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Tomo Iii

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GACETA
CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL

VERSIÓN DIGITAL
CUARTO TRIMESTRE
2019

TOMO III
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GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL


VERSIÓN DIGITAL
CUARTO TRIMESTRE
GESTIÓN 2019

TOMO III

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL


Gaceta Constitucional Plurinacional

MSc. Paul Enrique Franco Zamora


PRESIDENTE
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL

EDICIÓN Y PUBLICACIÓN INSTITUCIONAL


Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia
Secretaria General

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Unidad de Comunicación y Protocolo

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL


Dirección: Avenida del Maestro N° 300
Teléfono: (591-4) 6440455
Fax: (591-4) 6421871
Email: tcp@tcpbolivia.bo
Página web: www.tcpbolivia.bo
Sucre – Bolivia

DERECHOS RESERVADOS
Se permite la producción total o parcial de este documento siempre y cuando se solicite
autorización y se ponga el nombre del editor como fuente.
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PRESENTACIÓN

MSc. Paul Enrique Franco Zamora


PRESIDENTE
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL DE BOLIVIA

La labor desempeñada por la jurisdicción constitucional está supeditada a la


proyección y dictado de Resoluciones Constitucionales Plurinacionales (RRCCPP);
dentro del ámbito de atribuciones establecidas por la Constitución Política del Estado
(CPE), el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia cumple sus
actividades con eficacia y eficiencia hacia la población, en la medida en que las
Sentencias Constitucionales Plurinacionales (SSCCPP) alcancen mayores escenarios
de difusión, pues -si bien se cuenta con un registro o publicidad oportuna de las
referidas resoluciones- es sustentada la necesidad de sistematizar un documento de
divulgación entre el foro académico, judicial y litigante, asentados en territorio
nacional.

Con los antecedentes expuestos, el TCP, en su calidad de máximo defensor de la


voluntad del constituyente expresada en la norma suprema, reafirma su compromiso
jurisdiccional y prontuario interés de consolidar una nueva imagen de la justicia
presentando la GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL – CUARTO
TRIMESTRE 2019, una herramienta de consulta altamente provechosa en quienes
buscan actualizar sus conocimientos en materia tutelar, normativa y competencial;
de la misma forma, representa una contribución académica que favorece la
socialización de la línea jurisprudencial constitucional, por cuanto, la comunidad
jurídica debe encaminarse en senderos de una cultura constante de aprendizaje y
nueva ilustración, a través de la divulgación del contenido integral de las SSCCPP.

En definitiva, el presente documento disgrega la interpretación y razonamiento


jurídico, efectuado por la magistratura constitucional boliviana, componente laboral

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que otorga una solución equilibrada a los problemas de la ciudadanía; ergo, la


interposición de acciones conlleva –igualmente- a una minuciosa recopilación de
SSCCPP y que detallen los métodos empleados en la oportuna protección de
derechos fundamentales y tutela de garantías jurisdiccionales. Los criterios
dilucidados en las RCP expresan un profundo análisis de casos concretos y sustentan
un estudio pormenorizado de los institutos jurídicos de diferentes disciplinas conexas
al Derecho Constitucional y Procesal, pudiendo la GACETA CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL – CUARTO TRIMESTRE 2019 emplearse también con fines
pedagógicos, que afiancen la construcción teórica de posibles aportes literarios de
la rama judicial y acompañados de un detalle pormenorizado de SSCCPP, cuyo
contenido refleje el rol protagónico del TCP en la administración de justicia boliviana.

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SALA TERCERA
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL
CUARTO TRIMESTRE
GESTIÓN 2019

MSc. Brígida Celia VARGAS


BARAÑADO
Magistrada
La Paz

Paul Enrique FRANCO ZAMORA


Magistrado
Chuquisaca

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SALA PLENA
MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
PLURINACIONAL DE BOLIVIA

De izquierda a derecha: Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano, MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano, MSc. Karem
Lorena Gallardo Sejas, MSc. Georgina Amusquivar Moller, MSc. Paul Enrique Franco Zamora, MSc. Brígida Celia
Vargas Barañado, MSc. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo, Dr. Petronilo Flores Condori y René Yván Espada Navía.

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GUÍA DE USO DEL COMPENDIO DE LA GACETA CONSTITUCIONAL


JUSTICIA CONSTITUCIONAL PLURAL
VINCULADA A LA JURISDICCIÓN ORDINARIA – AGROAMBIENTAL E
INDÍGENA ORIGINARIA CAMPESINA

El uso y manejo de la Gaceta Constitucional del cuarto trimestre (octubre a diciembre) de


la gestión 2019, es práctica y de fácil manejo, ya que la misma está grabada en una memoria
USB y contiene una (1) carpeta con los cinco (5) tomos de la Gaceta Constitucional, presenta
además índice general, los cuales contienen enlaces a través de hipervínculos. Una vez
ingresando al PDF de cualquiera de los tomos y al índice correspondiente se hace clic en el
número de sentencia constitucional, y esta llevará al contenido de la Sentencia seleccionada.
Ahora para retornar a la página general, nos vamos al icono “volver al índice” que se
encuentra en la parte superior izquierda de cada Sentencia, haciendo clic a dicho icono se
retornara al índice mencionado.

I. RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES EMITIDAS POR LAS SALAS:


PRIMERA, SEGUNDA, TERCERA, CUARTA ESPECIALIZADA Y SALA PLENA

I.1. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR

I.1.1. Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Revisión de


Acciones de Defensa

a. Acción de Libertad
b. Acción de Amparo Constitucional
c. Acción de Cumplimiento
d. Acción Popular
e. Acción de Protección de Privacidad

I.2. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO PREVIO Y


POSTERIOR

I.2.1. CONTROL PREVIO

I.2.1.1. Declaraciones Constitucionales Pronunciadas en


Diversas Consultas

1. Consultas de Proyectos de Ley


2. Consultas sobre Tratados Internacionales
3. Consultas de Proyectos de Estatutos Autonómicos
4. Consultas de Proyectos de Cartas Orgánicas
5. Consultas de Preguntas de Referendos
6. Consultas de Autoridades Indígenas Originario Campesinos
sobre la aplicación de sus normas jurídicas a un caso concreto

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I.2.2. CONTROL POSTERIOR

I.2.2.1. Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Acciones


de Inconstitucionalidad

i. Acción de Inconstitucionalidad Abstracta


ii. Acción de Inconstitucionalidad Concreta

I.2.2.2. Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Otros


Recursos

a. Recurso contra Tributos, Tasas, Patentes, Derechos o


Contribuciones Especiales
b. Recurso contra Resoluciones del Órgano Legislativo Plurinacional

I.3. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL

I.3.1. Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Acciones de


Conflicto de Competencias

1. Conflicto de Competencias entre Órganos del Poder Público


2. Conflicto de Competencias entre el Nivel Central del Estado y las
Entidades Territoriales Autónomas
3. Conflicto de Competencias entre la Jurisdicción Indígena Originario
Campesino, la Jurisdicción Ordinaria y la Jurisdicción Agroambiental

I.3.2. Sentencias Constitucionales Pronunciadas en Recursos


Directos de Nulidad

i. Recurso Directo de Nulidad

I.4. AUTOS CONSTITUCIONALES EMITIDOS POR LA COMISIÓN DE


ADMISIÓN

I.4.1. Acción de Amparo Constitucional


I.4.2. Acción de Cumplimiento
I.4.3. Acción de Inconstitucionalidad Abstracta
I.4.4. Acción de Inconstitucionalidad Concreta
I.4.5. Acción Popular
I.4.6 Conflicto de Competencias Jurisdiccionales
I.4.7. Control Previo de Constitucionalidad de Proyectos de Estatutos
Autonómicos o Cartas Orgánicas de Entidades Territoriales

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Autónomas
I.4.8. Control sobre la Constitucionalidad de Proyecto de Ley
1.4.9 Recurso Directo de Nulidad

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GUÍA DE ABREVIATURAS Y SIGLAS

I. Textos legales

CC Código Civil
Ccom Código de Comercio
CFPF Código de las Familias y del Proceso Familiar
CNNA Código Niña Niño y Adolescente
CP Código Penal
CPC Código Procesal Civil
CPCo Código Procesal Constitucional
CPE Constitución Política del Estado
CPP Código de Procedimiento Penal
CPT Código Procesal del Trabajo
CTB Código Tributario Boliviano
EFP Estatuto del Funcionario Público
LTTSJTACMyTCP Ley de Transición para el Tribunal Supremo de
Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la
Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional
LDyESPP Ley de descongestionamiento y Efectivización del
Sistema Procesal Penal
LAC Ley de Arbitraje y Conciliación
LACG o SAFCO Ley de Administración y Control Gubernamentales
LAPCAF Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia
Familiar
LEA Ley del Ejercicio de la Abogacía
LCA Ley de Conciliación y Arbitraje
LCJ Ley del Consejo de la Judicatura
LED Ley de la Educación “Avelino Siñani - Elizardo Pérez”
LEPS Ley de Ejecución Penal y Supervisión
LF Ley Forestal
LGA Ley General de Aduanas
LGAM Ley de Gobiernos Autónomos Municipales
LGPD Ley General para Personas con Discapacidad
LGT Ley General del Trabajo
LMAD Ley Marco de Autonomías y Descentralización
LOEP Ley del Órgano Electoral Plurinacional
LOJ Ley del Órgano Judicial
LOPN Ley Orgánica de la Policía Nacional
LPA Ley del Procedimiento Administrativo
LPD Ley de la Persona con Discapacidad
LRDPN Ley del Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana

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LRT Ley de Reforma Tributaria.


LSIRESE Ley del Sistema de Regulación Sectorial
LSNRA Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria
LTCP Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional

II. Otras disposiciones normativas

AC Auto Constitucional
AACC Autos Constitucionales
DL Decreto Ley
DS Decreto Supremo
DDSS Decretos Supremos
DUDH Declaración Universal de Derechos Humanos
LM Ley Municipal
GC Gaceta Constitucional
NBSAP Normas Básicas del Sistema de Administración de Personal
NBSABS Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y
Servicios
OM Ordenanza Municipal
OOMM Ordenanzas Municipales
PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
PIDESC Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
RS Resolución Suprema
RRSS Resoluciones Supremas
RA Resolución Administrativa
RRAA Resoluciones Administrativas
RM Resolución Ministerial
RRMM Resoluciones Ministeriales
RDSPN Reglamento de Disciplina y Sanciones de la Policía Nacional
RGCS Reglamento General de Cámara de Senadores
RM Resolución Ministerial
RPC Reglamento de Procedimientos Constitucionales
RR Resolución Rectoral
RRCSA Reglamento del Registro de Comercio y Sociedades por Acciones
RTA Resolución Técnica Administrativa
SC Sentencia Constitucional
SSCCPP Sentencias Constitucionales Plurinacionales
SENASIR Servicio Nacional del Sistema de Reparto
SENAPE Servicio Nacional de Patrimonio del Estado
SENASAG Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria
SIFDE Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático
SIN Servicio de Impuestos Nacionales

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SICOES Sistema de Contrataciones Estatales


SREF Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras
RAR Resolución Administrativa Regulatoria
UMRPSFXCH Universidad Mayor Real Póntificia de San Francisco Xavier de
Chuquisaca
YPFB Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos

III. Instituciones que admiten siglas universalmente

CAN Comunidad Andina de Naciones


CorteIDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
OEA Organización de Estados Americanos
OIT Organización Internacional del Trabajo
ONU Organización de las Naciones Unidas
UNASUR Unión de Naciones Suramericanas

IV. Abreviaturas más usuales

aptdo. apartado
art. artículo
av. avenida
c. calle
cap. capital
c.i. cédula de identidad
exp. orig. expediente original
fs. fojas
h hora(s)
ha hectárea(s)
hno. hermano
inc. inciso
m metro(s)
MAE Máxima Autoridad Ejecutiva
ob. cit. obra citada
pág. página
parg. parágrafo
párr. párrafo
pp. páginas
prov. provincia
Rep. República
s/n sin número
s/f sin fecha
Soc. Sociedad

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Sr. Señor
ss. siguientes
vda. viuda
vta. vuelta

SIGLAS EN LOS CÓDIGOS DE ACCIONES, CONSULTAS Y RECURSOS


CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD TUTELAR
TIPO DE ACCIÓN

AAC Acción de Amparo Constitucional


AL Acción de Libertad
ACU Acción de Cumplimiento
APP Acción de Protección de Privacidad
AP Acción Popular

CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD NORMATIVO PREVIO Y


POSTERIOR
CONTROL NORMATIVO PREVIO
TIPO DE CONSULTA

CPL Consultas sobre la Constitucionalidad de Proyectos de Ley


CPR Consultas sobre la Constitucionalidad de Preguntas de Referendos
CTI Consultas sobre la Constitucionalidad de Tratados Internacionales
CEA Control previo sobre de Constitucionalidad de Proyectos de Estatutos y
Cartas Organicas de Entidades Territoriales Autonomas
CAI Consulta de Autoridades Indígenas Originarias Campesinas sobre la
Aplicación de sus Normas Jurídicas a un Caso Concreto

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CONTROL NORMATIVO POSTERIOR


TIPO DE ACCIÓN O RECURSO
AIC Acción de Inconstitucionalidad Concreta
AIA Acción de Inconstitucionalidad Abstracta
RTG Recursos contra Tributos en General
RRL Recursos contra Resoluciones del Órgano Legislativo

CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD COMPETENCIAL


TIPO DE ACCIÓN

CCJ Conflicto de Competencias Jurisdiccional


COP Conflicto de Competencias entre Órganos del Poder Público
CET Conflicto de Competencias entre el Nivel Central del Estado, las
Entidades Territoriales y entre Éstas.
RDN Recurso Directo de Nulidad

OTROS CÓDIGOS UTILIZADOS EN CAUSAS PENDIENTES

RAC Revisión de Amparo Constitucional


RII Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad
RDI Recurso Directo o Abstracto de Inconstitucionalidad

CÓDIGOS EMPLEADOS EN AUTOS CONSTITUCIONALES

ECA Enmienda, Complementación y Aclaración


CDP Calificación de Daños y Perjuicios
O Otros Autos
VD Voto Disidente
VA Voto Aclaratorio

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ÍNDICE GENERAL
SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PLURINACIONALES

SALA TERCERA
CUARTO TRIMESTRE
(Octubre – diciembre de 2019)

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SALA TERCERA
SENTENCIAS CONSTITUCIONALES PLURINACIONALES
(Octubre a diciembre de 2019)
Sentencia Expediente Sentencia Expediente Sentencia Expediente
0635/2019-S3 28925-2019-58-ACU 0680/2019-S3 29121-2019-59-AAC 0725/2019-S3 29879-2019-60-AL
0636/2019-S3 28883-2019-58-AAC 0681/2019-S3 29122-2019-59-AAC 0726/2019-S3 29883-2019-60-AL
0637/2019-S3 28886-2019-58-AAC 0682/2019-S3 29152-2019-59-AAC 0727/2019-S3 29900-2019-60-AL
0638/2019-S3 28894-2019-58-AAC 0683/2019-S3 29154-2019-59-AAC 0728/2019-S3 29901-2019-60-AL
0639/2019-S3 28896-2019-58-AAC 0684/2019-S3 29157-2019-59-AP 0729/2019-S3 25209-2018-51-AAC
0640/2019-S3 28910-2019-58-AAC 0685/2019-S3 29625-2019-60-AL 0730/2019-S3 27188-2019-55-AAC
0641/2019-S3 29569-2019-60-AL 0686/2019-S3 29644-2019-60-AL 0731/2019-S3 29357-2019-59-AAC
0642/2019-S3 29036-2019-59-AAC 0687/2019-S3 29646-2019-60-AL 0732/2019-S3 29359-2019-59-AAC
0643/2019-S3 28937-2019-58-AAC 0688/2019-S3 29765-2019-60-AL 0733/2019-S3 29363-2019-59-AAC
0644/2019-S3 28940-2019-58-AAC 0689/2019-S3 29653-2019-60-AL 0734/2019-S3 27401-2019-55-AL
0645/2019-S3 28951-2019-58-AAC 0690/2019-S3 29654-2019-60-AL 0735/2019-S3 29414-2019-59-AAC
0646/2019-S3 28959-2019-58-AAC 0691/2019-S3 29660-2019-60-AL 0736/2019-S3 29428-2019-59-AAC
0647/2019-S3 28961-2019-58-AAC 0692/2019-S3 29692-2019-60-AL 0737/2019-S3 29443-2019-59-AAC
0648/2019-S3 28985-2019-58-AAC 0693/2019-S3 29706-2019-60-AL 0738/2019-S3 29444-2019-59-AAC
0649/2019-S3 29010-2019-59-AAC 0694/2019-S3 29711-2019-60-AL 0740/2019-S3 29460-2019-59-AAC
0650/2019-S3 29014-2019-59-AAC 0695/2019-S3 29713-2019-60-AL 0741/2019-S3 29481-2019-59-AAC
0651/2019-S3 29015-2019-59-AAC 0696/2019-S3 29740-2019-60-AL 0742/2019-S3 29497-2019-59-AAC
0652/2019-S3 29018-2019-59-AAC 0697/2019-S3 29743-2019-60-AL 0743/2019-S3 29636-2019-60-AAC
0653/2019-S3 29525-2019-60-AL 0698/2019-S3 29411-2019-59-AAC 0744/2019-S3 29919-2019-60-AL
0654/2019-S3 29529-2019-60-AL 0699/2019-S3 29180-2019-59-AAC 0745/2019-S3 29968-2019-60-AL
0655/2019-S3 29533-2019-60-AL 0700/2019-S3 29183-2019-59-AAC 0746/2019-S3 29964-2019-60-AL
0656/2019-S3 29535-2019-60-AL 0701/2019-S3 29184-2019-59-AAC 0747/2019-S3 29991-2019-60-AL
0657/2019-S3 29536-2019-60-AL 0702/2019-S3 29223-2019-59-AAC 0748/2019-S3 29974-2019-60-AL
0658/2019-S3 29556-2019-60-AL 0703/2019-S3 29227-2019-59-AAC 0749/2019-S3 29976-2019-60-AL
0659/2019-S3 29648-2019-60-AL 0704/2019-S3 29238-2019-59-AAC 0750/2019-S3 29984-2019-60-AL
0660/2019-S3 29573-2019-60-AL 0705/2019-S3 29248-2019-59-AAC 0751/2019-S3 29990-2019-60-AL
0661/2019-S3 29581-2019-60-AL 0706/2019-S3 29508-2019-60-AAC 0752/2019-S3 30006-2019-61-AL
0662/2019-S3 29590-2019-60-AL 0707/2019-S3 29259-2019-59-AAC 0753/2019-S3 30001-2019-61-AL
0663/2019-S3 29609-2019-60-AL 0708/2019-S3 29262-2019-59-AAC 0754/2019-S3 30004-2019-61-AL
0664/2019-S3 29613-2019-60-AL 0709/2019-S3 29274-2019-59-AAC 0755/2019-S3 30039-2019-61-AL
0665/2019-S3 29615-2019-60-AL 0710/2019-S3 29290-2019-59-ACU 0756/2019-S3 30007-2019-61-AL
0666/2019-S3 29617-2019-60-AL 0711/2019-S3 29295-2019-59-AAC 0757/2019-S3 30008-2019-61-AL
0667/2019-S3 26661-2018-54-AAC 0712/2019-S3 29303-2019-59-AAC 0758/2019-S3 30024-2019-61-AL
0668/2019-S3 27281-2019-55-AAC 0713/2019-S3 29311-2019-59-AAC 0759/2019-S3 30057-2019-61-AL
0669/2019-S3 29026-2019-59-AAC 0714/2019-S3 29253-2019-59-AAC 0760/2019-S3 30199-2019-61-AL
0670/2019-S3 29034-2019-59-AAC 0715/2019-S3 29770-2019-60-AL 0761/2019-S3 30064-2019-61-AL
0671/2019-S3 25902-2018-52-AAC 0716/2019-S3 29814-2019-60-AL 0762/2019-S3 30070-2019-61-AL
0672/2019-S3 29039-2019-59-AAC 0717/2019-S3 29816-2019-60-AL 0763/2019-S3 30079-2019-61-AL
0673/2019-S3 29042-2019-59-AAC 0718/2019-S3 29827-2019-60-AL 0764/2019-S3 30091-2019-61-AL
0674/2019-S3 29045-2019-59-AAC 0719/2019-S3 29842-2019-60-AL 0765/2019-S3 30105-2019-61-AL
0675/2019-S3 29060-2019-59-AAC 0720/2019-S3 29855-2019-60-AL 0766/2019-S3 30132-2019-61-AL
0676/2019-S3 29061-2019-59-AP 0721/2019-S3 29858-2019-60-AL 0767/2019-S3 30145-2019-61-AL
0677/2019-S3 29076-2019-59-AAC 0722/2019-S3 29859-2019-60-AL 0768/2019-S3 30158-2019-61-AL
0678/2019-S3 29078-2019-59-AAC 0723/2019-S3 29876-2019-60-AL 0769/2019-S3 30162-2019-61-AL
0679/2019-S3 29098-2019-59-AAC 0724/2019-S3 29878-2019-60-AL 0770/2019-S3 30163-2019-61-AL

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 14


Sentencia Expediente Sentencia Expediente Sentencia Expediente
0771/2019-S3 30164-2019-61-AL 0794/2019-S3 29668-2019-60-AAC 0816/2019-S3 29929-2019-60-AAC
0772/2019-S3 30173-2019-61-AL 0795/2019-S3 29699-2019-60-AAC 0817/2019-S3 29985-2019-60-AAC
0773/2019-S3 29634-2019-60-AAC 0796/2019-S3 29723-2019-60-AAC 0818/2019-S3 29943-2019-60-AAC
0774/2019-S3 30200-2019-61-AL 0797/2019-S3 29729-2019-60-AAC 0819/2019-S3 29955-2019-60-AAC
0775/2019-S3 30201-2019-61-AL 0798/2019-S3 29761-2019-60-AAC 0820/2019-S3 29993-2019-60-AAC
0776/2019-S3 24929-2018-50-AAC 0799/2019-S3 29775-2019-60-AAC 0821/2019-S3 27009-2018-55-AL
0777/2019-S3 26143-2018-53-AAC 0800/2019-S3 29788-2019-60-AAC 0822/2019-S3 27949-2019-56-AAC
0778/2019-S3 26979-2018-54-AAC 0801/2019-S3 29789-2019-60-AAC 0823/2019-S3 28082-2019-57-AAC
0779/2019-S3 27120-2019-55-AAC 0802/2019-S3 29794-2019-60-AAC 0824/2019-S3 27530-2019-56-AAC
0780/2019-S3 27926-2019-56-AAC 0803/2019-S3 29801-2019-60-AAC 0825/2019-S3 28335-2019-57-AL
0781/2019-S3 28077-2019-57-AAC 0804/2019-S3 29809-2019-60-AAC 0826/2019-S3 29745-2019-60-AL
0782/2019-S3 29539-2019-60-AAC 0805/2019-S3 29823-2019-60-AAC 0827/2019-S3 27643-2019-56-AAC
0783/2019-S3 29547-2019-60-AAC 0806/2019-S3 29812-2019-60-AAC 0828/2019-S3 28200-2019-57-AAC
0784/2019-S3 29560-2019-60-AAC 0807/2019-S3 29957-2019-60-AAC 0829/2019-S3 26870-2018-54-AAC
0785/2019-S3 29583-2019-60-AAC 0808/2019-S3 29830-2019-60-AAC 0830/2019-S3 27921-2019-56-AAC
0786/2019-S3 29596-2019-60-AAC 0809/2019-S3 29897-2019-60-AAC 0831/2019-S3 29228-2019-59-AL
0787/2019-S3 29606-2019-60-AAC 0810/2019-S3 29847-2019-60-AAC 0833/2019-S3 27543-2019-56-AL
0788/2019-S3 29624-2019-60-AAC 0811/2019-S3 29851-2019-60-AAC 0834/2019-S3 24288-2018-49-AAC
0789/2019-S3 29846-2019-60-AAC 0812/2019-S3 29882-2019-60-AAC 0835/2019-S3 29346-2019-59-AAC
0790/2019-S3 29810-2019-60-AAC 0813/2019-S3 29891-2019-60-AAC 0836/2019-S3 29746-2019-60-AL
0791/2019-S3 25169-2018-51-AAC 0814/2019-S3 29924-2019-60-AAC 0837/2019-S3 27764-2019-56-AAC
0792/2019-S3 27972-2019-56-AAC 0815/2019-S3 29909-2019-60-AAC 0838/2019-S3 29549-2019-60-AAC
0793/2019-S3 28329-2019-57-AAC

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 15


ÍNDICE POR ACCIONES CONSTITUCIONALES
ACCIÓN DE LIBERTAD
(Octubre a diciembre de 2019)
Sentencia Expediente Sentencia Expediente Sentencia Expediente
0641/2019-S3 29569-2019-60-AL 0697/2019-S3 29743-2019-60-AL 0755/2019-S3 30039-2019-61-AL
0653/2019-S3 29525-2019-60-AL 0715/2019-S3 29770-2019-60-AL 0756/2019-S3 30007-2019-61-AL
0654/2019-S3 29529-2019-60-AL 0716/2019-S3 29814-2019-60-AL 0757/2019-S3 30008-2019-61-AL
0655/2019-S3 29533-2019-60-AL 0717/2019-S3 29816-2019-60-AL 0758/2019-S3 30024-2019-61-AL
0656/2019-S3 29535-2019-60-AL 0718/2019-S3 29827-2019-60-AL 0759/2019-S3 30057-2019-61-AL
0657/2019-S3 29536-2019-60-AL 0719/2019-S3 29842-2019-60-AL 0760/2019-S3 30199-2019-61-AL
0658/2019-S3 29556-2019-60-AL 0720/2019-S3 29855-2019-60-AL 0761/2019-S3 30064-2019-61-AL
0659/2019-S3 29648-2019-60-AL 0721/2019-S3 29858-2019-60-AL 0762/2019-S3 30070-2019-61-AL
0660/2019-S3 29573-2019-60-AL 0722/2019-S3 29859-2019-60-AL 0763/2019-S3 30079-2019-61-AL
0661/2019-S3 29581-2019-60-AL 0723/2019-S3 29876-2019-60-AL 0764/2019-S3 30091-2019-61-AL
0662/2019-S3 29590-2019-60-AL 0724/2019-S3 29878-2019-60-AL 0765/2019-S3 30105-2019-61-AL
0663/2019-S3 29609-2019-60-AL 0725/2019-S3 29879-2019-60-AL 0766/2019-S3 30132-2019-61-AL
0664/2019-S3 29613-2019-60-AL 0726/2019-S3 29883-2019-60-AL 0767/2019-S3 30145-2019-61-AL
0665/2019-S3 29615-2019-60-AL 0727/2019-S3 29900-2019-60-AL 0768/2019-S3 30158-2019-61-AL
0666/2019-S3 29617-2019-60-AL 0728/2019-S3 29901-2019-60-AL 0769/2019-S3 30162-2019-61-AL
0685/2019-S3 29625-2019-60-AL 0734/2019-S3 27401-2019-55-AL 0770/2019-S3 30163-2019-61-AL
0686/2019-S3 29644-2019-60-AL 0744/2019-S3 29919-2019-60-AL 0771/2019-S3 30164-2019-61-AL
0687/2019-S3 29646-2019-60-AL 0745/2019-S3 29968-2019-60-AL 0772/2019-S3 30173-2019-61-AL
0688/2019-S3 29765-2019-60-AL 0746/2019-S3 29964-2019-60-AL 0774/2019-S3 30200-2019-61-AL
0689/2019-S3 29653-2019-60-AL 0747/2019-S3 29991-2019-60-AL 0775/2019-S3 30201-2019-61-AL
0690/2019-S3 29654-2019-60-AL 0748/2019-S3 29974-2019-60-AL 0821/2019-S3 27009-2018-55-AL
0691/2019-S3 29660-2019-60-AL 0749/2019-S3 29976-2019-60-AL 0825/2019-S3 28335-2019-57-AL
0692/2019-S3 29692-2019-60-AL 0750/2019-S3 29984-2019-60-AL 0826/2019-S3 29745-2019-60-AL
0693/2019-S3 29706-2019-60-AL 0751/2019-S3 29990-2019-60-AL 0831/2019-S3 29228-2019-59-AL
0694/2019-S3 29711-2019-60-AL 0752/2019-S3 30006-2019-61-AL 0833/2019-S3 27543-2019-56-AL
0695/2019-S3 29713-2019-60-AL 0753/2019-S3 30001-2019-61-AL 0836/2019-S3 29746-2019-60-AL
0696/2019-S3 29740-2019-60-AL 0754/2019-S3 30004-2019-61-AL

ÍNDICE POR ACCIONES CONSTITUCIONALES


ACCIÓN DE LIBERTAD
(Octubre a diciembre de 2019)
Sentencia Expediente Sentencia Expediente Sentencia Expediente
0636/2019-S3 28883-2019-58-AAC 0648/2019-S3 28985-2019-58-AAC 0673/2019-S3 29042-2019-59-AAC
0637/2019-S3 28886-2019-58-AAC 0649/2019-S3 29010-2019-59-AAC 0674/2019-S3 29045-2019-59-AAC
0638/2019-S3 28894-2019-58-AAC 0650/2019-S3 29014-2019-59-AAC 0675/2019-S3 29060-2019-59-AAC
0639/2019-S3 28896-2019-58-AAC 0651/2019-S3 29015-2019-59-AAC 0677/2019-S3 29076-2019-59-AAC
0640/2019-S3 28910-2019-58-AAC 0652/2019-S3 29018-2019-59-AAC 0678/2019-S3 29078-2019-59-AAC
0642/2019-S3 29036-2019-59-AAC 0667/2019-S3 26661-2018-54-AAC 0679/2019-S3 29098-2019-59-AAC
0643/2019-S3 28937-2019-58-AAC 0668/2019-S3 27281-2019-55-AAC 0680/2019-S3 29121-2019-59-AAC
0644/2019-S3 28940-2019-58-AAC 0669/2019-S3 29026-2019-59-AAC 0681/2019-S3 29122-2019-59-AAC
0645/2019-S3 28951-2019-58-AAC 0670/2019-S3 29034-2019-59-AAC 0682/2019-S3 29152-2019-59-AAC
0646/2019-S3 28959-2019-58-AAC 0671/2019-S3 25902-2018-52-AAC 0683/2019-S3 29154-2019-59-AAC
0647/2019-S3 28961-2019-58-AAC 0672/2019-S3 29039-2019-59-AAC 0698/2019-S3 29411-2019-59-AAC

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 16


Sentencia Expediente Sentencia Expediente Sentencia Expediente
0699/2019-S3 29180-2019-59-AAC 0776/2019-S3 24929-2018-50-AAC 0804/2019-S3 29809-2019-60-AAC
0700/2019-S3 29183-2019-59-AAC 0777/2019-S3 26143-2018-53-AAC 0805/2019-S3 29823-2019-60-AAC
0701/2019-S3 29184-2019-59-AAC 0778/2019-S3 26979-2018-54-AAC 0806/2019-S3 29812-2019-60-AAC
0702/2019-S3 29223-2019-59-AAC 0779/2019-S3 27120-2019-55-AAC 0807/2019-S3 29957-2019-60-AAC
0703/2019-S3 29227-2019-59-AAC 0780/2019-S3 27926-2019-56-AAC 0808/2019-S3 29830-2019-60-AAC
0704/2019-S3 29238-2019-59-AAC 0781/2019-S3 28077-2019-57-AAC 0809/2019-S3 29897-2019-60-AAC
0705/2019-S3 29248-2019-59-AAC 0782/2019-S3 29539-2019-60-AAC 0810/2019-S3 29847-2019-60-AAC
0706/2019-S3 29508-2019-60-AAC 0783/2019-S3 29547-2019-60-AAC 0811/2019-S3 29851-2019-60-AAC
0707/2019-S3 29259-2019-59-AAC 0784/2019-S3 29560-2019-60-AAC 0812/2019-S3 29882-2019-60-AAC
0708/2019-S3 29262-2019-59-AAC 0785/2019-S3 29583-2019-60-AAC 0813/2019-S3 29891-2019-60-AAC
0709/2019-S3 29274-2019-59-AAC 0786/2019-S3 29596-2019-60-AAC 0814/2019-S3 29924-2019-60-AAC
0711/2019-S3 29295-2019-59-AAC 0787/2019-S3 29606-2019-60-AAC 0815/2019-S3 29909-2019-60-AAC
0712/2019-S3 29303-2019-59-AAC 0788/2019-S3 29624-2019-60-AAC 0816/2019-S3 29929-2019-60-AAC
0713/2019-S3 29311-2019-59-AAC 0789/2019-S3 29846-2019-60-AAC 0817/2019-S3 29985-2019-60-AAC
0714/2019-S3 29253-2019-59-AAC 0790/2019-S3 29810-2019-60-AAC 0818/2019-S3 29943-2019-60-AAC
0729/2019-S3 25209-2018-51-AAC 0791/2019-S3 25169-2018-51-AAC 0819/2019-S3 29955-2019-60-AAC
0730/2019-S3 27188-2019-55-AAC 0792/2019-S3 27972-2019-56-AAC 0820/2019-S3 29993-2019-60-AAC
0731/2019-S3 29357-2019-59-AAC 0793/2019-S3 28329-2019-57-AAC 0822/2019-S3 27949-2019-56-AAC
0732/2019-S3 29359-2019-59-AAC 0794/2019-S3 29668-2019-60-AAC 0823/2019-S3 28082-2019-57-AAC
0733/2019-S3 29363-2019-59-AAC 0795/2019-S3 29699-2019-60-AAC 0824/2019-S3 27530-2019-56-AAC
0735/2019-S3 29414-2019-59-AAC 0796/2019-S3 29723-2019-60-AAC 0827/2019-S3 27643-2019-56-AAC
0736/2019-S3 29428-2019-59-AAC 0797/2019-S3 29729-2019-60-AAC 0828/2019-S3 28200-2019-57-AAC
0737/2019-S3 29443-2019-59-AAC 0798/2019-S3 29761-2019-60-AAC 0829/2019-S3 26870-2018-54-AAC
0738/2019-S3 29444-2019-59-AAC 0799/2019-S3 29775-2019-60-AAC 0830/2019-S3 27921-2019-56-AAC
0740/2019-S3 29460-2019-59-AAC 0800/2019-S3 29788-2019-60-AAC 0834/2019-S3 24288-2018-49-AAC
0741/2019-S3 29481-2019-59-AAC 0801/2019-S3 29789-2019-60-AAC 0835/2019-S3 29346-2019-59-AAC
0742/2019-S3 29497-2019-59-AAC 0802/2019-S3 29794-2019-60-AAC 0837/2019-S3 27764-2019-56-AAC
0743/2019-S3 29636-2019-60-AAC 0803/2019-S3 29801-2019-60-AAC 0838/2019-S3 29549-2019-60-AAC
0773/2019-S3 29634-2019-60-AAC

ÍNDICE POR ACCIONES CONSTITUCIONALES


ACCIÓN POPULAR
(Octubre a diciembre de 2019)
Sentencia Expediente Sentencia Expediente Sentencia Expediente
0676/2019-S3 29061-2019-59-AP 0684/2019-S3 29157-2019-59-AP

ÍNDICE POR ACCIONES CONSTITUCIONALES


ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO
(Octubre a diciembre de 2019)
Sentencia Expediente Sentencia Expediente Sentencia Expediente
0635/2019-S3 28925-2019-58-ACU 0710/2019-S3 29290-2019-59-ACU

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 17


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0635/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de cumplimiento
Expediente: 28925-2019-59-ACU
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 067/2019 de 10 de mayo de 2019, cursante de fs. 29 a 30 vta., pronunciada
dentro de la acción de cumplimiento interpuesta por Jacinto Gutiérrez Aruquipa contra Marco
Antonio Cuentas Rojas, Irene Viviana Alanoca Acarapi y Edgar Choquenaira Ychota,
Jueces Técnicos del Tribunal de Sentencia Penal Quinto de El Alto del departamento de
La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 8 de mayo de 2019, cursante de fs. 15 a 16 vta., el accionante
expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 24 de abril de 2019, presentó acción de libertad de pronto despacho que fue concedida mediante
Resolución “057/2019”, que estableció en la parte dispositiva lo siguiente: “‘…debiendo en
consecuencia, los accionados ordenen al personal encargado de la elaboración de las
actas de juicio oral, e[n] el plazo de tres días adjunten dichas actas en el cuaderno
correspondiente y sea con los fundamentos expuestos’” (sic), habiendo conseguido las
referidas actas el 30 del mismo mes y año, cerciorándose más adelante, que las mismas estaban
incompletas.
Encontrándose a pocos días de cumplirse el plazo para interponer el recurso de apelación contra
“dicha sentencia”, las actas faltantes no le fueron entregadas para que pueda asumir una defensa
irrestricta en su caso; por lo que, solicitó orden de cumplimiento de la citada Resolución dispuesta
en acción de libertad.
I.1.2. Norma constitucional o legal supuestamente incumplida
El accionante señala que las autoridades demandadas incumplieron la Resolución “057/2019”,
pronunciada dentro de una acción de libertad.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que los Jueces demandados proporcionen en el día, copias
de todas las actas de audiencia desde el inicio del juicio oral hasta los alegatos finales; y, se remitan
antecedentes al Consejo de la Magistratura y al Ministerio Público para que establezcan
responsabilidades en el ámbito disciplinario y penal por incumplimiento de deberes, respectivamente.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 10 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 25 a 28,
en presencia del accionante asistido de su abogado y los Jueces demandados, se produjeron los
siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante mediante su abogado, ratificó el tenor íntegro de la acción de cumplimiento y
ampliándola señaló que, al cuaderno de juicio oral que se presentó como prueba, le faltaba la
declaración del acusado, por lo que se adjuntó como documento probatorio la Sentencia condenatoria
en la que las autoridades utilizaron como fundamento de su determinación justamente la declaración

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del encausado; en consecuencia, existe agravio respecto a lo dispuesto en la Resolución “057/2019”


al no haberse cumplido con la transcripción de todas las actas, tal como se dispuso, tarea que los
Jueces demandados debieron ordenar a su personal de apoyo, para que elaboren y pongan a
disposición dicha documental en un plazo no mayor a tres días, habiéndose incumplido el mismo.
I.2.2. Informe de los demandados
Marco Antonio Cuentas Rojas, Irene Viviana Alanoca Acarapi y Edgar Choquenaira Ychota, Jueces del
Tribunal de Sentencia Penal Quinto de El Alto del departamento de La Paz, mediante informe escrito
de 10 de mayo de 2019 cursante a fs. 24 y vta., pidieron se deniegue la tutela solicitada bajo los
siguientes fundamentos: a) Extrañan la conducta desleal y maliciosa del abogado del acusado que
jamás se apersonó ante ese Tribunal para reclamar la inexistencia de actas o de algún requisito
formal; y, b) La Resolución “057/2019” dictada por la “Sala Constitucional” fue notificada de manera
inmediata a Bertha Pozo Bazán, exsecretaria de dicho Tribunal, y el 26 de abril del referido año los
cuadernos y actas se encontraban a disposición de las partes, pero en ningún momento reclamaron
la falta de actas, no existiendo en consecuencia vulneración de derechos y menos la omisión de algún
deber.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
067/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 29 a 30 vta., denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes
fundamentos: 1) El incumplimiento cuestionado se debe a la supuesta falta de elaboración oportuna
de actas del proceso penal que se le sigue al accionante, que tiene como antecedente la concesión
de tutela de una acción de libertad de pronto despacho en la que se dictó la Resolución 057/2019 de
25 de abril, que dispuso se ordene al personal encargado la elaboración de actas del juicio oral en el
plazo de tres días y que se adjunten las mismas al cuaderno correspondiente, extremos que no se
habrían cumplido; 2) El art. 127.I de la Constitución Política del Estado (CPE) es claro y vinculante
en este caso; toda vez que, ante la inobservancia de un fallo de acción de libertad, la parte
peticionante de tutela tiene la vía legal para acudir ante la misma autoridad que lo dictó solicitando
de cumplimiento a la disposición establecida y no activar de manera directa la acción de
cumplimiento; y, 3) Si bien la presente acción de defensa se constituye en el instrumento adecuado
para demandar a los servidores públicos el acatamiento de normas constitucionales o legales; sin
embargo, la norma establece el procedimiento a accionar ante la inobservancia de la resolución de
una acción de libertad a fin de reparar los derechos vulnerados, no siendo esta la vía idónea para dar
curso a sus pretensiones.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia S – 20/2019 de 9 de abril, pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal
Quinto de El Alto del departamento de La Paz, que declara a Jacinto Gutiérrez Aruquipa -accionante-
, culpable por la comisión del delito de violación condenándole a purgar una pena privativa de libertad
de veinte años a cumplirse en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, la misma que fenecerá el
9 de abril de 2039 (fs. 2 a 14 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denunció que las autoridades demandadas no dieron cumplimiento a la Resolución
057/2019 de 25 de abril, emitida dentro de una acción de libertad, que dispuso en su parte resolutiva
lo siguiente: “…debiendo en consecuencia, los accionados ordenen al personal encargado
de la elaboración de las actas de juicio oral, e[n] el plazo de tres días adjunten dichas
actas en el cuaderno correspondiente y sea con los fundamentos expuestos” (sic); empero,
las actas que debieron proveerse en el plazo de tres días, a la fecha de presentación de la presente
acción de cumplimiento se encontraban incompletas, cuando apenas faltan pocos días para presentar
el recurso de apelación contra la Sentencia condenatoria, lo que pone en riesgo su derecho a una
defensa irrestricta.

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Por consiguiente, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de cumplimiento
La naturaleza jurídica de la acción de cumplimiento se encuentra establecida en el art. 134 de la CPE,
el cual establece que:
“I. La Acción de Cumplimiento procederá en caso de incumplimiento de disposiciones
constitucionales o de la ley por parte de servidores públicos, con el objeto de garantizar
la ejecución de la norma omitida.
II. La acción se interpondrá por la persona individual o colectiva afectada, o por otra a su nombre
con poder suficiente, ante juez o tribunal competente, y se tramitará de la misma forma que la Acción
de Amparo Constitucional.
III. La resolución final se pronunciará en audiencia pública, inmediatamente recibida la información
de la autoridad demandada y, a falta de ésta, lo hará sobre la base de la prueba que ofrezca el
demandante. La autoridad judicial examinará los antecedentes y, si encuentra cierta y
efectiva la demanda, declarará procedente la acción y ordenará el cumplimiento
inmediato del deber omitido.
IV. La decisión se elevará, de oficio, en revisión ante el Tribunal Constitucional Plurinacional en el
plazo de las veinticuatro horas siguientes a la emisión del fallo, sin que por ello se suspenda su
ejecución.
V. La decisión final que conceda la Acción de Cumplimiento será ejecutada inmediatamente y sin
observación. En caso de resistencia, se procederá de acuerdo con lo señalado en la Acción de
Libertad. La autoridad judicial que no proceda conforme con lo dispuesto por este artículo quedará
sujeta a las sanciones previstas por la ley” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, el art. 64 del Código Procesal Constitucional (CPCo), señala que: “La Acción de
Cumplimiento tiene por objeto garantizar la ejecución de la norma constitucional o legal,
cuando es omitida por parte de Servidoras o Servidores Públicos u Órganos del Estado”
(las negrillas nos corresponden).
III.2. Causales de improcedencia de la acción de cumplimiento
El Auto Constitucional 0434/2018-RCA de 5 de noviembre, en base al Código Procesal Constitucional
desarrolló las causales y requisitos de improcedencia de la acción de cumplimiento, señalando que:
“’El art. 66 del CPCo, en relación a las causales de improcedencia señala, que esta acción no
procederá:
‘1. Cuando sea viable la interposición de las acciones de Libertad, Protección de Privacidad o Popular.
2. Cuando el accionante no haya reclamado previamente y de manera documentada a la
autoridad accionada, el cumplimiento legal del deber omitido.
3. Para el cumplimiento de sentencias judiciales que tengan autoridad de cosa juzgada.
4. En procesos o procedimientos propios de la administración, en los cuales se vulneren derechos y
garantías constitucionales, tutelados por la Acción de Amparo Constitucional.
5. Contra la Asamblea Legislativa Plurinacional con la intención de exigir la aprobación de una Ley’
(…).
En ese sentido, la SC 1312/2011-R de 26 de septiembre, a efectos de delimitar las causales de
exclusión para la activación de la acción de cumplimiento, se efectuó el siguiente razonamiento:
“…con la finalidad de completar el diseño dogmático de la acción de cumplimiento, debe señalarse
que toda la argumentación desarrollada supra, constituye el sustento jurídico-constitucional para
establecer el ámbito de diferenciación con otras acciones tutelares, específicamente con la acción de
amparo constitucional, en esa perspectiva, es imperante -a la luz de su teleología
constitucional-, delimitar las causales de exclusión para la activación de la acción de

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cumplimiento, que en esencia se traducen en dos: a) Incumplimiento de deberes


procesales, directamente vinculados a un proceso jurisdiccional; y, b) Incumplimiento de
potestades administrativas, estrictamente vinculadas a un procedimiento administrativo.
En efecto, estas causales de exclusión para la activación de la acción de cumplimiento,
son perfectamente coherentes con la argumentación desarrollada supra, ya que al existir
un proceso judicial o un procedimiento administrativo, en el cual existen partes
procesales con un interés concreto y cuya decisión surtirá efectos jurídicos solamente en
relación a ellas, no es posible en estos supuestos activar la acción de cumplimiento, toda
vez que la acción de amparo constitucional, para estos casos, es el medio idóneo y eficaz para restituir
posibles derechos afectados. En este contexto, inequívocamente la negación de estas causales de
exclusión para la acción de cumplimiento, generaría una disfunción del sistema tutelar reconocido
por el nuevo orden constitucional, aspecto no deseado y que en definitiva desconocería las directrices
axiológicas en virtud de las cuales el constituyente desarrolló cada una de las acciones de defensa…’” ’
(las negrillas nos corresponden).
III.3. Imposibilidad de plantear una acción de cumplimiento para pedir el cumplimiento
de una acción de defensa
La SCP 0010/2015-S1 de 29 de enero, al respecto señaló que: “…se concluyó que no existe la
posibilidad de acudir a la acción tutelar, pretendiendo la ejecución o cumplimiento de
otra acción tutelar emitida anteriormente, pues de ser admitida esa situación, se
desnaturalizaría su dimensión procesal, restándole efectividad a las resoluciones
pronunciadas en acciones tutelares. Del intelecto expresado, puede concluirse entonces, que no
es permitido pedir la observancia de una acción de amparo constitucional a través de la acción de
cumplimiento, por cuanto no condice con su esencia, toda vez que conforme se señaló, la última
acción citada tiene como norte garantizar la materialización de un deber omitido, previsto de manera
expresa y en forma específica en la Constitución Política del Estado como en las normas legales, y no
el cumplimiento de la resolución de un tribunal de garantías, quedando este último supuesto fuera
de los alcances de la misma.
De lo que se concluye, que en los casos de desobediencia, resistencia o incumplimiento a las
resoluciones dictadas en las diferentes acciones constitucionales, no corresponde la
deducción de otra acción tutelar, en ese entendido la acción de cumplimiento, no constituye un
mecanismo para exigir el cumplimiento de resoluciones pronunciadas en un anterior amparo
constitucional, toda vez que estas deben ser cumplidas a través de los mecanismos establecidos en
los parágrafos que anteceden.
Reforzando esa argumentación, encontramos a la SC 1259/2011-R de 16 de septiembre señala que:
‘…las acciones tutelares no constituyen vías eficaces para solicitar el cumplimiento de resoluciones
dictadas dentro de otras acciones de la misma vía constitucional, como tampoco para corregir su
procedimiento o trámite (…) interponer otra acción tutelar para solicitar en el fallo el cumplimiento
de otro, en los hechos importaría pretender negar eficacia a los efectos de los fallos de la jurisdicción
constitucional y generar un círculo vicioso que provocaría el colapso de esta jurisdicción; por ende
daría lugar a la utilización insulsa tanto de recursos económicos como humanos, así como también el
gasto inoficioso de recursos al agraviado que ya obtuvo tutela’” (las negrillas nos corresponden).
Si bien la Sentencia Constitucional Plurinacional desarrollada precedentemente, hace referencia a la
imposibilidad de promover una acción de cumplimiento para solicitad el acatamiento de una
resolución de amparo constitucional emitida por un juez o tribunal de garantías, la misma es
extensible a las solicitudes de cumplimiento de cualquier resolución pronunciada por los Vocales de
las Salas Constitucionales al resolver una acción de defensa.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia que las autoridades demandadas no dieron cumplimiento a la Resolución
057/2019 de 25 de abril, que concedió una de acción de libertad que interpuso, cuya parte resolutiva
dispuso lo siguiente: “…debiendo en consecuencia, los accionados ordenen al personal

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encargado de la elaboración de las actas de juicio oral, e[n] el plazo de tres días adjunten
dichas actas en el cuaderno correspondiente y sea con los fundamentos expuestos” (sic);
empero, las actas que debieron proveerse en el plazo de tres días, a la fecha de presentación de esta
acción de cumplimiento se encontraban incompletas, cuando faltan pocos días para presentar el
recurso de apelación contra la Sentencia condenatoria, lo que pone en riesgo su derecho a una
defensa irrestricta.
En ese contexto, de los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de
consideración de la acción de acción de cumplimiento y lo referido en las Conclusiones de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que el accionante mediante Sentencia S – 20/2019
de 9 de abril, pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Quinto de El Alto del departamento de
La Paz, fue declarado culpable por la comisión del delito de violación, debiendo purgar una pena
privativa de libertad de veinte años a cumplirse en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz hasta
el 9 de abril de 2039; de ahí que, con el propósito de plantear el recurso de apelación contra dicha
Sentencia interpuso acción de libertad de pronto despacho que le resultó favorable para que obtenga
la documentación requerida de manera inmediata; disposición que fue incumplida por parte de las
autoridades demandadas -según el peticionante de tutela-, ya que el cuaderno y actas procesales se
encontraban incompletos a pocos días del cumplimiento de plazo para la interposición del recurso de
impugnación contra la indicada Sentencia; empero, no se advierte en ningún momento que se hubiera
efectuado el respectivo reclamo al Tribunal de Sentencia correspondiente a efectos de que se pueda
subsanar el mismo.
Ahora bien, la problemática planteada radica en el supuesto incumplimiento de la Resolución
057/2019 que concedió la acción de libertad a favor del accionante disponiendo que los miembros
del Tribunal de Sentencia correspondiente ordenen a su personal la elaboración de las actas del juicio
oral en el plazo de tres días, pretensión que no se encuentra dentro de los alcances de esta acción
tutelar, puesto que la exigencia de su cumplimiento no puede ser deducida a través de la misma, por
cuanto no condice con su naturaleza jurídica y ámbito de aplicación como es -se reitera-, garantizar
la materialización de la Constitución Política del Estado y la ley, configuración que
incuestionablemente no alcanza a solicitar el cumplimiento de una resolución constitucional emanada
de un juez o tribunal de garantías o de una Sala Constitucional, siendo este un requisito indispensable
para la prosecución de esta acción de defensa, dada su naturaleza jurídica.
Este razonamiento guarda concordancia con la línea jurisprudencial seguida por este Tribunal, en
sentido que no es posible plantear una acción de defensa para lograr el cumplimiento de otra de
similar naturaleza, lo que evidentemente ocurrió en el caso venido en revisión, cuya pretensión es
que a través de esta acción de cumplimiento se efectivice lo dispuesto en una resolución de acción
de libertad, extremo que a todas luces resulta inviable.
Asimismo, es necesario expresar que conforme lo establecido en el Código Procesal Constitucional,
ante el eventual incumplimiento de una sentencia constitucional, en este caso de una acción de
libertad, no corresponde la deducción de otra de cumplimiento, sino más bien acudir al juez, tribunal
de garantías o Sala Constitucional que conoció la pretensión, solicitando que se haga cumplir la
resolución respectiva conforme prevé el art. 40.II del precitado Código, que regula: “La Jueza, Juez
o Tribunal en Acciones de Defensa, para el cumplimiento de sus resoluciones, sin perjuicio de la
responsabilidad penal, adoptará las medidas que sean necesarias, pudiendo requerir la intervención
de la fuerza pública y la imposición de multas progresivas a la autoridad o particular renuente”; toda
vez que dichas autoridades pueden adoptar las medidas conducentes a su cumplimiento y
observancia.
Por lo expuesto, no es viable activar la acción de cumplimiento con el fin de hacer cumplir una
resolución emanada de otra acción de defensa; por cuanto no condice con su naturaleza jurídica y
no se encuentra dentro de sus alcances y previsiones, más al contrario, va en contraposición a la
normativa y jurisprudencia constitucional citada al efecto; por ello, corresponde denegar la tutela
solicitada, haciendo énfasis en que el accionante tiene los mecanismos procesales de exigibilidad

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idóneos, inmediatos y de cumplimiento obligatorio para la subsanación oportuna de los hechos


denunciados.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, actuó correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 067/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 29 a 30
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0636/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28883-2019-58-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 2/19 de 30 de abril de 2019, cursante de fs. 610 a 612, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Mario Omer Ballivián Romay contra
Ramiro José Guerrero Peñaranda y Fausto Juan Lanchipa Ponce, ex y actual Fiscal
General del Estado.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 10 de octubre y 22 de noviembre de 2018; y, 28 de febrero de 2019,
cursantes a fs. 1, 289 a 301, 317 a 330 vta.; y, 337 y vta., el accionante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso disciplinario que se le siguió, se emitió la Resolución Sumaria Sancionatoria
15/2017 de 6 de octubre, encontrándole responsable por las faltas graves y muy graves contenidas
en los arts. 120.3 y 121.20 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), imponiéndole la sanción
de multa del 20% de su sueldo, destitución de su cargo, y consiguientemente de la carrera fiscal,
confirmada mediante Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 de 26 de diciembre.
El 8 de igual mes y año presentó recurso jerárquico contra la referida Resolución Sumaria
Sancionatoria, exponiendo los siguientes agravios: a) Justificó su inasistencia a la audiencia sumaria
de 6 de octubre del mismo año, con un certificado médico del Hospital Municipal de Montero que
tiene como diagnóstico infección estomacal, estando en riesgo su vida; b) Las varias suspensiones
de las audiencias sumarias fueron justificadas pues sus inasistencias “…eran por ser propias a la
función fiscal…” (sic); pero, se presumió temerariamente la malicia de tales aplazamientos; c) Ofreció
pruebas de descargo en el otrosí segundo de su memorial de contestación a la denuncia, que el
Investigador Disciplinario no realizó; y, d) Se le concedió el plazo de doce días para conseguir
evidencia, no obstante que tenía que desplazarse más de 300 km. Sin embargo, dicha Resolución fue
confirmada por la instancia jerárquica; obviando además, que el referido Investigador tuvo
prerrogativas de presentar pruebas de cargo en fecha posterior a la clausura de la etapa probatoria.
No incumplió los plazos procesales para presentar la Resolución Conclusiva, dado que llevar adelante
la labor fiscal es humanamente imposible, no siendo culpa del funcionario sino del sistema, además
es sabido que toda autoridad no observa los plazos establecidos. Respecto a que no realizó por
doscientos cincuenta y seis días hábiles los actos investigativos, desconoce los parámetros que se
tomaron para dicho cálculo, entrando en el área de la subjetividad.
Asimismo, no se respondió a los agravios que denunció ante el superior jerárquico.
Igualmente, al establecer que el certificado médico emanado por un profesional de la materia, no
puede ser considerado como causal para la suspensión de la audiencia sumaria de 6 de octubre de
2017, resulta irrazonable e inequitativo, dando valor solo a los certificados médicos de la Caja
Nacional de Salud (CNS).
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación y congruencia de las resoluciones, defensa, igualdad procesal, adecuada valoración

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de la prueba y aplicación objetiva de la ley, y al acceso a la justicia, citando al efecto el art. 180.I de
la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se disponga: 1) Dejar sin efecto la Resolución Sumaria
Sancionatoria 15/2017; 2) Ordenar al Fiscal General del Estado le restituya a su función de Fiscal de
Materia; y, 3) Anular obrados hasta la presentación de la contestación de la denuncia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 30 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 605 a
609 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, ratificó el contenido de la acción de amparo
constitucional y ampliándolo, indicó que el certificado médico no fue presentado en físico sino vía
“skay”, toda vez que se encontraba internado, no existiendo la prueba tazada, salvo la libertad de
prueba; se le impuso una “doble sentencia”, ya que se le descontó de su sueldo y destituyó de su
función, sin valorar el principio de legalidad; es decir, dos sanciones por un solo hecho.
Fue destinado a Vallegrande, sin contar con un asistente fiscal ni mobiliario, menos movilidad para
atender cinco municipios, posteriormente fue llevado a Montero; y, resultó difícil desarrollar las
funciones de Fiscal de Materia y ser procesado.
I.2.2. Informe de los demandados
Fausto Juan Lanchipa Ponce, Fiscal General del Estado, por informe escrito de 17 de abril de 2019,
cursante de fs. 545 a 552, indicó que: i) La audiencia sumaria fue suspendida en cuatro
oportunidades, habiéndose concedido al ahora accionante la posibilidad de asistir a la misma; se
consideraron los argumentos del disciplinado y su defensor respecto a una de las tantas
justificaciones para su inasistencia; se le otorgó la oportunidad de asumir defensa, pero con uno y
otro pretexto, y a la última de manera injustificada no asistió; “…el D.S. N°13214 art. 16 que modifica
el art. 489 del Reglamento del Código de Seguridad Social, que dispone que el médico tratante (de
la CNS) es el único que califica la incapacidad temporal (…), documento que servirá al asegurado
para justificar su ausencia en el trabajo…” (sic); ii) La Resolución jerárquica señaló que “…el Fiscal
procesado fue notificado con el inicio del sumario disciplinario el 31 de mayo de 2017, es
decir, corrió a partir de esa fecha el cómputo de los 10 días de plazo de prueba común a las partes,
al tenor del art. 127.II de la LOMP, cumpliéndose el referido plazo probatorio el 14 de junio
de 2017…” (sic); sin embargo, el sumariado contestó a la denuncia proponiendo prueba,
“…determinando la Autoridad Sumariante que se proceda a la misma por el Investigador
asignado…” (sic), siendo notificado con dicha determinación el 22 del mes y año referidos, cuando
el 16 de igual mes y año, fue clausurada la etapa probatoria; advirtiéndose que el solicitante de tutela
“…no realizó el seguimiento respectivo al proceso, toda vez que una vez propuesta su prueba volvió
en el tiempo preciso a los fines de actuar a través del Investigador Disciplinario como se tenía
ordenado, aspecto que es de única responsabilidad del accionante” (sic); iii) Dentro del proceso
disciplinario aludido, el periodo de prueba fue solo de diez días conforme al art. 127.II de la LOMP;
el peticionante de tutela se limitó a señalar que no existió valoración probatoria, sin precisar qué
evidencia de manera específica no fue considerada; empero, tal muestra se apreció en su totalidad
y ha sido contundente sobre la existencia de responsabilidad disciplinaria; si algún análisis hubo
respecto a la certificación médica, consistió en tomar dicho documento como justificativo para
suspender por sexta vez la audiencia sumaria fijada; y, iv) El impetrante de tutela al ser director
funcional de la investigación, no efectuó mayores diligencias a los fines de emitir el requerimiento
conclusivo, transcurriendo más de treinta días en los que de manera injustificada no promovió actos
indagatorios; por lo que, solicitó se deniegue la tutela.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 25


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Ramiro José Guerrero Peñaranda, ex Fiscal General del Estado, no presentó informe escrito ni asistió
a la audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional, no cursando notificación en
obrados.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Adhemar Esquivel Seas, Autoridad Sumariante del Régimen Disciplinario de la Fiscalía Departamental
de Santa Cruz, presentó informe escrito el 30 de abril de 2019, cursante de fs. 489 a 491 vta.,
señalando que: a) El accionante de manera deliberada, inequívoca y calculada realizó reiterados
actos dilatorios y de obstaculización en el desarrollo del proceso sumarial, toda vez que en cuatro
oportunidades y sin acreditar causal justificada, no asistió a las audiencias fijadas; b) La sexta
audiencia señalada para el 6 de octubre de 2017, pretendió suspenderla; al no contar con una
certificación emitida por la CNS que demuestre la situación invocada y ante la reiterada e injustificada
conducta de retardo, la Autoridad Sumariante, esa fecha instaló la audiencia que concluyó con la
Resolución Sumaria Sancionatoria 15/2017; y, c) La acción promovida carece de total fundamento y
base de procedencia, en razón a que dicha autoridad actuó con plena jurisdicción y competencia,
cumplió a cabalidad la igualdad de las partes respecto al periodo de probanza, el que fue abierto por
el término de diez días común a las partes como señala el art. 127.II de la LOMP; el peticionante de
tutela tuvo pleno conocimiento material del proceso instaurado en su contra, pero de forma dolosa
no quiso someterse al mismo, al no acudir a las reiteradas audiencias que sin ninguna justificación
ocasionaba su suspensión, ni ejerció su defensa; por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
María Inés Yáñez Cáceres, ex Autoridad Sumariante de dicha entidad, no asistió a audiencia ni remitió
informe escrito alguno, pese a su notificación cursante a fs. 454.
I.2.4. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Vigésima Primera de la Capital del departamento de Santa Cruz,
constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 2/19 de 30 de abril de 2019, cursante de fs.
610 a 612, denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: 1) El accionante tuvo pleno
conocimiento de la denuncia disciplinaria, habiéndose apersonado mediante memorial de 12 de julio
de 2017, por lo que se señaló audiencia sumaria para el 19 del mes y año indicados, a la que no
acudió; asimismo, se tienen cinco audiencias suspendidas, una de ellas debidamente justificada, ya
que se le instruyó que participe en un acto de capacitación, las demás audiencias no fueron
acreditadas debidamente; 2) El ex Fiscal General del Estado hizo un análisis de la resolución emitida
por la Fiscal Sumariante, dictando un fallo congruente debidamente fundamentado y motivado; y, 3)
El peticionante de tutela al tomar conocimiento del proceso, debió asumir defensa conforme al
Reglamento de Régimen Disciplinario del Ministerio Público, al haber dilatado el mismo, dio lugar a
que sea aplicable lo establecido por el art. 64 de dicho Reglamento, que establece que, si el fiscal
denunciado no comparece a la audiencia sumaria esta se suspenderá por una sola vez y si a la
segunda el fiscal denunciado habiendo sido debidamente notificado no se presenta
injustificadamente, se proseguirá con este actuado y se dictará la correspondiente resolución; de lo
que se advierte que el prenombrado dejó de intervenir en el proceso disciplinario, haciendo que sea
suspendido en cinco ocasiones y fue en la sexta que se dictó la Resolución Sumaria Sancionatoria
15/2017, causando que la indefensión y supuesta vulneración de derechos sea a causa de su propia
voluntad, por lo que no se lesionó ningún derecho ni garantía.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso disciplinario seguido contra Mario Omer Ballivián Romay -ahora accionante-
, María Inés Yáñez Cáceres -tercera interesada-, Autoridad Sumariante del Ministerio Público de Santa
Cruz y Pando, mediante Resolución Sumaria Sancionatoria 15/2017 de 6 de octubre, declaró al
disciplinado responsable de las faltas previstas en los arts. 120.3 -incumplimiento injustificado de
plazos, salvo los previstos como falta muy grave- y 121.20 -inactividad injustificada de actos
investigativos por treinta días o más- de la LOMP, imponiéndole por la primera, multa del 20% de su

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haber mensual y por la segunda, se dispuso su destitución del cargo de Fiscal de Materia y
consiguientemente, su retiro de la carrera fiscal (fs. 272 a 278).
II.2. Mediante Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 de 26 de diciembre, el ex Fiscal General
del Estado, resolvió el recurso jerárquico presentado por el accionante y confirmó la referida
Resolución de primera instancia, imponiendo únicamente la sanción de destitución correspondiente
a la falta muy grave del art. 121.20 del citado cuerpo legal (fs. 262 a 270).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación y congruencia de las resoluciones, defensa, igualdad procesal, adecuada valoración
de la prueba y aplicación objetiva de la ley; y, al acceso a la justicia, por cuanto dentro del proceso
disciplinario que se le siguió, la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 de 26 de diciembre,
emitida por el ex Fiscal General del Estado demandado, no respondió a los agravios denunciados en
su recurso jerárquico interpuesto contra la Resolución Sumaria Sancionatoria 15/2017 de 6 de
octubre.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. El principio de congruencia como componente sustancial del debido proceso
Sobre el particular, la SCP 0177/2013 de 22 de febrero, estableció que la congruencia dentro el
ámbito procesal, es entendida como: “…la estricta correspondencia que debe existir entre lo
peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que
debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos
contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes
y pertinentes.
(…)
El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios
formulada por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice
el principio procesal de congruencia, la resolución de primera y/o segunda instancia,
debe responder a la petición de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo
la pretensión jurídica de primera y/o segunda instancia” (las negrillas son nuestras).
III.2. La fundamentación y motivación de las resoluciones como componentes del debido
proceso
La SCP 0169/2015-S2 de 25 de febrero, señaló que: «“‘ …la garantía del debido proceso,
comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de
conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.

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Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la


que ha arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que
los hechos no fueron juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir,
no se le convence que ha actuado con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales
que la Ley Fundamental le otorga para que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como
contralor de la misma, a fin de que dentro del proceso se observen sus derechos y garantías
fundamentales, y así pueda obtener una resolución que ordene la restitución de dichos
derechos y garantías, entre los cuales, se encuentra la garantía del debido proceso, que
faculta a todo justiciable a exigir del órgano jurisdiccional a cargo del juzgamiento una
resolución debidamente fundamentada, así se ha entendido en varios fallos de este Tribunal,
entre ellos, la SC 0752/2002-R, de 25 de junio, que ampliando el entendimiento de la SC 1369/2001-
R de 19 de diciembre señaló lo siguiente: [(…) el derecho al debido proceso, entre su ámbito de
presupuestos exige que toda Resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que cada
autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos,
realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de
la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo
suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho
no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes conocer
cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio
decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión].
(…)
La jurisprudencia señaló que el debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales, jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad
procesal prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los
procedimientos judiciales y administrativos, entre sus elementos se encuentra la
fundamentación y motivación de las resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un
proceso está obligada a cumplir, no solamente a efectos de resolver el caso sometido a
su conocimiento, sino exponiendo de manera suficiente, las razones que llevaron a tomar
cierta decisión, así como las disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al
convencimiento que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como
a la opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…’”» (las negrillas corresponden al texto
original).
III.3. La interpretación de la legalidad ordinaria y valoración de la prueba en sede
constitucional. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0200/2018-S3 de 1 de junio, haciendo referencia a la SCP 0340/2016-S2 de 8 de abril,
efectuando una integración del entendimiento jurisprudencial y los presupuestos procesales, respecto
a la doctrina de las auto restricciones de la jurisdicción constitucional sobre la interpretación de la
legalidad ordinaria y la valoración de la prueba, expresó lo siguiente: “‘ …la justicia constitucional
únicamente podrá revisar la interpretación de la legalidad realizada por la jurisdicción
ordinaria, cuando, quien denuncia tal extremo como lesivo a sus derechos y garantías
constitucionales:
i) Explique por qué la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria,
incongruente, absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas de
interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo,

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ii) Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, con dicha
interpretación; y,
iii) Establezca el nexo de causalidad entre la ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación
absurda, por no aplicar la interpretación que considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías
que conforman el bloque de constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha interpretación,
explicando sí el resultado, cuál la relevancia constitucional.
(…)
Asimismo, la jurisdicción constitucional se abrirá a la revisión de la labor valorativa de la prueba
únicamente cuando el accionante especifique:
a) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir;
b) Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas
(…); y,
c) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo conducente,
dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante
haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final.
(…)
En base a lo previamente expuesto, queda establecido que, en la medida en la que quien demanda
tutela constitucional, cumpla con los requisitos o presupuestos establecidos por la jurisprudencia
señalada en el acápite anterior, la jurisdicción constitucional podrá excepcionalmente verificar si el
juzgador ordinario incurrió en lesión a derechos y garantías constitucionales al haberse apartado de
los marcos de objetividad, razonabilidad y equidad al momento de interpretar la ley o valorar la
prueba puesta a su conocimiento’.
Más adelante, el mismo fallo complementó la doctrina de las auto restricciones citadas
precedentemente, considerando los fines propios de la justicia constitucional, con el propósito de
aplicar una verdadera justicia material; a tal efecto estableció que: ‘De manera excepcional y
como facultad potestativa del Tribunal Constitucional Plurinacional en grado de revisión
de oficio, si la violación a los derechos fundamentales es grave y evidente según los datos
del expediente; ante esta certeza, es posible ingresar al análisis de la legalidad ordinaria
y de la valoración de la prueba como también de la fundamentación, sin necesidad de las
exigencias desarrolladas por la jurisprudencia.
Aclarándose expresamente que ésta es una facultad potestativa y exclusiva del Tribunal
Constitucional Plurinacional y que por lo mismo, no podrá ser esgrimida por el accionante, para
quien en párrafos precedentes conforme la jurisprudencia emanada de esta instancia se ha
establecido’.
Entendimiento que a su vez se halla reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
1113/2017-S2, 1232/2017-S1 y 0020/2018-S3, entre otras” (las negrillas y el subrayado
corresponden al texto original).
III.4. Análisis del caso concreto
Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el accionante se centra en que dentro del proceso disciplinario que se le siguió, la Resolución
FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 de 26 de diciembre, no respondió a los agravios denunciados en el
recurso jerárquico que presentó.
En la especie, en el recurso jerárquico de 8 de diciembre de 2017 -según Resolución
FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017- interpuesto por el accionante, contra la Resolución Sumaria
Sancionatoria 15/2017 de 6 de octubre; se denunció que: i) Planteó la suspensión de la audiencia
sumaria adjuntando certificado médico justificando su inasistencia, certificado que no fue considerado
porque no lo emitió la CNS; por lo que, su abogado se retiró de dicha audiencia, llevándose adelante

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la misma sin su presencia; ii) Ofreció pruebas de descargo; sin embargo, el Investigador Disciplinario
no realizó las diligencias solicitadas; asimismo, no se recibió su declaración informativa; y, iii)
Conforme a lo expuesto, existió vulneración a sus derechos constitucionales que implican indefensión
material, así como se impidió la producción de las pruebas ofrecidas.
Por su parte, la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017 que confirmó la precitada Resolución,
imponiendo únicamente la sanción de destitución correspondiente a la falta muy grave del art. 121.20
de la LOMP, concluyó que:
a) El Fiscal de Materia procesado no asistió a la audiencia sumaria de 19 de julio de 2017, por lo que
se dispuso la suspensión de este acto, y de conformidad al art. 64 del Reglamento de Régimen
Disciplinario del Ministerio Público se le conminó a que se haga presente advirtiéndole la aplicación
de la citada norma que prescribe que “…si no comparece se suspenderá por una sola vez, debiendo
señalarse nueva Audiencia Sumaria…” (sic); tampoco, se presentó a la fijada para el 4 de
septiembre del referido año, indicando su imposibilidad material por cuestiones de trabajo;
igualmente, a la de 2 de octubre del citado año, argumentando su dificultad debido al desarrollo
propio de sus actividades; finalmente, faltó también el 6 del mes y año indicados, manifestando su
impedimento por emergencia de salud.
El disciplinado fue conminado en reiteradas oportunidades para que esté presente en la audiencia
sumaria, la misma que solo podía ser suspendida por una sola ocasión y ante una segunda
incomparecencia injustificada del procesado, debía proseguir; por lo que, en esa fecha se continuó
con el desarrollo de dicha audiencia, toda vez que no existió motivo justificado para su
incomparecencia.
La certificación médica particular exhibida en fotografía no fue considerada como justificativo, toda
vez que no fue presentada como tal en audiencia y no estaba expedida por el ente gestor de salud
del procesado; tomando en cuenta que “…el art. 16 del D.S. N°13214 que modifica el art. 489 del
Reglamento del Código de Seguridad Social, establece que cuando el médico tratante (de la CNS)
califique la incapacidad temporal del asegurado, expedirá certificado de incapacidad temporal,
documento que servirá al asegurado para justificar su ausencia al trabajo; documento que al presente
no consta en antecedentes ni fue presentado por el procesado, por lo que la Autoridad Sumariante
no contaba en ese momento con la debida justificación sobre la inasistencia del procesado” (sic).
En ese sentido, si bien hubo suspensión de audiencias se fijaron nuevas fechas y horas para
que asista y a pesar de las conminatorias efectuadas para que concurra, no cumplió con las mismas,
“…su inasistencia ya no tenía justificativo alguno y tenía pleno conocimiento que ante la inasistencia
injustificada la Audiencia Sumaria proseguiría” (sic);
b) El “…Fiscal procesado fue notificado con el inicio del sumario disciplinario el 31 de mayo de 2017,
es decir, corrió a partir de esa fecha el cómputo de los 10 días de plazo de prueba común a las partes,
al tenor del art. 127.II de la LOMP, cumpliéndose el referido plazo probatorio el 14 de junio de
2017…” (sic); sin embargo, el sumariado contestó a la denuncia proponiendo prueba,
“…determinando la Autoridad Sumariante que se proceda a la misma por el Investigador asignado…”
(sic), quien se notificó con dicha determinación el 22 del mes y año referidos, cuando el 16 de igual
mes y año, fue clausurada la etapa probatoria; concluyendo que “…no ha existido incumplimiento
por parte del Investigador Disciplinario para realizar las diligencias en busca de la prueba requerida
por el Fiscal procesado, sino que la decisión de dichas actuaciones fue conocida por el mismo tres
días después de concluido el plazo probatorio. Si se toma en cuenta la fecha en la que concluyó el
periodo de prueba y el día en el que se presentó el mismo, se coincide en la fecha (14 de junio de
2017)…” (sic); en ese sentido y toda vez que el accionante estuvo en conocimiento de los hechos
procesados, se le dio oportunidad para presentar descargos, “…no siendo responsabilidad de
la Autoridad Sumariante ni del Investigador Disciplinario que dicha defensa haya sido asumida por el
procesado al finalizar el plazo probatorio” (sic).
Conforme a las faltas procesadas “‘El incumplimiento injustificado de plazos, salvo los previstos
como falta muy grave’ (…) ‘La inactividad injustificada de actos investigativos por 30 días o

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más…’” (sic), es el Fiscal de Materia procesado que tiene la obligación de presentar sus descargos a
los fines de desvirtuar los hechos endilgados en su contra, ya que es quien únicamente conoce las
razones por las que no pudo cumplir los plazos procesales y los motivos que impidieron promover los
actos investigativos. El art. 114 de la LOMP, señala que la responsabilidad disciplinaria responderá a
los resultados emergentes del desempeño de sus funciones; es por ello que, a los fines de no
determinar la existencia de responsabilidad disciplinaria, se requiere contar con prueba que justifique
el cumplimiento específico de sus funciones como director funcional de la investigación, tanto en
plazos como en promover actos investigativos. En el caso presente, se observa dejadez por parte del
Fiscal de Materia procesado; toda vez que, la proposición de pruebas a través de certificaciones e
informes de causas fue efectuada el mismo día en el que concluía el plazo probatorio y aún si
hubiera podido generar dichas certificaciones e informes, estos no hubieran sido suficientes para
justificar las faltas acusadas. Tampoco existe constancia de las oportunidades en las que su defensor
hubiera reclamado la realización de diligencias por el Investigador Disciplinario, ya que la proposición
de prueba se efectuó el 14 de junio de 2017, cuando concluyó el plazo probatorio, emitiéndose dos
días después el 16 del mes y año indicados, la clausura del mismo.
Por otra parte, la providencia de 16 de junio de 2017 sobre la solicitud de recepción de declaración
informativa, indicó que “…en audiencia sumaria a señalarse…” (sic), toda vez que conforme al art.
64 del Reglamento de Régimen Disciplinario del Ministerio Público, es en la audiencia sumaria que
se le escucha; situación que no aconteció en el presente caso, porque luego de las reiteradas
suspensiones de este actuado, el accionante no asistió a la misma sin justificativo valedero; y,
c) Una vez puesto en conocimiento del Fiscal de Materia procesado el inicio del sumario disciplinario
así como la apertura del plazo probatorio, no presentó ninguna prueba que demuestre la inexistencia
de responsabilidad, si bien propuso evidencia referida a solicitudes de certificación e informes,
esta proposición fue efectuada el mismo día de la conclusión de dicho plazo. Por otra parte, en
conocimiento del Auto que fija audiencia sumaria y de las reiteradas conminatorias realizadas ante la
inasistencia del accionante, se prosiguió con la misma sin su presencia, pues conocía el procedimiento
a seguir en caso de no comparecer de manera injustificada a la audiencia sumaria y luego de
reiteradas suspensiones, el día que se llevó a cabo la misma no asistió y no justificó su
incomparecencia; estando en expreso conocimiento del procesado los diferentes señalamientos a
audiencia sumaria con las que se le notificó para que asista; no existiendo por tanto vicio procesal
que permita la nulidad de actos.
Finalmente, concluyó en cuanto a la sanción impuesta, que la destitución del cargo y consiguiente
retiro de la Carrera Fiscal, al ser la sanción más gravosa, absorbe a la multa, correspondiendo aplicar
únicamente la primera.
Ahora bien, conforme el razonamiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.1
de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el principio de congruencia es entendido como la
estricta correlación que debe existir entre lo expuesto por el accionante y lo resuelto por la autoridad
demandada; lo que significa que el fallo que esta última emita debe responder a la pretensión jurídica,
a la expresión de agravios o a los cuestionamientos formulados por las partes procesales; asimismo,
se establece la coherencia que debe existir en todo el contenido de la respectiva resolución; es decir,
entre la parte considerativa y la dispositiva, cuyos considerandos y razonamientos deben guardar la
debida armonía para sostener la decisión.
En ese contexto jurisprudencial y de una comprensión del recurso jerárquico -según Resolución
FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017- interpuesto por el impetrante de tutela, esta jurisdicción
constitucional, pese a la particular estructura de dicho actuado procesal, pudo identificar la presencia
de los cuestionamientos esenciales referentes a que: 1) No se suspendió la audiencia sumaria, no
obstante haber adjuntando certificado médico justificando su inasistencia, porque dicho documento
no fue emitido por la CNS; 2) El Investigador Disciplinario no realizó las diligencias de descargo
solicitadas; asimismo, no se le recibió su declaración informativa; y, 3) Conforme a lo expuesto existió
indefensión material y se impidió la producción de las pruebas ofrecidas. Sin embargo, en la citada
Resolución jerárquica se logra apreciar una respuesta expresa sobre lo denunciado en cada uno de

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los cuestionamientos del recurso jerárquico planteado por Mario Omer Ballivián Romay -ahora
accionante-.
Por consiguiente, la situación descrita, demuestra una evidente y razonable concordancia entre los
puntos impugnados en el recurso jerárquico y lo expresamente resuelto por el ex Fiscal General del
Estado -codemandado-, aspecto que desvirtúa la denuncia expuesta en la presente acción tutelar,
relacionada con la vulneración del derecho al debido proceso en su elemento de congruencia de las
resoluciones, pues como ya se tiene señalado, se pudo verificar que la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-
PD 132/2017 observada, respondió a los cuestionamientos denunciados e identificados por este
Tribunal; circunstancia que impide la concesión de la tutela solicitada respecto a este argumento.
Igualmente, de acuerdo al entendimiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.2
de este fallo constitucional, referido a la debida motivación o fundamentación de las resoluciones,
como un componente del derecho al debido proceso, a través del cual se exige que la autoridad
demandada realice la exposición y el juzgamiento de todos los puntos demandados; es decir, de los
agravios o hechos cuestionados y planteados por las partes intervinientes, así como una
manifestación precisa de las argumentaciones pertinentes y razonables en relación a cada uno de
ellos, que conduzcan a establecer las correspondientes decisiones, a fin de resolver el caso sometido
a su conocimiento, exponiendo del mismo modo, los motivos que llevaron a dicha autoridad a asumir
una específica determinación.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y teniendo en cuenta además los antecedentes conocidos por
este Tribunal, especialmente el contenido de la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017, se
advierte que la misma, respecto a los tres cuestionamientos expresados párrafos arriba, cumple con
las exigencias y requerimientos establecidos en el referido Fundamento Jurídico, conteniendo por lo
tanto la debida motivación o fundamentación necesaria en toda determinación que ingrese al análisis
de fondo de la problemática principal, pues dicha Resolución jerárquica a tiempo de exponer sus
respectivos fundamentos respecto a esos puntos demandados, emitió un criterio argumentativo
puntual, fundado y suficiente sobre cada uno de ellos.
Es así que en relación a dichos cuestionamientos, el ex Fiscal General del Estado discernió
razonadamente, tomando en cuenta que:
i) Respecto al primer agravio. Concluyó que el Fiscal de Materia procesado no asistió a la audiencia
sumaria de 19 de julio de 2017, disponiendo su suspensión y se le conminó a que se haga presente;
asimismo, no asistió a la señalada para el 4 de septiembre del referido año, indicando su
imposibilidad material por cuestiones de trabajo; tampoco a la de 2 de octubre del citado año,
argumentando su dificultad debido al desarrollo propio de sus actividades; finalmente, estuvo ausente
en la fijada para el 6 del mes y año indicados, manifestando su impedimento por emergencia de
salud.
Al mencionado disciplinado se le conminó en reiteradas oportunidades para que esté presente en la
audiencia sumaria; asimismo, ante una segunda incomparecencia injustificada, la misma debía
proseguir; por lo que, en esa fecha se continuó con el desarrollo de dicha audiencia, toda vez que la
certificación médica particular no fue considerada como justificativo, ya que no fue presentada como
tal en audiencia y no estaba expedida por el ente gestor de salud del procesado; tomando en cuenta
que cuando el médico tratante (de la CNS) califique la incapacidad temporal del asegurado, expedirá
el certificado respectivo; documento que al presente no consta en antecedentes ni fue presentado
por el procesado, consiguientemente la Autoridad Sumariante no contaba en ese momento con la
debida justificación sobre la inasistencia del procesado.
Si bien hubo suspensión de audiencias se fijaron nuevas fechas y horas para que asista; y a
pesar de las conminatorias efectuadas para que concurra, no cumplió con las mismas, “…su
inasistencia ya no tenía justificativo alguno, teniendo conocimiento que ante la inasistencia
injustificada la Audiencia Sumaria proseguiría” (sic);
ii) En referencia al segundo agravio. Discernió que el Fiscal de Materia procesado fue notificado con
el inicio del sumario disciplinario el 31 de mayo de 2017, corriendo a partir de esa fecha el cómputo

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de los diez días de plazo de prueba común a las partes, cumpliéndose el referido plazo probatorio el
14 de junio de igual año; sin embargo, el sumariado contestó a la denuncia proponiendo prueba,
determinando la Autoridad Sumariante que se proceda a la misma por el Investigador asignado,
quien con dicha determinación fue notificado el 22 del mes y año referidos, cuando el 16 de igual
mes y año, fue clausurada la etapa probatoria; concluyendo que no existió incumplimiento por el
Investigador Disciplinario para realizar las diligencias de prueba requeridas, sino que la decisión de
esas actuaciones fue conocida por el prenombrado tres días después de cumplido el plazo probatorio.
Si se toma en cuenta la fecha en la que concluyó el periodo de prueba y el día en el que se presentó
la misma, se coincide en el 14 de junio del referido año; en ese sentido y toda vez que el accionante
fue puesto en conocimiento de los hechos procesados, se le dio oportunidad para presentar
descargos, no siendo responsabilidad de la Autoridad Sumariante ni del Investigador Disciplinario
que su defensa haya sido asumida al finalizar el plazo probatorio.
Es el procesado quien tiene la obligación de presentar sus descargos a los fines de desvirtuar los
hechos endilgados, ya que únicamente él conoce las razones por las que no pudo cumplir los plazos
procesales y los motivos que impidieron promover los actos investigativos. La responsabilidad
disciplinaria responde a los resultados emergentes del desempeño de sus funciones; es por ello que,
a los fines de no determinar la existencia de tal cometido, se requiere contar con prueba que justifique
el cumplimiento específico de sus funciones como director funcional de la investigación, tanto en
plazos como en promover actos investigativos. Se observó dejadez por parte del encausado, toda
vez que la proposición de pruebas a través de certificaciones e informes de causas fue efectuada
el mismo día en el que concluía el plazo probatorio y aún se hubiera podido generar dichas
certificaciones e informes, no hubieran sido suficientes para justificar las faltas acusadas. Tampoco
existió constancia de las oportunidades en las que su defensor reclamó la realización de diligencias
por el Investigador Disciplinario, pues la proposición de prueba se efectuó cuando concluyó el plazo
probatorio, emitiéndose dos días después el 16 del mes y año indicados, la clausura del mismo.
Por otra parte, la providencia de 16 de junio de 2017 sobre la solicitud de recepción de declaración
informativa, indicó que “…en audiencia sumaria a señalarse…” (sic), toda vez que es en la audiencia
sumaria que se le escucha; situación que no aconteció, porque luego de las reiteradas suspensiones,
el accionante no asistió a la misma sin justificativo valedero; y,
iii) Con relación al tercer agravio. Razonó que una vez puesto en conocimiento del Fiscal de Materia
procesado el inicio del sumario disciplinario así como la apertura del plazo probatorio, no presentó
ninguna prueba que demuestre la inexistencia de responsabilidad, si bien propuso prueba referida a
solicitudes de certificación e informes, esta proposición fue efectuada el mismo día de la
conclusión del plazo de prueba. Por otra parte, en conocimiento del Auto que fija audiencia sumaria
y de las reiteradas conminatorias realizadas ante su inasistencia, se prosiguió con la misma sin su
presencia, pues conocía el procedimiento a seguir en caso de no comparecer de manera injustificada
a dicho actuado y luego de reiteradas suspensiones, el día que se llevó a cabo no asistió y no
justificó su incomparecencia; siendo de su expreso conocimiento los diferentes señalamientos a
audiencia sumaria con los que se le notificó para que asista; no existiendo por tanto vicio procesal
que permita la nulidad de actos.
En tal sentido, conforme los fundamentos realizados por el ex Fiscal General del Estado demandado,
quedan claramente establecidos y explicados los motivos por los que consideró que la Resolución
Sumaria Sancionatoria 15/2017 se confirmó.
En ese sentido, las situaciones descritas denotan el cumplimiento de las exigencias jurisprudenciales
requeridas, por parte de la Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017, conteniendo una clara
exposición de las razones y motivos específicos que sustentan la determinación plasmada y asumida
por el ex Fiscal General del Estado que suscribió la misma; por consiguiente, la decisión jerárquica
ahora cuestionada, se encuentra fundamentada y motivada, pues uno de los elementos estructurales
que hace a la debida fundamentación de las resoluciones, lo configura la exposición de los criterios
jurídicos, que se tienen por expresados en la presente problemática, concretamente respecto a los
puntos cuestionados por el accionante; siendo necesario aclarar que, la sola discrepancia con la

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decisión asumida, no constituye suficiente cargo para concluir la lesión de derechos, igualmente debe
tomarse en cuenta que la fundamentación de los fallos no implica una labor de exposición exagerada
y abundante de hechos, citas legales ni argumentos reiterativos, sino que, la resolución sea concisa,
clara e integre todos los puntos demandados, de manera que consten las razones determinativas que
respaldan la decisión adoptada.
En cuanto a la interpretación de la legalidad ordinaria y valoración de la prueba en sede constitucional
pretendidas por el accionante respecto a que el certificado médico justificaría su inasistencia, que el
Investigador Disciplinario no diligenció sus pruebas y que no se le recepcionó su declaración
informativa; la jurisprudencia constitucional desarrollada en el Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional prevé el cumplimiento de requisitos para que se
pueda ingresar a realizar las mismas, los cuales exigen que el peticionante de tutela debe cumplir,
por un lado con explicar por qué la labor interpretativa impugnada resulta arbitraria, absurda o ilógica
o con error evidente; precisar los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el
intérprete con dicha interpretación; y, establecer el nexo de causalidad entre la supuesta
interpretación arbitraria y los derechos y/o garantías que conforman el bloque de constitucionalidad
y que fueron vulnerados con dicha interpretación, explicando la relevancia constitucional; y, por otra
parte con señalar concretamente qué pruebas fueron valoradas apartándose de los marcos legales
de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no
fueron producidas o compulsadas; indicando en qué medida, en lo conducente, dicha valoración
cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante haber sido
oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final.
Aspectos a los cuales el accionante intentó dar cumplimiento; sin embargo, no lo hizo; puesto que,
en ese propósito solo volvió a confirmar su intención de denunciar la transgresión de su derecho al
debido proceso por falta de fundamentación de la Resolución jerárquica, que como se señaló, fue
debidamente considerado.
Conforme a todo lo expuesto y por lo mismo, no se advierte que se hayan vulnerado los derechos a
la defensa, igualdad procesal y de acceso a la justicia que invoca el accionante; por lo que, símilmente
corresponde denegar la tutela al respecto.
Finalmente, con relación a la denuncia del accionante, en sentido de que se le aplicó una doble
sanción por un solo hecho -descuento de su sueldo y destitución de sus funciones-; se advierte que
dicho reclamo no se encuentra como agravio en su recurso jerárquico de 8 de diciembre de 2017 -
según Resolución FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 132/2017-; por lo que, también incumbe denegar la tutela
al respecto.
En consecuencia, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con otro
fundamento, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 2/19 de 30 de abril de 2019, cursante de fs. 610 a
612, pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Vigésimo Primera de la Capital del
departamento de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, conforme a los
fundamentos jurídicos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0637/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28886-2019-58-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 05/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 49 vta. a 50, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Jasson Pérez Triantáfilo en representación
de Jorge Gutiérrez Santiago contra José Mario Gandarillas Angulo, Exjuez y Nancy Blanco
Fernández, ex y actual Jueza Pública Civil y Comercial Cuarta de la Capital del
departamento de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 1 de abril de 2019, cursante de fs. 5 a 13 vta., el accionante a
través de su representante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Ante el fallecimiento de José Pastor Gutiérrez Gutiérrez, y debido a la supuesta inexistencia de hijos
biológicos, los señores Pablo y Wálter Gutiérrez Gutiérrez, así como los herederos de Víctor Gutiérrez
Gutiérrez, fueron declarados herederos de los bienes del de cujus, sustanciándose posteriormente el
proceso de división y partición de los mismos, disponiéndose por Auto de 20 de noviembre de 2000
como medida precautoria la prohibición de introducir mejoras e innovaciones, así como contratar;
determinación que fue inscrita en Derechos Reales (DD.RR.) sobre el inmueble con Matrícula
“3011020011094”.
Posteriormente, tras ser apelada la Sentencia de división, se determinó la emisión de una nueva,
siendo tal decisión confirmada en casación, emitiéndose una nueva Sentencia declarándole como
único heredero tras probar ser hijo biológico del fallecido, disponiéndose en consecuencia el archivo
de obrados del proceso de división; en efecto, por providencia de 1 de agosto de 2012 se dispuso la
cancelación de las medidas precautorias, cuya extensión del testimonio fue ordenada por decreto de
18 de abril de “2015” pero que fue indebidamente dejada sin efecto mediante Auto de 27 de marzo
del mismo año.
Asimismo, por Auto de 13 de diciembre de 2016 se estableció la cancelación del registro de propiedad
de los herederos colaterales emergente de la declaratoria de herederos, disponiendo el registro en
DD.RR. así como la extensión del testimonio; sin embargo, se emitió el decreto de 7 de marzo de
2017 por el que se dejó sin efecto las notificaciones con dicho Auto, determinando la notificación en
los domicilios procesales.
Por otro lado, mediante decreto de 28 de diciembre de 2016, el Exjuez demandado dispuso la emisión
de mandamiento de desapoderamiento de Gastón Pablo Manuel Gutiérrez; empero, por orden verbal
de la Jueza demandada no se le hizo entrega del mismo.
En tal sentido, las determinaciones dispuestas por las autoridades demandadas lesionaron sus
derechos.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, a la propiedad privada, a la
sucesión hereditaria y a los principios de legalidad y seguridad jurídica, citando al efecto los arts.
56.II y III, y 180.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela instruyendo que: a) Se deje sin efecto el decreto de 7 de marzo de 2017,
disponiendo como lógica consecuencia la entrega de los testimonios para la cancelación del registro
de propiedad de los “herederos colaterales”, ordenando asimismo la notificación al Registrador de
DD.RR.; b) En atención al decreto de 28 de diciembre de 2016, se determine que por Secretaria se
proceda a la entrega del mandamiento de desapoderamiento de Gastón Pablo Manuel Gutiérrez; y,
c) El levantamiento de la prohibición de innovar y contratar determinando la notificación al
Registrador de DD.RR., y que por Secretaría se elabore el correspondiente testimonio.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 48 a 49,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el tenor de su acción de amparo constitucional,
precisando que son tres los aspectos que denunció: 1) La emisión del decreto de 7 de marzo de
2017, contrariando el art. 84 del Código Procesal Civil (CPC) y la omisión de la entrega del testimonio
para la cancelación de los títulos inscritos; 2) Existiendo el decreto de 28 de diciembre de 2016, la
Jueza demandada ordenó que no se entregue el mandamiento de desapoderamiento sobre el bien
inmueble en cuestión; y, 3) Ya no tiene sentido mantener la medida precautoria de prohibición de
innovar y contratar.
I.2.2. Informe de los demandados
Nancy Blanco Fernández, Jueza Pública Civil y Comercial Cuarta de la Capital del departamento de
Cochabamba, mediante informe escrito de 17 de abril de 2019, cursante de fs. 57 a 63 vta., manifestó
que: i) Se formuló recurso de reposición contra el decreto de 18 de abril de 2013, en esa razón se
emitió el Auto de 27 de marzo de 2015 reponiendo la decisión impugnada y dejándola sin efecto; ii)
Una vez solicitada la ejecutoria del Auto de 13 de diciembre de 2016, mediante decreto de 7 de
marzo de 2017 anuló las diligencias de “fs. 1679 y vta.” y dispuso que el Oficial de Diligencias notifique
a todas las partes en su domicilio procesal en función de la trascendencia del acto a ser comunicado,
que fue practicado al accionante el 31 del citado mes y año y que no impugnó, por lo que la acción
de amparo constitucional presentada resulta ser improcedente; y, iii) Respecto a que se hubiese
negado la emisión del mandamiento de desapoderamiento, desconoce dicho extremo y lo rechaza.
José Mario Gandarillas Angulo, Exjuez Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del departamento
de Cochabamba, no se hizo presente en la audiencia de amparo constitucional y tampoco remitió
informe alguno pese a su notificación cursante a fs. 47 vta.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Gastón Pablo Manuel Gutiérrez Lara, por memorial presentado el 7 de junio de 2019, cursante de fs.
98 a 100 vta., manifestó que no es parte en la acción de amparo constitucional presentada; sin
embargo, la decisión del Juez de garantías afectó sus intereses, siendo que al ser poseedor del
inmueble en cuestión se dispuso que se entregue el mandamiento de desapoderamiento, estando
actualmente en trámite la demanda de usucapión que interpuso.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto de Familia de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio
de Velasco del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución
05/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 49 vta. a 50, declaró “procedente” la tutela impetrada
disponiendo: a) Dejar sin efecto el decreto de 7 de marzo de 2017, ordenando a la Jueza demandada
la entrega de los testimonios correspondientes para la cancelación del registro de propiedad inscrito
a nombre de los herederos colaterales del inmueble con “…matricula computarizada 30110211094
con asiento A-2…” (sic); asimismo, se oficie al Registrador de DD.RR. de Cochabamba; b) Se haga
entrega del mandamiento de lanzamiento en el día; y, c) Se otorgue los testimonios para levantar la
prohibición de contratar e innovar que pesa sobre el referido inmueble; decisión asumida en base al
fundamento que dicha autoridad dictó el decreto de 7 de igual mes y año, violentando el

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procedimiento y anuló las diligencias realizadas de conformidad al art. 84 del CPC, sin tomar en
cuenta que había aparecido el único y legítimo heredero.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes de la presente acción, se establece lo siguiente:
II.1. Por decreto de 1 de agosto de 2012, se dispuso la notificación al registrador de DD.RR. a objeto
que se proceda a la cancelación de las medidas precautorias de prohibición de innovar y contratar
ordenadas por Auto de 20 de noviembre de 2000 respecto a los bienes inmuebles con Matrículas
3.01.1.02.0011094 y 3.01.1.99.0003244 en mérito a la solicitud del ahora accionante (fs. 1568); por
lo que, en atención a la petición de francatura de testimonio para registro de la cancelación, por
decreto de 18 de abril de 2013, se instruyó tal extremo (fs. 1645 vta. del anexo).
II.2. Cursa Auto de 27 de marzo de 2015 por medio del cual a tiempo de resolver el recurso de
reposición presentado por Alonso Gutiérrez Lara contra el decreto de 18 de abril de 2013, la
Exautoridad demandada repuso el mismo dejándolo sin efecto, decisión que fue notificada al
impetrante de tutela el 15 de abril de 2015 (fs. 1659 a 1660 del anexo).
II.3. A través del Auto de 13 de diciembre de 2016 expedido por la referida Exautoridad se dispuso
la cancelación del derecho propietario de los herederos colaterales de José Pastor Gutiérrez Gutiérrez,
y que se proceda al registro propietario del accionante en calidad de hijo biológico del fallecido
respecto a la Matrícula 3.01.1.02.0011094, determinando la notificación al Registrador de DD.RR. de
Cochabamba y la emisión del testimonio de ley (fs. 1761 a 1762 vta. del anexo).
II.4. Por decreto de 28 de diciembre de 2016, la mencionada Exautoridad a pedido del impetrante
de tutela, en consideración a su calidad de heredero del fallecido y su prelación de derechos sobre el
bien inmueble con Matrícula 3.01.1.02.0011094, dispuso la emisión del mandamiento de
desapoderamiento contra Gastón Pablo Gutiérrez Lara (fs. 1765 del anexo).
II.5. Mediante decreto de 7 de marzo de 2017, la Jueza demandada dejó sin efecto las diligencias
de notificación con el Auto de 13 de diciembre de 2016 realizadas en tablero de secretaría del Juzgado
a su cargo, disponiendo que se practiquen en los domicilios procesales señalados (fs. 1768),
notificando al representante del accionante el 31 de marzo de 2017 (fs. 1768 del anexo).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la propiedad privada, a la
sucesión hereditaria y a los principios de legalidad y seguridad jurídica; alegando que, luego de
haberse inscrito la declaratoria de herederos de los bienes de José Pastor Gutiérrez Gutiérrez a favor
de terceros, probó ser hijo del fallecido, dando lugar a que sea declarado único heredero, por lo que:
1) Habiéndose determinado medidas precautorias de prohibición de innovar y contratar en el proceso
de división de herencia que fue anulado por comprobarse su legítimo derecho sucesorio, solicitó la
cancelación de dichas medidas, aspecto que fue debidamente ordenado; sin embargo, estando
dispuesta la francatura del testimonio respectivo, se dejó sin efecto esta determinación mediante
Auto de 27 de marzo de 2015 dispuesto por la Exautoridad hoy demandada; 2) Tras disponerse por
Auto de 13 de diciembre de 2016 la cancelación del derecho propietario de los herederos colaterales,
por decreto de 7 de marzo de 2017 emitido por la Jueza demandada, se dejó sin efecto las
notificaciones con tal decisión, determinando sean realizadas en el domicilio procesal de los
interesados y no así en tablero de secretaría; y, 3) Mediante decreto de 28 de diciembre de 2016, el
Exjuez demandado dispuso la emisión del mandamiento de desapoderamiento de Gastón Pablo
Manuel Gutiérrez sobre el inmueble con Matrícula 3.01.1.02.0011094; empero, por orden verbal de
dicha Jueza no se le hizo entrega del mismo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El principio de inmediatez en la acción de amparo constitucional

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El art. 129.II de la CPE establece que: “La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el
plazo máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de
notificada la última decisión administrativa o judicial”. En igual sentido el art. 55.I Código Procesal
Constitucional (CPCo) señala: “La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo
máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de conocido
el hecho”.
En ese entendido la SCP 0809/2012 de 20 de agosto, establece que: ‘“… el principio de inmediatez no
importa la utilización discontinua o esporádica de los medios y recursos previos a la interposición del
amparo, pues los reclamos deben ser interpuestos ante la instancia ordinaria o administrativa
competente oportunamente, debiendo el agraviado por la lesión, hacer el seguimiento respectivo de
su reclamo hasta agotar todas las instancias en el tiempo razonable, y para el caso de no obtener
respuesta ni la cesación de la vulneración podrá acudir en el plazo de seis meses ante la jurisdicción
constitucional a fin de que se compulse la amenaza, restricción o supresión al derecho fundamental.
Este razonamiento, resulta lógico, puesto que responde no sólo al principio de inmediatez sino
también a los principios de preclusión y celeridad, los mismos que no sólo dependen de los actos de
la autoridad sino también del peticionante, quien debe estar compelido por su propio interés a realizar
el seguimiento que corresponda a su solicitud, de modo que cuando no ha sido diligente en propia
causa no se puede pretender que esta jurisdicción esté supeditada en forma indefinida para otorgarle
protección’. Así la SC 0521/2010-R de 5 de julio”.
En el mismo sentido la SCP 1265/2013-L de 20 de diciembre, refiere que: “…Inicialmente corresponde
anotar que la jurisprudencia constitucional ha sido firme al señalar que la acción de amparo
constitucional (antes recurso de amparo constitucional), debe plantearse dentro de un plazo
oportuno, justo y razonable, debiendo el juez constitucional, valorar los elementos particulares de
cada caso…
(…)
‘Fuera del agotamiento de los otros medios de defensa judiciales, el segundo requisito general de
procedibilidad de la acción de tutela contra providencias, es el de inmediatez. Esta exigencia
jurisprudencial reclama la verificación de una correlación temporal entre la solicitud de tutela y el
hecho judicial vulnerador de los derechos fundamentales, que puede explicarse de la siguiente forma:
es improcedente la acción de tutela contra actuaciones judiciales cuando el paso del tiempo es tan
significativo, que es irrazonable y desproporcionado un control constitucional de la actividad judicial
por la vía de la acción de tutela.
Desde esta perspectiva, es necesario interponer la acción de tutela contra providencias judiciales tan
pronto se produce la vulneración o amenaza de los derechos fundamentales, o en un plazo prudencial,
porque de lo contrario la necesidad de la protección constitucional por vía de tutela queda en
entredicho. Permitir un excesivo paso del tiempo ante la posibilidad de una reclamación
constitucional, puede afectar significativamente además la seguridad jurídica, por lo que la inmediatez
es claramente una exigencia ineludible en la procedencia de la tutela contra providencias judiciales ”’.
III.2. La acción de amparo constitucional y su naturaleza subsidiaria
El art. 129.I de la CPE, reconociendo el carácter subsidiario de esta acción tutelar, señala que: “…se
interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con Poder suficiente o por la
autoridad correspondiente de acuerdo a la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente,
siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados" (las negrillas nos pertenecen).
Al respecto la SC 1580/2011-R de 11 de octubre, concluyó que: “Este Tribunal, a través de su
uniforme jurisprudencia, ha desarrollado el carácter subsidiario del amparo constitucional, señalando
que: '...no podrá ser interpuesta esta acción extraordinaria, mientras no se haya hecho
uso de los recursos ordinarios o administrativos y, en caso de haber utilizado los mismos
deberán ser agotados dentro de ese proceso o vía legal, sea judicial o administrativa,
salvo que la restricción o supresión de los derechos y garantías constitucionales ocasione perjuicio

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irremediable e irreparable' (SSCC 1089/2003-R, 0552/2003-R, 0106/2003-R, 0374/2002-R,


1337/2003-R, entre otras)” (las negrillas nos corresponden).
En torno a ese entendimiento, la SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, estableció las siguientes
reglas y sub reglas de improcedencia del amparo por subsidiariedad, cuando: “…1) Las
autoridades judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse
sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un medio de defensa ni ha planteado
recurso alguno, así: a) Cuando en su oportunidad y en plazo legal no se planteó un
recurso o medio de impugnación; y, b) Cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el
ordenamiento jurídico; y, 2) Las autoridades judiciales o administrativas pudieron haber
tenido o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios
de defensa, así: a) Cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos
de planteamientos extemporáneos o equivocados; y, b) Cuando se utilizó un medio de defensa
útil y procedente para la defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó,
estando al momento de la interposición y tramitación del amparo, pendiente de
resolución. Ambos casos, se excluyen de la excepción al principio de subsidiaridad, que se da
cuando la restricción o supresión de los derechos y garantías constitucionales denunciados, ocasionen
perjuicio irremediable e irreparable, en cuya situación y de manera excepcional, procede la tutela
demandada, aún existan otros medios de defensa y recursos pendientes de resolución ” (las negrillas
son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
De la lectura de la acción interpuesta, se extrae que el impetrante de tutela a través de su
representante denuncia la lesión de sus derechos producto de presuntos actos lesivos en la
tramitación de la causa en la que inicialmente al fallecimiento de José Pastor Gutiérrez Gutiérrez se
habría declarado como herederos a terceros y ante la comprobación de su calidad de hijo del
nombrado, se dejó sin efecto el trámite de división de herencia que se estaba ventilando,
ocasionándose en adelante tres actos concretos que a criterio del impetrante de tutela vulneraron
sus derechos:
III.3.1. Respecto a la problemática planteada en el inc. 1)
El accionante alega que en el proceso de división de herencia seguido por terceros que en su
momento fueron declarados herederos -antes que se compruebe que es hijo biológico del causante-
, se dispuso la prohibición de innovar y contratar respecto a los bienes sujetos a sucesión; en tal
sentido, tras demostrar su derecho y consecuentemente ser el único heredero, ante su petición, se
dejaron sin efecto las medidas dispuestas mediante decreto de 1 de agosto de 2012, ordenándose
se franquee testimonio por decreto de 18 de abril de 2013 (Conclusión II.1). Empero, producto de
un recurso de reposición, por Auto de 27 de marzo de 2015, esta decisión fue repuesta (Conclusión
II.2).
En consecuencia, el acto considerado lesivo respecto a este primer agravio se constituye el Auto de
27 de marzo de 2015, mismo que conforme consta en obrados fue notificado al accionante el 15
de abril del mismo año.
Ahora bien, conforme determina el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, se
tiene que la acción de amparo constitucional debe ser interpuesta en un plazo oportuno y razonable,
estableciéndose al efecto un máximo de seis meses, computable a partir de la comisión de la
vulneración alegada o de notificada la última decisión administrativa o judicial, esto en atención a
que la tutela que brinda esta acción constitucional no puede ser indefinida debiendo el accionante
hacer uso oportuno de la misma.
En el caso concreto, se tiene que la causa de la presunta lesión de derechos alegada fue la actuación
de la Exautoridad demandada en la emisión del Auto de 27 de marzo de 2015, emergente del
planteamiento de un recurso de reposición contra el decreto de 1 de agosto de 2012; en
consecuencia, dicho Auto fue notificado al impetrante de tutela el 15 de abril de 2015, por lo que
siendo tal decisión inimpugnable, el plazo de seis meses de presentación de esta acción debe ser

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computada a partir de su notificación, siendo interpuesta la acción de amparo constitucional que nos
ocupa el 1 de abril de 2019, aspecto que denota que el citado plazo de seis meses fue
abundantemente superado, imposibilitando así que esta jurisdicción ingrese al análisis de fondo de
la problemática planteada, correspondiendo la denegatoria de la tutela impetrada.
III.3.2. Respecto a la problemática planteada en el inc. 2)
El reclamo del accionante tiene como antecedente la emisión del Auto de 13 de diciembre de 2016
que en su oportunidad dispuso la cancelación del registro propietario de terceros y determinó el
registro propietario del prenombrado en calidad de hijo biológico del fallecido sobre los bienes del
causante (Conclusión II.3), empero, por decreto de 7 de marzo de 2017, la Jueza demandada dejó
sin efecto las notificaciones con el precitado Auto, ordenando que sea notificado en el domicilio
procesal de los interesados (Conclusión II.5).
La situación descrita denota que el acto reclamado como lesivo de derechos fundamentales recae
sobre el decreto de 7 de marzo de 2017, que conforme consta en actuados fue notificado al
peticionante de tutela el 31 del mismo mes y año.
Sobre el particular, cabe citar lo previsto por el Código Procesal Civil respecto a los medios de
impugnación:
“ARTÍCULO 252. (CLASES). Los medios de impugnación judicial son:
1. Reposición.
2. Apelación.
3. Casación.
4. Compulsa.
5. Revisión extraordinaria de sentencia.
ARTÍCULO 253. (PROCEDENCIA).
I. El recurso de reposición procede contra las providencias y autos interlocutorios con objeto de que
la autoridad judicial, advertida de su error, los modifique, deje sin efecto o anule.
II. Este recurso podrá plantearse en cualquier momento del proceso, inclusive en ejecución de
sentencia, si la naturaleza de lo resuelto lo permite”.
Ahora bien, conforme determina el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, la
acción de amparo constitucional como mecanismo de defensa de derechos fundamentales está
concebida en su configuración procesal como una garantía de naturaleza subsidiaria, por lo que no
es posible su activación sino previo agotamiento de las vías legales ordinarias para la reparación de
los derechos.
En el caso concreto, tras la emisión del decreto de 7 de marzo de 2017, conforme se tiene precisado
en la normativa aplicable (Código Procesal Civil), previo a la interposición de esta acción tutelar, el
impetrante de tutela tenía la posibilidad de interponer recurso de reposición contra la citada
resolución, constituyéndose ese en el medio intraprocesal idóneo a efectos de reclamar la presunta
lesión de derechos emergente de la decisión judicial cuestionada con carácter previo a acudir ante
esta jurisdicción a través de la acción de amparo constitucional; al no haberlo hecho así, se configura
la causal 1 inc. a) de las reglas y subreglas de subsidiariedad de esta acción tutelar prevista en la
jurisprudencia precitada, correspondiendo en consecuencia denegar la tutela impetrada en atención
a la naturaleza subsidiaria que rige a este medio de defensa constitucional.
III.3.3. Respecto a la problemática planteada en el inc. 3)
En relación a este punto, el accionante refiere que por decreto de 28 de diciembre de 2016, se
dispuso la emisión de mandamiento de desapoderamiento de Gastón Pablo Gutiérrez Lara respecto
al inmueble con Matrícula 3.01.1.02.0011094; sin embargo, por orden verbal de la autoridad
demandada no se habría hecho entrega del mismo.

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Al respecto, conforme se precisó en el punto anterior, por la naturaleza subsidiaria de la acción de


amparo constitucional, no es posible acudir a esta jurisdicción a través de este medio de tutela en
reclamo de la presunta lesión de derechos sin previamente haber acudido ante la autoridad
competente agotando los mecanismos intraprocesales idóneos para la reparación de los derechos
considerados como lesionados.
En atención a lo referido supra, en el caso en análisis no se tiene constancia alguna que el impetrante
de tutela haya realizado un pedido explícito ante la autoridad demandada en reclamo de la entrega
del mandamiento de desapoderamiento extrañado a objeto que este Tribunal Constitucional
Plurinacional pueda compulsar la supuesta negativa de entrega o el rechazo de su petición, más aun
cuando en su informe la citada autoridad mencionó desconocer estos extremos, negando sus
aseveraciones; en esa razón, previo a interponer esta acción tutelar, el impetrante de tutela debió
acudir ante la autoridad demandada a objeto de hacer presente su solicitud y no concurrir
directamente ante este Tribunal en procura de la efectiva entrega del mandamiento extrañado; por
lo que, en atención a la subsidiariedad de la acción de amparo constitucional corresponde denegar
la tutela impetrada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber concedido la tutela solicitada, no compulsó
correctamente los alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 05/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 49 vta. a 50,
pronunciada por el Juez Público Mixto de Familia de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR
la tutela impetrada, con la aclaración de que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática
planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0638/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28894-2019-58-AAC
Departamento: Pando
En revisión la Resolución 36/19 de 7 de mayo de 2019, cursante de fs. 71 a 72 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Julio Homero Villalobos Moreno
contra Daniel Tito Atahuichi Alvarez, Diego Valdir Roca Saucedo y Ruth Karina Suzaño
Cortéz, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal Segundo de Cobija del departamento de Pando.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 3 de mayo de 2019, cursante de fs. 46 a 49, el accionante manifestó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Como propietario de un bien inmueble adquirido como resultado de la división y partición de bienes
gananciales de la fenecida causa de divorcio, advertido del gravamen inserto en este, inició un
proceso de caducidad, bajo el argumento de que el plazo para interponer demanda de reparación de
daños y perjuicios por parte del Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia del departamento de
Pando, dentro del proceso penal en contra de su exesposa en el que se generó la anotación preventiva
de la propiedad, había vencido; dando lugar a su petición inclusive en alzada, solicitó al Tribunal de
Sentencia Penal Segundo de Cobija de ese departamento, disponga la cancelación de esta.
Ese Tribunal emitió el Auto de 10 de abril de “2018” -lo correcto es 2019-, estableciendo que
previamente debía iniciar otro proceso en la vía civil, que defina la caducidad del plazo para la
interposición de la solicitud de reparación de daños y perjuicios ya referido, en el entendido de que
así lo estableció el Auto de Vista de 16 de julio de 2018, emitido por la Sala Penal del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando; interpuesto el recurso de reposición contra dicha determinación,
el Tribunal aludido emitió la Auto Interlocutorio de 17 de abril de 2019, rechazando el mismo,
omitiendo considerar lo preceptuado en el art. 37 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y que la
anotación preventiva se generó en la vía penal y no así en la civil.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de su derecho a la propiedad privada y al principio de non bis in ídem ,
citando al efecto los arts. 56 y 116.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo se deje sin efecto el Auto Interlocutorio de 17 de abril de
2019 y se ordene a los demandados, determinen la cancelación del gravamen de anotación preventiva
de su propiedad.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 7 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 66 a 70,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El solicitante de tutela a través de su abogado, se ratificó inextenso en los términos del memorial de
acción de amparo constitucional presentado y ampliándolo señaló: a) Que el proceso de divorcio y
división y partición de bienes tuvo una duración de más de cinco años y que no resulta oportuno que

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continúe con otra causa, cuando se trata de una persona de la tercera edad; b) Al emitirse la
Sentencia correspondiente al proceso de división y partición, quiso registrar el bien inmueble a su
nombre, en oficinas de Derechos Reales (DD.RR.), instancia que le comunicó sobre la existencia del
gravamen; por lo que, tuvo que iniciar un proceso de caducidad que duró más de dos años; c) El
art. 37 del CPP, establece que la caducidad puede ser solicitada en la vía penal o civil, no ambas, por
ello activó la primera, puesto que ningún juez en materia civil determinó la anotación preventiva,
sino que esta emergió de un proceso punitivo; y, d) “…no podemos esperar a que el municipio intente
la demanda de reparación en la vía civil…” (sic), no corresponde el inicio de un nuevo proceso que
establezca un resultado que ya fue determinado.
I.2.2. Informe de los demandados
Daniel Tito Atahuichi Alvarez, Diego Valdir Roca Saucedo y Ruth Karina Suzaño Cortéz, Jueces del
Tribunal de Sentencia Penal Segundo de Cobija del departamento de Pando, mediante informe escrito
de 7 de mayo de 2019, cursante de fs. 59 a 60, manifestaron que: 1) En primera instancia se dispuso
el rechazo a la solicitud de desgravamen del bien inmueble impetrado por el ahora accionante,
resultado que fue confirmado en alzada; 2) La Sala Penal del Tribunal Departamental de Justicia de
Pando, instó al impetrante de tutela, tomar en cuenta que la acción de reparación de daños y
perjuicios puede ser ejercida en la vía civil como en la penal; por lo que, debía demostrar la caducidad
en ambas; 3) Al tratarse de un proceso donde se manejan intereses del Estado, en torno a la
reparación del daño que hubiere sufrido el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia del citado
departamento, la Sala Penal indicada asumió dicha decisión; 4) La presente acción debió ser dirigida
a los Vocales que conforman la Sala Penal, pues fue este Tribunal el que determinó el rechazo de la
petición del solicitante de tutela; y 5) En el caso concurre la causal de improcedencia de la acción de
defensa, inserta en el art. 53.2 del Código Procesal Constitucional (CPCo).
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Juan Carlos Zabala Romaña, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, a través de su
representante, en audiencia señaló que: i) No se tiene ningún proceso contra el accionante, pero
respecto al bien inmueble, debía haberse hecho presente “Frida Landívar” quien fue la propietaria;
ii) La anotación preventiva tiene la intención de garantizar el resarcimiento de los daños y perjuicios
ocasionados dentro del proceso penal seguido contra la aludida por la comisión de los delitos de
incumplimiento de deberes y peculado; iii) El Auto de Vista de 15 de febrero de 2019, emitido por la
Sala Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, estableció que la vía civil estaba expedita
para la interposición de la solicitud del resarcimiento referido; por lo que, se acudiría a la misma; y,
iv) El Código Civil no reconoce la caducidad, sino la prescripción y en el caso corresponde la aplicación
del art. 1502 de este cuerpo normativo; en razón a ello, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, por Resolución 36/19
de 7 de mayo de 2019, cursante de fs. 71 a 72 vta., denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes
fundamentos: a) El peticionante de tutela presentó solicitud de cancelación de la anotación
preventiva ante el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de Cobija del departamento de Pando, que
fue rechazada por falta de prueba y apelada la decisión, esta fue confirmada por la Sala Penal, a
través de Auto de Vista de 16 de julio de 2018, misma que no mereció la interposición de ningún otro
recurso, entendiéndose que este fue consentido; y, b) Nuevamente se interpuso el pedido antes
indicado, esta vez, ante el Juez de Sentencia Penal de la Capital, que también fue rechazada, con los
argumentos establecidos en el Auto de Vista anteriormente mencionado; es decir, falta de prueba
que demuestre la caducidad en ambas vías, penal y civil, por lo que, habiéndose demostrado que el
impetrante de tutela dio conformidad y plena aceptación de los actos que señala como vulneratorios
de sus derechos, su conducta se adecua a lo enmarcado en el art. 53.2 del CPCo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:

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II.1. Cursa Informe de 26 de febrero de 2018, emitido por Luz Jeny Cano Céspedes, que en su
calidad de Secretaria del Tribunal de Sentencia Segundo de Cobija del departamento de Pando,
estableció “…Que revisado el libro de ingreso de Causas Nuevas y el sistema NUREJ que lleva el
Juzgado de Sentencia de la Capital, se puedo evidenciar que no existe ninguna demanda de
Reparación de Daño” (sic), dentro del caso seguido por el Ministerio Público contra Frida Méndez
Sosa y otros (fs. 28).
II.2. Por Auto de Vista de 16 de julio de 2018, la Sala Penal y Administrativa del Tribunal
Departamental de Justicia de Pando, resolvió el recurso de apelación interpuesto contra el Auto
Interlocutorio de 16 de marzo del mismo año, emitido por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo,
declarándolo improcedente bajo el argumento de que “…no existe ninguna prueba de que se haya
dispuesto la caducidad para la reparación o indemnización del daño u otra prueba que establezca
que las partes legitimadas a ejercer la acción civil hayan perdido esta facultad, para que el Tribunal
de origen proceda a ordenar la cancelación de la anotación preventiva, no olvidemos que la acción
civil, no solo puede ser ejercida en el proceso penal conforme con las reglas especiales previstas en
este Código, sino también puede intentarse ante los Tribunales civiles (art. 37 CPP), no habiendo
presentado el solicitante prueba al respecto, no corresponde la cancelación de la anotación
preventiva...” (sic); asimismo, esta instancia emitió Auto de 7 de agosto del mismo año, rechazando
la solicitud de explicación y enmienda, planteada por el impetrante de tutela respecto a lo antes
determinado (fs. 63 a 65 vta.).
II.3. Mediante memorial de 14 de agosto del citado año, presentado ante el Juzgado de Sentencia
Penal de turno de Cobija, Julio Homero Villalobos Moreno, solicitó se declare la caducidad del derecho
a pedir la reparación de daños y perjuicios por parte del Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia,
al tenor de los arts. 53, 382 y 388 del CPP, por consiguiente, se ordene la cancelación de la anotación
preventiva en el registro de propiedad con folio real 9.01.1.01.0002145 (fs. 30 y vta.).
II.4. A través de la Resolución de 5 de octubre de dicho año, el Juez de Sentencia Penal Primero de
Cobija, declaró la caducidad en la reparación del daño que no ejerció la entidad edil (fs. 32 a 34 vta.).
II.5. Por Auto de Vista de 15 de febrero de 2019, la Sala Penal y Administrativa, determinó declarar
improcedente el recurso de apelación incidental planteado por el precitado Gobierno Municipal contra
la Resolución de 5 de octubre de 2018, referida supra (fs. 36 a 37).
II.6. Mediante memorial presentado el 10 de abril del señalado año, el impetrante de tutela puso a
conocimiento del Tribunal de Sentencia Penal Segundo de Cobija, la declaratoria de caducidad y
solicitó se ordene la cancelación de la anotación preventiva respectiva (fs. 39).
II.7. A través del Auto de 10 de igual mes y año, el Tribunal referido supra, indicó que, “…conforme
el auto de vista de 16 de julio de 2018, para poder proceder al levantamiento de la anotación
preventiva por caducidad, debe tenerse la declaratoria de caducidad no sólo en la vía penal, sino
también en la vía civil, una vez cumplido lo dispuesto por los inmediatos superiores se procederá a
ordenar el levantamiento de la anotación preventiva por caducidad en ambas vías…” (sic [fs. 40]).
II.8. Por memorial presentado el 15 del mismo mes y año, el peticionante de tutela interpuso recurso
de reposición contra el Auto de 10 de abril de 2019, mereciendo respuesta a través del Auto
Interlocutorio de 17 de similar mes y año que fue rechazado, estableciendo que el Auto de Vista de
16 de julio y su Auto complementario de 7 de octubre, ambos de 2018, “…son la base para rechazar
lo solicitado por el peticionante, deben darse cumplimiento a lo estipulado por la Sala Penal y
Administrativa para poder dar lugar a la cancelación de la anotación preventiva del inmueble en
cuestión…” (sic [fs. 42 a 43 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de su derecho a la propiedad y al principio non bis in ídem, en
razón de que las autoridades demandadas emitieron el Auto Interlocutorio de 17 de abril de 2019,
rechazando el recurso de reposición, planteado contra lo determinado en el Auto de 10 del mismo
mes y año, indicándole que debía solicitar la cancelación de la anotación preventiva de su bien
inmueble conforme lo establecido en el Auto de Vista de 16 de julio de 2018, emitido por la Sala

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Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Pando; es decir, que debe contar con la declaratoria
de caducidad del plazo para la interposición de la demanda de reparación de daños y perjuicios por
el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, no sólo en la vía penal sino también en la civil.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción civil en el proceso penal
La acción civil que nace en el marco de un proceso penal, no se origina como consecuencia de un
delito o de una falta, sino que surge del daño ocasionado por actos y omisiones ilícitas que se
encuentran tipificadas como delito o falta en el Código Penal.
La conducta que en él se halla tipificado como un delito o una falta, únicamente lleva aparejada una
consecuencia jurídica: una pena. Sin embargo, existe la obligación de reparar el daño causado por
una conducta criminalmente perseguible a través de la denominada acción civil.
De acuerdo al art. 37 del CPP, se establece que; “La acción civil podrá ser ejercida en el proceso
penal conforme con las reglas especiales previstas en este Código o intentarse ante los
tribunales civiles, pero no se podrá promover simultáneamente en ambas jurisdicciones”
(las negrillas son añadidas).
Dentro de estos parámetros podrán ejercer o promover esta acción ante el juez penal, bajo los marcos
que la norma establece, las personas naturales o jurídicas que pretendan haber derivado un perjuicio
del hecho punible, esto sujeto a voluntad, ante la posibilidad de que es perseguible también en la vía
civil.
III.2. Respecto a la caducidad de las anotaciones preventivas
De acuerdo a lo desarrollado por la SCP 0700/2013 de 3 de junio, sobre la caducidad de la anotación
preventiva, indicó:”…la jurisprudencia constitucional estableció que: ‘Las anotaciones
preventivas tienen un carácter provisional, como su propio nombre indica y su finalidad
consiste en caducar o convertirse en inscripciones definitivas, por lo que el transcurso
del tiempo las acerca a su fin. Caduca una anotación preventiva cuando queda sin fuerza
o pierde sus naturales efectos por su singular contenido, que marca ya su duración, o por
concepto legal que determine o fije el plazo de su duración, no siendo necesaria la
expresión de voluntad de los interesados para tales efectos o la declaración judicial o
administración de la extinción.
A los efectos de la caducidad, la extinción de la anotación se produce de un modo absoluto y la
caducidad produce efectos tanto respecto de las partes como de terceros. Al caducar una anotación
preventiva, está queda anulada, extinguida, por lo que debe estimarse como si nunca se hubiese
realizado. Es un asiento que ya no tiene vida o efecto jurídico por lo que se le considera inexistente
frente a todos; es decir, es un derecho que ha sido desregistrado y se encuentra en la misma situación
que antes de haberse anotado (SC 0057/2004 de 23 de junio)”.
El art. 39 de la Ley 004 de 31 de marzo de 2010 -Ley de Lucha Contra la Corrupción y Enriquecimiento
Ilícito e Investigación de Fortunas “Marcelo Quiroga Santa Cruz”- señala: “Se modifican los Artículos
1502, 1552 y 1553, del Código Civil, de acuerdo al siguiente texto:
Art. 1553. (Término de la anotación preventiva).
I. La anotación preventiva caducará si a los dos años de su fecha no es convertida en inscripción. El
juez puede prorrogar el término por un nuevo lapso de un año, que no perjudicará a tercero si no se
asienta a su vez en el registro.
II. La anotación preventiva se convertirá en inscripción cuando se presente la sentencia favorable
pasada en autoridad de cosa juzgada, o se demuestre haberse subsanado la causa que impedía
momentáneamente la inscripción y cita en estos casos produce todos sus efectos desde la fecha de
la anotación, sin embargo de cualesquier derecho inscrito en el intervalo.

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III. La anotación preventiva a favor del Estado caducará a los cuatro años, prorrogables
a dos más, si no es convenida en inscripción definitiva” (las negrillas son nuestras).
Entendida la caducidad como la institución, que mediante el transcurso de un tiempo limitado,
extingue un derecho, haciendo que carezca ya de toda existencia, en el caso de las anotaciones
preventivas constituye una característica que se hace efectiva de pleno derecho si esta no se
convierte en una inscripción definitiva en el plazo que señala la ley.
III.3. El Derecho a la propiedad
Este derecho se encuentra reconocido como uno fundamental protegido por la Constitución Política
del Estado, cuyo art. 56 alude a que toda persona tiene derecho a ella, siempre que esta cumpla una
función social, garantizándola en tanto que el uso de ella no sea perjudicial al interés colectivo,
comprende ciertamente el derecho a usar, gozar y disponer de un bien cuya titularidad, frente a
terceros, sólo es demostrable mediante su registro en DD.RR.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de su derecho a la propiedad y al principio non bis in ídem, en
razón de que las autoridades demandadas emitieron el Auto Interlocutorio de 17 de abril de 2019,
rechazando el recurso de reposición planteado contra lo determinado en el Auto de 10 del mismo
mes y año, indicándole que debía solicitar la cancelación de la anotación preventiva de su bien
inmueble conforme lo establecido en el Auto de Vista de 16 de julio de 2018, emitido por la Sala
Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Pando; es decir, que debía contar con la declaratoria
de caducidad del plazo para la interposición de la demanda de reparación de daños y perjuicios por
el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, no sólo en la vía penal sino también en la civil.
De la precisión del objeto procesal, debemos empezar señalando que de acuerdo a lo descrito en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción civil nace
para la reparación de los daños y perjuicios emergentes del proceso penal instaurado y en base a las
mismas es que se llegan a adoptar las medidas cautelares de carácter real necesarias, efectivizando
con ello la garantía de precautelar los futuros derechos de la víctima que por disposición del art. 113.I
de la CPE, tiene el derecho de ser indemnizado, puntualizándose además que de acuerdo al Código
de Procedimiento Penal (art. 37) podrá ser ejercida en la vía civil o penal, descartándose la
prosecución de esta por ambos medios.
Las medidas cautelares de carácter real asumidas, se traducen en anotaciones preventivas de bienes
inmuebles de propiedad de quien resulta ser denunciado por la presunta comisión de un determinado
delito; estos gravámenes tienen un carácter provisional, como su propio nombre indica y su finalidad
consiste en caducar o convertirse en inscripciones definitivas. Caduca una anotación preventiva
cuando queda sin fuerza o pierde sus naturales efectos, que marca ya su duración, o por concepto
legal que determine o fije el plazo de su duración.
La pretensión de caducidad de la anotación preventiva, es una solicitud judicial que no requiere
demostrar cuestiones de hecho, la misma tiene su sustento jurídico en los arts. 1553 y 1560.II del
Código Civil (CC), esta última señala: “Las anotaciones hechas por orden judicial se cancelarán sólo
a mérito de otra que emane del mismo Juez salvo el caso de caducidad prevista por los artículos
1554 y 1555”, caso para el cual no es necesario instaurar proceso de conocimiento, tan solo deducir
la pretensión ante el mismo Juez que emanó la orden y previa noticia de la parte favorecida con la
anotación preventiva, corresponderá al Juez verificar el plazo transcurrido y la existencia o no de la
ampliación del término de la misma efectuada dentro de esa medida cautelar, a efectos de asumir la
decisión que corresponda.
Como se tiene señalado, la cancelación deberá ser solicitada y dispuesta por el Juez que la emitió,
en base a la norma prevista en el art. 1553 del CC de acuerdo a la naturaleza de la anotación
preventiva, esto en el marco del delito del que emerge la misma, pues como bien se expuso en el
Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, resulta distinto el término
de caducidad del gravamen dispuesto cuando estos son a favor del Estado.

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En ese contexto, de la revisión de antecedentes, se tiene que el solicitante de tutela en una primera
instancia, procedió a solicitar la caducidad de la anotación preventiva del bien obtenido en la división
y partición de bienes entre él y su exesposa ante el Tribunal de Sentencia Segundo de Cobija del
departamento de Pando; aclarando que, dicho gravamen emergió como medida cautelar de carácter
real impuesta dentro del proceso penal seguido contra esta, por la comisión de los delitos de peculado
y conducta antieconómica, estos denunciados por el Gobierno Autónomo Municipal de Filadelfia, la
referida instancia judicial emitió el Auto Interlocutorio de 16 de marzo de 2018, por el que rechazó
lo solicitado en el supuesto de que el ahora accionante no estaría legitimado para requerir la
caducidad, razón por la que el aludido, interpuso apelación incidental que fue resuelta por la Sala
Penal Única del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, a través del Auto de Vista de 16 de
julio del mismo año, que declaró improcedente el mismo por no existir prueba en la que conste que
se haya declarado la caducidad para la reparación o indemnización del daño, refiriendo además que:
“…la acción civil, no sólo puede ser ejercida en el proceso penal conforme las reglas especiales
previstas en este Código, sino también puede intentarse ante los Tribunales Civiles…” (sic).
Ante dicho resultado, el peticionante de tutela, con la finalidad de generar prueba, impetró ante el
Juzgado de Sentencia Penal de Cobija del departamento de Pando, declare la caducidad de derecho
de pedir reparación de daños y perjuicios, acompañando certificación emitida por la Secretaria del
Juzgado aludido de 26 de febrero de 2018 (Conclusión II.1); establecida esta, mediante el Auto
Interlocutorio de 5 de octubre de ese año, dicha decisión fue apelada por el Gobierno Autónomo
Municipal de Filadelfia; la Sala Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de
Pando, declaró improcedente el indicado recurso bajo el argumento de que transcurrió más allá de
los cuatro años indicados en el art. 1553.III del CC. Es en mérito a todos estos extremos, que el
impetrante de tutela, instó nuevamente al Tribunal de Sentencia Segundo de Cobija, ordene la
cancelación de la anotación preventiva aludida en mérito a la declaratoria de caducidad, establecida
por las dos últimas Resoluciones descritas; empero, dicha instancia emitió el Auto de 10 de abril de
2019, determinando que para proceder al levantamiento requerido “…debe tenerse la declaratoria de
la anotación preventiva no sólo en la vía penal, sino también en la vía civil…” (sic); interpuesto el
recurso de reposición contra lo dispuesto, a través del Auto Interlocutorio de 17 del mismo mes y
año, las autoridades demandadas refirieron que la base para el rechazo de lo impetrado es el Auto
de Vista de 16 de julio de 2018, pronunciado por la Sala Penal Única del Tribunal Departamental de
Justicia de Pando.
Ahora bien, nuevamente refiriendo el art. 1560.II del CC, se ha señalado que la caducidad deberá
ser solicitada ante el mismo juez que la dispuso; en el presente caso resulta ser el Tribunal de
Sentencia Segundo de Cobija del precitado departamento (fs. 2 vta.), correspondiendo entonces a
esta instancia determinarla a sola solicitud de quien ostenta el derecho propietario del bien inmueble
gravado, previo conocimiento de quien se favorece con esta inscripción; por lo que, las autoridades
jurisdiccionales simplemente deben verificar el vencimiento del plazo para la interposición de la
demanda de resarcimiento de daños y perjuicios, situación que no merece ningún tipo de
complejidad, pues será la instancia judicial quien requiera a ambas partes demostrar el vencimiento
indicado o en su caso la petición de ampliación del mismo; resulta irregular que se hayan aperturado
otras instancias para la declaración de caducidad perseguida por el impetrante de tutela, haciendo
referencia específica en este caso, al Auto de Vista de 15 de febrero de 2019, emitido por la Sala
Penal y Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Pando, que confirmó el Auto
Interlocutorio de 5 de octubre de 2018 dictada por el Juez de Sentencia Penal Primero de Cobija;
debiendo haber sido considerado como prueba irrefutable por la instancia competente para la
declaración de la misma, pese a que no emerge del marco normativo antes expuesto; entonces
habiéndose puntualizado en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, que el derecho de propiedad comprende el usar, gozar y disponer de un bien cuya
pertenencia, frente a terceros, es demostrable mediante su registro en DD.RR., el actuar de las
autoridades demandadas, se tradujo en una suerte de freno en la disposición del bien inmueble
(venta, anticrético, alquiler, construcción, destrucción, etc.) cuya titularidad goza el peticionante de
tutela, en razón de la vigencia del gravamen antes detallado, vulnerando así el derecho a la
propiedad; por lo que, corresponde conceder la tutela.

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Finalmente, respecto a la presunta vulneración del principio de non bis in ídem, el impetrante de
tutela no especificó de qué forma este fue vulnerado; por lo que, no corresponde emitir
pronunciamiento alguno.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, obró de forma parcialmente
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 36/19 de 7 de mayo de 2019, cursante de fs.
71 a 72 vta., pronunciada por Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Pando; y en consecuencia:
1º CONCEDER en parte la tutela solicitada, respecto al derecho a la propiedad, disponiendo que
se dé curso al trámite solicitado bajo los parámetros establecidos en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.
2º Denegar la tutela impetrada respecto al principio non bis in ídem.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0639/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28896-2019-58-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución AAC-0013/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 192 a 196, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por María Elena Vega Alanes contra
Omar Michel Durán y Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejeros; y, Nancy Mirtha Pariente
Ortuño, Jueza Disciplinaria Segunda de la Oficina Departamental de Cochabamba, todos
del Consejo de la Magistratura.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 18 y 24 de abril 2019, cursantes de fs. 25 a 32 vta.; y, 36 y vta., la
accionante expuso los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
La Encargada y Técnico de Control y Fiscalización de la Oficina Departamental de Cochabamba del
Consejo de la Magistratura, el 21 de febrero de 2016 promovieron proceso disciplinario en su contra,
en su calidad de Jueza Pública Mixta Civil y de Familia Primera de la Estación Policial Integral Sur (EPI
SUR) de ese departamento, por la supuesta comisión de la falta grave, contenida en el art. 187.14
de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), habiéndose sustanciado el mismo por la Jueza Disciplinaria
Segunda del departamento de Cochabamba, quien resolvió en primera instancia a través de la
Resolución Disciplinaria 049/2017 de 31 de octubre, declarando probada la denuncia interpuesta en
su contra, por la comisión de la falta indicada, imponiendo sanción de suspensión de un mes en el
ejercicio de sus funciones y sin goce de haberes.
La referida Resolución fue impugnada a través de recurso de apelación el 20 de noviembre de ese
año, remitiéndose los antecedentes a la Sala Disciplinaria del Consejo de la Magistratura, instancia
que por Resolución SP-AP 142/2018 de 7 de agosto, resolvió rechazar el recurso incoado;
posteriormente, solicitó aclaración, complementación y enmienda, cuyo resultado fue emitido
mediante Auto de 6 de diciembre del mismo año, por el que señalaron no ha lugar, con el que fue
notificada el 18 de abril de 2019.
En relación a la Resolución Disciplinaria 049/2017, afirma que la misma es defectuosa por no contar
con la suficiente fundamentación probatoria, descriptiva, intelectiva; además, de la errónea aplicación
de la ley sustantiva y la adecuación de fundamento fáctico al tipo disciplinario; toda vez que no tomó
en cuenta la Jueza Disciplinaria las atestaciones presentadas, no les otorgó valor probatorio, no
siendo suficiente el haber indicado que las mismas no desvirtuaron el contenido de la denuncia; por
otro lado, en relación al tipo disciplinario previsto como falta grave, señaló que el art. 187.14 de la
LOJ, desde su concepción literal está dirigido a los fundamentos de la denuncia; es decir, refirió que
no demostró en su calidad de sujeto disciplinado la fecha en la que el expediente con los memoriales
no decretados habrían ingresado y tan solo consideró que al ser encontrados en su despacho, sería
responsable, omitiendo referir que esa posibilidad no constituye una regla sino únicamente una
excepción, por cuanto en virtud a los principios de legalidad y tipicidad estipulados en el art. 7.I del
Acuerdo 109/2015, “Las sanciones no serán susceptibles de aplicación análoga. No se harán
interpretaciones extensivas para sancionar al disciplinado…” (sic) y el art. 187.14 de la LOJ,
establece que: “…Son faltas disciplinarias graves y causal de suspensión…. Omitir, negar
o retardar indebidamente la tramitación de los asuntos a su cargo o la prestación del
servicio a que están obligados…”, no era posible y menos permisible aplicar dicha disposición

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legal sustantiva, porque no solo está dirigida a regular la conducta del personal subalterno y/o de
apoyo judicial, sino que la referida fue aplicada sobre una base distinta a la probada; pues se entiende
que una cosa es no querer u omitir realizar algún decreto o despachar alguna solicitud y conforme al
hecho denunciado se hubiera encontrado algunos memoriales sin ser decretados dentro los plazos
previstos por ley, aspecto que se tiene como probado de manera contraria a los principios de legalidad
y tipicidad, vulnerándose el debido proceso.
De igual manera, asevera que la Resolución SP-AP 142/2018, emitida por la Sala Disciplinaria del
Consejo de la Magistratura, vulneró su derecho a recurrir, a contar con una resolución debidamente
fundamentada y motivada, y a la defensa; toda vez que no se respondió a los agravios referidos en
el recurso de apelación, limitándose a indicar en el Considerando V, que la Sentencia impugnada
cuenta con la suficiente fundamentación probatoria tanto descriptiva como intelectiva; empero, se
llegó a dicha conclusión sin consignar de manera clara, precisa y concreta respecto a los puntos de
agravio denunciados como defectos, sin referir mayor fundamentación, situación por la que
desconoce la respuesta efectiva del Tribunal de alzada respecto a la errónea aplicación de la ley
sustantiva, al valor probatorio que se otorgó a cada una de la prueba presentada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante consideró lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos fundamentación
y motivación, a recurrir a la segunda instancia y a la defensa; citando al efecto los arts. 24, 115.II,
116.II, 117.I y 119.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada; en consecuencia: a) Se disponga dejar sin efecto la
Resolución Disciplinaria 049/2017 y la Resolución SP-AP 142/2018; b) Se ordene a las autoridades
demandadas, emitir nueva resolución disciplinaria tanto en primera como en segunda instancia,
respetando sus derechos, garantías fundamentales y el principio de legalidad; y, c) Finalmente se
determine la existencia de responsabilidad y la calificación de daños, costas y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 29 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 190 a
191; se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por intermedio de su abogado apoderado, ratificó la acción de amparo constitucional
planteada, reiterando en lo más relevante que en la Sentencia emitida por la Jueza Disciplinaria
Segunda del departamento de Cochabamba, específicamente en el Considerando II relativo a la
prueba de cargo y descargo, hizo referencia a veinte de ellas que no se encuentran valoradas ni
individualizadas, sin evidenciar que prácticamente estaba colapsando con la carga laboral, lo que
motivó inclusive a que el Tribunal Departamental de Justicia quite la titularidad de dos materias al
Juzgado de la EPI SUR, documental con la que se acreditó objetivamente la excesiva carga laboral
con la que contaba y que en su momento no fue considerada; siendo uno de los aspectos por los
que manifestó su agravio en recurso de apelación, emitiéndose Resolución de segunda instancia que
tampoco respondió a este y otros agravios presentados, a tal efecto presentó solicitud de enmienda,
complementación y aclaración, respondiéndose a la misma como “no ha lugar”; es decir, ninguna de
las Resoluciones emitidas por las autoridades disciplinarias cuentan con la suficiente fundamentación
y motivación.
I.2.2. Informe de los demandados
Dolka Vanessa Gómez Espada y Omar Michel Durán, Consejeros de la Magistratura, presentaron
informe escrito cursante de fs. 87 a 89 vta., indicando que: 1) La Jueza Disciplinaria Segunda del
departamento de Cochabamba, emitió Resolución Disciplinaria 049/2017, declarando probada la
denuncia contra la accionante por la falta contenida en el art. 187.4 de la LOJ, por no providenciar
memoriales en tres procesos civiles que fueron dentro de los plazos revisados al azar el día de la
inspección por la Unidad de Control y Fiscalización del Consejo de la Magistratura; 2) Sobre los dos

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agravios señalados en su memorial de apelación, aludiendo sobre la insuficiente fundamentación


probatoria descriptiva e intelectiva y la errónea aplicación de la ley sustantiva por no realizar la
correcta apreciación de las pruebas de descargo; reclamos que fueron absueltos y explicados en la
Resolución SP-AP 142/2018, reforzados con basta jurisprudencia al denotar en la Resolución
Disciplinaria 049/2017 suficiente fundamentación, respecto a la prueba en relación a la denuncia, en
la que incluso existió confesión expresa de la denunciada, para que la Jueza Disciplinaria llegue a la
convicción de haber acomodado su conducta a la falta disciplinaria por la que fue procesada,
existiendo prueba suficiente que acreditó que no cumplió con su obligación como administradora de
justicia; por lo que no existe en la Resolución de segunda instancia ninguna violación al debido
proceso en sus elementos de seguridad jurídica, falta de motivación y fundamentación, menos
vulneración al derecho a recurrir, al no haberse rechazado la apelación presentada; y, 3) La
accionante se limita a indicar la vulneración a sus derechos y garantías constitucionales, solicitando
la nulidad de las Resoluciones de primera y segunda instancia, ha venido utilizando a la garantía
jurisdiccional de protección de derechos fundamentales como una instancia más, especialmente
cuando se trata de la falta de fundamentación y motivación, sin demostrar la impetrante de tutela si
realmente se vulneró su derecho al debido proceso en sus vertientes a la seguridad jurídica, a la
valoración razonable de la prueba y al derecho a recurrir, cuando en el caso presente se emitió
Resolución de primera instancia debidamente fundamentada, congruente con el hecho denunciado y
en segunda instancia se dio respuesta a todas sus probables denuncias o agravios.
Nancy Mirtha Pariente Ortuño, Jueza Disciplinaria Segunda de la Oficina Departamental de
Cochabamba del Consejo de la Magistratura, no presentó informe escrito ni asistió a la audiencia de
acción de amparo constitucional, pese a su notificación cursante a fs. 40).
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Mildreth Mercado Arispe y Manuel Paredes Argandoña, en calidad de terceros interesados, no
presentaron memorial alguno como tampoco se hicieron presentes a la audiencia de consideración
de la acción tutelar, pese a su legal notificación cursante a fs. 39.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por
Resolución AAC-0013/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 192 a 196, denegó la tutela solicitada, en
base a los siguientes fundamentos: i) En cuanto a la Resolución Disciplinaria 049/2017, en el
Considerando I se desarrolló el motivo de la denuncia formulada, emergente de una actuación de la
Oficina de Control y Fiscalización del Consejo de la Magistratura, especificando que en tres
expedientes que contenían memoriales, estos no fueron despachados de manera oportuna y al
contrario demoraron en su tramitación; en el Considerando II, se señaló los argumentos expuestos
por la ahora accionante; por su parte en el Considerando III, describió los elementos probatorios de
cargo y descargo de los sujetos procesales, así como la prueba obtenida por la autoridad disciplinaria,
todas ellas referidas a las actuaciones de la Jueza procesada; el Considerando IV referido a la
valoración de prueba, hechos probados y no probados, estableció el parámetro de la denuncia y los
elementos que consideró relevantes en relación a la formulación de la denuncia y los elementos
probatorios obtenidos, específicamente respecto a las testificales de descargo, se precisó que las
mismas no desvirtuaron los argumentos de la denuncia de retardación en la que incurrió; en el
Considerando V, se fundamentó el caso concreto de acuerdo a la normativa disciplinaria, para concluir
con la parte resolutiva declarando probada la denuncia; ii) De ese contenido y la contrastación al
reclamo efectuado por la impetrante de tutela en relación incluso a la enmienda y complementación
que habría formulado ante la Sala Disciplinaria del Consejo de la Magistratura, se evidenció que
reclamó la no valoración de un informe presentado ante la Jueza Disciplinaria Segunda, que en suma
determinó la existencia excesiva de carga procesal en su Juzgado; al respecto, debe tomarse en
cuenta que la autoridad disciplinaria, describió cada uno de los elementos probatorios presentados
tanto de cargo como de descargo, así como los obtenidos en las actuaciones propias del
procedimiento disciplinario, el análisis intelectivo se ve reflejado en el Considerando IV en el que se
especificó: “…que todas las literales acompañadas por la autoridad sancionada, tendrían

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la finalidad de acreditar la excesiva carga procesal que habría soportado en su calidad de


autoridad jurisdiccional conociendo tres materias en el Juzgado del que era titular…”
(sic), fundamento que no resulta contrario a la aseveración de la impetrante de tutela en su demanda
de acción de amparo constitucional; en tal sentido, no se observó la falta de valoración intelectiva
dentro del marco que establece la jurisprudencia constitucional y respecto a las atestaciones de
descargo; la autoridad de primera instancia, no incurrió en yerro al referir que las mismas no
desvirtuaban los fundamentos de la denuncia; iii) Sobre la Resolución de SP-AP 142/2018, los
Consejeros demandados señalaron en el Considerando II, los antecedentes del proceso; en el
Considerando III refirieron sobre los fundamentos de la impugnación en dos puntos: el primero,
relativo a los defectos de la sentencia que además tienen subpuntos y el segundo, defecto por
inobservancia y errónea aplicación; el Considerando IV expuso los fundamentos jurídicos y el
Considerando V, se desarrolló los fundamentos que responden a cada uno de los agravios expuestos
por la ahora accionante. De lo que se evidenció la inexistencia de vulneración al debido proceso y
falta de valoración probatoria por parte de las autoridades de primera y segunda instancia, que
respondieron a los puntos de agravio descritos en la impugnación incoada; y, iv) La peticionante de
tutela no demostró la lesión al debido proceso y la interpretación de la legalidad ordinaria; es decir,
no indicó de qué modo las Resoluciones emitidas por las autoridades disciplinarias se apartan del
marco de razonabilidad, equidad y cuál la incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico o de qué
manera resultan incongruentes en cuanto a la motivación que afecten materialmente su derecho al
debido proceso; toda vez que de manera genérica pretende aplicar jurisprudencia constitucional en
materia penal, aspecto que no guarda relación con las Resoluciones disciplinarias cuestionadas, por
lo que los argumentos de la accionante no se enmarcan a lo previsto en el art. 128 de la CPE, aspecto
que obliga a denegar la tutela solicitada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. La Jueza Disciplinaria Segunda de la Oficina Departamental de Cochabamba del Consejo de la
Magistratura, dentro del proceso disciplinario a denuncia de la Encargada y Técnico de Control y
Fiscalización de esa instancia, emitió la Resolución Disciplinaria 049/2017 de 31 de octubre, contra la
Jueza Pública Mixta Civil y de Familia Primera de la EPI SUR, María Elena Vega Alanes, por la comisión
de la falta disciplinaria grave, descrita en el art. 187.14 de la LOJ, imponiéndole sanción de suspensión
de sus funciones por un mes sin goce de haberes (fs. 3 a 6 vta.).
II.2. En conocimiento de la Resolución disciplinaria de primera instancia, la peticionante de tutela
por memorial de 20 de noviembre de 2017, formuló recurso de apelación, refiriendo como agravios
la insuficiente e inexistente fundamentación probatoria descriptiva e intelectiva, especificando que la
Jueza disciplinaria realizó únicamente mención genérica de las pruebas literales ofrecidas y
producidas tanto de cargo como de descargo, no existiendo vinculación de la prueba testifical de
descargo, errónea aplicación de la ley sustantiva, que conforme al principio de legalidad y culpabilidad
no se le puede atribuir la comisión de la falta disciplinaria procesada por el hecho denunciado (fs. 7
a 12 vta.).
II.3. Mediante Resolución SP-AP 142/2018 de 7 de agosto, la Sala Plena del Consejo de la
Magistratura, constituido en Tribunal de segunda instancia, resolvió el recurso de apelación incoado
por la solicitante de tutela, confirmando la Resolución Disciplinaria 049/2017, afirmando que la
autoridad de primera instancia cumplió con emitir una Resolución motivada, fundamentada, no se
advierte inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva por cuanto de acuerdo al art. 187.14
de la LOJ, el juez incurre en falta disciplinaria grave al omitir, negar o retardar indebidamente la
tramitación de los asuntos a su cargo y en el caso en específico de la accionante, en la inspección de
visu efectuada se encontraron varios memoriales en su despacho que no fueron decretados dentro
de los plazos, retardando de esa manera la tramitación de las causas y que de manera general se
actuó con objetividad al momento de dictar la Resolución de primera instancia (fs. 17 a 21 vta.).

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II.4. Por Auto de 6 de diciembre de 2018, las autoridades demandadas respondieron al memorial de
aclaración, complementación y enmienda presentado por la impetrante de tutela, disponiendo no ha
lugar al mismo (fs. 22 y vta.).
II.5. Denuncia disciplinaria presentada por la Encargada y Técnico de Control y Fiscalización de la
Oficina Departamental de Cochabamba del Consejo de la Magistratura, en contra de la Jueza Pública
Mixta Civil y de Familia de la EPI SUR, María Elena Vega Alanes, señalando que el 25 de enero 2017
procedieron a revisar el libro diario y algunos expedientes, evidenciando que en los procesos de
regularización de derecho propietario se tenía que: a) Memorial de 21 de septiembre de 2016, con
decreto de casi un mes de retraso; b) Retraso de casi un mes, decretado el 24 de octubre de ese
año; y, c) Se decretó fuera de los plazos establecidos, porque ingresó el 26 de septiembre de 2016
y se despachó el 2 de diciembre del citado año, con nota de excusa de encontrarse entrepapelado
dicho expediente; por lo que, se solicitó se admita la denuncia en contra de la citada Jueza por haber
adecuado su conducta a la falta descrita en el art. 187.14 de la LOJ (fs. 150 a 153 vta.).
II.6. Auto de inicio de investigación disciplinaria contra la Jueza Pública Mixta Civil y de Familia de la
EPI SUR, por la supuesta comisión de la falta descrita en el art. 187.14 de la LOJ, cuyo hecho
generador fue la denuncia presentada por la Encargada y Técnico de Control y Fiscalización del
Consejo de la Magistratura, al verificar que en tres procesos de regularización de derecho propietario
los memoriales presentados por las partes no fueron providenciados, sino después de casi un mes
(fs. 153 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alega la lesión de su derecho al debido proceso en sus elementos de fundamentación,
motivación, a recurrir a la segunda instancia y a la defensa; toda vez que la Resolución Disciplinaria
049/2017 de 31 de octubre, no señaló los motivos por los cuales la Jueza Disciplinaria Segunda de la
Oficina Departamental de Cochabamba del Consejo de la Magistratura, generó convicción para
sancionarla con un mes de suspensión de sus funciones, Resolución que no contó con la descripción
intelectiva, descriptiva de la carga probatoria, ni se le dio un valor a la misma, como tampoco
fundamentó en relación al hecho denunciado y la falta en la que incurrió al no tomarse en cuenta el
principio de culpabilidad para dicho efecto; por lo que, habiendo apelado se emitió la Resolución SP-
AP 142/2018 de 7 de agosto, que rechazó su pretensión sin dar respuesta a los puntos de agravios
denunciados como defectos de la Resolución impugnada, con su respectiva fundamentación.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar, si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre el derecho al debido proceso
El art. 115.II de la CPE, prevé: “Es estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a
una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”; es decir, la garantía del
derecho al debido proceso surge de la norma constitucional, implicando dicha situación que deben
cumplirse con todas aquellas formalidades esenciales del procedimiento que involucra tanto en el
ámbito jurisdiccional como en el administrativo desarrollado en la instancia de la administración
pública.
Por otra parte, precisar que la garantía al debido proceso, constituye en definitiva una limitación al
poder; toda vez que, las autoridades jurisdiccionales y administrativas se encuentran impedidas de
omitir los procedimientos establecidos en la reserva normativa y que las decisiones que tomen,
afecten derechos fundamentales como la emisión de resoluciones con ausencia de fundamentación
y motivación, imposibilitando a las partes conozcan aquellos razonamientos de hecho y de derecho
que motivaron su decisión; es decir, es la garantía del justiciable frente a la arbitrariedad en la que
los administradores de justicia o en su caso autoridades administrativas puedan incurrir justificando
su accionar en el mero capricho.
III.2. Reiteración de jurisprudencia constitucional relativa al debido proceso en sus
vertientes de fundamentación y motivación.

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La jurisprudencia constitucional, construyó el entendimiento en relación a la garantía del debido


proceso, respecto a su vertiente de fundamentación y motivación, especificando en la SCP
0249/2014-S2 de 19 de diciembre, que: “En relación a la motivación y fundamentación el Tribunal
Constitucional Plurinacional en sus Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0386/2013 de 25 de
marzo de 2013 y 0903/2012 de 22 de agosto, señaló: 'La frondosa jurisprudencia del extinto Tribunal
Constitucional, la que se asume por cuanto esta no contraviene la nueva Ley Fundamental, ha
entendido que: “La garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que
conozca de un reclamo, solicitud o dicte una resolución resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo
cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de
manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma,
pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento
a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables
al caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que
rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió. Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a
la que se ha arribado, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron
juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado
con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para
que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro
del proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución
que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, así se ha entendido en varios fallos de este
Tribunal, entre ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio. Asimismo, cabe señalar que la motivación
no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura
de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados,
debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en
cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas; al contrario, cuando la
resolución aun siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión,
dichas normas se tendrán por vulneradas…’” (las negrillas pertenecen al texto original).
En lo que corresponde al derecho de contar con una resolución debidamente fundamentada por parte
de los servidores públicos, ya sea en el ámbito jurisdiccional o administrativo, la jurisprudencia
constitucional a través de la SCP 0558/2016-S2 de 27 de mayo, que señaló: “La fundamentación
es una exigencia contenida dentro del debido proceso, siendo que una decisión es arbitraria
cuando carece de razones, es antojadiza o producto de conocimientos insuficientes que no pueden
sostener un mínimo análisis jurídico legal; al contrario, la decisión tiene fundamento en la medida en
que se afirmen circunstancias de hecho y de derecho, sustentada en pruebas y normas aplicables
que visualicen la base sobre la cual se apoya la decisión; estas afirmaciones no pueden ser frases
trilladas o rutinarias, sino razones coherentes y claras referidas al caso concreto. Quien emita una
resolución, sea administrativa o judicial, está en el deber de fundamentarla, porque solo así el
administrado tendrá la posibilidad de analizar la decisión y de impugnarla; ante la omisión de una
suficiente fundamentación se coarta su derecho a la defensa por estar imposibilitado de ponerla en
duda. En ese sentido no debe limitarse la motivación como un mero requisito formal, al contrario,
este requisito tiene por finalidad permitir la defensa del administrado.
Así, el derecho a una debida fundamentación y motivación de las resoluciones, se
constituye en la garantía del sujeto procesal de que el juzgador al momento de emitir
una decisión, explicará de manera clara, sustentada en derecho, los motivos que lo
llevaron a tomar una decisión; argumentación que deberá seguir un orden coherente respecto a
los hechos demandados y exponer con puntualidad los elementos jurídico-legales que determinaron
su posición.

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Dicho de otra forma, toda autoridad que dicte una resolución, debe imprescindiblemente exponer los
hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustentan la parte dispositiva de la
misma, por cuanto la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma,
dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las
normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que la decisión está regida por
los principios y valores supremos rectores que orientan al juzgador, eliminándose
cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no
había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió (SSCC
0863/2007-R, 0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre otras) (las negrillas nos corresponden).
(…)
Ahora bien, de manera inescindible, el derecho a una debida motivación y fundamentación de
las resoluciones, se halla interrelacionado con el principio de congruencia entendido
como ‘…la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, en materia
penal la congruencia se refiere estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un
hecho distinto al atribuido en la acusación o su ampliación. Esa definición general, no es limitativa de
la congruencia que debe tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que implica también
la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, y que debe mantenerse en todo su
contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
juicios de valor emitidos por la resolución, esta concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan la razón que llevó a la determinación que se asume´ (SCP
0387/2012 de 22 de junio), de donde se infiere que las resoluciones judiciales, deben
emitirse en función al sentido y alcance de las peticiones formuladas por las partes
procesales“ (el resaltado nos pertenece).
Asimismo, corresponde referirnos a la congruencia que debe existir al resolver; que conforme al
Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio, la congruencia es la
conformidad de expresión, concepto y alcance entre el fallo y las pretensiones de las partes
formuladas en el juicio; infiriendo de ello que la incongruencia omisiva deriva de la ausencia de esa
conformidad entre lo alegado, pedido y lo resuelto resultando en una infracción procesal en la que
incurre el juzgador, por cuanto no existe adecuación o armonía respecto de lo demandado o las
peticiones efectuadas en oportunidad de plantear un recurso y la decisión asumida, resolviendo ya
sea concediendo menos, más o definitivamente de manera distinta al planteamiento. En ese sentido,
la SC 0358/2010-R de 22 de junio, señaló el siguiente entendimiento: “... en el ámbito procesal como
la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, en materia penal la
congruencia se refiere estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un hecho distinto
al atribuido en la acusación o su ampliación; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la
congruencia que debe tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que implica
también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, pero además esa
concordancia debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento
integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos emitidos por la
resolución, esta concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia
entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones
legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base
a esos criterios se considera que quien administra justicia debe emitir fallos motivados, congruentes
y pertinentes” (el resaltado es propio).
Concluyendo de los razonamientos efectuados en la jurisprudencia referida, que en definitiva, quienes
administran justicia ordinaria o en materia administrativa disciplinaria, a tiempo de emitir las
resoluciones, estas deben encontrarse debidamente fundamentadas, motivadas y congruentes
respecto a todos aquellos aspectos señalados en la demanda, exponiendo con claridad las razones
de su decisión y asegurándose de que las partes tengan la certeza plena de que la decisión asumida
ha sido emitida en base a fundamentos de hecho y de derecho en todo aquello que demandaron o
agraviaron.

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III.3. Análisis del caso concreto


De la lectura de la demanda tutelar y lo alegado en la audiencia de consideración de la presente
acción de amparo constitucional, la peticionante de tutela señaló que tanto en las Resoluciones de
primera y segunda instancia emitidas por la Jueza Disciplinaria Segunda de la Oficina Departamental
de Cochabamba y Sala Plena del Consejo de la Magistratura, no se contó con la debida
fundamentación, motivación y congruencia.
En el caso específico del recurso de apelación presentado y la consecuente emisión de la Resolución
SP-AP 142/2018 de 7 de agosto; se tiene que entre los agravios presentados se denunció la
insuficiente fundamentación descriptiva e intelectiva respecto de la prueba tanto de cargo como de
descargo, por cuanto se habría efectuado únicamente un detalle de la misma sin asignarle un valor
probatorio a cada una de ellas; al respecto, la Resolución SP-AP 142/2018 (fs. 17 a 21 vta.) niega
dicha situación, refiriendo que la Resolución Disciplinaria 049/2018, en lo referido a la consideración
de la prueba cuenta con dicha fundamentación descriptiva e intelectiva, especificando que además
que se encuentra motivada en cumplimiento al elemento del debido proceso; sin embargo, la
respuesta efectuada de manera afirmativa otorgada por las autoridades del Consejo de la
Magistratura no es suficiente, toda vez que no se indicaron los motivos por lo que la Jueza
Disciplinaria Segunda no asignó un valor probatorio a la prueba presentada y en su caso las razones
por las que las mismas no desvirtuaron los hechos denunciados, si bien la Resolución de primera
instancia en el Considerando III de ese fallo detalló la prueba adjuntada por quienes se constituyeron
en denunciantes, así como la documental y testifical de descargo y la obtenida por la propia Jueza
sumariante, en el desarrollo del Considerando IV titulado “Valoración de la Prueba, Hechos Probados
y No Probados” (sic), no existe ese nexo de causalidad entre el hecho denunciado y el valor que se
hubiere dado a la prueba de cargo para afirmar la existencia del hecho y a la de descargo explicando
los motivos, no se consideró como suficiente o idónea; correspondiendo que, a dicho efecto en
segunda instancia se emita una respuesta fundamentada ya sea positiva o negativa en la que se
expliquen las razones y motivos por los que sostiene que sí hubo dicha fundamentación descriptiva
e intelectiva, sin olvidar que las exigencias de motivación de toda resolución se encuentran ligadas
al valor que se atribuye a los medios de prueba, pues a partir de ellas se señalan los motivos por los
cuales resuelven en sentido de que el a quo advirtió la existencia o inexistencia de responsabilidad
disciplinaria.
Asimismo, corresponde señalar que la accionante de tutela precisó en su recurso de apelación, que
la resolución de primera instancia contenía defecto por inobservancia o errónea aplicación de la ley
sustantiva, por cuanto no se tenía identificado que el hecho denunciado de oficio se subsuma a la
falta disciplinaria, sin tomar en cuenta que no se ocasionó perjuicio a la imagen del Órgano Judicial
ni a las partes de los tres procesos que no se constituyeron en parte denunciante. Al respecto, la
Encargada y Técnico de Control y Fiscalización de la Oficina Departamental de Cochabamba del
Consejo de la Magistratura, si bien afirmó que en la inspección de visu se encontró varios memoriales
en el despacho de la Jueza entonces procesada, que no fueron decretados dentro de los plazos,
concluyendo que dicha situación retardó la tramitación de procesos; no es menos evidente que la
solicitante de tutela pretendió encontrar respuesta en relación a que si los hechos denunciados se
subsumieron a la falta disciplinaria procesada, no existiendo respuesta en la resolución motivo de la
presente acción tutelar, toda vez que solo existe referencia a la citada inspección de visu, a que no
se demostró la existencia de la recargada labor y que lo único que interesa en el caso de autos es
que exista una denuncia; es decir, tomando en cuenta que la fundamentación es la expresión con
precisión del precepto legal aplicable al caso, correspondía se dé respuesta en relación a que, si la
Resolución de primera instancia se sujetó a los principios de legalidad y tipicidad que rigen la acción
disciplinaria a los fines de confirmar si la conducta procesada se adecuó a la falta disciplinaria
contenida en el art. 184.14 de la LOJ, explicando además los motivos por los que consideraron que
dicha situación había sido correctamente analizada por la a quo; resultando de ello que la ausencia
de los fundamentos, motivación y congruencia entre lo que se procesó y se resolvió, provocó que la
recurrente en ese momento no contara con respuesta efectiva, clara y precisa respecto a los agravios
indicados y las razones por las cuales la prueba aportada, tanto documental como testifical, a través

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de la que señala sobre la carga laboral existente en el Juzgado Público Mixto Civil y de Familia Primero
de la EPI SUR en la que se atendía causas en materia civil, familiar, violencia contra la mujer, no fue
suficiente o idónea para justificar y demostrar que no incurrió en la falta grave procesada al no
proceder a decretar memoriales en el plazo establecido dentro de tres procesos de regularización de
derecho propietario.
La jurisprudencia constitucional citada, ha precisado que la fundamentación y motivación de toda
resolución no necesariamente debe ser amplia, sino más bien precisa. De igual manera, la doble
instancia se constituye en un elemento importante del derecho a la defensa y por tanto del debido
proceso, ello implica que la revisión que se realice de la resolución de primera instancia, conforme
los agravios expuestos, también debe tener como resultado una resolución fundamentada, motivada
y congruente, pues la manifestación de disconformidad de la ahora peticionante de tutela ha sido
precisa y la resolución de segunda instancia no contiene esa exactitud; toda vez que solamente
describe qué es lo que se ha descrito en cada uno de los Considerandos y lo relatado en los mismos,
sin realizarse una asimilación o compulsa de lo que pide la accionante y lo resuelto en primera
instancia, ocasionándose que no pueda conocer las razones y motivos por los cuales la prueba de
descargo presentada no era idónea o en su caso no contaba con el valor probatorio suficiente para
desvirtuar el hecho de haber demorado la tramitación de tres procesos de regularización del derecho
propietario, al no decretar en el plazo establecido; por otra parte, la fundamentación y motivación en
relación por qué consideraron como Tribunal de segunda instancia que no hubo inobservancia ni
errónea aplicación de la ley sustantiva; es decir, si conforme el principio de tipicidad y taxatividad,
que también rigen la acción disciplinaria sancionadora, el hecho denunciado se subsumió a la
conducta omisiva de despacho de decretos conforme a la falta grave procesada. Advirtiendo además
que existió incongruencia omisiva, pues la resolución jerárquica no cuenta con una respuesta
armónica y sobre todo razonada que debió emitirse pronunciamiento a los puntos expuestos, ni
concordancia entre el agravio planteado con los fundamentos efectuados y la decisión asumida.
En consecuencia, en relación al derecho al debido proceso en su vertiente a contar con una resolución
debidamente fundamentada y motivada, no efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes del
caso; toda vez que no advirtió que la resolución de segunda instancia emitida por los Consejeros de
la Magistratura, no responde de manera fundamentada, motivada y congruente al recurso de
apelación incoada por la ahora peticionante de tutela, ni cuenta con la necesaria relación de
causalidad entre el hecho denunciado, el derecho aplicable y la decisión adoptada.
De lo precedentemente expuesto, se concluye que la Sala Constitucional del Tribunal Departamental
de Justicia de Cochabamba, al denegar la tutela, no obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución AAC-0013/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 192 a
196, pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada en relación al debido proceso en sus elementos a la
fundamentación y motivación, a recurrir a la segunda instancia y a la defensa.
2° Se deja sin efecto la Resolución SP-AP 142/2018 de 7 de agosto, emitida por los miembros de
Sala Plena del Consejo de la Magistratura, ordenando a los mismos dicten nueva resolución, conforme
a los fundamentos y alcances de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado

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MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0640/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28910-2019-58-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución AAC 24/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 461 a 464 vta. pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Nazareth Anghela Mercado
Plaza contra Laslo Juan de la Cruz Vargas Vilte, Fiscal Departamental de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 22 de abril de 2019, cursante de fs. 407 a 419 vta., la accionante
manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Como emergencia de un hecho ilícito suscitado el 30 de julio de 2017, el 28 de agosto del mismo
año, denunció ante el Ministerio Público a Juan Carlos Vargas Camacho y Elizabeth Amanda Sangueza
Ortuño, por la comisión de los delitos de lesiones graves y leves sancionado por el art. 271 del Código
Penal (CP). Posteriormente, se adhirieron a la denuncia, su madre Silvia Plaza Noguera y su hermana
Katherine María Soliz Plaza, como víctimas del hecho, agregando y ampliando en contra de los
prenombrados por el delito de amenazas, previsto en el art. 293 del CP.
Concluida la investigación preliminar, los Fiscales de Materia adscritos al caso FIS-CBA 1703506-Int
578/17P, emitieron la Resolución de Imputación Formal de 22 de mayo de 2018 en contra de Juan
Carlos Vargas Camacho por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves; asimismo, en
la misma fecha dictaron Resolución de Rechazo de Denuncia a favor de Elizabeth Amanda Sangueza
Ortuño, por la presunta comisión de los delitos de lesiones graves, leves y amenazas; rechazando
únicamente para el prenombrado por el delito de amenazas; por lo que, el 22 de junio de ese año,
formuló objeción al rechazo de denuncia, remitiéndose los antecedentes al Fiscal Departamental de
Cochabamba, quien mediante Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 de 7 de noviembre,
resolvió en la parte dispositiva: “‘…1) RATIFICA la resolución de Rechazo de la Denuncia en relación
a Juan Carlos Vargas Camacho y Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño, por el delito de Amenazas,
previsto y sancionado en el Art., 293 del Código Penal, disponiendo en consecuencia el archivo
provisional de obrados, sin perjuicio de la eventual reapertura del proceso que pudiere suscitarse en
el plazo de un año si el caso amerita, conforme a lo previsto por el Art., 304 parte ultima, concordante
con el Art. 27 numeral 9), ambos de la Ley 1970…(continua)… 2) RATIFICA la Resolución de
Rechazo de Denuncia en relación a Juan Carlos Vargas Camacho, por el delito de lesiones
leves previsto en el art., 271 segundo parágrafo del Código Penal, disponiendo en
consecuencia el archivo provisional de obrados, sin perjuicio de la eventual reapertura
del proceso que pudiere suscitarse en el plazo de un año si el caso amerita, conforme a
lo previsto por el art., 304 parte ultima, concordante con el art. 27 numeral 9), ambos de
la Ley 1790’… (continua)…3) REVOCA la Resolución de Rechazo de Denuncia en relación a
Elizabeth Aamanda Sangueza Ortuño por el delito de lesiones leves, disponiendo la prosecución de
la acción penal únicamente contra la prenombrada denunciada en relación al indicado delito…” (sic).
El 21 de enero de 2019, fue emitida la Resolución Conclusiva de Sobreseimiento a favor del imputado
Juan Carlos Vargas Camacho, que impugnó y al presente se encuentra pendiente de resolución.
Al emitirse la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 por el Fiscal Departamental de
Cochabamba, se vulneró el derecho al debido proceso, a la seguridad jurídica, a la tutela judicial

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efectiva, al acceso a la justicia, a contar con resolución motivada y fundamentada; toda vez que,
dicha Resolución se apartó de los fundamentos y de la expresión de agravios, resolviendo más allá
de lo que se cuestionó, contraviniendo los arts. 5 numerales 1, 3 y 4; y, 121.18 de la Ley Orgánica
del Ministerio Público (LOMP), pues el petitorio era claro: “…ordene la continuación de la
denuncia con relación a los denunciados y ordene la se emita la correspondiente
imputación formal en contra de Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño por los delitos de
lesiones graves y amenazas y A JUAN CARLOS VARGAS CAMACHO POR EL DELITO DE
AMENAZAS…” (sic); sin embargo, se ratificó algo que no se pidió; es decir, se objetó la Resolución
Fiscal de Rechazo respecto al denunciado únicamente por el delito de amenazas, ya que por el de
lesiones graves y leves, ya existía imputación formal consolidada, en ese contexto la autoridad fiscal
departamental debió limitarse a lo solicitado y no ratificar la referida Resolución.
Se presentó solicitud de aclaración y enmienda y por decreto de 14 de diciembre de 2018, no se dio
curso. En ese contexto, la citada Resolución se apartó del principio de objetividad y legalidad, que no
contó con la debida motivación, no logró el convencimiento de las partes al ser incongruente, puesto
que lo referido en el petitorio es diferente a lo resuelto; además, conforme se tiene de la indicada
Resolución Jerárquica, en su contenido solo se realizó una simple mención de los medios de prueba
de cargo y se omitió darle un valor probatorio a cada una de ellas o por lo menos a aquella en las
que encontró respaldo para una decisión objetiva; no existió un razonamiento de hecho y de derecho
que justifique la decisión asumida.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante alegó como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos a la defensa,
al juez natural, a recurrir, a la igualdad procesal de las partes, a la motivación, a la congruencia de
las resoluciones, a la valoración razonable de la prueba; a la defensa y a una justicia plural, pronta,
oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; citando al efecto los arts. 109.I, 115.I y II, 119.I y
121.II de la Constitución Política del Estado (CPE); 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, disponiendo revocar y/o dejar sin efecto la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 y se emita nueva resolución fundamentada, motivada y
coherente dentro de los límites de lo peticionado, sin desconocer el principio de legalidad.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 8 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 459 a
460, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó in extenso la acción de amparo constitucional incoada.
I.2.2. Informe del demandado
Teresa Ferrufino Navia, Fiscal Departamental de Cochabamba, en suplencia legal del titular, mediante
informe escrito presentado el 8 mayo de 2019, cursante de fs. 455 a 458, manifestó que, la
Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018, procesalmente no tuvo incidencia jurídica respecto
a la prosecución de la investigación desarrollada en relación a Juan Carlos Vargas Camacho, por el
delito de lesiones leves, puesto que se desarrolló en la etapa preparatoria en mérito a la Resolución
de Imputación Formal de 22 de mayo de 2018. El argumento de la accionante, en sentido de que en
la emisión de la Resolución cuestionada se habría generado una “…disfunción procesal, creando dos
causes paralelos sobre la situación de un mismo sujeto (Juan Carlos Vargas Camacho)…” (sic), carece
de absoluto sustento jurídico, porque en la etapa preparatoria se prosiguió con normalidad hasta
emitir la Resolución Fiscal Conclusiva de Sobreseimiento de 21 de enero de 2019; en dicha
oportunidad, se valoró el certificado médico forense de 30 de julio de 2017, practicado a Nazareth
Anghela Mercado Plaza, otorgando la médico forense, un día de incapacidad; lo propio con el
certificado relativo a la codenunciante Khaterine María Soliz Plaza de 31 del mismo mes y año, con

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dos días de incapacidad y si bien dichos certificados acreditan las lesiones presentadas por las
víctimas; empero, no son suficientes para atribuir la responsabilidad a una determinada persona.
Debe tomarse en cuenta el principio de subsidiariedad, ya que la pretensión de la accionante es
incoherente e incompatible con el supuesto acto ilegal identificado, toda vez que no emerge de una
vulneración al debido proceso, a la tutela judicial efectiva, a la debida fundamentación, a la igualdad
jurídica y al acceso a la justicia, sino al advertir una circunstancia susceptible de corrección en la
parte resolutiva de la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018, pudo acudir al control
jurisdiccional para precautelar sus derechos y garantías fundamentales, debiendo darse aplicación a
los arts. 54 inc. 1) y 279 del Código de Procedimiento Penal (CPP). Asimismo, debe tomarse en cuenta
que una vez que la peticionante de tutela conoció el error que ahora cuestiona como ilegal, solicitó
aclaración y enmienda el 13 de diciembre de 2018; empero, dicha solicitud fue presentada al Fiscal
de Materia y no así ante el Fiscal Departamental de Cochabamba, consintiendo el contenido de la
Resolución referida.
Obrar conforme a la solicitud de la impetrante de tutela, claramente daría lugar a contravenir la
naturaleza de la tramitación del proceso penal, porque la norma adjetiva penal establece mecanismos
idóneos a efectos de subsanar cualquier defecto que pueda ser rectificado, máxime cuando no
emerge actuación que amerite nulidad alguna, considerando que el sindicado fue imputado por el
delito de lesiones graves el 22 de mayo de 2018, antes del pronunciamiento de la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018; por lo que, su emisión no tuvo incidencia procesal en la etapa
preparatoria, considerando que en los seis meses, se desarrollaron con regularidad hasta la emisión
de la Resolución Conclusiva de Sobreseimiento, momento en el que, al no favorecerle esta decisión,
pretende recién que se subsanen aspectos que en realidad no inciden en el trámite y valerse de la
presente acción tutelar como alternativa que reemplace a los medios y recursos legales previstos en
el orden jurídico vigente. En consecuencia, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por Resolución
AAC 24/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 461 a 464 vta., concedió la tutela, disponiendo: a)
Dejar sin efecto la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018, emitida por la autoridad
demandada; y, b) Que el Fiscal demandado, en el plazo de diez días, emita nueva resolución con la
debida fundamentación, motivación y congruencia, resolviendo todos los puntos agraviados,
establecidos en el recurso de impugnación a la Resolución Fiscal de Rechazo de 22 de mayo de 2018;
en base a los siguientes fundamentos: 1) De acuerdo a antecedentes la autoridad demandada ratificó
la indicada Resolución Fiscal de Rechazo, en relación a Juan Carlos Vargas Camacho, por el delito de
lesiones graves y leves, cuando en ningún momento los Fiscales de Materia, emitieron rechazo por
dichos delitos, toda vez que para esa fecha ya contaba con imputación formal; asimismo, se tiene
que del memorial de objeción presentado contra la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018,
fue ante el rechazo de denuncia por la comisión del delito de amenazas y no así por el de lesiones
graves y leves; es decir, ratificó el rechazo de denuncia por un delito que no fue impugnado; 2)
Solicitada la aclaración y enmienda, ante la remisión del cuaderno de investigación a los Fiscales de
Materia, la accionante recibió respuesta textual: “…estese a la resolución Jerárquica de fecha 07 de
noviembre de 2017…” (sic), correspondiendo aclarar que la enmienda no es una instancia que deba
agotar la parte que se cree afectada, toda vez que solo resuelve cuestiones de forma y no de fondo;
y, 3) La autoridad jerárquica departamental, precisó en el parágrafo II del análisis del caso concreto
de su fallo, que conforme los datos del proceso los Fiscales asignados al caso, emitieron la indicada
Resolución Fiscal de Rechazo, sustentando su decisión en una eventual insuficiencia de elementos de
convicción que acreditaban la responsabilidad penal de Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño y Juan
Carlos Vargas Camacho, por la presunta comisión de los delitos de lesiones leves y amenazas; es
decir, realizó una apreciación errada de dicha Resolución, por cuanto se ratificó respecto al
prenombrado por el delito de lesiones leves, contrario a los puntos de motivos de objeción
presentados por la ahora solicitante de tutela, dando lugar a que se alegue la vulneración del debido
proceso en sus vertientes de falta de motivación, fundamentación y congruencia en la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 objetada; por lo que, sin ingresar en mayores consideraciones

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de orden legal ni al análisis de fondo, se advirtió que dicha Resolución en su parte resolutiva punto
2, es arbitraria e incongruente, carece de fundamentación, motivación y no guarda relación con los
puntos, ni da respuesta a los agravios realizados, provocando que se acuda a la acción de amparo
constitucional, al no entender las razones jurídicas y los motivos que llevaron a la autoridad
demandada a emitir ese fallo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por memorial interpuesto el 31 de agosto de 2017, los Fiscales de Materia, Marlene Ivette
Rocabado Revollo, Elizabeth Vilcaez Flores y Grover Trujillo Rojas, asignados a la Fiscalía Corporativa
de Delitos Contra las Personas y Seguridad Común, informaron ante Juez de Instrucción Penal de
turno de la Capital del departamento de Cochabamba, el inicio de investigación dentro de la denuncia
incoada por Nazareth Anghela Mercado Plaza contra Juan Carlos Vargas Camacho y Elizabeth Amanda
Sangueza Ortuño, por el delito de lesiones graves y leves, previsto en el art. 271 del CP (fs. 4).
II.2. Mediante memorial presentado el 2 de octubre de ese año, Katherine María Soliz Plaza, hermana
de la denunciante, se adhirió a la denuncia primigenia y la amplió en contra de los citados
precedentemente, por el delito de amenazas, descrito en el art. 293 del CP. A tal efecto los Fiscales
asignados al caso, por memorial de 3 de ese mes y año, informaron al Juez de la causa la ampliación
de la denuncia por dicho delito (fs. 34 a 36 y 38).
II.3. El 22 de mayo de 2018, los citados Fiscales de Materia, presentaron imputación formal contra
el nombrado por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves, previsto y sancionado por
el art. 271 del CP, dentro de la denuncia interpuesta por Nazareth Anghela Mercado Plaza (fs. 95 a
98).
II.4. De igual manera, la misma fecha en virtud a lo previsto en el art. 304 inc. 3) del CPP, fue
presentada la Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia en contra de Elizabeth Amanda Sangueza
Ortuño por el delito de amenazas, lesiones graves y leves; y, Juan Carlos Vargas Camacho por el
delito de amenazas; denuncia referida a la ampliada por Katherine María Mercado Plaza en contra de
los antes nombrados (fs. 100 a 106).
II.5. Por memorial de 22 de junio del referido año, Nazareth Anghela Mercado Plaza y otras objetaron
a la señalada Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia, solicitando de manera expresa que se
revoque la misma y ordene la continuación de la tramitación del proceso, emitiéndose imputación
formal en contra de los nombrados precedentemente, a la primera por los delitos de lesiones leves y
graves; y al segundo por el delito de amenazas (117 a 127).
II.6. Cursa Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 de 7 de noviembre, emitida por el Fiscal
Departamental de Cochabamba, dentro la denuncia penal interpuesta por Nazareth Anghela Mercado
Plaza y Katherine María Solíz Plaza contra los nombrados en las Conclusiones que anteceden, por la
presunta comisión de los delitos de lesiones leves y amenazas, como respuesta a la objeción
interpuesta por las denunciantes, resolviéndose en el numeral 2 de la misma que: “…RATIFICA la
Resolución de Rechazo de Denuncia en relación a Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de
lesiones leves previsto en el Art. 271 segundo parágrafo del Código Penal, disponiendo en
consecuencia el archivo provisional de obrados, sin perjuicio de la eventual reapertura del proceso
que pudiere suscitarse en el plazo de un año si el caso amerita, conforme a lo previsto por el Art.
304 parte última, concordante con el Art. 27 numeral 9), ambos de la Ley 1970” (sic), notificándose
con dicha determinación a la parte denunciante el 12 de dicho mes y año (fs. 170 a 175).
II.7. Mediante memorial presentado el 13 de similar mes y año, las denunciantes solicitaron
aclaración y enmienda y al encontrarse el cuaderno investigativo en poder de los Fiscales de Materia,
estos procedieron a providenciar el 14 del mismo mes y año, señalando que se esté a la Resolución
Jerárquica emitida (fs. 177 a 178).
II.8. Por Resolución Conclusiva de Sobreseimiento de 21 de enero “2018” -lo correcto es 2019-, los
Fiscales de Materia de la Fiscalía Corporativa de Delitos Contra las Personas 1, en virtud a la previsión

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contenida en el art. 323 inc. 3) del CPP, resolvieron el sobreseimiento de Juan Carlos Vargas Camacho
por la probable comisión del delito de lesiones graves y leves, previsto por el art. 271 de la norma
adjetiva penal (fs. 182 a 187).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos a la
defensa, al juez natural, a recurrir, a la igualdad procesal de las partes, a la motivación, a la
congruencia de las resoluciones, a la valoración razonable de la prueba; a la defensa y a una justicia
plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; toda vez que dentro de la denuncia
penal presentada en contra de Juan Carlos Vargas Camacho y Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño
por los delitos de lesiones graves y leves y amenazas, se emitió el 22 de mayo de 2018, Resolución
de Imputación Formal en contra del primero por la posible comisión del delito de lesiones graves y
leves; asimismo, en la misma fecha los Fiscales de Materia dictaron Resolución Fiscal de Rechazo de
denuncia a favor de la prenombrada por los delitos de lesiones graves y leves, y amenazas; respecto
del denunciado por el delito de amenazas; una vez interpuesta la impugnación al rechazo de
denuncia, la autoridad jerárquica departamental, resolvió ratificar el mismo con relación a Juan Carlos
Vargas Camacho por el delito de lesiones leves, previsto en el art. 271 de CP y disponer el archivo
provisional de obrados, cuando dicha circunstancia no fue solicitada en la impugnación referida; por
lo que, no existía necesidad de objetar la misma al encontrarse dicha determinación a favor de la
accionante, emitiéndose una Resolución incongruente, poco motivada y fundamentada y lejos del
petitorio efectuado.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar, si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una
resolución motivada: Jurisprudencia reiterada
La SCP 0100/2013 de 17 de enero, sostuvo: “El contenido esencial a una resolución fundamentada o
derecho a una resolución motivada fue desarrollado en la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre,teniendo
en cuenta las finalidades que persigue este derecho fundamental.
El derecho a una resolución fundamentada o derecho a una resolución motivada es una de las
garantías mínimas del debido proceso reconocido como derecho fundamental, garantía jurisdiccional
y derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE, 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP). El respeto y protección del debido proceso y, por ende, de sus garantías constitutivas, no
sólo es aplicable en el ámbito judicial, sino también lo es en el ámbito de la potestad sancionadora
de la administración pública.
Así lo ha entendido la uniforme jurisprudencia del Tribunal Constitucional (SSCC 0042/2004 de 22 de
abril y 0022/2006 de 18 de abril) y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, casos: 1) Caso
Baena Ricardo y otros Vs. Panamá (Sentencia de 2 de febrero de 2001, Fondo, Reparaciones y
Costas); y, 2) Caso del Tribunal Constitucional Vs. Perú (Sentencia de 31 de enero de 2001, Fondo,
Reparaciones y Costas). Las sentencias nombradas fueron desarrolladas en la SCP 0140/2012 de 9
de mayo.
En ese orden de ideas, a conforme refirió la SCP 0998/2012 de 5 de septiembre: ‘La teoría
constitucional ha desarrollado la técnica del contenido esencial de los derechos fundamentales, a
partir de la cual, la aplicación directa de los mismos debe asegurar el respeto y eficacia plena de los
elementos constitutivos de ese contenido esencial o núcleo duro de derechos’.
En ese marco, se tiene que el contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada
o derecho a una resolución motivada (judicial, administrativa, o cualesquier otra, expresada en
una resolución en general, sentencia, auto, etc.) que resuelva un conflicto o una pretensión está
dado por sus finalidades implícitas, las que contrastadas con la resolución en cuestión,
dará lugar a la verificación de su respeto y eficacia. Estas son: 1) El sometimiento manifiesto
a la Constitución, conformada por: 1.a) la Constitución formal, es decir, el texto escrito; y, 1.b) los

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Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que forman el bloque de constitucionalidad; así
como a la ley, traducido en la observancia del principio de constitucionalidad y del principio de
legalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en cuestión no es arbitraria,
sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la arbitrariedad, el
principio de razonabilidad y el principio de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad de control de la
resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes recursos o
medios de impugnación; y, 4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad decisoria
de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública, en
observancia del principio de publicidad. Estos elementos se desarrollarán a continuación:
1) El sometimiento manifiesto a la Constitución (conformada por: a) la Constitución
formal, es decir, el texto escrito; y, b) los Tratados Internacionales sobre Derechos
Humanos que forman el bloque de constitucionalidad art. 410.II) y a la ley, de la autoridad
-Juez, autoridad administrativa, etc.- o persona privada; es decir, de todo órgano o persona, sea de
carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir sobre conflictos o pretensiones traducido
en la observancia del principio de constitucionalidad y del principio de legalidad.
En el Estado Constitucional de Derecho asumido por la Constitución, el principio de legalidad se
encuentra en sumisión a un principio más alto: el principio de constitucionalidad. Este supone la
vinculación a los valores, principios y derechos consagrados en la Constitución, más allá, o incluso
sobre la ley.
La Constitución reconoce a ambos principios (de constitucionalidad y de legalidad), empero, desplaza
al principio de legalidad y otorga supremacía al principio de constitucionalidad. Esto se verifica en el
art. 410.I, que señala: ‘Todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos,
funciones públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución, añadiendo el
segundo parágrafo que: La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano y
goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa’. Además, estipula como fines y
funciones esenciales del Estado, entre otros, el garantizar el cumplimiento de los principios, valores,
derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución (art. 9.4 de la CPE) y, manda como
deberes de los bolivianos y bolivianas el conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes,
conocer, respetar y promover los derechos reconocidos en la Constitución, y la práctica de los valores
y principios que proclama la Constitución (art. 108 numerales 1, 2 y 3 de la CPE).
2) Lograr el convencimiento, de las partes que la resolución en cuestión no es arbitraria,
sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la
arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia.
Entonces, cuando todo órgano o persona, sea de carácter público o privado que tenga a su cargo el
decidir, pretende hacer uso de facultades discrecionales o arbitrarias alejadas de la razonabilidad
(principio de razonabilidad), éste se convierte en una directriz valiosa estrechamente relacionada a
la justicia (valor justicia), porque se manifiesta como un mecanismo de control y barra de contención
de la arbitrariedad (principio de interdicción de la arbitrariedad), cuya comprensión es
multidimensional:
a) Por una parte, la arbitrariedad, es contraria al Estado de derecho (Estado Constitucional de
Derecho) y a la justicia (valor justicia art. 8.II de la CPE). En efecto, en el Estado de Derecho, o
‘Estado bajo el régimen de derecho con el contenido asumido por la Constitución bajo la configuración
de ‘Estado Constitucional de Derecho’, cuya base ideológica es ‘un gobierno de leyes y no de
hombres’, existe expresa proscripción que las facultades que ejercite todo órgano o persona, sea de
carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir sean arbitrarias y, por el contrario, existe
plena afirmación de que el ejercicio de esas facultades deben estar en total sumisión a la Constitución
y a la ley visualizando, con ello, claramente el reverso del ya sepultado “Estado bajo el régimen de
la fuerza’.
En ese sentido, Pedro Talavera señala: ‘...la justificación de las decisiones judiciales constituye uno
de los pilares del Estado de Derecho frente a las arbitrariedades del Antiguo Régimen’. Del mismo

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 65


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modo, Horacio Andaluz Vegacenteno sostiene: ‘La justificación de las decisiones judiciales es una
exigencia del Estado de Derecho, no un elemento lógico del sistema jurídico. Sólo en el Estado de
Derecho se considera que una decisión no está suficientemente justificada por el solo hecho de haber
sido dictada por una autoridad competente’.
b) En correspondencia con lo anterior, la arbitrariedad puede estar expresada en: b.1) una ‘decisión
sin motivación’, o existiendo esta es b.2) una ‘motivación arbitraria’; o en su caso, b.3) una
‘motivación insuficiente’.
b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa, etc.), no da
razones (justificaciones) que sustenten su decisión, traducido en las razones de hecho y de derecho,
estamos ante la verificación de una ‘decisión sin motivación’, debido a que ‘decidir no es motivar’. La
‘justificación conlleva formular juicios evaluativos (formales o materiales) sobre el derecho y los
hechos sub iudice [asunto pendiente de decisión]’.
b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa,
etc.) sustenta su decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico alguno, y alejadas de la sumisión a la
Constitución y la ley, se está ante una ‘motivación arbitraria’ Al respecto el art. 30.II de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) ‘Obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa
sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las garantías
procesales’.
En efecto, un supuesto de ‘motivación arbitraria’ es cuando una decisión coincide o deviene de la
valoración arbitraria, irrazonable de la prueba o, en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R), que influye, en ambos casos, en la confiabilidad
de las hipótesis fácticas (hechos probados) capaces de incidir en el sentido, en los fundamentos de
la decisión. Es decir, existe dependencia en cómo cada elemento probatorio fue valorado o no fue
valorado, para que se fortalezca o debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los hechos y, por
ende, la fundamentación jurídica que sostenga la decisión.
(…)
b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por las cuales omite o se abstiene
de pronunciar sobre ciertos temas o problemas jurídicos planteados por las partes, se está ante una
‘motivación insuficiente’.
Si el órgano o persona, sea de carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir incurre en
cualesquiera de esos tres supuestos: ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta, ‘motivación arbitraria’,
o en su caso, ‘motivación insuficiente’, como base de la decisión o resolución asumida, entonces, es
clara la visualización de la lesión del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una
resolución motivada, como elemento constitutivo del debido proceso.
Los tres casos señalados, son un tema que corresponderá analizar en cada caso concreto, debido a
qué sólo en aquéllos supuestos en los que se advierta claramente que la resolución es un mero acto
de voluntad, de imperium, de poder, o lo que es lo mismo de arbitrariedad, expresado en decisión
sin motivación o inexistente, decisión arbitraria o decisión insuficiente, puede la justicia constitucional
disponer la nulidad y ordenar se pronuncie otra resolución en forma motivada.
c) La arbitrariedad también se expresa en la falta de coherencia, o incongruencia de la decisión
(principio de congruencia), cuando el conjunto de las premisas, -formadas por las normas jurídicas
utilizadas para resolver el caso, más los enunciados fácticos que describen los hechos relevantes- no
son correctas, fundadas y si, además, su estructura también no lo es. Esto, más allá si la resolución
que finalmente resuelva el conflicto es estimatoria o desestimatoria a las pretensiones de las partes.
Es decir, como señala Robert Alexy, se trata de ver si la decisión se sigue lógicamente de las premisas
que se aducen como fundamentación.
El principio de congruencia, ha sido desarrollado por varias sentencias constitucionales: (SC
1312/2003-R, respecto al proceso como unidad); (SC 1009/20003-R, con relación a la coherencia en

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la estructura de la decisión entre la parte motiva y la resolutiva. En ese sentido también está la SC
0157/2001-R; y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0747/2012 y 0858/2012, referidos a
la congruencia entre la parte motiva y resolutiva en acciones de defensa (SC 1797/2003-R, cuando
se resuelven recursos, sobre la pertinencia entre lo apelado y lo resuelto)” (las negrillas y el subrayado
correspondes al texto original).
III.2. La motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por el Ministerio
Público
Según se tiene del art. 34.17 de la LOMP, el Fiscal Departamental tiene atribución para resolver las
objeciones de las resoluciones de rechazo conforme a procedimiento. Asimismo, el art. 65 de la
misma norma, estipula que cuando se interponga recurso jerárquico contra las resoluciones emitidas
por las señaladas autoridades fiscales: “La impugnación al rechazo o sobreseimiento será resuelta
por la o el superior jerárquico, valorando integralmente el contenido de las actuaciones y de manera
fundamentada, en el plazo que establece la Ley, bajo su responsabilidad”.
Infiriendo de la normativa anterior que, en las resoluciones a ser emitidas por los fiscales
departamentales, se encuentra el elemento de la fundamentación, ineludible y obligatoria en todas
ellas.
Al respecto, la SCP 1429/2016-S3 de 7 de diciembre, precisó: “Los arts. 73 del CPP y 65 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público -Ley 260 de 11 de julio de 2012-, establecen la obligatoriedad de
fundamentación de las resoluciones por parte de los fiscales, en el mismo sentido la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional contenida en la SC 1523/2004-R de 28 de septiembre, concluyó lo
siguiente: ‘…toda decisión emitida dentro de un proceso penal que no implique cuestión de mero
trámite sino que concierna al fondo de lo que se investiga debe ser necesariamente motivada o lo
que es lo mismo, debidamente fundamentada, lo que significa, que tanto el fiscal o los jueces que
conozcan el proceso, sea en control jurisdiccional o para resolver el fondo, deberán dictar sus
requerimientos o resoluciones cumpliendo las exigencias de la estructura de forma como de contenido
de las mismas. En particular en lo relativo al contenido de fondo, no sólo deberán circunscribirse a
relatar lo expuesto por las partes sino también citar las pruebas que aportaron las partes, exponer
su criterio sobre el valor que le dan a las mismas luego del contraste y valoración que hagan de ellas
dando aplicación a las normas jurídicas aplicables para finalmente resolver. Si no proceden de esa
forma y dictan una resolución sin respetar la estructura señalada, resulta obvio que su decisión será
arbitraria y considerada subjetiva e injusta, pues el sujeto procesal a quien no le sea favorable no
podrá entender y menos saber la razón jurídica de la decisión; y de incurrirse en esta omisión al
disponer sobreseimiento a favor de la parte imputada, la víctima podrá impugnar el requerimiento
ante el superior jerárquico, y si éste igualmente incurre en la misma omisión, quedará abierta la
jurisdicción constitucional para que acuda a la misma en busca de protección a sus derechos a la
seguridad jurídica y de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, cuyo alcance no abarca, como se
dijo, a que la parte acusadora pretenda que este Tribunal obligue a un Fiscal a presentar
obligatoriamente la acusación si no únicamente a que dicha autoridad emita su requerimiento
conclusivo debidamente fundamentado como lo exigen las normas previstas por los arts. 45 inc. 7)
de la LOMP, 73 y 323.3 del CPP’”.
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos a la
defensa, al juez natural, a recurrir, a la igualdad procesal de las partes, a la motivación, a la
congruencia de las resoluciones, a la valoración razonable de la prueba; a la defensa y a una justicia
plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones, ya que dentro del proceso penal
investigativo que se sigue en su contra se emitió Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-ND 987/2018
de 7 de diciembre que resulta ser incongruente, poco motivada sin fundamentación alguna y alejada
del petitorio efectuado.
De la revisión de antecedentes, una vez incoada la denuncia penal, esta fue presentada en primer
término por la ahora impetrante de tutela, únicamente en contra de Juan Carlos Vargas Camacho por

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el delito de lesiones graves y leves; de manera posterior se adhirió a la denuncia Khaterine María
Soliz Plaza, ampliándola contra este y Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño por los delitos de lesiones
graves y leves, y amenazas, previstos en los arts. 271 y 293 del CP.
Los Fiscales de Materia, asignados a la Fiscalía Corporativa Especializada en Delitos contra la Vida y
Seguridad Común de las Personas 1, el 22 de mayo de 2018, realizaron dos actuaciones: la primera,
presentar imputación formal contra Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de lesiones graves y
leves; y, la segunda fue la emisión de Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia contra Elizabeth
Amanda Sangueza Ortuño por los delitos de amenazas y lesiones graves y leves, y contra el
prenombrado por amenazas; es decir, hasta ese momento procesal se encontraba vigente la
imputación formal en contra del denunciado por la comisión del delito contenido en el art. 271 del
CP.
Conforme faculta lo previsto en el art. 305 del CPP, la ahora peticionante de tutela objetó la
Resolución Fiscal de Rechazo de denuncia de 22 de mayo de 2018, solicitando al Fiscal Departamental
revoque la determinación y emita imputación formal en contra de Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño
por los delitos de lesiones leves y graves y contra Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de
amenazas; sin embargo, dicha autoridad, en conocimiento de la objeción al rechazo de denuncia y
específicamente en relación a este, en los fundamentos de la Resolución Jerárquica FDC/JVV OR-OD
987/2018, precisó que: “…con referencia a las lesiones que presentan Nazareth Anghela Mercado y
Katherine María Mercado, se puede establecer que las mismas pudieron haber sido provocadas por
la denunciada Elizabeth Amanda Sangueza Ortuño, ya que se cuenta con elementos de convicción
suficientes para sostener este extremo ya que se ha establecido su presencia en el lugar del hecho y
se la ha identificado como la persona que intentó arañar el rostro de las denunciantes y que debido
a acciones de defensa desplegadas por las mismas, no logró su cometido, pero sí arañó, el cuello a
Nazareth y la mano derecho a Katherine. En cambio con relación al denunciado Juan Carlos Vargas
Camacho no existen suficientes elementos de convicción de que sea el autor de las lesiones inferidas
a las denunciantes, ya que la acción de ‘arañar’ es característica propia de la ofensividad de una
persona de sexo femenino, y no así de un varón…” (sic).
En la parte resolutiva inc. 2) de la referida Resolución, procedió a ratificar la Resolución Fiscal de
Rechazo de denuncia en relación al delito previsto en el art. 271 del CP -lesiones leves-, disponiendo
el archivo provisional de obrados, sin perjuicio de una eventual apertura de proceso que pudiere
suscitarse en el plazo de un año si el caso amerita; o sea, Resolución emitida en la que existe en
primer término carencia de fundamentación y motivación relativo a los puntos de agravio señalados
e incongruencia en la petición efectuada, toda vez que en ningún momento la parte accionante objetó
rechazo de la denuncia contra Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de lesiones graves y leves,
por cuanto en la misma fecha, se contaba con Resolución de Imputación Formal por dicho delito; es
decir, los Fiscales de Materia adscritos al caso en la imputación formal de fs. 95 a 98 vta. especificaron
en la fundamentación y calificación provisional del delito: “De los elementos indiciarios de prueba
colectados durante la etapa preliminar investigativa se tiene demostrado la existencia del hecho y su
subsunción al derecho toda vez que se cuenta con suficientes elementos de juicio que acreditan la
existencia del hecho así como la probable participación del imputado JUAN CARLOS VARGAS
CAMACHO en el mismo, toda vez que en fecha 30 de julio de 2017, al promediar las 03:00 a.m,
aproximadamente, en circunstancias en que la denunciante y víctimas se encontraba descansando
en su domicilio, al percatarse que su madre estaba siendo agredida por el mencionado se puso al
medio NAZARETH ANGHELA MERCASO PLAZA, quien fue empujada por el imputado haciendo que
caiga en el acordonado de la acera, del cual cuenta 1 día de incapacidad. Por lo que en representación
de la Sociedad en aplicación del Art. 302 del Código de Procedimiento Penal y Art. 40 Núm. 11, 12,
13 y 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, tratándose de un delito de acción penal pública
IMPUTA FORMALMENTE a JUAN CARLOS VARGAS CAMACHO, por existir suficiente elementos
de convicción respecto a la probabilidad de autoría y participación en el ilícito investigado,
calificándose provisionalmente su conducta dentro los tipos penales de LESIONES GRAVES Y
LEVES previsto y sancionado por los Art. 271 Segunda parte del Código Penal, modificada por la Ley

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N° 264 de 31 de julio de 2012…” (sic); es más según reza la referida imputación formal, se solicitó
medidas sustitutivas a la detención preventiva.
De acuerdo a la doctrina y las citas jurisprudenciales, si se toma en cuenta que la fundamentación,
debe entenderse como la expresión de los preceptos legales aplicables específicamente a un caso
concreto; la falta de esta en las resoluciones, implica la omisión de dichas disposiciones legales en
las que apoyan su decisión; la indebida fundamentación, se refiere a la invocación errada de las
disposiciones legales o la incorrecta adecuación normativa al caso en particular, que provoca la
alteración o desvío del debate procesal; por otra parte, se tiene que la motivación se constituye en
elemento del debido proceso, porque a través de dicha acción las autoridades judiciales, fiscales o
administrativas exponen y describen los argumentos fácticos y jurídicos que justifican de manera
razonada el porqué de la decisión asumida y que además es jurídicamente aceptable; concluyendo
de ello que los justiciables al momento de emitir sus resoluciones se encuentran obligados a que las
mismas, en respeto al debido proceso, contengan una debida fundamentación, motivación y
congruencia, de tal manera que las partes en conflicto conozcan el establecimiento de las bases
razonadas que ha tenido en el caso demandado o denunciado respecto a una decisión de autoridad
competente. En el caso en el que se solicita la tutela constitucional, se evidencia que en la Resolución
Jerárquica FDC/JVV OR-OD 987/2018 existió indebida fundamentación y señalamiento de motivos
con relación a la petición efectuada por la parte accionante en sentido de revocar la Resolución de
Rechazo de denuncia y se impute a Juan Carlos Vargas Camacho por el delito de amenazas;
alejándose la autoridad fiscal departamental del motivo de la objeción presentada al señalar en la
Resolución, fundamentos referidos a otros hechos que nunca fueron objetados; ya que, se contaba
con imputación formal por el ilícito de lesiones leves y graves; provocando dicha situación que se
emita una resolución indebidamente fundamentada, sin el señalamiento de motivos relativo a los
agravios planteados y además incongruente al no resolverse conforme a los antecedentes del proceso
y la situación jurídica de los denunciados. Infiriendo en virtud a la jurisprudencia constitucional citada
en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, que la decisión
asumida por la autoridad jerárquica fiscal desarrolla una motivación arbitraria, toda vez que la
Resolución emitida sustenta su decisión con fundamentos incongruentes, que carecen de sustento
probatorio.
En consecuencia, la Sala Constitucional al conceder la tutela, efectuó una adecuada compulsa de
los antecedentes del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AAC 24/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 461 a
464 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada sobre la base de los fundamentos
jurídicos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Msc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. Msc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0641/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29569-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 06/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 75 a 76 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Jacqueline Rocío Landívar Quijarro en representación
sin mandato de Omar Alejandro Asbún Farah contra Claudio Torrez Fernández, Juez del
Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 18 de junio de 2019, cursante de fs. 2 a 3 vta. el accionante a través de
su representante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El Juez del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz al imponerle
la medida cautelar de la detención preventiva atentó contra su salud, ya que antes de tomar dicha
decisión debió considerar la grave enfermedad terminal de “…CONVULCIONES DE APARICIÓN
TARDÍA, CON RIESGO DE MUERTE SÚBITA, TRANSTORNO DE SUEÑO, EFISEMA PULMONAR Y
OTROS…” (sic) que padece; exponiéndolo a tener una terrible muerte en prisión, al no contar con
elementos mínimos para resguardar su vida.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la vida, a la salud y
al debido proceso, citando al efecto los arts. 25.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos
(DUDH) y 11 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes Humanos.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se revoque el Auto Interlocutorio 098/2019 de 7 de junio,
mediante el cual se ordenó su privación de libertad y se establezcan en su favor medidas menos
gravosas como la detención domiciliaria.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 19 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 68 a 74,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó el contenido íntegro de su memorial de acción de
libertad y ampliándolo manifestó lo siguiente: a) El Auto Interlocutorio 098/2019 emitido por la
autoridad demandada revocó las medidas sustitutivas a la detención preventiva que venía
cumpliendo, imponiéndole la medida extrema, disponiendo más allá de lo solicitado por la parte
recurrente; b) El Fiscal de Materia, se limitó a expresar que se habría dictado declaratoria de rebeldía
en su contra; sin embargo, no argumentó la concurrencia de riesgos procesales; c) Al momento de
dejar sin efecto la detención domiciliaria, el Juez demandado debió toma en cuenta su estado de
salud y su derecho a la vida, ya que en razón a ese aspecto se dispuso la cesación de la medida
impuesta, situación que fue acreditada por informes médicos; y, d) Se pretendió salvaguardar su
salud con visitas periódicas del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF); empero, esa institución

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no cuenta con el equipamiento médico necesario para brindarle un tratamiento adecuado ante las
graves enfermedades que padece.
I.2.2. Informe del demandado
Claudio Torrez Fernández, Juez del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 19 de junio de 2019, cursante de
fs. 65 a 67 vta, manifestó: 1) El accionante no asistió a las audiencias de juicio oral en los últimos
cuatro meses después de haber sido declarado rebelde; 2) El Tribunal que integra, ordeno a través
del Auto Interlocutorio 88/2019 de 24 de mayo, se expida mandamiento de aprehensión con orden
de allanamiento y habilitación de días y horas extraordinarias contra el impetrante de tutela; y, 3)
Con relación a la salud, dio cumplimiento a la “SCP 894/2017-S1” disponiendo que el IDIF, lo visite
de forma periódica; 4) El prenombrado no se sometió a la valoración ordenada por su autoridad; y,
5) Al emitir el Auto Interlocutorio 098/2019 no se vulneró ningún derecho constitucional, solicitando
se deniegue la tutela.
Asimismo, en audiencia pública, ratificó el informe escrito presentado y ampliándolo señaló que: i)
El 7 de junio de 2019, el accionante interpuso otra acción de libertad con los mismos fundamentos
que la ahora activada, en la cual, el Tribunal de garantías denegó la tutela impetrada, sosteniendo
que el medio idóneo y expedito para hacer los reclamos respecto al Auto Interlocutorio 098/2019 era
a través de la apelación incidental; ii) Existen informes médicos del IDIF que indicaban que el
peticionante de tutela se encuentra consciente para desplazarse por su propia cuenta, la ley no exige
que el acusado se halle en perfectas condiciones de salud, mínimamente se requiere que pueda
escuchar lo que las partes vierten en el juicio oral; y, iii) Los abogados del aludido no expusieron
argumentos razonables y válidos que permitan refutar la solicitud de revocatoria de la detención
domiciliaria; por el contrario ofendieron a su personal y al Fiscal de Materia.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz, constituído en Juez de
garantías, mediante Resolución 06/2019 de 19 de junio curante de fs. 75 a 76 vta., denegó la tutela
solicitada, en base al siguiente fundamento: a) El accionante debe aguardar la revisión de la
Resolución “010/2019” -no señala fecha- emitida por la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental
de Justicia del citado departamento, quienes como Tribunal de garantías resolvieron la presente
problemática activada contra los mismos sujetos procesales, en base a igual relación fáctica y
coincidiendo de similar forma en el petitorio planteado; y, b) El precitado fallo constitucional, señaló
que existió subsidiariedad excepcional de la acción de la libertad, debido a que el peticionante de
tutela debió apelar el Auto Interlocutorio 098/2019, que dispuso su restricción de libertad, para que
sea el superior en grado el que corrija la presunta arbitrariedad denunciada.
El accionante a través de abogado en vía de complementación y enmienda solicitó se tome en cuenta
como una omisión del fallo constitucional pronunciado que hizo retiro de “…la [ap]elación…” (sic),
también que el Juzgado donde fue presentada la revocatoria de la detención domiciliaria, en audiencia
dejó sin efecto el mandamiento de aprehensión emitido en su contra. En respuesta el Juez de
garantías, determinó no ha lugar a la peticionado, argumentando que el problema no era el recurso
de apelación incidental, sino la presentación de una anterior acción de libertad, resolución por la cual
la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, emitió respuesta.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio 098/2019 de 7 de junio, emitido por los miembros del Tribunal de
Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz, dentro del proceso penal seguido
contra Omar Alejandro Asbún Farah -ahora accionante-, por la presunta comisión de los delitos de
falsedad material y otros, por el que se revocó la medida sustitutiva de la detención domiciliaria
dispuesta en su favor, determinándose en consecuencia la detención preventiva del prenombrado en
el Centro Penitenciario San Pedro del mismo departamento (fs. 33 a 37).

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II.2. Mediante Resolución 010/2019 de 7 de junio, emitida por los Vocales de la Sala Penal Cuarta
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituída en Tribunal de garantías, se denegó
la tutela solicitada a través de la acción de libertad interpuesta en una anterior oportunidad por el
impetrante de tutela contra el Juez ahora demandado y otra, reclamando de igual forma la revocatoria
de su detención domiciliaria dispuesta por medio de Auto Interlocutorio 098/2019 (fs. 27 a 31 vta.).
II.3. De datos extraídos del Sistema de gestión procesal de este Tribunal Constitucional Plurinacional,
se tiene que la acción de defensa supra señalada, se halla consignada con el número de expediente
29479-2019-59-AL.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la vida, a la salud, y
al debido proceso; en razón a que el Auto Interlocutorio 098/2019 de 7 de junio, emitido por el Juez
demandado revocó la detención domiciliaria dispuesta en su favor ordenando su detención preventiva
de manera infundada sin tomar en cuenta su delicado estado de salud, poniendo en riesgo su vida
al someterlo a un estado de privación de libertad sin las atenciones médicas que requiere.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Identidad de objeto, sujeto y causa de otra acción de libertad. Jurisprudencia
reiterada
Con referencia a la identidad de objeto, sujeto y causa en la interposición de otra acción de libertad,
la jurisprudencia constitucional ha determinado la denegatoria de una de ellas a efectos de que no
exista, entre otras cosas, duplicidad de fallos constitucionales, así la SCP 0877/2014 de 12 de mayo,
que a su vez citó a la SC 1161/2005-R de 26 de septiembre, estableció que: “…este Tribunal, en
innumerables fallos entendió que el recurso de hábeas corpus es improcedente cuando el recurrente
interpone dos recursos contra las mismas autoridades recurridas y con los mismos fundamentos,
haciendo un uso abusivo de este recurso constitucional, lo cual impide al Tribunal Constitucional
pronunciarse sobre el fondo de uno de los recursos, pues incurriría en duplicidad de fallos respecto
a un mismo asunto.
(…)
De la doctrina constitucional glosada, se concluye que cuando este Tribunal conoce en revisión
una acción tutelar y evidencia que el recurrente acudió en una segunda oportunidad a la
jurisdicción constitucional, a través del recurso de hábeas corpus, estableciéndose con
tal actuación la existencia de identidad absoluta de sujetos (partes: recurrente y
recurrido), objeto (pretensiones del actor) y causa (hechos o supuestos fácticos en que
se fundó la demanda), o que el actor hubiese incoado antes la misma acción, con idéntico
propósito y por iguales motivos, aunque contra distintas autoridades, -en este último supuesto
constatándose sólo la identidad parcial de los sujetos procesales-, este Tribunal, en ambos supuestos,
está impedido de ingresar al fondo de uno de los recursos; entendimiento jurisprudencial
que se sustenta en el hecho de que el recurrente no puede pretender que este Tribunal
que ya emitió un pronunciamiento expreso sobre el mismo problema jurídico planteado
-en ambos recursos- vuelva a considerar el fondo de lo que ya ha sido demandado y
resuelto, porque de así hacerlo, incurriría en una innecesaria e irregular duplicidad de
fallos respecto a un mismo asunto; sólo por el uso abusivo y temerario de este recurso
constitucional” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante manifiesta que el Juez demandado, a través del Auto
Interlocutorio 098/2019 de 7 de junio, revocó la medida sustitutiva concerniente a su detención
domiciliaria imponiéndole la detención preventiva, sin tomar en cuenta las enfermedades que padece,
atentando contra su vida al someterlo a condiciones en las cuales no podrá recibir las atenciones
médicas que requiere.

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Con carácter previo a ingresar al análisis de fondo, se tiene de la revisión de los actuados procesales
adjuntos al expediente, la existencia de una primera acción de libertad interpuesta por el impetrante
de tutela, la que fue resuelta por la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz -constituida en Tribunal de garantías- mediante Resolución 010/2019 de 7 de junio, determinando
denegar la tutela impetrada respecto a la solicitud de que se revoque su detención preventiva; con
el fundamento que el accionante “…tiene a su alcance el medio idóneo, expedito y oportuno que
resulta ser la apelación de medidas cautelares que resulta en contra de la Resolución No 98/2019
que se ha pretendido sea dejando sin efecto por via de la presente Acción de Libertad” (sic
[Conclusión II.2]).
Asimismo, de la búsqueda y datos extraídos de la página web del Tribunal Constitucional
Plurinacional, se tiene que la Resolución 010/2019, en revisión se encuentra signada con el número
de expediente 29479-2019-59-AL (Conclusión II.3), denotando la existencia de otra acción tutelar
presentada con anterioridad a la que se analiza.
Al respecto, este Tribunal Constitucional Plurinacional, en numerosos fallos entendió que la acción de
libertad es improcedente cuando el accionante interpone dos acciones contra las mismas autoridades
recurridas y con iguales hechos, haciendo uso abusivo de este recurso constitucional, aspecto que
impide pronunciarse sobre el fondo, debido a que se incurriría en duplicidad de fallos, puesto que
esos hechos ya fueron resueltos por la justicia constitucional.
Atendiendo el razonamiento anterior y conforme lo expuesto precedentemente, se evidencia que el
impetrante de tutela activó dos acciones de libertad con identidad de sujeto, objeto y causa, toda
vez que: a) Los sujetos o partes procesales, son las mismas en ambas acciones de defensa, Omar
Alejandro Asbún Farah -ahora accionante- contra Claudio Torrez Fernández, Juez del Tribunal de
Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz -ahora demandado- y otra; b) El
objeto o la pretensión del impetrante de tutela en ambas acciones de libertad son similares,
trasuntada en que se conceda la tutela y se deje sin efecto el Auto Interlocutorio 098/2019, por la
que se revocó la detención domiciliaria dispuesta en su favor, ordenando la medida extrema de
manera infundada; y, c) La causa, que implica los hechos o supuestos fácticos en que se fundó la
demanda, también se repite en las dos acciones de libertad; es decir, la ejecución de mandamiento
de “aprehensión” en su contra, con facultades especiales sin que se hubiere considerado su estado
de salud y su derecho a la vida, ya que en razón a estos se concedió la cesación de su detención
preventiva.
En este sentido, conforme se determinó en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional,
al evidenciarse en el caso en análisis, la existencia de identidad de objeto, sujeto y causa con otra
acción tutelar interpuesta con anterioridad por el accionante como es la correspondiente al
expediente 29479-2019-59-AL, a efecto de no incurrir en una duplicidad de fallos sobre el mismo
asunto y en razón a que la justicia constitucional no puede ser utilizada reiteradamente con idéntico
objetivo, generando varias resoluciones que resuelvan la problemática; en resguardo a los principios
de seguridad, objetividad y certeza jurídica, corresponde denegar la presente acción de defensa, con
la aclaración de no haberse ingresado al fondo de la problemática planteada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, actúo de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 06/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 75 a 76 vta.,
pronuciada por el Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0642/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29036-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 001/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 355 a 358 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Yunko Matayoshi Machida de
Adachi contra Merlín Zenteno Gonzales, Jueza Pública Civil y Comercial Sexta de la Capital
del departamento de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 7 de febrero y 8 de mayo de 2019, cursantes de fs. 313 a 324 y 332
a 338, la accionante refirió que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 9 de abril de 2015, suscribió un Contrato de Asesoramiento Empresarial, Administrativo, Financiero
y Gestión de Negocios con la empresa China Railway Group Limited Sucursal Bolivia denominada
CREC, estableciéndose diferentes cláusulas, entre las cuales está el de brindar el apoyo necesario y
coordinación para que la CREC y su contratante -Administradora Boliviana de Carreteras (ABC)
dependiente del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda del Estado Plurinacional de Bolivia-
tengan una exitosa ejecución del proyecto carretera Espino - Charagua - Boyuibe; es así, que en el
referido Contrato se determinó sus honorarios profesionales de servicio de consultoría
correspondiente al 5% sobre el monto adjudicado, entrando en vigencia una vez que la aludida
empresa consolide con dicha institución estatal la firma del mismo.
Advirtió del mencionado Contrato suscrito con la referida empresa, la imposible ejecución de la
Cláusula arbitral por ser inaplicable, por esa razón interpuso contra dicha compañía demanda de
cumplimiento de contrato, la cual fue contestada de forma negativa y se formuló excepciones de
incompetencia por arbitraje y prescripción; a lo que, se llevó a cabo la audiencia preliminar donde la
Jueza ahora demandada con una carente fundamentación dictó el Auto Interlocutorio 733 -siendo lo
correcto 732- de 14 de agosto de 2018, declarando probada esa excepción de arbitraje, inhibiéndose
de conocer el proceso civil.
El citado Auto Interlocutorio impugnado vulneró flagrantemente el art. 14.V y VI de la Constitución
Política del Estado (CPE) al convalidar de manera arbitraria las leyes del Reino de Suecia, realizando
un razonamiento inconstitucional al emplearse esa legislación a un acto contractual suscrito por el
Estado Plurinacional de Bolivia; de igual forma dicha decisión trasgredió el art. 320.II y III de la Ley
Fundamental al establecerse que ante la existencia de controversias en un acto contractual y de
prestación de servicios en nuestro país, deban aplicarse las normativas del aludido Reino europeo,
mismo que deberá ser resuelto por un Tribunal de Arbitraje de Estocolmo; ilegalidad que incurrió la
autoridad demandada al precepto constitucional sobre el sometimiento de la inversión extranjera;
vale decir, que la CREC no puede alegar ninguna excepción, así sea vía contrato para eludir la
aplicación de la Constitución. Asimismo, el referido Auto Interlocutorio infringió el principio de la
supremacía constitucional expresado en el art. 410 de dicha Norma Suprema al reconocer que en esa
determinación emitida deba ‘“APLICARSE LAS LEYES DE SUECIA”’ (sic), y no se utilizó el contenido
de las garantías constitucionales.
Además, la Jueza de la causa omitió considerar que la Cláusula Novena -arbitral- del señalado
Contrato es de imposible ejecución por tratarse de un medio inconstitucional que pretende eludir la

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Constitución Política del Estado, las leyes y la jurisdicción boliviana, en base a esos antecedentes
debería ser desestimada; por lo que, existió falta de fundamentación y motivación de dicho Auto
Interlocutorio sobre los aspectos estructurales vinculados a la aplicación de los derechos y garantías
fundamentales; puesto que, en esa determinación no se manifestó porque razón no son aplicables
los arts. 14.V y VI, 320 y 410 de la CPE.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al juez natural y competente, al debido proceso en
sus vertientes de motivación y fundamentación y, a la tutela judicial efectiva, citando al efecto los
arts. 13.IV, 115, 119.II, 120, 256.I y 410 de la CPE; 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que se deje sin efecto el Auto Interlocutorio 732 y el Auto
complementario 733 de 14 de agosto de 2018, ordenando se emita un “NUEVO AUTO DEFINITIVO”
(sic) debidamente fundamentado, motivado y congruente, dando cumplimiento a los arts. 14.V y VI,
320 y 410 de la CPE.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 350 a
354 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó el memorial de amparo constitucional y ampliándolo
manifestó que: a) La Jueza demandada no realizó un análisis motivado de por qué razón no son
aplicables los arts. 414, 320 y 410 de la CPE en la Cláusula arbitral, incurriendo en errores de
relevancia constitucional al emitirse el Auto Interlocutorio objetado; b) La indicada decisión vulneró
el “…art. 14 num. 5 y 6…” (sic) de la Norma Suprema al convalidar que las leyes del Reino de Suecia
deben ejecutarse en un contrato celebrado en nuestro Estado siendo el objeto “…prestar
asesoramiento donde, en la china, no en Suecia, no tampoco en el [E]stado [P]lurinacional de
Bolivia…” (sic); refiriendo los citados artículos de modo categórico y taxativo el sometimiento del
extranjero al ordenamiento jurídico nacional y que en su defecto no puede existir un contrato ni
cláusula que tienda a burlar el orden constitucional; c) El Auto Interlocutorio 732 emitido por la
aludida autoridad omitió el contenido de la Constitución, siendo que al advertir la Cláusula arbitral
sin ingresar a considerar este dispuso su incompetencia, sin tomar en cuenta el “art. 45.III” sobre el
cumplimiento imposible de la misma ya que si se acata se estaría violando el orden constitucional; y,
d) Concurrió una falta de fundamentación y motivación en el fallo pronunciada por la Jueza de la
causa respecto a los contenidos constitucionales señalados; lo que devino en la transgresión de sus
derechos denunciados.
I.2.2. Informe de la demandada
Merlín Zenteno Gonzales, Jueza Pública Civil y Comercial Sexta de la Capital del departamento de
Santa Cruz, no se hizo presente a la audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional
ni remitió informe alguno pese a su notificación cursante a fs. 346.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Chunsheng Ma en representación de la empresa China Railway Group Limited Sucursal Bolivia,
mediante escrito de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 360 a 364 y en audiencia manifestó que:
1) Se debe considerar que la acción de amparo constitucional no es una instancia más de apelación
del proceso ordinario como tampoco la vía para revalorizar la prueba; 2) La accionante no cumplió
los requisitos para que la justicia constitucional realice la revisión e interpretación de la legalidad;
asimismo, no se demostró la existencia de una evidente lesión de un derecho fundamental, reflejando
que los argumentos de la Jueza demandada fueran inaplicables al asunto en concreto, efectuando
una interpretación absurda o sesgada; lo que no ocurrió en la causa dilucidada, siendo que el Auto

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Interlocutorio y Auto complementario emitidos se encuentran fundamentados citando las


disposiciones legales y explicación lógica; 3) En el presente caso, acordaron que la conciliación y
arbitraje se realizaría ante el Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo con sede
en Estocolmo del Reino de Suecia, aspecto que está permitido por nuestro ordenamiento jurídico y
el cual fue aplicado por la referida autoridad; 4) Si bien las leyes bolivianas se destinan a todo
“estante” y habitante de nuestro país incluso extranjeros, debe respetarse la libertad contractual
siempre que no infrinja una norma imperativa, en el actual asunto la Cláusula arbitral no es contraria
a ninguna normativa, tomando en cuenta que es posible realizar ese pacto entre personas sean
naturales o jurídicas; por esa razón no existió violación alguna a la Constitución; 5) El Contrato
suscrito entre la impetrante de tutela y la empresa que representa no es entre un extranjero y el
Estado, sino de gestión celebrado con un particular; no siendo previsible el art. 320 de la Ley
Fundamental en la relación contractual firmada por el aludido con dicha entidad; 6) La competencia
para dilucidar cualquier vicio, validez, nulidad o anulabilidad de la Cláusula arbitral corresponde al
tribunal arbitral elegido por las partes en el contrato; instancia donde la nombrada deberá acudir
para hacer valer sus argumentos plasmados en esta acción tutelar; 7) La prenombrada no explicó
por qué dicha Cláusula “…es inconstitucional, el porqué es de imposible cumplimiento ni el porqué es
un medio de eludir l[a] aplicación de la jurisdicción, las leyes y las autoridades bolivianas” (sic);
aclarando que no se violó ninguna norma constitucional, puesto que está permitida por los arts. 44
y 54.II de la Ley de Conciliación y Arbitraje (LCA); y, 8) Evidenció con meridiana claridad que el
contenido del Auto Interlocutorio 732 cumplió con el art. 210 del Código Procesal Civil (CPC),
precisando esa decisión los fundamentos jurídicos, la determinación expresa, positiva y precisa de
las cuestiones planteadas; no existiendo vacíos ni errores de interpretación.
I.2.4. Resolución
El Juez Público de Familia Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, mediante Resolución 001/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 355 a 358 vta., denegó
la tutela impetrada, bajo los siguientes fundamentos: i) Hizo referencia a diferentes Sentencias
Constitucionales Plurinacionales sobre el debido proceso, motivación, congruencia y la interpretación
de la legalidad ordinaria; ii) El Contrato de Asesoramiento Empresarial, Administrativo, Financiero y
Gestión de Negocios, que convino entre la accionante y la empresa China Railway Group Limited
Sucursal Bolivia -ahora tercera interesada-, se realizó en el marco de la libertad contractual de las
partes que no está prohibida por la Constitución Política del Estado; iii) Desarrollando los arts. 2, 20,
21, 23, 39, 42, 45 y 54 de la LCA, refirió que se presume la constitucionalidad de la mencionada Ley
de conformidad al art. 5 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP) que tiene esa
facultad de expulsar del ordenamiento nacional una norma en todo o en parte, declarándola
inconstitucional y dictaminar su no cumplimiento; iv) En el presente caso se respetó los derechos al
debido proceso, a la defensa, al juez natural y a la motivación, siendo correcta la aplicación de la
Constitución Política del Estado, por esa razón no existió violación a la tutela judicial efectiva, tomando
en cuenta que se hizo uso de todos los medios de defensa y recursos de impugnación; y, v) Si bien
creían la impetrante de tutela y la autoridad demandada que a lo resuelto procedía el recurso de
apelación, eso no inhibía que la aludida plantee compulsa contra “…el Auto de 19 de Diciembre de
2018…” (sic), no siendo así, consintió ese acto procesal tal como lo señala el art. 56.2 del Código
Procesal Constitucional (CPCo); puesto que además, retiró dicha objeción, no percibiéndose
vulneración de los derechos alegados por la peticionante de tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Contrato de Asesoramiento Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios
de 9 de abril de 2015, suscrito por una parte Liang Enguang representante de la empresa China
Railway Group Limited Sucursal Bolivia denominado CREC y otra Yunko Matayoshi Machida de Adachi
-ahora accionante- (fs. 4 a 9).
II.2. Por carta notariada de 15 de septiembre de 2015, dirigida a Yunko Matayoshi Machida de Adachi
-ahora accionante-, Xueshu Zheng, representante de la empresa China Railway Group Limited

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Sucursal Bolivia, le hizo conocer la Resolución Unilateral de Contrato Privado de Asesoramiento


Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios, resolviendo el Contrato señalado ut supra; ante
ello, la prenombrada a través de otra carta similar de 22 del citado mes y año, puso a conocimiento
de la aludida empresa su denegatoria a dicha pretensión, concluyendo que en ningún momento
incumplió el referido Contrato suscrito y el trabajo de asesoramiento, exigiendo el cumplimiento del
mismo más el pago de sus honorarios, rechazando por ende la rescisión contractual (fs. 20 a 25 y 28
a 32).
II.3. A través de carta con intervención notariada de 24 de septiembre de 2015 dirigida a la
peticionante de tutela, la señalada empresa dio respuesta al pedido de rechazo de resolución de
contrato, previa consideración llegó a concluir que la aludida incurrió en el incumplimiento de las
obligaciones contraídas en el mencionado Contrato suscrito, por lo que se ratificó en dicha Resolución
(fs. 15 a 19).
II.4. Mediante memorial de 11 de enero de 2018, dirigido al Juez Público Civil y Comercial de turno
de la Capital del departamento de Santa Cruz, la impetrante de tutela solicitó cumplimiento de
contrato y obligación del pago de honorarios, el cual fue observado por Auto 132 de 31 de igual mes
y año; a lo que la aludida por escrito presentado el 29 de marzo de 2018, a la Jueza Pública Civil y
Comercial Sexta de la Capital del indicado departamento, aclaró lo requerido y ante ello dicha
autoridad emitió el Auto 263 de 6 de abril de idéntico año, admitiendo la demanda interpuesta contra
Liang Enguang representante de la citada empresa (fs. 66 a 75 y 78 a 85).
II.5. Por memorial presentado el 15 de mayo de 2018 ante dicho Juzgado, la mencionada empresa
a través de su representante Xueshu Zheng, contestó la demanda instaurada e interpuso excepciones
de incompetencia y prescripción, escrito que mereció la providencia de 16 del mismo mes y año
corriendo en traslado a la accionante, la que contestó al referido memorial, emitiendo la Jueza
demandada el Auto 502 de 20 de junio de similar año a través del cual señaló audiencia preliminar
para el 20 de julio del citado año a horas 10:00 (fs. 198 a 217).
II.6. El 14 de agosto de 2018, se realizó la audiencia preliminar señalada por la aludida autoridad,
actuado en el que se emitió el Auto Interlocutorio 732 de la referida fecha, declarando probada la
excepción de “cláusula arbitral” interpuesta por la citada empresa, asimismo, la prenombrada se
inhibió conocer el proceso instaurado (fs. 257 a 264 vta.).
II.7. A través de memorial presentado el 28 de agosto de 2018, ante dicha autoridad, la accionante
formuló recurso de apelación contra el citado Auto Interlocutorio, el mismo que corrido en traslado
al tercero interesado, contestó por escrito de 12 de septiembre de igual año, solicitando se declare
su improcedencia; a lo que, la nombrada Jueza pronunció el Auto 968 de 19 del indicado mes y año,
por el cual “…RECHAZA el recurso de apelación interpuesta por la Sra. YUNKO MATAYOSHI
MACHIDA DE ADACHI” (sic [fs. 271 a 276 y 302 a 308]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al juez natural y competente, al debido
proceso en sus vertientes de motivación y fundamentación, y a la tutela judicial efectiva; puesto que,
la Jueza demandada al emitir el Auto Interlocutorio 732 de 14 de agosto de 2018, violó
flagrantemente los arts. 14.V y VI; y, 320.II y III de la CPE al convalidar el Contrato de Asesoramiento
Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios de 9 de abril de 2015, que celebró en
Bolivia; correspondía resolverse ante el Tribunal de Arbitraje de Estocolmo del Reino de Suecia, en
base a la normativa de ese país, sin considerar que la cláusula novena del mismo, es de imposible
ejecución, ya que pretende eludir la aplicación de las leyes bolivianas.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones como componentes del
debido proceso

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La jurisprudencia constitucional sostuvo que la fundamentación y motivación debe realizarse al


momento de emitirse una decisión exponiendo con claridad los motivos que la sustentan, al respecto
la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre, estableció que: “…la garantía del debido proceso, comprende
entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que
significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la
decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el
fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de
acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está
regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier
interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de
resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas son añadidas).
La SCP 0450/2012 de 29 de junio, estableció que: “… el debido proceso es de aplicación inmediata,
vincula a todas las autoridades judiciales, jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía
de legalidad procesal prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un conjunto de
derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales y
administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de
la resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron
a dicha autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación
contenga una exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales,
basta con que ésta sea concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados …”
(las negrillas nos corresponden).
En esa misma línea, la SCP 0386/2015-S2 de 8 de abril señaló que: “…el derecho a una debida
fundamentación y motivación de las resoluciones, se constituye en la garantía del sujeto procesal de
que el juzgador al momento de emitir una decisión, explicará de manera clara, sustentada en derecho,
los motivos que lo llevaron a tomar una decisión; argumentación que deberá seguir un orden
coherente respecto a los hechos demandados y exponer con puntualidad los elementos jurídico-
legales que determinaron su posición.
Dicho de otra forma, toda autoridad que dicte una resolución, debe imprescindiblemente exponer los
hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la
misma, por cuanto la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y
procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores

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supremos rectores que orientan al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al
administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados
sino de la forma en que se decidió (SSCC 0863/2007-R, 0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre otras)”.
III.2. El principio de congruencia como elemento estructurante del debido proceso debe
observarse a tiempo de dictarse resoluciones judiciales o administrativas
La SC 0486/2010-R de 5 de julio entendió al principio de congruencia en sus vertientes interna y
externa como el “…principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como
la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa
definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o
administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino
que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base a esas consideraciones, es que
quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes”.
Sobre el particular, la SCP 0055/2014 de 3 de enero, sostuvo: “ La congruencia de las resoluciones
judiciales integra los componentes del debido proceso. En ese contexto, a partir de una concepción
doctrinal, su análisis se orienta desde dos acepciones: externa, entendida como principio rector
de toda resolución judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el
planteamiento de las partes (demanda, respuesta e impugnación y respuesta) y lo
resuelto por las autoridades judiciales, sin que el juzgador tome en cuenta aspectos
ajenos a la controversia; interna, porque entendida la resolución como una unidad congruente,
en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte
considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos y los efectos
de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución no existan
consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión.
En ese sentido, la uniforme jurisprudencia constitucional, a través de la SC 1494/2011-R de 11 de
octubre, señaló: ‘…la congruencia como principio característico del debido proceso,
entendida en el ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre
lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia
que debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la
concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo
su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
razonamientos contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, (…). En base a esas
consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes.
(…).
De lo expuesto se confirma, que el órgano encargado de dictar la resolución, debe circunscribir su
fallo a lo peticionado y no resolver más allá de lo pedido, que sería un pronunciamiento ultra petita,
o, conceder algo distinto a lo solicitado por las partes, conocido en doctrina procesal como un
pronunciamiento extra petita’” (las negrillas nos pertenecen).
III.3. Análisis del caso concreto
De los antecedentes del presente caso, se tiene que la accionante suscribió un Contrato de
Asesoramiento Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios de 9 de abril de 2015,
con Liang Enguang representante de la empresa China Railway Group Limited Sucursal Bolivia
denominado CREC (Conclusión II.1), posterior a ello, mediante carta notariada de 15 de septiembre
de 2015, la nombrada empresa por medio de su representante le hizo conocer la Resolución Unilateral
del señalado Contrato para quedar disuelto el mismo; la cual mereció otra carta similar de 22 de
idéntico mes y año por parte de la solicitante de tutela, poniendo a su conocimiento la denegatoria

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de esa pretensión, alegando que no se incumplió este, exigiendo su acatamiento y el pago de sus
honorarios (Conclusión II.2); como respuesta a ese rechazo la mencionada empresa emitió otra nota
de 24 de septiembre de 2015 manifestando que incumplió las obligaciones contraídas en el citado
Contrato, ratificándose en la decisión pronunciada (Conclusión II.3); no estando de acuerdo con esa
determinación, la peticionante de tutela el 21 de enero de 2018 demandó ante el Juez Público Civil y
Comercial de turno de la Capital del departamento de Santa Cruz, el cumplimiento de ese Contrato,
escrito que obtuvo observación; sin embargo, fue subsanado mereciendo el Auto 263 de 6 de abril
del indicado año, a través del cual la Jueza Pública Civil y Comercial Sexta de la Capital del señalado
departamento, admitió la demanda contra la citada empresa (Conclusión II.4); entidad que por
intermedio de su representante contestó y formuló excepciones de incompetencia y prescripción, las
cuales corridas en traslado a la solicitante de tutela fueron respondidas, señalándose audiencia
preliminar para el 20 de julio del indicado año a horas 10:00 (Conclusión II.5), llevado a cabo ese
actuado el 14 de agosto de 2018 la referida Jueza dictaminó el Auto Interlocutorio 732, declarando
probada la excepción de “cláusula arbitral”, en consecuencia, se inhibió de conocer el proceso
instaurado (Conclusión II.6).
En ese orden, la peticionante de tutela denuncia que la Jueza demandada al emitir el Auto
Interlocutorio 732 violó flagrantemente los arts. 14.V y VI; y, 320.II y III de la CPE al convalidar que
el Contrato de Asesoramiento Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios que
celebró en Bolivia, debía resolverse ante el Tribunal de arbitraje de Estocolmo del Reino de Suecia,
en base a normativa de ese país, sin considerar que la cláusula novena del mismo, es de imposible
ejecución, ya que pretende eludir la aplicación de las leyes bolivianas; vulnerando de esa manera sus
derechos al juez natural y competente, al debido proceso en sus vertientes de motivación y
fundamentación, y a la tutela judicial efectiva.
Identificada la problemática planteada a objeto de establecer si evidentemente el Auto Interlocutorio
732, fue emitido sin la debida fundamentación y motivación, es necesario referirnos a lo resuelto por
la Jueza demandada con referencia a la excepción de incompetencia sobre “cláusula arbitral”
formulada.
En ese sentido, se advierte que dentro la demanda de cumplimiento de contrato y obligación del
pago de honorarios iniciada por la accionante, la empresa China Railway Group Limited Sucursal
Bolivia denominada CREC a través de su representante, mediante memorial presentado el 15 de
mayo de 2018 opuso excepción de incompetencia refiriendo que: a) El Contrato de Asesoramiento
Empresarial, Administrativo, Financiero y Gestión de Negocios suscrito con Yunko Matayoshi Machida
de Adachi -ahora peticionante de tutela- se rigió bajo las leyes vigentes del Reino de Suecia y que
“…cualquier controversia o INCUMPLIMIENTO que surta del contrato, las partes renunci[an]
tácitamente a las autoridades judiciales se sometan para la solución de esas controversias, cualquiera
que sea, en especial las relativas a incumplimiento de contrato, ante el Instituto de Arbitraje de la
Cámara de Comercio de Estocolmo (SCC) para la resolución del conflicto…” (sic); b) La autoridad
demandada omitió verificar la cláusula novena, de la cual se establece la ausencia de su competencia
para resolver esta controversia incurriendo en flagrante vulneración; c) Según la señalada cláusula
importa la renuncia de las partes al proceso judicial, situación que quebrantó la solicitante de tutela,
quien conoce que esa vía no es la pertinente, debiendo acudir a instancias de arbitraje como se
estableció en dicho Contrato; y, d) La Jueza de la causa debió inhibirse de oficio del conocimiento
del proceso como lo determina el art. 128.II del Código de Procesal Civil (CPC) y no esperar a ser
solicitada.
Asimismo, añadió en la audiencia preliminar lo siguiente: 1) Cuando la autoridad judicial advierta
discrepancia en la interpretación del contrato tiene que analizar y descubrir cuál fue el propósito de
las partes conforme lo determina el art. 510 del Código Civil (CC); 2) En el Contrato dilucidado se
nombró de manera específica el tribunal donde se someterán, en este caso el Instituto de Arbitraje
de la Cámara de Comercio de Estocolmo, como centro de conciliación y arbitraje; sin embargo, de
forma equívoca la accionante activó la jurisdicción boliviana; y, 3) Opuso dicha excepción al existir
una cláusula expresa que determina la intensión de las partes al suscribir el referido Contrato; por lo
que, solicitó se declare probada la misma y se inhiba de conocer el proceso.

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A lo que, la impetrante de tutela por memorial presentado el 15 de mayo de 2018, contestó la


excepción de incompetencia interpuesta manifestado que: i) Los contratos suscritos con el Estado
deben ser en idioma castellano y las gestiones que se realizó fueron en base a la Constitución y las
normativas del Estado boliviano; ii) La referida empresa manifestó que se rigió bajo las leyes vigentes
del Reino de Suecia, empero, no expresa cuales serían esas normativas de Estocolmo, impresión
provocada en el Contrato dilucidado, siendo que además no se encuentra redactado en el idioma
sueco; iii) No demostró en los hechos por qué su persona debería acudir pidiendo “auxilio” de un
arbitraje en un contrato que carece de especificaciones concretas; iv) La señalada empresa, el 15 de
septiembre de 2018 le hizo llegar una carta de Resolución Unilateral de Contrato, sin que previamente
exista una posible conciliación con anterioridad; y, v) La cláusula novena del citado Contrato es
opcional sobre el sometimiento al Instituto de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo,
estando equivocadas las apreciaciones del tercero interesado al indicar que se renunció a las
autoridades judiciales y las normativas vigentes.
Añadió en la audiencia preliminar que: a) Debió considerarse el art. 454 del CC que establece la
libertad contractual, la cual tiene límites que se encuentran plasmados en la ley, bajo ese entendido
la Cláusula arbitral pretendida para fundar su incompetencia no puede ser convalidada ni consentida
ya que quebranta la soberanía del Estado; y, b) La Cláusula dilucidada vulnera los arts. 14.5, 320.2
y 410 de la CPE así como el 489 del CC, siendo que la misma se funda en una causa ilícita tratando
de eludir la aplicación de la norma imperativa y la aplicación de la justicia boliviana; solicitando se
rechace y declare improbada dicha excepción.
En base a estos parámetros, por Auto Interlocutorio 732, la autoridad demandada resolvió la
excepción de incompetencia formulada declarándola probada, bajo los siguientes fundamentos: 1)
La Ley de Conciliación y Arbitraje señala los principios de la conciliación y el arbitraje y en su art. 39
hace referencia a la naturaleza de la misma; el caso en análisis, empezó con la citada normativa que
dispone de manera idéntica a la Ley de Arbitraje y Conciliación -Ley 1770 de 10 de marzo de 1997-
en cuanto a la sede de arbitraje y excepciones a la cláusula arbitral que es el tema central de la
excepción interpuesta; 2) La cláusula novena del Contrato en cuestión suscrito por ambas partes de
forma voluntaria refiere: “…entonces la cláusula arbitral se conforma como una clausula
independiente conforme a la normativa señalada…” (sic), sobre este tema se ha pronunciado
la jurisprudencia constitucional desarrollada en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0693/2016-S3 de 14 de junio y 0006/2018-S4 de 6 de febrero; 3) La Ley de Conciliación y Arbitraje,
admite la cláusula arbitral y la excepción de esta, se cumplió según procedimiento, se corrió en
traslado dicha excepción debiendo actuar la autoridad judicial conforme manda el art. 45 de la LCA
cuando se constata la existencia de cláusula arbitral; y, 4) No se señala dentro las exclusiones de
dicha Ley la ilicitud o nulidad de la cláusula arbitral, siendo que el proceso ordinario interpuesto es
de cumplimiento de contrato y no sobre nulidad de la misma, la cual se encuentra vigente.
Decisión que ante la solicitud de complementación y enmienda se emitió el Auto complementario 733
de 14 de agosto de 2018, a través del cual aclaró: i) El contrato es un convenio entre partes suscrito
de forma voluntaria; en el caso acordaron que se regirán por la vía conciliatoria y de arbitraje y no
así la judicial “…en tanto y en cuanto esa cláusula de ese contrato siga vigente se mantiene esa
voluntariedad mientras tanto no sea contrario a la [C]onstitución [P]olítica y las leyes vigentes…”
(sic); en base a ello, se encuentra fundamentada y complementada la referida determinación; y, ii)
Sobre si debe regirse o no en una ley extranjera, señaló que resolvió una excepción de “cláusula
arbitral” conforme a las leyes y la Constitución Política del Estado, su nulidad debe ser dispuesta en
proceso ordinario y mientras eso no ocurra se mantiene vigente.
Al respecto, corresponde precisar que, conforme a la jurisprudencia citada en los Fundamentos
Jurídicos III.1 y 2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el debido proceso contiene entre
sus componentes la fundamentación y motivación de las resoluciones que debe ser entendido como
la obligación de exponer las razones de la decisión asumida, citando los motivos de hecho y derecho
en los que se sustenta la misma de forma concisa y clara, y que además las mismas se encuentran
relacionadas con el principio de congruencia que debe tener toda determinación; que implica la
coherencia entre la parte considerativa y dispositiva del fallo, a través de un razonamiento lógico de

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juicio de valor en estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, señalando


las disposiciones legales aplicables al caso que constituyen el sustento de la resolución pronunciada.
En este comprendido, de los antecedentes desarrollados se evidencia que el Auto Interlocutorio 732,
carece de suficiente fundamentación y motivación, con referencia al cuestionamiento de la accionante
sobre la Cláusula arbitral que se constituiría en una causa ilícita que trata de eludir las normativas
del país; al respecto la Jueza demandada se limitó a mencionar que no se tiene dentro las exclusiones
de la Ley de Conciliación y Arbitraje, la ilicitud o nulidad de la referida Cláusula y que el proceso
ordinario interpuesto es de cumplimiento de contrato y no sobre su nulidad, la cual se encuentra
vigente; de ello, se denota que la aludida autoridad omitió expresar los motivos y razones sobre la
licitud o no de la Cláusula arbitral cuestionada por la impetrante de tutela a tiempo de responder la
excepción planteada por el tercero interesado; puesto que la simple alusión del art. 45 de la LCA y
referir que no se habría demandado su nulidad de la dilucidada Cláusula no constituye motivo
suficiente a través de la cual las partes lleguen a tener convicción plena de que la decisión asumida
se ajustó a derecho; ya que, correspondía que la demandada se pronuncie de manera razonable con
relación a la licitud o no de la misma, efectuando la interpretación de las normas legales vigentes al
momento de resolver la excepción formulada.
De lo manifestado, se concluye que el Auto Interlocutorio 732 no contiene una suficiente explicación
de razones y exposición de motivos que sustentan la procedencia de la excepción de “cláusula
arbitral” determinada por la autoridad demandada, siendo evidente lo alegado por la peticionante de
tutela en la activación de esta acción de defensa respecto a que la citada Resolución carece de
fundamentación y motivación al considerar que no se expuso los razonamientos de la decisión; puesto
que además, la misma no guarda estricta correspondencia con lo peticionado por la nombrada, lo
estimado y la falta de respuesta del agravio identificado, así, a tiempo de dictaminarse el fallo
señalado no se estructuró este resguardando el principio de congruencia, entre lo solicitado,
considerado y lo resuelto, como se advirtió precedentemente, no respondiéndose de manera
justificada en cuanto a la pretensión jurídica planteada; en tal mérito se advierte de igual forma que
se transgredió el principio de congruencia en función a los fundamentos expuestos.
Finalmente, con relación a la presunta vulneración de sus derechos a la tutela judicial efectiva y al
juez natural, al haberse advertido la falta de fundamentación y motivación y, el principio de
congruencia del Auto Interlocutorio cuestionado y la consiguiente obligación de la autoridad
demandada de emitir un nuevo fallo; no corresponde un pronunciamiento de fondo al respecto.
Por lo expuesto, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, no obró de manera
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 001/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 355 a 358 vta.,
pronunciada por el Juez Público de Familia Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, dejando sin efecto el Auto Interlocutorio 732 de
14 de agosto de 2018 y Auto complementario 733 de igual fecha, disponiendo que la Jueza
demandada emita una nueva resolución debidamente fundamentada, motivada y congruente, en
base a los fundamentos del presente fallo constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0643/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28937-2019-58-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 6 de mayo de 2019, cursante de fs. 196 a 202 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Lesly Omireji Gálvez contra Carlos
Jiménez Terán, Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia y de Partido del
Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de Capinota del departamento
de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 15 de febrero de 2019, cursante de fs. 174 a 180, la accionante
expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Por proveído de 3 de agosto de 2018, Carlos Jiménez Terán, Juez Público Mixto de Familia, de la
Niñez y Adolescencia y de Partido del Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de
Capinota del departamento de Cochabamba, determinó que el pago de multas procesales de 24 de
julio del mismo año que asciende a Bs13 300.- (trece mil trecientos bolivianos), se ponga en su
conocimiento, debiendo cancelarse hasta el tercero día bajo apercibimiento de tomarse las medidas
que aconseje la ley; por lo que, a través de memorial de 9 del mismo mes y año como afectada
directa con dicha liquidación, interpuso el recurso de reposición contra el indicado proveído, habiendo
merecido el decreto de 14 de agosto de 2018 que establece “ESTESE AL AUTO DE LA FECHA”
(sic) y éste auto referido resolvió lo planteado por su cliente el 28 de junio del señalado año contra
el Auto de 25 de junio de 2018; lo que significa que la autoridad demandada “…en el fondo NO SE
PRONUNCIO AL RECURSO DE REPOSICIÓN que fue planteado por memorial de fecha 09 de agosto
de 2018 en contra del Proveído de fecha 3 de agosto de 2018, en síntesis, la autoridad accionada NO
SUSTANCIÓ EL RECURSO DE IMPUGNACION a través del Recurso de Reposición planteado (…)
conforme a las previsiones estipuladas en el artículo 369 – II, 370 – II y III de la Ley No. 603,
consecuentemente la resolución emitida carece de fundamentación y/o motivación…” (sic), tampoco
se manifestó a los otrosíes primero y segundo vulnerando el derecho a la petición. Ante dicha omisión
de pronunciamiento al recurso de reposición, se presentó la solicitud de enmienda y
complementación, por memorial de 14 de agosto de 2018, habiendo el demandado respondido
mediante decreto de 21 del mismo mes y año señalando lo siguiente: “A lo principal.- No ha lugar
a lo impetrado por no haber nada que enmendar y menos complementar, en cabal
comprensión y entendimiento del principio de preclusión de actos procesales” (sic), no
habiéndose pronunciado a todos los puntos del recurso planteado, apartándose así de principios y
valores supremos, no existiendo correspondencia entre lo peticionado, el recurso referido y la solicitud
de enmienda, cayendo en total incongruencia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La solicitante de tutela denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en su vertiente
motivación y fundamentación, el derecho a la defensa y acceso a la justicia, citando al efecto el art.
115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto la Resolución de 14 de agosto de 2018,
debiendo la autoridad demandada dictar una nueva debidamente fundamentada y/o motivada.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 6 de mayo de 2019, según consta en acta cursante a fs. 195 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción de amparo constitucional
La accionante asistida de su abogado, ratificó el tenor íntegro de la acción interpuesta.
I.2.2. Informe del demandado
Carlos Jiménez Terán, Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia y de Partido del
Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de Capinota del departamento de
Cochabamba, no presentó informe escrito y tampoco se hizo presente en la audiencia pública, pese
a su legal notificación cursante a fs. 182 vta.
I.2.3. Participación del Tercero Interesado
Rudy Miguel Ureña Reyes, nombrado como tercero interesado no se hizo presente en la audiencia de
consideración de acción de amparo constitucional, a pesar de su legal notificación cursante a fs. 192.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Civil y Comercial e Instrucción Penal Primero de Capinota del departamento de
Cochabamba, constituido en Juez de garantías, por Resolución de 6 de mayo de 2019, cursante de
fs. 196 a 202 vta., concedió la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: a) El examen del
caso se realiza a partir de la última decisión por agotarse con ésta la vía ordinaria, consiguientemente
atañe emitir un pronunciamiento únicamente en lo referente al contenido del proveído de 14 de
agosto de 2018 para establecer si la autoridad demandada vulneró los derechos denunciados en los
términos expuestos por la accionante; b) La supuesta lesión del debido proceso se funda en la
presunta falta de fundamentación y motivación del fallo referido “… quien rehusó ingresar al análisis
de la impugnación presentada es decir el recurso de reposición planteado en contra del proveído de
fecha 03 de agosto de 2018, limitándose la autoridad accionada a señalar estese al auto de la fecha”
(sic); c) La autoridad demanda mediante proveído de 14 de agosto de 2018, al omitir la motivación
de una decisión no solo suprime una parte estructural de la misma, sino toma una medida solo de
hecho y no de derecho, siendo imprescindible que las resoluciones sean suficientemente motivadas
y expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan; d) De “…los
antecedentes del Proceso de Negación de Paternidad se advierte la existencia de un Auto de fecha
14 de agosto de 2018 (fs. 154) donde la ahora autoridad accionada resuelve el recurso de reposición
planteado por la Sra. Elizabeth Judith Rodríguez Solíz en contra del proveído de fecha 25 de junio de
2018, es decir, que la autoridad accionada en ningún momento resuelve conforme a
PROCEDIMIENTO el recurso de reposición planteado por la Sra. LESLY OMIREJI GALVEZ… ” (sic),
vulnerando el debido proceso en su vertiente de fundamentación y motivación.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa liquidación de multas procesales de 24 de julio de 2018, elaborada por Litzi Evelyn Garvizu
Guizada, Secretaria Abogada del Juzgado Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia y de
Partido del Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de Capinota del departamento
de Cochabamba, quien dando cumplimiento a la providencia de 25 de junio de igual año, efectuó el
ajuste de sanciones procesales contra la abogada Lesly Omireji Gálvez -ahora accionante-, dentro del
proceso de Negación de Paternidad seguido por Rudy Miguel Ureña Reyes contra Elizabeth Judith
Rodríguez Solís, por la que habiéndose establecido una sanción inicial de Bs1 000.- (mil bolivianos)
más las multas de incumplimiento asciende a un total de Bs13 300.- (trece mil trecientos bolivianos
[fs. 151]).

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II.2. Mediante proveído de 3 de agosto de 2018, pronunciado por Carlos Jiménez Terán, Juez Público
Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia y de Partido del Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia
Penal Primero de Capinota del señalado departamento -ahora demandado-, dispuso que la liquidación
de la multa impuesta a Lesly Omireji Gálvez, sea puesta a su conocimiento para su cancelación dentro
del tercero día hábil, bajo apercibimiento de tomarse las medidas que más aconseja la ley (fs. 151
vta.).
II.3. Consta notificación personal de 7 de agosto del mencionado año a Lesly Omireji Gálvez con la
providencia citada supra pronunciada por el demandado (fs. 152).
II.4. Por memorial presentado el 9 de agosto de 2018, la peticionante de tutela planteó recurso de
reposición contra el proveído precitado, solicitando al demandado a modificar la determinación
cuestionada por no haber sido legalmente notificada con la multa impuesta el 9 de febrero del mismo
año, siendo que la liquidación efectuada no se ajusta a los preceptos legales contenidos en el Código
de las Familias y del Proceso Familiar -Ley 603 de 19 de noviembre de 2014-, mucho menos a los
datos del proceso, peor aun estando pendiente de sustanciación de un recurso de reposición de 28
de junio del referido año (fs. 154 a 157 vta.).
II.5. A través de memorial de 13 de agosto del señalado año, Elizabeth Judith Rodríguez Soliz, solicitó
se emita resolución del recurso de reposición interpuesto contra la providencia de 28 de junio de
igual año, mismo que por ley debió ser resuelto en el término de veinticuatro horas; empero, ya
transcurrió un mes y medio sin que dicha sustanciación se haya hecho efectiva (fs. 162).
II.6. Por Auto Interlocutorio de 14 de agosto de 2018, la autoridad demandada respecto al recurso
de reposición planteado contra el decreto de 25 de junio del mismo año, dispuso se elabore la
liquidación de multas procesales impuestas contra la solicitante de tutela; y, confirmó la
determinación establecida en el referido proveído quedando incólume el mismo, por ende su
ejecutoria (fs. 153).
II.7. El decreto de 14 de agosto de 2018, dispuso “A lo principal, Otrosí 1ro. y Otrosí 2do.-
Estese al auto de la fecha…” (sic), pronunciado por el Juez demandado (fs. 158).
II.8. Mediante memorial presentado el 16 de agosto del precitado año, la accionante solicitó
enmienda y complementación, haciendo notar que el demandado incurrió en omisión de
fundamentación y motivación al emitir el proveído de 14 de agosto de 2018 y no así un Auto
Interlocutorio que es lo correcto “…siendo erróneo que ante un Recurso de Reposición que fue
planteado contra una PROVIDENCIA emita otra PROVIDENCIA…” [sic (fs. 163 a 164)].
II.9 Cursa proveído de 21 de agosto de 2018, por el que el demandado dispuso “ A lo principal.-
No ha lugar a lo impetrado, por no haber nada que enmendar y menos complementar, en cabal
comprensión y entendimiento del principio de preclusión de los actos procesales; es decir, la multa
que se le impuso a esta causídica, incluida su determinación, por no habérsela cuestionado con la
idoneidad que el caso amerita; es más, debe quedar claro que no se trata de una multa procesal,
sino, de multa disciplinaria prevista en el art. 234 de la Ley 603, SIN RECURSO ULTERIOR…” (sic [fs.
164 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación y motivación, el derecho a la defensa y acceso a la justicia; toda vez que la autoridad
demandada al disponer el decreto de 14 de agosto de 2018 señaló “A lo principal, Otrosí 1ro. y Otrosí
2do.- Estese al auto de la fecha…” (sic), no resolvió en el fondo el recurso de reposición planteado
contra el proveído de 3 agosto del señalado año, careciendo además de la correspondencia entre lo
peticionado, el referido recurso y la solicitud de enmienda, cayendo en total incongruencia.
Por consiguiente, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La Naturaleza de la acción de amparo constitucional

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La SCP 0765/2018-S3 de 4 de diciembre, referente a la naturaleza de la acción de amparo


constitucional, estableció lo siguiente: “El art. 128 de la CPE, instituye el amparo constitucional como
acción tutelar de defensa ‘…contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos,
persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos
reconocidos por la Constitución y la Ley’, naturaleza que legitima el ejercicio de la tutela de
derechos fundamentales y garantías jurisdiccionales, identificados con las libertades o
garantías individuales, siendo el amparo constitucional el medio idóneo para su
resguardo o salvaguarda, cuando los mismos sean restringidos, suprimidos o
amenazados por actos ilegales u omisiones indebidas, tanto de autoridades y servidores
públicos, como de personas individuales o colectivas.
Asimismo, el art. 51 del Código Procesal Constitucional (CPCo), siguiendo la misma línea
constitucional, establece que: ‘La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los
derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la
Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares
que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir’.
En consecuencia, corresponde precisar, que respecto al efecto de las decisiones asumidas por el
Tribunal Constitucional Plurinacional, su cumplimiento resulta obligatorio por todos los órganos del
estado, ya que además se encuentra plasmado en el art. 203 de la Norma Suprema, que establece
que: ‘Las decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de carácter vinculante
y de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior alguno’” (las negrillas
nos corresponden).
III.2. El debido proceso en su elemento de fundamentación y motivación de las
resoluciones
La misma Sentencia Constitucional referida supra, analizó el debido proceso en sus elementos de
motivación y fundamentación, asumiendo lo establecido por la SCP 1017/2013 de 27 de junio, señaló
que: «“El debido proceso previsto en el art. 115.II de CPE, ha sido entendido por el Tribunal
Constitucional, en la SC 2798/2010-R de 10 de diciembre, como: ʽ…el derecho de toda persona a
un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por
disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una
situación similar, comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las
instancias procesales, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante
cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos´.
(…)
Por su parte, la SC 1326/2010-R de 20 de septiembre, ha dispuesto que: ‘La jurisprudencia
constitucional ha establecido, que la garantía del debido proceso comprende entre uno de sus
elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda
autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo
una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la
problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador
lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma,
dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas
sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los
principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier
interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había
otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
La motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige
una estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa,
pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiendo expresar el juez sus convicciones

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determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido
proceso se tendrán por fielmente cumplidas’.
(…)
De la jurisprudencia citada, se concluye que la fundamentación y motivación de las resoluciones
judiciales no se traduce en una exigencia de extensión o simplemente de forma, sino que
esencialmente se refiere a aspectos de fondo referidos a que el juez, de una forma
imparcial, debe expresar en su resolución los hechos, pruebas y normas en función de las
cuales adopta su posición, además de explicar las razones -el por qué valora los hechos y pruebas
de una manera determinada y el sentido de aplicación de las normas ”» (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación y motivación, el derecho a la defensa y acceso a la justicia; toda vez que, la autoridad
demandada al emitir el decreto de 14 de agosto de 2018, señala “A lo principal, Otrosí 1ro. y
Otrosí 2do.- Estese al auto de la fecha…” (sic), no resolvió en el fondo el recurso de reposición
planteado contra el proveído de 3 agosto del señalado año, careciendo el mismo de fundamentación
y/o motivación, además de la inexistencia de correspondencia entre lo peticionado, el recurso de
reposición y la solicitud de enmienda, cayendo en total incongruencia.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de amparo constitucional y lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se tiene que existe una liquidación de multas procesales elaborada el 24
de julio de 2018 contra Lesly Omireji Gálvez -accionante-, dentro del proceso de Negación de
Paternidad seguido por Rudy Miguel Ureña Reyes contra Elizabeth Judith Rodríguez Soliz -de quien
la solicitante de tutela es abogada patrocinante-, por la que habiéndose establecido una sanción
inicial de Bs1 000.- más las penalidades de incumplimiento asciende a un total de Bs13 300.-, misma
que el demandado, dispuso sea puesta a conocimiento de la aludida para que sea pagada dentro del
tercero día hábil, bajo apercibimiento de tomarse las medidas que más aconseja la ley; por lo que,
una vez conocida tal determinación, la peticionante de tutela interpuso el recurso de reposición contra
el proveído de 3 de agosto del mencionado año, que le conmina a cancelar la referida suma. Posterior
a ello por providencia de 14 de agosto de 2018, la autoridad demandada, dispuso “A lo principal,
Otrosí 1ro. y Otrosí 2do.- Estese al auto de la fecha…” (sic), mereciendo la solicitud de enmienda
y complementación por parte de la impetrante de tutela, teniendo como respuesta el proveído de 21
de agosto del citado año, por el que el demandado dispuso “A lo principal.- No ha lugar a lo
impetrado, por no haber nada que enmendar y menos complementar, en cabal comprensión y
entendimiento del principio de preclusión de los actos procesales; es decir, la multa que se le impuso
a esta causídica, incluida su determinación, por no habérsela cuestionado con la idoneidad que el
caso amerita; es más, debe quedar claro que no se trata de una multa procesal, sino, de multa
disciplinaria prevista en el art. 234 de la Ley 603, SIN RECURSO ULTERIOR…” (sic).
Ahora bien, la problemática planteada tiene su origen en la falta de pronunciamiento sobre el recurso
de reposición interpuesto el 9 de agosto de 2018 contra el proveído de 3 de agosto del mismo año;
por el que, se le fija un saldo de multas procesales que ascienden a Bs13 300.- monto del cual, más
del 90% corresponde a las sanciones por incumplimiento de plazos tomando en cuenta que la inicial
alcanzaba solamente a Bs1 000.-, siendo precisamente ese el reclamo de la accionante arguyendo
que no fue notificada legalmente con la referida punición impuesta el 9 del nombrado año, siendo
además que la liquidación efectuada no se ajusta a preceptos legales contenidos en la Ley 603,
mucho menos a los datos del proceso, peor aun existiendo pendiente la tramitación un recurso de
reposición de 28 de junio de 2018. Por ello es importante considerar la situación descrita, ya que a
partir de ahí se presentaron otros actuados procesales pero que no constituyen una sustanciación de
fondo que resuelvan los hechos denunciados como lesionados, ya que la autoridad demandada,
mediante proveído de 14 de agosto de igual año confirmó la liquidación efectuada y dispuso “A lo
principal, Otrosí 1ro. y Otrosí 2do.- Estese al auto de la fecha…” que resuelve el citado recurso
contra el proveído de 25 de junio del mismo año, pero no así del recurso de reposición reclamado, a

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pesar de la solicitud de enmienda y complementación de la última disposición, misma que fue


rechazada. En consecuencia, los derechos al debido proceso en sus elementos de fundamentación y
motivación, además del derecho a la defensa y acceso a la justicia quedan fuera de contexto cuando
el demandado evita sustanciar y pronunciarse en el fondo del recurso reclamado que se constituye
fundamental para la solicitante de tutela en las impugnaciones previstas en la vía ordinaria,
correspondiendo a la justicia constitucional compulsar los extremos denunciados. Es así que la acción
de amparo constitucional invocada, sirve precisamente para resguardar el ejercicio de los derechos
fundamentales y garantías jurisdiccionales que de manera ilegal o indebida se vean restringidos o
amenazados, tal como glosa el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional.
El debido proceso planteado como el principal derecho lesionado en sus elementos de
fundamentación y motivación, se encuentra desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la
presente Resolución entendiendo como aquel deber que tienen las autoridades a cargo, de dictar una
resolución que determine una situación jurídica, exponer ineludiblemente los motivos que sustentan
su decisión, de manera que las partes comprendan y queden convencidas que no existe otra forma
de resolver los hechos juzgados; aspectos inconcurrentes en el caso presente, toda vez que la
autoridad demandada en su proveído de referencia se redujo a señalar “…estese al auto de la fecha…”
(sic), en el que hace referencia, resuelve un recurso de reposición anterior que refuta a otra
determinación, habiendo una falta de sustanciación y pronunciamiento respecto al recurso de
reposición planteado en contra del proveído de 3 de agosto de 2018, quedando la impetrante de
tutela sin posibilidades ni medios para hacer valer su derecho a la impugnación, por ende a la defensa
y acceso a la justicia en la vía ordinaria, sobre la imposición y conminatoria de una multa que
considera injusta, excesiva y con errores procedimentales en su notificación inicial; correspondiendo
en consecuencia, conceder la tutela solicitada.
Consiguientemente, el Juez de garantías, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis
correcto del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 6 de mayo de 2019, cursante de fs. 196 a 202 vta.,
pronunciada por el Juez Público Civil y Comercial e Instrucción Penal Primero de Capinota del
departamento de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos
términos que el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0644/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28940-2019-58-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución ACC-0026/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 148 a 151, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por María Bertha Arduz Pérez en
representación de Jaime Enrique Quiroga Angulo contra María Anawella Torres
Poquechoque y Nelson César Pereira Antezana, Exvocales; y, Patricia Torrico Ortega y
Jesús Víctor Gonzáles Milán, Vocales de la Sala Penal Segunda y Tercera respectivamente,
del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 29 de abril de 2019, cursante de fs. 122 a 128 vta., el accionante a través
de su representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 18 de agosto de 2009, formuló querella contra Magno Guillermo Mayori Machicao -ahora tercero
interesado- y otros, por la presunta comisión de los delitos de falsedad ideológica y falsedad material,
causa que concluyó con la Resolución Jerárquica 013/2011 de 26 de enero, que ratificó la resolución
de sobreseimiento emitida a favor del prenombrado; quien el 10 de octubre de 2011, presentó
querella en su contra por la supuesta comisión de los ilícitos de acusación y denuncia falsa; y
simulación del delito.
Después de más de seis años y cinco meses de sustanciado dicho proceso penal, su persona en
calidad de acusado, planteó el 14 de julio de 2017, excepción de extinción de la acción penal por
prescripción, ante el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Cochabamba,
que fue declarada procedente por Auto Interlocutorio de 11 de agosto del citado año; sin embargo,
la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del referido departamento, constituida
en Tribunal de apelación, sin realizar una adecuada compulsa de antecedentes y menos revisar
integral y objetivamente el Auto Interlocutorio impugnado, determinó revocar el mismo mediante
Auto de Vista 50/2018 de 17 de mayo y Auto de complementación y enmienda de 13 de noviembre
de igual año, declarando infundada dicha excepción formulada.
El Auto de Vista 50/2018 fue pronunciado sin fundamentación ni motivación, así como de forma
incongruente, desconociendo lo expuesto en el Auto Interlocutorio de 11 de agosto de 2017 y
queriendo justificar lo injustificable, aplicaron las reglas de la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso, a la extinción de la acción penal por prescripción, como si se tratara de los
mismos institutos jurídicos cuando no lo son.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, denunció como lesionado su derecho al debido proceso
en sus vertientes de motivación, fundamentación y congruencia de las resoluciones; citando al efecto
los arts. 115.II y 119.II de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 8 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela: a) Dejando sin efecto el Auto de Vista 50/2018 y su Auto de
complementación y enmienda de 13 de noviembre del mismo año; b) Disponiendo que los actuales

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Vocales demandados emitan un nuevo auto de vista, con una correcta fundamentación, motivación
y congruencia; y, c) Se condene en costas, daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 146 a
147 vta., se produjeron los siguientes actuados.
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su representante ratificó los fundamentos de la acción de amparo
constitucional presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Patricia Torrico Ortega y Jesús Víctor Gonzáles Milán, Vocales de la Sala Penal Segunda y Tercera
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante informe escrito
presentado el 10 de mayo de 2019, cursante de fs. 144 a 145 vta., señalaron que: 1) La Resolución
recurrida fue dictada por los Vocales en ejercicio de ese entonces; y, 2) No emitieron razonamiento
alguno en el fallo cuestionado, por lo que no pueden pronunciarse respecto al efectuado en dicho
Auto de Vista; sin embargo, la Sala Constitucional debe tomar en cuenta que en la acción de amparo
constitucional, debe ilustrarse de forma precisa y concreta de qué manera los hechos identificados
vulneraron el debido proceso en sus diferentes componentes y no simplemente limitarse a la cita de
fragmentos del Auto de Vista, pretendiendo generar incongruencias, así también debe constituir el
nexo de causalidad entre el criterio de interpretación que fue utilizado por las Exautoridades
demandadas y el elemento del debido proceso lesionado; y, al no advertirse esos aspectos
corresponde denegar la tutela.
María Anawella Torres Poquechoque y Nelson Víctor César Pereira Antezana, Exvocales de la Sala
Penal Segunda y Tercera respectivamente, del mencionado Tribunal, no presentaron informe escrito
ni se apersonaron a la audiencia de garantías, pese a su notificación cursante a fs. 135.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
El abogado y apoderado de Magno Guillermo Mayori Machicao, en audiencia se adhirió a los
fundamentos y términos plasmados por las autoridades demandadas, aclarando que no se vulneraron
los derechos del accionante y que en las resoluciones observadas no existió falta de fundamentación
y congruencia, por lo que solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución ACC-0026/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 148 a 151, concedió la tutela solicitada,
dejando sin efecto el Auto de Vista 50/2018 de 17 de mayo y Auto de complementación y enmienda
de 13 de noviembre del mismo año, y dispuso que los Vocales en ejercicio de la Sala Penal Segunda
de dicho Tribunal, emitan nueva resolución debidamente fundamentada, motivada y congruente; en
base a los siguientes argumentos: i) El Auto de Vista 50/2018 resolvió la apelación incidental y en su
Considerando IV hizo una relación de las dilaciones efectuadas por el accionante, concluyendo que
las decisiones asumidas por el Juez a quo, de declarar fundada la excepción de extinción de la acción
penal por prescripción a favor del prenombrado no es correcta, porque existirían retrasos manifiestos
aun cuando el plazo para la prescripción se haya efectuado, resultando tener mérito lo agraviado por
el apelante, en consecuencia revocó el Auto Interlocutorio de 11 de agosto de 2017, y declaró
infundada la excepción de la acción penal por prescripción incoada por el ahora accionante,
disponiéndose la prosecución de la causa, denotándose la contradicción, la falta de motivación,
fundamentación y congruencia interna; ii) Respecto a la carencia de fundamentación alegada, se
tiene que una de las causales de la extinción de la acción penal es por prescripción -art. 27 inc. 8)
del Código de Procedimiento Penal (CPP)- producido por el transcurso del tiempo, generando con
ello la pérdida o renuncia expresa del Estado a juzgar a determinada persona; y para la consideración
de dicha excepción debe tomarse en cuenta el plazo y la forma de cómputo previsto en el art. 29 y
ss. del Código mencionado, aclarando que los tiempos de prescripción se encuentran íntimamente

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relacionados al quantum de la pena establecida para el delito motivo de la causa; vale decir, depende
de la gravedad del ilícito para que el imputado sea favorecido con este instituto; empero, los
Exvocales demandados, pese a que de manera introductoria precisaron las diferencias entre la
prescripción y duración máxima del proceso de forma contradictoria o confusa en el Auto
Interlocutorio impugnado, a tiempo de resolver la prescripción utilizaron razonamientos que según
ellos mismos reconocen, debían ser considerados para el cómputo del plazo en casos de duración
máxima del proceso, incurriendo en un defecto de fundamentación al no establecer el por qué
utilizaron esos tópicos para rechazar su excepción planteada; dichas Exautoridades se limitaron a
precisar esa conclusión sin mayor argumento; y, iii) Del contenido del Auto de Vista cuestionado, se
advirtió la falta de fundamentación y motivación que guarde congruencia interna y externa,
vulnerando el derecho del impetrante de tutela, establecido en el art. 115.II de la CPE.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes, se establece lo siguiente:
II.1. El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Cochabamba, mediante
Auto Interlocutorio de 11 de agosto de 2017, declaró procedente la excepción de extinción de la
acción penal por prescripción interpuesta por Jaime Enrique Quiroga Angulo -ahora accionante-,
dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de los delitos de acusación
y denuncia falsa; y, simulación del delito (fs. 27 a 33).
II.2. Por Auto de Vista 50/2018 de 17 de mayo, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia del mismo departamento, revocó el Auto Interlocutorio citado y en consecuencia declaró
infundada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción (fs. 13 a 20 vta.).
II.3. El impetrante de tutela, mediante escrito presentado el 12 de noviembre de 2018, impetró
complementación y enmienda del Auto de Vista 50/2018; el cual fue rechazado por Auto de
complementación y enmienda de 13 de igual mes y año, suscrito por la Sala Penal Segunda del
referido Tribunal (fs. 22 a 23 vta.; y 25).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia como lesionado su derecho al debido proceso en sus vertientes de motivación,
fundamentación y congruencia de las resoluciones; toda vez que, dentro del referido proceso penal,
los Exvocales de la Sala Penal Segunda y Tercera respectivamente, del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, mediante Auto de Vista 50/2018 de 17 de mayo, revocaron el Auto
Interlocutorio de 11 de agosto de 2017, que declaró inicialmente procedente la excepción de extinción
de la acción penal por prescripción que interpuso, sin fundamentar ni motivar su decisión, además
con una evidente incongruencia interna, aplicando las reglas de la extinción de la acción penal por
duración máxima del proceso, como si se tratara de los mismos institutos jurídicos.
En consecuencia, corresponde analizar en revisión si en el presente caso, corresponde conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. Extinción de la acción penal por prescripción
La SCP 1935/2013 de 4 de noviembre, manifestó: “ La prescripción de la acción penal es una causa
de extinción de la acción que opera por el transcurso del tiempo, luego de la comisión del delito;
como sostiene Binder, es un límite temporal al ejercicio del poder penal del Estado, y así está prevista
en nuestra legislación procesal penal en el art. 27. inc. 8) del CPP.
Guillermo Cabanellas, refiriéndose a este instituto, señala que constituye: ‘La consolidación de una
situación jurídica por efecto del transcurso del tiempo; ya sea convirtiendo un hecho en derecho,
como la posesión en propiedad; ya perpetuando una renuncia, abandono desidia, inactividad o
impotencia’. En materia penal sostiene el mismo tratadista que involucra la: ‘extinción de la
responsabilidad penal por el transcurso del tiempo sin perseguir el delito o falta luego de quebrantada
la condena’.

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En este sentido, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional de Bolivia, en la SC 0023/2007-R de 16


de enero, desarrolló los fundamentos de la prescripción, conforme al siguiente entendimiento: ‘De
acuerdo a la doctrina, la prescripción se traduce en los efectos que produce el transcurso del tiempo
sobre el ejercicio de una determinada facultad. Esta definición, aplicada al ámbito penal, significa la
expresa renuncia por parte del Estado del derecho a juzgar debido al tiempo transcurrido.
Conforme a ello, es el propio Estado el que, a través de la norma penal (procesal o sustantiva, según
las legislaciones), establece los límites de tiempo en que puede ejercer la persecución penal. La
actividad represiva del Estado no puede ser ejercida de manera indefinida, ya que al hacerlo se
quebrantaría el equilibrio que debe existir entre la función de defensa de la sociedad y la protección
de derechos y garantías individuales.
Tradicionalmente se ha fundamentado la prescripción en diferentes razones, unas de tipo subjetivo,
vinculadas a los cambios que el tiempo opera en la personalidad del delincuente, que determinan la
desaparición de su peligrosidad para la sociedad; otras consideradas objetivas y de utilidad social,
que señalan que con el transcurso del tiempo desaparece la alarma social y no existe necesidad de
prevención general; aquellas de orden procesal que sostienen que existen dificultades en la
recolección de elementos probatorios para determinar la culpabilidad o inocencia del presunto autor.
También se han aducido razones de política criminal, en sentido que el castigo impuesto mucho
tiempo después de la comisión del hecho no alcanza los fines de la pena (prevención especial y
prevención general, positiva y negativa), careciendo, en consecuencia, su imposición de razón de
ser; así como razones jurídicas, que inciden en la necesidad de eliminar la incertidumbre en las
relaciones jurídicas y la desaparición de la intranquilidad causada por el delito.
Si bien los anteriores fundamentos son válidos, actualmente la prescripción debe fundamentarse
desde la Constitución, en la medida en que este instituto está íntimamente vinculado con los
principios, valores, derechos y garantías constitucionales, fundamentalmente la garantía del debido
proceso, la prohibición de indefensión y el derecho a la seguridad jurídica.
Así, respecto al derecho a la defensa, es innegable que si pese al tiempo transcurrido, la acción penal
se dirigiera contra el supuesto culpable, llegando inclusive a imponerse una pena, se produciría una
grave indefensión, pues los medios de defensa de los que podría servirse el imputado, o ya no
existirían o se encontrarían debilitados, corriéndose el riesgo de condenar a un inocente por el tiempo
transcurrido. En síntesis, el transcurso del tiempo incrementa el riesgo del error judicial, por
encontrarse debilitadas las pruebas de la defensa.
A su vez, el derecho a la defensa se encuentra conectado con la seguridad jurídica, derecho que se
garantiza al evitar que se celebren procesos que no gozan de las mínimas garantías que permitan
obtener una sentencia justa y que ocasionarían lesión a la garantía del debido proceso.
De lo dicho se desprende que la prescripción sirve también para compeler a los órganos encargados
de la persecución penal, y a la misma administración de justicia penal, a resolver de forma rápida y
definitiva el ilícito que se ha cometido; combinándose, entonces, la necesidad de una justicia pronta
y efectiva (art. 116.X de la CPE), como garantía de la sociedad, y un debido proceso, como garantía
del imputado (art. 16.IV de la CPE), que a su vez precautele sus derechos a la defensa (art. 16.II de
la CPE) y a la seguridad jurídica (art. 7 inc. a) de CPE)’.
En el caso boliviano, debe precisarse que la prescripción, como causal de la extinción de la acción
penal (art. 27 inc. 8) del CPP), se encuentra claramente diferenciada de otra causal de extinción,
como es el vencimiento del plazo máximo de duración del proceso (art 27 inc.10 del CPP); último
supuesto que, considerando lo anotado precedentemente, tiene como objetivo, la realización del
derecho a un plazo razonable, previsto actualmente en el art. 115.II de la CPE.
Bajo ese entendido, debe concluirse que: a) La extinción de la acción penal por prescripción,
conforme a la jurisprudencia glosada, tiene como fundamento -además de las razones de orden
doctrinal y de política criminal-, a la propia Constitución Política del Estado, al consagrar ésta el
derecho a la defensa (art. 119.II de la CPE), y por ende, la garantía del debido proceso (art. 117.I
constitucional) y el principio de seguridad jurídica (178.I de la Ley Fundamental); y, b) La extinción

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de la acción penal por duración máxima del proceso se fundamenta en el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas o el derecho a un plazo razonable, previsto en el art. 115 de la Norma Suprema .
Sobre el cómputo del plazo de la prescripción y su interrupción, el art. 29 del CPP, establece los
plazos para la prescripción de la acción penal, atendiendo al máximo legal de la pena privativa de
libertad (presidio o reclusión), prevista para los distintos tipos penales establecidos en el Código
Penal. De acuerdo al art. 30 del CPP, dichos términos empiezan a correr desde la media noche del
día en que se cometió el delito, tratándose de delitos instantáneos, o en que cesó su consumación,
en el caso de los delitos permanentes.
Como prescribe el art. 31 del CPP, la prescripción se interrumpe por la declaratoria de rebeldía del
imputado, y conforme al art. 32 del CPP, el término de la prescripción de la acción se suspende
cuando: 1) ‘Se haya resuelto la suspensión de la persecución penal y esté vigente el periodo de
prueba correspondiente; 2) Mientras esté pendiente la presentación del fallo que resuelva las
cuestiones prejudiciales planteadas; 3) Durante la tramitación de cualquier forma de antejuicio o de
la conformidad de un gobierno extranjero de la que dependa el inicio del proceso; y, 4) En los delitos
que causen alteración del orden constitucional e impidan el ejercicio regular de la competencia de las
autoridades legalmente constituidas, mientras dure ese estado’ .
De la interpretación de dichas normas, la jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0023/2010-
R, reiterando los precedentes implícitos contenidos en las SSCC 1510/2002-R, 0187/2004-R y
0101/2006-R, concluyó que: ‘…sólo esas causales suspenden la prescripción; en consecuencia, fuera
de ellas, la prescripción continúa corriendo, independientemente de que se hubiera iniciado o no la
acción penal correspondiente.
Conforme a dicho entendimiento, el inicio de la acción penal no interrumpe el término de la
prescripción, el mismo que sigue corriendo en el desarrollo del proceso y, por tanto, es posible
declarar la extinción de la acción penal por prescripción, aún el proceso se encuentre en casación si
es que en ese momento procesal se cumplieron los plazos previstos en el art. 29 del CPP”’.
III.2. Para el cómputo de la prescripción, no pueden asumirse los mismos presupuestos
establecidos para la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso
La SCP 0563/2018-S1 de 1 de octubre, indicó: “Con referencia a la denuncia de conculcación
al debido proceso en su elemento esencial de derecho a contar con resoluciones
congruentes, cabe señalar que las autoridades hoy demandadas en el punto III.2 del Auto Supremo
371/2017, establecieron la diferencia entre la extinción de la acción por prescripción y por duración
máxima del proceso, indicando que cada uno tiene un tratamiento específico; sin embargo, al
momento de resolver la excepción de prescripción, asimilaron que en ambas se aplica lo dispuesto
por el art. 130 del CPP, vale decir, que las vacaciones judiciales deben ser descontadas del cómputo
total de la prescripción, afirmación por demás contradictoria, que revela la existencia de
incongruencia interna entre lo considerado y lo resuelto; toda vez que ambas figuras
jurídicas son diferentes y sin embargo dentro el contexto de su cómputo fueron examinadas como
una sola, aspecto que resulta contrario al Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo constitucional,
que estableció: ‘En el caso boliviano, debe precisarse que la prescripción, como causal de la extinción
de la acción penal (art. 27 inc. 8) del CPP), se encuentra claramente diferenciada de otra causal de
extinción, como es el vencimiento del plazo máximo de duración del proceso (art 27 inc.10 del CPP);
último supuesto que, considerando lo anotado precedentemente, tiene como objetivo, la realización
del derecho a un plazo razonable, previsto actualmente en el art. 115.II de la CPE. Bajo ese
entendido, debe concluirse que: a) La extinción de la acción penal por prescripción, conforme
a la jurisprudencia glosada, tiene como fundamento -además de las razones de orden doctrinal
y de política criminal-, a la propia Constitución Política del Estado, al consagrar ésta el derecho a la
defensa (art. 119.II de la CPE), y por ende, la garantía del debido proceso (art. 117.I constitucional)
y el principio de seguridad jurídica (178.I de la Ley Fundamental); y, b) La extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso se fundamenta en el derecho a un proceso sin dilaciones
indebidas o el derecho a un plazo razonable, previsto en el art. 115 de la Norma Suprema ”’ (las
negrillas son nuestras).

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Por su parte la SCP 0616/2018-S4 de 2 de octubre, precisó: “Ahora bien, como se dijo en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la debida
fundamentación o motivación no implica la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales,
sino que exige una estructura de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer
todos los puntos demandados, debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente
cumplidas; al contrario, cuando la resolución aun siendo extensa no traduce las razones o motivos
por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas.
Asimismo, resulta necesario efectuar algunas consideraciones a fin de establecer si resulta evidente
la falta de fundamentación alegada, para ello conforme lo señalado en el Fundamento Jurídico III.2
del presente fallo constitucional, se tiene que una de las causales de la extinción de la acción penal,
es por prescripción –establecida en el art. 27 inc. 8) del CPP–, y se produce por el transcurso del
tiempo, generando con ello la pérdida o renuncia expresa del Estado a juzgar a determinada persona;
para la consideración de esta excepción debe tomarse en cuenta el plazo y la forma computo
previsto en la norma procesal penal (arts. 29 y siguientes), aclarando en todo caso que los
tiempos de prescripción se encuentran íntimamente relacionados al quatum de la pena prevista para
el delito motivo del proceso, es decir, que depende de la gravedad del ilícito para que el imputado
sea favorecido con este instituto; sin embargo, al respecto los Vocales de la Sala Penal Primera
del Tribunal departamental de La Paz, pese a que de manera introductoria precisaron las
diferencias entre los institutos de la prescripción y duración máxima del proceso de forma
por demás contradictoria o por lo menos confusa en la resolución del caso concreto se
pronuncian cual si se trataran éstos de manera indistinta, es decir, a tiempo de resolver
la “prescripción” utilizan razonamientos que según ellos mismos reconocen debían ser
considerados para el computo del plazo en casos de duración máxima del proceso,
incurriendo en un defecto de fundamentación al no establecer del porque se utilizan estos
tópicos, para rechazar su excepción planteada” (el resaltado es nuestro).
III.3. Análisis del caso concreto
De la compulsa de los antecedentes adjuntos, se evidencia que el Juez de Sentencia Penal Primero
de la Capital del departamento de Cochabamba, mediante Auto Interlocutorio de 11 de agosto de
2017, declaró procedente la excepción de extinción de la acción penal por prescripción interpuesta
por Jaime Enrique Quiroga Angulo, dentro del mencionado proceso penal, debido a que transcurrieron
más de cinco años, cuyo cómputo no fue interrumpido por las causales establecidas por ley; además,
que la dilación en la tramitación, alegada por la parte acusadora, es un instituto de la extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso y no de la antes señalada.
En virtud a la apelación incidental presentada contra la indicada decisión, la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia del referido departamento, dictó el Auto de Vista 50/2018 de 17
de mayo, revocando el precitado Auto y en consecuencia declaró infundada la excepción mencionada,
en base a los siguientes fundamentos: a) El cómputo efectuado por el Juez a quo es correcto; sin
embargo, el instituto de la extinción de la acción penal por prescripción, no debe limitarse a la
verificación del transcurso del tiempo, sino también a comprobar si durante el mismo efectivamente
la causa penal se dilató por circunstancias o negligencia de la víctima o que la parte imputada
maliciosamente haya demorado el proceso; b) La indicada autoridad no tomó en cuenta la tutela
judicial efectiva a favor de la víctima y de manera directa determinó la prescripción de la causa, sin
revisar los antecedentes del caso y la existencia de actuaciones dilatorias maliciosas; c) El plazo para
la prescripción de los delitos de acusación y denuncia falsa, queda en suspenso entre tanto se
sustancie el proceso penal que dio lugar a la acusación falsa y se dicte la correspondiente resolución
de declaratoria de inocencia dentro del proceso penal que se le siguió al accionante; d) La Resolución
Jerárquica de “27 de enero de 2011”, que ratifica la resolución de sobreseimiento a favor del “ahora
querellante”, marca el inicio del cómputo del plazo para la prescripción; sin embargo, extrañamente
hasta la gestión 2017, no se llevó a cabo la audiencia de juicio oral y mucho menos una sentencia,
por lo que ingresando a la revisión de los actuados que generaron excesiva demora en la resolución
del caso “…se encuentra que estas fueron atribuidas al imputado y al propio órgano judicial (Juzgados

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que conocieron este caso)” (sic); e) Si bien el Juez a quo refirió que los fundamentos de la parte
querellante estaban referidos a la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso “…es
necesario aclarar que evidentemente para el computo del plazo para la extinción de la acción penal
por duración máxima del proceso se verifican las dilaciones, suspensiones de plazo, vacaciones
judiciales y otros, descontándolas del computo del plazo previsto para que dure un proceso penal,
pero en el caso de autos esto no corresponde porque la excepción planteada fue de extinción de la
acción penal por prescripción, por lo que se aclara que no es que se esté descontando el plazo de las
dilaciones, sino que se está realizando una revisión extensiva de todos los antecedentes y velando
por la tutela judicial efectiva de los derechos de la víctima” (sic); y, f) “…No correspondía declarar la
prescripción de la causa, porque teniéndose en cuenta que el fin último de un proceso judicial es
alcanzar la justicia pero de que justicia se estaría hablando si en el intento de busca la justicia, el
proceso se extingue por cuestiones atribuidas al órgano judicial o a actuaciones maliciosas y dilatorias
del imputado, por tal motivo este Tribunal de Alzada concluye que la decisión asumida por el Juez a-
quo de declarar fundada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción a favor del
imputado disponiendo el archivo de obrados, No es correcta, resultando tener mérito lo agraviado
por el apelante” (sic).
En mérito a ello, el impetrante de tutela mediante escrito presentado el 12 de noviembre de 2018,
solicitó complementación y enmienda del Auto de Vista 50/2018, impetrando que: 1) Detallen e
identifiquen las actuaciones maliciosas y dilatorias efectuadas por su persona en el proceso; 2) Si, la
tardanza de los actos investigativos fue debido a su responsabilidad; 3) Si, la justicia es un paradigma
aplicable solo a la víctima; 4) Según su nuevo entendimiento desde que fecha se computa la
prescripción; 5) Si revisaron el memorial de 6 de julio de 2017, por el cual solicitó el adelantamiento
de la fecha de audiencia de juicio oral; 6) Si el ius puniende es absoluto y se puede prolongar
indefinidamente; y, 7) “Establecer el tiempo en el que vuestras Autoridades han tenido la resolución
de 11 de agosto de 2017 en espera de resolución y si la tardanza es también responsabilidad de mi
persona” (sic); el cual fue rechazado por Auto de complementación y enmienda de 13 de igual mes
y año, suscrito por la Sala Penal Segunda del referido Tribunal; indicando que en el caso presente se
analizó la utilización por parte de la defensa del peticionante de tutela motivos personales para
solicitar la suspensión de las diferentes audiencias, lo que dilataron el trámite del proceso e
igualmente la demora atribuible a los juzgadores que causaron la demora de más de seis años “…es
en merito a ello que este Tribunal concluyó que se había afectado el debido tramite del proceso por
las dilaciones provocadas no solo por la defensa, sino también por la falta de seriedad y su mínimo
control por parte de las autoridades jurisdiccionales, dejando al arbitrio los derechos de la víctima,
es en mérito a esas consideraciones, y siempre ponderando el valor justicia y así los derechos de la
victima que se encuentra ampliamente amparado por la CPE, Tratados y Convenios Internacionales,
este Tribunal considero que en el caso presente no correspondía dar curso a la petición de la defensa”
(sic).
Datos de los que se advierte que los Exvocales del Tribunal de alzada, incurrieron en una evidente
incongruencia interna, al indicar que si bien el Juez a quo efectuó un correcto cómputo de la
prescripción; sin embargo, no revisaron los antecedentes del caso que demostraban las dilaciones
ocasionadas por la víctima, el imputado y el órgano judicial; para posteriormente, de forma
contradictoria aclarar que en la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso, se
verifican las dilaciones, suspensiones de plazo y vacaciones entre otros, para descontarlos del cálculo
realizado, lo que en el caso concreto no cabe hacer por tratarse de extinción de la acción penal por
prescripción; pero, que en resguardo a la tutela judicial efectiva y a obtener justicia, no correspondía
extinguir el proceso por cuestiones dilatorias atribuibles al imputado y al órgano judicial.
Al respecto, es necesario aclarar que la tutela judicial efectiva, no es un derecho exclusivo de la
víctima sino que también de la parte imputada o acusada; lo cual se extrae de lo manifestado en la
SCP 1037/2016-S1 de 26 de octubre, que respecto a los escenarios que lo componen, precisó: “ a) El
derecho de acceso a la justicia, sin obstáculos procesales que pudieran impedirlo; b) El de obtener
una resolución motivada y fundada sobre el fondo de las pretensiones, en un tiempo
razonable, independientemente de lo favorable o no de dicha decisión; y, c) La efectividad en el

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cumplimiento del fallo” (las negrillas corresponden al texto original); así como también del art.
115.II de la CPE, que dice: “Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los
jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos”; puesto que si bien, el
acceso a la justicia -como parte de la tutela judicial efectiva- tiene por finalidad que el Estado proteja
oportunamente a las personas a quienes se les vulneraron sus derechos; sin embargo, la obtención
de una resolución motivada y fundamentada que resuelva el fondo del asunto, así como el
cumplimiento efectivo de la decisión asumida, interesa no solo a la víctima sino también al imputado
o acusado.
Consecuentemente, la tutela judicial efectiva no puede ser asumida como aquel derecho por el que
se pueda y deba prolongar indefinidamente un proceso penal, con el solo objeto de buscar una
resolución de fondo para la víctima, sino que debe ser también asumido como aquel por el cual el
imputado o acusado pueda obtener una decisión que defina su situación jurídica en un plazo
razonable y que la misma sea cumplida. Los indicados tienen el derecho a que el litigio sea resuelto
en el tiempo establecido por la norma procesal, ya que la actividad represiva del Estado no puede
ser ejercida de manera indefinida, tal como se precisó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, puesto que de hacerlo se atentaría contra los derechos a la
defensa y al debido proceso de los referidos sujetos procesales así como el principio de seguridad
jurídica.
Es evidente que las partes tienen el deber ético de no dilatar el proceso y de buscar que se desarrolle
y culmine satisfactoriamente en los plazos legales; sin embargo, son las autoridades jurisdiccionales
como directores, quienes tienen la carga de garantizar y efectivizar aquello, efectuando control
respecto a los actos procesales desarrollados, previniendo y cortando actos manifiestamente
dilatorios, ocasionados por los mismos y el Ministerio Público a través de las facultades reconocidas
por ley.
El Órgano Judicial mal puede pretender impedir u oponerse a la extinción de la acción penal por
prescripción, con el argumento de que si bien los juzgadores incurrieron en dilaciones; sin embargo,
en resguardo a la tutela judicial efectiva de la víctima, el proceso penal debe seguir aperturado
indefinidamente hasta que se emita resolución que resuelva el fondo de la causa; razonamiento que
resulta ser totalmente arbitrario y contrario a la jurisprudencia constitucional, puesto que los actos u
omisiones en los que incurrieron los juzgadores y que dieron lugar a demoras, no pueden ser
superados o subsanados mediante una aplicación forzada del mencionado derecho de la víctima. En
todo caso, si una causa culminara por aplicación de la prescripción, corresponderá que se establezcan
responsabilidades del Ministerio Público o de los juzgadores, por ser estos últimos quienes tenían el
deber de prever que las partes o el Ministerio Público no dilaten maliciosamente el proceso.
En mérito a ello, al tenor de lo glosado en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo
constitucional, corresponde conceder la tutela solicitada, por vulneración al debido proceso del
accionante en su elemento de congruencia de las resoluciones, por la evidente falta de coherencia
interna del Auto de Vista 50/2018.
Finalmente, respecto a la falta de fundamentación y motivación de la resolución cuestionada, se
evidencia también que se lesionaron los mismos como elementos del debido proceso; toda vez que,
los Exvocales demandados, efectuaron aseveraciones en sentido que el acusado y los juzgadores
incurrieron en dilaciones, sin identificar cabalmente los elementos objetivos en los cuales sustentaron
sus afirmaciones y sin explicar adecuadamente el por qué se apartaron de los razonamientos
jurisprudenciales citados respecto a la diferencia de la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso y la prescripción, así como a sus exigencias de procedencia; razón por la que
corresponde conceder de igual manera la tutela solicitada por vulneración al citado derechos en sus
prenombrados elementos.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución ACC-0026/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 148
a 151, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los términos dispuestos por
dicha Sala y en base a los fundamentos jurídicos precedentemente desarrollados.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0645/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28951-2019-58-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 40 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 236 a 238 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Carlos Fernando Caballero
Morales contra Milton Gómez Mamani, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 25 de abril de 2019, cursante de fs. 33 a 39, el accionante manifestó
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 20 de marzo de 2018, a través de nota YPFBTR.TH.APC.029/2018, le fueron notificadas nuevas
condiciones laborales y la disminución considerable de su salario, con el endeble fundamento de una
reingeniería de la empresa YPFB Transporte Sociedad Anónima (S.A.), señalando además, que en
caso de no aceptación recibiría los beneficios sociales correspondientes; situación, que constituyó en
los hechos despido.
Por el acto arbitrario descrito y buscando el respeto de su derecho al trabajo, acudió a la Jefatura
Departamental del Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Santa Cruz, donde
se convocó a una audiencia de conciliación que fracasó, emitiendo por esa razón la Conminatoria de
Reincorporación por Estabilidad Laboral JDTSC/CONM 060/2018 de 5 de julio, ordenando su
restitución al mismo puesto que ocupaba con anterioridad, más el pago de sueldos devengados;
empero, la entidad aludida interpuso recurso de revocatoria contra dicha determinación, expidiéndose
al efecto la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 031/18 de 16 de agosto de igual año, confirmando
en forma total la indicada Conminatoria; a raíz de ello formularon recurso jerárquico que mereció la
Resolución Ministerial (RM) 1332/18 de 6 de diciembre del referido año, revocando totalmente la
decisión de reincorporación; y, declinando competencia ante la judicatura laboral, instancia donde
las partes podrían demandar los derechos que les correspondan; vulnerando así, el debido proceso
por incongruencia aditiva al establecer erróneamente que el cargo desempeñado era de confianza,
sin explicar las razones lógico jurídicas o errores cometidos por la autoridad administrativa inferior,
para realizar tal calificación fuera del marco de los agravios denunciados.
I.1.2. Derecho y garantía supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de su derecho al debido proceso en sus elementos fundamentación,
motivación y congruencia; citando al efecto los arts. 46 y 115 de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela: a) Dejando sin efecto la RM 1332/18; b) Emitiendo una nueva
debidamente fundamentada y congruente; y, c) Sancionando a la Autoridad demandada con el pago
de costas judiciales y multa.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 227 a
236, se produjeron los siguientes actuados:

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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


El impetrante de tutela a través de su abogado, ratificó los fundamentos de la acción de amparo
constitucional presentada y ampliándola manifestó que: 1) Su trabajo siempre fue responsable,
honesto y esmerado, siendo felicitado por ello; sin embargo, se le comunicó abruptamente nuevas
condiciones, el cambio de sus funciones y la disminución salarial, situaciones que no aceptó; 2) La
nota de 6 de junio de 2018, en la que expresó su disconformidad, respecto a lo antes citado, fue
interpretada de forma incorrecta; 3) La RM 1332/18, vulneró su derecho al debido proceso en su
elemento de congruencia, al indicar que su cargo era de confianza y fue el trabajador quien optó por
la desvinculación al rechazar la nueva situación laboral; 4) Trabajaba como coordinador de gestión
operativa, sin ninguna responsabilidad de representación ni poder de decisión; 5) No se cumplió lo
regulado en el art. 63 de la Ley del Procedimiento Administrativo (LPA), respecto a las pretensiones
formuladas por el recurrente; 6) Existió categorización y conclusión errónea de la naturaleza del
puesto ocupado, sin la expresión de razones suficientes para ello; 7) La duda debe ser salvada
aplicando el principio in dubio pro operario protegiendo al más débil; 8) El Ministerio de Trabajo,
Empleo y Previsión Social, protegió los derechos de la empresa cuando esta tiene los recursos
necesarios para impugnar una Conminatoria en la vía ordinaria, vulnerándose la esencia del Decreto
Supremo (DS) 495 de 1 de mayo de 2010; y, 9) No se tomó en cuenta que el art. 2 del DS de 9 de
marzo de 1937, fue derogado por el DS 3770 de 9 de enero de 2019, haciendo inviable la aplicación
de la “Rebaja de Sueldo” para viabilizar un retiro indirecto, violando con ello derechos y garantías
constitucionales.
I.2.2. Informe del demandado
Milton Gómez Mamani, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, a través de sus representantes
mediante informe, que cursa de fs. 155 a 161, manifestó que: i) La acción de amparo constitucional
fue admitida por Resolución 77 de 26 de abril de 2019, no identificó al tercer interesado Nelson
Delgadillo Cuellar, Representante Legal de la empresa YPFB Transporte S.A. ni dispuso su
notificación; ii) El peticionante de tutela en principio ocupó el cargo de Jefe de Operaciones Gas,
pero a partir de noviembre de 2017 fue designado como Coordinador de Gestión Operativa, lo que
determinó la rebaja de su salario; iii) El despido por simple voluntad del empleado no es absoluto,
según regula el art. 11 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, debiendo verificarse previamente la
naturaleza de la relación obrero-patronal como es el caso de los funcionarios de confianza; iv) La RM
1332/18, declinó competencia a la judicatura laboral en razón de la existencia de controversia para
la determinación de la calidad del cargo ejercido por el peticionante de tutela, quien debe acudir a
ella para ejercer sus derechos; v) El prenombrado Ministerio, no tiene atribución para definir los
mencionados aspectos.
En audiencia, expresó: a) Los derechos reconocidos a favor de los obreros tienen límites; b) La
entidad precitada revisó todo el proceso administrativo, tramitado además en forma correcta,
remarcando que el Jefe Departamental de Trabajo de Santa Cruz, emitió conminatoria de
reincorporación ratificada por la “…resolución administrativa 31/18…” -no consigna fecha-; empero,
el cargo inicial de Jefe de Operaciones Gas por su nivel salarial era de confianza; y, c) Para verificar
la legalidad o ilegalidad de un despido, es necesario establecer previamente, la naturaleza de la
relación obrero patronal, a definirse por la jurisdicción laboral y no por la administrativa, mediante
actividad probatoria.
I.2.3. Informe del tercero interesado
Nelson Delgadillo Cuellar, representante de la empresa YPFB Transporte S.A, en audiencia a través
de su abogado, refirió: 1) No existió incongruencia externa ni interna, si bien hay impedimento para
el pronunciamiento de situaciones no cuestionadas, resulta diferente la revisión de oficio de los
errores de competencia; 2) La RM 1332/18, no valoró la situación de hecho expuesta en el recurso
jerárquico, pues el mismo Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, razonó sobre su propia
incompetencia en el caso y por eso declinó capacidad resolutiva; y, 3) La empresa prenombrada,
sólo aplicó la ley, “…en ningún momento hemos intentado ser abusivos, este señor ha seguido
trabajando con una condición resolutoria…” (sic).

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I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
40 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 236 a 238 vta., denegó la tutela solicitada; en base a
los siguientes fundamentos: i) Para que exista pertinencia entre lo apelado y resuelto, no es necesario
una coincidencia exacta entre ambos actos; ii) Deben exponerse los motivos y razones que dieron
curso al recurso jerárquico interpuesto; iii) La RM 1332/18, sostuvo la viabilidad de la movilidad
laboral del personal de confianza y se dio ante la necesidad de la “reingeniería” institucional, por
ende, es congruente porque trató el fondo del asunto y no es obligatorio observar informe técnico
alguno; iv) Se señaló los antecedentes y funciones del accionante en la institución donde trabajaba;
y, v) Es correcta la apreciación respecto a que los hechos controvertidos deben ser conocidos por la
judicatura laboral.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados se establece lo siguiente:
II.1. Por nota YPFBTR.TH.APC 029/2018 de 20 de marzo, suscrita por Hugo Canedo Mendieta,
Gerente Sectorial de Transporte de Gasoductos, Julio Infante Cordero, Gerente de Operaciones; y,
Nelson Delgadillo Cuellar, Gerente de Talento Humano a.i., todos de la empresa YPFB Transporte
S.A., informaron al demandante de tutela que a consecuencia de la reingeniería adoptada en la
institución y la situación de la actividad hidrocarburífera, su salario mensual sería de Bs18 691,79.-
(dieciocho mil seiscientos noventa y un 79/100 bolivianos), aplicable dentro los tres meses siguientes
a la recepción de la nota mencionada (fs. 3).
II.2. Mediante nota presentada el 11 de junio de igual año, dirigida al Gerente de Talento Humano
a.i. de la empresa aludida, el peticionante de tutela manifestó su rechazo a las condiciones
establecidas en el comunicado descrito en la Conclusión II.1. (fs. 4).
II.3. Por cite YPFBTR.TH 32/2018 de 15 de junio, el prenombrado Gerente respondió a la nota
indicada supra, informando al impetrante de tutela el pago de sus beneficios sociales
correspondientes y dentro del plazo legal (fs. 5).
II.4. Cursa Única Citación de 18 del precitado mes y año, emitida por el Inspector del Ministerio de
Trabajo Empleo y Previsión Social de Santa Cruz, citando, conminando y emplazando a la empresa
YPFB Transporte S.A., a efectos de que se haga presente en la audiencia fijada para el 25 de idéntico
mes y año (fs. 6).
II.5. Mediante Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad Laboral JDTSC/CONM 060/2018 de
5 de julio, el Jefe Departamental de Trabajo a.i. de Santa Cruz, ordenó la reincorporación del
demandante de tutela al puesto que ocupaba, la reposición de sueldos devengados desde el despido
injustificado, manteniendo su antigüedad y demás derechos (fs. 7 a 9 vta.).
II.6. Por memorial presentado el 18 del mencionado mes y año, la empresa YPFB Transporte S.A.
interpuso recurso de revocatoria contra la decisión precisada en la Conclusión que antecede, pidiendo
la declaración de improcedencia de la reincorporación laboral ordenada (fs. 11 a 16 vta.).
II.7. A través de la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 031/18 de 16 de 2018, la autoridad citada
en la Conclusión II.5, confirmó totalmente la Conminatoria de Reincorporación expedida por la
misma, manteniéndola firme y subsistente (fs. 17 a 19 vta.).
II.8. Cursa memorial presentado el 31 de igual mes y año, mediante el cual la empresa citada en la
Conclusión II.6, interpuso recurso jerárquico contra la decisión anteriormente nombrada, pidiendo
nuevamente el rechazo de la denuncia laboral (fs. 22 a 28 vta.).
II.9. Mediante RM 1332/18 de 6 de diciembre del mismo año, la autoridad demandada revocó
totalmente la Conminatoria de Reincorporación y la Resolución Administrativa, referidas en las
Conclusiones II. 5 y 7 respectivamente; declinando competencia ante la “…Judicatura Laboral,
instancia donde las partes deben realizar la demanda pertinente por los derechos que les
correspondan” (sic. [fs. 29 a 31]).

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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


El accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso, en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia; debido a que la autoridad demandada a través de la RM
1332/18 de 6 de diciembre de 2018, revocó la conminatoria de reincorporación laboral dispuesta a
su favor y declinó competencia a la jurisdicción laboral; sin fundamentar cómo llegó a la conclusión
que el cargo que desempeñaba era de confianza, extremo que no fue cuestionado en el recurso
jerárquico, actuando así de forma ultrapetita.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si los argumentos expuestos son evidentes con el
fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. De la fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones en procesos
administrativos, como elementos del debido proceso
La SCP 0007/2019-S1 de 7 de febrero, al respecto razonó e indicó: [La SCP 1333/2016-S2 de 16 de
diciembre, citando a la SCP 0874/2014 de 8 de mayo, en relación a los elementos que configuran el
debido proceso, determinó lo siguiente: «”El debido proceso, a partir de la comprensión de los
diferentes instrumentos normativos de orden internacional, se nutre de diferentes componentes; así,
la motivación y fundamentación de las resoluciones judiciales constituyen sus elementos
preponderantes y persiguen tres fines específicos a saber; primero, permite que los
Tribunales de instancia superior efectúen el respectivo control al fallo impugnado, habida
cuenta que, a partir de una clara explicación de los motivos y razones para decidir en una
u otra forma, las partes podrán interponer las respectivas impugnaciones y, a falta de
ello el afectado estará en la imposibilidad de precisar contra qué criterios o conceptos
dirigirá su impugnación; segundo, que el justiciable adquiera seguridad, confianza y
convencimiento en la decisión asumida por la autoridad encargada de impartir justicia,
que conlleve a comprender con meridiana claridad los motivos y razones que pudieron
haber guiado a la autoridad para decidir en una determinada forma; asimismo, apreciar
qué circunstancias y elementos de hecho y derecho fueron tomados en cuenta por el
juzgador y, si las alegaciones y proposiciones probatorias fueron consideradas,
explicando con meridiana claridad el valor que merecieron los mismos; y, tercero,
pretende hacer públicas las razones que le asistieron al juzgador para fallar en un
determinado sentido, a fin de que el ciudadano común comprenda la razón de la decisión,
porque de ellos deviene la facultad de impartir justicia, conforme estipula el art. 178. I de la CPE”.
De igual forma la citada Sentencia Constitucional Plurinacional, en cuanto al elemento específico de
la motivación y fundamentación de las resoluciones, y por ende al contenido que debe tener toda
resolución judicial o administrativa para ser considerada motivada y fundamentada, precisó: “En el
contexto de lo señalado precedentemente, la motivación no significa la mera ‘…exposición ampulosa
de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo, pudiendo ser
concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiéndose expresar las convicciones
determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido
proceso se tendrán por fielmente cumplidas; al contrario, cuando la resolución aun siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas’ (SC 1365/2005-R de 31 de octubre), reiterado en las SSCC 2023/2010-R y 1054/2011-R
y, en similar sentido la SCP 0401/2012 de 22 de junio.
Con relación a la materia objeto de análisis, el entonces Tribunal Constitucional, a través de la SC
0752/2002-R de 25 de junio, señaló que: ‘…el derecho al debido proceso, entre su ámbito de
presupuestos exige que toda resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que cada
autoridad que dicte una resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la
fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma. (…)
consecuentemente cuando un juez omite la motivación de una resolución, no sólo suprime una parte
estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que
vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes conocer cuáles son las razones

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 102


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para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al
Juez a tomar la decisión’.
Posteriormente, siguiendo los lineamientos citados precedentemente, la SC 2227/2010-R de 19 de
noviembre, a tiempo de citar los entendimientos de las SSCC 0871/2010-R y 1365/2005-R, precisó:
‘Es imperante además precisar que toda resolución ya sea jurisdiccional o administrativa, con
la finalidad de garantizar el derecho a la motivación como elemento configurativo del
debido proceso debe contener los siguientes aspectos a saber: a) Debe determinar con
claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener una exposición
clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los
supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe
describir de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes
procesales, e) Debe valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los
medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno
de ellos de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias
o pretensiones de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma
aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica
emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado’.
Asimismo, dicha Sentencia Constitucional Plurinacional, en cuanto a la obligación de fundamentar y
motivar las decisiones judiciales por las instancias de impugnación también refirió: ‘La obligación de
fundamentar y motivar las decisiones judiciales, abarca también a las instancias judiciales de
impugnación, en ese sentido, el entonces Tribunal Constitucional, a través de la SC 0040/2007-R de
31 de enero, haciendo referencia a la SC 0577/2004-R de 15 de abril, señaló que:
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>Esta exigencia de
fundamentar las decisiones, se torna aún más relevante cuando el Juez o Tribunal debe resolver en
apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las autoridades de primera instancia;
(…), es imprescindible que dichas Resoluciones sean suficientemente motivadas y expongan con
claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan y que permitan concluir, que la
determinación sobre la existencia o inexistencia del agravio sufrido fue el resultado de una correcta
y objetiva valoración de las pruebas, del mismo modo que se exige al apelante cumplir con la
obligación de fundamentar los agravios; por cuanto, en la medida en que las resoluciones contengan,
los fundamentos de hecho y de derecho, el demandado tendrá la certeza de que la decisión adoptada
es justa; por lo que no le esta permito a un Juez o Tribunal, reemplazar la fundamentación por la
relación de antecedentes, la mención de los requerimientos de las partes o hacer alusión de que el
Juez de instancia obró conforme a derecho, (…); con mayor razón, si se tiene en cuenta que el contar
con una Resolución debidamente fundamentada y motivada es un derecho fundamental de la persona
y forma parte del debido proceso…». El presente entendimiento fue asumido y reiterado por el actual
Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 0398/2014 de 25 de febrero’.
Por último, la Sentencia supra indicada, en relación a otro de los elementos del debido proceso como
la congruencia señaló también lo siguiente: ‘…el entonces Tribunal Constitucional, mediante la SC
0358/2010-R de 22 de junio, señaló que el mismo consiste en:
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>…la concordancia entre la
parte considerativa y dispositiva, pero además esa concordancia debe mantenerse en
todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos
considerandos y razonamientos emitidos por la resolución, esta concordancia de
contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado
y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base a esos criterios se
considera que quien administra justicia debe emitir fallos motivados, congruentes y pertinentes»’.
En el mismo contexto, el entendimiento de la SC 0486/2010-R de 5 de julio, afirmó que: ‘…la
congruencia ha venido clasificada en diversos tipos o categorías que nos interesa anotar a los fines
que se seguirán, y así es moneda corriente hablar en doctrina de incongruencia
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>ultra petita» en la que se

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 103


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incurre si el Tribunal concede


<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>extra petita» para los
supuestos en que el juzgador concede algo distinto o fuera de lo solicitado por las partes;
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>citra petita», conocido
como por <https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>omisión» en la
que se incurre cuando el Tribunal no se pronuncia sobre alguno de los pedimentos que le
han sido planteados, etc.’ (Principios Constitucionales en el Proceso Civil, Consejo General del
Poder Judicial, El deber Judicial de Congruencia como Manifestación del Principio Dispositivo y su
Alcance Constitucional, Madrid 1993, Mateu Cromo, S.A., Pág. 438)”. Los razonamientos señalados
precedentemente, fueron asumidos por este Tribunal, mediante las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 1916/2012, 0255/2014, entre otras».
Consiguientemente, de los entendimientos jurisprudenciales citados, colegimos que tanto la
motivación, la fundamentación y la congruencia de las resoluciones en general, no solo constituyen
parte fundamental y estructural del debido proceso, sino un deber ineludible de las autoridades
judiciales o administrativas, por cuanto estos fallos además de estar debidamente motivados, tienen
que tener un sustento jurídico; es decir, deben estar fundamentados en elementos de hecho y de
derecho; así como guardar una estricta relación entre lo solicitado por las partes y lo resuelto por la
autoridad judicial o administrativa, a efectos de no atentar contra el derecho a la defensa, elementos
que sin duda permitirán materializar de manera objetiva el orden justo como sustento de la tutela
judicial efectiva, pronta y oportuna.
(…)
Asimismo, la mencionada Sentencia Constitucional Plurinacional, expresó que, cuando un juez o
autoridad administrativa omite la fundamentación y motivación de una resolución,
quiere decir que en los hechos ha tomado una decisión de hecho y no de derecho que
vulnera de manera flagrante el derecho al debido proceso que permite a las partes
conocer cuáles son las razones para que se pronuncie en uno u otro sentido; es decir,
cuál es la ratio decidendi que llevó a tomar la decisión.
En igual sentido, la Sentencia Constitucional Plurinacional referida, orientó que la obligación de
fundamentar y motivar las decisiones judiciales, abarca también a las instancias judiciales o
administrativas de impugnación, y que se torna aún más relevante cuando el Juez o Tribunal debe
resolver en apelación la impugnación de las resoluciones pronunciadas por las autoridades de primera
instancia; en esa instancia, es imprescindible que dichas Resoluciones sean suficientemente
motivadas y expongan con claridad las razones y fundamentos legales que las sustentan y que
permitan concluir, que la determinación sobre la existencia o inexistencia del agravio sufrido fue el
resultado de una correcta y objetiva valoración de las pruebas.
Finalmente, en relación a la congruencia, la Sentencia Constitucional Plurinacional expresó
que toda resolución debe contener concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva, pero además esta debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un
razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos
emitidos por la resolución, y la estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado
y lo resuelto]. (las negrillas son nuestras).
III.2. La congruencia entre lo demandado y lo resuelto y la coherencia interna de la
resolución
La SCP 0013/2019-S3 de 1 de marzo, al respecto fundamentó: “Con relación a la congruencia como
elemento del debido proceso, reiterando entendimientos jurisprudenciales anteriores, la SC
0486/2010-R de 5 de julio, entendió como: ‘…la estricta correspondencia que debe existir entre lo
peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que
debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos

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contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta


correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes
y pertinentes.
(…)
El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios formulada
por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de
congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición de las
partes y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica de primera y/o segunda
instancia’.
Razonamiento que fue reiterado a través de las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0255/2014 de 12 de febrero y 0704/2014 de 10 de abril.
Por su parte, la SCP 1083/2014 de 10 de junio, respecto a este principio estructurante del debido
proceso, expresó que: ‘El debido proceso se integra por diferentes elementos que viabilizan las
garantías mínimas del justiciable; así, la congruencia de las resoluciones judiciales, constituye el
debido proceso. Al respecto, Guillermo Cabanellas, entiende al principio de congruencia como:
<https://es.wikipedia.org/wiki/%C2%ABEsa_mala_fama...%C2%BB>Oportunidad, conveniencia
entre preguntas y respuestas; entre demandas y concesiones o resoluciones. II Conformidad entre
el fallo judicial y las pretensiones plateadas por las partes.
Las sentencias deben ser congruentes con las súplicas de las demandas, de su contestación o de su
reconvención, sin que hechos posteriores a la discusión escrita puedan modificar los términos en que
fue trabada la litis. La discrepancia entre sentencia y demanda permite los recursos establecidos por
los códigos de procedimiento…».
En el marco de la premisa anterior y, desde una óptica doctrinal, la congruencia de las resoluciones
judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones; primero, relativo a la congruencia
externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda determinación judicial,
que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de las partes
(demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades
judiciales, en definitiva, es una prohibición para el juzgador considerar aspectos ajenos
a la controversia, limitando su consideración a cuestionamientos únicamente deducidos
por las partes; y, segundo, la congruencia interna, referido a que, si la resolución es
comprendida como una unidad congruente, en ella se debe cuidar un hilo conductor que
le dote de orden y racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la
identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las
normas y los efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una
misma resolución no existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de
la misma decisión’” (el resaltado nos corresponde).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso, en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia; debido a que la autoridad demandada a través de la RM
1332/18 de 6 de diciembre de 2018, revocó la conminatoria de reincorporación dispuesta a su favor
y declinó competencia a la jurisdicción laboral, señalando de forma incorrecta que el cargo
desempeñado era de confianza, respondiendo por esa razón de forma ultra petita, al recurso
jerárquico interpuesto por la empresa YPFB Transportes S.A..
En el caso, por nota YPFBTR.TH.APC 29/2018 de 20 de marzo, suscrita por Hugo Canedo Mendieta,
Gerente Sectorial de Transporte de Gasoductos, Julio Infante Cordero, Gerente de Operaciones; y,
Nelson Delgadillo Cuellar, Gerente de Talento Humano a.i., todos de la empresa YPFB Transporte
S.A., informaron al demandante de tutela que como consecuencia de la reingeniería adoptada en la
institución y la situación de la actividad hidrocarburífera, su salario mensual sería el de Bs18 691,79,

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aplicable dentro los tres meses siguientes a la recepción de la nota indicada (Conclusión II.1); por
ello, mediante nota presentada el 11 de junio de igual año, el peticionante de tutela manifestó su
rechazo ante el Gerente de Talento Humano a.i. (Conclusión II.2); empero, a través del oficio
YPFBTR.TH 32/2018 de 15 de junio, dicho gerente respondió e informó al impetrante de tutela el
pago de sus beneficios sociales correspondientes (Conclusión II.3); posteriormente, la Jefatura
Departamental del Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Santa Cruz,
emplazó a la empresa YPFB Transporte S.A. para que se constituya a la audiencia fijada para el 25
de idéntico mes y año, donde no fue posible acuerdo alguno (Conclusión II.4); razón que dio lugar a
la emisión de la Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad Laboral JDTSC/CONM 060/2018 de
5 de julio del año, que ordenó su restitución al mismo puesto que ocupaba, la reposición de sueldos
devengados desde el despido injustificado, manteniendo su antigüedad y demás derechos
(Conclusión II.5); por tal motivo, a través del memorial presentado el 18 de igual mes y año, la
empresa YPFB Transporte S.A. formuló recurso de revocatoria pidiendo la declaración de
improcedencia de esa determinación (Conclusión II.6); resuelto por la Resolución Administrativa
JDTSC/R.R. 031/18 de 16 de agosto, que la confirmó, manteniéndola firme y subsistente (Conclusión
II.7); a cuyo efecto, por memorial de 31 del mes y año precitados, la empresa citada interpuso
recurso jerárquico pidiendo nuevamente el rechazo de la denuncia (Conclusión II.8), expidiéndose
en consecuencia la RM 1332/18, que revocó la Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad
Laboral y la Resolución Administrativa, referidas, declinando competencia ante la “Judicatura
Laboral”, instancia donde las partes debían realizar la demanda pertinente por los derechos que les
correspondan (Conclusión II.9).
La jurisprudencia citada en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en relación a la
fundamentación y motivación, señaló que, son elementos preponderantes de las resoluciones
judiciales y administrativas; por ello, cada autoridad que dicte su decisión, debe imprescindiblemente
exponer la relación fáctica, realizar la subsunción legal y citar las leyes que sustentan la parte
dispositiva de la misma; es decir, tiene que: a) Identificar con claridad las acciones atribuidas a las
partes; b) Contener una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes; c) Describir de manera
expresa los supuestos de hecho contenidos en la ordenamiento jurídico aplicable al caso concreto;
d) Explicar de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes; e) Valorar
de manera concreta y explícita todas y cada una de las producidos, asignándoles un valor específico
a cada uno de ellos de forma motivada; y, f) Precisar el nexo de causalidad entre las denuncias o
pretensiones de las partes, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración del
andamiaje probatorio aportado y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación.
En consecuencia, se advierte que de la naturaleza jurídica del debido proceso, deriva a su vez la
congruencia como principio característico, entendida como la estricta correspondencia que existe
entre lo peticionado y lo resuelto.
Ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución,
ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva, sino que además, debe mantenerse en todo su contenido un razonamiento integral y
armonizado entre lo pedido, considerado y resuelto; por ello, corresponde en el caso concreto realizar
contrastación entre el memorial del recurso jerárquico y la RM 1332/18 que lo resolvió; para eso, es
preciso realizar el análisis minucioso de dichos actuados y verificar lo denunciado en la presente
acción de amparo constitucional.
III.3.1. Respecto al memorial de impugnación presentado por la empresa YPFB
Transporte S.A. contra la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 031/18
El recurso jerárquico presentado por la empresa demandada, argumentó que: 1) No se consideró
que la rebaja del sueldo fue legal y justificada, por ende, no constituyó despido indirecto por
habérsele informado de ello en su debido momento; 2) Las nuevas condiciones económicas
precautelan los intereses económicos del Estado; 3) La decisión de concluir la relación laboral fue
del propio obrero; 4) No hubo pronunciamiento sobre el informe técnico presentado en audiencia,
respecto al efecto regulado por el art. 2 del DS de 9 de marzo de 1937; 5) Se admitió que la
conminatoria de reincorporación era imprecisa y contenía omisiones en relación al cargo y al sueldo,

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que no son de forma sino de fondo; 6) El trabajador tuvo distintas condiciones laborales antes de su
desvinculación, que operó por el rechazo al reajuste salarial; 7) Es requisito de todo acto
administrativo que el objeto sea cierto, lícito y materialmente posible, conforme lo dispuesto en el
art. 28 inc. c) de la LPA; 8) No existió valoración probatoria, a pesar de habérselas identificado,
vulnerando el art. 35 inc. c) de la norma precitada; y, 9) La resolución impugnada contiene errores
de identificación de las partes procesales y de fechas.
III.3.2. Con relación a la RM 1332/18 que resolvió el recurso jerárquico
La Resolución Ministerial indicada, resolvió el recurso jerárquico, en base a los siguientes
fundamentos: i) La relación de obrero-patronal data de noviembre de 2000, empero, el trabajador
Carlos Fernando Caballero Morales -ahora accionante- ocupó el cargo de Jefe de Operaciones Gas
del 7 de julio de 2004 hasta el 31 de agosto de 2017, siendo designado como Coordinador de Gestión
Operativa en noviembre de similar año, situación que determinaría la rebaja de su salario, conocido
el 20 de marzo de 2018 por el mismo; ii) La desvinculación es aquella decisión unilateral del
empleador que altera la relación obrero-patronal con el objeto de que el funcionario opte por el retiro
de la fuente de empleo o permanezca en ella, pero sujeto a las nuevas condiciones establecidas,
situación operada con la nota YPFBTR.TH.APC 29/2018 de 20 de marzo, cambiando su situación
salarial; iv) El despido indirecto es una forma de extinción de la relación laboral, regulado por del DS
de 9 de marzo de 1937, por voluntad propia del trabajador y por falta imputable al empleador, aunque
éste no hubiera prescindido de sus servicios; v) No obstante de lo previamente señalado, el derecho
a la estabilidad en el desempeño de sus funciones no es absoluto y depende de su naturaleza,
conforme el art. 11.I del DS 28699; vi) Debe verificarse primero la relación existente y posteriormente
la legalidad o ilegalidad del despido; y, vii) El nivel salarial que ostentaba el “recurrente” era propio
de los trabajadores de confianza, situación jurídica que debe ser dilucidada por la “judicatura laboral”.
III.3.3. Contrastación entre el memorial del recurso jerárquico y la RM 1332/18
La empresa empleadora demandada, en su impugnación consideró que la rebaja del sueldo fue legal
y justificada, y no fue despido indirecto por haberse informado al trabajador sobre las nuevas
condiciones establecidas, situación que llevó a la decisión de concluir con la relación laboral; del
mismo modo no hubo pronunciamiento sobre el informe técnico presentado en audiencia, respecto
al efecto regulado en el art. 2 del DS de 9 de marzo de 1937; siendo, la conminatoria de
reincorporación imprecisa y con omisiones en relación al cargo y salario, pues tuvo distintas
condiciones antes de su desvinculación, que operó por el rechazo al reajuste; constituyendo requisito
de todo acto administrativo, que el objeto sea cierto, lícito y materialmente posible, conforme lo
dispuesto en el art. 28 inc. c) de la LPA; que no existió, valoración probatoria a pesar de estar
debidamente identificadas, vulnerando el art. 35 inc. c) de la norma precitada; por último, la
resolución impugnada también contiene errores de identificación de las partes procesales y de fechas.
Por su parte, la Resolución Ministerial precitada, estableció que la relación laboral databa de
noviembre de 2000; sin embargo, el trabajador -ahora accionante- ocupó el cargo de Jefe de
Operaciones Gas del 7 de julio de 2004 hasta el 31 de agosto de 2017, siendo designado como
Coordinador de Gestión Operativa en noviembre del mismo año, situación que determinaría la rebaja
de su salario, conocido el 20 de marzo de 2018; empero, no se fundamentó ni motivó si el último
cargo mencionado fue también de confianza, a afectos de establecer si la desvinculación como
decisión unilateral que altera la relación laboral, donde el funcionario opta por el retiro de su fuente
de empleo o permanezca en ella (pero sujeto a las nuevas condiciones impuestas), operando
efectivamente con la nota YPFBTR.TH.APC 29/2018, que cambió su situación salarial.
Del mismo modo afirmó la resolución precitada, que el despido indirecto es una forma de extinción
de la relación obrero-patronal, regulado por del DS de 9 de marzo de 1937, por voluntad propia del
trabajador y por falta imputable al empleador, aunque éste no hubiera prescindido de sus servicios;
por ende, la estabilidad de trabajo no es absoluta y depende de su naturaleza, conforme el art. 11.I
del DS 28699; consecuentemente, debe establecerse primero la relación laboral y posteriormente la
legalidad o ilegalidad del despido; sin embargo, no tomó en cuenta ni explicó las razones para aplicar
la cita normativa, que reconoce la estabilidad de todos los obreros; empero a la vez refiere, que ante

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la rebaja del sueldo, el empleado tiene la facultad de permanecer o no en el cargo, situación regulada
en el DS de 9 de marzo de 1937, sin tomar en cuenta que la primera norma citada también refirió
que el alcance de la estabilidad laboral sería reglamentada por Decreto Supremo; y, no citó norma
sustantiva o procesal concerniente a la categorización o entendimiento sobre los “trabajadores de
confianza”; o en su caso, tampoco explicó el por qué el Auto Supremo 288 de 22 de agosto de 2014,
es aplicable fáctica y normativamente al problema respecto al cargo de Coordinador de Gestión
Operativa.
Al respecto, debe tomarse en cuenta lo dispuesto en la Ley de Procedimiento Administrativo, que
versa:
Art. 61 (Formas de la Resolución).- “Los recursos administrativos previstos en la presente
Ley, serán resueltos confirmando o revocando total o parcialmente la resolución
impugnada, o en su caso, desestimando el recurso si éste estuviese interpuesto fuera de
término, no cumpliese las formalidades señaladas expresamente en disposiciones
aplicables o si no cumpliese el requisito de legitimación regulando en el Artículo 11° de la
presente Ley.
(…)
Artículo 63° (Alcance de la Resolución).
I. Dentro del término establecido en disposiciones reglamentarias especiales para resolver los
recursos administrativos; deberá dictarse la correspondiente resolución, que expondrá en forma
motivada los aspectos de hecho y de derecho en los que se fundare.
II. La resolución se referirá siempre a las pretensiones formuladas por el recurrente, sin
que en ningún caso pueda agravarse su situación inicial como consecuencia exclusiva de su propio
recurso.
(…)
Artículo 68° (Alcance de la Resolución del Recurso Jerárquico).
I. Las resoluciones de los recursos jerárquicos deberán definir el fondo del asunto en
trámite y en ningún caso podrán disponer que la autoridad inferior dicte una nueva
resolución, excepto lo dispuesto en el numeral II del presente artículo.” (el resaltado es nuestro).
Por su parte la Constitución Política del Estado en su art. 48 regula que:
“I. Las disposiciones sociales y laborales son de cumplimiento obligatorio.
II. Las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de
las trabajadoras y de los trabajadores como principal fuerza productiva de la sociedad;
de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de no
discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador.” (las
negrillas nos corresponde).
Al final, la autoridad demandada a través de la RM 1332/18, revocó la Conminatoria de
Reincorporación dispuesta a favor del impetrante de tutela, y declinó competencia a la jurisdicción
laboral, sin sustento fáctico ni cita legal; indicando que el cargo desempeñado por el accionante era
de confianza, sin explicar de forma suficiente su situación laboral ni sobre la valoración de la prueba
reclamada; por tanto, existe en ella incongruencia externa e interna, entendiendo que la resolución
es comprendida como una unidad y debe cuidar su orden y racionalidad, desde la parte considerativa
de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las
normas y los efectos de la parte dispositiva, evitando exposiciones contradictorias entre sí o con la
misma decisión sobre el fondo; considerando y teniendo en cuenta de este modo, los principios que
sustentan y condicen con el tema laboral analizado, como el de protección y el de razonabilidad
establecida en la doctrina y en la jurisprudencia constitucional citada.
Toda vez que, conforme consta en la RM 1332/2018, es a partir del considerando tercero que se
efectuó un análisis en relación a las funciones que el impetrante de tutela ocupó en la entidad ahora

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demanda; es más, se señala que fue el empleador el que de manera unilateral modificó las
condiciones del impetrante de tutela a través de la Nota YPFBTR.TH.APC.029/2018, a partir de la
cual se produjo la rebaja del salario del mismo, aludiendo posteriormente jurisprudencia
constitucional respecto al ius variandi; así como la cita de la Norma Suprema, que consagra el derecho
a la estabilidad laboral y que el mismo no es absoluto, sino depende de la naturaleza de la relación
obrero-patronal según el DS 28699; debiendo en consecuencia para establecer la legalidad o
ilegalidad del despido, si el empleado ocupa un puesto de confianza; para concluir indicó: “…en ese
sentido se debe considerar que el trabajador ocupaba el cargo de Jefe de Operaciones de Gas,
debiendo considerarse que el cargo y nivel salarial que tenía el recurrente al momento en que se
determinó el cambio de funciones es propio de los trabajadores de confianza, generando situaciones
jurídicas que solo pueden ser dilucidadas por la judicatura laboral, toda vez que es esa instancia la
que cuenta con competencia para pronunciarse sobre los alcances y naturaleza de los contratos
individuales de trabajo” (sic); es decir, se realizó una mínima conclusión, sin fundamentar ni explicar
los motivos por los que llegó a considerar que el puesto del solicitante de tutela resultó ser un puesto
de confianza, lo que motivó al Gerente de Talento Humano a.i de YPFB Trasporte S.A. a emitir su
agradecimiento de servicios, puesto que en el oficio YPFBTR.TH.32/2018 de 15 de junio, tampoco
existe justificación alguna referida a que la decisión adoptada fue por motivos señalados, al que el
ahora accionante no era el llamado a ocupar.
En ese contexto, ante la ausencia de fundamentos e indicación de motivos por los que se resolvió,
en sentido de que la Conminatoria de Reincorporación por Estabilidad Laboral JDTSC/CONM 060/2018
no era correcta, por una parte; y, por otra la RM 1332/2018, que no se circunscribe a responder
aquellos agravios referidos por la empresa YPFB Trasporte S.A.; incluyendo además que, la conclusión
a la que se arribó resulta por demás incongruente al señalar: “…el nivel salarial que tenía el
recurrente”, cuando en dicha oportunidad quien recurrió de jerárquico fue la Empresa YPFB Trasporte
S.A y no así el empleado afectado, ahora accionante; advirtiendo que dicha Resolución aparte de
carecer de fundamentación y motivación, es incongruente; aspecto que en definitiva en resguardo
de los derechos laborales, debe ser corregido.
Por lo expresado precedentemente la Sala Constitucional al denegar la tutela, obró incorrectamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 40 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 236 a 238
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, dejando sin efecto la Resolución Ministerial
1332/18 de 6 de diciembre de 2018; debiendo la autoridad demandada emitir nueva, observando la
debida fundamentación, motivación y congruencia.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO

Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0646/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28959-2019-58-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 25 de 5 de febrero de 2019, cursante de fs. 81 vta. a 84, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Dunnya Luisa Taboada Salinas
de Álvarez contra Antonio Javier Riopedre, representante legal de la Empresa INDEX -
Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 4 de enero de 2019, cursante de fs. 26 a 38 vta., la accionante expresó
los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Desde el 1 de diciembre de 2017 fue contratada de manera verbal por Antonio Javier Riopedre,
representante legal de INDEX S.R.L., para desarrollar las funciones de marketing y ventas;
oportunidad, en la que comunicó que tenía un hijo de dos meses de edad. Pese al compromiso
asumido, nunca fue afiliada a una caja de salud y tampoco cumplieron con los subsidios de lactancia.
El 23 de enero de 2018, le informaron que fue despedida sin considerar la inamovilidad laboral que
le asistía hasta que su hijo cumpla un año de vida. Ante esa situación, el 29 del mismo mes y año,
acudió con su reclamo a la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, instancia que emitió la
Conminatoria de Reincorporación Laboral JDTSC/CONM 017/2018 de 1 de marzo, contra la que la
empresa demandada presentó recurso de revocatoria que fue resuelto mediante Resolución
Administrativa 030/18 de 30 de abril de 2018, confirmando el referido dictamen cuyo cumplimiento
es aún resistido por los representantes de la mencionada entidad.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció como lesionados sus derechos al trabajo, a la inamovilidad laboral, salud,
vida, alimentación, personalidad, capacidad, dignidad, seguridad social y asignaciones familiares,
citando al efecto los arts. 14. I y II, 15.I, 16.I y II, 18, 45.V, 46.II, 48 y 410 de la Constitución Política
del Estado (CPE); y, art. 4 y 17 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, ordenando: a) El cumplimiento de la Conminatoria de
Reincorporación JDTSC/CONM 017/2018; y, b) Entrega de los subsidios, beneficios de lactancia y
asignaciones familiares que le corresponden.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 5 de febrero de 2019, según consta en acta cursante de fs. 78 a 81
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó el contenido de la demanda y ampliándola expresó:
1) En la entrevista de trabajo con los personeros de INDEX S.R.L., comunicó estar interesada en la
oferta de trabajo siempre y cuando cumplan con sus derechos e inamovilidad laboral porque tenía
un bebé de dos meses de edad; y, 2) A partir del 1 de diciembre de 2017, inició y desarrolló funciones
para dicha empresa en forma permanente, continua y eficiente; empero, no fue afiliada a ningún

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seguro, pues lo único que le reconocieron fue el horario de lactancia, hasta que el 23 de enero de
2018 fue sorprendida con su despido.
Haciendo uso de la réplica, su abogada señaló: i) Los derechos laborales son imprescriptibles. Al
momento del despido la solicitante de tutela tenía un menor de pocos meses de edad y no es
aceptable que porque hubiere nacido antes de empezar a trabajar para la empresa INDEX S.R.L.
signifique encontrarse desprotegida respecto a la inamovilidad laboral, pues, al contrario, lo que se
pretende es resguardar al niño hasta que cumpla un año de vida; y, ii) Cuando se trata de una madre
en etapa de lactancia, no puede haber periodo de prueba ni hacer diferencia entre contratos
eventuales e indefinidos.
I.2.2. Informe del demandado
Antonio Javier Riopedre, representante legal de la empresa INDEX S.R.L., por informe escrito
cursante de fs. 72 a 77 vta., y en audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional,
a través de su abogado, señaló: a) La ahora accionante, fue incorporada mediante contrato laboral
indefinido de manera verbal con la condición de que no podía seguir vendiendo casas o terrenos por
cuenta propia o para terceros. La empresa tenía conocimiento que la impetrante de tutela tenía un
hijo de tres a cuatro meses de nacido; b) El 23 de enero de 2018, encontrándose aun dentro del
período de prueba previsto por ley, se le comunicó que dejaría de prestar servicios por no haber
vencido satisfactoriamente la referida etapa, debido a que fue encontrada comercializando inmuebles
de otros proyectos ajenos a la empresa; y, c) La presente acción tutelar, no tuvo en cuenta los
principios de inmediatez y subsidiariedad por haber sido interpuesta más de nueve meses después
de notificada con la Conminatoria de Reincorporación. El recurso de revocatoria no suspende los
efectos del referido dictamen; por lo que, solicitó denegar la tutela.
I.2.3. Intervención de tercero interesado
Wilfredo Tarqui Copajira, Jefe Departamental de Trabajo de Santa Cruz, en audiencia manifestó: 1)
Cuando la contratación es verbal, es considerada indefinida; y, 2) De acuerdo a vasta cantidad de
resoluciones ministeriales emitidas, al momento de dilucidar un caso en materia laboral debe tomarse
en cuenta el principio in dubio pro operario, el de favorabilidad y el de estabilidad laboral. Es así que
el recurso de revocatoria fue resuelto confirmando la reincorporación laboral de la accionante.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal
de garantías, por Resolución 25 de 5 de febrero de 2019, cursante de fs. 81 vta. a 84, concedió la
tutela solicitada, ordenando el cumplimiento de la Conminatoria de Reincorporación Laboral
JDTSC/CONM 017/2018, disponiendo la restitución de la accionante al cargo que anteriormente
ocupaba, más sueldos devengados y todos los derechos que le asisten y sea en el plazo de
veinticuatro horas de notificada la Resolución, en base a los siguientes fundamentos: i) Respecto a
la inmediatez, se ha computado el plazo a partir del informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB 066/2018
de 5 de noviembre de 2018, referido a la verificación del incumplimiento del dictamen emitido por la
Jefatura Departamental del Trabajo de Santa Cruz; y, ii) La parte demandada conocía de la existencia
del menor de edad protegido por la inamovilidad laboral, razón por la que nos tenemos que
circunscribir a si esa Conminatoria de reincorporación fue o no acatada, interpretando que dentro del
plazo del año de resguardo laboral establecido en la mencionada Resolución se puede realizar la
solicitud de reingreso a la fuente de trabajo.
En respuesta a la solicitud de complementación y enmienda presentada por la parte demandada, por
Resolución 19 de 1 de abril de 2019, el referido Tribunal modificó la parte resolutiva y decidió
mantener la concesión de la tutela ordenando el cumplimiento de la Conminatoria de Reincorporación
Laboral citada supra, disponiendo el pago de sueldos devengados, derechos laborales y beneficios
sociales de la solicitante de tutela hasta el 3 de septiembre de 2018, además del pago del subsidio
de lactancia de su hijo, sin lugar a la reincorporación debido a que al momento de interposición de
la acción de amparo constitucional y su resolución, el mencionado menor ya cumplió un año de edad.
Aclaró también, que se salvan los derechos de la impetrante de tutela de acudir a la jurisdicción que

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corresponda a reclamar su derecho a la inamovilidad laboral u otros que son posteriores a la indicada
fecha.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Certificado de nacimiento del hijo de la accionante, suscitado el 3 de septiembre de
2017 (fs. 4).
II.2. A través de la Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad JDTSC/CONM
017/2018 de 1 de marzo, la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, instruyó la restitución
inmediata -a partir de su legal notificación- de la ahora impetrante de tutela a su fuente de trabajo
en el mismo puesto que ocupaba en la Empresa INDEX S.R.L. (fs. 14 a 15).
II.3. Constan notificaciones practicadas el 13 de marzo de 2018 a la entidad demandada y a la ahora
accionante, con el Dictamen descrito en la Conclusión anterior (fs. 16 y 23).
II.4. Por Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18 de 30 de abril de 2018, expedida en respuesta
al recurso de revocatoria interpuesto por INDEX S.R.L., la Jefatura Departamental de Trabajo de
Santa Cruz, confirmó la Conminatoria descrita en la Conclusión precedente. (fs. 17 a 21 vta.).
II.5. Cursa constancia de notificación de 8 de mayo del señalado año, realizada a la aludida empresa,
con la Resolución Administrativa descrita en la Conclusión precedente (fs. 22).
II.6. Mediante informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB 066/2018 de 5 de noviembre, la Inspectora de
la mencionada entidad laboral hizo conocer que el primero del mes y año señalados, verificó que la
solicitante de tutela no fue restituida a su fuente laboral (fs. 25).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia como lesionados sus derechos al trabajo, a la inamovilidad laboral, salud,
vida, alimentación, personalidad, capacidad, dignidad, seguridad social y asignaciones familiares,
alegando que la empresa INDEX S.R.L., incumplió la Conminatoria de Reincorporación JDTSC/CONM
017/2018 de 1 de marzo, emitida por la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz.
III.1. Principio de inmediatez, presupuesto procesal constitucional de inexcusable
cumplimiento, que reviste a la acción de amparo constitucional. Jurisprudencia reiterada
En relación al tema, la SCP 1098/2016-S3 de 10 de octubre, reiterada por la SCP 0107/2019-S3 de 9
de abril, señaló: “El art. 129.II de la CPE, en relación a la inmediatez establece que: ‘La acción de
Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses,
computables a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última
decisión administrativa o judicial’; asimismo, el art. 55.I del Código Procesal Constitucional
(CPCo), refiere expresamente que: ‘La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse
en el plazo máximo de seis meses, computables a partir de la comisión de la vulneración
alegada o de conocido el hecho’.
La jurisprudencia constitucional en su SC 1039/2010-R de 23 de agosto, entre otras, estableció en
cuanto al principio de inmediatez el siguiente entendimiento: ‘La inmediatez, es una condición
esencial para que el control de constitucionalidad pueda operar a través del amparo
constitucional, en virtud a este presupuesto de orden procesal-constitucional, éste se
consagra como un mecanismo caracterizado por su prontitud y efectividad para brindar
la tutela debida.
(…)
Por lo señalado, siguiendo el criterio desarrollado supra, se infiere que la acción de amparo, es
un mecanismo sencillo, rápido y efectivo para la protección de Derechos Fundamentales
no tutelados por otros recursos específicos, en ese contexto, esencialmente la rapidez
como característica del principio de inmediatez se encuentra circunscrita al plazo de seis
meses para su interposición, criterio plasmado en el art. 129.II de la Constitución Política

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del Estado (CPE), en ese contexto, se tiene que el derecho para la petición de tutela
constitucional a través de la acción de amparo fuera del citado plazo caduca, razón por
la cual el órgano contralor de constitucionalidad no puede ingresar al análisis de fondo
de la problemática planteada’.
Respecto al cómputo del plazo de seis meses para la formulación de las acciones de amparo
constitucional, la uniforme jurisprudencia constitucional, entre ellas la contenida en la SCP 1463/2013
de 22 de agosto, estableció que: ‘Los arts. 128 y 129 de la CPE, establecen que la acción de amparo
constitucional constituye un medio de tutela de carácter extraordinario y se rige esencialmente por
los principios de subsidiariedad e inmediatez, que hacen a su naturaleza jurídica. El principio de
inmediatez se caracteriza por tener una doble dimensión; positiva y negativa, la primera consistente
en que el amparo constitucional es la vía idónea para la protección inmediata de derechos
fundamentales y garantías constitucionales restringidos o suprimidos indebida o ilegalmente; la
segunda, la activación de esta garantía jurisdiccional depende que su interposición se
realice en un plazo razonable, que la Norma Fundamental fijó en seis meses computables
a partir de la comisión del acto ilegal u omisión indebida del servidor público o del
particular, o de notificado con la última decisión judicial o administrativa’” (las negrillas
fueron agregadas).
A partir de la precisión realizada por el Fundamento Jurídico glosado, por el principio de inmediatez
se concibe a la acción de amparo constitucional como un mecanismo expedito y sencillo en la
protección de derechos fundamentales que, para ser activada de manera efectiva, necesita ser
interpuesta en el plazo máximo de seis meses establecido por la Constitución Política del Estado; caso
contrario caduca, impidiendo que la justicia constitucional ingrese a examinar el problema de fondo.
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al trabajo, a la inamovilidad laboral, salud, vida,
alimentación, personalidad, capacidad, dignidad, seguridad social y asignaciones familiares, alegando
que la empresa INDEX S.R.L., incumplió la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDTSC/CONM
017/2018 de 1 de marzo, emitida por la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz.
En base a la documentación aparejada, se evidencia que el hijo de la accionante nació el 3 de
septiembre de 2017. Asimismo, la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, emitió la
Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad JDTSC/CONM 017/2018, instruyendo la
reincorporación inmediata (a partir de su legal notificación) de la ahora impetrante de tutela a su
fuente de trabajo en el mismo puesto que ocupaba en la mencionada Empresa, dictamen, que al ser
objetado a través del recurso de revocatoria interpuesto por la entidad demandada, fue confirmado
a través de la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18 de 30 de abril de 2018, que fue notificada
el 8 de mayo del señalado año (Conclusiones II.1, 2, 4 y 5).
Finalmente, mediante informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB 066/2018 de 5 de noviembre, la
Inspectora de la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, hizo conocer que el primero del
mes y año señalados, verificó que la solicitante de tutela no fue restituida a su fuente laboral
(Conclusión II.6).
Teniendo ese contexto fáctico, corresponde mencionar el desarrollo jurisprudencial establecido en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, cuyo entendimiento refiere
que de conformidad a la normativa legal vigente, el objeto de la acción de amparo constitucional está
fundado en la reparación inmediata y efectiva -a través de un procedimiento judicial sencillo, rápido
y expedito- tanto de derechos como de garantías suprimidas, restringidas o amenazadas por acciones
u omisiones de servidores públicos o particulares, siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no
tenga previsto otro medio idóneo y expedito para restituir la lesión causada.
Asimismo, sobre la base del contenido expresado por el mencionado Fundamento Jurídico de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de amparo constitucional regida por el
principio de inmediatez es entendida como un mecanismo expedito y sencillo en la protección de
derechos fundamentales, con la aclaración de que para su activación efectiva debe ser interpuesta

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en el plazo máximo de seis meses conforme fue establecido por la Constitución Política del Estado,
respaldada por el Código Procesal Constitucional, caso contrario dicha prerrogativa caduca,
impidiendo que la justicia constitucional ingrese a analizar el problema de fondo.
A efectos de tener mayor claridad, acudimos al contenido normativo aludido y es así que la
Constitución Política del Estado, señala:
“Artículo 129
(…)
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis
meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última decisión
administrativa o judicial” (las negrillas fueron agregadas).
Lo propio sucede con el Código Procesal Constitucional, cuando dispone:
“ARTÍCULO 55. (PLAZO PARA LA INTERPOSICIÓN DE LA ACCIÓN).
I. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis
meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de conocido el hecho” (las
negrillas fueron añadidas).
Siguiendo con el análisis en el caso de autos, se evidencia en concreto que la Jefatura Departamental
de Trabajo de Santa Cruz, expidió la Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad
JDTSC/CONM 017/2018, instruyendo la reincorporación inmediata de la ahora impetrante de tutela
a su fuente de trabajo. Dictamen confirmado por Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18,
emanado del mismo ente de protección laboral. Cabe aclarar, que esté último fue notificado al
empleador el 8 de mayo del señalado año.
Ahora bien, tomando como parámetro la Resolución Administrativa JDTSC/R.R. 030/18, último fallo
emitido en relación al caso, transcurrieron algo más de siete meses y 26 días hasta la interposición
de la acción tutelar efectuada el 4 de enero de 2019, de lo que se concluye, que aplicando el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, se habría inobservado el
principio de inmediatez que establece el plazo de seis meses -término expresamente instituido por la
Norma Suprema del Estado y el Código Procesal Constitucional- para activar de manera efectiva una
acción tutelar como la que motiva este análisis o como presupuesto de procedencia de la vía
constitucional, circunstancia que pone de manifiesto la formulación extemporánea, que tiene como
consecuencia la caducidad de la solicitud de tutela y la consiguiente denegatoria.
Con base a esos razonamientos, corresponde señalar que no fue atinada la decisión adoptada por el
Tribunal de garantías respecto al cómputo del plazo de los seis meses -para la interposición de la
acción de amparo constitucional que se examina- a partir del informe JDTSC/NAM/VER REINC/LAB
066/2018, debido a que se trata simplemente de un documento elaborado por la inspectora de la
Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, comunicando que el primero del mes y año
señalados verificó que la solicitante de tutela no fue restituida a su fuente laboral; instrumento
meramente informativo no equiparable a una resolución que contenga una declaración, decisión o
disposición que instituya o extinga derechos o que produzca efectos jurídicos, como sí lo son tanto
la Conminatoria de Reincorporación Laboral por Inamovilidad JDTSC/CONM 017/2018 y la Resolución
Administrativa JDTSC/R.R. 030/18, confirmatoria de la primera -ambas emanadas de la entidad
protectora de la clase trabajadora- y que sí establecen y reconocen derechos laborales y sociales.
En relación a los otros derechos conexamente denunciados como lesionados, no corresponde mayor
pronunciamiento, debido a que tan solo fueron mencionados por la accionante sin explicar de qué
manera habrían sido afectados.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela solicitada, valoró incorrectamente
los datos del proceso.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 25 de 5 de febrero de 2019, cursante de fs. 81 vta. a
84, pronunciada por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0647/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28961-2019-58-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 01/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 687 vta. a 692 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Fredy Rojas Salazar contra
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, Misael Severiche Saravia, Juez de Sentencia
Penal Quinto de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 24 de abril de 2019, cursante de fs. 277 a 303 vta., el accionante
señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Por Sentencia Condenatoria 13/2012 de 29 de junio, el Juez de Sentencia Penal Segundo de la Capital
del departamento de Santa Cruz, declaró a Victoria Peña Lazarte, Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba
Peña, autores de la comisión del delito de despojo, tal fallo después de una serie de apelaciones,
incidentes e incluso una acción de libertad que en revisión del Tribunal Constitucional Plurinacional
fue denegada, alcanzó ejecutoria el 20 de junio de 2017.
El 26 de marzo de 2018, planteó demanda de reparación de daños y perjuicios; empero, Victoria
Peña Lazarte por memorial de 27 de abril del año citado, interpuso incidente de nulidad por actividad
procesal defectuosa y el Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital del departamento señalado,
por Auto Interlocutorio 198/2018 de 23 de mayo declaró probado el incidente, anulando obrados
hasta “…Fs. 64 inclusive, debiendo la parte demandante dar cumplimiento a lo dispuesto por el
decreto de fecha 27 de marzo de 2018, en el plazo de 3 días bajo pena por declararse desestimada
la demanda de reparación del daño” (sic); por lo que, el 4 de junio de igual año activó recurso de
apelación incidental y los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz emitieron el ilegal, arbitrario y contradictorio Auto de Vista 207 de 5 de octubre del aludido
año, determinando admisible e improcedente el medio de impugnación invocado, confirmando el
Auto Interlocutorio 198/2018.
La Resolución precitada carece de congruencia, fundamentación y motivación, pues no otorgó el valor
correspondiente a los medios de prueba ofrecidos en la demanda que interpuso, consistentes en las
certificaciones de ejecutoria de la Sentencia Condenatoria 13/2012; Auto Interlocutorio 53/2016 de
11 de febrero, que anuló obrados dentro del fenecido proceso penal enunciado dando cumplimiento
a la SCP 0046/2014-S3 de 14 de octubre; por lo que, resulta lesiva a sus derechos constitucionales.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos congruencia,
fundamentación y motivación de las resoluciones, a la defensa, a la tutela judicial efectiva, y a los
principios de legalidad y seguridad jurídica, citando al efecto los arts. 115.II, 117.I, 178.I y 180.I de
la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela, dejando sin efecto el Auto Interlocutorio 198/2018 y el Auto de Vista
207, ordenando que los demandados dicten nuevas resoluciones fundamentadas y motivadas
conforme a los fundamentos emitidos en la sentencia a dictarse.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 10 de mayo de 2019, conforme consta en acta cursante de fs. 682
a 687, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó el tenor de la acción de amparo constitucional
presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, Misael Severiche Saravia, Juez de Sentencia Penal Quinto
de la Capital del mismo departamento, no presentaron informe ni asistieron a la audiencia fijada, no
obstante su notificación mediante comisión instruida cursante de fs. 624 a 630.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Victoria Peña Lazarte a través de su abogado expresó que, la acción de amparo constitucional tiene
su origen en la errónea interpretación en cuanto a la ejecutoria de la Sentencia Condenatoria dictada
en su contra, pues en efecto apelada como fue, no se notificó el Auto de Vista emitido; por lo que,
planteó acción de libertad que fue concedida a través de la Resolución 06/2014 de 1 de abril, en
emergencia pudo activar recurso de casación, que fue admitido en el Tribunal Supremo de Justicia,
asumiendo tal instancia plena competencia para conocer el recurso contra la Sentencia Condenatoria;
el expediente fue devuelto al Juez de la causa el 30 de octubre de igual año por el Tribunal precitado,
únicamente a efectos de la sustanciación de la excepción de extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso por ella planteada, que fue declarada probada por Auto Interlocutorio 334 de 17
de septiembre de 2015, disponiéndose el archivo de obrados y la suspensión de todas las medidas
jurisdiccionales de carácter real y personal que se hubieran determinado; por lo que, bajo esos dos
antecedentes el Juez de la causa perdió competencia; empero, por Auto Interlocutorio 53/2016, anuló
obrados cuando ya no podía hacerlo; toda vez que, él no resolvió la acción de libertad y al haber sido
recurrido, se convirtió en juez y parte; el accionante en base a las certificaciones de ejecutoria
obtenidas cree que el proceso penal se encuentra ejecutoriado, el mismo que inició la demanda de
reparación de daños y perjuicios, y el Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital del departamento
de Santa Cruz por providencia de 27 de marzo de 2018, solicitó que el demandante adjunte el Auto
Supremo que resolvió el recurso de casación, planteado contra la Sentencia Condenatoria 13/2012,
el impetrante de tutela pretendió cumplir tal disposición, arrimando certificaciones de ejecutoria que
son nulas de pleno derecho, porque fueron emitidas por un juez que no tenía competencia para
hacerlo; sin embargo, admitida como fue la demanda, interpuso incidente de actividad procesal
defectuosa, alegando que no se cumplió la providencia de 27 de marzo de 2018 y el Juez de Sentencia
Penal Quinto de la Capital del departamento citado, advertido de su error, declaró probado el
incidente y anuló obrados hasta “fs. 64” otorgando el plazo de tres días para que presente el Auto
extrañado, bajo la advertencia de declararse desestimada la demanda, apelada como fue tal decisión
en sustanciación y resolución, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia del aludido
departamento por Auto de Vista 207, declaró admisible e improcedente el medio de impugnación
invocado. La base para pedir el pago de daños y perjuicios fueron las certificaciones extendidas por
un juez que carece de competencia conforme lo antes explicado. De acuerdo al entendimiento de las
SSCC “1358/2003-R” y 0096/2004-R de 21 de enero, el Tribunal Constitucional no puede revalorizar
la prueba que fue compulsada en su momento conforme pretende el accionante, por lo que solicitó
se le deniegue la misma.
Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña, no presentaron memorial ni asistieron a la audiencia pese
a su notificación mediante comisión instruida cursante de fs. 615 a 620.

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I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto en lo Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de El Torno del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías,
mediante Resolución 01/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 687 vta. a 692 vta., concedió en
parte la tutela solicitada, disponiendo la nulidad del Auto de Vista 207, para que los demandados
dicten una nueva resolución, resolviendo la apelación de manera congruente, fundamentada,
motivada y pertinente, valorando las leyes, el procedimiento, los elementos probatorios y aplicando
la jurisprudencia constitucional vinculante, bajo los siguientes fundamentos: a) Al margen de existir
una Sentencia Condenatoria de dos años y seis meses contra los ahora terceros interesados, ellos
interpusieron recursos, nulidades y una acción de libertad, el caso se encontraba en grado de casación
ante el Tribunal Supremo de Justicia que lo admitió en la forma pero no en el fondo; b) El Juez de
causa dio cumplimiento obligatorio a la SCP “0468/2013”, dictada por el Tribunal Constitucional
Plurinacional en aplicación de la Ley Fundamental y el Código Procesal Constitucional; c) Los
demandados pronunciaron el Auto de Vista 207, “…quizás ello[s] no hicieron una valoración objetiva
referente a lo que habría manifestado el Tribunal Constitucional o de repente por la recarga laboral
que existe en los Tribunales es de que ellos omitieron valorar quizás esta sentencia, y este Tribunal
Constitucional no puede valorar esta prueba ordinaria, porque está prohibido es de que va
recomendar que la Sala Penal 1° valore desde su inicio de ese proceso e inclusive hasta la Acción de
Libertad que origino a que sea recurrido en casación” (sic); y, d) Efectivamente el cuaderno procesal
estaba “emitido” en una de las Salas del Tribunal Supremo de Justicia; pero también es evidente que
se dictó una Sentencia Constitucional Plurinacional que dio origen a este recurso de casación, el Auto
de Vista impugnado carece de congruencia, fundamentación y motivación respecto a la SCP
“0468/2013”, en cuanto a la consideración y resolución de todos los puntos, además de la coherencia
en unidad de criterio dentro de una misma resolución, observándose que no “…se realiza el análisis
sobre lo enunciado en el incidente sobre los Defectos Absolutos del Recurso de Acción de Libertad,
las pruebas ofrecidas en el incidente en la Acción de Libertad los presupuestos de la congruencia de
la tipicidad, culpabilidad, antijuricidad y de hecho ni la circunstancias personales la normativa
aplicable al caso concreto ni la jurisprudencia constitucional vinculante existente sobre el tema en
cuestión…” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Del Certificado de Ejecutoria, otorgado por Vania Beatriz Romero Peña, Secretaria del Juzgado
de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Santa Cruz, en cumplimiento al
proveído de 11 de julio de 2017, se tiene que la Sentencia Condenatoria 13/2012 de 29 de junio,
emitida dentro del proceso penal seguido por Fredy Rojas Salazar contra Victoria Peña Lazarte,
Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña -ahora terceros interesados-, se encuentra ejecutoriada
desde el 20 de junio de 2017 (fs. 18 y vta.).
II.2. Cursa memorial presentado el 26 de marzo de 2018, por el impetrante de tutela demandando
la reparación de daño emergente de la Sentencia Condenatoria 13/2012, emitida contra los terceros
interesados prenombrados (fs. 75 a 78); asimismo, por escrito presentado el 19 de abril de 2018,
“CUMPLE LO EXTRAÑADO Y SOLICITA AUTO DE ADMISION DE DEMANDA” (sic [fs. 102 a 103]).
II.3. Por escrito presentado el 27 de abril del citado año, Victoria Peña Lazarte -tercera interesada-,
interpuso incidente de nulidad por actividad procesal defectuosa (fs. 194 a 197); que fue respondido
por el accionante a través de memorial el 15 de mayo de ese año (fs. 203 a 205).
II.4. Consta Auto Interlocutorio 198/2018 de 23 de mayo, por el que el Juez de Sentencia Penal
Quinto de la Capital del departamento de Santa Cruz -demandado-, determinó probado el incidente
de nulidad por actividad procesal defectuosa planteado, anulando obrados hasta “fs. 64”, disponiendo
que el demandante dé cumplimiento a lo dispuesto en el decreto de 27 de marzo del enunciado año
en el plazo de tres días bajo pena de declararse desestimada la demanda de reparación de daño (fs.
205 vta. a 206 vta.).

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II.5. A través de memorial presentado el 4 de junio del aludido año, el peticionante de tutela
interpuso apelación incidental contra el fallo supra citado (fs. 208 a 210 vta.).
II.6. Mediante Auto de Vista 207 de 5 de octubre de 2018, los Vocales de la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz -demandados- declararon admisible e improcedente
el recurso de apelación incidental activado confirmando en todas sus partes el Auto Interlocutorio
198/2018 (fs. 216 a 219).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de congruencia,
fundamentación y motivación de las resoluciones, a la defensa, a la tutela judicial efectiva y a los
principios de legalidad y seguridad jurídica; toda vez que, dentro del proceso de reparación de daños
que activó contra Victoria Peña Lazarte, Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña -terceros
interesados-, el Juez demandado -al pronunciar el Auto Interlocutorio 198/2018 de 23 de mayo-; y,
los Vocales codemandados, -al emitir el Auto de Vista 207 de 5 de octubre de igual año- no otorgaron
el valor correspondiente a los medios de prueba ofrecidos en la demanda que interpuso, consistentes
en las certificaciones de ejecutoria de la Sentencia Condenatoria 13/2012 de 29 de junio y del Auto
Interlocutorio 53/2016 de 11 de febrero; por consiguiente, declararon probado el incidente de
actividad procesal defectuosa activado por la tercera interesada.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Revisión de la actividad jurisdiccional de otros tribunales. Jurisprudencia reiterada
La SCP 1631/2013 de 4 de octubre estableció que: “… Para que la jurisdicción constitucional analice
la actividad interpretativa realizada por los tribunales de justicia, los accionantes deben hacer una
sucinta pero precisa relación de vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad
interpretativa - argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello
involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio de la
actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta
materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se
comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración probatoria que se
aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del
ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o
administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales ” (las negrillas nos
corresponden).
III.2. El debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación y congruencia
La SCP 0071/2016-S3 de 8 de enero concluyó que: “En relación a los elementos esenciales que
componen el derecho al debido proceso, se encuentran la motivación, fundamentación, congruencia
y pertinencia entre otros, que deben ser observados por las y los juzgadores al momento de
dictaminar sus resoluciones. En este sentido el razonamiento consolidado a través de la jurisprudencia
reiterada tanto por el extinto Tribunal Constitucional como de este Tribunal, señaló que: ‘…la garantía
del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las
resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer
los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga
los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno

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convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas


sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por
los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier
interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había
otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a
la que ha arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que
los hechos no fueron juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir,
no se le convence que ha actuado con apego a la justicia (…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones
y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta segunda, la
motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiendo
expresar el Juez sus convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo
caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando
la resolución aun siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una
decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas…’” (las negrillas son nuestras).
Por otra parte, la SCP 1548/2014 de 1 de agosto, textualmente sostuvo que: “La abundante
jurisprudencia constitucional, ha señalado que una de las derivaciones del debido proceso es el
principio de congruencia entendido en el ámbito procesal como la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, que no es limitativa
de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, sino
que implica la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, que además debe
mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado
entre los distintos considerandos y juicios de valor emitidos por la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan la razón
que llevó a la determinación que se asume. De acuerdo a esas consideraciones, es que quien
administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes. El principio de
congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios formulada por
las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio
procesal de congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder
a la petición de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión
jurídica de primera y/o segunda instancia (SSCC 0486/2010-R, 1619/2010-R y SCP 0387/2012,
entre otras)" (las negrillas nos pertenecen).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de congruencia,
fundamentación y motivación de las resoluciones, a la defensa, a la tutela judicial efectiva y a los
principios de legalidad y seguridad jurídica; toda vez que, dentro del proceso de reparación de daños
que activó contra Victoria Peña Lazarte, Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña -terceros
interesados-, el Juez demandado -al pronunciar el Auto Interlocutorio 198/2018 de 23 de mayo-; y,
los Vocales codemandados -al emitir el Auto de Vista 207 de 5 de octubre de igual año-, no otorgaron
el valor correspondiente a los medios de prueba ofrecidos en la demanda que interpuso, consistentes
en las certificaciones de ejecutoria de la Sentencia Condenatoria 13/2012 de 29 de junio y del Auto
Interlocutorio 53/2016 de 11 de febrero; y en consecuencia, declararon probado el incidente de
actividad procesal defectuosa activado por la tercera interesada.
Previamente al análisis del caso, corresponde señalar que, de acuerdo al Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la actividad interpretativa realizada por los
tribunales de justicia es atribución exclusiva de estos; no obstante aquello, excepcionalmente la
justicia constitucional puede ingresar a efectuar esta interpretación previo cumplimiento de los
requisitos desglosados en la jurisprudencia referida; en ese sentido, se tiene que el peticionante de
tutela expuso de manera suficiente las razones por las que considera que las Resoluciones 198/2018

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y 207 son lesivas a sus derechos constitucionales, resulta necesario también indicar que la acción de
amparo constitucional tiene como principio configurador la subsidiariedad; en mérito al cual, el
análisis en cuanto a lo denunciado, solamente puede efectuarse a partir de la última Resolución del
Tribunal de cierre pronunciada; vale decir, el Auto de Vista 207; toda vez que, los Vocales
codemandados gozan de todas las facultades conferidas por ley para corregir las irregularidades
procesales que vulneren derechos fundamentales y garantías constitucionales que eventualmente se
hubiesen producido en instancias inferiores.
En ese marco, concierne verificar si los Vocales codemandados al emitir el Auto de Vista precitado,
incurrieron en la infracción denunciada en la presente acción tutelar, correspondiendo analizar el
contenido del recurso de apelación incidental planteado por el peticionante de tutela y el Auto de
Vista 207 dictado, en cuanto a los fundamentos sobre cuya base fue pronunciado.
En tal sentido, el impetrante de tutela en el memorial de apelación incidental presentado el 4 de junio
de 2018, denunció que: 1) A través del Auto Interlocutorio 198/2018 se dispuso que dé cumplimiento
al decreto de 27 de marzo de igual año; es decir, arrimar el Auto Supremo que resolvió el recurso de
casación contra la Sentencia Condenatoria 13/2012, sin considerar ni mucho menos dar valor legal
al Auto Interlocutorio 53/2016 que anuló obrados dentro del proceso penal hasta “…fs. 433
inclusive…” (sic), determinación ratificada por Auto de Vista 80 de 25 de abril de 2017, contra el que
Victoria Peña Lazarte no interpuso recurso ordinario o acción constitucional alguna; 2) Planteó
demanda de reparación de daño, demostrando que tanto el memorial de recurso de casación como
el Auto Supremo 496/2014-RA de 23 de septiembre, fueron anulados dentro del proceso penal
fenecido por el Auto Interlocutorio 53/2016, no habiendo en consecuencia, trámite de casación
pendiente de resolución ante el Tribunal Supremo de Justicia; por ello, el a quo no podía disponer
que adjunte el Auto Supremo que “…resuelva el recurso de casación planteado por la señora Victoria
Peña Lazarte…” (sic); pues tal pieza procesal extrañada no existe ni existirá conforme a lo explicado
y a la prueba aportada al respecto; y, 3) El Juez de la causa tomó la decisión cuestionada sin efectuar
una exposición de los hechos ni la debida fundamentación legal, menos citó la normativa que sustenta
su decisión, con una ausencia de congruencia y fundamentación concluyó señalando que debe dar
cumplimiento al decreto de 27 de marzo de 2018 y declaró probado el incidente de nulidad por
actividad procesal defectuosa anulando obrados hasta “fs. 64”.
En respuesta, los Vocales codemandados por Auto de Vista 207, declararon admisible e improcedente
el recurso de apelación incidental activado y confirmaron en todas sus partes el Auto Interlocutorio
198/2018, bajo los siguientes fundamentos: i) En los Considerandos I y II efectuaron un resumen
de los antecedentes de dicho recurso invocado por el accionante y la respuesta otorgada por Victoria
Peña Lazarte; ii) En el Considerando III, aludieron al derecho a la impugnación; el entendimiento en
cuanto al recurso de casación previsto en los arts. 416, 417 y 419 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), reconocido por el art. 42 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ); asimismo, desglosaron
situaciones de flexibilización de los requisitos de admisibilidad del recurso señalado; y, iii) En el
Considerando IV, indicaron que el Juez a quo solicitó mediante decreto de 27 de marzo de 2018,
previamente a la admisión de la demanda de reparación de daño, se resuelva el recurso de casación
interpuesto por la prenombrada que fue admitido por Auto Supremo 496/2014-RA; “…por lo que se
evidencia que está pendiente la resolución del fallo y la competencia del Tribunal Supremo aún está
vigente, no siendo viable considerar en procedimiento que [el] Auto Interlocutorio N° 53/2016 de 11
de febrero de 2016, de fs. 23 y 24, en la cual se anula obrados hasta fs. 433 inclusive, faculte a un
Juez de Sentencia la revocatoria de la competencia del Tribunal Supremo que admitió el recurso de
casación para la revisión del Auto de Vista No. 127/13 de 13 de septiembre de 2013, que resuelve
IMPROCEDENTE, la apelación restringida de Victoria Peña Lazarte y a los co-imputados Justino Ojeda
Peña y Rodrigo Barba Peña a la Sentencia 13/2012 de 29 de junio de 2012, por lo que al haber
declarado probado el incidente de defectos absolutos antepuesto por la demandada Victoria Peña
Lazarte, el Juez a quo ha valorado correctamente los antecedentes, debiendo el demandante dar
cumplimiento al proveído de fecha 27 de marzo de 2018 que con 'carácter previo el demandante
debe acompañar el Auto Supremo que resolvió el recurso de casación contra la sentencia dictada el
día 29 de junio del 2012'…” (sic).

