de
Familia, pero lo padres nunca asistieron a dichas entrevistas, además de hacerles llamar a entrevistas
en transcurso del año nosotros tenemos 40 minutos cada semana para atender a los padres de familia
(…) pero tampoco vinieron todo el año el horario que mi persona tenia era todos los días miércoles
de 11:50 a 12:30” (sic); igualmente, se tiene un compromiso de rendimiento académico de 16 de
agosto, suscrito por la mamá, la alumna y la directora (fs. 61 a 62 y 282); Informe Técnico Pedagógico
Gestión-2018 y de Adaptaciones Curriculares; Registro de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el
registro electrónico bimestral del área de matemáticas consignándose de forma detallada las
dimensiones: ser, saber, hacer y decidir; y prueba de reforzamiento de 5 de diciembre de 2018 (fs.
63 a 73 y 312); iii) El informe de rendimiento académico por bimestre de la materia de
cosmovisiones, filosofía y psicología de 14 del precitado mes y año, de las estudiantes AA y BB, en la
que se consigna que: “…Los padres de la estudiante a través de las entrevistas conocían sobre el
rendimiento de su hija, aunque ellos y la estudiante se comprometía mejorar no lo demostraba” (sic),
respecto a las adaptaciones curriculares, el aludido informe indica sobre la estudiante AA: “-Para
reforzar y retroalimentar los conocimientos elaboraban ejercicios en su carpeta, la estudiante
trabajaba apoyada por una tutora que al final fue del agrado de la mamá” (sic), con relación a la
estudiante BB “-Para reforzar (…) la estudiante hacía que trabajar, pero no lo hacía, por tanto,
tampoco ejercitaba ni participaba” (sic); en ambos informes se indicó que: “-Se consultaba después
del avance de un contenido (…) pero la estudiante no lo hacía y si lo hacía era cuando personalmente
se les preguntaba.
(…)
-En el último bimestre fue cuanto mayores oportunidades se le dieron ya que luego de cada contenido
avanzado se volvía a explicar, elaboraban ejercicios y se les tomaba un nuevo examen” (sic); Registro
de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico bimestral del área de matemáticas
consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber, hacer y decidir; las pruebas, tareas
valoradas y exámenes de las prenombradas estudiantes cuya última prueba data de 28 de noviembre
de 2018; y, el control de entrevista, en la que se detalla los nombres de los padres de las alumnas
para la entrevista encontrándose los nombres de las estudiantes AA, BB y CC; empero, únicamente
se encuentra suscrita por la mamá de CC, quien se comprometió a apoyarla (fs. 38 a 60); iv) El
informe de rendimiento académico por bimestre de 31 de enero de 2019, de la precitada materia, de
la estudiante CC en la que se señala que: “La estudiante se comprometía estudiar en presencia de la
mamá, pero no lo hacía, no ponía de su parte.
(…)
…hacer notar en el cuarto bimestre en la dimensión del saber dio un reforzamiento sobre el tema del
juicio, obteniendo una nota de 48 puntos que debería ser promediada por la nota de 47…
En la dimensión del hacer para reforzar se tomó un reforzamiento de razonamiento y obtuvo 20
puntos y como última calificación fue un trabajo practico…
(…)
No trabaja en clases, no participa, no tiene carpeta al día.
…La mamá de la estudiante a través de las entrevistas conocían sobre el rendimiento de su hija,
aunque ellos y la estudiante se comprometía mejorar no lo demostraba” (sic); sobre la adaptación
curricular menciona que: “-Para reforzar y retroalimentar los conocimientos elaboran ejercicios en su
carpeta, la estudiante hacía que trabajar, pero no lo hacía, por tanto, tampoco ejercitaba” (sic); en
ambos informes se indicó que: “-Se consultaba después del avance de un contenido (…) pero la
estudiante no lo hacía y si lo hacía era cuando personalmente se les preguntaba.
(…)
-En el último bimestre fue cuanto mayores oportunidades se le dieron ya que luego de cada contenido
avanzado se volvía a explicar, elaboraban ejercicios y se les tomaba un nuevo examen” (sic); Registro
de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico bimestral del área de matemáticas
consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber, hacer y decidir (fs. 84 a 94); v) El
informe de rendimiento académico por bimestre, de 1 de febrero de 2019, en el área de matemáticas
de la estudiante CC, se consigna que: “El primer bimestre los padres de familia vinieron a las
entrevistas hicimos a conocer la situación de su hija firmando un acta de compromiso, en el segundo
y tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les informo (…) mejoro un poco pero no lo demasiado
para poder vencer el año.
(…)
Se dio también una evaluación antes de presentar notas solo a las estudiantes que tenían dificultades
en el área la cual no dio por que no asistió a clase la última semana” (sic); respecto a las adaptaciones
curriculares señaló que: “Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma oportuna se hizo
llamar a los Padres de Familia a la cual solo asistía la mamá, nos entrevistamos con ella, pero por
más que hablábamos sobre lo que tenía que hacer su hija seguía con los mismo resultados, también
venían a las entrevistas en transcurso del año…
Realizando un análisis sobre el acompañamiento de la madre a esta estudiante podemos llegar a la
conclusión que ella vino a las entrevistas y todo lo que hablábamos se quedaba ahí sin realizar
ninguna acción que haga que la estudiante pueda superar los problemas que tenía en la materia (…).
La mama argumentaba que la estudiante antes mencionada realizaba ejercicios todos los días y le
dije que me muestre para hacerle un seguimiento de la forma de resolución de dichos ejercicios, pero
pude observar que eran tres hojas nada más” (sic); Acta de compromiso de 24 de mayo de 2018,
suscrita por la mamá y la alumna; Nota de 10 de diciembre de similar año, mediante el cual se
informó a Evelin Paola Rosso Aragon, madre de la adolescente CC, la situación de pérdida de curso
en las materias de matemáticas, filosofía y física-química, insinuándosele prestar más atención a su
hija y apoyo, y si es posible con un psicólogo, nota suscrita por la prenombrada y la Directora de la
Unidad Educativa “María Auxiliadora”; Registro de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro
electrónico bimestral del área de matemáticas consignándose de forma detallada las dimensiones:
ser, saber, hacer y decidir (fs. 95 a 106); vi) El informe de rendimiento académico anual de física -
no consigna fecha- de la estudiante CC, describiendo las notas obtenidas en la materia por la
prenombrada estudiante, cuya observación señala que: “…Debemos considerar que la nota de
aprobación del campo contiene las notas de FISICA y QUIMICA, la ser el promedio de ambas notas
una nota de aprobación NO ENTENDEMOS LA NECESIDAD DE REVISAR LA NOTAS DE FISICA, pues
ningún cambio hecho en esta materia cambiaría el hecho de que la estudiante NO haya sido
promovida al grado inmediato superior” (sic), se tiene el registro del docente del primer, segundo,
tercer y cuarto bimestre (fs. 381 a 386); y, vii) El informe de rendimiento académico de matemáticas
por bimestre de 12 de diciembre de 2018, en el área de matemáticas de la estudiante DD, se consigna
que: “Los padres de familia no vinieron a las entrevistas desconocían la situación de su hija, muy
aparte de las entrevista bimestrales cada maestro tiene un horario de entrevista semanal la cual cada
padre de familia puede asistir, además en nuestra unidad educativa se entregan los boletines cada
bimestre para brindar información sobre el rendimiento de las estudiantes y aun así los padres de
familia no se preocuparon de su rendimiento académico.
(…)
Se dio también una evaluación antes de presentar notas solo a las estudiantes que tenían dificultades
en la materia en la cual obtuvo una nota de 20, pero tampoco aprovecho esa oportunidad,
demostrando que tiene dificultades en la materia” (sic); respecto a las adaptaciones curriculares
indicó que: “Realizamos en los cuatro bimestres defensas de las tareas, la cual consiste en resolver
los ejercicios de la tarea en la clase lo cual la estudiante (…) no aprovechaba demostrando así que
no hacia la tarea en la casa.
(…)
Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma oportuna se hizo llamar a los Padres de
Familia, pero lo padres nunca asistieron a dichas entrevistas, además de hacerles llamar a entrevistas
en transcurso del año nosotros tenemos 40 minutos cada semana para atender a los padres de familia
(…), pero tampoco vinieron todo el año el horario que mi persona tenia era todos los días miércoles
de 11:50 a 12:30” (sic); Registro de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico
bimestral del área de matemáticas consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber,
hacer y decidir; y, prueba de reforzamiento de matemáticas de 5 de diciembre de 2018 (fs. 74 a 93
y 451).
II.6. Se tiene nota de 17 del referido mes y año, suscrita por el Director Distrital de Educación de
Sucre del departamento de Chuquisaca, a través del cual se expuso y solicitó a la Directora de la
Unidad Educativa “María Auxiliadora” que: “…tomé conocimiento que en la asignatura de Filosofía la
Profesora no dio curso a esta determinación que está plasmada en la Circular N° 70/2018 que su
autoridad no hizo cumplir a cabalidad, actitud que ha perjudicado a la alumna (…) de 3er.Año
Secundaria y otras estudiantes, cuyas denuncias se recibieron el día viernes 14 y 17 del mes en curso.
Me permito recordarle que de acuerdo al Calendario Escolar de la presente gestión todas las unidades
educativas debían concluir el 07 de diciembre, de esta manera cumplir con los 200 días hábiles de
trabajo, en todas las áreas del saber.
Por lo expuesto, se instruye a su autoridad que dentro las 48 horas tome evaluaciones a las
estudiantes afectadas en el área de Cosmovisiones, Filosofía y Psicología u otra área donde se
haya presentado alguna irregularidades que contravino las normas y disposiciones en vigencia y
remita informe dentro del mismo plazo y proceda a la corrección de las calificaciones si corresponde”
(sic. [fs. 186]).
II.7. Se tiene nota de 13 de enero de 2018, por el que la Directora de la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”, informó al Director Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca
que: “…lamento tener que informar a su Autoridad que me reservo la entrega de información de
estudiantes que nada tienen que ver en este problema que se suscita por reclamos infundados de
padres de familia y estudiantes que no supieron aprovechar la gestión escolar y demostrar
rendimiento académico óptimo para vencer el año, en tanto no se me justifique legalmente la
pertinencia de su solicitud y la misma se encuentre enmarcada en normativa vigente para el efecto.
En caso de persistir su Autoridad en conocer esta información de manera general de las estudiantes
le pido pueda FUNDAMENTAR LA PERTINENCIA DE SU SOLICITUD.
Por un lapsus, en el anterior informe no se presentó copia del cuaderno pedagógico de la materia de
matemáticas, con esto se completa toda la documental que su persona requirió, mediante nota de
fecha 17 de diciembre y 07 de enero de 2019” (sic. [fs. 187 a 188]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Las accionantes a través de sus representantes alegan la vulneración de sus derechos a la educación
en su “…garantía de acceso a una promoción al curso inmediato superior…” (sic) y el interés superior
del niño; arguyendo que: a) Existieron deficiencias en la forma de evaluación en las materias de
cosmovisión, filosofía, psicología, matemáticas y física; b) Una vez conocidas las mismas, se solicitó
a los Profesores y a la Directora de la Unidad Educativa “María Auxiliadora” llevar adelante acciones;
empero, los primeros se limitaron a señalar que tales acciones serían subsanadas a fin de año, y la
citada Directora se rehusó a realizar verificaciones con personas entendidas en la rama educacional;
c) La Dirección Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca mediante Instructivo
D.D.E.S. 59/2018 -no menciona fecha- ordenó a la entidad demandada que se tomen acciones
conjuntas anticipadamente con las comisiones técnico pedagógicas y otras, además de ordenar tener
la documentación del caso para acreditar el proceso de apoyo a los estudiantes; sin embargo, la
Directora se rehusó a proporcionar la información requerida; y, d) En una ocasión, los progenitores
de las ahora impetrantes de tutela, intentaron entregar formalmente una nota a la indicada Unidad
Educativa solicitando información sobre sus hijas, no obstante la prenombrada Directora no les
permitió cumplir su cometido, teniendo que hacerlo mediante un notario de fe pública.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada; para el efecto, se analizará la problemática planteada de acuerdo con
el siguiente orden: 1) El derecho a la educación; 2) La corresponsabilidad en la concreción de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes; 3) Marco normativo del Reglamento de Evaluación del
Desarrollo Curricular; 4) Acceso a la información del proceso pedagógico; 5) Núcleo esencial del
derecho a la educación; y, 6) Análisis del caso concreto.
III.1. El derecho a la educación
El derecho a la educación es reconocido como un derecho humano en los instrumentos
internacionales tales como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Convención sobre los
Derechos del Niño y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
De igual forma está consagrado así, en la Constitución Política del Estado que irradió de contenido el
Código Niña, Niño y Adolescente -Ley 548 de 17 de julio de 2014- y la jurisprudencia constitucional.
En este marco se desarrollará en los instrumentos citados.
III.1.1. Derecho a la educación en los instrumentos internacionales
La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su art. 19, señala que: “Todo niño tiene
derecho a las medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia,
de la sociedad y del Estado”. En esa misma línea la Convención Sobre los Derechos del Niño en su
art. 28.1, indica:
“1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda ejercer
progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán en particular:
a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos;
(…)
d) Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en cuestiones educacionales y
profesionales y tengan acceso a ellas;
e) Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de deserción
escolar.
(…)”.
Igualmente el art. 29.1 de la citada Convención, establece:
“1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo
de sus posibilidades;
(…)
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus
valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las
civilizaciones distintas de la suya;
(…)”.
Sobre la base de ese marco, la Corte IDH en la Opinión Consultiva OC-17/02. Condición Jurídica y
Derechos Humanos del Niño. Resolución de 28 de agosto de 2002, solicitada por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, señaló que:
“84. Se debe destacar que dentro de las medidas especiales de protección de los niños y entre los
derechos reconocidos a éstos en el artículo 19 de la Convención Americana, figura de manera
destacada el derecho a la educación, que favorece la posibilidad de gozar de una vida digna y
contribuye a prevenir situaciones desfavorables para el menor y la propia sociedad”.
En esa misma línea la Corte IDH, en el caso Gonzales Lluy y otros vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C No. 298.,
se refirió a los alcances del derecho a la educación e indicó que:
“234. El derecho a la educación se encuentra contenido en el artículo 13 del Protocolo de San
Salvador. La Corte tiene competencia para decidir sobre casos contenciosos en torno a este derecho
en virtud del artículo 19 (6) del Protocolo. Asimismo, dicho derecho se encuentra contemplado en
diversos instrumentos internacionales. Por su parte, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales ha resaltado que el derecho a la educación es el epítome de la indivisibilidad y la
interdependencia de todos los derechos humanos, y que ‘[l]a educación es un derecho humano
intrínseco y un medio indispensable de realizar otros derechos humanos’.
235. Ahora bien, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha señalado que para
garantizar el derecho a la educación debe velarse por que en todos los niveles educativos se cumpla
con cuatro características esenciales e interrelacionadas: i) disponibilidad, ii) accesibilidad, iii)
aceptabilidad y iv) adaptabilidad:
a) Disponibilidad. Debe haber instituciones y programas de enseñanza en cantidad suficiente en
el ámbito del Estado Parte. Las condiciones para que funcionen dependen de numerosos factores,
entre otros, el contexto de desarrollo en el que actúan; por ejemplo, las instituciones y los programas
probablemente necesiten edificios u otra protección contra los elementos, instalaciones sanitarias
para ambos sexos, agua potable, docentes calificados con salarios competitivos, materiales de
enseñanza, etc.; algunos necesitarán además bibliotecas, servicios de informática, tecnología de la
información, etc.
b) Accesibilidad. Las instituciones y los programas de enseñanza han de ser accesibles a todos, sin
discriminación, en el ámbito del Estado Parte. La accesibilidad consta de tres dimensiones que
coinciden parcialmente: i) No discriminación. La educación debe ser accesible a todos, especialmente
a los grupos m[á]s vulnerables de hecho y de derecho, sin discriminación por ninguno de los motivos
prohibidos […]; ii) Accesibilidad material. La educación ha de ser asequible materialmente, ya sea
por su localización geográfica de acceso razonable (por ejemplo, una escuela vecinal) o por medio
de la tecnología moderna (mediante el acceso a programas de educación a distancia); iii)
Accesibilidad económica. La educación ha de estar al alcance de todos. Esta dimensión de la
accesibilidad está condicionada por las diferencias de redacción del párrafo 2 del artículo 13 respecto
de la enseñanza primaria, secundaria y superior: mientras que la enseñanza primaria ha de ser
gratuita para todos, se pide a los Estados Partes que implanten gradualmente la enseñanza
secundaria y superior gratuita.
c) Aceptabilidad. La forma y el fondo de la educación, comprendidos los programas de estudio y
los métodos pedagógicos, han de ser aceptables (por ejemplo, pertinentes, adecuados culturalmente
y de buena calidad) para los estudiantes y, cuando proceda, los padres; este punto está supeditado
a los objetivos de la educación mencionados en el párrafo 1 del artículo 13 y a las normas mínimas
que el Estado apruebe en materia de enseñanza […].
d) Adaptabilidad. La educación ha de tener la flexibilidad necesaria para adaptarse a las
necesidades de sociedades y comunidades en transformación y responder a las necesidades de los
alumnos en contextos culturales y sociales variados. 7. Al considerar la correcta aplicación de estas
‘características interrelacionadas y fundamentales’, se habrán de tener en cuenta ante todo los
superiores intereses de los alumnos”.
Jurisprudencia que forma parte del bloque de constitucionalidad y que es vinculante para el Estado
Plurinacional de Bolivia a partir de la SC 0110/2010-R de 10 de mayo, y de donde se infiere que todos
los niños tienen derecho a la educación que esta interrelacionado con otros derechos, la cual debe
ser gratuita y garantizada por el Estado, además de comprender la disponibilidad (deben ponerse a
disposición de la población los suficientes centros de educación y programas de enseñanza),
accesibilidad (todos deben poder acceder a los centros educativos y a los programas de enseñanza
en igualdad de condiciones), aceptabilidad (los programas de estudio y métodos pedagógicos deben
ser adecuados, pertinentes y de buena calidad) y adaptabilidad (los programas y métodos deben
adecuarse a las necesidades de cada sociedad).
III.1.2. Marco normativo sobre el derecho a la educación de las niñas, niños y
adolescentes
El art. 17 de la CPE, señala que: “Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles
de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación”. En coherencia
con dicho precepto constitucional, el art. 77 de la referida Norma Suprema, indica:
“I. La educación constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado,
que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla.
II. El Estado y la sociedad tienen tuición plena sobre el sistema educativo, que comprende la
educación regular, la alternativa y especial, y la educación superior de formación profesional. El
sistema educativo desarrolla sus procesos sobre la base de criterios de armonía y coordinación.
III. El sistema educativo está compuesto por las instituciones educativas fiscales, instituciones
educativas privadas y de convenio”.