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Ahora bien, de la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo constitucional,
el derecho al debido proceso en su elemento de congruencia, debe ser entendido como la obligación
que tiene toda autoridad judicial de emitir un fallo en estricta correspondencia entre lo que se pide y
lo que se resuelve, implicando la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva; por otro
lado, los componentes de fundamentación y motivación de las resoluciones consisten en que el
juzgador debe explicar las razones de la decisión asumida, citando los fundamentos en los que se
sustenta la misma y el valor otorgado a los medios de prueba, debiendo exponerse los motivos de
forma concisa y clara, además de considerarse que dicha exposición no debe consistir en una mera
relación de los documentos ni limitarse a realizar una mención de los requerimientos de las partes,
sino contener una estructura de forma y fondo que permita comprender las razones de la
determinación que se toma.
En ese orden, efectuando el contraste entre el memorial de apelación incidental enunciado y el fallo
emitido en emergencia, se advierte que el peticionante de tutela expresó como agravio el hecho de
que el Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital del departamento de Santa Cruz, al momento de
declarar probado el incidente de actividad procesal defectuosa planteado por Victoria Peña Lazarte,
no tomó en cuenta que la Sentencia Condenatoria 13/2012 se encontraba ejecutoriada desde el 20
de junio de 2017, extremo que acreditó a través del certificado de ejecutoria y el Auto Interlocutorio
53/2016, que anuló obrados dentro del proceso penal hasta “fs. 433”; sin embargo, los Vocales
demandados en el Considerando IV, se limitaron a indicar que estando pendiente de resolución en el
Tribunal Supremo de Justicia el recurso de casación interpuesto por Victoria Peña Lazarte que fue
admitido por Auto Supremo 496/2014-RA, no es viable considerar que el “…Auto Interlocutorio N°
53/2016 de 11 de febrero de 2016, de fs. 23 y 24, en la cual se anula obrados hasta fs. 433 inclusive,
faculte a un Juez de Sentencia la revocatoria de la competencia del Tribunal Supremo que admitió el
recurso de casación para la revisión del Auto de Vista No. 127/13 de 13 de septiembre de 2013, que
resuelve IMPROCEDENTE, la apelación restringida de Victoria Peña Lazarte y a los co-imputados
Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba Peña a la Sentencia 13/2012 de 29 de junio de 2012…” (sic);
empero, no explicaron por qué omitieron considerar el certificado de ejecutoria adjuntado, más aun
tomando en cuenta que conforme a los antecedentes del caso se advierte que, la Sentencia
Condenatoria 13/2012 emitida contra Victoria Peña Lazarte, Justino Ojeda Peña y Rodrigo Barba
Peña, apelada como fue, generó el Auto de Vista 127 de 13 de septiembre de 2013, por el que se
declaró admisible e improcedente el recurso de apelación restringida y los sentenciados teniendo
cinco días para activar el recurso de casación no lo hicieron en el plazo oportuno, dejando precluir su
derecho; no obstante aquello, el 30 de enero de 2014, interpusieron incidente de nulidad de
notificación del Auto de Vista 127, que fue declarado no ha lugar por los Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz por el decreto de 10 de febrero de ese
año; empero, presentaron una acción de libertad que inicialmente fue concedida por el Juez Séptimo
de Partido, de Sentencia Penal y Liquidador del departamento de Santa Cruz a través de la Resolución
06/2014 de 1 de abril, por la que se anuló y dejó sin efecto la “…notificación cursante a fs. 407 del
expediente original…” (sic) y en emergencia el decreto de “fs. 408 vta.”; tal hecho permitió a Victoria
Peña Lazarte interponer recurso de casación que fue admitido mediante Auto Supremo 496/2014-
RA; asimismo, intentó otros medios de defensa, entre los cuales se encuentra la excepción por
duración máxima del proceso, que después de remitido el expediente al Juzgado de origen prosperó
y se dispuso el archivo de obrados; sin embargo, la Resolución 06/2014 pronunciada dentro la acción
de libertad, en revisión del Tribunal Constitucional Plurinacional fue revocada por medio de la SCP
0046/2014-S3, denegando la tutela; en lógica consecuencia, el Juez de la causa, efectuando
saneamiento procesal emitió el Auto Interlocutorio 53/2016, anulando obrados hasta el vicio más
antiguo; es decir, “…hasta Fs. 433 inclusive…” (sic), lo que significa que también se anularon todos
los actos procesales y resoluciones posteriores, resultando ilógico pedir que el accionante presente
el Auto Supremo exigido.
Conforme a lo expresado se concluye que los demandados en el fallo emitido y cuestionado por el
peticionante de tutela no efectuaron un análisis correcto de los antecedentes del fenecido proceso
penal ni sustentaron por qué no tomaron en cuenta los efectos de la SCP 0046/2014-S3, tornando
con ello su decisión en una resolución carente de congruencia, fundamentación y motivación que

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vulnera los derechos señalados por el impetrante de tutela; pues todo juzgador está obligado a
exponer de manera suficiente las razones que lo llevaron a tomar cierta determinación; revelar los
hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sostienen la parte dispositiva de la
misma, carencia, que se detecta en la Resolución en análisis, donde de ninguna manera se le dio a
conocer al accionante los fundamentos del fallo, así los Vocales codemandados, no expresaron las
convicciones que justifiquen razonablemente su decisión, conforme se estipuló en el Fundamento
Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Finalmente, habiendo el impetrante de tutela participado activamente dentro del proceso de
reparación de daños que planteó, haciendo uso de todos los medios de impugnación a su alcance y
siendo que no se expresó mayor carga argumentativa inherente, no se advierte lesión a sus derechos
a la defensa, tutela judicial efectiva, y a los principios de legalidad y seguridad jurídica.
Por lo expuesto precedentemente, el Juez de garantías al haber concedido en parte la tutela
impetrada, aunque con diferente fundamento, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° CONFIRMAR la Resolución 01/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 687 vta. a 692 vta.,
pronunciada por el Juez Público Mixto en lo Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia
e Instrucción Penal Primero de El Torno del departamento de Santa Cruz; y en consecuencia,
CONCEDER en parte la tutela solicitada, en cuanto a la transgresión de su derecho al debido
proceso en sus elementos congruencia, fundamentación y motivación de las resoluciones; y,
2° Dejar sin efecto el Auto de Vista 207 de 5 de octubre de 2018, emitido por los Vocales de la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, debiendo dictar uno nuevo,
conforme al razonamiento expresado en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0648/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28985-2019-58-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 56/2019 de 2 de mayo, cursante de fs. 39 a 42 vta., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Elisa Blanco Vargas Vda. de Lobo contra
Adhemar Guillermo Cucho Camacho, Director Departamental y Justiniano Ruperto Bustos
Morales, Profesional I de Trámites Administrativos y Control Legal, ambos del Servicio de
Registro Cívico (SERECI) Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 17 de abril de 2019, cursante de fs. 9 a 11, la accionante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El “27 de febrero” de 2019, presentó demanda civil de aceptación de herencia, la cual fue sorteada
al Juez Público Civil y Comercial Sexto de la Capital del departamento de Oruro, quién previa admisión
de esta, a petición suya ordenó que se notifique al personero legal del SERECI del señalado
departamento -ahora demandado-, para que remita a ese despacho certificados de descendencia y
de su estado civil, disposición con la que el demandado fue notificado el 12 de marzo de igual año;
empero, hasta la fecha de la interposición de la presente acción tutelar no fue despachada la
información solicitada; de la misma manera, el 18 de igual mes y año impetró ante la mencionada
autoridad judicial conmine al citado personero de dicha institución, para que envíe en el día los
referidos certificados; asimismo, informe sobre el último domicilio de su difunto esposo; ante lo cual,
el 20 del citado mes y año, el Juez de la causa dio curso a su petición; sin embargo, habiendo
transcurrido más de catorce días hábiles desde la notificación con la conminatoria, no hubo
pronunciamiento al respecto, evidenciándose el incumplimiento de la remisión solicitada por orden
judicial.
De igual forma, Justiniano Ruperto Bustos Morales, Profesional I de Trámites Administrativos y
Control Legal del SERECI Oruro -codemandado-, también se rehusó de forma arbitraria a extender
las certificaciones, poniendo obstáculos burocráticos, haciendo que su abogado vaya en vano en
reiteradas oportunidades, obrando de manera negligente en el cumplimiento de la orden judicial.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de su derecho a la petición, citando al efecto el art. 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se ordene que el “Personero Legal” y del “Control Legal” del SERECI
Oruro, remitan al Juzgado Público Civil y Comercial Sexto de la Capital de igual departamento, informe
y/o certificación de descendencia y de su estado civil; y, certificado y/o informe del último domicilio
de su difunto esposo.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 2 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 34 a 38
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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La accionante a través de su abogado ratificó el contenido íntegro de su acción tutelar y ampliándolo


expresó que: a) Se tiene una petición escrita presentada dentro de un proceso de aceptación de
herencia; y, b) No existió una respuesta a la primera solicitud que data de hace más de un mes y la
segunda aproximándose de veinte días; hasta la fecha -al momento de la celebración de la audiencia
de consideración de esta acción de defensa- aún no se remitieron las certificaciones correspondientes.
I.2.2. Informe de los demandados
Adhemar Guillermo Cucho Camacho, Director Departamental del SERECI Oruro, por informe escrito
de 30 de abril de 2019 -sin cargo de recepción-, cursante de fs. 26 a 27 vta., manifestó que: 1) No
se hizo alusión a que su persona hubiese asumido conocimiento del trámite, tampoco se argumentó
ningún indicio de que haya desplegado acto u omisión ilegal que restrinja, suprima o amenace sus
derechos o garantías constitucionales de la accionante; y, 2) La nombrada tuvo la oportunidad de
denunciar los argumentos plasmados en la presente acción tutelar a su persona como Director
Departamental de dicha institución, a fin de que se facilite una solución inmediata, concurriendo la
subsidiariedad en el presente caso.
Justiniano Ruperto Bustos Morales, Profesional I de Trámites Administrativos y Control Legal del
SERECI de igual departamento, por informe de 30 de abril de 2019 -sin fecha de recepción-, cursante
de fs. 30 a 32 vta., señaló que: i) En una primera oportunidad no se procedió a la entrega de las
certificaciones, debido a que hubo un defecto formal en el decreto, mismo que ante el conocimiento
del abogado de la impetrante de tutela no fue subsanado; y, ii) La prenombrada pudo acudir a su
inmediato superior o la Unidad de Asesoría Legal de la mencionada entidad estatal; empero, al no
hacerlo, no agotó las instancias previas y pertinentes para reclamar la vulneración de su derecho.
I.2.3. Intervención de la autoridad jurisdiccional
Adrián Jiménez Rasguido, Juez Público Civil y Comercial Quinto de la Capital del departamento de
Oruro, del cual no se advierte que se haya procedido a su notificación, toda vez que este es titular
de dicho Juzgado y no así de su similar Sexto donde se procedió a la misma conforme consta a fs.
14.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
56/2019 de 2 de mayo, cursante de fs. 39 a 42 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo que
las autoridades demandadas otorguen a la accionante una respuesta formal, escrita y fundamentada
a su petición en el plazo de veinticuatro horas; decisión asumida en base a los siguientes
fundamentos: a) No consta ninguna respuesta escrita que se haya dado en sentido positivo o
negativo ante la conminatoria de la autoridad jurisdiccional; y, b) Las autoridades demandadas no
mencionaron cuáles serían los mecanismos de impugnación que podría activar la peticionante de
tutela para hacer valer sus derechos.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por demanda de aceptación de herencia presentada el 1 de marzo de 2019, ante el Juez Público
Civil y Comercial de turno de la Capital del departamento de Oruro, Elisa Blanco Vargas Vda. de Lobo
-ahora accionante- solicitó que el SERECI del aludido departamento remita el certificado de su
descendencia con el de cujus e informe sobre el último domicilio de su difunto esposo (fs. 2 y vta.).
II.2. Mediante decreto de 6 de igual mes y año, el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia,
de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de
Sabaya del departamento de Oruro, ordenó que el personero legal de la citada institución, expida
certificados de descendencia y de estado civil de la impetrante de tutela (fs. 5).
II.3. Por memorial presentado el 18 del señalado mes y año ante el Juez Público Civil y Comercial
Sexto de la Capital del referido departamento, la peticionante de tutela solicitó se conmine al

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 125


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personero legal del SERECI del mismo departamento para que remita su certificado de descendencia
y de estado civil, además informe sobre el último domicilio de su difunto esposo (fs. 6).
II.4. A través de decreto de 20 de marzo de 2019, el Juez Público Civil y Comercial Quinto de la
mencionada Capital y departamento ordenó que se notifique nuevamente en vía de conminatoria al
personero legal de dicha institución estatal para que remita a su despacho “…la documentación
dispuesta en el Inc. a) Decreto de fecha 10 de mayo de 2018 cursante en fojas 297 de obrados, sea
en el plazo de tres días a partir de su legal notificación, previa las formalidades de Ley, bajo
alternativa de Ley en caso de incumplimiento…” (sic [fs. 7]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de su derecho a la petición, a consecuencia de que los demandados
no emitieron los informes y/o certificaciones que fueron solicitadas mediante orden judicial por el
Juzgado Público Civil y Comercial Sexto de la Capital del departamento de Oruro, en la que se tramita
su demanda de aceptación de herencia.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Los alcances del derecho de petición y su diferenciación de la pretensión procesal
Al respecto, la SCP 0416/2016-S3 de 6 de abril entendió que: “Un elemento de transcendental
importancia en el ámbito jurídico es sin duda el petitorio pues en el ámbito procesal delimita el
accionar de las autoridades judiciales o administrativas que están obligadas a resolver los recursos o
impugnaciones conforme a lo solicitado, caso contrario se produce una decisión ultra o infra petita.
Sin embargo, debido a que puede confundirse con el derecho de petición pura y llana corresponde
diferenciarla.
En ese sentido, en toda impugnación existe una petición, que -dentro de un proceso- forma parte de
la pretensión pero no toda petición involucra una impugnación. Así, en materia administrativa, el
recurso de impugnación surge contra la decisión de la administración pública, en el que el
administrado se sujeta a un procedimiento pre-establecido, en cambio en el derecho de petición no
requiere la existencia de un proceso administrativo, debido a que tiene una autonomía propia, siendo
únicamente exigible la identificación del peticionante para su procedencia, así lo determina el art. 24
de la CPE ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o
escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá
más requisito que la identificación del peticionario'.
Los contrastes antes referidos advierten claramente una diferenciación entre el derecho
de petición y la pretensión que puede contener una demanda o un recurso de impugnación
dentro un proceso administrativo; mientras la primera es un derecho autónomo que se protege de
manera directa vía acción de amparo constitucional ante su vulneración, con excepción claro está,
en casos en que la administración de la entidad, haya establecido procedimiento para el tratamiento
del derecho de petición, en este último corresponde previamente observar la misma; en el segundo
caso, es decir, cuando se trata de una pretensión dentro un proceso administrativo
corresponde que tanto los plazos como la pretensión misma sea tratada de acuerdo a
procedimiento, en observancia de los elementos del debido proceso; en consecuencia, no
puede ser tratada con los alcances del derecho de petición, sino, corresponde que el
procedimiento administrativo sea observado con todo lo que incumbe: plazos y etapas procesales
establecidas en la misma, regulados bajo la garantía del debido proceso” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, respecto a los ámbitos de aplicación del señalado entendimiento jurisprudencial la SCP
0124/2018-S4 de 16 de abril, estableció que: “En conclusión, a la luz de la doctrina,
entendimientos y jurisprudencia constitucional glosada, el derecho de petición no puede
ser invocado dentro de un procedimiento judicial o administrativo para solicitar a una
determinada autoridad la ejecución de un acto procesal que por imperio de la ley esta
compelida a realizarla, debiendo en todo caso, únicamente observar las reglas del debido proceso,

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los plazos establecidos a tal efecto y la ‘pretensión' de las partes en relación al citado acto” (el
resaltado es propio).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante considera vulnerado su derecho a la petición, en razón a que los funcionarios
codemandados del SERECI Oruro, no remitieron los informes solicitados mediante una primera orden
judicial y una posterior conminatoria, dentro del proceso judicial de aceptación de herencia que
instauró en la vía civil.
De la revisión de los antecedentes procesales que cursan en el expediente, se observa que la
accionante presentó demanda de aceptación de herencia el 1 de marzo de 2019, en la cual solicitó
al Juez Público Civil y Comercial de turno de la Capital del departamento de Oruro para que ordene
al SERECI del antedicho departamento: “…remita a su autoridad y a la brevedad posible
CERTIFICACIÓN DE DESCENDENCIA, de mi persona con el de cujus. Alternativamente dicho
Personero Legal remita CERTIFICACIÓN y/o INFORME el ultimo domicilio de mi difundo esposo que
respondía al nombre de AGUSTIN LOBO MAMANI” (sic [Conclusión II.1)]. De igual forma, en el mismo
memorial de demanda, la peticionante de tutela señala cuál es su finalidad con esa petición:
“OTROSÍ TERCERO.- Compulsadas las pruebas, solicito a su digna RECTITUD disponer me
extienda el testimonio en doble ejemplar, alternativamente se proceda al DESGLOSE DE
TODA LA PRUEBA APAREJADA” (sic).
Solicitud a la que la autoridad judicial dio curso por decreto de 6 de igual mes y año disponiendo:
“…notifíquese al Personero Legal del Servicio de Registro Cívico SERECI-ORURO, para que
por donde corresponda remita a este despacho judicial Certificado de Descendencia y Certificado de
Estado Civil correspondiente a Elisa Blanco Vargas Vda. de Lobo…” (sic [Conclusión II.2]).
Ante la falta de remisión de lo solicitado, la peticionante de tutela, a través de memorial presentado
el 18 de marzo de 2019, pidió al Juez que conoce su proceso, conmine al personero legal de dicha
institución, para que expida las certificaciones y/o informes de su estado civil y descendencia, además
del último domicilio de su difunto esposo (Conclusión II.3), el cual fue respondido por la respectiva
autoridad mediante decreto de 20 de igual mes y año, conminando al mencionado personero legal
para que este “…remita a este despacho judicial la documentación dispuesta en el Inc. a) Decreto de
fecha 10 de mayo de 2018 cursante en fojas 297 de obrados, sea en el plazo de tres días a partir
de su legal notificación, previa las formalidades de Ley, bajo alternativa de Ley en caso de
incumplimiento…” (sic [Conclusión II.4]).
Es necesario aclarar que si bien cualquier persona tiene derecho a presentar todo tipo de peticiones
ante la autoridad competente, esto no debe ser confundido con las pretensiones procesales que
puedan ser postuladas dentro de una causa judicial, que al ser sometidas a un proceso controvertido
se rigen a los plazos, etapas, instancias y recursos de impugnación que las normas procedimentales
hayan sido definidas según la ley, regulados bajo la garantía del debido proceso, por lo que resulta
necesario enfatizar que toda pretensión activada dentro de un proceso, no puede ser tratada
en el marco de la aplicación del derecho de petición, ya que la misma se encuentra
sometida a la observación de un procedimiento ordinario.
Siguiendo la línea del razonamiento anterior, en el caso de autos es notable observar que la
peticionante de tutela dentro de un proceso judicial voluntario de aceptación de herencia, pidió al
Juez que conoce la causa ordene al SERECI Oruro remita un certificado acerca de su estado civil, su
descendencia e informe sobre el último domicilio de su difunto esposo, esto con la finalidad de cumplir
con la carga de la prueba que demuestre la legitimidad de su pretensión; por lo que, la falta de
respuesta de dicha institución, no puede ser entendida como una vulneración al derecho a la petición,
ya que esa solicitud fue planteada dentro de un proceso judicial, en la que en caso de demostrarse
una limitación a la actividad probatoria de la demandante, es la autoridad jurisdiccional quién dentro
del marco procesal podrá restituir las irregularidades que se presenten, ya que la misma cuenta con
amplias facultades coercitivas para solicitar información a personas individuales, colectivas, públicas

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 127


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y privadas, cuando la misma resulte pertinente, relevante y necesaria para dictar una determinación
judicial, de acuerdo a lo previsto en el art. 24.3 del Código Procesal Civil (CPC):
“ARTÍCULO 24.- (PODERES). La autoridad judicial tiene poder para:
(…)
3. Ejercitar las potestades y deberes que le concede este Código para encauzar adecuadamente el
proceso y la averiguación de la verdad de los hechos y derechos invocados por las partes”.
Asimismo, se puede advertir que la falta de remisión de los informes solicitados al SERECI Oruro, se
encuentra sujeta al régimen procesal que administra la autoridad judicial, quién a través de la emisión
de una conminatoria estableció: “…sea en el plazo de tres días a partir de su legal notificación,
previa las formalidades de Ley, bajo alternativa de Ley en caso de incumplimiento…”(sic [Conclusión
II.4]), observando que la mencionada autoridad condicionó a dicha institución para que en el caso
de que no remita los informes solicitados, ejercerá las facultades coercitivas que la ley prevé.
Por lo anteriormente expuesto, resulta evidente que la solicitud de informes al SERECI Oruro, se
encuentra sometida a un proceso judicial, como parte de la carga probatoria para demostrar su
pretensión, por lo que la vulneración reclamada no se encuentra dentro del ámbito de protección del
derecho a la petición de acuerdo a los argumentos expuestos en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, correspondiendo denegar la tutela impetrada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela solicitada, actuó de forma
incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 56/2019 de 2 de mayo, cursante de fs. 39 a 42 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, con la aclaración de que no se ingresó al análisis del
fondo de la problemática.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 128


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0649/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29010-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 1/19 de 3 de mayo de 2019, cursante de fs. 131 a 134, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Jorge Luis Rojas Villarroel y
Modestino León Gorena contra Freddy Colombo Pacheco, Freddy Barbery Roca, Roberto
Trigo Rivero, Presidente, Secretario y Vocal de la Junta Electoral de la Asociación de
Ganaderos de Puerto Suárez (ASOGAPS).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 11 y 25 de abril de 2019, cursantes de fs. 24 a 33 vta. y 40 a 41 vta.,
los accionantes manifestaron lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Los miembros de la junta electoral de ASOGAPS, lanzaron la primera convocatoria para la elección
del nuevo directorio de la asociación, sin observar las disposiciones del Estatuto y Reglamento
aprobados en asamblea de socios; motivo por el cual tuvieron que dejarla sin efecto y lanzar una
segunda convocatoria el 6 de febrero de 2019, obviando una serie de requisitos tanto para los socios
votantes como para los eventuales candidatos.
Establecieron el plazo de cinco días previos a la fecha de celebración de la Asamblea Ordinaria, para
la inscripción de elegibles, pese a que el Estatuto y Reglamento otorgan el término de quince días al
efecto señalado, y modificaron el inc. e) del art. 35 del Reglamento, que establecía la obligatoriedad
de presentación del carnet de asociado y certificado de vacunación, quedando este último como
requisito opcional.
El 23 de febrero de 2019 se desarrolló la Asamblea Ordinaria, en la que se efectuaron las
observaciones e impugnaciones a la convocatoria antes especificada, solicitando que se hagan
constar en acta pese a no haber sido atendidas, desarrollándose en consecuencia el acto eleccionario,
ilegalmente.
Refieren que no existe recurso ulterior al que puedan acceder, ya que el Estatuto y Reglamento de
la ASOGAPS no contempla medios de impugnación ante la Asamblea Ordinaria.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes denuncia la lesión del derecho a la defensa, al debido proceso, a ser oídos, a la
participación, al voto y a la “seguridad jurídica”, citando los arts. 26, 115, 117.I, 128, 129.I y 410.II
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela invocada, disponiendo se deje sin efecto la convocatoria a elecciones
de ASOGAPS de 6 de febrero de 2019 y se emita una nueva, en estricta sujeción al Estatuto y
Reglamento de la Asociación.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 3 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 127 a
131, se produjeron los siguientes hechos:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 129


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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


El accionante -Modestino León Gorena- por medio de su representante, ratificó y amplió los términos
de la acción, manifestando que el 17 de octubre de 2018 se instaló la Asamblea Ordinaria de Socios
de ASOGAPS, oportunidad en la cual no pudieron aprobar el Estatuto y Reglamento de la Asociación
en grande y detalle, por falta de quorum; conformaron una comisión mixta y convocaron a una nueva
asamblea el 24 de octubre del citado año, en que expusieron observaciones al Estatuto y Reglamento,
aprobándolos en grande, detalle y posteriormente en forma definitiva.
El 28 de enero de 2019, se procedió a la elección de la junta electoral conformada por tres socios,
que una vez constituida emitió la convocatoria para la realización de la asamblea ordinaria de 23 de
febrero de 2019, cumpliendo con los requisitos estipulados en el Estatuto y Reglamento; por lo
demás, señaló que no existe otra instancia recursiva previa a la interposición del recurso de amparo
constitucional.
Jorge Luis Rojas Villarroel -coimpetrante de tutela-, no se presentó en audiencia pese a su notificación
cursante a fs. 45.
I.2.2. Informe de los demandados
Freddy Colombo Pacheco, Freddy Barbery Roca y Roberto Trigo Rivero, Presidente, Secretario, y
Vocal de la Junta Electoral de ASOGAPS, a través de su representante, en audiencia refirieron que
con la aprobación de la Ley 351 de 19 de marzo de 2013, los estatutos de personas jurídicas surten
efectos a partir de su aprobación por la autoridad administrativa correspondiente, lo cual no acontece
con el Estatuto y Reglamento de ASOGAPS ya que los mismos no cuentan con aprobación alguna,
extremo que afecta su vigencia.
Señaló que el accionar de José Luis Rojas Villarroel resulta contradictorio ya que no realizó
observación alguna verbal o escrita en forma oportuna; pero, solicita la impugnación de la elección
y reclama la inobservancia del Estatuto y Reglamento, a pesar de figurar como uno de los sufragantes
según acta de 23 de febrero de 2019; respecto a Modestino León Gorena, indicó que no estaba
habilitado para sufragar por no tener sus cuotas canceladas al día de la votación, situación que
subsanó en la fecha de realización del acto eleccionario, sin considerar que tanto el Estatuto como el
Reglamento establecen que los votantes debían tener sus cuotas canceladas antes de la fecha del
acto eleccionario.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
James Leigue Okubo, por medio de su representante argumentó que el reclamo del denunciante,
carecía de fuerza o razón legal ya que el Estatuto y Reglamento de ASOGAPS fue aprobado agotando
todas las vías y recursos, habiendo sido lanzada la convocatoria a elecciones por la Junta Electoral
conformada al efecto; todo lo cual cursa en el libro de actas respectivo.
Asis Aguilera Petzold, no remitió escrito alguno ni se presentó en audiencia, pese a su notificación
cursante a fs. 48.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Civil y de Partido del Trabajo y Seguridad Social de Puerto Suárez del departamento
de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 1/19 de 3 de mayo de 2019,
cursante de fs. 131 a 134, declaró la “improcedencia” de la acción de amparo constitucional
interpuesta por Jorge Luis Rojas Villarroel y Carlos Hugo Mansilla Peña en representación de
Modestino León Gorena contra Freddy Colombo Pacheco, Freddy Barbery Roca, Roberto Trigo Rivero,
Presidente, Secretario y Vocal de la Junta Electoral y los terceros interesados Asis Aguilera Petzold y
James Leigue Okubo, Presidente y Vicepresidente de ASOGAPS, con el fundamento de que el acta de
la asamblea de socios de 23 de febrero de 2019, debidamente notariada, permite corroborar que
Modestino León Gorena no formuló impugnación o reclamo alguno, relativo a los argumentos
esgrimidos en la acción de amparo constitucional, y en lo que respecta a Jorge Luis Rojas Villarroel,
si bien consta su solicitud de impugnación del acto eleccionario por no estar acorde al nuevo Estatuto
y Reglamento de la Asociación, participó en la misma a través de la emisión de su voto, dejando

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 130


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precluir el derecho a obtener la protección de sus derechos supuestamente vulnerados, lo cual impide
ingresar al análisis de fondo de la acción tutelar incoada por los solicitantes de tutela.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa acta de la asamblea de socios de ASOGAPS, realizada el 23 de febrero de 2019 (fs. 57 a
60 vta.).
II.2. Consta Testimonio 43/2019 de 25 de febrero, de Protocolización del Acta de Elección para el
nuevo directorio de ASOGAPS por la gestión 2019 - 2021 (fs. 112 a 114 vta.).
II.3. Mediante certificaciones de 24 de abril de 2019, emitidas por ASOGAPS, fue acreditada la calidad
de socios de Modestino León Gorena y Jorge Luis Rojas Villarroel (fs. 38 y 39).
II.4. Cursa el Estatuto de la Asociación de Ganaderos de Puerto Suárez y su correspondiente
Reglamento (fs. 3 a 11 y 12 a 20).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la defensa, al debido proceso, a ser oídos, a
la participación, al voto y a la seguridad jurídica, puesto que la junta electoral de ASOGAPS emitió la
primera convocatoria para la elección del nuevo directorio de la Asociación, sin observar las
disposiciones del Estatuto y Reglamento aprobados en asamblea; motivo por el cual tuvieron que
dejarla sin efecto para lanzar una segunda el 6 de febrero de 2019, suprimiendo una serie de
requisitos tanto para los socios votantes como para los eventuales candidatos; asimismo, dieron el
plazo de cinco días previos a la fecha de celebración de la Asamblea Ordinaria, para la inscripción de
elegibles, a pesar de que según el Estatuto y Reglamento corresponde otorgar el término de quince
días al efecto señalado; por otra parte, modificaron el inc. e) del art. 35 del citado Reglamento, que
establece la obligatoriedad de presentación del carnet de asociado y certificado de vacunación,
dejando este último como requisito opcional.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El principio de subsidiariedad en la acción de amparo constitucional
La SCP 0283/2019-S4 de 29 de mayo, hizo referencia a las acciones de defensa que contempla la
Constitución Política del Estado, entre las cuales se encuentra la acción de amparo constitucional que
se rige por los principios de subsidiaridad e inmediatez y está concebida como un medio de defensa
que se activa en resguardo de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las
personas; así el art. 128 de la Norma Suprema expresa: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá
lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual
o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por
la Constitución y la ley”. Constituye un mecanismo eficaz, rápido e inmediato para el restablecimiento
de derechos y garantías constitucionales vulneradas y se dirige contra aquellos actos u omisiones
ilegales o indebidas, provenientes de servidores públicos y/o también de personas individuales o
colectivas y se rige por los principios de subsidiariedad e inmediatez.
En cuanto a la subsidiariedad de esta acción tutelar, la SC 0127/2011-R de 21 de febrero, citando a
su vez la SC 0622/2010-R de 19 de julio, estableció que: ‘“…el amparo constitucional se constituye
en un instrumento esencialmente subsidiario y supletorio de protección; subsidiario porque no puede
ser utilizado si previamente no se agotaron la vías ordinarias de defensa, y supletorio porque viene
a reparar y reponer las deficiencias de esa vía ordinaria. ‘…En consecuencia, para que los
fundamentos de una demanda de amparo constitucional puedan ser analizados en el fondo, la parte
accionante, debe haber utilizado hasta agotar todos los medios y recursos legales idóneos para la
tutela de sus derechos, sea en la vía jurisdiccional o administrativa, pues donde se deben reparar los
derechos y garantías lesionados es en el mismo proceso, o en la instancia donde fueron vulnerados,
esto es, que en principio haya acudido ante la misma autoridad que incurrió en la presunta lesión y

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luego a las superiores de ésta, y si a pesar de ello persiste la lesión porque los medios o recursos
utilizados resultaron ineficaces, recién se abre la posibilidad de acudir al amparo constitucional, el
que no puede ser utilizado como un mecanismo alternativo o sustitutivo de protección, pues ello
desnaturalizaría su esencia’.
Asimismo, este Tribunal a través de la SC 1035/2010-R de 23 de agosto, reiterando el entendimiento
asumido por la SC 1337/2003-R de 15 de septiembre, señaló que existen: ‘…reglas y sub reglas de
improcedencia de amparo por subsidiariedad cuándo: 1) las autoridades judiciales o administrativas
no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un asunto porque la parte no ha utilizado un medio
de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a) cuando en su oportunidad y en plazo legal no se
planteó un recurso o medio de impugnación y b) cuando no se utilizó un medio de defensa previsto
en el ordenamiento jurídico; y 2) las autoridades judiciales o administrativas pudieron haber tenido
o tienen la posibilidad de pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a)
cuando se planteó el recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos
extemporáneos o equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la
defensa de un derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la
interposición y tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se excluyen de la
excepción al principio de subsidiaridad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos
y garantías constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable, en cuya
situación y de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros medios de
defensa y recursos pendientes de resolución…”’.
III.2. De los hechos y actos consentidos como causal de improcedencia
La SC 1667/2004-R de 14 de octubre, consideró que el acto consentido para operar como causal de
improcedencia, debe ser entendido como : “…cualquier acto o acción que el titular del derecho
fundamental realice ante la autoridad o particular que supuestamente lesionó el mismo, como
también ante otra instancia, dejando advertir o establecer claramente que acepta o consiente de
manera voluntaria y expresa la amenaza, restricción o supresión a sus derechos y garantías
fundamentales, de modo que no siempre podrá exigirse un acto en el que el titular manifieste
textualmente y por escrito que acepta libre y expresamente el acto ilegal u omisión indebida, sino
que ello podrá deducirse con los elementos de juicio suficientes del accionar que el titular hubiera
tenido a partir de la supuesta lesión de la que hubiesen sido objeto sus derechos y garantías
constitucionales” .
El referido entendimiento fue precisado en la SC 0672/2005-R de 16 de junio, al señalar que: “(…)
para declarar la improcedencia de un recurso de amparo constitucional por esa causal, no es
suficiente una actuación implícita, dado que el consentimiento expreso importa un acto positivo,
concreto, libre e inequívoco, vinculado de manera directa a la actuación ilegal impugnada; en otras
palabras, la manifestación de la voluntad debe demostrar, de manera indubitable, el consentimiento
a la amenaza o lesión a algún derecho fundamental”.
La jurisprudencia de referencia permite concluir que la causal de improcedencia de la acción de
amparo constitucional, señalada expresamente en la parte inicial del art. 53.2 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), constituye una causal de inactivación de la acción de amparo constitucional;
en ese contexto, el nuevo modelo constitucional precisó respecto a los actos consentidos, en la SCP
0041/2015-S1 de 6 de febrero, que: “Así, la SCP 0198/2012 de 24 de mayo, entre otras, refirió que:
‘En este orden, implica que el legislador ha considerado que al ser el consentimiento una expresión
de la libre voluntad, no existe causa para dar curso a la tutela cuando se advierte este supuesto en
los hechos denunciados, de modo que resulta lógico jurídicamente razonar negándose la tutela, en
sentido de que el acto aún se considere lesivo, si ha sido admitido y consentido por el interesado en
un primer momento, aun cuando después lo denuncie y pretenda la protección, pues este Tribunal
no puede estar a disposición de la indeterminación de ninguna persona, dado que ello sería provocar
una incertidumbre en los actos jurídicos, que conforme al ordenamiento jurídico sustantivo como
procesal tienen sus efectos inmediatos, los mismos que no pueden estar sujetos a los caprichos y

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 132


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ambivalencias de ninguna de las partes intervinientes, por lógica consecuencia no pueden estas
actitudes ser motivo de concesión de tutela alguna’.
Ahora bien, la integración de la doctrina del consentimiento de los actos reclamados, en el juicio de
garantías, conduce a formular estas nítidas proposiciones: ‘1) Hay consentimiento expreso del acto
reclamado, cuando directamente se exterioriza que se está de acuerdo o conforme con dicho acto;
2) Hay consentimiento expreso, también, del acto reclamado, cuando media una manifestación de
voluntad que entrañe ese consentimiento’”.
III.3. Análisis del caso concreto
Conforme se tiene expresado al inicio de los Fundamentos Jurídicos del presente fallo constitucional,
los accionantes acusan la vulneración de sus derechos a la defensa, al debido proceso, a ser oídos,
a la participación, al voto y a la seguridad jurídica, con el argumento de que la junta electoral de
ASOGAPS, emitió la primera convocatoria para la elección del nuevo directorio de la asociación, sin
observar las disposiciones del Estatuto y Reglamento aprobado en asamblea de socios, dejándola sin
efecto para lanzar la segunda el 6 de febrero de 2019, obviando requisitos como el del plazo, ya que
otorgaron cinco días previos a la fecha de celebración de la Asamblea Ordinaria, para la inscripción
de elegibles, desoyendo lo dispuesto por el Estatuto y Reglamento que otorga al efecto el término
de quince días; asimismo, modificaron el inc. e) del art. 35 del Reglamento, referido a la
obligatoriedad de presentación del carnet de asociado y certificado de vacunación, para dejar este
último como exigencia opcional.
Respecto a la aseveración de los peticionantes de tutela, en sentido de que no existe una instancia
previa a la presente acción tutelar, cabe señalar que el art. 17 del Título V del Reglamento de
asociados, cursante de fs. 12 a 20 (Conclusión II.4), refiere que el Tribunal de Honor es competente
para conocer y resolver violaciones al Estatuto y Reglamento, así como a los actos que ocasionen
perjuicios a la institución, decisiones que de conformidad al art. 19 del mencionado documento,
pueden inclusive ser apeladas ante el Tribunal de Honor de FEGASACRUZ en última instancia;
consiguientemente, resulta evidente que los impetrantes de tutela no agotaron las instancias previas
a la interposición de la presente acción tutelar, para hacer valer los reclamos concernientes a la
elección que tuvo como propósito la renovación de la directiva de ASOGAPS. Al respecto, el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional señala que el amparo
constitucional es un instrumento esencialmente subsidiario y supletorio de protección; subsidiario
porque no puede ser utilizado si previamente no se agotaron las instancias ordinarias de defensa, y
supletorio porque está destinado a reparar las deficiencias que se presentan en esa vía;
consiguientemente, para que los fundamentos de la demanda de amparo constitucional sean
analizados en el fondo, la parte accionante debió interponer todos los medios y recursos legales
idóneos para lograr el restablecimiento de sus derechos, sea en la vía jurisdiccional o administrativa.
Asimismo, los antecedentes que acompañan la presente acción tutelar, permiten concluir por una
parte que Modestino León Gorena, representado por Carlos Hugo Mansilla Peña (Testimonio de Poder
Notarial suficiente y bastante 234/2019 de 17 de abril, fs. 36 y vta.), refirió que el 23 de febrero de
2019 se llevó a cabo la Asamblea Ordinaria en la que “sus mandantes” efectuaron observaciones e
impugnaciones a la convocatoria, mismas que no fueron atendidas; sin embargo, de la lectura del
acta de la mencionada fecha, se concluye que este extremo no resulta evidente, puesto que en la
misma figura solamente la realizada a título personal por el socio Luis Delgadillo Salazar; y, si bien el
impetrante de tutela se encontraba presente, (Conclusión II.1), no efectuó impugnación o reclamo
alguno a la Convocatoria de 6 de febrero ni al proceso eleccionario en sí y tampoco hizo denuncia
alguna por no haber emitido su voto, extremo que de conformidad al informe de la parte accionada,
se debió al hecho de que no canceló sus cuotas antes de la fecha de realización del acto eleccionario,
conforme dispone el art. 7 del Reglamento (Conclusión II.4).
En lo que respecta a Jorge Luis Rojas Villarroel, si bien se observa que intervino en oportunidad de
celebrarse la asamblea de socios de 23 de febrero de 2019 solicitando la impugnación del acto
eleccionario de la nueva directiva de ASOGAPS con el fundamento de que la misma no se ajusta al
nuevo Estatuto y Reglamento de la Asociación (Conclusión II.1), se evidencia que participó de la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 133


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elección emitiendo su voto (Conclusión II.2), convalidándolo con su participación efectiva en calidad
de votante en las elecciones de 23 de febrero de 2019, mediante un acto expresamente consentido,
entendiéndose por tal que: “1) Hay consentimiento expreso del acto reclamado, cuando directamente
se exterioriza que se está de acuerdo o conforme con dicho acto; 2) Hay consentimiento expreso,
también, del acto reclamado, cuando media una manifestación de voluntad que entrañe ese
consentimiento” (Fundamento Jurídico III.2); consiguientemente, la existencia de consentimiento
expreso del acto eleccionario, constituye un impedimento para que este Tribunal ingrese al
consiguiente análisis de fondo de la problemática expuesta.
Lo manifestado precedentemente permite establecer que no existió vulneración alguna del derecho
a la defensa, al debido proceso, a ser oídos, a la participación, al voto y a la seguridad jurídica de los
impetrantes de tutela.
En consecuencia, el Juez de garantías, al declarar “improcedente” la tutela solicitada, evaluó en
forma correcta los datos del proceso y las normas aplicables al mismo, aunque utilizando terminología
incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 1/19 de 3 de mayo de 2019, cursante de fs. 131 a
134, pronunciada por el Juez Público Civil y de Partido del Trabajo y Seguridad Social de Puerto
Suárez, del departamento de Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 134


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0650/2019-S3


Sucre, 2 de octubre 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29014-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 32/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 232 a 235, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Ana Adelina Villarte Chávez contra la
empresa Frigorífico del Oriente Sociedad Anónima (FRIDOSA).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 25 de marzo de 2019, cursante de fs. 135 a 153, la accionante expresó
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 15 de febrero de 2013, ingreso a trabajar en la empresa FRIDOSA, como impulsadora de productos
alimenticios, labor desempeñada en los mercados de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, de lunes
a viernes en el horario de 15:00 a 22:00, los sábados de 9:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00 y los
domingos de 9:00 a 15:00, con un sueldo mensual de Bs2 921.- (dos mil novecientos veintiún
bolivianos).
El 18 de julio de 2018, solicitó sus vacaciones por que tenía que atender a su hija menor que padece
de síndrome de Down, la cual fue negada; por lo que, el 30 de julio del referido año reitero la misma,
señalando que haría uso del mismo en agosto de ese año, puesto que su primogénita debía internarse
en la Caja Nacional de Salud (CNS) y requería de sus cuidados.
El 7 de agosto de igual año, le otorgaron sus vacaciones por quince días de manera verbal, para lo
cual tenía que firmar una boleta, misma que reclamó; sin embargo, no le tomaron atención y le
dijeron que vuelva porque no estaba lista y así en reiteradas oportunidades, finalmente le dijeron
que regrese el 20 del mismo mes y año, ocasión en la que le indicaron que estaba despedida por
abandono de funciones, decisión que denunció el 27 del aludido mes y año ante la Jefatura
Departamental de Trabajo La Paz, exigiendo su reincorporación, conocido el referido trámite
FRIDOSA envió una nota a la prenombrada institución diciendo que faltó diecisiete días y ese fue el
motivo de su desvinculación laboral, ante dicha situación la Inspectora designada por la institución
antes mencionada fijo audiencia para el 10 de septiembre de 2018 a horas 12:00, en la que pronunció
el Informe de Reincorporación 1767/2018; empero, la citada empresa no quiso dar cumplimiento.
Ante esa negativa la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, emitió la Conminatoria
J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 de 14 de septiembre, disponiendo la inmediata reincorporación de
la accionante al mismo puesto que ocupaba en la referida empresa, más el pago de sus salarios
devengados y demás derechos laborales, acto administrativo con el que notificaron a FRIDOSA el 25
de del citado mes y año; en ese entendido, se presentó a su fuente laboral; sin embargo, no le
permitieron ingresar, más al contrario le dijeron que apelarían dicha decisión.
Efectivamente el 9 de octubre de 2018, interpusieron recurso de revocatoria acompañando pruebas
prefabricadas, las cuales no presentaron al momento de llevarse a cabo la audiencia de
reincorporación, incumpliendo lo previsto en el art. 2.III de la Resolución Ministerial (RM) “686/10” -
no especifica fecha- que señaló: “…requiriendo la presentación de la documentación de descargo que
considere necesaria” (sic) y no lo hicieron, las que adjuntaron después consignan fechas posteriores
al despido injustificado, desconoce si plantearon recurso jerárquico; empero, interpuso la presente

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acción tutelar ante la negativa del cumplimiento de la Conminatoria de reincorporación, extremo


verificado por Informe V-326/18 de 18 de octubre de 2018.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral, a la inamovilidad
funcionaria, salario digno y seguro social, citando al efecto los arts. 35, 36, 37, 46.I, 48.II, 49.III, 60
y 70 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Su inmediata reincorporación al mismo puesto que
ocupaba al momento del despido; y, b) El pago de sus salarios devengados y demás derechos
sociales.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 22 de abril de 2019, según consta en la grabación proporcionada
en medio magnético -Disco Compacto (CD)-, cursante a fs. 231, se produjeron los siguientes
actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante por intermedio de su representante en audiencia ratificó in extenso los fundamentos
expuestos en su acción de amparo constitucional; señalando que en la ruptura de la relación laboral
no hubo memorando de despido ni pago de beneficios sociales, el art. 9 del DS 28699 de 1 de mayo
de 2006, refiere que si la trabajadora no se hubiese presentado a su fuente laboral el empleador
dentro del plazo de quince días tenía la obligación de comunicar el hecho ante el Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social, mismo que no fue cumplido, por que no hubo intención por parte
de la empresa de romper la relación laboral.
I.2.2. Informe del demandado
La empresa FRIDOSA a través de su representante Jaime José Barrenechea Arce, por informe escrito
presentado el 17 de junio de 2019, cursante de fs. 252 a 256 vta., señaló que: 1) En cuanto al pago
de salarios devengados la SCP 0932/2016-S3 de 6 de septiembre, estableció que la acción de amparo
constitucional no es la instancia para exigir dicho extremo; 2) La ahora accionante no fue despedida
conforme a los documentos adjuntados en su oportunidad, los cuales no fueron tomados en cuenta;
por lo que, la resolución emitida por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, adolece de
fundamentación y valoración de la prueba, lo que sucedió es que la prenombrada no asistió a su
fuente laboral por más de diecisiete días, tiempo que es más que suficiente para romper la relación
laboral; 3) El hecho de que la impetrante de tutela sea madre de una niña con discapacidad no fue
comunicada oportunamente a la empresa, aspecto que no se demostró dentro del proceso
administrativo; y, 4) FRIDOSA en conocimiento de la referida resolución, mediante carta notarial
solicitó a la solicitante de tutela se reincorpore a su fuente laboral; sin embargo, esta no se presentó,
desde entonces pasaron cuatro meses sin que se haya apersonado para reincorporarse, aspecto que
vulnera la SCP 0135/2013-L -no especifica fecha- la cual establece tres meses como plazo máximo
para ejercer ese su derecho, término que ha sido rebasado superabundantemente.
En audiencia señalaron que jamás despidieron a su Extrabajadora -ahora accionante- conforme los
informes que han sido remitidos a la Jefatura Departamental del Trabajo de La Paz, los mismos que
no han sido compulsados por lo cual la resolución emitida carece de fundamentación y valoración de
la prueba, lo que ocurrió en realidad es que la prenombrada no asistió a su fuente laboral por más
de diecisiete días los cuales son más que suficientes para romper la relación existente con la empresa
FRIDOSA, situación establecida en la SCP 1305/2016-S3 -no señala fecha- que claramente refiere
que existen dos formas para ello, una es la renuncia y otra es el abandono del cargo, este último
tiene efectos de disolución del trabajo.
I.2.3. Intervención de la Jefatura Departamental de Trabajo

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Ariel Ramiro Alanoca Mamani, Jefe Departamental de Trabajo La Paz, en audiencia: i) Ratificó los
actos administrativos realizados por la entidad que representa; es decir, la Conminatoria
J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018, que fue impugnada mediante recurso de revocatoria y ratificada
por Resolución 640/18 de 7 de noviembre de 2018, contra la cual FRIDOSA no planteó el recurso
jerárquico; y, ii) Respecto al abandono de trabajo, al conocer la denuncia revisó la documentación
presentada en la que figuraban cuadros de control de asistencia de los cuales requirió el justificativo
correspondiente en cumplimiento de la Resolución Administrativa (RA) 063/99 de 9 de julio de 1999
y la RM “601/16” -no especifica fecha-, que refieren que el empleador debe controlar a su personal
en sus ingresos, salidas y horas extras; para esto requiere una autorización del Ministerio de Trabajo,
Empleo y Previsión Social, del sistema de control de asistencia implementado, como libro de control,
reloj tarjetero o biométrico, exigiéndoles presenten la resolución correspondiente en cumplimiento a
las señaladas normativas, misma que no lo hicieron, siendo esa la única forma de acreditar si un
empleado abandonó su trabajo, al no haberse exhibido dicha documentación no se pudo verificar o
justificar el mencionado hecho.
I.2.4. Intervención de los terceros interesados
Vicente Pacosillo Ticona, Marco Segundo Quispe Osco y Juan Carlos Guarachi Ticona no se hicieron
presentes en audiencia, ni remitieron informe escrito pese a su citación cursante a fs. 155 y 156.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
32/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 232 a 235, concedió en parte la tutela solicitada,
disponiendo el cumplimiento de la Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 emitida por el
“Ministerio de Trabajo” -debió decir Jefatura Departamental de Trabajo-; en consecuencia restituir a
la impetrante de tutela a su fuente laboral, el pago de salarios devengados y derechos sociales, en
base a los siguientes fundamentos: a) La accionante hizo conocer que la empresa demandada se
rehusó a cumplir la Resolución del “Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social” 640/18, misma
que es acompañada por un informe que refiere que FRIDOSA no cumplió la disposición de
reincorporación; b) No se demostró el acatamiento de dicha Resolución por la parte demandada,
quien simplemente adjuntó un informe, croquis y diligencia realizada por una autoridad policial con
la intervención de un Notario de Fe Pública, la comunicación para la reincorporación de la impetrante
de tutela no podía materializarse solo con ese tipo de diligencia, el cual podría perderse, puesto que
una notificación pegada en la puerta de una vivienda fácilmente puede ser extraviada; para el derecho
laboral esta pudiera ser insuficiente, la jurisprudencia emitida por el Tribunal Constitucional
Plurinacional respecto a los derechos laborales hace entender que existe una preconcepción de los
medios por los que puede llegarse al trabajador, el aludido Ministerio, tiene una unidad de Recursos
Humanos (RR.HH.) donde se registran los datos del trabajador, el croquis de su inmueble y sus
números telefónicos donde podían recabar los datos para materializar la diligencia que pretendía
cumplir FRIDOSA; y, c) Los otros argumentos señalados podrán ser debatidos en sede ordinaria,
lamentablemente la vía constitucional no es la instancia en la que se verificará la correcta valoración
de la prueba por el Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social o si llegó a una conclusión de
orden legal conforme a derecho.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 de 14 de septiembre, por el que Ramiro
Ariel Alanoca Mamani, Jefe Departamental de Trabajo La Paz, conminó a FRIDOSA para que
reincorpore inmediatamente de Ana Adelina Villarte Chávez -ahora accionante- a su fuente laboral
en la referida empresa en el mismo puesto que ocupaba al momento del despido injustificado, más
el pago de sus salarios devengados y demás derechos sociales (fs. 44 a 49).
II.2. Por memorial de 9 de octubre de 2018, Ericka Gabriela Gonzales Irigoyen, en representación
de FRIDOSA, interpuso recurso de revocatoria contra dicha Conminatoria (fs. 117 a 125).

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II.3. A través de Informe -V-326/18 de 18 de octubre de 2018, Patricia Serrano Aguilar, Inspectora
de Trabajo y Seguridad Industrial de la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, elevó informe de
verificación de reincorporación de la impetrante de tutela a la aludida empresa, señalando que esta
última no dio cumplimiento a la misma (fs. 132 a 133).
II.4. Mediante RA 640/18 de 7 de noviembre de 2018, el Jefe Departamental de Trabajo La Paz,
confirmó la Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018; consiguientemente rechazó el recurso de
revocatoria interpuesto por la empresa FRIDOSA (fs. 127 a 131).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo, estabilidad laboral, inamovilidad
funcionaria, salario digno y seguro social; puesto que, FRIDOSA no dio cumplimiento a la
Conminatoria J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 de 14 de septiembre, emitida por la Jefatura
Departamental de Trabajo La Paz, que dispuso su reincorporación en la referida empresa al mismo
puesto laboral que ocupaba al momento del despido injustificado.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La tutela reforzada de los derechos de las personas con capacidades diferentes
incluyendo al padre, madre o tutores
La SCP 0835/2019-S4 de 2 de octubre, al respecto estableció: “Por disposición de la Norma Suprema,
además de la igualdad formal que debe darse entre todas las personas, conforme se tiene establecido
tanto del Preámbulo como del art. 14.II de la CPE, última norma anotada que dispone la prohibición
y sanción de toda forma de discriminación fundada, entre otros aspectos, en la “discapacidad”, cuyo
propósito sea anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad
de los derechos de toda persona, se tiene también, instituida la igualdad material, la misma que para
el caso se encuentra contemplada en los arts. 70, 71 y 72 de la Constitución Política del Estado, que
ordena que el Estado debe adoptar medidas de acción positivas para promover la efectiva integración
de las personas con discapacidad en el ámbito productivo, económico, político, social y cultural, sin
discriminación alguna; lo que permite equilibrar jurídicamente las posibilidades con relación a este
sector vulnerable de la población, de manera que se encuentren en igualdad de condiciones que el
resto de las personas.
En ese sentido, la consagración del derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada de las
personas con capacidades diferentes, como una concreción específica del derecho genérico a un trato
desigual de quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad, se desprende de la interrelación
de las normas constitucionales comprendidas en los arts. 48.II de la CPE, que refiere que las normas
laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios, entre otros, de estabilidad laboral y de no
discriminación a favor de la trabajadora y del trabajador, obligando al Estado a proteger la estabilidad
laboral y prohibiendo el despido injustificado y toda forma de acoso laboral, bajo sanciones de ley,
estipulado en el art. 49. II de la indicada Ley Fundamental, normas constitucionales que bajo el
influjo de una igualdad formal, prevén la estabilidad laboral para todos los trabajadores, como
principio general que rige todas las relaciones laborales (art. 14.II de la señalada Norma Suprema);
empero, interrelacionando con el valor-principio justicia reconocido en el art. 8.II de la CPE, con los
derechos específicos de las personas con capacidades diferentes (igualdad material) establecidos en
el art. 70 de la CPE, específicamente en su art. 71.II, el derecho a la estabilidad de los trabajadores
y trabajadoras en general, se refuerza cuando se trata de personas con capacidades diferentes.
Esta interpretación interrelacionada, guarda coherencia con normas del bloque de constitucionalidad,
como: La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad adoptada el 13 de
diciembre de 2006, que en sus arts. 1 y 27, determina que los Estados parte deben adoptar medidas
para eliminar la discriminación y promover la integración laboral de las personas con discapacidad,
en particular respecto a la prestación de bienes o servicios tales como el empleo público o privado;
en la misma línea, la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las formas de
discriminación contra las personas con discapacidad, adoptada por la Asamblea General de la OEA el

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8 de junio de 1999, en su art. III, establece directivas en cuanto a la integración de las personas con
capacidades diferentes en la sociedad, en varios ámbitos, entre otros, el laboral, eliminando todo tipo
de discriminación; en igual sentido, la Observación General 5 emitida por el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, como órgano supranacional que interpreta el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que trata sobre la obligación de los Estados de
adoptar acciones afirmativas tendentes a lograr el acceso al trabajo, entre otros, en igualdad de
condiciones que el resto de la población; y, el Convenio 159 de la OIT, sobre readaptación profesional
y el empleo de las personas inválidas, adoptada ante la persistente evidencia de situaciones
discriminatorias contra las personas con capacidades diferentes en razón a su situación física, psíquica
o sensorial, que norma el compromiso de los estados parte, de remover la discriminación existente
contra las personas con capacidades diferentes, promover oportunidades de trabajo, garantizar la
readaptación profesional y adoptar medidas de diferenciación positiva en el campo laboral.
Concordante con ello se tiene la Ley General para las Personas con Discapacidad -Ley 223 de 2 de
marzo de 2012– que tiene por objeto precisamente garantizar a las personas con
capacidades diferentes, el ejercicio pleno de sus derechos y deberes en igualdad de
condiciones y equiparación de oportunidades y trato preferente bajo un sistema de
protección integral, establece el derecho de estos, a un empleo y trabajo digno y
permanente (art. 13), regulando el art. 34.II, la garantía de la inamovilidad laboral de
los mismos, incluyendo los cónyuges, padres, madres y/o tutores de hijos con
discapacidad, claro está, siempre y cuando cumplan con la normativa vigente y no existan
causales que justifiquen debidamente su despido.
Entonces podemos señalar que, el derecho a la estabilidad reforzada de las personas con capacidades
diferentes, implica el derecho que tienen las mismas a permanecer en el cargo público o privado
hasta que se configure una justa causa de despido, destitución o desvinculación laboral, el mismo
que, en tratándose de servidores públicos, debe ser aplicado como resultado de un previo y debido
proceso disciplinario interno (razonamiento aplicable a todo tipo de relación laboral, sea a plazo fijo,
por tiempo indefinido, por obra o servicio o a destajo), en el que se le otorgue al procesado el derecho
a la defensa en juicio y respetando todos los elementos que componen el debido proceso.
El indicado entendimiento es aplicable aún en tratándose de las causales vinculadas con robo, hurto
o abuso de confianza en que pudo haber incurrido la trabajadora o el trabajador y por los cuales se
hubiera iniciado proceso penal; toda vez que, del ejercicio de toda función pública pueden emerger
cuatro tipos de responsabilidad (administrativa, civil, ejecutiva y penal), conforme se tiene previsto
en el art. 28 de la LACG, las mismas que son independientes una de la otra, de manera que, en el
marco de los argumentos desarrollados precedentemente, referidos a la tutela reforzada de los
trabajadores con capacidades diferentes, el ejercicio de la acción penal no puede constituir motivo
suficiente para el despido directo del trabajador, sino hasta que se tenga una sentencia condenatoria
ejecutoriada, lo que sin embargo, no obsta que la parte empleadora o contratante, inicie sumario
administrativo interno contra la trabajadora o el trabajador en el ámbito administrativo, en el cual,
es plenamente posible la valoración por la autoridad sumariante, de los antecedentes que se puedan
recabar del proceso penal, para establecer la existencia o no de responsabilidad administrativa, de
manera que se le permita asumir plena defensa en juicio, respetando de esa manera la garantía de
presunción de inocencia del procesado, la misma que es aplicable no solo al ámbito penal, sino
también al ámbito administrativo sancionador, como es el caso de los servidores públicos procesados
por faltas cometidas en el ejercicio de sus funciones” (las negrillas son nuestras).
III.2. Contextualización de línea de la acción de amparo constitucional ante el
incumplimiento de las conminatorias de reincorporación
Al respecto, la SCP 0191/2019-S2 de 2 de mayo haciendo referencia a la SCP 0133/2018-S2 de 16
de abril asumió el siguiente entendimiento: «“El Tribunal Constitucional Plurinacional, en numerosas
oportunidades se pronunció sobre el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación dispuesta
por la Jefatura Departamental de Trabajo, señalando que, en estos casos procede directamente la
acción de amparo constitucional. Así, las SCCPP 138/2012 de 4 de mayo de 2011, y 177/2012 de 14

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de mayo de 2012, establecieron que debe hacer abstracción del principio de subsidiariedad en
aquellos casos en que una trabajadora o un trabajador demande la reincorporación a su fuente
trabajo ante un despido sin causa legal justificada; con el único requisito previo de recurrir a las
Jefaturas Departamentales de Trabajo denunciando este hecho, a objeto que estas entidades una
vez establecido el retiro injustificado conmine al empleador a la reincorporación inmediata en los
términos previstos por el Decreto Supremo (DS) 0495 de 1 de mayo de 2010, y ante su
incumplimiento, se hace viable acudir a la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo
constitucional en procura de la reparación de los derechos presuntamente vulnerados.
En ese orden, y en el entendido que las SSCCPP 0138/2012 y 0177/2012, establecían de manera
imperativa que la justicia constitucional debía efectivizar conminatorias laborales de reincorporación
del Ministerio del Trabajo, Empleo y Previsión Social sin atender a su contenido, se vio por
conveniente, que al menos desarrollen las razones que funda su decisión y por supuesto que su
contenido sea claro, al no resultar lógico que la justicia constitucional ejecute una resolución que no
respete estándares del debido proceso, pues bajo ese razonamiento en ciertos casos, implicaba
consagrar la violación de derechos; motivos por los que, se moduló el anterior entendimiento a través
de la SCP 2355/2012 de 12 de noviembre.
Más adelante, la SCP 0900/2013 de 20 de junio, moduló el entendimiento inicial contenido en las
SSCCPP 0138/2012 y 0177/2012, estableciendo que a efectos de conceder la tutela, debe efectuarse
una valoración completa e integral de los hechos y datos del proceso, de las circunstancias y de los
supuestos derechos vulnerados, haciendo prevalecer la verdad material sobre la formal; señalando
expresamente que: `…el Tribunal Constitucional Plurinacional, no es una instancia más dentro del
proceso administrativo laboral iniciado ante las Jefaturas Departamentales de Trabajo, si bien, dichas
instituciones pretenden precautelar los derechos de los trabajadores a la estabilidad laboral, empero,
al emitirse una resolución que conmine la reincorporación, ello no debe significar que de manera
inmediata, la jurisdicción constitucional, haga cumplir la misma tal cual se refirió, como si fuera una
instancia más, que ordene la automática reincorporación del trabajador a su fuente laboral, en su
caso, el Tribunal Constitucional Plurinacional, en la revisión de los procesos puestos en su
conocimiento, debe hacer una valoración integral de todos los datos del proceso, los hechos y los
supuestos derechos vulnerados, y después de ello, haciendo prevalecer la verdad material sobre la
verdad formal, emitirá un criterio, mediante una decisión justa y armónica con los principios, valores,
derechos y garantías, contenidos en el texto Constitucional y en la ley, normas en la cual, el Tribunal
debe circunscribir sus decisiones…´.
Posteriormente, a través de la SCP 1712/2013 de 10 de octubre, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, moduló el entendimiento contenido en la SCP 0900/2013 y recondujo la línea
jurisprudencial a la SCP 2355/2012 cuando estableció que: ‘De lo señalado, se evidencia que si bien
existe un mandato normativo expreso para que la jurisdicción constitucional haga cumplir los
mandatos de reincorporación, en atención a la naturaleza del derecho al trabajo en el Estado Social
de Derecho, la tutela constitucional no puede emitirse a ciegas cual si la conminatoria por sí misma
fuere ya un instrumento que obliga a esta instancia constitucional a brindar una tutela constitucional.
Puesto que no debe perderse de vista que la naturaleza de la jurisdicción constitucional dista mucho
del ejercicio de funciones de policía, de ahí que para concederse una tutela constitucional
debe analizarse en cada caso la pertinencia de la conminatoria, al efecto, cabe establecer
que a esta instancia constitucional no le compete ingresar al fondo de las problemáticas laborales
que se le presentan, pues no es sustitutiva de la jurisdicción laboral ni mucho menos tiene la amplitud
probatoria conducente a por sí misma para arribar a una verdad material; sin embargo, tampoco
puede pretenderse la ejecutoria de conminatorias que emergen de procesos administrativos
desarrollados al margen de la razonabilidad de un debido proceso.
Por todo ello, mal podría pretenderse que esta jurisdicción llegue al convencimiento de que el despido
fue o no justificado, pues el acervo probatorio con el que cuenta no le permitiría llegar a verdades
históricas materiales, así como tampoco corresponde reemplazar a toda la judicatura laboral con la
jurisdicción constitucional; justamente de este escenario proviene el hecho de que la conminatoria
es de cumplimiento inmediato, y que su incumplimiento vulnera el núcleo esencial del derecho al

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trabajo, desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional


Plurinacional, situación que habilita a la actuación inmediata de esta jurisdicción constitucional a
menos que se evidencie en la tramitación del proceso administrativo violaciones del debido proceso
que impidan que esta jurisdicción constitucional haga ejecutar una conminatoria que emerge de
vulneración de derechos fundamentales, lo que implica una modulación de la SCP 0900/2013 de 20
de junio’.
En resumen, y conforme lo precedentemente expresado, resulta que este Tribunal optó por conceder
la tutela ante la solicitud de cumplimiento de una conminatoria de reincorporación desatendida por
el empleador, de manera automática y sin realizar ningún otro razonamiento adicional; no obstante,
más adelante al percatarse que en muchos casos se emitían conminatorias de reincorporación laboral,
de empleados que no se encontraban bajo la Ley General del Trabajo; es decir, en casos en los que
no correspondía disponer su cumplimiento, optó por realizar una valoración integral de los datos del
proceso, los hechos y los supuestos derechos vulnerados; sin embargo, según se especificó en
parágrafos anteriores, la SCP 2355/2012, expresó que resultaba necesario que en cada caso se
analice la pertinencia de la conminatoria, que es de cumplimiento inmediato, por lo que su
inobservancia habilita la actuación inmediata de esta jurisdicción constitucional a menos que en la
tramitación del proceso administrativo se evidencien violaciones del debido proceso.
A partir de todo lo desarrollado, y considerado que pese al entendimiento contenido en la
SCP 2355/2012, este Tribunal continuó aplicando el entendimiento expresado en las
SSCCPP 0138/2012 y 0177/2012, que conceden la tutela provisional, sin exigir
requisitos adicionales vinculados a la fundamentación de la conminatoria o el análisis
integral del caso, en ese mérito y ante la evidente existencia de jurisprudencia dispersa que
resuelve de manera diferente una misma problemática, y con la finalidad de otorgar certeza jurídica
al justiciable, corresponde establecer las siguientes subreglas respecto al incumplimiento
de la conminatoria de reincorporación pronunciada por la autoridad del trabajo: a)
Procede la acción de amparo constitucional de manera directa, lo que significa que el
trabajador no requiere agotar previamente la jurisdicción laboral ni la vía administrativa,
constituyendo una excepción al principio de subsidiariedad; b) La jurisdicción
constitucional verificará en cada caso la pertinencia de la conminatoria de
reincorporación, limitándose tal análisis a constatar que aquella fue emitida a favor del
trabajador que se encuentra dentro del rango de protección de la Ley General del Trabajo
y la normativa laboral complementaria; supuestos que permitirán ordenar el
cumplimiento de la conminatoria de reincorporación; y, c) La tutela que otorga la
jurisdicción constitucional es provisional, al quedar todavía mecanismos pendientes que
pudieran eventualmente ser activados por el empleado o el empleador″ (las negrillas nos
corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
De autos se advierte que la impetrante de tutela denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo,
estabilidad laboral, inamovilidad funcionaria, salario digno y al seguro social; toda vez que, la empresa
FRIDOSA en la que trabajaba desde el 15 de febrero de 2013, la despidió sin justificación alguna,
pese haberle otorgado vacaciones de manera verbal, cuando se apersonó a firmar la boleta para
acreditar la misma, le informaron que fue desvinculada de su fuente laboral por abandono y haber
faltado a esta por más de diecisiete días, al no ser cierta la referida aseveración denunció el hecho
ante la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, instancia que emitió la Conminatoria
J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018 de 14 de septiembre, disponiendo que la aludida empresa
reincorpore a la accionante al mismo puesto que ocupaba hasta antes de su despido, más el pago
de sus salarios devengados y demás derechos laborales, la cual hasta la interposición de la presente
acción no fue cumplida; toda vez que, la parte demandada interpuso recurso de revocatoria contra
dicha Conminatoria, misma que fue rechazada por Resolución 640/18 de 7 de noviembre de 2018;
en consecuencia el Jefe Departamental de Trabajo La Paz, confirmó su reincorporación.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 141


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De acuerdo a lo precedentemente expuesto, la línea a seguir por este Tribunal, con el objeto de
resolver la problemática planteada por la impetrante de tutela, se encuentra plasmada en los
fundamentos desarrollados en la SCP 0191/2019-S2 de 2 de mayo, citada ut supra en el presente
fallo constitucional que realizó una sistematización de la jurisprudencia respecto a la conminatoria de
reincorporación, llegando a la conclusión que con el fin de resguardar al trabajador ante despidos
arbitrarios y sin causa legal justificada y con la finalidad de otorgar certeza jurídica al justiciable se
creó un procedimiento administrativo sumarísimo, concediéndole facultades al Ministerio de Trabajo,
Empleo y Previsión Social, a través de las jefaturas departamentales de trabajo, para determinar si
el retiro es justificado o no, para luego proceder a pronunciar la mencionada Conminatoria y
finalmente recurrir a la jurisdicción constitucional en caso de resistencia del empleador a su
observancia, medida adoptada con el fin de garantizar el cumplimiento inmediato de un acto
administrativo a través de referida instancia, para lo cual se estableció las siguientes subreglas: 1)
Procede la acción de amparo constitucional de manera directa, lo que significa que el trabajador no
requiere agotar previamente la jurisdicción laboral ni la vía administrativa; 2) La instancia
constitucional verificará en cada caso la pertinencia de la conminatoria de reincorporación,
limitándose tal análisis a constatar que aquella fue emitida a favor del trabajador que se encuentra
dentro del rango de protección de la Ley General del Trabajo y la normativa laboral complementaria;
supuestos que permitirán ordenar el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación; y, 3) La
tutela otorgada por la jurisdicción constitucional es provisional, al quedar todavía mecanismos
pendientes que pudieran eventualmente ser activados por el empleado o el empleador.
La indicada protección no implica que la jurisdicción constitucional se constituya en una instancia
más, dedicada a la ejecución de decisiones administrativas ni se le atribuya a este Tribunal funciones
coercitivas para el acatamiento de las mismas, sino en un mecanismo rápido y efectivo para el
restablecimiento del derecho fundamental al trabajo, a un empleo digno y a la estabilidad laboral, a
través de la materialización efectiva del cumplimiento de la orden de reincorporación laboral, más el
consecuente pago de los salarios devengados y otros derechos laborales que les correspondan,
siempre y cuando estos hayan sido dispuestos en la misma conminatoria, teniendo el empleador la
jurisdicción ordinaria a fin de demostrar la ilegal o indebida Conminatoria pronunciada por la Jefatura
Departamental de Trabajo La Paz; en cuyo mérito, corresponde, en el caso concreto, verificar si la
Conminatoria de reincorporación emitida en favor de la impetrante de tutela, fue cumplida por la
empresa FRIDOSA conforme a los alcances establecidos en la misma; toda vez que, al tratarse de
una trabajadora que tiene bajo su dependencia a una persona con discapacidad, goza de inamovilidad
funcionaria.
En ese entendido y en cumplimiento a la mencionada sentencia constitucional citada en el
Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional que realizó una contextualización respecto
a la obediencia de las conminatorias y llegó a la conclusión de que pese a las modulaciones que se
hizo sobre el particular, este Tribunal Constitucional Plurinacional continuó aplicando el entendimiento
asumido en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0138/2012 y 0177/2012 de conceder la
tutela provisional en el caso de conminatoria, sin exigir requisitos adicionales vinculados a la
fundamentación o el análisis integral del caso; empero, con la finalidad de otorgar certeza jurídica al
justiciable, estableció la subreglas antes descritas.
Ahora bien, en cumplimiento de lo precedentemente expuesto y el análisis de la Conminatoria
J.D.T.L.P.//D.S. 0495/ 126/2018, pronunciada por la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, se
advierte que la misma fue emitida en cumplimiento a la jurisprudencia constitucional citada en el
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, referido a las personas que tienen bajo
su protección a una persona con discapacidad; toda vez que, en su análisis mencionó que constataron
que la trabajadora era progenitora de una hija menor de edad calificada con 37% de discapacidad
intelectual, fue en ese entendido que la señalada instancia dispuso la reincorporación inmediata de
Ana Adelina Villarte Chávez -ahora accionante- a su fuente laboral en el mismo puesto que ocupaba
en la empresa FRIDOSA hasta antes de su despido injustificado.
De obrados se verificó que la referida empresa fue notificada con dicho actuado el 25 de septiembre
de 2018, conforme al cargo de recepción que consta a fs. 44 de obrados, conocido el mismo presentó

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recurso de revocatoria que fue resuelto por la Jefatura Departamental de Trabajo a través de la
Resolución 640/18 rechazándolo; en consecuencia, confirmó la mencionada decisión; sin embargo,
previo a este actuado, consta Informe -V-326/18 de 18 de octubre de 2018, elaborado por Patricia
Serrano Aguilar, Inspectora de Trabajo y Seguridad Industrial de la mencionada institución
(Conclusión II.3), quien señaló que verificó que dicha empresa no dio cumplimiento a la aludida
Conminatoria de reincorporación.
Por lo expuesto, resulta evidente la inobservancia de la empresa FRIDOSA del carácter obligatorio
que conlleva la Conminatoria emitida por la Jefatura Departamental de Trabajo La Paz, al resistirse
a cumplir la misma a pesar de tener pleno conocimiento de dicha decisión; por lo que, conforme a
los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la normativa
legal pronunciada para el efecto y en el marco de la jurisprudencia glosada, corresponde a la
jurisdicción constitucional conceder la tutela solicitada y disponer el acatamiento total de la misma,
la cual debió ser de cumplimiento inmediato por las características particulares de la trabajadora que
goza de una protección especial, en el marco de lo establecido por el art. 70 y ss. de la CPE.
En ese sentido, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró en
forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 32/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 232 a 235,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos expuestos por la Sala
Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0651/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29015-2019-59-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 69/2019 de 14 de mayo, cursante de fs. 120 a 125, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Pastor Lozada Almaraz contra Olvis
Eguez Oliva y Edwin Aguayo Arando, Magistrados de la Sala Penal del Tribunal Supremo
de Justicia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 22 de abril y 6 de mayo de 2019, cursantes a fs. 1, 40 a 53 vta. y 56
a 57, el accionante expresó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por Marcel Alemán Suvelza en representación de la
Cooperativa San Luis Limitada (Ltda.) en liquidación, el Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital
del departamento de Santa Cruz, pronunció la Sentencia 23/17 de 9 de octubre de 2017, declarándole
culpable de la comisión del ilícito de apropiación indebida, condenándole a tres años de reclusión;
motivo por el cual, interpuso recurso de apelación restringida; a tal efecto, la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz emitió el Auto de Vista 12 de 9 de febrero de 2018,
dispuso admisible e improcedente su apelación, y admisible y procedente la impugnación de la
mencionada Cooperativa, revocando parcialmente la pena impuesta, modificándola a cuatro años de
privación de libertad.
En mérito a ello, formuló recurso de casación, a cuyo fin, los miembros de la Sala Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, pronunciaron el Auto Supremo 615/2018-RA de 7 de agosto, declarando
inadmisible el recurso interpuesto, aduciendo que no se habría cumplido con los requisitos formales
para su admisión, conforme lo establece el art. 416 del Código de Procedimiento Penal (CPP), al no
haber mencionado de manera clara y precisa la contradicción del Auto de Vista impugnado, con el
precedente contradictorio, situación que no es evidente, ya que dichos extremos sí fueron
efectivizados, debiendo ingresar al fondo de la problemática planteada por tratarse de un defecto
absoluto insubsanable por errónea aplicación de la ley sustantiva, referida a la correcta subsunción
del art. 345 del Código Penal (CP).
El fallo cuestionado, al declarar la inadmisibilidad del recurso de casación, no realizó una minuciosa
y exhaustiva revisión del mismo, ya que cumple con las formalidades de ley, además de no haber
aplicado la flexibilización de los requisitos en el citado recurso, que permite abrir excepcionalmente
la competencia del Tribunal Supremo de Justicia, al existir graves y evidentes infracciones como la
errónea calificación del marco descriptivo de la ley penal respecto a la subsunción que deviene en
defecto absoluto insubsanable, conforme lo previsto en el art. 169 del CPP, negándole la posibilidad
de acceder a la justicia, no habiendo analizado adecuadamente el recurso planteado dentro de los
parámetros del art. 417 del Código Adjetivo Penal, por su inadecuada e incorrecta compulsa con
relación al cumplimiento de los requisitos exigidos por la parte que recurrió de casación, habiendo
confundido en el primer precedente contradictorio, el número de poder otorgado a su persona como
representante de la Cooperativa San Luis Ltda., en liquidación, vulnerando así sus derechos y
garantías constitucionales.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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El accionante denunció como lesionados sus derechos al debido proceso, a la legítima defensa, a
recurrir y acceso a la justicia, citando al efecto los arts. 115, 119, 120, 180.II y 410.II de la
Constitución Política del Estado (CPE); y, 8.2 inc. h), 24 y 29 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) Se anule y deje sin efecto el Auto Supremo 615/2018-
RA, emitido por los miembros de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia; b) “La devolución y
la remisión del EXP: 130/16, IANUS: 201617305 DEL JUZGADO QUINTO DE SENTENCIA EN LO
PENAL DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA; nuevamente al TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, en su
SALA PENAL, para que se emita un nuevo AUTO SUPREMO aplicando los derechos y garantías
constitucionales que dejo de lado a tiempo de dictar resolución ilegal…” (sic); y, c) “Se sancione con
Daños y Perjuicios a los recurridos por no ser excusables sus actos” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 14 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 109 a
119, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados ratificó in extenso la acción de amparo constitucional
presentada.
En uso de la réplica refirió que se reclamó que al tratarse la errónea calificación en el marco de la
subsunción del tipo penal, el Tribunal Supremo de Justicia estaba en la obligación de verificar ese
error, mencionado como primer precedente contradictorio el “231/2006”; asimismo, la contradicción
que manifestó en el recurso de casación es que se tramite en mecanismos menos gravosos que es
la vía civil; no pidió la revalorización de la prueba, simplemente alegó la errónea calificación de la
subsunción del marco descriptivo de la ley penal que vulnera el debido proceso.
I.2.2. Informe de los demandados
Olvis Eguez Oliva, Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, el 14 de mayo de
2019, presentó informe escrito cursante de fs. 86 a 87 vta., indicando que: 1) El accionante no
enunció cuales son los hechos concretos que surgen del Auto de Vista y que motivaron la interposición
del recurso de casación, sin manifestar mínimamente que fue lo que el Tribunal de alzada argumentó
a tiempo de resolver los defectos de la sentencia denunciados; 2) Según el Auto Supremo
cuestionado, el peticionante de tutela invocó como precedentes tres autos supremos; asimismo, de
manera reiterada refirió los hechos que motivaron la acción penal y que en su criterio no constituyen
delito; empero, no explicó cuáles son esos elementos constitutivos del ilícito de apropiación indebida
y qué elemento faltaría en el caso de autos para considerar atípica su conducta; 3) Es de
conocimiento que el actual sistema procesal penal no admite la revaloración de prueba y hechos que
fueron debatidos en juicio oral, público y contradictorio, bajo los principios de inmediación y oralidad,
siendo tarea del Tribunal de apelación, verificar la correcta o incorrecta aplicación de la norma
sustantiva o adjetiva penal, para cuyo efecto todo litigante que hace uso de su derecho a recurrir,
debe proveer los hechos en que funda su impugnación; 4) En el caso concreto, ante una supuesta
errónea aplicación de la norma sustantiva, se debe señalar qué hechos se establecieron por el Juez
de mérito como probados en juicio, precisando qué elemento del tipo penal falta en esos hechos y
que no fue considerado, fundamentando qué fue lo que el Tribunal aludido argumentó respecto al
defecto planteado en su recurso de alzada y por qué consideró que su razonamiento sería contrario
a la línea jurisprudencial invocada como procedente; 5) Dichos aspectos no acontecieron en el caso
de autos, pues los argumentos expuestos en el recurso de casación fueron los hechos que motivaron
la acción penal, no habiéndose referido en absoluto a lo expresado en la Sentencia ni en el Auto de
Vista; 6) En cuanto al segundo precedente invocado, el accionante se limitó a señalar que este fallo
impugnado se basó en certidumbres subjetivas del Juez a quo y Tribunal de alzada, no habiendo
indicado de qué manera serían contrarios al precedente invocado, reiterando los hechos que
motivaron la acción penal y que en su criterio no constituyen delito; 7) Respecto al Auto Supremo

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cuestionado, se circunscribió a mencionar que el Tribunal de apelación no hizo una correcta


subsunción del hecho atribuido; 8) Con la vigencia de la Ley del Órgano Judicial, tiene limitada su
competencia a los planteamientos realizados por los impugnantes; es decir, que el Tribunal de
casación no puede revisar de oficio defectos que no fueron observados a tiempo de interponer un
recurso, ya que al no hacerlo se entiende que no generó ningún efecto nocivo a sus intereses; 9) La
ley impone a los litigantes reclamar los posibles defectos, no solo en los recursos, sino en cada etapa
procesal, y en caso que se pretenda que este Tribunal abra su competencia vía flexibilización, también
deberá cumplir los requisitos exigidos en cada fallo de análisis de admisibilidad; 10) El solicitante de
tutela jamás alegó la vulneración de derechos o garantías constitucionales y menos explicó los hechos
generados de posibles transgresiones, como debe hacerse ante la falta de precedente y la existencia
de lesión de derechos y garantías constitucionales; y, 11) Si bien se mencionó que el accionante
invocó el Auto Supremo 563/2015 de 4 de mayo, cuando el mismo no fue aludido a tiempo de
identificar los agravios planteados; sin embargo, dicho defecto no generó ninguna consecuencia
perjudicial que amerite la nulidad de la Resolución emitida, pues el impugnante en casación no
cumplió con precisar el requisito previsto por el segundo párrafo del art. 417 del CPP, explicando de
forma clara cual la contradicción entre el Auto de Vista impugnado y los precedentes invocados.
Edwin Aguayo Arando, Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, no asistió a la
audiencia, tampoco presentó informe alguno, pese a su notificación cursante a fs. 60.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Marcel Alemán Suvelza, en representación de la Cooperativa San Luis Ltda. en liquidación, en
audiencia a través de su abogado, señaló que: i) Llevó adelante varios procesos contra el accionante,
uno de ellos condenándole por el delito de apropiación indebida; ii) El prenombrado planteó su
apelación restringida después que fue condenado, pidiendo al Tribunal de la causa que le cambie la
conducta de condenado a absuelto, bajo el fundamento que existió una mala subsunción de la
aplicación del delito mencionado, cuyo argumento es sobre valoración de la prueba, debiendo
plantear en apelación restringida; iii) Respecto al recurso de casación, el art. 417 del CPP es claro
con relación a los requisitos que deben observarse para interponerlo, debiendo abocarse a señalar la
contradicción en términos precisos como única prueba para su admisibilidad; es decir, acompañar
autos de vista ya invocados en la apelación restringida; iv) El recurso de casación presentado por el
impetrante de tutela cuestionó la valoración del Testimonio de Poder 0563/2015 de 4 de mayo, para
que el Tribunal de casación valore como si fuese un tribunal de sentencia, no siendo la labor del
mismo; y, v) No se vulneró el derecho a la defensa del peticionante de tutela, porque durante todo
el proceso penal tuvo todas las garantías para asumir su defensa e interponer todos los recursos, no
siendo culpa del Tribunal Supremo de Justicia que no hubiese cumplido los requisitos previstos en el
art. 417 del Código aludido, indicando las contradicciones de manera clara; solicitando se deniegue
la tutela demandada.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, mediante
Resolución 69/2019 de 14 de mayo, cursante de fs. 120 a 125, denegó la tutela solicitada, a tal
efecto expresó los siguientes fundamentos: a) El impetrante de tutela asumió erróneamente que la
acción de amparo constitucional constituiría una instancia adicional de la jurisdicción ordinaria y
tuviera la vocación de reparar las actuaciones de las instancias ordinarias inferiores, por cuanto en
su petitorio solicitó la nulidad de la Resolución impugnada; b) Asimismo, realizó una transcripción de
su recurso de apelación, además de señalar los agravios planteados al Tribunal de casación,
confundiendo la vía constitucional con una instancia más de revisión de la legalidad ordinaria,
existiendo requisitos para que la justicia constitucional efectúe excepcionalmente la revisión de la
actuación de otros tribunales, mismos que no fueron cumplidos por el accionante, impidiendo que
esa Sala pueda ingresar a dicha labor excepcional; y, c) No advirtieron lesión alguna a los derechos
señalados, por cuanto el peticionante de tutela tuvo la posibilidad de defenderse en todas las
instancias que la ley le franquea, activando los recursos que vio por conveniente.
II. CONCLUSIONES

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De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:


II.1. Dentro del proceso penal seguido por Marcel Alemán Suvelza en representación de la
Cooperativa San Luis Ltda., en liquidación contra Pastor Lozada Almaraz -ahora accionante-, por la
presunta comisión del delito de apropiación indebida agravada con víctimas múltiples, previsto y
sancionado por los arts. 345 y 346 bis del CP, el prenombrado mediante memorial presentado el 3
de noviembre de 2017, interpuso recurso de apelación restringida contra la Sentencia 23/17 de
9 de octubre del mismo año (fs. 2 a 6 vta.).
II.2. A mérito del recurso formulado, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia
de Santa Cruz pronunció el Auto de Vista 12 de 9 de febrero de 2018, declarando admisible e
improcedente la apelación restringida formulada por el peticionante de tutela; asimismo, admisible y
procedente el recurso presentado por Marcel Alemán Suvelza en representación de la Cooperativa
San Luis Ltda., en liquidación, y deliberando en el fondo revocó parcialmente la Sentencia 23/17,
modificando la pena a cuatro años de reclusión contra el prenombrado (fs. 7 a 11 vta.).
II.3. Por escrito presentado el 17 de abril del mismo año, el impetrante de tutela formuló recurso
de casación contra el citado Auto de Vista 12 (fs. 14 a 21 vta.); en virtud a ello, los miembros de la
Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia -ahora autoridades demandadas-, emitieron el Auto
Supremo 615/2018-RA de 7 de agosto, declarando inadmisible el recurso de casación
interpuesto (fs. 29 a 31 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la legítima defensa, a recurrir
y acceso a la justicia; alegando que, dentro del proceso penal seguido en su contra por Marcel Alemán
Suvelza en representación de la Cooperativa San Luís Ltda., en liquidación, los Magistrados
demandados, pronunciaron el Auto Supremo 615/2018-RA de 7 de agosto, declarando la
inadmisibilidad del recurso de casación que interpuso; sin embargo, no realizaron una minuciosa y
exhaustiva revisión del citado recurso, el cual cumple con todas las formalidades de ley; asimismo,
no analizaron adecuadamente el mismo, dentro de los parámetros establecidos por el art. 417 del
CPP, por su inadecuada e incorrecta compulsa sobre el cumplimiento de los requisitos exigidos para
su admisión, respecto a precisar las contradicciones entre el Auto de Vista 12 de 9 de febrero de
2018, con los precedentes contradictorios invocados, debiendo flexibilizar dichas exigencias para
permitir que el Tribunal Supremo de Justicia asuma excepcionalmente su competencia, ante la
existencia de graves y evidentes infracciones como la errónea calificación del marco descriptivo de la
ley penal, lo que deviene en un defecto absoluto insubsanable.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de amparo constitucional no se constituye en una instancia de revisión
de la jurisdicción ordinaria
Al respecto, la SCP 0294/2012 de 8 de junio señaló: “La jurisprudencia constitucional estableció que
el amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustitutivo, complementario o una instancia
adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a una determinación judicial adversa, pues
esta acción tutelar en ningún caso puede ser equiparado y/o utilizado como una instancia de
apelación y menos de casación. En ese sentido, la SC 1358/2003-R de 18 de septiembre, ha
establecido que: '…el amparo constitucional es una acción de carácter tutelar, no es un
recurso casacional que forme parte de las vías legales ordinarias, lo que significa que
sólo se activa en aquellos casos en los que se supriman o restrinjan los derechos
fundamentales o garantías constitucionales, por lo mismo no se activa para reparar
supuestos actos que infringen las normas procesales o sustantivas, debido a una
incorrecta interpretación o indebida aplicación de las mismas'” (las negrillas corresponden al
texto original).
Entendimiento reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0718/2015-S3 de 3 de
julio y 0151/2015-S2 de 25 de febrero, entre otras.

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En ese mismo sentido, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre expresó que: “La jurisprudencia del Tribunal
Constitucional desde sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción constitucional no
le corresponde juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar su actividad
jurisdiccional, pues ello implicaría un actuar invasivo de las otras jurisdicciones (SC 1031/2000-R de
6 de noviembre), no obstante, es indudable también que desde sus inicios este Tribunal determinó
que sí procede la tutela constitucional si en esa actividad interpretativa se lesionan derechos
fundamentales y garantías constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De donde
se puede concluir que la jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación
de las otras jurisdicciones precisó en la jurisprudencia que la acción de amparo
constitucional no se activa para reparar incorrectas interpretaciones o indebidas
aplicaciones del Derecho, pues no puede ser un medio para revisar todo un proceso
judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria y hermenéutica de los
tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras
jurisdicciones.
(…)
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico -
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que
realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada
valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación
de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que
las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y
en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo,
providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para
que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los
tribunales de justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de
vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa -
argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional,
sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional,
impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta
materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se
comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración probatoria que se
aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del

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ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o
administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales” (las negrillas son agregadas).
Asimismo, la citada línea jurisprudencia fue ratificada por la SCP 1737/2014 de 5 septiembre, al
manifestar que: “…esta jurisdicción no se constituye en un mecanismo de impugnación de la labor
que efectúan los jueces y tribunales ordinarios; el Tribunal Constitucional Plurinacional no
puede inmiscuirse en esa labor particular, al estar compelido al cumplimiento de
funciones diferentes (art. 196.I de la CPE), menos puede convertirse en un supra tribunal
con facultades de revisar lo obrado por autoridades de otras jurisdicciones, a menos que
la accionante hubiera manifestado de manera precisa una errónea valoración de la prueba
(individualizando la prueba y el alejamiento de los marcos de razonabilidad y equidad), una errónea
interpretación del Derecho (precisando qué normas legales fueron erróneamente interpretadas y
cómo estas interpretaciones vulneran derechos fundamentales de manera puntual y concreta); o,
cómo los elementos congruencia y fundamentación han sido vulnerados al emitirse una resolución
judicial” (las negrillas nos corresponden).
Entendimiento reiterado en la SCP 0606/2016-S2 de 30 de mayo.
III.2. Análisis del caso concreto
Una vez efectuado el marco jurisprudencial para el examen del presente caso, de la revisión y cotejo
de los antecedentes que cursan en el expediente, se evidencia que, dentro del proceso penal seguido
por Marcel Alemán Suvelza en representación de la Cooperativa San Luis Ltda., en liquidación contra
Pastor Lozada Almaraz -ahora accionante-, por la presunta comisión del delito de apropiación
indebida agravada con víctimas múltiples, previsto y sancionado por los arts. 345 y 346 bis del CP, el
prenombrado interpuso recurso de apelación restringida contra la Sentencia 23/17 de 9 de octubre
de 2017.
En virtud a ello, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz pronunció
el Auto de Vista 12 de 9 de febrero de 2018, que declaró admisible e improcedente la apelación
restringida interpuesta por el peticionante de tutela; y, admisible y procedente el recurso formulado
por Marcel Alemán Suvelza en representación de la Cooperativa San Luis Ltda., en liquidación, y
deliberando en el fondo revocó parcialmente la Sentencia, modificando la pena a cuatro años de
reclusión contra el accionante. Producto de dicha determinación, el prenombrado planteó recurso de
casación, a tal efecto los miembros de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia -ahora
demandados- emitieron el Auto Supremo 615/2018-RA de 7 de agosto, declarando inadmisible el
recurso de casación presentado.
Ahora bien, conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, la acción de amparo constitucional no es un recurso alternativo,
sustitutivo, complementario o una instancia adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a
una decisión judicial o administrativa adversa, ya que la actividad de interpretación en el conocimiento
y resolución de una causa, es prerrogativa de los tribunales o instancias ordinarias, no siendo un
medio para revisar la actividad probatoria o hermenéutica que realizan estos, al estar considerado
como una garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
No obstante de ello, de forma excepcional este Tribunal se encuentra habilitado para revisar dicha
actividad a efectos de constatar una posible lesión de derechos fundamentales o garantías
constitucionales, siempre y cuando el accionante enmarque su demanda en tres dimensiones citadas
por la jurisprudencia constitucional, a saber: 1) Por vulneración del derecho a una resolución
congruente, motivada y fundamentada; 2) Ante una valoración probatoria que se aparta de los
marcos de razonabilidad y equidad, omisión arbitraria en la consideración de la prueba, con el
señalamiento de los medios probatorios cuya valoración se haya omitido, o la existencia de una
resolución basada en prueba inexistente con indicación de la misma; y, 3) Por incorrecta
interpretación del ordenamiento jurídico infraconstitucional, debiendo la demanda cumplir con la
carga argumentativa suficiente que demuestre la supuesta errónea interpretación aludida.

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Con relación a lo precedentemente mencionado, en el caso que se analiza, se evidencia que el


impetrante de tutela no demandó expresamente la vulneración del derecho a una resolución
congruente y motivada, respecto del fallo pronunciado por las autoridades demandadas, para su
respectivo estudio; tampoco alegó omisión ni errónea valoración de medios de prueba dentro del
proceso penal seguido en su contra, menos una incorrecta interpretación del ordenamiento jurídico
infraconstitucional, limitándose a señalar que no analizaron adecuadamente el recurso de casación
que interpuso dentro los parámetros establecidos por el art. 417 del CPP, por su inadecuada e
incorrecta compulsa respecto al cumplimiento de los requisitos exigidos para su admisión; sin
embargo, no expresaron fundamentos jurídicos que justifiquen o sustenten tales aseveraciones,
tampoco la relación de vinculación entre la actividad interpretativa argumentativa desarrollada por
las autoridades judiciales, con la vulneración de los derechos fundamentales invocados, demostrando
ante la jurisdicción constitucional que se abre su competencia, en procura de revisar sus resoluciones.
Por el contrario, cuestionó la actuación de los Magistrados demandados, al pronunciar el Auto
Supremo 615/2018-RA declarando inadmisible el recurso de casación que planteó, alegando la
existencia de graves y evidentes infracciones como la errónea calificación del marco descriptivo de la
ley penal en el presente caso, así como “…un desajuste entre la aplicación de la norma y el
razonamiento formulado por las autoridades con el caso concreto…” (sic); extremos que no pueden
ser analizados por este Tribunal, debido a que por una parte, la labor de interpretación en el
conocimiento y resolución de una causa, es prerrogativa de los tribunales o instancias ordinarias, no
siendo un medio para revisar la actividad probatoria o hermenéutica que realizan estos, al estar
considerado como una garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
Por otra parte, la acción de amparo constitucional es una acción de carácter tutelar y no debe
confundirse con una instancia o recurso supra casacional que forme parte de las vías legales
ordinarias a las que puedan acudir los afectados, frente a una decisión adversa que afecte sus
intereses, para revisar la legalidad de los procesos judiciales o administrativos, sino solamente ante
la existencia de vulneración de derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, la justicia
constitucional puede ingresar a valorar la actividad desarrollada de forma excepcional, en miras a
brindar tutela, cuando se advierta una clara lesión de los mismos y el accionante cumpla con los
presupuestos ya establecidos por la jurisprudencia constitucional glosada precedentemente, lo que
en el caso que nos ocupa no aconteció, correspondiendo por ello denegar la acción solicitada.
Consecuentemente, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró en forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 69/2019 de 14 de mayo, cursante de fs. 120 a 125,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


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MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0652/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29018-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 52/19 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 606 vta. a 609 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por León Manuel Loza
Vélez en representación de Neisa Kelia Bolívar Jerez contra Franz Albornoz Cruz, Gerente
General a.i.; Hugo Ángel Rojas Lascano, Presidente del Consejo de Vigilancia; Oscar Loza
Ugarte, Presidente del Consejo de Administración y Zaida Mónica Torrez Barrero, Jefa de
Capacitaciones, miembros del Tribunal Administrativo; y, Alfonso Tejerina Escaray,
Subgerente de Riesgos; Anna del Rossio Camacho Valdez, Subgerente de Finanzas y
Operaciones, Gonzalo Elmer Arancibia Barrientos, Subgerente de Sistemas; Mirian Norma
Gareca Illescas, Subgerente Comercial y Mercadeo; y, Enmy Isabel Maraz Castillo, Oficial
de Crédito Productivo, integrantes de la Comisión Sumariante, todos de la Cooperativa de
Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco Solano” RL.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 7 de mayo de 2019, cursante a fs. 1 y 35 a 38 vta., la accionante a través
de su representante, expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Era trabajadora de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco Solano” RL.,
desempeñando su labor en la agencia de la localidad de Boyuibe del departamento de Santa Cruz,
desde agosto de 2015.
Cuando se encontraba gozando de su vacación, se dio inicio a un proceso sumario contra dos de sus
compañeros de trabajo, razón por la cual, el Tribunal Sumariante, le convocó a prestar declaración y
colaboración necesaria; sin embargo, dicha instancia decidió incluirla dentro del proceso sumario
administrativo, comunicando su estado de embarazo durante la sustanciación del mismo.
El 29 de noviembre de 2018, fue notificada con la Resolución Final de 28 de igual mes y año, dictada
por el Tribunal Administrativo de la citada Cooperativa; por la cual, dispusieron su destitución sin
derecho a beneficios sociales y otros, ignorando su estado de gravidez de dieciséis semanas;
posteriormente, mediante Auto de Vista “18” -lo correcto es 1- de 17 de diciembre del año señalado,
se revocó parcialmente la misma, concediéndole el derecho de cobrar su aguinaldo y disponiendo el
pago de asignaciones familiares; por lo que, recurrió a la Jefatura Regional de Trabajo Camiri del
departamento de Santa Cruz, solicitando la reincorporación a su fuente laboral en cumplimiento del
Decreto Supremo (DS) 0496 de 1 de mayo de 2010, lugar donde, el representante legal de la
nombrada Cooperativa -ahora demandado- manifestó que era imposible la reincorporación
impetrada; sin embargo, propuso llegar a un acuerdo entre partes para solucionar el problema y el
25 de febrero 2019, pidió a dicha instancia la declinatoria de competencia.
Posteriormente, fue convocada junto a su abogado a Villamontes del departamento de Tarija, con el
propósito de discutir una propuesta de la Cooperativa precitada; misma que después de ser debatida
fue aceptada por su persona y se procedió a la firma. Este acuerdo que debió ser presentado a la
Jefatura Regional de Trabajo indicada fue incumplido y después de dos semanas de espera, les
comunicaron que el Consejo de Administración de esa Cooperativa no aceptó el mencionado acuerdo;
por lo que, quedó sin efecto.

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“Luego, en fecha 20 de abril de 2019 recién nos notificamos con el informe del inspector de trabajo
de Camiri, quien conoció la denuncia, en la que declina de conocer esta denuncia” (sic),
“Actualmente”, se encuentra con ocho meses de embarazo, sin trabajo, ni seguro social y la
institución ahora demandada, no le pagó desahucio y tampoco cumplió con las asignaciones
familiares.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante, denunció como lesionados sus derechos al trabajo y a la
inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo, citando al efecto los arts. 13, 14.I, II,
III, IV y V, 15.I y II, 35.I, 45.V, 46; 48.I, II, III, IV, V y VI, 49.III y 60 de la Constitución Política del
Estado (CPE); 23.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); y, “14” -debió decir
XIV- de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) La reincorporación a su fuente laboral en consideración
a su estado de gravidez; y, b) El pago retroactivo de los subsidios prenatal -de los cinco últimos
meses-, ya sea en dinero o en especie; de natalidad -por nacimiento del menor-, correspondiente al
pago de un salario mínimo nacional; de lactancia -consistente en la entrega de productos lácteos u
otros-, equivalente a un salario mínimo nacional; durante los primeros doce meses de vida del menor;
y, su reafiliación a la Caja Petrolera de Salud (CPS) hasta que el niño cumpla un año de vida.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 602 a
606 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su representante, ratificó in extenso los fundamentos expuestos en la
acción de amparo constitucional presentada y acotó: 1) La Constitución Política del Estado, da una
amplia protección a la mujer en estado de embarazo, lo que quiere decir que por ningún motivo se
la puede despedir de un trabajo hasta que el hijo cumpla un año de edad, medida que sobre todo,
protege la vida y salud del niño (a); 2) En este caso no es aplicable el principio de subsidiariedad, en
razón a los derechos de la mujer embarazada y del lactante o niño, referente a la seguridad social,
al régimen de asignaciones familiares que dentro de ellos están contemplados, el subsidio prenatal,
natal y lactancia que se encuentran vinculados a la vida y salud tanto de la madre como del nuevo
ser; 3) Actualmente, está a punto de dar a luz; “…le han quitado su aguinaldo…” (sic) y sus beneficios
sociales, pese a que existe una Resolución que le reconoce los derechos de lactancia pero hasta el
momento no se cumplió; entonces, estamos ante una mujer totalmente desamparada que ni seguro
de salud tiene porque también le suspendieron; y, 4) Es evidente que le iniciaron un proceso
disciplinario que fue llevado a la instancia penal para que sea un juez competente que delibere y
juzgue.
Haciendo uso del derecho a la réplica y presentando pruebas manifestó: i) El Informe es del médico
del municipio de Boyuibe del departamento de Santa Cruz, es de un Hospital Público, demostrando
con esto, que le quitaron el seguro de la CPS; ii) Igualmente adjuntó una ecografía que demuestra
que tiene un embarazo de veintinueve semanas; y, iii) No cometió ningún delito, fueron sus colegas;
cuando se dieron cuenta del error al despedirla, mediante Auto de Vista 1, emergente del proceso
sumario, revocaron parcialmente la decisión y con el fin de resguardar los derechos a la salud y la
vida del menor que está por nacer, decidieron otorgarle las asignaciones familiares, así como el pago
de aguinaldo; y, por mandato constitucional se garantiza la inamovilidad laboral de toda mujer
embarazada.
I.2.2. Informe de los demandados
Franz Albornoz Cruz, Gerente General a.i.; Hugo Ángel Rojas Lascano, Presidente del Consejo de
Vigilancia; Oscar Loza Ugarte, Presidente del Consejo de Administración; Alfonso Tejerina Escaray,

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Subgerente de Riesgos; Anna del Rossio Camacho Valdez, Subgerente de Finanzas y Operaciones,
Gonzalo Elmer Arancibia Barrientos, Subgerente de Sistemas; Mirian Norma Gareca Illescas,
Subgerente Comercial y Mercadeo; y, Enmy Isabel Maraz Castillo, Oficial de Crédito Productivo,
miembros del Tribunal Administrativo y Comisión Sumariante respectivamente, todos de la
Cooperativa de Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco Solano” RL., a través de su representante
en audiencia y mediante informe escrito de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 46 a 50
manifestaron: a) El 13 de septiembre de “2019”, realizaron un arqueo sorpresivo en la Agencia
Boyuibe, evidenciándose hechos irregulares que derivaron en la auditoria especial por la que se
determinó indicios de responsabilidad administrativa, civil y penal y a la cual fue convocada la ahora
accionante a declarar, admitiendo que en diferentes ocasiones realizó transacciones sin la presencia
de los titulares de las cuentas, entrega de saldos de reportes adulterados, reversiones de depósito
que ocasionan faltante en la caja de ahorro de socios, falsificaciones de firmas en comprobantes de
caja, desembolso de préstamos por caja sin entrega en efectivo, entre otros; b) Posteriormente el
Tribunal Sumariante resolvió la apertura de término probatorio, en su mala intención, la impetrante
de tutela, jamás demostró que no hubiese cometido transgresiones a su contrato de trabajo y a las
normas laborales vigentes y no respondió dentro de plazo otorgado; finalmente, dicha instancia dictó
el Auto de Vista 1, que fue puesto en conocimiento del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social y adjuntado al proceso administrativo por reincorporación; c) La desvinculación laboral de la
prenombrada, fue consecuencia de la suma de sus acciones, al haber transgredido su contrato de
trabajo, provocando daño económico a la Cooperativa aludida; d) La peticionante de tutela, pretende
el reconocimiento de sus derechos mediante esta acción de defensa; sin embargo, la jurisdicción
constitucional no tiene atribución ni competencia; toda vez que, se revocó la Conminatoria de
Reincorporación por la declinatoria de competencia efectuada por la Jefatura Regional de Trabajo
Camiri del departamento de Santa Cruz; e) La accionante olvidó que negoció el pago de sus beneficios
sociales; por cuanto, aceptó la desvinculación laboral; que además, de forma contradictoria solicitó
en la acción de amparo constitucional; tampoco recordó que recurrió al Ministerio de Trabajo
precitado, de manera voluntaria por el pago de esos beneficios; lo cual, excluye el proceso de
reincorporación, errores y contradicciones que son inconcebibles y que hacen ver el desconocimiento
de la normativa legal vigente; f) Las causales de la desvinculación son atribuibles solamente a la
solicitante de tutela y se encuentran previstas en los arts. 16 inc. e) de la Ley General del Trabajo
(LGT) y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario; todas sus declaraciones realizadas en presencia de
Notario de Fe Pública, constan en acta y evidencian que hubo incumplimiento de deberes, lo que
derivó en acciones penales por delitos financieros, que actualmente se encuentran en investigación
en el Ministerio Público; g) Habiendo tomado conocimiento del estado de gravidez de la peticionante
de tutela, en protección a los derechos del ser en gestación, se le reconoció el derecho de las
asignaciones familiares como es el subsidio prenatal, de natalidad y postnatalidad, con la única
condición de que presente un informe mensual sobre su estado al “SEDEM”, a efectos de comprobar
si sigue embarazada, para que haga el depósito; sin embargo, jamás lo hizo; h) De igual modo, se
realizó el pago de todos sus salarios y del doble aguinaldo. De acuerdo a la Ley General del Trabajo,
no se le reconoció desahucios ni indemnización pero sí los demás beneficios incluida vacación, por la
falta que cometió; i) El DS 0012 -de 19 de febrero de 2009-, con relación a la inamovilidad de la
mujer embarazada, establece que no gozará de la misma, cuando incurra en las causales de
conclusión de la relación laboral atribuible a su persona, previo cumplimiento de los procedimientos
exigidos por ley; pese al daño económico que causó a la Cooperativa mencionada; y, j) La
jurisprudencia constitucional logró un equilibrio cuando se considera que los actos u omisiones que
implican perjuicio a la institución a la cual prestó sus servicios el trabajador o la trabajadora,
brindándole una protección hasta el año de vida al niño o la niña; en consecuencia, pidieron se
deniegue la tutela impetrada en cuanto a la inamovilidad laboral.
Haciendo uso del derecho a la dúplica manifestaron similares argumentos que en su primera
intervención y contestando las preguntas del Juez de garantías expresaron que en el desarrollo del
proceso interno seguido contra la accionante, no se supo de su estado de gravidez, recién después
de determinar su alejamiento del cargo, fue que tomaron conocimiento a través de un certificado
médico expedido en una clínica privada.

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Franz Albornoz Cruz, Gerente General a.i. de la citada Cooperativa, manifestó: 1) No están en
condiciones de aceptar a una persona que está vinculada a un proceso administrativo, no es factible
que la impetrante de tutela, sea reincorporada a dicha Cooperativa; ya que, se trata de la reputación
de la misma porque los afectados fueron los socios; y, 2) Están preocupados por el daño económico;
ya que, se trata de patrimonios de los aludidos, razón por la cual, no pueden aceptar la
reincorporación de la mencionada, por lo que solicitaron de deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
El Juez Público de Familia Primero de Camiri del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 52/19 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 606 vta. a 609 vta.,
concedió en parte la tutela solicitada; ordenando que los demandados procedan al pago de
subsidios por asignaciones familiares de prenatalidad a partir del quinto mes de embarazo de Neisa
Kelia Bolívar Jerez y de lactancia hasta que el recién nacido cumpla un año, además, de todos los
derechos que le correspondan; y, denegó en cuanto a la inamovilidad laboral; en base a los
siguientes fundamentos: i) Mediante Resolución Final de 28 de noviembre de 2018, la accionante fue
destituida sin derecho a beneficios sociales, tal decisión fue revocada parcialmente mediante Auto de
Vista 1, respetando su derecho al aguinaldo, a la vida y salud, disponiendo el pago de asignaciones
familiares hasta que el ser en gestación cumpla un año de edad; ii) De la revisión de obrados se
tiene que la impetrante de tutela, durante el proceso administrativo interno seguido en su contra,
ejerció de manera amplia su derecho a la defensa; asimismo, prestó declaración, propuso medios de
prueba e impugnó la Resolución que dispuso su despido; iii) Con relación a la inamovilidad laboral
impetrada, este beneficio introducido en el art. 48.VI de la CPE, no resulta aplicable en el caso
concreto; dado que, en debido proceso se determinó la disolución de la relación laboral, en función
a que la solicitante de tutela incurrió en causales atribuibles a su persona, que dieron lugar al inicio
del proceso administrativo interno en su contra, conforme previene el art. 5.I del DS 0012; y, iv) Es
innegable que ella asumió defensa en debida forma durante las distintas etapas del proceso que se
le siguió; comprobándose la comisión de las causales que dieron lugar a la extinción de la relación
laboral, contenidas en la Ley General del Trabajo y su Decreto Reglamentario.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución Final de 28 de noviembre de 2018, emitida dentro del proceso sumario
administrativo seguido contra Neisa Kelia Bolívar Jerez -ahora accionante-, Alfonso Tejerina Escaray,
Subgerente de Riesgos; Gonzalo Elmer Arancibia Barrientos, Subgerente de Sistemas; Anna del
Rossío Camacho Valdez, Subgerente de Finanzas y Operaciones; Mirian Norma Gareca Illescas,
Subgerente Comercial y Mercadeo; y, Enmy Isabel Maraz Castillo, Oficial de Crédito Productivo, todos
miembros de la Comisión Sumariante de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco
Solano” RL., declararon probadas las infracciones cometidas por la prenombrada y otros, por haber
incumplido sus contratos de trabajo, contraviniendo lo previsto en los arts. 16 inc. e) de la LGT y 9
inc. e) de su Decreto Reglamentario, cuya conducta dolosa y culposa se encuentra tipificada en la
legislación penal; por lo que, se dispuso la remisión de actuados ante los tribunales de justicia,
aplicando la destitución sin derecho a beneficios sociales, sanción que debía ser cumplida en
ejecución de la Resolución mencionada por Gerencia General de dicha Cooperativa (fs. 9 a 22).
II.2. Por Auto de Vista 1 de 17 de diciembre de idéntico año, signada por Hugo Ángel Rojas Lascano,
Presidente del Consejo de Vigilancia, Oscar Loza Ugarte, Presidente del Consejo de Administración y
Zaida Mónica Torrez Barrero, Jefa De Capacitación todos miembros del Tribunal Administrativo de la
citada Cooperativa; resolvieron, revocar parcialmente la nombrada Resolución Final disponiendo:
a) En cuanto a la desvinculación de Neisa Kelia Bolívar Jerez y otros, se debe aplicar lo previsto en
el art. 5 del DS 3278 de 16 de diciembre de 1952, que indica que el aguinaldo no es susceptible de
embargo judicial, retención, descuento, compensación ni transacción de ninguna naturaleza,
debiendo ser pagado íntegramente en dinero en efectivo.

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b) Con el fin de resguardar y precautelar el derecho a la vida, a la salud, a la alimentación y a la


seguridad social, se ordenó el pago de asignaciones familiares hasta que el ser en gestación de la
accionante, cumpla un año de edad, estableciéndose que para tal beneficio la precitada deberá
presentar a Recursos Humanos (RR.HH.) el certificado de atención prenatal que acredite el control
mensual de embarazo para la otorgación del subsidio mensual. En caso de que obtenga una nueva
fuente laboral, dichas asignaciones deberán ser asumidas por el nuevo empleador, quedando la
Cooperativa exenta del pago de las mismas (fs. 23 a 28).
II.3. Por Informe Médico de 30 de enero de 2019, Alain Monje Hoffman, Médico de Planta del
Hospital Fray León Biaggini de Boyuibe del departamento de Santa Cruz, dio a conocer que la
peticionante de tutela, contaba con 21 semanas de gestación (fs. 7).
II.4. Cursa Informe JRTC-SC-IRT.04/2019 de 11 de marzo, por el cual, el Inspector de la Jefatura
Regional de Trabajo Camiri del departamento de Santa Cruz, dio a conocer a Reymar Adrian Flores
Ferrufino, Jefe Regional de dicha repartición estatal, que las jefaturas departamentales y regionales
del Trabajo, no definen derechos ni resuelven hechos controvertidos, siendo esta atribución de los
jueces en materia de trabajo; en el caso, ante la existencia de estos extremos y en cumplimiento de
disposiciones legales vigentes, “…Sugiere a su autoridad que se pueda DECLINAR., competencia del
presente CASO., ante la autoridad jurisdiccional correspondiente y, sea según las formalidades de
rigor” (sic [fs. 33 a 34 vta.]).
II.5. Consta Informe de Ecografía Obstétrica de 10 de junio de similar año, realizado por Luis Alarcón,
Ginecólogo-Obstetra Ecografista, que concluyó que la accionante contaba con 29 semanas y 2 días
de gestación (fs. 8).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante, considera lesionados sus derechos al trabajo, y a la
inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo; por cuanto, los ahora demandados le
despidieron sin observar su estado de gravidez, encontrándose actualmente con ocho meses de
gestación, sin trabajo, sin seguro social, y sin que le haya pagado desahucio, ni indemnización y
tampoco cumplieron con las asignaciones familiares.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Excepción a la inamovilidad laboral de la madre o padre progenitor hasta que la
hija o hijo cumpla un año de edad
Reiterando la jurisprudencia sobre la inamovilidad laboral de la madre o padre progenitor hasta el
cumplimiento del año de vida del niño o la niña, la SCP 0532/2016-S3 de 9 de mayo expresó: [La
SCP 0076/2012 de 12 de abril, dijo respecto a la inamovilidad laboral de la madre o padre progenitor
que: «…se hace referencia a la especial protección de la que gozan las mujeres embarazadas y
madres trabajadoras de un niño menor de un año -inamovilidad laboral-, resguardo que en el marco
del nuevo texto constitucional se hace extensivo a los progenitores (art. 48.VI) hasta que el niño o
niña cumpla un año de edad. Tratándose de un grupo de la población de atención prioritaria y según
se explicó merece un tratamiento especial por la naturaleza de los derechos que protege respecto de
la madre al trabajo y sobre todo del recién nacido a la vida, a la salud que se concretan en la
seguridad social como derecho que hace posible la materialización de ambos.
El DS 0012, reglamentario de las condiciones de inamovilidad laboral de la madre y
progenitores que trabajen en el sector público o privado, establece en el art. 5.I, la
vigencia de este beneficio, al señalar que: “No gozarán del beneficio de inamovilidad
laboral la madre y/o padre progenitores que incurran en causales de conclusión de la
relación laboral atribuible a su persona previo cumplimiento por parte del empleador
público o privado de los procedimientos que fijan las normas para extinguir la relación
laboral”; debiendo entenderse que ante la comisión de un acto que dé lugar a la conclusión de la
relación laboral y que la misma sea atribuible a la mujer en estado de gestación o al
progenitor de un menor de un año de edad, establecida en su normativa interna y en la

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Ley General del Trabajo y su Decreto Reglamentario, cuya comprobación se suscitare en


debido proceso, la sanción se ejecutará inmediatamente, sin lugar a inamovilidad laboral.
Lo precedente se explica en sentido, que si bien, el constituyente dispuso la especial protección a
este grupo de atención diferente, no puede entenderse como un marco de impunidad, que
implique que los actos u omisiones en que incurra en perjuicio de la institución o entidad
en la cual preste servicios sea afectada en sus fines o intereses específicos. En
consecuencia, la finalidad de la citada disposición legal es lograr un equilibrio entre la especial
protección a las mujeres en estado de gestación y progenitores de un niño o niña menor de un año
de edad y el empleador, sea del sector público o privado, a efectos de efectivizar también los valores
de igualdad y justicia como rectores de la administración de justicia.
En ese sentido, disuelta la relación laboral en debido proceso, conforme se explicó, no
puede significar el desconocimiento de los derechos fundamentales del recién nacido o
niño(a) menor de un año, porque el Estado tiene el deber de garantizar el interés superior
del niño, que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro
en cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios públicos y privados (art. 60 de
la CPE). Teniendo presente que se trata de una persona -menor de edad- que de conformidad al art.
58 de la Ley Fundamental, es titular de derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado;
por cuanto, corresponde resguardar la efectiva protección de sus derechos a la vida,
salud y la seguridad social (arts. 15, 18 y 35 de la CPE), los cuales no pueden ser
desconocidos como emergencia de la disolución de la relación laboral; al respecto conviene
recordar que el art. 2 del Código Niño, Niña y Adolescente (CNNA), dispone que se considera niño o
niña a todo ser humano desde su concepción, a su vez el art. 1 del CC con relación al comienzo de
la personalidad, establece que el nacimiento señala el comienzo de la personalidad y que al que está
por nacer se lo considera nacido para todo lo que pudiera favorecerle y para ser tenido como persona.
En ese contexto, la previsión constitucional contenida en la parte final del art. 48.VI de la CPE, debe
ser interpretada en función al criterio teleológico y al principio de eficacia máxima de los derechos
fundamentales. La finalidad del citado precepto constitucional, es de tutelar los derechos al trabajo
de la madre y del progenitor hasta que el niño(a) cumpla un año de edad y a su vez los derechos del
ser en gestación y del recién nacido como la vida y la salud; empero, si por alguna razón quedara
disuelto el vínculo laboral conforme se explicó, corresponde que los derechos del niño o
niña sean resguardados, en el entendido que se trata de derechos cuya tutela no puede
estar supeditada a formalismos como sería el caso, que ante la inexistencia de un vínculo
laboral no sea posible la otorgación de las prestaciones previstas en el régimen de
asistencia familiar.
Consecuentemente, disuelto el vínculo laboral y teniendo presente que el empleador del sector
público o privado se encuentra compelido u obligado a continuar con la prestación de subsidios al ser
en gestación o, al niño o niña hasta que cumpla un año de edad; lo que significa, la atención
obstétrica a la madre durante el embarazo, el parto y el puerperio hasta que el recién
nacido cumpla un año de edad; y, la prestación de los subsidios; prenatal, consistente en
la entrega a la madre gestante, de un pago mensual, en dinero o especie, equivalente a
un salario mínimo nacional a partir del quinto mes de embarazo y fenece el último día
del mes que nace el niño (a); y de lactancia, consistente en la entrega a la madre de
productos lácteos equivalentes a un salario mínimo nacional, hasta que el niño (a)
cumpla un año de edad. Prestaciones, que -reiterando- deberán ser cubiertas por el empleador
aún cuando ya no exista la relación laboral emergente de un despido determinado en debido proceso»
[entendimiento reiterado por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1078/2012, 0205/2013-
L, 0755/2013, 0673/2013-L, 0753/2013-L, 1563/2014 y 1763/2014, entre otras]. En ese sentido, la
Sentencia Constitucional Plurinacional precedentemente citada, modulando el entendimiento de la SC
1749/2003-R de 1 de diciembre, concluyó que: «Bajo el razonamiento que la inamovilidad laboral de
la mujer trabajadora, embarazada o madre de un niño menor de un año de edad, en instituciones
públicas o privadas importa también el resguardo de los derecho a la vida, la salud y seguridad social
del nuevo ser, entendidos ambos como un binomio -madre e hijo-, cuya protección se encuentra bajo

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responsabilidad del Estado, la SC 1749/2003-R de 1 de diciembre, recogiendo el precepto contenido


en el art. 193 de la Constitución Política del Estado Abrogada (CPEabrg) y el artículo primero de la
Ley 975 de 2 de marzo de 1988; así como el razonamiento de la SC 505-R de 24 de mayo, estableció:
“Por otra parte, está demostrado que en el momento de producirse la destitución, la agraviada era
madre de un menor que aún no había cumplido un año de edad, por lo que de no brindarse la
protección solicitada, aquel despido causaría efectos irreparables, no sólo a la recurrente, sino
principalmente al mencionado menor, en cuyo mérito es preciso prescindir de la subsidiariedad
que caracteriza al amparo; teniendo en cuenta que en situaciones análogas, este Tribunal
en invariable jurisprudencia ha concedido la tutela que brinda el amparo constitucional
así la SC 505/2000-R ‘... por cuanto el derecho que se debe proteger no es solamente al trabajo, sino
otros derechos primarios de la recurrente y del menor recién nacido, los cuales necesitan protección
urgente e inmediata, ya que el retiro intempestivo de la recurrente importa también la supresión del
derecho a la seguridad social que a su vez, resguarda y garantiza el derecho a la salud, derechos que
con la medida adoptada ponen en riesgo el primer derecho, la vida, que no puede estar pendiente
de otros recursos o vías administrativas que establece la Ley’, y por lo mismo gozan de protección
inmediata, en función a lo dispuesto por el art. 193 CPE, en cuyo mérito el matrimonio, la familia y
la maternidad están bajo la protección del Estado, precepto constitucional que guarda estrecha
coherencia con el art. 1 de la Ley 975 de 2 de marzo de 1988, que señala: ‘Toda mujer en periodo
de gestación hasta un año del nacimiento del hijo, gozará de inamovilidad en su puesto de trabajo
en instituciones públicas y privadas’. En ese contexto jurisprudencial se han dictado entre otras las
SSCC 447/2000-R, 849/2000-R, 807/2001-R, 483/2002-R, 054/2003-R, 068/2003-R, 238/2003-R y
246/2003-R”.
(…) sin embargo, es necesario considerar que si dentro de ese proceso interno, se determinó
responsabilidad administrativa y se impuso como sanción la destitución, puede ocurrir que, como en
el caso que se analiza, la servidora pública procesada y sancionada sea madre de un hijo menor a
un año de edad, situación que hace que esté protegida circunstancialmente, por la Ley 975.
Considerando la situación de la recurrente y el menor, dentro del ámbito de protección establecido
por el art. 193 CPE y los fundamentos expuestos, no invalidan ni constituyen causal para dejar sin
efecto la sanción impuesta por la autoridad competente, sin embargo impone la postergación, su
ejecución y sus efectos hasta que el hijo cumpla un año de edad y desaparezca la protección que le
brinda el art. 1 de la citada Ley 975, pudiendo entonces ejecutarse la resolución de sanción contra la
ahora recurrente» (…).
A partir, de la citada Sentencia Constitucional, los pronunciamientos de ése Tribunal
fueron uniformes al mantener dicho razonamiento (SSCC 1650/2010-R y 0764/2011-R
entre otras), en el entendido que se trata de un sector de atención diferente, que goza
de especial protección. El actual texto constitucional, prevé la inamovilidad laboral de las mujeres
en estado de embarazo y de los progenitores hasta que el hijo o hija cumpla un año de edad -art.
48.VI-, mandato reglamentado por el art. 5 del DS 0012 de 19 de febrero de 2009, que prescribe en
su primer parágrafo los casos en los cuales no podrá aplicarse el beneficio de la estabilidad laboral,
según se explicó en el Fundamento Jurídico precedente. Consecuentemente, de incurrir la mujer
embarazada y/o progenitor de un niño(a) menor de un año de edad, en causales de
conclusión o extinción de la relación laboral atribuibles a su persona, determinadas en
previo proceso conforme a los procedimientos previstos para el sector público o privado,
no resulta aplicable el beneficio de inamovilidad laboral hasta que el recién nacido
cumpla un año de edad, debiendo ejecutarse inmediatamente, conforme se desarrolló en
el Fundamento Jurídico III.5 del presente fallo; empero, -reiterando- queda subsistente
el beneficio para el ser en gestación o recién nacido menor a un año de edad, en los
términos expuestos. Constituyendo dicho razonamiento una modulación a la SC
1749/2003-R de 1 de diciembre y posteriores Sentencias Constitucionales] (las negrillas
corresponden al texto original).
III.2. Presupuesto de inaplicación de la inamovilidad laboral ante un despido emergente
de un proceso interno

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La Sentencia Constitucional Plurinacional precitada al respecto expresó: “En un caso con supuestos
fácticos análogos al presente, en el que la problemática versaba sobre la desvinculación laboral de
una mujer en estado de gestación, pero emergente de un proceso interno, esta Sala a través de la
SC 0202/2015-S3 de 12 de marzo, al resolver el caso concreto estableció: ‘...si bien en caso de
solicitud de reincorporación laboral de padres o madres cuyos hijos son menores de un año de edad
no se aplica la subsidiariedad que rige al amparo constitucional; empero, en el caso específico y
dados los antecedentes de la desvinculación laboral, ésta no fue intempestiva, ya que como se
indicó fue emergente de un proceso sumario interno, por lo que si la actual accionante
considera que existió lesión a sus derechos se encuentra en la posibilidad de acudir a la justicia
ordinaria laboral...’” (las negrillas pertenecen al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante a través de su representante, denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo y a
la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo; por cuanto, fue destituida por los
ahora demandados, quienes no observaron sus estado de gravidez; encontrándose actualmente con
ocho meses de gestación, sin trabajo ni seguro social, no le pagaron desahucio ni indemnización y
tampoco cumplieron con las asignaciones familiares.
De los datos que cursan en el expediente se evidencia que Neisa Kelia Bolívar Jerez -ahora
accionante-, fue destituida por Resolución Final de 28 de noviembre de 2018, dentro del sumario
administrativo seguido en su contra por la Cooperativa de Ahorro y Crédito Societaria “San Francisco
Solano” RL. (Conclusión II.1), determinación que fue parcialmente revocada por Auto de Vista 1 de
17 de diciembre de igual año (Conclusión II.2); concediéndole el derecho de cobrar su aguinaldo y
disponiendo el pago de asignaciones familiares hasta que el ser en gestación cumpla el año de edad.
Ante esa decisión, a decir de la ahora accionante, recurrió a la Jefatura Regional de Trabajo Camiri
del departamento de Santa Cruz, pidiendo la reincorporación a su fuente laboral; una vez notificadas
las partes, en audiencia, el representante legal de dicha Cooperativa, manifestó que era imposible
atender esa solicitud; sin embargo, podían llegar a un acuerdo para dar solución al problema;
posteriormente, este, mediante memorial pidió a la citada Jefatura la declinatoria de su competencia,
luego fueron convocados a Villamontes del departamento de Tarija, lugar donde arribaron a un
acuerdo, mismo que debía ser presentado a la precitada Jefatura pero no fue así, y después de dos
semanas le informaron que el Consejo de Administración de la Cooperativa antedicha no aprobó el
indicado acuerdo, motivo por el cual, quedó sin efecto; conociendo igualmente, la declinatoria de
competencia por parte de la Jefatura Regional de Trabajo mencionada.
En ese orden y previo a realizar el análisis de fondo de la problemática planteada, es pertinente
efectuar algunas consideraciones de orden legal. De obrados se evidencia que la desvinculación
laboral, conforme se detalló precedentemente, fue resultado de un sumario administrativo seguido
contra la ahora accionante, en el que se declararon probadas las infracciones descritas en los arts.
16 inc. e) de la Ley General del Trabajo y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario; razón por la cual,
este Tribunal no se pronunciará respecto a la desvinculación laboral de la que fue objeto la impetrante
de tutela; por cuanto, la misma, -como se tiene dicho- surge de la tramitación un proceso sumario;
únicamente se emitirá criterio con relación a la ejecución de la sanción de destitución impuesta contra
la nombrada.
Ahora bien, a los efectos de considerar la inamovilidad laboral alegada por la impetrante de tutela,
de la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que, el Estado no protege únicamente el ejercicio del trabajo en todas sus
formas, sino también la estabilidad laboral a todo miembro de la sociedad, siendo por ese hecho, las
disposiciones sociales y laborales, de estricto y obligatorio cumplimiento; es así que, garantiza la
inamovilidad laboral tanto de las mujeres en estado de gestación como de los progenitores hasta que
el hijo o hija cumpla un año de edad; de lo que se concluye que el Estado Boliviano, garantiza y
protege el derecho a la vida y a la salud; por lo tanto, a la seguridad social del niño o niña o del ser
en gestación desde su concepción hasta que cumpla un año de vida, extremos que se encuentran

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legalizados por el DS 0012, cuando se refiere a la inamovilidad laboral de la madre y/o padre
progenitores, sin importar su estado civil.
Para muchos trabajadores, resulta un objetivo muy preciado la constitución y construcción de una
familia; empero, tanto el embarazo como la maternidad son períodos de particular vulnerabilidad
para las mujeres trabajadoras y sus familias; las embarazadas y las madres en periodo de lactancia
demandan un especial amparo y resguardo con el fin de evitar daños a su salud o a la de sus hijos;
motivo por el que, requieren tiempo adecuado para dar a luz, para su recuperación y para la lactancia;
simultáneamente, deben gozar de un resguardo que les de la seguridad a la estabilidad laboral; es
decir, que no perderán sus empleos, ya sea por el solo hecho del embarazo o por la baja de
maternidad; lo que asimismo, les garantiza la igualdad en el acceso al trabajo pero también el
mantenimiento de sus ingresos que frecuentemente son valiosos para su familia. La garantía a la
salud de las mujeres trabajadoras gestantes, trasunta la seguridad de la vida y salud del ser por
nacer, permitiendo de esta manera que se constituyan familias en condiciones de seguridad y de
estabilidad, argumentos que están refrendados por la norma del art. 45.V de la CPE.
Sin embargo, en el caso en examen, se dispuso la desvinculación laboral de la accionante, como
resultado de la sustanciación de un proceso sumario interno, mediante Resolución Final de 28 de
noviembre de 2018, revocada en parte por el Auto de Vista 1, que estableció responsabilidad
administrativa en su contra -con la posterior remisión de actuados ante la justicia ordinaria- y por lo
tanto, la sanción de destitución, por haber adecuado su conducta a las infracciones descritas en los
arts. 16 inc. e) de la Ley General del Trabajo y 9 inc. e) de su Decreto Reglamentario, conforme se
tiene plasmado en las Conclusiones II.1 y 2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; por lo
que, la impetrante de tutela no puede aludir que goza de inamovilidad laboral por su estado de
gravidez; puesto que, su desvinculación fue determinada dentro de un proceso disciplinario interno;
en consecuencia, en el caso de autos, corresponde a este Tribunal aplicar la excepción a la
inamovilidad laboral de la impetrante de tutela en concordancia con la línea jurisprudencial
desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Resolución, por haber incurrido en una causal
de conclusión de la relación laboral, de acuerdo a lo determinado por el art. 5.I del DS 0012.
Pese a todo lo anterior, en consideración a que al momento de su destitución, la impetrante de tutela
se encontraba en estado de gestación, conforme se tiene del Informe Médico de 30 de enero y del
Informe de Ecografía Obstétrica de 10 de junio ambos de 2019 (Conclusiones II.3 y 5), en resguardo
a los derechos a la vida, a la salud y seguridad social del ser en gestación -arts. 1 del Código Civil
(CC) y 2 del Código Niña, Niño y Adolescente (CNNA)- y en coherencia con la jurisprudencia glosada
en dicho Fundamento Jurídico, pese a la disolución de la relación laboral, los demandados deben
cumplir con las respectivas asignaciones familiares, consistentes en los subsidios prenatal, de
natalidad, además de la lactancia y la atención obstétrica a Neiza Kelia Bolívar Jerez hasta que el ser
en gestación cumpla un año de vida.
Asimismo, de acuerdo a la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, la ahora accionante ante cualquier incertidumbre con relación
a la vulneración de sus derechos, goza de la libertad de acudir a la justicia ordinaria laboral.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al conceder en parte la tutela solicitada,
evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 52/19 de 13 de mayo de 2019, cursante de fs. 606 vta.
a 609 vta., pronunciada por el Juez Público de Familia Primero de Camiri del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela impetrada, en los mismos términos que el
Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0653/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29525-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 089/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 14 a 16, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Roger Abel Bustillos Loza en representación sin mandato
de Richard Vladimir Quispe Villca contra Miriam Laura Tarqui Flores y Fernando David
Huallpa Quispe, Jueza y Secretario respectivamente del Juzgado de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 13 de junio de 2019, cursante de fs. 2 a 3 vta., el accionante a través de
su representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal instaurado en su contra seguido por el Ministerio Público por el supuesto
delito de violación de infante, el 11 de junio de 2019 en horas de la tarde se llevó adelante la audiencia
de cesación a la detención preventiva, habiendo su defensa apelado la resolución en el mismo acto
procesal, el caso no se remitió al tribunal de alzada en el plazo de veinticuatro horas, tal como prevé
la Ley; ya que hasta minutos antes de la presentación de esta acción de libertad de pronto despacho,
el expediente no hubiese sido enviado a la instancia superior, incumpliéndose así el acceso a la
justicia pronta y oportuna y el principio de celeridad, derechos consagrados en la Constitución Política
del Estado.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos de acceso a la justicia
pronta y oportuna, al debido proceso, a la defensa; además del principio de celeridad, citando al
efecto los arts. 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada y se ordene la remisión del caso para la sustanciación del
recurso de apelación.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 14 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 11 a 13
vta.; se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó in extenso la demanda de acción de libertad y
ampliándola refirió que sufre una detención preventiva arbitraria por más de cinco meses en el Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz por el supuesto delito de violación y siendo que la cesación a la
medida extrema resultó desfavorable a pesar de haber enervado en su totalidad los riesgos procesales
con documentación pertinente, la autoridad demandada no realizó una valoración de la prueba como
tampoco la compulsa integral de todos los elementos nuevos; por lo que, según prevé el art. 251 de
la norma adjetiva penal interpuso el recurso de apelación, el cual debió ser enviado al tribunal de
alzada en un plazo de veinticuatro horas; empero, al 14 de junio de 2019, el caso no fue remitido a

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la instancia que corresponde provocándole enormes perjuicios y vulnerando sus derechos. Siendo la
acción de libertad de carácter preventiva y reparadora, corresponde que conminen a las autoridades
demandadas para que despachen antecedentes; además del informe si ya se hubiese expedido; sin
embargo, ya se causó el perjuicio, por lo que corresponde dispongan el pago de daños y costas a su
favor.
I.2.2. Informe de los demandados
Fernando David Huallpa Quispe, Secretario del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto del departamento de La Paz, mediante informe escrito
cursante a fs. 10, señaló que el recurso de apelación interpuesto por el accionante fue remitido a la
Sala Penal Primera del citado departamento en originales; por lo que, no se pudo enviar el cuaderno
ante el despacho de la Sala Constitucional, tal como refiere el oficio de constancia adjunta.
Miriam Laura Tarqui Flores, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres
Segundo de El Alto del departamento de La Paz, no se hizo presente en audiencia ni presentó informe
alguno, pese a su legal notificación cursante a fs. 8.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
089/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 14 a 16, concedió la tutela impetrada, bajo los siguientes
fundamentos: a) Las autoridades demandadas al omitir la remisión inmediata del caso al Tribunal de
alzada, incumplieron los plazos procesales previstos en el art. 251 del Código de Procedimiento Penal
(CPP), transgrediendo el principio de celeridad, habiendo dejado transcurrir más de tres días desde
la interposición del recurso; b) La celeridad con la que debe obrar el Órgano Jurisdiccional en casos
relacionados con la libertad de las personas, no solo se circunscribe al señalamiento oportuno de la
audiencia de medidas cautelares; sino que dicha obligación también comprende la remisión de
actuaciones ante el Tribunal de alzada dentro del plazo de veinticuatro horas; y, c) Según informe
evacuado por el Secretario de dicho juzgado, la remisión de actuados a la fecha de consideración de
la acción de libertad, no desvirtúa su incumplimiento; por lo que, al haberse acreditado la vulneración
de derechos relacionados a pronto despacho y celeridad, las autoridades demandadas son
responsables de dicha dilación.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1.. Cursa nota de 13 de junio de 2019 mediante la cual, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y
contra la Violencia hacia las Mujeres Segunda de El Alto del departamento de La Paz, remitió a la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia del mismo departamento, el cuaderno de
control jurisdiccional original de apelación en contra de la Resolución 248/2019 de 10 de junio, dentro
del proceso que sigue el Ministerio Público contra Richard Vladimir Quispe Villca, por el presunto
delito de violación a niño, niña o adolescente (fs. 9 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos de acceso a la justicia
pronta y oportuna, al debido proceso, a la defensa y al principio de celeridad; debido a que las
autoridades demandadas no remitieron ante el tribunal de alzada en el plazo de veinticuatro horas
tal como prevé la ley, la apelación al rechazo de la cesación a la detención preventiva que fue
interpuesta en la misma audiencia, ya que dicho recurso hasta minutos antes de la presentación de
esta acción de libertad de pronto despacho no había sido enviado a la instancia superior para su
respectiva sustanciación.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho e innovativa

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La SCP 0011/2014 de 3 enero, al respecto señaló que «”la jurisprudencia constitucional ha


reiterado y consolidado que la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, a partir
de un entendimiento principista, sustenta que las decisiones judiciales vinculadas al
derecho a la libertad personal deben ser tramitadas, resueltas y efectivizadas con la
mayor celeridad.
En ese sentido, “La acción de libertad traslativa o de pronto despacho, extraída de la declaración del
objeto y finalidad de la acción de libertad (art. 125 de la CPE) cuya comprensión se encuentra
recogida en las SSCCPP 0017/2012 y 0112/2012, entre otras, en razón al desarrollo que hicieron las
SSCC 1579/2004-R, 0465/2010-R y 0044/2010-R; busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del
valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos.
La línea jurisprudencial desarrollada y consolidada en coherencia con este tipo de acción de libertad
(traslativa o de pronto despacho), es la que señala que todo tipo de decisiones judiciales vinculadas
al derecho a la libertad personal, tienen que ser: tramitadas, resueltas (SC 0224/2004-R de 16 de
febrero) y efectivizadas (SC 0862/2005-R de 27 de julio) con la mayor celeridad” (SCP 528/2013 de
3 de mayo).
Ahora bien, existen supuestos en los cuales posteriormente a las dilaciones indebidas y
ante la formulación de la acción de libertad, la autoridad judicial demandada resuelve
inmediatamente la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad;
sin embargo, este aspecto no elimina la posibilidad que mediante esta acción se evalúe la
actividad de la autoridad demandada, en cuanto la acción de libertad se configura también bajo
la modalidad innovativa. La misma que procede a efectos de tutelar una situación de
dilación indebida cuando ésta ya ha cesado, a efectos de no dejar en impunidad el actuar lesivo
de quien ha vulnerado el derecho a la libertad.
(…)
Nuestro ordenamiento jurídico también sugiere la existencia de esta figura, cuando en el art. 68.6 de
la Ley del Tribunal constitucional Plurinacional y el propio Código Procesal Constitucional, que en su
art. 49.6, determina: 'Aun habiendo cesado las causas que originaron la Acción de Libertad,
la audiencia deberá realizarse en el día y hora señalados, a efectos de establecer las
responsabilidades que correspondan'
Recogiendo el espíritu de ésta Sentencia Constitucional; asimismo, la construcción doctrinal del voto
disidente de 22 de julio de 2010, respecto de la SC 0451/2010-R de 28 de junio -que estableció que
la acción de libertad debe ser interpuesta cuando la lesión al derecho a la libertad existe, caso
contrario, se desnaturalizaría su esencia-, entiéndase la figura de la acción de libertad innovativa
o habeas corpus innovativo como el mecanismo procesal, por el cual el juez constitucional asume
un rol fundamental para la protección del derecho a la libertad personal, y por ello, en la
Sentencia que pronuncie debe realizar una declaración sobre la efectiva existencia de
lesión al derecho a la libertad física o personal, aunque la misma hubiera desaparecido,
advirtiendo a la comunidad y al funcionario o persona particular, que esa conducta es contraria al
orden constitucional, en esta Sentencia también se debe emitir una orden al funcionario o particular
que lesionó el derecho en sentido que, en el futuro, no vuelva a cometer ese acto, con relación a la
misma persona que activó la justicia constitucional o con otras que se encuentren en similares
circunstancias”» (SCP 2491/2012 de 3 de diciembre [las negrillas nos corresponden]).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos de acceso a la justicia
pronta y oportuna, al debido proceso, a la defensa y al principio de celeridad; debido a que las
autoridades demandadas no enviaron ante el tribunal de alzada en el plazo de veinticuatro horas, la
apelación al rechazo de la cesación a la detención preventiva que fue interpuesta en la misma
audiencia, ya que dicho recurso hasta minutos antes de la presentación de esta acción de libertad de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 163


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pronto despacho no había sido remitido a la instancia superior para su respectiva sustanciación,
dentro del proceso penal en su contra seguido por el Ministerio Público por la presunta comisión del
delito de violación de infante.
De los antecedentes que cursan en este Tribunal, lo expresado en la audiencia de acción de libertad
y lo referido en la Conclusión de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que el
11 de junio de 2019 en horas de la tarde se llevó adelante la consideración de la cesación a la
detención preventiva con un resultado desfavorable; por lo que, su defensa apeló la resolución en el
mismo acto procesal; empero, el caso fue remitido recién el 13 del mismo mes y año ante la Sala
Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz en contraposición de lo previsto por
el art. 251 del CPP, siendo el envío del cuaderno de control jurisdiccional en original para la compulsa
de la apelación en contra de la Resolución 248/2019 de 10 de junio, dentro del nombrado proceso
penal.
En ese contexto, es preciso establecer que el impetrante de tutela se encuentra privado de su libertad
como consecuencia de un proceso penal instaurado en su contra por la presunta comisión del delito
de violación de infante, y en el afán de recobrar su libertad interpuso la solicitud de cesación a la
detención preventiva que no le favoreció, viéndose obligado a apelar la resolución negativa en ese
mismo acto procesal; advirtiéndose que el origen de la problemática denunciada, radica en la falta
de remisión oportuna -de la apelación- y fuera del plazo previsto por el art. 251 de la Norma Adjetiva
Penal que otorga veinticuatro horas para enviar el caso al tribunal superior, instancia que deberá
resolver dicho recurso en un tiempo no mayor a setenta y dos horas; por lo que, tomando en cuenta
que la audiencia de cesación a la medida extrema se celebró el 11 de junio de 2019 y se apeló el
resultado; el 13 del mismo mes y año, el accionante presenta la acción de libertad de pronto
despacho, siendo que el mismo día, la impugnación reclamada es remitida ante la Sala Penal Primera
del referido Tribunal Departamental, vale decir, dos días después de interpuesta la apelación, cuando
dicho acto debió efectivizarse en veinticuatro horas según dispone el adjetivo penal, situación que
devela la falta de cumplimiento del plazo en la sustanciación de la situación jurídica del peticionante
de tutela que contrastada con el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, en base a la jurisprudencia amplia y uniforme sobre esta acción tutelar que tiene como
consecuencia el carácter innovativo, hacen concurrentes los presupuestos necesarios para el análisis
respectivo de la problemática planteada. En ese sentido, queda señalado que se trata de una persona
privada de libertad que en la búsqueda de modificar su situación jurídica se encuentra con la
actuación dilatoria y fuera de plazo en la ejecución de actuados procesales pasibles a ser tutelados
mediante la acción de libertad de pronto despacho que precautela la mayor celeridad en las
actuaciones judiciales por tratarse de personas que se encuentran recluidas, ya que el simple hecho
de presentar una dilación, el caso se constituye en un procesamiento indebido que ocasiona perjuicios
y vulneraciones de los derechos humanos.
En el caso concreto, es evidente que a la fecha de celebración de audiencia de consideración de esta
acción de defensa, la apelación ya había sido remitida ante el tribunal de alzada; sin embargo, eso
no significa que las autoridades demandadas no tengan responsabilidad en la dilación advertida tal
como desarrolla la acción de libertad innovativa de esta sentencia que procede precisamente a efectos
de tutelar una situación de retraso prohibido cuando este ya ha cesado; correspondiendo en
consecuencia, conceder la tutela solicitada por el debido proceso en su elemento de celeridad que
repercute como consecuencia automática, en el acceso a la justicia pronta y oportuna, además del
derecho a la defensa; exhortando a los demandados a cumplir de forma estricta los plazos otorgados
por Ley bajo responsabilidad penal o disciplinaria según sea el caso.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática venida en revisión.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 089/2019 de 14

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de junio, cursante de fs. 14 a 16, pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, conforme
a los argumentos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional y en los mismos términos
otorgados por la referida Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 165


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0654/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29529-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 07/2019 de 12 de junio, cursante de fs. 119 a 121 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Francisco Urbano Mamani Huarani en representación
sin mandato de Isabel Del Rocío Valera Labajos contra Jorge Freddy Gutiérrez Ramos, Juez
de Instrucción Penal Sexto en suplencia legal de su similar Quinto de El Alto del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 11 de junio de 2019, cursante a fs. 1 y 35 a 38 vta., la accionante a
través de su representante manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Fue denunciada penalmente ante el Ministerio Público el 22 de enero de 2019, por haber falsificado
la firma de Mercedes Huarani Condori, informándose el inicio de investigación el 12 de febrero del
año referido; posteriormente, el Fiscal de Materia a cargo del caso, el 2 de abril del mismo año
comunicó al Juez de Instrucción Penal Quinto de El Alto del departamento de La Paz, la ampliación
de tal indagación por sesenta días, a lo que la autoridad demandada le dio el curso respectivo. No
obstante haber vencido el plazo de la etapa preliminar, el 30 de mayo de igual año solicitó ante dicha
autoridad jurisdiccional se conmine al Fiscal Departamental del referido departamento, a objeto de
que ordene al mencionado Fiscal de Materia, que en cinco días emita uno de los requerimientos que
la ley le faculta, petición que fue negada mediante proveído que dispuso se esté “…a los datos del
cuaderno de control jurisdiccional, toda vez que aún los plazos se encuentran vigentes”
(sic).
El Fiscal de Materia asignado al caso, libró mandamiento de aprehensión en su contra, el 29 de mayo
de igual año una vez vencida la etapa preliminar; y, la dilación en el trámite de la conminatoria generó
peligro inminente hacia su libertad personal, habiendo el 3 de junio del indicado año, reiterado su
pedido, sustentado en la SCP 1128/2013 -no citó fecha-, conforme a la cual, la etapa preliminar no
puede durar más de tres meses de comunicado el inicio de investigación; sin embargo, el Juez
demandado pretendió desconocerla y alargar el plazo para afectar su libertad, porque a la fecha de
presentación de su acción de defensa transcurrieron cinco meses de esa fase.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso y a
la libertad, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia, se disponga que el “…JUEZ QUINTO DE
INSTRUCCIÓN PENAL…” (sic), emita la conminatoria por vencimiento de la etapa preliminar ante
el Fiscal Departamental de La Paz, bajo alternativa de ley.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 12 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 117 a
118 vta., se produjeron los siguientes actuados:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 166


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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


La accionante a través de su abogado ratificó su acción de libertad, y ampliándola señaló que: a)
Planteó su demanda bajo la modalidad de pronto despacho, e invocó ahora la de carácter innovativo
remitiéndose a la SCP 0027/2015-S2 -no citó fecha- que establece que procede la acción de defensa
en cuestión, aun cuando haya cesado el acto ilegal; b) La interpretación de la autoridad denunciada
generó persecución indebida, al haber dispuesto la emisión de un mandamiento de aprehensión por
decreto de 7 de junio de 2019, con facultades de allanamiento pese a que un día anterior, el Fiscal
de Materia a cargo de la investigación fue conminado a que informe sobre la legalidad de las
notificaciones; y, c) La SC 1036/2002-R -no indicó fecha- entendía que la etapa preliminar podía
durar seis meses, fue modulada, siendo el Juez demandado el único que consideró que el plazo es
ese, quien emitió la conminatoria el 10 del mismo mes y año, después de la interposición de la acción
de libertad, con sello de recepción de 12 del aludido mes y año.
I.2.2. Informe del demandado
Jorge Freddy Gutiérrez Ramos, Juez de Instrucción Penal Sexto de El Alto del departamento de La
Paz, mediante informe escrito presentado el 12 de junio de 2019, cursante a fs. 116 y vta., expresó
que: 1) El Ministerio Público informó el inicio de la investigación el 14 de febrero de igual año,
solicitando ampliación de la misma por sesenta días; posteriormente, el 2 de abril de similar año, por
estar pendientes la declaración de testigos, registro del lugar y la declaración informativa de la
sindicada, tal prórroga fue concedida por decreto de 3 de idéntico mismo mes y año; 2) El 7 de junio
del referido año, se decretó al memorial de 3 del mencionado mes y año, determinando se esté a lo
dispuesto en la providencia de esa fecha, debido a que la auxiliar lo pasó a despacho sin los
respectivos antecedentes; y, 3) El 10 del citado mes y año se hizo la corrección pertinente,
emitiéndose el “Auto” de conminatoria de la etapa preliminar, notificado el 11 del señalado mes y
año.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Tercera -en suplencia legal de su similar Primero- de El Alto del
departamento de La Paz, constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 07/2019 de 12 de
junio, cursante de fs. 119 a 121 vta., denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i)
De conformidad al art. 300 del Código de Procedimiento Penal (CPP), el término de la etapa preliminar
es de veinte días y conforme al art. 301.2 del citado cuerpo legal, el Fiscal de Materia puede ordenar
la complementación de diligencias por sesenta días y ochenta en investigaciones complejas; ii) El
Juez demandado aceptó la ampliación de la investigación solicitada por el Ministerio Público el 2 de
abril de similar año, plazo que concluyó el 3 de junio de idéntico año, fecha en la cual la accionante
pidió control jurisdiccional y se conmine al Fiscal de Materia a cargo de la causa para que presente
su requerimiento conclusivo; iii) Por “Auto” de 10 de junio del mencionado año se determinó emitir
la conminatoria referida notificándose al Ministerio Público el 12 del mismo mes y año; y, iv) Si bien
la impetrante de tutela observó que el indicado “Auto” no se encontraba en el cuaderno de control
jurisdiccional, se constató que en el referido cursa la extrañada resolución y su respectiva notificación,
foliadas correlativamente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Informe de inicio de investigación de febrero de 2019 -no es visible el cargo de recepción-
, de Freddy Grover Torrez Aguilar, Fiscal de Materia al Juez de Instrucción Penal de turno de El Alto
del departamento de La Paz, en relación al caso EAL1901158, por el delito de uso de instrumento
falsificado contra Isabel Del Rocío Valera Labajos -ahora accionante- (fs. 5 y vta.).
II.2. Mediante memorial de 2 de abril de 2019, el Fiscal de Materia mencionado, informó al Juez de
Instrucción Penal Quinto de El Alto del indicado departamento, la complementación de las diligencias
preliminares por el plazo de sesenta días (fs. 6).

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II.3. Por decreto de 3 del señalado mes y año, el Juez de Instrucción Penal Sexto de El Alto -en
suplencia legal de su similar Quinto- del departamento de La Paz, dispuso se tenga presente el
referido Informe, debiendo por secretaría tomarse nota en el Libro de Control de Investigaciones (fs.
6 vta.).
II.4. A través de decreto de 7 de junio de 2019, la precita autoridad judicial dispuso se libre
mandamiento de aprehensión contra la peticionante de tutela, a objeto de que preste su declaración
informativa ante el Ministerio Público (fs. 31).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante, denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso y
a la libertad, por el hecho que la autoridad demandada, no obstante haberse vencido el plazo de la
etapa preliminar que lleva cinco meses, negó la solicitud presentada el 30 de mayo de 2019, de
conminatoria al Fiscal Departamental de La Paz para que ordene al Fiscal de Materia a cargo del caso,
emita en cinco días uno de los requerimientos que la ley le faculta, providenciando que se esté “…a
los datos del cuaderno de control jurisdiccional toda vez que aún los plazos se encuentran
vigentes” (sic), pedido reiterado el 3 de junio del indicado año que no fue atendido oportunamente,
dilación que generó peligro inminente a su libertad personal.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. La acción de libertad y el debido proceso
Sobre el particular, la SCP 0856/2018-S3 de 27 de noviembre, expresó lo siguiente: “…la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, señaló: ‘De la delimitación de la naturaleza jurídica de la acción de
libertad, se desprenden los siguientes presupuestos de activación de este mecanismo de defensa: 1)
Cuando considere que su vida está en peligro; 2) Que es ilegalmente perseguida; 3) Que es
indebidamente procesada; y, 4) O privada de libertad personal o de locomoción.
Respecto a las denuncias referidas a procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional ha sido
uniforme al señalar que la vía idónea para su impugnación es el amparo constitucional; sin embargo,
cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la
libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha protección se verá
materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el
procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión
de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que
rige a este tipo de acciones.
Con relación a este tema, la doctrina desarrollada por este Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas
las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos que
conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario,
deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es
posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los
derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio
de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios idóneos
dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el ámbito
constitucional, cuando los reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no puede
utilizarse para salvar la negligencia de la parte demandante…’.
En ese contexto, se puede comprender que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda
ejercerse mediante la acción de libertad cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido; sin
embargo a ello, de acuerdo a la línea jurisprudencial del Tribunal Constitucional Plurinacional se
establece que deben presentarse, en forma concurrente, los siguientes aspectos: a) El acto lesivo,
como las omisiones indebidas deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión; y, b) Existir absoluto estado de indefensión, es
decir, que el accionante no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro de

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un determinado proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o
la privación de la libertad” (las negrillas corresponden al texto original).
III.2. Análisis del caso en concreto
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso y a
la libertad, en razón a que la autoridad demandada no obstante haberse vencido el plazo de la etapa
preliminar, que lleva cinco meses, negó la solicitud presentada el 30 de mayo de 2019, de
conminatoria al Fiscal Departamental de La Paz para que ordene al Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, emita en cinco días uno de los requerimientos que la ley le faculta, providenciando que
se esté “…a los datos del cuaderno de control jurisdiccional toda vez que aún los plazos se
encuentran vigentes” (sic), pedido reiterado el 3 de junio del indicado año y que no fue atendido
oportunamente; dilación que generó peligro inminente a su libertad personal.
De los antecedentes que cursan en el expediente se evidencia que dentro de la denuncia penal abierta
(caso EAL1901158), por el delito de uso de instrumento falsificado contra Isabel Del Rocío Valera
Labajos, el Fiscal de Materia a cargo de la dirección funcional, informó el inicio de la investigación al
Juez de Instrucción Penal de turno de El Alto del departamento de La Paz, en febrero de 2019
(Conclusión II.1); el 2 de abril del indicado año la autoridad fiscal, cursó informe al Juez de Instrucción
Penal Quinto de El Alto de dicho departamento, de complementación de las diligencias preliminares
por el plazo de sesenta días (Conclusión II.2); el Juez de Instrucción Penal Sexto -en suplencia legal
de su similar Quinto- de El Alto del mismo departamento, por decreto de 3 de igual mes y año,
determinó se tenga presente y por secretaría se tome nota en el Libro de Control de Investigaciones
(Conclusión II.3); finalmente, a través de providencia de 7 de junio de similar año, el mencionado
Juez dispuso se libre mandamiento de aprehensión contra la accionante, a objeto de que preste su
declaración informativa ante el Ministerio Público (Conclusión II.4).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la acción de libertad destinada a
garantizar el derecho a la libertad personal o de locomoción cuando se denuncia la vulneración del
debido proceso, está condicionada a que el acto lesivo debe estar vinculado con la libertad por operar
como causa directa de su restricción y al absoluto estado de indefensión de la afectada, sin posibilidad
de impugnarlo al momento de la persecución o la privación de la libertad.
Ahora bien en el presente caso, la impetrante de tutela denuncia que la autoridad judicial demandada,
lesionó el derecho al debido proceso poniendo en riesgo su libertad al negar inicialmente la emisión
de la conminatoria al Ministerio Público y dilatarla posteriormente ante un pedido reiterado; en cuyo
mérito corresponde establecer si los hechos denunciados adecuan sus alcances a los presupuestos,
referidos en el Fundamento Jurídico III.1; a este efecto, el supuesto retraso en el libramiento de
dicho apercibimiento, que en definitiva fue dispuesto el 10 de junio de 2019, conforme lo reconocen
tanto la prenombrada en la ratificación de su acción y el Juez demandado en el informe absuelto en
audiencia, no pueden considerarse como la causa directa de la restricción o la amenaza a la libertad
de la peticionante de tutela, puesto que tal advertencia no implica en sí misma una decisión que
disponga la privación del derecho de locomoción, sino que es una orden del Magistrado que ejerce
el control jurisdiccional de la investigación dirigida al Fiscal de Materia asignado al caso, para que
sobre la base de los elementos de convicción acumulados, dicte resolución de imputación formal con
arreglo al art. 302 del CPP, o de rechazo de acuerdo a lo previsto en el art. 304 del citado Código,
determinación que en el caso presente, no compromete en lo absoluto la libertad de la solicitante de
tutela, de manera que no existe la concurrencia del primer presupuesto que configura la lesión del
debido proceso.
Asimismo, tampoco fue acreditado el estado absoluto de indefensión de la accionante, ya que los
antecedentes que cursan en el expediente informan que tuvo una participación activa a través de la
presentación de memoriales, pidiendo la suspensión de su declaración informativa, para cuestionar
la validez de las citaciones que le fueron practicadas, y para solicitar se deje sin efecto el
mandamiento de aprehensión, entre otros, lo cual permite constatar que la impetrante de tutela tenía
conocimiento pleno de los actuados y pormenores desarrollados en la etapa preliminar de la
investigación, estando a su disposición igualmente los medios y recursos para impugnar los actos

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investigativos como los jurisdiccionales que consideraba ilegales y lesivos a sus derechos
fundamentales; por consiguiente, tampoco concurre el segundo presupuesto establecido por la
jurisprudencia constitucional para concluir que el acto objetado de vulneratorio, afectó el derecho al
debido proceso y a la libertad de la accionante.
En consecuencia, no corresponde activar la protección de la acción de libertad al no haberse
establecido la lesión de los derechos al debido proceso y a la libertad de la peticionante de tutela,
correspondiendo denegar la tutela pretendida.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías, al haber denegado la tutela impetrada, realizó
una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 07/2019 de 12 de junio, cursante de fs. 119 a 121
vta., pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Tercera -en suplencia legal de su similar Primero-
de El Alto del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0655/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29533-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 346/2019 de 10 de junio, cursante de fs. 28 a 29 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Edgar Chauca Tarqui contra Alan Mauricio Zárate
Hinojosa y Claudia Marcela Castro Dorado, Jueces de Instrucción Anticorrupción y contra
la Violencia hacia la Mujer Primero y Tercera respectivamente, de la Capital del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 7 de junio de 2019, cursante a fs. 1; y, 6 y vta., el accionante señaló
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la supuesta comisión del delito de violación,
encontrándose con detención preventiva, solicitó cesación de la misma ante la Jueza de Instrucción
Anticorrupción y de Materia contra Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital del departamento
de La Paz; sin embargo, en reiteradas oportunidades dicho acto procesal fue suspendido ya que la
prenombrada autoridad judicial "…providencialmente se enferma…" (sic), motivando a que en una
anterior oportunidad interpusiera una acción de libertad, la cual se instaló el 4 de junio del año en
curso -se entiende 2019-, en la que la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia del aludido departamento, mediante Resolución 104/2019 de 4 de junio le concedió la tutela,
ordenando que la mencionada Jueza -ahora demandada-, señale en el plazo de cuarenta y ocho
horas audiencia para considerar su solicitud.
Al momento de notificar a la referida autoridad con la alegada Resolución, se enteró que nuevamente
pidió permiso por baja médica, quedando en suplencia legal su similar Primero, a cargo del Juez
ahora demandado, quien señaló audiencia para considerar su cesación de la detención preventiva
para el 7 de junio de 2019 a "…horas 8:30 p.m.…" (sic), haciendo notar a la Secretaria del citado
Juzgado sobre el error en la fijación del horario nocturno, la misma que se rehusó a corregirlo;
asimismo, cuando sus hermanos diligenciaron las notificaciones con el señalamiento, se hallaron con
que dicho Juez no quiso firmar el oficio de conducción, manifestándoles que ese día no se encontraría
en su fuente laboral, prolongando una vez más su estado de privación de libertad e incumpliendo la
Resolución emitida por la mencionada Sala Constitucional.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de su derecho a la libertad, citando al efecto el art. 115 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
No realizó una petición concreta.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 10 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 26 a 27,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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El accionante a través de su abogado ratificó el contenido íntegro de su memorial de acción de


libertad, y ampliándolo manifestó que: a) La Jueza demandada el 31 de mayo de 2019 señaló
audiencia de cesación de la detención preventiva para el 7 de junio de igual año, la cual fue
suspendida por problemas de salud de la referida autoridad; b) Solicitó se ordene al Juez
codemandado, a que instale dicho acto procesal, conminando al Ministerio Público para que se haga
presente o en su defecto remita el cuaderno de investigación; y, c) Es la segunda acción de libertad
que interpuso para que se considere su cesación de la detención preventiva, ya que siempre se
suspenden las audiencias a través de notas marginales.
I.2.2. Informe de los demandados
Alan Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Primero de la Capital del departamento de La Paz, por informe escrito presentado el 10 de junio de
2019 cursante a fs. 25 y vta., a través del cual manifestó que: 1) El día señalado para la consideración
de la cesación de la detención preventiva, en horas de la mañana, se encontraba en otro acto
procesal, en ese espacio de tiempo, la Secretaria de su similar Tercera habría realizado una nota
marginal, anoticiado de este aspecto, fijó nuevo día y hora de audiencia de medidas cautelares, a
llevarse a cabo el 11 de junio de 2019; y, 2) Para la referida audiencia, las partes procesales ya
estaban notificadas, el oficio de conducción también fue remitido; por lo que, la Jueza titular no
tendría obstáculo para celebrar este acto, salvo otra baja médica.
Claudia Marcela Castro Dorado, Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia
hacia las Mujeres Tercera de la Capital del departamento de La Paz, no remitió informe escrito, ni
tampoco se hizo presente en audiencia pública, pese a su notificación cursante a fs. 13.
I.2.3. Resolución
El Juez de Ejecución Penal Primero del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías,
mediante Resolución 346/2019 de 10 de junio, cursante de fs. 28 a 29 vta., denegó la tutela
solicitada, disponiendo que la Jueza titular del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Tercero o su similar Primero en suplencia legal del mismo, instalen la
audiencia programada para el 11 de igual mes y año, conminando al Fiscal de Materia para que
concurra a dicho acto procesal o en su defecto remita el cuaderno de investigación; en base a los
siguientes fundamentos: i) Advirtió que el Juez suplente no corrigió el error en el horario del
señalamiento, cuando tenía las facultades establecidas en el art. 168 del Código de Procedimiento
Penal (CPP); y, ii) La mencionada autoridad tenía audiencias programadas ese día de horas 08:00 a
10:30 de la mañana, entendiendo que tanto la Jueza titular como el Juez suplente -codemandados-,
no celebraron la audiencia debido a cuestiones que están justificadas.
II. CONCLUSIÓN
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Resolución 104/2019 de 4 de junio, emitida por la Sala Constitucional Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, a través de la cual se concedió la tutela de la acción
de libertad interpuesta en una anterior oportunidad por el ahora peticionante de tutela, reclamando
de igual forma la falta de celebración de su audiencia de consideración de cesación de la detención
preventiva, disponiendo dicha Sala que: “…Claudia Castro Dorado – Juez 3° de Anticorrupción y
Violencia Contra la Mujer del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz o la autoridad que se
encuentre en suplencia legal de dicho despacho, en el plazo máximo de las 48 horas siguientes partir
de su notificación con la presente disposición constitucional, celebre audiencia de cesación a la
detención preventiva…” (sic [fs. 4 a 5 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad, ante el incumplimiento de la Resolución
104/2019 de 4 de junio, emitida por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, que ordena a los ahora demandados a celebrar la audiencia de cesación de la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 172


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detención preventiva, los mismos que nuevamente suspendieron dicho acto procesal prolongando su
privación de libertad como detenido preventivo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Improcedencia de activación de una acción tutelar contra una resolución
emergente del cumplimiento de otra acción
La jurisprudencia emitida por este Tribunal, estableció de forma reiterada la imposibilidad de
denunciar a través de una nueva acción tutelar, la posible lesión de derechos emergente de una
determinación, dictada en cumplimiento de una resolución constitucional previa, esto en razón a que
la decisión cuestionada en la segunda acción tutelar, obedece a la observancia de los parámetros y
la tutela de derechos vulnerados, dispuestos por la jurisdicción constitucional en su resolución
producto de los agravios identificados y en su caso expuestos por el accionante en su oportunidad,
por lo que el eventual incumplimiento defectuoso o la inobservancia a lo resuelto por esta jurisdicción,
corresponde ser denunciado ante el juez o tribunal de garantías que conoció la primera acción
formulada, en coherencia con lo previsto en el art. 16.I del Código Procesal Constitucional (CPCo), y
no así a través de la interposición de una nueva acción de defensa.
En ese sentido, la SCP 0157/2015-S3 de 20 de febrero precisó que: «En esa línea de razonamiento,
la SC 1387/2001 de 19 de diciembre sostuvo “…este Tribunal reitera la jurisprudencia establecida en
la Sentencia Constitucional Nº 1190/01-R en el sentido de que los jueces y tribunales, en este caso,
de Hábeas Corpus deben rechazar in límine y no admitir los Recursos de Hábeas Corpus o Amparo
Constitucional en aquellos casos en los que sean planteados impugnando y persiguiendo la
modificación o anulación de una Resolución Constitucional (Sentencia, Auto o Declaración), en virtud
del principio de la cosa juzgada constitucional previsto por los arts. 121-I de la Constitución y 42 de
la Ley Nº 1836”.
Así, la SC 0473/2003-R de 9 de abril, sostuvo que toda decisión asumida (por una autoridad o
persona particular) en estricto cumplimiento de un una resolución constitucional
(emitida por el Tribunal de garantías o Tribunal Constitucional) es inimpugnable a través
de otra acción de defensa. Señaló: “Por lo anotado y sin entrar a mayores consideraciones de
orden legal se evidencia que la autoridad recurrida, no ha vulnerado los derechos que se invocan en
el recurso, por cuanto ha actuado en cumplimiento al mencionado fallo constitucional que no puede
ser objeto de cuestionamiento por mandato del art. 121.I) CPE que declara la irrevisabilidad de las
Sentencias del Tribunal cuando dispone que: ‘contra las sentencias del Tribunal Constitucional no
cabe recurso ulterior alguno’, norma dentro de cuyos alcances se tiene el art. 42 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC) que dice: ‘Las resoluciones del Tribunal Constitucional no admiten recurso
alguno’. Las citadas normas legales -en consecuencia- dan a las sentencias constitucionales la calidad
de cosa juzgada. En este sentido el recurrente al interponer el presente amparo estaría buscando
contrariar los alcances de la SC 0077/2003-R, pretensión que resulta inadmisible por las razones
legales expuestas”». (el resaltado es propio).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante manifiesta que los Jueces codemandados se rehúsan a instalar la audiencia de cesación
de la detención preventiva, suspendiendo la última señalada para el 7 de junio de 2019, incumpliendo
la Resolución 104/2019 de 4 de junio emitida por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, la cual ordenó la celebración de dicho acto procesal.
De la revisión de los antecedentes procesales que integran el expediente, cursa la Resolución
104/2019, emitida por la referida Sala Constitucional, misma que resuelve una acción de libertad que
fue planteada en una oportunidad anterior por el accionante, la cual refiere en sus partes pertinentes:
“…solicito la cesación de la detención preventiva; sin embargo, la Jueza que ejerce control
jurisdiccional y hoy demandada, viene suspendiendo las audiencias de manera inexplicable, una por
inasistencia de la Fiscal, la segunda por baja médica de la Juez, otra por el día de la madre, una

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 173


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última porque no asistió a su fuente laboral, audiencias que fueron fijadas para los días 20, 27 y 31
de mayo, las cuales no se llevan a cabo en perjuicio del hoy accionante…
(…)
…la conducta desplegada por la autoridad demandada permite evidenciar que la misma ha
inobservado el principio de celeridad vinculado al debido proceso, que a su vez repercute en el
derecho a la libertad del accionante, pues conforme ha manifestado por intermedio de su abogado,
a la fecha hubiesen concurrido nuevos elementos que permitirían desvirtuar los presupuestos
establecidos en art. 233 del CPP.
(…)
A mérito de la tutela concedida, se dispone lo siguiente:
1.- Que, la autoridad jurisdiccional demandada Claudia Castro Dorado – Juez 3° de Anticorrupción y
Violencia Contra la Mujer del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz o la autoridad que se
encuentre en suplencia legal de dicho despacho, en el plazo máximo de las 48 horas siguientes partir
de su notificación con la presente disposición constitucional, celebre audiencia de cesación a la
detención preventiva solicitada por el accionante Edgar Chauca Tarqui, previniendo todo tipo de
contingencia que pudiese acontecer, a los fines de evitar nueva suspensión” (sic).
En atención a lo anterior, podemos colegir que el ahora peticionante de tutela, inicialmente interpuso
una acción de libertad, que fue resuelta a través de la Resolución 104/2019, en la cual la Sala
Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, ordenó que la Jueza titular
o el que se encuentre en suplencia del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia
hacia las Mujeres Tercero de dicha Capital y departamento “…en el plazo máximo de las 48 horas
siguientes partir de su notificación con la presente disposición constitucional, celebre audiencia de
cesación a la detención preventiva…” (sic), disposición que fue motivada ante las reiteradas
suspensiones de su audiencia de cesación de la detención preventiva.
Por lo expuesto, resulta evidente que la problemática traída a colación, fue resuelta anteriormente
por la mencionada Sala Constitucional; en consecuencia, al preexistir un pronunciamiento de la
jurisdicción constitucional mediante la Resolución 104/2019 (Conclusión II.1), el aparente
incumplimiento de este habría originado la interposición de esta acción tutelar, no siendo la vía
correcta para el reclamo de este tipo de incidencias, puesto que el cumplimiento estricto e inmediato
de las resoluciones que resuelven acciones tutelares queda a cargo del juez, tribunal de garantías o
sala constitucional que haya emitido la misma, por lo que en el presente caso, el peticionante de
tutela debió acudir ante la Sala Constitucional Segunda del señalado Tribunal, de acuerdo a lo
establecido en el CPCo que en su parte pertinente señala:
“Artículo 40°.- (EJECUCIÓN INMEDIATA Y CUMPLIMIENTO DE RESOLUCIONES).
I. Las resoluciones determinadas por una Jueza, Juez o Tribunal en Acciones de Defensa, serán
ejecutadas inmediatamente…
II. La Jueza, Juez o Tribunal en Acciones de Defensa, para el cumplimiento de sus resoluciones, sin
perjuicio de la responsabilidad penal, adoptará las medidas que sean necesarias, pudiendo requerir
la intervención de la fuerza pública y la imposición de multas progresivas a la autoridad o particular
renuente”.
Norma concordante con lo desarrollado por la jurisprudencia constitucional expuesta en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, correspondiendo
denegar la tutela impetrada.
III.3. Consideraciones adicionales
De la revisión del expediente se puede observar a fs. 1 que la presente acción de libertad fue
interpuesta el viernes 7 de junio de 2019 y sorteado al Juez de Ejecución Penal Primero del
departamento de La Paz, dicha autoridad a través de Auto de 7 de igual mes y año cursantes a fs. 8
y 9, en una interpretación sesgada del art. 49.5 del CPCo ordenó la remisión de obrados al Juez de

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Instrucción Penal de turno de la Capital de igual departamento y a la Sala Constitucional de turno del
Tribunal Departamental de Justicia del aludido departamento; ante lo cual, por informe de 10 del
mismo mes y año cursante a fs. 11 y vta., el Secretario del mencionado Juzgado manifestó que no
pudo remitir el mismo a ninguna de las autoridades, por lo que el Juez de garantías instaló la
audiencia de consideración de la presente acción tutelar el lunes 10 del citado mes y año.
Al respecto, es pertinente recordar a las autoridades jurisdiccionales que conforme lo dispuesto por
este Tribunal en la SCP 0510/2012 de 9 de julio reiterada por la SCP 0631/2014 de 25 de marzo,
entre otras, estableció que: “… no se constituye en una exigencia procesal que se remita ante los
jueces instructores de turno las acciones de libertad que tengan que resolverse los días sábados,
domingos o feriados, sino que en aras de garantizar los principios que revisten a la acción de libertad
y precautelando los derechos que tutela, deben ser resueltas por la autoridad que conoce y admite
la acción…”, en ese comprendido el juez, tribunal de garantías o sala constitucional que conozca en
un día hábil una demanda de acción de libertad debe fijar inmediatamente día y hora de audiencia,
respetando el plazo procesal de veinticuatro horas desde la interposición de la misma, resguardando
el principio de la sumariedad que rige este procedimiento constitucional; por lo que, al no haber
adecuado su conducta a lo expuesto precedentemente, corresponde llamar la atención al Juez de
garantías, para que en futuras acciones tutelares que sean de su conocimiento, observe los plazos
que rigen este mecanismo de defensa.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con diferentes
fundamentos, actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución
346/2019 de 10 de junio, cursante de fs. 28 a 29 vta., pronunciada por el Juez de Ejecución Penal
Primero del departamento de La Paz; y en consecuencia:
1° DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos desarrollados en la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
2° Llamar la atención al Juez de Ejecución Penal Primero del departamento de La Paz, constituido
en Juez de garantías, por los motivos expuestos en el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo
constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 175


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0656/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29535-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 04/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 77 a 80 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Giovanni Arturo Morales Aliendre en representación
sin mandato de Einar Leocadio Mamani Mamani contra Cesar Wenceslao Portocarrero
Cuevas y Silvia Maritza Portugal Espinoza, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz; y, Lucio Fermín Flores Alarcón, Juez de Instrucción
Anticorrupción y contra Violencia hacia la Mujer Primero de El Alto del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 13 de junio de 2019, cursante de fs. 43 a 53 vta., el accionante a
través de su representante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra por la presunta comisión del delito
de violación de niña, niño o adolescente en grado de tentativa, por Auto Interlocutorio 313/2018 de
22 de septiembre, se dispuso su detención preventiva al considerar la concurrencia de la probabilidad
de autoria así como los peligros procesales de los arts. 234.1 y 2, y 235.2 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), estableciendo respecto a este último riesgo de obstaculización que de acuerdo al
certificado médico forense, estaría pendiente de remisión “RCA” al Instituto de Investigaciones
Forenses (IDIF), elemento de convicción que a su criterio podría ser alterado.
Posteriormente debido a las peticiones de cesación de la detención preventiva dispuesta, logró
desvirtuar la persistencia del art. 234.1 y 2 del citado cuerpo legal, quedando latente el peligro de
obstaculización; en tal mérito, reiteró su solicitud adjuntando como prueba fotocopias legalizadas del
cuaderno de investigación en el que consta entre otros actuados la remisión de muestras biológicas
al IDIF, demostrando con ello que el único elemento observado en la concurrencia del art. 235.2 del
CPP ya no se encontraba concurrente.
Empero, el Juez codemandado rechazó su solicitud fundamentando que si bien se ha cumplido con
la remisión del certificado medico forense, sin embargo aún se encontrarían pendientes la pericia
psicológica a la menor, la declaración del hermano de la víctima y la inspección técnica ocular;
aspectos que fueron considerados de manera discrecional por el juzgador ampliando de forma ilegal
los fundamentos que dieron origen a la concurrencia del peligro procesal de referencia, haciendo
consideraciones distintas a las que fundaron el mismo.
Ante tal hecho interpuso recurso de apelación incidental, mismo que fue resuelto por los Vocales
demandados quienes confirmaron la decisión impugnada manifestando que el sustento de la
existencia de actos investigativos pendientes no constituye un incremento de riesgos procesales;
incurriendo en su determinación en una incorrecta valoración probatoria de los elementos
presentados así como la omisión de un análisis de las causales que dieron origen a la detención
preventiva para considerar que los mismos fueron desvirtuados.
I.1.2. Derechos y garantía supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad, a la
presunción de inocencia y al debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, juez

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imparcial y valoración probatoria, citando al efecto los arts. 22, 23, 115, 116 y 117 de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se disponga la cesación de su detención preventiva y
la aplicación de medidas sustitutivas para cuya consideración se señale audiencia y demás
formalidades de rigor.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 14 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 72 a 76,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante ratificó el contenido de la acción de libertad presentada,
y ampliándola mencionó que a tiempo de solicitar la cesación de la detención preventiva ofreció como
prueba el informe de remisión de muestras biológicas del IDIF, desvirtuando de manera clara el
fundamento del peligro procesal del art. 235.2 del CPP; sin embargo, se omitió realizar una
fundamentación ponderada tomando en cuenta los elementos positivos y negativos para definir si se
desvirtuó o no dicho peligro procesal, limitándose a mencionar que no pueden revalorizar la prueba
compulsada por el Juez a quo.
I.2.2. Informe de los demandados
Cesar Wenceslao Portocarrero Cuevas y Silvia Maritza Portugal Espinoza, Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante informe escrito presentado el 14
de junio de 2019, cursante de fs. 69 a 71 vta., manifestaron que: a) El accionante no hizo referencia
a que el Auto Interlocutorio 674/2018 de 21 de diciembre, ya definió claramente los lineamientos
sobre la concurrencia del art. 235.2 del CPP, determinación que no fue apelada, y fue en base a ese
pronunciamiento que resolvieron el recurso interpuesto contra la nueva solicitud de cesación de la
detención preventiva; b) Se brindó una fundamentación precisa y coherente en el Auto de Vista
cuestionado respecto a los agravios expuestos en la apelación incidental; y, c) No se señaló de forma
adecuada cómo se habría producido lesión al debido proceso ni el nexo de causalidad entre los actos
cuestionados y su probable transgresión.
Lucio Fermín Flores Alarcón, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra Violencia hacia la Mujer
Primero de El Alto del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 14 de junio
de 2019, cursante de fs. 66 a 68 vta., manifestó que: 1) No incrementó ningún peligro procesal, por
el contrario producto de una anterior solicitud de cesación de la detención preventiva la observancia
de la persistencia del art. 235.2 del citado Código porque estarian pendientes la pericia psicológica
de la víctima, la entrevista en cámara del hermano de la citada así como la inspección ocular, son
aspectos que fueron establecidos en el Auto Interlocutorio 674/2018, determinación que no fue
objeto de apelación incidental; y, 2) El accionante no cumplió con el principio de subsidiariedad al
no haber impugnado la Resolución que en su momento estableció la obligación de desvirtuar las
situaciones anotadas; por lo que, no se encuentra legitimado para plantear esta acción tutelar.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
William Eduard Alave Laura, Fiscal Departamental de La Paz, no se presentó en audiencia ni remitió
escrito alguno pese a su notificación cursante a fs. 57.
I.2.4. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 04/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 77 a 80 vta., denegó la
tutela solicitada en base a los siguientes fundamentos: i) El Auto Interlocutorio 674/2018 determinó
que además de la remisión del “RCA” al IDIF, existían otros actos investigativos pendientes, lo cual
constituye una agravación de la Resolución primigenia de medidas cautelares; sin embargo, conforme
lo establece el mismo accionante, dicha decisión no fue impugnada por lo que los argumentos

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expuestos en ella alcanzaron ejecutoria; ii) En la última solicitud de cesación de la detención


preventiva el impetrante de tutela únicamente desvirtuó la remisión del “RCA” observado en la
primera resolución descuidando los otros aspectos ampliados en el Auto Interlocutorio 674/2018; y,
iii) El Tribunal de alzada no podía observar si la ampliación de los fundamentos del peligro procesal
del art. 235.2 del CPP son correctos o incorrectos, ya que por seguridad jurídica las determinaciones
anteriores deben ser respetadas.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes cursantes en el expediente, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Auto Interlocutorio 248/2019 de 4 de abril, por el que el Juez de Instrucción
Anticorrupción y contra Violencia hacia la Mujer Primero de El Alto del departamento de La Paz -hoy
codemandado- rechazó la solicitud de cesación de la detención preventiva impetrada por el ahora
accionante (fs. 37 a 39).
II.2. Mediante Auto de Vista 176/2019 de 8 de mayo, la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de dicho departamento resolvió el recurso de apelación interpuesto por el
impetrante de tutela contra el Auto Interlocutorio 248/2019, determinando la improcedencia de las
cuestiones planteadas, confirmando la decisión impugnada (fs. 40 a 42).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, a la presunción de inocencia y al debido
proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, juez imparcial y valoración probatoria;
puesto que, tras solicitar la cesación de la detención preventiva desvirtuando la concurrencia del art.
235.2 del CPP, como único peligro procesal persistente, el Juez codemandado rechazó su petición
considerando que si bien ya no estaban presentes las circunstancias que dieron lugar a la imposición
del mismo, aún quedaban actos investigativos pendientes, determinación que fue confirmada por los
Vocales codemandados en apelación, sin la debida fundamentación, motivación y valoración
probatoria, consolidando la discrecional ampliación de los riesgos procesales.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones como componentes del
debido proceso. Jurisprudencia reiterada
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación realizada a
tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos que sustentaron su
decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre, señaló que: “…la garantía del debido
proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de
conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se

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tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados. El tratadista mexicano Javier Alba
Muñoz indicó que el debido proceso debemos entenderlo como: ‘…el razonamiento mediante el cual
se da la explicación lógicamente razonable del porqué el acto de autoridad tiene su apoyo en la
disposición legal…’ (ALBA MUÑOZ, Javier, Contrapunto Penal, Cárdenas Editor y Distribuidor, México,
1998, p. 7)” (las negrillas son nuestras).
III.2. La solicitud de valoración de la prueba en la jurisdicción constitucional
La acción de amparo constitucional, así como las demás acciones tutelares de derechos y garantías
constitucionales, delimita también las atribuciones entre jurisdicciones, respecto a la valoración de la
prueba, en ese sentido, la SC 0025/2010-R de 13 de abril, sostuvo que: “…este Tribunal, en invariable
y reiterada jurisprudencia, ha establecido que la jurisdicción constitucional no tiene
competencia para ingresar a valorar la prueba, dado que ésta compulsa corresponde
exclusivamente a la jurisdicción ordinaria, cuyos jueces y tribunales, conforme a la atribución que les
confiere la Constitución de manera general; y las leyes de manera específica, deben examinar todo
cuanto sea presentado durante el proceso y finalmente emitir un criterio con la independencia que
esto amerita...” (las negrillas nos corresponden).
De igual forma, la jurisprudencia estableció situaciones excepcionales en las que se puede ingresar
a la valoración de la prueba, así mediante las SSCC 0938/2005-R, 0965/2006-R y 0662/2010-R, entre
otras, se precisó que: “…La facultad de valoración de la prueba corresponde privativamente
a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por ende la jurisdicción constitucional no puede ni
debe pronunciarse sobre cuestiones de exclusiva competencia de los jueces y tribunales ordinarios,
en consecuencia, menos aún podría revisar la valoración de la prueba que hubieran efectuado las
autoridades judiciales competentes, emitiendo criterios sobre dicha valoración y pronunciándose
respecto a su contenido. Ahora bien, la facultad del Tribunal Constitucional a través de sus
acciones tutelares alcanza a determinar la existencia de lesión a derechos y garantías
fundamentales cuando en la valoración de la prueba efectuada por la jurisdicción
ordinaria exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad y/o se
hubiese omitido arbitrariamente efectuar dicha ponderación” (las negrillas y el subrayado
nos pertenecen [SC 0662/2010-R de 19 de julio]).
De igual manera la SC 0115/2007-R de 7 de marzo, consideró otra excepción a las subreglas
jurisprudenciales, concluyendo que: “…además de la omisión en la consideración de la prueba, (…)
es causal de excepción de la subregla de no valoración de la prueba, otra excepción se da cuando

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la autoridad judicial basa su decisión en una prueba inexistente o que refleja un hecho
diferente al utilizado como argumento” (las negrillas son nuestras).
En ese sentido, la SCP 1215/2012 de 6 de septiembre, sostuvo que: “…por regla general, la
jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la prueba, por ser una atribución
conferida privativa y exclusivamente a las autoridades jurisdiccionales o administrativas; empero,
tiene la obligación de verificar si en dicha labor: a) Las autoridades no se apartaron de los
marcos legales de razonabilidad y equidad; b) No omitieron de manera arbitraria la
consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y, c) Basaron su decisión en una prueba
inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como argumento. Claro está que además de
ello, en cualquier caso, se debe demostrar la lógica consecuencia de que su incumplimiento ocasionó
lesión de derechos fundamentales y/o garantías constitucionales al afectado; lo que se traduce en
relevancia constitucional. Supuestos que constituyen excepciones a la regla aludida; dado que se
admite injerencia de la jurisdicción constitucional, únicamente cuando se evidencian dichas
vulneraciones; empero, dicha competencia se reduce únicamente a establecer la ausencia
de razonabilidad y equidad en la labor valorativa, o bien, si existió una actitud omisiva
en esta tarea, ya sea parcial o total; o finalmente, si se le dio un valor diferente al medio
probatorio, al que posee en realidad, distorsionando la realidad y faltando al principio de
rango constitucional, como es la verdad material, pero en ningún caso podrá pretender
sustituir a la jurisdicción ordinaria, examinando directamente la misma o volviendo a valorarla,
usurpando una función que no le está conferida ni legal ni constitucionalmente” (las negrillas fueron
añadidas).
III.3. Análisis del caso concreto
De la documental cursante en el expediente, se tiene el Auto Interlocutorio 248/2019 de 4 de abril,
que en su oportunidad rechazó la solicitud de cesación de la detención preventiva del impetrante de
tutela (Conclusión II.1), determinación que tras ser apelada dio lugar a la emisión del Auto de Vista
176/2019 de 8 de mayo que confirmó la decisión impugnada al declarar la improcedencia del recurso
interpuesto (Conclusión II.2).
Ahora bien, del contenido de la acción de libertad presentada se advierte que la presunta lesión de
derechos que se denuncia emerge de la emisión del Auto Interlocutorio 248/2019, así como del
contenido del Auto de Vista 176/2019, mismos que en su oportunidad definieron el rechazo de la
pretendida cesación de la detención preventiva del accionante. En tal mérito corresponde analizar las
cuestiones denunciadas a partir de la última decisión pronunciada -Auto de Vista 176/2019-, en razón
a que esta tuvo la oportunidad de corregir o subsanar presuntos actos lesivos incurridos por el Juez
inferior.
Respecto a la falta de fundamentación denunciada, corresponde mencionar que el motivo de
apelación incidental del impetrante de tutela descrito en el Auto de Vista 176/2019 se encuentra
referido a que se presentaron el hisopado perineal así como el “RCA” al IDIF “En síntesis, se habría
cumplido con el motivo exigido para desvirtuar el riesgo procesal establecido en la resolución
primigenia. Sin embargo en la resolución venida en apelación, el juez cautelar mencionaría que si
bien se desvirtuó lo dispuesto por la resolución primigenia, estableció que faltan distintos actos
investigativos por efectuarse, lo cual considera vulneratorio al debido proceso y seguridad jurídica a
que tiene derecho su defendido” (sic), aspecto que constituiría un incremento de los riesgos
procesales.
Al respecto, los Vocales demandados resolvieron el recurso de apelación incidental anteriormente
descrito en base a los siguientes fundamentos:
a) En la decisión impugnada se consideraron los antecedentes en relación a la resolución primigenia
respecto a que se tendría que remitir el “RCA” al IDIF “…asimismo señala que en el caso que nos
ocupa existiría la falta de una pericia psicológica que debe practicarse a la menor además de la
declaración informativa por ante cámara Gessel del hermano menor de la víctima y la inspección
ocular, dejándose plena constancia de que los actos investigativos conforme al Art. 40 de la Ley N°

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260 son de facultad del Ministerio Público y de los cuales no se habría presentado documentación
idónea, donde se haya culminado con estos o se esté haciendo un seguimiento por parte del
Ministerio Público…” (sic);
b) Se precisó lo fundamentado por el Juez a quo, en sentido que “…debería realizarse la mencionada
pericia psicológica a la menor, aspecto no cumplido por la parte imputada, también refiere que en
cuanto a la declaración en cámara Gessel del hermano menor de la víctima tampoco se habría
acreditado este extremo, ocurriendo lo mismo con la inspección técnica ocular, señalando que si bien
se ha establecido en la presente que se han notificado las mismas y se ha propuesto a la Defensoria
de la Niñez y Adolescencia así como a la parte imputada, pero la acreditación de que estos actos se
hubieran materializado no fueron presentados por la parte imputada, lo cual era obligación de
hacerlo” (sic); y,
c) “…se llega a la conclusión de que el razonamiento esgrimido por el Juez A quo en relación a que
faltan actos investigativos que realizar como los antes mencionados, no constituirían un incremento
de riesgos procesales, solamente se entendería que se estaría verificando el estado de las
investigaciones y los actos que faltaría por realizar para emitir la correspondiente resolución
conclusiva de investigación, ya que el incrementar riesgos procesales de acuerdo a procedimiento,
constituiría añadir otros numerales de los establecidos…” (sic).
Al respecto, corresponde mencionar que, conforme a la jurisprudencia transcrita en el Fundamento
Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el derecho a la fundamentación y
motivación de las resoluciones debe ser entendido como la obligación de explicar las razones de la
decisión asumida, citando las razones en las que se sustenta la misma y el valor otorgado a los
medios de prueba, debiendo exponerse los motivos de forma concisa y clara, además de considerarse
que dicha exposición no tiene que consistir en una mera relación de los documentos ni limitarse a
realizar una mención de los requerimientos de las partes, sino contener una estructura de forma y
fondo que permita comprender los motivos de la definición asumida.
En el caso concreto, se advierte que el Auto de Vista 176/2019 confirmó el rechazo de la solicitud de
cesación de la detención preventiva del impetrante de tutela por medio de una Resolución
debidamente fundamentada y motivada, exponiendo las razones conducentes a la decisión asumida
a través de una estructura de forma y fondo claramente comprensible, considerando los antecedentes
del caso así como el análisis del contenido de la decisión apelada.
En ese entendido, ante el reclamo que existiría una resolución primigenia que habría delimitado los
alcances de la concurrencia del art. 235.2 del CPP y que se estaría incrementando los peligros
procesales, se analizó los fundamentos del Auto Interlocutorio 248/2019, constatando que en esa
determinación se consideró que además de la remisión del “RCA” al IDIF que en su oportunidad dio
lugar a la imposición de dicho peligro procesal, estarían pendientes de llevarse a cabo actos
investigativos como la pericia psicológica a la menor, la declaración en cámara Gessel del hermano
menor de la víctima y la inspección técnica ocular, aspectos cuya realización no fue acreditada.
En tal mérito, se concluyó que la decisión del Juez a quo en relación a que faltan actos investigativos
no constituiría un incremento de riesgos procesales, solamente se entendería que se estaría
verificando el estado de las investigaciones y los actos que faltaría por realizar para emitir la
correspondiente resolución conclusiva de investigación, circunstancias que fueron debidamente
expuestas y que justifican de manera razonable el rechazo de la pretensión del encausado en mérito
a la persistencia del peligro procesal contenido en el art. 235.2 de la norma adjetiva penal, aspecto
que permite concluir que no es evidente la falta de fundamentación alegada a través de esta acción
tutelar.
Por otro lado, respecto a la denunciada falta de valoración probatoria, corresponde mencionar
que conforme lo establecido en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, esta
jurisdicción está facultada de forma excepcional a analizar la valoración probatoria de otras
jurisdicciones cuando: 1) Las autoridades se apartaron de los marcos legales de razonabilidad y
equidad; 2) Omitieron de manera arbitraria la consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y,

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3) Basaron su decisión en una prueba inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como
argumento, sin que esto signifique sustituir a la jurisdicción ordinaria, examinando directamente la
misma o volviendo a valorar la prueba.
En tal mérito, el accionante denuncia a través de este medio de defensa constitucional la presunta
lesión de derechos emergente de la falta de valoración probatoria de los elementos puestos a
conocimiento para su solicitud de cesación de la detención preventiva, correspondiendo sobre el
particular precisar que de la lectura del Auto de Vista cuestionado, se advierte la compulsa integral
de de la documental expuesta, asimismo en el análisis de los elementos conducentes a la persistencia
del art. 235.2 del CPP, se tiene precisado que conforme la decisión apelada si bien se tiene cumplida
la remisión del “RCA” al IDIF, no se tiene prueba alguna que acredite la realización de la pericia
psicológica a la menor, la declaración en cámara Gessel del hermano menor de la víctima y la
inspección técnica ocular, considerados actuados investigativos pendientes; en tal mérito, no es
evidente la denuncia de falta de valoración probatoria.
Finalmente, sobre la presunta lesión del derecho a la presunción de inocencia, cabe mencionar que
de la compulsa del contenido del Auto de Vista 176/2019, no se constata que el mismo transgredió
dicho derecho, por el contrario, conforme se tiene de lo señalado supra, esa decisión se encuentra
debidamente sustentada y fundamentada, sin que las determinaciones asumidas hayan conducido al
desconocimiento de la presunción de inocencia del encausado. Asimismo, en relación a la presunta
transgresión del debido proceso en su elemento de juez imparcial, tampoco se advierte que los
Vocales demandados hayan inobservado el mismo en la emisión de la Resolución cuestionada,
aspectos que conllevan a la denegatoria de la tutela impetrada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela solicitada, actuó de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 04/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 77 a 80 vta.,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0657/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29536-2019-60-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución AL-0035/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 21 a 24, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Néstor Julio Enríquez Quiroga en representación sin
mandato de Noemí Sonia Bernal Zambrana contra Henry Maida García, María Amparo
Zapata Solis, Germán Saúl Pardo Uribe y Leandro Mamani Mamani, Jueces del Tribunal
de Sentencia Penal Cuarto, Sexto y Séptimo, respectivamente; y, Carmen Soliz Plaza,
Secretaria del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo, todos de la Capital del departamento
de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 13 de junio de 2019, cursante de fs. 5 a 8, la accionante a través de su
abogado, expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Estando detenida preventivamente hace cuatro meses y diez días, en el Centro Penitenciario de San
Sebastián Mujeres de Cochabamba; por segunda vez, solicitó la cesación de la detención preventiva
ante el prenombrado Tribunal de Sentencia; ya que, es una persona de la tercera edad, cuya salud
se encontraba deteriorada, requiriendo alimentación y tratamiento especializados a objeto de poder
contener el daño renal que tiene en su único riñón y siendo de conocimiento general que en dicho
Centro, no podría contar con la vigilancia médica, estricta, especializada de un médico nefrólogo;
además que por tener más de sesenta años, recibía la asistencia familiar de su exesposo, al no ser
apta para trabajar y/o realizar actividades pesadas.
Con toda esa argumentación, los miembros del referido Tribunal, le concedieron la cesación de la
detención preventiva, imponiéndole una fianza económica de Bs80 000.- (ochenta mil bolivianos);
por el cual, formuló su apelación el 7 de junio de 2019; sin embargo, recién el 12 de igual mes y año,
le notificaron en su domicilio procesal, con la providencia que disponía la remisión de antecedentes
a la Sala Penal de turno; ocasionándole un grave perjuicio; ya que, por el delicado estado de salud
que tiene, debe acudir a diferentes consultas y realizarse análisis que fueron solicitados por el médico
tratante, situaciones que fueron puestas a conocimiento de la autoridad jurisdiccional en el memorial
de apelación.
Ante la pasividad y total falta de celeridad y justicia pronta y oportuna por parte de los ahora
demandados, se activó la presente acción; tomando en cuenta que, el plazo para la remisión del
recurso de apelación es de un día, desoyendo sus funciones de manera dolosa, al observar
formalidades que no son atribuibles a su persona, como la espera a que las diligencias de notificación
sean devueltas por la Central de Diligencias, después de haberse tomado tres días para providenciar
y notificar el memorial de apelación.
Por otro lado, deja establecido que, el Juez que asistió a la audiencia de cesación de la detención
preventiva, fue Leandro Mamani Mamani, pero curiosamente, aparece suscribiendo el Juez Henry
Maida, que no estuvo presente en el acto, irregularidad que llamó profundamente la atención.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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La accionante a través de su representante, denunció la vulneración de sus derechos a la libertad, al


debido proceso en su elemento justicia pronta y oportuna y al principio de celeridad; sin invocar al
efecto, norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, disponiendo que se remitan en el día los actuados pertinentes
a objeto de que se tramite el recurso de apelación pendiente y sea con costas a su favor.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 14 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 19 a 20,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El impetrante de tutela, a través de su abogado, ratificó los términos de la acción de libertad
interpuesta.
I.2.2. Informe de los demandados
María Amparo Zapata Solis y Germán Pardo Uribe, Jueces del Tribunal de Sentencia Séptimo de la
Capital del departamento de Cochabamba a través de informe escrito presentado el 14 de junio de
2019, cursante de fs. 12 a 13, manifestaron que: a) La apelación formulada por la accionante, no
fue realizada en forma verbal en la audiencia de cesación de la detención preventiva como para
merecer su remisión en el plazo de veinticuatro horas, sino que presentó el 7 de junio de 2019 a hrs.
17:27, de tal forma que, el memorial fue providenciado el mismo día y notificado a las partes como
corresponde; motivo por el cual, las cartillas de notificación fueron devueltas recién el 12 del mismo
mes y año, a horas 18:00 aproximadamente, ante la Sala Penal correspondiente; b) Imprimieron el
trámite correspondiente dentro de todas sus posibilidades materiales y humanas; toda vez que, por
un lado, es de conocimiento general que los juzgadores y tribunales, están caracterizados en los
últimos tiempos por la carga procesal (realizándose inclusive cuatro o más audiencias y juicios orales
por día); es así que, no solo había el caso en cuestión sino otros procesos que también son prioritarios
por otras circunstancias (detenidos preventivos, niños, mujeres, casos de corrupción, etc.); a los
cuales, se debe otorgar celeridad; y, sumado a todo esto, dentro de su Tribunal existe una acefalía
de un tercer juez técnico desde el mes de enero del año citado; c) La situación descrita conlleva
todos los esfuerzos necesarios; sin embargo, genera demora en la actuaciones tanto de despacho
como de audiencias, desprendiéndose de esto que, también los jueces técnicos de ese Tribunal deban
acudir a otros, también acéfalos, para conformar quórum; ya que, en la Capital existen cuatro
vacantes en los siete Tribunales de Sentencia, no siendo fácil lograr el quórum correspondiente;
empero, pese a ello, la audiencia de cesación fue atendida en el plazo de ley; d) Si bien la apelación
no fue remitida en el plazo que exige la ahora peticionante de tutela, está fundamentado y
demostrado que existe sobrecarga, no sólo en los jueces técnicos sino también en el personal
subalterno; lo que, de acuerdo a la jurisprudencia contenida en las SSCCPP “1907/2012 y 0142/2013”
-no indican fecha-, el plazo de veinticuatro horas para la remisión del recurso de apelación,
excepcionalmente, puede flexibilizarse a tres días, en situaciones donde exista una justificación
razonable y fundada, pasado el cual, la omisión del juzgador, se constituye en un acto ilegal
vulneratorio; e) En el caso de autos, se debe considerar la acefalía precedentemente descrita; y, la
excesiva carga procesal. Con sólo dos jueces están asumiendo todas las audiencias de juicios orales,
audiencias cautelares, cesaciones de la detención preventiva, aplicación y modificaciones de medidas
cautelares, salidas alternativas y otras; por consiguiente, se debe tomar en cuenta que en el presente
caso, se remitió la apelación en el plazo razonable, dentro de los tres días establecidos en la indicada
jurisprudencia; y, f) Acompañan a este informe el rol de audiencias para demostrar lo aseverado;
sumado a todo lo expuesto, corresponde referir que con la presente acción, los notificaron el 13 de
junio de 2019 a horas 10:15; empero, la remisión de actuados para ser atendida la apelación
incidental (motivo de la presente acción), fue remitida el 12 del mismo mes y año, a horas 18:43
recayendo en la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, y

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cumplido de manera anterior a dicha notificación; por lo que, en el sub-lite, opera la sustracción de
la materia o pérdida del objeto procesal.
Leandro Mamani Mamani, Juez del Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento
de Cochabamba, presentó informe escrito de 14 de junio de 2019, cursante de fs. 16 a 17 vta.,
manifestando: 1) En calidad de Juez del precitado Tribunal, fue convocado por sus similares del
Tribunal de Sentencia Penal Séptimo, a efectos de conformar el quórum correspondiente para
considerar y resolver la solicitud de cesación de la detención preventiva que fue impetrada por la
accionante; es decir, su persona no es miembro de dicho Tribunal como erróneamente se señaló;
dicha actuación fue llevada a cabo el 4 de junio de 2019, determinándose la cesación a la detención
preventiva a su favor y la aplicación de las medidas sustitutivas previstas en el art. 240 del Código
Procesal Penal (CPP); y, al finalizar la audiencia, ninguna de las partes interpuso recurso de apelación
incidental, consecuentemente, su intervención en tal actuado procesal, como Juez convocado
concluyó junto con la indicada audiencia; 2) Desconocía las demás actuaciones que se habrían
llevado a cabo posteriormente; es decir, no tenía conocimiento si la parte afectada interpuso recurso
de apelación incidental o no y en qué fecha lo habrían hecho, tampoco si se emitió el proveído de
remisión; simplemente porque el citado proceso no correspondía al Tribunal, del cual es titular y no
tenía tuición sobre esos actuados; motivos por los cuales, no se le podría tener como responsable de
una eventual remisión; 3) Actualmente el mencionado Tribunal de Sentencia, carece de quórum; por
esta razón, los demás jueces de otros Tribunales de la Capital como de provincias, son convocados
para diferentes actuaciones, ejemplo claro de esta situación es el presente caso; 4) Igualmente
convocaron a Henry Maida García, Juez de Sentencia Penal del Tribunal Cuarto de la Capital del
departamento de Cochabamba, ahora codemandado, quien convocó a su Secretaria-abogada que
cometió el error de hacer constar en ambos actuados como interviniente al mencionado Juez,
situación que de ninguna manera se puede considerar dolosa; es decir, que se haya hecho a
propósito; 5) Si bien la peticionante de tutela reclama por la supuesta dilación; sin embargo, ella
también actuó con pasividad; pues, pudieron apelar la resolución, al finalizar la audiencia y no esperar
tres días para hacerlo; aspectos que, por sí solos acreditan que no existe materia como para declarar
la procedencia de la acción de libertad contra su persona; 6) Concurre también, lo que se denomina,
la improcedencia de la presente acción por sustracción de la materia o pérdida del objeto procesal
(SCP 1894/2012 de 12 de octubre); siendo este, el elemento sustancial a resolver en la jurisdicción
constitucional; en consecuencia, por la desaparición del hecho o supuesto, se inhibe un
pronunciamiento sobre el fondo de pretensión; y, 7) En este caso, la apelación incidental formulada,
fue remitida a la Sala correspondiente el 12 de junio del presente año, en horas de la tarde; y, la
acción de libertad le fue notificada el 13 del mismo mes y año a hrs. 10:15; siendo ya subsanado el
objeto procesal de la precitada acción; por lo expuesto, solicita se deniegue la tutela.
Carmen Soliz Plaza, Secretaria del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Cochabamba, presentó informe escrito el 14 de junio de 2019, cursante a fs. 18 y
vta., puntualizando que: i) El recurso de apelación incidental fue presentado dentro de plazo,
ingresando a Secretaría del Tribunal de Sentencia Penal vía plataforma el 7 de junio de 2019, a horas
17:27; que fue providenciado, incluso, antes de las veinticuatro horas; o sea, con la fecha indicada;
ii) Ambos documentos, fueron enviados a la central de notificaciones de forma urgente a los fines
de poner en conocimiento de las partes procesales, diligencias que a su insistencia, fueron devueltas
el 12 de igual mes y año, efectuándose de forma inmediata, la remisión ante el Tribunal de alzada,
recayendo en la Sala Penal Tercera; razón por la cual, no se pudieron remitir los mismos, a la
autoridad de garantías; y, iii) Respecto a la observación realizada por la peticionante de tutela,
relacionada a las firmas consignadas en el acta; debido a las recargadas labores que desempeñaba
el mencionado Tribunal de Sentencia Penal y considerando la acefalía de un Juez Técnico; las
múltiples audiencias que se desarrollaban y que eran instaladas conformando el quórum
correspondiente a través de sus similares convocados de otros Tribunales se cometió un lapsus
consignando erróneamente la participación de Henry Maida, Juez Técnico del Tribunal de Sentencia
Penal Cuarto, quien colaboró en el desarrollo de la audiencia de aplicación de medidas cautelares
dentro del mismo caso; y, Leandro Mamani Mamani, que coadyuvó con la audiencia de cesación de

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la detención preventiva de 4 de junio de 2019, en ese entendido, por confusión de aquellas


actuaciones procesales, se envió por error, ambas actas para la firma del primero.
Henry Maida García, Juez del Tribunal de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de
Cochabamba, no remitió informe alguno, tampoco se presentó en audiencia; sin embargo, no cursa
en obrados la notificación a dicha autoridad.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por Resolución
de AL-0035/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 21 a 24, concedió la tutela solicitada, disponiendo
que las autoridades demandadas, viabilicen en forma inmediata la remisión de la apelación incidental
ante la Sala Penal de turno; decisión asumida en base a los siguientes fundamentos: a) Se debe
tomar en cuenta que, las normas procesales son de orden público, por tanto de cumplimiento
obligatorio, como la de los plazos que es imperativo, más aún si de por medio están personas privadas
de libertad que merecen atención prioritaria; b) De la revisión de los actuados, no se adjunta prueba
documental objetiva que acredite la remisión de los actuados del recurso de apelación ante el Tribunal
de alzada el 12 de junio de 2019; solamente se tiene adjunto, el informe emitido por los demandados
y un rol de audiencias, en el cual se puede ver que, la audiencia de cesación de la detención
preventiva fue programada el 4 del mismo mes año; y, c) Desde el 7 de junio de 2019, fecha en la
que se ordenó la remisión de actuados ante la Sala Penal de turno, hasta el 12 de igual mes y año,
transcurrieron tres días hábiles y no se tiene respaldo alguno de dicho actuado, prescribiendo la
Norma Penal Adjetiva en su art. 251 que el plazo es de 24 horas; por lo que, existe la vulneración a
los derechos alegados por la accionante, por parte de los ahora demandados.
I. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Acta de Audiencia de cesación de la detención preventiva, llevada a cabo el 4 de junio
de 2019, en la cual, las autoridades demandadas, dieron curso a la cesación de la detención
preventiva, solicitada por Noemí Sonia Bernal Mendoza -ahora impetrante de tutela-, otorgándole,
entre otras, la medida sustitutiva de fianza, fijada en la suma de Bs80 000.- (fs. 3 a 4 vta.); motivo
por el cual, -a decir de las partes en el memorial, informes y acta de la presente acción de tutela-,
presentó apelación incidental.
II.2. Consta providencia de 7 de junio de 2019, que dispuso la remisión de antecedentes del recurso
de apelación a la Sala Penal de turno, del recurso de apelación incidental, interpuesto por el
peticionante de tutela, contra el Auto Interlocutorio de 4 de junio del mismo año, a través del cual,
se declaró la detención preventiva en su contra (fs. 2).
II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad, al debido proceso en su elemento
justicia pronta, oportuna y sin dilaciones y al principio de celeridad; debido a que, los ahora
demandados hasta la interposición de la presente acción tutelar, no remitieron la apelación incidental
contra la Resolución de 4 de junio de 2019, que al otorgarle la modificación de la detención
preventiva, dispuso; entre otras, la medida sustitutiva del pago de fianza de Bs80 000.-.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción libertad traslativa o de pronto despacho
Al respecto, la jurisprudencia constitucional implícita en la SC 0044/2010-R de 20 de abril, tomando
como base lo desarrollado en la SC 1579/2004-R de 1 de octubre, efectuó la clasificación doctrinal
del hábeas corpus, comprendiendo en dicha clasificación, al hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho, a través del cual, “…lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad‫( ״‬las negrillas son nuestras).

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De igual forma, con relación a esta temática la SCP 2443/2012 de 22 de noviembre, expresó: “ Este
tipo de acción, fue descrito en la SCP 0907/2012 de 22 de agosto, al referir: 'Por medio de la acción
de libertad traslativa o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra
privada de libertad; asimismo, una demora injustificada e irrazonable en la tramitación del
proceso penal constituye desconocimiento de la garantía del debido proceso, con la
consecuencia inmediata de la restricción de la libertad física en una especie de condena anticipada.
En ese sentido, la 0465/2010-R de 5 de julio, refiriéndose a la celeridad en las actuaciones procesales
y el hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, ahora acción de libertad, dejó establecido que:
«Por previsión del art. 8.II de la CPE, el Estado se sustenta entre otros valores en la libertad, cuya
concreción material trasciende en el fin máximo el cual resulta ser el vivir bien.
En este sentido, el constituyente ha previsto no sólo los valores generales entre los cuales figura
como se mencionó la libertad, sino también, principios procesales específicos en los cuales se
fundamenta la jurisdicción ordinaria entre los cuales se encuentra la celeridad, así se tiene previsto
en el art. 180.I de la CPE; es por ello que precisamente la potestad de impartir justicia según el art.
178.I de la CPE, emana del pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad jurídica, en la celeridad y
el respeto a los derechos, entre otros no menos importantes».
(…)
La misma Sentencia Constitucional, siguiendo ese entendimiento señaló que: «…toda autoridad
que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad
física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro
de los plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado
derecho, lo que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma
positiva, pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado
que se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una
solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa
conforme a Ley no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la
solicitud»’” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad, al debido proceso en su elemento
justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; y, al principio de celeridad; por cuanto, las autoridades
demandadas, hasta la interposición de la presente acción tutelar, no enviaron la apelación incidental
realizada contra el Auto Interlocutorio de 4 de junio de 2019, que al haberle otorgado la cesación de
la detención preventiva, dispuso; entre otras, la medida sustitutiva del pago de fianza de Bs80 000.-
.
De los actuados que cursan en expediente se evidencia que, en audiencia de cesación a la detención
preventiva, llevada a cabo el 4 de junio de 2019, los Jueces del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo
de la Capital del departamento de Cochabamba, concedieron la misma a favor de la impetrante de
tutela-, imponiéndole medidas sustitutivas conforme lo establece el art. 240 del CPP; siendo una de
ellas, el pago de fianza de Bs80 000.- (Conclusión II.1) ; razón por la cual, según afirman las partes,
tanto en el memorial de acción de libertad, como en los respectivos informes y en audiencia; presentó
recurso de apelación incidental el 7 de igual mes y año.
Con carácter previo a realizar el análisis de fondo de la problemática planteada, es pertinente
referirnos a la naturaleza jurídica de la acción de libertad traslativa o de pronto despacho; que,
responde a una clasificación realizada por el extinto Tribunal Constitucional, al otrora habeas corpus;
tipología a ser aplicada en los casos en los cuales, se evidencia retardación por parte de las
autoridades jurisdiccionales o administrativas, en la tramitación de actuados que están vinculados a
la privación de la libertad de una persona en franco desconocimiento del derecho al debido proceso;
es así que, todo trámite relativo a la definición de la situación jurídica del privado de libertad, debe
ser resuelto con la mayor urgencia posible, aplicando en todo momento el principio de celeridad;

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entendimiento que tiene respaldo en la amplia jurisprudencia constitucional desarrollada, que expresa
sobre la precitada acción de libertad, “…busca acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra
privada de libertad, precisamente para la concreción del valor libertad, el principio de celeridad y el
respeto a los derechos” (SCP 0528/2013 de 3 de mayo).
Por otro lado, se debe poner especial atención, cuando de personas adultas mayores se trata,
teniendo en cuenta que estas, forman parte de los grupos vulnerables o de atención prioritaria, que
requieren exclusiva atención por su situación de desventaja con relación al resto de la población; es
así que, deben gozar de un trato preferencial, especial y considerado; en efecto,“ …la vejez supone
pérdida de medios de subsistencia ya sea por el advenimiento de enfermedades y su consecuente
pérdida de salud o ya sea porque pasan al grupo de personas inactivas económicamente, viéndose
limitadas por tal motivo en el ejercicio de sus derechos” (SCP 0112/2014-S1 de 26 de noviembre);
derechos que están protegidos por nuestra Norma Suprema en sus arts. 67.I, 68.I y II; la Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, ratificada por
el Estado Plurinacional a través de la Ley 872 de 21 de diciembre de 2016, en su arts. 5 y 13;
cobrando importancia el enfoque diferencial que se debe realizar con relación a este grupo etario y
sus derechos, cuya jurisprudencia se encuentra ampliamente desarrollada en la SCP 0655/2018-S2
de 15 de octubre.
De lo que antecede y de acuerdo a lo manifestado por los sujetos de la presente acción, se evidencia
que, la impetrante de tutela recurso de apelación incidental el 7 de junio del 2019 y desde esa fecha
hasta la interposición de esta acción tutelar el 12 de junio de 2019, no se remitió el mismo a la Sala
Penal correspondiente, tiempo en que se observa una dilación indebida en el citado trámite por parte
de las autoridades demandadas; aspecto que, impidió que la situación jurídica de la impetrante de
tutela sea resuelta, siendo indiscutible el retraso ocasionado por dichas autoridades; por cuanto, su
actuación debió realizarse con la mayor urgencia, evitando dejar en incertidumbre sobre la citada
situación de la demandante de tutela, más aún si se encontraba privada de libertad, en delicado
estado de salud y siendo una persona de la tercera edad; desconociendo lo previsto en el art. 251
del CPP, que con relación a las actuaciones referidas a la apelación, cuando de medidas cautelares
se trata, deben ser remitidas sin más trámite al Tribunal de apelación, en el término de veinticuatro
horas.
Con estas antecedentes y en coherencia a la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que es aplicable al caso en cuestión; es decir,
la acción de libertad traslativa o de pronto despacho que, acertadamente, invocó la demandante de
tutela; corresponde a este Tribunal, conceder la tutela; ya que, las Autoridades Judiciales y la
Secretaria -ahora demandadas-, no observaron que una demora injustificada e irrazonable en la
tramitación del proceso penal, constituye desconocimiento de la garantía al debido proceso, con la
consecuencia inmediata de la restricción de la libertad física; es así que, toda autoridad y funcionario
dependiente que tenga conocimiento de una solicitud que está vinculada al derecho a la libertad
física, tiene el deber de tramitarla con la mayor agilidad y celeridad posible, pero una celeridad
reforzada; tratándose, como en este caso, de una persona mayor en condiciones de vulnerabilidad
que sufre una discapacidad por su estado grave de salud; debiendo ser merecedora de un trato
preferencial y urgente, sin importar su condición de detenida preventiva; observando que “ …la
persona mayor tiene derecho a la libertad y seguridad personal, independientemente del ámbito en
el que se desenvuelva”, asegurando el Estado que “…disfrute del derecho a la libertad y seguridad
personal y que la edad en ningún caso justifique la privación o restricción arbitrarias de su
libertad”(SCP 0655/2018-S2 de 15 de octubre).
Con relación a la afirmación realizada por los Jueces y Secretaria del Tribunal de Sentencia Penal
Séptimo -ahora demandados-, relativa a que se hubiera tramitado la remisión de la aludida apelación
antes de la presentación de la actual acción de defensa, no consta en expediente ningún actuado
que respalde tal situación.

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Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AL-0035/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 21 a
24, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos dispuestos
por la Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0658/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29556-2019-60-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 02/2019 de 18 de junio de 2019, cursante de fs. 48 vta. a 54 vta.,
pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Oscar Choconi Mamani en
representación sin mandato de Grover Choconi Mamani contra Jhonny Elvis Mamani Veliz,
Juez Público de Familia Decimotercero de la Capital del departamento de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 17 de junio de 2019, cursante a fs. 4 y vta., el accionante a través de su
representante refirió que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 14 de junio de 2019, fue detenido en la ciudad de Potosí y trasladado a la de Cochabamba para
ser recluido en el Centro Penitenciario San Antonio del mismo departamento, por incumplir con la
cancelación de asistencia familiar devengada consistente en Bs49 300.- (cuarenta y nueve mil
trescientos bolivianos).
Posteriormente, el 17 del mismo mes y año su representante adelantó en efectivo la suma de Bs20
000.- (veinte mil bolivianos) a Celia Soto Choque -demandante de la asistencia familiar-
comprometiéndose a completar el restante el 1 de “junio” -siendo lo correcto julio- de 2019, en
conformidad la misma en el día mencionado solicitó mandamiento de libertad; sin embargo, la
autoridad demandada hizo caso omiso a la declaración espontánea de la prenombrada, por lo que
continúa privado de libertad, contra su voluntad por formalidades subsanables.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció lesionados sus derechos a la libertad y a la
dignidad, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 18 de junio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 48 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su representante, ratificó el memorial de acción de libertad interpuesta.
I.2.2. Informe del demandado
Jhonny Elvis Mamani Veliz, Juez Público de Familia Decimotercero de la Capital del departamento de
Cochabamba, mediante informe escrito presentado el 18 de junio de 2019, cursante de fs. 14 a 15
vta., señaló que: a) Por Sentencia de 21 de agosto de 2015 se homologó el documento público
transaccional de 19 de enero del referido año, posteriormente el 26 de junio de 2017 la demandante
de asistencia familiar impetró la liquidación que determinó el monto de Bs49 300, que fue notificada
a Grover Choconi Mamani -accionante- en su domicilio mediante comisión instruida, al no haber
hecho ninguna observación, fue aprobada a través de Auto Interlocutorio de 25 de octubre del citado

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 190


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año; b) El 17 de junio de 2019 la demandante del beneficio manifestó que recibió como pago parcial
de dicha asistencia la suma de Bs20 000.- y que el 1 de julio de igual año le completaría el saldo; sin
embargo, no existió el acuerdo de partes ni la aceptación expresa del impetrante de tutela, motivo
por el cual no ordenó su libertad, protegiendo los derechos del menor, que deben ser aplicados con
preferencia; c) En caso de no ser cancelado el monto faltante, no se podría disponer un nuevo
apremio por no existir el compromiso de pago en el memorial de la fecha precitada; por lo que,
correspondería nuevamente realizar el procedimiento de la liquidación mencionada; y, d) No se
vulneró derechos ni garantías, toda vez que “…no se tiene certeza objetiva, idónea y veraz sobre la
oferta de pago…” (sic) que hubieran quedado por acuerdo de partes, para que no siga apremiado.
Asimismo, en audiencia de acción de libertad manifestó que: 1) La acción tutelar presentada en su
contra no cumplió con los requisitos de fondo y forma, puesto que el peticionante de tutela no
identificó el hecho vulnerado; 2) La demandante de la asistencia familiar es quien solicitó la libertad
del accionante indicando que se realizó un pago parcial de la liquidación, pero solo firmó ella el
memorial, no teniéndose de manera expresa el compromiso de pago del saldo; 3) El art. 127.III del
Código de las Familias y del Proceso Familiar (CFPF), estableció dos presupuestos en los que se puede
suspender el apremio, pudiendo ser ante el pago total o parcial del referido beneficio; y, 4) Conforme
al art. 12 inc. a) del Código Niña, Niño y Adolescente (CNNA) aplicó la preeminencia de los derechos
del menor, evitando una dilación innecesaria en caso que no se cancele el saldo pendiente del referido
beneficio.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Tercera de la Capital del departamento de Cochabamba, constituida en
Jueza de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 48 vta. a 54 vta.,
denegó la tutela impetrada, bajo los siguientes fundamentos: i) Por Sentencia de 21 de agosto de
2015 se homologó el acuerdo transaccional de cancelación por concepto de asistencia familiar, al
haber incumplido con la obligación de cancelar dicho beneficio por parte del accionante, se emitió
mandamiento de “aprehensión” -siendo lo correcto apremio- en su contra conforme al Código de las
Familias y del Proceso Familiar y la jurisprudencia constitucional; ii) La demandante de asistencia
familiar mediante acuerdo señaló que se le pagó parcialmente la suma de Bs20 000.- debiendo cubrir
el saldo el 1 de julio de 2019, por lo que solicitó el mandamiento de libertad a favor del nombrado;
iii) No se actuó conforme al art. 127 del CFPF, ya que en el memorial de 17 de junio de idéntico año,
no se hizo ningún ofrecimiento de pago, ni existió un acuerdo al que hubiera llegado con el impetrante
de tutela; iv) No se vulneró el derecho a la libertad del prenombrado, ya que fue él quien no cumplió
con la obligación de cancelar la asistencia familiar en beneficio del menor; y, v) Al considerar el
accionante que se lesionó algún derecho pudo haber utilizado los recursos intraprocesales existentes
y posteriormente presentar una la acción constitucional en caso de persistir la conculcación alegada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante documento público transaccional de 19 de enero de 2015, con reconocimiento de
firmas, el accionante se comprometió a cancelar por concepto de asistencia familiar devengada a
favor del menor AA el monto de $us5 000.- (cinco mil dólares estadounidenses) y de forma mensual
la suma de Bs500.- (quinientos bolivianos [fs. 16 a 17]).
II.2. Cursa Sentencia de 21 de agosto de 2015, por la que se homologó la asistencia familiar
acordada por el documento citado supra de 19 de enero de igual año (fs. 26 a 27 vta.).
II.3. Por Auto Interlocutorio de 27 de noviembre de 2017, la autoridad demandada dispuso se libre
mandamiento de apremio contra el peticionante de tutela (fs. 45).
II.4. Consta memorial presentado el 17 de junio de 2019, por la demandante de asistencia familiar
que refiere “ACEPTA PAGO DIFERIDO PIDE MANDAMIENTO DE LIBERTAD” (sic [fs. 46]).

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II.5. Se tiene providencia de 17 de igual mes y año, que indicó “...previamente acredite el pago
realizado por el obligado sea este mediante documento privado o público de acuerdo al Art. 1287 y
1297 del C.C…” (sic. [fs. 47]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, alega la lesión de sus derechos a la libertad y a la
dignidad; toda vez que, al encontrarse privado de libertad en el Centro Penitenciario San Antonio de
Cochabamba por incumplir con la cancelación de asistencia familiar devengada, la demandante del
proceso familiar por memorial de 17 de junio de 2019, hizo conocer al Juez de la causa que se realizó
un pago parcial y que el saldo se haría efectivo el 1 de julio de igual año, impetrando además, la
emisión del mandamiento de libertad a su favor; escrito que considera que no fue atendido
favorablemente por la aludida autoridad, por lo que continúa apremiado.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Protección constitucional y reforzada de los derechos de la niñez y adolescencia
Al respecto, la SCP 0343/2018-S4 de 17 de julio, señaló que: “…la Convención sobre los Derechos
del Niño, asume varios principios a observarse en la protección de los derechos de la
niñez, entre ellos, el de interés superior (art. 3), como eje transversal de todas las
decisiones a adoptarse por instituciones públicas o privadas, en sentido que sus derechos
prevalecen sobre los demás, favoreciendo su desarrollo físico, psicológico, moral y social;
el de unidad familiar, por el que se reconoce a la familia como el medio ideal para el desarrollo de la
niña y del niño, de donde surge la obligación del Estado de prestar la asistencia a los padres para
que éstos cumplan sus responsabilidades en la educación integral del menor; y, el de autonomía
progresiva en el ejercicio de todos sus derechos, consiguiendo superar el criterio dominante referido
a que los padres tienen poder sobre sus hijos al carecer éstos de autonomía, para entender que los
progenitores solo tienen la función de orientarlos y dirigirlos en forma apropiada para que ejerzan
sus derechos, según indica el art. 5 de la referida Convención.
Con la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados parte iniciaron un
proceso de adecuación de su legislación a la luz de la doctrina de la protección integral de los niños,
considerándolos como sujetos plenos de derechos y dejando atrás la concepción de sujeto pasivo de
medidas de protección. En ese marco normativo internacional, la Constitución Política del Estado
vigente, en su primera parte, Titulo II –incluyó el tema relativo a los derechos fundamentales y
garantías–, Capítulo Quinto, Sección V, el reconocimiento específico de los derechos de la niñez,
adolescencia y juventud, cuyos arts. 58 y 60, respectivamente, identifican a los titulares de su
ejercicio, señalando que: ‘Se considera niña, niño o adolescente a toda persona menor de edad. Las
niñas, niños y adolescentes son titulares de los derechos reconocidos en la Constitución, con los
límites establecidos en ésta, y de los derechos específicos inherentes a su proceso de desarrollo; a
su identidad étnica, sociocultural, de género y generacional; y a la satisfacción de sus necesidades,
intereses y aspiraciones’; para consagrar posteriormente, el principio de interés superior del derecho
del menor, al disponer: ‘Es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad
del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la preeminencia de
sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la
prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el acceso a una
administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal especializado’.
De ese modo, la Norma Fundamental recoge el criterio de protección integral de la niñez, que asumió
el Código Niño, Niña y Adolescente –Ley 2026 de 27 de octubre de 1999–, con la ratificación de la
ya referida Convención, considerando a los niños y adolescentes como titulares de todos los derechos
que pueden ser ejercidos directamente de acuerdo a su edad y desarrollo. El Código aludido, a su
vez, informa su contenido en el reconocimiento de los principios de no discriminación (art. 3), de
interés superior (arts. 6 y 7), de unidad familiar (art. 27 y ss.) y de autonomía progresiva, entre otros.

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Así es que el interés superior del niño y adolescente cumple un papel regulador de la normativa de
sus derechos y se funda básicamente en la dignidad del ser humano y en la característica de este
grupo vulnerable y la necesidad de procurar su desarrollo integral. En ese orden, el art. 2 de la
Declaración de los Derechos del Niño, reconoce que: ‘El niño gozará de una protección especial y
dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que
pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así
como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración
fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño’; para luego enfatizar este principio
en el artículo posterior, indicando que ‘1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen
las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas
o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del
niño’.
En conclusión, las niñas, niños y adolescentes, son un grupo que merece protección
prioritaria y especial, principalmente por la etapa de desarrollo en la que se encuentran;
de ahí que: ‘Nuestra Norma Suprema (art. 60) establece el deber del Estado y de la
sociedad, en general, de garantizar la prioridad del interés superior del menor,
estableciendo el alcance de ello: a) Preeminencia de sus derechos; b) Primacía en recibir
protección y socorro en cualquier circunstancia; c) Prioridad en la atención de los servicios
públicos y privados; d) Acceso a una administración de justicia pronta oportuna y con
asistencia de personal especializado’ (SCP 0100/2015-S3 de 4 de febrero)” (el resaltado nos
corresponde).
III.2. Sobre la regulación del apremio corporal por asistencia familiar devengada
Al respecto, la SCP 0828/2018-S2 de 10 de diciembre, precisó que: “Del art. 23 de la CPE, se
desprenden los requisitos materiales y formales para la restricción del derecho a la
libertad; pues ésta, únicamente puede ser limitada: a) En los casos previstos por ley; y,
b) Según las formas establecidas por ley; conforme lo entendió la SC 0010/2010-R de 6 de abril, que
realizando una interpretación de los arts. 23.I y III de la CPE; 9.1 del Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 7.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH)…” (las negrillas son añadidas).
Con relación a la regulación del apremio corporal por asistencia familiar devengada la SCP 1288/2016-
S1 de 2 de diciembre, reiterada por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0800/2017-S1 de
27 de julio y 0758/2018-S3 de 12 de septiembre, indicó que: “La Ley 603 de 19 de noviembre de
2014, en su Título II, Capítulo I, contiene el marco regulatorio sobre la asistencia familiar,
desarrollando en el art. 127 normativa relativa al apremio corporal como un mecanismo de coerción
al obligado para que haga efectivo el cumplimiento de esa obligación, bajo el siguiente texto: ‘I. La
obligación de asistencia familiar es de interés social. Su oportuno suministro no puede diferirse por
recurso o procedimiento alguno, bajo responsabilidad de la autoridad judicial. II. Cuando la o el
obligado haya incumplido el pago de la asistencia familiar, a petición de parte, la
autoridad judicial ordenará el apremio corporal hasta seis (6) meses, y en su caso podrá
ordenar el allanamiento del domicilio en el que se encuentre la o el obligado. Para el
cumplimiento del apremio corporal se podrá solicitar el arraigo de la o el obligado. III. El apremio
corporal podrá suspenderse si la o el deudor ofrece el pago en el plazo que se acuerde
entre las partes, no pudiendo ser mayor a tres (3) meses. La o el deudor será otra vez
apremiado si no satisface su obligación en el nuevo plazo. IV. Si transcurridos tres (3) meses
persistiera el incumplimiento de la oferta de pago, la autoridad judicial dispondrá la hipoteca legal
sobre los bienes de la o del deudor, que se mandará inscribir de oficio’.
Por otra parte, el mencionado cuerpo normativo en el art. 415, regula la ejecución de la asistencia
familiar bajo el siguiente tenor: ‘I. La parte beneficiaria presentará la liquidación de pago de la
asistencia devengada que será puesta a conocimiento de la otra parte, quien podrá observar en el
plazo de tres (3) días. II. Vencido el plazo, de oficio o a instancia de parte, la autoridad judicial
aprobará la liquidación de la asistencia familiar, intimando al pago dentro del tercer día.

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III. La autoridad judicial, a instancia de parte o de oficio y sin otra substanciación, dispondrá el
embargo y la venta de los bienes de la o el obligado en la medida necesaria para cubrir el importe
de las pensiones devengadas, todo sin perjuicio de emitir el mandamiento de apremio respectivo con
facultades de allanamiento y de ser necesario con rotura de candados o chapas de puertas. La
vigencia del mandamiento es indefinida y podrá ejecutarse por cualquier autoridad. (…) VII. El
cumplimiento de la asistencia familiar no puede diferirse por recurso o procedimiento alguno bajo
responsabilidad de la autoridad judicial’.
De lo mencionado se advierte que la autoridad judicial en materia de familia, tiene la
potestad de emitir mandamiento de apremio en el supuesto de incumplimiento del pago
de asistencia familiar por parte del obligado, mandamiento cuya emisión requiere del
cumplimiento previo de los siguientes actuados: i) Presentación de la planilla de liquidación por el o
los beneficiarios; ii) La notificación legal al obligado con el contenido de la referida planilla; iii) La
aprobación y conminatoria de cumplimiento dentro de tercero día; iv) La comunicación legal al
obligado con la conminatoria de pago; y, v) El incumplimiento de la obligación dentro del plazo legal;
ahora bien, se entiende que el cumplimiento de esas formalidades procesales otorgan validez legal
al mandamiento de apremio, cuya finalidad es que se cumpla la obligación de asistencia familiar para
su suministro oportuno” (las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
De antecedentes de la presente acción tutelar, se tiene documento público transaccional de 19 de
enero de 2015 entre el padre de la demandante de asistencia familiar y el accionante por el que este
último acordó cancelar el monto de $us5 000.- por asistencia familiar devengada y Bs500.- de forma
mensual (Conclusión II.1), el cual fue homologado por Sentencia de 21 de agosto de idéntico año
(Conclusión II.2); por medio de Auto Interlocutorio de 27 de noviembre de 2017, la autoridad
demandada libró mandamiento de apremio contra el prenombrado (Conclusión II.3); a través de
memorial presentado el 17 de junio de 2019, la demandante de la asistencia familiar manifestó el
pago parcial, solicitando mandamiento de libertad a favor del prenombrado (Conclusión II.4), el cual
fue providenciado el 17 del citado mes y año, señalando que se acredite el pago parcial mediante un
documento privado o público (Conclusión II.5).
En ese entendido, conforme al desarrollo jurisprudencial expuesto en el Fundamento Jurídico III.2
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la autoridad competente a petición de parte,
puede ordenar el apremio corporal por incumplimiento de pago de asistencia familiar, el cual podrá
suspenderse ante el ofrecimiento de pago en el plazo que convengan las partes, que no debe ser
mayor a tres meses; en caso de infringir dicho acuerdo será nuevamente apremiado y si transcurrido
igual tiempo persiste el incumplimiento de la oferta de pago, dispondrá la hipoteca legal sobre los
bienes de la o del deudor.
En tal sentido, conforme se tiene de los datos del proceso así como lo manifestado por las partes, al
haberse ejecutado el mandamiento de apremio contra el accionante por incumplimiento de pago de
asistencia familiar, este fue recluido en el Centro Penitenciario San Antonio de Cochabamba,
posteriormente la demandante del proceso familiar por medio de memorial presentado ante el Juez
Público de Familia Tercero de la Capital del departamento referido, indicó que arribó a un acuerdo
con el obligado y sus familiares, mediante el cual realizó el pago parcial correspondiente a la suma
de Bs20 000 y que el saldo se haría efectivo el 1 de julio de 2019, razón por la que solicitó se emita
mandamiento de libertad a favor del impetrante de tutela.
Ante ello, el Juez demandado advirtiendo la inexistencia de un instrumento público o privado que
acredite la cancelación parcial de la asistencia familiar devengada y el compromiso de pago, donde
intervenga la demandante y el obligado -accionante-, previendo una posible dilación en la cancelación
del saldo pendiente no ordenó la inmediata libertad del aludido; toda vez que, previamente requirió
se acredite el pago por medio de un documento privado o público, para resolver lo que corresponda,
en atención a la necesidad de contar con un instrumento legal que respalde la existencia de un
acuerdo entre partes para efectivizar dicho compromiso, el cual pueda ejecutarse en caso de
incumplimiento, conforme dispone el art. 127.III del CFPF que refiere: “El apremio corporal podrá

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suspenderse si la o el deudor ofrece el pago en el plazo que se acuerde entre las partes…” (las
negrillas fueron añadidas).
Asimismo, dicha autoridad al requerir previamente el compromiso documentado de pago, enmarcó
su actuación conforme al principio que rige al Código Niña, Niño y Adolescente en su art. 12.a:
“Interés Superior. Se entiende toda situación que favorezca el desarrollo integral de la niña, niño y
adolescente en el goce de sus derechos y garantías (…) la necesidad de equilibrio entre sus derechos
y garantías (…) y los derechos de las demás personas”, el cual es concordante con el art. 60 de la
Constitución Política del Estado (CPE) que señala “Es deber del Estado, la sociedad y la familia
garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la
preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia,
(…) y el acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal
especializado”; y, el art. 3.1 contenido en la Convención sobre los Derechos del Niño, que refiere:
“En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de
bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño”; por lo que, se puede
concluir que la autoridad demandada actuó conforme dispone la norma legal, respecto al ofrecimiento
de pago que debe hacer el deudor previo acuerdo de partes, como exigencia para suspender el
mandamiento de apremio y aplicando el derecho preferente del beneficiario, no ordenó la libertad
del impetrante de tutela, sin que dicho proceder haya lesionado los derechos del accionante,
resultando aplicable al caso en análisis, lo expuesto en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 del
presente fallo constitucional, correspondiendo denegar la tutela solicitada.
Finalmente, cabe mencionar que la acción de libertad puede tutelar el derecho a la dignidad cuando
está vinculada directamente con el derecho a la libertad física, sin embargo en el presente caso el
representante del peticionante de tutela no refiere argumentación al respecto, limitándose a
mencionarla, por lo que no merece pronunciamiento alguno.
Por lo expuesto, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con distinto
fundamento, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 48 vta. a 54
vta., pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Tercera de la Capital del departamento de
Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0659/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29648-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 08/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 15 a 16 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Patricia Alaro Chauca en representación sin mandato
del menor NN contra Jaime Gallardo Terceros, Fiscal de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 12 de junio de 2019, cursante de fs. 7 a 9, el accionante a través de su
representante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Se encuentra ilegalmente perseguido e indebidamente procesado por Jaime Gallardo Terceros, Fiscal
de Materia -ahora demandado-, ya que fue citado para prestar su declaración informativa el 13 de
junio de 2019 dentro del proceso penal “…caso EAL 3577/2019…” (sic) seguido en su contra por
el Ministerio Público a instancia de Judith Elizabeth Cruz Choque, por la presunta comisión del delito
de violación de infante, niña, niño o adolescente, tipificado en el art. 308 Bis del Código Penal (CP).
En el municipio de Guaqui del departamento de La Paz existe otro proceso signado con el número de
“CASO M.P. GU-31/2019” (sic), incoado por la misma denunciante y por el mismo delito, cuyo
inicio de investigación el Fiscal de Materia de dicho Municipio puso a conocimiento del Juez Público
Mixto Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Guaqui del
citado departamento el 26 de abril de 2019, ya que el hecho habría ocurrido en la comunidad de
Patarani perteneciente a ese Municipio, consiguientemente se vulneró el debido proceso, ya que se
iniciaron dos procesos en lugares diferentes por el mismo hecho, no obstante la prohibición del non
bis in idem.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso y a la libertad de locomoción, sin
citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se guarde tutela a la libertad de locomoción, se restablezcan las formalidades legales y
restituyan sus derechos.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 13 a 14
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado se ratificó íntegramente en su acción de libertad, y ampliándola
manifestó: a) Este caso ya fue de conocimiento de la autoridad jurisdiccional de Guaqui, con el
informe de inicio de investigación de 26 de abril de 2019, quien providencio el “23” de igual mes
“…téngase presente el inicio de la investigación a los efectos de control jurisdiccional conforme el
Art. 15 del código de procedimiento penal y por Secretaría de este despacho regístrese en el libro
correspondiente…” (sic); b) El art. 45 del Código de Procedimiento Penal (CPP) establece la
indivisibilidad de juzgamiento, de manera que por un mismo hecho, no se pueden seguir diferentes

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procesos, así los imputados sean diferentes; en el caso está siendo perseguido por los Fiscales de
Materia de Guaqui y de El Alto, y está bajo control jurisdiccional de los jueces de ambos lugares; y,
c) Está ilegalmente perseguido e indebidamente procesado por deslealtad procesal de la parte
denunciante; por lo que, el caso se adecúa al art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE),
aunque no esté privado de libertad.
I.2.2. Informe del demandado
Jaime Gallardo Terceros, Fiscal de Materia, en audiencia informó lo siguiente: 1) Asumió
conocimiento el 7 de mayo de 2019, del caso signado con el número “EAL 1903577” en el cual las
denunciantes fueron Judith Elizabeth Cruz Choque y AA quien sería la víctima; 2) Los antecedentes
pasaron por Ventanilla de la Unidad de Análisis, con un certificado médico que describe las lesiones
de la víctima y otra documentación, más la respectiva querella; a lo que decretó, como es su deber
de informar el inicio de investigación a la “…Juez de la Niñez y Adolescencia…” (sic); y, 3) Emitió la
citación y realizó los actos de investigación pertinentes y necesarios, como la recepción de la
declaración de los progenitores de la víctima, requiriendo un informe psicológico de la misma; se
adjuntó el Certificado Médico Forense, recibiéndose la declaración testifical del mismo.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 08/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 15 a 16 vta., concedió
la tutela solicitada, disponiendo que se deje sin efecto toda investigación y actuados realizados contra
NN, debiendo remitir al Fiscal de Materia de Guaqui, las pruebas originales que le hubieran sido
entregadas, con los siguientes fundamentos: a) Conforme los arts. 117.II de la CPE; 4 y 45 del CPP,
nadie puede ser procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho; tampoco se pueden
seguir procesos diferentes aunque los imputados sean distintos, prohibiciones que están
contempladas también en la jurisprudencia constitucional; b) La denunciante Judith Elizabeth Cruz
Choque solicitó fotocopias del cuaderno de investigación al Fiscal de Materia prenombrado, quien
puso a conocimiento de la autoridad jurisdiccional el inicio de investigación el 26 de abril de 2019; c)
Se advirtió mala fe de parte de la aludida al presentar una segunda denuncia en la ciudad de El Alto
por el mismo delito, a sabiendas que la autoridad fiscal de Guaqui realizó actos de investigación,
situación que desconocía el demandado; y, d) Existiendo dos denuncias por los mismos hechos y por
las mismas personas, sus autoridades deben velar por el cumplimiento del debido proceso y la
garantía del non bis in idem.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. A través de memorial presentado el 26 de abril de 2019, Rubén Ramiro Cadena Quispe, Fiscal
de Materia, informó el inicio de investigación contra el menor NN -ahora accionante- caso “M.P. GU-
31/2019” al Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal Primero de Guaqui
del departamento de La Paz (fs. 5 y vta.).
II.2. Mediante providencia de la misma fecha la precitada autoridad judicial, determinó se tenga
presente el inicio de investigación a los efectos de control jurisdiccional y por secretaría se registre
en el libro correspondiente (fs. 5 vta.).
II.3. Cursa citación de 8 de mayo de 2019, al peticionante de tutela para que absuelva su declaración
informativa dentro el proceso penal caso “M.P. EAL 3577/2019”, seguido en su contra por el Ministerio
Público a denuncia de Judith Elizabeth Cruz Choque (fs. 4).
II.4. Por memorial presentado el 11 de junio de 2019 a la Fiscalía de Guaqui, el accionante solicitó
fotocopias del cuaderno de investigación del caso “M.P. GU-31/2019” (fs. 6).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia como lesionados sus derechos al debido proceso
y a la libertad de locomoción; toda vez que, el Fiscal de Materia demandado le citó para prestar su

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declaración informativa el 13 de junio de 2019, dentro del caso “M.P. EAL 3577/2019”, seguido por
el Ministerio Público a denuncia de Judith Elizabeth Cruz Choque, por la presunta comisión del delito
de violación de infante, niña, niño o adolescente, previsto y sancionado en el art. 308 Bis del CP,
pese a que ya está siendo procesado por el mismo ilícito por las autoridades fiscal y judicial de Guaqui
caso “M.P. GU-31/2019” que tiene informe de inicio de investigación de 26 de abril del referido año,
por lo que es procesado en dos lugares por igual delito, no obstante la prohibición del non bis in
ídem.
III.1. La acción de libertad y sus alcances respecto al debido proceso
La SCP 0063/2018-S1 de 19 de marzo, dejó sentado el siguiente entendimiento: « Al respecto, la SCP
0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo que: “Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia
constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo
constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al
derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha protección se verá
materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento
indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados
derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas
las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos que conciernen
directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario, deberá ser tutelado
mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es posible analizar actos o
decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los derechos citados. Además
de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio de subsidiariedad, de
modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción
ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los
reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la
negligencia de la parte accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-
R, 0414/2002-R, 1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras.
En esa línea, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, asumiendo los entendimientos contenidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: ‘…en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido proceso
están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, lo que
implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales
ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos que
prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del
recurso de amparo constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar
las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión,
lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del
proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad.
Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se encuentre
privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas corpus, desnaturalizando la actuación
de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer
el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional.
(…)
…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales,

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las omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben


estar vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción o
supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no
tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que
recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la
libertad’” » (las negrillas corresponden al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante denuncia como lesionados sus derechos al debido proceso
y a la libertad de locomoción; toda vez que, el Fiscal de Materia demandado le citó para prestar su
declaración informativa el 13 de junio de 2019 dentro del caso “M.P. EAL 3577/2019”, seguido por el
Ministerio Público a denuncia de Judith Elizabeth Cruz Choque por la presunta comisión del delito de
violación de infante, niña, niño o adolescente, previsto y sancionado en el art. 308 Bis del CP, pese
a que ya estaba procesado por igual ilícito en la Fiscalía de Guaqui y Juzgado Público Mixto Civil y
Comercial, de Familia e Instrucción Penal Primero de Guaqui del departamento de La Paz caso “M.P.
GU-31/2019” cuyo informe de inicio de investigación data de 26 de abril del citado año, por lo que
es procesado en dos lugares por un mismo hecho, no obstante la prohibición del non bis in idem.
De los antecedentes que cursan en el expediente se evidencia que el 26 de abril de 2019 el Fiscal de
Materia, Rubén Ramiro Cadena Quispe, informó el inicio de investigación del caso “M.P. GU-31/2019”
contra el menor NN, al Juez supra nombrado, (Conclusión II.1); providenciando la precitada autoridad
judicial, determinó se tenga presente el citado inicio de investigación a los efectos de control
jurisdiccional y por secretaría se registre en el libro correspondiente (Conclusión II.2); por otra parte,
el Fiscal de Materia demandado, citó el 8 de mayo de 2019 al solicitante de tutela para que absuelva
su declaración informativa dentro el proceso penal caso “M.P. EAL 3577/2019” seguido en su contra
por el Ministerio Público a denuncia de Judith Elizabeth Cruz Choque (Conclusión II.3); y por memorial
presentado el 11 de junio del referido año, el accionante solicitó al Fiscal de Materia de Guaqui,
fotocopias del cuaderno de investigación del caso “M.P. GU-31/2019” (Conclusión II. 4).
De acuerdo al Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, para activar
la tutela de la acción de libertad por procesamiento ilegal o indebido, el acto lesivo, sea ilegal u
omisión indebida, debe vincularse directamente con la libertad física por operar como causa directa
para su restricción o supresión, y debe existir absoluto estado de indefensión, de modo que el
sindicado o procesado no haya tenido la posibilidad de asumir defensa e impugnar los actos de
investigación o jurisdiccionales, por haber tomado conocimiento reciente del mismo.
En el presente caso, el accionante denuncia que el acto lesivo a sus derechos fundamentales, se
habría producido porque aun estando abierta una investigación por la supuesta comisión del delito
de violación de infante, niña, niño o adolescente, previsto y sancionado en el art. 308 Bis del CP,
ante el representante del Ministerio Público de Guaqui, con el control jurisdiccional del Juez Público
Mixto Civil y Comercial de Familia e Instrucción Penal Primero de Guaqui del departamento de La Paz,
el Fiscal de Materia de El Alto abrió otra investigación con número de caso “M.P. EAL 3577/2019”
sobre el mismo hecho, violentando el principio del non bis in idem. Definida la problemática,
corresponde establecer si concurren los presupuestos desarrollados por la jurisprudencia glosada en
el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, que hacen posible la activación de la
protección de la acción de libertad cuando se denuncia procesamiento indebido; a este efecto, el
supuesto acto lesivo denunciado por la impetrante de tutela, no se encuentra vinculado directamente
con la libertad física del menor NN, al no operar como causa directa de la supresión o restricción de
la misma, en razón a que la afectación de ese derecho no depende de la resolución que se adopte
respecto al doble procesamiento cuestionado a través de la presente acción de defensa, aplicando
eventualmente el non bis in idem que se reclama; además, al momento del planteamiento de la
acción de defensa se encontraba gozando de libertad, tampoco estaba amenazada por algún
mandamiento destinado a privarle de la misma, de manera que no concurre el primer supuesto.
Por otra parte, por efecto de la citación dispuesta por el Fiscal de Materia demandado, para que se
presente a absolver su declaración informativa ante dependencias de la Fuerza Especial de Lucha

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Contra el Crimen (FELCC) de El Alto, a objeto de responder por el delito de violación de infante, niña,
niño o adolescente, previsto y sancionado en el art 308 Bis del CP por el que fue denunciado, tomó
conocimiento de la investigación abierta precisamente ante las autoridades de la mencionada ciudad,
de manera que en ningún momento fue puesto en completo o absoluto estado de indefensión,
evidenciándose por consiguiente que no se cumple el segundo presupuesto requerido según el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; al margen de que
los medios ordinarios de defensa o impugnación previstos en la legislación penal, se encuentran a su
disposición para reclamar lo alegado en esta acción tutelar, respecto a un doble procesamiento y
otras vulneraciones que considere que hayan sido provocadas en su contra.
En consecuencia, al no concurrir en el presente caso los presupuestos para la activación de la tutela
vía la acción de libertad por vulneración del debido proceso, corresponde denegar la tutela solicitada.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela impetrada, no
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 08/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 15 a 16 vta.,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0660/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29573-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 04/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 110 a 112 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Francisco De La Paula Belzu Alarcón en representación
sin mandato de Sulma Salazar Rodríguez contra Henry David Sánchez Camacho y Elisa
Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz; y Claudia Marcela Castro Dorado, Jueza de Instrucción Anticorrupción
y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital del mismo
departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 12 de junio de 2019, cursante de fs. 43 a 46 vta., la accionante, a través
de su representante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Se encuentra detenida preventivamente en el Centro Penitenciario C.O.F. de Obrajes de La Paz, desde
el 20 de enero de 2019, oportunidad en que la Jueza de Instrucción en lo Penal Segunda de la Capital
del departamento de La Paz, le impuso esa medida extrema a través de la Resolución 42/2019 del
28 del mismo mes, por la concurrencia de los riesgos procesales establecidos en los arts. 233 y 235.1
y 2 del Código de Procedimiento Penal (CPP), respecto a la probabilidad de autoría y peligro de
obstaculización. Habiendo sido, dicha determinación, apelada y resuelta por los Vocales de la Sala
Penal Tercera del Tribunal de Justicia de ese departamento, mediante Auto de Vista 182/2019 de 17
de abril, confirmando y revocando en parte la precitada Resolución 42/2019, por considerar que
existía lesión al debido proceso, disponiendo que la Jueza a quo fundamente e individualice la
subsistencia de los peligros procesales invocados para cada uno de los imputados, sea dentro de las
veinticuatro horas de recibido el proceso, cuando le correspondía reparar inmediatamente la
vulneración detectada por medio de una resolución debidamente motivada.
Una vez remitido el proceso, la Jueza inferior devolvió actuados a la indicada Sala, solicitando
complementación; en ese periodo Ludwig Clark Tarqui Machaca presentó acción de libertad logrando
la Resolución 28/2019 de 15 de mayo, en la que se le otorgó la tutela disponiendo que los Vocales
de dicha Sala, establezcan la concurrencia o no de los riesgos procesales; por lo que estos,
desconociendo los alcances de la tutela concedida, emitieron el Auto de Vista Complementario de 27
de mayo de 2019, disponiendo que la Autoridad inferior resuelva la concurrencia o no de los riesgos
procesales. Estos extremos fueron puestos a conocimiento de la Jueza de Instrucción Anticorrupción
y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital, en audiencia de cesación de
la detención preventiva llevada a cabo el 22 de idéntico mes y año, quien dictó un cuarto intermedio
para emitir la Resolución el 24 de igual mes y año, oportunidad que dicho actuado no fue efectivizado
habiéndose pospuesto para el 31 del mismo mes y año, audiencia que tampoco se reinstaló por baja
médica de la autoridad jurisdiccional; siendo que a la fecha, supo extraoficialmente que la referida
autoridad se excusó del conocimiento de la presente causa, sin emitir pronunciamiento sobre la
cesación solicitada; empero, fue notificada con la Resolución 444/2019 de 10 de junio, haciéndole
saber que su similar Cuarta también se había excusado del conocimiento del proceso.
En suma, los Vocales denunciados dejaron en suspenso su situación jurídica al no haberse
pronunciado, tampoco acreditado ni fundamentado respecto a los riesgos procesales, en franca

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vulneración al debido proceso, acto consentido y no reparado; asimismo, la Jueza Anticorrupción y


de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital, cautelar al omitir dictar
resolución sobre la cesación de la detención preventiva le deja en absoluta incertidumbre respecto a
la citada situación.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos a la libertad y al
debido proceso, sin citar al efecto norma específica alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y que las Autoridades demandadas ordenen su libertad; ya que, se
encuentra con detención preventiva sin que se haya acreditado, fundamentado ni pronunciado sobre
los riesgos procesales de obstaculización y probabilidad de autoría.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 107 a
109; se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó in extenso la demanda de acción de libertad y
ampliándola refirió que a tres meses de su detención preventiva se identificó la existencia de la
violación del debido proceso en la aplicación de los riesgos procesales; mismos que, se hallan en
suspenso y su situación jurídica se encuentra sin determinar porque dichos elementos no fueron
considerados por la Jueza Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera
de la Capital, contralora de garantías, quien se abstrajo de dar solución a la falta de fundamentación
y la inexistencia de los peligros procesales de obstaculización; así como, no llevó adelante la audiencia
programada aduciendo motivos de salud, violentando la celeridad y su derecho a la libertad,
encontrándose detenida preventivamente durante cinco meses bajo dos riesgos procesales que por
un lado, se encuentran revocados por una resolución; y por otro, por ser lesivos al debido proceso,
situación que no fue pronunciada en la audiencia de cesación de la detención preventiva.
I.2.2. Informe de los demandados
Juan Alberto Flores Huanca, Secretario de Cámara de la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, mediante informe escrito cursante a fs. 103 y vta., hizo conocer
que Henry David Sánchez Camacho y Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de la Paz, se encontraban declarados en comisión por
actividades propias de la institución; por lo que, no fue posible poner a su conocimiento, la demanda
de acción de libertad, razón por la cual y a afectos de evitar vicios de nulidad y vulneraciones de
derechos, solicitó diferir los actuados de la acción, en consideración a la jurisprudencia constitucional
vigente.
Claudia Marcela Castro Dorado, Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia
hacia las Mujeres Tercera de la Capital del departamento de La Paz, en Suplencia Legal de su similar
Primera, por informe escrito cursante a fs. 104, señaló que es evidente la disposición de audiencia
de cesación de la detención preventiva para el 30 de mayo de 2019; empero, fue recusada por la
Fiscal Silvia León y otros, amenazándola con procesos penales, mostrando marcado interés en el
caso; por lo que, tuvo que allanarse, no pudiendo a partir de esa fecha realizar otros actos de control
jurisdiccional ni competencia en el referido caso en observación a los arts. 320 y 321 del CPP.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 04/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 110 a 112 vta., denegó la
tutela impetrada, bajo los siguientes fundamentos: a) La accionante fue parte activa en el proceso y
se preocupó por resolver su situación jurídica exigiendo que los Vocales demandados realicen una
correcta apreciación respecto a la vulneración de un derecho, sin embargo el Auto de Vista 182/2019

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y su complementación de 27 de mayo del mismo año, pronunciados por los miembros de la Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de ese departamento, emplazó a la Jueza
Cautelar corrija e individualice de manera separada los riesgos procesales que se atribuye a cada uno
de los imputados; y, b) Habiendo sido, la Jueza a quo recusada en el caso, se presume que el proceso
se encuentra en el juzgado siguiente donde la accionante debe acudir solicitando el cumplimiento del
citado Auto emitido por la nombrada Sala, por cuanto no es posible ingresar al análisis de fondo de
la problemática.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio 42/2019 de 20 de enero, pronunciado por el Juez de Instrucción Penal
Segundo de la Capital del departamento de La Paz, disponiendo la detención preventiva en contra de
Sulma Salazar Rodríguez -ahora accionante- y otros, a cumplirse en el Centro Penitenciario C.O.F. de
Obrajes de ese departamento, mismo que fue apelado por su defensa solicitando la remisión del caso
al Tribunal de alzada, dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público por la presunta
comisión del delito de asociación delictuosa, cohecho pasivo propio, uso indebido de influencias,
incumplimiento de deberes y uso indebido de información privilegiada (fs. 2 a 20).
II.2. Mediante Auto de Vista 182/2019 de 17 de abril, los Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, confirmaron en parte la Resolución 42/2019, referente
al art. 233.1 de CPP y revocaron también en parte, disponiendo que la Jueza a quo fundamente de
manera individualizada la concurrencia o no del art. 235.1 y 2 del citado Código, sea en el lapso de
veinticuatro horas una vez devuelto el proceso penal para su conocimiento (fs. 21 a 30 vta.).
II.3. A través de la Sentencia 28/2019 de 15 de mayo, los miembros del Tribunal de Sentencia Sexto
de la Capital del departamento de La Paz constituido en Tribunal de garantías, dentro de la acción
de libertad interpuesta por Ludwing Clark Tarqui Machaca contra Henry David Sánchez Camacho y
Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia
de ese departamento; y, Wiat Belzu Carvajal, Juez Instructor Penal Segundo de la Capital, concedió
en parte la tutela solicitada por el accionante, disponiendo que los Vocales denunciados se pronuncien
en cumplimiento al principio de congruencia y establezcan la concurrencia o no de los riesgos
procesales descritos en el art. 235.1 y 2 de CPP; y sea, mediante un Auto Complementario (fs. 31 a
35 vta.).
II.4. Cursa acta de audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva de 24 de mayo
de 2019, celebrada por la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia
las Mujeres Tercera, Claudia Marcela Castro Dorado, quien dispuso cuarto intermedio antes de la
emisión de la resolución, arguyendo que estaba pendiente la determinación del Tribunal de garantías
para un nuevo pronunciamiento del Tribunal de alzada, señalando nueva fecha de audiencia para el
31 de igual mes y año (fs. 40 y vta.).
II.5. Por Auto de Vista Complementario de 27 de mayo de 2019, los Vocales de la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz en cumplimiento a la Sentencia 28/2019 emitida
por el Tribunal de garantías dentro de la acción de libertad interpuesta, dispuso que respecto a los
riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP referidos a la obstaculización, la autoridad
judicial a quo titular que conoce la causa, fundamente la concurrencia o no de los mismos, de manera
individualizada respecto a cada imputado, sea en el plazo de veinticuatro horas previa convocatoria
de audiencia pública (fs. 36 a 38).
II.6. A través de proveído de 30 de mayo de 2019, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de
Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital del departamento de La Paz, en
atención al referido Auto complementario emitido por los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de ese departamento, señaló audiencia de consideración de riesgos
procesales para el 31 de idéntico mes y año (fs. 39 vta.).
II.7. Mediante Auto Interlocutorio 444/2019 de 10 de junio, la Jueza de Instrucción Anticorrupción
y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz,

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arguyendo que uno de los coimputados le inició un proceso disciplinario, se excusó de conocer el
proceso y dispuso la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente por materia especializada (fs.
41 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; por cuanto, las
autoridades demandadas dejaron su situación jurídica en incertidumbre, ya que la Jueza de
Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital del
departamento de La Paz, celebró la audiencia de cesación de la detención preventiva el 22 de mayo
de 2019 y antes de emitir la Resolución dictó cuarto intermedio; habiéndose, dicha disposición
reprogramado en dos oportunidades, hasta que fue recusada por el Ministerio Público sin antes
haberse pronunciado sobre la cesación solicitada, corriendo el proceso la misma suerte de excusa
ante su similar Cuarta, quien dispuso la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente por materia
especializada; por su lado, los Vocales denunciados no dieron cumplimiento a la Resolución 28/2019
de 15 de mayo, emergente de la acción de libertad que dispuso se pronuncien respecto a la
concurrencia o no de los riesgos procesales alegados para su detención; sin que a la fecha de
interposición de la presente acción se haya resuelto su situación jurídico legal por la omisión de dictar
resolución sobre la cesación de la detención preventiva y el incumplimiento de la Resolución del
Tribunal de garantías, dejándole en absoluta incertidumbre e indefensión.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La subsidiariedad excepcional en la acción de libertad
Sobre la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, la SCP 0189/2019-S2 de 2 de mayo,
señaló que “… este Tribunal ha establecido, que debe ser aplicada cuando existan medios inmediatos
para impugnar los actos supuestamente lesivos, premisa que se puede evidenciar a través de la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, que señaló: ‘…la existencia de la garantía constitucional en análisis,
no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas
de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus; pues no se trata de una garantía que
tenga la vocación de reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran
invocarse, sino la de dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para
restablecer la lesión sufrida.
En consecuencia, en los supuestos en que la norma procesal ordinaria de manera específica
prevea medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad
supuestamente lesionado, estos deben ser utilizados, previamente, circunstancia en la que
excepcionalmente, el recurso de habeas corpus operará de manera subsidiaria’.
De la misma manera, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, concluyó que: ‘El recurso de hábeas corpus,
ahora acción de libertad, es el medio idóneo y eficaz para conocer y restituir cualquier
tipo de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir
una persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la
libertad, cuando de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir mecanismos
de protección específicos y establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten ser
evidentemente inoportunos o inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por
la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para restituir los derechos
afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean
idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la persecución o
procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en estos casos por
tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos
afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas’
Más adelante, la SCP 0400/2012 de 22 de junio, dictó lo siguiente: ‘…de manera excepcional
opera el principio de subsidiariedad ante la existencia de medios de impugnación

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 204


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específicos e idóneos para restituir de manera inmediata los derechos objeto de su


protección
(…).
Es decir que, si bien se configura la acción de libertad, como el medio eficaz para restituir los derechos
afectados, en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa para restituir el derecho
a la libertad vulnerado y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser activados previamente
por el o los interesados…’.
La SCP 0482/2013 de 12 de abril, de acuerdo con la subsidiaridad en la acción de libertad, citó lo
siguiente: ‘En los casos que se impugnen actuaciones no judiciales -antes de la imputación formal- y
judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la presente acción tutelar, previa y
necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de manera excepcional, no es posible
ingresar al fondo de la acción de libertad:
1. Cuando la acción de libertad esté fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la denuncia de una
supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la libertad personal o física por
parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a acudir a la jurisdicción constitucional debe
en principio, denunciar todos los actos restrictivos de su libertad personal o física ante la autoridad
que ejerce el control jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene también la subsidiaridad.
4. Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, ésta es confirmada en apelación, empero, en lugar de
activar inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva
petición ante la autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de
su situación jurídica, sea mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación
de detención preventiva, etc., y la misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible
acudir a la jurisdicción constitucional impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se
emitió el auto de vista, inclusive; por cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con
lealtad procesal, de no ser así, se provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas
jurisdicciones, e incidiría negativamente en el proceso penal de donde emerge la acción
tutelar’ (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; por cuanto, las
autoridades demandadas dejaron su situación jurídica en incertidumbre, ya que la Jueza de
Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Tercera de la Capital del
departamento de La Paz, celebró la audiencia de cesación a la detención preventiva el 22 de mayo
de 2019 y antes de emitir la Resolución dictó cuarto intermedio, habiéndose, dicha decisión,
reprogramado en dos oportunidades, hasta que fue recusada por el Ministerio Público sin antes
haberse pronunciado sobre la cesación solicitada, corriendo el proceso la misma suerte de excusa en

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el Juzgado de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de
la señalada capital de departamento que dispuso la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente
por materia especializada; por su lado, los Vocales denunciados no dieron cumplimiento a la
Resolución 28/2019 de 15 de mayo, emergente de la acción libertad, que ordenó se pronuncien
respecto a la concurrencia o no de los riesgos procesales alegados para su detención; sin que a la
fecha de interposición de la presente acción se haya resuelto su situación jurídico legal, por la omisión
de dictar resolución sobre la aludida cesación de la detención preventiva y el incumplimiento de la
Resolución del Tribunal de garantías, dejándole en absoluta incertidumbre e indefensión.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en contra de la
impetrante de tutela, por la presunta comisión de los delitos de asociación delictuosa, cohecho pasivo
propio, uso indebido de influencias, incumplimiento de deberes y uso indebido de información
privilegiada, el 20 de enero de 2019, el Juez de Instrucción Penal Segundo de la Capital del
departamento de La Paz, dispuso su detención preventiva en el Centro Penitenciario C.O.F. de
Obrajes de La Paz, misma que fue apelada por su defensa solicitando la remisión del caso al Tribunal
de alzada; fruto de ello los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia
de ese departamento, confirmaron en parte la Resolución 42/2019 de 20 de enero, referente al art.
233.1 de CPP y revocaron también en parte, disponiendo que la Jueza a quo fundamente de manera
individualizada la concurrencia o no del art. 235.1 y 2 del citado Código, sea en el lapso de veinticuatro
horas una vez devuelto el proceso penal para su conocimiento; más adelante, el Tribunal de Sentencia
Sexto de la Capital de dicho departamento, concedió parcialmente la tutela de acción de libertad a
Ludwing Clark Tarqui Machaca contra los Vocales demandados y el Juez Instructor en lo Penal
Segundo, Wiat Belzu Carvajal, ordenando que los mismos, se pronuncien y establezcan la
concurrencia o no de los riesgos procesales descritos en el art. 235.1 y 2 del Adjetivo Penal, mediante
un auto Complementario; seguidamente, la Jueza demandada en audiencia de consideración de
cesación de la detención preventiva determinó cuarto intermedio antes de emitir su resolución,
arguyendo que está pendiente la decisión del Tribunal de garantías; por lo que, la aludida Sala en su
Auto Complementario declaró que la Autoridad a quo que conoce la causa, fundamente la
concurrencia o no de los riesgos procesales de forma individualizada respecto a cada imputado, sea
en el plazo de veinticuatro horas, motivo por el cual, la Jueza denunciada señaló audiencia de
consideración de riesgos procesales para el 31 de mayo de 2019, acto que no se efectivizó hasta que
la peticionante de tutela fue notificada con el Auto Interlocutorio 444/2019 de 10 de junio,
pronunciado por la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las
Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, haciendo saber que se excusó de conocer
la causa bajo el argumento de que uno de los coimputados le inició un proceso disciplinario, por lo
que resolvió la remisión de antecedentes ante el Juez siguiente por materia especializada.
En este contexto, es preciso establecer dos situaciones que confluyen en la misma problemática que
plantea la impetrante de tutela: Por un lado, el Tribunal de alzada al resolver la apelación de rechazo
a la cesación de la detención preventiva, devolvió el proceso a la Jueza a quo a efectos de que
fundamente e individualice los riesgos procesales concurrentes a cada uno de los imputados; y,
simultáneamente una de las partes interpuso acción de libertad que al otorgar la tutela, dispuso que
el Tribunal de alzada subsane la citada problemática, para cada coimputado; empero, los Vocales
denunciados lejos de cumplir con lo dispuesto por el Tribunal de garantías remitieron el caso a la
Jueza demandada para que en su calidad de titular de la causa realice la individualización y determine
la concurrencia o no de los peligros procesales, siendo que antes de que se cumpla dicho
pronunciamiento sobrevino la recusación -según informe de la Jueza- y luego la excusa del siguiente
juzgado.
Por otro lado, el 22 de mayo de 2019, la peticionante de tutela presentó nueva solicitud de cesación
de la detención preventiva, misma que habiendo sido considerada en audiencia por la Jueza ahora
demandada, ingresó en cuarto intermedio antes de emitirse la resolución respectiva, habiéndose
reprogramado su continuidad en dos oportunidades, sin que se hayan hecho efectivas. En esta etapa,

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ambos asuntos pendientes se entremezclaron y se confundieron; vale decir, la disposición de los


Tribunales de garantías y de alzada con la resolución pendiente de la cesación de la detención
preventiva.
En síntesis, a la fecha de presentación de la acción de libertad, la cesación de la detención preventiva
celebrada el 22 de mayo del año en curso, interpuesta por la impetrante de tutela, que ingresó en
cuarto intermedio antes de dictarse la Resolución, no fue concluida ni resuelta, encontrándose el
proceso en una situación de incertidumbre por la recusación y excusa del último juzgado;
correspondiendo revisar los presupuestos básicos de la problemática denunciada en el marco de la
justicia constitucional y el accionar de la Jueza cautelar, dado que la actuación de los Vocales
denunciados ya fue sustanciado en la vía constitucional y su cumplimiento debe ser exigido ante la
misma instancia tal como prevé la Constitución Política del Estado, conforme al art. 16 del Código
Procesal Constitucional (CPCo) y la jurisprudencia desarrollada en la SCP 0049/2017-O de 24 de
octubre.
De la misma manera, al denunciarse la vulneración de los derechos a la libertad y el debido proceso
por la falta de emisión de una resolución de cesación de la detención preventiva, a pesar del tiempo
transcurrido del cuarto intermedio dispuesto por la Jueza -hoy demandada-, queda claro que la
problemática planteada no cumple con los requisitos de activación de la acción de libertad, dado que
en la vía ordinaria quedan pendientes tanto la determinación individualizada sobre la concurrencia o
no de los riesgos procesales dispuesta por el Tribunal de garantías, como la resolución de la cesación
a la detención preventiva, haciendo improcedente la presente acción por incumplimiento al principio
de subsidiariedad que rige la misma, tal como establece el Fundamento Jurídico III.1 de la esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, por ser este recurso activado, solamente una vez superados
los recursos o medios de impugnación procesales ordinarios que pueden ser los eficaces y oportunos
para resguardar el derecho a la libertad, mismos que antes de plantear una acción de libertad, deben
ser necesariamente utilizados de forma previa. Si bien se observa la subsidiariedad excepcional en
esta acción de defensa, su prosecución se encuentra supeditada al cumplimiento de requisitos que
demuestren el estado de indefensión de la accionante o cuando los mecanismos procesales
existentes, resulten inoportunos o inconducentes según las características del caso; por lo que, la
jurisprudencia constitucional ha establecido situaciones específicas que establecen de manera
concreta la improcedencia de la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad como en el caso
presente, ya que existe una petición de cesación de la detención preventiva inconclusa y pendiente
de resolución por autoridad ordinaria que debe ser reclamada en esa vía, pudiendo la sustanciación
del caso en la justicia constitucional, provocar una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones
e incidir negativamente en el proceso penal, además de la falta de identificación de la legitimación
pasiva clara por las excusas y recusaciones presentadas.
En ese contexto y dado el carácter protectivo inmediato e informal de la acción de libertad, en el
marco de la conexitud e interdependencia de los derechos humanos con una mirada integral de la
problemática planteada frente al del debido proceso en su elemento de celeridad con que deben
actuar los operadores de justicia, no se puede soslayar la evidente demora existente en el caso
presente, debido a que la resolución de los recursos interpuestos por la peticionante de tutela que
pretende modificar su actual situación jurídica a través de la cesación de la detención preventiva
desvirtuando los riesgos procesales endilgados, no fueron resueltos oportunamente menos dentro de
los plazos razonables; siendo estas dilaciones no necesariamente atribuibles a la Jueza demandada,
tomando en cuenta la existencia de actos procesales, suspensiones y finalmente la recusación que le
fue interpuesta durante la tramitación del recurso mencionado. Por otro lado, como ya se señaló
supra, el incumplimiento de lo dispuesto por el Tribunal de garantías contra los Vocales demandados,
deben ser exigidos por esta misma jurisdicción que concedió la tutela, correspondiendo a la
accionante acudir a dicha instancia.
Consecuentemente, la justicia constitucional encargada de proteger y restituir los derechos y
garantías vulnerados, no puede dejar de pronunciarse ante la incertidumbre de la situación jurídica
de la accionante por actos dilatorios que si bien son legales, no le otorgan respuestas oportunas
enmarcadas en los principios constitucionales vigentes, correspondiendo conceder la tutela respecto

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al debido proceso en su elemento de celeridad, instando a la autoridad a cargo de sustanciar el caso,


enmarcar sus actuaciones a los plazos establecidos por ley, evitando cualquier tipo de dilación que
pueda seguir perjudicando a la peticionante de tutela.
En consecuencia, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, efectuó un análisis
parcialmente correcto de la problemática venida en revisión.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 04/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 110 a 112 vta.,
pronunciada por el Juzgado de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela, respecto al debido proceso en su elemento de
celeridad, conforme a los argumentos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Exhortando a la autoridad jurisdiccional a cargo de sustanciar el caso, dar estricto cumplimiento a los
plazos establecidos por ley, velando la celeridad necesaria y evitando cualquier dilación en el proceso.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0661/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29581-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 057/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 40 a 42 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Andrea Rubín de Celis Segurondo contra Adan Willy
Arias Aguilar y Rosmery Lourdes Pabón Chávez, Vocales de la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de abril de 2019, cursante de fs. 22 a 24 vta., la accionante manifestó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por el Ministerio Público, por la presunta comisión del
delito de estafa; la víctima de la referida causa, el 5 de octubre de 2018, presentó memorial
solicitando su detención preventiva, incrementando riesgos procesales, estipulados en el art. “234.IV”
del Código de Procedimiento Penal (CPP), mereciendo decreto de 8 del mismo mes y año que indicó
“…SE TIENE PRESENTE Y EN CONOCIMIENTO DE LA FISCALÍA Y LA IMPUTADA…” (sic);
empero, jamás le fue notificado.
Celebrada la audiencia de consideración de medidas cautelares el 24 de enero de 2019, el Juez de
Instrucción Penal Cuarto de El Alto del departamento de La Paz, conforme el art. 240 del CPP,
determinó la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva, ante la concurrencia de los
peligros procesales insertos en los arts. “234.I, II” y “235.I, II” del mismo Código, asumiendo además
lo solicitado en la Resolución de Imputación Formal 153/2018 de 3 de agosto.
En el acto mencionado, su defensa técnica no hizo ninguna alusión respecto al art. 234.4 de CPP,
considerando que la víctima, tampoco fundamentó nada con relación al peligro procesal referido, tal
cual estableció el Juez a quo al momento de resolver el reclamo de complementación instado; motivo
por el que la prenombrada apeló la decisión.
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, en audiencia de
consideración de apelación de medidas cautelares, de forma arbitraria y contradictoria, declaró
improcedente las cuestiones planteadas; sin embargo, incrementó tres medidas sustitutivas a las ya
impuestas, sin considerar que no conocía los actuados antes indicados, situación que impidió asumir
una defensa técnica irrestricta.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante alegó la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de fundamentación
y correcta valoración de la prueba, a ser oído de forma oportuna, a la defensa, a la igualdad de
oportunidades y a la libertad, citando al efecto los arts. 22, 109.I, 115.II, 116.I, 119 y 120.I de la
Constitución Política del Estado (CPE); 7.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH); 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 11.1 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela ordenando se deje sin efecto “…LOS TRES PUNTOS SEÑALADOS EN EL
POR TANTO DEL AUTO DE VISTA RESOLUCIÓN 93/2019 DE FECHA 14 DE MARZO DE 2019…” (sic)

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y que sea de conocimiento del Juzgado a quo en el plazo de veinticuatro horas; asimismo, se disponga
la condenación de costas y responsabilidades correspondientes.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 5 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 37 a 39,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, a tiempo de ratificar el contenido del memorial de acción de
libertad, acotó que: a) A diferencia del escrito presentado por la víctima, por el que solicitó la
aplicación de medidas cautelares en su contra, el Ministerio Público sólo refirió como riesgos
procesales los previstos en los arts. 234.1 y 2; y, 235.1 y 2 del CPP y no así el art. 234.4 del mismo
Código; b) El Juez a quo estableció al momento de resolver la complementación y enmienda solicitada
por la víctima, que esta no habría fundamentado respecto al peligro procesal antes señalado; c) El
memorial aludido, jamás le fue notificado, incumpliéndose el decreto de 8 de octubre de 2018, puesto
que solo se le hizo conocer al Fiscal de Materia asignado al caso; ante el desconocimiento, sus
alegatos se centraron en desvirtuar lo dispuesto en la imputación formal; d) En el desarrollo de la
audiencia de apelación, al concederle la palabra a la parte apelante, refirió que no se cumplía con la
habitabilidad, pese a contar con el verificativo domiciliario; e) Las autoridades ahora demandadas,
mediante el Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, declararon admisible la apelación e improcedentes
todos los fundamentos expuestos; empero, decidieron incrementar los puntos indicados en las
medidas sustitutivas; es decir, la presentación de dos garantes solventes que cancelen la suma de
Bs20 000.- (veinte mil bolivianos), arraigo y su presencia en todos los actos procesales de
investigación al llamado de la autoridad; f) El Tribunal de alzada revalorizó la prueba, vulnerando el
derecho al debido proceso en su elemento contradicción; toda vez que, se les manifestó con copias
legalizadas que no fue notificada con el memorial presentado por la víctima; y, g) Admitieron que un
verificativo domiciliario es totalmente apto para enervar el elemento domicilio y todos los
fundamentos establecidos en la Resolución de medidas cautelares, pese a que fueron observados
por la prenombrada; empero, de forma arbitraria bajo el argumento de la aplicación de la potestad
reglada decidieron aumentar las medidas antes descritas, siendo esta la incongruencia reclamada.
I.2.2. Informe de los demandados
Rosmery Lourdes Pabón Chávez, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, mediante informe presentado el 5 de abril de 2019, cursante de fs. 28 a 29 vta.,
manifestó que: 1) La accionante hizo mención a vulneraciones que hubiese cometido el Juez a quo;
empero, no interpuso ninguna acción en su contra; 2) En el Auto de Vista emitido, se estableció que
no concurre el riesgo procesal descrito en el art. 234.4 del CPP; 3) No se expusieron las razones por
las cuales se considera que la Resolución pronunciada no tendría fundamento; 4) La impetrante de
tutela señaló que se encuentra ilegal e indebidamente privada de libertad; sin embargo, “…los
fundamentos f[á]cticos no se adecuan a los fundamentos jurídicos esgrimidos por la parte
accionante…” (sic); 5) En la presente acción de defensa, no se verificó que en la interpretación
realizada por esta instancia, se afectaran principios constitucionales uniformadores del ordenamiento
jurídico precisados en las SSCCPP 0010/2018-S2 y 0086/2016-S2, por lo que el Auto de Vista
“304/2018” fue debidamente motivado al momento de confirmar la Resolución dictada por el citado
Juez; 6) El Tribunal de garantías no es una instancia adicional que pueda revisar decisiones de la
justicia ordinaria, puesto que, para que esta jurisdicción analice la actividad interpretativa realizada
en la Resolución cuestionada, se debió desarrollar una sucinta y precisa relación entre los derechos
fundamentales supuestamente lesionados y la actividad interpretativa realizada; 7) La labor del
Tribunal de alzada únicamente se basa en establecer si los agravios expresados por el apelante tienen
fundamento, contrastarlos con el fallo del Juez de control jurisdiccional y verificar si en el mismo
existe la suficiente logicidad jurídica y razonabilidad; y, 8) Una de las características de las medidas
cautelares es la temporalidad y variabilidad, de tal forma que las resoluciones emitidas en torno a
estas, no causan estado, consecuentemente solicitó se deniegue la tutela.

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Adan Willy Arias Aguilar, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz, no presentó informe y tampoco se apersonó a la audiencia, pese a su notificación cursante a
fs. 26.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
057/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 40 a 42 vta., denegó la tutela solicitada, bajo el argumento
de que quien demande el derecho al debido proceso vía acción de libertad debe acreditar la
concurrencia de dos presupuestos; es decir, que la decisión emanada por la autoridad jurisdiccional
se encuentre vinculada con el derecho a la libertad o que ponga en amenaza el derecho a la libre
locomoción del peticionante de tutela; y segundo, que se encuentre en estado de indefensión
absoluta; del análisis del Auto de Vista 93/2019, respecto al incremento de las medidas sustitutivas,
estas no se encuentran vinculadas con el derecho a la libertad de la peticionante de tutela y en mérito
al recurso de apelación presentado por la víctima, la misma asistió a la audiencia y efectuó las
alegaciones que consideró pertinentes, contando con la debida asistencia técnica por lo que no se
advierte que los presupuestos referidos se hayan activado.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución de Imputación Formal 153/2018 de 3 de agosto, presentada ante la Jueza
de Instrucción Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz, la Fiscalía Corporativa de Delitos
Patrimoniales de la misma ciudad, solicitó la aplicación de medidas sustitutivas a la detención
preventiva contra Andrea Rubín de Celis Segurondo -ahora accionante-, por la presunta comisión del
delito de estafa (fs. 17 a 20).
II.2. A través de memorial presentado el 5 de octubre de 2018, ante la autoridad jurisdiccional
referida supra, Peter Jorge Flor Sainz y Juan Hipólito Quispe Ticona, en representación legal de
“Kadila Pharmaceuticals SRL”, solicitaron la detención preventiva de la impetrante de tutela, por
encontrarse latentes los peligros procesales establecidos en los arts. 234.1, 2 y 4; y, 235, 1 y 2 del
CPP; mereciendo decreto de 8 del mismo mes y año, que dispuso “…en conocimiento de la fiscalía
corporativa de delitos patrimoniales y la imputada…” (sic [fs. 2 a 4 vta.]).
II.3. Cursa diligencia de notificación de 15 de idéntico mes y año, con el memorial antes descrito, a
Andrea Rubín de Celis Segurondo, refiriendo “…se puede evidenciar la inexistencia del n[ú]mero del
Domicilio señalado en la Notificación Nº 157, razón por la cual no se pudo dar cumplimiento a la
presente notificación" (sic [fs.6]).
II.4. Por Auto Interlocutorio 022/2019 de 24 de enero, emitido por el Juez de Instrucción Penal
Cuarto de El Alto del departamento de La Paz, en suplencia legal de su similar Tercero, determinó
como medidas cautelares para la peticionante de tutela, las contenidas en el art. 240 del CPP,
específicamente la presentación del croquis de ubicación de domicilio real y prohibición del cambio
de este sin previa autorización de la autoridad jurisdiccional, presentación ante el Ministerio Público
los días lunes en la mañana y su registro en el biométrico, finalmente la prohibición expresa de tomar
contacto con las personas que se encuentren investigadas en el proceso o que tengan calidad de
testigos (fs. 12 a 13 vta.).
II.5. Consta en acta de continuación de audiencia de medidas cautelares, la interposición de recurso
de apelación incidental contra el Auto Interlocutorio 022/2019, por la víctima del proceso penal (fs.
13 vta.).
II.6. Mediante Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, declaró improcedente el recurso de apelación interpuesto en
audiencia de consideración de medidas cautelares por la víctima del proceso penal antes referido;
incrementando los puntos señalados en el Auto Interlocutorio 022/2019 citado supra, estableciendo
que la ahora impetrante de tutela debe presentar dos garantes personales con domicilio conocido
quienes garanticen su presencia y en caso de fuga, deberán pagar Bs20 000.-; asimismo, dispuso

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arraigo en las oficinas de migración y que se haga presente a todos los actos procesales de
investigación y al llamado de la autoridad tanto fiscal como jurisdiccional (fs. 15 a 16 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y correcta valoración de la prueba, así como a la libertad, a la defensa,
a la igualdad de oportunidades y a ser oído; toda vez que, habiendo sido apelado el Auto
Interlocutorio 022/2019 de 24 de enero, por la víctima en el proceso penal seguido en su contra, las
autoridades demandadas emitieron el Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, declarando
improcedente el recurso instaurado; empero, adicionando de manera incongruente tres puntos a las
medidas ya impuestas, esto en base al peligro procesal descrito en el art. 234.4 del CPP, sin que este
haya sido fundamentado en la Resolución primigenia.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. Obligación del tribunal de apelación de fundamentar y motivar la resolución que
disponga, modifique o mantenga una medida cautelar
Sobre la labor de fundamentación y motivación en las resoluciones judiciales de medidas cautelares,
la SCP 0339/2012 de 18 de junio, estableció lo siguiente: “El Tribunal Constitucional, ha desarrollado
amplia jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y formalidades que debe cumplir la resolución
que disponga una medida cautelar de carácter personal de detención preventiva de un imputado y/o
imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez por la SC 0089/2010-R de 4
de mayo, sosteniendo que: ‘...la aplicación de una medida cautelar de carácter personal en el ámbito
procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa que, la autoridad
judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de una parte, está
obligado a verificar y determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art. 233 CPP, para
lo que deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de prueba
presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas previstas por los arts.
234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de aplicar la medida
cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios fundamentales
inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las decisiones de las autoridades
públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que se basa su
convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado a los medios
de prueba, esa fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los documentos
o la mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar los
presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes’.
En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló: ‘…está obligado igualmente a
dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar
de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos determinados en el art. 233 del
CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y
fundamentar su Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe
también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una
o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución
debidamente fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva’.
Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: ‘Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la

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averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca en
apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si
bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar,
pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo
suficientemente motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley
impone para la procedencia de esa medida cautelar’.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP” .
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y correcta valoración de la prueba, así como a la libertad, a la defensa,
a la igualdad de oportunidades y a ser oído; toda vez que, habiendo sido apelado el Auto
Interlocutorio 022/2019 de 24 de enero, por la víctima en el proceso penal seguido en su contra, las
autoridades demandadas emitieron el Auto de Vista 93/2019 de 14 de marzo, declarando
improcedente el recurso instaurado; empero, adicionando de manera incongruente tres puntos a las
medidas ya impuestas, esto en base al peligro procesal descrito en el art. 234.4 del CPP, sin que este
haya sido fundamentado en la Resolución primigenia.
De la revisión de antecedentes se tiene que, dentro del proceso penal que se le sigue a la ahora
accionante, habiéndosele impuesto medidas sustitutivas a la detención preventiva mediante Auto
Interlocutorio 022/2019, se vio sorprendida por la apelación interpuesta por la víctima del proceso
penal indicando que la autoridad jurisdiccional de primera instancia no se habría manifestado respecto
al peligro procesal descrito en el art. 234.4 del CPP, expresado en el memorial presentado con
antelación a la audiencia cautelar desarrollada; puesto que este, nunca le había sido notificado por
lo que desconocía su contenido. Resuelto el recurso de apelación a través del Auto de Vista 93/2019,
las autoridades demandadas, determinaron declarar improcedentes las cuestiones planteadas;
empero, insertaron tres puntos adicionales a cumplirse, respecto a las medidas sustitutivas ya fijadas
en la Resolución emitida por el Juez a quo (Conclusión II.6).
A efectos de resolver la problemática planteada, conforme se estableció previamente, los Vocales
demandados, mediante el Auto de Vista cuestionado, a tiempo de declarar admisible e improcedente
la apelación formulada, confirmando la Auto Interlocutorio 022/2019, manteniendo la libertad de la
ahora accionante, añadieron las medidas sustitutivas de: “1. Que la parte imputada debe presentar
2 garantes personales con domicilio conocido quienes garanticen la presencia de la imputada a todos
los actos procesales, en caso de fuga de la imputada deberán pagar la suma de 20.000 bolivianos
cada uno para gastos de recaptura;
2. También se dispone el arraigo correspondiente de la imputada en las oficinas de migración.
3. Deberá hacerse presente a todos los actos procesales de investigación y al llamado de la autoridad
tanto fiscal como jurisdiccional, en caso de inasistencia a cualquier acto se procederá a la revocatoria
de la presente resolución” (sic).
Previamente a ingresar a resolver el fondo de la problemática planteada, corresponde determinar si
lo denunciado por la accionante tiene vinculación directa con su derecho a la libertad, pues cabe
señalar que en la acción tutelar se alega que en apelación le fueron incrementadas medidas
sustitutivas mediante una resolución carente de fundamentación vulnerando el derecho al debido
proceso restringiendo de forma ilegal su derecho de locomoción y amenazando su derecho a la
libertad física, puesto que ante un eventual incumplimiento de estas, se determinaría su revocatoria;
además, haciendo énfasis en la imposición del arraigo, en ese sentido, es necesario señalar la SC

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0651/2004-R de 4 de mayo, que indica: "...constituye una medida cautelar de carácter personal
sustitutiva a la detención preventiva, cuya finalidad es la de asegurar la averiguación de la verdad,
el desarrollo del proceso y la aplicación de la Ley. En efecto, según la norma prevista por el art.
240.3) del CPP, cuando sea improcedente la detención preventiva y exista peligro de fuga u
obstaculización del procedimiento, el Juez o Tribunal, mediante resolución fundamentada, podrá
disponer la aplicación de la medida sustitutiva de la ‘Prohibición de salir del país, de la localidad en
la cual reside o del ámbito territorial que fije el juez o tribunal, sin su autorización, ordenando el
arraigo a las autoridades competentes…’”. En ese marco, resulta un medio de restricción o limitación
al ejercicio del derecho fundamental de locomoción o de libre tránsito consagrado por el art. 21.7 de
la CPE; es decir, el derecho a la circulación en todo el territorio boliviano, que incluye la salida e
ingreso del país; por tanto, corresponde la consideración de la presente acción de libertad.
Del contenido del Auto de Vista 93/2019, se identifican los siguientes fundamentos: i) La ahora
impetrante de tutela, presentó verificación policial domiciliaria, acreditó habitualidad y habitabilidad
del inmueble con facturas de consumo de energía eléctrica y agua potable, placas fotográficas, por
lo que al tener constituida su familia, actividad lícita y domicilio no hay probabilidad de fuga, razón
por la que no concurre el art. 234.2 del CPP ii) Con relación al art. 234.4 del Código referido, solo
precisó que fue incluido por la víctima sin que se le haya notificado sobre este a la accionante,
debiendo considerarse entonces, el art. 180 de la CPE y el principio de igualdad de las partes, motivo
por el que este peligro no se activa; iii) No se presentó ningún elemento que demuestre la
configuración de lo establecido en el art. 235.5 del CPP, no siendo atendible este por carencia de
fundamentación por parte del apelante; y, iv) Considerando la naturaleza de las medidas cautelares
y la aplicación de los arts. 7, 221 y 222 del CPP, verificada la probabilidad de autoría y la vigencia del
peligro de obstaculización inmerso en el art. 235.2 del CPP, “…estaríamos en una eventual detención
preventiva bajo el principio de potestad reglada que ha sido regulado en la sentencia constitucional
la Nº 86/2016-S2…” (sic), pero asumiendo el entendimiento expuesto en la “SCP 10/2018-S2”,
respecto a la aplicación del principio de proporcionalidad, “…este tribunal considera que el valor
fundamental como es el derecho a la libertad debe ser restringido sólo en la medida que sea necesario
para efectuar la averiguación de la verdad histórica de los hechos” (sic).
Por lo expuesto, se advierte que el Tribunal de apelación, al imponer las medidas sustitutivas antes
referidas, lo hizo en el marco de asegurar la presencia de la peticionante de tutela, valorando los
peligros procesales vigentes y la aplicación del principio de proporcionalidad por lo que no constituye
una indebida fundamentación, por cuanto se acomoda en la previsión legal descrita (arts. 7, 221 y
222 del CPP), que permite a las autoridades jurisdiccionales medir sus alcances de acuerdo a la
finalidad que tienen la medidas cautelares, cual es la de asegurar la presencia del imputado en el
proceso y llegar a la verdad histórica de los hechos investigados y juzgados, cumpliendo los
parámetros establecidos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, razón por la cual no existe una fundamentación indebida.
Cabe aclarar respecto a lo denunciado por la peticionante de tutela, en cuanto a que las autoridades
demandadas habrían considerado el art. 234.4 del CPP, como fundamento de la imposición de las
medidas sustitutivas antes indicadas, este extremo no resulta cierto puesto que, los Vocales
demandados aplicaron del art. 180 de la CPE, descartando manifestarse respecto a este y que el
motivo de las medidas sustitutivas impuestas, como bien se señaló anteriormente, responden a la
necesidad de asegurar su presencia en el desarrollo del proceso.
Finalmente, respecto a los derechos de igualdad de oportunidades y a ser oído, se debe precisar que
la acción de libertad no es la vía idónea para reclamar la lesión de estos, considerando además que
en el presente caso, no se encuentran vinculados con la libertad, por lo que corresponde denegar la
tutela respecto a los derechos aludidos.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos, obró de forma correcta.
POR TANTO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 214


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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 057/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 40 a 42 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, conforme a los fundamentos de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29590-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 20/19 de 10 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a 14, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Abraham Quiroga Bonilla en representación sin
mandato de Alí Marcelo Limón Camacho, Eufronia Camacho Vidal y Akira Kenji Melcheadis
Limón Farel contra Yanet Noemy Paniagua Villa y Anay Añez Mendoza, Juezas del Tribunal
de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 7 de junio de 2019, cursante de fs. 3 a 4 y vta., los accionantes
por medio de su representante, refirieron lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Debido a la falta de coordinación, ocasionada por el cambio de la secretaria de su abogado en su
domicilio procesal, no tomaron conocimiento oportuno de las notificaciones dejadas en ese lugar, en
las cuales se les comunicaba que la audiencia de juicio oral, se celebraría el 6 de junio de 2019.
Esta situación, hicieron conocer al precitado Tribunal durante la audiencia, que en ese momento
únicamente contaba con la presencia de las Juezas ahora demandadas y no por Freddy Coronel
Alacoma, tercer juez de ese Tribunal, considerando además que no se encontraba el representante
del Ministerio Público quien requirió mediante memorial la suspensión del juicio; no obstante, las
autoridades prenombrada, en lugar de diferir la misma, los declararon rebeldes y contumaces a la
ley, sin sustento alguno y en ausencia del tercer juez técnico. Esa determinación la asumieron guiadas
por simples comentarios de pasillo, originados por el abogado de la otra parte; por lo que, denuncian
que existiría una persecución ilegal en su contra.
I.1.2. Derecho y garantía supuestamente vulnerado
La parte accionante considera lesionado su derecho a la libertad y al debido proceso sin “persecución
indebida”, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitaron que se conceda la tutela y que se deje sin efecto la declaratoria de rebeldía “…levantando
las medidas…” (sic), programándose nueva fecha y hora para continuar el juicio oral.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 10 de junio de 2019, según acta cursante de fs. 10 a 11 vta., se
produjeron los siguientes actuados:
I .2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los impetrantes de tutela a través de su representante, ratificaron y ampliaron el contenido del
memorial de acción de libertad manifestando que están perjudicados con la declaratoria de rebeldía,
ya que se vulneró el debido proceso regulado en el art. 117 de la Constitución Política del Estado
(CPE), asimismo el abogado requirió que las notificaciones se practiquen vía whatsapp.
I.2.2. Informe de las demandadas

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Yanet Noemy Paniagua Villa y Anay Añez Mendoza, Juezas del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo
de la Capital del departamento de Santa Cruz, mediante informe, cursante a fs. 9, manifestaron que:
a) Los demandantes de tutela se encontraban legalmente notificados con la realización de la
audiencia; empero, no se apersonaron ni justificaron su incomparecencia; b) No fue responsabilidad
de ese Tribunal que el abogado no haya comunicado oportunamente a los peticionantes de tutela, la
fecha y hora del celebración de la audiencia de juicio oral.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, mediante Resolución 20/19 de 10 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a 14, denegó
la tutela solicitada con el siguiente fundamento, los accionantes fueron declarados rebeldes por no
haberse hecho presentes en la audiencia de juicio oral, generando la declaratoria de rebeldía, sin que
ello acarree vulneración alguna al debido proceso, siendo un elemento idóneo y eficaz para dejar sin
efecto la misma, el apersonamiento y comparecencia de los imputados ante la autoridad jurisdiccional
competente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa acta de audiencia de fundamentación oral de la acción de libertad (fs. 10 a 11 vta.).
II.2. Por Resolución 20/19 de 10 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a 14, se negó la tutela solicitada
por los peticionantes de tutela.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso, por las
autoridades demandadas, por cuanto fueron declarados rebeldes y contumaces a la ley, por no
comparecer a la audiencia de juicio oral programada para el día 6 de junio de 2019, sin considerar
que no tenían conocimiento del mismo. Por lo que, solicitan que se deje sin efecto la declaratoria de
rebeldía “…levantando las medidas…” (sic), fijándose nueva fecha y hora para continuar el juicio oral.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la subsidiariedad excepcional en la acción de libertad
La SCP 0534/2019-S4 de 23 de julio señaló: “El art. 125 de la CPE, establece que la acción de libertad
tiene por objeto tutelar los derechos a la vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en
que aquélla se encuentre en peligro y cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido
procesamiento u objeto de privación de libertad en cualquiera de sus formas, pudiendo toda persona
que considere encontrarse en tales situaciones, acudir ante el juez o tribunal competente en materia
penal y solicitar se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad.
Sin embargo, tratándose especialmente del derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento
indebido, para que sea viable esta acción de defensa, con carácter previo se deben agotar los
mecanismos de defensa que tenga expeditos el justiciable conforme al ordenamiento procesal común,
haciendo uso de los medios y recursos legales que sean idóneos, eficientes y oportunos para el
restablecimiento de este su derecho, de donde la acción de libertad operará solamente en los casos
de no haberse reparado efectivamente las lesiones invocadas pese a la utilización de estas vías.
Sobre el principio de subsidiariedad excepcional del hábeas corpus –ahora acción de libertad– la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, estableció lo siguiente: ‘…como el ordenamiento jurídico no puede
crear y activar recursos simultáneos o alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones
procesales no queridas por el orden constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del
hábeas corpus, únicamente se activa cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento
común, no sean los idóneos para reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad
ilegalmente restringido. No es posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico prevé

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medios de impugnación específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad, en forma inmediata.
Conforme a esto, solamente una vez agotado tal medio de defensa y ante la persistencia de la lesión,
se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la tutela que brinda el hábeas corpus’.
En el mismo sentido, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, referido a la acción de libertad determinó que:
‘…esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para
restituir los derechos afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales específicos de
defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la
persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en
estos casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los
derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas’’ ”.
De la misma forma la mencionada Sentencia Constitucional Plurinacional, se refirió sobre la naturaleza
y alcance de la declaratoria de rebeldía y expusó que: “ La SCP 0950/2016-S1 de 19 de octubre, al
respecto señala lo siguiente: «El art. 89 del CPP, en el caso de la declaratoria de rebeldía dispone
que El juez o tribunal del proceso, previa constatación de la incomparecencia, evasión,
incumplimiento o ausencia, declarará la rebeldía mediante resolución fundamentada, expidiendo
mandamiento de aprehensión o ratificando el expedido».
(…)
La SCP 0811/2012 de 20 de agosto, sobre la naturaleza de la rebeldía señaló que: ‘El derecho procesal
penal boliviano, determina una serie de medidas destinadas a efectivizar el cumplimiento del principio
de celeridad evitando dilaciones innecesarias que a la postre generen no sólo retardación de justicia
sino también denegación de la misma con el efecto inmediato de vulnerar los derechos de la víctima
y que pudieran emerger tanto de las actuaciones de los administradores de justicia como de los
procesados a raíz de posibles incomparecencias de los ajusticiados a las distintas audiencias que
emergen de la persecución penal; en este sentido, el ordenamiento jurídico, tratándose del imputado,
ha previsto en el art. 87 del CPP, un medio compulsivo a efectos de garantizar el ejercicio de los
derechos a la tutela judicial efectiva y a la defensa del encausado, cual es la declaratoria de rebeldía,
que debe ser entendida como la consecuencia que genera la incomparecencia de la parte en la fecha
o en el plazo señalado en la citación o emplazamiento, sea desde el inicio del proceso o en
determinado momento del mismo; pues su presencia permite la consecución de los fines
jurisdiccionales del Estado respecto a la administración de justicia; en consecuencia, su ausencia,
entendida como la negatoria de prestar ayuda, merece una sanción’”.
III.2. La acción de libertad y sus alcances respecto al debido proceso
La SC 0619/2005-R de 7 de junio, en cuanto al debido proceso en la acción de libertad estableció lo
siguiente: “…a partir de la doctrina constitucional sentada en la SC 1865/2004-R, de 1 de diciembre,
para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de
hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad” .
III.3. Análisis del caso concreto
El acto lesivo que se denuncia a través de esta acción tutelar, recae en la supuesta vulneración de
los derechos a la libertad y al debido proceso de los solicitantes de tutela, por haber sido declarados
rebeldes y contumaces a la ley debido a su inasistencia a la audiencia de juicio oral fijada para el 6
de junio de 2019, pese a haber sido notificados en su domicilio procesal, sin considerar que, no
tomaron conocimiento de la misma, a causa del cambio de personal en la oficina de su representante
legal que derivó en una deficiente coordinación y falta de comunicación oportuna respecto a la
realización de la audiencia antes mencionada.

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Sobre el particular, cabe señalar que la forma más idónea y eficaz de dejar sin efecto la declaratoria
de rebeldía, consiste en apersonarse y comparecer ante la autoridad jurisdiccional, hecho que por
lógica consecuencia derivaría en el pronunciamiento judicial que dejaría sin efecto la medida
jurisdiccional, lo cual en este caso no aconteció; evidenciándose en consecuencia que los argumentos
vertidos por los accionantes, respecto a los derechos cuya vulneración se acusan, no corresponden
ser dilucidados vía acción de libertad, debido a que ésta tiene un trámite expedito y por su naturaleza
se circunscriben a la constatación de aspectos específicos relacionados a la supuesta vulneración del
derecho a la libertad y a la imposibilidad absoluta de procurar su defensa; asimismo, debe tomarse
en cuanta que dicha resolución es de carácter temporal, lo cual implica que puede ser reconsiderada
e inclusive revocada por la misma autoridad que la dispuso, siempre y cuando ésta considere que la
inasistencia de los rebeldes se debió a un grave y legítimo impedimento, conforme establece el art.
91 del Código de Procedimiento Penal (CPP); siendo por ello, aplicable la subsidiariedad excepcional
citada en el Fundamento Jurídico II.1 de esta Resolución, por cuanto se encuentra pendiente de
resolución de fondo la purga de rebeldía en la vía ordinaria; por lo que, en el presente caso no es
posible abrir el ámbito de protección de la acción de libertad, correspondiendo en consecuencia, su
denegatoria sin ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, al ser evidente que la
actuación de las autoridades demandadas no incurre en lesión alguna de los referidos derechos de
los impetrantes de tutela, ya que se circunscriben a la normativa antes señalada; siendo inconducente
a los efectos de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, la consideración de ausencia del tercer
Juez técnico, del Ministerio Público y la falta de coordinación en la organización interna de la oficina
jurídica del abogado y representante de los demandantes de tutela.
Es necesario precisar que en el marco de la acción de libertad, la vulneración del debido proceso será
tutelada solamente cuando exista indefensión absoluta y manifiesta de los accionantes y se hubiese
lesionado su derecho a la libertad, como se remarcó en el Fundamento III.2 de esta Resolución; más
aún, si los peticionantes de tutela denuncian su persecución indebida, extremo que corresponde ser
dilucidado en instancia ordinaria hasta agotar la misma para acudir luego a la vía constitucional.
Por lo precedentemente manifestado, el Juez de garantías al denegar la tutela impetrada, efectuó
una adecuada valoración de los antecedentes del proceso y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 20/19 de 10 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a
14, pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en los mismos términos que el Juez de
garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0663/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29609-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución de 02 de 7 de junio de 2019, cursante de fs. 20 vta. a 23, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Juan Carlos Díaz Villarroel, en representación
sin mandato de María del Rosario Rodríguez Suárez contra María Angélica Sánchez Rojas,
Charlín Tapia Franco y José René Quezada Ribera, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal
Octavo de la Capital del departamento de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 6 de junio de 2019, cursante de fs. 7 a 9 vta., la accionante a través de
su representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el juicio penal por estafa y estelionato seguido en su contra, con NUREJ 201605833 y Exp. 17/16,
el 29 de mayo de 2019, el Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de
Santa Cruz, la declaró culpable del segundo delito, posponiendo la lectura de Sentencia para el 3 de
junio de igual año a horas 15:00; concluida la dificultosa lectura el mencionado día, solicitó una copia
legalizada de la misma, a los fines de interponer recurso de aclaración, enmienda y complementación,
respondiendo el Tribunal señalado que al haberse leído, las partes ya estaban notificadas, pudiendo
deducir el recurso indicado; esperó hasta casi las 18:00 horas, momento en que el Secretario del
citado Tribunal le dijo que vuelva el 5 del mismo mes y año porque la Presidenta iba a reimprimir el
aludido fallo y que a partir de la entrega, se computaría el plazo para formular el recurso referido;
sin embargo, acreditando con los memoriales que presentó hasta la fecha de interposición de esta
acción de libertad, no tuvo respuesta alguna el pedido de entrega de la copia pedida.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, a
la libertad y a la locomoción sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se disponga que el Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de
Santa Cruz, responda a sus memoriales presentados y le facilite una copia legalizada de la Sentencia
emitida.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 7 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 19 a 20
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó el memorial de acción de libertad y ampliándolo,
manifestó: a) La intención del Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de
Santa Cruz, fue “…modificar, agregar la Sentencia…” (sic), cuando se advirtió de esta irregularidad
en la audiencia, mencionaron que se debió al constante ingreso de sus memoriales; b) Al presentarse
a recoger la copia el 5 de junio de 2019, según le informó el Secretario del indicado Tribunal, los
Jueces la estaban fundamentando “bien”, le dijeron que retorne al día siguiente; por lo que, volvió el

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6 del mismo mes y año, comunicándole el mencionado servidor público que la Sentencia seguía en
redacción y que vuelva el 10 de igual mes y año, motivo por el cual presentó otro memorial
reclamando esa irregularidad; y, c) La actitud hostil del Tribunal señalado de no extender diez páginas
legalizadas, le provocó indefensión, no pudiendo impugnar los actos lesivos dentro del proceso.
I.2.2. Informe de los demandados
María Angélica Sánchez Rojas, Jueza del Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, mediante informe escrito presentado el 7 de junio de 2019, cursante
de fs. 17 a 18 vta., señaló: 1) El 4 de abril de igual año reubicaron a la auxiliar de su despacho, sin
que hasta el presente se haya designado nuevo personal, siendo abundante la carga procesal, pues
diariamente tienen audiencias de juicio oral, “… Cesación así como las Audiencias de acciones…”
(sic); 2) No disponen de fotocopiadora para entregar copias, más si el abogado diariamente presentó
memoriales ofensivos, que deben ser despachados en veinticuatro horas, y al estar el expediente en
despacho, no fue posible atender el pedido para la notificación legal a la accionante, a objeto de que
pueda plantear los recursos que le franquea la ley; y, 3) Conforme a la jurisprudencia constitucional,
los actos ilegales u omisiones indebidas que impliquen actividad procesal defectuosa, deben ser
denunciados previamente al juez de instrucción penal, no procediendo la activación directa de la
acción de libertad.
José René Quezada Ribera y Charlín Tapia Franco, Jueces del Tribunal citado precedentemente, no
presentaron informe escrito ni asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 11 y 13.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 02 de 7 de junio de 2019, cursante de fs. 20 vta. a 23, denegó
la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) La jurisprudencia constitucional desarrolló la
teoría del hecho superado que implica que el perjuicio ocasionado por un acto lesivo cesó cuando se
restableció el derecho conculcado; ii) No cumplir con la formalidad de la entrega de la copia de la
Sentencia una vez que esta fue leída, pudo haber causado que cuando la parte la recibió, no pueda
hacer uso de ningún recurso por el vencimiento del plazo; no obstante, revisados los antecedentes,
el referido fallo se encuentra en el expediente a disposición de las partes; y, iii) Conforme la Jueza
codemandada expresó, una vez conocido el contenido de la Sentencia por la accionante, pudo activar
el recurso de complementación, enmienda y aclaración previsto en el art. 125 del Código de
Procedimiento Penal (CPP) y resuelto con el auto que emita el tribunal, recién correrá el plazo para
la apelación restringida.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 3 de junio de 2019, la accionante reclamó al Tribunal de Sentencia
Penal Octavo de la Capital del departamento de Santa Cruz, las irregularidades en que incurrió al no
entregar la copia de la Sentencia después de concluida su lectura en audiencia, reiterando su petición
de que se extienda el citado documento (fs. 2 a 3).
II.2. A través de memorial ingresado el 4 de igual mes y año, la solicitante de tutela hizo conocer a
los Jueces del Tribunal mencionado precedentemente, la formulación de una denuncia disciplinaria
en su contra, por no entregarle copia legalizada de la Sentencia que le impidió solicitar explicación,
complementación y enmienda (fs. 4).
II.3. Mediante memorial planteado el 6 del mencionado mes y año, la impetrante de tutela, reiteró
su solicitud de fotocopia legalizada de la Sentencia, al Tribunal antes referido (fs. 5 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a
la libertad y a la locomoción, porque habiéndose leído el 3 de junio de 2019, la Sentencia condenatoria
en el proceso penal seguido en su contra, y solicitado una copia legalizada de la misma a los fines de

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interponer recurso de aclaración, enmienda y complementación, las autoridades demandadas no


atendieron su pedido, comprometiendo la entrega para el 5 y después 6 del mismo mes y año;
empero, hasta la interposición de la presente acción de libertad no tuvo respuesta.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Componentes que deben concurrir para la activación de la acción de libertad ante
procesamiento ilegal o indebido
Al respecto, la SCP 0003/2019-S3 de 15 de enero, dejó sentado lo siguiente: « La SCP 0464/2015-S3
de 5 de mayo, estableció que: “Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia
constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo
constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al
derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha protección se verá
materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento
indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados
derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;
caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras.
En esa línea, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, asumiendo los entendimientos contenidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: ‘…en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido
proceso están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que
conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la
reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del
proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se
podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo
constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar las lesiones a la
garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las violaciones al debido
proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión, lo que no le permitió
impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del proceso al momento de la
persecución o la privación de la libertad.
Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se encuentre
privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas corpus, desnaturalizando la actuación
de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer
el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional.
(…)
…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma

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concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe
existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de
impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo
al momento de la persecución o la privación de la libertad’” » (las negrillas corresponden al texto
original).
III.2. Análisis del caso en concreto
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a
la libertad y a la locomoción, porque habiéndose leído el 3 de junio de 2019, la Sentencia condenatoria
en el proceso penal seguido en su contra, y solicitado una copia legalizada de la misma a los fines de
interponer recurso de aclaración, enmienda y complementación, las autoridades demandadas no
atendieron su pedido, comprometiendo la entrega para el 5 y luego 6 del mismo mes y año; sin
embargo, hasta la interposición de la presente acción de libertad no tuvo respuesta.
De los antecedentes que cursan en el expediente se evidencia que, la impetrante de tutela al ser
declarada culpable por el delito de estelionato, fue sentenciada por las autoridades demandadas,
reclamando por memorial presentado el 3 de junio de 2019, al Tribunal de Sentencia Penal Octavo
de la Capital del departamento de Santa Cruz, las irregularidades en que incurrió, por no entregar la
copia de la aludida Sentencia después de concluida su lectura en audiencia, reiterando su petición de
que se le extienda el citado documento (Conclusión II.1); a través de memorial ingresado el 4 de
igual mes y año, la peticionante de tutela hizo conocer a los demandados, la presentación de una
denuncia disciplinaria en su contra, por no haberle entregado la antedicha copia legalizada,
impidiéndole solicitar explicación, complementación y enmienda (Conclusión II.2); finalmente,
mediante solicitud planteada el 6 del señalado mes y año, la impetrante de tutela reiteró su pedido
de fotocopia legalizada de dicho fallo al Tribunal antes referido (Conclusión II.3).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la tutela de la acción de libertad
por vulneración al debido proceso, está limitada a los entornos que conciernen directamente al
derecho a la libertad física y de locomoción, a cuyo efecto, cuando se denuncia procesamiento ilegal
o indebido, el acto lesivo entendido como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas
de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión y la existencia de absoluto estado de indefensión, de modo
que el accionante no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos y recién tomó
conocimiento del proceso al momento de la violación.
Atendiendo a que en el presente caso se denunció la vulneración del debido proceso, en que habrían
incurrido las autoridades demandadas al no extender en favor de la impetrante de tutela el 3, 4 y 6
de junio de 2019 -fechas en las que fue solicitada- una copia legalizada de la Sentencia en la que se
la condenó por el delito de estelionato, corresponde establecer, si en la denuncia de procesamiento
indebido, concurren los presupuestos que permiten activar la protección de tutela a través de la
acción de libertad, conforme al entendimiento glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
A este efecto, el acto lesivo que configura la problemática planteada, referida a la omisión de entregar
la copia legalizada de la Sentencia peticionada por la impetrante de tutela, no está directamente
vinculado con su libertad, por no haber operado como la causa directa de restricción o supresión de
la misma, en mérito a que el no haberse otorgado el documento solicitado en su favor no ha
provocado la supresión, restricción o la amenaza de las autoridades demandadas de afectar o
comprometer el derecho a la libertad física o de locomoción; en consecuencia, no está acreditada la
presencia del primer presupuesto exigido por el Fundamento Jurídico III.1; respecto al segundo
presupuesto, tampoco se evidencia que exista concurrencia del mismo, porque no se ha demostrado
el estado absoluto de indefensión de la peticionante de tutela y que esta habría tomado conocimiento
del proceso penal que motivó la deducción de la presente acción tutelar, al momento de la pretendida
vulneración de sus derechos, producida por la negativa de la extensión de la copia legalizada que fue

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 223


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pedida; al contrario, conforme lo reconoce expresamente en su demanda, conocía del proceso penal
por estafa y estelionato seguido en su contra, la Sentencia emitida el 29 de mayo de 2019 y los
pormenores de las reiteradas pretensiones de fotocopia legalizada de la misma, de manera que tuvo
conocimiento y participación en el trámite del caso, no advirtiéndose el estado absoluto de
indefensión.
En consecuencia, al no reunir los presupuestos para activar la protección de la acción de libertad por
procesamiento indebido, corresponde denegar la tutela.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela impetrada,
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02 de 7 de junio de 2019, cursante de fs. 20 vta. a
23, pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 224


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0664/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29613-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 12/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 14 a 15, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Álvaro Gustavo Ayala Rocabado y Carminia Melina Ticona
Fernández en representación sin mandato de Sergio Francisco Cataldi Deheza contra José Luis
Morales Del Castillo, Director del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 18 de junio de 2019, cursante de fs. 3 a 4 vta., el accionante a través de
sus representantes, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra en el marco de la Ley 1008, se sometió a un
procedimiento abreviado, con el fin de acogerse al beneficio del indulto. En ese antecedente, el 7 de
junio de 2019, se emitió el mandamiento de libertad a su favor por el Juez de Ejecución Penal Primero
del departamento de La Paz, el que fue recepcionado en la Dirección del Centro Penitenciario San
Pedro del citado departamento el 14 del mismo mes y año, con hoja de ruta 17768, no obstante ello,
hasta la fecha de interposición de la presente acción, la autoridad demandada no ha procedido a
otorgarle su libertad, argumentando temas administrativos, los que no pueden ir por encima de un
mandato constitucional.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de sus representantes, alegó como lesionado su derecho a la libertad, citando
al efecto los arts. 3 y 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), sin mencionar
norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que la autoridad demandada, cese con la detención indebida
e ilegal, y proceda a otorgarle su inmediata libertad en cumplimiento del mandamiento emitido por
juez competente.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 19 de junio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 13, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante ni sus representantes se hicieron presentes en la audiencia de la acción de defensa, a
pesar de su notificación cursante a fs. 6.
I.2.2. Informe del demandado
José Luis Morales Del Castillo, Director del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, mediante
Informe 015/2019 de 19 de junio, cursante a fs. 9, indicó que: a) En fecha 14 de igual mes y año,
se procedió a recepcionar el mandamiento de libertad por indulto a favor de Sergio Mamani Cataldi
Deheza e inmediatamente pasó el trámite a verificación de acuerdo a la norma establecida en la Ley
de Ejecución Penal y Supervisión -Ley 2298 de 20 de diciembre de 2014- b) De acuerdo al informe

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 225


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de 17 del mes y año mencionados, se hace constar que el peticionante de tutela no presentó su
documento de identidad, el que fue adjuntado recién en horas de la tarde; c) Su persona el 18 del
mes y año indicados, fue designado como Director del referido Centro Penitenciario, asumiendo sus
funciones en horas de la noche, después de intervenir en un operativo se efectivizo el mandamiento
de libertad; y, d) No se vulneró ningún derecho constitucional, solo se cumplió con las formalidades
y procedimientos administrativos de la Dirección Departamental del Régimen Penitenciario.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 12/2019 de fecha 19 de junio, cursante de fs. 14 a 15, denegó la
tutela impetrada, en virtud a los siguientes fundamentos: 1) De acuerdo al acta de libertad, una vez
subsanados los requisitos administrativos del Régimen Penitenciario se otorgó al peticionante de
tutela su libertad el 18 de junio de 2019 a horas 20:32; y, 2) De acuerdo a la documentación cursante
en obrados y lo establecido en la Ley 2298, la autoridad demandada ha dado cumplimiento al
mandamiento de libertad por indulto.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el legajo, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa mandamiento de libertad por indulto de 7 de junio de 2019, emitido por el Juez de
Ejecución Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz, ordenando al Director del Centro
Penitenciario San Pedro de la citada ciudad, registre la libertad del interno Sergio Francisco Cataldi
Deheza. (fs. 2).
II.2. A través del Informe de Verificación de fecha 14 de junio de 2019, se puede constatar que los
datos corresponden al ciudadano Sergio Francisco Cataldi Deheza, que no tiene otro mandamiento
de detención, y la orden de libertad emitido por Ludwing Herrera Medina entonces Director del Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz (fs. 11).
II.3. Por Acta de Libertad de fecha 18 de junio de 2019, se verificó que el impetrante de tutela
obtuvo su libertad a horas 20:32 (fs. 12).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de sus representantes, alega como lesionado su derecho a la libertad, debido
que la autoridad demandada, no dio cumplimiento oportuno al mandamiento de libertad por indulto
emitido por el Juez de Ejecución Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada
III.1. La obligación de autoridad competente de ejecutar el mandamiento de libertad,
dentro del marco de celeridad y prioridad
El anterior Tribunal Constitucional en la SC 1213/2010-R de 6 de septiembre, refiriéndose a la
celeridad que debe prevalecer en la tramitación de solicitudes vinculadas al derecho a la libertad,
señaló que: “La concepción de Estado Social de Derecho, tiene como pilares principales la búsqueda
de la justicia y el acceso a la misma, conforme a ello, la Constitución Política del Estado vigente, a
fin de lograr el equilibro e igualdad de las partes en los procesos, ha revalorizado los derechos de la
víctima, buscando asegurar no sólo el acceso a los Tribunales y órganos encargados de administrar
justicia, sino también a que éstos se rijan por los principios, entre otros, de legalidad, eficacia,
eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido proceso e igualdad de las partes,
previstos en el art. 180 de la CPE, los que resultan exigibles no sólo a las autoridades judiciales que
administran justicia, sino también a los órganos coadyuvantes de ella (Ministerio Público, Policía
Nacional, etc.), dado que forman parte de toda la estructura de administración de justicia, pronta y
eficaz que debe garantizar el Estado boliviano”.

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De acuerdo al contenido de la jurisprudencia desarrollada, todas las instituciones que forman parte
de la estructura de la administración de justicia, deben observar el principio de celeridad, la que debe
prevalecer en la tramitación de solicitudes vinculadas al derecho a la libertad.
III.2. De la acción de libertad innovativa
El Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP 1887/2014 de 25 de septiembre, haciendo
referencia a la SCP 2075/2013 de 18 de noviembre, dejó establecido que: «…La doctrina
constitucional ha desarrollado diferentes modalidades o tipos de habeas corpus -ahora acción de
libertad-, así, entre ellos se tiene el habeas corpus innovativo, lo que en el régimen constitucional
vigente equivale a la acción de libertad innovativa. Su naturaleza principal radica en que, la
jurisdicción constitucional, a través de esta garantía, tiene la facultad de tutelar la vida,
libertad física y de locomoción, frente a las acciones y omisiones que restrinjan, supriman
o amenacen de restricción o supresión, aun cuando las mismas hubieran cesado o
desaparecido.
En ese contexto argumentativo, la acción de libertad -innovativa- permite al agraviado o
víctima de la vulneración acudir a la instancia constitucional pidiendo su intervención
con el propósito fundamental de evitar que, en lo sucesivo, se reiteren ese tipo de
conductas por ser reñidas con el orden constitucional; pues, conforme lo ha entendido la
jurisprudencia, en la SCP 0103/2012 de 23 de abril, “la justicia constitucional a través de la
acción de libertad se activa para proteger derechos subjetivos (disponibles) y además
derechos en su dimensión objetiva, es decir, busca evitar la reiteración de conductas
reñidas contra el orden público constitucional y los bienes constitucionales protegidos
de tutela reforzada”.
Ahora bien, está claro que el propósito de la acción de libertad innovativa, radica,
fundamentalmente, en que todo acto contrario al régimen constitucional que implique
desconocimiento o comprometa la eficacia de los derechos tutelados por esta garantía
jurisdiccional, debe ser repudiado por la justicia constitucional. Así, el propósito fundamental
de la acción de libertad innovativa, tiene la misión fundamental de evitar que en el futuro se repitan
y reproduzcan los actos contrarios a la eficacia y vigencia de los derechos a la vida, la libertad física
y de locomoción. En ese sentido, no se protegen únicamente los derechos de la persona que interpuso
la acción de libertad; al contrario, su vocación principal es que en lo sucesivo no se repitan las
acciones cuestionadas de ilegales, en razón a que, como ha entendido la jurisprudencia
constitucional, la acción de libertad se activa no simplemente para proteger derechos desde una
óptica netamente subjetiva, más al contrario, este mecanismo de defensa constitucional tutela los
derechos también en su dimensión objetiva, evitando que se reiteren aquellas conductas que lesionan
los derechos que se encuentran dentro del ámbito de protección de la acción de libertad y que
fundamentan todo el orden constitucional.
(…)
“…entiéndase la figura de la acción de libertad innovativa o habeas corpus innovativo como el
mecanismo procesal, por el cual el juez constitucional asume un rol fundamental para la protección
del derecho a la libertad personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie debe realizar una
declaración sobre la efectiva existencia de lesión al derecho a la libertad física o personal, aunque la
misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la comunidad y al funcionario o persona particular, que
esa conducta es contraria al orden constitucional, en esta Sentencia también se debe emitir una
orden al funcionario o particular que lesionó el derecho en sentido que, en el futuro, no vuelva a
cometer ese acto, con relación a la misma persona que activó la justicia constitucional o con otras
que se encuentren en similares circunstancias”.
(…)
Consiguientemente, a partir de la SCP 2491/2012, queda clara la reconducción de la jurisprudencia
al entendimiento contenido en la SC 0327/2004-R, en sentido que procede la acción de libertad
-bajo la modalidad innovativa- aún hubiere cesado el acto ilegal en cualquiera de las

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modalidades protectivas de la acción de libertad; es decir, la amenaza al derecho a la


vida, la privación de libertad, la persecución indebida o, en su caso el indebido
procesamiento vinculado con el derecho a la libertad física o personal» (las negrillas nos
pertenecen).
En el marco del desarrollo jurisprudencial expuesto, se entiende que el propósito fundamental de la
acción de libertad no es únicamente el de reparar o disponer el cese del hecho conculcador, sino
evitar que las autoridades judiciales, servidores públicos o personas particulares cuyas conductas
contravienen el orden constitucional y son susceptibles de sanción, no queden en la impunidad, así,
el acto lesivo haya desaparecido.
III.3. Análisis en el caso concreto
El accionante a través de sus representantes, alega como lesionado su derecho a la libertad, debido
que la autoridad demandada no dio cumplimiento oportuno al mandamiento de libertad por indulto
emitido por el Juez de Ejecución Penal Primero del departamento de La Paz.
Conforme los antecedentes procesales descritos en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se advierte que el 7 de junio de 2019, el citado Juez de Ejecución Penal
del departamento mencionado, emitió el mandamiento de libertad por indulto a favor del ahora
accionante, y que el 14 de junio del mismo año a horas 14:20, mediante hoja de ruta 17768 fue
recepcionado en oficinas del Centro Penitenciario San Pedro; del Informe de Verificación de 14 de
junio de 2019, se constata que los datos personales corresponden al ciudadano Sergio Francisco
Cataldi Deheza, que no tiene otro mandamiento de detención, lo que derivó en la orden de libertad
emitida por Ludwing Herrera Medina entonces Director del Centro Penitenciario señalado; y, por Acta
de Libertad de 18 de junio de 2019, se constata que al impetrante de tutela obtuvo su libertad a
horas 20:32.
En el marco del desarrollo expuesto en los Fundamentos Jurídicos III. 1 y 2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se constata que la autoridad demandada vulneró el derecho a la libertad
del accionante, al no observar lo establecido en los arts. 22 y 23 de la CPE, y el contenido del art. 39
de la Ley 2298 que señala: “cumplida la condena, concedida la libertad condicional o cuando cese la
detención preventiva, el interno será liberado en el día sin necesidad de trámite alguno”,
inobservando además el principio de celeridad que debe prevalecer en la tramitación y efectivización
del mandamiento de libertad por indulto, desconociendo que la potestad conferida a los funcionarios
policiales no es ilimitada, pues tienen el deber de aplicar en todo momento los procedimientos
conforme a derecho y efectuar sus acciones dentro de los límites legales y conforme a garantías
procesales, actuaciones que deben estar orientadas en todo momento, al respeto de los derechos y
garantías fundamentales.
En consecuencia, corresponde conceder la tutela solicitada en la modalidad innovativa, porque a
pesar de que el peticionante de tutela recuperó su libertad antes de llevarse adelante la audiencia de
consideración de la presente acción de defensa; no se puede negar la tutela ante las vulneraciones
del derecho fundamental a la libertad cometida por la autoridad demandada, a objeto de que esta
conducta ilegal no sea repetida por el demandado, y que a futuro no se reproduzcan ésta clase de
actos contrarios a la eficacia de los derechos a la libertad física y de locomoción, además con la
finalidad de establecer las responsabilidades que correspondan de los funcionarios que cometieron
esas ilegalidades al no existir documentación u otro medio de prueba que los exima de las mismas.
En consecuencia, el Juez de garantías, al denegar la tutela solicitada, obró de manera incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 12/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 14 a 15,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos precedentemente
expuestos.

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Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0665/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29615-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 06/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 53 a 54 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Lucio Flores Tusco contra Vanessa Nancy Quispe
Copacondo, Responsable Legal y de Clasificaciones a.i., de la Dirección Nacional de
Régimen Penitenciario; Ernesto Jorge Vergara Quiroga, Director; y, Marcelo Germán
Sánchez Nogales, Asesor Jurídico, ambos de la Dirección Departamental de Régimen
Penitenciario de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 13 de junio de 2019, cursante de fs. 12 a 13 vta., el accionante, manifestó
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra por la presunta comisión del
delito de tráfico de sustancias controladas, fue sentenciado a diez años de presidio a ser cumplidos
en la Carceleta de Sica Sica del departamento de La Paz.
Habiendo transcurrido una cuarta parte de la mencionada pena, el 15 de mayo de 2019, presentó
solicitud para acogerse al indulto que fue observado bajo el argumento de que estarían pendientes
otros procesos seguidos en su contra por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de
deberes, evasión y favorecimiento a la evasión, aperturados el 17 de abril del mismo año, a causa
de que el 4 de ese mes y año, salió de la carceleta y se dirigió al río a aprovisionarse de agua ya que
no había en el pueblo y que de su salida tenía conocimiento del encargado del referido Centro
Penitenciario. En este sentido, para efectivizar su solicitud necesitaba que la Dirección Departamental
de Régimen Penitenciario de La Paz, haga la aclaración correspondiente a efectos de que se proceda
con la conclusión y archivo de la referida causa.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, vinculado a la libertad y al principio de
celeridad, citando al efecto los arts. 14, 23.VI, 73, 74, 115, 125, 126, 178, 180, y 256.I.II de la
Constitución Política del Estado (CPE); y, 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y “…se resguarde EL PRINCIPIO DE CELERIDAD Y POR
CONSIGUIENTE SE ORDENE EL INMEDIATO SUBSANACIÓN DE MI INDULTO
PRESENTANDO EL MEMORIAL QUE INDIQUE QUE MI PEROSNA NO ESTA EVADIDO O
PRÓFUGO DEL PENAL…” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
La audiencia pública de consideración de la presente acción de libertad, se realizó el 14 de junio de
2019, según consta en acta cursante de fs. 48 a 52 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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El accionante a través de su abogada ratificó el contenido íntegro de la acción tutelar presentada y


ampliándola manifestó: a) El segundo proceso iniciado en su contra por la presunta comisión de los
delitos de incumplimiento de deberes, evasión y favorecimiento a la evasión, no tiene sentido dado
que al ser un privado de libertad y no un funcionario público no puede cometer el primer y tercer
ilícito; y en cuanto al segundo, no se encuentra prófugo, pues aún se encuentra en la Carceleta de
Patacamaya; b) La observación realizada sobre el aludido segundo proceso penal, no es subsanable
por el solicitante de indulto, sino, por la Dirección de Régimen Penitenciario que ya tiene el informe
respecto a que su persona no fugó y debe realizar dicha aclaración a efectos de que se proceda con
el rechazo de la denuncia y posterior archivo de obrados; c) El Decreto Supremo (DS) 3756 de 16
de enero de 2019, establece que cuando en el Certificado del Sistema “SIREC” -debió decir Sistema
Integrado de Registro Judicial (SIREJ)- reporte dos o más procesos penales, se tiene que adjuntar
Certificación emitida por el juzgado o tribunal de la causa de cada uno de los procesos abiertos, en
el que se detalle el delito, estado actual y señalar que no se tiene sentencia condenatoria
ejecutoriada; y, d) Lo que está pidiendo la Dirección Departamental de Régimen es ultra petita,
dilatando injustificadamente su requerimiento y desconociendo el principio de celeridad y gratuidad
como elementos del debido proceso, cuando no tendría que haber ninguna otra observación a su
solicitud.
En audiencia el Juez de garantías preguntó si existe otro medio para realizar un reclamo formal sobre
estos extremos y si se agotó esa vía, al respecto, el accionante informó que: 1) Se presentó memorial
al “Juzgado de Anticorrupción” (sic.), solicitando que se conmine al Ministerio Público para que decida
si continua o no con el segundo proceso, ya que luego de presentada la denuncia por el Régimen
Penitenciario, no se procedió siquiera con la declaración de los internos; y, 2) El Asesor de la referida
entidad, indicó que serían ellos los que deben resolver el caso; pues, está en su poder el dato real
de quienes evadieron, información que debieron hacerla llegar tanto al Ministerio Público como al
Juzgado de la causa, aspecto que no fue cumplido impidiendo que pueda acceder al beneficio de
indulto.
I.2.2. Informe de los demandados
Marcelo Germán Sánchez Nogales, Asesor Jurídico de la Dirección Departamental de Régimen
Penitenciario de La Paz, en representación de esa entidad, en audiencia manifestó que: i) Ernesto
Vergara Quiroga, Director de la referida entidad se encuentra en las oficinas del Ministerio de
Gobierno de la ciudad de La Paz; ii) Revisada la documentación del interno, como primer filtro, se
encontró que este tenía dos procesos, uno por tráfico de sustancias controladas cuya condena estaría
siendo cumplida y el segundo por evasión, debido a que salió de la carceleta sin autorización de los
jueces; y, iii) Con el proyecto de resolución elaborado por su persona, pasa a manos de la
Responsable Legal y de Clasificaciones, para un análisis más detallado y finalmente a la Dirección
para la firma correspondiente; sin embargo, este procedimiento no se desarrolló en este caso ya que
en el trámite del peticionante de tutela, se detectó el referido aspecto.
El Juez de garantías, consultó si hubo evasión y quién es la persona que debe adjuntar el certificado
-de procesos abiertos que reporta el SIREJ-; a lo que respondió que: a) No hubo evasión; y, b) El
solicitante de indulto es quien debe adjuntar ese certificado.
Vanessa Nancy Quispe Copacondo, Responsable Legal y de Clasificaciones a.i., de la Dirección
Nacional de Régimen Penitenciario, mediante informe escrito, cursante de fs. 20 a 25, solicitó que se
deniegue la tutela, expresando que: 1) Causa extrañeza que haya sido identificada como autoridad
demandada, sin señalar la acción u omisión en la que hubiera incurrido y que el memorial de
interposición de la acción de forma simple, nombró a ciertas autoridades, sin determinar cuál sería
el grado de responsabilidad o cómo habrían vulnerado su derecho; 2) De acuerdo al DS 3756, son
las Direcciones Departamentales de Régimen Penitenciario quienes deben analizar y revisar las
carpetas de solicitud de indulto y verificar si cumplen o no con las condiciones y requisitos, para luego
emitir la resolución respectiva y remitirlas a la Dirección General a efectos de que esa instancia dé su
visto bueno, y posteriormente las devuelva para que sea remitidas al Juzgado de Ejecución Penal
para su homologación; 3) La Disposición Final Segunda del precitado Decreto, remarca que cuando

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el SIREJ, reporta dos o más procesos debe certificarse los mismos y el ahora accionante tendría un
proceso pendiente por la supuesta comisión del delito de evasión; y, 4) Su despacho, no recibió la
carpeta del solicitante de indulto, entendiendo que fue observada por la instancia departamental.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 06/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 53 a 54 vta., concedió en
parte la tutela solicitada, respecto a Ernesto Vergara Quiroga, Director Departamental de Régimen
Penitenciario, disponiendo que el precitado ordene a la unidad pertinente dar la celeridad al trámite
del indulto solicitado por el ahora accionante; y, denegó en relación a Marcelo Sánchez Nogales,
Asesor Jurídico de dicha repartición estatal, así como respecto a Vanessa Nancy Quispe Copacondo
“Directora Legal Del Régimen Penitenciario” (sic.) -Responsable Legal y de Clasificaciones a.i., de la
Dirección Nacional de Régimen Penitenciario-, decisión asumida sobre la base de los siguientes
fundamentos: i) Existe una solicitud de indulto presentada por el impetrante de tutela, que de
acuerdo a lo señalado por el Asesor Jurídico, cumplió con los requisitos exigidos por ley; sin embargo,
fue observado por la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario debido a que se identificó
un proceso por evasión que se encontraba pendiente y que es subsanable en el transcurso de la
tramitación; y, ii) Se puede advertir, que el Director de Régimen Penitenciario no adecuó sus actos
a la ley, debiendo ser corregidos inmediatamente a través de la unidad correspondiente.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 11 de abril de 2019, Delia Celia Illanes Choquetijlla, Directora
Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, interpuso denuncia contra Genaro Blanco Quispe,
Alcaide de la Carceleta de Sica Sica del referido departamento, por la presunta comisión de los delitos
de favorecimiento a la evasión e incumplimiento de deberes ante la Fiscalía del aludido departamento
(fs. 42 a 43 vta.).
II.2. Mediante el Informe 42/2019 de 25 del mes y año precitados, Helen Norah Calderón Garrido,
Responsable de Plataforma de Atención al Público e Informaciones del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, hizo conocer al Juez de Ejecución Penal Segundo del prenombrado departamento
el reporte del sistema informático SIREJ donde se encontraban consignados los procesos que existían
contra el ahora impetrante de tutela que son tráfico de sustancias controladas y evasión (fs. 34).
II.3. Por informe de 6 de mayo de 2019, el Secretario del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y
Contra la Violencia a la Mujer Primero de la Capital del departamento de La Paz, refirió que la
investigación penal por los delitos de favorecimiento a la evasión, incumplimiento de deberes y
evasión se encuentra en etapa preliminar (fs. 36).
II.4. Cursa nota presentada el 15 de mayo de 2019, por Marcelo Sánchez Nogales, Asesor Jurídico
de la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario, mediante el cual remite al Director de dicha
repartición estatal la carpeta con los documentos de respaldo de la solicitud de concesión de indulto
realizada por el ahora accionante (fs. 2).
II.5. A través de escrito presentado el 14 de junio del indicado año, el impetrante de tutela solicitó
que el Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia a la Mujer Primero de la Capital del
departamento de La Paz, emita conminatoria para la conclusión y archivo de la investigación penal
referida en las Conclusiones II.1, 2 y 3 (fs. 44).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, vinculado a la libertad y el principio de
celeridad, arguyendo que el trámite de su solicitud de indulto, fue observado por estar pendiente
otra causa penal por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, evasión y
favorecimiento a la evasión, que se habría iniciado en su contra, por haber ido al río a aprovisionarse
de agua, en cuyo sentido, la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, no hizo

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 232


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la aclaración correspondiente a efectos de que se proceda con la conclusión y archivo de la referida


investigación.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos expuestos son evidentes con el
fin de conceder o denegar la tutela.
III.1. Con relación al principio de celeridad como componente de la garantía del debido
proceso contra todo acto dilatorio que restrinja, suprima o impida el ejercicio del derecho
a la libertad física
Haciendo referencia al tema, la SCP 0273/2019-S2 de 24 de mayo, señaló: “Sobre el particular, el
art. 115 de la CPE, respecto al derecho a un plazo razonable como elemento del debido proceso,
consagra que: ‘I. Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales
en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos. II. El Estado garantiza el derecho a la defensa
y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones’, precepto
constitucional que se sustenta, en el principio de celeridad previsto en el art. 180.I de la
Norma Suprema que establece: ‘La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los principios procesales
de gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad,
eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido proceso e igualdad de las partes
ante el juez’; el cual debe ser observado por los administradores de justicia a momento de resolver
las causas que son sometidas a su conocimiento, más aun cuando en previsión de los arts. 9.4 y 13.I
de la CPE, el Estado y por ende todos los Órganos Públicos tienen el deber de promoverlos,
protegerlos y respetarlos.
Sobre el particular, el art. 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH),
instituye que: ‘Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro
de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter’ … norma internacional que guarda relación
con el art. 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que determina
que todo acusado de un delito tiene derecho: ‘A ser juzgado sin dilaciones indebidas’ .
Por su parte, el entonces Tribunal Constitucional mediante la SC 1579/2004-R de 1 de octubre,
referente a la clasificación doctrinal del hábeas corpus -ahora acción de libertad- estableció que la
mencionada garantía constitucional ‘…por violaciones a la libertad individual y/o locomoción, puede
ser reparador si ataca una lesión ya consumada, preventivo si procura impedir una lesión a producirse
o correctivo si intenta evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene a una persona
detenida’, posteriormente a partir de la vigencia de la Constitución Política del Estado que fue
promulgada el 7 de febrero de 2009, el órgano constitucional a través de la SC 0044/2010-R de 20
de abril, reconoció las nombradas modalidades de acción de libertad -por cuanto aun podían ser
identificadas en el ordenamiento jurídico vigente- y amplió la clasificación doctrinal al hábeas corpus
instructivo, restringido y el traslativo o de pronto despacho, estableciendo que el último
nombrado tiene por objeto ‘…acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando
existen dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de la persona que se
encuentra privada de libertad’.
Más adelante, la SC 0465/2010-R de 5 de julio, respecto a la actuación de las autoridades que
conozcan una solicitud donde esté involucrada la libertad de un privado de libertad, citando a la SC
0862/2005-R de 27 de julio, concluyó que:’…que toda autoridad que conozca de una solicitud
en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de
tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos
razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado
derecho, lo que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en
forma positiva, pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten
en cada caso, dado que se reitera la lesión del derecho a la libertad física, está en la
demora o dilación indebida de una solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 233


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solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley no es ilegal siempre que
esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la solicitud’” (las negrillas fueron
añadidas).
Del Fundamento Jurídico glosado, resalta la trascendencia del principio de celeridad en los trámites
vinculados a la libertad personal; por el que, las autoridades administrativas o judiciales que conozcan
solicitudes de tal naturaleza, deben de gestionarlas con la mayor premura posible evitando dilaciones
injustificadas o indebidas que puedan generar perjuicio al derecho a la vida o a la libertad de los
procesados.
Ante supuestas demoras arbitrarias o infundadas respecto a trámites como los señalados, resulta
viable la interposición de la acción de libertad de pronto despacho con la finalidad de que se corrijan
las deficiencias anotadas y se agilice la gestión del asunto en cuestión.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, vinculado a la libertad y el principio de
celeridad, argumentando que el trámite de su solicitud de indulto fue observado por estar pendiente
otros procesos penales por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, evasión
y favorecimiento a la evasión, abierta en su contra debido a que el 4 de abril de 2018, con el permiso
del encargado de la Carceleta de Sica Sica del departamento de La Paz, fue al río a aprovisionarse
de agua. Situación que la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, no aclaró
con la finalidad de que se proceda con la conclusión y archivo de la investigación.
Del legajo de antecedentes aparejados al expediente, se extrae que por memorial presentado el 11
de abril de 2019, Delia Celia Illanes Choquetijlla, que ejercía el cargo de Directora Departamental de
Régimen Penitenciario de La Paz, formalizó denuncia por la presunta comisión de los ilícitos de
favorecimiento a la evasión e incumplimiento de deberes contra Genaro Blanco Quispe, Alcaide de la
Carceleta de Sica Sica del referido departamento (Conclusión II.1).
Por informe de 25 del mismo mes y año, Helen Norah Calderón Garrido, Responsable de Plataforma
de Atención al Público e Informaciones del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, hizo conocer
el reporte emanado del sistema informático SIREJ consignando los dos procesos mencionados; es
decir, el de tráfico de sustancias controladas y el de evasión respecto al solicitante de indulto y que
de acuerdo al informe de 6 de mayo del mismo año, emitido por el Secretario del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia a la Mujer Primero de la Capital del departamento ya
nombrado, la última de las causas se encontraría en etapa preliminar. Sobre este punto, a través de
escrito presentado el 19 de junio del indicado año, el ahora accionante de tutela pidió que el Juez del
precitado Juzgado, emita conminatoria para que se proceda a la conclusión y archivo de la
investigación penal referida (Conclusiones II.2, 3 y 5).
Finalmente, a través de nota presentada el 15 de mayo de 2019, Marcelo Sánchez Nogales, Asesor
Jurídico de la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario de La Paz, remitió al Director de
dicha repartición estatal la carpeta con los documentos aparejados a la solicitud de concesión de
indulto realizada por el accionante (Conclusión II.4).
Teniendo ese contexto fáctico, resulta pertinente referirse al DS 3756 que tiene por objeto conceder
amnistía e indulto por razones humanitarias y que en relación al punto central del reclamo expuesto
en la presente acción tutelar, dispone:
“Artículo 5°.- (Asistencia institucional) Para la implementación efectiva del presente Decreto
Presidencial, asistirán con celeridad y de forma gratuita:
1. Las y los directores de los recintos penitenciarios o la autoridad competente otorgando los
certificados de permanencia, en el plazo de un (1) día computable a partir de su solicitud, bajo
responsabilidad;
(…)
Artículo 11°.- (Trámite de solicitud de indulto)

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 234


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(…)
III. Si la persona solicitante cumple todos los requisitos, el Servicio Legal del recinto penitenciario
procederá al llenado del formulario de cumplimiento de requisitos formales y lo remitirá a la Dirección
Departamental de Régimen Penitenciario. En caso que la persona solicitante no cumpla con alguno
de los requisitos, se harán conocer las observaciones, subsanables o insubsanables.
IV. La Dirección General de Régimen Penitenciario y las Direcciones Departamentales tendrán las
siguientes obligaciones:
1. Analizar las solicitudes y la documentación presentada por la persona solicitante, el
Servicio Legal de los Centros Penitenciarios o la Defensoría del Pueblo;
2. Emitir un informe de “cumplimiento” o “no cumplimiento” de los requisitos establecidos
para la solicitud del indulto en el plazo de tres (3) días hábiles de recibida la carpeta;
3. En caso de “no cumplimiento” de los requisitos, la carpeta deberá ser devuelta a la
persona solicitante, al Servicio Legal o a la Defensoría del Pueblo, según corresponda, para
subsanar la observación;
4. En caso de “cumplimiento”, la o el Director Departamental de Régimen Penitenciario
emitirá la Resolución Administrativa de Procedencia del Indulto y remitirá el trámite a la
o el Director General de Régimen Penitenciario, para la suscripción de la Resolución
Administrativa en el plazo máximo de tres (3) días hábiles;
5. La Dirección Departamental de Régimen Penitenciario, una vez recibida la carpeta de solicitud, con
el visto bueno del Director General de Régimen Penitenciario, dentro del plazo de tres (3) días hábiles
remitirá al Juzgado de Ejecución Penal competente, para la homologación de la Resolución
Administrativa de Indulto.
(…)
Disposición Final Segunda.- Cuando el Certificado del Sistema SIREJ reporte dos (2) o más
procesos penales, se deberá adjuntar Certificación emitida por el juzgado o tribunal de la causa de
cada uno de los procesos abiertos que reporta el Sistema SIREJ, en el que se deberá detallar el delito,
estado actual de la causa y señalar que no se tiene sentencia condenatoria ejecutoriada” (las negrillas
fueron incorporadas).
Del extracto normativo desarrollado, referido al trámite y procedimiento para la concesión de indulto
-caso que nos ocupa- se evidencia que el DS 3756 en ningún momento otorga atribuciones a las
Direcciones departamentales de Régimen Penitenciario para realizar aclaraciones, explicaciones o
justificaciones respecto a las investigaciones o procesos penales iniciados contra los solicitantes de
concesión de amnistía o indulto, pues su labor en cuanto al reclamo específico del accionante- está
limitada a analizar la documentación presentada, el cumplimiento de requisitos, emitir informes y las
observaciones que correspondan respecto a las aludidas carpetas, a efectos de que el interesado
proceda a subsanarlas en lo que de él dependa.
En el caso concreto de la investigación penal por la presunta comisión del delito de evasión que
genera la preocupación en el impetrante de tutela, corresponde que las autoridades competentes -
Ministerio Público- procedan con las indagaciones que consideren pertinentes para esclarecer los
hechos denunciados que le permitan arribar a conclusiones que a su vez conduzcan a la emisión del
requerimiento final previsto en la norma adjetiva penal, pudiendo el peticionante de tutela acudir al
Ministerio Público conforme prevé el art. 306 del (Código de Procedimiento Penal (CPP).
De igual forma, no existe documento o norma del que emane una obligación específica -como la
exigida por el accionante- atribuible a la referida Dirección; más aún, cuando en el legajo de
documentos adjuntos a esta acción de libertad no se evidencia solicitud alguna en ese sentido,
dirigida a dicha repartición estatal u otra de sus dependencias de la que pueda surgir una
interpelación por falta de respuesta.

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No obstante, conforme emana de la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico


III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, no es menos cierto que las autoridades
jurisdiccionales y administrativas –la Dirección de Régimen Penitenciario en este caso- están
compelidos a observar el principio de celeridad en los trámites vinculados a la libertad personal,
debiendo proceder a gestionarlos y culminarlos con la mayor premura posible o dentro de plazos
razonables, evitando dilaciones injustificadas o indebidas en detrimento del derecho a la libertad de
los procesados. Razonamiento que tiene sustento en el marco legal transcrito en párrafos
precedentes, referidos al procedimiento establecido respecto al trámite de las solicitudes de indulto,
de el que se enfatiza el art. 5 del DS 3756, relacionado a la celeridad en la asistencia que las
instituciones deben prestar respecto al mencionado trámite instaurado como política estatal
coadyuvante a los fines del mandato instituido en el art. 74 de la CPE cuando restablece que: “I. Es
responsabilidad del Estado la reinserción social de las personas privadas de libertad, velar por el
respeto de sus derechos…”.
De las circunstancias que dieron lugar a la interposición de la acción de libertad ahora examinada, se
extrae como acto lesivo la dilación incurrida respecto al tratamiento de la solicitud de indulto en favor
del impetrante de tutela; en ese sentido, los datos del proceso evidencian que la Dirección
Departamental de Régimen Penitenciario, incumplió lo regulado en el art. 11 del prenombrado
Decreto Supremo cuyo parágrafo IV, puntualiza obligaciones tales como analizar las solicitudes y la
documentación presentada; emitir informe de “cumplimiento” o “no cumplimiento” de requisitos;
devolución de la carpeta cuando corresponda; pronunciar Resolución Administrativa de Procedencia
del Indulto. Posteriormente, deberá remitirla a la Dirección General de Régimen Penitenciario para la
suscripción del Dictamen y finalmente enviarla a la autoridad judicial de la causa para su
homologación respectiva.
Asimismo, a los efectos descritos anteriormente, la referida norma señaló
plazos que en el caso de autos fueron abundantemente excedidos, pues desde la recepción del
trámite de la solicitud de indulto -15 de mayo de 2019, conforme refleja la Conclusión II.4- hasta el
día de la audiencia de consideración de esta acción de libertad -13 de junio del mismo año- transcurrió
prácticamente un mes sin que el caso sea definido, manteniendo al solicitante de tutela en total
incertidumbre con el argumento de que tendría un segundo proceso o investigación en curso por
presunta evasión, lo que conlleva a ratificar que el accionar de los funcionarios y autoridades de la
Dirección Departamental de Régimen Penitenciario fue contrario a los razonamientos contenidos en
la jurisprudencia desplegada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, línea jurisprudencial aplicable a la situación examinada.
Bajo esos parámetros, se concluye que el Director Departamental de Régimen Penitenciario de La
Paz, además de recibir la carpeta documentada referida a la solicitud del impetrante, debió instruir
la prosecución del trámite hasta su culminación en el marco de los plazos del Decreto Supremo y no
retenerlo en observación por tiempo indeterminado, situación que se ajusta a los alcances de la
acción de libertad traslativa o de pronto despacho, cuya finalidad está en acelerar los trámites
judiciales o administrativos y corregir las deficiencias anotadas cuando existen dilaciones indebidas
que por ser contrarias a los fundamentos y la normativa transcrita en párrafos superiores afectan el
derecho a la libertad de las personas; criterios concordantes con instrumentos internacionales como
el art. 8.1 de la CADH, así como el art. 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP), que enfatizan el derecho que tiene toda persona a ser juzgada en un proceso sin
dilaciones indebidas. Consecuentemente, en consideración a todo lo expresado corresponde conceder
la tutela impetrada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber concedido en parte la tutela solicitada, obró
conforme a los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en

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revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 06/2019 de 14 de junio, cursante de fs. 53 a 54


vta., pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos que el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Msc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. Msc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0666/2019-S3


Sucre, 2 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29617-2019-60-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 19 de junio de 2019, cursante de fs. 35 a 38, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Wilder Rivera Cuba en representación sin mandato de
Viviana Liliana Rodríguez Gonzales y José Enrrique Cartagena Calizaya contra Rosario
Beatriz Orozco García, Jueza de Instrucción Penal Segunda de la Capital del
departamento de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 18 de junio de 2019, cursante de fs. 6 a 7 vta., los accionantes a través
de su representante refirieron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro el proceso penal que se les sigue por la presunta comisión del delito de lesiones graves y
leves, previsto en el art. 271 del Código Penal (CP), en audiencia de aplicación de medidas cautelares,
fueron detenidos preventivamente por Auto Interlocutorio de 11 de junio de 2019 en los Centros
Penitenciarios San Sebastián Mujeres de Cochabamba y “San Pablo” de Quillacollo respectivamente,
del mismo departamento; en ese actuado judicial interpusieron recurso de apelación incidental
conforme al art. 251 del Código de Procedimiento Penal (CPP), sin que se haya remitido obrados al
Tribunal de alzada hasta la fecha de presentación de esta acción tutelar.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes a través de su representante denunciaron la lesión de su derecho a la libertad y al
principio de celeridad, citando al efecto los arts. 22, 23.I, 115.I, 178.I y 180.I de la Constitución
Política del Estado (CPE); y, 3 y 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo que la autoridad demandada remita obrados al Tribunal
de alzada.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 19 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 33 a 34,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado, ratificaron in extenso el memorial de acción de libertad y
ampliando el mismo señalaron que: a) En audiencia de aplicación de medidas cautelares de 11 de
junio de 2019, interpusieron recurso de apelación incidental contra el Auto Interlocutorio de la misma
fecha, el cual no fue remitido al Tribunal de alzada; b) El 18 de igual mes y año se apersonó su
abogado defensor al Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital del departamento de
Cochabamba con el objeto de recabar la documentación pertinente, pero el Secretario del Juzgado
prenombrado le manifestó que no “…estaría listo el mismo y que no es el único caso…” (sic); c) La
jurisprudencia constitucional estableció que el plazo para la remisión de obrados al Tribunal de alzada
debe ser de veinticuatro horas, con la excepción de la adición de tres días por la recarga laboral que
tienen los juzgados, motivo que debe ser justificado; y, d) A través de los antecedentes se demostró

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 238


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que transcurrieron más de siete días, vulnerando su derecho a la libertad y al principio de celeridad;
más aún, cuando es de conocimiento de la autoridad demandada que los peticionantes de tutela son
cónyuges.
I.2.2. Informe de la demandada
Rosario Beatriz Orozco García, Jueza de Instrucción Penal Segunda de la Capital del departamento
de Cochabamba, mediante informe escrito de 19 de junio de 2019 -sin fecha de recepción-, cursante
a fs. 22, señaló que: 1) El Secretario del citado Juzgado emitió un informe explicándole las razones
por las cuales no ingresó a despacho el acta de la audiencia de aplicación de medidas cautelares; y,
2) Conminó a dicho servidor de apoyo jurisdiccional, para que labre el acta inmediatamente y de
forma posterior remita al Tribunal de alzada; en consecuencia, solicitó se sirva denegar la tutela.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Cuarto de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución de 19 de junio de 2019, cursante de fs. 35 a 38, concedió
la tutela impetrada, disponiendo que la Jueza demandada remita antecedentes “…en el plazo de 24
horas (…) al Tribunal de Alzada” (sic), bajo los siguientes fundamentos: i) Conforme a la
jurisprudencia constitucional el plazo de veinticuatro horas para la remisión de obrados ante el
Tribunal de alzada, podrá ampliarse a tres días, cuando se haya justificado la excesiva carga laboral,
las suplencias legales o la cantidad de imputados que existieran; ii) En la presente causa, la referida
autoridad no justificó dicha recarga laboral, más aún, admitió la no remisión de obrados a la instancia
superior; y, iii) En caso de tomarse en cuenta la flexibilización del plazo, este igual hubiese fenecido,
demostrándose de esta manera la dilación en el procedimiento de la apelación incidental.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa informe escrito de César Ariel Rioja Bustamante, Secretario del Juzgado de Instrucción
Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, mediante el cual indicó “…debido a
las abundantes audiencias realizadas en este despacho judicial no pude terminar de elaborar el acta
respectiva” (sic [fs. 23]).
II.2. Se tiene Nota de 19 de abril -lo correcto es junio- de 2019, por la que se remitió la apelación
incidental interpuesta contra el Auto Interlocutorio de 11 de junio del mismo año, dentro del proceso
penal seguido por el Ministerio Público contra Viviana Liliana Rodríguez Gonzales y José Enrrique
Cartagena Calizaya -accionantes-, por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves, con
cargo de recepción de 19 de similar mes y año (fs. 32).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes a través de su representante alegaron la lesión de su derecho a la libertad y al
principio de celeridad; toda vez que, habiendo formulado recurso de apelación incidental contra el
Auto Interlocutorio de 11 de junio de 2019, que dispuso la detención preventiva de ambos, la Jueza
demandada no remitió obrados al Tribunal de alzada dentro las veinticuatro horas, conforme al art.
251 del CPP dilatando indebidamente la tramitación de dicho recurso.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales hechos son evidentes a fin de conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y el plazo para la remisión de
antecedentes del recurso de apelación incidental de medidas cautelares ante el Tribunal
de alzada
La acción de libertad traslativa o de pronto despacho tiene el fin de acelerar los trámites judiciales o
administrativos ante dilaciones indebidas de la persona privada de su libertad, al respecto la SCP
1874/2014 de 25 de septiembre, estableció que: “La acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, se encuentra desarrollada por la jurisprudencia de este Tribunal, entendida como el
medio procesal idóneo para que las partes de un proceso puedan obtener la celeridad

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 239


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necesaria en los trámites judiciales o administrativos cuando en los mismos exista


dilaciones innecesaria o indebidas y como efecto se prolonga una restricción al derecho
a la libertad, criterio este que va en conjunción con el principio de celeridad reconocido en
los arts. 178 y 180.I de la CPE, al indicar: ‘La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los principios
procesales de gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad, probidad, honestidad,
legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez…’ (art. 180.I); por ende todo administrador
de justicia en ejercicio de sus funciones, se encuentra constreñido a observar los indicados principio,
evitando dilaciones indebidas o innecesarias que sólo generen perjuicio al derecho a la vida o la
libertad de los procesados, criterio que es concordante con instrumentos internacionales, así los arts.
8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que señalan el derecho que tiene toda persona a ser juzgada
en un proceso sin dilaciones indebidas.
En ese sentido, este tipo de acción se activa para reparar las lesiones al derecho a la
libertad ante demoras injustificadas que perjudican a la persona privada de la misma, es
así que la importancia de la acción de libertad de pronto despacho se encuentra, entre otras, en la
SCP 0011/2014 de 3 de enero, que sobre el tema indicó que esta acción: ‘…busca acelerar los
trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas para resolver
la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad, precisamente
para la concreción del valor libertad, el principio de celeridad y el respeto a los derechos’”
(las negrillas fueron añadidas).
Asimismo, la SCP 0025/2015-S2 de 16 de enero expuso que: “…cuando exista privación de
libertad y dilaciones innecesarias, que desencadenen en mora procesal, que impida el
normal desarrollo del proceso, es posible activar la vía constitucional, mediante acción
de libertad traslativa o de pronto despacho, con la única condición que dicha demora
tenga repercusión directa con el derecho a la libertad del encausado, misma que no está
exclusivamente reservada para una etapa determinada del proceso, sino más bien, a todo el
desarrollo del mismo, pudiendo activarse en la etapa preliminar, preparatoria, juicio, recursos y
ejecución” (el resaltado es nuestro).
Sobre el plazo que tiene la autoridad jurisdiccional para remitir el recurso de apelación planteado
contra una resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, así como en relación
al trámite que debe imprimir el Tribunal de alzada en dicho recurso la SCP 1866/2012 de 12 de
octubre entendió que: “…la remisión al Tribunal de alzada de la apelación incidental interpuesta
contra una Resolución que impone la medida cautelar de detención preventiva, la SC 0076/2010-R
de 3 de mayo, refirió que: '…el Código de Procedimiento Penal, dentro del sistema de recursos que
dispensa a las partes, prevé el de apelación contra las resoluciones que dispongan,
modifiquen o rechacen las medidas cautelares, que se muestra como un recurso sumario, pronto
y efectivo, dado que conforme lo establece el art. 251 del CPP, una vez interpuesto este recurso,
las actuaciones pertinentes deben ser remitidas ante la Corte Superior del Distrito (ahora
Tribunal Departamental) en el término de veinticuatro horas, debiendo el tribunal de apelación
resolver el recurso, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las
actuaciones'. A su vez en la SC 0387/2010-R de 22 de junio y ratificado por la SC 1181/2011-R de 6
de septiembre, se expresó: '…que a toda solicitud relativa o vinculada a la libertad de las personas,
debe imprimírsele celeridad en su resolución sea positiva o negativamente para quien la pide, este
mismo entendimiento es aplicable para los recursos de apelación sobre medidas cautelares, así como
también para las de cesación de detención preventiva, las que pueden traducirse en la remisión de
los antecedentes ante el superior en grado, para su resolución, más aún si existe un procedimiento
establecido para ello en el que se fijan plazos para la emisión de la resolución correspondiente, como
se estableció en la SC 0160/2005 de 23 de febrero'" (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
De antecedentes de la presente acción tutelar, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público contra los impetrantes de tutela por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves,

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César Ariel Rioja Bustamante, Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital del
departamento de Cochabamba, informó a la Jueza demandada, que el 19 de junio de 2019 no terminó
de labrar el acta de audiencia de aplicación de medidas cautelares, debido a la carga laboral del
referido Juzgado (Conclusión II.1); mediante Nota de igual fecha y año se remitió la apelación
incidental interpuesta por los accionantes contra el Auto Interlocutorio de 11 del mismo mes y año
(Conclusión II.2).
De la acción de libertad presentada, se tiene que los peticionantes de tutela a través de su
representante alegaron que dentro del proceso penal seguido en su contra por medio del Auto
Interlocutorio de 11 de idéntico mes y año, se dispuso la detención preventiva de ambos, el cual en
igual fecha impugnaron en audiencia de aplicación de medidas cautelares, sin que se haya remitido
obrados al superior en grado hasta la presentación de esta acción de libertad.
Por su parte, la Jueza demandada informó que no se remitieron antecedentes al Tribunal de alzada,
toda vez que el Secretario del indicado Juzgado, no labró el acta debido a la carga laboral que tenía,
procediendo a conminar al prenombrado a efecto de que inmediatamente elabore el mismo, y en el
día remita obrados a la instancia correspondiente.
En ese entendido, conforme al desarrollo jurisprudencial expuesto en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, entre los principios que sustentan a la
jurisdicción ordinaria se encuentra la celeridad, que es esencial en los trámites judiciales, debiendo
la autoridad jurisdiccional atender el pedido en el plazo otorgado por la norma; más aún cuando se
trata de personas privadas de libertad y si esta se ve afectada por alguna dilación indebida respecto
al derecho a la libertad, puede activar la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, con el
fin de acelerar el actuado pendiente.
En tal sentido, conforme los datos del proceso, así como lo manifestado por las partes, se tiene que
los impetrantes de tutela en audiencia de consideración de medidas cautelares de 11 de junio de
2019, formularon recurso de apelación incidental contra el Auto Interlocutorio de idéntica fecha, que
dispuso la detención preventiva de ambos en los Centros Penitenciarios San Sebastián Mujeres de
Cochabamba y “San Pablo” de Quillacollo respectivamente, de igual departamento, no habiéndose
remitido obrados al Tribunal de alzada dentro las veinticuatro horas siguientes, conforme al plazo
establecido por ley; por el contrario, el 19 de idéntico mes y año a horas 14:45 se habría presentado
el expediente a la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; es
decir, que desde la interposición de dicho recurso hasta la presentación de esta acción tutelar,
transcurrieron más de cinco días, por lo que el término de remisión fijado por ley fue abundantemente
superado.
En consecuencia, resulta aplicable al caso en análisis, lo expuesto en el Fundamento Jurídico III.1
del presente fallo constitucional, en relación a la activación de la acción de libertad traslativa o de
pronto despacho, ante la existencia de actos dilatorios en la vía judicial, que afecten el derecho a la
libertad y el plazo de veinticuatro horas que otorga el Código Adjetivo Penal a la autoridad a cargo
del proceso para remitir actuados, respecto al recurso de apelación incidental planteado contra la
resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares; advirtiéndose en el caso objeto
de análisis, que la Jueza demandada remitió obrados a la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba como consecuencia de la notificación con la interposición
de la presente acción tutelar, que en su rol de administradora de justicia se apartó del principio de
celeridad que funda a la jurisdicción ordinaria, sin dar la agilidad pertinente a los trámites que
involucren a privados de libertad; por el contrario, dilató indebidamente el envío de la apelación
incidental planteada por los impetrantes de tutela, actuando al margen del mandato legal establecido,
lo que desencadenó la vulneración del derecho a la libertad.
Consecuentemente, corresponde conceder la tutela solicitada a través de esta acción de libertad en
la modalidad traslativa o de pronto despacho, por lesión al principio de celeridad.
Por lo expuesto, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela impetrada, obró de forma
correcta.

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POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 19 de junio de 2019, cursante de fs. 35 a 38,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Cuarto de la Capital del departamento de Cochabamba; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0667/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 26661-2018-54-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución AC 03/2019 de 19 de agosto, cursante de fs. 495 a 505 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Atiliana Pablo Saca en
representación de Sonia y Facunda, ambas Pablo Saca contra Marco Ernesto Jaimes Molina y
Juan Carlos Berrios Albizú, Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia; Aida Luz
Maldonado Bocángel y Jorge Adalberto Quino Espejo, Vocales de la Sala Civil Primera y
Cuarta, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y, Gustavo Iván
Espejo Espejo, Juez Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del precitado
departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 19 de octubre y 8 de noviembre de 2018, cursantes de fs. 182 a 195
y 367 a 372 vta., las accionantes expresaron los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 27 de enero de 2016, Jenny Ketty Rico Paz, interpuso demanda de mejor derecho propietario y
reivindicación de bien inmueble más el pago de daños y perjuicios sobre el bien inmueble ubicado en
Chasquipampa-Calacoto Alto de la zona sur de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, contra Facunda
y Sonia Pablo Saca; y, para fines de notificación, señaló que las nombradas residían en la calle 43 y
149 de la zona aludida, sin tomar en cuenta que hace muchos años, no vivían en ese domicilio y
mucho menos en la referida ciudad; sin embargo, el Juez ahora demandado, las declaró rebeldes
aplicando el Código de Procedimiento Civil abrogado y no así la norma procesal vigente.
Al respecto, a través de su representante plantearon incidente de nulidad contra las notificaciones
practicadas en un domicilio en el que no habitaban; pero, la autoridad jurisdiccional referida, en total
contradicción, lo rechazó, observando el contenido del documento de apersonamiento que
previamente había sido admitido; posteriormente, en audiencia de 20 de octubre de 2006, se emitió
la Sentencia “558/2016” -lo correcto era 559/2016-, indicando que en el acto se notificaba a las
partes con dicha Resolución; sin embargo, no se entregó el documento en físico, lo cual, derivó en
vicios de nulidad.
Planteó recurso de apelación contra las Resoluciones “558/2016” y “559/2016” ambas de 20 de
octubre; y, 48/2017 de 27 de enero; esta última al igual que la primera, rechazó los incidentes de
nulidad y la otra declaró probada en parte la demanda, haciendo hincapié en la falsa citación y en la
supuesta insuficiencia del Poder; asimismo, que la demandante no compareció personalmente al
juicio ni a la audiencia preliminar; por lo que, debió suspenderse o tener por desistida la acción; dado
que al proseguir con la causa aún sin la justificación de dicha incomparecencia y aprovechando su
ausencia, se lesionó el art. 365.I del Código de Procedimiento Civil (CPC).
Mediante Auto de Vista S-109/2017 de 21 de abril, los Vocales de la Sala Civil y Comercial Cuarta del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz -ahora demandados-, declararon inadmisible el recurso
planteado y confirmaron las Resoluciones impugnadas, sin mayor análisis de fondo sobre las
peticiones planteadas; por lo que, presentaron recurso de casación que fue resuelta por los
Magistrados de la Sala Civil Segunda del Tribunal Supremo de Justicia, mediante Auto Supremo
575/2018 de 28 de junio, declarándolo infundado.

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I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados


Las accionantes consideran lesionados sus derechos al debido proceso, a la defensa y al principio de
seguridad jurídica, citando al efecto el art. 115.II de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se le conceda la tutela, disponiendo de forma inmediata, la nulidad, a) Del Auto Supremo
575/2018; y, b) Del Auto de Vista S-109/2017; y, c) De las Sentencias 558/2016 y 559/2016; y,
48/2017.
Asimismo, dejar sin efecto: 1) La declaratoria de rebeldía dispuesta por Decreto de 4 de mayo de
2016; y, 2) Las notificaciones cursantes a “fs. 179 y 180 de obrados” (sic); y, en consecuencia se
proceda a notificarlas de acuerdo al domicilio fijado en el Poder Especial, Amplio y Suficiente
353/2012, que le confirieron a su represetante.
I.2. Trámite Procesal ante el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Declaración de no presentada de la acción de amparo constitucional
La Jueza Pública de Familia Novena de la Capital del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución AC 17/2018 de 13 de noviembre, cursante a fs. 373 y vta., declaró
por no presentada la acción de amparo constitucional interpuesta; consecuentemente, las
peticionantes de tutela mediante memorial presentado el 23 del mismo mes y año, impugnaron dicha
determinación (fs. 375 a 380 vta.).
I.2.2. Admisión de la acción de amparo constitucional
Mediante Auto Constitucional (AC) 0062/2019-RCA de 6 de marzo, cursante de fs. 385 a 390, la
Comisión de Admisión de este Tribunal Constitucional Plurinacional, con la facultad conferida por el
art. 30.III del Código Procesal Constitucional (CPCo), resolvió revocar la Resolución AC 17/2018 de
13 de noviembre de 2018, disponiendo en consecuencia, se admita la presente acción de defensa y
se someta la causa al trámite previsto por ley, debiendo pronunciar resolución en audiencia pública,
concediendo o denegando la tutela, según corresponda en derecho.
I.3. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 19 de agosto de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 484
a 494., se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación de la acción
Las accionantes a través de su abogado, ratificaron in extenso los fundamentos expuestos en su
demanda de amparo constitucional presentada.
Haciendo uso del derecho a la réplica dijó: i) La solicitud de medida cautelar, está bien explicada en
la presente acción, porque hay un daño inminente, hay daño irreparable si se las desapodera, pues
no tienen otro medio más para defenderse; ii) Se adjuntó jurisprudencia constitucional acerca de la
cosa juzgada, que permite que todos los actos, desde el último hasta el primero, se puedan anular;
y, iii) Es un juicio que “…por detrás lo tramitaron…” (sic), por eso el Juez ahora demandado, hizo
todo a espaldas de sus mandantes, siendo tan groseras las vulneraciones a sus derechos que los
últimos documentos presentados como ser impuestos pagados, documentos de propiedad, todo en
orden, no fueron valorados por la justicia ordinaria.
I.3.2. Informe de las autoridades demandadas
Juan Carlos Berrios Albizu y Marco Ernesto Jaimes Molina, a través de informe escrito, cursante de
fs. 437 a 440 vta., expresaron: a) Las impetrantes de tutela de forma confusa manifestaron que se
vulneraron sus derechos al debido proceso, a la defensa y del principio de seguridad jurídica; b)
Sonia y Facunda, ambas Pablo Saca, representadas por su hermana Atiliana Pablo Saca, mediante
memorial de recurso de casación en forma confusa y con falta de técnica recursiva, denunciaron: 1)
“Que la notificación en audiencia con la sentencia, habiendo demostrado el incumplimiento del art.
216.I del Código Procesal Civil, ya que, en audiencia de 20 de octubre de 2016, no se notificó, en

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resguardo del derecho a la defensa, debido proceso y la igualdad de las partes” (sic); 2) “El juzgador
debió prever que las partes estén en igualdad de condiciones” (sic); y, 3) “El lote de terreno de las
demandadas es diferente al que se pretende reivindicar, que la actora no demostró los puntos
ordenados en el objeto de prueba, que no existiría coincidencia en la superficie del terreno, por lo
que, pidió se case la Resolución 559/2017 de 20 de octubre” (sic); c) Al respecto, el Auto Supremo
575/2018 de 28 de junio, en base a la verificación de los antecedentes señaló que: i) “En la audiencia
complementaria de 20 de octubre de 2016, y del informe (fs. 378 del proceso principal), una vez
leída la Sentencia se procedió de conformidad al art. 216.I del Código procesal Civil, en presencia de
las partes y abogados patrocinantes, sin que este hecho haya sido enervado por las ahora
peticionantes de tutela, por lo que nos hallamos dentro de un proceso justo y equitativo” (sic); ii)
Gracias al nuevo sistema procesal oral y al régimen de notificaciones, las resoluciones dictadas en
audiencia quedan notificadas a los presentes, en la misma, rigiendo el principio de finalismo; iii)
Siendo una denuncia vaga e imprecisa, en virtud al principio de transparencia, sobre la sentencia,
acudió a los argumentos desarrollados anteriormente sobre el acta de la audiencia complementaria
“…(de fs. 311 a 364 vta., del proceso principal), pues las partes, junto a sus abogados patrocinantes,
fueron advertidos de los alances de dicha actuación judicial en cumplimiento al principio señalado…”
(sic); d) En cuanto a un posible reclamo de fondo, igualmente, acudiendo al art. 218 del CPC, que
regula la inadmisibilidad del recurso cuando sea planteado de forma extemporánea como aconteció
en el caso de autos, razones por la que, ese Tribunal consideró que debió darse aplicación al art.
220.II de la norma citada y declarar infundado el recurso de casación planteado; e) Pese a la falta
de técnica recursiva en el planteamiento del aludido recurso y la ausencia de expresión clara y concisa
de los motivos del mismo, este Tribunal, precautelando precisamente el ejercicio del derecho a la
defensa, en resguardo al principio de igualdad procesal y debido proceso, dio respuesta a cada uno
de los puntos impugnados; f) En base a dichos argumentos, se constata que no es evidente que el
Tribunal Supremo de Justicia haya emitido el fallo impugnado en vulneración a los derechos que se
indican; por el contrario, se procedió a control a través de una revisión exhaustiva del trámite de la
causa, aspecto que debilita la afirmación de la impetrante de tutela, que con la emisión del Auto
Supremo 575/2018 se vulneraron los derechos aludidos; y, g) Tampoco se incurrió en ilegalidad
alguna, la impetrante de tutela “…confunde la acción de defensa con un recurso ordinario más,
pretendiendo encubrir su negligencia en el planteamiento de sus solicitudes efectuadas a través de
un recurso de casación, lamentablemente fallido, que no puede ser atribuible a este Tribunal, mismo
que, no incurrió en infracción alguna de la norma sustantiva ni adjetiva civil, mucho menos de índole
constitucional, como audazmente señala, careciendo de asidero legal sus reclamos…” (sic);
solicitando por todo lo expuesto, se deniegue la tutela impetrada.
Jorge Adalberto Quino Espejo, no se apersonó en audiencia pero presentó informe escrito, cursante
de fs. 405 a 407, manifestando: 1) Dentro del proceso ordinario seguido por Jenny Ketty Rico Paz,
contra Sonia Pablo Saca, sobre mejor derecho propietario, reivindicación, más pago de daños y
perjuicios, el Juez a quo emitió las Resoluciones 558/2016, 559/2016 y 48/2017, disponiendo lo
siguiente: 2) El Auto de Vista S-109/2017, confirmó las resoluciones impugnadas, en base al
“…análisis concreto de la apelación y los antecedentes del proceso; más aún, cuando se estableció
claramente los presupuestos necesarios para fundamentar debidamente la resolución recurrida;
misma que, cumple con el voto de la ley y en apego a la jurisprudencia que guarda la SC 1365/2005-
R de 31 de octubre…” (sic), en cuanto a que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales; 3) La Resolución citada, se encuentra debidamente motivada y
fundamentada, de acuerdo a los aspectos que rigen la materia, no habiéndose incurrido en
vulneración alguna del derecho al debido proceso en dichas vertientes; en cuanto a otros derechos
como a la propiedad privada, jamás se lesionó el mismo y no se menciona de qué manera se lo habría
lesionado; 4) En esta acción tutelar, se advierte la carencia de una explicación clara y precisa de
cómo las autoridades demandadas habrían lesionado tales derechos; por lo cual, no es factible el
ingreso al análisis de esas aseveraciones ante la falta de carga argumentativa suficiente que posibilite
el mismo, no pudiendo ser tuteladas mediante esta acción; 5) Tampoco realiza la impetrante de
tutela, una fundamentación lógica en cuanto a la violación, limitación del citado derecho a través del
Auto de Vista emitido; asimismo, los principios como la seguridad jurídica, no son tutelables mediante

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esta acción de defensa tal como se prevé la “SC 0375/2010-R” -no indica fecha-, por lo que no puede
ser invocado directamente sino vinculado a derechos y garantías reconocidos en la Constitución
Política del Estado; 6) Dicho razonamiento fue aplicado en el caso en estudio, siendo por tanto,
inconsistentes los argumentos vertidos; todos los agravios denunciados mediante el Recurso de
apelación, fueron resueltos, sin limitar los derechos de las accionantes bajo ninguna “fórmula” o
formalidad que vayan en contra de sus intereses; 7) Con relación a que no se realizó una debida
revisión de los datos del proceso, así como no haber efectuado una valoración de las pruebas, se
tiene que en el Auto de Vista S-109/2017, se efectuó un análisis pormenorizado de los aspectos
procedimentales, así como, del fallo arribado, confirmándose la Resolución del Juez de la causa, esto
en base a que, la misma, no tomó en cuenta los aspectos vertidos y considerados en el Auto de Vista
de referencia, sin limitar algún derecho de las partes, habiéndose emitido el mismo conforme a
derecho; 8) Esta acción de defensa, no se encuentra debidamente fundamentada, toda vez que, no
se precisó el acto ilegal que quebranta derechos, incumpliendo la exigencia de relación de causalidad
entre ambos y no simples relatos de los hechos que procede previa identificación del acto lesivo,
debiendo mostrarse, prima facie, los actos transgresores de derechos, requisitos que no fueron
cumplidos en la presente acción; y, 9) No precisó de qué forma se le vulneraron los derechos que
denuncia, máxime si se toma en cuenta que el impetrante de tutela, ejerció su derecho a la defensa
al interponer los medios de impugnación que la Ley le franquea, presentó peticiones a través de sus
memoriales, etc.; por consiguiente, mal podría señalarse que el Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, incurrió en vulneración alguna; en suma, al no encontrarse debidamente identificados el
o los actos lesivos, así como la identificación de los derechos conculcados, ante la inexistencia del
nexo de causalidad entre ambos, corresponde denegar la presente acción por su manifiesta
improcedencia.
Gustavo Iván Espejo Espejo, no se hizo presente en audiencia; empero, mediante informe escrito
cursante de fs. 408 a 413 vta., expresó: i) La acción de amparo constitucional, “…no puede ni
debe convertirse en un mecanismo más de revisión de fallos y/o actuados que son de
orden privativo para las partes en un determinado juicio, ya sea administrativo o judicial;
es decir, no es una instancia procesal, ni casacional para revisar del todo e ir al fondo de
la problemática y evidenciar derechos y garantías constitucionales (sic); sino de tutela de
derechos fundamentales…”; ii) Las peticionantes de tutela, pretenden que la Jueza de garantías
proceda a revisar todo el proceso civil ordinario etapa por etapa, cuando esa labor ya fue cumplida
por su autoridad, respetando todos los derechos de la parte demandada, disponiendo inclusive
notificación en el lugar de inspección para darle la máxima transparencia y publicidad al presente
proceso; iii) Todos los actuados cumplieron el debido proceso, resolviendo cada situación jurídica; y
además, fueron confirmados mediante Auto de Vista y Auto Supremo; iv) La interpretación y
aplicación de la legalidad ordinaria es atribución de la jurisdicción común; en el presente caso, se
debe sustentar de forma expresa en qué consisten esas violaciones y de qué manera el tribunal ad
quem que conoció el recurso, omitió pronunciarse trasgrediendo las reglas interpretativas; ya que,
no puede ingresar a conocer otros pormenores del proceso como los enunciados en contra del Juez
que conoció la causa; no corresponde, sino únicamente la última resolución que ha sido acusada de
violatoria de derechos y garantías constitucionales; conforme a ello, la SC 0085/2006-R de 25 de
enero, señaló que es deber ineludible del recurrente, expresar en su recurso, a tiempo de cuestionar
la citada interpretación, otros aspectos como los que se observan en la presente acción de tutela; v)
Una vez declarada la rebeldía en contra de las demandadas, su representante presentó incidente de
nulidad en audiencia complementaria; mismo que, fue rechazado mediante Resolución 558/2016 de
20 de octubre; sin embargo, de la revisión de obrados se tiene que, la peticionante de tutela, no
interpuso los recursos que la ley le permitía por derecho para impugnar dicha decisión pero interpone
la presente acción, pidiendo que se deje sin efecto la declaratoria de rebeldía, sin considerar que la
misma, no es un instancia de revisión de resoluciones pronunciadas dentro de la jurisdicción ordinaria,
para eso tenía los recursos que la ley le otorga en un plazo establecido, de lo contrario se deduce
que las partes están conformes con las resoluciones que fueron emitidas por el Juez; vi) El nuevo
Código Procesal Civil se fundamenta en los principios de publicidad, inmediación, concentración y
celeridad, plasmados en su art. 1 núm. 1), 5) y 10); por lo mismo, la audiencia complementaria de

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20 de octubre de 2016, se rigió bajo los principios mencionados, teniendo como consecuencia la
notificación en audiencia con la presencia de las partes, así como lo prevé el art. 82.II del citado
cuerpo legal; y, vii) La presente acción, carece de fundamentos jurídicos suficientes, alegando que
se vulneró su derecho al debido proceso, al no ser notificada en tiempo oportuno con las actuaciones
procesales correspondientes quedando regulado por norma, que la misma fue notificada en
audiencia, no produciéndose un agravio a su derecho a la defensa y teniendo la posibilidad de
plantear recursos posteriores en su oportunidad; por todo lo expuesto, solicitó se deniegue la tutela
invocada.
I.3.3. Intervención de la tercera interesada
Jenny Ketty Rico Paz, a través de su abogada en audiencia expresó: a) Los reclamos de las
accionantes datan de 2016, este proceso empezó hace unos meses y se acabó, sin que hayan ejercido
defensa; ahora vienen a esta audiencia a solicitar un tiempo para explicar lo sucedido, cuando
tuvieron años para hacerlo; se olvidaron de sus bienes viviendo en otro país; b) La acción de amparo
constitucional es extraordinaria, residual y subsidiaria, porque no llena todos los vacíos que debiera
habérselo hecho en juicio durando años; tampoco está destinada a sustituir las omisiones que han
llevado a perder el mismo; asimismo, para que proceda esta, se debe determinar la relación de causa
y efecto entre los actos que infringen la ley y el efecto generado en esos años; c) El memorial de la
actual acción es ampuloso, fuera de lo normal, descripción histórica de lo que ocurrió en el proceso,
fechas, resoluciones, recursos, críticas a las decisiones de los jueces, a veces, muy abstractas, algo
extraño, sin saber lo que ocurrió; d) Se dice que no se hizo caso a un poder, que se las declaró
rebeldes, se sindica el actuar de un Juez en materia civil, las supuestas omisiones en la Sala Civil del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz y después las del Tribunal Supremo de Justicia; sin
embargo, no se entiende por qué, dichas instancias infringieron las normas, de qué manera se han
vulnerado derechos; e) Primero se inició un interdicto de recobrar o adquirir la posesión de un
inmueble el 2012, en el que, Atiliana Pablo Saca, se presentó con el Poder 353/2012 de 22 de febrero,
como representante de Sonia y Facunda Pablo Saca -ahora accionantes-; luego, una vez perdido el
proceso, iniciaron una demanda de mejor derecho propietario, las demandadas se encontraban en
España, el Juez de la causa no admitió su justificativo y ordenó la notificación en Bolivia; f) Afirman
que si no hubieran sido declaradas rebeldes, habrían ganado el juicio defendiéndose; sin embargo,
“…¿Para qué era el citado Poder?...”, es una paradoja; es decir, podían defenderse sin estar en Bolivia
a través de su apoderada desde el año 2012, entonces, no se entiende de qué manera esa situación
les haya causado la lesión a su derecho a la defensa; porque tenían conocimiento del proceso en su
contra; g) Cuanto en la presente acción no existe relación de causa y efecto para poder ingresar al
análisis de la problemática planteada se debe denegar la tutela; es así que, tanto los Vocales de la
citada Sala Civil como los Magistrados del Tribunal Supremo de justicia, tienen la razón al expresar
que, no existen suficientes elementos que le permitan al Tribunal Constitucional revisar jurisdicción
ordinaria; h) El Juez de la causa quiso probar que las poderdantes seguían viviendo en España el
2016, porque el Poder otorgado era del 2012, entonces solicitó domicilio actual de las demandadas
a través de documento idóneo; ya que, dicho mandato no está destinado a mostrar esa información;
es decir un Notario no puede hacerlo, en todo caso, para eso están por ejemplo los Cónsules, incluso
a través del registro de movimiento migratorio pero no se lo hizo en su momento; i) No existe
vulneración a su derecho a la defensa, porque a partir de que otorgaron del nombrado Poder, a su
hermana Atiliana Pablo Saca, a través de esta, asumieron defensa; o sea, ya no era necesaria su
presencia; j) Ante la emisión de la Sentencia de la problemática de fondo, habiendo sido notificada
el 4 de noviembre de 2016, presentaron complementación y enmienda el 7 del mismo mes y año,
según refieren, porque tenían plazo de veinticuatro horas para ese efecto, sin advertir que este, no
se suspende por ser fin de semana, por lo que, vencía el 5 del mismo mes y año, tratándose de un
cómputo natural, al respecto existen muchas sentencias constitucionales, dicho cómputo es por horas
y si está cerrado el juzgado o tribunal por ser sábado, debe buscarse al Secretario en su domicilio y
si no es habido, se presenta ante un notario; k) El petitorio de la actual acción es lacónico e imposible
de conceder, porque no se puede pedir la nulidad de la resolución del Juez de primera instancia,
porque sería “saltar” tanto la del Recurso de apelación como la de casación; debió pedirse que se
anule el Auto Supremo cuestionado ordenando que los demandados emitan uno nuevo; y, l)

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Solicitaron medida cautelar referida a que el Juez de la causa, no emita orden de desapoderamiento;
empero, para que en sede constitucional se dé lugar a tal pedido, deben concurrir dos requisitos, que
con dicha medida se impida un daño y que el mismo esté tan cerca e inminente a ser ejecutado, que
no se puede esperar; si se diera el citado desapoderamiento, en caso de conceder la tutela igualmente
ellas podrían volver a su domicilio; además, no tienen certificación de que son pobres de solemnidad
o están en estado de calle o que no tienen un inmueble más donde habitar; por todo lo expuesto,
solicitan se deniegue la tutela invocada.
I.3.4. Resolución
La Jueza Pública de Familia Novena de la Capital del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución AC 03/2019 de 19 de agosto, cursante de fs. 495 a 505 vta.,
concedió en parte la tutela solicitada, dejando sin efecto el Auto Supremo 575/2018, emitido por
los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, debiendo en su lugar, formular uno
nuevo en forma fundamentada, según corresponda; y, denegó la tutela respecto a la denunciado
contra las demás autoridades judiciales demandadas; en base a los siguientes fundamentos: 1) El
amparo constitucional no es instancia casacional; el mencionado Auto Supremo, hace un análisis
respecto a la notificación indicando que la misma, habría cumplido su finalidad, sustentando este
argumento con líneas jurisprudenciales; y, 2) “También desarrolla el principio de transparencia y el
derecho a la información para garantizar la transparencia, sin fundamentar de qué forma se
encontraría materializada en el proceso la finalidad de la notificación y el principio de transparencia,
respecto al art. 216 del actual Código Procesal Civil, éste se constituye en polémico siendo preciso
desarrollar una línea que ayude a los justiciables a la hora del cómputo del plazo” (sic).
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante Sentencia 559/2016 de 20 de octubre, Gustavo Iván Espejo Espejo, Juez Público Civil
y Comercial Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, dentro del proceso civil ordinario sobre
mejor derecho propietario, reivindicación más pago de daños y perjuicios, siendo la demandante
Jenny Ketty Rico Paz -ahora tercera interesada- y las demandadas Sonia y Facunda, ambas Pablo
Saca, declaró probada en parte la demanda sobre el bien inmueble ubicado en la región de
Chasquipampa Calacoto Alto, calle 43, 149, con una superficie de 260,5 Mts.2; debiendo procederse
a la reivindicación dentro del tercero día de ejecutoriada la misma, bajo apercibimiento de
desapoderamiento y en ejecución de fallos se proceda a la cancelación del derecho propietario de la
matrícula 20109 9012000 (fs. 261 a 265 vta.), asimismo se tiene la solicitud de aclaración, explicación
y enmienda presentada el 7 de noviembre de 2016 y el Auto que rechaza lo solicitado argumentando
que fue formulado extemporáneamente (269 a 270 vta.) .
II.2. A través de memorial interpuesto el 15 de noviembre de 2016, ante la autoridad judicial antes
referida, las accionantes a través de su representante, interpusieron incidente de nulidad de obrados
(fs. 275 a 277 vta.).
II.3. El 21 de noviembre de 2016, la representante prenombrada, formuló recurso de apelación
contra la Sentencia 559/2016 y su Auto Complementario, solicitando anular obrados hasta el vicio
más antiguo, con responsabilidad para el Juez o alternativamente revocar en parte la Sentencia
estimando el pago de daño emergente (fs. 290 a 302).
II.4. Por Auto Interlocutorio 48/2017 de 27 de enero, el Juez Público Civil y Comercial Cuarto de la
Capital del departamento de La Paz, rechazó el incidente de nulidad interpuesto por Atiliana Pablo
Saca en representación de Sonia y Facunda Pablo Saca, declarando ha lugar el incidente interpuesto
por “SUSANA BONADONA MONTENEGRO en representación legal de JENNY KETTY RICO PAZ” (sic),
dejando sin efecto la diligencia de notificación de “fs. 365 de obrados”; debiendo proseguir con la
tramitación de la causa (fs. 309 a 311 vta.); ante la solicitud de complementación y enmienda, el
indicado Juez, consideró no haber lugar a la misma (fs. 314 vta.).
II.5. Cursa el Auto de Vista S-109/2017 de 21 de abril, en respuesta al recurso de apelación
formulado, mediante el cual, los Vocales de la Sala Civil y Comercial Cuarta del Tribunal

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Departamental de Justicia de La Paz, declararon inadmisible el mismo y confirmaron el Auto


Interlocutorio 48/2017 de 27 de enero (fs. 339 a 340 vta.).
II.6. Mediante memorial de 9 de junio de 2017, interpuso recurso de casación, impugnando el citado
Auto de Vista (fs. 345 a 351 vta.).
II.7. A través de Auto Supremo 575/2018 de 28 de junio, los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, declararon infundado el recurso de casación planteado (fs. 362 a 365 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Las accionantes a través de su representante denuncian como lesionados sus derechos al debido
proceso, a la defensa y al principio de seguridad jurídica, debido a que, las autoridades demandadas
llevaron a cabo el proceso civil ordinario sobre mejor derecho propietario, reivindicación más pago
de daños y perjuicios, instaurado en su contra, con vicios de nulidad.
En consecuencia, se determinará en la presente revisión, si lo demandado es evidente, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Del derecho al debido proceso y el derecho a la defensa
Conforme expuso la SCP 0051/2012 de 5 de abril, sobre el derecho al debido proceso y el derecho a
la defensa, se definió que: “…se entiende como el derecho de toda persona a un proceso justo y
equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir, comprende el conjunto
de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de que las personas puedan
defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar esos
derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado así como los Convenios y Tratados
Internacionales. En cuanto a la obligatoriedad de su respeto, la SC 0119/2003-R de 28 de enero,
sostuvo que: '…el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal que ha
previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la fundamentación o
motivación de las resoluciones judiciales…'.
Por otra parte, cabe resaltar que, el debido proceso, como instrumento jurídico destinado a
materializar los valores jurídicos de la justicia e igualdad, está compuesto por elementos como el
derecho al juez natural, derecho a la igualdad procesal de las partes, derecho a no declarar contra sí
mismo, garantía de presunción de inocencia, derecho a la defensa material y técnica, derecho
a no ser juzgado sin dilaciones indebidas, etc.; la Norma Fundamental lo concibe en una triple
dimensión, como un principio, garantía y derecho fundamental a ser observado por los órganos
jurisdiccionales y administrativos a efecto de garantizar el respeto de los derechos fundamentales y
garantías constitucionales a las partes del proceso o de los administrados. Lo que significa que sólo
a través del debido proceso los referidos valores jurídicos se materializan en su verdadera dimensión,
que la sentencia o resolución, sea el resultado de la correcta aplicación del ordenamiento jurídico y
la participación activa de las partes en el ejercicio de sus derechos en condiciones de igualdad.
La jurisprudencia constitucional, precisó en la SC 2801/2010-R de 28 de diciembre: 'Conforme prevé
el art. 115.II de la CPE, el Estado garantiza el derecho al debido proceso y a la defensa; respecto al
debido proceso, la amplia jurisprudencia constitucional desarrollada, indica que es de aplicación
inmediata, vinculante a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía
de legalidad procesal, prevista por el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y
la fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales. Además, este derecho tiene dos
connotaciones: la defensa de la que gozan las personas sometidas a un proceso con formalidades
específicas, a través de una persona idónea que pueda patrocinarles y defenderles oportunamente y
del mismo modo, respecto a quienes se les inicia un proceso en contra, permitiendo que tengan
conocimiento y acceso a los actuados e impugnen los mismos en igualdad de condiciones, conforme
al procedimiento preestablecido; por ello, el derecho a la defensa es inviolable por los particulares o
autoridades que impidan o restrinjan su ejercicio. Al respecto la SC 0121/2010-R de 10 de mayo,
indicó que: «…el debido proceso, entendido como el derecho de toda persona a un proceso justo y

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 249


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equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales
aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar, consagrado en nuestro texto
constitucional en una triple dimensión, en los arts. art. 115.II y 117.I como garantía, en el art. 137
como derecho fundamental y en el art. 180 como principio procesal; y en los arts. 8 del Pacto de San
José de Costa Rica y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como derecho
humano…»'".
III.2. Análisis del caso concreto
Las impetrantes de tutela a través de su represente, denuncian la vulneración de sus derechos al
debido proceso, a la defensa y al principio de seguridad jurídica; por cuanto, las autoridades
demandadas llevaron a cabo el proceso civil ordinario sobre mejor derecho propietario, reivindicación
más pago de daños y perjuicios, instaurado en su contra, con vicios de nulidad en todas las instancias.
De los antecedentes que cursan en expediente y de las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se evidencia que, mediante Sentencia 559/2016 de 20 de octubre, el
Juez Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, dentro del precitado
proceso Civil, interpuesto por Jenny Ketty Rico Paz -ahora tercera interesada- contra Sonia y Facunda
ambas Pablo Saca -accionantes-, representadas por Atiliana Pablo Saca, declaró probada la demanda
sobre el bien inmueble en cuestión, debiendo procederse a la reivindicación dentro de tercero día de
ejecutoriada dicha Sentencia, bajo apercibimiento de desapoderamiento; asimismo, dispuso que en
ejecución de fallos, se proceda a la cancelación de derecho propietario de las demandadas
(Conclusión II.I); decisión que motivó la formulación del incidente de nulidad de la notificación oral
con la Sentencia aludida, el 15 de noviembre de 2016; de igual manera el 21 de ese mismo mes y
año, interpuso recurso de apelación (Conclusiones II.2 y II.3); por un lado, el 27 de enero de 2017,
la indicada Autoridad Judicial, emitió el Auto Interlocutorio 48/2017 de 27 de enero, rechazando el
incidente planteado y declarando ha lugar el incidente interpuesto por “SUSACA BONADONA
MONTENEGRO”; y, ante la solicitud de complementación y enmienda, declaró no haber lugar a la
misma (Conclusión II.4).
Mediante Auto de Vista S-109/2017 de 21 de abril, en respuesta al recurso de apelación antes
referido, los Vocales de la Sala Civil Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, lo
declararon inadmisible y confirmaron el Auto Interlocutorio 48/2017 (Conclusión II.5); por lo cual,
interpuso recurso de casación (Conclusión II.6); dando origen al Auto Supremo 575/2018 de 28 de
junio, dictado por los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, quienes,
declararon infundado el mismo.
Con carácter previo a realizar el análisis de fondo de la problemática traída en revisión, corresponde
apuntar que acorde a la configuración procesal de esta acción tutelar y su carácter subsidiario, el
análisis de los fallos emitidos en la jurisdicción ordinaria, se realizará a partir de la última Resolución
pronunciada; siendo en el caso presente, el Auto Supremo 575/2018, emitido por los Magistrados de
la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, cuyo contenido no admite recurso ulterior;
razonamiento refrendado por la línea jurisprudencial desarrollada en la SCP 0849/2014 de 8 de mayo,
que expresa: “Al respecto cabe establecer que el mecanismo procesal llamado a regularizar las
supuestas irregularidades cometidas en el Auto de Vista es el recurso de casación, por ello, y
recordante que la acción de amparo constitucional no es un mecanismo sustitutivo de la jurisdicción
ordinaria, sólo se analizará el Auto Supremo impugnado, que es el idóneo para subsanar los supuestos
errores de los tribunales de instancia”, consideración que es completamente aplicable al caso en
cuestión.
En ese marco y de acuerdo al contenido del Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional el debido proceso está entendido como el conjunto de requisitos que
deben ser acatados en las diferentes instancias judiciales; a saber: el derecho a un proceso público,
al juez natural, a la igualdad de procesal, a la fundamentación de las resoluciones, a la defensa
técnica y material, a la valoración legal y razonable de las pruebas, al principio de congruencia y
motivación de las decisiones, desde el inicio hasta la conclusión del proceso.

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Ahora bien, en el caso de autos, cabe hacer hincapié en el elemento del debido proceso relacionado
a la defensa; dado que, las accionantes hoy denuncian como vulnerado a través de la emisión del
Auto Supremo 575/2018, suscrito por los ahora demandados; en efecto, dicho elemento, reconocido
por la Norma Suprema como una garantía jurisdiccional, se manifiesta en su máxima expresión a
través de la efectivización de la defensa, tanto material como técnica; es decir, la posibilidad material
y jurídica de ejercer la defensa de los derechos e intereses, en juicio y ante las autoridades; de tal
manera que, se tenga la seguridad del cumplimiento efectivo de los principios de igualdad de las
partes y de contradicción.
Respecto a la vulneración al derecho a la defensa de las peticionantes de tutela, reiterativamente y
de manera muy confusa expresaron que todo el proceso instaurado en su contra, fue llevado a cabo
con vicios de nulidad, solicitando inclusive la nulidad de la Resolución de primera instancia; lo cual,
como ya se dijo precedentemente, en cumplimiento al principio de subsidiariedad que rige la presente
acción, no es posible analizar; en ese sentido, denuncian, que el Juez a quo, incumplió la norma del
art. 216.I del CPCabrog al momento de realizar la notificación con la Sentencia en audiencia de 20
de octubre de 2016; hecho que vulneraría su derecho a la defensa; al respecto, de la revisión de los
datos del proceso y de las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
evidencia que, en dicha Audiencia se produjo la emisión de la Sentencia 559/2016; misma que fue
objeto de una solicitud de complementación y enmienda y formulación de un incidente de nulidad;
y, posterior interposición de recurso de apelación; actuaciones que dan a conocer que las impetrantes
de tutela, tuvieron la oportunidad de oponerse, haciendo uso de las facultades que les otorga la ley,
a través de la interposición de la complementación y enmienda -planteada extemporáneamente-
(Conclusión II.1), el incidente de nulidad y el recurso de apelación, mereciendo todos respuesta de
la autoridad jurisdiccional; de tal forma que, producto de este último, los Vocales de la Sala Civil y
Comercial Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, suscribieron el Auto de Vista S-
109/2017 que, a su vez, fue impugnado a través del recurso de casación, dando lugar a la emisión
del Auto Supremo 575/2018, hechos que denotan, en primer término que, estando sometidas -las
ahora accionantes-, a un proceso con las formalidades específicas, tuvieron una persona idónea que
pudo patrocinarlas y defenderlas oportunamente; y en segundo que, habiéndoseles iniciado un
proceso, ejercieron sus derechos a obtener conocimiento y acceso a los actuados; mismos que,
fueron impugnados con igualdad de condiciones conforme al procedimiento establecido.
Por otra parte, si bien activaron su derecho a la defensa relacionado a recurrir el fallo ante un juez o
tribunal superior, -art. 8 inc. h) del Pacto de San José de Costa Rica-, haciendo uso del recurso de
casación, no lo hicieron en la forma correcta; para un adecuado entendimiento de esta afirmación es
preciso retrotraer el tiempo al momento del pronunciamiento del Auto de Vista S-109/2017 de 21 de
abril (Conclusión II.5); el art. 218.1 inc. a) del CPC, que refiere que este puede ser declarado
inadmisible cuando se lo formula después de vencido el plazo para su interposición -como en el caso
presente-, significando esto que, el Tribunal de alzada no pudo ingresar a hacer ningún análisis de
fondo ante dicho fallo; por lo que, correspondía plantear el recurso de casación en la forma y no en
el fondo, solicitando la nulidad de dicho Auto de Vista; sin embargo, recurrió en casación con
argumentos de fondo, sobre los que no se pronunció el citado Auto de Vista por haber sido
interpuesto fuera de plazo; negligencia y error que no puede ser atribuido a las Autoridades ahora
demandadas.
Consecuentemente, por todo lo expresado ut supra y en concordancia con la jurisprudencia glosada
en el Fundamento Jurídico III.I de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, este Tribunal no
advierte de qué manera se vulneró el derecho al debido proceso en su componente defensa a las
impetrantes de tutela; ya que tuvieron la oportunidad de ser notificadas -habiendo cumplido, la
actuación, su finalidad-, de declarar, de rendir pruebas y sobre todo de participar en el procedimiento;
perceptiblemente, todo esto, a través de un abogado defensor que les proporcionó la asistencia
técnica adecuada y necesaria, ejerciendo efectivamente su derecho inviolable que denuncian como
lesionado en esta acción tutelar.
Finalmente, con relación a la seguridad jurídica, invocada por las peticionantes de tutela como
lesionada, cabe aclarar que no corresponde realizar pronunciamiento alguno; debido a que, siendo

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un principio y no un derecho, no concierne ser tutelado a través de la presente acción, al respecto la


SCP 0096/2010-R de 4 de mayo expreso: “…se debe tener claramente establecido que la ‘seguridad
jurídica’ al ser un principio, no puede ser tutelado por el recurso o acción de amparo constitucional
que tiene por finalidad proteger derechos fundamentales -no principios-, reconocidos por la
Constitución, las normas internacionales de derechos humanos reconocidos y/o ratificados por el país
(que conforman el bloque de constitucionalidad) y las leyes; sin embargo, por su reconocimiento
constitucional, no puede ser inobservado por las autoridades jurisdiccionales y/o administrativas, a
momento de conocer y resolver un caso concreto sometido a su competencia, por tanto es de
inexcusable cumplimiento”.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías, al conceder en parte la tutela solicitada, no
evaluó correctamente los datos del proceso ni las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y los arts. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional;
en revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución AC 03/2019 de 19 de agosto, cursante de fs.
495 a 505 vta., pronunciada por la Jueza Pública de Familia Novena de la Capital del departamento
de La Paz; y, en consecuencia DENEGAR en todo la tutela impetrada, manteniendo subsistentes los
actos emergentes de la Resolución emitida por la Jueza de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0668/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 27281-2019-55-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 403/2019 de 16 de agosto, cursante de fs. 88 a 94 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Escarly Ticona Ortiz contra Román
Castro Quisbert, Juez de Instrucción Penal Primero de la Capital del departamento de La
Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 3 y 7 de enero de 2019, cursantes de fs. 21 a 30 vta., y 34 a 36 vta.,
la accionante expresó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de avasallamiento,
el 24 de octubre de 2018, interpuso incidente de actividad procesal defectuosa, ya que no podía
notificar al denunciante; puesto que, la imputación formal consignaba otro nombre; el mismo que
fue respondido por Román Castro Quisbert, Juez de Instrucción Penal Primero de la Capital del
departamento de La Paz -ahora autoridad demandada-, por decreto de 25 del referido mes y año
señalándole: “…LOS IMPETRANTES DEBERAN ESTAR A LOS ALCANCES DEL ART. 314 PARAGRAFO
I) DEL CPP CON RELACION AL PLAZO PARA INTERPONER INCIDENTES Y/O EXCEPCIONES…” (sic);
por lo que, el 15 de noviembre de 2018, presentó recurso de reposición, que fue resuelto mediante
“Auto” de 16 del mismo mes y año, declarándolo no ha lugar en base a lo establecido por el art. 314
del Código de Procedimiento Penal (CPP); sin la debida fundamentación, pese a que se citó la SCP
0513/2017-S2 de 22 de mayo, que dispuso restringir la oportunidad de interponer las excepciones
una sola vez y de manera conjunta dentro los diez días computables a partir de la notificación con el
inicio de investigación preliminar en aplicación de la Ley de Descongestionamiento y Efectivización
del Sistema Procesal Penal (Ley 586 de 30 de octubre de 2014), plazo contemplado exclusivamente
para el catálogo de excepciones descritas en el art. 308 del mismo cuerpo legal y no así para los
incidentes.
Por lo precedentemente expuesto, la prenombrada autoridad limitó el ejercicio de sus derechos,
obstaculizando el desarrollo del proceso; toda vez que, tenía la obligación de admitir el incidente de
actividad procesal defectuosa y correr traslado a la parte contraria para que conteste en el término
de tres días, en cumplimiento a la mencionada Sentencia Constitucional Plurinacional.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a una justicia
plural, pronta, oportuna, transparente y sin dilaciones, citando al efecto los arts. 115, 117.I, 119.I,
178.I y 180 de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH); y, 2.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Conminar al Juez de Instrucción Penal Primero de la
Capital del departamento de La Paz, interprete correctamente el art. 314 del CPP; b) Dejar sin efecto
el decreto de 25 de octubre y el “Auto” de 16 de noviembre del mismo año y tramitar el expediente

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conforme al citado Código; y, c) Se determine responsabilidad administrativa, civil y penal contra la


aludida autoridad.
I.2. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Declaración por no presentada de la acción de amparo constitucional
El Juez Público Civil y Comercial Décimo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Juez de garantías, mediante Resolución 22/2019 de 8 de enero, cursante de fs. 37 a 38 vta., declaró
por no presentada la acción de amparo constitucional; consiguientemente, la parte accionante por
memorial presentado el 16 del mismo mes y año impugnó dicha determinación (fs. 43 a 46).
I.2.2. Admisión de la acción de amparo constitucional
Por Auto Constitucional (AC) 0027/2019-RCA de 7 de febrero, cursante de fs. 50 a 57, este Tribunal
a través de la Comisión de Admisión, resolvió revocar la Resolución 22/2019, disponiendo que el Juez
de garantías admita la presente acción tutelar y someta la causa al trámite previsto por ley.
I.3. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de agosto de 2019, según consta en acta cursante de fs. 84 a
87 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante, por intermedio de su abogado en audiencia ratificó in extenso los fundamentos
expuestos en su acción de amparo constitucional; señalando que: 1) El 24 de octubre de 2018,
dedujo un incidente debidamente fundamentado ante la ahora autoridad demandada; en el entendido
que el representante del Ministerio Público colocó como víctima a Mariano Apaza Mamani y “…no a
los ahora procesados…” (sic), motivo por el cual la Oficial de Diligencias no pudo cumplir con las
comunicaciones procesales por tratarse de otra persona a la que estaba dirigida “…la denuncia o
querella formalizada con el inicio de la investigación…” (sic); 2) Cuando presentó el incidente de
actividad procesal defectuosa, este fue resuelto por decreto de 25 del mismo mes y año, señalándole
que se esté al alcance de lo dispuesto por el art. 314.I del CPP, decisión que vulneró su derecho al
debido proceso en su componente de fundamentación; por lo que, al amparo de los arts. 401 y 402
de la misma disposición legal, planteó recurso de reposición basada en la SCP “0513/2017-S2”, que
estableció que el art. 314 de dicha normativa legal fue modificada por la Ley 586, que dispone que
el plazo para interponer excepciones es de diez días desde el momento de la notificación, la cual
estipula el término para este último y no así para los incidentes; es decir, el trámite debe ser conforme
lo previsto en el art. 169 del Código Adjetivo Penal y puede presentarse en cualquier etapa del
proceso; porque son accesorios; respondido el mismo por “Auto” de 16 de noviembre del referido
año señalando que: “…siendo dado por el decreto de fecha 25 de junio de 2018 y lo dispuesto por el
art. 314 del código de procedimiento penal NO HA LUGAR a la solicitud (asimismo deberá tener
presente que el suscrito juzgado se encuentra legal del juzgado 6to de instrucción penal cautelar y
la carga procesal conlleva con razón se rechaza la reposición solicitada al memorial que antecede sin
sustransación conforme al art 402…” (sic); y, 3) Para la interposición de la presente acción de defensa
cumplió con la subsidiariedad y la inmediatez; toda vez que, el mismo día que le entregaron las
fotocopias legalizadas presentó la misma y por lo dispuesto en el art. 402 del CPP que prevé que el
recurso de reposición es sin recurso ulterior.
I.3.2. Informe del demandado
Román Castro Quisbert, Juez de Instrucción Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz,
presentó informe escrito el 16 de agosto de 2019, cursante de fs. 79 a 80 vta., señalando que: i) La
providencia de 25 de octubre de 2018, que mereció el decreto de 16 de noviembre del mismo año
se notificaron debidamente; sin embargo, el ultimo no fue objeto de los recursos procesales
franqueados por ley, como ser la complementación y enmienda o impugnación; por lo que, no se
agotó el principio de subsidiariedad; ii) La Constitución Política del Estado garantiza que toda
resolución es susceptible de recurso de apelación, aspecto que no precluyó; iii) De la revisión de
obrados podrá advertirse que la accionante planteó un incidente fuera del plazo previsto en el art.

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314 del CPP; empero, con similares argumentos interpuso incidente de actividad procesal defectuosa,
mismo que fue admitido por estar dentro de término establecido; iv) Es innecesaria la consideración
de esos extremos; toda vez que, cumpliendo con el control jurisdiccional el 10 de abril de 2019
conminó al Ministerio Público para que presente su requerimiento conclusivo; el cual dio lugar a la
emisión de la resolución de sobreseimiento en favor de la solicitante de tutela, no se tiene informe si
este fue impugnado dentro de los plazos establecidos por ley; v) En el incidente de 24 de octubre de
2018, en ningún momento la impetrante de tutela argumentó que la declaración informativa
presentada el 3 de julio del citado año podría tener carácter sobreviniente ante la presentación de
dicho incidente, aspecto totalmente falso; y, vi) Respecto a la fundamentación y motivación, este
pudo ser salvado con la interposición de los recursos procesales previstos por ley; si bien, argumentó
que no tenía otro recurso ordinario o extraordinario al de reposición, no es menos cierto que la
jurisprudencia constitucional estableció que contra los actos procesales que violen, atenten o
quebranten sus derechos y garantías constitucionales o alguno de sus principios procesales tienen la
facultad para formular los medios de impugnación establecidos por ley.
I.3.3. Intervención de los terceros interesados
Lucio Tinta Ramos, por intermedio de su abogado en audiencia señaló: En ningún momento se
vulneró derecho constitucional alguno de la impetrante de tutela; toda vez que, la autoridad
demandada cumplió de forma estricta lo dispuesto en el art. 124 del CPP, dentro del proceso de
rechazo del incidente planteado fuera de término; asimismo, debe tomarse en cuenta que si bien
quedó demostrado que la accionante fue sobreseída; empero, impugnó dicha decisión.
Leonarda Monrroy Calderón, por intermedio de su abogada, en audiencia ratificó en el informe
presentado por la autoridad demandada.
I.3.4. Resolución
El Juez Público Civil y Comercial Décimo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Juez de garantías, mediante Resolución 403/2019 de 16 de agosto, cursante de fs. 88 a 94 vta.,
concedió la tutela solicitada, disponiendo dejar sin efecto las providencias de 25 de octubre y 16 de
noviembre de 2018 y que la autoridad demandada emita una nueva debidamente fundamentada y
congruente al memorial de 24 de octubre de 2018, en base a los siguientes fundamentos: a) Dentro
del proceso penal seguido contra la accionante por la presunta comisión del delito de avasallamiento,
se emitió la Resolución de Sobreseimiento 8/2019 de 17 de abril, del cual no se evidencia si alcanzó
firmeza y calidad de cosa juzgada; b) Analizada la providencia impugnada de 25 de octubre de 2018,
se tiene que la misma dispuso: “…los impetrantes deberán estar a los alcances del art. 314 parágrafo
I) del C.P.P. con relación al plazo para interponer incidentes y excepciones…” (sic); es decir, no existió
pronunciamiento expreso, fundamentado y congruente sobre la procedencia o rechazo del trámite
de incidente o sobre su trámite y resolución en sentido positivo o negativo; sin embargo, al haber
sido objeto de recurso de reposición este fue rechazado, manteniendo subsistente dicho proveido; y,
c) El mencionado decreto tiene estructura de forma y no de fondo, no contiene fundamentación ni
congruencia, no es claro en cuanto a si corresponde o no la tramitación del incidente formulado, si
se acogió o rechazó en relación al art. 314 del CPP, no se argumentó la tramitación o no del mismo,
de manera positiva o negativa; todo juez o tribunal de justicia, tiene la obligación de motivar sus
determinaciones, sea que tenga forma de providencias o autos interlocutorios en base a los aspectos
alegados por las partes y las normas legales.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 24 de octubre de 2018, ante el Juzgado de Instrucción Penal
Primero de la Capital del departamento de La Paz, la accionante planteó incidente de actividad
procesal defectuosa contra la imputación formal y las declaraciones informativas, mismo que fue
resuelto por decreto de 25 del mismo mes y año, señalando “…Los impetrantes deberán estar a los
alcances del art. 314 parágrafo I) del CPP, con relación al plazo para interponer incidentes y/o
excepciones” (sic. [fs. 3 a 9 vta.]).

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II.2. Mediante escrito de “…22 de octubre de 2018”, la impetrante de tutela presentó recurso de
reposición contra el decreto de 25 de octubre del citado año, el cual fue resuelto por providencia de
16 de noviembre del mismo año, disponiendo: “Siendo claro lo dispuesto por decreto de fecha 25 de
octubre de 2018 y lo dispuesto por el Art. 314 del CPP, NO HA LUGAR a la solicitud, asimismo se
deberá tener presente que el suscrito juzgador se encuentra en suplencia legal del Juzgado Sexto de
Instrucción en lo Penal Cautelar y la carga procesal que conlleva, por tal razón, se rechaza la
REPOSICIÓN solicitada en el memorial que antecede, sin sustanciación de conformidad con el Art.
402 del Código de Procedimiento Penal” (sic. [fs. 11 a 12]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a una justicia
plural, pronta, oportuna, transparente y sin dilaciones; puesto que, dentro del proceso penal iniciado
en su contra por la presunta comisión del delito de avasallamiento, al no estar debidamente
consignado en la imputación formal el nombre del querellante y/o víctima, interpuso incidente de
actividad procesal defectuosa, resuelto por decreto de 25 de octubre de 2018, refiriendo que
“…DEBERÁN ESTAR A LOS ALCANCES DEL ART. 314 PARÁGRAFO I) DEL CPP CON RELACIÓN AL
PLAZO PARA INTERPONER INCIDENTES Y/O EXCEPCIONES…” (sic), sin interpretar adecuadamente
el referido artículo ni la debida fundamentación y congruencia; por lo que, formuló recurso de
reposición; empero, por providencia de 16 de noviembre del citado año, fue declarado no ha lugar,
incurriendo en la misma lesión alegada.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Jurisprudencia reiterada sobre la revisión del Tribunal Constitucional Plurinacional
cuando se alega interpretación de la legalidad ordinaria
La SCP 0390/2018-S1 de 13 de agosto, en relación a la errónea interpretación de la legalidad
ordinaria, haciendo referencia a la SC 1846/2004-R de 30 de noviembre, sostuvo que: […« Si bien la
interpretación de la legalidad ordinaria debe ser labor de la jurisdicción común, corresponde a la
justicia constitucional verificar si en esa labor interpretativa no se han quebrantado los principios
constitucionales informadores del ordenamiento jurídico, entre ellos, los de legalidad, seguridad
jurídica, igualdad, proporcionalidad, jerarquía normativa y debido proceso; principios a los que se
hallan vinculados todos los operadores jurídicos de la nación; dado que compete a la jurisdicción
constitucional otorgar la protección requerida, a través de las acciones de tutela establecidas en los
arts. 18 y 19 de la Constitución, ante violaciones a los derechos y garantías constitucionales,
ocasionadas por una interpretación que tenga su origen en la jurisdicción ordinaria, que vulnere
principios y valores constitucionales.
Esto significa que los órganos de la jurisdicción ordinaria deben sujetar su labor interpretativa a las
reglas admitidas por el derecho, con plena vigencia en el derecho positivo, que exige que tal labor
se la realice partiendo de una “interpretación al tenor de la norma (interpretación gramatical), con
base en el contexto (interpretación sistemática), con base en su finalidad (interpretación teleológica)
y los estudios preparatorios de la ley y la historia de formación de la ley (interpretación histórica)”
(Cfr. Cincuenta años de jurisprudencia del Tribunal Constitucional Alemán, pág. 2); reglas o métodos
de interpretación que en algunas legislaciones, han sido incorporados al ordenamiento jurídico
positivo (así, art. 3.1 del Código civil español).
Las reglas de la interpretación aludidas, operan como barreras de contención o controles, destinadas
a precautelar que a través de una interpretación defectuosa o arbitraria, se quebranten los principio
constitucionales aludidos; de modo que debe ser previsible, tanto en relación a los medios empleados
cuanto en relación al resultado alcanzado; pues la interpretación de una norma no puede conducir a
la creación de una norma distinta de la interpretada.
En este orden, conviene precisar que la interpretación sistemática o contextualizada, puede
extenderse, según los casos, al artículo del cual forma parte el párrafo o inciso analizado; al capítulo
o título al que pertenece; al sector del ordenamiento con el que se vincula o pertenece; o al

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ordenamiento en su conjunto; y finalmente, de manera inexcusable, con las normas, principios y


valores de la Constitución, dado que de todas las interpretaciones posibles que admita una norma,
debe prevalecer siempre aquella que mejor concuerde con la Constitución.»
En esa misma línea de entendimiento, cabe señalar lo manifestado por este Tribunal sobre la carga
argumentativa para activar esta interpretación, así la SCP 0615/2012 de 23 de julio, señaló que:
«Según lo establecido en la SC 2370/2010-R de 19 de noviembre: “…Si bien, es posible, analizar la
interpretación de la legalidad ordinaria; empero, de conformidad a la SC 0085/2006-R de 25 de enero,
el recurrente debe fundamentar en su recurso, ahora acción, los siguientes aspecto: ‘1. (…) por qué
la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente,
absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas de interpretación que
fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo, y 2. Precise los derechos o garantías
constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad entre
éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la problemática planteada por el
recurrente, tendrá relevancia constitucional’.
En ese entendido la SC 1587/2011-R de 11 de octubre, determinó: ‘el accionante no debe limitarse
a hacer un relato de los hechos, sino que debe explicar no sólo por qué considera que la interpretación
no es razonable, sino también cómo esa labor interpretativa vulneró sus derechos y garantías. Este
entendimiento ha sido adoptado por la SC 0083/2010-R de 4 de mayo, al señalar que ‘…la
interpretación de la legalidad ordinaria corresponde a la jurisdicción común y que si bien a la
jurisdicción constitucional le corresponde verificar si en esa labor interpretativa no se han
quebrantado los principios constitucionales informadores del ordenamiento jurídico, entre ellos, los
de legalidad, seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad, jerarquía normativa y debido proceso;
no es menos cierto que el demandante o accionante debe invocar y fundamentar cuáles fueron las
infracciones a las reglas de la interpretación admitidas por el derecho; (…) pues no ha expresado con
precisión las razones que sustentan su posición, ni identificó con claridad qué criterios o principios
interpretativos no fueron empleados o fueron desconocidos por las autoridades judiciales
demandadas’.
En el mismo sentido el Tribunal Constitucional Alemán, estableció que si en el marco de una
interpretación conforme con la Constitución de una norma del derecho ordinario, el Tribunal
Constitucional considera que ciertas interpretaciones posibles de una norma no son compatibles con
la Constitución, los demás tribunales no podrán considerar constitucionales esas posibles
interpretaciones (Sentencia de 10 de junio de 1975, BvR 1018/74).
Por su parte, el Tribunal Constitucional de España ha establecido que la interpretación de la legalidad
ordinaria no puede ser analizada por la jurisdicción constitucional, salvo que la misma se funde en
una interpretación arbitraria o manifiestamente irrazonable (STC 133/2000, de 16 de mayo), cuando
esa interpretación carezca de la debida motivación (SSTC 214/1988 de 14 de noviembre, 63/1992 de
29 de abril), se apoye en una causa legal inexistente (SSTC 69/1984 de 11 de junio, 57/1988, de 5
de abril), o sea el resultado de un error patente (SSTC 295/2000, de 11 de diciembre).
(…)
Deduciéndose que la labor interpretativa de la Ley corresponde a la jurisdicción ordinaria, salvo
ciertas excepciones que importen lesión a derechos fundamentales, mismos que deben ser
acreditados, por lo que la jurisdicción constitucional mediante la acción de amparo constitucional no
puede dejar de lado esa atribución, ya que de hacerlo ocasionaría un desequilibrio entre
jurisdicciones”»].
III.2. De los derechos al debido proceso y a la defensa
La SCP 0766/2019-S4 de 12 de septiembre, haciendo mención a la SCP 0770/2017-S1 de 27 de julio,
asumió que: […«La jurisprudencia constitucional, ha entendido al debido proceso como: “‘…el
derecho de toda persona a un proceso justo, oportuno, gratuito, sin dilaciones y equitativo, en el que
entre otros aspectos, se garantice al justiciable el conocimiento o notificación oportuna de
la sindicación para que pueda estructurar eficazmente su defensa, el derecho a ser

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escuchado, presentar pruebas, impugnar, el derecho a la doble instancia, en suma, se le


dé la posibilidad de defenderse adecuadamente de cualquier tipo de acto emanado del
Estado, donde se encuentren en riesgo sus derechos, por cuanto esta garantía no sólo es
aplicable en el ámbito judicial, sino también administrativo…’” (SC 0180/2013 de 27 de
febrero).
La SCP 1902/2012 de 12 de octubre, refiere que: “…este derecho consiste en la garantía de legalidad
procesal para proteger la libertad, la seguridad jurídica, la racionalidad y la fundamentación de las
resoluciones judiciales o administrativas; en las actuaciones judiciales o las actuaciones
sancionadoras administrativas exige que los litigantes tengan el beneficio de un juicio
imparcial ante los tribunales y que sus derechos se acomoden a lo establecido por las
disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una
situación similar…”.
De acuerdo a la SCP 2240/2012 de 8 de noviembre, “…El debido proceso constitucional no se concreta
en las afirmaciones positivizadas en normas legales codificadas, sino que se proyecta hacia los
derechos, hacia los deberes jurisdiccionales que se han de preservar con la aspiración de conseguir
un orden objetivo más justo, es decir, el debido proceso es el derecho a la justicia lograda a partir
de un procedimiento que supere las grietas que otrora lo postergaban a una simple cobertura del
derecho a la defensa en un proceso”.
El derecho a la defensa “…está configurado como un derecho fundamental de las personas, a través
del cual se exige que dentro de cualquier proceso en el que intervenga, tiene la facultad de
exigir ser escuchada antes de que se establezca una determinación o se pronuncie un
fallo; además, implica el cumplimiento de requisitos procesales que deben ser debidamente
observados en cada instancia procesal dentro de los procesos ordinarios, administrativos y
disciplinarios, donde se afecten sus derechos.
Así la SC 1821/2010-R de 25 de octubre, indicó que el derecho a la defensa es la ‘…potestad inviolable
del individuo a ser escuchado en juicio presentando las pruebas que estime convenientes en su
descargo, haciendo uso efectivo de los recursos que la ley le franquea. Asimismo, implica la
observancia del conjunto de requisitos de cada instancia procesal en las mismas condiciones con
quien lo procesa, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo
de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos.
Es decir, que el derecho a la defensa se extienda: i) Al derecho a ser escuchado en el proceso; ii) Al
derecho a presentar prueba; iii) Al derecho a hacer uso de los recursos; y, iv) Al derecho a la
observancia de los requisitos de cada instancia procesal…’ (SCP 1881/2012 de 12 de octubre)”».
Entendimientos emitidos por la jurisprudencia constitucional, que sin duda configuran el derecho a la
defensa no solo como un derecho fundamental y por tanto reconocido por la Constitución Política del
Estado, sino también como un elemento estructural del debido proceso, que permite al justiciable
acceder de manera jurídica y material su derecho a estar presente en el proceso, a ser informado de
manera real, objetiva y efectiva, a ser juzgado o procesado sin dilaciones injustificadas, a recurrir el
fallo ante el juez o tribunal superior, entre otros, a fin de que cuente con los medios necesarios y
suficientes para defender sus derechos e intereses legítimos.
Por lo que, por mandato de la Constitución Política del Estado, el derecho a la defensa se constituye
en un derecho inviolable inherente a toda persona que intervenga en un proceso, sea éste judicial o
administrativo, a fin de defender sus intereses legítimos frente a los actos que vayan en menoscabo
de los derechos fundamentales, ello implica indiscutiblemente a ser oído en todo momento, a
impugnar decisiones, a presentar pruebas y otras, en forma previa a la emisión de un sentencia o
determinación] (las negrillas corresponden al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
De autos se advierte que la impetrante de tutela, denunció la vulneración de sus derechos al debido
proceso, a la defensa, a una justicia plural, pronta, oportuna, transparente y sin dilaciones; toda vez
que, dentro del proceso penal iniciado en su contra por la presunta comisión del delito de

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avasallamiento, al advertir error en la consignación del nombre de la víctima y/o querellante en la


resolución de imputación formal, planteó incidente de actividad procesal defectuosa, el mismo que
fue resuelto por la autoridad demandada mediante decreto señaló que: “…LOS IMPETRANTES
DEBERÁN ESTAR A LOS ALCANCES DEL ART. 314 PARÁGRAFO I) DEL CPP, CON RELACIÓN AL PLAZO
PARA INTERPONER INCIDENTES Y/O EXCEPCIONES…” (sic), decisión contra la que interpuso recurso
de reposición, que fue declarado no ha lugar, providencia que considera vulneró los derechos
alegados ut supra, por no cumplir con el derecho al debido proceso.
La accionante en su memorial de acción identificó como actos lesivos, la incorrecta interpretación del
art. 314 del CPP modificado por la Ley 586, los derechos al debido proceso, a la defensa y otros,
respecto al primero la amplia jurisprudencia desarrollada por el Tribunal Constitucional Plurinacional,
estableció que la interpretación de la legalidad ordinaria está reservada precisamente para esa
jurisdicción y no así para la constitucional; empero, también determinó que excepcionalmente es
posible hacerlo e ingresar a verificar si en esa labor interpretativa no se quebrantaron principios
constitucionales informadores del ordenamiento jurídico; para este efecto la impetrante de tutela
debió invocar y fundamentar cuáles fueron las infracciones a las reglas de la interpretación admitidas
en derecho, explicando porqué considera que estas no han sido razonables, de qué forma la función
desplegada vulneró sus derechos y garantías, aspectos que no fueron advertidos en la presente
acción tutelar; por lo que, este Tribunal se encuentra impedido de ingresar a realizar esa labor
interpretativa, conforme lo establecido en la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico
III.1 del presente fallo constitucional.
En relación al derecho al debido proceso y a la defensa, corresponde ingresar al análisis de fondo, al
respecto cabe mencionar que la peticionante de tutela, el 24 de octubre de 2018 interpuso un
incidente de actividad procesal defectuosa contra la imputación formal dentro del proceso penal
seguido en su contra por la presunta comisión del delito de avasallamiento, en el entendido que el
Ministerio Público en dicho actuado consignó como víctima a otra persona y no así los nombres de
los verdaderos denunciantes, situación que dificultó su notificación, lo que dio lugar al mencionado
recurso que fue resuelto por decreto de 25 del mismo mes y año, señalando que debía adecuarse a
lo previsto en el art. 314.I del Código Adjetivo Penal, referido al plazo para la interposición de dicho
acto procesal.
De lo expresado, se advierte que la autoridad demandada resolvió el mencionado incidente mediante
decreto, lo cual originó el recurso de reposición en cumplimiento a lo previsto por el art. 401 del CPP,
que establece que este procede contra las providencias de mero trámite; empero, al no adecuarse el
incidente de actividad procesal defectuosa a lo precedentemente expuesto y ser un asunto complejo
por el fin perseguido, dicha decisión fue errónea y el medio utilizado no fue el idóneo; habida cuenta
que, por las características del mismo, correspondía su tratamiento y resolución mediante auto
motivado y fundamentado en resguardo del derecho al debido proceso.
Aspecto que en caso de rechazo del mencionado incidente, la peticionante de tutela hubiese tenido
la oportunidad de plantear su apelación incidental, conforme la normativa legal aplicable al caso y lo
establecido en la SC 0636/2010-R de 19 de julio, al no haber adecuado la autoridad demandada su
actuación al procedimiento señalado para dicho efecto y haberlo resuelto mediante decreto, vulneró
el derecho al debido proceso y a la defensa de la accionante; toda vez que, el mecanismo procesal
utilizado la dejó sin la opción de poder recurrir a una segunda instancia, posibilidad que hubiese
quedado abierta si el mismo hubiera sido decidido conforme al procedimiento señalado.
En ese entendido correspondía que la autoridad demandada, absuelva el incidente planteado
mediante un auto debidamente motivado y fundamentado, cuidando el cumplimiento de estos
elementos que componen el derecho a un debido proceso, en aplicación de la jurisprudencia citada
en el Fundamento Jurídico III.2 de presente fallo constitucional; por ser ese el mecanismo idóneo
para la resolución del incidente planteado.
En ese sentido, el Juez de garantías al haber concedido la tutela impetrada, obró en forma correcta.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 403/2019 de 16 de agosto, cursante de fs. 88 a 94
vta., pronunciada por el Juez Público Civil y Comercial Décimo de la Capital del departamento de La
Paz; y, en consecuencia CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo dejar sin efecto el decreto de
25 de octubre y la providencia de 16 de noviembre ambos de 2018; y, que la autoridad demandada
resuelva el incidente de actividad procesal defectuosa mediante una resolución debidamente
motivada y fundamentada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0669/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29026-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 1/2019 de 30 de abril, cursante de fs. 53 a 55 vta., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Victoria Yujra Mamani contra Samuel
Quito Quispe y Elías Romero, Presidentes del Consejo de Administración y Vigilancia
respectivamente, de la Cooperativa Minera Aurífera “24 de Junio” Limitada (Ltda.) del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memoriales presentados el 3 y 24 de abril de 2019, cursantes de fs. 29 a 36 vta. y 38 a 44
vta., la accionante expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 8 de marzo de 2011, falleció su hijo Jhoser Joel Quito Yujra, conforme acredita la documentación
que adjunta, quien fue socio de la Cooperativa demandada y miembro de la comunidad Agraria
Ingenio -del cantón Yani de la provincia Larecaja del departamento de La Paz-. Ante su muerte y
cumplidos los procedimientos de la norma civil, la declaratoria de herederos se elevó a instrumento
público a través del Testimonio 384/2016 de 2 de agosto, tal como rezan los arts. 1097 y 1101 del
Código Civil (CC); 92.c de la Ley del Notariado Plurinacional (LNP) y 109 de su Decreto Reglamentario.
Acreditada su cualidad jurídica, el 9 de junio de 2016, se apersonó ante el Presidente del Consejo de
Administración de la citada Cooperativa, solicitando su incorporación y registro como heredera por la
vía de sucesión legal forzosa en representación del socio extinto, de acuerdo al procedimiento
administrativo previsto para el efecto.
Existiendo la debida legitimidad en la solicitud de incorporación, tanto el Presidente como los
representantes de la Cooperativa, denegaron dicho pedido de manera injustificada, entorpeciendo y
limitando el ejercicio de la potestad adquirida por sucesión legal, vulnerando su derecho al trabajo
que le corresponde por tutela constitucional como continuadora de la personalidad de su causante;
ello sumado al transcurso del tiempo cuya demora no solo significa un peligro para sus intereses,
sino que configura un desconocimiento de sus derechos legítimos, tal como prevé el art. 56.III.1 -
siendo lo correcto 56.III- de la Constitución Política del Estado (CPE) concordante con el art. 1000
del CC que estipula que la sucesión de una persona se abre con su muerte real o presunta, extremo
limitado y desconocido en forma arbitraria; ya que los representantes de la Cooperativa demandada,
hicieron caso omiso a sus reclamos y solicitudes de incorporación como socia y restitución de sus
derechos y obligaciones, negándole sus derechos sucesorios, al trabajo, a la remuneración, a la
alimentación y a la manutención para sí y sus hijos menores de quienes ella es la única responsable,
encontrándose en una situación de necesidad por no poder dar una vida digna a los mismos.
El desconocimiento de su derecho al trabajo y a la sucesión hereditaria por parte de las personas
demandadas, se contrapone a lo dispuesto por el art. 55 de la CPE, que establece al sistema
cooperativo como una instancia sustentada en los principios de solidaridad, igualdad, reciprocidad
entre otros; empero la mencionada Cooperativa incumplió dichos preceptos porque la desconocen
como heredera e invalidan que su hijo fallecido con esfuerzo obtuvo las acciones que hoy le son
negadas a pesar de la sucesión legal acreditada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y al


trabajo, citando al efecto los arts. 13.I y II, 56.III, 115, 116, 117.I, 180 y 410 CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo su incorporación a la Cooperativa Minera Aurífera “24 de
Junio” Ltda. como emergencia de la sucesión legal hereditaria en representación de su hijo y en lo
que concierne a sus derechos.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 30 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 49 a 52,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó el tenor íntegro de la acción de amparo constitucional
interpuesta, acotando que: “…la acción desplegada por el presidente y miembros del directorio de la
cooperativa minera aurífera 24 de junio R.L. de manera premeditada y con total temeridad llega a
vulnerar los siguientes derechos, la garantía al debido proceso citando el art. 13.I y II, 115, 116 y
410 de la CPE. Violación al derecho de la sucesión (…) asimismo se ha vulnerado el derecho al trabajo
siendo uno de los pilares fundamentales de toda sociedad el hecho de garantizar el libre ejercicio de
una actividad lícita y considerando que mi causante me llego a delegar tal facultad conforme a la
declaratoria de herederos dicho extremo es entorpecido por el directorio de la mencionada
cooperativa lo cual deberá ser restablecido…” (sic), ya que se lesionó derechos fundamentales que
ponen en peligro inminente su salud y vida. Asimismo, hizo notar que no solo se presentaron
reiteradas solicitudes de incorporación a la Cooperativa acreditando la declaratoria de herederos sino
también la “…carta de solicitud de registro de nuevo socio por causa de sucesión legal hereditaria,
informe efectuado por AFCOOP que refiere dar curso a mi pedido en derecho lo cual hasta el presente
me es negado, carta notariada de conminatoria a efectos de la respuesta a mi solicitud de
incorporación” (sic), aclarando que es su expareja y padre de su hijo fallecido -Ermógenes Quito
Barrera-, quien recibe todos los beneficios sin que a ella como heredera le llegue a favorecer nada.
I.2.2. Informe de los demandados
Samuel Quito Quispe y Elías Romero, Presidentes del Consejo de Administración y Vigilancia
respectivamente, de la Cooperativa Minera Aurífera “24 de Junio” Ltda. del departamento de La Paz,
no elevaron informe escrito y tampoco se hicieron presentes en audiencia, a pesar de su notificación
cursante a fs. 45.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
La Autoridad de Fiscalización y Control de Cooperativas (AFCOOP), no se apersonó a la audiencia ni
presentó memorial alguno, a pesar de su notificación cursante a fs. 48.
I.2.3. Resolución
El Juez Público Civil y Comercial e Instrucción Penal Primero de Sorata del departamento de La Paz,
constituido en Juez de garantías, por Resolución 1/2019 de 30 de abril, cursante de fs. 53 a 55 vta.,
concedió en parte la tutela solicitada, disponiendo que las personas demandadas en el plazo de
cuarenta y ocho horas de notificadas con la Resolución, emitan respuesta a la solicitud de la
accionante en su condición de heredera de quien en vida fue Yhoser Joel Quito Yujra, sea
considerando su derecho a suceder, bajo los siguientes fundamentos: a) En el marco de la garantía
del debido proceso, no se demostró que las personas demandadas hayan dado alguna respuesta, ya
sea positiva o negativa al petitorio de la accionante, provocando un vacío administrativo; b) Por
sucesión hereditaria, la peticionante de tutela al haber aceptado de manera expresa la herencia de
su hijo fallecido “…tiene el derecho constitucional de adquirir los bienes, acciones y derechos, activos
y pasivos de su difunto hijo, por el solo ministerio de la ley al ser heredera forzosa, sin necesidad de
orden judicial alguna, derecho constitucional que debe ser repuesto por la vía constitucional, ya que
no existe ningún procedimiento establecido en la norma civil para pedir en dicha vía la posesión

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 262


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judicial de los bienes de la herencia, máxime, si la Cooperativa accionada no se ha pronunciado de


manera positiva o negativa al respecto” (sic); y, c) Siendo que los representantes de la Cooperativa
demandada no dieron ninguna respuesta, vulneraron derechos fundamentales que ponen en riesgo
la salud y la vida de la prenombrada y toda su familia, denotando la existencia de la excepción a la
subsidiariedad por existir un peligro inminente como efecto de las decisiones impugnadas que pueden
constituirse en irreparables, según señala el art. 54.II del Código Procesal Constitucional (CPCo) y en
el marco de la amplia jurisprudencia constitucional respecto a las excepciones a la subsidiariedad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante nota de 19 de junio de 2015, dirigida a la Presidenta de la Cooperativa Minera Aurífera
“24 de Junio” Ltda., la impetrante de tutela solicitó certificación de la acción correspondiente a su
hijo fallecido y fotocopias de toda la documentación presentada por su excónyuge (fs. 8).
II.2. A través de certificación emitida el 20 de agosto del nombrado año, el Secretario General y el
Directorio de la Comunidad Ingenio del cantón Yani de la provincia Larecaja del departamento de La
Paz, a solicitud de Victoria Yujra Mamani, certificó que Yhoser Joel Quito Yujra, era afiliado y natural
de dicha Comunidad y asociado de la citada Cooperativa (fs. 10).
II.3. Consta certificación de 28 de septiembre del referido año, mediante la cual, la Presidenta del
Consejo de Administración de la aludida Cooperativa refirió que Yhoser Joel Quito Yujra era socio de
la misma, sin haber regularizado hasta la fecha de su fallecimiento el registro ante la Dirección
General de Cooperativas (fs. 11).
II.4. Cursa nota de 19 de diciembre del indicado año, dirigida al Directorio de la señalada
Cooperativa, en la que la accionante solicitó la entrega de pulpería, correspondiente a ese mes y año,
además de los regalos de navidad para sus tres hijos menores, ya que el padre se benefició por su
cuota parte durante tres años (fs. 7).
II.5. Por nota presentada el 9 de junio de 2016, la impetrante de tutela solicitó a la Presidenta de la
Cooperativa Minera Aurífera precitada, el cambio de nombre del certificado de aportación y registro
ante la AFCOOP (fs. 13 y vta.).
II.6. El Notario de Fe Pública 75, Efraín López Laura, el 2 de agosto de 2016, emitió el Testimonio
348/2016 sobre aceptación de herencia de quien en vida fue Yhoser Joel Quito Yujra declarándose
heredera Victoria Yujra Mamani (madre) salvando los derechos sucesorios de Ermógenes Quito
Barrera (padre) y de terceras personas que demuestren igual o mejor derecho (fs. 4 a 6 vta.).
II.7. Mediante memorial de 12 de enero de 2017, la impetrante de tutela solicitó cambio de nombre
del certificado de aportación y registro ante la AFCOOP según Testimonio 384/2016 (fs. 14 y vta.).
II.8. Por memorial de 12 de febrero de idéntico año, la accionante solicitó al Presidente de la
Cooperativa Minera antedicha, registro y pronunciamiento o respuesta al memorial de 12 de enero
del citado año y en un plazo perentorio de quince días proceda al cambio de nombre tanto en la
Cooperativa como ante la AFCOOP tal como establece la Ley General de Cooperativas (fs. 15).
II.9. A través del memorial de 17 de agosto de 207 dirigido a la AFCOOP, la prenombrada solicitó la
intervención y se requiera al Presidente de la Cooperativa aludida para que solucione el problema de
incumplimiento o infracción de la Ley mencionada supra, referente a su pedido de cambio de nombre
del certificado de aportación y registro a su nombre en su condición de heredera forzosa, habiendo
remitido documentación complementaria el 5 de octubre de idéntico año (fs. 16 a 17).
II.10. Mediante nota con Cite AFCOOP/DGE/0924/2017 de 19 de octubre, dirigida a la peticionante
de tutela, el Director General Ejecutivo de la AFCOOP, respondió: “…que conforme al Artículo 32 de
la Ley Nº 356 de 11 de abril de 2013 ‘Ley General de Cooperativas’, de forma indubitable establece
que son asociadas y asociados de las cooperativas, las personas naturales o jurídicas que libremente
decidan ingresar, cumpliendo los requisitos estipulados en esta Ley, que estaría cumpliendo en
sentido de que la Presidenta de la Cooperativa Minera Aurífera 24 de junio Ltda., Sonia Suca Payi,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 263


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emite certificación indicando el Yhoser Joel Quito Yujra, era asociado de la cooperativa que
representa, sin que su registro haya sido regularizado hasta su fallecimiento” (sic), anunciando que
se remitirá la respectiva nota, solicitando a la Cooperativa pronunciarse para que se pueda canalizar
la misma en el ámbito cooperativo y la Ley nombrada (fs. 18).
II.11. Cursa nota interpuesta el 7 de marzo de 2018, en la que el Director General Ejecutivo aludido
en la Conclusión precedente pidió al Presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa
Minera Aurífera citada anteriormente, información pormenorizada sobre las acciones asumidas y
resultados obtenidos en relación a la solicitud de Victoria Yujra Mamani, respecto al reconocimiento
de su derecho como heredera (fs. 19 y vta.).
II.12. Por nota presentada el 26 de igual mes y año, la accionante solicitó al Director General
Ejecutivo de la AFCOOP, pronunciarse sobre el caso de la denuncia planteada contra la Cooperativa
Minera indicada, ya que “a la fecha” no existe informe alguno al requerimiento de dicha entidad,
siendo esta una muestra clara del incumplimiento a la ley y a las instrucciones de una institución
estatal (fs. 20).
II.13. A través de nota de 20 de febrero de 2019, dirigida a Samuel Quito Quispe, Presidente del
Consejo de Administración de la referida Cooperativa, la peticionante de tutela haciendo notar la
vulneración de su derecho al trabajo por sucesión hereditaria, solicitó que en el plazo improrrogable
de una semana, hagan llegar el informe ante la AFCOOP y sea bajo alternativa de tener que instaurar
las consiguientes acciones legales en caso de incumplimiento (fs. 12).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y al
trabajo; toda vez que, tanto el Presidente como los representantes de la Cooperativa Minera Aurífera
“24 de Junio” Ltda., hicieron caso omiso a sus reiteradas solicitudes y reclamos de incorporación
como socia por sucesión hereditaria de su hijo fallecido Jhoser Joel Quito Yujra, calidad acreditada
mediante Testimonio 384/2016 de 2 de agosto, siendo dicha conducta injustificada que entorpece y
limita su potestad adquirida por sucesión legal como continuadora de la personalidad de su causante,
en contraposición a lo previsto por el art. 56.III de la CPE, que garantiza el derecho a la sucesión
hereditaria concordante con el art. 1000 del CC referido a la sucesión de una persona, que se abre
con su muerte real o presunta, extremos incumplidos arbitrariamente por parte de los prenombrados
ocasionándole graves perjuicios y un peligro inminente para sus intereses, así como para su salud,
su vida y la de toda su familia.
Por consiguiente, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza de la acción de amparo constitucional
La SCP 0765/2018-S3 de 4 de diciembre, referente a la naturaleza de la acción de amparo
constitucional, estableció lo siguiente: “El art. 128 de la CPE, instituye el amparo constitucional como
acción tutelar de defensa ‘…contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores
públicos, persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir
o suprimir derechos reconocidos por la Constitución y la Ley’, naturaleza que legitima el
ejercicio de la tutela de derechos fundamentales y garantías jurisdiccionales, identificados con las
libertades o garantías individuales, siendo el amparo constitucional el medio idóneo para su resguardo
o salvaguarda, cuando los mismos sean restringidos, suprimidos o amenazados por actos ilegales u
omisiones indebidas, tanto de autoridades y servidores públicos, como de personas individuales o
colectivas.
Asimismo, el art. 51 del Código Procesal Constitucional (CPCo), siguiendo la misma línea
constitucional, establece que: ‘La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los
derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la
Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares
que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir’.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 264


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En consecuencia, corresponde precisar, que respecto al efecto de las decisiones asumidas por el
Tribunal Constitucional Plurinacional, su cumplimiento resulta obligatorio por todos los órganos del
estado, ya que además se encuentra plasmado en el art. 203 de la Norma Suprema, que establece
que: ‘Las decisiones y sentencias del Tribunal Constitucional Plurinacional son de carácter vinculante
y de cumplimiento obligatorio, y contra ellas no cabe recurso ordinario ulterior alguno’” (las negrillas
son añadidas).
III.2. Por el principio de favorabilidad y carácter expansivo de los derechos
fundamentales, ante casos de evidente lesión, es posible la tutela de derechos no
invocados por el accionante
Al respecto, la SCP 0807/2010-R de 2 de agosto, desarrolló un razonamiento específico para el
tratamiento del principio de favorabilidad y el carácter expansivo de los derechos fundamentales en
las acciones de amparo constitucional, estableciendo que: “ Existen casos en que la persona que se
considera agraviada en sus derechos, de manera oportuna acude a la jurisdicción constitucional,
denunciado el acto o resolución que considera ilegal o arbitrario, fundamentando y acreditando
además dicho extremo, con una petición clara y concreta, haciendo relación de los hechos con los
derechos que estima lesionados; empero, en esa relación de causalidad, confunde u omite la
indicación de otros derechos, que resultan conexos con el hecho denunciado; en esas
circunstancias, en aplicación del principio de favorabilidad, acceso a la justicia
constitucional, y por el carácter expansivo de los derechos fundamentales, de manera
excepcional, corresponde tutelar el o los derechos conexos a la problemática
denunciada” (las negrillas nos pertenecen), advirtiéndose para el caso, las reiteradas solicitudes de
la accionante interpuestas ante la Presidencia del Consejo de Administración de la Cooperativa Minera
Aurífera “24 de Junio” Ltda., para su incorporación como socia por sucesión hereditaria ante el
fallecimiento del hijo, siendo evidente la falta de respuesta a los reclamos y peticiones realizadas que
violan el derecho a la petición que no fue invocado por la peticionante de tutela en su acción de
amparo constitucional pero que se vincula de manera directa a los derechos reclamados; ya que a
partir de una respuesta sea positiva o negativa, tiende a configurarse un nuevo contexto en el que
la problemática tendrá otros argumentos, posibilidades, incluso mecanismos de impugnación
pertinentes u oportunos en esa nueva situación.
III.3. El derecho a la petición frente a otros derechos acusados en una acción de amparo
constitucional
La SCP 0691/2013-L de 19 de julio, sobre la invocación de varios derechos dependientes de la falta
de respuesta a una petición, estableció el siguiente razonamiento: “ El art. 24 de la CPE, respecto al
derecho de petición dispone: ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este
derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario’.
La SCP 1964/2012 de 12 de octubre, asumiendo el entendimiento de la SC 1434/2011-R de 10 de
octubre, señala que para que la justicia constitucional ingrese al análisis de fondo de la presunta
lesión del derecho de petición, debe cumplir ciertos requisitos: ‘…1. La existencia de una
petición oral o escrita; 2. La falta de respuesta material y en tiempo razonable a la
solicitud y 3. La inexistencia de medios de impugnación expresos con el objetivo de hacer
efectivo el derecho de petición’.
Asimismo, al acusarse la vulneración de otros derechos además del de petición dentro de una acción
de amparo constitucional, corresponderá atender de forma previa este derecho, así lo ha sostenido
el Tribunal Constitucional a través de la SC 0835/2005-R de 25 de julio, al señalar: ‘…cuando se
denuncia la lesión de varios derechos fundamentales o garantías constitucionales, por el
principio de subsidiariedad que rige al recurso de amparo, la jurisdicción constitucional
debe resolver previamente el derecho de petición cuando de su tutela dependa que el
recurrente pueda obtener una respuesta por parte de las autoridades recurridas que
resuelvan lo demandado en el recurso de amparo, que de perjudicarle podrá impugnar esa
decisión, acudiendo a las instancias ordinarias previstas por Ley, que son las primeras llamadas a

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tutelar los derechos fundamentales y garantías constitucionales, abriéndose el ámbito de protección


del amparo siempre que se hubieren agotado las vías llamadas por Ley; puesto que, al existir una
solicitud pendiente de resolución, este Tribunal no puede pronunciarse sobre el particular, por cuanto
serán las autoridades recurridas, las que respondan a los reclamos realizados por la actora ’” (las
negrillas son agregadas).
III.4. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y al
trabajo; toda vez que, tanto el Presidente como los representantes de la Cooperativa Minera Aurífera
“24 de Junio” Ltda., hicieron caso omiso a sus reiteradas solicitudes y reclamos de incorporación
como socia por sucesión hereditaria de su hijo fallecido Jhoser Joel Quito Yujra, calidad acreditada
mediante Testimonio 384/2016 de 2 de agosto, siendo dicha conducta injustificada que entorpece y
limita su potestad adquirida por sucesión legal como continuadora de la personalidad de su causante,
en contraposición a lo previsto por el art. 56.III de la CPE que garantiza el derecho a la sucesión
hereditaria, concordante con el art. 1000 del CC referido a la sucesión de una persona que se abre
con su muerte real o presunta, extremos incumplidos arbitrariamente por parte de los representantes
de la Cooperativa antedicha ocasionándole graves perjuicios y un peligro inminente para sus
intereses, así como para su salud, su vida y la de toda su familia.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de amparo constitucional y lo detallado en las Conclusiones de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que el Secretario General y directorio de la Comunidad Ingenio del cantón Yani
provincia Larecaja del departamento de La Paz, a solicitud de Victoria Yujra Mamani -accionante-,
certificaron que Yhoser Joel Quito Yujra era afiliado y natural de esa comunidad y asociado de la
Cooperativa nombrada, de igual manera el 28 de septiembre de 2015, la Presidenta del Consejo de
Administración certificó que el mismo era socio de la indicada Cooperativa, aunque a la fecha de su
fallecimiento no logró regularizar su registro ante la Dirección General de Cooperativas, habiendo la
accionante al finalizar el año, solicitado la entrega de pulpería correspondiente al mes de diciembre,
además de los regalos de navidad para sus tres hijos menores aclarando que el padre ya se había
beneficiado durante tres años anteriores. El 2 de agosto de 2016, la peticionante de tutela se declaró
heredera de su hijo fallecido y pidió el cambio de nombre del certificado de aportación y registro ante
la AFCOOP. Después de haber reclamado la falta de respuesta a su petición y conminado a la
Cooperativa señalada efectivice el cambio de nombre en un plazo de quince días, solicitó al Director
General Ejecutivo de la Autoridad de Fiscalización nombrada, intervenga para que se concrete li
impetrado y se registre a su nombre en condición de heredera forzosa, teniendo por respuesta, la
solicitud de información pormenorizada a la Cooperativa Minera Aurífera aludida sobre las acciones
asumidas y resultados obtenidos en relación al pedido de la peticionante de tutela respecto al
reconocimiento de su derecho como heredera; empero, el requerimiento tampoco fue atendido, por
lo que el 26 de marzo de 2018, solicitó al Director de la AFCOOP pronunciarse sobre la denuncia
interpuesta contra la referida Cooperativa, para finalmente en febrero de 2019, reiterar su petición
al Presidente del Consejo de Administración de dicha Cooperativa, haciendo notar la vulneración de
su derecho al trabajo por medio de la sucesión hereditaria, exigiendo que en el plazo improrrogable
de una semana, hagan llegar el informe ante la AFCOOP y sea bajo alternativa de tener que instaurar
las consiguientes acciones legales en caso de incumplimiento.
Ahora bien, habiendo la accionante denunciado la lesión de sus derechos al debido proceso, a la
sucesión hereditaria y al trabajo, dado que los demandados no dieron respuesta a sus diferentes y
reiteradas solicitudes de incorporación en calidad de socia por sucesión hereditaria de su hijo
fallecido, omisión que ocasiona la afectación a otros derechos señalados por la impetrante de tutela,
quien en sus memoriales y su ampliación en audiencia pública de acción de amparo constitucional,
insistió en el incumplimiento y omisión de normas supremas y las establecidas en materia civil que
resguardan su derecho sucesorio, no habiendo en el caso presente un proceso en la vía administrativa
y menos judicial para invocar la tutela del debido proceso. Configurándose claramente sin embargo,
un derecho no reclamado por la solicitante de tutela, cual es el derecho a la petición.

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En ese contexto, es preciso establecer que la acción de amparo constitucional procede contra actos
u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, personas individuales o colectivas, que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos reconocidos por la Constitución
Política del Estado y la ley tal como glosa el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional; en el caso concreto, la problemática denunciada se constituye en una
falta reiterativa de respuesta a una petición fundamental para el ejercicio de un derecho sucesorio
legalmente obtenido por parte de la accionante, protegido por los arts. 56.III de la CPE y 1000 del
CC, situación que repercute en el goce de otros derechos como el trabajo, la alimentación y otros
beneficios conexos que llegan a ser básicos y elementales para la subsistencia de una familia de la
cual la peticionante de tutela llega a ser única responsable. En consecuencia, habiendo la
prenombrada denunciado como transgredidos sus derechos al debido proceso, a la sucesión
hereditaria y al trabajo, cuando el problema planteado tiene su origen en la falta de respuesta a las
continuas solicitudes de incorporación como socia por sucesión hereditaria a la Cooperativa Minera
Aurífera “24 de junio” Ltda., inobservandose el derecho a la petición; correspondiendo en el marco
de la favorabilidad, acceso a la justicia constitucional y el carácter expansivo de los derechos
fundamentales, de manera excepcional, tutelar este como derecho conexo en la problemática
denunciada, así como refiere el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, asumiendo así el valor
y la protección de la justicia constitucional; ya que en el caso presente, la falta de una respuesta a
la petición repetidamente realizada lesiona derechos fundamentales no solo de la solicitante de tutela
sino de toda la familia que tiene bajo su dependencia.
En ese orden de cosas, el Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional,
establece que para la compulsa del derecho a la petición mediante un recurso constitucional, se
precisa la concurrencia de requisitos como la existencia de una petición, la falta de respuesta material
a esta y la inexistencia de medios de impugnación expresos para hacer valer el derecho alegado,
presupuestos que fueron detallados y acreditados tanto en la acción tutelar interpuesta como en los
antecedentes del caso; dado que la accionante, desde el fallecimiento de su hijo en la gestión 2011,
acudió sin éxito alguno ante la referida Cooperativa, a efectos de recibir los beneficios y asumir las
obligaciones que le corresponden como sucesora de su causante; empero, nunca recibió respuesta
formal alguna, habiendo tenido que acudir y pedir la intervención de la AFCOOP, instancia de la que
recibió una respuesta favorable para una representación ante la mencionada Cooperativa que se hizo
efectiva; sin embargo, cerca de un año, la misma tampoco se manifestó con relación a la petición de
informe solicitado por esa Autoridad de Fiscalización; por lo que, atañe a la jurisdicción constitucional
pronunciarse previamente sobre el derecho a la petición ya que de su tutela depende que la
accionante pueda obtener una respuesta de parte de los demandados, debiendo en consecuencia
conceder la tutela respecto al indicado derecho contra el Presidente del Consejo de Administración
de la precitada Cooperativa Minera, no así contra el Presidente del Consejo de Vigilancia, puesto que
la impetrante de tutela no precisó en su demanda, cuál es la conducta lesiva de dicha autoridad en
los derechos denunciados como lesionados.
En consecuencia, el Juez de garantías, al conceder en parte la tutela impetrada, efectuó un análisis
correcto del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 1/2019 de 30 de abril, cursante de fs. 53 a 55 vta., pronunciada
por el Juez Público Civil y Comercial e Instrucción Penal Primero de Sorata del departamento de La
Paz; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada con relación al derecho a la
petición, en los mismos términos que el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora

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MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0670/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29034-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 25 de 28 de marzo de 2019, cursante de fs. 559 a 562, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Narda Claudia Rodríguez Ponce en
representación legal de Roberto Abraham Richards Velarde contra Oscar Coca Antezana y
Milton Claros Hinojosa, Ministro y Exministro, respectivamente, de Obras Públicas,
Servicios y Vivienda; y, Roque Roy Méndez Soleto, Director Ejecutivo de la Autoridad de
Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transporte (ATT).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 20 de diciembre de 2018, y 29 de enero de 2019, cursantes a fs. 1,
8 a 17, y 24 a 37 vta., el accionante a través de su representante legal, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Por Contrato 136/96 de 12 de diciembre de 1996, y Resolución Administrativa Regulatoria 394/99 de
7 de abril de 1999, la entonces Superintendencia de Telecomunicaciones otorgó concesión y licencia
para la prestación de radiodifusión en la frecuencia 96.7 “Radio Noticias” de Santa Cruz de la Sierra.
En cumplimiento a lo dispuesto en la “Ley 164” (sic) y reglamentación emitida por la ATT, el 10 de
marzo de 2017, en representación de “Radio Noticias” presentó solicitud de migración de títulos
habilitantes del servicio de radiodifusión; sin embargo, la mencionada Entidad requirió la
complementación de información, una vez subsanadas las observaciones realizadas, la citada
Autoridad mediante nota ATT-DTLTIC-N-LP 2754/2017 de 8 de agosto, pidió la presentación de
boleta de garantía de cumplimiento de contrato, siendo éste el último requisito para el otorgamiento
de la licencia de uso de frecuencia respectiva y posterior suscripción de contrato, oficio que le fue
notificado el 11 de ese mes y año; por lo que, exhibió la referida boleta el 17 ese mismo mes y año;
es decir, a los seis días de su notificación. Sin embargo, cumplidas las formalidades y teniendo el
visto bueno para la presentación de la boleta de garantía, mediante nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 de
1 de septiembre, el Director Ejecutivo de la ATT observó la documentación de “Radio Noticias”,
entregándole vía courrier el 6 del referido mes y año; o sea, cuando el plazo ya había vencido el 1
de septiembre de 2017, y la ATT no dio lugar a que se subsanen las observaciones, señalando que
la migración no puede ser atendida, sin fundamentación alguna.
El 20 de ese mes y año, se impugnó la referida nota y además se pidió a la ATT una certificación con
relación: a) Al motivo para no dar curso a su solicitud de emisión de un acto administrativo
fundamentado; asimismo, manifestó que el oficio cuestionado no cumple con lo previsto en los arts.
8 del Decreto Supremo (DS) 27172 de 15 de septiembre de 2003, 28 de la Ley de Procedimiento
Administrativo (LPA), y 29 de la Ley General de Telecomunicaciones, Tecnologías de Información y
Comunicación -Ley 164 de 8 de agosto de 2011-, así como con sentencias constitucionales; b) Si es
cierto que en respuesta a la nota ATT-DTLTIC-LP 2343/2017 -no consigna fecha- acompañó los
documentos faltantes y realizó el pago de todas las deudas pendientes que se tenían por tasa de
regulación; c) Si es evidente que luego de haber cumplido con todas las observaciones, por oficio
ATT-DTLTIC-N LP 2754/2017 se le solicitó la presentación de boleta de garantía de cumplimiento de
contrato y que por nota de 17 de agosto de 2017, con “…registro 2970…” (sic) presentó la misma
antes del cumplimiento del plazo de migración; d) Ante la existencia de observación sobre la razón
social, la ATT permitió que la emisora que representa opere con la frecuencia otorgada, con el

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conocimiento del ente regulador, hubiera realizado pagos por tazas de regulación y derecho de uso
de frecuencia, asignándole el código de operador 833, sin observar respecto a la matrícula de
comercio de la Fundación para el Desarrollo Empresarial (FUNDEMPRESA); y, e) Si en el cronograma
establecido por la precitada entidad y en el proceso de migración, se tomó como último día el 31 de
similar mes y año, sin tomar en cuenta el Artículo Único parágrafo tercero de la Ley de Adecuación
para Operadores de Radiodifusión, que señala que la obligación de los operadores de migrar sus
licencia es en el plazo máximo de doce meses, lo que significa que el plazo de migración concluía el
1 de septiembre del referido año, y no así el 31 de agosto del mismo año; por lo que, se quitó un día
a los operadores con trámites pendientes, en los cuales podían concluir con su migración. Pero el 10
de noviembre de ese año, la ATT emitió el Auto ATT-DJ-A TL LP 1124/2017 mediante el cual no dio
lugar a la petición de certificación efectuada y que los aspectos requeridos por el operador serían
resueltos dentro de la tramitación del recurso de revocatoria; y, por Resolución Revocatoria ATT-DJ-
RA RE-TL LP 130/2017 de 14 diciembre, se rechazó el recurso incoado, confirmando su decisión en
todas sus partes.
Debido a un mal asesoramiento de su abogado, que le indujo en error sobre los plazos de
presentación del recurso jerárquico, el 1 de febrero de 2018, impugnó la Resolución Revocatoria ATT-
DJ-RA RE-TL LP 130/2017; resuelta por la Resolución Ministerial (RM) 199 de 14 de junio de 2018,
notificada el 20 del mismo mes y año, por la cual el Ministerio de Obras Públicas Servicios y Vivienda,
desestimó el recurso jerárquico, argumentando que fue interpuesto fuera del plazo establecido y no
se pronunció sobre las nulidades y arbitrariedad de actuación de la ATT, dejándole en completo
estado de indefensión.
De acuerdo a lo descrito, se vulneró sus derechos al trabajo, debido proceso, a una tutela
jurisdiccional efectiva y al acceso a la justicia en su vertiente de la debida utilización de la normativa
aplicable, así como los principios de seguridad jurídica y legalidad; porque la RM 199 se centró
únicamente en la verificación del plazo de presentación y no así en las nulidades absolutas alegadas
en el recurso jerárquico y al margen de lo previsto en el art. 35.II de la LPA; afectándose la motivación
y fundamentación, al no haberse pronunciado sobre todos y cada uno de los argumentos expuestos,
más aún si la nulidad implica que la actuación de la ATT no nació a la vida del derecho y es contraria
a la Norma Suprema, privándole del pronunciamiento de fondo; y, en relación a la transgresión del
derecho al trabajo, porque la mencionada entidad actuó de forma arbitraria al negar la migración de
su radioemisora, implicando con ello que a noviembre de 2019, quedará sin su única fuente laboral
y sustento para su familia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante legal alegó la lesión de sus derechos al trabajo, a la
defensa, al debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación y el acceso a la justicia,
así como el principio de legalidad; señalando al efecto los arts. 8.I, 9.2 y 4, 13.I, 20, 46, 115.I y II,
117.I, 178, 180 y Disposición Transitoria Octava de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, ordenando la nulidad de: 1) La nota ATT-DJ-N LP 1043/2017; 2) La
Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017; y, 3) La RM 199.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 28 de marzo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 548 a
559, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante legal ratificó el contenido del memorial de acción de
amparo constitucional y ampliándolo expresó que: i) La nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 no cumplió
con la motivación exigida respecto al desconocimiento de derechos adquiridos, vigentes y otorgados

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conforme a ley; ii) Presentó dentro de plazo la matrícula actualizada del registro de comercio
otorgada por FUNDEMPRESA, que fue analizada por la ATT dando su conformidad, razón por la cual
se le pidió la presentación de boleta de garantía de cumplimiento de contrato; iii) Toda la
documentación expuesta a la entidad referida, demostraban y probaban la existencia y
reconocimiento de “Radio Noticias”, situación que no podía ser desconocida por el hecho de la corta
data de la matrícula precitada; iv) La ATT actuó de forma arbitraria negando la migración de la
radioemisora solicitada, implicando que en noviembre de 2019, se quedará sin fuente laboral e
ingresos para su familia; v) No se verificaron en las Resoluciones de los recursos de revocatoria y
jerárquico, las nulidades alegadas incumpliendo el mandato expreso de los arts. 91 y 92.II del DS
27172; vi) En la RM 199 el análisis se centró única y exclusivamente en la verificación de plazo de
presentación del recurso de impugnación; vii) La “administración” está sometida a la ley, por ende
debe observar el principio de legalidad dispuesto en los arts. 232 de la CPE, y 4 incs. c) y g) de la
LPA; viii) Los informes sobre la documentación presentada, se examinaron después del plazo
establecido para la migración, causándole indefensión; ix) El recurso jerárquico se fundamentó en el
hecho de que fue presentado fuera del término legal, olvidando que su domicilio real se encuentra
en la calle Quijarro 140 de Santa Cruz de la Sierra, debiendo considerarse al respecto lo dispuesto
en el art. 21.III de la LPA; y, x) La Resolución citada en el punto seis, fue emitida fuera de los
noventa días, por tanto debe darse por aceptado el recurso y en consecuencia revocarse el fallo
recurrido, tal como lo establece el art. 67.I y II de la citada norma administrativa.
I.2.2. Informe de los demandados
Elizabeth Yolanda Guzmán Quiroga de Peñaranda, Directora General de Asuntos Jurídicos y María
José Guillén Ortúzar, Jefa de la Unidad de Recursos Jerárquicos, en representación legal de Oscar
Coca Antezana, Ministro, todos del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, mediante
informe escrito presentado el 28 de marzo de 2019, cursante de fs. 332 a 340, afirmó que: a) La
acción de amparo constitucional, fue presentada fuera de los seis meses establecidos en la norma;
b) Las nulidades procesales deben ser reclamadas dentro de las etapas procesales correspondientes;
c) El recurso jerárquico fue presentado en forma extemporánea, tomando en cuenta que los diez
días de plazo establecido en la Ley de Procedimiento Administrativo, deben ser contados desde el 16
de enero de 2018, hasta el 30 del mismo mes y año; sin embargo, el recurso data de 1 de febrero
de dicho año; d) La RM 199 tiene expuesto el marco jurídico aplicable, con análisis de los
antecedentes y subsunción de hechos y normas, por lo cual no es evidente la falta de consideración
del art. 91 del DS 27172, ni la vulneración del acceso a la justicia o la tutela jurisdiccional efectiva;
e) Debe presentarse una demanda contenciosa administrativa respecto a lo alegado por la parte
accionante; y, f) El plazo de la distancia no es aplicable en el caso, conforme lo dispuesto en el art.
12 del DS 24504 de 21 de febrero de 1997, y el DS 0071 de 9 de abril de 2009. En audiencia añadió
que: 1) El recurso jerárquico es extemporáneo, lo que imposibilita revisar el fondo de sus
fundamentaciones o controversia; y, 2) La ampliación de la demanda de esta acción evidencia la
falta de sustento jurídico en la misma.
Lilian Carla Maldonado Torrico, Jefa de Recursos Administrativos y Procesos Judiciales, Lilian Lizeth
Ponce Troche y Marco Antonio Solares Castillo, ambos Analistas Legales, en representación legal de
Roque Roy Méndez Soleto, Director Ejecutivo, todos de la ATT, mediante memorial presentado el 28
de marzo de 2019, cursante de fs. 522 a 535, informó que: i) La ATT debió ser considerado como
tercero interesado y no demandado; ii) La acción de defensa interpuesta carece de sustento legal y
el recurso jerárquico fue interpuesto extemporáneamente, pese a la posibilidad de ser presentado en
Santa Cruz de la Sierra; iii) No se cumplió con el principio de subsidiariedad, en razón de la
negligencia del peticionante de tutela, quien no utilizó los medios legales que la ley le otorga,
consintiendo los actos administrativos; iv) El Contrato 136/96 de Concesión de Operación de Red
Pública de Telecomunicaciones y para la Prestación de Servicio de Difusión de Señales de Audio, no
puede ser considerado como la base para establecer derechos adquiridos, pues el Estado no transfirió
a perpetuidad dicho servicio; y, v) Tampoco indicó la manera y efecto de la vulneración del derecho
al debido proceso; es decir, no se explicó la relación de causalidad con los hechos denunciados.
Asimismo, en audiencia, alegó que: a) El recurso jerárquico fue interpuesto en forma extemporánea,

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pese a que pudo ser presentada en las oficinas de la ATT en Santa Cruz de la Sierra; b) El recurso
de revocatoria presentado por el impetrante de tutela, señaló como domicilio procesal especial el
bufete de la abogada apoderada, situado en el “…edificio Hansa, piso 8, oficina Nº 6 de la ciudad de
La Paz…” (sic); c) No existe en el caso derecho adquirido alguno, por la necesidad de aplicar Ley
General de Telecomunicaciones, Tecnologías de Información y Comunicación; y, d) La cláusula cuarta
del citado Contrato, estableció veinte años de duración; por ende, no existió lesión a derecho
constitucional alguno.
Milton Claros Hinojosa, Exministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, no presentó informe
escrito ni se apersonó a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 53.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituido en Tribunal
de garantías, por Resolución 25 de 28 de marzo de 2019, cursante de fs. 559 a 562, concedió la
tutela solicitada, dejando sin efecto la nota ATT-DJ-N LP 1043/2017, la Resolución Revocatoria ATT-
DJ-RA RE-TL LP 130/2017 y la RM 199, sin imposición de costas, sobre la base de los siguientes
fundamentos: 1) La parte accionante mediante esta acción de tutela cuestionó “…el actuar en el
procedimiento administrativo…” (sic), puesto que toda autoridad que conozca de un reclamo o una
solicitud -dentro de un proceso ordinario o administrativo- debe dar respuesta al interesado
respetando los derechos y garantías que la Norma Suprema le otorga para asumir su defensa, lo
contrario implicaría violentar el debido proceso en su vertiente del derecho a la defensa; 2) Las
autoridades demandadas debieron observar lo dispuesto en el art. 21.III de la LPA, cuando señala:
“…Las actuaciones administrativas que deban ser realizadas por personas que tenga su domicilio en
un municipio distinto al de la sede de la entidad pública que corresponda tendrá un plazo adicional
de cinco (5) días a partir del día del cumplimiento del plazo…” (sic); y, 3) El accionante dentro el
proceso administrativo tenía fijado su domicilio en Santa Cruz de la Sierra, por lo que las autoridades
demandadas al omitir lo dispuesto en la mencionada normativa administrativa transgredieron el
derecho al debido proceso del solicitante de tutela, poniéndole en un estado de indefensión al no
haberle otorgado el plazo adicional conforme a ley.
La parte demandada impetró complementación, explicación y enmienda, pidiendo que se indique
“Cual es la interpretación del Tribunal del art. 21 de la ley 2341” (sic), a cuyo efecto el Tribunal de
garantías estableció que en ningún momento se cuestionó la legalidad de las notificaciones realizadas
al ahora accionante, sino lo que se observó en la presente acción de amparo constitucional es “…la
concesión o no del plazo adicional de los 5 días…” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 pronunciada por el Director Ejecutivo Suplente de la ATT,
mediante la cual se comunicó al peticionante de tutela la imposibilidad de atender su solicitud de
migración de licencia de uso de frecuencia otorgada mediante el Contrato 136/96 y posterior
Resolución Administrativa 394/97 de 7 de abril de 1997, debido al incumplimiento en la presentación
de los documentos requeridos al efecto (fs. 208).
II.2. Por memorial interpuesto el 20 de septiembre de 2017, la representante legal del impetrante
de tutela pidió la emisión de resolución o acto administrativo motivado sobre la negativa a ejercer su
derecho de migración, respecto a la decisión indicada en la Conclusión que antecede (fs. 205 a 207
vta.).
II.3. A través de la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 suscrita por el Director
Ejecutivo de la ATT, se rechazó la solicitud precitada y confirmó el acto administrativo impugnado
(fs. 180 a 190).
II.4. Cursan memoriales presentados por Narda Claudia Rodríguez Ponce representante legal de
“Radio Noticias” dentro el trámite en particular, en el que consta que los mismos se suscribieron

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desde “Santa Cruz, noviembre 2017” (sic), y “Santa Cruz, diciembre 2017” (sic [fs. 468 y, 489 a
490]).
II.5. Consta representación de la diligencia de notificación de 21 de diciembre de 2017, a horas
18:25, con el “…Acto Administrativo Resolución Revocatoria, ATT-DJ-RA-RE-TL LP 0130/2017 de 14
de diciembre de 2017…” (sic) en el domicilio ubicado en el Edificio Hansa, Piso 8, Oficina 6, suscrito
por Jorge Javier Zaconeta Alcázar, Notificador de ATT (fs. 177 a 178).
II.6. Cursa Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 4/2018 de 8 de enero, que dio lugar a la
solicitud de aclaración y complementación formulada por la representante legal del accionante,
respecto a la Resolución descrita en la Conclusión II.3; acto que fue notificado mediante cédula al
impetrante de tutela el 15 de enero 2018 (fs. 169 a 173).
II.7. Mediante memorial presentado el 1 de febrero de 2018, el accionante interpuso recurso
jerárquico contra el acto administrativo de la Conclusión II.3 (fs. 161 a 168).
II.8. La RM 199 emitida por Milton Claros Hinojosa, entonces Ministro de Obras Públicas, Servicios y
Vivienda -hoy codemandado-, desestimó el recurso precitado (fs. 132 a 139); Resolución que fue
notificada a la representante legal del impetrante de tutela el 20 de junio de 2018, a horas 12:00 (fs.
129).
II.9. Cursa Matrícula de Comercio 00136676 en la que consta que la empresa unipersonal de Medios
de Comunicación “CORMECO UNO”, de servicios de radio difusión y comunicación, tiene como
domicilio en el Barrio Militar, Av. El Trompillo 51, Unidad Vecinal (UV) 08, Manzano 08, Edificio
Rosario, Piso 4, Oficina 1, Av. Santos Dumont de Santa Cruz de la Sierra (fs. 277).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante legal alegó la lesión de sus derechos al trabajo, a la
defensa, al debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación y el acceso a la justicia,
así como el principio de legalidad; cuestionando la RM 199 pronunciada por Milton Claros Hinojosa,
entonces Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, que desestimó su recurso jerárquico
formulado contra la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017, bajo el argumento de
haberse planteado en forma extemporánea.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva
El acceso a la justicia es un principio básico del Estado Constitucional de Derecho, el cual se promueve
a través de los órganos encargados de administrar justicia; en ese sentido, el acceso a la justicia
implica que las partes de un proceso cuenten con resoluciones debidamente fundamentadas en
derecho como respuesta a sus demandas o peticiones, en juicio o proceso justo, con igualdad de
condiciones y sometido a un tribunal independiente e imparcial. Al respecto la SCP 0017/2018-S2 de
28 de febrero, señaló: “El derecho a la tutela judicial efectiva o acceso a la justicia, conforme
lo entendió la SC 1388/2010-R de 21 de septiembre, consiste en la posibilidad de acudir ante un
tribunal de justicia y así obtener una sentencia fundamentada que pueda ser impugnada, y en
consecuencia, conseguir el cumplimiento efectivo de la misma, garantizando el restablecimiento de
su situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de su derecho a la defensa.
En ese contexto, la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, en el Fundamento Jurídico III.1.1, establece
tres elementos constitutivos del derecho al acceso a la justicia:
1) El acceso propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de
jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos, elementos de exclusión,
limitación, que dificulten el ejercicio de dicho derecho tanto por el Estado como por los particulares;
2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente de las autoridades judiciales formales
o las autoridades naturales de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que
solucione el conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los requisitos

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establecidos en la norma; y 3) Lograr que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido
a que si se entiende que se acude a un proceso para que se reestablezca o proteja un derecho, un
interés o un bien, en la medida que el fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a
la justicia no estará satisfecho.
A lo señalado, la SCP 1953/2012 de 12 de octubre, ampliando el contenido del derecho de acceso a
la justicia, refiere que en el ámbito procesal, debe ser interpretado por las autoridades
jurisdiccionales a partir del principio pro actione, el cual deriva del principio pro homine
-también pro persona o favorabilidad-, que implica la obligación de aplicar las normas
procesales de manera más favorable, que asegure una justicia material por encima de
una formal.
Finalmente, la SCP 0015/2018-S2 de 28 de febrero, sobre la base de las SSCC 0944/2001-R,
0125/2003 y 1206/2010-R; y, la SCP 1450/2013 de 19 de agosto, entiende que el derecho a la
eficacia del cumplimiento o ejecución de las resoluciones constitucionales -como componente del
derecho a la tutela judicial efectiva- debe ser en la medida de lo determinado por las autoridades
judiciales, pues de lo contrario, se lesiona el derecho al acceso a la justicia o tutela judicial efectiva”
(el resaltado nos pertenece).
Desprendiéndose, además de la jurisprudencia citada que al aplicar el principio pro actione, la
autoridad judicial o administrativa debe actuar de la manera más favorable a los fines de otorgar al
solicitante, demandante o peticionante de tutela judicial efectiva, la respuesta a la causa, demanda
o recurso formulado.
Por otra parte, en relación a la tutela judicial efectiva, la SCP 0172/2018-S1 de 10 de mayo, al
respecto puntualizó: “De lo que se concluye, en correspondencia a la amplia jurisprudencia
desarrollada por este Tribunal Constitucional Plurinacional, que la tutela judicial efectiva se constituye
en el derecho de todo justiciable a acudir ante una autoridad jurisdiccional competente en procura
de que sea atendida su pretensión de preservar o restablecer su situación jurídica, que pudo ser
afectada, lesionada o perturbada, a fin de obtener a través de un proceso justo, oportuno, gratuito,
sin dilaciones y equitativo, una decisión judicial que la modifique y que declare el derecho de cada
una de las partes conforme corresponda en justicia; además, implica la posibilidad de poder
interponer los recursos que la ley establezca y la eventualidad de obtener el
cumplimiento efectivo de la sentencia, con el objeto de garantizar el restablecimiento de
sus derechos vulnerados, evitando la indefensión, involucrando el acceso a los tribunales, la
efectividad de las decisiones judiciales, y el ejercicio del recurso previsto en la ley” (el resaltado nos
pertenece).
III.2. El debido proceso y su vertiente de legalidad o aplicación objetiva de la ley
La SCP 0037/2019-S3 de 12 de marzo, al respecto fundamentó que: «La SCP 0844/2017-S2 de 14
de agosto, señaló que: “El art. 108 de la CPE, refiere que es un deber de las bolivianas y los bolivianos,
conocer, cumplir y hacer cumplir la Constitución Política del Estado y las leyes; postulado que se
complementa con el contenido normativo del art. 232 superior que establece: ‘La Administración
Pública se rige por los principios de legitimidad, legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e
interés social, ética, transparencia, igualdad, competencia, eficiencia, calidad, calidez, honestidad,
responsabilidad y resultados’; por consiguiente, cuando la administración pública no despliega una
actividad para la cual ha sido facultado, en el marco del cumplimiento de la ley, ejerciendo un deber
u obligación especifico, incurre en una conducta que vulnera derechos y/o garantías constitucionales.
Así, la SCP 1648/2012 de 1 de octubre, en cita expresa de la SC 0676/2010-R de 19 de julio, respecto
al principio de legalidad o de aplicación objetiva de la ley, estableció que: ‘…debemos hacer referencia
con carácter previo a un principio importante, cual es el de legalidad; entendiéndose el mismo como
fundamental, especialmente para el Derecho Público, pues mediante éste principio, es que el ejercicio
del Poder Público, se somete al imperio de la Constitución Política del Estado y a las leyes; solo un
verdadero Estado de Derecho, es respetuoso de la ley fundamental, encontrando en ellas su límite.
Ningún poder público puede estar excluido del respeto y sometimiento a la Constitución.

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El principio de legalidad, es cimiento de la seguridad jurídica, por ello su importancia; asimismo, su


asidero constitucional en la Constitución Política del Estado actual, se encuentra en el art. 410,
refrendando la supremacía constitucional como la cúspide del ordenamiento jurídico boliviano y la
jerarquía normativa correspondiente, a la cual todos los órganos o poderes del Estado deben
someterse. En tal sentido, el principio de legalidad, es la aplicación objetiva de la ley,
propiamente dicha, a los casos en que deba aplicarse; evitando así una libre interpretación o
aplicación caprichosa de la norma’”» (las negrillas corresponden al texto original).
III.3. El debido proceso en sus elementos de fundamentación y motivación de las
resoluciones
La SCP 0335/2019-S4 de 5 de junio, al respecto refirió que: “La SC 1369/01 de 19 de diciembre de
2001, señala que: ‘…cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo suprime una
parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión arbitraria y dictatorial
que vulnera de manera flagrante el citado derecho que otorga a las partes saber el porqué de la
parte dispositiva de un fallo o Resolución’. Ampliando dicho entendimiento, la SC 752/2002-R de 25
de junio, indicó que ‘…el derecho al debido proceso, entre su ámbito de presupuestos exige que toda
Resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que cada autoridad que dicte una Resolución
debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas
que sustenta la parte dispositiva de la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la
motivación de una Resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en
los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado
derecho que permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual
sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión’.
La SC 1546/2012 de 24 de septiembre, respecto a la motivación de las resoluciones, apuntó los
requisitos que debe cumplir una resolución motivada y al efecto, señala lo siguiente: ‘Es imperante
además precisar que toda resolución ya sea jurisdiccional o administrativa, con la finalidad de
garantizar el derecho a la motivación como elemento configurativo del debido proceso debe contener
los siguientes aspectos a saber: a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes
procesales, b) Debe contener una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe
describir de manera expresa los supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso
concreto, d) Debe describir de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las
partes procesales, e) Debe valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios
probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma
motivada, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes
procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas
y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo de causalidad antes
señalado”.
III.4. Análisis del caso concreto
Previo a ingresar al análisis del caso concreto es necesario aclarar que Oscar Coca Antezana, Ministro
de Obras Públicas, Servicios y Vivienda -autoridad codemandada- á momento de presentar su informe
escrito señaló que el accionante presentó esta acción tutelar -el 20 de diciembre de 2018 (fs. 1)-
fuera del plazo de los seis meses; sin embargo, de la revisión del expediente se tiene que el último
actuado dentro del proceso administrativo fue la notificación con la RM 199 -fallo que resolvió el
recurso jerárquico presentado por el peticionante de tutela- el 20 de junio de 2018 (Conclusión II.8),
de ello es necesario señalar que el art. 55.I del Código Procesal Constitucional (CPCo), establece: “La
Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis meses, computable
a partir de la comisión de la vulneración alegada o de conocido el hecho” (las negrillas nos
corresponden), por lo que siendo la notificación de la mencionada Resolución Ministerial el 20 de
junio de 2018, y la presentación de esta acción el 20 de diciembre de similar año, ésta acción de
amparo constitucional se interpuso dentro de los plazos establecidos conforme a ley.
Ahora bien dentro del caso, el accionante alegó como lesionados sus derechos al trabajo, a la defensa,
al debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación, y el acceso a la justicia, así

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como el principio de legalidad; puesto que las autoridades demandadas denegaron la solicitud de
migración de la licencia de uso de frecuencia de la emisora “Radio Noticias” a través de la nota ATT-
DJ-N LP 1043/2017 de 1 de septiembre, desconociendo los derechos adquiridos vigentes y otorgados
conforme a ley, lo que implica quedar sin fuente laboral e ingresos para su familia. Asimismo en
revisión, la ATT actuó de forma arbitraria; ya que, no verificó en la Resolución de los recursos de
revocatoria y jerárquico las nulidades procesales alegadas, incumpliendo el mandato expreso de los
arts. 91 y 92.II del DS 27172; habiendo centrando su análisis y motivo de resolución, sólo en la
verificación del plazo de presentación del recurso jerárquico, sin observar el principio de legalidad
dispuesto en los arts. 232 de la CPE; y, 4 incs. c) y g) de la LPA, afirmando que su domicilio real se
encuentra en la calle Quijarro 140 de Santa Cruz de la Sierra, entrando en la previsión del art. 21.III
de la LPA.
III.4.1. Sobre la presentación del recurso jerárquico fuera del plazo previsto por la ley
Conforme la revisión de los antecedentes procesales, se tiene que; i) Mediante nota ATT-DJ-N LP
1043/2017 (Conclusión II.1) se comunicó al peticionante de tutela, la imposibilidad de atender su
solicitud de migración de la licencia de uso de frecuencia otorgada mediante el Contrato 136/96 de
12 de diciembre de 1996, y posterior Resolución Administrativa 394/97, para la prestación del servicio
de Difusión de Señales de Audio en Santa Cruz de la Sierra a favor de “Radio Noticias”, debido al
incumplimiento en la presentación de los documentos requeridos para el efecto, entre ellos:
Certificado de Matrícula de Comercio actualizada, Escritura de Constitución Social de la Empresa
(incluyendo estatutos y escrituras de modificación posteriores) inscrita en el Registro de Comercio de
la persona jurídica titular del derecho, exigencias solicitadas al tenor del art. 8 de la Resolución
Administrativa Regulatoria ATT-DJRA TL 0308/2013 de 6 de junio, en la que se precisa que no podrán
optar por la Migración de los Títulos Habilitados aquellos operadores y/o proveedores de servicios de
telecomunicaciones que incumplan con la presentación de los requisitos técnicos y legales requeridos
para cada tipo de servicio; ii) Presentado el recurso de revocatoria, fue resuelto a través de la
Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 rechazando el mismo en virtud al art. 61 de
la LPA, y confirmando el acto impugnado (Conclusión II.3), notificándose con la misma por cédula el
21 de diciembre de 2017, según consta en la representación efectuada conforme los arts. 40 del DS
27113 de 23 de julio de 2003, y 33.IV de la LPA, al encontrarse cerrado el domicilio señalado; iii) A
tal efecto, por memorial de 29 del indicado mes y año, solicitó aclaración y complementación de la
Resolución precitada, emitiéndose en respuesta la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP
4/2018 a través del cual se señaló que al existir aspectos que merecen la aclaración y
complementación, se dio lugar a lo solicitado por el operador “Radio Noticias”, al no alterar lo
sustancial en el fondo lo tratado y resuelto por la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP
130/2017, notificándose con la misma el 15 de enero de 2018; y, iv) Posterior a ello, la representante
legal del impetrante de tutela presentó recurso jerárquico el 1 de febrero de 2018 (Conclusión II.7),
siendo resuelta por Milton Claros Hinojosa, entonces Ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda
mediante RM 199 (Conclusión II.8), sobre la base de las siguientes consideraciones: a) Los arts. 21,
58 y 66.II de la LPA, establecen los marcos normativos pertinentes y aplicables a los plazos de
presentación de los recursos de impugnación en la materia para el caso concreto; b) Se estableció
que “Radio Noticias” fue notificada el 15 de enero de 2018, con la Resolución de Revocatoria ATT-
DJ-RA RE-TL LP 4/2018 en el domicilio señalado en el edifico Hansa, Piso 8, Oficina 6 de la ciudad
de Nuestra Señora de La Paz; c) El plazo para interponer el recurso jerárquico es de diez días hábiles
administrativos, contados a partir del día siguiente hábil de la notificación, empezando dicho cómputo
el 16 del citado mes y año, y terminando el 30 de igual mes y año, sin contar el 22 del referido mes
y año, que fue feriado nacional; d) El memorial del recurso jerárquico fue presentado el 1 de febrero
de dicho año, a horas 17:42; es decir, doce días después de la notificación; consecuentemente, está
fuera de plazo; y, e) Por lo expuesto se señaló que era imposible analizar los argumentos del recurso
planteado. Notificándose con dicha Resolución Ministerial el 20 de junio de similar año.
En ese contexto y en virtud a la aplicación ineludible del principio de legalidad en la sustanciación de
todo proceso jurisdiccional o administrativo; es preciso referirnos a la normativa concerniente a los

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plazos, notificaciones e interposición de recursos en materia administrativa y que se encuentran


detalladas en la Ley de Procedimiento Administrativo y los Decretos Supremos (DDSS) 27113 y 27172.
Ley de Procedimiento Administrativo
“ARTÍCULO 21° (TÉRMINOS Y PLAZOS)
I. Los términos y plazos para la tramitación de los procedimientos administrativos se entienden como
máximos y son obligatorios para las autoridades administrativas, servidores públicos y los
interesados.
II. Los términos y plazos comenzarán a correr a partir del día siguiente hábil aquél en que tengan
lugar la notificación o publicación del acto y concluyen al final de la última hora del día de su
vencimiento.
III. Las actuaciones administrativas que deban ser realizadas por personas que tengan
su domicilio en un Municipio distinto al de la sede de la entidad pública que corresponda,
tendrían un plazo adicional de cinco (5) días, a partir del día de cumplimiento del plazo”
(las negrillas nos corresponden).
Por su parte, el:
“ARTICULO 33º (NOTIFICACIÓN)
I. La Administración Pública notificará a los interesados todas las resoluciones y actos administrativos
que afecten a sus derechos subjetivos o intereses legítimos.
(…)
III. La notificación deberá ser realizada en el plazo máximo de cinco (5) días a partir de la fecha en
la que el acto haya sido dictado y deberá contener el texto íntegro del mismo. La notificación será
practicada en el lugar que éstos hayan señalado expresamente como domicilio a este efecto, el mismo
que deberá estar dentro de la jurisdicción municipal de la sede de funciones de la entidad pública.
Caso contrario, la misma será practicada en la Secretaría General de la entidad pública.
(…)
ARTÍCULO 41° (Iniciación a Solicitud de los Interesados) Si el procedimiento se inicia a
solicitud de los interesados, el escrito que ellos presenten hará constar lo siguiente:
(…)
c) El domicilio a efectos de notificación, el cual deberá estar en la jurisdicción del
Municipio en que tenga su sede el órgano administrativo, asimismo señalar con precisión su
domicilio o residencia” (el resaltado es nuestro).
Asimismo, el:
“ARTÍCULO 56° (Procedencia)
I. Los recursos administrativos proceden contra toda clase de resolución de carácter
definitivo o actos administrativos que tengan carácter equivalente, siempre que dichos
actos administrativos a criterio de los interesados afecten, lesionen o pudieren causar
perjuicio a sus derechos subjetivos o intereses legítimos.
II. Para efectos de esta Ley, se entenderán por resoluciones definitivas o actos administrativos, que
tengan carácter equivalente a aquellos actos administrativos que pongan fin a una actuación
administrativa.
(…)
ARTÍCULO 66° (Recurso Jerárquico)
I. Contra la resolución que resuelva el recurso de revocatoria, el interesado o afectado únicamente
podrá interponer el Recurso Jerárquico.

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II. El Recurso Jerárquico se interpondrá ante la misma autoridad administrativa competente para
resolver el recurso de revocatoria, dentro del plazo de diez (10) días siguientes a su notificación, o al
día en que se venció el plazo para resolver el recurso de revocatoria” (el resaltado nos corresponde).
Decreto Supremo 27172
“ARTÍCULO 13° (NOTIFICACIONES) Los actos administrativos individuales serán notificados con
sujeción al siguiente régimen:
a. Los que disponen el traslado de reclamaciones y cargos, mediante cédula en los domicilios de los
operadores registrados en la Superintendencia correspondiente o en los domicilios de los interesados,
siguiendo el procedimiento establecido en el Artículo 33, Parágrafos IV y VI de la Ley de
Procedimiento Administrativo; y,
b. Las resoluciones definitivas o actos administrativos equivalentes y los demás actos, mediante
cédula en los domicilios especiales constituidos al efecto. A falta de domicilio especial y cuando no
hubiere otro domicilio en los registros de la Superintendencia, se notificará en la Secretaría de la
Superintendencia, mediante diligencia asentada en el expediente.
(…)
ARTÍCULO 26° (DOMICILIO PROCESAL)
I. Los administrados que se constituyan en parte de un procedimiento fijarán domicilio procesal en
la primera actuación en la que intervengan, dentro del radio urbano del asiento de la respectiva
Superintendencia u oficina regional respectiva. Si no existe domicilio constituido en el escrito ni en
los registros de la administración, se tendrá por domicilio a la Secretaría de la Superintendencia.
II. Se tendrá por domicilio especial las direcciones de fax y correo electrónico constituidas
voluntariamente por los administrados a efectos de su notificación”.
Ahora bien, conforme se tiene de la normativa detallada solicitada en su momento por la ATT, a los
fines de continuar con el trámite administrativo de migración de licencia para el funcionamiento de
la radiodifusora “Radio Noticias”, se puede advertir que la empresa unipersonal “CORMECO UNO” de
servicio de radiodifusión y comunicación tiene como domicilio el Barrio Militar, Av. Trompillo 51,
Edificio Rosario, Piso 4 de Santa Cruz de la Sierra (Conclusión II.9); de igual manera se observa que
la nota a través de la que se remite el testimonio de poder del propietario de la empresa unipersonal
para cumplir con los requisitos del trámite de migración pedido, fue remitido por la representante
legal al Director Ejecutivo de la ATT desde la mencionada ciudad hasta Nuestra Señora de La Paz
(Conclusión II.9), al igual que otros memoriales según consta en la Conclusión II.4 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, referidos a la solicitud de certificación de aclaración y complementación
en relación a la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017, por el cual se rechazó su
recurso de revocatoria, constando en los mismos el lugar de suscripción como “Santa Cruz, noviembre
2017” (sic) y “Santa Cruz, diciembre 2017” (sic); es decir, que la impetrante de tutela realizó trámites
administrativos en un municipio distinto al de la ATT.
Esta situación, debió ser advertida por las autoridades demandadas a tiempo de considerar los
recursos interpuestos por la representante legal del impetrante de tutela, en virtud al principio pro
actione desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional; es decir, en virtud a los principios pro actione y pro homine que postulan una
interpretación amplia de los derechos fundamentales, en busca de su máxima efectividad; por lo que,
la aplicación de las normas procesales deberían ser aquellas más favorables, como la señalada en el
art. 21.III de la LPA, que refiere que las actuaciones administrativas de personas que tengan
domicilio en un municipio distinto a la sede de la entidad pública, se entiende en la que se
realiza el trámite respectivo, tendrán un plazo adicional de cinco días a partir del día de
cumplimiento del mismo; y en el caso presente habiéndose procedido a la notificación a la
representante legal del accionante el 15 de enero de 2018, computando el plazo de diez días hábiles,
éste concluía el 30 del mismo mes y año, y el recurso jerárquico fue presentado el 1 de febrero a
horas 17:42, un día después de los diez días señalados, sin tomar en cuenta que la representante

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legal de “Radio Noticias”, tiene su domicilio real en Santa Cruz de la Sierra desde donde realizó varias
solicitudes de orden administrativo.
Por otra parte, si bien a través de su abogado señaló domicilio procesal para efecto de notificación,
no es menos evidente que con la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 se notificó
por cédula, según consta en la representación (Conclusión II.5) y la aplicación del art. 40 del DS
27113, al encontrarse cerradas las puertas del Edifico Hansa y la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA
RE-TL LP 4/2018 que respondía a la solicitud de aclaración y complementación fue notificada a horas
18:20, del 15 de enero del precitado año; por consiguiente, en virtud a los principios antes citados y
con el fin de no dejar en indefensión ni respuesta a la administrada, correspondía considerar la
aplicación de la ampliación del plazo adicional en el cómputo de la presentación del recurso jerárquico,
considerando que la administrada realizó sus actuaciones administrativas en un municipio distinto al
de la ATT.
Concluyendo de lo anterior, que a los fines de proteger el derecho al acceso a la justicia y a la tutela
efectiva, corresponde a las autoridades administrativas resolver con amplitud y asegurándose que la
interpretación de la norma sea favorable al administrado.
Asimismo según lo descrito, corresponde señalar que de los Fundamentos Jurídicos III.2 y 3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, el debido proceso constituye la mayor garantía
constitucional de la administración de justicia, llevando inmerso en su núcleo una gran cantidad de
derechos y garantías, como la defensa, al juez natural e imparcial, la garantía de presunción de
inocencia, a ser asistido por un traductor o intérprete, a un proceso público, a la conclusión del
proceso dentro de un plazo razonable, a recurrir a la legalidad de la prueba, a la igualdad procesal
de las partes, a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, a la congruencia entre
acusación y condena, de donde se desprende el derecho a una debida fundamentación y motivación
de los fallos judiciales, a la garantía del non bis in ídem, a la valoración razonable de la prueba entre
otros; en ese sentido y circunstancia, el principio de legalidad, es la aplicación objetiva de la ley,
aplicada propiamente a los casos concretos, evitando así una libre interpretación o uso caprichoso de
la norma; y, la motivación como elemento configurativo del indicado debido proceso debe contener
básicamente la determinación clara de los hechos atribuidos a las partes procesales, la exposición
clara de los aspectos fácticos pertinentes, la descripción expresa de los supuestos de hecho
contenidos en la norma jurídica aplicable, la referencia individualizada de todos los medios de prueba
aportados por las partes procesales, la valoración concreta y explícita de todos y cada uno de los
medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico, y el establecimiento del
nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, con el supuesto de
hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o
consecuencia jurídica.
En ese sentido, la RM 199 al resolver desestimar el recurso jerárquico por extemporaneidad, sin
considerar la norma aplicable al caso sobre el plazo adicional con el que cuentan los administrados
que se encuentran en municipio diferente al de la ATT, cuando la representante legal del peticionante
de tutela tiene su domicilio en Santa Cruz de la Sierra, al encontrarse la radioemisora en la misma;
se evidencia la vulneración al debido proceso.
Finalmente, es preciso señalar que de acuerdo a la línea jurisprudencial de este Tribunal, la
jurisdicción constitucional sólo puede anular la resolución de última instancia o jerárquica en virtud
al principio de subsidiariedad, que supone que ésta no podrá activarse mientras no se agoten otros
medios o recursos legales que permitan la protección de los derechos de la parte accionante. En ese
contexto, el Tribunal de garantías no debió dejar sin efecto la nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 y la
Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017, por cuanto corresponde a la competencia de
la justicia constitucional, dependiendo el caso concreto, anular el último acto procesal que revisó
todas las actuaciones administrativas anteriores.
Por lo expresado precedentemente, el Tribunal de garantías al conceder la tutela impetrada, obró
de manera parcialmente correcta.

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POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 25 de 28 de marzo de 2019, cursante de
fs. 559 a 562, pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia:
1º CONCEDER en parte la tutela solicitada, sólo en cuanto a la nulidad de la Resolución Ministerial
199 de 14 de junio de 2018, emitida por el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda.
2º Disponer que el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda emita una nueva, de acuerdo
a los fundamentos jurídicos del presente fallo constitucional y los principios pro actione y pro homine
que rigen el acceso a la tutela judicial efectiva.
3º DENEGAR la tutela impetrada, respecto a la nulidad de la nota ATT-DJ-N LP 1043/2017 de 1 de
septiembre, y la Resolución Revocatoria ATT-DJ-RA RE-TL LP 130/2017 de 14 de diciembre.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0671/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 25902-2018-52-AAC
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución de 22 de agosto de 2019, cursante de fs. 3857 a 3868 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Mario y Miguel Ángel, ambos
Fernández Cari, María Angélica Segovia Condori de Vasvaldo, Wálter Ozuna Fernández,
Santos Mackiver Copa López, Teófilo Cayo Mamani, Osmar Martínez Vásquez, Ramiro
Mamani Benito y Antonio Ibañez Espinoza contra Alejandra Ortiz Gutiérrez, Vocal de la
Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o
Doméstica Pública Primera y Adolfo Irahola Galarza, Vocal de la Sala Social y
Administrativa, ambos del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y, Loida Rita
Iriarte Ramos, Jueza Pública Civil y Comercial Primera en suplencia legal de su similar
Decimoprimero de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 21 y 28 de septiembre de 2018, cursante de fs. 1771 a 1811 vta., y
1816 a 1821 vta., los accionantes expresaron los siguientes fundamentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Son beneficiarios de la “…AGRUPACIÓN 4 DE MARZO…” (sic) y les fueron transferidos cien lotes de
terreno, en los que luego de haber sido individualizados construyeron sus viviendas; por lo que,
actualmente son poseedores y ocupantes de los mismos. A pesar de ello, no fueron tomados en
cuenta como demandados en el proceso de interdicto de recobrar la posesión, causándoles
indefensión.
Anoticiados de la Sentencia de 12 de agosto de 2016, que declaró probada la demanda de interdicto
señalada, en la que se dispuso la inmediata restitución de los terrenos que fueron objeto del litigio;
y, para que no surja efectos contra ellos, plantearon recurso de apelación que fue sustanciado ante
el Tribunal ad quem emitiendo el Auto de Vista SC1 361-AV 212/2016 de 30 de noviembre, que
confirmó totalmente el referido dictamen, sin determinar nada respecto a los alcances en relación a
los terceros interesados que no intervinieron en el proceso; es decir, que la referida Sentencia surtió
efectos inter partes. El Juez Público Civil y Comercial Decimoprimero de la Capital del departamento
de Tarija, pronunció los Autos Interlocutorios de 10 y 14 de febrero de 2017, disponiendo se libre
mandamiento de desapoderamiento contra terceros, decisión que fue objetada por los ahora
accionantes.
Por memorial de 17 de febrero de 2017, plantearon recurso de reposición bajo alternativa de
apelación contra los referidos Autos Interlocutorios; impugnación que fue resuelta mediante Auto de
Vista SC1-AV-34/2018 de 29 de marzo, por la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y
Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Tarija, confirmando el dictamen cuestionado e incurriendo en incongruencia omisiva,
porque no identificó ni respondió a todos los agravios expresados en el mencionado recurso,
vulnerando de esta manera el debido proceso.
En el memorial de recurso de reposición con alternativa de apelación, expresaron un total de siete
agravios, de los cuales en el Auto de Vista refutado sólo se identifican y responden parcialmente a
los incs. b) y e), omitiendo los incs. a), c), d), primera parte del inc. e) y los dos últimos señalados

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en los dos párrafos finales de la impugnación, incumpliendo con la congruencia exigida por el art.
265.I del Código Procesal Civil (CPC), de manera citra petita, el cual se observa cuando el Tribunal
de alzada omite decidir sobre cuestiones expresadas por la parte apelante. Asimismo, se advierte
una carencia de fundamentación y motivación, ya que se limitaron a realizar una mera relación de
los dos agravios mencionados.
La parte resolutiva de la Sentencia dictada en el proceso de referencia es muy ambigua, ya que
declara probada la demanda de interdicto de recobrar la posesión y “…dispone la inmediata
restitución de los terrenos que han sido objeto de litis (dos hectáreas) ubicado en la zona de Lourdes
de la ciudad de Tarija…” (sic), bajo apercibimiento de librarse mandamiento de desapoderamiento o
lanzamiento en caso de desobediencia; empero, no especifica dimensiones laterales, límites ni
colindancias. De igual modo, no contiene decisiones expresas, positivas y precisas respecto a las seis
personas demandadas que contestaron la demanda allanándose y tampoco respecto a las otras trece
que respondieron negativamente, y peor aún en relación a tres sujetos que en la parte considerativa
no se los menciona. Lo mismo sucede respecto a quienes no siendo emplazados se apersonaron en
calidad de terceros interesados y plantearon incidente de nulidad de obrados, pues no se definió si
se aceptó o no su intervención como tales y menos si los efectos de la Sentencia de 12 de agosto de
2016, alcanza a ellos.
Asimismo, a través de providencias de 10 de mayo y 11 de julio, ambas de 2018, la Jueza Pública
Civil y Comercial Primera en suplencia legal de su similar Decimoprimero de la Capital del referido
departamento -ahora codemandada-, ordenó se de curso al “…mandamiento de desapoderamiento…”
(sic), que resulta inejecutable porque afectaría derechos fundamentales y garantías constitucionales
de personas ajenas a la demanda de interdicto de recobrar la posesión, los cuales no son parte del
mismo entre las que estarían mujeres, adultos mayores, niños, niñas y adolescentes.
Existe un proceso de nulidad de contrato -donde está incluida la parte demandante del proceso de
interdicto de recobrar la posesión- sobre los mismos terrenos objeto del litigio, que definirá la
titularidad de éstos; empero, ante la inminencia de ejecutarse el “…mandamiento de
desapoderamiento…” (sic) que afecta su derecho a la vivienda familiar digna, solicitan se haga la
excepción del principio de subsidiariedad y se otorgue tutela provisional.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes alegan la lesión de sus derechos al debido proceso en su triple dimensión como
derecho-garantía-principio, en sus elementos de una debida fundamentación, motivación y
congruencia, a la tutela judicial efectiva, de acceso a la justicia, a la impugnación, a la eficacia jurídica
de los fallos ejecutoriados pasados en autoridad de cosa juzgada, a la petición y a una vivienda digna;
así como los principios de proporcionalidad, razonabilidad, justicia material y supremacía
constitucional; y, los valores de igualdad, equilibrio y justicia social, instituidos como base del Estado;
citando al efecto los arts. 8.II, 19, 24, 115.II, 117.I, 119.II, 137 y 180.I de la Constitución Política
del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela impetrada, disponiendo: a) Se deje sin efecto el Auto de Vista SC1-AV-
34/2018 y la “…Resolución judicial…” (sic) de 10 de mayo y 11 de julio, ambas de 2018; la
Sentencia de 12 de agosto de 2016, y Auto de Vista SC1 361-AV-212/2016; b) Ordene que el Juez
de la causa, resuelva el incidente en cumplimiento del Auto de Vista SC1-220-AV-155/2017 de 30 de
agosto; el incidente de nulidad de mandamiento de desapoderamiento y remita el recurso de
apelación concedido por Auto Interlocutorio de 24 de agosto de 2017; y, c) Ante la inminente
ejecución del mandamiento de desapoderamiento, se otorgue “…TUTELA PROVISIONAL…” (sic).
I.2. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Improcedencia de la acción de amparo constitucional
Presentada la acción de amparo constitucional, la Jueza Pública Civil y Comercial Cuarta de la Capital
del departamento de Tarija, por Auto de 24 de septiembre de 2018, cursante a fs. 1814 y vta.,

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observó que los peticionantes de tutela no cumplieron con lo establecido en los arts. 54 y 57 del
Código Procesal Constitucional (CPCo); aspectos que fueron aclarados mediante memorial de 28 del
mismo mes y año (fs. 1816 a 1821 vta.), dando lugar a la Resolución de 1 de octubre de igual año,
cursante de fs. 1822 a 1827 vta., por la que se declaró su improcedencia.
I.2.2 Admisión de la acción de amparo constitucional
La Resolución de improcedencia de 1 de octubre de 2018, emitida por la Jueza Pública Civil y
Comercial Cuarta de la Capital del departamento de Tarija, fue impugnada por los impetrantes de
tutela, en cuyo mérito se remitieron los antecedentes ante la Comisión de Admisión del Tribunal
Constitucional Plurinacional, instancia que emitió el Auto Constitucional (AC) 0415/2018-RCA de 23
de octubre, cursante de fs. 3723 a 3731, por el que se resolvió revocar la Resolución 1 de octubre
de 2018, disponiendo que la Jueza de garantías admita la presente acción de amparo constitucional.
I.3. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 22 de agosto de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 3854
a 3856 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de sus abogados, ratificaron el contenido íntegro de la acción de amparo
constitucional interpuesta y ampliándola manifestaron que el informe del Juez Público Civil y
Comercial Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija -ahora codemandado-, indica que
existe una apelación pendiente de resolución, por lo que solicitaron se conceda la tutela provisional
hasta que los “Vocales de la Sala Civil” puedan resolver dicha impugnación.
I.3.2. Informe de las autoridades demandadas
Alejandra Ortiz Gutiérrez, Vocal de la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y
Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera y Adolfo Irahola Galarza, Vocal de la Sala Social
y Administrativa, ambos del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, por informe escrito
presentado el 22 de agosto de 2019, cursante de fs. 3852 a 3853, solicitaron denegar la tutela bajo
los siguientes fundamentos: 1) El Auto de Vista SC1-AV-34/2018 se explica por sí solo; pues fue
emitido en estricto apego a la ley, cuenta con la debida fundamentación, motivación y congruencia
al haberse resuelto cada uno de los agravios denunciados por los accionantes, de lo que se concluye
que no se vulneró ningún derecho, tampoco incumplió o violentó norma alguna; 2) La acción de
amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustitutivo, complementario o una instancia
adicional a la que pueden recurrir los litigantes frente a una determinación judicial que como en el
presente caso resulta adversa; y, 3) La jurisdicción constitucional, no tiene facultades para revisar
un proceso judicial y dejar sin efecto resoluciones pronunciadas por los jueces ordinarios como se
solicita en la acción tutelar; la interpretación de la legalidad infra constitucional corresponde a los
tribunales ordinarios, excepto en casos de violación de derechos y garantías previstos en la Norma
Suprema que no ocurre en el presente caso.
Adolfo Nilo Velasco Albornoz, Juez Público Civil y Comercial Decimoprimero de la Capital del
mencionado departamento, por informe escrito presentado el 9 de agosto de 2019, cursante a fs.
3756 y vta., señaló que ejerce las funciones descritas desde el 7 de enero del referido año, y emitió
la “Resolución” de 6 de febrero del mismo año, que fue objeto de apelación y se encuentra radicada
en la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica
Pública Primera del referido Tribunal Departamental de Justicia.
I.3.3. Intervención de los terceros interesados
Adelia Mamani de Gonzáles, Isac Vásquez Correa, Mercedes Gómez Paco; y, Tomás Delfor, Cira
Norma, Elvira, Víctor, Carmen Rosa, Martín y Marcelo, todos de apellidos Cardozo Quiroga, asistieron
a la audiencia de amparo constitucional; empero, no hicieron uso de la palabra.
Moisés Fernández López, María Sebastiana Cardozo Quiroga de Ortiz, Zenobia Peña Olivera de
Zeballos, Elsa Zeballos Peña, Reina Quispe Torrez, Juan Pablo Cardozo Quiroga, Elvira Choquerive

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Flores, Sixta Rengifo Ninaja, Wilfredo Lampa Gómez, Gabriel Ortiz Cardozo, Samuel Rubén Ortiz Plata,
Juan Germán Cardozo Quiroga, Franz Darío Muñoz, Dolores Quiroga Ordoñez Vda. de Cardozo,
Margarita Zeballos Condori de Fernández, Janeth Rodríguez, Leocadia López Bartolomé, Teófilo Alvis
Tirado, Celso Quispe Garnica, Trifón Quispe Garnica, Juan Carlos, Hugo y Cristóbal, todos Janco Cayo,
Florencio Paco Mamani, Juan Zeballos Zárate, Rosmery Fernández Lampa, Antonia Condori Chiri,
Sabina Condori Chiri de Huallpa, Rubén Fernández Zeballos y Erlinda Natividad Fernández Díaz de
Cardozo, no asistieron a la audiencia a pesar de las notificaciones cursantes a fs. 3790, 3794, 3795,
3796, 3797, 3798, 3799, 3800, 3801, 3805, 3806, 3810, 3812, 3814, 3816, 3818, 3820, 3823, 3824,
3825, 3827, 3828, 3829,3831, 3833, 3835, 3837, 3838, 3842 y 3844.
I.3.4. Intervención del Ministerio Público
Moisés Álvaro Cardona Sánchez, representante del Ministerio Público, no concurrió a la audiencia,
pese a su legal notificación cursante a fs. 3845.
I.3.5. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital departamento de Tarija en suplencia legal de
su similar Cuarta, constituida en Jueza de garantías, por Resolución de 22 de agosto de 2019,
cursante de fs. 3857 a 3868 vta., denegó la tutela solicitada, sobre la base de los siguientes
fundamentos: i) El Auto de Vista SC1-AV-34/2018 resulta debidamente motivada y congruente, pues
según refiere, se aplicaron e interpretaron las normas del Código Procesal Civil, así como el Auto de
Vista SC1 361-AV 212/2016 y la SCP 0903/2012 de 22 de agosto, con la facultad conferida por
mandato de la Ley del Órgano Judicial; ii) La Sentencia de 12 de agosto de 2016, acusada de carente
claridad por no identificar la superficie del terreno sobre el que recayó el proceso de interdicto de
recobrar la posesión y las resoluciones judiciales dictadas en relación al mandamiento de
desapoderamiento, fueron objeto de apelación que merecieron los Autos de Vista cursantes en el
expediente y que se encuentran ejecutoriados y no corresponde su revisión a través de esta acción
tutelar. Asimismo, incumplieron con los requisitos para proceder con la interpretación de las normas,
valoración de las pruebas y las resoluciones; iii) No es evidente que la apelación interpuesta por los
terceros interesados contra la providencia de 11 de agosto de 2017, haya quedado sin ser remitida
al superior en grado; pues, mediante Auto Interlocutorio de 24 de igual mes y año, se concedió la
impugnación y se envió al Tribunal de alzada el 5 de septiembre del indicado año, situación que no
es atribuible a la entonces Jueza de la causa, ya que el personal de apoyo no consignó la nota
respectiva y que sí consta en los oficios de remisión; y, iv) Por el informe presentado por el Juez
Público Civil y Comercial Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija, es evidente que el
incidente acusado de irresuelto, fue sustanciado mediante Auto Interlocutorio de 6 de febrero de
2019, dejando sin efecto el mandamiento de desapoderamiento ampliatorio 03/2017 de 7 de junio,
por lo que no se vulneró el derecho a la vivienda tampoco el debido proceso.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia de 12 de agosto de 2016, emanada por el Juez Público Civil y Comercial
Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija, por la que se declaró probada la demanda
de interdicto de recobrar la posesión incoada por Erlinda Natividad Fernández Díaz de Cardozo contra
los ahora accionantes, disponiendo la inmediata restitución de los terrenos objeto del litigio (fs. 1627
a 1633 vta.).
II.2. Por memorial presentado el 31 del mes y año señalados, los ahora peticionantes de tutela
formularon apelación contra la Sentencia descrita anteriormente (fs. 1635 a 1638 vta.).
II.3. A través de Auto de Vista SC1 361- AV 212/2016, la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez
y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Tarija, confirmó la Sentencia apelada (fs. 1658 a 1660 vta.).

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II.4. Mediante memorial presentado el 8 de febrero de 2017, la parte demandante en el proceso


referido en la Conclusión precedente, solicitó que en ejecución de Sentencia, se libre mandamiento
de desapoderamiento contra los perdidosos (fs. 1663 a 1664 vta.).
II.5. Por Auto Interlocutorio de 10 del mes y año mencionados, el Juez de la causa ordenó se libre
el mandamiento de desapoderamiento solicitado (fs. 1665 a 1666).
II.6. A través de Auto Interlocutorio complementario de 14 del mismo mes y año, la referida
autoridad judicial encomendó el cumplimiento del mencionado mandamiento a la Oficial de
Diligencias (fs. 1668 vta.).
II.7. Cursa solicitud de reposición con alternativa de apelación formulada el 17 del mes y año
señalados, por los impetrantes de tutela, contra los Autos Interlocutorios que ordenaron la emisión
del mandamiento de desapoderamiento (fs. 1704 a 1707 vta.).
II.8. Mediante Auto Interlocutorio de 7 de abril de 2017, se declaró no ha lugar a la reposición
solicitada y concedió la apelación planteada alternativamente (fs. 1717 a 1719).
II.9. Por Auto de Vista SC1-AV-34/2018, la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia
y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija,
resolvió el recurso de apelación formulado por los ahora impetrantes de tutela y confirmó los Autos
Interlocutorios impugnados (fs. 1735 a 1737 vta.).
II.10. Cursa providencia de 10 de mayo de 2018, emitida por la Jueza de la causa, instruyendo que
se expida nuevo mandamiento de desapoderamiento a los efectos de la ejecución de Sentencia de
12 de agosto de 2016 (fs. 1750).
II.11. A través del decreto de 11 de julio de 2018, la referida autoridad dispuso el desglose del
mandamiento de desapoderamiento 06/2016 de 12 de septiembre, y mandamiento de
desapoderamiento ampliatorio 03/2017 de 7 de junio, a efectos de la ejecución de la señalada
Sentencia (fs. 1768).
II.12. Mediante Auto Interlocutorio de 6 de febrero de 2019, el Juez Público Civil y Comercial
Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija, anuló y dejó sin efecto en forma parcial las
providencias de 10 de mayo y 11 de julio, ambas de 2018, y en consecuencia el mandamiento de
desapoderamiento ampliatorio 03/2017 expedido en mérito al Auto Interlocutorio de 10 de febrero
de 2017, que también quedó anulada en parte (fs. 3757 a 3762 vta.).
II.13. Por memorial presentado el 13 de febrero de 2019, la parte demandante en el proceso de
interdicto de recobrar la posesión, presentó recurso de reposición con alternativa de apelación contra
el Auto Interlocutorio descrito en la Conclusión anterior (fs. 3763 a 3765 vta.).
II.14. Cursa Auto Interlocutorio de 12 de marzo del referido año, concediendo la apelación planteada
(fs. 3776 a 3779 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes alegan la lesión de sus derechos al debido proceso en su triple dimensión como
derecho-garantía-principio, en sus elementos de una debida fundamentación, motivación y
congruencia, a la tutela judicial efectiva, de acceso a la justicia, a la impugnación, a la eficacia jurídica
de los fallos ejecutoriados pasados en autoridad de cosa juzgada, a la petición y a una vivienda digna;
así como los principios de proporcionalidad, razonabilidad, justicia material y supremacía
constitucional; argumentando que dentro del proceso de interdicto de recobrar la posesión, no fueron
tomados en cuenta causándoles indefensión. Llegándose a emitir la Sentencia de 12 de agosto de
2016, que declaró probada la demanda, disponiendo la inmediata restitución de los terrenos que
fueron objeto del litigio y a partir de ella una serie de resoluciones vulneratorias de sus derechos
como terceros interesados, citando principalmente el Auto de Vista SC1-AV-34/2018 emitido por la
Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica
Pública Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, carente de fundamentación,
motivación, incurriendo además en incongruencia omisiva por no identificar y responder a todos los

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agravios expresados en el recurso de apelación, dando lugar a la emisión del mandamiento de


desapoderamiento en su contra.
III.1. La revisión de la actividad jurisdiccional de otros tribunales. Presupuestos mínimos
para su activación
Al respecto, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre, señaló: «De todo lo mencionado, se tiene que la línea
jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de otros tribunales por parte de la justicia
constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta consolidar la noción que la interpretación
de la legalidad infra constitucional le corresponde a los tribunales de justicia y no a la
justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de derechos y
garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido,
se deben precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de
justicia (civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
“legalidad ordinaria”, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de “reglas admitidas por el Derecho”
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico -
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que
realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia,
adecuada valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del
Derecho (interpretación de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional,
sin embargo, es insoslayable que las autoridades jurisdiccionales no se encuentran
habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y en esa dimensión esta jurisdicción
constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo, providencia o decisión
judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para que la
jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de justicia,
los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los
derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa
desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia constitucional que
se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello involucre
que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio de la
actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al
derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de razonabilidad y
equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico, que más allá de las
implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías
constitucionales» (las negrillas fueron añadidas).
De acuerdo al Fundamento Jurídico glosado precedente, se entiende que el análisis e interpretación
de la legalidad infra constitucional compete a los jueces y tribunales de justicia, y no así a la justicia
constitucional; empero, excepcionalmente ante una evidente violación de derechos y garantías
establecidos en la Constitución Política del Estado, éste Tribunal podría ingresar a examinar dicha
actividad con el fin de otorgar la tutela correspondiente, sin que ello implique que la justicia
constitucional sea concebida como una instancia adicional o de revisión intraprocesal propiamente.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 286


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No obstante, a los efectos señalados, la parte accionante, deberá explicar de manera clara las razones
por las que considera incuestionable dicha vulneración.
III.2. Improcedencia de la consideración de fondo de la problemática planteada en la
acción de amparo constitucional, por cesación de los efectos del acto reclamado:
sustracción del objeto procesal
En relación al tema, la SCP 0167/2019-S2 de 24 de abril, señaló: «El art. 53.2 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), regula que la acción de amparo constitucional no procede, entre
otros supuestos: “…o cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado”.
Sobre el particular, la jurisprudencia de este órgano de constitucionalidad, señaló que dicho supuesto
de improcedencia tiene sustento en el hecho que la resolución o acto ilegal generado por la autoridad
o persona demandada -denunciado como vulnerador de derechos o garantías constitucionales-, ya
sea por voluntad propia o por mandato de otra autoridad superior, queda sin efecto antes de la
notificación con la acción de defensa, cesando en consecuencia los efectos del acto reclamado de
ilegal, toda vez que si bien se produce la lesión, ésta es reparada por decisión propia del legitimado
pasivo.
Cabe precisar que conforme a la explicación antes descrita, la condición para la aplicación de
esta causal de improcedencia, -se reitera- es que el acto o resolución que se acusan de
ilegales, queden sin efecto antes de la notificación con la demanda de amparo
constitucional y el respectivo auto de admisión al demandado, lo que impide realizar un
estudio de fondo de la causa, resultando lógico que, antes de siquiera ser citada la autoridad o
persona demandada, advertida de su error, lo repara, careciendo ya de objeto las impugnaciones
realizadas, al estar subsanadas en respeto de los derechos fundamentales del impetrante de tutela.
En ese orden, la SCP 1894/2012 de 12 de octubre, precisó:“…la finalidad de la acción de amparo
constitucional es la protección de derechos fundamentales y no el establecimiento de
responsabilidades que puede determinarse como consecuencia accesoria de la concesión de tutela
pero no puede constituirse en el elemento central de la pretensión procesal.
(…)
Entonces es posible colegir que básicamente la sustracción de la materia o del objeto procesal
consiste en la desaparición de los supuestos de hecho denunciados a través de la acción
de amparo constitucional, luego cuando esto sucede, el juez o tribunal de garantías, no podrá
decidir o pronunciar sobre algo que ya no tiene elementos fácticos que lo sustenten; vale decir que
el petitorio del que ha devenido es insubsistente; por lo que por simple lógica una vez identificado el
acto lesivo denunciado y contando con la certeza de que dicho acto y sus consecuencias ya no
existen, se irrumpe la posibilidad de pronunciarse sobre el análisis de fondo de la pretensión,
correspondiendo la declaración de la sustracción de la misma.
En este sentido, el art. 53 inc. 2) del Código Procesal Constitucional (CPCo), prevé como una de las
figuras de sustracción de la materia o del objeto procesal a situaciones: ‘…cuando hayan cesado los
efectos del acto reclamado’, para lo cual al menos debe verificarse que: i) Las pruebas aportadas por
las partes, conforme sus pretensiones otorgan la certeza de que la pretensión procesal se ha
extinguido; y, ii) Con el objeto de no afectar el procedimiento constitucional es preciso señalar que
para determinar la sustracción del objeto procesal o materia por la cesación de los efectos del acto
reclamado, el acto lesivo denunciado debe ser restituido antes de la citación con el Auto de admisión
de la acción de amparo constitucional”» (las negrillas y subrayados fueron agregados).
De acuerdo al Fundamento Jurídico descrito, el art. 53.2 del CPCo, establece que la acción de amparo
constitucional no procede entre otros supuestos, cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado
a condición de que la resolución o suceso acusado de ilegal, quede sin efecto antes de la notificación
o citación con la demanda de acción de amparo constitucional y el correspondiente auto de admisión
a los demandados.

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En resumen, la sustracción de la materia o del objeto procesal reside en la desaparición de las


consecuencias o efectos del acto procesal que motivó la interposición de la acción de amparo
constitucional.
III.3. Análisis del caso concreto
Los accionantes alegan la lesión de sus derechos al debido proceso en su triple dimensión como
derecho-garantía-principio, en sus elementos de una debida fundamentación, motivación y
congruencia, a la tutela judicial efectiva, de acceso a la justicia, a la impugnación, a la eficacia jurídica
de los fallos ejecutoriados pasados en autoridad de cosa juzgada, a la petición y a una vivienda digna;
así como los principios de proporcionalidad, razonabilidad, justicia material y supremacía
constitucional; argumentando que dentro del proceso de interdicto de recobrar la posesión, no fueron
tomados en cuenta causándoles indefensión. Llegándose a emitir la Sentencia de 12 de agosto de
2016, que declaró probada la demanda, disponiendo la inmediata restitución de los terrenos que
fueron objeto del litigio y a partir de ella una serie de resoluciones vulneratorias de sus derechos
como terceros interesados, entre las que citaron principalmente el Auto de Vista SC1-AV-34/2018
emitido por la Sala Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o
Doméstica Pública Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, carente de
fundamentación y motivación, incurriendo además en incongruencia omisiva por no identificar y
responder a todos los agravios expresados en el recurso de apelación, dando lugar a la emisión del
mandamiento de desapoderamiento en su contra.
Puntualizado así el problema jurídico planteado, y de acuerdo a la secuencia de los actos procesales
identificados en la acción tutelar que nos ocupa; sobre la base de la documentación aparejada, se
evidencia que la Sentencia de 12 de agosto de 2016, emanada del Juzgado Público Civil y Comercial
Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija, declaró probada la demanda de interdicto
de recobrar la posesión incoada por Erlinda Natividad Fernández Díaz de Cardozo contra los ahora
accionantes, disponiendo la inmediata restitución de los terrenos objeto del litigio en favor de la
prenombrada y que a raíz de la apelación planteada por los afectados, fue confirmada por la Sala
Mixta Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública
Primera del Tribunal Departamental de Justicia del mencionado distrito, a través del Auto de Vista
SC1 361-AV 212/2016 (Conclusiones II.1, II.2 y II.3).
Ante esa situación, mediante memorial presentado el 8 de febrero de 2017, la parte demandante en
el referido proceso de interdicto, solicitó que en ejecución de Sentencia, se libre mandamiento de
desapoderamiento contra los perdidosos y que el Juez de la causa, por Autos Interlocutorios de 10 y
14 del mes y año señalados, ordenó dar curso a lo impetrado. Estas disposiciones, motivaron el
recurso de reposición con alternativa de apelación formulado el 17 del mes y año indicados, por los
peticionantes de tutela y que mediante Auto Interlocutorio de 7 de abril de 2017, se declaró no ha
lugar a lo pedido; empero, concediendo la impugnación planteada alternativamente (Conclusiones
II.4, II.5, II.6, II.7 y II.8).
Continuando con la sucesión de actos procesales, se extrae que por Auto de Vista SC1-AV-34/2018,
la precitada Sala resolvió el recurso de apelación descrito anteriormente, confirmando los Autos
Interlocutorios impugnados. Posteriormente, a través de la providencia de 11 de julio de 2018, la
Jueza de la causa dispuso el desglose del mandamiento de desapoderamiento 06/2016 y el
mandamiento de desapoderamiento ampliatorio 03/2017 a efectos de la ejecución de Sentencia
(Conclusiones II.9 y II.11).
Por último, mediante Auto Interlocutorio de 6 de febrero de 2019, el Juez Público Civil y Comercial
Decimoprimero de la Capital del departamento de Tarija, anuló y dejó sin efecto en forma parcial los
decretos de 10 de mayo y 11 de julio, ambos de 2018, y en consecuencia el mandamiento de
desapoderamiento ampliatorio 03/2017 expedido en mérito al Auto Interlocutorio de 10 de febrero
de 2017, que también quedó anulada en parte. Por memorial presentado el 13 de febrero de 2019,
la parte demandante en el proceso de interdicto de recobrar la posesión, presentó recurso de
reposición con alternativa de apelación contra el Auto Interlocutorio descrito; impugnación concedida
el 12 de marzo del mismo año (Conclusiones II.12, II.13 y II.14).

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Contextualizados así, los acontecimientos expuestos en el caso de autos y considerando en primer


término los actuados jurisdiccionales descritos precedentemente, puede advertirse que los ahora
peticionantes de tutela desarrollaron todas las prerrogativas y activaron plenamente los mecanismos
intraprocesales conducentes a exponer y defender sus pretensiones jurídicas conforme al debido
proceso que se encuentra previsto por ley; pues, conforme las circunstancias descritas en el
contenido de la acción de amparo constitucional que se examina, reflejadas en las puntualizaciones
realizadas a lo largo de las Conclusiones, fueron presentando recursos de reposición y las apelaciones
que vieron pertinentes a cada momento procesal; por lo que, resulta paradójico que ahora se intente,
a través de esta acción de defensa, que se anulen o dejen sin efecto disposiciones y/o resoluciones
que fueron debatidas oportunamente, como si la justicia constitucional se tratare de una instancia
casacional o de revisión.
Del análisis realizado, se deduce también que los ahora impetrantes de tutela, al exponer su demanda
soslayaron el principio de preclusión que rige en todo proceso y está fundado en el hecho de que las
diferentes etapas del juicio se despliegan sucesivamente y se van clausurando definitivamente cada
una de ellas, lo que imposibilita regresar a momentos procesales ya extinguidos y consumados. La
mencionada circunstancia se pone de manifiesto en el petitorio, que solicita incluso dejar sin efecto
la Sentencia de 12 de agosto de 2016, dictada dentro del proceso de interdicto de recobrar la posesión
que en su momento fue objeto de apelación y la consiguiente resolución.
En ese mismo sentido y a mayor abundamiento, conforme permite comprender el Fundamento
Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el análisis e interpretación de la legalidad
infra constitucional corresponde a los jueces y tribunales ordinarios, y no así a la justicia
constitucional, salvo excepciones generadas por evidente transgresión de derechos y garantías
constitucionales, en las que este Tribunal podría ingresar a cotejar dicha actividad con el fin de
otorgar la tutela correspondiente, sin que por ello se entienda que la justicia constitucional sea
admitida como una instancia adicional o de revisión intraprocesal propiamente.
Asimismo, de los antecedentes y la documentación aparejada, se concluye que las circunstancias que
motivaron la presentación de la acción tutelar que nos ocupa radican como se dijo, en las diferentes
providencias, resoluciones y Autos de Vista como el SC1-AV-34/2018 pronunciado por la Sala Mixta
Civil Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, que resolvió el recurso de apelación formulado por
los ahora impetrantes de tutela y confirmó los Autos Interlocutorios impugnados que dispusieron la
emisión y vigencia del mandamiento de desapoderamiento 06/2016 y el mandamiento de
desapoderamiento ampliatorio 03/2017 descritos en la Conclusión II.11 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.
Al respecto, corresponde resaltar que conforme también reflejan las Conclusiones II.12 y II.14,
mediante Auto Interlocutorio de 6 de febrero de 2019, el Juez Público Civil y Comercial Decimoprimero
de la Capital del departamento de Tarija, anuló y dejó sin efecto en forma parcial las providencias de
10 de mayo y 11 de julio, ambas de 2018, y en consecuencia el mandamiento de desapoderamiento
ampliatorio 03/2017 expedido en mérito al Auto Interlocutorio de 10 de febrero de 2017, que
igualmente quedó anulado en parte.
En consecuencia, de acuerdo al Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, el art. 53.2 del CPCo, del que se extrae el entendimiento en sentido de que esta acción
tutelar no procede entre otros supuestos, cuando hayan cesado los efectos del acto reclamado a
condición de que la resolución o suceso acusado de ilegal, quede sin efecto antes de la notificación
o citación con la demanda de acción de amparo constitucional y el correspondiente auto de admisión
a los demandados.
Es decir, que bajo ese condicionamiento la sustracción de la materia o del objeto procesal residiría
en la desaparición de las consecuencias o efectos del acto procesal que motivó la interposición de la
acción de amparo constitucional.

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Para mayor claridad del razonamiento expuesto, nos remitimos a los antecedentes del caso de autos
para evidenciar que esta acción de defensa fue presentada el 21 de septiembre de 2018; admitida
por la Jueza de garantías mediante Auto de 7 de agosto de 2019, y notificada a las autoridades
demandadas el 8 y 20 de similar mes y año; es decir, con posterioridad a la emisión del Auto
Interlocutorio de 6 de febrero del mismo año, que fue objeto de apelación formulada por la parte
demandante en el proceso interdicto de recobrar la posesión, conforme describen las referidas
Conclusiones II.12 y II.14 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional. De ello, se concluye
que no corresponde conceder la tutela.
En consecuencia, la Jueza de garantías al denegar la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 22 de agosto de 2019, cursante de fs. 3857 a 3868
vta., pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital del departamento de
Tarija en suplencia legal de su similar Cuarto; y, en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0672/2019-S3


Sucre, 04 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29039-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 011/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 513 a 516 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Edwin Sergio Ugarte Céspedes
contra Rómulo Luís Delgado Rivas, Comandante General, Faustino Alfonso Mendoza Arce,
excomandante General; y, José Arias Paco, Miguel Estremadoiro Luján, Franz Milton
Alvarado Hoyos y Alejandro Baldivieso Pérez, Integrantes del Consejo de Apelación,
todos, de la Policía Boliviana.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales de 21 y 28 de enero de 2019, cursantes de fs. 151 a 165 vta., y 169 a 178 el
accionante, expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Previo al cumplimiento de requisitos, condiciones y términos establecidos en el “Reglamento
Específico de Evaluación para el Ascenso al Grado de General y Calificación de Jefes y Oficiales de la
Policía Boliviana”, el 6 de diciembre de 2018, presentó ante Miguel Moncada Mendieta, Jefe del
Departamento Nacional de Evaluación y Capacitación Profesional de la Dirección Nacional de Personal
de dicha Institución, documentación, entre la que se encuentra el Certificado del Tribunal Disciplinario
Superior de 5 de diciembre del mismo año; por la que, se dio a conocer que no se observaba
información referente a la existencia de procesos disciplinarios pendientes, ni suspensiones
indefinidas registradas en su contra, cumpliendo de este modo con el art. 23 inc. p) del referido
Reglamento en concordancia con el art. 100 de la Ley del Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana;
por lo que, acreditó que su persona a momento de su postulación al grado de General, no estaba
sometido a proceso -dentro de la Institución-, ni existía requerimiento de acusación alguno y menos
de la justicia ordinaria en materia penal, afirmación última que se comprobó con la presentación del
Registro Judicial de Antecedentes Penales (REJAP).
Días después, los miembros del Consejo Superior de Recursos Humanos de la Institución y su
Presidente -el mismo Comandante General-, en total omisión indebida y acto ilegal, ignorando las
normas antes citadas, decidieron aceptar, considerar y otorgarle valor al incorrecto, inadecuado y
falaz Informe 17/2018 de 8 de diciembre, elaborado por Miguel Ángel Lecoña Marca, Encargado de
Sistemas e Informática de la Fiscalía General Policial y dictaron la Resolución 012/2018 de 10 del
mismo mes, por la que fue excluido del proceso de Evaluación y Selección, con el fundamento de
que su persona no cumplía con los requisitos conforme a dicho informe al establecer que tenía
registrada la apertura de dos casos por faltas al Régimen Disciplinario de la Policía Boliviana; mismos
que, se encontraban con requerimiento de acusación y remitidos a los Tribunales Disciplinarios
Policiales.
En ambos casos, con supuesto Requerimiento de Acusación, cursan Resoluciones Administrativas
054/2018 de 29 de agosto y 076/2018 de 20 de noviembre, mediante las cuales, el indicado Tribunal
determinó declararlo absuelto, sin que hayan sido objeto de recurso ulterior, habiendo quedado
ejecutoriadas y con calidad de cosa juzgada Información, que se encuentra debidamente
documentada en su file personal y que podía ser corroborada, analizada, verificada pero no fue así.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 291


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El 11 de diciembre de 2018, interpuso recurso de apelación contra la Resolución 012/2018 de 10 de


diciembre, dictada por el Consejo Superior de Recursos Humanos de la Policía Boliviana, recibiendo
como respuesta la Resolución 05/2018 de 12 de diciembre, emitida por el Consejo de Apelación de
la indicada Institución, declarando improbada dicha impugnación, con total ausencia de motivación,
razonamiento, valoración y fundamentación, sin referirse ni por “asomo” a los fundamentos de la
mencionada apelación, insistiendo maliciosamente en la existencia de procesos pendientes en su
contra y aseverando la observancia del art. 23 inc. p) y s) del Reglamento Específico de Evaluación
para el ascenso al grado de General y Calificación de Jefes y Oficiales.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante, consideró como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos de
defensa, a un proceso justo y equitativo, igualdad de las partes, fundamentación, motivación y los
principios de seguridad jurídica y legalidad; citando al efecto los arts. 115 y 119 de la Constitución
Política del Estado (CPE); y, 8 de Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo la nulidad de las siguientes Resoluciones: a) 012/2018 de
10 de diciembre, dictada por el Consejo Superior de Recursos Humanos de la Policía Boliviana; y, b)
05/2018 de 12 de diciembre, emanada del Consejo de Apelación de la misma Institución; y, en
consecuencia, se emitan unas nuevas.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 10 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 510 a
513, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante, ratificó inextenso el contenido del memorial de acción de amparo constitucional.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Vladimir Yuri Calderón Mariscal, mediante informe escrito cursante de fs. 506 a 508 vta.; y, en
audiencia a través de sus abogados expresó: 1) No fue demandado por el ahora accionante, aspecto
que demuestra que carece de legitimación pasiva; 2) Es evidente que el impetrante de tutela,
presentó memorial solicitando la nulidad de las dos Resoluciones que emitió el Consejo de Recursos
Humanos y el Consejo de Apelación, ante Roger Luís Delgado Rivas, Excomandante de la Policía
Boliviana, en ese sentido, después de una valoración elaborada por el Departamento Legal de la
Institución, se emitió el CITE 002/2019 de enero -no señala fecha-, que se encuentra en Secretaría
y que “a la fecha” no fue reclamado; 3) No se vulneró el derecho al debido proceso del accionante,
toda vez que, el Informe 001/2018 -no indica fecha-, elaborado por el Consejo Superior de Recurso
Humanos, en el cual se transcribió inextenso la entrevista realizada a este; en esa oportunidad el
postulante pudo realizar alguna observación, empero, en ningún momento hizo conocer alegato
alguno ante su exclusión, limitándose a mencionar simple y llanamente que haría uso de su recurso
de apelación; por tanto, se demostró que el Consejo Superior de Recursos Humanos no vulneró
derecho alguno; 4) El peticionante de tutela, está confundiendo dos aspectos diferentes, el
Certificado de antecedentes del Tribunal Disciplinario Superior de la Policía Boliviana, es un
documento que establece si algún funcionario policial ha sido objeto de una sanción disciplinaria,
pero no certifica si el mismo se encuentra en proceso disciplinario; información que es proporcionada
por la Dirección General de Investigación Interna de dicha Institución (DIGIPI) en cumplimiento del
art. 23 inc. p) del Reglamento Específico de Evaluación para Ascenso al Grado de General y
Calificación de Jefes y Oficiales de la mencionada Institución; entonces se preguntan, ¿Qué
información recibió el Consejo de Recursos Humanos del postulante?; 5) Al momento de su
postulación pesaban en su contra dos acusaciones fiscales policiales que fueron remitidas a los
Tribunales Disciplinarios conforme al Informe 17/2018, emitido por el Encargado de Sistemas e
Informática de la DIGIPI, documento en el que se basó y sustentó su exclusión; al respecto, el aludido
presentó una Resolución Administrativa del Tribunal Disciplinario Superior; en el cual, si bien se

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 292


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dispuso absolverlo, la fecha del mismo es de 4 de enero de 2019, aspecto que demuestra que tenía
un proceso disciplinario; por lo cual, al momento de su postulación su situación jurídica se adecuaba
al mencionado artículo, como causal para su exclusión; 6) La denuncia del ahora accionante, relativa
a que no se aplicó la previsión contenida en el art. 26 de ese Reglamento, no fue objeto de
reclamación en su memorial de apelación, es así que, pretende que mediante la presente acción sean
valorados hechos que no fueron objetados o alegados en tiempo oportuno ante el Consejo de
Apelación; 7) La aplicación del precitado artículo se refiere a la ponderación en la evaluación y
calificación con disminución de puntaje a algún servidor policial que tiene asentado en su file personal
un demérito o antecedente disciplinario, no teniendo relación alguna con lo que establece el art. 23
inc. s), que constituye el cumplimiento de un requisito; en consecuencia, el hecho de haber sido
retirado del Curso de Especialización está plenamente comprobado, no solamente de lo que se tiene
en dicho file, Memorándum 1173/95 de 30 de agosto de 1995, por medio del cual, se lo separó del
Curso de Especialización Policial, sino también por la Certificación de la UNIPOL; 8) El Consejo
Superior de Recursos Humanos, al emitir la Resolución 012/2018 de 10 de diciembre, se limitó a
verificar el cumplimiento de los requisitos para los aspirantes a ascensos; asimismo, los postulantes
al grado de General, son quienes piden ser evaluados con la normativa vigente sometiéndose a las
previsiones que la misma contiene, hecho que ocurrió en el caso presente; pues, el accionante
mediante memorial de 3 de diciembre de 2018, solicitó de manera expresa postular al Proceso de
Evaluación en cuestión; y, 9) Por todo lo expuesto y lo informado, solicita se deniegue la tutela
impetrada.
Alejandro Baldiviezo Pérez, miembro del Consejo de Apelación de la Policía Boliviana, por informe
escrito cursante de fs. 380 a 381 vta., manifestó: i) Cumplió a cabalidad con lo establecido en el art.
11 del Reglamento Específico de Evaluación para el Ascenso a Generales y de Calificación a Jefes y
Oficiales de la Policía Boliviana, ya que, conoció formalmente el recurso de apelación, así como la
documentación “respaldatoria” (que no fue presentada en primera instancia), bajo el principio de
admisibilidad del recurso, sin conceder más de lo pedido, emitiendo una fundada y motivada
resolución, observando que en primera instancia, no existió ninguna “deformidad” técnica en cuanto
a una posible incongruencia sobre el hilo discursivo que justifica una resolución; ii) No hubo una
valoración arbitraria que imposibilite defensa ni vulneración de derecho o garantía alguno. “Tampoco
una incongruencia dialéctica entre la tesis de la resolución, antítesis de la apelación y la síntesis
evacuada” (sic) en la Resolución 05/2018 de 12 de diciembre emitida por el Consejo de Apelación de
la citada Institución, concordante con la SCP 1215/2012 de 6 de septiembre, que a la fecha no fue
modulada con referencia al razonamiento y valoración integral de la resolución de apelación; iii) En
la Resolución 012/2018, se colectó y valoró documentación actual de las distintas instituciones
policiales en cuanto al cumplimiento de requisitos fundamentales insertos en los arts. 18 y 23 del ya
citado Reglamento, del ahora accionante, donde se observó que no cumplía; por el contrario, tiene
un proceso disciplinario TDD-BENI Caso 31/2018, art. 12.13 de la Ley del Régimen Disciplinario de
la Policía Boliviana; Tampoco cumplía con el inc. s), por haber sido separado del curso de
“especificación”; iv) La Resolución 012/2018, cumple a cabalidad con el procedimiento del precitado
Reglamento; y, fue confirmada y ratificada por la Resolución 05/2018 de 12 de diciembre, porque, al
momento de su emisión, el accionante continuaba con las observaciones establecidas en el artículo
mencionado; no existiendo ninguna omisión, irregularidad, mucho menos violación al derecho al
debido proceso en su vertiente fundamentación y motivación; no se produce indefensión si la
situación en la que el ciudadano se vio, se debió a una actitud voluntariamente adoptada por él o si
su conducta le fue imputable por falta de una necesaria diligencia (Sentencia Constitucional
0202/2011-R de 11 de marzo); y, v) Por todo lo expresado, solicita se deniegue la tutela impetrada.
Rómulo Luís Delgado Rivas, Comandante General, Faustino Alfonso Mendoza Arce, excomandante
General; José Arias Paco, Miguel Estremadoiro Luján, Franz Milton Alvarado Hoyos, Alejandro
Baldivieso Pérez, Integrantes del Consejo de Apelación, todos, de la Policía Boliviana, no presentaron
informe alguno, tampoco asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 430, 431, 433
y 434.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 293


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Raúl Freddy Cano Guarachi, por memorial cursante a fs. 437 expresó: El accionante no cumplía con
los requisitos fundamentales del art. 123 incs. p) y s) del citado Reglamento Específico de Evaluación
para el Ascenso a Generales y de Calificación a Jefes y Oficiales de la Policía Boliviana, “…sin
identificarse que estos fueran emergentes del informe 017/2018 elaborado por el encargado de
sistemas e informática de la Fiscalía General Policial, aspecto que impidió se pueda tomar
conocimiento de la legalidad o ilegalidad del referido informe o que el mismo estuviera encuadrado
en la ley N 101, en consecuencia siendo que el accionante presente en la fecha copias legalizadas de
Resolución Absolutoria en ambos casos corresponde que se falle en justo derecho, más aún cuando
durante el proceso de evaluación jamás se informó respecto a que estas Resoluciones de
Sobreseimiento cursarían en su file personal” (sic).
Max Agustín Moreno Valdivia, Juan Walter Lizeca Tórres, Santiago Delgadillo Villalpando, Ronald
Edwin Sánchez Viscarra, y Abraham Oscar Pardo Meyer, no se apersonaron en audiencia y tampoco
presentaron informe escrito, pese a su notificación cursante a fs. 431, 432 y 435.
I.2.4. Resolución
El Juez Público de Familia Décimo Cuarto de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Juez de garantías, mediante Resolución 011/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 513. a 516 vta.,
denegó la tutela solicitada; en base al fundamento: de que la lectura y análisis de la Resolución
05/2018 de 12 de diciembre, emitida por los miembros del Consejo de Apelación de la Policía
Boliviana, no se evidencia que esta, haya vulnerado el derecho al debido proceso en sus vertientes
de motivación, fundamentación y congruencia del ahora accionante; pues, la citada Resolución se
pronunció sobre los agravios expuestos en dicho Recurso.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante Informe 17/2018 de 8 de diciembre, el Encargado de Sistemas e Informática de la
Fiscalía General Policial, dio a conocer a Jaime Edwin Zurita Trujillo, Fiscal General Policial, que Edwin
Sergio Ugarte Céspedes -ahora accionante-, contaba con registro en la base de datos de las diferentes
Fiscalías Departamentales Policiales (fs. 444).
II.2. A través de Resolución 012/2018 de 10 de diciembre, Faustino Alfonso Mendoza Arze,
Presidente; Max Agustín Moreno Valdivia, Vicepresidente, Juan Walter Lizeca Torres, Primer Vocal;
Santiago Delgadillo Villalpando, Segundo Vocal, Ronald Edwin Sánchez Viscarra, Relator, todos, del
Consejo Superior de Recursos Humanos de la Policía Boliviana; Abraham Oscar Pardo Meyer,
Representante del Ministerio de Gobierno; y, Raúl Freddy Cano Guarachi, Representante del
Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional; establecieron que el postulante Edwin Sergio
Ugarte Céspedes -ahora accionante-, no cumplía con los requisitos fundamentales exigidos en el art.
23 incs. p) y s) del Reglamento Específico de Evaluación para el Ascenso al Grado de General y
Calificación de Jefes y Oficiales de la Policía Boliviana, dentro del proceso de postulación al grado de
General de la indicada Institución, determinando su exclusión del mismo (fs. 483 a 487).
II.3. Ante esa decisión, el 11 de diciembre de 2018, Edwin Sergio Ugarte Céspedes presentó Recurso
de Apelación, solicitando la pronta rehabilitación de sus violentadas garantías constitucionales (fs.
489 a 493).
II.4. Por Resolución 05/2018 de 12 de diciembre, José Arias Paco Presidente, Miguel Ángel
Estremadoiro, Primer Vocal; Franz Milton Alvarado, Segundo Vocal, todos del Consejo de Apelación
de la Policía Boliviana; Alejandro Baldiviezo Pérez, Representante del Ministerio de Gobierno y César
Augusto Romano Molina, Representante del Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional,
resolvieron declarar improbado el Recurso de Apelación planteado, confirmando la Resolución
012/2018 de 10 de diciembre, quedando desestimada la solicitud de Edwin Sergio Ugarte Céspedes
-ahora accionante- de continuar el proceso de evaluación para el ascenso al grado de General de
dicha Institución (fs. 498 a 502).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

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El accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso en sus elementos defensa, a


un proceso justo y equitativo, igualdad de las partes, fundamentación, motivación y a los principios
de seguridad jurídica y legalidad; alegando, que a través de la Resolución 012/2018 de 10 de
diciembre emitida por los demandados, fue excluido del proceso de Evaluación y Calificación a
Postulante al Grado de General, por considerar que no reunía los requisitos fundamentales exigidos
en el art. 19 del Reglamento de Ascensos a Generales de la Policía Boliviana y art. 23 incs. p) y s)
del Reglamento Específico de Evaluación para Ascenso al Grado de General y Calificación de Jefes y
Oficiales de la referida Institución; debido a que, registraba en su file la apertura de dos casos en su
contra, por faltas a la Ley de Régimen Disciplinario de dicha Entidad; sin tomar en cuenta, que al
respecto cuenta con las correspondientes resoluciones de sobreseimiento. Ante esa decisión,
interpuso Recurso de apelación, que mediante Resolución 05/2018 de 12 de diciembre, los ahora
codemandados declararon improbado.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la legitimación pasiva en la acción de amparo constitucional
En relación a la falta de legitimación pasiva, la SCP 0669/2014 de 8 de abril, expresó: «La
jurisprudencia constitucional con relación a este presupuesto en la SCP 0442/2012 de 22 de junio,
precisó lo siguiente: “Al efecto, concierne puntualizar que la legitimación pasiva es la coincidencia
que existe con la calidad adquirida por un servidor público o persona individual o colectiva que
presuntamente con actos u omisiones ilegales o indebidos, provoca la restricción, supresión o la
amenaza de restringir o suprimir derechos y garantías constitucionales y contra quien se dirige la
acción.
Así, la jurisprudencia y doctrina emitida por el entonces Tribunal Constitucional, que no es contraria
al nuevo orden constitucional, precisó que la legitimación pasiva es la: “‘…calidad que se adquiere
por la coincidencia que se da entre la autoridad que presuntamente causó la violación a los derechos
y aquélla contra quien se dirige la acción…' (SC 0691/2001-R de 9 de julio); es necesario que la
acción esté dirigida contra él o los sujetos que ejecutaron el acto ilegal o incurrieron en la omisión
indebida, ya que la tutela a brindarse en caso de constatarse la lesión de derechos, está dirigida a
restituir y efectivizar esos derechos por el agraviante, ya sea autoridad o particular, situación que
sólo procede cuando el recurso está dirigido contra él (Así, las SSCC 0529/2010-R y 1616/2010-R)”
(SC 0236/2011-R de 16 de marzo).
En ese entendido, la legitimación pasiva es la capacidad jurídica otorgada al particular, autoridad o
servidor público, a efecto de que pueda responder por los supuestos actos ilegales endilgados en su
contra.
Con ese mismo razonamiento, la SC 1679/2011-R de 21 de octubre, ha expresado lo siguiente: “Por
otra parte, este Tribunal con relación a la legitimación pasiva ha establecido que: '…la legitimación
pasiva debe ser entendida como la coincidencia entre la autoridad que presuntamente causó la
violación de los derechos y aquella contra quien se dirige la acción (SSCC 0255/2001-R, 0829/2001-
R, 1349/2001-R, entre otras); de lo que se establece que para que el recurso sea admitido es
imprescindible que el recurso sea dirigido contra la persona que cometió el acto ilegal o la omisión
indebida, es decir el agraviante' (SSCC 0325/2001-R y 0863/2001-R).
Partiendo de esta lógica, la SC 0979/2010-R de 17 de agosto, concluyó:'…la legitimación pasiva es
un requisito de procedencia de la acción de amparo, en la que el accionante debe demostrar esa
vinculación entre la autoridad o particular demandado y el acto que impugna y, claro está, su derecho
supuestamente vulnerado, es decir, que especifique e identifique claramente a los actores que
vulneraron sus derechos y la relación directa entre los demandados y el acto que haya menoscabado
o vulnerado sus derechos fundamentales, por lo que deberá dirigir esta acción contra todos aquellos
que hayan participado de tales actos, de no hacerlo así, o al no identificar a todos los que cometieron
tales actos, o de sólo darse una identificación parcial a pesar de que pudo identificarse a todos, o al

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no ser claros tales elementos; entonces la acción de amparo deberá ser declarada improcedente y
se deberá denegar la tutela solicitada' (…)”.
Por su parte, la SCP 0431/2012 de 22 de junio, respecto a la legitimación pasiva de autoridades
judiciales colegiadas refirió que: “En lo concerniente a la legitimación pasiva de los tribunales o entes
colegiados, debemos advertir que la jurisprudencia constitucional ha establecido el siguiente
entendimiento doctrinal: ‘…para que sea viable el recurso de amparo, cuando es planteado
contra decisiones judiciales o administrativas pronunciadas por tribunales u órganos
colegiados, públicos o particulares, sea como emergencia de procesos o de cualesquier
tipo de decisiones o actos, es de inexcusable cumplimiento que esta acción tutelar esté
dirigida contra todos los miembros que asumieron dichas decisiones y, por lo mismo, se
constituyan en agraviantes de los supuestos actos lesivos denunciados…’ (SC 0711/2005-
R de 28 de junio)”.
De la jurisprudencia precitada, se puede colegir que el razonamiento expuesto tiene lógica, toda vez
que si la jurisdicción constitucional, otorga la tutela impetrada a través de la acción de amparo
constitucional, disponiendo la emisión de un nuevo pronunciamiento por parte de sólo un miembro
del órgano colegiado, carecería de eficacia, puesto que los demás miembros no tendrían obligación
de hacerlo al no haberse interpuesto la acción contra ellos.
En este mismo entendimiento, la SC 0529/2010-R de 12 de julio, preceptuó: ‘…la legitimación
pasiva de un ente o tribunal colegiado, responde a la posibilidad que se otorgue la tutela
solicitada al verificarse primeramente que esté dirigida contra todos los miembros de ese
ente o tribunal colegiado, de lo contrario carecería de eficacia, pues, los miembros que
no fueron demandados no tendrían la obligación de pronunciar nueva resolución,
provocando una imposibilidad material de restituir el derecho o garantía vulnerado,
además, -claro está- que por un principio de igualdad la responsabilidad civil y penal, que
pudiese surgir, debe recaer sobre todos los que incurrieron en el acto ilegal y omisión
indebida’. En igual sentido, la SC 0994/2005-R de 19 de agosto, en lo pertinente señaló
que: ‘…cuando se impugna actos o resoluciones de entes colegiados la legitimación
pasiva le corresponde a todos los integrantes del mismo, que participaron del acto
denunciado…’.
De lo anterior, se colige que la legitimación pasiva se adquiere por la coincidencia que se da entre la
entre la autoridad o autoridades que presuntamente incurrieron en vulneración de derechos o
garantías fundamentales y aquella contra quien se dirige la acción; bajo esta lógica cuando se
impugna determinaciones adoptadas por entes colegiados al momento de interponer una
acción de amparo constitucional, ésta debe dirigirse contra todas las personas que
intervinieron en la decisión, lo contrario implicaría vulnerar el derecho a la defensa de
quienes no fueron demandados”».
También respecto a la legitimación pasiva de manera general, se tiene a la SCP 0011/2018-S4 de 23
de febrero, que entendió: “Conforme dispone el art. 128 de la CPE, la acción de amparo constitucional
podrá ser planteada contra toda persona o autoridad que restrinja, suprima o amenace restringir o
suprimir derechos y/o garantías constitucionales; postulado del que emerge el art. 33.2 del Código
Procesal Constitucional, que exige como requisito de presentación de esta acción tutelar, el
señalamiento del nombre y domicilio de la persona contra quien se dirige la acción, así como los
datos básicos para su identificación a objeto de notificaciones.
En el marco normativo glosado, la jurisprudencia constitucional contenida en la SCP 0123/2012 de 2
de mayo, refiriéndose a la legitimación pasiva, determinó que la misma se constituye en ‘…la
coincidencia que existe con la calidad adquirida por un servidor público o persona individual o
colectiva que presuntamente -con actos u omisiones ilegales o indebidas- ha provocado la restricción,
supresión o la amenaza de restringir o suprimir derechos y garantías constitucionales y
consecuentemente, contra quien se dirige la acción…’, entendimiento del que se infiere que, ante la
vulneración de derechos y garantías, la acción de amparo constitucional debe interponerse contra el
servidor público, persona individual o colectiva que incurrió en la lesión que se alega.

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Por su parte, la SCP 1390/2013 de 16 de agosto, pronunciándose sobre el incumplimiento de la


legitimación pasiva, advertido en etapa de revisión, estableció que ‘…la legitimación pasiva es un
requisito de forma, susceptible de ser subsanado en la etapa de admisión previa observación del
tribunal o juez de garantías; pero, si esta omisión se manifiesta en curso de revisión surgen
situaciones que imposibilitan ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada; por una
parte, por las consecuencias que ocasiona la resolución constitucional y por otra, porque una acción
de defensa de derechos fundamentales no puede ser resuelta soslayando los derechos de otro, como
es el derecho de defensa de la autoridad o particular que presuntamente ocasionó la lesión que
motiva la acción tutelar.
La legitimación pasiva en el ámbito procesal constitucional, se establece como carga procesal para la
parte accionante, quien tiene la obligación de identificar de manera precisa al particular, funcionario
público, autoridad judicial o administrativa a quien se le atribuya la vulneración de derechos y/o
garantías constitucionales; asimismo, se constituye en un deber de los jueces o tribunales de
garantías de verificar y en su caso exigir su cumplimiento en la etapa de admisión de la acción, y en
caso de omitirse el cumplimiento de este requisito en esta etapa inicial; se impone como obligación
del Tribunal Constitucional Plurinacional en fase de revisión denegar la acción sin ingresar al análisis
de fondo de la problemática planteada, precautelando de esta manera las reglas del debido proceso
en sujeción al art. 115.II de la CPE’.
De dichos razonamientos, se concluye que la legitimación pasiva se configura a partir de la
identificación del servidor público o particular, cuyo acto u omisión causó lesión a un derecho o
garantía constitucional, y que, el incumplimiento de este requisito procesal, deriva en la declaratoria
de improcedencia de la acción tutelar por parte del juez o tribunal de garantías que la conoce; o en
su defecto, cuando pese a dicha deficiencia este mecanismo extraordinario de defensa ha sido
tramitado y resuelto, corresponde al Tribunal Constitucional Plurinacional, en revisión, denegar la
tutela impetrada sin ingresar al fondo del problema jurídico planteado, precautelando el derecho al
debido proceso” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso en sus elementos defensa, a
un proceso justo y equitativo, igualdad de las partes, fundamentación, motivación y a los principios
de seguridad jurídica y legalidad; por cuanto, a través de la Resolución 012/2018 de 10 de diciembre,
emitida por los demandados fue excluido del proceso de Evaluación y Calificación a Postulante al
Grado de General, con el argumento de que no cumplía con los requisitos fundamentales exigidos en
el art. 19 del Reglamento de Ascensos a Generales de la Policía Boliviana y art. 23 incs. p) y s) del
Reglamento Específico de Evaluación para Ascenso al Grado de General y Calificación de Jefes y
Oficiales de la misma Institución; debido a que, registraba en su file la apertura de dos casos en su
contra, por faltas a la Ley de Régimen Disciplinario de dicha Entidad; sin tomar en cuenta, que al
respecto cuenta con las correspondientes resoluciones de sobreseimiento. Ante esa decisión,
interpuso Recurso de apelación, que mediante Resolución 05/2018 de 12 de diciembre, los ahora
denunciados declararon improbado.
Bajo esos antecedentes, se puede observar que el impetrante de tutela no consideró que de acuerdo
a la jurisprudencia emitida por el otrora Tribunal Constitucional, que no se contrapone a la del actual
Tribunal Constitucional Plurinacional, anotada ampliamente en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional; si bien la acción de amparo constitucional por su
naturaleza jurídica y su configuración procesal, constituye un medio idóneo y eficaz para la restitución
de derechos fundamentales; empero, debe estar dirigida contra la autoridad, funcionario público o
particular que amenazó, restringió o suprimió los mismos; y que, en caso de que este hubiera dejado
de ejercer las funciones desde las que cometió el supuesto acto ilegal, la demanda debe dirigirse
contra la persona que en el momento de la interposición de la misma, se encuentra desempeñando
esa función, a quien sólo le alcanzaría la responsabilidad institucional y no así personal, si la hubiere.
En el asunto traído en revisión y a efectos de determinar la legitimación pasiva, se evidencia que el
acto lesivo que denuncia el impetrante de tutela mediante la presente acción, está referido a la

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emisión de la Resolución 05/2018 de 12 de diciembre (Conclusión II.4); sin embargo, de la


jurisprudencia glosada en el citado Fundamento Jurídico, tratándose de un Tribunal colegiado, se
colige que omitió demandar a la autoridad indicada supra, lo que refleja la falta de coincidencia entre
las autoridades que presuntamente causaron la lesión a sus derechos al suscribir la precitada
Resolución que declaró improbado el Recurso de Apelación y las personas contra quienes dirige la
acción; concretamente, en el caso de autos, no demandó a César Augusto Romano Molina, quien,
también suscribió dicha Resolución en su condición de Representante del Ministerio de Justicia y
Transparencia Institucional, por considerar que no se cumplió lo dispuesto en el art. 23 inc. p) del
Reglamento Específico de Evaluación; expresando al mismo tiempo su disidencia únicamente
respecto al inc. s) del mencionado Reglamento; esta autoridad tenía la suficiente legitimación pasiva
para ser emplazada; puesto que, suscribió la referida resolución con el fundamento de que se
incumplió el primer requisito predicho; tampoco demandó a Vladimir Yuri Calderón Mariscal, actual
Comandante General de la Policía, responsable de la Institución en su conjunto y menos a las nuevas
autoridades, miembros del Consejo de Apelación; ya que, las anteriores no se encontraban
desempeñando sus cargos, prueba de ello es el memorial, cuya suma expresa, “DEVUELVO
NOTIFICACIÓN POR CEDULA”, expuesto por el Asesor Jurídico de dicha Entidad al Juez de garantías,
cuando expresó que “…los mismos …. a la fecha cesaron de sus funciones, por tanto ninguno de los
accionados es dependiente de este Comando General de la Policía Boliviana…” [sic (fs. 378)]; por lo
que, siguiendo la línea jurisprudencial citada, es una condición esencial para la procedencia de esta
acción tutelar y revisión de la problemática de fondo planteada en ella, que exista coincidencia entre
la autoridad que presuntamente causó la lesión a sus derechos y aquella contra quien se interpuso
la aludida acción; asimismo, cuando el servidor púbico que al momento de la presentación de la
demanda ya no está desempeñando el cargo desde el cual ocasionó la presunta vulneración de
derechos, la causa debe interponerse contra la autoridad que se encuentra fungiendo esa función,
alcanzándole simplemente la responsabilidad institucional; de tal modo que, de acuerdo a lo
precedentemente desarrollado, corresponde a este Tribunal denegar la tutela impetrada por falta de
legitimación pasiva, siendo ineludible que la acción sea dirigida contra todas las personas que
cometieron el acto ilegal u omisión indebida y las que se encuentran en ese momento cumpliendo
esa labor; en este caso, contra todos los miembros del ente o Tribunal colegiado; de lo contrario, los
que no fueron denunciados, estarían exentos de restituir el derecho vulnerado; observancia, que
debe ser tomada en cuenta a efectos de la igualdad en cuanto a la responsabilidad civil y penal que
pudiese surgir. Consideraciones estas, que impiden la concesión de la tutela impetrada.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al denegar la tutela solicitada, aunque con
otros argumentos, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 011/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 513 a 516
vta., pronunciada por el Juez Público de Familia Décimo Cuarto de la Capital del departamento de La
Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, con la aclaración que no se ingresó al fondo
de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0673/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29042-2019-59-AAC
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución 29/2019 de 16 de mayo, cursante de fs. 507 a 511, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por María Nieves Arce Janco y Carlos Fabio
Dávila Choque contra Adolfo Irahola Galarza y Hermes Flores Egüez, Exvocal de la Sala
Mixta Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o
Doméstica Pública Segunda y Vocal “convocado” de la Sala Social, Seguridad Social,
Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa respectivamente, del Tribunal
Departamental de Justicia de Tarija; y, Jorge Ahmed Julio Alé, Juez Público Civil y
Comercial Noveno de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 6 y 13 de mayo de 2019, cursantes de fs. 454 a 466 vta.; y, 470 y
vta., los accionantes expresaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso de usucapión decenal instaurado por Sadi Nayf Chamas Garzón de 7 de marzo de
1996 contra Jorge Farah Rojas, el 16 de mayo de 2016 formularon incidente de nulidad de obrados
en ejecución de sentencia, ante el Juez Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del
departamento de Tarija, autoridad judicial que mediante Auto Interlocutorio de 6 de julio de 2016,
no admitió dicho incidente, ni pronunció sobre el fondo del planteamiento efectuado; en virtud a ello,
el 8 de agosto del mismo año, interpusieron recurso de apelación en ejecución de sentencia, el cual
fue resuelto por Auto de Vista 149/2018 de 5 de noviembre emitido por los Vocales demandados,
confirmando el fallo apelado.
Sostienen que las citadas Resoluciones carecen de motivación y congruencia, debido a que no se
pronunciaron sobre dos aspectos que inciden en el fondo del debate procesal referidos a que el
Tribunal Constitucional Plurinacional desde el 2005 entendió que es posible plantear un incidente de
nulidad de la citación en ejecución de sentencia, lo cual no implica la vulneración a la cosa juzgada;
y, que su legitimación activa e interés legítimo directo para interponer el merituado incidente, emergía
de su calidad de actuales propietarios sucesores por acto inter vivos del demandado Jorge Farah
Rojas, lo que supone la existencia de un conflicto de titularidad con el demandante en el proceso de
usucapión que inició y concluyó el mismo contra sus vendedores.
Por el contrario, el Juez y los Vocales demandados, transfirieron el debate a otras cuestiones y no
dieron respuesta a estos planteamientos de fondo que fueron reclamados en el incidente de nulidad
como en la apelación formulada, rechazando el mismo sin ingresar el fondo de lo denunciado, con el
único argumento que existe cosa juzgada y que la misma es irrevisable; asimismo, no asignaron un
valor probatorio de manera motivada a cada medio de prueba ofrecido con el incidente; hecho que
repercute en la resolución final, ya que para poder establecer los requisitos de procedencia del
incidente de nulidad en ejecución de sentencia, debía existir un pronunciamiento sobre su valor
probatorio a manera de corroborar o rechazar la tesis de fondo alegada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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Los accionantes denunciaron como lesionados sus derechos al debido proceso en sus componentes
de motivación y congruencia, a la defensa, a la igualdad y valoración de la prueba, citando al efecto
los arts. 117 y 119 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto el Auto de Vista 149/2018 y se dicte
un nuevo fallo resolviendo su recurso interpuesto de manera motivada y congruente.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 16 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 504 a
506 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado en audiencia reiteraron los argumentos expuestos en su
acción de amparo constitucional, haciendo mención a la SCP “947/2017” como precedente vinculante
por existir hechos análogos en una problemática similar al presente caso, ya que hizo alusión a la
posibilidad del incidente de nulidad ante la existencia de cosa juzgada aparente, por vulneración de
derechos y garantías constitucionales, recalcando su solicitud impetrada y que acaten lo establecido
por la jurisprudencia constitucional, resolviendo en el fondo si existe o no verdaderamente la
posibilidad de una nulidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Adolfo Irahola Galarza y Hermes Flores Egüez, Exvocal de la Sala Mixta Civil y Comercial, de Familia,
Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Segunda y Vocal “convocado” de
la Sala Social, Seguridad Social, Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, el 15 de mayo de 2019,
presentaron informe escrito cursante de fs. 497 a 498 vta., manifestando lo siguiente: a) El Auto de
Vista 149/2018 fue emitido en estricto apego a la ley; toda vez que, los accionantes en su incidente
no explicaron de forma clara, fundada y congruente, cuál es el vicio de nulidad concreto del
procedimiento, o cómo les causa indefensión, ya que con su pronunciamiento no se vulneró ningún
derecho, tampoco se incumplió o transgredió norma alguna conforme afirman los peticionantes de
tutela; b) La acción de amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustituto, complementario
o una instancia adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a una determinación judicial
que les resulte adversa, puesto que la misma fue instituida como un recurso extraordinario y
subsidiario de protección de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, que no puede
ser equiparado o utilizado como una instancia de apelación o casación; y, c) No se puede revisar un
proceso judicial a fin de dejar sin efecto una resolución emitida por un tribunal de segunda instancia
mediante esta acción tutelar, pues ello implicaría por un lado valorar prueba aportada por las partes
y de otro, hacer una interpretación de la legislación ordinaria; facultad que corresponde a los jueces
y tribunales ordinarios que conocen el proceso principal; excepto si se evidencia lesión a un derecho
fundamental, lo que no ocurrió en el caso presente.
Jorge Ahmed Julio Alé, Juez Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del departamento de
Tarija, no presentó informe, menos asistió a la audiencia de amparo constitucional, pese a su
notificación cursante a fs. 473 vta.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Sadi Nayf Chamas Garzón no presentó memorial alguno, tampoco asistió a la audiencia, habiendo
informado la Secretaria de la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Tarija que siendo notificado el prenombrado en su último domicilio señalado, dicha diligencia fue
devuelta por el abogado José Peña Canelas, indicando que no conoce a ninguna de las partes en la
presente acción tutelar (fs. 492).
I.2.4. Resolución

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 300


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La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
29/2019 de 16 de mayo, cursante de fs. 507 a 511, denegó la tutela solicitada, a tal efecto expresó
los siguientes fundamentos: 1) El 10 de septiembre de 2010, la accionante María Nieves Arce Janco
solicitó el desarchivo del proceso de usucapión; empero, la Jueza de la causa de ese entonces no dio
curso a su pedido; posteriormente, el 17 de abril de 2014, reiteró su solicitud, presentando
documental para plantear incidente de nulidad del citado proceso; 2) No se cumplieron los requisitos
para activar el aludido incidente, menos a través de esta acción de defensa, por cuanto si bien el
proceso de usucapión se inició el 7 de marzo de 1996 y concluyó el 3 de noviembre del mismo año,
el 10 de septiembre de 2010 la indicada peticionante de tutela ya conocía del mismo, por lo cual
estuvo en condiciones de demandar o plantear dicho incidente; 3) Entre los requisitos para viabilizar
la nulidad de un actuado, es preciso que este haya colocado a la parte en un verdadero estado de
indefensión y según la SCP “0207/2018-S2”, que el vicio procesal debió ser argüido oportunamente
y en la etapa procesal correspondiente, y no convalidar ni consentir el acto impugnado de nulidad;
4) En el caso presente, tras el desarchivo de la causa, se interpuso contra los impetrantes de tutela
un proceso ordinario de nulidad de documentos, declaración judicial de mejor derecho y reivindicación
por parte de David Gilberto Benítez Darwinch; extremos que no pueden ser analizados por este
Tribunal; y, 5) El Auto de Vista cuestionado, refirió que la garantía del debido proceso comprende
entre sus elementos, la exigencia de motivación de las resoluciones, añadiendo que “‘… la
motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino
que exige una estructura de forma y de fondo’” (sic); dicho fallo, no obstante de lo escueto, es
motivado y responde a la pretensión solicitada, lo cual no quiere decir que los accionantes no hayan
sido afectados, pero no es a través de esta acción tutelar que se puede pretender una revisión de la
justicia ordinaria.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 7 de marzo de 1996, Sadi Nayf Chamas Garzón -ahora tercero
interesado- interpuso ante el Juez de la causa, demanda de usucapión decenal o extraordinaria e
inscripción definitiva en Derechos Reales (DD.RR.), respecto al lote de terreno ubicado en el cantón
San Luis, provincia Cercado del departamento de Tarija, contra Jorge Farah Rojas (fs. 5 a 6 vta.). En
virtud a ello, el 30 de noviembre del mismo año, el Juez de Instrucción Civil Tercero de la Capital del
citado departamento -hoy Juez Público Civil y Comercial-, pronunció Sentencia declarando probada
la referida demanda (fs. 37 a 38).
II.2. Por escrito presentado el 16 de mayo de 2016 ante el Juez Público Civil y Comercial Noveno
de la Capital del departamento de Tarija -ahora codemandado-, María Nieves Arce Janco y Carlos
Fabio Dávila Choque -ahora accionantes-, formularon incidente de nulidad de obrados dentro del
proceso de usucapión decenal o extraordinaria mencionada supra, contra Sadi Nayf Chamas Garzón
(fs. 147 a 158).
II.3. El Juez codemandado, a través del Auto Interlocutorio de 6 de julio del mismo año, en
virtud al incidente supra citado, resolvió no haber lugar a la admisión del mismo, debiendo los
interesados acudir a la vía judicial correspondiente para hacer valer sus derechos; máxime si existe
causa iniciada y en estado de resolución final por el inmueble que se reclama en el Juzgado similar
Octavo de esa ciudad (fs. 171).
II.4. Por memorial presentado el 8 de agosto de igual año, los impetrantes de tutela plantearon
recurso de apelación en ejecución de sentencia contra la citada Resolución (fs. 175 a 192). Producto
de ello, los miembros de la Sala Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia
Intrafamiliar o Doméstica Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija -ahora
autoridades codemandadas-, emitieron el Auto de Vista 149/2018 de 5 de noviembre, confirmando
la Resolución apelada (fs. 441 a 443 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 301


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Los accionantes denuncian como lesionados sus derechos al debido proceso en sus componentes de
motivación y congruencia, a la defensa, a la igualdad y valoración de la prueba; aduciendo que,
dentro del proceso de usucapión decenal interpuesto por Sadi Nayf Chamas Garzón contra Jorge
Farah Rojas, habiendo formulado incidente de nulidad de obrados en ejecución de sentencia, el Juez
codemandado mediante Auto Interlocutorio de 6 de julio de 2016, no admitió el mismo, sin referirse
sobre el fondo del planteamiento efectuado; por su parte, los Vocales demandados, ante el recurso
de apelación presentado, confirmaron el fallo apelado, a través del Auto de Vista 149/2018 de 5 de
noviembre; Resoluciones que carecen de motivación y congruencia, ya que no se pronunciaron sobre
dos aspectos puntuales que repercuten en el fondo: i) El criterio del Tribunal Constitucional
Plurinacional respecto al planteamiento de nulidad en ejecución de sentencia; y, ii) Su legitimación
activa e interés legítimo para interponer el incidente de nulidad como actuales propietarios sucesores
de Jorge Farah Rojas -demandado en el proceso civil-; sin asignar valor probatorio a cada medio de
prueba ofrecido con el aludido incidente.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones judiciales o
administrativas como componentes del debido proceso
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación que realice
un servidor público a tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos que
sustentaron su decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre señaló: “…la garantía del
debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las
resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer
los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga
los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura
de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de
que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino
que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al
juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento
de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 302


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que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, la SCP 1414/2013 de 16 de agosto, efectuando una distinción entre motivación y
fundamentación, señaló lo siguiente: “El derecho a la fundamentación de un fallo es una garantía de
legalidad que establece que todo acto de autoridad precisa encontrarse debidamente fundado y
motivado, entendiéndose por lo primero la obligación de la autoridad que lo emite para
citar los preceptos legales, sustantivos y adjetivos, en que se apoye la determinación
adoptada; y por lo segundo, que exprese una serie de razonamientos lógico-jurídicos
sobre el porqué considera que el caso concreto se ajusta a la hipótesis normativa” (las
negrillas nos corresponden).
Sobre este mismo tema, la SCP 0712/2015-S3 de 3 de julio, concluyó que: “…la fundamentación
consiste en la justificación normativa de la decisión judicial, y la motivación es la
manifestación de los razonamientos que llevaron a la autoridad a la conclusión de que el
acto concreto que se trate, se encuentra, por una parte probado, lo que supone que la
autoridad judicial debe explicar las razones por las cuales considera que la premisa
fáctica se encuentra probada, poniendo de manifiesto la valoración de la prueba
efectuada, y por otra explicando por qué el caso encuadra en la hipótesis prevista en el
precepto legal -contexto de justificación-. Por consiguiente, no basta que en el derecho positivo
exista un precepto que pueda sustentar el acto de la autoridad, ni un motivo para que ésta actúe en
consecuencia, sino que es indispensable que se hagan saber al afectado los fundamentos y motivos
del procedimiento respectivo, ya que solo así estará en aptitud de defenderse como estime
pertinente; de esta forma, se entiende que la fundamentación debe ser específica al caso de que se
trate y la motivación explícita” (las negrillas son añadidas).
Ahora bien, el contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o motivada (judicial,
administrativa o cualquier otra, expresada en una resolución en general, sentencia, auto, etc.) que
resuelva un conflicto o una pretensión, fue desarrollado por la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre y
está dado por sus finalidades, las cuales son: “…(1) El sometimiento manifiesto a la Constitución,
conformada por: 1.a) la Constitución formal, es decir, el texto escrito; y, 1.b) los Tratados
Internacionales sobre Derechos Humanos que forman el bloque de constitucionalidad; así como a la
ley, traducido en la observancia del principio de constitucionalidad y del principio de legalidad; (2)
Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en cuestión no es arbitraria, sino por el
contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la arbitrariedad, el principio de
razonabilidad y el principio de congruencia; (3) Garantizar la posibilidad de control de la resolución
en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes recursos o medios de
impugnación; y, (4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad decisoria de todo
órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública, en observancia
del principio de publicidad…”.
Sobre el segundo contenido; es decir, lograr el convencimiento de las partes de que la resolución no
es arbitraria, sino por el contrario, observa el valor justicia, los principios de interdicción de la
arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia, la precitada SCP 2221/2012 desarrolló las
formas en las que puede manifestarse la arbitrariedad, señalando que: “…la arbitrariedad puede estar
expresada en: b.1) Una ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta es b.2) Una ‘motivación arbitraria’;
o en su caso, b.3) Una ‘motivación insuficiente’.
b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa, etc.), no da
razones (justificaciones) que sustenten su decisión, traducido en las razones de hecho y de derecho,
estamos ante la verificación de una ‘decisión sin motivación’, debido a que ‘decidir no es motivar’. La

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 303


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‘justificación conlleva formular juicios evaluativos (formales o materiales) sobre el derecho y los
hechos sub iudice [asunto pendiente de decisión]’.
b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa,
etc.) sustenta su decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico alguno, y alejadas de la sumisión a la
Constitución y la ley, se está ante una ‘motivación arbitraria’. Al respecto el art. 30.II de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) ‘Obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa
sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las garantías
procesales’.
En efecto, un supuesto de ‘motivación arbitraria’ es cuando una decisión coincide o deviene de la
valoración arbitraria, irrazonable de la prueba o, en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R), que influye, en ambos casos, en la confiabilidad
de las hipótesis fácticas (hechos probados) capaces de incidir en el sentido, en los fundamentos de
la decisión. Es decir, existe dependencia en cómo cada elemento probatorio fue valorado o no fue
valorado, para que se fortalezca o debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los hechos y, por
ende, la fundamentación jurídica que sostenga la decisión.
En este sentido, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre, dentro de un proceso administrativo sancionador
señaló: ‘Consiguientemente, aplicando los principios informadores del derecho sancionador, las
resoluciones pronunciadas por el sumariante y demás autoridades competentes deberán estar
fundamentadas en debida forma, expresando lo motivos de hecho y de derecho en que basan sus
decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba. Fundamentación que no podrá ser
reemplazada por la simple relación de los documentos y presentación de pruebas o los criterios
expuestos por las partes, y en los casos en los que existan co procesados, resulta primordial la
individualización de los hechos, las pruebas, la calificación legal de la conducta y la sanción
correspondiente a cada uno de ellos en concordancia con su grado de participación o actuación en el
hecho acusado’.
b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por las cuales omite o se abstiene
de pronunciar sobre ciertos temas o problemas jurídicos planteados por las partes, se está ante una
‘motivación insuficiente’.
Si el órgano o persona, sea de carácter público o privado que tenga a su cargo el decidir incurre en
cualesquiera de esos tres supuestos: ‘decisión sin motivación’, o extiendo esta, ‘motivación arbitraria’,
o en su caso, ‘motivación insuficiente’, como base de la decisión o resolución asumida, entonces, es
clara la visualización de la lesión del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una
resolución motivada, como elemento constitutivo del debido proceso.
Los tres casos señalados, son un tema que corresponderá analizar en cada caso concreto, debido a
que sólo en aquéllos supuestos en los que se advierta claramente que la resolución es un
mero acto de voluntad, de imperium, de poder, o lo que es lo mismo de arbitrariedad,
expresado en decisión sin motivación o inexistente, decisión arbitraria o decisión
insuficiente, puede la justicia constitucional disponer la nulidad y ordenar se pronuncie
otra resolución en forma motivada” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Sobre el principio de congruencia como elemento del debido proceso.
Jurisprudencia reiterada
En relación a la congruencia como elemento del debido proceso, reiterando entendimientos
jurisprudenciales anteriores, la SC 0486/2010-R de 5 de julio, señaló: “…la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa
definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya
sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte
considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
razonamientos contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 304


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estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes
y pertinentes.
(…)

El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios


formulada por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice
el principio procesal de congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia,
debe responder a la petición de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo
la pretensión jurídica de primera y/o segunda instancia” (las negrillas y subrayado nos
corresponden).
Razonamiento que fue reiterado a través de las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0255/2014 de 12 de febrero y 0704/2014 de 10 de abril.
Por su parte, la SCP 1083/2014 de 10 de junio, respecto a este principio estructurante del debido
proceso, expresó que: “El debido proceso se integra por diferentes elementos que viabilizan las
garantías mínimas del justiciable; así, la congruencia de las resoluciones judiciales, constituye el
debido proceso. Al respecto, Guillermo Cabanellas, entiende al principio de congruencia como:
‘Oportunidad, conveniencia entre preguntas y respuestas; entre demandas y concesiones o
resoluciones. II Conformidad entre el fallo judicial y las pretensiones plateadas por las partes.
Las sentencias deben ser congruentes con las súplicas de las demandas, de su contestación o de su
reconvención, sin que hechos posteriores a la discusión escrita puedan modificar los términos en que
fue trabada la litis. La discrepancia entre sentencia y demanda permite los recursos establecidos por
los códigos de procedimiento…’ .
En el marco de la premisa anterior y, desde una óptica doctrinal, la congruencia de las resoluciones
judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones; primero, relativo a la congruencia
externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda determinación judicial, que exige
la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de las partes (demanda, respuesta e
impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades judiciales, en definitiva, es una prohibición
para el juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando su consideración a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la congruencia interna,
referido a que, si la resolución es comprendida como una unidad congruente, en ella se debe cuidar
un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la
identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las normas y los
efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución no existan
consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión” (las negrillas nos
corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
Efectuado el marco jurisprudencial para el examen del presente caso, de la revisión y cotejo de los
antecedentes que cursan en el expediente, se llegó a evidenciar que, el 7 de marzo de 1996, Sadi
Nayf Chamas Garzón interpuso ante el Juez de la causa, demanda de usucapión decenal o
extraordinaria e inscripción definitiva en DD.RR., respecto al lote de terreno ubicado en el cantón San
Luis, provincia Cercado del departamento de Tarija, contra Jorge Farah Rojas; en tal virtud, el 31 de
noviembre del mismo año, el Juez de Instrucción Civil de la Capital del citado departamento -hoy
Juez Público Civil y Comercial-, pronunció Sentencia declarando probada la referida demanda.
Posteriormente, el 16 de mayo de 2016, María Nieves Arce Janco y Carlos Fabio Dávila Choque -
ahora accionantes-, dentro del indicado proceso, formularon incidente de nulidad de obrados contra
el Sadi Nayf Chamas Garzón; producto de ello, el Juez Público Civil y Comercial Noveno de la Capital
del aludido departamento -ahora codemandado-, mediante Auto Interlocutorio de 6 de julio del
mismo año, resolvió no ha lugar a la admisión del incidente presentado; en virtud a dicha

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determinación, los impetrantes de tutela el 8 de agosto de igual año, plantearon recurso de apelación
en ejecución de sentencia contra el merituado fallo, dando lugar a que los miembros de la Sala Mixta
Civil y Comercial de Familia Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Tarija -hoy codemandados-, emitan el Auto de Vista 149/2018
de 5 de noviembre, confirmando la Resolución apelada.
Con carácter previo a resolver la problemática planteada, cabe aclarar que el presente caso se
analizará a partir del Auto de Vista 149/2018, dictado por los Vocales codemandados, en conocimiento
de la impugnación a la determinación adoptada por el Juez de la causa, al ser la última decisión
emitida en la vía ordinaria, y que ante la eventualidad de concederse la tutela, reabrirá su
competencia para pronunciarse nuevamente sobre lo resuelto por las instancias inferiores; ello en
estricta observancia del principio de subsidiariedad que informa la acción de amparo constitucional.
Establecidos con precisión los antecedentes procesales, se advierte que los peticionantes de tutela
denunciaron entre otros aspectos, falta de motivación y congruencia en el fallo cuestionado (Auto de
Vista 149/2018), pronunciado por los Vocales codemandados; en ese marco, corresponde verificar
en primera instancia los puntos de agravio identificados en su recurso de apelación interpuesto contra
el Auto Interlocutorio de 6 de julio de 2016, para así determinar si las citadas autoridades
demandadas consideraron o no a tiempo de emitir su fallo correspondiente: a) El Auto apelado
contiene razones generales o conclusiones genéricas que terminan con una alegación que existe cosa
juzgada, sin ver que es procedente el incidente de nulidad así concurra la misma; razón por la cual
dicho fallo no está motivado; b) Hay un conflicto de titularidad con el actor del proceso de usucapión
que inició y concluyó el mismo contra sus vendedores Jorge Farah Rojas y Carmen Calderón de Farah;
en ese sentido, cuentan con legitimación activa por sucesión propietaria para plantear el incidente
de nulidad, al tener interés legítimo directo en los efectos de dicho proceso tramitado con vicios de
nulidad; y, c) El Juez de la causa podía conocer el incidente de nulidad en ejecución de sentencia,
así exista cosa juzgada y haya concluido, pues tenía competencia para revisar la denuncia incidental
de nulidad del proceso por indefensión, en virtud a la teoría del precedente obligatorio establecido
por el Tribunal Constitucional Plurinacional que desde el 2005 entendió que es posible plantear un
incidente de nulidad de la citación en ejecución de sentencia, lo cual no implica vulneración a la cosa
juzgada.
Ahora bien, de acuerdo al principio de pertinencia, el Auto de Vista emitido por los Vocales
demandados, debe circunscribirse a la expresión de ofensas o agravios que contiene el recurso de
apelación incoado por los impetrantes de tutela; en ese entendido, a efectos de analizar si el
mencionado fallo es congruente y contiene la debida motivación, corresponde conocer los
argumentos esgrimidos que lo sustentan, de donde se extrae que inicialmente se refirió a los
antecedentes del citado recurso e identificó dos agravios expresados en el mismo, luego expresó los
siguientes argumentos: 1) El Auto Interlocutorio emitido por el Juez de la causa, se encuentra
debidamente fundamentado y motivado, en mérito a que dicha autoridad expresó las razones
jurídicas y fácticas por las cuales resolvió no ha lugar a la admisión del incidente de nulidad planteado
por los accionantes contra el demandado Sadi Nayf Chamas Garzón, no siendo evidente que el fallo
impugnado no contenga la debida motivación; y, 2) De la revisión del proceso de usucapión decenal
en el que ya se pronunció sentencia, la misma que se encuentra ejecutoriada, interviene como
demandante Sadi Nayf Chamas Garzón contra presuntos propietarios, ya que los peticionantes de
tutela no fueron citados con la demanda al no ser demandados dentro del citado proceso, por lo que
no pueden alegar indefensión ni perjuicio, considerando que la sentencia en el merituado proceso no
les beneficia ni perjudica.
Conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, el principio de congruencia es la estricta correspondencia que
debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; es decir, responde a la pretensión jurídica
o la expresión de los agravios formulada por las partes; no debiendo considerarse aspectos
ajenos a los planteamientos deducidos por las mismas, ya que toda resolución al ser considerada
como una unidad congruente, debe cuidar el hilo conductor que le dote de orden y racionalidad desde

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 306


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la parte considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la
interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva.
Consecuentemente, de la revisión de los fundamentos expresados por los Vocales demandados, en
su Auto de Vista 149/2018 ahora debatido, se evidenció que de los tres aspectos puntuales
cuestionados por los peticionantes de tutela en su recurso de apelación, solamente consideraron y
respondieron a uno de ellos, el referido a la motivación respecto al Auto de 6 de julio de
2016, pronunciado por el Juez de la causa -hoy codemandado-, estableciendo que dicha autoridad
habría expresado las razones jurídicas y fácticas por las cuales resolvió no ha lugar a la admisión del
incidente de nulidad planteado por los prenombrados, concluyendo que la merituada resolución se
hallaba debidamente fundamentada y motivada; empero, obviaron responder a los otros dos agravios
identificados, los mismos que tienen que ver con el tema de legitimación activa de los impetrantes
de tutela por sucesión propietaria y por tanto con interés legítimo directo en los efectos del proceso
de usucapión; y, el entendimiento expresado por el Tribunal Constitucional Plurinacional, respecto al
planteamiento de un incidente de nulidad en ejecución de sentencia.
En virtud a ello, se evidencia que no existe la respectiva concordancia entre lo pedido y lo resuelto,
habiendo incumplido con los lineamientos establecidos por la jurisprudencia constitucional antes
descrita, siendo evidente la falta de congruencia externa en el fallo impugnado, al no existir la plena
correspondencia entre el planteamiento de los accionantes deducido en su recurso de apelación, y lo
resuelto por las autoridades demandadas.
Por otra parte, conforme se tiene reflejado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, toda autoridad que pronuncie una resolución, debe imprescindiblemente exponer los
hechos (desarrollo descriptivo de los antecedentes que dieron lugar al recurso de apelación), así
como la fundamentación y motivación, entendiéndose por la primera la obligación que tiene la
autoridad que la emite, de citar los preceptos legales sustantivos y adjetivos en que basa la
determinación asumida, vale decir, la justificación a su decisión judicial; y por la segunda, la
manifestación de una serie de razonamientos lógico-jurídicos que la llevaron a la conclusión de que
el acto concreto se ajusta a la hipótesis normativa (fundamentación intelectiva); es decir, hacer saber
al afectado los motivos del procedimiento respectivo, ya que solo así estará en aptitud de defenderse
como estime pertinente.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y del examen de los fundamentos esgrimidos en el Auto de
Vista ahora cuestionado, se advierte claramente que el mismo vulnera el contenido esencial del
derecho a una resolución fundamentada o motivada, por cuanto no cumple con la tercera finalidad
implícita descrita en el citado Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, al contener una motivación insuficiente, ya que las autoridades demandadas ante los
cuestionamientos puntuales efectuados por los peticionantes de tutela, plasmados en su recurso de
apelación, luego de hacer alusión a criterios doctrinarios y jurisprudenciales relacionados al tema de
la motivación, se limitaron a transcribir parte del Auto Interlocutorio de 6 de julio de 2016, emitido
por el Juez codemandado, para así justificar su decisión asumida, concluyendo que “… los incidentistas
María Nieves Arce Janco y Carlos Fabio Dávila Choque no fueron citados con la demanda porque no
fueron demandados dentro del proceso de usucapión decenal, por lo que no pueden alegar
INDEFENSIÓN ni PERJUICIO (…) y la Sentencia (…), no les beneficia ni perjudica…” (sic), sin expresar
razonamientos lógico-jurídicos suficientes que hagan saber a los impetrantes de tutela los motivos
de su determinación, a efectos que exista pleno convencimiento en los mismos de que su actuar se
ajustó a los preceptos legales y jurisprudenciales establecidos respecto al tema de la interposición
del incidente de nulidad de obrados en ejecución de sentencia, pues debe tomarse en cuenta que
toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte un fallo resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión de manera que el
justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda el mismo.
Máxime si -conforme se manifestó en líneas precedentes-, los accionantes en su recurso impugnaticio,
justificaron el interés legítimo que tendrían respecto al aludido proceso de usucapión y por ende su
legitimación activa en el mismo, a efectos del planteamiento del precitado incidente, señalando

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 307


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además que este Tribunal ya habría establecido un precedente obligatorio con relación a su
interposición en ejecución de sentencia; aspectos sobre los cuales no se pronunciaron las autoridades
codemandadas en el merituado Auto de Vista 149/2018, menos formularon argumentos que
justifiquen la omisión en la que incurrieron al no referirse a los puntos precedentemente detallados,
considerando que uno de los elementos estructurales que hace a la debida motivación de las
resoluciones, es la exposición del criterio jurídico, donde las autoridades exponen de forma clara las
razones que argumentan su fallo, lo que en el caso presente no sucedió.
Consecuentemente, advirtiendo que el Auto de Vista no contiene la debida motivación, traducida en
una decisión insuficiente, la justicia constitucional puede disponer la nulidad y ordenar se pronuncie
otra resolución, conforme a los razonamientos expresados en el citado Fundamento Jurídico III.1 del
presente fallo constitucional, máxime si omitió pronunciarse sobre los agravios expuestos, situación
que conlleva a que los accionantes se encuentren impedidos de comprender las razones de la decisión
asumida por las merituadas autoridades judiciales.
Por lo precedentemente señalado, se evidenció la vulneración del derecho al debido proceso en sus
componentes de motivación y congruencia externa, al pronunciar el Auto de Vista 149/2018 por parte
de los Vocales demandados, siendo viable en consecuencia la tutela que brinda esta acción de
defensa.
En cuanto a la valoración de la prueba invocada como vulnerada por los impetrantes de tutela, cabe
señalar que no fue objeto de estudio en la presente causa, al haberse centrado el análisis y
consideración específicamente en el derecho al debido proceso en sus componentes de motivación y
congruencia antes referidos.
Finalmente, respecto a la transgresión de los derechos a la defensa e igualdad, este Tribunal no
evidencia la lesión de los mismos; por cuanto los accionantes, una vez que advirtieron que el Auto
Interlocutorio de 6 de julio de 2016 no les era favorable, acudieron sin restricción alguna ante la
instancia ordinaria pertinente, formulando recurso de apelación, en procura de obtener un
pronunciamiento acorde a sus derechos o pretensiones.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, no obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 29/2019 de 16 de mayo, cursante de fs. 507 a 511, pronunciada por la
Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, únicamente respecto a la vulneración del debido proceso en sus
componentes de motivación y congruencia externa; y,
2° Dejar sin efecto el Auto de Vista 149/2018 de 5 de noviembre, emitido por los Vocales de la
Sala Mixta Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica y
Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, disponiendo en consecuencia la
emisión de una nueva resolución debidamente motivada y congruente, conforme a los fundamentos
y razonamientos expresados en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 309


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0674/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29045-2019-59-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución JPCH 003/2019 de 16 de mayo, cursante de fs. 544 a 549, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Eufemia López Gonzales contra
Marco Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berríos Albizu, Magistrados de la Sala Civil
del Tribunal Supremo de Justicia; e, Iván Fernando Vidal Aparicio y Sandra Medrano
Bautista, Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Chuquisaca.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 12 y 20 de febrero de 2019, cursantes de fs. 463 a 470 y, 473 a 474
vta., la accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso ordinario civil de anulabilidad de contrato que siguió contra Dante Wilfredo Miguez
Dávila, María del Carmen García Brozovic de Miguez, Sergio Omar Salame Gonzáles y Prima Fidelia
Herbas Saavedra, extendió conforme a derecho un mandato especial en favor de Carlos Herrera
Salinas, quien al ser su representante se encontraba facultado para actuar en el litigio a su nombre
como si fuera el actor en el proceso; se instaló la audiencia preliminar el 4 de julio de 2016, pero fue
suspendida por la inasistencia de las partes, señalándose nueva fecha para su sustanciación el 11 de
igual mes y año, desarrollándose en esta ocasión de manera normal sin que haya sido observada su
asistencia personal o representación a través de apoderado; posteriormente, dándose continuidad a
la misma, el 18 de octubre del indicado año -en la cual tampoco se exigió su asistencia personal, sino
que se validó el actuado con la presencia de su apoderado-, se declaró viable la excepción previa de
prescripción de su derecho de peticionar la herencia, decisión contra la cual, al ser gravosa a sus
intereses, interpuso recurso de alzada que fue resuelto por la “Sala Civil, Comercial y Familiar
Segunda” del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca mediante Auto de Vista SCCF II
43/2017 de 20 de enero, determinando la nulidad de obrados hasta fs. 330.
En ese entendido, “…estando anulada la causa hasta fs. 330 (…) por medio de la resolución y
disposición asumida en alzada (…) se dispuso dar continuidad mediante la prosecución del
procedimiento a la causa -para que en la nueva audiencia preliminar llevada al efecto se ejecute las
labores netas concebidas en el Art. 366 de la Ley No.: 439, sin mayor requisito y formalidad…” (sic);
por lo que, el Juzgador de grado debió reconducir el litigio reanudando la causa en la audiencia
preliminar dejada en suspenso, sin tomar en cuenta su ausencia ya que tenía constituido apoderado;
empero, el 14 de marzo de 2017, la indicada autoridad judicial declaró el desistimiento de su
pretensión jurídica privándole de un fallo de fondo, al observar y exigir su asistencia personal a la
causa sin considerar que acreditó su impedimento presentando los justificativos respectivos,
constituyendo un apoderado convencional que obró en su defensa, cuando solo tenía el deber de
sanear el proceso según lo ordenado en alzada; por lo que, interpuso recursos de apelación y
casación, instancias en las que se desconocieron sus derechos de heredera legítima por cuestiones
meramente formales y procedimentales, limitando el acceso a la justicia y en las que se debió hacer
una revisión de lo obrado para fallar conforme a ley, sin esperar que medie un reclamo específico del
caso concreto, priorizando la verdad material y el derecho de poder contar con un fallo de fondo, ya

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 310


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que es inconcebible que un proceso quede sin efecto y exista cosa juzgada sin haberse averiguado
la verdad histórica de los hechos.
Expresó también que al haberse aplicado el desistimiento de la pretensión que describe el art. 365.III
del Código Procesal Civil (CPC), se emitió un criterio jurídico contrario a la progresividad de los
derechos, pues esta norma tiene un contenido regresivo, presumiéndose su inconstitucionalidad.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La peticionante de tutela denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, de acceso a la justicia,
a la defensa, “seguridad jurídica”, a la acción e impugnación y a tener una sentencia de fondo
respecto al proceso de anulabilidad de contrato, citando al efecto los arts. 115, 117 y 180 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto el Auto Supremo 493/2018 de 13 de junio
y el Auto de Vista S.C.C 159/2017 de 2 de mayo emitidos por los Magistrados y Vocales demandados
respectivamente, con cargos, costas y costos.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 535 a
543, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La impetrante de tutela a través de su representante, ratificó íntegramente la acción tutelar
planteada.
I.2.2. Informe de los demandados
Marco Ernesto Jaimes Molina, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, mediante
informe escrito presentado el 16 de mayo de 2019, cursante de fs. 532 a 533 vta., manifestó: a) El
Acuerdo de Sala Plena 189/2017 de aprobación del Protocolo de Aplicación del Código Procesal Civil,
emitido por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, no se encontraba vigente al momento de
emitirse el Auto 51 de 14 de marzo de 2017 ni el Auto de Vista S.C.C 159/“2018” -lo correcto es
2017-, tampoco fue descrito en los recursos de apelación y casación; por ello, no se consideró en el
Auto Supremo; b) En la fase de recursos, el Juez de la causa a través de Auto de 24 de febrero de
2017 convocó a audiencia preliminar intimando a las partes a comparecer en forma personal bajo
alternativa de aplicar la sanción de desistimiento de la pretensión según el art. 365.III del CPC,
Resolución que no fue objetada ni observada oportunamente, y siendo que la actora no se hizo
presente y que su abogado simplemente señaló que se encontraba en comisión, sin hacer alusión a
que tenía poder de representación, declaró la sanción de desistimiento; c) En recurso de casación,
la recurrente sostuvo que su inasistencia se justificó con las literales de fs. 326 a 327, que fueron
“estimadas” porque no concuerdan con la audiencia de 24 de febrero de igual año; razón por la cual,
se declaró infundado el recurso; d) La acción de amparo constitucional no es subsidiaria para sanear
las omisiones de la accionante en primera instancia; e) El argumento de que se interpretó en forma
regresiva el art. 365.III del CPC, no fue descrito en los recursos de apelación ni de casación; f) No
puede presumirse la inconstitucionalidad del art. 365.III del CPC, cuando el art. 4 del Código Procesal
Constitucional (CPCo) describe la presunción de constitucionalidad de las normas; por ende, en su
momento se debió incidentar una acción de inconstitucionalidad concreta; g) Del confuso memorial
de acción de amparo constitucional no se advierte la relación de causalidad, menos haber demostrado
que los reclamos efectuados en la presente acción tutelar ya se hicieron en la fase recursiva; y, h)
El argumento de interpretación errónea, no cumple con los requisitos para su análisis; por lo que,
solicitó se deniegue la tutela impetrada.
Juan Carlos Berríos Albizu, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, no presentó
informe ni concurrió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 512.

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Iván Fernando Vidal Aparicio y Sandra Medrano Bautista, Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, no presentaron informe alguno ni asistieron a
la audiencia, no obstante su notificación cursante de fs. 514 a 515.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Dante Wilfredo Miguez Dávila, María del Carmen García Brozovic de Miguez, Sergio Omar Salame
Gonzáles y Prima Fidelia Herbas Saavedra, a través de su representante en audiencia, manifestaron
lo siguiente: 1) La peticionante de tutela no cumplió con los requisitos de admisibilidad porque no
debió demandar a los Vocales del Tribunal de segunda instancia, sino solamente a los Magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia que dictaron el Auto Supremo impugnado; 2) No le corresponde a
la justicia constitucional juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar su
actividad jurisdiccional; 3) La acción tutelar intentada no especifica de qué manera la interpretación
de la legalidad ordinaria conculcó sus derechos y garantías, además que no tomó en cuenta que la
aplicación del art. 365.III del CPC no está librada al criterio discrecional de la autoridad judicial, sino
al cumplimiento de la ley; y, 4) El haberse declarado inadmisible el recurso de apelación por la falta
de expresión de agravios, significa que legalmente no existió este recurso; por lo tanto, tampoco es
admisible la casación; en consecuencia, pidieron la denegatoria de la tutela.
I.2.4. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Decimocuarta de Sucre del departamento de Chuquisaca,
constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución JPCH 003/2019 de 16 de mayo, cursante de
fs. 544 a 549, denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) En su momento se
otorgó el plazo correspondiente para la subsanación de la acción de amparo constitucional que no
fue corregida, y a fin de no dejar a la accionante sin la posibilidad de acceso a la justicia constitucional,
se dispuso su admisión; empero, luego de escuchar los fundamentos jurídicos expuestos en
audiencia, no fue posible determinar la violación de los derechos fundamentales denunciados
respecto al Auto de Vista y Auto Supremo observados; y, ii) La impetrante de tutela, no explicó de
ninguna manera cómo el Tribunal de cierre que emitió el aludido Auto Supremo, vulneró sus
derechos, por lo que corresponde denegar la tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Definitivo 183 de 18 de octubre de 2016, pronunciado en la audiencia preliminar de
la misma fecha, por el Juez Público Civil y Comercial Quinto de Sucre del departamento de
Chuquisaca, que declaró improbadas las excepciones previas de obscuridad, contradicción e
imprecisión en la demanda, prescripción del derecho patrimonial y de la acción de anulabilidad; y,
“PROBADA” la excepción previa de prescripción del derecho a pedir la herencia interpuesta por
Dante Wilfredo Miguez Dávila y María del Carmen García Brozovic de Miguez; así como las
excepciones interpuestas por el Defensor de Oficio en representación de Prima Fidelia Herbas
Saavedra (fs. 331 a 333).
II.2. Eufemia López Gonzales -accionante- a través de su representante, el 21 de octubre de 2016
interpuso recurso de apelación contra el Auto Definitivo precitado, el mismo que mereció el Auto de
Vista SCCF II 43/2017 de 20 de enero dictado por los Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca -demandados- que anuló obrados hasta fs. 330
inclusive, debiendo proceder a realizar nueva audiencia preliminar (fs. 334 a 337 y 353 a 354).
II.3. Cursa acta de audiencia preliminar de 14 de marzo de 2017 en la que el Juez de la causa,
mediante Auto Definitivo 51 de la misma fecha, ante la inasistencia no justificada de la parte actora,
declaró el “…DESISTIMIENTO DE LA PRETENSIÓN…” (sic); decisión que fue apelada por la
impetrante de tutela el 17 del citado mes y año (fs. 366 a 368 y 371 a 375).
II.4. El recurso de apelación referido precedentemente, mereció el Auto de Vista S.C.C II 159/2017
de 2 de mayo, pronunciado por los Vocales de la Sala Civil y Comercial Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Chuquisaca que declaró “INADMISIBLE” la apelación formulada por

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 312


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la peticionante de tutela contra el Auto Definitivo 51, por la falta de expresión de agravios; Resolución
que fue objeto de recurso de explicación complementación, aclaración y enmienda a través del
memorial presentado el 8 de igual mes y año, dictándose en su mérito el Auto de 9 de igual mes y
año, por el que dicho Tribunal de apelación al considerar que la solicitud pretendía modificar aspectos
de fondo, determinó no dar lugar a la misma; por lo que, mediante memorial presentado el 24 de
idéntico mes y año, la prenombrada interpuso recurso de casación (fs. 392 a 393, 397 a 399 y 404 a
415 vta.).
II.5. Por Auto Supremo 493/2018 de 13 de junio, los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia -demandados-, declararon “INFUNDADO” el recurso de casación
precedentemente citado (fs. 443 a 446 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, de acceso a la justicia, a la
defensa, “seguridad jurídica”, a la acción e impugnación y a tener una sentencia de fondo respecto
al proceso de anulabilidad de contrato; toda vez que, las autoridades demandadas -en instancia de
apelación y casación-, desconocieron sus derechos de heredera legítima por cuestiones meramente
formales y procedimentales, limitando su derecho de acceso a la justicia, cuando más bien debieron
hacer una revisión de lo obrado para fallar conforme a derecho, priorizando la verdad material y el
derecho de poder contar con un fallo de fondo sin esperar que medie un reclamo específico del caso
concreto.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Requisitos de admisibilidad de la acción de amparo constitucional. Relación de
causalidad entre los hechos, derechos y petitorio
Al respecto, la SCP 1774/2012 de 1 de octubre, citando la SCP 0412/2012 de 22 de junio, aludió a
los requisitos de admisibilidad de la presente acción tutelar que deben ser cumplidos a tiempo de
interponerse una acción de amparo constitucional; mismos que actualmente se encuentran
establecidos en el art. 33 del CPCo, de la siguiente forma: «…“ La norma prevista en el art. 97 de la
Ley del Tribunal Constitucional (LTC), establece los requisitos de forma y contenido que deben ser
cumplidos en la presentación de todo recurso de amparo constitucional, ahora acción de amparo
constitucional, señalando expresamente que el accionante deberá: 'I.- Acreditar la personería del
recurrente; II.- Nombre y domicilio de la parte recurrida o de su representante legal; III.- Exponer
con precisión y claridad los hechos que le sirvan de fundamento; IV.- Precisar con precisión
los derechos o garantías que se consideren restringidos, suprimidos o amenazados; V.- Acompañar
las pruebas en que se funda la pretensión; y, VI.- Fijar con precisión el amparo que se solicita
para preservar o restablecer el derecho o la garantía vulnerados o amenazados'. Los
requisitos señalados, tanto de forma como de contenido, fueron desarrollados por la Jurisprudencia
de este Tribunal, es así que a partir de la SC 0365/2005-R de 13 de abril, citada de forma reiterada
en a través de la SC 0655/2011-R de 16 de mayo, entre muchas otras, precisó: '…depende que tanto
el juez o tribunal de amparo así como el Tribunal Constitucional puedan compulsar sobre la base de
criterios objetivos, la legitimación de las partes, así como la veracidad de los hechos reclamados y
los derechos lesionados, para en definitiva otorgar o negar el amparo expresamente solicitado; a su
vez tiende a garantizar también que con tales precisiones puedan estar a derecho para asumir
defensa en debida forma (…)'.
A esta altura del análisis, corresponde precisar que los requisitos exigidos (…) están destinados
a evitar el inicio de un procedimiento que carezca de los elementos básicos necesarios
para decidir sobre la pretensión jurídica deducida; sea para estimarla o desestimarla. De ahí
que resulta conveniente puntualizar la relevancia procesal que tienen los tres requisitos de
contenido…
III.1.1. Exponer con precisión y claridad los hechos que le sirven de fundamento…

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Se trata de una relación fáctica que debe hacer el recurrente; pues está referida a los hechos que
sirven de fundamento del recurso o de la razón o razones en la que el recurrente apoya
la protección que solicita, que no siempre está referido a un solo hecho sino a varios hechos, que
de manera congruente se reconducen y sirven de fundamento del petitorio. Expuestos los hechos en
el marco señalado, impide que la acción o el contenido del recurso pueda ser variado o cambiado a
lo largo del proceso del amparo; de lo contrario se estaría frente a un nuevo recurso.
(…)
En síntesis el elemento factico aludido (conjunto de hechos) y su calificación jurídica (derechos o
garantías supuestamente violados), constituye lo que la doctrina denomina genéricamente
'la causa de pedir', causa de pedir que debe ser claramente precisada y delimitado por el
recurrente. Conforme a lo señalado, los hechos jurídicamente relevantes que sirven de fundamento
factico del recurso deben ser, como lo expresa la ley, expuestos con precisión y claridad dado que
los mismos delimitan la causa de pedir y vinculan al Tribunal de amparo, es decir que este, deberá
resolver la problemática planteada conforme en esa descripción de los hechos y su calificación jurídica
(derechos lesionados) y no otra.
III.1.2. Precisar los derechos o garantías que consideren suprimidos o amenazados (art. 97.IV de la
LTC). Como quedo precisado en el punto anterior, la causa de pedir tiene dos elementos: 1) el
elemento factico que está referido a los hechos que sirven de fundamento al recurso; 2)
el elemento normativo, es decir, los derechos o garantías invocados como lesionados por
esos hechos, que deben ser precisados por el recurrente; sin embargo, como en los hechos debe
acreditarse el derecho vulnerado, es preciso que exista una relación de causalidad entre el
hecho que sirve de fundamento y la lesión causada al derecho o garantía. De ahí que el
cumplimiento de esta exigencia no se reduce a enumerar artículos, sino a explicar desde
el punto de vista causal, como esos hechos han lesionado el derecho en cuestión.
(…)
De la jurisprudencia anotada se concluye que si el Tribunal o el Juez de garantías admitieron
la acción de amparo constitucional a pesar de no cumplir con alguno de los requisitos de
contenido o de forma corresponderá al Tribunal Constitucional en revisión denegar la
tutela sin ingresar al análisis de la problemática planteada…”» (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
Del memorial de acción de amparo constitucional presentado, se tiene que la accionante considera
que fueron lesionados sus derechos al debido proceso, de acceso a la justicia, a la defensa, “seguridad
jurídica”, a la acción e impugnación y a tener una sentencia de fondo respecto al proceso de
anulabilidad de contrato, alegando que las autoridades demandadas en instancia de apelación y
casación, desconocieron sus derechos de heredera legítima por cuestiones meramente formales y
procedimentales, limitando el acceso a la justicia, cuando más bien debieron hacer una revisión de
lo obrado para fallar conforme a ley, priorizando la verdad material y el derecho de poder contar con
un fallo de fondo sin esperar que medie un reclamo específico del caso concreto.
Al respecto, es pertinente puntualizar que al advertir que en la presente acción tutelar, la impetrante
de tutela cuestiona la actuación del Juez de la causa; empero, interpone la demanda contra el
Tribunal de apelación y el Tribunal de cierre; ante esta situación, es preciso aclarar que esta
jurisdicción no puede emitir pronunciamiento sobre las denuncias de los actos de primera instancia
del proceso ordinario de referencia; puesto que conforme a la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional Plurinacional“…esta jurisdicción no se constituye en un mecanismo de impugnación de
la labor que efectúan los jueces y tribunales ordinarios; el Tribunal Constitucional Plurinacional no
puede inmiscuirse en esa labor particular, al estar compelido al cumplimiento de funciones
diferentes…” (SCP 1737/2014 de 5 de septiembre); es decir, no es una instancia recursiva adicional
de examen de todo el proceso, debido a que existen las etapas ordinarias pertinentes que en la causa
de origen fueron activadas por la accionante, como son los recursos de apelación y casación,
quedando por lo tanto limitada la intervención de la jurisdicción constitucional a analizar únicamente

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la última Resolución dictada dentro del indicado proceso, que en el caso es el Auto Supremo 493/2018
de 13 de junio, que a su turno tuvo la oportunidad de revisar el Auto de Vista emitido en apelación,
cumpliéndose a partir de este entendimiento uno de los principios característicos de la acción de
amparo constitucional que es el de la subsidiariedad, aspecto que delimita el pronunciamiento a
dictarse por este Tribunal.
En ese orden, del análisis del memorial de la acción tutelar interpuesta, se evidencia que la accionante
alegó fundamentalmente que el Juez de instancia en la audiencia preliminar de 18 de octubre de
2016 declaró el desistimiento de la demanda ordinaria, en base al art. 365.III del CPC, sin tomar en
cuenta que había constituido apoderado con amplias facultades para que la represente en todo el
proceso, del que en ningún momento fue observada su participación, y que además solo tenía que
dar continuidad a dicha audiencia que fue instalada el 4 de julio de 2016, sin que en esa oportunidad
se haya exigido su presencia en ese acto, por lo que entendió que se emitió un criterio jurídico
contrario a la progresividad de los derechos, pues la norma legal aplicada tiene un contenido
regresivo, presumiéndose su inconstitucionalidad; y que habiendo formulado los recursos de
apelación y casación, las autoridades demandadas desconocieron sus derechos de heredera legítima
por cuestiones meramente formales y procedimentales, limitando el acceso a la justicia, cuando en
las resoluciones que dictaron debieron revisar lo obrado para fallar conforme a ley, sin esperar que
medie un reclamo específico del caso concreto, priorizando la verdad material y el derecho de poder
contar con un fallo de fondo, ya que es inconcebible que un proceso quede sin efecto y exista cosa
juzgada sin haberse averiguado la verdad histórica de los hechos, argumentos que fueron reiterados
en la audiencia de garantías.
Es decir, los hechos que sirven de fundamento del recurso o las razones en las que la impetrante de
tutela apoya la protección que solicita -causa petendi-, tienen que ver únicamente con los actos de
la autoridad a quo, mismos que como se aclaró previamente, esta jurisdicción no puede revisar,
estando limitada al análisis de la actuación del Tribunal de cierre, respecto del cual solamente alegó
que vulneró sus derechos pero no describió cómo ni de qué forma lo hizo, no precisó cuáles fueron
los actos del Tribunal de casación que lesionaron los mismos en relación al contenido del Auto
Supremo confutado, lo que hace colegir que no dio cumplimiento a uno de los requisitos de
admisibilidad, como es el precisar el elemento fáctico de su pretensión que dio lugar a la supuesta
conculcación de derechos o garantías constitucionales por parte de los Magistrados demandados, tal
como prescribe la jurisprudencia constitucional: “'…1) El elemento fáctico que está referido a los
hechos que sirven de fundamento al recurso; 2) El elemento normativo, es decir, los derechos o
garantías invocado como lesionados por esos hechos, que deben ser precisados por el recurrente;
sin embargo, como en los hechos debe acreditarse el derecho vulnerado, es preciso que exista
una relación de causalidad entre el hecho que sirve de fundamento y la lesión causada al
derecho o garantía…’” (las negrillas son nuestras) Auto Constitucional (AC) 0117/2010-RCA de 5
de julio, lo que no ocurre en el presente caso, circunstancia que impide ingresar a analizar el fondo
de la problemática suscitada, conforme al Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo.
De igual forma, se advierte que el petitorio de la presente acción tutelar se limita a solicitar que se
deje sin efecto tanto el Auto de Vista como el Auto Supremo observados, pero omite fijar con precisión
qué tipo de amparo solicita para preservar o restablecer los derechos supuestamente vulnerados,
requisito imprescindible, puesto que esta jurisdicción está obligada a conferir solo lo que se le pide,
aspecto que guarda directa relación con la naturaleza jurídica de la presente acción de defensa (SCP
0412/2012 de 22 de junio); por lo que, incumple también con los requisitos de admisibilidad básicos
exigidos para la interposición de las acciones tutelares.
Finalmente, sobre la alusión que hace la peticionante de tutela en relación a la presumible
inconstitucionalidad del art. 365.II del CPC, es necesario precisar que las sentencias que resuelven
las acciones de amparo constitucional, de ninguna manera tutelan ni solucionan aspectos relativos a
la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una determinada ley o artículo, así la SC 2765/2010-R
de 10 de diciembre, indicó que: “Con el fin de resguardar un correcto manejo de la acción planteada,
es preciso señalar que no se puede interponer un amparo, alegando la inconstitucionalidad de una
disposición legal, pues para ello, la Ley del Tribunal Constitucional, tiene previsto el recurso directo

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o abstracto de inconstitucionalidad, que se articula al sistema de control normativo de carácter


correctivo a posteriori de las disposiciones legales…”.
Consiguientemente, de acuerdo a lo ampliamente expuesto y el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, este Tribunal se encuentra impedido de ingresar al
fondo de la problemática planteada.
Por lo que, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos, actuó correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución JPCH 003/2019 de 16 de mayo, cursante de fs. 544
a 549, pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Decimocuarta de Sucre del departamento
de Chuquisaca; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos
jurídicos expuestos en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0675/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29060-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 078/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 391 a 397, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Francisco Javier Lazcano Reyes contra
Ernesto Macuchapi Laguna y Jacqueline Cecilia Rada Arana, Vocales de la Sala Civil
Quinta y Tercera respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 27 de febrero y 11 de marzo ambos de 2019, cursantes de fs. 316 a
320, y 322 a 325 vta., el accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso ordinario seguido por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz contra Juan Brun
Guzmán y Margarita Delicia Andrade Muñoz de Brun y otros, sobre mejor derecho propietario, nulidad
de transferencia, cancelación de partida en Derechos Reales y rehabilitación, ante el Juzgado Público
Civil y Comercial Segundo de la Capital del citado departamento, que se encuentra en ejecución de
fallos, su padre Juan Carlos Lazcano Henry -ahora fallecido- y la abogada Elfía Rivero Suarez,
asumieron defensa en favor de los nombrados, logrando que se dicte la Sentencia 240/2002 de 3 de
junio, que declaró improbada la demanda del aludido Gobierno Municipal y probada la demanda
reconvencional interpuesta por los esposos Brun Andrade. Luego de utilizarse los recursos de
apelación y casación por las partes en conflicto, se llegó a dictar el Auto Supremo 239/2012 de 25
de julio, que dispuso la vigencia de la Sentencia referida.
El 16 de febrero de 2001, su padre como abogado defensor de los esposos Brun Andrade firmó una
iguala profesional junto con su colega Elfía Rivero Suarez, que parte de su contenido refiere: “Queda
entendido que estos servicios incluyen al proceso civil hasta la conclusión en todas sus instancias y
los posibles recursos ante la Corte Suprema. Si acaso concluye el proceso por conciliación o
transacción se ha de considerar como éxito profesional obtenido y los honorarios serán pagados de
igual manera sin que por ello sean divisibles conforme se establece abajo (…) el monto de los
Honorarios Profesionales para el servicio anteriormente descrito, queda establecido en
el porcentaje del treinta por ciento (30%) del monto obtenido…” (sic).
El 10 de enero del 2008, falleció su padre, continuando con la defensa de la causa la abogada Elfía
Rivero Suarez hasta el 7 de mayo de 2009, sin que posteriormente se le exija algún pase profesional.
Posteriormente por Sentencia de 1 de marzo de 2013, se le declaró heredero a la muerte de su
progenitor.
El 6 de mayo de 2014, se apersonó al proceso ordinario acreditando su condición de heredero de
quien en vida Juan Carlos Lazcano Henry, abogado defensor de los esposos Brun Andrade, solicitando
a la Jueza de la causa el pago de honorarios profesionales, dando a conocer que su padre había
suscrito una iguala profesional con los nombrados cónyuges. Una vez tramitada su petición, los
prenombrados presentaron excepción de prescripción, alegando que no se cobraron los honorarios
dentro del término de ley. A consecuencia de ello, la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta -en
suplencia legal de su similar Tercera- de la Capital del departamento de La Paz, emitió el Auto
Interlocutorio 85/2016 de 10 de marzo, dictando probada la excepción, con el fundamento que el
derecho a cobrar los honorarios de su padre prescribió al no haberlo hecho valer dentro de los dos

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años computados desde el momento en que se abrió la sucesión hereditaria, y que desde esa fecha
hasta el 1 de marzo de 2013, que le declararon heredero al fallecimiento de su progenitor, habría
transcurrido más de cinco años.
Interpuesto el recurso de apelación contra el indicado fallo, el Tribunal de alzada por Auto de Vista
261/2018 de 27 de agosto, confirmó la decisión impugnada, señalando que el contrato de iguala
profesional establecía que se podían cobrar los honorarios profesionales del monto obtenido por los
demandados, pero que en ningún momento se acordó que la condición para su exigibilidad estuviese
sujeto a que se determine la retención de fondos.
El Auto de Vista impugnado, contiene un razonamiento irracional, al no haber considerado que el
contrato establece el pago de honorarios sobre el 30 % del monto obtenido, de ahí que, a tiempo de
abrirse la sucesión hereditaria o la fecha en que le declararon judicialmente heredero, no había un
monto aun logrado, ocurriendo recién en el momento en que el Gobierno Autónomo Municipal de La
Paz efectuó el depósito por daños y perjuicios en las cuentas del Consejo de la Magistratura.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Consideró como lesionados sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y a la propiedad
privada; citando al efecto los arts. 56.III y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se anule el Auto de Vista 261/2018, disponiendo que
las autoridades demandadas emitan nueva resolución reparando los actos vulneratorios debidamente
identificados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 29 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 382 a
390, se produjeron los siguientes actuados.
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados ratificó el contenido del memorial de acción de amparo
constitucional y ampliándolo, señaló que: a) La familia Brun Andrade el 11 de diciembre de 2015,
logró recuperar la suma de Bs19 924 748.- (diecinueve millones novecientos veinticuatro mil
setecientos cuarenta y ocho bolivianos), gracias a las gestiones desarrolladas por su padre en calidad
de abogado defensor; b) Acreditando su condición de heredero del abogado de la familia Brun
Andrade, el 6 de mayo de 2014, solicitó el pago de honorarios profesionales que correspondían a su
padre, señalando la Jueza de la causa que el mismo recién podía hacerse efectivo una vez
desembolsado el dinero; en virtud de un nuevo petitorio la referida autoridad dictó el proveído de 23
de abril del 2015, indicando: “…estese a la iguala que debe ser honrada en esos términos aún no
existe constancia de pago que produzca, una vez que se produzca habrá pago…” (sic), decreto que
al no ser apelado por las partes, dio validez al documento de cobro; sin embargo, la Jueza Pública
Civil y Comercial Quinta de la Capital de departamento de La Paz, actuando en suplencia legal,
mediante Auto Interlocutorio 85/2016 declaró la prescripción del cobro de los indicados honorarios;
decisión que fue apelada y confirmada por el Auto de Vista ahora cuestionado en vulneración del
debido proceso; c) De acuerdo a la SCP “617/2016 de 27 de octubre”, los honorarios profesionales
se cancelan en el porcentaje, cuando es recuperado el monto del mandante; por esa razón, no podía
haberse pedido el pago de lo adeudado a su progenitor en la gestión 2013, cuando este recién se
efectivizó el 2015; d) No se puede argumentar que el trabajo de patrocinio no fue concluido, debido
a que a la colega de su fallecido padre que fue parte de la defensa de la familia Brun Andrade, se le
cancelaron sus honorarios en la mitad del porcentaje establecido en la iguala profesional; e) De
acuerdo al art. 496 del Código Civil (CC), la condición suspensiva pendiente se cumple cuando el
acontecimiento incierto se realiza, el cual se dió el 11 de diciembre de 2015; f) El art. 1492 del citado
Código, señala que un derecho se extingue cuando su titular no lo ejerce durante el tiempo que la
ley lo establece, aspecto que no ocurrió en el caso concreto debido a que su persona pidió el pago
de manera anticipada y dentro del plazo establecido; y, g) Si bien su padre falleció, el trabajo de

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patrocinio profesional ya estaba prácticamente concluido, correspondiéndole el pago del 15% como
a su colega copatrocinante “…en ese sentido está claro y es evidente la infracción del debido proceso
que ha sido víctima…” (sic).
I.2.2. Informe de los demandados
Ernesto Macuchapi Laguna y Jacqueline Cecilia Rada Arana, Vocales de la Sala Civil Quinta y Tercera
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por informe escrito presentado
el 22 de marzo de 2019, cursante de fs. 336 a 337 vta., señalaron que: 1) La Resolución impugnada
cuenta con la debida fundamentación y motivación, fue expresada de forma objetiva y coherente
bajo el principio de pertinencia establecido en el art. 265 del Código Procesal Civil (CPC), confirmando
la decisión adoptada por la Jueza de primera instancia; 2) De la lectura de la acción de amparo
constitucional se advirtió que el ahora accionante expuso una relación fáctica que no puso en
conocimiento de sus autoridades, debido a que en el recurso de apelación señaló entre otras cosas
que la exigibilidad de los honorarios profesionales estaba sujeta a una condición suspensiva como la
retención de fondos, determinada el 22 de septiembre de 2015, de ahí que, en la iguala profesional
no evidenciaron la existencia de ninguna condición suspensiva; 3) El peticionante de tutela no es
congruente con los argumentos sostenidos en el citado recurso; ya que, ahora dejando de lado el
fundamento de la supuesta condición suspensiva que se habría cumplido con la retención de fondos,
de forma sorprendente refirió que dicho acontecimiento se habría cumplido el 11 de diciembre de
2015 en el momento que se realizó el depósito judicial; 4) No se lesionó ningún derecho
constitucional del accionante, al haber dictado el Auto de Vista de acuerdo a los argumentos que
expuso en su recurso de apelación; y, 5) De la lectura de la acción de amparo constitucional
planteada, el solicitante de tutela no señaló de forma concreta qué derechos se hubieran
transgredido. Con base en estos fundamentos solicitaron se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Juan Brun Guzmán y Margarita Delicia Andrade Muñoz de Brun, por memorial presentado el 22 de
marzo de 2019, cursante de fs. 338 a 343 vta., señalaron que: i) De acuerdo a la SCP 0108/2012 de
27 de abril, la interpretación de la legalidad ordinaria es una atribución exclusiva de los jueces y
tribunales ordinarios, y en el presente caso el peticionante de tutela no cumplió con los presupuestos
procesales, para que la jurisdicción constitucional pueda revisar dicha labor; ii) Este mecanismo
constitucional no se activa para reparar supuestos actos que infringen las normas procesales o
sustantivas, debido a una incorrecta interpretación o indebida aplicación de las mismas; iii) Se debe
declarar improcedente la acción tutelar interpuesta porque no se cumplió con los requisitos
específicos para su procedencia; iv) La tutela solicitada es incongruente con relación al petitorio de
anulación del Auto de Vista impugnado; debido a que, las autoridades demandadas se limitaron por
pertinencia y congruencia, a lo alegado por el recurrente en la apelación; v) Los argumentos
planteados en la presente acción de defensa no fueron denunciados en el recurso de apelación; y,
vi) No existió lesión al derecho sucesorio porque su carácter de heredero no está en discusión, sino
la prescripción de la acción para ejercer el cobro.
En audiencia a través de su abogado, ratificaron el tenor de su acción tutelar y ampliándolo indicaron
que: a) El contenido del memorial de apelación no hace mención a la prescripción sino que se avocan
a defender el cumplimiento de la iguala profesional como si fuera un contrato laboral; b) No puede
el accionante pretender corregir o subsanar a través de la acción de amparo constitucional las
omisiones en que incurrió al formular su impugnación; y, c) El Tribunal de alzada no podía
pronunciarse sin vulnerar los principios de pertinencia y congruencia sobre puntos que no fueron
objetados en el recurso de apelación interpuesto por el impetrante de tutela.
El Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, a través de sus representantes por memorial de 24 de
abril de 2019, cursante de 375 a 381, señaló que: 1) Existe omisión de notificación a la tercera
interesada abogada Elfía Rivero Suarez; 2) Observó insuficiencia y falta de legitimación pasiva al no
haber incluido como demandada a la Jueza Pública Civil y Comercial Segunda de la Capital del
departamento referido; 3) En materia de sucesiones, la herencia se adquiere desde el momento en
que se abre la sucesión; 4) El accionante realizó actos consentidos debido a que al fallecimiento de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 319


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su padre ocurrido el 2008, continuaron los trabajos de defensa por la abogada Elfía Rivero Suarez y
habiendo cesado dicho patrocinio el 2009, no se reclamó el pago de los honorarios profesionales; 5)
La iguala profesional no contiene ninguna condición suspensiva; 6) El peticionante de tutela confunde
liquidez con exigibilidad, sin tomar en cuenta que el art. 1493 del CC, es claro al establecer que la
prescripción comienza a correr desde que el titular ha podido hacer valer su derecho; en el caso
concreto, el solicitante de tutela no ejerció su derecho de cobro de honorarios profesionales por el
trabajo de su padre desde el momento que dejó de patrocinar la causa; y, 7) El no haber ejercido el
derecho de cobro en el plazo legal, dio lugar a la decisión judicial de declarar probada la excepción
de prescripción, y en consecuencia el monto cobrado queda a favor del Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz. Con base en esos fundamentos, solicitaron se declare la improcedencia o se deniegue la
tutela impetrada.
En audiencia a través de su abogado, señaló: i) Al momento de resolver la acción de defensa se debe
tener en cuenta las prescripciones bienales; y, ii) Al existir derechos controvertidos entre el aludido
Gobierno Autónomo Municipal y las partes involucradas en la presente acción de defensa se debe
denegar la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante
Resolución 078/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 391 a 397, concedió en parte la tutela
solicitada, respecto a la supresión del derecho a la sucesión hereditaria y la propiedad privada y
denegó la tutela por el derecho al trabajo, determinando en consecuencia la nulidad del Auto de
Vista 261/2018, disponiendo que los miembros de la Sala Civil Quinta del Tribunal Departamental de
Justicia del referido departamento, procedan a dictar un nuevo auto de vista observando los alcances
efectuados en el fallo constitucional emitido al advertir incongruencia en la decisión asumida por las
autoridades demandadas, con base en los siguientes fundamentos: a) Partiendo del hecho de que
los honorarios serían cancelados al momento de que exista una determinación definitiva, es
improbable al tenor de los arts. 1493 y 1507 del CC, hablar de prescripción sobre un acontecimiento
que aún no se dió; b) La condición a la que estaba sujeta la iguala profesional era la efectivización
del pago y al haberse generado el depósito judicial el 11 de diciembre de 2015, las autoridades
judiciales hicieron mal al pretender forzar su observancia antes de que se cumpla ese acontecimiento
como era el monto obtenido; c) El derecho al debido proceso sustantivo, no se supera con el hecho
de que el Tribunal de alzada haya resuelto o se hubiese pronunciado en relación a los agravios que
fueron postulados; d) Si bien, el contenido del recurso de apelación, hace mención a que la iguala
profesional suscrita el 16 de febrero de 2001, tendría “ribetes” de ser un contrato laboral y por
consiguiente carácter de imprescriptible; empero, también contiene el reclamo sobre la existencia de
la condición suspensiva y la naturaleza de la relación contractual, denunciando ausencia de
motivación y coherencia en el Auto Interlocutorio impugnado; e) El Auto de Vista recurrido, a tiempo
de resolver los cuestionamientos contenidos en el recurso referido, efectuó una transcripción de la
cláusula tercera del párrafo tercero de la iguala profesional, concluyendo que jamás se puso como
requisito de exigibilidad la retención de fondos como erróneamente sostiene el recurrente, lo que
evidencia que las autoridades demandadas, efectuaron un análisis incorrecto sobre el régimen de la
condición suspensiva a la cual estaba sometida la iguala profesional en relación a los arts. 1495, 1502
y 1510 del CC; f) El citado contrato se encontraba sujeto a una condición suspensiva, que se
materializó el 11 de diciembre de 2015, al momento de efectuarse el depósito judicial por la suma de
Bs19 924 748.- y es precisamente este acontecimiento a partir del cual recién se puede consolidar
y/o materializar el derecho del accionante respecto al pago de honorarios profesionales; y, g) Las
autoridades demandadas con la emisión del Auto de Vista cuestionado, suprimieron los derechos del
impetrante de tutela, impidiéndole ejercer su derecho a la sucesión hereditaria que le asiste, la que
está vinculada con el ejercicio al derecho a su propiedad privada.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 320


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No habiendo encontrado consenso en Sala, de conformidad al art. 30.I.6 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional (LTCP), se procedió a convocar al Presidente de este Tribunal, a fin de
dirimir con su voto el caso en análisis.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa iguala profesional de 16 de febrero de 2001, suscrita entre Juan Brun Guzmán por sí
mismo y por su esposa Margarita Andrade Muñoz de Brun; y, los abogados Juan Carlos Lazcano
Henry y Elfía Rivero Suárez, para que asuman defensa dentro del proceso ordinario de mejor derecho
propietario, nulidad de transferencia, cancelación de partida en Derechos Reales y rehabilitación,
seguido por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (entonces Alcaldía Municipal), estableciendo
que: “El monto de los Honorarios Profesionales para el servicio anteriormente descrito, queda
establecido en el porcentaje de treinta por ciento (30%) del monto obtenido que se aplicará a partir
de la suma de trescientos mil dólares americanos…” (sic [fs. 145]).
II.2. Mediante memorial presentado el 6 de mayo de 2014, el ahora accionante se apersonó a la
entonces Jueza de Partido en lo Civil y Comercial Tercera de la Capital del departamento de La Paz,
haciendo conocer su condición de heredero forzoso ab intestato de su padre Juan Carlos Lazcano
Henry; en dicho mérito, solicitó se ordene la liquidación de honorarios profesionales pactados
conforme a la referida iguala, una vez entregado el avalúo pericial que determine el monto de los
daños y perjuicios (fs. 156 y vta.).
II.3. Por memorial presentado el 22 de abril de 2015, el impetrante de tutela reiteró su solicitud ante
la misma autoridad jurisdiccional, para que proceda a la liquidación de honorarios profesionales y
efectué la correspondiente retención y orden de pago a su favor como heredero del abogado fallecido
Juan Carlos Lazcano Henry, mereciendo la providencia de 23 del mismo mes y año que señaló:
“…estése a la iguala suscrita con la parte patrocinada, debiendo tener presente lo acordado y el
monto establecido por concepto de honorarios profesionales, los mismos que deben ser honrados en
esos términos, asimismo considérese por la parte presentante que aún no existe constancia de pago
por la parte demandante, en tal sentido una vez se produzca el mismo, se tendrá presente la iguala
de fs. 1782 de obrados a los efectos de su cumplimiento…” (sic [fs. 163 a 164]).
II.4. A través de memorial desplegado el 5 de mayo de 2015, Juan Brun Guzmán y Margarita Andrade
Muñoz de Brun, interpusieron excepción de prescripción contra la pretensión del accionante
aduciendo que el último memorial del fallecido abogado patrocinante fue presentado el 31 de octubre
de 2007, debiendo en su criterio computarse a partir de esta fecha la prescripción bienal para que su
heredero haga valer su derecho (fs. 165 a 167).
II.5. Por Auto Interlocutorio 85/2016 de 10 de marzo, la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta -en
suplencia de su similar Tercera- de la Capital del departamento de La Paz declaró probada la
excepción de prescripción opuesta por los anteriormente mencionados, únicamente respecto a los
honorarios reclamados por Francisco Javier Lazcano Reyes; y, con relación a Elfía Riveros Suarez,
dispuso que se proceda a la retención del 15 % del monto contenido en el depósito judicial cursante
a fs. 3871 conforme a la iguala profesional (fs. 251 a 252 vta.).
II.6. A través del memorial presentado el 16 de marzo de 2016, el impetrante de tutela, interpuso
recurso de apelación contra el Auto Interlocutorio 85/2016, (fs. 255 a 257 vta.).
II.7. Mediante Auto de Vista 261/2018 de 27 de agosto, la Sala Civil Quinta del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, resolvió confirmar el Auto Interlocutorio 85/2016, estableciendo
entre otros fundamentos, que en la iguala profesional no existía ninguna condición para la
efectivización del pago de honorarios (fs. 312 a 314 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como vulnerados sus derechos al debido proceso, a la sucesión hereditaria y a la
propiedad privada; debido a que, al confirmar en alzada el Auto Interlocutorio 85/2016 de 10 de
marzo que declaró prescrito su derecho a cobrar los honorarios profesionales de su difundo padre,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 321


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las autoridades demandadas efectuaron un cómputo irracional de la prescripción, omitiendo


considerar que la iguala profesional suscrita por este contenía una condición suspensiva que según
el art. 496.1 del CC, se materializó recién el 11 de diciembre de 2015 por efecto del depósito que
efectuó el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz a favor de los excepcionistas y que marcó el inicio
del cómputo de la prescripción; no siendo posible entonces que su derecho hubiese prescrito; puesto
que, el mismo se ejerció durante el tiempo que establece la ley.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El debido proceso en su componente de fundamentación y motivación de las
resoluciones. Jurisprudencia reiterada
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación realizada a
tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos que sustentaron su
decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre, señaló que: “…la garantía del debido
proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de
conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “ La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados. El tratadista mexicano Javier Alba
Muñoz indicó que el debido proceso debemos entenderlo como: ‘…el razonamiento mediante el cual

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 322


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se da la explicación lógicamente razonable del porqué el acto de autoridad tiene su apoyo en la


disposición legal…’ (ALBA MUÑOZ, Javier, Contrapunto Penal, Cárdenas Editor y Distribuidor, México,
1998, p. 7)” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis en el caso concreto
De los antecedentes cursantes en el expediente, se tiene la iguala profesional suscrita entre los
esposos Juan Brun Guzmán y Margarita Andrade Muñoz de Brun con los abogados Juan Carlos
Lazcano Henry -padre difunto del accionante- y Elfía Rivero Suarez, para que asuman su defensa
dentro del proceso ordinario de mejor derecho propietario, nulidad de transferencia, cancelación de
partida en Derechos Reales y rehabilitación, seguido en su contra por el Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz, estableciéndose los honorarios profesionales en el 30% del monto obtenido (Conclusión
II.1). Una vez concluido el mismo, el impetrante de tutela se apersonó el 6 de mayo de 2014 ante la
Jueza Pública Civil y Comercial Tercera de la Capital del departamento de La Paz, acreditando su
condición de heredero del citado abogado, solicitando a dicha autoridad el pago de honorarios
profesionales de su padre, exhibiendo para tal fin el mencionado contrato (Conclusión II.2); pedido
reiterado por memorial de 22 de abril de 2015, mereciendo la providencia de similar mes y año, que
estableció: “…estése a la iguala suscrita (…) asimismo considérese por la parte presentante que aún
no existe constancia de pago por la parte demandante, en tal sentido una vez se produzca el mismo,
se tendrá la iguala de fs. 1782 de obrados a los efectos de su cumplimiento…” (sic [Conclusión II.3]).
Ante ello, los esposos Brun Andrade interpusieron excepción de prescripción, (Conclusión II.4); por
lo cual, la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta -en suplencia legal de su similar Tercera- de la
Capital del departamento de La Paz, mediante Auto Interlocutorio 85/2016 de 10 de marzo, declaró
probada esa petición respecto a la solicitud del accionante, arguyendo que el pretendido derecho a
cobrar honorarios profesionales, no se hizo valer dentro de los dos años computados desde el
momento en que se abrió la sucesión hereditaria del de cujus; (Conclusión II.5); decisión que fue
apelada por el impetrante de tutela (Conclusión II.6) y posteriormente confirmada en apelación a
través del Auto de Vista 261/2018 de 27 de agosto, emitido por la Sala Civil Quinta del Tribunal
Departamental de Justicia del citado departamento (Conclusión II.7).
En función a los antecedentes descritos, corresponde precisar que la presunta lesión de derechos
denunciada por el accionante emerge de la emisión del Auto de Vista 261/2018, a través del que las
autoridades demandadas confirmaron la prescripción de cobro de los honorarios profesionales de su
difunto padre dispuesta por la Jueza a quo, correspondiendo en consecuencia el análisis del acto
lesivo identificado.
En ese entendido, a fin de dar respuesta a los cuestionamientos del impetrante de tutela corresponde
el análisis íntegro de la decisión cuestionada constituida en el objeto procesal de esta acción de
defensa, en función a los derechos expuestos como lesivos, debiendo al efecto tomar en
consideración no solamente aquellos que fueron citados expresamente en el memorial de acción de
amparo constitucional sino también aquel que mereció especial énfasis en la ampliación de la acción
tutelar durante la audiencia pública cual es el debido proceso, esto a objeto de garantizar a los
justiciables una respuesta que garantice un pronunciamiento completo de cada uno de los aspectos
denunciados y la materialización de una decisión debidamente motivada y congruente con los
cuestionamientos de las partes en el proceso constitucional.
En ese entendido, debemos mencionar que en el recurso de apelación interpuesto por el accionante,
se expusieron los siguientes agravios:
1) La decisión apelada carece de fundamentación y congruencia dado que contiene una
interpretación forzada de la norma civil sin considerar el carácter laboral de la relación;
2) La autoridad judicial no tomó en cuenta el carácter imprescriptible del contrato de servicios
profesionales suscrito entre los abogados y la parte demandada en el proceso ordinario en cuestión,
siendo que el mismo posee un carácter laboral; y,
3) Sobre la supuesta falta de reclamo oportuno del pago de los honorarios de su padre, no se
consideró que la iguala suscrita está sujeta a una condición suspensiva materializada el 22 de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 323


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septiembre de 2015, oportunidad en la que se determinó la retención de fondos del Gobierno


Autónomo Municipal de La Paz, siendo exigible el cobro de los honorarios a partir de esa fecha.
El Auto de Vista 261/2018, confirmó la prescripción del cobro de honorarios dispuesta por el Auto
Interlocutorio 85/2016, con base en los siguientes fundamentos:
i) Respecto a la alegada falta de fundamentación y congruencia, no se advierte la misma dado que
el Auto Interlocutorio emitido se funda en las normas aplicables al caso concreto como lo son los
arts. 1492 y 1493 del CC, y tampoco se evidencia la incongruencia alegada, siendo tal acusación
general, sin establecer las razones por las que se considera que la decisión cuestionada adolece de
ese defecto;
ii) En relación a la naturaleza del vínculo contractual, se precisó que en el caso en análisis la iguala
profesional no tiene las características de contrato laboral, que se distingue por la relación de
dependencia y subordinación del trabajador respecto al empleador, la prestación de un trabajo por
cuenta ajena y la percepción de un salario, no siendo posible considerar la existencia de una relación
laboral dado que la relación jurídica en el presente caso no cuenta con esas características; y,
iii) Sobre la oportunidad para exigir el pago de los honorarios profesionales, la norma sustantiva civil
determina la prescripción del derecho por los servicios prestados en dos años, término que corre
desde que concluye el proceso; sin embargo, debe tenerse presente que Juan Carlos Lazcano Henry
murió antes de culminado el mismo, siendo su último acto procesal ejercido el 31 de octubre de
2007, y los honorarios eran exigibles “…desde la apertura de la sucesión, es decir el 10 de enero de
2007 hasta el 10 de enero de 2009…” (sic), fecha en la que prescribió el derecho de exigir el pago,
sin que durante ese tiempo el heredero hubiese pedido su cancelación.
Sobre el particular, corresponde mencionar que, conforme a la jurisprudencia transcrita en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el debido proceso tiene
entre sus componentes el derecho a la fundamentación y motivación de las resoluciones, que debe
ser entendido como la obligación de exponer las razones de la determinación asumida, citando las
razones en las que se sustenta la misma y el valor otorgado a los medios de prueba, debiendo
exponerse los motivos de forma concisa y clara, además de considerarse que dicha exposición no
debe consistir en una mera relación de los documentos ni limitarse a realizar una mención de los
requerimientos de las partes, sino contener una estructura de forma y fondo que permita comprender
los motivos de la decisión que se toma.
En el caso concreto, los Vocales demandados explicaron sobre el agravio referido a la falta de
fundamentación y congruencia del Auto Interlocutorio impugnado, exponiendo que el mismo se
encuentra debidamente sustentado y que fue emitido conforme a las exigencias de motivación
desarrolladas en la jurisprudencia constitucional, razonando también la inexistencia de incongruencia
siendo además que el agravio respecto a este último aspecto es general y no se encuentra justificado;
asimismo, en relación a la naturaleza del contrato de la iguala profesional, las citadas autoridades
respondieron exponiendo de forma clara y detallada la imposibilidad de concebir dicho vinculo como
laboral dado que no contenía las particularidades que caracterizan a este.
Sin embargo, respecto al cuestionamiento central del recurso de apelación, referido a la oportunidad
de pedir el pago de los honorarios profesionales y consiguiente prescripción de su cobro, las
autoridades demandadas se limitaron a confirmar la prescripción dispuesta por la Jueza a quo
haciendo referencia a que debido al fallecimiento del abogado copatrocinante, el cómputo de los dos
años para el cobro del citado derecho por el heredero, corría a partir de la apertura de la sucesión
hereditaria el “10 de enero de 2007”, hasta el “10 de enero de 2009”, mencionando de igual manera
que el impetrante de tutela habría incurrido en inactividad para el ejercicio de dicho cobro.
Al respecto, debemos mencionar que el fundamento expuesto por las autoridades demandadas
carece de base normativa o respaldo legal que lo sustente, denotando contradicción con los
razonamientos desplegados en la misma determinación cuando precisa como base legal para su
decisión lo establecido en los arts. 1493, 1510 y 1512 del CC, entre los que se determina que para

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 324


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las retribuciones y gastos debidos a los abogados, el término de prescripción corre desde la conclusión
del proceso.
En efecto, siendo que en el presente caso el padre del accionante suscribió un contrato de iguala
profesional para el patrocinio del proceso ordinario seguido contra Juan Brun Guzmán y su esposa
en el que se determinó como honorarios profesionales el 30% del monto obtenido, y en atención a
que conforme lo establecido en el Código Civil el cómputo del plazo de prescripción para los
honorarios profesionales del abogado corre desde que concluye el proceso, la conciliación o
avenimiento de las partes, o la revocatoria de los poderes concedidos, se hace evidente que la
determinación arribada por las autoridades demandadas carece del debido sustento que justifique
por qué en el caso en análisis, más allá del fallecimiento del abogado, el plazo legal para el cobro de
los honorarios profesionales debe merecer un tratamiento distinto al establecido por la norma; por lo
que, la conclusión arribada deviene en arbitraria y no condice con ninguna disposición normativa;
además, de no ser evidente lo referido respecto a la inactividad del cobro; por cuanto, conforme se
tiene precisado en las Conclusiones II.3 y 4, el impetrante de tutela presentó en reiteradas
oportunidades solicitudes para hacer efectivo el mismo, siendo incluso respondido por la autoridad
judicial en sentido que aún no existía constancia de pago por la parte demandante, indicando que
“…en tal sentido una vez se produzca el mismo, se tendrá la iguala de fs. 1782 de obrados a los
efectos de su cumplimiento…” (sic); aspecto que, no puede ser desconocido por los Vocales
demandados a tiempo de valorar la aplicación de la norma y el efectivo ejercicio de los derechos que
le asisten al peticionante de tutela, cuestiones que al no ser consideradas en la decisión analizada,
hacen que dicha determinación sea lesiva al debido proceso en sus componentes de fundamentación
y motivación de las resoluciones.
Por otro lado, siendo que el Auto Vista en análisis confirmó la prescripción del cobro de los honorarios
profesionales del padre del impetrante de tutela, y dado que este se constituye en el heredero de los
bienes del causante, la decisión de restringir con fundamentos arbitrarios la posibilidad de cobro de
los derechos que en vida le correspondían al de cujus constituye también una restricción al ejercicio
del derecho sucesorio y a la percepción de la herencia a favor del accionante como derechos
consolidados a partir de la declaratoria de herederos; razón por la que, también corresponde que la
tutela sea concedida en relación a los mismos.
Finalmente, sobre la denuncia de vulneración del derecho la propiedad privada, el solicitante de tutela
no expuso en qué medida este se vio afectado con el Auto de Vista impugnado, limitándose a dejar
constancia que el Auto de Vista que confirma la decisión de declarar la prescripción de su derecho a
cobrar los honorarios profesionales de su padre es vulneratoria, sin establecer el vínculo de causalidad
del hecho denunciado con el citado derecho, correspondiendo denegar la tutela a este respecto.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela solicitada, aunque
con otros fundamentos obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 078/2019 de 29 de abril, cursante de fs. 391 a 397,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y,
en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela impetrada únicamente respecto a la lesión del
debido proceso en sus componentes de fundamentación y motivación y a la sucesión hereditaria,
dejando sin efecto el Auto de Vista 261/2018 de 27 de agosto, disponiendo que las autoridades
demandadas emitan un nuevo fallo de forma inmediata, con base en los fundamentos de este fallo
constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Al no existir consenso en Sala dentro del presente caso, dirime el Dr. Petronilo Flores Condori, siendo
de Voto Disidente el Magistrado MSc. Paul Enrique Franco Zamora.

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Dr. Petronilo Flores Condori


PRESIDENTE
MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0676/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción popular
Expediente: 29061-2019-59-AP
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución AP-0001/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 430 a 435 vta., pronunciada
dentro de la acción popular interpuesta por Félix Siles Colque y Carmelo Cruz Jaldin contra la
Empresa Técnica Constructora y de Servicios OLMEDO Limitada (LTDA.), Alfredo Rómulo,
Carlos Alberto, René Fernando y Guillermo Xavier, todos Olmedo Zegarra, René Olmedo
Virreira, Diego y Sergio Olmedo Ponce, Cecilia Ángela Mejía de Quiroga, Sergio Joaquín
Poma, Javier Omar Bustamante Sejas, Teófilo Huaranca Pattzi, Marco Antonio Canqui
Patón, Olimpia Rosas Torrico, Julián Cruz Veizaga, Eleuterio Inclan Espinoza, Luciano
Quiroz Zárate, Crispo Ferrer Cano Ignacio, Cupertina Calvi Escalera, Roberto José Abaroa
Leigue, Luis Veizaga Gutiérrez y Claudia Vanesa Valdivieso Portillo.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memoriales presentados el 22, 25, 26 y 30 de abril de 2019, cursantes de fs. 111 a 127,
130 a 131 vta., 134 y 137 y vta., los accionantes manifestaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Pertenecen al Sindicato Agrario Alba Rancho, siendo pobladores de la zona y estando reconocida su
personería jurídica, de un tiempo a esta parte su comunidad se encuentra afectada por la Empresa
Técnica Constructora y de Servicios OLMEDO LTDA. y personas naturales demandadas quienes
procedieron a lotear sus terrenos ancestrales y construir casas precarias, llevando gente a vivir en
ellas sin considerar que se trataba de un área protegida y territorio originario.
En tal mérito los demandados vendieron fracciones de terreno, afectando su área de pastoreo
abriendo caminos y destrozando su medio ambiente a través de la contaminación de aguas y suelos
además de la extracción no controlada de recursos naturales, deforestando y destruyendo el
ecosistema, todo esto en franca contradicción a la norma que protege sus derechos y particularmente
desobedeciendo la Resolución Administrativa (RA) 022/2019 de 25 de febrero pronunciada por el
Director Departamental del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) que dispuso la prohibición
de asentamientos, paralización de trabajos, impedimento de innovar y no consideración de
transferencias en la zona.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes denunciaron la lesión del derecho del Sindicato Agrario Alba Rancho al medio
ambiente, citando al efecto los arts. 2, 8, 14, 15, 16.I, 17, 18, 21, 30.II núm. 10 y 15, 33, 34, 343,
347, 349, 352, 373, 374, 393, 403 y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE); 1, 11, 21, 23,
24, 25 y 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 4 y 11 del Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo que los demandados se abstengan de: a) Seguir con
los loteamientos y construcción de viviendas; b) Ingresar arbitrariamente al predio Alba Rancho y
privarles de sus espacios comunales y ancestrales; c) Destrozar el medio ambiente con la apertura
de caminos; y, d) Contaminar el agua. Sea con costos y costas
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 327


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Celebrada la audiencia pública el 8 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 427 a 429
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado ratificaron el contenido de su acción popular y ampliándola
precisaron que se produjo un daño al medio ambiente emergente de la construcción de casas
clandestinas pese a las medidas precautorias dispuestas por el INRA en la RA 022/2019.
I.2.2. Informe de los demandados
La Empresa Constructora y de Servicios OLMEDO LTDA., representada por Alfredo Rómulo, Carlos
Alberto, René Fernando y Guillermo Xavier, todos Olmedo Zegarra, René Olmedo Virreira, Diego y
Sergio Olmedo Ponce, Cecilia Ángela Mejía de Quiroga, Sergio Joaquín Poma, Javier Omar
Bustamante Sejas, Teófilo Huaranca Pattzi, Olimpia Rosas Torrico, Eleuterio Inclan Espinoza,
Cupertina Calvi Escalera y Roberto José Abaroa Leigue y Claudia Vanesa Valdivieso Portillo, en
audiencia a través de sus abogados manifestaron que: 1) Los peticionantes de tutela no acreditaron
los extremos vertidos en su acción popular, por el contrario es cuestionable la legalidad de la
obtención de videos y fotografías, tampoco se demostró que el área del emplazamiento de las
construcciones sea protegida; y, 2) Por la documental presentada se evidencia la legítima posesión
de los terrenos a los que se hizo referencia; y, 3) Previa activación de esta acción popular se
interpusieron varias acciones anteriores con igual objeto.
Luciano Quiroz Zárate, Crispo Ferrer Cano Ignacio, Luis Veizaga Gutiérrez, Marco Antonio Canqui
Patón y Julián Cruz Veizaga, no asistieron a la audiencia pública ni remitieron informe escrito pese a
su notificación cursante a fs. 152, 154, 205, 229 y 277.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución AP-0001/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 430 a 435 vta., denegó la tutela impetrada,
en base a los siguientes fundamentos: i) Previo a la interposición de esta acción, constan la
tramitación de otras de amparo constitucional y popular presentadas en representación del Sindicato
Agrario Alba Rancho, verificándose que existen hechos controvertidos que no pueden ser definidos
por esta jurisdicción y que son de pleno conocimiento de los accionantes, mismos que tampoco
acreditaron de forma objetiva el daño al medio ambiente; y, ii) Lo que se pidió a través de este
medio de tutela es el cumplimiento de la RA 022/2019, que a decir de los demandados ya habría sido
dejada sin efecto, pretendiendo entonces forzar los alcances de la acción popular a las acciones
legales llevadas a cabo en la jurisdicción agroambiental e instancias administrativas, siendo que no
corresponde dilucidar esos aspectos ante la existencia de medios de impugnación específicos en los
ámbitos correspondientes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa muestrario fotográfico de la construcción de viviendas y diario digital Los Tiempos con
imágenes del Sindicato Agrario Alba Rancho (fs. 39 a 43).
II.2. Consta Formulario de Información Rápida de Derechos Reales (DD.RR.) de 3 de mayo de 2019,
en el que se consigna a la Empresa Técnica Constructora y de Servicios OLMEDO LTDA. como
propietaria del lote de terreno de 3 154 549 m² ubicado en el ex fundo Alba Rancho en el cantón
Itocta del departamento de Cochabamba (fs. 306 y vta.).
II.3. Mediante RA 022/2019 de 25 de febrero, el Director Departamental del INRA Cochabamba
determinó para el normal desarrollo de la tramitación del saneamiento y la ejecución de los procesos
agrarios, el establecimiento de medidas precautorias sobre el predio Alba Rancho, consistentes en:
a) Prohibición de asentamientos; b) Paralización de trabajos; c) Prohibición de innovar; y, d) No
consideración de transferencias de predios objeto de saneamiento, expropiación o reversión (fs. 6 a
10).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 328


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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


Los accionantes denuncian la lesión del derecho del Sindicato Agrario Alba Rancho al medio ambiente,
en razón a que la Empresa Técnica Constructora y de Servicios OLMEDO LTDA. y demás personas
demandadas procedieron a la construcción de viviendas precarias en el predio Alba Rancho,
destrozando su medio ambiente a través de la contaminación de aguas y suelos además de la
extracción no controlada de recursos naturales, desobedeciendo la RA 022/2019 de 25 de febrero,
que en su oportunidad dispuso medidas precautorias como la prohibición de construir, innovar y
transferir, como garantía del normal desarrollo del proceso de saneamiento.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción popular
La SCP 0014/2013-L de 20 de febrero, al respecto estableció: “La Constitución Política del Estado se
funda en la pluralidad y el pluralismo jurídico, cultural, político, lingüístico y económico con el
propósito de lograr que el Estado garantice el bien estar, la seguridad, el desarrollo y la dignidad de
las personas, naciones comunidades y pueblos indígenas que habitan este Estado; en el cumplimiento
de los principios ético-morales, valores y derechos constitucionales ‘para vivir bien’ (art. 8.II de la
CPE). Estos derechos son inviolables, universales, independientes e indivisibles, por lo cual es deber
del Estado protegerlos.
De igual manera, el art. 9 de la CPE, establece como fines y funciones esenciales del Estado ‘además
de los que establece la Constitución y la ley’, la construcción de una sociedad justa y armoniosa,
cuyas bases sean la descolonización sin discriminación, con plena justicia social para lograr consolidar
las identidades plurinacionales. Siendo necesario preservar como patrimonio la plurinacionalidad y
promover un aprovechamiento responsable y planificado de los recursos naturales.
Por lo tanto, la acción popular es de las principales innovaciones introducidas en la Norma Suprema,
dentro de las garantías constitucionales como una acción de defensa tutelar, que hace posible la
materialización de los derechos fundamentales, consagrados en la Constitución Política del Estado y
las leyes, cuando violen o amenacen con violar derechos e intereses colectivos o difusos; así, el art.
135 de la CPE, dispuso que: ‘La Acción Popular procederá contra todo acto u omisión de las
autoridades o de personas individuales o colectivas que violen o amenacen con violar derechos e
intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, el
medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por esta Constitución’.
Asimismo la SC 1018/2011-R de 22 de junio, en su Fundamento Jurídico III.1.2 con referencia a la
naturaleza jurídica de la acción popular, considera que: ‘…está integrada por una serie de actos de
procedimiento como la demanda, el informe, la audiencia, la resolución y posterior revisión por el
Tribunal Constitucional, que configuran un proceso constitucional autónomo, de carácter
extraordinario, tramitación especial y sumaria, en el que se impugna la lesión de derechos colectivos
o difusos, existe en tal sentido una pretensión, partes discrepantes, un procedimiento específico
conforme al cual se desarrolla la acción, y un juez o tribunal que la resuelve.
Cabe resaltar que esta acción está prevista en nuestra Ley Fundamental como una acción de defensa,
entendiéndola como el derecho que tiene toda persona -individual o colectiva- de solicitar la
protección a sus derechos e intereses colectivos -o difusos-; de ahí que también se configure como
una garantía prevista por la Ley Superior, con una triple finalidad: 1) Preventiva, evitando que una
amenaza lesione los derechos e intereses bajo su protección; 2) Suspensiva, por cuanto tiene como
efecto hacer cesar el acto lesivo a los derechos e intereses tutelado en la acción; y, 3) Restitutoria,
por cuanto se restituye el goce de los derechos colectivos afectados a su estado anterior’.
De la norma constitucional desarrollada, se tiene que esta garantía jurisdiccional, se caracteriza por
poseer un carácter preventivo y restaurador de los derechos e intereses colectivos; de esta manera
se materializa la protección de los mismos, estableciendo, además la indivisibilidad en la protección
de estos derechos que pertenecen a todos y tiene efecto erga omnes pues los efectos son para todos
los que integran el grupo vulnerado”.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 329


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III.2. Improcedencia de la acción popular ante hechos y derechos controvertidos


La SC 1079/2010-R de 27 de agosto, determinó que los hechos controvertidos o aún pendientes de
ser resueltos en la vía judicial o administrativa, no pueden ser solucionados por la vía constitucional.
En este entendido, refirió que «…ya existe jurisprudencia de este Tribunal, entre ellas la
SCC0680/2006-R de 17 de julio, entre otras, por la que en lo pertinente señaló que: “…a través del
amparo no es posible dilucidar hechos controvertidos ni reconocer derechos, sino únicamente
protegerlos cuando se encuentran debidamente consolidados, aspecto que no ocurre en el caso que
se compulsa conforme se ha señalado reiteradamente…”. A su vez la SC 0278/2006-R de 27 de
marzo, también sostuvo que “…la doctrina emergente de la jurisprudencia de este Tribunal
Constitucional, también ha expresado que el recurso de amparo no puede ingresar a valorar y analizar
hechos controvertidos; así en la SC 1370/2002-R de 11 de noviembre, a través de la cual fue
expresada la siguiente línea jurisprudencial: '(...) el ámbito del amparo constitucional como garantía
de derechos fundamentales, no alcanza a definir derechos ni analizar hechos controvertidos, pues
esto corresponderá -de acuerdo al caso- a la jurisdicción judicial ordinaria o administrativa, cuyos
jueces, tribunales o autoridades de acuerdo a la materia, son las facultadas para conocer conforme
a sus atribuciones específicas las cuestiones de hecho. En este sentido, la función específica de este
Tribunal, en cuanto a derechos fundamentales, sólo se circunscribe a verificar ante la denuncia del
agraviado, si se ha incurrido en el acto ilegal u omisión indebida y si ésta constituye amenaza,
restricción o supresión a derechos fundamentales'”».
Asimismo, la SCP 1627/2012 de 1 de octubre, estableció que: “…a la jurisdicción constitucional no le
corresponde el conocimiento de las acciones de amparo constitucional cuando se tengan que dilucidar
derechos controvertidos pues es la justicia formal u ordinaria la instancia competente para el
conocimiento y la resolución de aquellas causas, ello debido a que en dicha instancia se podrá
dilucidar el litigio a partir de la presentación de los medios probatorios existentes conducentes a
demostrar las situaciones respecto a las cuales se generó la controversia”.
En tal sentido, la existencia de hechos controvertidos fue también objeto de compulsa en acciones
populares, tal es el caso de la SCP 0863/2018-S2 de 20 de diciembre, que razonó: “De las pruebas
adjuntadas al expediente, es posible concluir que en el caso concreto, existe controversia en los
hechos y derechos debatidos en esta acción popular, respecto a, si el área ocupada con
construcciones en la zona de Morros Blancos de Tarija, por personas particulares -ahora demandados
y otros- es o no espacio público, criterio que también fue asumido por la Jueza de garantías en la
acción popular, quien denegó la tutela señalando que no puede tutelarse el derecho difuso al espacio
público invocado, por cuanto esta acción ‘…sólo puede tutelar derechos firmes y consolidados…’ (sic).
En efecto, la existencia de hechos y derechos controvertidos en la presente acción popular se
demuestra con el proceso administrativo no concluido contra los demandados María Melissa Escóbar
Sejas de Baldiviezo y Gualberto Aldo Baldiviezo Bejarano, que les sigue el Gobierno Autónomo
Municipal de Tarija, el cual, precisamente tiene ese objeto procesal: dilucidar y resolver si el área
ocupada con construcciones en la zona de Morros Blancos de Tarija por personas particulares es o
no espacio público.
Este proceso administrativo municipal se encuentra en fase de recurso jerárquico presentado por los
ahora demandados, quienes impugnaron la RA 137/2018, de inicio de procedimiento; y, si bien, el
Gobierno Autónomo Municipal de Tarija -en su condición de legitimado activo, adhiriéndose a la
demanda de acción popular- adjuntó prueba documental consistente en varios informes técnicos de
las diferentes unidades y reparticiones de la indicada entidad y otras pruebas documentales -que
podrían ser valoradas directamente en la justicia constitucional, dada la prescindencia de la
subsidiariedad en la acción popular por su carácter autónomo que no requiere el agotamiento de las
vías judiciales o administrativas-, estas pruebas no demuestran que dicha área ubicada en la zona de
Morros Blancos de Tarija, sea espacio público, ni desvirtúan que no sea propiedad privada, por cuanto
informan al mismo tiempo hechos confusos que generan duda para resolver el fondo del problema
jurídico planteado”.
III.3. Análisis del caso concreto

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 330


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De los antecedentes cursantes en el expediente, se tiene el muestrario fotográfico e impresión del


periódico Los Tiempos correspondiente a Alba Rancho (Conclusión II.1) constando asimismo el
Formulario de Información Rápida de DD.RR. en el que se tiene el registro propietario de la Empresa
demandada de 3 154 549 m2 en el ex fundo Alba Rancho en el cantón Itocta del departamento de
Cochabamba (Conclusión II.2), cursando la RA 022/2019 de 25 de febrero que en el proceso de
saneamiento del mencionado predio dispuso sobre tales terrenos medidas precautorias como la
paralización de trabajos, ventas y otros a fin de coadyuvar el procedimiento del INRA (Conclusión
II.3).
Ahora bien, de la acción popular presentada, se advierte que los hechos denunciados se encuentran
relacionados con la presunta lesión de derechos emergente de las acciones de supuesto loteamiento,
edificaciones clandestinas y la inobservancia de la paralización de trabajos dispuesta por el INRA,
aspectos que a su vez devendrían en la afectación del medio ambiente del Sindicato Agrario Alba
Rancho.
En ese entendido, en relación al fondo de la acción popular interpuesta previamente descrita,
conforme lo manifestado por los demandados en su informe así como de la revisión del Sistema de
Gestión Procesal de este Tribunal Constitucional Plurinacional, se advierte la existencia de Sentencias
Constitucionales Plurinacionales signadas con los números 0766/2017-S1, 0768/2017-S1 y
0763/2017-S1, todas de 27 de julio, que en su oportunidad resolvieron acciones tutelares emergentes
de reclamaciones de irregularidades en el proceso de saneamiento desplegado por el INRA en la
superficie correspondiente a Alba Rancho, es decir en el mismo lugar en donde se estarían suscitando
las acciones denunciadas en la presente acción popular.
Además de ello, en la SCP 0036/2019-S4 de 1 de abril, consta la presentación de otra acción popular
interpuesta por la “Federación Sindical de Comunidades Carrasco Tropical” y la Central de
Colonizadores Ivirgarzama conjuntamente la Empresa Constructora ahora demandada, en la que
denuncian entre otros al ahora accionante Félix Siles Colque por la realización de medidas de hecho,
precisando los representantes de las comunidades mencionadas el reconocimiento de la propiedad
privada de la Empresa Técnica Constructora y de Servicios OLMEDO LTDA. sobre las tierras que
ocupan, resultando de dicha acción la concesión de la tutela impetrada disponiendo el cese de actos
hostiles.
En ese entendido, cabe precisar que conforme a la jurisprudencia transcrita en el Fundamento
Jurídico III.2 de este fallo constitucional, no le corresponde a esta jurisdicción el análisis y definición
de hechos y derechos controvertidos, dado que esa función se encuentra reservada a las autoridades
judiciales o administrativas a tiempo de dilucidar una controversia, por el contrario la tutela que
brinda esta acción se circunscribe a la protección de derechos consolidados emergente de la
existencia de actos ciertos.
En tal mérito, en el caso que nos ocupa se advierte que el proceso de saneamiento desplegado por
el INRA en Alba Rancho, se encuentra pendiente de culminación; no obstante de ello, existe
constancia de la inscripción en DD.RR. del título propietario de la Empresa Técnica Constructora y de
Servicios OLMEDO LTDA. sobre los terrenos en cuestión, además, que conforme se tiene de las
acciones tutelares previamente presentadas, las comunidades asentadas en dichos lotes reconocen
la propiedad de la citada Empresa, alegando incluso la existencia de actos hostiles por parte de
terceros, entre ellos el impetrante de tutela.
De todo ello se desprende que el ejercicio de derechos sobre los predios rurales en Alba Rancho se
encuentra a la espera de definición por parte de las autoridades competentes, fundamentalmente en
atención a la existencia de un proceso de saneamiento pendiente de conclusión en la zona, aspecto
que conlleva en el caso en análisis a la imposibilidad de esta jurisdicción de resolver las cuestiones
planteadas producto de una problemática irresoluta en la que se evidencia la postura contradictoria
de grupos de personas pertenecientes u ocupantes del lugar, lo cual permite concluir la existencia de
hechos y derechos controvertidos que imposibilitan la tutela constitucional de este medio de defensa.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 331


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Además de lo anteriormente precisado, siendo parte de la pretensión de los accionantes la


observancia de las medidas precautorias dispuestas por el INRA, cabe precisar que conforme a la
naturaleza jurídica de esta acción tutelar descrita en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo
constitucional, la misma no constituye un medio idóneo para reclamar el cumplimiento de
determinaciones ordenadas en la vía judicial o administrativa, en ese entendido, la jurisdicción
constitucional no se encuentra habilitada para tal objeto, así también se tiene precisado en la SC
1911/2004-R de 14 de diciembre citada por la SCP 0433/2015-S3 de 4 de mayo, al referir que: “…al
Tribunal Constitucional, en el ámbito de las competencias (…), no le está fijada la atribución de hacer
cumplir las resoluciones firmes de otros órganos jurisdiccionales de la jurisdicción común, o las que
emerjan de un procedimiento administrativo, sino que son éstos los que tienen que hacerlas cumplir,
así como resolver los incidentes que se presenten en su ejecución...”.
Finalmente, respecto a la presunta lesión del derecho al medio ambiente, cabe mencionar que
respecto a este, la SCP 0781/2016-S3 de 18 de julio señaló lo siguiente: “En ese contexto, la
protección y resguardo del medio ambiente en la Constitución Política del Estado, puede identificarse
de distintas maneras; a saber, como un derecho económico y social (art. 33), como uno de los fines
y funciones esenciales del Estado (art. 9.6), como un deber de bolivianas y bolivianos (art. 108.16),
del Estado y de la sociedad (art. 342); como un objetivo de la educación o del sistema educativo (art.
80.I); asimismo, se halla encarada como una política de organización económica del Estado (art.
312.III), entre otras.
Esta amplia y variada regulación hace posible inferir que la noción de resguardo y protección del
medio ambiente constituye además de un derecho fundamental, también un interés difuso
susceptible de ser tutelado vía acción popular, pues ello se advierte en la medida en que su necesidad
de resguardo incide en diferentes ámbitos de la organización estatal, y además, porque de su
oportuna y eficaz preservación se benefician no solo la sociedad y el Estado, sino también ‘otros seres
vivos’ (arts. 33 y 108.16 de la CPE).
En ese mismo sentido, la amplia y reiterada noción de protección y resguardo del medio ambiente
glosada precedentemente, devela el marcado interés del constituyente al respecto, al punto que
reconoce una legitimación irrestricta en la promoción de su respeto y resguardo, conforme se
desprende del art. 34 de la CPE que dispone: ‘Cualquier persona, a título individual o en
representación de una colectividad, está facultada para ejercitar las acciones legales en defensa del
derecho al medio ambiente, sin perjuicio de la obligación de las instituciones públicas de actuar de
oficio frente a los atentados contra el medio ambiente’, y también porque se diseña una acción tutelar
específica para su defensa y resguardo en sede constitucional; así, ‘[l]a Acción Popular procederá
contra todo acto u omisión de las autoridades o de personas individuales o colectivas que violen o
amenacen con violar derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la
seguridad y salubridad pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por esta
Constitución’ (art. 135 de la CPE)”.
Al respecto, corresponde precisar que si bien el derecho a un medio ambiente sano puede ser tutelado
a través de este medio de defensa al tratarse de un derecho difuso, empero de los argumentos
expuestos por los accionantes, así como la documental presentada, se advierte la simple mención de
la afectación del mismo sin la existencia de elementos objetivos que permitan constatar con certeza
la vulneración alegada; por el contrario, las fotografías referidas en la Conclusión II.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional muestran únicamente un panorama general del paisaje del
lugar así como la presencia policial y construcción de edificaciones, sin que se tenga mayores
elementos sobre la presunta contaminación de aguas o extracción de recursos naturales mencionados
que habrían ocasionado la vulneración del derecho a un medio ambiente sano, por lo que no se
demostró la referida lesión denunciada, correspondiendo que al respecto también sea denegada la
tutela impetrada.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al haber denegado la tutela solicitada, compulsó
correctamente los alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 332


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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AP-0001/2019 de 8 de mayo, cursante de fs. 430 a
435 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 333


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0677/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29076-2019-59-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución AAC-0028/2019 de 17 de mayo, cursante de fs. 261 a 266, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Yber Amiris Orellana Claros
contra Vladimir Yuri Calderón Mariscal, Director Nacional de Instrucción y Enseñanza y
Rector de la Universidad Policial (UNIPOL) “Mcal. Antonio José de Sucre”.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 11 de abril de 2019, cursante de fs. 120 a 146 vta., el accionante señaló
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso de exámenes de ascenso para tenientes a capitán de la Policía Boliviana gestión
2018, el 29 de septiembre del indicado año, fue evaluado en diferentes materias, reprobando en la
de Base Legal de la Seguridad Ciudadana; al existir vicios de nulidad, activó los recursos de
impugnación, sin embargo la autoridad superior no expuso las razones jurídicas como fácticas que
fueren a justificar su determinación.
Así, Iván Vladimir Quiroz Vargas, Director Nacional de Instrucción y Enseñanza y Rector de la UNIPOL
“Mcal. Antonio José de Sucre” en ese entonces, a través del Decreto 012/2018 de 21 de noviembre:
a) Omitió verificar que el acta de su examen carece de objetividad, debido a que únicamente expresa
la nota final asignada por cada miembro del Comité de Exámenes Orales sin encontrarse divididas en
los dos ítems; de exposición del tema, ronda de preguntas y respuestas; es decir que, no hubo prueba
material que demuestre las afirmaciones de dicho Comité y su verdadero desempeño, evidenciando
que fue evaluado arbitrariamente, no existiendo constancia de su rendimiento ni de los criterios y
preguntas de calificación que se emplearon; soslayando pronunciarse sobre los argumentos de su
impugnación; b) No observó que Ricardo Pérez Andrade, al ser Secretario Académico de la UNIPOL
“Mcal. Antonio José de Sucre” no podía ser Presidente del Comité de Exámenes y evaluar la prueba
en la materia de Base Legal de la Seguridad Ciudadana; y, que el Informe de “6” -lo correcto es 5-
de noviembre de 2018 del Tribunal examinador se sustentó únicamente en la versión del nombrado,
careciendo de prueba idónea que demuestre su veracidad. Consideró que el derecho al debido
proceso no le corresponde por el solo hecho que es funcionario policial con más de diez años de
antigüedad; c) Omitió verificar que no se prevé como único parámetro de medición de la evaluación,
el tiempo de inicio y finalización, sino también otros elementos como, la exposición conforme a los
contenidos temáticos, las preguntas y respuestas, y la ponderación del desarrollo de la prueba; y,
prescindió aplicar el método de interpretación sistémico, ya que de manera aislada aplicó el enunciado
que “…‘cada componente de la comisión podrá realizar hasta dos preguntas, las mismas que no
excederán los 10 minutos’…” (sic), para concluir que la prueba fue desarrollada de acuerdo a
procedimiento tomando como base el tiempo de inicio y finalización de la evaluación, cuando el lapso
de duración de la prueba no constituye el único parámetro, sino también la exposición, la ronda de
preguntas y la ponderación de las notas obtenidas; y, d) Excluyó valorar el informe de 5 de noviembre
de 2018 del Comité de Examen, que indicó taxativamente que se le realizó más de dos preguntas
por cada miembro y que las mismas no tenían relación con el tema expuesto, ya que se trataban de
preguntas del quehacer institucional.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 334


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El accionante denunció la lesión de sus derechos a la educación en su elemento de evaluación


objetiva, al debido proceso en sus componentes de juez natural, de aplicación objetiva del
ordenamiento jurídico y de valoración razonable de la prueba, al trabajo en su apartado de justa
remuneración y a la dignidad humana, y del principio del vivir bien, citando al efecto los arts. 13.II,
17, 21.2, 46.I, 115.II, 119.II y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE); 8.1 y 2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); 23.1 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH); 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y,
6.1, 7 inc. a) y 13.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: 1) Se deje sin efecto el Decreto 012/2018, ordenando se
emita nueva resolución que resuelva la impugnación interpuesta; y, 2) Se condene al pago de costas
procesales.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 17 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 258 a
260 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de sus representantes y abogados, ratificó el contenido de su acción de
amparo constitucional y ampliándola señaló que, para el tema a exponer simplemente se le otorgó
seis de los diez minutos.
I.2.2. Informe del demandado
Franklin Hernán Prado Alconz, actual Director Nacional de Instrucción y Enseñanza y Rector de la
UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre”, por intermedio de sus representantes, presentó informe
escrito el 17 de mayo de 2019, cursante de fs. 220 a 224, indicando que: i) Ricardo Pérez Andrade
fue designado Presidente del Comité de Exámenes Orales para la asignatura de Base Legal de la
Seguridad Ciudadana de conformidad al Memorándum 2221/18 de 26 de septiembre de 2018, cuando
ya no era parte de la Dirección Nacional de Instrucción y Enseñanza, y se encontraba habilitado para
ser invitado en su calidad de docente de dicha Universidad, disposición que obedece a la falta de
tribunales para designar en diferentes materias; ii) La nómina de integrantes del Comité de Examen,
para las distintas materias por razones de seguridad y reserva se publica en el tablero el mismo día
del examen, procedimiento que no fue motivo de impugnación; iii) Se observó el procedimiento en
sus cinco fases que establece el Reglamento de Exámenes de Ascenso, para los Señores Oficiales;
iv) De acuerdo al Informe del Comité de Evaluación de la materia, Base Legal de la Seguridad
Ciudadana, dicha asignatura contaba con solo ocho temas para la exposición, el accionante eligió el
tema Fuerza Pública que se refiere a la Ley Orgánica de la Policía Nacional; sin embargo, el
mencionado oficial no supo exponer su contenido, no haciendo uso de sus diez minutos;
posteriormente se procedió a la serie de preguntas inherentes al tema y luego a la evaluación de la
asignatura; ninguna de las preguntas del quehacer institucional, realizadas para cooperar al
nombrado postulante pudo responder. Informe que demuestra la preparación del prenombrado; y,
v) El Comité se ajustó a lo determinado en el procedimiento, con relación a la evaluación integral,
nota final y la elaboración del acta correspondiente, la cual trasladada no fue observada por el oficial,
y hacer conocer las irregularidades que señaló; por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución AAC-0028/2019 de 17 de mayo, cursante de fs. 261 a 266, concedió la tutela solicitada,
únicamente con relación al debido proceso en su componente de valoración razonable de la prueba,
dejando sin efecto el Decreto 012/2018, debiendo la nueva autoridad superior posesionada en el
cargo de Director Nacional de Instrucción y Enseñanza y Rector de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de
Sucre” emitir nueva resolución, bajo los siguientes fundamentos: a) El aludido Decreto respondiendo
al accionante hizo una relación sucinta del trámite desarrollado en la evaluación, enunciación de la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 335


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normativa legal aplicada al proceso de evaluación relativa a la institución y al Reglamento de Ascenso,


para luego referirse a su reclamo de discriminación; finalmente hizo alusión al debido proceso
alegado, señalando que el citado postulante es funcionario policial, debiéndose a la sociedad, por lo
que no se adecúan los argumentos presentados, enfatizando que presta servicio con más de diez
años de antigüedad en la institución; y, rechazando su “petición”; b) Se advirtió que dicha resolución,
“…en ningún momento ha considerado valorar las observaciones realizadas por la parte accionante
en cuanto a la ilegalidad de la composición del comité evaluador, que al no haberse conformado
legalmente vicia de nulidad sus actos…” (sic); tampoco, considerar la prueba adjuntada, consistente
en el Reglamento de Exámenes de Ascenso, Memorándum circular 047/2018, publicación de la
Convocatoria para conformar los Comités de Exámenes Orales, muestrario fotográfico, grabación de
audio, contraviniendo la línea jurisprudencial del debido proceso con relación a la revisión de la
valoración de la prueba en sede constitucional, al haber omitido pronunciarse sobre las observaciones
realizadas, así como la prueba aportada por el impetrante de tutela, infringiendo el debido proceso
en su elemento del derecho a la valoración razonable de la prueba; y, c) Respecto a la presunta
lesión de los derechos a la educación en su elemento de evaluación objetiva, al debido proceso en
sus componentes de juez natural y de aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, al trabajo y a la
dignidad humana, y al principio del vivir bien, “…al haberse considerado que el decreto de 012/2018
de 21 de noviembre del 2019 (…), ha vulnerado el debido proceso en su elemento valoración
razonable de la prueba, no es posible señalar vulnerados esos derechos al existir pendiente una
nueva resolución la cual deberá ser acorde a la línea jurisprudencial” (sic).
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso de exámenes de ascenso de tenientes a capitán de la Policía Boliviana
gestión 2018, cursa acta de examen de 29 de septiembre del mismo año, rendido por Yber Amiris
Orellana Claros -ahora accionante- ante el Comité de Exámenes en la materia de Base Legal de la
Seguridad Ciudadana, habiendo obtenido la nota de cuarenta y siete puntos como calificación (fs.
11).
II.2. Cursan memorial de impugnación de 2 de octubre de 2018 -contra dicha evaluación- y recurso
jerárquico por silencio administrativo negativo de 1 de noviembre del indicado año, interpuestos por
el peticionante de tutela, siendo resuelto este último mediante Decreto 012/2018 de 21 del mismo
mes, por Iván Vladimir Quiroz Vargas, Director Nacional de Instrucción y Enseñanza y Rector de la
UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre”, que RECHAZÓ su “petición”, no correspondiendo la recepción
de un segundo examen oral, declarando “FUERA DE LUGAR” su pretensión (fs. 14 a 21, 33 a 41 y
43 a 45).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la educación en su elemento de evaluación
objetiva, al debido proceso en sus componentes de juez natural, de aplicación objetiva del
ordenamiento jurídico y de valoración razonable de la prueba, al trabajo en su apartado de justa
remuneración y a la dignidad humana, y del principio del vivir bien, por cuanto dentro del proceso
de exámenes de ascenso de la Policía Boliviana, reprobó la materia de Base Legal de la Seguridad
Ciudadana, activando los recursos de impugnación; sin embargo, el Decreto 012/2018 de 21 de
noviembre: no verificó la inexistencia de constancia de su desempeño; no observó que el Secretario
Académico de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre” no podía ser Presidente del Comité de Examen
y que el Informe de tal Tribunal carece de prueba; consideró que el debido proceso no le corresponde
por ser funcionario policial con antigüedad; no se basó en los parámetros de exposición del tema,
ronda de preguntas y ponderación de las notas obtenidas; y, no valoró que se realizaron más de dos
preguntas por cada miembro del referido ente colegiado, sin relación con el tema.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.

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III.1. El debido proceso y sus componentes de fundamentación y motivación de las


resoluciones
Al respecto, la SCP 0169/2015-S2 de 25 de febrero, señaló que: «“…la garantía del debido
proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las
resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o
que dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente
exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que
exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable
al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las
partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que
rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió.
Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la
que ha arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que
los hechos no fueron juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir,
no se le convence que ha actuado con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales
que la Ley Fundamental le otorga para que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como
contralor de la misma, a fin de que dentro del proceso se observen sus derechos y garantías
fundamentales, y así pueda obtener una resolución que ordene la restitución de dichos
derechos y garantías, entre los cuales, se encuentra la garantía del debido proceso, que
faculta a todo justiciable a exigir del órgano jurisdiccional a cargo del juzgamiento una
resolución debidamente fundamentada, así se ha entendido en varios fallos de este Tribunal,
entre ellos, la SC 0752/2002-R, de 25 de junio, que ampliando el entendimiento de la SC 1369/2001-
R de 19 de diciembre señaló lo siguiente: ‘(…) el derecho al debido proceso, entre su ámbito de
presupuestos exige que toda Resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que cada
autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos,
realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de
la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo
suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho
no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes conocer
cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio
decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión’.
(…)
La jurisprudencia señaló que el debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales, jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad
procesal prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los
procedimientos judiciales y administrativos, entre sus elementos se encuentra la
fundamentación y motivación de las resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un
proceso está obligada a cumplir, no solamente a efectos de resolver el caso sometido a
su conocimiento, sino exponiendo de manera suficiente, las razones que llevaron a tomar
cierta decisión, así como las disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al
convencimiento que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como
a la opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 337


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concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…”» (las negrillas corresponden al texto
original).
III.2. Análisis del caso concreto
Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el accionante se centra en que dentro del proceso de exámenes de ascenso de la Policía Boliviana,
reprobó la materia de Base Legal de la Seguridad Ciudadana, activando los recursos de impugnación;
sin embargo, el Decreto 012/2018 de 21 de noviembre: 1) No verificó la inexistencia de constancia
de su desempeño; 2) No observó que el Secretario Académico de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de
Sucre” no podía ser Presidente del Comité de Examen y que el Informe de tal Tribunal carece de
prueba; consideró que el debido proceso no le corresponde por ser funcionario policial con
antigüedad; 3) No se basó en los parámetros de exposición del tema, ronda de preguntas y
ponderación de las notas obtenidas; y, 4) No valoró que se realizaron más de dos preguntas por
cada miembro del referido ente colegiado, sin relación con el tema.
En ese entendido, el recurso jerárquico de 1 de noviembre de 2018, interpuesto por el nombrado
postulante -peticionante de tutela-, contra la evaluación de 29 de septiembre del indicado año, en la
materia de Base Legal de la Seguridad Ciudadana; agravió que: i) Ricardo Pérez Andrade, Presidente
del Comité de Exámenes Orales de la referida materia, en el momento de espera de dicha prueba
amenazó a los oficiales con aplazarlos; ii) Tal Comité no le dejó desarrollar la exposición de su tema
por el tiempo de diez minutos; iii) El mencionado Presidente le formuló más de quince preguntas,
que no guardaban relación con la materia; quien se mostró con poses de agredirle, concluyendo de
manera forzada su examen y conminándole a firmar el acta de la prueba; asimismo, le exigió que las
respuestas sean textuales, como señala su libro; además, la citada materia no se encuentra en el
ámbito de las ciencias exactas, teniendo carácter polisémico; y, iv) El nombrado Presidente, al ser
Secretario Académico de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre” estaba impedido de ser miembro
del antedicho ente colegiado; tampoco podía ser miembro del Comité de Exámenes de la materia de
Educación Física.
Por su parte, el Decreto 012/2018 que rechazó la “petición” del mencionado postulante de recepción
de un segundo examen oral, interpuesta contra la evaluación de 29 de septiembre del indicado año,
citó el informe de 5 de noviembre del apuntado año del Tribunal Examinador de la materia Base Legal
de la Seguridad Ciudadana, y consideró: a) Con relación a la discriminación alegada. Manifestó que
se adoptaron las pruebas orales para capitanes, tenientes y subtenientes, como modalidad por el
periodo de cinco años; por lo que, ya no están programados los exámenes escritos para los referidos
oficiales, siendo temerarios los argumentos de discriminación, ya que en el proceso evaluativo se
cumplió a cabalidad con las normas, tanto en el tiempo de exposición como en el de las preguntas,
constancia de ello es la hora de inicio y finalización de las pruebas; y, b) Respecto al debido proceso.
Señaló que el aludido postulante es funcionario policial, debiéndose a la sociedad, por ende no se
adecúan los argumentos presentados, enfatizando que presta servicio con más de diez años de
antigüedad en la institución.
Ahora bien, de acuerdo al entendimiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.1
de este fallo constitucional, referido a la debida motivación o fundamentación de las resoluciones,
como un componente del derecho al debido proceso, a través del cual se exige que la autoridad
demandada, realice la exposición y el juzgamiento de todos los puntos demandados; es decir, de los
agravios o hechos cuestionados y planteados por las partes intervinientes, así como una
manifestación precisa de las argumentaciones pertinentes y razonables en relación a cada uno de
ellos, que conduzcan a establecer las correspondientes decisiones, a fin de resolver el caso sometido
a su conocimiento, exponiendo del mismo modo, los motivos que llevaron a dicha autoridad a asumir
una específica determinación.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y teniendo en cuenta la relación de los hechos de la presente
acción de amparo constitucional, en sentido que el Decreto 012/2018 ahora cuestionado, no expuso
las razones jurídicas como fácticas que fueren a justificar su determinación, se observa que tal
resolución, respecto a los agravios referidos a que: 1) El Presidente del Comité de Examen amenazó

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 338


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con aplazarlos; 2) El mencionado Presidente le formuló más de quince preguntas, sin relación con la
materia, quien se mostró agresivo; asimismo, le exigió respuestas como indica su libro; y, 3) El
nombrado Presidente, al ser Secretario Académico de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre” estaba
impedido de ser miembro del antedicho Comité. Empero, el Decreto 012/2018 impugnado, sobre
estos agravios se restringió, a citar textualmente y sin ningún criterio propio, el informe de 5 de
noviembre del apuntado año del Tribunal Examinador, y a considerar que: i) Ya no están
programados los exámenes escritos para los oficiales, siendo temerarios los argumentos de
discriminación, por cuanto se cumplió con las normas de tiempo de las preguntas; y, ii) Respecto al
debido proceso, el aludido postulante es funcionario policial, debiéndose a la sociedad, prestando
servicio con más de diez años de antigüedad.
De esta forma, el Decreto 012/2018 no justificó las razones por las cuales se abstuvo de pronunciarse
sobre los agravios del accionante referidos, a las amenazas de aplazo, la formulación de más
de quince preguntas sin relación con la materia, las muestras de agresividad, y al
impedimento del Secretario Académico para ser miembro del Comité de Evaluación;
limitándose a concluir que se cumplió con las normas de tiempo de preguntas, y respecto al debido
proceso, el aludido postulante es funcionario policial antiguo; omitiendo fundamentar los
razonamientos por los que no se pronunció, con relación a los citados agravios que fueron planteados
por el nombrado en la fundamentación de su recurso jerárquico; por ende, conforme al Fundamento
Jurídico III.1 precedentemente aludido, el antedicho Decreto vulneró el derecho al debido proceso
en sus elementos de fundamentación y motivación de las resoluciones, al no exponer los motivos y
hechos establecidos que sustentan tal resolución, en lo que concierne a todos los puntos agraviados
por el recurrente hoy impetrante de tutela; por consiguiente, debe ser dejado sin efecto.
Finalmente, con relación a las denuncias de lesión de sus derechos a la educación en su elemento de
evaluación objetiva, al debido proceso en sus componentes de juez natural, de aplicación objetiva
del ordenamiento jurídico y de valoración razonable de la prueba, al trabajo en su elemento de justa
remuneración y a la dignidad humana, y del principio del vivir bien; toda vez que, el Decreto 012/2018
contra el cual se acciona será dejado sin efecto, el actual Director Nacional de Instrucción y
Enseñanza y Rector de la UNIPOL “Mcal. Antonio José de Sucre” deberá velar sobre el respeto a tales
derechos en su nuevo pronunciamiento.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, aunque con
fundamentos distintos, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AAC-0028/2019 de 17 de mayo, cursante de fs. 261
a 266, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, únicamente con relación al debido
proceso en sus elementos de fundamentación y motivación de las resoluciones; disponiendo:
1° Dejar sin efecto el Decreto 012/2018 de 21 de noviembre; y,
2° Ordenar al actual Director Nacional de Instrucción y Enseñanza y Rector de la UNIPOL “Mcal.
Antonio José de Sucre”, emita una nueva resolución, conforme a los fundamentos de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 340


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0678/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29078-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 20 de 30 de abril de 2019, cursante de fs. 331 vta. a 334 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Viviana Mojica Romero contra
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 15 y 27 de marzo de 2019, cursantes de fs. 33 a 37 y 298 a 299, la
accionante, expresó los siguientes argumentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que sigue contra Ana María Vargas Figueroa, por la presunta comisión de
los delitos de amenazas y lesiones graves y leves, el Tribunal de Sentencia Penal Primero y Juzgado
Público de la Niñez y Adolescencia de Vallegrande del departamento de Santa Cruz resolvió la
excepción de exclusión probatoria, estableciendo que el certificado médico debió ser homologado por
un experto forense, aplicando erróneamente la norma -art. 65 de la Ley Integral para Garantizar a
las Mujeres una Vida Libre de Violencia (Ley 348 de 9 de marzo de 2013)-, dentro de un proceso
ordinario, por cuanto la denuncia, imputación formal, acusaciones fiscal y particular, se originaron en
los ilícitos referidos, y precisa que nunca fue pareja de la denunciada.
De esta forma, al excluirse erróneamente el certificado médico “forense” por parte del Tribunal
mencionado, recurrió de apelación y los Vocales demandados emitieron el Auto de Vista 12 de 8 de
enero de 2019, considerando que tanto el Ministerio Público como la parte civil alegaron que el
Tribunal de Sentencia de Vallegrande del citado departamento, al basarse en el art. 65 de la Ley 348,
para declarar probado el incidente de exclusión probatoria, actuaron de forma incorrecta, porque el
caso no se trataba de un hecho de violencia contra la mujer.
Pese a reconocer la errónea aplicación normativa, de manera ultra petita, en el mismo considerando
manifestaron que, “NO OBSTANTEESTA CONCLUSION, AL BASICAMENTE NO HABERSE
HOMOLOGADO EL CERTIFICADO MEDICO DE 15 DE DICIEMBRE DE 2017 CON UN MEDICO
FORENSE, ESTA PRUEBA CARECE DE VALOR LEGAL Y POR TAN[T]O DEBE EXCLUIRSE DE LA
COMUNIDAD PROBATORIA Y AL HABER CONCLUIDO DE ESTA FORMA EL TRIBUNAL DE
VALLEGRANDE ACTUO DE FORMA CORRECTA” (sic).
También, el Auto de Vista cuestionado, “…en su parte CONSIDERATIVA del título DE LA APELACION
INCIDENTAL RESPECTO A LA EXCLUSION PROBATORIA DEL CERTIFICADO MEDICO DE FECHA 15
DE DICIEMBRE DE 2017, en su Considerando Primero, manifiesta que la Sala Penal Primera
concuerda con la posición asumida por el Tribunal de Sentencia de Vallegrande, ya que el Certificado
médico debió ser homologado por un médico forense de turno de Vallegrande o de otro lugar más
próximo a la misma” (sic).
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante estimó lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de fundamentación,
motivación y congruencia, citando al efecto los arts. 115, 117, 178.I y 180 de la Constitución Política
del Estado (CPE).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 341


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I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Se anule el Auto de Vista 12; y, b) Que los Vocales
demandados dicten uno nuevo, conforme al debido proceso.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 326 a
331 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de sus abogados, reiteró in extenso los términos de su memorial de acción de
amparo constitucional presentado.
I.2.2. Informe de los demandados
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, no remitieron informe alguno tampoco asistieron a la
audiencia pública, pese a su notificación cursante a fs. 303 y 304.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Ana María Vargas Figueroa, por medio de su abogado, refirió que el Auto de Vista impugnado no es
incongruente y que respecto a la observación de la aplicación o no de la Ley 348, este aspecto fue
subsanado por el Tribunal de apelación, no teniendo relevancia constitucional; por lo referido, solicitó
se deniegue la tutela.
I.2.4. Participación del Ministerio Público
Aidee Banegas Collazo, en representación del Ministerio Público se ratificó en la acción de amparo
constitucional presentada por la impetrante de tutela.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 20 de 30 de abril de 2019, cursante de fs. 331 vta. a 334 vta., concedió la tutela
solicitada, dejando sin efecto el Auto de Vista 12, disponiendo que en el plazo de veinticuatro horas
de su legal notificación, el Tribunal de alzada dicte nueva resolución y se pronuncie sobre la base de
los argumentos expresados, conforme a los siguientes fundamentos: 1) El aludido Tribunal debió
indicar que no es legítima la pretensión de plantear una apelación sobre una exclusión probatoria en
pleno juicio oral, ya que esta forma parte del desarrollo del proceso, “…del juicio en sí y el Tribunal
de Sentencia al momento de dictar sentencia se pronunciar[á] en el fondo de la acusación presentada
y sobre la existencia o no del hecho acusado, sin duda alguna la parte en su defecto podrá hacer uso
del derecho de reserva de apelación, para poder apelar en el ca[s]o de que lo hiciere de forma
restringida de la sentencia, argumentando los motivos que considere necesarios y suficientes…” (sic);
y, 2) Pronunciarse en ese momento procesal sin que el juicio haya concluido, no es congruente con
el desarrollo de este, causando indefensión al demandante o querellante, porque no permitirá realizar
su reserva de apelación conjuntamente la apelación restringida.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, emitido por el Tribunal de Sentencia Penal
Primero y Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia de Vallegrande del departamento de Santa
Cruz (fs. 4 a 10).
II.2. Por memorial presentado el 25 de octubre de 2018, la impetrante de tutela interpuso recurso
de apelación incidental (fs. 11 a 17).
II.3. Consta Auto de Vista 12 de 8 de enero de 2019, por el cual los demandados resolvieron
“…declarar ADMISIBLES e IMPROCEDENTES las apelaciones incidentales del Ministerio Público
y de la parte civil Viviana Mojica Romero; en consecuencia se confirma el auto interlocutorio de 10

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de octubre de 2018 respecto a la exclusión probatoria del certificado médico de 15 de diciembre de


2017” (sic [fs. 29 a 32]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia, por cuanto se excluyó erróneamente la valoración del
certificado médico por considerar que debe ser homologado por un médico forense y se aplicó
equivocadamente el art. 65 de la Ley 348 siendo que la denuncia, imputación formal, acusaciones
fiscal y particular versan sobre la presunta comisión de los delitos de amenazas y lesiones graves y
leves, dentro de proceso ordinario.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Exigencia de fundamentación y motivación de las resoluciones como elementos del
debido proceso
La SC 0752/2002-R de 25 de junio, emitida por el extinto Tribunal Constitucional precisó: “…el
derecho al debido proceso, entre su ámbito de presupuestos exige que toda resolución sea
debidamente fundamentada. Es decir, que cada autoridad que dicte una resolución debe
imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que
sustenta la parte dispositiva de la misma. Que consecuentemente cuando un juez omite la motivación
de una resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos
toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que
permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo
que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión”.
Por su parte, a través de la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, el mismo Tribunal aclaró los alcances
del debido proceso y la exigencia referida a la necesidad de fundamentar y motivar la resoluciones,
así sostuvo: "…es necesario recordar que la garantía del debido proceso, comprende entre uno de
sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad
que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo
cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de
manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma,
pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento
a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables
al caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que
rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió” (las negrillas nos corresponden).
III.2. El principio de congruencia como elemento estructurante del debido proceso debe
observarse a tiempo de dictarse resoluciones judiciales o administrativas
Al respecto, la SCP 0055/2014 de 3 de enero, sostuvo: “La congruencia de las resoluciones judiciales
integra los componentes del debido proceso. En ese contexto, a partir de una concepción doctrinal,
su análisis se orienta desde dos acepciones: externa, entendida como principio rector de toda
resolución judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el
planteamiento de las partes (demanda, respuesta e impugnación y respuesta) y lo
resuelto por las autoridades judiciales, sin que el juzgador tome en cuenta aspectos
ajenos a la controversia; interna, porque entendida la resolución como una unidad congruente,
en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte
considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos y los efectos
de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución no existan
consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 343


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En ese sentido, la uniforme jurisprudencia constitucional, a través de la SC 1494/2011-R de 11 de


octubre, señaló: ‘…la congruencia como principio característico del debido proceso,
entendida en el ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre
lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia
que debe tener toda resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la
concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo
su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y
razonamientos contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, (…). En base a esas
consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes.
(…)
De lo expuesto se confirma, que el órgano encargado de dictar la resolución, debe circunscribir su
fallo a lo peticionado y no resolver más allá de lo pedido, que sería un pronunciamiento ultra petita,
o, conceder algo distinto a lo solicitado por las partes, conocido en doctrina procesal como un
pronunciamiento extra petita’” (las negrillas nos pertenecen).
También, «El debido proceso se integra por diferentes elementos que viabilizan las garantías mínimas
del justiciable; así, la congruencia de las resoluciones judiciales, constituye el debido proceso. Al
respecto, Guillermo Cabanellas, entiende al principio de congruencia como: “Oportunidad,
conveniencia entre preguntas y respuestas; entre demandas y concesiones o resoluciones. II
Conformidad entre el fallo judicial y las pretensiones plateadas por las partes.
Las sentencias deben ser congruentes con las súplicas de las demandas, de su contestación o de su
reconvención, sin que hechos posteriores a la discusión escrita puedan modificar los términos en que
fue trabada la litis. La discrepancia entre sentencia y demanda permite los recursos establecidos por
los códigos de procedimiento…”.
En el marco de la premisa anterior y, desde una óptica doctrinal, la congruencia de las resoluciones
judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones; primero, relativo a la congruencia externa,
la cual se debe entender como el principio rector de toda determinación judicial, que exige la plena
correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de las partes (demanda, respuesta e
impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades judiciales, en definitiva, es una prohibición
para el juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando su consideración a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la congruencia interna, referido
a que, si la resolución es comprendida como una unidad congruente, en ella se debe cuidar un hilo
conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la
identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las normas y los
efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución no existan
consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión.
La jurisdicción constitucional, estableció abundante jurisprudencia en cuanto al principio de
congruencia; así, la SC 0358/2010-R de 22 de junio, sostuvo que: “…la concordancia entre la parte
considerativa y dispositiva, pero además esa concordancia debe mantenerse en todo su contenido,
efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos
emitidos por la resolución, esta concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esos criterios se considera que quien administra justicia debe emitir fallos motivados,
congruentes y pertinentes”.
Por otro lado, la SC 0486/2010-R de 5 de julio de 2010, señaló que: “…respecto de la congruencia
como principio constitucional en el proceso civil, se indica que: '…la congruencia ha venido clasificada
en diversos tipos o categorías que nos interesa anotar a los fines que se seguirán, y así es moneda
corriente hablar en doctrina de incongruencia 'ultra petita' en la que se incurre si el Tribunal concede
'extra petita' para los supuestos en que el juzgador concede algo distinto o fuera de lo solicitado por

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 344


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las partes; 'citra petita', conocido como por 'omisión' en la que se incurre cuando el Tribunal no se
pronuncia sobre alguno de los pedimentos que le han sido planteados, etc.' (Principios
Constitucionales en el Proceso Civil, Consejo General del Poder Judicial, El deber Judicial de
Congruencia como Manifestación del Principio Dispositivo y su Alcance Constitucional, Madrid 1993,
Mateu Cromo, S.A., Pág. 438).
Es decir que, en segunda instancia, pueden darse casos de incongruencia 'ultra petita' en los que el
juez o tribunal decide cuestiones que han quedado consentidas y que no fueron objeto de expresión
de agravios (extra petita); y cuando omite decidir cuestiones que son materia de expresión de
agravios por el apelante (citra petita).
El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios formulada
por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de
congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición de las
partes y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica de primera y/o segunda
instancia”. El presente razonamiento fue reiterado por el actual Tribunal constitucional Plurinacional,
a través de las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0255/2014 y 0704/2014.
Por otro lado, la SC 1494/2011-R de 11 de octubre, precisó que de la esencia del debido proceso:
“…deriva a su vez la congruencia como principio característico del debido proceso, entendida en el
ámbito procesal como la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto;
ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución,
ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento
integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución.
La concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, (…). En base a esas consideraciones, es que quien administra justicia,
emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes”» (SCP 1083/2014 de 10 de junio).
Significando que las autoridades judiciales o administrativas a tiempo de dictar una resolución deben
estructurar la misma en resguardo del principio de congruencia, en estricta correspondencia entre lo
pedido, lo considerado y lo resuelto, respondiendo al justiciable en cuanto a la pretensión jurídica
planteada.
III.3. Análisis del caso concreto
Previamente a resolver la problemática planteada, corresponde aclarar que el presente caso se
analizará a partir del Auto de Vista 12 de 8 de enero de 2019, dictado por los Vocales demandados,
que declaró improcedente la apelación presentada por la impetrante de tutela, al ser la última decisión
pronunciada en la jurisdicción ordinaria y que en la eventualidad de concederse la tutela, reabrirá su
competencia para pronunciarse nuevamente sobre lo resuelto por el Juez de primera instancia, en
estricta observancia del principio de subsidiariedad que rige la acción de amparo constitucional.
De lo obrado, se tiene que la accionante denuncia la vulneración de su derecho invocado en esta
acción de defensa, puesto que dentro del proceso que sigue contra Ana María Vargas Figueroa, por
la presunta comisión de los delitos de amenazas y lesiones graves y leves, el Tribunal de Sentencia
Penal Primero y Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia de Vallegrande del departamento de
Santa Cruz, emitió el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018 (Conclusión II.1), siendo apelado
por la peticionante de tutela mediante memorial de 25 de igual mes y año (Conclusión II.2), y las
autoridades demandadas, en alzada emitieron el Auto de Vista 12, declarando improcedente la
apelación incidental interpuesta (Conclusión II.3).
Resolución de primera instancia
El Tribunal de Sentencia Penal Primero y Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia de Vallegrande
del departamento de Santa Cruz, emitió el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, resolviendo
declinar competencia, conforme al siguiente razonamiento:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 345


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Considerando que “…la victima Viviana Mojica Romero no acudió, con el requerimiento fiscal, ante el
Médico Forense de turno en la ciudad de Santa Cruz, a efecto de que valore su estado de salud, pese
que lo sugirió la Médico Cirujano del Hospital Municipal de Malta Dra. Herica Tapia Carrasco dado
que el certificado médico es para establecer el estado físico de la mujer que hubiera sufrido una
agresión física o sexual y cualquier profesional de salud que preste servicios en instituciones públicas
o privadas acreditadas deberá extender un certificado médico de acuerdo a los protocolos únicos de
salud , integrado al formulario único que se establezca. Para fines judiciales, este certificado
médico se lo tendrá como un indicio respecto a los delitos establecidos y una vez
homologado, adquirirá VALOR PROBATORIO. El certificado médico deberá ser homologado por
un experto o una experta forense , quien deberá entrevistar en primera instancia a la o el profesional
que extendió el certificado médico y solamente en caso de que exista necesidad fundada e ineludible
se podrá practicar otro examen médico a la víctima (Art. 65 de la ley 348 ), admitir un certificado
médico forense que no fue homologado, por un experto o una experta forense ‘NO TIENE VALOR
PROBATORIO’ , implicaría atentar a las garantías del debido proceso en su vertiente del derecho a la
igualdad de partes establecidos en el art. 12 del C.P.P. y 118 y 180 I (verdad material ) de la
Constitución Política del Estado : Se violenta el principio de presunción de inocencia establecido en
el art. 116 de la C.P.E. y 6 de la ley 1970 , por la que resuelve declarar fundado el incidente de
exclusión probatoria de la prueba consistente en el certificado médico de fecha 15 de
diembre de 2017 , con 17 días de impedimento. Tomando en cuenta para ello el
certificado médico a requerimiento fiscal Heydy Lorena Ugarteche Eguez de fecha 28 de
diciembre de 2017” (sic).
También, señaló que corresponde “…el conocimiento de la presente causas al Juez de Sentencia
de turno de esta provincia de Vallegrande y no a los Tribunales de Sentencia, en
consideración de que el impedimento de 5 días , otorgado por la médico Dra. HERICA LORENA
TAPIA CARRASCO , según historia clínica de fecha 15 de diciembre de 2017 , sobre el estado de salud
de la paciente VIAVIANA MOJICA ROMERO , se enmarca en las previsiones del Art. 271 del Código
Penal en su segundo párrafo , estableciendo que : Si la incapacidad fuere de hasta 14 días se
impondrá al autor sanción de trabajos comunitarios de 1 a 3 años” (sic).
Recurso de apelación incidental
La impetrante de tutela interpuso el recurso referido, expresando los siguientes agravios:
El Juez a quo no consideró que las excepciones se plantearon fuera del plazo legal, “…ya que si el
excepcionante consideraba que existía una cuestión ilegal o un defecto absoluto debió ser reclamado
de manera oportuna, es decir, dentro de los plazos procesales, es decir dentro del plazo fatal y
perentorio de 10 días” (sic), debiendo ser observados en la audiencia cautelar posterior a la
presentación de la imputación formal de 21 de diciembre de 2017, pidiendo que el Tribunal de alzada
vea el vencimiento del plazo respecto de la interposición de las excepciones.
El Auto de Vista apelado carece de fundamentación, no se entienden las razones de derecho y de
hecho para llegar a su conclusión, “…no van a poder entender que hizo el tribunal para mediante una
exclusión probatoria terminar excluyendo una prueba (…) bajando de 17 días de impedimento a 5
días y por ser cinco días declarándose incompetentes y remitir actuados en pleno juicio al juez de
sentencia” (sic), incongruencia e irracionalidad, con el único fin de exonerar a la acusada.
Se aplicó de manera errada la Ley 348 en un proceso ordinario, donde las partes no fueron pareja,
“…el tribunal aplica la ley 348 en su art 65 que habla que los informes del médico particular sirven
como indicios, esto primero que se en otro escenario no en provincias y habla sobre los informes
psicológicos y otros que las víctimas de violencia familiar muchas veces no denuncian y estos sirven
como indicios para acreditar la violencia psicológica o física anterior, pero repetimos por un
principio, de legalidad no se puede aplicar la l[e]y 348 en este proceso donde las partes
no somos ni fuimos parejas” (sic).
Solicitando al Tribunal de alzada declare admisible y procedente el recurso de apelación incidental
presentado, revocando el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, rechazando el incidente de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 346


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exclusión probatoria de la prueba de certificado médico forense y ordenando la continuación del juicio
oral por parte del Tribunal de Sentencia.
Resolución en alzada
Los demandados emitieron el Auto de Vista 12, resolviendo:
“…declarar ADMISIBLES e IMPROCEDENTES las apelaciones incidentales del Ministerio Público
y de la parte civil Viviana Mojica Romero; en consecuencia se confirma el auto interlocutorio de 10
de octubre de 2018 respecto a la exclusión probatoria del certificado médico de 15 de diciembre de
2017.
…declarar ADMISIBLES y PROCEDENTES las apelaciones incidentales del Ministerio Público, de
la parte civil y de la parte imputada; en consecuencia, se REVOCA en parte el auto interlocutorio
de 10 de octubre de 2018, respecto a la declinatoria de competencia efectuada por el
Tribunal de Sentencia de Vallegrande; disponiéndose que el mencionado Tribunal lleve a cabo el
juicio oral hasta su conclusión” (sic).
Conforme a las siguientes consideraciones:
La acusadora particular -ahora impetrante de tutela-, interpuso recurso de apelación incidental
señalando los siguientes agravios:
“1) Respecto a la declinatoria de competencia, se violent[ó] el derecho al juez natural. Se violentaron
los Arts. 42, 44, 74 y 329 del CPP, ya que es inusual que los jueces relacionen la competencia con
una exclusión probatoria; 2) El auto apelado carece de fundamentación, pues no se entienden las
razones de derecho y de hecho para llegar a la conclusión; 3) Se aplicó de manera errada la ley 348
en un proceso ordinario, pues la verdad es que en Vallegrande no existen médicos forenses. No se
vulneró derecho alguno con la emisión del certificado médico. Con relación a si las lesiones
constituyen 17 o 5 días de impedimento, eso se verá al momento de dictar sentencia, no en una
exclusión probatoria. El Tribunal de Sentencia genera inseguridad jurídica ya que todos los
certificados médicos forenses del país son obtenidos sin citar al denunciado, puesto que no se vulnera
ningún derecho y es en el juicio oral el momento para interrogar al médico que realizó el examen
médico forense y evidenciar contradicción en su informe. Con estos fundamentos solicitó que se
revoque el auto de 22 de octubre de 2018 y se rechace la exclusión probatoria del certificado médico
forense y ordene la continuación del juicio oral por parte del Tribunal de Sentencia” (sic).
De esta forma, con relación a la “APELACION INCIDENTAL RESPECTO A LA EXCLUSIÓN
PROBATORIA DEL CERTIFICADO MÉDICO DE 15 DE DICIEMBRE DE 2017” (sic), realizaron
las siguientes consideraciones:
Señalando que “…concuerda con la posición asumida por el Tribunal de Sentencia de Vallegrande
toda vez que el certificado médico (general) emitido el 15 de diciembre de 2017 por la médico cirujano
del Hospital Municipal Señor de Malta, Herica Tapia Carrasco, no se encuentra homologado por el
médico forense de turno de la localidad de Vallegrande o de otro lugar próximo a la misma, situación
que hace que dicho certificado no cumpla con el requisito legal para su validez y su admisión como
prueba, ya que la única autoridad que puede certificar que la víctima tenía lesiones en su integridad
como producto del hecho delictivo, es el médico forense acreditado por el Instituto de Investigaciones
Forenses dependiente del Ministerio Público. Es más, la víctima Viviana Mojica Romero debió acudir
al médico forense para su examen médico y de esta forma el informe médico pueda ser analizado en
su integridad. La valoración médica es válida solamente para acreditar de que, con probabilidad, la
víctima sufrió las agresiones físicas de parte de la o el denunciante; empero para que ésta tenga
valor probatorio el examen médico debe realizarla un médico forense, caso contrario el informe
médico debe ser homologado por el médico forense, según las formalidades establecidas por ley. En
ese marco es que la resolución del tribunal a quo, respecto a excluir el certificado médico de 15 de
diciembre de 2017, ha sido la correcta y está apegada a procedimiento. Por lo que al excluirse la
prueba antes citada, la sentencia deberá basarse en las demás pruebas que fueran ofrecidas y
judicializadas dentro del juicio oral” (sic).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 347


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Asimismo, “…el Ministerio Público como la parte civil alegaron que el Tribunal de Sentencia de
Vallegrande, al basarse en el art. 65 de la ley 348 para declarar probado el incidente de exclusión
probatoria, actuó de forma incorrecta toda vez que el presente caso no se trataría de un hecho de
violencia contra la mujer. En el auto apelado el Tribunal de Sentencia de Vallegrande se remite al art.
65 de la ley 348 para dejar claro que en caso de necesidad fundada e ineludible, se podrá practicar
otro examen médico a la víctima. Este Tribunal no comprende los alcances de dicha afirmación, pues
en primer efectivamente el caso no se trata de un hecho de violencia intrafamiliar o catalogado como
un delito de violencia regido por la ley 348; en segundo lugar, dicha afirmación no tiene nada que
ver con el caso que se está resolviendo porque aquí solo se analiza si el certificado médico de 15 de
diciembre de 2017 es válido o no para ser introducido como prueba y valorado posteriormente al
momento de dictarse sentencia; es en ese sentido que la utilización del art. 65 de la ley 348 por parte
del Tribunal de mérito, es oficiosa e impertinente con el caso que nos ocupa. No obstante esta
conclusión, al básicamente no haberse homologado el certificado médico de 15 de diciembre de 2017
con un médico forense, ésta prueba carece de valor legal y por lo tanto debe excluirse de la
comunidad probatoria y al haber concluido de esta forma el Tribunal de Sentencia de Vallegrande
actuó de forma correcta. Para este Tribunal que se haya utilizado el art. 65 de la ley 348 no incide
en forma sustancial en la resolución en cuestión; por lo que no puede producir efectos y menos
invalidar la resolución” (sic).
También, aclararon que “…este Tribunal de alzada ni el Tribunal de Sentencia de Vallegrande
realizaron valoración probatoria alguna al certificado médico de 15 de diciembre de 2017, pues ello
desnaturalizaría el instituto de las exclusiones probatorias; sino tan solamente se cuestionó la
ilegalidad en la obtención del mismo. Si bien refieren las partes que el certificado médico fue obtenido
mediante requerimiento fiscal, no hace que sea legal su obtención. No porque el fiscal ordene la
realización de algún examen significa que sea correcta la actuación del fiscal, pues para ello el fiscal
se halla bajo control jurisdiccional. En ese marco, el fiscal y el juez tienen conocimiento que para
validar un certificado médico, este tiene que estar refrendado por el médico forense de turno.
Que, por todo lo anteriormente manifestado este Tribunal considera que la decisión del Tribunal de
Sentencia de vallegrande, de excluir del acervo probatorio al certificado médico de 15 de diciembre
de 2017, ha actuado en forma acertada, de acuerdo a procedimiento; razón por la cual corresponde
confirmar en esa parte la resolución venida en apelación” (sic).
En el caso que nos ocupa, se advierte que los demandados a través del Auto de Vista 12 resolvieron
confirmar el Auto Interlocutorio de 10 de octubre de 2018, respecto a la exclusión probatoria del
certificado médico de 15 de diciembre de 2017, exponiendo los motivos y razonamientos de la
decisión, advirtiéndose la existencia de una estructura de forma y fondo que hace comprensibles los
fundamentos de su fallo, sustentando la misma en la consideración de los elementos fácticos del
caso, la compulsa de la documental y el análisis jurídico pertinente para determinar la concurrencia
de elementos de convicción suficientes que sustenten la misma.
Por lo mencionado, se concluye que el Auto de Vista 12 contiene una suficiente explicación de razones
y exposición de motivos que sustentan la decisión de confirmar la exclusión probatoria del referido
certificado médico, no siendo evidente lo alegado por la impetrante de tutela en la interposición de
la presente acción de defensa respecto a que la aludida Resolución carece de fundamentación y
motivación al considerar que no se explicaron los razonamientos de la decisión, advirtiéndose más al
contrario que de forma razonable se explicó a la justiciable los motivos por los cuales se decidió
resolver la problemática jurídica; por lo que respecto de la alegada falta de fundamentación y
motivación corresponde que la tutela solicitada sea denegada.
También, del análisis del Auto de Vista 12, se tiene que, el mismo guarda estricta correspondencia
con la petición de la impetrante de tutela, la cual fue considerada y así poder resolver confirmando
la exclusión probatoria del certificado médico forense de 15 de diciembre de 2017, aunque no fue
favorable a la pretensión de la justiciable; sin embargo, los demandados, a tiempo de dictar el fallo
mencionado estructuraron este resguardando el principio de congruencia, entre lo solicitado, lo

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considerado y lo resuelto, y como se advirtió precedentemente respondieron en cuanto a la


pretensión jurídica planteada.
Así, el principio de congruencia no fue vulnerado conforme al razonamiento expuesto
correspondiendo denegar la tutela impetrada.
En consecuencia, se establece que la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada,
realizó una inadecuada compulsa de los antecedentes procesales y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 20 de 30 de abril de 2019, cursante de fs. 331 vta. a 334
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos precedentes.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0679/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29098-2019-59-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 30 de noviembre de 2018, cursante de fs. 785 a 796 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por María Eugenia Guerrero
Miranda contra Juan Carlos Meneses Copa, Gerente General; Jenny Virginia Magne
Anzoleaga y Gualberto Lara Lora, ex y actual Administradores Regionales; y, Marcelino
Revilla Sejas y José Saúl Peredo Ledezma, ex y actual Jueces Sumariantes, todos de la Caja
Nacional de Salud (CNS) Regional Cochabamba, respectivamente.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 17 de mayo y 30 de agosto, ambos de 2018, cursantes de fs. 345 a
367 vta. y 401 a 402 vta., la accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Acreditó ser de profesión auxiliar de enfermería, desempeñando sus funciones en el Hospital Obrero
2 de la CNS -se entiende de la Regional Cochabamba- desde el 1 de febrero de 2010, habiendo sido
electa como Secretaria de Prensa y Propaganda en representación del Sindicato de Trabajadores de
la CNS (CASEGURAL) en el Congreso Ordinario de la Central Obrera Departamental (COD)
Cochabamba, de 28 de mayo de 2012; a tal efecto, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social, emitió la Resolución Ministerial (RM) 373/12 de 18 de junio de 2012, declarando en comisión
a todo el Directorio de dicha entidad departamental de trabajadores, gozando desde esa fecha de
fuero sindical y otros beneficios previstos por norma laboral.
Posteriormente, se solicitó la ampliación de la declaratoria en comisión del Directorio a partir del 30
de mayo de 2014 hasta después de la realización de las elecciones nacionales, petitorio que fue
atendido en virtud de las Resoluciones Ministeriales 299/14 de 7 de mayo de 2014, 537/14 de 28 de
agosto de 2014 y 155/15 de 11 de marzo de 2015, ampliándola hasta el 31 de julio de 2015; sin
embargo, por razones que desconoce, no se encontraba contemplada en la comisión que comprendía
la gestión de la “COD-2012”, por lo que tuvo que acudir al Ministerio del área, el cual emitió la RM
173/15 de 16 de marzo de 2015, resolviendo modificar la RM 299/14 e incluir en la nómina de
dirigentes reconocidos y declarados en comisión a su persona en calidad de Secretaria de Prensa y
Propaganda de la COD Cochabamba.
Mediante nota de 19 de enero de 2015, solicitó su reincorporación a su fuente laboral, recibiendo
respuesta afirmativa por parte del Administrador y la Jefa a.i. de Servicios Generales de la CNS
Regional Cochabamba, quienes mediante oficio con “CITE 035/2015” instruyeron su reincorporación
inmediata; sin embargo, por Memorándum 729/2015 de 14 de mayo, el primero instruyó a la Jueza
Sumariante, Sonia Arciénega Llanos instaurar proceso administrativo interno en su contra por
incumplimiento del art. 74 inc. c) del Reglamento Interno de Trabajo de la CNS, que señala:
“Abandonar el trabajo sin causa justificada y previo permiso escrito por el jefe respectivo”.
Dicho proceso tuvo una duración de dos años y siete meses desde que se dictó el Auto Inicial de 16
de septiembre de 2016, hasta la interposición del recurso jerárquico el 17 de noviembre de 2017,
incumpliendo los plazos y/o términos establecidos en la norma vigente, teniendo en cuenta además
que los decretos y autos emitidos por la Jueza Sumariante, en su mayoría no le fueron notificados.
Asimismo, no se le permitió aportar pruebas debido a que la documental ofrecida a través de informes

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 350


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y certificaciones que tenían que ser emitidas por la propia entidad no fueron producidas, no existiendo
respuesta a varios memoriales, entre ellos, solicitudes de certificaciones e informes; además que, el
período probatorio transcurrió en espera de que la Jueza Sumariante resuelva la recusación planteada
en su contra, pues presentada la misma, los antecedentes fueron remitidos a la Administración
Regional de la CNS; posteriormente a la Gerencia General en la ciudad de La Paz, la cual luego de
solicitar informes legales devolvió actuados después de varios meses para que el Administrador
Regional se pronuncie, emitiendo este resolución y disponiendo que la Autoridad Sumariante continúe
conociendo el proceso; por otra parte, la propia Jueza Sumariante presentó su excusa, designando
el referido Administrador Regional de manera indebida una suplente, para posteriormente declararla
ilegal contraviniendo el procedimiento existente. En el proceso además de la Jueza Sumariante,
actuaron varias autoridades disciplinarias como ser el Juez que asumió la suplencia, el Administrador
de la CNS Regional Cochabamba, la Unidad de Asesoría Legal y el Gerente General de la CNS,
vulnerando el derecho al juez natural y el debido proceso. Se determinó la nulidad de obrados hasta
el vicio más antiguo; por lo que, emitido e impugnado el Auto Final, no se observó el plazo establecido
para la resolución del recurso jerárquico, ni se consideró su imposibilidad de aportar elementos
probatorios para desvirtuar los hechos endilgados; con el argumento que, dicho desfase de plazos se
debió a la excesiva carga laboral, cuando lo cierto es que existen dos o tres procesos al año, siendo
notificada con la Resolución Jerárquica 48 de 17 de noviembre de 2017 el 23 del mismo mes y año.
Finalmente, por Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero, la ex Administradora de la CNS
Regional Cochabamba, dispuso su destitución sin goce de beneficios sociales, omitiendo tomar en
cuenta la modulación del fallo que resolvió el recurso jerárquico de 17 de noviembre de 2017, sin
considerar que para esa fecha se encontraba en estado de gestación y desconociendo la Constitución
Política del Estado y demás disposiciones legales que protegen a la trabajadora en estado de
embarazo con la inamovilidad laboral hasta que el hijo o hija cumpla un año.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Denuncia la lesión de sus derechos a la defensa, al acceso a la justicia, a la presunción de inocencia,
al debido proceso, al juez natural, al trabajo, a la salud, a la vida y al acceso a la seguridad social y
al principio de legalidad; citando al efecto los arts. 14.V, 15.I, 18.I, 35.I, 36.I, 37, 45.I. II y III, 46.I,
48.I, II y IV, 49.I y III, 115.I y II, 116.I y II, 117.I, 119.I y II, 120.I, 178 y 180.I de la Constitución
Política del Estado (CPE); 3, 4, 8, 10, 11.1, 22, 23.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos
(DUDH); 4, 8.1 y 2.b de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); 6.1, 14.1.2 y 3
inc. d) del Pacto de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 6.1 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos Sociales y Culturales (PIDESC).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se disponga: a) Dejar sin efecto el Memorándum JRRHH-M-41/2018,
las Resoluciones que resuelven los recursos de revocatoria y jerárquico, así como todo el proceso
sumarial; b) La inmediata reincorporación a su fuente laboral como Auxiliar de Enfermería del
Hospital Obrero 2 de la CNS; y, c) El pago de costas, daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 30 de noviembre de 2018, según consta en acta cursante de fs. 783
a 784, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó in extenso la acción de amparo constitucional
incoada, precisando que en oportunidad de la sustanciación del sumario administrativo interno se
vulneró su derecho al debido proceso y a la seguridad jurídica, porque no se le permitió producir
prueba para desvirtuar las faltas acusadas, reiterando se le conceda la tutela, máxime si el interés
superior del menor de edad -su hijo- es el bien mayor a ser protegido por el Estado.
I.2.2. Informe de los demandados

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 351


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Juan Carlos Meneses Copa y Gualberto Lara Lora, Gerente General y actual Administrador de la CNS
Regional Cochabamba respectivamente, a través de su abogado apoderado según se tiene de los
Testimonios de Poder 309/2018 y 726/2018, informaron en audiencia que: 1) No se lesionaron los
derechos alegados por la accionante y si bien en el Memorándum JRRHH-M-41/2018, se determinó
su destitución a partir del 15 del mismo mes y año, mediante Memorándum JRRHH-M-144/2018 de
12 de marzo, se dispuso la suspensión de dicha medida hasta que su hijo cumpla un año de edad,
siendo notificada con esta disposición el 29 de noviembre de dicho año; y, 2) De acuerdo a la
documental adjunta, la impetrante de tutela se encuentra gozando de los beneficios sociales que le
otorga la ley como la lactancia; y, al no haber sido ejecutada la destitución, esta se encuentra
cumpliendo sus funciones de enfermera del Hospital Obrero 2 de la CNS, según se advierte de la
documental que registra el control de asistencia, certificados de trabajo y de cancelación de beneficios
sociales de enero a octubre de ese año.
Asimismo, José Saúl Peredo Ledezma, actual Juez Sumariante de la CNS Regional Cochabamba,
mediante informe cursante de fs. 450 a 453, solicitó se declare improcedente la acción de tutela,
señalando que: i) De acuerdo con la certificación emitida por la COD de 22 de abril de 2015, la
solicitante de tutela estuvo declarada en comisión a partir de junio de 2012 hasta el 29 de mayo
2014, no existiendo documentación que justifique su ausencia desde el 30 de mayo de 2014 hasta el
19 de enero de 2015, fecha en que retornó a su fuente laboral; en consecuencia, por Memorándum
729/2015, el Administrador de la CNS Regional Cochabamba, instruyó el inicio de proceso interno
administrativo en contra de la accionante, toda vez que concluida la declaratoria en comisión sindical
no retornó a su fuente laboral sino hasta después de siete meses, período durante el cual, continuó
percibiendo sus salarios y beneficios sin realizar trabajo alguno; ii) Como resultado del proceso
interno, mediante Resolución Sumarial RC-AS 06/2017 de 10 de abril, fue destituida por faltas
injustificadas a su fuente laboral, decisión que fue ratificada por Resolución de Recurso de
Revocatoria RC-AS 2/2017 de 8 de junio y Resolución de Recurso Jerárquico 48, esta última dispuso
la suspensión de la ejecución de la destitución hasta que su hijo o hija cumpla un año; iii) No resulta
evidente que se vulneró el debido proceso durante la sustanciación del sumario, toda vez que se hizo
conocer a la procesada todas las actuaciones a efectos de que asuma su defensa, habiendo la misma
presentado prueba de descargo, además de solicitar la nulidad del proceso, mismos que fueron
resueltos a través de Resolución Sumarial; y, iv) La accionante nunca fue suspendida ni retirada de
su fuente laboral, porque se precauteló su estado de gravidez, encontrándose actualmente
trabajando en la institución, por lo que no se afectó derecho alguno.
La exautoridad Sumariante Marcelina Revilla Sejas; no obstante, estar legalmente citada y notificada
conforme se evidencia a fs. 596, no estuvo presente en audiencia ni remitió informe alguno.
Jenny Virginia Magne Anzoleaga ex Administradora CNS Regional Cochabamba, pese a su notificación
cursante a fs. 409, no presentó informe escrito, ni acudió a la audiencia de acción de amparo
constitucional.
I.2.3. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Decimocuarta de la Capital del departamento de Cochabamba,
constituida en Jueza de garantías, por Resolución de 30 de noviembre de 2018, cursante de fs. 785
a 796 vta., concedió en parte la tutela solicitada, excepto con relación a los derechos al trabajo, a
la vida, a la salud y a la seguridad social, al encontrarse la accionante trabajando en la CNS Regional
Cochabamba y recibiendo sus beneficios sociales como el subsidio de lactancia; por lo que, dejó sin
efecto la Resolución de Recurso Jerárquico 48, así como el Memorándum JRRHH-M-41/2018, en base
a los siguientes fundamentos: a) Toda resolución debe ser emitida respetando el debido proceso, el
derecho a la defensa, los principios de informalidad, favorabilidad, pro actione y verdad material; en
ese orden correspondía a las autoridades demandadas permitirle producir prueba a la administrada,
sometida a proceso disciplinario interno; b) Se constató que dicho proceso tuvo una duración de más
de dos años y siete meses, incumpliendo los plazos procesales; no se dio respuesta a varios
memoriales presentados por la accionante; asimismo que, la mayor parte de los autos y decretos
expedidos por la Autoridad Sumariante no fueron notificados a la procesada, toda vez que no existen

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las diligencias respectivas; las decisiones de las autoridades que intervinieron no se adoptaron
mediante autos o decretos, prescindiendo de los procedimientos establecidos en la reglamentación
interna; c) Actuaron varias autoridades administrativas como disciplinarias, cuando de acuerdo a
Reglamento el juez sumariante tiene atribuciones en primera instancia hasta la emisión de la
resolución sumarial y de recurso de revocatoria, posteriormente el Recurso Jerárquico debe ser
conocido y resuelto por la Máxima Autoridad Ejecutiva de la entidad, que resulta ser el Gerente
General de la CNS, no pudiendo intervenir otros funcionarios; y, d) Lo manifestado implica la
vulneración del debido proceso y el derecho a la defensa de la peticionante de tutela al no ceñir las
autoridades demandadas sus actos conforme a derecho.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, mediante RM 373/12 de 18 de junio de
2012, reconoció al Directorio de la COD Cochabamba, elegido por la gestión del 30 de mayo de 2012
al 29 de mayo de 2014, encontrándose comprendida como Secretaria de Prensa y Propaganda María
Eugenia Guerrero Miranda (fs. 295 a 296 vta.).
II.2. Por RM 299/14 de 7 de mayo de 2014, se determinó la modificación de la RM 373/12
complementada por RM 740/12 de 28 de septiembre de 2012, reconociendo la ampliación de
mandato del Directorio de la COD Cochabamba del 30 de mayo de 2014 hasta después de la
realización de las elecciones nacionales, excluyéndose de este reconocimiento de Directorio y
declaratoria en comisión a María Eugenia Guerrero Miranda como Secretaria de Prensa y Propaganda
(fs. 307 y vta.).
II.3. A través de la RM 537/14 de 28 de agosto de 2014, se resolvió complementar la RM 299/14
reconociendo la ampliación de mandato del Directorio de la COD Cochabamba, a partir del 30 de
mayo de 2014 hasta la realización del Congreso Nacional Ordinario de la COB posterior a las
elecciones nacionales (fs. 332 y vta.).
II.4. Mediante RM 155/15 de 11 de marzo de 2015, ante la solicitud del Comité Ejecutivo de la COB
de ampliar el mandato del Comité Ejecutivo Nacional de las Confederaciones, Federaciones
Nacionales, Centrales Obreras Departamentales y Centrales Obreras Regionales afiliadas, resolvió
extender dicho mandato hasta el 31 de julio de 2015, ampliándose la declaratoria en comisión de las
organizaciones sindicales hasta esa fecha, conforme las Resoluciones de Reconocimiento de cada
Directorio afiliado a la COB (fs. 265 y vta.).
II.5. A través de la RM 173/15 de 16 de marzo de 2015, se resolvió modificar la RM 299/14,
incluyendo en la nómina de dirigentes reconocidos y declarados en comisión a la accionante María
Eugenia Guerrero Miranda en su calidad de Secretaria de Prensa y Propaganda de la COD
Cochabamba (fs. 263 a 264).
II.6. Mediante nota de 20 de abril de 2015, la COD Cochabamba solicitó la nulidad de la RM 173/15,
señalando que oportunamente se adjuntó la Resolución de Directorio que determinó la exclusión de
María Eugenia Guerrero Miranda por haber sido expulsada de su Sindicato, argumentando que la
misma no realiza vida orgánica, habiendo abandonado sus funciones hace más de un año atrás; en
dicho mérito, se emitió la RM 269/15 de 22 de abril de 2015, que revocó la RM 173/15 manteniendo
firme la RM 299/14 que excluyó del Directorio y de la declaratoria en comisión a la accionante (fs.
259 a 260 vta.).
II.7. Por Memorándum 729/2015 de 14 de mayo, el Administrador de la CNS Regional Cochabamba,
instruyó el inicio de proceso administrativo interno contra María Eugenia Guerrero Miranda, por
incumplir lo dispuesto por el art. 74 inc. c) del Reglamento Interno de Trabajo de la CNS (fs. 240 a
241). En dicho mérito, por Auto Inicial de Proceso Interno Administrativo de 16 de ese año, la
Autoridad Sumariante inició proceso administrativo contra la ahora accionante por la probable
contravención de los arts. 56, 59, 61 inc. y); y, 81 inc. n) del citado Reglamento; 10 inc. a) del Código
de Ética; 48 y 49 del Estatuto de Funcionario Público (EFP); 590 incs. a) y d) del Reglamento del
Código de Seguridad Social; 97 y 100 del Decreto Supremo (DS) 22407 de 11 de enero de 1990; 16

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inc. e) de la Ley General del Trabajo (LGT); 9 inc. e) del Reglamento de la Ley General del Trabajo;
y, 108.1 y 235.1 y 2 de la CPE (fs. 223).
II.8. Mediante Resolución Sumarial RC-AS 06/2017 de 10 de abril, la Autoridad Sumariante concluyó
que la sumariada no se encontraba en comisión sindical y tampoco asistió a su fuente laboral desde
el 30 de mayo de 2014 hasta el 19 de enero de 2015, percibiendo sueldos, bonos de té, aguinaldos
y otros beneficios sin trabajar, causando perjuicio económico a la CNS Regional Cochabamba, en
contravención a los arts. 590 incs. a) y d) del Reglamento del Código de Seguridad Social y 61 inc.
a), 65 y 66 del Reglamento Interno de Personal de la CNS; por lo que, estableció la existencia de
responsabilidad administrativa, imponiendo sanción de destitución si goce de beneficios sociales, solo
quinquenios consolidados (fs. 108 a 112 vta.).
II.9. A través de memorial de recurso de revocatoria presentado el 5 de junio de 2017, la accionante
denunció como vulneratoria a sus derechos la RM 299/14, solicitando como prueba de descargo que
por la Unidad de Asesoría Legal se extienda copia del Informe Legal CITE AI-501/2015 de 31 de
marzo, así como certificación de la Jefatura de Personal acreditando que su persona fue notificada
de forma personal con la citada disposición, precisando además la fecha en la que dicha Jefatura
tuvo conocimiento de la misma (fs. 102 a 105).
II.10. Por Resolución de Recurso de Revocatoria RC-AS 2/2017 de 8 de junio, se ratificó la Resolución
Sumarial RC-AS 06/2017 con el fundamento de que la sumariada no podía alegar desconocimiento
de las Resoluciones Ministeriales por encontrarse en comisión sindical, teniendo conocimiento que
fue excluida de la actividad sindical; por lo que, su obligación era informar de dicha situación al
empleador o en su caso dar a conocer la ampliación de su declaratoria en comisión sindical sin esperar
a que se le notifique con las Resoluciones Ministeriales, aspecto que además no le corresponde a la
CNS (fs. 98 a 101).
II.11. Mediante memorial presentado el 26 de junio de 2017, la accionante interpuso recurso
jerárquico argumentando que, solicitó con anterioridad informes y certificaciones de la Unidad de
Asesoría Legal y de la Jefatura de Personal a los fines de demostrar si consta notificación personal
con la RM 299/14 a su persona, documental que no fue producida a pesar de sus reiterados petitorios,
demostrando que no tuvo conocimiento sobre la exclusión de la declaratoria en comisión (fs. 92 a 95
vta.).
II.12. La accionante a través de su apoderado, por memorial presentado el 14 de noviembre de
2017, ofreció pruebas y argumentando señaló que la Jueza Sumariante no valoró las Resoluciones
Ministeriales adjuntas que demuestran la declaratoria en comisión sindical y que no fue debidamente
notificada para acreditar su ausencia laboral (fs. 30 a 32 vta.).
II.13. Por Resolución de Recurso Jerárquico 48 de 17 de noviembre de 2017, el Gerente General de
la CNS Regional Cochabamba confirmó in extenso la Resolución de Recurso de Revocatoria RC-AS
2/2017; asimismo, dispuso que: “…En caso de acreditarse el estado de gestación de MARÍA
EUGENIA GUERRERO MIRANDA, mediante el ente de seguridad social de Corto Plazo (Caja
Nacional de Salud), se instruye cumplir el Parágrafo VI del Artículo 48 de la Constitución Política del
Estado, es decir que la Resolución tomara efecto hasta cumplidos un (1) año de haber nacido el niño
(a)” (sic [fs. 26 a 29]).
II.14. Cursa Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero, mediante el cual se dispuso la
destitución de la accionante de su fuente laboral (fs. 3).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante, denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, al acceso a
la justicia, a la presunción de inocencia, al juez natural, al trabajo, a la salud, a la vida y al acceso a
la seguridad social y el principio de legalidad, argumentando que, dentro del proceso administrativo
interno seguido en su contra por la CNS Regional Cochabamba: 1) No se observaron los plazos
establecidos en la norma vigente para la recepción de pruebas y emisión de resoluciones, además
que los decretos y autos emitidos por la Sumariante no le fueron notificados; 2) No se le permitió
aportar prueba durante el período probatorio, debido a que la documental ofrecida no fue producida

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por la propia entidad, agravio que no fue considerado en la Resolución de Recurso Jerárquico de 17
de noviembre de 2017; 3) En la sustanciación de la excusa y la recusación de la Jueza Sumariante,
se contravino el procedimiento, además de vulnerarse el derecho al juez natural y el debido proceso,
al haber actuado no solo autoridades disciplinarias sino también administrativas; y, 4) El
Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero -de destitución- no consideró la modulación de la
Resolución Jerárquica por su estado de gravidez y tampoco tomó en cuenta lo previsto en la
Constitución Política del Estado y las demás disposiciones vinculadas a la inamovilidad laboral de la
trabajadora hasta que el hijo o hija cumpla un año.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si los hechos son evidentes, con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho a la defensa en procesos disciplinarios sancionadores
El art. 119.II de la CPE, establece que: “Toda persona tiene derecho inviolable a la defensa. El Estado
proporcionará a las personas denunciadas o imputadas una defensora o un defensor gratuito, en los
casos en que éstas no cuenten con los recursos económicos necesarios”; dicha defensa en proceso,
no solamente se encuentra referida a que en todo momento el procesado o administrado debe contar
con un abogado defensor, sino también y sobre todo a que este derecho se ejercita a través de las
declaraciones prestadas por los involucrados, es decir, el derecho a ser oído. Por otra parte, implica
también presentar toda la prueba que considere necesaria y útil para desvirtuar los cargos que se le
atribuyen; y, en caso de no estar conformes con el pronunciamiento de la autoridad jurisdiccional o
administrativa, el derecho a la defensa se ejercita mediante la interposición de impugnaciones, para
que otra autoridad de mayor jerarquía pueda revisar los actuados practicados en primera instancia,
verificando que estos se encuentren acorde con las disposiciones establecidas en la Constitución
Política del Estado.
En ese sentido la SCP 0567/2012 de 20 de julio, precisando la trascendencia del derecho a la defensa,
estableció que alcanza a los siguientes ámbitos: “...i) el derecho a ser escuchado en el proceso; ii) el
derecho a presentar prueba; iii) el derecho a hacer uso de los recursos; y iv) el derecho a la
observancia de los requisitos de cada instancia procesal”.
“La doctrina también ha desarrollado el alcance del derecho a ser oído, como parte del derecho a la
defensa, en el marco de los procedimientos administrativos, que a decir del tratadista Roberto Dromi,
debe ser comprendido como la efectiva posibilidad de participación en el procedimiento, y que
comprende los derechos a: ‘a) Ser oído. Es la garantía que el procedimiento debe ofrecer a los
administrados, como titulares de un derecho, a exponer sus razones. Ella consiste en: 1) La publicidad
del procedimiento, el leal conocimiento de las actuaciones administrativas (vistas, traslados, etc.)...()
2) La oportunidad de expresar sus argumentaciones antes y después de la emisión del acto
administrativo, interponiendo recursos. 3) El derecho a hacerse patrocinar y representar
profesionalmente; b) Ofrecer y producir prueba. Corresponde a los órganos que intervienen en
el procedimiento administrativo realizar las diligencias tendientes a la averiguación de los hechos que
fundamentan la decisión, sin perjuicio del derecho de los interesados a ofrecer y producir las pruebas
que sean pertinentes. ‘la garantía constitucional de la defensa en juicio exige,
fundamentalmente, que la parte interesada tenga la oportunidad de exponer sus
defensas y ofrecer las pruebas que hacen a su descargo’; en similar razonamiento, el estudioso
Agustín Gordillo, refiriéndose a los principios que regulan el procedimiento administrativo, señala que
el derecho a ser oído y a una decisión fundada, presupone: ‘La publicidad del procedimiento, la
oportunidad de expresar las razones del interesado antes de la emisión del acto administrativo y
desde luego también después, la consideración expresa de los argumentos y de las cuestiones
propuestas, la obligación de decidir expresamente las peticiones, la obligación de fundar las
decisiones, el derecho a hacerse patrocinar por letrado, el derecho a ofrecer y producir la prueba
de descargo, el derecho a que toda prueba razonablemente propuesta sea producida, que
la producción de la prueba sea efectuada antes de que se adopte decisión alguna sobre
el fondo de la cuestión y el derecho a controlar la producción de la prueba hecha por la
administración”’ (el resaltado nos pertenece [SCP 0763/2018-S4 de 14 de noviembre]).