Normas que guardan concordancia con los arts. 81.I y II de la Norma Suprema, al indicar que: “I. La
educación es obligatoria hasta el bachillerato. II. La educación fiscal es gratuita en todos sus niveles
hasta el superior”; y, 82.I del mismo cuerpo legal, que señala: “El Estado garantizará el acceso a la
educación y la permanencia de todas las ciudadanas y los ciudadanos en condiciones de plena
igualdad”.
Por su parte el Código Niña, Niño y Adolescente -Ley 548 de 17 de julio de 2014-, dispone:
“ARTICULO 115. (DERECHO A LA EDUCACIÓN).
I. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la educación gratuita, integral y de calidad,
dirigida al pleno desarrollo de su personalidad, aptitudes, capacidades físicas y mentales.
II. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a una educación de calidad y calidez, intracultural,
intercultural y plurilingüe, que les permita su desarrollo integral diferenciado, les prepare para el
ejercicio de sus derechos y ciudadanía, les inculque el respeto por los derechos humanos, los valores
interculturales, el cuidado del medio ambiente y les cualifique para el trabajo”.
El mismo cuerpo normativo hace referencia a las garantías para el efectivo cumplimiento de todos
los derechos de las niñas, niños y adolescentes, indicando:
“ARTICULO 8. (GARANTÍAS).
(…)
II. Es obligación primordial del Estado en todos sus niveles, garantizar el ejercicio pleno de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes.
III. Es función y obligación de la familia y de la sociedad, asegurar a las niñas, niños y
adolescentes oportunidades que garanticen su desarrollo integral en condiciones de
igualdad y equidad” (las negrillas nos pertenecen).
Del mismo modo, el art. 116.I del referido Código, prevé ciertas garantías a favor de las niñas, niños
o adolescentes, como:
“a. Educación sin violencia en contra de cualquier integrante de la comunidad educativa, preservando
su integridad física, psicológica, sexual y/o moral, promoviendo una convivencia pacífica, con igualdad
y equidad de género y generacional;
b. Educación, sin racismo y ninguna forma de discriminación, que promueva una cultura pacífica y
de buen trato;
c. Respeto del director, maestros y administrativos del Sistema Educativo Plurinacional y de sus pares;
d. Prácticas y el uso de recursos pedagógicos y didácticos no sexistas ni discriminatorios;
e. Provisión de servicios de asesoría, sensibilización, educación para el ejercicio de sus derechos y el
incremento y fortalecimiento de sus capacidades;
f. Impugnación de los criterios de evaluación cuando éstos no se ajusten a los establecidos por la
autoridad competente, pudiendo recurrir a las instancias superiores;
g. Participación en procesos de la gestión educativa;
h. Acceso a la información del proceso pedagógico y de la gestión educativa para la y el estudiante
y su madre, padre, guardadora o guardador, tutora o tutor; y;
i. Sensibilización y acceso a la información adecuada y formación oportuna en educación sobre
sexualidad integral en el marco de los contenidos curriculares”.
De las normas citadas se infiere que el Estado garantiza la educación gratuita y la permanencia de
todas las ciudadanas y los ciudadanos en condiciones de plena igualdad y equidad, así como el
ejercicio pleno del derecho a la educación que comprende una educación sin violencia, sin racismo o
discriminación gestada sobre la base del respeto, acceso y participación en el proceso de gestión
educativa.
III.1.3. Jurisprudencia sobre el derecho a la educación de las niñas, niños y adolescentes
La SCP 0589/2019-S4 de 7 de agosto, en su Fundamento Jurídico III.1 respecto a este derecho refirió
que: “…la educación está orientada fundamentalmente hacia el desarrollo de la personalidad humana
de cada niña, niño o adolescente, tomando en cuenta fundamentalmente el respeto a su dignidad
como persona, y en ese sentido, los métodos pedagógicos de enseñanza y aprendizaje deben, entre
otros aspectos, desarrollar su personalidad, sus aptitudes y su capacidad mental y física hasta el
máximo de sus posibilidades, y para ello se deberá tomar en cuenta que cada niño tiene
características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje propias, así como aptitudes de
evolución individuales, pues ninguna persona es igual a otra, por lo que la educación debe ser flexible,
de manera que, los métodos pedagógicos, incluyendo los métodos de evaluación curricular, deben
adaptarse a las distintas necesidades de los alumnos, lo que les permitirá un desarrollo integral
diferenciado”.
En ese sentido, la SCP 0859/2015-S2 de 25 de agosto, señaló: “Se debe tomar en cuenta que la
educación no es un derecho más, sino que se constituye en un derecho de especial importancia para
el Estado. El art. 9 de la Ley Fundamental, señala que es uno de los fines del Estado garantizar el
acceso de las personas a la educación, a la salud, y al trabajo. En esta misma línea se demuestra la
importancia de la educación según el art. 77, indicando que es una función suprema y primera
responsabilidad del Estado.
La formulación constitucional respecto al mencionado derecho supone a las personas como sujetos
pasivos, pues éste implica la educación, si se es taxativo con la redacción de recibir únicamente. No
obstante, existe otro derecho que contempla dar la educación, a diferencia de otras redacciones
posibles que abarcarían tanto los derechos a aprender como el de enseñar. La educación debido a
su importancia para la sociedad cumple en la Constitución Política del Estado una doble función de
recibir educación (derecho) y formarse (deber), configurándose así en un derecho fundamental y
deber de toda persona formarse hasta el bachillerato (art. 108.6 de la CPE).
Cabe destacar que la educación es competencia exclusiva del nivel central del Estado que podría ser
ejercida de manera concurrente con las entidades territoriales autónomas. Asimismo, dentro de la
jurisdicción de las autonomías indígena originario campesinas se puede ejercer como competencias
concurrentes la organización, planificación y ejecución de planes, programas y proyectos de
educación (arts. 298.II.17, 299.II.2 y 304.III.2 de la Norma Suprema).
“62. La adopción de medidas especiales para la protección del niño corresponde tanto al Estado como
a la familia, la comunidad y la sociedad a la que aquél pertenece. Sobre este punto, el artículo 16 del
Protocolo de San Salvador manifiesta que [t]odo niño sea cual fuere su filiación tiene derecho a las
medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad
y del Estado. Todo niño tiene el derecho de crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres;
salvo circunstancias excepcionales, reconocidas judicialmente, el niño de corta edad no debe ser
separado de su madre. Todo niño tiene derecho a la educación gratuita y obligatoria, al menos en su
fase elemental, y a continuar su formación en niveles más elevados del sistema educativo”.
En ese mismo sentido, la mencionada Corte en el Caso Carvajal Carvajal y otros Vs. Colombia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 13 de marzo de 2018, indicó que:
“193. Asimismo, este Tribunal ha entendido que, conforme al artículo 19 de la Convención Americana,
el Estado se obliga a promover las medidas de protección especial orientadas en el principio del
interés superior de la niña y del niño, asumiendo su posición de garante con mayor cuidado y
responsabilidad en consideración a su condición especial de vulnerabilidad. La Corte ha establecido
que las niñas y los niños tienen derechos especiales a los que corresponden deberes específicos por
parte de la familia, la sociedad y el Estado. Además, su condición exige una protección especial
debida por este último y que debe ser entendida como un derecho adicional y complementario a los
demás derechos que la Convención reconoce a toda persona. Asimismo, el Estado tiene el deber de
adoptar todas las medidas positivas para asegurar la plena vigencia de los derechos de la niña y del
niño”.
La Corte IDH en la Opinión Consultiva OC-17/02. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño.
Resolución de 28 de agosto de 2002, solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, que señaló:
“54. Tal como se señalara en las discusiones de la Convención sobre los Derechos del Niño, es
importante destacar que los niños poseen los derechos que corresponden a todos los seres humanos
-menores y adultos- y tienen además derechos especiales derivados de su condición, a los que
corresponden deberes específicos de la familia, la sociedad y el Estado.
(…)
62. La adopción de medidas especiales para la protección del niño corresponde tanto al Estado como
a la familia, la comunidad y la sociedad a la que aquél pertenece. Sobre este punto, el artículo 16 del
Protocolo de San Salvador manifiesta que [t]odo niño sea cual fuere su filiación tiene derecho a las
medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad
y del Estado. Todo niño tiene el derecho de crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres;
salvo circunstancias excepcionales, reconocidas judicialmente, el niño de corta edad no debe ser
separado de su madre. Todo niño tiene derecho a la educación gratuita y obligatoria, al menos en su
fase elemental, y a continuar su formación en niveles más elevados del sistema educativo” (el
subrayado nos corresponde).
Como ya se indicó, este desarrollo jurisprudencial fue incorporado al bloque de constitucionalidad a
partir de la SC 0110/2010-R, como se puede advertir la Corte estableció que las niñas y los niños
tienen derechos especiales derivados de su condición, a los que corresponden deberes específicos de
la familia, la sociedad y el Estado quienes deben adoptar medidas especiales para su protección.
El art. 60 de la CPE, también hace referencia a la corresponsabilidad que tienen estos tres estamentos
de garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, en el art. 64 de la Norma
Suprema, se impone el deber que tienen los cónyugues o convivientes de atender mediante el
esfuerzo común la educación y formación integral de las hijas o hijos mientras sean menores de
edad, en ese mismo sentido el art. 83 de la Ley Fundamental, reconoce la participación de los padres
de familia en el sistema educativo.
A la luz de este paraguas normativo el Código Niña, Niño y Adolescente en el art. 1, al señalar su
objeto el cual es reconocer, desarrollar y regular el ejercicio de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes, implementando un Sistema Plurinacional Integral de la Niña, Niño y Adolescente, para
la garantía de esos derechos mediante la corresponsabilidad del Estado en todos sus niveles, la familia
y la sociedad. Asimismo, en el art. 12 inc. h) de dicho cuerpo normativo, al referirse a los principios
señala que: “Corresponsabilidad. Por el cual el Estado en todos sus niveles, las familias y la sociedad,
son corresponsables de asegurar a las niñas, niños y adolescentes, el ejercicio, goce y respeto pleno
de sus derechos”, concordante con el art. 81 de igual Código, estableciendo que es obligación de la
familia y de la sociedad, asegurar a las niñas, niños y adolescentes oportunidades que garanticen su
desarrollo integral en condiciones de igualdad y equidad.
En igual sentido el art. 193 inc. a) del Código de Familias y del Proceso Familiar (CFPF), establece
que es responsabilidad de la familia el sostenimiento de la misma, principalmente en alimentación,
salud, educación, sean éstos de ambos cónyuges o de sólo uno de ellos.
Del marco normativo que integra el corpus iuris interamericano, además de su jurisprudencia; y, de
la Constitución Política del Estado y el Código Niña, Niño y Adolescente, podemos inferir que los
derechos de la niñez y adolescencia deben ser garantizados no solamente por el Estado, sino también
por la sociedad y las familias.
Ahora bien, con relación al derecho a la educación en particular, al Estado le atañe la obligación de
garantizar una educación gratuita, la cual en nuestro país es obligatoria hasta el bachillerato[1],
siendo la sociedad y los propios padres y madres corresponsables del desarrollo integral de sus hijos,
en condiciones de igualdad y equidad. En tal sentido, la obligación que tienen los padres, guardadores
o tutores con relación al derecho a la educación, se trasunta en el deber que tienen estos de
efectivizar el ingreso de la niña, niño o adolescente al sistema educativo, así como garantizar su
permanencia en el mismo hasta el bachillerato, involucrándose en el proceso educativo lo cual implica
su participación e interacción con los otros actores a través de reuniones, entrevistas, así como el
apoyo y acompañamiento en las actividades sociocomunitarias que el Estado, representado en los
educadores que requieran, velando que los estudiantes cumplan con sus obligaciones curriculares
asignadas fuera del aula a través del ejercicio de su autoridad parental.
III.3. Marco normativo del Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular
El Estado Plurinacional de Bolivia con el fin de evaluar los procesos de enseñanza y aprendizajes ha
creado el Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular que tiene aplicación en los niveles de
educación inicial en familia comunitaria etapa escolarizada, educación primaria comunitaria
vocacional y educación secundaria comunitaria productiva, en ese marco en su Capítulo II, referente
a los actores de la evaluación señala que:
“Artículo 6. (Responsabilidades) I. La evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizajes
del desarrollo curricular es responsabilidad de: la directora o director, Comisión Técnico Pedagógica,
maestra o maestro, estudiantes, madres y padres de familia de la Unidad Educativa, de acuerdo a
los principios de promoción y práctica de los valores.
1. Responsabilidad de la directora o director de Unidad Educativa:
a) Convocar a reuniones a maestras, maestros, madres, padres de familia y estudiantes para analizar
el desarrollo de los procesos educativos y plantear acciones orientadas a superar las dificultades y
problemáticas detectadas en la enseñanza y aprendizaje.
(…)
3. Responsabilidad de las maestras y maestros de Unidad Educativa:
(…)
f) Convocar a reuniones en el momento oportuno a madres, padres de familia y tutores de las y los
estudiantes que presenten dificultades de aprendizaje para analizar y planificar estrategias orientadas
a superar las mismas por conducto regular.
g) Convocar a reuniones a madres, padres de familia y tutores de las y los estudiantes en los
diferentes niveles de Educación para informar sobre el desarrollo curricular y analizar, diseñar
estrategias que orienten mejorar los procesos de enseñanza y aprendizajes antes de la finalización
del bimestre. Los temas tratados y las conclusiones serán registradas en actas.
(…)
5. Responsabilidad de la madre, padre de familia o tutores:
a) Asumir su responsabilidad en los procesos de formación de sus hijas e hijos de forma
permanente.
b) Realizar seguimiento permanente y continuo a la formación de sus hijas e hijos,
promoviendo el cumplimiento de los deberes escolares y dialogando sobre sus
aprendizajes.
c) Conversar e intercambiar información con la maestra o maestro y la Comisión Técnico Pedagógica
y la directora o el director para realizar seguimiento y apoyo a sus hijas e hijos.
d) Dialogar reflexivamente con su hija o hijo sobre las sugerencias y recomendaciones
realizadas por la maestra, maestro o la Comisión Técnico Pedagógica, asumiendo
acciones para superar las dificultades y problemas de aprendizajes respetando los derechos
establecidos en la Ley N° 2026 Código del niño, niña y adolescente, de fecha 27 de octubre del 1999
años.
e) Asistir de manera puntual y responsable a las reuniones convocadas por la maestra, maestro o
autoridad respectiva.
II. Tomando en cuenta que el sistema de evaluación del desarrollo curricular tiene el propósito de
consolidar el logro de los objetivos holísticos, las y los estudiantes deben recibir el apoyo técnico-
pedagógico de maestras, maestros, dirección de la Unidad Educativa y la Comisión Técnico
Pedagógica junto al acompañamiento de madres y padres de familia de forma responsable para
superar las dificultades detectadas en los procesos de aprendizajes en prevención de la repetición
del año de escolaridad” (las negrillas y el subrayado nos corresponden).
Con relación a la evaluación este Reglamento en su Capítulo IV, referente a la Evaluación Permanente
y Continua, señala que:
“Artículo 40. (Evaluación permanente y continua). Con el propósito de fortalecer los procesos
de enseñanza y aprendizaje las y los estudiantes deben recibir apoyo y acompañamiento permanente
y continuo de maestras y maestros, madres y padres de familia, la Comisión Técnico Pedagógica y la
dirección de la Unidad Educativa para lograr el desarrollo de las dimensiones (Ser, Saber, Hacer,
Decidir) en relación a los objetivos holísticos propuestos en el año de escolaridad respectivo.
La transición de un año de escolaridad a otro superior es consecuencia de la valoración cualitativa y
cuantitativa de los resultados obtenidos por la y el estudiante, para ello la directora o el director
conjuntamente las maestras y maestros, la Comisión Técnico Pedagógica y con el apoyo de madres
y padres de familia son corresponsables de realizar las acciones necesarias y oportunas para este
cometido.
Las evaluaciones escritas, orales y productivas deben ser actividades recurrentes en la práctica
pedagógica de la maestra y maestro, registrando el resultado de los mismos en los cuadernos
pedagógicos. Estas acciones deben ser controladas y verificadas por la directora o el director de la
Unidad Educativa evitando la improvisación.
En los casos necesarios la maestra, maestro, directora o el director comunicará a la Comisión Técnico
Pedagógica de las dificultades detectadas en el proceso evaluativo.
La Comisión Técnico Pedagógica, previo análisis de las dificultades detectadas, hará conocer sus
criterios y recomendaciones técnico pedagógicas para que la maestra o el maestro y estudiantes
asuman las mismas y ser informado a la madre o padre de familia para su acompañamiento.
Artículo 41. (Apoyo y acompañamiento). Las y los estudiantes que presenten dificultades
en sus aprendizajes y el desarrollo de sus dimensiones recibirán apoyo y
enseñanza educativa regular, máxime en el nivel primario, cumplan con el carácter sistemático,
normado, obligatorio y procesal de la misma con la finalidad de lograr el desarrollo integral de las y
los menores (SCP 0106/2013-L de 20 de marzo); iii) La permanencia en un establecimiento educativo
hasta la culminación de los estudios, implica el respeto de las normas, reglamentos y directrices
disciplinarias elaboradas a ese fin (SCP 0434/2018-S4); y, iv) Garantizar la permanencia en la Unidad
Educativa que implica asistir a las reuniones convocadas, hacer seguimiento al avance curricular, las
tareas y el proceso educativo.
III.6. Análisis del caso concreto
Las accionantes a través de sus representantes alegan que los demandados lesionaron sus derechos
a la educación en su “…garantía de acceso a una promoción al curso inmediato superior…” (sic) y el
interés superior del niño, con el argumento que: a) Existieron deficiencias en la forma de evaluación
en las materias de cosmovisión, filosofía, psicología, matemáticas y física; b) Una vez conocidas las
mismas, se solicitó a los docentes y a la Directora de la Unidad Educativa “María Auxiliadora” llevar
adelante acciones; empero, los primeros se limitaron a señalar que tales acciones serían subsanadas
a fin de año; y, la citada Directora se rehusó a realizar verificaciones con personas entendidas en la
rama educacional; c) La Dirección Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca
mediante Instructivo D.D.E.S. 59/2018 -no indica fecha- ordenó a la entidad demandada que se
tomen acciones conjuntas anticipadamente con las comisiones técnico pedagógicas y otras; además
de ordenar tener la documentación del caso para acreditar el proceso de apoyo a los estudiantes; sin
embargo, la mencionada Directora se rehusó a proporcionar la información requerida; y, d) En una
ocasión, los progenitores de las ahora accionantes, intentaron entregar formalmente una nota a la
referida Unidad Educativa pidiendo información sobre sus hijas; no obstante la prenombrada
Directora no les permitió cumplir su cometido, teniendo que hacerlo mediante un Notario de Fe
Pública.
Previamente, se debe dejar constancia que de acuerdo con la jurisprudencia desarrollada en la SCP
0346/2018-S2 de 18 de julio, en los casos en los que se encuentren involucrados niñas, niños o
adolescentes, por ser un grupo de atención prioritaria, se debe hacer una flexibilización al principio
de subsidiariedad, razón por la cual no se considerará este aspecto como un impedimento para
ingresar a revisar el fondo de la problemática enviada en revisión.
Asimismo, debemos señalar que el argumento sobre la existencia de actos consentidos conforme a
la previsión del art. 53.2 CPCo, en razón a que las accionantes se encontrarían repitiendo el tercer
curso de secundaria en otras unidades educativas, de conformidad a las SSCC 0700/2003-R de 22 de
mayo y 0345/2004-R de 16 de marzo; y, la SCP 2070/2012 de 8 de noviembre, esta afirmación no
es evidente, puesto que según el acápite I.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
las impetrantes de tutela a través de sus representantes interpusieron oportunamente su reclamo
ante la jurisdicción constitucional, impugnando el acto considerado vulneratorio antes del inicio de la
gestión escolar 2019; por lo que, su conducta no se adecúa a este supuesto de improcedencia, más
aun tomando en cuenta el estado de necesidad y el interés superior de las adolescentes.
En tal sentido, antes de ingresar al análisis de la conducta de los actores del proceso enseñanza-
aprendizaje vinculados con los hechos denunciados, corresponde aclarar que con relación a la
supuesta deficiencia en la forma de evaluación que presuntamente insidió en una inadecuada
sumatoria de calificaciones, este extremo no puede ser abordado a través de esta acción de amparo
constitucional, siendo atribución de la Dirección de la Unidad Educativa “María Auxiliadora” y de la
Dirección Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca.
III.6.1. De la corresponsabilidad del Estado
Los Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2 de este fallo, concluyen en la corresponsabilidad entre el
Estado, la sociedad y las familias en la adopción de acciones concretas para la protección de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes que se constituyen en deberes específicos, entre las
cuales está el de garantizar el derecho a su educación, que no sólo abarca el acceso al sistema
educativo sino también la permanencia; asimismo, se tiene el Fundamento Jurídico III.3 de la
Por otra parte, respecto a las notas de 14 de diciembre de 2018, suscritas por los padres de familia
dirigidas a la Directora de la Unidad Educativa “María Auxiliadora”, este Tribunal constató que la
autoridad demandada no dio respuesta a las mismas a pesar que ellos tenían plena facultad de pedir
información a la citada Unidad Educativa en representación de su hijas, es más ni siquiera existió la
voluntad de recepcionarlas al extremo que los progenitores de las accionantes tuvieron que acudir
con un Notario de Fe Pública para requerir información teniendo que deslizar las notas por debajo de
la puerta, mostrando así una conducta prepotente y que entorpeció más bien el proceso de enseñanza
aprendizaje de las solicitantes de tutela al requerir información a la cual tenían todo el derecho de
acceder, vulnerando así con ese actuar las garantías del acceso a la información del proceso
pedagógico y la participación de la gestión educativa, contempladas en el art. 116.I incs. c), f), g) y
h) del CNNA, que constituyen el derecho a acceder a la educación como elemento del derecho a la
misma.
Bajo este contexto, el 17 de diciembre de 2018, los padres de las accionantes presentaron una nota
al Director Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca, haciéndole conocer sus
observaciones en cuanto a la aplicación del Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular de
sus hijas, denunciando además que les restringieron el ingreso al colegio y no quisieron recibir su
solicitud de información pedagógica; en tal sentido, el citado Director Distrital mediante nota dirigida
a la Directora de la ya enunciada Unidad Educativa, expresó que luego de constituirse en la misma
tomó conocimiento que en las asignaturas de cosmovisiones, filosofía y psicología, no se dio
cumplimiento a lo instruido, perjudicando a las estudiantes que formularon su denuncia; siendo que,
de acuerdo con el calendario escolar, todas las unidades educativas debían concluir sus actividades
el 7 del señalado mes y año, instruyendo que en el plazo de cuarenta y ocho horas se evalúe a las
estudiantes afectadas en las materias donde se hayan presentado irregularidades que contravinieron
las normas y disposiciones en vigencia (Conclusión II.6). Con relación a este tema, mediante Informe
de 13 de enero de 2019, la Directora General del Colegio María Auxiliadora señaló que, se reserva la
información sobre estudiantes que no tienen que ver con el presente problema, añadiendo que, en
caso de persistir con dicho requerimiento, la autoridad departamental de educación fundamente la
pertinencia de su solicitud, mostrando nuevamente una actitud prepotente que sin duda incide en el
derecho a la educación de las accionantes, correspondiendo conceder la tutela impetrada.
Por otra parte, llama la atención la actitud de la Dirección y del plantel docente del Colegio María
Auxiliadora de esta ciudad; siendo que, en una causa anterior, en la cual se denunció el mismo acto
lesivo, este Tribunal mediante SCP 0437/2019-S4, advirtió también la vulneración de los derechos de
las estudiantes de dicho establecimiento educativo; por lo que, al ser esta una conducta recurrente
corresponde adoptar las medidas necesarias para evitar que se reitere la misma.
III.6.2. De la corresponsabilidad de los padres de familia y los propios estudiantes
Ahora bien, velando por el interés superior de las accionantes, quienes se constituyen en adolescentes
en edad escolar, este Tribunal considera necesario establecer si además del Estado quienes tienen a
cargo la corresponsabilidad de su desarrollo educacional cumplieron con sus obligaciones establecidas
en las disposiciones normativas internas y supranacionales; en dicho mérito, según los antecedentes
glosados en la Conclusión II.5 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que
durante la gestión escolar 2018, los padres de AA conocían la situación curricular de su hija,
comprometiéndose a ayudar a mejorar su rendimiento en la materia de matemáticas, suscribiendo
para ello tres compromisos; los padres de BB no asistieron a las entrevistas desconociendo la
situación de su hija; no obstante, en el tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les informó del
aprovechamiento académico de su hija; con relación a la estudiante CC, únicamente asistió la madre
a la Unidad Educativa en cuestión, participando de las entrevistas, tomando conocimiento de la
situación de su hija y firmando un acta de compromiso en la materia de matemáticas; empero, la
estudiante no rindió su examen de reforzamiento debido a que no asistió a clases la última semana;
finalmente, con relación a la estudiante DD, los padres de familia no fueron a las entrevistas,
desconociendo la situación curricular de su hija.
Del contexto fáctico glosado, se concluye que en algunos casos los padres de las impetrantes de
tutela no asistieron a las reuniones y entrevistas y en otras a pesar de asistir asumieron una actitud
pasiva, permitiendo incluso que una de las accionantes no asistiera a la última semana de actividad
escolar, lo cual es contrario al rol también activo que deben asumir en la formación de sus hijas e
hijos; siendo que, los actores del proceso enseñanza aprendizaje no son únicamente las directoras o
directores, comisión técnico pedagógica, maestras o maestros y estudiantes, sino también las madres
y padres de familia de la unidad educativa, no pudiendo dejar esta responsabilidad a los esfuerzos
del plantel docente, evidenciándose en consecuencia que los padres de las ahora peticionantes de
tutela no coadyuvaron a efectivizar el derecho a permanecer en el sistema educativo de su hijas,
actuando incluso de manera negligente y no como un buen pater familias, ejerciendo debidamente
su autoridad parental; en ese entendido, y de conformidad a los Fundamentos Jurídicos III.1, III.2.
III.3 y III.4 de este fallo, si bien se advierte vulneración al derecho a la educación de las accionantes
por parte de los educadores, esta circunstancia fue en parte ocasionada por el incumplimiento de las
obligaciones atribuibles a sus padres prevista en el art. 6.I.5 del Reglamento de Evaluación del
Desarrollo Curricular; es decir, el seguimiento permanente y continuo de sus hijos, promoviendo el
cumplimiento de los deberes escolares e intercambiando información con los maestros, la comisión
técnico pedagógica y los directores, así como dialogando reflexivamente con sus hijos sobre sus
deberes y asistiendo puntualmente a las reuniones y entrevistas convocadas por las autoridades
respectivas. Por lo que corresponde conceder la tutela solicitada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada, no obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve REVOCAR la Resolución 148/2019 de 4 de septiembre, cursante de fs. 494 a 499 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca;
y en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada respecto a la denuncia de vulneración del derecho a la educación
con relación a María Ruby del Socorro Villa Betancur, Directora; y, Ada Mirtha Forenza Durán, Willy
Henry Manjón Torres y Ronald Denis Gutiérrez Castagné, Profesores, todos de la Unidad Educativa
“María Auxiliadora”; también respecto de Marcelo Pérez Llanos, Antonio Padilla Moreno,
Judith Agustina Perales Quinteros y Marco Antonio Goytia Doria Medina, progenitores de AA, BB, CC
y DD.
2º Disponer la remisión de antecedentes a la instancia disciplinaria correspondiente para el
procesamiento de los demandados, a los efectos de que se establezca la responsabilidad o la sanción
si corresponde; y,
3° Por Secretaria General, se notifique a las Direcciones Departamentales de Educación, así como
a las Juntas de Distrito de los padres de familia de los nueve departamentos a efectos de que asuman
conocimiento de lo desarrollado en los Fundamentos Jurídicos de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional y la difundan.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
actas de entendimiento ni documentos privados; es así que, no existía ningún documento que les
obligue a dicha venta; asimismo, que el acta de entendimiento de 1 de julio de 2006, quedó sustituido
y sin efecto legal con la suscripción del acta de conciliación 0130/2011 de 13 de enero, enmendado
y complementado el 16 de febrero de 2012; en el que ni ella, ni sus hermanos intervinieron y tampoco
comprometieron lotes para ser objeto de transferencia.
En el curso de la tramitación de la causa, interpuso excepciones de falta de acción y derecho, falta
de legitimación pasiva para ser demandados y la excepción de impersonería; que lamentablemente,
fueron declaradas improbadas; no obstante, de que no se demostró que los demandados -familia
Rodo Ocampo-, sean las personas habilitadas por ley para asumir las obligaciones contraídas.
Todos estos antecedentes se expresaron a lo largo del trámite de la referida demanda ordinaria pero
no fueron escuchados ni fue valorada toda la prueba aportada por las partes; el Tribunal Supremo
de Justicia dictó una resolución totalmente incongruente, el Auto Supremo 1272/2018 de 18
diciembre, por el que se les dio la razón cuando reconoce que en el de acta de conciliación 130/2011
y su enmienda y complementación no participaron ninguno de los codemandados -hermanos Rodo
Ocampo-; es decir, no lo suscribieron; y que, quienes se comprometieron a la venta de 2500 lotes y
asumen esa obligación sobre sus derechos, fueron Arnoldo Ocampo Young, la heredera de Alfonso
Ocampo Young y los herederos de Leonel Ocampo Young; y, no así sobre los suyos; empero, por
otro lado, señala que su persona y hermanos están obligados a transferir esos 600 lotes de terreno,
en virtud al acta de entendimiento de 1 de julio de 2006, que es completamente ambiguo e
insuficiente para insistir en su cumplimiento; por lo que, acusa una flagrante incongruencia,
interpretación errónea y aplicación indebida de la ley; misma que, se hizo evidente desde el dictamen
de la Sentencia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante consideró lesionados sus derechos a la propiedad privada individual y colectiva, al
debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, a la defensa y a una justicia
transparente, citando al efecto los arts. 56 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) La restitución de sus derechos restringidos; b) La nulidad
de todo lo actuado dentro del proceso ordinario, restableciendo a su favor el derecho de propiedad
sobre los terrenos comprendidos en las hijuelas 1 Santiago de Orocondo y 4A, sobre los cuales pueda
realizar actos de libre disposición y cumplir sus compromisos con la Urbanización; y, c) Se imponga
el pago de costas y la responsabilidad civil en contra de los demandados averiguables en ejecución
de sentencia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 288 a
303, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de su abogada, ratificó inextenso los fundamentos expuestos en la acción de
amparo constitucional presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Juan Carlos Berrios Albizu y Marco Ernesto Jaimes Molina, Magistrados de la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, no se apersonaron en audiencia pero presentaron informe escrito de 13 de
mayo de 2019, cursante de fs. 141 a 145, expresando: 1) Los memoriales de la presente acción,
contienen una exposición de fundamentos imprecisa y poco clara, realizando una ampulosa
descripción de los antecedentes procesales de la contienda civil, sin que se advierta rigor en la tutela
solicitada, observándose un examen ligero de lo razonado en el Auto Supremo 1272/2018, como si
tratare de un recurso de revisión en la vía ordinaria, sin que exista además, fundamento entre el
nexo de causalidad entre los derechos vulnerados y el acto ilegal que se acusa, mismo que debió ser
confrontando las mismas para concluir con el convencimiento global que se forme de ellas; y, iii) La
base fundamental de la Sentencia emitida por su despacho fue el acta de entendimiento de 1 de julio
de 2006 y la vinculación de la misma con la SC 2749/2010-R de 10 de diciembre, que favorece de
manera individual a Arnoldo Ocampo Young, considerándose asimismo, el acta de conciliación de 13
de enero de 2011, cuya repercusión se ve plasmada en el proceso de oferta de pago realizada ante
el ahora Juzgado Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del departamento de Oruro, instaurado
por la Asociación Movimiento Solidario 9 de junio Zona Sud, en la cual, se apersonaron los sucesores
de María Consuelo Ocampo Young, siendo además que la acción fue interpuesta contra Ramón Santos
Calisaya y Aroldo Ocampo Young, realizándose por la misma un depósito judicial de Bs1 448 604,44.-
(Un millón cuatrocientos cuarenta y ocho mil, seiscientos cuatro 44/100 Bolivianos).
I.2.3. Intervención de terceros interesados
Eloy Escobar Ayaviri, Máxima Mamani Juaniquina Ríos y David Fernández León, en audiencia, a través
de su abogado, manifestaron que: a) Se pretende que la Sala Constitucional actúe como un tribunal
de instancia, con poderes omnímodos o supra procesales, pretendiendo que se revisen hechos que
fueron puestos a consideración de la jurisdicción ordinaria, e incluso decisiones que se pronunciaron
en instancias de apelación y casación, lo cual no es concebible tratándose de una acción de amparo
constitucional; al respecto, refiere la SC 0030/2013 de 4 de enero, sobre la naturaleza jurídica de la
misma; sin embargo, en el presente caso, de forma muy lacónica se señaló que en el proceso civil,
se afectó el derecho a la propiedad privada y el principio de legalidad; b) En esta acción de defensa,
se puso énfasis a una serie de antecedentes o supuestos fácticos inherentes al proceso que fueron
de conocimiento de la autoridad jurisdiccional como el acta de entendimiento de 1 de julio de 2006,
afirmando que los hermanos Rodo Ocampo, no fueron partícipes de ese documento; por lo que, no
estaban obligados a cumplir con nada; c) Se dijo que María Consuelo Ocampo de Young, falleció el
13 de junio de 2006, días antes de la suscripción del citado acta; siendo esta, una contradicción
cuando se afirmó que los hermanos Rodo Ocampo no participaron absolutamente en nada, ni habrían
suscrito ese documento; sin embargo, expresaron que estaba presente el apoderado de la nombrada,
pero el Poder que portaba, ya quedó sin efecto en virtud a su muerte; d) Con el acta de conciliación
0130/2011, se dejaron sin efecto compromisos o convenios anteriores de acuerdo a la cláusula final,
pero no dijeron que en aquella oportunidad y en la suscripción del citado acta, no participaron los
miembros de la sucesión Rodo Ocampo; en virtud a ello, manifestaron que no puede obligarse a la
venta de 600 lotes de terreno de la aludida familia, ya que, según expresan sería necesario otro
acuerdo, convenio o compromiso; e) Se tomó en cuenta el contenido de la SC 2749/2010 de 10 de
diciembre, ya que esta refirió una “deslegitimación” de los apoderados Javier Marcos Muñoz y Lucho
Zárate Huarachi, concediendo la tutela y disponiendo el desalojo de los terrenos avasallados; sin
embargo, cuando se emitió la nombrada Sentencia la situación de los terrenos cambió; todos estos
argumentos fueron tomados en cuenta por el Juez Público Civil y Comercial Décimo de la Capital; y
si no estaba de acuerdo la parte adversa, tenía expedito el recurso de apelación, en el caso presente
no se hizo nada de aquello; f) Cuando se firmó el acta de entendimiento, los terrenos no estaban ni
proindiviso, no se había definido entonces el derecho propietario porque existía la pugna entre la
familia Ocampo Young y la Comunidad “Pampa Alamasi”, quienes tenían treinta y cuatro títulos
ejecutoriados, según ambas partes, poseían documentos que les daban el citado derecho; mismo
que no fue resuelto el 2006. El Tribunal Agrario Nacional recién pronunció Auto el 2009 o 2010, que
otorgó ese derecho a los primeros nombrados; anulando por ello, 31 títulos ejecutoriales, quedando
supuestamente a favor de la mencionada Comunidad, que posteriormente fueron también declarados
a favor de la citada familia; es así que, recién se dividió en hijuelas para determinados miembros de
esta; g) El Juez de la causa se pronunció sobre el acta de conciliación 0130/2011 y su complementario
de 16 de febrero de 2012, estableciendo que la familia Ocampo Young otorgaría 2500 documentos
privados a los adjudicatarios de la Asociación Movimiento Solidario 9 de julio, Zona Sud y una vez
saneados los mismos con los planos, deberían entregarse las minutas de ley, haciendo hincapié en
que este acuerdo conciliatorio cambió la situación jurídica que modificó los derechos de Arnaldo
Ocampo Young antes de la emisión de la SC 2749/2010; extremo que no puede ser usado por los
demandados para justificar que por eso se dejó sin efecto cualquier convenio anterior; pues, la
conciliación sólo afectaba los derechos disponibles de este último nombrado; h) La autoridad
mismo contiene una parte donde se explica los antecedentes del proceso civil de cumplimiento de
obligación; asimismo, expone el contenido del recurso de casación interpuesto por Emilia Rodo
Ocampo Vda. de Méndez -ahora accionante-, tanto en la forma como el fondo; y también el recurso
de casación de la Junta Vecinal Santiago de Orocondo; hace mención a la contestación a dicho
recurso; y, explica la doctrina aplicable al caso, haciendo referencia a la motivación y fundamentación
de las resoluciones judiciales, sobre el principio de transcendencia y convalidación, de incongruencia
omisiva, de la verificación judicial, de la invalidez del contrato y sobre la eficacia de los mismos en
relación a los sucesores o causahabiente; b) De la presunta falta de fundamentación, motivación y
congruencia del citado Auto Supremo, contrastándolo con el memorial de impugnación, se concluye
que se dio respuesta a todas las alegaciones y agravios referidos por la accionante en el recurso de
casación; c) La Resolución tiene relación fáctica y fundamentos que hacen alusión a normas jurídicas
que se aplicaron y realiza también una valoración de la carga probatoria; y, en la parte fundamental
de sus argumentos (por los cuales declara infundado el recurso), no se advierte que haya errores u
omisión alguna respecto a los cuestionamientos del recurso de casación; por lo que, no se advierte
vulneración al derecho al debido proceso en sus componentes fundamentación, motivación y
congruencia; d) Con relación al derecho a la defensa, la impetrante de tutela, hizo uso de los recursos
que le faculta la ley sin que se le hubiera privado de interponer el de apelación y de casación; y, e)
Acerca a la lesión a los derechos a la propiedad y a una justicia transparente, la indicada no demostró
de qué forma se le hubieran vulnerado los mismos; y, tampoco se advierte nexo de causalidad en el
petitorio, por cuanto, se solicitó anular todo el proceso ordinario, confundiendo a la justicia
constitucional con una cuarta instancia de resolución de causas judiciales, lo que impide pronunciarse
sobre el fondo, al no ser esta, una de orden casacional.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación a instancia de la Asociación
Movimiento Solidario 9 de junio Zona Sud, representada por Eloy Escobar Ayaviri, Máxima Mamani
Juaniquina de Ríos y David Fernández León contra Emilia Rodo Ocampo Vda. de Méndez, María Rosa
del Carmen Rodo Ocampo de Pérez, Oscar Edgardo, Guillermo Lionel, Gerardo Álvaro, todos Rodo
Ocampo; Daniel Ayaviri Ayaviri, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital del departamento
de Oruro -ahora codemandado-, emitió la Sentencia 112/2016 de 17 de noviembre; por la que,
declaró probada la demanda de “fs. 188 a 194” e improbadas tanto las reconvencionales de “fs. 288
a 292”; como las excepciones de falta de acción y derecho de fs. “288 a 292”, “fs. 383 a 384”; “fs
396 a 398” y “fs. 401 a 404”; disponiendo la venta de 450 lotes de terreno, ubicados en Santiago de
Oroncondo, registrado bajo la matrícula 4.01.03.0001949 y 150 lotes ubicados en la hijuela 4A, con
matrícula 4.01.3.03.0001945 (fs. 11 a 30).