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Infiriendo de la cita efectuada, que la prueba tiene importancia en la sustanciación de todo proceso,
sin ella se estaría resolviendo sin solidez alguna y por mera suposición. En ese entendido toda prueba
presentada debe ser correctamente valorada, puesto que a través de ella se podrá generar
convicción, respecto a si el administrado o procesado incurrió en la comisión -acción u omisión- de la
conducta reprochada motivo del sumario o en su caso, si no existe responsabilidad administrativa
alguna.
III.2. Respecto a la valoración de la prueba mediante la acción de amparo constitucional
La jurisprudencia constitucional a través de varias sentencias, entre ellas la SCP 0340/2016-S2 de 8
de abril, sobre el particular ha señalado que: “De todo lo ampliamente desarrollado al respecto, se
establece en consecuencia que, por regla general, la jurisdicción constitucional está impedida de
ingresar a valorar la prueba, por tratarse de una atribución privativa y exclusiva de las autoridades
jurisdiccionales o administrativas; empero, cuando el accionante cumpla con la carga argumentativa
de señalar con precisión qué pruebas fueron valoradas en apartamiento de los marcos legales de
razonabilidad y equidad previsibles para decidir o cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no
fueron producidas o compulsadas y afectaron el resultado del proceso, esta jurisdicción se halla
facultada de verificar si en dicha labor: i) Las autoridades se apartaron de los marcos legales de
razonabilidad y equidad; ii) Omitieron de manera arbitraria la consideración de ellas, ya sea parcial
o totalmente; y, iii) Basaron su decisión en una prueba inexistente o que refleje un hecho diferente
al utilizado como argumento; y que como consecuencia de ello, se haya generado lesión a derechos
y garantías fundamentales; sin embargo, se reitera que la justicia constitucional, en ningún caso,
podrá pretender sustituir a la jurisdicción ordinaria examinando directamente la misma o volviendo a
valorarla; por cuanto, lo contrario implicaría usurpación de una función que no le está conferida ni
legal ni constitucionalmente.
(…)
Asimismo, la jurisdicción constitucional se abrirá a la revisión de la labor valorativa de la prueba
únicamente cuando el accionante especifique:
a) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos legales de
razonabilidad y equidad previsibles para decidir;
b)Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas (…); y,
c) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo
conducente, dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó
a practicarse, no obstante haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la
Resolución final” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, al acceso a
la justicia, a la presunción de inocencia, al juez natural, al trabajo, a la salud, a la vida, al acceso a
la seguridad social; y, al principio legalidad, afirmando que, no se observaron los plazos establecidos
en la norma vigente para la recepción de pruebas y emisión de resoluciones; además, que los
decretos y autos emitidos por dicha autoridad no le fueron notificados; asimismo, no se le permitió
aportar prueba durante el período probatorio, debido a que la documental ofrecida no fue producida
por la propia entidad, agravio que no fue considerado en la Resolución del Recurso Jerárquico 48 de
17 de noviembre de 2017; por otra parte, refirió que en la sustanciación de la excusa y la recusación
de la Jueza Sumariante, se contravino el procedimiento; además, de vulnerarse el derecho al juez
natural y al debido proceso, al haber actuado no solo autoridades disciplinarias sino también
administrativas; y, finalmente que, el Memorándum JRRHH-M-41/2018 de 11 de enero -de
destitución- no consideró la modulación de la Resolución de Recurso Jerárquico 48 por su estado de
gravidez y tampoco tomó en cuenta lo previsto en la Constitución Política del Estado y las demás
disposiciones vinculadas a la inamovilidad laboral de la trabajadora hasta que el hijo o hija cumpla
un año.

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Al respecto, corresponde señalar que tanto la Jueza Sumariante como la autoridad jerárquica de la
CNS se refirieron a la prueba extrañada por la impetrante de tutela, señalando específicamente la
primera, que el Informe Legal CITE A.J.-501/2015 de 31 de marzo, emitido por el Asesor Legal a.i.
de la CNS; que según la procesada resolvía la inexistencia de responsabilidad o falta administrativa,
simplemente realizó recomendaciones respecto a su situación laboral en el Hospital Obrero 2 de la
CNS y a la declaratoria en comisión sindical, no constituyendo prueba que coadyuve a determinar la
existencia o no de responsabilidad administrativa; en cuanto a la certificación de la Jefatura de
Recursos Humanos, se precisó que la Central Obrera Boliviana (COB) remitió literal mediante la cual
esta entidad certificó que María Eugenia Guerrero Miranda estuvo declarada en comisión desde el
mes de junio de 2012 al 29 de mayo 2014. Lo propio, a tiempo de emitir la Resolución de Recurso
Jerárquico 48, el Gerente General de la CNS fue enfático al señalar que la notificación y
emplazamiento con su exclusión de la lista de los favorecidos con la ampliación de la declaratoria en
comisión sindical en virtud de la RM 299/14 de 7 de mayo de 2014, era de responsabilidad de la
recurrente y que en su momento la Administración de la CNS Regional Cochabamba no fue notificada
con la citada Resolución; aspecto que tendría que haber sido resuelto por la COD Cochabamba
mediante su Tribunal de Honor y/o regímenes disciplinarios.
Por otra parte, la prueba extrañada si se encuentra en los antecedentes del proceso disciplinario (fs.
68 a 73), la cual por lo precedentemente expuesto fue valorada por la Autoridad Sumariante; al
respecto, la jurisprudencia constitucional citada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, referida al derecho a la defensa en los procesos disciplinarios
sancionadores, que a su vez está integrado por el derecho a presentar prueba, señala que esta debe
ser producida antes de la emisión del acto administrativo como ocurrió en el caso concreto con el
Informe Legal CITE A.J.-501/2015 y en cuanto a la certificación de la Jefatura de Recursos Humanos
por la que se pretendía acreditar si la accionante fue o no notificada con la RM 299/14, también
existe un pronunciamiento, habiendo razonado la Autoridad Sumariante que, al emerger la citada
disposición del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social a solicitud de la COB y la COD
Cochabamba, tiene que ser dicha instancia la que se pronuncie al respecto. Dicho entendimiento se
funda en la facultad de la referida cartera de Estado de declarar en comisión a los dirigentes de
centrales nacionales, confederaciones y federaciones nacionales y departamentales de trabajadores,
mediante resolución ministerial expresa, con goce del ciento por ciento de sus haberes y demás
beneficios sociales mientras desempeñen sus funciones sindicales, conforme prevé el art. 97 del DS
22407 de 11 de enero de 1990, como una medida protectora del derecho a organizarse en sindicatos
en el marco del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y específicamente lo
dispuesto por el art. 51 de la CPE; por lo mismo, los trabajadores que son declarados en comisión
sindical deben contar con la resolución que acredite este extremo, pues de otro modo no podrían
ejercer su actividad sindical; en ese sentido, frente a la decisión del Ministerio del ramo de excluir a
la accionante de la declaratoria en comisión, asumida mediante RM 299/14, no puede atribuirse a la
CNS la notificación o falta de esta con la disposición administrativa mencionada; puesto que, esta
entidad no la emitió y por lo mismo no tiene facultades para su cumplimiento.
En conclusión, conforme refiere el Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, la jurisdicción constitucional se encuentra vedada de revisar la valoración probatoria
de jueces y tribunales de la jurisdicción ordinaria, así como de las autoridades administrativas; a no
ser que, el accionante cumpla con los requisitos establecidos en la jurisprudencia invocada. En el
caso concreto, si bien la solicitante de tutela individualizó la prueba extrañada afirmando que, no
obstante, de haberla ofrecido no fue producida por la propia entidad, incidiendo además en la
importancia de esta para desvirtuar los hechos endilgados; sin embargo, como también se encuentra
expuesto líneas arriba, este extremo no resulta evidente porque las pruebas extrañadas constan en
el expediente y fueron valoradas por la Jueza Sumariante, resultando infundadas tales aseveraciones.
Asimismo, habrá que considerar que si bien la RM 173/15 de 16 de marzo de 2015, modificó lo
dispuesto por la RM 299/14, incluyendo a la impetrante de tutela en la nómina de dirigentes
reconocidos y declarados en comisión; a solicitud de la COD Cochabamba mediante nota de 20 de
abril de 2015, estableciendo que la prenombrada fue expulsada de su sindicato y que además no

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realizaba vida sindical por haber abandonado sus funciones por más de un año, el Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social emitió la RM 269/15 de 22 de abril de 2015, revocando la RM
173/15 y manteniendo subsistente la RM 299/14; al respecto, es pertinente señalar que si bien el
art. 51.III y IV de la CPE reconoce y garantiza el derecho a la sindicalización de los trabajadores del
país, conforme prevé el art. 100 del DS 22407: “Los dirigentes sindicales, a la finalización de sus
mandatos, deben restituirse a las funciones de trabajo que ocupaban en el momento de haber sido
declarados en comisión”; infiriendo que, cumplido el fin por el cual fueron declarados en comisión,
los dirigentes sindicales tienen el deber de constituirse nuevamente a su lugar de trabajo informando
de ello tanto al empleador como a su entidad matriz.
Con relación a la duración por más de dos años del proceso administrativo interno, en los que la
accionante habría advertido vulneraciones al marco normativo previsto en la Ley de Administración y
Control Gubernamentales, su Decreto Reglamentario y el Reglamento Interno de Personal de la CNS;
no es menos evidente que, la impetrante de tutela en su oportunidad tuvo a su alcance los
mecanismos procesales como los recursos de revocatoria y jerárquico para hacer valer sus derechos;
así se tiene que, el recurso de revocatoria en el que constan como agravios la designación de la
nueva Autoridad Sumariante, la nulidad por falta de notificación con la prueba de cargo, el
planteamiento de la excepción de prescripción administrativa, la falta de fundamentación, así como
la prueba que no habría sido producida, fueron respondidos en el Considerando II de la Resolución
RC-AS 2/2017 de 8 de junio; del igual manera, estos mismos argumentos planteados también en el
recurso jerárquico, sumados al reclamo sobre la notificación a la recurrente con la RM 299/14,
tuvieron respuesta en la Resolución de Recurso Jerárquico 48; en consecuencia, no resulta evidente
la denuncia de falta de respuesta a los memoriales y falta de notificación con los decretos y los autos
emitidos por la Autoridad Sumariante, desvirtuando con ello la presunta lesión de los derechos al juez
natural y al debido proceso.
En cuanto a la vulneración de los derechos al trabajo, a la salud, a la vida y al acceso a la seguridad
social, denunciados por la impetrante de tutela en razón al Memorándum JRRHH-M-41/2018, que
determinó su destitución, privándole además del goce de sus beneficios sociales, sin considerar lo
dispuesto en la señalada Resolución de Recurso Jerárquico respecto a su estado de gravidez,
omitiendo lo previsto en la Constitución Política del Estado y las demás disposiciones vinculadas a la
inamovilidad laboral de la madre gestante hasta que su hija o hijo cumpla un año; cursa en obrados,
el Memorándum JRRHH-M-144/2018 de 12 de marzo, disponiendo que la medida anterior quedaba
suspendida hasta el cumplimiento del año de vida del hijo de la accionante (Conclusión II.9); aspecto
que, además es corroborado por los Informes presentados por el Gerente General y el Administrador
Regional, así como de la actual Autoridad Sumariante, todos de la CNS Cochabamba; por lo cual, los
efectos del acto reclamado ya cesaron, siendo esta una causal de improcedencia de la tutela
impetrada conforme al art. 53.2 del Código Procesal Constitucional (CPCo).
Por lo señalado, la Jueza de garantías, al conceder en parte la tutela, no efectuó una adecuada
compulsa de los antecedentes del caso, de la jurisprudencia aplicable y de los alcances de esta acción
de defensa.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución de 30 de noviembre de 2018, cursante de fs. 785 a 796
vta., pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Decimocuarta de la Capital del departamento
de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, conforme los fundamentos de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO

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Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0680/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29121-2019-59-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 03/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 21 a 23, pronunciada dentro la
acción de amparo constitucional interpuesta por Santusa Juana Mamani Condori de Gaspar
contra Walter Cerrogrande Ventura, y Rosio Alexa Escobar Tovar, Presidente y Secretaria
del Concejo Municipal de Huanuni del departamento de Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 8 y 15 de mayo de 2019, cursantes de fs. 5 a 9 y 11, la accionante
señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 25 de febrero de 2019, presentó nota dirigida al Concejo Municipal de Huanuni del departamento
de Oruro, pidiendo la reincorporación a su cargo como Concejala, ante la falta de pronunciamiento,
reiteró su solicitud nuevamente el 21 de marzo de igual año, aclarando esta vez que se ampara en
el art. 24 de la Constitución Política del Estado (CPE).
El 27 de marzo de 2019, recibió una carta suscrita por los ahora demandados quienes bajo la suma
de “…‘Respuesta a memorial en cumplimiento a petición en el Art. 24 de la C.P.E’…” (sic) le indicaron
que su petición fue analizada en el pleno del Concejo del mencionado Municipio, el cual habría
determinado remitir dicha solicitud a la comisión jurídica para que emita un informe dentro del plazo
establecido por la norma; pronunciamiento que no puede considerarse como una respuesta formal y
pronta que resuelva el fondo de lo solicitado.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de su derecho a la petición, citando al efecto el art. 24 de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que el Concejo Municipal de Huanuni le otorgue respuesta
motivada y fundamentada a las notas que presentó el 25 de febrero y 21 de marzo de 2019.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 21 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 19 a 20,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante, a través de su abogado ratificó el contenido íntegro de su memorial de acción de
amparo constitucional y a su vez acotó que; el Concejo Municipal de Huanuni, compuesto por cinco
concejales, dos de ellos, el Presidente y la Secretaria de dicho órgano firmaron la supuesta respuesta
que no resolvió el fondo de la petición respecto a la aceptación o rechazo de la reincorporación
laboral, convirtiéndose este aspecto en una vulneración a su derecho a la petición.
I.2.2. Informe de los demandados
Walter Cerrogrande Ventura y Rosio Alexa Escobar Tovar, Presidente y Secretaria del Concejo
Municipal de Huanuni, no remitieron informe escrito ni tampoco se presentaron en audiencia, pese a
su notificación cursante a fs. 14 y 17.

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I.2.3. Resolución
El Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal, Administrativo, Coactivo Fiscal
y Tributario Primero de Huanuni del departamento de Oruro, constituido en Juez de garantías,
mediante Resolución 03/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 21 a 23, concedió la tutela solicitada,
disponiendo que los demandados respondan las notas de 22 de febrero y 20 de marzo de 2019 -
presentadas por la accionante el 25 de febrero y 21 de marzo respectivamente-, en el plazo de
cuarenta y ocho horas; decisión asumida en base a los siguientes fundamentos: a) Los prenombrados
a través de Oficio CITE: H.C.M.H. 211/2019 de 27 de igual mes, trataron de deslindar su
responsabilidad; sin embargo, la misma no puede ser considerada una respuesta consistente en la
petición de reincorporación por parte de la solicitante de tutela; toda vez que, no se fundó en ninguna
norma que establezca para petitorios de dicha naturaleza debiera remitirse a la Comisión Jurídica
para la emisión de un criterio técnico; y, b) Se advirtió vulneración del derecho reclamado; en razón
a que, no se dictó un fundamento que permita resolver la solicitud principal, coligiendo que no existe
un pronunciamiento oportuno dentro de un plazo razonable.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por nota presentada el 25 de febrero de 2019, ante el Concejo Municipal de Huanuni del
departamento de Oruro, Santusa Juana Mamani Condori -ahora accionante- solicitó su
reincorporación al cargo de Concejala de dicho Municipio (fs. 2 y vta.).
II.2. A través de memorial presentado el 21 de marzo de igual año, la prenombrada reiteró su
solicitud de reincorporación, amparándose en el derecho constitucional de petición previsto en el art.
24 de la CPE (fs. 3 y vta.).
II.3. Mediante Oficio CITE H.C.M.H. 211/2019 de 27 de igual mes, el Presidente y Secretaria del
mencionado Concejo -demandados-, le indicaron a la impetrante de tutela que su petición sería
remitida a la Comisión Jurídica de dicho órgano, para que conforme su Reglamento interno, evacúe
informe dentro de los plazos previstos en la referida norma (fs. 4).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de su derecho a la petición, ya que habiendo solicitado su
reincorporación al Concejo Municipal de Huanuni del departamento de Oruro, mediante nota de 25
de febrero de 2019, dicho petitorio no fue respondido y ante su reiteración efectuada el 21 de marzo
de igual año, el pleno del citado órgano deliberante, a través de Oficio CITE H.C.M.H. 211/2019 de
27 del citado mes, determinó que la misma sea remitida a la Comisión Jurídica para la elaboración
de informe; de tal manera que, no recibió una respuesta formal y pronta, en sentido positivo o
negativo sobre el fondo de su pretensión.
III.1. El derecho de petición y el deber de otorgar respuesta formal y oportuna
En cuanto al ejercicio y protección de dicho derecho la SC 1995/2010-R de 6 de octubre, señaló que:
“Conforme a la norma constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral o
escrita, sin la exigencia de formalidades en la formulación de la petición, pues sólo se requiere la
identificación del peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace referencia a
una respuesta formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser escrita, dando una
respuesta material a lo solicitado ya sea en sentido positivo o negativo, dentro de plazos previstos
en las normas aplicables o, a falta de éstas, en términos breves, razonables.
El contenido esencial establecido en la Constitución coincide con la jurisprudencia constitucional
contenida en las SSCC 0981/2001-R y 0776/2002-R, entre otras, en las que se señaló que este
derecho: ‘…es entendido como la facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual
o colectivamente ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener
una pronta resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería
de efectividad el derecho’. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada
la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta

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resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin embargo, el sentido
de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida podrá ser
positiva o negativa’.
(…)
Asimismo, la SC 0843/2002-R de 19 de julio ha establecido: ‘que la exigencia de la autoridad pública
de resolver prontamente las peticiones de los administrados, no queda satisfecha con una mera
comunicación verbal, sino que es necesario que el peticionante obtenga una respuesta formal y
escrita, que debe ser necesariamente comunicada o notificada, a efecto de que la parte interesada,
si considera conveniente, realice los reclamos y utilice los recursos previstos por Ley’”.
En ese mismo sentido, la SCP 0083/2015-S3 de 10 de febrero, citando a la SC 1742/2004-R de 29
de octubre, sostuvo que: ‘“…el núcleo esencial del derecho de petición reside en el derecho que tiene
la persona, a una eficaz y oportuna respuesta respecto a la solicitud o impugnación dirigida a la
respectiva autoridad. Conforme a esto, la respuesta para que sea eficaz tiene que comprender y
resolver el fondo de lo pedido y ser comunicada al peticionario. Se incurre en una vulneración del
derecho constitucional fundamental de petición, cuando no se satisface alguna de estas dos
exigencias; lo cual no implica que la petición deba resolverse siempre, accediendo a lo solicitado”’
(Las negrillas son nuestras).
Finalmente, puntualizando los alcances de protección de este derecho, la SCP 0543/2019-S3 de 2 de
septiembre, estableció lo siguiente: «Asimismo, corresponde precisar en relación a la importancia del
derecho a la petición como derecho fundamental y la consecuencia o resultado que tiene cuando se
vulnera el mismo, sobre la base de lo previsto en la CPE y en lo referido por la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre, la SCP 0830/2015-S2 de 12 de agosto, indicó que: “Del
espíritu de las normas citadas precedentemente se colige el reconocimiento del derecho de petición
como derecho fundamental inherente a la persona humana, en efecto, la eficacia del derecho objeto
de estudio permite a las personas dirigirse a los poderes públicos, autoridades y personas
particulares, formulando peticiones con contenidos diversos y obtener respuestas a las mismas.
Estado Social y Democrático de Derecho se caracteriza entre otros aspectos, en que los depositarios
del poder público se pongan al servicio de la sociedad. En este sentido, el derecho de petición se
configura sobre la base de dos presupuestos indisolubles entre sí; es decir, el contenido esencial del
derecho objeto de análisis, descansa sobre dos pilares esenciales; primero, la facultad que tiene
toda persona de formular peticiones, escritas o verbales, individuales o colectivas, ante
los órganos del poder público, autoridades y personas particulares, cuya única condición -
de acuerdo al texto constitucional precedentemente citado- es la “identificación del peticionario”; y,
segundo, recibir una respuesta clara, precisa, concreta, de fondo y dentro de un plazo
razonable. Entonces, la vigencia plena del derecho de petición supone la sinérgica concurrencia de
ambos presupuestos.
En el contexto de lo referido precedentemente, la vulneración del derecho de petición implica
la existencia de cualquier tipo de obstáculos o impedimentos destinados a neutralizar la
formulación de peticiones escritas y verbales ya sean estos de carácter individual o
colectivo; asimismo, también implica transgresión del mismo, cuando los órganos,
autoridades y personas ante quienes se dirige el petitorio, omiten efectuar una
respuesta, o la responden de manera evasiva, infundada, incongruente, fuera de una
plazo razonable o, cuando pese a existir una respuesta concreta no la ponen en conocimiento del
solicitante de manera pronta y oportuna, provocando incertidumbre en el solicitante. En este sentido,
el derecho de petición no se satisface necesariamente con una respuesta positiva o en la medida que
satisfaga las perspectivas del peticionante, sino que, una contestación aunque negativa también
garantiza la eficacia del derecho analizado, siempre que sea emitida de manera coherente,
congruente y dentro de un plazo razonable, para luego comunicar a la persona solicitante o por lo
menos asegurándose que el solicitante asumió conocimiento del mismo.
(…)

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Y en similar sentido, la SC 1068/2010-R de 23 de agosto, en el Fundamento Jurídico III.2 señaló: “La


Constitución Política del Estado actual ha ubicado a este derecho en el art. 24, dentro de la categoría
de los derechos civiles, pues se entiende que parten de la dignidad de la persona entendiendo que
cuando se aduzca el derecho de petición la autoridad peticionada, ya sea dentro de cualquier trámite
o proceso, éste tiene el deber respecto al u otros individuos de responder en el menor tiempo y de
forma clara. En resumen las autoridades vulneran el derecho a petición cuando: a) La respuesta no
se pone en conocimiento del peticionario; b) Se presenta la negativa de recibirla o se obstaculiza su
presentación; c) Habiéndose presentado la petición respetuosa, la autoridad no la
responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no es atendida de manera clara,
precisa, completa y congruente con lo solicitado”.
Concluyendo de lo manifestado y de las citas jurisprudenciales, que la petición como derecho
fundamental inherente a la persona humana, no solamente implica la respuesta positiva o negativa,
sino también que esta sea fundamentada, evitando omitir los motivos que sustentaron la respuesta
legalmente, oportuna y que de manera efectiva se haga conocer la contestación al peticionante, pues
lo contrario también se entenderá como vulnerado » (el resaltado es propio).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante manifestó que el 25 de febrero de 2019, presentó nota dirigida al Concejo Municipal
de Huanuni del departamento de Oruro (Conclusión II.1), mediante la cual solicitó a sus miembros
que procedan a su reincorporación al cargo de Concejala; postulación que al no ser atendida, fue
reiterada por memorial de 21 de marzo de igual año, invocando el derecho a la petición, impetró una
respuesta formal y pronta (Conclusión II.2); solicitud que mereció el Oficio CITE: H.C.M.H. 211/2019
de 27 del indicado mes (Conclusión II.3); en el que, los codemandados le informaron que su
pretensión sería remitida a la Comisión Jurídica, misma que no puede ser considerada como una
respuesta, ya que no resuelve lo incoado; vulnerando de esta forma el derecho aludido.
Conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, el ejercicio del derecho a la petición previsto por el art. 24 de la CPE, implica que una
vez efectuada la misma ante una autoridad o funcionario público, a la persona requirente le asiste el
derecho a obtener una respuesta pronta y oportuna por parte del Estado o de cualquier institución
pública o privada, mediante los funcionarios a cargo de la entidad a la cual se requirió, quienes por
mandato constitucional se encuentran en la obligación de satisfacer y dar una contestación coherente
a la solicitud efectuada debidamente motivada y fundamentada; sea esta de forma positiva o
negativa, y de manera oportuna o dentro de un plazo razonable; decisión que está condicionada a
las circunstancias de cada caso en particular.
En el marco de la jurisprudencia expuesta en el referido Fundamento Jurídico, se tiene que el derecho
a la petición, puede ser ejercido de manera oral o escrita, sin la exigencia de formalidades en su
presentación, siendo el único requisito exigible, que el peticionario se identifique como tal,
correspondiendo al servidor público o privado a quien se le formula la solicitud, proporcionar una
respuesta formal escrita, ya sea en sentido positivo o negativo, dentro de los plazos previstos en las
normas aplicables; o, a falta de estas, una explicación en términos breves y razonables; toda vez
que, cuando la autoridad a quien se presenta una petición, no la atiende o la responde de tal forma
que no colme las expectativas del requirente, se tendrá este derecho por vulnerado.
Precisados los alcances de protección de este derecho fundamental, en el caso de autos se evidencia
que la nota presentada el 25 de febrero de 2019, por la peticionante de tutela, dirigida al Concejo
Municipal de Huanuni, a través de la cual solicitó se proceda a su reincorporación a las funciones de
Concejala del Municipio de Huanuni, no fue respondida; por tal razón, fue reiterada mediante
memorial presentado el 21 de marzo de igual año; en cuyo antecedente los demandados emitieron
el Oficio H.C.M.H. 211/2019 de 27 de similar mes comunicándole que: “… habiendo presentado
memorial en Secretaria administrativa del Concejo Municipal y recepcionada bajo el file
285; luego de un análisis, consideración y debate el pleno del Concejo a determinado
remitir dicho memorial a la Comisión Jurídica para que conforme determina el
Reglamento Interno evacue informe dentro de los plazos previstos en la referida norma”

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 363


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(sic); nota que no puede ser considerada bajo ningún aspecto una contestación acorde a los
razonamientos jurisprudenciales glosados precedentemente, de los cuales se extrae que el núcleo
esencial del derecho a la petición es el de obtener respuesta pronta y oportuna; que además, resuelva
el fondo de lo peticionado, ya sea en forma positiva o negativa, expresando de manera motivada y
fundamentada las razones que justifican la decisión asumida; presupuestos que no concurren en la
citada nota; más al contrario se tiene que los hoy demandados adoptaron una actitud evasiva
respecto a la solicitud de fondo de la ahora accionante, cuando luego de transcurridos más de dos
meses desde la presentación del memorial realizada el 25 de febrero de 2019, determinaron remitir
su pretensión a la Comisión Jurídica para que evacue un informe soslayando con esta medida otorgar
una solución material sobre la necesidad de reincorporación de la solicitante de tutela al cargo de
Concejala del Municipio de Huanuni, sin advertir que el derecho a la petición por su carácter
instrumental se satisface, viabilizando una respuesta pronta o en su caso dentro de un plazo
razonable; lo que no aconteció en el caso manteniendo a la impetrante de tutela en una incertidumbre
respecto a la aceptación o rechazo de su reincorporación por falta de una respuesta oportuna; por lo
que, de manera inequívoca se concluye que los demandados incurrieron en lesión del derecho a la
petición consagrado en el art. 24 de la CPE; consiguientemente, corresponde conceder la tutela
demandada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber concedido la tutela impetrada, actuó de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 03/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 21 a 23,
pronunciada por el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal, Administrativo,
Coactivo Fiscal y Tributario Primero de Huanuni del departamento de Oruro; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos expuestos por el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0681/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29122-2019-59-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución AAC. 30/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 181 a 184, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por María del Carmen Rodríguez
Uribe contra José Miguel Bustamante Amaya, Rector de la Universidad Central (UNICEN)
subsede Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 14 de mayo de 2019, cursante de fs. 9 a 12 vta., la accionante expresó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Ingresó a trabajar a la UNICEN el 2017, en tareas propias de la entidad como docente universitaria,
desde marzo hasta junio de esa gestión en las asignaturas de Estrategias Promocionales,
Comportamiento del Consumidor I, Administración I, e Introducción a la Ingeniería Comercial, como
acredita el certificado de trabajo de 29 de julio del indicado año, continuando en el segundo periodo
académico mediante contrato de trabajo a plazo fijo y tiempo completo del 3 de agosto al 25 de
noviembre del año referido. En la gestión 2018, continuó con las mismas tareas con un nuevo e igual
contrato del 5 de marzo al 1 de diciembre; el 16 de febrero de 2019, le entregaron el Oficio CITE
DAC 022/19 de esa fecha, de inicio de actividades académicas periodo I/2019, incluidos los horarios
de clases; empero, el 18 del precitado mes y año se le comunicó que la referida casa superior de
estudios prescindió de sus servicios, quedando desvinculada de la mencionada entidad.
En base a estos antecedentes, la Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba, dictó la Resolución
Administrativa (RA) 142/19 de 29 de abril de 2019, revocando una primera determinación y
disponiendo la reincorporación inmediata a su fuente laboral, más el pago de salarios devengados,
la que fue comunicada al titular de la UNICEN para que cumpla en tres días con la referida orden;
empero, en lugar de hacerlo, el 13 de mayo del mismo año, informó que no se procedería conforme
a la conminatoria, hecho verificado por la Notaria de Fe Pública que levantó el acta respectiva.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al trabajo y a una fuente laboral estable, citando al
efecto los arts. 46.I y II y 49.III de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) La protección inmediata de sus derechos al trabajo sin
discriminación y a la estabilidad laboral; b) El cumplimiento inmediato de la conminatoria laboral
contenida en la RA 142/19, más el pago de salarios devengados; y, c) La condenación de costas.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 22 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 178 a
180, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado ratificó los términos de su acción tutelar y ampliando la misma
señaló: 1) Ante su desvinculación laboral acudió a la Jefatura Departamental de Trabajo

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Cochabamba, que valorando los elementos aportados comprobó su relación laboral con la entidad en
tareas propias y permanentes de la misma, no siendo necesario que haya sido continua; 2) Se
pretende la aplicación de la SCP 0260/2018-S4 de 11 de junio, que reconduce la jurisprudencia
constitucional, determinando que el Tribunal de garantías no tiene competencia para revisar
antecedentes, datos, o si la resolución está fundamentada o no, asumiendo la calidad de garante de
la ejecución de la conminatoria para proteger el derecho al trabajo; y, 3) Cualquier reclamo u
observación del empleador respecto de la conminatoria de reincorporación, debe resolverse en la vía
jurisdiccional.
Haciendo uso del derecho a la réplica, manifestó que la determinación de primera instancia de que
se acuda a la vía llamada por ley por argumentos contradictorios, fue revocada a raíz de nuevos
documentos que acreditaron que no hubo interrupción, y que si existió relación y dependencia
laboral; es decir, que el 30 de enero de 2019, seguía asistiendo a la entidad como docente y
posteriormente le pasaron a su correo electrónico el horario y programación de actividades de la
materia.
I.2.2. Informe del demandado
José Miguel Bustamante Amaya, Rector de la UNICEN, presentó informe escrito de 22 de mayo de
2019, cursante de fs. 164 a 177 vta., señalando que: i) No existió despido injustificado, por ende no
procedió la denuncia de reincorporación por haber operado simple y llanamente la conclusión de un
pacto; entre cada contrato transcurrió un plazo de noventa o más días sin que realice actividad
alguna, porque el periodo académico está configurado por semestres con fecha de inicio y conclusión
y durante el receso no existen actividades de enseñanza, y en cada contrato se procedió al pago de
beneficios sociales mediante formularios de finiquitos visados por la Jefatura Departamental de
Trabajo; ii) Los contratos a plazo fijo suscritos por UNICEN tienen respaldo no solo de la RA 650/2007
-del Viceministerio de Trabajo, Desarrollo Laboral y Cooperativas-, sino también del Decreto Ley (DL)
16187 de 16 de febrero de 1979, en función a que la vigencia de los periodos académicos se
encuentra predeterminada en su inicio y conclusión; iii) Por Resolución de 26 de marzo de 2019, el
Jefe Departamental de Trabajo Cochabamba se pronunció estableciendo categóricamente la
existencia de hechos controvertidos sobre la cantidad de contratos, la sucesión de los mismos, los
cargos desempeñados y si fueron en tareas propias y permanentes, además del pago de beneficios
sociales, disponiendo la declinatoria de competencia de la entidad; iv) El trabajo posterior al contrato
como Tribunal de Defensa de Grado, es ajeno al trabajo docente en el que se contrata profesionales,
creando un vínculo de naturaleza civil bajo la modalidad de prestación de servicios, por no existir
subordinación y dependencia; v) Impugnado el precitado fallo, mereció la RA 142/19, que revocó la
anterior por apartarse de los antecedentes fácticos y del Informe remitido por el Responsable Legal,
que no contiene los más esenciales elementos de apreciación de los hechos, documentos, y una
correcta argumentación jurídica que le sirva de sustento, estableciendo en consecuencia que hubo
despido injustificado para generar una denuncia de reincorporación, además de usurpar funciones;
y, vi) La “Conminatoria MTEPS/JDTCBBA” -lo correcto es RA- 142/19, contiene vicios y falencias
como la afirmación de que las funciones de docencia coadyuvan al logro de la finalidad principal de
la institución que es impartir educación superior, constituyendo una tarea propia y permanente, sin
considerar que UNICEN suscribe contratos a plazo fijo por periodos determinados, no siendo
desconocido que de semestre a semestre hay un intervalo en que no se pasa clases. Por lo expuesto
solicitó se deniegue la tutela.
En audiencia, indicó que entre la documentación que presentó, está una invitación a defensa privada
de tesis que se realiza a todos los docentes y la carta de aclaración de presentación a la mencionada
defensa; la Resolución de revocatoria no precisa las cartas mencionadas por la accionante, que no
fueron escondidas y fueron acompañadas a los antecedentes.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución AAC. 30/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 181 a 184, concedió la tutela solicitada,
disponiendo que la autoridad demandada en su condición de Rector de la UNICEN dé cumplimiento

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inmediato a la conminatoria de reincorporación de la accionante conforme determinó la RA 142/19,


con los siguientes fundamentos: a) Conforme a las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0478/2017-S2 de 22 de mayo y 0719/2016-S2 de 8 de agosto, se debe prescindir del principio de
subsidiariedad cuando se demande la reincorporación ante un despido injustificado con el único
requisito de acudir previamente a la Jefatura Departamental de Trabajo a objeto de que conmine al
empleador a la restitución, haciéndose viable ante su incumplimiento la tutela constitucional; b)
Cuando el Tribunal Constitucional Plurinacional advierte la inobservancia de una conminatoria de
reincorporación deberá conceder la tutela de manera provisional ordenando al empleador su
cumplimiento de forma inmediata, la que podrá ser modificada en un posterior proceso judicial o
administrativo; c) Hay una clara inobservancia de la parte demandada a las determinaciones de la
Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba, por lo que en coherencia con la jurisprudencia
constitucional es posible la concesión de la tutela solicitada, debiendo darse estricto cumplimiento a
la conminatoria; y, d) La justicia constitucional está imposibilitada de analizar si la conminatoria
realizó una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar la reincorporación, o si los
datos, hechos o circunstancias ameritaban tal determinación, debido a que eso corresponde a la
jurisdicción ordinaria que tiene una etapa amplia de producción de prueba y la discusión y valoración
de hechos controvertidos.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por contrato de servicios profesionales de 1 de marzo de 2017, la UNICEN contrató a María del
Carmen Rodríguez Uribe -accionante- como Facilitadora para la orientación y guía en el desarrollo de
las asignaturas de ICO441-COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR I, ICO442-ESTRATEGIAS
PROMOCIONALES y ADM511-ADMINISTRACIÓN I, del 1 de marzo al 24 de junio de igual año;
mediante contrato de trabajo de 3 de agosto del citado año, la solicitante de tutela fue contratada
por la UNICEN, como docente de tiempo completo del periodo académico regular II-2017, para
desempeñar las funciones de asesoramiento en el desarrollo de actividades académicas, bajo la
modalidad a plazo fijo computable a partir de la fecha del documento hasta el 25 de noviembre del
referido año; asimismo, mediante contrato de trabajo de 5 de marzo de 2018, fue contratada en las
mismas condiciones por los periodos académicos regulares I-2018 y II-2018, por un plazo fijo
comprendido entre la fecha del documento y el 1 de diciembre de 2018 (fs. 57 y vta.; y, 36 a 37
vta.).
II.2. A través de certificado de 29 de julio de 2017, emitido por José Miguel Bustamante Amaya -
demandado-, se acredita que la peticionante de tutela prestó sus servicios profesionales como
Facilitadora y asesorando en actividades académicas en los periodos I-2017 de 1 de marzo al 24 de
junio de 2017, en diferentes carreras y asignaturas (fs. 35).
II.3. Constan notas de invitación a defensa de proyectos, designación como miembro de Tribunal de
Defensa de Proyecto de Grado dirigidas a la accionante en distintas fechas comprendidas entre el 27
de noviembre de 2017 y el 30 de enero de 2019, y de bienvenida al inicio de actividades académicas
del periodo I/2019 de 16 de febrero, por los encargados de diferentes instancias de la UNICEN;
asimismo, correos electrónicos enviados por la mencionada entidad a la impetrante de tutela de 15
y 18 de febrero del referido año, acompañando documentos académicos en archivo adjunto (fs. 18
a 22 y 45 a 51).
II.4. Mediante Resolución de 26 de marzo de 2019, la Jefatura Departamental de Trabajo
Cochabamba, declinó el conocimiento de la denuncia de reincorporación instada por la accionante,
por existir hechos controvertidos (fs. 96 y vta.).
II.5. Cursa memorial presentado el 29 de marzo de 2019, por el que la accionante interpuso recurso
de revocatoria contra la precitada Resolución, pidiendo se disponga su reincorporación (fs. 91 a 93).
II.6. Por RA 142/19 de 29 de abril de 2019, el Jefe Departamental de Trabajo Cochabamba,
resolviendo el antedicho recurso de revocatoria, conminó a la UNICEN, proceder a la reincorporación
de la trabajadora María del Carmen Rodríguez Uribe, en el último cargo que venía desempeñando así

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como la cancelación de salarios devengados y demás derechos laborales que le correspondan hasta
el día de su reincorporación efectiva, otorgándose el plazo de tres días improrrogables a partir de su
notificación con la mencionada Resolución (fs. 6 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de su derecho al trabajo y a una fuente laboral estable; debido a
que, no obstante de ser contratada por la UNICEN en tareas propias de la entidad como Docente
Universitaria a través de tres contratos, y de entregarle el Oficio CITE DAC 022/19 de 16 de febrero,
de inicio de actividades académicas periodo I/2019, incluidos los horarios de clases; el 18 del mismo
mes y año, prescindieron de sus servicios quedando desvinculada de la mencionada casa superior de
estudios y que habiendo la Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba dictado la RA 142/19 de
29 de abril de 2019, disponiendo la reincorporación inmediata a su fuente laboral, más el pago de
salarios devengados, la autoridad demandada en lugar de cumplirla dentro de los tres días como fue
ordenado, informó que no procedería conforme a la conminatoria.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Del derecho a la estabilidad laboral
Sobre el particular, la SCP 0819/2016-S2 de 12 de septiembre, dejó sentado lo siguiente: “El art.
46.I.2. de la CPE, señala: ‘I. Toda persona tiene derecho: (…) 2. A una fuente laboral estable, en
condiciones equitativas y satisfactorias’.
Asimismo el art. 48.II la norma fundamental también señala: ‘Las normas laborales se interpretarán
y aplicarán bajo los principios de protección de las trabajadoras y de los trabajadores como principal
fuerza productiva de la sociedad; de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad
laboral; de no discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador’.
La jurisprudencia constitucional a través de la SCP 0177/2012 de 14 de mayo, de igual forma sobre
la estabilidad laboral también señala lo siguiente: ‘El principio de la estabilidad laboral. Denominado
también como principio de la continuidad de la relación laboral, que manifiesta el derecho
que tiene el trabajador de conservar su empleo durante su vida laboral, salvo que existan
causas legales que justifiquen el despido. Constituyen causas legales que justifican el despido
según nuestra legislación vigente, las establecidas en el art. 16 de la Ley General del Trabajo y el
art. 9 de su Decreto Reglamentario (DR). Este principio encuentra su fundamento en que la
estabilidad de la relación laboral da seguridad y confianza al trabajador al permitirle
continuar con su trabajo que le genera un salario para la satisfacción de sus necesidades
familiares, al mismo tiempo beneficia a la parte empleadora porque contribuye al mayor
rendimiento del trabajador como resultado de su experiencia laboral. Finalmente
beneficia a la sociedad mejorando el bienestar social, ya que la inestabilidad en el trabajo
crea problemas sociales colaterales como la desocupación, pobreza, delincuencia y otros.
Este principio expresa la necesidad social de atribuirle una larga duración a las relaciones
de trabajo y de proteger al trabajador contra el despido arbitrario e injustificado por
parte del empleador, protege uno de los derechos fundamentales del trabajador cual es
el derecho al trabajo, que precisamente es atacado por el fenómeno de la globalización ya que los
empleadores exigen el libre despido para hacer frente a las fluctuaciones del mercado (Quintanilla
Calvimontes Gonzalo, Pizarro Patricia, Quintanilla Alejandra, Derecho Individual del Trabajo)’.
Consecuentemente, de acuerdo a las normas constitucionales citadas y la jurisprudencia
constitucional, la estabilidad laboral, no constituye tan solo un derecho sino por mandato
constitucional también es un principio, criterio rector bajo el cual debe interpretarse todas las
disposiciones laborales” (las negrillas corresponden al texto original).
III.2. La aplicación del estándar más alto de protección y la obligatoriedad de
cumplimiento de las conminatorias de reincorporación laboral

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La SCP 0846/2018-S4 de 12 de diciembre, en relación a la obligación de cumplimiento de la


conminatoria de reincorporación, señaló: “La SCP 0015/2018-S4 de 23 de febrero, efectuó un análisis
de la normativa constitucional y convencional respecto a la protección del derecho al trabajo,
realizando a partir de la cita de la SCP 0177/2012, una sistematización de la jurisprudencia
constitucional, emitida con relación al cumplimiento de las conminatorias de reincorporación laboral
expedidas por las Jefaturas Departamentales de Trabajo como emergencia de denuncias de despidos
intempestivos e ilegales, en las que se denota las mutaciones y modulaciones que fueron introducidas
a la línea jurisprudencial establecida en la mencionada SCP 0177/2012. Así, analizó la SCP 2355/2012
de 22 de noviembre, que estableció la imposibilidad de hacer cumplir una conminatoria carente de
fundamentación por medio de la acción de amparo constitucional; luego, hizo referencia a la SCP
0900/2013 de 20 de junio, que cambió la línea señalando que el Tribunal de garantías antes de
ordenar el inmediato cumplimiento de la conminatoria, debía realizar una valoración integral de los
datos del proceso, los hechos y los supuestos derechos vulnerados a efectos de hacer prevalecer la
verdad material sobre la formal, es decir, verificar si el pronunciamiento de la Jefatura Departamental
de Trabajo fue legal o ilegal; entendimiento que también sufrió una modulación mediante la SCP
1712/2013 de 10 de octubre, al establecer que si bien a la jurisdicción constitucional no le compete
analizar el fondo de las problemáticas laborales, pero tampoco puede disponer la ejecución de las
conminatorias emanadas de procesos administrativos desarrollados al margen de la razonabilidad de
un debido proceso.
En ese contexto jurisprudencial, luego de efectuar un análisis integral y comparativo de los diferentes
razonamientos que fueron expresados en las referidas Sentencias Constitucionales Plurinacionales,
la precitada SCP 0015/2018-S4, aplicando el estándar más alto de protección, concluyó que:
‘Conforme a ello y considerando el desarrollo jurisprudencial constitucional, sobre la protección del
derecho al trabajo, a través del cumplimiento de la conminatoria de reincorporación laboral, emitida
en área administrativa, es posible concluir que la efectiva materialización del derecho al trabajo, en
observancia de los principios de estabilidad y continuidad laboral; y, de protección, constituye el
entendimiento que, en observancia de la modificación introducida por el DS 0495 a su similar 28699,
otorga la posibilidad al trabajador de acudir a la jurisdicción constitucional, antes de la activación de
la vía jurisdiccional ordinaria y la culminación del procedimiento administrativo, con el objeto de lograr
la tutela de su derecho al trabajo, ante el incumplimiento, de parte del empleador, de la conminatoria
de reincorporación laboral emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo, en el entendido de que
el legislador, en mérito a la importancia del derecho fundamental citado, cuyo respeto implica no sólo
un bienestar individual del trabajador, sino del de todo su entorno familiar, asumió que las acciones
constitucionales -acción de amparo constitucional para este tipo de problemáticas- constituyen el
medio eficaz e inmediato para materializar el cumplimiento de una conminatoria de reincorporación
laboral.
Es así, que no es posible concebir que en la tarea de verificar una denuncia de
incumplimiento de la conminatoria, lesivo del derecho al trabajo, se conciba al Tribunal
Constitucional Plurinacional como una instancia de ejecución de decisiones
administrativas o como un órgano de policía, encargado de hacer cumplir las mismas,
sino como un garante del ejercicio del derecho fundamental en cuestión, asumiéndose
que en el marco del principio protector del trabajador, la instancia laboral administrativa,
actuó conforme al marco constitucional y legal previsto para viabilizar el retiro o despido
de un trabajador, encontrándose imposibilitada ésta jurisdicción de ingresar a analizar
si la conminatoria efectuó una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar
la reincorporación o si los datos, hechos y circunstancias que le dieron lugar, ameritaban
tal determinación, debido a que eso corresponde a la jurisdicción ordinaria que contiene
una etapa amplia de producción de prueba y potestad de valorar la misma, posibilidad
que está al alcance del empleador en caso de disentir con la decisión de la instancia
administración laboral, lo que de ningún modo le posibilita incumplir la determinación de
reincorporación; en contrario, éste Tribunal tiene atribuciones limitadas estrictamente a verificar
el respeto de los derechos fundamentales o garantías constitucionales; en consecuencia, corresponde
reconducir el razonamiento jurisprudencial desarrollado sobre esta problemática, volviendo a sumir

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el previsto en la SCP 0177/2012 de 14 de mayo, con la finalidad de otorgar una pronta e idónea
protección del derecho al trabajo’.
Consecuentemente, ante la reincorporación dispuesta por la autoridad administrativa, mediante
resolución expresa dictada por las Jefaturas Departamentales de Trabajo dependientes Ministerio de
Trabajo Empleo y Previsión Social, ésta debe ser cumplida sin excusa ni demora alguna por el
empleador, dada la protección que merece el derecho al trabajo por parte del Estado y en observancia
de los principios de continuidad y estabilidad de la relación laboral; por ello, una trabajadora o un
trabajador, podrán acudir ante las Jefaturas Departamentales de Trabajo, a fin de que éstas
dispongan, en caso de retiro injustificado e intempestivo, su reincorporación mediante conminatoria
que deberá ser cumplida por el empleador en el plazo dispuesto por las mismas; caso contrario, el
trabajador o trabajadora, podrá interponer la acción de amparo constitucional; sin perjuicio de la
impugnación que pueda realizar el empleador, sea en la vía administrativa o en la vía judicial para su
eventual revisión posterior; de ahí entonces, que la tutela constitucional que pueda ser concedida
por la justicia constitucional, ante el incumplimiento de una conminatoria de reincorporación en favor
del trabajador, resulte de carácter provisional, por cuanto al abrirse la posibilidad de su impugnación
en vía administrativa o judicial, la situación laboral del trabajador, no está definida” (las negrillas
fueron adicionadas).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de su derecho al trabajo y a una fuente laboral estable; debido a
que, no obstante de ser contratada por la UNICEN en tareas propias de la entidad como Docente
Universitaria a través de tres contratos, y de entregarle el Oficio CITE DAC 022/19 de 16 de febrero,
de inicio de actividades académicas periodo I/2019, incluidos los horarios de clases; el 18 del mismo
mes y año, prescindieron de sus servicios, quedando desvinculada de la mencionada casa superior
de estudios; y que habiendo la Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba dictado la RA 142/19
de 29 de abril de 2019, disponiendo la reincorporación inmediata a su fuente laboral, más el pago de
salarios devengados, la autoridad demandada en lugar de cumplirla dentro de los tres días como fue
ordenado, informó que no procedería conforme a la conminatoria.
De los antecedentes que cursan en el expediente, se tiene que la impetrante de tutela ingresó a
trabajar a la UNICEN a través de un primer contrato de servicios profesionales de 1 de marzo de
2017, como Facilitadora para la orientación y guía en el desarrollo de distintas asignaturas, con
vigencia desde la indicada fecha hasta el 24 de junio de igual año; posteriormente fue empleada
mediante contrato de trabajo de 3 de agosto del mismo año, como docente de tiempo completo del
periodo académico regular II-2017, para desempeñar las funciones de asesoramiento en el desarrollo
de actividades académicas, bajo la modalidad a plazo fijo, a partir de la citada fecha al 25 de
noviembre del año mencionado; siendo contratada nuevamente en las mismas condiciones, por
contrato de trabajo de 5 de marzo de 2018, por los periodos académicos regulares I-2018 y II-2018,
esta vez, desde esa fecha hasta el 1 de diciembre de 2018 (Conclusión II.1); los servicios que prestó
en el periodo I-2017 de 1 de marzo al 24 de junio de 2017, están descritos en el certificado emitido
por la autoridad demandada de 29 de julio del precitado año (Conclusión II.2); asimismo, las
actividades de la accionante en la UNICEN se describen en notas de invitación a Defensa de
Proyectos, designación como miembro de Tribunal de Defensa de Proyecto de Grado que le fueron
dirigidas en distintas fechas comprendidas entre el 27 de noviembre de 2017 y el 30 de enero de
2019, y de bienvenida al inicio de actividades académicas del periodo I/2019 de 16 de febrero, por
los encargados de diferentes instancias de la citada casa superior de estudios, e igualmente en
correos electrónicos enviados por la mencionada entidad a la impetrante de tutela de 15 y 18 de
febrero del referido año, acompañando documentos académicos en archivo adjunto (Conclusión II.3);
mediante Resolución de 26 de marzo de 2019, la Jefatura Departamental de Trabajo Cochabamba,
declinó el conocimiento de la denuncia de reincorporación instada por la accionante (Conclusión II.4);
la determinación anterior fue impugnada por la peticionante de tutela a través del recurso de
revocatoria presentado el 29 de marzo de ese año, pidiendo su reincorporación (Conclusión II.5);
finalmente, la referida Jefatura resolviendo el recurso, por RA 142/19, conminó a la UNICEN, proceder
a la reincorporación de la trabajadora María del Carmen Rodríguez Uribe, en el último cargo que

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venía desempeñando, más la cancelación de salarios devengados y demás derechos laborales que le
correspondan hasta el día de sus reincorporación efectiva, otorgándose el plazo de tres días
improrrogables a partir de su notificación con dicha Resolución (Conclusión II.6).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1, la normas laborales se deben interpretar y aplicar entre otros,
bajo el principio de estabilidad o continuidad laboral que implica el derecho que tiene el trabajador
de conservar su empleo durante su vida laboral, para darle seguridad y confianza para generarse una
retribución para la satisfacción de sus necesidades, salvo que existan causas legales que justifiquen
el despido. Asimismo, cuando la Jefatura Departamental de Trabajo dispone la reincorporación, se
debe cumplirla sin demora en observancia de los principios de continuidad y estabilidad de la relación
laboral, a cuyo efecto el trabajador acude a esta para que conmine su reincorporación en caso de
retiro injustificado e intempestivo, la que de no ser acatada le habilita para deducir la acción de
amparo constitucional, sin perjuicio de la impugnación que pueda realizar el empleador, sea en la vía
administrativa o judicial para su eventual revisión, estando imposibilitada la jurisdicción constitucional
de analizar si la conminatoria tiene una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar la
reincorporación o si los datos, hechos y circunstancias que le dieron lugar, ameritaban tal
determinación, debiendo limitarse a ordenar o disponer el cumplimiento o la ejecución de la
conminatoria, todo de acuerdo al Fundamento Jurídico III.2 precedente.
En el caso, la accionante después de haber sido contratada a plazo fijo por la UNICEN, para impartir
la docencia universitaria en diferentes asignaturas por los periodos académicos I-2017, II-2017, I-
2018 y II-2018 y desarrollar actividades en la gestión 2019, conforme sale de las comunicaciones
detalladas en las Conclusiones II.1 y 3, la entidad académica mencionada determinó prescindir de
sus servicios, motivando que la impetrante de tutela acuda a la Jefatura Departamental de Trabajo
Cochabamba que en una primera instancia resolvió declinar competencia sobre la denuncia por existir
hechos controvertidos, emitiendo al efecto la Resolución de 26 de marzo de 2019; no obstante,
habiendo la impetrante de tutela planteado recurso de revocatoria, la autoridad administrativa revocó
la indicada decisión dictando la RA 142/19, conminando a la UNICEN precisamente a reincorporar a
la accionante María del Carmen Rodríguez Uribe, en su fuente laboral, el pago de salarios devengados
y demás derechos laborales hasta el día de sus reincorporación efectiva.
No obstante la orden expresa de la autoridad administrativa laboral, que debía hacerse efectiva en
el término de tres días, el demandado incumplió la RA 142/19, que contiene la conminatoria de
reincorporación, desconociendo lo dispuesto por el parágrafo IV del DS 28699 de 1 de mayo de 2006,
incorporado por su similar 0495 de 1 de mayo de 2010, que torna a la conminatoria en obligatoria a
partir de su notificación, y el entendimiento jurisprudencial glosado en el Fundamento Jurídico III.2
del presente fallo constitucional, y si bien el 13 de mayo de 2019, dedujo recurso jerárquico contra
dicha decisión, esa impugnación no es idónea para impedir la ejecución de la conminatoria, tal como
está establecido en la segunda parte del parágrafo IV de la precitada norma, la que ineludiblemente
debe materializarse no solo por mérito de la disposición legal mencionada, sino porque como
igualmente está desarrollado en el Fundamento Jurídico precedente, el Tribunal Constitucional
Plurinacional, debe asumir que la autoridad administrativa laboral al conminar se sujetó a la
Constitución Política del Estado y la normativa aplicable, no estándole permitido hacer la valoración
de si se hizo o no una debida fundamentación o si los datos, hechos y circunstancias que se tomaron
en cuenta sustentan la determinación.
Por consiguiente, las observaciones y cuestionamientos de la autoridad demandada a la RA 142/19,
en los términos detallados en los incisos v) y vi) de la relación de su informe; es decir, que se hubiera
apartado de los antecedentes fácticos y del Informe remitido por el Responsable Legal, que no
contiene los más esenciales elementos de apreciación de los hechos, documentos, ni una correcta
argumentación jurídica y que además presenta vicios y falencias, no pueden ser analizados por este
Tribunal, correspondiendo su tratamiento a la jurisdicción ordinaria en la que el demandado podrá
eventualmente argumentar y producir prueba de manera amplia, a objeto de demostrar que la
conminatoria fue dispuesta desconociendo la normativa que regula las condiciones para su emisión
y en base a una comprensión errada de los hechos que la motivaron, pues se aclara que la concesión
de la tutela que dispone el cumplimiento de aquella es de carácter provisional.

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Por lo expuesto, la autoridad demandada al no haber dado cumplimiento a la RA 142/19, transgredió


las disposiciones legales y la jurisprudencia constitucional, vulnerando el derecho al trabajo y a la
estabilidad laboral de la accionante, por lo que debe activarse la protección de la acción de amparo
constitucional a objeto de restituir el derecho conculcado.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela solicitada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AAC. 30/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 181 a
184, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos
dispuestos por la Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0682/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29152-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 070/2019 de 23 de abril, cursante de fs. 161 a 164 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Jacqueline Noelia Cabrera Jemio
contra William Casto de la Barra Cáceres Administrador Regional a.i. y Silvia Roxana
Vigabriel Muñoz, Jefa de la Unidad de Recursos Humanos (RR.HH) a.i., ambos de la
Regional La Paz de la Caja Nacional de Salud (CNS).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de abril de 2019, cursante de fs. 68 a 71 vta., la accionante manifestó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Suscribió dos contratos de trabajo a plazo fijo con la CNS de La Paz, de 8 de enero a 30 de junio y
de 2 de julio a 31 de diciembre de 2018, en su condición de mujer gestante, mediante memorial de
8 de enero de 2019, puso en conocimiento de la entidad empleadora su situación y el tiempo de
embarazo, pidiendo estabilidad laboral.
El art. 2 del Decreto Supremo (DS) 0012 de 19 de febrero de 2009 establece la inamovilidad laboral
para la madre y/o el padre progenitor desde la gestación hasta que el hijo o hija cumpla el año de
edad, en concordancia con el art. 6 de la citada norma y con los Decretos Supremos (DDSS) 28699
de 1 de mayo de 2006 y 0496 de 1 de mayo de 2010.
Mediante nota JRRHH-N-070-2019 de 25 de enero de 2019, la Jefa de Recursos Humanos Regional
La Paz de la indicada Institución, se pronunció por la improcedencia de su solicitud, sustentando la
decisión en el art. 5 del DS 0012, Circular 86 de 19 de septiembre de 2017 y Resolución Ministerial
650 de 2007; con el argumento de que está prohibida la suscripción de dos o más contratos de
trabajo a plazo fijo.
Con posterioridad a la elaboración del Informe MTEPS-JDTLP-IT-SBS-INF 266/19 de 30 de enero de
2019, por la Jefatura Departamental de Trabajo, Empleo y Previsión Social de La Paz, fue emitida la
Conminatoria J.D.T.L.P.//48-VI-CPE/D.S. 0496/RAAM/ 022/2019 de 8 de febrero, disponiendo la
reincorporación inmediata de la accionante a su fuente laboral en la prenombrada Entidad; misma
que, ignoró la citación de 17 de enero de 2019 e incumplió la conminatoria de 8 de febrero del mismo
año, conculcando de esa manera su derecho a la estabilidad laboral.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al trabajo, inamovilidad y estabilidad laboral, citando
al efecto los arts. 46.I y 48.I.II.III de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 23 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela invocada, disponiendo que la parte demandada de cumplimiento a la
Conminatoria de Reincorporación J.D.T.L.P.//48-VI-CPE/D.S. 0496/RAAM/ 022/2019 de 8 de febrero,
que dispuso la reincorporación inmediata a su fuente laboral; además del pago de salarios
devengados y otros derechos sociales que le correspondan a la fecha de dicha reincorporación.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 373


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I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional


Celebrada la audiencia pública el 23 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 155 a
160, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó el contenido de su demanda y amplió la misma
señalando que el art. 50 de la CPE, los arts. 10 y 11 del DS 28699 y el complemento contenido en el
D.S. 495, establecen la obligatoriedad de cumplimiento de la conminatoria que fue notificada a la
Caja Nacional de Salud el 12 de febrero de 2019.
I.2.2. Informe de los demandados
William Casto de la Barra Cáceres y Silvia Roxana Vigabriel Muñoz, Administrador Regional a.i. y Jefa
de RR.HH a.i., ambos de la Regional La Paz de la CNS, en audiencia, a través de sus representantes
y por informe escrito cursante de fs. 188 a 189 vta., enfatizaron que efectivamente suscribieron dos
contratos a plazo fijo con la impetrante de tutela, en respuesta a los requerimientos de personal para
realizar tareas específicas que no son de carácter permanente; en ese sentido, la misma cumplió
ambos contratos; es decir, no fue despedida injustificadamente, sino que la relación laboral tenía un
tiempo de duración definido, motivo por el cual no se aplica la inamovilidad laboral por gestación.
El art. 5 del DS 0012 de 19 de febrero de 2009 señala que la inamovilidad laboral no es aplicable a
los contratos de trabajo de carácter temporal y tampoco corresponde aplicar la Ley 975, ya que no
operó la conversión de contrato a plazo fijo por uno con tiempo indefinido, lo cual significa que no
corresponde el beneficio de inamovilidad laboral por gestación en los contratos a plazo fijo, motivos
por los que, pidieron denegar la tutela invocada.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante
Resolución 070/2019 de 23 de abril, cursante de fs. 161 a 164 vta., concedió la tutela solicitada,
disponiendo que: a) La parte demandada de cumplimiento a la Conminatoria de Reincorporación
Laboral J.D.T.L.P.//48-VI-CPE/D.S. 0496/RAAM/ 022/2019 de 8 de febrero, procediendo a la
reincorporación laboral de Jacqueline Noelia Cabrera Jemio hasta que su hija o hijo cumpla un año
de edad; y, b) Se proceda al pago de salarios devengados y los derechos sociales que le corresponden
por su estado de embarazo, de acuerdo a lo señalado en la citada Conminatoria; argumentando no
ser vinculante al caso, el alegato de los contratos temporales a los que fue sometida la accionante,
como fundamento para señalar que no le asistiría el derecho a la inamovilidad laboral, ya que como
permiten establecer los contratos suscritos con la entidad demandada, no fue contratada únicamente
para un trabajo eventual o por temporada; y, por otra parte, estos no fueron refrendados por el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social.
La tutela que brinda la Sala Constitucional, abarca a la accionante y también al concebido que ya
tiene la calidad de nacido, en todo cuanto pudiera favorecerle.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursan dos contratos de trabajo suscritos entre William Casto de la Barra Cáceres y Silvia
Roxana Vigabriel Muñoz, Administrador Regional a.i. y Jefa de RR.HH a.i., ambos de la Regional La
Paz de la Caja Nacional de Salud (CNS), con la accionante, el primero vigente desde el 8 de enero
hasta el 30 de junio y el segundo desde el 2 de julio hasta el 31 de diciembre, ambas de 2018 (fs.
24 a 27).
II.2. El 8 de enero de 2019, a través de memorial, la peticionante de tutela solicitó a los demandados,
estabilidad laboral; debido a su estado de gestación, adjuntando al efecto, informe ecográfico de 7
de igual mes y año (fs. 20 vta. a fs. 22).
II.3. Por nota de 25 de enero del citado mes y año, la codemandada hizo conocer a la accionante,
que de conformidad al DS 0012 de 19 de enero de 2009; y, Circular Instructivo 086 de 19 de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 374


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septiembre de 2017, se encuentra prohibida la suscripción de más de dos contratos a plazo fijo (fs.
19).
II.4. Consta Conminatoria de Reincorporación Laboral de 8 de febrero de 2019, J.D.T.L.P.//48-VI-
CPE/D.S. 0496/RAAM/ 022/2019 (fs. 6 a 10), con la cual fue notificada la impetrante de tutela el 12
de similar mes y año (fs. 11).
II.5. Cursa Informe MTEPS/JDTLP-RAAM-V-039/19 de 15 de marzo de 2019, emitido por la Jefatura
Departamental de Trabajo, Empleo y Previsión Social de La Paz, que estableció el incumplimiento de
la conminatoria de reincorporación inmediata de la accionante, a su fuente laboral (fs. 4 a 5).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denunció la lesión de sus derechos al trabajo, inamovilidad y estabilidad laboral, por
el hecho de que al haberse cumplido el 31 de diciembre de 2018 el segundo de los contratos suscritos
con la Entidad demandada, mediante nota de 8 de enero de 2019 solicitó el beneficio de inamovilidad
laboral por estado de gestación que fue rechazado por nota de 25 del mismo mes y año, en virtud al
DS 0012 de 19 de febrero de 2009 y Circular Instructivo 086 de 19 de septiembre de 2017, al existir
la prohibición de suscribir más de dos contratos a plazo fijo.
En consecuencia, corresponde en revisión determinar si los extremos denunciados son evidentes, a
fin de conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Integración de la jurisprudencia sobre la conminatoria de reincorporación emitida
por el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social
El DS 28699 de 1 de mayo de 2006, en sus arts. 10 y 11, establece que cualquier persona que se
encuentre sometida al régimen laboral y crea que fue injustamente despedida o alejada de su fuente
laboral -salvo las causas de despido previstas por el art. 16 de la LGT-, pueda acudir ante el Ministerio
de Trabajo, Empleo y Previsión Social, reclamando su derecho a la estabilidad laboral o el pago de
beneficios sociales. Posteriormente, el DS 0495 de 1 de mayo de 2010 en su Artículo Único modificó
el parágrafo III del art. 10 del DS 28699, señalando: “En caso de que el trabajador opte por su
reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
donde una vez constatado el despido injustificado, se conminará al empleador a la reincorporación
inmediata al mismo puesto que ocupaba la trabajadora o trabajador al momento del despido, más el
pago de los salarios devengados y demás derechos sociales que correspondan a la fecha de la
reincorporación, a través de las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo”.
Además, incluyó los parágrafos IV y V, con los siguientes textos: “IV. La conminatoria es obligatoria
en su cumplimiento a partir de su notificación y (únicamente) podrá ser impugnada en la vía judicial,
cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución”; se aclara que la palabra únicamente
fue declarada inconstitucional por la SCP 0591/2012 de 20 de julio.
Por su parte, el parágrafo V indica: “V. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Parágrafo IV del presente
Artículo, la trabajadora o trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que correspondan,
tomándose en cuenta la inmediatez de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral”
.
La RM 868/10 de 26 de octubre de 2010, que reglamenta el procedimiento para la aplicación del DS
0495, en su art. 3 refiere: “Ante el incumplimiento de la Reincorporación instruida, la trabajadora o
trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que correspondan, tomándose en cuenta
la inmediatez de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral”.
Sobre la base de este marco normativo, las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0138/2012
de 4 de mayo y concretamente la 0177/2012 de 14 de mayo, en su Fundamento Jurídico III.3, señaló
que: “1) En caso de que una trabajadora o un trabajador, ante un eventual retiro intempestivo sin
causa legal justificada opte por su reincorporación, deberá denunciar este hecho ante las Jefaturas
Departamentales de Trabajo entidades que deberán asumir el trámite previsto por el DS 0495,
emitiendo si corresponde la conminatoria de reincorporación en los términos previstos en esta norma,
y en caso de que el empleador incumpla la conminatoria, el trabajador o trabajadora podrá interponer

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 375


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la acción de amparo constitucional, misma que resulta más idónea en estos casos por las razones
antes expuestas.
2) Aclarando que la conminatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social,
en los alcances del DS 0495, no constituye una resolución que defina la situación laboral de la
trabajadora o el trabajador, por cuanto el empleador puede impugnar ésta determinación en la
justicia ordinaria, conforme previene el referido Decreto Supremo vale decir, interponiendo una
acción laboral, dentro los alcances establecidos por el art. 65 del Código Procesal del Trabajo (CPT),
precepto que otorga la posibilidad al empleador de constituirse en parte demandante en una acción
social, instancia en la que en definitiva se establecerá si el despido fue o no justificado, esto debido
a que la justicia constitucional sólo viabiliza la tutela inmediata ante la decisión unilateral del
empleador que opta por un despido intempestivo sin causa legal justificada.
3) En aquellos casos en que la trabajadora o trabajador, fuera sometido a un proceso interno dentro
el cual se determine su despido por una de las causales establecidas en el art. 16 de la LGT y art. 9
del DR, en su caso por vulneración a su Reglamento Interno, el procedimiento previsto por el DS
0495, no será aplicable; debiendo la trabajadora o trabajador, que estime que su destitución fue
ilegal o injustificada, incoar la correspondiente demanda de reincorporación ante la judicatura laboral.
Por lo referido, las conminatorias de reincorporación emitidas por las jefaturas departamentales o
regionales de trabajo deben ser cumplidas de manera obligatoria, sin perjuicio que puedan ser
impugnadas por el empleador o parte patronal en la vía administrativa o judicial.”
Entendimiento que también fue asumido en las otras Salas de este Tribunal en las SSCCPP
0016/2018-S2 de 28 de febrero, 0328/2018-S2 de 9 de julio, 0003/2018-S3 28 de febrero,
0047/2018-S3 de 15 de marzo, 0015/2018-S4 de 23 de febrero, 0814/2018-S2 de 11 de diciembre.
III.2. El cumplimiento obligatorio e integral de la conminatoria reincorporación laboral
Al respecto la SCP 564/2019-S4 señaló: “El Decreto Supremo 495 de 1 de mayo de 2010, en su
artículo único, modifica el art. 10, parágrafo III del DS 28699 de 1 de mismo mes de 2006 y
complementando dispone:
I. Se modifica el Parágrafo III del Artículo 10 del Decreto Supremo N° 28699 de 1 de mayo de 2006,
con el siguiente texto:
II. En caso de que el trabajador opte por su reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, donde una vez constatado el despido injustificado,
se conminará al empleador a la reincorporación inmediata al mismo puesto que ocupaba la
trabajadora o trabajador al momento del despido, más el pago de los salarios devengados y demás
derechos sociales que correspondan a la fecha de la reincorporación, a través de las Jefaturas
Departamentales y Regionales de Trabajo.
III. Se incluyen los Parágrafos IV y V en el Artículo 10 del Decreto Supremo 28699
<http://www.lexivox.org/norms/BO-DS-28699.html>, de 1 de mayo de 2006, con los siguientes
textos:
IV. La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir de su notificación y únicamente podrá
ser impugnada en la vía judicial, cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución.
V. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Parágrafo IV del presente Artículo, la trabajadora o trabajador
podrá interponer las acciones constitucionales que correspondan, tomándose en cuenta la inmediatez
de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral.
Conforme manda la norma transcrita, cuando el trabajador afectado por un despido intempestivo e
ilegal, opte por su reincorporación, acudirá denunciando el hecho, ante el Ministerio del Trabajo,
Empleo y Previsión Social, por intermedio de las Jefaturas Departamentales del Trabajo; instancia
que, luego de verificar el despido ilegal, expedirá la conminatoria ordenando al empleador, la
restitución del trabajador a su fuente laboral, en el mismo puesto que ocupaba, ordenando además,
el pago de los salarios devengados a la fecha en que se efectivice la reincorporación y la restitución

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 376


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de los derechos sociales que le correspondan, cuya ejecución es obligatoria e inmediata,


independientemente que hubiera sido objeto de impugnación, quedando facultado el trabajador, de
recurrir a la jurisdicción constitucional para que se efectivice la conminatoria cuando el empleador se
resista a cumplirla.
En este sentido, la conminatoria de reincorporación debe ser acatada en su integridad, es decir, que
el empleador una vez notificado con ésta, debe ejecutar todo lo que la Jefatura Departamental del
Trabajo hubiese ordenado realizar, dado que, si se dispuso la restitución del trabajador al mismo
puesto laboral que desempeñaba al momento de ruptura de la relación laboral, la cancelación de
haberes devengados y la restitución de los derechos sociales de los que gozaba, la ejecución deberá
ser respecto a todo lo decidido, sin omitir ninguna de las determinaciones dispuestas; de igual forma,
al otorgarse tutela por incumplimiento de la conminatoria a través de la vía constitucional, la
protección abarcará todos los puntos dispuestos en la conminatoria, considerando que el
cumplimiento de la misma es obligatoria e integral, puesto que no corresponde que el Juez o Tribunal
de garantías, ampare sólo la reincorporación ordenada y relegue el pago de sueldos devengados a
la judicatura laboral, desnaturalizando así la protección inmediata y eficaz que persigue la norma
contenida en el citado DS 495.
Sobre el tema, la SCP 0680/2016-S2 de 8 de agosto, dejó establecido que: “(…) cuando este Tribunal
advierta (fuera de este último caso), que se hubiese incumplido la conminatoria de reincorporación,
deberá conceder la tutela de manera provisional y ordenar que el empleador cumpla de manera
inmediata lo dispuesto en dicha conminatoria, en razón a que podrá ser modificada en un posterior
proceso administrativo y/o judicial.
Razonamiento constitucional, que en ningún momento establece que el cumplimiento deba ser
únicamente de una parte u otra de la conminatoria, sino más bien se entiende, que debe ser de la
totalidad de la misma; toda vez que, al ser emitida por autoridad administrativa competente, previa
constatación de los hechos denunciados, verificación de pruebas y aplicación de las normas legales
laborales, tal como la misma SCP 0386/2015-S3 lo señala en sus fundamentos, no resultaría lógico
establecer que deba cumplirse una parte de la conminatoria (referente a la reincorporación) y se
incumpla otra (respecto al pago de sueldos devengados y otros derechos también dispuestos por la
administración laboral), cuando dicha posibilidad no se encuentra contemplada ni regulada por la
normativa laboral de nuestro Estado ni por nuestra Constitución Política del Estado.
Motivo por el que corresponde cambiar la referida línea constitucional y establecer que, a partir de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se disponga el cumplimiento de una
conminatoria, por parte de la jurisdicción constitucional, la misma debe ser entendida en el sentido
que debe cumplirse la totalidad y no en una parte u otra, en observancia del parágrafo IV del art. 10
del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, incorporado por el DS 0495…”.
III.3. Análisis del caso concreto
De conformidad a lo expuesto, la línea a seguir por este Tribunal Constitucional Plurinacional
corresponde a los fundamentos desarrollados en la jurisprudencia glosada precedentemente, que
busca resguardar los derechos de los trabajadores ante despidos arbitrarios y sin causa legal
justificada, para cuyo fin se creó un procedimiento administrativo sumarísimo que otorga facultades
al Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, a través de las Jefaturas Departamentales de
Trabajo, mismas que en caso de acreditarse un retiro laboral injustificado, emitirán la conminatoria
de reincorporación que es de cumplimiento obligatorio. En caso de resistencia del empleador, queda
expedita la jurisdicción constitucional, con el fin de garantizar la inmediata observancia del acto
administrativo, por medio de una acción tutelar.
Esta protección, no implica que la jurisdicción constitucional constituya una instancia más, destinada
a la ejecución de decisiones administrativas conforme estableció la SCP 0015/2018-S4 de 23 de
febrero, sino que es un mecanismo rápido y efectivo para el restablecimiento del derecho al trabajo,
a un empleo digno y a la estabilidad laboral, a través de la materialización efectiva del cumplimiento
de la orden de reincorporación laboral más el pago de salarios devengados y otros derechos laborales

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 377


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que le correspondan a los trabajadores, quedando expedita la vía ordinaria a efectos de demostrar
la ilegal o indebida conminatoria emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo, en su caso.
De conformidad a lo señalado precedentemente, corresponde verificar en la presente acción de
amparo constitucional, si es evidente que la conminatoria de reincorporación laboral emitida en favor
de la ahora solicitante de tutela, por la Jefatura Departamental de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
fue incumplida por la Regional La Paz de la Caja Nacional de Salud.
De la revisión de los antecedentes, se constata que la accionante denunció la vulneración de sus
derechos al trabajo, inamovilidad y estabilidad laboral, ya que en su condición de mujer embarazada,
no accedió a una tercera contratación laboral para prestar sus servicios profesionales como Enfermera
de la Caja Nacional de Salud filial La Paz, luego de dos contratos celebrados de 8 de enero a 30 de
junio y de 2 de julio a 31 de diciembre, ambos de 2018; hecho que puso en conocimiento de la
entidad empleadora mediante memorial de 8 de enero de 2019, con la finalidad de acceder al
beneficio de estabilidad laboral.
En ese contexto, la revisión de antecedentes permite establecer que luego de haber finalizado la
segunda relación contractual suscrita de 2 de julio a 31 de diciembre de 2018, la peticionante de
tutela puso en conocimiento de la entidad empleadora que tenía trece semanas de embarazo,
adjuntando el informe ecográfico de 7 de enero de 2019, con la finalidad de solicitar inamovilidad
laboral (Conclusión II.1); la Jefatura de Recursos Humanos de la Regional La Paz de la Caja Nacional
de Salud se pronunció mediante nota de 25 de igual mes y año, argumentando que el DS 0012 de
19 de enero de 2009 y la Circular Instructivo 086 de 19 de septiembre de 2017, prohibían la
suscripción de más de dos contratos a plazo fijo (Conclusión II.2).
Posteriormente, la accionante acudió a la Jefatura Departamental de Trabajo, Empleo y Previsión
Social de la Paz; instancia que emitió la Conminatoria de Reincorporación Laboral J.D.T.L.P.//48-VI-
CPE/D.S. 0496/RAAM/022/2019 de 8 de febrero, con la cual fue notificada la parte denunciada el 12
del citado mes y año, sin que hubiese dado cumplimiento a lo dispuesto en la misma.
Consiguientemente, corresponde a este Tribunal Constitucional Plurinacional, dilucidar si la
accionante en su condición de gestante goza de inamovilidad laboral, aplicando los razonamientos
expuestos en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, los cuales establecen
que: “…Conforme manda la norma transcrita, cuando el trabajador afectado por un despido
intempestivo e ilegal, opte por su reincorporación, acudirá denunciando el hecho, ante el Ministerio
del Trabajo, Empleo y Previsión Social, por intermedio de las Jefaturas Departamentales del Trabajo;
instancia que, luego de verificar el despido ilegal, expedirá la conminatoria ordenando al empleador,
la restitución del trabajador a su fuente laboral, en el mismo puesto que ocupaba, ordenando además,
el pago de los salarios devengados a la fecha en que se efectivice la reincorporación y la restitución
de los derechos sociales que le correspondan, cuya ejecución es obligatoria e inmediata,
independientemente que hubiera sido objeto de impugnación, quedando facultado el trabajador, de
recurrir a la jurisdicción constitucional para que se efectivice la conminatoria cuando el empleador se
resista a cumplirla.
En este sentido, la conminatoria de reincorporación debe ser acatada en su integridad, es decir, que
el empleador una vez notificado con ésta, debe ejecutar todo lo que la Jefatura Departamental del
Trabajo hubiese ordenado realizar, dado que, si se dispuso la restitución del trabajador al mismo
puesto laboral que desempeñaba al momento de ruptura de la relación laboral, la cancelación de
haberes devengados y la restitución de los derechos sociales de los que gozaba, la ejecución deberá
ser respecto a todo lo decidido, sin omitir ninguna de las determinaciones dispuestas…”
Conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico precedente, así como de los antecedentes
que constituyen la esencia misma de la demanda de acción de amparo constitucional que se revisa,
se evidencia que los derechos que se denuncian como lesionados y cuya restitución se ha ordenado
por la autoridad administrativa laboral, abren la posibilidad de acudir directamente a la vía
constitucional para su protección.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 378


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Ahora bien, partiendo de lo previsto por el art. 46.I.2 de la CPE, que dispone: “I. Toda persona tiene
derecho: ‘…2. A una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias’. II. El Estado
protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas”, concordante con el art. 48 del mismo cuerpo
legal que dispone: “I. Las disposiciones sociales y laborales son de cumplimiento obligatorio. II. Las
normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios de protección de las trabajadoras y
de los trabajadores (…); de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de
no discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador”; y finalmente
la Norma Fundamental, en su art. 49.III establece: “El Estado protegerá la estabilidad laboral, prohíbe
el despido injustificado y toda forma de acoso laboral”, cabe manifestar que, en el caso analizado, la
Institución demandada incumplió la determinación emanada de la autoridad laboral que mediante
Conminatoria de Reincorporación Laboral de 8 de febrero de 2019 J.D.T.L.P.//48-VI-CPE/D.S.
0496/RAAM/ 022/2019 ordenó proceder a la inmediata reincorporación de la accionante, al mismo
puesto que ocupaba antes del despido, más el pago de salarios devengados, así como la restitución
de los derechos sociales que por ley le correspondan, dada su condición de mujer gestante; al no
haberlo hecho, incumplió con la orden de la referida conminatoria, misma que se encuentra
reconocida por el DS 495, como mecanismo destinado a efectivizar la inmediatez de la protección
constitucional que tiene el derecho a la estabilidad laboral, más aún cuando estas disposiciones son
de cumplimiento obligatorio.
Por lo expuesto, resulta evidente la inobservancia del carácter obligatorio que conlleva la
conminatoria emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo de La Paz, por parte de la Caja
Nacional de Salud Regional La Paz, al resistirse a cumplir con el contenido de la misma, a pesar de
tener pleno conocimiento de dicha decisión; por lo que, conforme a los Fundamentos Jurídicos de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde a la jurisdicción constitucional, conceder
la tutela solicitada.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela solicitada, evaluó correctamente los
datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 070/2019 de 23 de abril, cursante de fs. 161 a 164
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0683/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29154-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 18 de 26 de abril de 2019, cursante de fs. 95 vta. a 98 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Rosmery Choque Callejas contra
Juan Luis Miranda Velásquez, Director Nacional de Recursos Humanos del Consejo de la
Magistratura.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de abril de 2019, cursante de fs. 37 a 43, la accionante manifestó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Fue designada por el pleno del Consejo de la Magistratura como Auxiliar Inscriptor Técnico IV, con
ítem 4636 en las oficinas de Derechos Reales (DD.RR.) de la zona del Plan Tres Mil de la ciudad de
Santa Cruz de la Sierra, mediante Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 0229/2018 de 15 de marzo.
En septiembre de 2018, se enteró que estaba en estado de gravidez, motivo por el cual solicitó en
reiteradas oportunidades permiso al encargado de control de personal para salir del lugar de trabajo
con la finalidad de realizar sus estudios médicos y percibir posteriormente la asignación familiar o
subsidio prenatal; sin embargo, el 18 de enero de 2019, se le entregó un memorándum de
agradecimiento de servicios, viéndose obligada hacer notar su estado, y el hecho de estar registrada
en la planilla para recibir el subsidio prenatal, arguyendo que gozaba de inamovilidad laboral; en ese
entendido, le solicitaron retornar después del mediodía con la finalidad de subsanar su situación;
empero, por la tarde tomó conocimiento que fue notificada en tablero con el Memorándum CM-
DIR.NAL. RR.HH.- 51/2019 de 17 de igual mes y año, comunicándole la determinación del Pleno del
Consejo de la Magistratura de agradecer sus servicios, concluyendo la relación laboral el 18 de similar
mes y año.
Mediante escrito de 23 del mismo mes y año, impugnó el contenido de dicho Memorándum,
argumentando que en virtud a los arts. 48.VI de la Constitución Política del Estado (CPE) y 2 del
Decreto Supremo (DS) 0012 de 19 de febrero de 2009, gozaba de estabilidad laboral por su
embarazo; en respuesta, se emitió la Resolución 002/2019 de 25 de enero, argumentando de manera
incongruente que fue notificada el 8 de octubre de 2018, con el Memorándum “51/2018” de “22 de
octubre d 2018”, presentando su recurso de revocatoria el “31 de octubre de 2018”; es decir, fuera
del pazo de los tres días previsto en el art. 20.I del Acuerdo 042/2018 -no menciona fecha-; motivo
por el cual, interpuso recurso jerárquico el 1 de febrero de 2019, haciendo notar las incoherencias y
contradicciones anotadas, aclarando que su impugnación fue presentada dentro de tercer día de su
notificación con el Memorándum de agradecimiento de servicios, acreditando documentalmente su
embarazo y presentando el certificado de atención prenatal de la Caja Nacional de Salud (CNS) que
la habilita para cobrar el subsidio prenatal correspondiente al quinto mes de embarazo.
Transcurridos cincuenta y cuatro días desde la presentación de su recurso jerárquico, el mismo se
torna ineficaz y tardío, ya que debió ser remitido a la autoridad competente en el plazo de dos días
y resolverse en treinta días; por lo que, ante esta irregularidad acudió al Ministerio de Trabajo, Empleo
y Previsión Social, instancia que previa audiencia de conciliación de 4 del precitado mes y año, a la
cual los representantes del Consejo de la Magistratura no asistieron, emitió la Conminatoria de

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Reincorporación por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019 de 14 del referido
mes y año, ordenando la reposición de sueldos devengados desde el despido injustificado,
manteniendo su antigüedad y demás derechos que le correspondieren, notificada a la entidad
empleadora el 25 de igual mes y año; sin embargo, desde esa fecha transcurrieron veintinueve días
calendario sin que se hubiese dado cumplimiento a ésta.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denuncia la lesión de sus derechos a la inamovilidad laboral, a la alimentación, a la
salud, a la vida y a la seguridad social, citando al efecto los arts. 15.I, 16.I, 18.I, 45.I y II, y 48.VI
de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Se deje sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL.
RR.HH.- 51/2019 de agradecimiento de servicios; b) El cumplimiento de la Conminatoria de
Reincorporación por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019; y, c) El pago de
salarios devengados desde el momento del despido hasta su efectiva reincorporación, además de la
cancelación de asignaciones familiares y, el uso del descanso pre y post natal.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 26 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 90 a 95
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó el contenido de su demanda y ampliándola señaló
que, el art 64.II de la CPE, establece la protección y asistencia estatal a quienes son responsables de
familia; por lo que, siendo la impetrante de tutela madre soltera de un niño de cuatro años, además
de su estado de gravidez, tiene derecho a la inamovilidad laboral hasta que su hijo cumpla un año.
I.2.2. Informe del demandado
Juan Luis Miranda Velásquez, Director Nacional de Recursos Humanos del Consejo de la Magistratura,
a través de informe escrito de 25 de abril de 2019, cursante de fs. 65 a 74, solicitó se deniegue la
tutela impetrada, refiriendo que: 1) La determinación de agradecer los servicios de la peticionante
de tutela, fue una decisión de la Sala Plena del Consejo de la Magistratura y no de su persona; y, 2)
La impetrante de tutela no era funcionaria de carrera administrativa y por tanto no gozaba de los
derechos contemplados en el art. 7.II de la Ley 2027 de 27 de octubre de 1997.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 18 de 26 de abril de 2019, cursante de fs. 95 vta. a 98 vta., denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: i) La accionante no tiene la calidad de funcionaria de carrera de la
entidad demandada, ya que los cargos del Órgano Judicial fueron declarados transitorios en tanto se
implemente en su totalidad el nuevo Órgano Judicial; ii) Se salvan los derechos del menor a percibir
subsidios de lactancia determinados por ley, hasta el año de edad; y, iii) No resulta efectiva la
Conminatoria de Reincorporación Laboral emanada del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social.
II. CONCLUSIONES
Del análisis de la prueba documental adjunta al expediente, se establece que:
II.1. Por Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 0229/2018 de 15 de marzo, el Consejo de la
Magistratura, designó de manera provisional a la peticionante de tutela en el cargo de Técnico IV
como Auxiliar Inscriptor (fs. 5).
II.2. Cursa certificado de atención prenatal de 4 de febrero de 2019, emitido por la CNS en favor de
la impetrante de tutela, el cual establece que en la fecha su emisión, tenía diecinueve semanas (cinco
meses) de embarazo (fs. 16).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 381


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II.3. Mediante Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 51/2019 de 17 de enero, el Consejo de la


Magistratura agradeció los servicios prestados por la accionante, a partir del 18 de enero de 2019
(fs. 17).
II.4. Consta Conminatoria de Reincorporación por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante
JDTS/CONM. 023/2019 de 14 de febrero, emitida por la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa
Cruz dependiente del Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social, que dispuso además la
reposición de sueldos devengados desde el despido injustificado, manteniendo su antigüedad y
demás derechos que correspondieren a la peticionante de tutela (fs. 34 y vta.).
II.5. Por el Informe de verificación de reincorporación de la trabajadora de 14 de marzo de 2019,
acredita el incumplimiento de la citada Conminatoria por parte del Consejo de la Magistratura, así
como la interposición de un recurso de revocatoria (fs. 36).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la inamovilidad laboral, a la alimentación, a
la salud, a la vida y a la seguridad social; argumentando que: a) No obstante su estado de gravidez,
el Consejo de la Magistratura agradeció sus servicios prestados en la oficina de DD.RR. de la zona
del Plan Tres Mil de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra; y, b) Luego de haber impugnado esta
decisión y verificar que su recurso jerárquico estaba siendo tramitado irregularmente, acudió ante la
Jefatura Departamental de Trabajo, instancia que emitió la indicada Conminatoria de Reincorporación
Laboral, disponiendo además el pago de sueldos devengados y asignaciones familiares, la cual no
fue cumplida hasta la interposición de la presente acción de amparo constitucional.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. De la inamovilidad funcionaria excepcional de madres gestantes o progenitores de
hijas o hijos menores de un año
La jurisprudencia constitucional respecto a la inamovilidad funcionaria de autoridades públicas como
ser alcaldes o ministros de Estado que sean madres gestantes o progenitores de hijos menores de
un año de edad, en la SCP 1277/2012 de 19 de septiembre, citando a su vez la SCP 1226/2012 de 7
de septiembre, estableció lo siguiente: “…este tipo de servidores públicos tienen características
específicas que mal podrían ser equiparables a la generalidad de servidores públicos y trabajadores
que gozan de la garantía de la inamovilidad en las condiciones establecidas por la Constitución y la
Ley.
(…)
La inamovilidad laboral es una garantía constitucional creada con la finalidad de proteger una
pluralidad de derechos fundamentales, pero el núcleo protectivo esencial es el bienestar de la madre
gestante o el progenitor y los derechos del ser en concepción o de la niña o niño hasta un año de
edad, en miras, a que el periodo de gestación hasta que el nuevo ser cumpla un año se desarrolle
con los mayores estándares de bienestar y en condiciones de dignidad protegiendo a la futuras
generaciones y garantizando la dignidad de las mujeres gestantes y de los progenitores.
Sin embargo, al considerar esa garantía, se tiene que la inamovilidad no puede ser aplicada en todos
los casos, ya que como se desarrolló anteriormente no todas las funciones públicas son iguales y
algunas contienen ciertas características concretas. Es por ello que en los casos en los que se aplique
la garantía de inamovilidad laboral podrían ser desvirtuadas las antedichas funciones públicas…”.
Por su parte, la SCP 0233/2018-S4 de 21 de mayo, asumiendo el mismo entendimiento de la SCP
0499/2016-S2 de 13 de mayo, respecto a los casos de padres progenitores, considerados transitorios
o provisorios, señaló que: “…respecto a la inamovilidad laboral por causa de embarazo y/o paternidad
en tanto el menor no cumpla el año, la SCP 1025/2017-S1, manifestó que: ‘…de acuerdo a lo
establecido por la jurisprudencia constitucional citada en el Fundamento Jurídico precedente,
entendimiento aplicable y vinculante al caso de autos, se verifica que la designación del ahora
accionante (…), fue de carácter transitorio (…); condición por la que no le alcanza la protección

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constitucional que alega en la presente acción de defensa, por cuanto no goza de la estabilidad e
inamovilidad laboral que garantiza la carrera judicial; circunstancia por la cual, su desvinculación del
órgano Judicial, no constituye la vulneración de sus derechos fundamentales que invoca,
determinando lo expuesto ut supra, se deniegue la tutela que solicitada por el accionante mediante
esta acción de amparo constitucional, al no ser evidente la existencia la vulneración de los derechos
y garantías fundamentales invocados en la demanda de esta acción tutelar ni de acto ilegal o
restrictivo de los mismos, que inviabiliza se abra su ámbito de protección…’, estableciendo además,
en el caso del niño menor de un año ‘…más aun ante la constancia de que el Consejo de la
Magistratura, ha otorgado los beneficios a la seguridad social y los otros derechos sociales previstos
por ley a los hijos menores de un año del accionante’ (SCP 0953/2017-S1)”.
Empero, es preciso hacer hincapié que este Tribunal, a través de la SCP 1417/2012 de 20 de
septiembre, cambiando la línea jurisprudencial asumida en la precitada SCP 1277/2012, fundó el
siguiente entendimiento: “…la negación establecida en el art. 7.II. inc. a) del EFP, debe tener su
excepción, en el caso en el que se ingrese a analizar situaciones de grupos vulnerables -que de igual
manera pueden tener la calidad de servidores públicos- y merezcan protección especial por parte del
Estado, tal como sucede con el caso de las mujeres embarazadas, personas con capacidades
diferentes, adultos mayores, etc…
(…)
Consecuentemente, en aplicación del principio constitucional pro homine, por el cual debe entenderse
la norma, en el sentido más amplio y no así en el sentido restringido, se establece que las servidoras
públicas de libre nombramiento, que se encuentren en estado de embarazo o en su caso el servidor
público de libre nombramiento, que sea progenitor, merecerá la protección del Estado, a través
de todas sus instancias y órganos, reconociéndoles el derecho establecido en el art. 48.IV
de la CPE; sin embargo, dadas sus características especiales en las que se encuentran,
como servidores públicos que no se encuentran en la carrera administrativa, deberá
otorgarse la protección -en aplicación de lo dispuesto por el art. 48.IV de la CPE-
permitiendo se mantengan desempeñando funciones en la misma institución en la que
fueron agradecidas sus labores, hasta que su hijo o hija cumpla un año de edad…” (las
negrillas nos corresponden), criterio reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0125/2019-S2 de 17 de abril, 0548/2016-S2 de 27 de mayo, 1204/2013 de 1 de agosto y 1686/2012
de 1 de octubre.
Es preciso dejar sentado que, con relación a los servidores públicos, el art. 233 de la CPE, refiere que
estos forman parte de la carrera administrativa, excepto aquellos que desempeñen cargos electivos,
hayan sido designados y quienes ejerzan cargos de libre nombramiento; es decir, los denominados
funcionarios provisorios o transitorios; mandato constitucional que, se entiende tiene por finalidad
garantizar que todas las instituciones del Estado cuenten con servidores públicos que hayan
transitado por un proceso de institucionalización para ingresar en la carrera administrativa a través
de convocatorias públicas competitivas y evaluación de mérito con el objeto de brindar seguridad
jurídica en los servicios que prestan; y, entre tanto no se produzca esta institucionalización, tales
funciones pueden ser cumplidas por servidores provisorios; sin embargo, los arts. 5 incs. c) y d), 7.II
y 71 de la Ley 2027, son claros al señalar que al no encontrarse estos sujetos a las disposiciones
relativas a la carrera administrativa, no gozan de los derechos reconocidos a los funcionarios de
carrera como ser el derecho a la estabilidad.
En este punto debemos hacer una diferenciación entre lo que se debe entender por estabilidad laboral
como el derecho del trabajador o empleado a conservar o permanecer en su fuente laboral por el
mayor tiempo posible -siempre y cuando no incurra en causales legítimas de despido- y la garantía
de inamovilidad laboral de la madre gestante o progenitor del nasciturus por el periodo de un año;
pues, en este último caso el bien jurídico a proteger no es el trabajo como una construcción social y
necesaria para el sustento de los trabajadores, sino que la tutela comprende a la mujer embarazada
o madre y al nuevo ser, considerados como grupo de atención prioritaria por su alto grado de
vulnerabilidad. Es por ello que, la protección que brinda la inamovilidad laboral a la que hace

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referencia el art. 48.VI de la CPE, es considerada como el grado más alto de estabilidad laboral que
impone la imposibilidad de despedir, sea en el sector privado o público, aunque sea legal el despido
o se trate de funcionarios provisorios en el caso de los servidores públicos, debido precisamente a la
protección que brinda al binomio madre-hijo (extensible a los progenitores), la cual por sus
características es excepcional y temporal, entre tanto dure el vínculo indispensable entre la madre y
el menor por el periodo de la lactancia y otros cuidados necesarios, habiendo establecido la
Constitución Política del Estado el límite de un año.
III.2. Análisis del caso concreto
En el caso concreto, la accionante refiere que el demandado lesionó sus derechos al trabajo, a la
estabilidad y a la inamovilidad laboral; argumentando que no obstante encontrarse en estado de
gravidez, fue notificada en tablero con el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 51/2019 de 17 de
enero, comunicándole la determinación del Pleno del Consejo de la Magistratura de agradecer sus
servicios, disponiendo la conclusión de la relación laboral a partir del 18 de igual mes y año; en tal
sentido, mediante escrito de 23 del mismo mes y año, impugnó el contenido de dicho Memorándum,
emitiéndose la Resolución 002/2019 de 25 de similar mes y año, argumentando que el recurso de
revocatoria formulado fue presentado fuera del pazo de tres días previsto en el art. 20.I del Acuerdo
042/2018 -no cita fecha-; motivo por el cual, interpuso recurso jerárquico el 1 de febrero del indicado
año; empero, transcurridos cincuenta y cuatro días desde su presentación y al ver que el mismo se
tornaba ineficaz, acudió a la Jefatura Departamental del Trabajo de Santa Cruz dependiente Ministerio
de Trabajo, Empleo y Previsión Social, instancia que emitió la Conminatoria de Reincorporación por
Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019 de 14 de febrero, ordenando la
reposición de sueldos devengados desde el despido injustificado, manteniendo su antigüedad y
demás derechos que le correspondieren, notificada a la entidad empleadora el 25 de igual mes y año;
sin embargo, desde esa fecha transcurrieron veintinueve días calendario sin que se hubiese dado
cumplimiento a la misma.
De la revisión de los antecedentes que cursan en el expediente, se establece que por Memorándum
CM-DIR.NAL. RR.HH.- 0229/2018 de 15 de marzo, se asignó provisionalmente las funciones de
Técnico IV como Auxiliar Inscriptor del Consejo de la Magistratura en la ciudad de Santa Cruz de la
Sierra a Rosmery Choque Callejas (Conclusión II.1); asimismo, el certificado de atención prenatal,
establece que la accionante se encontraba con un embarazo de cinco meses (Conclusión II.2); sin
embargo, mediante Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH.- 51/2019 agradecieron sus servicios,
efectivizándose su retiro a partir del 18 de enero de 2019 (Conclusión II.3); posteriormente acudió a
la Jefatura Departamental de Trabajo de Santa Cruz, que emitió la Conminatoria de Reincorporación
por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019, con la cual fue notificada la parte
denunciada el 25 febrero de 2019 (Conclusión II.4).
De conformidad a lo establecido en la SCP 0783/2018-S4 de 22 de noviembre, los cargos
jurisdiccionales o de apoyo jurisdiccional y administrativo, incluyendo al personal del Consejo de la
Magistratura -con excepción de las autoridades electas-, son transitorios en tanto no se lleve adelante
el proceso de contratación de personal conforme a las formalidades previstas en las leyes y
reglamentos internos; aspecto concordante con los arts. 5 incs. c) y d), 7.II y 71 de la Ley 2027, que
establecen que los funcionarios provisorios, al no encontrarse sujetos a las disposiciones relativas a
la carrera administrativa, no gozan de los derechos reconocidos a los funcionarios de carrera, como
ser la inamovilidad; sin embargo, esta previsión conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, no puede ser aplicable a la inamovilidad
prevista por el art. 48.VI de la CPE, que no debe entenderse en los términos del derecho a la carrera
administrativa y la estabilidad en ella, a que hace referencia el art. 7.II inc. a) de la Ley 2027; puesto
que, la primera es de carácter excepcional, permitiendo a la servidora o servidor público desempeñar
funciones en consideración a la protección especial que debe brindar el Estado a la madre gestante
o padre progenitor y especialmente al nasciturus, hasta que este cumpla un año.
En tal sentido, la condición de funcionaria transitoria o provisoria de la impetrante de tutela, por
haber sido designada en un cargo de libre nombramiento conforme al Memorándum CM-DIR.NAL.

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RR.HH.- 0229/2018 y no así a través de un concurso de méritos en el marco del Reglamento de


Administración y Control de Personal Administrativo del Órgano Judicial, las Normas Básicas del
Sistema de Administración de Personal y la Ley 2027, no justifica la restricción de la garantía a la
inamovilidad laboral dispuesta en la Constitución Política del Estado; pues, de hacerlo se estaría
asumiendo una medida restrictiva de derechos fundamentales contraria al mandado del art. 13.I de
la CPE, que instituye la inviolabilidad, universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad
de los mismos, con un alcance general por estar reconocidos a todas las personas sin excepción
alguna; máxime, cuando la finalidad de la inamovilidad laboral excepcional reconocida en el art. 48.VI
de la Norma Suprema, es precautelar la vida, la salud y la seguridad de la mujer gestante y del
nasciturus, al asegurarles los medios para tal efecto, obligaciones que de ser incumplidas implicarían
una regresión a criterios jurisprudenciales ya superados, y que son contrarios a los principios de
progresividad y pro homine en la interpretación y aplicación de los derechos fundamentales, conforme
se tiene expuesto en los fundamentos expuestos en este fallo.
En tal sentido, la determinación del ahora demandado de cesar en sus funciones a la impetrante de
tutela, en el cargo de Técnico IV como Auxiliar Inscriptor de DD.RR. de la zona del Plan Tres Mil de
la ciudad de Santa Cruz de la Sierra sin considerar su estado de gravidez, constituye una vulneración
de los derechos a la inamovilidad laboral, alimentación, salud, vida y seguridad social invocados en
la presente acción tutelar; criterio que es corroborado por el incumplimiento a la Conminatoria de
Reincorporación por Inamovilidad Laboral - Madre Gestante JDTS/CONM. 023/2019 emitida por la
Jefatura Departamental del Trabajo de Santa Cruz dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social, en aplicación de las atribuciones señaladas en el DS 0012 de 19 de febrero de 2009,
que reglamenta las condiciones de inamovilidad laboral de la madre y padre progenitores que
trabajen en el sector público o privado; por lo cual, corresponde conceder la tutela solicitada y
disponer la reincorporación de la accionante a un cargo igual o similar al que ocupaba hasta antes
de su retiro, así como el restablecimiento de los demás derechos que le reconoce la Norma Suprema
y la ley, asegurando los medios para garantizar la observancia de sus derechos y los de su hija o hijo
hasta que cumpla un año.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada, no aplicó
correctamente las disposiciones constitucionales vigentes.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión resuelve: REVOCAR la Resolución 18 de 26 de abril de 2019, cursante de fs. 95 vta. a 98
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo la reincorporación inmediata de la accionante a un
cargo igual o similar al que ocupaba hasta antes de su retiro, en los términos dispuestos en la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
2º Se dispone el pago de salarios devengados y el restablecimiento de su derecho a la seguridad
social y otros que le reconoce la Constitución Política del Estado y la ley.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0684/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción popular
Expediente: 29157-2019-59-AP
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución 31/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 322 a 325 vta., pronunciada dentro
de la acción popular interpuesta por Giovanni Fabricio Montellano Nava en representación de
Alberto Ocampo Castro, Presidente de la Urbanización Las Flores, contra Rodrigo Paz
Pereira, Alcalde; Francisco Rosas Urzagaste, Presidente del Concejo; y, Fabián Horacio
Rodríguez Velasco, Director de Ordenamiento Territorial Urbano; todos del Gobierno
Autónomo Municipal de Tarija.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 17 y 21 de mayo de 2019, cursantes de fs. 97 a 102 vta. y 109 a 112,
el accionante expresó los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 29 de noviembre de 2012, el entonces propietario de la Urbanización Las Flores hizo la
transferencia de dos inmuebles: a) El primero ubicado en el sector norte de la poligonal “Za de Monte
Sud Tarija”, registrado en Derechos Reales (DD.RR.), con una superficie de 14032,81 m 2, matrícula
6011010013886, denominado área verde y/o equipamiento “N1”; y, b) El segundo situado en el
mismo lugar, con una extensión de 8671,69 m2, matrícula 6011010013887, nombrado área verde
y/o equipamiento “N2”; en cumplimiento de la normativa municipal que disponía la cesión específica
de bienes para áreas verdes y/o equipamientos, se pudo evidenciar que de acuerdo a la inscripción
en DD.RR., dichos inmuebles tienen un fin claramente determinado, el cual es constituirse en áreas
verdes -destinadas a la recreación y ornamentación de la ciudad- y de equipamientos -para satisfacer
las necesidades de la población urbana en las actividades relativas a cultura- para la Urbanización
Las Flores; por lo que, la referida entidad edil debió dar uso a dichos inmuebles de acuerdo a su
finalidad.
Por otra parte, indicó que: 1) Por su condición de seres humanos gozan de todos los derechos
consagrados en la constitución sin distinción alguna; 2) En su barrio no existen servicios de agua
potable y alcantarillado; 3) Necesitan el equipamiento de una posta sanitaria para ejercer
eficientemente su derecho a la salud, ya que tienen que desplazarse largas distancias hacia el más
próximo; 4) La construcción de las casas para los discapacitados significa afectar la planificación del
barrio que recibió la calidad de “modelo”, dado que las calles serían estrechas; 5) Los inmuebles
transferidos son áreas verdes con árboles y deben ser conservadas como tales; 6) Los bienes del
Estado no pueden ser privatizados ni pasar a manos de particulares; y, 7) Solicitaron que dichos
espacios sean equipados con infraestructura para actividades deportivas.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante consideró como lesionados sus derechos a la igualdad, al agua potable y
alcantarillado, a la salud, al medio ambiente y al deporte, a cuyo efecto citó los arts. 14 parágrafos
I, III, IV y V; 16.I, 18, 19.I, 20, 33, 34, 38.I, 56, 57, 104 y 105 de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se detengan las obras de construcción de viviendas que se están realizando en desmedro de
la población de la Urbanización Las Flores y se respete el uso de suelo.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
La audiencia pública fue instalada el 23 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 318
a 321 vta., en la cual se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante por intermedio de su representante, ratificó lo manifestado en su memorial de
acción de amparo constitucional y ampliándolo, señaló que: i) Lo alegado por los demandados sobre
la legitimación activa y pasiva, ya fue superado por la SCP 0707/2018-S2 de 31 de octubre y que,
por el solo hecho de tener propiedad de lotes de inmuebles en dicho barrio, le da legitimación activa,
aunque no viva allí, ni tenga vivienda edificada; ii) La construcción de esas viviendas sin previo
proceso legislativo está vulnerando sus derechos a la salud, al agua y al debido proceso, dado que
los terrenos fueron cedidos durante el trámite de loteamiento con el fin legal específico de que sean
destinados a áreas verdes y/o equipamiento; iii) La Ley Municipal de Reasignación de Uso de Suelo
en Terrenos de Propiedad Municipal para la Construcción de Obras de Interés Público -Ley Municipal
035 de 23 de abril de 2014- para edificaciones de altura, no habla mucho del uso de suelo ni de
viviendas sociales; iv) Es imposible que se construyan las 100 viviendas sociales proyectadas sin
afectar las vías de circulación; v) No se pueden transferir terrenos públicos ni cambiar el uso de suelo
con base a un acto administrativo, como la Resolución Administrativa (RA) 479/2019 de 22 de marzo,
sino mediante una ley del Concejo Municipal de Tarija; vi) No se entiende cómo construyen sin tener
saneados todos los aspectos legales relatados; y, vii) El propio Municipio les dio los doscientos o
trescientos plantines de árboles a ser colocados en los inmuebles que ahora pretenden destinar a
otra finalidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Francisco Rosas Urzagaste, Presidente del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija, por
intermedio de sus representantes presentó informe escrito el 23 de mayo de 2019, cursante de fs.
194 a 198; argumentando que: a) El accionante no realizó una vinculación entre los hechos y los
supuestos derechos vulnerados, ni la forma cómo está involucrada la entidad que representa; b)
Todo lo alegado en la acción de defensa corresponden a intereses de grupo o individuales
homogéneos, los cuales no pueden ser tutelados vía acción popular; c) A solicitud expresa del Alcalde
del Gobierno Autónomo Municipal de la ciudad mencionada, se emitió la Resolución Municipal
141/2018 de 15 de noviembre, que ratificó el Convenio Intergubernativo 25/2018 de 1 de ese mes,
suscrito con la Agencia Estatal de Vivienda, para la ejecución del proyecto -construcción de 100
viviendas sociales para personas con discapacidad en el municipio de Tarija-, donde el Municipio se
obligó a transferir lotes de terreno a título gratuito para tal destino exclusivamente, sin identificar
qué predios debían ser enajenados; d) Todo lo realizado se enmarcó en el ordenamiento jurídico
constitucional y legal; e) La Ley Municipal 035 permite la reasignación de uso de suelo de bienes
inmuebles de propiedad municipal asignados como vías de circulación, áreas verdes y de
equipamiento u otras, para la construcción de obras de interés público, incluyendo los usos asignados
en trámites de loteamientos, urbanizaciones, planes parciales y generales aprobados, planimetrías,
entre otros; f) El referido Alcalde Municipal presentó un proyecto de resolución municipal para la
enajenación de los predios a favor de la Agencia Estatal de Vivienda, el cual fue observado por falta
de planos, aspecto que a la fecha no fue subsanado; g) No existe trámite o instrumento legal de
reconocimiento de la supuesta junta vecinal de la Urbanización Las Flores; y, h) Cualquier pedido de
alcantarillado, agua potable, obras de salud y campos deportivos debe ser efectuada al Gobierno
Autónomo Municipal de Tarija en el marco de la planificación participativa y al momento de elaborarse
el plan operativo anual, donde los sectores sociales tienen la posibilidad de realizar sus demandas
más prioritarias para su programación respectiva; solicitando se deniegue la tutela impetrada.
Rodrigo Paz Pereira, Alcalde y Fabián Horacio Rodríguez Velasco, Director de Ordenamiento Territorial
Urbano, ambos del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija, a través de sus representantes dieron

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 387


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informe en audiencia, alegando que: 1) El supuesto barrio de la Urbanización Las Flores no está
consolidado totalmente, existiendo pocas viviendas, ni siquiera el accionante construyó nada en sus
lotes de terreno, conforme se puede evidenciar de la foto satelital del lugar, por lo que no pueden
hablar de la afectación a ningún vecino; 2) Existen proyectos de agua potable, alcantarillado y
electrificación para la zona, los cuales se encuentran en ejecución a solicitud de las personas con
discapacidad que vivirán ahí; 3) Se respeta la estructuración vial del sector y los anchos de vías se
mantienen de acuerdo al loteamiento aprobado; 4) La construcción de las viviendas sociales para los
discapacitados se encuentran constitucional y legalmente justificadas, el art. 6.I del Decreto Supremo
(DS) 986 de 21 de septiembre de 2011, permite que la Agencia Estatal de Vivienda celebre convenios
de cooperación intergubernativos con los gobiernos autónomos municipales para la ejecución de
dicha infraestructura, permitiendo la tramitación de cambio de uso de suelo cuando sea requerido,
así como las Leyes Municipales 35 y de Edificaciones de Altura -Ley Municipal 132 de 21 de septiembre
de 2017-, más sus reglamentos; 5) Si bien los terrenos fueron áreas verdes y/o de equipamiento,
correspondió su reasignación a través de la RA 479/2019, para cumplir con los compromisos asumidos
en el convenio intergubernativo para la construcción de viviendas sociales para el grupo vulnerable
de los discapacitados; 6) El registro en DD.RR. sirve para oponer derecho propietario frente a terceros
cuando se suscite un conflicto sobre un mismo inmueble, no para determinar el tipo de uso de suelo
que constituye en una previsión administrativa municipal; 7) La Urbanización Las Flores es parte del
distrito 7 de la ciudad de Tarija, que cuenta con importantes áreas verdes como el parque urbano
central, existiendo otros espacios suficientes para destinar a tal finalidad; 8) No puede haber un
centro de salud en cada barrio, sino que son planificados por zonas o distribución geográfica, el
indicado distrito cuenta con el “Centro de Salud Guadalquivir” y otros; asimismo, se están ejecutando
otros importantes proyectos de salud en el sector; 9) En la zona se cuentan con campos deportivos
construidos para el uso de los vecinos y también hay espacios disponibles para la proyección de
otros; y, 10) De la revisión de fotos satelitales que datan de 2003 hasta 2019, se evidenció que no
existía vegetación en el sector, al contrario se realizaron movimientos de tierras para habilitar terrenos
con fines urbanos, recién este año algunos vecinos en ausencia de los discapacitados y las
autoridades procedieron a plantar árboles con la finalidad de truncar la construcción de las viviendas
sociales, los cuales se encuentran en pie y después también corresponderá la arborización de las
aceras de todo el lugar; por lo que, solicitan se deniegue la tutela ante la ausencia de vulneración
alguna a los derechos colectivos y difusos del accionante.
I.2.3. Intervención de amicus curiae
Carolina Cortez Berzain, Presidenta del Comité de Vivienda de las Personas con Discapacidad, indicó
que solo exigieron techo y que se dé curso al proyecto, sorprendiéndoles la situación ya que viven
en alquiler.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, por Resolución
31/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 322 a 325 vta., denegó la tutela solicitada, con base en los
siguientes fundamentos: i) El accionante solamente representa a un grupo, no a una colectividad,
puesto que esta última igualmente se encuentra conformada por personas con discapacidad, quienes
gozan de especial protección por el Estado; ii) En la acción de defensa se alega que tienen que
desplazarse largas distancias hasta el centro de salud más próximo, cuando ni siquiera vive allí, tal y
como lo reconoció en la audiencia; iii) No se puede sustentar que la construcción de las viviendas
sociales imposibilitarán una futura construcción de centros de salud y campos deportivos; iv) Sobre
lo manifestado de ser barrio modelo, es un argumento discriminatorio respecto a otros sectores,
además de utilizar el término “casitas” como un peyorativo al referirse a las viviendas de las personas
con discapacidad, quienes no deben ser discriminadas; v) Existen diferencias entre algunos vecinos,
representados por el accionante, con las personas con discapacidad beneficiadas, quienes también
pertenecen al colectivo del barrio, no pudiéndose hablar de derechos colectivos; y, vi) La acción
popular no tutela peticiones de campos deportivos, centros de salud o áreas verdes y/o equipamiento.
II. CONCLUSIONES

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Del análisis de la prueba documental adjunta al expediente, se establece lo siguiente:


II.1. Por testimonio 1611/2012 de 29 de noviembre, emitido por la Notaría de Fe Pública de Primera
Clase 11 de la ciudad de Tarija a cargo de Hipólito Galarza Sánchez, se inscribió en registros públicos
la cesión realizada por Alfonzo Alejandro Pinedo en favor del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija
de vías de circulación, áreas verdes y/o equipamiento “N1” y “N2” y área verde “N3”, ubicados en la
zona de Monte Sud de la provincia Cercado de la ciudad de Tarija; debido al trámite de loteamiento
de un inmueble con una superficie de 174331,61 m 2 y en cumplimiento de los arts. 87 del Reglamento
de Urbanizaciones, 10 del Plan Municipal de Ordenamiento Territorial y 128 de la Ley de
Municipalidades (LM [fs. 17 a 19 vta.]).
II.2. Cursan fotografías presentadas por el accionante de los inmuebles donde se pretende construir
las 100 viviendas sociales para las personas con discapacidad (fs. 61 a 69).
II.3. Constan folios reales de dos inmuebles registrados con matrículas computarizadas
6011010013886 y 6011010013887, con superficies de 14032,81 m2 y 8671,69 m2, ubicados en sector
norte de la poligonal “Za de Monte Sud Tarija” y con denominaciones área verde y/o equipamiento
“N1” y “N2”, respectivamente (fs. 89 a 90).
II.4. A través de RA 004/2014 de mayo (día ilegible) evacuada por el Oficial Mayor de Planificación
y Ordenamiento Territorial del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija, se aprueba el Reglamento de
Reasignación de Uso de Suelo, en terrenos de propiedad municipal para la construcción de obras de
interés público en cumplimiento de la Ley Municipal 035; que en su el art. 8 establece el
procedimiento para el efecto, concluyendo con una resolución administrativa emitida por la Dirección
de Ordenamiento Territorial del antedicho Municipio (fs. 278 a 280).
II.5. A través del Convenio Intergubernativo 25/2018 de 1 de noviembre, el Gobierno Autónomo
Municipal de Tarija representado por Rodrigo Paz Pereira, Alcalde Municipal -ahora demandado-, se
comprometió a dotar y transferir a título gratuito lotes de terrenos amanzanados y debidamente
individualizados, de manera directa al fideicomiso “AEVIVIENDA”, con destino exclusivo para la
ejecución de programas y/o proyectos para la construcción, otorgación, dotación y entrega de
soluciones habitacionales para personas con discapacidad, denominado proyecto -construcción de
100 viviendas sociales para personas con discapacidad en el municipio de Tarija- (fs. 118 a 125).
II.6. Mediante Resolución Municipal 141/2018 de 15 de noviembre, el Concejo Municipal de Tarija,
representado por Francisco Rosas Urzagaste, Presidente -ahora demandado-, resolvió ratificar el
Convenio Intergubernativo 25/2018 (fs. 145 a 146).
II.7. Por Ley Municipal 035 emitida por el mencionado Concejo Municipal, en su art. 1, se dispone:
“Autorizar la reasignación de uso de suelo en los bienes inmuebles de propiedad municipal asignados
como vías de circulación, áreas verdes y de equipamiento, áreas a reforestar y otras asignaciones
que pudieran tener, así como también aquellos usos asignados dentro del ordenamiento territorial
aprobado, como loteamientos, urbanizaciones, planes parciales y generales aprobados, planimetrías
y otras formas en las que se haya asignado el uso de suelo; reasignaciones que se efectuarán para
la construcción de obras de interés público”, y en su art. 2 manda que: “La Dirección de Ordenamiento
Territorial a través de sus jefaturas, unidades técnico-legales-administrativas, procederá a la
Reglamentación de la Presente Ley con la finalidad de otorgar el procedimiento de reasignación de
uso de suelo de la propiedad municipal que promueva el desarrollo urbanístico del Municipio” (fs.
155).
II.8. Mediante RA 479/2019 de 22 de marzo, Fabián Horacio Rodríguez Velasco, Director de
Ordenamiento Territorial Urbano del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija -ahora codemandado-,
dispuso la reasignación de las áreas de propiedad municipal señaladas para fines de vivienda social,
disponiendo la publicación del acto administrativo en un medio de prensa escrito, fundamentando su
competencia para el efecto mediante el art. 6 del Decreto Edil 2/2018 de 3 de enero, la RA 004/2014
y los arts. 1 y 6 las Leyes Municipales 35 y 132, respectivamente; la primera para la reasignación de
uso de suelo en terrenos de propiedad municipal para la construcción de obras de interés público (fs.
126 a 128 vta.).

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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


El accionante considera vulnerados sus derechos a la igualdad, al agua potable y alcantarillado, a la
salud, al medio ambiente y al deporte, debido a que la construcción de 100 viviendas para las
personas con discapacidad en dos inmuebles destinados para áreas verdes y/o equipamiento en la
Urbanización Las Flores, no permitirá la edificación de un centro de salud y campos deportivos;
asimismo implicaría la afectación de árboles ya que dichos lotes de terreno son áreas verdes perderían
su calificación como barrio modelo; por otra parte, los bienes del Estado no pueden pasar a manos
de particulares y ser enajenados por un acto administrativo como la RA 479/2019 de 22 de marzo y
que dichas construcciones se están ejecutando sin previo proceso legislativo no siendo posible que
se ejecuten sin afectar las vías de circulación, igualmente no pueden realizar dichas obras sin tener
saneado el derecho propietario; agregando que, la urbanización no cuenta con servicio de agua
potable y alcantarillado.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Fundamentos de la acción popular y la nueva lógica de justiciabilidad de los
derechos colectivos y derechos e intereses difusos
Sobre este tópico es necesario hacer referencia a la citada SCP 0707/2018-S2 de 31 de octubre de
2018, que sistematizó varios entendimientos jurisprudenciales sobre la acción popular, señalando
que:
«La Constitución Política del Estado, promulgada el 7 de febrero de 2009, incorporó dentro de las
acciones de defensa, a la acción popular, que procede de acuerdo a su art. 135: “…contra todo acto
u omisión de las autoridades o de personas individuales o colectivas que violen o amenacen con violar
derechos e intereses colectivos, relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad
pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por la Constitución”.
Los fundamentos de la incorporación de la acción popular en la Norma Suprema pueden encontrarse
en el razonamiento jurídico de la SC 1977/2011-R de 7 de diciembre, que señaló que su desarrollo
como mecanismo de defensa, parte del reconocimiento de los derechos e intereses difusos y
colectivos, que a diferencia de los derechos de corte individual, reconocen a su vez la dimensión
social del ser humano; es decir, que el mismo no puede ser concebido ni tutelado de forma
descontextualizada, sino, en el marco de una sociedad concreta, en la que vive. En efecto, esta
Sentencia en el Fundamento Jurídico III.1.1, indicó:
El reconocimiento de estos derechos responde a una nueva concepción del ser humano, ya no
meramente individual, sino como parte de una comunidad en la que se desarrolla y desenvuelve, y
que por lo mismo, necesita ser protegida, pues de su preservación depende el desarrollo integral de
la persona y de futuras generaciones. En ese sentido, esta nueva concepción no sólo reconoce al
individuo como ser contextualizado y dependiente de su comunidad, y a las colectividades como
sujetos de derechos, sino también las condiciones que fundamentan y posibilitan la existencia
individual y colectiva -es decir, el entorno vital del hombre y que, como tales, su titularidad
corresponde a todos y cada uno de los miembros de una comunidad, -a decir de Rousseau J.J., a
todos en general, pero a ninguno en particular- como por ejemplo el derecho al medio ambiente.
Dentro del contexto referido, y en mérito a la importancia y el reconocimiento de estos derechos de
tercera generación, su vulneración encuentra protección en las diversas legislaciones a través de
mecanismos que tienen el mismo objeto y finalidad como es la tutela de los derechos colectivos o
difusos. Al respecto, en la legislación comparada, a esa protección se la conoce como tutela de
intereses difusos, como el derecho a un medio ambiente adecuado, a la salud, a la utilización racional
de los recursos naturales, a la seguridad de consumidores y usuarios, al patrimonio histórico,
arquitectónico y cultural, etc.
En ese orden, la SC 1018/2011-R de 22 de junio interpretó progresiva y extensivamente el ámbito
de protección de la acción popular, contenido en el art. 135 de la CPE, afirmando que: “…la acción
popular protege, además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses difusos -ambos

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 390


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contenidos bajo el nomen iuris ‘Derechos Colectivos’- y, en ese sentido, cualquier persona
perteneciente a colectividad o comunidad afectada puede presentar esta acción que, como su nombre
indica, es popular”.
(…)
Ello, supone que con la incorporación del proceso constitucional de la acción popular, se ingresa a
una nueva lógica de litigio en sede constitucional, distinta a cualquier otro proceso constitucional de
tutela de derechos individuales -acciones de amparo constitucional, de protección de privacidad y de
cumplimiento, aunque con algunas similitudes con la acción de libertad- que impone deberes
diferenciados a los administradores de justicia y a la ciudadanía, en aras de generar una cultura en
la administración de justicia, basada en la idea de solidaridad que rebasa la idea de la justiciabilidad
de derechos sustentada en la individualidad.
En efecto, del desarrollo legislativo de la acción popular contenido en los arts. 68 al 71 del CPCo, así
como del desarrollo jurisprudencial, conforme se verá a continuación, es posible advertir una
diferenciación sustancial que se aleja de los esquemas tradicionales de todo proceso, por cuanto,
incorpora reglas procesales específicas sobre diferentes temas como son: la legitimación procesal -
activa y pasiva-, la intervención de terceros interesados, la actuación del amicus curiae, la no
exigibilidad del agotamiento de recursos ordinarios judiciales o administrativos, la inexistencia del
plazo de caducidad, la carga de la prueba, la conversión de acciones de defensa, los efectos de la
sentencia, el sistema de reparación de derechos colectivos e intereses difusos, etc.; visibilizando con
ello, un proceso constitucional especial, revestido de informalidad y flexibilidad; cuyo diseño, en
definitiva, responde a la finalidad de materializar el goce efectivo de los derechos e intereses
colectivos y difusos a través del acceso a la justicia constitucional sin obstáculos o ritualidades
procesales que lo impidan.
(…)
La legitimación activa en la acción popular está regulada en el art. 136.II de la CPE, que dispone:
“Podrá interponer esta acción cualquier persona, a título individual o en representación de una
colectividad y, con carácter obligatorio, el Ministerio Público y el Defensor del Pueblo, cuando por el
ejercicio de sus funciones tengan conocimiento de estos actos…”; y, en el art. 69 del CPCo, que
indica:
La acción podrá ser interpuesta por:
1. Toda persona natural o jurídica, por sí o en representación de una colectividad, que considere
violados o amenazados derechos o intereses colectivos señalados en el Artículo anterior.
2. El Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, con carácter obligatorio, cuando por el ejercicio
de sus funciones tengan conocimiento de esos actos.
3. La Procuraduría General del Estado.
Ahora bien, la legitimación activa tiene una concepción amplia en la acción popular, conforme a las
normas citadas en los arts. 136.II de la CPE y 69 del CPCo, lo que no ocurre en otras acciones de
defensa que protegen derechos individuales; por cuanto, mientras que en la acción de amparo
constitucional, se exige que sea presentada por la persona -natural o jurídica- que se crea afectada
o por otra a su nombre con poder suficiente, esto debido a que la naturaleza de los derechos
individuales tutelados exige un agravio personal y directo, conforme lo entendió la SC 626/2002-R
de 3 de junio, entre otras, siendo la tutela peticionada en su propio y único beneficio; en la acción
popular, cualquier persona natural o jurídica tiene derecho a formular demandas porque la protección
y salvaguarda de derechos que se busca es para la comunidad; es decir, la legitimación activa la
ostenta todo ciudadano para defender los derechos colectivos e intereses difusos de la comunidad a
la que pertenece, de donde resulta que el titular de los mismos es la colectividad; vale decir, el
agravio, la afectación, recae en ella. En ese sentido, la SCP 2057/2012 de 8 de noviembre, en el
Fundamento Jurídico III.3, sostuvo:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 391


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De lo anotado, se tiene que la acción popular puede ser presentada por cualquier persona ya sea a
título personal o en representación de una colectividad, cuando se alegue lesión a derechos comunes,
donde el titular de los derechos violados es la colectividad en general, y para ello cuando lo haga en
representación de una colectividad este no requiere de poder alguno.
En razón a ello, es posible interponer la acción popular sin el consentimiento de todas las personas
afectadas, no se requiere poder notariado alguno ni mandato expreso, tampoco su presentación está
condicionada por ningún requisito procesal de legitimación del accionante, adicional a la de su
condición de parte de la comunidad.
De otro lado, corresponde recordar que la SC 1977/2011-R, a partir de la disgregación entre derechos
e intereses colectivos, respecto de los derechos e intereses difusos, distinguió en quien recae la
legitimación activa para interponer la acción popular, concluyendo que: a) Cuando se busca la tutela
de los primeros -derechos e intereses difusos-, la acción popular puede ser presentada por cualquier
persona, es decir, existe una legitimación amplia; y, b) Sin embargo, cuando se pretenda la tutela
de derechos o intereses colectivos, en mérito a que la titularidad de los mismos corresponde a un
grupo o colectividad, la acción deberá ser presentada por cualquier persona perteneciente a dicha
colectividad o por otra a su nombre, sin necesidad de mandato».
III.2. Derechos tutelados por la acción popular
La SCP 0023/2019-S3 de 1 de marzo, plasmó la jurisprudencia constitucional que hacía la distinción
entre derechos colectivos, derechos o intereses difusos y derechos individuales homogéneos o
intereses de grupo, de la siguiente manera:
[El planteamiento de esta acción de defensa no es recurrente, por contener características específicas
que difieren de las demás; en ese entendido es necesario describir y especificar qué derechos son
tutelados a través de ésta, es así que la citada SCP 0014/2013-L sostuvo: «Del contexto previsto en
el art. 135 de la CPE, se tiene que la acción popular, se encuentra destinada a la protección de los
derechos e intereses colectivos relacionados con el patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad
pública, el medio ambiente y otros de similar naturaleza reconocidos por la Constitución.
Al referirnos a los derechos colectivos o intereses difusos, éstos trascienden al individuo, nos
referimos a los denominados derechos de tercera generación, que protegen ya no los
derechos e intereses del individuo sino de un grupo humano, que habita un lugar
determinado y que sufre la violación de sus derechos e intereses, lo cual le otorga carácter
difuso.
Al respecto, Mauro Capelletti, principal impulsor de la doctrina de los derechos e intereses colectivos
y difusos, se refiere al problema social que surge a la luz de los nuevos derechos y busca “asegurar
el acceso a la justicia para estos grupos de personas no organizadas”; “los derechos sociales se
refieren a vastas categorías de personas y solamente un sistema procesal distinto del tradicional
estará en grado de asegurar una protección eficaz…”; debiéndose tener en cuenta a los grupos
vulnerables de la sociedad, por razones de sexo, religiosas, étnicas u otros. Más adelante, sostiene
que “los intereses colectivos o difusos no pertenecen exactamente al derecho público, poseen
características sui géneris. Se encuentran -en cierto sentido- en la mitad del camino de los derechos
privados y los públicos. En otras palabras, son públicos solamente en el sentido de que se refieren a
las categorías o grupos de personas, pero que por lo demás son y permanecen como ciudadanos
privados”.
Por su parte, María del Pilar Hernández Martínez nos dice: “caracterizamos comprensivamente como
difusos aquellos intereses que pertenecen a todos y cada uno de los que conforman una colectividad
humana que se nuclean en torno a un bien de la vida y que, siendo lesionados, carecen de vías de
tutela en función al desconocimiento real de aquellos que han sido afectados o conocidos por falta
de legitimación procesal del colectivo para hacer valer el interés particular”.
Asimismo, Crescencio Martínez Geminiano, los define como: “aquellos que corresponden a un número
indeterminado de personas que no está agrupadas o asociadas para la defensa de sus intereses
comunes, sino que forman conglomerados dispersos, como son los integrados por los consumidores,

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las víctimas de contaminación ambiental, los interesados en defender el patrimonio artístico y cultural
y otros”.
Ahora bien, se debe plantear las diferencias y similitudes existentes entre los intereses y derechos
colectivos; y, los intereses y derechos difusos. En ese sentido, este Tribunal ha establecido en la SCP
0276/2012 de 4 de junio, señala: “Al respecto, la SCP 0176/2012 de 14 de mayo, siguiendo el
razonamiento de la SC 1018/2011-R de 22 de junio, ha establecido que ‘De la interpretación
teleológica, gramatical (art. 196. II de la CPE) y sistemática (art. 6.II de la LTCP), que facultan a este
tribunal, de las normas referidas, puede extraerse que la acción popular otorga protección a lo
siguiente:
a) Los derechos e intereses colectivos objeto de protección constitucional explícita por la acción
popular son: el patrimonio, el espacio, la seguridad, la salubridad pública y el medio ambiente
referidos expresamente por los arts. 135 de la CPE y 94 de la LTCP.
En este sentido, el concepto de derecho colectivo latu sensu incorpora e implica a los derechos
colectivos propiamente tales y a los derechos difusos, así la SC 1018/2011-R de 22 de junio, sostuvo
que: “Como se ha señalado la Constitución Política del Estado sostiene que la acción popular procede
contra actos u omisiones que amenacen violar o violen derechos e intereses colectivos, sin hacer
referencia a los intereses difusos; sin embargo, dicha norma debe ser interpretada sistemáticamente
y, en ese sentido, debe tenerse en cuenta que el mismo art. 135 de la CPE, hace referencia, como
derechos e intereses protegidos, al patrimonio, el espacio, la seguridad y salubridad pública, los
cuales, con base en la distinción efectuada en el punto anterior, son específicamente considerados
difusos y no así colectivos.
Consiguientemente, a partir de una interpretación sistemática del art. 135 de la CPE, se debe concluir
que la acción popular protege, además de derechos e intereses colectivos, derechos e intereses
difusos -ambos contenidos bajo el nomen iuris 'Derechos Colectivos’.
(…)
Respecto a la diferenciación entre derechos o intereses colectivos, difusos e individuales
homogéneos, se tiene que:
‘i) Derechos o intereses colectivos en sentido estricto, correspondientes a un colectivo identificado o
identificable como son por ejemplo las naciones y pueblos indígena originario campesinos (art. 30.II
de la CPE), cuyos componentes están organizados y mantienen relaciones orgánicas entre sí;
ii) Derechos o intereses difusos, que corresponden a una pluralidad de personas que no pueden
determinarse, lo que puede suceder por ejemplo cuando la distribución de un medicamento dañado
amenaza a todo potencial usuario. Asimismo, por la naturaleza de estas circunstancias no existe la
posibilidad de concebir que la pluralidad de sujetos estén organizados mediante mecanismos de
coordinación de voluntades y menos que tengan una relación orgánica entre sí;
iii) Derechos o intereses individuales homogéneos -que en el marco de la SC 1018/2011-R de 22 de
junio, se denominan intereses de grupo-, corresponden a un conjunto de personas que
accidentalmente se encuentran en una misma situación cuyos componentes individualmente cuentan
con derechos subjetivos por un “origen común” siendo sus acciones procesales divisibles, pero que
en virtud al principio de economía procesal se pueden tratar de forma colectiva, aspecto que sucede
por ejemplo cuando un producto defectuoso provocó daños en la salud de varios individuos, en dichos
casos los afectados buscarán el resarcimiento, pero para no iniciar sucesivas demandas civiles en
detrimento a la administración de justicia pueden resolverse en una misma sentencia.
En ese sentido, se puede colegir que los derechos o intereses colectivos en sentido estricto y los
derechos o intereses difusos que en esencia son transindividuales e indivisibles y necesariamente
requieren una solución unitaria y uniforme, son tutelables por la acción popular, mientras que los
derechos o intereses individuales homogéneos al tratarse de derechos subjetivos donde se busca el
resarcimiento no se tutelan a través de la acción popular, puesto que en el derecho comparado se

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 393


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protegen por las acciones de grupo (Colombia) donde la sentencia determinará diferentes grados de
afectación y de reparación económica’.
b) Otros derechos de similar naturaleza; es decir, de carácter colectivo o difuso -diferentes a los
explícitamente enunciados- contenidos en normas que integren en bloque de constitucionalidad (art.
410.II de la CPE) o incluso en normas legales de características similares a los referidos e
indispensables para el vivir bien, en su carácter colectivo, lo que concuerda con el concepto de
progresividad que rige a los derechos, como sucede con el derecho al agua, que se constituye en un
derecho autónomo y con eficacia directa que en su dimensión colectiva como derecho difuso y
colectivo, encuentra protección por la acción popular.
c) Otros derechos incluso subjetivos por estar relacionados o vinculados con los derechos
expresamente referidos por el art. 135 de la CPE o con los implícitos referidos por la cláusula abierta
contenida en la misma norma constitucional en virtud al principio de interrelación de los derechos
fundamentales contenido en el art. 13.I de la CPE, que instrumentalicen o hagan efectivos a los
mismos.
Dicho razonamiento encuentra mayor sentido si se considera el principio de indivisibilidad e
interdependencia de todos los derechos previstos en el art. 13.I de la CPE y la Declaración y Programa
de Acción de Viena de 1993, que reafirma que todos los derechos son indivisibles, interrelacionados
e interdependientes, que no se constituyen en estancos separados los unos de otros sino necesarios
en su globalidad para alcanzar un bienestar común y el vivir bien, esto implica que la restricción al
núcleo esencial de un derecho pueda afectar negativamente a los demás.
Ello mismo provoca reconocer el fenómeno de la conexidad, así si bien el legislador constituyente,
diferenció la acción de amparo constitucional para la tutela de derechos subjetivos y la acción popular
para la protección de los derechos e intereses colectivos, es posible que una misma causa, afecte
tanto a derechos subjetivos como a derechos colectivos; de forma que, la tutela del derecho subjetivo
mediante el amparo constitucional eventualmente e indirectamente puede alcanzar a la tutela del
derecho colectivo y la tutela que otorga la acción popular puede incluir a derechos subjetivos.
De la Sentencia Constitucional Plurinacional citada, se puede precisar que a través de la acción
popular se tutela los derechos colectivos propiamente dichos y los derechos difusos y no así los
intereses individuales, económicos, sociales y culturales que se encuentran tutelados por
otras acciones como la acción de amparo constitucional, de libertad de protección y de privacidad’”»]
(las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
La parte accionante a través de su representante alega que la construcción de 100 viviendas para las
personas con discapacidad en dos inmuebles destinados para áreas verdes y/o equipamiento en la
Urbanización Las Flores no permitiría la edificación de un centro de salud y campos deportivos;
asimismo, implicaría la afectación de árboles ya que dichos lotes de terreno son áreas verdes y
perderían su calificación como barrio modelo; por otra parte los bienes del Estado no pueden pasar
a manos de particulares ni ser enajenados por un acto administrativo como la RA 479/2019 de 22 de
marzo y que esas construcciones se estarían ejecutando sin previo proceso legislativo, no siendo
posible que se ejecuten sin afectar las vías de circulación, igualmente ni realizar estas obras sin tener
saneado el derecho propietario; agregando que, la urbanización no cuenta con servicio de agua
potable y alcantarillado; por lo que, supuestamente se estarían vulnerando sus derechos a la
igualdad, al agua potable y alcantarillado, a la salud, al medio ambiente y al deporte.
Para empezar, es necesario aclarar que el principio de igualdad y no discriminación, no es un derecho
colectivo, sino que en sus diferentes manifestaciones en calidad de derecho, como por ejemplo el
ámbito procesal, es individual homogéneo y no puede ser tutelado vía acción popular.
Los demás derechos invocados por el impetrante de tutela son de naturaleza prestacional y como
tales, deben ser entendidos como difusos ya que corresponden a una pluralidad de personas
indeterminadas y no a un colectivo identificado; igualmente, se tiene que las infraestructuras de
servicios básicos como agua potable y alcantarillado, de salud y campos deportivos, se realizan de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 394


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acuerdo a la planificación urbana y estudios demográficos, de factibilidad y de necesidad pública, y


benefician a sectores que pueden sobrepasar la organización urbana de un barrio o ser solo una parte
del mismo; por ello, el solicitante de tutela al ser parte de la comunidad de habitantes de la ciudad
de Tarija se encuentra legitimado activamente para interponer la presente acción tutelar.
De la revisión de todos los documentos adjuntos a la acción popular, se llegan a las siguientes
conclusiones: a) Durante la aprobación de loteamiento de un terreno originalmente de propiedad de
Alfonzo Alejandro Pinedo, cumpliendo normas municipales de uso de suelo, se cedieron los dos
inmuebles señalados por el solicitante de tutela con destino para áreas verdes y/o equipamiento;
empero, en ninguna cláusula se establece una condición que obligue al Gobierno Autónomo Municipal
de la ciudad de Tarija y la provincia Cercado a destinar los indicados inmuebles para esa finalidad
(Conclusión II.1.); b) De las fotografías de los terrenos, se puede evidenciar que los mismos son
descampados con muy poca vegetación, es decir, no son áreas verdes planificadas ni
consolidadas (Conclusión II.2.); c) La ejecución del proyecto -construcción de 100 viviendas
sociales para personas con discapacidad en el municipio de Tarija- en los inmuebles señalados, se
encuentran respaldados por el Convenio Intergubernativo 25/2018 de 1 de noviembre (Conclusión
II. 5.), este último ratificado por la Resolución Municipal 141/2018 de 15 de noviembre, emitida por
el Concejo Municipal de Tarija (Conclusión II. 6.); y, d) La reasignación del uso de suelo de los
referidos lotes de terrenos, para fines de vivienda social, se realizó a través de la RA 479/2019,
emitida por el Director de Ordenamiento Territorial Urbano de la antedicha entidad edil -demandado-
, acto administrativo que se encuentra respaldado por la Ley Municipal 35 que autoriza la reasignación
de usos de suelos de bienes inmuebles de propiedad municipal asignados como vías de circulación,
áreas verdes y de equipamiento para la construcción de obras de interés público (Conclusión II.8.) y
el Reglamento de Reasignación de Uso de Suelo, en terrenos de propiedad municipal para la
construcción de obras de interés público, en su art. 8 dispone que este trámite concluye con una
resolución administrativa evacuada por la Dirección de Ordenamiento Territorial del mencionado
Municipio.
Entonces, se tiene que no es evidente lo alegado por el accionante acerca de que la construcción de
las 100 viviendas para personas con discapacidad en los indicados inmuebles fuera a afectar un área
verde de la Urbanización Las Flores; por otra parte, de manera contradictoria el peticionante de tutela
exige que estas áreas sean destinadas para la construcción de equipamientos de salud y deportes
obviando su solicitud de protección de la vegetación de la misma en resguardo del derecho al medio
ambiente.
Asimismo, no se encuentra vínculo de causalidad entre la construcción de las 100 viviendas para los
discapacitados con la supuesta afectación reclamada a los derechos a la salud, al deporte y al agua
potable y alcantarillado; puesto que, corresponde a una decisión de gestión municipal en atención a
ese grupo en situación de vulnerabilidad, que no imposibilita que en el sector se pueda construir en
un futuro las reclamadas infraestructuras de servicios básicos y equipamiento en resguardo de los
derechos prestacionales de los habitantes del lugar, lo cual, en el caso de salud pública e
infraestructura deportiva, está supeditado a estudios urbanos de factibilidad, demografía y necesidad
pública, y no al simple interés de un grupo accidental de vecinos de la Urbanización Las Flores.
Otros argumentos como lo referido a que perderán su calificación como barrio modelo, que los bienes
del Estado no pueden pasar a manos de particulares ni ser enajenados por un acto administrativo,
que las construcciones se están ejecutando sin previo proceso legislativo y sin tener saneado el
derecho propietario; no pueden ser conocidos vía acción popular, por no guardar conexión alguna
con derechos colectivos o difusos invocados por el accionante, reiterando nuevamente que de la
documental adjunta al expediente se constató la regularidad del trámite de cambio de uso de suelo
realizado.
Finalmente, tampoco se verificó una afectación a las vías públicas de circulación, ya que las
antedichas viviendas se construyen en inmuebles plenamente identificados y separados de la vía
pública planificada durante el trámite de loteamiento de acuerdo a las normas municipales de la
ciudad de Tarija; por lo que, todo lo alegado por el accionante en la presente acción de tutela se

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 395


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asemejan más a intereses individuales homogéneos o de grupo, los cuales no pueden ser atendidos
vía acción popular.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, aplicó
correctamente las disposiciones constitucionales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 31/2019 de 22 de mayo, cursante de fs. 322 a 325
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0685/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29625-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 15 de 14 de junio de 2019, cursante de fs. 23 a 26 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Mery Merubia Estrada contra José Luis Rodríguez
Echeverría, Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal Tercero
del Plan 3000 de la Capital del departamento de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 14 de junio de 2019, cursante de fs. 8 a 9 vta., la accionante refirió
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 11 de junio de 2019, fue aprehendida por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC)
del Plan 3000 de la ciudad de Santa Cruz, y conducida a dependencias del Ministerio Público del
lugar; en audiencia efectuada el 12 del mismo mes y año, prestó su declaración testifical y
posteriormente el Fiscal de Materia Walter Cisneros Colque, le imputó por la presunta comisión de
los delitos de avasallamiento y robo agravado, disponiéndose posteriormente su detención preventiva
en el Centro Penitenciario Palmasola de dicho departamento, pese a la inexistencia de indicios
objetivos que demuestren su participación en la comisión de los ilícitos mencionados y sin que se
hubiese efectuado una valoración integral de los elementos familia, domicilio y trabajo. Se sustentó
el peligro procesal de obstaculización de la investigación en forma subjetiva y no se consideró la
existencia del arraigo natural.
Recurrió en apelación contra la decisión asumida en su contra, de conformidad al art. 251 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), sin que hasta la fecha de interposición de la presente acción tutelar,
se remitiese la misma al Tribunal de alzada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante consideró lesionado su derecho a la libertad, por no haber sido promovido su recurso
de apelación en el plazo de veinticuatro horas, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que se remita el recurso de apelación en el día, al superior
en grado.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 14 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 22 a 23,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su representante, ratificó los términos de la acción de libertad interpuesta
y amplió los mismos pidiendo se sancione la demora en la remisión de la apelación incidental ante el
superior en grado, ocasionada por el Juez demandado y el Secretario del Juzgado Público Mixto Civil
y Comercial, de Familia y de Instrucción Penal Tercero del Plan 3000 de la Capital del departamento
de Santa Cruz, debido a que no fue considerado el hecho de que es parte de la comunidad Guaraní,
haciendo mención a los derechos humanos que tiene toda persona.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 397


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I.2.2. Informe del demandado


José Luis Rodríguez Echeverría, Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal
Tercero del Plan 3000 de la Capital del departamento de Santa Cruz, por informe escrito de 14 de
junio de 2019 cursante a fs. 13 y vta., refirió que se encuentra en suplencia legal de sus similares
Primero y Segundo desde el 7 de enero de ese año; efectivamente la audiencia de medidas cautelares
se desarrolló el 12 de junio de dicho año y debido a que la misma fue bastante extensa, el Secretario
de su despacho demoró en la elaboración del acta correspondiente para ser arrimada al cuaderno
procesal con carácter previo a su remisión ante el superior en grado, debido al recargado trabajo que
originaron las acefalías de los cargos de auxiliar y oficial de diligencias, por lo que no existió
vulneración alguna del derecho a la defensa, al debido proceso o a la libertad de la accionante. En
ese sentido, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 15 de 14 de junio de 2019 cursante de fs. 23 a 26 vta.,
denegó la tutela solicitada con el fundamento de que la autoridad demandada ejercía la suplencia
legal de sus similares Primero y Segundo desde el 7 de enero de ese año, además de no contar con
auxiliar ni oficial de diligencias, motivos por los cuales el Secretario de su despacho no pudo cumplir
con la transcripción del acta de audiencia de medidas cautelares con la premura requerida, debido a
que la misma fue bastante extensa, sumándose a ello la redoblada atención al público litigante; por
otro lado, argumentó que si bien el Juez de instancia es garante de la vigencia de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, la jurisprudencia constitucional contenida en la SCP
0080/2016-S2 de 12 de febrero, estableció que la acción de libertad puede dirigirse inclusive contra
los funcionarios de apoyo jurisdiccional, ya que son sujetos de responsabilidad por el incumplimiento
de sus deberes; sin embargo de ello, dispuso que el Secretario del Juzgado Público Mixto Civil y
Comercial, de Familia y de Instrucción Penal Tercero del Plan 3000 de la Capital de dicho
departamento, remita en el día las actuaciones pertinentes en grado de apelación.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa imputación formal presentada por el Fiscal de Materia el 11 de junio de 2019 contra la
accionante, por la presunta comisión de los delitos de robo agravado y avasallamiento (fs. 1 a 4 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de su derecho a la libertad debido a que la apelación incidental
que planteó contra la Resolución que dispuso su detención preventiva, no fue remitida al superior en
grado dentro de las veinticuatro horas que prevé la norma al efecto señalado.
En consecuencia, corresponde en revisión, dilucidar si tales argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La celeridad en las actuaciones vinculadas con la libertad personal y la acción de
libertad de pronto despacho
La SCP 1874/2014 de 25 de septiembre, sostuvo que: “La acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, se encuentra desarrollada por la jurisprudencia de este Tribunal, entendida como el medio
procesal idóneo para que las partes de un proceso puedan obtener la celeridad necesaria en los
trámites judiciales o administrativos cuando en los mismos existan dilaciones innecesarias o indebidas
y como efecto se prolonga una restricción al derecho a la libertad, criterio este que va en conjunción
con el principio de celeridad reconocido en los arts. 178 y 180.I de la CPE, al indicar: ‘La jurisdicción
ordinaria se fundamenta en los principios procesales de gratuidad, publicidad, transparencia,
oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez…’
(art. 180.I); por ende todo administrador de justicia en ejercicio de sus funciones, se encuentra
constreñido a observar los indicados principios, evitando dilaciones indebidas o innecesarias que sólo
generen perjuicio al derecho a la vida o la libertad de los procesados, criterio que es concordante con

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instrumentos internacionales, así los arts. 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
y 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que señalan el derecho
que tiene toda persona a ser juzgada en un proceso sin dilaciones indebidas”.
La SCP 0791/2015-S3 de 10 de julio, señaló: “El entonces Tribunal Constitucional, mediante la SC
1579/2004-R de 1 de octubre, realizó la clasificación doctrinal del recurso de hábeas corpus -ahora
acción de libertad, a saber: a) Reparador, si ataca una lesión que ya fue consumada; b) Preventivo,
cuando procura impedir una lesión a producirse; y, c) Correctivo, si intenta evitar que se agraven las
condiciones en que se mantiene a una persona detenida; posteriormente, a través de la SC
0044/2010-R de 20 de abril, se amplió dicha clasificación identificando al hábeas corpus: 1)
Restringido, ante limitaciones del ejercicio del derecho a la libertad; 2) Instructivo, que procede
cuando el derecho a la libertad se encuentra vinculado al derecho a la vida; y, 3)Traslativo o de
pronto despacho, a través del cual se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando
existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona privada de libertad”.
III.2. La dilación en la remisión del recurso de apelación de las resoluciones que rechazan
la solicitud de cesación de detención preventiva o de aquellas que imponen dicha medida
La SCP 2149/2013 de 21 de noviembre de 2013, estableció que: “… la apelación incidental contra
resoluciones de medidas cautelares, tiene por finalidad garantizar el ejercicio de los derechos a la
defensa y de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, por cuanto a través de este mecanismo de
impugnación, es posible someter a control toda decisión referida a las medidas cautelares, a fin de
que el Tribunal de alzada efectúe el respectivo examen, garantizando con ello la transparencia de la
justicia, más aún, si por mandato constitucional la jurisdicción ordinaria se sustenta entre otros, en
el principio de impugnación, previsto en el art. 180.II de la CPE. En ése sentido, con relación a las
apelaciones incidentales contra resoluciones de medias cautelares, el art. 251 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), establece:
‘La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable, en el efecto
no suspensivo, en el término de setenta y dos horas.
Interpuesto el recurso, las actuaciones pertinentes serán remitidas ante la Corte Superior de Justicia,
en el término de veinticuatro horas.
El Tribunal de apelación resolverá, sin más trámite y en audiencia dentro de los tres días siguientes
de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior’.
En el contexto de la norma procesal citada anteriormente, las partes deben formular el recurso de
apelación en el plazo máximo de setenta y dos horas; una vez interpuesta la impugnación, los
antecedentes del proceso deben ser remetidos ante el superior en grado en el plazo máximo de
veinticuatro horas; en caso de existir demora en el trámite de apelación de las resoluciones que
rechazan la solicitud de cesación de la detención preventiva, la misma puede ser denunciada y
conocida a través de la acción de libertad de pronto despacho.
La SC 0384/2011-R de 7 de abril, concluyó que los antecedentes de la apelación deben ser remitidos
por el juez a quo dentro del plazo legal de veinticuatro horas establecido por el art. 251 del CPP,
entendimiento que fue reiterado por las SSCCPP 0281/2012, 0110/2012, 1520/2012, entre muchas
otras. Así la última de las Sentencias nombradas sostuvo:
“‘Cuando el recurso de apelación incidental, hubiere sido planteado oralmente en audiencia o por
escrito, con o sin contestación de las partes que intervinieren en el proceso, deberá ser concedido en
el acto si fuere en audiencia y remitido inexcusablemente en el plazo improrrogable de veinticuatro
horas y el tribunal de apelación resolver en el término de setenta y dos horas; lo contrario significaría
dilación indebida que vulnera el derecho a la libertad, en el entendido que la variación de la situación
jurídica del imputado depende de la ponderación que efectué el tribunal de apelación de los
fundamentos de la medida cautelar, para disponer su revocatoria o confirmación ’”.
La jurisprudencia constitucional contenida en las SSCCPP 1907/2012 de 12 de octubre y 0142/2013
de 14 de febrero, entendió que, excepcionalmente es posible prolongar el plazo de remisión del

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recurso de apelación y sus antecedentes hasta un plazo adicional de tres días, cuando exista una
justificación razonable y fundada sobre las recargadas labores de la autoridad judicial, suplencias o
pluralidad de imputados. Así, la SCP 1907/2012 de 21 de octubre, señaló:
“Sintetizando, el Código de Procedimiento Penal, dentro del sistema de recursos que dispensa a las
partes, prevé el de apelación incidental contra las resoluciones que dispongan, modifiquen o rechacen
las medidas cautelares, como un recurso sumario, pronto y efectivo, dado que conforme al art. 251
del CPP, una vez interpuesto, las actuaciones pertinentes deben ser remitidas ante el ahora Tribunal
departamental de Justicia en el término de veinticuatro horas, debiendo el tribunal de alzada resolver
el recurso, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las
actuaciones, salvo justificación razonable y fundada, como ser las recargadas labores,
suplencias, pluralidad de imputados, etc., casos en los que, la jurisprudencia otorgó un
plazo adicional que no puede exceder de tres días, pasado el cual, el trámite se convierte
en dilatorio y vulnera el derecho a la libertad del agraviado” (las negrillas son añadidas).
Consecuentemente, conforme a la jurisprudencia glosada, la regla es que la remisión del recurso de
apelación y de los antecedentes sea efectuada en el plazo de veinticuatro horas previsto en el art.
251 del CPP y sólo excepcionalmente y en situaciones debidamente acreditadas por el juzgador, es
posible flexibilizar dicho plazo a tres días, pasado el cual la omisión del juez se constituye en un acto
dilatorio que puede ser denunciado a través de la acción de libertad traslativa o de pronto despacho.
III.3. Análisis del caso concreto
La solicitante de tutela denunció la vulneración de su derecho a la libertad, por el hecho de que la
apelación incidental que planteó contra la Resolución que dispuso su detención preventiva, por la
supuesta comisión de los delitos de avasallamiento y robo agravado, no fue elevada al superior en
grado dentro del plazo de veinticuatro horas que prevé la ley al efecto anotado.
Debe tenerse presente que el art. 251 del CPP, prevé que una vez interpuesto el recurso de apelación
incidental, las actuaciones pertinentes deben ser remitidas al tribunal de alzada en el plazo de
veinticuatro horas, con la finalidad de que resuelva el recurso sin más trámite y en audiencia, dentro
de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones antes señaladas; sin embargo, el Fundamento
Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional establece la excepción a la regla al
puntualizar: ‘‘…salvo justificación razonable y fundada, como ser las recargadas labores,
suplencias, pluralidad de imputados, etc., casos en los que, la jurisprudencia otorgó un
plazo adicional que no puede exceder de tres días, pasado el cual, el trámite se convierte
en dilatorio y vulnera el derecho a la libertad del agraviado” (las negrillas son añadidas).
En ese contexto, corresponde señalar que de conformidad a los datos del cuaderno procesal, se
evidencia que el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal Tercero del Plan
3000 de la Capital del departamento de Santa Cruz, se encontraba ejerciendo la suplencia legal de
sus similares Primero y Segundo desde el 7 de enero de 2019, sumándose a ello la acefalia de los
cargos de auxiliar y oficial de diligencias.
Asimismo, debido a que la audiencia de medidas cautelares fue bastante extensa, el funcionario
judicial que tenía a su cargo la transcripción del acta correspondiente (Secretario del Juzgado), no
pudo realizar este cometido con la premura requerida debido a la carga procesal y atención al público
litigante que recayó en una sola persona, dadas las acefalías antes descritas; consiguientemente, si
bien la acción de libertad traslativa o de pronto despacho permite acelerar los trámites judiciales o
administrativos destinados a resolver la situación de una persona privada de libertad, cuando existan
demoras injustificadas (Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional), no es menos cierto que el plazo antes señalado puede extenderse por razones
justificables, descritas líneas arriba, que imposibilitaron que se cumpla con la remisión de la apelación
incidental al superior en grado en el plazo estipulado por ley, hechos que no son atribuibles a la
autoridad demandada.
Lo relacionado precedentemente, permite concluir que la demora en la remisión de antecedentes
procesales relativos a la apelación incidental interpuesta por la ahora solicitante de tutela, halla la

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debida justificación en el hecho de que el Juez demandado se encontraba supliendo la labor


jurisdiccional de sus similares Primero y Segundo desde el 7 de enero de 2019, además de las
acefalías en los cargos de auxiliar y oficial de diligencias, que derivaron en la imposibilidad de cumplir
con la premura requerida, con la elaboración del acta de audiencia de medidas cautelares, debido al
recargado trabajo que implica el hecho de no contar con los funcionarios que requiere todo despacho
judicial, para efectivizar el trabajo correspondiente y la atención al público litigante.
Por lo precedentemente manifestado, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 15 de 14 de junio de 2019, cursante de fs. 23 a 26
vta., pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0686/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29644-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 68 de 25 de junio de 2019, cursante de fs. 12 vta. a 14 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Elia Ivette Morales Villegas, Directora
Departamental a.i. de Santa Cruz del Servicio Plurinacional de Defensa Pública (SEPDEP)
en representación sin mandato de Cecilio Rojas Sejas contra Alex Bejarano Yaveta, Zulema
Edith Medina Méndez y Karin Balcázar Azaba, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal
Decimoprimero de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
El 24 de junio de 2019, el accionante a través de su representante, presentó acción de libertad de
forma oral (fs. 3) refiriendo que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 24 de junio de 2019, su representante se apersonó al Centro Penitenciario Palmasola de Santa
Cruz con el objeto de presentar esta acción tutelar ante la Sala Constitucional Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de dicho departamento, debido a que los Jueces demandados, quienes
están a cargo de su proceso, le pidieron requisitos innecesarios para conocer su solicitud de
suspensión condicional de la pena.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, no precisó los derechos que consideró lesionados ni
tampoco citó norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
No refirió petición expresa en la acción tutelar interpuesta.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 25 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 10 a 12
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, ratificó la acción de libertad presentada añadiendo que:
a) Fue sometido a procedimiento abreviado mereciendo una condena de tres años de reclusión en
el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz, por lo que adjuntando certificado del Registro
Judicial de Antecedentes Penales (REJAP), solicitó ante las autoridades demandadas la suspensión
condicional de la pena; b) Después de haber transcurrido dos jornadas de descongestionamiento del
sistema penal, no se efectivizó ese beneficio a su favor, siendo que dichas autoridades le exigieron
informe psicológico y social, requisito que no se encuentra contemplado en la norma; c) La
jurisprudencia constitucional en la “…1030/2014 de 09 de junio…” (sic), sostuvo en lo más
sobresaliente que, ‘‘‘…cuando el privado de libertad es beneficiado, se le concede la
suspensión condicional de la pena y se debe librar el mandamiento de libertad de forma
inmediata sin necesidad de ejecutoriar la sentencia o resolución de supleción condicional
de la pena”’ (sic); sobre el caso, los demandados no resolvieron la referida suspensión condicional
por falta de los señalados informes, los cuales se realizaron; sin embargo, los mismos no fueron

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valorados para hacerse efectivo el aludido beneficio; y, d) Debería existir proporcionalidad, tomando
en cuenta que se exigió requisitos que no están contemplados en la norma y tampoco en ninguna
otra “Sentencia Constitucional” que hubiera advertido aquello; en consecuencia, solicitó se conceda
la tutela de la acción de defensa presentada a efectos de la efectivización de su libertad, conforme
al artículo “366” -no refirió de que normativa- y que se le impongan las medidas correspondientes.
I.2.2. Informe de los demandados
Alex Bejarano Yaveta, Zulema Edith Medina Méndez y Karin Balcázar Azaba, Jueces del Tribunal de
Sentencia Penal Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, no se presentaron a
la audiencia de consideración ni remitieron informe alguno, pese a su notificación cursante de fs. 5 a
7.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 68 de 25 de junio de 2019, cursante de fs. 12 vta. a 14 vta., concedió la tutela solicitada,
ordenando a las autoridades demandadas que en el plazo de cuarenta y ocho horas se hagan
presentes en el Centro Penitenciario Palmasola de dicho departamento para desarrollar la audiencia
de suspensión condicional de la pena; asimismo, dispuso que se ponga en conocimiento del Consejo
de la Magistratura la falta de emisión de informe y remisión del cuaderno procesal por parte de los
demandados. En base a los siguientes fundamentos: 1) La SCP 0740/2018-S4 de 6 de noviembre,
hizo referencia a la acción de libertad en la modalidad traslativa o de pronto despacho, que busca
evitar dilaciones indebidas de una persona que se encuentra privada de libertad; 2) La representante
del accionante en el mes de mayo de 2019 -no señala día- pidió al Tribunal de Sentencia Penal
Decimoprimero de la Capital del referido departamento, atienda su solicitud de suspensión
condicional de la pena; sin embargo, “hasta la fecha” ese petitorio no tuvo resolución, evidenciando
un acto dilatorio por parte de los demandados; y, 3) Dichas autoridades debieron considerar los
antecedentes del caso e informes emitidos en audiencia pública, la cual no fue llevada a cabo; por lo
que, advirtieron la vulneración del derecho a la libertad del peticionante de tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa nota interna dirigida a la Directora Departamental de Santa Cruz del SEPDEP, presentada
el 6 de mayo de 2019 por Luis David Apaza Callapa, Defensor Público de la misma institución,
solicitando se proceda a la entrevista de “…PERFIL PSICOLOGICO Y DEL ENTORNO SOCIAL…”
(sic) de Cecilio Rojas Sejas -ahora accionante- (fs. 2).
II.2. Por memorial presentado el 10 de mayo de 2019 ante los Jueces del Tribunal de Sentencia
Penal Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, el impetrante de tutela reiteró
la solicitud de señalamiento de audiencia de suspensión condicional de la pena (fs. 1).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El peticionante de tutela a través de su representante, denuncia la vulneración de su derecho al
debido proceso vinculado con la libertad; toda vez que, las autoridades demandadas no efectivizaron
su solicitud de suspensión condicional de la pena, puesto que le exigieron informe psicológico y/o
social, requisito que no está contemplado en la norma para la otorgación de dicho beneficio.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y el plazo para el
señalamiento y resolución del beneficio de suspensión condicional de la pena
En cuanto a la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, la SCP 0902/2015-S3 de 17 de
septiembre, estableció que: “El Tribunal Constitucional a través de la SC 0465/2010-R de 5 de julio,
señaló que: ‘…los tipos de hábeas corpus precedentemente aludidos, también pueden ser
identificados en la nueva Ley Fundamental, e inclusive ampliados. Así dentro de la tipología

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desarrollada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional citada líneas precedentes, se agregó el
hábeas corpus restringido, el hábeas corpus instructivo y al hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho (SC 0044/2010-R de 20 de abril).
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad’.
La misma Sentencia Constitucional, al referirse al hábeas corpus -ahora acción de libertad- traslativo
o de pronto despacho, mencionó que éste ‘…se constituye en el mecanismo procesal idóneo
para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la
libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación
jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad’” (las negrilla nos pertenecen).
Bajo esa línea de entendimiento, la SCP 0191/2019-S3 de 30 de abril con relación al señalamiento y
resolución del beneficio de la suspensión condicional de la penal razonó que: “… al no existir en la ley
un plazo determinado para resolver la solicitud de suspensión condicional de la pena, es menester
que la frase ‘plazo razonable’, deba ser definida como un término brevísimo, de cinco días hábiles
como máximo, siempre y cuando el imputado se encuentre privado de su libertad.
En este entendido, el plazo razonable para la realización de la audiencia de análisis,
consideración y resolución del beneficio de la suspensión condicional de la pena, será el
término máximo antes señalado, incluidas las notificaciones pertinentes, lo contrario
constituye vulneración del derecho a la libertad, en el entendido en que los jueces no pueden obrar
contra los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad (art. 73 y ss. de la CPE), bajo
el argumento de existencia de ‘sobrecarga procesal’ para justificar una negligencia e incumplimiento
de un deber de servicio a la sociedad.
De igual forma, ante la inexistencia de un plazo específico determinado por ley para que el juez
señale día y hora de audiencia para considerar la suspensión condicional de la pena de una persona
privada de su libertad, es necesario establecer que el memorial de solicitud, debe ser
providenciado indefectiblemente dentro de las veinticuatro horas de su presentación,
conforme dispone el art. 132 inc. 1) del CPP, al tratarse de una providencia de mero trámite. En este
entendido, habrá lesión del derecho a la libertad cuando existe demora o dilación indebida al no
emitirse el decreto pertinente de señalamiento de este actuado procesal dentro del referido plazo,
bajo sanción disciplinaria a imponerse al juzgador en caso de incumplimiento” (las negrillas y el
subrayado corresponden al texto original).
III.2. Sobre la presunción de veracidad de lo denunciado
Así, la SCP 0087/2012 de 19 de abril, sostuvo: “…la parte demandada se encuentra impelida por su
propio interés en presentar prueba para la desestimación de la acción de libertad cuya negligencia
puede incluso dar lugar a responsabilidad constitucional, más aún cuando la acción este dirigida
contra un servidor público en cuyo caso ya no se trata de una carga procesal sino un deber procesal
emergente del art. 235.2 de la CPE que establece que las y los servidores públicos deben 'cumplir
con sus responsabilidades, de acuerdo con los principios de la función pública' y el art. 113.II que
refiere: 'En caso de que el Estado sea condenado a la reparación patrimonial de daños y perjuicios,
deberá interponer la acción de repetición contra la autoridad o servidor público responsable de la
acción u omisión que provocó el daño'. Es decir, en estos últimos casos en el ámbito de sus
competencias y bajo responsabilidad todo servidor público no sólo cuenta con la obligación de
presentarse a la audiencia, sino presentar conjuntamente a su informe la prueba pertinente a la
acción de libertad, de forma que no provoque que el juez o tribunal de garantías e incluso este propio
Tribunal emitan fallos sobre prueba incierta o basados únicamente en presunciones”.
El entendimiento jurisprudencial anotado, guarda coherencia con lo señalado por la SC 0038/2011-R
de 7 de febrero, en la que se estableció: “…en el caso de la acción de libertad, atendiendo
especialmente a los principios de compromiso e interés social y de responsabilidad que rigen la

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función pública, así como a la naturaleza de los derechos tutelados por esa garantía jurisdiccional,
cuando el sujeto pasivo es un funcionario público, éste tiene la obligación de presentar
informe escrito o en su defecto concurrir a la audiencia a fin de desvirtuar los hechos o
actos denunciados como lesivos a los derechos del accionante, pues de no hacerlo se
presume la veracidad de los mismos” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante denuncia que las autoridades demandadas lesionaron su
derecho al debido proceso vinculado con la libertad, puesto que no efectivizaron su solicitud de
suspensión condicional de la pena, exigiéndole como requisito informe psicológico y/o social, mismo
que no se encuentra contemplado en la norma para otorgar dicho beneficio.
Ahora bien, de acuerdo a lo establecido en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, la acción de libertad traslativa o de pronto despacho es un mecanismo procesal
efectivo que tiene por finalidad acelerar los trámites judiciales o administrativos, cuando existen
dilaciones ilegales o indebidas en los procesos que tienen el propósito de resolver la situación jurídica
del procesado que se encuentra privado de libertad; entendiendo que no debe haber retardación u
omisión en la resolución de las solicitudes de las personas restringidas o privadas de la misma,
correspondiendo tramitarse con la debida diligencia posible y cumpliendo los plazos previstos por ley,
en caso de no tenerse un tiempo determinado, sea en un término razonable.
Bajo ese razonamiento, se tiene que la problemática planteada se centra en la falta de señalamiento
de la audiencia de suspensión condicional de la pena por parte de los Jueces del Tribunal de Sentencia
Penal Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, pedida por el accionante a través
de su representante el 10 de mayo de 2019 (Conclusión II.2); en ese sentido, conforme el memorial
presentado en la referida fecha por el aludido, solicitando día y hora para la consideración de dicho
beneficio, hasta la interposición de esta acción tutelar -24 de junio de igual año- transcurrió más de
un mes -treinta y tres días hábiles-, sin que al presente se tenga constancia de que las precitadas
autoridades dieran respuesta al mencionado escrito respecto a la consideración de la suspensión
condicional de la pena impetrada.
En ese sentido, conforme se sostuvo en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, el
análisis, consideración y resolución del aludido beneficio -suspensión condicional de la pena- debe
realizarse en audiencia pública en el término de cinco días hábiles como máximo, lo contrario
constituiría la vulneración del derecho a la libertad de la persona que se encuentra privada de la
misma. Hecho que en el caso examinado no aconteció, siendo que las autoridades demandadas no
fijaron audiencia para atender el referido beneficio, dentro de los cinco días establecidos por la
jurisprudencia constitucional, resultando evidente la demora en la que incurrieron los demandados,
al dejar en incertidumbre la situación jurídica del accionante lesionando de esa manera el principio
procesal de celeridad con incidencia a su derecho a la libertad.
Razonamiento que además adquiere sustento ante la falta de respuesta al memorial presentado el
10 de mayo de 2019, reiterando se señale audiencia a fin de considerarse dicho beneficio, así también
de la aseveración efectuada por el peticionante de tutela en la audiencia de acción de defensa, misma
que se tiene por cierta en base a la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico
III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; por el cual, se estableció que cuando los
servidores públicos no presentan informe referente al acto lesivo denunciado, se presume la
veracidad de los hechos manifestados, lo que acontece en el caso concreto, ya que las autoridades
demandadas no comparecieron a la audiencia ni remitieron informe alguno negando o desvirtuando
la denuncia efectuada en su contra pese a su notificación, consintiendo lo aseverado por el impetrante
de tutela.
En definitiva, se establece una dilación innecesaria en la actuación de las autoridades demandadas,
postergando indebidamente el tratamiento de la situación jurídica del accionante al no efectivizarse
la solicitud de suspensión condicional peticionada, resultando evidente la vulneración del derecho a

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la libertad del prenombrado; correspondiendo en ese entendido, conceder la tutela en su modalidad


de traslativa o de pronto despacho.
Cabe aclarar, que la autoridad judicial que conozca sobre cualquier beneficio de suspensión
condicional de la pena, debe regirse y se encuentra obligado a requerir solo los presupuestos
establecidos en la normativa procesal penal, no adicionando otros requisitos como ocurrió en el
presente caso -informe psicológico y/o social- que solo dilatarían o entorpecerían innecesariamente
la tramitación del referido beneficio.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 68 de 25 de junio de 2019, cursante de fs. 12 vta. a
14 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos expresados
por la señalada Sala y en base a los fundamentos jurídicos precedentemente desarrollados.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0687/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29646-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 69 de 25 de junio de 2019, cursante de fs. 25 a 26 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Luis David Apaza Callapa en representación sin mandato
de Richard Morales Castro contra Emilio Guzmán Peralta, Juez Público Mixto de Familia,
de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Velasco del
departamento de Santa Cruz e Isabel Amelia Paz Lea Plaza, Jueza de Ejecución Penal
Cuarta de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante acta de presentación de acción de libertad de 24 de junio de 2019, cursante a fs. 3, el
accionante a través de su representante refirió lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Refiere que se encuentra recluido por un tiempo mayor al impuesto en su condena, motivo por el
cual solicitó se restablezca su derecho a la libertad y, en consecuencia, se emita el correspondiente
mandamiento de libertad; teniendo como antecedente que se encuentra cumpliendo una pena de
dos años y seis meses en el Centro de Rehabilitación Santa Cruz Palmasola, por la comisión del delito
de robo, previsto y sancionado por el art. 331 del Código Penal (CP).
I.1.2. Derecho supuestamente vulnerado
El accionante a través de su representante consideró lesionado su derecho a la libertad, sin citar
norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, restableciendo su derecho a la libertad.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 25 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 21 a 25,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, amplió el contenido de la acción de libertad manifestando
que el art. 125 de la Constitución Política del Estado (CPE) establece el principio de informalismo; es
así que durante una visita efectuada al Centro de Rehabilitación Santa Cruz Palmasola, el solicitante
de tutela se aproximó al Servicio de Defensa Pública manifestando haber cumplido
superabundantemente el tiempo de condena.
Hizo referencia al mandamiento de condena emitido el 28 de octubre de 2016 por el Juez Público
Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Velasco
del precitado departamento, instancia que no remitió los respectivos actuados y el mandamiento de
condena al juzgado de ejecución penal en tiempo oportuno, lo cual implica que no existió un control
jurisdiccional efectivo, puesto que la condena mereció el tiempo de dos años y seis meses; es decir,
del 10 de octubre de 2016 al 11 de abril de 2019, consiguientemente fue excedido el periodo de
reclusión, motivo por el cual el mandamiento de libertad debería ser librado en forma inmediata. Por
lo expuesto planteó la acción de libertad de carácter reparador.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 407


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I.2.2. Informe de los demandados


Isabel Amelia Paz Lea Plaza, Jueza de Ejecución Penal Cuarta de la Capital del departamento de Santa
Cruz, a través de informe escrito cursante de fs. 15 a 16 señaló que el denunciante fue beneficiado
con la suspensión condicional del proceso en primera instancia y cursa mandamiento de libertad en
base al beneficio dispuesto por el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e
Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Velasco del referido departamento, quien tenía la
obligación de remitir actuados al juzgado de ejecución penal para que proceda al control de las
condiciones y reglas impuestas en el acta de suspensión condicional de la pena, dispuestas para su
observancia.
Le llamó la atención el hecho de que con posterioridad al otorgamiento del mandamiento de libertad,
el fiscal de materia que lleva el control de condiciones y reglas impuestas al beneficiado, manifestó
que el solicitante de tutela fue involucrado en un hecho de hurto, lo cual incumple con las medidas
impuestas en la suspensión condicional de la pena; es decir, que el control fue ejercido por el fiscal
y no por el juez de ejecución penal como dispone la ley; por este motivo el juez de instancia revocó
el beneficio antes anotado y remitió el cuaderno con la sentencia, a ese juzgado, después de dos
años (fs. 15 a 16).
Miguel Borjas Borjas, Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de San Ignacio de Velasco, mediante informe cursante de fs. 11 a 12 reveló que el solicitante
de tutela pretende valerse de la presente acción para obtener su libertad; sin embargo, el proceso
ya tiene sentencia ejecutoriada que fue remitida al Juez de Ejecución Penal de Turno del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante oficio 73/2019 de 31 de enero y el mandamiento
de condena fue enviado al Registro Judicial de Antecedentes Penales (REJAP) el 18 de noviembre de
2016, por lo que la presente acción, no tiene fundamento legal alguno.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera de la Capital del departamento de Santa Cruz, mediante Resolución
69 de 25 de junio, cursante de fs. 25 a 26 vta., concedió la tutela solicitada con el fundamento de
que el accionante fue condenado a dos años y seis meses de privación de libertad en el Centro de
Rehabilitación Santa Cruz Palmasola; es decir, del 10 de octubre de 2016 al 11 de abril de 2019,
mandamiento de condena que debió ser enviado dentro del plazo de veinticuatro horas al juzgado
de ejecución penal, para su respectivo control, de conformidad a lo dispuesto por el art. 55 numeral
I del Código de Procedimiento Penal (CPP); sin embargo, es remitido a la mencionada autoridad a
fines de enero de 2019, motivo por el cual consideró otorgar la tutela al mencionado Juez de San
Ignacio de Velasco; respecto a la Juez de Ejecución Penal, no halló responsabilidad alguna en que
hubiese incurrido con relación a la demora en el otorgamiento de libertad al accionante.
I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Por Acuerdo Jurisdiccional TCP-SP-050/2019 de 22 de octubre, a consecuencia de los conflictos
sociales acaecidos en el territorio nacional, la Sala Plena de este Tribunal dispuso la suspensión de
plazos procesales de las causas que se encuentran en trámite y pendientes de resolución desde la
fecha indicada, habiéndose reanudado los mismos por su similar TCP-SP-052/2019 de 13 de
noviembre, a partir del 14 de igual mes y año; por lo que, la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, es pronunciada dentro del término establecido por el Código Procesal Constitucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 16/16 de 10 de octubre de 2016, que impuso al accionante la pena de privación
de libertad de dos años y seis meses por la comisión del delito de robo (fs. 17 vta. a 18 vta.).
II.2. Consta proveído de radicatoria del cuaderno procesal del accionante, en el Juzgado Cuarto de
Ejecución Penal de la Capital del departamento de Santa Cruz, emitido el 7 de febrero de 2019 (fs.
20).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 408


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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


El accionante a través de su representante, denuncia la vulneración de su derecho a la libertad,
debido a que la pena de privación de libertad impuesta a su persona se cumplió el 11 de abril de
2019, sin que se hubiese emitido el mandamiento de libertad en su favor hasta la fecha de
interposición de la presente acción de libertad.
En consecuencia, corresponde en revisión, dilucidar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. El debido proceso y el principio de celeridad en las actuaciones procesales
La SCP 0259/2018 S2 de 18 de junio estableció que: “Respecto a la celeridad con la que deben actuar
los administradores de justicia, corresponde indicar que el art. 178.I de la CPE, sostiene : ‘La potestad
de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de independencia,
imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico,
interculturalidad, equidad, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a
los derechos’; a su vez, el art. 180.I de la misma Norma Suprema, determina que: ‘La jurisdicción
ordinaria se fundamenta en los principios procesales de gratuidad, publicidad, transparencia,
oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez,
verdad material, debido proceso e igualdad de las partes ante el juez’; disposiciones que se
encuentran en concordancia con lo previsto en el art. 30 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) -Ley 025
de 24 de junio de 2010-, pues el principio de celeridad comprende la agilidad en la tramitación de los
procesos judiciales, procurando que su desarrollo garantice el ejercicio oportuno y rápido de la
administración de justicia.
“La jurisprudencia desarrollada por la SC 0224/2004-R de 16 de febrero, en el Fundamento Jurídico
III.1, sostuvo que:
toda autoridad que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la
libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de
los plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho,
lo que no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva, pues
esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado que se reitera
la lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una solicitud de tal
naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley no
es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la solicitud“.
III.2. Naturaleza jurídica de la acción de libertad reparadora
La acción de libertad es un medio constitucional y extraordinario de defensa, sumario, oportuno,
eficaz e inmediato para la protección de los derechos a la vida, la libertad personal, integridad física
y libertad de circulación de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente perseguida, procesada
o presa. Se trata de un proceso judicial sumario, ágil y extraordinariamente rápido, en el que no se
exige el cumplimiento de ningún tipo de formalidad procesal.
En ese contexto, la doctrina constitucional se ha encargado de establecer distintos tipos de recursos
de hábeas corpus en el contexto de la nueva Constitución Política del Estado, como es el caso de la
acción de libertad reparadora que se interpone contra una lesión ya consumada, como acontece
en supuestos donde se ha privado de libertad a una persona, al margen las formas legales
establecidas.
III.3. Análisis del caso concreto
El solicitante de tutela, denunció la vulneración de su derecho a la libertad, por el hecho de que
continúa recluido pese a haber cumplido su condena de dos años y seis meses el 11 de abril de 2019,
sin que se hubiese expedido el mandamiento de libertad en su favor.
De conformidad a la Conclusión II.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, se evidencia que
el 10 de octubre de 2016 se pronunció resolución en el proceso seguido en contra del ahora

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accionante, por la comisión del delito de Robo, en el Juzgado Publico Mixto, de Familia, de la Niñez
y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa
Cruz; pese a ello, el expediente no fue remitido al Juzgado de Ejecución Penal llamado por ley a
ejercer el control de la ejecución de la sentencia, de conformidad a lo dispuesto por el art. 55 numeral
I del CPP; extremo que se produjo el 31 de enero de 2019; es decir, después de dos años y tres
meses de haber sido emitido la misma, teniéndose por radicado el cuaderno procesal mediante
proveído de 7 de febrero del mismo año, en el Juzgado de Ejecución Penal Cuarto del citado
departamento.
La presente acción de libertad fue interpuesta por el denunciante, el 24 de junio del citado año, lo
cual implica que hubo una dilación injustificada en desmedro de los derechos del ahora accionante,
al ser evidente que continua privado de libertad pese a haber cumplido su condena el 11 de abril de
2019, vulnerando así lo dispuesto por el art. 178.I de la CPE, respecto a los principios que sustentan
la administración de justicia, está el principio de celeridad; en ese contexto el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, refiere que: “ toda autoridad que conozca
de una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de
tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de
no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho …”; extremo que en el caso
presente no fue cumplido a cabalidad por las autoridades accionadas, vulnerando el derecho a la
libertad del peticionante de tutela, quien pese a haber cumplido el tiempo de condena, continuó
recluido, contraviniendo lo dispuesto por el art. 39 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS)
-Ley 2298 de 20 de diciembre de 2001-, que dispone la liberación del interno en el día, sin necesidad
de trámite alguno, en caso de haber cumplido su condena.
Es así que tanto el Juez Público Mixto, de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz como la Jueza de Ejecución Penal
Cuarta del mismo departamento, incurrieron en dilación indebida respecto al derecho de libertad del
accionante, al no haber procurado el primero nombrado, la remisión del expediente al juzgado de
ejecución penal en tiempo oportuno y la segunda autoridad accionada, al no haber observado la
celeridad correspondiente en el trámite destinado a procurar la libertad del encausado, una vez
radicado el expediente en el despacho del cual es titular, al haber cumplido su condena de dos años
y seis meses, por el delito de robo, correspondiendo en consecuencia conceder la acción de libertad
incoada, en su naturaleza reparadora, conforme al Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia la Sala Constitucional, al conceder la tutela solicitada, efectuó una adecuada
valoración de los antecedentes del proceso y de las normas aplicables al caso en forma parcialmente
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 69 de 25 de junio de 2019, cursante de fs. 25 a 26
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, con relación a ambas autoridades
demandadas, manteniendo los alcances dispuestos en la mencionada resolución, respecto a la
emisión del mandamiento de libertad en el plazo de veinticuatro horas y su consiguiente efectivización
por donde corresponda.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado

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MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0688/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29765-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 11/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 20 a 21, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Nelson Aruquipa Chambi en representación sin mandato de
Pedro Barrios Bonifacio contra Erick Elio Llusco Mayta, Secretario del Juzgado de
Instrucción Penal Cuarto de El Alto del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 2 de julio de 2019, cursante de fs. 1 a 4, el accionante a través de su
representante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso penal seguido en su contra por la comisión del delito de transporte de sustancias
controladas -que se encuentra con sentencia ejecutoriada-, el 11 de junio de 2019, solicitó a la
autoridad jurisdiccional emita a su favor una certificación respecto al estado de la causa, petitorio
que mereció la providencia de 12 del mes y año referidos, ordenando que por Secretaría se proceda
a franquear lo impetrado; no obstante, hasta la fecha de la presentación de la acción tutelar, el
servidor público demandado no dio cumplimiento a la entrega de dicho documento.
La demora en la entrega de la certificación referida le genera perjuicios, debido a que falta adjuntar
a su carpeta dicha constancia para beneficiarse con el indulto y de esta forma recobrar su libertad;
además, que corre el riesgo de que los otros requisitos que tiene en su poder expiren antes de su
presentación.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, alegó como lesionados sus derechos al debido proceso y
a la libertad, citando al efecto el art. 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Que el servidor público demandado dé cumplimiento a
la providencia de 12 de junio de 2019, emitida por autoridad judicial y proceda a su entrega inmediata
de la certificación solicitada y sea con costas; y, b) Se remita antecedentes al Consejo de la
Magistratura para determinar su responsabilidad.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 3 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 18 a 19,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante no se hizo presente en la audiencia de la acción de defensa, no obstante su notificación
cursante a fs. 6.
I.2.2. Informe del demandado
Erick Elio Llusco Mayta, Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Cuarto de El Alto del
departamento de La Paz, por informe escrito presentado el 3 de julio de 2019, cursante de fs. 8 y 9,
señaló: 1) La solicitud de certificación no expresó con claridad cuál era la finalidad de la misma; 2)

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Cuando el peticionante de tutela se apersonó al Juzgado, él se encontraba realizando otras diligencias


y con el propósito de hacerle entrega de forma personal, le pidió aguarde un momento, pero por
información del personal de apoyo supo que este se había retirado, retornando el 2 de igual mes y
año, oportunidad en la que hizo la entrega personal de la certificación, la que ya estaba elaborada
con anterioridad, pero que no se materializó porque el solicitante de tutela no se aproximó a
Secretaria del Juzgado; y, 3) No se vulneró ningún derecho constitucional, toda vez que se realizó la
entrega del certificado antes de la celebración de la audiencia de la acción tutelar. En base a estos
fundamentos, solicitó se deniegue la tutela solicitada.
En audiencia de consideración de la acción tutelar, el demandado se ratificó en el informe presentado
y ampliándolo indicó: i) Observando el principio de subsidiariedad, debieron haber puesto en
conocimiento de su superior en grado la presunta demora; y, ii) No existe ningún registro de queja
por parte del accionante en el libro de seguimientos del litigante.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Cuarta de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza de
garantías, mediante Resolución 11/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 20 a 21, denegó la tutela
impetrada, en virtud a los siguientes fundamentos: a) De acuerdo a la documentación cursante en
obrados, el funcionario demandado, extendió los certificados solicitados; y, b) El acto que se está
reclamando, no guarda relación alguna con la acción de libertad, sino con el derecho a la petición, lo
cual no puede ser tutelado por dicha acción.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el legajo, se establece lo siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 11 de junio de 2019, el accionante solicitó al Juez de Instrucción
Penal Cuarto de El Alto del departamento de La Paz, certificación del estado de su proceso y
fotocopias legalizadas de algunas piezas procesales (fs. 14 y vta.).
II.2. Consta providencia de 12 de igual mes y año, emitida por el Juez citado precedentemente,
ordenando que por Secretaría del Juzgado se franqueé lo solicitado (fs. 15).
II.3. Cursa constancia de recepción del certificado cuestionado por Manuel Chambilla, el 2 de julio
de dicho año a horas 17:30 (fs. 16 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como lesionados sus derechos al debido proceso y a la libertad, debido a que el
demandado incurrió en demora en la entrega de la certificación solicitada, lo que le genera perjuicios
para beneficiarse con el indulto y recobrar su libertad.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada
III.1. De la legitimación pasiva en la acción de libertad respecto al personal de apoyo
judicial
Sobre la temática, la SCP 0627/2018-S2 de 8 de octubre, señaló: “Respecto a la legitimación pasiva
en acciones de libertad, la jurisprudencia contenida en la SC 0691/01-R de 9 de julio de 2001, definió
la legitimación pasiva, señalando que ésta debe ser entendida como la coincidencia que se da entre
la autoridad que presuntamente causó la violación a los derechos y aquella contra quien se dirige la
acción.
Posteriormente, a la luz de la Constitución Política del Estado vigente, a través de la SC 0010/2010-
R de 6 de abril, se estableció que es posible activar la acción de libertad contra un servidor público o
contra un particular, entendimiento ratificado por la SC 0900/2010-R de 10 de agosto.
Luego, en la SCP 0018/2012 de 16 de marzo, se reforzó el razonamiento antes señalado y se precisó
que para la procedencia de la acción de libertad, es imprescindible que ésta se dirija contra el sujeto
que cometió el acto ilegal o la omisión indebida o contra la autoridad que impartió o ejecutó la orden

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 413


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que dio lugar a la persecución, aprehensión, detención, procesamiento o apresamiento indebido o


ilegal; en concreto, se dijo que es la coincidencia que se da entre la autoridad o persona particular
que presuntamente causó la vulneración a los derechos enunciados y aquélla contra quien se dirige
la acción.
Con relación a la legitimación pasiva de funcionarios subalternos del Órgano Judicial, la SC
1572/2003-R de 4 de noviembre, ratificada posteriormente por las SSCC 0332/2010-R de 17 de junio
y 0345/2012 de 22 de junio; y, por la SCP 2171/2012 de 8 de noviembre, entre otras, estableció que
estas o estos servidores públicos no tienen facultades jurisdiccionales y sus funciones se limitan a
cumplir las órdenes o instrucciones de las autoridades judiciales; por lo que, carecen de legitimación
pasiva en acciones de libertad, salvo que incurrieran en excesos que impliquen contradicción o
alteración de las determinaciones de autoridades jurisdiccionales, o sus actos u omisiones
relacionados a sus deberes, contribuyan o lesionen directamente derechos fundamentales de las
personas, conforme lo determina la SCP 0427/2015-S2 de 29 de abril, en el Fundamento Jurídico
III.2, que establece:
Ahora bien, a los fines de establecer la legitimación pasiva en la acción de libertad respecto a los
servidores de apoyo judicial, se debe tener presente que, si la vulneración de los derechos tutelados
por la presente acción de defensa emerge del incumplimiento o la inobservancia de las funciones y
obligaciones conferidas al personal de apoyo jurisdiccional en los preceptos legales procedentemente
referidos o del incumplimiento de las instrucciones u órdenes impartidas por el superior en grado,
dicho servidor público adquiere la legitimación pasiva por lo que es plenamente viable dirigir la
demanda contra ése funcionario, hasta establecer su responsabilidad si corresponde; habida cuenta
que, el acto ilegal no es necesariamente el resultado del ejercicio de la función puramente
jurisdiccional, sino que, las omisiones de carácter administrativo como: la falta o inoportuna
elaboración del cuadernillo de apelación, el incumplimiento de plazos para la remisión de
antecedentes al superior en grado, la falta o la inoportuna elaboración de actas, la falta o inoportuna
notificación a las partes, tratándose en especial de audiencias de consideración de medidas
cautelares, en fin, la inobservancia de las labores y obligaciones encomendadas al personal de apoyo,
tiene la capacidad de repercutir negativamente en el ejercicio de los derechos fundamentales y
garantías constitucionales del justiciable; sin embargo, el presente razonamiento no implica que el
Juez como autoridad revestida de jurisdicción deje al desamparo la dirección del juzgado, por cuanto
le asiste la facultad de impartir instrucciones al personal de apoyo judicial y de realizar el seguimiento
correspondiente, puesto que de no cumplirse las mismas también asume la responsabilidad por ser
la autoridad que finalmente tiene la responsabilidad del juzgado”.
Se concluye entonces que, en virtud a los principios que rigen la acción de libertad y,
fundamentalmente en atención a su naturaleza jurídica, la legitimación pasiva recae sobre toda
persona cuya acción u omisión se constituya en causal para la vulneración o amenaza en la integridad
y eficacia de los derechos tutelados por esta acción de defensa; más aún, si el texto constitucional
deja abierta la posibilidad de dirigir la demanda inclusive contra personas particulares; por
consiguiente, en virtud al principio de generalidad, la presente acción de defensa no reconoce fueros,
privilegios ni inmunidades, por lo que es plenamente viable dirigir contra toda persona,
indistintamente si es particular o servidor público, sea este jurisdiccional o de apoyo judicial, e incluso
de orden administrativo.
III.2. De la acción de libertad innovativa
El Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP 1887/2014 de 25 de septiembre, haciendo
referencia a la SCP 2075/2013 de 18 de noviembre, dejó establecido que: “…La doctrina
constitucional ha desarrollado diferentes modalidades o tipos de habeas corpus -ahora acción de
libertad-, así, entre ellos se tiene el habeas corpus innovativo, lo que en el régimen constitucional
vigente equivale a la acción de libertad innovativa. Su naturaleza principal radica en que, la
jurisdicción constitucional, a través de esta garantía, tiene la facultad de tutelar la vida,
libertad física y de locomoción, frente a las acciones y omisiones que restrinjan, supriman

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 414


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o amenacen de restricción o supresión, aun cuando las mismas hubieran cesado o


desaparecido.
En ese contexto argumentativo, la acción de libertad -innovativa- permite al agraviado o
víctima de la vulneración acudir a la instancia constitucional pidiendo su intervención
con el propósito fundamental de evitar que, en lo sucesivo, se reiteren ese tipo de
conductas por ser reñidas con el orden constitucional; pues, conforme lo ha entendido la
jurisprudencia, en la SCP 0103/2012 de 23 de abril, 'la justicia constitucional a través de la
acción de libertad se activa para proteger derechos subjetivos (disponibles) y además
derechos en su dimensión objetiva, es decir, busca evitar la reiteración de conductas
reñidas contra el orden público constitucional y los bienes constitucionales protegidos
de tutela reforzada'.
Ahora bien, está claro que el propósito de la acción de libertad innovativa, radica,
fundamentalmente, en que todo acto contrario al régimen constitucional que implique
desconocimiento o comprometa la eficacia de los derechos tutelados por esta garantía
jurisdiccional, debe ser repudiado por la justicia constitucional. Así, el propósito fundamental
de la acción de libertad innovativa, tiene la misión fundamental de evitar que en el futuro se repitan
y reproduzcan los actos contrarios a la eficacia y vigencia de los derechos a la vida, la libertad física
y de locomoción. En ese sentido, no se protegen únicamente los derechos de la persona que interpuso
la acción de libertad; al contrario, su vocación principal es que en lo sucesivo no se repitan las
acciones cuestionadas de ilegales, en razón a que, como ha entendido la jurisprudencia
constitucional, la acción de libertad se activa no simplemente para proteger derechos desde una
óptica netamente subjetiva, más al contrario, este mecanismo de defensa constitucional tutela los
derechos también en su dimensión objetiva, evitando que se reiteren aquellas conductas que lesionan
los derechos que se encuentran dentro del ámbito de protección de la acción de libertad y que
fundamentan todo el orden constitucional.
(…)
'…entiéndase la figura de la acción de libertad innovativa o habeas corpus innovativo como el
mecanismo procesal, por el cual el juez constitucional asume un rol fundamental para la protección
del derecho a la libertad personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie debe realizar una
declaración sobre la efectiva existencia de lesión al derecho a la libertad física o personal, aunque la
misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la comunidad y al funcionario o persona particular, que
esa conducta es contraria al orden constitucional, en esta Sentencia también se debe emitir una
orden al funcionario o particular que lesionó el derecho en sentido que, en el futuro, no vuelva a
cometer ese acto, con relación a la misma persona que activó la justicia constitucional o con otras
que se encuentren en similares circunstancias'.
(…)
Consiguientemente, a partir de la SCP 2491/2012, queda clara la reconducción de la jurisprudencia
al entendimiento contenido en la SC 0327/2004-R, en sentido que procede la acción de libertad
-bajo la modalidad innovativa- aún hubiere cesado el acto ilegal en cualquiera de las
modalidades protectivas de la acción de libertad; es decir, la amenaza al derecho a la
vida, la privación de libertad, la persecución indebida o, en su caso el indebido
procesamiento vinculado con el derecho a la libertad física o personal…” (las negrillas nos
pertenecen).
En el marco del desarrollo jurisprudencial expuesto, se entiende que el propósito fundamental de la
acción de libertad no es únicamente el de reparar o disponer el cese del hecho conculcador, sino
evitar que las autoridades judiciales, servidores públicos o personas particulares cuyas conductas
contravienen el orden constitucional y son susceptibles de sanción, no queden en la impunidad, así
el acto lesivo haya desaparecido.
III.3. Análisis en el caso concreto

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 415


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El accionante alega como lesionados sus derechos al debido proceso y a la libertad, debido a que el
demandado, incurrió en demora en la entrega de la certificación solicitada, lo que le genera perjuicios
para beneficiarse con el indulto y de esta forma recobrar su libertad.
Identificada la problemática, de la revisión de los antecedentes procesales descritos en las
Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se advierte que el 11 de junio de
2019, el accionante solicitó al Juez de Instrucción Penal Cuarto de la Capital del departamento de La
Paz, le extienda una certificación sobre el estado del proceso por el cual fue sentenciado por
transporte de sustancias controladas, solicitud que fue respondida por la autoridad judicial, por
providencia de 12 del mismo mes y año, indicando que por Secretaría de su despacho se otorgue lo
peticionado; y finalmente de acuerdo a la constancia de recepción cursante a fs. 16 vta., el 2 de julio
del mencionado año, la certificación solicitada fue entregada a Manuel Chambilla a horas 17:30.
En el marco del desarrollo expuesto en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, siendo el demandado un servidor público de apoyo jurisdiccional y al
estar vinculados los hechos demandados y derechos vulnerados con el incumplimiento de sus
funciones, cuenta con la legitimación pasiva en la presente acción de libertad.
En el contexto señalado, se evidencia que el demandado en su calidad de Secretario del Juzgado
citado precedentemente, incurrió en violación al derecho de libertad del peticionante de tutela
vinculado al debido proceso en su elemento de celeridad procesal, por inobservancia de las labores
y obligaciones encomendadas, en virtud a que, pese a existir una orden de la autoridad superior para
elaborar y entregar la mencionada certificación en un plazo razonable desde el 12 de junio de 2019,
no lo hizo, incurriendo en demora injustificada y pese haber procedido a la otorgación de la
certificación referida el 2 de julio del mismo año, puso en riesgo el cumplimiento de los requisitos
exigidos en el trámite del beneficio de indulto, al no tomar en cuenta, que las peticiones relacionadas
con los beneficios penitenciarios entre ellos el trámite de indulto están directamente vinculados con
el ejercicio de la libertad física de los condenados y por lo tanto deben ser atendidas de forma
oportuna y expedita.
Por lo referido y en consideración al Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, corresponde otorgar la tutela a pesar de la constancia de haber recibido la certificación
extrañada, a objeto de que esta conducta ilegal no sea repetida por el demandado, y que a futuro
no se reproduzcan esta clase de actos contrarios a la eficacia de los derechos a la libertad física y de
locomoción; además, con la finalidad de establecer las responsabilidades que correspondan del
funcionario que cometió esa omisión al no extender en tiempo oportuno lo solicitado.
En consecuencia, la Jueza de garantías; al denegar la tutela, obró de manera incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 11/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 20 a 21,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Cuarta de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos precedentemente
expuestos.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0689/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29653-2019-60-AL
Departamento: Potosí
En revisión la Resolución 008/2019 de 26 de junio, cursante de fs. 27 a 30 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Jaime Cuentas Yañez contra Jaime Vladimir Jiménez
Vidaurre, Juez de Instrucción Penal Primero de la Capital; Marco Antonio Canaviri y Edwin
Cori, funcionarios de la Policía Boliviana, todos del departamento de Potosí.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 26 de junio de 2019, cursante de fs. 5 a 6 vta., el accionante expuso lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 25 de junio de 2019 a horas 16:30 aproximadamente, lo detuvieron en la calle Panamericana -sin
otorgar más detalles- de la ciudad de Oruro, en cumplimiento del Mandamiento de Aprehensión de
10 de abril de igual año, expedido por el Juez de Instrucción Penal Primero de la Capital del
departamento de Potosí -hoy codemandado-, dentro del proceso penal seguido en su contra por el
Ministerio Público, a denuncia de Juan Carlos Cejas Ugarte, Gobernador del Gobierno Autónomo
Departamental de Oruro, por la presunta comisión del delito de incumplimiento de contratos, previsto
y sancionado por el art. 222 del Código Penal (CP).
Sin embargo, el Mandamiento referido contenía la orden de ejecución solo por autoridad no impedida
por ley de la ciudad de Potosí, para conducirlo al despacho judicial de la autoridad judicial
codemandada; debido a ello, se encuentra actualmente en celdas del Tribunal Departamental de
Justicia de Potosí, siendo lo correcto la emisión de comisión instruida para la efectivización de dicho
cometido, dirigida a cualquier autoridad policial de la jurisdicción de Oruro, conforme lo establecido
en los arts. 136 y 137 del Código de Procedimiento Penal (CPP), en observancia del derecho al juez
natural.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de su derecho a la libertad, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se otorgue la tutela impetrada, disponiendo su inmediata libertad. En audiencia amplió su
petitorio, pidiendo: a) La anulación del Mandamiento de Aprehensión de 10 de abril de 2019, así
como la representación elaborada por los efectivos policiales codemandados; b) Se dejen sin efecto
todos los actos procesales posteriores a la ejecución del referido Mandamiento; y, c) La reparación
del daño por su traslado de Oruro a Potosí.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública de consideración de la presente acción de libertad, el 26 de junio de
2019, según consta en el acta cursante de fs. 22 a 26, produciéndose los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el contenido del memorial de acción de libertad y
expresó que: 1) El Mandamiento de Aprehensión citado precedentemente, fue emitido
supuestamente en base a la declaración de su rebeldía; 2) La jurisdicción y competencia se

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encuentran establecidos en los arts. 11 y 12 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ); 3) Puede
comisionarse a otra autoridad jurisdiccional o administrativa el cumplimiento de un acto procesal,
mediante exhorto u orden instruida, conforme lo establecido en los arts. 136 y 137 del CPP; 4) Deben
seguirse los pasos procedimentales correctamente, observando la legalidad; 5) Los funcionarios
policiales lo aprehendieron en base a un proceso ilegal sustanciado por el Juez codemandado, que
no tiene competencia en la jurisdicción de Oruro; y, 6) En la audiencia de medidas cautelares, se le
indicó al Juez demandado que se presentó una acción de libertad, pidiendo la anulación del
Mandamiento de Aprehensión precitado y la suspensión de la audiencia de medidas cautelares,
debido a que su aprehensión era ilegal, por no cumplirse con los pasos procesales, previstos en el
Código de Procedimiento Penal.
I.2.2. Informe de los demandados
Jaime Vladimir Jiménez Vidaurre, Juez de Instrucción Penal Primero de la Capital del departamento
de Potosí, no presentó informe ni se apersonó a la audiencia, a pesar de su notificación cursante a
fs. 18.
Marco Antonio Canaviri y Edwin Cori, funcionarios de la Policía Boliviana, ambos del departamento
de Potosí, no presentaron informe escrito; pero asistieron a la audiencia de consideración de la acción
tutelar; sin embargo, no hicieron uso de la palabra.
I.2.3. Informe del tercero interviniente
Juan Carlos Cejas Ugarte, Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de Potosí, a través de
su representante en audiencia, indicó: i) Los funcionarios policiales sólo cumplieron con lo ordenado
en el señalado Mandamiento de Aprehensión; ii) El peticionante de tutela estableció relación
contractual con el Gobierno Autónomo Departamental de Potosí el 2008, mediante contrato
administrativo, obligándose a la construcción de un camino carretero en el plazo inicial de trescientos
sesenta días, con el costo de Bs10 000 000.- (diez millones de bolivianos); proyecto caminero que
fue abandonado por este el 2012, después de recibir el 20% de anticipo del monto indicado,
ejecutando solo el 25% de la obra; iii) El demandante de tutela no pudo ser encontrado en los
domicilios que señaló, por lo que no se tuvo referencia cierta sobre su paradero, notificándoselo
mediante edictos; iv) La acción de libertad exige para su procedencia que, su vida esté en peligro,
se encuentre ilegalmente perseguido, indebidamente procesado, o privado de libertad personal,
ninguno de ellos fueron sustentados suficientemente; v) Debe observarse el principio de verdad
material establecido en el art. 180.I de la CPE, precepto que no señala que el “...mandamiento es
por departamento...” (sic), el citado Mandamiento se emitió como efecto de la declaratoria de rebeldía
del accionante; vi) El Juez codemandado, es el contralor de los derechos y garantías constitucionales
y ante quien debió interponerse incidente de actividad procesal defectuosa agotando la instancia
ordinaria, aplicándose el art. 54.I del Código Procesal Constitucional (CPCo); y, vii) No se demostró
incompetencia jurisdiccional en la expedición del Mandamiento indicado, cumpliéndose la disposición
contenida en el art. 227 inc. 2) del CPP.
I.2.4. Intervención del Ministerio Público
Roxana Choque Gutiérrez, Fiscal Departamental de Potosí, no presentó informe escrito ni se apersonó
a la audiencia, a pesar de su notificación cursante a fs. 13.
I.2.5. Intervención de la Procuraduría General del Estado
Narda Judy Medina Vargas, Directora de la Dirección Desconcentrada Departamental de Potosí de la
Procuraduría General del Estado, no presentó informe escrito ni se apersonó a la audiencia; sin
embargo, los abogados de la institución referida, en audiencia indicaron que: a) El mandamiento de
aprehensión se emitió observando el art. 89 del CPP, en razón de la inasistencia del accionante a la
audiencia de consideración de medidas cautelares de 8 de enero de 2019; b) Los funcionarios
policiales cumplieron estrictamente con la ejecución del mandamiento indicado y requerido por el
denunciante y la Procuraduría General del Estado, y no puede ser operada por otra autoridad
jurisdiccional; y, c) Se cumplió con el principio de legalidad durante el desarrollo del proceso penal.

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I.2.6. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, a través de la
Resolución 008/2019 de 26 de junio, cursante de fs. 27 a 30 vta., denegó la tutela; bajo los
siguientes fundamentos: 1) Se estableció proceso penal contra el impetrante de tutela por el
supuesto delito de incumplimiento de contratos, previsto y sancionado en el art. 222 del CP; 2) El
Ministerio Público presentó imputación formal en su contra el 31 de julio de 2018 y señaló audiencia
de medidas cautelares para el 8 de enero de 2019, que le fue notificado mediante edictos; al no
asistir se lo declaró rebelde; 3) La nueva audiencia para la aplicación de las medidas cautelares
indicadas, fue señalada para el 26 de junio de igual año; es decir, al día siguiente de la aprehensión
y el mismo día de la celebración de la presente acción de libertad; y, 4) Debió agotarse previamente
la instancia procesal correspondiente en la vía ordinaria, mediante la interposición de incidente por
aprehensión indebida; por ende, no se cumplió con el principio de subsidiariedad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Mandamiento de Aprehensión de 10 de abril de 2019, emitido por el Juez de Instrucción
Penal Primero de la Capital del departamento de Potosí -hoy codemandado-, que ordenó a cualquier
autoridad hábil no impedida por ley de la ciudad de Potosí, conducir al accionante a ese despacho
judicial, de conformidad a lo ordenado mediante Auto Interlocutorio de 8 de enero de 2018;
disposición, cumplida el 25 de junio de 2019, por los funcionarios policiales codemandados (fs. 2 y
vta.).
II.2. Mediante proveído de 26 de igual mes y año, la autoridad jurisdiccional demandada, atendiendo
la representación policial sobre el cumplimiento del Mandamiento referido en la Conclusión que
antecede, señaló audiencia de consideración de medidas cautelares para el mismo día, a horas 10:30
(fs. 3).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad; puesto que, la autoridad judicial
demandada emitió en su contra Mandamiento de Aprehensión en la ciudad de Potosí, y los
funcionarios policiales encargados para su cumplimiento, lo ejecutaron dentro de la jurisdicción del
departamento de Oruro; sin observar la competencia territorial y desconociendo lo dispuesto en los
arts. 136 y 137 del CPP, por lo que solicita su libertad, la anulación del referido Mandamiento y la
representación de los efectivos policiales, así como los actuados posteriores a su ejecución, más el
pago de daños desde su traslado de la ciudad de Oruro.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada; para el efecto, se analizarán los siguientes temas: 1) La subsidiariedad
excepcional de la acción de libertad; 2) Las aprehensiones ilegales y vías de reclamo en casos de
alegarse su existencia; y, 3) Análisis del caso concreto.
III.1. La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad
La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, ha sido desarrolla en la línea jurisprudencial
desde la creación del Tribunal Constitucional -anterior a la vigencia de la actual Constitución Política
del Estado-, que por el transcurrir del tiempo fue desarrollándose ampliamente, existiendo a la fecha
reglas claramente establecidas para ser aplicadas en el análisis y tramitación de esta acción de
defensa.
Es así que la SCP 0482/2013 de 12 de abril, haciendo una sistematización de los precedentes citados
en la SC 0160/2005-R de 23 de febrero, que fue la Sentencia que fundó la línea, determinando que
en los supuestos en los que existan medios idóneos para reparar de manera urgente, pronta y eficaz
el derecho a la libertad física, ilegalmente restringido, los mismos deben ser utilizados antes de acudir
a la justicia constitucional a través de la acción de libertad; así como la SC 0008/2010-R de 6 de abril,
que ratificó el entendimiento anotado, añadiendo que en el caso de actividad procesal defectuosa, el
incidente es el mecanismo idóneo de defensa expreso, efectivo, idóneo y oportuno para pedir

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protección de derechos fundamentales afectados en el proceso penal, que debe ser agotado antes
de acudir a la tutela constitucional, y, la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, que también sistematizó tres
supuestos de subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, para los casos en los que, en
materia penal se impugnen actuaciones no judiciales -antes de la imputación formal- y judiciales -
posteriores a la imputación-, en los cuales, de manera excepcional, no es posible ingresar al fondo
de la acción de libertad, a objeto de guardar el equilibrio y complementariedad entre ambas
jurisdicciones, siendo el primer supuesto modulado por la SCP 0185/2012 de 18 de mayo.
Haciendo una sistematización de esta línea jurisprudencial, como se señaló precedentemente en la
SCP 0482/2013, se señaló que: “En los casos que se impugnen actuaciones no judiciales -antes de
la imputación formal- y judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la presente acción tutelar,
previa y necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de manera excepcional, no es
posible ingresar al fondo de la acción de libertad:
1. Cuando la acción de libertad esté fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la
denuncia de una supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la
libertad personal o física por parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a
acudir a la jurisdicción constitucional debe en principio, denunciar todos los actos
restrictivos de su libertad personal o física ante la autoridad que ejerce el control
jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene también la subsidiaridad.
4. Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, ésta es confirmada en apelación, empero, en lugar de activar
inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva petición ante la
autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de su situación jurídica, sea
mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de detención preventiva, etc., y la
misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la jurisdicción constitucional
impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se emitió el auto de vista, inclusive; por
cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con lealtad procesal, de no ser así, se
provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones, e incidiría negativamente en el
proceso penal de donde emerge la acción tutelar” (las negrillas son nuestras).
III.2. De las aprehensiones ilegales y las vías de reclamo en casos de alegarse su
existencia
La SCP 0143/2018-S2 de 30 de abril, al respecto indicó: «Sobre las aprehensiones ilegales y las vías
de reclamo en casos de alegarse su existencia, la SCP 1332/2013 de 15 de agosto, estableció que.
“La jurisprudencia constitucional al respecto de la aprehensiones ilegales y casos en los que se
reclame la existencia de las mismas, ha establecido que la autoridad a quien corresponde verificar la
existencia de una aprehensión ilegal, es al Juez de Instrucción de turno; en este entendido a través
de SCP 1907/2012 de 12 de octubre, la cual reitera el entendimiento de la SC 0957/2004-R de 17 de
junio, entre otras, señala lo siguiente: ‘al juez de instrucción le corresponderá conocer y resolver las

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denuncias de aprehensión ilegal previo a atender la imputación formal y resolver la medida cautelar;
por tanto, en la audiencia señalada al efecto, deberá en primer término, emitir una resolución
debidamente fundamentada respecto a las denuncias de aprehensión ilegal, determinando si ésta se
enmarcó dentro de los límites de la legalidad o la ilegalidad antes de pronunciarse sobre la aplicación
de alguna medida cautelar, dado que a dicha autoridad no le está permitido convalidar los actos que
vulneraron derechos, al contrario, tiene el deber de pronunciarse sobre la legalidad de los mismos; y
a continuación, una vez resuelta la lesión alegada con relación a la aprehensión, corresponderá recién
someter a su conocimiento, la consideración de la imputación formal y consecuente aplicación de la
medida cautelar, si corresponde’ .
En este entendido, la jurisprudencia constitucional, si bien ha señalado que cuando se pretenda
denunciar la existencia de una aprehensión ilegal, se deba acudir al juez que ejerce el control
jurisdiccional, también ha señalado, que este reclamo puede realizarse a través de dos vías,
ya sea en audiencia de aplicación de medidas cautelares, con carácter previo a
considerarse la situación jurídica del imputado, o a través del planteamiento de un
incidente de actividad procesal defectuosa. Al respecto, la SCP 1907/2012 de 12 de octubre,
con relación a una primera vía para reclamar un aprehensión ilegal ha señalado: ‘Conforme a dicho
entendimiento, quienes se encuentren bajo control jurisdiccional y se crean afectados en
sus derechos a la libertad física y/o libertad de locomoción, podrán acudir ante el Juez
cautelar a cargo de la etapa preparatoria, activando su reclamo directamente en la misma
audiencia de consideración de medidas cautelares, o si prefiere, con anterioridad a ella,
a objeto de obtener una resolución, previo a la determinación de su situación jurídica,
exclusivamente con relación a la aprehensión supuestamente ilegal, autoridad que en
ejercicio de la atribución conferida por los citados arts. 54 inc. 1) y 279 del CPP, deberá
atender previamente a dicho reclamo mediante una resolución debidamente motivada; y, si pese a
ello, los afectados consideran que no fueron reparados en sus derechos fundamentales y/o garantías
constitucionales, entonces corresponderá activar directamente la presente acción, como medio
idóneo expedito para determinar la legalidad formal y material de la aprehensión’.
De igual forma con relación a otra vía para poder reclamar una aprehensión ilegal, la referida
Sentencia Constitucional Plurinacional. señala: ‘Sin embargo de lo manifestado, existe otra vía para
reclamar una aprehensión considerada ilegal; y, es la activación del incidente de actividad procesal
defectuosa ante el Juez de la causa, desarrollado por la jurisprudencia constitucional, específicamente
en la SC 0522/2005-R de 12 de mayo, en la que se determinó que: “…la corrección de la actividad
procesal defectuosa dentro de los procesos penales puede hacérsela por la vía incidental ante el juez
cautelar en la etapa preparatoria o ante el Juez o Tribunal de Sentencia en el juicio oral, y, en su
caso, a través del recurso de apelación restringida, recursos que deberán ser interpuestos con
carácter previo, puesto que sólo ante el agotamiento de los mismos la jurisdicción constitucional, a
través del amparo, quedará abierta para el análisis y consideración de los actos u omisiones que
impliquen lesión de los derechos y garantías constitucionales2”’.
El referido fallo, pronunciado precisamente en una acción de libertad, precisó que en el caso de
reclamarse una aprehensión ilegal a través de un incidente de actividad procesal defectuosa, se
deberá concluir dicho trámite en todas sus instancias a efectos de la correspondiente interposición
de la presente acción de libertad, en este entendido refiere: ‘Cabe precisar que, en caso de activarse
este tipo de incidente, impugnando una aprehensión supuestamente ilegal, dicho trámite debe ser
concluido en todas sus instancias, y cuando se hubiere obtenido una resolución final, si aún se
constatan vulneraciones al derecho a la libertad o de locomoción no reparadas, entonces
corresponderá recién acudir a la jurisdicción constitucional mediante el presente mecanismo de
defensa’”» (el resaltado es nuestro).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad; puesto que, la autoridad judicial
demandada emitió en su contra Mandamiento de Aprehensión en la ciudad de Potosí, y los
funcionarios policiales encargados para su cumplimiento, lo ejecutaron dentro de la jurisdicción del

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departamento de Oruro; sin observar la competencia territorial y desconociendo lo dispuesto en los


arts. 136 y 137 del CPP, por lo que solicita su libertad, la anulación del referido Mandamiento y la
representación de los efectivos policiales, así como los actuados posteriores a su ejecución, más el
pago de daños desde su traslado de la ciudad de Oruro.
De los antecedentes desarrollados en esta acción de libertad se tiene que dentro del proceso penal
seguido contra el accionante, se fijó audiencia de consideración de medidas cautelares el 8 de enero
de 2019, a la que este no asistió ni justificó su inasistencia, por lo que, el Juez codemandado emitió
el Auto Interlocutorio de esa fecha, declarándolo rebelde y ordenando la emisión de Mandamiento
de Aprehensión de 10 de abril de ese año, para que cualquier autoridad hábil no impedida por ley de
la ciudad de Potosí, aprehenda y conduzca a ese despacho al ahora peticionante de tutela, mismo
que se efectivizó el 25 de junio del dicho año a horas 16:30 aproximadamente en inmediaciones de
calle Panamericana de la ciudad de Oruro por los funcionarios policiales codemandados (Conclusión
II.1); quienes elaboraron una representación que mereció como respuesta el proveído de 26 de igual
mes y año, en el que la autoridad jurisdiccional codemandada, fijó audiencia de consideración de
medidas cautelares para el mismo día, a horas 10:30 (Conclusión II.2).
En el contexto descrito, se tiene que el accionante denuncia como acto lesivo que, los efectivos
policiales ejecutaron el Mandamiento de Aprehensión en la ciudad de Oruro, cuando no tenían
competencia para ello, debiendo haberse ejecutado únicamente en la ciudad de Potosí. Al respecto
debe señalarse, que de la revisión de antecedentes y conforme lo manifestado por el impetrante de
tutela, en la audiencia de esta acción tutelar, no se constata que este haya realizado ninguna
denuncia previa ente el juez de control jurisdiccional a efectos de su pronunciamiento y en su caso
de corregir el procedimiento en este sentido; más aún tomando en cuenta que, en este caso se
encuentra identificado al Juez, dentro del proceso que se le sigue; por lo que, el accionante tenía la
posibilidad de interponer los mecanismos ordinarios previstos para dicho fin; la línea jurisprudencial
de este Tribunal, descrita en el Fundamento Jurídico III.1. de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, establece, que cualquier denuncia de supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma
de restricción de la libertad personal o física por parte de un fiscal o de la policía se debe acudir
primero ante el juez de control jurisdiccional.
Ahora bien, el Juez codemandado fijó audiencia de consideración de medidas cautelares para el 26
de junio a horas 10:30, incluso horas previas a la celebración de esta acción tutelar, en la cual según
manifestó el peticionante de tutela en audiencia de acción de libertad: “...se le hizo conocer en la
audiencia de medidas cautelares llevada a cabo esta mañana al Juez de Instructor Cautelar, al cual
se le manifestó que se había presentado una acción de Libertad en la cual se pedía la anulación del
mandamiento de aprehensión y la suspensión de la audiencia de medidas cautelares...” (sic), como
se puede advertir el accionante tenía la posibilidad de denunciar esa aprehensión ante el Juez
codemandado en la audiencia de medidas cautelares, la cual se celebró incluso horas antes que la
audiencia de acción de libertad; por lo que, tenía la oportunidad de denunciar en ese momento, o en
su caso incidentar su reclamo ante dicha autoridad, conforme se encuentra previsto en el
Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución constitucional; toda vez que, el Juez de Instrucción
Penal Primero de la Capital -en este caso-, es el titular del control de la investigación y de ser
necesario impugnar la decisión si la consideraba contraria a sus intereses, agotando de esta forma la
instancia jurisdiccional ordinaria, solo en caso de persistir la lesión, recién acudir a la vía
constitucional; empero, no obró de esa manera, por lo que, corresponde declarar la subsidiariedad
excepcional en la presente acción de libertad.
En este contexto y evidenciándose que los actos lesivos denunciados pudieron ser reclamados y
resueltos previamente por la autoridad que lleva el control jurisdiccional de la causa, corresponde
denegar la tutela impetrada.
Por todo lo expuesto, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada, evaluó en forma correcta
los datos del proceso.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 008/2019 de 26 de junio, cursante de fs. 27 a 30
vta., emitida por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, en los mismos términos que la referida Sala.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 423


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0690/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29654-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 02/2019 de 8 de junio, cursante de fs. 49 a 50 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Jorge Luis Poma Layme en representación sin mandato de
Winsor Asistiri Mamani contra Carlos Emilio Andrade Rengel, Juez de Ejecución Penal
Primero de El Alto del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 7 de junio de 2019, cursante de fs. 30 a 33, el accionante a través de su
representante manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso penal seguido en su contra por el Ministerio Público, por la comisión del delito de
fabricación y comercialización de explosivos que se encuentra en etapa de ejecución de sentencia, la
autoridad demandada, el 7 de octubre de 2014 emitió mandamiento de captura, pese a que tenía
pleno conocimiento de su situación jurídica, porque de acuerdo al Certificado de Permanencia y
Conducta cursante en el cuaderno, se encuentra recluido en el Centro Penitenciario “…SAN PEDRO
DE CHONCHOCORO…” (sic) de La Paz desde el 18 de julio de 2013, estando ilegalmente privado
de libertad por el tiempo de cinco años, dos meses y treinta días hasta el 18 de octubre de 2018,
habiendo cumplido superabundantemente la pena impuesta por la Sentencia S-008/2008 de 2 de
abril, que lo condenó a tres años de reclusión.
El 3 de mayo de 2019, solicitó al Juez demandado realice un nuevo cómputo de pena cumplida
conforme al principio de verdad material establecido en el art. 180 de la Constitución Política del
Estado (CPE), providenciando que se proceda a lo solicitado, en cuyo mérito el Secretario hizo el
cálculo al certificado de permanencia y conducta expedido por el Centro Penitenciario de San Pedro
de La Paz de 18 de marzo de 2019, sin tomar en cuenta aquel que emitió el Centro Penitenciario
Chonchocoro del citado departamento de 21 del mismo mes y año, computando su pena en
simplemente cuatro meses y un día; por lo que pidió un nuevo cómputo a lo que el demandado dictó
el Auto de 22 de mayo de igual año señalando que la solicitud no se acomoda a la verdad material
porque existe el certificado de permanencia y conducta que acreditó el tiempo en que ingresó al
Centro Penitenciario San Pedro de dicho departamento, sobre cuya base el citado funcionario judicial
realizó el cómputo; negativa ante la cual presentó recurso de reposición, que fue providenciado el 3
de junio de 2019, disponiendo no ha lugar al mismo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de su derecho al debido proceso
vinculado a la libertad de locomoción y al principio de verdad material, citando al efecto los arts. 22,
23 y 180 de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que la autoridad demandada efectúe el cómputo de pena
cumplida en su favor, conforme al certificado de permanencia y conducta emitido por el Centro
Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) de 21 de marzo de 2019.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías

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Celebrada la audiencia pública el 8 de junio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 48 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó la acción de libertad y ampliándola, manifestó lo
siguiente: a) De los datos del cuaderno de ejecución penal, se evidencia que el Juez demandado
tomó conocimiento que estuvo recluido en el Centro Penitenciario “…San Pedro de Chochocoro…”
(sic) y que viene cumpliendo otras detenciones preventivas, por reincidencia, en el indicado
establecimiento penitenciario; b) Ante la negativa de la autoridad demandada de realizar un nuevo
cómputo de pena cumplida, dedujo recurso de reposición decretando aquel, no ha lugar; y, c) El
demandado incumplió la obligación impuesta por el art. 19 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión
(LEPS), ya que con negligencia se basó en informes que le perjudicaron, no obstante de haber
cumplido su pena privativa de libertad de tres años.
I.2.2. Informe del demandado
Carlos Emilio Andrade Rengel, Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La
Paz, a través de informe escrito de 8 de junio de 2019, cursante a fs. 38, manifestó lo siguiente: 1)
El abogado del accionante le comunicó que Winsor Asistiri Mamani se encontraba recluido en el
Centro Penitenciario “Chochocoro” del citado departamento, al no estar radicado en su despacho el
expediente del proceso seguido contra el aludido por el Ministerio Público y acusador particular,
ordenó la remisión del mismo; 2) Constató de los antecedentes, que el impetrante de tutela se
encontraba prófugo, pues no se presentó a las audiencias, disponiendo se envíe informe de
incumplimiento al Juzgado de origen; 3) La autoridad de dicho Juzgado en mérito al referido informe
determinó la revocatoria de la suspensión condicional de la pena con la que fue beneficiado el
prenombrado, dictando el desglose del mandamiento de captura y su remisión al Director del Centro
Penitenciario Chonchocoro de La Paz para su ejecución; la que se hizo efectiva el 9 de enero de 2019;
4) El 16 de octubre de 2018, el 12 de enero y 3 de mayo de 2019 el accionante activó acciones de
libertad por iguales motivos que la presente, las que le fueron denegadas; y, 5) El 21 de igual mes
y año pidió nuevamente cómputo de pena cumplida, a la que le respondió negando lo solicitado; por
lo que, interpuso recurso de reposición, misma que fue rechazada a través de decreto.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 8 de junio, cursante de fs. 49 a 50 vta., denegó la
tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: i) Por Sentencia S-008/2008 el accionante fue
condenado por la comisión de los delitos de fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas
y lesiones leves, a tres años de privación de libertad, y además le otorgó el beneficio de suspensión
condicional de la pena, la que se revocó mediante Auto 33/2014 de 21 de agosto, que determinó el
cumplimiento de la condena, dando lugar a la emisión del mandamiento de captura ejecutado en su
contra en el Centro Penitenciario Chonchocoro del citado departamento; ii) El certificado de
permanencia y buena conducta del impetrante de tutela, emitido por el Director del precitado recinto
el 21 de marzo de 2019, da cuenta de su permanencia en el mismo por cinco años, cinco meses y
veintidós días, al que ingresó por primera vez por detención preventiva en agosto de 2013 por el
ilícito de lesiones graves y leves, y respecto al cual se libraron los siguientes mandamientos: tres de
detención preventiva, uno de condena, otro de captura, tres de libertad y tres de libertad definitiva
por distintos delitos, entre los que no se encontraron antecedentes de mandamientos de condena y
captura emergentes de la Sentencia S-008/2008, del Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto
del aludido departamento ni la revocatoria de suspensión condicional de la pena por los ilícitos de
fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas y lesiones leves; iii) El peticionante de
tutela, estuvo recluido desde la gestión 2013; sin embargo, la aludida Sentencia condenatoria cuya
ejecución se cuestiona, se pronunció el 2008, habiendo incumplido las condiciones dispuestas en la
suspensión condicional de la pena por cinco años, hasta el momento en que ingresó al Centro
Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) en la gestión 2013; iv) El prenombrado reclamó
el cómputo de pena ante la autoridad demandada, e interpuso recurso de reposición que fue

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rechazado; empero, no agotó los medios y recursos en la vía intraprocesal, existiendo autoridades
superiores para revisar las decisiones de los jueces de instancia, además interpuso con anterioridad
otras acciones de libertad sobre temas similares; y, 5) Si bien alegó la vulneración de su derecho al
debido proceso, de los antecedentes no se advirtió un absoluto estado de indefensión, existiendo
subsidiariedad excepcional, requisitos que deberían concurrir para activar la protección de la acción
de libertad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. A través de Oficio Cite Nota 169/2014 de 23 de julio, el Tribunal de Sentencia Penal Segundo
de El Alto del departamento de La Paz remitió al Juez demandado, copia legalizada de los
antecedentes del proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancia de Celedonio Asistiri
Huanca y Eliodoro Velarde Huanca contra Winsor Asistiri Mamani -ahora accionante-, por la presunta
comisión de los delitos de fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas, lesiones leves y
amenazas, tipificados en los arts. 211, 271, 293 y “303” del Código Penal (CP) dando cumplimiento
a la Sentencia S-008/2008 de 2 de abril -ejecutoriada- (fs. 2).
II.2. Por memorial presentado el 18 de agosto de 2014, Rolando Calla puso en conocimiento del
Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz, la existencia de otra Sentencia
condenatoria ejecutoriada “… a dos años de reclusión por el Juzgado de Partido y Sentencia…” (sic)
además de otras imputaciones posteriores, en cuyo mérito de conformidad al art. 367 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), al haber incumplido el impetrante de tutela la quinta regla impuesta,
pidió se revoque la suspensión condicional de la pena y la remisión del mandamiento de condena al
Centro Penitenciario Chonchocoro de dicho departamento, donde cumple tres detenciones
preventivas por reincidencia (fs. 3 y vta.).
II.3. Mediante Auto 33/2014 de 21 de agosto, el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del
departamento de La Paz, revocó la suspensión condicional de la pena, concedida en su oportunidad
en favor del prenombrado, por incumplimiento de las condiciones impuestas (fs. 4 a 5).
II.4. Cursa mandamiento de captura de 7 de octubre de 2014, por el que la autoridad demandada
ordenó ejecutar el mismo contra el accionante, a los fines de que cumpla con la antedicha Sentencia
(fs. 11).
II.5. Por memorial presentado el 21 de mayo de 2019, el impetrante de tutela reiteró al demandado
nuevamente su solicitud de nuevo cómputo de pena cumplida, el que fue resuelto mediante Auto de
22 de igual mes y año, disponiendo no ha lugar lo peticionado (fs. 24 a 25).
II.6. Mediante escrito presentado el 31 del referido mes y año, el accionante formuló recurso de
reposición contra el precitado Auto, el que fue providenciado por la autoridad demandada el 3 de
junio de igual año, determinando no ha lugar (fs. 26 a 27).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denunció la lesión de su derecho al debido proceso
vinculado a la libertad de locomoción y al principio de verdad material; toda vez que, la autoridad
judicial demandada, emitió ilegalmente mandamiento de captura en su contra, pese a que está
privado de libertad en el Centro Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) de La Paz desde
el 18 de julio de 2013, por cinco años, dos meses y treinta días, cumpliendo superabundantemente
la pena impuesta por la Sentencia S-008/2008 de 2 de abril, que lo condenó a tres años de reclusión;
y habiendo peticionado el 3 de mayo de 2019, un nuevo cómputo de pena cumplida, el Secretario
del Juzgado lo hizo considerando el certificado de permanencia y conducta emitido por el Centro
Penitenciario San Pedro de dicho departamento de 18 de marzo de 2019, sin tomar en cuenta aquel
que expidió el Centro Penitenciario Chonchocoro del citado departamento de 21 del referido mes y
año, computando su pena simplemente en cuatro meses y un día; ante el pedido de nuevo cálculo
el demandado por Auto de 22 de mayo de similar año, no dio curso a su solicitud motivando la

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interposición del recurso de reposición que fue providenciado el 3 de junio de igual año, disponiendo
no ha lugar al mismo.
III.1. La acción de libertad y los alcances de protección respecto al procesamiento ilegal
o indebido
Al respecto la SCP 0345/2016-S2 de 18 de abril, señaló: “El art. 125 de la CPE, establece que: ‘Toda
persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad de
manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante
cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida,
cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad’; en ese sentido, la SC 0489/2010-R de 5 de julio, estableció que procede la tutela del derecho
al debido proceso a través de la acción de libertad cuando el acto que vulnera el mismo constituya
la causa directa de la supresión o restricción del derecho a la libertad, así: ‘En cuanto respecta
propiamente a la tutela al debido proceso a través de esta acción tutelar, el Tribunal
Constitucional señaló de manera reiterada y uniforme que dicha protección abarca
únicamente aquellos supuestos en los que se encuentra directamente vinculado al
derecho a la libertad personal y de locomoción, por operar como causa para su restricción
o supresión. En otras palabras, las vulneraciones al debido proceso ameritan la
protección de la acción de libertad, únicamente en los casos en que el acto considerado
ilegal haya lesionado la libertad física o de locomoción del accionante, mientras que las
demás vulneraciones relacionadas a esta garantía, que no tengan vinculación inmediata ni directa
con el derecho a la libertad, deben ser reclamadas a través de los medios ordinarios de defensa ante
los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto
de esa lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente
su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos,
se podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo constitucional, que
es el recurso idóneo para precautelar las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se
constate que a consecuencia de las violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente
en absoluto estado de indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que
recién tuvo conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad, lo
contrario significaría una desnaturalización a la actuación de los jueces y tribunales ordinarios, que
son los que tienen competencia, primeramente, para ejercer el control del proceso, y sólo si la
infracción no es reparada se abre la tutela constitucional. Así ya se ha establecido en la SC 0102/2010-
R de 10 de mayo, reiterando el entendimiento jurisprudencial asumido por este Tribunal
Constitucional al respecto’.
(…)
De lo referido precedentemente se infiere que para la activación de la acción de libertad por
procesamiento indebido, debe necesariamente concurrir los dos presupuestos: 1) Que el
acto lesivo sea la causa directa a la restricción o supresión al derecho a la libertad o de
locomoción; y, 2) Que el accionante haya estado en absoluto estado de indefensión,
empero, el último requisito no es exigible cuando quien demande la acción tutelar se encuentre
sometido a una medida cautelar de carácter personal” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso en concreto
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso
vinculado a la libertad de locomoción y al principio de verdad material; puesto que, la autoridad
judicial demandada, emitió ilegalmente mandamiento para su captura, pese a estar privado de
libertad en el Centro Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) de La Paz desde el 18 de
julio de 2013, por cinco años, dos meses y treinta días , cumpliendo superabundantemente la pena
impuesta en la Sentencia S-008/2008 de 2 de abril, que lo condenó a tres años de reclusión; y,
habiendo solicitado el 3 de mayo de 2019, un nuevo cómputo de la sanción cumplida, el Secretario
del Juzgado lo hizo considerando el certificado de permanencia y conducta emitido por el Centro

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Penitenciario San Pedro de La Paz de 18 de marzo de 2019, sin tomar en cuenta aquel que expidió
el panóptico de “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic) de 21 del mismo mes y año, calculando
simplemente cuatro meses y un día; posteriormente, el impetrante de tutela efectuó una nueva
solicitud de cálculo a la que la autoridad demandada por Auto de 22 del indicado mes y año, no dio
curso, motivando la interposición del recurso de reposición, que fue providenciado el 3 de junio de
2019, disponiendo no ha lugar al mismo.
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la protección de la acción de
libertad, cuando se vulnera el debido proceso, alcanza solo a los supuestos en que el acto lesivo sea
la causa directa de restricción o supresión al derecho a la libertad o de locomoción y absoluto estado
de indefensión del afectado, presupuestos cuya concurrencia debe verificarse a objeto de conceder
o denegar la tutela.
En el presente caso, a objeto de activar o no la protección de la acción de libertad de procesamiento
indebido, tal cual solicita el accionante corresponde verificar respecto a los actos lesivos denunciados,
si concurren los dos presupuestos desarrollados por la jurisprudencia constitucional. A este efecto, la
privación de su libertad por efecto de la ejecución del mandamiento de captura de 7 de octubre de
2014, emitido por el Juez demandado (Conclusión II.4), no es consecuencia de actos u omisiones
arbitrarias ilegales, sino de la verificación por la mencionada autoridad del incumplimiento de la
Sentencia condenatoria S-008/2008 ejecutoriada que le fue impuesta por la comisión de los delitos
de fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas, lesiones leves y amenazas (Conclusión
II.1), pues si bien el impetrante de tutela fue beneficiado al momento de ser sentenciado con la
suspensión condicional de la pena, esta fue revocada por el Auto 33/2014 de 21 de agosto,
pronunciado por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz
(Conclusión II.3), por incumplimiento de las condiciones que le fueron impuestas, referidas a su
incomparencia a las audiencias para la promesa de cumplimiento de condiciones, como al citado
Tribunal de forma periódica, y la reincidencia en posteriores acciones delictivas en las que fue
sentenciado e imputado conforme a la relación del memorial descrito en la Conclusión II.3.
Del mismo modo, la negativa reiterada de la autoridad judicial de dar lugar a los pedidos del
accionante del cómputo de pena cumplida tomando en cuenta el certificado de permanencia y
conducta emitido por el Director del Centro Penitenciario “…San Pedro de Chonchocoro…” (sic), el 21
de marzo de 2019, acreditando que permaneció recluido por cinco años, cinco meses y veintidós días
y en particular, las determinaciones del Auto de 22 de mayo de 2019, disponiendo no ha lugar a otro
cálculo (Conclusión II.5) y la providencia de 3 de junio de 2019 rechazando el recurso de reposición
(Conclusión II.6) tampoco tienen vinculación directa con la libertad del impetrante de tutela por no
operar como la causa directa de su supresión o restricción; por lo que, no concurren los supuestos
para activar la protección de tutela de la acción de libertad por procesamiento indebido conforme al
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
Por otra parte, respecto al segundo presupuesto, no se advierte que en el trámite del proceso penal
el accionante hubiera sido puesto en estado absoluto de indefensión, en mérito a los antecedentes
del proceso penal que motivó la presente acción tutelar, se evidencia que tenía conocimiento del
mismo, particularmente en el trámite de ejecución de la Sentencia S-008/2008 en el que presentó
varias solicitudes planteando inclusive recurso de reposición, evidenciándose que estaba al tanto de
los actuados llevados a cabo.
Consiguientemente, ante la no concurrencia de los presupuestos de activación de la acción de libertad
por procesamiento indebido, corresponde denegar la tutela solicitada.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela impetrada, realizó
una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en
revisión, resuelve CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 8 de junio, cursante de fs. 49 a 50 vta.,

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pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Cuarta de la Capital del departamento de La Paz; y, en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0691/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29660-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 13/2019 de 21 de junio, cursante de fs. 209 vta. a 214, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Juan Jesús Balderrama Sánchez en representación sin
mandato de Arturo Ninfor Ibánez Pinto y Martha Roxana Pugliesi Pinto contra Zenón
Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 21 de junio de 2019, cursante de fs. 190 a 199 vta., los accionantes a
través de su representante expusieron lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 17 de junio de 2019, aproximadamente a horas 17:40, cuando el accionante retornaba del trabajo
que se encuentra fuera de la ciudad de Santa Cruz, fue detenido por funcionarios policiales sin
identificación y conducido al Centro Penitenciario Palmasola de la indicada ciudad, en base al
mandamiento de detención preventiva de 21 de febrero de 2017, emitido ilegalmente por los Vocales
demandados el 20 de igual mes y año; acto procesal que pretendió ser cumplido del mismo modo
contra la peticionante de tutela, a pesar de no tener expresa autorización de allanamiento de su
domicilio, donde vive junto a otros familiares.
Los hechos referidos se produjeron debido a que Cynthia Elizabeth Paredes Pinto, el 7 de marzo de
2016 formalizó denuncia en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) por el supuesto
delito de estafa, previsto y sancionado en el art. 335 del Código Penal (CP), olvidando la existencia
de un proceso civil ordinario de nulidad de documento por simulación, donde reconvino la precitada.
El Ministerio Público, el 8 de noviembre del mismo año los imputó formalmente por el delito referido
y el 1 de febrero de 2017, se llevó a cabo la audiencia de consideración de medidas cautelares en el
Juzgado de Instrucción Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa Cruz, oportunidad en la
cual hicieron conocer su nuevo domicilio procesal; empero, dicho acto fue suspendido por causa de
la emisión de sobreseimiento, cuya decisión no les fue comunicada oportunamente.
Asimismo, no fueron notificados con la apelación y resolución de aplicación de medidas sustitutivas
de la detención preventiva dispuestas en su favor, o acusación fiscal alguna tramitada en el proceso,
en su anterior o actual domicilio procesal ubicado en la oficina “3-S”, piso tres del edificio
“Topjcenter”, calle prolongación Beni de la ciudad de Santa Cruz, lo que les generó total indefensión
y vulneración del principio de favorabilidad, pues no se produjo fuga alguna, influencia a sujetos
procesales ni obstaculización de la investigación; por ello, insistieron en la actualización de los
mandamientos referidos al inicio del presente apartado, cuyas órdenes fueron ejecutadas sin observar
su emisión por autoridad incompetente y constituir simples copias de los originales; provocándose en
consecuencia, detención y persecución indebidas y el desconocimiento de la presunción de inocencia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes por medio de su representante denunciaron la lesión de sus derechos a la libertad
de circulación, a la defensa, al debido proceso, a la tutela efectiva del juez natural, a ser oídos por
un tribunal competente, a la presunción de inocencia, a la justicia, a la inviolabilidad de la propiedad

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privada, a la igualdad y a la seguridad jurídica; citando al efecto los arts. 13.I, 22, 23.I, 24, 109, 115,
116.I, 117.I, 119, 120.I, 122, 178.I, 180.I y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se les conceda la tutela, ordenando: a) La “revocación” de la detención ilegal y
persecución indebida; por ende, de los mandamientos de detención preventiva emitidos por las
autoridades demandadas; b) Su inmediata libertad; y, c) La reparación de daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 21 de junio de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 207 a
209 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los impetrantes de tutela, a través de su representante, expresaron que: 1) La denunciante Cynthia
Elizabeth Paredes Pinto solicitó al Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del departamento
de Santa Cruz, la actualización de mandamientos de detención preventiva, que fue rechazada por no
haberse radicado en ese despacho jurisdiccional el proceso donde operó sobreseimiento; por ende,
había fenecido; 2) El Juez de Instrucción Penal Sexto de la misma Capital y departamento, tuvo en
su momento el control de la investigación, pero también perdió competencia; 3) Supuestamente
existen revocación del sobreseimiento indicado y una acusación, empero, no fueron notificados con
esos actuados, lo que les causó indefensión; y, 4) Al existir juicio civil de nulidad por simulación del
documento base de la obligación y al haber la denunciante reconvenido, aceptó automáticamente
esa competencia; por ende, la jurisdicción civil asumió el conocimiento de la causa y no correspondía
acudir a la penal.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Zenón Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no presentaron informe; empero, se apersonaron
a la audiencia sin participar en la misma.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, por Resolución 13/2019 de 21 de junio, cursante de fs. 209 vta. a 214, denegó la
tutela impetrada con los siguientes fundamentos: i) El 20 de febrero de 2017 -sin precisar la
resolución-, las autoridades demandadas dejaron sin efecto la aplicación de medidas sustitutivas a la
detención preventiva en favor de los accionantes, quienes interpusieron acción de libertad, en cuya
audiencia efectuada el 4 de marzo de dicho año, se dispuso su concesión dejando sin efecto los
mandamientos expedidos; ii) Debe aplicarse la verdad material establecida en el art. 180 de la CPE
y analizarse lo dispuesto por la SCP 0443/2017-S2 de 22 de mayo, que revisó la acción de tutela
indicada y dispuso la revocación de la decisión anteriormente referida y emitida por el Tribunal de
Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de Santa Cruz; por tanto, denegó la tutela
impetrada, con la consecuente validez de los mandamientos de detención expedidos y elaborados
por autoridad legalmente constituida; iii) Los impetrantes de tutela no pueden alegar
desconocimiento del proceso penal radicado en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital
del departamento aludido, donde pudieron apersonarse para hacer valer sus derechos; iv) El proceso
precitado, conforme las pruebas presentadas por los propios solicitantes de tutela, se encuentra con
requerimiento conclusivo fiscal de acusación en su contra de 23 de mayo de 2019 y con actos
preparatorios de juicio; habiéndose dejado sin efecto por ende, el sobreseimiento dictado; v) La SCP
0710/2013 de 3 de junio, estableció que los mandamientos emitidos por las autoridades
jurisdiccionales no tienen fecha de expiración y no caducan en el tiempo; y, vi) Los demandantes de
tutela tienen la atribución de activar la vía ordinaria correspondiente para hacer valer sus derechos y
garantías y de acudir al tribunal que ejerce control jurisdiccional sobre el proceso, para formular
excepciones, observando la previsión del art. 308 del Código de Procedimiento Penal (CPP).
II. CONCLUSIONES

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 431


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De la revisión y compulsa de antecedentes cursantes en obrados, se establece lo siguiente:


II.1. Cursa memorial presentado el 8 de noviembre de 2016, mediante el cual el Ministerio Público
imputó formalmente a los accionantes por la presunta comisión del delito de estafa previsto y
sancionado por el art. 335 del CP (fs. 121 a 123 vta.).
II.2. Por Auto Interlocutorio 35/17 de 1 de febrero de 2017, el Juez de Instrucción Penal Sexto de
la Capital del departamento de Santa Cruz, dispuso la aplicación de medidas sustitutivas a la
detención preventiva en favor de los demandantes de tutela (fs. 128 a 130 vta.).
II.3. Cursan mandamientos de detención preventiva expedidos el 21 del citado mes y año, contra
los solicitantes de tutela, por los Vocales demandados (fs. 2 y 3).
II.4. Mediante Resolución Conclusiva de Sobreseimiento de 14 de junio de igual año, la autoridad
fiscal decretó que las pruebas eran insuficientes para sustentar la acusación contra los impetrantes
de tutela; decisión confirmada por Resolución Fiscal Departamental JCC 228/18 de 20 de septiembre
de 2018 y dejada sin efecto producto de la acción de amparo constitucional interpuesta por la
denunciante Cynthia Elizabeth Paredes Pinto (fs. 131 a 137 vta., 139 a 148, y 160 a 165).
II.5. Por memorial presentado el 19 de junio de 2019, los peticionantes de tutela pidieron al Tribunal
de Sentencia Penal Décimo de la Capital y departamento indicado en la Conclusión II.2, la revocatoria
de los referidos mandamientos en base a su ilegalidad y pérdida de efectividad por el transcurso del
tiempo (fs. 6 a 9).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes a través de su representante denuncian la lesión de sus derechos a la libertad de
circulación, a la defensa, al debido proceso, a la tutela efectiva del juez natural, a ser oídos por un
tribunal competente, a la presunción de inocencia, a la justicia, a la inviolabilidad de la propiedad
privada, a la igualdad y a la seguridad jurídica; puesto que, las autoridades demandadas no tomaron
en cuenta la existencia de sobreseimiento a su favor ni la falta de competencia para expedir
mandamientos de detención preventiva en el caso, además de haber caducado los mismos por falta
de actualización; por ello, su ejecución constituye detención y persecución ilegal en su contra.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0392/2019-S4 de 24 de junio, al respecto fundamentó: «La SCP 0690/2018-S4 de 25 de
octubre, citando a la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, en cuanto a la naturaleza jurídica de esta
acción tutelar, señaló que: “Se trata de un mecanismo de defensa constitucional extraordinario de
carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los
derechos fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores públicos
o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión.

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En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo,
compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el
contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra
revestida o estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características
de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier
servidor público o persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que
pueden ser inferidos de la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen
en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”» (las
negrillas corresponden al texto original).
III.2. Del debido proceso en la acción de libertad
La SCP 0575/2016-S2 de 30 de mayo, citando a la SCP 0845/2015-S2 de 20 de agosto, establece
que: “…En el nuevo contexto constitucional, los arts. 115 y 117 de la Constitución Política del Estado
(CPE), consagran la vigencia del debido proceso, como un instrumento de sujeción a las reglas del
ordenamiento jurídico, en el cual se debe enmarcar la actuación de las partes procesales, siendo el
objetivo de este derecho constitucional y garantía jurisdiccional proteger a las ciudadanas y
ciudadanos de posibles abusos de las autoridades en actuados, omisiones procesales o en decisiones
que adopten y de las cuales surja la lesión a sus derechos y garantías, como elementos del debido
proceso.
Entonces cuando se denuncie la vulneración en cualquiera de sus elementos, corresponderá su
impugnación a través de la acción de libertad, cuando esté directamente relacionada con la restricción
de la libertad del agraviado o impetrante de tutela y se constate la existencia de absoluto estado de
indefensión; caso contrario, la denuncia por irregularidades cometidas en el proceso (infracción al
debido proceso), deberá ser reclamada a través de los medios legales que el ordenamiento procesal
penal ofrece, y agotada la jurisdicción ordinaria; de persistir la lesión, se activa la tutela de la acción
de amparo constitucional. Así lo ha entendido y acogido la amplia y uniforme jurisprudencia
constitucional, entre ellas la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, al señalar lo siguiente: ‘Respecto a las
denuncias referidas a procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional ha sido uniforme al
señalar que la vía idónea para su impugnación es el amparo constitucional; sin embargo, cuando se
demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de
locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad,
en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones′.
Por su parte, la SCP 1558/2013 de 13 de septiembre, refirió: ‘El debido proceso se integra de
diferentes elementos entre los que se encuentran los derechos a un proceso público, al
juez natural, a la igualdad procesal de las partes, a no declarar contra sí mismo, a la
comunicación previa de la acusación, a ser juzgado sin dilaciones indebidas, a la congruencia entre
acusación y condena, a la defensa material y técnica, concesión al inculpado del tiempo y los
medios para su defensa, las garantías de presunción de inocencia y del non bis in ídem, así como
los derechos a la valoración razonable de la prueba, a la motivación y congruencia de las decisiones,
elementos que por el principio de progresividad no tienen un carácter limitativo, sino enunciativo.
Dichos elementos inicialmente no son tutelables por la acción de libertad, sino que la misma se
encuentra condicionada a los supuestos directamente vinculados con la vulneración a los derechos
por ella resguardados -derecho a la vida, a la libertad personal, y a la libertad de locomoción-; en tal
sentido, para que la jurisdicción constitucional aperture su competencia y se pronuncie sobre
cuestiones lesivas a este derecho, procesalmente es exigible que: i) Exista indefensión

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absoluta y manifiesta en el demandante; y, ii) Cuando el acto acusado de vulneratorio


sea la causa directa de la privación, o la restricción a la libertad física’.
Consiguientemente, la acción de libertad es la garantía jurisdiccional destinada a tutelar el derecho
al debido proceso en sus diferentes componentes, en la medida que su transgresión implique directa
causal para la restricción del derecho a la libertad física y de locomoción; sin embargo, a falta de la
vinculación con éstos derechos, la vía constitucional idónea de protección es la acción de amparo
constitucional.
Aparte de este presupuesto, debe tenerse presente que opera igualmente el principio de
subsidiariedad, de modo que previo a su interposición deberán agotarse los medios
idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su
tutela en el ámbito constitucional cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la
parte demandante, así lo estableció la SC 0021/2011-R de 7 de febrero” (las negrillas son
nuestras).
III.3. Supuestos de persecución ilegal e indebida
La SCP 0678/2018-S2 de 23 de octubre, al respecto entendió: «El Tribunal Constitucional anterior y
el Tribunal Constitucional Plurinacional, desarrollaron los siguientes precedentes constitucionales en
relación a la persecución ilegal o indebida, y sus presupuestos de concurrencia, en ese orden la SC
0419/2000-R de 2 de mayo, estableció respecto a la persecución ilegal que se entiende: “por ésta la
acción de un funcionario público o autoridad judicial que busca, persigue u hostiga a una
persona sin que exista motivo legal alguno y una orden expresa de captura emitida por
autoridad competente en los casos establecidos por ley, o cuando se emite una orden de
detención, captura o aprehensión al margen de los casos previstos por Ley e
incumpliendo las formalidades y requisitos establecidos por ella…”, de similar forma, las
SSCC 0266/2001-R de 2 de abril, 0379/2001-R de 25 de abril, 0384/2001-R de 26 de abril y
1287/2001-R de 6 de diciembre, reafirmaron uno de los primeros entendimientos asumidos por el
Tribunal Constitucional, respecto a la persecución ilegal o indebida.
Posteriormente y ya en vigencia de la Constitución Política del Estado del 7 de febrero de 2009, el
Tribunal Constitucional emitió la SC 0044/2010-R del 20 de abril, fallo que refiere entre otras cosas,
respecto al hábeas corpus -hoy acción de libertad- y su clasificación doctrinal. Señalando que de la
interpretación realizada por el Tribunal Constitucional al art. 18 de la CPEabrg, mediante la SC
1579/2004-R de 1 de octubre, se concluyó que el hábeas corpus podía ser reparador, preventivo
y correctivo; conforme se ataque una lesión ya consumada, se procure impedir una lesión a
producirse o se intente evitar que se agraven las condiciones en la que se encuentra una persona
privada de su libertad.
El citado fallo constitucional, que a su vez realizó la interpretación del art. 125 de la CPE, reafirmó la
vigencia y existencia del entonces hábeas corpus reparador, preventivo y correctivo bajo la vigencia
de la Constitución de 7 de febrero de 2009; señalando que bajo el nuevo orden constitucional la
clasificación doctrinal del habeas corpus había sido ampliada, en razón que de la naturaleza jurídica
de la nueva acción de libertad, reconociendo que en este nuevo contexto también encuentran
reconocimiento constitucional los hábeas corpus (acción de libertad) restringido, instructivo y
traslativa o de pronto despacho, cuya naturaleza y presupuestos son distintos a los desarrollados
por la SC 1579/2004-R de 1 de octubre. En ese orden, cuando el derecho a la libertad física es objeto
de molestias, obstáculos, perturbaciones sin ningún fundamento legal, en la que no existe una
amenaza inminente al derecho a la libertad pero si un límite a su ejercicio, corresponde activar el
primero de ellos; asímismo en los infundados en que el derecho a la libertad se encuentra vinculado
al derecho a la vida; en supuestos de desaparición forzada de personas y a objeto de identificar su
paradero, corresponde activar la acción de libertad instructiva, y finalmente la acción de libertad
traslativa busca acelerar trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas,
para resolver la situación jurídica de una persona privada de libertad.

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Conforme a lo señalado, la SC 0044/2010-R, estableció que la persecución ilegal o indebida


comprende dos supuestos: “a) Órdenes de detención al margen de los casos previstos
por ley, e incumpliendo los requisitos y formalidades de la ley; y, b) Hostigamiento sin
que exista motivo legal, ni orden de detención emitida por autoridad competente”;
extremos que, en el primero de los casos harían procedente una acción de libertad
preventiva a objeto de impedir que una lesión no se produzca; y en el segundo de ellos,
la acción de libertad restringida ante limitaciones, perturbaciones y hostigamientos al
derecho a la libertad, limitando su ejercicio. El referido fallo, establece que este tipo de habeas
corpus, es decir, el restringido, también estaría cobijado dentro de la persecución ilegal prevista en
el art. 125 de la CPE.
En ese mismo sentido, la SC 0641/2011-R de 3 de mayo, tomando en cuenta el desarrollo
jurisprudencial realizado por la SC 0044/2010-R, estableció que los dos supuestos configurativos de
persecución ilegal dan lugar a la activación de la acción de libertad restringida y preventiva, conforme
al siguiente desarrollo: “En efecto, bajo el primer cauce configurativo de este presupuesto de
activación de la acción de libertad, se establece que la persecución ilegal o indebida, debe ser
entendida como toda acción ilegal cometida por un funcionario público o un particular, conducta que
implica una manifiesta y evidente persecución, acoso, búsqueda u hostigamiento, sin que exista una
justa causa fundada en derecho, destinada a suprimir, restringir, perturbar o limitar el derecho a la
libertad física, la vida o algún otro derecho estrictamente vinculado a éstos dos últimos; afectaciones
que por su naturaleza, inequívocamente deben ser tuteladas a través de la acción de libertad, aspecto
que a la luz de la tipología de la acción de libertad ya desarrollada por la SC 0044/2010-R de 20 de
abril, se enmarca dentro de lo que en doctrina se conoce como 'Habeas Corpus' restringido.
Asimismo, debe precisarse que el segundo cauce configurativo de la persecución ilegal tutelable a
través de la acción de libertad, está constituido por todo acto que merced a una orden de detención,
captura o aprehensión, que no cumpla con los presupuestos procesales establecidos para su legal
emisión, esté destinada a suprimir, restringir o limitar el derecho a la libertad física o incluso a la
vida, supuestos fácticos que deben ser protegidos a través de la acción de libertad bajo la figura
conocida en doctrina como 'Habeas Corpus preventivo' y desarrollada por la SC 0044/2010-R de 20
de abril entre otras”» (el resaltado es nuestro).
III.4. El derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva
La SCP 0017/2018-S2 de 28 de febrero, sobre el tema entendió: “El derecho a la tutela judicial
efectiva o acceso a la justicia, conforme lo entendió la SC 1388/2010-R de 21 de septiembre, consiste
en la posibilidad de acudir ante un tribunal de justicia y así obtener una sentencia fundamentada que
pueda ser impugnada, y en consecuencia, conseguir el cumplimiento efectivo de la misma,
garantizando el restablecimiento de su situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de su derecho
a la defensa.
En ese contexto, la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, en el Fundamento Jurídico III.1.1, establece
tres elementos constitutivos del derecho al acceso a la justicia:
1) El acceso propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de
jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos, elementos de exclusión,
limitación, que dificulten el ejercicio de dicho derecho tanto por el Estado como por los particulares;
2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente de las autoridades judiciales formales o las
autoridades naturales de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que solucione el
conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los requisitos establecidos en la
norma; y 3) Lograr que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido a que si se entiende
que se acude a un proceso para que se reestablezca o proteja un derecho, un interés o un bien, en
la medida que el fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia no estará
satisfecho.
A lo señalado, la SCP 1953/2012 de 12 de octubre, ampliando el contenido del derecho de acceso a
la justicia, refiere que en el ámbito procesal, debe ser interpretado por las autoridades jurisdiccionales

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a partir del principio pro actione, el cual deriva del principio pro homine -también pro persona o
favorabilidad-, que implica la obligación de aplicar las normas procesales de manera más favorable,
que asegure una justicia material por encima de una formal.
Finalmente, la SCP 0015/2018-S2 de 28 de febrero, sobre la base de las SSCC 0944/2001-R,
0125/2003 y 1206/2010-R; y, la SCP 1450/2013 de 19 de agosto, entiende que el derecho a la
eficacia del cumplimiento o ejecución de las resoluciones constitucionales -como componente del
derecho a la tutela judicial efectiva- debe ser en la medida de lo determinado por las autoridades
judiciales, pues de lo contrario, se lesiona el derecho al acceso a la justicia o tutela judicial efectiva”.
III.5. Análisis del caso concreto
Los accionantes a través de su representante denuncian la lesión de sus derechos a la libertad de
circulación, a la defensa, al debido proceso, a la tutela efectiva del juez natural, a ser oídos por un
tribunal competente, a la presunción de inocencia, a la justicia, a la inviolabilidad de la propiedad
privada, a la igualdad y a la seguridad jurídica, puesto que las autoridades demandadas no tomaron
en cuenta la existencia de sobreseimiento en su favor ni la falta de competencia para expedir
mandamientos de detención preventiva en el caso, además de haber caducado los mismos por falta
de actualización; por ello, su ejecución constituye detención y persecución ilegal en su contra.
Se tienen como antecedentes procesales, la presentación del memorial de 8 de noviembre de 2016,
mediante el cual el Ministerio Público imputó formalmente a los accionantes por la presunta comisión
del delito de estafa, previsto y sancionado por el art. 335 del CP (Conclusión II.1); en cuya base, por
Auto Interlocutorio 35/17 de 1 de febrero de 2017, el Juez de Instrucción Penal Sexto de la Capital
del departamento de Santa Cruz, dispuso la aplicación de medidas sustitutivas a la detención
preventiva en su favor (Conclusión II.2); al mismo tiempo, se emitieron mandamientos de detención
preventiva contra los peticionantes de tutela, expedidos el 21 del indicado mes y año, por los Vocales
demandados (Conclusión II.3). Asimismo, mediante Resolución Conclusiva de Sobreseimiento de 14
de junio de igual año, la autoridad fiscal decretó que las pruebas eran insuficientes para sustentar
acusación contra los impetrantes de tutela; decisión confirmada por Resolución Fiscal Departamental
JCC 228/18 de 20 de septiembre de 2018, y dejada sin efecto producto de la acción de amparo
constitucional interpuesta por la denunciante Cynthia Elizabeth Paredes Pinto (Conclusión II.4); razón
por la cual, los precitados mediante memorial presentado el 19 de junio de 2019, pidieron la
revocatoria de los aludidos mandamientos al Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital y
departamento indicado, argumentando su ilegalidad y pérdida de efectividad por el transcurso del
tiempo (Conclusión II.5).
Al respecto, los Fundamentos Jurídicos III.1, 2, 3 y 4 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, refieren que los presupuestos de activación de la acción de libertad, son los atentados
contra el derecho a la vida, la afectación de los derechos a la libertad física y de locomoción, actos y
omisiones que constituyan procesamiento indebido o que impliquen persecución indebida; por su
parte, los arts. 115 y 117 de la CPE, consagran la vigencia del debido proceso, como un instrumento
de sujeción a las reglas del ordenamiento jurídico, en el cual se debe enmarcar la actuación de las
partes, siendo el objetivo de este derecho constitucional y garantía jurisdiccional, proteger a todos
los ciudadanos de posibles abusos de las autoridades en actuados, omisiones o decisiones que
adopten y de las cuales surja la lesión a sus derechos, como elementos del mismo; integrándose, de
diferentes elementos entre los que se encuentran las garantías a un juicio público, al juez natural, a
la igualdad de las partes, a no declarar contra sí mismo, a la comunicación previa de la acusación, a
ser juzgado sin dilaciones indebidas, a la congruencia entre acusación y condena, a la defensa
material y técnica, concesión al inculpado del tiempo y los medios para su defensa, la presunción de
inocencia, el non bis in ídem, a la valoración razonable de la prueba, a la motivación y congruencia
de las decisiones. El acceso a la justicia, en forma específica, consiste en la posibilidad de acudir ante
un tribunal ordinario y obtener una sentencia fundamentada que pueda ser impugnada y, en
consecuencia, conseguir el cumplimiento efectivo de la misma, garantizando el restablecimiento de
la situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de su derecho a la defensa.

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En la problemática analizada, se alega que el 17 de junio de 2019, aproximadamente a horas 17:40,


cuando llegaba el accionante de su trabajo que se encuentra fuera de la ciudad de Santa Cruz, fue
detenido por funcionarios policiales sin identificar y conducido al Centro Penitenciario Palmasola de
dicha ciudad, en base al mandamiento de detención preventiva de 21 de febrero de 2017, emitido
ilegalmente por los Vocales demandados el 20 de igual mes y año, acto procesal que pretendió ser
cumplido del mismo modo contra la peticionante de tutela, a pesar de no tener expresa autorización
de allanamiento de su domicilio.
De la misma forma, no fueron notificados con la apelación y resolución de la aplicación a su favor de
medidas sustitutivas de la detención preventiva o acusación fiscal tramitada en el proceso penal, en
su anterior o actual domicilio procesal ubicado en la oficina “3-S”, piso tres del edificio “Topjcenter”,
calle prolongación Beni de la ciudad de Santa Cruz, lo que les generó total indefensión y vulneración
al principio de favorabilidad, pues nunca hubo por su parte fuga, influencia a sujetos procesales ni
obstaculización de la investigación; por ello, insistieron en la actualización de los mandamientos
referidos al inicio del presente apartado, cuyas órdenes fueron ejecutadas sin observar su emisión
por autoridad incompetente y constituir simples copias de los originales; provocando, detención y
persecución indebidas.
Considerando la anterior situación fáctica y para contextualizarla, debe también analizarse la SCP
0443/2017-S2 de 22 de mayo, emitida como efecto de la acción de amparo constitucional presentada
el 12 de noviembre de 2018, donde se denunció la vulneración de sus derechos a la libertad, al
debido proceso, la igualdad jurídica, la defensa, la tutela judicial efectiva, como en el presente caso;
estableciéndose como problema en la misma, la persistencia de la libertad de los impetrantes de
tutela reclamando la aplicación de medidas sustitutivas, conforme lo dispuesto en el Auto
Interlocutorio 35/17 dictado por el Juez de Instrucción Penal Sexto de la Capital del departamento
de Santa Cruz, revocado sin embargo por el Auto de Vista 31 de 20 de igual mes y año, expedido por
la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia del mismo lugar, disponiendo la
detención preventiva de los ahora accionantes; quienes, reclamaron del mismo modo, la falta de
notificación con el proveído del 13 de igual mes y año, que señaló audiencia de consideración de
apelación, provocando con ello, indefensión; notándose, similitud parcial con los argumentos
alegados en la presente acción de libertad. Demanda resuelta por el Tribunal de Sentencia Penal
Octavo de la Capital del departamento referido, mediante Resolución 4 de 4 de marzo de 2017,
concediéndola y ordenando la nulidad del Auto de Vista aludido, disponiendo se renueve el acto
viciado a la brevedad posible, notificando a los imputados -ahora accionantes- en el domicilio procesal
señalado por estos, dejando sin efecto los mandamientos de detención preventiva y ordenando el
cese de la persecución indebida; empero, la precitada SCP 0443/2017-S2, en revisión la revocó y
denegó la tutela impetrada, sin entrar al fondo de la problemática; por tanto y en consecuencia, los
Vocales ahora demandados, revocaron las medidas sustitutivas y dispusieron la emisión de los
mandamientos de detención preventiva -ahora observados-; pues, de acuerdo a la norma establecida
en el art. 251 del CPP, “La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será
apelable…”; y, por lo mismo modificable; en el caso de autos, fue modificada y las mencionadas
autoridades al haber arribado a esa decisión, como efecto de una apelación sobre medidas cautelares,
tenían la obligación de dictar un fallo integral, razón por la cual, aplicaron la detención preventiva.
Es así que, los cuestionados mandamientos de detención preventiva se encuentran vigentes y no
necesitan de actualización alguna; concluyéndose del mismo modo, sobre el conocimiento expreso
por parte de los impetrantes de tutela de todas las actuaciones del proceso penal, tanto es así, que
interpusieron acción de defensa al respecto como se analizó, no habiéndose aportado prueba que
sustente posición contraria a ese razonamiento, entendiéndose por ello la inexistencia de indefensión.
Y finalmente, con referencia a la seguridad jurídica, la extensa jurisprudencia emitida por este
Tribunal, estableció que: “…al presente y en vigencia de la Constitución Política del Estado
promulgada el 7 de febrero de 2009, la seguridad jurídica, no se encuentra consagrada como
derechos fundamental…”; motivo por el cual, no se ingresa a analizar este aspecto.

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Por todo lo expuesto, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, evaluó en forma correcta
los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 13/2019 de 21 de junio, cursante de fs. 209 vta. a
214, emitida por el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0692/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29692-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 16/2019 de 27 de junio, cursante de fs. 30 a 32, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Alfredo Juan Chuyma Quispe en representación sin mandato
de Leonardo Rivera Gaspar contra Gabriela Luizaga Mamani, Jueza Pública Mixta de
Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primera de Chulumani del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 25 de junio de 2019, cursante a fs. 1 y 2 a 4, el accionante a través de
su representante manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del “fenecido” proceso penal seguido en su contra, se emitió el Requerimiento Conclusivo de
Sobreseimiento a su favor a través de la Resolución RNPV-05/2016 de 21 de diciembre, que fue
puesto a conocimiento de la autoridad de control jurisdiccional a cargo de la causa, el 28 del mes y
año citados, fecha desde la cual en reiteradas oportunidades amparado en el art. 239.1 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), solicitó a la Jueza Pública Mixta de Familia, de la Niñez y Adolescencia
e Instrucción Penal Primera de Chulumani del departamento de La Paz -ahora demandada- señale
día y hora de audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva; pedido que “hasta
la fecha” no fue debidamente respondido, dilatando resolver el mismo, causándole indefensión y
vulnerando sus derechos constitucionales.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante por intermedio de su representante consideró lesionados sus derechos a la libertad y
al debido proceso; y, al principio de celeridad, citando al efecto los arts. 178 y 180 de la Constitución
Política del Estado (CPE); 1 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
(DADH); 7 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 9 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y ordene a la demandada “… señale día y hora de audiencia a la brevedad
posible…” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 27 de junio de 2019, conforme consta en acta cursante de fs. 28 a
29, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El impetrante de tutela por intermedio de su representante ratificó el tenor íntegro de la acción de
libertad presentada y ampliándolo precisó que: a) Fue detenido preventivamente por los ilícitos de
infanticidio, violación de infante, niña, niño o adolescente consignados en la imputación formal;
empero, se emitió a su favor Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento a través de la Resolución
RNPV-05/2016, que fue puesta a conocimiento “…ante la autoridad segundo de instrucción penal
cautelar en el turno por vacación judicial…” (sic), el 28 de diciembre de 2016; en tal sentido, la

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autoridad recurrida tenía la obligación de modificar o determinar la cesación de la detención


preventiva y disponer su libertad; y, b) A través de los memoriales de 30 de marzo, 20 de abril y 9
de agosto de 2017; 2 de abril y 19 de junio de 2018; y, 10 de mayo de 2019, pidió se libre
mandamiento de libertad en virtud al referido Sobreseimiento dictado a su favor; asimismo, solicitó
día y hora de audiencia de consideración de dicha medida impuesta; empero, transcurrieron más de
dos años sin que la Jueza demandada emita pronunciamiento, continuando detenido de manera
ilegal, por lo que pidió se le conceda la tutela.
A la pregunta del Juez de garantías en sentido de que ¿sabe si la resolución de sobreseimiento fue
impugnada o fue remitida de oficio ante la fiscalía departamental? respondió que: “…Según lo que
me he enterado porque el suscrito recién ha sido asignado al presente caso pero según la información
que tengo anteriormente ha habido una impugnación al requerimiento de sobreseimiento lo cual
también se ha remitido para su resolución jerárquica, entonces ha sido observada la resolución que
tenía que cumplir algunas formalidades, en todo caso el mismo se ha exigido mediante memorial que
lo va evidenciar que se subsane lo que fue observado por el ministerio público entonces hasta la
fecha desconozco si se ha remitido o no” (sic).
I.2.2. Informe de la demandada
Gabriela Luizaga Mamani, Jueza Pública Mixta de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primera de Chulumani del departamento de La Paz, no presentó informe ni asistió a la audiencia
de esta acción tutelar, pese a su notificación cursante a fs. 6.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Púbico no presentó escrito alguno ni asistió a la audiencia pública de
esta acción de libertad no obstante su notificación cursante a fs. 6.
I.2.4. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz -en suplencia legal de
su similar Séptimo-, constituido en Juez de garantías, por Resolución 16/2019 de 27 de junio,
cursante de fs. 30 a 32, concedió la tutela solicitada, disponiendo que: “…la Jueza titular del
Juzgado Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero
de la localidad de Chulumani, dentro del plazo en el máximo de TRES (3) días hábiles de
ser notificada con la presente Resolución, debe señalar audiencia y llevar a cabo la misma
hasta resolver la solicitud de cesación a la detención preventiva que ha sido planteado
reiterativamente…”(sic), al efecto expresó los siguientes fundamentos: 1) Se sigue un proceso penal
contra el accionante por los ilícitos de infanticidio, violación de infante niña, niño o adolescente,
estando en la etapa de investigación en el Juzgado Público Mixto de Familia, de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Chulumani de dicho departamento, encontrándose con
detención preventiva, existió constancia de la emisión del Requerimiento Conclusivo de
Sobreseimiento a través de la Resolución RNPV-05/2016, presentada al “…Juzgado de Instrucción en
lo Penal de turno de la ciudad de El Alto…” (sic) el 28 de diciembre de 2016; 2) Defensa Pública
estuvo a cargo del patrocinio del impetrante de tutela, en diferentes oportunidades solicitó a la Jueza
expida mandamiento de libertad y/o alternativamente fije audiencia de cesación de la detención
preventiva; 3) En los hechos, pese a que se emitió el Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento
a más de dos años de haberse dictado las autoridades judiciales “…ya sean los que estaban en
suplencia, el que estaba anteriormente ejerciendo el cargo o la que está actualmente como titular,
no se han pronunciado al respecto ni han señalado audiencia menos, ha resuelto la solicitud de
cesación a la detención preventiva porque -se reitera- el accionante sigue privado de su libertad”
(sic). La autoridad judicial tenía la obligación de señalar audiencia y en caso de presentarse causales
de suspensión, de oficio fijar una nueva hasta efectivizarla y resolver de forma positiva o negativa
enmarcando su decisión conforme a ley, al no haberlo hecho incurrió en vulneración de derechos
constitucionales; 4) La SCP “0011/2014” estableció que la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho procede cuando las autoridades sin fundamento ni respaldo alguno no tramitan, ni
resuelven solicitudes de cesación de la detención preventiva, criterio aplicable en el presente caso;

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toda vez que, la Jueza demandada no procedió así pese a que lo invocó de forma reiterada desde la
gestión 2017; no obstante que tuvo la posibilidad de señalar la misma en el “penal” donde el
peticionante de tutela guarda detención preventiva o alternativamente en dependencias del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, como lo hacen la mayoría de los juzgados de provincia, no
pudiendo ser justificativo el hecho de la inexistencia de recurso para realizar las diligencias de
notificación, que no se cumpla el traslado del detenido o que los abogados o las partes no puedan
constituirse hasta la localidad de Chulumani; y, 5) En cuanto a la afirmación que a raíz del
Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento debiera expedirse mandamiento de libertad, tal aspecto
no es viable; toda vez que, conforme expresó el propio abogado del accionante en la audiencia
pública de esta acción de libertad, dicho requerimiento fue impugnado por la Defensoría de la Niñez
y Adolescencia y mientras no se dilucide la misma, el proceso penal continúa vigente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento a través de la Resolución RNPV-05/2016 de
21 de diciembre, emitida por Ramiro Nelson Prieto Villegas, Fiscal de Materia, a favor de Leonardo
Rivera Gaspar -accionante-, por la presunta comisión de los delitos de infanticidio y violación de
infante, niña, niño o adolescente (fs. 9 a 12 vta.).
II.2. Por memoriales presentados el 30 de marzo, 20 de abril, 9 de agosto de 2017; 2 de abril y 19
de junio de 2018; y, 10 de mayo de 2019, solicitó pronunciamiento en cuanto al sobreseimiento
otorgado a su favor, se libre mandamiento de libertad y/o se fije audiencia de consideración de la
cesación de la detención preventiva (fs. 13 a 22).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante considera lesionados sus derechos a la libertad y al debido
proceso; y, al principio de celeridad; toda vez que, habiéndose emitido Requerimiento Conclusivo de
Sobreseimiento por medio de la Resolución RNPV-05/2016 de 21 de diciembre, a su favor, presentó
diferentes memoriales en las gestiones 2017, 2018 y 2019, pidiendo pronunciamiento al respecto,
mandamiento de libertad y/o en aplicación del art. 239.1 CPP se fije audiencia para la consideración
de cesación de la detención preventiva; sin embargo, la Jueza Pública Mixta de Familia, de la Niñez
y Adolescencia e Instrucción Penal Primera de Chulumani del departamento de La Paz, no dio curso
a lo solicitado.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad como garantía jurisdiccional idónea ante la dilación indebida
en solicitudes de cesación de la detención preventiva
La SC 0161/2011-R de 21 de febrero, señaló que: “La solicitud de cesación a la detención preventiva
prevista por el art. 239 del CPP, está regida por el principio de celeridad procesal.
El art. 22 de la CPE, señala que: 'La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas
y protegerlas es deber primordial del Estado', norma que debe ser interpretada en base a los valores
de la misma Constitución, la cual en el art. 8.II establece que el Estado se sustenta en los valores de
dignidad y libertad, entre muchos otros; por su parte, el art. 178.I de la referida Ley Suprema, indica
que la potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de
probidad y celeridad entre otros.
Bajo el entendimiento constitucional referido debemos partir señalando que, si bien no existe una
norma procesal legal que expresamente disponga un plazo máximo en el cual debe realizarse la
audiencia de cesación de detención preventiva; sin embargo, corresponde aplicar los valores y
principios constitucionales, previstos en el art. 8.II de la CPE, referido al valor libertad complementado
por el art. 180.I de la misma norma constitucional, que establece que la jurisdicción ordinaria se
fundamenta en el principio procesal de celeridad, entre otros.

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Bajo esa línea constitucional, debe entenderse que toda autoridad que conozca de una solicitud
en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de
tramitarla con la mayor celeridad posible o dentro de los plazos razonables a la luz de los
principios citados, pues de no hacerlo podría provocar e incidir en una restricción
indebida del referido derecho.
En este sentido, habrá lesión del derecho a la libertad física, cuando exista demora o dilación indebida
de una solicitud de tal naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa
conforme a ley no es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la
solicitud” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Acción de libertad traslativa o de pronto despacho
La SCP 0358/2018-S2 de 24 de julio haciendo referencia a la SC 1579/2004-R de 1 de octubre,
sostuvo: “Del texto constitucional y legal referidos, se extrae que en el sentido de la Constitución, el
recurso de hábeas corpus por violaciones a la libertad individual y/o locomoción puede ser reparador
si ataca una lesión ya consumada, preventivo si procura impedir una lesión a producirse o correctivo
si intenta evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene una persona detenida.
Efectuada la clasificación del entonces recurso de hábeas corpus, se la amplió en la SC 0044/2010-R
de 20 de abril, en mérito a que además de las enunciadas en el acápite anterior, se incorporó al
hábeas corpus, restringido, instructivo y traslativo o de pronto despacho, sentando el entendimiento
jurisprudencial que: ‘…a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos, cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad’.
Por su parte la SCP 0312/2013 de 18 de marzo, respecto a este tópico, concluyó: ‘…que el principio
de celeridad procesal, impone a quienes imparten justicia, actuar con diligencia
despachando los asuntos sometidos a su conocimiento, sin dilaciones indebidas,
exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos vinculados a la libertad
personal, aun cuando no exista una norma que establezca un plazo mínimo.
De modo tal, que cuando se provoca una dilación injustificada al margen de lo prescrito en la
normativa legal y ello repercute directamente con la libertad física o de locomoción, corresponde
conceder la tutela solicitada mediante la presente acción’.
De la jurisprudencia constitucional citada precedentemente, se extrae que es deber de toda
autoridad sea judicial o administrativa, resolver con la celeridad que el caso amerita, las
solicitudes que se encuentran vinculadas al derecho a la libertad, lo contrario constituye
restricción y vulneración de ese derecho fundamental” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
De las Conclusiones arribadas en el presente fallo constitucional se establece que Ramiro Nelson
Prieto Villegas, Fiscal de Materia, emitió Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento a través de la
Resolución RNPV-05/2016 de 21 de diciembre, a favor de Leonardo Rivera Gaspar -accionante-, por
la presunta comisión de los delitos de infanticidio y violación de infante, niña, niño o adolescente
(Conclusión II.1).
Asimismo, resulta evidente que el prenombrado a través de los memoriales presentados el 30 de
marzo, 20 de abril, y 9 de agosto de 2017; 2 de abril y 19 de junio de 2018; y, 10 de mayo de 2019,
pidió a la Jueza Pública Mixta de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primera de
Chulumani del departamento de La Paz -demandada-, fije día y hora de audiencia para la
consideración de cesación de la detención preventiva; sin embargo, no consta que se le hubiera
otorgado respuesta o dado curso a su solicitud, estableciéndose así que dicha autoridad incurrió en
dilación indebida en relación a la petición planteada, además de no otorgarle una respuesta oportuna.
Al respecto, la jurisprudencia constitucional desarrollada en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 de
esta Sentencia Constitucional Plurinacional, establecen de manera coincidente que toda autoridad
sea judicial o administrativa, que conozca de una solicitud en la que se encuentre involucrado el

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derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible o dentro de
los plazos razonables a la luz del principio citado, pues de no hacerlo podría provocar e incidir en una
restricción indebida del referido derecho; en tal sentido, resulta irrebatible que la Jueza demandada
no actuó con la premura debida a objeto de fijar día y hora de audiencia para considerar y en lógica
consecuencia resolver las solicitudes de cesación de la detención preventiva; no obstante que, el
accionante presentó diferentes memoriales en las gestiones 2017, 2018 y 2019 -durante tres años-
y que además fue emitido en su favor Requerimiento Conclusivo de Sobreseimiento a través de la
Resolución RNPV-05/2016; dejando así sin resolver la situación jurídica del solicitante de tutela,
transgrediendo su derecho a la libertad y al derecho al debido proceso inherente a la celeridad,
correspondiendo en tal virtud otorgar la tutela pedida.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías al haber concedido la tutela impetrada, obró
de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 16/2019 de 27 de junio, cursante de fs. 30 a 32,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz -en
suplencia legal de su similar Séptimo-; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los
mismos términos dispuestos por el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0693/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29706-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 06/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 240 a 241, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Félix Chile Blanco contra José Emerson Figueroa
Morales, Ana Cañizares Ortiz y Sandra Villafuerte Sejas; Ever Álvarez Orellana, Pabla
Paola Sandoval Pizarro y Anibal Ugarteche Barrancos, Jueces del Tribunal de Sentencia
Penal Sexto y Décimo, respectivamente; y, Misael Severiche Saravia, Juez de Sentencia
Penal Quinto, todos de la Capital del departamento de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 16 de abril de 2019, cursante de fs. 207 a 215 vta., el accionante
manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Hace treinta y cuatro años es legítimo propietario del bien inmueble ubicado en la “UV-56-MZ-40” de
la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en virtud a la transferencia efectuada en la gestión 1984, a favor
de su extinta madre Marcelina Blanco Choquevillca; sin embargo, algunos “…falsificadores chinos y
sus cómplices…” (sic), lograron obtener un supuesto poder, en base al cual realizaron transferencias
sobre el bien que reclama.
En 1997, estos mismos “falsificadores” demandaron la falsedad de un documento “ajeno” a su título
de derecho propietario y para crear confusión introdujeron en el proceso penal, la minuta de su
entonces madre. A consecuencia de ello, el 20 de noviembre de 2001, se emitió Sentencia -no
menciona número- en su contra por la comisión de los delitos de falsedad material, ideológica y uso
de instrumento falsificado en grado de complicidad, proceso en el que el Juez de la causa excluyó la
minuta de su progenitora y declaró falso el documento “ajeno”.
El 17 de enero de 2005, el ciudadano de nacionalidad china Shih Hwang Huang sobre la base de la
mencionada Sentencia, inició en su contra una demanda civil por nulidad de escrituras y mejor
derecho propietario; oportunidad en la que, los Vocales de la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz establecieron que no era evidente que la minuta de su
madre haya sido declarada falsa dentro del proceso penal; decisión que no fue impugnada por el
indicado ciudadano, adquiriendo en consecuencia la calidad de cosa juzgada.
En la gestión 2010, estando inconclusos los procesos civiles iniciados en su contra, los ciudadanos
chinos efectuaron hipotecas falsas y transferencias simuladas a “…sus cómplices (nuevos
querellantes) para que procedan a un remate ilegal…” (sic), argumentando que su título de propiedad
fue declarado falso.
El 2011, dichos ciudadanos con argumentos engañosos interpusieron en su contra tres procesos
penales, dos por uso de instrumento falsificado y otro por estelionato, logrando el 2012, su detención
preventiva por dos años y cuatro meses, mientras que en base al título falso consiguieron rematar
su propiedad, echando a su familia a la calle.
Posteriormente, mediante “…dos Sentencias Constitucionales…” (sic), se le concedió la tutela
reconociendo su derecho sobre el mencionado predio, con el fundamento de que su título de
propiedad nunca fue declarado falso; y, advirtiendo por el contrario que los supuestos títulos

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utilizados en su contra “…SON FALSOS DESDE SU ORIGEN…” (sic); por lo que, se ordenó la
restitución inmediata de su propiedad. Sin embargo, por efecto del engaño de los ciudadanos chinos
y “sus cómplices”, las autoridades ahora demandadas, lo sometieron nuevamente a juicios de manera
separada, dejándolo en estado de indefensión sin tener acceso a los expedientes, ya que para
obtenerlos se ordenó el pago de elevados costos judiciales de imposible cumplimiento debido a sus
escasos recursos.
Nuevamente, sobre la base de la Sentencia -no menciona número- de 20 de noviembre de 2001,
Jorge Terrazas Terceros y Pablo David Barrientos Claure, sin ser víctimas y utilizando una hipoteca
falsa, interpusieron el 16 de agosto de 2011, denuncia en su contra por la presunta comisión del
delito de uso de instrumento falsificado, proceso en el que “la juez cautelar VALERIA SALAS
HURTADO…” (sic) sin cumplir con el procedimiento de notificación, llevó adelante la audiencia de
consideración de medidas cautelares declarándole rebelde, además de ordenar su aprehensión y
allanamiento de su domicilio; en ese sentido, el 30 de noviembre del mismo año, dispuso su detención
preventiva en el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz. Luego de haber pasado ocho meses
privado de su libertad, la Fiscal de Materia a cargo de la investigación emitió el 23 de agosto de 2013,
requerimiento conclusivo de acusación por la supuesta comisión del delito de uso de instrumento
falsificado, incurriendo en error al final del petitorio al acusarlo por homicidio; debido a ello, la Jueza
a cargo del control jurisdiccional conminó a la referida autoridad fiscal complemente dicho actuado,
remitiendo recién memorial aclaratorio el 23 de febrero de 2015, con el cual no fue notificado. El
Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa Cruz, donde recayó la
causa, mediante Auto de Radicatoria -no menciona número- de 28 de similares mes y año, anuló su
ofrecimiento de prueba con el argumento que el mismo se basó en el delito de homicidio. El 3 de
abril de 2016, se dispuso su libertad; sin embargo, el citado Tribunal de Sentencia, sin tomar en
cuenta que desde el 7 de septiembre de 2012, en que purgó su rebeldía hasta el 23 de junio de 2016,
en que se llevó adelante la audiencia de revocatoria de medidas cautelares sustitutivas a la detención
preventiva, transcurrieron tres años y nueve meses; por lo tanto, había operado la extinción de la
acción penal por vencimiento de la duración máxima del proceso; no obstante ello, dicha autoridad
revocó su libertad y ordenó su detención preventiva, con el argumento de haber incumplido uno de
los requisitos dispuestos para la otorgación de su libertad, por el hecho de haberse ausentado a la
ciudad de Sucre en defensa de su propiedad.
En el tercer proceso, en el que Pablo David Barrientos Claure denunció la presunta comisión del delito
de uso de instrumento falsificado, a cargo del Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, no se llevó adelante ninguna audiencia de consideración de medidas
cautelares, pues no fue notificado con ningún actuado procesal; no obstante y pese a que hizo notar
la existencia de un proceso similar en otro Tribunal, este aspecto jamás fue tomado en cuenta y por
el contrario fue declarado rebelde, siendo condenado a pagar una multa de Bs2 000.- (dos mil
bolivianos), que no puede hacer efectivo debido a su condición de pobreza, ocasionando que se emita
mandamiento de aprehensión y detención preventiva en su contra.
En el cuarto proceso, por la presunta comisión del delito de estelionato, y que es de conocimiento
del Juez de Sentencia Penal Quinto de la Capital del mencionado departamento, nuevamente se
utilizó la Sentencia -no menciona número- de 20 de noviembre de 2001, para justificar su existencia,
y actualmente desconoce los actuados procesales que se hubieran producido dentro del mismo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de sus derechos al debido proceso en su componente de prohibición de
doble juzgamiento, a la libertad, a la defensa, a la propiedad privada, a la correcta valoración de la
prueba, a la igualdad, a la justicia gratuita y transparente, a un proceso justo, a ser protegido
oportuna y eficazmente por jueces y tribunales, a la presunción de inocencia y al principio de verdad
material, citando al efecto, los arts. 114, 115, 116, 117.II, 119, y 180.I de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Dejar sin efecto el acta de audiencia de revocatoria de
medidas cautelares a la detención preventiva de 23 de junio de 2016, o se determine la nulidad de
obrados hasta antes de dicha audiencia; b) O alternativamente, se ordene la nulidad obrados por
defectos absolutos y el archivo de los tres procesos penales, disponiendo el resarcimiento de daños
civiles; o, en su defecto la unificación de causas y se suspenda cualquier inicio de juicio hasta que no
se identifique al tribunal competente; y, c) Se cancele las detenciones preventivas y mandamientos
de aprehensión librados en su contra por los diferentes Juzgados, “…hasta que la Resolución de la
presente Acción de Libertad sea revisada por el Tribunal Constitucional” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 235 a
240, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó el contenido del memorial de acción de libertad, y
ampliándola señaló que: 1) A consecuencia de la Sentencia -no señala número ni fecha-, se dictó
otra de responsabilidad civil ordenando el pago de Bs79 000.- (setenta y nueve mil bolivianos), monto
que no puede cubrir, y por esta razón el registro de su derecho propietario se encuentra bloqueado
en Derechos Reales (DD.RR.); y, 2) Se ordenaron también pagos por su declaratoria de rebeldía los
cuales no puede solventar por encontrarse en “situación de calle”.
I.2.2. Informe de los demandados
José Emerson Figueroa Morales, Juez del Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del
departamento de Santa Cruz, en audiencia señaló que: i) El presente caso fue llevado de manera
errada por la defensa técnica de Félix Chile Blanco, quien no supo guiarlo para que actúe conforme
a procedimiento, ii) A lo largo del proceso penal, el abogado defensor se empecinó en querer que se
resuelva el fondo del proceso, sin considerar que aquello está reservado para el juicio oral; iii) No se
cumplió con el principio de subsidiariedad, al no haber agotado los mecanismos procesales
contemplados en la jurisdicción ordinaria; iv) Su imposibilidad de no poder cubrir el monto fijado por
costas y rebeldía, debió hacer conocer al Tribunal aludido, previa acreditación; v) Durante el proceso
fue patrocinado por un abogado particular, y en ningún momento se declaró insolvente para que
proceda Defensa Pública; vi) El peticionante de tutela debió apelar todas y cada una de las
resoluciones judiciales que se emitieron en su contra; vii) Los argumentos expuestos en esta acción
tutelar hacen a su defensa de fondo y deben ser valorados en audiencia de juicio oral y no como
fundamentos para pretender reclamar su libertad; y, viii) En las primeras actuaciones del Tribunal
precitado, el accionante solicitó la modificación de su fianza económica de Bs50 000.- (cincuenta mil
bolivianos), porque no podía cubrir esa suma, en ese mérito se cambió por la presentación de dos
garantes personales, otorgándole su libertad; sin embargo, el impetrante de tutela, solo cumplió con
la presentación de los dos garantes y no se presentó periódicamente a firmar su asistencia, tampoco
tramitó su arraigo, por esta razón la acusación particular pidió la revocatoria de las medidas
sustitutivas por incumplimiento, habiéndose ordenado nuevamente su detención preventiva. Solicitó
que no se considere la tutela impetrada.
Pabla Paola Sandoval Pizarro y Anibal Ugarteche Barrancos, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal
Décimo de la Capital del citado departamento, por informe escrito presentado el 17 de abril de 2019,
cursante a fs. 227, alegaron que: a) De la revisión de antecedentes, se declaró rebelde el accionante,
emitiéndose el correspondiente mandamiento de aprehensión; b) El impetrante de tutela presentó
incidente de nulidad por defectos absolutos que mereció la providencia aclaratoria que sería resuelto
de conformidad con lo dispuesto en el art. 345 del Código de Procedimiento Penal (CCP),
disponiéndose la continuidad del proceso e imponiéndole una multa de Bs2 000.- (dos mil 0/100
bolivianos); y, c) El 11 de julio de 2017, el solicitante de tutela nuevamente fue declarado rebelde y
luego de las correspondientes notificaciones por edictos, se libró mandamiento de aprehensión, sin
que conste ningún memorial de impugnación.

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Misael Severiche Saravia, Juez de Sentencia Penal Quinto; Ana Cañizares Ortiz y Sandra Villafuerte
Sejas; y, Ever Álvarez Orellana, Jueces del Tribunal de Sentencia Penal Sexto y Décimo,
respectivamente, todos de la Capital del aludido departamento, no presentaron informe escrito ni
asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 217, 220 y 222.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido
en Tribunal de garantías, mediante Resolución 06/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 240 a 241,
denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: 1) De acuerdo al cuaderno procesal
radicado en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del mismo departamento, existen
actuaciones que se desarrollaron con absoluta normalidad al igual que en su similar Sexto; 2) Cuando
se dicta un Auto en los procesos penales, las partes tienen la vía expedita para hacer uso del recurso
de apelación incidental de acuerdo a los arts. 251 y 407 del CPP; 3) Si el peticionante de tutela no
estaba de acuerdo con el monto fijado por el citado Tribunal de Sentencia por concepto de costas
procesales, su defensa técnica debió plantear una reposición de acuerdo al art. 401 del indicado
Código, para lograr su modificación de acuerdo a su capacidad económica; 4) El contenido de fondo
de la acción de libertad debe ser debatido sustancialmente en el juicio oral conforme establece el art.
345 del mismo cuerpo normativo; y, 5) El Tribunal de garantías no puede conocer las pretensiones
que corresponden a un proceso penal, estando prohibido analizar pruebas o actos procesales que
debieron ser reclamados en la vía ordinaria; y, cuando se hayan agotado todas la etapas procesales
y recursos ordinarios que la ley franquea, recién se habilita el ámbito constitucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial de 23 de agosto de 2013, el Ministerio Público presentó ante la Jueza de
Instrucción Penal Octava de la Capital del departamento de Santa Cruz, requerimiento conclusivo de
acusación formal contra Félix Chile Blanco -hoy accionante- por la presunta comisión del delito de
homicidio, calificación legal que fue modificada por el requerimiento complementario de 23 de febrero
de 2015, a la de uso de instrumento falsificado (fs. 152 a 159 vta.).
II.2. Cursa imputación formal presentada el 17 de diciembre de 2014, por Freddy Durán Montero,
Fiscal de Materia, ante el Juez de Instrucción Penal Decimosegundo de la Capital del señalado
departamento, contra el solicitante de tutela por la supuesta comisión del delito de uso de
instrumento falsificado (fs. 183 a 185).
II.3. El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del citado departamento, dictó el Auto de
Radicatoria 69/2015 de 26 de febrero, dentro el proceso que sigue el Ministerio Público contra el
impetrante de tutela por la presunta comisión del delito de uso de instrumento falsificado y anuló los
ofrecimientos de prueba del acusado, debido a que los mismos fueron efectuados en vigencia de la
errónea acusación fiscal respecto al delito de homicidio (fs. 160 y vta.).
II.4. Por memorial presentado el 18 de noviembre de 2015, el Ministerio Público presentó acusación
formal contra el peticionante de tutela por la presunta comisión del delito de uso de instrumento
falsificado (fs. 186 a 187 vta.).
II.5. Mediante Auto Interlocutorio 141 de 24 de mayo de 2016, el Juez de Sentencia Penal Quinto
de la Capital del departamento aludido, ordenó la apertura formal de juicio oral contra el accionante,
por la presunta comisión del delito de estelionato (fs. 199 vta.).
II.6. En audiencia de revocatoria de medidas cautelares, el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la
Capital del mencionado departamento, pronunció el Auto Interlocutorio 68/2016 de 23 de junio,
revocando las medidas sustitutivas dictadas a favor del solicitante de tutela, determinando su
detención preventiva en el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz (fs. 161 a 170).
II.7. Cursa Mandamiento de Aprehensión de 22 de agosto de dicho año, emitido por el Juez de
Sentencia Penal Quinto de la Capital del señalado departamento contra el impetrante de tutela, para
que sea conducido a ese despacho y asista a la audiencia de juicio oral (fs. 200).

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II.8. Consta Mandamiento de Aprehensión de 2 de marzo de 2017, emitido por el Tribunal de


Sentencia Penal Décimo de la Capital del precitado departamento, contra el peticionante de tutela,
para que sea conducido a ese despacho a responder por las incidencias del proceso penal que le
sigue el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de uso de instrumento falsificado (fs.
189).
II.9. Cursan memoriales presentados por el accionante el 5 de mayo de 2017, ante los Tribunales
de Sentencia Penal Sexto y Décimo, y al Juez de Sentencia Penal Quinto, todos de la Capital del
referido departamento, exhibiendo prueba de reciente obtención, incidente por defecto absoluto y
solicitud de dejar sin efecto los mandamientos de aprehensión emitidos en su contra (fs. 173 a 176,
190 a 193 y 201 a 204).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso en su componente de
prohibición de doble juzgamiento, a la libertad, a la defensa, a la propiedad privada, a la correcta
valoración de la prueba, a la igualdad, a la justicia gratuita y transparente, a un proceso justo, a ser
protegido oportuna y eficazmente por jueces y tribunales, a la presunción de inocencia, y al principio
de verdad material, argumentando que: i) El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del
departamento de Santa Cruz, no consideró que desde el 7 de septiembre de 2012, en que purgó su
rebeldía, hasta el 23 de junio de 2016, en que se llevó a cabo la audiencia de revocatoria de las
medidas cautelares sustitutivas a su detención preventiva, dispuestas a su favor, transcurrieron tres
años y nueve meses, operando la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso; ii)
El Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital de dicho departamento, pese a que nunca se
celebró audiencia alguna de consideración de medidas cautelares, no habiendo sido notificado con
ningún acto procesal al respecto; y, aunque hizo notar la existencia de otro proceso similar en un
distinto Tribunal no fue tomado en cuenta, declaró su rebeldía y ordenó el pago de una multa elevada,
la cual no puede pagar debido a su condición de pobreza; y, iii) En el Juzgado de Sentencia Penal
Quinto de la Capital del referido departamento, en el que nuevamente se utilizó la Sentencia 96/2001
de 20 de noviembre, para acusarlo por el delito de estelionato, desconoce los actuados procesales
que se produjeron.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad y los alcances de protección respecto al procesamiento ilegal
o indebido
Respecto a la temática, la SCP 0139/2015-S3 de 19 de febrero, concluyó que: «Del contenido del art.
125 de la CPE, se puede sintetizar que la acción de libertad se constituye en una acción de defensa
oportuna y eficaz que tiene por finalidad el resguardo y protección de derechos como son la vida y
la libertad tanto física como de locomoción, a favor de toda persona que considere que su vida está
en peligro, que es ilegalmente perseguida, procesada o privada de su libertad personal. Así, a través
de la SC 0451/2010-R de 28 de junio, se precisaron las condiciones en las que se viabiliza su tutela,
indicando lo siguiente: “…a) Cuando considere que su vida está en peligro; b) Que es ilegalmente
perseguida; c) Que es indebidamente procesada; y, d) O 'privada de libertad personal’”.
Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme, al señalar que
la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se
demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de
locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de
libertad, en aquellos casos en los cuales -se reitera- el procesamiento indebido constituye
la causa directa que originó la restricción o supresión del derecho a la libertad y además
hubiese existido absoluto estado de indefensión.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la ahora llamada acción de libertad, cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado; sino, queda reservada para aquellos entornos

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que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario, deberá
ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, previo agotamiento de los medios idóneos
dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa.
En ese orden, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, que contiene los entendimientos asumidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: “‘…en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido proceso
están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, lo que
implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales
ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos que
prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del
recurso de amparo constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar
las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión,
lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del
proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad.
Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se encuentre
privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas corpus, desnaturalizando la actuación
de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer
el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional’.
(…) para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales,
las omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben
estar vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción o
supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo
la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad”» (las negrillas
son añadidas).
De la jurisprudencia desarrollada, se establece que los actos ilegales, las omisiones indebidas o las
amenazas de la autoridad pública, deben necesariamente ser atendidos a través de los medios y
recursos previstos en la normativa procesal penal en la vía ordinaria, y una vez agotados estos, si el
afectado considera que los mismos persisten, puede acudir a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de amparo constitucional, como la vía idónea para la tutela del derecho al debido proceso
en supuestos no vinculados a la libertad.
III.2. Subsidiariedad excepcional de la acción de libertad. Jurisprudencia reiterada
La SC 0080/2010-R de 3 de mayo, considerando la naturaleza, esencia y finalidad de la acción de
libertad, desarrolló tres supuestos en los cuales no es posible ingresar al análisis de fondo de la
problemática planteada, estableciendo en el segundo lo siguiente: “Cuando existe imputación y/o
acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al
derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a interponer la acción de
libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la posibilidad de
corregir la arbitrariedad denunciada. Puesto que el orden legal penal ha previsto ese medio
impugnativo, precisamente para que a través de un recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor
celeridad se repare en el mismo órgano judicial, las arbitrariedades y/o errores que se hubiesen
cometido en dicha fase o etapa procesal. Lo propio si está referido a cuestiones lesivas a derechos
fundamentales relacionados a actividad procesal defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos
en los cuales se debe acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal,
puesto que el debido proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de

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indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la privación, o restricción
a la libertad física” (las negrillas nos corresponden).
De acuerdo al contenido de la jurisprudencia constitucional glosada, cuando existan arbitrariedades
y/o errores en la fase de investigación, o cuando se advierta vulneraciones a derechos fundamentales
relacionados a la actividad procesal, se debe acudir ante la autoridad judicial que conoce la causa en
ese momento procesal a través del medio impugnativo previsto por la ley penal, puesto que el debido
proceso no es en esencia impugnable a través de la acción de libertad, únicamente cuando se
presentan los presupuestos glosados en el Fundamento Jurídico anterior.
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso en su componente de
prohibición de doble juzgamiento, a la libertad, a la defensa a la propiedad privada, a la correcta
valoración de la prueba, a la igualdad, a la justicia gratuita y transparente, a un proceso justo, a ser
protegido oportuna y eficazmente por jueces y tribunales, a la presunción de inocencia y al principio
de verdad material; debido a que los Jueces Técnicos del Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la
Capital del departamento de Santa Cruz, no consideraron que al momento de llevarse a cabo la
audiencia de revocatoria de la medida cautelar de detención preventiva, ya habían transcurrido tres
años y nueve meses, habiendo operado en su criterio, la extinción de la acción penal por vencimiento
de la duración máxima del proceso; por otra parte, en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la
Capital de dicho departamento, nunca se llevó adelante audiencia alguna de consideración de
medidas cautelares en la que hubiera podido estar presente, al no haber sido notificado con ningún
acto procesal al respecto y pese a que hizo notar la existencia de un proceso similar en otro Tribunal,
jamás fue tomado en cuenta, y por el contrario fue declarado rebelde ordenándose el pago de una
multa elevada, la cual no puede cancelar debido a su condición de pobreza; y, en el Juzgado de
Sentencia Penal Quinto de la Capital del mismo departamento, nuevamente se utilizó la Sentencia
96/2001 de 20 de noviembre, para acusarlo por el delito de estelionato, y actualmente desconoce los
actuados que se produjeron en el indicado proceso.
A partir de los actos lesivos identificados y en el marco del contenido desarrollado en el Fundamento
Jurídico III.1 del presente fallo, se advierte que el impetrante de tutela no consideró que las supuestas
violaciones a sus derechos al debido proceso en su componente de prohibición de doble juzgamiento,
a la justicia gratuita y transparente, a un proceso justo, a la presunción de inocencia, a la propiedad
privada y al principio de verdad material, son argumentos que no son tutelables a través de la acción
de libertad, debido al alcance y naturaleza jurídica de esta acción de defensa, que por excelencia
conforme prevé el art. 125 de la CPE, tutela derechos como la vida y la libertad personal o de
locomoción, y de manera excepcional el debido proceso cuando se denuncia procesamiento ilegal o
indebido, siempre y cuando en este último caso, el acto lesivo esté directamente vinculado con la
libertad del accionante por operar como causa directa para su restricción o supresión y que se
encuentre en absoluto estado de indefensión.
Por otro lado, respecto a la denuncia de lesión de su derecho a la libertad debido a que el Tribunal
de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa Cruz, no consideró que al momento
de llevarse a cabo la audiencia de revocatoria de las medidas cautelares sustitutivas a la detención
preventiva dispuestas a su favor, ya habían transcurrido tres años y nueve meses, y que por lo mismo
operó la extinción de la acción penal por vencimiento de la duración máxima del proceso; corresponde
establecer que el peticionante de tutela se encuentra restringido en su libertad personal a causa del
incumplimiento de dichas medidas, por lo tanto, si consideraba que la determinación cuestionada
resultaba ilegal y vulneratoria de sus derechos, una vez notificado con el Auto Interlocutorio 68/2016
de 23 de junio que dispuso su detención preventiva, debió impugnar tal determinación mediante
recurso de apelación incidental, siendo este el mecanismo idóneo, inmediato y eficaz a través del
cual las irregularidades denunciadas podían ser corregidas por el Tribunal de alzada en la misma
instancia ordinaria, conforme lo establece el art. 251 el CPP; correspondiendo aclarar que, si el
solicitante de tutela consideraba que la causa se había extinguido por vencimiento del plazo máximo

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de duración del proceso, debió interponer la excepción prevista en los arts. 27.10 y 308.4 del citado
Código, y no acudir a través de este medio a la jurisdicción constitucional.
Con relación a la denuncia que en el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital de dicho
departamento, nunca se llevó adelante audiencia de consideración de medidas cautelares en la que
su persona hubiera estado presente, no habiendo sido notificado con ningún acto procesal al respecto
y pese haber hecho notar la existencia de otro proceso similar en diferente Tribunal, jamás fue
tomado en cuenta; y, por el contrario fue declarado rebelde, ordenándose el pago de una multa
elevada, la cual no puede cancelar debido a su condición de pobreza, es necesario hacer mención a
la jurisprudencia constitucional desarrollada en la SCP 0155/2019-S3 de 16 de abril, respecto al art.
91 parte in fine del CPP, la cual establece que cuando el declarado rebelde pretende dejar sin efecto
la resolución de rebeldía, con carácter previo a acudir a la jurisdicción constitucional, debe solicitar
ante la autoridad judicial a cuyo cargo esté la causa penal, la revocatoria de la misma adjuntando la
justificación que muestre el grave y legítimo impedimento que ocasionó su incomparecencia al
llamado de la autoridad jurisdiccional; de otra parte, el argumento de la existencia de otro proceso
similar en un Tribunal distinto, no corresponde que sea tratado a través de la acción de libertad
formulada, puesto que la legislación penal ha establecido para este tipo de circunstancias la previsión
contenida en el art. 308.6 del CPP, referida a la excepción de litispendencia.
Finalmente, respecto a la denuncia que en el Juzgado de Sentencia Penal Quinto de la Capital del
departamento de Santa Cruz, nuevamente se utilizó la Sentencia 96/2001 para acusarlo por el delito
de estelionato, y actualmente desconoce los actuados que se produjeron en el indicado proceso, en
el marco del contenido jurisprudencial glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde establecer que los hechos expuestos, no guardan
relación directa con el ejercicio del derecho a la libertad, para que mediante esta acción de defensa
se pueda proteger el debido proceso; en razón a que el peticionante de tutela se encuentra restringido
en su libertad personal a causa del incumplimiento de las medidas sustitutivas dispuestas por el
Tribunal de Sentencia Penal Sexto precitado y en caso de considerar que la autoridad mencionada
vulneró su derecho al debido proceso, una vez agotados los medios ordinarios de reclamo, debió
acudir ante la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional.
Consiguientemente, en el caso de análisis, no se tiene acreditado el cumplimiento del primer
presupuesto para la procedencia de la acción de libertad establecido en la jurisprudencia citada; es
decir, que los actos lesivos denunciados sean la causa que opera directamente en la supresión o
amenaza de su derecho a la libertad; bajo ese mismo análisis, tampoco se advierte la concurrencia
del segundo presupuesto referido al absoluto estado de indefensión, puesto que el accionante,
conforme a los antecedentes de la causa, participó dentro de las señaladas causas, inclusive con
ofrecimiento de pruebas de reciente obtención que hacen al fondo de su defensa, además efectuó
reclamos mediante el incidente de nulidad por supuestos defectos procesales y solicitud de dejar sin
efecto el mandamiento de aprehensión que pesa en su contra, lo que implica que no existía ningún
obstáculo legal que le imposibilite conocer los antecedentes y actuados.
En el marco de lo referido, se advierte que el accionante no acudió previamente ante las autoridades
judiciales demandadas para interponer recurso de apelación contra la detención preventiva y
revocatoria de rebeldía, siendo estos los medios idóneos, eficaces e inmediatos a disposición del
procesado para permitir un pronunciamiento en la vía ordinaria sobre la temática planteada, no
pudiendo acudir directamente ante la jurisdicción constitucional a través de esta acción de libertad
para utilizarla como supletoria de la inactivación de los medios impugnaticios previstos por el
ordenamiento jurídico y al no actuar de esa manera, corresponde aplicar el entendimiento respecto
a la subsidiariedad excepcional establecida en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo.
Por los motivos expuestos, correspondía que el accionante active los medios y recursos previstos en
la normativa procesal penal en la vía ordinaria para el reclamo de las irregularidades del debido
proceso ahora denunciadas, y una vez agotados estos, si consideraba que las mismas persistían,
acudir a la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional, vía idónea para

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la tutela del derecho al debido proceso en supuestos no vinculados a la libertad, situación que
imposibilita ingresar a analizar el fondo de la problemática planteada.
Por lo precedentemente señalado, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada, obró de
manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 06/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 240 a 241,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, sobre la base de los Fundamentos Jurídicos
precedentemente expuestos, aclarando que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática
planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0694/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29711-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 10/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 28 a 30, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Alan Alejandro Sillerico Segurondo en representación sin
mandato de Leonardo Condori Quispe contra Dina Jenny Larrea López, Jueza de Instrucción
Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 28 de junio de 2019, cursante de fs. 14 a 15 vta., el accionante a través
de su representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal instaurado en su contra por la presunta comisión del ilícito de asociación
delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas y asfixiantes, proceso del cual
jamás se enteró. El caso radicó en el Juzgado de Instrucción Tercero de El Alto del departamento de
La Paz, el cual mediante Resolución 628/2009 dispuso la declaratoria de rebeldía, expedición de
aprehensión y arraigo ejecutado por Migración, habiendo la investigación concluido con
sobreseimiento. Sin embargo, al continuar arraigado solicitó el desarchivo del proceso y pidió
formalmente se deje sin efecto las medidas impuestas en su contra; empero, la Jueza demandada
por providencia de 19 de junio de 2019 dispuso “Téngase por purgada la rebeldía por LEONARDO
CONDORI QUISPE, de conformidad al art. 91 del CPP, se deja en suspenso la ejecución del
mandamiento de aprehensión en contra [del] imputado y en conocimiento del señor fiscal de
materia”(sic), cuando dicha autoridad debió dejar sin efecto las medidas impuestas y no así
mantenerla en suspenso en concordancia a la norma aludida; más aún, habiendo concluido el caso
con resolución de sobreseimiento con el cual, cesan todas las medidas cautelares conforme establece
el art. 324 del Código de Procedimiento Penal (CPP); por lo que, considera estar indebidamente
perseguido con un mandamiento de aprehensión en suspenso y el arraigo vigente, aspectos que
atentan a su libertad y libre locomoción.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y a la libre
locomoción, sin citar al efecto norma específica alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada y se ordene a la Jueza demandada, en el día deje sin efecto
el mandamiento de aprehensión y el arraigo establecido, oficiando para ello ante la Dirección Nacional
de Migración y sea con formalidades de ley.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 28 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 26 a 27
vta.; se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó in extenso la acción de libertad interpuesta y
ampliándola refirió que nunca fue notificado con el proceso en su contra, actuado que habría sido

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realizado mediante edicto y declarándosele rebelde ya hace diez años. El 31 de mayo de 2019 fue
emitida la Resolución de sobreseimiento y teniendo que ausentarse del país hasta Brasil se encontró
con la sorpresa de estar arraigado por lo que acudió ante la Jueza denunciada para que en el marco
de la norma establecida, deje sin efecto lo dispuesto inicialmente; empero, inventó una figura de
suspensión de ejecución de mandamiento de aprehensión, cuando el art. 91 del CPP establece dejar
sin efecto. De ahí que a la fecha de presentación de esta acción tutelar, pese haber purgado la multa
por rebeldía, estando el proceso concluido con sobreseimiento con el que cesan todas las medidas
cautelares, estas persisten.
I.2.2. Informe de la demandada
Dina Jenny Larrea López, Jueza de Instrucción Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz,
mediante informe escrito cursante a fs. 25 y vta., solicitó se deniegue la tutela impetrada, señalando
que el proceso contra el accionante data de diciembre de 2008 y el mandamiento de aprehensión fue
librado ante su incomparecencia para la audiencia de medida cautelar. Si bien existe un memorial de
purga de rebeldía misma que fue admitida y dejada sin efecto; sin embargo, el sobreseimiento tiene
un trámite establecido por el art. 324 del CPP que prevé la remisión al Fiscal superior y su
pronunciamiento por un lado y la posibilidad de impugnación por una de las partes, por ello la
providencia de 19 de junio de 2019 estableció claramente que se tiene purgada la rebeldía conforme
el art. 91 del citado adjetivo penal, dejándose en suspenso la ejecución de mandamiento de
aprehensión en contra del imputado y en conocimiento del Fiscal de Materia. En consecuencia,
“…PARA LEVANTAR TODA MEDIDA EN SU CONTRA DEBE EXISTIR LA FECHA DE NOTIFICACIÓN DEL
SOBRESEIMIENTO Y NO EXISTIENDO NINGUNA LITERAL PARA LA PETICION CORRESPONDE SOLO
DAR POR PURGADA Y NOTIFICAR AL FISCAL, SIENDO ADEMAS QUE EL IMPUTADO NO TIENE
NINGUNA MEDIDA CAUTELAR QUE ES OTRO EL TRÁMITE” (sic).
I.2.3. Resolución
El Juzgado de Sentencia Penal Octavo de la Capital de El Alto del departamento de La Paz, constituido
en Juez de garantías, mediante Resolución 10/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 28 a 30, denegó
la tutela impetrada, bajo los siguientes fundamentos: a) Por información del abogado del accionante,
ante la determinación de la autoridad jurisdiccional, no se interpuso ningún recurso, habiéndose
planteado directamente la acción de libertad; b) El Decreto emitido sobre el memorial de purga de
rebeldía ha establecido que “se deja en suspenso la ejecución del mandamiento de aprehensión”
(sic), entendiéndose que en otras palabras se dejó sin efecto, situación que no puede considerarse
como vulneratoria del derecho a la libertad; y, c) La falta de levantamiento del arraigo que alega, no
ameritó por parte del peticionante de tutela el uso de mecanismos idóneos previstos en el Código
Procesal Penal para que la autoridad advierta y subsane su error; ya que al respecto, no se pronunció
de manera positiva ni negativa, quedando expedita la vía ordinaria a través de un recurso de
reposición a efectos de que la Jueza demandada pueda subsanar la omisión en la que incurrió sobre
el arraigo activándose así la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El Juzgado de Instrucción Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, mediante
Resolución 628/09 de 25 de noviembre de 2009, declaró rebelde a Leonardo Condori Quispe junto a
otras tres personas, disponiendo se expida arraigo y mandamiento de aprehensión, designó abogado
de oficio para el accionante (fs. 2).
II.2. El Fiscal de Materia asignado al caso, mediante Resolución de Sobreseimiento 005/10 de 31 de
mayo de 2010, comunicó al Juzgado referido supra, el Decreto de sobreseimiento de Leonardo
Condori Quispe y otros dentro del proceso penal, por la presunta comisión de los delitos de
allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas y
asfixiantes (fs. 4 a 8 vta.).
II.3. Por providencia de 1 de junio de 2010, el Juez aludido, dispuso dar estricto cumplimiento al
sobreseimiento presentado por el Ministerio Público (fs. 8 vta.).

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II.4. A través del memorial de 7 de junio de 2019, el peticionante de tutela dirigiéndose al Juzgado
de Instrucción Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, solicitó se ponga a la vista el
cuaderno de control jurisdiccional de la causa con Nurej 200815466E (fs. 10 y vta.).
II.5. Mediante memorial de 19 del mismo mes y año, el impetrante de tutela, solicitó a la Jueza de
la causa, dejar sin efecto las medidas dispuestas en su contra, adjuntando la resolución de
sobreseimiento y la purga de rebeldía (fs. 11 a 12 vta.).
II.6. Por providencia de la fecha antes indicada, la Jueza dispuso “Téngase por purgado la rebeldía
por LEONARDO CONDORI QUISPE, de conformidad al art. 91 del C.P.P., se deja en suspenso la
ejecución del mandamiento de aprehensión en contra [del] imputado y en conocimiento del señor
fiscal de materia” [sic (fs. 12 vta.)].
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y a la libre
locomoción; debido a que la autoridad demandada a la solicitud de dejar sin efecto las medidas
dispuestas en su contra acreditando la purga de rebeldía y la resolución de sobreseimiento, dispuso
lo siguiente: “…se deja en suspenso la ejecución del mandamiento de aprehensión en contra [del]
imputado…” (sic) en contraposición a lo establecido por el art. 91 de CPP que señala dejar sin efecto
las órdenes dispuestas a efectos de la comparecencia del rebelde; por lo que considera estar
indebidamente perseguido con un mandamiento de aprehensión en suspenso y el arraigo vigente,
más aun cuando el caso ya fue concluido con sobreseimiento.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La subsidiariedad excepcional en la acción de libertad
Sobre la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, mediante la SCP 0189/2019-S2 de 2 de
mayo, este Tribunal ha establecido que “… debe ser aplicada cuando existan medios
inmediatos para impugnar los actos supuestamente lesivos, premisa que se puede evidenciar
a través de la SC 0160/2005-R de 23 de febrero, que señaló: ‘…la existencia de la garantía
constitucional en análisis, no implica que todas las lesiones al derecho a la libertad tengan que ser
necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a través del hábeas corpus; pues no se
trata de una garantía que tenga la vocación de reparar, en exclusiva, todas las formas de lesión a la
libertad que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona de un medio de defensa sencillo, eficaz
y oportuno, para restablecer la lesión sufrida.
En consecuencia, en los supuestos en que la norma procesal ordinaria de manera específica
prevea medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad
supuestamente lesionado, estos deben ser utilizados, previamente, circunstancia en la
que excepcionalmente, el recurso de habeas corpus operará de manera subsidiaria’.
De la misma manera, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, concluyó que: ‘El recurso de hábeas corpus,
ahora acción de libertad, es el medio idóneo y eficaz para conocer y restituir cualquier tipo
de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir
una persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la
libertad, cuando de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir mecanismos de
protección específicos y establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten ser evidentemente
inoportunos o inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por la urgencia de la
situación, se configura como el medio más eficaz para restituir los derechos afectados; empero, en
caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos,
eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la persecución o
procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en estos
casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los derechos
afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas’.

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Más adelante, la SCP 0400/2012 de 22 de junio, dictó lo siguiente: ‘…de manera excepcional opera
el principio de subsidiariedad ante la existencia de medios de impugnación específicos e idóneos para
restituir de manera inmediata los derechos objeto de su protección (…).
Es decir que, si bien se configura la acción de libertad, como el medio eficaz para restituir los derechos
afectados, en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa para restituir el derecho
a la libertad vulnerado y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser activados previamente
por el o los interesados…’.
La SCP 0482/2013 de 12 de abril, de acuerdo con la subsidiaridad en la acción de libertad, citó lo
siguiente: ‘En los casos que se impugnen actuaciones no judiciales -antes de la imputación formal- y
judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la presente acción tutelar, previa y
necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de manera excepcional, no
es posible ingresar al fondo de la acción de libertad:
1. Cuando la acción de libertad esté fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la denuncia de una
supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la libertad personal o física por
parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a acudir a la jurisdicción constitucional debe
en principio, denunciar todos los actos restrictivos de su libertad personal o física ante la autoridad
que ejerce el control jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene también la subsidiaridad.
4. Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, ésta es confirmada en apelación, empero, en lugar de activar
inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva petición ante la
autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de su situación jurídica, sea
mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de detención preventiva, etc., y la
misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la jurisdicción constitucional
impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se emitió el auto de vista, inclusive; por
cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con lealtad procesal, de no ser así, se
provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones, e incidiría negativamente en el
proceso penal de donde emerge la acción tutelar’.
En este mismo sentido, la SCP 0267/2018-S2 de 25 de junio, sistematizando la jurisprudencia
constitucional vinculada a la subsidiaridad excepcional de la acción de libertad tratándose de
declaratorias de rebeldía, señala: ‘…queda claro que antes de la ejecución del mandamiento de
aprehensión dispuesto como efecto de la rebeldía, existe la posibilidad que el rebelde
pueda presentarse voluntariamente ante la autoridad judicial que lo declaró rebelde;
justificando en su caso, la ausencia al actuado judicial convocado, siendo este, el mecanismo
procesal idóneo para dejar sin efecto la orden de aprehensión y las otras disposiciones
dictadas; aclarando que incluso, a pesar de haberse presentado algún tipo de justificativo
con carácter previo a la declaratoria de rebeldía, igualmente el imputado deberá
posteriormente acudir ante el juez o tribunal, para solicitar se deje sin efecto la misma y

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todas las ordenes dispuestas, independientemente que la autoridad judicial no haya


considerado valederas las razones de su incomparecencia; pues solo agotada la
presentación voluntaria, recién será viable recurrir a la acción de libertad, solicitando se
deje sin efecto la rebeldía y el mandamiento de aprehensión …’”(las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante denunció como lesionados sus derechos a la libertad y a
la libre locomoción; ya que la autoridad demandada a la solicitud de dejar sin efecto las medidas
dispuestas en su contra, dispuso “…se deja en suspenso la ejecución del mandamiento de
aprehensión en contra [del] imputado…” (sic) en contraposición a lo establecido por el art. 91 de CPP
que señala dejar sin efecto las órdenes dispuestas contra el rebelde a efectos de su comparecencia;
por lo que considera estar indebidamente perseguido con un mandamiento de aprehensión en
suspenso y el arraigo vigente, más aun cuando el caso ya concluyó con sobreseimiento.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo referido en las conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que el Juzgado de Instrucción Penal Tercero de El Alto del departamento de
La Paz, mediante Resolución 628/09 de 25 de noviembre de 2009, declaró rebelde a Leonardo
Condori Quispe, disponiendo se expida arraigo y mandamiento de aprehensión en su contra; meses
más tarde, el Fiscal de Materia de la Fiscalía Departamental de La Paz, comunicó a la Jueza de la
causa la conclusión del proceso de investigación con el Decreto de sobreseimiento por la presunta
comisión de los delitos de allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de
sustancias explosivas y asfixiantes. El 7 de junio de 2019, el peticionante de tutela solicitó al Juzgado
que conoció la causa, se ponga a la vista el cuaderno de control jurisdiccional con Nurej 200815466E
para posteriormente solicitar deje sin efecto las medidas dispuestas en su contra, adjuntando la
resolución de sobreseimiento y la purga de rebeldía, a la que la autoridad demandada, mediante
providencia de 19 de junio de 2019, dispuso “Téngase por purgado la rebeldía por LEONARDO
CONDORI QUISPE, de conformidad al art. 91 del C.P.P., se deja en suspenso la ejecución del
mandamiento de aprehensión en contra [del] imputado y en conocimiento del señor fiscal de
materia”(sic).
Ahora bien, el impetrante de tutela alegó la lesión de sus derechos a la libertad y a la libre locomoción
por encontrarse arraigado y con un mandamiento de aprehensión en suspenso cuando el caso se
encuentra con resolución de sobreseimiento. En ese contexto y a partir de la solicitud del peticionante
de tutela a la autoridad competente de dejar sin efecto las medidas dispuestas en su contra
acreditando la purga la rebeldía y resolución de sobreseimiento de la causa, es preciso establecer
tres situaciones: Por un lado, solo existe pronunciamiento de la autoridad demandada respecto al
mandamiento de aprehensión con una terminología distinta a la establecida por el art. 91 del CPP,
señalando que se deja en suspenso y no así sin efecto, aspecto que según el informe de la autoridad
demandada y la propia interpretación del tribunal de garantías no tiene mayor relevancia porque en
esencia el sentido sería el mismo que señala el adjetivo penal; por otro lado, en la providencia de 19
de junio de 2019, la Jueza de la causa omite pronunciarse respecto al arraigo que permanecería
subsistente; empero, ninguno de estos aspectos fueron cuestionados por el peticionante de tutela;
y, finalmente habiendo sido concluido el caso con decreto de sobreseimiento, a la fecha de la
presentación de esta acción tutelar, la referida resolución no se encontraba ejecutoriada sino en plazo
procesal para posible impugnación o ratificación del Fiscal Jerárquico.
Las situaciones descritas supra permiten concluir que la problemática planteada incumple los
requisitos de subsidiariedad de la acción de libertad, tal como glosa el Fundamento Jurídico III.1 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, al establecer que cuando la norma procesal
ordinaria prevea medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad
supuestamente lesionado, por la persecución o procesamiento indebido, estos previamente deben
ser utilizados por el o los afectados antes de acudir a la vía constitucional, siendo que en el caso
presente no se acudió al recurso de reposición conforme establecen los arts. 401 y 402 del CPP que
le permitan a la Jueza a cargo, corregir la terminología observada respecto al mandamiento de

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aprehensión como para que se pronuncie con relación al arraigo subsistente; empero acudió de
manera directa a la acción de libertad reclamando ser objeto de un procesamiento indebido.
Si bien esta acción de defensa por su carácter específico, tutela la vida y la libertad de las personas,
existiendo salvedades de omisión a la subsidiariedad, también existen reglas que impiden ingresar al
análisis de fondo de la problemática, siendo para el caso presente lo señalado en el Fundamento
Jurídico glosado respecto a la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad que dispone,
“…antes de la ejecución del mandamiento de aprehensión dispuesto como efecto de la rebeldía,
existe la posibilidad que el rebelde pueda presentarse voluntariamente ante la autoridad judicial que
lo declaró rebelde (…) siendo este, el mecanismo procesal idóneo para dejar sin efecto la orden de
aprehensión y las otras disposiciones dictadas; (…) pues solo agotada la presentación voluntaria,
recién será viable recurrir a la acción de libertad”(sic), situación que en el caso concreto se efectivizó
pero de manera incompleta; ya que el accionante no observó la imprecisión de la terminología
utilizada por la autoridad demandada y tampoco hizo notar la falta de pronunciamiento respecto al
arraigo mediante el recurso de reposición; en consecuencia estando expedita la vía ordinaria para
subsanar los hechos denunciados, no corresponde a este tribunal ingresar en el análisis de fondo de
la problemática venida en revisión, no siendo viable verificar la vulneración o no de los derechos
denunciados.
En consecuencia, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela impetrada, efectuó un análisis
correcto de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 10/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 28 a 30, pronunciada
por el Juzgado de Sentencia Penal Octavo de El Alto del departamento de La Paz; y, en consecuencia,
DENEGAR la tutela solicitada, conforme a los argumentos de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0695/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29713-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 08/2019 de 25 de junio, cursante de fs. 27 a 28, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Marcelo Gerardo Blanco Chamizo contra Lourdes Del Pilar
Díaz Berrios e Ingrid Rocío Feraudi Guerra, Fiscales de Materia; y, Fanor Callecusi Saico,
Efectivo Policial.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 24 de junio de 2019, cursante a fs. 1 y 7 a 11 vta., el accionante manifestó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público a instancia de Sonia Miriam Escobar
Mamani por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica, el 24 de junio de 2019,
cuando se encontraba a la espera de su audiencia de aplicación de medidas cautelares a llevarse a
cabo en el Juzgado de Instrucción Anticorrupción contra la Violencia hacia la Mujer Segundo de El
Alto del departamento de La Paz, se le acercaron dos efectivos policiales a pedirle su cédula de
identidad, entregándole una orden de aprehensión en su contra, procediendo a enmanillarlo para
luego a empujones trasladarlo a la oficina de la Fiscal de Materia Ingrid Rocío Feraudi Guerra -
codemandada-; tras una larga demora, dicha autoridad procedió a emitir citación para notificarle con
la misma a horas 11:50.
La acción de libertad formulada responde al tipo reparador y correctivo, toda vez que busca enmendar
los agravios sufridos dentro de las actuaciones ilegales ejercidas por el Ministerio Público y los
efectivos policiales que ejecutaron la orden de aprehensión de 1 de marzo de 2019, por no haber
acudido al llamado de la autoridad; lo cual no es evidente, habiendo presentado memorial el 25 de
febrero de ese año, lo que demuestra que se ha acudido de manera efectiva, extremos que de manera
oportuna hizo conocer “…no solo a la Autoridad Fiscal si no que también a la autoridad
jurisdiccional bajo Control Jurisdiccional…” (sic); por lo que, el mandamiento de aprehensión
resulta ilegal.
En una anterior acción de libertad presentada contra la Fiscal de Materia Lourdes Del Pilar Díaz Berrios
-ahora codemandada-, esta manifestó ante el Tribunal de garantías que: “…el Mandamiento de
Aprehensión estaba sin efecto toda vez que a la fecha el proceso penal contaría con imputación
formal…” (sic).
Finalmente, los derechos denunciados son protegidos por la jurisprudencia constitucional a través de
la SC 0191/2004-R de 9 de febrero, y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0037/2012 de
26 de marzo, 0317/2012 de 18 de junio y “0480/2018-S3”.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de sus derechos a la libertad física y de locomoción, así como una
persecución indebida, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Se deje sin efecto la citación de 24 de junio de 2019;
b) Se remitan antecedentes a la Dirección Departamental de Investigación Policial Interna (DIDIPI)

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de La Paz, de los funcionarios policiales que ejecutaron la orden de aprehensión; c) Con relación a
los representantes del Ministerio Público, se envíen antecedentes a dicha repartición a los fines
disciplinarios correspondientes, debido a que introdujeron datos falsos dentro de la investigación
corroborados de la resolución fundamentada de aprehensión; y, d) Se imponga costas consistentes
en “20.000 Bs.” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 25 de junio de 2019, conforme consta en acta cursante de fs. 24 a
26, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el contenido de la acción planteada y ampliándola
expresó que: 1) La orden de aprehensión de 1 de marzo de 2019, quedó sin efecto, pues así lo
manifestó la codemandada Lourdes Del Pilar Días Berrios en audiencia de acción de libertad de 19
de junio -sin citar año-, quedando ello plasmado en la Resolución 132/2019 de esa fecha, donde
refirió al Voto del Juez “Edgar Choquenaira” que dicha acción resulta ser incongruente en sentido
que, del informe de la autoridad demandada de ese entonces (Lourdes Del Pilar Días Berrios),
“…existe una imputación formal a la fecha que ya fue presentada ante la autoridad jurisdiccional por
lo que el mandamiento de aprehensión habría quedado sin efecto, pues ya no existe la posibilidad
de que el sindicado pueda prestar su declaración informativa policial…” (sic), aspectos que pese
haberles hecho conocer a los ahora demandados, estos hicieron caso omiso; y, 2) La Fiscal de Materia
Ingrid Rocío Feraudi Guerra, al asumir los casos de la codemandada referida supra, debió dejar sin
efecto alguno y providenciado con respecto a dicha orden, lo cual no ocurrió.
Con el uso de la palabra el accionante manifestó que, quedó muy lastimado por la forma como fue
tratado, exigiéndosele su cedula de identidad sin explicación alguna, siendo detenido directamente,
sin conocer los motivos y dañando su dignidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Ingrid Rocío Feraudi Guerra, Fiscal de Materia, mediante informe escrito de 25 de junio de 2019,
cursante de fs. 19 a 20 vta., y en audiencia sostuvo que: i) La causa fiscal y policial dentro de un
proceso investigativo criminal se sujeta a control jurisdiccional conforme el art. 279 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), siendo el juez la autoridad idónea ante quien reclamar las infracciones al
debido proceso y al derecho a la libertad; por lo que, el impetrante de tutela al acudir directamente
a la justicia constitucional sin observar el principio de subsidiariedad, desconoció el rol, atribuciones
y finalidad que el legislador le dio a dicha autoridad que se desempeña como director del control de
la investigación, tal atribución se encuentra en el art. 54 inc. 1) del citado cuerpo normativo, además
que existen innumerables Sentencias Constitucionales al respecto; ii) El presente caso, cuenta con
imputación formal restando únicamente definir la situación jurídica del ahora accionante en audiencia
de medidas cautelares, ante la precitada autoridad jurisdiccional; iii) El peticionante de tutela, el 18
del mes y año señalados interpuso una primera acción de libertad contra Lourdes Del Pilar Díaz
Berrios, bajo iguales argumentos respecto a la ilegalidad de aprehensión, en la cual se emitió la
Resolución 132/2019, por la que se dejó sin efecto la misma; sin embargo, dicho extremo no es
verídico, teniendo el único objetivo de hacer incurrir en error a la Fiscalía; no obstante a fin de no
vulnerar los derechos del accionante se emitió una nueva citación que fue practicada al nombrado
en presencia de su abogado defensor; y, iv) Finalmente, advirtió con claridad actos de obstaculización
de parte del impetrante de tutela, quien pretende evadir la acción de la justicia, correspondiendo se
declare improcedente la acción de libertad interpuesta. Asimismo, se imponga costas consistentes en
dos salarios de un juez “técnico”, considerando que la presente acción repercute en gastos extras.
Fanor Callecusi Saico, Efectivo Policial, mediante informe presentado el 25 de junio de 2019, cursante
a fs. 16 y vta., y en audiencia señaló que: a) Se encontraba realizando su servicio de seguridad de
las instalaciones del “…Tribunal Departamental de Justicia de El Alto…” (sic), aproximándose Sonia
Miriam Escobar Mamani, quien le pidió que dé cumplimiento a la orden de aprehensión librada por la
Fiscal de Materia Lourdes Del Pilar Díaz Berrios contra Marcelo Gerardo Blanco Chamizo, por lo que

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cumplió con la misma; empero, en el momento de que tomó contacto con el prenombrado, que se
encontraba junto a su abogado, el cual no quiso identificarse y de forma prepotente, grosera y
altanera trató de obstruir en su función al igual que el ahora accionante; posteriormente, procedió a
la conducción de este último a oficinas de la Fiscalía, a cargo de la “…Dra. Lourdes Diaz y la Dra.
Ingrid Rocio Feraudi…” (sic), luego se retiró del lugar, dejando constancia que el aprehendido no
tenía ninguna lesión; b) El art. 251 de la Constitución Política del Estado (CPE) faculta a la Policía
Boliviana la defensa de la sociedad y la conservación del orden público. Asimismo, cuenta con una
Ley Orgánica a la cual están sujetos todos y cada uno de los miembros policiales donde en su parte
pertinente -art. 1- indica que cumple funciones de carácter público preventivo de auxilio, fundado en
valores sociales, seguridad, paz y justicia; y, preservación del orden público de forma regular y
continua, por cuanto en el caso se dio cumplimento a una orden de aprehensión emanada de
autoridad competente, dejando constancia de representación al reverso de dicha orden de todo su
accionar; por lo que, si hubieran otras cuestiones dentro del proceso, escapan de sus manos, puesto
que no fue investigador del caso; y, c) Finalmente, el accionante no agotó el principio de
subsidiariedad, puesto que ya tiene conocimiento del proceso una autoridad de control jurisdiccional,
quien por mandato del art. 54.1 del CPP, es quien debe atender estos reclamos; en base a lo expuesto
solicitó denegar la tutela impetrada.
Lourdes Del Pilar Díaz Berrios, Fiscal de Materia, no remitió informe alguno ni asistió a la audiencia
de consideración de la presente acción de libertad, pese a su notificación cursante a fs. 15.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz -en suplencia legal de su
similar Primero-, constituida en Jueza de garantías, mediante Resolución 08/2019 de 25 de junio,
cursante de fs. 27 a 28, denegó la tutela solicitada, con los siguientes fundamentos: 1) El art. 54
inc. 1) del CPP prevé que es atribución de los jueces de instrucción el control de la investigación, así
como el art. 279 del mismo cuerpo normativo refiere que tanto la Fiscalía como la Policía actuarán
siempre bajo control jurisdiccional; y, 2) La “SCP 1222/2017-S1” estableció el principio de
subsidiariedad, por el que, en casos donde la justicia ordinaria prevea medios o mecanismos de
impugnación que de manera inmediata puedan restituir los derechos de libertad física y de
locomoción, esos deben ser utilizados previamente antes de acudir a la vía constitucional; por cuanto,
el accionante no puso a conocimiento del Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia
hacia la Mujer Segundo de El Alto de dicho departamento, quien se encuentra a cargo del control
jurisdiccional del proceso.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa orden de aprehensión de 1 de marzo de 2019, librada por Lourdes Del Pilar Díaz Berrios,
Fiscal de Materia, por la que mandó y ordenó a cualquier miembro de la Policía Boliviana y/o
funcionario público no impedido del departamento de La Paz a aprehender al peticionante de tutela,
siendo representada su ejecución y diligenciamiento en su reverso (fs. 23 y vta.).
II.2. Consta Citación Oficial de 24 de junio de 2019, practicada por el funcionario Policial Nelson
Quispe Medrado a Marcelo Gerardo Blanco Chamizo -hoy accionante-, a objeto de que comparezca
ante el Ministerio Público a prestar su declaración informativa policial el 26 del mes y año citados,
dentro de la investigación por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica (fs.
5).
II.3. Mediante memorial de la acción de libertad presentado el 24 de junio de 2019, el impetrante
de tutela manifestó que acudió “…no solo a la Autoridad Fiscal si no que también a la
autoridad jurisdiccional bajo Control Jurisdiccional…” (sic [fs. 7 a 11 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia que fueron vulnerados sus derechos a la libertad física y de locomoción, así
como una persecución indebida; puesto que, dentro de la causa penal seguida en su contra, se

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ejecutó una orden de aprehensión que tenía por objeto brindar su declaración informativa, la cual
fue dejada sin efecto mediante resolución en una acción de libertad anterior; siendo enmanillado y
trasladado a empujones a la Fiscalía de El Alto del departamento de La Paz, a objeto de recién ser
citado para ese cometido, contándose incluso en el proceso con imputación formal, actuaciones
ilegales y contrarias a la línea jurisprudencial vigente.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad
Al respecto, la SCP 0775/2012 de 13 de agosto, expuso que: “Respecto a las aprehensiones
supuestamente ilegales, la SC 0181/2005-R de 3 de marzo, estableció que: ‘…todo imputado que
considere que en el curso del proceso investigativo ha sufrido una lesión de un derecho
fundamental, entre ellos, el derecho a la libertad en cualquiera de las formas en que
pueda sufrir menoscabo, debe impugnar tal conducta ante el juez instructor, que es el
órgano jurisdiccional que tiene a su cargo el control de la investigación, desde los actos
iníciales hasta la conclusión de la etapa preparatoria. Así, el Código de procedimiento penal
al prever la existencia de un órgano jurisdiccional competente para conocer y resolver de manera
directa y expedita, las supuestas vulneraciones a los derechos y garantías que pudieran tener origen
en los órganos encargados de la persecución penal; no resulta compatible con el sistema de garantías
previsto en el ordenamiento aludido, acudir directamente o de manera simultánea a la justicia
constitucional, intentando activar la garantía establecida por el art. 18 constitucional, ignorando los
canales normales establecidos. Consiguientemente, el hábeas corpus sólo se activa en los casos
en que la supuesta lesión no sea reparada por los órganos competentes de la jurisdicción
ordinaria aludidos’.
(…)
…las aprehensiones policiales o fiscales deben ser denunciadas ante el juez cautelar, y
sólo cuando la lesión al derecho a la libertad no hubiera sido reparada por dicha
autoridad, recién es posible acudir a la jurisdicción constitucional a través de la acción
de libertad. En ese sentido, complementando los criterios jurisprudenciales glosados, la SC
0080/2010-R de 3 de mayo, se refirió a las situaciones excepcionales en las que a través de la acción
de libertad, no es posible ingresar al análisis de fondo de la problemática denunciada, estableciendo
tres supuestos de improcedencia:
‘Primer supuesto:
Si antes de existir imputación formal, tanto la Policía como la Fiscalía cometieron arbitrariedades
relacionadas al derecho a la libertad física o de locomoción, y todavía no existe aviso del inicio de la
investigación, corresponde ser denunciadas ante el Juez Cautelar de turno. En los casos en los que
ya se cumplió con dicha formalidad procesal, es decir, con el aviso del inicio de la
investigación, al estar identificada la autoridad jurisdiccional, es ante ella donde se debe
acudir en procura de la reparación y/o protección a sus derechos. De no ser así, se estaría
desconociendo el rol, las atribuciones y la finalidad que el soberano a través del legislador le ha dado
al juez ordinario que se desempeña como juez constitucional en el control de la investigación’” (las
negrillas y el subrayado son nuestros).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alega la vulneración de los derechos invocados en la presente acción tutelar; toda vez
que, dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público, fue ejecutada una orden de
aprehensión librada en su contra, pese a haber sido dejada sin efecto en una acción de libertad
anterior, cometiéndose arbitrariedades al ser enmanillado y trasladado a empujones a la Fiscalía de
El Alto del departamento de La Paz, para recién ser citado a brindar su declaración informativa,
cuando ya su proceso cuenta con imputación formal; actuaciones ilegales y contrarias a la línea
jurisprudencial vigente.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 462


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De la revisión de antecedentes que cursan en el expediente del proceso investigativo penal, consta
la Citación Oficial de 24 de junio de 2019, practicada al ahora peticionante de tutela a objeto de que
comparezca a brindar su declaración informativa en el Ministerio Público el 26 del mes y año citados
dentro la causa abierta en su contra por la presunta comisión del delito de violencia familiar o
doméstica, librándose ante su inconcurrencia orden de aprehensión el 1 de marzo de igual año por
Lourdes Del Pilar Díaz Berrios -Fiscal de Materia codemandada-, y ejecutado por el funcionario policial
Nelson Quispe Medrado (Conclusión II.1). Por otro lado, en el memorial de la presente acción de
libertad el impetrante de tutela expresa que se tiene identificada una autoridad judicial a cargo del
control jurisdiccional del proceso (Conclusión II.3).
Bajo ese contexto, la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en atención a la subsidiariedad excepcional de la
acción de libertad en su primer supuesto expresó que, en caso de que el proceso ya cuente con
imputación formal, las arbitrariedades cometidas por la Policía como por la Fiscalía, relacionadas a la
libertad física o de locomoción, al estar identificada la autoridad jurisdiccional, corresponde sean
denunciadas ante ella, en procura de la reparación y/o protección a sus derechos, pues de lo
contrario, se desconocería el rol, las atribuciones y la finalidad que el soberano a través del legislador
le otorgó al juez ordinario a cargo del control de la investigación.
Ahora bien, en la problemática venida en revisión, conforme a los antecedentes del expediente, el
accionante en el memorial de acción de libertad señaló que hubiera acudido y hecho conocer a “…la
autoridad jurisdiccional bajo Control Jurisdiccional…” (sic), que no ha faltado al llamado de
la autoridad fiscal, aspecto que fue corroborado por los demandados en audiencia de la presente
acción quienes señalaron que: “…ya tiene conocimiento una autoridad de control jurisdiccional y tal
cual establece el Art. 54 en su numeral 1 del Código de Procedimiento Penal, es la autoridad quien
se debe encargar de estos reclamos…” (sic), por cuanto, bajo esas intervenciones, al estar
identificada la autoridad jurisdiccional del proceso -Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Segundo de El Alto del departamento de La Paz-, el impetrante de tutela
debió acudir ante dicho Juez, en procura de efectuar cualquier reclamo, correspondiéndole conocer
y resolver de manera directa y expedita las supuestas vulneraciones a los derechos y garantías
constitucionales ahora denunciados, quien dentro de sus atribuciones y competencias reconocidas en
los arts. 54 inc. 1) y 279 del citado Código, es la que ejerce el control jurisdiccional de la investigación.
En efecto, si consideraba el peticionante de tutela que los demandados cometieron irregularidades
y/o arbitrariedades en la ejecución de la orden de aprehensión librada en su contra -que a decir de
él fue dejada sin efecto dentro de una acción de libertad anterior-, que a su criterio vulnerarían sus
derechos constitucionales, tal aspecto debió ser puesto a conocimiento de la autoridad jurisdiccional
referida en el párrafo anterior, conforme establece la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico
III.1 de este fallo constitucional, debiendo recordar que en el caso que nos ocupa, la autoridad que
ejerce el control de los actos investigativos de los fiscales y la policía es el Juez de la causa ya
identificado desde los actos iniciales hasta la conclusión de la etapa preparatoria, aspecto que
imposibilita que esta jurisdicción emita pronunciamiento en el fondo de la problemática venida en
revisión, resultando aplicable la subsidiariedad excepcional de la presente acción de defensa,
correspondiendo denegar la tutela solicitada.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al denegar la tutela solicitada, adoptó una decisión correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 08/2019 de 25 de junio, cursante de fs. 27 a 28,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz -en
suplencia legal de su similar Primero-; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, con la
aclaración de que no se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 463


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MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0696/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29740-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 093/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 29 a 32, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Michael Adolfo Riveros Revollo, David Ángel Revollo
Terrazas e Iván Remberto Tiñini Villa en representación sin mandato de Ignacio Condori
Choquehuanca y Rufina Mayta de Condori contra Alejandro Espinoza Ramírez y Elisa
Roxana Conde García, Juez y Secretaria respectivamente del Juzgado Público de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Achacachi del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 27 de junio de 2019, cursante a fs. 1 y 11 a 13, los accionantes a través
de sus representantes, manifestaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que se les sigue por la presunta comisión del delito de violencia familiar o
doméstica, el 7 de junio de 2019 en la audiencia de medidas cautelares, el Juez de la causa les otorgó
medidas sustitutivas a la detención preventiva disponiendo detención domiciliaria sin salida laboral,
arraigo, presentación ante el Juzgado donde radica la causa cada primer lunes del mes y prohibición
de acercarse a la víctima. Estas determinaciones restrictivas considerando sus edades -Ignacio
Condori Choquehuanca de 66 años y Rufina Mayta de Condori de 70 años-, fueron apeladas en la
propia audiencia, recurso que hasta el 27 de igual mes y año, no fue remitido al Tribunal de alzada
en contraposición a lo establecido por el art. 251 del Código de Procedimiento Penal (CPP) que ordena
la remisión del recurso de apelación en el lapso de veinticuatro horas. En razón a ello, los demandados
no solo incumplen sus deberes éticos, morales, constitucionales y procesales, sino la negativa de
acceso al cuaderno de investigación para sacar las respectivas copias generándoles perjuicios.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes mediante sus representantes, denunciaron la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la defensa, citando al efecto los arts. 24, 115, 116.I, 117.I, y 119.I de la
Constitución Política del Estado (CPE); 8.1 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH); y, 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela impetrada y se ordene a los demandados, remitan en el día el recurso
de apelación y sea con condenación de costas.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 28 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 26 a 28
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de sus representantes, ratificaron in extenso la acción de libertad interpuesta
y ampliándola refirieron que en más de veinte días hábiles, su recurso de apelación no fue remitido
al tribunal de alzada para que esa instancia considere su situación y determine la vulneración o no
de sus derechos, además son personas de la tercera edad que permanecen con detención domiciliaria

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sin salida laboral a pesar de haberse enervado los riesgos procesales contenidos en el art. 234.1 y 2
del CPP, aspecto que es atentatorio a sus derechos al debido proceso y a una justicia pronta y
oportuna. Asimismo, al no haberse evidenciado informe alguno de las autoridades demandadas se
infiere que aceptaron los extremos denunciados en la acción de libertad.
I.2.2. Informe de los demandados
Carlos Alejandro Espinoza Ramírez, Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de Achacachi del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 28 de
junio de 2019, cursante a fs. 20 a 21 vta., solicitó se deniegue la tutela impetrada y sea con costas
por su temeridad y malicia, señalando que el Auto Interlocutorio 145/2019-P de 7 de igual mes y
año, los benefició con medidas sustitutivas a la detención preventiva, audiencia en la que también
apeló la defensa, disponiéndose al respecto “…Con referencia al recurso de apelación se
concede el mismo en aplicación del Art. 251 del Código de Procedimiento Penal
disponiéndose que sean remitidos ante el Tribunal departamental de Justicia en el
término de veinticuatro horas una vez notificado a todas las partes…” (sic) dando
cumplimiento a lo establecido por el Código Adjetivo Penal, quedando el personal de apoyo con la
responsabilidad de realizar el acta y diligencias necesarias para remitir el legajo correspondiente.
Asimismo, aclaró que la Secretaria titular de su Juzgado se encontraba con baja médica en razón a
ello el cargo debió ser suplido por el Secretario del “…Juzgado Público Civil, Familia y de Trabajo de
Achacachi” (sic); finalmente, hizo notar que ambos accionantes no fueron privados de su libertad
sino beneficiados con medidas sustitutivas por lo que la acción tutelar carece de fundamento.
Elisa Roxana Conde García, Secretaria del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Achacachi del departamento de La Paz, por informe escrito presentado el 28 de
junio de 2019, cursante a fs. 25, hizo conocer que el 7 de igual mes y año se encontraba con baja
médica, misma que se extendió por ocho días; por otro lado, existe poco recurso humano y por la
carga laboral no es posible trasladarse con facilidad hasta la ciudad de Nuestra Señora de La Paz
para la remisión respectiva. Finalmente indicó que el abogado defensor Iván Remberto Tiñini Villa,
se habría comprometido a sacar las fotocopias el 27 de idéntico mes y año, arguyendo que en la
población de Achacachi no existe la provisión de fotocopias de forma gratuita por lo que ella, tuvo
que proveer las copias y remitir el caso.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
093/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 29 a 32, concedió la tutela impetrada disponiendo que las
autoridades demandadas remitan actuados ante el tribunal de alzada, bajo los siguientes
fundamentos: a) La acción de libertad traslativa o de pronto despacho busca acelerar los trámite
judiciales y administrativos cuando existen dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de
la persona que se encuentra privada de libertad; b) El art. 251 del CPP, señala que interpuesto el
recurso de apelación las actuaciones pertinentes serán remitidas ante el superior en grado en el
término de veinticuatro horas, una vez notificadas las partes habiendo sido la última el 10 de ese
mes y año, sin que hasta la fecha de celebración de la audiencia de consideración de esta acción
tutelar se haya enviado la referida apelación; y, c) El informe de la Secretaria demandada revela
haber estado con baja médica desde el 31 de mayo al 7 de junio de igual año y acredita la remisión
de la merituada apelación al tribunal superior el 28 de similar mes y año, dicho accionar no desvirtúa
la lesión del principio de celeridad relacionado al debido proceso.
En relación a la solicitud de complementación y enmienda, la Sala Constitucional precitada, declaró
no ha lugar la misma.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Resolución de Imputación Formal C-33/18 de 20 de noviembre de 2018 emitida por el
Fiscal de Materia del departamento de La Paz, presentada el 22 de igual mes y año ante el Juzgado
Público de la Niñez y Adolescencia de Instrucción Penal Primero de Achacachi del departamento

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señalado, a denuncia de Gaby Choquehuanca Condori y Teresa Condori de Mayta contra Rufina Mayta
de Condori e Ignacio Condori Choquehuanca -accionantes-, por la presunta comisión del delito de
violencia familiar o doméstica; habiendo el Ministerio Público solicitado medidas sustitutivas a la
detención preventiva (fs. 7 a 10).
II.2. Consta baja médica otorgada por la Caja Nacional de Salud (CPS) a Elisa Roxana Conde García,
Secretaria del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Achacachi
del departamento de La Paz, desde el 31 de mayo hasta el 7 de junio de 2019, presentada el 10 de
igual mes y año (fs. 22).
II.3. A través de Nota OF. 145/2019 de 27 de idéntico mes y año, el Juez demandado, remitió el
expediente en fotocopias legalizadas en grado de apelación incidental al Auto Interlocutorio
145/2019-P de 7 de ese mes y año, ante el Presidente y Vocales de la Sala Penal de turno del Tribunal
Departamental de Justicia de dicho departamento, misma que fue recepcionada el 28 de similar mes
y año (fs. 24).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes a través de sus representantes, denuncian la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la defensa, ya que los demandados no remitieron el recurso de apelación en el
plazo previsto por el art. 251 del CPP que dispone el envío del mismo en el lapso de veinticuatro
horas ante el tribunal de alzada, habiendo transcurrido más de veinte días hábiles desde que el Auto
Interlocutorio 145/2019-P de 7 de junio fue apelado, constituyendo este acto no solo un
incumplimiento a la ley sino también a los deberes éticos, morales, constitucionales y procesales de
los prenombrados, además de su negativa de acceso al cuaderno de investigación para sacar las
respectivas copias, generándoles perjuicios.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho e innovativa
Siendo la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, un mecanismo que tutela la celeridad
de los actuados procesales cuando la libertad de las personas está comprometida; la sola
presentación de esta acción tutelar motiva en muchos casos a que las autoridades o servidores
públicos demandados resuelvan actuados pendientes de manera inmediata para que en su descargo
aleguen que la actividad pendiente fue subsanada; por ello, en su carácter reparador de este recurso
se establece la acción de libertad innovativa para que la vulneración del derecho denunciado no
quede impune. Estos extremos ampliamente desarrollados en la jurisprudencia constitucional, fueron
analizados en la SCP 0011/2014 de 3 enero, en los términos siguientes: [ La jurisprudencia
constitucional ha reiterado y consolidado que la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, a partir de un entendimiento principista, sustenta que las decisiones judiciales
vinculadas al derecho a la libertad personal deben ser tramitadas, resueltas y
efectivizadas con la mayor celeridad.
En ese sentido, «La acción de libertad traslativa o de pronto despacho, extraída de la declaración del
objeto y finalidad de la acción de libertad (art. 125 de la CPE) cuya comprensión se encuentra
recogida en las SSCCPP 0017/2012 y 0112/2012, entre otras, en razón al desarrollo que hicieron las
SSCC 1579/2004-R, 0465/2010-R y 0044/2010-R; busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del valor
libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos.
La línea jurisprudencial desarrollada y consolidada en coherencia con este tipo de acción de libertad
(traslativa o de pronto despacho), es la que señala que todo tipo de decisiones judiciales vinculadas
al derecho a la libertad personal, tienen que ser: tramitadas, resueltas (SC 0224/2004-R de 16 de
febrero) y efectivizadas (SC 0862/2005-R de 27 de julio) con la mayor celeridad» (SCP 528/2013 de
3 de mayo).