II.2. Ante esa decisión, mediante memorial presentado el 1 de diciembre de 2016, por Emilia Rodo
Ocampo Vda. de Méndez, por sí y por Oscar Edgardo Rodo Ocampo, interpuso recurso de apelación,
solicitando se revoque la Sentencia apelada y deliberando en el fondo se declare improbada la
demanda principal y probada la reconvencional, así como, las excepciones opuestas (fs. 32 a 41 vta.);
de igual forma, en la misma fecha, lo hicieron Gerardo Álvaro Rodo Ocampo y María Rosa del Carmen
Rodo Ocampo de Pérez, invocando se pronuncie sobre la inhabilidad de la aceptación de la oferta de
pago, adhiriéndose de manera íntegra al citado recurso presentado por su hermana (fs. 31 y vta.).
II.3. A través de Auto de Vista 38/2018 de 16 de marzo, Farida Brígida Velasco Alcóser y Juan
Carlomagno Arroyo Martínez, Vocales de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental
de Justicia de Oruro -codemandados-, confirmaron la Sentencia impugnada, declarando inadmisibles
los recursos de apelación interpuestos (fs. 42 a 56).
II.4. El 26 de abril de 2018, Oscar Edgardo Rodo Ocampo, David Pérez Rojas por María Rosa del
Carmen y Gerardo Álvaro, ambos Rodo Ocampo, formularon recurso de casación, impugnando el
mencionado Auto de Vista, solicitando se case el mismo, y se declare improbada la demanda en todas
sus partes y probadas las reconvencionales; así como, las excepciones opuestas (fs. 58 a 64).
II.5. En respuesta al citado recurso planteado, Marco Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berrios
Albizu, Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, pronunciaron el Auto Supremo 1272/2018 de
18 de diciembre, declarándolo infundado (fs. 68 a 77 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos a la propiedad privada individual y colectiva, al
debido proceso en sus elementos motivación, fundamentación, a la defensa y a una justicia
transparente; por cuanto, las autoridades demandadas, a lo largo de toda la tramitación del proceso
civil ordinario de cumplimiento de obligación, no han emitido resoluciones coherentes, congruentes
y debidamente fundamentadas y motivadas, ignorando toda la prueba aportada, omitiendo dar una
respuesta clara y cabal a sus reclamos formulados.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. Sobre la motivación y fundamentación de las resoluciones y el principio de
congruencia como elementos de la garantía del debido proceso
La línea jurisprudencial realizada en la SCP 0014/2018-S2 de 28 de febrero, con relación a la
motivación y fundamentación de las resoluciones y el principio de congruencia como elementos de la
garantía del debido proceso manifestó: “El derecho a una resolución fundamentada y motivada, como
uno de los elementos del debido proceso, reconocido como derecho fundamental, garantía
jurisdiccional y derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE; 8 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), fue desarrollado en la amplia jurisprudencia constitucional,
siendo uno de los antecedentes, el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre
la cual establece como exigencia del debido proceso, que toda resolución debe exponer los hechos y
el fundamento legal de la decisión, de manera que en caso de omisión, se estaría vulnerando dicho
derecho. Posteriormente, en la SC 0946/2004-R de 15 de junio, se aclara que esta garantía es
aplicable también en procesos administrativos y disciplinarios.
En la SC 0871/2010-R de 10 de agosto, se determinan los requisitos que deben contener toda
resolución jurisdiccional o administrativa con la finalidad de garantizar el derecho a la fundamentación
y motivación como elemento configurativo del debido proceso, así en su Fundamento Jurídico III.3,
señala:
‘…a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener
una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los
supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de
forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe valorar
de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios producidos, asignándoles
un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de
causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto
en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica
emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado.
En cuanto a los requisitos que debe contener una resolución administrativa en segunda instancia, la
SCP 0275/2012 de 4 de junio, precisa que dicho fallo debe exponer los hechos y citar las normas que
sustentan la decisión, además de pronunciarse sobre todos y cada uno de los aspectos impugnados
en el recurso.
Por su parte, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre se refiere a los supuestos de motivación arbitraria;
empero, es la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre la que desarrolla el contenido esencial del derecho
a una resolución fundada, señalando que el mismo está dado por sus finalidades implícitas, como
son: a) El sometimiento a la Constitución Política del Estado y al bloque de constitucionalidad; b)
Lograr el convencimiento de las partes que la resolución no es arbitraria; es decir, que observa el
valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; c)
Garantizar la posibilidad del control de la resolución a través de los medios de impugnación; d)
asimismo, improbadas las excepciones de falta de acción y derecho interpuestas por estos;
disponiendo la venta de 450 lotes de terrero ubicados en Santiago de Orocondo y 150 en la hijuela
4A; decisión que motivó la interposición de recurso de apelación, solicitando se revoque la Sentencia
apelada y deliberando en el fondo se declare improbada la demanda principal y probada la
reconvencional; así como, las excepciones opuestas; resolviendo la citada apelación, Farida Velasco
Alcóser y Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocales de la Sala Civil Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, quienes pronunciaron el Auto de Vista 38/2018 de 16 de marzo,
confirmando la Sentencia apelada y declarando inadmisible el citado recurso; es así que, formalizaron
recurso de casación, pidiendo que se case el Auto de Vista impugnado y se declare improbada la
demanda principal en todas sus partes y probadas las demandas reconvencionales así como, las
excepciones opuestas; motivo por el cual, Marco Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berrios Albizu,
Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, suscribieron el Auto Supremo 1272/2018
de 18 de diciembre, declarando infundado el recurso presentado.
Con carácter previo a realizar el análisis de fondo de la problemática traída en revisión, corresponde
expresar que acorde a la configuración procesal de esta acción tutelar y su carácter subsidiario, el
análisis de los fallos emitidos en la jurisdicción ordinaria, se realizará a partir de la última resolución
pronunciada; siendo en el caso presente, el citado Auto Supremo, emitido por los Magistrados de la
Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, cuyo contenido no admite recurso ulterior; entendimiento
refrendado por la jurisprudencia desarrollada en la SCP 0849/2014 de 8 de mayo, que expresa: “Al
respecto cabe establecer que el mecanismo procesal llamado a regularizar las supuestas
irregularidades cometidas en el Auto de Vista es el recurso de casación, por ello, y recordante que la
acción de amparo constitucional no es un mecanismo sustitutivo de la jurisdicción ordinaria, sólo se
analizará el Auto Supremo impugnado, que es el idóneo para subsanar los supuestos errores de los
tribunales de instancia”, entendimiento que es completamente aplicable al caso en cuestión.
A efectos de analizar la problemática planteada corresponde realizar la revisión del contenido del
recurso de casación interpuesto por la ahora accionante y sus hermanos denunciando, en la forma:
i) La infracción del art. 264.I del Código Procesal Civil (CPC), por incumplimiento de lo dispuesto por
el art. 261.III núm. 4) del mismo cuerpo legal; ya que, solicitaron diligenciamiento de prueba en
segunda instancia a tiempo de formalizar el recurso de apelación; sin embargo, el Tribunal de
apelación ignoró dicha solicitud actuando en forma contraria a lo establecido por el citado artículo;
ii) La vulneración del art. 265.III del mismo Código; debido a que, en el Auto de Vista impugnado,
se omitió hacer referencia clara y concretamente, sobre cuál es el documento que sirvió de base para
dictar la Sentencia; pues, no existe prueba alguna que su familia haya comprometido la venta de 600
lotes de terreno; iii) La Sentencia 112/2016 y el Auto de Vista 38/2018, infringieron el art. 213 inc.
3) del CPC; por cuanto, no expusieron los motivos que han llevado a tomar las decisiones
impugnadas, tampoco establecen los hechos plenamente demostrados por la parte contraria; y,
menos señalan cuáles las razones por las que no fueron declaradas probadas las demandas
reconvencionales, habiéndose demostrado la ocupación arbitraria de sus predios y de los daños y
perjuicios ocasionados por las anotaciones preventivas dispuestas; y, iv) La transgresión del art. 267
del citado cuerpo legal, que dispuso que las partes sean notificadas con el Auto de Vista por turno;
empero, en el presente caso no fue así; pues, todos los demandados fueron notificados
simultáneamente, sin respetar el orden correspondiente.
En el fondo: a) No realizaron la valoración adecuada del acta de conciliación 131/2011 de 13 de
enero, tomando en cuenta que los recurrentes no fueron parte del mismo, siendo en realidad, Aroldo
Ocampo Young por sí y por sus hermanos, quien se habría comprometido a la venta de los 2500 lotes
de terreno, de los cuales transfirió sólo 1900; quedando pendientes los 600 pretendidos; quedando
claro que, la familia Rodo Ocampo en ningún momento suscribió compromiso de venta alguno de
estos últimos predios y más aún, observando que la citada conciliación dejó sin efecto cualquier
convenio verbal o escrito existente con relación a los puntos de acuerdo; y, b) El incumplimiento de
los arts. 810.II y 827 inc. 4) del CC, al señalar que el Testimonio de Poder 110 de 2 de julio de 2005,
otorgado por María Consuelo Ocampo Young a favor de Javier Marcos Llave Muñoz era insuficiente
para comprometer la venta del patrimonio de la mandante; por lo que, este no tenía facultades
expresas para la suscripción del acta de entendimiento de 1 de julio de 2006; considerando que, el
citado poder ya se encontraba extinguido al producirse el fallecimiento de la mandante, el 13 de junio
de 2006; es decir, antes de la suscripción de dicho acuerdo, extremo que no fue observado en el
Auto de Vista mencionado.
Conocidos los agravios expuestos por la ahora accionante en el memorial del recurso de casación,
concierne revisar el Auto Supremo 1272/2018, denunciado ahora como el acto ilegal que lesiona sus
derechos, cuyo contenido es, en la forma: 1) Si bien es cierto que la parte recurrente, en su memorial
de apelación solicitó el diligenciamiento de diferentes elementos probatorios, una vez radicada la
causa en el Tribunal de alzada y señalada la audiencia para el desarrollo de los actos procesales
descritos en el art. 264.I del CPC, no se tiene que los mismos hayan concurrido a dicha audiencia;
por lo que, no corresponde denunciar la vulneración del citado precepto legal; puesto que, su
presencia era ineludible para que ese actuado sea efectivo; al no haber asistido al aludido acto,
importa una conducta apática por parte de los recurrentes equivalente a la convalidación de cualquier
omisión del Tribunal mencionado; 2) El documento base que sirvió para la emisión del fallo, fue el
acta de entendimiento de 1 de julio de 2006, alrededor del cual, giró toda la argumentación del
Tribunal de apelación; del contenido del mismo, fueron extraídas las obligaciones atribuidas a la parte
recurrente, sin que fuera necesaria la consideración de las acciones reconvencionales sobre
reivindicación pago de daños y perjuicios; pues las mismas, no fueron objeto de apelación, emitiendo
dicha instancia, pronunciamiento respecto a los asuntos cuestionados en el recurso; quedando sin
sustento las infracciones acusadas en casación; y, 3) Con relación a la transgresión del art. 267 del
CPC, el vicio procesal señalado por los recurrentes, no coincide con el principio de transcendencia,
puesto que no tomaron en cuenta que dicho extremo, al margen de no encontrarse sancionado con
nulidad por la ley, no ocasiona vulneración al debido proceso; es decir, no tiene incidencia alguna en
la decisión de fondo y tampoco genera indefensión a las partes; es así que, la observación no resulta
trascendente.
En el fondo: i) Del análisis del acta de conciliación 130/2011, y de su enmienda y complementación,
parte de lo referido por los recurrentes es evidente; puesto que, en dicho Acuerdo, ninguno de los
codemandados (hermanos Ocampo Young) participa como suscribiente, los convenios pactados en
el mismo no les son imputables; siendo los únicos intervinientes la Asociación Movimiento 9 de junio
Zona Sud y Lucho Zárate Huarachi en calidad de apoderado de Arnoldo Ocampo Young, de la
heredera de Alfonso Ocampo Young y de los herederos de Leonel Ocampo Young, quienes se
comprometieron a la transferencia de 2500 lotes de terreno en favor de los demandantes; ii) Si bien
la mencionada acta de conciliación fue realizada en función al entendimiento de 1 de julio de 2006,
se tiene que, el arreglo solo fue en relación a los derechos disponibles de los referidos sujetos y no
respecto a los de los recurrentes; motivo por el cual, el acuerdo conciliatorio no exime a los
demandados de las obligaciones asumidas en el documento de 1 de julio de 2006, toda vez que, el
mismo solo importa el cumplimiento de dichas obligaciones por Arnoldo Ocampo Young y sus
hermanos; empero no así, el acatamiento de las mismas por María Consuelo Ocampo Young
(causante de los recurrentes); quien, a través de su apoderado también asumió el compromiso de
transferir lotes de terreno en favor de los demandantes, razón por la cual, estos impetraron la acción
correspondiente; iii) Al haber sido suscrito el acta de entendimiento de 1 de julio de 2006 por María
Consuelo Ocampo Young, tiene los efectos que la ley establece con relación a sus sucesores, pues
por efecto de la sucesión hereditaria, esta implica la transmisión de todos los derechos y obligaciones
que no se extinguen con la muerte del causante de acuerdo al art. 1003 del CPC; por lo que, que el
Tribunal de alzada haya o no valorado el acta de conciliación 130/2011, resulta irrelevante, en razón
a que este no les perjudica ni beneficia y tampoco desvirtúa las pretensiones de la parte actora; y,
iv) En cuanto a la insuficiencia del Testimonio de Poder 110/2005, denunciada reiterativamente,
todos los argumentos al respecto, pretenden que “este Tribunal” califique de nulo el mismo; sin
embargo, para dicho objetivo existen institutos jurídicos habilitados, siendo el idóneo, un
contradictorio donde se establezca de manera certera la invalidez acusada conforme al art. 546 del
CC; razón por la cual, resulta inviable pretender un pronunciamiento al respecto en base a una
presunción de nulidad de un documento que no mereció proceso previo.
Como se puede advertir, en el Auto Supremo en cuestión, los Magistrados ahora demandados,
efectuaron consideraciones sobre todos los agravios denunciados y cuestionamientos realizados por
el impetrante de tutela, en el memorial del recurso de casación; en efecto, no se observa la carencia
de fundamentación ni motivación y tampoco es incongruente; este, se encuentra elaborado en el
marco de los antecedentes del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación y la sustanciación
del mismo, siguiendo una secuencia lógica de todos los actuados procesales realizados por ambas
partes en las diferentes etapas; es así que, tomando en cuenta que dichos elementos del debido
proceso deben ser cumplidos por toda autoridad que imparte justicia a momento de emitir un fallo;
se pronunciaron sobre todos los presuntos agravios denunciados, manifestando que, mal podían
denunciar la infracción del art. 261.III.4 del CPC, sobre el diligenciamiento de pruebas si ni siquiera
asistieron a la audiencia llevada a cabo al efecto, demostrando este extremo su actuar apático y
negligente; asimismo; describieron individualmente cada una de las pruebas aportadas consistentes
principalmente, en las actas de entendimiento de 1 de julio de 2006, así como de Conciliación
131/2011, haciendo una evaluación de cada uno de estos documentos, habiendo basado su fallo en
el prenombrado acta de entendimiento; dado que, la madre de estos suscribió el mismo y pese a su
fallecimiento, de acuerdo al art. 1003 del CC, como efecto de la sucesión hereditaria, los derechos y
obligaciones no se extinguen; igualmente, no omitieron referirse a la supuesta insuficiencia del
Testimonio de Poder 110/2005, que si bien no lograron los recurrentes un pronunciamiento de nulidad
sobre el mismo por parte del Tribunal de casación, fueron respondidos adecuadamente cuando
refirieron que “…la nulidad o anulabilidad debe ser declarada expresamente a través de un
contradictorio donde se establezca de manera certera la invalidez acusada…conforme determina…el
art. 546 del CC…” (sic); en efecto, el referido poder en ningún momento fue objeto de controversia
en la sustanciación del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación a través de las demandas
reconvencionales de los recurrentes; es decir, no fueron formuladas las acciones pertinentes al caso;
por lo que, mal podían pretender que el Tribunal de casación se pronuncie sobre una presunta
problemática que jamás fue impugnada; y que por supuesto, no logró una opinión al respecto; y, si
bien se hizo mención a la existencia de la SC 2749/2010-R, presuntamente relacionada con el Poder
en cuestión; la misma, no repercute en la decisión que guarda el Auto Supremo ahora impugnado;
ya que, la impetrante de tutela, no fue parte de la acción de amparo constitucional que dio origen a
la citada Sentencia; y que, dicho sea de paso, versa sobre un avasallamiento, cuya concesión de
tutela fue con carácter provisorio, en tanto y en cuanto se dilucide el derecho propietario.
De todo lo precedentemente desarrollado, se evidencia que el Auto Supremo 1272/2018, se
encuentra debidamente fundamentado y motivado, cumpliendo con la estructura de forma y de fondo
clara al satisfacer todos los puntos demandados, expresando convencimientos determinativos que
justificaron razonablemente su decisión; con exposición de hechos, citando normas legales que
sustentan la parte argumentativa y dispositiva con estricta correspondencia entre lo peticionado, lo
considerado y lo resuelto o dispuesto, llegando a ser una Resolución congruente; dado que, existe
respuesta, explicación, consideración y pronunciamiento sobre todos los puntos demandados; razón
por la cual, de acuerdo a la línea jurisprudencial glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, este Tribunal no advierte de qué manera se lesionó
su derecho al debido proceso en sus elementos motivación fundamentación y congruencia a través
de la emisión del indicado Auto Supremo denunciado ahora como acto ilegal que vulnera el citado
derecho; ya que, como se expuso, este cuenta, con la precitada respuesta, explicación, consideración
y pronunciamiento con referencia a todos los presuntos agravios denunciados en el recurso de
casación.
En cuanto a los derechos a la defensa y a una justicia transparente, de obrados se evidencia que
durante la tramitación del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación, la impetrante de
tutela, asumió conocimiento de todos los actos realizados, habiendo participado activamente de la
sustanciación del mismo, presentando pruebas; además, de haber hecho uso de todos los
mecanismos legales previstos en el ordenamiento jurídico para el resguardo de sus intereses; en
efecto, fue notificada con la demanda, planteó demanda reconvencional e incidentes, obtuvo
Sentencia 112/2016; misma que, fue apelada, siendo la respuesta el Auto de Vista 38/2018; y
finalmente recurrió en casación, culminando el proceso con la emisión del Auto Supremo 1272/2018;
Damiana Ramos Sánchez, solicitando fotocopias legalizadas de los contratos suscritos y los aportes
efectuados por la Federación “…para verificar lo que alega Julia Damiana Ramos Sánchez respecto
de que una hectárea del inmueble es de La Federación, así mismo que pida un informe a la Federación
Nacional…” (sic); sin embargo, tampoco recibieron respuesta negativa o positiva, a pesar de haber
transcurrido más de veinticuatro días y apersonado en reiteradas oportunidades a reclamar la misma.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes denunciaron la lesión de su derecho de petición, citando al efecto el art. 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela ordenando que: a) Se les otorgue respuesta inmediata a sus
peticiones, se extienda fotocopias legalizadas de todos los aportes económicos efectuados por la
Federación, así como de los contratos y acuerdos si existieran o en su caso se les indique dicho
extremo; y, b) Julia Damiana Ramos Sánchez, diga si fijará fecha y hora para la revisión y firma de
los compromisos de transferencia de derecho propietario de los terrenos adquiridos con sus dineros.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 17 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 49 a 51
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes por intermedio de su abogado, ratificaron el tenor íntegro de la acción de amparo
constitucional presentada y añadieron que: 1) Realizaron tres peticiones, la primera fue respondida
parcialmente, lo que dio lugar a que se presente otra solicitud ante Julia Damiana Ramos Sánchez,
que no fue cumplida; por lo que, luego acudieron ante la Máxima Autoridad de la Federación
Departamental de Mujeres Campesinas, Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa”; y, 2) “Hasta
la fecha” no existió respuesta, jamás fue puesta a su conocimiento a pesar de los diferentes
apersonamientos a la referida entidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Irma Gutiérrez Mamani, Ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas,
Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa”, en audiencia señaló que: i) El 8 de junio de 2018,
recién fue posesionada en el mencionado cargo; ii) El 2 de julio del mismo año, recibió un acta
notariada y el detalle de los activos fijos de la Federación, pero en ningún momento documentación
que acredite que su entidad es propietaria de algún inmueble o terreno; iii) Si existiría algún inmueble
o lote de terreno que pertenecería a dicha Federación, su persona recién tomaría conocimiento del
mismo; iv) No tuvo noción de la gestión que hizo Julia Damiana Ramos Sánchez; v) Hizo conocer su
predisposición de colaborar con los afectados para verificar que pasó con lo extrañado; y, vi) Debido
a sus constantes viajes, no pudo otorgar a cabalidad una respuesta formal y escrita a los accionantes.
Julia Damiana Ramos Sánchez, por escrito presentado el 17 de junio de 2019, cursante de fs. 47 a
48, mencionó que: a) Se encuentra con medidas sustitutivas a la detención preventiva dentro del
proceso penal seguido en su contra por parte del Contralor General del Estado Plurinacional de
Bolivia; b) De la copia legalizada del acta de reunión ordinaria de la urbanización Bartolina Sisa en el
terreno de ese sitio, se evidenció que todos los beneficiarios, le dieron poder para facilitar la
documentación y avanzar el trámite respectivo para la aprobación de planos ante el Ordenamiento
Territorial; por cuyo motivo el inmueble figura a su nombre y por voluntad propia; c) Su persona
también gestionó para que se levante la anotación preventiva que pesa sobre el inmueble; sin
embargo, hasta la fecha no se pudieron cancelar todas las anotaciones preventivas; d) En reiteradas
ocasiones pidió tener una reunión en su domicilio con la directiva y las bases, para buscar una solución
al conflicto y avanzar con los trámites de planimetría, empero no se apersonaron a su inmueble; e)
El hecho de no contar con documentación del derecho propietario, no puede ser limitativo para poder
acceder a un servicio básico; f) “…Adjunto recibos de pago que la hectárea corresponde a la
Organización Bartolina Sisa y ASPECM” (sic); y, g) La acción de amparo constitucional “…no es una
acción subsidiaria…” (sic) por lo que la parte accionante puede recurrir a instancias jurisdiccionales
para determinar la suerte de los documentos en flujo que pesan en el inmueble. Razones por las que
solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante de la mencionada entidad, no presentó escrito alguno ni se apersonó a la audiencia
de garantías, pese a su notificación cursante a fs. 38 vta.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
42/2019 de 17 de junio, cursante de fs. 52 a 55 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo que
las demandadas, en el plazo de tres días hábiles otorguen respuesta completa, oportuna, clara y
fundamentada, a las peticiones formuladas por los accionantes, en base a los siguientes
fundamentos: 1) Al no ser respondida la Nota de “27 de marzo” se lesionó el derecho de petición;
2) La explicación que dio Julia Damiana Ramos Sánchez al Tribunal de garantías, debió dárselas a
los demandantes de tutela, ya que no le corresponde a la jurisdicción constitucional analizar esa
situación, así como tampoco la prueba presentada sobre los trámites que hubiera efectuado, sino
solo verificar la falta de respuesta a la Nota mencionada; 3) Irma Gutiérrez Mamani, admitió que por
su recargada agenda de viajes y otros compromisos no dio respuesta a la Nota de 16 de mayo de
2019; 4) De acuerdo a las actas de Reelección y Posesión, se tiene que esta última ejerce funciones
desde el 8 de junio de 2018; 5) Transcurrió un mes sin que se haya otorgado respuesta por parte
de la nueva Ejecutiva de la Federación indicada; y, 6) De nada sirve que señale que colaborará con
los accionantes, en todo caso debió contestar en forma oportuna, clara, fundamentada y por escrito
a los prenombrados y no dejarles en incertidumbre.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Acta de Elección y Posesión de 8 de junio de 2018, en la cual se evidencia que Irma
Gutiérrez Mamani fue elegida como “…Ejecutiva Departamental de Tarija BS…” (sic [fs. 45 y 46]).
II.2. Mediante nota de 6 de marzo de 2019, con intervención notariada, Concepción Ortega Flores,
Agustín Quispe Cahuaya, Rosalía Vergara Ramírez y Francisco Martínez Rengifo -ahora accionantes-
“…en representación de las cuatrocientas veintitrés familias que conforman…” (sic) el grupo Bartolina
Sisa, solicitaron a Julia Damiana Ramos Sánchez, exponga los depósitos efectuados y el precontrato
donde puedan verificar dicha situación; nota que le fue entregada a la mencionada el 12 de igual
mes y año (fs. 1 a 2).
II.3. Julia Damiana Ramos Sánchez, mediante carta de 13 del referido mes y año, dirigida al
Presidente y Miembros del “Grupo” Bartolina Sisa, otorgó respuesta formal a la nota de 6 de igual
mes y año (sic [fs. 3 a 4 vta.]).
II.4. Por oficio de 27 de marzo de 2019, los accionantes reiteraron su anterior petición y solicitaron
fecha y hora para que se proceda a revisar y firmar los cuatrocientos veintitrés documentos de
compromiso de transferencia de derecho propietario (fs. 5 a 7).
II.5. Mediante nota de 9 de mayo del referido año, con intervención notariada, los actuales
peticionantes de tutela, solicitaron a la Presidente de la Federación Departamental de Mujeres
Campesinas, Indígenas, Originarias de Tarija, se les extienda fotocopias legalizadas de los contratos
suscritos y los aportes efectuados por dicha organización, así como se pida informe a la Federación
Nacional, para verificar lo afirmado por Julia Damiana Ramos Sánchez (fs. 8 a 9).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denunciaron la vulneración de su derecho a la petición; toda vez que, habiendo
aportado sumas de dinero por más de ocho años, para acceder a un lote de terreno ante el
compromiso de Julia Damiana Ramos Sánchez, Ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres
Campesinas, Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa” y suscrito el 8 de febrero de 2010, un
documento preliminar donde se estipuló que el objeto de la compra era para los miembros de dicha
organización; tuvieron conocimiento que el 12 de diciembre de 2014, la prenombrada realizó una
aclarativa de compra y venta “894/2014” donde puso el bien a su nombre; es así que el 6 de marzo
de 2019, le presentaron una nota que fue respondida parcialmente el 13 de igual mes y año; el 26
de referido mes y año, le solicitaron que exponga los depósitos efectuados por la Federación y los
acuerdos preliminares firmados, así como también fije fecha y hora para que revise y proceda a la
firma de los cuatrocientos veintitrés compromisos de transferencia de derecho propietario, pero
tampoco fue respondida. El 9 de mayo de 2019, pidieron a la Ejecutiva que preside dicha institución,
fotocopias legalizadas de los contratos suscritos y los aportes realizados por la referida organización;
sin embargo, no recibieron contestación a pesar de haber transcurrido más de veinticuatro días y
apersonado en reiteradas oportunidades.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Del contenido esencial del derecho a la petición y de los presupuestos para su tutela
Al respecto, la SCP 1249/2013 de 1 de agosto, estableció que: « La Constitución Política del Estado,
en su art. 24 señala: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea
oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se
exigirá más requisito que la identificación del peticionario”.
Sobre el derecho de petición, la jurisprudencia constitucional ha definido su alcance y contenido
esencial. Así la SC 0119/2011-R de 21 de febrero, haciendo una sistematización de la línea
jurisprudencial, ha expresado lo siguiente: “La Constitución Política del Estado abrogada reconocía
en el art. 7 inc. h) a la petición como un derecho fundamental, al señalar que toda persona tiene
derecho a ‘A formular peticiones individual y colectivamente’.
Este derecho se encuentra mucho más desarrollado en el art. 24 de la actual Constitución Política del
Estado, cuando sostiene que: ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este
derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario’.
Conforme a la norma constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral o
escrita, sin la exigencia de formalidades en la presentación de la petición, pues sólo se requiere la
identificación del peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace
referencia a una respuesta formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser
escrita, dando una respuesta material a lo solicitado ya sea en sentido positivo o
negativo, dentro de plazos previstos en las normas aplicables o, a falta de éstas, en
términos breves, razonables”.
Así recordó el entendimiento contenido en las SSCC 0981/2001-R y 0776/2002-R, entre otras, que
establecieron que “el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición,
cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta
resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin
embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en
particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa”.
También recordó que forma parte de su contenido esencial el derecho a una respuesta motivada,
conforme entendieron las SSCC 0776/2002-R y 1121/2003-R, al señalar que este derecho se estima
lesionado “…cuando la autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atiende; es decir,
no la tramita y la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley, de forma que
cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones del por qué no se
la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la misma, en cualquiera de estos casos
donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera razonable, se tendrá
como se dijo vulnerado el derecho”.
Lo que significa que debe existir una respuesta material a la solicitud, según estableció la
SC 1159/2003-R de 19 de agosto, al indicar que “…el derecho de petición se encuentra
satisfecho no únicamente por una respuesta emitida por la autoridad, sino una vez que
dicha autoridad haya resuelto o proporcionado una solución material y sustantiva al
problema planteado en la petición, sin que se limite a una consecuencia meramente
formal y procedimental”.
De otro lado, también debe recordarse que dentro del contenido esencial de este derecho se
encuentra la obligación por parte de las autoridades y servidores públicos de comunicar al
peticionante la respuesta a la petición. Así lo estableció la SC 0843/2002-R de 19 de julio, al
determinar: ‘‘…que la exigencia de la autoridad pública de resolver prontamente las peticiones de los
administrados, no queda satisfecha con una mera comunicación verbal, sino que es necesario que el
peticionante obtenga una respuesta formal y escrita, que debe ser necesariamente comunicada
o notificada, a efecto de que la parte interesada, si considera conveniente, realice los
reclamos y utilice los recursos previstos por Ley”, porque “…no puede quedar en la psiquis
de la autoridad requerida para resolver la petición, ni al interior de la entidad a su cargo,
sino que debe ser manifestada al peticionante, de modo que este conozca los motivos de
la negativa a su petición, los acepte o busque impugnarlos en otra instancia que le
franquee la Ley”, según razonaron las SSCC 1541/2002-R y 1121/2003-R.
Finalmente, la citada SC 0119/2011-R, al referirse a los requisitos para que se otorgue la tutela por
lesión al derecho de petición, recordó que: “…la SC 0310/2004-R de 10 de marzo, sistematizó los
criterios señalados por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, conforme al siguiente texto: ‘…a
fin de que se otorgue la tutela en caso de alegarse la violación del derecho a formular peticiones,
corresponde que el recurrente, demuestre los siguientes hechos: a) la formulación de una
solicitud expresa en forma escrita; b) que la misma hubiera sido formulada ante una
autoridad pertinente o competente; c) que exista una falta de respuesta en un tiempo
razonable y d) se haya exigido la respuesta y agotado las vías o instancias idóneas de
esa petición ante la autoridad recurrida y no existan otras vías para lograr la pretensión’’’.
A este respecto, puntualizo que: “La jurisprudencia citada precedentemente fue modulada a partir
del nuevo contenido del derecho de petición, conforme a la SC 1995/2010-R de 26 de octubre, que
establece que: '…a la luz de la Constitución vigente, y conforme a lo expresado, corresponde modular
la jurisprudencia citada precedentemente, pues actualmente, el primer requisito señalado por dicha
Sentencia, es decir, la formulación de una solicitud en forma escrita no es exigible, pues la
Constitución expresamente establece que la petición puede ser escrita u oral.
Con relación al segundo requisito que establece que la solicitud debe ser presentada ante autoridad
competente o pertinente, se debe precisar que ésta no es una exigencia del derecho de
petición, pues aún cuando la solicitud se presente ante una autoridad incompetente, ésta
tiene la obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia,
señalando, en su caso, a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario; conclusión
a la que se arriba por el carácter informal del derecho a la petición contenido en la Constitución
Política del Estado, que exige como único requisito la identificación del peticionario, y en la necesidad
que el ciudadano, encuentre respuesta y orientación respecto a su solicitud (…)'.
Respecto al tercer requisito, el mismo es compatible con el texto de la Constitución vigente, pues
sólo si en un plazo razonable, o en el plazo previsto por las normas legales -si existiese- no se ha
dado respuesta a la solicitud se tendrá por lesionado el derecho a la petición.
Finalmente, el cuarto requisito, referido a que el peticionante debe haber reclamado una respuesta
y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la autoridad recurrida, corresponde
señalar que dicho requisito es exigible cuando dichos medios de impugnación estén
previstos expresamente en el ordenamiento jurídico con dicho objetivo, es decir,
resguardar el derecho de petición; a contrario sensu, no será exigible cuando no existan
esos medios (…).
Consecuentemente, para que la justicia constitucional ingrese al análisis de fondo de la
presunta lesión al derecho de petición, es exigible: 1. La existencia de una petición oral
MAGISTRADO
o se ven impedidos de asistir al órgano judicial en horarios de atención, puedan presentar sus escritos
mediante dicho sistema en día hábil y dentro de esos horarios; y, 8) Finalmente, a través del Auto
Supremo 1118/2018 no se vulneró ningún derecho; por lo que, solicitan se deniegue la tutela.
Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocal de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, a través de informe de 28 de marzo de 2019, cursante de fs.
151 a 156 vta., señaló que: i) La subsanación de la presente acción de defensa realizó fuera del plazo
establecido en el art. 30 del Código Procesal Constitucional (CPCo), por lo que estaría alcanzada de
improcedencia; ii) Por otro lado, en esta acción de defensa no se expone con claridad los hechos en
los que sustenta ni cuál es la pretensión; consecuentemente, también estaría alcanzada de
improcedencia; iii) Con relación a la denegatoria del recurso de casación a través del cuestionado
Auto 83/2018, que a criterio de la hoy accionante fue interpuesto dentro de plazo, la Constitución
Política del Estado impone a los administradores de justicia la observancia de principios procesales,
entre los cuales se encuentra el de legalidad, que a su vez impone al juez la obligación de
circunscribirse a la norma legal; es decir que, no se puede apartar de esta; iv) En el caso de autos,
se trata de un proceso ordinario civil en el que se dirimen derechos disponibles; regido, entre otros,
por el principio de disposición; por lo tanto, la única responsable de sus actuaciones procesales y de
sus consecuencias dentro del proceso es Alcira Flores Chinche -hoy impetrante de tutela-; v) Se
acusó la vulneración de derechos por no haberse admitido el recurso de casación; sin embargo, de
la revisión de obrados se advierte que Alcira Flores Chinche fue notificada con el Auto de Vista, cuya
casación pretende, el 14 de septiembre de 2018; y, conforme a lo establecido en el art. 273 del CPC,
tenía diez días hábiles para interponer dicho recurso; es decir, hasta el 28 de igual mes y año;
empero, de la verificación del cargo de recepción del referido recurso, se advirtió que fue presentado
el 1 de octubre de 2018, a horas 9:31:54, vale decir fuera del plazo establecido en el citado artículo;
vi) Por otro lado, alegó que el plazo procesal para presentar el referido recurso vencía “a las 24 de
horas del día 28 de septiembre de 2018” (sic), y en ese sentido fue interpuesto misma fecha en el
buzón judicial, diez minutos antes de que se cumpla el referido plazo; sin embargo, el art. 90.III del
CPC, señala que “los plazos vencen el último momento hábil de funcionamiento de los juzgados y
tribunales del día respectivo”; por lo tanto, en el caso de autos, a las 18:30 (hora cierre de las labores
en este Distrito Judicial); vii) Respecto al buzón judicial, al que se hace referencia, el art. 2 de su
Reglamento, establece que “El Buzón Judicial electrónico es un sistema informático de apoyo judicial,
constituido por un portal web desarrollado exclusivamente para centralizar la presentación de
memoriales y otros documentos, recursos, fuera del horario judicial en días inhábiles en caso de
urgencia o cuando esté por vencer el plazo procesal”; viii) Por otro lado, la disposición transitoria
primera del referido Reglamento establece que el citado instrumento, en su primera fase, abarcará
solo a materia penal y posteriormente se extenderá a otras materias, si así lo considera el Tribunal
Supremo de Justicia; ix) En ese sentido, la hoy demandante de tutela pretendía que las autoridades
judiciales admitan un mecanismo de presentación de escritos que no está establecido en la Ley y en
consecuencia, se amplíen plazos cuya perentoriedad está expresamente establecida en la norma; y,
x) Solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Informe del tercero interesado
Humberto Cárdenas, a través de su abogado, en audiencia informó que: a) Los plazos procesales
vencen en el último momento hábil del horario de funcionamiento de los juzgados o tribunales del
día respectivo; en ese sentido, son horas hábiles las correspondientes al horario de funcionamiento
de las oficinas judiciales; b) Respecto al buzón judicial, su Reglamento establece que el uso es para
la presentación de memoriales y otros documentos, en casos de urgencia, cuando esté por vencer el
plazo, no cuando ya se haya vencido; c) En el caso de autos, la hoy accionante presentó su recurso
fuera de plazo; d) Por otro lado, la disposición transitoria primera del referido Reglamento establece
que la implementación de ese instrumento, en su primera fase, abarca solo materia penal y
posteriormente; de manera paulatina, abarcará a otras áreas; sin embargo, hasta la fecha no se
emitió alguna disposición que regule dicha ampliación; y, e) Solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
plazo, es decir el 28 de septiembre de 2018 a horas 23:40:38, a través del buzón judicial; es decir,
fuera del plazo establecido en la normativa procesal civil, que señala que el mismo vence el último
momento hábil del horario de funcionamiento del Tribunal Departamental de Justicia, en este caso
Oruro, “o sea debió haberlo presentado hasta las 18:30 del 28 de septiembre de 2018” (sic); respecto
al buzón judicial, señala que es un sistema informático de apoyo judicial, “desarrollado
exclusivamente para centralizar la presentación de memoriales y otros documentos, y recursos fuera
de horario judicial en días inhábiles, en caso de urgencia o cuando esté por vencer el plazo, no cuando
el plazo ya feneció” (sic), como sucedió en el presente caso (fs. 31 a 33).