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Ahora bien, existen supuestos en los cuales posteriormente a las dilaciones indebidas y
ante la formulación de la acción de libertad, la autoridad judicial demandada resuelve
inmediatamente la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad;
sin embargo, este aspecto no elimina la posibilidad que mediante esta acción se evalúe
la actividad de la autoridad demandada, en cuanto la acción de libertad se configura
también bajo la modalidad innovativa. La misma que procede a efectos de tutelar una
situación de dilación indebida cuando ésta ya ha cesado, a efectos de no dejar en
impunidad el actuar lesivo de quien ha vulnerado el derecho a la libertad (las negrillas son
nuestras).
«Este instituto, en el desarrollo jurisprudencial constitucional de nuestro país, tiene un muy
importante antecedente en lo sostenido por la SC 0327/2004-R de 10 de marzo, que aunque no
menciona de forma expresa este tipo del entonces habeas corpus, lo identifica en su esencialidad
cuando señala que: “Del análisis de los debates parlamentarios desarrollados en el proceso de sanción
de la ley aludida, se extrae que la ratio legis del precepto aludido está en la necesidad de que el
instituto jurídico en examen brinde protección en aquellos supuestos en los que '…una autoridad legal
arbitrariamente detiene a una persona sin que haya existido causa que lo justifique y tenemos
centenares de casos, finalmente la ponen en libertad se acabó el tema, no hay protección, no hay
tutela de los derechos humanos, les digo verdaderamente, no avanzar en el texto en la forma como
está propuesta supone volver al viejo judicialismo para eso no cambiamos nada […] yo puedo
demandar a una autoridad que me ha detenido ocho días y después me ha puesto en libertad […]
ya estoy en libertad y quiero plantear el recurso de hábeas corpus para que la autoridad que ha
cometido semejante abuso, que me ha privado de derechos de alimentar a mi familia, de ver a mis
hijos, de cumplir con mi trabajo de manera arbitraria, ilegal e inconstitucional debe ser sancionada y
el recurso de hábeas corpus declarado procedente […] (Cfr. Redactor, Tomo IV, noviembre de 1997,
H. Cámara de Diputados) (…).
Consiguientemente, del contenido de los preceptos aludidos y los debates parlamentarios glosados,
se extrae de manera clara y precisa que la voluntad del legislador es que las lesiones al derecho a la
libertad encuentren protección dentro del ámbito del hábeas corpus, declarando su procedencia en
los casos en que se constate la existencia de una ilegal privación de libertad, no obstante haber
cesado la detención antes de la interposición del recurso…'.
Nuestro ordenamiento jurídico también sugiere la existencia de esta figura, cuando en el art. 68.6 de
la Ley del Tribunal constitucional Plurinacional y el propio Código Procesal Constitucional, que en su
art. 49.6, determina: 'Aun habiendo cesado las causas que originaron la Acción de Libertad, la
audiencia deberá realizarse en el día y hora señalados, a efectos de establecer las responsabilidades
que correspondan'.
Recogiendo el espíritu de ésta Sentencia Constitucional; asimismo, la construcción doctrinal del voto
disidente de 22 de julio de 2010, respecto de la SC 0451/2010-R de 28 de junio -que estableció que
la acción de libertad debe ser interpuesta cuando la lesión al derecho a la libertad existe,
caso contrario, se desnaturalizaría su esencia-, entiéndase la figura de la acción de
libertad innovativa o habeas corpus innovativo como el mecanismo procesal, por el cual
el juez constitucional asume un rol fundamental para la protección del derecho a la
libertad personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie debe realizar una declaración
sobre la efectiva existencia de lesión al derecho a la libertad física o personal, aunque la
misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la comunidad y al funcionario o persona
particular, que esa conducta es contraria al orden constitucional, en esta Sentencia
también se debe emitir una orden al funcionario o particular que lesionó el derecho en
sentido que, en el futuro, no vuelva a cometer ese acto, con relación a la misma persona
que activó la justicia constitucional o con otras que se encuentren en similares
circunstancias” (SCP 2491/2012 de 3 de diciembre)»] (las negrillas nos corresponden).
III.2. El enfoque diferencial e interseccional respecto a los derechos de las personas
adultas mayores

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Dentro del nuevo orden constitucional de derecho, las personas adultas mayores están consideradas
dentro del bloque de poblaciones en situación de vulnerabilidad; por cuanto, a partir del
reconocimiento específico de sus derechos, la justicia constitucional desarrolló jurisprudencia amplia
estableciendo un enfoque integral y diferenciado para este sector, a efectos de garantizar el ejercicio
pleno de sus derechos fundamentales. Así la SCP 0655/2018-S2 de 15 de octubre, realizó el siguiente
razonamiento: “La Constitución Política del Estado, tiene previsto dentro su Título II, Capítulo Quinto,
Sección VII, los Derechos de las Personas Adultas Mayores, señalando en su artículo 67.I que:
‘Además de los derechos reconocidos en esta Constitución, toda las personas adultas mayores
tienen derecho a una vejez digna, con calidad y calidez humana’.
Por su parte, el art. 68 del citada Ley Fundamental, refiere:
I. El Estado adoptará políticas públicas para la protección, atención, recreación, descanso y ocupación
social de las personas adultas mayores, de acuerdo con sus capacidades y posibilidades.
II. Se prohíbe y sanciona toda forma de maltrato, abandono, violencia y discriminación a
las personas adultas mayores.
Asimismo, la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores, ratificada por el Estado Plurinacional mediante Ley 872 de 21 de diciembre de
2016, en su art. 5 señala:
Los Estados Parte desarrollarán enfoques específicos en sus políticas, planes y legislaciones sobre
envejecimiento y vejez, en relación con la persona mayor en condición de vulnerabilidad y aquellas
que son víctimas de discriminación múltiple, incluidas las mujeres, las personas con discapacidad, las
personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, las personas migrantes, las
personas en situación de pobreza o marginación social, los afrodescendientes y las personas
pertenecientes a pueblos indígenas, las personas sin hogar, las personas privadas de libertad, las
personas pertenecientes a pueblos tradicionales, las personas pertenecientes a grupos étnicos,
raciales, nacionales, lingüísticos, religiosos y rurales, entre otros.
En este sentido, corresponde también referirnos al art. 13 de este Instrumento Internacional, que en
su texto indica:
La persona mayor tiene derecho a la libertad y seguridad personal, independientemente del ámbito
en el que se desenvuelva. Los Estados Parte asegurarán que la persona mayor disfrute del derecho
a la libertad y seguridad personal y que la edad en ningún caso justifique la privación o restricción
arbitrarias de su libertad.
(…)
En el marco de ambas previsiones constitucionales e internacionales, la Ley General de las Personas
Adultas Mayores en su art. 3, establece los principios de dicha norma, entre los cuales se encuentran:
1. No Discriminación. Busca prevenir y erradicar toda forma de distinción, exclusión,
restricción o preferencia que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos fundamentales y libertades de las
personas adultas mayores”.
2. Protección. Busca prevenir y erradicar la marginalidad socioeconómica y geográfica, la
intolerancia intercultural, y la violencia institucional y familiar, para garantizar el desarrollo e
incorporación de las personas adultas mayores a la sociedad con dignidad e integridad.
(…)
A partir de dichas normas, este Tribunal, en su amplia y uniforme línea jurisprudencial, ha establecido
que las personas adultas mayores son parte componente de los llamados grupos
vulnerables o de atención prioritaria; en este sentido, sus derechos están reconocidos,
otorgándoles una particular atención, considerando su situación de desventaja en la que
se encuentran frente al resto de la población; así la SCP 0112/2014-S1 de 26 de noviembre
manifiesta que el trato preferente y especial del que deben gozar los adultos mayores es

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comprensible, ‘…dado que la vejez supone la pérdida de medios de subsistencia ya sea por
el advenimiento de enfermedades y su consecuente pérdida de la salud o ya sea porque
pasan al grupo de personas inactivas económicamente, viéndose limitadas por tal motivo
en el ejercicio de sus derechos’.
Así también, es importante mencionar la SC 0989/2011-R de 22 de junio, en cuyo Fundamento
Jurídico III.1, refiere:
…La Constitución Política del Estado Plurinacional reconoce una diversidad de derechos
fundamentales, tanto individuales como colectivos, teniendo en cuenta que estas normas
fundamentales no solamente rigen las relaciones entre iguales, sino que tiene como finalidad el
proteger a los ostensiblemente más débiles -mejor conocidos en la doctrina como grupos vulnerables-
por lo que el Estado, mediante `acciones afirmativas´ busca la materialización de la igualdad (que
goza de un reconocimiento formal reconocida en los textos constitucionales y legales pero que en la
realidad no se materializa) y la equidad, por lo que se establecen políticas que dan a determinados
grupos sociales (minorías étnicas o raciales, personas discapacitadas, mujeres, menores de edad,
adultos mayores) un trato preferencial en el acceso a determinados derechos -generalmente de
naturaleza laboral- o distribución de ciertos recursos o servicios, así como acceso a determinados
bienes, con el fin de mejorarles su calidad de vida y compensarles, en algunos casos, por los perjuicios
o la discriminación y exclusión de las que fueron víctimas en el pasado.
Reiterando dicho entendimiento, la citada SCP 0112/2014-S12, señala que nuestra Norma Suprema,
consagra, garantiza y protege los derechos y garantías fundamentales inherentes a las personas de
la tercera edad, proclamando una protección especial ” (las negrillas son añadidas).
III.3. Análisis del caso concreto
Los accionantes a través de sus representantes, denuncian la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la defensa, aduciendo que los demandados no remitieron el recurso de apelación
en el plazo previsto por el art. 251 del CPP, que dispone el envío del recurso en el lapso de veinticuatro
horas ante el tribunal de apelación, habiendo transcurrido más de veinte días hábiles desde que la
Resolución fue impugnada, constituyendo este acto no solo en un incumplimiento a la ley sino
también a los deberes éticos, morales, constitucionales y procesales de los prenombrados,
generándoles perjuicios.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo precisado en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que los peticionantes de tutela fueron imputados formalmente el 22 de
noviembre de 2018, ante el Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero
de Achacachi del departamento de La Paz, a denuncia de Gaby Choquehuanca Condori y Teresa
Condori de Mayta, por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica; habiendo el
Ministerio Público solicitado medidas sustitutivas a la detención preventiva. Casi seis meses más
tarde, se celebró la audiencia de medidas cautelares habiéndoseles otorgado medidas sustitutivas a
la detención preventiva, a través del Auto Interlocutorio 145/2019-P de 7 de junio, mismo que fue
apelado por la defensa en dicho acto procesal, cuando Elisa Roxana Conde García, Secretaria del
mencionado Juzgado aún se encontraba con baja médica. Posteriormente, mediante Nota OF.
145/2019 de 27 de ese mes y año, el Juez de la causa remitió el expediente en fotocopias legalizadas
en grado de apelación incidental del Auto Interlocutorio precitado, ante el Presidente y Vocales de la
Sala Penal de turno del Tribunal Departamental de Justicia del referido departamento.
Ahora bien, los impetrantes de tutela alegaron la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso y a la defensa, producto de la omisión de remisión del recurso de apelación al tribunal de
alzada en el plazo de veinticuatro horas tal como prevé el art. 251 del CPP, dilación en la que
incurrieron los demandados. De ello, es preciso establecer que si bien los accionantes no se
encuentran con la medida extrema de la detención preventiva, sino una libertad limitada como es la
detención domiciliaria que en el fondo acaba siendo una forma de privación de libertad y otros
condicionamientos imprescindibles para mantener esa situación jurídica; existe a la vez una apelación

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en curso que no fue tramitada en los plazos previstos por ley, habiendo una diferencia considerable
entre el plazo de veinticuatro horas previsto por ley -arguyendo la falta de provisión de fotocopias-,
a más de veinte días en los que se dio cumplimiento a la remisión de obrados al tribunal de alzada.
Finalmente el día en que se interpuso la presente acción tutelar, el caso recién fue enviado al superior
en grado.
En este contexto, es posible valorar los presupuestos concurrentes de la acción de libertad, en el
marco de lo establecido en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, referidos a la acción de libertad traslativa o de pronto despacho que garantiza
precisamente la celeridad de los trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones fuera
del marco normativo en la resolución de la situación jurídica de personas que se encuentran privadas
de libertad; advirtiéndose en el caso concreto, que efectivamente el derecho a la libertad se encuentra
comprometido y los plazos otorgados para el trámite del recurso de apelación sobreabundantemente
vencidos, mismos que a pesar de las justificaciones alegadas tanto por el Juez como por la Secretaria
del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Achacachi del
departamento de La Paz, no reparan la conculcación del principio de celeridad con que deben ser
tramitados todos los actuados procesales, más aún cuando la libertad de los impetrantes de tutela
se encuentra de por medio.
Por otro lado, las autoridades jurisdiccionales, tampoco consideraron los preceptos constitucionales
del trato diferenciado o preferente que debe aplicarse a grupos vulnerables como son las personas
adultas mayores, tomando en cuenta su situación de desventaja, dado que la vejez supone la pérdida
de medios de subsistencia, ya sea por el advenimiento de enfermedades y su consecuente pérdida
de la salud o dificultades económicas por su situación de inactividad, viéndose limitadas en el ejercicio
de sus derechos, tal como glosa el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución.
En ese contexto, esta acción de defensa se constituye en el medio idóneo para tutelar el derecho al
debido proceso respecto a la celeridad vinculada con la acción de libertad de pronto despacho e
innovativa, ya que al haberse resuelto el acto vulneratorio producto de la activación de la justicia
constitucional, no repara ni subsana el perjuicio ocasionado ni la lesión consumada, debiendo el juez
constitucional cumplir su rol protector del derecho a la libertad pronunciándose sobre la efectiva
existencia o no de la transgresión al derecho a la libertad física o personal, aunque la misma hubiera
desaparecido como en el caso presente para advertir a los demandados sobre la omisión incurrida
que debe prevenirse en adelante; consiguientemente, corresponde conceder la tutela impetrada con
relación al debido proceso que tiene una vinculación directa con el derecho a la libertad.
Con relación a la condenación de costas solicitada por los impetrantes de tutela, considerando la
dilación indebida sufrida por un tiempo prolongado, los costos que implica el patrocinio legal en la
interposición de un recurso constitucional y la edad avanzada de los agraviados -Ignacio Condori
Choquehuanca de 66 años y Rufina Mayta de Condori de 70 años-, en el marco de lo establecido por
el art. 39 del Código Procesal Constitucional (CPCo) referente a los indicios de responsabilidad y
repetición, es prudente conceder las costas pedidas.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 093/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 29 a 32, pronunciada
por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, conforme a los argumentos de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, con costas verificables en ejecución de sentencia.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. .MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0697/2019-S3


Sucre, 4 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29743-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 07/2016 de 27 de junio de 2019, cursante de fs. 27 a 28, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Guillermo Boris Quintela Baldelomar contra
Rosmery Lourdes Pabón Chávez y Margot Pérez Montaño, Vocales de la Sala Penal
Segunda y Tercera respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 26 de junio de 2019, cursante de fs. 7 a 11, el accionante, expresó los
siguientes argumentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público, por la presunta comisión del delito de
lesiones gravísimas, en audiencia de medidas cautelares se dispuso su detención preventiva, por lo
cual interpuso recurso de apelación incidental y las demandadas emitieron el Auto de Vista 221/2019
de 19 de junio, confirmando el fallo de primera instancia.
Las demandadas: a) No corrigieron el agravio cometido por la Jueza a quo de no exigir que sea la
víctima o el Ministerio Público, quienes debían demostrar la concurrencia del riesgo procesal de fuga;
b) Tampoco explicaron cuál es el peligro procesal que se presenta y mantuvieron la lógica que debía
ser el imputado quien acredite la inexistencia de los mismos; c) Nunca determinaron las
circunstancias de hecho que le permitían sostener la existencia del riesgo procesal ni tampoco
indicaron el por qué la medida cautelar impuesta permitiría contrarrestar el riesgo procesal; y, d) No
dieron cumplimiento a la SCP 0276/2018-S2 de 25 de junio en cuanto a lo referido a que era la
víctima o el Ministerio Público quienes debían demostrar la subsistencia del peligro de obstaculización
y su decisión se basó contrariando al principio de legalidad y presunción de inocencia.
El Auto de Vista cuestionado no resolvió los agravios, invirtió la carga de la prueba, presumió su
culpabilidad y no determinó la finalidad de la medida cautelar con relación a los riesgos procesales,
no estando motivado ni fundamentado.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante estimó lesionados sus derechos al debido proceso, a la presunción de inocencia y a la
defensa, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, para proteger su derecho a la libertad física conculcado por un indebido
procesamiento a través de resoluciones dictadas sin fundamentación ni motivación, pidiendo: “…SE
DEJE SIN EFECTO LA RESOLUCIÓN No 221/2019 de 19 de junio DE 2019 Y SE ORDENE
QUE EN EL PLAZO MÁXIMO DE 24 HORAS, SE DICTE NUEVA RESOLUCIÓN EN LA CUAL SE
ORDENE RESOLVER TODOS LOS AGRAVIOS ARGUMENTADOS, RESOLVER EN BASE A LOS
PRINCIPIOS DE RAZONABILIDAD, LÓGICA, RACIONALIDAD Y PROPORCIONALIDAD, SE
PROHIBA LA INVERSIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA PARA CONSIDERAR LOS RIESGOS
PROCESALES, Y SE PROHIBA ADEMÁS SOSTENER SU RESOLUCIÓN EN BASE A
CONJETURAS O MERAS SUPOSICIONES, DETERMINANDO CON CLARIDAD LAS

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 473


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CIRCUNSTANCIAS DEL HECHO EN CUÁNTO A LUGAR, FORMA, MODO Y TIEMPO DE LA


COMISIÓN DEL SUPUESTO HECHO DELICTIVO” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 27 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 23 a 26
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado reiteró in extenso los términos de su memorial de acción
de libertad presentado.
I.2.2. Informe de las demandadas
Rosmery Lourdes Pabón Chávez y Margot Pérez Montaño, Vocales de la Sala Penal Segunda y Tercera
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por informe escrito presentado
el 27 de junio de 2019, cursante de fs. 17 a 18 vta., señalaron que: 1) Respecto al no
pronunciamiento sobre el agravio de inexistencia de probabilidad de autoría como requisito de la
detención preventiva, respondieron a los agravios de la parte imputada, ahora accionante, tomando
en cuenta que al momento de efectuarse las medidas cautelares solo se requieren indicios y no
prueba plena, sobre la probable participación del impetrante de tutela y si ahora el Juez a quo y el
Tribunal de alzada determinan su no participación, sería anticiparse a la investigación y de esta
manera invadir la competencia del fiscal en la investigación; 2) El solicitante de tutela alegó con
relación a los riesgos procesales que se invirtió la carga de la prueba y que es la parte querellante y
el representante del Ministerio Público quienes deben demostrar los riesgos de fuga refiriendo a la
SCP 0276/2018-S2 y que los mismos no deben estar en base a probabilidades; es así, que el
fundamento expuesto no señaló como se habría vulnerado algún derecho fundamental; el art. 398
del Código de Procedimiento Penal (CPP) limita la competencia del Tribunal de alzada, dictándose
una resolución que contiene fundamentación y motivación, efectuando un análisis integral de los
presupuestos de la detención preventiva; 3) Las medidas cautelares se caracterizan por su
temporalidad y variabilidad, no causan estado, el accionante conforme al art. 250 del Código Adjetivo
Penal, puede solicitar nuevamente la cesación de su detención preventiva con los argumentos que
se expone en la acción de libertad; y, 4) El prenombrado “…sin evidenciar la Resolución No 288/2019
señala el núm. 1 del art. 235 cuando esta habría sido desvirtuada por el juez a-quo, aspecto que ha
sido considerado por este Tribunal de Alzada, por lo que el mismo no debe ser considerado. Respecto
al art. 235.2 del Código de Procedimiento Penal si bien señala que este Tribunal de Alzada habría
omitido fundamentar dicho riesgo procesal, sin embargo del Auto de Vista N° 221/2019 en el punto
6° se señala de manera objetiva y fundamentada respecto a que este riesgo procesal efectivamente
se encontrar[í]a latente por las razones expresamente citadas en el mismo, por lo que no existiría
ninguna vulneraci[ó]n al debido proceso y al pri[nci]pio de legalidad” (sic).
I.2.3. Resolución
El Juez de Ejecución Penal Segundo del departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías,
por Resolución 07/2016 de 27 de junio de 2019, cursante de fs. 27 a 28, denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: i) Los agravios de la apelación incidental respecto a la probabilidad
de autoría, fueron considerados por el Tribunal de alzada refiriéndose en concreto al art. 233.1 del
CPP, sustentando su pronunciamiento en los hechos contenidos en el informe de intervención policial
preventiva; ii) Respecto al art. 234.10 del aludido Código, el Auto de Vista 221/2019, analizó cada
uno de los presupuestos e indicios para determinar que existe un peligro efectivo para la sociedad o
para la víctima o el denunciante, “…toda vez que existen v[í]ctimas menores de edad considerados
un grupo con mayor grado de vulnerabilidad y requieren una efectiva ponderación de sus derechos
y protección reforzada. Por lo que la conducta del imputado es suficiente indicio para configurar este
riesgo procesal” (sic); iii) Con relación al art. 235.2 del Código Adjetivo Penal, se determinó cuales
las actuaciones pendientes, como ser las declaraciones de los menores involucrados a través de
pericias psicológicas o cámaras Gessel, estando latente el riesgo que el imputado influya
negativamente sobre los partícipes, testigos o peritos para que informen falsamente o se comporten

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de manera reticente; y, iv) El impetrante de tutela frente a la Resolución que resolvía la medida
cautelar, no agotó todos los medios de defensa establecidos en la norma procesal -art. 125 del CPP-
.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente.
II.1. Consta acta de audiencia pública de apelación sobre medida cautelar de carácter personal de
3 de junio de 2019 (fs. 19 a 22 vta.).
II.2. Por Auto de Vista 221/2019 de 19 de junio, las demandadas dispusieron la admisibilidad de la
apelación interpuesta por estar dentro del plazo previsto por ley e improcedentes las cuestiones
planteadas, confirmando la Resolución 288/2019 de 5 de mayo, por subsistir los riesgos procesales
establecidos en el art. “…234. Núm. 10 en su vertiente peligro efectivo para la víctima, y 235 núm. 2
del CPP, para el imputado GUILLERMO BORIS QUINTELA BALDELOMAR, sea con las
formalidades de Ley” (sic [fs. 3 a 6]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la presunción de inocencia
y a la defensa, porque habiéndose determinado su detención preventiva, en alzada, las demandadas
emitieron el Auto de Vista 221/2019 de 19 de junio, sin fundamentación ni motivación; tampoco,
resolvieron los agravios expuestos en el recurso de apelación incidental interpuesto.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Exigencia de fundamentación y motivación de las resoluciones como componentes
del debido proceso
La SC 0752/2002-R de 25 de junio, emitida por el Tribunal Constitucional anterior precisó: “… el
derecho al debido proceso, entre su ámbito de presupuestos exige que toda resolución sea
debidamente fundamentada. Es decir, que cada autoridad que dicte una resolución debe
imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que
sustenta la parte dispositiva de la misma. Que consecuentemente cuando un juez omite la motivación
de una resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos
toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que
permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo
que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión”.
Por su parte, a través de la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, se aclaró los alcances del debido
proceso y la exigencia referida a la necesidad de fundamentar y motivar la resoluciones, "…es
necesario recordar que la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca
de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una situación jurídica,
debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también
es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el
justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las
partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que
rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Obligación del Tribunal de apelación de fundamentar y motivar la resolución que
disponga, modifique o mantenga una medida cautelar

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La SCP 0339/2012 de 18 de junio, concluyó que: “El Tribunal Constitucional, ha desarrollado amplia
jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y formalidades que debe cumplir la resolución que
disponga una medida cautelar de carácter personal de detención preventiva de un imputado y/o
imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez por la SC 0089/2010-R de 4
de mayo, sosteniendo que: '...la aplicación de una medida cautelar de carácter personal en el ámbito
procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa que, la autoridad
judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de una parte, está
obligado a verificar y determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art. 233 CPP, para
lo que deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de prueba
presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas previstas por los arts.
234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de aplicar la medida
cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios fundamentales
inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las decisiones de las autoridades
públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que se basa su
convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado a los medios
de prueba, esa fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los documentos
o la mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar los
presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes'.
En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló: '…está obligado igualmente a
dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar
de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos determinados en el art. 233 del
CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y
fundamentar su Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe
también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una
o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución
debidamente fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva'.
Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: 'Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca en
apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si
bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar,
pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo
suficientemente motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley
impone para la procedencia de esa medida cautelar'.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP”.
III.3. Análisis del caso concreto
Previamente a resolver la problemática planteada, corresponde aclarar que el presente caso se
analizará a partir del Auto de Vista 221/2019 de 19 de junio, dictado por las demandadas, que dispuso
la “…ADMISIBILIDAD de apelación interpuesta por la parte imputada por estar dentro del plazo

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de Ley, IMPROCEDENTE las cuestiones planteadas, por lo que en el fondo CONFIRMA la


Resolución Nro. 288/2019 de fecha 05 de mayo de 2019 por subsistir los riesgos procesales
establecidos en el art.; 234. Núm. 10 en su vertiente peligro efectivo para la víctima, y 235 núm. 2
del CPP, para el imputado GUILLERMO BORIS QUINTELA BALDELOMAR, sea con las
formalidades de Ley” (sic), al ser la última decisión emitida en la jurisdicción ordinaria y que en la
eventualidad de concederse la tutela, reabrirá su competencia para pronunciarse nuevamente sobre
lo resuelto por la autoridad judicial de primera instancia, en estricta observancia de la subsidiariedad
excepcional que rige la acción de libertad.
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos invocados en esta acción de defensa, puesto
que dentro del proceso penal seguido en su contra, habiéndose determinado su detención preventiva,
en alzada, las demandadas emitieron el Auto de Vista 221/2019, sin fundamentación ni motivación,
tampoco resolvieron los agravios expuestos en el recurso de apelación incidental interpuesto.
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se tiene:
Acta de audiencia pública de apelación sobre medida cautelar de carácter personal de 3
de junio de 2019 (Conclusión II.1)
En la cual el solicitante de tutela a través de su abogado expresó los siguientes agravios:
a) Errónea valoración y calificación del art. 233.1 del CPP, respecto a la probabilidad de autoría en
cuanto a los hechos que se imputan, porque la autoridad judicial de primera instancia “…en la última
parte del considerando en la que refiere a la probabilidad de autoría tiene lo siguiente y dice
textualmente cito de los antecedentes se puede establecer que se ha suscitado un hecho de lesiones
donde se tiene la participación del imputado, que durante la investigación se determinará quién fue
el que empezó esas agresiones físicas ya que por el momento como resultado de las agresiones
protagonizadas se tiene los certificados médicos forenses que son considerados documentos idóneos
para su valoración ya que los mismos se encuentran emitidos por el médico forense llamado al efecto
encontrando razonable la calificación provisional que realiza el Ministerio Público con relación al delito
de lesiones gravísimas previsto en el artículo 270 numeral quinto (…) si revisan con detalle y
detenimiento la resolución 288/2019 podrán evidencia que la labor valorativa Fundamentadora y
motivadora de la juez cautelar es únicamente hacer referencia a lo que se habría manifestado en la
audiencia dando lectura a partes específicas tanto el informe de acción directa como de las
declaraciones de los testigos y en ningún momento realiza una valoración analítica lógica o psicológica
por la cual pueda llegar a una conclusión, es más la conclusión a la que llega precisamente va a ser
una de las bases fundamentales para establecer el porqué de la falta de razonabilidad de la medida
cautelar impuesta…” (sic); pero, una hipótesis inconclusa no es suficiente para fundar una medida
cautelar como ser la detención preventiva, tal cual lo señaló la SCP “276/2018”;
b) En cuanto a la interpretación del art. 234.10 del CPP -peligro de fuga-, “…de acuerdo a los
fundamentos escuchados en la presente audiencia por la parte acusadora particular y el Ministerio
Público se considera el carácter agresivo del imputado, por ello sería un peligro efectivo para la
víctima, para la familia de la víctima ya que el denunciante habría agredido a sus hijos, asimismo
cursa en el cuaderno de investigaciones el certificado médico forense por el que se demuestra que
el imputado habría adoptado una conducta agresiva no común, ya que le habría mordido el dedo el
denunciante víctima quitándole una parte de su dedo, esta interpretación que realiza la juez cautelar
al momento de considerar que es un peligro efectivo para la víctima es absolutamente contraria a la
conclusión de la relación de los hechos en la cual no puede determinar cómo se habrían dado los
mismos y que la misma juez señala que la investigación será la que determine cómo ocurrieron los
hechos y que la juez no logra identificar cual sería el objetó en principio de la finalidad y la utilidad
de la medida cautelar…” (sic);
c) Con relación “…al peligro de obstaculización en la resolución impugnada se ha señalado que no
concurría el numeral primero del riesgo procesal puesto que no se habría acreditado medios
probatorios la posibilidad de destruir o modificar elementos de prueba, pero en cuanto al numeral 2
señala y este es el tercer agravio plenamente identificado, de acuerdo a los fundamentos expresados

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en la presente audiencia y los consignados en la resolución de imputación formal los fundamentos


expresados para el numeral 1 estarían orientados y adecuados de acuerdo a la teoría y la hipótesis
del caso que nos plantea el Ministerio Público así como las pericias de colección de indicios pero sobre
todo aquellos testigos que habrían visto el hecho además de la testigo presencial que estarían
pendientes de sus declaraciones, concluye lo siguiente los testigos que habrían presenciado el hecho
el ministerio público debe desarrollar todos los actos investigativo necesarios conducentes a
establecer la verdad de los hechos para lograr el valor de la justicia establecido en el artículo 8 de la
Constitución Política del Estado concurre este riesgo procesal, el único elemento que señala para
considerar la concurrencia de un riesgo procesal es la existencia de testigos que aún tendrían que
declarar, verán que no señala nombres, no señala ni siquiera identifica quién es la persona que tiene
declarar, pero lo que es más importante aún como es que el imputado tendría la capacidad de influir
sobre ellos puesto que tal como se ha referido no se puede basar en meras presunciones y este
hecho el señalar de que faltan por declarar testigos por lo cual concurre el peligro de obstaculización
es una afirmación por demás ilógica e irracional puesto que en todos los actos investigativos y en
todos los procesos sin exclusión alguna si se está comenzando con una investigación de hecho ya
tendría que existir este peligro procesal, por qué, porque si vamos a dar por válida la hipótesis de
que faltan actos investigativos entonces es un presupuesto que se tendría que aplicar absolutamente
todos los procesos, este elemento ha sido regulado y ha sido limitado también con referencia a la
sentencia constitucional 276/2018 (…) respecto al fundamento del numeral 2 del artículo 235 del
Código de Procedimiento Penal…” (sic); y,
d) En cuanto al deber de fundamentación y motivación de las resoluciones, considera como un cuarto
agravio, el no haber señalado cuál el alcance de la medida cautelar -detención preventiva- para el
impetrante de tutela, es una restricción que no solamente involucra un exceso por parte de la
autoridad jurisdiccional sino una violación al carácter restrictivo previsto en el art. 222 del CPP.
Auto de Vista 221/2019 (Conclusión II.2)
Por el cual las demandadas dispusieron la admisibilidad de la apelación interpuesta por estar dentro
del plazo previsto por ley e improcedentes las cuestiones planteadas, confirmando la Resolución
288/2019 de 5 de mayo, por subsistir los riesgos procesales establecidos en el art. “…234. Núm. 10
en su vertiente peligro efectivo para la víctima, y 235 núm. 2 del CPP, para el imputado GUILLERMO
BORIS QUINTELA BALDELOMAR, sea con las formalidades de Ley” (sic), conforme al siguiente
razonamiento:
1) Para aplicar la medida cautelar de carácter restrictivo a la libertad, se debe cumplir con los
presupuestos establecidos en el art. 233.1 y 2 del CPP y su imposición debe producirse únicamente
por la necesidad verificada en caso de que el imputado no se someterá a proceso u obstaculizará la
averiguación de la verdad;
2) El Tribunal de alzada no revalorizará la prueba, está únicamente para verificar la ponderación en
la resolución que se efectuó en función a prueba presentadas en la audiencia de aplicación de
medidas cautelares;
3) En cuanto al cuestionado art. 233.1 del citado Código, la Jueza a quo efectuó una relación de los
hechos respecto de lo que cursa en el cuaderno de investigaciones; por otro lado, señaló la existencia
de actas de declaraciones, ficha de registro de antecedentes, declaraciones testificales y otros
indicios, por lo cual realizó una descripción de los hechos conforme la imputación formal,
manifestando que se tiene por acreditada la probabilidad de autoría, “…extremos que son
corroborados con la imputación formal, toda vez que para acreditar la existencia de la probabilidad
de autoría solo se requiere de indicios que hagan ver que con probabilidad el imputado este inmersa
su conducta en el hecho ilícito que está en fase de investigación y será el representante del Ministerio
Publico quien averigüe la verdad histórica de los hechos, considerando que la calificación del delito
es provisional, en ese entendido la Juez A Quo realiza una valoración analítica, fáctica jurídica, por lo
que este Tribunal de Alzada considera que existe la probabilidad de autoría” (sic);

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4) Respecto del art. 234.10 del CPP, la defensa manifestó que la Jueza de primera instancia señaló
que el imputado -ahora accionante- tendría un carácter agresivo y que por ello sería un peligro
efectivo para la víctima y su familia, por la agresión a sus hijos; de esta forma, este extremo es
evidente; toda vez que, existen víctimas menores de edad que están en un grupo de vulnerabilidad,
protegidos por la Constitución Política del Estado, “…existiendo una protección reforzada por la Ley
548, asimismo al existir un certificado médico forense del menor S.B.S. de 16 años de edad
(incapacidad médico legal de 5 días) y del menor O. R.S. de 14 años de edad donde se determina 4
días de incapacidad, en ese contexto los órganos jurisdiccionales tenemos la obligación de hacer
efectivo los derechos humanos basados en la CPE., haciendo una ponderación, el derecho a la vida,
el derecho a la seguridad de la víctima y el derecho a la libertad del imputado; si hacemos una
ponderación de los derechos, cual prevalecería obviamente el derecho a la vida, asimismo no es
conducta norma de un ser humano morder un dedo hasta cercenar parte del mismo de ser así es
calificada como una conducta agresiva contra la víctima como lo hizo la Juez a-quo y para la medida
cautelar no es necesario una pericia para establecer si ese momento del hecho estaba o no agresivo
el apelante y esa agresividad fue también contra la familia de la víctima en este caso [los] hijos,
exceso es pedir al juez que solicite al Ministerio Público una pericia en 24 horas de conocido el hecho,
entonces este Tribunal de Alzada considera que este riesgo procesal con relación a la víctima y a los
menores aún persiste, con establecer peligro para la víctima y los dos menores de edad” (sic);
5) Con relación al art. 235.2 del CPP, la Jueza a quo señaló que estaría pendiente las declaraciones
de los menores de edad, ya sea a través de pericias psicológicas o cámara Gessel, si es verdad o no
que el solicitante de tutela agredió a estos, cómo logró desprender una parte del dedo de la víctima,
“…el Ministerio P[ú]blico debe desarrollar todos los actos investigativos necesarios conducentes para
establecer la verdad histórica de los hechos, asimismo se manifiesta en la imputación formal que
existirían personas que resultarían ser testigo que presenciaron el hecho así como los menores de
edad, quienés también se constituyen en testigos, los oficiales de la policía boliviana que procedieron
a realizar la intervención policial preventiva de acción directa, de prosperar las investigaciones podrían
ser llamados para que testifiquen en la instancia correspondiente, en ese sentido este Tribunal de
Alzada comparte con esta fundamentación fáctica jurídica, estableciendo que el art. 235 núm. 2 del
C.P.P., se encontraría latente, porque el imputando estando en libertad podría influir negativamente
sobre testigos o peritos a objeto que informen falsamente o se comporten de manera reticente” (sic);
y,
6) “…Con relación al art. 7, 221 y 222 del C.P.P. señala la defensa que una medida cautelar no se
impone por solicitud de una parte ya sea el Ministerio P[ú]blico o el denunciante o víctima, se impone
cuando existe una necesidad razonable para su imposición. Al respecto se evidencia que la juez a
quo en la resolución que hoy es objeto de apelación ha fundamentado y motivado las razones por
las cuales considera que procede la detención preventiva del imputado al existir los requisitos
establecidos en el artículo 233 en sus numerales 1 y 2, así como los riesgos de fuga y obstaculización
contemplados en el artículo 234 numeral 10 y 235 numeral 2 del C.P.P, existiendo proporcionalidad,
logicidad y razonabilidad en la decisión asumida dentro la presente causa que es objeto de
investigación y que la misma aún esta en fase de investigación para llegar a la verdad histórica de
los hechos.
Que, en el presente caso la línea jurisprudencial establecida por el Tribunal Constitucional plasmada
en la Sentencia Constitucional 276/2018 ha establecido que la medida cautelar de detención
preventiva que importa la afectación del derecho a la libertad del imputado, debe ser dispuesta por
la autoridad judicial competente, previa verificación de los requisitos establecidos por Ley, haciendo
un análisis integral de las circunstancias y que no operaria en forma automática, ante la existencia
de probabilidad de autoría, riesgo efectivo para la víctima o denunciante y peligro de obstaculización
establecidos en los arts., 233 1 y 2 peligro de fuga, 234 núm. 10, y 235 núm. 2 Peligro de
obstaculización, todos del Código de Procedimiento Penal, la Juez ha justificado la necesidad y
finalidad para que se disponga la extrema medida como es la medida de Detención Preventiva, bajo
esa fundamentación fáctica jurídica se determina que el ahora imputado aun continúe con la
detención preventiva” (sic).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 479


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En el caso que nos ocupa, se advierte que las Vocales demandadas decidieron confirmar la Resolución
288/2019 -que determinó la detención preventiva del impetrante de tutela-, disponiendo la
admisibilidad de la apelación interpuesta por estar dentro del plazo previsto por ley e improcedentes
las cuestiones planteadas, confirmando dicho fallo, por subsistir los riesgos procesales establecidos
en el art. “…234. Núm. 10 en su vertiente peligro efectivo para la víctima, y 235 núm. 2 del CPP,
para el imputado GUILLERMO BORIS QUINTELA BALDELOMAR, sea con las formalidades de
Ley” (sic), a través de un fallo que resolvió la situación jurídica exponiendo los motivos y
razonamientos que sustentan la decisión, mostrando de forma clara las razones conducentes a la
determinación asumida, advirtiéndose la existencia de una estructura de forma y fondo que hace
comprensibles los fundamentos, considerando los elementos fácticos del caso, la compulsa de la
documental y el análisis jurídico pertinente para determinar la existencia de elementos de convicción
suficientes que permiten sostener el fallo.
Por lo mencionado, se concluye que el Auto de Vista 221/2019 contiene una suficiente explicación de
razones y exposición de motivos que sustentan la decisión de confirmar la detención preventiva del
solicitante de tutela, no siendo evidente lo alegado por este en la interposición de la presente acción
de defensa, por cuanto se explicó razonablemente por qué subsisten los riesgos procesales incursos
en los arts. 234.10 y 235.2 del CPP; de esta forma, la Resolución cuestionada al estar debidamente
fundamentada no provocó lesión en los derechos alegados como vulnerados.
En consecuencia, se establece que el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada,
realizó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 07/2016 de 27 de junio de 2019, cursante de fs. 27
a 28, pronunciada por el Juez de Ejecución Penal Segundo del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos precedentes.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 480


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0698/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29411-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 085/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 231 vta. a 234 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Roberto Carlos Mérida Viscarra
contra Gonzalo Alcón Aliaga, Presidente; Dolka Vanessa Gómez Espada y Omar Michel
Durán, Consejeros; y, Vicente Remberto Cuéllar Téllez y Juan Luis Miranda Velásquez, ex
y actual Director Nacional de Recursos Humanos (RR.HH.) respectivamente, todos del
Consejo de la Magistratura.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 4 y 29 de abril de 2019, cursantes a fs. 1, 126 a 135 vta. y 138 a 143
vta., el accionante refirió que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Desempeñó el cargo de Juez Técnico del Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento
de La Paz desde el 30 de julio de 2015, habiendo sido designado mediante Memorándum CM-
DIR.NAL.RR.HH. - J-263/2015 de igual fecha por Acuerdo “082/2015” del Pleno del Consejo de la
Magistratura, con el Ítem 845 siendo incluido en la planilla de personal permanente del Órgano
Judicial del mencionado Distrito, puesto que ejerció normalmente; empero, sin que medie proceso
alguno, por Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018 de 14 de noviembre, según Acuerdo
125/2018 de la misma fecha, fue cesado en sus funciones.
Ante este hecho, el 28 del citado mes y año informó al ex Director Nacional de RR.HH. del Consejo
de la Magistratura que sería progenitor, situación que hizo conocer también en el recurso de
revocatoria que interpuso contra el Memorándum de cese de funciones mediante memorial de
ampliación de igual fecha, señalando que la situación de embarazo de su pareja encontraba
protección en el art. 48 de la Constitución Política del Estado (CPE) y que el Decreto Supremo (DS)
“12/09” -lo correcto 2 de febrero de 2009- previene la inamovilidad hasta que su hijo no nato cumpla
un año de edad; por lo que, el Memoradum impugnado era ilegal y vulneratorio de sus derechos; sin
embargo, el prenombrado, emitió la Resolución RR/ DNRH 016/2018 de 28 de noviembre, sin
pronunciarse al respecto y desestimando el mismo al considerar que fue presentado de forma
extemporánea; por lo que, el 17 de diciembre de igual año interpuso recurso jerárquico a efectos de
que el Pleno del Consejo de la Magistratura se pronuncie, sin que “…hasta la fecha…” (sic) haya
merecido respuesta; por tanto, el “…NO PRONUNCIAMIENTO…” (sic) de las autoridades
demandadas, vulneró sus derechos constitucionales.
Solicitó la aplicación de la excepción al principio de subsidiariedad que exige el art. 129.I de la CPE,
toda vez que conforme a la jurisprudencia constitucional el agotamiento de la vía administrativa no
es exigible en los casos de inamovilidad laboral del padre o madre progenitor.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció como lesionados sus derechos a la vida, a la salud, a la seguridad social, al
trabajo y a la estabilidad laboral por paternidad, citando al efecto los arts. 15.I, 18.I, 35, 46.I y II y
48 y 49.II y III de la CPE; 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); 1 de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; 4 de la Convención Americana sobre

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Derechos Humanos (CADH); 6 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y,
12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo dejar sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-
894/2018, ordenando al Consejo de la Magistratura proceda a la inmediata reincorporación a su
fuente laboral en el mismo cargo que ocupaba al momento del cese de sus funciones, así como al
pago de sus salarios devengados y demás derechos sociales.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 10 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 225 a
230, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogada ratificó y reiteró el contenido de la acción de amparo
constitucional presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Gonzalo Alcón Aliaga, Presidente; Dolka Vanessa Gómez Espada y Omar Michel Durán, Consejeros;
y, Juan Luis Miranda Velásquez, Director Nacional de RR.HH., todos del Consejo de la Magistratura,
a través de sus representantes, mediante informe escrito presentado el 9 de mayo de 2019, cursante
de fs. 152 a 157 vta. y en audiencia, manifestaron: a) El accionante era funcionario transitorio o
provisorio jurisdiccional, no formaba parte de la carrera judicial ni administrativa, así evidenció del
Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-263/2015, además que todos los funcionarios del Órgano
Judicial son transitorios por disposición de las Leyes transitorias 003 de 13 de febrero de 2010, 040
de 1 de septiembre de 2010 y 212 de 23 de diciembre de 2011; por ende al tener esa calidad, no
goza de los derechos a la carrera administrativa y su estabilidad, en aplicación del art. 7 con relación
al 71 del Estatuto del Funcionario Público (EFP); y, b) Las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0061/2014-S3 de 20 de octubre, 0499/2016-S2 de 13 de mayo, 0953/2017-S1 de 28 de agosto,
1025/2017-S1 de 11 de septiembre y 0051/2018-S3 de 15 de marzo, entre otras, refiriéndose a la
transitoriedad del personal jurisdiccional de apoyo judicial y administrativo del Órgano Judicial,
sentaron el precedente legal normativo, y hallan su carácter coercible y vinculatoriedad justamente
en el hecho que el impetrante de tutela no cuenta con estabilidad e inamovilidad laboral por la calidad
antes mencionada tal como sostuvo la frondosa línea jurisprudencial constitucional que resulta
vinculante y de cumplimiento obligatorio por el poder político, legisladores, autoridades, tribunales y
particulares; por lo que, pidieron se deniegue la tutela impetrada.
Vicente Remberto Cuéllar Téllez, ex Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la Magistratura, no
presentó informe alguno ni asistió a la audiencia de consideración, pese a su notificación cursante a
fs. 182.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Gabriela Silvia Tórrez Calderón, por memorial presentado el 10 de mayo de 2019, cursante de fs. 185
a 188, expresó: 1) Se allanó totalmente a la acción de amparo constitucional activada por el padre
de su hija, debido a que no cuenta con trabajo, ni mucho menos seguro médico, del que se le privó
al cesar en sus funciones al accionante pese a que se encontraba protegido por ley con estabilidad
laboral como progenitor hasta que la menor cumpla un año de edad; 2) El art. 48 de la CPE en
concordancia con los Decretos Supremos (DS) “012” y “496” protegen la estabilidad laboral del padre
y madre progenitores; y, 3) Los derechos a la vida, salud, trabajo, estabilidad laboral y seguridad
social obligan al Estado a inhibirse de realizar actos que los vulneren y a crear mecanismos y
condiciones necesarias para su respeto y protección; están resguardados por la Constitución Política
del Estado y los instrumentos internacionales, y el no pronunciamiento del Consejo de la Magistratura,
así como de la Dirección Nacional de RR.HH. de esta entidad, a la solicitud del impetrante de tutela
vulneraron los mismos; por lo que, pidió sean restituidos por la vía de la acción de amparo
constitucional.

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I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante
Resolución 085/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 231 a 234 vta., denegó en parte la tutela
impetrada en relación a la petición de reincorporación y dejar sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL.
RR.HH. - J-084/2018, disponiendo no “ha lugar” a la reincorporación a su fuente de trabajo; y,
concedió la tutela respecto al derecho a la seguridad social en virtud a los derechos que le asisten
al “…hoy nacido…”(sic), determinando por el principio de razonabilidad, que el Consejo de la
Magistratura gestione los beneficios que hacen a la seguridad social -lactancia y natalidad-; con los
siguientes fundamentos: i) En el marco de los arts. 233 de la CPE, 2 de la Ley 040 y 6 de la Ley 212,
evidenció que la designación del accionante en el cargo de Juez Técnico del Tribunal de Sentencia
Décimo de la Capital del precitado departamento, se efectuó dentro del periodo de transitoriedad de
los cargos del ahora Órgano Judicial, en mérito a ello, el mencionado Memorándum emergió del
Acuerdo 125/2018, lo cual, no se traduce en un acto lesivo que suprima derechos del peticionante
de tutela puesto que el citado Acuerdo tiene sustento en el análisis efectuado por el Tribunal
Constitucional Plurinacional que definió y determinó el carácter de la apuntada transitoriedad; por
consiguiente, no le asiste el derecho de la inamovilidad laboral independientemente de su condición
de padre progenitor; ii) Por mandato del art. 203 de la CPE, se asumió la decisión jurisprudencial de
la SCP 0350/2018-S3 de 27 de agosto, en función al derecho del nasciturus, que en el caso concreto
según las pruebas aportadas hacen referencia a un embarazo de treinta y dos semanas y cinco días
-documentación que es valorada en base a los principios de inmediación y verdad material y que no
fue rebatida en la presente acción tutelar-, es decir, tuvo su inicio cuando el prenombrado aún tenía
una relación laboral con el Consejo de la Magistratura; y, iii) Concluyó que respecto a la pretensión
principal, las autoridades demandadas a tiempo de emitir la decisión traducida en el Acuerdo
125/2018 y el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018, no vulneraron los derechos a la
inamovilidad y estabilidad laboral, tampoco se evidenció que pusieron en riesgo la salud o la vida del
nacido vivo, correspondiendo conceder la tutela al derecho a la seguridad social y todas sus
emergencias que le asisten al aludido menor de edad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Se tiene Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-263/2015 de 30 de julio, de “DESIGNACIÓN”
(sic), por el que se puso en conocimiento de Roberto Carlos Mérida Viscarra -ahora accionante- que
conforme a lo establecido por los arts. 183.IV inc. 2) de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) y 6.I de la
Ley 212, el Pleno del Consejo de la Magistratura mediante Acuerdo “082/2015” determinó designarle
en el cargo de Juez Técnico del Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento de La
Paz, en mérito a la previsión contenida en el art. 52 inc. 6) de la LOJ (fs. 3).
II.2. Por Acuerdo 125/2018 de 14 de noviembre, el Pleno del Consejo de la Magistratura acordó
agradecer las funciones de dos jueces de la Capital del departamento de La Paz, entre ellos al
peticionante de tutela (fs. 7 a 11).
II.3. En cumplimiento al Acuerdo referido supra, se emitió el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. -
J-084/2018 de 14 de noviembre, con la referencia “…CESACIÓN DE FUNCIONES” (sic), mediante
el cual el Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la Magistratura hizo conocer al impetrante de
tutela que en cumplimiento a la determinación del Acuerdo 125/2018 del Pleno de dicha entidad, se
dispuso el cese del cargo que fue designado (fs. 12).
II.4. Por memorial presentado el 22 del señalado mes y año, dirigido al Director Nacional de RR.HH.
del Consejo de la Magistratura, el accionante y otra, interpusieron recurso de revocatoria contra sus
respectivos Memorándums de cese de funciones, el mismo que ampliaron por escrito de 28 del mismo
mes y año, alegando cada uno su condición de progenitores (fs. 59 a 67).
II.5. Cursan Inscripción de Reconocimiento de hijo concebido, Certificado Médico y Ecografía
Obstétrica de “Gabriela Tórrez Calderón” de 16 y 27 de noviembre de 2018, que dan cuenta de un
embarazo de alto riesgo de catorce y trece semanas, respectivamente; e, Informe Ecográfico de la

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precitada, de 27 de marzo de 2019 con diagnóstico de treinta y dos semanas de embarazo (fs. 78 a
82).
II.6. Mediante Resolución RR/ DNRH 016/2018 de 28 de noviembre, el ex Director Nacional de
RR.HH. del Consejo de la Magistratura, resolvió “DESESTIMAR” (sic) dicho recurso, toda vez que
concluyó que fue presentado de forma extemporánea conforme a lo dispuesto por el Reglamento de
Procedimiento Administrativo para la Sustanciación de los Recursos de Revocatoria y Jerárquicos del
Órgano Judicial, aprobado por Acuerdo 042/2018 de 10 de mayo (fs. 69 a 72).
II.7. Cursa memorial de recurso jerárquico presentado el 17 de diciembre de 2018, por el impetrante
de tutela y otra, dirigido al Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la Magistratura (fs. 32 a 37).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la vida, a la salud, a la seguridad social, al
trabajo y a la estabilidad laboral por paternidad; toda vez que, fue removido de su cargo mediante
la emisión del Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018 de 14 de noviembre, en cumplimiento
del Acuerdo 125/2018 de igual fecha, decisión que objetó a través de recurso de revocatoria haciendo
conocer que gozaba de inamovilidad laboral en su condición de progenitor, situación que no fue
considerada en la Resolución RR/ DNRH 016/2018 de 28 del citado mes, que resolvió
“DESESTIMAR” (sic) el mismo, y que el recurso jerárquico que interpuso no fue contestado hasta
la fecha de presentación de esta acción tutelar.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la transitoriedad de los cargos judiciales
La SCP 0543/2018-S3 de 27 de agosto, citando la SCP 0499/2016-S2 de 13 de mayo, a tiempo de
reconducir los razonamientos desarrollados en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0504/2015-S1 de 1 de junio y 0832/2015-S3 de 17 de agosto, estableció que: “…el escalafón judicial
no es un aspecto administrativo independiente; sino, por imperio de la Ley ‘forma parte del
subsistema de evaluación y permanencia’, pero para las nuevas autoridades, no para las
actuales dado que todas están regidas por la transitoriedad de todos los cargos, en otras palabras,
con la finalidad de que las reglas estén claras para la selección de nuevas autoridades, pero en ningún
momento se ha dispuesto que producto de una evaluación de cada caso se tenga que disponer cuáles
cargos se convocan, pues todos sin excepción alguna por mandato legal SON TRANSITORIOS.
(…)
'…Debe entenderse que, la citada revisión del escalafón judicial, responde precisamente, al periodo
de transición inter-orgánico de la nueva estructura judicial instituida en la Norma Suprema; por ende,
todos los vocales se encuentran en funciones de manera transitoria, hasta la
implementación total del nuevo Órgano Judicial, de acuerdo a las disposiciones legales pertinentes al
caso; razón por la que, precisamente, emerge de la transitoriedad en la que se ven cumpliendo
labores los servidores judiciales descritos, la Disposición Transitoria Cuarta de la LOJ, dispuso que
éstos persistan en sus funciones, hasta la designación de las nuevas y nuevos servidores públicos,
pudiendo en todo caso, participar los mismos, en los procesos de selección y designación que lleven
adelante el Consejo de la Magistratura y el Tribunal Supremo de Justicia, en el marco de sus
atribuciones’.
En consecuencia, del análisis de la parte resolutiva y los Fundamentos Jurídicos de la SCP
0504/2015-S1 se tiene que no es evidente que dicha Sentencia Constitucional Plurinacional hubiera
determinado el incumplimiento de la Disposición Transitoria Sexta de la Constitución Política del
Estado por parte del Consejo de la Magistratura, al contrario dejó en claro que todos los vocales,
jueces y servidores de apoyo jurisdiccional y administrativo son transitorios, por ende, mal
podrían exigir previamente la revisión de su carpeta como un condicionamiento previo para lanzar
cualquier convocatoria, cuando en virtud de la Ley, del soberano, no gozan de inamovilidad, y
únicamente están ejerciendo el cargo hasta la designación de los nuevos Vocales, jueces y servidores,

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y que reconociendo su experiencia, la misma ley le da la posibilidad de presentarse a las


convocatorias, conforme a las normas y procedimientos establecidos al efecto.
(…)
…ni la norma legal especial, la Ley del Órgano Judicial, señalan que previo a convocar los
cargos necesariamente se deba revisar cada carpeta o file de los vocales, jueces o
servidores, de manera individual o personal, como equivocadamente pretende el accionante .
(…)
‘su permanencia en esas funciones está garantizada hasta el momento de la designación
de las nuevas autoridades; razón por la cual, éste Tribunal, no advierte lesión alguna a los
mencionados derechos, más aún, cuando las propias normas que establecen su condición de
funcionarios transitorios, de manera expresa establecen la posibilidad de que éstos puedan participar
en los procesos de selección y designación para dichos cargos’.
(…)
…SE RECONDUCE el criterio de la SCP 382/2015-S3 a la SCP 0504/2015-S1 y a la presente
Resolución; debiendo tenerse en adelante, como ÚLTIMO CRITERIO UNIFICADO Y
VINCULANTE la siguiente sub-regla; en sentido que:
· El Consejo de la Magistratura tiene la facultad constitucional y legal de emitir
Convocatorias públicas para todos los cargos de Vocales, jueces y servidores
jurisdiccionales y administrativos, actuales y de nueva creación, acéfalos o no; sin
necesidad de procedimiento previo, ni notificación alguna a quienes actualmente están ejerciendo
dichos cargos o funciones, dado que todos por mandato legal, sin exclusión alguna han dejado de
pertenecer a la carrera judicial y han pasado a ser transitorios.
· Al no gozar de periodicidad ni inamovilidad, tampoco corresponde la revisión de sus carpetas
o archivos de manera personal o individual con carácter previo a cualquier convocatoria
pública, dado que la revisión del escalafón judicial prevista en la Disposición Transitoria Sexta de la
Constitución Política del Estado, no es aplicable para quienes están actualmente ejerciendo
cargos, debido precisamente a la transitoriedad” (las negrillas y subrayado pertenecen al texto
original).
III.2. Subsistencia de prestaciones a favor del niño o niña menor de un año
La SCP 0562/2017-S2 de 5 de junio, haciendo noción a la SCP 0076/2012 de 12 de abril, reiterada
por la SCP 0026/2017-S2 de 6 de febrero, entre otras, estableció: “…disuelta la relación laboral en
debido proceso, conforme se explicó, no puede significar el desconocimiento de los derechos
fundamentales del recién nacido o niño(a) menor de un año, porque el Estado tiene el deber de
garantizar el interés superior del niño, que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía
en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios
públicos y privados (art. 60 de la CPE). Teniendo presente que se trata de una persona -menor de
edad- que de conformidad al art. 58 de la Ley Fundamental, es titular de derechos reconocidos por
la Constitución Política del Estado; por cuanto, corresponde resguardar la efectiva protección de sus
derechos a la vida, salud y la seguridad social (arts. 15, 18 y 35 de la CPE), los cuales no pueden ser
desconocidos como emergencia de la disolución de la relación laboral; al respecto conviene recordar
que el art. 2 del Código Niño, Niña y Adolescente (CNNA), dispone que se considera niño o niña a
todo ser humano desde su concepción, a su vez el art. 1 del CC con relación al comienzo de la
personalidad, establece que el nacimiento señala el comienzo de la personalidad y que al que está
por nacer se lo considera nacido para todo lo que pudiera favorecerle y para ser tenido como persona.
En ese contexto, la previsión constitucional contenida en la parte final del art. 48.VI de la CPE, debe
ser interpretada en función al criterio teleológico y al principio de eficacia máxima de los derechos
fundamentales. La finalidad del citado precepto constitucional, es de tutelar los derechos
al trabajo de la madre y del progenitor hasta que el niño(a) cumpla un año de edad y a
su vez los derechos del ser en gestación y del recién nacido como la vida y la salud;

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empero, si por alguna razón quedara disuelto el vínculo laboral conforme se explicó,
corresponde que los derechos del niño o niña sean resguardados, en el entendido que se
trata de derechos cuya tutela no puede estar supeditada a formalismos como sería el
caso, que ante la inexistencia de un vínculo laboral no sea posible la otorgación de las
prestaciones previstas en el régimen de asistencia familiar.
Consecuentemente, disuelto el vínculo laboral y teniendo presente que el empleador del
sector público o privado se encuentra compelido u obligado a continuar con la prestación
de subsidios al ser en gestación o, al niño o niña hasta que cumpla un año de edad; lo
que significa, la atención obstétrica a la madre durante el embarazo, el parto y el
puerperio hasta que el recién nacido cumpla un año de edad; y, la prestación de los
subsidios; prenatal, consistente en la entrega a la madre gestante, de un pago mensual,
en dinero o especie, equivalente a un salario mínimo nacional a partir del quinto mes de
embarazo y fenece el último día del mes que nace el niño (a); y de lactancia, consistente
en la entrega a la madre de productos lácteos equivalentes a un salario mínimo nacional,
hasta que el niño (a) cumpla un año de edad. Prestaciones, que -reiterando- deberán ser
cubiertas por el empleador aún cuando ya no exista la relación laboral emergente de un despido
determinado en debido proceso” (las negrillas nos corresponden).
II.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la vida, a la salud, a la seguridad social, al
trabajo y a la estabilidad laboral por paternidad; toda vez que, fue removido del cargo de Juez Técnico
del Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento de La Paz, mediante la emisión del
Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018 de 14 de noviembre, en cumplimiento del Acuerdo
125/2018 de igual fecha emitido por el Pleno del Consejo de la Magistratura, decisión que objetó a
través de recurso de revocatoria haciendo conocer que gozaba de inamovilidad en su condición de
padre progenitor de un menor de catorce semanas de gestación, situación que no fue considerada
en la Resolución RR/ DNRH 016/2018 de 28 del citado mes, que resolvió “DESESTIMAR” (sic) el
mismo, al concluir que fue presentado extemporáneamente, y que el recurso jerárquico que interpuso
no fue resuelto hasta la fecha de presentación de esta acción tutelar.
Así planteada la problemática, de los antecedentes remitidos a este Tribunal y las Conclusiones del
presente fallo constitucional; se tiene que, el ex Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la
Magistratura, mediante Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-263/2015 de 30 de julio, designó al
impetrante de tutela Juez Técnico del Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento
de La Paz, en cumplimiento del Acuerdo “082/2015”, verificándose que dicha designación fue dentro
del marco de lo establecido por los arts. 183.IV inc. 2) de la LOJ y 6.I de la Ley 212, conforme se
evidencia del propio Memorándum; es decir, que el nombramiento del impetrante de tutela se efectúo
de forma provisoria.
Con tales precedentes, el Pleno del Consejo de la Magistratura emitió el Acuerdo 125/2018, suscrito
por Gonzalo Alcón Aliaga, Presidente; Dolka Vanessa Gómez Espada y Omar Michel Durán,
Consejeros; todos del referido ente colegiado -hoy demandados-, por el que determinaron agradecer
por la labor que desempeñaban a dos jueces, entre ellos a Roberto Carlos Mérida Viscarra -ahora
accionante-, expidiendo en consecuencia el ex Director Nacional de RR.HH. del Consejo de la
Magistratura el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-084/2018, comunicándole que en
cumplimiento al aludido Acuerdo, fue cesado de sus funciones en el cargo de Juez Técnico del
Tribunal de Sentencia Décimo de la Capital del departamento de La Paz; decisión que impugnó
mediante recurso de revocatoria, el cual fue resuelto por Resolución RR/ DNRH 016/2018,
desestimándolo al concluir que fue presentado de forma extemporánea, dejando firme y subsistente
el Memorándum cuestionado.
Si bien en el presente caso, el recurso jerárquico formulado por el impetrante de tutela se encuentra
pendiente de resolución, puesto que no tuvo respuesta -aspecto que fue reclamado por los
demandados-; empero, la jurisprudencia constitucional, a través de la SC 0530/2010-R de 12 de julio,
estableció que cuando se trata de la protección de los derechos de la madre o padre de un hijo en

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gestación o menor de un año, por el efecto irreparable que podría causar el hecho ilegal denunciado,
la protección debe ser de carácter inmediato; de lo que se puede entender, que los casos que
atiendan una problemática sobre el derecho a la inamovilidad laboral de una mujer trabajadora
embarazada o madre de un niño menor de un año, no está supeditado al principio de subsidiariedad,
razonamiento que mediante la SCP 0198/2013 de 27 de febrero, se hizo extensivo al padre
progenitor, no siendo exigible el agotamiento previo de vías ordinarias o administrativas;
por lo que, corresponde ingresar a considerar el fondo de la problemática planteada.
A partir de los antecedentes descritos, se tiene que la designación del ahora accionante fue de
carácter transitorio; por lo que, las autoridades demandadas determinaron su desvinculación del
Órgano Judicial, pese que en el recurso de revocatoria activado, puso a conocimiento de dichas
autoridades su condición de padre progenitor de un menor, que a la fecha de interposición de la
presente acción tutelar aún no había nacido (Conclusión II.5), decisión que guarda coherencia y
relación con la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, en
razón a que su nombramiento fue de carácter temporal; en ese entendido, no se encuentra alcanzado
con la protección del derecho a la inamovilidad.
Sin embargo, los derechos fundamentales del niño o recién nacido quedan resguardados y protegidos
pese a la disolución de la relación laboral, puesto que, es deber del Estado garantizar el interés
superior del niño; por lo que, sus derechos se encuentran plenamente reconocidos; en ese entendido,
corresponde proteger su vida, salud y la seguridad social, los cuales no pueden quedar desconocidos;
consiguientemente, pese a la desvinculación laboral del padre por las consideraciones señaladas,
atañe a su empleador continuar con las prestaciones de subsidios al ser en gestación hasta que
cumpla un año de edad, conforme se tiene previsto en el Sentencia Constitucional Plurinacional,
desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional.
Por las razones expuestas precedentemente conforme al desarrollo jurisprudencial desplegado en la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, de la interpretación teleológica del art. 48 de la CPE,
este Tribunal determinó que protege directamente al nasciturus y niño o niña hasta el año de edad
a fin de que en esta etapa crucial de su vida no le falte y tenga acceso necesario a los servicios y
prestaciones de la seguridad social -a la salud y a recibir y gozar de las asignaciones familiares
correspondientes-, por cuanto en ningún caso este sector vulnerable de la población puede quedar
desamparado de sus derechos que le son propios e inherentes, debiendo en consecuencia el Consejo
de la Magistratura asumir las prestaciones correspondientes a los subsidios prenatal, de nacimiento
y lactancia, que deben ser cubiertos hasta que el menor alcance la edad de un año.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 085/2019 de 10 de mayo, cursante de fs. 231 a 234
vta. pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y, en consecuencia;
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada, respecto al derecho a la seguridad social del recién
nacido conforme a los Fundamentos Jurídicos precedentemente desarrollados; y,
2° DENEGAR en relación a su pedido de dejar sin efecto el Memorándum CM-DIR.NAL. RR.HH. - J-
084/2018 de 14 de noviembre y su inmediata reincorporación a su fuente laboral.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora

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MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 488


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0699/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29180-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 070/2019 de 20 de mayo, cursante de fs. 77 a 80, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Heriberto Tiñini Sinka contra Fausta
Tambo Tiñini, Presidenta; Lázaro Tiñini Tiñini, Secretario de Hacienda; Richard Flavio
Tambo Mamani, Presidente del Comité Técnico; Fidel Candia Mita, Delegado Club Juvenil
Santa Cruz; y, David Tiñini Mena, Delegado Club “Junior Sajama”; todos de la Liga
Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca de la ciudad de El Alto del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 13 y 16 de mayo de 2019, cursantes de fs. 40 a 46 y 54 a 56 vta., el
accionante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En la Asamblea Ordinaria celebrada el “16 de noviembre de 2018” (sic), en la oficina ubicada en la
zona San Luis Pampa de la ciudad de EL Alto, los delegados de la Liga Deportiva Interna Centro
Acción Residentes de Kasillunca, aprovechando su ausencia de forma arbitraria e ilegal conculcaron
sus derechos y garantías constitucionales, incorporando en el orden del día, el tema del equipo de
fútbol Deportivo Unión Juntutamaya y en forma maliciosa y discriminadora, le impusieron las
siguientes sanciones: multa económica de Bs2 000.- (dos mil bolivianos); declaración de persona no
grata con imposibilidad de realizar actividades en la entidad; descenso de la categoría honores a la
de primeras de ascenso -al equipo-; y, devolución de los premios ganados en la gestión 2017-2018.
Sin embargo, la determinación aludida no fue impuesta a los demás miembros de la directiva anterior,
tampoco se le escucho a efectos de que asuma defensa, infringiendo con ese actuar los arts. 46, 50,
58 y 74 del Estatuto Orgánico y 69 del Reglamento Interno de la institución deportiva precitada ni se
le notificó con los castigos dispuestos a su persona; por ello, se constituyó en el domicilio de la
Presidenta -hoy demandada- para solicitarle mediante memorial de 21 de diciembre de 2018 y en
base al art. 24 de la Constitución Política del Estado (CPE), la notificación con la decisión antes
referida, solicitud que reiteró a través del escrito de 5 de abril de 2019, sin que hasta el momento de
presentación de esta acción, se le haya respondido al efecto; vulnerando así, sus derechos a la
petición y a la defensa, pretendiendo con ese proceder de sacarlo de la entidad por el odio y el
resentimiento que le tienen.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante denunció como lesionados sus derechos a la petición, al juez natural, a la defensa, a la
presunción de inocencia y al debido proceso, citando al efecto los arts. 9, 13.I, 115, 116, 117.I y II,
119 y 120 de la CPE; 10 de la Declaración Universal de Derechos Humados; 14 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, determinando: a) Dejar sin efecto la sanción impuesta por la Asamblea
Ordinaria de la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca de “16 de noviembre

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de 2018” contra su persona así como el castigo descenso de categoría del Club Deportivo Unión
Juntutamaya, con restitución de sus derechos deportivos; y, c) “La imposición de multa por
daños y perjuicios al Club DEPORTIVO UNION JUNTUTAMAYA” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
La audiencia pública de consideración de la presente acción de amparo constitucional, se realizó el
20 de marzo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 71 a 76 vta., se produjeron los siguientes
actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó los fundamentos de la acción de amparo constitucional
presentada y ampliándolos manifestó que: 1) El debido proceso es aplicable también en el ámbito
administrativo; y, 2) Fue expulsado con imposición de multa, no tuvo respuestas a los memoriales
presentados, a su equipo lo sancionaron con el descenso de la liga y les ordenaron que devuelvan
los premios obtenidos. En forma personal, afirmó que: i) Fue Presidente de la Liga Deportiva Interna
Centro Acción Residentes de Kasillunca en la gestión 2017-2018, entregando el informe
correspondiente; ii) Se discriminó a los jugadores de su equipo Unión Juntutamaya, trabando su
actividad deportiva y determinando castigos que no le fueron correctamente notificados a través del
Tribunal de Disciplina y Penalidades, la única instancia que podía establecerlas; iii) No se observó el
derecho a la defensa por la imposibilidad de aportar pruebas en un debido proceso; y, iv) El 16 de
noviembre de 2018, no hubo reunión de delegados, sino que era la inauguración de campeonato.
I.2.2. Informe de los demandados
Fausta Tambo Tiñini, Presidenta; Lázaro Tiñini Tiñini, Secretario de Hacienda; Richard Flavio Tambo
Mamani, Presidente del Comité Técnico; y, David Tiñini Mena, Delegado Club “Junior Sajama”, todos
de la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca de la ciudad de El Alto del
departamento de La Paz, a través de su abogado en audiencia, alegaron que: a) El accionante fue
sancionado en la Asamblea Ordinaria de 30 de noviembre de 2018, con la intervención de veintiocho
personas o delegados; por ende, los castigos impuestos fueron emitidos sólo por algunos miembros;
b) El derecho de petición reclamado, no condice con lo solicitado en la acción de amparo
constitucional, por tanto, no puede haber pronunciamiento al respecto por ser improcedente; y, c)
No se estableció el monto por daños y perjuicios y su causalidad.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
070/2019 de 20 de mayo, cursante de fs. 77 a 80, concedió la tutela solicitada, dejando sin efecto
la ejecución de la Resolución en cuanto a las sanciones impuestas en la Asamblea Ordinaria de 30 de
noviembre de 2018, “…consiguientemente practicar la notificación conforme a procedimiento a
efectos de que el accionante pueda asumir su legítima defensa como corresponde...” (sic), decisión
tomada, en base a los siguientes fundamentos: 1) Conforme los hechos fácticos la reunión ordinaria
de la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca donde se castigó al impetrante
de tutela se realizó la precitada fecha; y, 2) No hubo proceso administrativo para disponer dichos
castigos, por ende, no se ejerció derecho a la defensa en observancia al Estatuto Orgánico y el
respectivo Reglamento Interno Institucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados se establece lo siguiente:
II.1. Cursan la Resolución Prefectural 1262 y el Certificado de Personalidad Jurídica de 12 y 15 de
noviembre de 2007, respectivamente, que reconoció como asociación civil a la Liga Deportiva Interna
Centro Acción Residentes de Kasillunca (fs. 10 a 11).
II.2. El Acta de Asamblea Ordinaria de 30 de noviembre de 2018, detalla la decisión asumida
mediante la votación de los delegados con veintiocho a favor que: el equipo deportivo Unión
Juntutamaya descienda de categoría; se devuelva el premio de campeonato; castigo al peticionante

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de tutela en su calidad de presidente del Comité Técnico en la gestión anterior con la imposibilidad
de asumir cargos en la propia entidad y el ingreso al campo deportivo; la declaración de persona no
grata en la liga; y, con veinte votos a favor, se determinó que pague Bs2 000.- (dos mil bolivianos),
sin tratar ningún otro punto en varios (fs. 68 a 70).
II.3. Mediante memoriales de 21 de diciembre de 2018 y 16 de marzo de 2019, el accionante solicitó
a la Presidenta de la entidad precitada se le notifique con la Resolución de sanción emitida en la
Asamblea Ordinaria de 16 de noviembre del primer año indicado (fs. 3 a 7 y 9).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como lesionados sus derechos a la petición, al juez natural, a la defensa, a la
presunción de inocencia y al debido proceso; puesto que, los demandados en Asamblea Ordinaria de
la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca, lo sancionaron en forma maliciosa
y discriminadora en su calidad de expresidente del Comité Técnico en la gestión anterior, con la
imposibilidad de asumir cargos en la entidad y el ingreso a su campo deportivo, más un pago
económico, además se determinó que el equipo deportivo Unión Juntutamaya, descienda de
categoría y devuelva el premio del campeonato.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La SCP 0219/2019-S4 de 10 de mayo, al respecto fundamentó: “La acción de amparo constitucional
es un mecanismo de defensa de los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidas
en la Ley Fundamental y los instrumentos normativos de orden internacional, cobija un marco jurídico
procesal propio y adquiere las características de sumariedad e inmediatez, lo cual permite que la
protección sea eficaz e inmediata; a ello se suma la generalidad, por la que este mecanismo
constitucional es posible dirigirla a toda persona natural o jurídica responsable de la vulneración o
amenaza de la transgresión de los derechos fundamentales.
El trámite de la presente acción tutelar, se rige esencialmente por los principios de subsidiariedad e
inmediatez; el primero referido a que para su activación, el agraviado debe acudir y agotar todos los
mecanismos ordinarios disponibles para la protección de los derechos cuya protección se pretende;
y, el segundo, que la protección otorgada a través de esta acción de defensa debe ser inmediata y
su interposición se encuentra limitada en el tiempo, ya que por definición de la Norma Fundamental
del Estado, la acción de amparo constitucional debe ser presentada en un plazo máximo de seis
meses computables a partir de la consumación del acto u omisión legal o de conocido el mismo.
También es importante recalcar que, la presente garantía jurisdiccional es reparadora porque busca
restituir los derechos fundamentales ya suprimidos o vulnerados, como resultado de la consumación
de actos u omisiones ilegales; mientras que, en su modalidad preventiva, es viable formular la acción
aun cuando el acto o la omisión ilegal no se encuentran materializadas, pero que existe un riesgo
inminente para la afectación del bien jurídico, tipología que emerge directamente del art. 128 de la
CPE, declara que: ‘La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales
o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman
o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley’.
Respecto a las características de la acción de amparo constitucional, la SCP 0249/2012 de 29 de
mayo, estableció que: ‘De la naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional se colige que
ésta se encuentra regida por los principios de subsidiariedad y de inmediatez; en virtud al primero
de los citados, corresponderá a los accionantes, agotar todos los recursos de impugnación idóneos
que la ley les otorga para el reclamo de sus derechos que consideren vulnerados; y de persistirse en
su lesión, recién podrán solicitar la tutela constitucional, cuidando, en virtud al segundo principio
citado, que sea activada dentro del plazo máximo de seis meses a partir de la comisión de la
vulneración alegada o de la notificación con la última decisión judicial o administrativa que se
considere lesiva de los derechos y garantías alegados, en cumplimiento a lo preceptuado por el art.
129.I y II de la norma constitucional, que impele a las partes al cumplimiento de ambos principios

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previa interposición de este mecanismo de defensa preventivo y reparador, norma concordante con
los arts. 59 y 76 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP)’”.
III.2. Sobre el derecho de petición
Al respecto, la SCP 1262/2016-S3 de 18 de noviembre, realizó el siguiente razonamiento: “El derecho
de petición reconocido en el art. 24 de la CPE, establece que: ‘Toda persona tiene derecho a la
petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta
formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más requisito que la identificación
del peticionario’.
La SC 1068/2010-R de 23 de agosto, sobre la naturaleza del derecho de petición y los ámbitos en los
que se vulnera el mismo, estableció que: ‘La Constitución Política del Estado actual ha ubicado
a este derecho en el art. 24, dentro de la categoría de los derechos civiles, pues se
entiende que parten de la dignidad de las persona entendiendo que cuando se aduzca el
derecho de petición, la autoridad peticionada, ya sea dentro de cualquier trámite o
proceso, éste tiene el deber respecto al u otros individuos de responder en el menor
tiempo y de forma clara. En resumen las autoridades vulneran el derecho de petición cuando: a)
La respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se presenta la negativa de recibirla o
se obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la petición respetuosa, la
autoridad no la responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no es atendida de
manera clara, precisa, completa y congruente con lo solicitado’.
Posteriormente, precisando el alcance del derecho de petición e integrando la jurisprudencia
constitucional al respecto, la SCP 0273/2012 de 4 de junio, concluyó que: ‘Respecto al núcleo esencial
del derecho a la petición, conforme a las SSCC 1742/2004-R y 0684/2010-R, reiteradas por la SCP
0085/2012, mínimamente comprende los siguientes contenidos: a) La petición de manera individual
o colectiva, escrita o verbal aspecto que alcanza a autoridades públicas incluso incompetente pues «
…ésta tiene la obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando,
en su caso, a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario… » (SC 1995/2010-R de 26
octubre), órganos jurisdiccionales (SSCC 1136/2010-R y 0560/2010-R) o a particulares (SCP
0085/2012); y, b) La obtención de una respuesta, ya sea favorable o desfavorable, aun
exista equivocación en el planteamiento de la petición (SC 0326/2010-R de 15 de junio),
debiendo en su caso indicarse al peticionante la instancia o autoridad competente para
considerar su solicitud (SC 1431/2010-R de 27 de septiembre). Por otra parte y en este punto
debe considerarse el art. 5.I de la CPE, que reconoce la oficialidad de treinta y seis idiomas y que
ante una petición escrita, la respuesta también debe ser escrita (SC 2475/2010-R de 19 de
noviembre); c) La prontitud y oportunidad de la respuesta (SSCC 2113/2010-R y 1674/2010-R)
debiendo notificarse oportunamente con la misma al peticionante (SC 0207/2010-R de 24 de mayo);
y, d) La respuesta al fondo de la petición de forma que resulte pertinente, debiendo efectuarla de
manera fundamentada (SSCC 0376/2010-R y 1860/2010-R) por lo que no se satisface dicho derecho
con respuestas ambiguas o genéricas (SC 0130/2010-R de 17 de mayo)’” (las negrillas nos
corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante alega como lesionados sus derechos a la petición, al juez natural, a la defensa, a la
presunción de inocencia y al debido proceso; puesto que, los demandados en Asamblea Ordinaria de
la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca, lo sancionaron en forma maliciosa
y discriminadora en su calidad de expresidente del Comité Técnico en la gestión anterior, con la
imposibilidad de asumir cargos en la entidad, el ingreso al campo deportivo y una multa económica.
Además castigaron al equipo deportivo Unión Juntutamaya con el descenso de categoría y devolución
del premio del campeonato.
Entre la documentación adjunta al expediente, cursa la Resolución Prefectural 1262 y el Certificado
de Personalidad Jurídica de 12 y 15 de noviembre de 2007, respectivamente, que reconoció como
asociación civil a la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca (Conclusión II.1);

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asimismo, se tiene que mediante Acta de Asamblea Ordinaria de 30 de noviembre de 2018, por
votación de los delegados con veintiocho a favor, se sancionó al equipo Unión Juntutamaya con el
descenso de categoría, la devolución del premio del campeonato y se castigó al peticionante de tutela
en su calidad de presidente del Comité Técnico en la gestión anterior con la imposibilidad de asumir
cargos en la propia entidad, la declaración de persona no grata en la liga, la prohibición de ingreso
al campo deportivo y con veinte votos, se lo determinó la multa de Bs2 000.- (dos mil bolivianos).
Posteriormente, mediante memoriales de 21 de diciembre de 2018 y 16 de marzo de 2019, el
accionante requirió a la Presidenta de dicha Asociación que se le notifique con la Resolución emitida
en la Asamblea Ordinaria de “16 de noviembre” del primer año indicado (Conclusión II.3).
Conforme al planteamiento de la problemática analizada y los Fundamentos Jurídicos establecidos en
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de amparo constitucional es un
mecanismo de defensa de los derechos fundamentales y garantías constitucionales reconocidas en
la Constitución Política del Estado y los instrumentos normativos de orden internacional, cobijando
un marco jurídico procesal propio, adquiriendo características de sumariedad e inmediatez, lo cual
permite que la protección sea eficaz e inmediata; a ello se suma, la generalidad por la que este
mecanismo constitucional se puede dirigir contra toda persona natural o jurídica responsable de la
lesión o amenaza de la transgresión de los derechos reclamados. Del mismo modo, la finalidad de la
precisión o identificación de los derechos o garantías que se consideren vulnerados y la exactitud en
la formulación del petitorio, obedece a la necesidad de establecer la relación de causalidad entre los
hechos y derechos o garantías denunciados como infringidos y la exactitud en el petitorio, delimitando
el marco en cuya función la justicia constitucional deberá resolver; es decir, identificar los actos u
omisiones en que hubiere incurrido el servidor público o persona particular y que lesionaron los
derechos cuya tutela se invoca.
En ese contexto, habiendo el impetrante de tutela denunciado la lesión de sus derechos a la petición,
al juez natural, a la defensa, a la presunción de inocencia y al debido proceso, ya que las sanciones
determinadas en la Asamblea Ordinaria de “16 de noviembre de 2018” (sic) en su contra, relativas al
descenso de categoría del equipo que representa, la devolución del premio del campeonato, el castigo
personal en su calidad de expresidente del Comité Técnico en la gestión anterior, con el veto de
asumir cargos en la propia entidad y la restricción del ingreso al campo deportivo, además de la
multa de Bs2 000.- (dos mil bolivianos), jamás se le hicieron conocer; por lo que, solicitó a la
Presidenta y a otros miembros de la Liga Deportiva Interna Centro Acción Residentes de Kasillunca,
se le notifique con esa determinación, habiendo realizado el mismo requerimiento en dos
oportunidades -21 de diciembre de 2018 y 16 de marzo de 2019- sin recibir respuesta alguna, siendo
este un impedimento para ejercer los demás derechos denunciados en esta acción de defensa; vale
decir, el derecho al juez natural, el debido proceso y a la defensa.
Si bien es cierto que los demandados en su descargo, alegan que la referida resolución sancionatoria
se había emitido en la Asamblea Ordinaria del 30 de noviembre de 2018 y no así en la del 16 del
mismo mes y año, como señala el accionante; por lo que, no guardaría relación con el derecho de
petición reclamado, no es menos evidente que la Conclusión II.3 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, devela que existen dos notas de solicitud de notificación dirigida a los demandados,
mismos que nunca tuvieron una respuesta de ningún tipo, en contraposición a lo descrito en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Resolución Constitucional que establece la obligatoriedad
que tienen todas las autoridades sean estas judiciales, administrativas o personas particulares, a dar
una respuesta formal y oportuna conforme regula el art. 24 de la CPE, por encontrarse esta
prerrogativa dentro de la categoría de los derechos civiles vinculado a la dignidad de las personas,
teniendo los demandados el deber de responder en el menor tiempo posible y de forma clara, sin
importar sea esta favorable o desfavorable, incluso cuando exista equivocación en el planteamiento
de la solicitud, debiendo en su caso indicarse al impetrante de tutela la instancia o autoridad
competente para considerar su solicitud, siendo lo contrario, una vulneración del derecho a la
petición, correspondiendo, en el caso concreto, conceder la tutela solicitada respecto específicamente
a la notificación requerida, para que a partir de dicha documental pueda viabilizarse el ejercicio de
los demás derechos denunciados, si es que correspondiera.

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Por lo expresado precedentemente, la Sala Constitucional al conceder la tutela, obró correctamente.


POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 070/2019 de 20 de mayo, cursante de fs. 77 a 80,
pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos otorgados por la Sala
Constitucional, conforme a los fundamentos expuestos en esta Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0700/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29183-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 50 de 28 de mayo de 2019, cursante de fs. 135 vta. a 139, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Laura Jessica Villegas Montero
contra Rene Israel Ponce Pérez y Oscar Javier Barriga Arteaga, Autoridad Sumariante
Titular de Pando y Beni y Presidente Ejecutivo, ambos de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB), respectivamente.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 7 de mayo de 2019, cursante de fs. 59 a 70, la accionante manifestó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Ingresó a trabajar en YPFB el 11 de julio de 2014 como Jefa de Unidad Distrital de Operación y
Mantenimiento Santa Cruz-Beni, en el Distrito Redes de Gas Santa Cruz.
Mediante Nota Cite: GTHC-TR-0128 de 26 de mayo de 2017, entregada a su persona el 29 de igual
mes y año, se dispuso su transferencia al Distrito de Redes de Gas de la ciudad de El Alto en el
departamento de La Paz, en el cargo de Responsable de Operación y Mantenimiento, disposición que
debió entrar en vigencia el 13 de junio del mismo año; sin embargo, en razón a la discrecionalidad e
ilegalidad de la medida asumida, el 1 de junio del citado año presentó una nota oponiéndose a dicho
cambio, la cual fue respondida el 2 del mismo mes y año, haciéndole saber que su traslado se
mantenía firme y subsistente; el 9 del señalado mes y año presentó otra representando dicho
traspaso, que también le fue negada por oficio de 13 del indicado mes y año.
Ante esta negativa acudió a la Jefatura Departamental del Trabajo denunciando la ilegalidad de la
medida asumida, instancia que emitió la Conminatoria de Reincorporación “JDTSC/CONM 091/2017”;
no obstante, la Empresa de Redes de Gas Santa Cruz se mantuvo firme en su decisión, asumiendo
que la ahora accionante debió hacerse presente el 13 de junio de 2017 en las oficias de la ciudad de
El Alto, interpretando su inasistencia de seis días hábiles como causal de despido de conformidad a
los arts. 78 y 136 inciso. d) del Reglamento Interno de Trabajo de YPFB.
Razón por la cual, se inició proceso disciplinario en su contra mediante Auto de Apertura de 4 de
junio de 2018, que concluyó con la emisión de la Resolución Final de Proceso Sumario Administrativo
004/2018 de 22 de junio, disponiendo su destitución laboral; en este sentido, planteó Recurso de
Revocatoria resuelto mediante Resolución 004/2018 de 11 de julio que confirmó en todas sus partes
la Resolución impugnada; por lo que, el 20 de julio de 2018 planteó recurso jerárquico, resuelto
mediante Resolución 194 de 26 de noviembre de 2018, ratificando en todas sus partes la decisión
recurrida.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación, congruencia y valoración de la prueba; citando al efecto, los arts. 56,
115, 128, 129 y 203 de la Constitución Política del estado (CPE) y art. 51 del Código Procesal
Constitucional (CPCo).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela invocada, y en consecuencia: a) Se deje sin efecto el Auto de Apertura
de Proceso Sumario 004/2018 de 30 de abril; la Resolución Final de Proceso Sumario Administrativo
004/2018 de 22 de junio; la Resolución 004/2018 de 11 de julio, emitida en virtud al recurso de
revocatoria de proceso sumario administrativo; y, la Resolución de Recurso Jerárquico 000194 de 7
de septiembre de 2018; y, b) Se proceda a su inmediata reincorporación al cargo de Jefa de Unidad
Distrital de Operación y Mantenimiento Santa Cruz-Beni, más el pago de salarios devengados y
derechos sociales colaterales.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 28 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 128 a
135 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó el contenido de su demanda y amplió la misma
señalando que: 1) La Resolución Sumarial 004/2018, estableció que la solicitante de tutela no asistió
a su trabajo seis días continuos del 13 al 22 de junio de 2017 sin justificación alguna, pese a haber
presentado notas de rechazo y reincorporación a su fuente laboral el 9 y 14 del mes y año indicados,
mismas que no fueron debidamente fundamentadas a tiempo de ser rechazadas por la entidad
empleadora, omitiendo dar respuesta a la solicitud de la impetrante de tutela de mantener su
actividad laboral en la ciudad de Santa Cruz, y sin precisar la razón por la cual se asumió la
determinación de trasladarla a la ciudad de El Alto de manera discrecional y unilateral; 2) No fue
valorada la prueba relativa a la comunicación interna RGSC-04134-2017 de 14 de junio, donde la
accionante manifestó de manera escrita su objeción, por no permitírsele marcar el registro
biométrico, al haber sido eliminada del mismo; motivo por el cual, no puede justificarse la causal de
despido por inasistencia de seis días continuos a su fuente laboral; y, 3) La transferencia dispuesta
por YPFB, de una ciudad a otra en trece días, constituye una violación al derecho constitucional a la
estabilidad laboral y con ello una vulneración al principio de razonabilidad y a las condiciones
esenciales del contrato, citando al efecto el Auto Supremo “195/2015”.
I.2.2. Informe de los demandados
Oscar Javier Barriga Arteaga, Presidente Ejecutivo de YPFB, a través de sus representantes, por
informe escrito presentado el 27 de mayo de 2019, cursante de fs. 99 a 105 vta., solicitó se deniegue
a tutela; argumentando que: i) La accionante no expresó en forma clara y precisa de qué manera
fueron vulnerados sus derechos, debido a la insuficiente fundamentación de la acción de amparo
constitucional interpuesta; y, ii) El Reglamento Interno de la empresa demandada fue aprobado por
Resolución Ministerial vigente y si acaso era considerada su inconstitucionalidad, la peticionante de
tutela tenía los mecanismos para sacar del tráfico jurídico el mencionado instrumento, a través de la
impugnación correspondiente, lo cual no aconteció.
Asimismo, Rene Israel Ponce Pérez, Autoridad Sumariante de YPFB Chuquisaca, mediante informe
escrito presentado en la misma fecha señalada supra, cursante de fs. 107 a 108 y vta., solicitó se
deniegue la tutela con los siguientes argumentos: a) Al interponer su acción tutelar contra la
Autoridad Sumariante, la impetrante de tutela incurrió en evidente contradicción, afectando el
derecho a la defensa amplia e irrestricta de los demandados; por lo que, en aplicación de la SCP
0527/2018-S3 de 12 de 12 de octubre, corresponde declarar su improcedencia; y, b) En cada una
de las seis vulneraciones denunciadas, la accionante pretende que se ingrese a valorar pruebas, así
como a interpretar “…el modo y la forma de aplicación…” (sic) de la ley ordinaria, como si la
jurisdicción constitucional fuera una instancia ordinaria más de impugnación, además que esta labor
no le estaría permitida, máxime en el caso concreto en el que, el art. 30 del Reglamento de
Responsabilidad por la Función Pública, aprobado mediante “DS 23318-A” y modificado por el “DS
26237” que establece que el fallo emitido en el proceso sumario, no es susceptible de ser revisado;
correspondiendo en observancia de la SCP “2018-S3” de 12 de octubre de 2018 y la SCP 0934/2014
de 15 de mayo, se declare la improcedencia de la acción de defensa formulada.
I.2.3. Intervención del tercero interesado

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Wilfredo Tarqui Copajira, Jefe Departamental del Trabajo de Santa Cruz, no se hizo presente en
audiencia y tampoco presento informe alguno, pese a su legal notificación cursante a fs. 78.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera de departamento de Santa Cruz, mediante Resolución 50/2019 de 28
de mayo, cursante de fs. 135 vta. a 139, denegó la tutela solicitada; argumentando que: 1) El Auto
de inicio de proceso sumario, la sentencia y la Resolución que absolvió el recurso de revocatoria,
fueron revisados por la Resolución dictada en instancia jerárquica, lo cual impide considerar el fondo
de aquellas por el principio de subsidiaridad, siendo únicamente valorable esta última; 2) En ese
sentido, la Resolución de Recurso Jerárquico PRS 000194 de 7 de septiembre de 2018, basada en los
motivos expresados por la recurrente, expresó con relación a la falta de valoración de las notas
referidas a la marcación en el reloj biométrico que, al ingresar a trabajar la solicitante de tutela se
comprometió a prestar sus servicios en la función y lugar que le fueren señalados; respecto a la
conminatoria del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, concluyó que esta tiene carácter provisional
y no justifica la inasistencia a la fuente laboral de la demandante; y, 3) El Reglamento de YPFB,
aprobado por Resolución Ministerial 323/56 de 15 de octubre de 1956, establece que el trabajador
podrá ser retirado de su fuente laboral sin goce de haberes en caso de inasistencia injustificada y
continua por más de seis días, obrando entonces la autoridad demandada con competencia y
emitiendo una resolución debidamente motivada.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Nota GTHC-TR-0128-2017 de 26 de mayo, la entidad demandada comunicó a la ahora
accionante su transferencia a la ciudad de El Alto para que asuma el cargo de Responsable de
Operación y Mantenimiento, manteniendo su nivel salarial (fs. 39).
II.2. A través de oficios de 1 y 9 de junio de 2017, dirigidos a la Gerencia de Talento Humano
Corporativo de YPFB, la impetrante de tutela rechazó el traslado y modificación al cargo (fs. 40 a 42
y fs. 45).
II.3. Cursan Oficios GTHC-DCOC-1554/2017 y GTHC-DCOC-1708/2017 de 2 y 13 de junio, de la
indicada Gerencia respondiendo a las solicitudes de la denunciante, con el fundamento de que no fue
alterado ningún elemento contractual; el cual, por el contrario le faculta a transferir al trabajador al
lugar donde sea requerido (fs. 43 a 44 y fs. 46).
II.4. Consta Conminatoria de Restitución Laboral JDTSC/CONM 091/2017 de 14 de agosto (fs. 32 a
33 y vta.).
II.5. Mediante Resolución de Recurso Jerárquico PRS 000194 de 7 de septiembre de 2018, que
confirmó en todas sus partes la Resolución de Recurso de Revocatoria 004 de 11 de julio de 2018, la
cual a su vez ratificó la Resolución Final del Proceso Sumario Administrativo 004 de 22 de junio del
citado año (fs. 3 a 20).
II.6. Según Nota GTHC-RS-115-2018 de 13 de diciembre, se comunicó a la impetrante de tutela su
destitución de la empresa (fs. 34).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alega la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos motivación,
fundamentación, congruencia y valoración de la prueba; argumentando que, dentro del proceso
disciplinario iniciado en su contra por presuntamente no haberse constituido al lugar de trabajo donde
fue transferida, el Presidente Ejecutivo de YPFB confirmó las determinaciones que dispusieron su
destitución sin tener en cuenta que la entidad empleadora no consideró justificativo alguno y omitió
valorar la prueba en la que fundamentó su oposición a ser transferida.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.

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III.1. De la fundamentación y motivación de las resoluciones como elemento del debido


proceso
La SCP 0450/2012 de 29 de junio, ratificando lo señalado en la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre,
respecto a la fundamentación y motivación de las resoluciones, expresó que: “…la garantía del debido
proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución
resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su
decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática
lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda
la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno
convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y
procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores
supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al
administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados
sino de la forma en que se decidió.
Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que ha
arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron
juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado
con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para
que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro
del proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución
que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, entre los cuales, se encuentra la garantía
del debido proceso, que faculta a todo justiciable a exigir del órgano jurisdiccional a cargo del
juzgamiento una resolución debidamente fundamentada, así se ha entendido en varios fallos de este
Tribunal, entre ellos, la SC 0752/2002-R, de 25 de junio, que ampliando el entendimiento de la SC
1369/2001-R de 19 de diciembre señaló lo siguiente: ‘(…) el derecho al debido proceso, entre su
ámbito de presupuestos exige que toda Resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que
cada autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la
fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma. Que,
consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo suprime una parte
estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que
vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes conocer cuáles son las razones
para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al
Juez a tomar la decisión’.
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones
y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta segunda, la
motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiendo
expresar el Juez sus convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo
caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando
la resolución aún siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una
decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas”.
La jurisprudencia señaló que el debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales, jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad
procesal prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un conjunto de
derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales y
administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no solamente
a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de manera suficiente, las
razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las disposiciones legales que sustentan la
misma, es decir, debe llevar al convencimiento que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados,
acusadores y defensores, así como a la opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se

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suprimiría una parte estructural de la resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan
los motivos que llevaron a dicha autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha
motivación contenga una exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales,
basta con que ésta sea concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…” .
III.2. La congruencia que deben observar las autoridades que resuelven recursos en la
vía administrativa
La SCP 2541/2012 de 21 de diciembre, manifestó que: “A primera impresión concebiríamos que
congruencia es la razón lógica y coherente existente entre dos o más supuestos o sujetos concretos;
sin embargo, al adherirla a un proceso se nos hace difícil adecuarla y muchos empezamos por
preguntarnos, entre cuáles o quiénes debe existir tal correspondencia, entonces surgen las
pretensiones de encontrar respuesta a tal cuestión y es allí cuando empezamos a indagar dentro de
la doctrina, con referencia al proceso sobre dicho principio.
Este principio está referido a la concordancia existente entre el pedimento planteado por las partes
y la decisión que de tal pedido desprende el juez o tribunal; quedando entendido que los mismos no
puede modificar el petitorio ni los hechos planteados en la demanda. Es decir, debe existir una
adecuación “entre la pretensión u objeto del proceso y la decisión judicial”, en ese sentido, la SC
0840/2012 de 20 de agosto citando la SC 2016/2010-R de 9 de noviembre, emitida por el extinto
Tribunal Constitucional, estableció la siguiente línea jurisprudencial: “En el nuevo modelo
constitucional, el debido proceso está disciplinado por los arts. 115.II y 117.I como derecho y garantía
jurisdiccional a la vez; asimismo, es reconocido como derecho humano por los arts. 8 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica y 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, cuyo núcleo esencial ya fue desarrollado por este
Tribunal mediante las SSCC 1674/2003-R, 0119/2003-R, 1276/2001-R y 0418/2000-R, entre muchas
otras, entendiéndolo como '...el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el que
sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar; comprende la potestad de ser escuchado presentando
las pruebas que estime convenientes en su descargo (derecho a la defensa) y la observancia del
conjunto de requisitos de cada instancia procesal, a fin de que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus derechos. Se
entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades
judiciales o administrativas y constituye una garantía de legalidad procesal que ha previsto el
Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la fundamentación o motivación de las
resoluciones judiciales'.
'Lo expuesto precedentemente, implica que la concreción material de este derecho comprende el
respeto del conjunto de requisitos que deben ineludiblemente observarse en las instancias y grados
procesales, con la finalidad primordial de que las personas tengan la posibilidad de defenderse de
forma idónea ante cualquier tipo de acto o actos emanados del Estado y sus distintos órganos que
puedan afectar aquellos derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado y los
instrumentos que integran el bloque de constitucionalidad.'
Entonces, la importancia del debido proceso, a decir de la SC 0281/2010-R de 7 de junio, '…está
ligada a la búsqueda del orden justo. No es solamente poner en movimiento mecánico las reglas de
procedimiento sino buscar un proceso justo, para lo cual hay que respetar los principios procesales
de publicidad, inmediatez, libre apreciación de la prueba; los derechos fundamentales como el
derecho a la defensa, a la igualdad, etc., derechos que por su carácter fundamental no pueden ser
ignorados ni obviados bajo ningún justificativo o excusa por autoridad alguna, pues dichos mandatos
constitucionales son la base de las normas adjetivas procesales en nuestro ordenamiento jurídico,
por ello los tribunales y jueces que administran justicia, entre sus obligaciones, tienen el deber de
cuidar que los juicios se lleven sin vicios de nulidad, como también el de tomar medidas que aseguren
la igualdad efectiva de las partes'.
'En ese sentido la citada Sentencia precisó que el derecho al debido proceso no solamente es exigible
dentro de los procesos judiciales, sino que también abarcan a los procesos administrativos,

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jurisprudencia que no contradice los principios constitucionales; y que por lo tanto, es compatible
con la Constitución vigente; y que, además ha sido reiterada recientemente en la jurisprudencia de
la presente gestión, específicamente en la SC 0014/2010-R de 12 de abril, establece lo siguiente:
'…la Constitución Política del Estado en consideración a la naturaleza y los elementos constitutivos
del debido proceso como instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos fundamentales,
lo consagra como un principio, un derecho y una garantía, lo que implica que la naturaleza del debido
proceso está reconocida por la misma Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental
de los justiciables, como un principio procesal y como una garantía de la administración de justicia'.
En este contexto, debe señalarse que uno de los elementos del debido proceso es la congruencia en
virtud de la cual la autoridad jurisdiccional o administrativa, en su fallo, debe asegurar la estricta
correspondencia entre lo peticionado y probado por las partes; en ese contexto, es imperante además
precisar que la vulneración al debido proceso en su elemento congruencia puede derivar de dos
causales concretas a saber: a) Por incongruencia omisiva, en virtud de la cual, la autoridad
jurisdiccional o administrativa emite una resolución sin considerar las pretensiones de las partes,
vulnerando con esta omisión el derecho a un debido proceso y también el derecho a la defensa; y,
b) por incongruencia aditiva, en virtud de la cual, la autoridad jurisdiccional o administrativa, falla
adicionando o incorporando elementos no peticionados o no discutidos por las partes en el decurso
de la causa”.
III.3. Análisis del caso concreto
En el caso concreto, luego de explicar los antecedentes de su transferencia de la ciudad de Santa
Cruz de la Sierra a la ciudad de El Alto, para desempeñar en esta última el cargo de Responsable de
Operación y Mantenimiento, la accionante refirió que, dentro del proceso disciplinario iniciado en su
contra, precisamente por no haberse constituido a la ciudad donde fue transferida, el Presidente
Ejecutivo de YPFB, confirmó las determinaciones que dispusieron su destitución sin tener en cuenta
que la entidad empleadora no consideró justificativo alguno y omitió valorar la prueba en la que
fundamentó su oposición a ser trasladada.
En tal sentido, corresponde señalar con carácter previo, en observancia del principio de
subsidiariedad, que este Tribunal se circunscribirá al análisis de la determinación emitida por la
máxima autoridad de YPFB, siendo esta instancia jerárquica la que tenía la atribución de corregir o
restablecer los derechos y garantías denunciados como vulnerados, o bien porque esta última las
haya generado.
De lo descrito anteriormente, se tiene que a tiempo de interponer su recurso jerárquico contra la
Resolución 004/2018 de 11 de julio, que confirmó la Resolución Final de Proceso Sumario
Administrativo 004/2018 de 22 de junio de 2018, que a su vez dispuso su destitución laboral, la
impetrante de tutela expuso como agravios los siguientes: i) Falta de valoración de las notas
presentadas por medio de las cuales se opuso al cambio de lugar de trabajo; ii) La carencia de
evaluación de la Conminatoria de reincorporación emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo
que dispuso su permanencia en la ciudad de Santa Cruz; y, iii) La incompetencia de la Autoridad
Sumariante para llevar adelante un proceso interno pese a haber justificado su negativa al traslado
de fuente laboral.
Al respecto, la Resolución Jerárquica PRS 000194 de 7 de septiembre de 2018, confirmó la Resolución
004/2018 que resolvió la revocatoria formulada por la ahora solicitante de tutela, con los siguientes
fundamentos: a) La SCP 0821/2017-S2 de 14 de agosto, incorporó al ordenamiento jurídico la
inasistencia injustificada como falta disciplinaria; siendo que, la recurrente -accionante- suscribió el
año 2013 un contrato por tiempo indefinido con YPFB, sometiéndose voluntariamente a las cláusulas
estipuladas en el mismo; b) La solicitante de tutela no presentó prueba en etapa impugnativa,
observando la inexistencia de fundamentos que permitan concluir que la transferencia haya sido
arbitraria, ya que se mantuvo su nivel salarial y los gastos de desplazamiento fueron cubiertos por el
empleador; c) Fue sometida a proceso sumario por haber aparentado justificar la inasistencia a la
fuente laboral a la que fue transferida, sin considerar que mediante nota GTHC-DCOC-1708/2017, se
le hizo saber que la misma se encontraba firme y subsistente; d) Respecto a la falta de valoración

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de las notas presentadas, referidas a la marcación en el reloj biométrico, al ingresar a trabajar en


YPFB, la recurrente se comprometió a prestar sus servicios en la función y lugar que le fueren
señalados; no obstante, que se le mantuvo su nivel salarial; e) Con relación a la Conminatoria emitida
por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, la misma tiene carácter provisional y no justifica su
inasistencia a la fuente laboral, considerando que es la Gerencia de Talento la que denuncia el hecho
y la Autoridad Sumariante inicia el proceso disciplinario; y, f) El Reglamento de YPFB, establece que
el trabajador podrá ser retirado de su fuente laboral sin goce de haberes en caso de inasistencia
injustificada y continua por más de seis días; por lo que, la Autoridad Sumariante obró con
competencia al dictar la sentencia en contra de la recurrente.
De la compulsa de las exigencias contenidas en el recurso jerárquico con los motivos resueltos por la
autoridad demandada se tiene que, el primer reclamo de la accionante referido a la falta de valoración
de las notas por parte de YPFB, mediante las cuales hizo conocer su oposición al cambio de lugar de
trabajo, fue resuelto en el cuarto móvil de la Resolución impugnada; asimismo, la denuncia de falta
de valoración de la Conminatoria de reincorporación emitida por la Jefatura Departamental del
Trabajo, fue absuelta a través del quinto fundamento de la Resolución Jerárquica; y, finalmente, el
requerimiento sobre la incompetencia de la Autoridad Sumariante para llevar adelante el proceso
interno seguido en su contra, fue atendido mediante el sexto motivo conforme al orden descrito en
el párrafo anterior.
Consiguientemente, teniendo en cuenta que, formulado el recurso jerárquico, el Presidente Ejecutivo
de YPFB, expuso los motivos que sustentaron su decisión, haciendo referencia a los hechos y la
normativa jurídica aplicable al caso concreto, circunscribiendo su decisión a los motivos expuestos
por la recurrente en su impugnación y dejando constancia de la inexistencia de interés o parcialidad,
lo cual cumple con la exigencia de la debida fundamentación, motivación y congruencia, pues, si bien
no se aprecia una exposición ampulosa de consideraciones y citas legales en la determinación
impugnada, existe una estructura de forma y de fondo; por lo cual, no corresponde otorgar la tutela
pretendida; toda vez que, no se advierte la vulneración del debido proceso en sus elementos
señalados y valoración de la prueba, conforme fue desarrollado en los Fundamentos Jurídicos III.1 y
III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En el caso particular de la denuncia de omisión valorativa de la prueba, este Tribunal entiende que
el reclamo de la solicitante de tutela está dirigido a la presunta falta de valoración de las notas de
oposición al cambio de lugar de trabajo, así como de la Conminatoria de reincorporación emitida por
la Jefatura Departamental del Trabajo, mismas que como se tiene previamente glosado fueron
consideradas por la autoridad demandada, cumpliendo del mismo modo con la debida
fundamentación, motivación y congruencia a que se encuentra compelido; puesto que, en caso que
la pretensión haya sido que la jurisdicción constitucional ingrese a revisar la labor valorativa de la
prueba de las autoridades administrativas cuestionadas, se recuerda a la demandante que esta
posibilidad se encuentra vedada, debido a las auto restricciones que imposibilitan la injerencia en la
actividad de jueces ordinarios y autoridades administrativas, a no ser que, en el caso de la denuncia
de omisión valorativa de la prueba, el interesado acredite que dicha omisión responde a un acto de
arbitrariedad, lo cual sin duda constituye una vulneración de derechos y garantías previstos en la
Constitución (SCP 1631/2013 de 4 de octubre); circunstancias que, en el caso concreto no concurren.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, efectuó un correcto análisis
de los antecedentes el caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 50/2019 de 28 de mayo, cursante de fs. 135 vta. a
139, pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del departamento de Santa Cruz; y, en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0701/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29184-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 40/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 84 vta. a 88, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Carmen Illescas Villarroel contra Zenón
Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 9 de abril de 2019, cursante de fs. 57 a 64, la accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Mediante Auto Interlocutorio 347 de 18 de “agosto” -siendo lo correcto junio- de 2018, se declaró
probada su solicitud de extinción de la acción penal por duración máxima del proceso; sin embargo,
por Auto de Vista 262 de 20 de noviembre del mismo año, la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, revocó la inicial decisión, señalando que la querellada no
hizo descuento de las vacaciones judiciales y tampoco de los días feriados e inhábiles, a pesar de que
en el incidente de extinción que presentó, indicó de manera clara e inequívoca que en el cómputo,
se tomó en cuenta “…sólo los días hábiles suprimiendo o no ha computando los fines de semana
(sábado y domingo), feriados nacionales y locales, ni las vacaciones judiciales” (sic).
Asimismo, las indicadas autoridades incurrieron en deslealtad procesal, al citar la ratio decidendi de
la SCP 1161/2013-L de 2 de octubre, que corresponde a uno de los fundamentos jurídicos de la
Resolución 143 de 10 de junio de 2011, emitida por la Sala Penal Segunda del referido Tribunal
Departamental de Justicia.
De manera maliciosa transcribieron parte de la SC 0449/2011-R de 18 de abril, en mérito a la cual
afirmaron que su persona asumió una actitud demasiada pasiva por no haberse defendido lo
suficiente “…Por tanto no se me puede sindicar absurdamente como responsable del transcurso del
tiempo por no haber recurrido a una serie de excepciones e incidentes que no eran propicios y que
solo hubieran tenido un fin dilatorio…” (sic); más al contrario, de la revisión de actuados, se puede
evidenciar que fue diligente en su defensa, razón por la que no puede señalarse que tuvo una actitud
pasiva, queriendo responsabilizarle del transcurso del tiempo, que es totalmente atribuible a la
negligencia de las autoridades judiciales que tuvieron a su cargo el control del proceso.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de su derecho al debido proceso en sus elementos de igualdad de
oportunidades, celeridad procesal, a la conclusión del proceso en un plazo razonable y sin dilaciones
indebidas, así como a la fundamentación; citando al efecto los arts. 115 y 119 de la Constitución
Política del Estado (CPE); 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP);
y, 7.5 y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela: a) Revocando el Auto de Vista 262; y, b) Confirmando el Auto
Interlocutorio 347, que declaró probada su solicitud de extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

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Celebrada la audiencia pública el 17 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 79 a 84
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a tiempo de ratificar la acción de amparo constitucional interpuesta, añadió que: 1)
Los demandados lesionaron de igual manera el debido proceso en su vertiente de fundamentación
de las resoluciones, ya que no dieron cabal cumplimiento a lo precisado en la SCP 0550/2015-S1 de
1 de junio, que indica que las autoridades judiciales tienen el deber no solo de fundamentar la
resolución, sino también, de efectuar la auditoría jurídica extrañada con la finalidad de precisar las
falencias en las que hubiese incurrido el juez de primera instancia; 2) El extinto Tribunal
Constitucional, no estableció, ni concluyó que el cómputo de los tres años previsto en el art. 133 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), empezaría a correr, en casos de conversión de acciones, desde
la querella, su admisión y notificación; 3) El proceso penal se inició formalmente el 10 de agosto de
2010, fecha en la cual se hizo la denuncia pertinente; y, 4) Los Vocales demandados tomaron
erróneamente como argumento para el cómputo, la admisión de la querella y la notificación.
I.2.2. Informe de los demandados
Zenón Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no presentaron informe escrito ni se apersonaron
a la audiencia de garantías, a pesar de su notificación cursante de fs. 67 a 68.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Edgar Javier Montenegro Ruiz, por intermedio de su abogado, en audiencia señaló que: i) En la
acción de amparo constitucional no especificaron los agravios que les hubiera causado el Auto de
Vista cuestionado; ii) De acuerdo a la SC 0551/2010-R de 12 de julio, las fechas y términos no
pueden ser tajantes; no obstante, la impetrante de tutela se fue directamente a la falta de apego a
la jurisprudencia constitucional y a la norma, así como cuando se hace una conversión; iii) No
presentó una auditoría jurídica para expresar una extinción de la acción; y, iv) La Resolución
analizada es proba y condice a la verdad material y fáctica de la existencia del delito, por lo que tiene
que haber una sanción; razones por las que solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 40/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 84 vta. a 88, concedió la tutela solicitada, dejando
sin efecto el Auto de Vista 262, disponiendo se emita uno nuevo, en base a los siguientes
fundamentos: a) La SCP 0566/2018-S1 de 1 de octubre, desarrolló el principio de interdicción de la
arbitrariedad, por el cual toda decisión judicial o administrativa, resulta ser injusta si carece de
motivación o la misma es insuficiente; b) Es evidente que la excepción presentada por la ahora
accionante, manifestó que en el cómputo de plazos descontó las vacaciones, días inhábiles y feriados;
sin embargo, la resolución analizada no expresó las razones de hecho y derecho que sustentan su
decisión, por lo que existió carencia de motivación; c) Si los demandados consideraron que el
cómputo efectuado por la excepcionista no era el correcto, tenían la obligación de realizar la auditoría
jurídica; d) Al haberse incurrido en esta causal de interdicción de la arbitrariedad, resulta estéril
pensar la posible postura pasiva de la impetrante de tutela, así como la carga procesal de los jueces
bolivianos; y, e) Las autoridades demandadas, no fundamentaron debidamente lo solicitado por la
accionante en su excepción de extinción de la acción penal por duración máxima del proceso “…como
también conocida la amplia jurisprudencia del Tribunal Constitucional Plurinacional con un sin número
de sentencias constitucionales relativas al caso en concreto que amerita el proceso principal
lográndose advertir que los accionados no han dado también cumplimiento a las mismas” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:

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II.1. Carmen Illescas Villarroel -ahora accionante-, mediante escrito presentado el 13 de abril de
2018, ante el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz, interpuso
excepción de extinción de la acción penal por duración máxima del proceso (fs. 7 a 12).
II.2. Cursa “Anexo I” Auditoría Jurídica de Actuados Procesales de 11 de abril de 2018, suscrito por
la actual impetrante de tutela (fs. 22 a 30 vta.).
II.3. Por Auto Interlocutorio 347 de 18 de junio de 2018, el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la
referida Capital y departamento, declaró probada la excepción interpuesta por la prenombrada (fs.
18 a 21 vta.).
II.4. La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante Auto de
Vista 262 de 20 de noviembre de 2018, declaró admisible y procedente la apelación incidental
formulada por Edgar Javier Montenegro Ruiz y en el fondo, revocó el Auto Interlocutorio 347; y por
ende, improbada la excepción presentada por Carmen Illescas Villarroel (fs. 2 a 6).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia como lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de igualdad
de oportunidades, celeridad procesal, a la conclusión del proceso en un plazo razonable y sin
dilaciones indebidas, así como a la fundamentación; toda vez que, dentro el proceso penal que se le
sigue, los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
emitieron el Auto de Vista 262 de 20 de noviembre de 2018, revocando el Auto Interlocutorio 347 de
18 de junio del mismo año, dictada por el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del mencionado
departamento, con el criterio de que la querellada no habría descontado en su auditoría jurídica, las
vacaciones judiciales y los días feriados e inhábiles, a pesar que en el incidente de extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso presentado, indicó todo aquello. Las señaladas
autoridades incurrieron en deslealtad procesal, al citar como ratio decidendi de la SCP 1161/2013-L,
una cita que corresponde a uno de los fundamentos jurídicos de la Resolución 143 de 10 de junio de
2011, emitida por la Sala Penal Segunda del referido Tribunal Departamental de Justicia.
Transcribieron de manera maliciosa parte de la SC 0449/2011-R, para afirmar que su persona asumió
una actitud demasiado pasiva por no haberse defendido lo suficiente, queriendo con ello
responsabilizarle del transcurso del tiempo; y, la SCP 0550/2015-S1, refirió que las autoridades
judiciales tienen el deber no solo de fundamentar la resolución sino también de efectuar la auditoría
jurídica extrañada con la finalidad de precisar las falencias en las que hubiese incurrido el Juez de
primera instancia.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si en el presente caso, se debe conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. Extinción de la acción penal por duración máxima del proceso
Sobre el particular, la SCP 0193/2013 de 27 de febrero señaló: “ La extinción de la acción penal por
duración máxima, es una forma de concluir la persecución penal por el transcurso del tiempo, sin la
conclusión del proceso, razón por la que se extingue la acción o precluye el derecho del Estado a
imponer una sanción, ello en atención a que no es posible mantener al imputado en un estado de
incertidumbre de manera indefinida sin que conozca su situación jurídica. Fin para el cual, la
legislación previó ciertos plazos y condiciones; transcurrido el cual y una vez cumplidos los requisitos,
impone la extinción de la acción penal.
Esta figura penal se encuentra prevista por el art. 133 del CPP, el cual establece que todo proceso
tendrá una duración máxima de tres años, contados desde el primer acto del procedimiento, vencido
el cual, el juez o tribunal del proceso, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la acción
penal. A su vez, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su art. 14.3 dispone que:
‘Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena igualdad, a las
siguientes garantías mínimas: c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas’. Finalmente, el art. 115 de la
CPE, garantiza que toda persona sea protegida de manera oportuna y efectivamente por los jueces
y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, resguardando el debido proceso, la
defensa y con una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones ”.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 505


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III.2. Deber de fundamentación del tribunal de apelación sobre la auditoría jurídica para
la extinción de la acción penal
La SCP 0667/2018-S3 de 4 de diciembre, indicó: “ …no es obligación del solicitante de la extinción
de la acción penal por duración máxima del proceso, indicar en la auditoría jurídica presentada, el
tiempo de dilación de cada acto procesal, pero sí tiene el deber de individualizar o precisar los actos
procesales donde se adviertan que el Órgano Judicial, el Ministerio Público, la parte querellante o
víctima provocaron mora procesal, indicando de manera puntual en qué parte del expediente se
encuentran los actuados procesales que causaron la demora; para que sea el juez de la causa o el
tribunal de apelación, quienes verifiquen si con los mismos se ocasionó o no dilación; y luego
mediante resolución debidamente fundamentada y motivada determinen recién el tiempo de la mora
ocasionada por cada uno de ellos, cuya sumatoria dará lugar a que se disponga o no la extinción de
la acción penal. Asimismo, esta labor de verificación corresponderá también ser realizada al Tribunal
de apelación a tiempo de emitir resolución en torno a las apelaciones presentadas, labor que deberá
efectuarse con la debida fundamentación y motivación; no debiendo limitarse a efectuar simples
afirmaciones o suposiciones, sin realizar un adecuado análisis y razonamiento de los datos del
proceso; más aún si en la impugnación presentada, se hubiese alegado que el Juez a quo no realizó
una adecuada auditoría jurídica, en cuyo caso el Tribunal ad quem tendrá la obligación de verificarla
y de ser evidente realizar una nueva, con la finalidad de establecer si es o no procedente la extinción
solicitada por los actos dilatorios y el tiempo de cada uno de ellos.
Consecuentemente, es deber de los jueces y tribunales de primera instancia, así como de los
tribunales de apelación, efectuar la auditoría jurídica en base a los datos del proceso, individualizados
por el solicitante de la extinción, y expresar de manera fundamentada en su resolución, cuáles fueron
los actos procesales en los que incurrieron el Órgano Judicial, Ministerio Público, víctima, querellante
o en su caso los imputados, indicando el tiempo de dilación de cada acto procesal, así como la
complejidad del asunto, para finalmente determinar la procedencia o no de la extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso; no estando permitido que las autoridades judiciales den por
bien hecho u homologuen la auditoría presentada por el solicitante, sin haber efectuado previamente
y de forma expresa la misma en la Resolución judicial a emitirse ”.
III.3. Cómputo de la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso
La SCP 0275/2016-S2 de 23 de marzo, manifestó que: “Por otra parte, respecto a la afirmación de
que la Jueza a quo a momento de realizar el cómputo para establecer las responsabilidades a las
partes procesales con relación a la dilación no consideró las vacaciones judiciales ni los feriados
nacionales, cabe referir que la SCP 0981/2015-S3 de 12 de octubre y el Auto Supremo 389/2009 de
22 de julio, establecieron que para efectos del cómputo de plazo para la extinción de la acción penal
por duración máxima del proceso (tres años) se debe aplicar el art. 130 del CPP, que establece la
suspensión del plazo por vacaciones judiciales, es decir por veinticinco días calendario -norma
procesal que concuerda con el art. 126.IV de la Ley del Órgano Judicial (LOJ)-; consecuentemente,
no resulta factible lo aseverado por los Vocales demandados en el entendido de que el art. 130 del
CPP, prevé que para el computo de los plazos solo se deben considerar los días hábiles, habida cuenta
que dicha regla o razonamiento solo es aplicable para los términos determinados por días, como ser
para la formulación de algún incidente, recurso de apelación, casación, plazo para resolver los recurso
citados, etc., cuyo plazo está fijado en días, (razonamiento recogido por el Auto Supremo 387/2015-
RRC-L de 22 de julio), consecuentemente solo se deben descontar las vacaciones judiciales ”.
III.4. Extinción de la acción penal en casos de conversión de acciones
La SCP 0550/2015-S1, precisó: “En torno a la última afirmación efectuada por las autoridades
demandadas, en el Auto de Vista cuestionado, referente a que cuando se trate de delitos de acción
privada o de procesos convertidos en su acción, el plazo o término de los tres años establecido en el
art. 133 del CPP, empezaría a correr a partir de la querella y su admisión más su correspondiente
notificación al querellado, tal como lo exigiría la SC 1036/2002-R; corresponde señalar, al igual que
lo precisado en el inc. I) del presente fundamento jurídico, que dicho razonamiento resulta arbitrario;
toda vez que, de la lectura y comprensión de la referida Sentencia Constitucional, se tiene que el

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extinto Tribunal Constitucional, no estableció ni concluyó en la misma, que el cómputo


de los tres años previstos en el art. 133 del CPP, para la duración máxima del proceso,
empezaría a correr en los casos de conversión de acciones, desde la querella, su admisión
y notificación al querellado; sino que la mencionada sentencia constitucional, efectuó un
razonamiento exclusivamente de la etapa preparatoria, el momento de su inicio y su duración
máxima; situación por la cual, se advierte que el fundamento expresado en el Auto de Vista
cuestionado, carece de sustento jurídico legal y jurisprudencial, que lesiona el derecho al debido
proceso en su elemento de fundamentación de las resoluciones; puesto que no puede argumentarse
una resolución, en base a razonamientos que no fueron desarrollados por una determinada sentencia
constitucional, por cuanto se estaría faltando a la verdad y se estaría emitiendo una resolución
arbitraria y de facto. En mérito a ello, se establece que los Vocales demandados, a tiempo de dictar
dicho razonamiento sin sustento legal o jurisprudencial, y añadiendo razonamientos que no fueron
expresados en la misma, lesionaron el derecho al debido proceso del accionante, en su vertiente de
fundamentación de las resoluciones, al tenor de lo expresado en el Fundamento Jurídico III.2 de este
fallo constitucional” (las negrillas y subrayado nos corresponden).
III.5. Análisis del caso concreto
De los antecedentes arrimados a la presente acción tutelar, se evidencia que Carmen Illescas
Villarroel -ahora accionante-, mediante escrito presentado el 13 de abril de 2018, ante el Juez de
Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz, interpuso excepción de
extinción de la acción penal por duración máxima del proceso, dentro del proceso penal seguido en
su contra por la presunta comisión de los delitos de falsedad ideológica y uso de instrumento
falsificado, para cuyo efecto adjuntó la correspondiente auditoría jurídica como “Anexo 1”, en el que
hizo referencia expresa a lo siguiente: “DURACIÓN CRONOLOGICA DEL PRESENTE PROCESO
PENAL: 3 (TRES) años y 11 (once) meses, 2 (dos) semanas, 5 (cinco) días periodo en días
corrido desde la presentación de la querella y hasta la presentación de la presente
excepción han transcurrido (un mil ciento vente) 120 días hábiles, el cual se descuentan
los fines de semana (sábado y domingo), feriados nacionales y locales y las vacaciones
judiciales, es decir hasta la fecha han transcurrido 3(tres) años, 3 (tres) semanas y 2
(dos) días HÁBILES” (sic [el resaltado pertenece al texto original]).
En virtud a la misma, el referido Juez Penal por Auto Interlocutorio 347 de 18 de junio de 2018,
declaró probada la mencionada excepción y ordenó el archivo de obrados, así como el levantamiento
de medidas cautelares de carácter personal y real si las hubiera; no obstante, Edgar Javier
Montenegro Ruiz -actual tercero interesado-, presentó apelación incidental contra dicho fallo, que fue
resuelta por Auto de Vista 262 de 20 de noviembre de igual año, dictada por la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, revocando el Auto Interlocutorio impugnado y
declarando improbada la excepción presentada por la accionante, en base a los siguientes
fundamentos: 1) Es evidente que la presente causa, se inició con la querella presentada el 21 de
abril de 2014, proveniente de un proceso penal en su acción; misma que fue notificada a la parte
querellada el 30 de junio del mismo año, fecha a partir de la cual comenzó a correr el cómputo del
plazo para la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso; 2) Esta última no hizo
el “…descuento de las vacaciones judiciales por cada año que señala la última parte del Art. 130
del CPP, por lo que tampoco hizo el descuento de los días feriados é inhábiles, esos días feriados é
inhábiles (…) es decir solo se deben computar los días hábiles, es decir haciendo el descuento de las
vacaciones judiciales y los días feriados é inhábiles (…) tenemos que aún no ha sobrepasado el plazo
de la extinción…” (sic [las negrillas y subrayado corresponden al texto original]); y, 3) Si bien es
cierto que el proceso estuvo sin movimiento por varios años hasta que la querellada interpuso el
incidente de extinción de la acción penal “…y en este caso la mism[a] querellada admite y afirma que
solamente ha interpuesto el incidente de objeción de querella, pero no ha interpuesto incidentes ni
excepciones en todo ese lapso, lo que implica que solo ha esperado beneficiarse con la extinción del
plazo vencido, la querellada ha asumido una postura demasiado pasiva, ya que durante todo el
proceso tenía el amplio derecho de asumir su defensa y plantear incidentes y excepciones, sin
embargo no interviene en el proceso de manera activa y provoca su propia indefensión, no ha

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reclamado ninguna retardación de justicia (…) de lo contrario estaríamos ingresando a un acto que
establece la S.C. N° 0449/2011-R de fecha 18 de abril (…) en esos casos no procede la extinción de
la acción penal por duración máxima del proceso” (sic [el subrayado pertenece al texto original]).
En este comprendido, es necesario aclarar que la SCP 1161/2013-L, mencionada en el Quinto
Considerando del Auto de Vista 262, no indicó que el cómputo del plazo para la extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso en caso de conversión de acciones, empezaría a correr a
partir de la notificación con la querella, sino se limitó a conceder la tutela por haberse resuelto una
apelación incidental de manera diferente, a la que decidió en otra causa la entonces Corte Suprema
de Justicia, mediante Auto Supremo 32-E de 10 de enero de 2007 (que sí tenía dicho criterio) y que
por lo tanto se habían vulnerado los derechos a la igualdad ante ley y al debido proceso. No obstante,
la SCP 0550/2015-S1, citada en el Fundamento Jurídico III.4 del presente fallo constitucional, sí se
pronunció sobre dicho cómputo, al indicar que resultaría arbitrario considerar como inicio del mismo,
para la extinción en casos de conversión de acciones a la querella, su admisión y la notificación al
querellado; y, que menos se podría extraer aquello de la SC 1036/2002-R de 29 de agosto, debido a
que la misma no desarrolló dichos razonamientos.
En ese sentido, las autoridades ahora demandadas al haber señalado que el proceso penal se inició
con la querella presentada el 21 de abril de 2014 y notificada el 30 de junio del mismo año a la
impetrante de tutela, no tomaron en cuenta este último precedente constitucional y más bien
sustentaron su decisión en una Sentencia Constitucional Plurinacional, que no efectuó y menos validó,
el criterio que alegan como correcto; razón por la que, es evidente que vulneraron el derecho al
debido proceso de la accionante en sus elementos de fundamentación e igualdad ante la ley, al
haberse apartado del referido precedente constitucional, sin explicar las razones del por qué lo
hicieron, a pesar que por mandato constitucional es de carácter vinculante y obligatorio.
Por otro lado, las autoridades demandadas sustentaron de igual manera su decisión, en el hecho de
que la parte querellada no habría descontado los días feriados, los días inhábiles ni las vacaciones
judiciales en su auditoría jurídica; sin embargo, no tomaron en cuenta que acuerdo a lo desarrollado
en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, es obligación
de los jueces y tribunales de primera instancia, así como de los tribunales de apelación, efectuar la
auditoría jurídica en base a los datos del proceso, individualizando los actos procesales en los que
incurrieron el Órgano Judicial, el Ministerio Público, la víctima, el querellante o en su caso los
imputados y el tiempo de dilación de cada acto procesal, así como la complejidad del asunto, para
finalmente determinar lo que concierna en derecho; labor que deben realizarla en base a una debida
fundamentación y motivación, más aún si la decisión que lleguen a asumir será la de revocar la inicial
determinación que declaró la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso; toda vez
que, deben dar certeza al justiciable de que los datos en los que sustentan su fallo son objetivos,
razonables y ajustados a derecho; en ese sentido, correspondía que las autoridades demandadas, a
tiempo de revisar el fallo del inferior, desarrollen la auditoría jurídica e identifiquen los posibles errores
en los que se hubiese incurrido y señalar cual sería la manera correcta de hacerlo, refiriendo los
actuados dilatorios, precisando el cómputo correcto y los descuentos que debieron realizarse, para
luego finalizar indicando cual es el tiempo real transcurrido; no pudiendo por tal motivo, hacer una
simple afirmación de que no se cumplió con el plazo de los tres años, tal como sucedió en el caso
presente, puesto que los demandados se limitaron a mencionar que no se hizo el cálculo adecuado
y que por tal motivo no procedía la extinción solicitada; a más de ello, asumieron dicha determinación
sin tomar en cuenta lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo constitucional,
que alude que solo deben descontarse las vacaciones judiciales del cómputo para la extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso y no así los feriados ni días inhábiles como los sábados
y domingos; consiguientemente, al haber asumido un razonamiento diferente al precedente
constitucional desarrollado y sin explicar el por qué se apartaron del mismo, lesionaron el derecho al
debido proceso de la accionante, en sus elementos de fundamentación e igualdad ante la ley, por lo
que corresponde conceder la tutela solicitada por este punto.
Finalmente, respecto al criterio de que la imputada tuvo una actitud demasiado pasiva en el proceso
penal y que por cuyo motivo debía aplicar lo expresado en la SC 0449/2011-R, cabe precisar que la

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SCP 0172/2018-S2 de 14 de mayo, a tiempo de resolver una problemática referente a la extinción de


la acción penal por duración máxima del proceso, señaló que: “…con relación a la SC 0449/2011-R,
cuya temática era relativa a la solicitud de nulidad de obrados, por lesiones al debido proceso,
ocasionadas ante la omisión de notificación por edictos a los rebeldes, ésta tampoco es aplicable a la
problemática planteada, al haberse determinado en aquella acción tutelar, que la indefensión fue
ocasionada por la accionante, supuesto diferente al denunciado en esta acción de defensa ”; lo que
quiere decir, que dicha sentencia no puede ser aplicada a casos en los cuales se esté solicitando la
extinción de la acción penal por duración máxima del proceso, sino solo para supuestos análogos en
los que un imputado creó su propia indefensión al no haber cuestionado oportunamente posibles
lesiones al debido proceso, cuando si pudo hacerlo. En tal sentido, mal pudo denegarse la referida
extinción por una supuesta inactividad de la ahora accionante, ya que de acuerdo a lo dispuesto en
la parte in fine del art. 6 del CPP “La carga de la prueba corresponde a los acusadores y se prohíbe
toda presunción de culpabilidad”; de lo que se colige, que en todo proceso penal, la parte acusadora
es la que tiene la obligación material de probar la posible existencia de hechos ilícitos que se atribuyen
a una persona y que los mismos se acomodan a un tipo penal, con la finalidad de obtener una
sentencia condenatoria; en esa misma lógica, la parte imputada tendrá derecho a defenderse en los
términos en los que la acusación sea presentada, ya sea interponiendo memoriales, excepciones e
incidentes, aportando y contradiciendo pruebas, impugnando actos y resoluciones, así como toda
otra forma en la que pueda desvirtuar lo endilgado en su contra (que no sean dilatorios) o en su caso
no hacer ninguna de ellas, si considera que no son necesarias o pertinentes a su defensa; lo que no
puede tomarse en cuenta por el juzgador, como una actitud pasiva que dé lugar a que el proceso se
haya dilatado y por cuyo motivo se deniegue la extinción de la acción penal mencionada, puesto que
no puede exigírsele al imputado que tenga un comportamiento activo para que concluya el caso
dentro el plazo legal, ya que si bien puede realizar los reclamos pertinentes para dicho cometido; sin
embargo, no puede obligársele a que interponga excepciones o incidentes y menos castigar su
supuesta inactividad en el cómputo de la extinción de la acción penal, como erróneamente pretenden
hacer los Vocales demandados, en mérito a una aplicación arbitraria y forzada de la jurisprudencia
constitucional. En virtud a ello, corresponde conceder la tutela solicitada por vulneración al debido
proceso en sus elementos de fundamentación y motivación de las resoluciones.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 40/2019 de 17 de abril, cursante de fs. 84 vta. a 88,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos
precedentemente desarrollados.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0702/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29223-2019-59-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 66/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 359 a 366, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Agustín Flores Calle contra Omar Michel
Durán y Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejeros del Consejo de la Magistratura.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 18 y 29 de marzo de 2019, cursantes a fs. 1, 254 a 265 y 268 a 270
vta., el accionante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso disciplinario que se le siguió, a través de Resolución Administrativa Disciplinaria
18/2016 de 8 de julio, fue destituido del cargo de Juez del Tribunal de Sentencia Penal Segundo de
la Capital del departamento de Oruro, por haber sido sancionado anteriormente en otros tres
procesos por faltas graves, cometiendo de este modo la falta gravísima prevista en el art. 188.I.11
de la Ley del Órgano Judicial (LOJ); determinación contra la cual, el 19 del mes y año aludidos
presentó recurso de apelación, el que fue atendido mediante Resolución SD-AP 430/2016 de 18 de
agosto. Este último fallo, quedó sin efecto por la Resolución 119/2017 de 11 de mayo, la que fue
confirmada por la SCP 0682/2017-S3 de 17 de julio; en ese ínterin, por Memorándum CM-
DIR.NAL.RR.HH.-J 063/2017 de 9 de mayo se le agradeció sus funciones; por lo que, dejó su cargo
desde el 16 del mes y año señalados. Finalmente, la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 de 11 de
julio, resolvió su apelación y confirmó la Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016.
La Resolución de Alzada SP-AP 112/2018, indicó: a) Que es una “DISCIPLINADA” -mujer-, cuando
en realidad es su persona; que se trata de “DOS APELACIONES” al señalar una apelación de 16 de
febrero de 2016 de la “juez disciplinada”, pareciendo resolver una apelación ajena; asimismo, que
dilucidó en mérito a la SCP 1339/2016-S3 de 25 de noviembre, cuando en realidad se trata de la SCP
0682/2017-S3; b) Cometió la falta gravísima endilgada, no obstante que dos de las causas
disciplinarias por infracciones graves están cuestionadas por acciones de amparo constitucional.
Sostuvo que dos casos disciplinarios fueron confirmados en alzada, cuando en el proceso “003/2015”
fue revocada la decisión apelada. No consideró la SCP 0682/2017-S3 que señaló que no es admisible
la instauración de un cuarto proceso disciplinario cuando dos causas anteriores se encuentran en el
Tribunal Constitucional Plurinacional, las que no pueden constituir antecedente para el cuarto sumario
por estar en revisión, conforme al art. 210 de la LOJ; y, c) En cuanto a su denuncia de vulneración
del debido proceso en su componente de fundamentación de las resoluciones, relacionada con la
producción de prueba de su parte, manifestó que no expuso el razonamiento necesario, lo cual no
es evidente, pues presentó elementos de juicio vinculados a los cuestionamientos constitucionales.
Asimismo, no valoró correctamente dichas evidencias producidas; en consecuencia, no advirtió el
entredicho a la cosa juzgada de los dos juicios disciplinarios que sirven de sustento al cuarto litigio.
No se percató que el Consejo de la Magistratura emitió un Memorándum de agradecimiento de sus
servicios, de modo que no forma parte del Órgano Judicial. Al declarar probada la comisión de la falta
gravísima destituyéndole, le revictimizó.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus componentes de cosa
juzgada material y de fundamentación de las resoluciones, y a la defensa, citando al efecto los arts.
115.I y II, 119.II y 180.I de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 25.1 y 2 inc. a) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se otorgue la tutela, disponiendo: 1) Se deje sin efecto la Resolución de Alzada SP-AP
112/2018, debiendo las autoridades demandadas emitir una nueva debidamente fundamentada,
conminándoles a “…resolver conforme a las circunstancias emergentes en el tiempo entre la alzada
interpuesta y la decisión luego de más de dos años, como es mi agradecimiento de servicios…” (sic);
y, 2) Sea con costas y responsabilidad civil.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 21 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 340 a
358 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, ratificó el contenido de su acción de amparo
constitucional, y ampliándolo indicó que: i) Se trata de cuatro procesos disciplinarios que dan lugar
a la acción de amparo constitucional, así el proceso 45/2014 no se encuentra cuestionado por ninguna
acción constitucional; pero los procesos “003/2015” y “27/2015” que generaron este cuarto sumario
disciplinario, se encuentran cuestionados por dos amparos constitucionales; esto es reconocido en la
Resolución de Alzada SP-AP 112/2018, que es la que está cuestionada por la presente acción de
defensa, no teniendo conocimiento del resultado de dichas denuncias; ii) Cuando dos resoluciones
disciplinarias se encuentran en tela de juicio en sede constitucional, no es posible que sirva de
fundamento para derivar en falta gravísima; iii) No se está demandando el retorno a sus funciones;
iv) En tanto estén cuestionadas en sede constitucional las sanciones disciplinarias son inexistentes;
v) Los supuestos errores simplemente formales o que no inciden en la decisión de fondo, no pueden
ser argumentos para no conceder la tutela; pues, no son intrascendentes; vi) No es posible que
alguien que ya no es servidor judicial luego sea destituido; el agradecimiento de servicios de ningún
modo puede equipararse a una renuncia; vii) La SCP 0682/2017-S3 reconoció que están en su sede
dos acciones de amparo constitucional que cuestionan los dos procesos disciplinarios y entendió que
no es justiciable la instauración de un cuarto proceso; la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no
guarda coherencia con el entendimiento constitucional; y, viii) Lo resuelto en sede disciplinaria se
puede cuestionar por sede constitucional; “…no puede haber un cuarto proceso si hay dos procesos
que están cuestionados en sede constitucional, es una diferencia muy distinta a lo que se trató en
un víspera en una acción similar…” (sic).
El accionante señaló que la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no consideró en qué sentido se
valoró los dos procesos, si tiene valor o no; tampoco, la contradicción con la sentencia constitucional
plurinacional que en su oportunidad fue planteada, y no fue cumplida.
I.2.2. Informe de los demandados
Omar Michel Durán y Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejeros del Consejo de la Magistratura,
mediante sus representantes presentaron informe escrito el 17 de mayo de 2019, cursante de fs. 314
a 321, indicando que: a) La Resolución 119/2017 dejó sin efecto la Resolución SD-AP 430/2016, que
fue confirmada mediante SCP 0682/2017-S3, centrándose en que las autoridades de segunda
instancia no respondieron de manera motivada y congruente, respecto a que la interposición de las
acciones de amparo constitucional contra dos de las resoluciones emitidas que declaraban probada
la comisión de las faltas graves, se encuentran pendientes de revisión por este Tribunal; en este
contexto, en cumplimiento del fallo constitucional precitado, la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018
observó estrictamente sus alcances; el accionante en realidad denuncia su incumplimiento; b) El
antes nombrado apelando a cuestiones meramente formales, pretende que se ingrese a revisar
nuevamente el fondo de lo ya resuelto en una acción de amparo constitucional, esmerándose en
forzar la existencia de “hechos nuevos” en la Resolución impugnada, intentando crear la idea de que

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 511


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los mismos no estarían vinculados a la primera acción de defensa, recurriendo a simples errores de
transcripción e irrelevantes constitucionalmente; c) La Resolución de Alzada SP-AP 112/2018
respondió específicamente a los aspectos por los cuales el Tribunal Constitucional Plurinacional otorgó
la tutela, correspondiéndole al impetrante de tutela, activar una queja por incumplimiento; y, d) El
prenombrado respondiendo a lo extrañado por el Tribunal Constitucional Plurinacional denunció que
no se valoró la prueba, refutando la manera en la que se cumplió lo ordenado por la SCP 0682/2017-
S3; e, introdujo un elemento que no fue objeto de decisión alguna en el amparo constitucional previo,
su destitución mediante Memorándum CM-DIR.NAL.RR.HH.-J 063/2017 en aplicación de la
transitoriedad; por lo que, solicitaron se deniegue la tutela, con costas, daños y perjuicios.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Boris David Gallardo Paredes, Representante de la Unidad de Transparencia Institucional de la Oficina
Departamental de Oruro del Consejo de la Magistratura, en audiencia señaló que: 1) Un nuevo
amparo está prohibido por normativa constitucional, la SCP 0682/2017-S3 claramente hizo mención
a lo que se reclama nuevamente; y, 2) El accionante cuestionó que no se pueden ejecutoriar estos
dos procesos por falta grave porque “…existían dos recursos constitucionales…” (sic); esto ya fue
conocido y resuelto por una anterior acción amparo constitucional, que concedió la tutela únicamente
en relación a la motivación y congruencia; por lo que, la entidad demandada dando cumplimiento al
precitado fallo constitucional emitió una nueva resolución fundamentada y congruente; entonces
tales hechos ya fueron dilucidados en su momento y las acciones constitucionales no pueden ser
utilizadas arbitrariamente, citando al efecto las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0057/2015-S3 de 20 de febrero, 1291/2015-S1 de 22 de diciembre y 0157/2015-S3 de 20 de febrero;
por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
66/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 359 a 366, denegó la tutela solicitada; bajo los siguientes
fundamentos: i) El accionante enfáticamente señaló que la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no
se halla debidamente fundamentada, no habiendo dado cumplimiento a lo dispuesto por la SCP
0682/2017-S3, que ordenó que se emita una nueva resolución respecto al cuarto proceso disciplinario
instaurado contra el peticionante de tutela; ii) En ese entendido, la jurisprudencia constitucional
determinó que en caso de presentarse acciones de amparo constitucional que emerjan de otra
resolución constitucional, no pueden ser impugnadas ni cuestionadas por esta vía; y, iii) En el caso
presente, los cuestionamientos de la acción de amparo constitucional se refieren a la Resolución de
Alzada SP-AP 112/2018 que fue dictada, a su vez, en función de lo dispuesto en la SCP 0682/2017-
S3 que ya realizó el análisis, consideración y fundamentación de lo que ahora reclama el
prenombrado; de manera que este Tribunal se encuentra impedido de ingresar a analizar la
problemática planteada en el fondo, correspondiendo que el impetrante de tutela acuda, si incumbe,
al recurso de queja.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso disciplinario seguido contra Agustín Flores Calle -ahora accionante-,
mediante Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016 de 8 de julio, el Tribunal Disciplinario
Primero de la Oficina Departamental de Oruro del Consejo de la Magistratura, resolvió declarar
PROBADA la denuncia interpuesta contra el disciplinado, por la comisión de la falta disciplinaria
gravísima prevista en el art. 188.I.11 de la LOJ -“…Por la comisión de una falta grave cuando la o el
servidor judicial hubiera sido anteriormente sancionado por otras dos (2) graves…” (sic)-,
imponiéndole la sanción de DESTITUCIÓN de su cargo (fs. 88 a 94).
II.2. El 19 de julio de 2016, el hoy accionante presentó recurso de apelación contra la Resolución
Administrativa Disciplinaria 18/2016 (fs. 100 a 104).

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II.3. Mediante Resolución SD-AP 430/2016 de 18 de agosto, Cristina Mamani Aguilar y Roger Gonzalo
Triveño Herbas, exmiembros de la Sala Disciplinaria del Consejo de la Magistratura, resolvieron
confirmar totalmente la Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016 (fs. 117 a 118 vta.).
II.4. Por Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 de 11 de julio, los Consejeros demandados,
resolviendo el recurso de apelación del accionante y citando la SCP 0682/2017-S3, determinaron
CONFIRMAR en su totalidad la Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016, declarando
PROBADA la comisión de la falta disciplinaria gravísima contenida en el art. 188.I.11 de la LOJ,
imponiéndole la sanción de DESTITUCIÓN de su cargo (fs. 194 a 199 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus componentes de cosa
juzgada material y de fundamentación de las resoluciones, y a la defensa, por cuanto dentro del
proceso disciplinario que se le siguió, la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 de 11 de julio incurrió
en errores formales trascendentes; no consideró que dos de las causas por faltas graves están
cuestionadas por acciones de amparo constitucional ni que la SCP 0682/2017-S3 señaló que no es
admisible la instauración de un cuarto proceso cuando dos casos anteriores se encuentran en el
Tribunal Constitucional Plurinacional en revisión, y en cuanto a su prueba indicó que no la
fundamentó, no advirtiendo el entredicho a la cosa juzgada de los dos sumarios referidos; tampoco
observó que el Consejo de la Magistratura emitió el Memorándum CM-DIR.NAL.RR.HH.-J 063/2017
de 9 de mayo agradeciendo sus servicios.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. La improcedencia de la acción de amparo constitucional a efectos de solicitar el
cumplimiento de lo dispuesto en una anterior
Sobre la temática, la SCP 0416/2015-S1 de 30 de abril estableció: [Respecto a la denuncia de
incumplimiento de las resoluciones de amparo constitucional, existe uniforme entendimiento
jurisprudencial, en el sentido de señalar que la interposición de acciones constitucionales no es la vía
idónea para solicitar su cumplimiento; en ese sentido la SCP 0008/2012 de 16 de marzo, expresó
que: «…cuando las autoridades accionadas no dan cumplimiento a lo dispuesto por el juez
de garantías, dentro de acciones de libertad o amparo constitucional, el accionante debe
acudir ante el mismo juez de garantías que emitió la resolución, o en su caso a la vía
ordinaria para hacer cumplir la misma; puesto que no corresponde presentar una nueva acción tutelar
contra las mismas autoridades ya demandadas en una acción tutelar anterior».
Consecuentemente, la acción tutelar resulta ineficaz para el cumplimiento de una resolución de
amparo constitucional, tal como también se razonó en la SCP 0344/2012 de 22 de junio, que señaló:
«Antes de ingresar al análisis de la problemática planteada, cabe mencionar la
jurisprudencia constitucional que fue emitida con anterioridad en supuestos similares.
Así se tiene que la SC 0591/2010-R de 12 de julio, refiriéndose a la falta de idoneidad en
la presentación de una acción tutelar para lograr el cumplimiento de resoluciones de
hábeas corpus -hoy acción de libertad- y amparo constitucional, señaló: “Las
resoluciones de la jurisdicción constitucional, deben ser cumplidas a través de los
mecanismos que franquea la ley, no pudiendo activarse la acción de amparo
constitucional, con el único fin de buscar el cumplimiento de las resoluciones
pronunciadas en un anterior amparo constitucional. Al respecto, se debe señalar que el
amparo constitucional está regido por el principio de subsidiariedad, el mismo que, de acuerdo a la
SC 1548/2003-R de 30 de octubre, implica que: ‘…el recurso de amparo por su naturaleza subsidiaria,
es viable en la medida en que el recurrente previamente agote los medios ordinarios o administrativos
de defensa para la tutela de derechos fundamentales o garantías constitucionales puesto que esta
acción extraordinaria pone término al conjunto de medios procesales que tienen el mismo objeto,
que es el de otorgar tutela cuando se evidencia que una persona o un particular ha realizado actos

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ilegales u omisiones indebidas que restrinjan, supriman o amenacen restringir intereses dignos de
protección jurídica…’”».
En ese contexto, la jurisprudencia constitucional, en fallos uniformes ha establecido que la denuncia
de incumplimiento de lo dispuesto por acciones tutelares debe ser de conocimiento del tribunal o
juez de garantías, que conoció la causa, en ese sentido, la SCP 0243/2012 de 29 de mayo, refirió:
«En ese mismo entendimiento, es decir sobre el supuesto incumplimiento a resoluciones
pronunciadas en acciones tutelares: “Este Tribunal en su amplia jurisprudencia
estableció que ante la eventualidad de un acto de resistencia, desobediencia o
incumplimiento de una Sentencia Constitucional, el accionante debe acudir ante el Juez
o Tribunal que conoció la acción tutelar, por ser ésa autoridad la llamada a hacer cumplir sus
propias determinaciones”».
En ese mismo sentido, y en resguardo del derecho de acceso a la justicia, para el caso de
incumplimiento de las resoluciones emitidas en acciones tutelares por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, el ACP 0005/2012-O de 30 de octubre, sostuvo: «A los fines de garantizar el derecho
de acceso a la justicia, las resoluciones emanadas del Tribunal Constitucional Plurinacional, deben
ser cumplidas en su integridad. Ante un eventual incumplimiento, el afectado tiene la facultad de
acudir a todos los recursos establecidos en el sistema jurídico nacional, hasta conseguir la
materialización de la determinación. En un Estado Democrático de Derecho todos estamos compelidos
a acatar y obedecer las resoluciones emanadas de una autoridad competente, sin importar si las
mismas son favorables o no a sus intereses, con mayor razón, si de por medio se compromete la
vigencia de los derechos y garantías constitucionales. A cuyo efecto, ante una resistencia de los
servidores públicos o personas particulares en la observancia de las determinaciones judiciales, el
Tribunal de garantías tiene el deber de asegurar que las decisiones del máximo intérprete de la
Constitución Política del Estado sean cumplidas sin ninguna demora; por cuanto, se trata de
resguardar derechos fundamentales. El derecho de acceso a la justicia no significa acudir únicamente
a las autoridades judiciales y obtener una decisión de ellas, al contrario, dicha determinación debe
tener una ejecución pronta y oportuna, pues ella significa la culminación favorable del debido proceso.
Ahora bien, es importante considerar el contenido del art. 16 del Código Procesal Constitucional
(CPCo), cuya norma señala:
“I. La ejecución de una Resolución Constitucional con calidad de cosa juzgada, corresponde al juzgado
o tribunal que inicialmente conoció la acción.
II. Corresponderá al Tribunal Constitucional Plurinacional conocer y resolver las quejas por demora o
incumplimiento en la ejecución antes referida; asimismo le corresponde la ejecución en los procesos
que directamente se presenten ante el mismo”.
Entonces, la tarea de hacer cumplir y ejecutar los fallos emanados de este Tribunal, le corresponden
a la autoridad que conoció la acción en su condición de juez o tribunal de garantías; sin embargo, las
quejas por demora e incumplimiento de las resoluciones deben ser resueltas por el Tribunal
Constitucional Plurinacional.
Las demandas de incumplimiento o demora en la ejecución, deben ser probadas de manera íntegra
y en todos sus extremos por el denunciante; es decir, la carga probatoria le corresponde a la parte
que acudió en queja a este Tribunal, para que en esta instancia se determinen las responsabilidades
y, en su caso, se adopten las sanciones necesarias».
«…En este entendido, la acción de amparo constitucional no constituye un mecanismo para exigir el
cumplimiento de resoluciones pronunciadas en una anterior acción, toda vez que éstas deben ser
cumplidas a través de los mecanismos establecidos por ley, o lo que es lo mismo, no existe la
posibilidad de acudir a esta acción de defensa, pretendiendo la ejecución o cumplimiento de una
resolución de amparo constitucional emitida anteriormente, pues de ser admitida esa situación, se
desnaturalizaría la dimensión procesal de dicha acción, restándole efectividad a las resoluciones
pronunciadas en acciones tutelares»] (las negrillas pertenecen al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 514


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Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el accionante se centra en que dentro del proceso disciplinario que se le siguió, la Resolución de
Alzada SP-AP 112/2018 de 11 de julio incurrió en errores formales trascendentes; no consideró que
dos de las causas por faltas graves están cuestionadas por acciones de amparo constitucional ni que
la SCP 0682/2017-S3 señaló que no es admisible la instauración de un cuarto proceso cuando dos
casos anteriores se encuentran en el Tribunal Constitucional Plurinacional en revisión, y en cuanto a
su prueba indicó que no la fundamentó, no advirtiendo el entredicho a la cosa juzgada de los dos
sumarios referidos; tampoco observó que el Consejo de la Magistratura emitió el Memorándum CM-
DIR.NAL.RR.HH.-J 063/2017 de 9 de mayo agradeciendo sus servicios.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal y de lo referido en las Conclusiones de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional se evidencia que, dentro del proceso disciplinario seguido
contra Agustín Flores Calle -ahora accionante-, mediante Resolución Administrativa Disciplinaria
18/2016 de 8 de julio, se declaró PROBADA la denuncia interpuesta contra el disciplinado, por la
comisión de la falta disciplinaria gravísima prevista en el art. 188.I.11 de la LOJ -“…Por la comisión
de una falta grave cuando la o el servidor judicial hubiera sido anteriormente sancionado por otras
dos (2) graves…” (sic)-, imponiéndole la sanción de DESTITUCIÓN de su cargo (Conclusión II.1);
el 19 de julio de 2016, el peticionante de tutela presentó recurso de apelación contra la mencionada
sentencia disciplinaria (Conclusión II.2); a través de la Resolución SD-AP 430/2016 de 18 de agosto,
se resolvió confirmar totalmente el citado fallo disciplinario (Conclusión II.3).
Cuestionando el referido fallo, el disciplinado interpuso una primera acción de amparo constitucional
contra la Resolución SD-AP 430/2016, alegando en la referida acción tutelar la lesión de sus derechos
al debido proceso en sus elementos de motivación, razonabilidad, valoración de la prueba y
congruencia, a la presunción de inocencia, el principio non bis in ídem, a la defensa y al trabajo,
señalando que en el proceso disciplinario seguido en su contra, fue indebidamente sancionado con
la destitución de su cargo, ya que los Consejeros demandados: “a) Incurrieron en una motivación
arbitraria, falta de coherencia e incongruencia omisiva, pues omitió pronunciarse respecto a su
certificación de antecedentes disciplinarios, expresando que la sanción de destitución no amerita
atenuantes ni agravantes, tampoco respondió lo referido a las Resoluciones de los Casos
003/2015 y 027/2015 que se encuentran en revisión en el Tribunal Constitucional
Plurinacional cuyo resultado será determinante a efectos de imponer la sanción; b) Si bien
efectuaron la cita del art. 40 de la LPA, no establecieron el nexo de causalidad con la Norma Suprema,
ni aclararon adecuadamente el supuesto fáctico y la consecuencia jurídica puesta a su consideración,
toda vez que el tipo infraccional por el que fue acusado, requiere de la comisión de una
falta grave y la sanción de otras dos faltas graves anteriores, sobre las cuales en este
caso existen interpuestas dos acciones de amparo constitucional que se encuentran en
revisión, debiendo en todo caso aplicarse los principios de favorabilidad y protector como
fundamento de la interpretación legal; y, c) Restringieron su derecho al trabajo y su vinculación al
debido proceso, debido a que la desvinculación laboral se realizó sin respetar el debido proceso
administrativo” (las negrillas nos corresponden [SCP 0682/2017-S3]).
Siendo resuelta la indicada acción de defensa, mediante Resolución 119/2017 de 11 de mayo,
pronunciada por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, que
concedió en parte la tutela impetrada, ordenando entre otros, dejar sin efecto la Resolución SD-
AP 430/2016, disponiendo que se emita una nueva resolución de alzada, también quedan sin efecto
todos los actuados posteriores a ella; posteriormente la SCP 0682/2017-S3, decidió CONFIRMAR la
Resolución 119/2017, y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, únicamente en relación al
derecho al debido proceso en sus elementos de motivación y congruencia, dejando sin efecto la
Resolución SD-AP 430/2016, determinando que se dicte un nuevo fallo de alzada, observando los
alcances expuestos en dicha Sentencia Constitucional Plurinacional.
En cumplimiento de la SCP 0682/2017-S3, los Consejeros ahora demandados, pronunciaron la
Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 que resolviendo el recurso de apelación del accionante
CONFIRMÓ en su totalidad la Resolución Administrativa Disciplinaria 18/2016, declarando
PROBADA la comisión de la falta disciplinaria gravísima contenida en el art. 188.I.11 de la LOJ,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 515


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imponiéndole la sanción de DESTITUCIÓN de su cargo (Conclusión II.4). Cuestionando tal


Resolución de Alzada, el impetrante de tutela interpuso una segunda acción de amparo constitucional,
por memoriales presentados el 18 y 29 de marzo de 2019, denunciando la lesión de sus derechos al
debido proceso en sus componentes de cosa juzgada material y de fundamentación de las
resoluciones, y a la defensa, expresando los mismos argumentos esgrimidos en la primera acción de
defensa descrita anteriormente y la vulneración del derecho al debido proceso en su elemento de
fundamentación y motivación de las resoluciones, señalando entre sus argumentos que, la
Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no consideró que dos de las causas por faltas graves
están cuestionadas por acciones de amparo constitucional ni que la SCP 0682/2017-S3 señaló
que no es admisible la instauración de un cuarto proceso cuando dos casos anteriores se
encuentran en el Tribunal Constitucional Plurinacional en revisión, y en cuanto a su prueba
no advirtió el entredicho a la cosa juzgada de los dos sumarios referidos.
En ese contexto, es evidente que los aspectos reclamados por el prenombrado, a través de la acción
de amparo constitucional que se revisa, ya fueron dilucidados en una anterior acción tutelar resuelta
por la Resolución 119/2017, confirmada por la SCP 0682/2017-S3; por lo que, si considera que lo
dispuesto en la primera acción de defensa, fue incumplida, debió acudir ante el Tribunal de garantías
que conoció la misma, a efectos de que se haga cumplir esa determinación.
Consiguientemente, correspondía al peticionante de tutela denunciar ese incumplimiento ante el
Tribunal de garantías de la primera acción tutelar, a fin de que dicha autoridad determine respecto a
la misma; y, en caso de ser evidente la denuncia, conmine a los Consejeros demandados a dictar
una resolución conforme a su decisión; por lo que, al no haber actuado de esa manera e interpuesto
la presente acción de defensa, incurrió en la causal de improcedencia descrita en el Fundamento
Jurídico III.1 de este fallo constitucional, no siendo posible la concesión de la tutela demandada.
En cuanto a que la Resolución de Alzada SP-AP 112/2018 no advirtió que se emitió un Memorándum
de agradecimiento de sus servicios; se tiene que, tal aspecto no fue objeto del thema decidendum
de la litis disciplinaria.
Por último, respecto a que la mencionada Resolución incurrió en errores formales que el accionante
considera trascendentes; se advierte que, el prenombrado no demostró al efecto dicha relevancia
constitucional.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 66/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 359 a 366,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, aclarando que no se ingresó al fondo de la problemática
planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0703/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29227-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 074/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 548 a 550 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ponciano Poma Ticona,
Faculina Tantani Tarqui, Domingo Quispe Poma, Amalia Choque Cosme, Laura Apaza
Rosas, Robustiano Quispe Poma, Remigio Poma Ticona, Santos Jesús Quispe Paxi,
Máxima Quispe Ticona, Arsenio Quispe Huanca y Eulogia Zambrano Terrazas, todos
autoridades de la comunidad originaria Cutini Chonchocoro del departamento de La Paz
contra Waldo Echeverría García, Presidente; Norberto Quispe Gonzales, Vicepresidente;
Leonor Alcon de Morales, Agustina Quispe Peña, Heidy Lizet Ventura Huallpara, David
Bautista Choque, Olga Morales Cáceres, Wilson Vargas Villca, Héctor Calle Cruz, Hernán
Carvajal Machaca y Antonieta Nina Ali, Concejales, todos del Gobierno Autónomo
Municipal de Viacha de ese departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 13 y 22 de mayo de 2019, cursantes de fs. 43 a 46 y 54 a 55, los
accionantes manifestaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
A los fines de cumplir con los requisitos de la tramitación de la personería jurídica ante el Gobierno
Autónomo Departamental de La Paz, el 24 de julio de 2018, en calidad de autoridades de la
comunidad originaria Cutini Chonchocoro, solicitaron al Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de
Viacha del departamento de La Paz, la emisión de una resolución municipal que reconozca a su
comunidad y se les otorgue personalidad jurídica, al contar con vida orgánica de más de seis años y
al tenor de la Resolución 02/2013 de 7 de abril, emitida por su entidad matriz Marka Jacha Hilata y
Sub Central Hilata Norte, quienes les otorgaron las certificaciones respectivas.
La solicitud efectuada no tuvo respuesta; por lo que, a través de peticiones efectuadas el 21 de
diciembre de 2018; 8 de febrero y 29 de abril de 2019, las autoridades ediles aprovechándose de su
humildad asumieron simples compromisos verbales, al extremo de suscribir inclusive en su Libro de
Actas el 30 de abril del citado mes y año, recomendación para agendar la tramitación de la solicitud
para el 7 de mayo del mismo año; sin embargo, lo comprometido no fue cumplido por la inasistencia
de seis concejales, acordándose llevar la Sesión al día siguiente; es decir, el 8 del indicado mes y
año; pero una vez que se presentaron ante la entidad edil, fueron sorprendidos al encontrar el edificio
municipal rodeado de seguridad, impidiéndoles la entrada, informándoles que el Concejo Municipal
se encontraba en sesión reservada.
Resultando de ello que desde el 24 de julio de dicho año al presente -10 de mayo de 2019-,
transcurrieron más de nueve meses, sin que se haya dado respuesta a su petición.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes alegaron lesionado su derecho a la petición, a cuyo efecto citaron el art. 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 517


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Solicitaron se conceda la tutela impetrada y en consecuencia se disponga: a) Que el Concejo del


Gobierno Autónomo Municipal de Viacha, en el día emita resolución municipal de reconocimiento de
la comunidad originaria Cutini Chonchocoro; y, b) La calificación del año civil, respecto a los
honorarios profesionales, gastos de “valorados” y otros a fijarse en ejecución de sentencia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 27 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 542 a
547 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado, ratificaron la acción de amparo constitucional interpuesta,
precisando además, que no cuentan con respuesta material y en tiempo razonable; de acuerdo al
informe presentado por las autoridades demandadas, recién conocieron que en sesión del Concejo
Municipal de 8 de mayo de 2019, se dispuso el rechazo de manera fundamentada de la solicitud
efectuada, pero que no se les comunicó.
I.2.2. Informe de los demandados
Waldo Echeverría García, Presidente; Norberto Quispe Gonzales, Vicepresidente; Heidy Lizet Ventura
Hualparra, Héctor Calle Cruz, Antonia Nina Ali, Hernán Carvajal Machaca y Leonor Alcon de Morales,
Concejales todos del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha, por informe escrito presentado el 27
de mayo de 2019, cursante de fs. 71 a 78 vta., señalaron que: a) Por memorial de 24 de julio de
2018, Bernardo Ticona Quispe y otros en calidad de autoridades originarias de la comunidad Cutini
Chonchocoro, solicitaron se emita resolución municipal para obtener personalidad jurídica,
adjuntando la siguiente documentación: Certificación de la Marka Jacha Hilata indicándose que la
citada comunidad forma parte activa y está afiliada a la misma, en la que cumple la Función Social
(FS), vida orgánica, usos y costumbres; certificación de la Subcentral Hilata Norte, que ratifica lo
anteriormente señalado; Resolución 02/2013, emitida por dicha Marka que reconoce a la comunidad
originaria Cutini Chonchocoro; actas de reconocimiento de la zona de 7 de abril de 2013; de elección
de autoridades gestión 2018-2019 de 10 de enero de 2018; de posesión de autoridades de 13 de
enero de 2018 y 14 fojas de fotocopias de credenciales de autoridades; pese a la documentación
adjuntada, los peticionantes no presentaron las actas de fundación y de conformidad o certificación
de las comunidades colindantes, como tampoco el estatuto orgánico, reglamento interno y el acta de
aprobación de los documentos antes nombrados, por lo que, en atención a los arts. 43 de la Ley de
Procedimiento Administrativo (LPA) y 33 del Reglamento del Concejo del Gobierno Autónomo
Municipal de Viacha, no procedieron a emitir en el plazo, el informe respectivo sobre el memorial de
24 de julio del año indicado, toda vez que no se adjuntó la documental necesaria para dar curso a lo
pedido; b) El 13 de agosto del año referido, mediante nota suscrita por Humberto Quispe Limachi,
Jilir Mallku Ejecutivo de la Marka Batalla de Ingavi y su directiva, hicieron conocer el pronunciamiento
respecto a que las comunidades querían sacar resoluciones para la obtención de su personería jurídica
y que no den curso al trámite que pretenden, al no estar reconocidas las comunidades de
Quipaquipani, Choquenaira y Cutini Chonchocoro por dicha Marka ni por la Jacha Marka Originario
Viacha, que estarían en medio de las comunidades afiliadas a la Marka Batalla de Ingavi, Charahuyto
y Chonchocoro. De igual manera por Oficio de 17 de octubre de ese año, con CITE:JMOV/077/2018,
suscrita por Donato Quispe Ramos Jilir Jachá Jalja Mallku, Ejecutivo Jacha de dicha Marka, señaló
que tuvieron conocimiento sobre la solicitud de reconocimiento de las nuevas comunidades Cutini
Chonchocoro, Chulluncayani y Quipaquipani,y que de acuerdo a las normas y estatuto orgánico se
debería cumplir ciertos pasos para aceptar sus peticiones, impetrando que no se dé curso a lo
requerido, para evitar enfrentamientos. El 1 de noviembre de 2018, mediante nota firmada por
Jacoba Gutiérrez de Rojas, Jilir Sullka Mama Mallku Ejecutiva, Jacha de la aludida Marka, puso en
conocimiento la Resolución “01”, que indica que los actos orgánicos de reconocimiento de nuevas
comunidades corresponden a la instancia de Marka y el Municipio respectivo y no a instancias
externas. En virtud a dichos oficios y el art. 4 del Reglamento General del Concejo del Gobierno
Autónomo Municipal de Viacha, se pidió mayor información y por Informe CITE
DAJ/CMV/MAM/015/2019 de 19 de marzo, emitido por el Director de Asuntos Jurídicos del Concejo

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 518


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Municipal, en relación al pedido de personalidad jurídica exigido por la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro, se concluyó que los peticionantes debían adjuntar acta de fundación, estatuto orgánico
y reglamento interno de su comunidad, a los fines de que se atienda su petición; c) Por nota de 29
de ese mes y año, Ponciano Poma Ticona y otras autoridades originarias, anexaron fotocopia simple
de acta de reconocimiento; actas de posesión, de fundación y de reunión ordinaria; pero se observó
que no acompañaron el acta de conformidad o certificación de las comunidades colindantes, estatuto
orgánico y reglamento interno; asimismo, advirtieron que sobre las notas presentadas por los
impetrantes de tutela de 24 de julio, 21 de diciembre del 2018 y 8 de febrero de 2019, no incluyeron
la documental extrañada; d) En sesión ordinaria 27 de 25 de abril de dicho año, se pidió la
incorporación en la agenda el informe respecto a la solicitud de resolución municipal, para la
obtención de personalidad jurídica, el Pleno del Concejo Municipal, rechazó la inclusión de ese tema
en la agenda a tratar.
Ponciano Poma Ticona, el 26 de abril de ese año, solicitó que no se dé curso al trámite realizado por
Evaristo Quispe Ticona con relación a la otorgación de la personería de la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro; por otra parte Marcos Mamani, Jilir Jacha Mallku Ejecutivo Chaki Tupak Katari de la
provincia Ingavi, el 30 de abril de 2019, adjuntó certificación en la que se establece que dicha
comunidad es Subcentral Hilata Norte de la Marka Jacha Hilata que se encuentra legalmente afiliada
a ese ente matriz; por nota de 6 de mayo del mismo año, firmada por Fernando Poma Mamani, Jacha
Jilir Mallku Ejecutivo Jacha Marka Originario de Viacha, por Voto Resolutivo 01/2019, se resolvió pedir
el respeto de sus usos y costumbres y llamando al diálogo entre las partes interesadas, para analizar
el reconocimiento de sus comunidades; y, d) El 7 de mayo del referido año, se convocó a Sesión
Ordinaria 029, encontrándose en agenda el informe de solicitud de reconocimiento de la comunidad
originaria citada, al no existir quórum reglamentario se determinó su reinstalación en dos
oportunidades, sin acudir los Concejales Municipales; inclusive en una de las sesiones se encontraban
presentes los pobladores de la comunidad peticionante y ante la imposibilidad, se logró el compromiso
de convocar a los Concejales ausentes a la Sesión Extraordinaria 02/2019, para el 8 de mayo, en esa
fecha se instaló la misma y deliberó sobre el Informe con CITE: CMV/C.STRIA/HVH/011/2019,
emitiendo cada uno de los Concejales su posición respecto a la existencia de la comunidad orginaria
Cutini Chonchocoro, luego de someterse a votación, el resultado fue de ocho votos en contra; por lo
que, el Pleno del Concejo Municipal resolvió rechazar la petición efectuada, emitiendo una respuesta
fundamentada; en ese sentido no se vulneró ningún derecho de los impetrantes de tutela, por lo que
pidieron se deniegue la tutela.
Olga Morales Cáceres, Agustina Quispe Peña, David Bautista Choque y Wilson Vargas Villca, no
presentaron informe escrito pese a su notificación cursante a fs. 62, 64, 66 y 67, respectivamente.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
074/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 548 a 550 vta., concedió la tutela, con los siguientes
fundamentos: 1) El art. 24 de la CPE, se encuentra redactado dentro de la categoría de los derechos
civiles, cuando se aduce a la petición, ya sea requiriendo resoluciones, copias, informes,
certificaciones u otros análogos, dentro de cualquier trámite o proceso, la autoridad peticionada tiene
el deber de responder en el menor tiempo posible y de forma clara; se vulnera ese derecho cuando
existe la negativa en recibirla o se obstaculiza su presentación, no responderla en un plazo razonable,
de manera clara, precisa, completa y congruente; 2) El 24 de julio de 2018, las autoridades de la
comunidad originaria Cutini Chonchocoro, pidieron al Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de
Viacha extenderles la resolución municipal que reconozca a su comunidad como tal, misma que fue
reiterada el 21 de diciembre de 2018; 8 de febrero y 26 de abril de 2019, a pesar de existir
compromiso el 30 de abril del mismo año, la autoridades ediles, no se dignaron en responder la
solicitud efectuada, ya sea de forma positiva o negativa, mucho menos emitieron la resolución
impetrada; al contrario esperaron que los peticionantes de tutela, interpongan la presente acción,
para únicamente hacer conocer que en Sesión Extraordinaria 02/2019, el Concejo de esa entidad edil
resolvió rechazarla, por no cumplir con los documentos exigibles, cuando dicha omisión debieron
hacerla conocer en su debido momento, para que subsanen las literales extrañadas o en su caso se

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realicen las impugnaciones respectivas y otorgarles un plazo determinado para dicho efecto, con la
advertencia de que al no hacerlo podrían rechazar la pretensión jurídica; y, 3) Por la falta de
respuesta material y en tiempo, corresponde conceder la tutela, disponiendo que las autoridades
demandadas respondan en forma motivada, formal, pronta y oportuna a las peticiones efectuadas,
en el plazo de cuarenta y ocho horas de su notificación.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial interpuesto el 24 de julio de 2018, Bernardo Quispe Ticona y otros, como
autoridades de la comunidad originaria Cutini Chonchocoro del departamento de La Paz, solicitaron
al Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha, se emita una resolución municipal para la
otorgación de su personalidad jurídica (fs. 30 y vta.); asimismo, por Oficio de 21 de diciembre del
citado año, a tiempo de pedir la emisión de la resolución municipal correspondiente, adjuntaron entre
otras, la Resolución 02/2013 de 7 de abril, por la que, se resolvió conformar y organizar una nueva
comunidad (fs. 31 a 32).
II.2. A través de nota presentada el 8 de febrero de 2019, Ponciano Poma Ticona y otros, reiteraron
su mismo pedido (fs. 33 a 34); de igual manera, mediante memorial de 26 de abril del citado año,
volvieron a insistir en su solicitud, argumentando que cumplieron con los registros y que cuentan con
la Resolución 02/13, de la Marka Jacha Hilata de la Sub Central Hilata Norte, además reconocimiento
de diez Markas del Congreso de Taraco por Resolución 23/18 de 13 de noviembre (fs.35 y vta.).
II.3. Consta acta de reunión de Concejales y autoridades de la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro de 30 de abril de 2019, en la que se incluyen tres puntos concluidos: i) Recomendar a
la Concejal “Heydi V.” analizar la última documentación de la solicitud de la comunidad impetrante;
ii) Conforme a los principios del vivir bien y la paz social, presentar el informe conclusivo; y, iii)
Recomendar al Pleno y a la Concejal Secretaria, agendar el trámite para el 7 de mayo de dicho año
a horas 8:30; suscribiendo la misma el Presidente y Concejales, así como Ponciano Poma Ticona (fs.
36 y vta.).
II.4. Del acta de reunión (sin fecha), se advierte que las autoridades de la comunidad originaria
Cutini Chonchocoro estuvieron presentes en el Concejo Municipal de la institución edil, sin que pueda
instalarse la sesión; por lo que, se determinó convocar a una nueva, para el día miércoles -no
especifica fecha- en horas de la tarde y jueves se trataría el informe presentado, así como la emisión
de la resolución impetrada (fs. 37 y vta.).
II.5. Mediante oficio interpuesto el 28 de marzo del citado año, Ponciano Poma Ticona y otros de la
Comunidad originaria Cutini Chonchocoro, adjuntaron el acta de reconocimiento de la zona, de
posesión y fundación, concluyendo que estarían a la espera de respuesta favorable (fs. 166). A tal
efecto el Presidente del Concejo Municipal, por Oficio CITE PDTE/CMV/WEG/305/2019 de 2 de abril,
remitió la documentación complementada a la Concejal Secretaria, a los fines del análisis respectivo
(fs. 164).
II.6. A través de los oficios CITE PDTE/CMV/WEG/169/2019 de 13 de febrero; CITE
PDTE/CMV/WEG/1260/2019 de 28 de diciembre de “2018”; y, CITE PDTE/CMV/WEG/788/2018 de 15
de agosto, suscrito por el Presidente del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha, dirigido
a la Concejal Secretaria de esa entidad edil, remite las notas de la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro, referente a la solicitud de resolución municipal, para que se analice y emita la respuesta
correspondiente. Además, se adjuntó la nota de la Marka Batalla de Ingavi, quienes emitieron
pronunciamiento para que no se dé curso a los pedidos de resolución para la obtención de la
personería jurídica de las comunidades Quipaquipani, Choquenaira y Cutini Chonchocoro, a objeto de
su análisis y emisión de respuesta (fs. 195, 346 y 373).
II.7. Acta de Sesión Extraordinaria 002 de 8 de mayo de 2019, en cuyo tema a tratar, se consigna,
el informe respecto a la solicitud de resolución municipal para la obtención de la personalidad jurídica
de la comunidad citada precedentemente, petición que fue analizada y sometida a votación, con
resultados de ocho votos por el rechazo del pedido y dos de abstención; por lo que siendo mayoría,

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a través de la Presidencia del Concejo se requirió fundamentar la determinación, toda vez que las
autoridades impetrantes podrían acudir a otras instancias (fs. 461 a 488).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian como lesionado su derecho a la petición; toda vez que desde el 24 de
julio de 2018, solicitaron al Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha del departamento
de La Paz, la emisión de la resolución municipal respectiva, para la obtención de la personalidad
jurídica en favor de la comunidad originaria Cutini Chonchocoro, a pesar de las reiteradas peticiones
efectuadas el 21 de diciembre 2018; 8 de febrero, 28 de marzo y 26 de abril todas de 2019, no
tuvieron respuesta hasta el 13 de mayo de dicho año, oportunidad en la que interpusieron la presente
acción tutelar, a pesar de haber suscrito con el Presidente y Concejales de la entidad edil,
compromisos en acta, para que la solicitud efectuada sea tratada en sesión del Concejo Municipal de
Viacha.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho a la petición, su alcance y contenido
El art. 24 de la CPE, establece que “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este
derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario”; por otra parte, en cuanto
al derecho a la petición, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en el art.
XXIV, ha dispuesto que: “Toda persona tiene derecho de presentar peticiones respetuosas a
cualquiera autoridad competente, ya sea por motivo de interés general o particular, y el de obtener
pronta resolución”; advirtiendo de las normas transcritas que ante la petición efectuada por toda
persona, el elemento concluyente o el contenido del mismo es la respuesta formal que se genere, ya
sea de forma afirmativa o negativa, pero con el fundamento necesario y absolviendo el objeto de lo
solicitado; en cuanto al alcance de la petición, al ser esta de interés particular o general, importa que
la respuesta sea de manera oportuna y eficaz. Al respecto, la SC 0189/2001-R de 7 de marzo,
reiterada por las SSCC 1930/2010-R y 0723/2011-R, entre otras, precisó en relación al derecho a la
petición: “…como la potestad, capacidad o facultad que tiene toda persona de formular quejas o
reclamos frente a las conductas, actos, decisiones o resoluciones irregulares de los funcionarios o
autoridades públicas o la suspensión injustificada o prestación deficiente de un servicio público, así
como el de elevar manifestaciones para hacer conocer su parecer sobre una materia sometida a la
actuación de la administración o solicitar a las autoridades informaciones; en sí es una facultad o
potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual o colectivamente, ante las autoridades o
funcionarios públicos, lo que supone el derecho a obtener una pronta resolución, ya que sin
la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna carecería de efectividad el
derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición,
cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta
resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin embargo,
el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida
podrá ser positiva o negativa” (el resaltado nos pertenece).
Asimismo, la SC 2277/2010-R de 19 de noviembre, señaló: “El derecho a petición, formulado ante
instancias administrativas u órganos jurisdiccionales, significa que el servidor público o privado al
cual va dirigida está obligado a dar respuesta, que debe generar satisfacción de parte de quien la
recibe y que permita afirmar que el derecho de petición tiene un sentido, eficacia, que es un
instrumento realmente dinámico. La petición necesita ser contestada, argumentada, lo que
implica ser atendida, sin que admita el silencio como respuesta o la respuesta sin
motivación.
El respeto del derecho de petición depende de quién lo practica y que esté bien expresada, dado que
en función a ello los servidores públicos o privados darán debida respuesta, como expresión de
respeto a los derechos de las personas y de los instrumentos jurídicos” (el resaltado es propio).

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Por su parte, las SSCC 1541/2002-R de 16 de diciembre y 1121/2003-R de 12 de agosto, entre otras,
en relación a la respuesta a la que están obligados los servidores públicos, precisó: “…no puede
quedar en la psiquis de la autoridad requerida para resolver la petición, ni al interior de la
entidad a su cargo, sino que debe ser manifestada al peticionante, de modo que este
conozca los motivos de la negativa a su petición, los acepte o busque impugnarlos en otra
instancia que le franquee la Ley” y la SC 1159/2003-R de 19 de agosto, al señalar que: “…el derecho
de petición se encuentra satisfecho no únicamente por una respuesta emitida por la autoridad, sino
una vez que dicha autoridad haya resuelto o proporcionado una solución material y sustantiva al
problema planteado en la petición, sin que se limite a una consecuencia meramente formal y
procedimental” (el resaltado nos pertenece)
Asimismo, corresponde precisar en relación a la importancia del derecho a la petición como derecho
fundamental y la consecuencia o resultado que tiene cuando se vulnera el mismo, sobre la base de
lo previsto en la Constitución Política del Estado y en lo referido por la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, la SCP 0830/2015-S2 de 12 de agosto, indicó que: «Del espíritu de
las normas citadas precedentemente se colige el reconocimiento del derecho de petición como
derecho fundamental inherente a la persona humana, en efecto, la eficacia del derecho objeto de
estudio permite a las personas dirigirse a los poderes públicos, autoridades y personas particulares,
formulando peticiones con contenidos diversos y obtener respuestas a las mismas.
Estado Social y Democrático de Derecho se caracteriza entre otros aspectos, en que los depositarios
del poder público se pongan al servicio de la sociedad. En este sentido, el derecho de petición se
configura sobre la base de dos presupuestos indisolubles entre sí; es decir, el contenido esencial del
derecho objeto de análisis, descansa sobre dos pilares esenciales; primero, la facultad que tiene toda
persona de formular peticiones, escritas o verbales, individuales o colectivas, ante los órganos del
poder público, autoridades y personas particulares, cuya única condición -de acuerdo al texto
constitucional precedentemente citado- es la “identificación del peticionario”; y, segundo, recibir una
respuesta clara, precisa, concreta, de fondo y dentro de un plazo razonable. Entonces, la vigencia
plena del derecho de petición supone la sinérgica concurrencia de ambos presupuestos.
En el contexto de lo referido precedentemente, la vulneración del derecho de petición implica
la existencia de cualquier tipo de obstáculos o impedimentos destinados a neutralizar la
formulación de peticiones escritas y verbales ya sean estos de carácter individual o
colectivo; asimismo, también implica transgresión del mismo, cuando los órganos,
autoridades y personas ante quienes se dirige el petitorio, omiten efectuar una
respuesta, o la responden de manera evasiva, infundada, incongruente, fuera de una
plazo razonable o, cuando pese a existir una respuesta concreta no la ponen en
conocimiento del solicitante de manera pronta y oportuna, provocando incertidumbre en
el solicitante. En este sentido, el derecho de petición no se satisface necesariamente con
una respuesta positiva o en la medida que satisfaga las perspectivas del peticionante,
sino que, una contestación aunque negativa también garantiza la eficacia del derecho
analizado, siempre que sea emitida de manera coherente, congruente y dentro de un
plazo razonable, para luego comunicar a la persona solicitante o por lo menos
asegurándose que el solicitante asumió conocimiento del mismo.
El entonces Tribunal Constitucional, pronunció diferentes fallos sobre el derecho de petición; así, la
SC 0776/2002-R de 2 de julio, sostuvo que la trasgresión del referido derecho surge: “…cuando la
autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atiende; es decir, no la
tramita y la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley, de forma que
cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones del por qué no se
la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la misma, en cualquiera de estos casos
donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera razonable, se tendrá
como se dijo vulnerado el derecho”.
(…)

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La jurisdicción constitucional ha emitido diferentes pronunciamientos con relación al derecho de


petición; así, la SCP 0085/2012 de 16 de abril, precisó lo siguiente: “…corresponde además
señalar que el sustento de la interpretación extensiva que debe dársele al art. 24 de la
CPE, es la teoría del Drittwirkung; por esta razón, esta disposición constitucional, no se
limita a la simple eficacia vertical de este derecho…” y que “…considerando que uno de
los elementos del contenido esencial del derecho de petición es la obtención de
respuesta, en el ámbito de la eficacia horizontal del derecho de petición, debe resaltarse
que el fundamento de este elemento, precisamente es la certidumbre, por tanto, en virtud a un
análisis sociológico con relevancia jurídica, inequívocamente este aspecto en una perspectiva
horizontal y vertical, constituye el mecanismo de consolidación de la tan ansiada paz social,
que en el marco del art. 10 de la CPE, es un fin esencial del Estado Plurinacional de
Bolivia”.
En similar sentido, la SCP 0273/2012 de 4 de junio, precisó que: “Respecto al núcleo esencial del
derecho a la petición, conforme a las SSCC 1742/2004-R y 0684/2010-R, reiteradas por la SCP
0085/2012, mínimamente comprende los siguientes contenidos: a) La petición de manera individual
o colectiva, escrita o verbal aspecto que alcanza a autoridades públicas incluso incompetente pues
‘…ésta tiene la obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando,
en su caso, a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario…’ (SC 1995/2010-R de 26 octubre),
órganos jurisdiccionales (SSCC 1136/2010-R y 0560/2010-R) o a particulares (SCP 0085/2012); y, b)
La obtención de una respuesta, ya sea favorable o desfavorable, aun exista equivocación
en el planteamiento de la petición (SC 0326/2010-R de 15 de junio), debiendo en su caso
indicarse al peticionante la instancia o autoridad competente para considerar su solicitud (SC
1431/2010-R de 27 de septiembre). Por otra parte y en este punto debe considerarse el art. 5.I de
la CPE, que reconoce la oficialidad de treinta y seis idiomas y que ante una petición escrita la
respuesta también debe ser escrita (SC 2475/2010-R de 19 de noviembre); c) La prontitud y
oportunidad de la respuesta (SSCC 2113/2010-R y 1674/2010-R) debiendo notificarse
oportunamente con la misma al peticionante (SC 0207/2010-R de 24 de mayo); y, d) La
respuesta al fondo de la petición de forma que resulte pertinente, debiendo efectuarla de manera
fundamentada (SSCC 0376/2010-R y 1860/2010-R) por lo que no se satisface dicho derecho con
respuestas ambiguas o genéricas (SC 0130/2010-R de 17 de mayo)”» (el resaltado nos pertenece).
Finalmente, es conveniente citar a la SC 0843/2002-R de 19 de julio, ha establecido: “…que la
exigencia de la autoridad pública de resolver prontamente las peticiones de los administrados, no
queda satisfecha con una mera comunicación verbal, sino que es necesario que el peticionante
obtenga una respuesta formal y escrita, que debe ser necesariamente comunicada o
notificada, a efecto de que la parte interesada, si considera conveniente, realice los reclamos y
utilice los recursos previstos por Ley” (el resaltado es propio).
Concluyendo de las citas jurisprudenciales, que la petición como derecho fundamental inherente a la
persona humana, no solamente implica la respuesta positiva o negativa, sino también que sea: a)
rápida y oportuna; b) obligatoriamente resuelta por el Estado; c) Suficientemente fundamentada y
motivada; d) Formal y escrita; y, e) Necesariamente comunicada o notificada; constituyendo este
conjunto de elementos o presupuestos que hacen al derecho a la petición el mecanismo de
consolidación de la paz social.
III.2. Análisis del caso concreto
De acuerdo a los antecedentes, se tiene que las autoridades de la comunidad originaria Cutini
Chonchocoro, adjuntando documental al memorial presentado el 24 de julio de 2018, pidieron al
Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Viacha del departamento de La Paz se emita la
resolución municipal respectiva, a través de la cual se otorgue personalidad jurídica; argumentando
a dicho efecto que cuentan con vida orgánica y que de acuerdo a la Resolución 02/2013 de 7 de
abril, el ente matriz como es la Marka Jacha Hilata y Subcentral Hilata Norte les otorgaron la
certificación de aprobación como nueva comunidad.

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Al no contar con respuesta, la petición fue reiterada en cuatro oportunidades mediante memoriales
de 21 de diciembre de 2018, 8 de febrero, 28 de marzo y 26 de abril todas de 2019, conforme consta
en las Conclusiones II.1, 3 y 5; inclusive en la penúltima nota presentada, se adjuntó la documental
requerida; sin embargo, de acuerdo a las literales que se señalan en la Conclusión II.6, el Presidente
del Concejo Municipal de Viacha, por oficio con CITE PDTE/CMV/WEG/1260/2019 de 28 de diciembre
dirigido a la Concejal Secretaria Heydi Ventura Huallpara, el 7 de enero del mismo año recién remitió
el pedido invocado por la comunidad originaria Cutini Chonchocoro; es decir, después de más de
cinco meses. Por lo que ante la demora de recibir una respuesta efectiva, los ahora peticionantes de
tutela tuvieron que acudir nuevamente al Concejo Municipal de Viacha y lograr el compromiso de que
su petición sería tratada en sesión de 7 de mayo del citado año, misma a la que no asistieron varios
concejales, posponiéndola para el 8 del mismo mes y año, oportunidad en la que declararon sesión
extraordinaria y determinaron rechazar la solicitud de otorgación de personería jurídica en favor de
la indicada comunidad; sin embargo, el Concejo Municipal, no emitió resolución alguna formal sobre
la decisión asumida.
Si bien es cierto que entre los meses de agosto y siguientes de 2018, hubieron representantes de
otras comunidades como la de la Marka Batalla Ingavi, que solicitaron al referido Concejo, no dar
curso a la petición efectuada por la comunidad de Cutini Chonchocoro y que dicha situación indujo a
los Concejales a pedir informes y documentación complementaria, la que adjuntaron los ahora
impetrantes de tutela; no es menos evidente que, una vez efectuada la petición de contar con
resolución que determine su personería jurídica, no fue atendida de manera inmediata a través de
los servidores públicos ediles, provocando esa situación no solamente reiteradas solicitudes mediante
memoriales, sino también las visitas al Concejo Municipal de Viacha para a averiguar sobre sus
resultados, logrando inclusive el compromiso de los Concejales para convocar a sesión y tratar su
petición en la misma. Dicha situación, evidencia la vulneración al derecho a la petición; pues conforme
se desprende de la jurisprudencia constitucional citada, no existe una respuesta formal a través de
la cual de manera fundamentada se haya aceptado o negado otorgar personería jurídica a la
comunidad y hasta el momento de la interposición de la acción tutelar, no fueron notificados con
ninguna contestación.
El art. 24 de la CPE, expresa que el derecho a la petición implica una respuesta formal y pronta y
que no exige mayor requisito que la identificación del peticionario; es decir, que se constituye no solo
en un derecho sino en un instrumento o herramienta a través de la cual, las personas pueden exigir
información y respuestas de las autoridades administrativas públicas y privadas, pues lo que se
persigue al ejercitar el citado derecho es lograr un beneficio ya sea general, individual o colectivo a
través de la comunicación eficaz.
Conforme se señaló, al ejercitar el derecho a la petición en entidades públicas, el desarrollo y
desempeño de la función pública conlleva la responsabilidad de quienes se desenvuelven como
servidores, más aún cuando dicho servicio se encuentra establecido en favor del pueblo. Es así que
en la Norma Suprema, en su art. 235, estipula que la administración pública se rige por los principios
de legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e interés social, eficiencia, responsabilidad y
resultados; y, el art. 233 de la misma, ha previsto que son servidores y servidoras públicos las
personas que desempeñan funciones públicas; es decir, son aquellas y aquellos que desarrollan un
cargo subordinado al Estado y están obligados a actuar según los citados principios; en virtud a los
mismos, la sociedad en su conjunto ya sea de manera individual o colectiva, en busca de un interés
propio o común, acude a la instancia pública a los fines de encontrar respuesta a sus peticiones y
sobre todo a sus necesidades; correspondiendo que estos actúen con legalidad, transparencia, pero
sobre todo atiendan aquellos requerimientos efectuados por la sociedad civil, de manera oportuna,
respondiendo positiva o negativamente lo impetrado y tomando en cuenta que la demora de cualquier
trámite de orden administrativo, hace ineficaz la administración pública y vulnera el derecho a la
petición del administrado.
En el caso en particular, la comunidad originaria Cutini Chonchocoro de la provincia Ingavi del
departamento de La Paz, presentó una solicitud de carácter colectivo como es lograr que el Concejo
Municipal de Vicha emita resolución otorgándoles personería jurídica, que desde julio de 2018 no fue

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 524


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atendida, pues a la fecha no se cuenta con respuesta oportuna, dentro de un plazo razonable,
tampoco tiene una notificación con determinación fundamentada ya sea positiva o negativa; al
contrario, conforme se ha descrito, las autoridades ediles de manera posterior a la petición y
reiteraciones efectuadas, recién remitieron dichas solicitudes después de más de cinco meses al
Concejo Municipal para su análisis y consideración; es decir, que las autoridades demandadas,
omitieron cumplir con su obligación de servicio a la sociedad, principal función para la que fueron
elegidos en su momento y dar respuesta efectiva a la referida comunidad originaria, vulnerando su
derecho a la petición; pues, al presente si bien se realizó una Sesión Extraordinaria del Concejo
Municipal de Viacha el 8 de mayo de 2018, en la que trataron el informe referido a la petición de la
citada comunidad, habiéndose producido inclusive votación para emitir resolución con ocho votos en
contra del pedido efectuado y a través de Presidencia de la citada instancia edil, se impetró que se
fundamente la decisión; sin embargo, dicha resolución no fue puesta en conocimiento de la parte
impetrante de tutela; no consta notificación alguna que muestre la decisión a la que arribaron las
autoridades demandadas; aún manifiesten en el informe presentado por las mismas, que existe una
resolución emitida en relación específica al pedido que emergió de la reunión de Concejo.
En ese contexto, se advierte que no existe una respuesta formal de la instancia edil, con criterio de
oportunidad; evidenciándose que las autoridades demandadas vulneraron el derecho constitucional
a la petición.
En consecuencia, la Sala Constitucional Tercera, al conceder la tutela solicitada, obró de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 074/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 548 a 550
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y, en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos dispuestos por la
referida Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0704/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29238-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 054/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 90 a 92 vta., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Luz Mery Medrano de Richter en
representación de Leonel Joseph Richter Medrano contra Francy Marcela Venegas Arzabe,
Jefa de la Unidad de Tratamiento, Rehabilitación e Investigación Social en
Drogodependencia y Discapacidad “UTRAID” del Servicio Departamental de Salud
(SEDES) La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 6 y 27 de marzo de 2019, cursante de fs. 8 a 13 vta., y 15 a 16 vta.,
el accionante por intermedio de su representante expresó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Padece de síndrome de Down, que en la gestión 2013, después de haber sido evaluado por la oficina
de discapacidad del SEDES La Paz, se le calificó en un 69%, y en la evaluación correspondiente a la
de 2018, en un 40%, dando a entender que su “mal” disminuyó y hubiese mejorado, aspecto
totalmente falso debido a que dicha enfermedad es irreversible; lo que hizo su progenitora fue
controlar la misma y evitar que se originen otros problemas colaterales a su salud.
Dicho extremo fue reclamado a la Responsable Departamental de la aludida entidad estatal -Francy
Marcela Venegas Arzabe-, quien se limitó a señalar que toda valoración por discapacidad la realizaban
en base a documentos presentados por los interesados y el proceso de evaluación multidisciplinario,
de acuerdo a requisitos y protocolos de situación de minusvalía “BAREMO”, los cuales no eran
comparativos y podían variar su porcentaje conforme a los informes médicos respectivos; revisado
el expediente no se encontró margen de error; por lo que, no correspondía una recalificación,
pudiendo solicitar el mismo ante el Comité Nacional de Personas con Discapacidad (CONALPEDIS)
del Ministerio de Salud.
La prenombrada autoridad incumplió el procedimiento, debido a que no evaluó menos consideró los
documentos que cursaban en antecedentes a objeto de estimar el porcentaje de su discapacidad, lo
cual originó una mala calificación que le perjudica de sobremanera.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a ser protegido por su
familia y por el Estado, acceso a los servicios integrales de prevención y rehabilitación y otros
beneficios que se establezcan por ley, citando al efecto los arts. 70 y 72 de la Constitución Política
del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo se efectué la calificación del 69% de discapacidad de su
persona para la gestión 2018, similar a la que se estableció el 2013.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 5 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 85 a 89
vta., se produjeron los siguientes actuados:

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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


El accionante por intermedio de su representante, ratificó in extenso los extremos expuestos en su
acción de amparo constitucional, añadiendo que: a) La demandada les facilitó documentos donde se
evidenció un formulario de discapacidad de las áreas médica, psicológica y trabajo social, el primero
determinó un nivel de discapacidad de 39%, el segundo de 33% y el tercero se limitó simplemente
a hacer un análisis del entorno social en el que vive; sumados los dos primeros informes dan 70%,
lo cual es correcto y debería reflejar el carnet de discapacidad, toda vez que, dichos porcentajes son
acumulativos; y, b) La calificación del 40% de discapacidad le obstaculiza beneficiarse con el bono
del sector, equivalente a Bs250.- (doscientos cincuenta bolivianos) ya que, la Ley General para
Personas con Discapacidad -Ley 223 de 2 de marzo de 2012-, establece que para obtener dicha
ayuda deben cumplirse dos requisitos; el primero es que no tenga ninguna relación laboral y el
segundo que su calificación sea mayor al 50%, por lo que, no podría acceder al mismo con el que le
aplicaron.
I.2.2. Informe de la demandada
Francy Marcela Venegas Arzabe, Jefa de la UTRAID del SEDES La Paz, presentó informe escrito el 5
de abril de 2019, cursante de fs. 65 a 67 vta., señalando que: 1) La evaluación correspondiente a la
gestión 2013 se realizó en base a los documentos acompañados por los interesados, así como de la
entrevista respectiva, ocasión en la que el accionante tenía 18 años; empero, hasta el 2018, cambió
su condición de estudios, contando a la fecha con una profesión de técnico superior en parvulario,
dato proporcionado por la madre y el usuario al momento de la aludida cita; se evaluó el deterioro
cognitivo que tiene todo afectado con síndrome de Down y el de hipoacusia; 2) No se vulneró sus
derechos, ya que la unidad a la que representa se encarga de la valoración correspondiente y una
vez que la persona cuenta con su carnet de discapacidad sus derechos son inviolables; no hubo una
mala o errónea evaluación, ya que, cada paciente con esa patología tiene diferente condición
cognitiva; 3) El peticionante de tutela no agotó las instancias administrativas pertinentes y señaladas
en la nota de 15 de enero de 2018; 4) El 3 de diciembre del referido año, la madre solicitó fotocopias
legalizadas de todo el proceso, que le fue entregado el 14 de igual mes y año, para su representación
o las acciones que ameriten; 5) El resultado de la evaluación es discapacidad múltiple en grado
moderado en un 40%, el mismo que fue determinado por un equipo de profesionales en base a
procedimientos técnico administrativos, basado en la documentación presentada por los interesados,
los mismos que son corroborados por el citado equipo integrado por un médico, psicólogo y
trabajador social, en cumplimiento a la Resolución Ministerial (RM) 846 de 30 de noviembre de 2006;
6) Ante cualquier disconformidad respecto a la valoración y evaluación el prenombrado tiene las
instancias administrativas para pedir otra revisión del anterior; y, 7) Podía hacer llegar su reclamo al
CODEPEDIS del Ministerio de Salud; asimismo, solicitar una recalificación, la cual se le hizo conocer
por nota de 15 de noviembre de 2018.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Nadia Alejandra Cruz Tarifa, Defensora del Pueblo, no se hizo presente en audiencia ni presentó
informe escrito pese a su notificación cursante a fs. 19.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante
Resolución 054/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 90 a 92 vta., denegó la tutela solicitada, en base
a los siguientes fundamentos: i) Disponer que la autoridad demandada realice una nueva evaluación
del grado de discapacidad del accionante, sería insulso porque daría similar resultado con una leve
variación, tomando en cuenta que el certificado médico de 5 de febrero de 2018, fue considerado a
momento de la valoración, que junto al de audiometría establecieron que la situación médica,
psicológica y social del prenombrado, tuvo una mejoría gracias a los cuidados y buenos oficios de su
madre; que de acuerdo al análisis de la discapacidad “BAREMO” arrojó el 39% de calificación para la
mencionada gestión; ii) Una nueva estimación no sería idónea y mucho menos efectiva, ya que
tendría el mismo resultado; por consiguiente, no atendería las expectativas demandadas por el

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 527


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impetrante de tutela, además que dichos estudios los realizan cada cuatro años, frente a su
disconformidad con el efectuado, tendría dos opciones: a) Solicitar la recalificación ante la misma
entidad, con la presentación de nuevos insumos traducidos en informes médicos que consideren
pertinentes para ser revalorizados; y, b) En caso de susceptibilidad o alguna duda podría acudir a la
instancia nacional consistente en el CONALPEDIS del Ministerio de Salud; iii) Existe contradicción
entre la valoración realizada el 2013 que estableció un grado más alto de discapacidad y la del 2018,
en que disminuyó la misma, lo cual sería producto de los cuidados de su entorno familiar, situación
que perjudicaría al accionante para acceder a los beneficios otorgados por el Estado; y, iv) No es
evidente que la autoridad demandada hubiese lesionado o desconocido los derechos del impetrante
de tutela; toda vez que, está supeditado a la apreciación efectuada por el SEDES, que puede ser
mejorada o ampliada en la aludida instancia departamental o nacional, donde pueden hacer valer sus
derechos; no pudiendo abordar de manera directa el análisis pretendido y disponer la calificación en
mayor grado, al ser una situación compleja vinculada al estado de salud; en ese sentido, no podría
superarse el principio de subsidiariedad, debiendo el peticionante de tutela activar los mecanismos
de valoración expuestos por dicha autoridad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta formulario para calificación de discapacidad (área médica) de 16 de agosto de 2013,
que estableció un porcentaje de discapacidad global del 69% de Leonel Joseph Richter Medrano -
ahora accionante- (fs. 50).
II.2. Cursa formulario para calificación de discapacidad (área médica) de 23 de marzo de 2018 que
dispuso un porcentaje de discapacidad global del 40% del impetrante de tutela (fs. 35).
II.3. Por memorial de 13 de noviembre del mismo año, Luz Mery Medrano de Richter en
representación del peticionante de tutela, reclamó la evaluación de discapacidad del nombrado a
Francy Marcela Venegas Arzabe, Jefa de la UTRAID del SEDES La Paz (fs. 24 y vta.).
II.4. La prenombrada autoridad por Nota Cite GADLP/SEDES/DISCPACIDAD-502/2018 de 15 de
noviembre, respondió al referido memorial, mencionando entre otras cosas que el impetrante de
tutela podía solicitar una recalificación, previa presentación de nuevos informes médicos para su
consideración, caso contrario recurrir a la Unidad Nacional de Discapacidad del Ministerio de Salud
(fs. 23).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por intermedio de su representante, denunció la vulneración de sus derechos a ser
protegido por su familia y por el Estado, al acceso de los servicios integrales de prevención y
rehabilitación y otros beneficios que se establezcan por ley, toda vez que en la gestión 2013, le
determinaron una discapacidad global del 69%; empero, el 2018 se estimó la misma en un 40%;
calificación que le impide beneficiarse con el bono de Bs250.- y otros beneficios otorgados a su sector,
por cuanto la Ley General para Personas Discapacitadas, condiciona su acceso a dos requisitos, el
primero que no se tenga una relación laboral, y que la calificación sea mayor al 50%. Situación por
la que solicitó una revisión de estos parámetros a la Jefa de la UTRAID del SEDES La Paz, quien
emitió la Nota Cite GADLP/SEDES/DISCPACIDAD-502/2018 de 15 de noviembre, señalándole que
dicha valoración se realizó en base a la documentación presentada por los interesados, por lo que no
correspondía su revalorización.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Excepción al principio de subsidiariedad en la acción de amparo constitucional
cuando se trate de personas con capacidades diferentes
La SCP 0282/2013 de 13 de marzo, sobre el particular estableció “El art. 129.I de la CPE, precisa que
‘La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a
su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución,

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ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la
protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados’; en tal
virtud, esta acción se encuentra regida por los principios de subsidiariedad e inmediatez.
En ese sentido, en el marco estrictamente proteccionista de velar por el interés de las personas
vulnerables como es el sector de las personas con discapacidad, la jurisprudencia constitucional ha
instituido la excepción al principio de subsidiariedad, a partir de la SC 1422/2004-R de 31 de
agosto, que marcó el cambio de línea jurisprudencial con relación al principio de subsidiariedad
tratándose de personas con discapacidad, estableciendo: ‘…no hace obligatorio acudir
previamente a esos organismos para interponer el amparo constitucional y declararlo
improcedente por su carácter subsidiario, por cuanto con esa omisión no resulta afectado
este principio ante el hecho de que el acudir o no a esos organismos creados para la
protección de personas discapacitadas, no incide en la subsidiariedad del recurso de
amparo, Por el contrario éste abre su ámbito de protección al tratarse de un derecho que
precisa ser protegido de forma inmediata ante el evidente perjuicio causado al
recurrente…’” (el resaltado es nuestro).
III.2. Respecto a los derechos de las personas con discapacidad
Sobre el tema la SCP 0996/2013 de 27 de junio de 2013, determinó que: “La Constitución Política del
Estado, ha establecido derechos a favor de las personas con discapacidad, así en su art. 70 ha
señalado: “Toda persona con discapacidad goza de los siguientes derechos:
1. A ser protegido por su familia y por el Estado.
2. A una Educación y salud integral gratuita.
3. A la comunicación en lenguaje alternativo.
4. A trabajar en condiciones adecuadas, de acuerdo a sus posibilidades y capacidades, con una
remuneración justa que le asegure una vida digna.
5. Al desarrollo de sus potencialidades individuales”.
En su art. 71 establece: “I. Se prohibirá y sancionará cualquier tipo de discriminación, maltrato,
violencia y explotación a toda persona con discapacidad.
II. El Estado adoptará medidas de acción positiva para promover la efectiva integración de las
personas con discapacidad en el ámbito productivo, económico, político, social y cultural, sin
discriminación alguna.
III. El Estado generará las condiciones que permitan el desarrollo de las potencialidades individuales
de las personas con discapacidad”.
En su art. 72 señala: “El Estado garantizará a las personas con discapacidad los servicios integrales
de prevención y rehabilitación, así como otros beneficios que se establezcan en la Ley”.
Las normas constitucionales citadas precedentemente, establecen derechos fundamentales a favor
de las personas con discapacidad, como el derecho a la protección por su familia y el Estado, el
derecho a la educación y salud, a la comunicación en lenguaje alternativo, al trabajo de acuerdo a
sus posibilidades y capacidades y al desarrollo de sus potencialidades individuales, esto con el fin de
brindar una protección efectiva a estas personas debido a su situación de profunda desventaja frente
al común de las personas.
Así también lo señaló la SCP 0391/2012 de 22 de junio: “La Constitución Política del Estado, dentro
del catálogo de los derechos fundamentales de la persona, reconoce expresamente los derechos
de las personas con discapacidad, señalando en su art. 70.1, entre otros: 'A ser protegido por
su familia y por el Estado'; lo que hace patente la voluntad del Constituyente de velar por
este sector de la población, que demanda especial protección debido a su situación de
profunda desventaja frente al común de la población, debido a sus propias limitaciones
derivadas de las deficiencias de sus funciones físicas, psíquicas, intelectuales y/o
sensoriales de las que padecen, lo que en muchos casos les imposibilita en igualdad de

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condiciones, acceder por sí mismas a un medio de sustento que les permita vivir
dignamente, siendo en muchas circunstancias objeto de discriminación y exclusión
social, aspectos que obligan al Estado en todos sus niveles a adoptar medidas que en la
búsqueda del “vivir bien” reivindiquen los derechos de estas personas y les permitan su
plena inclusión a la sociedad y el Estado” (las negrillas pertenecen al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
En el caso; el impetrante de tutela a través de su representante, denunció la vulneración de sus
derechos a ser protegido por su familia y por el Estado, al acceso de los servicios integrales de
prevención, rehabilitación y otros beneficios que se establezcan por ley, por cuanto padece de
síndrome de Down y habiéndose apersonado a la unidad de discapacidad del SEDES La Paz a objeto
de su valoración, dicha repartición previo análisis calificó en un 40% su discapacidad, cuando en la
revisión efectuada el 2013, tenía un grado del 69%; por lo que, reclamó dicha situación ante la Jefa
de la UTRAID de la mencionada institución, quien le manifestó que todas las evaluaciones se
realizaban en base a los documentos presentados por los interesados y de acuerdo a requisitos y
protocolos de situación de minusvalía “BAREMO”, los cuales podían variar; que revisados los informes
médicos, no encontró ningún error, motivo por el cual no correspondía una recalificación, ya que
podía solicitar la misma ante el CONALPEDIS del Ministerio de Salud; sin embargo, considera que
decisión vulneró los derechos antes descritos; puesto que, con ese porcentaje de calificación no se
beneficiaría del bono de ese sector de Bs250.- habida cuenta que, uno de los requisitos para acceder
al mismo, es que su discapacidad sea mayor al 50%.
Precisada la problemática planteada; en principio resulta pertinente analizar si en el caso concurre la
causal de improcedencia de la acción de amparo constitucional por subsidiariedad invocada por la
entidad ahora demandada. En este orden, la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico
III.1 del presente fallo constitucional, con el objeto de velar por los derechos fundamentales de
sectores vulnerables de la sociedad, como lo es el caso de las personas con discapacidad, instituyó
la excepción del principio de subsidiariedad de esta acción de defensa, estableciendo que para este
sector, no es requisito indispensable agotar las vías ordinarias o administrativas para su activación
ante la vulneración de derechos y garantías fundamentales, debido a que por su situación de
vulnerabilidad requieren de protección inmediata.
Asumiendo el razonamiento antes expuesto, en la problemática planteada es aplicable la excepción
al principio de subsidiariedad, por lo que se ingresará al análisis de fondo del problema jurídico. En
este antecedente la autoridad demandada señaló que en estos casos la calificación de discapacidad
la realizaban en base a tres áreas; médica, psicológica y trabajo social, cada una de las cuáles emitía
informes previa valoración de la documentación presentada por los mismos interesados; el elaborado
el 23 de marzo de 2018, estableció un grado de discapacidad del impetrante de tutela del 40%, con
el que no está conforme, toda vez que, la última que le hicieron en la gestión 2013 reflejaba el 69%,
existiendo una diferencia elevada entre la una y la otra; por tal motivo, reclamó ante la instancia
superior la cual señaló que no correspondía una revalorización, puesto que, no se advirtió ningún
error en los dictámenes evacuados por los especialistas, habida cuenta que, el porcentaje
determinado se basaba en los referidos exámenes y en la literal adjuntada por él mismo y que si no
estaba conforme podía pedir su recalificación ante la misma instancia acompañando nuevos
documentos que acrediten lo contrario o recurrir ante el CONALPEDIS para otra valoración.
Sobre el particular, el peticionante de tutela señaló en audiencia, que existía un formulario de
discapacidad que contemplaba tres áreas; la médica que determinó un nivel de discapacidad de 39%,
la psicológica de 33% y la social que hizo un análisis del entorno, sumados las dos primeras daban
como resultado un “70%”, lo cual debía reflejar el carnet de discapacidad, ya que dichos porcentajes
serían acumulativos.
Verificados los dos formularios de calificación, el primero, de 16 de agosto de 2013 (Conclusión II.1),
en el cuadro correspondiente a la valoración de discapacidad “BAREMO”, figura un ejercicio
matemático que dio como resultado un total de 69% y 33%; empero, en la parte inferior en el lugar
que refiere porcentaje de discapacidad se advierte el 64%; sin embargo, en los espacios siguientes

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en las áreas de biología figura un 33%, en psicología 46% y en trabajo social 5%; estableciendo un
porcentaje global de discapacidad del 69%.
En el segundo formulario, emitido el 25 de marzo de 2018 (fs. 35), en lo concerniente a la valoración
de la discapacidad “BAREMO”, se advierte una fórmula diferente a la del primero, observándose un
resultado de 8.75% y 6%, en la parte inferior, en lo que corresponde al porcentaje de discapacidad
33% y 6% figurando un total de 37%; empero, en la parte siguiente en lo referido a las áreas de
medicina figura el 6%, psicología 33% y trabajo social 3%, concluyendo con una discapacidad global
de 40%; calificación que precisamente es cuestionada mediante la presente acción de amparo
constitucional, en razón a la disminución que existe en relación a la efectuada en la gestión 2013,
dando a entender que el “mal” que padece hubiera disminuido y mejorado; situación que le impide
beneficiarse de los derechos que le corresponden como persona discapacitada otorgadas por el
Estado, como el bono mensual de Bs250.-, así como las prestaciones de salud, que por esta anomalía
requiere un tratamiento y atención permanente, a los cuales no puede acceder por la estimación de
su discapacidad en un 40%, ya que de acuerdo a la Ley 223, el goce de estos derechos están
condicionados a una calificación de discapacidad mayor al 50%.
En este contexto, en relación a valoración de discapacidad denunciada, si bien es cierto que este
Tribunal, no tiene la capacidad técnica para establecer si la calificación porcentual de discapacidad
del accionante, estimada por la demandada en un 40%, es correcta o no, por tratarse de un tema
médico que requiere conocimientos especializados; sin embargo, no podemos perder de vista la
protección especial de las personas con discapacidad, como la que posee el peticionante de tutela,
como persona que padece de síndrome de Down; situación de salud, que según criterios científicos
adoptados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es definida como “…una alteración genética
causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en
discapacidad intelectual…”; temática que en cuanto a su incidencia, de acuerdo a datos publicados
por dicha organización en su página web, estima que más de mil millones de personas de la población
mundial sufren de alguna forma de discapacidad, siendo el síndrome de Down, uno de los trastornos
congénitos graves más frecuentes de discapacidad psíquica congénita (https:
//www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/congenital-anomalies
<https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/congenital-anomalies>).
Así en relación a esta condición de salud, la Fundación Iberoamericana Down 21, DownCiclopedia,
en publicaciones de su página web, señala que “… la discapacidad intelectual es un aspecto clave en
el síndrome de Down. La neurocognitiva es, ciertamente, un área muy activa en la investigación
clínica. El objetivo es elevar el funcionamiento intelectual de la persona, con el fin de facilitar su
mejoría en las habilidades de vida independiente. En la actualidad todas las terapias van dirigidas a
tratar los síntomas del síndrome de Down: no eliminan la copia extra del cromosoma 21. No existe
una terapia global para el síndrome de Down, es decir, algo que elimine todos sus signos y síntomas.
Y no sabemos si la habrá. Pero se está trabajando en ello”. Efectuadas dichas puntualizaciones, es
posible a este Tribunal concluir que esta discapacidad cromosómica tiene un carácter permanente,
razón por la cual los cuidados y tratamientos que existen, únicamente alcanzan a mejorar la calidad
de vida, pero al presente no se conoce un procedimiento que mejore en su totalidad el estado de
salud de los afectados que les permita desarrollar una vida plena sin dependencia o asistencia alguna;
en tal sentido toda fórmula o método de calificación de discapacidad para estas personas, desde una
perspectiva racional debe ser efectuado considerando como parámetro esencial la naturaleza
permanente de este trastorno genético.
Bajo este contexto, esta Sala considera que al ser este síndrome una anomalía inmodificable, a objeto
de garantizar el acceso de los derechos fundamentales de este sector vulnerable de nuestra sociedad,
en la calificación del porcentaje de discapacidad de las personas afectadas, bajo el principio de
razonabilidad debe primar la naturaleza permanente que caracteriza a este trastorno congénito; esto
en razón a que la Norma Suprema, en su art. 70 establece derechos a favor de este sector vulnerable,
con el objeto de otorgarles una protección efectiva debido a su situación de profunda desventaja
frente al común de la población; de ahí que el art. 72 de la CPE señala imperativamente que: “El
Estado garantizará a las personas con discapacidad los servicios integrales de prevención y

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rehabilitación, así como otros beneficios que se establezcan en la Ley”. En este marco precisando la
protección constitucional de las personas con discapacidad la SCP 0391/2012 de 22 de junio sostuvo
que: “La Constitución Política del Estado, dentro del catálogo de los derechos fundamentales de la
persona, reconoce expresamente los derechos de las personas con discapacidad, señalando
en su art. 70.1, entre otros: 'A ser protegido por su familia y por el Estado’; lo que hace patente
la voluntad del Constituyente de velar por este sector de la población, que demanda
especial protección debido a su situación de profunda desventaja frente al común de la
población, debido a sus propias limitaciones derivadas de las deficiencias de sus
funciones físicas, psíquicas, intelectuales y/o sensoriales de las que padecen, lo que en
muchos casos les imposibilita en igualdad de condiciones, acceder por sí mismas a un
medio de sustento que les permita vivir dignamente, siendo en muchas circunstancias
objeto de discriminación y exclusión social, aspectos que obligan al Estado en todos sus
niveles a adoptar medidas que en la búsqueda del “vivir bien” reivindiquen los derechos
de estas personas y les permitan su plena inclusión a la sociedad y el Estado” (las negrillas
son nuestras).
Por las razones antes expuestas; estando acreditado por los antecedentes adjuntos a la presente
acción tutelar, que el impetrante de tutela padece de síndrome de Down, por cuya razón merece una
protección prioritaria del Estado conforme la normativa internacional glosada en el Fundamento
Jurídico III.2 del presente fallo constitucional; a objeto de no ocasionar perjuicios en cuanto a los
beneficios otorgados por el Estado, que con la calificación de su discapacidad ahora cuestionada se
vio afectada al no prevalecer como base racional para esta valoración su patología de naturaleza
genética y permanente; corresponde otorgarle una tutela provisional, determinando que mientras se
proceda a una nueva estimación del porcentaje de discapacidad, permanezca con la realizada el 16
de agosto de 2013; es decir, con el 69%, a objeto de que pueda acceder a todos los derechos y
beneficios que percibía por Ley.
En ese sentido, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma
incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 054/2019 de 5 de abril, cursante de fs. 90 a 92 vta., pronunciada por la
Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en consecuencia:
2° CONCEDER la tutela solicitada de manera provisional, disponiendo que el Comité Nacional de
Personas con Discapacidad (CONALPEDIS) dependiente del Ministerio de Salud, proceda a una nueva
valoración y calificación del porcentaje de discapacidad del ahora accionante, considerando los
fundamentos constitucionales antes expuestos. Sea en el plazo de quince días hábiles computables
a partir de la notificación con la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0705/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29248-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 23/2019 de 3 de mayo, cursante de fs. 137 vta. a 139 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Tito Montero Vaca contra Zenón
Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 16 de abril de 2019, cursante de fs. 115 a 122, el accionante expresó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 28 de diciembre de 1995, Luisa Arias Céspedes le transfirió un lote de terreno, cuya minuta fue
debidamente reconocida ante el entonces Juez de Instrucción Civil Cuarto de la Capital del
departamento de Santa Cruz, encontrándose en posesión del indicado inmueble junto a su familia.
Posteriormente, presentaron en su contra una querella por el supuesto delito de despojo; motivo por
el cual, interpuso excepción de extinción de la acción penal por prescripción ante el Juez de la causa,
de conformidad a lo previsto en el art. 308 inc. 4) con relación a los arts. 27 inc. 8) y 29 del Código
de Procedimiento Penal (CPP); autoridad que declaró procedente la misma, al interpretar y tomar en
cuenta los arts. 115, 178 y 180 de la Constitución Política del Estado (CPE), que establecen
expresamente la necesidad de que la administración de justicia además de ser gratuita y proba, actúe
con celeridad en la resolución de las causas.
Dicha decisión fue apelada y en virtud a ello, los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, a través del Auto de Vista 189 de 21 de agosto de 2018,
revocaron la resolución emitida por el Juez de primera instancia, sin tomar en cuenta las pruebas
documentales ofrecidas en la excepción que planteó, demostrando que se encuentra en posesión del
citado inmueble hace veintitrés años y su ingreso al mismo de buena fe en 1995, existiendo por lo
tanto prescripción de la acción, conforme establece el art. 29 del CPP; sin embargo, con el fin de
confundir a las autoridades demandadas, la supuesta víctima o querellante no manifestó en qué fecha
aparentemente fue despojado del predio y bajo qué circunstancias, con el único fin de confundir al
Tribunal de apelación, sin considerar que las razones jurídicas de la decisión contenidas en las
Sentencias Constitucionales respecto al cómputo de la prescripción, constituyen jurisprudencia y
tienen carácter vinculante y obligatorio para jueces, fiscales y demás autoridades.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció como lesionado sus derechos al debido proceso y a la “seguridad jurídica”,
citando al efecto el art. 115.II de la CPE.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se revoque el Auto de Vista 189 emitido por los Vocales
demandados, declarando extinguida la acción penal por prescripción, con la finalidad de dar
cumplimiento a lo establecido en los arts. 27 inc. 8), 29, 30 y 31 del CPP.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional

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Celebrada la audiencia pública el 3 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 134 a
137, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado en audiencia, reiteró los fundamentos expresados en su acción
de amparo constitucional, añadiendo que no se está cumpliendo lo establecido en los arts. 27, 29 y
30 del CPP, respecto a la extinción de la acción penal, así como la SCP “0540/2018” concordante con
el art. 115 de la CPE, fallo que es vinculante, solicitando que a través de esta acción tutelar se dé
cumplimiento a los preceptos legales antes mencionados.
I.2.2. Informe de los demandados
Zenón Edmundo Rodríguez Zeballos y Sigfrido Soleto Gualoa, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no presentaron informe alguno, tampoco asistieron
a la audiencia de amparo constitucional, pese a su notificación cursante de fs. 125 a 126.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Ana María Cuéllar Vda. de Irigoyen y José Javier Irigoyen Cuéllar, no asistieron a la audiencia, menos
presentaron informe escrito alguno, a pesar de haber sido notificados, conforme consta a fs. 129 y
132.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 23/2019 de 3 de mayo, cursante de fs. 137 vta. a 139 vta., denegó la tutela solicitada;
a tal efecto expresó los siguientes fundamentos: a) El accionante no manifestó en que vertiente del
debido proceso se encuentra la vulneración de sus derechos reclamados; por otra parte, este Tribunal
no se constituye en una instancia de casación en el que se deba realizar una interpretación de la
legalidad ordinaria o valoración de la prueba; b) El Juez de primera instancia en su resolución señaló
que el despojo es un delito instantáneo; a su vez, los Vocales demandados manifestaron en su Auto
de Vista que si bien se trata de un delito de esa naturaleza, pero con efectos permanentes, por lo
tanto no ha lugar a la prescripción, existiendo en consecuencia una confrontación respecto a la
interpretación que realizó el juzgador; c) Por consiguiente, si el peticionante de tutela estableció que
había una errónea interpretación, debió exponer con claridad y precisión los principios o criterios
interpretativos que no fueron considerados por el Tribunal de apelación, señalando cual es la norma
a aplicarse y de qué manera debe realizarse la misma con relación a los supuestos planteados, para
que la justicia constitucional ingrese a revisar la legalidad ordinaria y excepcionalmente pueda valorar
la prueba, cumpliendo todos los presupuestos establecidos para tal efecto y los elementos aportados
por el impetrante de tutela; y, d) En el presente caso, no se evidenciaron los presupuestos que se
habrían incumplido, tampoco se identificó de forma clara los derechos vulnerados a objeto de
conceder el amparo solicitado, anulando el Auto de Vista ahora cuestionado.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 13 de julio de 2017 ante el Juez de Sentencia Penal de turno
de la Capital del departamento de Santa Cruz, Ana María Cuellar Vda. de Irigoyen y José Javier
Irigoyen Cuellar a través de su representante, formularon querella contra Tito Montero Vaca -ahora
accionante-, por la presunta comisión del delito de despojo (fs. 41 a 42 vta.).
II.2. Por escrito presentado el 3 de agosto del mismo año, el impetrante de tutela interpuso
excepción de extinción de la acción penal por prescripción ante el Juez de Sentencia Penal Quinto de
la Capital del mismo departamento (fs. 54 a 56).
II.3. En mérito a ello, el Juez de la causa mediante Auto 228/2018 de 18 de junio, declaró
probada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción respecto al delito de despojo,
disponiendo el archivo de obrados, dejando sin efecto todas las medidas jurisdiccionales de carácter
real o personal que se hubieren previsto contra el accionante (fs. 82 a 85).

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II.4. Producto de dicha decisión, los querellantes a través de su representante, por escrito
presentado el 22 de junio del indicado año, formularon recurso de apelación contra el citado Auto; a
tal efecto, los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz
pronunciaron el Auto de Vista 189 de 21 de agosto de 2018, declarando admisible y procedente
la apelación incidental interpuesta y deliberando en el fondo revocaron el Auto 228/2018,
determinaron improbada la excepción de extinción de la acción penal por prescripción formulada
por el peticionante de tutela, debiendo continuar el proceso conforme a procedimiento hasta dictar
la sentencia que corresponda (fs. 94 a 95 y 108 a 109 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso y a la “seguridad jurídica”;
alegando que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de
despojo, los Vocales demandados mediante Auto de Vista 189 de 21 de agosto de 2018, revocaron
el Auto 228/2018 de 18 de junio pronunciado por el Juez de la causa, declarando improbada la
excepción de extinción de la acción penal por prescripción que interpuso, disponiendo la prosecución
de la causa hasta su conclusión, sin considerar que su persona ingresó de buena fe al bien inmueble
objeto del proceso en la gestión de 1995, habiendo trascurrido hasta la fecha veintitrés años, extremo
demostrado a través de las pruebas documentales que ofreció en la citada excepción, incumpliendo
con ello lo establecido en los arts. 308, 27 inc. 8), 29 y 30 del CPP y la jurisprudencia constitucional.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de amparo constitucional no se constituye en una instancia de revisión
de la jurisdicción ordinaria
Al respecto, la SCP 0294/2012 de 8 de junio señaló: “La jurisprudencia constitucional estableció que
el amparo constitucional no es un recurso alternativo, sustitutivo, complementario o una instancia
adicional a la que pueden recurrir los litigantes, frente a una determinación judicial adversa, pues
esta acción tutelar en ningún caso puede ser equiparado y/o utilizado como una instancia de
apelación y menos de casación. En ese sentido, la SC 1358/2003-R de 18 de septiembre, ha
establecido que: '…el amparo constitucional es una acción de carácter tutelar, no es un
recurso casacional que forme parte de las vías legales ordinarias, lo que significa que
sólo se activa en aquellos casos en los que se supriman o restrinjan los derechos
fundamentales o garantías constitucionales, por lo mismo no se activa para reparar
supuestos actos que infringen las normas procesales o sustantivas, debido a una
incorrecta interpretación o indebida aplicación de las mismas'” (las negrillas corresponden al
texto original).
Entendimiento reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0718/2015-S3 de 3 de
julio y 0151/2015-S2 de 25 de febrero, entre otras.
En ese mismo sentido, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre expresó que: “La jurisprudencia del Tribunal
Constitucional desde sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción constitucional no
le corresponde juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar su actividad
jurisdiccional, pues ello implicaría un actuar invasivo de las otras jurisdicciones (SC 1031/2000-R de
6 de noviembre), no obstante, es indudable también que desde sus inicios este Tribunal determinó
que sí procede la tutela constitucional si en esa actividad interpretativa se lesionan derechos
fundamentales y garantías constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De donde
se puede concluir que la jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación
de las otras jurisdicciones precisó en la jurisprudencia que la acción de amparo
constitucional no se activa para reparar incorrectas interpretaciones o indebidas
aplicaciones del Derecho, pues no puede ser un medio para revisar todo un proceso
judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria y hermenéutica de los
tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras
jurisdicciones.

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(…)
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico -
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que
realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada
valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación
de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que
las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y
en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo,
providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para
que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los
tribunales de justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de
vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa -
argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional,
sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional,
impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta
materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se
comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración probatoria que se
aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del
ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o
administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales” (las negrillas son agregadas).
Asimismo, la citada línea jurisprudencia fue ratificada por la SCP 1737/2014 de 5 septiembre, al
manifestar que: “…esta jurisdicción no se constituye en un mecanismo de impugnación de la labor
que efectúan los jueces y tribunales ordinarios; el Tribunal Constitucional Plurinacional no
puede inmiscuirse en esa labor particular, al estar compelido al cumplimiento de
funciones diferentes (art. 196.I de la CPE), menos puede convertirse en un supra tribunal
con facultades de revisar lo obrado por autoridades de otras jurisdicciones, a menos que
la accionante hubiera manifestado de manera precisa una errónea valoración de la prueba
(individualizando la prueba y el alejamiento de los marcos de razonabilidad y equidad), una errónea
interpretación del Derecho (precisando qué normas legales fueron erróneamente interpretadas y
cómo estas interpretaciones vulneran derechos fundamentales de manera puntual y concreta); o,
cómo los elementos congruencia y fundamentación han sido vulnerados al emitirse una resolución
judicial” (las negrillas nos corresponden).

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Entendimiento reiterado en la SCP 0606/2016-S2 de 30 de mayo.


III.2. Análisis del caso concreto
Una vez efectuado el marco jurisprudencial para el examen del presente caso, de la revisión y cotejo
de los antecedentes que cursan en el expediente, se llegó a evidenciar que, el 13 de julio de 2017,
Ana María Cuéllar Vda. de Irigoyen y José Javier Irigoyen Cuéllar a través de su representante,
formularon querella contra Tito Montero Vaca -ahora accionante-, por la presunta comisión del delito
de despojo. En mérito a ello, el impetrante de tutela por escrito de 3 de agosto del mismo año,
interpuso excepción de extinción de la acción penal por prescripción ante el Juez de Sentencia Penal
Quinto de la Capital del departamento de Santa Cruz; autoridad judicial que mediante Auto 228/2018
de 18 de junio, declaró probada la citada excepción respecto al ilícito mencionado, disponiendo el
archivo de obrados, dejando sin efecto todas las medidas jurisdiccionales de carácter real o personal
que se hubiesen previsto contra el peticionante de tutela.
Producto de dicha determinación, los querellantes formularon recurso de apelación contra el
mencionado fallo; a cuyo efecto, los Vocales de la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz -ahora demandados-, pronunciaron el Auto de Vista 189 de 21 de agosto de
2018 declarando admisible y procedente la aludida apelación y deliberando en el fondo revocaron el
Auto impugnado y determinaron improbada la excepción de extinción de la acción penal por
prescripción interpuesta por el solicitante de tutela, disponiendo continuar el proceso conforme a
procedimiento hasta dictar sentencia que corresponda.
Ahora bien, de acuerdo al desarrollo jurisprudencial expresado en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de amparo constitucional no es un recurso
alternativo, sustitutivo, complementario o una instancia adicional a la que pueden recurrir los
litigantes, frente a una decisión judicial o administrativa adversa, ya que la actividad de interpretación
en el conocimiento y resolución de una causa, es prerrogativa de los tribunales o instancias ordinarias,
no siendo un medio para revisar la actividad probatoria o hermenéutica que realizan estos, al estar
considerada como una garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
No obstante lo esgrimido, de forma excepcional este Tribunal se encuentra habilitado para revisar
dicha actividad a efectos de constatar una posible lesión de derechos fundamentales o garantías
constitucionales, siempre y cuando el accionante encuadre su demanda en tres dimensiones citadas
por la jurisprudencia, a saber: por vulneración del derecho a una resolución congruente, motivada y
fundamentada; una valoración probatoria que se aparta de los marcos de razonabilidad y equidad,
omisión arbitraria en la consideración de la prueba con la indicación de los medios probatorios cuya
valoración se haya omitido, o la existencia de una resolución basada en prueba inexistente señalando
la misma; y, por incorrecta interpretación del ordenamiento jurídico infraconstitucional, debiendo la
demanda cumplir una carga argumentativa suficiente que demuestre la supuesta errónea
interpretación aludida.
En el caso que se analiza, se evidencia que el accionante no demandó expresamente la vulneración
del derecho a una resolución congruente, motivada y fundamentada, respecto del fallo pronunciado
por las autoridades demandadas, para su respectivo estudio; tampoco alegaron omisión ni errónea
valoración de medios de prueba dentro del proceso penal seguido en su contra, menos una incorrecta
interpretación del ordenamiento jurídico infraconstitucional, limitándose a efectuar casi en la totalidad
de su acción tutelar, una transcripción de la normativa penal, así como el entendimiento doctrinal y
jurisprudencial con relación al instituto de la prescripción de la acción penal, reiterando los extremos
formulados en su memorial de contestación al recurso de apelación interpuesto por la parte
querellante, añadiendo además de manera escueta que las autoridades demandadas: “…han
vulnerado el derecho al debido proceso y la correcta aplicación de las normas jurídicas…” (sic);
argumentos que sin embargo no se estiman suficientes para desplegar una revisión de lo resuelto
por los Vocales demandados, por cuanto el determinar si las decisiones de fondo adoptadas por las
autoridades judiciales son correctas o no, no es labor de éste Tribunal por no ser la acción de amparo
constitucional una instancia de impugnación o de revisión de lo resuelto por la jurisdicción ordinaria.

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Por otra parte, no expresaron fundamentos jurídicos que justifiquen o sustenten sus aseveraciones,
tampoco la relación de vinculación entre la actividad interpretativa argumentativa desarrollada por
las autoridades judiciales, con la vulneración de los derechos fundamentales invocados, demostrando
ante la jurisdicción constitucional que se abre su competencia, en procura de revisar sus resoluciones.
Finalmente, al cuestionar la actuación de los Vocales ahora demandados, tanto en su demanda como
en la audiencia, pidió que se dé cumplimiento a los arts. 308, 27 inc. 8), 29 y 30 del CPP, dando por
extinguida la acción penal por prescripción; solicitudes que sin embargo no pueden ser consideradas
ni dispuestas por este Tribunal, debido a que por una parte, la labor de interpretación en el
conocimiento y resolución de una causa, es prerrogativa de los tribunales o instancias ordinarias, no
siendo un medio para examinar la actividad probatoria o hermenéutica que realizan estos, al estar
considerado como una garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
Asimismo, la acción de amparo constitucional es una acción de carácter tutelar y no debe confundirse
con una instancia o recurso supra casacional que forme parte de las vías legales ordinarias al que
puedan acudir los afectados, frente a una decisión adversa que afecte sus intereses, para revisar la
legalidad de los procesos judiciales o administrativos; sino solamente ante la existencia de vulneración
de derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, la justicia constitucional puede ingresar a
valorar la actividad desarrollada de forma excepcional, en miras a brindar tutela, cuando se advierta
una clara transgresión de los mismos y el accionante cumpla con los presupuestos ya establecidos
por la jurisprudencia constitucional glosada precedentemente, lo que en el caso que nos ocupa no
aconteció, correspondiendo por ello denegar la acción intentada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 23/2019 de 3 de mayo, cursante de fs. 137 vta. a
139 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0706/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29508-2019-60-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 0026/2019 de 10 de junio, cursante de fs. 197 a 201, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ana Carola Rojas Grundy contra
Cristhian Patrick Estrada Michel, Responsable de Administración de Personal de la
empresa HOLA Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 28 de mayo y 4 de junio de 2019, cursantes de fs. 29 a 34 y 147, la
accionante manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Habiendo prestado servicios laborales en la empresa HOLA S.R.L, desde junio de 2012, en el centro
de llamadas “CALL CENTER”, como Representante del Centro de Llamadas Entrantes, realizando
tareas propias y permanentes del mismo; en noviembre de 2018 le fue entregado un memorándum
de severa llamada de atención sin justificativo alguno, por lo que mediante nota de 14 de diciembre
del mismo año, hizo conocer su rechazo e impetró el cese del acoso laboral del que se sentía víctima;
empero, a través de memorándum de 15 de enero de 2019 fue suspendida -con goce de haberes-,
señalándole el inicio de un proceso sumario interno en su contra, razón que motivó la interposición
del recurso de revocatoria contra esta determinación, mereciendo su negativa, bajo el argumento de
que la Ley de Procedimiento Administrativo -Ley 2341 de 23 de abril de 2002-, sólo es aplicable al
sector público.
Posteriormente, el 27 de enero de 2019, fue notificada con memorándum de suspensión de cuatro
días, manteniendo la prosecución del referido proceso sumario, con un procedimiento del que nunca
tuvo conocimiento aun habiendo solicitado se deje sin efecto el mismo, hasta que por Memorándum
HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/13-2019 de 31 de enero, procedieron a despedirla en base a lo estipulado
en los arts. 16 inc. e) de la Ley General del Trabajo (LGT) y 9 de su Decreto Reglamentario.
Ante este despido intempestivo, solicitó su reincorporación a través de la Jefatura Departamental de
Trabajo de Cochabamba, dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, instancia
que emitió, previa citación y convocatoria a audiencia, la Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19 de 11
de marzo de 2019, que no fue cumplida por el empleador pese a su notificación; de tal manera que
tras el verificativo correspondiente respecto a este extremo, la entidad aludida mediante Informe
MTEPS-JDT CO-CMA-0546-INF/19 de 6 de mayo de 2019, acreditó el incumplimiento denunciado.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante alegó la lesión de sus derechos al trabajo y a la estabilidad laboral, citando al efecto
los arts. 46, 48 y 49 de la Constitución Política del Estado (CPE); 23.1 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH); y, 4 del Convenio 158 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo la reincorporación inmediata a su fuente laboral, más el
pago de salarios devengados, la restitución del seguro a largo y corto plazo, prohibiendo toda clase
de acoso laboral y cualquier forma de discriminación en su contra, sea con costas.

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I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional


Celebrada la audiencia pública el 10 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 195 a
196, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó inextenso los términos del memorial de acción de
amparo constitucional presentado y ampliándolo señaló, que de igual manera se debe considerar la
vulneración del derecho al debido proceso, puesto que la empresa demandada interpuso un proceso
sumario del que fue “…juez y parte…” (sic), determinando su despido a través de un procedimiento
interno en total infracción de las normas laborales, extremo puesto a conocimiento de la Jefatura
Departamental de Trabajo de Cochabamba al momento de solicitar su reincorporación.
I.2.2. Informe de los demandados
Carlos Gastón Montellano Medrano y Olga Molina Espinoza, representantes de la empresa HOLA
S.R.L., en audiencia, manifestaron que: a) El despido de la impetrante de tutela, fue ejecutado en el
marco de la Ley General del Trabajo, su Reglamento y el emitido al interior de la empresa, por
incumplimiento de funciones; b) Se realizaron todas las acciones previas a la desvinculación laboral,
como la firma de compromiso, llamadas de atención verbales y escritas, acorde al procedimiento
“…determinado por la SC 170/2018 de 10 de mayo…” (sic); y, c) No resulta aplicable el Decreto
Supremo (DS) 0495 de 1 de mayo de 2010 al presente caso, por lo que la accionante debió acudir a
la judicatura laboral y no así a la jurisdicción constitucional.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por
Resolución 0026/2019 de 10 de junio, cursante de fs. 197 a 201, concedió en parte la tutela
solicitada, disponiendo que la empresa HOLA S.R.L., cumpla con la inmediata reincorporación de la
impetrante de tutela, conforme lo determinado en la Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19, emitida
por la Jefatura Departamental de Trabajo del mismo departamento, bajo los siguientes fundamentos:
1) De la revisión de la Conminatoria emitida por la entidad administrativa antes indicada, observó
que se sustentó en la existencia de una relación contractual indefinida, entre la empresa y la ahora
accionante y su conclusión mediante el Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/13-2019; 2) La
instancia demandada, en audiencia conciliatoria ante la indicada Jefatura Departamental del Trabajo,
refirió que la sustanciación del proceso sumario instaurado contra la peticionante de tutela, se
desarrolló acorde a su reglamentación interna y que su despido se determinó conforme a los arts. 16
de la LGT y 9 de su Decreto Reglamentario; empero, al momento de solicitarle la acreditación del
proceso referido, la documentación respecto a este fue entregada de manera incompleta; por lo que,
la conminatoria se determinó en aplicación del principio de protección a la trabajadora; y, 3) La
accionante, no necesariamente debía agotar las vías establecidas por Ley a objeto de reclamar el
cumplimiento de la Conminatoria emitida, por cuanto el Tribunal Constitucional Plurinacional en la
jurisprudencia contenida en la SCP 0015/2018 de 23 de febrero entre otras, respecto a la
interpretación de normas laborales y la posibilidad de recurrir a la justicia constitucional para solicitar
el cumplimiento de la decisión administrativa aludida es viable, puesto que el empleador podrá
recurrir a la instancia ordinaria correspondiente reclamando la legalidad de este.
Asimismo, mediante Auto Complementario de 10 de junio de 2019, estableció que: i) Respecto a los
salarios devengados y otros beneficios que le pudiere corresponder y ante su incumplimiento, se
encuentra abierta la vía legal establecida a los fines de exigir su cancelación, esta instancia no se
encuentra habilitada para determinar cuantía de pagos o alguna circunstancia emergente que se
relacione con estos, situación establecida en las SSCC 0371/2014 de 21 de febrero y 0854/2010-R
de 10 de agosto; y, ii) No se puede ingresar a resolver los elementos materiales que hubiesen dado
lugar a la conminatoria respectiva, más aun si ninguna de las partes realizó argumentación al
respecto, además en el entendido de poder acudir a la jurisdicción ordinaria laboral conforme la
jurisprudencia antes citada.
II. CONCLUSIONES

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Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Contrato de Trabajo de 1 de marzo de 2012, suscrito entre Ana Carola Rojas Grundy -
hoy accionante- y HOLA S.R.L., que establece una duración “INDEFINIDA” a partir de la firma del
mismo (fs. 106 a 107).
II.2. A través de Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/ 287/-2018 de 14 de noviembre, Cristhian
Patrick Estrada Michel, Responsable de Administración de Personal de HOLA S.R.L., hizo llegar una
severa llamada de atención a Ana Carola Rojas Grundy, quien mediante nota de 14 de diciembre de
año indicado, rechazó su contenido y denunció acoso laboral, refiriendo que en el mes de noviembre
del citado año, se le entregó una carta bajo el rótulo “…ULTIMATUM DE COMPROMISO DE MEJORA,
la cual fue redactada en su totalidad por la empresa, y en la presencia de una Notaria de Fe Pública…”
(sic) que pretendieron obligarle a firmar, aceptando como ciertas supuestas llamadas de atención
verbales y escritas que no existieron (fs. 7 y 12 a 13).
II.3. Mediante nota presentada el 17 de diciembre de 2018, ante la Jefatura Departamental de
Trabajo de Cochabamba, la impetrante de tutela denunció el acoso laboral antes referido, solicitando
se asuman medidas necesarias para proteger sus derechos (fs. 10 a 11).
II.4. Por Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/03-2019 de 15 de enero, el Responsable de
Administración de Personal de la empresa antes referida, comunicó a la peticionante de tutela la
“…suspensión de actividades laborales con goce de haberes por cinco días hábiles, con el objetivo de
realizar un sumario interno…” (sic [fs. 14]).
II.5. A través de nota presentada el 17 de enero de 2019 ante la prenombrada empresa, la
accionante interpuso recurso de revocatoria contra el memorándum citado supra, mismo que mereció
respuesta a través de nota de 24 del mes y año indicado, negando el curso de lo impetrado, en razón
de que la aplicación de la Ley de Procedimiento Administrativo, no corresponde en el sector privado
(fs. 15 a 17).
II.6. Mediante Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/10-2019 de 27 de enero, se amplió la
suspensión temporal de funciones determinada contra la impetrante de tutela, por otros cuatro días
más; ante este hecho la aludida, a través de oficio presentado el 30 de igual mes y año, solicitó se
deje sin efecto esta determinación y el “…ilegal proceso sumario instaurado…” (sic [fs. 18 a 20 vta.]).
II.7. Cursa “INFORME CONCLUSIVO DENTRO DE LA INVESTIGACIÓN ANTECEDENTES Y
DESCARGOS NO PRESENTADOS POR LA SEÑORA ANA CARLA ROJAS GRUNDY, DENTRO DEL
SUMARIO INICIADO POR LA DEFICIENCIA EN ATENCIÓN AL CLIENTE (EXPERIENCIA) POR
MALTRATO (PROBLEMAS EN LA ATENCIÓN) Y PROCEDIMIENTOS” (sic) -no consigna fecha de
elaboración- que en su contenido refiere que la peticionante de tutela incumplió su contrato laboral
y el reglamento interno de la empresa (fs. 103 a 105).
II.8. Por Memorándum HOLA-RRHH-MEMO/CBBA/13-2019 de 31 de enero, la autoridad
administrativa, referida supra, comunicó a la peticionante de tutela, la conclusión de la relación
contractual, refiriendo que: “…se ha tomado la decisión de prescindir de sus servicios a partir de la
recepción del presente comunicado; en virtud del Informe conclusivo en base al proceso interno
realizado a su persona realizado por el departamento legal y de conformidad con el inciso e) del art.
16 de la Ley General del Trabajo y el art. 9 de su decreto reglamentario procede la desvinculación…”
(sic [fs. 21]).
II.9. A través de memorial presentado el 5 de febrero de 2019 ante la Jefatura Departamental de
Trabajo de Cochabamba, la impetrante de tutela solicitó su reincorporación laboral; por lo que,
mediante Citación MTEPS/JDTCBBA/NEL 789/19 de 7 de febrero de 2019, Cristhian Patrick Estrada
Michel -hoy demandado-, fue citado a la oficina laboral indicada para responder la denuncia
presentada (fs. 22 y 73).
II.10. Cursa Informe MTEPS-JDT CO-UTSI CBBA-NMQHP-0335-INF/19 de 12 de febrero de 2019,
emitido por la Inspectora de la instancia administrativa referida supra, por el que recomienda se

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conmine a HOLA S.R.L. la reincorporación de la ahora accionante a su fuente laboral (fs. 112 a 114
vta.).
II.11. Mediante Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19 de 11 de marzo de 2019, la instancia antes
referida, instó a HOLA S.R.L. a la reincorporación laboral de la impetrante de tutela, así como al pago
de los salarios devengados y demás derechos laborales que le correspondan, prohibiendo toda clase
de acoso laboral y discriminación en su contra (fs. 25 a 26).
II.12. A través de memorial presentado el 19 de marzo de 2019, ante la oficina antes indicada, la
impetrante de tutela solicitó verificación de incumplimiento de reincorporación laboral determinada
por la Conminatoria precitada (fs. 24 y vta.).
II.13. Por memorial presentado el 27 de marzo de 2019, Miry Abousaleh Popow, representante legal
de HOLA S.R.L. interpuso recurso de revocatoria contra la Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19 (fs.
118 a 121).
II.14. Mediante Informe MTEPS-JDT CO-CMA-0546-INF/19 de 6 de mayo de 2019, emitido por el
Inspector de Trabajo de Cochabamba, estableció que: “…En base a la Verificación realizada In Situ
se tiene que la Empresa HOLA S.R.L. no dio cumplimiento a lo dispuesto mediante Conminatoria
MTEPS/JDT CO-043/19 de fecha 11 de marzo del 2019, por tanto NO se PROCEDIÓ A LA
REINCORPORACIÓN de la trabajadora Sra. ANA CAROLA ROJAS GRUNDY” (sic [fs. 27]).
II.15. A través de la Resolución Administrativa (RA) 182/19 de 7 de mayo de 2019, en atención al
recurso de revocatoria planteado, el Jefe Departamental de Trabajo de Cochabamba, dependiente
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, determinó confirmar la Conminatoria MTEPS-
JDT CO-043/19 (fs. 134 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, al trabajo y a la estabilidad
laboral; en razón a que, de manera intempestiva e injustificada, fue despedida de la empresa HOLA
S.R.L, donde desempeñó funciones como Representante del Centro de Llamadas Entrantes desde el
1 de marzo de 2012 hasta el 31 de enero de 2019, cuando se procedió a su retiro; por lo que acudió
a la Jefatura Departamental de Trabajo de Cochabamba, instancia que emitió Conminatoria de
reincorporación; empero, el demandado no dio cumplimiento a la misma.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, determinar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Integración de la jurisprudencia sobre la conminatoria de reincorporación emitida
por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social
El DS 28699 de 1 de mayo de 2006, en sus arts. 10 y 11, establece que cualquier persona que se
encuentre sometida al régimen laboral y crea que fue injustamente despedida o alejada de su fuente
de trabajo -salvo las causas de despido previstas por el art. 16 de la LGT-, puede acudir ante el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, reclamando su derecho a la estabilidad laboral o el
pago de beneficios sociales. Posteriormente, el DS 0495, en su Artículo Único modificó el parágrafo
III del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, señalando: “III. En caso de que el trabajador
opte por su reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Previsión Social, donde una vez constatado el despido injustificado, se conminará al empleador a la
reincorporación inmediata al mismo puesto que ocupaba la trabajadora o trabajador al momento del
despido, más el pago de los salarios devengados y demás derechos sociales que correspondan a la
fecha de la reincorporación, a través de las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo”.
Además incluyó los parágrafos IV y V, con los siguientes textos: “IV. La conminatoria es obligatoria
en su cumplimiento a partir de su notificación y (únicamente) podrá ser impugnada en la vía judicial,
cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución”; se aclara que la palabra
únicamente fue declarada inconstitucional por la SCP 0591/2012 de 20 de julio. Por su parte, el
parágrafo V indica: “V. Sin perjuicio de lo dispuesto en el Parágrafo IV del presente Artículo, la
trabajadora o trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que

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correspondan, tomándose en cuenta la inmediatez de la protección del derecho


constitucional de estabilidad laboral” (las negrillas y el subrayado son incorporados);
Procedimiento que, se entiende ocurre en la fase de la conminatoria.
Por su parte, la Resolución Ministerial (RM) 868/10 de 26 de octubre de 2010, que reglamenta el
procedimiento para la aplicación del DS 0495, en su art. 3 refiere:
“ARTÍCULO 3.- (Acciones Constitucionales). Ante el incumplimiento de la Reincorporación
instruida, la trabajadora o trabajador podrá interponer las acciones constitucionales que
correspondan, tomándose en cuenta la inmediatez de la protección del derecho
constitucional de estabilidad laboral” (las negrillas y el subrayado son incorporados).
Sobre la base de este marco normativo las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0138/2012 de
4 de mayo y concretamente la 0177/2012 de 14 de mayo, en su Fundamento Jurídico III.3, señaló
que: “1) En caso de que una trabajadora o un trabajador, ante un eventual retiro intempestivo sin
causa legal justificada opte por su reincorporación, deberá denunciar este hecho ante las
Jefaturas Departamentales de Trabajo; entidades que deberán asumir el trámite previsto por el
DS 0495, emitiendo si corresponde la conminatoria de reincorporación en los términos
previstos en esta norma, y en caso de que el empleador incumpla la conminatoria, el
trabajador o trabajadora podrá interponer la acción de amparo constitucional, misma
que resulta más idónea en estos casos por las razones antes expuestas.
2) Aclarando que la conminatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social,
en los alcances del DS 0495, no constituye una resolución que defina la situación laboral de la
trabajadora o el trabajador, por cuanto el empleador puede impugnar ésta determinación en
la justicia ordinaria, conforme previene el referido Decreto Supremo; vale decir, interponiendo
una acción laboral dentro los alcances establecidos por el art. 65 del Código Procesal del
Trabajo (CPT), precepto que otorga la posibilidad al empleador de constituirse en parte demandante
en una acción social, instancia en la que en definitiva se establecerá si el despido fue o no
justificado, esto debido a que la justicia constitucional sólo viabiliza la tutela inmediata
ante la decisión unilateral del empleador que opta por un despido intempestivo sin causa
legal justificada.
3) En aquellos casos en que la trabajadora o trabajador, fuera sometido a un proceso interno dentro
el cual se determine su despido por una de las causales establecidas en el art. 16 de la LGT y art. 9
del DR, en su caso por vulneración a su Reglamento Interno, el procedimiento previsto por el DS
0495, no será aplicable; debiendo la trabajadora o trabajador, que estime que su destitución fue
ilegal o injustificada, incoar la correspondiente demanda de reincorporación ante la judicatura
laboral” (las negrillas y el subrayado nos corresponden).
Asimismo, la SCP 0328/2018-S2 de 9 de julio acotó que:”…las conminatorias de reincorporación
emitidas por las jefaturas departamentales o regionales de trabajo deben ser cumplidas de manera
obligatoria, sin perjuicio que puedan ser impugnadas por el empleador o parte patronal en la vía
administrativa o judicial; no obstante, mientras se suscite dicho aspecto, la conminatoria
pronunciada debe ser ejecutada con la finalidad de resguardar los derechos
constitucionales de los trabajadores, otorgándoles seguridad jurídica y estabilidad laboral,
siendo posible en caso de inobservancia, la formulación de una acción de amparo constitucional, para
la restitución de los derechos lesionados” (las negrillas son añadidas).
Entendimiento que también fue asumido en las otras Salas de este Tribunal Constitucional
Plurinacional en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0016/2018-S2, 0328/2018-S2,
0003/2018-S3, 0047/2018-S3, 0015/2018-S4 y 0814/2018-S2.
III.2. Cumplimiento integral de la conminatoria de reincorporación
El entendimiento asumido por la SCP 0177/2012, fue modulado por la SCP 2355/2012 de 22 de
noviembre, que estableció que para el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación a través
de la acción de amparo constitucional, se exige como presupuesto adicional que ésta se encuentre
debidamente fundamentada y motivada; en esa misma línea, la SCP 0900/2013 de 20 de junio,

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determinó que a efectos de conceder la tutela, debe efectuarse una valoración completa e integral
de los hechos y datos del proceso, las circunstancias y los supuestos derechos vulnerados, haciendo
prevalecer la verdad material sobre la forma. Finalmente, a través de la SCP 1712/2013 de 10 de
octubre, el Tribunal Constitucional Plurinacional moduló el entendimiento contenido en la SCP
0900/2013 y recondujo la línea jurisprudencial a la SCP 2355/2012; en ese sentido, dispuso que la
conminatoria de reincorporación laboral es de cumplimiento inmediato; por lo que, su inobservancia
habilita la actuación inmediata de esta jurisdicción constitucional, a menos que en la tramitación del
proceso administrativo se evidencien violaciones del derecho al debido proceso.
Empero, ese último entendimiento fue reconducido por la SCP 0015/2018-S4 de 23 de febrero,
retomando el razonamiento de la SCP 0177/2012, que concibiendo al Tribunal Constitucional
Plurinacional como el garante del ejercicio de los derechos en este caso del derecho al trabajo, indicó
que ante el incumplimiento de la conminatoria de reincorporación, se hace viable la tutela
constitucional a través de la acción de amparo constitucional, señalando expresamente que ésta se
constituye en el medio eficaz e inmediato para materializar el cumplimiento de una conminatoria de
reincorporación laboral y proteger el derecho al trabajo; aclarando además, que a la justicia
constitucional no le corresponde ingresar a analizar si esta efectuó una indebida o ilegal
fundamentación al tiempo de asumir dicha determinación o si los datos, hechos y circunstancias
ameritaban su decisión, pues dicho análisis corresponde ser realizado por la jurisdicción ordinaria:
“…la efectiva materialización del derecho al trabajo, en observancia de los principios de estabilidad y
continuidad laboral; y, de protección, constituye el entendimiento que, en observancia de la
modificación introducida por el DS 0495, a su similar 28699, otorga la posibilidad, al trabajador, de
acudir a la jurisdicción constitucional, antes de la activación de la vía jurisdiccional ordinaria y la
culminación del procedimiento administrativo, con el objeto de lograr la tutela de su derecho al
trabajo, ante el incumplimiento, de parte del empleador, de la conminatoria de reincorporación laboral
emitida por la Jefatura Departamental del Trabajo, Empleo y Previsión Social, en el entendido de que
el legislador, en mérito a la importancia del derecho fundamental citado, cuyo respeto implica no sólo
un bienestar individual del trabajador, sino del de todo su entorno familiar, asumió que las acciones
constitucionales -acción de amparo constitucional para este tipo de problemáticas- constituyen el
medio eficaz e inmediato para materializar el cumplimiento de una conminatoria de reincorporación
laboral.
…encontrándose imposibilitada esta jurisdicción de ingresar a analizar si la conminatoria
efectuó una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar la reincorporación,
o si los datos, hechos y circunstancias que le dieron lugar, ameritaban tal determinación,
debido a que eso corresponde a la jurisdicción ordinaria que contiene una etapa amplia
de producción de prueba y potestad de valorar la misma, posibilidad que está al alcance
del empleador, en caso de disentir con la decisión de la instancia de administración
laboral, lo que de ningún modo le posibilita incumplir la determinación de
reincorporación; en contrario, este Tribunal tiene atribuciones limitadas estrictamente a
verificar el respeto de los derechos fundamentales o garantías constitucionales” (las
negrillas nos corresponden).
Este entendimiento fue complementado por la SCP 0666/2018-S4 de 16 de octubre, que sostuvo:
“En este sentido, la conminatoria de reincorporación debe ser acatada en su integridad, es decir, que
el empleador una vez notificado con ésta, debe ejecutar todo lo que la Jefatura Departamental del
Trabajo hubiese ordenado realizar, dado que, si se dispuso la restitución del trabajador al mismo
puesto laboral que desempeñaba al momento de ruptura de la relación laboral, la cancelación de
haberes devengados y la restitución de los derechos sociales de los que gozaba, la ejecución deberá
ser respecto a todo lo decidido, sin omitir ninguna de las determinaciones dispuestas; de igual forma,
al otorgarse tutela por incumplimiento de la conminatoria a través de la vía constitucional, la
protección abarcará todos los puntos dispuestos en la conminatoria, considerando que el
cumplimiento de la misma es obligatoria e integral, puesto que no corresponde que el
Juez o Tribunal de garantías, ampare sólo la reincorporación ordenada y relegue el pago
de sueldos devengados a la judicatura laboral, desnaturalizando así la protección

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inmediata y eficaz que persigue la norma contenida en el citado Decreto Supremo 495”.
Asimismo añadió que: ‘…a partir de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se
disponga el cumplimiento de una conminatoria, por parte de la jurisdicción constitucional, la misma
debe ser entendida en el sentido que debe cumplirse la totalidad y no en una parte u otra, en
observancia del parágrafo IV del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, incorporado por el DS
0495…’” (el resaltado es nuestro).
Respecto a la provisionalidad de la conminatoria de reincorporación la SCP 0060/2015-S1 de 10 de
febrero, señaló que: “…permitiendo a ambas partes el acceso a una segunda instancia y garantizando
el debido proceso, a través de su jurisprudencia, ha agregado que tanto el trabajador como el
empleador, podrán impugnar en sede administrativa, la conminatoria o resolución de la Jefatura
Departamental de Trabajo, sin que este hecho impida acudir a la impugnación de carácter judicial,
en virtud de lo cual, si alguna autoridad o empleador no se hallan de acuerdo con las medidas
asumidas por las Jefaturas Departamentales de Trabajo, pueden refutar las mismas, en procura de
obtener una decisión respecto al fondo de la problemática planteada, aspecto no inherente al ámbito
protegido por la jurisdicción constitucional”. Situación que no es óbice para el cumplimiento de la
conminatoria.
En este entendido este Tribunal Constitucional Plurinacional como guardián de los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, precautelando el derecho al trabajo del cual derivan otros
conexos, entiende que debe dar cumplimiento íntegro a la Conminatoria de reincorporación con todos
los aspectos que habría considerado, una situación diferente no está regulada ni por la normativa
laboral de nuestro Estado ni por nuestra Constitución Política del Estado, lo señalado no implica una
negación del derecho a la defensa de la parte empleadora, que, como está establecido, puede acudir
a la jurisdicción laboral denunciando su supuesta ilegalidad, interponiendo los recursos previstos por
ley, con independencia del cumplimiento de la conminatoria y la concesión de la tutela.
III.3. Resumen de presupuestos procesales para acceder a la justicia constitucional
cuando se solicita el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación
La jurisprudencia determina las siguientes subreglas ante el planteamiento de una acción de amparo
constitucional solicitando el cumplimiento de la conminatoria de reincorporación: a) Cuando una
trabajadora o trabajador sea despedido injustificadamente o por causas no contempladas en el art.
16 de la LGT, podrá optar por el pago de los beneficios sociales o por su reincorporación; b) Es
posible interponer directamente la acción de amparo constitucional -abstrayendo el principio de
subsidiariedad- cuando la trabajadora o el trabajador demanden el incumplimiento de la conminatoria
de reincorporación emitida por las Jefaturas Departamentales de Trabajo o el Ministerio de Trabajo
Empleo y Previsión Social por parte de su empleador; c) La conminatoria de reincorporación no
constituye una resolución definitiva respecto a la situación laboral de la trabajadora o el trabajador,
siendo netamente provisional la otorgación de la tutela puesto que las autoridades administrativas o
judiciales en materia laboral son las idóneas para resolver en el fondo y con carácter definitivo la
controversia suscitada entre ambos; d) El empleador tiene el deber de dar cumplimiento inmediato
a la conminatoria de reincorporación pese a la interposición del recurso de revocatoria o jerárquico,
inclusive cuando esté pendiente de resolverse o hubiera planteado cualquier otro recurso en la vía
judicial o administrativa; e) La justicia constitucional se encuentra imposibilitada de ingresar a
analizar si la conminatoria efectuó una indebida o ilegal fundamentación a tiempo de determinar la
reincorporación, o si los datos, hechos y circunstancias que le dieron lugar, ameritaban tal
determinación, debido a que eso corresponde a la jurisdicción ordinaria; y, f) La conminatoria de
reincorporación debe ser acatada en su integridad, sin omitir ninguna de las determinaciones
dispuestas.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante denunció la vulneración de sus derechos al debido proceso, al trabajo y a la estabilidad
laboral, en razón a que de manera intempestiva e injustificada, fue despedida de la empresa HOLA
S.R.L, donde desempeñó las funciones de Representante del Centro de Llamadas Entrantes desde el
1 de marzo de 2012 hasta el 31 de enero de 2019, cuando se procedió a su retiro; por lo que acudió

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a la Jefatura Departamental de Trabajo de Cochabamba, instancia que emitió Conminatoria de


reincorporación; empero, el ahora demandado, no dio cumplimiento a la misma.
De la revisión de antecedentes que cursa en obrados, se evidencia que la solicitante de tutela, fue
contratada el 1 de marzo de 2012, en el cargo de Representante del Centro de Llamadas Entrantes
en la empresa HOLA S.R.L., concluyendo su contrato el 31 de enero de 2019, esto bajo el supuesto
del resultado de un proceso sumario interno que decantó con la emisión del Memorándum HOLA-
RRHH-MEMO/CBBA/13-2019 de la misma fecha.
Con estos antecedentes, acudió a la Jefatura Departamental de Trabajo, de la citada ciudad alegando
su despido ilegal; entidad administrativa laboral, que conforme al procedimiento establecido en el DS
28699, emitió la Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19 de 11 de marzo de 2019, argumentando que,
si bien las partes refirieron la sustanciación de un proceso sumario interno; el empleador no presentó
el “…expediente completo del proceso administrativo…” (sic) que acredite la observancia de los
principios y derechos al juez natural, el debido proceso, la seguridad jurídica, la defensa e
impugnación; por lo que, el despido fue injusto e ilegal.
Pese a la emisión de la Conminatoria referida, esta no fue acatada por la entidad demandada, extremo
que se corrobora tras el Informe MTEPS-JDT CO-CMA-0546-INF/19 de 6 de mayo de 2019, emitido
por indicada entidad laboral, que verificó in situ el incumplimiento de lo dispuesto; por ello, se viabiliza
la concesión de la presente acción de amparo constitucional en el marco de lo desarrollado en el
Fundamento Jurídico III.2, de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, por vulneración de
los derechos al trabajo y a la estabilidad laboral.
Cabe aclarar que conforme lo expuesto en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 3 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, el empleador al considerar que la Conminatoria de
reincorporación no se ajusta a derecho, podrá recurrir a los mecanismos judiciales ordinarios o
administrativos, para objetarla; empero, no es óbice para que no se dé cumplimiento, puesto que la
misma debe ser ejecutada de manera inmediata en resguardo de los derechos constitucionales de
los trabajadores, situación que en el presente caso también fue resuelta, puesto que ante la
interposición del recurso de revocatoria por la empresa HOLA S.R.L. contra la conminatoria de
reincorporación MTEPS-JDT CO-043/19, esta fue confirmada por la RA 182/19 de 7 de mayo de 2019,
emitida por el Jefe Departamental del Trabajo de Cochabamba, manteniéndola subsistente para su
cumplimiento correspondiente.
Asimismo, es pertinente señalar que en la parte in fine de la Conminatoria MTEPS-JDT CO-043/19,
se establece que el demandado, proceda al pago de sueldos devengados y demás derechos sociales
que correspondan a esa fecha; situación que en atención a la solicitud de complementación y
enmienda de la accionante, fue denegada por la Sala Constitucional mediante Auto Complementario
de 10 de junio de 2019; por lo que, se dispone la reincorporación laboral de la solicitante de tutela a
su fuente de trabajo, en los términos dispuestos en la referida Conminatoria, según lo establecido en
la jurisprudencia constitucional desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo,
correspondiendo su total observancia por parte de la entidad demandada, considerando el
cumplimento de este extremo.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder en parte la tutela impetrada, obró de forma
parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 0026/2019 de 10 de junio, cursante de fs.
197 a 201, pronunciada por Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo la reincorporación
inmediata de la accionante a su fuente laboral en los términos establecidos en la Conminatoria
MTEPS-JDT CO-043/19 de 11 de marzo de 2019, pronunciada por la Jefatura Departamental de
Trabajo de Cochabamba.

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Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Magistrada

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0707/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29259-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 53 de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 467 vta. a 470 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Myriam Virginia Martínez
Millares y María José Martínez Mayser contra Juan Carlos Berrios Albizú y Marco Ernesto
Jaimes Molina, Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 2 y 10 de mayo de 2019, cursantes de fs. 296 a 313; y, 316 y vta.,
las accionantes manifestaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El proceso ordinario que constituye de antecedente a la presente acción tutelar, giró en torno al
cumplimiento y la recisión del contrato de compraventa de 154,40 acciones de la Cervecería Boliviana
Nacional Sociedad Anónima (CBN S.A.), que su causante Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez
transfirió en calidad de venta a favor de Juan Carlos Millares Ríos por el precio de Bs220 000.-
(doscientos veinte mil bolivianos) mediante documento de 8 de octubre de 2013.
El referido comprador, interpuso contra la coaccionante Myriam Virginia Martínez Millares, demanda
de cumplimiento del referido contrato de compraventa, argumentando que no se le hizo la entrega
física de los certificados de acciones después del fallecimiento de su vendedora.
A tiempo de responder de manera negativa a la demanda, plantearon acción reconvencional sobre
recisión del contrato por lesión, porque el citado contrato de transferencia es “inmoral”, al haberse
vendido las indicadas acciones de la CBN S.A. por un monto inferior al que en realidad valen,
respaldando esa afirmación, en el juicio cuando se produjo la prueba del perito Rainer Antonio
Anslinger Amboni, quien de manera coincidente con el consultor Carlos Juan Arnold Saldías Pozo,
concluyeron que las 154,40 acciones señaladas fueron transferidas en total desconocimiento de su
valor real.
La Sentencia “06” de 28 de agosto de 2017, concluyó declarando improbada la demanda
reconvencional de lesión, porque a juicio de la Jueza de la causa no se demostró la pretensión de
rescisión y conclusión, que se aleja totalmente de los datos del cuaderno procesal, incurriendo en
error de hecho, que afectaron directamente a sus derechos patrimoniales.
Planteado el recurso de apelación contra la Sentencia de primera instancia, la Sala Civil y Comercial,
Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, sobre la base de los fundamentos contenidos en la
exposición de agravios, emitió el Auto de Vista 392 de 1 de diciembre de 2017, mediante el cual
revocó la Sentencia de 28 de agosto de similar año, y deliberando en el fondo declaró improbada la
demanda principal de cumplimiento de contrato de transferencia de acciones y probada la acción
reconvencional de recisión de contrato por lesión.
Frente a esta decisión emitida en segunda instancia, el demandante Juan Carlos Millares Ríos
interpuso recurso de casación confundiendo y mezclando las razones en la forma y en el fondo.
Impugnación que fue resuelta por Auto Supremo 1065/2018 de 30 de octubre, que luego de
desestimar los fundamentos, concluyó afirmando que el contrato de compraventa de acciones es una

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 548


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transacción, y en consecuencia sobre la base de la arbitraria interpretación de la norma, casó el Auto


de Vista cuestionado, manteniendo firme y subsistente la indicada Sentencia.
Juan Carlos Millares Ríos en ninguna etapa del juicio excepcionó la exclusión del citado contrato del
régimen de lesión en función al carácter transaccional, lo que impedía a las autoridades demandadas
pronunciarse sin lesionar los principios dispositivos y de congruencia, al no haber sido ese tema
objeto de juicio y al haberlo hecho, no les dieron la oportunidad de asumir defensa, además de
vulnerar también el contenido de la relación procesal que resulta inmodificable para las partes y los
tribunales de justicia.
Los Magistrados demandados al dictar el mencionado Auto Supremo, incurrieron en violación al
derecho a la tutela judicial efectiva y al valor supremo de justicia, al resolver temas ajenos al litigio
y sin componer el conflicto judicial con la efectividad que se requiere para generar paz social entre
los justiciables.
Las autoridades demandas, también violentaron el principio de verdad material respecto al contenido
del art. 1321 del Código Civil (CC), al afirmar que hubieran reconocido el carácter transaccional del
contrato de compraventa en oportunidad de llevarse adelante la audiencia complementaria del juicio,
lo que constituye también por sus connotaciones transgresión al derecho de propiedad.
Los Magistrados demandados incurrieron también en infracción a la reglas de interpretación subjetiva
y objetiva de los contratos, al desconocer la voluntad inequívoca de los contratantes expresada en la
cláusula tercera del acuerdo de 8 de octubre de 2013, que textualmente refiere que el objeto es la
transferencia de acciones por un precio en concreto, lo que impedía establecer que se trataba de una
estipulación de transacción al no contener concesiones recíprocas, además de desconocer el
comportamiento posterior de los suscribientes.
Finalmente los Magistrados demandados, con la decisión asumida en el Auto Supremo 1065/2018,
violaron su derecho de propiedad sobre las 154,40 acciones de la CBN S.A. que les correspondían
por sucesión hereditaria a la muerte de su causante Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Las accionantes alegaron la lesión de sus derechos al debido proceso en su elemento de congruencia,
a la defensa, a la tutela judicial efectiva, a la propiedad, al principio de verdad material y al “valor
justicia”, citando al efecto los arts. 8.II, 13.IV, 14.III, 56 y 115 de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela, y en consecuencia se declare “…NULO y SIN VALOR…” (sic) el Auto
Supremo 1065/2018, disponiendo que los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, emitan uno nuevo respetando sus derechos y garantías constitucionales, y se limiten a los
datos del proceso y a los términos del recurso de casación interpuesto por Juan Carlos Millares Ríos.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 31 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 458 a
467 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Las solicitantes de tutela a través de su abogado ratificaron el contenido del memorial de la acción
de defensa, y ampliándolo señalaron que: a) Las acciones transferidas de la CBN S.A., además de
tener un valor extremadamente superior al que se consignó en el contrato, generan rentas del
sesenta por ciento de su patrimonio cada año; b) El juicio ordinario interpuesto por Juan Carlos
Millares Ríos, tenía por objeto el cumplimiento de contrato de transferencia de acciones y no de
ningún acuerdo transaccional; c) Si el demandante hizo mención al término transacción no fue para
asumir defensa ni plantear una excepción al respecto; y, d) La justicia constitucional tiene que dirimir
los límites entre el principio dispositivo que tienen las partes y la facultad de intervención judicial.
I.2.2. Informe de los demandados

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 549


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Marco Ernesto Jaimes Molina, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, mediante
informe escrito presentado el 27 de mayo de 2019, cursante de fs. 435 a 437 vta., manifestó que:
1) De acuerdo al art. 180 de la CPE, la aplicación del principio de verdad material no es una facultad
sino un deber del intérprete judicial y por ende del máximo Tribunal de Justicia, directriz que se
encuentra recogida en el art. 134 del Código Procesal Civil (CPC), según el cual, sólo a través de la
verdad objetiva o material puede alcanzarse el valor justicia; 2) En el desarrollo del proceso el
demandante entre otras justificaciones incorporó como fundamento de su pretensión y defensa a la
demanda reconvencional la figura de la transacción, por cuya razón las ahora accionantes en la
audiencia complementaria a través de su abogado de manera clara, concreta y plena se pronunciaron
sobre esta temática, lo que evidencia que el tópico de la transacción fue incorporado en el proceso
por el demandante y fue de conocimiento de las peticionantes de tutela, lo que garantizó el ejercicio
del derecho a la defensa; 3) De acuerdo al art. 3.11 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), y fruto del
estudio de la prueba y las circunstancias del caso de autos, la Sala Civil del Tribunal Supremo de
Justicia llegó a la conclusión de que las partes suscribieron un acuerdo transaccional y de este modo
resolvieron el conflicto; por lo que, no hubo infracción a la tutela judicial efectiva; 4) De los datos
del proceso y el texto contenido en la cláusula tercera del contrato de 8 de octubre de 2013, Myriam
Millares Reyes Vda. de Martínez expresamente dejó en claro que el monto de las acciones constituían
el pago de lo adeudado; 5) Las cláusulas del contrato deben interpretarse en forma integral y no
aisladamente como lo hacen las impetrantes de tutela; 6) Respecto al comportamiento posterior de
Juan Carlos Millares Ríos -familiar de la extinta Myriam Millares Ríos Vda. de Martínez- a la suscripción
del contrato, dada la situación delicada de salud no podía abandonar a la misma, por un tema moral
y de cariño, por efecto de una relación de cuidados de catorce años; es decir, la acompañó hasta el
último instante de su vida; 7) La declaración literal de la venta no refleja la intención común de las
partes, sino que las acciones fueron utilizadas como pago para resolver la deuda emergente de la
relación laboral; 8) Al respecto de la vulneración al “valor justicia”, se debe tener presente el
reconocimiento de la deuda que efectuó quien en vida fue Myriam Millares Ríos Vda. de Martínez en
favor de Juan Carlos Millares Ríos, monto que inclusive los accionantes en el curso del proceso
ofrecieron pagar, y ahora la desconocen, al señalar que se trata de una supuesta deuda desleal; y,
9) No se evidencia violación al derecho a la propiedad de las peticionantes de tutela, porque el
contrato constituye una verdadera transacción y quienes le dieron esa naturaleza fueron los
suscribientes. Por todo ello, solicitó se deniegue la tutela impetrada.
Juan Carlos Berrios Albizú, Magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, no presentó
informe escrito ni concurrió a la audiencia de la acción tutelar, pese a su notificación cursante a fs.
392.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Juan Carlos Millares Ríos en audiencia a través de sus abogados, señaló que: i) En mérito a la
atención de servicios prestados a la extinta Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez, durante los
últimos catorce años, llegó a un acuerdo transaccional de que le paguen con la transferencia de sus
acciones y acompañarla hasta el último día de su existencia; ii) Posteriormente al fallecimiento de la
misma, se apersonó a la CBN S.A., para solicitar el cambio de nombre de las acciones por la
transferencia efectuada, a consecuencia de ello dicha Empresa, mediante nota le hizo conocer que
necesariamente debe presentar los originales de los títulos; iii) Edgar Oscar Millares Ardaya, como
tenedor de la indicada documentación, entregó a las ahora accionantes mediante acta notarial, hecho
que motivó que se inicie un proceso ordinario, pero no con el propósito de discutir la calidad del
documento o el título, sino para solicitar la entrega de los mismos, y que están en poder de las
impetrantes de tutela, a los fines de regularizar su derecho propietario en la entidad referida; iv)
Citadas con la demanda, las accionantes interpusieron excepciones y reconvinieron por rescisión de
la transferencia por lesión, con el argumento de que existe una diferencia enorme en el precio, y
porque las indicadas acciones no estaban sujetas a la venta libre, y que de acuerdo a la bolsa de
valores esos títulos tienen un valor comercial de más de Bs1 000 000.- (un millón de bolivianos); v)
No existe lesión en la suscripción del acuerdo transaccional para dar lugar a su rescisión al estar
excluido del régimen por disposición del art. 562 del CC; vi) El Auto Supremo 1065/2018 emitido por

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las autoridades demandadas, contiene una adecuada fundamentación, motivación y congruencia con
relación a los hechos demandados y la valoración de las pruebas; vii) No se vulneró el derecho a la
defensa al haber las impetrantes de tutela hecho uso de todos los recursos que les franquea la ley;
y, viii) No evidencia violación al derecho de propiedad, debido a que las peticionantes de tutela
nunca fueron dueñas de las acciones de la CBN S.A. Razones por las que pidió se deniegue la acción
tutelar interpuesta.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 53 de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 467 vta. a 470 vta., denegó la tutela solicitada,
bajo los siguientes fundamentos: a) El contrato sobre el cual se basó el juicio, establece en la cláusula
segunda que Juan Carlos Millares Ríos trabajó catorce años a favor de la extinta Myriam Millares
Reyes Vda. de Martínez, y que por ello se le adeuda la suma de Bs220 000.- (doscientos veinte mil
bolivianos) por concepto de sueldos, aguinaldos, vacaciones y beneficios sociales; y, en la cláusula
tercera, se determinó la cesión de acciones de la CBN S.A. por dicha deuda, lo que evidencia una
transacción sobre un eventual proceso por pago de beneficios sociales; b) No se demostró
vulneración al debido proceso, puesto que la interpretación que realizó la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia respecto al contrato suscrito, no se encuentra alejado del margen de la equidad
al existir una transacción entre las partes; c) No se violentó el derecho a la defensa, porque en la
Sentencia de primera instancia ya se consideró que la que en vida fue Myriam Millares Reyes Vda. de
Martínez, en su condición de propietaria otorgó 154,40 acciones de la CBN S.A. en reconocimiento a
la deuda a favor de Juan Carlos Millares Ríos por la citada suma, por sueldos, aguinaldos y vacaciones,
lo que evidencia que las accionantes tuvieron la posibilidad de contrarrestar los fundamentos
expuestos a través del recurso de apelación; y, d) En relación a la tutela judicial efectiva, se tiene
que el Auto Supremo 1065/2018 respondió a las pretensiones de las partes estableciendo y
reconociendo el derecho de una de ellas, y en cuanto al derecho a la propiedad, al tratarse de un
juicio donde se dirimió las controversias emergentes de un acuerdo transaccional no se constata su
vulneración.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Testimonio 1730/2013 de 11 de octubre, sobre transferencia de 154,40 acciones de la
CBN S.A., suscrita entre la que en vida fue Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez y Juan Carlos
Millares Ríos de 8 de octubre de 2013 (fs. 32 a 33 vta.).
II.2. Por memoriales presentados el 3 y 13 de mayo, y 6 de junio, todos de 2016, Guido Aparicio
Mercado en representación legal de Juan Carlos Millares Ríos, ante el Juzgado Público Civil y
Comercial Vigesimonoveno de la Capital del departamento de Santa Cruz, formalizó demanda
ordinaria de entrega de títulos de acciones de la CBN S.A. contra Myriam Virginia Martínez Millares
(fs. 38 a 43).
II.3. Mediante memoriales presentados el 26 de julio y 19 de octubre, del citado año, Myriam Virginia
Martínez Millares y María José Martínez Mayser respondieron a la demanda descrita precedentemente,
negando las pretensiones del demandante, y al amparo del art. 561 del CC, dedujeron demanda
reconvencional de recisión de contrato por lesión (fs. 52 a 59 y 61 a 68 vta.).
II.4. Corre memorial presentado el 2 de septiembre de 2016, por el cual Guido Aparicio Mercado en
representación legal de Juan Carlos Millares Ríos interpuso excepción de falta de legitimación activa
en la parte reconvencionista y de prescripción de la acción rescisoria por lesión, alegando que el
contrato de transferencia constituye en el fondo una transacción (fs. 70 a 75 vta.).
II.5. Por Sentencia de 28 de agosto de 2017, la Jueza Pública Civil y Comercial Vigesimonovena de
la Capital del departamento referido, declaró probada la demanda de cumplimiento de contrato y
entrega de títulos de acciones e improbada la demanda reconvencional de recisión de contrato por
lesión (fs. 134 vta., a 138 vta.).

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II.6. Mediante Auto de Vista 392, la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia
Intrafamiliar Doméstica y Pública Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, a
consecuencia del recurso de apelación interpuesto por Myriam Virginia Martínez Millares y María José
Martínez Mayser, revocó la citada Sentencia y en su mérito declara improbada la demanda de
cumplimiento de contrato y entrega de títulos de acciones y probada la demanda reconvencional de
recisión de contrato por lesión (fs. 149 a 152 vta.).
II.7. A través del memorial presentado el 14 de febrero de 2018, Guido Aparicio Mercado en
representación legal de Juan Carlos Millares Ríos, interpuso recurso de casación contra el Auto de
Vista 392 (fs. 156 a 161 vta.).
II.8. Cursa Auto Supremo 1065/2018 a través del cual las autoridades demandadas, casaron el
indicado Auto de Vista y resolviendo en el fondo mantuvieron la Sentencia de primera instancia,
declarando probada la demanda de cumplimiento de contrato y entrega de títulos de acciones e
improbada la demanda reconvencional de recisión de contrato por efecto de lesión (fs. 162 a 166).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Las accionantes alegan la vulneración de sus derechos al debido proceso en su elemento de
congruencia, a la defensa, a la tutela judicial efectiva, a la propiedad, al principio de verdad material
y al “valor justicia”, debido a que las autoridades demandadas al dictar el mencionado Auto Supremo,
lo hicieron resolviendo temas ajenos al litigio, sin considerar que el reconvenido Juan Carlos Millares
Ríos en ninguna etapa del juicio excepcionó la exclusión del contrato de compraventa del régimen de
rescisión por lesión sobre la base de la naturaleza transaccional del contrato de transferencia;
incurrieron también en infracción a la reglas de interpretación subjetiva y objetiva de los contratos,
al desconocer la voluntad inequívoca de los suscribientes, expresada en la cláusula tercera del
contrato de 8 de octubre de 2013, cuyo objeto es la cesación de acciones por un precio en concreto,
lo que impedía establecer que se trataba de una estipulación transaccional.
En consecuencia, corresponde en revisión analizar si tales argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Jurisprudencia reiterada sobre la revisión de la actividad jurisdiccional de otros
tribunales
La SCP 1631/2013 de 4 de octubre, en relación a este punto desarrolló lo siguiente: “…Esta línea se
profundizó señalando que es atribución del Tribunal Constitucional interpretar la Constitución, y de
la jurisdicción común, interpretar el resto del ordenamiento jurídico; o lo que es lo mismo, la legalidad
infra constitucional u ordinaria, precisando que ello no implica llegar a la conclusión tajante de que
la labor interpretativa de la legalidad ordinaria no está sujeta al control constitucional para verificar
la vulneración de derechos y garantías de la Constitución, ante ello la SC 0085/2006-R de 25 de
enero, precisó que el accionante que pretende la revisión de la legalidad ordinaria debe: 1) Explicar
por qué la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria,
incongruente, absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas
de interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo; y; 2) Precise
los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, estableciendo el
nexo de causalidad entre éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la
problemática planteada por el recurrente, tendrá relevancia constitucional, la SC 0194/2011-R de 11
de marzo, incorporó el tercer elemento que debe contener la exposición señalando: ‘3) Establezca
el nexo de causalidad entre la ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación
absurda, por no aplicar la interpretación que considera debió efectuarse, y los derechos
y/o garantías que conforman el bloque de constitucionalidad, y que han sido lesionados
con dicha interpretación, explicando sí el resultado, cuál la relevancia constitucional’.
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de

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violación de derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la


justicia constitucional puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a
brindar tutela. De lo referido, se deben precisar tres elementos de suma importancia: i) Las
autoridades de los otros sistemas de justicia (civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en
realidad ejercen al igual que la justicia constitucional una actividad hermenéutica que parte de la
Constitución e irradia a todo el ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de
Derecho no es válido hablar de ‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se
encuentran sometidos a la Constitución y su labor interpretativa parte de la misma; ii) La
noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’ rescatando una posición teórica decimonónica no agota
las posibilidades hermenéutico - argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los
métodos de interpretación formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado
hermenéutico, no agotan todas las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de
satisfacer los principios fines y valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la
actividad interpretativa que realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación,
congruencia, adecuada valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del
Derecho (interpretación de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin
embargo, es insoslayable que las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar
derechos fundamentales, y en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada
a vigilar que en todo fallo, providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a
la Constitución; y, iv) Para que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa
realizada por los tribunales de justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación
de vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa -
argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional,
sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o
supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta
materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se
comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración probatoria que se
aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del
ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o administrativo
lesiona derechos y garantías constitucionales” (las negrillas son añadidas).
En conclusión, podemos afirmar que cuando las autoridades jurisdiccionales vulneran derechos
fundamentales a través de una decisión que contiene una argumentación arbitraria, insuficiente y
absurda por interpretación errónea o aplicación indebida de la ley o valoración irrazonable de la
prueba, la jurisdicción constitucional abre su competencia con miras a revisar ese actuado
jurisdiccional, sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional,
impugnaticio o supletorio de la actividad de los tribunales o jueces ordinarios.
III.2. La fundamentación y motivación de las resoluciones y el principio de congruencia
como elementos de la garantía del debido proceso
Sobre el particular la SCP 0059/2018-S2 de 15 de marzo indicó: “El derecho a una resolución
fundamentada y motivada, como elementos del debido proceso, reconocido como derecho
fundamental, garantía jurisdiccional y derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II
y 117.I de la CPE; 8 CADH; y, 14 del PIDCP, fue desarrollado en la amplia jurisprudencia
constitucional, siendo uno de los antecedentes, el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de
19 de diciembre; la cual establece como exigencia del debido proceso, que toda resolución debe
exponer los hechos y el fundamento legal de la decisión, de manera que en caso de omisión, se
vulnera dicho derecho. Posteriormente, en la SC 0946/2004-R de 15 de junio, se aclara que dicha
garantía es aplicable también en procesos administrativos y disciplinarios.

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Por su parte, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre se refirió a la fundamentación como sustento de


una resolución disciplinaria; empero, es la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre la que desarrolla el
contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada, señalando que el mismo está dado
por sus finalidades implícitas, como son: 1) El sometimiento a la Constitución Política del Estado y al
bloque de constitucionalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes que la resolución no es
arbitraria; es decir, que observa el valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de
razonabilidad y de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad del control de la resolución por medio de
los recursos; 4) Permitir el control social de la resolución en mérito al principio de publicidad; y, 5)
La observancia del principio dispositivo, que implica la otorgación de respuestas a las pretensiones
de las partes -quinta finalidad complementada por la SCP 0100/2013 de 17 de enero-.
Respecto a la segunda finalidad, tanto la SCP 2221/2012 como la SCP 0100/2013, señalan que la
arbitrariedad puede estar expresada en una decisión: i) Sin motivación, cuando la resolución no da
razones que la sustenten; ii) Con motivación arbitraria, cuando se basa en fundamentos y
consideraciones meramente retóricas o deviene de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba,
o en su caso, de la omisión en la valoración de la prueba aportada en el proceso; iii) Con motivación
insuficiente, cuando no se da razones de la omisión de pronunciamiento sobre los planteamientos de
las partes; y, iv) Por la falta de coherencia del fallo, se da: iv.a) En su dimensión interna,
cuando no existe relación entre las premisas -normativa y fáctica- y la conclusión -por
tanto-; y, iv.b) En su dimensión externa, implica que la resolución debe guardar
correspondencia con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos, sobre la
coherencia interna y externa, tienen su antecedente en la SC 0863/2003-R de 25 de junio, así como
en la SC 0358/2010-R de 22 de junio, estableciendo que en el ámbito procesal, el principio de
congruencia se entiende no solo como la correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo
resuelto, sino que además implica la concordancia del fallo; es decir, su coherencia interna,
entendimiento que fue reiterado en la SCP 1915/2012 de 12 de octubre, entre otras. Por su parte,
respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo
señaló que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los agravios de la apelación y la
contestación de alzada.
En resumen, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una resolución será arbitraria
cuando carezca de motivación o ésta sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la resolución no
tenga coherencia o congruencia interna o externa” (las negrillas son agregadas).
III.3. Límites y alcances de la jurisdicción constitucional en la valoración probatoria
Sobre la temática la SCP 0338/2019-S4 de 5 de junio, señaló: «La SCP 0577/2013 de 21 de mayo de
2013, respecto a los límites que se autoimpone el Tribunal Constitucional Plurinacional en el análisis
de los casos puestos a su conocimiento a través de la acción de amparo constitucional, señaló que:
“La jurisprudencia constitucional, además de establecer los límites para la procedencia de la acción
de amparo constitucional contra decisiones judiciales, adoptó para sí -en la justicia constitucional- la
teoría del self-restraint, desarrollada en la doctrina, con el objeto de delimitar los ámbitos entre ésta
y la jurisdicción ordinaria.
Esta teoría del selft-restraint, de autolimitación con un amplio respaldo en la República Federal de
Alemania, dio sus primeros frutos en materia de justicia constitucional ‘Más allá de los límites que el
Tribunal (Constitucional) tiene como cualquier órgano de poder, resulta muy importante que sepa
autolimitarse, es decir, el self-restraint, que el activismo judicial no sea desbordado, que aplique con
prudencia las técnicas de la interpretación constitucional, que jamás pretenda usurpar funciones que
la Constitución atribuye a otros órganos, que siempre tenga presente que está interpretando la
Constitución, no creando una filosofía o moral constitucionales’”.
En ese marco, se puede precisar que una de esas autolimitaciones que se impuso en la justicia
constitucional es precisamente que no puede considerarse a esta jurisdicción como una instancia o
etapa adicional de los procesos ya sean judiciales o administrativos, sino más bien conforme
determinan los arts. 128 y 129.I de la CPE, solo pueden considerarse temas referentes a la tutela de
los derechos fundamentales; razón por la que, no existiendo facultad para la valoración de prueba

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sobre el fondo del asunto de donde emerge la acción tutelar, puesto que ello es exclusivamente una
atribución de los jueces y tribunales ordinarios o administrativos, a menos que en dicha valoración
se lesionen derechos y garantías constitucionales por apartamiento de los marcos legales de
razonabilidad y equidad o cuando se hubiere omitido arbitrariamente valorar una prueba.
Asumiendo este entendimiento, la SC 1926/2010-R de 25 de octubre, indicó que: “…la valoración de
la prueba resulta ser una atribución exclusiva de los jueces que ejercen jurisdicción y competencia
en cada caso concreto, en ese sentido, debe señalarse que en relación a los roles propios de la
función ejercida por los jueces y tribunales, el control de constitucionalidad, solamente puede operar
en la medida en la cual se cumplan los siguientes presupuestos a saber: a) Conducta omisiva de los
jueces o tribunales, que se traduzca en dos aspectos concretos: i) No recepción de los medios
probatorios ofrecidos; ii) La falta de compulsa de medios probatorios ofrecidos; y,
b) Apartamiento flagrante de los principios de razonabilidad, proporcionalidad y objetividad.
Entonces, siguiendo el razonamiento plasmado en las SSCC 0873/2004-R, 0106/2005-R, 0129/2004-
R, 0797/2007-R y 0965/2006-R, entre otras, se tiene que solamente en el caso de cumplirse los
presupuestos antes citados puede operar el control de constitucionalidad para restituir así los
derechos fundamentales afectados; en ese contexto, debe determinarse que el análisis de una
valoración probatoria por parte del órgano contralor de constitucionalidad sin cumplir las subreglas
desarrolladas supra, generaría una disfunción tal que convertiría a este Tribunal en una instancia
casacional o de revisión ordinaria, situación que no podría ser tolerada en un Estado Constitucional.
En este contexto, a la luz de un debido proceso, en el marco de los roles del control de
constitucionalidad y de acuerdo a la problemática concreta, se establece que solamente ante la celosa
observancia de las subreglas anotadas precedentemente, se abriría la competencia del órgano
contralor de constitucionalidad”.
De esto, se puede concluir que la jurisdicción constitucional, autolimitó sus competencias en relación
a la valoración de prueba, producida y valorada en el proceso judicial o administrativo, respetando la
competencia de las otras jurisdicciones, estableciendo imperativamente que la acción de amparo
constitucional no se activa para revisar la actividad probatoria y hermenéutica de los jueces o
tribunales ordinarios y administrativos, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria
de otras jurisdicciones; sin embargo, conforme prevé la jurisprudencia constitucional citada,
excepcionalmente esta jurisdicción ingresara en el análisis probatorio de fondo efectuado por las
autoridades jurisdiccionales ordinarias o administrativas, cuando quienes accionen en amparo
constitucional cumplan con los siguientes presupuestos a saber: a) Conducta omisiva de los jueces o
tribunales, que se traduzca en dos aspectos concretos: 1) No recepción de los medios probatorios
ofrecidos; y, 2) La falta de compulsa de medios probatorios ofrecidos; y, b) Apartamiento flagrante
de los principios de razonabilidad, proporcionalidad y objetividad; para lo cual, es necesario
desarrollar una precisa exposición y fundamentación que muestre a la jurisdicción constitucional, por
qué la valoración efectuada por las autoridades se habría aparatado de los marcos de razonabilidad
y equidad, vulnerando derechos y garantías previstos por la Constitución Política del Estado, es decir,
que no se debe circunscribir la fundamentación únicamente en un relato de los hechos, o al simple
disentimiento de la valoración efectuada por la autoridad jurisdiccional ordinaria o administrativa,
cuestionando y criticando la misma, como si la acción de amparo constitucional se tratara de un
recurso de revisión, sino que se deben identificar de forma precisa los derechos vulnerados que se
habría ocasionado a partir de una injustificada o ilegal negación de recepción de medios probatorios,
o la omisión de valoración de prueba que tenga trascendencia en la resolución de fondo del proceso
o esclarezca la verdad material de los hechos; o en definitiva expresar de manera adecuada
precisando los fundamentos jurídicos que sustenten su posición, de por qué la autoridad judicial o
administrativa se habría apartado de los marcos de razonabilidad y equidad, lo que no implica el
despliegue de criterios de disentimiento con la valoración probatoria efectuada intraproceso”».
Del contenido jurisprudencial expuesto, podemos concluir que la acción de amparo constitucional no
se activa para revisar la actividad probatoria y hermenéutica de los jueces o tribunales ordinarios y
administrativos, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones;

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sin embargo, conforme prevé la jurisprudencia constitucional citada, excepcionalmente esta


jurisdicción ingresará en el análisis probatorio de fondo efectuado por las autoridades jurisdiccionales
ordinarias o administrativas, cuando quienes activen la acción de amparo constitucional cumplan con
los siguientes presupuestos a saber: 1) Conducta omisiva de los jueces o tribunales, que se traduzca
en dos aspectos concretos: i) La no recepción de los medios probatorios ofrecidos; y, ii) La falta de
compulsa de medios probatorios ofrecidos; y, 2) Apartamiento flagrante de los principios de
razonabilidad, proporcionalidad y objetividad.
III.4. Análisis del caso concreto
Las accionantes alegan la vulneración de sus derechos al debido proceso en su elemento de
congruencia, a la defensa, a la tutela judicial efectiva, a la propiedad, al principio de verdad material
y al “valor justicia”, debido a que las autoridades demandadas al dictar el Auto Supremo 1065/2018
lo hicieron resolviendo temas ajenos al litigio, sin considerar que el reconvenido Juan Carlos Millares
Ríos en ninguna etapa del juicio excepcionó la exclusión del contrato de compraventa del régimen de
rescisión por lesión sobre la base de la naturaleza transaccional del acuerdo de transferencia;
incurrieron también en infracción a las reglas de interpretación subjetiva y objetiva de los contratos,
al desconocer la voluntad inequívoca de los suscribientes expresada en la cláusula tercera del contrato
de 8 de octubre de 2013, cuyo objeto es la cesión de acciones por un precio en concreto, lo que
impedía establecer que se trataba de una estipulación transaccional.
Identificada la problemática, de los antecedentes que cursan en obrados y establecidas en las
Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se evidencia que de acuerdo al
Testimonio 1730/2013, la que en vida fue Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez transfirió a favor
de Juan Carlos Millares Ríos 154,40 acciones de la CBN S.A., y ante la negativa de la entrega de los
títulos respectivos, Guido Aparicio Mercado en representación legal del hoy tercero interesado,
interpuso demanda de cumplimiento de contrato y entrega de acciones de la CBN S.A. contra
herederos de la transfiriente Myriam Virginia Martínez Millares, quien junto con María José Martínez
Mayser negaron la demanda y reconvinieron por recisión del acuerdo por lesión; el 28 de agosto de
2017, la Jueza Pública Civil Comercial Vigesimonovena de la Capital del departamento de Santa Cruz,
dictó Sentencia declarando probada la demanda de cumplimiento de contrato y entrega de títulos de
acciones e improbada la reconvención de recisión de contrato por lesión; notificadas con la decisión,
las indicadas herederas presentaron recurso de apelación que fue resuelto por la Sala Civil y
Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante Auto de Vista 392 revocando la Sentencia
impugnada, y declarando improbada la demanda de cumplimiento de contrato y entrega de títulos
de acciones, y probada la demanda reconvencional de recisión de por lesión; emergente de ello, por
memorial de 14 de febrero de 2018, el representante legal de Juan Carlos Millares Ríos, interpuso
recurso de casación, que fue resuelto por las autoridades demandadas a través del Auto Supremo
1065/2018, casando el citado Auto de Vista y manteniendo incólume la Sentencia de primera
instancia.
En virtud al antecedente referido, se ingresará al análisis de la problemática en cuestión, partiendo
de los argumentos formulados, se advierte que la fundamentación contenida en el memorial de acción
de amparo constitucional, está referida principalmente a la denuncia de: a) Vulneración al debido
proceso en su elemento de congruencia vinculado al derecho de la defensa y la tutela judicial efectiva,
por haberse presuntamente incluido temas ajenos a la litis, como es la naturaleza transaccional del
contrato de transferencia; y, b) Infracción a las reglas de interpretación subjetiva y objetiva de los
contratos en relación al documento de transferencia de 8 de octubre de 2013.
En ese antecedente, debe precisarse que para resolver la problemática expuesta en el punto a), sobre
la denuncia de lesión al debido proceso en su elemento de congruencia vinculado al derecho de la
defensa y la tutela judicial efectiva, por haberse presuntamente incluido temas ajenos al litigio como
es la naturaleza transaccional del contrato de transferencia, se realizará un análisis de los
antecedentes del proceso y del contenido del recurso de casación los cuales serán contrastados con
los fundamentos del Auto Supremo cuestionado.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 556


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Bajo ese antecedente, respecto a la denuncia de falta de motivación, fundamentación y congruencia


en la que presuntamente incurrieron las autoridades demandadas a tiempo de emitir el Auto Supremo
1065/2018, a través del cual casaron el Auto de Vista 392 y mantuvieron la Sentencia de 28 de agosto
de 2017, se hará la correspondiente contrastación entre el contenido del recurso de casación
planteado por el tercero interesado Juan Carlos Millares Ríos y el sustento fáctico y legal del Auto
Supremo referido, en ese mérito, en el contenido del recurso cursante de fs. 156 a 161 vta., entre
otros aspectos, se denuncia la violación de los arts. 1287 y 1289 del CC, 253 del Código de Comercio
(CCo), y 265 del CPC, señalando que: “…tampoco existe desproporción del valor real de las acciones
y el precio nominal en el documento de transferencia estableciendo al efecto lo siguiente:
1. De principio fundamentar que no se trata de una transferencia pura y simple; es decir, que mi
mandante no ha cancelado la suma de Bs.220.000.00.- para adquirir las Acciones de CBN; ya que
como tengo referido la transferencia se opera en razón a un acuerdo transaccional; entiéndase que
por la prestación de servicios por aproximadamente 15 años adeudados a mi mandante, la Sra.
Myriam Millares Reyes Vda. de Martínez en su condición de titular de las acciones de CBN, determina
cancelar justamente por esos servicios prestados…” (sic).
En respuesta a ello, las autoridades demandadas a través del Auto Supremo 1065/2018, luego de
efectuar una descripción de los argumentos expuestos en el recurso de casación, entre otros
fundamentos, señalaron: «Ante la contrademanda de recisión de contrato por efecto de lesión (…),
el recurrente en su defensa (fs. 128 vta., y 194) alegó entre otras razones que el contrato de compra
de venta de acciones es un acuerdo transaccional por los servicios prestados, aspecto reconocido por
la parte demandada y reconvencionista (fs.526) al manifestar: “… por mucho que ‘haiga’ una
interpretación de la parte contraria de se trate de una transacción no se ‘lea’ otorgado a ese
documento privado de transferencia de acciones la calidad de transacción y si así fuera una
transacción no está por encima del margen de la ley…’”» (sic), más adelante indicaron: “En suma,
queda claro que en realidad no hubo venta de acciones porque no hubo pago del precio de las
acciones, sino un acuerdo transaccional emergente de una deuda por concepto de beneficios sociales
cubierto con la concesión de las acciones que nominalmente no cubren el monto adeudado, aun así,
fue aceptado, y de ese modo evitaron un proceso laboral, interpretación contractual deducida con
base a la común intención de los contratantes descrito en el art. 510 del Código Civil. Entonces en
aplicación del art. 562 inc.3) del Código Civil, no procede la rescisión por efecto de la lesión cuando
se transigió como se precisó en el punto de la doctrina legal aplicable…” (sic).
En el marco de lo referido, y virtud al contenido desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que establece que una resolución judicial incurrirá
en incongruencia interna ante la inexistencia de relación entre las premisas -normativa y fáctica- y la
conclusión; y, en su dimensión externa, cuando no guarde correspondencia con lo pedido o
impugnado por las partes. En el caso concreto, del contenido del Auto Supremo cuestionado a través
de la presente acción de defensa, se advierte la inexistencia de incongruencia por incorporación de
temas ajenos al litigio, por el contrario se evidencia que cumplió con la debida congruencia externa,
al tomar en cuenta aspectos que cursan en los antecedentes del proceso como es la respuesta a la
demanda reconvencional de recisión por lesión, pero además observando el principio de verdad
material establecido en los art. 180 de la CPE, y 134 del CPC, toda autoridad judicial, a tiempo de
resolver un caso se encuentra facultado de pronunciarse sobre aspectos que si bien no fueron
demandados guardan directa y estrecha relación con el conflicto y que su pronunciamiento dará lugar
a que se resuelva el fondo de la causa, con independencia de los puntos impugnados, por tratarse
de hechos de fondo que no pueden ser ignorados y que más bien son determinantes, como sucede
en el caso de la transacción, puesto que si bien es cierto que se demandó el cumplimiento de un
contrato de compraventa, y se contrademandó por lesión; empero, al ser evidente que el contrato
aludía una transacción, ya no correspondía pronunciarse al cumplimiento de una posible venta y
menos analizar la lesión, al tratarse de un contrato de naturaleza diferente, al que no es aplicable la
recisión por dicha causa.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 557


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Por lo referido, no se evidencia vulneración al debido proceso en su elemento de congruencia


vinculado al derecho de la defensa y la tutela judicial efectiva, al haber las autoridades demandadas
aplicado correctamente el principio de verdad material.
En cuanto a la denuncia de infracción a la reglas de interpretación subjetiva y objetiva de los contratos
en relación al documento de transferencia de 8 de octubre de 2013, establecida en el punto b), cabe
señalar que la accionantes afirman que los Magistrados demandados desconocieron la voluntad
inequívoca de los contratantes expresada en la cláusula tercera del contrato referido, que
textualmente señala que el objeto del mismo es la transferencia de acciones por un precio en
concreto, lo que desvirtúa la intención de considerarlo un acuerdo transaccional al no contener
concesiones recíprocas, además de desconocer el comportamiento posterior de los suscribientes.
A los fines de dar respuesta a denuncia señalada, se efectuará un análisis del Testimonio 1730/2013
que contiene el documento de transferencia de acciones de la CBN S.A. suscrito el 8 del mismo mes
y año, así en la cláusula segunda, se señala: “…que el Sr. JUAN CARLOS MILLARES RIOS, ha
trabajado con mi persona por aproximadamente 14 años ininterrumpidamente, habiéndose hecho
cargo de mi atención personal y material en todo sentido, por lo que reconozco adeudar (…) la suma
aproximada de Bs. 220.000 (DOSCIENTOS VEINTE MIL 00/100 BOLIVIANOS) por Sueldos,
aguinaldos, vacaciones y todos los beneficios sociales que la Ley General del Trabajo, Leyes
complementarias y Decretos Supremos le amparan, deuda que además se encuentra sustentada de
acuerdo al CALCULO DE BENEFICIOS SOCIALES realizado por la Jefatura Departamental del Trabajo
de 2 de agosto de 2013 en la que figura la suma de Bs. 93.068 (NOVENTA Y TRES SESENTA Y OCHO
00/100 BOLIVIANOS), cálculo realizado únicamente por los últimos cinco años y que formará parte
integrante del presente documento” (sic).
Por su parte, la cláusula tercera indica que: “…por así convenir a mis intereses, que doy las 154,40
ACCIONES ORDINARIOS de mi propiedad en la Cervecería Boliviana Nacional S.A., en calidad de
Venta Real y Enajenación Definitiva como parte de pago de la deuda reconocida en el presente
documento, sin restricción de ninguna naturaleza a favor del Sr. JUAN CARLOS MILLARES RIOS, en
la suma libremente concertada, convenida y aceptada de Bs.- 220.000 (DOSCIENTOS VEINTE MIL
00/100 BOLIVIANOS […]) que reconozco adeudar al adquiriente…” (sic). Datos que fueron analizados
por las autoridades demandadas para concluir que se trataba de una transacción; por lo que, no se
advierte interpretación arbitraria o irrazonada de la prueba señalada, al no haberse alejado del
contenido del documento.
En el contexto referido, si bien es cierto que esta jurisdicción constitucional no puede efectuar una
revisión de la actividad interpretativa desplegada por autoridades administrativas o judiciales; sin
embargo, en el marco de lo referido en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 3 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, está facultada para ingresar a verificar si en esa labor no se quebrantaron
los principios constitucionales informadores del ordenamiento jurídico, entre ellos, los de legalidad,
seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad, jerarquía normativa y debido proceso; principios a los
que se hallan vinculados todos los operadores de justicia del Estado.
En ese antecedente, las autoridades demandadas al suscribir el Auto Supremo impugnado, no
incurrieron en errónea interpretación del contrato de 8 de octubre de 2013, vinculado al principio de
verdad material; por el contrario, tomando los parámetros establecidos en el art. 945 del CC,
concluyeron que el mismo resulta ser un acuerdo transaccional y por lo tanto por aplicación del art.
562.3 del CC, lo que demuestra que en la compulsa o valoración de la indicada prueba, no se
apartaron de los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir.
Respecto a la denuncia de violación al “valor justicia”, se ingresa a su consideración al estar vinculada
con los derechos denunciados, y se concluye que no es evidente la indicada infracción, debido a que
las autoridades demandadas al dictar que el Auto Supremo cuestionado a través de la presente acción
tutelar, buscaron la generación de la paz social, otorgando a cada quien lo que le pertenece y
precautelando que las relaciones económicas emergentes del contrato de 8 de octubre de 2013, sean
observadas y cumplidas, a través de la observancia de la equidad, la buena fe, la proporcionalidad y
el equilibrio en las relaciones entre Juan Carlos Millares Ríos y las peticionantes de tutela.

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En relación a la acusación de vulneración al derecho de propiedad, de la revisión de antecedentes no


se evidencia lesión, debido a que si bien dentro del término propiedad también se encuentran los
bienes que se pueden apropiar como una herencia; sin embrago, en el caso concreto, la causante de
las impetrantes de tutela se desprendió de sus acciones mucho antes de su fallecimiento, lo que
impedía que las mismas ingresen dentro del acervo hereditario de las hoy solicitantes de tutela, para
generar lesión al indicado derecho.
En consecuencia, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada, obró de manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 53 de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 467 vta.
a 470 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, sobre la base de los fundamentos
jurídicos precedentemente expuestos y en los términos precisados por la Sala Constitucional referida.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0708/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29262-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 52 de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 857 a 859 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Luis Ricardo Cerruto Olmos en
representación de Marcelo Roberto Saavedra Bruno contra Irma Villavicencio Suárez y
Samuel Saucedo Iriarte, Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y
Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, Oscar Jesús Menacho Angeleri, Juez Público
Civil y Comercial Primero de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memoriales presentados el 14 y 20 de mayo de 2019, cursantes de fs. 743 a 752 y 755, el
accionante a través de su representante expresó los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso ejecutivo seguido por ADM SAO Sociedad Anónima (S.A.) -que cambió de razón
social a Sociedad Aceitera del Oriente (SAO) Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.)-, contra
la Empresa Agropecuaria Cañada Larga Limitada (Ltda.) y los fiadores indivisibles Raquel Brychey de
Saavedra, Mario Avelino Moreno Viruez, Boleslaw Brychey Leigue y su persona, el Juez Público Civil
y Comercial Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, mediante Auto 811/15 de 11 de
noviembre de 2015, declaró probada la excepción de prescripción que interpuso, ordenando el
archivo de obrados así como el levantamiento de toda medida precautoria emergente de ese proceso,
siendo notificada la empresa ejecutante el 13 del referido mes y año; en dicho mérito, ADM SAO S.A.
interpuso recurso de apelación el 9 de diciembre de ese año, argumentando encontrarse dentro de
plazo, ya que recién se la habría notificado con el Auto impugnado el 1 de igual mes y año.
Por su parte, planteó incidente de nulidad de notificación a la empresa acreedora en la que consta la
diligencia de 1 de diciembre de 2015, que fue resuelto por Auto 352/16 de 25 de mayo de 2016,
determinando la nulidad de dicho actuado y además se deje sin efecto la providencia que dispuso el
“traslado” con el recurso de apelación formulado por ADM SAO S.A.; es por ello que, la aludida
empresa impugnó esta determinación, siendo resuelto su recurso a través del Auto de Vista 307 de
18 de septiembre de 2017, que confirmó el Auto 352/16, adquiriendo plena ejecutoria; en
consecuencia, al haberse anulado la diligencia de 1 de diciembre de 2015, quedó vigente la
notificación de 13 de noviembre del mismo año, por lo que la impugnación formulada contra el Auto
811/15 fue presentada fuera de plazo previsto en la ley, adquiriendo la prescripción con calidad de
cosa juzgada formal y material; empero, el Juez de la causa incurrió en error, al emitir el Auto 571/17
de 16 de agosto de 2017, por el cual de manera ilegal concedió el referido recurso de apelación, a
sabiendas que el mismo se encontraba fuera de plazo.
Radicada la causa en alzada, los Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia,
Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz, sin previo análisis ni revisión del expediente, emitieron el Auto de Vista 105-18 de 12 de marzo
de 2018, que revocó el Auto 811/15, declarando improbado el incidente de prescripción y disponiendo
que el Juez a quo sustancie el recurso de apelación pendiente.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 560


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Ante esta decisión, planteó incidente de nulidad por saneamiento procesal exponiendo ante el Juez
de instancia el error cometido en alzada, el cual fue resuelto por Auto 423/18 de 4 de junio de 2018;
no obstante, luego de ser objeto de apelación, la similar Sala Cuarta, mediante Auto de Vista
237/2018 de 10 de octubre, resolvió revocar en parte el citado Auto del Juez inferior, reencausando
procedimiento a los fines de que se remita antecedentes a la señalada Sala Tercera.
Remitida su petición ante la Sala Tercera, las autoridades demandadas emitieron el Auto de Vista 01-
19 de 2 de enero de 2019, señalando que: “…mediante Auto de Vista de 18 de septiembre de 2017,
que declara la extemporaneidad del recurso de apelación presentado por el demandante
ADM SAO S.A., contra el auto de de fecha 11 de noviembre de 2015, al momento de anular
la diligencia de notificación saliente a fs. 202, en consecuencia los actos demandados
vuelven al estado en que se encontraba al momento de la interposición extemporánea...”
(sic) ese Tribunal de apelación se encontraba en la imposibilidad material de poder resolver el recurso
de apelación y en consecuencia, al haber emitido el “... Auto de Vista de fecha 12 de marzo de 2018
(…) la misma que no debió ser considerada de acuerdo a los antecedentes y fundamentos antes
expuestos (...) en consecuencia, el hoy incidentita (...) deberá acudir a la vía correspondiente
en busca de hacer prevalecer sus Derechos” (sic).
Lo descrito precedentemente advierte que los mencionados Vocales, a raíz del incidente de nulidad
formulado, reconocieron que se encontraban en la imposibilidad de resolver el recurso de apelación
interpuesto por ADM SAO S.A. contra el Auto 811/15; sin embargo, lejos de reparar la ilicitud sólo
expresaron que se acuda a la vía correspondiente para que haga valer los derechos lesionados; por
lo que, el Auto de Vista 105-18 fue dictado de manera irregular y fuera del procedimiento, lesionando
así el debido proceso respecto a la cosa juzgada e inobservando el principio de seguridad jurídica, a
la tutela judicial efectiva y acceso a la justicia; primero, porque el Juez de instancia arbitrariamente
emitió el Auto 571/17 concediendo el recurso de apelación contra el Auto que declaró probada la
prescripción; y, segundo porque los Vocales demandados dictaron el Auto de Vista 105-18 que revocó
el Auto 811/15 y posteriormente por Auto de Vista 01-19 reconocieron expresamente que se
encontraban en la imposibilidad material de resolver la apelación incoada por ADM SAO S.A.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la vulneración de sus derechos al debido proceso,
a la tutela judicial efectiva o acceso a la justicia, a la justicia material y prevalencia el derecho
sustancial y al principio de seguridad jurídica, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se disponga: a) La nulidad del proceso hasta el sorteo
de 5 de marzo de 2018, ordenando a los Vocales demandados emitan un nuevo auto de vista,
declarando la inadmisibilidad del recurso de apelación presentado por ADM-SAO S.A. contra el Auto
811/15; y, b) En su defecto se anule el Auto de Vista 01-19, a los fines de que las autoridades de
alzada dicten nuevo pronunciamiento, anulando obrados hasta el sorteo referido y pronunciarse sobre
el mencionado recurso de apelación.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
La audiencia pública de consideración de la presente acción de amparo constitucional, se realizó el
31 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 851 a 857, produciéndose los siguientes
actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, se ratificó íntegramente en los argumentos de su demanda y
los amplió señalando que: 1) Los Vocales demandados mantuvieron vigente el Auto de Vista 105-18,
vulnerando sus derechos y el principio de seguridad jurídica, al afectar una resolución con calidad de
cosa juzgada que declaró la prescripción del proceso; y, 2) El Auto de Vista subsistente, creó
incertidumbre en cuanto a que la resolución debía ser cumplida, al afectar a una disposición que se

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 561


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encontraba ejecutoriada, que de acuerdo al valor justicia, se debió obrar en favor del derecho
adquirido.
I.2.2. Informe de los demandados
Irma Villavicencio Suarez y Samuel Saucedo Iriarte, Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia,
Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Tercera del Tribunal Departamental
de Justicia de Santa Cruz, no remitieron informe escrito y tampoco se presentaron en audiencia pese
a su legal notificación cursante de fs. 775 a 776.
Oscar Jesús Menacho Angeleri, Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del mismo
departamento, no presentó informe escrito ni se apersonó en la audiencia tutelar, pese a su legal
notificación cursante a fs. 777.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Cynthia Carmiña Valencia Canedo, Juan Pablo Serrate Saucedo y Walter Salazar Villarroel, en
representación de Industrias de Aceite Sociedad Anónima (IASA) antes ADM SAO S.A. y luego SAO
S.R.L., por memorial de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 847 a 850, únicamente suscrito por
Walter Salazar Villarroel, solicitaron que se deniegue la tutela con los siguientes argumentos: i)
Respecto al Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital, el accionante objetó el Auto 571/17,
por el que se concedió el recurso de apelación contra el Auto 811/15; empero, esta decisión no fue
impugnada a través del recurso de reposición, por esa razón la acción es improcedente y deberá ser
rechazada; ii) Con relación a los Vocales que dictaron el Auto de Vista 01-19 sin reparar la ilegalidad
cometida por el Auto de Vista 105-18, el impetrante de tutela cuando fue notificado con el mismo,
no lo impugnó por vía de acción de amparo constitucional al no existir otra vía legal ordinaria; iii) La
petición es improcedente por subsidiariedad conforme a la jurisprudencia contenida en la SCP
1337/2003-R de 15 de septiembre; por lo que, se debe denegar la tutela demandada sin ingresar al
análisis del fondo de la problemática planteada.
Luis Enrique Pizarro Cortez y Luis Fernando Terán Rivera, representantes de SAO S.R.L. -fueron
notificados en esa calidad, cuando la empresa tenía ese nombre o razón social- no presentaron
informe escrito ni se apersonaron a la audiencia de consideración de acción de amparo constitucional,
pese a su notificación cursante a fs. 769.
Raquel Brychey de Saavedra y Mario Avelino Moreno Viruez; Adolfo Ernesto Valenzuela Castedo
representante de la Empresa Constructora “Cordova S.R.L.”; y, Boleslaw Brychey Leigue, no
presentaron informe escrito, tampoco comparecieron a la audiencia, pese a sus notificaciones
cursantes de fs. 768, 770 a 772 y 774, respectivamente.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, a través de la
Resolución 52 de 31 de mayo de 2019, cursante de fs. 857 a 859 vta., denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: a) El accionante solicitó que se declare la nulidad del proceso y se
ordene a los Vocales demandados emitan un nuevo auto de vista que declare inadmisible el recurso
de apelación, presentado por ADM SAO S.A. contra el Auto 811/15, vale decir que pidió que se
resuelva algo que ya estaba decidido por las autoridades de alzada; y, que se anule el Auto de Vista
01-19, disponiendo que el Tribunal de apelación emita un nuevo pronunciamiento, anulando obrados
hasta el sorteo de 5 de marzo de 2018, que también fue decidido por Auto de Vista 105-18,
evidenciando la existencia de la causal de improcedencia por subsidiariedad, dado que, el impetrante
de tutela planteó un recurso que no es idóneo, cuando debió haber impugnado el referido Auto de
Vista 105-18; y, b) El accionante interpuso un incidente de nulidad por saneamiento procesal ante el
Juez de instancia, pretendiendo anular el Auto de Vista emitido por una autoridad superior, lo cual
no es posible puesto que ningún juez inferior puede anular un auto de uno de alzada, advirtiéndose
que existe una inadecuada petición.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 562


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II.1. El 6 de marzo de 2008, Alejandro Miguel Nostas Eguez en representación de ADM SAO S.A.,
interpuso demanda ejecutiva contra Mario Avelino Moreno Viruez, Gerente General de la Empresa
Agropecuaria Cañada Larga S.R.L. y los fiadores solidarios indivisibles Marcelo Roberto Saavedra
Bruno, Raquel Brychey de Saavedra, Boleslaw Brychey Leigue (fs. 47 a 51). Por memorial de 17 de
mayo de ese año, Marcelo Roberto Saavedra Bruno, como fiador se apersonó al proceso e interpuso
excepciones (fs. 58 a 62).
II.2. El 10 de agosto de 2009, el Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del departamento
de Santa Cruz, emitió la Sentencia 19/09, que declaró probada la demanda interpuesta por ADM SAO
S.A., e improbadas las excepciones de falta de personalidad jurídica, impersonería, falta de capacidad
procesal en el ejecutante, falta de fuerza ejecutiva e inhabilidad de los títulos presentados por Marcelo
Roberto Saavedra Bruno (fs. 93 a 96 vta.).
II.3. Por memorial presentado el 15 de junio de 2015, Marcelo Roberto Saavedra Bruno, vía
incidente, solicitó la prescripción de la obligación patrimonial demandada (fs. 145 a 147), que fue
resuelta por Auto 811/15 de 11 de noviembre de 2015, mediante el cual el Juez de la causa declaró
probada la prescripción y en consecuencia el levantamiento de toda medida precautoria emergente
del proceso (fs. 189 a 192); decisión que fue notificada a las partes en tablero judicial el 13 de dicho
mes y año (fs. 193 y vta.); consta además, otra notificación realizada a ADM SAO S.A. de 1 de
diciembre del mismo año (fs. 197).
II.4. Se tiene también el memorial de apelación presentado el 9 de diciembre de 2015 por Luis
Enrique Pizarro Cortez, representante de ADM SAO. S.A. contra el Auto 811/15, especificando que se
encuentra dentro de término al haber sido notificado el 1 de diciembre del indicado año en Secretaría
del Juzgado (fs. 217 a 222).
II.5. Mediante memorial interpuesto el 28 del mes y año señalados precedentemente, Marcelo
Roberto Saavedra Bruno interpuso incidente de nulidad de notificación de fs. 202 del expediente
principal, en la que consta que ADM SAO S.A. fue notificada con el Auto que resolvió declarar probada
la excepción de prescripción el 1 de igual mes y año; a tal efecto se corrió en traslado el mismo (fs.
226 a 227).
II.6. Por Auto 113/16 de 25 de febrero de 2016, el Juez Público Civil y Comercial Primero de la
Capital, resolvió declarar probado el incidente de nulidad de notificación efectuada a ADM SAO S.A.
y anuló obrados hasta fs. 206 del proceso principal inclusive; es decir, hasta el traslado corrido,
declarando ejecutoriado el Auto de fs. 194 a 197 del expediente principal, referido al Auto 811/15
que declaró probada la excepción de prescripción incoada por Marcelo Roberto Saavedra Bruno (fs.
286 a 287 vta.); por lo que el ejecutante recurrió de reposición bajo alternativa de apelación,
solicitando se deje sin efecto el citado Auto (fs. 305 a 311 vta.).
II.7. A través de Auto 175 de 10 de mayo de 2016, la Sala Civil, Comercial, Familiar, Niñez y Violencia
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, resolvió la apelación del incidente de
nulidad de diligencia de notificación de 1 de diciembre de 2015, disponiendo la anulación del Auto
113/16, a los fines de que el Juez a quo dicte nueva resolución, valorando la prueba ofrecida por las
partes, incluyendo la de la empresa ADM SAO S.A. que cursa en la apelación de fs. 275 a 276 del
cuaderno principal (fs. 327 y vta.).
II.8. En virtud a lo ordenado en alzada, mediante Auto 352/16 de 25 de mayo de 2016, el Juez de
la causa, determinó declarar probado el incidente de nulidad de notificación de 1 de diciembre de
2015 a la empresa ADM SAO S.A; mismo que fue apelado el 03 de junio de ese año por la misma (fs.
335 a 337 y 350 a 356).
II.9. Por Auto de Vista 360 de 19 de agosto de 2016, la Sala Civil, Comercial, Familia, Niñez y
Violencia Primera del Tribunal citado precedentemente, confirmó el Auto 352/16; es decir, dejó sin
efecto alguno la señalada diligencia (fs. 412 y vta.).
II.10. El 4 de noviembre de 2016, los representantes legales de la empresa ADM SAO S.A. plantearon
acción de amparo constitucional, solicitando se deje sin efecto el Auto 360; en virtud de lo cual, la
jurisdicción constitucional a través de la SCP 0037/2017-S1 de 15 de febrero, resolvió dejar sin efecto

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 563


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el referido Auto, disponiendo que los Vocales demandados pronuncien una nueva resolución (480 a
498).
II.11. A través de memorial presentado el 23 de noviembre de 2016, la empresa ADM SAO S.A.,
formuló incidente de nulidad y solicitó se disponga nueva notificación con el Auto 811/15; asimismo,
en el Otrosí, refirió que: “…habiendo sido contestado por el ejecutado nuestra apelación presentada
en fecha 9 de diciembre de 2015 contra el auto definitivo de 11 de noviembre de 2015, cursante de
fs. 194 a fs. 197 de obrados, se conceda la misma ante el tribunal ad quem” (sic [fs. 430 a 436]);
por lo que, mediante Auto 471/17 de 16 de agosto de 2017, el Juez de instancia abrió término
probatorio de seis días a los efectos del incidente planteado, resolviendo además conceder la
apelación interpuesta por la ADM SAO S.A. contra el Auto 811/15, en el efecto devolutivo, ordenando
también la remisión del expediente al Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz conforme a
procedimiento, así como el emplazamiento a las partes (fs. 447); notificada al ahora accionante el 25
de octubre de ese año a horas 10:15 (fs. 539).
II.12. En cumplimiento al referido fallo constitucional, la Sala Civil, Familia, Niñez y Adolescencia,
Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública Primera del Tribunal señalado, emitió el Auto de Vista
307 de 18 de septiembre de 2017, a través del cual se confirmó el Auto 352/16, arguyendo que, las
notificaciones en estrados judiciales son válidas en caso de falta de apersonamiento de las partes al
juzgado, conforme indica el art. 84.III del Código Procesal Civil (CPC); y, en cuanto a la notificación
a través de cedulón de 1 de diciembre de 2015, el mismo fue entregado a solicitud de la empresa
demandante, lo cual no invalida la notificación realizada en estrados judiciales (fs. 509 a 512).
II.13. La Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar
Doméstica y Pública Tercera del Tribunal mencionado, emitió el Auto de Vista 105-18 de 12 de marzo
de 2018 por el que, determinaron revocar el Auto 811/15 y declarar improbado el incidente de
prescripción interpuesto por Marcelo Roberto Saavedra Bruno, ordenando al Juez de instancia,
sustanciar el recurso de apelación pendiente (fs. 551 a 553); notificada las partes el 29 de ese mes
y año (fs. 554 y vta.).
II.14. Cursa un memorial de 18 de mayo de 2018, interpuesto por el ahora impetrante de tutela
ante el Juzgado de instancia, solicitando se declare probado el incidente de nulidad por saneamiento
procesal y por consiguiente se anule obrados hasta el vicio más antiguo, sin dar lugar al recurso de
apelación del ejecutante (fs. 560 a 566); por lo que, por Auto 423/18 de 4 de junio de 2018, el Juez
de la causa declaró probado parcialmente el incidente formulado, anulando el Auto 571/17 y
rechazando el recurso de apelación interpuesto por ADM SAO S.A. (fs. 574 a 575).
II.15. Por memorial presentado el 14 de junio de 2018, el accionante interpuso recurso de apelación
contra la decisión del Juez de instancia (fs. 581 a 585 vta.), resuelto por Auto de Vista 237/2018 de
10 de octubre, en el que los Vocales de la Sala Civil y Comercial, de Familia, Niñez, Adolescencia y
Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Cuarta del Tribunal referido, revocaron en parte el Auto
423/18, disponiendo que el Juez a quo remita antecedentes del incidente de nulidad por saneamiento
procesal, para que sea sustanciado por su similar Tercera (fs. 699 a 701).
II.16. Cursa Auto de Vista 01-19 de 2 de enero de 2019, por el que los Vocales de la Sala Civil y
Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Tercera del
Tribunal señalado precedentemente, concluyeron en la existencia de vicios procesales en la causa
originados en el Juez de la causa; sin embargo, al haber emitido ya una decisión mediante Auto de
Vista 105-18, les impide retrotraer, reconsiderar o anular la resolución emitida, por lo que rechazaron
el incidente formulado, indicando que el incidentista debe acudir a la vía correspondiente en busca
de hacer prevalecer sus derechos (fs. 715 a 716).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso,
a la tutela judicial efectiva o acceso a la justicia, a la justicia material y prevalencia del derecho
sustancial y al principio a la seguridad jurídica; arguyendo que: 1) Los Vocales demandados emitieron
el Auto de Vista 105-18 de 12 de marzo de 2018, que revocó el Auto 811/15 de 11 de noviembre de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 564


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2015, sin considerar que la apelación formulada por ADM SAO S.A. fue interpuesta de manera
extemporánea; y, 2) En el Auto de Vista 01-19 de 2 de enero de 2019, las autoridades de alzada
reconocieron que dicha apelación fue presentada de forma extemporánea; sin embargo, no
modificaron el primer Auto de Vista emitido y tampoco corrigieron los errores procedimentales del
Juez de la causa al conceder el recurso de apelación planteado de manera extemporánea, por lo que
pidió se anule este último Auto de Vista hasta el sorteo de 5 de marzo de 2018, para que las
autoridades demandadas emitan un nuevo pronunciamiento.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El debido proceso en los procesos judiciales. Jurisprudencia reiterada
El art. 115.II de la CPE, señala que: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa
y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”; al respecto, el extinto
Tribunal Constitucional, mediante la SC 0119/2003-R de 28 de enero, señaló que el debido proceso:
“’…comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin de
que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado
que pueda afectar sus derechos’ (…) Se entiende que el derecho al debido proceso es de aplicación
inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye una garantía de
legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y
la fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales...’”.
Por su parte, la SCP 01913/2012 de 12 de octubre, al respecto estableció que: “ El debido proceso es
una institución del derecho procesal constitucional que abarca los presupuestos procesales mínimos
a los que debe regirse todo proceso judicial, administrativo o corporativo, observando todas las
formas propias del mismo, así como los presupuestos normativamente pre-establecidos, para hacer
posible así la materialización de la justicia en igualdad de condiciones.
Con relación a su naturaleza jurídica, la SC 0316/2010-R de 15 de junio, señaló lo siguiente: 'La
Constitución Política del Estado en consideración a la naturaleza y los elementos constitutivos del
debido proceso como instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos fundamentales,
lo consagra como un principio, un derecho y una garantía, es decir, la naturaleza del debido proceso
es reconocida por la Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental de los
justiciables, de quien accede reclamando justicia, la víctima y de quien se defiende el imputado. A la
vez es un principio procesal, que involucra la igualdad de las partes art. 119.I CPE y una garantía de
la administración de justicia, previniendo que los actos del proceso se ceñirán estrictamente a reglas
formales de incuestionable cumplimiento. De esa triple dimensión, se desprende el debido proceso
como derecho fundamental autónomo y como derecho fundamental indirecto o garantía…'.
Agregando más adelante la mencionada Sentencia Constitucional, establece que: 'Esa doble
naturaleza de aplicación y ejercicio del debido proceso, es parte inherente de la actividad procesal,
tanto judicial como administrativa, pues nuestra Ley Fundamental instituye al debido proceso como:
1) Derecho fundamental: Como un derecho para proteger al ciudadano en primer orden de acceso a
la justicia oportuna y eficaz, como así de protección de los posibles abusos de las autoridades
originadas no sólo en actuaciones u omisiones procesales, sino también en las decisiones que adopten
a través de las distintas resoluciones dictadas para dirimir situaciones jurídicas o administrativas y
que afecten derechos fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción de las
autoridades a las reglas establecidas por el ordenamiento jurídico.
2) Garantía jurisdiccional: Asimismo, constituye una garantía al ser un medio de protección de otros
derechos fundamentales que se encuentran contenidos como elementos del debido proceso como la
motivación de las resoluciones, la defensa, la pertinencia, la congruencia, de recurrir, entre otras, y
que se aplican toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, constituyendo las distintas
garantías jurisdiccionales inherentes al debido proceso, normas rectoras a las cuales deben sujetarse
las autoridades pero también las partes intervinientes en el proceso en aplicación y resguardo del
principio de igualdad'.

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De lo referido, se infiere que doctrinalmente el debido proceso tiene dos perspectivas,


concibiéndolo como un derecho en sí reconocido a todo ser humano y como garantía
jurisdiccional que tiene la persona para ver protegidos sus derechos en las instancias
administrativas o jurisdiccionales donde puedan verse involucrados, '…enriqueciéndolo
además con su carácter de principio procesal, lo que implica que su aplicación nace desde
el primer acto investigativo o procesal, según sea el caso, y debe subsistir de manera
constante hasta los actos de ejecución de la sentencia, constituyendo una garantía de
legalidad procesal que comprende un conjunto de garantías jurisdiccionales que asisten
a las partes procesales, lo que implica que el debido proceso debe estar inmerso en todas
las actuaciones procesales ya sea en el ámbito jurisdiccional o administrativo'” (las
negrillas nos corresponden).
III.2. De la labor de los tribunales de alzada al resolver los recursos de apelación y su
deber de garantizar el acceso a la justicia
Con relación a esta temática, la SCP 0641/2016-S2 de 30 de mayo, si bien hizo referencia a materia
penal; sin embargo, dada la universalidad, progresividad y aplicación directa de los derechos
reconocidos en la Constitución Política del Estado, sus razonamientos también son aplicables a otras
materias, la cual precisó que: “…La impugnación implica un ataque frontal contra una determinación
judicial que se considere gravosa o lesiva a los intereses jurídicos de una de las partes sometidas a
la jurisdicción de una autoridad, con ello se pretende garantizar el acceso a la justicia y la tutela
judicial efectiva, derechos que están ampliamente reconocidos y garantizados por la Norma
Suprema…
En el marco de ese razonamiento, el régimen de las impugnaciones, constituye un elemento
imprescindible del debido proceso, porque a través de ella es posible cuestionar los fallos dentro de
una misma estructura jurídica de un Estado. Bajo esa premisa, desde la óptica de la Norma
Fundamental, la impugnación se entiende como un principio, tal como prescribe el art. 180.II de la
CPE, cuyo texto señala: ‘Se garantiza el principio de impugnación en los procesos judiciales’. Sin
embargo, se debe tener claramente definido que, el constituyente boliviano, al referirse a la
impugnación como un principio, quiso referirse al derecho fundamental de recurrir el fallo judicial
ante la autoridad superior en jerarquía, comprensión que refleja el espíritu de las diferentes normas
de orden internacional, como el art. 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH),
cuyo texto prevé: ‘Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
Constitución o por la ley’. En esa misma línea de entendimiento, el art. 8.2 inc. h) de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, prescribe: ‘derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal
superior’. En efecto, las apelaciones en general y particularmente la apelación incidental, debe
entenderse como un elemento integrador del debido proceso, en su dimensión del derecho a recurrir
el fallo judicial o, la impugnación a las resoluciones judiciales.
En el fondo, su esencia y naturaleza radica en el hecho de revisar la determinación judicial por ser
vulneratoria de los derechos que les asisten a las partes en contienda y, sólo así es posible garantizar
una justicia imparcial; por cuanto, las decisiones del inferior estarán controladas por un tribunal
superior, garantizando así la protección efectiva de los derechos de los justiciables, no otra cosa
significa acudir a una autoridad con la esperanza de que se reparará las lesiones sufridas en una
instancia inferior.
(…)
En ese contexto, los tribunales de apelación, en su labor de ejercer el control sobre las resoluciones
pronunciadas en una instancia inferior, tienen toda la facultad de efectuar la revisión y compulsa de
los aspectos sometidos a su jurisdicción, ello supone que, si el inferior incurrió en una deficiencia
respecto a la valoración de las pruebas, como una inapropiada compulsa de los antecedentes;
derivando en aspectos manifiestamente contrarios a las normas contenidas en la Constitución Política
del Estado y la ley, que impliquen un desconocimiento de los criterios de razonabilidad y
proporcionalidad, le está permitido subsanar, enmendar y corregir, todos estos aspectos que emerjan

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de la impugnación. En ese marco de ideas, en su condición de juez de apelación o tribunal de alzada,


le está permitido pronunciar su fallo reparando las falencias y restituyendo el derecho reclamado. En
tal virtud, es importante precisar que, el tribunal de apelación únicamente corregirá los errores o
defectos oportunamente denunciados a través de la apelación incidental, si en ella no se contempla
defectos que pudieran existir en el fallo impugnado, el tribunal de apelación se encuentra vetado de
emitir cualquier pronunciamiento respecto a este extremo.
Si el tribunal de apelación, en su labor de compulsa y revisión de la resolución impugnada pudo
constatar errores y defectos, le corresponde emitir directamente un nuevo pronunciamiento
debidamente fundamentado, sin necesidad de instruir al inferior pronunciar un nuevo fallo en base a
los fundamentos en los que hubiera arribado el ad quem, esta comprensión es acorde con el principio
procesal de celeridad, eficacia e inmediatez, que son propios de la administración de la justicia
ordinaria; toda vez que, sería innecesario hacer un trámite reiterado, cuando el tribunal de alzada
también está revestido de todas las facultades para administrar justicia a la par del inferior que
generó la resolución impugnada. Desde luego, los entendimientos y razonamientos en los que haya
arribado el tribunal de apelación le servirán al inferior para que en otros casos similares aplique esas
mismas lógicas.
Lo que no puede bajo ninguna circunstancia el tribunal de alzada, es modificar la relación de los
hechos que condujeron al tribunal ad quem a dictar el fallo observado, es decir, no puede dicho
tribunal superior definir qué hechos fueron los conducentes para que se emita determinada
resolución, porque en la práctica estaría definiendo el accionar de las partes del proceso para emitir
posteriormente la resolución que sea pertinente; al contrario sensu, sobre los hechos ya establecidos,
señalados y probados puntualmente, debe emitir un pronunciamiento imparcial y acorde a la
normativa que atinja al caso concreto”.
III.3. Análisis del caso concreto
Del análisis de la acción tutelar interpuesta, se advierte que el accionante pretende que se deje sin
efecto el Auto de Vista 105-18 de 12 de marzo de 2018 y/o el Auto de Vista 01-19 de 2 de enero de
2019, consiguientemente se disponga la nulidad de obrados hasta el sorteo de 5 de marzo de 2018,
con la finalidad de que el Tribunal de alzada desestime la apelación interpuesta por la empresa ADM
SAO S.A. contra el Auto 811/15 de 11 de noviembre de 2015, considerando que esta impugnación
fue formulada de manera extemporánea.
Al respecto, y a los fines de establecer con claridad el objeto procesal a ser abordado por este
Tribunal, se tiene que, el pronunciamiento únicamente contemplará a la última resolución impugnada,
es decir, el Auto de Vista 01-19, considerando el principio de inmediatez que rige la acción de amparo
constitucional, dado que, el Auto de Vista 105-18 también impugnado, ya no se encuentra dentro del
plazo de los seis meses que las partes procesales tienen para acudir a la jurisdicción constitucional,
para plantear el mecanismo de defensa analizado.
Bajo este contexto, el señalado Auto de Vista 01-19, estableció lo siguiente: i) “…por las razones
expuestas y por efecto del Auto de Vista de fecha 18 de septiembre de 2017, saliente de fs. 515 a
518, que confirma el auto interlocutorio de fecha 25 de mayo de 2016, saliente de fs. 341 a 343,
este tribunal de apelación se encontraba en la imposibilidad material de poder resolver el recurso de
apelación, saliente de fs. 222 a 227, interpuesto por ADM-SAO S.A., contra el Auto Interlocutorio de
fecha 11 de noviembre de 2015, saliente de fs. 194 a 197” (sic); y, ii) “Por lo expuesto, se concluye
que las anomalías o vicios procesales realizados en el presente trámite procesal tienen incidencia
trascendental en el proceso, creados y/o originados en la tramitación del proceso por el juez de
origen, en ese entendido es menester referir que si bien es cierto las autoridades jurisdiccionales en
este nuevo Estado Constitucional de Derecho, debemos aplicar la norma desde y conforme al bloque
de constitucionalidad, así como de los Instrumentos Internacionales de protección a los Derechos
Humanos, en busca de materializar los derechos, garantías y principios consagrados en nuestra
norma fundamental, no obstante a ello y en consecuencia a que este Tribunal ya ha emitido su
decisión mediante Auto de Vista de fecha 12 de marzo de 2018, saliente de Fs. 557 a 559 del
expediente original, la misma que no debió ser considerada de acuerdo a los antecedentes y

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fundamentos expuestos, de lo que se constata que el incidente ha sido correctamente interpuesto en


busca de hacer prevalecer sus derechos, empero este Tribunal no puede retrotraer, reconsiderar ni
anular la resolución emitida, al haberse ya pronunciado según el recurso de apelación enviado en
fotocopias legalizadas por el Juez A-quo mediante oficio cursante de Fs. 546, en consecuencia, el hoy
incidentista al constatarse y verse afectados sus derechos Constitucionales, deberá acudir a la vía
correspondientes en busca de hacer prevalecer sus Derechos” (sic).
De lo mencionado, se evidencia que la Resolución impugnada en la presente acción de defensa,
dispuso rechazar el incidente de nulidad presentado por el impetrante de tutela, dentro del proceso
ejecutivo seguido por ADM SAO S.A. contra la Empresa Agropecuaria Cañada Larga Ltda., con el
contradictorio argumento de que si bien constataron violaciones procesales con incidencia en el
derecho al debido proceso de las partes, estas no podían ser enmendadas por cuanto el mismo
Tribunal se había pronunciado precedentemente mediante el Auto de Vista 105-18.
En criterio de este Tribunal, esta decisión judicial es a todas luces vulneradora del derecho al debido
proceso en los términos previstos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, toda vez que todos los tribunales ordinarios del país tienen la misma
obligación de subsanar todo tipo de violación a derechos fundamentales de las partes; no pudiendo
escudarse en razones procesales que no hallan respaldo alguno en nuestro ordenamiento jurídico
vigente.
Así tenemos que, el art. 109.I de la CPE, establece la cláusula de aplicación directa e inmediata de
los derechos fundamentales, estableciendo que: “Todos los derechos reconocidos en la Constitución
son directamente aplicables y gozan de iguales garantías para su protección”; en tal sentido, al estar
reconocidos los derechos al debido proceso y a la tutela judicial efectiva, conforme prevé el art. 115
de la Norma Suprema y en el marco de los razonamientos expuestos en el Fundamento Jurídico III.2
del presente fallo, se infiere un mandato insoslayable para las autoridades judiciales y especialmente
para los tribunales de alzada, quienes a través de su labor deben garantizar el ejercicio de tales
derechos, y ante la denuncia o la evidencia de violaciones a los mismos, tienen la obligación de
asumir la medidas procesales necesarias para garantizar su efectividad, no pudiendo dejar de lado
su responsabilidad con el argumento de que estos ya emitieron algún criterio procesal con
anterioridad, o que las partes pueden acudir a la vía correspondientes en busca de hacer prevalecer
sus derechos; pues, son estas autoridades las que son las llamadas a tutelar en todo momento su
vigencia, mediante la emisión de las respectivas resoluciones judiciales.
En efecto, como lo estableció la jurisprudencia constitucional: “…es posible y hasta una obligación
procesal de quien considere que dentro de un proceso judicial, así este ejecutoriado, se han lesionado
las normas de orden público, y por tanto, sus derechos fundamentales previstos como garantías
judiciales, como es el debido proceso y el derecho a la defensa, interponga el incidente de nulidad,
demostrando en el mismo su indefensión y por ende lesión de derechos fundamentales, y una vez
agotada la vía incidental y en su caso la apelación, de persistir la supuesta ilegalidad, puede acudir
a la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional” (SC 0788/2010-R de 2
de agosto).
De ahí que se evidencia que las autoridades demandadas al haber emitido el Auto de Vista 01-19,
vulneraron los derechos fundamentales al debido proceso y a la tutela judicial efectiva del accionante,
toda vez que pese a haber constatado materialmente la existencia de vicios procesales con
trascendencia en el proceso y que además tienen un impacto en la vigencia de derechos
fundamentales en el proceso judicial, no se avocaron a regularizar los vicios procesales a través del
mecanismo idóneo como es el incidente de nulidad de obrados deducido por la parte accionante.
En este contexto y según los antecedentes descritos, corresponde que las autoridades jurisdiccionales
de alzada resuelvan conforme al debido proceso y resguardando el derecho a la tutela judicial efectiva
de las partes, la norma adjetiva civil, velando por la seguridad jurídica y la cosa juzgada formal y
material, sin remitir ni diferir la solución a otras instancias, cuando son la mismas, las que previa
revisión minuciosa del proceso, deben reencausar su tramitación.

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Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada no obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 52 de 31 de mayo de
2019, cursante de fs. 857 a 859 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, en consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada, en base a los fundamentos jurídicos de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.
2º Disponer lo siguiente:
a) Se deja sin efecto el Auto de Vista 01-19 de 2 de enero de 2019, emitido por la Sala Civil y
Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica Pública Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
b) Que las autoridades demandadas emitan un nuevo pronunciamiento conforme a lo expuesto en
el presente fallo.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0709/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29274-2019-59-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 78/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 392 a 397, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Zulma Elizabeth Vedia Fernández contra
Milton Gómez Mamani, Ministro, Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Directora General del
Servicio Civil y Boris Efren Cárdenas Sanjinés, Profesional de Régimen de Impugnación,
todos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social; y, Humberto Gerónimo Tancara
Tancara, Director Departamental de Educación de Chuquisaca.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memoriales presentados el 9 y 17 de mayo de 2019, cursantes a fs. 1, 186 a 195 y 198 a
204, la accionante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En septiembre de 1997 ingresó a trabajar a la entonces Dirección Distrital de Educación de
Chuquisaca, después de un proceso de selección de personal de orden externo e interno por Cite:
SS/IG-1370/2003 de 4 de noviembre, el Superintendente del Servicio Civil, le hizo llegar el Certificado
de Incorporación a la Carrera Administrativa asignándole el número de Funcionaria de Carrera 2074-
TA-0203.
Posteriormente, con la nueva estructura fue ratificada mediante “…MEMORÁNDUM DE DESIGNACIÓN
(CARRERA ADMINISTRATIVA)…” (sic) 00058 de 1 de noviembre de 2013, como Técnico de Recepción
y Entrega de Boletas, respetando su condición de funcionaria de carrera.
El 6 de abril de 2018, se dispuso su rotación al cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos manteniendo su nivel salarial y en el ejercicio del mismo fue sorprendida con la
notificación del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018 de 11 de junio -de agradecimiento de
servicios-, contra el que planteó recurso de revocatoria el 14 del mes y año antes citados -ante el
Director Departamental de Educación de Chuquisaca-, que fue resuelto mediante Resolución
Administrativa Departamental de Recurso de Revocatoria D.D.E.CH-U.A.J. 03/2018 de 10 de julio,
que confirmó el citado Memorándum de destitución, argumentando que por su nueva designación a
este último cargo perdió su calidad de funcionaria de carrera administrativa pasando a ser provisoria,
habiendo interpuesto contra tal decisión recurso jerárquico el 13 del mes y año citados, para que sea
elevado al Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social, de conformidad al Decreto Supremo (DS)
26319 de 15 de septiembre de 2001.
En tal sentido, la Directora General del Servicio Civil, dispuso la notificación del Informe MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19 de 22 de febrero de 2019 -el 12 de marzo del precitado
año-, por el que “rechazó” el recurso jerárquico planteado, bajo el criterio unilateral de que al asumir
el cargo de técnico anteriormente mencionado, perdió su condición de servidora pública de carrera
administrativa, y en consecuencia la legitimación activa para impugnar decisiones referidas a la
misma recomendando la devolución del expediente a la entidad remitente, vulnerando de tal manera
su derecho a la impugnación y dando lugar al silencio administrativo negativo que repercute en una
resolución carente de fundamentación y motivación.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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La accionante consideró como lesionados sus derechos al trabajo, al ejercicio de la función pública,
a la estabilidad laboral, a la defensa y al debido proceso en sus elementos de impugnación,
fundamentación y motivación de las resoluciones, citando al efecto los arts. 46, 115.II y 117.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto: a) “La resolución inmotivada, por el cual
se operó el silencio administrativo…” (sic), b) El Informe MTEPS-VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-
0024-INF/19, que recomendó la devolución de su recurso; c) La Resolución Administrativa
Departamental de Recurso de Revocatoria D.D.E.CH.-U.A.J. 03/2018; d) Memorándum
RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018; y, e) La restitución a su fuente laboral de manera inmediata, más el
reintegro de sus salarios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de mayo de 2019, conforme consta en acta de fs. 367 a 391, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La impetrante de tutela por intermedio de su abogado ratificó los argumentos expuestos en el
memorial de acción de amparo constitucional; asimismo, manifestó que no existe una resolución
formal administrativa que determine que perdió su carrera administrativa, la Dirección Departamental
de Educación de Chuquisaca refirió falsamente que se la hubiese ascendido y promocionado sin las
evaluaciones correspondientes; los arts. 65 y 66 del DS 26115 de 16 de marzo de 2001, determinan
que un funcionario público no pierde su carrera administrativa aunque este cesante o hubiese sido
promovido; empero, se “inventó” un procedimiento en base a datos falsos para concluir que carece
de legitimación, cuando el “art. 13” del ordenamiento legal citado establece que el recurso jerárquico
solamente puede ser declarado improcedente cuando fue interpuesto fuera del término legal y
tratándose de decretos de mero trámite o autos interlocutorios; la destitución de un funcionario de
carrera administrativa se encuentra prevista en el art. 41 del Estatuto del Funcionario Público (EFP);
en tal sentido, solicitó se le conceda tutela disponiendo la nulidad de las resoluciones que cuestionó
y su restitución a su fuente laboral más el pago de sus salarios devengados.
Aclaró que, el Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018 de 6 de abril que se le entregó para que
asuma el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos Administrativos fue de forma interina con el
mismo nivel salarial e ítem de técnico y fungió tal labor hasta el momento de su desvinculación.
El art. 41 del EFP establece las causales de destitución del funcionario de carrera no habiendo
incurrido en ninguna; además, el art. 31 del precepto legal referido indica que la transferencia es el
cambio permanente de un servidor público de su unidad de trabajo a otra unidad de la misma entidad
o de otra; por lo que, no se puede efectuar una interpretación de manera desfavorable.
El hecho de que la Dirección General del Servicio Civil del Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión
Social, solicitó informes al conocer el recurso jerárquico, significó que dio curso al mismo, que no lo
haya tramitado no puede repercutir en el incumplimiento del principio de inmediatez conforme
señalaron los demandados. Asimismo, asumió el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos de manera interina, conforme se tiene del mencionado Memorándum
RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018.
A las preguntas de los Vocales Constitucionales respondió:
¿Usted asumió el cargo de “Secretaria” y cómo acredita ese extremo?. Si, el memorándum aludió el
cargo interno, jamás me indicaron que era para retornar al cargo de Secretaria II, tengo boletas de
salida con el sello de “secretaria” abaladas por el inmediato superior.
I.2.2. Informe de los demandados
Humberto Gerónimo Tancara Tancara, Director Departamental de Educación de Chuquisaca, por
memorial presentado el 29 de mayo de 2019, cursante de fs. 299 a 301 objetó el auto de admisión

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 571


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y en audiencia a través de sus abogados indicó que: 1) En aplicación de los arts. 30 y 53 “inc. c” -
siendo lo correcto 53.2-del Código Procesal Constitucional (CPCo) argumentando la concurrencia de
actos consentidos libre y expresamente objetó la admisión de la acción de amparo constitucional;
asimismo, señaló que el art. 55 del Código indicado establece el plazo de seis meses para interponer
la acción de amparo constitucional; el mismo que fue sobrepasado; aspectos que debieron ser
resueltos antes de continuar con la audiencia; 2) La normativa que debe ser aplicada en el presente
caso es el DS 26319, en razón a que la accionante fue considerada servidora de carrera en el cargo
de Secretaria II de la “UAR” -que desapareció en aplicación del DS 0813 de 9 de marzo de 2011-,
desde el 2003 al 2013, fue designada como Técnico de Recepción y Entrega de Boletas, el 1 de
noviembre de 2013, pasó a ser considerada servidora pública provisoria por ocupar un cargo diferente
al que fue institucionalizada de manera definitiva y directa, en tal condición se le agradeció sus
servicios, ante lo cual activó recurso de revocatoria y jerárquico; 3) El recurso jerárquico fue remitido
el 17 de julio de 2018 ante la Dirección General del Servicio Civil para que sea resuelto conforme el
alcance del art. 33 del DS 26319 y siguiendo el procedimiento establecido en el art. 34.1 del mismo
precepto legal, tal entidad tenía el plazo de treinta días para emitir pronunciamiento; además, por
nota de 18 de octubre de ese año, la peticionante de tutela reclamó tal aspecto, al no haber recibido
respuesta se considera y aplica el silencio administrativo negativo; es decir, que el recurso jerárquico
se considera rechazado; en tal antecedente, el cómputo de los seis meses que tenía para plantear la
presente acción de defensa constitucional se efectúa a partir del 30 de agosto del indicado año,
feneciendo en febrero de 2019; por lo que, planteada la acción en mayo de igual año se encuentra
fuera del término establecido; lo que recae en que los actos denunciados fueron consentidos y
aceptados tácitamente de manera libre; y, 4) Por Auto 128/2019 de 10 de mayo, la Sala
Constitucional observó la presente acción de defensa, disponiendo que la impetrante de tutela indique
cuál es la última resolución emitida, aspecto que no fue cumplido y en su lugar refirió nuevos derechos
que considera transgredidos como el de la doble instancia, no siendo viable tomar en cuenta nuevos
elementos en un memorial de subsane, y de ser así se estaría ante una vulneración del procedimiento
constitucional, pues debió expresar fundamentos claros y concretos en cuanto a los derechos
lesionados y no lo hizo más al contrario presentó un memorial ambiguo y contradictorio.
El Tribunal Constitucional no puede ser utilizado en forma alternativa a los medios de impugnación
que la ley confiere a las partes para hacer valer sus derechos; por lo que, solicitó se declare
improcedente o se desestime la presente acción de amparo constitucional.
A las preguntas de los Vocales Constitucionales respondió:
¿Asumió funciones de “Secretaria”?. No, la pretensión de la entidad era que vuelva al cargo
institucionalizado, para no perjudicarla pero se resistió porque quería percibir el mismo sueldo de
técnico y no era lo correcto.
¿Existe constancia en cuanto a lo señalado?. “Es la única constancia porqué se toma medidas de
hecho en el momento…” (sic).
Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil y Boris Efrén Cárdenas Sanjinés,
Profesional de Régimen de Impugnación ambos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
el segundo en representación de la primera y por sí, por memorial presentado el 30 de mayo de
2019, cursante de fs. 252 a 260 y en audiencia indicó que: i) La unidad de Régimen laboral e
impugnación, es la encargada de resolver denuncias de servidores públicos de carrera administrativa
o aspirantes a ella y las que tienen relación con afectaciones a derechos de las servidoras y servidores
públicos a nivel nacional; ii) La pretensión recursiva de la accionante adolece de congruencia ya que
la presentó para el cargo de “'Técnico, Recepción y Entrega de Boletas '” (sic), del que no cuenta
con respaldos documentales que acrediten que se cumplieron los respectivos procesos de promoción
vertical exigidos por los arts. 29 y 30 del DS 26115; toda vez que, fue incorporada a la carrera
administrativa como “'Secretaria II'”; en consecuencia, no tiene la legitimación activa que la faculte
para impugnar a través de los recursos de revocatoria y jerárquico en la vía administrativa su
desvinculación laboral; la transferencia de puesto que se realizó el 2013, no fue entre puestos
similares o afines; iii) La calidad de funcionarios de carrera administrativa se encuentra prevista en

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los arts. 5 inc. d) y 70.I y II del EFP, concordante con el 12 inc. d) del DS 25749 de 20 de abril de
2000, siendo exigible que estos funcionarios cuenten con un código asignado conforme prevé el art.
4 del Reglamento del Procedimiento de Incorporación a la carrera Administrativa, aprobado por la
Resolución Ministerial 699/14 de 21 de octubre de 2014, concordante con el 50 del DS 26115; iv) Se
solicitó información sobre el registro de la peticionante de tutela a la Unidad de la Función Pública y
Registro Plurinacional de la Dirección General del Servicio Civil, del que se constató que se encuentra
registrada en el cargo de “Secretaria II en el Servicio Departamental de Educación de Chuquisaca”
conforme a la Resolución Administrativa SSC-018/2003 de 27 de febrero; asimismo, se estableció la
existencia del memorándum de designación 000058 de 1 de noviembre de 2013, por el que tomó
posesión del cargo de técnico de recepción y entrega de boletas, dejando el de “Secretaria II” por
nueva estructura organizacional; y, v) Sin ingresar al fondo del recurso jerárquico se estableció que
la peticionante de tutela al tomar posesión del cargo en el que no fue institucionalizada lo hizo en
manifestación de la autonomía de voluntad, modificando sus propios derechos y provocando un
cambio en su condición de servidora pública institucionalizada, ejerciendo el mismo por más de cuatro
años, no habiendo objetado esa decisión dentro de los noventa días previstos en el art. 21 del DS
26115, siendo un acto consentido no habiéndose vulnerado derechos.
En cuanto al silencio administrativo, la “Resolución Ministerial 169” (sic) establece que el plazo para
la sustanciación de los recursos jerárquicos corre a partir de la radicatoria de estos, aspecto que no
aconteció, pues se debía revisar previamente si contaba con la legitimación activa y al concluirse que
no dispuso la devolución de los antecedentes; por lo que, solicitó que la tutela sea denegada.
A las preguntas de los Vocales Constitucionales respondió:
¿Se impugna el hecho de que se la despidió o que se le quitó la carrera administrativa en el cargo?
La accionante impugnó el memorándum de desvinculación al cargo de “técnico” al cual no accedió
conforme el procedimiento y ocupó por más de cuatro años, de la información remitida se estableció
que no impugnó la decisión de su ascenso vertical consintiendo la pérdida de su calidad de funcionaria
administrativa de carrera.
¿El Memorándum de 11 de junio, a cuál de las dos designaciones estaba afectando? A la de “técnico
medio”.
¿El de “Secretaria II” hasta hoy día sigue? Sí.
¿Podemos considerar que el memorándum de desvinculación laboral es ilegal? Cumplió su efecto en
la relación laboral de la servidora provisoria, toda vez que ella estuvo ejerciendo el cargo por más de
cuatro años, sin impugnar y retornar al que fue designada.
¿Había otra autoridad que podía impugnar esa decisión? Ella misma podía impugnar como servidora
provisoria, no correspondía que lo haga en aplicación del DS 26319 porque esa norma es solamente
para servidores de carrera y aspirantes a serlo.
¿Existe pronunciamiento de la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) al respecto? No, toda vez que un
pronunciamiento de esa naturaleza en primera instancia podría abrir competencia, no
correspondiendo tratándose de funcionarios provisorios.
¿Los informes legales se les pasa directamente, sin más revuelo? Hay varios casos de funcionarios
provisorios que quieren impugnar a través del DS 26319, sin tener la legitimación activa, por lo que
no puede continuarse el trámite y se devuelve los antecedentes para que vea la vía adecuada para
continuar su procedimiento en caso de que consideren apropiado que así sea.
¿Ante quien debió haberse remitido el recurso jerárquico? Ante el Ministro de Educación. La
peticionante de tutela mencionó que asumió el cargo de “Secretaria”, el sueldo percibido fue como
técnico
¿Qué efectos tiene el “memorándum”? Ninguno, El recurso no fue presentado en protección del cargo
de secretaria sino de técnico de mantenerse en ese cargo hubiera habido una afectación salarial.

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Orlando Cender Aranibar Delgado y Roger Lidio Chuquimia Mamani en representación de Milton
Gómez Mamani, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, señalaron que se pretendía entregar
un memorándum a la accionante para que asuma el cargo de “Secretaria” que no aceptó; es decir,
se le estaba devolviendo una condición de funcionaria de carrera.
A la MAE no le correspondía tomar conocimiento del caso, puesto que la peticionante de tutela perdió
su calidad de funcionaria de carrera; por lo que, no debió activarse esta acción de defensa en su
contra; no obstante aquello, existe una contradicción, puesto que se incorporó a la carrera
administrativa en el cargo de “Secretaria II del ex SEDUCA”; empero, en el memorial de acción de
amparo constitucional señaló que se la destituyó del cargo de Técnico de Recepción de Boletas de la
Dirección Departamental de Educación de Chuquisaca, cargo que ocupa como servidora pública
provisoria.
A la pregunta ¿Por qué no habrían perdido competencia para resolver el caso conforme la RM 369-
2009 de 27 de mayo? Respondió: Año tras año se acumula expedientes siendo solo cuatro los
profesionales a cargo de su sustanciación y resolución, a fin de ir eliminando toda la carga procesal
los plazos comienzan a correr a partir de la radicatoria.
1.2.3. Intervención de la tercera interesada
Fabiola Miranda Montero, Auxiliar de Planillas de la Dirección Departamental de Educación de
Chuquisaca no presentó memorial en respuesta a la acción de amparo constitucional planteada,
tampoco asistió a la audiencia fijada, pese a su notificación cursante a fs. 206.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, a través de la
Resolución 78/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 392 a 397, denegó la tutela solicitada, bajo los
siguientes fundamentos: a) El análisis del cumplimiento de los principios que configuran la acción de
amparo constitucional debe efectuarse antes de su admisión; no obstante, a veces no es posible
advertir su inobservancia al no haberse aportado elementos probatorios o la complejidad del caso no
lo permite; empero, no existe impedimento alguno para hacerlo en audiencia y al evidenciarse
omisión de la inmediatez, subsidiariedad o concurrencia de actos consentidos, ya no corresponde
determinar su improcedencia, sino denegarla; b) La impetrante de tutela refiere que en el ejercicio
de sus funciones en el entonces Servicio Departamental de Educación (SEDUCA) de Chuquisaca,
ingresó a la carrera administrativa en el cargo de Secretaria II en la Unidad de Administración de
Recursos, posteriormente asumió el cargo de Técnico de Recepción de Entrega de Boletas, pasados
cuatro años sin que tuviera problema alguno, por Memorándum RR.HH.D.D.E.CH 31/2018, el Director
Departamental de Educación de Chuquisaca agradeció sus servicios, decisión que impugnó a través
de los recursos de revocatoria y jerárquico; c) Antes de ingresar al fondo de la problemática se debe
analizar si la acción de amparo constitucional fue presentada dentro de los seis meses establecidos
por la Ley Fundamental; en tal sentido, la propia accionante señaló que al ser funcionaria de carrera
la norma aplicable al caso es el DS 26319, el cual en el art. 34 establece el plazo de treinta días para
el pronunciamiento de la resolución del recurso jerárquico, computables a partir de la admisión del
mismo; la prenombrada indicó también que se operó el silencio administrativo negativo, por ello no
tenía que presentar un nuevo memorial para que se dicte la resolución del recurso jerárquico; y, d)
Del informe escrito presentado por el Director Departamental de Educación de Chuquisaca se tiene
que, el recurso jerárquico fue enviado y admitido el 17 de julio de 2018, momento desde el cual la
Dirección General del Servicio Civil tenía el plazo de treinta días para emitir la resolución jerárquica;
sin embargo, no lo hizo y notificó el Informe DEMTEPS-VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19,
recién el 12 de marzo de 2019; una vez operado el silencio administrativo, correspondía aperturar el
proceso contencioso administrativo o en su caso la acción de amparo constitucional, pero esperó
innecesariamente la emisión de una resolución, lo que generó el incumplimiento del principio de
inmediatez imposibilitando el ingreso al análisis de fondo de la presente acción de defensa,
correspondiendo denegar la tutela.
II. CONCLUSIONES

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Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por: Memorándum de Designación 001561 de 1 de septiembre de 1997, Zulma Elizabeth Vedia
Fernández -accionante- fue designada al cargo de Asistente Cajero de la Dirección Distrital de
Educación de Sucre; Memorándum de Designación 002068 de 1 de septiembre de 1998, asumió el
cargo de Secretaria II de la Dirección Departamental de Administración de Recursos en la misma
entidad; Memorándum de Designación 011334 de 1 de septiembre de 2000, ocupó el cargo de
Secretaria II de la Unidad de Administración de Recursos SEDUCA en mérito a la
“…INSTITUCIONALIZACIÓN SEDUCA CHUQUISACA…”; finalmente a través del Memorándum de
Designación (CARRERA ADMINISTRATIVA) 000058 de 1 de noviembre de 2013, en virtud a una
nueva estructura organizacional fue asignada al cargo de “…TEC. RECEP. ENTREGA BOLETAS…” (sic).
En todos los reversos de los memorándums precitados cursan actas de posesión (fs. 38 a 41).
II.2. Consta que la entonces Superintendencia del Servicio Civil otorgó a favor de la impetrante de
tutela el número de Funcionaria de Carrera 2074-TA-0203, consignado en el Sistema de Registro de
Funcionario Público de dicha entidad el 31 de octubre de 2003 (fs. 47).
II.3. Mediante Memorándum 001/2016 JUAA/DDE de 4 de enero, se instruyó a la peticionante de
tutela asumir el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos Administrativos durante la ausencia de
la titular; por Memorándum 005/2015 JUAA/DDE de 1 de febrero de 2016, se dispuso su rotación
interna en el cargo de Auxiliar en la Oficina de Legalizaciones, Entrega y Recepción de Boletas de
Pago, manteniendo su propio ítem y sueldo; a través del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018
de 6 de abril, por designación interna se le instruyó asumir el puesto de Secretaria de la Unidad de
Asuntos Administrativos manteniendo su mismo salario e ítem (fs. 235 a 237).
II.4. Por Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018 de 11 de junio, Humberto Gerónimo Tancara
Tancara, Director Departamental de Educación de Chuquisaca, agradeció los servicios prestados a la
peticionante de tutela (fs. 2).
II.5. Consta memorial de recurso de revocatoria presentado el 14 de junio de 2018, por la impetrante
de tutela contra el Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018 (fs. 4 a 6 vta.).
II.6. A través de la Resolución Administrativa Departamental del Recurso de Revocatoria D.D.E.CH.-
U.A.J. 03/2018 de 10 de julio, el Director Departamental de Educación de Chuquisaca, dispuso la
“CONFIRMATORIA TOTAL del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. Nº 31/2018…” (sic [fs. 7 a 10]).
II.7. Mediante escrito presentado el 13 de julio de 2018, la accionante activó recurso jerárquico
contra la Resolución supra citada (fs. 11 a 15 vta.).
II.8. Boris Efren Cárdenas Sanjinés, Profesional de Régimen de Impugnación en el Informe MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19 de 22 de febrero de 2019, remitido a Shirley Jazmi
Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil -codemandados-, ambos del Ministerio de
Trabajo Empleo y Previsión Social, concluyó que la accionante: 1) Contaba con legitimación activa
por ser servidora pública de carrera administrativa en el cargo de "' Secretaria II'" dependiente del
SEDUCA institucionalización que fue extinguida en aplicación de la Ley de la Educación "Avelino
Siñani-Elizardo Pérez" -Ley 070 de 20 de diciembre de 2010-, transfiriendo su estructura a las
Direcciones Departamentales de Educación; 2) Fue promocionada de forma vertical en el cargo de
"'Técnico Recepción y Entrega de Boletas'" (sic), sin cumplir las exigencias formales y procesales que
establece el DS 26115 que aceptó de forma libre o consentida, al no presentar impugnación dentro
del plazo oportuno, el 6 de abril de 2018 fue notificada con el Memorándum de Designación
RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018 para que asuma el cargo de "' Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos'" que no fue aceptado por ella y continuó sus funciones como técnico hasta que fue
desvinculada; y, 3) Perdió su condición de servidora púbica de carrera administrativa; en
consecuencia, también su legitimación activa, no contando con la facultad jurídica que le permita
impugnar decisiones referidas a la carrera administrativa; en consecuencia, el Ministerio de Trabajo
Empleo y Previsión Social, no tiene la atribución de conocer y resolver el recurso jerárquico activado
recomendando la devolución del mismo (fs. 29 a 37); Informe que de acuerdo a la Nota MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0079-CAR/19 de igual fecha -sin sello de pie ni firma-, recepcionada

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el 7 de marzo del citado año en la Dirección Departamental de Educación de Chuquisaca (fs. 28), fue
puesto a conocimiento de la accionante el 12de marzo de 2019 (fs. 37).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la transgresión de sus derechos al trabajo, al ejercicio de la función pública,
a la estabilidad laboral, a la defensa y al debido proceso en sus elementos de impugnación,
fundamentación y motivación de las resoluciones; toda vez que, por Memorándum RR.HH.D.D.E.CH
31/2018 de 11 de junio, fue desvinculada de su fuente laboral sin considerar su calidad de funcionaria
de carrera; decisión que fue confirmada por Resolución Administrativa Departamental de Recurso de
Revocatoria D.D.E.CH.-U.A.J. 03/2018 de 10 de julio, dictada por el Director Departamental de
Educación Chuquisaca; y, en sustanciación del recurso jerárquico a través del Informe MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19 de 22 de febrero de 2019, el Profesional de Régimen
de Impugnación dirigido a Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil, ambos
del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, concluyó que la impetrante de tutela no tenía
legitimación para plantear el recurso jerárquico y recomendó la devolución del mismo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Servidores públicos y su clasificación. Impugnaciones al Régimen Laboral de la
Función Pública
El art. 233 de la CPE, establece que: “Son servidoras y servidores públicos las personas que
desempeñan funciones públicas. Las servidoras y los servidores públicos forman parte de la carrera
administrativa, excepto aquellas personas que desempeñen cargos electivos, las designadas y los
designados, y quienes ejerzan funciones de libre nombramiento”; asimismo, el art. 4 del Estatuto del
Funcionario Público (EFP) señala que: “Servidor público es aquella persona individual, que
independientemente de su jerarquía y calidad, presta servicios en relación de dependencia a una
entidad sometida al ámbito de aplicación de la presente Ley. El término servidor público, para efectos
de esta Ley, se refiere también a los dignatarios, funcionarios y empleados públicos u otras personas
que presten servicios en relación de dependencia con entidades estatales, cualquiera sea la fuente
de su remuneración”.
Como se puede advertir la Ley Fundamental efectúa una diferenciación entre las servidoras y los
servidores públicos que forman parte de la carrera administrativa, y aquellas personas que
desempeñan cargos electivos, por designación o de libre nombramiento; en concordancia, el art. 5
del EFP establece la clasificación de los servidores públicos en:
“a) Funcionarios electos: Son aquellas personas cuya función pública se origina en un proceso
eleccionario previsto por la Constitución Política del Estado. Estos funcionarios no están sujetos a las
disposiciones relativas a la Carrera Administrativa y Régimen Laboral del Presente Estatuto.
b) Funcionarios designados: Son aquellas personas cuya función pública emerge de un nombramiento
a cargo público, conforme a la Constitución Política del Estado, disposición legal u Sistema de
Organización Administrativa aplicable. Estos funcionarios no están sujetos a las disposiciones relativas
a la Carrera Administrativa del presente Estatuto.
c) Funcionarios de libre nombramiento: Son aquellas personas que realizan funciones administrativas
de confianza y asesoramiento técnico especializado para los funcionarios electos o designados. El
Sistema de Administración de Personal, en forma coordinada con los Sistemas de Organización
Administrativa y de Presupuesto, determinará el número y atribuciones específicas de éstos y el
presupuesto asignado para este fin. Estos funcionarios no están sujetos a las disposiciones relativas
a la Carrera Administrativa del presente Estatuto.
d) Funcionarios de carrera: Son aquellos que forman parte de la administración pública,
cuya incorporación y permanencia se ajusta a las disposiciones de la Carrera
Administrativa que se establecen en el presente Estatuto.

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e) Funcionarios interinos: Son aquellos que, de manera provisional y por un plazo máximo e
improrrogable de 90 días, ocupan cargos públicos previstos para la carrera administrativa, en tanto
no sea posible su desempeño por funcionarios de carrera conforme al presente Estatuto y
disposiciones reglamentarias” (las negrillas nos corresponden).
Clasificación que es coincidente con el art. 21 del Reglamento de la Carrera Administrativa del Servicio
de Educación Pública, aprobado por Resolución Ministerial 062/00 del 17 de febrero de 2000.
En relación, el art. 70.I del EFP, establece que se consideran funcionarios de carrera los servidores
públicos que a la fecha de vigencia de esa norma legal, se encuentren en las siguientes situaciones:
“a) Desempeño de la función pública en la misma entidad, de manera ininterrumpida por cinco o más
años, independientemente de la fuente de su financiamiento, salvo lo dispuesto en el inciso b) del
presente Artículo.
b) Desempeño de funciones en la misma entidad, de manera ininterrumpida por siete años o más
para funcionarios que ocupen cargos del máximo nivel jerárquico de la carrera administrativa,
independientemente de la fuente de su financiamiento.
c) Los que actualmente formen parte de una carrera administrativa establecida.
d) Aquellos que actualmente desempeñen una función pública y hubiesen sido incorporados a través
del Programa de Servicio Civil, dependiente del Ministerio de Hacienda”.
Las personas que desempeñen cargos electivos, las designadas y los designados, y quienes ejerzan
funciones de libre nombramiento por mandato del art. 71 del EFP, tienen una condición de
provisional; es decir, se trata de cargos públicos en los que el titular debería ser un servidor público
de carrera, pero se tomó la decisión de llenar dicho espacio a través de una designación que
indiscutiblemente tiene una esencia provisional.
La distinción entre servidores públicos de carrera y los designados provisionalmente radica en los
derechos que le corresponden al servidor público de acuerdo a la categoría a la que pertenecen,
siendo que los primeros además de los derechos establecidos en el art. 70.I del referido Estatuto,
tienen derecho a la carrera administrativa y estabilidad laboral, en virtud a la previsión del art. 7.II
del EFP que contiene los derechos que se reconoce en forma exclusiva a los funcionarios de carrera,
entre ellos los previstos en los incisos a) referido al derecho: “A la carrera administrativa y estabilidad,
inspirada en los principios de reconocimiento de mérito, evaluación de desempeño, capacidad e
igualdad” y c) concerniente al derecho: “A impugnar, en la forma prevista en la presente Ley y sus
reglamentos, las decisiones administrativas que afecten situaciones relativas a su ingreso, promoción
o retiro, o aquellas que deriven de procesos disciplinarios”.
Acorde con las normas precedentemente citadas y con el objeto de materializar el derecho a la
impugnación de todos los servidores públicos, en el marco de las atribuciones reconocidas al
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, orientadas a formular políticas relacionadas con el
Servicio Civil, Régimen laboral, carrera administrativa, registro, ética y capacitación, emergentes del
vínculo laboral entre el Estado, las servidoras y los servidores públicos, se pronunció la RM 014/10
de 18 de enero de 2010, aprobando el Reglamento de Impugnaciones al Régimen Laboral
de la Función Pública, previsto en el Estatuto del Funcionario Público y el DS 25749 de 20
de abril de 2000, hasta tanto se apruebe la nueva normativa relacionada al servicio público en todo
lo que fuera compatible con los Decretos Supremos (DDSS) 29894 de 7 de febrero de 2009 y 0071
de 9 de abril de 2009, instituyéndose un procedimiento administrativo que regula el
conocimiento, sustanciación y resolución del proceso de impugnación vinculado a los
derechos que derivan del Régimen laboral de la función pública.
A partir de la vigencia la precitada RM 014/10, es posible que los servidores públicos de
la clasificación antes mencionada gocen del derecho a impugnar las resoluciones que
impliquen todos aquellos actos administrativos definitivos o resoluciones
administrativas que lesionen o infrinjan los derechos reconocidos a estos en el Régimen
laboral previstos en el Estatuto del Funcionario Público y su Decreto Reglamentario, a

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través de la interposición de los recursos de revocatoria y jerárquico, con estricto


cumplimiento de las condiciones, plazos y requisitos para su tramitación.
III.2. El debido proceso en su triple dimensión y el elemento de tutela judicial efectiva
La doble naturaleza del debido proceso, es decir, su aplicación y ejercicio inherentes a la actividad
procesal, determinada por su triple dimensión fue desglosada en la SCP 0269/2019-S3 de 8 de julio,
que citando a su vez a la SC 0183/2010-R de 24 de mayo, señaló que: “La Constitución Política del
Estado en consideración a la naturaleza y los elementos constitutivos del debido proceso como
instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos fundamentales, lo consagra como un
principio, un derecho y una garantía; es decir, la naturaleza del debido proceso está reconocida por
la misma Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental de los justiciables, un
principio procesal y una garantía de la administración de justicia. De esa triple dimensión, se
desprende el debido proceso como derecho fundamental autónomo y como derecho fundamental
indirecto o garantía, que a decir de Carlos Bernal Pulido en ‘El Derecho de los Derechos’: ‘El derecho
fundamental al debido proceso protege las facultades del individuo para participar en los
procedimientos del Estado constitucional democrático y el ejercicio dentro del marco de dichos
procedimientos de las facultades de hacer argumentaciones, afirmaciones, aportar pruebas, y las
capacidades de rebatir los argumentos de los demás y de autocriticarse (…) es un mecanismo para
la protección de otros derechos fundamentales en el estado democrático…’.
Esa doble naturaleza de aplicación y ejercicio del debido proceso, es parte inherente a la
actividad procesal, tanto judicial como administrativa, pues nuestra Ley Fundamental
instituye al debido proceso como:
i) Derecho fundamental: Como un derecho para proteger al ciudadano de los posibles
abusos de las autoridades originados no sólo en actuaciones u omisiones procesales, sino
también en las decisiones que adopten a través de las distintas resoluciones dictadas
para dirimir situaciones jurídicas o administrativas y que afecten derechos
fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción de las autoridades a las
reglas establecidas por el ordenamiento jurídico.
ii) Garantía jurisdiccional: Asimismo, constituye una garantía, al ser un medio de protección de otros
derechos fundamentales que se encuentran contenidos como elementos del debido proceso, por
ejemplo, la motivación de las resoluciones, la defensa, la pertinencia, la congruencia, de recurrir,
entre otras, y que se aplican a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas, constituyendo
las distintas garantías jurisdiccionales inherentes al debido proceso, normas rectoras a las cuales
deben sujetarse las autoridades pero también las partes intervinientes en el proceso, en aplicación y
resguardo del principio de igualdad” (las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
En la presente acción de amparo constitucional, los Vocales de la Sala Constitucional Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, denegaron la tutela sin ingresar al análisis de
fondo de la problemática planteada, indicando que fue presentada fuera del plazo de los seis meses
establecidos por la Ley Fundamental y el Código Procesal Constitucional; a ese efecto aludieron que,
al “ser” la accionante funcionaria de carrera, la norma aplicable para la tramitación del recurso
jerárquico es el DS 26319, que en su art. 34 establece el plazo de treinta días para la emisión de la
resolución computables a partir de la admisión del mismo; y, del informe escrito presentado por el
Director Departamental de Educación de Chuquisaca establecieron que el medio de impugnación
precitado fue enviado y admitido el 17 de julio de 2018, momento a partir del cual la Dirección
General del Servicio Civil tenía el plazo de treinta días para emitir la resolución jerárquica; sin
embargo, no lo hizo, operándose el silencio administrativo negativo; correspondiendo aperturar el
proceso contencioso administrativo o en su caso la acción de amparo constitucional, pero la
peticionante de tutela esperó innecesariamente la emisión de una resolución dejando transcurrir el
tiempo, lo que generó el incumplimiento del principio de inmediatez.