II.7. Corre Reglamento del Buzón Judicial, que en su art. 2 establece que “es un sistema informático
de apoyo judicial, constituido por un portal web desarrollado exclusivamente para centralizar la
presentación de memoriales y otros documentos, recursos fuera de horario judicial en días inhábiles
en caso de urgencia o cuando este por vencer un plazo procesal” -sic- (fs. 157 a 160); mismo que
fue aprobado mediante Acuerdo de Sala Plena 13/2018 del Tribunal Supremo de Justicia (fs. 161 y
vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alegó la vulneración de sus derechos al debido proceso y a la defensa, señalando que
dentro del proceso civil ordinario de cumplimiento de contrato incoado por Humberto Cárdenas
Cardona en su contra, reconvino demandando anulabilidad e interpuso excepción de incumplimiento,
en ese marco, el 28 de septiembre de 2018, a horas 23:40:38 interpuso recurso de casación, a través
del buzón judicial; sin embargo, mediante Auto 83/2018, los Vocales de la Sala Civil y Comercial
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, denegaron la concesión del mismo por
haber sido interpuesto fuera de plazo; por lo que planteo recurso de compulsa; empero, a través de
Auto Supremo 1118/2018, con igual criterio restrictivo se declaró ilegal la compulsa; sin considerar
que, el recurso fue presentado antes del vencimiento de las veinticuatro horas, a través de un sistema
cuya finalidad es la de brindar una opción de emergencia en los casos de “ presentación de
memoriales, documentos y recursos, fuera del horario judicial” (sic).
En revisión, corresponde analizar si se debe conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la revisión de la actividad jurisdiccional de otros tribunales
Al respecto, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre, estableció que: “ La jurisprudencia del Tribunal
Constitucional desde sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción
constitucional no le corresponde juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales
para fundar su actividad jurisdiccional, pues ello implicaría un actuar invasivo de las otras
jurisdicciones (SC 1031/2000-R de 6 de noviembre), no obstante, es indudable también
que desde sus inicios este Tribunal determinó que sí procede la tutela constitucional si
en esa actividad interpretativa se lesionan derechos fundamentales y garantías
constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De donde se puede concluir que la
jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación de las otras jurisdicciones precisó en
la jurisprudencia que la acción de amparo constitucional no se activa para reparar incorrectas
interpretaciones o indebidas aplicaciones del Derecho, pues no puede ser un medio para revisar todo
un proceso judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria y hermenéutica de los
tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
Más adelante y en ese mismo contexto jurisprudencial, el Tribunal Constitucional hace extensible la
línea jurisprudencial de revisión de la legalidad ordinaria a eventuales violaciones de los derechos y
las garantías constitucionales a la verificación de si en la interpretación, no se afectaron principios
constitucionales informadores del ordenamiento jurídico (así ver la SC 1846/2004-R de 30 de
noviembre, que cita los principios de legalidad, seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad,
jerarquía normativa y debido proceso). De donde determinó que un mecanismo de control de la
actividad interpretativa de la jurisdicción ordinaria resulta que ésta se someta a ‘reglas admitidas por
el Derecho’ (SC 1846/2004-R de 30 de noviembre), por ello planteó una relación de causalidad entre
el sometimiento de las autoridades a los estándares interpretativos y la vigencia de derechos,
que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio
de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los
accionantes que muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación
desarrollada por las autoridades, vulnera derechos y garantías previstos por la
Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a) Por vulneración del derecho a una
Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al derecho al debido
proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de
razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico,
que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona
derechos y garantías constitucionales” (énfasis añadido).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso y a la defensa, aludiendo que
dentro del proceso civil ordinario de cumplimiento de contrato incoado por Humberto Cárdenas
Cardona en su contra, reconvino demandando anulabilidad de contrato e interpuso excepción de
incumplimiento; al respecto, mediante Sentencia “05/2018”, el Juez Público Civil y Comercial Tercero
de la Capital del departamento de Oruro declaró improbadas ambas pretensiones y probada la
referida excepción; determinación, que luego de ser impugnada, fue revocada en parte por los
Vocales de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, a través
del Auto de Vista 235/2018, que declaró probada la pretensión principal e improbada la referida
excepción; Resolución con la que fue notificada Alcira Flores Chinche -ahora demandante de tutela-
el 14 de septiembre de igual año.
Al respecto, por la Conclusión II.2 del presente fallo constitucional y por lo expresado por la propia
impetrante de tutela en su demanda, se tiene que contra el referido Auto de Vista 235/2018, a través
del sistema informático denominado buzón judicial, el 28 de septiembre de 2018 a horas 23:40:38
envió su recurso de casación en el fondo, que posteriormente fue recepcionado de manera física el
1 de octubre de igual año, así se advierte por el certificado de recepción en plataforma a través del
buzón judicial 4421.
Sin embargo, mediante Auto 83/2018, Juan Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y Comercial Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, denegó la concesión del referido recurso de
casación, alegando que fue presentado fuera del plazo establecido en el art. 90.III del CPC; es decir
“a los once días de su legal notificación con la resolución referida, o sea fuera del plazo establecido
en la citada norma procesal civil” -sic- (Conclusión II.4); determinación contra la cual, la hoy
accionante, presentó recurso de compulsa (Conclusión II.5), que mereció el Auto Supremo
1118/2018, a través del cual la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia declaró ilegal el referido
recurso, argumentando que fue la propia compulsante quien reconoció que presentó su recurso de
casación a través del buzón judicial el 28 de septiembre de 2018 a horas 23:40:38; es decir, fuera
del plazo establecido en la norma procesal civil que establece de manera clara que el mismo vence
el último momento hábil del horario de funcionamiento del Tribunal Departamental de Justicia de
Oruro, o sea que el aludido recurso debió ser presentado hasta las 18:30 de la referida fecha;
asimismo, respecto al buzón judicial señaló que es un sistema informático de apoyo judicial,
“desarrollado exclusivamente para centralizar la presentación de memoriales y otros documentos, y
recursos fuera de horario judicial en días inhábiles, en caso de urgencia o cuando esté por vencer el
plazo, no cuando el plazo ya feneció” -sic- (Conclusión II.6).
Al respecto, la ahora accionante, refiere que tanto Juan Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y
Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, al emitir el Auto 83/2018, como
los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia que pronunciaron el Auto Supremo
1118/2018 de 6 de noviembre, incurrieron por un lado en vulneración de sus derechos al debido
proceso y a la defensa, pues aplicaron un “entendimiento cerrado” de la norma adjetiva civil respecto
al vencimiento de un plazo procesal sin considerar que a la luz de los principios pro homine y pro
actione debió haberse efectuado una interpretación más extensiva de la misma; toda vez que:
i) El recurso de casación fue presentado “en el mismo día, antes del vencimiento de las 24 horas,
esto en razón del entendimiento del propio Reglamento de la utilización del Buzón Judicial” (sic), que
a través de su art. 2 autoriza la presentación de memoriales, documentos y recursos, fuera del horario
judicial, norma que tiene como finalidad de brindar una opción de emergencia en los casos señalados.
Ahora bien, realizando una contrastación de lo referido en las Conclusiones II.2, II.4, II.6 y II.7 y lo
establecido en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
advierte que:
Con relación a Juan Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, que a través del Auto 83/2018 denegó la concesión del recurso
de casación argumentando que fue presentado fuera del plazo establecido en el art. 90.III del CPC;
toda vez que fue interpuesto “a los once días de su legal notificación con la resolución referida, o sea
fuera del plazo establecido en la citada norma procesal civil” (sic); al respecto, resulta evidente del
erróneo razonamiento empleado por el aludido juzgador, pues de los antecedentes se tiene que la
hoy accionante presentó su recurso de casación el 28 de septiembre de 2018, es decir el último día
del plazo que establece el art. 273 en concordancia con el art. 92.II, ambos del CPC, que señalan
que ese tipo de recurso se interpondrá dentro del plazo de diez días computables a partir de la
notificación con el Auto de Vista y siendo que el referido plazo es inferior a quince días sólo se
computan los días hábiles.
Sin embargo, los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, a través del también
cuestionado Auto Supremo 1118/2018, que declaró ilegal el referido recurso de compulsa, señalaron
de manera clara que el recurso de casación interpuesto por la hoy accionante fue presentado el 28
de septiembre de 2018 a horas 23:40:38 mediante el buzón judicial, incumpliendo de esa manera los
plazos establecidos en la normativa procesal civil (art. 90.III del CPC); toda vez que, la aludida fue
notificada el 14 de septiembre de 2018 con el Auto de Vista 235/2018 y tenía plazo para interponer
el referido recurso hasta las 18:30 del 28 de igual mes y año, pues el término para esos efectos vence
el último momento hábil del horario de funcionamiento del Tribunal Departamental de Justicia de
Oruro; es decir a la hora antes señalada, consecuentemente al haber sido presentado a las 23:40:38
se encontraba ya fuera de plazo. Por otro lado, respecto al buzón judicial, los demandados señalaron
que es un sistema informático de apoyo judicial “desarrollado exclusivamente para centralizar la
presentación de memoriales y otros documentos, y recursos fuera de horario judicial en días inhábiles,
en caso de urgencia o cuando esté por vencer el plazo, no cuando el plazo ya feneció” (sic);
empero, en el presente caso, el recurso fue presentado después de vencido el plazo establecido en
el art. 273 del CPC concordante con los arts. 90.III y 91.II de la misma norma adjetiva civil
(Conclusión II.7).
La jurisprudencia constitucional ha sido uniforme al señalar que a la jurisdicción constitucional no le
corresponde analizar el criterio jurídico empleado por otros tribunales en su actividad jurisdiccional;
sin embargo, también ha sido categórica al afirmar que si puede ingresar a revisar esa labor cuando
se lesionan derechos o garantías constitucionales, así como también principios vinculados a derechos;
a esos efectos, resulta exigible que la o el accionante exponga a la justicia constitucional cómo es
que la actividad interpretativa desarrollada por las autoridad vulnera derechos y garantías
establecidos en la Norma Suprema, en tres dimensiones distintas:
a) Por vulneración del derecho a una resolución congruente y motivada que afecta materialmente al
derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación;
b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y,
c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro
del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales.
En sentido, se advierte que si bien Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y Comercial
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, incurrió en una incorrecta aplicación del
art. 90.III del CPC a tiempo de denegar la concesión del recurso de casación, bajo el equivocado
argumento que el referido recurso fue presentado “a los once días de su legal notificación con la
resolución referida, o sea fuera del plazo establecido en la citada norma procesal civil” (sic); no
obstante, los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, a tiempo de emitir el Auto
Supremo 1118/2018, que declaró ilegal el recurso de compulsa, de manera clara y correcta señalaron
que el recurso de casación interpuesto por la hoy accionante fue presentado el 28 de septiembre de
2018 a horas 23:40:38 mediante el buzón judicial, es decir fuera del plazo establecido en la normativa
procesal civil (art. 90.III del CPC) y que el medio a través del cual fue presentado es un sistema
informático de apoyo judicial “desarrollado exclusivamente para centralizar la presentación de
memoriales y otros documentos, y recursos fuera de horario judicial en días inhábiles, en caso de
urgencia o cuando esté por vencer el plazo, no cuando el plazo ya feneció” (sic); consecuentemente,
no se advierte una incorrecta aplicación del art. 90.III del CPC, por lo que tampoco se corrobora la
vulneración de los derechos denunciados.
En ese sentido, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada por la accionante, obró de
manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad que le confieren
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve CONFIRMAR la Resolución 33/2019 de 1 de abril, cursante de fs. 224 a 227 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro,
constituida en Tribunal de garantías; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a
las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo
mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión’.
Por otro lado, toda resolución ineludiblemente debe estar revestida de motivación, al respecto este
Tribunal Constitucional a través de la SC 0600/2004-R de 22 de abril, reiteró la abundante
jurisprudencia diseñada al respecto, cuando señala que:
‘…las resoluciones que emiten las autoridades judiciales y administrativas deben exponer los hechos,
realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustentan la parte dispositiva de esas
resoluciones. Este deber de fundamentación, se vincula tanto con la garantía del debido proceso
como con el derecho a la seguridad jurídica. Así la SC 0752/2002-R de 25 de junio, recogiendo el
entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre, señaló que toda resolución
'…debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas
que sustenta la parte dispositiva de la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la
motivación de una Resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en
los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado
derecho (debido proceso) que permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se declare
en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la
decisión'.
Siguiendo ese criterio, la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, ha determinado que cuando las
resoluciones no están motivadas '…y se emite únicamente la conclusión a la que ha arribado el
juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados
conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado con apego
a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para que en
búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro del
proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución
que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, entre los cuales, se encuentra la garantía
del debido proceso, que faculta a todo justiciable a exigir del órgano jurisdiccional a cargo del
juzgamiento una resolución debidamente fundamentada (...).
(…) Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta
segunda, la motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados,
debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su
decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido
contrario, cuando la resolución aún siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales
se toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas’.
Consiguientemente, se llega a concluir que las Resoluciones, sean estás en el ámbito judicial como
en el administrativo, deben ser debidamente fundamentadas, apreciando y valorando cada una de
las pruebas aportadas, sean de cargo como de descargo, en correlación con el hecho o los hechos
fácticos que se endilga, para que en definitiva sobre la base de dicha valoración y análisis de las
normas aplicables al caso, se imponga una sanción así sea esta en el ámbito meramente
administrativo”.
III.2. Sobre la motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por el
Ministerio Público
Al respecto, la SC 1523/2004-R de 28 de septiembre, estableció lo siguiente: “…toda decisión emitida
dentro de un proceso penal que no implique cuestión de mero trámite sino que concierna al fondo
de lo que se investiga debe ser necesariamente motivada o lo que es lo mismo, debidamente
fundamentada, lo que significa, que tanto el fiscal o los jueces que conozcan el proceso, sea en
control jurisdiccional o para resolver el fondo, deberán dictar sus requerimientos o resoluciones
cumpliendo las exigencias de la estructura de forma como de contenido de las mismas. En particular
en lo relativo al contenido de fondo, no sólo deberán circunscribirse a relatar lo expuesto
por las partes sino también citar las pruebas que aportaron las partes, exponer su criterio
sobre el valor que le dan a las mismas luego del contraste y valoración que hagan de ellas
dando aplicación a las normas jurídicas aplicables para finalmente resolver.
Si no proceden de esa forma y dictan una resolución sin respetar la estructura señalada, resulta obvio
que su decisión será arbitraria y considerada subjetiva e injusta, pues el sujeto procesal a quien no
le sea favorable no podrá entender y menos saber la razón jurídica de la decisión; y de incurrirse en
esta omisión al disponer sobreseimiento a favor de la parte imputada, la víctima podrá impugnar el
requerimiento ante el superior jerárquico, y si éste igualmente incurre en la misma omisión,
quedará abierta la jurisdicción constitucional para que acuda a la misma en busca de
protección a sus derechos a la seguridad jurídica y de acceso a la justicia o tutela judicial
efectiva, cuyo alcance no abarca, como se dijo, a que la parte acusadora pretenda que
este Tribunal obligue a un Fiscal a presentar obligatoriamente la acusación si no
únicamente a que dicha autoridad emita su requerimiento conclusivo debidamente
fundamentado como lo exigen las normas previstas por los arts. 45. 7) de la LOMP, 73 y 323.3 del
CPP” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos invocados en esta acción de defensa, alegando
que mediante la Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18 de 9 de agosto de 2018, se ratificó el
sobreseimiento en favor de los denunciados, decisión infundada e incongruente, apartándose de los
marcos razonabilidad y equidad, omitiendo de manera arbitraria hacer una correcta valoración y
compulsa probatoria.
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se tiene que mediante Resolución Fiscal
Departamental FLM 203/18, el Fiscal Departamental de Santa Cruz, ratificó el sobreseimiento y
dispuso el archivo de obrados, conforme al siguiente razonamiento:
Respecto al tipo penal de falsedad ideológica, el Recibo 000068 de 17 de junio de 2018, en el que se
constata la firma de la denunciante -ahora impetrante de tutela-, no es un documento público,
constituyendo el mismo en uno privado, por lo que no reúne los elementos constitutivos del delito.
Con relación al tipo penal de estafa, refirió que no se puede hablar de ardid ni de estafa, cuando el
propio autor del hecho es el primer engañado; es decir, a su vez actúa engañado por las
circunstancias, citando ejemplos: sea porque cree que lo que dice a la víctima es real; cree que el
negocio propuesto es posible; está convencido que solo hay que afrontar un riesgo que se podrá
superar fácilmente. Es necesario que el autor obre con el fin de obtener un beneficio indebido, no es
obligatorio que este se logre realmente, es suficiente con que haya actuado con esa finalidad, nuestra
legislación no pide expresamente este requisito, este surge implícito de la idea de defraudar que
implica que el ardid esté vinculado al logro de ese beneficio indebido.
Concluyendo que en los hechos: i) No existe engaño o ardid, ya que la solicitante de tutela, si bien
refirió que en el momento del hecho se encontraba bajo los efectos del alcohol, tenía pleno
conocimiento de las consecuencias de ese accionar y más aún según refieren sus hijos, le
manifestaron lo riesgoso de firmar dicho documento, acreditando únicamente la confianza que existía
entre las partes; y, ii) Tampoco se evidencia los elementos de provocar o fortalecer el error que
motive la realización de un acto de disposición patrimonial, al contrario, los sindicados asumieron
defensa siguiendo la instancia correspondiente para hacer valer su derecho (en el que el fallo salió a
su favor), con el fin de que se le devuelva las setecientas fanegas de arroz; sin embargo, la vía penal
no puede ser utilizada como un medio extorsivo para lograr determinados fines, máxime cuando no
existió disposición patrimonial fruto de provocar o fortalecer el error en la víctima.