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Al respecto, conforme lo desglosado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional
al entrar en vigencia la RM 014/10 de 18 de enero de 2010, los servidores públicos clasificados en el
art. 5 del EFP -entre ellos los funcionarios de carrera- gozan del derecho a impugnar las resoluciones
que impliquen no solo su remoción, sino todos aquellos actos administrativos definitivos o
resoluciones administrativas que lesionen o infrinjan los derechos reconocidos a estos
en el Régimen Laboral previsto en el Estatuto del Funcionario Público y su Decreto
Reglamentario, a través de la interposición de los recursos de revocatoria y jerárquico, con estricto
cumplimiento de las condiciones, plazos y requisitos para su tramitación; en tal sentido, siendo que
la accionante alega calidad de funcionaria púbica de carrera, la Sala Constitucional antes señalada
incurrió en error al indicar que la norma pertinente para la sustanciación del recurso jerárquico es el
DS 26319.
Identificado el ordenamiento jurídico pertinente para la tramitación del recurso jerárquico activado
por la impetrante de tutela -RM 014/10-, se analizará previamente si correspondía o no abordar la
problemática expuesta; en ese sentido, cabe señalar que el art. 29.V de la RM 014/10 establece que:
“…El trámite será radicado, una vez que se cuente con todos los antecedentes
indispensables para su admisión o rechazo. Para el efecto, el Director General del Servicio Civil
podrá solicitar, de manera directa, la documentación pertinente” (las negrillas y subrayado son
nuestras); ahora bien, del análisis del precepto legal antedicho, se establece claramente que el plazo
de veinte días establecido en el art. 30 de la misma normativa, para la emisión de la resolución del
recurso jerárquico; recién empieza a correr desde su admisión; en consecuencia lógica, el rechazo
no da origen al comienzo de tal término.
En el caso es posible advertir que no se emitió una resolución expresa de admisión ni de rechazo del
recurso precitado solo un informe que será analizado más adelante; por lo que, tampoco resulta
verídico lo afirmado por la Sala Constitucional respecto a que el recurso fue admitido y que no
habiéndose emitido una resolución de fondo se operó el silencio administrativo negativo que generó
el incumplimiento del principio de inmediatez; más al contrario, la impetrante de tutela tomó
conocimiento del enunciado informe el 12 de marzo de 2019; fecha a partir de la cual debe efectuarse
el cómputo de los seis meses para verificar si el principio de inmediatez fue o no observado; en ese
sentido, habiéndose planteado esta acción de defensa el 9 de mayo del señalado año; transcurrieron
un mes y dieciséis días desde la notificación con el precitado informe, no siendo evidente el
incumplimiento del principio de inmediatez, correspondiendo en consecuencia ingresar al análisis de
fondo de la problemática expuesta.
Bajo ese contexto, de la revisión de la literal aparejada y las Conclusiones arribadas en el presente
fallo constitucional, se evidencia que la accionante, por Memorándum de Designación 01561 de 1 de
septiembre de 1997, ingresó al cargo de Asistente Cajero de la Dirección Distrital de Educación de
Sucre; posteriormente, en mérito al proceso de institucionalización del SEDUCA
Chuquisaca ocupó el Cargo de Secretaria II de la Unidad de Administración de Recursos
de esa entidad, extremo acreditado por Memorándum de Designación 011334 de 1 de septiembre
de 2000, finalmente a través del Memorándum de Designación (CARRERA ADMINISTRATIVA) 000058
de 1 de noviembre de 2013, en mérito a una nueva estructura organizacional fue asignada al cargo
de “…TEC. RECEP. ENTREGA BOLETAS…” (sic [Conclusión II.1]); consta también que la entonces
Superintendencia del Servicio Civil otorgó a favor de la impetrante de tutela el número de
Funcionaria de Carrera 2074-TA-0203, consignado en el Sistema de Registro de
Funcionario Público de dicha entidad el 31 de octubre de 2003 (Conclusión II.2); por otra
parte, mediante Memorándum 001/2016 JUAA/DDE de 4 de enero, se instruyó a la precitada asumir
el cargo de Secretaria de la Unidad de Asuntos Administrativos durante la ausencia de la titular; por
Memorándum 005/2015 JUAA/DDE de 1 de febrero de 2016, se dispuso su rotación interna en el
cargo de Auxiliar en la Oficina de Legalizaciones, Entrega y Recepción de Boletas de Pago,
manteniendo su propio ítem y sueldo; a través del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018 de 6 de
abril, por designación interna, se le instruyó asumir el puesto de Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos manteniendo su mismo sueldo e ítem (Conclusión II.3).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 579


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Posteriormente a través del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018 de 11 de junio, Humberto


Gerónimo Tancara Tancara, Director Departamental de Educación de Chuquisaca, agradeció los
servicios prestados a la peticionante de tutela (Conclusión II.4); a lo que, el 14 de junio de 2018,
presentó recurso de revocatoria (Conclusión II.5), que fue sustanciado y resuelto a través de la
Resolución Administrativa Departamental de Recurso de Revocatoria D.D.E.CH.-U.A.J. 03/2018 de 10
de julio, por el Director Departamental prenombrado, disponiendo la “…CONFIRMATORIA TOTAL
del Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018…” (sic [Conclusión II.6]); en emergencia, mediante
escrito presentado el 13 de julio de 2018, la accionante activó recurso jerárquico (Conclusión II.7);
que fue rechazado en base al Informe MTEPS-VESC yCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19 de 22
de febrero de 2019 remitido por Boris Efren Cárdenas Sanjinés, Profesional de Régimen de
Impugnación a Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil -codemandados-,
ambos del Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social, en el que concluyó que la solicitante de
tutela: 1) Contaba con legitimación activa por ser servidora pública de carrera administrativa en el
cargo de "'Secretaria II '" dependiente del SEDUCA institucionalización que fue extinguida en
aplicación de la Ley de la Educación "Avelino Siñani-Elizardo Pérez", transfiriendo su estructura a las
Direcciones Departamentales de Educación; 2) Fue promocionada de forma vertical en el cargo de
"'Técnico Recepción y Entrega de Boletas '" (sic), sin cumplir las exigencias formales y procesales
que establece el DS 26115 que aceptó de forma libre o consentida, al no presentar impugnación
dentro del plazo oportuno, el 6 de abril de 2018 fue notificada con el Memorándum de Designación
RR.HH.D.D.E.CH. 023/2018 para que asuma el cargo de "'Secretaria de la Unidad de Asuntos
Administrativos '"(sic) que no fue aceptado por ella y continuó sus funciones como técnico hasta que
fue desvinculada; y, 3) Perdió su condición de servidora púbica de carrera administrativa; en
consecuencia, también su legitimación activa, no contando con la facultad jurídica que le permita
impugnar decisiones referidas a la carrera administrativa; en consecuencia, el Ministerio de Trabajo
Empleo y Previsión Social, no tiene la atribución de conocer y resolver el recurso jerárquico
activado recomendando la devolución del mismo; informe que, de acuerdo a la Nota CITE:
MTEPS-VESCyCOOP-DGSC-URLelBECS-0079-CAR/19 de igual fecha -sin sello de pie ni firma-,
recepcionada el 7 de marzo del citado año en la Dirección Departamental de Educación de
Chuquisaca, fue puesto a conocimiento de la accionante el 13 de marzo de 2019 (Conclusión II.8).
Ahora bien, la impetrante de tutela considera que se transgredieron sus derechos al trabajo, al
ejercicio de la función pública, a la estabilidad laboral, a la defensa, al debido proceso; y, en sus
elementos de impugnación, fundamentación y motivación de las resoluciones; alegando que fue
desvinculada de su fuente laboral por Memorándum RR.HH.D.D.E.CH. 31/2018, sin considerar su
calidad de funcionaria de carrera; vulneración que no fue superada en la sustanciación de los recurso
de revocatoria y jerárquico.
Al respecto, resulta necesario aclarar que la acción de amparo constitucional se rige por el principio
de subsidiariedad; por lo que, el análisis en cuanto a lo denunciado solamente puede efectuarse a
partir del recurso jerárquico planteado y lo resuelto en el mismo, en cuya virtud se entiende que en
esa instancia se goza de todas las facultades conferidas por ley para corregir las irregularidades
procesales que vulneren derechos fundamentales y garantías constitucionales que eventualmente se
hubiesen producido en instancias inferiores.
En tal sentido, la Dirección General del Servicio Civil del Viceministerio de Empleo, Servicio Civil o
Cooperativas, en observancia del art. 29.III de la RM 014/10 tenía la obligación de preparar, procesar,
proyectar y refrendar el recurso jerárquico planteado para que sea admitido o rechazado -se entiende
a través de una resolución debidamente fundamentada y motivada-; sin embargo, lo que ocurrió en
los hechos fue que Boris Efren Cárdenas Sanjinés, Profesional de Régimen de Impugnación del
Servicio Civil del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, elaboró el Informe MTEPS-
VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-INF/19, en el que concluyó que la accionante no goza de
legitimación activa para interponer el recurso por no tener calidad de funcionaria de carrera en el
cargo de "'Técnico Recepción y Entrega de Boletas '" (sic) al haber perdido la misma; el informe fue
asumido por Shirley Jazmi Pérez Velásquez, Directora General del Servicio Civil del Ministerio citado,
quien lo derivó al Servicio Departamental de Educación de Chuquisaca para que sea puesto a

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conocimiento de la impetrante de tutela; sin embargo, la condición de servidora pública de carrera


no es un aspecto que podía ser resuelto en la fase de admisión del recurso jerárquico, sino más al
contrario al ser un aspecto de fondo, debió ser admitido y posteriormente remitido para su resolución
al Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social; toda vez que, el reclamo de la solicitante de tutela
durante la sustanciación del proceso administrativo es su destitución sin respetar su condición de
funcionaria pública de carrera; sin embargo, al no admitir lesionaron su derecho al debido proceso
que conforme se indicó en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional , es un
derecho que protege de los posibles abusos de las autoridades originados no solo en actuaciones u
omisiones procesales, sino también en las decisiones que adopten a través de las distintas
resoluciones dictadas para dirimir situaciones jurídicas o administrativas y que afecten derechos
fundamentales, constituyéndose en el instrumento de sujeción de las autoridades a las reglas
establecidas por el ordenamiento jurídico, correspondiendo en consecuencia conceder la tutela.
Cabe señalar también que no es evidente que se operó el silencio administrativo negativo como
alegaron los demandados y la misma Sala Constitucional, pues conforme a lo explicado inicialmente,
para que comience el cómputo de veinte días para la emisión del recurso jerárquico, este previamente
debió ser admitido; aspecto que no aconteció; por lo que, el Ministro precitado no tuvo la oportunidad
de conocer los antecedentes y dictar una decisión lo que repercute en la carencia de legitimación
pasiva respecto a él en el presente caso.
Por lo expuesto precedentemente, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones y
alcances de la acción de amparo constitucional; por lo que, la Sala Constitucional al haber denegado
la tutela demandada, efectuó una inadecuada compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 78/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 392 a 397,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca;
y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela impetrada, solamente en lo inherente al debido
proceso, disponiendo dejar sin efecto el Informe MTEPS-VESCyCOOP-DGSC-URLel-BECS-0024-
INF/19 y la Nota CITE: MTEPS-VESCy COOP-DGSC-URLelBECS-0079-CAR/19 ambos de 22 de febrero
de 2019, debiendo la Directora General del Servicio Civil del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión
Social, efectuar todos los actos administrativos para que el recurso jerárquico planteado sea admitido
y posteriormente analizado en el fondo por la autoridad competente.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0710/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de cumplimiento
Expediente: 29290-2019-59-ACU
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 02/2019 de 31 de mayo, cursante de fs. 70 a 71 vta., pronunciada dentro
de la acción de cumplimiento interpuesta por Rosario Taguchi Oporto de Montoya contra
Clemente Mamani Condorena, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Irupana del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 20 de marzo de 2019, cursante de fs. 31 a 37 vta., la accionante expresó
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del trámite administrativo que se realizó en el Gobierno Autónomo Municipal de Irupana del
departamento de La Paz, como ser la aprobación del plano de lote 2233 de 16 de febrero de 2018 y
extensión de Certificación de aprobación de plano de la misma fecha, por parte de la Unidad de
Catastro por orden de la Unidad de Asesoría Legal de la referida entidad edil, acto administrativo que
no cumplió todos los requisitos exigidos para dicho fin.
De esta forma, realizó las quejas correspondientes mediante memoriales de 19 de octubre de 2018,
presentados ante secretaría del Gobierno Autónomo Municipal de Irupana:
a) Con hoja de ruta 3647, relacionada a la interposición de recurso de revocatoria contra la
aprobación del plano 2233 de 16 de febrero de 2018;
b) Con hoja de ruta 3652, respecto a la interposición de denuncia contra Vivian López Zubieta,
Encargada de la Unidad de Catastro, por contravenir disposiciones municipales y otros, en el caso de
la aprobación del plano 2233 de 16 de febrero de 2018; y,
c) Con hoja de ruta 3653, en cuanto a la interposición de denuncia contra el abogado asesor jurídico
Iván Lima, Encargado de la Unidad Jurídica, por incumplimiento de deberes y dictar resoluciones e
informes contrarios a las disposiciones municipales, en el caso de la referida aprobación del plano
2233.
También, al tener conocimiento que se iniciaron los procesos sumarios y la designación de autoridad
sumariante, con el objeto de darle continuidad a la tramitación, pidió se le extienda fotocopias simples
del auto de admisión y/o inicio de procesos sumariales, en los tres casos denunciados, para lo cual
el 16 de noviembre de 2018, presentó ante la secretaría del Gobierno Autónomo Municipal de Irupana
los siguientes memoriales:
1) Con hoja de ruta 3953, a la denuncia contra el abogado Iván Lima;
2) Con hoja de ruta 3954, a la denuncia contra Vivian López Zubieta; y,
3) Con hoja de ruta 3955, a la presentación de recurso de revocatoria a la aprobación del plano
2233.
Manifestando que hasta la fecha, respondieron a su solicitud de fotocopias simples en las tres
denuncias presentadas al demandado, existiendo flagrante vulneración del derecho a la petición.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 582


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Añadiendo que no obtuvo respuesta a su derecho a la petición en ninguna unidad administrativa de


dicha entidad edil.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante estimó lesionado su derecho a la petición, citando al efecto los arts. 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE); y, XXIV de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se disponga que el Gobierno Autónomo Municipal de Irupana,
representado por el demandado, ordene que por las Unidades Administrativas correspondientes den
respuesta a los memoriales de petición y presentación de denuncias citadas en la presente acción de
defensa y se le extienda fotocopia simple del auto de inicio o admisión de procesos sumarios y
designación de autoridad sumariante, sea en el plazo de veinticuatro horas a partir de la concesión
de la tutela constitucional.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 31 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 67 a 69
vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción


La accionante a través de su abogado, reiteró in extenso los términos de su memorial de acción de
cumplimiento presentado.
I.2.2. Informe del demandado
Clemente Mamani Condorena, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Irupana a través de su
abogado, en audiencia señaló que la acción de cumplimiento no es la vía correcta sino la acción de
amparo constitucional, manifestando que dicha autoridad edil cumplió a cabalidad en dar respuesta
a las solicitudes de contrario, a cada uno de los memoriales.
Con relación a los funcionarios no se inició ningún proceso administrativo, por cuanto no se tiene
antecedentes al respecto.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Albertina Roldán Oporto, refirió que el impetrante de tutela está confundiendo la vía, porque
supuestamente se está lesionando un derecho subjetivo que es el derecho a la propiedad y no
tomaron en cuenta la objetividad de este tipo de acción.
I.2.4. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Público refirió que “…hemos escuchado lo manifestado por los terceros
interesados en donde lo único que solicitan es la que su autoridad emita una resolución de acorde
con las normativas de sus derechos” (sic).
I.2.5. Resolución
El Juez Público Mixto Civil y Comercial de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de la Asunta -en suplencia legal de la Jueza Pública Mixta de Familia, de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primera de Chulumani- del departamento de La Paz, constituido en
Juez de garantías, por Resolución 02/2019 de 31 de mayo, cursante de fs. 70 a 71 vta., resolvió
“RECHAZAR” la tutela solicitada, resguardando los derechos que pudiese tener la parte interesada
en la vía que concierne, conforme a los siguientes fundamentos: i) El accionante pretende conminar
al demandado a que le franquee fotocopias simples de un trámite en el cual invocó su derecho a la
petición previsto en el art. 24 de la CPE, sin considerar que este se encuentra precautelado por la
acción de amparo constitucional, en consecuencia su pretensión recae en los presupuestos de
improcedencia del art. 66 del Código Procesal Constitucional (CPCo); ii) Con el informe vertido por

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 583


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el demandado se aclaró que no se inició proceso administrativo contra ningún funcionario, por
consiguiente no existirían antecedentes de los cuales se le pueda otorgar las fotocopias impetradas;
y, iii) La presente acción no fue correctamente invocada, no correspondiendo que los hechos
aducidos sean precautelados en esta vía y habría una imposibilidad material de efectivizar lo pedido
por el impetrante de tutela, debiendo denegarse la misma.
II. CONCLUSIONES
De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursan memoriales de 19 de octubre de 2018, presentados por la impetrante de tutela ante el
Gobierno Autónomo Municipal de Irupana del departamento de La Paz (fs. 4 a 8 vta.).
II.2. Constan escritos de 16 de noviembre de 2018, presentados por la accionante ante el Gobierno
Autónomo Municipal de Irupana, solicitando fotocopias legalizadas (fs. 9 a 11).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de su derecho a la petición, por cuanto hasta la fecha, no tiene
respuesta a sus solicitudes de fotocopias simples en las tres denuncias presentadas.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de cumplimiento
Al respecto, la SCP 0548/2013 de 14 de mayo, manifestó:“El origen histórico de la acción de
cumplimiento, parece encontrarse en el Derecho Romano con los interdictos romanos y en el Derecho
Anglosajón, en el llamado Mandamus y en América Latina ya existen distintas modalidades similares.
En Bolivia el art. 134.I de la CPE, establece que: 'La Acción de Cumplimiento procederá en caso de
incumplimiento de disposiciones constitucionales o de la ley por parte de servidores públicos, con el
objeto de garantizar la ejecución de la norma omitida', encontrándose en el Título de Acciones de
Defensa sin hacer referencia alguna a la tutela de derechos.
En efecto la SCP 0862/2012 de 20 de agosto, estableció que: 'Si bien la acción de cumplimiento
posibilita la realización del principio de igualdad ante la ley y de la seguridad jurídica, además de
permitir la efectivización de los deberes fundamentales y la concreción del Estado de Derecho entre
otros, no es posible sostener que su objeto sea la tutela de derechos subjetivos, ello contrariaría a
su ratio essendi, que es sin duda la efectivización de los mandatos constitucionales y de orden legal
e implicaría una interpretación que reduciría el contenido constitucional del art. 134.I de la CPE y
confundiría la tutela de la acción de cumplimiento con la de amparo constitucional por omisión.
(…)
Sin embargo, debe aclararse que los derechos fundamentales están desarrollados por la ley, por lo
que al cumplirse ésta también es posible que pueda tutelarse derechos pero no en su dimensión
subjetiva sino en su dimensión objetiva, es decir, que la acción de cumplimiento puede otorgar la
tutela de un derecho en su dimensión objetiva de manera directa o indirecta, pero la tutela que puede
conceder a un derecho en su dimensión subjetiva siempre es indirecta, aspecto que permite
diferenciar a la acción de cumplimiento del amparo constitucional por omisión'.
Asimismo, tenemos entre otras características de esta acción constitucional que: a) La acción de
cumplimiento no busca el cumplimiento formal de un acto normativo constitucional y/o legal sino el
cumplimiento de su finalidad, es decir, más que formalista es finalista; b) Tutela mandatos normativos
de acción y abstención, consecuentemente, tutela tanto la ejecución de aquello que es deber del
servidor público (norma imperativa de hacer), como la inejecución de aquello que el servidor público
por mandato normativo expreso no debe hacer; c) El sentido de Constitución involucra todas aquellas
normas constitucionales que imponen obligaciones de hacer y no hacer claras a un servidor público;
es decir, alcanza al denominado bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE); d) El sentido de
ley, involucra no solamente la norma emanada por la Asamblea Legislativa Plurinacional, formalmente

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 584


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como ley, sino toda aquella norma jurídica general o autonómica (SSCC 0258/2011-R y 1675/2011-
R); e) No se rige por el principio de inmediatez porque el deber de cumplimiento de una disposición
no puede caducar con el tiempo sino con la derogatoria de la norma que impone el deber, es decir,
no se busca la tutela de derechos subjetivos sino la vigencia del Estado de Derecho (art. 1 de la CPE),
en este sentido el cumplimiento de la Constitución y la ley trasciende del interés individual sino que
es de interés público; y, f) Corresponde aclarar la SC 1474/2011-R de 10 de octubre, en sentido de
que la acción de cumplimiento no se rige por el principio de subsidiariedad sino previamente al
planteamiento de la acción debe constituirse a la autoridad demandada en renuencia”.
La acción de cumplimiento, no es un mecanismo destinado a la protección de derechos subjetivos de
manera directa, tal cual se entendió a través de la SCP 0862/2012 de 20 de agosto, determinó: “La
jurisprudencia constitucional boliviana por su parte sostiene que: la acción de cumplimiento '…puede
estar directa o indirectamente vinculado a la lesión de derechos fundamentales o garantías
constitucionales…' (SC 258/2011-R de 16 de marzo), en este sentido, si bien la realización y efectivo
cumplimiento de las disposiciones constitucionales y legales se constituye en una condición necesaria
para el ejercicio de los derechos, no por ello podría concluirse que la acción de cumplimiento tenga
como propósito la tutela de derechos subjetivos, sino en todo caso, el derecho objetivo de defender
la eficacia de las normas conforme lo dedujo el Tribunal Constitucional Peruano en la sentencia 0168-
2005-PC/TC.
Si bien la acción de cumplimiento posibilita la realización del principio de igualdad ante la ley y de la
seguridad jurídica, además de permitir la efectivización de los deberes fundamentales y la concreción
del Estado de Derecho entre otros, no es posible sostener que su objeto sea la tutela de derechos
subjetivos, ello contrariaría a su ratio essendi, que es sin duda la efectivización de los mandatos
constitucionales y de orden legal e implicaría una interpretación que reduciría el contenido
constitucional del art. 134.I de la CPE y confundiría la tutela de la acción de cumplimiento con la de
amparo constitucional por omisión.
Este entendimiento, en sentido de que la acción de cumplimiento no tiene por propósito la tutela de
derechos subjetivos, también es compartido por la Corte Constitucional de Colombia en la sentencia
SU-476/97 de 28 de enero 1997 y el Tribunal Constitucional peruano en la sentencia 2763-2003-
AC/TC.
Sin embargo, debe aclararse que los derechos fundamentales están desarrollados por la ley, por lo
que al cumplirse ésta también es posible que pueda tutelarse derechos pero no en su dimensión
subjetiva sino en su dimensión objetiva, es decir, que la acción de cumplimiento puede otorgar la
tutela de un derecho en su dimensión objetiva de manera directa o indirecta, pero la tutela que puede
conceder a un derecho en su dimensión subjetiva siempre es indirecta, aspecto que permite
diferenciar a la acción de cumplimiento del amparo constitucional por omisión.
Dicho razonamiento puede extraerse de la SC 1765/2011-R de 7 de noviembre, que diferenció entre
la acción de cumplimiento y el amparo constitucional por omisión sosteniendo que la garantía del
cumplimiento de la normativa: '…responde precisamente a una visión de `construcción colectiva del
Estado'… De lo expresado precedentemente, puede establecerse una diferencia esencial entre la
acción en análisis y las acciones de libertad, amparo y protección de privacidad, toda vez que estas
últimas, son acciones tutelares cuyo objetivo es el resguardo a derechos fundamentales pero sin una
afectación o incidencia directa en la colectividad…', aspecto que en este marco resulta sin duda
plenamente lógico”.
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de su derecho invocado en esta acción de defensa, puesto que
no tiene respuesta a sus solicitudes de fotocopias simples en las tres denuncias presentadas, dentro
del trámite administrativo que se realizó en el Gobierno Autónomo Municipal de Irupana del
departamento de La Paz.
De lo obrado se tienen memoriales de 19 de octubre de 2018, presentados por la impetrante de
tutela ante dicha entidad edil, interponiendo: a) Recurso de revocatoria contra el plano 2233 y

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Certificación aprobados el 16 de febrero de 2018; b) Denuncia contra Vivian López Zubieta por
incumplimiento de deberes y aprobación de plano vulnerando y contraviniendo disposiciones
municipales, pidiendo auditoría interna y externa sobre lo indicado; y, c) Denuncia contra Iván Lima,
por incumplimiento de deberes y dictar resolución e informe contrarios a disposiciones municipales,
solicitando la realización de auditoría interna y externa respecto de lo referido (Conclusión II.1);
también, memoriales de 16 de noviembre de 2018, presentados por la accionante ante el referido
Gobierno Autónomo Municipal, solicitando fotocopias legalizadas (Conclusión II.2).
El caso venido en revisión, se ajusta a la jurisprudencia constitucional referida en el Fundamento
Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, por cuanto la acción de
cumplimiento tiene por finalidad hacer cumplir un mandato imperativamente impuesto por la
Constitución o por la Ley y no es un mecanismo destinado a la protección de derechos subjetivos.
Por otra parte, “…la SCP 0756/2014 de 15 de abril, citando a la SC 1312/2011-R, señala que en este
fallo se sostuvo lo siguiente: el ámbito de diferenciación con otras acciones tutelares, específicamente
con la acción de amparo constitucional; en esa perspectiva, es imperante -a la luz de su teleología
constitucional- delimitar las causales de exclusión para la activación de la acción de cumplimiento,
que en su esencia se traducen en dos: i) Incumplimiento de deberes procesales, directamente
vinculados a un proceso jurisdiccional; y, ii) Incumplimiento de potestades administrativas,
estrictamente vinculadas a un procedimiento administrativo” (SCP 0097/2014-S3 de 27 de octubre).
De esta forma, la pretensión de la impetrante de tutela a través de la presente acción de cumplimiento
es procurar el resguardo de un derecho subjetivo -derecho de petición-, que en su razonamiento fue
desconocido por el demandado, alegando la falta de respuesta a las solicitudes realizadas dentro del
trámite administrativo que se realizó en el Gobierno Autónomo Municipal de Irupana, no
correspondiendo su tutela por esta vía, entendiéndose que esta acción de defensa no protege
derechos subjetivos.
A mayor abundamiento, la acción de cumplimiento otorga la tutela de un derecho en su dimensión
objetiva ya sea de manera directa o indirecta; pero, la protección que puede conceder a un derecho
en su dimensión subjetiva es únicamente indirecta, características diferenciadoras de la acción de
amparo constitucional por omisión, conforme al Fundamento Jurídico referido precedentemente.
Así, existe un procedimiento administrativo en el que constan partes procesales con intereses
concretos, vinculados a un derecho subjetivo no es posible activar la acción de cumplimiento, ya que
en estos casos, la acción de amparo constitucional resulta ser el medio idóneo para restituir derechos
afectados de las partes, por cuanto su objetivo es el resguardo de derechos fundamentales sin una
afectación o incidencia directa a una colectividad, no correspondiendo la activación de la acción de
cumplimiento, porque la solicitante de tutela alegó la vulneración de su derecho de petición dentro
de un trámite administrativo que se realizó en la señalada entidad edil, en el que es parte interesada,
motivos por los que no es posible acudir con el respectivo reclamo a esta vía, dado que en estos
casos, se debe activar la acción de amparo constitucional, siempre y cuando se observen los requisitos
establecidos por ley, lo cual condice con lo determinado por el art. 66.4 del CPCo, que indica:
“La Acción de Cumplimiento no procederá:
…En procesos o procedimientos propios de la administración, en los cuales se vulneren derechos y
garantías constitucionales, tutelados por la acción de amparo constitucional”.
Conforme al razonamiento precedente, el problema jurídico no es susceptible de protección a través
de la acción de cumplimiento, correspondiendo denegar la tutela solicitada.
En consecuencia, se establece que el Juez de garantías al “RECHAZAR” la tutela impetrada, aunque
el término correcto debió ser denegar, realizó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales
y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 586


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revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 31 de mayo, cursante de fs. 70 a 71 vta.,


pronunciada por el Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia e
Instrucción Penal Primero de la Asunta -en suplencia legal de la Jueza Mixta de Familia, de la Niñez
y Adolescencia e Instrucción Penal Primera de Chulumani- del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos precedentes.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 587


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0711/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29295-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 073/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 122 a 128, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Marcelo Mauricio Gutiérrez Quisbert,
Director General de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (DIRCABI)
contra William Eduard Alave Laura, Fiscal Departamental de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial de 11 de marzo de 2019, cursante de fs. 28 a 35, la parte accionante, expresó los
siguientes argumentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
DIRCABI es una entidad desconcentrada del Ministerio de Gobierno, encargada del registro, control
y administración de los bienes secuestrados, incautados, confiscados en procesos penales; así como,
aquellos sujetos a pérdida de dominio; en ese marco, dentro de un proceso penal por sustancias
controladas, se encontraba bajo la administración de la citada entidad, el camión Volvo con placa de
control 2015-NXR; mismo que, fue incautado mediante Resolución 734/2013 de 8 de noviembre,
emitida por el Juez de Instrucción Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz; y,
posteriormente confiscado mediante Sentencia 495/2014 de 8 de agosto, pronunciada por el
precitado Juez; no obstante, de forma absolutamente irregular, esta autoridad a través de Resolución
36/2015 de 9 de febrero, dispuso la desincautación, ordenando su devolución a Luís Machaca Apaza,
verificándose en el trámite administrativo de devolución, la existencia de documentación falsificada
utilizada por este último, quien fue aprehendido y sometido a procedimiento abreviado por uso de
instrumento falsificado, recibiendo la condena de cuatro años de privación de libertad.
Antes de la emisión de la Resolución de rechazo de “11 de abril de 2018”, DIRCABI, presentó
ampliación de denuncia respecto al delito de prevaricato, que fue aceptada por Decreto de 12 abril
de igual año y se puso a conocimiento del Juez de control jurisdiccional, quien emitió una
conminatoria que debía ser devuelta por el Ministerio Público; sin embargo, este se limitó a emitir la
determinación de rechazo por la causal prevista en el art. 304.3 del Código de Procedimiento Penal
(CPP).
Verificando que el incidente de devolución dentro del proceso penal se presentó dos veces ante el
mismo Juez y con los mismos fundamentos, en contradicción con el art. 315 CPP; y que, se dispuso
la restitución de un bien confiscado, presentaron denuncia por el delito de prevaricato e
incumplimiento de deberes en contra del indicado Juez que luego de la etapa preliminar, el Ministerio
Público emitió Resolución de rechazo RES.RECH./FEPDC/CORP 70/2018 de 20 de abril, que siendo
objetada, recibió en respuesta la Resolución Jerárquica FDLP/EJBS-R 993/2018 de 25 de julio, por
supuestamente no concurrir suficientes elementos para fundar acusación, señalando que para la
existencia de prevaricato debe apelarse la decisión y sólo con las resultas de la misma, podría
iniciarse; y, en segundo lugar indica que, para considerar el incumplimiento de deberes debe mediar
un proceso sumario ante autoridad administrativa que determine responsabilidad penal, con lo que,
recién puede iniciarse el proceso por dicho delito; interpretaciones que son completamente contrarias
a derecho e implican vulneración de derechos fundamentales.

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Al margen de la omisión en cuanto a la consideración de ampliación de denuncia y de las dos


interpretaciones arbitrarias de la normativa vigente, la resolución, claramente construida de forma
apresurada y sin un estudio mínimo del caso, se funda en hechos completamente ajenos a los
antecedentes, puntualizando una “…resolución supuestamente contraria (mandamiento de
desapoderamiento de fecha 18 de mayo de 2016 y)” (sic); hecho totalmente
descontextualizado de la causa que no guarda ninguna relación con la decisión reputada de
prevaricadora ni con el proceso del cual emana la misma, generando incertidumbre respecto a la
razones de la emisión de este arbitrario fallo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante, considera lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y congruencia y a la tutela judicial efectiva, citando al efecto el art. 115
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, dejando sin efecto la Resolución Jerárquica FDLP/EJBS-R 993/2018;
disponiendo que la autoridad demandada, emita una nueva, debidamente fundamentada respetando
la tutela judicial efectiva y conforme a la interpretación aceptada uniformemente en la doctrina y
jurisprudencia sobre los delitos de prevaricato e incumplimiento de deberes y sea de acuerdo a la
jurisprudencia vigente.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional bajar
Celebrada la audiencia pública el 21 de marzo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 96 a
106 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El impetrante de tutela a través de su abogado, ratificó in extenso el contenido del memorial de
acción de amparo constitucional interpuesto y acotó: a) Una vez admitida la ampliación de la
demanda, el Juez de Instrucción Anticorrupción y Violencia contra la Mujer Segundo de la Capital del
departamento de La Paz, el 13 de abril de 2018, emitió conminatoria, por la cual, el Ministerio Público
debió actuar conforme a lo establecido en el art. 301.2 del CPP, solicitando mayor plazo para las
investigaciones en virtud a la ampliación de denuncia, declaración de testigos, emisión de
requerimientos; es más, correspondía se tome la declaración ampliatoria al demandado; actuados,
que no se llevaron a cabo, en lugar de ello, pronunciaron la Resolución de Rechazo que fue objetada;
b) Si bien es atribución de los jueces y tribunales ordinarios la interpretación de la legalidad ordinaria,
no es menos cierto que, cuando esta es arbitraria es susceptible de tutela de acuerdo a la línea
jurisprudencial constitucional; el argumento de que para que concurra el delito de prevaricato debe
agotarse una vía de impugnación, presentándose apelación en la vía ordinaria y que el superior
jerárquico determine si esa determinación es manifiestamente contraria o no a la norma; resultando
dicha entendimiento completamente arbitrario, creando, lo que la doctrina denomina, una mutación;
una nueva norma del art. 173 del CPP; c) El delito de prevaricato tiene un carácter instantáneo; es
decir, se consuma en el momento en que la autoridad jurisdiccional emite un dictamen evidentemente
contrario a la ley y eso lo remarca la propia jurisprudencia de la entonces Corte Suprema de Justicia,
a través de los Autos Supremos 760 de 6 de diciembre de 2004 y 44 de 28 de febrero de 2008,
emitidos por los Magistrados de la Sala Penal Segunda del Tribunal Supremo de Justicia, mismos que
la propia Fiscalía siguió en otros casos; d) DIRCABI no apeló, empero, tampoco exigieron que agotara
la vía, por lo tanto, la interpretación que contiene la Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018, añade un
elemento inexistente en el art. 173 del Código Penal (CP), una condición objetiva de punibilidad, la
cual se entiende como que el Juez que dictare una disposición manifiestamente contraria a la ley,
será así, siempre y cuando el superior en grado determine, lo cual, resulta aberrante, disquisición
completamente injusta fuera de toda lógica, vulneratoria de derechos; e) El segundo entendimiento
que resulta ilegal, está referido al art. 254 del precitado Código, según la citada Resolución para que
exista el incumplimiento de deberes debe arribarse a esa conclusión mediante determinación de
responsabilidad administrativa de la Ley 1178 de 20 de julio de 1990 -Ley de Administración y Control

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Gubernamental- y Decreto Supremo (DS) 23318-A de 3 de noviembre de 1992, ello denota


arbitrariedad, porque las autoridades jurisdiccionales no están sometidas a las indicadas normas, sí
a la Ley del Órgano Judicial - Ley 025 de 24 de junio de 2010- que en su art. 184.3 es absolutamente
claro, cuando regula que el proceso disciplinario seguido por el Consejo de la Magistratura es
totalmente independiente de cualquier acción civil, penal o de otra naturaleza, no es necesario agotar
primero la vía disciplinaria para recién analizar el incumplimiento de deberes; al respecto existe
jurisprudencia constitucional en la SC 0506/2005-R -no señala fecha-; f) Existe incongruencia omisiva
en la decisión cuestionada, porque la dictaron sin realizar previamente algún acto investigativo, no
declararon siquiera los testigos propuestos en la ampliación de denuncia, cuando lo correcto era
subsanar que la Fiscalía “corporativa” no hizo, que era solicitar mayor plazo para la investigación a
efectos de que se continúe con el diligenciamiento de los actos correspondientes; contrariamente a
eso, ratificó el rechazo en virtud al art. 304.3 -no señala de qué norma-, cuando el mismo no puede
concurrir si no se realizaron los mencionados actuados, tal como sucede en el presente caso; y, g)
Existe incluso una incongruencia extra petitum, porque se nota que la aludida Resolución fue
elaborada de manera apresurada, con la plantilla de otro caso que nada tiene que ver con el suyo;
es por eso, que refleja carencia de fundamentación y congruencia, vulnerando el derecho al debido
proceso; y, con relación al derecho a la tutela judicial efectiva, se les coartó la posibilidad de solicitar
cualquier acto de investigación; por todo lo expresado, pide que se le conceda la tutela.
Haciendo uso de su derecho a la réplica, dijo: 1) DIRCABI, tiene por finalidad, administrar,
resguardar, custodiar bienes secuestrados, incautados, confiscados y de aquellos que provienen de
“…delitos de acción de pleno dominio”; y, 2) Denunciaron porque lamentablemente, autoridades
judiciales a nivel nacional, no solamente aquí sino en La Paz, de forma discrecional faltando a la
verdad devolvieron estos bienes confiscados a favor de palos blancos del narcotráfico.
Respondiendo a las preguntas de los Vocales Constitucionales, manifestó que: No se interpuso acción
de amparo constitucional con relación a la Resolución Jerárquica que hoy reclaman; por lo que, no
existiría un doble pronunciamiento al respecto.
I.2.2. Informe del demandado
William Eduard Alave Laura, Fiscal Departamental de La Paz, por informe escrito de 20 de marzo de
2019, cursante de fs. 43 a 47, expresó que: i) El memorial de ampliación de hechos, fue presentado
ante el Fiscal asignado al caso, el 11 de abril de 2018, mereciendo proveído de 12 del mismo mes y
año, mediante el cual, el precitado servidor público, estableció de forma textual “téngase por
ampliado la denuncia en cuanto a los fundamentos jurídicos y que guardan relación con el delito de
Incumplimiento de Deberes, póngase a conocimiento de la Autoridad Jurisdiccional para fines de
control…” (sic); sin embargo, el Juez de control jurisdiccional el 10 de ese mes y año, emitió Auto de
Conminatoria de la Etapa Preliminar, que, fue notificado al Fiscal de Materia el 13 y 19 del referido
mes y año, se puso a conocimiento del prenombrado Juez el Informe de ampliación de la denuncia;
por consiguiente, ante la existencia del Auto de Conminatoria, correspondía que el Fiscal emita
requerimiento conclusivo correspondiente a la Etapa Preliminar; ii) La Resolución FDLP/EJBS-R
993/2018, respondía a los puntos objetados, los cuales, fueron desarrollados en el apartado II.2
referido a la objeción del rechazo; y respondidos en el apartado en el apartado II.3., análisis de caso
concreto, por consiguiente, lo argumentado por el impetrante de tutela no guarda relación con los
antecedentes del proceso; iii) De la lectura de la citada Resolución, se advirtió que la misma cuenta
con los componentes que exige el debido proceso, está fundamentada y motivada, se desarrollaron
en ella los fundamentos de hecho y de derecho, previa valoración de los elementos de convicción
colectados en el transcurso de la investigación; la motivación no implica la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales; sino que, exige una estructura de forma y fondo, que puede ser
concisa pero clara, satisfaciendo de esa manera, todos los puntos demandados “SC 1365/2005-R de
31 de octubre”; iv) Asimismo, no vulneró el debido proceso en su vertiente congruencia; por cuanto,
responde a la estructura misma de una resolución; la entonces Autoridad Jerárquica del Ministerio
Público, para resolver el recurso, contestó y absolvió cada una de las alegaciones expuestas en el
memorial de objeción, contando con una armonía lógica-jurídica entre la fundamentación y la
valoración efectuada; más aún, cuando se consideró el hecho denunciado, los elementos indiciarios

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colectados, las resultas de la misma y los argumentos de objeción a la Resolución de Rechazo; todo
esto, en cumplimiento a la jurisprudencia de la SCP 0632/2012 de 23 de julio; v) El haberse hecho
alusión a la Ley 1178 en la fundamentación referente al incumplimiento de deberes, no es argumento
suficiente para acudir a una acción tutelar; además, no se estableció de manera clara y precisa cuál
el derecho vulnerado, debido a que dicho ilícito, a efectos de determinar indicios de responsabilidad
penal, necesariamente requería de un proceso ulterior tramitado en la vía administrativa; y, vi) En
consideración a lo argüido, los extremos manifestados por el ahora accionante, carecen de
fundamento, soslayando incluso las facultades y atribuciones conferidas al Fiscal Departamental
conforme prevén los arts. 32, 34 y 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), máxime, si
las resoluciones emitidas por la mencionada
Autoridad, no reconocen recurso ulterior y no pueden ser revisadas en el fondo por presuntas
conjeturas; por lo cual, impetra se deniegue la tutela solicitada.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Yván Noel Córdova Castillo, Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz, en audiencia manifestó que: a) Se debe declarar la improcedencia de esta acción por falta
de legitimación activa, pues tal cual se demuestra en los documentos que presentaron ante este
Tribunal, DIRCABI, única y exclusivamente está constituida en denunciante dentro de la causa penal
que origina esta acción; al respecto, los arts. 284, 285 y 287 del CPP, expresan que el denunciante
no será parte del proceso, por lo tanto, DIRCABI sólo formuló denuncia en su contra; es decir, no es
parte ya que debieron haberse querellado; b) Si DIRCABI no es parte del proceso penal en su contra,
la decisión asumida por la Autoridad ahora demandada, no le afecta; es así que, en cumplimiento de
lo establecido por el art. 53 del Código Procesal Constitucional (CPCo), se debe declarar la
improcedencia de esta acción; c) No se sabe qué norma interpretó arbitraria e ilógicamente el Fiscal
Departamental de La Paz, en virtud a que no se dijo nada al respecto en audiencia y menos en el
memorial de demanda. Sobre este tema, la “…SC 008/2006-R…” -no indica fecha-, establece que
cuando por la vía de amparo constitucional se pretende la revisión de la legalidad ordinaria, que es
privativa de los jueces ordinarios, quien solicite dicho análisis, debe alegar que existió insuficiente
motivación; asimismo, que resulte arbitraria, incongruente, absurda, ilógica o con error evidente; es
obligación identificar las reglas de la interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o
administrativo, circunstancia que no ocurrió en este caso; d) Si por el delito de incumplimiento de
deberes, no se demandó primero por la vía disciplinaria, entonces la parte accionante se estaría
convirtiendo en fiscal de materia; por otro lado, una vez que el “…Fiscal de Distrito…” (sic) emitió
una disposición que resolvió en la vía de impugnación el requerimiento conclusivo emitido por el
Fiscal de Materia, el Juez de la causa pierde competencia para ejecutar el control jurisdiccional por
posibles lesiones a los derechos fundamentales y garantías constitucionales que, en un determinado
momento no fueron reparadas por el entonces “Fiscal de Distrito”, no obstante que fueron
denunciadas a momento de impugnar las resoluciones; e) En esos casos, las partes deberían acudir
al Juez cautelar para impugnar el Requerimiento Conclusivo previsto en el art. 323 del CPP, o en su
caso, dentro del plazo previsto para impugnar el rechazo o sobreseimiento; en otros términos,
DIRCABI tenía la vía expedita para cuestionar la resolución hoy alegada como lesiva a sus derechos;
así establece la citada jurisprudencia en un caso exacto; empero, no lo hicieron; f) En su condición
de Juez, negó la devolución de un vehículo, apelaron esa decisión y el Tribunal de alzada revocó
dicha resolución; es decir, ordenaron la devolución, habiendo sido notificada DIRCABI con la misma,
con la expectativa de que iban a plantear una acción de amparo contra esa disposición, pero no
sucedió. Convocó a tres audiencias, “…no les ha dado gana de presentarse…” (sic); les pidió que
respondan, no lo hicieron; dictó resolución devolviendo el vehículo, no apelaron y ahora “…¿él es el
culpable?...” (sic); no fueron diligentes, no formularon queja y ahora acuden a la acción de amparo
constitucional con total falta de lealtad; y, g) Si consideraban que su decisión era vulneradora de
derechos, debieron haber reclamado ante la autoridad pertinente en la vía ordinaria; sin embargo, la
orden de devolución de un vehículo, ya fue incidentada ante el Juzgado de Instrucción Séptimo de la
Capital, emitiéndose la Resolución 204//2018 de 20 de agosto en la que les dijeron, “…oigan se han
dormido…” (sic), no reclamaron oportunamente, este ya es un tema cerrado; el hecho es que

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teniendo los mecanismos intraprocesales en el proceso común ordinario, no reclamaron


oportunamente, evidenciando así su negligencia e inoperancia.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
073/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 122 a 128, denegó la tutela solicitada, en base a los
siguientes fundamentos: 1) La amplia jurisprudencia estableció las auto restricciones a la jurisdicción
constitucional, una de ellas, es no poder efectuar la revisión de legalidad ordinaria cuando no se
cumplen los presupuestos referidos a que el peticionante de tutela debe demostrar por qué razones
la interpretación de la autoridad demandada, inobservó los principios de razonabilidad,
proporcionalidad y objetividad; 2) En relación al delito de incumplimiento de deberes, los argumentos
expuestos en el memorial de objeción al rechazo de la denuncia, no cumplieron con el
cuestionamiento que recientemente se expuso en la presente audiencia; la Resolución de Rechazo,
efectúa un análisis de dicho delito, señalando que el sujeto activo es el servidor público, el sujeto
pasivo inmediato, el bien jurídico, la función pública, que es un delito doloso; 3) También se refiere
a las llamadas faltas disciplinarias ,que no recaen sobre el tipo penal; es necesario que el funcionario
omita, retarde, rehúse algún acto al que legalmente está obligado. Conforme a los ”actos” del
cuaderno de investigaciones, no se advierte acto que se hubiera omitido, retardado o rehusado
conforme los antecedentes, la parte interesada promovió nuevo incidente con la misma petición y
que este aspecto fue promovido y resuelto, extremos que no fueron enervados; 4) En el mencionado
memorial, no existen los cuestionamientos y argumentos recientemente vertidos en la acción de
amparo; en ese mérito, no se puede pretender que la autoridad jerárquica emita una resolución con
el análisis que se ha expuesto hoy en audiencia, cuando ello no fue cuestionado ni solicitado con
anterioridad; al respecto, corresponde referirse al principio de subsidiariedad que rige la acción de
amparo constitucional; el mecanismo idóneo efectivo que se tenía para cuestionar era precisamente
la impugnación al rechazo; 5) Con relación a la vulneración al debido proceso en su elemento
fundamentación, debe considerarse que toda disposición administrativa o jurisdiccional, está
impregnada de fundamentación y motivación, lo contrario se refiere a que la autoridad jurisdiccional
y/o administrativa, no hubiera realizado la cita de preceptos normativos, jurisdiccionales ya sean
constitucionales u ordinarios y citando los mismos, fueran ilógicos, incoherentes en relación a la
decisión del caso; en ese marco, no se advierte ausencia de carga “fundamentadora” en la Resolución
Jerárquica; por consiguiente, no amerita efectuar mayor análisis, al no advertirse que la autoridad
demandada hubiese inobservado el deber de fundamentar su determinación; 6) Se alegó también la
vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva, que tiene que ver esencialmente con la decisión
pronta, oportuna y efectiva de la autoridad judicial; un dictamen que no contemple estos
presupuestos, no implica tutela judicial efectiva; la regla es que sea pronta y efectiva pero que
además tenga relación con los criterios que se postula, a esto el Tribunal Constitucional Plurinacional
ha llamado justicia material; en relación a esos criterios se entiende que no existe lesión alguna a los
derechos postulados por DIRCABI; 7) Habiendo la entidad accionante, realizado de manera constante
peticiones, participó impugnando el rechazo, de manera posterior también promovió incidente de
actividad procesal defectuosa que fue declarado improcedente en primera instancia, acudiendo
después a una acción de amparo constitucional, instancia en la que el 14 de agosto de 2018 tuteló
sus derechos; por consiguiente, no se advierte vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva; 8)
En cuanto a la vulneración al derecho al “debido proceso sustantivo material”, está vinculado al hecho
de que las autoridades jurisdiccionales tengan un mismo “cause” a sus decisiones y determinaciones,
indistintamente de los casos que se les presenten; asimismo, está vinculado con el principio de
igualdad. En la presente causa no se habló de alguna supresión a este, subsidiariamente se podría
entender tal situación; sin embargo, se debe tomar en cuenta que la acción de amparo constitucional
está revestida de cierto formalismo y cumplimiento de requisitos; en ese mérito, si no se podía
ingresar a analizar este argumento que no fue objeto de análisis por parte de la autoridad
demandada, razón por la cual, se determina, que tampoco existe vulneración a este derecho; y, 9)
Con relación a la incongruencia denunciada, los textos que corresponden a la plantilla original, no
afectan el fondo de la decisión, si bien el accionante tiene absoluta razón al impugnar y observar

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sobre este error de forma, no guardan relación con la cuestión principal, el apartamiento del texto
cuestionado no haría cambiar el carácter dispositivo -el por tanto- de la Resolución impugnada.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Mediante memorial de 4 de diciembre de 2017, Marcelo Mauricio Gutiérrez Quisbert, Director
de DIRCABI, formuló denuncia contra Yván Noel Córdova Castillo, ex Juez de Instrucción Séptimo
Penal de la Capital, ahora Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia, ambos
de La Paz, por la presunta comisión de los delitos de prevaricato e incumplimiento de deberes ante
el Ministerio Público del precitado Departamento, solicitando se admita la misma (fs. 5 a 8 vta.);
ampliándola el 11 de abril de 2018 (fs. 9 a 11).
II.2. Por Resolución de Rechazo RES.RECH/FEPDC/CORP 70/2018 de 20 de abril, emitida por los
miembros de la Fiscalía Especializada en Persecución de Delitos de Corrupción (FEPDC)-Corporativa,
en cumplimiento del Auto de Control Jurisdiccional, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio
Público a denuncia de Marcelo Mauricio Gutiérrez Quisbert, Director General de DIRCABI contra Yván
Noel Córdova Castillo, desestimaron la denuncia formulada por la presunta comisión de los delitos de
prevaricato e incumplimiento de deberes (fs. 12 a 16 vta.).
II.3. A través de memorial presentado el 30 de abril de 2018, DIRCABI interpuso objeción contra el
dictamen descrito precedentemente, solicitando la emisión de Resolución Jerárquica, revocando el
rechazo de denuncia y disponiendo la prosecución de la investigación (fs. 17 a 20).
II.4. Mediante Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018 de 25 de julio de 2018, Edwin José Blanco Soria,
Fiscal Departamental de La Paz, ratificó el rechazo objetado, disponiendo el archivo de obrados (fs.
21 a 24).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La entidad accionante, considera lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y congruencia y a la tutela judicial efectiva; alegando que ante la
ampliación de denuncia, la Autoridad demandada no realizó ningún acto investigativo, ratificando la
Resolución de rechazo de denuncia a favor de Yván Noel Córdova Castillo; en base a la norma prevista
en el art. 304 núm. 3) del CPP.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. De la fundamentación y la motivación de las resoluciones emitidas por los
representantes del Ministerio Público
Sobre la necesidad de motivar y fundamentar las resoluciones emitidas por los representantes del
Ministerio Público la SCP 0736/2016-S2 de 8 de agosto, entre otras menciona: “En cuanto a la
motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por los representantes del Ministerio
Público, la SCP 1140/2013 de 22 de julio, señaló que: `…toda autoridad que conozca de un
reclamo, solicitud o dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe
ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es
necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera
que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la
misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará
pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas
sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por
los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier
interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había
otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió. Al contrario,
cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que se ha arribado,
son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados conforme
a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado con apego a la

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justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para que en búsqueda
de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro del proceso se
observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución que ordene la
restitución de dichos derechos y garantías, así se ha entendido en varios fallos de este Tribunal, entre
ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio. Asimismo, cabe señalar que la motivación no implicará
la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura
de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por
fielmente cumplidas; al contrario, cuando la resolución aún siendo extensa no traduce
las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas (SC 2023/2010-R de 9 de noviembre reiterada por la SC 1054/2011-R de 1 de julio)’.
De la misma forma, la SC 0847/2011-R de 6 de junio, refiriéndose a un caso de ausencia de
fundamentación y motivación de la resolución emitida por los fiscales, señalo: «Por lo expresado
hasta aquí, se concluye que, de acuerdo a la normativa y jurisprudencia citada, las
resoluciones fiscales emitidas deben estar debidamente motivadas, constituyendo la
decisión de rechazo una forma de conclusión del proceso que deviene como resultado de
la investigación penal y que se opera al interior del Ministerio Público como facultad
privativa de dicha entidad. En efecto, una vez producida la intervención policial, sea preventiva o
por denuncia y conocido el informe preliminar, previa compulsa de los antecedentes está facultado
para, imputar formalmente un hecho efectuando una calificación provisional, ordenar la
complementación de diligencias, rechazar la denuncia o querella y solicitar salidas alternativas como
la aplicación de criterios de oportunidad, la conciliación o el procedimiento abreviado. En el caso
previsto en el art. 304 inc.1), el rechazo produce el archivo de obrados y extingue la acción penal e
impide toda persecución por parte del Ministerio Público, lo que no acontece en los incisos 2), 3) y
4), en el que existe la posibilidad de que se reabra la investigación dentro del año y una vez
transcurrido dicho lapso, se extingue la acción penal, conforme prevé el art. 27 inc.9) del CPP»” (las
negrillas y el subrayado nos pertenecen).
III.2. El principio de congruencia y su observancia en las resoluciones del Ministerio
Público
Sobre el principio de congruencia, la SC 0486/2010-R de 5 de julio, señala que deriva
como:“…principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como la
estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien,
esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial
o administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y
dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un
razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos
contenidos en la resolución. La concordancia de contenido de la resolución y su estricta
correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de
las disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que
se asume. En base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos motivados,
congruentes y pertinentes” (las negrillas y el subrayado fueron añadidas).
En esa misma línea jurisprudencial, la SCP 0835/2016-S2 de 12 de septiembre, citando a la SCP
0177/2013 de 22 de febrero, refiere lo siguiente: “ El principio de congruencia, responde a la
pretensión jurídica o la expresión de agravios formulada por las partes; la falta de
relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice el principio procesal de congruencia,
la resolución de primera y/o segunda instancia, debe responder a la petición de las partes
y de la expresión de agravios, constituyendo la pretensión jurídica de primera y/o segunda
instancia” (las negrillas son nuestras).
III.3. El derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva

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Sobre el derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, este Tribunal a través de la SCP
0017/2018-S2 de 28 de febrero, indicó que : “El derecho a la tutela judicial efectiva o acceso a
la justicia, conforme lo entendió la SC 1388/2010-R de 21 de septiembre, consiste en la posibilidad
de acudir ante un tribunal de justicia y así obtener una sentencia fundamentada que pueda ser
impugnada, y en consecuencia, conseguir el cumplimiento efectivo de la misma, garantizando el
restablecimiento de su situación jurídica vulnerada en pleno ejercicio de su derecho a la defensa.
En ese contexto, la SCP 1478/2012 de 24 de septiembre, en el Fundamento Jurídico III.1.1, establece
tres elementos constitutivos del derecho al acceso a la justicia:
1) El acceso propiamente dicho a la jurisdicción, es decir, la posibilidad de llegar a la pluralidad de
jurisdicciones reconocidas por la Constitución, sin que existan obstáculos, elementos de exclusión,
limitación, que dificulten el ejercicio de dicho derecho tanto por el Estado como por los particulares;
2) Lograr un pronunciamiento judicial proveniente de las autoridades judiciales formales o las
autoridades naturales de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, que solucione el
conflicto o tutele el derecho, siempre que se hubieran cumplido los requisitos establecidos en la
norma; y 3) Lograr que la Resolución emitida sea cumplida y ejecutada, debido a que si se entiende
que se acude a un proceso para que se reestablezca o proteja un derecho, un interés o un bien, en
la medida que el fallo no se ejecute, el derecho a la jurisdicción o de acceso a la justicia no estará
satisfecho.
A lo señalado, la SCP 1953/2012 de 12 de octubre, ampliando el contenido del derecho de acceso a
la justicia, refiere que en el ámbito procesal, debe ser interpretado por las autoridades
jurisdiccionales a partir del principio pro actione, el cual deriva del principio pro homine -también pro
persona o favorabilidad-, que implica la obligación de aplicar las normas procesales de manera más
favorable, que asegure una justicia material por encima de una formal.
Finalmente, la SCP 0015/2018-S2 de 28 de febrero, sobre la base de las SSCC 0944/2001-R,
0125/2003 y 1206/2010-R; y, la SCP 1450/2013 de 19 de agosto, entiende que el derecho a la
eficacia del cumplimiento o ejecución de las resoluciones constitucionales -como componente del
derecho a la tutela judicial efectiva- debe ser en la medida de lo determinado por las autoridades
judiciales, pues de lo contrario, se lesiona el derecho al acceso a la justicia o tutela judicial
efectiva” (las negrillas fueron añadidas).
III.4. Análisis del caso concreto
La parte accionante, considera lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y congruencia y a la tutela judicial efectiva; alegando, que ante la
ampliación de denuncia la autoridad demandada no realizó ningún acto investigativo, ratificando la
Resolución de rechazo de denuncia a favor de Yván Noel Córdova Castillo, ex Juez de Instrucción
Penal Séptimo de la Capital, ahora Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental, ambos
de La Paz; en base al art. 304 núm. 3) del CPP.
De los datos que cursan en el expediente y de las Conclusiones de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, se evidencia que, Marcelo Mauricio Gutiérrez Quisbert, Director General de DIRCABI,
mediante memorial de 4 de diciembre de 2017, formuló denuncia contra Yván Noel Córdova Castillo
en su condición de Juez de Instrucción en lo Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz,
por la presunta comisión de los delitos de prevaricato e incumplimiento de deberes, que el 11 de abril
de 2018 fue ampliada con relación a los hechos, que fue respondida por Resolución de Rechazo
RES.RECH./FEPDC/CORP 70/2018, de 20 de abril señalando: -“ANTE CUMPLIMIENTO DE AUTO DE
CONTROL JURISDICCIONAL…” (sic), dictada por los miembros de la FEPDC - Corporativa; decisión,
contra la que el 30 de abril de 2018, DIRCABI interpuso objeción, solicitando que se revoque la
misma, disponiendo la prosecución de la investigación; sin embargo, a través de Resolución
FDLP/EJBS-R 993/2018 de 25 de julio, Edwin José Blanco Soria, Fiscal Departamental de La Paz, la
ratificó en virtud al art. 304 núm. 3) del CPP.
En ese marco, a efectos de analizar la problemática planteada y en virtud a los elementos del debido
proceso que el ahora accionante denuncia como lesionados, corresponde realizar una revisión del

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memorial de objeción formulado por este, cuyos aspectos son: i) El 11 de abril de 2018, se presentó
memorial ampliando la denuncia de los hechos; misma que, mereció el decreto de admisión de 12
del igual mes y año, disponiendo igualmente que se comunique al juez contralor de la causa que la
investigación debía continuar conforme a procedimiento; quedando pendiente la declaración testifical
de Luís Machaca Apaza y otros actos investigativos por los que no podrían concluirse las diligencias
preliminares, menos disponerse el rechazo de denuncia; ii) El Juez demandado, resolvió de manera
distinta y contraria dos incidentes planteados con la misma persona, diferentes apoderados y con
iguales argumentos; al respecto el AS 225/2008 de 17 de noviembre, señala que si en la etapa de
los incidentes no se hubiere opuesto la solicitud de devolución de los bienes incautados, dicho
petitorio procede en ejecución de sentencia ante el órgano que conoció la causa y pronunció el fallo
correspondiente; empero, no dice que si se planteó en la fase de incidentes y se negó, puede volver
a presentarse en la fase de ejecución; esa fue una deformación antojadiza del sindicado; iii) El delito
de prevaricato, previsto en el art. 173 CP, es instantáneo, puesto que la acción consiste en emitir
una decisión manifiestamente contraria a la ley, coincidente con el momento de la consumación del
delito y de ninguna manera puede exigirse el agotamiento de las vías de impugnación ordinaria, pues
dicha culminación se agota con la emisión de la resolución contraria a la ley; constituyendo un
argumento falaz y totalmente contrario a la estructura de la teoría del delito que se exija que para el
prevaricato haya operado una disposición del superior en grado; lo que resulta contrario a la
naturaleza instantánea de este tipo penal; iv) Es falso lo establecido en la Resolución de rechazo,
respecto a que, mediante el Auto de Vista se dispuso la devolución del bien; porque, lo que en
realidad se determinó fue que el sindicado dicte una nueva Resolución fundamentada debido a que
la impugnada carecía de fundamentación; siendo el incumplimiento del citado Auto de Vista la base
de la comisión del delito de prevaricato, que contrariamente a la determinación del mismo, este
admitió, tramitó y resolvió un nuevo incidente; v) Un bien declarado como confiscado pasa a ser
propiedad del Estado y por tanto cualquier afectación al mismo atenta a su patrimonio, entonces el
delito denunciado se enmarca en el párrafo cuarto del art. 173 del CP, configurándose en delito de
corrupción; y, en cuanto al delito de incumplimiento de deberes, no existe una valoración ni
investigación sobre el mismo, lo que constituía un elemento suficiente para que continúe la
indagación; acerca de todo lo referido; la Resolución de rechazo no refiere ni evalúa absolutamente
nada; constituyéndose en una decisión que vulnera el principio de seguridad jurídica; y, vi) Dicho
dictamen, que además de errores ortográficos, gramaticales, partes inentendibles, citas inconclusas
y sin contexto, utiliza de forma mezclada como fundamento el art. 301 núm. 1) del CPP; cuando este
se refiere a la imputación formal, no obstante la “mezcolanza” y que en ciertas partes de la misma,
refiere que la conducta no constituye delito, en el por tanto, expresa que el rechazo se emitió en
base al art. 304 núm. 3) del mismo cuerpo legal; es decir, que la investigación no aportó elementos
suficientes para fundar su acusación. En ese sentido, teniendo una ampliación reciente y actos de
averiguación pendientes, corresponde que se continúe con la misma.
Conocidos los agravios expuestos por el impetrante de tutela en el memorial de objeción al rechazo
de la denuncia, concierne revisar el contenido de la Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018; en los
siguientes términos: a) De los documentos detallados, se puede advertir que la parte denunciante
no menciona si contra el Auto Interlocutorio 269/2016 de 1 de agosto, interpuso algún recurso;
tomando en cuenta que todas las resoluciones pueden ser recurridas conforme a procedimiento y en
los plazos previstos por ley; teniendo el ahora denunciante recursos ordinarios y extraordinarios; por
lo que, antes de querer adecuar la conducta del denunciado, se deben agotar las demás instancias;
pues, de no hacerlo sería confundir una acción penal con una instancia de apelación, pretendiendo
restaurar un derecho cuando el propio afectado se puso en indefensión al no ejercer los recursos que
la ley le faculta para que se le restituya un derecho supuestamente lesionado, aspecto que es
sustentado por el art. 180.II de la CPE, sobre la garantía que otorga el Estado al principio de
impugnación en los procesos judiciales; con ese entendimiento, se debe considerar previamente si el
actuar de los sindicados se subsumía a los delitos denunciados, debiendo agotar las instancias
correspondientes; b) Del informe de 16 febrero de 2018, emitido por el Secretario del Juzgado de
Instrucción Penal Séptimo, quien entre otras cosas manifestó que DIRCABI no presentó apelación
contra el mencionado Auto Interlocutorio, lo que demuestra que el impetrante de tutela tenía derecho

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a recurrir en apelación pero no lo hizo; considerando que se había suspendido la audiencia en dos
oportunidades y que la citada Entidad no se presentó; asimismo, una vez notificada con la presunta
Resolución prevaricadora, no activaron los mecanismos correspondientes, consecuentemente, mal se
podría decir que están frente a una decisión contraria al ordenamiento jurídico o transgresora ya que
no se agotaron las vías impugnativas que otorga la ley. Las resoluciones y actos de los Órganos del
Estado en todos sus niveles, gozan de presunción de constitucionalidad; bajo ese contexto,
incorrectamente podrían referir que el sindicado habría adecuado su conducta al delito descrito en el
art. 173 del CP; c) Con relación al delito de incumplimiento de deberes, tipificado y sancionado por
el art. 154 del CP, regula que: “La servidora el servidor público que ilegalmente omitiere, rehusare
hacer o retardare un acto propio de sus funciones…”; al respecto, el denunciante no hizo mención
cual sería la normativa omitida, retardada o incumplida por el denunciado o cual fue el acto propio
“a” sus funciones, que fue inexacto, rehusado o retardado; asimismo, durante la investigación
preliminar no se pudo determinar indicios sobre la supuesta resolución contraria a derecho, objeto
de la litis; descartándose la pretensión del denunciante; d) El art. 28 de la Ley de Administración y
Control Gubernamental (LACG) y su Reglamento, instituyen que para establecer responsabilidad
ejecutiva, administrativa, civiles y penales, debe haberse sustanciado el proceso administrativo
disciplinario, en este caso ante la Autoridad Sumariante -Consejo de la Magistratura- y si en el mismo,
se determinará responsabilidad penal por incumplimiento de funciones, recién proceder con el
proceso correspondiente tomando en cuenta que este tiene como principio primordial el de ultima
ratio o última razón, interviniendo únicamente, cuando fracasan las demás barreras protectoras del
bien jurídico, no pudiendo penalizar todas las conductas; debido a que, en nuestro ordenamiento
jurídico existen normas que se encargan de sancionar conductas omitidas menos gravosas en
instancias que deparan otras ramas del derecho, que se deben agotar previo a la interposición de
una denuncia penal; y, e) El Ministerio Público, a momento de dictar resolución y ante la duda sobre
la comisión del delito o sobre la responsabilidad de los sindicados, el proceso debe resolverse a su
favor; pues, si los hechos que constituyen causa para la denuncia o querella después de la
investigación no están sustentados o no conducen a un grado de certeza que permita concluir que
los investigados sean responsables, mal podría continuarse con el proceso contra quien cuya autoría
o participación en la conducta antijurídica no pudo demostrarse.
De todo lo precedentemente anotado y en concordancia con los Fundamentos Jurídicos de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, este Tribunal advierte que en la Resolución de Rechazo
FDLP/EJBS-R 993/2018, evidentemente no se respondió expresamente a los agravios expresados por
DIRCABI, tampoco se realizó ningún análisis sobre los mismos; sin observar que, la fundamentación,
motivación y congruencia, como elementos del debido proceso, deben ser cumplidos por la autoridad
que imparte justicia, soslayando el deber que tenía de referirse individualmente a cada
cuestionamiento realizado en dicho memorial; en efecto, no existe un pronunciamiento acerca de la
ampliación de denuncia de los hechos, tampoco del por qué se quedaron pendientes de realización
ciertos actos investigativos; no se advierte pronunciamiento alguno referente a la doble presentación
de un mismo incidente; asimismo, sobre el delito de prevaricato y la supuesta exigencia de agotar
las vías de impugnación ordinaria para su consumación; y, menos en relación al delito de
incumplimiento de deberes y el cuestionamiento del por qué no se efectuó ningún acto indagatorio
al respecto; por otro lado, respecto a que mediante el precitado Auto Interlocutorio se hubiera
dispuesto la devolución del bien, siendo que este, sólo decidió que el Juez a quo dicte nueva
disposición fundamentada porque la anterior carecía de fundamentación; es así que, en su primera
parte, dicha Resolución, hace una relación del hecho investigado y un análisis escueto de las
Resoluciones emergentes del mismo para posteriormente citar doctrina inherente al delito de
prevaricato sin hacer un análisis de la misma ni establecer conclusión alguna. En la Resolución hoy
impugnada a través de esta acción, insiste la Autoridad demandada en que el ahora accionante debió
agotar los recursos que la ley le franqueaba ante las instancias correspondientes; no da a conocer
cual la norma legal, jurisprudencia o fuente que expresa que previo a determinar la comisión del
delito de incumplimiento de deberes, se debe establecer responsabilidades en la vía administrativa.
Es así que, como se tiene evidenciado, los puntos impugnados no merecieron pronunciamiento alguno
por parte del Fiscal ahora demandado, quien debió al momento de emitir la Resolución FDLP/EJBS-

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R 993/2018, tomar en cuenta lo establecido en el art. 57 de la LOMP, que con relación a la forma de
actuación de las y los fiscales departamentales, manifiesta: “Las y los Fiscales formularán sus
requerimientos y resoluciones de manera fundamentada y específica…”; conllevando este
extremo a una clara vulneración al elemento congruencia del debido proceso, ya que, debió existir
correspondencia entre lo pedido, considerado y resuelto, tal como se tiene y entiende de la línea
jurisprudencial glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución Constitucional
Plurinacional, máxime si no existe respuesta a la expresión de agravios; precisamente esta omisión
en la Resolución Jerárquica, ahora denunciada como el acto ilegal que vulnera derechos, demuestra
que la misma no constituye una decisión, debidamente fundamentada y motivada, como se señaló
en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional; la motivación, no involucra una exposición extensa, ampulosa de
consideraciones y citas legales, más bien constituye una estructura de forma y de fondo, pudiendo
ser concisa pero clara, con juicios determinativos que justifiquen de manera razonable el fallo; sin
embargo, la Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018, no responde a los parámetros establecidos por la
jurisprudencia constitucional anotada, porque como se dijo, no contesta a todos los puntos
reclamados en el memorial de objeción al rechazo de denuncia; pues, la exposición ampulosa del
contenido del cuaderno de investigación permite evidenciar que dentro de los motivos o razones
expresados en la disposición en cuestión, no se contemplaron los puntos de agravio que contenía el
memorial de objeción al rechazo de denuncia; y más aún, resulta incomprensible por qué fundó su
decisión en el art. 304 inc. 3) DEL CPP, que a la letra dice: “El fiscal, mediante resolución
fundamentada, podrá rechazar la denuncia…cuando: … 3) La investigación no haya aportado
elementos suficientes para fundar la acusación…”; si se llevó a cabo una investigación parcial en la
primera etapa y ninguna cuando se amplió la denuncia; es así que, cuando una autoridad a momento
de pronunciar una disposición, no justifica las razones por las que omite o se abstiene de emitir
pronunciamiento sobre ciertos temas o problemas jurídicos invocado por las partes, resulta ser una
decisión con motivación insuficiente, arbitraria, constituyendo un mero acto de voluntad de poder o
de arbitrariedad.
Con dichos antecedentes, este Tribunal advierte la vulneración de los derechos del impetrante de
tutela al debido proceso en sus elementos fundamentación, motivación y congruencia, que exige no
solamente una exposición coherente, clara y armónica entre lo reclamado y lo resuelto por
la Autoridad Jerárquica, sino por omitir pronunciarse sobre lo concretamente apelado,
acarreando esta omisión la vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva “… cuyo ejercicio está
garantizado a las partes del proceso, por estar destinado a la obtención de una resolución justa y
equitativa, en la que exista armonía entre el petitorio que efectúan las partes y la decisión que asume
el juzgador” (SCP 0910/2015-S2 de 22 de septiembre).
En cuanto a la legitimación pasiva de la autoridad fiscal demandada; la acción de amparo
constitucional debe interponerse contra la autoridad que en ese momento ostente el cargo desde el
cual se cometió el acto ilegal o incurrió en la omisión indebida; es decir, la que se encuentra
actualmente en su ejercicio pero sólo a efectos de responsabilidad institucional y no así de carácter
personal; ya que, en ese caso esta acción de defensa se deberá formular también contra la autoridad
que cesó en dichas funciones; por lo que, eventual y excepcionalmente esta acción de defensa puede
ser planteada únicamente contra la actual autoridad, cuando simplemente se pretenda el
restablecimiento de derechos y garantías constitucionales -SC 0264/2004-R de 27 de febrero-; en
efecto, en los antecedentes se evidencia que en el presente caso, el impetrante de tutela interpuso
la presente demanda contra William Eduard Alave Laura, actual Fiscal Departamental de La Paz y no
así contra Edwin José Blanco Soria quien otrora desempeño dicha labor y fue quien suscribió la
Resolución FDLP/EJBS-R 993/2018, resolviendo la objeción de rechazo de denuncia. Actuación que
se encuentra conforme a lo desarrollado en la línea jurisprudencial de este Tribunal.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional Primera, al denegar la tutela solicitada, no
evaluó correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 073/2019 de 22 de abril, cursante de fs. 122 a 128.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, disponiendo que la Autoridad demandada, dicte
nueva Resolución de acuerdo a los lineamientos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0712/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29303-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 05/19 de 16 de mayo de 2019, cursante de fs. 447 a 449, pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional, interpuesta por Fabio Joffre Calasich en
representación de Aldo Erwin Arabe David contra Ángela Sánchez Panozo y Elva Terceros
Cuéllar, Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial, presentado el 2 de mayo de 2019, cursante de fs. 315 a 325 vta., el accionante a
través de su representante señaló:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Durante la tramitación del proceso de Saneamiento Simple de Oficio (SAN-SIM) respecto al polígono
175 de las propiedades denominadas “San Gabriel De Bahia”, “Bahia del Espinal” y “Los Cántaros”
ubicadas en el municipio de San Matías, provincia Ángel Sandoval del departamento de Santa Cruz,
llevado adelante por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), se omitió aplicar la normativa
jurídica que hace obligatoria la notificación del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), que
debería participar desde el inicio del mismo al haber identificado la autoridad administrativa
sobreposición del predio “Bahia del Espinal” con el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San
Matías -área protegida- en casi un ochenta por ciento, mandato que no puede ser soslayado de
ninguna manera, y sobre el que el Tribunal Constitucional Plurinacional se ha pronunciado en la SCP
0569/2017-S3 de 19 de junio.
Esta omisión -falta de aplicación objetiva de la ley-, fue denunciada en la demanda contenciosa
administrativa que interpuso contra la Resolución Suprema (RS) 18076 de 9 de marzo de 2016
pronunciada en el precitado proceso de Saneamiento Simple de Oficio, reclamo insistente que no
tuvo repercusión alguna en las Magistradas demandadas, quienes a pesar de reconocer la falta de
notificación al SERNAP por el INRA y en la señalada demanda, puesto que a efectos de evitar
posteriores nulidades procesales mediante Auto de 8 de junio de 2018, dispusieron anular obrados
hasta el decreto de Autos para Sentencia ordenando su notificación; empero, al momento de dictar
la Sentencia Agroambiental ahora impugnada desconocieron este mandato legal, omitiendo de esta
manera dar cumplimiento a la Disposición Final Vigésima Tercera del Decreto Supremo (DS) 29215
de 2 de agosto de 2007 que reglamenta la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria, ya que
correspondía declarar probada la referida demanda administrativa precisamente por falta de
participación y coordinación con el SERNAP durante el proceso referido, aspecto soslayado no
solamente por el INRA, sino también por las Magistradas demandadas al emitir la Sentencia
Agroambiental cuestionada, bajo el pretexto de disanalogía fáctica como presunta técnica de
interpretación legítima que no es más que un artificio dogmático para la inaplicación objetiva de la
ley, como si para su cumplimiento tuviera que tener relación con algún caso análogo, lo que generó
inseguridad jurídica más aun cuando existe jurisprudencia constitucional al respecto.
Las autoridades demandadas, al emitir la Sentencia Agroambiental Plurinacional S1 a 66/2018 de 26
de octubre, desconocieron el alcance y naturaleza del proceso contencioso administrativo sabiendo
que tienen a su cargo el control de la legalidad y saneamiento; interpretaron arbitrariamente el
derecho ordinario, sin realizar una correcta valoración de la prueba cursante en el proceso de
Saneamiento Simple de Oficio que fue ofrecida en dicha demanda, incurriendo en incongruencia

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interna al señalar que la falta de notificación al SERNAP no fue acusada en la pretensión principal,
cuando el hecho fue reiterado en diferentes momentos del proceso e identificado además a través
del Auto de 8 de junio de 2018, por lo que ignoraron la verdad material; evidenciándose claramente
la vulneración de derechos fundamentales.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, denunció la vulneración de sus derechos al debido proceso
en sus vertientes de fundamentación, motivación y congruencia, a la defensa, igualdad, acceso a la
justicia, legalidad e imparcialidad, a la propiedad; y, al trabajo; así como al principio de seguridad
jurídica, citando al efecto los arts. 13.IV, 14.II y III, 46.II, 52.IV, 56.I y II, 110, 113.I, 115, 116,
117.I, 119.I, 120.I, 178.I, 180, 256 y 393 de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 y 21.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); 14 y 26 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 8, 10, 17 y 23 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, declarando la nulidad de la Sentencia Agroambiental Plurinacional S1 a
66/2018, ordenando que las Magistradas demandadas emitan una nueva resolución en la que
restituyan los derechos vulnerados.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 445 a
447, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, a tiempo de ratificar el tenor íntegro de su demanda de
amparo constitucional, añadió: a) La Resolución Administrativa Final del INRA resuelve el
saneamiento básico sin dar participación al SERNAP, ante esta irregularidad acudió al único recurso
ordinario que quedaba como es el proceso contencioso administrativo ante el Tribunal Agroambiental
Plurinacional; b) Cuando la referida causa se encontraba en etapa de Autos para Sentencia, recién
las autoridades demandadas se dieron cuenta que se había desarrollado con la misma irregularidad
que cometió el INRA; es decir, sin la notificación al SERNAP; por lo que, anularon obrados hasta la
presentación de la demanda; c) Si bien se notificó al SERNAP con la demanda contenciosa
administrativa, no ocurrió así en el proceso de saneamiento, aspecto que las indicadas autoridades
calificaron de intrascendente, sin explicar el por qué; y, d) Se omitió compulsar la SCP 0569/2017-
S3, sin expresar las razones por las que no se acataría la misma, cuando las sentencias
constitucionales plurinacionales son de cumplimiento obligatorio y el argumento de que el relato
fáctico de esta no es análogo al presente caso, es un artilugio retórico que utilizó el Tribunal
Agroambiental para soslayar este mandato.
I.2.2. Informe de las demandadas
Ángela Sánchez Panozo, Magistrada de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, mediante informe
escrito presentado el 15 de mayo de 2019, cursante de fs. 418 a 421 vta., manifestó: 1) Se concluyó
que el INRA a tiempo de sustanciar el proceso de saneamiento sobre el predio “Bahia del Espinal”,
cumplió la normativa agraria y constitucional vigente; por lo que, no se evidenció la lesión de los
derechos acusados, ya que el accionante no demostró de manera objetiva este extremo o que se
hubiera provocado su indefensión, más aun cuando tuvo la oportunidad de plantear sus reclamos en
las etapas correspondientes de forma oportuna, además de haber participado activamente durante
el relevamiento de la información de campo; en consecuencia, cumplió a cabalidad su rol de control
jurisdiccional, verificando la legalidad de los actos que realizó el Estado a través de sus funcionarios
administrativos, con el propósito de precautelar los intereses de los administrados; 2) El impetrante
de tutela pretende convertir la acción de amparo constitucional en una instancia más para la revisión
del proceso, extremo que desnaturaliza su esencia; 3) Las acusaciones del prenombrado no son
evidentes, toda vez que si bien no habría sido notificado el representante del SERNAP durante el

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proceso de saneamiento del predio “Bahia del Espinal”, en el entendido de que se sobreponía a una
área protegida, la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215 tiene la expresa finalidad de
preservación del área protegida, y dadas las características del proceso en cuestión no ameritaba la
indicada citación, recalcando además que este reclamo fue incorporado en el memorial de réplica y
subsiguientes actuaciones y dando curso a lo impetrado se emitió el Auto de 8 de junio de 2018
anulando obrados; por lo que, la falta de comunicación al SERNAP fue atendida, entidad que a más
de apersonarse no asumió defensa; 4) La participación de dicha institución, no habría modificado los
datos recabados durante el relevamiento de información de campo y/o registro en la ficha catastral,
donde tiene estampada su firma el accionante en señal de conformidad de todo lo realizado en dicha
actividad; en consecuencia, la sobreposición del predio al área protegida no podría vincularse al
cumplimiento de la Función Económico Social (FES) como pretendió; 5) Si bien el predio “Bahia del
Espinal” se encontraba sobrepuesto al área protegida ANMI San Matías, en el relevamiento de la
información en campo se comprobó el cumplimiento de la FES solamente de manera parcial; por
tanto, se consideró que el INRA concluyó el proceso de manera correcta y en estricto apego a la ley,
basado en una verdad material irrefutable que desvirtúa de manera cierta las acusaciones; y, 6) En
la Sentencia observada se realizó un análisis por demás claro, fundamentado, motivado y congruente
con los puntos demandados por el peticionante de tutela, sin apartarse de los marcos de objetividad
y razonabilidad, y la jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la actividad
interpretativa de los tribunales especializados, al ser una atribución privativa y exclusiva de estos;
por lo que, acoger favorablemente los argumentos del accionante implicaría el desconocimiento de
las normas de orden público y de cumplimiento obligatorio, razón por la cual solicitó se deniegue la
tutela impetrada.
Elva Terceros Cuéllar, Magistrada de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental no presentó informe
alguno ni asistió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 357.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Santiago Hurtado Mancilla, Profesional I Jurídico del INRA Santa Cruz, en representación del Director
Nacional de dicha institución, cargo que se encuentra acéfalo al haber cesado en sus funciones Juan
Carlos León Rodas, por memorial presentado el 16 de mayo de 2019 cursante de fs. 442 a 444 vta.
y en audiencia sostuvo que: i) La invocación de la vulneración al debido proceso por falta de
notificación a un tercero interesado -SERNAP- dentro del proceso de saneamiento, no se constituye
en objeto de análisis en la presente acción tutelar por la falta de legitimación activa del accionante
para reclamarlo, porque simplemente no es funcionario de dicha institución ni mucho menos ostenta
facultad alguna de representación; ii) Si bien el Auto de 8 de junio de 2018 anuló obrados y dispuso
la notificación con la demanda a efecto de la incorporación en calidad de tercero interesado al
representante de la indicada entidad, jamás asumió defensa no obstante de su apersonamiento; es
decir, los actos realizados tanto en vía administrativa como jurisdiccional fueron consentidos por esta,
por cuanto no impugnó, objetó, observó o invocó nulidad alguna al proceso de saneamiento; iii) El
impetrante de tutela en ningún momento hizo referencia a la notificación del SERNAP, es recién a
través de la presente acción de amparo constitucional que reclama este aspecto, lo que hace inviable
su tratamiento por improcedencia establecida en el art. 53 del Código Procesal Constitucional (CPCo)
concordante con el art. 2 del mismo cuerpo legal, al asumirse que fueron consentidos los actos
administrativos del INRA; iv) En relación a la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215, la
acción de amparo constitucional no se constituye en una instancia de impugnación más, pretendiendo
el accionante acudir a esta sin exponer ningún nexo causal, con imprecisión en la explicación de la
vulneración de sus derechos e invocando derechos de terceros interesados, con el fin de retrotraer
el proceso de Saneamiento Simple de Oficio que fue realizado apegado a las disposiciones agrarias;
y, v) Aclaró que la acción intentada no explicó en qué consistió la vulneración de sus derechos y
cómo fueron soslayados, no siendo suficiente su invocación, por cuanto no justificó la relevancia
constitucional; por lo que, solicitó se declare su improcedencia.
Abel Pedro Mamani Marca, Director Ejecutivo Nacional del SERNAP, no presentó memorial alguno ni
asistió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 390.

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I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San
Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, mediante
Resolución 05/19 de 16 de mayo de 2019, cursante de fs. 447 a 449, concedió la tutela solicitada,
declarando procedente la acción de amparo constitucional y anulando la “…Sentencia Constitucional
66/2018 emitido por la sala del Tribunal Agroambiental (…), que habiendo sido anulado la sentencia
el suscrito juez debe realizarse un nuevo saneamiento respetando el debido proceso” (sic); en base
a los siguientes fundamentos: a) Es evidente que la Disposición Final Vigésima Tercera del DS “2915”
en su parágrafo I, ordena el deber que tiene el INRA de coordinar con el SERNAP para la adopción
de estrategias de intervención con el objeto de no poner en riesgo las condiciones de protección,
para arribar a ese escenario deben optimizarse todos los medios a fin que ambas instituciones, en
especial el SERNAP, conozca y comparezca en los procesos que instruye el INRA; b) Si bien la
disposición normativa citada no da a entender claramente si debe notificarse o no a la precitada
institución, la amplitud de la redacción legal implica la posibilidad de realizar todo tipo de
interpretaciones legales o exposición de motivos sobre la necesidad de si esta actividad de
coordinación fijada en el referido Decreto Supremo, deba tener como requisito una notificación previa
o no; cualquiera que sea la opción, el juzgador debe explicar las razones que le llevan a inclinarse
por qué dicha exigencia no está consignada o es intrascendente; aclaración que no se evidencia en
el presente caso, omisión que impide a las partes -no solamente al accionante sino también al
SERNAP- conocer las razones de la intrascendencia de su notificación y así tener certeza y seguridad
jurídica sobre su participación en ese proceso; c) El impetrante de tutela pidió en el proceso
contencioso administrativo que se considere dicha notificación y las autoridades demandadas
debieron explicar con mayores elementos de juicio por qué no es relevante, no siendo lógico que se
anulen actuaciones por causa precisamente de la falta de esta y después se argumente que es
intrascendente; incoherencia de criterios que se evidencia en la parte considerativa de la Sentencia
Agroambiental objeto de la presente acción tutelar; por lo que, evidentemente exhibió una
incongruencia que atentó contra el debido proceso; y, d) La sola justificación de que el accionante
solicitó o no en el momento procesal correspondiente la realización de dicho actuado no es suficiente
para motivar que una Sentencia Constitucional Plurinacional no deba ser acatada, sabiendo que son
imperativas en nuestra economía procesal, y si un tribunal se aleja de alguna de estas debe explicar
los motivos racionales que justifiquen su apartamiento.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las siguientes
conclusiones:
II.1. Cursa RS 18076 de 9 de marzo de 2016, dictada por el Presidente del Estado Plurinacional de
Bolivia y el Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, sobre las propiedades denominadas “San Gabriel
de Bahia”, “Bahia del Espinal” y “Los Cántaros”, ubicadas en el municipio de San Matías, provincia
Ángel Sandoval del departamento de Santa Cruz (fs. 2 a 8).
II.2. Por memorial presentado el 28 de agosto de 2017, Aldo Erwin Arabe David -hoy accionante- a
través de sus representantes interpuso ante el Tribunal Agroambiental demanda contenciosa
administrativa contra la prenombrada Resolución Suprema (fs. 35 a 41 vta.).
II.3. La Sala Primera del Tribunal Agroambiental mediante Auto de 8 de junio de 2018, de la revisión
de los antecedentes del proceso de oficio, sostuvo que “…a fin de evitar nulidades procesales y en
resguardo de los derechos al medio ambiente, así como la protección a los Recursos Naturales,
corresponde en el actual proceso disponer la intervención en calidad de tercero interesado al
representante del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (…) DEJA SIN EFECTO el sorteo realizado
el 28 de mayo de 2018, anulando obrados hasta el decreto de Autos para Sentencia cursante a fs.
201 de obrados…” (sic), disponiendo la notificación con la demanda, subsanaciones y Auto de
admisión a Abel Pedro Mamani Marca, Director Ejecutivo del SERNAP (fs. 204 y vta.).

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II.4. Cursa memorial de apersonamiento presentado el 3 de agosto de 2018, por Abel Pedro Mamani
Marca, Director Ejecutivo del SERNAP -ahora tercero interesado-, dentro de la demanda contenciosa
administrativa planteada contra el “…Instituto Nacional de Reforma Agraria…” (sic), el mismo que
fue observado mediante decreto de 7 del mismo mes y año al no haber adjuntado la documentación
que acredita su personería, concediéndole un plazo de cinco días para que sea subsanado, mismo
que no fue cumplido según informe del estado del proceso de 22 de igual mes y año, elevado por la
Secretaria de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental (fs. 239 a 240; y, 264 y vta.).
II.5. A través de Sentencia Agroambiental Plurinacional S1a 66/2018 de 26 de octubre, la Sala
Primera del Tribunal Agroambiental declaró improbada la demanda contenciosa administrativa
interpuesta por el impetrante de tutela; manteniendo en consecuencia incólume la RS 18076 (fs. 294
a 307 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso
en sus vertientes de fundamentación, motivación y congruencia, a la defensa, igualdad, acceso a la
justicia, legalidad e imparcialidad, a la propiedad; y al trabajo; así como al principio de seguridad
jurídica; toda vez que, las Magistradas demandadas a tiempo de dictar la Sentencia Agroambiental
Plurinacional S1a 66/2018 de 26 de octubre, omitieron aplicar la normativa jurídica que hace
obligatoria la notificación al SERNAP para su participación en el proceso de saneamiento de áreas
protegidas, convalidando el ilegal accionar del INRA, sin dar cumplimiento a la SCP 0569/2017-S3 de
19 de junio.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones.
Jurisprudencia reiterada
Sobre el tema la SCP 0495/2019-S4, indicó: “La SC 1546/2012 de 24 de septiembre, apuntó los
requisitos que debe cumplir una resolución motivada y al efecto, señaló que toda resolución
jurisdiccional o administrativa: ‘a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes
procesales; b) Debe contener una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes; c) Debe
describir de manera expresa los supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso
concreto; d) Debe describir de forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las
partes procesales, e) Debe valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios
probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma
motivada; y, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las
partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas
aportadas y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo de causalidad
antes señalado’.
Resulta relevante recordar que sobre el contenido esencial del derecho al debido proceso, en su
elemento de debida fundamentación y motivación, la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre,
desarrolló las siguientes cuatro finalidades implícitas: 1) El sometimiento manifiesto a la
Constitución Política del Estado, conformada no solo por su texto escrito sino también, por los
Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que forman parte del bloque de
constitucionalidad; así como a la ley, traducido en la observancia de los principios de
constitucionalidad y de legalidad, en el que este último, se encuentra en sumisión al primero; ‘…2)
Lograr el convencimiento de las partes, que la resolución en cuestión no es arbitraria,
sino por el contrario, observa el valor justicia y los principios de interdicción de la
arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad de control de la
resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes recursos o
medios de impugnación; y, 4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad decisoria
de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública, en
observancia del principio de publicidad…’ Posteriormente, a través de la SCP 0100/2013 de 17 de

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enero, se sumó un quinto elemento de relevancia constitucional; cual es: ‘…5) La exigencia de la
observancia del principio dispositivo’, que implica la obligación que tiene el juzgador de
otorgar respuestas a las pretensiones planteadas por las partes para defender sus derechos.
Respecto a la segunda finalidad, tanto la SCP 2221/2012 como la SCP 0100/2013, señalan que
la arbitrariedad se expresa en una decisión: i) Sin motivación, cuando la resolución no da
razones que la sustenten; ii) Con motivación arbitraria, cuando se basa en fundamentos
y consideraciones meramente retóricas o deviene de la valoración arbitraria, irrazonable
de la prueba, o en su caso, de la omisión en la valoración de la prueba aportada en el
proceso; iii) Con motivación insuficiente, cuando no da razones de la omisión de
pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes; y, iv) Por falta de coherencia
del fallo, que se da: iv.a) En su dimensión interna, cuando no existe relación entre las premisas
-normativa y fáctica- y la conclusión -por tanto-; y, iv.b) En su dimensión externa, pues la resolución
debe guardar correspondencia con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos,
sobre la coherencia interna y externa, tienen como antecedentes a las Sentencias Constitucionales
0863/2003-R de 25 de junio y 0358/2010-R de 22 de junio.
Respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo
señaló que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los agravios de la apelación y la
contestación de alzada.
Ahora bien, la jurisprudencia precedentemente citada, fue ampliada mediante la SCP 0005/2019 de
19 de febrero, que complementó lo anteriormente señalado: ‘…a partir de la relevancia constitucional
que tenga la alegada arbitraria o insuficiente fundamentación y motivación de las resoluciones…’, lo
que significa que corresponde a este Tribunal Constitucional Plurinacional, el análisis de la incidencia
del acto acusado como ilegal en la resolución que se está cuestionando a través de la acción de
amparo constitucional, respecto al fondo de lo resuelto, de manera que si no tiene efecto
modificatorio, la tutela que podría concederse tendría como efecto que se pronuncie una nueva
resolución con el mismo resultado; con dicho entendimiento, corresponderá denegar la tutela cuando
la arbitraria o insuficiente motivación de las resoluciones aunque sea reconocida, no tenga efecto
modificatorio respecto al fondo de lo decidido pues no existiría vulneración del derecho. La Resolución
constitucional citada, aclaró que ese ‘…entendimiento es únicamente aplicable a la justicia
constitucional que no exigirá para efectuar el análisis, que la o el accionante cumpla con carga
argumentativa alguna…’” (las negrillas son nuestras).
III.2. Régimen de áreas protegidas y la participación del SERNAP en los procesos
agroambientales
La Constitución Política del Estado en su Capítulo Séptimo, sobre Biodiversidad, Coca, Áreas
Protegidas y Recursos Forestales; Sección III de Áreas protegidas; art. 385, señala:
“I. Las áreas protegidas constituyen un bien común y forman parte del patrimonio natural y cultural
del país; cumplen funciones ambientales, culturales, sociales y económicas para el desarrollo
sustentable.
(…)”.
Al respecto la SCP 1969/2013 de 4 de noviembre, sostuvo: “ En ese sentido, se tiene que las áreas
protegidas, son espacios territoriales cuya protección se justifica por razones ambientales, culturales,
sociales y económicas, como bien común y patrimonio natural y cultural del país, con el objeto de
alcanzar un manejo sustentable, evitando su deterioro o destrucción a causa de la actividad
desarrollista del ser humano…
(…)
Ahora bien, el SERNAP, como institución desconcentrada del Ministerio de Medio Ambiente y Agua,
que depende funcionalmente del Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático,
Gestión y Desarrollo Forestal, tiene entre sus atribuciones las siguientes:
Planificar, administrar y fiscalizar el manejo integral de las áreas protegidas de carácter nacional.

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Garantizar la conservación de la biodiversidad y valores de interés científico, estético, histórico,


económico y social.
Normar y regular las actividades de las áreas protegidas del SNAP de acuerdo a sus categorías,
zonificación y reglamentación.
Promocionar la protección y conservación de los recursos naturales, la investigación científica,
recreativa, educativa y de turismo ecológico.
En ese sentido, el DS 29215, Reglamento de la Ley 1715 del Servicio Nacional de Reforma Agraria,
modificada por la Ley 3545 de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria, en su art. 9
determina:
‘PARTICIPACIÓN DE ENTIDADES PÚBLICAS CON COMPETENCIAS RELACIONADAS. Se
garantiza la participación de la Superintendencia Agraria, la Superintendencia Forestal y
del Servicio Nacional de Áreas Protegidas y otras instituciones con competencias relacionadas,
en los procesos agrarios administrativos descritos en el presente Reglamento, en
cumplimiento de sus atribuciones y mandato institucional’.
Asimismo, la Disposición Final Vigésima Tercera, en relación a los procesos de saneamiento en áreas
protegidas, determina:
‘I. Cuando se trate de desarrollar procesos de saneamiento dentro de Áreas Protegidas,
el Instituto Nacional de Reforma Agraria, desde el inicio de la etapa preparatoria,
coordinará con el Servicio Nacional de Áreas Protegidas la adopción de estrategias de
intervención en dichas áreas con objeto de no poner en riesgo las condiciones de protección,
considerando sus categorías, zonificaciones y planes de manejo’.
(…)
Como se puede advertir, la participación de SERNAP, en los procesos agrarios
administrativos está garantizada, especialmente en los procesos de saneamiento dentro
de áreas protegidas, donde su intervención es fundamental desde el inicio de la etapa
preparatoria, debiendo coordinar acciones con el INRA, en relación a dichas áreas, a objeto
de no poner en riesgo sus condiciones de protección; disposiciones que por lo demás son de
aplicación obligatoria, a tenor de lo establecido por el art. 5 del mismo Reglamento; por todo ello
inclusive, la Disposición Final Vigésima Séptima del indicado Reglamento, faculta al SERNAP plantear
acciones contencioso administrativos ante el Tribunal Agrario Nacional, actualmente, Tribunal
Agroambiental, en los casos de reconocimiento del derecho propietario en áreas protegidas, donde
se haya vulnerado las normas de creación o los instrumentos de gestión” (las negrillas y el subrayado
son nuestros).
III.3. Análisis del caso concreto
De la acción de amparo constitucional presentada ante esta jurisdicción se tiene que el accionante
sostiene que fueron lesionados los derechos que invoca en la presente acción tutelar, puesto que las
autoridades ahora demandadas resolvieron la demanda contenciosa administrativa que interpuso
contra la RS 18076 de 9 de marzo de 2016, convalidando la falta de notificación al SERNAP en la que
incurrió el INRA en el proceso de saneamiento del predio “Bahia del Espinal”, sobrepuesto al área
protegida -ANMI San Matías- en casi un ochenta por ciento, ya que la diligencia omitida impidió la
participación de dicha institución en todo el proceso agrario de saneamiento, cuando debió intervenir
desde su inicio, conforme prescribe la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215, mandato que
no puede ser soslayado de ninguna manera y sobre el que el Tribunal Constitucional Plurinacional se
ha pronunciado en la SCP 0569/2017-S3; empero, las indicadas autoridades al dictar la Sentencia
Agroambiental hoy impugnada, interpretaron arbitrariamente el citado precepto legal, sin realizar una
correcta valoración de la prueba cursante en el proceso de saneamiento que fue ofrecida en dicha
demanda, incurriendo en incongruencia interna al señalar que la falta de notificación a la referida
entidad no fue acusada en la demanda principal, cuando el hecho fue reiterado en diferentes

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 606


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momentos del proceso e identificado además a través del Auto de 8 de junio de 2018; por lo que,
ignoraron la verdad material.
Ahora bien, de los antecedentes y las Conclusiones arribadas en el presente fallo constitucional, se
tiene que el impetrante de tutela interpuso ante el Tribunal Agroambiental demanda contenciosa
administrativa contra la RS 18076, argumentando una serie de irregularidades cometidas en el
proceso de saneamiento del que emergió dicha Resolución disponiendo que se ejecute el replanteo
de límites sobre una superficie de 50 0000 ha (cincuenta mil hectáreas con cero metros cuadrados)
respecto al predio “Bahia del Espinal” de propiedad del ahora accionante, al haberse establecido el
incumplimiento de la FES y sobreposición de tierras sobre el ANMI San Matías, declarando tierras
fiscales 5 041 1190 ha (cinco mil cuarenta y un hectáreas con mil ciento noventa metros cuadrados)
producto del recorte de este predio; proceso en el que, la Sala Primera del Tribunal Agroambiental,
anuló obrados de oficio mediante Auto de 8 de junio de 2018 indicando que “…a fin de evitar
nulidades procesales y en resguardo de los derechos al medio ambiente, así como la protección a los
Recursos Naturales, corresponde en el actual proceso disponer la intervención en calidad de tercero
interesado al representante del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (…) DEJA SIN EFECTO el
sorteo realizado el 28 de mayo de 2018, anulando obrados hasta el decreto de Autos para Sentencia
cursante a fs. 201 de obrados…” (sic), emitió la Sentencia Agroambiental Plurinacional S1 a 66/2018
de 26 de octubre -objeto de la presente acción tutelar-, declarando improbada la demanda y
manteniendo en consecuencia incólume la RS 18076.
Con tales antecedentes, a efectos de resolver si efectivamente la Sentencia confutada carece de
fundamentación, motivación y congruencia interna; o que las autoridades demandadas no aplicaron
objetivamente la ley en vulneración de los derechos y principio denunciados, es preciso conocer los
fundamentos principales de la misma en relación al problema jurídico planteado en esta acción de
amparo constitucional; así, la Sala Primera del Tribunal Agroambiental demandada, en la Sentencia
Agroambiental impugnada, luego de pronunciarse sobre los puntos demandados, concluyó señalando
que:
1) Mediante el Auto de 8 de junio de 2018, que anula obrados hasta el decreto de Autos para
Sentencia, se procedió a la notificación con la demanda, subsanaciones y Auto de admisión al
representante del SERNAP a efectos de su incorporación en calidad de tercero interesado, debido a
que en el proceso de saneamiento se encontró que el predio “Bahia del Espinal” está sobrepuesto en
un 79.51% al ANMI San Matías; consecuentemente, “…esta instancia jurisdiccional cumplió con su
deber legal y constitucional de incorporar al SERNAP al caso de autos en calidad de tercero interesado
(…); por lo que la notificación al SERNAP a los efectos de resolver la controversia planteada en la
presente demanda resulta siendo intrascendente, máxime cuando pese a su legal notificación dicha
instancia gubernamental no asumió defensa alguna al margen de su apersonamiento” (sic);
2) En relación al memorial presentado por el actor, que señala que el INRA no notificó al SERNAP
para su participación en el proceso de saneamiento de oficio del predio en cuestión, incumpliendo lo
establecido en la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215, cabe recalcar que lo reclamado
no tiene sustento legal en el entendido que la citada Disposición resulta intrascendente a los objetivos
que pretende el prenombrado, pues “…no es posible encontrar la regla que estipule la obligatoriedad
de que el INRA notifique al SERNAP a objeto de que participe durante la sustanciación del proceso
de saneamiento en predios sobrepuestos a áreas protegidas, sino más bien se refiere a que debe
existir coordinación entre estas dos entidades a objeto de adoptar estrategias de intervención en
dichas áreas con objeto de no poner en riesgo las condiciones de protección…” (sic), lo que no
acontece en este caso; además se debe considerar que este punto no fue reclamado en la demanda
principal, no constituyéndose en trascendental y menos determinante a efectos de la resolución del
objeto de la litis, puesto que se tiene acreditado e identificado en el proceso de saneamiento el
derecho propietario que le asiste al demandante sobre el predio “Bahia del Espinal”, así como el
cumplimento parcial de la FES;
3) La SCP 0569/2017-S3 y la Sentencia Agroambiental Nacional S2a 114/2017 de 20 de octubre,
relativas a la notificación del SERNAP en los procesos de saneamiento vinculados a áreas protegidas,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 607


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fueron citadas por el demandante como aplicables al presente caso, sin analizar que las autoridades
jurisdiccionales en el ejercicio de sus atribuciones y observancia a la seguridad jurídica, deben
obedecer las técnicas estándar de uso del precedente judicial o en su defecto recurrir a las de
distanciamiento legítimo respecto del supuesto precedente; así, la más importante encuentra
sustento en la disanalogía fáctica que se traduce en la comparación de los supuestos fácticos que
dan origen a la emisión de una resolución con los del caso en cuestión, y las indicadas autoridades
tienen la facultad de inaplicar el entendimiento invocado o recurrir a las subreglas constitucionales
aplicables, además de contrastar el caso directamente con el texto constitucional, apartándose así de
la fuerza gravitacional de la jurisprudencia, precisamente en respeto de la seguridad jurídica;
4) La Sentencia Agroambiental precitada, resolvió la falta de participación del área protegida como
uno de los puntos demandados; es decir, el demandante lo reclamó en su demanda principal, lo que
no sucede en el caso de autos en el que el demandante pretende introducir una observación que no
fue realizada en el momento procesal oportuno, aspecto que de considerarse como un argumento
medular del objeto de la Litis, se estaría desconociendo el alcance y naturaleza del proceso
contencioso administrativo, situación que atentaría contra el debido proceso, seguridad jurídica y el
derecho a la defensa; en todo caso, el reclamo de incorporación del SERNAP al proceso de
saneamiento, es intrínseco a los intereses de esta institución y no así de la parte demandante, de la
que no se vulneraron sus derechos con su inobservancia; es decir, con la invocación de la referida
jurisprudencia, pretende que se retrotraiga el proceso hasta el presunto vicio de falta de notificación,
careciendo de legitimación activa para ese fin, nulidad que incumple con la concurrencia del requisito
de trascendencia; y,
5) Esta observación es meramente formal no repercute en lo sustancial del objeto de la litis; por lo
que, se concluye que el INRA en el proceso de saneamiento del predio “Bahia del Espinal”, cumplió
con la normativa agraria vigente contenida en la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria y el
DS 29215 y en consideración a los preceptos constitucionales.
Con todo, es necesario precisar previamente, que el Tribunal Agroambiental con la facultad que le
otorga el art. 36 inc. 3) de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (LSNRA), “… se constituye
en el órgano especializado que ejerce el control de legalidad sobre los actos efectuados o resoluciones
pronunciadas dentro del procedimiento administrativo tramitado ante el INRA, cuando son
impugnados por la vulneración de un derecho subjetivo o un interés legítimo; es decir que le
corresponde controlar si las resoluciones han sido declaradas o dictadas dentro del marco jurídico
aplicable al caso y si en el ejercicio de la función administrativa hubo la vulneración a los derechos
subjetivos de los administrados” (SC 0897/2006-R de 12 de septiembre); es decir, la competencia
del Tribunal Agroambiental como órgano especializado, dentro del ámbito de los
procesos contenciosos administrativos, es la de revisar, comprobar o ejercer el control
de legalidad como de la lesión a derechos subjetivos en la aplicación de la ley.
Del análisis de la Sentencia Agroambiental impugnada, se establece que las Magistradas demandadas
al resolver el proceso contencioso administrativo interpuesto por el accionante soslayaron el
cumplimiento a la Disposición Final Vigésima Tercera del DS 29215, al determinar improbada la
referida demanda manteniendo incólume la RS 18076 que fue emitida en base a un proceso de
saneamiento de oficio en el que no participó el SERNAP conforme correspondía, puesto que según lo
expuesto en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional, la participación desde el
inicio mismo de dicha entidad en los procesos en los que están involucrados predios sobre Áreas
Protegidas, así sea de manera parcial -en el presente caso se dio casi un ochenta por ciento de
sobreposición del predio sujeto a saneamiento sobre la ANMI San Matías-, es fundamental en
atención a sus objetivos propios, en la defensa y conservación de dichas áreas, para posibilitar un
manejo sustentable, evitando su deterioro o destrucción; es decir, dio por bien actuado un proceso
de saneamiento llevado a cabo al margen de la ley, cuando existe un mandato expreso en la
Disposición Final Vigésimo Tercera del DS 29215, en sentido de que ambas instituciones, desde el
inicio de la etapa preparatoria del proceso de saneamiento, deben coordinar la adopción de
estrategias de intervención, para no poner en riesgo sus condiciones de protección; empero, las
referidas autoridades, con argumentos alejados de toda normativa constitucional y legal consideraron

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 608


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que esta notificación es intrascendente a los efectos pretendidos por el demandante en el proceso
contencioso administrativo, sin considerar que se trata de una disposición de orden público y por
tanto de cumplimiento obligatorio, y lejos de reparar tal irregularidad, la convalidaron, alegando que
el proceso de saneamiento del predio “Bahia del Espinal”, cumplió con la normativa agraria vigente
contenida en la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria y el DS 29215 y en consideración a los
preceptos constitucionales, lo cual resulta inadmisible.
Conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, el contenido esencial del derecho al debido proceso, en su elemento de debida
fundamentación y motivación, comprende finalidades implícitas; entre ellas, el sometimiento
manifiesto a la Constitución Política del Estado, y lograr el convencimiento de las partes, que la
resolución en cuestión no sea arbitraria, sino por el contrario, observe el valor justicia y los principios
de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; el primer supuesto, puede
darse cuando la decisión se basa en fundamentos y consideraciones meramente retóricas o deviene
de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba; o en su caso, de la omisión en la valoración de
la prueba aportada en el proceso o por falta de coherencia del fallo que puede ser interna o externa.
La Sentencia Agroambiental impugnada, ante la denuncia de incumplimiento de la Disposición Final
Vigésima Tercera del DS 29215 por parte del INRA -falta de notificación al SERNAP a efectos de que
participe del proceso de saneamiento -iniciado de oficio-, argumentó que dicha notificación es
intrascendente a los efectos pretendidos, ya que el proceso administrativo comprobó el cumplimiento
parcial de la FES y el derecho propietario que le asiste en el predio objeto de saneamiento; que no
tiene sustento legal pues “…no es posible encontrar la regla que estipule la obligatoriedad de que el
INRA notifique al SERNAP a objeto de que participe del proceso de saneamiento en predios
sobrepuestos a áreas protegidas…” (sic), además que este punto no fue reclamado en la demandada
principal; razonamientos ciertamente alejados de la normativa constitucional y legal desarrollada en
el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo constitucional; por lo que, incumple con el contenido
especial del derecho al debido proceso relativo al sometimiento a la Constitución Política del Estado.
Asimismo, la referida Sentencia agroambiental, sostiene que a través del Auto de 8 de junio de 2018
“…esta instancia jurisdiccional cumplió con su deber legal y constitucional de incorporar al SERNAP
al caso de autos en calidad de tercero interesado…” (sic), para luego afirmar que la participación de
esta entidad es intrascendente en el proceso de saneamiento; es decir, cita a la institución
prenombrada como tercero interesado en el proceso contencioso administrativo reconociendo que se
trata de un deber legal y constitucional; sin embargo, considera intrascendente su participación en
el proceso de saneamiento, cuando la jurisprudencia constitucional es clara y taxativa al respecto;
evidenciándose una incoherencia interna que vulnera el debido proceso.
Si bien el impetrante de tutela no denunció esta omisión en el memorial de demanda principal, sí lo
hizo durante la tramitación del proceso contencioso administrativo antes de la emisión de la Sentencia
Agroambiental observada, a más que las propias autoridades demandadas advirtieron esta
irregularidad, que no puede ser soslayada ni ignorada, precisamente en cumplimiento de su deber
de control de la legalidad de los actos realizados en el procedimiento administrativo desarrollado por
el INRA; no obstante, lejos de corregirla, la convalidaron, alegando que el proceso de saneamiento
habría cumplido con las normas legales, lo cual no es evidente, correspondiendo conceder la tutela
solicitada, respecto a la vulneración del debido proceso en sus elementos de fundamentación y
congruencia; así como el principio de seguridad jurídica.
Finalmente, respecto a la disanalogía fáctica o falta de semejanza estricta entre el caso que origina
el precedente y el que se resuelve, argumentada por las autoridades demandadas en la Sentencia
Agroambiental Plurinacional S1a 66/2018 para inaplicar la jurisprudencia constitucional invocada, es
pertinente señalar que su utilización impone una especial carga argumentativa, en virtud de la cual
se debe exponer de manera clara, razonada y completa los motivos que llevan a apartarse de la
misma; aspecto que no fue cumplido en el presente caso, vulnerando el debido proceso en su
vertiente de motivación.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 609


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En relación a los derechos a la defensa, igualdad, acceso a la justicia, legalidad e imparcialidad, a la


propiedad y al trabajo, el accionante no explicó el nexo de causalidad existente entre los hechos
denunciados y estos para poder efectuar el análisis respectivo; por lo que, no corresponde otorgar la
tutela al respecto.
En consecuencia, el Juez de garantías, al haber concedido la tutela impetrada, actuó de forma
parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR en parte la Resolución 05/19 de 16 de mayo de 2019, cursante de fs. 447 a 449,
pronunciada por el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz; y en consecuencia,
2° CONCEDER en parte la tutela solicitada respecto a la vulneración del derecho al debido proceso
en sus vertientes de fundamentación, motivación y congruencia; así como del principio de seguridad
jurídica, disponiendo dejar sin efecto la Sentencia Agroambiental Plurinacional S1a 66/2018 de 26 de
octubre, dictada por las Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, quienes deberán
emitir un nuevo fallo conforme a los fundamentos jurídicos expuestos y términos dispuestos en la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
3° DENEGAR respecto a los derechos a la defensa, igualdad, acceso a la justicia, legalidad e
imparcialidad, a la propiedad y al trabajo.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0713/2019-S3


Sucre, 7 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29311-2019-59-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 82/2019 de 4 de junio, cursante de fs. 113 a 122, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Paola Verónica Assaf Irahola contra Luz
Rosario López Rojo Vda. de Aparicio y Juana Maldonado Picha, Presidenta y Concejala
Secretaria, respectivamente, del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre del
departamento de Chuquisaca.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 22 de mayo de 2019, cursante de fs. 35 a 41 vta., la accionante expresó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Suscribió Contratos Individuales de Trabajo a Plazo Fijo 069/2016 de 23 de febrero, con vigencia
hasta el 16 de diciembre de igual año; 041/2017 de 18 de enero, finalizando el 15 de diciembre del
referido año; y, 053/2018 de 8 de febrero, culminando el 14 de diciembre del citado año; el primero,
ejerció el cargo de Auxiliar de Revisión de Trámites de Presidencia, el segundo, Auxiliar de Ventanilla
Única y el tercero, Auxiliar I de Archivos todos respectivamente, dependientes del Concejo del
Gobierno Autónomo Municipal de Sucre del departamento de Chuquisaca.
El 1 de junio de 2018, en plena vigencia de su último contrato hizo conocer a la Secretaria
Administrativa de dicho ente legislativo, sobre su estado de gestación, mereció el Informe Legal
C.M.S./A.L. 053/18 de 6 de junio de 2018, recomendando solo la atención del seguro social a corto
plazo; circunstancia por la cual, el 30 de noviembre del referido año, solicitó a las demandadas que
su último contrato firmado se convierta en indefinido y que se reconozca su derecho a la inamovilidad
laboral; sin embargo, por Informe Legal CMS/AL 188/18 de 10 de diciembre de 2018, le señalaron
que su petición se encontraba en análisis; empero, en ese lapso de tiempo -27 del citado mes y año-
tuvo el nacimiento de su hijo, ante esa situación insistió la reincorporación a su fuente de trabajo,
teniendo como respuesta que gozaba aún de cuarenta y cinco días de posparto, que cumpliría el
mismo el 10 de febrero de 2019.
El 28 del mencionado mes y año, no le permitieron retornar a las funciones que ejercía, porque
concluyó el contrato de trabajo suscrito, hecho que consideró un “despido injustificado”; ante esa
situación, acudió a la Jefatura Departamental de Trabajo Chuquisaca solicitando la reincorporación a
su fuente laboral y el pago de sueldos devengados; entidad que convocó a una audiencia a las
demandadas y su persona, en la cual las aludidas se ratificaron en su destitución, a ello, dicha Jefatura
emitió la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019 de 24 de abril, intimando a las
nombradas procedan a la restitución al cargo que desempeñaba; empero, la misma no fue cumplida
pese a su notificación.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció como lesionados sus derechos al trabajo, a la remuneración, a la estabilidad
e inamovilidad laboral, citando al efecto los arts. 15, 18, 35, 46, 48 y 49 de la Constitución Política
del Estado (CPE); y, 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que las demandadas den cumplimiento a la Conminatoria
de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019, reincorporándola de forma inmediata al mismo cargo
que ocupaba, más el pago de sueldos devengados desde la fecha de su despido hasta la restitución
a su fuente laboral.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 4 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 103 a 112
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó y reiteró el contenido de la acción de amparo
constitucional presentada.
I.2.2. Informe de las demandadas
Luz Rosario López Rojo Vda. de Aparicio y Juana Maldonado Picha, Presidenta y Concejala Secretaria,
respectivamente, del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre; a través de sus
representantes -Claudia Paola Vargas Delgado y Liliana Judith Tavera Rendón-, por informe escrito
de 4 de junio de 2019, cursante de fs. 48 a 56, y en audiencia expresaron que: a) La supuesta lesión
denunciada fue en la vigencia de la anterior Directiva del Pleno de dicho Concejo Municipal, el cual
celebró el último Contrato Individual a Plazo Fijo 053/2018; empero, el mismo debió realizarse en la
modalidad indefinida, no ocurriendo de esa manera se desconoció lo previsto en el art. 2 del Decreto
Ley (DL) 16187 de 16 de febrero de 1979; por lo que, correspondía activar esta acción tutelar contra
esa Directiva, quienes fueron los que incumplieron la norma al firmar más de dos contratos en la
modalidad a plazo fijo; b) Las únicas relaciones laborales indefinidas son las que cuentan con un
ítem, no así con una fecha de inicio y cierre, tomando en cuenta que la función que ejercía la aludida
no estaba establecida ni aprobada por el Pleno del Concejo Municipal para su remisión al “Ministerio
de Economía”; c) Se pretendió una relación laboral indefinida, la cual debió requerirse al mencionado
Pleno legislativo para su consideración y emisión de la resolución, no correspondiendo dirigir esta
acción solo contra sus personas, que carecen de competencia para definir la creación de la relación
laboral bajo esa modalidad, en ese antecedente existe ausencia de legitimación pasiva; d) La
impetrante de tutela no fue despedida de su fuente laboral, sino, cumplió el contrato de trabajo a
plazo fijo que tiene carácter provisorio conforme previene el art. 71 del Estatuto del Funcionario
Público (EFP); e) Las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1261/2013 de 1 de agosto,
0312/2013-L de 13 de mayo, 0244/2017-S2 de 20 de marzo y “0022/2018” precisaron sobre la
garantía de la inamovilidad laboral de la mujer en estado de gravidez sujeta a contrato de trabajo a
plazo fijo; bajo esa jurisprudencia constitucional entendieron que no lesionaron los derechos
denunciados por la prenombrada, ya que simplemente se cumplió el término del Contrato Individual
a Plazo Fijo 053/2018, no existiendo un despido injustificado; f) Si bien se procedió a la culminación
del referido Contrato, garantizaron los derechos del hijo de la accionante en relación a la subsistencia
de prestaciones a favor del niño menor de un año, reconociendo el beneficio de lactancia conforme
acreditaron de la certificación emitida por la Jefa de Contabilidad del citado Concejo Municipal; g)
Entendieron que no opera en el sector público la conversión de un contrato de trabajo a plazo fijo en
uno indefinido, por existir más de dos contratos sucesivos, según lo establecen las Sentencias
Constitucionales Plurinacionales 0562/2017-S2 de 5 de junio y 0511/2018-S3 de 12 de octubre; así,
en el caso concreto el señalado Concejo Municipal debe considerar la aplicación de la “…ley 482 de
Gobiernos Autónomos Municipales; la Ley Autonómica Municipal 027/14 (Ley Reglamento del Concejo
Municipal de Sucre), las Normas Básicas de Administración de Personal y la Ley 1178…” (sic); por
ende no correspondería la conversión del Contrato Individual a Plazo Fijo 053/2018 a uno indefinido,
aunque se hayan realizado más de dos contratos; h) La jurisprudencia constitucional instituyó que
no incumbe a esta vía tratar el pago de salarios devengados y beneficios sociales, sino a la autoridad
administrativa o la jurisdicción laboral, tal como sostienen las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0168/2018-S1 de 9 de mayo, 0115/2018-S1 de 16 de abril y 1099/2017-S3 de 18 de
octubre, las que citan el entendimiento de la 0083/2014-S3 de 27 de octubre; por lo que, hace
improcedente la consideración de esos aspectos a través de esta vía constitucional, más aún cuando

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en el caso dilucidado no existió relación laboral pendiente con el peticionante de tutela; e, i) No


existió ninguna adenda o un nuevo contrato justamente para no infringir la “norma” que prohíbe
expresamente celebrar más de dos similares; por lo que no existiendo lesión a ningún derecho
denunciado a través de esta acción tutelar, solicitaron se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, mediante
Resolución 82/2019 de 4 de junio, cursante de fs. 113 a 122, concedió la tutela solicitada,
disponiendo: 1) El cumplimiento inmediato de la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH
17/2019, sea en el plazo de tres días a partir de su notificación en esa audiencia; 2) La cancelación
de los sueldos devengados y reposición de sus derechos laborales y seguridad social; y, 3) El pago
del subsidio, debiendo mantenerse hasta el cumplimiento de las disposiciones que así lo previenen;
asimismo, aclaró que la accionante no deberá ser fruto de represalias personales y laborales en la
entidad -Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre- en el desempeño de sus funciones.
Determinación asumida en base a los siguientes fundamentos: i) Previa valoración de la
documentación y los hechos expuestos por las partes, el Jefe Departamental de Trabajo Chuquisaca
emitió la citada Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019 ordenando la
reincorporación de la prenombrada más el pago de sueldos devengados, reposición de los derechos
laborales y seguridad social; la cual, debió ser cumplida de forma obligatoria por las demandadas tal
como lo establece el art. 10 del Decreto Supremo (DS) 0495 de 1 de mayo de 2010, no siendo así
vulneró sus derechos al trabajo y estabilidad laboral; ii) Dicha determinación cumplió los estándares
de la garantía al debido proceso encontrándose la misma fundamentada de manera razonable,
concluyendo que se vulneró los mencionados derechos; iii) En el presente caso, se suscribió más de
dos contratos de forma consecutiva, los cuales son propios y recurrentes del referido Concejo
Municipal, dando lugar a que la relación laboral ya no sea la de un contrato a plazo fijo, sino de
tiempo indefinido, adquiriendo la peticionante de tutela todos los derechos establecidos en la
normativa laboral; las demandadas al haber dispuesto su destitución sin justa causa o motivo alguno
previsto en el art. 16 de la Ley General del Trabajo (LGT); es decir, demostradas a través de un
sumario interno administrativo, restringieron su derecho al trabajo; iv) La SCP 0215/2018-S3 de 1
de junio, sostuvo que procede la estabilidad laboral cuando la contratación se efectuó en más de dos
oportunidades sucesivas, siempre y cuando las actividades mismas sean labores propias y
permanentes; aspecto este que aconteció en el caso concreto, ya que acorde a los contratos suscritos
por la accionante se denotó que los trabajos que realizaba eran de forma necesaria y cotidiana para
el cumplimiento del objetivo de la gestión de la aludida entidad estatal; v) Ante la existencia de dicha
Conminatoria, la misma debe ser cumplida a cabalidad; es decir, más el pago de haberes devengados,
tal como lo sostuvo la SCP 0213/2018-S3 de 30 de mayo, tomando en cuenta que la tutela otorgada
es provisional y que además en materia laboral rige el principio de interpretación pro operario y en
esa medida el Tribunal efectuó un entendimiento favorable y progresivo analizando la jurisprudencia
vinculante del estándar más alto, de mayor y mejor efectivización de los derechos y garantías
constitucionales.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursan Contratos Individuales de Trabajo a Plazo Fijo 069/2016 de 23 de febrero, 041/2017 de
18 de enero y 053/2018 de 8 de febrero, mediante los cuales Paola Verónica Assaf Irahola -ahora
accionante- fue contratada por el Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, como Auxiliar
de Revisión de Trámites de Presidencia, luego Auxiliar de Ventanilla Única y finalmente Auxiliar I de
Archivos, todos dependientes de dicho Concejo Municipal, bajo el marco legal de los arts. 7 y 14 del
Reglamento Interno de la Municipalidad 096/06 de 27 de marzo de 2006, 6 del EFP, la Ley de
Administración y Control Gubernamentales -Ley 1178 de 20 de julio de 1990-, DS 23318-A de 3 de
noviembre de 1992 y 167 de la Ley del Reglamento General del Concejo Municipal de Sucre (fs. 2 a
4).

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II.2. Adjuntando su carnet perinatal emitido por la Caja Nacional de Salud (CNS), la impetrante de
tutela por nota presentada el 1 de junio de 2018, dirigida a Lourdes Arancibia Mamani, Secretaria
Administrativa del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, hizo conocer su estado de
gestación solicitando “…considerar y hacer valer los beneficios que en derecho [le] corresponden por
tal situación…” (sic [fs. 5]); mereciendo el Informe Legal C.M.S./A.L. 053/18 de 6 de igual mes y año,
emitido por Marcela del Rosario Toro Echalar, Técnico Jurídico de la Secretaria Administrativa de
dicha institución, recomendando a la referida entidad atender el petitorio impetrado “…una vez se
encuentre en término de atención del régimen de seguro social a corto plazo…” (sic [fs. 6 a 7]).
II.3. Mediante memorial presentado el 3 de diciembre de 2018 al citado Concejo Municipal, la
peticionante de tutela solicitó que el tercer Contrato Individual de Trabajo a Plazo Fijo 053/2018,
suscrito con esa institución se convierta en indefinido, reconociéndose su derecho a la inamovilidad
laboral al haberse acreditado su estado de gestación; a lo que, se emitió el Informe Legal CMS/AL
188/18 de 10 de igual mes y año, dándole a conocer que su petición se encuentra en estudio y
análisis por la Directiva del referido Concejo (fs. 8 a 12).
II.4. Se tiene adjunto certificado de nacimiento emitido el 25 de enero de 2019, por Mirna Mabel
Aruzca López, Oficial de Registro Civil en el que consta el nacimiento de AA, el 27 de diciembre de
2018, cuyos padres consignan Juan José Ramos Heredia y Paola Verónica Assaf Irahola -impetrante
de tutela- (fs. 34).
II.5. A través del escrito presentado el 12 de marzo de 2019 ante la Jefatura Departamental de
Trabajo Chuquisaca, la accionante denunció su despido injustificado por parte del mencionado
Concejo Municipal; aspecto este que fue considerado por el Jefe de dicha institución administrativa,
quien emitió la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019 de 24 de abril, conminando
a la Presidenta y Secretaría del citado Concejo -ahora demandadas- procedan a la reincorporación
de la nombrada a las funciones que desempeñaba, el pago de los sueldos devengados y la reposición
de los derechos laborales y seguridad social, siendo notificadas con esa determinación el 13 del
señalado mes y año (fs. 13 a 21).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo, a la remuneración y a la estabilidad
e inamovilidad laboral; puesto que, las demandadas arguyendo que su relación laboral como Auxiliar
I de Archivos del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, hubiera fenecido por conclusión
de su contrato a plazo fijo, no le permitieron retornar a su fuente de trabajo luego del nacimiento de
su hijo ocurrido el 27 de diciembre de 2018; sin tomar en cuenta, que a esa fecha tenía suscritos tres
contratos consecutivos en la referida modalidad; ante esa situación, se apersonó a la Jefatura
Departamental de Trabajo Chuquisaca, denunciando su despido, instancia que emitió la Conminatoria
de Reincorporación Laboral JDT-CH 17/2019 de 24 de abril, en conocimiento de la aludida decisión
al citado Concejo Municipal, no dio cumplimiento al mismo.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Protección constitucional a la orden de reincorporación laboral, dispuesta por las
Jefaturas Departamentales de Trabajo
La SCP 0142/2019-S3 de 11 de abril, haciendo referencia a la SCP 0438/2016-S3 de 13 de abril
estableció que: “El derecho a la estabilidad laboral, consagrado por el art. 46.I.2 de la CPE, prohíbe
toda forma de despido injustificado y de acoso laboral, medidas extremas que solo pueden ser
adoptadas, de comprobarse la existencia de una causa o móvil justificado, toda vez que nuestra
economía jurídica en materia laboral, busca que el trabajador para su seguridad, tranquilidad y el
bienestar íntegro de su familia, pueda conservar su fuente de empleo.
Constituye así para el Estado, una obligación y responsabilidad, generar políticas que aseguren dicha
estabilidad laboral, por lo que el 1 de mayo de 2010, se promulgó el Decreto Supremo (DS) 0495,
que conjuntamente con la Resolución Ministerial (RM) 868/2010 de 26 de octubre, regulan un
procedimiento que deben observar las Jefaturas Departamentales de Trabajo, cuando asuman el

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conocimiento de retiros o despidos injustificados y tras verificar la certeza de tales extremos,


mediante conminatoria ordenar la reincorporación del trabajador al mismo puesto que ocupaba
(Artículo Único del DS 0495).
El mismo DS 0495, a tiempo de incluir el parágrafo IV en el art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de
2006, establece la naturaleza de la referida conminatoria, al señalar que: ‘La conminatoria es
obligatoria en su cumplimiento a partir de su notificación y únicamente podrá ser impugnada en la
vía judicial, cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución’, por lo que la decisión de la
autoridad administrativa laboral, es de cumplimiento obligatorio para el empleador, al constituir una
disposición laboral, amparada por normativa constitucional.
Dicho contexto normativo, reviste carácter de cumplimiento obligatorio, a las conminatorias de
reincorporación laboral; sin embargo, se han presentado situaciones en las que se hizo caso omiso a
tal orden, alegando una serie de causales, que no pueden ser consideradas como justificativos
válidos, a la luz de la protección que otorga la Norma Suprema.
Así, frente a tales omisiones, la SCP 0177/2012 de 14 de mayo, enfatizando la vigencia plena del
principio protector y de la estabilidad laboral, desarrolló un razonamiento jurisprudencial, destinado
a hacer efectivo el cumplimiento de las conminatorias de reincorporación laboral, estableciendo que:
‘…a efecto de consolidar la protección de la estabilidad laboral que rige en el Estado Plurinacional de
Bolivia, a partir de la vigencia de la Constitución, se hace necesaria la modulación sobre el tema.
En consecuencia, aplicando las normas legales relativas a la estabilidad laboral descritas, se debe
considerar los siguientes supuestos:
1) En caso de que una trabajadora o un trabajador, ante un eventual retiro intempestivo
sin causa legal justificada opte por su reincorporación, deberá denunciar este hecho ante
las Jefaturas Departamentales de Trabajo; entidades que deberán asumir el trámite
previsto por el DS 0495, emitiendo si corresponde la conminatoria de restitución en los
términos previstos en esta norma, y en caso de que el empleador incumpla la
conminatoria, el trabajador o trabajadora podrá interponer la acción de amparo
constitucional, misma que resulta más idónea en estos casos por las razones antes
expuestas.
2) Aclarando que la conminatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social,
en los alcances del DS 0495, no constituye una resolución que defina la situación laboral de la
trabajadora o el trabajador, por cuanto el empleador puede impugnar esta determinación en la
justicia ordinaria, conforme previene el referido Decreto Supremo; vale decir, interponiendo una
acción laboral dentro los alcances establecidos por el art. 65 del CPT, precepto que otorga la
posibilidad al empleador de constituirse en parte demandante en una acción social, instancia en la
que en definitiva se establecerá si el despido fue o no justificado, esto debido a que la justicia
constitucional sólo viabiliza la tutela inmediata ante la decisión unilateral del empleador
que opta por un despido intempestivo sin causa legal justificada.
3) En aquellos casos en que la trabajadora o trabajador, fuera sometido a un proceso interno dentro
el cual se determine su despido por una de las causales establecidas en el art. 16 del Código antes
referido y art. 9 del Decreto Reglamentario (DR), en su caso por vulneración a su Reglamento Interno,
el procedimiento previsto por el DS 0495, no será aplicable; debiendo la trabajadora o trabajador,
que estime que su destitución fue ilegal o injustificada, incoar la correspondiente demanda de
reincorporación ante la judicatura laboral’” (las negrillas y el subrayado corresponden al texto
original).
III.2. Respecto al cumplimiento obligatorio de la Conminatoria de Reincorporación
Laboral
Sobre este tema, la SCP 0680/2016-S2 de 8 de agosto, reiterada por la SCP 0047/2018-S3 de 15 de
marzo, estableció: “…cuando este Tribunal advierta (fuera de este último caso), que se hubiese
incumplido la conminatoria de reincorporación, deberá conceder la tutela de manera provisional y

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ordenar que el empleador cumpla de manera inmediata lo dispuesto en dicha conminatoria, en razón
a que podrá ser modificada en un posterior proceso administrativo y/o judicial.
Razonamiento constitucional, que en ningún momento establece que el cumplimiento
deba ser únicamente de una parte u otra de la conminatoria, sino más bien se entiende,
que debe ser de la totalidad de la misma; toda vez que, al ser emitida por autoridad
administrativa competente, previa constatación de los hechos denunciados, verificación de pruebas
y aplicación de las normas legales laborales, tal como la misma SCP 0386/2015-S3 lo señala en sus
fundamentos, no resultaría lógico establecer que deba cumplirse una parte de la conminatoria
(referente a la reincorporación) y se incumpla otra (respecto al pago de sueldos devengados y otros
derechos también dispuestos por la administración laboral), cuando dicha posibilidad no se encuentra
contemplada ni regulada por la normativa laboral de nuestro Estado ni por nuestra Constitución
Política del Estado.
Motivo por el que corresponde cambiar la referida línea constitucional y establecer que a partir de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se disponga el cumplimiento
de una conminatoria, por parte de la jurisdicción constitucional, la misma debe ser
entendida en el sentido que debe cumplirse la totalidad y no en una parte u otra, en
observancia del parágrafo IV del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, incorporado
por el DS 0495, que dice: ‘IV. La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir
de su notificación…’; así como de los principios de protección de los trabajadores e in dubio pro
operario, más aún si la concesión de tutela resulta ser provisional, lo que significa que podrá ser
modificada posteriormente en la vía administrativa y/o judicial, en lo que respecta a la reincorporación
del puesto de trabajo, a los sueldos devengados u otros derechos sociales que hubiesen sido
dispuestos por la conminatoria” (las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
De la revisión y cotejo de los antecedentes, cursan Contratos Individuales de Trabajo a Plazo Fijo
069/2016 de 23 de febrero, 041/2017 de 18 de enero y 053/2018 de 8 de febrero, por los que el
Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre contrató a la peticionante de tutela inicialmente
como Auxiliar de Revisión de Trámites de Presidencia, luego Auxiliar de Ventanilla Única y finalmente
para ejercer el cargo de Auxiliar I de Archivos todos dependientes de esa entidad (Conclusión II.1),
mediante nota presentada el 1 de junio de igual año, (adjuntando su carnet perinatal) la accionante
hizo conocer su estado de gestación solicitando “…considerar y hacer valer los beneficios que en
derecho [le] corresponden por tal situación…” (sic), a lo que Marcela del Rosario Toro Echalar,
Técnico Jurídico de la Secretaria Administrativa del referido Concejo Municipal emitió Informe Legal
C.M.S./A.L. 053/18 de 6 de igual mes y año, recomendando a dicha institución atender el petitorio
impetrado “…una vez se encuentre en término de atención del régimen de seguro social a corto
plazo…” (sic [Conclusión II.2]); posterior a ello, la impetrante de tutela a través del memorial
recepcionado el 3 de diciembre de 2018, por el mencionado Concejo Municipal pidió que el tercer
contrato individual de trabajo a plazo fijo -053/2018- se convierta en tiempo indefinido; pedido que
según Informe Legal CMS/AL 188/18 de 10 de igual mes y año, se encuentra en estudio y análisis
(Conclusión II.3); la aludida luego del nacimiento de su hijo quiso retornar a su fuente laboral; sin
embargo, dicho ente legislativo no le permitió, ante esa situación se apersonó a la Jefatura
Departamental de Trabajo Chuquisaca, institución que previo los trámites de ley, emitió la
Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH-17/2019 de 24 de abril, intimando a las
demandadas procedan a su reincorporación al cargo que desempeñaba, el pago de los sueldos
devengados y la reposición de los derechos laborales y seguridad social, siendo notificadas con esa
decisión el 13 de mayo de igual año (Conclusiones II.4 y 5).
En ese orden, conforme se precisó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se establece que ante un eventual despido intempestivo sin causa legal
justificada el trabajador puede acudir a la Jefatura Departamental de Trabajo; dicha entidad si
corresponde, emitirá la conminatoria de reincorporación, la que deberá ser acatada por el empleador,
misma que puede ser impugnada en la jurisdicción ordinaria, pero, no suspendida en su ejecución;

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es decir, ante el incumplimiento de esa determinación, podrá activarse directamente esta vía
constitucional.
En ese contexto, la accionante denuncia en esta acción tutelar que las demandadas procedieron a su
“despido injustificado” sin considerar que suscribió tres contratos a plazo fijo en tareas propias y
permanentes con dicha institución; ante esa situación, acudió a la Jefatura Departamental de Trabajo
Chuquisaca, entidad que emitió la Conminatoria de Reincorporación Laboral JDT-CH-17/2019,
disponiendo la reincorporación a su fuente laboral más el pago de sueldos devengados, la reposición
de los derechos laborales y seguridad social; con el fundamento que, las prenombradas hicieron una
errada interpretación del art. 5.II del DS 0012 de 19 de febrero de 2009, siendo que la solicitando
de tutela suscribió tres contratos a plazo fijo, por lo que debería pasar a tiempo indefinido en
aplicación del art. 2 del DL 16187, gozando del derecho a la estabilidad laboral, no pudiendo ser
retirada sin previo proceso y causa justificada acorde a la Ley General de Trabajo. Además, se
evidenció que la aludida desarrolló actividades propias y permanentes en el dicho Concejo Municipal
conforme se tiene del Reglamento General de esa institución al contar con una dependencia de
registro y archivo conformada por el personal técnico y administrativo, concluyendo que no se respetó
la inamovilidad de la trabajadora que se encontraba con protección reforzada al ser madre
progenitora.
Ahora bien, siendo la conminatoria de reincorporación de cumplimiento obligatorio, a partir de la
notificación al empleador, en el presente caso realizada el 13 de mayo de 2019 al no ser cumplida
conforme al art. 10.IV del DS 28699 de 1 de mayo de 2006 modificado por el DS 0495 que señala:
“La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir de su notificación y únicamente podrá
ser impugnada en la vía judicial, cuya interposición no implica la suspensión de su ejecución”;
corresponde conceder la tutela impetrada ante la lesión de los derechos invocados por la peticionante
de tutela; en esa virtud concierne disponer el cumplimiento de la Conminatoria de Reincorporación
Laboral JDT-CH-17/2019, tal como se precisó en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo
constitucional.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 82/2019 de 4 de junio, cursante de fs. 113 a 122,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos dispuestos por la Sala
Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 617


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0714/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29253-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 51 de 30 de mayo de 2019, cursante de fs. 289 a 292 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Carlos Eufronio Camacho Vega,
Gerente Distrital I de la Gerencia Grandes Contribuyentes (GRACO) Santa Cruz del
Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) contra Carlos Alberto Egües Añez y Ricardo Torres
Echalar, Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Segunda del Tribunal Supremo de Justicia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 15 de mayo de 2019, cursante de fs. 102 a 111, la parte accionante
expresó los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Iniciado un proceso de determinación tributaria seguido al contribuyente DATEC Limitada (LTDA.),
mediante la Orden de Verificación 7908OVI0112 de 15 de octubre de 2008, con el objeto de
comprobar las diferencias detectadas en el cruce de información de varias facturas de compras cuyo
crédito fiscal fue declarado para el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de los períodos marzo, julio,
agosto y septiembre de 2004; se emitió la Vista de Cargo 7909-220-7908OVI0112-0112/2009 de 15
de mayo, donde se comunicó al sujeto pasivo las observaciones efectuadas a cada una de las facturas
y se realizó una liquidación previa del adeudo tributario; finalmente, luego de considerados los
descargos, se pronunció la Resolución Determinativa 17-00238-09 de 25 de junio del mismo año,
que determinó una deuda tributaria de Bs2 565 055.- (dos millones quinientos sesenta y cinco mil
cincuenta y cinco bolivianos) sobre base cierta y por los períodos julio, agosto y septiembre de 2004.
El contribuyente impugnó dicha Resolución Determinativa en la vía judicial contencioso tributaria,
que luego del trámite correspondiente, mereció la Sentencia 01/2013 de 9 de mayo, dictada por la
Jueza Administrativa, Coactivo Fiscal y Tributario Primero de la Capital del departamento de Santa
Cruz, que resolvió declarar probada la demanda y dejar sin efecto el acto administrativo impugnado;
ante esta situación, la administración tributaria interpuso un recurso de apelación, que mereció el
Auto de Vista 254 de 18 de noviembre de 2015, que confirmó la Sentencia cuestionada.
Por tal motivo, el accionante interpuso un recurso de casación, que fue resuelto por el Auto Supremo
402-1 de 25 de noviembre de 2016, dictado por la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa,
Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, anulando obrados y disponiendo
que el Tribunal de alzada pronuncie una nueva resolución; cumpliendo esta última determinación, se
emitió el Auto de Vista 14 de 26 de enero de 2018, que declaró improbada la demanda contencioso
tributaria incoada por el sujeto pasivo; consecuentemente, el contribuyente planteó un nuevo recurso
de casación, el cual fue dilucidado por la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Segunda del mencionado Tribunal a través del Auto Supremo 439/2018 de 19 de
noviembre, casando el Auto de Vista impugnado y en consecuencia, dejando sin efecto la Resolución
Determinativa 17-00238-09.
Con todos los antecedentes procesales relatados, identificó a dicho Auto Supremo como el acto lesivo
de sus derechos fundamentales, indicando que se vulneró su derecho al debido proceso en su
elemento de fundamentación y motivación, ya que se asume injustificadamente una determinación

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 618


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sobre la no suspensión del término de prescripción con la notificación al sujeto pasivo con la orden
de verificación en aplicación de una interpretación literal, contraria a la jurisprudencia ordinaria
establecida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en las Sentencias 013/2013 de 6 de
marzo, 021/2013 de 11 de marzo, 401/2013 de 19 de septiembre y 394/2015 de 21 de julio, que
utilizando una interpretación sistemática y teleológica hacen extensiva la suspensión prevista en el
art. 61.I del Código Tributario Boliviano (CTB) a los procedimientos de verificación, con base en una
analogía prevista por el art. 8.III del mismo cuerpo legal, para llenar vacíos legales y evitar la
prescripción de las acciones de la Administración Tributaria para verificar el cumplimiento de las
obligaciones impositivas del contribuyente; agregando que, según la jurisprudencia constitucional el
cambio no fundamentado de entendimientos jurisprudenciales por el Tribunal Supremo de Justicia
también implica la lesión del derecho a la igualdad en la aplicación de la ley y el principio de seguridad
jurídica.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante consideró como lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de
motivación y fundamentación, igualdad en la aplicación de la ley y “seguridad jurídica”, a cuyo efecto
citó los arts. 8.II, 9.2, 14.II y IV, 115.II, 117.I, 119.I y 180.I de la Constitución Política del Estado
(CPE); y, 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y en consecuencia: a) Se deje sin efecto el Auto Supremo 439/2018; y,
b) Ordenar que las autoridades demandadas pronuncien una nueva resolución, respetando sus
derechos y garantías.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 278 a
289, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La parte accionante por intermedio de su abogado, ratificó lo manifestado en su memorial de acción
de amparo constitucional.
I.2.2. Informe de los demandados
Carlos Alberto Egües Añez, Magistrado de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Segunda del Tribunal Supremo de Justicia, presentó informe escrito el 29 de mayo de
2019, cursante de fs. 144 a 150, manifestando que: i) El Auto Supremo 439/2018 fue pronunciado
en estricto apego a las normas legales en que se funda, dando respuesta a todos y cada uno de los
puntos reclamados en el recurso de casación en la forma y fondo; y, ii) La acción de amparo
constitucional no constituye un nuevo recurso de casación, no pudiéndose entrar a revisar la
valoración probatoria o la interpretación de la norma; por lo que, solicitó se deniegue la tutela
solicitada.
Ricardo Torres Echalar, Magistrado de la Sala y Tribunal precitados, no remitió informe ni concurrió
a la audiencia pese a su notificación cursante a fs. 141.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Blanca Rosa Salces Cuellar, representante de DATEC LTDA., por memorial presentado el 29 de mayo
de 2019, cursante de fs. 266 a 271, el cual fue ratificado y reiterado en audiencia, alegó que: 1) La
Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia pronunció la Sentencia 518/2017 de 12 de julio, luego
de realizar un amplio análisis normativo, concluyendo que la suspensión del cómputo del término de
prescripción tributaria previsto en el art. 62.I del CTB es aplicable exclusivamente al procedimiento
de fiscalización tributaria; entendimiento que fue reiterado en las Sentencias 576/2017 de 12 de julio,
emitida por la misma Sala; y, 27/2017 de 16 de febrero, dictada por la Sala Contenciosa y Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Segunda, ambas del referido Tribunal; 2) En materia tributaria

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la doctrina y la jurisprudencia no son fuentes de derecho; y, 3) El accionante no acreditó su


legitimación activa en representación del SIN; por lo que, solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
51 de 30 de mayo de 2019, cursante de fs. 289 a 292 vta., denegó la tutela solicitada con base en
los siguientes fundamentos: i) De la revisión del ordenamiento jurídico tributario, se concluye que el
procedimiento de fiscalización es distinto al de verificación, no siendo aplicable lo dispuesto en el art.
61.I del CTB a este último caso; y, ii) La tercera interesada invocó jurisprudencia del año 2017,
donde se puede evidenciar la modulación y el cambio de la línea jurisprudencial reclamada por el
accionante, quitando la relevancia constitucional a lo manifestado en la acción de amparo
constitucional.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 518/2017 de 12 de julio, emitida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia, que entre sus fundamentos refiere: “Con carácter previo, corresponde señalar que hasta
ahora este Tribunal ha establecido en sentencias previas como ser la 351/2015 de 21 de julio,
161/2016 de 21 de abril, y la propia 013/2013 de 6 de marzo, entre otras, que el art. 62. I de la Ley
Nº 2492 CTB, no debe ser interpretado de forma aislada o individual (…) Entonces, el procedimiento
de fiscalización se puede dar ya sea por el procedimiento de verificación a través de una orden de
verificación o por el procedimiento de fiscalización con una orden de fiscalización que en los hechos
exteriorizan la facultad de la Administración Tributaria de ejercitar su atribución de determinación
tributaria, cumpliendo con la notificación al administrado con cualquiera de estos actos para que
proceda la suspensión del curso de la prescripción.
…si bien la AT y hasta ahora este Tribunal, han asumido esta posición, las disposiciones referidas a
los procedimientos de determinación contempladas en los arts. 95 y 100 de la Ley Nº 2492 CTB y los
arts. 29 al 32 del DS 27310 Reglamento al Código Tributario Boliviano (RCTB), reconocen a cada una
de estas como facultades independientes de la AT…
(…)
Consecuentemente, se evidencia la existencia de diferencias considerables entre ambos
procedimientos, y en virtud a que la prescripción y sus causas de suspensión, pueden ser establecidas
únicamente por la ley (…) no corresponde la aplicación del art. 62 - I de la Ley Nº 2492 CTB, que
prevé únicamente la suspensión en caso de notificación con el inicio de fiscalización individualizada
al contribuyente; no existiendo vacío legal en esta norma que requiera una interpretación extensiva
o análoga…” (sic [fs. 171 a 178]).
II.2. Mediante Auto Supremo 439/2018 de 19 de noviembre, Carlos Alberto Egües Añez y Ricardo
Torres Echalar, Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Segunda del Tribunal Supremo de Justicia -ahora demandados-, casaron el Auto de
Vista 14 de 26 de enero de 2018, pronunciado por la Sala en Materia de Trabajo y Seguridad Social
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, dentro del proceso contencioso
tributario seguido por DATEC LTDA. -ahora tercero interesado- contra la Gerencia GRACO Santa Cruz
del SIN -accionante-; que, entre sus fundamentos, expresa lo siguiente: “es menester señalar que el
término de la prescripción en el caso no fue suspendido en aplicación del art. 62.I del CTB, porque
no se notificó con una orden de fiscalización, sobre el tema se tiene de toda la fundamentación
expuesta por la parte demandante, de la normativa, los precedentes y la jurisprudencia analizada,
que siendo el caso producto de una Orden de Verificación con N° 7908OVI0112, la cual fue
legalmente notificada el 20 de octubre de 2008…” (sic [fs. 66 a 69]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante considera vulnerado su derecho al debido proceso en sus elementos de
motivación y fundamentación, igualdad en la aplicación de la ley y “seguridad jurídica”; debido a que,

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las autoridades demandadas emitieron el Auto Supremo 439/2018 de 19 de noviembre, determinando


la no aplicabilidad del art. 62.I del CTB para la suspensión de las prescripción en procedimientos de
verificación, sin fundamentar el cambio del entendimiento jurisprudencial establecido por la Sala
Plena del Tribunal Supremo de Justicia en las Sentencias 013/2013 de 6 de marzo, 021/2013 de 11
de marzo, 401/2013 de 19 de septiembre y 394/2015 de 21 de julio.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1 La fundamentación y motivación de las resoluciones y el principio de congruencia
como elementos de la garantía del debido proceso
Sobre esta temática, se tiene que la SCP 0014/2018-S2 de 28 de febrero, sistematizó los
entendimientos principales desarrollados por la jurisdicción constitucional hasta el momento,
estableciendo que: “El derecho a una resolución fundamentada y motivada, como uno de los
elementos del debido proceso, reconocido como derecho fundamental, garantía jurisdiccional y
derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE; 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP), fue desarrollado en la amplia jurisprudencia constitucional, siendo uno de los
antecedentes, el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre, la cual establece
como exigencia del debido proceso, que toda resolución debe exponer los hechos y el fundamento
legal de la decisión, de manera que en caso de omisión, se estaría vulnerando dicho derecho.
Posteriormente, en la SC 0946/2004-R de 15 de junio, se aclara que esta garantía es aplicable
también en procesos administrativos y disciplinarios.
En la SC 0871/2010-R de 10 de agosto, se determinan los requisitos que deben contener toda
resolución jurisdiccional o administrativa con la finalidad de garantizar el derecho a la fundamentación
y motivación como elemento configurativo del debido proceso, así en su Fundamento Jurídico III.3,
señala:
…a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener
una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los
supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de
forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe valorar
de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios producidos, asignándoles
un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de
causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto
en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica
emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado.
En cuanto a los requisitos que debe contener una resolución administrativa en segunda instancia, la
SCP 0275/2012 de 4 de junio, precisa que dicho fallo debe exponer los hechos y citar las normas que
sustentan la decisión, además de pronunciarse sobre todos y cada uno de los aspectos impugnados
en el recurso.
Por su parte, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre se refiere a los supuestos de motivación arbitraria;
empero, es la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre la que desarrolla el contenido esencial del derecho
a una resolución fundada, señalando que el mismo está dado por sus finalidades implícitas, como
son: a) El sometimiento a la Constitución Política del Estado y al bloque de constitucionalidad; b)
Lograr el convencimiento de las partes que la resolución no es arbitraria; es decir, que observa el
valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; c)
Garantizar la posibilidad del control de la resolución a través de los medios de impugnación; d)
Permitir el control social de la resolución en mérito al principio de publicidad y, e) La observancia del
principio dispositivo que implica la otorgación de respuestas a las pretensiones de las partes -quinta
finalidad complementada por la SCP 0100/2013 de 17 de enero-.
Respecto a la segunda finalidad, tanto la SCP 2221/2012 como la SCP 0100/2013, señalan que la
arbitrariedad puede estar expresada en una decisión sin motivación, con motivación arbitraria,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 621


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insuficiente y por la falta de coherencia del fallo. Ejemplificando refiere, que la decisión sin motivación
se presenta cuando la resolución no da razones que la sustenten; en tanto que la motivación arbitraria
es la que sustenta la decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas o cuando
deviene de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba, o en su caso, de la omisión en la
valoración de la prueba aportada en el proceso; la motivación insuficiente, cuando no se da razones
de la omisión de pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes; finalmente, la falta de
coherencia del fallo se da, en su dimensión interna, cuando no existe relación entre las premisas -
normativa y fáctica- y la conclusión -por tanto-; en su dimensión externa, implica que la resolución
debe guardar correspondencia con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos,
sobre la coherencia interna y externa, tienen su antecedente en la SC 0863/2003-R de 25 de junio,
así como en la SC 0358/2010 de 22 de junio, estableciendo que en el ámbito procesal, el principio
de congruencia se entiende no solo como la correspondencia que debe existir entre lo peticionado y
lo resuelto, sino que además implica la concordancia del fallo, es decir su coherencia interna,
entendimiento que fue reiterado en la SCP 1915/2012 de 12 de octubre, entre otras. Por su parte,
respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo,
señala que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los agravios de la apelación y la
contestación de alzada”.
En resumen, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una resolución será arbitraria
cuando carezca de motivación o ésta sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la resolución no
tenga coherencia o congruencia interna o externa.
Ahora bien, la jurisprudencia precedentemente citada debe ser complementada a partir de la
relevancia constitucional que tenga la alegada arbitraria o insuficiente fundamentación y
motivación de las resoluciones, es decir, que deberá analizarse la incidencia de dicho acto
supuestamente ilegal en la resolución que se está cuestionando a través de la acción de
amparo constitucional; pues, si no tiene efecto modificatorio en el fondo de la decisión,
la tutela concedida por este Tribunal únicamente tendría como efecto el que se pronuncie una nueva
resolución con el mismo resultado; consiguientemente, a partir de una interpretación previsora, si
bien la arbitraria o insuficiente fundamentación, aún carezca de relevancia, deberá ser analizada por
el Tribunal Constitucional Plurinacional; empero, corresponderá denegar la tutela por carecer de
relevancia constitucional, con la aclaración que este entendimiento es únicamente aplicable a la
justicia constitucional que no exigirá para efectuar el análisis, que la o el accionante cumpla con carga
argumentativa alguna” (las negrillas nos pertenecen).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alega que las autoridades demandadas emitieron el Auto Supremo 439/2018,
determinando la no aplicabilidad del art. 62.I del CTB para la suspensión de la prescripción en
procedimientos de verificación, sin fundamentar el cambio del entendimiento jurisprudencial
establecido por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en las Sentencias 013/2013 de 6 de
marzo, 021/2013 de 11 de marzo, 401/2013 de 19 de septiembre y 394/2015 de 21 de julio; por lo
que, considera vulnerado su derecho al debido proceso, en sus elementos de motivación y
fundamentación, igualdad en la aplicación de la ley y “seguridad jurídica”.
De la revisión de todos los documentos adjuntos a la acción de amparo constitucional, los más
relevantes para su dilucidación fueron detallados en las Conclusiones de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional; evidenciándose que en un primer momento, tal y como lo expuso la parte accionante,
la jurisprudencia emitida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia en ejercicio del control
judicial de la legalidad de los actos administrativos emanados por la Administración Tributaria,
determinó que la previsión contenida en el art. 62.I del CTB sobre la suspensión del curso de la
prescripción ante la notificación del inicio de un procedimiento de fiscalización, por analogía era
extensible a los procedimientos de verificación tributaria; sin embargo, posteriormente la misma Sala
Plena cambió dicho entendimiento jurisprudencial de manera expresa, pudiendo citarse la Sentencia
518/2017 de 12 de julio (entre otras), que entre sus fundamentos estebalece: “Con carácter previo,
corresponde señalar que hasta ahora este Tribunal ha establecido en sentencias previas como ser la

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351/2015 de 21 de julio, 161/2016 de 21 de abril, y la propia 013/2013 de 6 de marzo, entre otras,


que el art. 62. I de la Ley Nº 2492 CTB, no debe ser interpretado de forma aislada o individual (…)
Entonces, el procedimiento de fiscalización se puede dar ya sea por el procedimiento de verificación
a través de una orden de verificación o por el procedimiento de fiscalización con una orden de
fiscalización que en los hechos exteriorizan la facultad de la Administración Tributaria de ejercitar su
atribución de determinación tributaria, cumpliendo con la notificación al administrado con cualquiera
de estos actos para que proceda la suspensión del curso de la prescripción.
…si bien la AT y hasta ahora este Tribunal, han asumido esta posición, las disposiciones referidas a
los procedimientos de determinación contempladas en los arts. 95 y 100 de la Ley Nº 2492 CTB y los
arts. 29 al 32 del DS 27310 Reglamento al Código Tributario Boliviano (RCTB), reconocen a cada una
de estas como facultades independientes de la AT…
(…)
Consecuentemente, se evidencia la existencia de diferencias considerables entre ambos
procedimientos, y en virtud a que la prescripción y sus causas de suspensión, pueden ser establecidas
únicamente por la ley (…) no corresponde la aplicación del art. 62 - I de la Ley Nº 2492 CTB, que
prevé únicamente la suspensión en caso de notificación con el inicio de fiscalización individualizada
al contribuyente; no existiendo vacío legal en esta norma que requiera una interpretación extensiva
o análoga…” (sic).
Este cambio de línea jurisprudencial, sin desconocer y haciendo referencia a sus precedentes,
determinó diferencias sustanciales entre los procedimientos de fiscalización y verificación, nueva
interpretación que igualmente fue sustentada por las normas reglamentarias emitidas por la propia
Administración Tributaria, llegando a la conclusión de que la suspensión del curso de la prescripción
prevista en el art. 62.I del CTB solamente es aplicable a procedimientos de fiscalización; por lo que,
si bien en el Auto Supremo 439/2018, dictado por las autoridades demandadas, no se realiza una
fundamentación propia de un cambio de línea jurisprudencial, se tiene que no era necesario ya que
el mismo se dio con anterioridad en las Sentencias de la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia
de la gestión 2017, como la 518/2017, no configurándose una aplicación desigual de la ley ni una
afectación a la seguridad jurídica; además, el agravio expresado en la acción de defensa sobre la
insuficiente fundamentación en lo que respecta al cambio de línea jurisprudencial carece de relevancia
constitucional, ya que su tutela no representaría un cambio en el fondo de la decisión, sino
simplemente el pronunciamiento de una nueva resolución con idéntico resultado (Fundamento
Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional).
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional, al denegar la tutela impetrada, aplicó
correctamente las disposiciones constitucionales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 51 de 30 de mayo de 2019, cursante de fs. 289 a 292
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brígida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 623


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0715/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29770-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 14/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 15 a 17, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Katerine Lazaro Rojas en representación sin mandato de
Vianka Murillo Cossío contra Jeaneth Choque García, Jueza de Instrucción Penal Séptima
de la Capital del departamento de La Paz; y, Elio Pacheco Colque, funcionario de la Policía
Boliviana.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 18 de junio de 2019, cursante de fs. 3 a 6 vta., la accionante a través de
su representante, expuso lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 10 de junio de 2019, luego de ser aprehendida por un supuesto delito flagrante -sin detallar-, se
llevó a cabo audiencia de consideración de medidas cautelares en su contra, acto realizado sin tomar
en cuenta su estado de embarazo de treinta y cuatro semanas con alto riesgo; acto procesal que
continuó sin considerar su desmayo, malestar y la vida de su hija por nacer, lo que generó trato
irrazonable, inadecuado e inhumano, vulnerando sus derechos a la salud y dignidad; por lo que,
solicitó no presenciar la audiencia referida, pero le fue negado; interpuso recurso de reposición, que
derivó en la orden de esperar por más de veinte minutos en antesala para que opere la orden
jurisdiccional y una hora hasta la llegada del médico forense para verificar su estado; quien, concluyó
en la necesidad de atención hospitalaria especializada.
La Autoridad demandada el 11 de igual mes y año, se trasladó al recinto de salud en el que fue
internada y pretendió continuar con la audiencia, sin considerar su cuadro clínico de gestante con
riesgo; sufriendo además, acoso por funcionarios policiales enviados por el Jefe de Seguridad del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, sin entender que se resguardaba el derecho a la salud
y vida de la concebida, este constante amedrentamiento policial le generó estado de estrés
permanente. Por ende, debe evitarse la reiteración de los actos violatorios anteriormente denunciados
en su caso, aplicándose por su naturaleza y efectos la acción de libertad innovativa, que declarará
previamente la existencia de lesiones a los derechos precitados, reparándolas al efecto y ordenándose
la imposibilidad de repetírselos.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de los derechos a la vida y a la salud
de su hija concebida y por nacer; citando al efecto los arts. 15.I, 35.I y 115.II de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se le conceda la tutela, ordenando a las autoridades demandadas el cese inmediato de las
acciones que pongan en riesgo la salud y la vida de su hija concebida a punto de nacer.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 19 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 13 a 14,
se produjeron los siguientes actuados:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 624


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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


La accionante no se presentó a la audiencia de consideración de la presente acción de libertad, pese
a su notificación cursante a fs. 8.
I.2.2. Informe de los demandados
Jeaneth Choque García, Jueza de Instrucción Penal Séptima de la Capital del departamento de La
Paz; mediante memorial presentado el 19 de junio de 2019, cursante de fs. 11 y vta., informó: a)
Dispuso cuarto intermedio en la audiencia de consideración de medidas cautelares del 10 de junio
del mismo año, para atender la situación en la que se encontraba la coimputada -hoy accionante-,
quien a propósito y sin considerar su estado de gestación se arrojó al piso, para entorpecer su
desarrollo; b) En base al informe médico se la trasladó de manera oportuna y sin demora a un centro
hospitalario, donde y constatando la estabilidad de la misma, se procedió a reinstalar la audiencia
indicada; empero, se tuvo que realizar nuevos recesos por el estado de salud de la impetrante de
tutela; y, c) Ordenó la aplicación de medidas sustitutivas -sin precisarla-, previa alta médica y certeza
de la situación personal de la precitada.
Elio Pacheco Colque, funcionario de la Policía Boliviana; no presentó informe ni se apersonó a la
audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 8.
I.2.3. Participación del Ministerio Público
Yolanda Tania Alfaro Castellón, representante del Ministerio Público, fundamentó en audiencia: 1) El
derecho a la vida está protegido, siempre y cuando esté vinculado a la restricción o supresión de la
libertad o exista arbitrariedad de alguna autoridad; 2) La peticionante de tutela, sólo intenta
desprenderse de su responsabilidad penal ligada al narcotráfico; 3) El riesgo de la vida de la niña
concebida lo provocó la misma impetrante de tutela cuando se tiró al piso, quien evitó someterse al
proceso penal; y, 4) El funcionario policial demandado no tiene responsabilidad alguna en el caso.
I.2.4. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, por Resolución 14/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 15 a 17, denegó la tutela; bajo
los siguientes fundamentos: i) El 10 de junio de 2019 se llevó a cabo la audiencia de consideración
de la medidas cautelares en contra de la accionante, en la que se dispuso cuarto intermedio para
esperar al médico forense y su respectiva valoración, en cuya razón fue trasladada al Hospital de
Clínicas y en forma posterior al Hospital de La Mujer, ambos de la ciudad de La Paz; ii) Se dio nuevo
receso y con el mismo objeto en la audiencia indicada, reinstalada en la última institución precitada
el día 12 de igual mes y año, señalándose al efecto una nueva para el día 19 de idéntico mes y año,
donde se aplicó a favor de la impetrante de tutela medida sustitutiva a la detención preventiva; iii)
Debió recurrirse previamente para el reclamo de la salud al Juez director del proceso, quien tiene la
potestad del control jurisdiccional, quien en su caso reparará en la vía ordinaria los derechos
supuestamente lesionados; por ende, no se observó el principio de subsidiariedad; y, iv) No se
observaron la concurrencia de los requisitos para la procedencia de la acción de libertad, establecidos
en los arts. 46 y 47 del Código Procesal Constitucional (CPCo).
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de antecedentes, se establece lo siguiente:
II.1. Al no haberse adjuntado antecedente alguno, la problemática desarrollada se resolverá en base
al planteamiento de la acción de libertad, el informe de la Autoridad jurisdiccional demandada y lo
acontecido en la audiencia (fs. 3 a 6, 11 a 12; y, 13 a 14).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la vida y a la salud,
como los de su hija concebida y por nacer, puesto que la Jueza codemandada desestimó la inmediata
atención médica en la audiencia de consideración de medidas cautelares en su contra de 10 de junio
de 2019, reinstalada el 11 de igual mes y año, pese a su embarazo de alto riesgo, agravado por el

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estrés permanente generado por el constante amedrentamiento policial sufrido; constituyendo ello,
trato irrazonable, inadecuado e inhumano.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0392/2019-S4 de 24 de junio, al respecto fundamentó: “ La SCP 0690/2018-S4 de 25 de
octubre, citando a la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, en cuanto a la naturaleza jurídica de esta
acción tutelar, señaló que: “Se trata de un mecanismo de defensa constitucional extraordinario de
carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los
derechos fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de servidores públicos
o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión.
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada
sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el
segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que
configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se
establece que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y
sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección, informalismo,
generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir,
no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional
antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen
en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya
procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida” (las
negrillas son nuestras).
III.2. Alcance de la protección del derecho a la salud y la vida, vía acción de libertad
La SCP 0053/2019-S4 de 2 de abril, sobre ambos temas motivó: ”Conforme a la naturaleza jurídica
de la acción de libertad, constitutiva de un mecanismo de defensa constitucional rápido y carente de
formalismos, encaminado al resguardo de la vigencia y ejercicio de los derechos a la vida, la libertad
personal y de locomoción, la SCP 0129/2015-S3 de 10 de febrero, estableció, específicamente con
relación a la tutela del primero de los derechos nombrados, a través de la presente acción de defensa,
luego de un amplio desarrollo jurisprudencial, que: “…Sobre el derecho a la integridad física, el
artículo 15.I de nuestra Norma Suprema establece que: ‘Toda persona tiene derecho a la vida y a la
integridad física, psicológica y sexual, y que nadie será torturado ni sufrirá tratos crueles, inhumanos,
degradantes o humillantes’. El segundo parágrafo señala que: ‘Todas las personas, en particular las
mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en
la sociedad’, y finalmente el parágrafo tercero: ‘El Estado adoptará las medidas necesarias para

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prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género y generacional, así como toda acción u omisión
que tenga por objeto degradar la condición humana, causar muerte, dolor y sufrimiento físico, sexual
o psicológico, tanto en el ámbito público como privado’, delimitando así la Norma Suprema que el
derecho a la integridad personal, está compuesto por tres vertientes: física, psicológica y sexual.
Estas vertientes fueron desarrolladas por el Tribunal Constitucional en la SC 1891/2011-R del 7 de
noviembre, expresando que la integridad personal es un derecho inherente a la persona; implica su
preservación física, psíquica y sexual, e incluye el reconocimiento de la dignidad inherente al ser
humano, y, por lo tanto, se traduce en el derecho a no ser víctima de ningún dolor o sufrimiento
físico, psicológico o agresión sexual; Así concretamente señalo:
‘La integridad física hace referencia a la plenitud corporal del individuo, por ello toda persona tiene
derecho a ser protegida contra agresiones que puedan provocar lesiones en su cuerpo, causándole
dolor físico o daño a su salud.
La integridad psicológica ésta referida al conjunto de facultades intelectuales y emocionales; su
inviolabilidad se relaciona con el derecho a no ser obligado o manipulado mentalmente contra su
voluntad.
Finalmente, la integridad sexual está referida a la protección al derecho de las personas a tener
capacidad para expresarse válidamente, a tener un libre y consciente trato sexual o a no tenerlo
contra su voluntad…’
(…) en la SCP 0264/2014 de 12 de febrero, [se] estableció que el derecho a la vida guarda íntima
relación con otros Derechos Humanos, como son la integridad física y la salud, los cuales
gozan de protección por el orden constitucional vigente, señalando que a través de la
acción de libertad es posible tutelar tal derecho, aun cuando este no esté relacionado con
el derecho a la libertad, indicando concretamente que: ‘Como se advierte de lo establecido por la
jurisprudencia constitucional la vida al ser un derecho primario del ser humano, se encuentra
directamente vinculada a otros elementos que la conforman como es la integridad física y la salud
que igualmente es un derecho de la persona, por lo que de igual forma goza de protección por el
orden constitucional vigente, toda vez que le impele al Estado no solo la proteja sino también la
garantice, efectivizándose, entre una de sus manifestaciones, en la asistencia médica que requiere
la persona que se ve afectada en su salud’.
En virtud a la tutela que brinda la acción de libertad, respecto al derecho a la vida y
también a la integridad física o personal, esta acción tutelar es concebida como una
acción esencial y, por lo mismo, debe señalarse que si bien su génesis como garantía
jurisdiccional está asociada con la defensa del derecho a la libertad física y personal; no
es menos cierto que, dado el carácter primario y básico del derecho a la vida, del cual
emergen el resto de los derechos, la acción de libertad también se activa en los casos en
que exista un real peligro para éste, pudiendo incluso prescindirse del cumplimiento de
formalidades procesales”.
Igualmente, es importante acudir al razonamiento establecido en la SC 2468/2012 de 22 de
noviembre, que con respecto al derecho a la vida y su vinculación con el derecho a la libertad y al
agotamiento de los mecanismos ordinarios de protección antes de acudir a esta acción de defensa,
estableció: “…para que opere por la vía de la acción de libertad, la tesis jurisprudencial de la SC
0044/2010-R, señala que debe haber un vinculación entre el peligro de afectación del derecho a la
vida y el derecho a la libertad, pues para que opere la protección que brinda la acción de libertad al
derecho a la vida debe ser causa de la lesión del derecho a la libertad, no obstante, esa noción
jurisprudencial debe ser modulada, en mérito al siguiente razonamiento: La naturaleza del
derecho a la vida impone la casi eliminación de cualquier tipo de formalismo en su
protección, pues resultaría un despropósito que quien solicite la tutela de su derecho a
la vida cuya naturaleza siempre es urgente, reciba la respuesta de que debe acudir ante
otro mecanismo procesal como la acción de amparo constitucional.

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Por ello corresponde establecer la noción protectiva de la acción de libertad en relación al derecho a
la vida, precisando que cualquier situación de vulneración del derecho a la vida será
conocida a instancias de las acciones de amparo constitucional o de libertad
indistintamente, justamente por el inmenso valor que el Constituyente ha asignado a dos nociones
conceptuales elementales para la convivencia en nuestra sociedad boliviana…” (el resaltado
pertenece al texto original).
III.3. De la acción de libertad innovativa
La SCP 0239/2018-S3 de 18 de junio, al respecto entendió: “La SCP 2075/2013 de 18 de noviembre,
dejó establecido que: “La doctrina constitucional ha desarrollado diferentes modalidades o tipos de
habeas corpus -ahora acción de libertad-, así, entre ellos se tiene el habeas corpus innovativo, lo que
en el régimen constitucional vigente equivale a la acción de libertad innovativa. Su naturaleza
principal radica en que, la jurisdicción constitucional, a través de esta garantía, tiene la facultad de
tutelar la vida, libertad física y de locomoción, frente a las acciones y omisiones que restrinjan,
supriman o amenacen de restricción o supresión, aun cuando las mismas hubieran cesado o
desaparecido.
En ese contexto argumentativo, la acción de libertad -innovativa- permite al agraviado o víctima de
la vulneración acudir a la instancia constitucional pidiendo su intervención con el propósito
fundamental de evitar que, en lo sucesivo, se reiteren ese tipo de conductas por ser reñidas con el
orden constitucional; pues, conforme lo ha entendido la jurisprudencia, en la SCP 0103/2012 de 23
de abril, ‘la justicia constitucional a través de la acción de libertad se activa para proteger derechos
subjetivos (disponibles) y además derechos en su dimensión objetiva, es decir, busca evitar la
reiteración de conductas reñidas contra el orden público constitucional y los bienes constitucionales
protegidos de tutela reforzada.
Ahora bien, está claro que el propósito de la acción de libertad innovativa, radica, fundamentalmente,
en que todo acto contrario al régimen constitucional que implique desconocimiento o comprometa la
eficacia de los derechos tutelados por esta garantía jurisdiccional, debe ser repudiado por la justicia
constitucional. Así, el propósito fundamental de la acción de libertad innovativa, tiene la
misión fundamental de evitar que en el futuro se repitan y reproduzcan los actos
contrarios a la eficacia y vigencia de los derechos a la vida, la libertad física y de
locomoción. En ese sentido, no se protegen únicamente los derechos de la persona que interpuso
la acción de libertad; al contrario, su vocación principal es que en lo sucesivo no se repitan las
acciones cuestionadas de ilegales, en razón a que, como ha entendido la jurisprudencia
constitucional, la acción de libertad se activa no simplemente para proteger derechos desde una
óptica netamente subjetiva, más al contrario, este mecanismo de defensa constitucional tutela los
derechos también en su dimensión objetiva, evitando que se reiteren aquellas conductas que lesionan
los derechos que se encuentran dentro del ámbito de protección de la acción de libertad y que
fundamentan todo el orden constitucional.
(…)
…entiéndase la figura de la acción de libertad innovativa o habeas corpus innovativo como
el mecanismo procesal, por el cual el juez constitucional asume un rol fundamental para
la protección del derecho a la libertad personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie
debe realizar una declaración sobre la efectiva existencia de lesión al derecho a la
libertad física o personal, aunque la misma hubiera desaparecido, advirtiendo a la
comunidad y al funcionario o persona particular, que esa conducta es contraria al orden
constitucional, en esta Sentencia también se debe emitir una orden al funcionario o particular que
lesionó el derecho en sentido que, en el futuro, no vuelva a cometer ese acto, con relación a la misma
persona que activó la justicia constitucional o con otras que se encuentren en similares circunstancias.
(…)
Consiguientemente, a partir de la SCP 2491/2012, queda clara la reconducción de la jurisprudencia
al entendimiento contenido en la SC 0327/2004-R, en sentido que procede la acción de libertad -bajo

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la modalidad innovativa- aún hubiere cesado el acto ilegal en cualquiera de las modalidades
protectivas de la acción de libertad; es decir, la amenaza al derecho a la vida, la privación de libertad,
la persecución indebida o, en su caso el indebido procesamiento vinculado con el derecho a la libertad
física o personal.
(…)
En ese contexto, el propósito fundamental de la acción de libertad no es únicamente el de reparar o
disponer el cese del hecho conculcador, sino también de advertir a la comunidad en su conjunto,
sean autoridades, servidores públicos o personas particulares, que las conductas de esa naturaleza
contravienen el orden constitucional y, por consiguiente, son susceptibles de sanción, no pudiendo
quedar en la impunidad, así, el acto lesivo haya desaparecido” (el resaltado es nuestro).
III.4. Análisis del caso concreto
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la vida y a la salud,
como los de su hija concebida y por nacer, puesto que la Jueza codemandada desestimó la inmediata
atención médica en la audiencia de consideración de medidas cautelares en su contra de 10 de junio
de 2019, reinstalada el 11 de igual mes y año, pese a su embarazo de alto riesgo, agravado por el
estrés permanente generado por el constante amedrentamiento policial; constituyendo ello, trato
irrazonable, inadecuado e inhumano.
Conforme a la problemática planteada por la peticionante de tutela y la revisión de antecedentes, se
colige la no existencia de antecedente procesal alguno; por ello, la problemática desarrollada se
analizará y resolverá en base al planteamiento de la acción de libertad, el informe de la Autoridad
jurisdiccional demandada y lo acontecido fundamentalmente en la audiencia.
Al respecto los Fundamentos Jurídicos III.1, 2 y 3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional refieren, que la acción de libertad está diseñada sobre la base de dos pilares esenciales,
el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por los presupuestos de
activación; por ende, estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus
características de inmediatez en la protección, informalismo, generalidad e inmediación, sin reconocer
fueros ni privilegios. Ahora bien, los indicados requisitos de activación al amparo del art. 125 de la
CPE, son los atentados contra el derecho a la vida, la afectación de los derechos a la libertad física
como el de locomoción, acto y omisión que constituya procesamiento o persecución indebidos. De
este modo, en virtud a la tutela que brinda respecto al derecho a la vida y a la integridad física o
personal, es concebida como una acción esencial del cual emergen los demás; activándose por ello,
en los casos donde exista un peligro real, pudiendo incluso prescindirse del cumplimiento de
formalidades procesales; así, el propósito fundamental de la acción de libertad innovativa, es la de
evitar que en el futuro se repitan y reproduzcan los actos contrarios a la eficacia y vigencia de los
referidos derechos a la vida, la libertad física y de locomoción.
Ahora, conforme el estudio del caso y la argumentación realizada por la impetrante de tutela se
advierte, que el 10 de junio de 2019, luego de ser aprehendida se llevó a cabo en su contra la
audiencia de consideración de medidas cautelares, acto supuestamente realizado sin tomar en cuenta
su estado de embarazo de treinta y cuatro semanas con alto riego; sin embargo, la Jueza demandada
dio continuidad a la misma sin considerar su desmayo, malestar y el riesgo de la vida de su hija por
nacer, lo que hubiere generado trato irrazonable, inadecuado e inhumano, con vulneración de sus
derechos a la salud y dignidad; por lo que ante su reclamo, se ordenó que esperara en antesala
durante más de una hora, hasta la llegada del médico forense para verificar su estado, quien concluyó
en la necesidad de atención especializada en un hospital; seguidamente, la autoridad jurisdiccional
demandada el 11 de igual mes y año, se trasladó al recinto médico en el que se encontraba internada
donde pretendió continuar con la audiencia indicada, sin considerar su situación de salud de gestante
con riesgo, que además fue acosada por funcionarios policiales enviados por el Jefe de Seguridad del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, generando ello un estado de estrés permanente.
Debe advertirse, que la situación problemática anteriormente expuesta, no tiene sustento probatorio,
es decir, no existe aporte de antecedentes que avalen el estado médico de la demandante de tutela;

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de todos modos, el actuar de la autoridad demandada no contradice ni incumple lo establecido en el


art. 113 del Código de Procedimiento Penal (CPP), que no refiere norma alguna respecto al actuar
en la referida situación médica o de embarazo en audiencia cautelar; por ende, debemos acudir al
principio de celeridad para inferir sobre la necesidad de la continuidad de los actos procesales, tal
como versan los arts. 3 inc.1) y 30 inc.3) de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), que comprende el
ejercicio oportuno y sin dilaciones en la administración de justicia, así como la agilidad de los trámites
procesales; se debe tener presente que, el art. 45.V de la CPE establece que: “Las mujeres tienen
derecho a la maternidad segura, con una visión y práctica intercultural; gozarán de especial asistencia
y protección del Estado durante el embarazo, parto y en los periodos prenatal y posnatal”.
Corroborando este escenario normativo, el art. 25.2 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH) sostiene: “La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia
especiales…”; de igual forma, el art. 10.2 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales (PIDESC) señala: “Se debe conceder especial protección a las madres durante un periodo
de tiempo razonable antes y después del parto…”.
Por su parte, la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz -hoy
codemandada-, dispuso cuarto intermedio en la audiencia de consideración de medidas cautelares
indicada, con el objeto de atender la situación médica de la accionante, quien a propósito y sin
considerar su estado de gestación se arrojó al piso, buscando entorpecer el desarrollo de la misma;
empero, en forma posterior y en base al informe médico fue trasladada de manera oportuna y sin
demora a un centro hospitalario, donde en consideración a su estabilidad física se procedió a
reinstalar la audiencia indicada, ordenándose la aplicación de medidas sustitutivas a su favor, previa
el alta correspondiente y certeza de su situación personal; por tanto, no es evidente la vulneración
por parte de la Jueza demandada de los derechos a la vida y la salud, tanto de la peticionante de
tutela -gestante- como la de su hija por nacer -concebida-; máxime considerando que el 335.2 del
CPP faculta a la autoridad judicial a suspender la audiencia cuando algún sujeto procesal o el propio
juez tiene algún impedimento físico debidamente comprobado; en ese sentido, solicitó se suspenda
el juicio oral, pues de esa forma se garantizaría su derecho a la vida.
Por último, los funcionarios policiales codemandados no tuvieron en el caso mayor incidencia,
actuando siempre en observancia de las órdenes emanadas por la autoridad que ejerce el control
jurisdiccional y adecuando sus acciones a lo dispuesto en los arts. 69 y 74 del CPP y a la Ley Orgánica
de la Policía Nacional, sin implicar amedrentamiento alguno con efecto de estrés permanente en la
impetrante de tutela y constituya por esa razón trato irrazonable, inadecuado e inhumano como se
denuncia.
Por tanto, no puede aplicarse en el problema presente la acción de libertad innovativa reclamada,
pues la misma opera para evitar que en el futuro se repitan y reproduzcan los actos contrarios a la
eficacia y vigencia de los derechos a la vida, la libertad física y de locomoción, no vulnerados en la
audiencia de consideración de medidas acautelares de 10 de junio de 2019, como se fundamentó
puntualmente.
Por todo lo expuesto, la Jueza de garantías al denegar la tutela impetrada, evaluó en forma correcta
los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 14/2019 de 19 de junio, cursante de fs. 15 a 17,
emitida por la Jueza de Sentencia Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz, y en
consecuencia DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO

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Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0716/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29814-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución de 005/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 69 a 72, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Noel Arturo Vaca López en representación sin mandato
de Altagracia Dueñas Fernández contra Juan Carlos Taco Espinal, Juez Público Mixto de
Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico -en suplencia
legal del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de
Caranavi-, ambos del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 28 de junio de 2019, cursante de fs. 1 a 2 vta., la accionante a través de
su representante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que se le sigue, el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Caranavi del departamento de La Paz, le impuso la medida cautelar de detención
preventiva, que posteriormente fue modificada, persistiendo el arraigo y la obligación de firmar un
libro cada quince días, última medida que agravó su situación de salud, puesto que habiendo sido
internada de emergencia el 13 de julio de 2018, tuvo que caminar para poder cumplir con dicho
deber; asimismo, los constantes viajes de Khalajahuira a Caranavi, agravaron su estado de salud por
la hipotensión ortostática y várices en el miembro inferior izquierdo, según la hoja de admisión
hospitalaria que se halla en el historial clínico de internación en el Hospital Obrero 1 de la Caja
Nacional de Salud (CNS) del aludido departamento y por cuyo motivo debió acceder a tratamientos
médicos de consulta externa e intrahospitalaria en dicho nosocomio y el Policlínico de Atención
Integral de Especialidades (PAISE).
Al estar limitada su libertad de locomoción por disposición del referido Juez, no pudo acceder a una
atención médica permanente en la ciudad de Nuestra Señora de La Paz; por lo que, el 18 de junio
de 2019, solicitó modificación de medidas cautelares, que no fue despachada hasta la presentación
de la actual acción de libertad, por el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e
Instrucción Penal Primero de Coroico del indicado departamento que se encuentra en suplencia del
señalado Juzgado de Caranavi, a pesar de que estuvo atendiendo desde el 19 de igual mes y año.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la salud y vida,
citando al efecto los arts. 15, 18, 35 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se ordene que de forma inmediata se señale audiencia de modificación
de medidas cautelares y producción de informes médicos requeridos.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 28 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 66 a 68,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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La accionante por intermedio de su representante, a tiempo de ratificar el tenor íntegro de la acción


de libertad presentada, precisó que: a) En el cuaderno de control jurisdiccional, existen múltiples
certificados médicos de las dolencias que sufre, como infección de tracto urinario, varices en sus
miembros inferiores y gastritis; b) El 17 de julio -no señaló año- ingresó a emergencias del Hospital
Obrero 1 en la especialidad de cirugía vascular; luego, se le dio de alta con las recomendaciones de
cumplir con la medicación y retornar a consulta en caso de peligro; c) Toda la documentación
aparejada debe ser valorada integralmente por el Juez de control jurisdiccional; d) Esta acción de
libertad de pronto despacho no busca la responsabilidad de la autoridad judicial, sino que se aceleren
los trámites correspondientes a sus derechos a la salud y vida, y se considere levantar la medida
cautelar de que se traslade permanentemente de La Paz a Caranavi a firmar el libro, porque ya
concluyeron las investigaciones al existir resolución de rechazo, además que se disponga el
desarraigo; e) El 25 de junio -no indicó año- volvió a ser hospitalizada ya que se le diagnosticó
trombosis venosa profunda e insuficiencia venosa crónica, que es una enfermedad incurable; y, f) Le
afectó física y psicológicamente, que el padre de sus hijos esté muy enfermo, porque no puede
ayudar en su atención.
I.2.2. Informe del demandado
Juan Carlos Taco Espinal, Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Coroico del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 1 de
julio de 2019, cursante de fs. 93 a 94 vta., indicó que: 1) El 17 de junio de igual año, se le notificó
con el memorándum por el cual se le ordenó ejercer la suplencia del Juzgado Público de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del citado departamento; razón por la que, el
19 del referido mes y año se constituyó a esa población con el objeto de cumplir la suplencia; 2)
Revisó todos los memoriales acumulados siguiendo un orden cronológico; 3) Resultó material y
humanamente imposible despachar todos los asuntos pendientes en un solo día, con el añadido de
que el 20 y 21 del mencionado mes y año, fueron feriados nacionales; 4) En procura de atender
ambos asientos judiciales, programó el Juzgado del cual es titular para el 24, 25, 26 y 28 de reiterado
mes y año; y el 27 de dicho mes y año en el Juzgado de Caranavi; sin embargo, el 25 del señalado
mes y año, se presentó en el precitado Juzgado de Coroico, imputación formal contra Juan Carlos
Rafael Mamani y otros por los enfrentamientos suscitados en la localidad de Trinidad Pampa; 5) A
partir del 26 del indicado mes y año, sectores sociales protagonizaron bloqueos de la carretera que
une La Paz con las provincias del norte paceño; y, 6) Si bien el memorial de la accionante no fue
atendido con celeridad, no fue por circunstancias atribuibles a su persona, menos por desidia; por lo
que, solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Participación del tercero interviniente
Alfredo Guarachi Rodríguez, Secretario del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal de Caranavi del departamento de La Paz, en audiencia indicó que: i) Existen tres memoriales
presentados el 18 de junio de 2019; empero, el Juez demandado se encontraba supliendo recién
desde el 19 de igual mes y año; y, ii) Durante el tiempo de la acefalía y la suplencia se entremezclaron
los memoriales y “…ese día nos estábamos poniendo en orden” (sic).
I.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Primero - Juzgado de Partido de Trabajo y Seguridad Social y de
Sentencia Penal de Caranavi del departamento de La Paz, constituido en Tribunal de garantías,
mediante Resolución 005/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 69 a 72, concedió la tutela impetrada,
disponiendo que la autoridad demandada, en aplicación del principio de celeridad procesal y el art.
132 inc.1) del Código de Procedimiento Penal (CPP), providencie el memorial de solicitud de
modificación de medidas cautelares presentado por la accionante; en base a los siguientes
fundamentos: a) El memorial interpuesto el 18 de igual mes y año, a través del cual se pidió la
aludida modificación por ser perjudicial a su salud, no se encuentra decretado conforme el art. 132
inc.1) del CPP; b) Desde su presentación, transcurrieron seis días hábiles sin que haya emitido el
decreto correspondiente; c) El 19 del mencionado mes y año, se providenció otro actuado de la
misma fecha, pero no así de la impetrante de tutela; y, d) La solicitud de medidas cautelares se halla

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vinculada con el derecho a la salud; es decir, al derecho a una existencia con calidad de vida, por lo
que resulta procedente la presente acción tutelar.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Auto Interlocutorio 262/2017 de 4 de septiembre, el Juez Público de la Niñez y Adolescencia
e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La Paz, dispuso la cesación de la
detención preventiva de Altagracia Dueñas Fernández -accionante-, imponiéndole las medidas
sustitutivas consistentes en detención domiciliaria, obligación de presentarse al Ministerio Público
cada dos viernes, arraigo, prohibición de comunicarse con los otros sujetos procesales y fianza
juratoria, personal o económica (fs. 49 a 52).
II.2. Del Certificado Médico de 12 de julio de 2018, se tiene que Altagracia Dueñas Fernández, fue
diagnosticada con várices en miembros inferiores, trombosis internas y externas, hipotensión
ortostática, gastritis e infección tracto urinario “TRATADA” (fs. 7).
II.3. Mediante nota de 25 de julio de 2018, Simeón Zeballos Garrón, Médico del Hospital Obrero 1,
informó al Cirujano del Servicio de Emergencias del señalado nosocomio, que la impetrante de tutela
fue atendida de emergencia por trombosis venosa profunda del miembro inferior izquierdo e
insuficiencia venosa crónica, pero que la misma rechazó su internación (fs. 8).
II.4. A través del Auto Interlocutorio 294/2018 de 9 de agosto, suscrita por el señalado Juez, se
levantó la medida sustitutiva de detención domiciliaria de la accionante y se mantuvieron las demás
fijadas en el Auto Interlocutorio 262/2017 (fs. 53 a 55).
II.5. Por Memorándum 635/19-P.-TDJ de 13 de junio de 2019, el Decano en Ejercicio de la
Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, le comunicó al Juez Público Mixto de
Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico, que ejerza la suplencia
legal del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi ambos
del señalado departamento, mismo que le fue notificado el 17 de igual mes y año (fs. 74).
II.6. La ahora impetrante de tutela, mediante memorial presentado el 18 de junio de 2019, ante el
Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento
de La Paz, solicitó por cuestiones de salud, modificación de la medida sustitutiva de firma de libro
cada quince días (fs. 59 y vta.).
II.7. Por decreto de 26 de junio de 2019, el señalado Juez de Coroico, fijó audiencia de medidas
cautelares para la misma fecha, dentro el proceso penal seguido contra Juan Carlos Rafael Mamani
y otro, por la presunta comisión del delito de lesiones graves y leves (fs. 80).
II.8. Cursan fotocopias de noticias emitidas por la Red ATB, ANF y La Razón de 27, 28 y 30 de junio
de 2019, que dan cuenta de la existencia de bloqueos en la ruta a los Yungas (fs. 86 a 92).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante denuncia la vulneración de sus derechos a la salud y vida;
toda vez que, habiendo solicitado el 18 de junio del 2019, modificación de las medidas sustitutivas a
la detención preventiva ante el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero
de Caranavi del departamento de La Paz, por la gravedad de su estado de salud, debido a la
hipotensión ortostática y várices en el miembro inferior izquierdo, no fue despachada hasta la
presentación de la actual acción de libertad, por el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico del mismo departamento, en suplencia legal del
referido Juez, a pesar que estuvo atendiendo dicho despacho desde el 19 de igual mes y año.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Tutela del derecho a la vida a través de la acción de libertad

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La SCP 2468/2012 de 22 noviembre, sobre la tutela del derecho a la vida mediante la acción de
libertad, señaló: “…corresponde establecer la noción protectiva de la acción de libertad en relación
al derecho a la vida, precisando que cualquier situación de vulneración del derecho a la vida será
conocida a instancias de las acciones de amparo constitucional o de libertad indistintamente,
justamente por el inmenso valor que el Constituyente ha asignado a dos nociones conceptuales
elementales para la convivencia en nuestra sociedad boliviana: 1) La protección de la vida humana
es el valor fundamental sobre el cual se construye la noción de Estado Social de Derecho, por ello es
el primer derecho fundamental enunciado en el texto constitucional; y, 2) La administración de
justicia está al servicio de la población y de la sociedad sobre la base de criterios anti formalistas en
búsqueda de un sistema de verdad material. De ahí, resulta inaceptable que cuando se solicita la
protección del derecho a la vida ante la jurisdicción constitucional, ésta deniegue la tutela con el
argumento procesal de la idoneidad recursiva; además de ello el art. 125 es claro al enumerar las
condiciones de activación de la acción de libertad, pues en la primera frase señala: ‘Toda persona
que considere que su vida está en peligro…’, de una interpretación literal de la norma constitucional
se desprende que el Constituyente lejos de condicionar la activación de la acción de libertad por
vulneración del derecho a la vida a la vinculación causal de privación previa del derecho a la libertad,
se limitó a enumerarlo como causal independiente de activación de la acción de libertad en
concordancia normativa con los arts. 46 y 47 del Código Procesal Constitucional (CPCo). En esa
dimensión argumentativa es que se establece que el derecho a la vida por la tutela inmediata que
requiere puede ser protegido indistintamente por la acción de amparo constitucional o por la acción
de libertad, pues una interpretación diferente afecta la noción básica de interpretación de los
derechos humanos (así mismo de los derechos fundamentales), cual es la interpretación favorable al
ser humano.
En el mismo sentido ultraprotectivo de la acción de libertad antes glosada, es menester aclarar la
inaplicabilidad bajo ninguna circunstancia de la regla de subsidiariedad excepcional de la acción de
libertad cuando se denuncia violación del derecho a la vida o integridad personal. Sobre el tema, es
preciso citar la SC 0008/2010-R de 6 de abril, la SC 0080/2010-R y especialmente la SC 0589/2011-
R de 3 de mayo, que fueron contundentes en señalar que no se aplica bajo ninguna circunstancia la
subsidiariedad excepcional de la acción de libertad cuando se denuncia violación del derecho a la
vida”.
III.2. Las dilaciones o demoras en los trámites relacionadas con el derecho a la vida,
pueden ser tutelados por la acción de libertad traslativa o de pronto despacho
La SCP 1874/2014 de 25 de septiembre, indicó que: “La acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, se encuentra desarrollada por la jurisprudencia de este Tribunal, entendida como el medio
procesal idóneo para que las partes de un proceso puedan obtener la celeridad necesaria en los
trámites judiciales o administrativos cuando en los mismos exista dilaciones innecesaria o indebidas
y como efecto se prolonga una restricción al derecho a la libertad, criterio este que va en conjunción
con el principio de celeridad reconocido en los arts. 178 y 180.I de la CPE, al indicar: ‘La jurisdicción
ordinaria se fundamenta en los principios procesales de gratuidad, publicidad, transparencia,
oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez…’
(art. 180.I); por ende todo administrador de justicia en ejercicio de sus funciones, se
encuentra constreñido a observar los indicados principio, evitando dilaciones indebidas
o innecesarias que sólo generen perjuicio al derecho a la vida o la libertad de los
procesados, criterio que es concordante con instrumentos internacionales, así los arts. 8.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP), que señalan el derecho que tiene toda persona a ser juzgada en un proceso
sin dilaciones indebidas” (las negrillas son nuestras).
La SCP 0464/2016-S2 de 9 de mayo, manifestó que: “La SSCC 0078/2010-R de 3 de mayo identificó
los supuestos en que opera la acción de libertad en su modalidad traslativa o de pronto despacho,
resaltando los actos procesales inherentes al régimen de las medidas cautelares; empero, debido a
la naturaleza de los derechos que protege la acción de libertad, la jurisprudencia constitucional ha
establecido que no se limita únicamente al trámite procesal de las medidas cautelares, sino también

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a otros aspectos, entre ellos los trámites administrativos o jurisdiccionales vinculados estrechamente
con el derecho a la libertad; así, el pronunciamiento, tramitación y diligenciamiento oportuno de
exhortos suplicatorios del caso que se analiza ingresan dentro del ámbito de protección de la acción
de libertad ya que tienen relación directa con la libertad del demandante de tutela.
Para la jurisprudencia constitucional, el principio de celeridad: ‘…impone a quien administra justicia
el deber jurídico de despachar los asuntos sometidos a su conocimiento sin dilaciones indebidas;
exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos vinculados a la libertad personal, toda vez
que tales peticiones deben ser atendidas de forma inmediata si no existe una norma que establezca
un plazo, y si existiera, el plazo deberá ser cumplido estrictamente’ (SSCC 0758/2000-R-, 1070/2001-
R, 0105/2003-R, entre otras).
Consecuentemente, la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, constituye una
garantía de la observancia del principio de celeridad en los trámites judiciales y
administrativos vinculados a los derechos a la vida, la libertad física y de locomoción, por
lo que todos los actos dilatorios que signifiquen el agravamiento de los indicados derechos, ingresan
al ámbito de examen de la presente acción constitucional” (las negrillas son añadidas).
III.3. Análisis del caso concreto
De antecedentes se evidencia que el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de Caranavi del departamento de La Paz, dentro del proceso penal seguido contra Altagracia
Dueñas Fernández -ahora accionante-, por la presunta comisión del delito de avasallamiento, dispuso
mediante Auto Interlocutorio 262/2017 de 4 de septiembre, la cesación de la detención preventiva
de la misma y le impuso las medidas sustitutivas de detención domiciliaria, presentarse al Ministerio
Público cada dos viernes, arraigo, prohibición de comunicarse con los otros sujetos procesales y fianza
juratoria, personal o económica; posteriormente, dicha autoridad judicial, por Auto Interlocutorio
294/2018 de 9 de agosto, levantó la medida sustitutiva de detención domiciliaria y mantuvo vigentes
las restantes.
La impetrante de tutela, mediante memorial presentado el 18 de junio de 2019, ante el referido Juez,
solicitó modificación de la medida sustitutiva de firma de libro cada quince días, debido a que las
referencias sociales y documentación emitida por la CNS de La Paz, establecieron que debía continuar
con estricto tratamiento médico ambulatorio, porque “…me halle hospitalizada contando con orden
judicial de su autoridad para tal efecto…” (sic); además que, “ascender y descender” cada quince
días le perjudicaba en su salud.
No obstante, no se evidencia el decreto o providencia que debió emitirse en torno a dicha solicitud,
por parte del Juez Público Mixto de Familia, Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de
Coroico del departamento de La Paz, que se encontraba en suplencia legal del Juzgado Público de la
Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal de Caranavi de igual departamento; lo que nos da a
comprender que dicha autoridad no dio cumplimiento a lo dispuesto por el art. 132 inc. 1) del CPP,
que dice: “Dictará las providencias de mero trámite dentro de las veinticuatro horas de la presentación
de los actos que las motivan…”, a pesar de que transcurrieron seis días desde la presentación del
mencionado memorial hasta la interposición de la actual acción tutelar; aspecto que no fue negado
por la autoridad demandada a tiempo de formular su informe escrito, sino más bien justificó que la
demora se suscitó por aspectos ajenos a su voluntad.
Del Certificado Médico de 12 de julio de 2018, se advierte que la accionante fue diagnosticada con
várices en los miembros inferiores, trombosis internas y externas, hipotensión ortostática, gastritis e
infección tracto urinario; asimismo, de la Nota de 25 de igual mes y año, suscrita por el Simeón
Zeballos Garrón, Médico del Hospital Obrero 1, se evidencia que la misma fue atendida por el Servicio
de Emergencias de dicho nosocomio por trombosis venosa profunda del miembro inferior izquierdo
e insuficiencia venosa crónica; lo que quiere decir, que la mencionada solicitud de modificación de
medidas cautelares, fue realizada por una persona que alegó que su salud vinculada con su derecho
a la vida, se encontraba en riesgo y por cuyo motivo necesitaba que se deje sin efecto la firma de

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libro cada quince días, ya que los viajes que realizaba de Khalajahuira a Caranavi agravaban su estado
de salud.
Teniendo presente que el derecho a la salud es consustancial con el derecho a la vida, la jurisdicción
constitucional estableció que corresponde tutelarlo mediante la acción de libertad cuando advierta
que una persona, a consecuencia del deterioro a su salud, se encuentre confrontando un grave riesgo
para su vida, sin la necesidad de agotar previamente las instancias administrativas o judiciales; toda
vez que, la vida, al ser el bien jurídico más importante que da origen a los demás derechos, no puede
estar supeditada a rigorismos formales para su protección, tal como se precisó en el Fundamento
Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
En el marco de lo dispuesto por el art. 125 de la CPE, que dice: “Toda persona que considere
que su vida está en peligro (…) podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o
escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o
tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida…” (las negrillas
son añadidas); esta acción de defensa constitucional, procederá a través de sus diferentes
modalidades, para resguardar el derecho a la salud vinculado al derecho a la vida, sin necesidad de
que el peticionante de tutela se encuentre privado de libertad.
De acuerdo a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, procederá la acción de libertad en su modalidad de traslativa o de pronto despacho,
cuando las dilaciones o demoras en los trámites judiciales o administrativos, generen perjuicio o
afecten al derecho a la vida; en mérito a ello, se tiene que la dilación evidenciada en el caso concreto,
respecto a la emisión del decreto que le correspondía al pedido de modificación de medidas
sustitutivas a la detención preventiva, constituye una demora que afectó el derecho a la salud
vinculado con el derecho a la vida de la accionante; toda vez que prolongó la definición de su situación
jurídica y por ende la posibilidad de que su salud pueda ser resguardada por la autoridad jurisdiccional
y por tal razón, su derecho a la vida, por lo que debe concederse la tutela solicitada, sin establecer
responsabilidad contra la autoridad demandada, debido a que evidentemente existieron distintos
factores que impidieron que no pueda providenciarse ni tramitarse de manera inmediata y oportuna
la solicitud mencionada, como: 1) Estar ejerciendo la suplencia legal de un juzgado alejado del
asiento judicial del cual es titular; 2) Los feriados nacionales que se encontraban de por medio; 3)
Las labores que debió ejercer en su propio juzgado y los bloqueos en la carretera; y, 4) La fecha del
ejercicio de la suplencia, puesto que recién lo realizó desde el 19 de junio de 2019; tal como se tiene
del Memorándum 635/19-P.-TDJ de 13 de igual mes y año, librado por el Decano en Ejercicio de la
Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; del decreto de 26 del señalado mes y
año, por el cual se fijó audiencia de medidas cautelares para la misma fecha, dentro el proceso penal
seguido contra Juan Carlos Rafael Mamani y otro, por la posible comisión del delito de lesiones graves
y leves; y, de las fotocopias de noticias emitidas por la Red ATB, ANF y la Razón de 27, 28 y 30 de
junio de 2019, que dan cuenta de la existencia de bloqueos en la ruta a los Yungas; sin embargo,
estos factores no podrán ser usados para denegar la tutela, debido a que las dilaciones efectivamente
existieron y por lo tanto solo ayudará a que no se disponga responsabilidad contra el Juez
demandado.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela solicitada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR Resolución 005/2019 de 28 de junio, cursante de fs. 69 a 72,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero - Juzgado de Partido de Trabajo y Seguridad
Social y Sentencia Penal de Caranavi del departamento de La Paz; y en consecuencia, CONCEDER
la tutela impetrada, disponiendo que la autoridad demandada, providencie el memorial de 18 de junio
de 2019, presentado por la ahora accionante, en el plazo de veinticuatro horas a partir de su
notificación con el presente fallo constitucional, y fije audiencia de modificación de medidas cautelares

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en el plazo no mayor de cinco días computables desde la emisión del decreto antes mencionado, en
resguardo a los derechos a la salud y vida de la impetrante de tutela.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0717/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29816-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 12/2019 de 4 de julio, cursante de fs. 58 a 60, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Ángel Amado Chambi contra María Melina Lima Nina,
Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra Violencia hacia las Mujeres
Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, en suplencia legal de su similar Primero.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 3 de julio de 2019, cursante de fs. 26 a 33, el accionante refirió que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 9 de junio de 2018, fue imputado formalmente por la presunta comisión del delito de abuso sexual
y a través del Auto Interlocutorio 237/2018 de 10 del referido mes, se dispuso su detención preventiva
en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz.
El 21 de diciembre del citado año, la Fiscalía Especializada en Víctimas de Atención Prioritaria (FEVAP)
emitió a su favor la Resolución de Sobreseimiento 328/2018, que fue puesta a conocimiento del
Juzgado de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra Violencia hacia las Mujeres “Primero” de
la Capital del departamento de dicho departamento el 24 de idéntico mes y año; por lo que, su
defensor presentó solicitudes de cesación de la detención preventiva que se le impuso, las que fueron
rechazadas por falta de diligencias a la denunciante y a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia con
el aludido requerimiento.
Fue notificado con la referida Resolución de Sobreseimiento el 8 de enero de 2019 y nuevamente el
8 de abril de igual año; en idéntica fecha se realizó la diligencia mediante cédula a Elvira Villarroel
Alvarado -denunciante- en la dirección otorgada por el Servicio General de Identificación Personal
(SEGIP) y el Servicio del Registro Cívico (SERECI); y, por último el 24 de julio del mismo año se
notificó a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, sin que ninguna de las partes haya presentado
alguna impugnación.
El 25 de julio de similar año solicitó a la Jueza demandada en mérito a la SCP 1206/2012 de 6 de
septiembre y el art. 324 del Código de Procedimiento Penal (CPP), libre mandamiento de libertad en
su favor, el cual no fue providenciado, hecho que generó retardación de justicia e incumplimiento de
deberes, dejándolo en incertidumbre.
El 8 de mayo de 2019, en audiencia de cesación de la detención preventiva, interpuso recurso de
apelación incidental; sin embargo, no fue remitido al Tribunal de alzada hasta la interposición de la
presente acción tutelar.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; así como del
principio de seguridad jurídica, citando al efecto los arts. 23, 115 y 117 de la Constitución Política del
Estado (CPE); 3 y 8 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); y, 7.2 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela y ordene a la Jueza demandada, que en mérito a la Resolución de


Sobreseimiento 328/2018 que fue debidamente notificada a las partes, emita el mandamiento de
libertad en el día.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 4 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 44 a 46,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el memorial de acción de libertad y ampliando el mismo
señaló que: a) Se puso en conocimiento de la Jueza demandada que se realizó la notificación con la
Resolución de Sobreseimiento 328/2018 a la denunciante y a la Defensoría de la Niñez y
Adolescencia; por lo que, el 25 -se entiende de junio de igual año- pidió que se libre mandamiento
de libertad; sin embargo, se extrañó de obrados que el 26 de idéntico mes y año la autoridad
demandada haya programado audiencia para el 1 de julio de similar año, actuado con el que no fue
notificado; pero, en la misma fecha la aludida emitió otra resolución dejando sin efecto esta,
indicándole que esté al resultado de la apelación incidental interpuesta el 8 de mayo de igual año
contra el Auto Interlocutorio 124/2019 de la citada fecha, que rechazó la solicitud de cesación de la
detención preventiva la cual fue remitida al Tribunal de alzada por oficio de 24 de junio del citado
año, es decir fuera del término previsto por ley; b) La autoridad demandada en mérito a la SCP
1206/2012 -no señaló la fecha-, de oficio o a petición de parte debió convocar a audiencia para
expedir el mandamiento de libertad, ya que se pusieron en su conocimiento las notificaciones a las
partes con la nombrada Resolución de Sobreseimiento, habiendo transcurrido más de los cinco días
que tenían para impugnar; por lo que, reclamó se pronuncie sobre el memorial de 25 de junio de
2019, el 3 -se entiende de julio de igual año-, ya que no se encontraba el expediente a la vista en
secretaría del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra Violencia hacia las Mujeres
Cuarto de la Capital del departamento de La Paz; y, c) El Ministerio Público negligentemente, no
remitió obrados al Fiscal Departamental de dicho departamento para su revisión.
I.2.2. Informe de la demandada
María Melina Lima Nina, Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra Violencia hacia las
Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz -en suplencia legal de su similar Primero -,
mediante informe presentado el 4 de julio de 2019, cursante a fs. 42 y vta. manifestó que: 1) Al
encontrase en suplencia legal del mencionado Juzgado, atendió las peticiones del accionante; en ese
sentido, el Auto Interlocutorio 124/2019 rechazó la cesación de la detención preventiva, el cual fue
impugnado y en consecuencia remitido -no señaló la fecha- a la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia del referido departamento, posteriormente observado y devuelto; al haber
sido subsanado el error se envió el expediente, encontrándose en la aludida Sala para su resolución
conforme se tiene de los informes de los servidores judiciales de apoyo jurisdiccional; 2) Del Libro
Diario, se observó que el memorial citado por el impetrante de tutela, se providenció en el plazo
determinado por norma; y, 3) El prenombrado no está detenido ni perseguido ilegalmente, como
tampoco corre en peligro su vida; fue investigado por una denuncia de abuso sexual, lo que intentó
es activar dos instancias paralelas.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
Ángela Patricia Miranda Mollinedo, representante del Ministerio Público, no presentó escrito ni se
apersonó a la audiencia de garantías, pese a su notificación cursante a fs. 37.
I.2.4. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 12/2019 de 4 de julio, cursante de fs. 58 a 60, denegó la tutela
solicitada, bajo los siguientes fundamentos: i) El accionante fue imputado formalmente por la
presunta comisión del delito de abuso sexual, disponiéndose su detención preventiva mediante Auto
Interlocutorio 237/2018; posteriormente, se emitió la Resolución de Sobreseimiento 328/2018,

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motivo por el cual el 17 de abril de 2019 peticionó cesación de la aludida medida, que fue rechazada
por Auto Interlocutorio 124/2019, decisión que impugnó en audiencia, misma que será resuelta
conforme a derecho, debiendo la autoridad jurisdiccional a cargo vigilar su tramitación de acuerdo al
procedimiento establecido en la norma; ii) Las SSCC 0990/2010-R de 10 de agosto y 1739/2011-R
de 7 de noviembre, establecieron que los impartidores de justicia deben velar por el cumplimiento
del principio de celeridad procesal; y, iii) El impetrante de tutela pretendió, que por esta acción
tutelar se revise la decisión asumida por la Jueza demandada respecto al Auto Interlocutorio
124/2019; que rechazó la cesación de la medida cautelar personal extrema “…la misma que en fecha
24 de junio de 2019 fue remitid[a] ante el Tribunal de Alzada” (sic).
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Resolución de Sobreseimiento 328/2018 de 21 de diciembre, constando cargo de
recepción de 24 del mismo mes y año, del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra Violencia
hacia la Mujer Segundo de la Capital del departamento de La Paz (fs. 13 a 16 vta.).
II.2. A través de memorial recepcionado el 25 de junio de 2019 por el Juzgado prenombrado, Ángel
Amado Chambi -ahora accionante- peticionó “…EMITA MANDAMIENTO DE LIBERTAD EN MERITO A
LA DOCUMENTACION QUE PRESENTA Y EN CUMPLIMIENTO DE LA[S] SENTENCIA[S]
CONSTITUCIONALES QUE INVOCO” (sic), mereciendo la providencia de 26 de idéntico mes y año
señalando audiencia de cesación de la detención preventiva para el 1 de julio del mismo año (fs. 21
a 25).
II.3. Por Oficio CITE Of. 428/2019 de 24 de junio, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia
contra Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz -ahora
demandada-, remitió antecedentes de la apelación incidental formulada por el peticionante de tutela
contra el Auto Interlocutorio 124/2019 de 8 de mayo, que rechazó la solicitud de cesación de la
detención preventiva, constando cargo de recepción de la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia del aludido departamento el 26 de junio de igual año (fs. 52).
II.4. Cursa Auto de 26 del citado mes y año, mediante el cual la Jueza demandada dejó sin efecto
la providencia citada supra, en mérito a que el solicitante de tutela interpuso dicho recurso contra el
Auto Interlocutorio 124/2019; por lo que, manifestó “…se deja sin efecto legal el decreto de fecha
26 de junio de 2019, y dispone que el impetrante a lo principal ESTEESE A LAS RESULTAS DE
APELACION” (sic [fs. 52 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; así como del principio
de seguridad jurídica; toda vez que, al haberse emitido la Resolución de Sobreseimiento 328/2018
de 21 de diciembre que fue notificada a las partes, solicitó por memorial de 25 de junio de 2019 que
la Jueza demandada libre mandamiento de libertad, petición que no fue atendida; asimismo,
mediante Auto Interlocutorio 124/2019 de 8 de mayo se rechazó la solicitud de cesación de la
detención preventiva, el cual fue impugnado en audiencia, sin que hubiese remitido al Tribunal de
alzada.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. De la acción de libertad innovativa
La SCP 2075/2013 de 18 de noviembre, precisó que: “La doctrina constitucional ha desarrollado
diferentes modalidades o tipos de habeas corpus -ahora acción de libertad-, así, entre ellos se tiene
el habeas corpus innovativo, lo que en el régimen constitucional vigente equivale a la acción de
libertad innovativa. Su naturaleza principal radica en que, la jurisdicción constitucional, a través
de esta garantía, tiene la facultad de tutelar la vida, libertad física y de locomoción, frente
a las acciones y omisiones que restrinjan, supriman o amenacen de restricción o
supresión, aún cuando las mismas hubieran cesado o desaparecido.

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En ese contexto argumentativo, la acción de libertad -innovativa- permite al agraviado o víctima de


la vulneración acudir a la instancia constitucional pidiendo su intervención con el propósito
fundamental de evitar que, en lo sucesivo, se reiteren ese tipo de conductas por ser reñidas con el
orden constitucional; pues, conforme lo ha entendido la jurisprudencia, en la SCP 0103/2012 de 23
de abril, ‘la justicia constitucional a través de la acción de libertad se activa para proteger derechos
subjetivos (disponibles) y además derechos en su dimensión objetiva, es decir, busca evitar la
reiteración de conductas reñidas contra el orden público constitucional y los bienes constitucionales
protegidos de tutela reforzada’.
Ahora bien, está claro que el propósito de la acción de libertad innovativa, radica, fundamentalmente,
en que todo acto contrario al régimen constitucional que implique desconocimiento o comprometa la
eficacia de los derechos tutelados por esta garantía jurisdiccional, debe ser repudiado por la justicia
constitucional. Así, el propósito fundamental de la acción de libertad innovativa, tiene la misión
fundamental de evitar que en el futuro se repitan y reproduzcan los actos contrarios a la
eficacia y vigencia de los derechos a la vida, la libertad física y de locomoción. En ese
sentido, no se protegen únicamente los derechos de la persona que interpuso la acción
de libertad; al contrario, su vocación principal es que en lo sucesivo no se repitan las
acciones cuestionadas de ilegales, en razón a que, como ha entendido la jurisprudencia
constitucional, la acción de libertad se activa no simplemente para proteger derechos
desde una óptica netamente subjetiva, mas al contrario, este mecanismo de defensa
constitucional tutela los derechos también en su dimensión objetiva, evitando que se
reiteren aquellas conductas que lesionan los derechos que se encuentran dentro del
ámbito de protección de la acción de libertad y que fundamentan todo el orden
constitucional.
(…)
‘…la acción de libertad debe ser interpuesta cuando la lesión al derecho a la libertad existe, caso
contrario, se desnaturalizaría su esencia-, entiéndase la figura de la acción de libertad innovativa
o habeas corpus innovativo como el mecanismo procesal, por el cual el juez
constitucional asume un rol fundamental para la protección del derecho a la libertad
personal, y por ello, en la Sentencia que pronuncie debe realizar una declaración sobre
la efectiva existencia de lesión al derecho a la libertad física o personal, aunque la misma
hubiera desaparecido, advirtiendo a la comunidad y al funcionario o persona particular,
que esa conducta es contraria al orden constitucional, en esta Sentencia también se debe
emitir una orden al funcionario o particular que lesionó el derecho en sentido que, en el
futuro, no vuelva a cometer ese acto, con relación a la misma persona que activó la
justicia constitucional o con otras que se encuentren en similares circunstancias.
(…)
De lo señalado, queda en evidencia que el reconocimiento de la acción de libertad innovativa en los
casos de detenciones ilegales es el producto de una interpretación garantista de la naturaleza de la
acción de libertad; sin embargo, esto no debe ser en ningún caso óbice para que este razonamiento
pueda ser también aplicado a otras modalidades protectivas de la acción de libertad, como el caso
de la persecución indebida, la cual al igual que la detención puede haber cesado; empero, la ilegalidad
restrictiva del derecho a la libertad fue consumada, por ello a efectos de determinar la responsabilidad
del caso, y de construir una matriz jurisprudencial preventiva de la vulneración de derechos
fundamentales, corresponderá también en estos casos pronunciarse en el fondo de la problemática
a efectos de determinar la responsabilidad de las autoridades’ .
Consiguientemente, a partir de la SCP 2491/2012, queda clara la reconducción de la jurisprudencia
al entendimiento contenido en la SC 0327/2004-R, en sentido que procede la acción de libertad
-bajo la modalidad innovativa- aún hubiere cesado el acto ilegal en cualquiera de las
modalidades protectivas de la acción de libertad; es decir, la amenaza al derecho a la vida, la
privación de libertad, la persecución indebida o, en su caso el indebido procesamiento vinculado con
el derecho a la libertad física o personal.

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(…)
En ese contexto, el propósito fundamental de la acción de libertad no es únicamente el de reparar o
disponer el cese del hecho conculcador, sino también de advertir a la comunidad en su conjunto,
sean autoridades, servidores públicos o personas particulares, que las conductas de esa naturaleza
contravienen el orden constitucional y, por consiguiente, son susceptibles de sanción, no pudiendo
quedar en la impunidad, así, el acto lesivo haya desaparecido” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
De antecedentes de la presente acción tutelar se tiene que fue emitida la Resolución de
Sobreseimiento 328/2018 de 21 de diciembre, dentro del proceso penal seguido contra el accionante,
que fue puesta a conocimiento de la autoridad jurisdiccional el 24 de igual mes y año (Conclusión
II.1); en diversas oportunidades peticionó la cesación de la detención preventiva que fueron
rechazadas por falta de las notificaciones; posteriormente, una vez realizadas las respectivas
diligencias -al peticionante de tutela, a la denunciante y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia- y
sin que haya sido objeto de impugnación por la denunciante, mediante memorial de 25 de junio del
mismo año, solicitó se libre a su favor mandamiento de libertad, el cual fue providenciado el 26 de
idéntico mes y año señalando audiencia de cesación de la detención preventiva (Conclusión II.2); en
la misma fecha por Oficio CITE Of. 428/2019 de 24 de junio la Jueza demandada remitió antecedentes
de la apelación incidental presentada contra el Auto Interlocutorio 124/2019 de 8 de mayo, que
rechazó la cesación de la medida impuesta y el mismo día resolvió dejar sin efecto la audiencia de
cesación de esta medida, debido a que dicho recurso se encuentra pendiente de resolución
(Conclusiones II.3 y 4).
De la compulsa de antecedentes, así como lo manifestado por las partes, se advierte por una parte
que habiéndose rechazado la cesación de la detención preventiva del accionante, este en audiencia
de 8 de mayo de 2019 interpuso recurso de apelación incidental, mismo que conforme reconoce la
autoridad demandada, no fue remitido ante el Tribunal superior, sino hasta el 26 de junio de idéntico
año; y, por otra, se tiene que ante la solicitud de mandamiento de libertad presentada por el
peticionante de tutela el 25 de igual mes y año, la aludida señaló nueva audiencia de cesación de la
medida impuesta; empero, al percatarse que se encontraba pendiente de resolución el recurso
formulado, el 26 de junio del mismo año dejó sin efecto ese acto procesal dispuesto.
De acuerdo a lo expresado en la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de libertad innovativa constituye una garantía para
evitar futuras lesiones a los derechos a la vida, a la libertad física o de locomoción, aunque las mismas
hayan desaparecido, teniendo el fin de que no se vuelva a cometer la vulneración, no solo en relación
al peticionante de tutela, sino en un sentido más amplio y objetivo a otras personas que se encuentren
en similares condiciones.
En el caso concreto, respecto al trámite de medidas cautelares, el impetrante de tutela interpuso
recurso de apelación incidental el 8 de mayo de 2019 contra el Auto Interlocutorio 124/2019 que
rechazó su solicitud de cesación de la detención preventiva, el que no fue remitido al Tribunal de
alzada dentro las veinticuatro horas; toda vez que, conforme consta a través del Oficio CITE Of.
428/2019, fue recepcionado el 26 de junio de idéntico año por la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, sobrepasando el plazo supra citado establecido por mandato
legal, pudiéndose concluir que existió una dilación indebida en la tramitación de dicho recurso,
vulnerando de esta manera el principio de celeridad, en el entendido que: “ …la celeridad procesal:
‘…impone a quien administra justicia el deber jurídico de despachar asuntos sometidos a su
conocimiento sin dilaciones indebidas; exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos
vinculados a la libertad personal, toda vez que tales peticiones deben ser atendidas y resueltas de
forma inmediata sino existe una norma que establezca un plazo, y si existe una norma que establezca
un plazo, y si existe, debe ser cumplido estrictamente…’’ ” (SC 0544/2010-R de 12 de julio); por lo
que, se acredita el perjuicio ocasionado al accionante, debido a la incertidumbre de la resolución de
su situación jurídica, por la actuación dilatoria en cuanto a la remisión de la apelación incidental en

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la que incurrió la autoridad demandada, correspondiendo conceder la acción de libertad en su


modalidad innovativa.
Finalmente, respecto a la denunciada falta de providencia del memorial presentado el 25 de junio de
2019, conforme se explicó, de obrados se tiene que la autoridad demandada mediante decreto de 26
del mismo mes y año, señaló audiencia de cesación de la detención preventiva para el 1 de julio de
igual año, acto procesal que se dejó sin efecto por Auto de 26 de junio de idéntico año; toda vez
que, de por medio está una apelación incidental contra el Auto Interlocutorio que rechazó la cesación
de la medida cautelar extrema, que debe resolver el Tribunal de alzada; misma que fue asumida con
el fin de que no exista duplicidad de resoluciones que podría ocasionar una disfunción procesal, al
haberse dispuesto que el accionante esté al resultado de dicho recurso interpuesto; en consecuencia,
al dejar sin efecto el señalamiento de la referida pretensión, no ocasionó lesión de derechos; por lo
que, corresponde denegar la tutela solicitada, aclarando que respecto a este punto no se ingresó al
fondo de la problemática planteada.
Por lo expuesto, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma
parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 12/2019 de 4 de julio, cursante de fs. 58 a 60,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada, con respecto a la dilación indebida en la remisión de antecedentes
al Tribunal de alzada, que incurrió la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra Violencia
hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del mismo departamento, con la advertencia que en caso de
reincidir, se remitirán antecedentes al Consejo de la Magistratura; y,
2° DENEGAR con relación a la decisión asumida referida al señalamiento de audiencia de cesación
de la detención preventiva.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0718/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29827-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 237/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 234 a 240 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Aurelia Layme Pujro en representación sin mandato de
Edgar Laime Pujro contra Miriam Laura Tarqui Flores, Fernando David Huallpa Quispe, y
María Isabel Huanca Nina, Jueza, Secretario y Oficial de Diligencias respectivamente, todos
del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres
Segundo de El Alto del departamento de La Paz, Natividad Castro Flores, Fiscal de
Materia; y, Lourdes Mamani Gutiérrez, funcionaria policial.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 1 de julio de 2019, cursante de fs. 18 a 37, el accionante a través de su
representante, expuso los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de violencia familiar
o doméstica, la Fiscal de Materia -ahora demandada- se rehusó a tomar su declaración informativa
demostrando parcialización con la víctima, ya que habiéndose presentado el 10 de junio de 2019 de
forma personal y espontánea ante dicha autoridad, esta le señaló ''… POR FAVOR CONSIGA EL
NUMERO DE CELULAR DE LA INVESTIGADORA, COORDINAREMOS PARA SU DECLARACIÓN, HOY
(10 DE JUNIO DE 2019) TENGO OTRA AUDIENCIA NO PODRÉ...” (sic); sin embargo, incumpliendo
su palabra, mediante decreto de 11 de igual mes y año, en respuesta al escrito que presentó como
constancia de su concurrencia, la autoridad fiscal le manifestó: “…ACUDA A ESTE DESPACHO
COMO ESTABLECE EL ART. 223 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO PENAL…” (sic).
No pudiendo acceder al cuaderno de investigación, el 13 de igual mes y año nuevamente presentó
un memorial a la Fiscal de Materia demandada, haciéndole conocer su sometimiento a la investigación
y que al comunicarse al celular de la investigadora asignada al caso, le habría señalado que
coordinaría la programación del día y hora con la agenda de la directora de la investigación; empero,
su escrito que fue respondido a través del decreto de 14 del mismo mes y año, indicando: “…ESTESE
AL DECRETO DE FECHA 11 DE JUNIO DE 2019…” (sic), sin permitirle asumir una defensa
adecuada.
Los asistentes de su abogado acudían diariamente a revisar el cuaderno de investigación; sin
embargo, siempre se encontraba en despacho, hasta el 27 de junio de 2019, en el que después de
reiterados reclamos, la “Fiscal coordinadora” les concedió fotocopias simples de todos los
antecedentes, enterándose de las irregularidades incurridas por la prenombrada, quien pretendía
ejecutar un mandamiento de aprehensión en su contra.
Asimismo, la investigadora asignada al caso -ahora codemandada- con un comportamiento también
desleal, emitió el informe de 28 de mayo de 2019 y su “certificación” de incomparecencia, que
motivaron se libre el aludido mandamiento, cuando contrariamente solicitó a esta día y hora para
prestar su declaración informativa, la cual debió ser previamente coordinada con la Fiscal demandada.
Todos los extremos anteriores los puso a conocimiento de la Jueza de Instrucción -codemandada- a
través de memorial presentado el 10 de junio de 2019, quien respondió decretando simplemente:
“SE TIENE PRESENTE” (sic). De similar forma en una segunda oportunidad mediante escrito de 27

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de igual mes y año pidió a la misma autoridad audiencia de control jurisdiccional ante la existencia
de un mandamiento de aprehensión en su contra; sin embargo, hasta la presentación de esta acción
tutelar -1 de julio del mismo año-, dicha autoridad no se pronunció al respecto, dejándolo
desprotegido, en la incertidumbre y en la clandestinidad.
Por otra parte, el Secretario del precitado Juzgado -hoy codemandado-, incurrió en omisión de sus
funciones previstas en los arts. 56 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y 3, 5, 12 y 94.1 de la
Ley del Órgano Judicial (LOJ), incumpliendo su deber de “…PASAR A DESPACHO MI MEMORIAL,
REALIZAR LAS NOTIFICACIONES CORRESPONDIENTES Y EXTENDER LAS COPIAS SOLICITADAS
CON RELACIÓN AL CONTROL JURISDICCIONAL…” (sic).
La Jueza demandada alegará en audiencia de esta acción tutelar, que ya habría emitido el decreto
de 28 de junio de 2019 en respuesta al último memorial presentado el 27 del mismo mes y año;
empero, el referido acto procesal no fue notificado a la representante del Ministerio Público, por la
Oficial de Diligencias de su Juzgado -también demandada-.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante por medio de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad física,
a la libre locomoción, al debido proceso, a la igualdad de partes, a la defensa, a la dignidad personal,
al acceso a una justicia pronta y oportuna y al principio de celeridad procesal, citando al efecto los
arts. 15.I, 22, 23.I, 115 y 116 de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 7 y 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Dejar sin efecto el mandamiento de aprehensión librado
por la Fiscal de Materia; b) Anular el “mandamiento” de incomparecencia expedido por la
investigadora asignada al caso; c) Ordenar a la Jueza codemandada, se pronuncie respecto a la
audiencia de control jurisdiccional solicitada mediante memorial de 27 de junio de 2019; d) Conminar
al Secretario codemandado a cumplir sus funciones; e) Ordenar que “...SE REALICEN LAS
NOTIFICACIONES CORRESPONDIENTES DE LA RESPUESTA DEL MEMORIAL PRESENTADO EN FECHA
27 DE JUNIO DE 2019…” (sic); y, f) Declare la responsabilidad de los codemandados, remitiendo una
copia de la resolución a la máxima autoridad administrativa del Consejo de la Magistratura con
relación a la Jueza, al Secretario y a la Oficial de diligencias; a la Dirección Departamental de
Investigación Policial Interina (DIDIPI) con relación a la investigadora asignada al caso; y al Fiscal
Sumariante para el inicio del proceso disciplinario a la Fiscal de Materia demandada.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 2 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 225 a 233,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados, a tiempo de ratificar el tenor íntegro de la acción tutelar
presentada, acotó lo siguiente: 1) Se puede observar la deslealtad de la Fiscal de Materia demandada,
ya que no cursa en el cuaderno de investigación, el mencionado mandamiento y tampoco la
resolución de aprehensión; 2) La Oficial de Diligencias codemandada, el día de la audiencia de
consideración de la presente acción tutelar -2 de julio de 2019- recién notificó a la directora funcional
de la investigación con el memorial presentado el 27 de junio del señalado año ante el Juzgado de la
causa; 3) Hizo llegar su queja a la Fiscal coordinadora del Ministerio Público y la Jueza demandada;
empero, ninguna puso solución a su reclamo, motivando la presentación de la actual acción de
libertad; 4) Exhibieron un video en calidad de prueba que demuestra la existencia del mandamiento
de aprehensión que se mostró a uno de sus abogados; y, 5) En aplicación del art. 223 del CPP, se
presentó de forma personal ante la aludida Fiscal de Materia, quién tenía cuarenta y ocho horas para
pronunciarse, al no hacerlo acudió ante a la autoridad de control jurisdiccional, que tampoco se
manifestó dentro del plazo legal, presentando como constancia el cuaderno de control jurisdiccional

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 646


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y un reclamo en el libro de quejas del juzgado, agotando con ello la vía ordinaria, quedando
habilitados para acudir a la vía constitucional.
I.2.2. Informe de los demandados
Miriam Laura Tarqui Flores, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres
Segunda de El Alto del departamento de La Paz, a través de informe escrito presentado el 2 de julio
de 2019, cursante a fs. 269 y vta., señaló: i) El 10 de junio de igual año, el accionante le presentó
un memorial sin precisar que se encontraba indebidamente procesado o que se le hubiese privado
de su libertad; ii) El 27 del mismo mes y año solicitó audiencia de control jurisdiccional, ante lo cual
se emitió la respectiva providencia pidiendo informe al respecto a la Fiscal de Materia codemandada;
y, iii) Se desnaturaliza la presente acción tutelar, puesto que no se agotó la vía ordinaria al contar
con mecanismos de impugnación como el recurso de reposición, además de no haber demostrado la
restricción de su derecho a la libertad o de locomoción.
Fernando David Huallpa Quispe, Secretario del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto, del departamento de La Paz, mediante informe escrito
presentado el 2 de julio de 2019, cursante a fs. 249, expresó: El proceso se encuentra en etapa
preliminar con la conminatoria a la “fiscal departamental”, corriendo en traslado a esta última la
solicitud de audiencia de control jurisdiccional solicitada por el peticionante de tutela, pidiéndole su
respectivo informe.
María Isabel Huanca Nina, Oficial de Diligencias, del precitado Juzgado de Instrucción Anticorrupción
y contra la Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto del departamento de La Paz, por informe
escrito presentado el 2 de julio de 2019, cursante a fs. 248, manifestó que en cumplimiento de sus
funciones, notificó a la directora funcional de la investigación mencionada, con el memorial de 27 de
junio de 2019 y decreto de 28 de igual mes y año en su domicilio procesal.
Natividad Castro Flores, Fiscal de Materia, en audiencia pública de consideración de la presente acción
señaló: a) No existe legitimación activa, puesto que de acuerdo a la SC 0495/2011-R de 25 de abril
no se demostró que el impetrante de tutela haya prestado su consentimiento para la presentación
de esta acción de defensa a su nombre; b) El peticionante de tutela fue debidamente citado para
que preste su declaración informativa el 27 de mayo de 2019, fecha en la que se apersonó sin su
abogado, motivo por el que se reprogramó la audiencia para el 5 de junio del mismo año, a la cual
no compareció, tampoco presentó justificativo, en razón de ello se elaboró el acta de
incomparecencia; c) Posteriormente el 13 de igual mes y año, solicitó varios requerimientos, relativos
a su domicilio y a sus antecedentes, a los que accedió su autoridad; d) No se cumplió el principio de
subsidiariedad, si bien acudieron ante la Juez de la causa, no le hicieron notificar con el decreto que
responde a su memorial; y, e) Solicita se deniegue la tutela por no cumplir con la legitimación activa
ni con el principio de subsidiariedad excepcional para la interposición de acción de libertad.
Lourdes Mamani Gutiérrez, funcionaria policial, en audiencia pública manifestó que el abogado del
impetrante de tutela le llamó a su celular para programar la declaración informativa de su
patrocinado, pero al encontrarse en su día de descanso no pudo hacerlo; sin embargo, este nunca
se apersonó a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 237/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 234 a 240 vta., denegó
la tutela solicitada, sobre la base de los siguientes fundamentos: 1) No puede alegarse falta de
legitimación activa, por carencia de conocimiento del accionante, ya que es su hermana la que
interpone la presente acción, suscrita por el abogado que lo patrocina en el proceso penal; 2) El
video presentado como prueba de cargo, no demuestra que el mandamiento de aprehensión haya
sido expedido contra el peticionante de tutela, quien no compareció a la audiencia de declaración
fijada para el 5 de junio del señalado año; tampoco se presentó de forma espontánea y personal
como lo establece el Código Adjetivo Penal, haciéndolo tan solo de forma escrita; 3) Respecto a la
conducta de la investigadora asignada al caso, esta se encuentra bajo la dirección de la Fiscal de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 647


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Materia, ante la cual debió acudir para plantear los reclamos que trajo a colación a través de la
presente acción de libertad; 4) Con relación a la autoridad judicial demandada, de los memoriales
presentados que fueron fundamentados en la presente audiencia pública no se observa ningún
reclamo, ya que el accionante tenía conocimiento de los mismos, además en respuesta al desplegado
el 27 de igual mes y año, decretó que la autoridad fiscal informe respecto a la denuncia en el plazo
de cuarenta y ocho horas; 5) Sobre la actuación del Secretario codemandado, cursan las
notificaciones en el cuaderno de control jurisdiccional; por lo que, no se advierte incumplimiento de
funciones; y, 6) La Oficial de Diligencias realizó la notificación a la directora funcional demandada,
con el decreto de “24” de idéntico mes y año -siendo lo correcto 28- en respuesta al memorial
presentado un día antes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Se arrima un dispositivo de almacenamiento que contiene un archivo audiovisual de 1 minuto
y 3 segundos, en el que se observa la existencia del mandamiento de aprehensión contra el
peticionante de tutela (fs. 46).
II.2. Cursa memorial presentado por el impetrante de tutela el 10 de junio de 2019 ante la Jueza
codemandada, haciendo conocer irregularidades cometidas por la Fiscal de Materia, en cuyo mérito
solicitó señale audiencia de declaración informativa dejando sin efecto cualquier mandamiento de
aprehensión librado en su contra, que fue decretado el 11 de igual mes y año, señalando: “Se tiene
presente” (sic [fs. 119 a 121]).
II.3. Mediante memorial presentado el 27 de junio de 2019, el accionante impetró día y hora de
audiencia de control jurisdiccional ante la autoridad judicial demandada, denunciando el
mandamiento ilegal de aprehensión expedido en su contra (fs. 122 a 123 vta.).
II.4. Por decreto de “24” de junio de 2019 -siendo lo correcto 28-, el Juez de Instrucción
Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia la Mujer Primero de El Alto -en suplencia legal de su similar
Segunda- dispuso que la Fiscal de Materia asignada al caso informe sobre los hechos reclamados (fs.
124).
II.5. A través de fotografía impresa se observa que el abogado defensor del solicitante de tutela, el
1 de julio de 2019 firmó el cuaderno de queja del Juzgado de la causa como constancia de que el
memorial de solicitud de control jurisdiccional presentado el 27 de junio de igual año, aún se
encontraba en despacho (fs. 16).
II.6. Cursa formulario de notificación que acredita que el 2 del mes y año señalados se puso a
conocimiento de la Fiscal de Materia demandada, el memorial de 27 de junio de igual año y decreto
de “24” de junio de 2019 (fs. 125).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por intermedio de su representante denuncia la vulneración de sus derechos a la
libertad física, a la libre locomoción, al debido proceso, a la igualdad de partes, a la defensa, a la
dignidad personal, al acceso a una justicia pronta y oportuna y al principio de celeridad procesal,
puesto que: i) La Fiscal de Materia se rehusó a recibir su declaración informativa, pese a su
presentación espontánea, expidiendo de forma ilegal un mandamiento de aprehensión en su contra;
ii) La investigadora asignada al caso informó su incomparecencia; no obstante haberse contactado
con ella a efectos de coordinar día y hora para su declaración; iii) La Jueza codemandada hasta la
presente fecha no ejerció control jurisdiccional respecto a la denuncia de supuestos actos ilegales en
que incurrieron las mencionadas; y, iv) El Secretario y la Oficial de Diligencias incumplieron con sus
funciones señaladas por ley.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 648


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III.1. Imposibilidad de activar dos jurisdicciones de forma paralela para resolver el


mismo reclamo
Con relación a este punto, la SCP 0497/2018-S3 de 14 de septiembre, que reitera los razonamientos
de la SC 0608/2010-R de 19 de julio, estableció que: “...para que se abra la tutela que brinda esta
acción, es preciso que previamente se determine si existen los medios de impugnación específicos e
idóneos para restituir el derecho a la libertad en forma inmediata, pero además de ello, se debe
considerar también que cuando quien recurre de hábeas corpus, acciona en forma paralela
un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico, (…) es lógico suponer que
tampoco procede esta acción tutelar en aplicación de la excepción de subsidiariedad, ello
debido a que el recurrente, actual accionante, no puede activar dos jurisdicciones en forma
simultánea para efectuar sus reclamos, no siendo admisible dicha situación que de ocurrir inviabiliza
la acción tutelar, pues al activar en forma simultánea la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción
constitucional, para que ambas conozcan y resuelvan las irregularidades denunciadas, se crearía una
disfunción procesal contraria al orden jurídico.
De la jurisprudencia citada supra, se entiende que la interposición de una misma pretensión en dos
vías, vale decir en la ordinaria a través de medios intraprocesales idóneos e inmediatos y de manera
simultánea ante la jurisdicción constitucional para que ambas jurisdicciones resuelvan respecto a un
igual acto lesivo, no es posible que en sede constitucional se resuelva esta, en razón a que ante una
eventual resolución contraria sobre una misma pretensión, podría generar disfunción procesal que
no cooperaria con el orden jurídico, tornando en perjudicial al desarrollo del proceso ante dos
decisiones contradictorias -ordinaria y constitucional-, situación que no puede ser permitida por este
Tribunal, en ese sentido la interpuesta pretensión en sede de la jurisdicción ordinaria debe ser
resuelta de manera previa -además de agotada cuando se trata de medidas cautelares-, antes de
acudir a la jurisdicción constitucional, entendiéndose la concurrencia de subsidiariedad excepcional
establecida para la acción de libertad por activación paralela con una misma pretensión en dos
jurisdicciones”. (el resaltado es añadido).
III.2. Audiencia de control jurisdiccional ante denuncias por actos que vulneran de forma
directa el derecho a la libertad
En un modelo de corte acusatorio en el que las labores jurisdiccionales y las persecutorias se
encuentran delimitadas y designadas a diferentes sujetos procesales, el control jurisdiccional se
convierte en una facultad del juez de instrucción penal, en el que desde el inicio hasta la conclusión
de la etapa preparatoria se transforma en custodio de los derechos y garantías de las partes dentro
del proceso penal, así estableció entre otras la SCP 0775/2012 de 13 de agosto, al señalar que: “ El
juez cautelar constituye la autoridad jurisdiccional bajo quien se encuentra el control del
desenvolvimiento de los actos de investigación que realizan tanto fiscales como funcionarios
policiales, desde el primer acto del proceso hasta la conclusión de la etapa preparatoria; conforme a
las previsiones contenidas en el art. 54 inc. 1) concordante con el art.279, ambas del CPP, normas
que le otorgan la facultad para disponer lo que fuere de ley a efectos de restituir derechos
transgredidos en caso de constatarse vulneraciones”, adquiriendo el juez de la causa la competencia
para conocer todo tipo de incidencias que acontezcan dentro de esta etapa procesal, consolidando el
principio de igualdad de las partes, a favor de la víctima como del imputado, quienes deberán acudir
a esta autoridad para hacerle conocer la vulneración de sus derechos.
Ante la amenaza o lesión del derecho a la libertad física o de locomoción por parte del Ministerio
Público y/o funcionarios policiales asignados a la investigación del hecho criminal, el juez de
instrucción penal debe actuar con especial prontitud por el derecho que se ve involucrado, puesto
que dentro del ejercicio de la persecución penal la autoridad fiscal desarrolla los actos investigativos
pertinentes y necesarios para llegar a la verdad histórica de los hechos, a través de los cuales el
imputado eventualmente puede sufrir restricciones del citado derecho, y en caso de considerarlos
arbitrarios e ilegales, la autoridad judicial mencionada debe intervenir de forma inmediata y efectiva
con el fin de impedir la consumación o continuidad de la lesión de este derecho, criterio concordante
con el principio de celeridad reconocido en los arts. 178 y 180.I de la CPE, al indicar: "La jurisdicción

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ordinaria se fundamenta en los principios procesales de gratuidad, publicidad, transparencia,


oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez…".
En vista a lo anterior, es necesario precisar que para casos en que el imputado solicite control
jurisdiccional al juez de la causa, denunciando actos cometidos por la Policía Boliviana o
el Ministerio Público que se constituyan de forma directa en una ilegal y arbitraria
restricción o amenaza a su derecho a la libertad física o de locomoción, dicha autoridad
en aplicación de los arts. 54.1 y 279 del CPP, previa notificación a las partes, deberá
instalar la audiencia para su consideración con la debida celeridad, entendiéndose que el
control se lo realiza ante denuncia de afectación indebida del derecho a la libertad física;
verificativo que no podrá suspenderse bajo ninguna causal -a efectos de no dejar al
justiciable en indefensión- , teniendo la autoridad fiscal o el funcionario policial
denunciado, la obligación de hacerse presente en la audiencia pública o en su defecto
enviar una respuesta sobre el asunto, bajo alternativa de interpretarse como una
aceptación y asentimiento tácito de los hechos denunciados en caso de que el juez a quo
en el ejercicio de su potestad discrecional lo considere necesario, previo análisis reflexivo
del contexto fáctico en aplicación a las reglas de la sana crítica; así, una vez escuchada
la intervención de las partes y valorada las pruebas ofrecidas, posteriormente emitirá
una resolución motivada y fundamentada, la cual, tratándose de un trámite vía control
jurisdiccional no requiere agotar la vía recursiva, de acuerdo al razonamiento esbozado mediante la
SCP 1907/2012 de 12 de octubre: “Conforme a dicho entendimiento, quienes se encuentren bajo
control jurisdiccional y se crean afectados en sus derechos a la libertad física y/o libertad de
locomoción, podrán acudir ante el Juez cautelar a cargo de la etapa preparatoria, activando su
reclamo directamente en la misma audiencia de consideración de medidas cautelares, o si prefiere,
con anterioridad a ella, a objeto de obtener una resolución, previo a la determinación de su situación
jurídica, exclusivamente con relación a la aprehensión supuestamente ilegal, autoridad que en
ejercicio de la atribución conferida por los citados arts. 54 inc. 1) y 279 del CPP, deberá atender
previamente a dicho reclamo mediante una resolución debidamente motivada; y si pese a ello, los
afectados consideran que no fueron reparados en sus derechos fundamentales y/o garantías
constitucionales, entonces corresponderá activar directamente la presente acción, como medio
idóneo expedito para determinar la legalidad formal y material de la aprehensión ”, por lo que
reiterando el razonamiento jurisprudencial citado, en caso de que el imputado considere que la vía
ordinaria no restituyó su derecho, queda habilitada la jurisdicción constitucional para efectuar los
reclamos que considera vulneratorios de su derecho a la libertad.
El razonamiento que antecede tiene por finalidad evitar decretos que de forma innecesaria dilaten el
trámite procesal, puesto que en nuestra realidad es muy común observar ante la solicitud de control
jurisdiccional, que el juez de instrucción, previamente ordena que se notifique a las partes o se pida
informe a la autoridad fiscal; pronunciamientos que no hacen más que postergar su respuesta, que
por el transcurso del tiempo es inoperante e ineficiente a los requerimientos del caso específico.
En suma, corresponde precisar que la denuncia de vulneración de los derechos fundamentales y
garantías constitucionales, en especial del derecho a la libertad, previo a la interposición de la acción
de libertad, debe denunciarse ante el juez de instrucción penal, como medio idóneo, eficaz e
inmediato para su protección, debiendo resolverse con la celeridad que la solicitud amerite,
restituyendo el mencionado derecho en caso de comprobarse su ilegal amenaza o restricción; de no
hacerlo será considerado como una dilación indebida por parte del administrador de justicia en
perjuicio del imputado, mismo que puede ser objeto de tutela a través de la presente acción de
defensa.
III.3. El procesamiento indebido y su vinculación directa con el derecho a la libertad
La SC 0619/2005-R de 7 de junio sostuvo: “…para que la garantía de la libertad personal o de
locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de hábeas corpus cuando se denuncia
procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma concurrente, los siguientes
presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las

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amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados con la libertad por
operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los
supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento
de la persecución o la privación de la libertad” (el resaltado es propio).
Con referencia al debido proceso vía acción de libertad, la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo
que: “Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar
que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando
se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad
de locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad,
en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;
caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras” (el resaltado es añadido).
III.4. Análisis del caso concreto
Previamente es necesario referirse a la legitimación activa observada por la Fiscal de Materia
demandada, siendo pertinente traer a colación la SCP 0670/2018-S2 de 17 de octubre, que en su
parte relevante señala:“En consecuencia, la actuación de un tercero representando al directamente
agraviado, con poder notariado o sin él, será legítima, siempre que sus acciones estén orientadas a
proteger o lograr la restitución del derecho fundamental a la libertad individual; de donde resulta,
que si bien es cierto, que el constituyente en atención a la naturaleza y fines del recurso
de hábeas corpus y con el objeto de garantizar el efectivo ejercicio de esta acción tutelar,
ha prescindido de ciertas formalidades para su interposición, como es el caso de la
representación sin mandato; empero, tal informalidad no implica, la permisión de utilizar
este recurso extraordinario, con otros fines o para responder a otros intereses ” (el
resaltado y subrayado corresponde al texto original).
Siguiendo el mismo razonamiento en el presente caso podemos observar que Aurelia Laime Pujro
interpuso la presente acción tutelar en representación sin mandato del ahora peticionante de tutela,
memorial que firma a su vez el abogado quien le asiste asumiendo la defensa técnica en el proceso
penal seguido en contra de este último, en atención a ello y en vista del objeto de la presente acción
de defensa, se puede advertir que la misma tiene por única finalidad resguardar y defender los
derechos e intereses del accionante, no existiendo ninguna razón para cuestionarse la legitimación
activa de la interpósita persona, un criterio contrario significaría un atropello al principio de
informalidad que se constituye en uno de los pilares estructurales de la presente acción tutelar.
III.4.1. Con relación al reclamo contra la Fiscal de Materia y la investigadora asignada al
caso
El memorial presentado por el impetrante de tutela a través de su representante y de la ampliación
expuesta por sus abogados en audiencia pública de consideración de la presente acción tutelar,

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manifiesta que la Fiscal de Materia actuó de forma desleal, ya que habiéndose apersonado el 10 de
junio de 2019 ante dicha autoridad a efectos de que se recepcione su declaración informativa en
calidad de denunciado dentro del proceso penal seguido en su contra por la supuesta comisión del
delito de violencia familiar o doméstica, la representante del Ministerio Público le manifestó en ese
momento que no podía hacerlo, pidiéndole contactarse con la investigadora asignada al caso, ante
lo cual para dejar constancia de su presencia espontánea, presentó un escrito al despacho de la
mencionada pidiendo se reciba su declaración; empero, de forma contradictoria fue respondido
mediante decreto de 11 de igual mes y año, indicando “Acuda a este despacho como establece el
art. 223 del Código de Procedimiento Penal” (sic).
Ante reiterados reclamos para poder acceder al cuaderno de investigación, el 27 del mismo mes y
año su abogado se apersonó ante la referida directora funcional de la investigación, sorprendiéndose
que existiría un mandamiento de aprehensión en su contra, emergente de un informe de la
investigadora asignada al caso, en el que se indicó que no compareció al efecto señalado, pese a su
notificación, afirmación que no sería cierta, ya que habrían tomado contacto con ella vía telefónica
para que fije día y hora de su declaración, acordando que coordinaría con la prenombrada autoridad,
para que de acuerdo a su agenda se programe dicho acto procesal.
De acuerdo a la problemática planteada, es necesario enfatizar que cursa en obrados memorial del
peticionante de tutela, presentado el 27 de junio de 2019 ante la Jueza de Instrucción Anticorrupción
y contra la Violencia hacia las Mujeres Segunda de El Alto del departamento de La Paz, a través del
cual “SOLICITA DIA Y HORA DE AUDIENCIA DE CONTROL JURISDICCIONAL, POR ATENTADO EN
CONTRA MI LIBERTAD” (sic [Conclusión II.3]), denunciando que la Fiscal de Materia demandada
habría actuado de forma desleal y explicando las razones expuestas en el párrafo precedente que
dan cuenta de su presentación espontánea.
Ante la petición de audiencia de control jurisdiccional, la autoridad judicial ahora demandada,
mediante decreto de “24” de junio de 2019, señaló: “Al fin manifestado por la [F]iscal de materia
asignad[a] al caso, informe a esta autoridad sobre los extremos que señala la parte denunciante en
el memorial que antecede, sea en el plazo de 48 horas a partir de su legal notificación” (sic
[Conclusión II.4]), acto procesal que fue notificado a la representante del Ministerio Público el 2 de
julio del mismo año (Conclusión II.6).
De los párrafos anteriores se puede advertir que el peticionante de tutela solicitó audiencia de control
jurisdiccional (Conclusión II.3), extremo que adquiere un valor decisivo en el examen de la presente
problemática, por lo que debe entenderse que la potestad del suscrito Tribunal para resolver
conflictos de relevancia constitucional, no puede ser confundida por el prenombrado como una vía
alternativa y paralela a la jurisdicción ordinaria destinada a pedir simultáneamente la tutela y
restitución de sus derechos vulnerados; un entendimiento contrario significaría la colisión de
jurisdicciones y un desorden en nuestro sistema de administración judicial, en concomitancia,
observando que el reclamo respecto a la Fiscal de Materia y la investigadora fue expuesto en los
mismos términos a la Jueza de control jurisdiccional, advirtiéndose que el accionante acudió
previamente a la jurisdicción ordinaria, la cual ordenó que se corra en traslado a la referida autoridad
fiscal, notificación que fue diligenciada el mismo día de la audiencia de consideración de la presente
acción tutelar (Conclusión II.6), evidenciándose que su petición aún se encuentra pendiente de
resolución; razón por la que esta jurisdicción constitucional no puede pronunciarse sobre la
controversia planteada, ya que de hacerlo se podría generar una disfunción procesal contraria al
orden jurídico, tal como se expuso anteriormente, al igual que la SC 0608/2010-R desarrollada en el
Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional, por lo que corresponde denegar la tutela
respecto a las denuncias contra la Fiscal de Materia y la funcionaria policial demandadas.
III.4.2. Con relación al reclamo contra la Jueza demandada
Previo a ingresar al análisis del segundo punto denunciado, resulta necesario puntualizar que el
presente procedimiento constitucional tiene por finalidad la protección de los derechos a la vida y a
la libertad, y que ante la ausencia de vulneración de estos no sería posible realizar un análisis de los
hechos denunciados, razonamiento que fue invocado en audiencia por la Fiscal de Materia al afirmar

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que no existía un mandamiento de aprehensión contra el peticionante de tutela, aseveración que no


coincide con los antecedentes traídos ante esta jurisdicción constitucional, puesto que ante la
presentación de una grabación audiovisual, se puede observar la existencia del aludido mandamiento,
el cual pondría en riesgo su derecho a la libertad física protegido por la presente acción tutelar,
correspondiendo en consecuencia continuar con la evaluación del posible atropello en el que habría
incurrido la Jueza demandada.
De la revisión del expediente procesal se puede advertir que el 10 de junio de 2019 el accionante
presentó ante la Jueza demandada un memorial haciéndole conocer las irregularidades en las que
incurrió la Fiscal de Materia demandada, pidiendo a su vez: “REALICE MI PRESENTACIÓN
ESPONTANEA ANTE LA SEÑORA FISCAL, SOLICITÁNDOLE EN EL DÍA PUEDA SEÑALARME
LA HORA DE DECLARACIÓN INFORMATIVA, DEJANDO DE LADO CUALQUIER
MANDAMIENTO DE APREHENSIÓN QUE PESE EN MI CONTRA…“ (sic), en respuesta la
autoridad judicial demandada mediante decreto de 11 de igual mes y año señaló: “Se tiene presente”
(sic [Conclusión II.2]), reflejando con dicho pronunciamiento su conducta desinteresada al no tomar
ninguna acción ante el reclamo planteado, negligencia que fue reiterada en una segunda oportunidad,
en la que el peticionante de tutela volvió a presentar el mismo reclamo a través de memorial de 27
del citado mes y año (Conclusión II.3), solicitando audiencia de control jurisdiccional por haberse
librado un ilegal mandamiento de aprehensión en su contra; en esta oportunidad, la nombrada
autoridad judicial no emitió el decreto dentro del plazo estipulado por ley, aspecto demostrado por
la impresión fotográfica (Conclusión II.1) presentada por el impetrante de tutela, afirmando que el 1
de julio del referido año su abogado firmó el libro de quejas del Juzgado de la causa como constancia
de que el memorial y el expediente aún se encontraban en despacho de la Jueza de control
jurisdiccional, prueba que no fue refutada por ninguno de los demandados, teniéndose en
consecuencia por válida en aplicación de la jurisprudencia constitucional que establece que se tienen
por ciertos los hechos y las pruebas que no son objeto de oposición por la parte contraria, siguiendo
el entendimiento de la SCP 0666/2019-S4 de 21 de agosto que entre otras estableció que: “… las
autoridades demandadas en una acción de libertad, tienen la carga de la prueba y se hallan
constreñidas a desvirtuar la lesión o amenaza de lesión del derecho, que se les atribuye, siempre que
la denuncia haya sido puesta a su conocimiento y de acuerdo a las formalidades previstas por Ley,
en su defecto se tendrían por probados los hechos consignados en la denuncia ”.
En ese contexto, se evidencia que hasta el 1 de julio de 2019 no existió respuesta al memorial de 27
de junio de igual año, y en audiencia de la presente acción tutelar la autoridad judicial demandada
presenta el decreto de “24” del mismo mes y año, a través del cual se contestaría el mencionado
escrito bajo el siguiente tenor: “Al fin manifestado por la fiscal de materia asignada al caso, informe
a esta autoridad sobre los extremos que señala la parte denunciante en el memorial que antecede,
sea en el plazo de 48 horas a partir de su legal notificación” (sic) (Conclusión II.4); de la decisión
anterior, se puede observar que la respuesta otorgada no es la adecuada para resolver la
problemática que le fue expuesta, ya que debe considerarse que de acuerdo al alcance del art. 279
del CPP, el control jurisdiccional constituye un mecanismo de intervención de la autoridad judicial a
través del cual debe garantizarse el libre ejercicio de los derechos y garantías de las partes dentro
del proceso penal que está a su cargo, debiendo actuar con celeridad en casos en los que se ponga
a su conocimiento una posible amenaza o restricción del derecho a la libertad del imputado, tomando
las acciones necesarias para evitar su lesión o para interrumpir la vulneración.
En el caso de autos, se puede advertir que la Jueza demandada mediante memorial presentado el
27 del mismo mes y año por el peticionante de tutela, tomó conocimiento de la probable emisión de
un mandamiento de aprehensión ilegal en contra del mismo, ordenando que previamente a
pronunciarse sobre el fondo de la denuncia, la Fiscal de Materia asignada al caso informe respecto al
reclamo planteado por el accionante, sometiendo al mismo a una prolongada espera de varios días,
desde que presentó su solicitud a la autoridad de control jurisdiccional, que en la práctica judicial
muchas veces como en el caso concreto no es providenciada dentro del plazo legal, esperar que la
notificación sea diligenciada, y posteriormente la presentación del informe de la Fiscal de Materia y
que el mismo salga de despacho, transportándole a un inevitable escenario de incertidumbre procesal

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hasta que la Jueza de la causa emita un pronunciamiento que restituya la vulneración de su derecho,
ocasionando que permanezca mientras tanto en la clandestinidad para evitar que el ilegal
mandamiento persecutorio pueda ser ejecutado, soslayando el entendimiento jurisprudencial emitido
a través de la SCP 0344/2019-S2 que estableció que: “…toda autoridad que conozca una solicitud en
la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con
la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables …”; por lo cual,
inobjetablemente puede advertirse que la acción tomada por la Jueza demandada no fue la correcta,
correspondiendo aplicar el razonamiento desplegado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Ante la denuncia de la expedición ilegal de mandamiento de aprehensión, correspondía que la Jueza
demandada en aplicación de los arts. 54.1 y 279 del CPP, señale audiencia de consideración de
control jurisdiccional, que debió instalarse con la celeridad que amerita la solicitud para que se ejerza
el control jurisdiccional efectivo; procedimiento necesario para evitar la consumación de un daño
inminente al derecho a la libertad física del justiciable, en efecto, se trata de una audiencia pública
en la que las partes podrán exponer de forma oral sus pretensiones efectivizando el principio de
inmediación, a través del cual el Juez de instrucción podrá contar con una apreciación dimensionada
en parámetros objetivos y precisos de lo ocurrido, para así poder tomar una decisión apropiada,
materializando así la protección judicial oportuna y efectiva a los derechos de las partes procesales
que garantiza el art. 115.I de la CPE, así como la efectivización de los principios que rigen la
jurisdicción ordinaria de oralidad, celeridad, eficacia e inmediatez que se encuentran consagrados en
el art. 180.I de nuestro texto constitucional, correspondiendo en consecuencia conceder la tutela
respecto a este punto mediante la presente acción de libertad, siendo evidente la afectación al
derecho a la libertad física.
Por otra parte, corresponde tener presente que la jurisprudencia constitucional respecto al control
jurisdiccional sobre denuncias de ilegal aprehensión, a través de la SCP 1209/2012 de 6 de
septiembre, estableció que: “Considerando que la subsidiariedad de la acción de libertad es
excepcional y la interpretación constitucional no puede hacerla en la regla y del contenido de las
SSCC 0636/2010-R y 1008/2010-R, las mismas no refieren y por ende no alcanzan a las solicitudes
de control jurisdiccional por vulneración o restricción a la libertad personal en la audiencia cautelar
por ello no requieren su apelación previa al planteamiento de la acción de libertad debido a que:
1. El art. 251 del CPP, establece que: ‘La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares, será apelable, en el efecto no suspensivo, en el término de setenta y dos horas’ de donde
se deduce que hace referencia a tramitación y resolución que dispone la medida cautelar y no así la
control de legalidad de la aprehensión.
2. El control a la actuación de fiscales y policías durante la aprehensión trasciende del interés del
imputado el cual incluso puede perder el interés en su tutela porque la apelación en lo referido a la
audiencia cautelar le favorece pero se mantiene incólume el interés de la colectividad de reprimir
actuaciones al margen del orden constitucional (SCP 0103/2012) del 23 de abril del 2012.
3. Las SSCC 0636/2010-R y 1008/2010-R, no dejaron sin efecto el entendimiento contenido en la
última parte del segundo supuesto de la SC 0080/2010-R de 3 de mayo, en lo referido a la temática
ello porque el control jurisdiccional no cuenta con el trámite de excepciones o incidentes previsto en
el art. 314 del CPP”, entendimiento reiterado en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0225/2016-S1, 0421/2017-S3 y 0866/2018 entre otras.
III.4.3. Con relación al reclamo contra el Secretario y la Oficial de Diligencias
En cuanto a la conducta del Secretario demandado, de los hechos expuestos se tiene que los actos
lesivos se traducirían en un incumplimiento “…EN CUANTO AL PASAR A DESPACHO MI MEMORIAL,
REALIZAR LAS NOTIFICACIONES CORRESPONDIENTES Y EXTENDER LAS COPIAS SOLICITADAS…”
(sic), asimismo, de manera paralela el accionante señaló que la Oficial de Diligencias -codemandada-
no habría notificado a las partes procesales con el decreto de “24” de junio de 2019 emitido por la
Jueza demandada, en ambos casos se puede advertir que los supuestos actos vulneratorios no tienen

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una relación intrínseca con el derecho protegido por el presente procedimiento constitucional, ya que
su eventual subsanación no repercutiría en la situación procesal del impetrante de tutela, llegando
incluso el mismo a sostener que el mandamiento de aprehensión expedido por la Fiscal de Materia
demandada, sería el acto que amenaza su derecho a la libertad, ante lo cual se puede afirmar de
forma incuestionable que los actos denunciados no guardan ninguna vinculación directa con el
derecho de libertad del peticionante de tutela.
Entendiendo que este Tribunal cuenta con las facultades para conceder la tutela ante un indebido
procesamiento cuando en la lesión reclamada concurran de manera conjunta la directa vinculación
del acto lesivo con el derecho a la libertad y el absoluto estado de indefensión, en este caso pierde
sentido el análisis del segundo presupuesto, ante la inconcurrencia del primero, ya que ambos
presupuestos deben presentarse de forma simultánea y consecutivamente, por lo que en el caso en
estudio, la jurisdicción constitucional no puede ingresar al examen del fondo de la problemática a
través de esta acción tutelar, en razón a que los actos denunciados como lesivos no integran el campo
de protección de la misma, siendo que su naturaleza jurídica tiene por finalidad garantizar el derecho
a la libertad física y de locomoción, derecho que no se encuentra comprometido con los actos
denunciados en el presente punto, coligiendo que al no haberse cumplido con los requisitos que
señala el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional corresponde
denegarse la tutela.
Por último, de la revisión integral de los supuestos reclamados y de las pruebas presentadas, no se
advierten actos que resulten vulneratorios a los derechos a la igualdad de partes, a la defensa o a la
dignidad personal del cual el accionante es titular, correspondiendo denegarse la tutela respecto a
los mismos.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela impetrada, actuó de forma
parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 237/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 234
a 240 vta., pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Tercero de El Alto del departamento de
La Paz; y en consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada respecto a la vulneración del derecho a la libertad en
concordancia con el derecho al debido proceso en sus componentes de una justicia pronta y oportuna
y al principio de celeridad procesal infringida por la Jueza de Instrucción Anticorrupción y Violencia
contra las Mujeres Segunda de El Alto del departamento de La Paz;
2° DENEGAR la tutela con relación a la supuesta lesión de los derechos a la igualdad de partes, a
la defensa y a la dignidad personal, por parte del Secretario y Oficial de Diligencias del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Segundo de El Alto del
departamento de La Paz, la Fiscal de Materia y la investigadora asignada al caso; y,
3° Por Secretaria General, notifíquese a todas las presidencias de los Tribunales Departamentales de
Justicia del país, a efectos de que haga conocer de manera inmediata a todos los jueces de instrucción
en materia penal, el razonamiento desarrollado en el presente fallo constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0719/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019

SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29842-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 24/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 37 a 38, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Limber Gutiérrez Aquino contra Elisa Exalta Lovera
Gutiérrez, Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz;
y, María Melina Lima Nina, Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la
Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 1 de julio de 2019, cursante de fs. 23 a 27 vta., el accionante expresó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Por Auto Interlocutorio 17/2019 de 6 de enero, la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia
contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, dispuso su
detención preventiva en el Centro Penitenciario San Pedro de ese departamento; en dicha
circunstancia el 21 de febrero del mismo año el Ministerio Público solicitó la aplicación del
procedimiento abreviado, la que fue denegada por la autoridad jurisdiccional mediante Auto
Interlocutorio 241/2019 de 22 de marzo, contra el cual interpuso recurso de apelación que se radicó
en la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento; ante ésta,
en consideración a su situación de detenido preventivo pidió celeridad, la misma que por decreto de
27 de mayo de igual año, expresó que se deberá esperar turno, teniendo en cuenta que la decisión
a ser emitida no se pronunciará sobre su libertad o restricción, puesto que existen los mecanismos
procesales ante el a quo para impetrar una eventual cesación de la medida cautelar extrema.
En el contexto referido, el 12 de junio de 2019 presentó a la Jueza demandada solicitud de cesación
de la detención preventiva; la cual, por decreto de 13 del mes y año indicado, rechazó el pedido
expresando “‘Previo a considerar su solicitud pronúnciese con relación a la apelación en
contra de la Res. No. 241/2019 de fecha 22 de marzo de 2019 remitido a la Sala Penal
Cuarta”’ (sic), el mismo que fue impugnado mediante el recurso de reposición, para que la
mencionada autoridad que lo emitió pueda enmendar su error; sin embargo esta, a través del Auto
de 24 de junio de idéntico año, manifestó que “… no es posible atender su solicitud pues está
pendiente el auto de vista sobre procedimiento abreviado…” (sic) y una eventual revocatoria
de la decisión impugnada cambiaría la dinámica procesal y la situación del encausado. Por
consiguiente, lo actuado por la aludida Jueza, le impidió desvirtuar los motivos en los que se sustentó
su detención preventiva y para recobrar su libertad, dejándolo en incertidumbre e indefensión en
tanto no se resuelva la apelación contra el Auto Interlocutorio que rechazó la aplicación del
procedimiento abreviado.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso; y, los principios de
seguridad jurídica, probidad, servicio a la sociedad, eficacia jurídica y celeridad, sin invocar norma
constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que la Jueza demandada reparando los defectos legales
señale de inmediato audiencia para la consideración de la solicitud de cesación de la detención
preventiva “…Y QUE LA SALA PENAL CUARTA A LA BREVEDAD POSIBLE SE PRONUNCIE
SOBRE LA APELACIÓN INTERPUESTA…” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 2 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 35 a 36
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante, ratificó los argumentos expuestos en la acción de libertad, y ampliándolos manifestó
que: a) La única autoridad llamada por ley para conocer y resolver la solicitud de cesación de la
detención preventiva es la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia
las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, quien debe considerar el asunto en
audiencia y previa valoración de los elementos probatorios pueda rechazar o aceptar lo pedido; b)
Al haberse rechazado su petitorio mediante decreto, el único mecanismo ordinario para impugnar
dicha determinación era el recurso de reposición conforme disponen los arts. 401 y 402 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), agotado el mismo, corresponde la tutela constitucional a través de la
acción de libertad por la vinculatoriedad directa entre el acto lesivo y el derecho a la libertad que
resulta afectada por el rechazo indebido de considerar la solicitud de cesación de la detención
preventiva; c) No es necesario aguardar que se resuelva la apelación sobre el rechazo del
procedimiento abreviado para poder analizar la referida pretensión; y, d) Lo expresado por la Vocal
codemandada de tener que esperar turno para resolver dicho recurso contra el Auto Interlocutorio
241/2019, vulneró el principio de celeridad afectando el derecho del privado de libertad.
I.2.2. Informe de las demandadas
Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocal de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, por medio del informe escrito presentado el 2 de julio de 2019, cursante de fs. 33 a 34,
expresó que: 1) Respondiendo la solicitud de adelantamiento de sorteo planteada por el solicitante
de tutela respecto al recurso de apelación contra el Auto Interlocutorio 241/2019, se manifestó que
debía aguardar turno en razón a que también existen otros casos cuyos apelantes se encuentran con
detención preventiva, pero además que el Tribunal no resolverá sobre su libertad o detención, puesto
que existen mecanismos que deben ser activados ante el Juez a quo para tal efecto; 2) No se rechazó
el sorteo solicitado, simplemente se le señaló que en virtud al principio de igualdad, se debe esperar
turno al igual que otros casos similares; por lo cual, no cuenta con legitimación pasiva en el presente
caso, por cuanto el recurso pendiente no resolverá respecto a la medida impuesta al peticionante de
tutela; y, 3) El plazo de diez días para resolver el recurso de apelación incidental, debe ser tomado
en cuenta desde el sorteo al Vocal relator, conforme al acuerdo de Sala Plena 023/2012 de 18 de
mayo, siguiendo además un orden cronológico de recepción de las causas. Por lo expuesto, solicitó
se deniegue la tutela impetrada.
María Melina Lima Nina, Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia
las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el
2 de julio de 2019, cursante a fs. 32 y vta., manifestó que: i) La decisión que rechazó el procedimiento
abreviado fue apelada por el accionante y se encuentra pendiente de resolución, por lo cual no es
factible activar otra instancia al mismo tiempo; y, ii) No existió persecución indebida por cuanto se
tiene una denuncia e imputación formal contra el nombrado y la privación de su libertad fue dispuesta
mediante resolución judicial.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, mediante Resolución
24/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 37 a 38, concedió en parte la tutela solicitada, vale decir
respecto a la Jueza de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres
Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, disponiendo que la misma debe convocar a
audiencia de cesación de la detención preventiva dentro del término que la ley prevé y resolver el

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fondo de la solicitud escuchando a las partes, y denegó con relación a la Vocal codemandada; de
acuerdo a los siguientes fundamentos: a) Para activar la tutela constitucional vía acción de libertad
frente al procesamiento indebido, deben concurrir simultáneamente la vinculación directa del acto
lesivo con la privación de libertad y el absoluto estado de indefensión; empero, tratándose de medidas
cautelares, debe agotarse el mecanismo de impugnación, lo que implica una participación activa en
el proceso; b) Correspondía a la Jueza demandada dar cumplimiento a lo dispuesto por el Tribunal
de alzada en el decreto de 27 de mayo de 2019; y, c) Habiéndose interpuesto recurso de reposición,
la referida autoridad debió convocar a audiencia de cesación de la detención preventiva.
II. CONCLUSIONES
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El 26 de marzo de 2019, Limber Gutiérrez Aquino -ahora accionante-, interpuso recurso de
apelación contra el Auto Interlocutorio 241/2019 de 22 de marzo, por el cual, la Jueza de Instrucción
Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del
departamento de La Paz, rechazó la aplicación del procedimiento abreviado dentro del proceso penal
que le sigue el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica;
dicha impugnación fue remitida a la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de
dicho departamento el 29 del mes y año referido (fs. 12 a 15).
II.2. Por memorial presentado el 12 de junio del mismo año, el impetrante de tutela solicitó a la
autoridad demandada cesación de la detención preventiva y el señalamiento de audiencia para su
consideración; la cual fue decretada el 13 del citado mes y año, expresando que: “Previo a considerar
su solicitud pronúnciese con relación a la apelación en contra de la Res. Nº. 241/2019 de fecha 22
de marzo de 2019 remitida a la Sala Penal Cuarta” (sic [fs. 16 a 17 vta.]).
II.3. Mediante memorial presentado el 19 de junio del mismo año, el impetrante de tutela planteó
recurso de reposición contra el decreto de 13 del indicado mes y año, pidiendo que la Jueza
demandada, una vez advertida del error proceda a señalar día y hora de audiencia para considerar
su cesación de la detención preventiva (fs. 20 a 21 vta.).
II.4. Cursa Auto de 24 de junio de 2019, por el que la Jueza demandada, señaló que, estando
pendiente de resolución el recurso de apelación formulada contra el Auto Interlocutorio 241/2019
que denegó el procedimiento abreviado, no es posible atender la petición de señalamiento de
audiencia para considerar la cesación de la detención preventiva, siendo necesario esperar el
pronunciamiento del Tribunal de alzada (fs. 21 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al debido proceso y los principios
de seguridad jurídica, probidad, servicio a la sociedad, eficacia jurídica y celeridad; por cuanto, la
Vocal demandada no dio curso a la solicitud de adelantamiento de sorteo de su apelación planteada
contra la determinación que denegó el procedimiento abreviado; en tanto que la Jueza de la causa,
aduciendo encontrarse pendiente dicha impugnación de manera indebida le negó señalar audiencia
para considerar su petición de cesación de la detención preventiva.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si el Juez de garantías valoró correctamente los
antecedentes a efectos de conceder o denegar la tutela.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad y los presupuestos para su activación
por indebido procesamiento
Respecto a la naturaleza jurídica y los presupuestos de activación de la acción de libertad, la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el derecho comparado
y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus´, encuentra fundamento en
innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración Americana
sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del bloque
de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un

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mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y


reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos
fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de
servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión” (las negrillas fueron añadidas).
Por su parte la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo que: “Con relación al procesamiento
indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su
impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que
esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de
locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción
de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la
causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados derechos previo
cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a
todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos
que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario,
deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es
posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los
derechos citados…” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
Del examen de los antecedentes, se advierte que dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio
Público por la presunta comisión del delito de violencia familiar o doméstica, el accionante planteó
apelación incidental contra el Auto Interlocutorio 241/2019 de 22 de marzo, que rechazó la aplicación
del procedimiento abreviado, y aduciendo su condición de privado de libertad pidió el adelantamiento
de sorteo ante la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz que radicó dicho
recurso; a lo que, la Vocal demandada, por decreto de 27 de mayo de 2019, le manifestó que debe
esperar turno al igual que otros casos con personas detenidas, estimando que el de alzada no se
pronunciará sobre la libertad o detención del recurrente, puesto que para solicitar la cesación de la
detención preventiva existen mecanismos procesales. En dichas circunstancias, pidió dicha cesación
ante la Jueza de la causa, la cual el 13 de junio del mismo año providenció que el ahora peticionante
de tutela previamente debe responder con relación a la apelación formulada contra el Auto
Interlocutorio 241/2019, a lo que planteó el recurso de reposición, obteniendo como respuesta el
Auto de 24 del indicado mes y año, resolviendo no haber lugar al mismo; toda vez que, al encontrarse
pendiente de resolución la apelación aludida, no es posible atender la petición de señalamiento de
audiencia para considerar la cesación de la medida impuesta.
En este contexto, en principio cabe referirse al decreto de 27 de mayo de 2019, emitido por la
codemandada -Presidenta de la mencionada Sala Penal-, el cual según refiere el impetrante de tutela
lesionó su derecho a la libertad por no haber dado lugar a la solicitud de adelantamiento de sorteo
excepcional; sin embargo, del análisis integral de los antecedentes y lo manifestado por el

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prenombrado, siguiendo dicho pronunciamiento respecto a que el Tribunal de alzada no se


pronunciará sobre la libertad o detención del recurrente, y que para pedir la cesación de la detención
preventiva existen mecanismos procesales que pueden ser activados ante el a quo; pidió ante la
Jueza de la causa la referida pretensión, cuya consideración le fue rechazada aduciendo encontrarse
pendiente el recurso de apelación contra el Auto Interlocutorio 241/2019; por consiguiente, no se
advierte una vinculación directa entre el actuado de la Vocal codemandada y el impedimento a una
eventual cesación de la medida impuesta del solicitante de tutela, de manera que al no existir esta
relación entre el acto denunciado como lesivo y la restricción indebida del derecho a la libertad, no
amerita ingresar en el análisis de la presunta lesión.
Ahora bien, en lo concerniente a la providencia de 13 de junio de 2019, mediante la cual, la Jueza
de Instrucción Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital
del departamento de La Paz, denegó el señalamiento de audiencia para considerar la solicitud de
cesación de la detención preventiva del accionante, por encontrarse pendiente de resolución el
recurso de apelación interpuesto contra el Auto Interlocutorio 241/2019, que rechazó la aplicación
del procedimiento abreviado; se debe realizar las siguientes consideraciones: a) El único supuesto
en el que el juez puede rechazar el señalamiento de audiencia de cesación de la detención preventiva,
es cuando se encuentra pendiente una apelación contra una resolución emitida en una similar
solicitud -SCP 0552/2017-S1 de 31 mayo-; y, b) De acuerdo al art. 123 del CPP, las providencias son
aquellas decisiones pronunciadas sin ninguna sustanciación; por lo cual, de conformidad con los arts.
401 y 402 del citado Código, podrán ser impugnadas solo a través del recurso de reposición, a fin de
que el juez o tribunal, advertido de su error, las revoque o modifique; esta última determinación no
admite ulterior recurso.
En tal sentido, habiendo la Jueza codemandada a través del decreto de 13 de junio de 2019,
condicionado la consideración de la solicitud de cesación de la detención preventiva del impetrante
de tutela -negando el señalamiento de audiencia-, con el argumento de que se encontraba pendiente
de resolución un recurso de apelación planteado por el recurrente; dicha determinación impidió
indebidamente el tratamiento de la pretensión aludida, por cuanto, el único supuesto en el que el
juez de control jurisdiccional puede rechazar el señalamiento de audiencia para considerar la cesación
de la detención preventiva del imputado, es cuando se encuentra pendiente de resolución una
apelación respecto a una idéntica solicitud; empero, en el caso analizado, no concurre dicha
circunstancia, toda vez que el recurso al que hizo referencia la Jueza codemandada, tiene un objeto
diferente, cual es la impugnación del Auto Interlocutorio 241/2019 que rechazó la aplicación del
procedimiento abreviado.
Por consiguiente, se puede concluir que la actuación de la aludida autoridad, al haberse apartado de
los casos previstos por la norma y la jurisprudencia y denegar la consideración de la solicitud de
cesación de la detención preventiva, sin sustento legal valedero, cerró la posibilidad de acceder a su
libertad, prolongando de esta manera su detención preventiva; en tales circunstancias, corresponde
a este Tribunal, conceder la tutela impetrada.
Por lo expresado, se advierte que el Juez de garantías al haber concedido en parte la tutela, valoró
de manera correcta los antecedentes.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 24/2019 de 2 de julio, cursante de fs. 37 a 38, pronunciada
por el Juez de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz; y en consecuencia,
CONCEDER en parte la tutela solicitada, en los mismos términos dispuestos por el Juez de
garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado

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MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0720/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29855-2019-60-AL
Departamento: Beni
En revisión la Resolución 50/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 29 a 31 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Julián Cusere Yoqui contra Claudia Teresa Bascope
Chávez, Jueza Pública de Familia e Instrucción Penal Primera de San Borja; y, Luis
Fernando Chávez Arza, Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y
Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de
Magdalena, ambos del departamento de Beni.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 4 de julio de 2019, cursante a fs. 1 y 3 a 4, el accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de
suministro, solicitó cesación de la detención preventiva, que fue concedida por la Jueza Pública de
Familia e Instrucción Penal de San Borja del departamento de Beni, que actuó en suplencia legal del
Juzgado Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo
y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Moxos de dicho departamento -
donde radica su causa-, imponiéndole medidas sustitutivas de arraigo a nivel nacional, marcado
biométrico en la Fiscalía los días viernes y prohibición de consumir bebidas alcohólicas.
Posterior a dicha disposición, asumió la suplencia legal del referido Juzgado el Juez Público Mixto Civil
y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de Magdalena del referido departamento; sin embargo, “…hasta la fecha…”
(sic) ninguna de las autoridades demandadas libraron el correspondiente mandamiento de libertad a
su favor, omitiendo dar curso a su petición y provocando que continúe privado de libertad, accionar
negligente que vulneró su derecho a la locomoción.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos a la libertad, a la petición y a la “celeridad procesal”,
citando al efecto los arts. 24 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela “…a objeto de que sus autoridades restablezcan mis derechos lesionados
y restringidos, y en resolución puedan otorgar mi libertad, la cual hasta ahora se me está vulnerando
y restringiendo…” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 5 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 27 a 28
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados ratificó los argumentos de la presente acción tutelar, y
ampliándolos manifestó que el 25 de junio de 2019, hizo conocer mediante memorial al “…juzgado
Mixto de Instrucción, de Familia, Niñez y Adolescencia de San Ignacio de Moxos…” (sic) su privación
de libertad, que si bien “…la Dra. Bascope, se encontraría en diferentes actividades, vacaciones, sin

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embargo el otro juez de la localidad de Magdalena desde aquel entonces tiene pleno conocimiento
de la situación de mi defendido y accionante porque a[tra]ves de la secretaria del juzgado de San
Ignacio de Moxos, ella le hace conocer todas las actas del proceso para que el juez pueda emitir el
correspondiente mandamiento de libertad, sin embargo el juez de magdalena hace conocer que no
tuvo los antecedentes del proceso, sin embargo desde conoció tiene que pedir información de la
situación en el juzgado que suple…” (sic); que pese a haber solicitado se libre mandamiento de
libertad ante esta ultima autoridad demandada, no se providenció nada al respecto, constituyendo
vulneración de su derecho de acceso a la justicia.
I.2.2. Informe de los demandados
Claudia Teresa Bascope Chávez, Jueza Pública de Familia e Instrucción Penal Primera de San Borja
del departamento de Beni presentó informe escrito el 5 de julio de 2019, cursante a fs. 20 y vta.,
señalando que, en cumplimiento al Memorándum 135/2019 -no indica fecha- emitido por
“presidencia”, se le encomendó el cumplimiento de la suplencia legal del Juzgado Público Mixto Civil
y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primera de San Ignacio de Moxos del citado departamento, celebrándose en
consecuencia la audiencia de cesación de la detención preventiva del ahora accionante el 14 de junio
de 2019, en ese sentido se le impuso medidas sustitutivas a esa medida, emitiéndose los oficios en
el día para su tramitación en atención a la celeridad procesal. Sin embargo, de la revisión de los
actuados procesales, se evidenció que el peticionante de tutela presentó cumplimiento de las medidas
impuestas, además pidió mandamiento de libertad en su favor ante el precitado Juzgado el 25 del
indicado mes y año, fecha en la cual su persona estaba gozando de vacaciones desde el 24 al 29 del
mismo mes y año, y posteriormente desde el 30 de junio al 3 de julio de igual año, fue declarada en
comisión a un taller en la ciudad de Nuestra Señora de La Paz por Resolución de Sala Plena 177/2019;
por lo que, no se encontraba en suplencia legal del referido Juzgado.
Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y
Adolescencia de Partido de Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena del
departamento de Beni, mediante informe escrito presentado el 5 de julio de 2019, cursante a fs. 23
y vta., expresó que fue designado en suplencia legal del “Juzgado de San Ignacio de Moxos” desde
el 25 de junio al 3 de julio del referido año; es decir, por nueve días, durante ese tiempo no se le
hizo llegar el cuaderno procesal donde se encontraba el acta de la audiencia de medidas cautelares
a fin de poder ejercer el control jurisdiccional del mismo y determinar conforme a ley; en
consecuencia, mal podía disponer la libertad del ahora accionante sin tener conocimiento pleno y
exacto de las medidas sustitutivas impuestas por la Jueza que celebró la audiencia de consideración
de la cesación de la detención preventiva del prenombrado, aclarando que desconoce totalmente el
caso de autos.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, mediante Resolución
50/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 29 a 31 vta., concedió en parte la tutela solicitada,
disponiendo que el Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia de
Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal de Magdalena -en suplencia legal de su
similar de San Ignacio de Moxos-, ambos del departamento de Beni, o la autoridad que actualmente
se encuentre ejerciendo la suplencia legal del referido Juzgado, atienda lo requerido por el accionante
en el plazo de veinticuatro horas de su notificación con la presente Resolución. Determinación
sustentada en los siguientes fundamentos: a) Toda autoridad que conozca una solicitud en la que se
encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor
celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de no hacerlo, podría
provocar una restricción del citado derecho; por cuanto, la lesión del derecho a la libertad física está
en la demora o dilación indebida, para resolver o atender la misma, la cual debe efectuarse con la
correspondiente celeridad; b) El impetrante de tutela fue beneficiado con la cesación a su detención
preventiva, otorgándole medidas sustitutivas la Jueza Pública de Familia e Instrucción Penal de San
Borja -en suplencia legal del Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y

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Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de San Ignacio
de Moxos-, ambos del departamento de Beni, en virtud al Memorando Presidencia 298/2019 de 7 de
mayo; sin embargo, conforme consta a fs. 22, se tiene que la Presidencia del Tribunal Departamental
de Justicia de Beni, mediante Memorando Presidencia 429/2019 de 25 de junio, designó en suplencia
legal del referido Juzgado a Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público Mixto Civil y Comercial de
Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal
Primero de Magdalena del citado departamento, que debió ejercer desde el 25 de junio hasta el 3 de
julio de 2019; en consecuencia, dicha autoridad tenía el deber de tramitar su libertad sin mayor
demora; y, c) Finalmente, se está supeditando la libertad del accionante a una mera formalidad como
es la emisión del mandamiento de libertad, que al no atender su pedido, constituye una dilación
injustificada por parte del juzgador; por lo que, amerita la correspondiente concesión de la tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa fotografía del Memorando Presidencia 298/2019 de 7 de mayo, por el cual, el Decano en
ejercicio de la Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, ordenó a Claudia Teresa
Bascope Chávez -ahora demandada-, ejercer la suplencia legal del Juzgado Público Mixto Civil y
Comercial de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Moxos del departamento de Beni, “…a partir de la
fecha…” (sic), hasta la posesión del nuevo o el titular (fs. 13).
II.2. Consta copia del Memorando Presidencia 429/2019 de 25 de junio, por el que el Presidente del
Tribunal Departamental de Justicia de Beni, comunicó a Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público
Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad
Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena de dicho departamento a ejercer la suplencia legal
de su similar de San Ignacio de Moxos, desde el 25 de junio hasta el 3 de julio de 2019 (fs. 22).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad, a la petición y a la “celeridad
procesal”; puesto que, los Jueces demandados hasta la fecha de interposición de la acción de libertad
no libraron el correspondiente mandamiento de libertad a su favor, pese a que fue beneficiado con
medidas sustitutivas a la detención preventiva consistentes en arraigo a nivel nacional, marcado
biométrico en la Fiscalía los viernes y prohibición de consumir bebidas alcohólicas, omisión por la que
continua privado de libertad, vulnerando su derecho a la locomoción.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho
Al respecto, la SC 0465/2010-R de 5 de julio, sostuvo que: “…los tipos de hábeas corpus
precedentemente aludidos, también pueden ser identificados en la nueva Ley Fundamental, e
inclusive ampliados. Así dentro de la tipología desarrollada por la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional citada líneas precedentes, se agregó el hábeas corpus restringido, el hábeas corpus
instructivo y al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho (SC 0044/2010-R de 20 de abril).
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad.
(…)
Por previsión del art. 8.II de la CPE, el Estado se sustenta entre otros valores en la libertad, cuya
concreción material trasciende en el fin máximo el cual resulta ser el vivir bien. En este sentido, el
constituyente ha previsto no sólo los valores generales entre los cuales figura como se mencionó la
libertad, sino también, principios procesales específicos en los cuales se fundamenta la jurisdicción

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ordinaria entre los cuales se encuentra la celeridad, así se tiene previsto en el art. 180.I de la CPE;
es por ello que precisamente la potestad de impartir justicia según el art. 178.I de la CPE, emana del
pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad jurídica, en la celeridad y el respeto a los derechos,
entre otros no menos importantes.
Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos, se ha previsto
una acción de defensa específica que coadyuve para que los mismos no se vean afectados por actos
lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a su estado natural, en especial tratándose de
derechos fundamentales. (...) este Tribunal Constitucional, agregó a la tipología del hábeas
corpus desarrollada por la jurisprudencia, al hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho, el cual se constituye en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de
existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga de
dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad” (las negrillas son nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
De la revisión de la documentación adjunta a la presente acción de libertad, se advierte que, mediante
Memorando Presidencia 298/2019 de 7 de mayo, se ordenó a Claudia Teresa Bascope Chávez -ahora
codemandada- en su condición de Jueza Pública de Familia e Instrucción Penal Primera de San Borja
del departamento de Beni, asuma en suplencia legal las causas que radican en el Juzgado Público
Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad
Social e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Moxos de dicho departamento a partir de la
mencionada fecha, hasta la posesión del titular (Conclusión II.1); asimismo, por Memorando
Presidencia 429/2019 de 25 de junio, se instruyó a Luis Fernando Chávez Arza, Juez Público Mixto
Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de Magdalena del referido departamento, asuma la suplencia legal de su
similar de San Ignacio de Moxos desde el 25 de junio hasta el 3 de julio de 2019 (Conclusión III.2).
Bajo esa relación de hechos fácticos, el impetrante de tutela denuncia la vulneración de sus derechos
a la libertad, petición y “celeridad procesal”, puesto que, en el proceso penal seguido en su contra,
se le concedió la cesación a su detención preventiva e impuso medidas sustitutivas a esa medida y
una vez dado cumplimiento a estas, solicitó se libre el respectivo mandamiento de libertad; sin
embargo, dicho pedido no fue atendido por la autoridad jurisdiccional que determinó tal aspecto, ni
por el Juez que asumió posteriormente la suplencia legal del Juzgado donde radica su causa,
provocando que persista la privación de su libertad por más de diez días.
Ahora bien, conforme a la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que desarrolla los tipos de hábeas corpus,
despliega entre ellos a la ahora acción de libertad traslativa o de pronto despacho (SC 0044/2010-R
de 20 de abril), de dicho razonamiento, se tiene que la misma se activa en procura de acelerar los
trámites judiciales cuando en los mismos existan demoras indebidas para resolver la situación jurídica
del privado de libertad.
Así, en el presente caso, respecto de la demandada -Jueza Pública de Familia de Instrucción Penal
Primera de San Borja del departamento de Beni-, si bien fue la que dispuso las medidas sustitutivas
en favor del accionante, en mérito a la suplencia legal del Juzgado Público Mixto Civil y Comercial,
de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal
Primero de San Ignacio de Moxos del referido departamento a partir del 7 de mayo de 2019; empero,
dejó de ostentar la misma el 24 de junio de 2019, puesto que inmediatamente fue ordenada la
asunción de suplencia al Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia,
de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena del mismo
departamento; es decir que, esta última autoridad fungía dicha suplencia desde el 25 de junio hasta
el 3 de julio de 2019, estando a cargo de su similar de San Ignacio de Moxos.
En ese orden, la autoridad codemandada -Juez Público Mixto, Civil y Comercial, de Familia, de la
Niñez y Adolescencia de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de

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Magdalena del referido departamento-, era el encargado de tramitar la causa con celeridad, así como
el que debía responder a cualquier inquietud del procesado -ahora accionante- respecto de su
situación procesal; sin embargo, -como se advierte de su informe remitido a esta instancia- refiere
“…no se me hizo llegar el cuaderno procesal del caso donde se encuentra el acta de la audiencia de
medidas cautelares a fin de poder ejercer el control jurisdiccional…en consecuencia [su] persona mal
podría determinar su libertad…” (sic), tratando con esa información de deslindar su labor
jurisdiccional, lo cual constituye obstaculización a la pretensión del impetrante de tutela que se halla
directamente vinculada a su derecho a la libertad, indebidamente restringida, cuando debería ser
gestionada con la debida celeridad, y propenderse que en los casos que una autoridad conozca una
solicitud que involucre el derecho a la libertad física, la misma tiene el deber de tramitarla con la
mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos razonables, exigencia que no fue
respetada en el presente caso, puesto que hasta el momento de interposición de esta acción de
libertad el accionante no obtuvo resultado con relación a la emisión del mandamiento de libertad.
Por consiguiente, esta Sala llega a la conclusión de que la desidia a la hora de tramitar lo peticionado
por parte del codemandado, traducida en la negativa de gestionar la libertad del impetrante de tutela
emergente de la disposición de medidas sustitutivas a su detención preventiva, constituye un acto
dilatorio por parte del Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de
Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de Magdalena del departamento
de Beni, lo que mantiene en incertidumbre al procesado vinculada al derecho a la libertad,
desmarcándose de la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional al desconocer la obligación que tiene todo servidor público jurisdiccional de dar curso
a los trámites en los que esté involucrado un privado de libertad, resultando en una contravención
del principio de celeridad procesal, contra lo cual procede la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, correspondiendo conceder la tutela pretendida, acorde al razonamiento previamente
desarrollado.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 50/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 29 a 31 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni; y en
consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada respecto del Juez Público Mixto, Civil y
Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de Magdalena; y, DENEGAR con relación a la Jueza Pública de Familia e
Instrucción Penal Primera de San Borja, ambos de dicho departamento. Conforme a lo dispuesto por
la referida Sala.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0721/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29858-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 11/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 69 vta. a 72, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Heidy Mariel Jaldín Peña contra Erlinda Pereira
Rodríguez, Fiscal de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 4 de julio de 2019, cursante de fs. 59 a 62, la accionante por medio
de su representante refirió lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Erlinda Pereira Rodríguez, Fiscal de Materia de Santa Cruz, puso en conocimiento de la Jueza de
Instrucción Penal Decimotercera de la Capital del citado departamento, la acción investigativa iniciada
en su contra por los delitos de falsedad material y uso de instrumento falsificado; el 5 de abril de
2019, la mencionada autoridad fiscal solicitó la ampliación de plazo para el desarrollo de la
investigación, extremo que fue aceptado mediante decreto de la fecha citada.
El 24 de junio del indicado año, la representante del Ministerio Público pidió nueva ampliación de
plazo y mediante Auto de 25 del mismo mes y año, la referida Jueza decretó “no ha lugar”,
conminándola a presentar su requerimiento conclusivo; una vez notificada dicha autoridad, reiteró
nuevamente prórroga de plazo, mereciendo el proveído de 28 del referido mes y año, mediante el
cual se dispuso se esté a lo dispuesto en el citado Auto.
El 3 de julio del mencionado año, la Fiscal demandada debió presentar el requerimiento conclusivo y
adecuar sus acciones a lo dispuesto en el Código de Procedimiento Penal, porque transcurrieron más
de cinco días desde que la notificaron con la conminatoria; sin embargo, continuó realizando
actividades investigativas como la celebración de la audiencia de posesión de perito.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante señaló como lesionado su derecho al debido proceso, citando al efecto los arts. 115.II,
117.II y 180.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que la Fiscal de Materia demandada se aparte del
conocimiento de la causa, sea con llamada de atención y se ponga en conocimiento de su inmediato
superior, para su consiguiente procesamiento disciplinario, debiendo nombrarse un nuevo fiscal, para
que se pronuncie en el plazo de setenta y dos horas, conforme a procedimiento.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 5 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 66 a 69
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante por medio de su abogado, ratificó de manera íntegra el contenido del memorial de
acción de libertad y señaló que lo solicitado respecto a la asignación de un nuevo fiscal, tiene como
finalidad que se retome el control de la investigación.

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I.2.2. Informe de la demandada


Erlinda Pereira Rodríguez, Fiscal de Materia de Santa Cruz, en audiencia manifestó que: a) La
investigación se inició de oficio el 8 de marzo de 2019, por la supuesta comisión de los delitos de
falsedad material y uso de instrumento falsificado, proceso que se encontraba bajo el control
jurisdiccional de la Jueza de Instrucción Penal Decimotercera de la Capital de dicho departamento;
b) Se procedió a citar a la ahora accionante, quien se apersonó el 14 de junio del citado año y se
abstuvo de declarar, dilatando así el proceso investigativo; y, c) El 26 del indicado mes y año, tomó
conocimiento de la conminatoria para que emita el requerimiento conclusivo y al día siguiente
devolvió la misma, en razón de la solicitud de una nueva ampliación del plazo aludido, puesto que no
conoció la determinación de la referida Jueza de rechazar lo pedido; además, era necesaria la
producción de un estudio pericial. Con esos argumentos, solicitó se deniegue la tutela solicitada.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
11/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 69 vta. a 72, denegó la tutela solicitada, con el argumento de
que no cursa en contra de la peticionante de tutela, mandamiento de detención que restrinja su
derecho a la libertad; consiguientemente, no se cumplió el presupuesto requerido para activar vía
acción de libertad el control tutelar que origina el procesamiento indebido, tomando en cuenta que
el debido proceso es tutelable en esta vía cuando se tiene restringida la libertad de locomoción.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa proveído de 27 de marzo de 2019, que dispuso se libre orden de citación a efectos de
que la denunciante “...comparezca a prestar su declaración informativa en calidad de denunciada...”
(sic [fs. 11]).
II.2. Por nota de la fecha antes indicada, la Fiscal demandada, informó y presentó adhesión a
denuncia (fs. 12).
II.3. Mediante nota presentada el 6 de junio del indicado año, la autoridad demandada informó y
amplió denuncia contra la accionante, y por proveído de 7 de igual mes y año, la Jueza de la causa
dispuso se tenga presente (fs. 16 y vta.).
II.4. A través de memorial presentado el 24 del mes y año referidos, la Fiscal demandada solicitó a
la Jueza de la causa, la ampliación de la investigación por el plazo de treinta días, mereciendo el
proveído de 25 del mes y año señalados, disponiéndose no ha lugar y conminando a emitir en el día
el requerimiento correspondiente (fs. 18 y vta.).
II.5. Cursa conminatoria de 6 de junio de 2019, dirigida a la Fiscal denunciada, para que presente
imputación u otro requerimiento en el plazo de cinco días, conforme al art. 300.II del CPP; misma
que fue devuelta mediante nota de 27 del mes y año citados ante la Jueza de la causa (fs. 33 a 34
vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso, puesto que la Fiscal de Materia -
ahora demandada-, pese a haber sido conminada por la Jueza de Instrucción Penal Decimotercera
de la Capital del departamento de Santa Cruz, para que emita el requerimiento conclusivo, hizo caso
omiso a dicha disposición y más bien, continuó realizando actos investigativos, habiendo sido
notificada con la realización de una audiencia de posesión de perito.
En consecuencia corresponde verificar si tales extremos son o no evidentes, a objeto de conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad y sus alcances respecto al debido proceso
La SC 0619/2005-R de 7 de junio, en cuanto al debido proceso en la acción de libertad estableció lo
siguiente: “…a partir de la doctrina constitucional sentada en la SC 1865/2004-R, de 1 de diciembre,

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para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso de
hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad” .
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso, puesto que la Fiscal de Materia -
ahora demandada-, pese a haber sido conminada por la Jueza de Instrucción Penal Decimotercera
de la Capital del departamento de Santa Cruz, para que emita el requerimiento conclusivo, hizo caso
omiso a dicha disposición y más bien, continuó realizando actos investigativos, habiendo sido
notificada con la realización de una audiencia de posesión de perito.
En ese contexto, cabe manifestar que la acción de libertad está destinada a tutelar las vulneraciones
de la libertad personal o de locomoción, cuando los actos lesivos denunciados estén vinculados a
esta como causa directa de su restricción o supresión, en estrecha relación con el estado de
indefensión; es decir, que la persona no tenga la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos
dentro del proceso, por no haber tomado conocimiento de estos hasta el momento de producirse la
persecución o privación de libertad.
Lo relacionado precedentemente, permite concluir que la accionante considera vulnerado el derecho
al debido proceso invocando la tutela constitucional por medio de la interposición de la acción de
libertad, sin considerar que los hechos concernientes a la tramitación del proceso en sede
jurisdiccional, que no tengan relación directa e inmediata con una amenaza o restricción del derecho
a la libertad de locomoción no ingresan dentro del ámbito de tutela de la acción de libertad por
procesamiento indebido.
En ese marco, la emisión o no del requerimiento conclusivo no se encuentra estrechamente vinculado
con la amenaza o restricción del derecho a la libertad de locomoción, por ende no pueden ser objeto
de tutela por medio de la acción de libertad; consiguientemente, no se cumplen los supuestos
establecidos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
respecto a la vulneración del debido proceso, ya que la accionante se encuentra en libertad.
En ese sentido, corresponde señalar que en el caso presente no se cumplieron los supuestos
destinados a hacer viable la tutela incoada, por la supuesta vulneración del derecho al debido proceso.
Por lo precedentemente manifestado, la Sala Constitucional al denegar la tutela solicitada, efectuó
una adecuada valoración de los antecedentes del proceso y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 11/2019 de 5 de julio, cursante de fs. 69 vta. a 72,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en los mismos términos que la referida Sala.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 669


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0722/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29859-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 21/19 de 3 de julio de 2019, cursante de fs. 19 a 23 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Aldo Rafael Larrazabal Sotomayor contra
Victoriano Morón Cuellar y Arminda Méndez Terrazas, Vocales de la Sala Penal Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 2 de julio de 2019, cursante de fs. 4 a 7, el accionante expuso lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de
violación agravada, radicado en el Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, el 7 de mayo de 2019 se realizó audiencia de consideración de medidas
cautelares, donde se le impuso ilegalmente detención preventiva en base a la inadecuada valoración
de los elementos de prueba aportados y relativos al peligro de fuga establecido en el art. 234.10 del
Código de Procedimiento Penal (CPP), decisión que apeló en la indicada audiencia de conformidad a
la previsión del art. 251 del precitado código adjetivo de la materia, remitiéndose el mismo ante la
Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del mismo lugar, donde se fijó audiencia
de consideración de la impugnación interpuesta para el 20 de junio de igual año, empero al caer en
día feriado, se fijó una nueva para el 1 de julio de igual año, a horas 15:30, a dicho efecto se notificó
a la víctima y a la denunciante en su domicilio real y procesal respectivamente.
Instalado el acto referido a horas 16:20, sin estar presente la víctima pese a su legal comunicación,
la defensa técnica de esta, reclamó el supuesto rellenado de la cédula de notificación con la firma del
testigo incorrectamente; por lo que, las autoridades demandadas procedieron a suspender el
señalado acto para el 9 de similar mes y año, sin considerar el perjuicio personal de la detención
preventiva dispuesta con anterioridad, constituyendo ello detención ilegal por violación a las normas
procesales aplicables a la impugnación respecto a la imposición de medidas cautelares, transcurriendo
dos meses sin que se resuelva su apelación incidental oportunamente, causando total indefensión.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento de
defensa, así como de los principios de celeridad y legalidad; citando al efecto los arts. 23.I y II; y
115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se le conceda la tutela, disponiendo se corrija el procedimiento llevándose de manera
inmediata la audiencia de consideración de la apelación interpuesta.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 3 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 16 a 18,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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El accionante a través de su abogado, ratificó el contenido del memorial de acción de libertad y


expresó que: a) La medida cautelar de detención preventiva fue impuesta en virtud de la existencia
de un solo peligro procesal y establecido en el art. 234.10 del CPP; b) Interpuesto el recurso de
apelación incidental conforme el art. 251 de la norma adjetiva penal, no se remitieron los
antecedentes procesales en alzada en el término de veinticuatro horas ni se fijó audiencia al efecto
de los tres días siguientes; c) A pesar de haberse notificado a todas las partes de la causa penal, se
suspendió la audiencia para la consideración de la impugnación referida del 1 de julio de 2019, en
razón de la inasistencia de la víctima y del interprete para la misma; sin embargo, ello se dio de
forma voluntaria; y, d) El nuevo acto se fijó para el día 9 del igual mes y año, sin observar la celeridad
y el grado de afectación personal del privado de libertad, restringiendo indebidamente este derecho.
I.2.2. Informe de los demandados
Arminda Méndez Terrazas, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz, mediante informe presentado el 3 de julio de 2019 cursante de fs. 14 a 15, manifestó
que: 1) Los antecedentes del caso fueron remitidos el 4 de junio del indicado año; 2) El Auto de
Vista de 5 de igual mes y año, declaró inadmisible el recurso de apelación incidental interpuesto por
la denunciante y señaló audiencia para la consideración de la impugnación realizada por el imputado
-hoy demandante- para el 1 de julio del referido año; 3) El acto indicado se suspendió para el 9 de
similar mes y año; en razón de, la ausencia de la víctima -una persona con discapacidad- y del
intérprete para la misma, conminándose del mismo modo la concurrencia del Ministerio Público; 4)
Es falsa la aseveración de la indefensión procesal por dos meses, debiendo aplicarse el principio de
verdad material y habiéndose señalado audiencia conforme al rol establecido; 5) Con la suspensión
reclamada, se dio oportunidad de escuchar a la víctima que es parte del grupo de personas en
situación de vulnerabilidad, observándose por ende los arts. 10, 11 y 77 del CPP; y, 6) Se necesita
el lapso de una semana para la participación de un perito intérprete.
Victoriano Morón Cuellar, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz, no presentó informe ni se apersonó a la audiencia, a pesar de su notificación cursante a
fs. 13.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, por Resolución 21/19 de 3 de julio de 2019, cursante de fs. 19 a 23 vta., concedió la
tutela, ordenando a las autoridades demandadas la realización de audiencia de consideración de la
apelación incidental en el plazo de tres días de forma pronta y oportuna, debiendo tomar las
previsiones necesarias para notificar a las partes y expedir los oficios para la presencia del perito
traductor; bajo los siguientes fundamentos: i) El art. 13 de la CPE, establece la interpretación en
favor de la persona, por ende se debe aplicar la norma más favorable para el privado de libertad; ii)
Las autoridades demandadas recibieron el expediente el 4 de junio de 2019, señalando audiencia de
consideración de la apelación incidental recién para el 1 de julio del mismo año, advirtiéndose
objetivamente por esto dilación innecesaria por la falta de cumplimiento de los tres días para dicho
cometido, debiendo aplicarse por ello la acción de tutela de naturaleza traslativa; y, iii) Cuando está
involucrada la libertad personal el trámite procesal es diligente y acelerado, observándose el art. 251
del CPP.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de antecedentes, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante el Auto Interlocutorio 145 de 5 de junio de 2018, los Vocales demandados declararon
inadmisible la impugnación interpuesta por la denunciante contra la resolución de 26 de mayo de
igual año; del mismo modo, señalaron audiencia para el 1 de julio de similar año, con el objeto de
considerar la apelación incidental presentada por el accionante contra el Auto Interlocutorio de 23 de
mayo de igual año, que le impuso medida cautelar de carácter personal de detención preventiva (fs.
3 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 671


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El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento de


defensa, así como de los principios de celeridad y legalidad; puesto que las autoridades demandadas
suspendieron sin suficiente sustento la audiencia de consideración de la apelación incidental señalada
para el 1 de julio de 2019, que interpuso contra el Auto Interlocutorio de 23 de mayo de igual año,
donde se le impuso medida cautelar de detención preventiva, implicando ello dilación innecesaria.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Del alcance y finalidad de la acción de libertad
La SCP 0226/2019-S3 de 19 de junio, al respecto fundamentó: « Sobre esta temática, la SCP
0660/2018-S3 de 5 de noviembre, que a su vez cita a la SCP 1235/2012 de 7 de septiembre,
estableció que: “…el art. 125 de la Norma Fundamental, dispone: ‘Toda persona que considere que
su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada
de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o
por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal
competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad’; de donde
se extrae, que la tutela que brinda esta garantía jurisdiccional alcanza sólo a resguardar los derechos
a la vida, a la libertad y a la locomoción, que a consecuencia de un acto ilegal u omisión indebida de
servidores públicos o personas particulares, fueren puestos en peligro o restringidos. En coherencia
con el citado precepto constitucional, el art. 65 de la Ley del Tribunal Constitucional (LTCP), previene
que esta acción, tiene por objeto la garantía, protección o tutela de los derechos a la vida, a la libertad
física y a la locomoción, para el restablecimiento inmediato y efectivo de estos derechos, en los casos
en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión.
Definido el alcance del presente medio de defensa, su finalidad, conforme manda la
Constitución Política del Estado, es resguardar el derecho a la vida cuando fuere puesta
en peligro, el cese de la persecución indebida, el restablecimiento de las formalidades
legales y en su caso restituir el derecho a la libertad cuando fuere indebida o ilegalmente
limitada.
De lo referido, se advierte que las características de la acción de libertad, se mantienen: el
informalismo, relativo a la ausencia de requisitos formales en su presentación, ampliando la
posibilidad de su presentación oral de este medio de defensa; la inmediatez, por la urgencia de los
derechos que resguarda; la sumariedad, dado que la (CPE) y la (LTCP), establecen que deberá ser
resuelta en el plazo de veinticuatro horas de interpuesta la acción -art. 126 de la CPE y art. 68.1 de
la LTCP-; la generalidad, porque no reconoce ningún tipo de privilegio, inmunidad o prerrogativa,
pudiendo interponerse contra la autoridad o persona denunciada que -art. 125 de la CPE y art. 68.2
de la LTCP-; e inmediación, porque requiere que la autoridad judicial tenga contacto con la persona
privada de libertad, en el entendido que el Juez o Tribunal de garantías que conozca la acción, debe
disponer que el accionante sea conducido a su presencia o acudir al lugar de la detención -art. 126.I
de la CPE concordante con el art. 68.5 de la LTCP-; con la finalidad de tener contacto con el
accionante o verificar las condiciones en que se encuentra, en suma hacer efectivo el principio de
inmediación que rige la actividad procesal”» (las negrillas nos corresponden).
III.2. Del debido proceso y su vinculación con el derecho a la libertad
La SCP 0511/ 2019-S4 de 12 de julio, sobre el tema referido, indicó: “ La SC 0619/2005-R de 7 de
junio sostuvo que: ‘…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse
mediante el recurso de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben
presentarse, en forma concurrente, los siguientes presupuestos: a) El acto lesivo, entendido como
los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados,
deben estar vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción
o supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 672


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tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad”’ .
Con referencia al debido proceso vía acción de libertad, la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo
que: ‘Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar
que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando
se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad
de locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad,
en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;
caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras’.
En ese marco, la SCP 0059/2018-S4 del 16 de marzo, señaló que: ‘Línea jurisprudencial que fue
ratificada por este Tribunal Constitucional Plurinacional de manera sistemática, ya que la misma se
encuentra acorde al diseño constitucional y legislativo vigente, pues el acoger mediante una acción
de libertad otros elementos del debido proceso que no estén vinculados directamente con el derecho
a la libertad, resultaría desconocer la voluntad del legislador y desnaturalizar el alcance jurídico-
constitucional de la acción de amparo constitucional y de esta propia acción, pues cada uno de estos
medios de defensa, tienen una naturaleza jurídica diferente y por el principio de seguridad jurídica,
debemos respetar su ingeniería jurídica y su plena efectividad”’ (las negrillas corresponden al texto
original).
III.3. Sobre el trámite del recurso de apelación de medidas cautelares ante el Tribunal
de alzada y la celeridad que debe imprimirse en el mismo. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0444/2019-S4 de 2 de julio, entendió: «Respecto al plazo en el cual tiene que ser remitido el
recurso de apelación planteado contra una resolución que disponga, modifique o rechace las medidas
cautelares, así como en relación al trámite que debe imprimir el Tribunal de alzada en dichos recursos
la SCP 1030/2016-S2 de 24 de octubre, reiterando entendimientos contenidos y también reiterados
en la SCP 1866/2012 de 12 de octubre, estableció que: “En específico y en relación a la remisión al
Tribunal de alzada de la apelación incidental interpuesta contra una Resolución que impone la medida
cautelar de detención preventiva, la SC 0076/2010-R de 3 de mayo, refirió que: ‘…el Código de
Procedimiento Penal, dentro del sistema de recursos que dispensa a las partes, prevé el de apelación
contra las resoluciones que dispongan, modifiquen o rechacen las medidas cautelares, que se
muestra como un recurso sumario, pronto y efectivo, dado que conforme lo establece el art. 251
del CPP, una vez interpuesto este recurso, las actuaciones pertinentes deben ser
remitidas ante la Corte Superior del Distrito en el término de veinticuatro horas, debiendo
el tribunal de apelación resolver el recurso, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días
siguientes de recibidas las actuaciones’” .
A su vez en la SC 0387/2010-R de 22 de junio ratificado por la SC 1181/2011-R de 6 de septiembre,
se expresó: “…que a toda solicitud relativa o vinculada a la libertad de las personas, debe
imprimírsele celeridad en su resolución sea positiva o negativamente para quien la pide,

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este mismo entendimiento es aplicable para los recursos de apelación sobre medidas
cautelares, así como también para las de cesación de detención preventiva, las que
pueden traducirse en la remisión de los antecedentes ante el superior en grado, para su
resolución, más aún si existe un procedimiento establecido para ello en el que se fijan plazos para
la emisión de la resolución correspondiente, como se estableció en la SC 0160/2005 de 23 de febrero” .
Finalmente, resulta menester también citar lo dispuesto en la SCP 0286/2012 de 6 de junio, en la
que se concluyó: “…toda resolución que disponga, modifique o rechace una medida cautelar, es
susceptible de apelación; entonces, una vez interpuesto el recurso de apelación incidental, éste
deberá ser tramitado dentro los plazos previstos por la normativa procesal penal (art. 251 del CPP),
es decir, las actuaciones pertinentes serán remitidas ante la Corte Superior de Justicia en el término
de veinticuatro horas. El Tribunal ad quem, resolverá sin más trámite y en audiencia, dentro
de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior’”.
Consecuentemente, conforme señala la jurisprudencia constitucional, el recurso de apelación contra
la resolución que disponga la aplicación, modificación o rechazo de una medida cautelar, debe ser
tramitado en observancia de lo dispuesto por el art. 251 del CPP, por lo que, su remisión ante el
Tribunal de alzada debe efectivizarse en el plazo de veinticuatro horas de interpuesto el recurso, y
una vez radicada la misma, debe ser resuelta sin más trámite y en audiencia en el terminó establecido
en la normativa penal; es decir, dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones» (el
resaltado es nuestro).
III.4. Sobre la acción de libertad traslativa o de pronto despacho y las dilaciones
indebidas en la tramitación
La SCP 0124/2018-S1 de 16 de abril, reiterando el razonamiento de la SCP 0770/2014 de 21 de abril,
puntualizó: “(…) `«Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del
hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad».
Siguiendo con el entendimiento jurisprudencial desarrollado por la citada Sentencia Constitucional,
en su Fundamento Jurídico III.4, señaló: «Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad
y el respeto a los derechos, se ha previsto una acción de defensa específica que coadyuve para que
los mismos no se vean afectados por actos lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a
su estado natural, en especial tratándose de derechos fundamentales».
En ese sentido, en el mismo Fundamento Jurídico citado en el párrafo anterior agregó a la tipología,
el hábeas corpus -ahora acción de libertad- traslativo o de pronto despacho: «…el cual se constituye
en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando
esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la
situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad»; entendimientos asumidos y
reiterados en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1449/2012 y 2511/2012, entre otras´.
Ahora bien, en cuanto a las dilaciones indebidas en la tramitación de la cesación a la detención
preventiva, la SCP 0078/2010-R de 3 de mayo, reiterada en numerosas sentencias constitucionales,
especificó en tres incisos las circunstancias por las cuales se debe entender que se encuentran en tal
situación, puntualizando las mismas de la siguiente manera:
‘a) En lugar de fijar directamente la fecha y hora de la audiencia y notificar a las partes, se dispongan
traslados previos e innecesarios no previstos por ley.
b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o prudencial. Plazo que puede
ser en un límite de tres o cinco días máximo, dependiendo de la particularidad de cada caso, cuando
por ejemplo existan varias partes imputadas o víctimas múltiples que tengan que ser notificadas, o
por la distancia donde se deba efectuar un determinado acto previo y esencial -como sucede con
algunas notificaciones-, o que el juzgado esté de turno, etc. Con la excepción única y exclusiva en
los casos que exista complejidad por la naturaleza propia y la relevancia del proceso, como los
derechos e intereses comprometidos y relacionados a la petición; situación que deberá ser justificada

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por la autoridad judicial competente a momento de señalar la fecha de audiencia, teniendo en cuenta
la razonabilidad.
c) Se suspende la audiencia de consideración, por causas o motivos que no justifican la
suspensión, ni son causales de nulidad. Tal el caso de la inasistencia del representante
del Ministerio Público o de la víctima y/o querellante, si es que han sido notificadas
legalmente y no comparecen a la audiencia. En el caso del Ministerio Público al estar regido por
el principio de unidad tiene los medios para asistir a través de otro fiscal, y en cuanto al querellante
al ser coadyuvante y estar notificado, su participación es potestativa en dicho acto, y por ende, su
inasistencia no vincula a la autoridad jurisdiccional al estar cumplida la formalidad. No obstante, en
caso de que la suspensión se deba a la falta de notificación o a la inasistencia del propio imputado,
no existe dilación indebida ni afectación a derecho alguno, en cuyo caso deberá fijarse nueva fecha
de audiencia conforme a las directrices expuestas’” (las negrillas son nuestras).
Asimismo, la SCP 0032/2016-S3 de 4 de enero, refiriéndose al principio de celeridad en la SC
0465/2010-R de 5 de julio, estableció que: “Por previsión del art. 8.II de la CPE, el Estado se sustenta
entre otros valores en la libertad, cuya concreción material trasciende en el fin máximo el cual resulta
ser el vivir bien. En este sentido, el constituyente ha previsto no sólo los valores generales entre los
cuales figura como se mencionó la libertad, sino también, principios procesales específicos en los
cuales se fundamenta la jurisdicción ordinaria entre los cuales se encuentra la celeridad, así se tiene
previsto en el art. 180.I de la CPE; es por ello que precisamente la potestad de impartir justicia según
el art. 178.I de la CPE, emana del pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad jurídica, en la
celeridad y el respeto a los derechos, entre otros no menos importantes.
Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos, se ha previsto
una acción de defensa específica que coadyuve para que los mismos no se vean afectados por actos
lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a su estado natural, en especial tratándose de
derechos fundamentales. En ese sentido, y tal y como se desarrolló en el punto III.3 de la presente
Sentencia, este Tribunal Constitucional, agregó a la tipología del hábeas corpus desarrollada por la
jurisprudencia, al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, el cual se constituye en el
mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando esté
relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la
situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad”.
III.5. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento de
defensa, así como de los principios de celeridad y legalidad; puesto que las autoridades demandadas
suspendieron sin suficiente sustento la audiencia de consideración de la apelación incidental señalada
para el 1 de julio de 2019, que interpuso contra el Auto Interlocutorio de 23 de mayo de igual año,
donde se le impuso medida cautelar de detención preventiva, implicando ello dilación innecesaria.
El caso analizado, tiene como antecedente la emisión del Auto Interlocutorio 145 de 5 de junio de
2018, mediante el cual los Vocales demandados declararon inadmisible la impugnación interpuesta
por la denunciante contra la resolución de 26 de mayo de ese año; del mismo modo, señalaron
audiencia para el 1 de julio de similar año, con el objeto de considerar la apelación incidental
presentada por el accionante contra el Auto Interlocutorio de 23 de mayo de igual año, que le impuso
medida cautelar de carácter personal de detención preventiva (Conclusión II.1). Debiendo colegirse,
que la presente acción de libertad será resuelta en base a la demanda, informe cursante de fs. 14 a
15 y la Resolución del Juez de garantías, en razón a la falta de presentación de más prueba que la
referida al inicio.
En correspondencia a lo anteriormente anotado, se tienen los Fundamentos Jurídicos III.1, 2, 3 y 4
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, respecto del alcance y finalidad de la acción de
libertad, que es el resguardo del derecho a la vida cuando fuere puesta en peligro, el cese de la
persecución, el restablecimiento de las formalidades legales y en su caso restituir la libertad cuando
fuere ilegalmente limitada; por ende, cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben

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presentarse en forma concurrente los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la
autoridad pública vinculados siempre con la libertad como causa directa de su restricción o supresión,
o en su caso existir absoluto estado de indefensión; es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad
de impugnar dichos actos dentro del proceso. Tomando en cuenta del mismo modo como en el caso
concreto, que toda resolución que disponga, modifique o rechace una medida cautelar, es susceptible
de apelación; por lo cual, una vez interpuesto el recurso de apelación incidental, deberá ser tramitado
dentro los plazos previstos por el art. 251 del CPP; es decir, las actuaciones pertinentes serán
remitidas en el término de veinticuatro horas ante el Tribunal ad quem, lo resolverá sin más trámite
y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las mismas, sin recurso ulterior;
precisando del mismo modo, que toda autoridad que conozca de una solicitud en la que se encuentre
involucrado el derecho a la libertad física, tiene el deber de tramitarla con la mayor celeridad posible,
o cuando menos dentro de los plazos razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción
indebida del citado derecho; lo que no significa, el otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva,
pues esto dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada situación procesal.
El fundamento fáctico de la acción tutelar, está sustentado en la existencia de proceso penal seguido
contra el accionante por el Ministerio Público por la presunta comisión del delito de violación
agravada, radicado en el Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital del departamento de
Santa Cruz, dentro del cual en la audiencia de medidas cautelares de 7 de mayo de 2019, fue detenido
preventivamente en base a la concurrencia del peligro de fuga establecido en el art. 234.10 del CPP,
decisión apelada en la misma de conformidad a la previsión del art. 251 del indicado código adjetivo
de la materia, remitiéndose antecedentes ante la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia del precitado lugar, donde se fijó audiencia al efecto para el 20 de junio de igual año, empero
al caer en día feriado, se fijó una nueva para el 1 de julio de igual año, notificándose para ello a la
víctima y a la denunciante en su domicilio real y procesal respectivamente. Una vez instalado el acto
a horas 16:20, sin estar presente la víctima a pesar de su legal comunicación y el perito traductor,
las autoridades demandadas procedieron a suspender nuevamente el señalado acto para el 9 de
similar mes y año, sin tomar en cuenta la detención preventiva dispuesta con anterioridad.
Está claro que en la situación anterior, las autoridades demandadas recibieron el expediente el 4 de
junio del año indicado, señalando audiencia de consideración de la referida apelación incidental para
el 1 de julio del mismo año, advirtiéndose con esa decisión dilación innecesaria por la falta de
cumplimiento de los tres días para dicho cometido, más aún cuando se advierte del mismo modo una
nueva suspensión del acto para el 9 de idéntico mes y año, debiendo por ende aplicarse los efectos
de la acción de tutela de naturaleza traslativa, pues se evidencia la vulneración al derecho de la
libertad personal, en el entendido de que el trámite procesal en el caso debió ser diligente y
observando el principio de celeridad, conforme lo establecido en el art. 251 del CPP.
Respecto a la suspensión de 1 de julio de 2019, por la inasistencia de la víctima y de un intérprete,
al ser discapacitada quien al parecer a criterio de las autoridades demandadas es permisible y legal
la determinación de esta suspensión, lejos de velar por el derecho de las partes, evidencia una total
contravención al trámite dispuesto para este tipo de solicitudes, que desconoció por completo la
naturaleza jurídica de éste instituto y el entendimiento jurisprudencial asumido al respecto, derivando
en la vulneración de los derechos del accionante; por cuanto, en consideración precisamente a la
línea jurisprudencial establecida en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional con relación a esta temática, se tiene que tanto la inasistencia del
representante del Ministerio Público como de la víctima y/o querellante no se constituyen en motivos
que justifiquen la suspensión de la audiencia, ni tampoco son causales de nulidad; es decir, que por
dichas circunstancias una audiencia en la que se considere un aspecto directamente vinculado con la
libertad del impetrante no puede suspenderse, pues una vez cumplida la formalidad de su
notificación, la participación en el caso de la víctima es potestativa.
Considerando para el caso concreto, que una finalidad de la acción de libertad es la reparación o
protección del derecho a la libertad vulnerado o amenazado de serlo como efecto de la inobservancia
del principio de celeridad por dilaciones indebidas que retardan o evitan resolver la situación jurídica
del accionante; por ende, la omisión indebida de la norma precitada está directamente vinculada con

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la libertad del impetrante de tutela como causa eventual de restricción; tomando en cuenta, que las
decisiones de aplazar la consideración en audiencia de la apelación incidental contra el Auto
Interlocutorio de 23 de mayo de igual año, que impuso medida cautelar de carácter personal de
detención preventiva, y no observarse los plazos previstos por el art. 251 del CPP, causó retraso y
dilación procesal; en ese entendido, conforme se precisó en el antes referido Fundamento Jurídico
III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, toda decisión judicial vinculada al derecho
a la libertad personal debe tramitarse, resolverse y efectivizarse con la mayor prontitud, y cumpliendo
el plazo procesal establecido en la normativa aplicada, es decir, que la citada autoridad jurisdiccional
debió resolver la situación jurídica del hoy accionante y para ello adoptar las medidas respectivas,
por cuanto en su condición de autoridad judicial tiene la dirección del proceso a su cargo, y por ende
la obligación de desempeñar la función jurisdiccional con responsabilidad, y cumplir con los deberes
inherentes a través de la emisión de resoluciones que correspondan en cada caso concreto conforme
a las facultades previstas en las normas y velando el cumplimiento del principio de celeridad, más
aún en el presente caso al tratarse de un privado de libertad, puesto que dicho principio impone a
quienes imparten justicia, actuar con diligencia; por tanto, los Vocales demandados debieron resolver
la impugnación indicada sin dilación y en audiencia, dentro de los tres días siguientes, precisando la
necesidad de aplicar la mayor celeridad posible en estas situaciones, pues al no actuar de esta forma
provocaron restricción indebida del citado derecho; lo que no significa, como se fundamentó
anteriormente, el otorgar o dar curso a la solicitud, pues ello dependerá de las circunstancias y
pruebas que se aporten en la situación procesal que se analizó, aplicando ponderación motivada
entre los derechos de la víctima como persona con discapacidad y los del imputado -hoy impetrante
de tutela- respecto a su defensa técnica y material, cuya libertad actualmente se encuentra
restringida.
Por todo lo expuesto, el Juez de garantías, al conceder la tutela impetrada, evaluó en forma correcta
los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 21/19 de 3 de julio de 2019, cursante de fs. 19 a 23
vta., emitida por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos que el Juez de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0723/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29876-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 306/19 de 6 de julio, cursante de fs. 48 a 50 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Luciano Yanarico Laruta contra Carlos Emilio Andrade
Rengel, Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de julio de 2019, cursante de fs. 40 a 42 vta., el accionante manifestó
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Se encuentra cumpliendo una condena de diez años de privación de libertad dispuesta mediante
Sentencia 431/2018 de 10 de diciembre, en el Centro Penitenciario de San Pedro de La Paz por la
presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas.
El 3 de julio de 2019, al habérsele diagnosticado cáncer de próstata y hernia de hiato estando en
grave estado de salud, con el propósito de recibir la atención médica necesaria y tener las condiciones
de vida adecuadas según su cuadro clínico solicitó al Juzgado de Ejecución Penal Primero de El Alto
del departamento de La Paz, diferir la sentencia o en su caso otorgue la detención domiciliaria,
habiendo recibido como respuesta ‘“…Que la petición no se adecua a la solicitud de acuerdo al Art.
431 …’ del Código de Procedimiento Penal…” (sic), siendo esta autoridad judicial la encargada de
velar, beneficiar y controlar que los derechos de las personas privadas de libertad no sean vulneradas
no tomó en cuenta su grave estado de salud, habiendo incluso adjuntado pruebas que acreditaban
del domicilio donde podría cumplir la condena con la familia de origen y constituida. “…En tal
sentido es que no Ejercen y no realiza una respuesta correcta y oportuna, en base a los
elementos presentados tales como el dictamen pericial que fue adjunto a la petición
efectuada en el Juzgado de Ejecución penal” (sic) dejando en el limbo su situación de salud,
lesionando el derecho primigenio a la vida.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de su derecho a la vida, citando al efecto el art. 115.1 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada y se disponga su detención domiciliaria en atención a su grave
estado de salud.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 6 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 46 a 47
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó in extenso la acción de libertad interpuesta y
ampliándola refirió que el informe pericial evidencia la enfermedad terminal que padece -cáncer de
próstata-; sin embargo, la autoridad denunciada no tomó en cuenta dicho informe al emitir la
Resolución que rechazó su solicitud de aplicación de una sentencia diferida o conceda una detención

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domiciliaria según los alcances establecidos por los arts. 117 de la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión (LEPS) y 115.1 de la CPE, pidiendo la consideración inmediata de los señalados extremos
obviando el cómputo de plazos por la emergencia en su estado de salud.
I.2.2. Informe del demandado
Carlos Emilio Andrade Rengel, Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La
Paz, no remitió informe escrito y tampoco se hizo presente en la audiencia, a pesar de su notificación
cursante a fs. 44.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución 306/19 de 6 de julio de 2019, cursante de fs. 48 a 50 vta.,
concedió la tutela impetrada, conminando a la autoridad denunciada que en el plazo de veinticuatro
horas imprima el trámite referido a la detención domiciliaria del sentenciado de acuerdo al art. 167
de la LEPS; bajo los siguientes fundamentos: a) En el Recinto Penitenciario San Pedro de ese
departamento, los recursos y medios son insuficientes para la atención médica del cáncer de próstata
para garantizarle al accionante la prolongación de la vida, siendo natural la preocupación de este de
fallecer en el mismo por no poder acceder a los medicamentos necesarios y salud adecuada; por lo
que, pidió conforme señala el art. 15 de la CPE se tramite su caso eximiéndose los requisitos previstos
en el art. 431 de la Ley antedicha que le permita cumplir su condena en detención domiciliaria con
la atención adecuada; b) Siendo la vida un derecho primario del ser humano bajo la premisa de la
dignidad y el vivir bien, las autoridades jurisdiccionales no solo deben garantizar el cumplimiento de
las sentencias sino también el trato digno a las partes en la ejecución de esas sentencias; c) Del art.
431.2 del CPP se tiene que “…el requisito fundamental de que sea solicitada antes de la Ejecución de
pena pero da la casualidad que en la presente causa esta enfermedad terminal ha sido determinada
posterior a la declaratoria de ejecutoria de la sentencia eso significa que es un caso único,
particularísimo que establece que el Juez de Ejecución de sentencia no puede liberar el formalismo
por el formalismo ya que (…) un código no puede estar por encima de la Constitución Política del
Estado y tampoco puede estar por encima de la declaración Universal de los derechos de las
personas…” (sic) aspectos que ya fueron desarrollados por la línea jurisprudencial marcada por el
Tribunal Constitucional Plurinacional como la SCP 0506/2015-S 2 de 21 de mayo; y, d) El art. 13.1
de la Norma Suprema señala que es deber del Estado proteger, promover y respetar los derechos
reconocidos por dicha Ley Fundamental en consecuencia se desarrolló no solo normativa específica
sino políticas públicas para resguardar el derecho a la salud de las personas privadas de libertad que
les asegure la calidad de vida -como en el caso de autos- con enfermedades terminales
posibilitándoles el acceso a la salud pública que por lo menos les asegure prolongarles la vida con
calidad, siendo necesaria la consideración de estos casos por razones humanitarias.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Certificado Médico de 11 de junio de 2019 a favor de Luciano Yanarico Laruta -
accionante-, por el que se diagnosticó hipertrofia prostática benigna en grado V y gastritis aguda,
recomendando control con médicos especialistas en urología y gastroenterología (fs. 6).
II.2. Por Informe Médico Legal REG. 010/19 de 12 de igual mes y año, la Consultora Médico Legal
(CML) certificó que el impetrante de tutela tiene un diagnóstico de hernia de hiato a descartar por la
especialidad de gastroenterología y adenoma de próstata recomendándose que debe ser controlado
más estrictamente por médicos especialistas en urología y gastroenterología (fs. 7 a 20).
II.3. La junta vecinal de la urbanización nueva Santa Cruz del distrito municipal 7 de la ciudad de El
Alto del departamento de La Paz, el 13 de idéntico mes y año certificó que el solicitante de tutela es
vecino de la organización Nueva Santa Cruz del manzano 6 lote 89, siendo el número de la vivienda
1226 que se encuentra ubicada en la av. Pakistán, cumple con las obligaciones de la junta vecinal
según Estatuto Orgánico y Reglamento Interno (fs. 21).

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II.4. Cursa certificados de nacimiento de Edwin Iván y Miguel Ángel, ambos Yanarico Huanaco,
siendo sus padres, el peticionante de tutela y Nancy Huanaco Flores, así como el certificado de
matrimonio de estos últimos (fs. 34 a 39).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denunció la lesión de su derecho a la vida; debido a que la autoridad demandada
rechazó su solicitud de diferir la sentencia u otorgarle detención domiciliaria para el cumplimiento de
su condena por graves motivos de salud, arguyendo “‘…Que la petición no se adecua a la solicitud
de acuerdo al Art. 431…’ del Código de Procedimiento Penal…” (sic), sin considerar el dictamen
pericial adjunto que establece un diagnóstico de cáncer de próstata y hernia de hiato; dejando en la
incertidumbre su situación de salud.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza de la acción de libertad y supuestos de activación
La acción de libertad como mecanismo de defensa, se encuentra consagrada en el art. 125 de la
Constitución Política del Estado que señala: “Toda persona que considere que su vida está en peligro,
que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal,
podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”. Esta disposición es concordante con el
art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo), el cual establece que el objeto de la acción de
libertad es el de “…garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida, integridad física,
libertad personal y libertad de circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o integridad física están
en peligro” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SC 0011/2010-R de 6 de abril, interpretando la acción de libertad, refiere: “…es una
acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el derecho a la
libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se halla en peligro a raíz de
la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez
competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida
misma, motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y
reparadora de trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE” (las negrillas son añadidas).
En relación a la activación de la acción de libertad la SCP 0037/2012 de 26 de marzo entendió que:
“…debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada sobre la base
de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por
los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de
esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra revestida o estructurada
con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la
protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o
persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios…
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se
resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la
libertad física como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento
indebido; y, d) Acto u omisión que implique persecución indebida”(las negrillas nos corresponden).
III.2. Derecho a la vida y la salud de las personas privadas de libertad

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La SCP 0506/2015-S2 de 21 de mayo, respecto al derecho a la vida realizó el siguiente razonamiento:


«La SC 0687/2000-R de 14 de julio, definió el derecho a la vida como: “…el bien jurídico más
importante de cuantos consagra el orden constitucional, (…). Es el derecho de toda
persona al ser y a la existencia, siendo su característica esencial la base para el ejercicio
de los demás derechos. Es decir, la vida misma es el presupuesto indispensable para que haya
titularidad de derechos y obligaciones. Es un derecho inalienable de la persona que obliga al Estado
en dos sentidos: su respeto y su protección. La autoridad estatal está constitucionalmente impedida
de hacer cosa alguna que destruya o debilite el contenido esencial de esos derechos y debiendo crear
las condiciones indispensables para que tengan cabal observancia y pleno cumplimiento”.
Así también la SC 0370/2012 de 22 de junio señaló que: “…el valor o bien jurídico protegido por el
derecho a la vida, es el carácter igualmente valioso de toda vida humana o, si se prefiere, la
convicción de que toda vida humana es digna de ser vivida. El derecho a la vida constituye el
soporte físico de todos los demás derechos fundamentales y, por su obvia conexión con
la idea de dignidad de la persona, es incuestionable que su titularidad corresponde a
todos los seres humanos cualquiera que sea su nacionalidad. En cuanto derecho subjetivo,
el derecho a la vida presenta una peculiaridad: toda violación del mismo tiene, por definición, carácter
irreversible porque implica la desaparición del titular del derecho. Por ello, el derecho a la vida se
traduce en la imposición de ciertos deberes al Estado, entendido en su sentido amplio de conjunto
de los poderes públicos: el deber de no lesionar por sí mismo la vida humana y el deber de proteger
efectivamente la vida humana frente a agresiones de los particulares. 'DIEZ PICAZO, Luis María.
Sistema de Derechos Fundamentales'. 2º Edición. Pg. 215-216’”» (las negrillas son nuestras).
Ahora bien con relación al derecho a la salud vinculada directamente a la vida de las personas que
se encuentran privadas de libertad, asumiendo lo desarrollado por la SCP 0618/2012 de 23 de julio,
precisó lo siguiente: “…la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha establecido que
el derecho a la salud de los privados de libertad, se mantiene intacto durante la ejecución
de la medida, entendiendo este derecho como '…el disfrute del más alto nivel posible de
bienestar físico, mental y social, que incluye, entre otros, la atención médica, psiquiátrica
y odontológica adecuada; la disponibilidad permanente de personal médico idóneo e imparcial; el
acceso a tratamiento y medicamentos apropiados y gratuitos; la implementación de
programas de educación y promoción en salud, inmunización, prevención y tratamiento de
enfermedades infecciosas, endémicas y de otra índole; y, las medidas especiales para satisfacer
las necesidades particulares de salud de las personas privadas de libertad pertenecientes a
grupos vulnerables o de alto riesgo, tales como: las personas adultas mayores, las mujeres, los niños
y las niñas, las personas con discapacidad, las personas portadoras del VIH-SIDA, tuberculosis, y las
personas con enfermedades en fase terminal. El tratamiento deberá basarse en principios
científicos y aplicar las mejores prácticas’.
(…)
Si consideramos que la salud es imprescindible para que el hombre y en general la sociedad alcancen
un total desarrollo respecto a sus necesidades personales y sociales, este aspecto es determinante
para el buen desenvolvimiento del ser humano como tal, y partiendo de que la salud es vida y este
derecho no puede verse afectado por la mera disminución del derecho a la libertad, en base a los
razonamientos expuestos en los Fundamentos Jurídicos precedentes, es pertinente establecer
respecto a los privados de libertad que éstos reciben atención médica gratuita en los centros de salud
o consultorios médicos existentes en todos los recintos penitenciarios, dependiente del Ministerio de
Salud…
Ahora bien, a objeto de materializar el ejercicio del derecho a la salud dentro de los recintos
penitenciarios, el ordenamiento jurídico prevé medios específicos para resguardar este derecho por
su directa vinculación con el derecho a la vida de aquellas personas que circunstancialmente se
encuentran privadas de libertad, (…) que debe existir en cada centro penitenciario un servicio de
asistencia médica (…) y en caso de tratarse de enfermedades o dolencias que precisen tratamiento
especializado, será el Director del establecimiento el encargado de comunicar estos hechos a las

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personas indicadas, pudiendo el interno a solicitud expresa ante el Director del establecimiento,
acceder a su costo, a atención médica ajena a la del establecimiento, cuya decisión podrá ser apelada
ante el juez de ejecución penal (las negrillas son agregadas).
En concordancia con los razonamientos descritos supra y lo señalado por el art. 73.I de la CPE que
prevé: “Toda persona sometida a cualquier forma de privación de libertad será tratada con el debido
respeto a la dignidad humana”, desarrollados uniformemente por la jurisprudencia constitucional,
permitió que la normativa en materia penal establezca parámetros de protección especializada y
reforzada del derecho a la vida frente a casos delicados y extremos de salud de las personas privadas
de libertad que a partir de una afectación terminal o irreversible en su salud se encuentre con
inminente riesgo su vida; por lo que, mediante ciertas salvedades, una persona condenada puede
ser beneficiada con medidas menos gravosas a la privación de libertad propiamente dicha en el
cumplimiento de su condena, siendo estas, la ejecución de sentencia diferida y la detención
domiciliaria. Es así que art. 431 del CPP precisa que: “Antes de la ejecución de una pena privativa de
libertad, el juez o tribunal que dictó la condena, diferirá la ejecución de la pena y dispondrá las
medidas cautelares convenientes que aseguren su ejecución, en los siguientes casos: 1) Cuando
deba cumplirla una mujer embarazada o que tenga un hijo menor de un año al momento de la
ejecutoria de la sentencia; y,
2) Cuando el condenado se encuentre gravemente enfermo y la inmediata ejecución
ponga en peligro su vida, según el dictamen médico forense.
Cuando cesen estas condiciones, la sentencia se ejecutará inmediatamente” (las negrillas son
añadidas), lo que significa que en el marco de protección a la vida, la ejecución de sentencia puede
ser diferida en los términos establecidos por la autoridad competente, mientras existan las
condiciones necesarias del condenado para cumplir la sanción sin que su vida corra peligro. Por otro
lado, y con el propósito de garantizar el derecho primigenio a la vida el art. 196 de la LEPS instituye
la detención domiciliaria para que: “Los condenados que hubieran cumplido la edad de 60 años,
durante la ejecución de la condena, podrán cumplir el resto de la misma en Detención Domiciliaria,
salvo aquellos que hubiesen sido condenados por delitos que no admitan Indulto. Los condenados
que padezcan de una enfermedad incurable, en período terminal, cumplirán el resto de
la condena en Detención Domiciliaria” (las negrillas nos corresponden).
III.3. Análisis del caso
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la vida, debido a que la autoridad demandada
rechazó su solicitud de diferir la sentencia u otorgarle detención domiciliaria para el cumplimiento de
su condena por graves motivos de salud, arguyendo “…Que la petición no se adecua a la solicitud de
acuerdo al art. 431…’ del Código de Procedimiento Penal…” (sic), sin considerar el dictamen pericial
adjunto que establece un diagnóstico de cáncer de próstata y hernia de hiato dejando en la
incertidumbre su situación de salud.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de la acción de libertad y
lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que
mediante Certificado Médico, Luciano Yanarico Laruta -impetrante de tutela- tiene un diagnóstico de
hipertrofia prostática benigna en grado V y gastritis aguda aconsejándose control de médico
especializado en urología y gastroenterología. Por otro lado, el Informe Médico Legal REG. 010/19
de 12 de junio de 2019, refiere que el prenombrado padece de hernia de hiato a descartarse
por la especialidad de gastroenterología y adenoma de próstata recomendándose una
atención médica estricta por especialistas, además de acreditar que cuenta con familia constituida,
la esposa y dos hijos que viven en su propia vivienda ubicada en la urbanización nueva Santa Cruz
del distrito municipal 7 de la ciudad de El Alto del departamento de La Paz, encontrándose “a la
fecha” cumpliendo una sentencia condenatoria de diez años de privación de libertad en el Centro
Penitenciario San Pedro de ese departamento.
Ahora bien, habiendo el impetrante de tutela alegado la lesión de su derecho a la vida por encontrarse
con un diagnóstico de salud delicado producto de una enfermedad difícilmente curable y la negativa

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de la autoridad demandada en atender su solicitud de cumplimiento de sentencia diferida o detención


domiciliaria en el marco de la normativa vigente, es preciso establecer los siguientes extremos:
De acuerdo al entendimiento desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, la acción de libertad protege y garantiza el derecho a la vida cuando
esta se encuentra afectada o en riesgo y esta situación se vea limitada por la privación de libertad
que tiene el condenado como en el caso presente; habiendo sido diagnosticado, en forma posterior
a la ejecutoria de su sentencia, con un cuadro clínico delicado por una enfermedad difícilmente
atendible y curable en un Centro Penitenciario; por lo que, solicitó acogerse a las salvedades que la
ley prevé para que cumpla su sentencia fuera dé un recinto carcelario, situación que le asegure
condiciones adecuadas para su atención que le de calidad en su existencia y le prolongue la vida.
De otro lado, la negativa del Juez de Ejecución Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz,
-hoy demandado- está basada en que el art. 431 del CPP, no era aplicable al caso por encontrarse
frente a una sentencia ejecutoriada, habiendo esta norma sido invocada por el peticionante de tutela
como fundamento de su petición. Ahora bien, es cierto que la citada disposición prevé que la
ejecución diferida debe ser planteada antes de la ejecución de una pena privativa de libertad para
que el juez o tribunal que dictó la condena, difiera la ejecución de la pena y disponga las medidas
cautelares convenientes que aseguren su ejecución, siendo esta una excepción aplicable en caso de
que el condenado se encuentre gravemente enfermo y la inmediata ejecución ponga en peligro su
vida, según el dictamen médico forense; sin embargo, el art. 196 de la LEPS señala que la detención
domiciliaria procede para aquellas personas condenadas que padezcan de una enfermedad incurable,
en período terminal, quienes podrán cumplir el resto de su condena en detención domiciliaria.
En ese contexto y a la luz del Fundamento Jurídico III.2 de esta Resolución, es posible establecer
que en el caso concreto que se alega la lesión del derecho a la vida, se trata del bien jurídico más
importante de cuantos consagra el orden constitucional, de la existencia misma del ser humano, por
ende el soporte físico de todos los demás derechos fundamentales y por su vinculación directa con
la dignidad de la persona.
En ese orden de cosas, el peticionante de tutela respaldó su petición a través de certificado médico
legal que sustenta el motivo de la consulta refiriendo: “Dolor en la región hipogástrica supraumbilical
(...) dificultad para orinar desde tres meses atrás (…) sensación de orinar con dolor post miccional
orina dificultosamente en escasa cantidad, refiere que alguna vez a orinado con sangre por la noche
debe levantarse hasta cinco veces para lograr en muy poca cantidad y con chorro disminuido y muy
delgado.
Al mismo tiempo indica que presenta dolor epigástrico con regurgitación postprandiales y que cuando
come por la noche debe dormir con almohada alta por que presenta regurgitación espontánea de los
alimentos produciendo dolor retroesternal…” (sic), habiendo sido diagnosticado con hernia de hiato
y adenoma de próstata, siendo su pronóstico “…LA VIDA A MEDIANO PLAZO…” (sic).
Sobre el tema, si bien el citado informe no constituye documento médico forense, la SCP 0122/2015-
S3 de 10 de febrero, reiterando el contenido de la SC 1543/2013 de 10 de septiembre, expresó, « …la
apreciación lógica y razonada que realiza de manera autónoma la autoridad judicial sobre los medios
probatorios, para luego otorgar el valor que le corresponde a cada uno de ellos. Al respecto, el art.
173 del CPP, prescribe: “ (Valoración). El juez o tribunal asignará el valor correspondiente a cada uno
de los elementos de prueba, con aplicación de las reglas de la sana crítica, justificando y
fundamentando adecuadamente las razones por las cuales les otorga determinado valor en base a la
apreciación conjunta y armónica de toda la prueba esencial producida'; consiguientemente, el
cumplimiento de esta labor no implica la mera enunciación o enumeración de los mismos, sino que,
debe contener una evaluación clara y precisa, señalando la manera cómo fueron examinados y por
qué merecieron un determinado valor; además, la evaluación integral -propia del principio de
la libertad probatoria-, implica que, en el sistema procesal penal vigente se prohíbe la
tarifa probatoria o prueba tasada; es decir, que un hecho tenga que ser probado a través
de un mecanismo expresamente señalado en la ley o con una determinada prueba con
carácter exclusivo y excluyente, de ahí que se exige una valoración conjunta, armónica

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y de acuerdo con las reglas de la sana crítica, por lo que, una sola prueba no puede fundar por
sí misma y de manera aislada o autónoma una decisión, sino que, debe existir una interdependencia
con las otras pruebas, de manera que el argumento o los análisis relativos a la valoración de la prueba
formen una cadena ininterrumpida de todo el cúmulo probatorio, lo contrario implica la vulneración
del debido proceso, por incumplimiento de la razonable valoración de las pruebas ”» (las negrillas nos
corresponden).
En ese marco, se tiene que la emisión de un certificado o informe médico acreditando una
enfermedad como justificativo para cualquier fin, debe ser tomado en cuenta por la autoridad judicial
y de ninguna manera rechazado solo con el argumento de que no está avalado por médico forense.
En el caso de autos, es claro que el impetrante de tutela se encuentra con un cuadro alarmante de
salud, que recae inevitablemente en su estado anímico y psicológico, aspectos que sin duda alguna
repercuten en su derecho a la vida; entendido, de acuerdo a la línea jurisprudencial glosada en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, como el bien jurídico
más importante de todos los que consagra el orden constitucional, al ser un derecho primigenio para
el ejercicio de todos los demás, vinculado profundamente con la dignidad de la persona.
Ahora bien, el art. 74.I de la CPE, es claro cuando determina la responsabilidad del Estado de velar
por el respeto de los derechos de las personas privadas de libertad; por lo que, dicha situación jurídica
por causas legales, no puede constituirse en el menoscabo de derechos como son la vida, la salud;
mismos que, en ese contexto, podrán encontrarse disminuidos en su ejercicio -justamente por estar
el privado de libertad en situación de desventaja frente al que no lo está-; pero jamás suprimidos, lo
que implica el reconocimiento de estos, estando materializado a las personas en virtud a su condición
de seres humanos; en razón a ello, no pueden ser objeto de discriminación alguna al conservar dicha
condición y por lo tanto de ciudadanos, quienes gozan del ejercicio de los derechos implícitos en la
Norma Suprema, aspecto concordante con los arts. 73.I de esta, al expresar que: “Toda persona
sometida a cualquier forma de privación de libertad será tratada con el debido respeto a la dignidad
humana” (las negrillas son añadidas) y 9 de la LEPS que a la letra dice: “La persona privada de
libertad es un sujeto de derechos que no se halla excluido de la sociedad. Puede ejercer todos los
derechos no afectados por la condena o por esta Ley…”.
Finalmente, la autoridad demandada, al rechazar la solicitud del impetrante de tutela -para
beneficiarse con la detención domiciliaria-, invocando la norma del art. 431 del CPP, no tomó en
cuenta que este fue diagnosticado en forma posterior a la ejecución de la pena privativa de libertad
y tampoco lo establecido en el art. 196 de LEPS; y menos aún, todas las consideraciones
precedentemente realizadas; motivo por el cual, corresponde conceder la tutela impetrada.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 306/19 de 6 de julio de 2019, cursante de fs. 48 a 50
vta., pronunciada por la Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, de acuerdo a los alcances de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0724/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29878-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 307/2019 de 6 de julio, cursante de fs. 53 a 56 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Verónica Marisol Quiroga Pando en representación sin
mandato de Gonzalo Flores Reinan contra Juan Carlos Taco Espinal, Juez Público Mixto de
Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de julio de 2019, cursante de fs. 10 a 14 vta., el accionante a través
de su representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Fue un niño de la calle que convivió con su padre alcohólico. Se vio envuelto en un conflicto penal
por robo agravado junto a otras personas adultas; el 29 de junio de 2016 el Juzgado de Instrucción
Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, dispuso su detención preventiva en el Centro
Penitenciario Qalauma de ese departamento; proceso que posteriormente fue remitido al Juzgado
Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi de dicho departamento,
en el que mediante procedimiento abreviado fue sentenciado a tres años de privación de libertad.
Con el apoyo de abogados activistas en derechos humanos, intentó sin fortuna acogerse a beneficios
que prevé la ley como la suspensión condicional de la pena; empero, por no contar con documentos
personales, que por su situación de encierro e inexistencia de la familia, no fue posible tramitarlos
hasta que culminó la sanción impuesta, vale decir, desde el 18 de junio de 2016 hasta la misma fecha
de 2019, por lo que el 28 de junio del señalado año, solicitó ante la autoridad demandada se le
extienda el mandamiento de libertad por cumplimiento de la pena, quien se pronunció en sentido de
que se observe el procedimiento establecido en el art. 55 inc. 1) del Código de Procedimiento Penal
(CPP), desconociendo que tiene la Sentencia cumplida por ende le corresponde su libertad, a pesar
de estar el caso bajo su control jurisdiccional; dicho acto constituye una privación de libertad indebida,
pues la autoridad ordinaria pudo emitir el mandamiento de libertad ya que tiene en su despacho el
expediente de la causa y que además no existe normativa que determine que solo un juez de
ejecución penal deba emitir dicho mandamiento. Por ello, considera que esta en una situación de
vulnerabilidad, ya que continúa privado de su libertad, con una situación económica muy restringida
y ausencia familiar, que son factores que se agravan ya que su caso se encuentra en Caranavi del
departamento de La Paz y la autoridad judicial teniendo conocimiento de la ejecutoria de su Sentencia
no remitió antecedentes al juez de ejecución penal de turno de ese departamento por la falta de su
cédula de identidad. “A la fecha”, el demandado no libró el mandamiento de libertad teniendo
competencia para hacerlo, y por el contrario, dispuso el cumplimiento de formalidades que
operativamente son imposibles por la situación difícil y vulnerable en la que se encuentra.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso, a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones, citando al efecto los arts. 22,
23.I, 115 y 178.I de la Constitución Política del Estado (CPE); 1, 5, 8.1 y 2; y, 25 de la Convención

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Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, disponiendo que se expida mandamiento de libertad de
manera inmediata por haber cumplido la pena impuesta por el Estado.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 6 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 45 a 52,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, ratificó in extenso la acción de libertad planteada
acotando que: a) Se encuentra privado de libertad de manera ilegal habiendo ya cumplido la
Sentencia, situación demostrada por el informe del Secretario de Juzgado que conoce la causa, a
pesar de no haberse observado su privación de libertad desde la fecha de la aprehensión sino desde
la audiencia de medidas cautelares que fue posterior; b) La administración de justicia no dio una
mirada específica a su situación vulnerable que reflejan los informes sociales que revelan que no
cuenta con una familia de origen porque su padre fue alcohólico y falleció hace muchos años, y su
madre le abandonó cuando apenas tenía 9 meses de edad, habiendo crecido en la calle; c) A partir
de la Sentencia condenatoria, es el Estado quien tiene la obligación de reinsertarlo a la sociedad y
resguardar sus derechos; empero, no cuenta con documentación básica que le permita cumplir con
formalidades exigidas, precisamente por su situación precaria y de abandono; y, d) La ejecutoria de
su Sentencia no fue remitida al juzgado de ejecución penal, por falta del documento de identidad
siendo que no es posible tramitar el mismo por no contar con certificado de nacimiento; extremos
conocidos por la autoridad demandada, quien teniendo el expediente en su despacho y la facultad
de emitir el mandamiento de libertad, no lo hizo, no habiendo normativa alguna que otorgue esa
competencia de manera exclusiva solo al juez de ejecución penal.
I.2.2. Informe del demandado
Juan Carlos Taco Espinal, Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Coroico en suplencia legal del Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de Caranavi, ambos del departamento de La Paz, en audiencia solicitó se deniegue la
tutela impetrada manifestando que: 1) Por Memorándum -635/19-P.-TDJ de 13 de junio de 2019-
de designación de suplencia legal se puede advertir que asumió esa tarea desde el 17 de junio de
2019, habiéndose constituido en dicho Juzgado desde el 2 de julio de idéntico año, oportunidad en
la que tomó conocimiento de la causa y la petición de librar mandamiento de libertad, por lo que no
se le puede responsabilizar de los errores u omisiones que pudo haber cometido su antecesor,
además de las incoherencias en las que incurrió en la Sentencia mismas que tampoco fueron
reclamadas oportunamente por la defensa según cursa en el expediente; 2) No es evidente que no
exista norma específica que establezca las atribuciones para librar el mandamiento de libertad, ya
que los arts. 55 y 428 del CPP, además del 19 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS), son
claros al señalar que es el juez de ejecución penal quien tiene la facultad del control de la ejecución
de sentencias y de las condiciones impuestas en casos de salidas alternativas; 3) El informe emitido
por el Secretario del Juzgado precitado, no sería válido, porque el documento idóneo para acreditar
el cumplimiento de la Sentencia es el certificado de permanencia y de conducta; y, 4) Es evidente
que en el Registro Judicial de Antecedentes Penales (REJAP) se exige fotocopia de la cédula de
identidad del condenado pero en los casos en que no exista el referido documento, es posible resolver
este aspecto con una nota aclaratoria, por lo que si el caso no se remitió oportunamente es
responsabilidad de la anterior autoridad jurisdiccional de Caranavi. Finalmente, hizo notar que una
vez conocida la solicitud del accionante, conminó a los dependientes del Juzgado aludido enviar la
causa a la brevedad posible ante el juez de ejecución penal que corresponda.
I.2.3. Resolución

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La Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución 307/2019 de 6 de julio, cursante de fs. 53 a 56 vta., concedió la
tutela impetrada conminando a la autoridad demandada que en el plazo de veinticuatro horas libre
el mandamiento de libertad y remita el legajo con los antecedentes al Juzgado de Ejecución Penal de
turno del mismo departamento y al REJAP, aclarando que la responsabilidad no es atribuible a la
precitada autoridad sino a aspectos sociales, filiales y al personal subalterno, bajo los siguientes
fundamentos: i) El accionante cumplió una Sentencia condenatoria que no fue negada por la
autoridad demandada, quien por suplencia, la distancia y el corto tiempo para la ejecución de actos
jurisdiccionales en su distrito y el de la suplencia delegó funciones a subalternos; ii) Al haber el
peticionante de tutela cumplido con la Sentencia impuesta no se le puede mantener con restricción
de libertad coartándosele varios derechos civiles, constituyendo esta en una privación de libertad
ilegal e ilegítima; iii) Tomando en cuenta que la normativa legal expuesta por la autoridad denunciada
es contundente y evidente al precisar que es el juez de ejecución penal quien debe librar los
mandamientos de libertad, pero cuando asume competencia, hecho que no ocurrió en la presente
causa; iv) El impetrante de tutela no puede seguir en calidad de detenido “preventivo” por falta de
la remisión de su proceso ante el juez de ejecución penal que corresponda, ya que el Juez Público
de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del citado departamento no
suprimió su control jurisdiccional y cumplir con ese formalismo era responsabilidad de un juez anterior
y su secretario que debió poner en conocimiento de su superior que tenía dichas dificultades para no
provocar dilación en las causas bajo su dependencia; y, v) La Constitución Política del Estado señala
que el derecho a la libertad es uno de los más sagrados y vitales inherentes al ser humano que debe
ser protegido por las autoridades jurisdiccionales pudiendo ser restringido únicamente en las formas
y modos establecidos por ley. A petición de la defensa en complementación y enmienda, se conminó
al Servicio General de Identificación Personal (SEGIP), bajo alternativa de sanción, para que en el
plazo de cuarenta y ocho horas emita el documento de identificación a favor del impetrante de tutela
para que pueda gozar de los derechos plenos que instituye la Norma Suprema.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 77/2018 de 26 de febrero, pronunciada por el Juez Público de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La Paz, emitida en
audiencia de consideración de procedimiento abreviado, que declaró a Gonzalo Flores Reinan -
accionante- autor y culpable de la comisión del delito de robo agravado, previsto y sancionado por el
art. 332 del Código Penal (CP), imponiéndole la pena privativa de libertad de tres años de presidio,
“…por lo que al habérsele condenado (…) corresponde expedirse el mandamiento de libertad, previa
la presentación del certificado de antecedentes penales…” (sic) conforme al art. 366 del CPP
disponiendo que una vez ejecutoriada la Sentencia dictada, queda habilitada la vía para reparar el
daño civil correspondiente (fs. 2 a 4).
II.2. Por memorial presentando el 14 de mayo de 2019, el peticionante de tutela solicitó al Juez
precitado, reconocimiento de privación de libertad desde su detención en celdas judiciales a objeto
de que sean considerados para el cómputo de cumplimiento de condena (fs. 5 a 6).
II.3. Mediante memorial de junio del mismo año, el solicitante de tutela pidió al Juzgado mencionado
supra, emita mandamiento de libertad a su favor (fs. 7).
II.4. Cursa informe de 6 de junio de ese año, por el que el Secretario del Juzgado Público de la Niñez
y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La Paz, hizo conocer
que el impetrante de tutela según cuaderno de control jurisdiccional estaría detenido desde el 29 de
junio de 2016, por disposición del Juez de Instrucción Penal Noveno de la Capital del departamento
señalado (fs. 8).
II.5. Por Memorándum 635/19-P.-TDJ de 13 de junio de 2019, el Decano en ejercicio de la
Presidencia del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, dispuso que Juan Carlos Taco Espinal,
Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico de

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ese departamento, supla las funciones del Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal
Primero de Caranavi del indicado departamento (fs. 40).
II.6. A través del proveído de 2 de julio de ese año, el Juez referido supra, en respuesta al memorial
detallado en la Conclusión II.3, dispuso que solicite conforme a procedimiento y sin perjuicio de lo
anterior, se remita fotocopias legalizadas de las piezas procesales pertinentes ante el Juzgado de
Ejecución Penal de turno del departamento de La Paz, sea a los fines del art. 55 inc. 1) del CPP,
constando en la parte superior del decreto lo siguiente: “Puesto a Despacho en la fecha en razón a
que los días 24 a 28 de junio de 2019 el suscrito Juzgador se encontraba ejerciendo sus funciones
en el asiento judicial donde es titular, con el añadido de que fue imposible ingresar a Caranavi debido
a los conflictos sociales existentes y, el día de ayer, se encontraba en la ciudad de La Paz atendiendo
causas con detenido correspondientes a este Juzgado” (sic [fs. 9]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso, a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; debido a que la autoridad
demandada no emitió el mandamiento de libertad por cumplimiento de condena, aduciendo que
dicha disposición le corresponde al juez de ejecución penal, sin considerar que la causa continuaba
bajo su control jurisdiccional ya que nunca fue remitido al juzgado respectivo por la inexistencia de
su documento de identidad al haber crecido en situación de calle y ante total abandono de su familia,
aspectos que imposibilitaron tramitar las formalidades exigidas.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza de la acción de libertad y supuestos de activación
La acción de libertad se encuentra consagrada en el art. 125 de la Constitución Política del Estado
determinando que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia
penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad” (las negrillas son añadidas). Esta
disposición es concordante con el art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo), el cual precisa
que el objeto de la acción de libertad es el de “…garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida,
integridad física, libertad personal y libertad de circulación, de toda persona que crea estar indebida
o ilegalmente perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o integridad física
están en peligro”.
Por su parte, la SC 0011/2010-R de 6 de abril, interpretando la acción de libertad, refiere: “…es una
acción jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el
derecho a la libertad física o humana, y también el derecho a la vida, si es que se halla en peligro
a raíz de la supresión o restricción a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución
indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez competente,
la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida misma, motivo por el cual se
constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora de trascendental importancia
que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho consagrado por los arts. 22 y 23.I de la
CPE” (las negrillas son nuestras).
En relación a la activación de la acción de libertad la SCP 0037/2012 de 26 de marzo entendió:
“…debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad está diseñada sobre la base
de dos pilares esenciales, el primero referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por
los presupuestos de activación. En cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de
esta garantía, es decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra revestida o estructurada
con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la
protección, informalismo, generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o

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persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios… Ahora bien, el segundo pilar que
estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra configurado por sus presupuestos de
activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen en cuatro: a) Atentados contra el
derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la libertad física como a la libertad de
locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, d) Acto u omisión que
implique persecución indebida” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Del beneficio de la suspensión condicional de la pena
La suspensión condicional de la pena desarrollada en la jurisprudencia constitucional establecida en
la SCP 0509/2016-S2 de 23 de mayo, se encuentra razonada en los términos siguientes: « Con relación
al beneficio de la suspensión condicional de la pena, la SCP 0327/2013 de 18 de marzo, señaló que:
“De acuerdo a la jurisprudencia emitida por este Tribunal, la suspensión condicional de la pena es
una medida de política criminal, cuyo propósito es semejante al que persigue el perdón judicial, su
fundamento radica en la necesidad de evitar las secuelas negativas de las penas privativas de libertad
que son de corta duración; también, es necesario referirse que su otorgación está condicionada al
cumplimiento de los requisitos previstos en el art. 366 del CPP, que indica:
'1. Que la persona haya sido condenada a pena privativa de libertad que no exceda de tres años de
duración;
2. Que el condenado no haya sido objeto de condena anterior, por delito doloso en los últimos cinco
años'.
El referido artículo, también establece que será: '…el juez o tribunal, - quien- previo los informes
necesarios, tomando en cuenta los móviles o causas que hubiesen inducido al delito, la naturaleza y
modalidad del hecho, podrá suspender de modo condicional el cumplimiento de la pena…'.
De lo expuesto se puede inferir que es la autoridad judicial la encargada de determinar la
otorgación o no del referido beneficio, ello previa valoración que efectúe ésta a los
elementos existentes en cada caso concreto y en el supuesto de conceder la suspensión
condicional de la pena, es la misma autoridad judicial la que la efectiviza, disponiendo la
libertad del condenado bajo determinadas medidas y condiciones que son de
cumplimiento obligatorio.
Siguiendo el mismo razonamiento, la SC 0528/2010-R de 12 de julio, señaló que: 'El trámite y
efectivización del beneficio de suspensión condicional de la pena establecido en el procedimiento
penal, responde a la naturaleza y finalidad de dicho beneficio, que como un elemento de la nueva
concepción de la política criminal concordante con el sistema penal vigente en el país, busca
reorientar el comportamiento del condenado reinsertándolo en la sociedad, otorgándole
oportunidades de enmienda pero en ejercicio y goce de su libertad, situación que garantiza la eficacia
de la prevención especial de la pena que es la reinserción y el reencauce del comportamiento social;
este entendimiento es concordante con lo establecido por la jurisprudencia constitucional que al
respecto indica: '…la suspensión condicional de la pena, al igual que el perdón judicial, constituye un
beneficio instituido por el legislador como una medida de política criminal con similar finalidad a la
que persigue el perdón judicial, encuentra su fundamento en la necesidad de privar de los
efectos negativos de las penas privativas de libertad de corta duración, por ello es un
instituto de carácter sustantivo que se encuentra condicionado al cumplimiento de los
requisitos que el legislador ha previsto'.
El razonamiento indicado supra tiene como precedente la SC 1614/2005-R de 9 de diciembre, que al
momento de resolver cuestionamientos respecto a si se justifica por su utilidad que el favorecido por
beneficio del perdón judicial sea privado de su libertad en tanto se ejecutoria la condena que le fue
impuesta, estableció que: '…no es constitucionalmente justificable, que el condenado favorecido con
perdón judicial deba continuar privado de su libertad, por haber desaparecido el factor utilidad
procesal en el que se justificó desde el juicio de proporcionalidad, el sacrificio del derecho a la libertad
por la eficacia en la protección de los bienes jurídicos penalmente tutelables que se realiza a través

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de la defensa social, que la Constitución le encomienda al Ministerio Público'”» (las negrillas son
agregadas).
III.3. Jurisprudencia reiterada sobre la procedencia de la acción de libertad respecto de
vulneraciones causadas contra personas de prioritaria atención y trato diferente. La
necesaria aplicación del principio de favor debilis
A partir de la implementación de la actual Constitución Política del Estado, la protección de los
derechos fundamentales y garantías constitucionales se encuentran ampliamente desarrolladas en
Bolivia, así como el trato diferenciado de poblaciones en situación de vulnerabilidad, bajo el principio
de igualdad, por la situación de desventaja en la que estos se encuentran. De ahí que la jurisprudencia
constitucional desarrolló de manera uniforme, criterios de aplicación favorable de las normas en el
acceso a la justicia; es así que, la SCP 0307/2019-S4 de 29 de mayo, hizo énfasis en su razonamiento
sobre el trato diferenciado que debe recibir la población adulta mayor y otros grupos de personas en
situación de desventaja: « Así la SCP 1567/2013 de 16 de septiembre, en cuanto a la protección
constitucional de los derechos del adulto mayor, señaló que: “El art. 1 de la CPE, establece que:
‘Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario…’, en este
sentido, la dimensión social de Estado impele a que la otrora igualdad formal ante la ley se convierta
en una igualdad material considerando las particularidades y situación específica de cada persona,
así la SCP 2353/2012 de 16 de noviembre, citando a la SC 1017/2002-R de 21 de agosto, señalando
que: ‘…según la doctrina el derecho a la igualdad es la potestad o facultad que tiene toda persona a
recibir un trato no discriminado por parte de la sociedad civil y del Estado, según el merecimiento
común - la racionalidad y la dignidad - y los méritos particulares; es decir, a recibir el mismo trato
que otras personas que se encuentren en idéntica situación o condición…’.
Ahora bien, bajo el razonamiento precedentemente referido, permite su flexibilización cuando el
mismo va a ser contrastado en escenarios de vulnerabilidad, teniendo en cuenta, que: ‘el principio
favor debilis, aplicable en virtud de lo previsto en los arts. 13.IV, 256 y 410.I de la CPE,
obliga a considerar con especial atención a la parte que, en su relación con la otra no se
encuentra en igualdad de condiciones con la otra, tales los casos de los grupos de
prioritaria atención como son los niños, las mujeres, las personas con capacidades especiales,
comúnmente conocidas como personas con discapacidad, adulto mayor, los pueblos indígenas, entre
otros, que por su carácter de desigualdad merecen un trato diferente, que permita nivelar
y atender sus condiciones, entendiendo sus situaciones específicas y particulares que por
sus grados de vulnerabilidad manifiesta merecen una protección diferenciada’ (SCP
0292/2012 de 8 de junio), concordante con el art. 67.I de la CPE, que indica: ‘Además de los derechos
reconocidos en esta Constitución, todas las personas adultas mayores tienen derecho a una vejez
digna, con calidad y calidez humana’.
En el nuevo orden constitucional, se va profundizando la incorporación y aplicación de políticas a
favor de sectores vulnerables que formalmente, son iguales respecto del resto de las otras personas,
pero al encontrarse materialmente en desventaja dentro de nuestra realidad social, por varias
situaciones requieren protección reforzada por parte del Estado, traducidas en diversas acciones
afirmativas y coherentes con el valor justicia; en tal sentido la jurisprudencia constitucional, refiere
que: ‘… la protección constitucional reforzada de los derechos de las personas
pertenecientes a sectores en condiciones de vulnerabilidad es la igualdad en su múltiple
dimensión, valor-principio-derecho, fuertemente proclamada en el nuevo orden
constitucional, que debe ser comprendida en sus dos vertientes: La igualdad formal e
igualdad material, que se hallan complementadas, compatibilizadas y conciliadas en el texto
constitucional’ (SCP 0846/2012 de 20 de agosto). Así también para dichos sectores en situación de
vulnerabilidad la SCP 0086/2012 de 16 de abril, señaló: ‘…procurar la validez plena y efectiva de sus
derechos…’”» (las negrillas son nuestras).
III.4. Procedencia de la acción de libertad reparadora por prisión indebida
La SCP 2215/2012 de 8 de noviembre, al respecto razonó que: “…el legislador en desarrollo de la
acción de libertad, en el art. 46 del CPCo, referido al objeto, señaló: ‘La Acción de Libertad tiene por

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objeto garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad personal y
libertad de circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente perseguida, detenida,
procesada, presa o que considere que su vida o integridad física está en peligro’.
En ese marco, una de las formas de apresamiento indebido o prisión indebida es cuando
se incumple lo dispuesto en el art. 39 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión -Ley
2298- de 20 de diciembre de 2001, en su art. 39, dispone que: ‘Cumplida la condena,
concedida la Libertad Condicional o cuando cese la detención preventiva, el interno será
liberado en el día, sin necesidad de trámite alguno. El funcionario que incumpla esta
disposición, será pasible de responsabilidad penal, sin perjuicio de aplicarse las
sanciones disciplinarias que correspondan’.
Al respecto, la SC 0676/2005-R de 16 de junio, en un caso análogo al caso que se examina, en la
que el accionante solicitó la tutela de su derecho fundamental a la libertad física, denunciando que
fue vulnerado por la Juez Primero de Ejecución Penal debido a que no resolvió con prioridad su
solicitud de libertad por cumplimiento de condena, el Tribunal Constitucional anterior, abrió la
procedencia del entonces habeas corpus contra prisión indebida.
Señaló: ‘…dentro de las acciones contra las que procede hábeas corpus está la prisión ilegal,
entendida como aquella privación de libertad que, habiéndose impuesto por autoridad competente y
conforme a ley, se prolonga de manera indebida o ilegal más allá de los límites establecidos por una
actuación negligente o apartada del ordenamiento jurídico de la autoridad encargada de poner en
libertad al preso; en tales situaciones no es posible exigir al titular del derecho lesionado que acuda
a las vías jurisdiccionales previstas por ley, ya que ello prolongaría aún más el tiempo de la privación
de libertad, por lo que en esas situaciones corresponde ingresar a analizar el fondo de la
problemática; ese es el caso de la problemática planteada en el presente hábeas corpus, por lo que
este Tribunal ingresa al resolver dicha problemática en el fondo’.
Luego, la misma Sentencia, concedió la tutela con los siguientes fundamentos relevantes, que se
pasan a sintetizar: a)Reconoció la competencia del Juez de Ejecución Penal para librar mandamiento
de libertad, una vez cumplida la condena, a partir de las atribuciones de los jueces de ejecución
penales previstas en el art. 55 del CPP y art. 19.7 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS),
de controlar la ejecución de las sentencias, sustanciar y resolver la libertad condicional y todos los
incidentes que se produjeran durante la etapa de ejecución, así como de lo dispuesto en el art. 428
del CPP, que dispone: ‘Las sentencias condenatorias serán ejecutadas por el Juez de ejecución penal,
quien tendrá competencia para resolver todas las cuestiones o incidentes que se susciten durante la
ejecución’; imponiéndole el deber de ordenar inmediatamente la libertad del condenado; y, b)
Determinó que la prolongación de la restricción de la libertad física más allá del tiempo
dispuesto en sentencia, desconoce el sistema de valores y garantías constitucionales y,
por ende procede el hábeas corpus por prisión indebida, debido a que la restricción a la
libertad personal se prolonga de manera indebida más allá de los límites establecidos, por una
actuación negligente o apartada del ordenamiento jurídico del Juez de Ejecución penal, autoridad
encargada de poner en libertad al preso, desconociendo lo dispuesto en el art.39 de la LEPS.
En el mismo sentido, existen otras sentencias constitucionales. Así la SC 0172/2007-R de 23 de marzo,
en la que pese haberse concedido beneficio de libertad condicional, no se libró mandamiento de
libertad condicional oportunamente. Del mismo modo la SC 1052/2004-R de 6 de julio, subrayó
que se somete al condenado a un apresamiento indebido, cuando no obstante haber sido
cumplida la pena, se antepusieron formalidades procesales, prorrogando la condena
privativa de libertad más allá de lo impuesto” (las negrillas nos corresponden).
III.5. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante, denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso, a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; debido a que la autoridad
demandada no emitió el mandamiento de libertad por cumplimiento de condena, aduciendo que
dicha disposición corresponde al juez de ejecución penal, sin considerar que la causa continuaba bajo

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su control jurisdiccional, ya que nunca fue remitido al juzgado respectivo por la inexistencia de su
documento de identidad, al haber crecido en situación de calle y en total abandono de su familia,
aspectos que imposibilitaron tramitar las formalidades exigidas.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que Gonzalo Flores Reinan -peticionante de tutela- fue aprehendido el 18 de
junio de 2016 por la supuesta comisión del delito de robo agravado habiendo permanecido durante
once días en celdas judiciales, y luego fue sometido a la audiencia de medidas cautelares en la que
se determinó su detención preventiva a cumplirse en el Centro Penitenciario Qalauma de La Paz.
Posteriormente se sometió a proceso abreviado en el que mediante Sentencia 77/2018 de 26 de
febrero, el Juez Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del
departamento señalado, le declaró culpable de la comisión del delito precitado, imponiéndole la pena
privativa de libertad de tres años de presidio, correspondiendo librar el mandamiento de libertad
conforme dispone el art. 366 del CPP, previa presentación del REJAP y una vez ejecutoriada la
Sentencia dictada, quedaba habilitada la vía para reparar el daño civil; más adelante pidió al Juez de
la causa el reconocimiento de privación de libertad desde su detención en celdas judiciales a objeto
de que sean considerados para el cómputo del cumplimiento de condena y la emisión del
mandamiento de libertad a su favor; en respuesta a ello, el Secretario del Juzgado aludido, certificó
que el peticionante de tutela, según el cuaderno de control jurisdiccional, estaría detenido desde el
29 de junio de 2016. Asimismo, se tiene que la autoridad demandada por Memorándum 635/19-P.-
TDJ de 13 de junio de 2019, fue designada para suplir en las labores jurisdiccionales del Juzgado
Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del mismo departamento,
quien después de tomar conocimiento de la causa, dispuso que solicite el mandamiento de libertad
conforme a procedimiento y sin perjuicio de lo anterior, se remita fotocopias legalizadas de las piezas
procesales pertinentes ante el Juzgado de Ejecución Penal de turno del indicado departamento, sea
a los fines del art. 55 inc. 1) del CPP, constando en la parte superior del decreto lo siguiente: “Puesto
a Despacho en la fecha en razón a que los días 24 a 28 de junio de 2019 el suscrito Juzgador se
encontraba ejerciendo sus funciones en el asiento judicial donde es titular, con el añadido de que fue
imposible ingresar a Caranavi debido a los conflictos sociales existentes y, el día de ayer, se
encontraba en la ciudad de La Paz atendiendo causas con detenido correspondientes a este Juzgado”
(sic).
Ahora bien, el impetrante de tutela alegó la lesión de sus derechos a la libertad, al debido proceso,
a la defensa y a la justicia pronta, oportuna y sin dilaciones; debido a que el Juez Público Mixto de
Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Coroico en suplencia legal del Juez
Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi ambos del departamento
de La Paz, en vez de librar el mandamiento de libertad a su favor, dispuso la remisión de copias
legalizadas de las piezas procesales del caso ante el Juzgado de Ejecución Penal de turno de dicho
departamento, arguyendo que la orden requerida, correspondía ser emitida por el mismo. A partir de
esta constatación se debe establecer y considerar los extremos siguientes:
La Conclusión II.1 de este fallo constitucional determina que mediante la Sentencia 77/2018, el Juez
Público de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Caranavi del departamento de La
Paz, aplicó la salida alternativa de proceso abreviado en el que declaró al accionante, culpable de la
comisión del delito de robo agravado, imponiéndole la pena privativa de libertad de tres años,
atañendo librarse el mandamiento de libertad conforme dispone el art. 366 del CPP, beneficio de
suspensión condicional de la pena que en el caso presente no se efectivizó, siendo que el condenado,
por varias situaciones de desventaja múltiple, entre ellas la falta de documentación personal, el
abandono absoluto de su familia, su situación de reclusión y la distancia entre el Recinto Penitenciario
Qalauma de ese departamento y el Juzgado en el que radicó su causa -y no teniendo familiar ni
patrocinio que coadyuve con el impulso procesal-, no pudo conseguir la documental exigida; teniendo
que cumplir con la Sentencia formalmente impuesta, situación que ciertamente constituye una
privación de libertad indebida, por lo que activa la justicia constitucional mediante la presente acción
tutelar, tomando en cuenta lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia

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Constitucional Plurinacional, respecto a la procedencia de la acción de libertad que se constituye en


el mecanismo idóneo frente a la privación de libertad indebida que puede ser interpuesta por sí o por
cualquier otra persona a su nombre sin mayores formalismos procesales, a efectos de que se
restablezca su derecho a la libertad, siendo precisamente esta la finalidad de esta acción tutelar,
además de la protección a la vida y a la integridad física.
En este caso, se advierte la inobservancia del art. 366 de la norma Adjetiva Penal, ya que el
peticionante de tutela fue condenado a tres años de privación de libertad mediante Sentencia
77/2018, que determinó al mismo tiempo el beneficio de la suspensión condicional de la pena por no
exceder esta a los tres años establecidos por ley, debiendo habérsele liberado en el día, sin necesidad
de mayor trámite, tal como estipula el art. 39 de la LEPS, además de lo desarrollado en el Fundamento
Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que dispone que en caso de la
suspensión condicional de la pena, es la autoridad judicial la encargada de determinar la otorgación
de ese beneficio, siendo responsable de su efectivización, disponiendo la libertad del condenado bajo
determinadas medidas y condiciones que son de cumplimiento obligatorio, ya que este es un instituto
de carácter sustantivo que encuentra su fundamento en la necesidad de evitar los efectos negativos
de las penas privativas de libertad de corta duración. Sin embargo, dicho aspecto no puede ser
tutelado por el tiempo transcurrido, además que el accionante en lo esencial reclama su libertad por
cumplimiento de condena, haciendo notar que se encuentra privado de ese derecho desde el 18 de
junio de 2016 hasta la fecha de consideración de esta acción de libertad, habiendo incluso
sobrepasado el término dispuesto. Por su lado, la autoridad demandada que se hizo cargo del Juzgado
en suplencia legal, tampoco ordenó su liberación inmediata, sino dispuso la remisión del caso ante el
Juez de Ejecución Penal de turno del departamento de La Paz, arguyendo lo señalado por los arts.
55 y 248 del CPP y 19 de la Ley precitada, advirtiéndose que tal determinación ocasionó que la
privación de libertad del peticionante de tutela continúe prolongándose de manera innecesaria,
cuando debió atender inmediatamente el requerimiento aludido en concordancia con lo dispuesto por
la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.4 de esta Resolución, que establece que
cumplida la condena, el interno será liberado en el día, sin necesidad de trámite alguno y el
funcionario que incumpla esta disposición, será pasible de responsabilidad penal o disciplinaria, dado
que la prolongación de la restricción de la libertad física más allá del tiempo dispuesto en sentencia,
desconoce el sistema de valores y garantías constitucionales, por ende, procede la acción de libertad
por prisión indebida.
Sin embargo, no se puede pasar por alto la contravención de la normativa establecida en torno a la
aplicación del instituto jurídico de la suspensión condicional de la pena a favor del impetrante de
tutela según lo desarrollado supra, sumándose a ello, una falta de previsión y tratamiento
diferenciado del sistema de administración de justicia así como de Régimen Penitenciario que cuenta
con un equipo multidisciplinario para coadyuvar en casos especiales que requieran de su asistencia,
debido a que las personas privadas de libertad constituyen una población en situación de
vulnerabilidad, advirtiéndose -en esta oportunidad- que no verificaron ni apoyaron en la situación
jurídica del accionante para la efectivización de los beneficios que la autoridad competente y la ley le
dieron, inobservando el trato preferente y la intervención oportuna que merecen estos casos de alta
desventaja social, acreditado con la precariedad detallada en antecedentes, revelándose una clara
contraposición a la jurisprudencia constitucional ampliamente desarrollada en el Fundamento Jurídico
III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, que hace hincapié en la consideración de
parámetros amplios de favorabilidad de poblaciones en situación de desventaja, a efectos de que
logren ejercer sus derechos sin mayores dificultades ni barreras sociales, económicas, culturales o de
otra índole, con un enfoque integral y trato preferente por su carácter desigual que les permita
nivelarse y atenderse en sus condiciones reales; de acuerdo a cada situación específica y particular,
tomando en cuenta los grados de desigualdad manifiesta, expresados en el caso presente en la
condición de persona privada de libertad, su situación de abandono por el entorno familiar y la falta
de patrocinio que haga prevalecer sus derechos.
Por consiguiente, es posible inferir que en la problemática planteada existe una privación de libertad
indebida, inobservancia e incumplimiento de la normativa y jurisprudencia vigentes, además de la

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ausencia de una protección constitucional reforzada del derecho a la libertad del impetrante de tutela,
debido a su reclusión prolongada, su situación de abandono absoluto de parte de su familia, su
precariedad social y económica que le sitúan en circunstancias de vulnerabilidad y desigualdad en su
múltiple dimensión que le imposibilita materializar sus derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política del Estado para el impulso procesal en su causa; y en lo principal, la falta de la
libertad inmediata por cumplimiento de condena, correspondiendo en consecuencia, conceder la
tutela impetrada ya que la autoridad demandada con su actuar, ocasionó que el accionante continúe
recluido al no expedir el mandamiento de libertad de forma inmediata, estando la causa bajo su
conocimiento.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis correcto
de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 307/2019 de 6 de julio, cursante de fs. 53 a 56 vta.,
pronunciada por la Jueza de Instrucción Penal Segunda de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada, conforme a la determinación asumida por la Jueza de garantías
y los argumentos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
2º Se dispone la remisión de antecedentes al Consejo de la Magistratura a efectos de establecer
responsabilidades; debido a que el peticionante de tutela cumplió una sentencia condenatoria de
privación de libertad a pesar de habérsele otorgado la suspensión condicional de la pena y una vez
cumplida la Sentencia, tampoco se le liberó de manera inmediata.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0725/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29879-2019-60-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 07/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 75 a 84, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Walter Carlos Torrico Moya y Franz Antonio Lira Quiroga
en representación sin mandato de Rider Grover Ovando García contra Patricia Torrico Ortega,
Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 2 de julio de 2019, cursante de fs. 31 a 33 vta., el accionante a través
de sus representantes, manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que le sigue el Ministerio Público por la supuesta comisión de los delitos de
violencia familiar, privación de libertad y violación, el 8 de mayo de 2019, el Juez de Instrucción
Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del departamento de
Cochabamba, dispuso su detención preventiva en el Centro Penitenciario San Pedro de Arani del
señalado departamento, en consideración a que al ser funcionario policial e investigador de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), tuvo directa relación con los incriminados en el conocido
caso iniciado contra Jhasmani Torrico Leclere, que se encuentran privados de libertad en otros
Centros Penitenciarios como San Sebastián, San Pablo de Quillacollo, San Pedro de Sacaba, San
Antonio y El Abra respectivamente; imputados, que en varias oportunidades expresaron amenazas
de muerte jurando tomar represalias contra el accionante y su familia, razón por la que de manera
acertada y precautelando su vida e integridad física se dispuso el cumplimiento de la medida cautelar
en la forma ya descrita.
La aludida decisión, fue apelada por el Ministerio Público, en cuyo mérito el 1 de julio de 2019, la
Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del referido departamento, declaró
procedente ordenando que su detención sea cumplida en el Centro Penitenciario San Pablo de
Quillacollo, pese a que se hizo conocer a los Vocales que su vida e integridad física correrían peligro
en dicho establecimiento por las razones ya explicadas.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante por intermedio de sus representantes, alegó como lesionados sus derechos a la vida,
integridad física y seguridad personal, citando al efecto los arts. 15.I, II y III, 23, 115.II, 116 y 178
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia, se disponga que su detención preventiva se mantenga
en el Centro Penitenciario San Pedro de Arani del departamento de Cochabamba.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 3 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 73 a 74,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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El accionante a través de sus representantes, ratificó el contenido de la acción tutelar presentada y


acotando, señaló que: a) En la audiencia de consideración de medidas cautelares, inicialmente se
dispuso que la detención preventiva sea cumplida en el Centro Penitenciario El Abra de Cochabamba;
empero, en vía de complementación se rectificó decidiéndose que sea conducido al recinto de Arani;
y, b) La Sala Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, no estableció de qué
manera la apelación del Ministerio Público probó que se haya incumplido la finalidad de la detención
preventiva y por ende, no existiría agravio.
I.2.2. Informe de los demandados
Patricia Torrico Ortega y Jesús Víctor Gonzales Milán, Vocales de la Sala Penal Segunda y Tercera
respectivamente del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante informe
presentado el 3 de julio de 2019, cursante de fs. 71 a 72 vta., expresaron: 1) El accionante no
específica y menos fundamenta de qué manera el Auto de Vista de 1 del mes y año señalado, vulnera
sus derechos constitucionales, razón por la que ratifican dicha decisión de trasladar al imputado al
Centro Penitenciario San Pablo de Quillacollo, considerando además, que se procedió a revisar los
antecedentes del cuaderno de apelación y no se evidenció la existencia de elementos de convicción
objetivos que muestren el estado de peligro o riesgo inminente para su vida y seguridad que
justifiquen razonablemente que deba cumplir la medida cautelar en la localidad de Arani, cuyo recinto
adolece de las condiciones más bajas para el resguardo de los internos; y, 2) La medida impuesta
es provisional y puede ser modificada en cualquier momento; por lo tanto, su defensa tiene las vías
respectivas para solicitar el traslado, demostrando fehacientemente su pretensión. Por ello, solicitan
que se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Tercero de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido
en Tribunal de garantías, mediante Resolución 07//2019 de 3 de julio, cursante de fs. 75 a 84,
denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes fundamentos: i) El Tribunal de alzada, ratificó
el criterio jurídico del Juez cautelar manteniendo la detención preventiva del imputado; empero,
consideró que para garantizar el sometimiento del accionante a las emergencias del proceso, es que
la misma sea cumplida en un ambiente que reúna mayores condiciones de seguridad que el de Arani,
en este caso el Centro Penitenciario San Pablo de Quillacollo, observando de esta forma la exigencia
de una fundamentación legal integral en base a la valoración de los antecedentes procesales y las
pruebas aportadas por el Ministerio Público; ii) No se advierte que la autoridad demandada no haya
sustentado, argumentado o fundamentado el Auto de Vista de 1 de julio de 2019; al contrario, se
aplicó el debido proceso valorando los riesgos procesales, resultando en una decisión clara, concisa
y coherente; y, iii) Respecto a que la vida del accionante corre peligro, debido a que en el mismo
establecimiento se encuentran recluidos tres imputados que amenazaron de muerte a él y su familia,
debe ser demostrado con elementos idóneos ante la autoridad jurisdiccional competente, ya que por
lo establecido en el art. 250 del Código de Procedimiento Penal (CPP), su situación jurídica puede ser
modificada logrando el cambio de recinto.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa acta de registro de audiencia de consideración de aplicación de medidas cautelares de 8
de mayo de 2019, dentro de la investigación penal seguida por el Ministerio Público contra el
accionante por presuntos delitos de violencia familiar, privación de libertad y violación, en la que se
dispuso su detención preventiva en el Centro Penitenciario San Pedro de Arani del departamento de
Cochabamba (fs. 39 a 43 vta.).
II.2. A través de memoriales presentados el 10 del mismo mes y año, la víctima en la investigación
penal mencionada y el Ministerio Público a su turno, interpusieron recurso de apelación contra el
dictamen descrito en la Conclusión precedente (fs. 47 y 49).

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II.3. Mediante Auto de Vista de 1 de julio de 2019, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia de Cochabamba, declaró procedente en parte las apelaciones formuladas por la víctima y
el Ministerio Público, y modificó el lugar de cumplimiento de la detención preventiva, disponiendo
que al efecto, el ahora accionante sea trasladado al Centro Penitenciario San Pablo de Quillacollo del
referido departamento (fs. 60 a 64).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por intermedio de sus representantes denuncia la vulneración de sus derechos a la
vida, a la integridad física y a la seguridad personal, argumentando que, la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante Auto de Vista de 1 de julio de 2019
modificó el lugar de cumplimiento de la detención preventiva ordenada por el Juez de la causa,
disponiendo que la misma sea efectivizada en el Centro Penitenciario San Pablo de Quillacollo del
mencionado departamento, pese al riesgo existente para su persona.
III.1. De la acción de libertad y sus presupuestos de activación cuando se alega
vulneración del derecho a la vida, a la integridad física y a la seguridad personal
La SCP 0756/2018-S1 de 9 de noviembre, reiterando el entendimiento de la SCP 1222/2016-S2 de
22 de noviembre, al respecto señaló que: “Conforme estableció este Tribunal Constitucional
Plurinacional, en reiterada jurisprudencia entre otras la SCP 0511/2013 de 19 de abril, expresa: ‘El
art. 23.I de la Constitución Política del Estado, determina que: «Toda persona tiene derecho a la
libertad y seguridad personal. La libertad personal sólo podrá ser restringida en los límites
señalados por ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad histórica en la actuación de las
instancias jurisdiccionales»; y el art. 13.I del texto constitucional, dispone que: «Los derechos
reconocidos por esta Constitución son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y
progresivos. El Estado tiene el deber de promoverlos, protegerlos y respetarlos».
Asimismo, la Declaración Universal de Derechos Humanos, instrumento que forma parte del bloque
de constitucionalidad, en su art. 3 determina que: «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la
libertad y a la seguridad de su persona’, de la misma forma, el art. 8 de ésta Declaración establece
lo siguiente: ‘Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la
constitución o por la ley’».
Por su parte, el art. 125 de la CPE, establece: «Toda persona que considere que su vida está en
peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad
personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente
en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad».
De lo mencionado, se establece que la acción de libertad ha sido instituida como un proceso
constitucional de naturaleza tutelar, que tiene la finalidad de brindar protección
inmediata y efectiva a derechos fundamentales como a la vida y a la libertad, los mismos
consagrados por la Ley Fundamental y los instrumentos internacionales, que forman parte del bloque
de constitucionalidad, en los casos en que estos derechos, sean ilegal, indebidamente
restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión por actos u omisiones
ilegales o indebidas de autoridades públicas o particulares.
Esta acción puede ser interpuesta ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal,
solicitando que se guarde tutela a la vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya el derecho a la libertad.
De igual forma, la SCP 0031/2012 de 16 de marzo, siguiendo el entendimiento de las SSCC
0040/2011-R y 0100/2011-R entre otras, señaló: «…se constituye en una garantía jurisdiccional
esencial, pues su ámbito de protección ahora incorpora al derecho a la vida -bien jurídico
primario y fuente de los demás derechos del ser humano- junto a la clásica protección al
derecho a la libertad física o personal, la garantía del debido proceso en los supuestos en

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que exista vinculación directa con el derecho a la libertad física y absoluto estado de
indefensión (SC 1865/2004) y el derecho a la libertad de locomoción, cuando exista vinculación de
este derecho con la libertad física o personal, el derecho a la vida o a la salud (SC00 23/2010-R)»”
(las negrillas fueron añadidas).
En armonía con los criterios jurisprudenciales precedentes, el art. 46 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), establece que: “La acción de libertad tiene por objeto garantizar, proteger o
tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad personal y libertad de circulación, de toda
persona que crea estar indebida o ilegalmente perseguida, detenida, procesada, presa o que
considere que su vida o integridad física está en peligro”.
En cuanto a los presupuestos para su procedencia, el art. 47 del indicado Código, determina: “La
Acción de Libertad procede cuando cualquier persona crea que:
1. Su vida está en peligro;
2. Está ilegalmente perseguida;
3. Está indebidamente procesada;
4. Está indebidamente privada de liberta personal”.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante por intermedio de sus representantes, denuncia la lesión de sus derechos a la vida,
integridad física y seguridad personal, alegando que por Auto de Vista de 1 de julio de 2019, la Sala
Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, declaró procedente la
impugnación planteada contra la Resolución de aplicación de medidas cautelares, modificando el
lugar de cumplimiento de la detención preventiva para que sea efectivizada en el Centro Penitenciario
San Pablo de Quillacollo del mencionado departamento, pese al riesgo existente para su persona.
De la documental cursante en obrados, se evidencia que dentro del proceso penal seguido por el
Ministerio Público contra el accionante por la presunta comisión de los delitos de violencia familiar,
privación de libertad y violación, el Juez de Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la
Mujer Primero del mismo departamento, por Resolución de 8 de mayo de 2019, dispuso su detención
preventiva en el Centro Penitenciario San Pedro de Arani del precitado departamento; decisión
apelada por la víctima y el Ministerio Público, en cuyo mérito, mediante Auto de Vista de 1 de julio
de 2019, las autoridades ahora demandadas, declararon procedente en parte dichas impugnaciones,
disponiendo que el cumplimiento de la medida cautelar se efectivice en el Centro Penitenciario San
Pablo de Quillacollo del referido departamento (Conclusiones II.1, 2 y 3).
En sus fundamentos, el Tribunal de alzada estableció que la decisión del Juez de instancia de
modificar el lugar para el cumplimiento de la medida cautelar de detención preventiva impuesta al
accionante, del Centro Penitenciario de “El Abra” al de “San Pedro de Arani”, responde a su condición
de servidor público policial, aspecto que además habría sido reconocido por los apelantes -Ministerio
Público y el Servicio Legal Integral Municipal (SLIM)-, sin embargo, señaló que por razones de
seguridad y tomando en cuenta el principio de verdad material, los elementos -entendiéndose por
ellos a la prueba- ofrecidos por los apelantes, sí son suficientes para disponer el cambio de
establecimiento penitenciario, en el entendido que, la medida cautelar debe ser cumplida en un
ambiente que cuente con medidas de seguridad necesarias para asegurar el desarrollo del proceso y
la averiguación de la verdad, esta última dentro de parámetros de razonabilidad en base a la
declaración de la víctima; por lo que, tomando en cuenta el factor que determinó su inicial
modificación, las autoridades demandadas decidieron que el lugar de cumplimiento de la medida
cautelar extrema impuesta no sería “El Abra”, sino, otro que cuente con mejores medidas de
seguridad que el Centro Penitenciario de “San Pedro de Arani”.
Bajo la premisa fáctica glosada precedentemente, no resulta evidente que la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, haya omitido considerar el presunto riesgo que
implica para el accionante la modificación del establecimiento penitenciario donde este debía cumplir
la medida cautelar extrema de detención preventiva; en razón a que, si bien el Juez de la causa, a

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través de la Resolución de 8 de mayo de 2019, dispuso el cumplimiento de la misma en el Centro


Penitenciario San Pedro de Arani, en atención a la condición de funcionario policial del encausado y
su participación como testigo dentro de un caso de connotación social en el que presuntamente se
encuentran involucrados miembros de la entidad del orden, el Tribunal de alzada, resolviendo el
recurso de apelación formulado por el Ministerio Público y el SLIM, decidió que el lugar de
cumplimiento de la aludida medida cautelar sea el Recinto Penitenciario de “San Antonio” por contar
con mejores medidas de seguridad que el de “San Pedro” de Arani; es en ese sentido, que la propia
defensa del encausado, con el argumento de que la mayoría de los investigados dentro del referido
proceso de trascendencia pública, se encuentran recluidos en los penales de “El Abra”, “San Antonio”
y “San Sebastián”, solicitó el acatamiento de la medida aplicada sea en un centro penitenciario distinto
a los mencionados; es por ello que, las autoridades demandadas, atendiendo a dicha solicitud
dispusieron que la detención preventiva sea cumplida en el Recinto Penitenciario de “San Pablo” de
Quillacollo, aclarando que, debido a la eventualidad de la condiciones referidas por el abogado del
encausado, tal determinación es susceptible de modificación por el carácter provisional de la misma.
En dicho mérito, no concurren los presupuestos para la activación de la acción de libertad
desarrollados en el Fundamento Jurídico III.1 de la Presente Sentencia Constitucional Plurinacional
en el entendido que si bien se denuncia la vulneración de los derechos a la vida, a la integridad física
y a la seguridad personal del impetrante de tutela, no se acreditó que la decisión de las autoridades
demandadas de ordenar el cumplimiento de la detención preventiva en el Centro Penitenciario de
“San Pablo” de Quillacollo del departamento de Cochabamba, ponga en riesgo los mencionados
derechos, toda vez que el Tribunal de apelación como el Juez de instancia, actuaron teniendo en
cuenta la condición de funcionario policial del accionante y el hecho de que intervino ejerciendo esa
labor en procesos de trascendencia pública en el que presuntamente se encontrarían implicados
servidores públicos de la institución del orden.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al denegar la tutela, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 07/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 75 a 84,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Tercero de la Capital del departamento de
Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0726/2019-S3


Sucre, 09 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29883-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 14/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 21 a 23, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Alán Alejandro Sillerico Segurondo en representación sin
mandato de Leonardo Condori Quispe contra Ángel René Mendoza Montecinos, Juez de
Instrucción Penal Cuarto y Daniel Roberto Chávez Quispe, Secretario del Juzgado de
Instrucción Penal Tercero, ambos de El Alto del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 8 de julio de 2019, cursante de fs. 14 a 15 vta., el accionante a través
de su representante expresó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Le iniciaron un proceso penal por la presunta comisión de los delitos de asociación delictuosa y
fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas y asfixiantes, del cual jamás se enteró,
porque nunca fue notificado; sin embargo, supo que dicha causa se tramitó ante el Juzgado de
Instrucción Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, donde por Resolución 628/2009
(no consigna fecha), le declararon en rebeldía y expidieron mandamientos de aprehensión y arraigo
en su contra, este último ejecutado ante la Dirección General de Migración, proceso que concluyó
con una resolución de sobreseimiento a su favor.
Habiendo hecho el seguimiento al referido proceso, se enteró que el cuaderno procesal estaba
archivado, motivo por el que solicitó el desarchivo y mediante memorial pidió purgar rebeldía y dejen
sin efecto el mandamiento de aprehensión y arraigo; empero, la mencionada autoridad por proveído
de 19 de junio de 2019, dispuso: ‘“Téngase por purgada la rebeldía por LEONARDO CONDORI
QUISPE, de conformidad al art. 91 del CPP, se deja en suspenso la ejecución del mandamiento de
aprehensión en contra de lo imputado y en conocimiento del señor fiscal de materia”’ (sic).
Ante dicha decisión interpuso acción de libertad contra el Juez de la causa solicitando la corrección
del procedimiento, motivo por el cual el Juez de Instrucción Penal Cuarto de El Alto del referido
departamento -ahora demandado-, en suplencia legal de su similar Tercero, mediante proveído de 1
de julio de 2019, dispuso: ‘“Habiéndose purgado la rebeldía del imputado Leonardo Condori Quispe,
este debe asumir defensa del proceso en el estado en el cual se encuentra el mis [mo], sin perjuicio
de conformidad al art. 91 del CPP, se deja sin efecto el mandamiento de aprehensión y arraigo
ordenado mediante Resolución No. 628/09 de fecha 25 de noviembre de 2009 ”’ (sic).
Pese al mencionado decreto, el Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Tercero de El Alto del
citado departamento, se negó elaborar el oficio de desarraigo a la Dirección General de Migración,
fecha desde la cual transcurrió más de una semana sin que se haya dado cumplimiento a la referida
orden; por lo que se encuentra indebidamente privado de su libertad de locomoción.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de su derecho a la libertad de libre
locomoción, citando al efecto los arts. 21.7, 22 y 23.I y III de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que el Juez de Instrucción Penal Cuarto y el Secretario del
Juzgado de Instrucción Penal Tercero ambos de El Alto del departamento de La Paz, emitan en el día
el oficio de desarraigo dirigido ante la Dirección General de Migración, sea con las formalidades de
ley.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 9 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 20 y vta. se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante por intermedio de su representante, ratificó in extenso el memorial de acción de libertad
presentado.
I.2.2. Informe de los demandados
Ángel René Mendoza Montecinos, Juez de Instrucción Penal Cuarto y Daniel Roberto Chávez Quispe,
Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Tercero, ambos de El Alto del departamento de La Paz,
no se hicieron presentes en audiencia ni remitieron informe escrito, pese a su notificación cursante a
fs. 18 y 19.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante de dicha institución no se presentó en audiencia ni remitió escrito alguno pese a su
notificación cursante a fs. 17.
I.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 14/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 21 a 23, concedió
la tutela solicitada, disponiendo que el Secretario del Juzgado de Instrucción Penal Tercero de El Alto
del mismo departamento, elabore el oficio de desarraigo ordenado el 1 de julio de 2019, para que la
autoridad demandada firme el mismo en el término de veinticuatro horas; en base a los siguientes
argumentos: a) El mencionado funcionario al no hacer el oficio de desarraigo, incumplió lo dispuesto
por el art. 56 del Código de Procedimiento Penal (CPP); asimismo, el Juez de Instrucción Penal Cuarto
de El Alto del señalado departamento, en suplencia legal de su similar Tercero, quebrantó su
obligación de tramitar con celeridad y sin dilaciones las peticiones de los sujetos procesales,
obstruyendo que se resuelva la situación jurídica del accionante; y, b) Toda autoridad que conozca
una solicitud efectuada por las partes dentro de un proceso penal, debe atender con la mayor rapidez
posible; es decir, de forma pronta, oportuna y dentro del plazo establecido al efecto en la normativa
legal vigente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución 628/09 de 25 de noviembre de 2009, la Jueza de Instrucción Penal Tercera de
El Alto del departamento de La Paz, declaró rebeldes a Leonardo Condori Quispe -ahora accionante-
, Adrián Mamani Surco, Javier Méndez Alvares y Félix Flores Mamani, disponiendo se emita
mandamiento de arraigo y de aprehensión para los nombrados (fs. 3 y vta.).
II.2. Mediante Resolución 005/10 de 31 de mayo de 2010, el Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, decretó el sobreseimiento del peticionante de tutela y otros, por la presunta comisión
de los delitos de allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias
explosivas y asfixiantes (fs. 5 a 9).
II.3. A través de memorial presentado el 28 de junio de 2019, el impetrante de tutela solicitó a la
Jueza de Instrucción Penal Tercera de El Alto del departamento de La Paz, corrección del
procedimiento y deje sin efecto las medidas cautelares que le fueron impuestas; respondido el mismo
mediante decreto de 1 de julio del igual año, señalando: “…Habiéndose purgado la rebeldía del
imputado Leonardo Condori Quispe, éste debe asumir defensa del proceso en el estado en el cual se

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encuentra el mismo, sin perjuicio de conformidad al Art. 91 del C.P.P., se deja sin efecto el
mandamiento de Aprehensión y Arraigo ordenado mediante Resolución 628/09 de fecha 25 de
noviembre de 2009” (sic [fs. 12 a 13 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la vulneración de su derecho a la libertad de
libre locomoción; puesto que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión
de los delitos de allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias
explosivas y asfixiantes -del cual nunca tuvo conocimiento-, la Jueza de Instrucción Penal Tercera de
El Alto del departamento de La Paz, expidió mandamiento de aprehensión y arraigo en su contra;
posteriormente, mediante providencia de 1 de julio de 2019, el Juez ahora demandado -en suplencia
legal de su similar Tercero- dispuso se dejen sin efecto dichas medidas impuestas; no obstante, el
Secretario del referido Juzgado se niega a elaborar el oficio ante la Dirección General de Migración a
objeto de proceder a su desarraigo, habiendo transcurrido desde entonces más de una semana,
encontrándose en consecuencia indebidamente privado de su libertad.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Ámbito de protección de la acción de libertad
La SCP 0309/2019-S3 de 18 de julio, sobre el particular estableció “El art. 125 de la CPE, dispone
que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que
es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal
ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará que se guarde tutela a su
vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho
a la libertad’, Norma Suprema concordante con el art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo),
que disciplina que su objeto es la garantía, protección o tutela de los derechos a la vida, a la libertad
física y a la libertad de locomoción, para el restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos,
en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de restricción o supresión.
Así, la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, precisó que: ‘En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería
dogmática de la acción de libertad está diseñada sobre la base de dos pilares esenciales, el primero
referente a su naturaleza procesal y el segundo, compuesto por los presupuestos de activación. En
cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de esta garantía, es decir, su naturaleza
procesal, se establece que se encuentra revestida o estructurada con una tramitación especial y
sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la protección, informalismo,
generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o persona particular, es decir,
no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que pueden ser inferidos de la norma constitucional
antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía, se encuentra
configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del art. 125 de la CPE, se resumen
en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la vida; b) Afectación de los derechos a la libertad física
como a la libertad de locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, d)
Acto u omisión que implique persecución indebida”’ (las negrillas fueron añadidas).
III.2. La acción de libertad de pronto despacho. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0737/2018-S2 de 31 de octubre, haciendo referencia a la SCP 0201/2018-S2 de 22 de mayo,
al respecto, asumió que: “…’Por último, se debe hacer referencia al hábeas corpus traslativo o de
pronto despacho, a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad”’.
Sobre lo cual la SC 0465/2010-R de 5 de julio, seguida por las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0093/2012 de 19 de abril, 1233/2012 de 7 de septiembre, entre otras, manifestó que

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la acción de libertad traslativa o de pronto despacho: ‘…se constituye en el mecanismo procesal


idóneo para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la libertad
y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación jurídica de la
persona que se encuentra privada de libertad (…) todas aquellas solicitudes vinculadas a la
libertad del imputado, en especial la cesación de la detención preventiva, deben ser
tramitadas con la debida celeridad, puesto que el ingresar en una demora o dilación indebida
en que incurra una autoridad judicial al resolver una solicitud de tal naturaleza, implica una lesión a
ese derecho fundamental, supuesto ante el cual se activa el hábeas corpus traslativo o de pronto
despacho; empero se deja claramente establecido, que no existirá lesión si la demora o dilación es
promovida por el propio imputado’.
En consecuencia, es el mecanismo constitucional idóneo para todo acto u omisión que tenga como
resultado una dilación procesal y esté vinculado a la libertad del impetrante, de manera que, afecte
la debida celeridad, es la acción de libertad traslativa o de pronto despacho.
En cuanto al derecho al debido proceso, en su vertiente de celeridad, es necesario indicar que la
potestad de impartir justicia se sustenta, entre otros principios, en la celeridad, en el marco de lo
establecido por el art. 178.I de la CPE. Considerando que de acuerdo al art. 22 de la Ley Fundamental,
proteger la libertad de la persona es un deber primordial del Estado, y que ésta solo puede restringirse
en los límites señalados por la ley, a la luz de lo dispuesto por el art. 23.I del citado texto
constitucional, se tiene que todo proceso en el cual la libertad de la persona se ve involucrada, debe
considerarse esencial y éste debe ser tramitado con la debida celeridad.
Al respecto, El Tribunal Constitucional, a través de la SC 0224/2004-R de 16 de febrero, reiterada por
la SC 0900/2010-R de 10 de agosto, estableció lo siguiente: ‘…toda autoridad que conozca de
una solicitud en la que se encuentre involucrado el derecho a la libertad física, tiene el
deber de tramitarla con la mayor celeridad posible, o cuando menos dentro de los plazos
razonables, pues de no hacerlo podría provocar una restricción indebida del citado derecho, lo que
no significa, que siempre tendrá que otorgar o dar curso a la solicitud en forma positiva, pues esto
dependerá de las circunstancias y las pruebas que se aporten en cada caso, dado que se reitera la
lesión del derecho a la libertad física, está en la demora o dilación indebida de una solicitud de tal
naturaleza, vale decir, que si la solicitud es negada de acuerdo a una compulsa conforme a Ley no
es ilegal siempre que esa negativa se la resuelva con la celeridad que exige la solicitud’.
Este criterio de manera análoga es compartido por la SC 0387/2010-R de 22 de junio y ratificado por
la SC 1181/2011-R de 6 de septiembre, que indicaron: ‘…que a toda solicitud relativa o vinculada
a la libertad de las personas, debe imprimírsele celeridad en su resolución sea positiva o
negativamente para quien la pide, este mismo entendimiento es aplicable para los recursos de
apelación sobre medidas cautelares, así como también para las de cesación de detención preventiva,
las que pueden traducirse en la remisión de los antecedentes ante el superior en grado, para su
resolución...’.
En tal virtud, se tiene que toda autoridad administrativa o jurisdiccional que no actúe con la debida
celeridad en la tramitación de solicitudes o en los procesos en los cuales la libertad de las personas
dependa de la resolución de los mismos, causando dilaciones indebidas, lesiona los derechos
fundamentales señalados” (las negrillas y el subrayado corresponden al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
Conforme a los hechos que motivan la acción de defensa, el peticionante de tutela por intermedio de
su representante, denunció la vulneración de su derecho a la libertad de libre locomoción; toda vez
que, sin su conocimiento se le siguió un proceso penal por la presunta comisión de los delitos de
allanamiento, asociación delictuosa y fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas y
asfixiantes, con el cual no fue notificado; sin embargo, se enteró que el mismo se sustanció ante el
Juzgado de Instrucción Penal Tercero de El Alto del departamento de La Paz, en el que por Resolución
628/09 de 25 de noviembre de 2009, se le declaró rebelde y dispuso se expida mandamiento de
aprehensión y arraigo en su contra; causa que concluyó con una resolución de sobreseimiento a su

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favor; por lo que, a la fecha el mismo se encuentra archivado. Anoticiado al respecto, pidió su
desarchivo; posteriormente, purgó rebeldía y solicitó dejen sin efecto las medidas que le fueron
impuestas, luego de una acción de libertad que le concedió la tutela, el referido pedido fue de
conocimiento del Juez de Instrucción Penal Cuarto -ahora demandado-en suplencia de su similar
Tercera, ambos del referido distrito judicial, que en lo principal determinó dejar sin efecto dichas
medidas; empero, pese a haber transcurrido desde entonces más de una semana, no fue oficiada a
la Dirección General de Migración.
Previo al análisis de fondo de la problemática planteada, corresponde señalar que la acción de libertad
fue instituida como un mecanismo procesal de protección del derecho a la vida y la libertad cuando
la persona considere que estas se encuentran en peligro, que es ilegalmente perseguida o
indebidamente procesada o privada de su libertad personal; así como también a objeto de procurar
el resguardo de la libertad de locomoción conforme lo estableció la jurisprudencia descrita en el
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
En ese entendido concierne en el presente caso ingresar al examen de los hechos denunciados. Así,
se advierte de obrados que por Resolución 628/09 la Jueza de Instrucción Penal Tercera de El Alto
del departamento de La Paz, declaró rebelde al accionante y otros codenunciados; en consecuencia,
dispuso se emitan mandamientos de arraigo y aprehensión contra todos ellos; posteriormente, el 31
de mayo de 2010 por Resolución 005/10, el Fiscal de Materia a cargo de la investigación decretó su
sobreseimiento; enterado de esa disposición el prenombrado, por memorial de 28 de junio de 2019,
solicitó a dicho Juzgado la corrección del procedimiento y conforme a los antecedentes, deje sin
efecto los mandamientos emanados en su contra, el cual fue resuelto por el Juez demandado
mediante decreto de 1 de julio del referido año concediendo la aludida solicitud.
En ese contexto, de dichos antecedentes se advierte que ciertamente la citada autoridad
jurisdiccional, dispuso se dejen sin efecto los mandamientos de aprehensión y arraigo; por lo que,
correspondía al Secretario del referido Juzgado oficiar y diligenciar lo decidido ante la Dirección
General de Migración dentro de un plazo razonable a objeto de levantar esa restricción impuesta
contra el impetrante de tutela; empero, al haber transcurrido más de una semana sin haberlo hecho,
se vulneró el derecho a la libertad de locomoción del prenombrado; toda vez que, es deber de la
autoridad jurisdiccional y todo funcionario relacionado con el mismo, acelerar los trámites judiciales
y administrativos; y, no permitir dilaciones indebidas cuando se trata de solucionar la situación
jurídica de las personas privadas de libertad o de locomoción, las cuales deben ser resueltas con la
mayor celeridad y prontitud, habida cuenta que, la demora o la dilación indebida implica la lesión a
ese derecho, conforme se estableció en la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia, corresponde conceder la tutela, toda vez que, el hecho de no haber actuado con la
debida diligencia en la referida solicitud, vulneró el derecho a la libertad de locomoción del
accionante; puesto que, era deber del Secretario elaborar el oficio para la referida institución a objeto
de que se levante el arraigo ordenado en el mencionado decreto y a su vez obligación de la autoridad
jurisdiccional, efectuar el seguimiento al mismo y exigir su estricto cumplimiento como contralor de
derechos y garantías constitucionales.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela solicitada,
obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 14/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 21 a 23,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de La Paz; y
en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos dispuestos por el Tribunal
de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
Msc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0727/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29900-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 039/2019 de 27 de marzo, cursante de fs. 39 a 40 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Karla Genoveva del Carmen Ascarrunz Kempf en
representación sin mandato de Rodolfo Cabrera Rojas y Adrián Fernando Cabrera Taboada
contra Ninoska Paola Maidana Mendoza, Fiscal de Materia; y, Heriberto Pinaya Quispe y
Sergio Layme Machicado, funcionarios policiales.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 26 de marzo de 2019, cursante de fs. 3 a 5 vta., los accionantes por
intermedio de su representante expresaron que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Paulo Rodolfo llamó a Adrián Fernando, ambos Cabrera Taboada, indicándole que tuvo un problema
y se encontraba en el Hospital Luis Uría de la Oliva; a lo que, este último se dirigió al referido
nosocomio donde fue interceptado por una persona desconocida quien no se identificó; mismo que
le solicitó que se comunicara con Rodolfo Cabrera Rojas, ante la concurrencia del mencionado, sin
explicación alguna fueron arrestados y conducidos por los funcionarios policiales -ahora demandados-
a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV); quienes después de privarles de su libertad
por más de ocho horas, les remitieron a la Fiscalía a prestar su declaración informativa, sin saber qué
delito o denuncia se sigue en su contra.
En dicha institución estatal, la Fiscal de Materia ahora demandada dio lectura a un informe psicológico
de 24 de marzo de 2019 realizada por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de La Paz a “…sus
hijas y hermanas…” (sic), indicándoles que por esa razón se les arrestó; a lo que, luego de atestar
su declaración informativa y firmar una resolución de aprehensión por la presunta comisión del delito
de abuso sexual fueron dirigidos a las celdas de la FELCV, donde hasta la fecha de presentación de
esta acción tutelar continúan privados de su libertad, sin tener conocimiento sobre qué hecho se les
acusa.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes a través de su representante denunciaron como lesionados sus derechos a la libertad,
al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna y sin dilaciones, citando al
efecto los arts. 21.7, 23, 109, 115, 116, 117, 119, 121 y 180 de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo se restablezcan inmediatamente sus derechos
vulnerados y en consecuencia se ordene su libertad.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 27 de marzo de 2019, según consta en acta cursante a fs. 38, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción

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Los accionantes ni su representante se hicieron presentes a la audiencia de consideración de esta


acción, pese a su notificación cursante a fs. 9.
I.2.2. Informe de los demandados
Ninoska Paola Maidana Mendoza, Fiscal de Materia, presentó informe escrito el 27 de marzo de 2019,
cursante de fs. 15 a 16 vta., manifestando que: a) Por acción directa, los funcionarios policiales -
codemandados- el 25 del citado mes y año, a denuncia de la representante de la Defensoría de la
Niñez y Adolescencia, quien se hizo presente a la FELCV por un hecho de agresión sexual cometido
por Adrián Fernando Cabrera Taboada en calidad de presunto autor y Rodolfo Cabrera Rojas en su
condición de encubridor, procedieron al arresto de los prenombrados -ahora accionantes-; b) Su
persona realizó la aprehensión de los aludidos, los que fueron notificados con esa orden el 25 del
referido mes y año a horas 16:20 pm; c) Comunicó y presentó el inicio de investigación e imputación
formal en marzo de 2019 -no señaló día- ante el órgano jurisdiccional, recayendo previo sorteo en el
Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del
departamento de La Paz, donde se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares determinando el
Juez de la causa la detención preventiva de Adrián Fernando Cabrera Taboada y libertad pura y
simple para Rodolfo Cabrera Rojas; y, d) Los mencionados no se encuentran dentro los alcances del
art. 125 de la CPE, puesto que, no activaron los recursos pertinentes e idóneos ante la autoridad
competente a los fines de hacer valer sus derechos como lo establece la SC 0014/2011-R de 7 de
febrero; en consecuencia, solicitó se deniegue la tutela impetrada.
Heriberto Pinaya Quispe y Sergio Layme Machicado, funcionarios policiales, presentaron informe
escrito el 27 de marzo de 2019, cursante de fs. 26 a 28 vta., señalando que: 1) La representante de
la Defensoría de la Niñez y Adolescencia se hizo presente en dependencias de la FELCV sentando una
denuncia contra los accionantes por la presunta comisión del delito de abuso sexual teniendo como
víctimas dos menores de edad; dando a conocer algunos antecedentes de la valoración psicológica
realizada a las aludidas; 2) Con la finalidad de precautelar la integridad física y psicológica de las
mencionadas, el 25 de marzo de 2019 procedieron al arresto del presunto autor -Adrián Fernando
Cabrera Taboada- del hecho denunciado y Rodolfo Cabrera Rojas para su investigación, siendo
conducidos ambos a la referida institución; 3) Al momento que los prenombrados fueron privados de
su libertad, les hicieron conocer el hecho que se investiga en su contra y por esa razón derivó tal
restricción; de la misma forma ocurrió con Julia Yosabet Taboada Zapata -madre de las víctimas-
quien tenía conocimiento del presunto delito que cometieron los peticionantes de tutela; y, 4) En
ningún momento, vulneraron los derechos constitucionales de los arrestados, adjuntando descargos
de lo manifestado que hacen a la presente investigación.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante
Resolución 039/2019 de 27 de marzo, cursante de fs. 39 a 40 vta., denegó la tutela impetrada, en
base a los siguientes fundamentos: i) Si bien la autoridad demandada no concurrió a la audiencia de
consideración de esta acción tutelar; sin embargo, en el informe que emitió a través de las literales
adjuntas hizo conocer que, el proceso penal se encuentra con inicio de investigación e imputación
formal contra los accionantes y otra, el cual se presentó ante el Juez de la causa el 26 del citado mes
y año a horas 16:00; ii) La SCP “1569/2014” -no señaló fecha- citando a las Sentencias
Constitucionales Plurinacionales 1888/2013 de 29 de octubre y 0482/2013 de 12 de abril, estableció
los lineamientos en los cuales de manera excepcional debe aplicarse el principio de subsidiariedad en
la acción de libertad; iii) En el caso de autos, la Resolución de aprehensión fue expedida el 25 de
marzo de 2019 y el inicio de investigación e imputación formal fueron presentados el 26 de igual mes
y año, generando de ello, la aplicación de dicho principio; por lo que, no se hizo el análisis de las
presuntas irregularidades que hubieran cometido los demandados, siendo que esos argumentos con
carácter previo, debieron ser puestos a conocimiento del Juez encargado del control jurisdiccional; y,
iv) Los peticionantes de tutela tienen plena facultad para activar la vía incidental reclamando los
errores que supuestamente hubieran cometido la Fiscal de Materia demandada al dictar la resolución

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de aprehensión y funcionarios policiales codemandados al realizar la acción directa procediendo al


arresto de los prenombrados.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursan Informes Psicológicos CITE: SMDS/DDM/UDIF-E/LINEA 156/094/2019 y CITE:
SMDS/DDM/UDIF-E/LINEA 156//095/2019, ambos de 24 de marzo, emitidos por Perla Santana,
psicóloga PAIF de Emergencia, Línea 156, los cuales fueron dirigidos al Ministerio Público dando a
conocer las valoraciones psicológicas realizadas a las menores AA y BB, víctimas del supuesto delito
de abuso sexual perpetrado presuntamente por Adrián Fernando Cabrera Taboada -peticionante de
tutela-, recomendando se inicien las acciones legales (fs. 21 a 22 y 24 a 25 vta.).
II.2. Por Informe de Intervención Policial Preventiva Acción Directa de 25 de marzo de 2019, los
funcionarios policiales ahora demandados remitieron a la FELCV a Rodolfo Cabrera Rojas y Adrián
Fernando Cabrera Taboada -accionantes-, y a Julia Yosabet Taboada Zapata -madre de las menores
víctimas- en su calidad de arrestados por un hecho de abuso sexual seguido en su contra, a denuncia
de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de La Paz, adjuntando al mismo los informes psicológicos
señalados ut supra (fs. 23 y vta.).
II.3. El 25 de marzo de 2019, la Fiscal de Materia ahora demandada emitió la Resolución
Fundamentada de Aprehensión, ordenando la aprehensión de los peticionantes de tutela y Julia
Yosabet Taboada Zapata, toda vez que se hubiera demostrado la concurrencia de los presupuestos
procesales establecidos por el art. 226 del Código de Procedimiento Penal (CPP); medida que dispuso
a efectos de garantizar la presencia de los sindicados durante el proceso, siendo notificados con dicha
decisión la citada fecha (fs. 29 a 32 vta.).
II.4. La autoridad demandada, el 26 de marzo de 2019 puso a conocimiento del Juez de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer de turno de la Capital del departamento de La Paz,
el inicio de investigación e imputación formal contra los accionantes y otra por la supuesta comisión
de los delitos de abuso sexual y encubrimiento, solicitando se aplique la medida cautelar de la
detención preventiva contra los aludidos, a ese efecto, en su otrosí pidió se señale día y hora de
audiencia pública (fs. 33 a 37).
II.5. A través de memorial presentado el 27 del señalado mes y año ante la Sala Constitucional
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, los peticionantes de tutela retiraron las
denunciadas realizadas a través de esta acción de libertad, refiriendo que la autoridad jurisdiccional
en la audiencia de medidas cautelares, determinó la ilegalidad de su arresto, solicitando se proceda
al archivo de obrados (fs. 14 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes a través de su representante denuncian la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna y sin dilaciones, alegando que
los funcionarios policiales codemandados les arrestaron sin cumplir los requisitos legales, estando
encerrados por más de ocho horas, no teniendo comunicación con sus familiares, de igual manera
ocurrió con la Fiscal de Materia demandada, quien indebidamente mediante una orden de
aprehensión les privó de su libertad, la cual superó las veinticuatro horas; situaciones que vulneraron
sus derechos constitucionales.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Oportunidad procesal para el retiro de la acción de libertad
La SCP 0103/2012 de 23 de abril, al respecto estableció: “Conforme las normas constitucionales que
disciplinan la acción de libertad (art. 125 y ss. de la CPE), la única oportunidad procesal para desistir
o retirar la acción de libertad, es hasta antes de señalado el día y hora de la audiencia pública, es

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decir, cualesquiera de estas actuaciones (retiro o desistimiento) serán inadmisibles después de esta
actuación procesal (señalamiento de día y hora de audiencia pública) por las siguientes razones:
a) De orden procesal. Existe mandato constitucional expreso respecto al procedimiento al que debe
sujetarse el juez o tribunal de garantías. Tiene el deber de señalar de inmediato día y hora de la
audiencia pública, la que tendrá lugar dentro de las veinticuatro horas de interpuesta la acción (art.
126.I de la CPE), y -después de cumplidas las formalidades procesales- ésta (la audiencia pública)
no puede suspenderse en ningún caso (art. 126.II de la CPE), por lo mismo, tiene la obligación de
dictar sentencia en el fondo, incluso bajo responsabilidad (art. 126.III de la CPE), último aspecto que
el legislador constituyente ha decidido incidir -a diferencia de la Constitución abrogada-.
b) De orden sustantivo. La Norma fundamental, establece y regula el procedimiento antes
mencionado con mandatos expresos al juez o tribunal de garantías incluso bajo responsabilidad no
como un fin en sí mismo, sino en razón a que la justicia constitucional a través de la acción de libertad
se activa para proteger derechos subjetivos (disponibles) y además derechos en su dimensión
objetiva, es decir, busca evitar la reiteración de conductas reñidas contra el orden público
constitucional y los bienes constitucionales protegidos de tutela reforzada.
De otro lado, corresponde aclarar que dada la configuración del proceso constitucional de la acción
de libertad, a diferencia del resto de acciones de defensa, por los bienes constitucionales protegidos
y tutelados, no existe una etapa de admisibilidad, por cuanto el juez o tribunal de garantías,
precisamente en razón al principio de informalidad acentuado en el texto constitucional (art. 125 de
la CPE), no está obligado a examinar requisitos de forma y fondo como ocurre con el resto de las
acciones de defensa. De ahí que está compelido a indicar directamente día y hora de la audiencia
(art. 126.I de la CPE). Por lo que, en un uso correcto de la denominación de los actos procesales en
la acción de libertad, no es adecuado sostener que existe una etapa de admisión.
El razonamiento jurídico de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, contenido en el Fundamento
Jurídico III.2.2 constituye la línea jurisprudencial que debe seguirse respecto a la oportunidad
procesal para considerar el retiro o desistimiento de la acción de libertad”.
III.2. La subsidiariedad excepcional de la acción de libertad y las denuncias de
aprehensión ilegal
El Tribunal Constitucional estableció la línea jurisprudencial que reconoce la subsidiariedad con
carácter excepcional en la acción de libertad, entre las cuales se tiene la SC 0160/2005-R de 23 de
febrero que señaló: “…el ordenamiento jurídico no puede crear y activar recursos simultáneos o
alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones procesales no queridas por el orden
constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del hábeas corpus, únicamente se activa
cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento común, no sean los idóneos para
reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad ilegalmente restringido. No es
posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico prevé medios de impugnación
específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad, en forma inmediata… ”.
En ese mismo sentido, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, concluyó lo siguiente: “I. El recurso de
hábeas corpus, ahora acción de libertad , es el medio idóneo y eficaz para conocer y restituir cualquier
tipo de lesión o vulneración que pueda atentar al derecho a la vida, la libertad o constituir una
persecución o procesamiento indebido que atente o ponga en peligro el derecho a la libertad, cuando
de acuerdo a las circunstancias concretas, a pesar de existir mecanismos de protección específicos y
establecidos por la ley procesal vigente, éstos resulten ser evidentemente inoportunos o
inconducentes, de manera tal que esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se configura
como el medio más eficaz para restituir los derechos afectados; empero, en caso de existir
mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir
el derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente
por el o los afectados; en estos casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de
no haberse restituido los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 709


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II. Asimismo, cuando exista privación efectiva de libertad, por ser esta una causal grave, se entenderá
que la vía procesal existente no es idónea, cuando se pruebe que una vez activados estos mecanismos
procesales, su resolución y efectiva protección serán dilatadas, por ejemplo, por ser irrazonables los
plazos de resolución; por existir excesiva carga procesal para una rápida decisión o ejecución de la
decisión o por no cumplirse con los plazos para emisión de resoluciones establecidos por la ley.
III. En el caso de vulneración al derecho a la vida, protegido por la acción de libertad, procederá esta
acción de forma directa y sin necesidad de agotar otra vía”.
Ampliando los criterios jurisprudenciales, la SCP 0482/2013 de 12 de abril efectuó la integración
jurisprudencial, unificando la interpretación desarrollada en las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0185/2012 de 18 de mayo y 0360/2012 de 22 de junio sobre la subsidiariedad
excepcional de la acción de libertad señalando que: “… Conforme el desarrollo que antecede, es
inminente, necesario y fundamental integrar el entendimiento jurisprudencial y presupuestos
procesales respecto a la subsidiaridad en la acción de libertad, y para dicho efecto, debemos
remitirnos a la jurisprudencia citada en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En los casos que se impugnen actuaciones no judiciales -antes de las imputaciones formales- y
judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la presente acción tutelar, previa y
necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de manera excepcional, no es posible
ingresar al fondo de la acción de libertad:
1. Cuando la acción de libertad esté fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso del inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la denuncia de una
supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la libertad personal o física por
parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a acudir a la jurisdicción constitucional debe
en principio, denunciar todos los actos restrictivos de su libertad personal o física ante la autoridad
que ejerce el control jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene también la subsidiaridad.
4. Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, ésta es confirmada en apelación, empero, en lugar de activar
inmediatamente la acción libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva petición ante la
autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de su situación jurídica, sea
mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de detención preventiva, etc., y la
misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la jurisdicción constitucional
impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se emitió el auto de vista, inclusive; por
cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con lealtad procesal, de no ser así, se
provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones, e incidiría negativamente en el
proceso penal de donde emerge la acción tutelar”.
III.3. El juez de instrucción penal como contralor de la investigación
La SC 0865/2003-R de 25 de junio reiterada, entre otras, por las SSCC 0507/2010-R de 5 de mayo y
0856/2010-R de 10 de agosto señaló que: “Conforme a los arts. 54 inc. 1) y 279 CPP, el Juez de

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Instrucción tiene la atribución de ejercer control jurisdiccional durante el desarrollo de


la investigación respecto a la Fiscalía y a la Policía Nacional, por tal razón, la misma norma
legal en sus arts. 289 y 298 in fine obliga al fiscal a dar aviso al juez cautelar sobre el inicio de la
investigación dentro de las veinticuatro horas de iniciada la misma; pues es la autoridad judicial
encargada de precautelar que la fase de la investigación se desarrolle en correspondencia con el
sistema de garantías reconocido por la Constitución Política del Estado, las Convenciones y Tratados
Internacionales vigentes y las normas del Código de Procedimiento Penal; por ello, toda persona
involucrada en una investigación que considere la existencia de una acción u omisión que
vulnera sus derechos y garantías, entre las cuales el derecho a la libertad debe acudir
ante esa autoridad” (las negrillas son añadidas).
III.4. Análisis del caso concreto
Antes de ingresar a la revisión de esta acción tutelar, se debe hacer alusión al retiro de la acción de
libertad realizado por la parte accionante (Conclusión II.5); que de acuerdo a lo expresado en el
Fundamento Jurídico III.1 de la esta Sentencia Constitucional Plurinacional, la única oportunidad para
desistir de la mencionada acción es antes de fijarse la audiencia pública; en consecuencia, de acuerdo
al razonamiento expresado en el presente caso, los impetrantes de tutela a través de memorial de
27 de marzo de 2019 a horas 14:02 retiraron su pretensión, -tres horas y media antes de la audiencia
pública-, escrito que en consideración de la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental
de Justicia de La Paz, no fue un impedimento para que se resuelva la acción planteada, emitiendo la
pertinente resolución, previo análisis de la problemática jurídica, actuando dicha Sala acorde a la
jurisprudencia constitucional precedentemente señalada.
En ese orden, se tiene de antecedentes que el 25 del mismo mes y año, la Fiscal de Materia ahora
demandada, dentro del Caso LPZ1903691 a denuncia de la representante de la Defensoría de la Niñez
y Adolescencia de La Paz por la supuesta comisión del delito de abuso sexual, a través de la
Resolución Fundamentada de Aprehensión ordenó la aprehensión de los peticionantes de tutela, toda
vez que se hubiera demostrado la concurrencia de los presupuestos procesales establecidos en el
art. 226 del CPP (Conclusión II.3), a lo que el 26 de igual mes y año puso a conocimiento del Juez
de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer de turno de la Capital de dicho
departamento, el inicio de investigación e imputación formal por la supuesta comisión de los delitos
de abuso sexual y encubrimiento contra los nombrados, solicitando se les aplique la medida cautelar
de la detención preventiva (Conclusión II.4).
Ahora bien, de acuerdo a la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente
fallo constitucional, esta acción tutelar, únicamente se activa cuando los medios de defensa
existentes, no sean los idóneos para reparar el derecho a la libertad ilegalmente restringido, ya que
en caso de concurrir otros mecanismos procesales específicos, deben ser utilizados antes de acudir
a esta vía; en ese sentido, en el caso examinado los impetrantes de tutela denuncian como acto
lesivo su arresto por parte de los funcionarios policiales codemandados, realizado sin cumplir los
requisitos legales, estando encerrados por más de ocho horas; asimismo, su aprehensión ordenada
por la Fiscal de Materia demandada a través de la Resolución Fundamentada de Aprehensión,
privándoles su libertad superando las veinticuatro horas, vulnerando de esa manera sus derechos
constitucionales.
En ese contexto, se tiene que los funcionarios policiales codemandados, por Informe de Intervención
Policial Preventiva Acción Directa de 25 de marzo de 2019, remitieron a la FELCV a los prenombrados
en su calidad de arrestados por un hecho de abuso sexual seguido en su contra a denuncia de la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia, a lo que la Fiscal de Materia ahora demandada, dispuso la
aprehensión de los mencionados por medio de la Resolución Fundamentada de Aprehensión; bajo
esos antecedentes, la legalidad o ilegalidad del arresto efectuado por los codemandados y la
restricción ordenada por dicha autoridad, no pueden ser examinados a través de esta acción tutelar,
ya que previamente debieron recurrir a la autoridad jurisdiccional que tiene conocimiento del inicio
de la investigación, tal como se sostuvo en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo constitucional.
En el caso concreto, el 26 del señalado mes y año la referida autoridad fiscal remitió ante el Juez de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 711


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Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer de turno de la Capital del departamento
de La Paz, el inicio de investigación e imputación formal por la presunta comisión de los delitos de
abuso sexual y encubrimiento contra los impetrantes de tutela, a fin de que el Juez ordinario ejerza
el control jurisdiccional de la investigación, conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, advirtiendo en el caso de autos que existe la
autoridad llamada por ley ante quien pueden acudir los accionantes para reparar la supuesta lesión
de sus derechos denunciados en la presente acción de libertad, antes de activar la vía constitucional.
Por consiguiente, al establecerse que los peticionantes de tutela, no acudieron previamente ante el
Juez ordinario que ejerce el control jurisdiccional del proceso, denunciando la presunta ilegalidad de
su arresto y aprehensión; no es posible analizar el fondo de esta acción tutelar, por subsumirse en
una de las causales de subsidiariedad excepcional de dicha acción.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 039/2019 de 27 de marzo, cursante de fs. 39 a 40
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La
Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0728/2019-S3


Sucre, 9 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29901-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 22/2019 de 4 de julio, cursante de fs. 72 a 74, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Roberto Quispe Erazo contra Alan Mauricio Zárate
Hinojoza, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero
de la Capital del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 3 de julio de 2019, cursante de fs. 55 a 63 vta., el accionante manifestó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 20 de marzo de 2018, el Ministerio Público presentó imputación formal en su contra, encontrándose
detenido sin que en el cuaderno se tenga auto o resolución, que haya dispuesto la emisión de
mandamiento de aprehensión o acta de audiencia de medidas cautelares; extremo que consta en el
informe del Secretario del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Primero de la Capital del departamento de La Paz -de 13 de junio de 2019 (fs. 53 y vta.)-; por lo que,
se halla ilegalmente privado de libertad un año y tres meses, sin que exista razonamiento que
justifique esa restricción, ni explicación de cómo se procedió sin orden expresa de autoridad
competente, desconociendo la SCP 0356/2012 de 22 de junio, en sentido de que la detención
preventiva no se debe imponer como una sanción anticipada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a una justicia plural
pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; a la libertad física, personal y de locomoción,
vinculados a la vida y a la salud, y a la petición, citando al efecto los arts. 23.I, 24, 116.II y 121.I de
la Constitución Política del Estado (CPE); 14.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP); y, 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se ordene a la autoridad demandada, disponga su
inmediata libertad y en plazo legal presente el acta de medidas cautelares, la respectiva resolución y
el mandamiento de detención preventiva en su contra.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 4 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 68 a 71
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó su acción de libertad y ampliándola, manifestó lo
siguiente: a) Los derechos vulnerados están vinculados con el derecho a la vida porque cuando
estaba enfermo en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz no podía recurrir ante ninguna
autoridad porque no habían actas; b) El informe del Secretario de despacho del Juez demandado,
expresó que cuando asumió funciones el 1 de febrero de 2019, debido a la acefalía de los cargos de
secretario y auxiliar, no le hicieron entrega de ningún inventario de los casos ni de los libros que son

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de manejo del juzgado; c) En obrados, no cursan el acta y la Resolución de 21 de marzo de 2018


que siendo buscados exhaustivamente en secretaría, no se los encontró; solamente existe una
providencia de 20 del mismo mes y año, del prenombrado Juez que determinó se tenga presente la
imputación formal presentada por el Ministerio Público; d) De acuerdo a la SCP “1141/2013” y la SC
“89/2010”, para la aplicación de medidas cautelares, la autoridad debe emitir una resolución
debidamente fundada sobre la necesidad de imponerlas explicando la concurrencia de los requisitos
determinados en los arts. 233, 234 y 235 del Código de Procedimiento Penal (CPP) si es que los
hubiere, lo que no existió en el presente caso, para poder solicitar cesación de la detención
preventiva; y, e) Se omitió aplicar el art. 116.II de la CPE porque hubo dilación, de ahí que si se
pretendiera reparar la misma haciendo aparecer el acta y la resolución de las medidas cautelares o
el mandamiento de aprehensión, se incurriría en falsedad material.
I.2.2. Informe del demandado
Alan Mauricio Zárate Hinojoza, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Primero de la Capital del departamento de La Paz, en audiencia informó lo siguiente: 1) No existe el
acta de audiencia de medidas cautelares, lo que no implica que dicho acto procesal no se haya
celebrado y que no se hubiera dictado la Resolución; 2) Intervino en el caso en suplencia legal y
respecto al cuestionamiento de la ausencia del mandamiento de aprehensión, se debe tener en
cuenta que el accionante fue aprehendido por el Ministerio Público, siendo puesto a su disposición
en esa condición para que se resuelva su situación jurídica, por lo que, la decisión que determinó su
emisión se encuentra en el cuaderno de investigación y no en el de control jurisdiccional; 3) Con la
imputación formal y a objeto de resolver la situación jurídica del aludido se señaló audiencia para el
21 de marzo de 2018, cursando en obrados los documentos que se hicieron valer en el referido acto
procesal que efectivamente se realizó; igualmente figura en el cuaderno de control jurisdiccional el
mandamiento de detención preventiva emitido en suplencia legal en la indicada fecha, recepcionado
el 22 del mismo mes y año en celdas judiciales, el que fue ordenado por Resolución 103/2018 de 21
de marzo; 4) En el Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero
de la Capital del departamento de La Paz, no se tiene ni un solo expediente de gestiones pasadas
que esté completo, lo que fue de conocimiento del Consejo de la Magistratura y del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz; y, el cuaderno del presente caso además de no tener el acta y
la resolución de las medidas cautelares, posiblemente también se encuentre incompleto; 5) En
diferentes oportunidades a veces por meses enteros fungió en ese entonces en suplencia legal del
referido Juzgado por diferentes circunstancias, habiendo emitido resoluciones en esa condición; sin
embargo, los extravíos y supresiones son propias de los funcionarios de apoyo judicial; 6) El Tribunal
Constitucional Plurinacional se ha pronunciado en sentido de que no hubiera razón para suspender
la audiencia de cesación de la detención preventiva; pero, el accionante no la solicitó, e intentó lograr
su libertad argumentando que no existe la Resolución; y, 7) La pretensión del peticionante de tutela
de que se disponga su libertad inmediata iría en contra de la Ley 348 de 9 de marzo de 2013, por
cuyo principio de informalidad en la prevención, atención, procesamiento y sanción de cualquier
forma de violencia hacia la mujer, no es exigible el cumplimiento de requisitos formales que
entorpezcan el restablecimiento de los derechos vulnerados y la sanción a los responsables. Por lo
expuesto solicitó se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz, constituida en Jueza
de garantías, mediante Resolución 22/2019 de 4 de julio, cursante de fs. 72 a 74, denegó la tutela
solicitada, con los siguientes fundamentos: i) En obrados cursa el apersonamiento de la Defensora
Pública, quien no pidió salida judicial ni hizo conocer que el accionante se encontraba mal de salud;
solicitó posteriormente transcripción del acta y resolución de medidas cautelares, requiriendo la
autoridad demandada informe por secretaría al respecto; igualmente se tiene el mandamiento de
detención preventiva de 22 de marzo de 2018; ii) Por memorial de 11 de junio de 2019, el aludido
impetró al Ministerio Público, remita a la autoridad el acta y la resolución de medidas cautelares,
quien providenció que en el plazo de setenta y dos horas de su legal notificación se proceda conforme
lo pedido; iii) Se debió acudir previamente al Juez de control jurisdiccional a efectos del cumplimiento

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de la precitada providencia; teniendo en cuenta la subsidiariedad excepcional de la acción de libertad


establecida por el Tribunal Constitucional Plurinacional y el art. 54 del Código Procesal Constitucional
(CPCo); y, iv) Conforme al art. 47 de la aludida norma legal, la acción de libertad procede cuando la
persona crea que su vida está en peligro, está ilegalmente perseguida, indebidamente procesada y
privada de su libertad, requisitos no advertidos en la presente acción porque a “fs. 1” del cuaderno
jurisdiccional cursa imputación formal contra el solicitante de tutela por la presunta comisión del
delito de violación de infante, niña, niño o adolescente; se ha señalado audiencia de medidas
cautelares de 21 de marzo de 2018, en la que se dispuso la detención preventiva en cumplimiento a
la Resolución 103/2018.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. A través de memorial presentado el 20 de marzo de 2018, el Ministerio Público imputó
formalmente a Roberto Quispe Erazo -accionante-, por la presunta comisión del delito de violación
de infante, niña, niño o adolescente previsto y sancionado por el art. 308 Bis del Código Penal (CP
[fs. 4 a 5 vta.]).
II.2. Mediante decreto de la indicada fecha, el Juez demandado determinó se tenga presente la
imputación formal contra el peticionante de tutela, se registre en el cuaderno de control jurisdiccional
y notifique al prenombrado en forma personal, señalándose audiencia de aplicación de medidas
cautelares para el 21 de marzo de 2018 a horas 16:30 (fs. 7).
II.3. Cursan formularios de la notificación realizada entre el 20 y 21 de igual mes y año, al impetrante
de tutela, al Ministerio Público y a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, con la antedicha
providencia (fs. 8 a 9).
II.4. Consta mandamiento de detención preventiva, librado el 21 de marzo de 2018 por el Juez
demandado, por el que ordenó al Encargado de Celdas Judiciales de la ciudad de Nuestra Señora de
La Paz, proceda con la detención preventiva en el Centro Penitenciario San Pedro del aludido
departamento, al solicitante de tutela, por determinación de la Resolución 103/2018 de 21 de marzo
-de medidas cautelares- (fs. 50).
II.5. Por memorial presentado el 3 de agosto del mismo año, el impetrante de tutela, se apersonó
con su abogada de Defensa Pública, ante la autoridad judicial demandada, en el proceso penal
seguido en su contra (fs. 46 y vta.).
II.6. A través de escrito presentado el 14 de septiembre de 2018, el accionante solicitó al demandado
la transcripción del acta y resolución de medidas cautelares, quien decretó el 17 del mismo mes y
año, que se informe previamente por secretaría (fs. 47 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la defensa; a una justicia plural,
pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; a la libertad física, personal y de locomoción,
vinculados a la vida y a la salud, y a la petición, debido a que siendo imputado el 20 de marzo de
2018, se encuentra detenido por un año y tres meses sin que exista acta de audiencia de medidas
cautelares, resolución de detención preventiva, o determinación que haya dispuesto la emisión del
mandamiento de aprehensión, no habiendo razonamiento que justifique su privación de libertad ni
explicación de cómo se procedió sin orden expresa de autoridad competente, desconociendo la SCP
0356/2012, en sentido de que la detención preventiva no se debe imponer como una sanción
anticipada.
III.1. De la naturaleza jurídica de la acción de libertad
La SCP 0638/2018-S3 de 30 de noviembre, dejó sentado el siguiente entendimiento: “ La Constitución
Política del Estado vigente desde el 7 de febrero de 2009, prescribe en su art. 125 que: ‘Toda persona
que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera

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oral o escrita, por si o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier
juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad’,
por tanto constituye un medio de defensa extraordinario, inmediato eficaz, sumarísimo
que tiene por objeto la protección de los derechos fundamentales a la libertad física y de
locomoción y el derecho a la vida para que el accionante logre la tutela a su vida, cese la
persecución indebida, se restablezcan las formalidades o se restituya el derecho a la
libertad; por lo que se determina los siguientes supuestos previa activación de la acción
de libertad: 1) Cuando su vida se encuentre en peligro; 2) Cuando exista persecución
ilegal o indebida; cuando exista procesamiento ilegal o indebida; y, 3) Cuando exista
privación de libertad indebida.
Resaltándose como característica ‘…el informalismo, que se manifiesta en audiencia de requisitos
formales en su presentación y la posibilidad inclusive de su formulación oral, la inmediatez, por la
urgencia en la protección de los derechos que resguarda; la sumariedad, por el tramite caracterizado
por su celeridad, la generalidad porque no reconoce ningún tipo de privilegio, inmunidad o
prerrogativa, y la inmediación, porque se requiere que la autoridad judicial tenga contacto con la
persona privada de libertad; autoridad que, puede acudir inmediatamente a los lugares de detención
e instalar allí la audiencia’, extremos expresados por la jurisprudencia constitucional en la SCP
0862/2014 de 8 de mayo” (las negrillas son nuestras).
III.2. Acción de libertad traslativa o de pronto despacho
Sobre el particular, la SCP 0623/2018-S3 de 27 de noviembre, señaló lo siguiente: « La SCP
0358/2018-S2 de 24 de julio haciendo referencia a la SC 1579/2004-R de 1 de octubre, señaló: “‘Del
texto constitucional y legal referidos, se extrae que en el sentido de la Constitución, el recurso de
hábeas corpus por violaciones a la libertad individual y/o locomoción puede ser reparador si ataca
una lesión ya consumada, preventivo si procura impedir una lesión a producirse o correctivo si intenta
evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene una persona detenida’.
Efectuada la clasificación del entonces recurso de hábeas corpus, se la amplió en la SC 0044/2010-R
de 20 de abril, en mérito a que además de las enunciadas en el acápite anterior, se incorporó al
hábeas corpus, restringido, instructivo y traslativo o de pronto despacho, sentando el entendimiento
jurisprudencial que: ‘…a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites judiciales o
administrativos, cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad’.
Por su parte la, SCP 0312/2013 de 18 de marzo, respecto a este tópico, concluyó: ‘…que el principio
de celeridad procesal, impone a quienes imparten justicia, actuar con diligencia
despachando los asuntos sometidos a su conocimiento, sin dilaciones indebidas,
exigencia que se hace más apremiante en aquellos casos vinculados a la libertad
personal, aun cuando no exista una norma que establezca un plazo mínimo.
De modo tal, que cuando se provoca una dilación injustificada al margen de lo prescrito en la
normativa legal y ello repercute directamente con la libertad física o de locomoción, corresponde
conceder la tutela solicitada mediante la presente acción’.
De la jurisprudencia constitucional citada precedentemente, se extrae que es deber de toda
autoridad sea judicial o administrativa, resolver con la celeridad que el caso amerita, las
solicitudes que se encuentran vinculadas al derecho a la libertad, lo contrario constituye
restricción y vulneración de ese derecho fundamental”» (las negrillas corresponden al texto
original).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia que siendo imputado el 20 de marzo de 2018, se encuentra detenido por un
año y tres meses sin que exista acta de audiencia de medidas cautelares, resolución de detención
preventiva, o determinación que haya dispuesto la emisión de mandamiento de aprehensión, no
habiendo razonamiento que justifique su privación de libertad, ni explicación de cómo se procedió

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sin orden expresa de autoridad competente, desconociendo la SCP 0356/2012, en sentido que la
detención preventiva no se debe imponer como una sanción anticipada.
De los antecedentes se evidencia que el 20 de marzo de 2018, el Ministerio Público formuló
imputación formal contra Roberto Quispe Erazo -accionante-, por la presunta comisión del delito de
violación de infante, niña, niño o adolescente previsto y sancionado por el art. 308 Bis del CP
(Conclusión II.1); habiendo decretado el Juez demandado en la fecha, se tenga presente, se registre
en el cuaderno de control jurisdiccional y se notifique al primero nombrado en forma personal,
señalándose audiencia de aplicación de medidas cautelares para el 21 de igual mes y año a horas
16:30 (Conclusión II.2); con la indicada providencia se notificó entre el 20 y 21 del mismo mes y año,
al peticionante de tutela, al Ministerio Público y a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (Conclusión
II.3); mediante mandamiento de detención preventiva, librado el 21 de marzo de 2018 por el Juez
demandado, se ordenó al Encargado de Celdas Judiciales de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz,
proceda con la detención preventiva del prenombrado en el Centro Penitenciario San Pedro de dicho
departamento, por determinación de la Resolución 103/2018 de 21 de marzo (Conclusión II.4); el 3
de agosto del citado año, el accionante se apersonó con su abogada de Defensa Pública, ante la
autoridad judicial demandada, en el proceso penal seguido en su contra (Conclusión II.5); finalmente
a través de memorial presentado el 14 de septiembre de 2018, el impetrante de tutela solicitó al
demandado la transcripción del acta y resolución de medidas cautelares, quien decretó el 17 del
señalado mes a año se informe previamente por secretaría (Conclusión II.6).
Conforme al Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, la acción de libertad es el
mecanismo eficaz e inmediato, al que puede acudir quien estime que sus derechos fundamentales a
la libertad física y de locomoción fueron vulnerados con el objeto de que cese la persecución indebida,
conseguir el restablecimiento de las formalidades o se restituya el derecho a la libertad; asimismo,
esta acción en su modalidad traslativa o de pronto despacho tiene por objeto acelerar los trámites
judiciales o administrativos, cuando existen dilaciones indebidas, sustentado en el principio de
celeridad procesal, obligando a las autoridades y servidores públicos, a proceder con la máxima
diligencia, sobre todo en aquellos casos vinculados a la libertad personal, aun cuando no exista una
norma que establezca un plazo mínimo, todo con arreglo al Fundamento Jurídico III.2 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional.
En el presente caso, el accionante denuncia que se encuentra detenido sin que exista el acta ni la
resolución que determinó su detención preventiva o su aprehensión, no habiendo justificativo para
su privación de libertad encontrándose con detención ilegal por más de un año y tres meses.
Precisado el acto lesivo e ingresando a la problemática de fondo es preciso tener en cuenta que si
bien entre los antecedentes cursa un mandamiento de detención preventiva contra el impetrante de
tutela, emitido el 21 de marzo de 2018 por el Juez demandado, el que se habría librado por disposición
de la Resolución 103/2018 -de medidas cautelares- (Conclusión II.4); no obstante, el demandado
reconoce expresamente en su informe, que no existen en obrados el acta de la audiencia de la
indicada fecha ni la correspondiente determinación de aplicación de la extrema medida en contra del
prenombrado, constando en obrados únicamente “…los documentos que se hicieron valer en el
referido acto procesal que efectivamente se realizó…” (sic).
La situación precedente, no fue subsanada oportunamente por el Juez demandado, quien dejó
transcurrir el tiempo sin considerar que el accionante se encontraba detenido, este último por
memorial de 11 de junio de 2019, solicitó inclusive que el Ministerio Público remita a la mencionada
autoridad judicial los documentos extrañados relativos a la privación de libertad (fs. 51 y vta.), que
como denuncia el solicitante de tutela, aparecía sustentada solamente en el mandamiento de
detención preventiva, debido a que no se le permitió tomar conocimiento del contenido del acta de
audiencia de medidas cautelares y de los fundamentos de la Resolución que determinó la aplicación
de la extrema medida. La dilación y falta de celeridad con la que obró el demandado, continuaron
prolongándose, porque después del apersonamiento de 3 de agosto de 2018 con su abogada de
Defensa Pública, el pedido del impetrante de tutela presentado el 14 de septiembre de igual año, de
transcripción de los documentos inexistentes en el cuaderno, pese al tiempo transcurrido desde la

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celebración de la audiencia, mereció únicamente el decreto de 17 del mismo mes y año, disponiendo
se informe por secretaría; pero en definitiva, no sirvió para que se salve la omisión.
En consecuencia, al haber actuado con falta de diligencia y no adoptar las medidas para que se
reponga o arrime a los antecedentes del cuaderno de control jurisdiccional, el acta de audiencia de
medidas cautelares y la respectiva resolución que las impuso, además de no haberse notificado al
peticionante de tutela con la misma, a los fines de que active los medios de impugnación, tal la
oportunidad de interponer el recurso de apelación incidental o en su caso solicite, si correspondía, la
cesación de la detención preventiva; al respecto, valga rememorar que de acuerdo a la SCP
0599/2018-S4 de 2 de octubre, “…las notificaciones con resoluciones emitidas en audiencia de
consideración de aplicación de medidas cautelares, en las que se dispuso la detención preventiva,
exigen inexcusablemente la notificación personal, con la resolución escrita y la constancia de la
entrega; debiendo además tomar en cuenta que en el caso de que el imputado esté privado de
libertad, la diligencia será realizada en el Recinto Penitenciario donde guarda detención” . Así, vulneró
su derecho al debido proceso vinculado a la celeridad, afectando la situación jurídica del impetrante
de tutela, correspondiendo en consecuencia, otorgar la tutela a través de la acción de libertad de
pronto despacho.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías al haber denegado la tutela solicitada, no
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art.12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 22/2019 de 4 de julio, cursante de fs. 72 a 74,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, disponiendo que la autoridad demandada, reponga
o arrime el acta de audiencia de medidas cautelares y notifique al accionante de forma inmediata con
la Resolución de aplicación de la detención preventiva.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0729/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 25209-2018-51-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 02/2019 de 3 de septiembre, cursante de fs. 217 a 220, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Marco Antonio Siles Ríos contra David
Emilio Ismael Rojas, Rector de la Universidad Técnica de Oruro (UTO).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 8 de agosto de 2018 y 20 de agosto de 2019, cursantes a fs. 1, 55 a
67; y, 118 y vta., el accionante expresó los siguientes argumentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Habiendo sido designado docente interino de la materia Física II paralelo “O” en la Facultad Nacional
de Ingeniería de la UTO, por Resolución Facultativa 003/2017 de 12 de “diciembre”, “…el Honorable
Consejo Facultativo de la Facultad Nacional de Ingeniería, homologó la Resolución 003/2017, de 9
de enero de 2017 del Honorable Consejo de Ciclo Básico de la Facultad Nacional de Ingeniería; esta
última Resolución había determinado aprobar la Nominación Docente enviada por el Jefe del
Departamento de Física para el semestre I/2017” (sic); así, la referida Resolución hizo desaparecer
el Paralelo “O” de Física II, no definió su situación personal, constituyéndose en retiro indirecto,
siendo que por normativa universitaria, la vía para prescindir de su trabajo, era una evaluación o un
proceso interno universitario, lo que no sucedió.
El Jefe Departamental de Trabajo Oruro emitió la Conminatoria 18/2017 de 25 de abril, en la cual
determinó:
“…se CONMINA al Sr. Ing. CARLOS ANTEZANA GARCÍA; en su calidad de Rector de la Universidad
Técnica de Oruro.
A la inmediata restitución de la materia ‘FISICA 1102 (Física II)’ en la facultad nacional de Ingeniería
Departamento de Física a favor del trabajador Sr. Ing. MARCO ANTONIO SILES RIOS.
Y sea en el plazo máximo de tres días hábiles a partir de su notificación al mismo puesto que ocupaba
al momento de despido intempestivo de la materia, más el pago de todos los salarios devengados,
demás derechos sociales y antigüedad que le corresponden a la fecha de la reincorporación” (sic).
En base a la Resolución Ministerial (RM) 1020/17 de 30 de octubre de 2017, la Jefatura Departamental
de Trabajo Oruro emitió la Resolución Administrativa (RA) 006/2018 de 23 de enero, revocando
totalmente la Conminatoria 18/2017, quedando sin efecto legal por constituirse en un acto
administrativo anulable.
Finalmente, por escrito de 7 de febrero de 2018, interpuso recurso de revocatoria contra la referida
determinación, resolviéndose mediante RM 344/18 de 11 de abril de 2018, por el Ministerio de
Trabajo, Empleo y Previsión Social, por la cual dispuso confirmar la Conminatoria 18/2017, siendo
notificada con la misma la UTO el 30 de abril de 2018; sin embargo, hasta la fecha no fue
reincorporado.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante estimó lesionados sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral y a la dignidad;
citando al efecto los arts. 21.2, 22, 46.I.1 y 2, 48.II y 49.III de la Constitución Política del Estado

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(CPE); 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); 7 del Pacto Internacional de


Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC); XIV de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre (DADDH); 6 del Protocolo Adicional a la Convención Americana
Sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de
San Salvador”.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo “La CESACIÓN de la omisión de lo dispuesto en la
CONMINATORIA N° 18/2017, de 25 de abril de 2017, de la Jefatura Departamental de Trabajo
‘Oruro’; y en su mérito la ‘UNIVERSIDAD TÉCNICA DE ORURO’ INMEDIATAMENTE DENTRO DE
LOS TRES DÍAS, ME REINCORPORE A MI MISMO PUESTO DE TRABAJO QUE OCUPABA AL
MOMENTO DE SER DESPEDIDO INDEBIDAMENTE, MÁS EL PAGO DE SALARIOS
DEVENGADOS Y TODOS MIS DERECHOS SOCIALES A LA FECHA DE MI
REINCORPORACIÓN; conforme los términos de la CONMINATORIA N° 18/2017…” (sic); además,
se condene “…a la parte accionada…” (sic), a la reparación de daños y perjuicios y el pago de costas
procesales.
I.2. Trámite procesal ante el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Improcedencia de la acción
Por Resolución 03/2018 de 15 de agosto, la Sala Civil, Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro -Tribunal de garantías-, declaró la
“…IMPROCEDENCIA IN LIMINE…” (sic) de la acción de amparo constitucional y mediante
memorial de 17 de agosto de 2018, el impetrante de tutela impugnó el prenombrado fallo.
I.2.2. Admisión de la demanda
Mediante AC 0352/2018-RCA de 10 de septiembre, la Comisión de Admisión de este Tribunal, revocó
la Resolución 03/2018 de 15 de agosto, pronunciada por la Sala Civil, Comercial, de Familia, Niñez y
Adolescencia Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro -Tribunal de garantías-,
disponiendo que admita la presente acción y someta la causa al trámite previsto por ley.
I.3. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 3 de septiembre de 2019, según consta en acta cursante de fs. 206
a 216 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogado, reiteró in extenso los términos del memorial de acción de
amparo constitucional presentado.
I.3.2. Informe del demandado
David Emilio Ismael Rojas, Rector de la UTO a través de su representante, por informe escrito
presentado el 3 de septiembre de 2019, cursante de fs. 129 a 131 vta., refirió que: a) Los hechos
fácticos de la presente acción de defensa ya merecieron pronunciamiento en la jurisdicción
constitucional a través de la SCP 0885/2017-S2 de 21 de agosto, que confirmó la determinación del
Tribunal de garantías, bajo el razonamiento de que las autoridades que emitieron las resoluciones
que el impetrante de tutela indicó como vulneradoras de derechos, no fueron suscritas por el señor
Rector, sino por las autoridades del Consejo de Carrera y Facultativos, no concediendo la tutela
porque no fue legalmente promovida; y, b) La jurisdicción constitucional no es la vía idónea para la
ejecución de resoluciones administrativas y pretender la ejecución de la RM 344/18, por lo que
equivocó el camino.
I.3.3. Intervención de los terceros interesados
Augusto Medinacelli Ortiz, Presidente del Honorable Consejo Facultativo de Ingeniería, Fernando Pol
Tapia, Coordinador de Ciclo Básico de la Facultad Nacional de Ingeniería y Sergio Magne Vera,
Secretario Ejecutivo del Centro de Estudiantes de Ingeniería -representantes de los terceros

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interesados-, pese a su notificación cursante de fs. 126 a 128, no asistieron a la audiencia de amparo
constitucional.
I.3.4. Resolución
La Sala Civil, Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Oruro, constituida en Tribunal de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 3 de
septiembre, cursante de fs. 217 a 220, denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes
fundamentos: 1) No se puede analizar el fondo, por cuanto existe la SCP 0885/2017-S2, que ya
resolvió esta acción de amparo constitucional; 2) Una resolución constitucional es vinculante y para
el caso la Sentencia Constitucional Plurinacional aludida en su ratio decidendi resolvió respecto a la
falta de legitimación pasiva del demandado, por cuanto el actual Rector no tiene la misma; y, 3) El
impetrante de tutela refirió la existencia de una resolución ministerial que establece como válida la
Conminatoria 18/2017 que habla sobre la personería del Rector; pero, el Tribunal Constitucional
Plurinacional ya manifestó que no hay legitimación pasiva del Rector, marcando un lineamiento y del
que no pueden apartarse.
II. CONCLUSIONES
De la minuciosa revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa Conminatoria 18/2017 de 25 de abril, emitida por el Jefe Departamental de Trabajo Oruro
(fs. 12 a 14).
II.2. Por RA 006/2018 de 23 de enero, el Jefe Departamental de Trabajo Oruro, revocó totalmente
la mencionada Conminatoria (fs. 34 a 44).
II.3. Consta RM 344/18 de 11 de abril de 2018, dictada por el Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión
Social que confirmó la precitada Conminatoria (fs. 46 a 49).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral y a la
dignidad, por cuanto hasta la fecha, no fue reincorporado pese a la existencia de conminatoria de
reincorporación.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Marco constitucional y normativo de la estabilidad laboral, despido injustificado y
las conminatorias de reincorporación emitidas por las jefaturas departamentales de
trabajo dependientes del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social
La Constitución Política del Estado, en su art. 48.II, ya se refirió al carácter proteccionista que tienen
las normas laborales en favor de las y los trabajadores, así como la estabilidad laboral con que
cuentan, al indicar: “Las normas laborales se interpretarán y aplicarán bajo los principios
de protección de las trabajadoras y los trabajadores como principal fuerza productiva de
la sociedad; de primacía de la relación laboral; de continuidad y estabilidad laboral; de no
discriminación y de inversión de la prueba a favor de la trabajadora y del trabajador” (las negrillas
nos corresponden).
Por su parte, el art. 49.III de la misma Norma Suprema, señala: “El Estado protegerá la estabilidad
laboral. Se prohíbe el despido injustificado y toda forma de acoso laboral. La Ley determinará
las sanciones correspondientes” (el resaltado es añadido).
También, el art. 4 del Decreto Supremo (DS) 28699 de 1 de mayo de 2006, ratificó la vigencia plena
de los principios laborales, como son el principio protector con sus reglas del in dubio pro operario y
de la condición más beneficiosa; así como los de continuidad o estabilidad de la relación
laboral, intervencionista, de primacía de la realidad y de no discriminación.

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Al respecto, la jurisprudencia constitucional a través de la SCP 0177/2012 de 14 de mayo, sostuvo lo


siguiente: “El principio de la estabilidad laboral. Denominado también como principio de la
continuidad de la relación laboral, que manifiesta el derecho que tiene el trabajador de conservar
su empleo durante su vida laboral, salvo que existan causas legales que justifiquen el despido.
Constituyen causas legales que justifican el despido según nuestra legislación vigente, las
establecidas en el art. 16 de la Ley General del Trabajo y el art. 9 de su Decreto Reglamentario (DR).
Este principio encuentra su fundamento en que la estabilidad de la relación laboral da seguridad y
confianza al trabajador al permitirle continuar con su trabajo que le genera un salario para la
satisfacción de sus necesidades familiares, al mismo tiempo beneficia a la parte empleadora porque
contribuye al mayor rendimiento del trabajador como resultado de su experiencia laboral.
Finalmente beneficia a la sociedad mejorando el bienestar social, ya que la inestabilidad en el trabajo
crea problemas sociales colaterales como la desocupación, pobreza, delincuencia y otros.
Este principio expresa la necesidad social de atribuirle una larga duración a las relaciones de trabajo
y de proteger al trabajador contra el despido arbitrario e injustificado por parte del
empleador, protege uno de los derechos fundamentales del trabajador cual es el derecho
al trabajo, que precisamente es atacado por el fenómeno de la globalización ya que los empleadores
exigen el libre despido para hacer frente a las fluctuaciones del mercado (Quintanilla Calvimontes
Gonzalo, Pizarro Patricia, Quintanilla Alejandra, Derecho Individual del Trabajo)” (las negrillas nos
corresponden).
En el orden referido, el citado DS 28699, en su art. 11.I establece: “Se reconoce la estabilidad
laboral a favor de todos los trabajadores asalariados de acuerdo a la naturaleza de la
relación laboral, en los marcos señalados por la Ley General del Trabajo y sus disposiciones
reglamentarias” (las negrillas son agregadas).
En ese ámbito, el art. 10.I del citado Decreto Supremo determina: “Cuando el trabajador sea
despedido por causas no contempladas en el art. 16 de la Ley General del Trabajo, podrá optar por
el pago de los beneficios sociales o por su reincorporación” (las negrillas son nuestras); precepto
legal cuyo parágrafo III fue modificado por el DS 0495 en su artículo Único señalando: “En caso de
que el trabajador opte por su reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, donde una vez constatado el despido
injustificado, se conminará al empleador a la reincorporación inmediata al mismo puesto
que ocupaba la trabajadora o trabajador al momento del despido, más el pago de los
salarios devengados y demás derechos sociales que corresponden a la fecha de la
reincorporación, a través de las Jefaturas Departamentales y Regionales de Trabajo” (las
negrillas nos pertenecen).
Asimismo, el citado DS 0495, en su artículo mencionado precedentemente, incluye los parágrafos IV
y V donde indica:
“IV. La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir de su notificación y
únicamente podrá ser impugnada en la vía judicial, cuya interposición no implica la suspensión de su
ejecución.
V. Sin perjuicio de lo dispuesto en el parágrafo IV del presente artículo, la trabajadora o trabajador
podrá interponer las acciones constitucionales que corresponda, tomándose en cuenta la
inmediatez de la protección del derecho constitucional de estabilidad laboral” (las negrillas
y subrayado son añadidos).
Por otra parte, la indicada SCP 0177/2012, refiriéndose a la estabilidad laboral precedentemente
descrita, estableció tres supuestos de subsidiariedad a considerar en esta acción: “1) En caso de
que una trabajadora o un trabajador, ante un eventual retiro intempestivo sin causa legal
justificada opte por su reincorporación, deberá denunciar este hecho ante las Jefaturas
Departamentales de Trabajo; entidades que deberán asumir el trámite previsto por el DS
0495, emitiendo si corresponde la conminatoria de reincorporación en los términos
previstos en esta norma, y en caso de que el empleador incumpla la conminatoria, el

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trabajador o trabajadora podrá interponer la acción de amparo constitucional, misma


que resulta más idónea en estos casos por las razones antes expuestas.
2) Aclarando que la conminatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo Empleo y Previsión Social,
en los alcances del DS 0495, no constituye una resolución que defina la situación laboral de la
trabajadora o el trabajador, por cuanto el empleador puede impugnar ésta determinación en la
justicia ordinaria, conforme previene el referido Decreto Supremo; vale decir interponiendo una
acción laboral dentro los alcances establecidos por el art. 65 del Código Procesal del Trabajo (CPT),
precepto que otorga la posibilidad al empleador de constituirse en parte demandante en una acción
social, instancia en la que en definitiva se establecerá si el despido fue o no justificado, esto debido
a que la justicia constitucional sólo viabiliza la tutela inmediata ante la decisión unilateral
del empleador que opta por un despido intempestivo sin causa legal justificada.
3) En aquellos casos en que la trabajadora o trabajador, fuera sometido a un proceso
interno dentro el cual se determine su despido por una de las causales establecidas en el
art. 16 de la LGT y art. 9 del DR, en su caso por vulneración a su Reglamento Interno, el
procedimiento previsto por el DS 0495, no será aplicable; debiendo la trabajadora o
trabajador, que estime que su destitución fue ilegal o injustificada, incoar la correspondiente
demanda de reincorporación ante la judicatura laboral” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 1372/2015-S2 de 16 de diciembre, sobre el tema de la abstracción del principio
de subsidiariedad para estos casos, sostuvo: “…en los casos en los que una trabajadora o trabajador
demanda la reincorporación a su fuente de trabajo ante un despido sin causa legal justificada, por
la inmediatez que merece la tutela que pretende; sólo exige acudir a las Jefaturas Departamentales
de Trabajo. Por lo que, ante la existencia de una conminatoria, aun existiendo la posibilidad
de impugnarla por la vía administrativa o judicial, no resulta exigible agotar las mismas,
a fin de impetrar su observancia en la jurisdicción constitucional, siendo clara tanto la
normativa laboral como la jurisprudencia constitucional emitida sobre el particular, en sentido que,
ante su incumplimiento, se hace viable la tutela constitucional a través de la acción de
amparo constitucional; resultando necesario reiterar que, en todo caso será la instancia laboral
la que producto de la acción social planteada por la parte empleadora, si lo considerare
correspondiente, determine en definitiva si el despido fue o no justificado; por cuanto la justicia
constitucional únicamente viabiliza la tutela ante la decisión unilateral del empleador
que opta por un despido intempestivo; no compeliendo por ende, efectuar
pronunciamiento de fondo al respecto” (las negrillas son agregadas).
Entendimiento que a su vez fue asumido y reiterado por las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0709/2017-S2 de 31 de julio y 0015/2018-S4 de 23 de febrero, entre otras.
III.2. Respecto al cumplimiento obligatorio de la Conminatoria de Reincorporación
Laboral
Sobre este tema, la SCP 0680/2016-S2 de 8 de agosto, manifestó lo siguiente: “…cuando este
Tribunal advierta (fuera de este último caso), que se hubiese incumplido la conminatoria de
reincorporación, deberá conceder la tutela de manera provisional y ordenar que el empleador
cumpla de manera inmediata lo dispuesto en dicha conminatoria, en razón a que podrá ser modificada
en un posterior proceso administrativo y/o judicial.
Razonamiento constitucional, que en ningún momento establece que el cumplimiento
deba ser únicamente de una parte u otra de la conminatoria, sino más bien se entiende,
que debe ser de la totalidad de la misma; toda vez que, al ser emitida por autoridad
administrativa competente, previa constatación de los hechos denunciados, verificación de pruebas
y aplicación de las normas legales laborales, tal como la misma SCP 0386/2015-S3 lo señala en sus
fundamentos, no resultaría lógico establecer que deba cumplirse una parte de la conminatoria
(referente a la reincorporación) y se incumpla otra (respecto al pago de sueldos devengados y
otros derechos también dispuestos por la administración laboral), cuando dicha posibilidad no se

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encuentra contemplada ni regulada por la normativa laboral de nuestro Estado ni por nuestra
Constitución Política del Estado.
Motivo por el que corresponde cambiar la referida línea constitucional y establecer que a partir de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se disponga el cumplimiento
de una conminatoria, por parte de la jurisdicción constitucional, la misma debe ser
entendida en el sentido que debe cumplirse la totalidad y no en una parte u otra, en
observancia del parágrafo IV del art. 10 del DS 28699 de 1 de mayo de 2006, incorporado
por el DS 0495, que dice: ‘IV. La conminatoria es obligatoria en su cumplimiento a partir
de su notificación…’; así como de los principios de protección de los trabajadores e in dubio pro
operario, más aún si la concesión de tutela resulta ser provisional, lo que significa que podrá ser
modificada posteriormente en la vía administrativa y/o judicial, en lo que respecta a la
reincorporación del puesto de trabajo, a los sueldos devengados u otros derechos sociales que
hubiesen sido dispuestos por la conminatoria” (las negrillas nos corresponden).
Entendimiento que ha sido reiterado por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0047/2018-
S3 de 15 de marzo y 0853/2018-S4 de 13 de diciembre, entre otras.
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos invocados en esta acción de defensa, puesto
que existiendo una Resolución Ministerial disponiendo su reincorporación, hasta la fecha no se
procedió a la misma.
Legitimación pasiva del demandado
Conviene referir previamente que la SCP 0885/2017-S2, dictada dentro de la acción de amparo
constitucional interpuesta por Marco Antonio Siles Ríos contra Carlos Antezana García, Rector de la
UTO, alegando que la aludida autoridad, habiendo sido notificada el 3 de mayo de 2017 con la
Conminatoria 18/2017 de 25 de abril, emitida por el Jefe Departamental de Trabajo Oruro, omitió
dar cumplimiento efectivo a la misma; así, sin ingresar al análisis de fondo del problema jurídico, el
Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de su Sala Segunda, resolvió denegar la tutela, por
considerar que el demandado no ostenta la legitimación pasiva para ser demandado “… por actos en
los cuales no intervino ni tuvo participación alguna que menoscabe los derechos y garantías
constitucionales del peticionante de tutela”.
Ahora bien, respecto de la legitimación pasiva en caso de sucesión o cambio de autoridades, este
Tribunal a través de la SCP 0492/2018-S2 de 27 de agosto, estableció la siguiente jurisprudencia
constitucional:
“Con relación a la legitimación pasiva en caso de sucesión o cambio de autoridades, la línea
jurisprudencial se contextualiza de la siguiente manera:
La SC 0264/2004-R de 27 de febrero estableció que la demanda debe estar dirigida contra la
autoridad que ostente el cargo, desde el cual se realizó el acto ilegal o se incurrió en la omisión
indebida; lo que sin embargo no implicaba que asuma las responsabilidades personalísimas que
pudieran determinarse. Dicho entendimiento, fue modulado por la SCP 0134/2012 de 4 de mayo, la
cual indicó que la demanda podrá ser presentada contra la autoridad que cometió el acto ilegal,
aunque ya no se encuentre en el ejercicio del cargo o la función; y que en general, es posible
demandar contra el cargo o la función pública, en cuyo desempeño se cometió el supuesto acto ilegal.
Por su parte, la SCP 0142/2012 de 14 de mayo, señaló que tanto para la fase de la admisibilidad
como para la deliberativa y de decisión, donde se analiza la legitimación pasiva, es suficiente
identificar el cargo o la función pública, en cuyo ejercicio se cometieron los supuestos actos ilegales,
en los casos de cesantía de servidores públicos; posteriormente, la SCP 0402/2012 de 22 de junio,
realizando otra modulación determinó que la acción de amparo constitucional puede ser
presentada, de manera alternativa, contra la exautoridad que cometió el acto ilegal, la
nueva autoridad o contra el cargo o la función pública, en cuyo ejercicio se cometieron
los actos supuestamente ilegales.

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En síntesis, en los casos de sucesión de autoridades, la acción de amparo constitucional


puede ser interpuesta, alternativamente contra la exautoridad que cometió el acto, la
que se encuentra en funciones o contra el cargo o la función pública ” (las negrillas son
nuestras).
En el caso, el Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social emitió la RM 344/18 de 11 de abril de
2018, resolviendo “…REVOCAR la Resolución Administrativa N° 006/2018, de 23 de enero de 2018
y consecuentemente CONFIRMAR la Conminatoria N° 18/2017 de 25 de abril de 2017, ambas
emitidas por la Jefatura Departamental de Trabajo de Oruro” (sic), considerando que “…respecto a
la aludida impersonería del Rector de la Universidad, el presente Acto Administrativo, ha sido emitido
en consideración a lo dispuesto por el Estatuto Orgánico de la Universidad Técnica de Oruro en su
Art. 33 inciso a), Art. 47, Numeral 1 en lo Académico y Art. 52 inciso a), mediante los cuales se
establece que el Rector de la Universidad es el Presidente del Consejo Universitario, contando entre
sus atribuciones el de nombrar a catedráticos y de ser representante de la Universidad ante otras
instituciones o entidades en el ejercicio de sus derechos y obligaciones” (sic), significando que este
acto administrativo posterior a la SCP 0885/2017-S2, estableció de forma clara y precisa que el Rector
de la UTO al ser el Presidente del Consejo Universitario y representante de la Universidad ante otras
instituciones o entidades en el ejercicio de sus derechos y obligaciones, ostenta la legitimación pasiva
para ser demandado a través de la presente acción de amparo constitucional.
Así, ante la existencia de una conminatoria dirigida al Rector de la UTO, con relación de la inmediata
restitución de la materia “FISICA 1102 (Física II)” en la Facultad Nacional de Ingeniería Departamento
de Física a favor del impetrante de tutela, el demandado en la presente acción de defensa ostenta la
legitimación pasiva con relación a la omisión ilegal alegada, no mereciendo mayor abundamiento al
respecto, por el razonamiento vertido precedentemente, correspondiendo el análisis de fondo del
problema jurídico planteado.
Con relación de la conminatoria dispuesta
La RA 344/18 en su parte considerativa señala que: “…De la revisión de antecedentes se tiene que
Marco Antonio Siles Ríos desempeñó funciones en el cargo de Docente Extraordinario invitado de
forma directa, en la materia de Física II - Paralelo ‘O’ de la Facultad Nacional de Ingeniería de la
Universidad Técnica de Oruro durante los periodos 01 de septiembre de 2015 al 31 de diciembre de
2015 como se tiene en el Contrato Especial de Designación Docente DPA/468/2015, de forma
posterior mediante Contrato Especial de Designación Docente DPA/128/2016 fue contratado en
similares condiciones que en el anterior contrato durante el periodo 8 de marzo de 2016 a 14 de julio
de 2016, posteriormente fue designado como docente interino de la materia Física II como se tiene
en la Nota V. Rect. UTO N°:DPA/1511/2016 de 29 de agosto de 2016, misma que señala que el
trabajador habría sido designado como ‘Docente Universitario Tiempo Hora’, Docente Extraordinario
Interino, asimismo dicha nota no refiere el tiempo de duración del contrato de trabajo, señalando
textualmente que: ‘El presente nombramiento es válido hasta que el consejo Facultativo de su unidad
académica y/o el Reglamento del escalafón docente determinen lo contrario’; en este sentido y
conforme a dicho documento se verifica que la relación laboral existente entre el trabajador y la
Universidad Técnica de Oruro habría sido por tiempo ‘indeterminado’, sujeto a una condición, la cual
el empleador no ha demostrado se haya cumplido…” (sic [fs. 48 vta.]).
Asimismo, el solicitante de tutela denunció ante la Jefatura Departamental de Trabajo Oruro el
“…despido intempestivo de una materia ‘Física 1102 (Física II)’ que dictaba con 3 contratos
consecutivos que le fueron concedidas por haber accedido a este derecho de dictar esta docencia
con examen de suficiencia” (sic [fs. 12]), en mérito a ello, el Jefe Departamental de Trabajo Oruro,
emitió la Conminatoria 18/2017, “Por la cual CONMINA al Sr. Ing. CARLOS ANTEZANA GARCIA;
en su calidad de Rector de la Universidad técnica de Oruro.
A la inmediata restitución de la materia ‘FISICA 1102 (Física II)’ en la facultad nacional de Ingeniería
Departamento de Física a favor del trabajador Sr. Ing. MARCO ANTONIO SILES RIOS.

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Y sea en el plazo máximo de tres días hábiles a partir de su notificación al mismo puesto que
ocupaba al momento del despido intempestivo de la materia, más el pago de todos los salarios
devengados, demás derechos sociales y antigüedad que le corresponden a la fecha de
reincorporación” (sic [Conclusión II.1]) y revocada totalmente por RA 006/2018 de 23 de enero,
dictada por la referida autoridad (Conclusión II.2).
También, mediante RM 344/18, dictada por el Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social, se
resolvió “…REVOCAR la Resolución Administrativa N° 006/2018, de 23 de enero de 2018 y
consecuentemente CONFIRMAR la Conminatoria N° 18/2017 de 25 de abril de 2017, ambas
emitidas por la Jefatura Departamental de Trabajo de Oruro” (sic [Conclusión II.3]).
Conforme a la jurisprudencia constitucional establecida en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, la estabilidad laboral se constituye en un derecho
constitucionalmente protegido, consignado en el art. 49.III de la CPE cuando señala que el Estado
protegerá la estabilidad laboral, prohibiéndose el despido injustificado; por lo cual se emitió el DS
28699, modificado por el DS 0495 como mecanismos administrativos que tienden a efectivizar la
inmediatez de la protección constitucional que tiene el derecho a la estabilidad laboral,
constituyéndose en consecuencia un derecho que tiene todo trabajador de conservar su empleo
durante su vida laboral, -salvo que existan causas legales que justifiquen el despido, debiendo a tal
fin ser sometido a un proceso interno en el cual se determine su despido por una de las causales
establecidas en los arts. 16 de la Ley General de Trabajo (LGT) y 9 de su Decreto Reglamentario-,
otorgándole seguridad y confianza que le permita continuar con su trabajo generando un salario para
la satisfacción de sus necesidades familiares; dando lugar en consecuencia, a que se pueda acudir a
la jurisdicción constitucional, ante la eventualidad de que el empleador no cumpla con la conminatoria
de reincorporación dispuesta.
De lo señalado precedentemente y no controvertido de contrario, se advierte que el accionante
sostenía una relación laboral con la Facultad Nacional de Ingeniería de la UTO, desde el 1 de
septiembre de 2015 y el nombrado denunció su despido intempestivo de la materia de Física 1102
(Física II), en mérito de la misma se conminó al Rector de la referida Universidad -mediante
Conminatoria 18/2017- “A la inmediata restitución de la materia ‘FISICA 1102 (Física II)’ en la facultad
nacional de Ingeniería Departamento de Física a favor del trabajador Sr. Ing. MARCO ANTONIO
SILES RIOS” (sic) y sea en el plazo máximo de tres días hábiles a partir de su notificación, al mismo
puesto que ocupaba al momento del despido intempestivo de la materia, más el pago de todos los
salarios devengados y demás derechos sociales que le corresponden a la fecha de reincorporación,
siendo confirmada mediante RM 344/18; determinación que habiendo sido notificada a la citada
Universidad, fue incumplida por el demandado bajo el argumento de que la máxima instancia de
gobierno constituye el Consejo Universitario, incluso sobre las determinaciones de su autoridad y que
en estas no posee ni voz ni voto, no contrariando en modo alguno el incumplimiento de la
conminatoria dispuesta (fs. 129 vta.).
Por lo anteriormente vertido, queda confirmado que el demandado no dio cumplimiento a la aludida
Conminatoria 18/2017, librada por el Jefe Departamental de Trabajo Oruro, haciendo caso omiso a
la misma, puesto que no se procedió a la reincorporación del accionante; en consecuencia, se
vulneró uno de los derechos esenciales consagrados en la Constitución Política del Estado
y en la normativa legal desarrollada, como es el derecho al trabajo y por ende la
estabilidad laboral del impetrante de tutela, conforme se tiene desarrollado en el citado
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, toda vez que no se evidenció que el
prenombrado haya sido sometido a un proceso interno dentro del cual se determine su despido por
alguna de las causales descritas en los arts. 16 de la LGT y 9 de su Decreto Reglamentario, abriendo
el ámbito de protección que brinda la acción de amparo constitucional para obtener su
restablecimiento y por tanto se conceda la tutela solicitada.
Asimismo se aclara que, siendo la conminatoria obligatoria en su cumplimiento a partir de su
notificación, la cual no puede suspenderse en su ejecución ante la interposición de los mecanismos
de impugnación administrativos y judiciales previstos en la normativa legal pertinente; ya que al no

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 726


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ser una resolución que defina la situación laboral del accionante, la misma podrá ser cuestionada
en la judicatura laboral, instancia que establecerá si el despido fue o no justificado; entretanto, la
tutela que otorga este Tribunal es de carácter provisional, ante la decisión unilateral del empleador
que opta por un despido sin causa legal justificada, no correspondiendo por ende efectuar
pronunciamiento de fondo al respecto, conforme al contenido jurisprudencial anotado
precedentemente.
Por último, de acuerdo al entendimiento plasmado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, la concesión de la tutela que se realiza es respecto a la
Conminatoria 18/2017; es decir, que debe cumplirse la totalidad de la misma y no solo en parte,
incluyendo el pago de sueldos devengados desde el despido injustificado y demás derechos sociales
que le correspondan hasta la fecha de su reincorporación.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela impetrada, no obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 02/2019 de 3 de septiembre, cursante de fs. 217 a 220,
pronunciada por la Sala Civil, Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo
el cumplimiento de la Conminatoria 18/2017 de 25 de abril.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0730/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 27188-2019-55-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 267/2019 de 2 de septiembre, cursante de fs. 444 a 448 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Mario Jesús Osorio Soliz contra
Omar Michel Durán y Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejeros del Consejo de la
Magistratura.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 2 de enero de 2019, cursante de fs. 321 a 329, el accionante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso disciplinario que se le siguió, la Resolución Administrativa Disciplinaria 16/2017
de 22 de agosto, declaró probada la denuncia por la falta grave señalada en el art. 187.14 de la Ley
del Órgano Judicial (LOJ), imponiéndole la sanción de suspensión del ejercicio de sus funciones de
Juez por un mes sin goce de haberes; decisión contra la cual, interpuso recurso de apelación, el que
fue resuelto mediante Resolución RSP-AP 22/2018 de 17 de abril, confirmando la Resolución
Administrativa Disciplinaria 16/2017.
Los demandados “…al haber omitido efectuar una adecuada motivación y/o fundamentación de la
Resolución de fecha 17 de Abril de 2018, no sólo suprimieron una parte estructural de la misma, sino
también en los hechos tomaron una decisión de hecho y no de derecho que vulnera de manera
flagrante el citado derecho al debido proceso, que impide ciertamente como disciplinado conocer
cuáles son las razones para que se haya confirmado la decisión de primera instancia, lo que es lo
mismo cuál es la ratio decidendi que llevó a los Consejeros de la Magistratura a tomar esa decisión…”
(sic).
Al Tribunal demandado “…no le estaba permitido -desde ninguna óptica legal- reemplazar su
fundamentación por la simple relación de antecedentes, efectuar o desarrollar conceptos doctrinales,
transcribir concepto de palabras o términos, menos la mención de los requerimientos de las partes o
hacer alusión a gran parte de la juez disciplinaria…” (sic).
La “…decisión administrativa disciplinaria de última instancia, no expone con claridad y precisión las
razones o motivos en los que se sustentan…” (sic).
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de su derecho al debido proceso en su vertiente de motivación y
fundamentación de las resoluciones, citando al efecto los arts. 115.II, 117.I y 410.II de la Constitución
Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia: a) Se disponga la nulidad de la Resolución RSP-AP
22/2018, debiendo dictarse un nuevo fallo; y, b) Sea con lugar a la calificación de daños y perjuicios.
I.2. Trámite Procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Declaración de improcedencia de la acción de amparo constitucional

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La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 01/2019 de 3 de enero, cursante de fs. 330 a 331, declaró
improcedente la acción de amparo constitucional; consiguientemente, el accionante por memorial
presentado el 9 del mes y año indicados, impugnó dicha determinación (fs. 335 a 337).
I.2.2. Admisión de la acción de amparo constitucional
Por Auto Constitucional (AC) 0018/2019-RCA de 31 de enero, cursante de fs. 342 a 348, la Comisión
de Admisión de este Tribunal, con la facultad conferida por el art. 30.III del Código Procesal
Constitucional (CPCo), revocó la Resolución 01/2019, disponiendo la admisión de la presente acción
tutelar y que el Tribunal de garantías someta la causa al trámite previsto por ley, debiendo pronunciar
resolución en audiencia pública, concediendo o denegando la tutela solicitada.
I.3. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 2 de septiembre de 2019, según consta en acta cursante de fs. 438
a 443, se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su representante y abogado, ratificó el contenido de la acción de
amparo constitucional, y ampliándolo indicó que, en su recurso de apelación expreso como agravios:
1) Erróneamente se consideró que se parcializó en el proceso coactivo seguido por el Banco Fortaleza
Sociedad Anónima (S.A.), en concomitancia con el perito, pues no le conminó hacer uso de la fuerza
pública para realizar el peritaje. La Resolución RSP-AP 22/2018 no hace mención a este agravio; 2)
Respecto a la prueba testifical de fs. “82 a 84” y de confesión provocada de fs. “91 a 92”, las
autoridades demandadas mal pueden interpretar que no explicó cómo debía valorarse las mismas;
debiendo haber manifestado porqué esta prueba no se puede considerar como atenuante; 3) La
errónea distinción de las dos faltas que le atribuyen en la denuncia, siendo contradictoria. Este tema,
no pretende que sea considerado por el Tribunal de garantías; 4) No se fijó el objeto preciso del
proceso, pues no esta facultado el denunciante para modificar o ampliar dicha denuncia; y, 5) No se
estimó como se adecuó la prueba a los hechos. El Tribunal de alzada no desglosó los agravios de su
recurso de apelación, pues no existió un nexo común entre las causales dos, tres y cinco, ni estableció
los elementos probatorios para desestimar su recurso, tampoco las causales para desechar sus cinco
agravios.
I.3.2. Informe de los demandados
Omar Michel Durán, Consejero del Consejo de la Magistratura, presentó informe escrito el 7 de agosto
de 2019, cursante de fs. 384 a 387 vta., indicando que: i) La base de la denuncia es el hecho de
retardación indebida en la tramitación del proceso coactivo seguido por el Banco Fortaleza S.A.,
donde las coactivadas plantearon nulidad de obrados y excepción de fuerza coactiva el 9 de marzo
de 2016, habiéndose resuelto el 8 de noviembre del referido año, y por no cumplir el Juez disciplinado
con su deber de dirección del proceso respecto a las actuaciones del perito nombrado en la causa,
quien incumplió sus obligaciones sin que la mencionada autoridad la encamine de manera eficaz y
eficiente para evitar la demora; ii) El disciplinado en su recurso de apelación expuso sus agravios de
modo genérico, siendo que no especificó ni explicó, menos fundamentó que pruebas hubieran sido
valoradas deficiente, insuficiente o defectuosamente; incumpliendo el requisito de subsidiariedad
porque no identificó que prueba no se estimó, tampoco distinguió si existió mala apreciación, error o
insuficiencia en su evaluación, implicando que planteó su recurso de manera incorrecta; iii)
Genéricamente el apelante arguyó la falta de motivación y fundamentación de la Resolución de
segunda instancia, siendo que obtuvo respuesta en los márgenes de lo pedido, tampoco cumplió con
la técnica recursiva precitada, aspecto del que carece la acción constitucional impetrada y que fue
admitida de manera equivocada, al no precisar su pretensión; dicha acción de defensa no especificó
precisa y claramente, cual agravio o agravios no fueron atendidos; y, iv) La Resolución RSP-AP
22/2018 cumple con todos los requisitos de forma y de motivación, siendo que es evidente la
retardación por el lapso de cinco meses al no resolver un incidente de nulidad dentro de un proceso
coactivo; sin embargo, el accionante pretende evadir la aplicación de la justicia disciplinaria cuando

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en los hechos violó el principio de dirección, el cual está compelido a ejercer en la tramitación de
cada causa; por lo que, solicitó se deniegue la tutela.
Dolka Vanessa Gómez Espada, Consejera del Consejo de la Magistratura, por intermedio de su
representante, en audiencia ratificó el informe escrito presentado el 7 de agosto de 2019, descrito
líneas arriba.
I.3.3. Intervención del tercero interesado
El Banco Fortaleza S.A., no presentó escrito alguno ni asistió a la audiencia de acción de amparo
constitucional, pese a su notificación cursante a fs. 437.
I.3.4. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 267/2019 de 2 de septiembre, cursante de fs. 444 a 448 vta.,
denegó la tutela solicitada; bajo los siguientes fundamentos: a) La Resolución RSP-AP 22/2018 tiene
la suficiente motivación, ya que expuso los hechos, así como realizó la fundamentación legal y citó
las normas que sustentan la parte dispositiva de esa decisión; asimismo, dio respuesta a los cinco
agravios expuestos por el accionante; b) Dicha Resolución, respecto al primer agravio; señaló que
presentada la denuncia, fue observada, posteriormente subsanada, ocasionando que sea admitida;
ésta determinación es congruente con lo investigado y procesado debido a que el Reglamento
109/2015 de 27 de octubre, da la posibilidad de actuar de tal manera, en materia administrativa rige
el principio de informalidad, en este sentido, si bien la denuncia no decía a qué falta disciplinaria se
adecuaba el accionar del denunciado, la posibilidad de observación está contenida en dicho
Reglamento; c) Con relación al segundo, tercer y quinto agravios; argumentó que se actuó
objetivamente al valorar la prueba conducente a la falta del art. 187.14 de la LOJ, explicando que
respecto a las causales modificatorias de la responsabilidad, esto no era posible debido a que no
existía justificativo para atenuar o extinguir la falta probada, posteriormente transcribiendo dicha
falta disciplinaria expuso su sustantivo “indebidamente” para concluir que en el caso analizado se
trata de la retardación por el lapso de cinco meses en la emisión de una resolución de incidente de
nulidad dentro de un proceso coactivo atribuido al accionante. Por lo que, se le aclaró al disciplinado
que la sanción impuesta se debió a que tardó cinco meses sin resolver tal incidente; y, d) En
referencia al cuarto agravio, en el que se acusó que no se guardó correspondencia entre lo pedido y
lo resuelto; fundamentó que el proceso disciplinario guarda congruencia con lo denunciado, el auto
de admisión y lo decidido; expresando que el impetrante de tutela fue sancionado en lo que
corresponde a la predicha falta disciplinaria cumpliendo el procedimiento establecido en el citado
Reglamento.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso disciplinario seguido contra Mario Jesús Osorio Soliz -ahora accionante- a
denuncia de Banco Fortaleza S.A., la Jueza Disciplinaria Primera de la Oficina Departamental de Oruro
del Consejo de la Magistratura, mediante Resolución Administrativa Disciplinaria 16/2017 de 22 de
agosto, declaró improbada la denuncia contra el disciplinado por la falta grave prevista en el art.
187.9 -“Incurra en demora dolosa y negligente en la admisión y tramitación de los procesos…”- de
la LOJ y probada por la falta grave señalada en el art. 187.14 -“Omitir y retardar indebidamente la
tramitación de los asuntos a su cargo o la prestación del servicio a que está obligado”- de la citada
Ley, imponiéndole la sanción de suspensión del ejercicio de sus funciones por un mes sin goce de
haberes (fs. 266 a 272 vta.).
II.2. Mediante Resolución RSP-AP 22/2018 de 17 de abril, los Consejeros demandados, resolviendo
los recursos de apelación de la entidad denunciante y del accionante, presentados el 30 de agosto y
1 de septiembre de 2017 respectivamente, confirmaron la referida Resolución Administrativa
Disciplinaria (fs. 275 a 278 vta., 281 a 286 vta. y 293 a 298).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

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El accionante denunció la lesión de su derecho al debido proceso en su vertiente de motivación y


fundamentación de las resoluciones, por cuanto dentro del proceso disciplinario que se le siguió, los
demandados al dictar la Resolución RSP-AP 22/2018 de 17 de abril, no desglosaron los agravios de
su recurso de apelación, pues no existe un nexo común entre sus reclamos dos, tres y cinco, ni
establecieron los elementos probatorios y tampoco las causales para desestimar sus cinco agravios.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. La fundamentación y motivación de las resoluciones como componentes del debido
proceso
La SCP 0169/2015-S2 de 25 de febrero, señaló que: “‘…la garantía del debido proceso,
comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de
conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la
que ha arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que
los hechos no fueron juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir,
no se le convence que ha actuado con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales
que la Ley Fundamental le otorga para que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como
contralor de la misma, a fin de que dentro del proceso se observen sus derechos y garantías
fundamentales, y así pueda obtener una resolución que ordene la restitución de dichos
derechos y garantías, entre los cuales, se encuentra la garantía del debido proceso, que
faculta a todo justiciable a exigir del órgano jurisdiccional a cargo del juzgamiento una
resolución debidamente fundamentada, así se ha entendido en varios fallos de este Tribunal,
entre ellos, la SC 0752/2002-R, de 25 de junio, que ampliando el entendimiento de la SC 1369/2001-
R de 19 de diciembre señaló lo siguiente: «(…) el derecho al debido proceso, entre su ámbito de
presupuestos exige que toda Resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que cada
autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos,
realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de
la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo
suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho
no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes conocer
cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio
decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión».
(…)
La jurisprudencia señaló que el debido proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las
autoridades judiciales, jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad
procesal prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los
procedimientos judiciales y administrativos, entre sus elementos se encuentra la
fundamentación y motivación de las resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un
proceso está obligada a cumplir, no solamente a efectos de resolver el caso sometido a
su conocimiento, sino exponiendo de manera suficiente, las razones que llevaron a tomar

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 731


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cierta decisión, así como las disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al
convencimiento que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como
a la opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…´” (las negrillas corresponden al texto
original).
III.2. Análisis del caso concreto
La problemática planteada por el accionante se centra en que dentro del proceso disciplinario que se
le siguió, los demandados al dictar la Resolución RSP-AP 22/2018 de 17 de abril, no desglosaron los
agravios de su recurso de apelación, pues no existe un nexo común entre sus reclamos dos, tres y
cinco, ni establecieron los elementos probatorios y tampoco las causales para desestimar sus cinco
agravios.
En la especie, en el recurso de apelación interpuesto por el accionante, contra la Resolución
Administrativa Disciplinaria 16/2017 de 22 de agosto; se alegó que:
1) Oficiosamente se ordenó que se subsane la denuncia, “…para que la parte denunciante pueda
alegar o sostener otros hechos que no fueron reclamados oportunamente” (sic); así, la
denunciante argumentó que “…el juzgador incumplió su deber de dirección del proceso, existiendo
retardación en la resolución de la nulidad y excepción formuladas, y respecto a las actuaciones del
perito nombrado en la causa, quién incumple sus obligaciones sin que la autoridad jurisdiccional las
encamine de manera eficaz y eficiente para evitar demora en la ejecución de la Sentencia” (sic);
2) No se determinó las causas modificatorias de la responsabilidad, que moderan la sanción
disciplinaria; no verificó los hechos que sirven de motivo a su decisión, limitándose a establecer el
tiempo transcurrido desde el decreto de “‘Obrados pase a Despacho’” (sic) de 3 de junio de 2016
hasta el 27 de octubre del citado año, señalando que no hubo movimiento y apoyando su criterio con
la prueba documental; la testifical de fs. “82 a 84” y la confesión provocada de fs. “91 a 92”, fueron
deficientemente valoradas, pues las testificales afirman que el proceso coactivo se entrepapeló, no
encontrándose en manos del juzgador, estando en poder de la pasante de la Escuela de Jueces la
mayor parte del tiempo que no se resolvió el incidente y la excepción, teniendo conocimiento los
abogados externos de éstos hechos, una vez hallado el expediente ingresó inmediatamente para
resolución; de la confesión provocada de la denunciante se concluye que ésta no sabía de lo sucedido
con el mencionado legajo, sino los referidos profesionales; no existiendo culpa dolosa o retardación
indebida, ni intención o ánimo de perjudicar a la institución coactivante; hechos que debieron
investigarse en su momento cuando se denunció en forma verbal a Servicios Judiciales; concurriendo
atenuantes o eximentes; confió en la buena fe y lealtad de los prenombrados causídicos; por lo que,
no se aplicó las reglas de la sana crítica;
3) No se efectuó el análisis de los hechos denunciados, ni la valoración de la prueba en su conjunto
en la determinación de la sanción, con relación a que el expediente estuvo en poder del juzgador, la
confesión provocada de la asesora legal de la entidad bancaria, lo informado a los abogados externos,
las acciones contra la pasante y la puesta a conocimiento verbal de la unidad de Servicios Judiciales;
se razonó que se constató “…una actuación negligente de su parte que incidió en el retardo
indebido en la tramitación del asunto a su cargo y una omisión del servicio a que estaba obligado
como directo[r] del proceso” (sic), afirmación confundida con la falta grave prevista en el art. 187.9
de la LOJ, no habiéndose calificado correctamente la infracción aplicable, debiendo corregirse el error
de tipificación considerando además las atenuantes, incluyendo las circunstancias que puedan
modificar su responsabilidad; tampoco se fundamentó las normas procesales civiles que fueron
vulneradas;
4) En la aplicación de una determinada sanción disciplinaria, toda persona tiene derecho a un proceso
justo y equitativo, lo que no ocurrió en el presente caso; y,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 732


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5) No se guarda correspondencia entre lo denunciado, el informe circunstanciado, los medios


probatorios y la Resolución Administrativa Disciplinaria 16/2017, más allá de carecer de una
valoración en conjunto de todos los elementos de prueba, además de no existir correspondencia
proporcional entre las faltas acusadas y la sanción impuesta.
Por su parte, la Resolución RSP-AP 22/2018 que confirmó la Resolución Administrativa Disciplinaria
16/2017, concluyó que:
i) En el presente caso, existe una denuncia que fue observada y subsanada, por lo que se emitió
Auto de admisión e inicio de investigación; actuaciones procesales que son congruentes con lo
indagado y procesado, no siendo evidente que se hubiere forzado se subsane la citada denuncia,
simplemente se observó la misma en uso del Reglamento 109/2015;
ii) En cuanto a los agravios dos, tres y cinco; de la prueba aportada se establece que se actuó con
objetividad al valorar la misma conducente a la falta contenida en el art. 187.14 de la LOJ, no
existiendo justificativo para atenuar o extinguir dicha falta como reclama; infracción ligada con el
sustantivo “indebidamente” que se entiende como incorrecto, inadecuado, prohibido, irregular,
irrazonable, arbitrario e inaceptable, de este significado se entiende que el tipo disciplinario sancionó
en el caso la retardación en la emisión de una resolución de incidente de nulidad dentro de un proceso
coactivo, porque el expediente estaba extraviado; bajo los principios de legalidad, taxatividad y
tipicidad, se debe precisar que se determinó la apertura del proceso por las faltas disciplinarias
contenidas en el art. 187.9 y 14 de la LOJ, así se consideró el retardo de cinco meses en la resolución
del incidente planteado, dentro de la demanda coactiva de referencia, subsunción que se adecua al
tipo correctivo del art. 187.14 de la citada Ley, cuya conducta del accionante convergió en dicha
falta, aspectos que han sido colegidos en la Resolución Administrativa Disciplinaria 16/2017, y
mereció una sanción que es coherente con el Auto de apertura de proceso, la prueba y la Resolución
apelada; y,
iii) Respecto a un proceso justo, se debe señalar que el proceso disciplinario guarda congruencia con
lo denunciado, con el Auto de admisión y con lo resuelto en lo que corresponde a la falta disciplinaria
contenida en el art. 187.14 de la LOJ, cumpliendo el procedimiento establecido en el Reglamento
109/2015, evidenciándose que al disciplinado no se le limitó que ejerza defensa.
Ahora bien, de acuerdo al entendimiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.1
de este fallo constitucional, referido a la debida motivación y fundamentación de las resoluciones,
como un componente del derecho al debido proceso, a través del cual se exige que la autoridad
demandada realice la exposición y el juzgamiento de todos los puntos demandados; es decir, de los
agravios o hechos cuestionados y planteados por las partes intervinientes, así como una
manifestación precisa de las argumentaciones pertinentes y razonables en relación a cada uno de
ellos, que conduzcan a establecer las correspondientes decisiones, a fin de resolver el caso sometido
a su conocimiento, haciendo saber del mismo modo, los motivos que llevaron a dicha autoridad a
asumir una específica determinación.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y teniendo en cuenta además los antecedentes conocidos por
este Tribunal, especialmente el contenido de la Resolución RSP-AP 22/2018 ahora cuestionada, se
advierte que la misma, respecto a los cuestionamientos referidos esencialmente a que: a)
Oficiosamente se ordenó que se subsane la denuncia; b) La testifical de fs. “82 a 84” y la confesión
provocada de fs. “91 a 92”, fueron deficientemente valoradas; c) No se efectuó la valoración de la
prueba en su conjunto, no habiéndose calificado correctamente la falta aplicable; d) No se guarda
correspondencia entre lo denunciado, el informe circunstanciado, los medios probatorios y la
Resolución Administrativa Disciplinaria 16/2017; y, e) Toda persona tiene derecho a un proceso justo
y equitativo. Cumple con las exigencias y requerimientos establecidos en el referido Fundamento
Jurídico, conteniendo por lo tanto la debida motivación y fundamentación requerida en toda
determinación que ingrese al análisis de fondo de la problemática principal, pues dicha Resolución
de alzada a tiempo de exponer sus respectivos fundamentos respecto a esos puntos demandados,
emitió un criterio argumentativo puntual, fundado y suficiente sobre cada uno de ellos.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 733


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Es así que en relación a dichos cuestionamientos, los Consejeros demandados discernieron


razonadamente, tomando en cuenta que:
1) Respecto al primer agravio. Respondieron que la denuncia fue observada y subsanada,
emitiéndose Auto de admisión; actuaciones procesales que son congruentes con lo investigado y
procesado, no siendo evidente que se haya forzado se subsane la denuncia, habiéndose observado
la misma en uso del Reglamento 109/2015;
2) En referencia a los agravios segundo, tercero y quinto. Establecieron que se actuó con objetividad
al valorar la prueba conducente a la falta contenida en el art. 187.14 de la LOJ, no existiendo
justificativo para atenuar o extinguir dicha falta; infracción ligada al sustantivo “indebidamente” que
se entiende como incorrecto, inadecuado, prohibido, irregular, irrazonable, arbitrario e inaceptable,
así tal tipo disciplinario sancionó en este caso la retardación en la emisión de una resolución de
incidente de nulidad dentro de un proceso coactivo, porque el expediente estaba extraviado;
bajo los principios de legalidad, taxatividad y tipicidad, se determinó la apertura del proceso por las
faltas disciplinarias contenidas en el art. 187.9 y 14 de la LOJ, así se consideró la demora de cinco
meses en la resolución del incidente planteado, subsunción que se adecua al tipo disciplinario del art.
187.14 de la citada Ley, conducta del disciplinado que convergió en dicha falta, aspectos que fueron
colegidos en la Resolución apelada, y ha merecido una sanción que es coherente con el Auto de
apertura, la prueba y la mencionada Resolución; y,
3) Con relación al cuarto agravio. Concluyeron que el proceso disciplinario guarda congruencia con
lo denunciado, el Auto de admisión y lo resuelto en lo que corresponde a la falta contenida en el art.
187.14 de la LOJ, cumpliendo el procedimiento establecido en el Reglamento 109/2015,
evidenciándose que al disciplinado no se le limitó el ejercicio de su defensa.
En tal sentido, conforme los fundamentos realizados por los Consejeros demandados, quedan
claramente establecidos y explicados los motivos por los que consideraron que la Resolución
Administrativa Disciplinaria 16/2017 se confirmó.
Por lo que, las situaciones descritas denotan el cumplimiento de las exigencias jurisprudenciales
requeridas, por parte de la Resolución de alzada cuestionada, conteniendo una clara exposición de
las razones y motivos específicos que sustentan la determinación plasmada y asumida por los
Consejeros demandados que suscribieron la misma; por consiguiente, la decisión disciplinaria ahora
impugnada, se encuentra fundamentada y motivada, pues uno de los elementos estructurales que
hace a la debida fundamentación de las resoluciones, lo configura la exposición del criterio jurídico,
el que se tiene por expresado en la presente problemática, concretamente respecto a los puntos
discutidos por el accionante; siendo necesario aclarar que, la sola discrepancia con la disposición
asumida, no constituye suficiente cargo para concluir la lesión de derechos, igualmente debe tomarse
en cuenta que la fundamentación de los fallos, no implica una labor de exposición exagerada y
abundante de hechos, citas legales ni argumentos reiterativos, sino que, la resolución sea concisa,
clara e integre todos los puntos demandados, de manera que consten las razones determinativas que
respaldan la medida adoptada.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 267/2019 de 2 de septiembre, cursante de fs. 444 a
448 vta., pronunciada por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Chuquisaca; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado

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MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0731/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29357-2019-59-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 84/2019 de 5 de junio, cursante de fs. 214 a 219 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Juan de Dios Doria Medina Cavero,
Edwin Escobar Gutiérrez, Luis Edmundo Garrón Carbajal y Edwin Rodolfo Rodríguez
Pérez contra José Never Romero Arias, Franklin Arancibia Peñaranda, Eulogio Quintana
Humerez, Sandro Paniagua Vargas y Teófilo Plaza Calvimontes, Presidente,
Vicepresidente, Secretario y Vocales respectivamente del Consejo Disciplinario; Gonzalo
Velasco Campos, Jhonny Armando Estrada Morales, Álvaro Joaquín Reynolds Rico, Ariel
Lagrava Ugarte y Edwin José Saucedo Serrano, miembros del Directorio, de la gestión
2018-2019; y, Mario Torres Valencia, Secretario de Gobierno, Walter Poquechoque
Aguilar, Secretario de Relaciones, Gil Calderón Salinas, Secretario de Hacienda y Grover
Basagoitia Chacón, Secretario de Transporte, integrantes del Directorio gestión 2019-
2020, todos del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 22 de mayo de 2019, cursantes de fs. 40 a 49 los accionantes, expusieron
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Son afiliados del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, desde hace varios años,
en el que desarrollan la actividad de transporte de cemento de la Fábrica Nacional de Cemento
Sociedad Anónima (FANCESA S.A.) a los diferentes departamentos del país. Se les inició un proceso
disciplinario en su contra, sin saber los supuestos hechos sancionables; toda vez que, no se les
notificó con la denuncia escrita como manda el art. 49 inc. d) del Reglamento Interno del Sindicato
Regional de Chóferes “Sucre”; existiendo además, irregularidades en el proceso como la notificación
en fechas pasadas a una presunta reunión de asamblea y a otro de los peticionantes de tutela, el
mismo día de realización de dicha reunión, sin darles tiempo de conocer los hechos y desvirtuar los
mismos, lo que vulneró su derecho al debido proceso.
El 6 de abril de 2019, el referido Sindicato, llevó adelante la Asamblea General Ordinaria en la que
de forma intempestiva, fueron sorprendidos con la lectura de la parte resolutiva de las Resoluciones
Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y
S.R.CH.S./C.D. 015/2019, todas de 5 de abril e inmediatamente sin dejarles verter una sola palabra,
fueron desalojados y a partir de ese momento se les dio por expulsados, sin derecho a suministro de
carga y los otros derechos de orden sindical.
El 16 de abril de 2019, fueron notificados con las referidas Resoluciones, en las que advirtieron que
no existen los hechos por los cuales fueron sancionados, no se describió la compulsa y valoración de
la prueba que demuestre que son reincidentes, al no contar con resolución sancionatoria previa y
debidamente ejecutoriada, no conocen la razón de la decisión como requisito mínimo de una debida
fundamentación; únicamente se transcribieron artículos del Reglamento Interno y Estatutos del
indicado Sindicato, por lo que solicitaron fotocopias legalizadas del expediente del proceso
disciplinario con la denuncia escrita y la prueba existente a los fines de hacer uso de su derecho a la
doble instancia; sin embargo, a pesar de reiterar la solicitud no obtuvieron respuesta, aspecto que
consta en el Acta Notarial 006 de 17 de igual mes y año.

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A pesar de no contar con la documental solicitada en fotocopias, mediante memorial de 18 de dicho


mes y año, presentaron apelación contra las Resoluciones descritas precedentemente. En la misma
fecha, recién se notificó a Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez con la Resolución Consejo Disciplinario
S.R.CH.S./C.D. 013/2019; apelando este último el 24 del mismo mes y año, quien tampoco conoció
la documental requerida, ya que por Acta Notarial 008 de la citada fecha, no se contaba aún con
respuesta.
El 1 de mayo de ese año hubo cambio de Directorio del señalado Sindicato y al verse perjudicados
por la falta de suministro de carga, el 16 del mismo mes y año, se apersonaron a dicho Sindicato a
solicitar se les habilite para recibir esa carga, pero les fue negada.
El 20 del indicado mes y año, se apersonaron ante Severino Condori, Secretario General de la
Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, quien les informó que hasta esa fecha no se
constituyó el tribunal de honor para que conozca sus recursos de apelación, situación ajena a ellos.
La sanción impuesta se ejecutó de manera inmediata, expulsándolos y privándoles del ejercicio del
derecho al trabajo al inhabilitarlos para recibir carga, antes de que la resolución sancionatoria se
resuelva por el Tribunal de Honor de la referida Federación Departamental de Chóferes; es decir, los
demandados, ejecutaron la sanción en su contra, sin que las Resoluciones antes dichas, tenga calidad
de cosa juzgada.
Sin suministro de carga, no pueden acceder a ganar dinero por el flete de transporte de sus camiones
y sostener a sus familias en las necesidades mínimas como ser alimentación, servicios básicos,
vivienda, vestimenta y otros. Tampoco pueden esperar a que se conforme un tribunal de honor que
resuelva su apelación, instancia que debía ser permanente. La espera a que se agote la vía sindical
disciplinaria desvirtuaría el carácter protectivo de la acción de amparo constitucional, convirtiendo la
misma en tardía e ineficaz, por lo que se encuentran dentro de la excepción a la subsidiariedad,
siendo procedente la acción de amparo constitucional.
La falta de aplicación de criterios interpretativos por parte de los demandados el art. 40 del señalado
Reglamento Interno en las Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019,
S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, en estrecha relación
al debido proceso, defensa y trabajo, al no observar el criterio interpretativo teleológico de dicha
norma, llevándoles a una terrible decisión respecto a la ejecución de la sanción. Por otra parte, la
expulsión del Sindicato no puede ser ejecutada de manera inmediata, ya que existen otras instancias
a las que pueden acudir, privándoles de hacer uso del derecho a impugnar.
En cuanto a la interpretación sistemática del artículo precitado, se remiten a lo previsto en los arts.
115.II, 116.I y 117.I de la Constitución Política del Estado (CPE), por los que se garantiza el derecho
al debido proceso, a la defensa, la presunción de inocencia y que ninguna persona puede ser
condenada sin haber sido oída y juzgada previamente; por lo que, los derechos citados se ven
afectados por la mala aplicación normativa de los demandados al proceder a sancionarlos antes de
que se cumpla con las etapas del proceso.
Respecto a la interpretación gramatical del art. 40 del Reglamento Interno referido, los demandados
aplicaron incorrectamente el mismo, al entender mal y remitir directamente las Resoluciones del
Concejo Disciplinario mencionadas al Directorio para su aplicación inmediata, cuando lo correcto era
ordenar su ejecución cuando las mismas se encuentren debidamente ejecutoriadas; vulnerándose
además el principio de legalidad; toda vez que, la propia norma prevé instancias de apelación, así
como el de seguridad jurídica al no respetarse los pasos a seguir.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes alegaron como lesionados sus derechos al debido proceso, a la defensa, al trabajo y
a los principios de legalidad y seguridad jurídica; citando al efecto los arts. 46, 115.II, 116.I y 117.I
de la CPE.
I.1.3. Petitorio

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 737


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Solicitaron se conceda la tutela, dejando establecido que: a) Las Resoluciones Consejo Disciplinario
S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D.
015/2019, no pueden ser ejecutadas mientras no adquieran la calidad de cosa juzgada; b) Se ordene
a los miembros de la Directiva del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, se les
reincorpore inmediatamente y habilite para el sumistro de carga de forma normal y gocen de los
demás derechos sindicales como afiliados, mientras no haya una resolución de expulsión
debidamente ejecutoriada; y, c) Se exhorte al Directorio de la Federación Departamental de Chóferes
de Chuquisaca a conformar a la brevedad posible el tribunal de alzada -tribunal de honor-, remitiendo
los recursos planteados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 5 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 198 a 213,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de su abogado, ratificaron in extenso la acción de amparo constitucional
interpuesta, precisando en su petitorio que se ordene a los miembros de la Directiva del Sindicato
Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, su reincorporación de forma inmediata y se les
suministre carga en forma normal y gocen del resto de sus derechos sindicales; además solicitaron
que este conflicto no sea resuelto por la vía laboral porque no existe dependencia con el Sindicato,
ni por la vía civil porque no prestan servicios.
I.2.2. Informe de los demandados
José Never Romero Arias, Franklin Arancibia Peñaranda, Eulogio Quintana Humerez, Sandro Paniagua
Vargas, Álvaro Joaquín Reynolds Rico y Ariel Lagrava Ugarte en su calidad de exmiembros del Consejo
Disciplinario y del Directorio del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado” de la
gestión 2018-2019, por informe escrito presentado el 5 de junio de 2019, cursante de fs. 168 a 172
vta., señalaron que: 1) Se acusó que el Directorio del Sindicato aludido de la citada gestión, hubiere
ejecutado las Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019,
S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, de manera inmediata y sin que se encuentren
debidamente ejecutoriadas por las apelaciones interpuestas de acuerdo al Reglamento del Tribunal
de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, actuando con deslealtad al no
dar a conocer los motivos por los que se originó el proceso disciplinario, que específicamente causo
la conducta de reincidencia en el descargue en el camino de cemento FANCESA S.A. transportada de
Sucre a Santa Cruz; es decir, la carga no llegó a la oficina regional del Oriente “ORO” en la citada
ciudad de Santa Cruz, tal cual contemplaba el contrato individual, que obligaba su transporte de
carga regulada por el Código de Comercio, en cuanto a obligaciones y responsabilidades como
transportadores en las condiciones y lugar establecido, transgrediendo los arts. 946, 947, 954 y 960
inc. 3) del Código de Comercio (Ccom), dichas conductas de los peticionantes de tutela no solo
pudieron acarrear la resolución de los contratos individuales de carga por FANCESA S.A., sino también
la pérdida de los demás contratos con los afiliados al Sindicato Regional de Chóferes de Sucre
“Transporte Pesado”, causando perjuicio a la colectividad de los afiliados; 2) No es evidente que solo
les hicieron conocer las Resoluciones precitadas; de acuerdo a procedimiento los impetrantes de
tutela tuvieron conocimiento desde el inicio sobre el proceso disciplinario, desde que se cumplió con
las citaciones respectivas de forma individual con el sumario, habiéndose tomado las declaraciones
de algunos ante el Consejo Disciplinario y otros a pesar de saber de su situación no asumieron
defensa, no produjeron prueba de descargo en los plazos fijados, precluyendo dicha etapa; por lo
que una vez acumuladas las pruebas, se determinaron las sanciones contra los accionantes por los
miembros del citado Consejo y se dio lectura de dichas Resoluciones en Asamblea Magna por parte
del Directorio del Sindicato señalado, oportunidad en la que estuvieron presentes los impetrantes de
tutela, reaccionando de modo agresivo contra el Directorio y por tal actitud reprochable fueron
desalojados por los demás afiliados presentes; 3) En relación a que las indicadas Resoluciones
Consejo Disciplinario del Sindicato Regional de Chóferes de Sucre “Transporte Pesado”, no fueron
suficientemente fundamentadas y motivadas, las partes tienen la obligación de estar a la expectativa

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 738


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de su pronunciamiento y notificación personal, para activar dentro del plazo previsto la vía de
aclaración, complementación y enmienda, en caso de considerar defectos de forma; no habiendo los
prenombrados reclamado oportunamente ninguna omisión; 4) Respecto a que no se respetaron las
instancias; deberá tomarse e cuenta que los peticionantes de tutela por su deliberada voluntad no
asumieron defensa, a pesar del conocimiento de la denuncia y dejaron precluir las etapas procesales;
es más, las apelaciones fueron interpuestas al Sindicato Regional de Chóferes aludido y dirigidas al
Consejo Disciplinario, resultando dicha situación fuera de lo normado en el Reglamento del Tribunal
de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, permitiendo que las
resoluciones sancionatorias adquieran ejecutoria y calidad de cosa juzgada; lo que cierra toda
posibilidad bajo los principios de seguridad jurídica y legalidad consagrado en la Constitución Política
del Estado, al no haber interpuesto las apelaciones dentro el marco establecido en los arts. 15 y 16
del citado Reglamento; 5) Sobre la supuesta vulneración al debido proceso porque se aplicó de
manera anticipada las sanciones dispuestas en la referidas Resoluciones; tampoco es evidente, pues
si bien en la parte dispositiva se ordenó la aplicación inmediata de la sanción, ello no implica que no
se tenga que esperar la ejecutoria de las Resoluciones; decisión que no fue asumida porque inclusive
los miembros de los Consejo Disciplinario y Directorio, cesaron en sus funciones; sin embargo, debe
tomarse en cuenta que las Resoluciones emitidas se encuentran debidamente ejecutoriadas y con
calidad de cosa juzgada por las defectuosas e improcedentes apelaciones interpuestas fuera del plazo
previsto y donde no correspondía, pretendiendo los impetrantes de tutela subsanar los incorrectos
recursos antes dichos que contienen los mismos fundamentos de la presente acción tutelar; 6) De la
denuncia de lesión del derecho al trabajo, porque se habría ejecutado de forma prematura las
sanciones contra los peticionantes de tutela; el Consejo Disciplinario y Directorio, no aplicaron ni
ordenaron el cumplimiento de la sanción, por lo que no existe prueba alguna presentada por los
ahora impetrantes de tutela que demuestre que se dio orden de ejecución, más aún cuando los
demandados en su calidad de dirigentes cesaron el 1 de mayo de 2019 de sus cargos directivos; por
otra parte, corresponde aclarar que el ente sindical no es la instancia que suministra carga a sus
afiliados, ya que el sindicato es una agrupación de varios de ellos que prestan servicio de transporte
pesado y las empresas como FANCESA S.A. contrata la prestación de servicio de transporte y es dicha
fábrica la que asigna carga a cada afiliado mediante contratos individuales; no existe vulneración al
derecho al trabajo; 7) Corresponde la improcedencia de la acción de amparo constitucional por
ejecutoria de las resoluciones sancionatorias, al no haber sido apeladas conforme al Reglamento del
Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, de acuerdo a lo
señalado por los propios accionantes, los recursos de apelación fueron presentados ante el citado
Consejo Disciplinario, el 18 y 24 de abril de 2019 y demostrando su deliberada voluntad y actos
consentidos se apersonaron ante la Federación Departamental de Chóferes mencionada, junto a
Notario de Fe Pública, a los fines de constatar si dicho Tribunal se había conformado; es decir, se
demuestra que conocían el procedimiento a los fines de apelación, pero no cumplieron lo descrito en
el citado Reglamento; en todo caso, si tenían conocimiento que no se conformó el tribunal de honor,
las apelaciones debieron ser presentadas en Secretaría de la Federación Departamental de Chóferes
precitada, de conformidad a lo previsto en el prenombrado Reglamento, a los fines de evitar la
ejecutoria de las Resoluciones y una vez conformado ese tribunal, las mismas se hubieran resuelto;
y, 8) Concurre la improcedencia de esta acción de defensa por falta de legitimación de los
accionantes, por ejecutoria y calidad de cosa juzgada de las Resoluciones impugnadas y porque “a
la fecha”, estos ya no son miembros del Sindicato Regional de Chóferes de Sucre “Transporte
Pesado”; y en consecuencia, no se puede restituir derechos sindicales, que no les corresponde; por
lo que, solicitaron se deniegue la tutela.
Gonzalo Velasco Campos, mediante informe escrito presentado el 5 de junio de 2019, cursante de fs.
174 a 176, señaló que, en marzo de esa gestión remitieron ante el Consejo Disciplinario denuncias
verbales efectuadas de parte de afiliados del Sindicato, contra los compañeros que procedieron al
descargue de cemento sin que este pueda llegar a destino y su posterior comercialización,
constituyéndose en conducta de falta grave; estos hechos fueron puestos en conocimiento de los
accionantes, en especial de Juan de Dios Doria Medina Cavero, quien en ese momento fungía como
Secretario de Conflictos del Directorio. Asimismo, de acuerdo a las reglas y subreglas se entiende

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 739


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que la jurisdicción constitucional se activará únicamente si se agotan previamente los medios legales
intraprocesales y si el órgano encargado de hacer ejecutar el fallo no lo hiciere, ocasionando con
dicha omisión lesiones a derechos fundamentales; sin embargo, en el caso en particular, los
peticionantes de tutela, interpusieron recurso de apelación el 18 de abril de dicho año, obviando la
norma especial como es el Reglamento del Tribunal de Honor de la Federación Departamental de
Chóferes de Chuquisaca, en el cual se consigna el procedimiento para su interposición. El art. 49 de
la citada norma prevé que la infracción de los Estatutos y del Reglamento Interno, serán sancionados
con multas pecuniarias y según la gravedad del caso, con suspensión con ignominia. Por otra parte,
las actas notariales que adjuntan no demuestran que los accionantes acudieron al Sindicato
mencionado a solicitar su habilitación y que esta hubiere sido negada, por lo que no existe vulneración
a los derechos a la defensa y al trabajo conforme se alega. Por todo lo expuesto solicitó se deniegue
la tutela.
Mario Torres Valencia, Secretario de Gobierno y Walter Poquechoque Aguilar, Secretario de
Relaciones, ambos del Directorio del Sindicato Regional de Choferes Sucre “Transporte Pesado”,
mediante informe escrito presentado el 5 de junio de 2019, cursante de fs. 189 a 191, señalaron
que: i) El Consejo Disciplinario del citado Sindicato gestión 2018-2019, por denuncia del Directorio,
procedió a sustanciar procesos disciplinarios contra los impetrantes de tutela y otros afiliados al
mismo por haber procedido a descargar y comercializar la carga de cemento sin que llegue a destino,
hecho que se encuentra prohibido según su normativa; a tal efecto, adjuntaron copias del Libro de
Actas en los que se registró las entrevistas y declaraciones efectuadas por los solicitantes de tutela y
pruebas aportadas, cuyo resultado fue la emisión de las Resoluciones Consejo Disciplinario
S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D.
015/2019, en las que se determinó su expulsión del seno sindical al incurrir en la comisión de faltas
previstas en el art. 19 y 40 del Reglamento Interno del Sindicato de Chóferes “Sucre”, sanción que
fue puesta a conocimiento de los peticionantes de tutela el 6 de abril de ese año, en oportunidad de
llevarse a cabo una Asamblea Ordinaria, en cumplimiento al art. 13 de la citada norma; habiéndose
interpuesto apelación ante el Consejo Disciplinario, este no tenía competencia; ii) En cuanto a la
subsidiariedad de la presente acción, de acuerdo a los memoriales de apelación de 18 y 24 de abril
de 2019, estos fueron planteados de manera incorrecta y contraria al art. 16 del Reglamento del
Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, encontrándose
pendiente de resolución y teniendo, según normativa, una vía más para acudir como es la
Confederación de Chóferes de Bolivia, por lo que no se afectó el derecho a la defensa ni a recurrir a
otras instancias a los fines de hacer valer sus derechos; y, iii) Sobre la supuesta vulneración de los
derechos al trabajo, al debido proceso y a la defensa; el sistema general de distribución de carga
abarca la tuición de formalizar la misma delegada por FANCESA S.A., siendo la única con atribución
para realizar bajas del sistema de reparto y en cuanto a que se encuentran dados de baja del sistema,
dicha situación tampoco les corresponde, sino a la empresa proveedora de cemento; por lo que,
solicitaron se deniegue la tutela impetrada.
Teófilo Plaza Calvimontes a través de su representante, por informe escrito presentado el 5 de junio
de 2019, cursante de fs. 193 a 196, precisó que: a) Por denuncia del Directorio remitida al Consejo
Disciplinario, se procesó disciplinariamente a diecisiete afiliados, entre los que se encontraban los
peticionantes de tutela, mismos que incurrieron en la comisión de faltas y prohibiciones contempladas
en el Reglamento Interno de la institución, en dicho proceso, fueron citados y a pesar de hacerles
conocer las denuncias en su contra, no se hicieron presentes algunos; de igual manera, la sanción
establecida fue puesta en conocimiento de los procesados en Asamblea Ordinaria cuando se dio
lectura pública y posterior a ello no procedieron a recoger en tiempo oportuno, sino dejaron
transcurrir el tiempo hasta el 15 y 18 de abril de igual año y a partir de esas fechas solicitaron copias
de antecedentes; b) Como exmiembro del Consejo Disciplinario, una vez emitidas las Resoluciones
precitadas en la que constan las sanciones, se pasó al Directorio del Sindicato a los fines de su
ejecución; sin embargo, los accionantes el 18 de dicho mes y año presentaron recurso de apelación,
pero que de acuerdo al art. 15 y 16 del Reglamento del Tribunal de Honor de la Federación
Departamental de Chóferes de Chuquisaca, debió ser planteada de forma escrita y dirigida al
Presidente de la referida instancia y en el plazo de los días siguientes a su notificación con la

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“sentencia”; y, c) Respecto a la vulneración del derecho al trabajo, el Consejo Disciplinario este no


ejecuta las Resoluciones, sino el Directorio; tampoco está a cargo de la disposición de la carga a los
afiliados, no habiéndose presentado prueba alguna que demuestre que lesionaron ese derecho, el
sistema de reparto de carga es efectuado por FANCESA S.A; por lo que, solicitó se deniegue la acción
presentada.
Jhonny Armando Estrada Morales, Edwin José Saucedo Serrano, Gil Calderón Salinas, y Grover
Basagoitia Chacón, no presentaron informe ni concurrieron a la audiencia, pese a su notificación
cursante de fs. 52 vta. a 54.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, por Resolución
84/2019 de 5 de junio, cursante de fs. 214 a 219 vta., concedió parcialmente la tutela solicitada,
disponiendo que los demandados en actual ejercicio de funciones en la Directiva del Sindicato
Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, no ejecuten la determinación asumida, conforme
a su normativa mientras no esté debidamente ejecutoriada o haya adquirido firmeza y no negar la
habilitación o el suministro de carga a los accionantes puesto que ello impide el derecho al trabajo;
conforme a los siguientes fundamentos: 1) De acuerdo al “…Acta de Verificación de Respuesta
N° 16/2019” (sic) a cargo del Notario de Fe Pública, José Edgar Yucra Pérez, se acreditó que se
cumplió con la ejecución de una “resolución administrativa” que no adquirió firmeza; debiendo
realizarse un proceso administrativo en el que se dé posibilidad de una defensa plena y sancionar en
los casos en los que se demuestre culpabilidad; 2) En cuanto a las Resoluciones Consejo Disciplinario
S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D.
015/2019, que ya tiene calidad de cosa juzgada al haberse presentado la apelación a una autoridad
incompetente, dejando precluir el plazo para impugnar ante la correcta; el principio de flexibilidad e
informalismo que rige en materia administrativa y el pro actione, señalan que debe dejarse de lado
todos los formalismos intrascendentes que lo único que impiden es materializar los derechos y
garantías fundamentales de las personas y en virtud a la nueva Constitución Política del Estado, se
ha cambiado la forma de impartir justicia, primando el derecho material sobre el formal, no pudiendo
rechazarse una impugnación por defectos como el equivocarse en el nombre de la autoridad a quien
va dirigida; y en el caso en particular, al recibirse las apelaciones el 18 de abril de 2019, dentro de
los cinco días previstos en su normativa, la autoridad de primera instancia tenía la obligación de
remitir los antecedentes al Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de
Chuquisaca para que resuelva la impugnación, conforme se realizó al constar nota mediante la cual
se derivó a conocimiento de esta, la apelación incoada; 3) Al no encontrarse ejecutoriada la decisión
de primera instancia, no puede aplicarse una sanción anticipada de inhabilitación para no recibir
carga de cemento; 4) Respecto a la falta de legitimación pasiva, no es evidente puesto que debe
citárseles a las exautoridades para fines de responsabilidad personal y a las nuevas, de manera
institucional y para el cumplimiento de lo resuelto en la presente acción tutelar; y, 5) Sobre el acto
consentido, si bien es una causal de improcedencia de la acción de amparo constitucional; sin
embargo, en el presente caso no se evidenció que la parte accionante, hubiera consentido la decisión,
al contrario impugnó la misma.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursan Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019,
S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, todas de 5 de abril, emitidas por el Consejo
Disciplinario del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, a través de las cuales se
resolvió por unanimidad sancionar con expulsión del mismo a los afiliados Luis Edmundo Garrón
Carbajal, Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, Edwin Escobar Gutiérrez y Juan de Dios Doria Medina
Cavero, al haber incurrido en la falta prevista en el art. 40 del Reglamento Interno del Sindicato
mencionado, que establece: “…Los reincidentes que comercien con la carga transportable entregada
por el Sindicato, sin embargo de conocer las prohibiciones. Sanción: expulsión pública definitiva
haciendo conocer a la opinión el delito cometido” (sic [fs. 3 a 10]).

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II.2. Mediante memorial presentado el 18 de abril de 2019, Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin
Escobar Gutiérrez y Luis Edmundo Garrón Carbajal, interpusieron apelación contra las Resoluciones
citadas precedentemente. De igual forma, Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, a través de memorial
interpuesto el 24 de abril del mismo mes y año apeló la Resolución S.R.CH.S./C.D. 013/2019 (fs. 11
a 14 y 15 a 18 vta.).
II.3. Por memoriales interpuestos el 15 y 16 de idéntico mes y año en oficinas del Sindicato Regional
de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, los impetrantes de tutela solicitaron y reiteraron fotocopias
legalizadas de los antecedentes del proceso disciplinario de la Asamblea General Ordinaria de 6 de
similar mes y año, en la que se dictaminó su expulsión y de las Resoluciones del Consejo Disciplinario
precitadas (fs. 19 a 20 vta. y 22 a 23).
II.4. Consta nota suscrita por el Consejo Disciplinario del Sindicato mencionado, dirigido a Juan de
Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez y Luis Edmundo Garrón Carbajal, mediante la
cual respondieron a cuatro puntos solicitados: i) Que la documentación del proceso disciplinario se
encuentra en custodia del Secretario de Actas del Consejo y que al encontrarse de viaje no se podrá
otorgar las fotocopias requeridas; ii) El Acta de 6 de abril de 2019, no se encuentra bajo su custodia,
correspondiendo se solicite a la Asamblea General Ordinaria; iii) El 15 de abril de 2019, se realizó la
entrega de las Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019
y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, en copias originales a su conocimiento; y, iv) El Concejo Disciplinario no
remitió ninguna nota a FANCESA S.A., en la cual instruya su suspensión en la factoría, aclarando que
no es atribución de dicha instancia disciplinaria (fs. 21).
II.5. De acuerdo al Acta 006 de 17 de abril de 2019, de Verificación de Respuesta a memoriales de
16 de abril de igual año, consta que Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez y
Luis Edmundo Garrón Carbajal se constituyeron en Secretaría del Sindicato Regional de Choferes
Sucre “Transporte Pesado”; en la que Jhonny Armando Estrada Morales y Jimena Barrón, Secretario
de Hacienda y Secretaria, ambos del Sindicato mencionado, informaron que los memoriales dirigidos
al Presidente y Miembros del Concejo Disciplinario, en el que reiteraron que la solicitud de fotocopias
legalizadas, no fueron providenciados “a la fecha” (fs. 24). En mérito al Acta 008 de 24 de abril del
mismo año, consta que Jhonny Armando Estrada Morales, Secretario de Hacienda, informó que los
memoriales en los que se peticionó por segunda vez fotocopias legalizadas no fueron providenciados
(fs. 26). Según Acta 012/2019 de 10 de mayo, la Secretaria del Sindicato informó que los memoriales
en los que se solicitaron fotocopias legalizadas no contaban con respuesta y el recurso de apelación
interpuesto por Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, no fue remitido a la instancia correspondiente (fs.
28). Por el contenido del Acta de 016/2019 de 16 mayo, se informó que los memoriales de solicitud
de fotocopias legalizadas, no fueron providenciados y en relación a la apelación incoada por Edwin
Rodolfo Rodríguez Pérez, ocurrió lo mismo. Asimismo, en relación al pedido de que sean habilitados
para recibir carga, Mario Valencia Torres, Grover Basagoitia Chacón, Gil Calderón Salinas, Secretario
General, de Transporte y Hacienda informaron que Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar
Gutiérrez, Luis Edmundo Garrón Carbajal y Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez no estaban habilitados
debido a la sanción emergente de la Asamblea General Ordinaria y que su caso fue derivado a la
Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, instancia que resolvería los recursos
planteados. De igual manera, la Secretaria de la Federación predicha, informó que no existe un
tribunal de honor constituido y que el mismo recién se conformaría (fs. 29). Finalmente, en razón del
Acta 017/2019 de 20 de igual mes, se hizo constar que los accionantes se constituyeron en oficinas
de Severino Condori, Secretario General de la Federación Departamental de Chóferes aludida, quien
informó que no cuentan “a la fecha” con dicho tribunal y que recién se conformaría el miércoles 22
del mismo mes y año (fs. 30).
II.6. Cursa oficio suscrito por el Secretario de Relaciones del Sindicato Regional de Chóferes Sucre
“Transporte Pesado”, de 24 de abril de 2019, dirigido al Presidente del Directorio de FANCESA S.A.,
a través del cual puso en su conocimiento las Resoluciones de expulsión del seno del Sindicato,
emitidas por el Consejo Disciplinario, de los afiliados Luis Edmundo Garrón Carbajal y Edwin Escobar
Gutiérrez; y, solicitó regularizar y tomar nota de las referidas Resoluciones de los exafiliados,
debiendo depurar a los socios que no cuentan con certificado de afiliación (fs. 27).

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II.7. Se tiene: a) Oficio de 26 de febrero de 2019, por el que los Secretarios de Gobierno, Hacienda
y de Transporte 1 del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, hicieron conocer al
Presidente del Consejo Disciplinario del citado Sindicato, la nómina de 17 afiliados que estuvieron
descargando en medio camino y no así en el destino dispuesto, entre los que se encuentran los ahora
peticionantes de tutela (fs. 83); b) Oficio con cite GCOM 163/ “2018” -lo correcto es 2019- de 17 de
enero, suscrita por el Gerente General de FANCESA S.A., a través del cual se dio aviso al Sindicato
referido, que el transporte de cemento está programado en destino, debe ser obligatoriamente
entregado en el lugar establecido por dicha fábrica, lo contrario implicaría ser sujetos a una primera
falta con la suspensión de tres meses y por una segunda falta, la suspensión total (fs. 84); c) Detalle
de viajes por vehículo, cantidad de carga, destino y fechas de viaje, correspondientes a Juan de Dios
Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez, Luis Edmundo Garrón Carbajal (fs. 86 a 93);
Citaciones 019/2018, 020/2018 y 023/2018, todas de 12 de marzo de 2019 a los peticionantes de
tutela, poniéndoles en conocimiento el inicio de proceso disciplinario del Sindicato aludido, por haber
procedido a descargar bolsas de cemento fuera de ruta; es decir, que no llegaron a destino final en
la ruta Sucre-Santa Cruz, emplazándolos a presentarse el día 22 de similar mes y año a horas 9:00
ante el Comité Disciplinario del Sindicato citado ubicado en la Plaza 25 de Mayo número 48 de la
ciudad de Sucre, a los fines de ser escuchados y presenten los descargos que vean por conveniente
para su defensa; constando en el reverso de cada citación la firma de recepción (fs. 94 a 96); d)
Libro de Actas de 22 de idéntico mes y año, en cuyo orden del día se redactó: “Caso compañeros
que descargaron en medio camino y rebaja de flete” (sic), constando las declaraciones de Luis
Edmundo Garrón Carbajal, así como otros afiliados de la lista de 17; mas no se presentaron a la
convocatoria Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, Edwin Escobar Gutiérrez, Juan de Dios Doria Medina
Cavero y otros (fs. 97 a 101). e) Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019,
S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019 todas de 5 de abril, a
través las cuales de sancionó con expulsión del Sindicato a los ahora accionantes (fs. 3 a 10). Nota
de 15 de abril suscrito por miembros del Consejo Disciplinario de ese Sindicato, mediante el cual
pusieron en conocimiento del Secretario General de la Federación citada, las Resoluciones nombradas
a través de las cuales se sancionó a los solicitantes de tutela, a lo fines que corresponda (fs. 102); y,
f) Memoriales de apelación presentados por los impetrantes de tutela ante el Presidente y miembros
del Consejo Disciplinario del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado” el 18 de abril
de 2019 (fs. 78 a 81).
II.8. Oficios de 18, 20 y 21 de marzo de 2019, suscrito por el Directorio del Sindicato Regional de
Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, a través de los cuales se hizo conocer al Presidente del Consejo
Disciplinario, que Edwin Escobar Gutiérrez, Juan de Dios Doria Medina Cavero y Edwin Rodolfo
Rodríguez Pérez, habían procedido a descargar en reiteradas ocasiones la carga otorgada por
FANCESA S.A., sin autorización y siendo los mismos reincidentes; asimismo, se adjuntó a los oficios
detalles de viajes por vehículo (fs. 110 a 114).
II.9. Libro de Actas que contiene actuaciones del 4 de abril de 2019, en la que se hizo presente el
afiliado Edwin Escobar Gutiérrez para prestar su declaración y descargos (fs. 119 vta.).
II.10. Acta de 5 de igual mes y año, en el que consta Resolución emitida por el Consejo Disciplinario,
respecto a la denuncia presentada por el Directorio en la que reportó que 17 afiliados procedieron a
descargar cemento en lugares que no fueron sus destinos (fs. 121 vta. a 122).
II.11. Oficio de 15 de dicho mes y año, suscrito por integrantes del Consejo Disciplinario del citado
Sindicato, dirigido al Secretario General de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca,
haciendo conocer que se castigó a afiliados de dicho Sindicato, con expulsión, a los fines que
corresponda (fs. 124). De igual manera, en la misma fecha, dichos extremos fueron puestos a
conocimiento del Directorio del Sindicato referido, a los fines de realizar el seguimiento a las sanciones
emitidas (fs. 125).
II.12. Mediante Oficio de 23 de idéntico mes y año, el Consejo Disciplinario, derivó los recursos de
apelación incoados por Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez y Luis Edmundo
Garrón Carbajal, ante el Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de

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Chuquisaca, para su conocimiento y tratamiento conforme corresponda según el art. 15 del


Reglamento (fs. 130); que tuvo como respuesta por parte el Secretario General y de Conflictos de
esa Federación, la Nota FED.CH.CH. 1241/017-019 de 25 de abril, haciendo conocer que se
encuentran en proceso eleccionario a nivel departamental, implicando dicha situación que muchos
sindicatos no cuentan con directorios electos; por lo que, se dejaría la documentación (apelaciones)
al nuevo Directorio de la Federación precitada a los fines de que atiendan lo solicitado (fs. 146).
II.13. A través de oficio de 24 igual mes y año, el Secretario de Relaciones del Sindicato Regional
de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, hizo conocer al Presidente del Directorio de FANCESA S.A.,
sobre las Resoluciones Concejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019,
S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, en relación a los procesados: Luis Edmundo
Garrón Carbajal y Edwin Escobar Gutiérrez (fs. 27).
II.14. Por Resolución de 06 de ese mes y año, el Consejo Disciplinario mencionado supra, en relación
a la apelación incoada por Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, dispuso que por Secretaría se remita con
nota de atención al Tribunal de Honor de la Federación prenombrada, en cuanto el mismo se tenga
conformado.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian como lesionados sus derechos al debido proceso, a la defensa, al trabajo
y a los principios de legalidad y seguridad jurídica, porque los demandados al emitir las Resoluciones
Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y
S.R.CH.S./C.D. 015/2019 de 5 de abril, aplicaron criterios interpretativos del art. 40 del Reglamento
Interno del Sindicato Regional de Chóferes “Sucre”; es decir, que una vez determinada la sanción de
expulsión pública y definitiva, esta no podía ser de ejecución inmediata, porque tenían derecho a la
doble instancia y que una vez que interpusieron las apelaciones respectivas, no se contaba con el
Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca; habiéndoles coartado
el derecho a recibir carga de cemento de FANCESA S.A. para su transporte a otros departamentos,
por la inhabilitación a la que fueron sometidos y por ende afectando el sustento de sus familias.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho al debido proceso y a la defensa en procesos administrativos
disciplinarios
La Constitución Política del Estado, en el art. 115.II, dispone: “El Estado garantiza el derecho al
debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin
dilaciones”; en cuanto al debido proceso, la misma norma constitucional a través del art. 117.I, señala
que: “Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido
proceso…”. Asimismo, el art. 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH),
señala: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, fijado con anterioridad por
la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”. Al respecto,
la SC 0418/2000-R de 2 de mayo, precisó que el debido proceso es el “…derecho de toda persona a
un proceso justo y equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones
jurídicas aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar…”. De igual manera, la
SCP 0787/2018-S2 de 26 de noviembre, acotó que: “Complementando este entendimiento, la SC
1276/01-R de 5 de diciembre de 2001 señaló que el debido proceso comprende el conjunto de
requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a fin que las personas puedan
defenderse ante cualquier tipo de acto emanado del Estado; en ese sentido, la SC 0119/2003-R de
28 de enero amplió el alcance, indicando que el derecho al debido proceso es de aplicación inmediata
y vincula a todas las autoridades judiciales y administrativas. En ese marco, la SC 0026/2007-R de
22 de enero manifestó que el debido proceso no es únicamente aplicable en materia penal, sino en
toda esfera sancionadora, en la que a una persona se le atribuya la comisión de una falta, que vulnere

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el ordenamiento administrativo. Posteriormente, la SC 0239/2010-R de 31 de mayo refirió que la


Norma Suprema rige para todos los bolivianos; en ese entendido, el debido proceso en sus elementos
constituidos por los derechos al juez natural, a la defensa y a la presunción de inocencia, son
aplicables en los procesos administrativos y en todos aquellos que se presentan en la esfera
privada de las instituciones, asociaciones o cooperativas, donde se tenga que determinar
una situación con efectos jurídicos que repercuten en los derechos de las personas.
(…)
Por otra parte, el debido proceso se encuentra ligado de manera íntima con el derecho a la defensa.
Así, la SC 1534/2003-R de 30 de octubre indica que el debido proceso comprende a su vez el derecho
a la defensa como potestad inviolable del individuo a ser escuchado en juicio, presentando las
pruebas que estime convenientes en su descargo y haciendo uso efectivo de los recursos que la ley
le franquea” (el resaltado corresponde al texto original).
De igual manera, la SC 0042/2004 de 22 de abril, respecto al debido proceso en la sustanciación de
todo proceso administrativo disciplinario, señaló que: “…toda actividad sancionadora del Estado, sea
en el ámbito jurisdiccional o administrativo, debe ser impuesta previo proceso, en el que se respeten
todos los derechos inherentes a la garantía del debido proceso, entre los cuales se encuentra el
derecho a la defensa, que implica a su vez, entre otros elementos, la notificación legal con el hecho
que se le imputa al afectado, y con todas las actuaciones y resoluciones posteriores, la contradicción
y presentación de pruebas tendentes a desvirtuar la acusación, la asistencia de un defensor, el
derecho pro actione ó a la impugnación; asimismo, el derecho a la defensa, se relaciona
directamente con los derechos a la igualdad de las partes ante la ley y ante su juzgador,
al juez natural y a la seguridad…” (el resaltado nos pertenece).
Es decir, todo administrado o sumariado que sea sometido a proceso disciplinario, en virtud a la
garantía del debido proceso no solamente debe ser notificado con el auto inicial del sumario y con
los hechos de orden irregular o transgresión a la norma en los que hubiere incurrido, sino también
dársele la oportunidad de asumir defensa a través de su declaración informativa (derecho a ser oído),
a presentar la prueba que considere necesaria para desvirtuar los hechos endilgados, a desarrollar
argumentos de su defensa y a la impugnación como parte de ella.
III.2. El derecho a la doble instancia vinculado al derecho a la defensa
El art. 180.II de la CPE, prevé: “Se garantiza el principio de impugnación en los procesos judiciales”;
asimismo el art. 8.2 inc.h de la CADH, precisó que toda persona tiene derecho a recurrir del fallo ante
un juez o tribunal superior. En ese sentido, en relación a los recursos impugnatorios que en materia
disciplinaria, la SCP 0140/2012 de 9 de mayo, señaló que: “Desde la concepción del Estado
Constitucional de Derecho, la tramitación de los procesos judiciales o administrativos no debe
constituirse en simples enunciados formales (justicia formal, como mera constatación de
cumplimiento de las formas procesales), sino debe asegurar la plena eficacia material de los derechos
fundamentales procesales y sustantivos (justicia material, debido proceso y sus derechos
fundamentales constitutivos y sustantivos)”.
Asimismo, la SC 042/2004 de 22 de abril, no contradice los principios constitucionales vigentes y en
relación al derecho a la defensa y a la impugnación, señaló: “…toda actividad sancionadora del
Estado, sea en el ámbito jurisdiccional o administrativo, debe ser impuesta previo proceso, en el que
se respeten todos los derechos inherentes a la garantía del debido proceso, entre los cuales se
encuentra el derecho a la defensa, que implica a su vez, entre otros elementos, la notificación legal
con el hecho que se le imputa al afectado, y con todas las actuaciones y resoluciones posteriores, la
contradicción y presentación de pruebas tendentes a desvirtuar la acusación, la asistencia de un
defensor, el derecho pro actione ó a la impugnación; asimismo, el derecho a la defensa, se relaciona
directamente con los derechos a la igualdad de las partes ante la ley y ante su juzgador, al juez
natural y a la seguridad…”'.

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De igual manera, la SC 1819/2010 de 25 de octubre, desarrolló el siguiente entendimiento:


«Resoluciones sancionatorias emitidas por el Tribunal de Honor de un Sindicato de Transportistas,
son susceptibles del recurso de apelación, ante el Tribunal de Honor de la Federación Departamental.
Tratándose de resoluciones que son pronunciadas dentro de procesos disciplinarios internos
sustanciados contra los afiliados de los Sindicatos de Transportistas, son susceptibles del recurso de
apelación, conforme a sus Estatutos y Reglamentos, los que no se contraponen y guardan armonía
con los Estatutos de la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia. Es así que el Tribunal
Constitucional, se ha pronunciado al respecto, señalando en la SC 1184/2002-R de 3 de octubre, que:
'…de manera general y por tanto aplicable a todos los Sindicatos que a través de sus Federaciones
Departamentales estén afiliados a la Confederación Sindical de Chóferes de Bolivia, el art. 79 de los
Estatutos de esta Confederación, prescribe:
'Todo proceso instaurado por indisciplina sindical, tienen sus fases sumaria y de decisión en los
tribunales de Honor Sindical, departamental o nacional.
Los fallos del Tribunal de Honor Sindical, podrán ser apelados al Tribunal de Honor Departamental,
de éste al Tribunal de Honor Nacional y de éste en última instancia ante el Congreso Ordinario'.
Que, del primer párrafo de dicho precepto, se infiere que en todo proceso sindical (disciplinario)
existen dos fases el sumario y el de apelación ante el Tribunal de Honor de la Federación o
Confederación conforme corresponda.
Que, consecuentemente, el segundo párrafo del citado artículo debe ser interpretado en el contexto
antes señalado; vale decir, que lo dispuesto en este párrafo no significa que existan cuatro instancias,
sino dos conforme corresponda, de modo, que si es el Tribunal de Honor de la Federación el que
hace de sumariante, su fallo se apela ante el Tribunal de Honor Nacional de la Confederación”.
Derecho a recurrir o a la doble instancia
Constituyendo de toda persona un derecho universal el de recurrir, o a la doble instancia, de una
resolución sea judicial o administrativa que considera lesiona sus derechos fundamentales o le causa
agravio, el Tribunal Constitucional se ha pronunciado al respecto, estableciendo, entre otras, en la
SC 0925/2001-R de 3 de septiembre, que: “el derecho a recurrir de un fallo, ante el juez o tribunal
superior, es universalmente reconocido y así lo establece el art. 8, inciso h) de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos de 22 de noviembre de 1969, derecho inviolable del que la
persona no puede ser privada por formalismos procesales”.
Ejecución de las resoluciones judiciales o administrativas
Pronunciadas las resoluciones sean éstas judiciales o administrativas, únicamente pueden ser
ejecutadas, cuando han adquirido ejecutoria, es decir cuando adquieren calidad de cosa juzgada,
pues lo contrario importa una doble sanción, toda vez que si una resolución ha sido impugnada ante
el superior, esa instancia puede modificarla y dejar sin efecto - si era sancionatoria - la sanción
impuesta».
Infiriendo, que respeto al debido proceso no puede ejecutarse una sanción disciplinaria, hasta que la
resolución que impone la misma no se encuentre debidamente ejecutoriada; permitiendo al
disciplinado o administrado el derecho a la defensa, a través de la revisión del fallo por otra instancia
superior y jerárquica.
III.3. Análisis del caso concreto
De la revisión de los antecedentes y la Resolución emitida por la Sala Constitucional Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, que a los fines de resolver solicitó se remitan
antecedentes del proceso disciplinario, cuestionado al presente por los impetrantes de tutela, en
sentido de que se resolvió y ejecutó una sanción conforme la literalidad del art. 40 del Reglamento
Interno del Sindicato Regional de Chóferes Sucre, que establece: “Los reincidentes que comercien
con la carga trasportable entregada por el Sindicato, sin embargo, de conocer las prohibiciones.
Sanción: expulsión pública y definitiva haciendo conocer a la opinión el delito cometido”, sin adoptar

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criterios interpretativos ni resolver las apelaciones interpuestas contra las Resoluciones Consejo
Disciplinario S.R.CH.S./C.D. 012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y
S.R.CH.S./C.D. 015/2019 de 5 de abril, que en virtud a la citada norma dispusieron la sanción de
expulsión, cuyo resultado al presente les impide que FANCESA S.A. les favorezca con carga para su
transporte a las diferentes ciudades del país; se evidencia según la Conclusión II.5 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, que por denuncia efectuada por el Directorio del Sindicato
precitado, el Consejo Disciplinario instauró sumario disciplinario contra 17 afiliados por el mismo
hecho; es decir, por proceder a descargar bolsas de cemento en medio camino y no así en la ciudad
de destino, adjuntando para el efecto reporte de los viajes realizados por los procesados, así como
el oficio remitido por FANCESA S.A., en el que realiza la advertencia de sanciones en caso de incurrir
en el referido hecho. Se tiene de la normativa interna, el Consejo Disciplinario prenombrado citó a
los involucrados para que se presenten ante dicha instancia y presten sus declaraciones y prueba de
descargo a los fines de desvirtuar la denuncia efectuada; a tal efecto y conforme consta en el Libro
de Actas (fs. 97 a 101) se presentaron varios de los afiliados procesados; sin embargo, se registró la
ausencia de Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, Edwin Escobar Gutiérrez, Juan de Dios Doria Medina
Cavero y otros; para posteriormente y en virtud a la prueba emitieron las Resoluciones señaladas
supra (fs. 66 a 75), mediante las cuales se sancionó con expulsión del Sindicato a los ahora
impetrantes de tutela, al evidenciar por la documental, fotografías y audios, la reincidencia en la
conducta prevista en el art. 40 del Reglamento Interno citado precedentemente; mostrándose en las
actas presentadas, que los involucrados y entre ellos Luis Edmundo Garrón Carbajal, admitió la
comisión de la falta y condicionó una resolución disciplinaria a su favor, a cambio de mayor
información que evidencia dicha conducta respecto a otros involucrados o procesados; y en relación
a Edwin Escobar Gutiérrez y Juan de Dios Doria Medina Cavero, a pesar de su citación conforme
consta a fs. 94 a 95, no se presentaron a los fines de asumir defensa y demostrar los descargos
correspondientes.
Ahora bien, según lo transcrito del art. 40 del Reglamento Interno del Sindicato Regional de Chóferes
Sucre, es evidente que la reincidencia al comercializar con la carga transportable, tiene como sanción
la expulsión pública y definitiva; se entiende del informe de los demandados, que dicha expulsión se
produjo en Asamblea Ordinaria del referido Sindicato, oportunidad en la que los peticionantes de
tutela conocieron la determinación, situación de la que al presente no existe constancia documentada
a los fines de su comprobación. Por otra parte, se tiene que los impetrantes de tutela, denunciaron
que la sanción dispuesta como resultado del sumario disciplinario, fue aplicada de manera inmediata,
no contando al presente con el beneficio de la distribución de carga de FANCESA S.A. para transportar
a otras ciudades, aspecto demostrado a través del oficio remitido al Presidente del Directorio de esa
factoría, suscrito por el Secretario de Relaciones del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte
Pesado”, descrito en la Conclusión II.6 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, a través
del cual se hizo conocer que dos de los afiliados, ahora solicitantes de tutela, Luis Edmundo Garrón
Carbajal y Edwin Escobar Gutiérrez, habían sido expulsados y que se debía depurar a los mismos al
no contar con certificado de afiliación. De igual manera, el Acta Notarial 016/2019 de 16 de mayo,
certifica lo informado por los directivos de dicho Sindicato, en sentido de que Juan de Dios Doria
Medina Cavero, Edwin Escobar Gutiérrez, Luis Edmundo Garrón Carbajal y Edwin Rodolfo Rodríguez
Pérez no estaban habilitados para recibir carga (transporte de cemento FANCESA S.A.) y que su
“CASO FUE DERIVADO A LA FEDERACIÓN, QUE LA DECISIÓN ASUMIDA POR LA
ASAMBLEA ES MAGNA POR LO QUE NO PUEDEN DECIDIR NADA…” (sic); advirtiendo de lo
anterior que, la sanción impuesta por el Consejo Disciplinario y dada a conocer a los impetrantes de
tutela en Asamblea Ordinaria del Sindicato, también fue de conocimiento de la factoría a los fines de
que los ejecutivos de la misma tomen previsiones respecto a exafiliados y procedan a la depuración
de socios que no contaban con certificado de afiliación.
Por otra parte, de la misma Acta Notarial 016/2019, descrita en la Conclusión II.5, se tiene que los
directivos en funciones del Sindicato, informaron que, si bien aún no se encontraba constituido el
Tribunal de Honor de la Federación Departamental de Chóferes Chuquisaca, se había remitido el
“caso” de los impetrantes de tutela ante la Federación precitada; es decir, la impugnación presentada

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por los mismos; implicando dicha situación sería resuelta una vez se constituya el citado Tribunal y
que al presente no existía sanción disciplinaria de expulsión debidamente ejecutoriada.
Asimismo, de las Conclusiones II.12 y 13 se tiene que el Consejo Disciplinario el 23 de abril 2019,
derivó los recursos de apelación presentados por Juan de Dios Doria Medina Cavero, Edwin Escobar
Gutiérrez y Luis Edmundo Garrón Carbajal ante el Tribunal de Honor citado precedentemente, a los
fines del art. 15 del Reglamento, dicha situación mereció la respuesta del Secretario General y de
Conflictos por Nota FED.CH.CH. 1241/017-019 de 25 de abril, por el que hace conocer que se
encuentran en proceso eleccionario a nivel departamental, implicando dichas situaciones que muchos
sindicatos no cuentan con directorios electos; por lo que se dejaría la documentación (apelaciones)
al nuevo Directorio de la Federación, para su posterior atención. Lo propio, ocurre con el recurso de
apelación interpuesto por Edwin Rodolfo Rodríguez Pérez, ya que, por providencia de 26 de abril de
2019, el Consejo Disciplinario, dispuso que por Secretaría se remita con nota de atención al Tribunal
de Honor de la Federación aludida, en cuanto el mismo se tenga conformado.
De la normativa interna se tiene lo siguiente: 1) Reglamento Interno del Sindicato Regional de
Chóferes “Sucre”, en el art. 40 se señala que son pasibles a sanciones muy graves los que reincidan
en el comercio con la carga transportable entregada por el Sindicato, siendo la sanción expulsión
pública y definitiva haciendo conocer a la opinión el delito cometido; a su vez el art. 49 inc. d) de la
misma norma refiere que el Concejo Disciplinario tiene como atribución que toda queja o denuncia
que venga del directorio, exigirá que sea por escrito y se inicio el sumario según la gravedad y que
una vez escuchada la defensa y concluido el proceso, se dictaminará la sanción para que apruebe la
asamblea; 2) El Estatuto Orgánico de la Federación Departamental de Chóferes de Chuquisaca, prevé
en el art. 51 que todo proceso instaurado por indisciplina tiene sus fases sumario y de decisión en el
Tribunal de Honor de los Sindicatos y Federación Departamental, los fallos de este Tribunal tendrá
su apelación a la Federación, Confederación y Congreso Ordinario, según el caso; y, 3) Estatuto
Orgánico de la Confederación Sindical de Chóferes de Bolivia, refiriendo que el art. 87 que todo
proceso instaurado por indisciplina sindical, tienen sus fases sumaria y de decisión en los tribunales
de honor, departamental y nacional y que los fallos del tribunal de honor podrán ser apelados al
departamental y de este, al nacional.
En virtud a dicha normativa y según se tiene de lo descrito en la Conclusión II.7, ante la denuncia de
ejecutivos del Directorio del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, fue tramitado
por el Consejo Disciplinario un sumario en contra de los ahora peticionantes de tutela, haciéndoles
conocer el hecho denunciado, para posteriormente emitir un fallo con la imposición de la sanción
disciplinaria y aplicar no solo el art. 40 sino también el 49 inc. d) del citado Reglamento Interno, en
sentido de que una vez emitida la sanción, de expulsión esta se haría pública y además aprobada por
la Asamblea General Ordinaria, situación que se efectivizó cuando se llevó a cabo la reunión sindical
el 22 de marzo de 2019 en cuya oportunidad se trató el “Caso compañeros que descargaron en medio
y rebaja de flete” (sic) y la posterior emisión de las Resoluciones Consejo Disciplinario S.R.CH.S./C.D.
012/2019, S.R.CH.S./C.D. 013/2019, S.R.CH.S./C.D. 014/2019 y S.R.CH.S./C.D. 015/2019, es por ello
que, por oficio de 15 de abril de 2019 suscrito por miembros del Consejo Disciplinario, pusieron en
conocimiento del Secretario General de la Federación las Resoluciones emitidas a través de las cuales
se sancionó a los solicitantes de tutela a los fines que corresponda; es decir, para aprobación, acto
que tuvo lugar, conforme se señaló de manera precedente en oportunidad de darse lectura de la
resolución en Asamblea Ordinaria en la que participaron los afiliados, encontrándose presentes
también los ahora solicitantes de tutela, motivando a que soliciten fotocopias de las actuaciones del
sumario disciplinario y presenten el recurso de apelación respectivo.
Ahora bien, luego de haber recibido los recursos de apelación y remitido a través de oficio para su
tratamiento (fs. 25), si bien por el cambio de Directiva la Federación Departamental de Chóferes de
Chuquisaca, aún no contaba con un tribunal de honor constituido; no correspondía hacer conocer
mediante nota del Sindicato Regional de Chóferes Sucre “Transporte Pesado”, al Directorio de
FANCESA S.A. sobre la expulsión de sus afiliados, pues es aquí donde se produce la vulneración de
los derechos ahora reclamados por los peticionantes de tutela (fs. 27) y se confirma aún más por la
información brindada por los propios Directivos cuando señalan que no se encontraban habilitados

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para recibir carga (fs. 29 vta.); es decir, se hace conocer una sanción que aún no se encuentra
ejecutoriada y al mismo tiempo se remiten antecedentes para que la instancia jerárquica resuelva las
impugnaciones interpuestas.
En cuanto al hecho de que las impugnaciones fueron presentadas ante autoridad que no tenía
competencia; dicha situación fue superada de acuerdo al oficio y providencias de 23 y 26 de abril de
2019, suscritas por el Consejo Disciplinario, con la remisión de las apelaciones ante autoridad llamada
por ley a los fines de su tratamiento; en ese sentido en virtud al principio de informalismo que rige
la acción disciplinaria, dichos recursos serán conocidos por autoridad correspondiente de acuerdo a
normativa expresa.
Respecto a la falta de legitimación pasiva y el acto consentido, los fundamentos expuestos por la
Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca son acertados;
constituyéndose en sustento para disponer lo descrito en el punto 1 de la Resolución 84/2019 de 5
de junio; pues de la documental adjunta, la Directiva del Sindicato Regional de Chóferes Sucre
“Transporte Pesado”, ya no tiene competencia para ejecutar sanción disciplinaria, al haber sido la
misma sujeto de impugnación por parte de los solicitantes de tutela y conforme la jurisprudencia
constitucional citada por los mismos, en sentido de que mientras no se constituya un Tribunal superior
jerárquico que conozca dichas apelaciones, la sanción emitida no puede adquirir ejecutoria.
Por lo precedentemente expuesto, la Sala Constitucional al conceder parcialmente la tutela
impetrada, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 84/2019 de 5 de junio, cursante de fs. 214 a 219 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Chuquisaca; y en
consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada, en los mismos términos expresados por la
mencionada Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0732/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29359-2019-59-AAC
Departamento: Beni
En revisión la Resolución 41/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 44 a 47 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Serafín Loras Coromo y Blanca Molina
Cossio contra Gloria Guajare Rivero, Secretaria Ejecutiva de la Comunidad Campesina
Nueva Israel del Municipio de San Javier del departamento de Beni.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 28 de mayo de 2019, cursante a fs. 1 y 22 a 25, los accionantes señalaron
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En la Comunidad Campesina Nueva Israel de la Central Campesina 16 de julio Distrito 3 del Municipio
de San Javier del departamento de Beni, tienen su vivienda y su parcela con la cual se mantienen en
su condición de adultos mayores; hace aproximadamente once años adquirieron la calidad de
comunarios del lugar.
El 15 de abril de 2019, solicitaron se les franquee fotocopias legalizadas del Estatuto Orgánico de la
mencionada Comunidad, a Gloria Guajare Rivero, Secretaria Ejecutiva de la referida Comunidad del
departamento de Beni, misma que no fue respondida; reiterando su petición, el “13” de mayo de
igual año, a través de una carta notariada, que tampoco fue contestada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes denunciaron la lesión de su derecho a la petición, citando al efecto los arts. 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE); y, XXIV de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre (DADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela, ordenándose a la demandada: a) Dé una respuesta en el plazo de
veinticuatro horas a la solicitud de fotocopias legalizadas del Estatuto Orgánico de la Comunidad
precitada; y, b) Disponga la cancelación de costos y costas de la presente acción de amparo
constitucional.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 41 a 43,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los peticionantes de tutela a través de su abogada, ratificaron en el contenido íntegro de su acción
tutelar y ampliándolo señalaron que: 1) “…como sabemos si esto no lo prendió antes de venir…”
(sic); 2) Si tuvo la voluntad de responder, debió traer el mencionado Estatuto y Reglamento Orgánico
de la Comunidad a la audiencia de acción de amparo constitucional; 3) “Hasta la fecha” no se dio
curso a su solicitud cuando toda persona tiene derecho a una respuesta formal y pronta para el
ejercicio de sus derechos como lo mencionan las SCP “0385/2015-S2” y SC 0962/2010-R de 17 de
agosto; y, 4) Se vulneró su derecho a la petición, conforme a lo expuesto.

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I.2.2. Informe de la demandada


Gloria Guajare Rivero, Secretaria Ejecutiva de la Comunidad Campesina Nueva Israel del Municipio
de San Javier del departamento de Beni, en audiencia pública de consideración de la presente acción
tutelar, refirió que: i) Solamente recepcionó la nota de 12 de abril de 2019, por la que los
peticionantes de tutela requirieron fotocopias legalizadas del Estatuto Orgánico y el Reglamento de
la mencionada Comunidad Campesina, dejando por primera vez lo solicitado “prendido” en su puerta,
demostrando tal extremo con unas fotografías -procediendo a preguntar los miembros de la Sala
Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni- cuando dejó lo manifestado;
respondiendo que, ii) La nota de 20 de mayo de igual año, fue presentada en su casa y recepcionada
por su hijo Javier Molina Guajare, lugar donde acudieron por segunda vez el 21 de idéntico mes y
año, con el objeto de dejar lo peticionado.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, mediante Resolución
41/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 44 a 47 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo que
la demandada en el plazo de cuarenta y ocho horas, otorgue respuesta a la solicitud presentada por
los peticionantes de tutela, decisión asumida en base a los siguientes fundamentos: a) Se evidenció
que existe un “oficio” de 12 de abril del citado año, recepcionado por la aludida el 15 de igual mes y
año, que fue reiterada mediante carta notariada el 13 de mayo del mismo año; b) La prenombrada
adjuntó un muestrario fotográfico a través del cual informó que procedió a “prender” en la puerta de
la casa de los accionantes un ejemplar del Estatuto Orgánico de la Comunidad Nueva Israel, aspecto
que fue negado por los impetrantes de tutela; y, c) La autoridad demandada al no haber dado una
respuesta oportuna a la solicitud impetrada, vulneró el derecho de petición de los solicitantes de
tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa nota recepcionada por Gloria Guajare Rivero, Secretaria Ejecutiva de la Comunidad
Campesina Nueva Israel del Municipio de San Javier del departamento de Beni -ahora demandada-
el 15 de abril de 2019, a través de la cual Serafín Loras Coromo y Blanca Molina Cossio -ahora
accionantes- solicitaron se les franquee fotocopias legalizadas del Estatuto Orgánico de dicha
Comunidad (fs. 4).
II.2. Mediante intervención de Carta Notariada por María Alejandra Zambrana Aguirre, Notaria de Fe
Pública 4 de Trinidad del departamento de Beni, se puso a conocimiento de la demandada la solicitud
de los peticionantes de tutela, inherente a fotocopias legalizadas del mencionado Estatuto Orgánico
y Reglamento de la Comunidad precitada, diligenciada el 20 de mayo de 2019 (fs. 5 y vta.).
II.3. Consta muestrario fotográfico a través del cual la demandada, pretendió acreditar que el
solicitado Estatuto Orgánico fue pegado en la puerta del domicilio de los accionantes (fs. 29 a 40).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de su derecho a la petición, puesto que la demandada no les
otorgó una respuesta pronta y oportuna a la solicitud presentada el 15 de abril de 2019 de fotocopias
legalizadas del Estatuto Orgánico y Reglamento de la Comunidad Campesina Nueva Israel del
Municipio de San Javier del departamento de Beni; petición que fue reiterada a través de la Carta
Notariada de 20 de mayo del citado año que al igual que la anterior no fue atendida.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho a la petición y la teoría del hecho superado en la acción de amparo
constitucional
Al respecto la SCP 1114/2017-S2 de 23 de octubre, expresó: “Sobre el derecho de petición, la
jurisprudencia constitucional ha definido su alcance y contenido esencial. Así la SC 0119/2011-R de

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21 de febrero, haciendo una sistematización de la línea jurisprudencial, ha expresado lo siguiente:


‘Conforme a la norma constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral o
escrita, sin la exigencia de formalidades en la presentación de la petición, pues sólo se requiere la
identificación del peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace
referencia a una respuesta formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser
escrita, dando una respuesta material a lo solicitado ya sea en sentido positivo o
negativo, dentro de plazos previstos en las normas aplicables o, a falta de éstas, en
términos breves, razonables ’.
(…)
También recordó que forma parte de su contenido esencial el derecho a una respuesta motivada,
conforme entendieron las SSCC 0776/2002-R, 1121/2003-R, al señalar que este derecho se estima
lesionado: ‘(…) cuando la autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atiende; es
decir, no la tramita y la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley, de forma
que cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones del por qué no
se la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la misma, en cualquiera de estos
casos donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera razonable, se
tendrá como se dijo vulnerado el derecho’ .
Lo que significa que debe existir una respuesta material a la solicitud, según estableció la SC
1159/2003-R de 19 de agosto, al indicar que:’(…) el derecho de petición se encuentra
satisfecho no únicamente por una respuesta emitida por la autoridad, sino una vez que
dicha autoridad haya resuelto o proporcionado una solución material y sustantiva al
problema planteado en la petición, sin que se limite a una consecuencia meramente
formal y procedimental’” (el resaltado corresponde al texto original).
Por otro lado, respecto a la teoría del hecho superado, la SCP 0841/2018-S4 de 12 de diciembre,
indicó que: “Ahora bien, la SCP 0053/2018-S4 de 14 de marzo, efectúa una precisión respecto del
momento procesal (en sede constitucional) en el que deben de haber cesado los efectos del acto
reclamado, así como la forma en que deben de haberse reestablecido los derechos vulnerados por
parte de la autoridad o particular accionada, para que se entiendan cesados los efectos del acto
reclamado. De esta manera, asumiendo y citando los entendimientos desarrollados por las SSCC
0998/2003-R, 1314/2004-R, 1359/2010-R, entre otras refirió que esta modificación, corrección
o enmienda de la situación fáctica, debe: 1) Producirse antes de la notificación con la
acción de amparo constitucional; y, 2) Los actos que corrijan o enmienden la situación fáctica
de la problemática planteada, deben tener la misma efectividad que tuvieron los actos denunciados
de tal forma que restituyan la situación fáctica al estado en que se encontraba antes de haberse
perpetrado los actos ilegales, justificando con ello la innecesaria la intervención de la jurisdicción
constitucional y de la tutela solicitada” (el resaltado es propio).
III.2. Análisis del caso concreto
Conforme a la jurisprudencia desglosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, el derecho a la petición, procura la contestación en forma expresa y
pronta ya sea concediendo o rechazando la solicitud presentada, sin que deba interpretarse que la
autoridad esté constreñida a dar una respuesta positiva, sino que a efectos de efectivizar dicho
derecho, la misma debe contener una motivación suficiente y congruente con lo resuelto.
Bajo ese entendimiento, de la revisión de obrados se advierte que los accionantes requirieron a la
demandada les extienda fotocopias legalizadas del Estatuto Orgánico de la Comunidad Campesina
Nueva Israel del Municipio de San Javier del departamento de Beni, nota que fue recepcionada por
esta última el 15 de abril de 2019 (Conclusión II.1); ante la falta de respuesta, nuevamente los
impetrantes de tutela reiteraron su solicitud a través de Carta Notariada diligenciada el 20 de mayo
de igual año, pidiendo a su vez una fotocopia legalizada del Reglamento y del mencionado Estatuto
Orgánico (Conclusión II.2).

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En audiencia de consideración de la presente acción tutelar, la demandada sostuvo que solo tuvo
conocimiento de la primera nota que recepcionó el 15 de abril de 2019, y en consideración a la misma
pegó un ejemplar del Estatuto Orgánico solicitado en la puerta del domicilio de los peticionantes de
tutela, adjuntando tomas fotográficas para acreditar tal extremo (Conclusión II.3), al respecto es
necesario señalar que la jurisprudencia constitucional en reiterados fallos como las SSCC 0998/2003-
R de 15 de julio, 1314/2004-R de 17 agosto y 1359/2010-R de 20 de septiembre, expuso acerca de
la aplicación de la teoría del hecho superado, la cual concurre cuando los actos vulneratorios son
enmendados, corregidos o reparados hasta antes de la notificación al demandado con la acción de
defensa interpuesta en su contra, aspecto que no fue comprobado en el caso de autos, ya que si
bien la demandada presentó fotografías, estas no permiten tener certeza de que la reparación del
acto fue anterior a su notificación con la demanda constitucional; en consecuencia, al no haberse
demostrado la desaparición del mismo hasta antes de la notificación a la aludida con el memorial de
acción de amparo constitucional, no corresponde aplicar la precitada teoría del hecho superado en
favor de esta última.
Delimitada la problemática sujeta a examen constitucional, corresponde señalar que al encontrarnos
en un Estado democrático, el derecho a la petición, adquiere una relevancia trascendental para
garantizar el ejercicio de la democracia representativa y participativa, la cual requiere un diálogo
directo entre los ciudadanos y sus autoridades, siendo una obligación constitucional de los servidores
públicos y autoridades electas en todos sus niveles y funciones, la atención adecuada y oportuna
sobre las dudas, inquietudes, propuestas, sugerencias, demandas y problemáticas planteadas por el
ciudadano, dentro de un plazo razonable y a través de una respuesta fundamentada y congruente
con lo peticionado; siguiendo esa línea de razonamiento, en el caso concreto podemos advertir que
habiendo recepcionado la demandada el 15 de abril de 2019 el requerimiento escrito de los
accionantes, no hizo llegar a estos últimos una contestación escrita y formal comunicándoles la
aceptación o rechazo de su solicitud; por otra parte, si bien la omisión calificada de vulneratoria del
derecho a la petición, habría sido enmendada por la denunciada; la misma fue realizada como efecto
de la interposición de la presente acción tutelar, desconociéndose el momento en el que el mismo se
efectuó, no pudiendo considerarse este hecho dentro del campo de la aplicación de la teoría del
hecho superado; correspondiendo conceder la tutela impetrada, de acuerdo al criterio establecido en
el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela, actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 41/2019 de 30 de mayo, cursante de fs. 44 a 47 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni; y en
consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela impetrada respecto a la vulneración del derecho a la petición, en
los mismos términos expuestos por la Sala Constitucional; y,
2° DENEGAR en cuanto a las costas procesales impetradas.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0733/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29363-2019-59-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 69/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 923 a 929, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Verónica Jeannine Sandy Tapia en
representación de la Gerencia Distrital Oruro a.i. del Servicio de Impuestos Nacionales
(SIN) contra Esteban Miranda Terán y María Cristina Díaz Sosa, Magistrados de la Sala
Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Primera del Tribunal
Supremo de Justicia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 10 de mayo de 2019, cursante de fs. 224 a 231 vta., la parte accionante
a través de su representante, expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
La Empresa Constructora Multidisciplinaria Limitada (ECOM Ltda.), al tener deudas pendientes, en
ejecución tributaria solicitó facilidades de pago por las declaraciones juradas presentadas respecto al
Impuesto a las Transacciones (IT) por los períodos marzo de 2009 y agosto de 2008, así como del
Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE) por el período de marzo de dicho año que incumplió;
por lo que la Administración Tributaria emitió el Proveído de Inicio de Ejecución Tributaria (PIET) 24-
00335-10 de 5 de agosto de 2010, procediendo a efectuar las medidas coactivas correspondientes
contra el contribuyente.
La citada Empresa, al tomar conocimiento de las acciones de cobro efectuadas, por memorial solicitó
la prescripción de la facultad de ejecución tributaria, el mismo que fue rechazado a través del Auto
25-00483-16 de 17 de marzo de 2016; producto de ello, el contribuyente interpuso recurso de alzada,
emitiéndose la Resolución de Recurso de Alzada ARIT-LPZ/RA 0474/2016 de 27 de junio, que revocó
el aludido Auto, declarando prescrita la facultad de cobro en relación al título ejecutivo tributario,
Resolución Administrativa (RA) 20-00013-10 de 21 de enero de 2010. Por tal motivo, formularon
recurso jerárquico, el mismo que fue resuelto a mediante Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ
1085/2016 de 5 de septiembre, que confirmó la Resolución impugnada.
Como consecuencia de ello, presentaron demanda contenciosa administrativa; a tal efecto, los
Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Primera del
Tribunal Supremo de Justicia emitieron la Sentencia 108 de 29 de octubre de 2018, declarando
improbada la misma, manteniendo firme y subsistente la merituada Resolución de Recurso Jerárquico
AGIT-RJ 1085/2016, sin considerar la igualdad de las partes, vulnerando la garantía del debido
proceso con argumentos atentatorios contra la administración tributaria, ya que si bien citaron
normativa concerniente a la suspensión e interrupción de la prescripción que señala el Código
Tributario Boliviano, no consideraron las causales previstas en el art. 61 de dicha normativa, en
relación a su aplicación en los procedimientos de cobro de adeudos tributarios, cuyas etapas no se
pueden retrotraer de acuerdo al principio de preclusión, ello con la finalidad de garantizar al
administrado la seguridad jurídica.
Las causales de interrupción previstas en el citado artículo, suceden como efecto de una acción por
parte de la Administración Tributaria o del sujeto pasivo de la obligación tributaria que en etapa de
determinación de la deuda, es la notificación con la resolución determinativa; sin embargo, las

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autoridades demandadas no consideraron que en etapa de ejecución o cobro no cuentan con ninguna
opción para poder interrumpir la prescripción, quedando al arbitrio de la voluntad del sujeto pasivo
las condiciones de dicha facultad, reflejando una desigualdad de oportunidades entre ambas partes.
Por ello, existiendo un vacío legal en el Código Tributario Boliviano, se emplea por analogía el principio
de supletoriedad; es decir, son aplicables los arts. 340, 1493 y 1503 del Código Civil (CC), conforme
permiten los arts. 5.II y 8 del Código Tributario Boliviano (CTB), siendo que nunca dejaron de ejercer
su derecho de cobro de la deuda, y el hecho que el sujeto pasivo no tomó acción alguna para el pago
de la deuda tributaria, no es justificativo para afirmar que la Administración Tributaria hubiera
incurrido en inacción por más de cuatro años que es el tiempo en el cual opera la prescripción.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La entidad accionante denunció como lesionado el derecho al debido proceso en su elemento de
igualdad de partes, citando al efecto los arts. 115.II, 119 y 178.I de la Constitución Política del Estado
(CPE); 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); 8 y 10 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos (DUDH); y, 8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo se anule la Sentencia 108 pronunciada por las autoridades
demandadas, debiendo emitir otra resolución sin vulnerar los derechos y garantías reconocidos por
la Norma Suprema, motivando y fundamentando correctamente la misma.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 27 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 907 a
922, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La entidad accionante a través de su abogado, reiteró los fundamentos expuestos en su acción de
amparo constitucional, añadiendo que: a) Para la aplicación supletoria de una norma, se requiere de
la concurrencia de dos condiciones: la primera, la previsión expresa contenida en la ley que presenta
el vacío normativo de determinadas leyes, para las circunstancias no previstas expresamente;
condición cumplida por mandato del art. 5.II del CTB; respecto a la segunda condicionante, que la
situación no contemplada en la ley -vacío normativo-, sea igual a la regulada por otra, la cual se
aplicará por supletoriedad; b) Analizando el citado Código, éste otorga un permiso para emplear otra
disposición, admitiendo también la analogía para llenar vacíos legales, conforme al art. 8 del citado
Código, quedando demostrado este aspecto a la interrupción de la prescripción en etapa de ejecución
tributaria, pudiendo ejercer dicha omisión el Código Civil, que establece el instituto de la prescripción
y las causales con relación a las deudas entre personas naturales y/o jurídicas; c) La deuda ha sido
auto determinada por el contribuyente a través de declaraciones juradas, expresando lo que debe
con la diferencia que no las canceló; siendo una norma supletoria aplicable al caso concreto el
indicado Código, determinando acciones a tomar por parte del acreedor que no prevé el Código
Tributario Boliviano; d) No hubo dejadez o inacción por parte del SIN, el óbice que se tiene es que
todas las acciones de cobro que se hicieron, no las reconoce la normativa tributaria; la AGIT y las
autoridades demandadas en sus resoluciones, no mencionaron ninguna acción tendiente a
interrumpir el cómputo de la prescripción; por ello existe vacío, debiendo aplicarse por supletoriedad
y analogía el Código Civil; y, e) Al declarar prescrita las facultades de cobro y sostener esta decisión
por parte del Tribunal Supremo de Justicia, se está generando un daño económico al Estado, porque
están impidiendo que la Administración Tributaria logre recuperar los adeudos que a la fecha llegaría
a un importe total de Bs168 201.- (ciento sesenta y ocho mil doscientos un bolivianos), tomando en
cuenta que la deuda tributaria tiene que ser necesariamente actualizada a la fecha de pago;
reiterando se conceda la tutela demandada.
I.2.2. Informe de los demandados

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Esteban Miranda Terán, Magistrado de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y


Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, por informe escrito de 23 de mayo de 2019,
cursante de fs. 721 a 723, manifestó que: 1) Interpuesta la demanda dentro del proceso contencioso
administrativo iniciado, se emitió el decreto de 16 de enero de 2017 que dispuso su admisión y
citación tanto a la entidad demandada como al tercero interesado para que asuman defensa,
dictándose posteriormente la Sentencia 108, conforme a la normativa legal vigente; no existiendo en
consecuencia motivo para que la entidad accionante denuncie transgresión al derecho a la igualdad
de las partes en el mencionado proceso; 2) La aplicación de la normativa vigente, conforme ocurrió
en la emisión del citado fallo, importa el cumplimiento del principio de legalidad previsto en el art.
180.I de la CPE, lo cual no tiene ninguna relación con la garantía de la igualdad de las partes que
resguarda el normal desarrollo del proceso; 3) La SCP “221/2004-R de 12 de febrero”, aludida como
fundamento para recurrir al Código Civil por el supuesto vacío legal del art. 61 del CTB, no es aplicable
al presente caso por falta de identidad fáctica, ya que versa sobre el proceso coactivo social seguido
a demanda del Administrador Regional de la Caja Nacional de Salud (CNS) de Santa Cruz, contra la
empresa “Productos Plásticos Ltda.”, por el cobro de aportes devengados en mora al Seguro Social
Obligatorio; 4) Para el caso, se debe tomar en cuenta la SCP 0365/2018-S2 de 24 de julio, que se
refiere a las causales de interrupción del plazo de prescripción en etapa de ejecución tributaria;
advirtiendo que la Sentencia ahora impugnada, contiene el mismo razonamiento emitido por el
Tribunal Constitucional Plurinacional, respecto a la aplicación de lo dispuesto por el art. 61 del citado
Código, para establecer la existencia de presupuestos de interrupción del término de prescripción en
la etapa de ejecución tributaria; y, 5) Por ello, siendo el fundamento de la acción tutelar, el vacío
legal del que aparentemente adolecería el art. 61 de la norma señalada, queda desvirtuada la errada
vulneración de la garantía a la igualdad de las partes en el proceso prevista en el art. 119.I de la
CPE; solicitando se deniegue la tutela impetrada.
María Cristina Díaz Sosa, Magistrada de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, no presentó informe ni asistió a la audiencia,
a pesar de haber sido notificada mediante comisión instruida, de acuerdo a la diligencia cursante a
fs. 711.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Daney David Valdivia Coria, Director Ejecutivo General a.i. de la Autoridad General de Impugnación
Tributaria (AGIT) a través de su representante Juan Ticona Condori, el 27 de mayo de 2019, presentó
informe escrito cursante de fs. 875 a 886 vta., señalando lo siguiente: i) La entidad accionante
incumplió los requisitos esenciales para la admisión de esta acción de defensa, pues no justificaron
la lesión supuestamente causada en relación con los derechos denunciados como transgredidos por
la AGIT, no siendo suficiente enumerar artículos de la Norma Suprema y citar principios
constitucionales como tutelables; ii) Al no establecer una relación de causalidad entre los hechos
ocurridos y el derecho vulnerado, la acción debe ser declarada improcedente, no habiendo explicado
cómo lo actos del Tribunal Supremo de Justicia habrían transgredido derechos y garantías en el
presente caso, menos expuso la parte impetrante de tutela, las razones técnicas y jurídicas por las
que la Sentencia cuestionada estaría transgrediendo la Constitución Política del Estado; iii) Esta
acción de defensa, no puede ser considerada como una etapa del proceso, conforme estableció la
jurisprudencia constitucional en sus fallos; asimismo, se pretende que la Sala Constitucional se
convierta en una instancia más que verifique todo lo obrado en la jurisdicción administrativa y judicial,
tergiversando la naturaleza de la acción de amparo constitucional, no pudiendo activarse para reparar
supuestos actos que infringen las normas procesales o sustantivas, debido a una incorrecta
interpretación o aplicación de las mismas; iv) El Tribunal Supremo de Justicia no transgredió derechos
ni garantías constitucionales, sujetándose al procedimiento y tramitación de la demanda contencioso
administrativa en los términos solicitados por las partes; emitiendo una decisión sobre todos los
puntos observados y pedidos en el proceso, demostrando que no existió infracción de ningún derecho
ni garantía constitucional; v) La parte peticionante de tutela, no probó objetivamente que se le habría
coartado la posibilidad de ofrecer, producir o introducir prueba u otra irregularidad de carácter
procesal; en ese mismo sentido, no se puede acoger las pretensiones del prenombrado, que ligan a

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aspectos ajenos a materia constitucional, como el referido al principio de igualdad procesal que no
es materia tutelable; vi) La actividad interpretativa realizada por las autoridades judiciales o
administrativas, no es labor propia de la justicia constitucional, debiendo explicar la entidad
accionante, la ilegalidad de los argumentos empleados por la AGIT y el Tribunal Supremo de Justicia;
empero, no lo hizo; y, vii) El criterio plasmado en la Sentencia 108, es parte de la línea doctrinal
implantada por la AGIT, la cual buscó ser modificada con una acción de defensa; sin embargo, dicho
extremo ya fue analizado y considerado en la SCP 0365/2018-S2; situaciones por las que debe ser
denegada esta acción tutelar, ya que el aludido fallo es vinculante por poseer elementos fácticos
análogos a la presente causa.
Asimismo en audiencia a través de su abogado, ratificó el informe presentado, añadiendo que a lo
largo de las acciones recursivas y esencialmente en el proceso contencioso administrativo, se respetó
la igualdad a la que hizo referencia la parte peticionante de tutela de ofrecer, producir o introducir
prueba rebatida e impugnar cuanto acto creyere conveniente en igualdad de condiciones. Por otra
parte, es preciso aclarar que la deuda con el Estado nunca prescribió, sino la facultad de la
Administración Tributaria de poder cobrarla por la inacción de los funcionarios de dicha entidad de
no haberlo hecho en el tiempo prudente, y ahora el SIN pretende alargar este tiempo con la supuesta
figura de que no existe alguna normativa o hay un vacío legal, lo cual es falso, porque la norma
establece el tiempo prudente para la prescripción; reiterando que se declare la improcedencia de la
presente acción tutelar por falta de requisitos que deben existir, o caso contrario se deniegue la
misma.
Edwin Ruegenberg Jerez, representante de ECOM Ltda., no presentó informe alguno, menos se hizo
presente en la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 234.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
69/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 923 a 929, denegó la tutela solicitada; a tal efecto, expresó
los siguientes fundamentos: a) Las partes en el proceso contencioso administrativo, desempeñaron
su actividad procesal de manera activa, extremo que se deduce de los memoriales presentados, las
notificaciones y otros actuados; por lo que, no puede argüirse que se haya vulnerado el derecho de
igualdad procesal alegado por la parte accionante; b) Respecto al supuesto vacío legal del Código
Tributario Boliviano, y por consecuencia la posibilidad de aplicar supletoriamente y por analogía el
Código Civil, la jurisprudencia constitucional en la SCP 0365/2018-S2, estableció que la norma
aplicable es el Código Tributario Boliviano, en torno al cómputo, interrupción y suspensión de la
prescripción, no correspondiendo aplicar supletoriamente el Código Civil; y, c) No es atendible la
petición de la entidad impetrante de tutela, tanto en lo que se refirió en la vulneración del debido
proceso en su elemento de igualdad procesal, así como el supuesto vacío de la norma tributaria, en
cuanto a la interrupción del término de la prescripción en etapa de ejecución tributaria.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10 de 21 de enero de
2010, la Gerencia Distrital Oruro del SIN -ahora entidad accionante-, resolvió aceptar las facilidades
de pago solicitada por el contribuyente ECOM Ltda., para que cancele la deuda tributaria en treinta
y cuatro cuotas mensuales y consecutivas de UFV 915 38.- (novecientas quince 38/100 unidades de
fomento a la vivienda [fs. 60 a 61]).
II.2. La Administración Tributaria a través del PIET 24-00335-10 de 5 de agosto del mismo año,
anunció a ECOM Ltda., que daría inicio a la ejecución tributaria del título 20-00013-10, al tercer día
de su legal notificación con el presente proveído, a partir del cual se realizarán las medidas coactivas
correspondientes, al estar firme, legalmente exigible y ejecutoriada Resolución Administrativa antes
referida (fs. 68).
II.3. Por escrito presentado el 8 de marzo de 2016 ante el Gerente Distrital Oruro del SIN, la empresa
contribuyente a través de su representante solicitó se declare la prescripción del derecho de cobro

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por el transcurso del tiempo del IT de los períodos marzo y agosto de 2008 e IUE de marzo de 2009
inmersos en el PIET 24-00335-10 que incluye el tributo omitido más las sanciones (fs. 218 y vta.).
II.4. La entidad impetrante de tutela, mediante Auto 25-00483-16 de 17 de marzo de 2016, resolvió
rechazar la solicitud de prescripción presentada por ECOM Ltda., correspondiente al PIET 24-00335-
10 (fs. 220 a 223).
II.5. El contribuyente ECOM Ltda., a través del memorial presentado el 1 de abril de 2016, interpuso
recurso de alzada contra la citada determinación (fs. 743 a 744); en virtud a ello, la Directora
Ejecutiva Regional a.i. de la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria (ARIT) La Paz, pronunció
la Resolución del Recurso de Alzada ARIT-LPZ/RA 0474/2016 de 27 de junio, resolviendo revocar
totalmente el Auto 25-00483-16, emitido por la entidad ahora accionante; en consecuencia, declaró
prescrita la facultad de cobro en relación al Título de Ejecución Tributaria concerniente a la RA 20-
00013-10 (fs. 774 a 784).
II.6. En mérito a la decisión que antecede, la Administración Tributaria -hoy peticionante de tutela-
por escrito presentado el 19 de julio de igual año, formuló recurso jerárquico (fs. 802 a 807 vta.);
producto de ello, el Director Ejecutivo General a.i. de la AGIT, mediante Resolución de Recurso
Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016 de 5 de septiembre, resolvió confirmar la Resolución impugnada; en
consecuencia, dejó sin efecto el Auto 25-00483-16, declarando prescrita la Facultad de Ejecución
Tributaria de la Resolución Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10, del plan de pagos del
IT de los períodos fiscales agosto de 2008 y marzo de 2009, e IUE de marzo de 2008, contenida en
el PIET 24-00335-10, de conformidad a lo previsto en el art. 212.I inc. b) del CTB (fs. 828 a 838).
II.7. Habiendo interpuesto la Administración Tributaria, demanda contenciosa administrativa contra
la precitada Resolución Jerárquica, los Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia -ahora autoridades
demandadas-, pronunciaron la Sentencia 108 de 29 de octubre de 2018, declarando
IMPROBADA la citada demanda; en consecuencia, mantuvieron firme y subsistente la Resolución
de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016 (fs. 860 a 864 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La entidad accionante denuncia la lesión del derecho al debido proceso en su elemento de igualdad
de partes; alegando que, dentro del proceso administrativo sustanciado contra ECOM Ltda., la
Gerencia Distrital Oruro del SIN, habiendo interpuesto demanda contenciosa administrativa, las
autoridades demandadas pronunciaron la Sentencia 108 de 29 de octubre de 2018, declarando
improbada la misma; empero, no consideraron que las causales de interrupción de la prescripción
prevista en el art. 61 del CTB, no son aplicables en la etapa de ejecución tributaria, ya que la ley no
cita ninguna acción que la Administración Tributaria pudiera utilizar para ese efecto, quedando esta
condición solo en manos del sujeto pasivo, reflejando por ello una desigualdad entre ambas partes;
por ello, ante la existencia de un vacío legal sobre este instituto en fase de ejecución, correspondía
emplear de manera supletoria y por analogía los arts. 340, 1493 y 1503 del CC, al encontrarse
regulada una situación similar en dicho cuerpo normativo civil.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre el derecho a la igualdad de las partes procesales
El art. 119.I de la CPE, establece: “Las partes en conflicto gozarán de igualdad de oportunidades para
ejercer durante el proceso las facultades y los derechos que les asistan, sea por la vía ordinaria o por
la indígena originaria campesina”.
Al respecto, la SCP 0235/2015-S1 de 26 de febrero, sostuvo: “Postulado constitucional que habiendo
sido interpretado por la reiterada jurisprudencia constitucional, identificó al derecho a la igualdad de
las partes procesales, como uno de los elementos que conforman el derecho al debido proceso; esta
igualdad, presupone que los sujetos intervinientes en la contienda judicial se hallan dotados de los
mismos derechos, posibilidades y cargas, sin que exista ningún tipo de privilegios a favor o en contra

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de alguno de ellos; es decir, cada una de las partes del proceso, es titular de similares deberes y
derechos procesales y por lo tanto, deben ser sometidos a un mismo trato por el juez o tribunal que
conozca el proceso; esto implica que la autoridad jurisdiccional, no puede favorecer con sus actos a
ninguna de las partes en conflicto, por el contrario, se ve obligada a mantener una posición neutral
respecto a ellos, asegurando el equilibrio procesal entre contrarios y materializando el valor justicia
en toda su dimensión”.
Entendimiento reiterado por la SCP 1013/2016-S1 de 21 de octubre.
III.2. Sobre la regulación de la prescripción en el Código Tributario Boliviano
Al respecto, el Código Tributario Boliviano, en su Título I, Capítulo III referido a la Relación Jurídica
Tributaria, Sección VII: Formas de Extinción de la Obligación Tributaria y de la Obligación de Pago
en Aduanas, Subsección V: Prescripción, sin las modificaciones introducidas por la Ley 291 de 22 de
septiembre de 2012 -Ley de Modificaciones al Presupuesto General del Estado-, regulaba la
prescripción de las obligaciones tributarias de la siguiente manera:
“Art. 59° (Prescripción)
I. Prescribirán a los cuatro (4) años las acciones de la Administración Tributaria para:
1. Controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos.
2. Determinar la deuda tributaria.
3. Imponer sanciones administrativas.
4. Ejercer su facultad de ejecución tributaria.
II. El término precedente se ampliará a siete (7) años cuando el sujeto pasivo o tercero responsable
no cumpliera con la obligación de inscribirse en los registros pertinentes o se inscribiera en un régimen
tributario que no le corresponda.
III. El término para ejecutar las sanciones por contravenciones tributarias prescribe a los dos (2)
años.
Art. 60° (Cómputo)
I. Excepto en el numeral 4 del parágrafo I del Artículo anterior, el término de la prescripción se
computará desde el 1 de enero del año calendario siguiente a aquel en que se produjo el vencimiento
del período de pago respectivo.
II. En el supuesto 4 del parágrafo I del Artículo anterior, el término se computará desde
la notificación con los títulos de ejecución tributaria.
III. En el supuesto del parágrafo III del Artículo anterior, el término se computará desde el momento
que adquiera la calidad de título de ejecución tributaria.
Art. 61° (Interrupción) La prescripción se interrumpe por:
a) La notificación al sujeto pasivo con la Resolución Determinativa.
b) El reconocimiento expreso o tácito de la obligación por parte del sujeto pasivo o
tercero responsable, o por la solicitud de facilidades de pago.
Interrumpida la prescripción, comenzará a computarse nuevamente el término a partir del primer día
hábil del mes siguiente a aquél en que se produjo la interrupción.
Art. 62° (Suspensión) El curso de la prescripción se suspende con:
I. La notificación de inicio de fiscalización individualizada en el contribuyente. Esta suspensión se
inicia en la fecha de la notificación respectiva y se extiende por seis (6) meses.
II. La interposición de recursos administrativos o procesos judiciales por parte del contribuyente. La
suspensión se inicia con la presentación de la petición o recurso y se extiende hasta la recepción

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formal del expediente por la Administración Tributaria para la ejecución del respectivo fallo” (las
negrillas nos corresponden).
En ese marco, la SCP 0365/2018-S2 de 24 de julio, respecto a la aplicación de las causas de
interrupción de la prescripción en materia tributaria, previstas en el art. 61 del CTB, sostuvo lo
siguiente: “De las normas glosadas precedentemente, el Código Tributario Boliviano, como norma
especial en materia tributaria, contiene regulaciones expresas en cuanto al cómputo, las causales
de interrupción y suspensión, insertos en los arts. 60, 61 y 62 del CTB, del término prescripcional
entre los que no se encuentran las medidas tendientes al cobro, ejecutadas por la Administración
Tributaria, de cuyo contenido resulta evidente que comprende también a la fase ejecución, dado que
el art. 59.I del CTB -sin las modificaciones introducidas por la Ley 291 de 22 de septiembre de 2012-
, comprendía al ejercicio de la facultad de ejecución tributaria entre las acciones de la Administración
Tributaria prescriptibles; y en ese orden, respecto de esa facultad el art. 60.II del referido Código -
sin las modificaciones introducidas por la Ley 291 y 317- fija el comienzo del término de prescripción,
desde la notificación con los títulos de ejecución tributaria; y en cuanto a las causas de
interrupción de este término la causal prevista en el art. 61 inc. b) del CTB, es claramente
aplicable a la fase de ejecución” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
Descrito el marco jurisprudencial para el examen del presente caso, de la revisión y cotejo de los
antecedentes que cursan en el expediente, se llegó a evidenciar que el 21 de enero de 2010, la
Gerencia Distrital Oruro del SIN -ahora accionante-, emitió la Resolución Administrativa de Facilidades
de Pago 20-00013-10, por la cual aceptó lo solicitado por el contribuyente ECOM Ltda., para que
cancele la deuda tributaria.
Luego, mediante PIET 24-00335-10 de 5 de agosto de igual año, la Administración Tributaria anunció
al contribuyente que daría inicio a la ejecución tributaria de la RA 20-00013-10, misma que se
encontraba firme, legalmente exigible y ejecutoriada, al tercer día de su legal notificación con este
proveído, a partir del cual se realizarían las medidas coactivas correspondientes. Posteriormente, el
8 de marzo de 2016, el contribuyente solicitó la prescripción del derecho al cobro por el transcurso
del tiempo del IT períodos fiscales marzo y agosto de 2008 y del IUE de marzo de 2009, inmersos en
el citado PIET; solicitud que fue rechazada por la entidad accionante, a través del Auto 25-00483-16
de 17 de marzo de 2016.
En virtud a ello, ECOM Ltda., interpuso recurso de alzada contra dicho fallo; a cuyo efecto, la Directora
Ejecutiva Regional a.i. de la ARIT La Paz, pronunció la Resolución del Recurso de Alzada ARIT-LPZ/RA
0474/2016 de 27 de junio, que revocó totalmente el Auto 25-00483-16; en consecuencia, declaró
prescrita la facultad de cobro en relación al Título de Ejecución Tributaria concerniente a la Resolución
Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10. Como resultado de la decisión adoptada, la
Administración Tributaria formuló recurso jerárquico; producto de ello, el Director Ejecutivo General
a.i. de la AGIT, mediante Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016 de 5 de septiembre,
confirmó la Resolución impugnada, dejando sin efecto el Auto 25-00483-16 y prescrita la facultad de
ejecución tributaria de la Resolución Administrativa mencionada.
Contra dicha determinación, la entidad peticionante de tutela interpuso demanda contenciosa
administrativa; a tal efecto, los Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa,
Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia -ahora autoridades demandadas-,
pronunciaron la Sentencia 108 de 29 de octubre de 2018, declarando improbada la citada demanda,
en tal sentido, mantuvieron firme y subsistente la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ
1085/2016.
Ahora bien, a través de la presente acción tutelar, la citada entidad accionante denuncia que las
autoridades demandadas al emitir dicha Sentencia no consideraron que en etapa de ejecución
tributaria o cobro, el art. 61 del CTB no establece ninguna acción que la Administración Tributaria
pueda aplicar para interrumpir la prescripción, sino el sujeto pasivo cuenta con dicha prerrogativa;
por ello, al existir un vacío legal sobre este aspecto en la normativa tributaria, correspondía la

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aplicación supletoria de las normas del Código Civil, ante la falta de regulación en el Código Tributario
Boliviano sobre este instituto en fase de ejecución.
A ese efecto, del contenido de la aludida Sentencia 108, hoy impugnada, se evidencia que los
Magistrados demandados, señalaron que los arts. 59, 60 y 61 del CTB, disponen la forma de cómputo,
causales de interrupción y suspensión del término de la prescripción en etapa de ejecución tributaria,
en virtud de lo cual, no existe vacío normativo que permita a la Administración Tributaria recurrir
excepcionalmente a otras normas sobre el tema en cuestión, debiendo dar estricto cumplimiento a
la prelación establecida en el art. 5.I del citado Código, aplicando las causales de interrupción
previstas, con preferencia a las demás leyes.
Respecto a que las facultades para la ejecución tributaria no se encontrarían prescritas, ya que dentro
el término de prescripción se ejecutaron las medidas coactivas previstas en el art. 110 del CTB; la
Administración Tributaria emitió la Resolución Administrativa de Facilidades de Pago 20-00013-10,
aceptando las condiciones solicitadas por el contribuyente para el pago de las deudas del IT e IUE
por los períodos fiscales respectivos; asimismo, con la presentación del memorial por el
contribuyente, de 10 de septiembre de 2010, se interrumpió dicho término de la prescripción por el
reconocimiento de deuda, por ello el nuevo plazo a este efecto inició el 1 de octubre de igual año y
concluyó el 1 de octubre de 2014, esto en el marco del art. 61 inc. b) y último párrafo del mencionado
Código.
Finalmente, cuando el contribuyente presentó un escrito pidiendo la prescripción, la deuda tributaria
ya se encontraba prescrita, cuyos actos tendientes al cobro de la misma realizados por la
Administración Tributaria, no se adecuan a los presupuestos de interrupción dispuestos en el citado
artículo, al ser medidas coactivas únicamente; no siendo posible recurrir excepcionalmente a la
analogía, debiendo la indicada administración circunscribir sus actuaciones a lo estrictamente
dispuesto por el Código Tributario Boliviano.
De todo lo anteriormente glosado, se pudo evidenciar que el fallo emitido por las autoridades ahora
demandadas, expuso de manera clara y puntual los motivos por los cuales correspondía declarar
improbada la demanda contenciosa administrativa incoada por la Administración Tributaria y en
consecuencia mantener firme y subsistente la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1085/2016
que dejó sin efecto el Auto 25-00483-16, efectuando un análisis fundamentado al respecto,
concluyendo que no existe el vacío normativo alegado por la citada administración que permita acudir
a otras normas, debido a que los arts. 59, 60 y 61 del CTB, disponen la forma de cómputo, causales
de interrupción y suspensión del término de la prescripción en etapa de ejecución tributaria.
Dicho razonamiento se halla a su vez corroborado por la jurisprudencia constitucional desarrollada
en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, señalando que
el Código Tributario Boliviano contiene regulaciones expresas en cuanto al cómputo, las causales de
interrupción y suspensión, insertos en los arts. 60, 61 y 62 de dicho cuerpo normativo; concluyendo
que el término de la prescripción comprende también a la fase de ejecución, dado que el art. 59.I
del CTB -sin las modificaciones introducidas por la Ley 291-, comprendía el ejercicio de la facultad de
ejecución tributaria entre las acciones de la Administración Tributaria prescriptibles, y la causal
prevista en el art. 61 inc. b) del citado Código, es aplicable a la indicada fase de ejecución.
En el caso que se analiza y conforme a lo ampliamente expresado en líneas precedentes, queda claro
que no resulta necesario acudir a la aplicación supletoria de las normas previstas en el Código Civil,
específicamente de los arts. 340, 1493 y 1503, a efectos de determinar la interrupción de la
prescripción en etapa de ejecución tributaria, ya que el carácter supletorio al Código Tributario
Boliviano, así como la analogía, se aplican cuando existan vacíos legales en el mismo, de acuerdo a
lo previsto en los arts. 5.II y 8.III del referido Código; extremos que sin embargo no concurren en el
caso presente; toda vez que, el instituto jurídico de la prescripción se encuentra ampliamente
desarrollado en los arts. 59, 60, 61 y 62 del CTB, reflejado en el antedicho Fundamento Jurídico III.2
de este fallo constitucional, conteniendo regulaciones expresas en cuanto al cómputo, sobre las
causales de interrupción, suspensión y del término de prescripción; entre ellas, las medidas

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 761


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destinadas al cobro, las cuales son ejecutadas por la Administración Tributaria que comprende
también la fase de ejecución.
Consecuentemente, de la revisión del fallo cuestionado, se establece que el mismo expresó
razonamientos referidos a la correcta desestimación de las causas de interrupción de la prescripción
argüido por la parte impetrante de tutela y la normativa especial en materia tributaria aplicable al
caso concreto; en tal sentido, no se evidenció la vulneración del debido proceso y del derecho a la
igualdad de las partes como uno de los elementos de aquel, desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, no siendo viable en consecuencia la tutela
que brinda esta acción de defensa.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 69/2019 de 27 de mayo, cursante de fs. 923 a 929,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 762


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0734/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 27401-2019-55-AL
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 03/2019 de 26 de enero, cursante de fs. 178 a 183 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad, interpuesta por Tomas Canaviri Solano contra Gregorio Orosco
Itamari y José Romero Solíz, Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 25 de enero de 2019, cursante de fs. 1, 36 a 41 vta., el accionante
manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Encontrándose detenido preventivamente en el Centro Penitenciario San Pedro de Oruro por el
supuesto delito de asesinato en grado de complicidad, desde el 4 de marzo de 2014; solicitó la
cesación de su detención preventiva, la que fue rechazada por el Tribunal de Sentencia Penal
Segundo de la Capital del referido departamento a través de Auto Interlocutorio de 10 de octubre de
2018, decisión que fue objeto de apelación incidental mereciendo la emisión del Auto de Vista
139/2018 de 25 de octubre, pronunciado por los Vocales ahora demandados, quienes declararon la
improcedencia del recurso, incurriendo en errónea fundamentación y motivación con relación a los
nuevos elementos de prueba aportados a efectos de enervar la probable autoría, consistentes en el
Auto Supremo 225/2018-RRC de 10 de abril y el Auto de Vista 44/2018 de 27 de agosto, este ultimó
-que anuló la sentencia condenatoria que pesaba en su contra-, afirmando equivocadamente que
dichas decisiones judiciales no constituirían medios probatorios, porque no fueron obtenidas
mediante requerimiento fiscal, y que no correspondía su revalorización.
Los fundamentos expuestos, se encuentran fuera de todo contexto y conllevan vulneración del
derecho a la libertad probatoria, contraviniendo la jurisprudencia constitucional contenida en las
SSCCPP 1121/2016 de 18 de octubre y 10/2018 de 1 de marzo, que señalan que en medidas
cautelares el fundamento de la obtención de pruebas a través de requerimiento fiscal resulta
contraproducente, flexibilizando estos aspectos y dejando de lado la rigurosidad, siendo inclusive
permitida la presentación de fotocopias simples como prueba, ello en virtud a los principios de
favorabilidad e informalismo permitiendo a plenitud la materialización del derecho a la defensa,
aspectos que en el caso de autos fueron soslayados.
En la audiencia de apelación expuso la errónea fundamentación que realizó el Tribunal a quo, con
relación al Auto de Vista 44/2018 que anuló la sentencia condenatoria en su contra, hecho que
claramente hacía entrever que la probabilidad de autoría desapareció; sin embargo, el Tribunal de la
causa simplemente desestimó los argumentos vertidos, señalando que la resolución de referencia no
constituía un Auto de Vista firme, puesto que habría sido recurrida en casación y encontrándose
pendiente de resolución; agravio que no mereció respuesta por parte de los Vocales demandados.
De la revisión de la audiencia de medidas cautelares puede evidenciarse que la prueba presentada -
Auto Supremo 225/2018 y Auto de Vista 44/2018- no fueron objeto de exclusión probatoria por la
parte contraria, razón que obligaba a las autoridades demandadas a pronunciarse, debido a que no
es posible que dicho Auto de Vista adquiera la calidad de cosa juzgada para que pueda ser valorado,
puesto que seguir dicho criterio significaría otorgar una pena anticipada.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 763


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I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados


El accionante, alegó como lesionados sus derechos a la libertad vinculado al debido proceso en sus
elementos de fundamentación, motivación y valoración razonable de la prueba, a la defensa y a la
presunción de inocencia, señalando al efecto los arts. 21, 22, 115. II, 116. I, 119. II y 124 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia: a) Se ordene el restablecimiento de las formalidades
legales establecidas en los arts. 124, 173, 239-1) del Código de Procedimiento Penal (CPP), 115.II,
116.I, 119.II de la CPE; b) Se deje sin efecto el Auto de Vista 139/2018; y, c) Se restituya su derecho
a la libertad.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 26 de enero de 2019, según consta en acta cursante de fs. 166 a
177, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó el contenido íntegro de la demanda, y ampliándola
señaló que: 1) El Auto Supremo -presentado como prueba en alzada- determinó la existencia de
errónea valoración probatoria, debido a que no se realizó una correcta interpretación entre lo que
afirmaron los testigos y lo evidenciado de los medios de prueba respecto a cómo ocurrieron los
hechos atribuidos a título de complicidad en el delito de asesinato; por lo que, dejó sin efecto el Auto
de Vista 25/2017 de 22 de mayo; 2) El Auto de Vista 44/2018, anuló totalmente la sentencia de
primera instancia y dispuso el reenvió de la causa al Tribunal siguiente en número para que se
sustancie nuevamente el juicio; 3) Estas resoluciones fueron presentadas en instancia superior a
efectos de desvirtuar la probable autoría, las que fueron rechazadas, bajo el argumento de que no
habrían sido obtenidas a través de requerimiento fiscal, además que al ser fotocopias no tienen
validez, aspecto que contraviene la jurisprudencia constitucional contenida en la SCP 28/2015 de 2
de febrero; y, 4) Las autoridades demandadas, no consideraron que se encuentra detenido
preventivamente durante cuatro años y ocho meses; por lo que, debió aplicarse el art. 239 del CPP.
I.2.2. Informe de los demandados
José Romero Solíz, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Oruro, en audiencia
manifestó que: i) No es posible la aplicación del art. 239-1) del CPP, puesto que el proceso se ha
tramitado y se dictó sentencia y en instancia superior fue anulada; empero, no se anuló la imputación
tampoco la acusación, encontrándose vigente la probabilidad de autoría; ii) Para que proceda la
cesación de la detención preventiva, deben aportarse nuevos elementos que enerven los motivos que
dieron origen a la medida cautelar, en el caso de autos el accionante presentó como recientes
elementos probatorios el Auto Supremo 225/2018 y el Auto de Vista 44/2018, el primero constituye
jurisprudencia o doctrina aplicable, a la que todos tienen acceso e incluso fue emitida en una fecha
anterior a la que se solicitó la cesación, razón por la que no podría tomarse como nueva, además
que no fue obtenida a través de un requerimiento fiscal en total contravención al principio de
publicidad; iii) La presente acción tutelar centra su denuncia en la existencia de procesamiento
indebido, sin que el peticionante de tutela haya cumplido con los presupuestos establecidos para que
pueda ser analizada a través de esta vía; y, iv) Con relación al derecho a la defensa, el accionante,
no precisó cómo es que se vio imposibilitado de ejercer este derecho. En base a estos fundamentos,
solicitó se deniegue la tutela peticionada.
Gregorio Orozco Itamari, Vocal de la Sala Penal Segunda del referido Tribunal Departamental, no
presentó informe, tampoco se hizo presente en audiencia, pese a su notificación (fs. 43).
I.2.3. Resolución
La Jueza Pública Mixta Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo
y Seguridad Social e Instrucción Penal Primera de Salinas de Garci Mendoza en suplencia legal del

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 764


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Juzgado de Instrucción Penal Segundo de la Capital ambos del departamento de Oruro, constituida
en Jueza de garantías, mediante Resolución de 03/2019 de 26 de enero, cursante de fs. 178 a 183
vta., denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes fundamentos: a) No es evidente el indebido
procesamiento alegado por la parte accionante, puesto que los antecedentes procesales evidencian
que la tramitación de la causa fue realizada respetando los plazos procesales; b) El impetrante de
tutela refiere que en audiencia de apelación de la detención preventiva, presentó como nuevos
elementos de prueba el Auto Supremo 225/2018 y Auto de Vista 44/2018; sin embargo, debe tenerse
presente que el caso cuenta con imputación formal vigente, los fundamentos que exponen respecto
a que existirían nuevos hechos sobre su participación en la comisión del delito deberán ser dilucidados
en audiencia de juicio oral; c) Con relación a la aplicación del art. 239. 3) del CPP, si bien la sentencia
de primera instancia fue anulada; empero, corresponde considerar que el proceso penal se ha venido
tramitando de acuerdo a los plazos procesales desde que inició con el control jurisdiccional, aspecto
que evidencia que la causa no está abandonada, habiendo el solicitante de tutela asumido plena
defensa en el juicio penal; d) Respecto a la valoración razonable de la prueba, debe señalarse que
se encuentra dentro de la esfera del debido proceso, razón por la cual deberá ser considerada a
través de una acción de amparo constitucional; y, e) Hasta que no exista sentencia ejecutoriada se
presume la inocencia del imputado -hoy accionante-.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa Auto Supremo 225/2018-RRC de 10 de abril, emitido por la Sala Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, que declaró fundado el recurso de casación interpuesto por el impetrante de
tutela, dejando sin efecto el Auto de Vista 25/2017 de 22 de mayo, disponiendo que la Sala Penal
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, previo sorteo y sin espera de turno
pronuncie uno nuevo (fs. 86 a 97).
II.2. A través de Auto de Vista 44/2018 de 27 de agosto, la Sala Penal Segunda del referido Tribunal
Departamental de Justicia, declaró procedente el recurso de apelación y deliberando en el fondo
anuló totalmente la sentencia impugnada, disponiendo el reenvío de la causa al Tribunal siguiente en
número, el que deberá sustanciar nuevamente el juicio a partir de una nueva radicatoria y pronunciar
el fallo que corresponda (fs. 99 a 118 vta.).
II.3. Mediante Auto Interlocutorio 459/2018 de 10 de octubre, los Jueces del Tribunal Segundo de
Sentencia Penal del citado departamento, rechazaron la solicitud de cesación a la detención
preventiva formulada por el accionante (fs. 133 a 139).
II.4. Por Auto de Vista 139/2018 de 25 de octubre, la Sala Penal Segunda del indicado Tribunal
Departamental de Justicia, declaró improcedente el recurso de apelación por el hoy peticionante de
tutela, y como emergencia de lo resuelto confirmó el Auto Interlocutorio 459/2018 de 10 de octubre
(fs. 150 a 158).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como vulnerado su derecho a la libertad vinculado al debido proceso en sus
elementos de fundamentación, motivación y valoración razonable de la prueba, a la defensa y a la
presunción de inocencia; debido a que los Vocales demandados a momento de emitir el Auto de Vista
139/2018 de 25 de octubre, no explicaron suficientemente los motivos por los cuales el Auto Supremo
225/2018-RRC de 10 de abril y el Auto de Vista 44/2018 de 27 de agosto, no constituyen prueba,
que no fueron obtenidas a través de requerimiento fiscal; y, las razones por las cuales no correspondía
su revalorización.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Obligación del Tribunal de apelación de fundamentar y motivar la resolución que
disponga, modifique o mantenga una medida cautelar

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Este Tribunal a través de la SCP 0339/2012 de 18 de junio, señaló que: “ El Tribunal Constitucional,
ha desarrollado amplia jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y formalidades que debe
cumplir la resolución que disponga una medida cautelar de carácter personal de detención preventiva
de un imputado y/o imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez por la
SC 0089/2010-R de 4 de mayo, sosteniendo que: '...la aplicación de una medida cautelar de carácter
personal en el ámbito procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa
que, la autoridad judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de
una parte, está obligado a verificar y determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art.
233 CPP, para lo que deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los
elementos de prueba presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas
previstas por los arts. 234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de
aplicar la medida cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios
fundamentales inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las decisiones de
las autoridades públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que
se basa su convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado
a los medios de prueba, esa fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los
documentos o la mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar
los presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes'.
En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló:'…está obligado igualmente a
dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha medida cautelar
de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos determinados en el art. 233 del
CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y
fundamentar su Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe
también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una
o varias de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución
debidamente fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han
fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención preventiva'.
Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: 'Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca en
apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si
bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar,
pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo
suficientemente motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley
impone para la procedencia de esa medida cautelar'.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP ”.
Del contenido jurisprudencial desarrollado, podemos colegir que, la fundamentación de las
resoluciones judiciales no sólo es exigible al momento de disponer la detención preventiva, sino
también cuando se rechaza la solicitud de cesación de la detención preventiva, se determine la
sustitución o modificación de esa medida o, finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la

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fundamentación se exige tanto en las resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas
emitidas en apelación y en toda decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP.
III.2. Sobre la labor del Tribunal de alzada en el tratamiento de medidas cautelares
La SCP 0039/2017-S3 de 17 de febrero, precisó: “La SC 1249/2005-R de 10 de octubre, estableció el
siguiente razonamiento: ‘Consecuentemente, es el imputado el que debe demostrar, con los
elementos de convicción necesarios, que los motivos que fundaron su detención preventiva han sido
modificados o ya no existen, para que sea el juez quien, analizando en forma integral todos esos
nuevos elementos, determine si su situación jurídica se ha modificado, y si, en consecuencia, ya no
se presentan los supuestos que hicieron posible su detención, dado que esos nuevos elementos
deben estar orientados a desvirtuar las causas que determinaron la detención preventiva, de no
ocurrir ello, no podrá otorgarse la cesación de la detención; por lo mismo, el juzgador debe analizar
o compulsar en su integridad todos esos nuevos elementos y circunstancias que existan y que deben
ser considerados para adoptar la decisión final.
Ahora bien, el análisis integral de los nuevos elementos presentados por el imputado para obtener la
cesación de la detención preventiva, no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que
conozca en apelación la resolución que conceda o rechace la cesación de la detención preventiva,
toda vez que si bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por
el juez cautelar, pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal
de apelación cuando determine revocar la concesión o rechazo de la cesación de la detención
preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo suficientemente motivada y de la necesidad
de realizar una valoración integral de los nuevos elementos presentados por el imputado, expresando
si los mismos destruyen o no los motivos que fundaron la detención preventiva”’ .
Del contenido desarrollado, podemos concluir, que le corresponde al imputado demostrar con los
elementos de convicción necesarios, que los motivos que fundaron su detención preventiva han sido
modificados o ya no existen, para que sea el juez, quien analizando en forma integral todos esos
nuevos aspectos, determine si su situación jurídica se ha modificado, y en consecuencia, ya no se
presentan los supuestos que hicieron posible su privación de libertad, dado que esas nuevas piezas
deben estar orientados a desvirtuar las causas que determinaron la detención preventiva, de no
ocurrir ello, no podrá otorgarse la cesación de la detención.
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante alega como vulnerado su derecho a la libertad vinculado al debido proceso en sus
elementos de fundamentación, motivación y valoración razonable de la prueba, a la defensa y a la
presunción de inocencia; debido a que los Vocales demandados a momento de emitir el Auto de Vista
139/2018 de 25 de octubre, no explicaron suficientemente los motivos por los cuales el Auto Supremo
225/2018-RRC de 10 de abril y el Auto de Vista 44/2018 de 27 agosto, no constituye prueba, que no
fueron obtenidas a través de requerimiento fiscal; y, las razones por las cuales adujeron que dicho
acervo probatorio fue considerado en instancia inferior y que no correspondía ser revalorizado.
Conforme los antecedentes procesales descritos en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se advierte que el peticionante de tutela, solicitó cesación a la detención
preventiva que fue rechazada a través de Auto Interlocutorio 459/2018, emitido por los Jueces del
Tribunal Segundo de Sentencia Penal de la Capital del referido departamento; determinación contra
la que formuló recurso de apelación en la vía incidental, que mereció la emisión del Auto de Vista
139/2018 de 10 de octubre, pronunciado por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Oruro -ahora demandados- quienes declararon la improcedencia del recurso y confirmaron
la resolución impugnada.
En el marco del desarrollo jurisprudencial expresado en los Fundamentos Jurídicos III.1 y 2 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde determinar si los Vocales demandados
pronunciaron la resolución impugnada cumpliendo los parámetros establecidos por este Tribunal o al
contrario se apartaron de ellos, en ese sentido, primeramente debe hacerse referencia a los agravios
que fueron expuestos por el solicitante de tutela en la audiencia de apelación de cesación de la

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detención preventiva; los cuales están contenidos en el acta de fs. 17 a 26 y ratificadas en fs. 140 a
149 vta. de obrados, y están referidos a los siguientes aspectos: 1) La falta de fundamentación del
Auto Interlocutorio impugnado con relación al art. 233.1 del CPP, al no haber considerado el Auto
Supremo 225/2018 y el Auto de Vista 44/2018, como nuevos elementos que desvirtúan que su
persona es con probabilidad autor o participe del hecho punible acusado; y, 2) Indebida valoración
de la prueba, respecto al precitado Auto Supremo y al referido Auto de Vista 44/2018, para desvirtuar
el riesgo procesal establecido en el art. 233.1 del CPP, al considerar que las resoluciones presentadas
no determinaron argumento alguno en relación a la participación o no del imputado -ahora
accionante-, y que las mismas no pueden ser valoradas, debido a que la culpabilidad o inocencia son
temas de fondo que no pueden ser debatidos en una audiencia de medidas cautelares; pero que
además, contra el Auto de Vista que anuló la Sentencia mencionada, existe un recurso de casación
pendiente de resolución.
Ahora bien, de la revisión y análisis del Auto de Vista, se tiene que los Vocales demandados en su
primer considerando expusieron los motivos de impugnación, identificando de forma concreta los dos
puntos de agravio expresados por el ahora peticionante de tutela, analizando cada uno de ellos de
forma independiente, bajo los siguientes fundamentos:
i) Se tiene como primer agravio, la introducción de los nuevos elementos de juicio que fueron
presentados a objeto de desvirtuar la probable autoría, los que no estuvieron considerados por el
Tribunal de juicio, lo que representaría una errónea fundamentación; sobre el particular, las
autoridades demandadas, señalaron que la esencia de la cesación a la detención preventiva recae en
el caso concreto en los numerales 1 y 3 del art. 239 del CPP, al efecto la referida normativa en su
primer acápite dispone “cuando nuevos elementos demuestren que no concurren los motivos que la
fundaron o torne conveniente sea sustituida por otra”, debiendo cumplirse con los dos presupuestos
establecidos a través de la jurisprudencia constitucional contenida en la Sentencia Constitucional
Plurinacional 0014/2012 de 16 de marzo, en la que se señala, que cuando un juez o tribunal resuelva
la cesación esta deberá derivar del análisis ponderado de dos elementos: 1.- Cuáles fueron los
motivos que determinaron la detención preventiva; y, 2.- Cuáles los nuevos medios probatorios que
aporto el imputado para demostrar que ya no concurren los motivos que la determinaron; aspectos
que fueron incumplidos por la parte apelante, no existiendo una fundamentación al respecto, lo que
conlleva a la improcedencia del recurso ante la carencia de agravios.
Respecto a los nuevos elementos aportados como prueba consistentes en el Auto Supremo 225/2018
y el Auto de Vista 44/2018, señalaron que dichas resoluciones en ninguno de sus fundamentos de
forma taxativa y concluyente determinaron que el hoy accionante no es con probabilidad autor y
menos que exista duda razonable en su parte dispositiva, ya que si bien fue anulada la sentencia de
primera instancia; sin embargo, la imputación y acusación siguen en vigencia, consecuentemente
latente la probable autoría; encontrándose inclusive pendiente de resolución un recurso de casación
interpuesto contra el Auto de Vista 44/2018, aspectos que evidencian que no se definieron de manera
clara, concreta y precisa que Tomas Canaviri Solano -ahora peticionante de tutela- no es con
probabilidad autor del hecho ilícito; por lo que, en criterio de los Vocales demandados dicho acerbo
probatorio no constituye nuevos elementos de juicio, puesto que solo componen jurisprudencia,
doctrina aplicable o precedente contradictorio, y que además existe la probabilidad de que el Auto
de Vista pueda ser dejado sin efecto a consecuencia del recurso de casación interpuesto en su contra,
pero también dichos medios probatorios no son específicamente relativos a la aplicación de medidas
cautelares; más aún cuando no fueron obtenidos a través de requerimiento fiscal, extremo que
vulnera el principio de publicidad.
ii) Con relación a la segunda denuncia, los Vocales ahora demandados señalaron que el primer y
segundo agravio se encuentran relacionados, al estar ambos referidos a la mala fundamentación
respecto a las pruebas presentadas por el peticionante de tutela en audiencia de cesación a la
detención preventiva; sin embargo, si bien refirió vulneración a las reglas de la sana critica; empero,
no señaló de qué forma hubieran sido vulneradas, concluyendo que el Auto Interlocutorio impugnado
contiene la correspondiente fundamentación, vinculada al tratamiento de las medidas cautelares, al
referir que tanto el Auto Supremo 225/2018 y el Auto de Vista 44/2018 no demuestran la inexistencia

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de probable autoría, debido a que el Auto Supremo solo contiene doctrina legal aplicable y
jurisprudencia, y el nuevo Auto de Vista puede ser dejado sin efecto a través del recurso de casación,
pero que al no contener pronunciamiento sobre el fondo de la causa, subsiste la probabilidad de
autoría.
Finalmente concluyeron que al haberse presentado nuevamente en audiencia un ejemplar del Auto
Supremo y Auto de Vista referidos para desvirtuar el riesgo procesal establecido en el art. 233.1 del
CPP, y estos al haber sido valorados en primera instancia, no corresponde su revalorización.
De lo expresado precedentemente, se puede evidenciar que en el presente caso, los Vocales
demandados al pronunciar la Resolución cuestionada, identificaron los agravios expresados en el
recurso de apelación planteado por el accionante, posteriormente analizando la problemática
determinaron que el apelante no fundamentó adecuadamente su recurso, puesto que omitió referirse
a cuales fueron los motivos que determinaron la detención preventiva y en base a ello desvirtuar con
nuevos elementos de convicción que ya no concurren los motivos que la fundaron.
Por otro lado, con relación a las pruebas presentadas en la audiencia de apelación, si bien el Tribunal
de alzada equivocadamente señaló que las mismas no constituyen pruebas, que para su validez
debieron ser obtenidas con requerimiento fiscal y que al haber sido valoradas por el Tribunal a quo,
no corresponde su revalorización, contrariando los precedentes jurisprudenciales establecidos en la
SCP 1126/2013 de 17 de julio, que señaló: “En este sentido, las medidas cautelares por su carácter
instrumental deben tramitarse y aplicarse de manera flexible, sin rigorismos procesales justamente
por la finalidad que persiguen, así un sospechoso de la comisión de un delito puede modificar
sucesivamente su situación jurídica con la urgencia que requiere el caso ello impide tener una
concepción rígida de las tramitación y aplicación de las medidas cautelares” y la SCP 0039/2017-S3,
que refiere: “…al realizar una interpretación que limita la aplicación de la citada norma en función a
la etapa procesal en la que se encuentra el proceso penal que motivó la interposición de la presente
acción tutelar, deviniendo con ello, en la omisión del análisis integral de los nuevos elementos
presentados por el imputado -hoy accionante- para desvirtuar la probabilidad de autoría prevista en
el art. 233.1 del referido Código y obtener la cesación de su detención preventiva, así como cumplir
la labor jurisdiccional de expresar fundadamente si los mismos destruyen o no los motivos que
fundaron su detención preventiva…” sin embargo, del contenido del aludido Auto, se extrae que el
mismo tomó en consideración el texto de las indicadas resoluciones para concluir que son elementos
probatorios que no enervaban la probable autoría, debido a que en ninguno de sus fundamentos de
forma taxativa e incuestionable se determinó que el imputado no es el probable autor del hecho que
se investiga.
Consiguientemente, se tiene que los argumentos expuestos por las autoridades demandadas, a través
del Auto de Vista 139/2018, cuenta con la debida fundamentación y motivación que advierte la
inexistencia de vulneración al debido proceso en sus vertientes indicadas, al exponer razonamientos
conducentes a justificar su decisión, sin que en la labor efectuada se haya alejado de la razón o una
omisión valorativa ligada a la fundamentación y motivación extrañada por el solicitante de tutela;
habiendo adecuado su accionar a lo establecido en la jurisprudencia constitucional glosada al efecto,
tomando en cuenta que el Auto Supremo 225/2018-RRC, dejó sin efecto el Auto de Vista 25/2017 de
22 de mayo, y ordenó se emita otro, por evidenciar que el mismo no dio respuesta a todos los
agravios formulados en el recurso de apelación interpuesto por el impetrante de tutela, por su parte
el nuevo Auto de Vista 44/2018 anuló la sentencia de primera instancia por considerar que el Tribunal
de juicio incurrió en defectuosa valoración de la prueba, ordenando el reenvió de la causa al Tribunal
siguiente en número; de lo expresado, se constata que ninguna de las decisiones mencionadas,
dejaron sin efecto la imputación y acusación y por tanto la probable autoría continua vigente;
argumentos en base a los que determinaron la improcedencia del recurso.
Finalmente, con relación a la vulneración del derecho a la defensa, y presunción de inocencia,
corresponde señalar que el accionante omitió fundamentar de que forma el Auto impugnado lesionó
dicho derecho y garantía constitucional, aspecto que impide a este Tribunal emitir criterio al respecto.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 769


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En consecuencia, la Jueza de garantías, al denegar la tutela solicitada, aunque con otros


fundamentos obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 03/2019 de 26 de enero, cursante de fs. 178 a 183
vta., pronunciada por la Jueza Pública Mixta Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia,
de Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primera de Salinas de Garci Mendoza
en suplencia legal del Juzgado de Instrucción Penal Segundo ambos de la Capital del departamento
de Oruro; y en consecuencia DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0735/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29414-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 54/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 213 a 219, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Erika Katherine Hurtado Rosado y Raúl
Guillermo Almaraz Lobos en representación de NIBOL Limitada (LTDA.) contra María Cristina
Díaz Sosa y Ricardo Torres Echalar, Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Primera y Segunda respectivamente del Tribunal
Supremo de Justicia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 26 de abril y 6 de mayo de 2019, cursantes de fs. 90 a 105 y 109 y
vta., la parte accionante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Mediante licitación pública CUCE 13-0906-00-434010-1-1 el Gobierno Autónomo Departamental de
Tarija convocó a empresas interesadas a presentar propuestas conforme el Documento Base de
Contratación (DBC) aprobado por Resolución 137/2013 de 31 de diciembre, para la adquisición de
maquinaria. Como resultado de dicha contratación pública, se suscribió el contrato 05/2014 de 24 de
febrero, entre NIBOL LTDA. y la Entidad señalada, el 18 de marzo de 2014 y protocolizado mediante
Testimonio 93/2014 de 26 del mismo mes y año, dándose de esta manera inicio a la entrega del
objeto del contrato.
Por memorial de 3 de agosto de 2015, NIBOL LTDA. formalizó demanda contenciosa administrativa
de cumplimiento de contrato, orden de intereses establecidos en el contrato, orden de pago de multas
y costas procesales, pago de daños y perjuicios y declaratoria judicial de ineficacia absoluta de actos
jurídicos por vicios no susceptibles de confirmación y/o convalidación; incoada contra la citada
Institución; toda vez que, de la totalidad de los ítems adjudicados fueron entregados y recibidos a
excepción del ítem 5 (vibrocompactadora rodillo liso de 10 toneladas) y el ítem 6 (vibrocompactadora
pata de cabra de 10 toneladas mínimo) que fueron ilegal y arbitrariamente observados por los
miembros de la Comisión de Calificación, procediendo a rechazar su recepción mediante nota de 23
de mayo de 2014, en el entendido de que el “MOTOR ES DE ORIGEN CHINO” (sic) lo cual
contravenía lo señalado en las especificaciones técnicas del DBC, sin tomar en cuenta que el equipo
ofertado por su empresa tenía como origen “INDONESIA”, rechazando los equipos
vibrocompactadores marca SAKAI modelo SV512DF.
Ante el hecho suscitado, NIBOL LTDA. realizó las aclaraciones y justificaciones mediante nota CITE
C.E. 545/2014 de 23 de junio, misma que, no fue puesta en conocimiento de los responsables directos
del proceso de contratación; en esta misma se explicaba que SAKAI es una multinacional de origen
japonés que constituyó fábricas en varios países del mundo con igual calidad de sus productos
fabricados, por lo cual ofrecía la misma garantía sin importar el país de fabricación. El ensamblado
de los equipos se lo realizaba con componentes y materia prima de distintas partes del mundo, los
que se encuentran sujetos a normas de controles de calidad, certificando su producto con la empresa
SAKAI HEAVY INDUSTRIES LTDA., con casa matriz de Japón. Por carta CITE C.E. 621/2014 de 14 de
julio, hicieron conocer esta situación a la Dirección Departamental de Contrataciones de la Entidad
pública citada, a los fines de que aplique el procedimiento legal establecido para estos casos y
garantice la equidad; de igual manera por oficio con CITE C.E. 142/2015 de 19 de febrero, como

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muestra de responsabilidad, transparencia y legalidad, procedió a la renovación de las boletas de


garantía de cumplimiento de contrato de los ítems 5 y 6 con vigencia hasta el 19 de junio de ese año
y al 17 de septiembre del mismo año. A través de CITE C.E. 188/2015 se puso en conocimiento del
Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, solicitando se emitan los informes
técnicos y legales a los fines de resolver en base al Decreto Supremo (DS) 0181 de 28 de junio de
2009; pues conforme el DBC en el numeral tres, subtitulado como “Generalidades”, las características
del equipo y motor debían ser de última generación, cumplir con las normas ambientales y no tener
partes o sistemas reacondicionados y en cuanto al país de origen señaló: “País de origen; (indicar no
chino)”; sin embargo en el numeral cuatro con subtítulo “Especificaciones Técnicas” en lo referido al
motor, numeral cinco, en ninguno de los incisos expresaba la prohibición ni la exigencia del origen
del motor; infiriendo de ello que los Informes de la Comisión de Calificación, el Técnico 001/2015 de
13 de marzo y el Legal 16/2015 de 9 de marzo, forzadamente sustentaron el ilegal rechazo de los
equipos, sin valorar de manera legal y objetiva las especificaciones técnicas del DBC en las que no
existía mayor exigencia respecto al origen del motor; contrario a ello el citado Informe Legal no
mencionó que: a) Los equipos fueron entregados por NIBOL LTDA. dentro del plazo de ochenta y
nueve días; b) No especificaron sobre las notas aclaratorias C.E. 545/2014, 621/2014 ni se les hizo
conocer el informe final; c) Soslayaron la póliza de importación de la Aduana Nacional de Bolivia
(ANB) y el certificado de origen del Ministerio de Comercio de la República de Indonesia que fueron
entregados a la precitada Entidad; d) No valoraron que el Gobierno Autónomo Departamental de
Tarija no cumplió el plazo de inspección de prueba del vehículo que era de dos días; para finalmente
concluir y recomendar la resolución de contrato por la causal prevista en la Cláusula Décima Octava
numeral 2.1. inc. e); es decir, por supuesto incumplimiento del plazo dentro la provisión sin que el
proveedor adopte medidas innecesarias y oportunas para recuperar su demora y asegurar la
conclusión de entrega dentro del plazo acordado.
Por el antecedente expuesto, se inició demanda contenciosa en contra del Gobierno Autónomo
Departamental de Tarija, de la que emergió la Sentencia 01/2017 de 17 de marzo, emitida por la
Sala Social, Seguridad Social Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa del Tribunal
Departamental de Justicia del citado departamento, por la que se declaró probado el proceso de
cumplimiento de obligación contractual e ineficacia de resolución de contrato practicada en sede
administrativa y pago de daños y perjuicios, precisando que: 1) NIBOL LTDA. cumplió con la entrega
de los bienes estipulados en el contrato entre ellos los ítems 5 y 6 Vibrocompactadora Rodillo Liso y
Vibrocompactadora Pata de Cabra ambos de 10 t., encontrándose los mismos en instalaciones del
Servicio Departamental de Caminos SEDECA; 2) Dentro de las especificaciones técnicas exigidas para
el motor, no se consignó ninguna limitante o condición con relación al país de origen, por
consiguiente, la prohibición de motor chino no fue estipulada por la entidad contratante; 3) NIBOL
LTDA., cumplió con la entrega de los bienes ítems 5 y 6 de procedencia indonesa de conformidad al
contrato y a los documentos que forman parte del mismo; y, 4) Se rechazó la recepción de los citados
bienes sin hacer una objetiva valoración de los documentos base contratación y se incumplió con el
procedimiento establecido para realizar la efectiva resolución de contrato.
Incoado recurso de casación por el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, como respuesta al
mismo los Magistrados de la Sala Contenciosa, Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa
Primera del Tribunal Supremo de Justicia, emitieron los Autos Supremos 2 de 10 de enero y de 26
de febrero -sin número de aclaración, enmienda y complementación-, ambos de 2019, que son lesivos
a los derechos fundamentales y atentatorio al ordenamiento jurídico porque resolvieron señalando
que: “…la sentencia incurre en una apreciación indebida de los hechos que se traduce en un error de
derecho en la valoración de la prueba documental…” (sic); asimismo afirmando que: “En
consecuencia, ya no existía la necesidad u obligación de consignar en las especificaciones
técnicas el origen del motor, puesto que ya estaba expresamente indicado, cuando
suprime que el equipo de motor sean chinos” (sic); argumentos con los que el Tribunal Supremo
declaró infundado el recurso de casación en la forma y deliberando en el fondo casó la Sentencia
01/2017 y declaró improbada la demanda de incumplimiento de contrato, consecuentemente legal la
resolución contractual emitida al efecto.

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Por lo que, se violó la garantía y derecho al debido proceso, así como a contar con una resolución
debidamente fundamentada y congruente, tanto de manera interna como externa; toda vez que los
Magistrados demandados no consideraron sus argumentos y alegaciones expuestas en la
contestación del recurso de casación y en relación al fundamento de la parte recurrente cuando alegó
error de derecho en la valoración de la prueba documental, precisando que: “…no cumple con el
presupuesto establecido en el artículo 153 numeral 3 del Código de Procedimiento Civil, que exige
que el recurrente adjunte a tiempo de formular la casación los documentos y/o actos auténticos por
los cuales se demuestren fehacientemente la equivocación en la cual se hubiese incurrido” (sic). De
igual manera, se vulneró el principio de congruencia interna, motivación y debido proceso, al señalar
en el citado Auto Supremo cuando analizó y valorizando el DBC evidenciaron que no existía la
exigencia de que el motor no sea de origen chino, para posteriormente resolver en casación en el
fondo y establecer de manera discordante que era una condición el requerimiento de que el motor
no sea de fabricación china; existiendo razonamiento contradictorio porque concluyen en el último
párrafo que: “…En tal sentido el Documento Base de Contratación (DBC), no se lo interpreta cláusula
por cláusula o de forma aislada sino que responde de forma conjunta a condiciones del contratante,
para el bien del servicio solicitado…” (sic); existiendo razonamientos contradictorios y antagónicos
que hacen de la resolución emitida incongruente, porque primero arriban a la conclusión de que lo
resuelto en primera instancia se encuentra debidamente fundamentado y luego analizaron el DBC y
adoptaron otra posición, arribando a una conclusión contraria para posteriormente casar la sentencia
y declarar probada la misma al establecer que existía la exigencia de que los motores no sean chinos.
Denunció asimismo, la transgresión de la garantía y derecho al debido proceso, ya que los
Magistrados demandados, realizaron una labor no peticionada en el recurso de casación en el fondo,
resultando violatorio a los arts. 253 y 254 del CPCabrog, ya que no se aplicó objetivamente dicha
disposición legal, en cuanto a la revalorización de la prueba debió considerarse todas y de manera
conjunta; es decir, confundieron el error de hecho que refiere a la valoración intrínseca de un
documento, con el de derecho, relativo a que determinada prueba debe ser revisada conforme su
naturaleza probatoria y no de otra manera.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante alegó como lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia interna y externa; citando al efecto los arts. 14.I, 115 y
117.I de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, dejando sin efecto los Autos Supremos 2 de 10 de enero y el de 26 de
febrero -sin número de aclaración, enmienda y complementación -, ambos de 2019.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 21 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 206 a
212 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes ratificaron in extenso la acción de amparo constitucional interpuesta, precisando
además que luego de emitirse los informes contradictorios en distintas unidades del Gobierno
Autónomo Departamental de Tarija, dictaron la Resolución Administrativa (RA) 118/2015 -no
consigna fecha- a través de la cual dejaron sin efecto el Contrato 04/2014 -sin fecha-, sin considerar
que se acompañó certificado de origen del Ministerio de Comercio de la República de Indonesia, la
póliza de importación y el certificado de calidad emitido por SAKAI HEAVY DUTY LTDA. que es una
multinacional que ejerce actividades en diferentes países; en ese sentido la entidad citada no estaría
tomando la maquinaria pesada como una unidad, sino que tomó en cuenta la procedencia de cada
elemento que conforma el equipo pesado, aspecto que no es correcto. Asimismo, en los Autos
Supremos 2 de 10 de enero y de 26 de febrero ambos de 2019, que motivaron la interposición de la
acción tutelar, las autoridades demandadas no emitieron resolución fundamentada y congruente,
pues desde el inicio solo hicieron mención al memorial de respuesta del recurso de casación sin referir

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de manera posterior a ningún argumento ni fundamento contenido en el mismo. Por otra parte,
refiere que los funcionarios de esa institución interpusieron el recurso de casación en virtud del art.
254 inc. 4) del CPCabrog.; es decir, en cuanto a la forma, argumentando que existiría falta de
fundamentación y valoración probatoria; a tal efecto las autoridades demandadas afirmaron que hubo
equivocación de parte de los recurrentes, toda vez que, no podrían ingresar a valorar la prueba
porque debieron plantear recurso de casación en el fondo y no en la forma; posteriormente se
contradicen vulnerando el derecho a la igualdad procesal y actuando de forma ultra petita porque
ingresaron a valorar nuevamente el DBC, provocando que como empresa adjudicada no tengan
oportunidad de refutar las valoraciones. De igual manera en el recurso, personeros del Gobierno
Autónomo Departamental de Tarija, aluden al art. 253 inc. 3) del CPCabrog., y también de manera
equivocada piden la valoración de la prueba documental de fs. 401 a 841 del expediente principal,
indicando que hubo error respecto a la inspección y la prueba testifical, conforme lo descrito en la
norma citada, se puede recurrir de casación en el fondo, cuando en la apreciación de la prueba se
incurrió en error de hecho; es decir, un argumento no se encontraba debidamente fundamentado;
sin embargo de ello, la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa Social y Administrativa Primera,
directamente declaró infundado el recurso en cuanto a la forma y casó la Sentencia 01/2017 de 17
de marzo resolviendo el recurso en el fondo, declarando improbada la demanda contenciosa de
cumplimiento de contrato, seguido por NIBOL LTDA., contra el Gobierno Autónomo Departamental
de Tarija, consecuentemente legal la Resolución Contractual emitida al efecto.
I.2.2. Informe de los demandados
María Cristina Díaz Sosa y Ricardo Torres Echalar, Magistrados de la Sala Contenciosa, Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Primera y Segunda respectivamente del Tribunal Supremo de
Justicia, mediante memorial de 15 de mayo de 2019, remitido vía fax el 20 del mismo mes y año,
cursante de fs. 190 a 194, informaron: i) El fundamento central de la Sentencia 1/2017 que declaró
probada la obligación contractual e ineficacia de resolución de contrato, así como pago de daños y
perjuicios, radicó en que no hubo exigencia de prohibición del origen del motor chino en las
especificaciones técnicas del DBC, por ende, no se incumplió el contrato ni el citado documento base
de contratación, al proveer los equipos y motores de procedencia china; aspecto reclamado en
recurso de casación; ii) Realizada la revisión de la citada Sentencia, se concluyó que la misma incurrió
en una apreciación indebida de los hechos que se traduce en error de derecho en la valoración de la
prueba documental. En vista de que el DBC fue el marco referencial en el que los proponentes basaron
sus propuestas, no se interpreta cláusula por cláusula o de forma aislada el mismo, sino que responde
de forma conjunta a las condiciones del contratante; razón por la cual se precisó que ya no existía la
necesidad u obligación de consignar en las especificaciones técnicas el origen del motor, puesto que
ya estaba expresamente indicado cuando se prohibió que el equipo y motor sean chinos; en el
entendido de que este es un simple accesorio o elemento decorativo del motorizado, sino primordial
para el funcionamiento, conservación, durabilidad y resistencia del mismo, de ahí el
requerimiento[AJFS1] de que cumpla con requisitos técnicos que no hacen al origen del mismo, sino
a las cualidades de éste, ya que aquello -el origen- está contemplado en las exigencias generales del
mismo; iii) En cuanto a la supuesta falta de fundamentación, motivación y congruencia, no resulta
evidente, ya que si bien el Auto Supremo 2 de 10 de enero de 2019 no contiene una ampulosa
argumentación, empero, resuelve todos los puntos en términos claros, precisos y que fueron objeto
del recurso de casación, tanto en la forma como en el fondo, advirtiendo que el proceso fue
desarrollado sin vicios de nulidad, no resultando cierto el reclamo interpuesto; y, iv) En atención a
lo descrito en la SC 0580/2007-R de 9 de julio, en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, las lesiones al debido proceso están llamadas a ser reparadas por
los mismos órganos jurisdiccionales que conocieron la causa, lo que implica que quien fue objeto de
lesión, debe pedir a los jueces y tribunales ordinarios asumirlos efectivamente a través de los medios
y recursos que la ley prevé y solo agotados estos, acudir a la jurisdicción constitucional.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Iván Rodrigo Vaca Parrado y María Cristina Sánchez Herrera, en representación de Adrián Esteban
Oliva Alcázar, Gobernador del Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, mediante memorial

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presentado el 21 de junio de 2019, cursante de fs. 198 a 205, manifestaron que: a) En la primera
instancia se incurrió en error, al pretender asignar valor probatorio, previsto en los art. 1297 del
Código Civil (CC), 399 y 400 del CPCabrog. a los papeles cursantes en obrados que son fotocopias
simples sin valor legal alguno; en ese sentido, los Vocales al pronunciar la Sentencia 01/2017
incurrieron en error de derecho al asignar valor probatorio a simples fotocopias; b) En cuanto a la
demanda de cumplimiento de obligación incoada por NIBOL Ltda., reclama la falta de pago de Bs2
357,352.- (dos millones trescientos cincuenta y siete mil trescientos cincuenta y dos bolivianos),
monto que resulta de la sumatoria de los ítems 5 y 6, que no emerge de la desidia o negligencia del
Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, sino de la empresa proveedora que al momento de
recepcionar la maquinaria esta no cumplía con las especificaciones técnicas requeridas ni ofertadas;
por lo que, precautelando los intereses del Estado, dicha institución resolvió el contrato por
incumplimiento de NIBOL LTDA. por la incorrecta provisión de bienes, aspecto que se evidenció en
acta de inspección judicial, en la que se verificó que el DBC especificaba que el motor no debía ser
chino; sin embargo, la fotografía indica una placa con el rótulo “MADE IN CHINA”, en ese sentido al
ser un componente que de manera textual se especificó que no debía tener origen chino, se incumplió
con lo pactado; c) Precisan que la solicitud en principio es el cumplimiento de una obligación a causa
de un contrato que se encuentra resuelto, y que la consiguiente ineficacia absoluta de los actos
peticionados, no deviene de su demanda principal, sino que fue mal entendida por la parte actora,
lo correcto era demandar la ineficacia por nulidad, cumpliendo las causales para su procedencia y
que a consecuencia de esta se declare inexistente el vínculo contractual para así poder operar el
cumplimiento de contrato, por lo que además esta Sentencia ahora recurrida es incongruente; d) Se
demostró que la maquinaria no fue utilizada o removida a otro lugar, no tiene kilometraje y el motivo
por el cual se encuentra en el SEDECA fue por la negativa de la empresa a retirar la misma que no
fue recepcionada, sino únicamente evaluada; es decir, la Comisión de Calificación debía emitir informe
satisfactorio sobre la correcta entrega de los bienes y para tal efecto debía evaluar la misma con
carácter previo; posteriormente, efectuadas las observaciones a NIBOL LTDA., para que subsane las
mismas, no enmendaron en su oportunidad, ratificándose de esta manera dicha comisión en el
rechazo de la recepción, comunicando esta situación a la Empresa vía fax y luego de manera personal;
y, e) No se puede pretender desconocer la prueba pericial que demostró que el origen del motor es
chino, hecho que además en su momento no fue objetado al momento de presentarse a la licitación
pública, es decir para aprobar el DBC, más al contrario NIBOL LTDA. de forma expresa asintió a todas
las condiciones establecidos en los documentos que forman parte del contrato y al no otorgar lo
pedido, se incumplió con el DBC y la propuesta. Si bien la maquinaria debe ser considerada en su
totalidad como pretende la parte actora, es necesario establecer que sí había una condicionante para
la licitación, al excluir un componente de origen chino, esta debió ser cumplida, tanto para el origen
de la maquinaria en su ensamblaje final, como de cada uno de los elementos, esto incluye el motor.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
54/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 213 a 219, concedió la tutela solicitada y dispuso dejar sin
efecto el Auto Supremo 2 de 10 de enero, así como el Auto de aclaración, enmienda y
complementación de 26 de febrero, ambos de 2019, con los siguientes fundamentos: 1) Conforme
se tiene que la SCP 0566/2018 S1 de 1 de octubre, se mencionó ciertos requisitos que delimitan
cuándo una resolución es arbitraria, estableciendo el principio de interdicción a la arbitrariedad, que
especifica que cuando refleja una decisión sin motivación o cuando no existe la misma o en su
defecto, existiendo una motivación que no es arbitraria, la misma sea insuficiente; es así que en el
caso concreto la parte accionante expuso de qué manera el Tribunal hoy recurrido no valoró los
argumentos expuestos en la contestación al recurso de casación y de qué manera dicho Tribunal
omitió pronunciarse sobre las pruebas que en su momento fueron esgrimidas en dicha contestación;
lo propio en cuanto al segundo requisito en precisar los derechos y garantías constitucionales
lesionados, se tiene que tanto en la acción de amparo constitucional como en audiencia, se
expusieron todos los derechos constitucionales solicitados en control tutelar; y en cuanto al nexo de
causalidad, también se cumplió al precisar que se vulneró sus derechos a la defensa y al debido
proceso al no considerar la contestación al recurso; 2) El Auto Supremo 2 no hace mención de

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algunos elementos argumentados en la contestación del recurso de casación; es decir, en la


fundamentación de hechos afirma contarse con una respuesta al recurso y la presentación de
memorial, pero no señala cuáles fueron los argumentos que ese memorial contenía y en la resolución
romanos III del Auto Supremo señalado, refiere tanto a la casación en la forma como en fondo; 3)
En la página 8 parágrafo primero del citado Auto Supremo, los demandados argumentaron que: “…
la revisión del Considerando 2 de la referida sentencia, (…) se evidencia que, la Sala Social,
Contenciosa Administrativa del Tribunal Departamental de Tarija, dio cumplimiento a los requisitos
establecidos por ley, para la emisión de la sentencia recurrida, ya que contiene fundamentación y
motivación respecto a la existencia o no de la causal para operar la resolución del contrato por
incumplimiento en la procedencia del motor chino…” (sic); y, contradictoriamente en la página 9 de
la misma Resolución, argumenta que: “…la sentencia incurre en una apreciación indebida de los
hechos que se traducen en error de derecho en la valoración de la prueba documental…” (sic),
haciendo referencia al documento base de contratación e ingresando a valorar el origen del motor;
es decir, resuelve de manera incongruente; 4) Resulta arbitrario que no se haya dado respuesta a
los puntos presentados a la contestación al recurso de casación.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta la Sentencia 01/2017 de 17 de marzo emitida por la Sala Social, Seguridad Social,
Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa del Tribunal Departamental de Tarija, por
la que se declaró probada la demanda contenciosa de cumplimiento contractual e ineficacia de
resolución de contrato practicada en sede administrativa y pago de daños y perjuicios; disponiendo
dejar sin efecto la “Resolución Contractual Unilateral” realizada por el Gobierno Autónomo
Departamental de Tarija por supuestas causales atribuibles al proveedor; ordenándose el
cumplimiento del contrato, más el pago de los intereses convencionales pactados contractualmente,
conforme a las previsiones de la Cláusula Vigésima del mismo, para el resarcimiento de daños y
perjuicios causados, intereses, estos serán calculados en ejecución de sentencia (fs. 30 a 48 vta.).
II.2. Recurso de casación incoado por los representantes del Gobierno Autónomo Departamental de
Tarija, el 3 de abril de 2017, solicitando se case la Sentencia de 17 de marzo del mismo año y se
declare improbada la demanda principal (fs. 50 a 61).
II.3. Mediante memorial presentado el 19 de abril del indicado año, NIBOL LTDA., a través de sus
representantes, respondió al recurso de casación (fs. 64 a 70 vta.).
II.4. Cursa el Auto Supremo 2 de 10 de enero de 2019, emitido por la Sala Contenciosa y Contenciosa
Administrativa, Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, por el que las
autoridades demandadas resolvieron declarar infundado el recurso de casación en cuanto a la forma
y en el fondo, casó la referida Sentencia 01/2017 y deliberando en el fondo declaró improbada la
demanda contenciosa de cumplimiento de contrato (fs. 72 a 77).
II.5. A través de memorial interpuesto el 22 de febrero de 2019, NIBOL LTDA. solicitó aclaración,
enmienda y complementación, habiéndose respondido por las autoridades demandadas por Auto de
26 de febrero del mismo año, declarando no ha lugar a la solicitud efectuada (fs. 79 a 82).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante, denuncia como lesionados su derecho al debido proceso, en sus componentes
de acceso a un juez imparcial, derecho a la defensa por falta de valoración de la prueba, derecho a
una resolución debidamente fundamentada y el principio de congruencia. Denunciando que el Auto
Supremo 2, impugnado, incurrió en los siguientes actos ilegales: ii) Omisión de fundamentos de la
contestación al recurso de casación; ii) Violación al principio de congruencia; iii) Violación de la
garantía y derecho al debido proceso por haberse resuelto el recurso de casación en el fondo sin
acreditar el error de derecho o de hecho en la apreciación de la prueba. En consecuencia, corresponde
en revisión, verificar si los argumentos son evidentes con el fin de conceder o denegar la tutela
solicitada.

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III.1. El derecho al debido proceso en su elemento de motivación de las resoluciones


judiciales
La SC 1365/2005-R de 31 de octubre, señaló: “De igual forma, es necesario recordar que la garantía
del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las
resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte
una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que
sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la
problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador
lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma,
dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas
sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los principios
y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad,
dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos
juzgados sino de la forma en que se decidió.
Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que ha
arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron
juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado
con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para
que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro
del proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución
que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, entre los cuales, se encuentra la garantía
del debido proceso, que faculta a todo justiciable a exigir del órgano jurisdiccional a cargo del
juzgamiento una resolución debidamente fundamentada, así se ha entendido en varios fallos de este
Tribunal, entre ellos, la SC 752/2002-R, de 25 de junio, que ampliando el entendimiento de la SC
1369/2001-R, de 19 de diciembre señaló lo siguiente: '(…) el derecho al debido proceso, entre su
ámbito de presupuestos exige que toda Resolución sea debidamente fundamentada. Es decir, que
cada autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la
fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte dispositiva de la misma. Que,
consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una Resolución, no sólo suprime una parte
estructural de la misma, sino también en los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que
vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a las partes conocer cuáles son las razones
para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al
Juez a tomar la decisión'.
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones
y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta segunda, la
motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiendo
expresar el Juez sus convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo
caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando
la resolución aun siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una
decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas ”.
Esta precisión jurisprudencial ha venido siendo seguida por la jurisprudencia uniforme del Tribunal
Constitucional Plurinacional en relación a la exigencia que tienen los juzgadores de motivar sus fallos,
así por ejemplo, las SSCCPP 0402/2019-S3 de 8 de agosto, 0603/2019-S4 de 7 de agosto entre
muchas otras.
La exigencia de la motivación de las resoluciones a diferencia del principio de congruencia, como lo
precisó la jurisprudencia constitucional, exige que la autoridad jurisdiccional exponga con claridad y
precisión las razones por las cuales arriba a un resultado hermenéutico en base al conocimiento de
la realidad y las normas jurídicas que se deben aplicar al caso concreto. Por su parte, el principio de
congruencia implica que un Tribunal en virtud al derecho a la tutela judicial efectiva y a la defensa,
no puede dejar de responder a los argumentos esgrimidos por las partes dentro del proceso judicial,
independientemente del rol que ocupan dentro del proceso.

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III.2. El principio de congruencia de las resoluciones judiciales como componente del


derecho al debido proceso
La SCP 0048/2017-S2 de 6 de febrero, precisó que: “La SC 0682/2004-R de 6 de mayo, reiterada por
las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0593/2012 de 20 de julio y 0541/2015-S1 de 1 de
junio, entre otras señaló que: ‘Al tratarse la problemática planteada de omisiones indebidas que se
hubieren suscitado dentro de un acto resolutivo materializado en una resolución dictada en apelación,
cabe señalar de manera general que toda resolución, en lo que concierne al fondo de la
misma, debe ser debidamente fundamentada, lo que obliga a todo juzgador a exponer todos
los fundamentos de hecho y derecho en la parte de fundamentación jurídica, la misma que por una
parte, deberá guardar consecuencia con la parte de relación de los hechos, en la que
resulta obvio se deberá exponer todo cuanto hubiera sido argumentado por las partes; y
por otra, dicha fundamentación deberá ser congruente con la parte resolutiva que tendrá a su vez
que ser coherente con la fundamentación y el petitorio de las partes apelantes.
Además de ello, toda resolución dictada en apelación, no sólo por disposición legal sino también por
principio general, debe sujetarse a los puntos de apelación expuestos por la parte apelante, que se
entiende deben estar relacionados con lo discutido ante el juez a quo. Para el mismo objetivo -
resolver la apelación-, también el juez ad quem, si se trataran de varias apelaciones y deba resolverlas
en una sola resolución deberá individualizar a las partes, lo que supone también, la individualización
de sus pretensiones y resolverlas de la misma forma; pues en el único caso que podrá dirigirse en su
fundamentación a dos o más apelantes, será cuando éstos hubieran coincidido en sus argumentos al
presentar su apelación, o varios hubieran presentado apelación en forma conjunta. Ahora bien, la
misma obligación que tiene el juez ad quem frente a los apelantes, también debe
cumplirla frente a la parte adversa, para el caso de que el procedimiento aplicable admita
que la misma pueda responder al recurso, pues omitir las consideraciones a la respuesta
igual que no responder a los puntos de apelación, resulta arbitrario y por lo mismo, daría
lugar a una omisión indebida plasmada en la resolución que resuelve la apelación.
Lo expuesto, no responde únicamente a un mero formulismo de estructura sino que al margen de
ello, responde al cumplimiento de deberes esenciales del juez que a su vez implican el
respeto de derechos y garantías fundamentales de orden procesal expresamente
reconocidos a los sujetos procesales, así como el derecho de acceso a la justicia, a la garantía
del debido proceso que entre uno de sus elementos, reconoce el derecho a exigir una resolución
motivada’.
De la indicada jurisprudencia, se extrae que toda resolución judicial o administrativa emitida en la
fase de impugnación, debe exponer los argumentos de hecho y derecho efectuados por las partes,
con la finalidad de que la determinación a asumirse responda a todos los puntos apelados
y que se encuentren en estricta relación con lo resuelto por el inferior en grado;
obligación que de igual manera será aplicada a favor de la parte adversa a quien se le
reconoce el derecho de responder el recurso planteado en resguardo de sus derechos
procesales, ya que caso contrario se estaría ante una omisión indebida que lesionaría su
derecho a la defensa de éste.
Criterio constitucional, que si bien fue asumido en torno a resoluciones emitidas en segunda instancia,
merece en el presente ser extendido a otras situaciones en las que de igual manera sea
perfectamente aplicable, como sucede en el caso de los procesos contenciosos administrativos
tramitados ante el Tribunal Supremo de Justicia, toda vez que la congruencia al ser una exigencia
procesal por la que toda resolución judicial o administrativa, debe guardar estricta correspondencia
entre lo pedido, considerado y resuelto, implica que el juzgador no puede ir más allá de lo solicitado
y tampoco fundar su resolución en hechos diversos a los alegados por las partes (incongruencia
aditiva) o en su caso no puede dejar de considerar y pronunciarse sobre las pretensiones de las
partes (incongruencia omisiva), puesto que es su obligación manifestarse sobre todos los puntos
controvertidos y debatidos en el proceso alegados por las partes” (el resaltado nos pertenece).

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En el contexto, de lo relatado, se evidencia que el principio de congruencia implica que la autoridad


judicial debe responder a los argumentos de todas las partes dentro del proceso judicial de manera
clara y precisa, garantizando que los argumentos esgrimidos por las partes no queden en indefensión.
III.3. Análisis del caso concreto
De acuerdo a lo vertido por la parte impetrante de tutela, las autoridades demandadas vulneraron su
derecho al debido proceso, en sus componentes de acceso a un juez imparcial, derecho a la defensa
por falta de valoración de la prueba y derecho a una resolución debidamente fundamentada y el
principio de congruencia. Denunciando que el Auto Supremo 2 de 10 de enero de 2019, incurrió en
los siguientes actos ilegales: a) Omisión de fundamentos de la contestación al recurso de casación;
b) Violación al principio de congruencia; c) Trasgresión de la garantía y derecho al debido proceso
por haberse resuelto el recurso de casación en el fondo sin acreditar el error de derecho o de hecho
en la apreciación de la prueba.
En ese orden de cosas, se pasa a revisar si los aspectos denunciados como lesivos por parte de los
accionantes ameritan o no que se brinde la tutela constitucional solicitada.
III.3.1. Sobre la denuncia de violación al principio de congruencia por omisión de
fundamentos de la contestación al recurso de casación
Una vez presentado el recurso de casación contra la Sentencia 01/2017 de 17 de marzo, emitida por
la Sala Social, Seguridad Social, Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa, en su
calidad de demandantes, los accionantes, contestaron el recurso de casación por memorial de 19 de
abril de ese año.
Oportunidad en la que se refirió a los puntos de agravio señalados por el ahora tercero interesado,
Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, sobre todo el memorial de contestación al recurso de
casación hizo énfasis en la pertinencia de la utilización del art. 518 del CC en la Sentencia 01/2017.
Sin embargo de ello, las autoridades demandadas no consideraron la respuesta al recurso de
casación, tampoco se detuvieron a analizar los argumentos de dicha respuesta, mucho menos
ponderarlos ni siquiera para desestimar sus contenidos, emitiendo una determinación incongruente
en relación a la contestación al recurso de planteado.
Como se mencionó al inicio y según se tiene de la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico
III.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, por principio general es obligación de la autoridad
jurisdiccional, considerar no solamente los agravios señalados por la apelante o recurrente de
casación, sino también, dicha tarea debe cumplirse frente a la parte adversa, ya que de omitir las
consideraciones y argumentos efectuados por la misma, se incurre en un acto arbitrario; pues si no
tuviera importancia la contestación a los recursos incoados, la norma adjetiva civil no contendría la
previsión referida a correr en traslado para su respuesta a la parte contraria.
Por otro lado, en virtud al principio de igualdad jurídica de las partes, que en conocimiento del recurso
planteado, es necesario evaluar y tomar en cuenta la respuesta que se dé al mismo, lo contrario
implicaría vulneración a la tutela judicial efectiva. Asimismo, en virtud al principio de contradicción,
se tiene la posibilidad de ser escuchado en igualdad de condiciones, permitiendo además que los
juzgadores cuenten con suficientes elementos antes de emitir y dilucidar la demanda incoada;
señalando al respecto la SC 1193/2010-R de 6 de septiembre, refirió que: “…el principio de
contradicción, que prohíbe a las autoridades judiciales o administrativas, emitir una resolución sin
que previamente las partes hubieran tenido oportunidad de ser oídas, consagrando la
inviolabilidad de la defensa en juicio y de los derechos; pues, al encontrarse ambas partes en igualdad
de condiciones, deben tener conocimiento de todas las resoluciones o actos procesales que dicte el
órgano jurisdiccional o administrativo al que se hallen sometidas” (las negrillas son nuestras),
confirmando dicho aspecto la previsión contenida en el art. 8.1 de la Convención Americana de
Derechos Humanos (CADH).
En el caso en particular, conforme se evidencia del Auto Supremo 2, no consideró los argumentos de
la parte solicitante de tutela; implicando dicha situación que existe incongruencia omisiva, pues las

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autoridades demandadas, emitieron dicha resolución sin considerar la posición y argumentos de


defensa descritos en la respuesta al recurso de casación incoado, vulnerando con esta omisión el
derecho a un debido proceso y también el derecho a ser oído, según se señaló.
En ese contexto, corresponde a las autoridades demandadas tomar en cuenta los argumentos de la
contestación al recurso de casación incoado por el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, a
los fines de emitir una resolución congruente no solamente con el recurso planteado; sino también
con la respuesta de la contraparte, otorgando de esta manera una contestación efectiva, clara,
precisa y sobre todo conforme el principio de igualdad jurídica de las partes.
III.3.2. Otras consideraciones
La parte accionante, señala que en el memorial presentado por el Gobierno Autónomo Departamental
de Tarija, en el que se formula recurso de casación, (Conclusión II.2), se denunciaba la indebida
aplicación del art. 518 del CC, al no ceñirse al objeto del proceso, toda vez que el contrato suscrito
entre NIBOL LTDA., y el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija, se trató de uno de carácter
administrativo y no civil.
Aseveración sobre la cual NIBOL LTDA., respondió de manera explícita en oportunidad de la
contestación al recurso de casación; sin embargo de ello, el Auto Supremo 2, se limitó en señalar:
“… la sentencia incurre en una apreciación indebida de los hechos que se traduce en un error de
derecho en la valoración de la prueba documental.
En tal sentido el Documento Base de Contratación (DBC), es el marco referencial en el que los
proponentes, basan sus propuestas, no se lo interpreta cláusula por cláusula o de forma aislada; sino
que responde de forma conjunta a las condiciones del contratante, para el bien o servicio solicitado,
en la especie, conforme a las especificaciones requeridas para los Ítems 5 y 6 en el apartado 2 sobre
las generalidades del equipo sub numeral 3, se establece clara e inequívocamente que el equipo y
motor deben ser de última generación, cumplir con las normas ambientales, no tener partes o
sistemas reacondicionados Y NO SER ORIGEN CHINO. Si bien la sentencia hace referencia a
aquello, pero enfoca que la generalidad no hace a la exigencia específica; sin embargo, para el caso,
YA NO EXISTÍA LA NECESIDAD U OBLIGACIÓN DE CONSIGNAR EN LAS ESPECÍFICIONES
TÉCNICAS EL ORIGEN DEL MOTOR, PUESTO QUE YA ESTABA EXPRESAMENTE INDICADO
CUANDO SE PROHIBE QUE EL EQUIPO Y MOTOR SEAN CHINOS…
(…)
En consecuencia, ya no existía la necesidad u obligación de consignar en las
especificaciones técnicas el origen del motor, puesto que ya estaba expresamente
indicado, cuando se prohíbe que el equipo y motor sean chinos.
Por tanto del proceso revisado se encuentra comprobado que los motores de estos equipos son de
origen chino, lo cual no fue negado por el proveedor cumpliéndose la contingencia expresada en el
DBC, consecuentemente ante tal incumplimiento correspondió la resolución del contrato.
En tal sentido bajo el contexto del recurso de casación interpuesto, corresponde en (…) el fondo, al
estar demostrado que el tribunal de alzada incurrió en error de hecho al apreciar la prueba, se aplique
el art. 220.IV del Código Procesal Civil…” (sic) (El resaltado y subrayado es del original).
De lo precedentemente trascrito se advierte que las autoridades accionadas emitieron un fallo que
se alejó del objeto principal del litigio casacional, puesto que no se pronunciaron sobre el debate
planteado por la parte recurrente de casación y respondido por la parte accionante de la presente
acción de amparo constitucional, conforme se manifestó anteriormente, en sentido de establecer si
evidentemente era o no de aplicación el art. 518 del CC a la resolución del litigio contencioso.
Más aun considerando que efectivamente en la Sentencia 01/2017 emitida por los Vocales de la Sala
Social, Seguridad Social, Administrativa, Contenciosa y Contenciosa Administrativa se aplicó de
manera expresa y determinante la disposición del art. 518 del CC, en sentido que en caso de duda
de alguna estipulación contractual, corresponderá hacer la interpretación en favor de la empresa.

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Por estas razones, correspondía que el Auto Supremo responda de manera clara, fundamentada y
motivada; a que si el art. 518 del CC es indebido en el caso en particular y las razones por las que
los Vocales de la Sala citada no debieron mencionar en oportunidad de resolver el proceso
contencioso.
En el contexto de lo relatado, se evidencia que al tenor de la jurisprudencia glosada en los
Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2, de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, el Auto Supremo
2, es incongruente con el objeto del debate casacional, estructurado por el recurso como por la
contestación de la misma. Igualmente, se evidencia que dicho Auto Supremo carece de una adecuada
motivación, puesto que para enervar el contenido de la Sentencia 01/2017, emitida por los Vocales
de la Sala Social Administrativa Contenciosa y Contenciosa Administrativa del Tribunal Departamental
de Tarija, el Auto Supremo mencionado, ahora accionado, se limitó a señalar que la Sentencia
“…incurre en una apreciación indebida de los hechos que se traduce en un error de derecho en la
valoración de la prueba documental…”, afirmación que tampoco se respalda con las consideraciones
genéricas, antes glosadas y contenidas en el precitado Auto Supremo.
El cual, en lugar de analizar la Sentencia 01/2017 de manera pertinente con lo alegado por las partes
del proceso casacional, y de manera exhaustiva como para llegar a la conclusión de que hubo indebida
apreciación de los hechos, hizo consideraciones que no explicitan las razones del error de hecho y de
derecho en que incurrieron los Vocales al emitir la citada Sentencia, cuando debió haber sido
exhaustiva en las consideraciones fáctico - jurídicas, para satisfacer el componente de motivación de
las Resoluciones, más aun cuando se trata de la última instancia del proceso judicial.
En ese contexto, se evidencia que las autoridades demandadas al emitir el Auto Supremo demandado
sin abundar en cómo las valoraciones fáctico - jurídicas de la Sala Social del Tribunal Departamental
implicaron una apreciación indebida, más aún si dicho Tribunal para llegar a una conclusión valorativa
de la prueba respaldándose en una norma sustantiva civil; es decir, el art. 518 del CC; que no fue
enervada en casación, implica en la práctica que se dictó una Resolución carente de motivación.
De lo expresado con anterioridad se hace evidente que la Resolución emitida por las autoridades
demandadas no cuenta con la fundamentación y señalamiento de motivos suficientes que hagan
comprender a las partes la decisión adoptada en cuanto al recurso de casación en el fondo y en la
forma; según se expresó en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, todo dictamen pronunciado por autoridades jurisdiccionales o administrativas debe
contener la suficiente motivación, fundamentación y congruencia, a los fines de no vulnerar el
derecho al debido proceso de las partes en conflicto, pues debe garantizarse que en la decisión
asumida se desarrolle un razonamiento integral y se responda tanto a las peticiones o denuncias
efectuadas así como a los argumentos de la defensa o justificación de parte contraria; aspecto que
en el caso que nos ocupa, han sido omitidos por las autoridades demandadas.
Por lo precedentemente expuesto, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, obró de
forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 54/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 213 a 219.,
pronunciada por Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los términos expresados tanto en la resolución
de la Sala Constitucional citada como de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; correspondiendo
que las autoridades demandadas emitan nuevo Auto Supremo conforme los fundamentos expuestos.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO

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Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0736/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29428-2019-59-AAC
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución 35/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 113 a 116, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Abraham Rodrigo Alcoba Trujillo en
representación de la Asociación Accidental “El Monte” contra William Jaime Cavero Sánchez,
Gerente Regional Tarija a.i. de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de junio de 2019, cursante de fs. 52 a 59, la parte accionante manifestó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 4 de noviembre de 2016, la Asociación Accidental “El Monte” a la cual representa, suscribió con la
Gerencia Regional Tarija de la ANB, un contrato para la elaboración del estudio a diseño técnico de
preinversión “‘CONSTRUCCION, AMPLIACION Y READEACUACION DEL [RECINTO] DE ADUANA
FRONTERA DE YACUIBA’” (sic); y como efecto de este, por nota de 12 de agosto de 2018, solicitó a
la referida Gerencia, le proporcione copias legalizadas del Informe AN-UPEGC 325/2018 -no señala
la fecha- y “…de la subsanación de los planos o se pueda informar el estado actual de los mismos”
(sic). Asimismo, por oficios de 4 de junio de 2019, por un lado pidió fotocopias legalizadas de los
Informes AN-GRTGR-UADTR-I-5-2019 y AN-GRTGR-ULETR-IL-104/2019 -no indica fechas-, y por
otro, la remisión de las carpetas presentadas con Oficio Cite: A.A.M. 11/2018 de 12 de junio y de la
Escritura Pública registrada en Derechos Reales (DD.RR.) saneada según plano de fusión, más copia
del folio real y del comprobante de impuestos de igual año; sin embargo, la indicada autoridad, pese
al tiempo trascurrido desde el planteamiento de las peticiones, no dio ninguna respuesta, vulnerando
los derechos de la organización que representa, al no permitirle acceder y contar con la
documentación correspondiente al proyecto que les vincula contractualmente.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante denunció la lesión de su derecho a la petición, citando al efecto los arts. 8, 9,
13, 14, 24, 178, 180 y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE); 8, 24 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 7, 8 y 10 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que el demandado dentro de las veinticuatro horas
responda a las solicitudes de 12 de agosto de 2018 y 4 de junio de 2019.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 7 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 109 a 112
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante a través de su abogada, ratificó el contenido de su acción de amparo
constitucional y ampliándolo expresó que: a) Conforme establece la SC 1159/2003-R de 19 de agosto,
el derecho a la petición se satisface con la respuesta sustancial emitida por la autoridad o persona

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 783


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requerida, sin que la misma pueda estar condicionada a un procedimiento formal, dicho
pronunciamiento debe ser comunicado o notificado al solicitante, lo cual no se cumplió con relación
a la nota de 12 de agosto de 2018; b) Respecto a los dos oficios presentados el 4 de junio del mismo
año, el demandado debe pronunciarse dentro de un plazo razonable de veinticuatro horas,
proporcionando la documentación solicitada para cerrar el proyecto; c) De acuerdo a una carta sobre
la intención de resolución de contrato suscrita por los personeros de la Gerencia Regional Tarija de
la ANB, le otorgaron cinco días para entregar planos aprobados; sin embargo, no proporcionaron la
documentación requerida para el efecto, provocándole indefensión; y, d) En la comunicación de
intención de resolución de contrato, hicieron referencia a dos informes -uno legal y otro técnico-;
empero, no se los adjuntó, impidiendo que se pueda tener conocimiento de su contenido.
I.2.2. Informe del demandado
William Jaime Cavero Sánchez, Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB, a través de sus abogados, en
audiencia expresó lo siguiente: 1) Las notas de 12 de agosto de 2018 y 4 de junio de 2019, se las
debe considerar por separado por cuanto la última no constituye una reiteración; 2) Respecto a la
primera solicitud, considerando que el art. 72 del Reglamento de la Ley de Procedimiento
Administrativo, establece el silencio administrativo negativo frente a la omisión de dar respuesta; por
lo que, el administrado debió activar los recursos de revocatoria y jerárquico, al no hacerlo, caducó
su derecho para formular cualquier reclamo; 3) La parte solicitante de tutela, tampoco reiteró su
petición a la nombrada Gerencia, de haberlo hecho se le hubiera entregado la documentación de
referencia, no obstante en esta oportunidad se le proporcionará una fotocopia de la misma; 4) Con
relación a la segunda nota, se tiene en cuenta que el Directorio de la ANB emitió la Resolución RD
01-004-06 de 30 de enero de 2006, que fijó un monto para las legalizaciones de documentos y
certificaciones, la cual se le hizo conocer a la parte accionante, de manera que una vez cumplido con
el depósito bancario, se le proporcionará la documentación solicitada; y, 5) Asimismo, resaltar que
desde la presentación del escrito hasta la activación de esta acción tutelar, apenas transcurrió un día;
por lo que, se encuentran dentro de plazo para responder.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Público, no asistió a la audiencia, ni presentó informe alguno, pese a
su notificación cursante a fs. 62.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
35/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 113 a 116, denegó la tutela solicitada, de acuerdo a los
siguientes fundamentos: i) Efectivamente se presentó la nota de 12 de agosto de 2018, dirigida a
Paola Jimena Troche García, Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB; sin embargo, desde aquella
oportunidad hasta la interposición de esta acción tutelar, transcurrieron más de los seis meses
previstos en el art. 129.II de la CPE; ii) Respecto a las notas desplegadas el 4 de junio de 2019, no
corresponde analizar su contenido; por cuanto, de conformidad a lo previsto en el art. 71 del
Reglamento de la Ley de Procedimiento Administrativo, la entidad requerida se encuentra acorde al
plazo, puesto que no se puede presentar una solicitud y pretender una respuesta inmediata, sino
dentro de un término prudencial; y, iii) En el caso analizado, la otorgación de fotocopias legalizadas
que fueron solicitadas, está condicionada al pago del costo de legalización establecido por una
Resolución del Directorio de la ANB.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Oficio Cite: A.A.M. 22/2018, presentado el 13 de agosto del citado año, con referencia
“SOLICITUD DE PETICIÓN” (sic), Abraham Rodrigo Alcoba Trujillo -ahora parte accionante-, pidió a
Paula Jimena Troche García, Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB, se le proporcione una “…copia
legalizada del Informe AN-UPEGC Nº 325/2018…” (sic) y una fotocopia de la subsanación de los
planos o se le informe sobre el estado de los mismos, por cuanto dicho incumplimiento le estaría
impidiendo cumplir con el contrato (fs. 18 a 19).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 784


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II.2. Por Oficio Cite: A.A.M_05/2019 de 4 de junio, con la suma “REITERACIÓN DE ENTREGA DE
DOCUMENTACIÓN PARA TRAMITE APROBACIÓN PLANOS” (sic), la parte accionante
manifestó que la notificación con una intención de resolución de contrato le provoca indefensión, en
su apartado c) pidió la devolución de las carpetas presentadas con Oficio Cite: A.A.M. 11/2018 de 12
de junio, la remisión de la Escritura Pública registrada en DD.RR. saneada según plano de fusión con
registro 1329-2018, fotocopia del pago de impuesto por la gestión 2018 de acuerdo al plano fusionado
y copia de la Matrícula o Folio Real de igual año (fs. 22 a 29).
II.3. Cursa el Oficio Cite: A.A.M_06/2019 de 4 de junio, mediante el cual, la parte solicitante de
tutela, a efectos de asumir su defensa a una intención de resolución de contrato cursada por la parte
demandada, pidió a dicha entidad fotocopia legalizada de los Informes AN-GRTGR-UADTR-I-5-2019
y AN-GRTGR-ULETR-IL-104/2019 (fs. 20 a 21).
II.4. Consta Resolución RD 01-004-06 de 30 de enero de 2006, emitida por el Directorio de la ANB,
que en su artículo Primero, establece los montos por concepto de prestación de los servicios de
legalizaciones y certificaciones relacionadas al giro de la institución pública (fs. 92 a 94).
II.5. Mediante Oficio AN-GRTGR-ULETR-C-22/2019 de 6 de junio, William Jaime Cavero Sánchez,
Gerente Regional Tarija a.i. de la ANB, refiriéndose al Oficio Cite: A.A.M_06/2019 presentado por la
parte accionante el 4 del mismo mes y año, respondió manifestando que los informes cuya copia
legalizada solicitó, corresponden a los actos preparatorios internos de la entidad; sin embargo, estos
serán otorgados previo pago de UFV20.- (veinte unidades de fomento a la vivienda) por cada
documento en cumplimiento a las formalidades exigidas por la Resolución RD 01-004-06. Dicho Oficio
fue notificado el mismo día a la parte impetrante de tutela (fs. 102 a 103).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La asociación accionante denuncia la vulneración de su derecho a la petición; por cuanto, la Gerencia
Regional Tarija de la ANB, no le brindó respuesta formal y oportuna a las solicitudes de 12 de agosto
de 2018 y a las de 4 de junio de 2019, en las que pidió documentación para asumir su defensa frente
a una intención de resolución de contrato por aquella entidad.
Por consiguiente, corresponde en revisión, analizar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El derecho a la petición y el deber de otorgar respuesta formal y oportuna
El art. 24 de la Norma Suprema, de manera coherente con los Convenios y Tratados Internacionales
sobre Derechos Humanos, reconoce entre los derechos fundamentales de las personas, el de petición;
a partir de ello el Estado, debe garantizar su cumplimiento dentro de los parámetros “del vivir bien”,
y cuando la petición es dirigida a un servidor público, este debe orientar su actuación en los principios
contemplados en el art. 232 de la CPE, entre otros, el de compromiso e interés social, eficiencia,
calidad, calidez y responsabilidad.
En dicho contexto, la SC 1995/2010-R de 26 de octubre señaló que: “Conforme a la norma
constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral o escrita, sin la exigencia
de formalidades en la formulación de la petición, pues sólo se requiere la identificación del
peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace referencia a una respuesta
formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser escrita, dando una respuesta material a
lo solicitado ya sea en sentido positivo o negativo, dentro de plazos previstos en las normas
aplicables o, a falta de éstas, en términos breves, razonables.
El contenido esencial establecido en la Constitución coincide con la jurisprudencia constitucional
contenida en las SSCC 0981/2001-R y 0776/2002-R, entre otras, en las que se señaló que este
derecho: ‘…es entendido como la facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse, individual
o colectivamente ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a
obtener una pronta resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y
oportuna carecería de efectividad el derecho’. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone
que una vez planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 785


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derecho de obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a
resolver la petición. Sin embargo, el sentido de la decisión dependerá de las
circunstancias de cada caso en particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa’.
(…)
Asimismo, la SC 0843/2002-R de 19 de julio ha establecido: ‘que la exigencia de la autoridad pública
de resolver prontamente las peticiones de los administrados, no queda satisfecha con una mera
comunicación verbal, sino que es necesario que el peticionante obtenga una respuesta
formal y escrita, que debe ser necesariamente comunicada o notificada, a efecto de que la
parte interesada, si considera conveniente, realice los reclamos y utilice los recursos previstos por
Ley’” (las negrillas son añadidas).
Por su parte, la SCP 0083/2015-S3 de 10 de febrero respecto al derecho a la petición, citando a la
SC 1742/2004-R de 29 de octubre, sostuvo que: “‘…el núcleo esencial del derecho de petición reside
en el derecho que tiene la persona, a una eficaz y oportuna respuesta respecto a la solicitud o
impugnación dirigida a la respectiva autoridad. Conforme a esto, la respuesta para que sea eficaz
tiene que comprender y resolver el fondo de lo pedido y ser comunicada al peticionario. Se incurre
en una vulneración del derecho constitucional fundamental de petición, cuando no se satisface alguna
de estas dos exigencias; lo cual no implica que la petición deba resolverse siempre, accediendo a lo
solicitado’”.
Finalmente, la SC 1068/2010-R de 23 de agosto indicó que: “…En resumen las autoridades vulneran
el derecho a petición cuando: a) La respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se
presenta la negativa de recibirla o se obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la
petición respetuosa, la autoridad no la responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no
es atendida de manera clara, precisa, completa y congruente con lo solicitado”.
De lo precedentemente glosado, resulta que el núcleo esencial del derecho a la petición está
constituido por la obligación que tiene la autoridad u organización requerida de otorgar una respuesta
pronta, oportuna, congruente respecto a todos los puntos solicitados y fundamentados en relación al
fondo de la cuestión que se plantea -lo cual, no necesariamente implica que tenga que brindar un
pronunciamiento favorable-; sin embargo, en todos los casos la respuesta debe ser puesta a
conocimiento del peticionante. De manera que, el incumplimiento de cualquiera de estas condiciones
implica la vulneración del referido derecho.
Consiguientemente, el derecho a la petición tiene un carácter instrumental; por cuanto, a través del
ejercicio de este, se busca el reconocimiento y la efectividad de otros derechos constitucionales,
como los de información, participación política, libertad de expresión, entre otros; pues, mediante él,
se podrá solicitar el reconocimiento de un derecho o que se resuelva una situación jurídica, que se
le preste un servicio, pedir copias de documentos, formular consultas, quejas, denuncias y reclamos.
De ello resulta que, todo requerimiento realizado por los ciudadanos fuera de un proceso jurisdiccional
o administrativo en el que es parte, implica el ejercicio del señalado derecho sin que sea necesario
invocarlo.
III.2. El principio de inmediatez en la acción de amparo constitucional
En relación al cómputo del plazo de seis meses para la activación de esta acción tutelar y la prontitud
con la que se debe resolver la solicitud de tutela, la jurisprudencia constitucional, a través de la SCP
1463/2013 de 22 de agosto, estableció que: “Los arts. 128 y 129 de la CPE, establecen que la acción
de amparo constitucional constituye un medio de tutela de carácter extraordinario y se rige
esencialmente por los principios de subsidiariedad e inmediatez, que hacen a su naturaleza jurídica.
El principio de inmediatez se caracteriza por tener una doble dimensión; positiva y negativa, la
primera consistente en que el amparo constitucional es la vía idónea para la protección inmediata de
derechos fundamentales y garantías constitucionales restringidos o suprimidos indebida o
ilegalmente; la segunda, la activación de esta garantía jurisdiccional depende que su
interposición se realice en un plazo razonable, que la Norma Fundamental fijó en seis

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 786


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meses computables a partir de la comisión del acto ilegal u omisión indebida del servidor
público o del particular, o de notificado con la última decisión judicial o administrativa.
Respecto del cómputo del plazo de los seis meses, (…) se efectuará a partir de la última vulneración
alegada o en su caso del último reclamo efectuado por el agraviado o afectado” (las negrillas y el
subrayado nos corresponden).
III.3. Análisis del caso concreto
De acuerdo a los antecedentes cursantes en la presente acción de amparo constitucional, se puede
establecer que, la asociación impetrante de tutela presentó a la Gerencia Regional Tarija de la ANB,
solicitudes de documentación el 12 de agosto de 2018 y otras dos el 4 de junio de 2019 -Oficios Cite:
A.A.M_05/2019 y Cite: A.A.M_06/2019-; las cuales según refiere el prenombrado, no fueron
respondidas conforme manda la Norma Suprema, hasta la interposición de esta acción de defensa -
horas 18:45 del 5 de junio de 2019-.
Empero, de la documentación aparejada en audiencia, se tiene que, el demandado después de su
notificación con la acción tutelar, el 6 del citado mes y año, mediante Oficio AN-GRTGR-ULETR-C-
22/2019, comunicó una respuesta a la parte peticionante de tutela, y refiriéndose al Oficio Cite:
A.A.M_06/2019 presentado por el prenombrado el 4 del citado mes y año, manifiesta que los informes
cuya copia legalizada pidió, corresponden a los actos preparatorios internos de la entidad; por lo cual,
serán otorgados previo pago de UFV20.- por cada documento, invocando como sustento de su
respuesta la Resolución RD 01-004-06 de 30 de enero de 2006; sin embargo, dicho Oficio no contiene
ningún pronunciamiento respecto a lo solicitado en el Oficio Cite: A.A.M_05/2019, interpuesto ante
la misma autoridad por el peticionario ni tampoco con relación al escrito entregado el 13 de agosto
de 2018, los cuales son conexos por el objeto que persiguen, cual es obtener documentación
relacionada con el contrato que les vincula e informes mencionados a los avances y su cumplimiento.
Ahora bien, a los efectos de una comprensión efectiva de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, en principio corresponde referirse a la solicitud del 12 de agosto de 2018, presentada
el 13 del mismo mes y año, mediante la cual, la parte impetrante de tutela pidió copia legalizada del
Informe AN-UPEGC 325/2018 -no señala fecha- y de la subsanación de los planos o se le informe
sobre el estado de dicho trámite; respecto a la cual, de acuerdo a la documentación presentada y lo
informado oralmente por la parte demandada, se advierte que no se emitió respuesta alguna; pero
a su vez, no se tiene ningún elemento probatorio por el que se pueda evidenciar que ante la falta de
respuesta a la parte accionante haya formulado algún reclamo o reiterado su solicitud.
Consiguientemente, se tiene que el peticionario dejó transcurrir superabundantemente el plazo de
seis meses previsto en el art. 129.II de la CPE, para activar la acción de amparo constitucional que
por su naturaleza se encuentra regida por el principio de inmediatez y en su efecto negativo, impide
ingresar en el fondo del asunto, cuando la acción fue planteada de manera tardía; correspondiendo
denegar la tutela solicitada sin ingresar a la problemática planteada.
En lo concerniente a los Oficios Cite: A.A.M_05/2019 y Cite: A.A.M_06/2019, como se manifestó al
inicio del presente acápite, el demandado una vez notificado con la acción tutelar, de manera pronta
emitió respuesta a las peticiones planteadas el 4 de junio de 2019, la cual fue puesta a conocimiento
del interesado el mismo día; sin embargo, dicho pronunciamiento, a criterio de este Tribunal es
meramente formal, evasivo y carente de fundamentación, porque intenta demostrar que se dictó una
respuesta en el tiempo más breve posible, pero aquella resulta esquiva al pretender restringir el
acceso a los documentos solicitados con el argumento de que corresponden a los actos preparatorios
internos de la entidad para un eventual procedimiento de resolución de contrato, sin considerar que
la petición es un derecho de carácter instrumental destinada a recabar todo tipo de informes, para
el ejercicio de otros derechos, conforme lo expresó también la SCP 0271/2019-S3 de 8 de julio, y que
los aludidos informes emergen de la relación contractual que les vincula con el accionante, respecto
a los cuales pretende presentar sus descargos.
La actitud evasiva de la parte demandada, resulta agravada cuando, mediante la invocación y
aplicación inapropiada de la Resolución de Directorio RD 01-004-06, se pretende condicionar la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 787


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entrega de las fotocopias de los indicados informes al pago previo de un costo supuestamente
regulado por la indicada Resolución; sin tomar en cuenta que dicha normativa, tiene por objeto
establecer los montos que deben cancelar los usuarios por las legalizaciones y certificaciones que
emite la entidad como resultado de los servicios aduaneros y de los trámites administrativos
resultantes de aquellas actividades; razón por la cual, la otorgación de las fotocopias de informes
emergente de la relación contractual que vincula a la entidad con el peticionario, sus evaluaciones y
recomendaciones técnicas y jurídicas, no corresponden ser consideradas como servicios aduaneros
sujetos a pago.
En consecuencia, al existir una respuesta emitida por el demandado antes de la audiencia, la cual
manifiesta la posición del prenombrado en cuanto a la petición, esta debe ser considerada y analizada
por el Juez constitucional; toda vez que, el derecho a la petición por su carácter instrumental, no se
satisface sino mediante un pronunciamiento, sustancial, fundamentado y congruente respecto a todo
lo solicitado, que en el caso expuesto no se cumplió; en dichas circunstancias, no se puede denegar
la tutela, bajo el argumento de que no transcurrió el plazo necesario para dictar respuesta, sin
considerar que la Norma Suprema manda que esta sea pronta (en plazo razonable), significando que
debe ser en tiempos menores a los establecidos, y más aún si la entidad demandada ya expidió su
posición sobre lo requerido, de cuyo análisis se concluye que la misma incurrió en lesión del derecho
a la petición, por cuanto, la respuesta pronunciada no cumple con las condiciones establecidas para
tener por satisfecho el aludido derecho -otro podría ser el análisis si el demandado no hubiese dictado
una contestación y se hubiera acreditado que las normas de la institución establecen plazos que aún
se encuentra pendientes de cumplimiento-.
Por todo lo expuesto, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, valoró de manera
parcialmente correcta los antecedentes de la presente acción de defensa.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud a la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR en parte la Resolución 35/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 113 a
116, pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija;
y en consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada respecto a las peticiones formuladas en los Oficios Cite:
A.A.M_05/2019 y Cite: A.A.M_06/2019, ambos de 4 de junio, ordenando a la autoridad demandada
emitir en el plazo de cuarenta y ocho horas de su notificación, una respuesta en el marco de lo
expresado en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
2º DENEGAR con relación a solicitud de 12 de agosto de 2018, presentada el 13 del referido mes y
año ante la Gerencia Regional Tarija de la Aduana Nacional de Bolivia.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0737/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29443-2019-59-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 72/2019 de 3 de junio, cursante de fs. 354 a 361, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Rosario Flores Gonzales contra Asencio
Franz Mendoza Cárdenas y Hernán Ocaña Marzana, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 15 de mayo de 2019, cursante de fs. 54 a 60, la accionante
manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso penal que sigue en su calidad de víctima por el feminicidio de su hija, contra Margot
Karina Mendoza Quispe y otros, se llevó a cabo la audiencia de cesación de la detención preventiva
de la aludida, misma que fue rechazada por Auto Interlocutorio 198/2019 de 22 de marzo,
manteniéndose vigentes entre otros los peligros procesales del art. 235.1 y 2 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), sosteniendo los fundamentos de la resolución primigenia que en su
oportunidad consideró, respecto al primero la posibilidad de alterar los elementos de prueba por la
pérdida de un celular, y en relación al segundo la existencia de declaraciones pendientes del esposo
e hijo de la prenombrada.
Tras ser apelada la Resolución antes descrita, los Vocales demandados emitieron el Auto de Vista
61/2019 de 25 de abril, modificando los peligros procesales al determinar que se habrían desvirtuado
los numerales 1 y 2 del art. 235 del citado cuerpo legal, decisión asumida sin la debida
fundamentación y motivación debido a que no se explicó por qué ya no estaría latente el peligro de
obstaculización respecto al celular perdido de la víctima, refiriendo únicamente el informe del
investigador al mencionar que el mismo habría indicado que jamás se obstaculizó la investigación;
empero, del contenido de dicho documento en ninguna parte se tiene tal aseveración, incurriéndose
en una errónea valoración probatoria.
En relación al art. 235.2 del CPP, el Tribunal de alzada no diferencia entre un anticipo de prueba y
una entrevista policial unilateral, confundiendo el contenido y finalidad de estas, razonando de forma
errónea que no seria posible activar la primera -anticipo de prueba- en el juicio oral, adelantando
criterio respecto a los testigos antes de su declaración.
En tal sentido, las autoridades demandadas emitieron una resolución arbitraria afectando también su
derecho a la defensa por no sustentar la necesidad de modificar los peligros procesales de la
imputada, la utilidad y proporcionalidad de dicha medida, transgrediendo igualmente la tutela judicial
efectiva y el acceso a la justicia “…al permitir que desaparezca un celular de mi hija que la misma
daría elementos importantes para el esclarecimiento del hecho…” (sic).
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia, a la defensa, a una justicia plural y transparente, a la
tutela judicial efectiva, al acceso a la justicia y a la impugnación, citando al efecto los arts. 115, 119.I

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y 180.II de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 8 y 25 de la Convención Americana sobre


Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela declarando la nulidad parcial del Auto de Vista 61/2019 con relación al
Auto Interlocutorio 198/2019, respecto a los peligros procesales de obstaculización establecidos en
el art. 235.1 y 2 del CPP, disponiendo que las autoridades demandadas emitan una nueva resolución
debidamente fundamentada y motivada.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 3 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 322 a 353
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de sus abogados, ratificó el contenido de la acción de amparo constitucional
presentada y ampliándola mencionó que: a) El proceso penal seguido contra Margot Karina Mendoza
Quispe y otros es a causa del fallecimiento de su hija que a sus quince años recibió más de treinta
puñaladas, encontrándose el cuchillo con sangre en la habitación de la mencionada; b) Las
autoridades demandadas determinaron que los peligros procesales del art. 235.1 y 2 del CPP no están
concurrentes únicamente en base al art. 7 del precitado Código, definiendo tal extremo en seis líneas,
sin mayor análisis; c) Se incurrió en una contradictoria valoración de la prueba al establecer que el
informe del investigador señalaba que la imputada no obstaculizó el proceso, siendo tal afirmación
falsa; y, d) Respecto al art. 235.2 del Código Adjetivo Penal, dichas autoridades refirieron la
imposibilidad del anticipo de prueba en juicio oral, argumento con el que se vio sorprendida, pues
ninguna de las partes había debatido ese tema, asimismo ingresaron a valorar y limitar las
declaraciones de los testigos, yendo más allá de lo que establece la norma en medidas cautelares.
I.2.2. Informe de los demandados
Asencio Franz Mendoza Cárdenas y Hernán Ocaña Marzana, Vocales de la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, no se hicieron presentes en audiencia ni remitieron
informe alguno pese a su notificación cursante a fs. 63 y 64.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Margot Karina Mendoza Quispe y Rodrigo Marcelo Siles Chuquimia, en audiencia a través de sus
abogados y la primera también mediante informe escrito presentado el 3 de junio de 2019, cursante
de fs. 318 a 320 vta., manifestaron que: 1) La acción de amparo constitucional presentada carece
de la suficiente carga argumentativa para abrir la competencia de la jurisdicción constitucional, por
lo que debió ser dispuesta su improcedencia directa; 2) Las autoridades demandadas emitieron una
resolución debidamente fundamentada y motivada en el marco de la racionalidad, realizando una
valoración correcta de los elementos probatorios, pues no solo se consignó el informe del investigador
asignado al caso como refirió la accionante sino también el informe del Instituto de Investigaciones
Forenses (IDIF), pericias informáticas y otros; 3) En ninguna parte de los fundamentos expuestos se
mencionó que no era posible efectuar una declaración anticipada, solamente se dijo que a estas
alturas estando en etapa de juicio oral no se habría realizado la misma; 4) La peticionante de tutela
confunde las medidas cautelares con la determinación de la culpabilidad a ser definida en juicio, por
el contrario se busca una venganza pretendiendo mantener privada de libertad a Margot Karina
Mendoza Quispe siendo que en su calidad de madre del autor confeso del delito, no cometió ningún
ilícito, y el cuchillo encontrado fue dejado por su hijo y no utilizado por ella; y, 5) La accionante no
esta siendo procesada por ningun delito por lo que no podría lesionarse su derecho a la defensa.
I.2.4. Intervención del Ministerio Público
En audiencia el representante del Ministerio Público manifestó que: i) El Auto de Vista 61/2019 no
contiene una debida fundamentación y congruencia ya que omitieron referirse a la importancia del
celular de la víctima que estaría en poder de los acusados, siendo importante para la obtención de

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videos, imágenes y otros elementos que son relevantes para esclarecer el caso, por lo que no puede
desvirtuarse el peligro de obstaculización mientras no se encuentre el celular extraviado; y, ii) La
decisión emitida se basa en la certificación expedida por el investigador siendo que este funcionario
no tiene atribuciones para dar fe sobre riesgos procesales.
I.2.5. Intervención de la Defensoria de la Niñez y Adolescencia
El representante de la Defensoria de la Niñez y Adolescencia, en audiencia manifestó que le
sorprendió la Resolución emitida por las autoridades demandadas considerando que en el caso en
análisis se mandó mensajes del celular de la víctima aun cuando ya estaba fallecida pretendiendo
inculpar a terceras personas; además, no se valoró el hecho que pudiendo recibirse la declaración
del hijo de la acusada en juicio oral existe suceptibilidad de ser fácilmente manipulado, por lo que
solicitó se de curso a la acción de defensa presentada.
I.2.6. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
72/2019 de 3 de junio, cursante de fs. 354 a 361, denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes
fundamentos: a) Los razonamientos esgrimidos por las autoridades demandadas son claros y
coherentes, asimismo no existe en este incongruencia externa o interna, habiendo coherencia entre
las cuestiones consideradas y resueltas; b) No se encuentran valoraciones arbitrarias, existiendo por
el contrario criterios razonables y de equidad a tiempo de compulsar la prueba; y, c) El Auto de Vista
cuestionado cuenta con la debida fundamentación y motivación congruente con los motivos
impugnados, por lo que no se advirtió la lesión de los derechos denunciados.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio 198/2019 de 22 de marzo, por el que el Juez de Instrucción Penal
Sexto de la Capital del departamento de Oruro rechazó la solicitud de cesación de la detención
preventiva interpuesta por Margot Karina Mendoza Quispe -ahora tercera interesada-, presentando
su defensa recurso de apelación incidental de forma oral en audiencia (fs. 15 a 21).
II.2. Consta acta de audiencia de apelación incidental en la que la recurrente expuso los fundamentos
de su recurso (fs. 22 a 29).
II.3. Mediante Auto de Vista 61/2019 de 25 de abril, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental
de Justicia de Oruro declaró improcedente el recurso de apelación, confirmando la decisión recurrida
“…con la modificación de que ya no concurren los peligros procesales del Art. 235 inciso 1 y 2 del
Código de Procedimiento Penal…” (sic [fs. 30 a 36]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación y congruencia, a una justicia plural y transparente, a la tutela judicial
efectiva, al acceso a la justicia y a la impugnación, puesto que, en el proceso penal que sigue contra
Margot Karina Mendoza Quispe y otro por la presunta comisión del delito de feminicidio, tras
interponer la imputada recurso de apelación incidental contra el Auto Interlocutorio 198/2019 de 22
de marzo, que rechazó la cesación de su detención preventiva, las autoridades demandadas emitieron
el Auto de Vista 61/2019 de 25 de abril dando por desvirtuados los peligros procesales del art. 235.1
y 2 del CPP sin exponer fundamentación ni motivación suficiente, incurriendo en un fallo incongruente
y con una errónea valoración de los elementos probatorios.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones como componente del
debido proceso. Jurisprudencia reiterada
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación realizada a
tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos que sustentaron su

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decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre, estableció que: “…la garantía del debido
proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones,
lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una
resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos
establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de
conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados. El tratadista mexicano Javier Alba
Muñoz indicó que el debido proceso debemos entenderlo como: ‘…el razonamiento mediante el cual
se da la explicación lógicamente razonable del porqué el acto de autoridad tiene su apoyo en la
disposición legal…’ (ALBA MUÑOZ, Javier, Contrapunto Penal, Cárdenas Editor y Distribuidor, México,
1998, p. 7)” (las negrillas son nuestras).
III.2. Principio de congruencia: entendimiento
La SCP 1083/2014 de 10 de junio, respecto a las vertientes interna y externa del principio de
congruencia, entendió que: “…desde una óptica doctrinal, la congruencia de las resoluciones
judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones; primero, relativo a la congruencia
externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda determinación judicial, que exige
la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de las partes (demanda,
respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades judiciales, en
definitiva, es una prohibición para el juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando
su consideración a cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la

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congruencia interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una unidad congruente,
en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte
considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos,
la interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden
evitar que, en una misma resolución no existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto
de la misma decisión” (el resaltado nos pertenece).
La SC 0486/2010-R de 5 de julio entendió al principio de congruencia en sus vertientes interna y
externa como el “…principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como
la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; ahora bien, esa
definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución, ya sea judicial o
administrativa, y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva: sino
que además, debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En base a esas consideraciones, es que
quien administra justicia, emitirá fallos motivados, congruentes y pertinentes”.
III.3. La solicitud de valoración de la prueba en la jurisdicción constitucional
La acción de amparo constitucional, así como las demás acciones tutelares de derechos y garantías
constitucionales, delimita también las atribuciones entre jurisdicciones, respecto a la valoración de la
prueba, en ese sentido, la SC 0025/2010-R de 13 de abril, sostuvo que: “…este Tribunal, en invariable
y reiterada jurisprudencia, ha establecido que la jurisdicción constitucional no tiene
competencia para ingresar a valorar la prueba, dado que ésta compulsa corresponde
exclusivamente a la jurisdicción ordinaria, cuyos jueces y tribunales, conforme a la atribución que les
confiere la Constitución de manera general; y las leyes de manera específica, deben examinar todo
cuanto sea presentado durante el proceso y finalmente emitir un criterio con la independencia que
esto amerita...” (las negrillas nos corresponden).
Así también la misma jurisprudencia estableció situaciones excepcionales en las que se puede ingresar
a la valoración de la prueba, así la SC 0662/2010-R de 19 de julio, entre otras, precisó que: “…La
facultad de valoración de la prueba corresponde privativamente a los órganos
jurisdiccionales ordinarios, por ende la jurisdicción constitucional no puede ni debe pronunciarse
sobre cuestiones de exclusiva competencia de los jueces y tribunales ordinarios, en consecuencia,
menos aún podría revisar la valoración de la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales
competentes, emitiendo criterios sobre dicha valoración y pronunciándose respecto a su contenido.
Ahora bien, la facultad del Tribunal Constitucional a través de sus acciones tutelares
alcanza a determinar la existencia de lesión a derechos y garantías fundamentales
cuando en la valoración de la prueba efectuada por la jurisdicción ordinaria exista
apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad y/o se hubiese omitido
arbitrariamente efectuar dicha ponderación” (las negrillas y el subrayado nos pertenecen).
De igual manera la SC 0115/2007-R de 7 de marzo, consideró otra excepción a las subreglas
jurisprudenciales, concluyendo que: “…además de la omisión en la consideración de la prueba, (…)
es causal de excepción de la subregla de no valoración de la prueba, otra excepción se da cuando
la autoridad judicial basa su decisión en una prueba inexistente o que refleja un hecho
diferente al utilizado como argumento” (las negrillas son nuestras).
En ese sentido, la SCP 1215/2012 de 6 de septiembre, sostuvo que: “…por regla general, la
jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la prueba, por ser una atribución
conferida privativa y exclusivamente a las autoridades jurisdiccionales o administrativas; empero,
tiene la obligación de verificar si en dicha labor: a) Las autoridades no se apartaron de los
marcos legales de razonabilidad y equidad; b) No omitieron de manera arbitraria la
consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y, c) Basaron su decisión en una prueba
inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como argumento. Claro está que además de

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ello, en cualquier caso, se debe demostrar la lógica consecuencia de que su incumplimiento ocasionó
lesión de derechos fundamentales y/o garantías constitucionales al afectado; lo que se traduce en
relevancia constitucional. Supuestos que constituyen excepciones a la regla aludida; dado que se
admite injerencia de la jurisdicción constitucional, únicamente cuando se evidencian dichas
vulneraciones; empero, dicha competencia se reduce únicamente a establecer la ausencia
de razonabilidad y equidad en la labor valorativa, o bien, si existió una actitud omisiva
en esta tarea, ya sea parcial o total; o finalmente, si se le dio un valor diferente al medio
probatorio, al que posee en realidad, distorsionando la realidad y faltando al principio de
rango constitucional, como es la verdad material, pero en ningún caso podrá pretender
sustituir a la jurisdicción ordinaria, examinando directamente la misma o volviendo a valorarla,
usurpando una función que no le está conferida ni legal ni constitucionalmente ” (las negrillas son
añadidas).
III.4. Análisis del caso concreto
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se tiene el Auto Interlocutorio 198/2019
de 22 de marzo, por el que se rechazó la solicitud de cesación de la detención preventiva presentada
por Margot Karina Mendoza Quispe dentro del proceso seguido en su contra por la presunta comisión
del delito de feminicidio, constando la interposición del recurso de apelación incidental en audiencia
(Conclusión II.1), en tal sentido, se tiene el acta de apelación incidental en el que se esgrimen los
argumentos de las partes (Conclusión II.2) emitiéndose en consecuencia el Auto de Vista 61/2019
de 25 de abril, que confirmó la decisión recurrida “…con la modificación de que ya no concurren los
peligros procesales del Art. 235 inciso 1 y 2 del Código de Procedimiento Penal…” (sic [Conclusion
II.3]).
Ahora bien en el caso que nos ocupa, la presunta lesión de derechos denunciada emerge de la
emisión del Auto de Vista 61/2019, que en su oportunidad resolvió el recurso de apelación incidental
presentado por Margot Karina Mendoza Quispe contra el Auto Interlocutorio 198/2019,
correspondiendo a continuación analizar el contenido de dicho Auto de Vista en función a los derechos
cuya lesión se alega.
III.4.1. Sobre la denunciada falta de fundamentación del Auto de Vista 61/2019
Al respecto, la mencionada Resolución determinó confirmar la decisión recurrida -que mantuvo la
detención preventiva de la encausada- concluyendo la persistencia del art. 234.10 del CPP y que ya
no concurrían los peligros procesales del art. 235.1 y 2 del mismo cuerpo legal, en base a los
siguientes fundamentos:
1) Se sostuvo que la valoración del informe psicológico realizado por el Juez a quo fue correcta en
atención a la insuficiencia de dicho medio probatorio para enervar el peligro procesal del art. 234.10
del CPP ya que su contenido no refleja suficientes elementos para concluir la inexistencia del peligro
de fuga referido;
2) Respecto al art. 235.1 del Código Adjetivo Penal, se tuvo presente que la resolución primigenia
fundó dicho peligro procesal en base a que no se cuenta con el celular de la víctima, en tal mérito se
tiene como elementos de convicción actuaciones investigativas en fotocopias simples “…esta prueba
aun sea en fotocopia del cuaderno de investigaciones tenia que considerarse (…) considerando que
el investigador dice que jamás obstaculizó, este tribunal considera bajo el Art. 7 del Código de
Procedimiento Penal de que esos elementos de convicción colectados en relación a la ahora imputado,
son suficientes para tener por enervado el peligro procesal del Art. 235 1 y también sirve para el
inciso 2, los informes presentados podemos colegir que es anterior al actuado de diciembre de 2018,
pues obviamente no, son afirmaciones del investigador asignado al caso y son concordantes con los
otros informes del custodio del IDIF de la ciudad de La Paz…” (sic); y,
3) Respecto al art. 235.2 del CPP, “…ya hemos explicado por que creemos que si hay validez en las
fotocopias, segundo no se habría cumplido con la declaración del esposo y de la hija, pero esta la
declaración del esposo e hija en antecedentes y son de esta gestión, además del informe es claro,
entonces no resulta evidente este razonamiento de la autoridad jurisdiccional, tene[m]os a fs. 881 la

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declaración de Nelson Paco Mendoza es el papa y ha sido desarrollado el 5 de enero y la declaración


de Angélica Paco Mendoza de 5 de enero de esta año” (sic), por otra parte se manifestó que
“…respecto al anticipo de prueba, podemos realizarlos a estas alturas cuando ya hay acusación el
anticipo de prueba se realiza para ha[c]er valer en el juicio antes de la imputación y la parte víctima
ha manifestado que ya hay acusación, además resulta que de acuerdo a los antecedentes resulta
que este menor habría vis[t]o a su hermano después del hecho ocurrido pero ningun elemento del
imputación formal, involucra a la señora Karina Margot Mendoza…” (sic).
Ahora bien, de la jurisprudencia transcrita en el Fundamento Jurídico III.1 de este Fallo
Constitucional, se tiene que el derecho a la fundamentación y motivación de las resoluciones debe
ser entendido como la obligación de explicar los argumentos de la decisión asumida, citando los
motivos en los que se sustenta la misma y el valor otorgado a los medios de prueba, debiendo
exponerse las razones de forma concisa y clara, además de considerarse que dicha exposición no
debe consistir en una mera relación de los documentos ni limitarse a realizar una mención de los
requerimientos de las partes, sino contener una estructura de forma y fondo que permita comprender
las razones de la determinación que se toma.
De lo expuesto, en el caso concreto se advierte que el Auto de Vista 61/2019 determinó confirmar la
detención preventiva de la ahora tercera interesada disponiendo la vigencia del art. 234.10 del CPP
y determinando que ya no se tenían por concurridos los peligros procesales del art. 235.1 y 2 del
mismo cuerpo legal, decisión asumida en base a la exposición de fundamentos suficientemente
sustentados, conteniendo la Resolución cuestionada una estructura de forma y fondo que permite la
comprensión de todos los extremos considerados y resueltos por las autoridades demandadas.
Así en relación a la vigencia del art. 234.10 del CPP, se explicó que el informe psicológico que
pretendía hacer valer la tercera interesada no se encuentra debidamente sustentado y no es
suficiente para desvirtuar que esta no se constituye en un peligro para la sociedad o la víctima.
Ahora bien, en relación al art. 235.1 del citado Código, las autoridades demandadas consideraron en
su fundamentación los elementos que en su oportunidad llevaron a la imposición de dicho peligro
procesal referido a la existencia de un celular desaparecido, sin embargo en base a la compulsa de
los elementos probatorios puestos a su conocimiento -aclarando que es posible valorar las fotocopias
presentadas- establecieron que en su condición de “complice” de la presunta comisión del delito de
feminicidio existe un informe del investigador que define a criterio del Tribunal de alzada que la
acusada no obstaculizó el proceso investigativo, aspecto concordante con otros elementos indiciarios
como los informes del IDIF, que llevaron a la conclusión razonable que correspondía tener por
enervado dicho peligro procesal en atención a las circunstancias antes descritas.
En ese mismo entendido, en relación al art. 235.2 del CPP se expuso que las declaraciones pendientes
del esposo y de la hija de la tercera interesada ya se llevaron a cabo el 5 de enero de 2019,
mencionando asimismo respecto al anticipo de prueba que el proceso ya cuenta con acusación y de
acuerdo a los antecedentes el menor cuya declaración se pretendía anticipar vio a su hermano
después del hecho ocurrido, sin que ningún elemento de la imputación formal involucre a la acusada
en relación a este.
En tal sentido, no resulta ser cierta la denuncia de la accionante respecto a que el Auto de Vista
cuestionado carecería de la debida fundamentación y motivación, por el contrario el cuestiomaniento
de haberse dejado sin efecto la concurrencia del art. 235.1 y 2 del Código Adjetivo Penal a su criterio
sin la debida fundamentación, no es evidente dado que del análisis del contenido de la motivación
de las autoridades demandadas se tiene la exposición de argumentos razonables y que sustentan la
decisión asumida, aspectos que conllevan a la denegatoria de la tutela impetrada sobre este primer
punto.
III.4.2. Sobre la denunciada incongruencia
Al respecto, de la acción de amparo constitucional presentada, la impetrante de tutela denuncia que
el Auto de Vista 61/2019 transgrede el principio de congruencia -se entiende interna- como elemento
de debido proceso.

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Sobre el particular, del entendimiento transcrito en el Fundamento Juridico III.2 de este fallo
constitucional, se tiene que la congruencia interna de las resoluciones involucra la existencia de un
hilo conductor que dote de racionalidad a su contenido, debiendo existir una coherencia armonica
entre los aspectos considerados con la parte resolutiva y/o dispositiva.
En el caso concreto, los aspectos considerados y resueltos en el Auto de Vista 61/2019 son
completamente coherentes, existiendo respecto al particular reclamo de la accionante, una
explicación especifica del por qué en el caso concreto la apelante desvirtuó los peligros procesales
del art. 235.1 y 2 del CPP, resolviendo en consecuencia que los mismos ya no se encuentran vigentes,
por lo que existe lógica correlación y armonía entre todas las partes de la referida Resolución.
III.4.3. Sobre la denunciada erronea valoración probatoria
Al respecto, la accionante denuncia que las autoridades demandadas incurrieron en una erronea
valoración probatoria del informe del investigador asignado al caso al manifestar que dicho
documento establece que la acusada “jamás obstaculizó” la investigación, aspecto que constituiría
una aseveración falsa.
Sobre este punto, corresponde referir que conforme la jurisprudencia transcrita en el Fundamento
Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, esta jurisdicción se encuentra
facultada de forma excepcional a analizar la valoración probatoria de otras jurisdicciones cuando: i)
Las autoridades se apartaron de los marcos legales de razonabilidad y equidad; ii) Omitieron de
manera arbitraria la consideración de ellas, ya sea parcial o totalmente; y, iii) Basaron su decisión
en una prueba inexistente o que refleje un hecho diferente al utilizado como argumento, en miras a
verificar la existencia de lesión de derechos, sin que esto signifique sustituir a la jurisdicción ordinaria,
examinando directamente la misma.
En el caso concreto cabe mencionar que la valoración de los elementos probatorios realizada por las
autoridades demandadas no transgrede los marcos de razonabilidad y equidad, teniendose sobre la
compulsa particular del informe del investigador asignado al caso, que el Auto de Vista en cuestión
sustenta la inconcurrencia del art. 235.1 y 2 del CPP entre otros elementos en el mencionado informe
al considerar que el mismo constituye un elemento que refleja la inexistencia de obstaculización en
el desarrollo de la investigación penal.
En ese entendido, de la revisión de los actuados remitidos a este Tribunal Constitucional Plurinacional,
a fs. 139 consta el referido informe en el que se establece de forma clara que “…no recibió o tendría
conocimiento de alguna denuncia sobre la destrucción, alteración sobre los indicios, evidencias que
fueron colectados en los diferentes registros del lugar de los hechos…” (sic), refiriendo asimismo,
que “…no existe alguna denuncia, información o informes sobre alguna amenaza, amedrentación u
otros aspectos…” (sic), cuestiones que llevaron a la lógica conclusión del Tribunal de alzada de la
inexistencia de obstaculización en el proceso; por lo que, no resulta ser cierta la errónea valoración
de la prueba que se alega en esta acción tutelar.
Por otro lado, en relación a la supuesta lesión del derecho a la defensa, del contenido del Auto de
Vista 61/2019, no se advierte que esta haya causado indefensión a la accionante, máxime
considerando la exposición de sus argumentos en audiencia de apelación y habiéndose constatado
que las autoridades demandadas resolvieron dicho recurso con el debido sustento jurídico y fáctico.
Finalmente, en relación a la presunta lesión de los derechos a la justicia plural y transparente, a la
tutela judicial efectiva, al acceso a la justicia y a la impugnación, de la lectura de la acción de amparo
constitucional interpuesta no se advierte la exposición de argumentos que permitan conocer de qué
forma se habría transgredido dichos derechos, aspecto que impide ingresar a su análisis de fondo
por la falta de carga argumentativa al respecto.
En consecuencia, la Sala Constitucional al denegar la tutela solicitada, compulsó adecuadamente los
alcances de esta acción tutelar.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 72/2019 de 3 de junio, cursante de fs. 354 a 361,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0738/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29444-2019-59-AAC
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución 36/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 61 a 65 vta., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Wilfredo Martínez Caba contra Aimore
Francisco Álvarez Barba, Fiscal Departamental de Tarija; Jimena Alison Rada Calle y Gilda
Lorena Fernández Valeriano, Fiscales de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 31 de mayo y 5 de junio de 2019, cursantes de fs. 31 a 37 vta. y 41
y vta., el accionante, manifestó:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
La empresa PRENOTEX a la que representa, contrató los servicios de Gabriela Chino Rodríguez, a
efectos de que realice labores de comercialización, a cuyo fin inicialmente le hizo un depósito de Bs19
549,20.- (diecinueve mil quinientos cuarenta y nueve 20/100 bolivianos) para la compra de
alcantarillas de 1,20 m² y 2,5 de espesor, de la empresa S y R Internacional Sociedad de
Responsabilidad Limitada (S.R.L.); material que llegó el 13 de febrero de 2017; sin embargo, no fue
facturado.
Ante el reclamo efectuado por esa situación, la aludida trabajadora manifestó que PRENOTEX cambió
de razón social y se denomina KALYN, estando a cargo de Renán Yamil Nina Chocalla, a quien entregó
dichas facturas; extraña afirmación, que al ser investigada se pudo evidenciar que la prenombrada
engañaba comprando material con dinero de PRENOTEX y hacía la entrega a nombre de KALYN, cuyo
representante es su esposo; sin embargo, antes de conocer ese extremo, el 3 de febrero de 2016,
por la gran demanda de mallas olímpicas, decidieron hacerlas fabricar en la ciudad de Tarija y la
aludida estando todavía en funciones actuó dolosamente, recomendando contratar a la empresa
KALYN para dicha compra, logrando que a ese fin se desembolse Bs96 820.- (noventa y seis mil
ochocientos veinte bolivianos) mediante depósito bancario a nombre de su cónyuge; empero, pese
a dicho pago los insumos jamás fueron entregados.
Los hechos relatados hicieron que PRENOTEX inicie proceso penal contra Gabriela Chino Rodríguez
por el delito de estafa, logrando que se emita imputación y se impongan las medidas cautelares
correspondientes; no obstante, la Fiscal de Materia dispuso su sobreseimiento, que al ser objetado,
el Fiscal Departamental confirmó mediante Resolución RJ/AFAB/54-2018 de 16 de noviembre, que
adolece de falta de motivación, fundamentación y congruencia así como de una razonable valoración
de la prueba, por cuanto consideró que no concurrirían los elementos constitutivos del tipo penal y
por consiguiente no existía el ilícito de estafa, sin realizar un análisis pormenorizado de los cuatro
juicios de imputación objetiva, subjetiva, antijuricidad y de culpabilidad, principalmente el referido a
la tipicidad como elemento objetivo del delito, que se integra mediante la función de comprobación
de que el hecho imputado (conducta y resultado) se adecua al presupuesto normativo y descriptivo
(tipo), que resulta imprescindible para poder confirmar el sobreseimiento objeto de análisis del
presente caso.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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El accionante denunció la lesión de su derecho al debido proceso en su vertiente fundamentación y


motivación, congruencia y valoración razonable de la prueba, citando al efecto el art. 119.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia: a) Se deje sin efecto la Resolución RJ/AFAB/54-2018,
pronunciada por el Fiscal Departamental de Tarija; b) Que la referida autoridad, emita una nueva
resolución, con la debida motivación, fundamentación y congruencia, en la que se revoque el
sobreseimiento dictado y se ordene la presentación de la acusación formal contra Gabriela Chino
Rodríguez, por la presunta comisión el delito de estafa; y, c) Con imposición de costas.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 7 de junio de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 59 a 60
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su representante, ratificó el contenido íntegro de la acción tutelar.
I.2.2. Informe de los demandados
Aimore Francisco Álvarez Barba, Fiscal Departamental de Tarija, mediante informe escrito presentado
el 7 de junio de 2019, cursante de fs. 46 a 47 vta., manifestó: 1) Debe considerarse que la teoría del
delito constituye un análisis secuencial de la conducta a partir de los baremos establecidos por la
dogmática penal: tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, no existiendo necesidad de ingresar en
todos sus elementos cuando se advierte anticipadamente la inexistencia de uno de estos. Lo propio
sucede cuando se determina la ausencia de tipicidad de una conducta, ya sea por falta de los
elementos objetivos y subjetivos del tipo, no siendo imprescindible verificar si esta conducta es
antijurídica y culpable; 2) De los razonamientos expresados en la citada Resolución jerárquica, se
infiere que se han analizado pormenorizadamente los elementos del ilícito de estafa que estructuran
el tipo objetivo (juicio de tipicidad), habiéndose concluido que no se identificaron engaños
desplegados por la imputada y tampoco perjuicio para la víctima, lo que por supuesto, impide la
configuración del tipo penal atribuido, resultando oficiosa la pretensión del accionante de ingresar al
análisis de la antijuridicidad y culpabilidad; 3) Respecto a la carencia de congruencia, advierte que
el accionante pretende confundir a las autoridades. La doctrina establece que la identidad de la
resolución debe medirse entre el fallo y lo que se pide y no entre lo resuelto y argumentado, pues,
la obligación del juez no comprende la respuesta a todas las argumentaciones de los justiciables, más
aun cuando estas son impertinentes, vagas o redundantes; y, 4) La doctrina sostiene que no se
incurre en incongruencia omisiva en el caso de una respuesta tácita, pero solo si puede extraerse
como indubitable conclusión del conjunto de razonamientos expuestos el sentido de la resolución,
como ocurre en esta causa, en la que además de existir una respuesta razonada al agravio, se
advierte que la fecha de contratación y desembolso citada en la impugnación resulta una mera
alegación y no permite por sí misma la modificación de una situación jurídica. Por todo lo expuesto
solicita que se deniegue la tutela impetrada.
Gilda Lorena Fernández Valeriano, Fiscal de Materia, mediante informe escrito presentado el 7 de
junio de 2019, cursante de fs. 53 a 56 vta., señaló que: i) Se debe denegar la acción de amparo
constitucional por no haberse cumplido con la carga argumentativa para que se revise la valoración
de la prueba, simplemente la mencionó; tampoco estableció qué derechos fundamentales fueron
lesionados con esa omisión y en qué medida incidió en la resolución final. Sobre este último extremo,
es evidente que solo reclama la falta de motivación y congruencia, sin expresar la importancia de la
supuesta prueba prescindida; y, ii) Los reclamos genéricos del accionante, suponen apreciaciones
meramente subjetivas, que no contienen explicación suficiente para sobre esa base concluir que
existe vulneración del derecho a una resolución motivada y congruente, pues, el Tribunal
Constitucional Plurinacional indica que ella debe ser clara y precisa aunque no abundante. En este
caso, la Resolución jerárquica, tiene una estructura razonable, tanto que es concisa, clara e integra

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los puntos cuestionados, exponiendo los hechos y realizando citas legales que sustentan su decisión
de manera coherente. Pidió se deniegue la tutela solicitada.
Jimena Alison Rada Calle, Fiscal de Materia, no asistió a la audiencia de amparo constitucional y
tampoco remitió informe escrito pese a su notificación cursante a fs. 44.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Gabriela Chino Rodríguez, asistió a la audiencia; empero, no hizo uso de la palabra.
I.2.4. Intervención del Ministerio Público
Sergio Luis Bolívar, en representación del Ministerio Público en audiencia expresó que, no debe
apartarse de la legalidad ordinaria y material, el accionante debe explicar qué lado interpretativo
impugnado resulta insuficiente e inmotivado, arbitrario, inconcluyente, absurdo o ilógico, así como
los derechos o garantías constitucionales lesionados.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
36/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 61 a 65 vta., resolvió denegar la tutela, con base a los
siguientes fundamentos: a) No es evidente que las Resoluciones del Fiscal Departamental y de los
Fiscales de Materia, carezcan de la debida fundamentación. En un primer momento, el Juez de
instancia no encontró los elementos configurativos del delito de estafa. Si bien el Auto Interlocutorio
fue impugnado y la Sala Penal impuso medidas cautelares personales, no encontró la motivación
suficiente para aplicar restricciones de carácter real, por lo que al tratarse de delito de contenido
patrimonial, el accionante debió optar por la conversión de acciones en mérito al art. 26 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), pero insistió en que el Ministerio Público se encargue de la causa con
la consiguiente emisión de la Resolución de Sobreseimiento y al estar cerrada la posibilidad de ir por
la acción privada tiene la vía civil; y, b) No se acreditó objetivamente con indicios que la imputada
haya sido quien indujo con engaños a la víctima y que la misma determinara la contratación de la
empresa KALYN para la compra de la materia prima necesaria para la elaboración de la mallas
olímpicas; y el Ministerio Público al no tener los elementos necesarios para continuar con la
investigación, puede optar por el sobreseimiento.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa imputación formal realizada el 4 de enero de 2018, contra Gabriela Chino Rodríguez por
el delito de estafa a denuncia del ahora accionante (fs. 1 a 3).
II.2. Consta la Resolución Fiscal de Sobreseimiento, presentada el 27 de agosto del señalado año,
emitida por las Fiscales de Materia, disponiendo el sobreseimiento de la imputada (fs. 4 a 8).
II.3. Mediante memorial efectivizado el 11 de septiembre del mismo año, el ahora accionante formuló
objeción contra la Resolución citada en la Conclusión anterior (fs. 9 a 19).
II.4. Por Resolución RJ/AFAB/54-2018 de 16 de noviembre, el Fiscal Departamental de Tarija, ratificó
el sobreseimiento objetado (fs. 20 a 24 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso en sus vertientes de fundamentación
y motivación, congruencia y valoración razonable de la prueba, alegando que mediante Resolución
RJ/AFAB/54-2018 de 16 de noviembre, el Fiscal Departamental de Tarija, confirmó la Resolución
Fiscal de Sobreseimiento emitida por los Fiscales de Materia a favor de Gabriela Chino Rodríguez,
dentro de la investigación iniciada por el delito de estafa, misma que fue emitida, obviando los
elementos del tipo penal, que resulta imprescindible para poder confirmar el sobreseimiento objeto
de análisis del presente caso.

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Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. Presupuestos para la revisión de la valoración de la prueba en sede constitucional
La SC 1212/2011-R de 13 de septiembre, cuyos entendimientos fueron aplicados por otras posteriores
como la SCP 0365/2018-S1 de 31 de julio, manifestó: “…reiterando la jurisprudencia de gestiones
pasadas, ha señalado que a la justicia constitucional no le corresponde analizar la
valoración de la prueba efectuada por jueces y tribunales ordinarios. Así, la SC 0577/2002-
R de 20 de mayo, estableció: '…la facultad de valoración de la prueba aportada corresponde
privativamente a los órganos jurisdiccionales ordinarios, por lo que el Tribunal Constitucional no
puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva competencia de los jueces y tribunales
ordinarios, y menos atribuirse la facultad de revisar la valoración de la prueba que hubieran efectuado
las autoridades judiciales competentes'.
Ahora bien, para que la justicia constitucional ingrese a revisar la ponderación de la
prueba realizada por la jurisdicción ordinaria, así como la realizada por los fiscales a
tiempo de emitir sus resoluciones, la SC 0965/2006-R de 2 de octubre, ha establecido
presupuestos que deben ser cumplidos por la parte accionante.
‘…el recurrente a tiempo de plantear un amparo, como en el presente caso, no puede pretender
que se obligue a la autoridad competente para conocer una denuncia, que presente una
imputación o posteriormente una acusación, dado que esta decisión deberá ser tomada
única y exclusivamente por el Fiscal de materia que conoce de la denuncia, luego de
realizar el análisis de los hechos y actuados conocidos en la investigación preliminar y
durante la etapa preparatoria, lo que significa, que bajo ningún concepto este Tribunal
puede ingresar a la compulsa de fondo de los hechos y pruebas que surjan durante la
etapa preparatoria de un proceso penal’.
‘(…)
No obstante lo referido precedentemente, cabe también indicar que, en resguardo de los derechos
fundamentales a la seguridad jurídica, el acceso a la justicia y a una tutela efectiva, propios de la
víctima que plantea la denuncia ante el Ministerio Público para que cumpla con su función de
promover la acción de la justicia para perseguir y sancionar al autor del delito, este Tribunal puede
analizar la conducta omisiva del representante del Ministerio Público, el juez cautelar u
otra autoridad competente para intervenir en la etapa preparatoria; conductas omisivas
expresadas, entre otras, en no recibir, producir o compulsar cierta prueba inherente al
caso, en no recibir o providenciar memoriales denegando el derecho de petición, en no
realizar actos solicitados por las partes a fin de demostrar su acusación o desvirtuar la
misma, en negar el trámite de las impugnaciones o, en su caso, en la no aplicación
objetiva de la Ley pertinente al caso; en consecuencia, la denuncia sobre las omisiones referidas
podrá ser de conocimiento de este Tribunal y examinado el caso, se tendrá o no que otorgar la tutela.
Empero es necesario dejar claro, que en lo relativo a prueba, la competencia sólo se
reduce a establecer si fue o no valorada, pero no a imponer mediante este recurso cómo
debe ser compulsada y menos a examinarla, lo que significa, que sólo se deberá disponer
en casos de omisión de compulsa que se la analice siempre que curse en el expediente y
que hubiera sido oportunamente presentada (...); de otro lado, en cuanto a la omisión en la
aplicación objetiva de la Ley, ésta situación podrá ser analizada circunscribiéndose a determinar qué
Ley dejó de aplicarse, empero, cuidando que en ese examen no se ingrese al ámbito de la tipificación
de los hechos denunciados como delitos, toda vez que, como se tiene referido precedentemente, no
corresponde a esta jurisdicción establecer la existencia o no de delitos, por lo mismo,
establecer si existe o no suficientes elementos para admitir o rechazar una denuncia'.
Ahora bien, siendo competencia de la jurisdicción constitucional, revisar excepcionalmente la labor
de valoración de la prueba desarrollada por la jurisdicción ordinaria, únicamente, se reitera, cuando
en dicha valoración: a) exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 801


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previsibles para decidir; o, b) cuando se haya adoptado una conducta omisiva expresada, entre otras,
en no recibir, producir o compulsar cierta prueba inherente al caso y, su lógica consecuencia sea la
lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales; dicha competencia del Tribunal
Constitucional, se reduce, en ambos casos, a establecer la ausencia de razonabilidad y equidad en la
labor valorativa o la actitud omisiva en esta tarea, pero en ningún caso a sustituir a la jurisdicción
ordinaria examinando la misma (...).
En ese orden de razonamiento para que este Tribunal pueda cumplir con esta tarea, es necesario
que la parte procesal, que se considera agraviada con los resultados de la valoración efectuada dentro
de un proceso judicial o administrativo, invocando la lesión a sus derechos fundamentales, exprese
de manera adecuada y precisa en los fundamentos jurídicos que sustenten su posición (recurso de
amparo), lo siguiente:
Por una parte, qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo
sido, no fueron producidas o compulsadas; para ello, será preciso, que la prueba no admitida o no
practicada, se haya solicitado en la forma y momento legalmente establecidos, solicitud, que en todo
caso, no faculta para exigir la admisión de todas las pruebas que puedan proponer las partes en el
proceso, sino que atribuye únicamente el derecho a la recepción y práctica de aquellas que sean
pertinentes, correspondiendo a los órganos judiciales ordinarios, el examen sobre la legalidad y
pertinencia de las pruebas solicitadas, debiendo motivar razonablemente la denegación de las
pruebas propuestas. Por supuesto, una vez admitidas y practicadas las pruebas propuestas
declaradas pertinentes, a los órganos judiciales, les compete también su valoración conforme a las
reglas de la lógica y de la sana crítica, según lo alegado y probado.
Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo conducente,
dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante
haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final…
Es de advertir, que esta última exigencia de acreditación de la relevancia de la prueba denegada, o
de la prueba valorada irrazonable o inequitativamente, se proyecta en un doble plano: por un lado,
el recurrente debe demostrar la relación entre los hechos que se quisieron y no se pudieron probar
y las pruebas inadmitidas o no practicadas, o en su caso de la interpretación discrecional o arbitraria
de la prueba practicada; y, por otro lado, debe argumentar el modo en que la admisión y la práctica
de la prueba objeto de la controversia, habrían podido tener una incidencia favorable a la estimación
de sus pretensiones; sólo en tal caso -comprobada que la decisión final- pudo, tal vez, haber sido
otra si la prueba se hubiera practicado o hubiese sido valorada conforme a derecho dentro de un
marco de razonabilidad, podrá apreciarse también el menoscabo efectivo del derecho fundamental
invocado de quien por este motivo solicita el amparo constitucional” (las negrillas y el subrayado
fueron agregados).
Ahondando en el tema, la SCP 0841/2017-S2 de 14 de agosto, reiteró: «…efectuando una
integración jurisprudencial respecto a la doctrina de las autorestricciones con relación a
la valoración probatoria efectuada en sede ordinaria refirió “…respecto a la valoración de la
prueba: ‘…la jurisdicción constitucional se abrirá a la revisión de la labor valorativa de la prueba,
únicamente cuando el accionante especifique:
1) Qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir;
2) Cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas
(…);
3) Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo
conducente, dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó
a practicarse, no obstante haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la
Resolución final’.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 802


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Entendimientos que mediante la indica Sentencia Constitucional Plurinacional, fueron


complementados respecto a la exigencia de revisión de la fundamentación, motivación y congruencia
de los fallos judiciales o administrativos, impugnados en instancia constitucional, en los cuales se
hubiera incurrido en errónea interpretación de la ley o indebida valoración de la prueba,
estableciéndose que: ‘…en los casos en los cuales se impugnen resoluciones judiciales o
administrativas, denunciando la falta de fundamentación, motivación y congruencia de
un fallo y acusando errónea interpretación y/o aplicación de la legalidad ordinaria o,
defectuosa valoración de la prueba; la jurisdicción constitucional, se verá impedida de
ingresar a analizar el fondo de la problemática; por cuanto, si la parte accionante no
cumple con la carga argumentativa y los presupuestos exigidos por la doctrina de las
auto restricciones para que esta instancia revise la labor de la justicia ordinaria, menos
podrá emitir pronunciamiento, cuando de aquellas causas emane una decisión, cuya
fundamentación, motivación y congruencia se reclame de deficiente.
(…)
No obstante lo expresado precedentemente, se hace preciso complementar esta doctrina de las auto
restricciones, estableciendo que, en los casos en los cuales no se hayan observado y cumplido
los presupuestos para que esta jurisdicción ingrese a la revisión de la interpretación de
la legalidad ordinaria; de la valoración de la prueba y de la fundamentación, motivación
y congruencia vinculada con ambas, y cuando de la revisión de antecedentes se advierta
que la lesión a los derechos y garantías fundamentales sea grosera y evidente, el Tribunal
Constitucional Plurinacional, dados los fines propios de la justicia constitucional,
traducidos en el control de constitucionalidad y el resguardo y vigencia de los derechos
y garantías constitucionales, podrá en revisión ingresar al análisis de la problemática
planteada, aclarándose expresamente que esta, es una facultad potestativa y exclusiva
del Tribunal Constitucional Plurinacional, y que por lo mismo, no podrá ser esgrimida por
el accionante, para quien, en párrafos precedentes, conforme establece la jurisprudencia emanada
de esta instancia, se han establecido determinados presupuestos que deben cumplir a objeto de que
la jurisdicción constitucional pueda revisar la interpretación de la legalidad ordinaria, la valoración de
la prueba, y la fundamentación, motivación y congruencia’”».
El Fundamento Jurídico glosado, permite concluir que la justicia constitucional no está facultada para
revisar la ponderación efectuada por las autoridades jurisdiccionales y fiscales respecto a la prueba
producida; salvo de manera excepcional cuando el representante del Ministerio Público, la autoridad
judicial u otra autoridad acreditada para intervenir en la etapa preparatoria, omita recibir, producir o
cotejar ciertos elementos probatorios considerados relevantes para la investigación; lo propio si se
rechazaren memoriales, descartando realizar diligencias propuestas por las partes con la finalidad de
respaldar sus pretensiones, siempre que hayan sido solicitadas en la forma y momento oportuno
observando lo prescrito en el art. 306 del CPP; tampoco establecer la existencia o no de delitos y
menos definir si concurren o no suficientes elementos para admitir una denuncia.
Cabe aclarar, que la referida excepcionalidad se encuentra limitada a examinar si la prueba fue o no
ponderada razonable y equitativamente; empero, sin que ello implique la posibilidad de que la vía
constitucional sea utilizada para obligar a compulsarla o valorarla en uno u otro sentido.
III.2. La fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones como elementos
del debido proceso: Jurisprudencia constitucional reiterada
La SCP 0314/2019-S4 de 5 de junio, señaló: «En el ámbito de los instrumentos normativos de orden
internacional, los arts. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), reconocen y garantizan el debido proceso,
de cuya interpretación se desprenden sus elementos configuradores, entre ellos la
motivación, fundamentación, congruencia de las resoluciones y la correcta valoración de
las pruebas.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 803


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En cuanto a la naturaleza jurídica del debido proceso, la jurisprudencia constitucional emanada de


esta jurisdicción, analizó desde su triple dimensión; así, la SCP 0486/2010-R de 5 de julio, declaró
que: “La Constitución Política del Estado, en consideración a la naturaleza y los elementos
constitutivos del debido proceso como instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos
fundamentales, lo consagra como un principio, un derecho y una garantía; es decir, está reconocido
por la misma Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental de los justiciables, un
principio procesal y una garantía de la administración de justicia…”.
La motivación y fundamentación de las resoluciones, constituyen elementos estructurantes del debido
proceso y se erigen en condiciones de validez de toda resolución judicial o administrativa, pues su
observancia exige a la autoridad establecer las razones y motivos que guiaron para tomar
una decisión, en la medida que no solo los destinatarios de la determinación conozcan y
comprendan las razones por las que una autoridad resolvió la controversia, sino que, en
aras de democratizar la justicia, el soberano también asuma conocimiento de las razones
y motivos que indujeron a la autoridad a asumir la decisión. En este entendido, la
jurisprudencia constitucional contenida en la SC 2023/2010-R de 9 de noviembre y reiterada por la
SC 1054/2011-R de 1 de julio, declaró que: “La garantía del debido proceso, comprende entre uno
de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda
autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o dicte una resolución resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también
es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el
justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las
partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que
rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió. Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a
la que se ha arribado, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron
juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado
con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para
que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro
del proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución
que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, así se ha entendido en varios fallos de este
Tribunal, entre ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio. Asimismo, cabe señalar que la motivación
no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura
de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados,
debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en
cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas; al contrario, cuando la
resolución aún siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión,
dichas normas se tendrán por vulneradas. Así la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, entre otras”.
Otro elemento integrador del debido proceso es la congruencia de las resoluciones y su
observancia compele a la autoridad jurisdiccional o administrativa emitir
pronunciamientos que guarden una estricta correspondencia entre la petición de las
partes y la decisión a emitirse; asimismo, exige que al interior de una misma resolución
exista una clara secuencia argumentativa entre las consideraciones y la decisión
propiamente dicha.
“(…)
El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios
formulada por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice
el principio procesal de congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia,
debe responder a la petición de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo
la pretensión jurídica de primera y/o segunda instancia”.