Ahora bien, conforme a la jurisprudencia constitucional referida en el Fundamento Jurídico III.1 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que, la exigencia de motivación y
fundamentación de las resoluciones, es una obligación a ser cumplida por las autoridades judiciales
y administrativas a tiempo de emitir sus fallos, en los cuales enunciarán los motivos de hecho y
derecho, base de sus decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba, no siendo exigible una
exposición amplia de consideraciones y citas legales, sino una estructura de forma y de fondo, ni
tampoco ser una mera relación de los documentos o mención de los requerimientos de las partes, en
la que los motivos sean expuestos de forma concisa y clara, satisfaciendo todos los puntos
demandados.
Acorde a la jurisprudencia constitucional señalada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo
constitucional, el deber de motivación y fundamentación de las resoluciones es también exigible a las
determinaciones emitidas por el Ministerio Público, las que deben contener una estructura de forma
y fondo que permita conocer de manera clara las razones que motivan la decisión asumida, citando
los motivos de hecho y derecho, base de sus decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba,
no siendo suficiente circunscribirse a la relación fáctica de los antecedentes, debiendo más al
contrario contener una exposición razonable e inteligible sobre el fondo estableciendo las
convicciones determinativas de su decisión.
En el caso que nos ocupa, se advierte que el Fiscal Departamental de Santa Cruz ratificó la Resolución
Fiscal de Sobreseimiento emitida por los Fiscales de Materia de la FELCC Corporativa de Montero y
dispuso el archivo de obrados, a través de una Resolución suficientemente fundamentada,
exponiendo de forma clara las razones conducentes a la determinación asumida, advirtiéndose la
existencia de una estructura de forma y fondo que hace comprensibles los fundamentos de su
decisión, sustentando la misma en la consideración de los elementos fácticos del caso, la compulsa
de la documental y el análisis jurídico pertinente para determinar la inexistencia de elementos
suficientes que permitan sustentar la denuncia realizada, conteniendo asimismo un análisis
explicativo basado en la doctrina respecto a los elementos constitutivos de cada tipo penal objeto de
la denuncia presentada.
La Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18, fundamentó su decisión realizando el siguiente
razonamiento:
a) Respecto al tipo penal de falsedad ideológica, conforme establece el art. 199 del Código Penal
(CP), “…el recibo Nro. 000068 en el que se constata la firma de la denunciante, no es un documento
público (protocolización de minuta, certificado de nacimiento, alodial, testimonio), constituyendo el
mismo en un documento privado. Por ende no reúne los elementos constitutivos del delito descrito”
(sic);
b) Con relación al tipo penal de estafa, señaló la exposición de motivos de la reforma de 1997 sobre
el texto del art. 335 del CP, los dos elementos principales -el engaño y el beneficio ilícito con daño al
patrimonio de la víctima-, doctrina penal; asimismo, conceptos de los elementos de la estafa: 1) El
perjuicio patrimonial; 2) El ardid o engaño; 3) El error; y, 4) El elemento subjetivo-; y,
c) Concluyendo que:
“…no existe engaño o ardid, ya que la denunciante si bien refiere que en el momento del hecho se
encontraba bajo efectos del alcohol, tenia pleno conocimiento de las consecuencias de ese accionar
y más aun que según refieren los hijos de la denunciante, le habrían manifestado lo riesgoso de
firmar dicho documento, por tanto solo acredita la confianza que existía entre las partes.
…tampoco se evidencia los elementos de provocar o fortalecer el error que motive la realización de
un acto de disposición patrimonial, más al contrario, los sindicados, han asumido defensa siguiendo
la instancia correspondiente para hacer valer su derecho, (en el que el fallo salió a su favor), con el
fin de que se les devuelva las 700 fanegas de arroz, sin embargo, la vía penal no puede ser utilizado
como un medio extorsivo para lograr determinados fines. Máxime, cuando no ha existido disposición
patrimonial fruto de provocar o fortalecer el error en la víctima” (sic).
Así, se explicó la inexistencia de engaño o ardid y que no se evidenció elementos que provoquen o
fortalezcan el error que motive la realización de un acto de disposición patrimonial.
Por lo referido, se concluye que la Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18, contiene una clara
explicación de las razones por las que ratificó el sobreseimiento, no siendo evidente lo alegado por
la solicitante de tutela en la interposición de la presente acción tutelar respecto a que la referida
masa hereditaria de Vicente Mollo Herrera, cuando los herederos son ocho hermanos; y, iii) El
recurso de alzada y el de casación planteados por la impetrante de tutela, exigen la revalorización de
los elementos probatorios de cargo y descargo con irreales argumentos, cuando ambos mecanismos
no son válidos para ese fin. Por todo ello, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías,
por Resolución 20/19 de 13 de junio de 2019, cursante de fs. 223 vta. a 226 vta., denegó la tutela
solicitada, en base a los siguientes fundamentos: a) El recurso de casación tal como está concebido
en nuestra legislación, no es un último recurso de revisión, sino, un trámite en el que se denuncia
básicamente que un auto de vista no es coincidente con el precedente, sea de otro Tribunal
Departamental de Justicia o de uno emitido por el Tribunal Supremo de Justicia. De igual manera, es
viable para cuestionar que se hayan aplicado normas distintas o una igual pero con diversos alcances
en casos idénticos. No se trata de un nuevo juzgamiento, sino más bien el establecimiento de
precedentes para la unificación de criterios en la jurisdicción penal boliviana; b) Así instituido el
recurso de casación en la legislación, adquiere una sobrevaloración por la cual a tiempo de plantearlo
se debe observar ciertos requisitos indispensables para su formulación. De la revisión de
antecedentes, queda claro que las autoridades ahora demandadas dieron estricto cumplimiento a lo
estipulado en los arts. 416 y 417 del CPP y la tramitación señalada en el art. 418 de dicha norma; y,
c) La recurrente -hoy accionante- no plasmó la labor argumentativa a tiempo de interponer su recurso
de casación; de ahí que, se considera que no existió arbitrariedad en la no admisibilidad dispuesta al
respecto y por consiguiente no se transgredió el derecho y garantía al debido proceso.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 28/2017 de 16 de mayo, dictada dentro del proceso penal seguido por la
accionante contra Alberto Mollo Mamani por la presunta comisión de los delitos de violencia familiar
o doméstica, violencia psicológica y violencia económica, declarando la absolución del prenombrado
(fs. 62 a 72 vta.).
II.2. Por memorial presentado el 12 de junio de 2017, la solicitante de tutela formuló recurso de
apelación contra la referida Sentencia (fs. 73 a 77 vta.).
II.3. A través del Auto de Vista 77 de 14 de noviembre del mismo año, la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, declaró admisible e improcedente la impugnación
planteada por la impetrante de tutela y el Ministerio Público (fs. 78 a 84).
II.4. Mediante escrito presentado el 10 de enero de 2018, la peticionante de tutela interpuso recurso
de casación contra el nombrado Auto de Vista (fs. 85 a 89).
II.5. Por Auto Supremo 465/2018-RA de 29 de junio, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia,
declaró inadmisible el recurso de casación presentado por la ahora accionante (fs. 90 a 92 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alega la lesión de su derecho al debido proceso en sus elementos de motivación,
fundamentación y congruencia, puesto que la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, al emitir
el Auto Supremo 465/2018-RA de 29 de junio, declarando inadmisible el recurso de casación, validó
el Auto de Vista 77 de 14 de noviembre de 2017 y la Sentencia 28/2017 de 16 de mayo, dictada sin
valorar adecuadamente los elementos probatorios aportados para inculpar al acusado y que por lo
mismo dichas Resoluciones debieron ser anuladas.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, verificar si tales argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones como elementos
del debido proceso. Jurisprudencia constitucional reiterada
el señalado contenido, no se encuentra referencia sobre algún precedente contradictorio que sustente
las observaciones anotadas.
El Auto de Vista que da origen a esta acción tutelar, realiza las consideraciones correspondientes
para principalmente terminar aclarando en la parte esencial del documento -previa al decisorio- que
las pruebas de cargo datan del 2011 y no pueden ser valoradas para fundar una sentencia
condenatoria, en razón a que la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia
data de 9 de marzo de 2013; es decir, con posterioridad a los hechos denunciados. Asimismo, señaló
que el Juez de la causa asignó el valor respectivo a cada una de las pruebas testificales tomando en
cuenta no solo lo que dijeron, sino también como lo expresaron.
Con ese necesario antecedente, y luego de realizar similar análisis del recurso de casación interpuesto
por la impetrante de tutela contra el aludido Auto de Vista, se extrae que el planteamiento -al igual
que la referida apelación- discurre con análogas alegaciones concernientes a la no valoración de la
prueba -declaraciones prestadas por los testigos ofrecidos por la parte civil, Ministerio Público y el
propio acusado- bajo criterios de la sana crítica y prudente arbitrio. Al efecto, la prenombrada hizo
cita de Autos Supremos que trascienden en aspectos como la motivación, fundamentación y
congruencia de las resoluciones.
Ante el planteamiento de la accionante, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, emitió el Auto
Supremo 465/2018-RA cuyo contenido introductorio desarrolla los antecedentes del proceso penal
de origen, los motivos expuestos en el recurso de casación examinado, los requisitos de admisión,
citando las normas o base legal nacional -Constitución Política del Estado, Código de Procedimiento
Penal, Ley del Órgano Judicial- e instrumentos internacionales -Convención Americana sobre
Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos-.
El cuestionado Auto Supremo, señala que a tiempo de analizar la admisibilidad del recurso de casación
es menester observar el cumplimiento de requisitos prescritos en los arts. 416 y 417 del CPP de los
cuales por su relevancia resaltan: “ii) Invocación del precedente contradictorio a tiempo de la
interposición del recurso de apelación restringida, debiendo el recurrente expresar en términos claros
y precisos la contradicción existente entre el Auto de Vista impugnado y el precedente invocado; es
decir, este requisito constituye una carga procesal para el recurrente…” (sic) aclarando que no es
suficiente la simple mención o transcripción del precedente.
Continuando con el contraste de los requisitos, refiere: “iii) Como única prueba admisible se
acompañará copia del recurso de apelación restringida, pues el precedente contradictorio deberá ser
invocado a tiempo de su interposición; a menos que la sentencia le fuera inicialmente favorable a la
parte y por lo tanto aquella resolución judicial no le genere agravio alguno, sino que éste surge en
apelación cuando se dictó el Auto de Vista; caso en el cual, el recurrente tiene la carga procesal de
invocar el precedente contradictorio en el momento de interponer el recurso de casación.
El precepto legal contenido en el citado art. 417 de la Ley Adjetiva Penal, concluye señalando que el
incumplimiento de dichos requisitos determinará la declaración de inadmisibilidad del recurso” (sic).
A continuación, describe las situaciones o causales que hacen viable la flexibilización de aquellos
requisitos a efectos de una eventual admisibilidad, para finalmente, en el punto IV análisis sobre el
cumplimiento de dichos requisitos, contrastar los motivos expuestos en el recurso de casación con la
normativa aplicable y terminar explicando los razonamientos de su inadmisibilidad, a cuyo efecto
menciona los Autos Supremos que las contendrían y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
respaldatorias para no abrir la competencia extraordinaria del Tribunal Supremo de Justicia respecto
a los criterios de flexibilización, que básicamente se resumen en el incumplimiento de la obligación
de establecer cuál es la contradicción entre los agravios denunciados con los precedentes y el Auto
de Vista 77.
Por todo lo descrito, en el caso que nos ocupa las autoridades demandadas que determinaron la
inadmisibilidad del recurso de casación formulado por la accionante expusieron sus razonamientos
observando una adecuada motivación y fundamentación como elementos estructurales del debido
proceso, explicando en forma clara y sustentada los motivos que impidieron ingresar al análisis de
fondo de las circunstancias denunciadas, conforme los entendimientos glosados por el Fundamento
Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; pues, de acuerdo a lo reflejado se
incumplieron los requisitos legales de admisibilidad, advirtiéndose que la manera en que fue
planteada denota haberse replicado la carencia de los elementos exigidos por la norma Adjetiva Penal
-precedentes contradictorios por ejemplo- que ya fueron extrañados a tiempo de resolver la apelación
restringida, circunstancia que irradia falta de técnica recursiva que no puede ser sustituida o
subsanada por este Tribunal. Consecuentemente, corresponde denegar la tutela impetrada.
Por último, con referencia a que el Auto Supremo habría inobservado el principio de congruencia,
debe considerarse que dicho fallo no resolvió los aspectos de fondo que fueron objeto del recurso de
casación por haberse declarado su inadmisibilidad; consiguientemente, no corresponde pronunciarse
sobre ese aspecto.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela impetrada, valoró correctamente los
datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 20/19 de 13 de junio de 2019, cursante de fs. 223
vta. a 226 vta., pronunciada por la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia
Intrafamiliar Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Posteriormente hubo cambio de Alcalde de esa institución, quien retrasó la protocolización del
contrato, pese a que se envió una nota el 14 de febrero del citado año, para la entrega de la
documentación; sin embargo, no lo hicieron; asimismo, el 18 del igual mes y año, solicitaron 4 000
litros de diésel para las pruebas de funcionamiento y un lugar donde debía asfaltarse; empero, el 7
del referido mes y año, les notificaron con la Carta CITE.EXT. ARMG 195/2019 de 28 de febrero, de
intención de resolución de contrato, señalando que el 27 del mencionado mes y año, realizaron la
inspección in situ y verificaron que la planta asfaltadora no estaba funcionando y continuaban
ensamblando, e identificaron que no hicieron pruebas de campo; en ese entendido, invocando la
“Cláusula 19.3.” del contrato, mencionaron que lo cotejado en el lugar no guardaba relación con el
acta de recepción; por lo que, hubo incumplimiento de contrato atribuible al proveedor; por
consiguiente, pusieron a su conocimiento esta intención, misma que es errada, puesto que no
tomaron en cuenta el numeral 19 del DBC que indica, que el bien mueble debió ser entregado en
instalaciones del referido Gobierno Municipal en un plazo no mayor a quince días, el mismo que se
cumplió y no prevé que el funcionamiento de los equipos sea en ese lapso de tiempo, este tendrá
que hacérselo de acuerdo a un proyecto de asfaltado de una calle o avenida, que no fue entregado
por dicha institución edil.
En ese entendido, el 13 de marzo del indicado año, presentó recurso de revocatoria contra la Carta
de intención de resolución de contrato en base a once puntos de agravio, el cual nunca fue resuelto,
vulnerando su derecho de petición y el 23 de abril del mismo año sin dar respuesta al señalado
recurso, le notificaron con la Carta CITE.EXT. ARMG 414/2019 de la misma fecha, comunicándole
con la resolución y ejecución de las boletas de garantía de cumplimiento de contrato y de buen
funcionamiento de la maquinaria; la referida Carta fue firmada por Antonio Remigio Montaño
Gonzales, Alcalde suplente en ejercicio, Rómulo Arévalo Avilés, Director de Finanzas, Marcelo Rocha
Vásquez, Asesor Financiero de Despacho, todos del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo y no
así por los que firmaron la intención de resolución de contrato.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la petición, al
debido proceso en sus elementos de motivación y congruencia, a la defensa, a la propiedad privada,
al trabajo y a la actividad empresarial lícita, citando al efecto los arts. 24, 46, 47, 56, 115.II y 117.I
de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) La nulidad de la Carta CITE.EXT. ARMG 414/2019; y, b)
Que la autoridad demandada se pronuncie respecto al recurso de revocatoria presentado, dejando
sin efecto la Carta de intención de resolución de contrato.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 13 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 1232 a
1234, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La parte accionante por intermedio de sus representantes en audiencia, ratificó inextenso los
fundamentos expuestos en su acción de amparo constitucional.
I.2.2. Informe del demandado
Willy Ronald López Mamani, Alcalde a.i. del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, por
intermedio de su representante en audiencia, señaló que: 1) El recurso de revocatoria fue resuelto
conforme se evidencia de la documentación presentada en audiencia, consistente en “…la resolución
y la notificación…” (sic) que fue verificada por Notaria de Fe Pública, la cual fue realizada en el tablero
de la Secretaría de la referida entidad edil debido a que la parte accionante no constituyó domicilio
procesal en aplicación del art. 43 de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA) -de 23 de abril de
2002-, al no haber sido planteado recurso ulterior, se pronunció el Auto de ejecutoria, notificado de
la misma manera y verificado también por la mencionada Notaria; por lo que, posteriormente, se
emitió la Carta de resolución de contrato; 2) En tal sentido se activó el principio de subsidiariedad;
por cuanto, no se agotaron las instancias legales correspondientes por negligencia y dejadez; 3) La
parte impetrante de tutela alegó hechos controvertidos; toda vez que, se remitió a cláusulas del
contrato y a la incorrecta aplicación de las mismas, lo que no puede ser resuelto en la jurisdicción
constitucional; es decir, lo que se cuestionó es la interpretación a efectos de la resolución del contrato,
lo cual constituye un hecho controvertido, que deberá ser probado en las vías legales
correspondientes; 4) Contra la Carta de intención de resolución de contrato, se interpuso el recurso
de revocatoria, por lo que se hizo uso de los mecanismos de defensa; en ese entendido, no se vulneró
ese derecho; y, 5) No se lesionaron los derechos a la propiedad privada y al trabajo, de los cuales
no se acreditaron con prueba la forma en que el señalado Gobierno Municipal habría limitado el
mismo, la jurisprudencia constitucional a la que se hace referencia en su acción tutelar, no contiene
supuestos análogos al presente caso; por lo que, al existir hechos controvertidos entre particulares y
el Estado, e incongruencia de los argumentos con el petitorio, solicitó la denegatoria de la tutela.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
René Fernández Céspedes, Presidente del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo,
por memorial de 13 de junio de 2019 cursante de fs. 584 a 586 y en audiencia manifestó que: i)
Dentro del proceso de contratación “Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo Complementario
para el G.A.M.Q.”, dicho Concejo Municipal intervino en la etapa de autorización de la firma del
contrato, cuya atribución le corresponde al Órgano Legislativo por disposición de los arts. 16.8 de la
Ley 482 -Ley de Gobiernos Autónomos Municipales de 9 de enero de 2014-; y, 5 de la Ley Municipal
de Fiscalización del Gobierno Municipal de Quillacollo, en cumplimiento a dicha normativa se
realizaron todos los actos administrativos inherentes a sus atribuciones como Concejo Municipal; ii)
En ejercicio de la facultad fiscalizadora y aplicación de los arts. 283 de la CPE y 34 de la Ley Marco
de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez” (LMAD), ante las supuestas irregularidades
emergentes del proceso de contratación y consiguiente resolución de contrato, el citado Órgano
Legislativo Municipal requirió a la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE), informes y documentos, que a
la fecha están siendo valorados para fines de asumir las acciones que correspondan; y, iii) Por los
antecedentes expuestos concluyó que dentro del proceso de contratación y adquisición de la Planta
de Asfalto y Equipo Complementario para el señalado Gobierno Municipal, se han identificado indicios
de irregularidades, que deben ser investigados mediante las instancias legales pertinentes.
I.2.4. Intervención de las entidades estatales
La representante de la Procuraduría General del Estado, en audiencia se adhirió a los fundamentos
expuestos por la autoridad demandada y el Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo,
puntualizando que se tiene la resolución del recurso de revocatoria que habría sido notificada al
accionante y se verificó que este no habría agotado el procedimiento administrativo; por lo que,
eventualmente corresponde ir a la vía jurisdiccional, en caso de considerar que se le vulneró aspectos
contenidos en la relación contractual.
El representante de la Contraloría General del Estado, el delegado del Viceministerio de Transparencia
y Lucha contra la Corrupción y el comisionado del Ministerio Público, no asistieron a la audiencia de
consideración ni remitieron escrito alguno pese a su notificación cursante a fs. 407 y 408.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución AAC-0030/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 1235 a 1240 vta., declaró
“improcedente” la acción de amparo constitucional; en consecuencia, denegó la tutela solicitada,
en base a los siguientes fundamentos: a) El contrato de 19 de diciembre de 2018, en su Cláusula
Décima Novena establece taxativamente que concluirá por una de las siguientes causales; punto 19.1
por su incumplimiento, que es la forma ordinaria de conclusión, caso en el que tanto la entidad como
el proveedor darán por terminado el mismo; en similar sentido, cuando ambas partes hayan dado
cumplimiento a todas las condiciones y estipulaciones contenidas en el referido documento, aspecto
que se hará constar en el certificado de cumplimiento de contrato emitido por la entidad; es decir,
este no finaliza con el acta de recepción definitiva, sino con la extensión del mencionado certificado,
el cual no fue presentado por ninguna de las partes; b) De las literales acompañadas por la autoridad
demandada, se advirtió que una vez interpuesto el recurso de revocatoria, el Alcalde de ese entonces,
es decir, el ahora demandado, pronunció la Resolución de Recurso de Revocatoria que resolvió el
mismo el 20 de marzo de 2019, la cual está respaldada con el Acta Notarial de verificación realizado
por la Notaria de Fe Pública, Magaly Ceballos Nogales a horas 15:00 del 21 del precitado mes y año;
c) Cumplido el plazo para que el impetrante de tutela interponga recurso jerárquico, ante la
inexistencia de este, se emitió la Resolución de Ejecutoria respectiva el 5 de abril de 2019, notificada
también por Secretaria del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo y verificada por la referida
Notaria el 8 del indicado mes y año a horas 15:00; y, d) En cumplimiento al procedimiento se expidió
la Carta CITE.EXT. ARMG 414/2019 de 23 del señalado mes, comunicándole la Resolución de
Contrato, la que fue notificada en la misma fecha y bajo la referida modalidad; por lo que, tomando
en cuenta que no se tiene ningún cuestionamiento conforme al ordenamiento jurídico ordinario en
relación a la resolución de contrato y no haber agotado la vía administrativa, corresponde declarar
“improcedente” la acción de amparo constitucional y denegar la tutela solicitada por subsidiariedad,
no ingresándose al análisis de fondo de la problemática planteada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1. Cursa Contrato SZP 014/2018 de 19 de diciembre, suscrito entre Zacarías Jayta Berrios, Alcalde
Suplente del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo y Zlatko Vezjak, representante de la
empresa Vezla Import Export Representaciones S.R.L., para la adquisición de una Planta de Asfalto
y Equipo Complementario para dicha entidad edil, con un plazo de entrega de quince días calendario
a partir del día siguiente a la firma del contrato (fs. 435 a 440 vta.).
II.2. Consta acta de recepción definitiva de 28 de diciembre de 2018, de “AQUISICIÓN DE LA PLANTA
DE ASFALTO Y EQUIPO COMPLEMENTARIO PARA EL G.A.M.Q.” (sic), en la que la comisión
responsable de recibirla hizo constar que verificaron los equipos y sus componentes, y que los mismos
cumplían los términos de referencia y del DBC (fs. 452 vta. a 453).
II.3. Por Carta CITE.EXT. ARMG 195/2019 de 28 de febrero, Antonio Remigio Montaño Gonzáles,
Alcalde Suplente del referido Gobierno Municipal y otros, comunicaron a través de Carta Notariada
32/2019 el 7 de marzo a la empresa Vezla Import Export Representaciones S.R.L., la intención de
resolución de contrato (fs. 169 y vta.).
II.4. Mediante memorial presentado el 13 de marzo de igual año, Zlatko Vezjak, representante de la
empresa Vezla Import Export Representaciones S.R.L. interpuso recurso de revocatoria contra la
Carta Notariada de intención de resolución de contrato (fs. 579 a 583 vta.).
II.5. A través de la Resolución del Recurso de Revocatoria de 20 del referido mes y año, el Alcalde
Suplente del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, declaró la improcedencia del mismo,
manteniendo firme la Carta Notariada de intención de resolución de contrato (fs. 569 a 578).
II.6. Se tiene Acta de Verificación de Notificación en Tablero, señalando que en los ambientes de
dicho Gobierno Municipal a horas 15:00 del 21 de marzo de 2019, Magaly Zeballos Nogales, Notaria
de Fe Pública 4 de Quillacollo, se constituyó en esas dependencias a objeto de verificar que en la
puerta de ingreso a la Dirección Jurídica se encontraba un tablero con varias notificaciones en orden
cronológico, entre estas una a nombre de Vezla Import Export Representaciones S.R.L. con la
Resolución precitada, notificada el mismo día (fs. 568).
II.7. Cursa Resolución de Ejecutoria de 5 de abril de 2019 de la Resolución de Recurso de Revocatoria
de 20 de marzo de igual año, por no haber interpuesto dicha empresa recurso alguno contra la misma
(fs. 567).
II.8. Consta Acta de Verificación de Notificación en Tablero, refiriendo que en los ambientes del
indicado Gobierno Municipal a horas 15:00 del 8 de abril de 2019, Magaly Zeballos Nogales, Notaria
instancia de control judicial a la fase administrativa, y a diferencia del proceso contencioso, contra la
resolución que resuelva el proceso contencioso administrativo, no procede recurso ulterior y debe
ser sustanciado de puro derecho, ya que se observará si efectivamente se restringió o limitó un
derecho privado en la tramitación de los recursos legales interpuestos en sede administrativa
establecidos en la Ley 2341; lo que significa que, una vez agotados los recursos de impugnación y
cuando así corresponda, el particular puede iniciar el citado proceso contencioso administrativo ante
la autoridad jurisdiccional, si considera que sus intereses legítimos o derechos subjetivos fueron
lesionados o perjudicados a causa de una determinación del Estado o cuando exista oposición entre
el interés público y privado» (las negrillas corresponden al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
De autos se advierte que la parte impetrante de tutela a través de su representante, denuncia la
vulneración de sus derechos a la petición, al debido proceso en sus elementos de motivación y
congruencia, a la defensa, a la propiedad privada, al trabajo y a la actividad empresarial; toda vez
que, se adjudicó mediante licitación pública nacional, la Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo
Complementario para el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo por Bs11 695 000.-, teniendo
un plazo de quince días para la entrega, el mismo que cumplió dentro del término señalado; por lo
que, suscribió el acta de recepción definitiva con la comisión de recepción compuesta por varios
funcionarios públicos pertenecientes a dicha institución edil, quienes dieron su conformidad; en ese
entendido, facturaron por el monto mencionado y pagaron el IVA e IT; sin embargo, posteriormente
fue notificado con Carta Notariada 32/2019 de 7 de marzo, con el CITE.EXT. ARMG 195/2019 de 28
de febrero, comunicándole la intención de resolución de contrato, contra la cual el 13 de marzo del
mismo año, interpuso recurso de revocatoria, que no fue respondido y el 23 de abril del citado año,
le notificaron con el CITE.EXT. ARMG 414/2019 de la misma fecha, igualmente mediante Carta
Notariada 58/2019, informándole la resolución del contrato y consiguientemente, la ejecución de las
boletas de garantía de cumplimiento de contrato y buen funcionamiento de la maquinaria, hecho que
consideró lesivo de los derechos alegados.
Previo a ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, corresponde señalar que el marco
legal que rigió el proceso de contratación para la Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo
Complementario para dicho Gobierno Municipal, fueron las normas y regulaciones de contratación
establecidas en el Decreto Supremo 0181 de las Normas Básicas del Sistema de Administración de
Bienes y Servicios (NB-SABS), sus modificaciones y el DBC, en la modalidad de Licitación Pública
Nacional, donde se establecieron las causales de resolución, así como las reglas aplicables al mismo;
cuyo análisis, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional,
le corresponde a la vía jurisdiccional a través del proceso contencioso, disciplinado por los arts. 775
y 777 del Código de Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg), vigentes por mandato de la Disposición
Final Tercera del Código Procesal Civil (CPC) y cuya aplicabilidad fue expresamente prevista por la
Ley 620 de 29 de diciembre de 2014, que en su art. 4, dispone que se aplicarán los arts. 775 al 781
de la citada norma adjetiva civil abrogada, hasta que sean regulados por ley, como jurisdicción
especializada, conforme establece la Disposición Final Tercera de la mencionada norma.
En el presente caso, la parte accionante después de adjudicarse por licitación pública nacional, la
Provisión de la Planta de Asfalto y Equipo Complementario para el señalado Gobierno Municipal,
suscribió el Contrato SZP 014/2018 de 19 de diciembre con el Alcalde Suplente de dicha institución
edil, Zacarías Jayta Berrios, el mismo que en su Cláusula Cuarta refiere que el proveedor -empresa
Vezla Import Export Representaciones S.R.L.- entregará los bienes en el plazo de quince días
calendario a partir del día siguiente de la firma del contrato, lapso de tiempo que el impetrante de
tutela señaló que cumplió, conforme se tiene establecido en el acta de recepción definitiva de 28 de
igual mes y año (Conclusión II.1), en el que la comisión de recepción hizo constar su conformidad,
señalando que la planta procesadora de asfalto cumplía con los términos de referencia del DBC y
recomendó el pago del precio acordado.
Sin embargo, posteriormente, fue notificado por Carta Notariada 32/2019 el CITE.EXT. ARMG
195/2019 de intención de resolución de contrato, suscrita por el Alcalde demandado, Antonio Remigio
Montaño Gonzáles y otros funcionarios aduciendo como causal, la verificación que realizaron en el
lugar constatando que dicha planta no se encontraba en funcionamiento; toda vez que, aún
continuaban ensamblando y no hubo pruebas de campo; consiguientemente, la realidad no era
acorde al acta de recepción; por lo que, el impetrante de tutela el 13 de marzo del mismo año,
planteó recurso de revocatoria contra la citada Carta, el mismo que según lo manifestado por la
referida autoridad y los documentos adjuntos en audiencia, hubiese sido resuelto el 20 de igual mes
y año, declarando su improcedencia, con el cual notificaron a la parte accionante en tablero de la
Dirección Jurídica de la señalada entidad edil el 21 del referido mes y año, hecho verificado por la
Notaria de Fe Pública 4 de la indicada localidad, Magaly Zeballos Nogales.
De acuerdo al informe de la autoridad demandada, al no haber presentado el impetrante de tutela
ningún otro recurso contra el mencionado actuado, declaró la ejecutoria de la Resolución de Recurso
de Revocatoria el 5 de abril del mismo año, actuado con el que se notificó al peticionante de tutela
en el tablero de la Dirección Jurídica de la referida entidad edil, el 8 de abril del mismo año, conforme
consta en el Acta de Verificación de Notificación en Tablero elaborada por la mencionada Notaria; en
ese entendido, el 23 del indicado mes y año, el Alcalde demandado por Carta Notariada 58/2019
comunicó con el CITE.EXT. ARMG 414/2019 a la empresa Vezla Import Export Representaciones
S.R.L. la resolución del contrato; consiguientemente, la ejecución de las boletas de garantía de
cumplimiento de contrato y de buen funcionamiento de la maquinaria.
Respecto a lo precedentemente señalado, la jurisprudencia constitucional estableció que a esta
jurisdicción constitucional, no le compete resolver controversias emergentes de la resolución de
contratos, puesto que para ello se encuentra expedita la jurisdicción ordinaria. En ese entendido, la
SCP 1486/2013 de 22 de agosto, indicó que: “…los conflictos suscitados durante la ejecución de un
contrato o la denuncia sobre resolución del mismo sin que aparentemente existan motivos para tal
decisión; no pueden ser analizados a través de la presente acción de amparo constitucional, sino a
través del proceso contencioso (…), o en su caso, a través de la vía que se hubiere acordado en el
contrato; no pudiendo ninguna de las partes prescindir de la utilización de este medio para la solución
de sus conflictos, tratando de activar directamente la jurisdicción constitucional para definir alguna
cuestión referida a la interpretación, los términos y condiciones estipulados en el contrato, como los
conflictos que deriven de él…” . De igual manera la SCP 0221/2016-S3 de 19 de febrero, en un caso
similar al presente concluyó que: “…no es posible considerar a través de la presente acción de defensa
si la determinación de resolver el contrato se encontraba lo suficientemente fundamentada o no y en
el mismo orden, si respondió o no a la nota de justificación presentada el 21 de octubre de 2015 por
la parte accionante, es decir, que las causales que determinaron resolución del contrato, así como el
hecho de que el Ministerio demandado al haber respondido (con la nota de resolución de contrato)
a la carta de respuesta a la intención de resolución de contrato de 21 de octubre de 2015 incurrió en
alguna omisión, constituyen hechos que no corresponden sean dilucidados por este Tribunal, pues
los mismos deben ser resueltos en la jurisdicción ordinaria… ”; razonamientos jurisprudenciales que
deben ser observados dada su vinculatoriedad al caso concreto.
En ese entendido, en la problemática en análisis, el procedimiento llevado a cabo no fue el correcto;
habida cuenta que, para aquellos contratos administrativos bajo el régimen de las NB-SABS no se
admiten los recursos de revocatoria y jerárquico; puesto que, los conflictos suscitados en estos,
deben ser resueltos conforme a la referida norma y lo dispuesto en el contrato que establece el
procedimiento de resolución del mismo, en caso de existir controversia deben recurrir a la Sala
Contenciosa y Contenciosa Administrativa como parte de la estructura de los Tribunales
Departamentales de Justicia, instancia que goza de la atribución de conocer y resolver las causas
contenciosas que resultaren de los contratos, negociaciones o concesiones de las instituciones
públicas o privadas que cumplan roles de administración estatal a nivel departamental.
De lo referido, se puede advertir que al estar relacionada la problemática expuesta con el tratamiento
normativo de los contratos administrativos y las emergencias que puedan surgir durante la ejecución
de los mismos, así como las causas que determinen su resolución, tales acontecimientos deben ser
resueltos a través del proceso contencioso o el modo alternativo de solución de controversias pactado
en los contratos, no pudiendo activarse la acción de amparo constitucional para dicho análisis al no
ser la vía idónea, en virtud a lo cual las partes deberán acudir al citado mecanismo de defensa creado
para dichos conflictos, conforme prevén las normas legales para el efecto y lo establecido en la
jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional; en
consecuencia, corresponde denegar la protección solicitada, sin ingresar al análisis de fondo de la
problemática planteada.
En ese sentido, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos obró en forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AAC-0030/2019 de
13 de junio, cursante de fs. 1235 a 1240 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela
solicitada, en base a los fundamentos expuestos.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo dejar sin efecto todo lo obrado hasta el Auto de Vista
294/2018 y se emita uno nuevo en estricto cumplimiento a las normas, principios y valores que se
exponen en la presente acción de defensa.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 21 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 137 a
139, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los peticionantes de tutela a través de su abogado ratificaron in extenso los fundamentos expuestos
en la demanda de acción de amparo constitucional presentada y acotaron: a) Los Vocales
demandados no explican cómo una petición de fotocopias tiene como finalidad el avance del proceso,
ni siquiera coincide la doctrina que ellos mismos desarrollaron con el memorial que invocan, no
explican cómo dicho escrito interrumpe el plazo del cómputo de la extinción de la acción; b) Fundaron
su decisión en el art. 247 del CPC, que tiene como finalidad el descongestionamiento judicial, como
una política del Órgano Judicial con referencia a los procesos abandonados; c) Se vulneró el principio
histórico de interpretación de la legalidad ordinaria, porque a diferencia del Código de Procedimiento
Civil abrogado, en el cual estaba vigente la perención de instancia con efectos similares a los del
Código Procesal Civil, adopta una nueva figura que es la extinción aplicable no solamente a los
procesos ordinarios, sino a todo tipo de estos, porque la finalidad de la norma era, precisamente
descongestionar; todos estos elementos no fueron tomados en cuenta por la autoridades de alzada;
y, d) Se lesionó el debido proceso en su elemento de legalidad, al existir normas expresas que regulan
la extinción de la acción, los presupuestos condicionantes para la viabilidad de esta y que fueron
admitidos por los propios Vocales hoy demandados.
I.2.2. Informe de los demandados
Ernesto Macuchapi Laguna, Vocal de la Sala Civil Quinta del Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz, mediante informe escrito presentado el 14 de mayo de 2019, cursante de fs. 116 a 117 vta.,
manifestó: 1) No explica concretamente la parte demandada -ahora accionantes- de qué manera el
Auto de Vista 294/2018 emitido por el Tribunal de apelación incumplió con la motivación; pues, se
plasma una debida fundamentación y motivación, las mismas que no siempre pueden ser conforme
a los intereses de las partes, habiéndoselo redactado de forma objetiva y coherente; realizando un
análisis sistemático de todo lo fundado, siendo que este fue de acuerdo a los antecedentes; 2) No
debe perderse de vista la prevalencia del derecho material sobre el formal que tiene su base en el
principio pro actione, que tiene origen en el art. 29 de la CADH, “…y se configura como un criterio
directriz inserto en el bloque de Constitucionalidad boliviano…” (sic); postulando “…la prevalencia de
la justicia de la verdad material y la flexibilización de ritualismos procesales, extremos para su real
consolidación…” (sic); y, 3) Mediante la presente acción no es posible dilucidar actos controvertidos
ni reconocer derechos, únicamente protegerlos, pues le corresponde a la jurisdicción ordinaria o
administrativa dicha tarea; siendo la función específica del Tribunal Constitucional Plurinacional
verificar la existencia del acto ilegal o la omisión indebida y si esta se constituye en una amenaza,
restricción o supresión a derechos fundamentales (SSCC 0680/2006-R de 17 de julio, y 1370/2002-R
de 11 de noviembre); extremos que deben ser tomados en cuenta por los Vocales constitucionales a
momento de resolver la presente acción tutelar. Por lo que solicitó se deniegue la tutela impetrada.
Jacqueline Cecil