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(…)
“…la congruencia de las resoluciones judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones;
primero, relativo a la congruencia externa, la cual se debe entender como el principio rector de
toda determinación judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento
de las partes (demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades
judiciales, en definitiva, es una prohibición para el juzgador considerar aspectos ajenos a la
controversia, limitando su consideración a cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y,
segundo, la congruencia interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una
unidad congruente, en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad,
desde la parte considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los
mismos, la interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden
evitar que, en una misma resolución no existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto
de la misma decisión”» (las negrillas nos corresponden).
De lo glosado por el Fundamento Jurídico que antecede, se extrae que con la finalidad de que una
decisión no sea calificada de arbitraria debe contener una adecuada fundamentación y motivación;
es decir, la explicación necesaria sobre las razones que la sostengan.
Asimismo, de dicho Fundamento Jurídico se desprende que amerita que las resoluciones observen el
principio de congruencia, entendido primero, como la correspondencia que deberá existir entre lo
solicitado por las partes -los agravios identificados en la impugnación- y lo resuelto en alzada por la
autoridad superior; y segundo, referida a la coherencia o concordancia interna -entre cada uno de
sus segmentos- que el pronunciamiento debe guardar.
III.3. Sobre la motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por el
Ministerio Público
En cuanto a la obligación de que los requerimientos y resoluciones emitidas por los fiscales de materia
y superiores jerárquicos contengan una adecuada fundamentación, se encuentra instituida en los
arts. 57 y 65 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP) y art. 73 del CPP.
Al respecto, la jurisprudencia constitucional contenida en la SCP 0726/2018-S1 de 9 de noviembre,
citando la SC 1523/2004-R de 28 de septiembre, expresa: “…cabe señalar que toda decisión
emitida dentro de un proceso penal que no implique cuestión de mero trámite sino que
concierna al fondo de lo que se investiga debe ser necesariamente motivada o lo que es
lo mismo, debidamente fundamentada, lo que significa, que tanto el fiscal o los jueces
que conozcan el proceso, sea en control jurisdiccional o para resolver el fondo, deberán
dictar sus requerimientos o resoluciones cumpliendo las exigencias de la estructura de
forma como de contenido de las mismas. En particular en lo relativo al contenido de fondo, no
sólo deberán circunscribirse a relatar lo expuesto por las partes sino también citar las pruebas que
aportaron las partes, exponer su criterio sobre el valor que le dan a las mismas luego del contraste
y valoración que hagan de ellas dando aplicación a las normas jurídicas aplicables para finalmente
resolver.
Si no proceden de esa forma y dictan una resolución sin respetar la estructura señalada, resulta obvio
que su decisión será arbitraria y considerada subjetiva e injusta, pues el sujeto procesal a quien no
le sea favorable no podrá entender y menos saber la razón jurídica de la decisión; y de incurrirse en
esta omisión al disponer sobreseimiento a favor de la parte imputada, la víctima podrá impugnar el
requerimiento ante el superior jerárquico, y si éste igualmente incurre en la misma omisión, quedará
abierta la jurisdicción constitucional para que acuda a la misma en busca de protección a sus derechos
a la seguridad jurídica y de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva, cuyo alcance no abarca,
como se dijo, a que la parte acusadora pretenda que este Tribunal obligue a un Fiscal a
presentar obligatoriamente la acusación si no únicamente a que dicha autoridad emita
su requerimiento conclusivo debidamente fundamentado…”(las negrillas fueron agregadas).
Del desarrollo jurisprudencial expuesto precedentemente, se desglosa que el debido proceso en sus
componentes de fundamentación y motivación de las resoluciones, debe ser comprendido como la

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obligación que toda autoridad -Fiscal en el caso de autos- tiene de expresar de manera clara los
motivos y fundamentos de hecho y de derecho en los que basa su decisión, sin que ello signifique
que deba realizarse una amplia y cansina exposición de consideraciones; empero, tampoco limitarse
a una simple mención de pruebas, documentos o requerimientos expresados por las partes.
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso en sus vertientes de fundamentación
y motivación, congruencia y valoración razonable de la prueba, alegando que mediante Resolución
RJ/AFAB/54-2018 de 16 de noviembre, el Fiscal Departamental de Tarija, confirmó la Resolución
Fiscal de Sobreseimiento emitida por los Fiscales de Materia a favor de Gabriela Chino Rodríguez,
dentro de la investigación iniciada por el delito de estafa, misma que fue emitida, obviando los
elementos del tipo penal, que resulta imprescindible para poder confirmar el sobreseimiento objeto
de análisis del presente caso.
La documental aparejada, refleja que a denuncia del ahora accionante, el 4 de enero de 2018, se
imputó formalmente a Gabriela Chino Rodríguez por el delito de estafa; posteriormente, las Fiscales
de Materia dispusieron el sobreseimiento de la encausada; decisión que, habiendo sido objetada, fue
ratificada mediante Resolución RJ/AFAB/54-2018, emitida por el Fiscal Departamental de Tarija
(Conclusiones II.1, 2, 3 y 4).
Contextualizado así el problema jurídico y analizados los antecedentes en el caso de autos, se
evidencia que en el memorial de la acción tutelar el impetrante de tutela procedió a exponer los
criterios que motivan su desacuerdo con el sobreseimiento dispuesto por las Fiscales de Materia
asignadas al caso, así como de la Resolución jerárquica expedida por el Fiscal Departamental de
Tarija.
En el cometido señalado, el solicitante de tutela manifiesta que la Resolución Jerárquica RJ/AFAB/54-
2018 que ratificó el sobreseimiento de la imputada, omitió valorar los elementos constitutivos del tipo
penal estafa con la finalidad de establecer la verdad de los hechos -en concreto, el accionar doloso
de la encausada- circunstancia que según su criterio conduciría a considerar que se pronunció una
resolución carente de la ya señalada fundamentación, motivación y congruencia, derivando en una
arbitraria determinación que valida la errónea decisión emitida por las Fiscales inferiores en grado.
En ese sentido, concierne hacer referencia al contenido de la Resolución RJ/AFAB/54-2018 que de
manera previa a la exposición de sus razonamientos, menciona los puntos centrales de la
impugnación formulada contra el Requerimiento Fiscal de sobreseimiento, resumidos en: 1) Se
encuentran demostrados los desembolsos realizados por PRENOTEX en favor de KALYN y que la
imputada ocultó el hecho de que dicha empresa era de su esposo, con la finalidad de provocar una
disposición patrimonial; 2) La Fiscal, afirmó que el 15 de enero de 2018, se procedió a la entrega de
alambre galvanizado cuando lo encargado era malla olímpica; asimismo, existen contradicciones en
la fecha de contratación y entrega; 3) No hay pronunciamiento respecto a la compra de alcantarillas
con dineros de PRENOTEX a nombre de KALYN; y, 4) En la investigación se acreditó que el hecho
denunciado cumple con los presupuestos de tipicidad, antijuricidad y culpabilidad, siendo evidente la
responsabilidad penal de la sindicada.
Teniendo como base esa puntualización, la autoridad demandada señala en su Resolución los
elementos configurativos del tipo penal estafa y los sintetiza en: la intención de obtener un beneficio
económico; despliegue de artificios o engaños; provocación de error; y, motivar un acto de
disposición patrimonial en perjuicio de la víctima o de un tercero. Luego, analizando los antecedentes
de la querella y la posterior imputación formal, refiere: i) Respecto a la compra de alcantarillas, si
bien es evidente que se desembolsaron Bs19 549.- (diecinueve mil quinientos cuarenta y nueve
bolivianos) en favor de la inculpada, en la propia querella se indica que el 13 de febrero de 2017, se
entregaron tales insumos en los depósitos de PRENOTEX y recogidas al día siguiente por los
trabajadores de la Empresa Constructora López Zambrana, de donde se infiere que no obstante el
desprendimiento patrimonial efectivizado en la cuenta de Gabriela Chino Rodríguez, esta cumplió con
la obligación adquirida; es decir, con la compra de esos materiales y entregados en la fecha ya

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mencionada, por lo que no se evidencia objetivamente la materialización de un perjuicio en


detrimento de la víctima. No se tiene ningún elemento de convicción que dé cuenta sobre algún cobro
irregular en su favor o de la empresa KALYN; ii) En cuanto al pedido de mallas olímpicas y el
desembolso ejecutado en favor de la mencionada compañía, además de la afirmación realizada en la
denuncia, no se acreditó objetivamente a través de otros indicios que haya sido la encausada quien
indujo con engaños a la víctima a efectos de que proceda con la compra de materia prima; iii)
Contrariamente a lo afirmado en la querella y en la objeción formulada, respecto a que la constitución
de la precitada empresa tuvo la finalidad de sonsacar dineros a la víctima y dedicarse a actividades
ilícitas, se evidencia que la misma, se encuentra legalmente establecida y matriculada desde el 26 de
mayo de 2015; es decir, mucho antes de cualquier relación comercial entablada con PRENOTEX; iv)
Del Informe CE-KLN 058/18 de 11 de junio de 2018, emitido por el propietario de KALYN, se obtiene,
que si bien el contrato inicial de 5 de enero de 2016, fue suscrito para la provisión de postes y malla
olímpica “…rombo 8x8 alambre Nro 10…” (sic), fue el propio accionante quien por teléfono celular
manifestó que su empresa se ocuparía del tejido de la malla olímpica, a cuyo fin, su persona debería
proveer diez toneladas de alambre galvanizado, material que fue entregado el 15 del mes y año
indicado y recibido por Jakeline Céspedes Cesari, trabajadora de PRENOTEX, datos respaldados por
la documentación recabada; v) Bajo esos presupuestos, si bien se habría concretado una relación
comercial entre ambas firmas representadas por el ahora impetrante de tutela y el esposo de la
imputada, la información exhibida por este último, genera dudas sobre la naturaleza de las
obligaciones contraídas, así como los desembolsos y pagos efectivizados, teniendo en concreto que
el alambre galvanizado fue entregado a PRENOTEX como materia prima para la producción de la
malla olímpica reclamada en la querella; vi) No se observa la configuración de los elementos objetivos
y subjetivos del tipo penal estafa; pues, de los hechos no se infieren los engaños o artificios utilizados
por la imputada a objeto de inducir en error a la víctima respecto al negocio jurídico, advirtiéndose
que primó un acuerdo de partes; debiendo tenerse en cuenta que en caso de existir una obligación
pendiente, puede ser exigida y honrada incluso coercitivamente a través de los mecanismos
ordinarios correspondientes, conforme prevé el art. 291 del Código Civil (CC), al señalar: “I. el deudor
tiene el deber de proporcionar el cumplimiento exacto de la prestación debida. II. El acreedor, en
caso de incumplimiento, puede exigir que se haga efectiva la prestación por los medios que la ley
establece”; y, vii) Lo expuesto en el memorial de impugnación no resulta evidente; pues si bien se
han acreditado los desembolsos realizados en favor de la imputada y su esposo, se omitió demostrar
que la empresa no esté legalmente constituida u otros actos de engaño por parte de la encausada,
teniéndose que el supuesto ocultamiento del matrimonio entre los mencionados no ha incidido en la
contratación de KALYN, tampoco indujo objetivamente la disposición patrimonial, advirtiéndose más
bien una relación comercial entre ambas empresas.
La autoridad demandada, terminó su exposición citando la base legal o normativa aplicable;
concretamente, el art. 40.11 de la LOMP, 278 y 323 inc. 3) del CPP, para hacer referencia a las
atribuciones de los Fiscales de Materia dentro la investigación penal y la facultad que le asiste de
abstenerse de acusar cuando no encuentren fundamento para ello y culmina ratificando la Resolución
Fiscal de Sobreseimiento decretada en favor de la imputada.
Como se aprecia en los razonamientos condensados en párrafos precedentes y las conclusiones a las
que arriba el Fiscal Departamental de Tarija, la Resolución jerárquica no solamente realiza un análisis
de la subsunción de los hechos fácticos al tipo penal estafa -expresados en la querella y en la objeción
presentada contra la decisión de sobreseer- sino, que procede con una explicación amplia y detallada
en respuesta a todos los puntos identificados como agraviados. Ello, conduce a concluir que contiene
una apropiada congruencia externa.
Del mismo análisis se puede colegir, que la Resolución cuestionada observa la adecuada
fundamentación tanto fáctica como legal, así como la motivación extrañada por el accionante,
conforme establece la jurisprudencia expresada en los Fundamentos Jurídicos III.2 y 3 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional respecto a la labor del Ministerio Público.
En cuanto a la valoración probatoria, del entendimiento desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1
de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, referido a la doctrina de las autorestricciones, se

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concluye que el contenido de la acción tutelar que nos ocupa, incumple con los presupuestos
necesarios para activar de manera excepcional la revisión de la actividad desplegada por las
autoridades demandadas; pues, se evidencia que además de manifestar su discrepancia con la
resolución ahora cuestionada, el impetrante de tutela no precisó las pruebas que se hubieran valorado
apartándose de los marcos legales de razonabilidad y equidad, así como cuáles de ellas no se
recibieron o habiéndolo sido, no fueron producidas o compulsadas y menos explicó de qué manera
tendrían incidencia en la resolución final.
No obstante haber sido detectada esa falencia en la formulación de la acción de defensa que se
examina, no está demás mencionar que durante el estudio de los aspectos desarrollados en párrafos
precedentes -fundamentación, motivación y congruencia- se ha podido evidenciar que la aludida
valoración de los elementos probatorios fue desplegada en el marco de razonabilidad y equidad, sin
divisarse arbitrariedad alguna. Consiguientemente, por todo lo manifestado no corresponde conceder
la tutela impetrada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al denegar la tutela solicitada, valoró adecuadamente los
datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 36/2019 de 7 de junio, cursante de fs. 61 a 65 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0740/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29460-2019-59-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 01/2019 de 15 de mayo, cursante de fs. 652 vta. a 658, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Carlos Rodrigo Lazo De La Vega
Limón contra David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, Miguel Borjas Borjas, Juez
Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del
Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de San Matías del mismo
departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de diciembre de 2018, cursante de fs. 595 a 603 vta., el accionante,
manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 3 de diciembre de 2017, en un operativo de control de vehículos que circulaban por inmediaciones
de la población de Santa Rosa de la Roca del municipio de San Ignacio de Velasco del departamento
de Santa Cruz, funcionarios policiales requisaron el motorizado tipo camioneta, color blanco, con
placa de control 4528-KZH, con tres ocupantes -dos hombres y una mujer- y en el doble fondo del
tanque de combustible, encontraron veinte paquetes de cocaína; este hecho, derivó en la imputación
de las referidas personas por delitos incursos en la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias
Controladas -Ley 1008 de 19 de julio de 1988- y su posterior detención preventiva, ordenándose
además de forma indebida la confiscación de la aludida movilidad de su propiedad; pues, previamente
correspondía que se proceda a su incautación. Los involucrados en el hecho no reclamaron o
cuestionaron la aplicación de esa figura jurídica porque no tenían interés en conservar el bien, ya que
ninguno era propietario.
El 26 de febrero de 2018, adjuntando títulos de propiedad, justificando el origen lícito de la
adquisición y el motivo de entrega de su vehículo a uno de los imputados, presentó incidente de
desincautación del mencionado motorizado que fue resuelto por el Juez Público Mixto Civil y
Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de San Matías del departamento de Santa Cruz, mediante Auto
Interlocutorio 42/2018 de 29 de marzo, que decidió no admitir la cuestión impetrada en razón a que
la investigación no habría concluido y que no acompañó documentación que acredite el origen del
dinero de la compra del referido bien; Resolución contra la cual presentó recurso de apelación
incidental que la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de ese departamento,
resolvió mediante Auto de Vista 147 de 31 de mayo del mismo año, declarándolo admisible e
improcedente y confirmando en el fondo el Auto Interlocutorio que rechazó el incidente.
Continuando con la tramitación de la causa descrita, el 14 de junio de 2018 los tres imputados se
sometieron a procedimiento abreviado y fueron condenados a ocho años de presidio, Sentencia que
se encuentra ejecutoriada.
Posteriormente, al tomar conocimiento que en la Sentencia emitida en el proceso penal no se había
ordenado la confiscación del motorizado, por memorial presentado el 18 de octubre de similar año,
solicitó nuevamente su devolución, petición que tampoco fue atendida por el Juez de la causa, quien

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mediante decreto de 19 del mismo mes y año, rechazó in límine el aludido incidente, no existiendo
recurso ordinario alguno de impugnación que garantice la tutela judicial efectiva impetrada.
Finalmente, el art. 71 de la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas -Ley 1008 de 19 de
julio de 1988-, expresamente señala que la incautación solo procede contra los bienes del propietario,
cuando este haya formado parte del delito o conocido su comisión no lo hubiere denunciado; en el
presente caso, no fue procesado como instigador o cómplice de los hechos investigados y el vehículo
no constituye patrimonio de los entonces imputados.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de sus derechos al debido proceso, a la “seguridad jurídica”, a la defensa,
a la propiedad privada y a la igualdad de las partes, citando al efecto los arts. 13.I, 56.I, 115 y 117.I
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia, se disponga: a) La nulidad del Auto Interlocutorio
42/2018, dictado por Juez codemandado; y, del Auto de Vista 147, emitido por los Vocales de la Sala
Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, b) Que dichas autoridades,
expidan una nueva resolución. Sea con costas.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 15 de mayo de 2019, según consta en acta cursante a fs. 652, se
produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante no asistió a la audiencia de consideración de la acción de amparo constitucional, pese
a su notificación cursante a fs. 631 vta.
I.2.2. Informe de los demandados
David Valda Terán y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, no remitieron informe alguno, tampoco asistieron a la
audiencia pese a su notificación cursante de fs. 649 a 650.
Miguel Borjas Borjas, Juez Público Mixto Civil y Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de
Partido del Trabajo y Seguridad Social e Instrucción Penal Primero de San Matías del departamento
de Santa Cruz, a través de informe escrito presentado el 14 de diciembre de 2018 cursante de fs.
628 a 629, manifestó: 1) El solicitante de tutela pretende valerse de esta acción tutelar con el único
fin de recuperar un bien que ha sido confiscado mediante Auto Interlocutorio de 15 de diciembre de
2017, dictado por el Juez de Instrucción Penal Primero de Puerto Suárez del referido departamento,
olvidando que el 28 de febrero de 2018 erradamente formuló un incidente de desincautación del
vehículo en cuestión, que fue rechazado mediante Auto Interlocutorio 42/2018, que al ser objeto de
apelación incidental, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
declaró admisible e improcedente el recurso; y, 2) Por segunda vez, el impetrante de tutela en la vía
incidental intentó la devolución del motorizado, pedido que fue rechazado al ser manifiestamente
improcedente, carente de fundamento legal y fuera de norma constitucional, pretendiendo confundir
con argumentos alejados del contexto normativo, por lo que solicitó se deniegue la tutela.
1.2.3. Intervención del Ministerio Público
Rubén Darío Ordóñez Roca, en representación del Ministerio Público, mediante memorial presentado
el 18 de diciembre de 2018 cursante a fs. 627 y vta., señaló: i) El Auto Interlocutorio de 15 de
diciembre de 2017, fundó su disposición cuarta en el art. 253 del Código de Procedimiento Penal
(CPP) que en la última parte dispone que: “…en caso de encontra[r]se sustancias controladas en
avionetas, lanchas y vehículos automotores, se procederá a la confiscación de aquellos bienes y su
entrega inmediata a la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados …” (sic);
y, ii) Se debe tener en cuenta, el informe policial de 14 de diciembre de igual año que refiere: “… EN
EL INTERIOR DEL TANQUE DE CO[M]BUSTIBLE CON UN DOBLE FONDO (MACACO)

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HABILMENTE CAMUFLA[D]O SE ENCONTRO 20 (VEINT[E]), PAQUETES TIPO LADRILLO


FORRADO CON CINTA MASQUIN DE COLOR BEIGE, QUE SOMETIDO A PRUEBA DE CAMPO
DIO POSITIVO (+) PARA COCAINA…” (sic).
I.2.4. Resolución
El Juez Público Civil y Comercial, de Partido de Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal
Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías,
mediante Resolución 01/2019 de 15 de mayo, cursante de fs. 652 vta. a 658, denegó la tutela
solicitada en base a los siguientes fundamentos: a) El Auto de Vista 147 fue motivado en el hecho
de que el incidentista no realizó ningún tipo de representación ante el Ministerio Público solicitando
la devolución o acreditando los extremos del derecho propietario y el desconocimiento del ilícito penal
de transporte de sustancias controladas, sino que acudió de forma directa ante el Juez de la causa;
empero, sin dar cumplimiento a la segunda parte del “…art. 255 num. 2)…” (sic) del CPP; y, b) Con
los argumentos presentados, el accionante no hace más que acreditar la correcta interpretación y
aplicación de la ley. Los Vocales demandados, actuaron conforme a la jurisprudencia constitucional
de las SSCC 1365/2005-R, 0871/2010-R, 2017/2010-R, 1810/2011-R y de las Sentencias
Constitucionales Plurinacionales 0405/2012, 0666/2012, 2039/2012 y 0527/2015-S3 entre otras, por
lo que la Resolución que emitieron no es arbitraria, menos incongruente y no incurrieron en supresión
o vulneración del derecho a la propiedad privada, a la “seguridad jurídica” y al debido proceso en su
componente fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones judiciales, tampoco
errónea interpretación de normas legales, correspondiendo denegar la tutela.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto Interlocutorio de 15 de diciembre de 2017, dictado por el Juez de Instrucción Penal
Primero de Puerto Suárez del departamento de Santa Cruz, que a tiempo de aplicar medidas
cautelares contra los imputados, dispuso la confiscación del vehículo tipo camioneta, color blanco con
placa de control 4528-KZH, ordenando su entrega a la Dirección de Registro, Control y Administración
de Bienes Incautados (DIRCABI) para su custodia (fs. 516 a 519 vta.).
II.2. Por memorial presentado el 28 de febrero de 2018, el ahora accionante planteó incidente de
desincautación de vehículo motorizado (fs. 531 a 533).
II.3. Mediante Auto Interlocutorio 42/2018 de 29 de marzo, dictado por el Juez Público Mixto Civil y
Comercial, de Familia, de la Niñez y Adolescencia, de Partido del Trabajo y Seguridad Social e
Instrucción Penal Primero de San Matías del departamento mencionado -demandado-, resolvió no
admitir el precitado incidente, en razón a que las investigaciones dentro del proceso no habrían
concluido y que se debió adjuntar documentación que acredite la procedencia del dinero de la compra
del vehículo así como el extremo vertido en la solicitud de devolución (fs. 538 a 539 vta.).
II.4. A través de escrito presentado el 6 de abril de 2018, el impetrante de tutela interpuso apelación
incidental contra el Auto Interlocutorio descrito en la Conclusión anterior (fs. 541 a 543).
II.5. Por Auto de Vista 147 de 31 de mayo del indicado año, la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz; declaró admisible e improcedente el recurso de apelación
formulado por el peticionante de tutela (fs. 547 a 548 vta.).
II.6. Mediante memorial presentado el 18 de octubre del mismo año, el impetrante de tutela reiteró
el incidente de devolución de vehículo (fs. 589 a 592 vta.).
II.7. A través de decreto de 19 de similar mes y año, el Juez ahora demandado, rechazó in límine el
incidente descrito en la Conclusión precedente, por considerar que resulta manifiestamente
improcedente al haber sido anteriormente resuelto mediante Auto de Vista 147, negando la
devolución del motorizado (fs. 593).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 811


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El accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la “seguridad jurídica”, a la


defensa, a la propiedad privada y a la igualdad de las partes, alegando que dentro del proceso penal
sustanciado por ilícitos contenidos en la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas en el
que no fue imputado y menos procesado, mediante Auto Interlocutorio 42/2018 de 29 de marzo y
Auto de Vista 147 de 31 de mayo de igual año, el Juez y los Vocales demandados a su turno,
rechazaron su solicitud de desincautación de su vehículo; por lo que planteó nuevamente incidente
de devolución del referido automotor que fue también desestimado por decreto de 19 de octubre de
idéntico año.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela.
III.1. El debido proceso y el derecho a la defensa
Sobre el tema, la SCP 0978/2012 de 22 de agosto, reiterada por la SCP 0215/2018-S1 de 28 de mayo
entre otras, señaló: “Aunque se reconoce constitucionalmente como un derecho autónomo, uno de
los elementos esenciales del debido proceso es sin duda el derecho a la defensa. En la
doctrina se ha definido el derecho a la defensa como la posibilidad que tiene toda persona
de ser escuchada por el órgano jurisdiccional a fin de poder hacer conocer su versión y
en su caso enervar la de la parte actora, con carácter previo a que se adopte una decisión.
(…).
Dentro de ese contexto, surge a su vez como un presupuesto para la operativización del derecho a
la defensa dentro de cualquier proceso, que la persona contra la que se dirija una demanda sea
debida y legalmente informada de su existencia y de las actuaciones que se realicen en el proceso,
pues de desconocerla no podrá desvirtuar los extremos contenidos en ella o en las actuaciones o
resoluciones que se adopten en el curso del proceso, objetivo que se consigue precisamente a través
de los institutos procesales de la citación y la notificación” (las negrillas y el subrayado fueron
añadidos).
De la jurisprudencia constitucional glosada, se extrae que dentro de cualquier proceso,
independientemente del ámbito en que se desarrolle, ya sea civil, penal o administrativo, el derecho
a la defensa es materializado a partir del momento en que la persona, cuyos derechos se encuentren
afectados o inmersos en discusión judicial, sea legalmente comunicada, al igual que las posteriores
actuaciones que se desarrollen, así como las resoluciones que se emitan en el mismo; al efecto, debe
garantizarse al interesado la notificación efectiva que le permita luego muñirse de la asistencia técnica
que considere pertinente a fin de contrariar la acusación o la denuncia de que se trate, permitiendo
de esta manera ser escuchado, presentar las pruebas tendientes a desvirtuarla, impugnar y acceder
a la doble instancia, elementos que configuran el debido proceso.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alega la lesión de sus derechos al debido proceso, a la “seguridad jurídica”, a la defensa,
a la propiedad privada y a la igualdad de las partes, debido a que dentro del proceso penal
sustanciado por ilícitos contenidos en la Ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, en el
que no fue imputado y menos procesado, mediante Auto Interlocutorio 42/2018 de 29 de marzo y
Auto de Vista 147 de 31 de mayo de 2018, el Juez y los Vocales demandados a su turno, rechazaron
la solicitud de desincautación de su vehículo, por lo que planteó nuevamente incidente de devolución
del mencionado motorizado, petitorio que fue también desestimado por decreto de 19 de octubre de
idéntico año.
Los antecedentes del caso y el legajo de documentos adjunto, evidencian que por Auto Interlocutorio
de 15 de diciembre de 2017, el Juez de Instrucción Penal Primero de Puerto Suárez del departamento
de Santa Cruz, dispuso la confiscación del vehículo tipo camioneta, color blanco con placa de control
4528-KZH, ordenando su entrega a DIRCABI para su custodia (Conclusión II.1).
Posteriormente, alegando derecho propietario, por memorial presentado el 28 de febrero de 2018, el
ahora accionante planteó incidente de desincautación del referido vehículo; pedido que mediante
Auto Interlocutorio 42/2018, dictado por el Juez demandado, no fue admitido en razón a que las

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investigaciones dentro del proceso penal no habrían concluido y que se debió adjuntar documentación
acreditando la procedencia del dinero de la compra del vehículo así como el extremo vertido en la
solicitud de devolución. Decisión que, al ser apelada, motivó que los Vocales de la Sala Penal Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, emitan el Auto de Vista 147 declarando
admisible e improcedente el referido recurso (Conclusiones II. 2, 3, 4 y 5).
Finalmente, mediante escrito presentado el 18 de octubre del mismo año, el impetrante de tutela
reiteró el incidente de devolución de vehículo, que, a través de decreto de 19 de similar mes y año,
el Juez demandado rechazó in límine por considerar que resulta manifiestamente improcedente al
haber sido anteriormente resuelto a través del Auto de Vista precitado, que negó la restitución del
aludido motorizado (Conclusiones II.6 y 7).
En resumen, el acto lesivo reclamado por el impetrante de tutela radica en el rechazo a su pedido de
devolución del vehículo que le fue incautado; consecuentemente, una vez identificado el problema
jurídico planteado y contextualizadas las circunstancias del caso de autos, resulta necesario referirse
al Código de Procedimiento Penal, que en relación al tema en cuestión señala:
“Artículo 255º.- (Incidente sobre la calidad de los bienes)
I) Durante el proceso, hasta antes de dictarse sentencia, los propietarios de bienes incautados podrán
promover incidente ante el juez de la instrucción que ordenó la incautación, en el que se debatirá:
(…)
2) Si el bien incautado ha sido adquirido en fecha anterior a la resolución de incautación y con
desconocimiento del origen ilícito del mismo o de su utilización como objeto del delito. En todo caso
deberá justificar su origen” (las negrillas y subrayado fueron incorporados).
Ahora bien, sobre la base de este extracto normativo, se concluye que la documental aparejada al
incidente de desincautación planteado por el accionante, referida a la identidad del impetrante de
tutela y al derecho propietario que le asiste sobre el vehículo cuya devolución reclama, no se observa
literal alguna respecto al punto central del rechazo de la devolución solicitada.
A mayor precisión, teniendo en cuenta que el acto lesivo reclamado por el antes nombrado habría
sido causado por el rechazo a la solicitud de devolución del motorizado incautado, recuérdese que al
efecto, el prenombrado formuló dos incidentes, el primero el 28 de febrero de 2018 que habiendo
sido rechazado por el Juez de la causa y apelado por el peticionante de tutela, ameritó ser resuelto
por Auto de Vista 147, que declaró su improcedencia con la debida fundamentación y motivación; el
segundo, interpuesto el 18 de octubre de 2019, fue desestimado in límine por la autoridad
jurisdiccional quien entendió que era manifiestamente improcedente; pues, conforme se dijo en líneas
precedentes, dicho petitorio ya fue resuelto. Al efecto, conviene recordar que el Código de
Procedimiento Penal en relación a esos aspectos señala:
“Artículo 315º.- (Resolución)
(…)
El rechazo de las excepciones y de los incidentes impedirá que sean planteados
nuevamente por los mismos motivos” (las negrillas son nuestras).
De ello se colige, que por expresa determinación del señalado precepto legal, habiendo sido resuelto
el incidente como consecuencia del primer planteamiento de devolución de vehículo, no correspondía
ser reformulado, aspecto que debió ser tenido en cuenta por el solicitante de tutela.
Sobre esa base, contrastando las circunstancias expuestas en esta acción de amparo constitucional,
se adquiere convencimiento de que lo que se trajo a consideración de este Tribunal radica en el
manifiesto desacuerdo expresado por el accionante respecto a la desestimación del incidente de
devolución del vehículo incautado dentro de un proceso penal por delitos incursos en la Ley del
Régimen de la Coca y Sustancias Controladas. Al respecto, también se evidencia que el rechazo de
dicha solicitud fue basado en razón a que en ese momento, las investigaciones dentro de la referida
causa no habían concluido y que para respaldar su petitorio se debió adjuntar documentación que

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acredite la procedencia del dinero utilizado en la compra del aludido motorizado, conforme fue
expresado en el pedido de desincautación; decisión que fue confirmada por el Auto de Vista 147 -
ahora impugnado- al declarar la improcedencia del recurso de apelación incidental. De ello, se colige
que a criterio de las autoridades jurisdiccionales demandas, el impetrante de tutela no cumplió
plenamente con las condiciones exigidas para dar curso a su petitorio, en concreto con la obligación
legal de aportar elementos probatorios suficientes para demostrar o justificar el origen del capital
económico que posibilitó la adquisición del bien confiscado -ahora reclamado-.
Con referencia al derecho a la defensa entendido como la posibilidad de que el mismo sea asumido
plenamente conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional; es decir, tener expedita la potestad de expresar oportunamente sus pretensiones
jurídicas dentro del proceso -penal en este caso- una vez que adquiera conocimiento sobre la referida
causa, debiendo al efecto tener acceso irrestricto a los actuados jurisdiccionales en igualdad de
condiciones al resto de las partes.
Abundando en el tema, el mencionado derecho está concebido a garantizar que la persona que se
vea inmersa en un proceso -independientemente de la materia que se trate- tenga expedita la vía
para presentar descargos en su favor, formular peticiones, ofrecer las pruebas que considere
pertinentes, ser escuchada u oída antes de cada decisión, así como interiorizarse sobre las
presentadas por las partes intervinientes, entre otros.
Teniendo como base el entendimiento descrito precedentemente, el análisis de los antecedentes
cursantes en obrados permiten colegir que no se constata la lesión acusada, por cuanto de la propia
interposición de los incidentes de desincautación de vehículo, que dieron lugar a la presente acción
tutelar, se concluye que el ahora solicitante de tutela ejerció ampliamente y de manera irrestricta su
derecho a la defensa técnica en la causa de origen -aunque el resultado no le haya sido favorable
por los argumentos legales expuestos oportunamente por las autoridades demandadas-. Lo que una
vez más permite deducir, que tuvo pleno acceso a la instancia jurisdiccional y por consiguiente a la
justicia al tener la oportunidad de ejercitar en igualdad de condiciones los mecanismos legales y todas
las prerrogativas conducentes a formular sus pretensiones jurídicas, conforme fue desarrollado en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia, de la compulsa realizada de los antecedentes cursantes en obrados se advierte la
inexistencia de la lesión del derecho al debido proceso exigido por el accionante, lo que imposibilita
conceder la tutela solicitada.
Asimismo, respecto a los derechos a la propiedad privada, a la “seguridad jurídica” y a la igualdad de
las partes, no corresponde mayor pronunciamiento por cuanto el solicitante de tutela se limitó a
mencionarlos sin expresar la forma en que habrían sido afectados.
III.3. Otras consideraciones
De la documentación cursante en obrados, se extrae que esta acción de amparo constitucional fue
presentada el 5 de diciembre de 2018 y el entonces Juez Público Civil y Comercial, de Partido de
Trabajo y Seguridad Social y de Sentencia Penal Primero de San Ignacio de Velasco del departamento
de Santa Cruz, señaló audiencia para el 18 del mismo mes y año; sin embargo, dicho actuado no fue
concretado, sin que exista información sobre las razones para aquello.
Asimismo, por Auto Interlocutorio 01/2019 de 11 de abril cursante a fs. 630, la nueva autoridad titular
del mencionado despacho, a tiempo de expresar su extrañeza sobre el asunto irresuelto, asumió
conocimiento de la acción tutelar fijando nueva fecha de audiencia, momento a partir del cual se
reactivó la causa. Al respecto, resulta pertinente hacer notar, que tampoco se evidencia reclamo
alguno de la parte accionante en relación a la situación descrita.
En consecuencia, el Juez de garantías al denegar la tutela impetrada, aunque con otros fundamentos
obró de forma correcta.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 01/2019 de 15 de mayo, cursante de fs. 652 vta. a
658, pronunciada por el Juez Público Civil y Comercial, de Partido de Trabajo y Seguridad Social y de
Sentencia Penal Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0741/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29481-2019-59-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 0037/2019 de 11 de junio, cursante de fs. 259 a 263 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Erick Maldonado Riss contra
Juan Carlos Orozco Alfaro y Pio Gualberto Peredo Claros, Vocales de la Sala Civil Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 10 y 17 de mayo de 2019, cursantes de fs. 130 a 139 vta., y de 142
a 151, el accionante expresó los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En calidad de abogado externo del BANCO DE DESARROLLO PRODUCTIVO-Sociedad Anónima Mixta
(BDP-SAM), patrocinó un proceso civil ejecutivo contra la “Asociación de Productores Agropecuarios
Villa Rosario - APAVIR” hasta la fase de ejecución de sentencia, causa radicada ante el Juzgado
Público Mixto Civil y Comercial, de Familia y de Sentencia Penal Primero de Ivirgarzama del
departamento de Cochabamba.
Dicha entidad financiera, rescindió unilateralmente el contrato de iguala profesional suscrito con su
persona; por lo que, tuvo que solicitar la regulación de costas por honorarios profesionales, emitiendo
el Juez de la causa el “Auto” de 11 de abril de 2016, que dispuso el pago de Bs734 282,23.-
(setecientos treinta y cuatro mil doscientos ochenta y dos 23/100 bolivianos); notificadas las partes,
no existió observación alguna, ante lo cual pidió en reiteradas oportunidades la conminatoria del
pago.
No obstante, la entidad bancaria presentó memorial el 20 de septiembre del citado año, manifestando
que el mismo debió regirse por la iguala rescindida y que no correspondía a la autoridad judicial su
regulación; ante lo cual, la autoridad jurisdiccional dictó el Auto Interlocutorio de 6 de febrero de
2017, declarando la anulabilidad del “Auto” de 11 de abril de 2016; en dicho mérito, interpuso
incidente de nulidad que fue rechazado por Auto Interlocutorio de 18 de julio de igual año, sin la
expresión de fundamentos; por lo que, interpuso recurso de apelación, resuelto por la Sala Civil
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, a través del Auto de Vista de 5 de
octubre de 2018.
El pronunciamiento de alzada que confirmó la Resolución impugnada, invocando los arts. 11 y 77 del
Decreto Ley (DL) 16793 de 19 de julio de 1979 -Ley de la Abogacía-, pese a que se encuentra
derogado, carece de fundamentación y congruencia, violentando sus derechos al trabajo, a percibir
una remuneración sobre la base del principio de proporcionalidad y al debido proceso, así como al
principio de seguridad jurídica en virtud a que: a) No se valoraron las pruebas de reciente obtención,
conforme a los arts. 112 y 147 del Código Procesal Civil (CPC), consistentes en un memorial de
excepción de arbitraje y un Auto Constitucional, ambos de un caso seguido por la antedicha entidad
financiera contra “ARPPAQ”; b) No existió un pronunciamiento sobre la violación del procedimiento
establecido por el art. 225.II y III del CPC -notificación a las partes con la tasación de las cotas; y,
regulación de los costos e impugnación de la decisión que los impone-; c) No se consideró que el
contrato de iguala profesional fue rescindido unilateralmente por BDP-SAM mediante nota de 11 de
septiembre de 2015, la cual se encuentra aparejada al expediente, siendo su consecuencia principal

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la cesación de sus efectos; y, d) No se tomó en cuenta la normativa sobre la resolución de contratos


por incumplimiento, determinada en los arts. 568, 569 y 574 del Código Civil (CC).
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante considera como lesionados sus derechos al trabajo; a percibir una remuneración justa;
al debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, congruencia y seguridad
jurídica; a la tutela judicial efectiva; y, a la defensa; a cuyo efecto citó los arts. 46, 48, 115.II, 117.I,
119.I y 180.I de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH); 6, 7, 8 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP); y, 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y en consecuencia se deje sin efecto el Auto de Vista de 5 de octubre
de 2018.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 11 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 256 a
258 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, ratificó los argumentos expuestos en su memorial de
acción de amparo constitucional y ampliándolos indicó que, no se hicieron efectivos los pagos de sus
honorarios profesionales correspondientes al proceso civil ejecutivo seguido por BDP-SAM contra la
“Asociación de Productores Agropecuarios Villa Rosario - APAVIR”.
I.2.2. Informe de los demandados
Juan Carlos Orozco Alfaro y Pio Gualberto Peredo Claros, Vocales de la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, no presentaron informe escrito ni se apersonaron a la
audiencia, pese a su legal notificación cursante a fs. 157.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Arturo Martin Peralta de la Quinta, Gerente Jurídico y Orlando Limachi Cusi, Abogado, ambos en
representación legal de BDP-SAM, por escrito presentado el 11 de junio de 2019, cursante de fs. 251
a 255 vta., ratificado y reiterado en audiencia, solicitaron se deniegue la tutela, con los siguientes
argumentos: 1) El pronunciamiento emitido por el Juez a quo el 11 de abril de 2016, que fija el
monto de honorarios profesionales del accionante, es una providencia no un Auto; 2) El trasfondo
de la “ilegal” tasación, debía ser resuelto en la vía arbitral convenida en el contrato de iguala
profesional, emitiéndose por ello el Auto de 6 de febrero de 2017, de reposición de obrados,
considerando que en la demanda civil ejecutiva principal, el propio impetrante de tutela se acogió a
la misma en el “Otrosí 6)”, por lo que, en atención a los principios de lealtad procesal y buena fe no
corresponde la conminatoria por ningún pago; 3) Esta decisión no fue recurrida por el peticionante
de tutela, pretendiendo hacerlo recién tres meses después a través de un incidente de nulidad por
violación al debido proceso; 4) Si bien el contrato de iguala profesional fue resuelto unilateralmente,
a instancia del propio solicitante de tutela se suscitó un procedimiento arbitral, en el que requirió el
pago de todos sus honorarios profesionales sobre la base de la misma, debiendo resolverse el
contrato por el referido medio alternativo en atención a la libertad contractual; y, 5) Las autoridades
demandadas rechazaron la prueba por no haber sido propuesta oportunamente.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, por Resolución
0037/2019 de 11 de junio, cursante de fs. 259 a 263 vta., denegó la tutela impetrada, con los
siguientes fundamentos: i) Las autoridades demandadas respondieron a todos los agravios respecto
al incidente de nulidad de obrados interpuesto por el accionante, ya que además incumplió con los
principios rectores de dicha figura jurídica; ii) No se le negó al impetrante de tutela el derecho a la

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regulación de sus honorarios, sino se dispuso que acuda a la vía llamada por ley para el efecto; y,
iii) La prueba ofrecida fue rechazada por providencia de 9 de mayo de 2018, la cual no fue observada.
Ante la solicitud de enmienda y complementación del accionante, la citada Sala Constitucional, refirió
que ésta jurisdicción no se constituye en una instancia casacional, no pudiendo atender lo relativo a
la objeción de regulación de honorarios; asimismo, el rechazo de la prueba ofrecida de manera
extemporánea, se fundamenta en normativa procedimental; y, sobre la utilización de normas
derogadas, tal aspecto fue modificado y corregido por las autoridades ahora demandadas a través
del Auto de 9 de noviembre de 2018, aplicando la Ley del Ejercicio de la Abogacía -Ley 387 de 9 de
julio de 2013-, precisamente en vía de complementación y enmienda, dentro el proceso civil ejecutivo
principal.
II. CONCLUSIONES
Del análisis de la prueba documental adjunta al expediente, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa contrato de iguala profesional de 20 de diciembre de 2010, suscrito entre Erick Maldonado
Riss -ahora accionante- y los representantes legales del BDP-SAM, para la prestación de cobranza
judicial de la cartera en mora, cuya cláusula vigésima estableció que las partes resolverán sus
controversias por medios alternativos como la conciliación y el arbitraje (fs. 2 a 6).
II.2. La referida entidad financiera, a través de nota Cite: BDP/GJ 3560/2015 de 11 de septiembre,
comunicó al solicitante de tutela, su decisión de resolver el antedicho contrato, de acuerdo a la
cláusula décima cuarta; con cargo de recepción de 14 de igual mes y año (fs. 7).
II.3. Mediante memorial de agosto de 2011, el impetrante de tutela patrocinó la deducción de una
acción coactiva civil contra la “Asociación de Productores Agropecuarios Villa Rosario - APAVIR”,
ateniéndose en el otrosí sexto a lo estipulado por el contrato de iguala profesional (fs. 19 a 20 vta.).
II.4. A través del Informe de regulación de honorarios de 11 de abril de 2016, emitido por el
Secretario Abogado del Juzgado Público Mixto Civil y Comercial, de Familia y de Sentencia Penal
Primero de Ivirgarzama del departamento de Cochabamba, se determinó el monto por dicho concepto
de Bs734 282,23.- (setecientos treinta y cuatro mil doscientos ochenta y dos 23/100 bolivianos); el
cual fue puesto a conocimiento de las partes mediante providencia de la misma fecha (fs. 25 y vta.).
II.5. Por Auto Interlocutorio de 6 de febrero de 2017, el Juez de la causa anuló la regulación de
honorarios de 11 de abril de 2016, y el decreto de misma fecha, en atención a que en el memorial
de acción coactiva civil, la parte actora y el impetrante de tutela, en cuanto al cálculo de honorarios
profesionales se refirieron al contrato de iguala profesional (fs. 36).
II.6. Por memorial de incidente de nulidad presentado por el accionante el 22 de mayo de 2017,
pidiendo se deje sin efecto el Auto Interlocutorio de 6 de febrero de igual año, arguyendo que la
determinación de anular la regulación de honorarios profesionales no tiene fundamento legal y fue
asumida de oficio (fs. 57 a 59).
II.7. A través del Auto Interlocutorio de 18 de julio de 2017, la mencionada autoridad jurisdiccional
rechazó el incidente de nulidad formulado debido a la existencia de una iguala profesional suscrita
entre los contendientes; por lo que, al tener ésta la eficacia prevista en el art. 519 del CC, le
corresponde al incidentista acudir a la vía llamada por ley para hacer valer sus derechos (fs. 75).
II.8. El impetrante de tutela interpuso recurso de apelación contra el Auto Interlocutorio descrito
precedentemente, por memorial presentado el 26 de igual mes y año, reiterando los fundamentos
expuestos en su incidente y haciendo hincapié en el derecho al trabajo remunerado de los abogados
(fs. 76 a 79).
II.9. Mediante Auto de Vista de 5 de octubre de 2018, los Vocales de la Sala Civil Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba -ahora demandados-, resolvieron la apelación
confirmando el Auto Interlocutorio de 18 de julio de 2017, argumentando la inconcurrencia de los
principios que rigen las nulidades y la incompetencia del Juez a quo para determinar honorarios

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profesionales, ante la existencia de un contrato de iguala profesional con cláusula arbitral, siendo
ésta última la vía para resolver controversias al respecto (fs. 112 a 115).
II.10. El solicitante de tutela pidió aclaración, enmienda y complementación del referido Auto de
Vista, mediante memorial presentado el 7 de noviembre de 2018 (fs. 116 a 117).
II.11. Por Auto de 9 de similar mes y año, las autoridades de alzada, aclararon que por error
involuntario se refirieron a los arts. 11 y “17” del DL 16793, cuando lo correcto era hacer alusión a
los arts. 8 y 30 de la Ley del Ejercicio de la Abogacía (fs. 118).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante considera la vulneración de sus derechos al trabajo; a percibir una remuneración justa;
al debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, congruencia y seguridad
jurídica; a la tutela judicial efectiva; y, a la defensa, argumentando que las autoridades demandadas
no valoraron las pruebas de reciente obtención presentadas y no se pronunciaron sobre todos los
agravios expresados en su recurso de apelación.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. De la fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones como
elementos de la garantía y derecho al debido proceso. Jurisprudencia reiterada
La SCP 0653/2019-S4 de 21 de agosto, sobre esta temática señaló que: “La SCP 2221/2012 de 8 de
noviembre, ha desarrollado cuatro finalidades implícitas que determinan el contenido esencial del
derecho a una resolución fundamentada y/o motivada, ya sea judicial, administrativa o cualquier
otra, que resuelva un conflicto o una pretensión, así se tiene: 1) El sometimiento manifiesto al bloque
de constitucionalidad y a la ley, traducido en la estricta observancia de los principios de
constitucionalidad y legalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes, que la resolución en
cuestión no es arbitraria, sino que, por el contrario, observa el valor justicia y los principios de
interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad de
control de la Resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los correspondientes
recursos o medios de impugnación; 4) Permitir el control de la actividad jurisdiccional o la actividad
decisoria de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por parte de la opinión pública,
en observancia del principio de publicidad; posteriormente, a través de la SCP 0100/2013 de 17 de
enero, se agregó como otra finalidad; y, 5) La exigencia de la observancia del principio dispositivo,
que implica la obligación que tiene el juzgador, de otorgar respuestas a las pretensiones planteadas
por las partes para defender sus derechos.
Respecto a la segunda finalidad, es decir, lograr el convencimiento de que la resolución no es
arbitraria, sino que por el contrario, observa el valor justicia y los principios de interdicción de la
arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia, tanto la SCP 2221/2012 como su similar 0100/2013,
establecen que la arbitrariedad puede estar expresada en una decisión: i) Sin motivación, que se da
cuando la resolución no otorga razones de hecho y de derecho que la sustenten; ii) Con motivación
arbitraria, cuando se basa en fundamentos y consideraciones solamente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio (valoración arbitraria o irrazonable de la prueba
o su omisión valorativa) o normativo alguno, alejadas de la sumisión a la Constitución y la ley; iii)
Con motivación insuficiente, cuando no se dan razones de la omisión de pronunciamiento sobre los
planteamientos de las partes; y, iv) Por la falta de coherencia del fallo, que se da: a) En su dimensión
interna, cuando no existe relación entre las premisas –normativa y fáctica– y la conclusión –por
tanto–; y, b) En su dimensión externa, cuando la resolución no guarda correspondencia
con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos, sobre la coherencia interna
y externa, tienen su antecedente en la SC 0863/2003-R de 25 de junio, así como en la SC 0358/2010-
R de 22 de junio, estableciendo que en el ámbito procesal, el principio de congruencia se entiende
no solo como la correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, sino que además
implica la concordancia del fallo; es decir, su coherencia interna, entendimiento que fue reiterado en
la SCP 1915/2012 de 12 de octubre, entre otras. Por su parte, respecto a la congruencia de las

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resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo, señaló que el


pronunciamiento debe guardar correspondencia con los agravios de la apelación y la
contestación de alzada.
En síntesis, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una resolución será arbitraria
cuando carezca de motivación o ésta sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la resolución no
tenga coherencia o congruencia interna o externa” (el resaltado nos corresponde).
III.2. La doctrina de las autorestricciones de la jurisdicción constitucional o de no
interferencia en la función propia de los órganos jurisdiccionales ordinarios
Al respecto, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre, tuvo el siguiente entendimiento: “La jurisprudencia
del Tribunal Constitucional desde sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción
constitucional no le corresponde juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar
su actividad jurisdiccional, pues ello implicaría un actuar invasivo de las otras jurisdicciones (SC
1031/2000-R de 6 de noviembre), no obstante, es indudable también que desde sus inicios este
Tribunal determinó que sí procede la tutela constitucional si en esa actividad interpretativa se lesionan
derechos fundamentales y garantías constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De
donde se puede concluir que la jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación de
las otras jurisdicciones precisó en la jurisprudencia que la acción de amparo constitucional no se
activa para reparar incorrectas interpretaciones o indebidas aplicaciones del Derecho, pues no puede
ser un medio para revisar todo un proceso judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria
y hermenéutica de los tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de
otras jurisdicciones.
Más adelante y en ese mismo contexto jurisprudencial, el Tribunal Constitucional hace extensible la
línea jurisprudencial de revisión de la legalidad ordinaria a eventuales violaciones de los derechos y
las garantías constitucionales a la verificación de si en la interpretación, no se afectaron principios
constitucionales informadores del ordenamiento jurídico (así ver la SC 1846/2004-R de 30 de
noviembre, que cita los principios de legalidad, seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad,
jerarquía normativa y debido proceso). De donde determinó que un mecanismo de control de la
actividad interpretativa de la jurisdicción ordinaria resulta que ésta se someta a ‘reglas admitidas por
el Derecho’ (SC 1846/2004-R de 30 de noviembre), por ello planteó una relación de causalidad entre
el sometimiento de las autoridades a los estándares interpretativos y la vigencia de derechos,
garantías, principios y valores en la actividad hermenéutica, con la conclusión que la interpretación
de una norma no puede conducir a la creación de una norma distinta de la interpretada.
Sin embargo, posteriormente vía jurisprudencia se determinó que la errónea interpretación debe ser
invocada por el accionante a efectos de abrir la jurisdicción constitucional para la verificación de la
actividad interpretativa de la jurisdicción común, y más adelante se precisó que la parte procesal que
se considera agraviada con los resultados de la interpretación debe expresar de manera adecuada y
precisar los fundamentos jurídicos que sustenten su posición, en ese sentido se estableció que ante
la ausencia de carga argumentativa corresponde denegar la tutela solicitada. Esta línea se profundizó
señalando que es atribución del Tribunal Constitucional interpretar la Constitución, y de la jurisdicción
común, interpretar el resto del ordenamiento jurídico; o lo que es lo mismo, la legalidad infra
constitucional u ordinaria, precisando que ello no implica llegar a la conclusión tajante de que la labor
interpretativa de la legalidad ordinaria no está sujeta al control constitucional para verificar la
vulneración de derechos y garantías de la Constitución, ante ello la SC 0085/2006-R de 25 de enero,
precisó que el accionante que pretende la revisión de la legalidad ordinaria debe: 1) Explicar por qué
la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente,
absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas de interpretación que
fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo; y; 2) Precise los derechos o garantías
constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad entre
éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la problemática planteada por el
recurrente, tendrá relevancia constitucional, la SC 0194/2011-R de 11 de marzo, incorporó el tercer
elemento que debe contener la exposición señalando: ‘3) Establezca el nexo de causalidad entre la

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ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación absurda, por no aplicar la interpretación que
considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías que conforman el bloque de
constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha interpretación, explicando sí el resultado, cuál
la relevancia constitucional’.
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’ rescatando
una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico - argumentativas de las
autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación formalistas, pueden resultar
útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas las posibilidades que tiene la
autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y valores que se encuentran en la
Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que realizan otras jurisdicciones
que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada valoración de los
hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación de
las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es
insoslayable que las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar
derechos fundamentales, y en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se
encuentra facultada a vigilar que en todo fallo, providencia o decisión judicial que las
autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para que la jurisdicción
constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de justicia,
los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los
derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa
desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia constitucional que
se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello involucre
que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio de la
actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al
derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de
razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico, que más
allá de las implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías
constitucionales” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo; a percibir una remuneración justa;
al debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, congruencia y seguridad
jurídica; a la tutela judicial efectiva; y, a la defensa, señalando que, el Tribunal de apelación, no
valoró prueba de reciente obtención, conforme a los arts. 112 y 147 del CPC, consistente en un
memorial de excepción de arbitraje y un Auto Constitucional correspondientes a otro proceso; no se
pronunció sobre la lesión del procedimiento establecido por el art. 225.II y III del CPC; no consideró
que el contrato de iguala profesional fue rescindido unilateralmente por BDP-SAM, siendo su

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consecuencia principal la cesación de sus efectos; y, no tomó en cuenta la normativa sobre resolución
de contratos por incumplimiento, establecida en los arts. 568, 569 y 574 del CC.
En dicho mérito, es necesario hacer una reminiscencia de los antecedentes de la presente causa de
cuya compulsa se tiene que, por Auto Interlocutorio de 6 de febrero de 2017, el Juez Público Mixto
Civil y Comercial, de Familia y de Sentencia Penal Primero de Ivirgarzama del departamento de
Cochabamba, anuló la regulación de honorarios de 11 de abril de 2016, y el decreto de la misma
fecha, arguyendo que en el memorial de acción coactiva civil interpuesta contra la “Asociación de
Productores Agropecuarios Villa Rosario-APAVIR”, el BDP-SAM -demandante- y el ahora impetrante
de tutela -abogado patrocinante-, en cuanto a honorarios profesionales se refirieron al contrato de
iguala profesional suscrito entre ambos (Conclusiones II.5), contra esta determinación y luego de
transcurridos meses de su emisión, el mencionado profesional abogado, mediante memorial
presentado el 22 de mayo de 2017, interpuso incidente de nulidad, afirmando esencialmente que la
decisión asumida no tiene fundamento legal y es oficiosa (Conclusión II.6); ante lo cual, el Juez de
la causa, a través del Auto Interlocutorio de 18 de julio del citado año, rechazó el incidente formulado,
señalando que al existir una iguala profesional, que tiene la eficacia prevista en el art. 519 del CC, le
corresponde al incidentista -hoy accionante- acudir a la vía llamada por ley para hacer valer sus
derechos (Conclusión II.7); es en virtud a esta decisión, que el solicitante de tutela interpuso recurso
de apelación mediante escrito presentado el 26 de julio de 2017, reiterando los fundamentos
expuestos en su incidente y haciendo hincapié en el derecho al trabajo remunerado de los abogados
(Conclusión II.8); impugnación resuelta mediante Auto de Vista de 5 de octubre de 2018, en el que,
las autoridades del Tribunal de alzada confirmaron el Auto Interlocutorio del inferior en grado,
señalando que no concurren en el incidente formulado, los principios que rigen las nulidades y que
el Juez de la causa no tiene competencia para determinar honorarios profesionales (Conclusión II.9).
III.3.1. De la denuncia de vulneración del derecho al debido proceso en sus elementos
de la debida fundamentación, motivación y congruencia
En virtud al contexto previamente desarrollado, corresponde compulsar los agravios expresados en
el recurso de apelación con los fundamentos contenidos en el dictámen de alzada, considerando que
el impetrante de tutela denunció la falta de pronunciamiento sobre la presunta lesión del
procedimiento establecido por el art. 225.II y III del CPC; asimismo, que no se hubiera considerado
que, el contrato de iguala profesional fue rescindido unilateralmente por BDP-SAM, siendo su
consecuencia principal la cesación de sus efectos, y, que no se habría tenido en cuenta la normativa
sobre resolución por incumplimiento de contratos, establecida en los arts. 568, 569 y 574 del CC (con
la aclaración que la denuncia de falta de valoración de las pruebas de reciente obtención, será
abordada en el siguiente acápite).
A este efecto, en el recurso de apelación interpuesto el 26 de julio de 2017, el ahora accionante
manifestó que: a) El Juez de la causa de manera oficiosa anuló la regulación de honorarios
profesionales de 11 de abril de 2016, cuando esta no fue observada ni apelada por BDP-SAM,
conforme lo establecido por el art. 225.II y III del CPC, adquiriendo así la calidad de cosa juzgada;
b) No existe iguala profesional para el caso específico del proceso coactivo como afirma la entidad
financiera, pretendiendo ésta no pagar sus honorarios profesionales y beneficiarse de su trabajo
realizado de forma gratuita; c) Es obligación del Juez de primera instancia, la observancia de los arts.
25, 222 y 224 del CPC; y, 199.II, 200 y 201 del Código de Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg),
disponiendo el pago de honorarios profesionales como acreencia privilegiada, tomando en cuenta la
cuantía del litigio, su naturaleza y complejidad, el resultado obtenido y la situación económica de las
partes; d) La autoridad jurisdiccional, con su determinación pretende el cumplimiento del pago de
honorarios profesionales en virtud a la iguala, juzgando así el cumplimiento o incumplimiento de un
contrato, que beneficia al BDP-SAM en un quince por ciento más que le correspondería al abogado
patrocinante; e) La decisión de anular la regulación de honorarios profesionales, deriva en la
vulneración de los derechos al trabajo, al debido proceso, a la tutela judicial efectiva y a la defensa;
y, f) Solicitó se tengan presentes las disposiciones de la Ley del Ejercicio de la Abogacía, y el Código
de Ética Profesional en sus arts. 6, 8.3, 11, 14, 17, 29 y 30, y otras disposiciones conexas.

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A su turno, las autoridades demandadas, confirmaron la Resolución del inferior en grado, con los
siguientes fundamentos: 1) No se advierte un perjuicio directo para el recurrente; puesto que, no se
le negó su derecho a una regulación de honorarios, sino que se dispuso que debe hacer valer sus
derechos en la vía llamada por ley; 2) La nulidad planteada, no se halla consagrada en alguna norma
específica y por lo mismo no existen causales que se ajusten a la solicitud del apelante; en
consecuencia, al no concurrir los principios que rigen las nulidades, tampoco se lesionó el derecho al
debido proceso; 3) En virtud a los arts. 11 y 77 del DL 16793, el Juez de primera instancia tiene el
deber de regular los honorarios profesionales de los abogados intervinientes en la causa, tomando
como parámetros la iguala profesional o en su defecto el Arancel del Colegio de Abogados; en ese
sentido, al existir una iguala que en su cláusula vigésima establece que cualquier controversia se
someterá a conciliación y arbitraje, la autoridad jurisdiccional debe limitarse a proveer sobre lo
decidido en dichas instancias, careciendo de competencia para resolver la controversia derivada de
dicho contrato; y, 4) No obstante, considerando que la determinación asumida en los procesos de
conciliación y arbitraje debe ser revisada por la autoridad jurisdiccional, se deberá tomar en cuenta
lo establecido en las SSCC 1846/2004-R de 30 de noviembre, y 0630/2010-R de 19 de julio, así como
el principio de razonabilidad, cuya finalidad es el valor justicia en las resoluciones.
En la vía de enmienda y complementación las autoridades demandadas, mediante Auto de 9 de
noviembre de 2018, cursante a fs. 118, determinaron mantener incólume la decisión asumida,
enmendando únicamente la cita por error involuntario de los arts. 11 y “17” del DL 16793, siendo lo
correcto la mención de los arts. 8 y 30 de la Ley del Ejercicio de la Abogacía.
De la relación efectuada, si bien los Vocales de la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, expusieron los razonamientos de hecho y derecho que sustentan el fallo
analizado; sin embargo, se advierte incoherencia en su dimensión externa respecto al reclamo del
apelante sobre la calidad de cosa juzgada en su regulación de honorarios profesionales de 11 de abril
de 2016, la cual no habría sido observada ni apelada por el BDP-SAM conforme lo establecido por el
art. 225.II y III del CPC.
Por otra parte, no resulta evidente la inexistencia de pronunciamiento sobre la supuesta recisión
unilateral del contrato de iguala por parte de BDP-SAM, ya que las autoridades demandadas sobre
ello manifestaron que existiendo dicho convenio, el cual en su cláusula vigésima establece que
cualquier problema se someterá a conciliación y arbitraje, la autoridad jurisdiccional debe limitarse a
resolver sobre lo decidido en dichas instancias, careciendo de competencia para conocer la
controversia derivada del referido contrato.
Finalmente, sobre la supuesta omisión con relación a la normativa aplicable para la resolución de
contratos por incumplimiento previsto por los arts. 568, 569 y 574 del CC; no obstante, que se dejó
establecido que el Juez de la causa no tiene competencia para resolver controversias emergentes del
contrato de iguala profesional, el Tribunal de alzada no hizo mención específica a la normativa
invocada por el apelante; sin embargo, este aspecto no fue reclamado oportunamente como agravio
en el respectivo recurso; por lo mismo, no puede ser analizado por la jurisdicción constitucional en
observancia del principio de subsidiariedad.
En consecuencia, advertida la falta de respuesta al primer agravio planteado por el accionante en su
recurso de apelación, las autoridades demandadas incurrieron en incongruencia externa,
materializada en la falta de correspondencia entre el planteamiento del agravio señalado y lo resuelto
en el fallo cuestionado conforme fue expuesto en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, incumpliendo así su deber de circunscribir su competencia a
los puntos resueltos por el inferior en grado y que fueron objeto de apelación tal cual establece el
art. 265.I del CPC; por lo que, concierne conceder la tutela a efectos de que se emita un nuevo fallo
en el que necesariamente exista un pronunciamiento respecto al agravio omitido.
III.3.2. En cuanto a la omisión valorativa de la prueba
El impetrante de tutela, denuncia que las autoridades demandadas no valoraron la prueba de reciente
obtención, conforme a los arts. 112 y 147 del CPC, consistente en un memorial de excepción de

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arbitraje y un Auto Constitucional correspondientes a otro proceso; al respecto, de los antecedentes


que cursan en obrados se tiene que, a través del memorial presentado el 9 de mayo de 2018, cursante
a fs. 107 y vta., el accionante adjuntó la referida prueba, solicitando al Tribunal de apelación señale
día y hora de audiencia para su diligenciamiento en segunda instancia; sin embargo, las autoridades
demandas mediante providencia de similar fecha, cursante a fs. 109, señalaron que la prueba ofrecida
no se encuentra comprendida en ninguno de los casos establecidos por el art. 261.III del CPC,
declarando no ha lugar a lo impetrado; empero, aclaró que todas las pruebas iban a ser valoradas
en la resolución a emitirse.
En consecuencia, no resulta evidente que los Vocales demandados hayan incurrido en omisión
valorativa de la prueba, asumiendo que la acción tutelar hace referencia a la facultad del Tribunal de
alzada de abordar prueba en segunda instancia, conforme establecen los arts. 261.III y 264.I del
CPC; en dicho mérito, es necesario hacer hincapié que el legislador ordinario ha previsto que los
tribunales de apelación, tienen la facultad de verificar que la prueba ofrecida cumpla con los
presupuestos establecidos para su diligenciamiento en segunda instancia, siendo admisible cuando:
i) Las partes lo pidieren de común acuerdo; ii) Decretadas las pruebas en primera instancia, no
hubieren sido abordadas por causas no imputables a las partes que las ofrecieron; iii) Versare sobre
hechos ocurridos después de la sentencia; y, iv) Se tratare de desvirtuar documento que no se pudo
presentar en primera instancia, por fuerza mayor o caso fortuito, o por obra de la parte contraria. De
ahí que, se concluye que los tribunales de alzada tienen la facultad de admitir o rechazar la prueba
ofrecida por las partes en apelación, con la aclaración de que el ofrecimiento y la producción de la
prueba en segunda instancia se encuentra restringida, ya que en observancia del principio de
inmediación, la prueba del proceso debe ser ofrecida y valorada en primera instancia; en tal sentido,
el rechazo de la misma en alzada, no implica una omisión en su valoración, que vulnere derechos o
garantías, pues la configuración del ordenamiento adjetivo ha dispuesto que las autoridades
encargadas de resolver la apelación, tengan que velar por la validez, idoneidad y pertinencia de la
misma.
En síntesis, no obstante que en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se ha dejado expresa constancia que la revisión de la actividad valorativa de la prueba,
como actividad inherente a los órganos de la jurisdicción ordinaria, se encuentra restringida para la
jurisdicción constitucional, en virtud a la doctrina de las self restrictions; en el presente caso, no se
advierte una omisión o falta de valoración de los elementos probatorios ofrecidos por el accionante
mediante memorial de fs. 107 y vta., en el entendido que el Tribunal de alzada con la facultad prevista
en el art. 261 del CPC, no accedió a la solicitud de diligenciamiento de prueba, no siendo evidente la
denuncia formulada por el solicitante de tutela a este respecto.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada, no analizó
correctamente las disposiciones constitucionales aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 0037/2019 de 11 de junio, cursante de fs. 259 a 263
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada, disponiendo dejar sin
efecto el Auto de Vista de 5 de octubre de 2018, debiendo la Sala Civil Segunda del citado Tribunal,
emitir un nuevo fallo, pronunciándose respecto a todos los motivos del recurso de apelación
interpuesto por el accionante, conforme a los fundamentos expuestos en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, sea dentro el plazo de cuarenta y ocho horas a partir de su notificación
con este fallo constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora

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MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0742/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29497-2019-59-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 068/2019 de 16 de abril, cursante de fs. 109 a 111, pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Willy Ayllon Quispe contra Rómulo
Delgado Rivas, Comandante General; y, Claudio Zenobio Espinoza Luna, Director Nacional
de Personal del Comando General, ambos de la Policía Boliviana.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 4 de abril de 2019, cursante de fs. 27 a 36 vta., el accionante expuso los
siguientes argumentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 1 de enero de 1994, ingresó a la Institución Policial como uniformado prestando sus servicios de
manera continua por más de trece años, pero mediante oficio 244/2006 el Comandante Nacional de
la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (UMOPAR) puso a conocimiento del Director General de la Fuerza
Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), el informe de 14 de julio del mismo año, en el que
le explicaba sobre los antecedentes de desempeño laboral y el abandono de funciones previsto como
falta grave en el art. 60 inc. “D” núm. 25) del Reglamento de Faltas Disciplinarias y sus Sanciones de
la Policía Nacional dentro del caso 131/06 D.N.R.P.FELCN -proceso disciplinario por deserción-.
Empero, por más de once años, no le sancionaron con Resolución ejecutoriada o memorándum de
baja definitiva, encontrándose suspendido sin percibir haberes desde mayo del 2007 hasta la fecha
de interposición de la presente acción.
El 18 de julio de 2018, la Dirección Nacional de Personal de la Policía Boliviana emitió el Memorándum
Circular-Fax 030/2018, aclarado por su similar 040/2018 de 5 de mayo, en los que se disponía la
reasignación de funciones de los servidores policiales que figuren en el Sistema de Administración de
Personal como desertores y que no cuenten con una resolución ejecutoriada o memorándum de baja
definitiva.
Por tal motivo, recabó toda la documentación necesaria y presentó su primer memorial el 22 de
octubre de 2018, dirigido al Director Nacional de Personal del Comando de la Policía Boliviana,
solicitando su reincorporación en observancia del art. 55 inc. b) y art. 66 de la Ley Orgánica de la
Policía Nacional (LOPB), pero no obtuvó respuesta alguna. Posterior a ello, tomó conocimiento del
Informe 4020/2018 de 31 de diciembre y recabó el Certificado de antecedentes del Tribunal
Disciplinario Departamental de Cochabamba -documento extrañado por el Asesor Legal de la
Dirección Nacional de Personal-, seguidamente, presentó una carta dirigida al Director Nacional de
Personal de la Policía Boliviana el 4 de enero de 2019, adjuntando esa documentación para su
reincorporación cuya respuesta aún espera.
El 11 de marzo de 2019, presentó un segundo memorial esta vez dirigido al Comandante General de
la Policía Boliviana reiterando su petición de reincorporación, nota de la cual tampoco tuvo respuesta
hasta la presentación de esta acción tutelar.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos al trabajo y a la petición, citando al efecto los arts.
24 y 46 de la Constitución Política del Estado (CPE).

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I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela; y, en consecuencia, se ordene a las autoridades demandadas: a)
Otorguen una respuesta formal y fundamentada a las solicitudes de reasignación de fechas 22 de
octubre de 2018 y 11 de marzo de 2019 en el plazo de veinticuatro horas; y, b) Procedan a la
reasignación de funciones en la Institución Policial de conformidad a la Circular-Fax 040/2018.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala constitucional
La audiencia pública de consideración de la presente acción de amparo constitucional, se realizó el
16 de abril de 2019; según consta en acta cursante de fs. 104 a 108 vta., produciéndose los siguientes
actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El impetrante de tutela a través de su abogado, ratificó íntegramente los términos de su demanda
tutelar y además añadió que: 1) El memorándum circular fax 040/2018 refiere que para ser
reasignados, se necesitan dos requisitos, uno que debe figurar en el sistema de administración
personal como desertores y que no cuente con una resolución ejecutoriada o memorándum de baja
definitiva, condiciones con las que el impetrante de tutela cuenta a cabalidad; y, 2) No recibió
respuesta alguna ni afirmativa o negativa a ninguna de las notas presentadas.
I.2.2. Informe de los demandados
Vladimir Yuri Calderón Mariscal, Comandante General de la Policía Boliviana a través de sus
representantes Jonas Paco Larico y Javier Alcón Chuquimia, acreditados por Poder Notariado
446/2019 de 15 de abril, cursante de fs. 40 a 41, en audiencia solicitaron que se niegue la tutela
manifestando lo siguiente: i) Remitió la nota presentada por el accionante a la Dirección Nacional de
Personal de la Institución a su cargo, mediante hoja de trámite 6033 de 12 de marzo del precitado
año; ii) De la revisión de archivos, se encontró el memorándum 19/145 del Departamento de
Escalafón Único de 21 de marzo de 2019, en el que se asigna al impetrante de tutela funciones dentro
de la entidad aludida, pero él no se apersonó a secretaria de despacho para notificarse; iii) No hizo
seguimiento a las notas que interpuso; iv) El Tribunal Disciplinario Departamental de la Policía
Boliviana de La Paz, continuó con el proceso aperturado y de conformidad a la “Ley 101” (sic.), se
sancionó como falta grave; y, v) Fue recientemente posesionado en el cargo que ocupa; por lo que,
no firmó ninguna documentación tampoco emitió ningún criterio al respecto.
Claudio Zenobio Espinoza Luna, Director Nacional de Personal del Comando General de la Policía
Boliviana, a través de sus representantes Edgar Chávez Ticona, Tomas Huanca Luque y Ángel Ramos
Mamani, por Poder Notariado 445/2019 de 15 de abril, cursante de fs. 42 a 43 vta., en audiencia
solicitó que se deniegue la tutela señalando que: a) El accionante está siendo investigado dentro de
un proceso penal y el requisito para que proceda su solicitud es que se encuentre con deserción; y,
b) Existe un memorándum por el que, se dispuso la reincorporación de Willy Ayllon Quispe; empero,
lamentablemente él no hizo seguimiento a las notas que presentó, pese a que fijó como domicilio
procesal Secretaría de su despacho.
Después de presentar su informe la Vocal Presidenta de la Sala Constitucional, preguntó a los
representantes del Director Nacional de Personal sobre el lugar donde se practicaron las
notificaciones, si esto fue en un lugar público, a lo que respondieron que tienen un tablero de
informaciones donde se coloca todas las comunicaciones necesarias a objeto de que todos los
peticionantes puedan informarse y se encuentra en la puerta del Comando.
A esa respuesta solicitó que se le proporcione una copia de la nota del tablero, respondiendo que
“Solamente colocan la sugerencia del asesor legal, con la finalidad de que ellos tengan conocimiento
con relación a la pretensión planteada” (sic).
La mencionada Vocal preguntó si con ese memorándum se le reasignó funciones al interior de la
Policía Boliviana al accionante; respondiendo que, no tenían el documento que fue firmado por la
máxima autoridad ejecutiva de la Dirección Nacional de Personal de la entidad referida, con la cual
fue reasignado a sus funciones.

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Con esa respuesta, le preguntaron ante la reasignación dispuesta que debió hacer el peticionante de
tutela; en razón de ello, señalaron que correspondía seguimiento de sus solicitudes y apersonarse,
por lo menos al tablero de informaciones para verificar si se había emitido respuesta porque no
cuentan con un domicilio real o procesal fijado para la notificación.
Continuando con las preguntas, cuestionaron si el impetrante de tutela, no tendría ningún proceso;
respondiendo que en su calidad de Director Nacional de Personal no tenía conocimiento. Asimismo
señalaron que “…nos ha presentado el impetrante el día 4 de enero de 2019 un memorial en la cual
adjunta un certificado con relación al caso conoce el Tribunal Disciplinario Departamental de
Cochabamba, entonces con eso se les reasigna las funciones” (sic).
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por Resolución
068/2019 de 16 de abril, cursante de fs. 109 a 111, concedió en parte la tutela solicitada,
disponiendo que en el plazo de veinticuatro horas, la Dirección Nacional de Personal de la Policía
Boliviana, proceda a notificar al accionante con el informe 01168/2019 de 19 de marzo y el
memorándum de 21 de ese mes y año, en Secretaría de su despacho, apercibiéndose a ese efecto al
peticionante de tutela para que se constituya en horas de oficina a los efectos de concretizar el acto
procesal indicado y denegó con relación al derecho al trabajo, decisión asumida sobre la base de los
siguientes fundamentos: 1) Conforme manifestó el Director Nacional de Personal de la Policía
Boliviana a través del informe del asesor legal, se hubiera dado respuesta a la pretensión del
accionante; empero, ésta no le fue notificada; 2) De la jurisprudencia emitida por el Tribunal
Constitucional Plurinacional, se tiene que cualquier solicitud que se haga a una persona individual o
colectiva ya sea privada o pública debe obtener una respuesta pronta y oportuna; 3) Si bien existe
un informe y un memorándum de respuesta, éstas no tuvieron la efectividad que hubiera surtido en
caso de que los demandados a través de sus apoderados hubieran presentado a efectos de que el
hoy impetrante de tutela tome conocimiento de su petitorio, actos procesales que si bien se han dado
en sede administrativa policial no fueron debidamente comunicados; y, 4) Respecto a la supresión
del derecho al trabajo, no se ha establecido los suficientes elementos constitutivos referidos a su
vulneración; toda vez que, el solicitante de tutela a partir de la notificación con el citado memorándum
podrá activar los mecanismos correspondientes a efectos de materializar la decisión contenida en el
mismo.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Se tiene el Memorándum Circular-Fax 030/2018 de 18 de julio, en el que señala los requisitos
para aquellos funcionarios policiales que soliciten reasignación de funciones en casos de deserción,
en sujeción a lo establecido en los arts. 55 inc. b), 66 inc. c) y 69 de la LOPN (fs. 3); Memorándum
Circular-Fax 040/2018 de 5 de octubre, por el que se aclara el Memorándum 030/2018, señalando
que el mismo alcanza a los servidores policiales que figuren en el Sistema de Administración de
Personas como desertores y a la fecha no cuenten con una resolución ejecutoriada y memorándum
de baja definitiva (fs. 4).
II.2. Mediante memorial de 22 de octubre de 2018, Willy Ayllón Quispe -ahora accionante-, solicitó
ante la Dirección Nacional de Personal del Comando General de la Policía Boliviana, la reasignación
de funciones a la institución indicada al amparo de los arts. 24 y 46 de la CPE, adjuntando todos los
requisitos correspondientes (fs. 5 y vta.).
II.3. Por memorial de 11 de marzo de 2019, dirigido al Comandante General de la Policía Boliviana,
el impetrante de tutela reiteró su solicitud de reasignación de funciones, anunciando interponer
acción de amparo constitucional y solicitó además fotocopias legalizadas (fs. 24 a 25).
II.4. Se tiene el Informe 01168/2019 de 19 de marzo, suscrito por el Asesor Legal de la Dirección
Nacional de Personal del Comando General de la Policía Boliviana dirigido al Director de esa instancia,
en cuya referencia solicita la reasignación de funciones a la Institución aludida del Sargento Willy
Ayllon Quispe (fs. 44 a 46).

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II.5. Por memorándum E.U.S. 19/1405 de 21 de marzo de 2019, suscrito por el Director Nacional de
Personal de la Policía Boliviana, dirigido al peticionante de tutela, éste fue reasignado a sus funciones
colocándolo a disposición del Comando Departamental de Policía-La Paz, debiendo presentarse en el
término establecido en el Reglamento (fs. 47).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al trabajo y a la petición, por cuanto, en su
calidad de efectivo policial que no desempeña sus funciones desde marzo de 2007, presentó dos
memoriales una de 22 de noviembre de 2018 dirigida al Director Nacional de Personal del Comando
de la Policía Boliviana, solicitando su reasignación de funciones a la precitada Institución y otra de 11
de marzo de 2019 para el Comandante General de la misma Institución, reiterando su requerimiento;
empero, hasta el momento de la interposición de la presente acción de amparo constitucional, no
tuvo respuesta alguna a ninguna de sus notas; por lo que, solicita que se conceda la tutela y se
otorgue respuesta formal y oportuna a sus peticiones y se proceda a su reasignación en la Institución
aludida.
En consecuencia, corresponde establecer en revisión, si tales extremos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela, para el efecto se analizarán los siguientes temas: i) Contenido y
alcances del derecho de petición; y, ii) Núcleo esencial del derecho a la petición; y, iii) Análisis del
caso concreto.
III.1. Contenido y alcances del derecho de petición
El derecho a la petición está reconocido como un derecho fundamental en el art. 24 de la CPE, donde
establece que: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral
o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se
exigirá más requisito que la identificación del peticionario”.
En ese entendido el Tribunal Constitucional en la SC 189/01-R de 7 de marzo de 2001, definió el
derecho de petición como: “…en sí es una facultad o potestad que tiene toda persona para dirigirse,
individual o colectivamente, ante las autoridades o funcionarios públicos, lo que supone el derecho a
obtener una pronta resolución, ya que sin la posibilidad de exigir una respuesta rápida y oportuna
carecería de efectividad el derecho. En consecuencia, el ejercicio del derecho supone que una vez
planteada la petición, cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de
obtener pronta resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin
embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en particular y, en
esa medida podrá ser positiva o negativa.”.
Asimismo, la SC 0310/2004-R de 10 de marzo, determinó el contenido del derecho a la petición y
estableció que: “…a fin de que se otorgue la tutela en caso de alegarse la violación del derecho a
formular peticiones, corresponde que el recurrente, demuestre los siguientes hechos: a) la
formulación de una solicitud expresa en forma escrita; b) que la misma hubiera sido formulada ante
una autoridad pertinente o competente; c) que exista una falta de respuesta en un tiempo razonable
y d) se haya exigido la respuesta y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la
autoridad recurrida y no existan otras vías para lograr la pretensión”.
Posteriormente, en vigencia de la actual Constitución Política del Estado, la SC 1068/2010-R de 23
de agosto, en el Fundamento Jurídico III.2., expusó los casos en los que existe vulneración de este
derecho y señaló: “…En resumen las autoridades vulneran el derecho a petición cuando: a) La
respuesta no se pone en conocimiento del peticionario; b) Se presenta la negativa de recibirla o se
obstaculiza su presentación; c) Habiéndose presentado la petición respetuosa, la autoridad no la
responde dentro de un plazo razonable; y, d) La solicitud no es atendida de manera clara, precisa,
completa y congruente con lo solicitado.”.
En esta misma línea jurisprudencial la SC 1995/2010-R de 26 de octubre, moduló los entendimiento
anteriores estableciendo cuales son los cuatro requisitos para que se tutele este derecho a través de
esta acción tutelar, es así que en el F.J. III.3., señaló: “…el primer requisito señalado por dicha

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Sentencia, es decir, la formulación de una solicitud en forma escrita no es exigible, pues la


Constitución expresamente establece que la petición puede ser escrita u oral.
Con relación al segundo requisito que establece que la solicitud debe ser presentada ante autoridad
competente o pertinente, se debe precisar que esta no es una exigencia del derecho de petición,
pues aún cuando la solicitud se presente ante una autoridad incompetente, ésta tiene la obligación
de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando, en su caso, a la autoridad
ante quien debe dirigirse el peticionario; conclusión a la que se arriba por el carácter informal del
derecho a la petición contenido en la Constitución Política del Estado, que exige como único requisito
la identificación del peticionario, y en la necesidad que el ciudadano, encuentre respuesta y
orientación respecto a su solicitud, en una clara búsqueda por acercar al administrado con el Estado,
otorgándole a aquél un medio idóneo para obtener la respuesta buscada o, en su caso, la información
sobre las autoridades ante quienes debe acudir, lo que indudablemente, fortalece el carácter
democrático del Estado Boliviano.
En ese entendido, cuando la petición es dirigida a un servidor público, éste debe orientar su actuación
en los principios contemplados en el art. 232 de la CPE, entre otros, el principio de compromiso e
interés social, eficiencia, calidad, calidez y responsabilidad.
Respecto al tercer requisito, el mismo es compatible con el texto de la Constitución vigente, pues
sólo si en un plazo razonable, o en el plazo previsto por las normas legales -si existiese- no se ha
dado respuesta a la solicitud se tendrá por lesionado el derecho a la petición.
Finalmente, el cuarto requisito, referido a que el peticionante debe haber reclamado una respuesta
y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la autoridad recurrida, corresponde
señalar que dicho requisito es exigible cuando dichos medios de impugnación estén previstos
expresamente en el ordenamiento jurídico con dicho objetivo, es decir, resguardar el derecho de
petición; a contrario sensu, no será exigible cuando no existan esos medios; pues, se entiende que
este derecho -como se tiene señalado- busca acercar al administrado al Estado, otorgando a la
persona de un instrumento idóneo, expedito e inmediato para acudir ante el servidor público con la
finalidad de requerir su intervención en un asunto concreto o de solicitar una determinada
información o documentación que cursa en poder de esa autoridad.
Lo señalado también se fundamenta en la naturaleza informal del derecho de petición y en el hecho
que el mismo sea un vehículo para el ejercicio de otros derechos que requieren de la información o
la documentación solicitada para su pleno ejercicio; por tal motivo, la respuesta solicitada debe ser
formal y pronta, dando respuesta material a lo solicitado ya sea en smodientido positivo o negativo,
dentro de un plazo razonable.
Consecuentemente, para que la justicia constitucional ingrese al análisis de fondo de la presunta
lesión al derecho de petición, es exigible: a) La existencia de una petición oral o escrita; b) La falta
de respuesta material y en tiempo razonable a la solicitud y, c) La inexistencia de medios de
impugnación expresos con el objetivo de hacer efectivo el derecho de petición” (la negrilla y el
subrayado nos corresponde).
III.2. Núcleo esencial de derecho a la petición
En el ese marco jurisprudencial, se ha desarrollado supuestos que han ido conformando el núcleo
esencial del derecho a la petición, los cuales se encuentran sistematizados en la SCP 0273/2012 de
4 de junio, que puntualiza: “SSCC 1742/2004-R y 0684/2010-R, reiteradas por la SCP 0085/2012,
mínimamente comprende los siguientes contenidos: a) La petición de manera individual o colectiva,
escrita o verbal aspecto que alcanza a autoridades públicas incluso incompetente pues ‘…ésta tiene
la obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia, señalando, en su caso,
a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario…’ (SC 1995/2010-R de 26 octubre), órganos
jurisdiccionales (SSCC 1136/2010-R y 0560/2010-R) o a particulares (SCP 0085/2012); y, b) La
obtención de una respuesta, ya sea favorable o desfavorable, aun exista equivocación en el
planteamiento de la petición (SC 0326/2010-R de 15 de junio), debiendo en su caso indicarse al
peticionante la instancia o autoridad competente para considerar su solicitud (SC 1431/2010-R de 27

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de septiembre). Por otra parte y en este punto debe considerarse el art. 5.I de la CPE, que reconoce
la oficialidad de treinta y seis idiomas y que ante una petición escrita la respuesta también debe ser
escrita (SC 2475/2010-R de 19 de noviembre); c) La prontitud y oportunidad de la respuesta (SSCC
2113/2010-R y 1674/2010-R) debiendo notificarse oportunamente con la misma al peticionante (SC
0207/2010-R de 24 de mayo); y, d) La respuesta al fondo de la petición de forma que resulte
pertinente, debiendo efectuarla de manera fundamentada (SSCC 0376/2010-R y 1860/2010-R) por
lo que no se satisface dicho derecho con respuestas ambiguas o genéricas (SC 0130/2010-R de 17
de mayo)”.
Entendimiento que fue reiterado por las SSCCPP 0141/2019-S2, 0120/2019-S3, 864/2018-S1 y
0802/2018-S4, entre otras.
De lo expuesto, se concluye que el derecho de petición, es una facultad o potestad que tiene toda
persona para obtener una respuesta oportuna, clara, completa y fundamentada sobre el asunto
impetrado, de modo que conozca la respuesta positiva o los motivos de la negativa a su petición y
ante el incumplimiento de cualquiera de estas condiciones se vulnera este derecho.
III.3. Análisis del caso concreto
En el caso que se analiza, el accionante denuncia como acto lesivo que ni el Comandante General ni
el Director Nacional de Personal, de la Policía Boliviana, le dieron respuesta a sus notas presentadas
el 11 marzo de 2019 y el 22 de octubre de 2018, respectivamente.
En ese sentido y de la revisión de la documentación adjunta al expediente, se tiene que en mayo de
2007, se inició un proceso disciplinario por deserción contra el accionante, previsto como falta grave
en el art. 60 inc. “D” núm. 25) del Reglamento de Faltas Disciplinarias y sus Sanciones de la Policía
Nacional, pero nunca le notificaron con una Resolución Ejecutoriada o una baja definitiva. El 18 de
julio de 2018, la Dirección Nacional de Personal emitió el Memorándum Circular-Fax 030/2018 de 18
de julio, aclarado por su similar 040/2018 de 5 de octubre, en los cuales se brindaba la posibilidad
de reasignar a la Institución Policial a todos los servidores policiales que figuren en el Sistema de
Administración de Personal como desertores y que no cuenten con resolución ejecutoriada o
memorándum de baja definitiva, siendo esa su situación, preparó toda la documentación requerida
y solicitó su reasignación a la máxima autoridad de la Dirección aludida por memorial de 22 de octubre
de 2018, al no obtener respuesta reiteró su solicitud el 11 de marzo de 2019, dirigiéndose esta vez,
al Comandante General de la Policía Boliviana; empero, tampoco obtuvó respuesta hasta el momento
de la interposición de la presente acción de amparo constitucional.
Se advierte también la existencia del Informe 01168/2019 de 19 de marzo, suscrito por el asesor
legal de la Dirección indicada, por el cual solicita la reasignación a la Institución Policial de Willy Ayllon
Quispe -ahora accionante- asimismo, se constata la existencia de un memorándum, tal como
manifestaron las autoridades demandadas en audiencia; pero, no se evidencia que el impetrante de
tutela hubiera sido notificado con ambos documentos o se le hubiera hecho conocer la existencia de
los mismos. Cuando la finalidad de la respuesta, es la notificación oportuna que permita hacer uso
de los recursos o medios que franquea la ley; consecuentemente, esas supuestas respuestas que no
fueron recogidas por el accionante, porque se encontrarían en Secretaría del Comando de la Policía,
no cumplieron con su finalidad pues prueba de ello, es que interpuso la acción de amparo
constitucional que en este momento se analiza.
En este contexto, debe considerarse que, de conformidad a los Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2,
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, toda autoridad pública administrativa, tras
tomar conocimiento de las peticiones y solicitudes que son presentadas en sus despachos por
conducto regular, se encuentran en la obligación y el deber constitucional de brindar una respuesta
fundamentada, sobre la base de los puntos requeridos por el solicitante, ya sea de manera negativa
o positiva, absolviendo las inquietudes planteadas y dando a conocer su resultado al interesado. No
siendo óbice para hacerlo el hecho de ser nuevo servidor en el cargo, en síntesis, ante la presentación
de una petición oral o escrita, surge la obligación de la autoridad o persona particular de responder

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formal y oportunamente, de tal modo que su pretensión no quede en estado de incertidumbre y no


se vulnere el derecho a la petición.
Ahora bien, el informe 01168/2019 y el memorándum E.U.S. 19/1405, se constituyen en el fin que
busca el solicitante de tutela, empero, las mismas por si solas no dan concreción al derecho a la
petición de tutela pues no se cumple con uno de los elementos de su núcleo esencial, como es la
notificación oportuna con la misma al peticionante; por consiguiente, no puede considerarse una
respuesta formal, en el marco de lo señalado en el Fundamento Jurídico III.2, de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional; por lo que, en el presente caso se concluye que las autoridades
demandadas no cumplieron con brindar una respuesta al accionante, más efectuando una omisión
respecto al derecho de petición vinculado al derecho al trabajo, sin que valga la excusa de que se
puso a su conocimiento en Secretaría del Comando pues el fin de la notificación no es cumplir una
formalidad sino que el peticionante tenga un respuesta clara y oportuna sobre la solicitud efectuada
y pueda conducirse como consecuencia de esa respuesta.
Por lo expuesto, se concluye que las autoridades demandadas lesionaron el derecho de petición del
impetrante de tutela, reconocido en el art. 24 de la CPE; de cuya norma se extrae que este derecho
puede ser ejercido por toda persona de manera individual o colectiva, con el único requisito de la
identificación del peticionario; es decir, puede ser ejercido por una persona física o por una persona
colectiva, en este último supuesto, en cualesquiera de las formas reconocidas por la Norma Suprema
o la Ley.
Respecto a la denuncia de lesión del derecho al trabajo, no se advierte una vulneración al mismo ya
que en el estado en el que se encuentra el trámite de reasignación, el mismo se constituye en un
derecho expectaticio.
De lo precedentemente expresado, se tiene que los Vocales de la Sala Constitucional, al conceder
en parte la tutela obraron de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 068/2019 de 16 de abril, cursante de fs. 109 a 111,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y
en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada, respecto al derecho a la petición en los mismos términos
dispuestos por la Sala Constitucional; y,
2° DENEGAR la tutela con relación al derecho al trabajo, conforme a los fundamentos expuestos en
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0743/2019-S3


Sucre, 10 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29636-2019-60-AAC
Departamento: Beni
En revisión la Resolución 047/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 252 a 258 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Manuel Alejandro Mealla Vásquez
contra Juan Carlos Candia Saavedra y Jerónimo Manu García, Vocales de la Sala Penal y
Civil Mixta de Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica y
Pública, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de Beni.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de junio de 2019, cursantes de fs. 222 a 229, el accionante señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso ejecutivo que le sigue Jorge Sánchez Villarroel -ahora tercero interesado-, opuso
excepción de pago parcial adjuntando depósitos bancarios a la cuenta del ejecutante, quien aceptó
que dicha cancelación se realizó, pero refutándolos al interés; utilidad inexistente en el documento
base de la acción que en su cláusula cuarta no estipuló el mismo, haciendo una simple alusión a un
porcentaje convenido verbalmente; por lo cual, al no estar establecido de manera expresa
correspondería aplicar el art. 414 del Código Civil (CC), más aún cuando tales abonos financieros no
permiten especificar la existencia de un monto determinado al interés y otro al capital, según reza la
Sentencia 123/2018 de 6 de septiembre, que declaró probada en parte la indicada excepción.
Asimismo, el Auto de Vista 223/2018 de 5 de diciembre evacuado por los Vocales demandados, no
tomó en cuenta su contestación al recurso de apelación planteado por el ejecutante contra la aludida
Sentencia. Así, se centró defectuosamente sobre el pago o no de dineros refutables a capital o interés,
alejándose del fondo de la causa, cual fue la falta de estipulación escrita del interés convencional el
que se extraña, interpretando erróneamente la segunda parte del art. 411 del CC “…en lo que se
refiera a en caso diverso y siempre que no fuere de otra manera reconocido, siendo que el documento
base de ejecución no se establece de manera expresa porcentaje en base al cual hacer el cálculo de
intereses…” (sic); careciendo de estipulación porcentual; este fue fijado erróneamente, asumiendo
como único sustento, supuestos imaginarios sin fundamento alguno. Igualmente, señaló que “…los
depósitos glosados de fojas 18 a 20 y de fojas 41 a 41 deben aplicarse a cuenta de intereses
convenidos en el título ejecutivo, los mismos que deben ajustarse al canon normativo del Art. 409
del Código Civil…” (sic); resultando absurdo pretender la reducción de interés como si constara por
escrito una utilidad convencional reconocida o reconocible. Es más, en su excepción afirmó que no
se pactaron intereses dada la cercanía y familiaridad que tiene con el demandante.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de su derecho al debido proceso en su faceta sustantiva de correcta
aplicación de la normativa y valoración de la prueba, y sus componentes de fundamentación y
motivación de las resoluciones; y, del principio de seguridad jurídica, citando al efecto el art. 13 de
la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se tutele sus derechos y en consecuencia: a) Se deje sin efecto el Auto de Vista 223/2018,
disponiendo la emisión de uno nuevo enmarcado en la normativa civil vigente; y, b) Sea con costas
y costos a las autoridades demandadas conforme al arancel del Colegio de Abogados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 18 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 249 a
251 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su representante y abogado, ratificó el contenido de su acción de
amparo constitucional, y ampliándola indicó que no se puede fijar un interés que no fue plasmado
de manera escrita; por la naturaleza del proceso ejecutivo de estructura monitoria, debe tomarse en
cuenta solamente lo concretado en el documento base de ejecución y lo que no esté está sustituido
por la norma, que dice que cuando no se estipula por escrito, corresponde el interés legal del 6%
anual, no pudiendo quedar librado a la imaginación del juzgador.
I.2.2. Informe de los demandados
Juan Carlos Candia Saavedra y Jerónimo Manu García, Vocales de la Sala Penal y Civil Mixta de
Familia, Niñez y Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública, respectivamente, del
Tribunal Departamental de Justicia de Beni, presentaron informe escrito el 18 de junio de 2019,
cursante de fs. 247 a 248, indicando que: 1) El deudor al depositar cada mes la suma de
“…1.200$us.-…” (sic) a cuenta del demandante reconoció el pago de interés al 4%, tal como reata
la cláusula cuarta del contrato; que señala que “…el prestatario se compromete a cancelar los
intereses en el porcentaje convenido verbalmente, dicho pago se efectuará mensualmente,
efectuando depósitos en la entidad financiera que cuenta el prestamista…” (sic), desentrañando con
nitidez que el interés pactado verbalmente, tenía que depositarse cada mes; tal comportamiento de
depósitos corrobora que los mismos se trataban de pagos a cuenta de interés, “…quedando en
orfandad fáctica de algún elemento que conduzca a pensar (…) que alguno de los pagos o parte de
ellos se dirigían directa o indirectamente a cubrir y satisfacer el capital…” (sic); y, 2) El Juez a quo
razonó en su “…‘CONSIDERANDO II.- Hechos no probados.- que las documentales de fs 41 a 43,
consistentes en comprobantes de depósitos bancarios a favor de Jorge Sánchez, fueran solo a cubrir
intereses de la obligación principal’…” (sic); empero, el ejecutante no necesita probar tal extremo, ya
que la excepción la planteó el demandado, puesto que la carga probatoria es del excepcionista acerca
de que los depósitos tienen relación con el pago de capital, hecho que no aconteció; por lo que,
solicitaron se deniega la tutela.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Jorge Sánchez Villarroel por intermedio de su representante y abogado, presentó escrito el 18 de
junio de 2019, cursante de fs. 244 a 245, manifestando que: i) El contrato de préstamo de 25 de
mayo de 2015 y las pruebas adjuntadas demuestran la existencia real de los intereses pactados; las
autoridades demandadas actuaron con razonabilidad y equidad en la labor valorativa, interpretando
y aplicando correctamente la verdad material e intención común de los contratantes; motivo por el
cual, acertadamente revocaron la Sentencia 123/2018; y, ii) El accionante pretende una nueva
valoración de los elementos probatorios que dieron origen al Auto de Vista 223/2018, situación que
no es posible, ya que esa labor es competencia de la jurisdicción ordinaria; es más, la ley le reconoce
al prenombrado el derecho y posibilidad de acudir al proceso ordinario; por lo que, solicitó se
deniegue la tutela, con costas.
En la audiencia de consideración, agregó que cuando se pretende reconocer montos de dinero tiene
que haber voluntad expresa del acreedor.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni, mediante Resolución
047/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 252 a 258 vta., concedió en parte la tutela solicitada,
dejando sin efecto el Auto de Vista 233/2018, dispuso que se notifique a las nuevas autoridades que

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conforman el Tribunal de alzada a objeto de que pronuncien un nuevo fallo conforme a los
fundamentos de dicha Resolución, y denegó la tutela respecto al principio de seguridad jurídica, así
como la cuantificación y cancelación de daños y perjuicios por ser excusable; bajo los siguientes
fundamentos: a) El accionante cumplió los requisitos a objeto de la revisión de la interpretación
realizada por los Vocales demandados, con relación a los alcances de los arts. 411 y 414 del CC; b)
El interés legal solo surge cuando las partes no hubieran pactado un interés convencional; c) El Auto
de Vista cuestionado vulneró el debido proceso en su elemento de aplicación objetiva de la norma,
toda vez que erradamente interpretó el art. 411 del citado Código al sostener que ‘“ …el hecho de
que la suma del interés no este tipificado por escrito en el contrato no es argumento suficiente para
declarar que el documento violente el art. 411 del CC en su última parte donde señala que entrará
en vigencia el interés legal…’” (sic), sin considerar que dicho articulado dispone que el interés
convencional debe estar estipulado por escrito cualquiera que sea la cantidad principal, y que en el
documento base de ejecución no está debidamente señalado el mismo, basando su fundamentación
en un simple supuesto de los “…$us.1.200.-…” (sic) depositados a una cuenta del acreedor,
corresponden al 4% del interés pactado en el documento base de ejecución, vulnerando lo previsto
por el referido artículo; incurriendo en insuficiente fundamentación y motivación; y, d) La seguridad
jurídica no está instituida como derecho tutelable, sino como principio rector de los actos de la
jurisdicción judicial o administrativa; por lo que, no es posible su tutela por medio de la acción de
amparo constitucional.
Resolución 047/2019, que por solicitud del tercero interesado fue complementada en la misma fecha,
a fs. 251 vta., en sentido que se levanta la medida cautelar dictada de paralización del proceso
ejecutivo, debiendo continuar el mismo.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa contrato de préstamo de dinero de 25 de mayo de 2015, suscrito por Jorge Sánchez
Villarroel -prestamista- y Manuel Alejandro Mealla Vásquez -prestatario-, por la suma de $us30 000.-
(treinta mil dólares estadounidenses), cuya cláusula cuarta estipula “…EL PRESTATARIO se
compromete a cancelar los intereses el porcentaje convenido verbalmente, dicho pago se efectuará
mensualmente, efectuando deposito en la entidad financiera que cuenta EL PRESTAMISTA” (sic
[fs. 8]).
II.2. Dentro del proceso monitorio ejecutivo seguido por Jorge Sánchez Villarroel contra Manuel
Alejandro Mealla Vásquez -ahora accionante-, por pago de $us30 000.-, se dictó la Sentencia
123/2018 de 6 de septiembre, que declaró probada en parte la excepción de pago documentado
parcial planteada por el ejecutado, “…en cuanto a los montos atribuibles a pagos de la
obligación perseguida dentro de autos, estos serán determinados en ejecución de
sentencia, imputando pagos a intereses con preferencia a pagos a capital, aplicándole el
interés legal anual del 6% a la obligación reclamada en el documento base de la acción
de fs. 05 a 06 de obrados…” (sic [fs. 160 a 161 vta.]).
II.3. Contra dicha Sentencia, el ejecutante interpuso recurso de apelación el 19 de septiembre de
2018, contestado por el ejecutado mediante memorial presentado el 4 de octubre del aludido año;
el cual, fue resuelto por Auto de Vista 223/2018 de 5 de diciembre, pronunciado por la Sala Civil
Mixta de Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Familiar o Doméstica del Tribunal Departamental
de Justicia de Beni, que revocó totalmente la Sentencia 123/2018, declarando probada la
demanda e improbada la excepción de pago parcial a capital interpuesta por el ejecutado; y, “…Los
depósitos glosados a Fs. 18-20 del presente cuadernillo y fs. 41-43 del expediente original, deben
interpretarse y aplicarse a cuenta de intereses convenidos en el título ejecutivo, los mismos que dejen
ajustarse al canon normativo del art. 409 del CC, aspecto a considerarse en la liquidación de capital
e intereses adeudados que corresponda, sin costas” (sic [fs. 165 a 168, 171 a 172 y 190 a 193]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 835


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El accionante denuncia la lesión de su derecho al debido proceso en su faceta sustantiva de correcta


aplicación de la normativa y valoración de la prueba, y sus componentes de fundamentación y
motivación de las resoluciones; y, del principio de seguridad jurídica, por cuanto dentro del proceso
ejecutivo que se le sigue, las autoridades demandadas que dictaron el Auto de Vista 223/2018 de 5
de diciembre no tomaron en cuenta su contestación al recurso de apelación planteado por el
ejecutante contra la Sentencia 123/2018 de 6 de septiembre; así, no obstante que el documento
base de ejecución no establece de manera expresa el porcentaje sobre el cual hacer el cálculo de
interés, este fue fijado erróneamente, asumiendo como único sustento, supuestos imaginarios sin
fundamento alguno.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. La revisión de la actividad jurisdiccional de otros tribunales
La SCP 1631/2013 de 4 de octubre, señaló que: “ La jurisprudencia del Tribunal Constitucional desde
sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción constitucional no le corresponde juzgar
el criterio jurídico empleado por otros tribunales para fundar su actividad jurisdiccional, pues ello
implicaría un actuar invasivo de las otras jurisdicciones (SC 1031/2000-R de 6 de noviembre), no
obstante, es indudable también que desde sus inicios este Tribunal determinó que sí procede la tutela
constitucional si en esa actividad interpretativa se lesionan derechos fundamentales y garantías
constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De donde se puede concluir que la
jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación de las otras jurisdicciones precisó en
la jurisprudencia que la acción de amparo constitucional no se activa para reparar incorrectas
interpretaciones o indebidas aplicaciones del Derecho, pues no puede ser un medio para revisar todo
un proceso judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria y hermenéutica de los
tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
Más adelante y en ese mismo contexto jurisprudencial, el Tribunal Constitucional hace extensible la
línea jurisprudencial de revisión de la legalidad ordinaria a eventuales violaciones de los derechos y
las garantías constitucionales a la verificación de si en la interpretación, no se afectaron principios
constitucionales informadores del ordenamiento jurídico (así ver la SC 1846/2004-R de 30 de
noviembre, que cita los principios de legalidad, seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad,
jerarquía normativa y debido proceso). De donde determinó que un mecanismo de control de la
actividad interpretativa de la jurisdicción ordinaria resulta que ésta se someta a ‘reglas admitidas por
el Derecho’ (SC 1846/2004-R de 30 de noviembre), por ello planteó una relación de causalidad entre
el sometimiento de las autoridades a los estándares interpretativos y la vigencia de derechos,
garantías, principios y valores en la actividad hermenéutica, con la conclusión que la interpretación
de una norma no puede conducir a la creación de una norma distinta de la interpretada.
Sin embargo, posteriormente vía jurisprudencia se determinó que la errónea interpretación debe ser
invocada por el accionante a efectos de abrir la jurisdicción constitucional para la verificación de la
actividad interpretativa de la jurisdicción común, y más adelante se precisó que la parte procesal que
se considera agraviada con los resultados de la interpretación debe expresar de manera adecuada y
precisar los fundamentos jurídicos que sustenten su posición, en ese sentido se estableció que ante
la ausencia de carga argumentativa corresponde denegar la tutela solicitada. Esta línea se profundizó
señalando que es atribución del Tribunal Constitucional interpretar la Constitución, y de la jurisdicción
común, interpretar el resto del ordenamiento jurídico; o lo que es lo mismo, la legalidad infra
constitucional u ordinaria, precisando que ello no implica llegar a la conclusión tajante de que la labor
interpretativa de la legalidad ordinaria no está sujeta al control constitucional para verificar la
vulneración de derechos y garantías de la Constitución, ante ello la SC 0085/2006-R de 25 de enero,
precisó que el accionante que pretende la revisión de la legalidad ordinaria debe: 1) Explicar por qué
la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente,
absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas de interpretación que
fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo; y; 2) Precise los derechos o garantías
constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad entre

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éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la problemática planteada por el
recurrente, tendrá relevancia constitucional, la SC 0194/2011-R de 11 de marzo, incorporó el tercer
elemento que debe contener la exposición señalando: ‘3) Establezca el nexo de causalidad entre la
ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación absurda, por no aplicar la interpretación que
considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías que conforman el bloque de
constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha interpretación, explicando sí el resultado, cuál
la relevancia constitucional’.
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico –
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que
realizan otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada
valoración de los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación
de las normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que
las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y
en esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo,
providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para
que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de
justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los
derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa desarrollada por la
autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia constitucional que se abre su competencia en miras
a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol
casacional, impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los accionantes que
muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación desarrollada por las autoridades,
vulnera derechos y garantías previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a)
Por vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al
derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de razonabilidad y
equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico, que más allá de las
implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías
constitucionales”.
III.2. Análisis del caso concreto
Inicialmente y para la resolución del caso en estudio, cabe precisar que la problemática planteada
por el impetrante de tutela se centra en que dentro del proceso ejecutivo que se le sigue, las
autoridades ahora demandadas que emitieron el Auto de Vista 223/2018 de 5 de diciembre no
tomaron en cuenta su contestación al recurso de apelación planteado por el ejecutante contra la
Sentencia 123/2018 de 6 de septiembre; así, no obstante que el documento base de ejecución no

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establece de manera expresa el porcentaje sobre el cual hacer el cálculo de interés, este fue fijado
erróneamente, asumiendo como único sustento, supuestos imaginarios sin fundamento alguno.
De modo previo, de acuerdo al Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, cuyo entendimiento establece que a efectos de una interpretación excepcional de la
legalidad infra constitucional, la parte accionante, deberá exponer de forma clara las razones por las
que considera que dicha vulneración existe; en ese sentido, la exposición realizada por el peticionante
de tutela explicó suficientemente por qué estima lesionados sus derechos, en consecuencia,
corresponde ingresar al examen de la problemática.
En ese entendido, se tiene que, la Sentencia 123/2018 que declaró probada en parte la excepción de
pago documentado parcial planteada por el ejecutado; concluyó que: 1) Se comprobó la obligación
con el contrato; 2) En el documento base de la ejecución, en su cláusula cuarta se convino que la
forma de pago mensual se realizaría mediante depósitos bancarios en cuentas del actor, dejándose
constancia de manera clara y puntual, sin equivocación o duda alguna, que se trata de descargo por
la obligación imputada, quedando demostrado el pago parcial de la obligación total, “…esto apoyado
en los comprobantes de depósitos bancarios de fs. 41 a 43…” (sic) y extracto bancario adjunto en
audiencia donde se evidencian dos depósitos más por la suma de “…$us.- 1.200,00.-…” (sic) cada
uno; 3) Al no establecerse de forma expresa, clara y precisa un interés convencional
mensual, corresponde aplicar el interés legal anual previsto en el art. 414 del CC, puesto que dentro
del documento base de la acción, en su cláusula cuarta no se estipula el mismo, haciendo una
simple alusión a un porcentaje convenido verbalmente, por lo cual al no estar establecido de
manera expresa en dicho documento corresponde aplicar lo normado por el citado articulado,
“…más aún cuando los mismos depósitos bancarios no permiten especificar la existencia de un monto
determinado a interés y otro monto a capital” (sic); y, 4) El cálculo de los montos cancelados a
interés y capital se efectuaran en ejecución de sentencia.
Por su parte, el Auto de Vista 223/2018 que revocó totalmente la Sentencia 123/2018, declarando
probada la demanda e improbada la excepción de pago parcial a capital interpuesta por el ejecutado;
consideró que: i) El documento base de la obligación de 25 de mayo de 2015, en su cláusula cuarta
dice que: “…‘El prestatario se compromete a cancelar los intereses en el porcentaje
convenido verbalmente, dicho pago se efectuará mensualmente, efectuando depósitos
en la entidad financiera que cuenta el prestamista’…” (sic), dejando claramente establecido
que el interés que se pactó de forma verbal, tenía que ser depositado cada mes; el hecho de que el
deudor venía depositando la suma de “…1200$us…” (sic) prueba el pago de tales intereses,
corroborando que los mismos se trataban de pagos a cuenta de interés, “…no existe un solo elemento
que haga pensar que los pagos o parte de ellos iba directamente o indirectamente a capital…” (sic);
ii) El Juez a quo manifestó en su “… ‘CONSIDERANDO II.- Hechos no Probados.- que las
documentales de Fs. 41-43 de obrados consistentes en comprobantes de depósitos
bancarios a favor del Sr. Jorge Sánchez Villarroel, fueran solo a cubrir intereses de la
obligación principal’…” (sic); empero, el demandante no necesita probar tal extremo, ya que la
excepción la planteó el demandado, al excepcionista le compete demostrar que aquellos pagos tienen
relación con el pago de capital, hecho que como señala la autoridad recurrida, no fue demostrado;
iii) La normativa exige la existencia del documento aprobado por el acreedor para que surta efecto
la excepción de pago, sea esta total o parcial; en el caso, “…lo único que se evidencia son depósitos
a cuenta del demandante, los mismos que de acuerdo al documento base de la obligación en su
CLAUSULA CUARTA se constituyen en depósitos a cuenta del interés mensual…” (sic); y, iv) En torno
a los intereses aplicables al caso; si bien su importe de manera expresa no se encuentra en el
documento, fue reconocido el interés al hacer el depósito de “…1200$us…” (sic) cada mes a cuenta
del demandante. Al señalarse que se debe hacer por escrito, se refiere únicamente al hecho de que
la misma se puede oponer “…a la prueba testifical y mínima cuantía conforme al art. 1328 Num. I.-
la cual era exigida a través de la ley de Organización Judicial pero la misma queda sin efecto con la
entrada en vigencia de la nueva ley del Órgano Judicial 025, razón por la cual el hecho de que la
suma del interese no se encuentre tipificado por escrito en el contrato no es argumento suficiente
para declarar que el documento violente el art. 411 del CC en su última parte, donde señala que

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‘entrará en vigencia el interés legal’…” (sic), pues basta “…darse cuenta que el interés al que se
refiere la Cláusula Cuarta del Contrato de fecha 25/05/2015 es del 4% mensual, tal cual se apareja
en el escrito judicial de fecha 15/06/2018…” (sic), también demostrado por “…la propia voluntad del
demandado, al cumplir con su obligación cada mes en depositar los intereses…” (sic); así, el
documento de 25 de mayo de 2015 prueba que se estipuló el interés y la forma de pago del mismo.
Ahora bien, de la revisión del Auto de Vista impugnado, se tiene que los Vocales demandados
efectivamente invocaron el art. 411 del CC que establece que: “El interés convencional se estipula
por escrito, cualquiera sea la cantidad principal sobre la que deba aplicarse. En caso diverso y siempre
que no fuere de otra manera reconocido, se aplicará el interés legal”, al momento de fundamentar
su fallo; puntualizando que, el documento de 25 de mayo de 2015, en su cláusula cuarta, expresó
que “…‘El prestatario se compromete a cancelar los intereses en el porcentaje convenido
verbalmente, dicho pago se efectuará mensualmente, efectuando depósitos en la entidad
financiera que cuenta el prestamista’ …” (sic); por lo que, consideraron que, dicho “…interés
(…) es del 4% mensual…” (sic), demostrado por “…la propia voluntad del demandado, al cumplir con
su obligación cada mes en depositar los intereses…” (sic).
Vale decir que, las autoridades demandadas respecto el interés vinculado al contrato de préstamo
de dinero de $us30 000.- de 25 de mayo de 2015, suscrito por Jorge Sánchez Villarroel -prestamista-
y Manuel Alejandro Mealla Vásquez -prestatario, ahora accionante-, y ante la falta de estipulación de
la tasa porcentual del interés convencional en dicho acuerdo; aplicaron, el citado art. 411 del
merituado Código, en sus vocablos “fuere reconocido de otra manera” (la negrilla y el subrayado
no corresponden a la mencionada norma legal), para justificar en el Auto de Vista 223/2018 su
decisión de revocar totalmente la Sentencia 123/2018, y declarar probada la demanda e improbada
la excepción de pago parcial a capital interpuesta por el ejecutado. Sin haber considerado que, el
hecho de que el deudor -hoy peticionante de tutela- venía depositando cada mes la suma de
“1200$us” en la entidad financiera que cuenta el prestamista, no se subsume al citado
precepto de “reconocimiento” del interés convencional, del referido articulado civil; ya que, esos
depósitos realizados por el ejecutado no acreditan que este haya “reconocido” tal tasa porcentual
del interés convencional; dicho de otra manera, los merituados depósitos efectuados por el
adeudado no prueban que dicha tasa porcentual del interés convencional haya sido o fuere
“reconocida” por el nombrado procesado; pues, los mencionados depósitos no detallan o
individualizan la estipulación de la cantidad o tasa del pago porcentual destinado a los aludidos
intereses convencionales, tal y como concluyó el citado fallo de primera instancia, al establecer que
los “…depósitos bancarios no permiten especificar la existencia de un monto determinado a interés
y otro monto a capital” (sic).
Por ello, no tomaron en cuenta que, los referidos depósitos realizados por el accionante, no significan
que este haya “reconocido” la existencia de la tasa porcentual, pagos que mal pretende hacer
valer el prestamista a efectos de un aparente “reconocimiento” del interés convencional; así, el
acuerdo escrito en sentido que “…El prestatario se compromete a cancelar los intereses en
el porcentaje convenido verbalmente…” (sic), denota que en la especie, el interés convencional
no fue estipulado conforme a los preceptos del art. 411 del referido Código; consiguientemente, no
observaron la normativa legal aplicable al caso. En ese contexto, los argumentos expresados en el
Auto de Vista 223/2018, debían converger en ese sentido; en consecuencia, se evidencia que los
Vocales demandados efectuaron una errónea interpretación del art. 411 del CC, a objeto de resolver
la apelación formulada por el ejecutante, que derivó en la revocatoria total de la Sentencia 123/2018,
pronunciada por el Juez inferior; por el contrario, debieron aplicar el interés legal anual establecido
en el art. 414 de la aludida normativa, para analizar y resolver el presente caso relacionado con el
pago de $us30 000.-.
Consiguientemente, se tiene que las autoridades demandadas en virtud a una resolución
insuficientemente motivada, arbitraria e incongruente, sin fundamento real y respaldatorio, se
apartaron de lo que instituye la normativa legal aplicable al presente caso establecida para los
procesos ejecutivos, determinando declarar probada la demanda e improbada la excepción de pago
parcial a capital interpuesta por el ejecutado.

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Por otra parte, con relación a la denuncia de lesión del principio de seguridad jurídica; toda vez que,
el Auto de Vista contra el cual se acciona será dejado sin efecto, deberán los Vocales demandados
velar sobre el respeto al mismo en su nuevo pronunciamiento.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido en parte la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 047/2019 de 18 de junio, cursante de fs. 252 a 258
vta., pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Beni;
y en consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada, respecto al debido proceso en su faceta sustantiva de
correcta aplicación de la normativa y valoración de la prueba, y en sus componentes de
fundamentación y motivación de las resoluciones, en los mismos términos de la Sala Constitucional;
y,
2° DENEGAR la tutela impetrada, con relación al principio de seguridad jurídica.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0744/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29919-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 21/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 34 a 35, pronunciada dentro la
acción de libertad interpuesta por Nina Marisol Omonte Rivero contra Juana Janneth Cortez
Choque, Fiscal de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 10 de julio de 2019, cursante de fs. 12 a 13 vta., la accionante, señaló
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal instaurado en su contra por la supuesta comisión de los delitos de falsedad
ideológica, uso de instrumento falsificado y asociación delictuosa, la Fiscal de Materia -demandada-,
comunicó el inicio de investigación al Juez de Instrucción Penal de turno de la Capital del
departamento de La Paz, a través de memorial presentado el 19 de febrero de 2019; sin embargo,
habiendo transcurrido más de cuatro meses y superado el plazo legalmente establecido para el
desarrollo de la fase preliminar, el 27 de junio del mismo año fue sorprendida con una citación
emanada por la referida autoridad, que quisieron notificarla, cuando de la revisión del cuaderno de
control jurisdiccional se puede observar que el 25 de igual mes y año la aludida fue notificada con el
Auto de control jurisdiccional mediante el cual se le conminó para que en el plazo de cinco días dé
cumplimiento a lo dispuesto por el art. 301 del Código de Procedimiento Penal (CPP); una vez
fenecido el referido término, la resolución correspondiente no fue presentada, por lo que solicitó al
Juez de la causa que proceda a la extinción de la acción penal por duración máxima del proceso; sin
embargo, este providenció que su petición no se encontraba prevista en la referida normativa, no
obteniendo en el fondo una respuesta a su petitorio.
Desde el 25 de junio de 2019, fecha en que fue notificada la Fiscal de Materia demandada con el
Auto de control jurisdiccional hasta la interposición de la presente acción de defensa -10 de julio del
mismo año-, esta no presentó ninguna resolución ordenada por la Jueza a quo; por el contrario, el
investigador asignado al caso de manera frecuente intentó notificarla en su fuente laboral para que
preste su declaración informativa en calidad de denunciada.
El 2 de julio de 2019, la autoridad demandada devolvió el Auto de control jurisdiccional a la Jueza de
Instrucción Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz, señalando que según la
ampliación de investigación realizada, se encontraba aún dentro del plazo; mereciendo como
respuesta por dicha Jueza que: “‘…De la revisión de antecedentes se tiene que la señora fiscal
de materia ha presentado ampliación de investigación en fecha 8 de abril de 2019,
concediéndole la ampliación hasta el 10 de mayo de 2019, en consecuencia, SIN LUGAR
A LO SOLICITADO, DEBIENDO DAR CUMPLIMIENTO AL AUT[O] DE CONTROL
JURISDICCIONAL DE FECHA 18 DE JUNIO DE 2019…‴ (sic), demostrando con ello que la Fiscal
de Materia demandada no realizó los actos investigativos en el plazo legal; siendo víctima de un
procesamiento indebido y encontrándose ilegalmente perseguida.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de su derecho al debido proceso vinculado a la libertad, sin citar
norma constitucional alguna.

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I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela ordenando a la Fiscal de Materia demandada deje sin efecto la citación
emitida en su contra, toda vez que la denuncia se extinguió.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 11 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 33 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante por intermedio de su abogada, ratificó in extenso la acción de libertad presentada,
acotando lo siguiente: a) La autoridad demandada omitió dar cumplimiento al Auto de control
jurisdiccional y de manera contraria emitió citación para que preste su declaración informativa en
calidad de denunciada; ante una posible incomparecencia de su persona se expediría mandamiento
de aprehensión en su contra; b) Interpuso excepción de extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso ante el Juez de la causa, este de manera contradictoria estableció que la solicitud
que realizó no estaría dentro del ordenamiento jurídico vigente y que existiría un vacío legal; por esa
razón no obtuvo una respuesta rechazando o dando curso a su petitorio; c) Solicitó que se conmine
a la Fiscal de Materia demandada para que en el plazo de veinticuatro horas dicte resolución de
rechazo o cualquier otro requerimiento, siendo que los plazos procesales establecidos en el Código
de Procedimiento Penal sobrepasaron superabundantemente.
I.2.2. Informe de la demandada
Juana Janneth Cortez Choque, Fiscal de Materia, por informe escrito presentado el 11 de julio de
2019, cursante de fs. 31 a 32, manifestó: 1) Los hechos reclamados por la accionante no se ajustan
dentro de los presupuestos de activación de la presente acción de libertad, tomando en cuenta la
existencia de control jurisdiccional comunicado y radicado en el Juzgado de Instrucción Penal Séptimo
de la Capital del departamento de La Paz; y, 2) La peticionante de tutela se generó por si sola estado
de indefensión al asumir defensa amplia e irrestricta dentro de la presente causa penal y la
investigación dilucidada, y que bajo el principio de subsidiariedad debió acudir ante el juez contralor
de garantías constitucionales a los fines que esa autoridad establezca cualquier presunta lesión.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 21/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 34 a 35, denegó la tutela
solicitada, en base a los siguientes fundamentos: i) Los actos denunciados en esta acción tutelar no
guardan vinculación directa con el derecho a la libertad, puesto que la impetrante de tutela se
encuentra en libertad y ejerciendo su defensa de forma amplia e irrestricta; ii) En el presente caso,
se tiene identificada la autoridad judicial a cargo del control jurisdiccional de la proceso penal,
correspondiendo a la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz,
la que debe resolver los supuestos actos irregulares o las omisiones que estaría incurriendo la
demandada, no pudiendo remplazar esa labor que ejercen los jueces de instrucción; iii) Con relación
a que la prenombrada no hubiera dado cumplimiento a la conminatoria emanada por la Jueza de la
causa, la misma no puede ser dirimida en esa instancia, más aún cuando existió una respuesta por
parte de la aludida autoridad la que no fue demandada en esta acción de libertad.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 19 de febrero de 2019, la Fiscal de Materia -ahora
demandada- dentro del proceso penal que sigue contra Nina Marisol Omonte Rivero y otros por la
presunta comisión de los delitos de falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado y asociación
delictuosa, comunicó el inicio de investigación a la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la Capital
del departamento de La Paz, quien por decreto de 20 de igual fecha tuvo presente la misma (fs. 4 y
vta.).

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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


La accionante denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso vinculado a la libertad; toda
vez que, la Fiscal de Materia demandada incumplió el Auto de control jurisdiccional en el que se le
otorgó el plazo de cinco días para que emita resolución ante la conclusión de la etapa preliminar y
contrariamente la citó para que preste su declaración informativa; por lo que, presume que ante su
incomparecencia se habría emitido mandamiento de aprehensión en su contra, constituyéndose en
un procesamiento indebido.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Subsidiariedad excepcional en acción de libertad
Al respecto la SCP 0482/2013 de 12 de abril, señaló: “… En los casos que se impugnen actuaciones
no judiciales -antes de la imputación formal- y judiciales -posteriores a la imputación-, a través de la
presente acción tutelar, previa y necesariamente se debe considerar situaciones en los cuales de
manera excepcional, no es posible ingresar al fondo de la acción de libertad:
1.Cuando la acción de libertad este fundada directamente en la vulneración al derecho a la libertad
personal por causa de haberse restringido la misma al margen de los casos y formas establecidas por
ley, y no esté vinculada a un delito y por tanto no se hubiera dado aviso de la investigación, la acción
puede ser activada de forma directa contra las autoridades o persona que violentaron la Constitución
Política del Estado y la ley; aclarando que el Juez de Instrucción de turno, no tiene competencia para
el efecto conforme se ha señalado en el Fundamento Jurídico III.2.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional.
2. Cuando el fiscal da aviso da inicio de la investigación al Juez cautelar y ante la denuncia
de una supuesta ilegal aprehensión, arresto u otra forma de restricción de la libertad
personal o física por parte de un Fiscal o de la Policía, el accionante, previo a acudir a la
jurisdicción constitucional debe en principio, denunciar todos los actos restrictivos de su
libertad personal o física ante la autoridad que ejerce el control jurisdiccional.
3. Cuando el accionante hubiera denunciado los actos restrictivos de su libertad personal o física ante
el Juez Cautelar, como también, paralela o simultáneamente a la jurisdicción constitucional a través
de la acción de libertad, sobreviene la subsidiaridad.
4. Cuando exista imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución judicial de medida
cautelar que por ende, afecta al derecho a la libertad física o de locomoción, con carácter previo a
interponer la acción de libertad, se debe apelar la misma, para que el superior en grado tenga la
posibilidad de corregir la arbitrariedad denunciada.
5. Si impugnada la resolución, esta es confirmada en apelación, empero, en lugar de activar
inmediatamente la acción de libertad, decide voluntariamente, realizar una nueva petición ante la
autoridad ordinaria, tendiente a un nuevo análisis y reconsideración de su situación jurídica, sea
mediante una solicitud de modificación, sustitución, cesación de detención preventiva, etc., y la
misma está en trámite, en esos casos, ya no es posible acudir a la jurisdicción constitucional
impugnando la primera o anterior resolución judicial, donde se emitió el auto de vista, inclusive; por
cuanto las partes de un proceso están impelidas de actuar con lealtad procesal, de no ser así, se
provocaría una duplicidad de resoluciones en ambas jurisdicciones, e incidiría negativamente en el
proceso penal de donde emerge la acción tutelar” (el resaltado es propio).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la lesión de los derechos invocados en esta acción tutelar, alegando que a la
culminación de la etapa preliminar del proceso penal instaurado en su contra por la supuesta comisión
de los delitos de falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado y asociación delictuosa, la Jueza
de Instrucción Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz, notificó a la Fiscal de Materia
ahora demandada con el Auto de control jurisdiccional para que esta presente su resolución
conclusiva que corresponda otorgándole el plazo de cinco días; sin embargo, superado ese terminó,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 843


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la aludida no cumplió con la orden emanada y de manera contraria pretendió que preste su
declaración informativa en calidad de denunciada, actuado al cual no asistió; por lo que presume que
a raíz de su incomparecencia se haya expedido mandamiento de apremio en su contra.
De la compulsa de los argumentos expuestos en el memorial de acción de libertad, su ampliación en
audiencia pública y así como de las pruebas que cursa en el expediente procesal, se observa que los
actos lesivos denunciados por la accionante se originaron dentro de un proceso penal, promovido a
instancia del Ministerio Público en su contra, en el que la autoridad demandada comunicó el inicio de
la investigación mereciendo que por decreto de 20 de febrero de 2019 emitido por la Jueza de la
causa tenga presente dicho informe (Conclusión II.1).
Por lo anterior se puede advertir que los actos supuestamente vulneratorios, como la falta de
resolución fiscal por fenecimiento de la fase preliminar y la comunicación de actos investigativos en
los que presuntamente se habría emitido un mandamiento de aprehensión contra la impetrante de
tutela, acontecieron en un período posterior a la presentación del informe de inicio de investigación
realizado el 19 de febrero de 2019 (Conclusión II.1); por lo que, habiéndose cumplido con esta
formalidad correspondía que la accionante acuda donde la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la
Capital del departamento de La Paz, en denuncia de los actos restrictivos de su libertad por ser la
autoridad que ejerce el control jurisdiccional, previamente a la activación de la vía constitucional;
siguiendo la interpretación emitida por la SP 0482/2013 desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; si bien solicitó ante la Jueza de la causa la
extinción de la acción por duración máxima del proceso dentro de la fase preliminar, es evidente que
este instrumento de defensa se encuentra reservado para otra instancia procesal; consecuentemente,
al no haber acudido de forma oportuna ante la autoridad competente, concurre la subsidiariedad
excepcional establecida para la acción de libertad, correspondiendo denegar la tutela con la aclaración
de no haberse ingresado al análisis de fondo de la problemática.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, actuó de manera
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 21/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 34 a 35,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración que no se ingresó al análisis de fondo
de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0745/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29968-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 10/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 121 a 123 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Jorge Andrés Caballero Canedo Reyes contra Alan
Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de Instrucción Anticorrupción contra la Violencia hacia la
Mujer Primero de la Capital del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 10 de julio de 2019, cursante de fs. 49 a 52, el accionante, expresó los
siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Fue imputado por la presunta comisión de delitos vinculados a la Ley Integral Para garantizar a las
Mujeres una Vida Libre de Violencia -Ley 348 de 9 de marzo de 2013-, cuyo caso se encuentra en el
Juzgado de Instrucción Anticorrupción contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del
departamento de La Paz, habiéndose llevado a cabo la audiencia de medidas cautelares; donde se
dispuso la declaratoria de rebeldía en su contra, debido a su incomparecencia; pese a que, su defensa
advirtió la misma, respaldándola a través de memoriales acompañados de certificados médicos que
daban a conocer su estado de salud.
En audiencia de 23 de mayo de 2019, se dispuso emitir oficio al Instituto de Investigaciones Forenses
(IDIF) para su valoración médica, debiendo el médico forense constituirse en su domicilio; sin
embargo, este mediante informe de 30 de mismo mes y año, dio a conocer que encontrándose de
turno en visita a hospitales, domicilios y otros, se trasladó a la zona de Achumani, pero no pudo
encontrar la dirección indicada; razón por la cual, no logró dar cumplimiento a dicha solicitud.
El 12 de junio del mismo año, en audiencia suspendida, el Juez de la causa manifestó que estando
presente, podía constituirse en el IDIF a objeto de que le realicen la valoración respectiva, y que
estaría pendiente de ese resultado, instruyéndole se apersone a dicha instancia, sin tomar en cuenta
que se encontraba delicado de salud mental por las aseveraciones de la presunta víctima; pese a
dicha situación, culminando la audiencia y “aturdido”, de forma inmediata, se constituyó ante el citado
Instituto; sin embargo, el médico de turno que lo atendió, le expresó que debía contar con una orden
emitida por el Juez de control jurisdiccional; a través de memorial de 24 de igual mes y año, hizo
conocer estos extremos; solicitando oficios, dirigidos a la psicóloga forense, orden instruida para
evaluación psiquiátrica en Cochabamba y certificado médico que valorara la autolesión que tenía, sin
conseguir respuesta alguna.
Posteriormente, fue notificado para la audiencia de 10 de julio del mismo año, a llevarse a cabo a
horas 9:30; empero, al amanecer de ese día presentó signos de malestar tanto físicos como mentales;
por lo que llamó a su médico psicólogo; quien le diagnosticó depresión grave. Este fue el motivo de
su inasistencia a dicho acto, acudiendo incluso el médico a fin de explicar su situación; sin embargo,
el Juez ahora demandado, determinó su rebeldía; omitiendo realizar la valoración integral y objetiva
de los elementos probatorios; el mismo día, mediante memorial, solicitó la revocatoria de la misma,
de acuerdo al art. 91 del Código de Procedimiento Penal (CPP).
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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El accionante no mencionó expresamente qué derechos se vulneraron, del memorial y acta de


audiencia de la presente acción, se infiere que son los derechos a la libertad y al debido proceso en
sus elementos motivación, fundamentación y valoración de las pruebas.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo revocar la declaratoria de rebeldía de 10 de julio de 2019
y la suspensión de la audiencia de medidas cautelares, hasta que se muestre el informe de la
valoración psicológica correspondiente.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 11 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 116 a 120
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó los términos de la acción de libertad y ampliándola
señaló: a) Se suspendieron varias audiencias en el presente caso y las causas no fueron
completamente atribuibles a él, fue por la inconcurrencia del Ministerio Público; presentaron
certificados médicos que hasta la fecha no se pudo hacer homologar por el IDIF; b) Tiene problemas
psicológicos con depresión, provocándose lesiones debido a las tendencias suicidas que padece; al
respecto, se presentaron informes y certificados médicos que el Juez de la causa no valoró
correctamente; de acuerdo a la SCP 1205/2015-S1 -no indica fecha- son completamente válidos,
aunque sean emitidos particularmente; c) La autoridad jurisdiccional aún no emitió la declaratoria de
rebeldía; sin embargo, ya expidió el mandamiento de aprehensión en su contra; soslayando el deber
que tiene de velar por el derecho a la salud, omitiendo valorar 43 fotocopias de los certificados e
informes médicos; y, d) No es una persona agresiva ni un delincuente, tampoco un malhechor y no
se lo puede tratar como tal; su conducta está respaldada con certificados de antecedentes, no solo
penal sino también policial.
I.2.2. Informe del demandado
Alan Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de Instrucción Anticorrupción contra la Violencia hacia la Mujer
Primero de la Capital del departamento de La Paz, a través del informe escrito de 11 de julio de 2019,
cursante a fs. 56, expresó que se remite a “...los fundamentos de la resolución de declaratoria de
rebeldía Nro. 414/2019 de fecha 10 de julio de 2019 y como se tiene de la providencia de fecha 11
de julio de 2019 respuesta a su solicitud de memorial presentado en fecha 10 de julio de 2019” (sic);
y en audiencia manifestó que: 1) La presente acción es emergente de una resolución posterior a una
audiencia que se llevó a cabo “el día de ayer”, a través de la cual, se dispuso la declaratoria de
rebeldía en contra del ahora accionante; la misma jornada, realizaron varias audiencias; se tiene
transcrita dicha declaratoria pero no así el acta, porque fue extensa la audiencia, duró más de media
hora, esa vicisitud se debe a las recargadas labores que se tiene; y, 2) No tiene ninguna observación
en la presente audiencia y si se considera pertinente, vería la necesidad de diferir a afectos de no
dilatar y entorpecer la pretensión del accionante.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Público no asistió a la audiencia, ni presentó informe alguno, pese a
su notificación cursante a fs. 55.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, constituida en Tribunal de
garantías, por Resolución 10/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 121 a 123 vta., concedió la tutela
solicitada, disponiendo que la autoridad demandada, en el plazo de veinticuatro horas, dicte nueva
resolución debidamente fundamentada; en base a los siguientes fundamentos; i) Se evidencia que
el Juez de la causa, declaró la rebeldía del ahora accionante; pese a que este, ese mismo día -10 de
julio de 2019-, compareció, presentando memorial conforme al art. 91 del CPP, incluso adjuntó 43
fotocopias, justificando el motivo de su inasistencia, pero dicha autoridad, le indicó que previamente

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adjunte la boleta respectiva para considerar su pedido; ii) El Juez de la causa, emitió una disposición
que no se ajusta al citado art. 91, el cual es claro al establecer lo que se tiene que disponer cuando
el imputado comparece y también la resolución puede modificarse y revocarse; en este caso, dicho
Juez no cumplió con esa norma legal; puesto que, en ninguna parte, la misma establece que cuando
la persona comparece y pide revocatoria de la declaratoria de rebeldía, se deba adjuntar alguna
boleta; más aún si actualmente, un principio de la administración de justicia es la gratuidad y esa
exigencia constituye el pago de un formulario que hoy en día ya está prohibido por las normas legales;
y, iii) Es así que, el actuar del referido Juez fue contrario al debido proceso que tiene relación con la
libertad del imputado; al existir una resolución de mandamiento de aprehensión; lo que corresponde
es que, se dicte una nueva resolución debidamente fundamentada, cumpliendo a cabalidad lo que
señala el precitado art. 91, valorando las pruebas que presentó el impetrante de tutela, que de
acuerdo al cargo de recepción son 43 fotocopias simples.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Resolución de Imputación Formal 06/2019 de 8 de abril, dentro del proceso seguido por
el Ministerio Público a denuncia de Yandira Agar Cerruto Mercado contra Jorge Andrés Caballero
Canedo Reyes -ahora accionante-, por la presunta comisión del delito de violencia familiar y doméstica
(fs. 57 a 59).
II.2. Mediante Resolución 414/2019 de 10 de julio, Alan Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de
Instrucción Anticorrupción contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del departamento
de La Paz -ahora demandado-, declaró rebelde al impetrante de tutela, disponiendo la emisión del
correspondiente mandamiento de aprehensión y arraigo -entre otras medidas-, debido a su
inasistencia injustificada a la audiencia convocada para esa fecha (fs. 63 y vta.; y, 65).
II.3. A través de memorial de la fecha que antecede, el accionante solicitó la revocatoria de rebeldía;
argumentando que, si bien se habían suspendido varias audiencias públicas de consideración de
medidas cautelares en su contra por su incomparecencia; estas fueron justificadas mediante informes
y certificados médicos que dicha autoridad solicitó sean homologados por el IDIF, infringiendo la
liberad probatoria; incluso su terapeuta “el día de hoy se presentó ante su autoridad justamente para
que a nombre MIO, conforme al art. 88 del CPP,… justifique mi ausencia a esta audiencia sin embargo
fue de oídos sordos..” (sic); solicitando, que de conformidad a los arts. 12, 24 y 116 de la CPE, y 91
del CPP, bajo el principio de objetividad, disponga la revocatoria, en su caso deje sin efecto la
Resolución 414/2019 y las medidas impuestas (fs. 69 a 70).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al debido proceso en sus
elementos de motivación, fundamentación y valoración de las pruebas; en razón a que fue citado a
la audiencia de consideración de medidas cautelares dentro del proceso penal llevado en su contra;
empero, al amanecer de ese día, presentó signos de malestar tanto físicos como mentales; su médico
psicólogo le diagnosticó depresión grave, con tendencia recurrente de muerte y fatiga; siento estos
los motivos de su inasistencia a dicho acto; sin embargo, el Juez ahora demandado, sin tomar en
cuenta ninguno de los extremos descritos, determinó su rebeldía disponiendo la emisión del
mandamiento de aprehensión en su contra y arraigo -entre otras medidas-, omitiendo la valoración
integral y objetiva de los elementos probatorios
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los hechos son evidentes con el fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La justificación de inconcurrencia a audiencia por certificado médico y la valoración
de su credibilidad por la autoridad judicial
La SCP 0122/2015-S3 de 10 de febrero, que recondujo el entendimiento jurisprudencial asumido
inicialmente en sede constitucional, en el sentido de que el certificado médico expedido o avalado
por un médico forense, era el único documento capaz de certificar un impedimento físico como

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justificación de inasistencia a una audiencia, estableció en su razonamiento que: “ …respecto a la


acreditación de un impedimento físico como justificación de inasistencia a determinado acto procesal,
para considerarse legítimo no es preciso que necesariamente sea avalado o certificado por el médico
forense; pues ello, implica admitir la existencia de una prueba tasada que contradice el principio de
libertad probatoria como uno de los pilares en que se asienta el modelo procesal acusatorio vigente
en nuestro ordenamiento jurídico, y en consecuencia, no permite que la autoridad jurisdiccional en
apego a su sano criterio y experiencia, asuma convicción de dicho impedimento, ya sea alejándose
del criterio médico forense y admitiendo la opinión de un médico particular o viceversa, o en base a
la ponderación de ambos se pronuncie admitiendo o rechazando la legitimidad del impedimento
alegado.
En todo caso -como se dijo-, ello dependerá del sano criterio de la autoridad jurisdiccional
que en virtud del principio de libertad probatoria determina en cada caso, si el aval del
médico forense resulta necesario o no para asumir convicción, o de ser presentados los criterios de
un médico particular y uno forense, en base a su prudente arbitrio se incline de forma motivada y
fundamentada por dar credibilidad a cualquiera de ellos o finalmente a ambos, pero de ninguna
manera puede negar la valoración del certificado médico particular solo porque este no está avalado
por el médico forense.
(...)
No obstante lo anterior, se aclara que ello no implica una negación de la facultad que tiene
la autoridad jurisdiccional, cuando así lo considere necesario, para requerir de oficio un
pronunciamiento del médico forense acreditado por el Ministerio Público, para la
comprobación de hechos mediante orden judicial, conforme lo prescribe el art. 75 del CPP,
concordante con los arts. 83.1 y 85.1 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP)” (las negrillas
son añadidas).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al debido proceso en sus
elementos de motivación, fundamentación y valoración de las pruebas; por cuanto, la autoridad
demandada, lo declaró rebelde y dispuso la emisión del mandamiento de aprehensión en su contra,
a causa de su incomparecencia a la audiencia de consideración de medidas cautelares; sin tomar en
cuenta su estado de salud.
De los datos que cursan en expediente, se evidencia que Jorge Andrés Caballero Canedo Reyes -
ahora accionante-, por Resolución 06/2019 de 8 de abril, fue imputado por el delito de violencia
familiar o doméstica solicitando el Ministerio Público, la aplicación de medidas cautelares de carácter
personal, consistente en la detención preventiva (Conclusión II.1); es así que, se llevaron a cabo
varias audiencias entre el 23 de mayo y 12 de junio de ese año; mismas que fueron suspendidas por
incomparecencia algunas veces del Ministerio Público y otras del imputado; sin embargo, en el último
caso todas fueron respaldadas por certificados e informes de médicos particulares, que el Juez de la
causa solicitó sean homologados por el IDIF.
Por la denuncia que realiza el ahora accionante a través de la presente acción tutelar, cabe hacer
hincapié en la última audiencia llevada a cabo el 10 de julio de 2019, no asistió por su grave estado
de salud mental, acudiendo a la misma su psicólogo, con el fin de que, a su nombre justifique su
ausencia; empero, dichos extremos no fueron observados por la autoridad demandada; quien, a
través de la Resolución 414/2019 de la señalada fecha, lo declaró rebelde, disponiendo el respectivo
mandamiento de aprehensión (Conclusión II.2).
En ese marco, se puede evidenciar que el Juez de la causa no tomó en cuenta la norma del art. 88
del CPP, que a la letra dice: “El imputado o cualquiera a su nombre podrá justificar ante el juez o
tribunal su impedimento; caso en el que se concederá al impedido un plazo prudencial para que
comparezca”; es decir, no observó, el informe médico oral realizado ante su persona en la audiencia,
que de acuerdo a la citada norma, estaba dando a conocer el impedimento de su paciente por el cual
no asistió a la misma; de igual manera, lo establecido por el art. 87 del citado cuerpo legal, referido

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a la declaratoria de rebeldía, “El imputado será declarado rebelde cuando: 1) No comparezca, sin
causa justificada a una citación…”.
Por otro lado, si bien la indicada autoridad hizo referencia a momento de dictar la precitada
Resolución, a la reiterada suspensión de audiencias por la incomparecencia del imputado justificando
la misma con certificados médicos expresando “…tengo certificado médico, no lo puedo obviar, pero
en efecto disponga que el certificado médico sea valorado por el IDIF…” (sic [fs. 63 vta.]) haciendo
referencia a que el documento idóneo para determinar la legitimidad de un impedimento mental es
el certificado médico expedido u homologado por el médico forense y no así por el médico particular
del imputado.
De los antecedentes expuestos, se tiene que, frente a la solicitud del accionante referida a que el
justificativo de su inasistencia sea considerado por la autoridad jurisdiccional, con el antecedente de
que presentó en reiteradas oportunidades diferentes certificados e informes médicos particulares,
cuya valoración fue rechazada por el Juez de la causa dando preeminencia y exclusividad únicamente
al certificado e informe del médico forense; conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, esta actuación, contradice el principio de
libertad probatoria; misma que, supone uno de los pilares en que se asienta el modelo procesal
acusatorio vigente en nuestro ordenamiento jurídico; por lo que, el Juez demandado en observancia
a su sano criterio y experiencia, debió asumir convicción de dicho impedimento; ya sea, admitiendo
el testimonio o criterio del médico particular y alejándose de la opinión del forense o viceversa, o
unificando y ponderando ambos, se pronuncie admitiendo o rechazando la legitimidad del
impedimento alegado.
Así, la fundamentación del Juez demandado no es razonable para dar a conocer el por qué no
consideró que la prueba aportada y la presencia del psicólogo del peticionante de tutela, como
justificativo de inasistencia a las audiencias de consideración de medidas cautelares pero, sobre todo
a la última, no era suficiente para demostrar la credibilidad del impedimento médico; ya que, toda la
fundamentación desplegada en la citada Resolución se resume en una descripción cronológica de las
audiencias suspendidas y reiterado cuestionamiento sobre la inexistencia de informes y certificados
médicos homologados por el IDIF; llegando a la conclusión de que “...el juez tal vez ha sido
demasiado tolerante (…) hicimos valer aun médico particular el juez va requerir forense a partir de
ahora y el día de hoy no tenemos nuevamente el forense en cuestión, libertad probatoria si pero
función reglada también dispuesta por el juez, la próxima traiga un forense y esto se obvie entiende
el juez que la inasistencia del imputado se encuentra injustificada…” (sic); extremos que no son
causales razonables por las que pueda desconocerse el testimonio de un profesional (psicólogo), ya
sea en forma verbal o escrita; en efecto, conforme la línea jurisprudencial inserta en el Fundamento
Jurídico III.1 de este fallo constitucional, la autoridad judicial ahora demandada, como se dijo, en
apego a su sano criterio y experiencia, tenía la obligación de asumir convicción de dicho impedimento,
ponderando los hechos, admitir la opinión del profesional particular o alejarse de ella pero de forma
objetiva, cumpliendo el deber de fundamentación que tienen las autoridades judiciales a momento
de emitir un fallo, de manera que si realmente era insuficiente el justificativo presentado, tenía la
obligación de requerir de oficio un pronunciamiento del médico forense acreditado por el Ministerio
Público para la comprobación de los hechos y de ninguna manera desconocer los informes y
certificados médicos de forma subjetiva, extremo que se traduce en arbitrario y lesivo al derecho a
la libertad del impetrante de tutela, al haberse dispuesto medidas que lo restrinjan (mandamiento de
aprehensión, arraigo), a través de un acto ilegal; de manera tal que, corresponde otorgar la tutela
impetrada.
Por los fundamentos expuestos se concluye que, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela
impetrada, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 10/2019 de 11 de julio, cursante de fs. 121 a 123

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vta., pronunciada por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos que el Tribunal de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0746/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29964-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 315/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 14 a 16 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Omar Alejandro Asbun Farah contra Edna Juana
Montoya Cortez, Fiscal de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 14 de julio de 2019, cursante a fs. 4 y vta., el accionante expresó lo
siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que el Ministerio Público le sigue, por la presunta comisión de los delitos
de falsedad material y estafa con víctimas múltiples, se encuentra ilegalmente detenido en el Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz, padeciendo una enfermedad muy grave, siendo perseguido y
procesado injustamente, porque habría presentado y utilizado un “PODER 199/97” falso con relación
a la transferencia de unos terrenos al “EX FONVIS” que a la fecha no fue exhibido expresamente,
pretendiendo se emita sentencia sin que exista materia justiciable.
El Ministerio Público como director funcional de la investigación y el acusador particular, tienen la
obligación de presentar pruebas en su contra, pero no lo hicieron; siendo el estado del proceso,
audiencia de alegatos para dictar sentencia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció como lesionados sus derechos a la libertad, al debido proceso, a la presunción
de inocencia, a la vida y a la dignidad, citando al efecto los arts. 21.7, 22, 115, 116, 119 y 120 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que: “…EL MINISTERIO PÚBLICO HAGA LA ENTREGA DE
LAS PRUEBA, SIN NO EXISTE LEVANTE LA ACUSACIÓN FISCAL EL DIA 15 DE JULIO DEL 2015 Y SE
DISPONGA MI LIBERTAD INMEDIATA” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 14 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 11 a 13,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de sus abogados, reiteró los argumentos expresados en su memorial de acción
de libertad y ampliándolos, señaló que: a) Solicitó la aplicación del “artículo 34” medidas cautelares,
para evitar la consumación, la restricción, supresión o amenaza de limitación del derecho o garantía
constitucional que a su juicio puede crear una situación irreparable; b) Dentro de este proceso penal
fue sobreseído y ratificado éste; sin embargo, reabrieron el caso sobre los mismos elementos y debido
a que no puede ser procesado por un hecho dos veces, se declaró extinguida la acción penal; c) No
obstante, se volvió a abrir la causa, encontrándose ocho años en total con detención preventiva y
domiciliaria, constituyéndose en una condena anticipada; d) El Ministerio Público no pudo demostrar
su culpabilidad porque no remitió las pruebas, no obstante, podría ser condenado en la próxima

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 851


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audiencia; y, e) Existen dos recusaciones pendientes, faltando resolver una excepción de extinción
de la acción penal; reiterando su solicitud en sentido de que se declare procedente la acción tutelar,
debiendo la Fiscal de Materia presentar la prueba que refirió.
I.2.2. Informe de la demandada
Edna Juana Montoya Cortez, Fiscal de Materia, no presentó informe al respecto, tampoco se apersonó
a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 8.
I.2.3. Resolución
El Juez de Instrucción Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz, constituido en Juez de
garantías, mediante Resolución 315/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 14 a 16 vta., denegó la
tutela solicitada, no habiendo dispuesto ninguna medida cautelar; a tal efecto expresó los siguientes
fundamentos: 1) El accionante señaló que adolecía alguna enfermedad, que estuviera ilegalmente
procesado y detenido, conculcando el principio de presunción de inocencia y generándole
indefensión; empero, dichos extremos no fueron acreditados, es decir que no existe ningún elemento
de prueba que evidencie lo manifestado; 2) Cada proceso en la etapa investigativa se halla bajo
control jurisdiccional, conforme al art. 279 del Código de Procedimiento Penal (CPP); si bien en el
caso de autos se hizo referencia a que el proceso ya se encontraría en la sustanciación del juicio,
también las autoridades jurisdiccionales tienen la función de ejercer el control de todas las
actuaciones que se generen por los sujetos procesales; 3) No se demandó a las autoridades
judiciales, sino al representante del Ministerio Público, eventualmente por la no presentación de las
pruebas ofrecidas en la acusación fiscal, cuando las mismas ya deberían cursar en el proceso y ser
de conocimiento del peticionante de tutela; extremo que no se acreditó para efectos de valoración,
inclusive el poder que se refirió; 4) Si bien se hizo alusión a pruebas que no se hubiesen presentado,
será el Tribunal de Sentencia que conoce la sustanciación del juicio, quien determinará la
responsabilidad o no del impetrante de tutela, pudiendo también pronunciarse por la absolución; y,
5) Encontrándose en trámite el indicado juicio, el prenombrado puede ejercer la libertad probatoria
si así lo creyere conveniente, no habiéndose demostrado con elemento alguno que estuviese
procesado o detenido, tampoco que su vida esté en peligro por la enfermedad que alegó, para efectos
de su consideración y valoración; en consecuencia, el presente caso no se ajusta a los alcances del
art. 125 de la CPE.
Una vez emitida la citada Resolución, el abogado del peticionante de tutela en la vía de
complementación y enmienda, pidió que se disponga una medida cautelar, conforme al art. 34 del
Código Procesal Constitucional (CPCo), a efectos que se suspenda el proceso hasta que no se
presente la prueba, ya que no se remitió el cuaderno de investigación; asimismo, está siendo juzgado
sin que se haya hecho el estudio pericial por las características del delito de falsedad material; a tal
fin, el Juez de garantías declaró no ha lugar la solicitud impetrada, argumentando que una vez
señalada la audiencia no podía suspenderse por ningún motivo; de la misma forma, se hizo referencia
a otro delito de estafa con víctimas múltiples, situación que no se acreditó documentalmente para
efectos de su consideración y valoración y de esta manera se determine de ser necesario, una medida
cautelar; la cual no fue especificada por el impetrante de tutela.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Omar Alejandro Asbun Farah
-ahora accionante- por la presunta comisión de los delitos de falsedad material y estafa con víctimas
múltiples, en audiencia pública de acción de libertad, el Juez de garantías resolvió denegar la tutela
incoada por el prenombrado, a través de la Resolución 315/2019 de 14 de julio (fs. 11 a 16 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al debido proceso, a la presunción de
inocencia, a la vida y a la dignidad; aduciendo que, dentro del proceso penal seguido en su contra
por la presunta comisión de los delitos de falsedad material y estafa con víctimas múltiples, “hasta la

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fecha” el Ministerio Público no presentó las pruebas de cargo ofrecidas respecto a la comisión de los
ilícitos enunciados, situación que conlleva una incertidumbre jurídica porque al no conocer las
mismas, no pudo acompañar sus pruebas de descargo, encontrándose por ello indebidamente
procesado e ilegalmente detenido en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, padeciendo una
enfermedad grave.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre el debido proceso y los presupuestos para su activación a través de la acción
de libertad. Jurisprudencia reiterada
La jurisprudencia constitucional de manera uniforme y reiterada, estableció que la tutela del derecho
al debido proceso corresponde por regla general ser conocida y resuelta a través de la acción de
amparo constitucional, por ser la vía idónea a tal fin.
Sin embargo, el extinto Tribunal Constitucional al respecto, a través de la SC 1865/2004-R de 1 de
diciembre, estableció el siguiente entendimiento: “… en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido
proceso están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que
conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la
reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del
proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se
podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo
constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar las
lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión,
lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del
proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, complementando el razonamiento anterior, sostuvo:
“…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad” (las negrillas pertenecen al texto original).
Entendimiento reiterado por las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1332/2014 de 30 de
junio, 0293/2018-S4 de 27 de junio, 0352/2018-S2 de 20 de julio, entre otras.
III.2. Análisis del caso concreto
Efectuado el marco jurisprudencial necesario para el análisis de la presente causa, de la revisión y
compulsa de los antecedentes del caso, se evidenció que, dentro del proceso penal seguido en su
contra por la presunta comisión de los delitos de falsedad material y estafa con víctimas múltiples,
se encuentra indebidamente procesado e ilegalmente detenido en el Centro Penitenciario San Pedro
de La Paz, porque hasta el momento el Ministerio Público no presentó las pruebas de cargo ofrecidas
respecto a la comisión de los ilícitos acusados, situación que conlleva una incertidumbre jurídica, ya
que al no conocer las mismas no pudo acompañar a su vez sus pruebas de descargo; alegando
también que padece de una enfermedad muy grave.
En ese contexto, según lo afirmado por el impetrante de tutela en su demanda, se establece que los
supuestos actos vulneratorios, no pueden ser analizados mediante la presente acción de defensa,
toda vez que en las denuncias referidas a procesamiento indebido, es imprescindible que se
demuestre que las lesiones alegadas, afectaron directamente el derecho a la libertad física o de
locomoción como la causa directa que originó la restricción o supresión; es decir, para que las

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garantías de libertad personal o de tránsito puedan ejercerse por medio de la acción de libertad,
cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido, es indispensable que se presenten de manera
concurrente dos presupuestos; por un lado, la directa vinculación entre la lesión al debido proceso
con el derecho a la libertad, como causa directa de su restricción, y por el otro, el absoluto estado
de indefensión en el que se halle el solicitante de tutela, según se tiene glosado en el Fundamento
Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En el caso que se examina, no se observó la concurrencia de dichos presupuestos, ya que conforme
pudo evidenciar el Juez de garantías, el proceso penal se encuentra en la etapa de sustanciación del
juicio oral, específicamente en la audiencia de alegatos para posteriormente dictar la respectiva
sentencia; por su parte, las autoridades jurisdiccionales tienen la función de ejercer el control de
todas las actuaciones judiciales desarrolladas por los sujetos procesales y de conocer cualquier
denuncia efectuada por alguno de ellos, como es el caso de la falta de presentación de pruebas que
tuviera en su poder el representante del Ministerio Público y la acusación particular, así como la
presunta enfermedad grave que padecería, entre otros; extremos aludidos por el peticionante de
tutela en su acción tutelar, pudiendo en consecuencia activar las gestiones que creyere conveniente
a efectos de ejercer su derecho a la defensa; asimismo, no se halla en absoluto estado de indefensión,
en razón de que el prenombrado conocía todos los actuados procesales sustanciados desde la etapa
preparatoria ante el Juez de control jurisdiccional, en su calidad de contralor de derechos y garantías
constitucionales, así como las medidas asumidas por dicha autoridad judicial, hasta la etapa de juicio
en la cual se encuentra actualmente el presente proceso penal instaurado en su contra.
En consecuencia, correspondía en todo caso que se apersone -como ya se dijo en líneas precedentes-
ante las autoridades jurisdiccionales que conocen su proceso (jueces técnicos), a efectos de que sean
estas quienes reparen los supuestos actos vulneratorios invocados, a través de los mecanismos
intraprocesales que el ordenamiento jurídico brinda y una vez agotados estos, de persistir la supuesta
transgresión alegada, acudir a la jurisdicción constitucional mediante la acción de amparo
constitucional, como medio de defensa idóneo, conforme al razonamiento expresado en el citado
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional.
Consecuentemente, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 315/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 14 a 16 vta.,
pronunciada por el Juez de Instrucción Penal Primero de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración de no haberse ingresado al análisis
de fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0747/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29991-2019-60-AL
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución 02/2019 de 16 de julio, cursante de fs. 252 vta. a 256, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Elías Fernando Garzón Ortega contra Jorge Alejandro
Vargas Villagómez y Yenny Cortez Baldiviezo, Vocales de las Salas Penal Segunda -en
suplencia legal de su similar Primera- y Mixta Civil y Comercial, de Familia, Niñez y
Adolescencia y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera respectivamente, del
Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y, Magali Zaida Calderón Maldonado, Jueza
de Sentencia Penal Tercera de la Capital del citado departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 15 de julio de 2019, cursante de fs. 44 a 46 vta., el accionante señaló
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que seguido por el Ministerio Público en su contra por la presunta comisión
del delito de feminicidio, en audiencia de apelación incidental, el 27 de junio de 2019 los Vocales
demandados ratificaron la decisión de la Jueza demandada que rechazó su solicitud de cesación de
la detención preventiva mediante Auto Interlocutorio 439/2019 de 11 de junio, no obstante haber
demostrado documentalmente que los riesgos procesales que pesan en su contra desaparecieron;
prueba que no fue valorada, pese a que estos peligros constituyen meras suposiciones.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos a la defensa, a la libertad y al debido proceso en su
elemento de motivación de las resoluciones, y los principios de seguridad jurídica y legalidad, citando
al efecto los arts. 115.II, 117.I y 180 de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo dejar sin efecto el Auto “…Interloc…” (sic), además de la
nulidad de la audiencia de 11 de junio de 2019, ordenando que dicho acto procesal sea renovado
cuidando la intervención de los sujetos procesales legitimados.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 248 a 252
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el contenido de su acción de libertad, y ampliándolo
manifestó que: a) En la audiencia de 11 de junio de 2019, atacó los riesgos procesales insertos en
los arts. 234.10 y 235.2 del Código de Procedimiento Penal (CPP); b) Sobre el peligro para la víctima:
Respecto a que le hubiera propinado un golpe con una botella, para desvirtuar el mismo presentó la
acusación fiscal que desconoce la existencia de dicha botella; pero, no fue tenida como prueba.
Asimismo, se adujo que cambió sus versiones en las declaraciones que prestó en un primer momento,

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para demostrar que no existía ninguna contradicción ofreció su declaración, el informe de


intervención policial preventiva de acción directa realizado en el Hospital San Juan de Dios y el informe
preliminar elaborado por la asignada al caso el 13 de febrero de 2017; es más, pese a que hubiera
contradicciones no pueden ser tomadas en su contra; empero, no fueron observados sus
fundamentos. Además, para este riesgo procesal se cambió el fundamento, al considerar la SCP
“0398/2018” que advierte la vulnerabilidad de las mujeres, pero que versa sobre una violación donde
la víctima es menor de edad en el que perdió la vida, constituyéndose en víctimas los familiares; no
siendo aplicable al caso. Desplegó las declaraciones informativas de Gloria Elsa Ramírez y Yoselin
Leonela Alemán para demostrar que no realizó actos atentatorios o de amedrentamiento; no gozando
de ningún pronunciamiento. Por otro lado, del certificado de conducta y permanencia, acreditó que
no registra denuncias, llamadas de atención e informes de actos preparatorios de fuga o indisciplina,
los que fueron tachados de impertinentes; c) En cuanto al peligro de obstaculización; exhibió
informes de la Cooperativa de Servicios de Telecomunicaciones Tarija (COSETT), Empresa Nacional
de Telecomunicaciones Sociedad Anónima (ENTEL S.A.) y otros que dan cuenta que desde el Centro
Penitenciario Morros Blancos de Tarija no salió ninguna llamada telefónica a los celulares de la madre
y hermana de la víctima; demostrando que no mantuvo comunicación con estas personas, además
de veintiocho declaraciones informativas de todos los testigos, peritos y víctimas en el mismo sentido;
pero fueron consideradas insuficientes. Este riesgo procesal, ya con anterioridad fue descartado
cuando se tomó en cuenta subjetivamente el hecho que se acercó Eber Javier Cardozo Torres a
Palmira Ramírez, tía de la víctima, a efectos de ofrecerle una solución al problema y dinero para
desistir de la acción penal; sin embargo, dijeron que este riesgo procesal persiste hasta una eventual
sentencia ejecutoriada; d) No se dio aplicación a la SCP 0678/2018-S1 de 26 de octubre, al mantener
la SC “301/2011” en sentido que el peligro de obstaculización persiste hasta la ejecutoria de la
sentencia; sin decir, las razones o motivos de porqué todavía subsiste dicho peligro; y, e) Se dejó de
lado la prueba que presentó.
I.2.2. Informe de los demandados
Jorge Alejandro Vargas Villagómez y Yenny Cortez Baldiviezo, Vocales de las Salas Penal Segunda -
en suplencia legal de su similar Primera- y Mixta Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia
y Violencia Intrafamiliar o Doméstica Pública Primera respectivamente, del Tribunal Departamental
de Justicia de Tarija, por informe escrito de 16 de julio de 2019, cursante de fs. 87 a 89, indicaron
que: 1) No está en riesgo la vida del accionante, su persecución y procesamiento obedecen a una
imputación formal a cargo del Ministerio Público, y la privación de su libertad fue dispuesta en
cumplimiento de una orden jurisdiccional, sujeta además a revisión y modificación las veces que la
parte así lo considere, incluso de oficio; en ese sentido, de ningún modo se vulneró su derecho a la
libertad; 2) El Auto de Vista 116/2019, está debidamente fundamentado, es congruente y razonable
porque contiene fundamentación fáctica, probatoria y jurídica, circunscribiéndose a los aspectos
cuestionados en la Resolución impugnada; desarrolló y expuso con claridad cada una de las
documentales presentadas en audiencia, asignándole a cada una el valor correspondiente a la luz de
la sana crítica haciendo una valoración integral de toda la prueba ofrecida por el apelante, las mismas
que no fueron consideradas debido a su impertinencia e “inidoneidad”; y, 3) No se observaron las
reglas establecidas para que la jurisdicción constitucional ingrese excepcionalmente a verificar los
extremos denunciados; en ese sentido, sus derechos a la libertad, a la defensa y al debido proceso
relacionado con la seguridad jurídica y el principio de impugnación no se lesionaron; por lo que,
solicitaron se deniegue la tutela.
Magali Zaida Calderón Maldonado, Jueza de Sentencia Penal Tercera de la Capital del citado
departamento, presentó informe escrito el 16 de julio de 2019, cursante de fs. 85 a 86 vta., señalando
que: i) El Auto Interlocutorio 439/2019 valoró todos y cada uno de los elementos de convicción,
estando fundamentado y motivado; ii) La jurisdicción constitucional no puede valorar la prueba por
ser esa una actividad privativa de los jueces y tribunales ordinarios; por lo que, dicho Auto
Interlocutorio no se apartó de los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir;
iii) El derecho al debido proceso está tutelado por la acción de amparo constitucional y la libertad, si
está directamente vinculado a la libertad, y por el principio de subsidiariedad deben agotarse las

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instancias intraprocesales; en consecuencia, el acto supuestamente vulnerador de la suscrita no está


directamente relacionado a la restricción de la libertad del accionante; y, iv) Si hubiera afectado los
derechos del aludido, existe una segunda instancia que es la que ratifica o revoca la decisión asumida
por el Juez a quo; ahora, las acciones deben interponerse contra las autoridades que tienen facultad
de revisión y no contra los jueces de primera instancia; en razón a ello, solicitó se declare sin lugar
la tutela.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Tarija, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 16 de julio, cursante de fs. 252 vta. a 256,
denegó la tutela solicitada, dejando constancia que a tiempo de la presentación de la prueba por el
accionante, se adjuntó una demanda de acción de libertad bastante ampulosa que difiere de la
presentada en este Tribunal que ha impulsado el procedimiento constitucional y esta audiencia, sin
que pueda alegarse que irregularmente se dejó de lado o sin consideración el referido memorial.
Decisión emitida en base a los siguientes fundamentos: a) El Tribunal de alzada en función a los
agravios establecidos por el peticionante de tutela, se pronunció con relación a cada uno de ellos,
efectuando un análisis de la última decisión asumida por la Jueza demandada, que ante su solicitud
de cesación de la detención preventiva dictó un veredicto concreto respecto a todas las situaciones
que se fundamentaron como vulneratorias, debiendo hacer constar que el encausado a tiempo de
conocer lo determinado por dicho Tribunal pidió complementación y enmienda, que conllevó una
respuesta de los Vocales demandados; en ese contexto, se advirtió que existió la explicación y
contestación a cada uno de los aspectos cuestionados, verificándose la ausencia de la lesión alegada;
b) Las circunstancias que corresponden a la medida cautelar y peligros procesales, deben ser tratadas
mediante mecanismos intraprocesales ordinarios, habida cuenta que la excepcionalidad para la
subsidiariedad es que el encausado se encuentre en indefensión absoluta; en el caso, el nombrado
no se halla privado de libertad por el Auto Interlocutorio 439/2019 y el Auto de Vista 116/2019,
quedando claro que la medida restrictiva de su derecho de locomoción obedece a circunstancias
anteriores determinadas en el proceso que se le sigue; incluso, las decisiones aludidas especificaron
las razones de su determinación, absolvieron y explicaron los aspectos que se reclamaron,
justificando el fallo, estando inserta la congruencia extrañada; c) El Tribunal Constitucional
Plurinacional estableció que las cuestiones impugnadas vía acción de libertad que involucran las
vertientes del debido proceso en el ámbito de falta o indebida fundamentación, defectuosa valoración
de la prueba y otras deben ser tuteladas a través de la acción de amparo constitucional, de lo que,
se coligió que no se trata de una indebida detención, sino de razones procesales activadas de modo
legal, siguiendo el lineamiento constitucional de la SCP 1031/2016-S2 de 24 de octubre; y, d) El
espectro de la SCP 0678/2018-S1 se proyecta entre las partes y sobre un agravio concreto que está
por debajo del carácter vinculante reconducido por la SCP 1031/2016-S2 que al tener similitud con
los hechos envolviendo la misma carga argumentativa respecto al hecho análogo, resulta de
ineludible observancia; sin dejar de lado que el efecto de la cita constitucional en que se apoyó el
solicitante de tutela, no tiene la calidad de línea conductora.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Elías Fernando Garzón Ortega
-ahora accionante-, por la presunta comisión del delito de feminicidio, la Jueza de Sentencia Penal
Tercera de la Capital del departamento de Tarija -codemandada-, emitió el Auto Interlocutorio
439/2019 de 11 de junio, que declaró sin lugar la cesación de la detención preventiva solicitada por
el prenombrado (fs. 12 vta. a 23 vta.).
II.2. En el referido acto procesal de manera oral el impetrante de tutela interpuso recurso de
apelación incidental contra dicho Auto Interlocutorio; el cual, fue fundamentado en la audiencia de
apelación de medidas cautelares de 27 de junio de 2019 y resuelto mediante Auto de Vista 116/2019
de igual fecha, dictado por los Vocales demandados, quienes declararon sin lugar tal recurso (fs. 24
a 40 vta.).

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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


El accionante denuncia la lesión de sus derechos a la defensa, a la libertad y al debido proceso en su
elemento de motivación de las resoluciones, y los principios de seguridad jurídica y legalidad, por
cuanto en apelación, los Vocales demandados ratificaron la decisión de la Jueza demandada que
rechazó su solicitud de cesación de la detención preventiva; no obstante, haber demostrado
documentalmente que los riesgos procesales insertos en los arts. 234.10 y 235.2 del CPP que pesan
en su contra, desaparecieron, no habiendo sido valoradas.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. La obligación del tribunal de apelación de fundamentar y motivar la resolución que
disponga, modifique o mantenga una medida cautelar
Sobre el particular, la SCP 0311/2018-S4 de 27 de junio, haciendo referencia a la SCP 1158/2017-S2
de 15 de noviembre y esta a su vez a la SCP 0077/2012 de 16 de abril, señaló: « …“La jurisprudencia
constitucional ha establecido en forma uniforme la observancia en el cumplimiento de las condiciones
y formalidades que debe cumplir la resolución que disponga la detención preventiva de un imputado,
exigencia que debe ser observada tanto por el juez cautelar como por el tribunal que resuelve la
apelación de medidas cautelares. Así, la SC 1141/2003-R de 12 de agosto, reiterada por las SSCC
0434/2011-R y 0856/2011-R, entre otras, señaló que: ‘...la aplicación de una medida cautelar
de carácter personal en el ámbito procesal penal debe cumplir con las condiciones de
validez legal, lo que significa que, la autoridad judicial competente, para adoptar la
decisión de aplicar la detención preventiva, de una parte, está obligado a verificar y
determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art. 233 CPP, para lo que
deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de
prueba presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas
previstas por los arts. 234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la
decisión de aplicar la medida cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que
uno de los principios fundamentales inherentes al Estado Democrático de Derecho es la
motivación de las decisiones de las autoridades públicas, el juez está obligado a expresar
los motivos de hecho y de derecho en que se basa su convicción determinativa de la
concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado a los medios de prueba, esa
fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los documentos o la
mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar los
presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables
y la descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes’.
En esta perspectiva, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, refiriéndose al cumplimiento de estos
requisitos por parte de los tribunales que conocen la apelación de medidas cautelares, estableció lo
siguiente: ‘Ahora bien, la exigencia de pronunciar una resolución motivada en la que se establezca la
concurrencia de los requisitos de validez para determinar la detención preventiva, entendiendo por
motivo fundado a aquél conjunto articulado de hechos que permiten inferir de manera objetiva que
la persona imputada es probablemente autora de una infracción o partícipe de la misma y que existe
riesgo de fuga y/u obstaculización de la averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez
cautelar, sino también al tribunal que conozca en apelación la resolución que disponga,
modifique o rechace las medidas cautelares, toda vez que si bien de conformidad con el
art. 251 del CPP, las medidas cautelares dispuestas por el juez cautelar, pueden ser
apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello no significa que el tribunal de apelación
cuando determine disponer la detención preventiva, esté exento de pronunciar una
resolución lo suficientemente motivada, en la que se exprese la concurrencia de los dos
requisitos que la ley impone para la procedencia de esa medida cautelar.
Consecuentemente, el Tribunal de apelación, está obligado a motivar y fundamentar su
Resolución, precisando los elementos de convicción que le permiten concluir en la
necesidad de revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo

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efecto debe también justificar la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por
el art. 233 del CPP y una o varias de las circunstancias establecidas por los arts. 234 y
235 del CPP, mediante una resolución debidamente fundamentada, conforme exige el
art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando se han fundamentado debidamente estas dos
situaciones, se puede disponer la detención preventiva. Entendimiento, asumido por las SSCC
0089/2010-R y 0434/2011-R, entre otras’.
En efecto, el deber de motivación de los fallos supone un elemento fundamental del debido proceso,
conforme ha expresado la SC 0012/2006- R de 4 de enero, al señalar que: 'La motivación de los
fallos judiciales está vinculada al derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional
eficaz, (…), y se manifiesta como el derecho que tienen las partes de conocer las razones
en que se funda la decisión del órgano jurisdiccional, de tal manera que sea posible a
través de su análisis, constatar si la misma está fundada en derecho o por el contrario es
fruto de una decisión arbitraria; sin embargo, ello no supone que las decisiones jurisdiccionales
tengan que ser exhaustivas y ampulosas o regidas por una particular estructura; pues se tendrá por
satisfecho este requisito aun cuando de manera breve, pero concisa y razonable, permita conocer de
forma indubitable las razones que llevaron al Juez a tomar la decisión; de tal modo que las partes
sepan las razones en que se fundamentó la resolución; y así, dada esa comprensión, puedan también
ser revisados esos fundamentos a través de los medios impugnativos establecidos en el
ordenamiento; resulta claro que la fundamentación es exigible tanto para la imposición de la
detención preventiva como para rechazarla, modificarla, sustituirla o revocarla”» (el resaltado y
subrayado pertenece al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
La problemática planteada por el accionante se centra en que los Vocales demandados ante su
apelación incidental ratificaron la decisión de la Jueza demandada que rechazó su solicitud de
cesación de la detención preventiva; no obstante, haber demostrado documentalmente que los
riesgos procesales insertos en los arts. 234.10 y 235.2 del CPP que pesan en su contra,
desaparecieron, no habiendo sido valoradas.
Así, la revisión que efectúe esta Sala, se realizará a partir de la última Resolución emitida en alzada
dentro del proceso penal, en el entendido que el Tribunal de apelación, se constituye en la última
instancia cautelar prevista en la estructura ordinaria penal; en consecuencia, es la vía llamada a
revisar, modificar, revocar o confirmar lo resuelto por la Jueza inferior (SCP 0037/2012 de 26 de
marzo).
En ese entendido, en la audiencia de 27 de junio de 2019 de consideración del recurso de apelación
incidental interpuesto por Elías Fernando Garzón Ortega -ahora accionante-, contra el Auto
Interlocutorio 439/2019 de 11 de junio, se tuvo que: 1) Respecto al peligro de fuga: Presentó la
acusación fiscal del Ministerio Público que prueba que el fundamento que hubiera golpeado con una
botella a la víctima, desapareció; pero, fue tachada de impertinente. Ofreció su declaración prestada
ante la autoridad fiscal, la acción directa y el precintado de la habitación del Motel Gaviota que
corroboran que no hubo contradicciones en sus declaraciones; deposición que al ser un medio de
defensa no puede ser tomada en su contra; elementos de prueba que no fueron debidamente
valorados. Es más, se consideraron otros aspectos no estimados con anterioridad, plasmando SCP
0394/2018-S2 -no señaló fecha- referida a que este riesgo se activa por la vulnerabilidad de las
víctimas; pero, ese caso no es por feminicidio, sino por violación donde la víctima se encontraba con
vida, constituyéndose víctimas los familiares; aplicando incorrectamente dicho fallo constitucional y
ampliando el fundamento que activa el señalado riesgo, además de contradecir la SCP 0678/2018-
S1, al hecho del golpe y la vulnerabilidad de la madre de la occisa, cuando no se tiene que tomar en
cuenta su comportamiento para este peligro procesal, se cambió el fundamento. Llevó las
declaraciones de la madre y la hermana de la finada que refieren que jamás se comunicó con ellas.
Expuso un certificado de conducta y permanencia, que denota que no tiene observaciones sobre su
conducta tampoco denuncias, informes de actos preparatorios de fuga o indisciplina y por la prueba
presentada, no existe ánimo delincuencial en su persona; 2) Sobre influenciar en testigos, partícipes,

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peritos y otros: Se recepcionaron las declaraciones de veintiocho testigos y peritos que refieren que
nunca tuvieron comunicación con él, en más de dos años que se encuentra con detención preventiva.
Cursan informes de las empresas de teléfono COSSET, TELECEL S.A. y “NUEVATEL” que demuestran
que no existieron llamadas desde el recinto penal hacia los familiares de la víctima; pero, se dice que
no es suficiente, por el hecho que se acercó Eber Javier Cardozo Torres a Palmira Ramírez, tía de la
víctima, ofreciendo dinero para que desista de la acción penal; fundamento que ya fue vertido en la
audiencia de 13 de noviembre de 2017, considerándolo insuficiente; contradictoriamente, luego de
transcurridos dos años, se cambió el fundamento; 3) Se realizó la verificación policial de su domicilio,
lo cual consta en el informe de 6 de junio de 2019, además presentó el folio real, facturas de agua,
gas y otros servicios, los cuales no fueron considerados; no obstante, que solicitó la cesación de la
detención preventiva, también en la vertiente de tornarse conveniente su sustitución por otra medida;
sin embargo, no existe pronunciamiento en cuanto a esta segunda vertiente; y, 4) Debe darse
aplicación a la SCP 0678/2018-S1, que refiere que no se puede mantener activo el peligro de
obstaculización en base a meras alusiones subjetivas.
Por su parte, el Auto de Vista 116/2019 de 27 de junio que confirmó el Auto Interlocutorio 439/2019,
concluyó que: i) Cuando se solicita la cesación de la detención preventiva en base a las dos vertientes
del art. 239.1 del CPP, necesariamente se contrastan aquellos motivos que mantienen la medida
extrema; en este caso, persisten la probabilidad de autoría y los riesgos procesales; ii) Con relación
a la activación del art. 234.10 del Código Adjetivo Penal, las contradicciones del accionante, el golpe
con botella a la víctima y la aplicación de la SCP “0394/2018”, se tomó en cuenta las circunstancias
concomitantes al hecho y la conducta del aludido posterior al hecho, la citada Sentencia Constitucional
Plurinacional y la SCP “0001/2019” en cuanto a la vulnerabilidad de víctimas mujeres, que requieren
una protección reforzada desde un enfoque interseccional, en este caso, se habla de un feminicidio,
constituyéndose en víctimas la madre y la hermana de la fallecida; así, la acusación fiscal contiene
un hecho fáctico que se dilucidará en juicio, no siendo suficiente para desvirtuar este riesgo procesal,
por cuanto el no consignar ciertas circunstancias, no quiere decir que por ese acto conclusivo se
llegue a desvirtuar un peligro procesal; la declaración del imputado -impetrante de tutela- ya fue
valorada, en juicio se verá si existen o no contradicciones; en esta etapa simplemente se ve el
comportamiento del auxilio oportuno, aspectos que se consideraron al activar este riesgo procesal,
que se refieren a la conducta posterior al hecho del encausado; en ese sentido, no se pueden
considerar como nuevos elementos, habida cuenta que son de data anterior las declaraciones y la
señalada acusación; iii) Sobre la conducta y permanencia del prenombrado en el recinto
penitenciario; ya fue anteriormente valorada, indicando que no alcanza para desvirtuar el riesgo del
art. 234.10 del CPP, ya que se requiere una sentencia condenatoria inclusive ejecutoriada, conforme
a la SCP “070/2014”, simplemente se tomó en cuenta las circunstancias concomitantes al hecho para
la activación de este riesgo procesal, no el que tenga antecedentes penales, con relación a la
peligrosidad del peticionante de tutela; iv) En cuanto al cambio de fundamento del art. 234.10 del
citado Código; se constata que simplemente se dio respuesta a los nuevos elementos, que no son
suficientes para desvirtuar esos motivos, evidenciando contradicción al aumentar nuevos elementos;
inclusive en anterior audiencia se tomó en cuenta la vulnerabilidad de una víctima mujer, aspectos
que concurren a la valoración integral destinada a obtener una protección reforzada; v) Respecto al
art. 235.2 de la aludida norma, las declaraciones de veintiocho testigos, las garantías aceptadas por
estos testigos y las certificaciones de centrales telefónicas, estos son elementos nuevos presentados;
sin embargo, como se manifestó en anteriores audiencias, el hecho de ofrecer garantías de forma
unilateral no es suficiente, que si se hubiese aceptado tampoco desvirtúa este riesgo, porque las
garantías por sí solas ya están establecidas en la ley, y su ofrecimiento manifiesta que posiblemente
existe una obstaculización; en ese sentido, hay otros testigos como la madre y la hermana de la
víctima, es por eso que se tomaron otras circunstancias, habiendo amenazas, ofrecimiento de dinero
para desistir, aspecto que empero no es el fundamento para activar el art. 235.4 del CPP. Esas
declaraciones y la certificación de llamadas telefónicas, obedecen a que el solicitante de tutela está
con detención preventiva; como se indicó en varias audiencias, el peligro de obstaculización concluye
cuando exista sentencia ejecutoriada, en este caso el momento procesal es otro, habiendo testigos
identificados, veintiocho de los cuales refirieron que no han sido objeto de amenazas por parte del

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 860


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prenombrado, es lógico eso porque se encuentra con la mencionada medida restrictiva; no


subsistiendo otros elementos para considerar que el peligro de obstaculización quedó desvirtuado.
Respecto a los dos años que se halla privado de libertad, el art. 239.3 del CPP prevé que en caso de
feminicidio el tiempo no puede ser utilizado para solicitar la cesación de la medida impuesta, en todo
caso, los elementos traídos, no desvirtúan los motivos de la medida extrema; y, vi) Con relación a la
segunda vertiente del art. 239.1 del citado Código, la verificación domiciliaria es impertinente, ya que
simplemente acredita las circunstancias del domicilio; en todo caso, la carga de aportar prueba idónea
y pertinente la tiene la defensa; sobre la probabilidad de autoría no se presentaron nuevos elementos;
y, respecto a los riesgos procesales “…los documentos presentados, en este caso, no alcanzan para
desvirtuar estos motivos…” (sic).
Ahora bien, de acuerdo al entendimiento jurisprudencial mencionado en el Fundamento Jurídico III.1
de este fallo constitucional, referido a que toda resolución judicial debe estar debidamente
fundamentada y motivada, ya que esto permitirá a las partes en conflicto comprender de manera
clara y sencilla los motivos que llevaron a que el juzgador asuma tal decisión, es que al momento de
emitir un pronunciamiento, la autoridad competente debe señalar de forma clara y precisa los
elementos fácticos del proceso, las normas aplicables al caso concreto y, de qué modo los hechos y
el derecho se conectan entre sí y dan lugar a lo decidido.
Bajo ese entendimiento jurisprudencial y teniendo en cuenta además los antecedentes conocidos por
este Tribunal, especialmente el contenido del Auto de Vista 116/2019 ahora cuestionado, se advierte
que el mismo, respecto a los agravios referidos por el accionante: a) Con la acusación fiscal del
Ministerio Público, el fundamento que hubiera golpeado con una botella a la víctima, desapareció;
que no hubo contradicciones en sus declaraciones; que su declaración no puede ser tomada en su
contra; que la SCP “0394/2018” dice que lo que activa el riesgo para la víctima es su vulnerabilidad,
por violación donde se encuentra con vida; que se constituyó víctimas a los familiares; que no se
tiene que tomar en cuenta su comportamiento para este riesgo procesal; que jamás se comunicó con
la madre y la hermana de la finada, y no hay observaciones sobre su conducta en el recinto
penitenciario, no existiendo denuncias, informes de actos preparatorios de fuga o indisciplina,
tampoco existe ánimo delincuencial en su persona; b) Se realizó la verificación policial de su domicilio,
además presentó el folio real, facturas de agua, gas y otros servicios, que no fueron considerados;
solicitó la cesación de su detención preventiva, también en la vertiente de tornarse conveniente que
sea sustituida por otra medida, sin que exista pronunciamiento; y, c) Declararon testigos y peritos
refiriendo que no se comunicaron con él, en el tiempo que se encuentra detenido, ni con las víctimas;
no hubieron llamadas telefónicas desde dicho penal a los familiares de la víctima; el acercamiento de
Eber Javier Cardozo Torres a la tía de la fallecida para que desista de la acción penal, ya fue
considerado como no suficiente, cambiando el fundamento; y, no se puede mantener activo el peligro
de obstaculización en base a meras alusiones subjetivas.
Cumple con las exigencias y requerimientos establecidos en el referido Fundamento Jurídico,
conteniendo por lo tanto la debida motivación o fundamentación requerida en toda determinación
que ingresa al análisis de fondo de la problemática principal, pues dicho Auto de Vista, a tiempo de
exponer sus respectivas alegaciones respecto a esos puntos agraviados, emitió un criterio
argumentativo puntual, fundado y suficiente sobre cada uno de ellos.
Es así que, en relación a dichos cuestionamientos, los Vocales demandados discernieron
razonadamente, tomando en cuenta que:
1) Respecto al peligro para la víctima, el golpe contundente con botella, sus contradicciones y
declaración, la SCP “0394/2018”, la constitución en calidad de víctimas de los familiares, su
comportamiento, la consideración de la madre y hermana de la finada, y su conducta en el recinto
penitenciario y ánimo delincuencial; respondieron que, se tomó en cuenta las circunstancias
concomitantes al hecho y la conducta del imputado posterior al hecho, la vulnerabilidad de víctimas
mujeres, que requieren protección reforzada, en este caso, al ser de feminicidio, se constituyen en
víctimas la madre y hermana de la fallecida; así, la acusación fiscal contiene un hecho fáctico que se
dilucidará en juicio, el no consignar ciertos aspectos, no quiere decir que se desvirtúe tal peligro

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procesal; la declaración del accionante ya fue valorada para este riesgo procesal; en juicio se verá si
existen o no contradicciones, en esta etapa se ve el comportamiento del auxilio oportuno; en ese
sentido, no son nuevos elementos, puesto que son de data anterior las declaraciones y la acusación;
que su conducta y permanencia en dicho penal, ya fue anteriormente valorada, que se requiere una
sentencia condenatoria ejecutoriada, se tomó en cuenta las circunstancias concomitantes al hecho
para la activación de tal riesgo, no el hecho de que tenga antecedentes penales; inclusive en anterior
audiencia se apreció la vulnerabilidad de la víctima mujer, aspectos que se consideran para hacer la
valoración integral y obtener una protección reforzada;
2) En referencia a la verificación de su domicilio, que tornaría conveniente que su detención
preventiva sea sustituida por otra medida; establecieron que la verificación domiciliaria simplemente
acredita las circunstancias de la citada morada; y,
3) Con relación al art. 235.2 del CPP, las declaraciones de veintiocho testigos, las garantías aceptadas
por estos testigos y las certificaciones de centrales telefónicas; consideraron que, no son elementos
nuevos presentados; se manifestó en anteriores audiencias que el ofrecer garantías de forma
unilateral no es suficiente, que si se hubiese aceptado tampoco desvirtúa este riesgo, porque las
garantías por sí solas ya están establecidas en la ley, y su ofrecimiento manifiesta que posiblemente
existe una obstaculización; hay otros testigos como la madre y la hermana de la víctima, habiendo
amenazas, ofrecimiento de dinero para desistir, circunstancia que sin embargo no es el fundamento
para activar el art. 235.4 del citado Código. Esas declaraciones y la certificación de llamadas
telefónicas, obedecen a que el imputado está con detención preventiva; el peligro de obstaculización
concluye inclusive con la sentencia ejecutoriada; en este caso, el momento procesal es otro, habiendo
testigos identificados, veintiocho de los cuales indicaron que no han sido objeto de amenazas por
parte del imputado, lo cual es lógico tomando en cuenta en la situación que se encuentra. Respecto
a los dos años que se halla privado de libertad, el art. 239.3 del Código Adjetivo Penal prevé que en
caso de feminicidio el tiempo no puede ser utilizado para solicitar la cesación de la medida impuesta.
En tal sentido, conforme los fundamentos realizados por los miembros del Tribunal demandado,
quedan claramente establecidos y explicados los motivos por los que se declaró sin lugar al recurso
de apelación incidental interpuesto por el impetrante de tutela contra el Auto Interlocutorio 439/2019.
En ese sentido, las situaciones descritas denotan el cumplimiento de las exigencias jurisprudenciales
requeridas, por parte del Auto de Vista cuestionado, conteniendo una clara exposición de las razones
y motivos específicos que sustentan la determinación plasmada y asumida por los Vocales
demandados que suscribieron el mismo; por consiguiente, la decisión cautelar ahora impugnada, en
esta parte se encuentra fundamentada y motivada, pues uno de los elementos estructurales que
hacen a la debida fundamentación de las resoluciones, está configurado por la exposición del criterio
jurídico, que se tiene por expresado en la presente problemática, concretamente respecto a estos
puntos discutidos por el accionante; siendo necesario aclarar que la sola discrepancia con el fallo
asumido, no constituye suficiente argumento para concluir la lesión de derechos; igualmente debe
tomarse en cuenta que la fundamentación de los fallos, no implica una labor de exposición exagerada
y abundante de hechos, citas legales ni argumentos reiterativos, sino que la resolución sea concisa,
clara e integre todos los elementos supuestamente agraviados, de manera que consten las razones
determinativas que respalden el veredicto adoptado.
Por otra parte, con relación a las denuncias de lesión del derecho a la defensa y a los principios de
seguridad jurídica y legalidad; dada la naturaleza de la acción de libertad, no corresponde a través
de esta vía emitir pronunciamiento alguno al respecto.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 16 de julio, cursante de fs. 252 vta. a

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256, pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Tarija;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0748/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29974-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 46/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 26 a 27, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Edwin Quispe Nina en representación sin mandato de
Antonio Abad Santamaría Pérez Patón contra Félix Orlando Rojas Alcón, Juez de
Instrucción Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz, en suplencia de su
similar Séptima.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 13 de julio de 2019, cursante de fs. 15 a 17 vta., el accionante a través
de su representante, manifestó los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, por la supuesta comisión del
delito de estafa, el 22 de agosto de 2018, el Fiscal de Materia, presentó imputación formal, que fue
dejada sin efecto por Auto 62/2018, pronunciado por la Jueza de Instrucción Penal Séptima de la
Capital del departamento de La Paz, que fue apelada y se encuentra pendiente de resolución.
A pesar de ello, el Fiscal de Materia sin respetar la previsión contenida en el art. 396 inc. 1) del Código
de Procedimiento Penal (CPP), presentó una nueva imputación formal en su contra el 25 de febrero
de 2019, que juntamente al Auto de Inicio de Investigación Preliminar de 29 de noviembre de 2016,
nunca le fueron notificados de forma personal, conforme disponen los arts. 163 inc. 1) y 314 del
citado cuerpo normativo.
En este sentido, este proceso contiene una notificación cedularía deficiente que violentó sus derechos,
dado que no se individualizó a la testigo de actuación; por memorial de 20 de marzo de 2019, el
dueño de casa donde vivía devolvió el cedulón, señalando que el inmueble ubicado en la calle 4 N°
20, zona Los Rosales de Achumani de la ciudad de La Paz, ya no era su domicilio; empero, el Juez
de Instrucción Penal Octavo de la Capital del citado departamento, en suplencia de su similar Séptima,
por decreto de 30 de mayo de dicho año, declaró “…sin lugar la devolución” (sic). Por lo que, interpuso
recurso de reposición, que fue declarado improcedente por Auto de 8 de julio de ese año.
En consecuencia, sin existir notificación personal con la imputación formal o el Auto de Inicio de
Investigación Preliminar señalado, en completa indefensión, el precitado Juez, emitió el decreto de
25 de junio de ese año, programando fecha de audiencia de medidas cautelares para el 17 de julio
del mencionado año, a horas 10:00.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Consideró lesionado su derecho al debido proceso, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, dejando sin efecto: a) La notificación cedularía practicada por Diego
Velásquez Ibáñez, el 18 de marzo de 2019; b) Las providencias de 30 de marzo y 25 de junio del
precitado año; por el que, no se dio lugar a la devolución de cedulón y se programó la fecha y hora
de la audiencia de medidas cautelares; c) El Auto de 8 de julio de ese año, que declaró improcedente
el recurso de reposición contra la providencia de 25 de junio de 2019; y, d) Se ordene la notificación
personal conforme prevén los arts. “167.1” y 314.I del CPP.

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I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías


La audiencia pública de consideración de la presente acción tutelar, se realizó el 14 de julio de 2019,
según consta en acta cursante de fs. 23 a 25, produciéndose los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogado se ratificó íntegramente en los términos de su demanda.
I.2.2. Informe del demandado
Félix Orlando Rojas Alcón, Juez de Instrucción Penal Octavo de la Capital del departamento de La
Paz, en suplencia de su similar Séptima, por informe escrito cursante a fs. 22 y vta. señaló que: 1)
Se notificó al accionante con la Resolución de Imputación Formal de 25 y providencia de 26 de febrero
de 2019, el inicio de investigaciones de 29 y decreto de 30 de noviembre de 2016, en el lugar que él
señaló como su domicilio real en su declaración informativa policial “…domicilio real Avenida ‘D’ Calle
4 N° 20 Zona Sud Achumani Rosales, mismo domicilio que se encuentra consignado en la imputación
formal de fecha 25 de febrero de 2019…” (sic), y que también se encuentra consignado en la
precitada imputación formal, tal cual consta en la notificación ejecutada por la central de
notificaciones; 2) El 20 de marzo de 2019, Mario Loza Paz, que no es parte del proceso, presentó un
memorial señalando que Antonio Abad Santamaría Pérez Patón, ya no es su inquilino, razón por lo
que, devolvía la notificación. En su calidad de Juez y con el fin de no incurrir en ninguna causal de
nulidad solicitó informe al Fiscal de Materia, en el que señaló si el imputado habría fijado una nuevo
domicilio real, y esta autoridad informó que: “… no se apersonó con nuevo domicilio real…” (sic), y
que solo cuentan con el domicilio precitado y el domicilio procesal, fijado en la av. 16 de julio, edificio
San Pablo, piso 14, oficina 1407, como consecuencia de lo mencionado en el informe, se providenció
el 30 de mayo de dicho año y no se dio lugar a la devolución de la notificación efectuada por el
tercero ajeno al proceso; 3) Por lo referido, se constata que se dio cumplimiento a la previsión
contenida en la última parte del art. 163 del CPP, siendo el propio accionante quien fijó ese domicilio
real y no señaló otro; y, 4) El peticionante de tutela invocó el párrafo segundo del art. 161 del CPP,
refiriendo que el imputado anunció un lugar de notificación específico que es el edificio San Pablo,
piso 14, oficina 1407; sin embargo, entra en contradicción al solicitar que se realice la notificación
personal, conforme a lo dispuesto en el art. 163 del CPP.
1.2.3. Resolución
El Juez de Instrucción Penal Segundo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Juez
de garantías, mediante Resolución 46/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 26 a 27, denegó la tutela
solicitada, con los siguientes fundamentos: i) Dentro de los razonamientos jurídicos de la SC
0080/2010-R -no señala fecha- que siguió la línea de las SSCC 0160/2005-R y 0008/2010, se
estableció que en caso de existir mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos,
eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y la persecución o procesamiento
indebido, estos deben ser utilizados previamente por la o el afectado, ya que la acción de libertad
opera solamente en casos de que no se haya restituido los derechos lesionados a pesar de haberse
agotado la vía; ii) Dentro de la acción enviada en revisión, se denunció el incumplimiento de normas
procesales señaladas en el Código de Procedimiento Penal, en ese sentido dentro de la
fundamentación realizada por el abogado del accionante, se expuso que no se cumplió a cabalidad
los arts. 163, 164 y 166 del CPP; en consecuencia, es menester recordar a las partes que el art. 167
del mismo cuerpo normativo, establece que no pueden ser valoradas para fundar una decisión judicial
actos cumplidos en inobservancia de las formas y condiciones previstas en la Constitución Política del
Estado y los tratados internacionales; asimismo, se tiene que el art. 314 del CPP que señala que
cuando concurran defectos absolutos que agravien derechos y garantías constitucionales que
provocan indefensión durante la etapa preparatoria, las partes tienen la posibilidad de plantear
incidentes con fines correctivos procesales; y, iii) El peticionante de tutela, tiene la facultad de
interponer y denunciar ante el Juez que ejerce el control jurisdiccional, la vulneración y el
quebrantamiento de formas procesales establecidas en la Constitución Política del Estado, el Código
de Procedimiento Penal y los tratados internacionales dentro de la etapa preparatoria en la que se

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 865


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encuentra el proceso, en ese sentido y al no haberse agotado la subsidiariedad excepcional de la


acción de libertad se hace inviable la acción interpuesta por Antonio Abad Santamaría Pérez Patón.
II. CONCLUSIONES
De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa memorial suscrito por Mario Loza Paz de 20 de marzo de 2019, dirigido a la Jueza de
Instrucción Penal Séptima de la Capital del departamento de La Paz, por el que devuelve notificación;
asimismo, se tiene el informe suscrito por el Fiscal de Materia dirigido al mismo Juez, en el que señaló
que: “ANTONIO ABAD SANTA MARIA PEREZ PATON no se apersonó con un nuevo domicilio real, solo
se cuenta con los siguientes domicilios en la Av. ‘d’ calle 4 A N° 20 de la zona sud achumani rosales,
así también señalando como nuevo domicilio procesal Av. 16 de julio Edif. San pablo, piso 14, Of.
1407…” (sic. [fs. 6 a 7]);
II.2. Mediante decreto de 30 de mayo del año referido, el precitado Juez manifestó que: “En mérito
al informe que antecede téngase presente la notificación número 201627140-16 realizada al imputado
Antonio Abad Santamaría Pérez Patón de fecha 13 de marzo de 2019, en consecuencia, sin lugar a
la devolución de notificación efectuada por un tercero no parte en el proceso, efectuada mediante
memorial de fecha 20 de marzo de 2019” (sic. [fs. 8]).
II.3. Por providencia de 25 de junio de 2019, el Juez de Instrucción Penal Octavo de la Capital del
departamento citado, programó audiencia de consideración de medidas cautelares para el 17 de julio
de ese año, a horas 10:00 (fs. 9).
II.4. Cursa memorial de reposición interpuesto por Antonio Abad Santa María Pérez Patón,
manifestando que: “Han dejado en mi domicilio procesal una providencia de 25 de junio de 2019
firmada por el Juez Suplente, Dr. Orlando Rojas por la que señala audiencia de medidas cautelares
para el 17 de julio de 2019 a Hrs. 10:00…
En primer lugar, por resguardo del debido proceso deben notificarme de forma personal con el inicio
de investigación preliminar y sobre todo con la Imputación Formal” (sic.); por lo que, solicitó que en
base al art. 401 del CPP, se reponga dicha providencia y se ordene que previamente se le notifique
de forma personal. A través de Auto de 8 de julio de 2019, el mencionado Juez declaró improcedente
el recurso de reposición promovido contra la providencia de 25 de junio de igual año, manteniendo
firma y subsistente la misma (fs. 10 a 11).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante considera lesionado su derecho al debido proceso; toda
vez que no se le notificó con la imputación formal el inicio de investigaciones y el señalamiento de
audiencia de medidas cautelares en su domicilio real, ya que se dejó una cédula de notificación en
un domicilio en el que ya no vive; por lo que, solicita se deje sin efecto las notificaciones cedularías
de 18 y el decreto de 20 de marzo de 2019, ya que esta última rechazó la devolución de cedulón, el
decreto de 25 de junio de igual año, con el que se fijó la audiencia de medidas cautelares; el Auto
de 8 de julio del referido año, que declaró improcedente el recurso de reposición; y, finalmente se
ordene la notificación personal conforme prevén los arts. “167.1” y 314.I del CPP.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada; para el efecto se analizaran los siguientes temas: a)
Subsidiariedad excepcional de la acción de libertad, exige la interposición previa de incidente de
nulidad de notificación; y, b) Análisis del caso concreto.
III.1. Subsidiariedad excepcional de la acción de libertad: Exige la interposición previa
de incidente de nulidad de notificación
A través de la SC 0160/2005-R de 23 de febrero, el Tribunal Constitucional sentó la línea
jurisprudencial sobre el principio de la subsidiariedad excepcional en la acción de libertad, señalando
que: “...la existencia de la garantía constitucional en análisis, no implica que todas las lesiones al

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derecho a la libertad tengan que ser necesariamente reparadas de manera exclusiva y excluyente a
través del hábeas corpus; pues no se trata de una garantía que tenga la vocación de reparar, en
exclusiva, todas las formas de lesión a la libertad que pudieran invocarse, sino la de dotar a la persona
de un medio de defensa sencillo, eficaz y oportuno, para restablecer la lesión sufrida.
En consecuencia, en los supuestos en que la norma procesal ordinaria de manera específica prevea
medios de defensa eficaces y oportunos para resguardar el derecho a la libertad supuestamente
lesionado, estos deben ser utilizados, previamente, circunstancia en la que excepcionalmente, el
recurso de habeas corpus operará de manera subsidiaria”.
Siguiendo esa línea jurisprudencial, la SCP 1397/2015-S2 de 23 de diciembre, estableció que cualquier
persona que considere que se lesionaron sus derechos al debido proceso y a la defensa en vinculación
con el derecho a la libertad debe interponer el incidente de nulidad demostrando su indefensión y
solo agotado esa vía y de persistir la ilegalidad, recién puede acudir a la jurisdicción constitucional
planteando la acción de libertad solamente si la problemática tiene estrecha relación con el derecho
a la libertad: «En ese marco, debe tenerse presente que la jurisprudencia emitida por este órgano
de constitucionalidad, fijó la subsidiariedad excepcional de esta acción de defensa, tomando en
cuenta que en búsqueda de un equilibrio entre la jurisdicción constitucional y la ordinaria, no puede
ser desnaturalizada en su esencia y finalidad, provocando una confrontación jurídica entre ambas;
razón por la que, lo que debe evitarse es que se convierta en un medio alternativo o paralelo a la
segunda de las nombradas. Lo que de modo alguno, implica una restricción de sus alcances, menos
aún desconocimiento del principio de favorabilidad, toda vez que lo que se busca es que no pierda
precisamente, su esencia de ser un recurso heroico.
Así, para que proceda esta garantía constitucional, él o la impetrante de tutela, se hallan compelidos
en causa propia, a activar previamente a su formulación, los medios ordinarios de defensa eficaces
y oportunos existentes para proteger su derecho a la libertad presuntamente vulnerado; exigiendo
la subsidiariedad excepcional que la caracteriza que, ante la concurrencia de mecanismos intra
procesales específicos de defensa idóneos, eficientes y oportunos para reparar la lesión cometida,
éstos sean utilizados por el agraviado, antes de plantear la acción de libertad, siendo viable la misma,
únicamente si no se reparan los derechos afectados pese al agotamiento de dichas vías específicas.
En ese sentido, se pronunció la SC 0008/2010-R de 6 de abril, confirmando jurisprudencia anterior
en vigencia del modelo constitucional actual.
Conforme a lo señalado, la SCP 0839/2012 de 20 de agosto, dictada dentro de una problemática
considerada a través de la acción de libertad; concluyó, de un estudio de la actividad procesal
defectuosa, así como de los incidentes como medio idóneo para reclamar las vulneraciones al debido
proceso, que: “…existe la posibilidad de recurrir ante la autoridad competente contra un acto, omisión
o decisión que las partes consideren lesivas a sus derechos, a través de los medios y recursos
previstos por ley a objeto de que la autoridad competente se pronuncie al respecto, pues la omisión
de análisis de los argumentos esgrimidos por los litigantes, planteados durante la tramitación del
proceso, pueden llegar a configurar una vulneración al debido proceso, toda vez que puede suceder
que de haber sido analizados, se hubiese llegado a una decisión o trámite distintos, o si por la
importancia que revestía en términos constitucionales para la protección de derechos fundamentales,
entre ellos el derecho a la libertad, el acceso a la justicia y a la tutela judicial efectiva, su estudio no
podía dejarse de lado.
En aplicación de los entendimientos expuestos en los Fundamentos Jurídicos precedentes, cabe
señalar que respecto al incidente de actividad procesal defectuosa, la autoridad encargada
del control jurisdiccional o la autoridad superior en grado deberá resolver, de oficio o a
petición de parte, sobre la presunta lesión y en su caso, advertido del defecto, subsanarlo
inmediatamente, renovando el acto, rectificando el error o dando cumplimiento al acto
omitido, conforme establece el art. 168 del CPP; es decir, el incidente de actividad
procesal defectuosa, ha sido concebido para dar solución eficiente a cuestiones
emergentes durante la tramitación del proceso penal que se generan en los actos u
omisiones de los administradores de justicia y de los órganos de persecución penal que

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 867


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implican la trasgresión o la amenaza de un derecho fundamental y respecto a las cuales


el sistema jurídico no tiene previsto otro mecanismo susceptible de ser invocado ante los
jueces a objeto de lograr la protección que haga efectivos los mandatos constitucionales
y el derecho a la defensa de la persona, pues los jueces son autoridades públicas y sus
resoluciones constituyen su principal forma de acción”.
Así, previamente a lo expuesto, el fallo constitucional plurinacional precitado, expresó que: “Los actos
procesales que sean ejecutados en inobservancia de las normas procedimentales y que como
consecuencia generen vulneración a derechos y garantías reconocidas en la Constitución Política del
Estado y Tratados y Convenciones Internacionales ratificados por el país, se constituyen en
actividad procesal defectuosa susceptible de nulidad; así por ejemplo, la notificación
defectuosa cuando ocasione indefensión, pues, en este caso, la notificación no sólo busca
cumplir una formalidad procesal sino principalmente, poner en conocimiento del
destinatario la resolución judicial, es decir, asegurar el derecho a la defensa del
justiciable, a través del conocimiento real y efectivo de las resoluciones emergentes en
todo proceso.
El Tribunal Constitucional, a través de la SC 0522/2005-R de 12 de mayo, al respecto señaló: ‘…la
corrección de la actividad procesal defectuosa dentro de los procesos penales puede hacérsela por la
vía incidental ante el juez cautelar en la etapa preparatoria, ante el juez o Tribunal de sentencia en
el juicio oral, y, en su caso, a través del recurso de apelación restringida, recursos que deberán ser
interpuestos con carácter previo, puesto que sólo ante el agotamiento de los mismos la jurisdicción
constitucional a través del amparo, quedará abierta para el análisis y consideración de lis actos u
omisiones que impliquen lesión de los derechos y garantías constitucionales’ (resaltado fuera del
texto original); de donde se infiere que existen medios de defensa específicos para impugnar errores,
defectos o anormalidades cometidas por el juez o el Ministerio Público y que hubieran sido detectadas
por las partes procesales y que deben corregirse precautelando el debido proceso y el ejercicio de
los derechos y garantías constitucionales”.
Incidente que se entiende, puede ser planteado en cualquier etapa del proceso, e incluso en ejecución
de Sentencia; siendo una obligación procesal de quien considere que se lesionaron normas y
disposiciones de orden público, y en consecuencia, los derechos al debido proceso y a la defensa, en
vinculación con el derecho a la libertad; formular el incidente de nulidad, demostrando su indefensión;
y, sólo agotada la vía incidental, como vía idónea e inmediata de reclamo, y persistiendo la ilegalidad,
acudir a la jurisdicción constitucional, planteando la acción de libertad únicamente si la problemática
tiene directa relación con el derecho a la libertad, o si no acaeciere aquello, a la acción de amparo
constitucional, en pro de obtener la tutela de sus derechos fundamentales y garantías constitucionales
invocados como vulnerados» (las negrillas corresponden al texto original).
Entendimiento que fue reiterado por la SCP 1397/2015-S2 de 23 de diciembre.
III.2. Análisis del caso concreto
De acuerdo a la problemática identificada, se advierte que el accionante considera que la notificación
con la imputación formal y el Auto de Inicio de Investigación no fueron puestas a su conocimiento,
por cuanto las diligencias de notificación no se practicaron en su domicilio real sino en otro en el que
ya no vive, al igual que la notificación con la providencia de 25 de junio de 2019, en la que se fijó la
fecha y hora de audiencia de consideración de medidas cautelares.
En ese contexto y de la revisión de la piezas procesales ajuntas a la acción enviada en revisión se
tiene que, las notificaciones fueron realizadas en el domicilio que fijó el impetrante de tutela en su
declaración informativa corroborado por el Fiscal de Materia asignado al caso y puesto a conocimiento
del Juez demandado (Conclusión II.1). Ahora bien si el accionante consideraba que esas
notificaciones no fueron ejecutadas conforme a derecho, tenía la posibilidad de interponer un
incidente de actividad procesal defectuosa pidiendo la nulidad de la notificación, de acuerdo a los
arts. 166 y 169 inc. 4) del CPP, cuyo procedimiento está regulado en el citado cuerpo normativo, art.
314 y siguientes del mencionado cuerpo normativo, pero esta situación no se verificó en el

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expediente, sólo se constató la existencia del recurso de reposición que tampoco específica contra
qué providencia se planteó el mismo y en el que refirió que no fue notificado con los actuados
procesales extrañados, enfatizando en la falta de notificación con la providencia de 25 de junio de
2019, que fijó la audiencia de medidas cautelares, situaciones que pudieron ser denunciadas y
regularizadas por la jurisdicción ordinaria; empero, el impetrante de tutela, no activó los mecanismos
intraprocesales que reconoce el ordenamiento jurídico penal para hacer valer sus derechos.
En síntesis, se tiene que, el solicitante de tutela no activó la jurisdicción ordinaria con la finalidad de
impugnar la falta de notificación con la imputación formal, el inicio de investigaciones y el decreto de
señalamiento de fecha de audiencia de medidas cautelares, que vulneraría sus derechos, omitiendo
agotar los mecanismos idóneos y eficaces previstos en la normativa procesal penal, resultando
aplicable en la presente acción tutelar de manera excepcional la subsidiariedad, conforme a los
razonamientos expuestos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, correspondiendo denegar la tutela solicitada sin ingresar al fondo de la problemática
planteada.
En consecuencia, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, efectuó una adecuada
compulsa del caso y actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 46/2019 de 14 de julio, cursante de fs. 26 a 27,
pronunciada por Juez de Instrucción Penal Segundo de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, aclarando que no se ingresó al análisis del fondo de la
problemática enviada en revisión.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0749/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29976-2019-60-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 02/2019 de 12 de julio, cursante de fs. 28 a 32 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Ramiro Gumercindo Carrillo Aruquipa en representación
sin mandato de Vicente Ariel Choque Fabian contra Ximena Palacios Fernández, Jueza de
Instrucción Penal Cuarta de la Capital del departamento de La Paz y Omar Alcides
Mejillones Copana, Fiscal de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 12 de julio de 2019, cursante a fs. 1 y 4 a 5, el accionante a través de
su representante, expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, el Fiscal de Materia asignado
al caso, el 29 de junio de 2019 presentó un memorial por el que “PROCEDÍA A RETIRAR” el nombre
de la persona que figuraba como víctima, refiriendo que fue consignado por error, pero que la
investigación seguiría su curso normal.
Por una equivocación se encuentra detenido en el Recinto Penitenciario San Pedro de La Paz por la
supuesta comisión de un delito en grado de tentativa, ya que al haber desistido el Ministerio Público
con la presentación del memorial retirando a la “supuesta víctima”, se tendría totalmente desvirtuada
la probabilidad de autoría al no haberse consumado el ilícito; sin embargo, la Jueza contralora de
garantías mantuvo la determinación de la detención preventiva sin que exista una víctima al momento
de realizarse la acción directa.
Posteriormente, presentó un incidente de nulidad, solicitud que fue negada al no haberse planteado
dentro de los diez días de interpuesta la imputación formal, siendo una acción “irracional” tomando
en cuenta que el retiro de la víctima se produjo en el desarrollo del proceso investigativo.
En la audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva, a pesar de haber presentado
toda la documentación necesaria a efecto de desvirtuar los riesgos procesales la Jueza de Instrucción
Penal Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, procedió a revalorizar esta, señalando que
no existiría prueba que acredite que el empleador aún tenga la voluntad de contratarle; empero, se
trataba de un documento público suscrito a futuro, contemplando ese aspecto en el tenor del mismo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante por medio de su representante, denunció como lesionados sus derechos a la petición,
a la locomoción y a la libertad, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, declarando procedente la acción de libertad por detención ilegal
disponiendo su libertad pura y simple, sea con “cotas” y formalidades de rigor.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 12 de julio de “2018” -siendo lo correcto 2019-, según consta en
acta cursante de fs. 24 a 27 vta., se produjeron los siguientes actuados:

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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


El accionante por intermedio de su representante, ratificó los términos expuestos en el memorial de
su acción de libertad y ampliándolos señaló que: a) La Jueza demandada, en audiencia de “casación”
de la detención preventiva llevada a cabo en las jornadas de descongestionamiento procesal penal,
indicó que para desvirtuar los riesgos procesales faltaría la emisión del Registro Obligatorio del
Empleador (ROE), documento imprescindible para evidenciar el funcionamiento de la empresa con la
cual suscribió un documento a futuro; asimismo, indicó que no conocía si aún se tenía la intención
de contratarle, debido a que el documento se suscribió tiempo atrás; sin embargo, esa dilación se
debió a que constantemente se fueron suspendiendo las audiencias de cesación de la detención
preventiva, no siendo racional cuestionar si el nuevo empleador tuviera o no la intención de
contratarlo; b) El Ministerio Público presentó un memorial aludiendo que la víctima que se consignó
en la acción directa emitida por miembros de la policía boliviana “…no habría tenido dicha condición…”
(sic), es así que en audiencia de 29 de mayo de 2019 la prenombrada refirió que “…no era víctima
dentro del proceso…” (sic), ante tal situación se planteó un incidente de nulidad de imputación formal,
debido a que el delito que se le atribuye no se consumó, simplemente es robo agravado en grado de
tentativa, estando por demás reiterar que el iter criminis en el grado de tentativa no es un delito en
el cual se pueda determinar específicamente la existencia o no de una víctima, situación ante la cual
la Jueza demandada debió conminar al Fiscal de Materia a efecto de que se ratifique, amplíe o
modifique la imputación formal; no obstante, no tomó ninguna acción y tampoco el representante
del Ministerio Público, determinando su detención preventiva encontrándose en indefensión jurídica
provocada por la acción directa y la imputación en la que no se consignó el nombre de la víctima, el
Fiscal de Materia por lealtad procesal mencionó que fue un error, mismo que ocasionó una detención
preventiva por cinco meses; c) La Jueza precitada rechazó el incidente de nulidad de imputación
formal en el entendido de que debió interponerse en los primeros días de haberse conocido el hecho,
siendo irracional “…pensar y voy a suponer de que nos con[s]idera dioses y totalmente ultrapoderosos
para saber qué de aquí a cinco meses que es lo que va acontecer…”(sic); y, d) El Ministerio Público
no se pronunció al respecto, manteniendo la posición de que se continúe con la detención preventiva,
sin precisar si se ampliaría o modificaría la imputación formal; toda vez que, no existe una víctima y
no se trata de un delito consumado.
I.2.2. Informe de los demandados
Ximena Palacios Fernández, Jueza de Instrucción Penal Cuarta de la Capital del departamento de La
Paz, por informe escrito del 12 de julio de 2019, cursante a fs. 22 señaló que, es cierto y evidente
que en obrados cursa un memorial presentado por el representante del Ministerio Público, mediante
el cual informó que de manera errónea se habría consignado el nombre de la víctima, en ese
entendido se llevó adelante una audiencia de cesación de la detención preventiva -en la fecha
precitada-, en la cual la defensa del impetrante de tutela argumentó que el memorial referido
desvirtuó la probabilidad de autoría de su defendido, extremo que fue rechazado; asimismo, el
accionante indicó que en audiencia se habría adjuntado toda la documentación tendiente a desvirtuar
los peligros procesales, aspecto que está alejado de la verdad en el entendido de que solamente se
presentó un certificado ROE, pretendiendo que de oficio se revise la documentación que ya fue
valorada, además la misma es de una data anterior resultando caduca en el momento de su
exhibición; en ese entendido, al haber rechazado esa solicitud la defensa activó el recurso de
apelación, no cumpliéndose con los requisitos de procedencia establecidos en el art. 47 del Código
Procesal Constitucional (CPCo), ni con el principio de subsidiariedad.
Omar Alcides Mejillones Copana, Fiscal de Materia, en audiencia manifestó que: 1) Se señaló que la
Jueza codemandada hubiese ampliado los peligros procesales, debido a que en una audiencia previa
en la jornada de descongestionamiento le exigió el “ROD”, así como otros documentos, acción que a
criterio del ahora accionante es una ampliación de riesgos procesales, siendo falso; toda vez que, lo
que se observó es la falta de fundamentación en cuanto a la solicitud de cesación de la detención
preventiva, siendo que la prueba presentada es de data anterior y no se tiene conocimiento si se
encontraba vigente, considerando que cuando se plantea un incidente debe estar debidamente
fundamentado; el abogado -del peticionante de tutela- señaló que se observó el ROE, el cual fue

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adjuntado solicitando que se levante el peligro procesal sin hacer referencia a las demás pruebas;
consiguientemente, no se amplió ningún riesgo procesal, simplemente se observó la mala
fundamentación respecto a la petición antedicha, conforme al art. 251 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), apeló la determinación, interponiendo a su vez una acción de libertad; 2) Se enervó el
art. 233.1 de ese cuerpo legal en relación a la probabilidad de autoría “…porque al presente no
existiría víctima…” (sic); sin embargo, no hizo referencia a qué elemento de prueba nuevo presentó
ante la Jueza de Instrucción Penal Cuarta de la Capital de departamento de La Paz o en audiencia
para desvirtuar el peligro procesal estipulado en el art. 233.1 de la norma Adjetiva Penal, cuando
simplemente hizo referencia al hecho de que el Ministerio Público presentó recientemente un
memorial por el cual se corrigió la Resolución de imputación formal; puesto que, en la misma el “Dr.
Carmelo Yujra” consignó como víctima denunciante a Julieta Delia Callejas Laura y de acuerdo a los
antecedentes este fue un error en el cual incurrió el Fiscal de Materia quien seguramente tenía
consignado ese nombre en una anterior imputación formal, ya que la referida es víctima en otro
proceso, por ese motivo es que por el principio de responsabilidad se solicitó se corrija ese extremo
al haber sido consignada por error -de forma no de fondo-; toda vez que, la supuesta víctima en
ningún momento declaró, no existe acta de denuncia, en consecuencia no se tiene una, más aun
tomando en cuenta que el informe de acción directa afirma que el proceso fue seguido de oficio,
extremo que de ninguna manera significa que el Ministerio Público tenga que retirar la Resolución de
imputación formal, debido a que existe un hecho que fue puesto a conocimiento de la autoridad
jurisdiccional donde se detalló la presunta comisión del delito de robo agravado en grado de tentativa,
tipificado y sancionado por el art. 332 con relación al art. 8 ambos del Código Penal (CP), siendo este
un delito de orden público de conformidad al art. 16 del CPP, y más aún cuando la emisión de la
Resolución de Imputación Formal es atribución del Ministerio Público; 3) Se refirió que se presentó
un incidente “…de la Juez nos ha indicado que está fuera de los días no somos omnipotentes para
saber que dentro o después de los cinco meses van a presentar un retiro de la víctima o subsanar la
imputación dice…” (sic), con la presentación de la acción de libertad solamente pretenden justificar
algún extremo en cuanto al trámite de la defensa técnica; puesto que, la Jueza demandada indicó
que ya estaba fuera de plazo debido a que el impetrante de tutela fue notificado con la imputación
formal el 29 de enero de 2019; asimismo, se le hizo conocer todos los antecedentes a tiempo de
prestar su declaración informativa y a pesar de ello la antedicha Resolución no fue observada en la
audiencia de consideración de medidas cautelares haciéndolo recién después de los seis meses
cuando el Ministerio Público subsanó ese defecto relativo que no causó ningún tipo de indefensión.
En la acción directa claramente se determinó que el proceso penal se siguió de oficio, pudiendo haber
apelado la determinación en la cual se dispuso la detención preventiva conforme establece el art.
167 del CPP; de similar manera, los arts. 16 y 17 de Ley del Órgano Judicial (LOJ) estipulan el principio
de convalidación, precisando que todo defecto debe ser oportunamente reclamado, pretendiendo
hacer valer ese aspecto en una audiencia de cesación de la detención preventiva; y, 4) Se habría
señalado que operaría la subsidiariedad, siendo totalmente incongruente, debido a que esto deviene
de la audiencia mencionada precedentemente donde se le negó la cesación aludida al persistir los
peligros procesales de fuga y obstaculización; de igual manera, el solicitante de tutela manifestó que
apeló tal determinación, consiguientemente sus argumentos deben ser utilizados ante la sala que
corresponda y no así en una acción de libertad; puesto que, no fue indebidamente detenido al existir
una acción directa de conformidad a los arts. 298 y 302 del CPP, posteriormente se llevaron adelante
varias audiencias de cesación de la detención preventiva en las cuales el ahora accionante no logró
desvirtuar los peligros procesales.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 02/2019 de 12 de julio, cursante de fs. 28 a 32 vta.,
denegó la tutela solicitada, disponiendo sin perjuicio de ello que la Jueza demandada, en el día
transcriba la Resolución de rechazo de cesación de la detención preventiva; toda vez que, fue objeto
de recurso de apelación, debiendo ser remitida de conformidad al art. 251 del CPP, en base a los
siguientes fundamentos: i) El objeto de la acción de libertad es proteger el derecho a la vida y a la
libertad física o personal, cuando la persona creyere estar indebidamente perseguida, procesada o

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 872


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privada de su libertad; ii) Se interpuso recurso de apelación contra la determinación asumida por la
Jueza demandada; es decir, se activó un recurso ordinario que la ley le franquea, estando el mismo
pendiente de resolución; asimismo, con relación al incidente de nulidad de imputación formal, se
emitió un proveído el 9 de idéntico mes y año, siendo susceptible de recurso de reposición y
posteriormente de apelación; y, iii) El accionante antes de acudir directamente a la jurisdicción
constitucional y denunciar los actos que consideraba ilegales debió hacer uso de los recursos que le
otorga la ley, en el caso del rechazo de cesación de la detención preventiva el recurso de apelación
y respecto al incidente de nulidad de imputación formal, impugnar mediante el recurso de reposición
y posteriormente el de apelación.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 19 de junio de 2019, dirigido a la Jueza de Instrucción Penal
Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, Omar Alcides Mejillones Copana, Fiscal de Materia,
subsanó la Resolución de imputación formal respecto a que por error se consignó como víctima a
Julia Delia Callejas Laura, la cual no tenía relación con el proceso penal; toda vez que, el informe de
acción directa señala que el mismo se inició de oficio, solicitando que se deje sin efecto cualquier
notificación, así como la separación de la precitada del proceso penal (fs. 13 y vta.).
II.2. El impetrante de tutela, a través de memorial presentado el 8 de julio de igual año, planteó
incidente de nulidad de imputación; posteriormente, el 9 de idéntico mes y año, el Juez de Instrucción
Penal Quinto de la Capital del departamento mencionado en suplencia legal de su similar Cuarta,
mediante proveído señaló que el incidente debía ser interpuesto en el plazo de diez días computables
desde el momento de la notificación con la aludida imputación formal (fs. 18 a 20).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, denunció como lesionados sus derechos a la petición, a
la locomoción y a la libertad; toda vez que, dentro del proceso penal seguido en su contra, el
Ministerio Público presentó memorial por el cual subsanó la Resolución de imputación formal, contra
la cual se planteó un incidente de nulidad; puesto que, por error se consignó a una víctima que no
tenía relación con el proceso penal, por este motivo se tendría totalmente desvirtuada la probabilidad
de autoría; sin embargo, la Jueza demandada mantuvo la determinación de la detención preventiva.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Sobre la subsidiariedad excepcional en acciones de libertad e inadmisibilidad de
activar dos jurisdicciones en forma simultánea
Respecto a esta temática, la SCP 0141/2019-S4 de 25 de abril, desarrolló el siguiente entendimiento:
“El art. 125 de la CPE, establece que la acción de libertad tiene por objeto tutelar los derechos a la
vida, a la libertad física y de locomoción, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y
cuando ésta sea objeto de persecución ilegal, indebido procesamiento u objeto de privación de
libertad en cualquiera de sus formas, pudiendo toda persona que considere encontrarse en tales
situaciones, acudir ante el juez o tribunal competente en materia penal y solicitar se guarde tutela a
su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad.
Sin embargo, tratándose especialmente del derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento
indebido, para que sea viable esta acción de defensa, con carácter previo se deben agotar los
mecanismos de defensa que tenga expeditos el justiciable conforme al ordenamiento procesal común,
haciendo uso de los medios y recursos legales que sean idóneos, eficientes y oportunos para el
restablecimiento de este su derecho, de donde la acción de libertad operará solamente en los casos
de no haberse reparado efectivamente las lesiones invocadas pese a la utilización de estas vías.
Sobre el principio de subsidiariedad excepcional del hábeas corpus -ahora acción de libertad- la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, estableció lo siguiente: ‘…como el ordenamiento jurídico no puede

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crear y activar recursos simultáneos o alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones
procesales no queridas por el orden constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del
hábeas corpus, únicamente se activa cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento
común, no sean los idóneos para reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad
ilegalmente restringido. No es posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico
prevé medios de impugnación específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad,
en forma inmediata. Conforme a esto, solamente una vez agotado tal medio de defensa y ante la
persistencia de la lesión, se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la tutela que
brinda el hábeas corpus’.
En el mismo sentido, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, referido a la acción de libertad determinó que:
‘…esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para
restituir los derechos afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales
específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho
a la libertad y a la persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados
previamente por el o los afectados; en estos casos por tanto, la acción de libertad operará
solamente en caso de no haberse restituido los derechos afectados a pesar de haberse agotado estas
vías específicas’” (las negrillas son nuestras).
De lo desglosado se concluye que no es posible acudir a esta acción tutelar, cuando el ordenamiento
jurídico prevea los mecanismos procesales específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y
oportunos para restituir el derecho a la libertad, mismos que deben ser utilizados previamente por el
o los afectados, como lo es la apelación incidental. Tampoco es posible activar simultáneamente dos
mecanismos de defensa en jurisdicciones distintas; puesto que, provocaría la emisión de dos fallos
contradictorios, ocasionando inseguridad jurídica.
III.2. Análisis del caso concreto
De la lectura de esta acción de libertad y lo alegado en audiencia, se tiene que el accionante
circunscribe su problemática en relación al incidente de nulidad de imputación formal, planteado a
raíz de la presentación de un memorial por parte del Fiscal de Materia demandado, en el que se
subsanó la Resolución de imputación formal, al haberse consignado de manera errónea a Julieta Delia
Callejas Laura, como víctima sin tener tal calidad, alegando que dicho aspecto desvirtuaría la
probabilidad de autoría; sin embargo, la Jueza codemandada, rechazó ese incidente y mantuvo su
detención preventiva.
De los razonamientos expuestos en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se advierte que la acción de libertad es el medio más eficaz para restituir
los derechos la libertad y a la vida; asimismo, en caso de existir mecanismos procesales de defensa
que sean idóneos, eficientes y oportunos para restablecer el derecho a la libertad, estos deben ser
activados previamente por el o los interesados o afectados; es decir, la acción de libertad operará
solamente en caso de no haberse reparado efectivamente las lesiones invocadas pese a la utilización
de estas vías.
En el presente caso, se evidencia que el impetrante de tutela activó simultáneamente la jurisdicción
constitucional y la ordinaria; toda vez que, en audiencia de cesación de la detención preventiva que
se llevó adelante el 12 de julio de 2019, se planteó recurso de apelación, contra la Resolución que
rechazó dicha cesación, conforme se manifestó en audiencia de consideración de esta acción de
defensa, así como en el informe emitido por la Jueza demandada.
Por otra parte, de los antecedentes, se tiene que mediante providencia de 9 del citado mes y año
(Conclusión II.2) se estableció que el planteamiento del incidente de nulidad de imputación fue
posterior al plazo de diez días computables desde que tomó conocimiento del actuado procesal que
motivó el mismo; en ese entendido, el impetrante de tutela pudo hacer uso del art. 401 del CPP que
prevé el recurso de reposición que procede solamente contra las providencias de mero trámite, a fin
de que el juez o tribunal, advertido de su error, las revoque o modifique; asimismo, en concordancia
con dicha disposición normativa, el art. 403 del Código Adjetivo Penal, dispone expresamente cuáles

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son las resoluciones susceptibles de apelación incidental, no reconoce a este mecanismo de defensa
apto para impugnar una resolución de reposición; en consecuencia, por la finalidad del recurso
mencionado, dirigida únicamente a obtener de la autoridad jurisdiccional la revocatoria o modificación
de un acto de carácter netamente procedimental; es decir, que no ataca el fondo de la controversia
judicial, no procede el recurso de apelación incidental, consiguientemente el recurso de reposición
debe ser agotado previamente a la activación de la jurisdicción constitucional vía acción de libertad
regulada por el art. 125 de la CPE, motivo por el que debe denegarse la tutela.
Siendo evidente la activación de dos jurisdicciones de manera simultánea; consiguientemente de
conformidad a lo señalado en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional; resulta inviable ingresar en el análisis de las presuntas lesiones en las que hubiese
incurrido la Jueza demandada a tiempo de rechazar la solicitud de cesación de la detención
preventiva; por cuanto, un eventual examen y pronunciamiento de fondo sobre aquellas cuestiones,
no solamente implicaría una sustitución de los mecanismos de impugnación previstos en el Código
de Procedimiento Penal, sino también provocaría una disfunción en el sistema de justicia, dado que
sobre un mismo reclamo se llegaría a emitir dos fallos provenientes de diferentes jurisdicciones, no
siendo posible ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada; tomando en cuenta que se
planteó el recurso de apelación, que es el medio idóneo previsto, para impugnar una resolución de
medidas cautelares, como ocurre en el presente caso.
Consiguientemente, corresponde denegar la tutela pretendida en el marco del principio de
subsidiariedad excepcional al haberse activado dos jurisdicciones en forma simultánea en el caso del
rechazo de la cesación de la detención preventiva, y no haber hecho uso del recurso de reposición
en relación al rechazo del incidente de nulidad de imputación formal.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela impetrada, actuó de manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la
autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 02/2019 de 12 de
julio, cursante de fs. 28 a 32 vta., pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Décimo de la
Capital del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, conforme a
los fundamentos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, con la aclaración de que no
se ingresó al análisis de fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. Msc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0750/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 29984 2019-60-AL
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 12/2019 de 16 de julio, cursante de fs. 15 a 18 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Verónica Teodora Gonzales Bascopé de Camara contra
Oscar Dorado Mariscal, propietario de la Clínica “Cristo Rey” Sociedad de
Responsabilidad Limitada (S.R.L.) del departamento de Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 15 de julio de 2019, cursante de fs. 7 a 8, la accionante, manifestó
lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Producto de un accidente de tránsito -ocurrido un sábado sin especificar fecha- en el cual resultó
como víctima, debido a las heridas producto del hecho mencionado fue internada en la Clínica “Cristo
Rey” S.R.L., se le daría el alta médica el lunes -sin especificar fecha-; empero, impiden su salida
refiriendo que se tiene que cancelar la cuenta pendiente por las revisiones realizadas, no obstante
de que la parte imputada realizó la denuncia correspondiente al Seguro Obligatorio de Accidentes de
Tránsito (SOAT) para que el señalado seguro proceda al pago correspondiente, encontrándose
privada de libertad de manera ilegal.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
La accionante denuncia como lesionado su derecho a la libertad y a la libre locomoción, sin citar
norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se declare probada la acción de libertad.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 13 a 14,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó la fundamentación de la acción tutelar presentada y
puntualizó lo siguiente: a) El sábado 13 -de julio de 2019- a horas 13:50 se suscitó un hecho de
tránsito en el cual la impetrante de tutela resultó afectada, motivo por el cual fue trasladada a la
Clínica “Cristo Rey” S.R.L. siendo sometida a tratamientos y evaluaciones; b) Es dada de alta por los
médicos de la referida clínica el 15 del mismo mes y año; sin embargo, personeros del mencionado
establecimiento impidieron su salida indicando que no realizó los pagos por la atención recibida; c)
Se realizó la denuncia al SOAT para cubrir los pagos necesarios; empero, por la negligencia del
personal del mencionado centro médico impide la salida de la solicitante de tutela; y, d) En el
presente caso el imputado -conductor del vehículo- se encuentra en libertad y la víctima esta
ilegalmente detenida, aspecto paradójico e irónico que atenta contra sus derechos fundamentales.
I.2.2. Informe del demandado

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Oscar Dorado Mariscal, propietario de la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. pese a su legal notificación a fs.
11, no compareció a la audiencia ni elevó informe alguno.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Oruro, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 12/2019 de 16 de julio cursante de fs. 15 a 18 vta.,
concedió la tutela solicitada, disponiendo la libertad inmediata de la accionante, en base a los
siguientes fundamentos: 1) La solicitante de tutela ingresó a la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. el 13 de
julio de 2019 como consecuencia de un accidente de tránsito; posteriormente, el 15 de igual mes y
año se le otorgó el alta médica; 2) Los personeros de la referida clínica impiden su salida, señalando
que debía cancelar los gastos por todas las revisiones médicas que le efectuaron, sin tomar en cuenta
que el imputado del proceso penal emergente de tal situación ya realizó la denuncia al SOAT; 3) No
obstante de haberse dispuesto el alta médica la misma no fue viabilizada al estar pendiente el pago
por la atención recibida, denotándose dicha actuación como una condicionante para la otorgación de
su salida, siendo retenida indebidamente; toda vez que, no se demostró con ningún elemento que
su permanencia se debió a alguna recomendación suscrita, más aun considerando que la parte
demandada pese a haber sido legalmente notificada no se presentó en audiencia a efecto de emitir
su informe; y, 4) El ordenamiento jurídico prevé los mecanismos judiciales idóneos para hacer
efectivo dicho cobro, siendo inadmisible la restricción de la libertad física y de locomoción bajo el
argumento de no haberse cancelado las obligaciones emergentes de la atención médica.
II. CONCLUSIÓN
Del análisis de la documental adjunta al expediente, se evidencia lo siguiente:
II.1. Cursa memorial suscrito por el fiscal de materia por el cual informa el inicio de la investigaciones
e imputa formalmente a Jorge Ignacio Veliz Murillo, por la presunta comisión del delito de homicidio
y lesiones graves y gravísimas en accidente de tránsito y conducción peligrosa, teniendo como víctima
a Verónica Teodora Gonzales Bascopé de Camara -hoy accionante-(fs. 3 a 6).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante, denuncia que personal de la Clínica “Cristo Rey” S.R.L., vulneraron su derecho a la
libertad y a la libre locomoción; toda vez que, cuando le dieron el alta médica, impidieron su salida
del referido centro médico, sino previa cancelación de lo adeudado a pesar que el imputado del
proceso penal emergente de dicha situación realizó la denuncia al SOAT, para efecto de que este
seguro corra con los gastos emergentes del accidente de tránsito.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Los derechos a la libertad física y a la locomoción de las personas
La SCP 0993/2016-S2 de 7 de octubre, señaló que: ”El art. 23.I de la CPE, establece que: ‘Toda
persona tiene derecho a la libertad (…) solo podrá ser restringida en los límites señalados por la
ley…’; en ese sentido, la libertad constituye un derecho fundamental que se vincula con el resto de
derechos asegurando la convivencia social, definiéndosela como la facultad legal del ser humano de
ser dueño de sus actos, implicando per sé el ejercicio de su autonomía sin que medie fuerza o
coacción alguna que desvirtuaría su naturaleza y esencia; empero, su ejercicio deberá estar
supeditado al respeto de la libertad de los demás y enmarcado en los cánones establecidos por ley.
En ese sentido, el art. 8.II constitucional, establece claramente que el Estado se sustenta -entre
otros, en el axioma de dignidad, sosteniendo en el art. 9.4, como uno de los fines del Estado
garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes reconocidos en su texto; de
donde se infiere que la libertad es concebida como el derecho a ejecutar actos por sí mismo, mientras
no interfiera con los derechos de los demás, razón por la cual no puede ser perturbado, lo que
conlleva a inferir que sin libertad no hay dignidad.
En cuanto concierne al derecho de locomoción, el art. 21.I de la CPE, establece que las bolivianas y
bolivianos, tiene derecho a: ‘a la libertad de residencia, permanencia y circulación en todo el territorio

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boliviano que incluye la salida e ingreso del país’, lo que implica el tácito reconocimiento del derecho
de locomoción, que comprende la facultad inherente de toda persona a desplazarse por todo el
territorio nacional, ingresando y saliendo del país cuando así lo desee. Entonces, la consagración
constitucional de los derechos a la libertad física y de locomoción, se erigen como
mecanismos fundamentales destinados a evitar que tanto el primero como el segundo,
puedan ser restringidos por autoridades estatales o particulares al margen de lo
establecido en la ley.
Los tratados internacionales reconocen el derecho a la libertad personal, en los arts. 3 y 9 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH); I y XXV de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre; 9 y 11 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP); 7 y 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; y, 37 de la Convención sobre
los Derechos del Niño.
De la normativa nacional e internacional expuesta, se tiene que el derecho a la libertad se encuentra
íntimamente vinculado a otros derechos, por cuanto su restricción sólo puede fundarse en una medida
de actuación legítima dispuesta por una autoridad judicial dentro de los marcos previstos por ley,
debiendo ser su análisis, interpretación y tratamiento en forma favorable a su reconocimiento, no así
de restricción, lo contrario implica su lesión” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Sobre la indebida privación de libertad en hospitales
La antes referida SCP 0993/2016-S2, en relación a la activación de la acción de libertad en casos en
los que se denuncia retención ilegal de pacientes por parte de centros hospitalarios, estableció que:
«La precitada SCP 0090/2014-S2, en cuanto concierne a la retención de pacientes en centros
hospitalarios refirió: “La Constitución Política del Estado en su art. 22, señala: ‘La dignidad y la libertad
de la persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado’.
De otro lado, el art. 117.III de la misma Norma Suprema, determina: ‘No se impondrá sanción
privativa de libertad por deudas u obligaciones patrimoniales, excepto en los casos
establecidos por ley’.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su art. 7.7, refiere que: ‘Nadie será
detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad judicial competente
dictados por incumplimiento de deberes alimentarios’.
Asimismo, el art. 6 de la Ley de Abolición de Prisión y Apremio Corporal por Obligaciones Patrimoniales
(LAPACOP), establece que: ‘En los casos de obligaciones de naturaleza patrimonial, el cumplimiento
forzoso de las mismas podrá hacerse efectivo únicamente sobre el patrimonio del o de los sujetos
responsables, sin que en ninguno de los siguientes casos sea procedente el apremio corporal del
deudor’.
Por su parte, la jurisprudencia constitucional, ha establecido que la privación de libertad en
recintos hospitalarios públicos y privados por falta de pago por los servicios prestados,
lesiona el derecho a la libertad y de locomoción.
Con relación a la retención de pacientes en centros hospitalarios, la SC 2396/2010-R de 19 de
noviembre, estableció las siguientes sub reglas: ‘1) Que ningún centro hospitalario público o
privado, puede retener a un paciente que no pueda cubrir los gastos que ha demandado
su curación, u obligarle a permanecer en el mismo para ser tratado médicamente; ya que
las obligaciones patrimoniales recaen sobre el patrimonio del deudor y no así sobre la
persona, sin que ello signifique negar la atención a los pacientes que acudan a éstas instituciones,
como se tiene entendido en la sentencia constitucional precedentemente señalada; debiendo
demostrar para la tutela, que su detención y/o retención en el centro hospitalario de salud público o
privado, es a consecuencia de la falta de pago por los servicios prestados en dicha institución y que
por ello se le impide dejar el centro de salud pese a contar con alta médica, o la misma es negada
bajo condicionamiento y retención del paciente.

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2) En base a la nueva normativa constitucional -art. 126.II de la CPE-, el ámbito de protección es la


acción de libertad, pues no solamente abarca a funcionarios públicos sino también a particulares,
entre ellos los centros hospitalarios privados.
Consecuentemente, en todos aquellos casos donde se denuncie la retención de una persona en un
centro hospitalario privado, por incumplimiento de obligaciones ante los servicios prestados, esta
debe ser denunciada a través de la acción de libertad, conforme a la naturaleza y requisitos exigidos
para tal efecto, púes solo a través de esta vía toda persona que se creyere ilegalmente restringida o
suprimida de su libertad personal y de locomoción, a consecuencia de actos de los funcionarios
públicos y/o de personas particulares, obtendrá una respuesta y tutela efectiva a la vulneración de
su derecho a la libertad’.
En ese contexto, la SCP 0258/2012 de 29 de mayo, modificó el entendimiento contenido en la SC
0482/2011-R de 25 de abril, estableciendo nuevamente la tutela inmediata de la acción de libertad
frente a pacientes retenidos en centros hospitalarios por la falta de pago, debido a que: ‘…i) El
derecho a la libertad es inviolable; por lo que, establecer como requisito de procedibilidad de la acción
de libertad que el paciente agravado y/u otra persona a nombre deba acudir al Director del Hospital
o Clínica, a las unidades administrativas, legal o social de dicha entidad, con el objeto de solicitar una
conciliación que posibilite el pago; por el que, por ningún motivo se puede imponer una sanción
privativa de libertad por deudas y obligaciones patrimoniales, excepto en los casos establecidos por
ley debidamente justificados en razón a la protección de un bien jurídico mayor; puesto que la
privación de la libertad por deudas, aunque sea momentáneamente, no solo iría contra
el núcleo esencial del derecho a la libertad sino desconocería el derecho de acceso a la
justicia.
ii) Los hospitales o clínicas, para el cobro de deudas emergentes de internación y
honorarios médicos; es decir, de los gastos realizados en un nosocomio, cuentan con las
vías procesales adecuadas para su cobro; por lo que, ante la falta de cancelación de
dichos adeudos, no es posible que procedan a la privación de libertad de un paciente,
puesto que resulta ser una medida de hecho, que desde ningún punto de vista es
aceptable, ya que implica la vulneración del derecho a la libertad, que es tutelado por la
justicia constitucional. Asimismo, debe aclararse que, cuando se evidencia tal situación, el monto
económico que los hospitales pueden cobrar por la atención brindada a un paciente, ya sea al mismo
paciente o a un tercero que asumió el compromiso, únicamente puede ser hasta el momento en que
al paciente se le haya dado de alta y no alcanza a los gastos de internación y alimentación de los
días que se impidió salir al paciente, de lo contrario se otorgaría efecto jurídico a una actitud ilícita;
vale decir, admitir una deuda originada en un procedimiento al margen del orden constitucional’.
Entendimiento que ha sido reiterado por la SCP 2050/2013 de 18 de noviembre”’» (negrillas
agregadas).
Los centros hospitalarios, ya sean públicos o privados, no pueden privar de libertad a una persona
que recibió la prestación de servicios, por concepto de gastos hospitalarios efectuados, y ante su
inobservancia, corresponde ser denunciada mediante la acción de libertad.
III.3. La presunción de veracidad en acciones de libertad, por inconcurrencia del
demandado a la audiencia y por falta de informe sobre los hechos denunciados
La SCP 0102/2014-S1 de 24 de noviembre, refirió que: ”La SC 0038/2011-R de 7 de febrero, señala
que cuando un servidor público, no cumple con su deber de asistir a la audiencia de acción de libertad
y no presenta el informe respectivo sobre los hechos demandados por el accionante, es posible aplicar
el principio de presunción de verdad, cuando señala que: ‘…el servidor público «…es la persona física,
que desempeña un trabajo material, intelectual o físico dentro de alguno de los Poderes del Estado,
bajo un régimen jurídico de derecho público, y que lleva como finalidad atender a necesidades
sociales.» (SÁNCHEZ GÓMEZ, citado en PÉREZ FERNÁNDEZ DEL CASTILLO, Bernardo. Ética del
abogado y del servidor público. 12ª ed. Méjico, 2006. p. 127). Tradicionalmente, para garantizar el
logro de los fines del Estado, la función pública ha implicado una posición de autoridad respecto a

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los administrados; sin embargo, conforme a la doctrina contemporánea del Derecho Administrativo,
dicha autoridad no es un fin en sí misma, sino un medio para un efectivo servicio a la sociedad.
Con esa orientación, el art. 232 de la CPE, establece que: 'La Administración Pública se rige por los
principios de legitimidad, legalidad, imparcialidad, publicidad, compromiso e interés social, ética,
transparencia, igualdad, competencia, eficiencia, calidad, calidez, honestidad, responsabilidad y
resultados' y el art. 235.1 de la misma Ley Fundamental, consagra que la primera y más importante
obligación de las servidoras y servidores públicos, es cumplir la Constitución y las leyes.
Partiendo del marco doctrinal y constitucional referido, se debe señalar que en el caso de la acción
de libertad, atendiendo especialmente a los principios de compromiso e interés social y de
responsabilidad que rigen la función pública, así como a la naturaleza de los derechos tutelados por
esa garantía jurisdiccional, cuando el sujeto pasivo es un funcionario público, éste tiene la
obligación de presentar informe escrito o en su defecto concurrir a la audiencia a fin de
desvirtuar los hechos o actos denunciados como lesivos a los derechos del accionante,
pues de no hacerlo se presume la veracidad de los mismos.
En ese sentido, la SC 1164/2003-R de 19 de agosto de 2003 señaló: «Los hechos denunciados por
el recurrente no han sido desvirtuados por la autoridad demandada al no haber concurrido a la
audiencia de Ley ni haber presentado su informe no obstante de su legal citación (…) lo que
determina la procedencia del recurso» y la SC 0650/2004-R de 4 de mayo, determinó: «…el
funcionario recurrido, una vez citado legalmente con el recurso no comparece a la audiencia del
hábeas corpus y no presenta informe alguno, por lo mismo, no niega ni desvirtúa las denuncias
formuladas por el recurrente; en ese caso, el silencio del recurrido será considerado como
confesión de haber cometido el hecho ilegal o indebido denunciado en el recurso»;
entendimientos reiterados, entre otras, por las SSCC 0141/2006-R, 020/2010-R y 0181/2010-R.
Así, siguiendo esa línea la SC 0785/2010-R de 2 de agosto, refirió: «…se tendrán por probados los
extremos denunciados cuando las autoridades denunciadas, no desvirtúen los hechos demandados,
situación que concurre cuando no obstante su legal notificación no comparecen a la audiencia ni
presten su informe de ley»’.
De lo referido precedentemente, es posible aplicar el principio de presunción de veracidad, por
inasistencia de la autoridad demandada a la audiencia de acción de libertad y falta de informe sobre
los hechos denunciados, tomando en cuenta las circunstancias del caso, siempre que su aplicación
no afecte a terceros interesados o el interés público. Si bien este principio es propio del procedimiento
administrativo, a través del cual la administración pública a-priori, presume iuris tantum, que el actuar
de los administrados en la presentación de documentos y declaraciones formuladas responde a la
verdad de los hechos que aseveran. En sentido más amplio, resulta aplicable cuando el servidor
público, por su inasistencia a la audiencia de acción de libertad o falta de informe priva al juez o
tribunal de garantías, de pruebas que ayuden a esclarecer los hechos y decidir la situación
demandada, viéndose en la necesidad de dar crédito a las aseveraciones del accionante,
sustentándose en el principio de buena fe, en tanto que tal presunción como se tiene referido, no
afecte derechos de terceros o el interés público” (las negrillas son nuestras).
III.4. Análisis del caso concreto
De la lectura de la demanda tutelar y lo alegado en la audiencia de consideración de la presente
acción de libertad, se advierte que el accionante a través de su representante, circunscriben su
problemática en el hecho de que el personal de la Clínica “Cristo Rey” S.R.L., vulneraron sus derechos
a la libertad y a la libre locomoción; pese a que le dieron el alta médica no le permiten dejar el centro
médico, sino previa cancelación de lo adeudado por la atención recibida, a pesar que el imputado del
proceso penal emergente de dicha situación realizó la denuncia al SOAT, para efecto de que este
seguro corra con los gastos producto del accidente de tránsito.
De los antecedentes adjuntos al caso evidentemente se establece que, la impetrante de tutela fue
internada en la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. y que de la atención recibida producto de un accidente de

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tránsito se adeudo un monto de dinero -sin especificar-, y debido a esa falta de pago no le permiten
la salida del indicado centro médico.
Para este efecto se establece que la peticionante de tutela, no adjuntó prueba mínima que acredite
lo aseverado respecto a que el demandado no autorizó su salida de la referida clínica por la falta de
pago de los servicios médicos recibidos; sin embargo, en el planteamiento de la presente acción
solicitó su libertad inmediata y restitución de sus derechos a la libertad y a la libre locomoción; con
la indicada pretensión el demandado fue citado; empero, este no presentó informe, ni se hizo
presente en audiencia de esta acción tutelar para desvirtuar la denuncia presentada en esta acción.
La jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, respecto a la retención de pacientes por deudas de atención médica, dejó señalado
que, ningún centro hospitalario sea público o privado puede impedir la salida a un paciente que no
pueda cubrir los gastos que demandó su curación u obligarle a permanecer en el mismo, hasta la
cancelación del monto adeudado, puesto que resulta una medida de hecho que implica la vulneración
de los derechos a la libertad y a la libre locomoción; toda vez que, las obligaciones recaen sobre el
patrimonio del deudor y no así sobre la persona; en ese sentido, los hospitales o clínicas, para el
cobro de deudas emergentes de internación y honorarios médicos cuenta con las vías procesales
adecuadas.
En el caso de autos, resulta evidente la existencia de un acto privativo de libertad -no desvirtuado
por el demandado por su falta de informe- fuera de los límites establecidos por la Constitución Política
del Estado y la ley, en virtud a que Verónica Teodora Gonzales Bascopé de Camara fue retenida en
la Clínica “Cristo Rey” S.R.L. del departamento de Oruro; por cuanto personeros de dicho centro
médico -no se especifica quienes- no permitieron su salida hasta la interposición de la presente acción
de libertad -15 de julio de 2019-; empero, en el planteamiento de la presente acción solicitó su
libertad inmediata y restitución de su derecho a la libertad y a la libre locomoción; con la indicada
pretensión el demandado fue citado; sin embargo, no presentó informe, ni acudió a la audiencia de
esta acción tutelar para desvirtuar la denuncia. Al respecto, la jurisprudencia constitucional citada en
el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, dejó establecido
que, es posible aplicar el principio de presunción de veracidad, por inasistencia de la autoridad o
persona demandada a la audiencia de acción de libertad y falta de informe sobre los hechos
denunciados, tomando en cuenta las circunstancias del caso, siempre que su aplicación no afecte a
terceros interesados o el interés público; consiguientemente, se advierte la vulneración de los
derechos a la libertad y la libre locomoción de la ahora accionante; correspondiendo por lo mismo
otorgar la tutela solicitada, conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 y III.2.
Es necesario dejar establecido que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional no impide al
demandado el exigir el cumplimiento del pago adeudado por la parte solicitante de tutela, existiendo
para tal propósito las vías legales correspondientes.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela impetrada, actuó de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 12/2019 de 16 de julio cursante de fs. 15 a 18 vta.,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Oruro; y,
en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada;
2° Disponer el cese de la retención de la ahora accionante en la Clínica “Cristo Rey” S.R.L.; y,
3° Exhortar a los demandados, a que en el futuro no incurran en actos similares, debiendo sujetar
su proceder dentro del marco de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, conforme
a los fundamentos desarrollados en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0751/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 29990-2019-60-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 15/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 28 vta. a 31, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Marco Antonio Justiniano Ramírez en representación sin
mandato de Ángel Esteban Castellanos Costas contra Albania Chane Caballero Saavedra,
Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primera y Carlos
Martín Camacho Chávez, Juez de Instrucción Penal y Anticorrupción Tercero, ambos de la
Capital del departamento de Santa Cruz; Nardy Ávila Solíz, Mabel Sandra Andrade Molina
y Cevero Cándido Blanco Choque, Fiscales de Materia; Paola Aranibar Montoya, Miguel
Tola Mamani y Oscar Pablo Manzaneda Laura, funcionarios policiales.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 2 de julio de 2019, cursante de fs. 2 a 13 vta., el accionante a través de
su representante, expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Frente a las medidas de hecho que se suscitaron en el inmueble que funciona “…CAPITAL PRIVADO
INMOVILIARIO S.R.L….” (sic), planteó acción de amparo constitucional, cuya tutela fue concedida
por el “…Juzgado Público de Familia 2º del Distrito de Santa Cruz…” (sic) mediante Resolución de
05/18 de 15 de noviembre de 2018, ordenando el desapoderamiento de los ilegales ocupantes,
decisión que fue ratificada por el Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP 0028/2019-
S4 de 1 de abril, la cual tiene carácter vinculante; sin embargo, la Fiscal de Materia, Nardy Ávila Solíz,
resistiéndose al cumplimiento del aludido fallo, admitió la querella planteada por el perdidoso de la
acción tutelar, y por requerimiento fiscal de 15 de enero de 2018, invirtiendo los hechos, pretendió
discutir en la vía penal lo determinado en la jurisdicción constitucional, aperturando proceso por la
presunta comisión del delito de prevaricato con NUREJ 70198463, ampliando ilegalmente dicha
investigación en su contra por el ilícito de asociación delictuosa, vulnerando de esta manera los arts.
127.I, 129.V y 410 de la Constitución Política del Estado (CPE), e incurriendo en causal de nulidad
por defecto absoluto prevista en el art. 169 inc. 3) del Código de Procedimiento Penal (CPP).
En dicho contexto, los Jueces demandados que debían estar ejerciendo el control jurisdiccional de la
investigación fiscal y policial, no cumplieron esa labor y por el contrario “…han Ordenado a sus
secretarios BLOQUEN el Sistema nurej para que no se reciba memoriales. Y, además llevan CINCO
(5) MESES Y QUINCE (15) DÍAS sin haber hasta la fecha DECLINADO COMPETENCIA en favor
del JUEZ DE GARANTIAS CONSTITUCIONALES…” (sic), resistiéndose al cumplimiento de la SCP
0028/2019-S4, causando violación del derecho al juez natural y usurpando competencias de la
jurisdicción constitucional, pero a su vez realizaron actos dilatorios, negativa y retardo de justicia, al
no resolver los incidentes y excepciones planteados.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la defensa, al debido
proceso, al juez natural, competente, independiente e imparcial y a la tutela judicial efectiva; y, los
principios de legalidad y seguridad jurídica; invocando al efecto los arts. 113, 115, 116, 117.II, 119,
120.I, 121.I y 410 de la CPE.
I.1.3. Petitorio

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Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que: a) Los Jueces demandados desbloqueen el Sistema
NUREJ, cumplan con la SCP 0028/2019-S4 y resuelvan los incidentes y excepciones planteados; b)
La nulidad de todos los actos policiales y fiscales realizados sin competencias y sin control
jurisdiccional, incumpliendo la precitada Sentencia Constitucional Plurinacional; c) El Ministerio
Público emita requerimiento conclusivo fundamentado por haber vencido el plazo para la
investigación preliminar; y, d) El procesamiento disciplinario de los Jueces, Fiscales de Materia y
funcionarios policiales demandados.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 3 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 26 a 28 vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, reiteró los argumentos expuestos en el memorial de
acción de libertad y ampliándolos manifestó que: 1) Se encuentra indebidamente perseguido por un
proceso que fue ilegalmente promovido, incumpliendo lo resuelto en la acción de amparo
constitucional con NUREJ 70186782; y, 2) No debió admitirse una querella por la presunta comisión
del delito de prevaricato, considerando que la acción tutelar estaba en revisión ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional, el cual posteriormente confirmó la concesión de tutela mediante SCP
0028/2019-S4.
I.2.2. Informe de los demandados
Albania Chane Caballero Saavedra, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la
Mujer Primera de la Capital del departamento de Santa Cruz, en audiencia señaló: i) El accionante
no manifestó si alguno de los derechos tutelados por la acción de libertad se encuentra restringido o
en riesgo; ii) La suscrita no tiene a su cargo el manejo de los sistemas de ningún proceso, por lo
cual no pudo ordenar el bloqueo; y, iii) El peticionante de tutela no demostró de modo alguno que
se encuentre perseguido indebidamente. Por consiguiente, pidió se deniegue la tutela.
Carlos Martín Camacho Chávez, Juez de Instrucción Penal y Anticorrupción Tercero de la Capital del
citado departamento; mediante informe escrito presentado el 3 de julio de 2019, cursante a fs. 24 y
vta., señaló que dentro del proceso penal que originó la presente acción de libertad, el 27 de mayo
del referido año, fue recusado por la parte querellante, y como consecuencia la causa fue remitida al
siguiente en número, en tal virtud por Auto de Vista 20/2019 de 19 de junio, fue separado de manera
definitiva del conocimiento del mismo.
Mabel Sandra Andrade Molina, Fiscal de Materia en audiencia expreso que, asumió conocimiento del
caso y ordenó las notificaciones a los denunciados para que se encuentren a derecho; pero
actualmente ya no cumple funciones en la unidad especializada anticorrupción, por lo cual no tiene
a su cargo la dirección funcional de la investigación penal de referencia; sin embargo, consideró que
el ahora solicitante de tutela, debió presentar incidentes para cerrar la investigación en ejercicio de
su defensa. En consecuencia solicitó denegar la tutela.
Cevero Cándido Blanco Choque, Fiscal de Materia, en audiencia manifestó que, recientemente fue
designado para cumplir funciones en esa unidad -anticorrupción- por lo cual, no conoció la causa a
la que se hizo referencia; pero además, para reclamar las presuntas lesiones manifestadas en la
presente acción debió agotar los mecanismos intraprocesales. En tal antecedente pidió se deniegue
la tutela solicitada.
Nardy Ávila Solíz, Fiscal de Materia; Paola Aranibar Montoya, Miguel Tola Mamani y Oscar Pablo
Manzaneda Laura, funcionarios policiales, no asistieron a la audiencia de acción de libertad ni
tampoco presentaron informes escritos, pese a su notificación cursante a fs. 15, 16, 18 y 21.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, por Resolución 15/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 28 vta. a 31, denegó la tutela

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solicitada, de acuerdo a los siguientes fundamentos: a) No existieron elementos que hagan entender
un peligro para la vida del accionante o que se encuentre ilegalmente perseguido o indebidamente
procesado o privado de su libertad, y si bien se tiene un proceso penal iniciado en su contra, no fue
privado de su libertad; b) El juez constitucional no puede ingresar en el análisis de las cuestiones
que corresponden al proceso ordinario penal y el solicitante de tutela no activó ningún incidente
denunciando un supuesto procesamiento indebido, para que la autoridad encargada del control
jurisdiccional de la investigación pueda resolver las presuntas lesiones a sus derechos; c) La SCP
“021/2014” sostuvo que se puede activar esta acción tutelar cuando exista vulneración del debido
proceso vinculado con la libertad física o personal, ante la amenaza del mencionado derecho que el
proceso penal supone; d) La revisión de los antecedentes permitió concluir que las autoridades
demandadas no incurrieron en violación del debido proceso, los derechos a la defensa y la igualdad
de las partes; por cuanto, no planteó ningún incidente dentro del proceso que consideró ilegalmente
instaurado, conforme dispone la SCP 0028/2019-S4; y, e) La SCP 1103/2017-S1 de 3 de octubre,
establece que la tutela que brinda la acción de libertad respecto a las vulneraciones del debido
proceso, únicamente procede cuando los supuestos actos lesivos se encuentran directamente
vinculados con el derecho a la libertad personal o de locomoción.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El accionante en audiencia pública manifestó que la acción tutelar fue planteada por haberse
promovido indebidamente un proceso penal en su contra, incumpliendo la SCP 0028/2019-S4 emitida
en la acción de amparo constitucional con NUREJ 70186782 (fs. 26 a 28 vta.).
II.2. De acuerdo al informe de 3 de julio de 2019 del Juez de Instrucción Penal y Anticorrupción
Tercero de la Capital del departamento de Santa Cruz -ahora demandado-, el peticionante de tutela
es investigado dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Publico a denuncia de José Eduardo
Añez Paz, por la presunta comisión del delito de asociación delictuosa y otros con NUREJ 70198463,
actualmente bajo el control jurisdiccional de la Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Primera de la Capital del mismo departamento (fs. 24).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la defensa, al debido
proceso, al juez natural, competente, independiente e imparcial y a la tutela judicial efectiva; y, los
principios de legalidad y seguridad jurídica; por cuanto los Fiscales de Materia codemandados,
resistiéndose al cumplimiento de la SCP 0028/2019-S4, admitieron una querella sobre hechos que ya
fueron definidos en la aludida Sentencia, vulnerando sus derechos e incurriendo en causal de nulidad
por defecto absoluto previsto en el art. 169 inc. 3) del CPP. En dicho contexto, los Jueces demandados
ordenaron el bloqueo del Sistema NUREJ de registro de memoriales, impidiendo su presentación, y
no declinaron competencia en favor del juez de garantías constitucionales ni ejercieron el control
jurisdiccional a las actuaciones de los Fiscales de Materia funcionarios policiales, los cuales de forma
indebida se rehúsan también cumplir la decisión constitucional referida.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad y los presupuestos para su activación
por indebido procesamiento
Respecto a la naturaleza jurídica y los presupuestos de activación de la acción de libertad, la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el derecho comparado
y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus´, encuentra fundamento en
innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración Americana
sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del bloque
de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y reparador,

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instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física
como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos
ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión” (las negrillas son añadidas).
Por su parte la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, respecto a la activación de la acción de libertad,
sostuvo que: “Con relación al procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme
al señalar que la vía idónea para su impugnación es la acción de amparo constitucional; sin
embargo, cuando se demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al
derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha protección se
verá materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el
procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión
de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a
este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a
todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos
que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario,
deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es
posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los
derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio
de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios idóneos
dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el ámbito
constitucional, cuando los reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no puede
utilizarse para salvar la negligencia de la parte accionante. Entendimiento que fue asumido también
por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R, 1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras”
(las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
De acuerdo a lo manifestado por el accionante y del análisis de los antecedentes que hicieron
referencia los sujetos involucrados en la presente acción tutelar, el 9 de noviembre de 2018, interpuso
acción de amparo constitucional por un presunto avasallamiento, hecho que fue tutelado por el Juez
Público de Familia Segundo de la Capital del departamento de Santa Cruz, mediante Resolución 05/18
de 15 del indicado mes y año; sin embargo, como efecto de los mismos hechos, el Ministerio Publico
a denuncia de José Eduardo Añez Paz, por requerimiento de 15 de enero de “2018” -lo correcto es
2019-, aperturó un proceso penal contra el aludido Juez de garantías constitucionales por la presunta
comisión del delito de prevaricato, investigación que posteriormente fue ampliada contra el
impetrante de tutela por su presunta participación en el ilícito de asociación delictuosa; empero, el
Tribunal Constitucional Plurinacional mediante SCP 0028/2019-S4, confirmó la aludida Resolución
05/18. Es en ese contexto, que el ahora solicitante de tutela, considera que tanto los Fiscales de
Materia, funcionarios policiales y Jueces encargados del control jurisdiccional al desobedecer la
aludida Sentencia, actuaron sin jurisdicción ni competencia, lesionando sus derechos fundamentales

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e incurriendo en causal de nulidad. En tales circunstancias, activó la acción de libertad, pidiendo se


anule todo lo obrado y se disponga el procesamiento de todos los codemandados.
En principio, corresponde precisar que el accionante activó la presente acción de libertad, por haber
sido incluido a través de una solicitud de ampliación de la etapa preliminar en el proceso penal con
NUREJ 70198463, en el cual el Ministerio Público, lleva adelante la investigación penal contra el Juez
que concedió tutela en la acción de amparo constitucional precedentemente referida por la presunta
comisión del delito de prevaricato, indagación que fue ampliada contra el impetrante de tutela por
una hipotética participación en el ilícito de asociación delictuosa. El control jurisdiccional de dicho
proceso, como efecto de una recusación planteada contra el Juez de Instrucción Penal y
Anticorrupción Tercero de la Capital del departamento de Santa Cruz, pasó al Juzgado de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del citado departamento. En
consecuencia los actos presuntamente lesivos, estarían constituidos por la activación del proceso
penal señalado y la pretensión de investigar los hechos que fueron objeto de un amparo constitucional
en el cual se otorgó tutela a favor del prenombrado; en tanto que los Jueces demandados hubiesen
incurrido en similar vulneración por no haber declinado competencia hacía la jurisdicción
constitucional.
Ahora bien, en el marco de lo expresado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, cabe realizar las siguientes puntualizaciones: 1) La acción de libertad es
el mecanismo de defensa constitucional, que tiene por objeto brindar tutela efectiva pronta y
oportuna de los derechos fundamentales a la vida, la libertad física y de locomoción; 2) Tratándose
del derecho a la libertad, los supuestos para su activación son: el procesamiento indebido, la
persecución ilegal y los actos que restrinjan o amenacen de manera cierta e inminente el citado
derecho; 3) En lo concerniente al procesamiento indebido, este puede ser objeto de análisis para
una eventual tutela constitucional vía acción de libertad, cuando los actos denunciados como lesivos
constituyan la causa directa para la restricción material del derecho a la libertad física; y, 4) Cuando
los actos denunciados no resulten de la aplicación de medidas cautelares, el accionante tendrá que
acreditar que se le provocó un estado de indefensión en el proceso.
En el caso analizado, si bien el impetrante de tutela denuncia procesamiento indebido, por haberle
incluido dentro del proceso penal aludido; empero, los actos genéricamente denunciados, no
encuentran vinculación alguna ni incidencia con su derecho a la libertad personal; toda vez que, no
existe ninguna acción concreta que haya derivado en la privación de aquella o se constituya en una
amenaza cierta e inminente, como vendría a ser la emisión de una orden para privarle la libertad
física o restringirle su locomoción; razón por la cual, lo alegado sobre indebido procesamiento no
puede ser analizada a través de la acción de libertad por no cumplir con los presupuestos para
ingresar en el ámbito de su protección mediante dicho mecanismo de tutela constitucional.
Siguiendo lo expresado precedentemente, debemos expresar que la acción de libertad no puede
constituirse en un dispositivo que pueda ser activado a sola manifestación subjetiva del accionante
con el propósito de impedir la apertura de un proceso que considera injusto; sino que, deberá
demostrarse que existe una apartamiento del marco normativo, del cual resulta una lesión cierta y
evidente al derecho a la libertad; por lo cual, el caso venido en revisión, no corresponde ser analizado
mediante esta acción tutelar.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 15/2019 de 3 de julio, cursante de fs. 28 vta. a 31,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Cuarto de la Capital del departamento de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, sin ingresar al análisis de fondo de la problemática
planteada.

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Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0752/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30006-2019-61-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 81 de 18 de julio de 2019, cursante de fs. 30 a 32 vta., pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Pablo Andres Espoz Bezerra en representación sin
mandato de Robin Oscar Justiniano Merubia contra Luis Esteban Loza Quaglini y Gabriela
Salas Etcheverry, Juez y Secretaria respectivamente del Juzgado de Instrucción Penal
Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante memorial presentado el 17 de julio de 2019, cursante de fs. 4 a 7, el accionante a través
de su representante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Gonzalo Medina y otros, el 11 de julio de
2019 se presentó ante el Juez de Instrucción Penal Decimoprimero de la Capital del departamento
de Santa Cruz -hoy demandado- solicitando su salida médica a una clínica especializada debido a que
desde enero del citado año se encuentra en un tratamiento por padecer de dolores frecuentes que
le imposibilitan hablar.
En tal mérito, el “15 de mayo” se apersonó su abogado a objeto de recabar la respuesta a su pedido;
no obstante, la Secretaria codemandada le informó que el precitado Juez estaba en comisión el día
de la presentación del memorial y que este sería resuelto por quien se encontraba en suplencia legal,
y ante la insistencia de su defensa técnica, el Juez demandado les mencionó que el decreto estaba
listo para la firma de su colega “Dr. Martín”.
Sin embargo, después se enteró que lo manifestado por la autoridad demandada era mentira y que
su solicitud se encontraba en despacho sin ser decretada, por lo que hasta la fecha de presentación
de esta acción tutelar no se resolvió su pedido, poniendo en riesgo su salud y vida.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad, a la
defensa en su vertiente a ser oído, al debido proceso y a un recurso efectivo, citando al efecto los
arts. 22, 115 y 119 de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH); XVIII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre; 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP); y, 8.1 y 2 inc. h) y 25
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) Su salida médica que se viene demorando por más de
un mes; b) Se dé respuesta pronta y oportuna a sus memoriales cuando esté en peligro su salud,
fijando escolta para su traslado a la clínica; y, c) La remisión de los demandados ante el Ministerio
Público por incumplimiento de deberes y retardo de justicia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 18 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 27 a 30,
se produjeron los siguientes actuados:

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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


El accionante a través de sus abogados, ratificó el contenido de la acción de libertad presentada y
ampliándola manifestó que: 1) Tras presentar su pedido de salida médica y realizar el seguimiento
del mismo, la Secretaria codemandada le comunicó que la autoridad judicial demandada se habría
excusado sin que su pretensión hubiera estado siquiera decretada; y, 2) Al no existir respuesta a su
petitorio se está ocasionando una dilación indebida respecto a una solicitud vinculada con su derecho
a la libertad directamente relacionado con su salud y vida.
I.2.2. Informe de los demandados
Luis Esteban Loza Quaglini, Juez de Instrucción Penal Decimoprimero de la Capital del departamento
de Santa Cruz, mediante informe escrito -sin fecha de presentación-, cursante a fs. 16, manifestó
que fue designado en comisión de estudios del 8 al 12 de julio de 2019, y el proceso en cuestión
llegó a su despacho justamente el viernes 12 del citado mes y año, por lo que el lunes siguiente al
tomar conocimiento del caso, por Auto Interlocutorio de 15 del mismo mes y año se excusó de
conocer dicho asunto remitiendo la causa ante el Juez de Instrucción Penal Decimosegundo de la
Capital del mismo departamento.
Gabriela Salas Etcheverry, Secretaria del Juzgado de Instrucción Penal Decimoprimero de la Capital
del departamento de Santa Cruz, mediante informe escrito -sin fecha de presentación-, cursante a
fs. 18, manifestó que cuando la causa penal llegó a ese Juzgado la autoridad demandada estaba en
comisión, por lo que puso tal extremo en conocimiento del Juez de Instrucción Penal Tercero de la
Capital de dicho departamento que se encontraba en suplencia legal, posteriormente la citada
autoridad formuló excusa.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 81 de 18 de julio de 2019, cursante de fs. 30 a 32 vta., denegó la tutela solicitada en
base a los siguientes fundamentos: i) El 11 del señalado mes y año el expediente no se encontraba
en poder de la autoridad judicial demandada por lo que no podía exigirse que se resuelva la salida
médica del accionante, ya que la mencionada causa fue remitida a su despacho el 12 del citado mes
y año; ii) Al tomar conocimiento del proceso el 15 del mismo mes y año, el Juez demandado formuló
su excusa, en tal mérito tampoco se encontraba habilitado para resolver la petición presentada; y,
iii) No se demostró que en el presente caso existiera alguna conminatoria de la autoridad judicial
respecto a la Secretaria codemandada.
Ante la solicitud de complementación respecto a la posible existencia de error en la consignación de
la autoridad demandada a tiempo de presentar la acción tutelar que nos ocupa y la posibilidad de
aplicar la SC 1006/2013-L de 28 de agosto, la Sala Constitucional precitada dispuso no ha lugar a su
petición estableciendo que en la Resolución emitida no se omitió ningún punto y que no se ingresó
al análisis de fondo de las cuestiones planteadas.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes de la presente acción, se establece lo siguiente:
II.1. Por memorial presentado el 11 de julio de 2019 ante el Juez de Instrucción Penal Decimoprimero
de la Capital del departamento de Santa Cruz -hoy demandado-, el impetrante de tutela solicitó salida
médica (fs. 2 y vta.).
II.2. Cursa nota de remisión del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra el ahora
accionante por la presunta comisión del delito de tráfico de sustancias controladas y otros, ante la
autoridad demandada, recepcionado el 12 de julio de 2019 (fs. 13 y vta.).
II.3. Mediante Auto Interlocutorio 59/19 de 15 del citado mes y año, la autoridad demandada se
excusó del conocimiento de la causa penal precitada (fs. 14 y vta.), siendo remitida la misma ante el
Juez de Instrucción Penal Decimosegundo de la Capital del departamento de Santa Cruz el 17 del
mismo mes y año (fs. 15).

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III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


El accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, a la
defensa en su vertiente a ser oído, al debido proceso y a un recurso efectivo, puesto que, habiendo
presentado ante la autoridad demandada solicitud de salida médica, hasta la fecha de presentación
de esta acción tutelar la misma no fue autorizada pese a la insistencia de sus abogados, dilación que
pone en riesgo su salud y vida.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho
El Tribunal Constitucional en la SC 1579/2004-R de 1 de octubre, concluyó que el recurso de hábeas
corpus -actualmente acción de libertad- “…por violaciones a la libertad individual y/o locomoción,
puede ser reparador si ataca una lesión ya consumada, preventivo si procura impedir una lesión a
producirse o correctivo si intenta evitar que se agraven las condiciones en que se mantiene a una
persona detenida”.
En ese entendido, el Tribunal Constitucional en la SC 0465/2010-R de 5 de julio, en su Fundamento
Jurídico III.3, concluyó que: “…los tipos de hábeas corpus precedentemente aludidos, también
pueden ser identificados en la nueva Ley Fundamental, e inclusive ampliados. Así dentro de la
tipología desarrollada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional citada líneas precedentes, se
agregó el hábeas corpus restringido, el hábeas corpus instructivo y al hábeas corpus traslativo o de
pronto despacho (SC 0044/2010-R de 20 de abril).
Conforme la doctrina constitucional sentada por este Tribunal, por medio del hábeas corpus traslativo
o de pronto despacho, se busca acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando
existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona que se
encuentra privada de libertad” (las negrillas y el subrayado son nuestros). Entendimientos
asumidos y reiterados en las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1449/2012 y 2511/2012,
entre otras.
Luego, refiriéndose al principio de celeridad y la acción de libertad traslativa, la referida Sentencia
Constitucional, estableció que: “Por previsión del art. 8.II de la CPE, el Estado se sustenta entre otros
valores en la libertad, cuya concreción material trasciende en el fin máximo el cual resulta ser el vivir
bien. En este sentido, el constituyente ha previsto no sólo los valores generales entre los cuales figura
como se mencionó la libertad, sino también, principios procesales específicos en los cuales se
fundamenta la jurisdicción ordinaria entre los cuales se encuentra la celeridad, así se tiene previsto
en el art. 180.I de la CPE; es por ello que precisamente la potestad de impartir justicia según el art.
178.I de la CPE, emana del pueblo boliviano y se sustenta en la seguridad jurídica, en la celeridad y
el respeto a los derechos, entre otros no menos importantes.
Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los derechos, se ha previsto
una acción de defensa específica que coadyuve para que los mismos no se vean afectados por actos
lesivos y en caso de que así fuera, se puedan restituir a su estado natural, en especial tratándose de
derechos fundamentales. En ese sentido, y tal y como se desarrollo en el punto III.3 de la presente
Sentencia, este Tribunal Constitucional, agregó a la tipología del hábeas corpus desarrollada por la
jurisprudencia, al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, el cual se constituye en
el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir vulneración a la celeridad
cuando esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas, que retardan o
evitan resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad ”
(las negrillas nos corresponden).
III.2. De la legitimación pasiva en la acción de libertad respecto al personal de apoyo
judicial
La SCP 0427/2015-S2 de 29 de abril sostuvo que: “A partir de la identificación de los principios que
rigen la acción de libertad y, fundamentalmente en virtud a su naturaleza jurídica, se debe tener
claramente establecido que la legitimación pasiva recae sobre toda persona cuya acción u omisión se
constituya en causal para la vulneración o amenaza en la integridad y eficacia de los derechos
tutelados por la presente acción de defensa; más aún, si el texto constitucional deja abierta la

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posibilidad de dirigir la demanda inclusive contra personas particulares; por consiguiente, en virtud
al principio de generalidad, la presente acción de defensa no reconocen fueros,
privilegios ni inmunidades, por lo que es plenamente viable dirigir contra toda persona,
indistintamente si es particular o servidor público, sea este jurisdiccional o de apoyo
judicial, e incluso de orden administrativo, cual podrían ser funcionarios policiales o del régimen
penitenciario, solo a manera de ejemplo.
En consecuencia con lo manifestado líneas arriba, es posible afirmar que, las vulneraciones y las
amenazas de los derechos a la vida, la libertad física y de locomoción, no necesariamente
deben ser originadas como consecuencia del ejercicio de actos puramente
jurisdiccionales, sino que, las acciones y omisiones de carácter administrativo, también
tienen o pueden tener la misma cualidad para lesionar tales derechos. En este sentido,
de acuerdo a la Ley del Órgano Judicial, los servidores de apoyo judicial son: la
conciliadora o el conciliador, la secretaria o el secretario, la o el auxiliar, y, la o el oficial
de diligencias, cuyas funciones y, particularmente sus obligaciones se encuentran disciplinadas en
los arts. 83 al 106 de la LOJ.
Ahora bien, a los fines de establecer la legitimación pasiva en la acción de libertad respecto a los
servidores de apoyo judicial, se debe tener presente que, si la vulneración de los derechos tutelados
por la presente acción de defensa emerge del incumplimiento o la inobservancia de las
funciones y obligaciones conferidas al personal de apoyo jurisdiccional en los preceptos
legales procedentemente referidos o del incumplimiento de las instrucciones u órdenes
impartidas por el superior en grado, dicho servidor público adquiere la legitimación
pasiva por lo que es plenamente viable dirigir la demanda contra ése funcionario, hasta
establecer su responsabilidad si corresponde; habida cuenta que, el acto ilegal no es necesariamente
el resultado del ejercicio de la función puramente jurisdiccional, sino que, las omisiones de carácter
administrativo como: la falta o inoportuna elaboración del cuadernillo de apelación, el incumplimiento
de plazos para la remisión de antecedentes al superior en grado, la falta o la inoportuna elaboración
de actas, la falta o inoportuna notificación a las partes, tratándose en especial de audiencias de
consideración de medidas cautelares, en fin, la inobservancia de las labores y obligaciones
encomendadas al personal de apoyo, tiene la capacidad de repercutir negativamente en el ejercicio
de los derechos fundamentales y garantías constitucionales del justiciable; sin embargo, el presente
razonamiento no implica que el Juez como autoridad revestida de jurisdicción deje al desamparo la
dirección del juzgado, por cuanto le asiste la facultad de impartir instrucciones al personal de apoyo
judicial y de realizar el seguimiento correspondiente, puesto que de no cumplirse las mismas también
asume la responsabilidad por ser la autoridad que finalmente tiene la responsabilidad del juzgado;
consiguientemente, el buen desempeño de las labores administrativas y jurisdiccionales involucra
tanto a los servidores de apoyo y principalmente a las autoridades judiciales propiamente dichas, de
ahí que las responsabilidades emergentes del incumplimiento de las funciones y obligaciones no
pueden centralizarse en una sola persona u autoridad, ya que cada servidor público tiene el deber
de desempeñar sus funciones en el estricto marco de las disposiciones normativas que regulan su
labor, más aún si de ello surge la lesión de los derechos objeto de protección de la presente garantía
jurisdiccional” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
De los antecedentes que cursan en obrados se tiene que el 11 de julio de 2019 el impetrante de
tutela solicitó salida médica a la autoridad demandada (Conclusión II.1), constando que el expediente
del proceso en cuestión fue remitido ante la citada autoridad el 12 del mismo mes y año (Conclusión
II.2); en esa razón, el 15 del referido mes y año emitió el Auto Interlocutorio 59/19 por el que se
excusó del conocimiento de la causa, enviándose obrados al Juez de Instrucción Penal
Decimosegundo de la Capital del departamento de Santa Cruz el 17 de igual mes y año (Conclusión
II.3).
En el caso que nos ocupa, la presunta lesión de derechos que alega el accionante se encuentra
centrada en la dilación de la resolución de su solicitud de salida médica por parte de la autoridad

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 892


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demandada así como de la funcionaria de apoyo jurisdiccional codemandada, aspecto que estaría
ocasionando el riesgo de su salud y vida ante la imposibilidad de acceder a su tratamiento
especializado.
Ahora bien, respecto a la actuación del Juez de Instrucción Penal Decimoprimero de la
Capital del departamento de Santa Cruz, de la relación de antecedentes antes descrita, se
advierte que tras la presentación de la solicitud de salida médica -11 de julio de 2019- y la posterior
recepción del proceso penal en cuestión -12 de julio de 2019-, la autoridad demandada procedió a
excusarse del conocimiento y tramitación del asunto -15 del mismo mes y año-, disponiendo el envió
del mismo ante el juez siguiente en número, acto que no fue efectivo sino hasta el 17 del referido
mes y año, aspecto que permite corroborar que desde que la citada autoridad tuvo discernimiento
de la causa hasta la remisión de esta por la excusa formulada, se dejó transcurrir varios días.
Al respecto, conforme se tiene descrito en el Fundamento Jurídico III.1 de este fallo constitucional,
el hábeas corpus traslativo o de pronto despacho se constituye en el mecanismo procesal idóneo
para operar en caso de existir vulneración al debido proceso en su elemento de celeridad, cuando
esté relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas.
En el caso concreto, se advierte que si bien la autoridad demandada se excusó y en consecuencia se
vio impedida de resolver la solicitud de salida medica presentada por el impetrante de tutela, al haber
tomado conocimiento de una solicitud vinculada con el estado de salud del accionante, debió agilizar
la remisión del proceso ante la autoridad competente a fin de procurar la oportuna resolución de la
petición antes descrita, en tal mérito es pertinente precisar que las autoridades jurisdiccionales en su
rol de directores funcionales del proceso tienen el deber de procurar el impulso procesal necesario a
objeto de lograr la expedita tramitación de las peticiones que involucren el derecho a la libertad y la
vida de las personas, en tal mérito, en el caso en análisis, si bien la autoridad judicial no resolvió la
solicitud descrita a causa de la excusa formulada ordenando el envió de actuados al Juez competente,
sin embargo, tenía la obligación de hacer el seguimiento respectivo al cumplimiento rápido y efectivo
de la orden de remisión de obrados para la resolución de la solicitud del peticionante de tutela,
aspecto que no se advierte en el caso que nos ocupa, teniendose por el contrario una actitud pasiva
que ocasionó mayor dilación en la consideración de la salida médica impetrada, por lo que
corresponde en el presente caso la concesión de la tutela por pronto despacho.
Por otro lado, respecto a la actuación de la Secretaria del Juzgado de Instrucción Penal
Decimoprimero de la Capital del departamento de Santa Cruz, corresponde precisar que
conforme se tiene expuesto en el Fundamento Jurídico III.2 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, la responsabilidad de los funcionarios de apoyo jurisdiccional emerge del
incumplimiento de la norma así como la inobservancia de órdenes directas de la autoridad judicial.
En el caso que nos ocupa, en atención a las funciones propias de dicha funcionaria, la autoridad
jurisdiccional a tiempo de emitir el Auto Interlocutorio 59/19 por el que se excusó de la causa, dispuso
el envió de esta ante el juez siguiente en número, y sea mediante oficio, lo cual fue inobservado por
la Secretaria codemandada, quien procedió a la remisión ordenada recién el 17 del citado mes y año,
incumpliendo el oportuno cumplimiento de una disposición directa de la autoridad judicial, dilatando
de igual forma la resolución de una solicitud vinculada con la salud del accionante, aspecto por el
que también corresponde que la tutela impetrada sea concedida respecto a esta.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al haber denegado la tutela solicitada, no actuó
correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 81 de 18 de julio de 2019, cursante de fs. 30 a 32 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada por la dilación ocasionada por los demandados

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en la resolución de su pedido de salida médica, en base a los fundamentos del presente fallo
constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0753/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30001-2019-61-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 06/2019 de 18 de julio, cursante de fs. 17 a 18, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Marco Antonio Trujillo Gutiérrez en representación sin
mandato de Iván Edward Villegas Encinas contra el Director Departamental de Régimen
Penitenciario y José Luis Morales del Castillo, Director del Centro Penitenciario San
Pedro, ambos del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 17 de julio de 2019, cursante a fs. 1 y 3 a 4, el accionante a través de
su representante, expuso los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 17 de julio de 2019, en horas de la mañana fue notificado con Mandamiento de Detención
Domiciliaria en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, a horas 14:30 aproximadamente y en la
“Gobernación” refirieron que no tenían conocimiento del mismo, por lo que acudió a Régimen
Penitenciario; luego de una abusiva espera, el Director se negó a recibirlo manifestando que debía
esperar a que se verifique su situación.
Como se conoce, las órdenes de autoridad competente son de cumplimiento obligatorio e inmediato,
vale decir que el mandamiento de detención domiciliaria debió observarse en el acto y si existía algún
formalismo o verificación correspondía ser realizada inmediatamente, porque se trata de su libertad,
bien protegido; encontrándose detenido desde el 9 de julio de ese año.
La SCP 0243/2016-S2 de 21 de marzo, refiere que procede la acción de libertad, cuando se vulnera
el debido proceso y existen actos ilegales o indebidos vinculados en forma directa con la amenaza,
restricción y supresión de la libertad física o de locomoción.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la vida, a la salud, a
la “seguridad jurídica” y a la libertad, señalando los arts. 15.1, 18.I y II; y, 115 de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se ordene al Director de Régimen Penitenciario de La Paz, disponga su
libertad de manera inmediata.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
La audiencia pública se realizó el 18 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 16 y vta.,
produciéndose los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
A pesar de la notificación al representante del accionante, conforme consta a fs. 10, este no se hizo
presente en audiencia.
I.2.2. Informe del demandado

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José Luis Morales del Castillo, Director del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, presentó informe
escrito el 18 de julio 2019, cursante de fs. 11 a 12, indicando que el día lunes 17 de ese mes y año,
a horas 11:18 aproximadamente, se recepcionó el Mandamiento de Detención Domiciliaria emitida
por María Melina Lima Nina, Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las
Mujeres Cuarta de la Capital de ese departamento, para que se ponga en libertad al accionante y se
lo conduzca al citado Juzgado, siempre que no estuviere detenido por otra causa. A horas 12:10, de
conformidad a lo previsto en los arts. 59, 60, 61 y 62 del Reglamento General de Centros
Penitenciarios, la documentación fue enviada a la Dirección Departamental de Régimen Penitenciario,
para que por las áreas de verificación de libertad, archivo y kardex se compruebe que el referido
mandamiento es auténtico, así como revisión del file personal y se expida el informe correspondiente.
En la tarde a horas 17:00, el encargado elaboró el informe respectivo, señalando que el privado de
libertad debía ser trasladado ante el Juzgado que pronunció dicha orden; dando observancia
inmediata para que se proceda a su traslado.
A horas 18:13, el custodio de servicio de ese Centro Penitenciario, procedió a la entrega del
impetrante de tutela a Noemí Mery Mullisaca Durán, Secretaria del Juzgado citado precedentemente.
El Director Departamental de Régimen Penitenciario, no presentó informe escrito ni asistió a la
audiencia de consideración de la acción tutelar, pese a su legal citación cursante a fs. 9.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 06/2019 de 18 de julio, cursante de fs. 17 a 18, denegó
la tutela solicitada, fundamentando que: a) El objeto de la acción de libertad estipulada en el art.
125 de la CPE, es proteger los derechos a la vida y a la libertad física o personal, cuando la persona
creyere estar indebidamente perseguida, procesada o privada de su libertad; b) Se señaló que el 17
de julio de 2019, en horas de la mañana se notificó al solicitante de tutela con Mandamiento de
Detención Domiciliaria en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz y que el Director de ese recinto
no dio cumplimiento al mismo; sin embargo, de acuerdo al informe y lo acompañado por la autoridad
codemandada, el mismo fue recepcionado a las 11:18 del 17 de dicho mes y año y del acta de entrega
de detenido, se evidencia que el impetrante de tutela fue entregado a Secretaría del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital a horas 18:13;
es decir, el Director codemandado dio cumplimiento a lo que establece la jurisprudencia constitucional
en la SC 0323/2003-R de 17 de marzo, que interpretando el art. 39 de la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión (LEPS), dispone que, el interno deberá ser liberado en el día, sin necesidad de trámite
alguno, precisando que: “...̀se refiere a que el detenido con la sola presentación del mandamiento
será dejado en libertad, empero, resulta implícito el deber jurídico que recae sobre la Gobernación
de la Cárcel, de tomar las debidas previsiones para evitar que alguien pueda ser puesto en libertad
teniendo otros mandamientos pendientes o que el mandamiento de libertad pueda contener alguna
falsedad material o ideológica, lo cual le impele a tener que verificar y solicitar la información
pertinente y revisar previamente los registros antes de dar curso al mandamiento...’” (sic);
concluyendo, que se hará efectiva la libertad del detenido inmediatamente recibido el mandamiento
de libertad; y, c) No corresponde conceder la tutela, más aún cuando ni el accionante ni mucho
menos el abogado se hicieron presentes a objeto de ratificar la acción de libertad.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Mandamiento de Detención Domiciliaria de 17 de julio de 2019, pronunciado por la Jueza
de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del
departamento de La Paz, a favor del impetrante de tutela, por el que ordena al Gobernador del Centro
Penitenciario San Pedro de La Paz, para que haga la entrega del imputado ante la Secretaría del
referido despacho judicial, conforme se tiene ordenado por las Resoluciones 04/2019 de 15 de julio
y 244/2019 de 9 de julio.

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Consta en el sello de la parte superior del referido Mandamiento, que este fue presentado en la
Dirección de ese Centro Penitenciario el día 17 de julio de 2019, a horas 11:18 (fs. 2).
II.2. Informe de Verificación de 17 de julio de 2019, suscrito por Yvar Quispe Abalos, Verificador a.i.,
y Miguel Coronel Ribert, Encargado a.i. de Archivo Kardex ambos del Centro Penitenciario San Pedro
de La Paz; en virtud al cual fue emitido la providencia de la misma fecha por el Director de ese centro
carcelario, en el que señaló: “Vistos y revisados, los informes que anteceden, en cumplimiento al
Mandamiento de Detención Domiciliaria, Trasládese al ciudadano: IVAN EDWARD VILLEGAS
ENCINAS al Juzgado Cuarto de Instrucción Anticorrupción y de Materia Contra la Violencia Hacia las
Mujeres de la Capital de la ciudad de La Paz, para que la Sra. Secretaria-Abogada Proceda a la
Detención Domiciliaria, conforme corresponde a Ley” (sic [fs. 15]).
II.3. Acta de Entrega de Detenido de la fecha citada precedentemente, en el que consta que: “En el
Juzgado Anticorrupción y de Materia Contra la Violencia hacia la Mujer N° 4 de la Ciudad de La Paz,
siendo a hrs. 18:13 del día 17 de julio de 2019, en cumplimiento al Mandamiento de Detención
Domiciliaria de fecha 17 de julio de 2019, emanada por la Sra. Dra. M. Melina Lima Nina, Juez
Anticorrupción y de Materia Contra la Violencia hacia la Mujer N° 4 de la Ciudad de La Paz, se procede
a la entrega del privado de libertad IVAN EDWARD VILLEGAS ENCINAS, a la Dra. Noemi Mullisaca
Duran secretaria abogado del Juzgado Cuarto de Instrucción Anticorrupción y Contra Violencia Hacia
la Mujer de la Ciudad de La Paz, para constancia firman al pie de la presente los intervinientes” (sic),
suscribiendo Javier Quispe Mayta y la Secretaria Abogada del referido Juzgado (fs. 13).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante, alega la vulneración de sus derechos a la vida, a la salud,
a la “seguridad jurídica” y a la libertad, por cuanto el Director Departamental de Régimen
Penitenciario y Director del Centro Penitenciario San Pedro, ambos de La Paz, demoraron de manera
abusiva el cumplimiento del Mandamiento de Detención Domiciliaria, actuando inclusive de forma
torpe al señalar que debían esperar a la verificación previa, desconociendo que las órdenes de las
autoridades jurisdiccionales son de cumplimiento inmediato; es decir, en el acto, sin ingresar a
formalismos y que si se requería de una verificación, esta debió efectuarse de manera urgente.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre las responsabilidades y funciones del personal de recintos penitenciarios en
la ejecución de mandamientos de libertad
El art. 23.VI de la CPE, prevé: “Los responsables de los centros de reclusión deberán llevar el registro
de personas privadas de libertad (...) Su incumplimiento dará lugar al procesamiento y sanciones que
señale la ley”; por otra parte, el art. 58 de la LEPS, dispone que: “El Director, será responsable del
manejo y funcionamiento del establecimiento penitenciario a su cargo”; asimismo, los arts. 59.9 y 18
del referido cuerpo legal establecen, que entre las funciones de la referida autoridad está el de:
“Mantener actualizado el registro penitenciario” y “Otras establecidas por Reglamento”.
De igual manera se tiene que en el art. 2.8 del Decreto Supremo (DS) 26715 de 26 de julio de 2002,
se dispone entre los deberes de los funcionarios de la administración penitenciaria, el: “Mantener
información completa y segura sobre las personas privadas de libertad, incluyendo su identidad, las
razones de su privación de libertad y la autoridad responsable, el día y hora de su admisión y puesta
en libertad”.
En cuanto al cese de la detención preventiva, el art. 39 de la LEPS, refiriendo a la libertad, dispone:
“Cumplida la condena, concedida la Libertad Condicional o cuando cese la detención preventiva, el
interno será liberado en el día, sin necesidad de trámite alguno.
El funcionario que incumpla esta disposición será pasible de responsabilidad penal, sin perjuicio de
aplicarse las sanciones disciplinarias que correspondan”.
Advirtiendo de la norma descrita y en el caso en particular, que una vez dispuesta la cesación a la
detención preventiva, la autoridad penitenciaria tiene la obligación de poner en libertad al imputado,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 897


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en el día, debiendo con carácter previo remitirse al mandato constitucional impuesto, como es el
llevar un registro de los reclusos y de acuerdo a Ley mantener el mismo actualizado. Al respecto, la
SC 0323/2003-R de 17 de marzo, interpretando el citado art. 39 de la LEPS, en lo que corresponde
al elemento condicionante de liberación del interno, en el día, precisó: “…se refiere a que el detenido
con la sola presentación del mandamiento será dejado en libertad, empero, resulta implícito
el deber jurídico que recae sobre la Gobernación de la Cárcel, de tomar las debidas
previsiones para evitar que alguien pueda ser puesto en libertad teniendo otros
mandamientos pendientes o que el mandamiento de libertad pueda contener alguna
falsedad material o ideológica, lo cual le impele a tener que verificar y solicitar la
información pertinente y revisar previamente los registros antes de dar curso al
mandamiento...”.
III.2. Sobre la celeridad en la ejecución de los mandamientos de libertad y la obligación
de tener actualizados los datos de identidad de los reclusos. Jurisprudencia reiterada
En relación a la celeridad con la que las autoridades de Régimen Penitenciario deben actuar cuando
cuentan con un mandamiento que ordena la cesación a la detención preventiva; la SCP 0193/2014-
S3 de 25 de noviembre, manifestó: “…efectivamente como Gobernador del Centro
Penitenciario, es su deber verificar si el mandamiento de libertad, presentado es
auténtico; sin embargo, dicha Autoridad no demostró que haya tomado las debidas
previsiones, para efectuar tal verificación en este tipo de casos -órdenes emitidas los días
viernes en la tarde-, conformándose con el hecho que debe esperarse hasta la apertura del Juzgado
que lo emitió para poder acreditar su autenticidad, en desmedro de los derechos de los privados de
libertad; por ello, conforme a lo previsto por el art. 2 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, que dispone: '…los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus
procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o
de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades', lo referido
provoca que además de concederse la tutela por dicha omisión se proceda a exhortar a la Dirección
de Régimen Penitenciario y a los Tribunales Departamentales a coordinar respecto al cumplimiento y
ejecución de los mandamientos de libertad emitidos en día viernes o en fines de semana, debiendo
adoptar las medidas necesarias para que en observancia al principio de celeridad no se
vulneren derechos constitucionales como la libertad”.
III.3. La naturaleza de la acción de libertad
El Capítulo Segundo, Sección Primera de la Constitución Política del Estado, describe sobre las
acciones de defensa, entre ellas la prevista en el art. 125, referida a la acción de libertad, señalando
que se interpone la misma, cuando: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que
es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre
y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las
formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”; es decir, se constituye en un medio de
defensa de carácter inmediato cuya tramitación es sumarísima a los fines de la protección de los
derechos fundamentales de libertad física, de locomoción y vida cuando esta se encuentre el peligro.
Ratificando lo anterior, la SCP 1352/2014 de 7 de julio, que respecto a la naturaleza jurídica de dicha
acción constitucional, expresó: “La acción de libertad, es un mecanismo de defensa
constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y reparador, instituido
para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física
como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos
ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando ésta se encuentra afectada o amenazada por la restricción o supresión de la libertad” (las
negrillas son añadidas).
Complementando lo anterior, la SCP 0790/2015-S1 de 18 de agosto, precisó en relación a los
supuestos para que proceda la acción de libertad: “… se constituyen como supuestos de activación:

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a) Cuando se halle en peligro la vida; b) La existencia de persecución ilegal o indebida; c) El


procesamiento ilegal o indebido; y, d) La privación indebida de la libertad física o de locomoción; en
tales casos se apertura el ámbito protectivo de la señalada acción” .
III.4. Análisis del caso concreto
En el caso presente, el accionante a través de su representante, afirma que el Director Departamental
de Régimen Penitenciario y Director del Centro Penitenciario San Pedro, ambos de La Paz, demoraron
de manera abusiva cumplir con el Mandamiento de Detención Domiciliaria, actuando inclusive de
forma torpe al señalar que debían esperar a la verificación previa, desconociendo que las órdenes de
las autoridades jurisdiccionales son de cumplimiento inmediato; es decir, en el acto, sin ingresar a
formalismos y que si se requería de una verificación, esta debió efectuarse de manera urgente.
De acuerdo a los antecedentes que cursan en las Conclusiones II.1 y 2 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se tiene que la Jueza de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia
hacia las Mujeres Cuarta de la Capital, emitió el 17 de julio de 2019, Mandamiento de Detención
Domiciliaria a favor del impetrante de tutela, mismo que fue puesto en conocimiento de la Dirección
del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, a horas 11:18 del citado día. A tal efecto, el titular en
cumplimiento a lo dispuesto en los arts. 23.IV de la CPE, 39, 58 y 59.9 de la LEPS y 2.8 del DS 26715,
ordenó la verificación de los registros existentes del peticionante de tutela, con la detención
domiciliaria; emitiéndose a tal efecto los informes del Verificador y Encargado a.i. de archivo kardex
efectuados el mismo día 17 de julio del año en curso, resultando de ello la orden de traslado al
referido Juzgado y su presentación ante la Secretaria Abogada del mismo; y que según consta en
Acta de Entrega de Detenido, descrita en la Conclusión II.3 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, el impetrante de tutela fue presentando ante la funcionaria de apoyo jurisdiccional a
horas 18:13 del indicado día; es decir, luego de siete horas de haber sido notificados con el
Mandamiento de Detención Domiciliaria y cumpliendo el presupuesto referido en el art. 39 de la LEPS,
que indica la liberación del interno en el día sin necesidad de trámite alguno. Acreditando de dicha
situación que no ha existido privación de libertad indebida o en su caso peligro de vida provocada
por las autoridades demandadas; al contrario conforme se precisó de manera precedente, previa
observancia del mandato constitucional y las normas específicas que describen las funciones y
obligaciones que debe desempeñarse en los recintos penitenciarios, se procedió a la verificación
inmediata, al traslado y entrega del solicitante de tutela en el día, a la Secretaria Abogada del
Juzgado, evidenciándose la inexistencia de vulneración de los derechos y garantías constitucionales
demandadas.
De igual manera, la norma antes referida, señala que cumplida la condena, concedida la libertad
condicional o cuando cese la detención preventiva, el interno será liberado en el día sin necesidad de
trámite alguno. El funcionario que incumpla esta disposición será pasible de responsabilidad penal,
sin perjuicio de aplicarse las sanciones disciplinarias que correspondan. En ese contexto, precisar,
que el accionante a fin de demostrar la vulneración de los derechos demandados, no presentó prueba
alguna que demuestre que los demandados, atenten contra la libertad de locomoción y el derecho a
la vida por su intencionalidad de demorar la tramitación de su cesación a la detención; pues contrario
a lo manifestado y conforme se tiene de la documental adjunta, el Mandamiento de Detención
Domiciliaria, fue ejecutado en el día a través del traslado y presentación del accionante de acuerdo
a lo ordenado; por lo que, no se evidencia lesión a los derechos fundamentales expresados por el
mismo.
Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías al denegar la tutela, efectuó una adecuada
compulsa de los antecedentes de la acción de libertad.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 06/2019 de 18 de

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julio, cursante de fs. 17 a 18, pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital
del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 900


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0754/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30004-2019-61-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 22/19 de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 14 a 16 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Javier Rivera Antelo y Einer Ewaldo Antelo
Torrez en representación sin mandato de Redmy Padilla Polanco contra Igor Ilich Echegaray
Vargas, Comandante; y, Máximo Jhonny Aguilera Montecinos, Director, ambos
Departamentales de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 16 de julio de 2019, cursante de fs. 3 a 5, el accionante a través de sus
representantes manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 15 de julio de 2019, se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares dentro del proceso penal
que le sigue el Ministerio Público por la presunta comisión de los delitos de falsedad material, falsedad
ideológica, uso de instrumento falsificado y asociación delictuosa; estando su persona en libertad, se
le impuso medidas sustitutivas a la detención preventiva consistentes en detención domiciliaria,
arraigo y una fianza económica de Bs100 000.- (cien mil bolivianos), por lo que no ameritaba que el
Juez de control jurisdiccional libre mandamiento de libertad, ya que en ningún momento se le privó
de ella.
La referida autoridad judicial ordenó a la policía le conduzcan a su domicilio; sin embargo, bajo
instrucción directa del Comandante y Director Departamentales de la FELCC de Santa Cruz, “…hasta
la presente hora y fecha…” (sic) no fue trasladado a su residencia, retardando la justicia,
manteniéndole ilegal e indebidamente privado de su libertad, lejos de cumplir la ley y lo dispuesto
por el Juez de la causa.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de sus representantes alegó la lesión de sus derechos al debido proceso y a
una justicia pronta y oportuna vinculados a su libertad, citando al efecto los arts. 13, 22, 23, 115,
120 y 178 de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 8 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se ordene al Comandante de la Policía que de forma inmediata dé
cumplimiento a las medidas impuestas por el “…Juez P[ú]blico Mixto de San Ignacio de
Velazco” (sic) del departamento de Santa Cruz.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de julio de 2019, conforme consta en acta cursante a fs. 13 y
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
Según la Secretaria del Juzgado de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa
Cruz, el abogado del accionante se hubiera hecho presente quince minutos antes de la audiencia

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 901


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manifestando “…que se retiraría ya que su cliente habría sido puesto en libertad en fecha 16/07/2019
Horas 14:00 p.m.” (sic).
I.2.2. Informe de los demandados
Máximo Jhonny Aguilera Montecinos, Director Departamental de la FELCC de Santa Cruz, mediante
informe presentado el 17 de julio de 2019, cursante de fs. 10 a 12 vta., sostuvo que: a) El Juez
Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de
Velasco del departamento de Santa Cruz, resolvió en audiencia de medidas cautelares la detención
domiciliaria en favor del ahora accionante, previa verificación de su domicilio y fue así que esta
persona actualmente se encuentra en su morada ubicada en el “KM. 45”, localidad Jorochito,
cumpliendo la determinación de dicha autoridad jurisdiccional, habiendo incluso remitido fotografías
vía WhatsApp que confirman ello, por cuanto la denuncia de haberse vulnerado su derecho a la
libertad es falsa, no evidenciándose persecución indebida ni privación de libertad, además que la
causa está bajo conocimiento del Ministerio Público y control jurisdiccional; b) En todo momento la
Dirección Departamental de la FELCC actuó dentro de lo previsto por el art. 251 de la CPE, así como
en el marco de los arts. 293 y 297 del Código de Procedimiento Penal (CPP) y del Manual de
Organización y Funciones de la FELCC; y, c) El peticionante de tutela antes de acudir a la vía
constitucional debió denunciar supuestas vulneraciones ante el Juez de control jurisdiccional bajo el
principio de subsidiariedad, conforme lo establecen las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0003/2012, 0007/2012 y 0434/2014 -no señalan fechas-. Por todo lo expuesto, pide que la acción
tutelar activada sea declarada improcedente.
Igor Ilich Echegaray Vargas, Comandante Departamental de la FELCC de Santa Cruz, no asistió a la
audiencia de consideración de la presente acción tutelar ni remitió informe alguno, pese a su citación
cursante a fs. 7.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en Juez
de garantías, mediante Resolución 22/19 de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 14 a 16 vta., denegó
la tutela solicitada, sobre la base del siguiente fundamento: Las SSCC 0008/2010-R y 0577/2010-R -
no precisan fechas- entre otras, al referirse al carácter excepcional de la subsidiariedad de la acción
de libertad, han establecido que en caso de existir en la jurisdicción ordinaria mecanismos procesales
específicos de defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad,
deben ser utilizados previamente por el o los afectados, debiendo acudir ante el Juez de control
jurisdiccional de la causa que viene a ser en el caso el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y
Adolescencia e Instrucción Penal Primero de San Ignacio de Velasco del señalado departamento,
conforme prevé el art. 54 inc. 1) del CPP y solamente en casos de agotarse estas vías operará la
acción de libertad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por informe presentado el 17 de julio de 2019, Máximo Jhonny Aguilera Montecinos, Director
Departamental de la FELCC -ahora codemandado-, señaló que Redmy Padilla Polanco -hoy
accionante-, sostuvo que “…ES FALSO Y SE ENCUENTRA EN SU DOMICILIO UBICADO EN EL
KM. 45 LOCALIDAD JOROCHITO, CUMPLIENDO SU ARRESTO DOMICILIARIO COMO LA
AUTORIDAD JURIDICCIONAL RESOLVIÓ EN AUDIENCIA DE MEDIDAS CAUTELARES…”
(sic [fs. 10 a 11]).
II.2. Cursan fotografías del peticionante de tutela dentro de su domicilio en calle Rio Grande 335,
remitidas vía WhatsApp (fs. 12).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de sus representantes, denuncia la vulneración de sus derechos al debido
proceso y a una justicia pronta y oportuna vinculados a su libertad; puesto que, dentro de la causa
penal que se le sigue, a pesar de que el Juez de control jurisdiccional ordenó su detención domiciliaria

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para que la policía le conduzca a su domicilio, tanto el Comandante como el Director Departamentales
de la FELCC de Santa Cruz, no cumplieron con dicha determinación, provocando su ilegal e indebida
privación de libertad; asimismo, con su falta de accionar generaron retardación de justicia,
contrariando la línea jurisprudencial constitucional al respecto.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad
Al respecto, la SCP 0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el
derecho comparado y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus’, encuentra
fundamento en innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración
Americana sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos,
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del
bloque de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y reparador,
instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos fundamentales a la libertad física
como de locomoción en casos de detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos
ilegales o indebidos por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión”.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de sus representantes alega la vulneración de los derechos invocados en la
presente acción tutelar, denunciando que dentro del proceso penal que se le sigue, una vez dispuesta
su detención domiciliaria por el Juez Público Mixto de Familia, de la Niñez y Adolescencia e Instrucción
Penal Primero de San Ignacio de Velasco del departamento de Santa Cruz, ordenó el traslado a su
domicilio a ejecutarse por la policía; empero, los operadores de este organismo, hicieron caso omiso
a esa disposición, dejadez que contraviene la línea jurisprudencial constitucional vigente ya que
repercute en su privación indebida e ilegal de su libertad.
De la escasa prueba remitida en el presente caso, se tiene el informe presentado por el Director
Departamental de la FELCC de Santa Cruz, el cual refiere que el impetrante de tutela ya se encontraría
en su domicilio en el “KM. 45” en Jorochito, cumpliendo la medida sustitutiva de detención domiciliaria
dispuesta en audiencia de medidas cautelares, circunstancia acreditada mediante fotografías
enviadas vía WhatsApp (Conclusiones II.1 y 2).
Ahora bien, bajo ese contexto fáctico y circunscrita la problemática venida en revisión respecto que
“…hasta la fecha y hora…” (sic) -se entiende de la presentación de esta acción-, no se hubiera
trasladado al accionante a su domicilio por la Policía a efectos de cumplir la detención domiciliaria
dispuesta en su favor, es pertinente señalar la línea jurisprudencial citada en el Fundamento Jurídico
III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la cual precisa los alcances de protección
de la acción de libertad y prescribe los presupuestos para su activación, cuya finalidad es proteger
los derechos a la libertad física y a la vida, siempre y cuando estos se encuentren afectados o
amenazados.

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En ese entendido, en el caso de autos, se advierte dentro del proceso penal que se le sigue al
impetrante de tutela, la disposición de las medidas sustitutivas consistentes en detención domiciliaria,
arraigo y fianza real, así como la orden de traslado a su domicilio a efectos de cumplir la precitada
detención, la cual debía ejecutarse por la Policía, determinación pronunciada a la culminación de la
audiencia de medidas cautelares -media noche del 15 de julio de 2019-; así, la institución policial a
cargo del traslado -a decir del informe de uno de los demandados- se hubiere efectivizado al día
siguiente, adjuntando como prueba fotografías que el propio procesado remitió.
Al respecto, el accionante refiere que hasta el día y hora de la formulación de la acción de libertad
no fue conducido a su domicilio; sin embargo, del acta de audiencia de consideración de la presente
acción tutelar -intervención de la Secretaria del Juzgado de garantías-, se tiene que el abogado del
impetrante de tutela minutos antes de dicho acto procesal, manifestó “…que se retiraría ya que su
cliente habría sido puesto en libertad en fecha 16/07/2019 Horas 14:00 p.m.” ([sic] resaltado
agregado); es decir, el mismo día que se formuló la acción de defensa, fue trasladado a su domicilio
para cumplir la medida cautelar dispuesta; por cuanto no se advierte dilación indebida en la actuación
y acatamiento de la institución policial a la orden del Juez que lleva la causa, más al contrario la
actuación de los demandados se enmarcaron dentro de las posibilidades que las circunstancias
ofrecieron.
Por otro lado, del informe de la autoridad demandada remitido el 17 de julio de 2019 ante el Juez de
garantías, se tiene que Redmy Padilla Polanco “…SE ENCUENTRA EN SU DOMICILIO UBICADO
EN EL KM. 45 LOCALIDAD JOROCHITO, CUMPLIENDO SU ARRESTO DOMICILIARIO
COMO LA AUTORIDAD JURIDICCIONAL RESOLVIÓ EN AUDIENCIA DE MEDIDAS
CAUTELARES…” (sic), aspecto comprobado por las referidas fotografías adjuntadas como prueba a
esta instancia constitucional que evidencian ese extremo (Conclusión II.2), teniéndose por
materializada la detención en el domicilio del prenombrado, por cuanto no se puede pretender ser
trasladado inmediatamente a la conclusión de dicho acto procesal (el cual como se dijo culminó a
media noche), justamente por las circunstancias descritas; máxime, si el accionante no concurrió a
la audiencia de garantías a objeto de controvertir el informe del codemandado y exigir tutela de sus
derechos.
En consecuencia, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, adoptó una decisión
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 22/19 de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 14 a 16
vta., pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0755/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30039-2019-61-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 04/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 24 a 29, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Carlos Ramos Álvarez en representación sin mandato de
Leonor Victoria Lipacho Yochina contra Jaime Zabalaga Tapia, Representante; y, Adalid
Augusto Tapia, Gerente General, ambos del Hospital San Vicente de Paul Sociedad de
Responsabilidad Limitada (S.R.L.).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 18 de julio de 2019, cursante de fs. 8 a 11 vta., la accionante por
intermedio de su representante expresó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 18 de abril de 2019, aproximadamente a horas 16:00, fue atropellada en inmediaciones de la av.
Heroínas y calle 16 de julio, por Coroso Betancurt Condori, quien conducía un micro de transporte
público de la línea “S”, con placa de circulación 695-FEY, siendo llevada en ambulancia directamente
a la “Clínica” -lo correcto es Hospital- San Vicente de Paul S.R.L., donde su esposo firmó un
documento para que la atiendan por el estado de gravedad en que se encontraba y porque tenía que
ser intervenida quirúrgicamente, pero le dijeron que el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito
(SOAT) cubriría toda la intervención.
El 22 de mayo de 2019, su esposo consultó cuanto se debía y le dijeron que la deuda ascendía a
Bs73 088.- (setenta y tres mil ochenta y ocho bolivianos), sin contar los honorarios médicos; por lo
que, recurrió ante el causante del accidente para que se haga cargo de los gastos, quien le manifestó
que solo podía ayudarle con Bs10 000.- (diez mil bolivianos), pero tenía que levantar la denuncia en
la fiscalía, hecho que no aceptó porque ellos no contaban con el efectivo para cubrir los gastos
médicos; en ese entendido, continúo el proceso penal, pero había que comprar otros medicamentos,
para lo cual una de sus vecinas les prestó el dinero.
Posteriormente, los médicos le dieron de alta y la administración del referido Hospital le exigió a su
esposo que la recoja trasladándola a su domicilio, pero previamente debía cubrir todos los gastos
hospitalarios, de lo contrario no podría salir y día que pasaba la deuda se incrementaba; por otra
parte, le dijeron que el nosocomio no se hacía responsable de su salud y que al estar bajas sus
defensas podía contagiarse de cualquier enfermedad, en la misma sala la paciente contigua tenía
problemas respiratorios y posiblemente tuberculosis siendo probable infectarla, lo que agravaría su
estado de salud ocasionándole inclusive la muerte, por lo que debía hacer un plan de pagos e irse a
su vivienda lo más antes posible; sin embargo, como no tiene los recursos económicos para cubrir
dicha deuda no la permitieron abandonar dicho nosocomio.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante denunció la lesión de su derecho a la libertad de
locomoción y “la garantía de la seguridad jurídica”, citando al efecto los arts. 21.7, 22, 23 y 117.III
de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo su inmediata libertad.

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I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías


Celebrada la audiencia pública el 19 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 22 a 23,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante en audiencia por intermedio de su representante, ratificó in extenso el memorial de
acción de libertad presentado.
I.2.2. Informe de los demandados
Robert Christian Lizarraga Álvarez, Administrador del Hospital San Vicente de Paul S.R.L. -no obstante
que no fue demandado se apersonó en audiencia-, por intermedio de su abogado señaló que: a) La
accionante efectivamente recibió atenciones médicas especializadas, ya que se trata de una persona
de la tercera edad, fue intervenida quirúrgicamente como consecuencia del hecho de tránsito y a
tiempo de ser internada su esposo firmó un documento comprometiéndose a cubrir todos los gastos
a través de un plan de pagos; b) Coroso Betancur Condori, visitó el nosocomio con mentiras indicando
que quería solucionar el pago de los servicios hospitalarios; sin embargo, se negó a firmar cualquier
documento al respecto; y, c) Hace cuatro días se le dio de alta a la impetrante de tutela; por lo que,
su esposo debía someterse a dicho plan de pagos para dejarla salir.
Jaime Zabalaga Tapia, Representante; y, Adalid Augusto Tapia, Gerente General, ambos del Hospital
San Vicente de Paul S.R.L., no presentaron informe alguno, tampoco se apersonaron a la audiencia,
pese a su notificación cursante de fs. 17 a 18.
I.2.3. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido en
Juez de garantías, mediante Resolución 04/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 24 a 29, concedió
la tutela solicitada, disponiendo que el Hospital San Vicente de Paul S.R.L., libere inmediatamente a
la paciente Leonor Victoria Lipacho Yochina -ahora accionante-, en base a los siguientes
fundamentos: 1) La libertad de las personas no puede estar condicionada por ningún motivo al pago
de gastos hospitalarios; 2) Toda acción pública tiene que ver con el acto ilícito realizado por una
persona, la consecuencia es la sanción y si acaso hubiere sentencia por procedimiento abreviado, no
existe impedimento para que la víctima exija la reparación de daños; 3) La impetrante de tutela ya
fue dada de alta, lo cual significa que debe salir del nosocomio, no puede estar supeditada su libertad
de locomoción a la firma de un documento por pago o plan de pagos de deudas con la “Clínica”; 4)
La administración del hospital deberá ver otros mecanismos legales para exigir el pago de esos
gastos, por lo que no pueden retener a la paciente, puesto que ya se encuentra con la respectiva
alta; 5) La solicitante de tutela es una persona de la tercera edad que debe contar con un tratamiento
especial y no puede estar retenida bajo el argumento de que no quieren firmar un plan de pagos,
toda vez que la paciente no es una garantía de pago; y, 6) Tomando en cuenta los antecedentes y
la jurisprudencia, en un caso similar la tutela fue confirmada por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, respecto a que las personas no pueden ser retenidas por deudas o gastos hospitalarios,
como condición o garantía, en vista que dicho nosocomio no está facultado para privar de libertad a
las personas.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Detalle de Cuenta H-017657 de 18 de abril de 2019, emitido por Robert Christian
Lizarraga Álvarez, Administrador del Hospital San Vicente de Paul S.R.L. con una deuda total
aproximada de Bs73 088.- por concepto de hospitalización y atenciones médicas de Leonor Victoria
Lipacho Yochina -ahora accionante- (fs. 3 a 6).
II.2. Consta certificado médico de 27 de abril de 2019, por el cual Dennis Jimmy Villarroel Espinoza
certificó que la impetrante de tutela fue atendida de emergencia el 18 del mismo mes y año (fs. 7).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

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La accionante a través de su representante denuncia la vulneración de su derecho a la libertad de


locomoción y “la garantía de la seguridad jurídica”; toda vez que, al haber sido atropellada por un
micro fue trasladada al Hospital San Vicente de Paul S.R.L., donde recibió atenciones médicas y la
intervinieron quirúrgicamente; gastos que ascendieron a la suma de Bs73 088.- los mismos no puede
cubrir por ser de escasos recursos; razón por la cual no le permiten abandonar dicho nosocomio,
pese a haber sido dada de alta, sin antes cancelar el referido monto o suscribir un plan de pagos.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La legitimación pasiva de los directores de centros hospitalarios y médicos
La SCP 0258/2012 de 29 de mayo, al respecto estableció: “Por el tipo de bienes jurídicos tutelados
por la acción de libertad, existe flexibilidad respecto a la legitimación pasiva, así por ejemplo en las
SSCC 0979/2005-R y 1800/2004-R, si bien existió error en las autoridades demandadas, se
aclaró que dicho error no impedía el conocimiento del fondo del asunto debido a que las
autoridades referidas eran del mismo rango además de cumplir con funciones y tener
competencias similares; incluso en la SC 0934/2010-R de 17 de agosto, se estableció que
ni siquiera era un requisito indispensable identificar a plenitud a los demandados, ello
porque el objeto principal de la acción de libertad no es establecer responsabilidad
constitucional sino restablecer el derecho vulnerado o desconocido.
En lo referente a demandas de acción de libertad planteadas por pacientes impedidos de salir de
centros hospitalarios por no pagar honorarios de tratamientos médicos, la SC 0667/2010-R de 19 de
julio, atendiendo a una interpretación pro homine y pro libertatis, señaló: ‘Es pertinente aclarar
que el Director de un Hospital, sea privado o público, tiene el deber de verificar que en la
Institución a su cargo no se susciten situaciones irregulares, restrictivas de los derechos
de sus pacientes, responsabilidad que emerge de sus funciones y atribuciones propias de
máxima autoridad de un Centro hospitalario, aún cuando no hubiese sido dicha autoridad
quien dispuso o impidió la salida del Hospital de un paciente por razones estrictamente
económicas, pues corresponde a dicha autoridad asumir la responsabilidad por los
hechos que se susciten bajo su Dirección por parte del personal, y en su caso, al conocer
una situación irregular lesiva de derechos, está en la obligación de corregirlos o
subsanarlos, lo que no ocurrió en el presente caso’.
De lo expuesto, es preciso establecer que, ante la detención de un paciente en un Hospital o
Clínica público o privado, se activa la jurisdicción constitucional a través de la
interposición de una acción de libertad, situación en la que se flexibiliza la legitimación
pasiva, ya que resulta admisible dirigir la acción de libertad sólo contra el Director del
nosocomio, ya que se encuentra bajo su responsabilidad el control de todas las
actuaciones de su personal, es el encargado de asumir defensa por la institución que
dirige y cuenta con la suficiente autoridad para hacer cumplir cualquier resolución
emanada por autoridad competente, lo que no significa que no pueda plantearse además
contra los autores directos del hecho denunciado” (las negrillas nos corresponden).
III.2. Sobre la procedencia de la acción de libertad en los centros hospitalarios públicos
y privados
La precitada SCP 258/2012 sobre el particular señaló que: “ Conforme el art. 22 de la CPE se tiene
que: ‘La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber
primordial del Estado’ y el art. 117.III también de la Norma Fundamental concordante con dicho
postulado afirma que ‘No se impondrá sanción privativa de libertad por deudas u
obligaciones patrimoniales, excepto en los casos establecidos por la ley’ mientras que la
Convención Americana sobre Derechos Humanos norma internacional que al tenor del
art. 410.II de la CPE integra el bloque de constitucionalidad en su art. 7.7 establece que
‘Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad
judicial competente dictados por incumplimiento de deberes alimentarios’ normas que

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 907


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se encuentran desarrolladas en el art. 6 de la Ley de Abolición de Prisión y Apremio


Corporal por Obligaciones Patrimoniales (LAPACOP), que establece: ‘en los casos de
obligaciones de naturaleza patrimonial, el cumplimiento forzoso de las mismas podrá
hacerse efectivamente únicamente sobre el patrimonio del o los sujetos responsables…’.
En su momento y bajo la vigencia de la Constitución Política del Estado abrogada la SC 1304/2002-
R de 28 de octubre, concluyó que: ‘…nuestro ordenamiento jurídico no tiene inserta ninguna
disposición que faculte a una autoridad que dirija un centro hospitalario a retener a un paciente por
no cubrir los gastos que ha demandado su curación…’, entendimiento recogido por el Tribunal
Constitucional durante la vigencia de la Constitución del año 2009 y que incluso se amplió frente a
particulares. Así las SSCC 0338/2010-R, 1138/2010-R, entre otras.
Posteriormente, la SC 0482/2011-R de 25 de abril, estableció nuevos presupuestos para la
procedencia de la acción de libertad en casos de pacientes que son retenidos por la falta de pago en
centros hospitalarios de forma que: ‘a) El paciente agraviado u otro a su nombre debe acudir
a la unidad correspondiente, sea administrativa, legal y/o social, haciendo conocer su
situación de insolvencia, y la procura del pago según los planes o beneficios, descuentos,
programas asistenciales, y otros, que le permitan cumplir su obligación; o
alternativamente, puede acudir directamente ante el director del centro hospitalario o
clínica, en el mismo sentido, haciendo conocer su situación, su insolvencia y voluntad de
pagar, solicitando se restablezca su derecho a la libertad, restringida o afectada por la
retención y condicionamiento impuesto, y b) En caso de persistir el agravio; es decir, de
no haberse definido en un plazo no mayor a veinticuatro horas, la modalidad de honrar
la obligación y continuar la retención condicionada al pago; se activa la jurisdicción
constitucional a través de la acción de libertad, la cual debe ser dirigida contra el director
del nosocomio, dado que es él quien tiene facultades para hacer cumplir el fallo
constitucional ante una otorgación de tutela, como también asume la responsabilidad en
caso de disponerse el pago de costas, daños y perjuicios, y la responsabilidad penal
inclusive en su calidad de máxima autoridad responsable de los efectos de su gestión. No
obstante, en caso de que la acción no sea dirigida contra él, igualmente corresponde la
admisión de la misma, debiendo procederse también a su citación para que en su calidad
de director tome conocimiento y repare la lesión denunciada’.
De la interpretación sistemática de las normas citadas anteriormente y la jurisprudencia constitucional
referida surge la necesidad de dejar sin efecto el razonamiento y los presupuestos establecidos por
la SC 0482/2011-R, para que proceda la acción de libertad cuando se trate de pacientes que son
retenidos por la falta de pago en centros hospitalarios, en razón a que:
i) El derecho a la libertad es inviolable; por lo que, establecer como requisito de procedibilidad de la
acción de libertad que el paciente agravado y/u otra persona a nombre deba acudir al Director del
Hospital o Clínica, a las unidades administrativas, legal o social de dicha entidad, con el objeto de
solicitar una conciliación que posibilite el pago; por el que, por ningún motivo se puede imponer una
sanción privativa de libertad por deudas y obligaciones patrimoniales, excepto en los casos
establecidos por ley debidamente justificados en razón a la protección de un bien jurídico mayor;
puesto que la privación de la libertad por deudas, aunque sea momentáneamente, no solo iría contra
el núcleo esencial del derecho a la libertad sino desconocería el derecho de acceso a la justicia.
ii) Los hospitales o clínicas, para el cobro de deudas emergentes de internación y honorarios médicos;
es decir, de los gastos realizados en un nosocomio, cuentan con las vías procesales
adecuadas para su cobro; por lo que, ante la falta de cancelación de dichos adeudos, no
es posible que procedan a la privación de libertad de un paciente, puesto que resulta ser
una medida de hecho, que desde ningún punto de vista es aceptable, ya que implica la
vulneración del derecho a la libertad, que es tutelado por la justicia constitucional.
Asimismo, debe aclararse que, cuando se evidencia tal situación, el monto económico que los
hospitales pueden cobrar por la atención brindada a un paciente, ya sea al mismo paciente o a un
tercero que asumió el compromiso, únicamente puede ser hasta el momento en que al paciente se

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 908


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le haya dado de alta y no alcanza a los gastos de internación y alimentación de los días que se impidió
salir al paciente, de lo contrario se otorgaría efecto jurídico a una actitud ilícita; vale decir, admitir
una deuda originada en un procedimiento al margen del orden constitucional” (las negrillas son
nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
Conforme a los hechos que motivan la acción de defensa, la impetrante de tutela por intermedio de
su representante, denuncia la vulneración de su derecho a la libertad de locomoción y “la garantía
de la seguridad jurídica”; toda vez que, el 18 de abril de 2019 fue atropellada por un micro de
transporte público conducido por Coroso Betancur Condori, motivo por el cual la llevaron al Hospital
San Vicente de Paul S.R.L., donde recibió todas las atenciones médicas e incluso fue intervenida
quirúrgicamente, ascendiendo todos los gastos a Bs73 088.-, dinero con el que no cuenta por ser de
escasos recursos; ante dicha situación, no le permiten irse a su domicilio pese a haber sido dada de
alta, motivo por el cual considera que se le esta privando de su libertad de locomoción y poniendo
en riesgo su vida al ser adulta mayor, ya que en la misma sala donde se encuentra internada hay
otra paciente presumiblemente con tuberculosis, enfermedad que puede contagiarse al estar bajas
sus defensas.
Previo a ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, es menester pronunciarse con
relación a la legitimación pasiva en situaciones de esta índole, habida cuenta que en el presente caso
se interpuso la acción de libertad contra todos los responsables del Hospital San Vicente de Paul
S.R.L., al respecto la jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, estableció que en situaciones de retención de pacientes en centros hospitalarios por
pago de atenciones médicas, no es un requisito indispensable identificar a los demandados, en el
entendido que el objeto principal de la acción de libertad no es determinar la responsabilidad
constitucional, sino restablecer el derecho vulnerado.
Bajo ese razonamiento, en caso de ocurrir dicha situación, el Director del nosocomio es el directo
responsable de la transgresión del derecho a la libertad de locomoción, aun cuando no hubiese sido
quien dispuso o impidió la salida del paciente por razones estrictamente económicas; habida cuenta
que, es su deber verificar que en la institución a su cargo no se susciten situaciones irregulares o
restrictivas de derechos a personas que son atendidas en ese centro hospitalario.
En consecuencia, ante la detención de un paciente en un hospital o clínica pública o privada, se activa
la jurisdicción constitucional a través de la interposición de la acción de libertad, situación en la que
se flexibiliza la legitimación pasiva, resultando admisible presentar esta, solo contra el director del
nosocomio, al ser el responsable del control de todas las actuaciones de su personal, lo que no
significa que no pueda plantearse contra los autores directos del hecho denunciado.
Ahora bien, aclarado dicho aspecto, corresponde pronunciarse en relación a la problemática de fondo
traída en revisión, a tal efecto, la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente
fallo constitucional, respecto a la retención de paciente por deudas económicas de atención médica,
estableció claramente que ningún centro hospitalario sea público o privado puede retenerlo, pese a
que no esté en condiciones de cubrir los gastos que demandó su curación u obligarle a permanecer
en el mismo hasta la cancelación del monto adeudado; puesto que, resulta una medida de hecho
que implica vulneración del derecho a la libertad y libre locomoción, ya que las obligaciones
patrimoniales recaen sobre el patrimonio del deudor y no así sobre la persona; en ese sentido, los
hospitales o clínicas para el cobro de deudas emergentes de internación y honorarios médicos,
cuentan con las vías procesales adecuadas a las cuales podrán recurrir para cobrar dichos adeudos.
Revisados los antecedentes que cursan en el expediente, se evidenció un detalle de cuentas
(Conclusión II.1), emitido por el Administrador del Hospital San Vicente de Paul S.R.L., mismo que
fue puesto a conocimiento de la accionante, el cual refleja una deuda por diferentes conceptos
médicos que ascienden a un monto de Bs73 088.-; por otro lado, se tiene un certificado médico que
acredita que la paciente fue atendida e intervenida quirúrgicamente en dicho nosocomio.

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Si bien no existe ningún documento que acredite que la impetrante de tutela está siendo privada de
su libertad o impedida de irse a su domicilio, en audiencia de acción de libertad, el abogado de los
demandados señaló que el esposo de la prenombrada firmó un documento de compromiso de pago
al momento de ser internada; asimismo, mencionó que la aludida fue dada de alta, motivo por el que
le pidieron al prenombrado, cancelar los gastos médicos para que su cónyuge pueda salir;
aseveración con la que quedó demostrado el hecho denunciado.
En aplicación de la jurisprudencia antes citada, la actitud de los responsables del Hospital San Vicente
de Paul S.R.L., de no permitirle salir a la peticionante de tutela de dicho nosocomio e irse a su
domicilio, exigiéndole previamente la cancelación de la deuda por gastos médicos, transgrede su
derecho a la libertad de locomoción y pone en riesgo su vida; toda vez que, al estar aún delicada de
salud y con las defensas bajas, podría contagiarse de otras enfermedades que agravarían la misma
por su avanzada edad, hecho advertido por los mismos médicos, quienes le alertaron sobre esa
posibilidad; por consiguiente, ante dichas situaciones, corresponde conceder la tutela demandada.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías al haber concedido la tutela solicitada, obró
de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 04/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 24 a 29,
pronunciada por el Juez de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Cochabamba;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos dispuestos por el Juez
de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 910


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0756/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30007-2019-61-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 159 a 162, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Marcelo Guzmán Camacho contra Silvia Clara Zurita
Aguilar y Pablo Antezana Vargas, Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 16 de julio de 2019, cursante de fs. 8 a 10 vta., el accionante manifestó
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, a denuncia de Kirt Rolando
Jaldín Rosales por la presunta comisión del delito de robo agravado, el 22 de febrero de 2019 se
dispuso la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva.
El 24 de abril del indicado año, la Jueza de Instrucción Penal Segunda de la Capital del departamento
de Cochabamba, agravó su situación al revocar esa decisión y ordenar se expida el mandamiento de
detención preventiva, fallo contra el que por memorial presentado el 9 de mayo del mismo año,
formuló incidente de actividad procesal defectuosa no susceptible de convalidación, que fue
sustanciado mediante Auto Interlocutorio de 21 de igual mes y año rechazando dicho planteamiento.
Tal determinación, fue apelada a través de memorial presentado el 30 del mes y año señalado y
radicada en la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, sin contar
con resolución, pese a los escritos presentados el 27 de junio y 8 de julio del año mencionado
solicitando pronta atención; puesto que, el Tribunal de alzada respondió que debe estar al orden
cronológico de las causas, sin considerar su situación de detenido preventivo.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión de su derecho a la libertad, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que se resuelva el recurso de apelación interpuesto contra
el Auto Interlocutorio de 21 de mayo de 2019, imprimiendo el trámite legal dentro de los plazos
establecidos por el art. 406 del Código de Procedimiento Penal (CPP).
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de julio de 2019, según consta en acta cursante a fs. 158 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el contenido de la acción tutelar presentada y acotando
manifestó que las autoridades ahora demandadas rechazaron su solicitud de pronta atención de la
apelación indicando que tienen setecientas causas a su cargo.
I.2.2. Informe de los demandados

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 911


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Silvia Clara Zurita Aguilar y Pablo Antezana Vargas, Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, por informe escrito presentado el 17 de julio de 2019,
cursante de fs. 141 a 142 vta., manifestaron: a) Ante la creación de la Sala que conforman, sus
similares Primera, Segunda y Tercera, remitieron más de setecientas causas de apelaciones
incidentales y restringidas, algunas con detenidos y casos a priorizar; b) El cuaderno de impugnación
en el caso de autos, fue enviado por el Juzgado de origen el 18 de junio de ese año y radicado en su
despacho al día siguiente, oportunidad en la que se hizo conocer el aludido número de asuntos en
espera y la declaración de suspensión de plazos procesales; c) El memorial de solicitud de pronta
atención presentado por el accionante, mereció proveído de 28 del señalado mes y año, en el que se
le hizo conocer que bajo el principio de igualdad las cuestiones se resuelven conforme al orden
cronológico de llegada, providencia que fue reiterada el 8 de julio de igual año disponiendo que esté
a lo anteriormente referido; y, d) El solicitante de tutela pudo haber formulado el recurso de
reposición contra aquella determinación a efectos de que pueda ser rectificada. Las recargadas tareas
ya descritas, deben ser consideradas a tiempo de resolver esta acción de defensa; razón por la que
solicitaron se deniegue la tutela.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
Eliana Juana Colque Rubín de Celis, en representación del Ministerio Público, manifestó que la
decisión de dar curso a la solicitud de cesación de la detención preventiva en favor del ahora
peticionante de tutela fue apelada y culminó con el rechazo de la medida impetrada. No existe
vulneración al debido proceso, pues el imputado no quedó en indefensión.
1.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido
en Tribunal de garantías, mediante Resolución de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 159 a 162,
concedió la tutela solicitada, sobre la base de los siguientes fundamentos: 1) Los dos actuados
desarrollados por las autoridades demandadas que negaron la atención priorizada de la apelación
interpuesta por el accionante, sin considerar su situación de detenido preventivo, constituyen dilación
indebida e injustificada, contraviniendo el principio de celeridad; puesto que, el asunto tiene estrecha
vinculación con el derecho a la libertad; y, 2) Los prenombrados tienen la obligación de solucionar
con eficacia y eficiencia la situación planteada sin que sea válido alegar excesiva carga laboral o
congestión de causas, más aun cuando el impetrante de tutela se encuentra privado de libertad,
motivo fundado para solicitar prioridad conforme disponen las normas y la jurisprudencia.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa decreto de 19 de junio de 2019 -emitido dentro del proceso penal que a denuncia de Kirt
Rolando Jaldín Rosales sigue el Ministerio Público contra el hoy accionante- por el que los Vocales
ahora demandados radicaron la apelación planteada contra el rechazo del incidente de actividad
procesal defectuosa no susceptible de convalidación y declararon en suspenso los plazos procesales
en consideración a que recibieron más de setecientos casos que imposibilitan su resolución en el
plazo de ley y que serán sorteados conforme el orden cronológico correspondiente “…o siguiendo en
su caso los criterios de sorteo adoptados por el Acuerdo de Sala Plena de fecha 21 de noviembre de
2005…” (sic [fs. 6]).
II.2. Por memorial presentado el 27 del mes y año señalados ante la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, el ahora peticionante de tutela solicitó pronta atención
de la referida apelación (fs. 3).
II.3. Mediante proveído de 28 del indicado mes y año, los Vocales demandados respondieron que
por principio de igualdad, las causas son resueltas en orden cronológico (fs. 4).
II.4. A través de escrito presentado el 8 de julio del mismo año, el impetrante de tutela reiteró la
solicitud descrita en la Conclusión II.2 (fs. 5 y vta.).

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II.5. Cursa providencia de la fecha señalada precedentemente, que en respuesta a la referida


solicitud dispuso: “Estese al decreto de fecha 28 de junio del año en curso…” (sic [fs. 7]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad, alegando que dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público en su contra a denuncia de Kirt Rolando Jaldín Rosales por la
presunta comisión del delito de robo agravado, la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, no resolvió la apelación interpuesta contra la Resolución que rechazó el
incidente de actividad procesal defectuosa no susceptible de convalidación, sin tener en cuenta las
solicitudes de pronta atención presentadas en consideración a su situación de detenido preventivo.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Sobre la subsidiariedad excepcional en la acción de libertad
En relación a este aspecto, la SCP 0534/2019-S4 de 23 de julio, señaló: “El art. 125 de la CPE,
establece que la acción de libertad tiene por objeto tutelar los derechos a la vida, a la libertad física
y de locomoción, en los casos en que aquélla se encuentre en peligro y cuando ésta sea objeto de
persecución ilegal, indebido procesamiento u objeto de privación de libertad en cualquiera de sus
formas, pudiendo toda persona que considere encontrarse en tales situaciones, acudir ante el juez o
tribunal competente en materia penal y solicitar se guarde tutela a su vida, cese la persecución
indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad.
Sin embargo, tratándose especialmente del derecho a la libertad y a la persecución o procesamiento
indebido, para que sea viable esta acción de defensa, con carácter previo se deben agotar
los mecanismos de defensa que tenga expeditos el justiciable conforme al ordenamiento
procesal común, haciendo uso de los medios y recursos legales que sean idóneos,
eficientes y oportunos para el restablecimiento de este su derecho, de donde la acción de
libertad operará solamente en los casos de no haberse reparado efectivamente las lesiones invocadas
pese a la utilización de estas vías.
Sobre el principio de subsidiariedad excepcional del hábeas corpus -ahora acción de libertad- la SC
0160/2005-R de 23 de febrero, estableció lo siguiente: ‘…como el ordenamiento jurídico no puede
crear y activar recursos simultáneos o alternativos con el mismo fin sin provocar disfunciones
procesales no queridas por el orden constitucional, se debe concluir que el proceso constitucional del
hábeas corpus, únicamente se activa cuando los medios de defensa existentes en el ordenamiento
común, no sean los idóneos para reparar, de manera urgente, pronta y eficaz, el derecho a libertad
ilegalmente restringido. No es posible acudir a este recurso, cuando el ordenamiento jurídico prevé
medios de impugnación específicos y aptos para restituir el derecho a la libertad, en forma inmediata.
Conforme a esto, solamente una vez agotado tal medio de defensa y ante la persistencia de la lesión,
se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, invocando la tutela que brinda el hábeas corpus’.
En el mismo sentido, la SC 0008/2010-R de 6 de abril, referido a la acción de libertad determinó que:
‘…esta acción de defensa, por la urgencia de la situación, se configura como el medio más eficaz para
restituir los derechos afectados; empero, en caso de existir mecanismos procesales específicos de
defensa que sean idóneos, eficientes y oportunos para restituir el derecho a la libertad y a la
persecución o procesamiento indebido, deben ser utilizados previamente por el o los afectados; en
estos casos por tanto, la acción de libertad operará solamente en caso de no haberse restituido los
derechos afectados a pesar de haberse agotado estas vías específicas ”’ (las negrillas fueron
incorporadas).
De la jurisprudencia glosada precedentemente, se extrae que antes de promover una acción de
libertad en procura de restituir derechos considerados conculcados, debe acudirse previamente a los
medios o mecanismos de impugnación previstos en la vía ordinaria, como forma inmediata y eficaz
de restablecimiento, para en caso de no lograr ese cometido, recién activar la justicia constitucional.
III.2. Análisis del caso concreto

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El accionante denunció la lesión de su derecho a la libertad, alegando que dentro del proceso penal
seguido por el Ministerio Público en su contra a denuncia de Kirt Rolando Jaldín Rosales por la
presunta comisión del delito de robo agravado, la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, no resolvió la apelación -interpuesta contra la Resolución que rechazó el
incidente de actividad procesal defectuosa no susceptible de convalidación- sin tomar en cuenta las
solicitudes de pronta atención presentadas en consideración a su situación de detenido preventivo.
De los antecedentes aparejados al caso de autos, se extrae que dentro del proceso descrito
precedentemente, por memorial presentado el 27 de junio de 2019 ante la Sala Penal Cuarta del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, el ahora peticionante de tutela solicitó
sustanciación inmediata de la impugnación referida y mediante proveído de 28 del indicado mes y
año, los Vocales demandados respondieron que por principio de igualdad, las causas son resueltas
en orden cronológico (Conclusiones II.2 y 3).
Asimismo, a través de escrito presentado el 8 de julio de 2019, el impetrante de tutela reiteró el
pedido mencionado anteriormente, a cuyo efecto resaltó su situación de detenido preventivo,
requerimiento al que las autoridades ahora demandadas contestaron mediante providencia de la
misma fecha señalando que esté al decreto de 28 de junio de idéntico año (Conclusiones II.4 y 5).
Teniendo ese contexto, la documentación cursante en obrados y lo planteado en la presente acción
de defensa, reflejan puntualmente que por Resolución de 24 de abril de 2019 el Juez de Instrucción
Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso la revocatoria de las medidas
sustitutivas determinadas a favor del impetrante de tutela, quien ante tal decisión formuló incidente
de actividad procesal defectuosa no susceptible de convalidación, que al ser rechazado por la
precitada autoridad fue objeto de apelación mediante memorial de 30 de mayo de similar año.
De igual manera, la falta de sustanciación o resolución de la referida impugnación por parte de los
Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, motivó la
interposición de esta acción tutelar. Bajo ese escenario fáctico, a efectos de dar curso al análisis del
caso de autos, se extrae la parte pertinente del Código de Procedimiento Penal que estipula:
“Artículo 251°.- (Apelación).
La resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares, será apelable,
en el efecto no suspensivo, en el término de setenta y dos horas” (las negrillas y subrayado fueron
añadidos).
De las circunstancias descritas en párrafos precedentes, contrastadas con el contenido normativo
transcrito, se concluye que al interponer el incidente de actividad procesal defectuosa no susceptible
de convalidación, el ahora accionante equivocó el camino en su intención de lograr el restablecimiento
de los agravios que consideró haber sufrido; pues, conforme emerge del art. 251 del CPP, ante la
modificación de las medidas cautelares impuestas debió formular el recurso de apelación incidental
como presupuesto previo a la interposición de la acción de libertad para así cumplir con el principio
de subsidiariedad desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional. Dicha inobservancia, advierte que no se agotaron los mecanismos
procesales idóneos para la defensa y restitución de derechos, en la forma instituida por la norma
Adjetiva Penal, acontecimiento que constituye una omisión que impide ingresar al análisis de fondo
de la problemática planteada.
En consideración a ese entendimiento, se evidencia que en el caso de autos, el ahora impetrante de
tutela no activó el recurso de apelación incidental, privando de esta manera que la autoridad judicial
competente tenga la oportunidad de resolver su situación jurídica, inhabilitando así la vía
constitucional respecto al análisis de fondo de este caso; una actuación en contrario, implicaría
inobservar la subsidiariedad establecida por la jurisprudencia constitucional plasmada en el
Fundamento Jurídico III.1 de esta Resolución; circunstancia que imposibilita conceder la tutela
requerida.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al conceder la tutela solicitada, valoró incorrectamente
los datos del proceso.

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POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución de 17 de julio de 2019, cursante de fs. 159 a 162, emitida
por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0757/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30008-2019-61-AL
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 668/2019 de 16 de julio, cursante de fs. 72 a 74, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Cesar Ramos Cuevas contra Elsa Cabrera Mamani, Jueza
de Instrucción Penal Quinta de la Capital del departamento de Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 15 de julio de 2019, cursante de fs. 27 a 28 vta., el accionante refirió
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, por la presunta comisión del
delito de violación, Elsa Cabrera Mamani, Jueza de Instrucción Penal Quinta de la Capital del
departamento de Oruro -ahora demandada- fijó audiencia de consideración de medidas cautelares
para el 27 de agosto de 2018, a lo que solicitó su suspensión, señalando además su nuevo domicilio
procesal para futuros actuados; en atención al precitado memorial, se difirió el referido acto procesal
para el 13 de septiembre de igual año, efectivizándose la notificación el 7 de idéntico mes y año pero
en una dirección distinta a la indicada.
La audiencia de consideración de medidas cautelares, se llevó a cabo sin su conocimiento,
inobservando las respectivas formalidades a través del Auto Interlocutorio 623/2018 de 13 de
septiembre, fue declarado rebelde disponiendo se libre mandamiento de aprehensión en su contra;
en el mismo día, su defensa técnica se apersonó al Juzgado prenombrado donde le comunicaron que
había concluido el referido acto procesal; por lo que, mediante del memorial hizo conocer a la
autoridad demandada que su inasistencia fue por el desconocimiento de la misma, toda vez que se
realizó la notificación en otro domicilio procesal, hecho que dio lugar a la solicitud de nulidad ya que
le generó indefensión, advertida de su error la Jueza a quo tenía la facultad de revocar esa decisión;
empero, por providencia de 17 de septiembre de igual año se indicó que esté al Auto Interlocutorio
citado supra, ante el cual interpuso recurso de reposición, en tal razón está siendo perseguido y
procesado indebidamente.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El peticionante de tutela denunció como lesionados sus derechos a la libertad, a la defensa, a la
seguridad personal y al debido proceso, citando al efecto los arts. 23.I y 119.I y II de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo la nulidad de la notificación de 7 de septiembre de 2018 y
en consecuencia, se revoque la declaratoria de rebeldía, y las medidas impuestas en su contra.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 16 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 70 a 71
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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El accionante a través de su abogado, ratificó el memorial de acción de libertad y ampliándolo, señaló


que: a) Horas antes de la audiencia de consideración de medidas cautelares de 27 de agosto de
2018, presentó memorial dando a conocer su inasistencia, justificando a través de un certificado
médico e indicó su nuevo domicilio procesal, el cual tras ser considerado en ese acto procesal, se
suspendió la misma para el 13 de septiembre de igual año; empero, no fue notificado lo que ocasionó
su desconocimiento; b) Una vez instalado el precitado acto la Secretaria del Juzgado de Instrucción
Penal Quinto de la Capital del departamento de Oruro informó que se habrían cumplido con las
formalidades; a lo que la Jueza demandada lo declaró rebelde en aplicación del art. 87 del Código de
Procedimiento Penal (CPP), hecho que fue puesto a conocimiento de la oficina de Migraciones y del
Registro Judicial de Antecedentes Penales (REJAP); y, c) En mérito del art. 250 del mismo cuerpo
legal en el entendido de que se trató de un error administrativo, solicitó a la autoridad demandada
modifique la resolución emitida; sin embargo, su petición fue omitida, en tal razón interpuso recurso
de apelación incidental, el cual fue concedido y elevado al Tribunal de alzada aun así se libró el
mandamiento de aprehensión conforme consta en la copia cursante en obrados, lo que generó una
restricción a su derecho a la libertad.
I.2.2. Informe de la demandada
Elsa Cabrera Mamani, Jueza de Instrucción Penal Quinta de la Capital del departamento de Oruro,
mediante informe escrito presentado el 16 de julio de 2019 cursante a fs. 33 y vta., manifestó que:
1) El impetrante de tutela conocía del proceso penal instaurado en su contra, teniendo la obligación
de efectuar el respectivo seguimiento, en dos oportunidades en atención a sus solicitudes se
suspendieron las audiencias programadas, debió prever ya que era de su discernimiento la
consecuencia de su inasistencia; 2) También presentó memorial de justificando su inasistencia a
dicho acto procesal el “…14 de septiembre de 2018 tal cual cursa a fs. 83 es decir al día siguiente lo
que hace entender a la suscrita, que el imputado estaba en pleno conocimiento de la realización de
audiencia de 13 de septiembre…” (sic), motivo por el cual no puede alegar su ignorancia, por haber
sido notificado en un domicilio procesal distinto; y, 3) De igual forma conocía la etapa del proceso
“…es más ha tenido el derecho de plantear el recurso, que ha sido rechazado por no [plan]tear
correctamente” (sic).
I.2.3. Resolución
El Juez de Ejecución Penal Primero del departamento de Oruro, por Resolución 668/2019 de 16 de
julio, cursante de fs. 72 a 74, denegó la tutela solicitada, en base a los siguientes fundamentos: i)
Dentro del proceso penal en cuestión se suspendieron en reiteradas oportunidades las audiencias de
consideración de medidas cautelares a pedido del accionante, no habiéndose presentado a la del 13
de septiembre de 2018; ii) El impetrante de tutela fue debidamente notificado con el señalamiento
de la nombrada audiencia y por ende dicha diligencia logró su cometido, al no concurrir al acto
procesal de acuerdo al art. 89 del CPP se declaró su rebeldía y se emitió el mandamiento aprehensión
conforme a lo establecido por norma; sin embargo, pudo justificar documentalmente su inasistencia,
empero, pretende que se deje sin efecto el referido actuado, petición que fue rechazada; por lo que,
interpuso recurso de reposición, “…es más sea incidentado una nulidad de notificación al
señalamiento de audiencia de aplicación de medidas cautelares, lo cual ha sido resuelto sin lugar”
(sic), teniéndose en cuenta el art. 91 del Código Adjetivo Penal; y, iii) Respecto a la declaratoria de
rebeldía al ser una medida momentánea, puede acudir ante la autoridad correspondiente solicitando
revocar la misma, ya que no se advirtió de obrados una persecución ilegal o indebido procesamiento.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. El Fiscal de Materia asignado al caso, por memorial presentado el 25 de junio de 2018 ante el
Juzgado de Instrucción Penal Quinto de la Capital del departamento de Oruro, imputó formalmente
a Cesar Ramos Cuevas -accionante- por la presunta comisión del delito de violación, solicitando la
aplicación de medidas cautelares (fs. 38 a 42).

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II.2. Cursa actas de audiencias de consideración de aplicación de medidas cautelares de 3 de agosto


de 2018, diferida a pedido del impetrante de tutela, fijando la autoridad demandada otro similar para
el 27 del citado mes y año, que se suspendió por solicitud del aludido programándose para el 13 de
septiembre de idéntico año (fs. 46 a 48).
II.3. Mediante Auto Interlocutorio 623/2018 de 13 de septiembre, la Jueza demandada declaró
“…REBELDE al imputado CESAR RAMOS CUEVAS y con los respectivos efectos que señala el Art.
89 del mismo cuerpo legal, una vez notificados con la presente resolución, expídase el
correspondiente mandamiento de aprehensión…” (sic [fs. 50 vta.]).
II.4. El peticionante de tutela por memorial presentado en la referida fecha, “JUSTIFICA
INASISTENCIA A AUDIENCIA” (sic) solicitando se revoque la declaratoria de rebeldía conforme a la
última parte del art. 91 del CPP, que mereció providencia de 17 de idéntico mes y año señalando que
se esté a lo dispuesto en el citado Auto Interlocutorio; a lo que interpuso recurso de reposición el 20
del mismo mes y año, que fue decretado el 21 de igual mes y año indicando “…remítase a lo que
establece el Art. 91 del Código de Procedimiento Penal. Por lo que el Decreto de fecha 17 de
septiembre de 2018, se mantiene firme y subsistente” (sic [fs. 51 a 55]).
II.5. Se tiene mandamiento de aprehensión librado el 25 de junio de 2019, por la autoridad
demandada contra el peticionante de tutela, conforme lo ordenado por “…Auto Interlocutorio de
fecha 13 de Septiembre de 2018 años…” (sic [fs. 65]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega lesionados sus derechos a libertad, a la defensa, a la seguridad personal y al
debido proceso; toda vez que, no fue notificado con el nuevo señalamiento de audiencia de
consideración de medidas cautelares, la cual se efectuó el 13 de septiembre de 2018, por lo que al
desconocer la misma no asistió, generando que la Jueza demandada mediante Auto Interlocutorio
623/2018 de idéntica fecha lo declare rebelde, disponiendo la emisión del mandamiento de
aprehensión en su contra y habiendo justificado su inasistencia se le indicó que esté a la aludida
determinación.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales hechos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La solicitud de revocatoria de la resolución de rebeldía y su efecto: recurso para
dejar sin efecto la resolución que la impuso
En ese sentido, la SCP 0615/2016-S3 de 1 de junio, precisó que: “La ejecución del mandamiento
requerirá que éste emane de autoridad competente y que sea emitido por escrito’, relacionado con
la primera parte del art. 89 del CPP, que dispone la emisión del mandamiento de aprehensión contra
el declarado rebelde en los supuestos del art. 87 del citado Código, que dispone la rebeldía en los
siguientes supuestos:
‘1) No comparezca sin causa justificada a una citación de conformidad a lo previsto en este
Código;
(…)
Del inciso 1) de la norma procesal citada, se puede advertir que en casos donde la mencionada
incomparecencia ante una citación de una autoridad jurisdiccional dentro un proceso penal, y la
misma sea justificada con prueba objetiva, el Juez o Tribunal de la causa previamente debe compulsar
las mismas y mediante resolución fundamentada establecerá si corresponde o no la declaratoria de
rebeldía, claro está con los efectos jurídicos que ello implica; debemos mencionar que de acuerdo al
art. 88 del mismo cuerpo normativo penal, la señalada justificación puede ser presentada antes y
durante el acto procesal al que el encausado fue citado, hasta antes de constituida la declaración de
rebeldía, por el imputado o cualquiera a su nombre, y si la autoridad jurisdiccional advierte suficiencia
en el justificativo, concederá al impedido un plazo prudencial para que comparezca.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 918


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Si constituida la rebeldía, y el afectado no pudo presentar su justificativo, le


corresponderá de manera inmediata presentar la misma ante la autoridad judicial
solicitando la revocatoria del Auto que dispuso la declaratoria de rebeldía y con ella sus
efectos -incluida el mandamiento de aprehensión-, así el art. 91 in fine del CPP establece:
‘Si justifica que no concurrió debido a un grave y legítimo impedimento, la rebeldía será
revocada y no habrá lugar a la ejecución de la fianza’.
En ese sentido, la SCP 0962/2015-S3 de 7 de octubre, concluyó que: ‘…dentro de un proceso
penal, ante la declaratoria de rebeldía, el rebelde, antes de la ejecución del mandamiento
de aprehensión librado en su contra, debe apersonarse ante la autoridad judicial en cuyo
conocimiento se encuentra la causa, por cuanto es el medio idóneo, eficaz e inmediato a
disposición del imputado o procesado, no pudiendo acudir directamente ante la justicia
constitucional’.
La jurisprudencia constitucional precedente demuestra que dentro de un proceso penal, ante la
declaratoria de rebeldía y su consiguiente mandamiento de aprehensión, el rebelde, antes de la
ejecución del mandamiento de aprehensión librado en su contra, puede justificar el impedimento
para cumplir con el emplazamiento, y solicitar la revocatoria de la declaratoria de rebeldía, por cuanto
es el medio idóneo, eficaz e inmediato a disposición del imputado o procesado para dejar sin efecto
la resolución de rebeldía y consiguientemente el mandamiento de aprehensión, no pudiendo acudir
directamente ante la jurisdicción constitucional” (las negrillas y subrayado nos pertenecen).
Por su parte, la SC 1774/2004-R de 11 de noviembre, sostuvo que: “Al efecto, corresponde señalar
que de conformidad a la norma prevista por el art. 89 del CPP el Juez o tribunal del proceso, previa
constatación de la incomparecencia, evasión, incumplimiento o ausencia (del imputado o procesado),
declarará la rebeldía mediante resolución fundamentada, expidiendo mandamiento de aprehensión o
ratificando el expedido; en concordancia con dicha norma el art. 91 del mismo cuerpo legal dispone
que, cuando el rebelde comparezca o sea puesto a disposición de la autoridad que lo requiera, el
proceso continuará su trámite dejándose sin efecto las órdenes dispuestas a efectos de su
comparecencia y manteniendo las medidas cautelares de carácter real. De las normas procesales
referidas se infiere que el mandamiento de aprehensión expedido, como consecuencia de la
declaratoria de rebeldía, tiene como única finalidad el conducir al imputado o procesado rebelde ante
el juez o tribunal del proceso para ponerlo a su disposición a objeto de que prosiga la sustanciación
del proceso; queda claro que, el Juez o Tribunal del proceso que hubiese declarado la rebeldía, una
vez que sea conducido ante su despacho el imputado o procesado, deberá celebrar la audiencia de
medidas cautelares para definir su situación jurídica”.
Asimismo, la SCP 0266/2018-S2 de 25 de junio, señaló que: “Al efecto, debe entenderse que el pago
de las costas de la rebeldía, opera cuando ésta es indiscutible; es decir, cuando el imputado no
compareció al llamado del juez o tribunal por su propia voluntad o no justificó una situación de fuerza
mayor. En ese entendido, cuando el imputado declarado rebelde se presenta en forma posterior ante
la autoridad judicial, solicitando la revocatoria de la declaratoria de rebeldía justificando su
inasistencia, el juez o tribunal tiene la obligación de resolver esa petición de manera inmediata, sin
exigir que previamente se paguen las costas de la rebeldía, pues ese pago solo es exigible cuando la
inasistencia que ocasionó la declaratoria de rebeldía no se justificó de ninguna manera”.
III.2. Análisis del caso concreto
De la revisión de antecedentes, se tiene que dentro del proceso penal seguido contra el accionante
por la presunta comisión del delito de violación el Fiscal de Materia a cargo de la investigación
presentó el 25 de junio de 2018, ante la Jueza demandada imputación formal y solicitó la aplicación
de medidas cautelares del aludido (Conclusión II.1); pretensión que no pudo llevarse a cabo según
se tiene de las actas de las audiencia públicas de 3 y 27 de agosto de igual año, las que fueron
suspendidas a pedido del impetrante de tutela; empero, se señaló otra para el 13 de septiembre del
referido año (Conclusión II.2) dictando la mencionada autoridad en esa fecha el Auto Interlocutorio
623/2018 por el que se declaró rebelde al peticionante de tutela ordenando se libre mandamiento de
aprehensión entre otras medidas, a lo que justificando su inasistencia al citado acto procesal pidió se

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revoque la declaratoria referida, habiendo merecido providencia de 17 de idéntico mes y año


señalando esté a lo dispuesto en el mencionado Auto Interlocutorio, subsiguientemente a ese decreto
interpuso recurso de reposición el 20 de igual mes y año, que fue resuelto manteniendo firme la
decisión asumida en el proveído aludido (Conclusiones II.3 y 4), emitiéndose mandamiento de
aprehensión contra el accionante el 25 de similar mes y año (Conclusión II.5).
Previamente al análisis de esta acción de libertad, es preciso aclarar que el impetrante de tutela a
través del memorial presentado el 13 de septiembre de 2018, referente a la justificación de la
inasistencia a la audiencia de consideración de medidas cautelares de idéntica fecha, solicitó la
revocatoria de su declaratoria de rebeldía, mismo que mereció providencia de 17 de septiembre de
similar año, ante el cual interpuso recurso de reposición el 20 del referido mes y año, agotando de
esta manera la vía ordinaria antes de acudir a la jurisdicción constitucional; por lo que, este Tribunal
se encuentra habilitado para resolver en el fondo de la problemática planteada.
En ese sentido, conforme al desarrollo jurisprudencial expuesto en el Fundamento Jurídico III.1 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, una vez emitida la resolución por la cual se declara
la rebeldía y de emitido el correspondiente mandamiento de aprehensión previo a que este sea
ejecutado, el declarado rebelde a objeto de dejar sin efecto la decisión judicial dispuesta puede
solicitar la revocatoria de la misma, justificando el motivo por el que se vio imposibilitado de asistir a
la audiencia convocada.
En el caso concreto se evidencia que, por Auto Interlocutorio 623/2018 se declaró rebelde al
peticionante de tutela disponiendo se libre mandamiento de aprehensión en su contra, designándole
un abogado defensor e imponiéndole una multa procesal equivalente a tres días del haber básico
mensual; después de haberse dispuesto ello en la audiencia de aplicación de medidas cautelares -13
de septiembre de 2018- el accionante justificó su inasistencia y pidió de forma expresa se revoque la
declaratoria de rebeldía, por lo que la Jueza demanda emitió providencia el 17 de septiembre de
2018, indicando estese al Auto Interlocutorio aludido, ante el cual interpuso recurso de reposición,
respondido en el mismo sentido de la citada providencia.
Ahora bien, conforme se tiene precisado la solicitud realizada por el accionante tenía como finalidad
la revocatoria del acto emitido, es decir, de la resolución de declaratoria de rebeldía; sin embargo, la
Jueza demandada por medio de la providencia de 17 de septiembre de 2018 se limitó a través de un
simple decreto a indicar “Previamente la parte impetrante para disponer lo que en derecho
corresponda, estese al auto de fecha 13 de septiembre de 2018” (sic) sin resolver la solicitud
presentada, pretendiendo que acepte como válida dicha rebeldía, cuando lo que en realidad
correspondía era emitir un pronunciamiento de fondo mediante un auto, dado que su pretensión se
encontraba dirigida a que se deje sin efecto el acto procesal en sí mismo, aspecto que merecía un
fallo de fondo debidamente fundamentado, siendo este un medio procesal idóneo.
Por lo referido, se advierte que la autoridad demandada eludió su responsabilidad de resolver el
fondo de lo pretendido por el accionante, quien ante su planteamiento de revocatoria de la resolución
de declaratoria de rebeldía obtuvo únicamente decretos esquivos de la autoridad judicial, la cual se
limitó a instar a la observación de lo dispuesto en la decisión cuestionada; por lo que, se atienda lo
denunciado por el accionante, en observancia a la obligación de la Jueza demandada emitir un
pronunciamiento de fondo que resuelva la solicitud del peticionante de tutela, advirtiéndose asimismo
que la aludida vulneró el principio de celeridad que sustenta la jurisdicción ordinaria; toda vez, que
la SCP 0528/2013 de 3 de mayo, indicó que: “…que todo tipo de decisiones judiciales vinculadas al
derecho a la libertad personal, tienen que ser: tramitadas, resueltas (SC 0224/2004-R de 16 de
febrero) y efectivizadas (SC 0862/2005-R de 27 de julio) con la mayor celeridad” ; en ese sentido, la
autoridad de control jurisdiccional debió actuar de manera pertinente y sin emitir providencias
dilatorias las cuales impidieron que se considere oportunamente la solicitud de revocatoria de la
declaración de rebeldía; por lo que, corresponde conceder la tutela impetrada.
Por lo expuesto, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma correcta.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 668/2019 de 16 de julio, cursante de fs. 72 a 74,
pronunciada por el Juez de Ejecución Penal Primero del departamento de Oruro; y en consecuencia,
CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo que la Jueza de Instrucción Penal Quinta de la Capital
del referido departamento ahora demandada, resuelva de inmediato la solicitud de revocatoria de la
declaratoria en rebeldía.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0758/2019-S3


Sucre, 11 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30024-2019-61-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 07/2019 de 18 de julio, cursante de fs. 184 a 188, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Erick Alberto Aguilar Avilés en representación sin mandato
de Sandra “Giovanna” Loayza Salazar contra Pablo Antezana Vargas y Elisa Sánchez
Mamani, Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 17 de julio de 2019, cursante de fs. 36 a 38 vta., la accionante a través
de su representante manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Se encuentra cumpliendo una pena de treinta años de privación de libertad en el Centro Penitenciario
San Sebastián Mujeres Cochabamba; a consecuencia de una serie de problemas renales y otras
complicaciones de salud, en reiteradas oportunidades pidió al Juez de Ejecución de Sentencia Penal
Tercero de la Capital del departamento de Cochabamba, salidas de ese recinto a objeto de recibir
tratamiento médico; posteriormente, ante la gravedad de su enfermedad y el riesgo que significaba
para su vida, el 29 de agosto de 2018, solicitó al Juez de Ejecución de Sentencia Penal Segundo de
la Capital, la detención domiciliaria temporal, quien a través del Auto 01/2018 de 11 de septiembre,
dio curso a lo demandado por tres meses para recibir tratamiento médico adecuado.
El 20 de septiembre de 2018, la Fiscal de Materia, Zulma Corrales Ledezma, formuló recurso de
apelación contra el Auto 01/2018, radicando el proceso en la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba; en mérito a ello, en reiteradas oportunidades solicitó a
la indicada Sala Penal que por su delicado estado de salud resuelvan prioritariamente la apelación;
sin embargo, no tuvo respuesta favorable.
Posteriormente, su causa fue reasignada a la Sala Penal Cuarta del indicado Tribunal de Justicia; el
26 de abril de 2019, pidió a dicha Sala que, por razones humanitarias se resuelva su caso; pero
igualmente rechazaron su solicitud, argumentando la existencia de excesiva carga procesal y el
respeto al orden cronológico en la resolución de causas, sin considerar el riesgo de su salud y por
tanto su vida, transcurriendo diez meses, sin resolverse su situación jurídica.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante alegó como vulnerados su derecho a la salud vinculado
a la vida, sin identificar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela; y en consecuencia, se disponga que los Vocales de la Sala Penal Cuarta
del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, sin esperar el orden cronológico y con
dispensa de sorteo, resuelvan el recurso de apelación motivo de la presente acción.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 18 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 183 a
184, se produjeron los siguientes actuados:

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I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


La accionante a través de su abogado en audiencia, ratificó el contenido de la acción de libertad, y
ampliándolo, señaló que, frente al principio de igualdad, prevalece el bien jurídico a la salud porque
está íntimamente relacionado a la vida y la dilación en la tramitación del recurso de apelación
formulado por el Ministerio Público contra la resolución que determinó su detención domiciliaria
temporal para fines medicinales, afecta sus derechos a la salud y la vida y es contrario a los arts. 8
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) y 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que establecen la prohibición de dilaciones indebidas en la
tramitación de los procesos.
I.2.2. Informe de los demandados
Pablo Antezana Vargas y Elisa Sánchez Mamani, Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante informe escrito presentado el 18 de julio de
2019, cursante de fs. 181 a 182 vta., manifestaron que: a) En su despacho se vienen tramitando
aproximadamente setecientas causas, las cuales se encuentran en espera y con declaración de plazo
suspendido; el recurso de apelación objeto de la acción de libertad les fue remitido el 13 de marzo
de 2019; posteriormente, el 25 de abril del mismo año, la ahora accionante, solicitó atención
prioritaria del referido recurso por razones humanitarias por su delicado estado de salud, petición
que fue denegada a través del decreto de 29 de abril de referido año, debido a que la resolución de
causas se efectúan en orden cronológico por el principio de igualdad; b) La accionante debió formular
recurso de reposición contra el decreto de 29 de abril de 2019 para que la Sala rectifique su decisión;
y, c) La Sala Penal Cuarta prioriza la resolución de recursos de apelación relacionados a medidas
cautelares con detenidos preventivos, por el plazo para el señalamiento de audiencias.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido
en Tribunal de garantías, mediante Resolución 07/2019 de 18 de julio, cursante de fs. 184 a 188,
concedió la tutela solicitada, disponiendo que las autoridades demandadas sorteen y resuelvan el
recurso de apelación objeto de la acción de libertad, en el plazo de tres días computables desde su
notificación con la indicada Resolución, argumentando que la retardación en la resolución del recurso
de apelación objeto de la acción de libertad, afecta el derecho a la vida de la accionante, al no haber
considerado las autoridades demandadas su delicado estado de salud y su condición de mujer privada
de libertad, manteniendo en incertidumbre su petición de detención domiciliaria con fines médicos.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante el Auto 01/2018 de 11 de septiembre, el Juez de Ejecución Penal Tercero de la Capital
del departamento de Cochabamba, en la vía incidental, concedió detención domiciliaria temporal por
tres meses a la condenada Sandra “Giovanna” Loayza Salazar -hoy accionante- para que se someta
a tratamiento médico especializado continuo por un determinado tiempo, debido a la grave y
prolongada enfermedad que padece (fs. 21 y vta.).
II.2. Cursa el memorial de 20 de septiembre de 2018, a través del cual, Zulma Corrales Ledezma,
Fiscal de Materia de Cochabamba, interpuso recurso de apelación contra el Auto 01/2018, pidiendo
que el mismo se revoque y que la peticionante de tutela permanezca en el Centro Penitenciario
mencionado y se le concedan los permisos necesarios para precautelar su salud (fs. 22 a 23).
II.3. Por memorial de 29 de octubre de ese año, la peticionante de tutela se apersonó ante la Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba e imploró que a la brevedad
posible se señale día y hora de audiencia para resolver el recurso de apelación formulado por el
Ministerio Público, debido a su delicado estado de salud. Petición que le fue denegada a través del
decreto de 30 de igual mes y año, argumentando que debe respetarse el orden cronológico debido
a que existen otras causas de similares circunstancias; además, de la excesiva carga procesal y la
acefalía de un Vocal en la referida Sala (fs. 30 y anexo).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 923


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II.4. A través de memorial de 8 de noviembre de 2018, la accionante, reitero su petición a la referida


Sala Penal Tercera, para que resuelva con prioridad el recurso de apelación formulado por el
Ministerio Público contra el Auto 01/2018, debido a su delicado estado de salud; petición que fue
atendida a través del decreto de 9 de noviembre del mismo año, donde la indicada Sala dispuso que
el proceso pase a despacho para el respectivo sorteo en el orden cronológico que corresponda (fs.
31 a 32).
II.5. Mediante memorial de 26 de noviembre de 2018, dirigido al Presidente de la tantas veces citada
Sala Penal Tercera, la accionante reiteró su solicitud de señalamiento de audiencia y resolución del
recurso de apelación descrito precedentemente, que mereció respuesta de la referida Sala a través
del decreto de 27 del mismo mes y año, que rechazó el petitorio, con el argumento de no ser
necesario el señalamiento de audiencia para la resolución del recurso de apelación (fs. 33 y anexo).
II.6. A través de memorial de 26 de abril de 2019, dirigido a los Vocales de la Sala Penal Cuarta del
mencionado Tribunal Departamental, la impetrante de tutela imploró que por su delicado estado de
salud, se resuelva con prioridad el recurso de apelación formulado por el Ministerio Público contra el
Auto que determinó su detención domiciliaria temporal para fines de tratamiento médico; en virtud
a ello, las autoridades demandadas, mediante decreto de 29 del mismo mes y año, rechazaron su
solicitud, manifestando que su caso no se encuentra dentro de las permisibilidades establecidas por
la Circular 018/2012 de 12 de noviembre, emitida por la Presidencia del Tribunal Supremo de Justicia
(fs. 34 a 35).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante, alega como lesionado su derecho a la salud vinculado a
la vida, debido a que los Vocales demandados, pese a tener conocimiento de su delicado estado se
niegan a resolver prioritariamente el recurso de apelación formulado por la representante del
Ministerio Público contra el Auto 01/2018 de 11 de septiembre, por el cual, el Juez de Ejecución Penal
Tercero de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso su detención domiciliaria temporal
para someterse a tratamiento médico, poniendo en riesgo su vida.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Consideraciones básicas sobre la acción de libertad respecto al derecho a la vida
El art. 15.I de la CPE, establece que: “Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física,
psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes o
humillantes…”; en ese mismo sentido la SC 0411/200-R de 28 de abril, pronunciada por el extinto
Tribunal Constitucional estableció que, el derecho a la vida “… es el origen de donde emergen los
demás derechos…”; en el contexto del Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos,
la Sentencia de 19 de noviembre de 1999; caso Villagrán Morales y otros contra el Estado de
Guatemala, pronunciada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, manifestó que: “… el
derecho a la vida es un derecho humano fundamental, cuyo goce es un prerrequisito para el disfrute
de todos los demás derechos humanos, por lo que al ser vulnerado resta sentido a los demás
derechos. Además, enfatizó que, en esencia, el derecho fundamental a la vida comprende, no sólo el
derecho de todo ser humano de no ser privado de la vida arbitrariamente, sino también el derecho a
que no se le impida el acceso a las condiciones que le garanticen una existencia digna …”.
En esa línea, el Estado boliviano ha previsto la acción de libertad como un mecanismo de protección
de este derecho, el cual se encuentra regulado en el art. 125 de la Ley Fundamental, que refiere:
“Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad
procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y solicitará que se guarde tutela
a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su
derecho a la libertad”.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 924


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En conclusión, este mecanismo de protección tutelar, también puede ser activado por las personas
que estando privadas de libertad se encuentran ante una amenaza comprobada a su vida o la
necesidad de adoptar una medida necesaria y compatible con el sistema punitivo del Estado para
proteger efectivamente el indicado derecho.
III.2. Protección de los derechos de los privados de libertad
La SCP 0618/2012 de 23 de julio, en relación a este punto señaló: “El art. 74.I de la CPE, determina
que es responsabilidad del Estado velar por el respeto de los derechos de las personas privadas de
libertad; de donde se infiere que, la privación de libertad por causas legales, no necesariamente lleva
implícita en su naturaleza la supresión de otros derechos fundamentales tales como a la vida, a la
salud y otros que establece la Norma Suprema, mismos que si bien, por la esencia misma de la
privación de libertad, pueden verse disminuidos en su ejercicio, no pueden por ningún motivo ser
suprimidos, del razonamiento que se vislumbra del entendido de que no obstante que el privado de
libertad, por esta misma calidad, se encuentra en situación de desventaja y en desigualdad de
condiciones frente a aquellos sujetos que gozan de su libertad, no involucra el hecho de que esta
disminución en el ejercicio pleno de algunos derechos, signifique, de ninguna manera, que los otros
derechos fundamentales que le son reconocidos constitucionalmente, no sean, en su caso, pasibles
de defensa por parte del interesado y por supuesto de tutela por parte del Estado.
En este contexto, es imprescindible dejar establecido que los derechos fundamentales, le
son reconocidos a las personas en virtud a esa calidad de seres humanos, concepto
dentro del cual no puede efectuarse discriminación alguna respecto a su situación
esporádica de privados de libertad, esto como consecuencia de que aun cuando se trate
de personas privadas de libertad, conservan su esencia de seres humanos y en
consecuencia su calidad de ciudadanos a quienes se les reconoce los derechos contenidos
en la Constitución Política del Estado y que, aún encontrándose en calidad de sujetos pasivos
respecto al ejercicio de su derecho a la libertad y libre locomoción, no dejan de formar parte de la
sociedad y por ende del Estado, gozando, por tanto, de la protección del aparato estatal con
referencia a sus derechos y garantías, los cuales, en caso de ser lesionados, suprimidos o
amenazados, son susceptibles de tutela.
En conclusión, podemos afirmar que independientemente de las circunstancias, todos los seres
humanos se hallan dotados de derechos fundamentales, de los que no se les puede despojar sin
justificación legal; ahora bien, no obstante esto las personas detenidas o encarceladas en forma legal
pierden por un tiempo el derecho a la libertad, llegando a limitarse algunos otros derechos como la
libertad de locomoción” (el resaltado es agregado).
En mérito al contenido jurisprudencial expuesto, podemos concluir que los derechos fundamentales
de los privados de libertad, no pueden verse afectados por actos discriminatorios dada su situación,
esto como consecuencia de que aún se trate de personas privadas de libertad, conservan su esencia
de seres humanos y en consecuencia su calidad de ciudadanos a quienes se les reconoce los derechos
contenidos en la Constitución Política del Estado.
III.3. La obligación de protección del derecho a la salud vinculado al derecho a la vida de
las personas privadas de libertad
La SCP 0281/2012 de 4 de junio, refirió que: “…Para el caso de las personas privadas de libertad;
teniendo presente que el derecho a la salud es consustancial en ocasiones al derecho a la vida;
corresponderá tutelarse cuando se advierta que a consecuencia del deterioro a la salud de una
persona, ésta se encuentra confrontando un grave riesgo para su vida, lo que, en su caso, exigirá de
parte del Estado, la adopción de medidas apropiadas que contribuyan a garantizar el cuidado y
atención oportuna a la salud de las personas privadas de libertad y, en su caso, procurar la aplicación
de medidas sustitutivas a la libertad, cuando exista un inminente riesgo de vida y siempre que dicha
medida, sea conducente con la adopción de medidas que permitan asegurar la presencia del
imputado en el proceso o cumpla la condena impuesta.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 925


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Así como es cierto que la privación de libertad de una persona puede darse por causas y
circunstancias diferentes; así también es diversa la individualidad de las personas, su estado de salud
o la realidad concreta en la que en cada caso se presenta. El hecho es que puede presentarse con
mujeres embarazadas o no, madres de niños menores a un año de edad, ancianos, etc., mas, en el
supuesto de encontrarse aquella, cumpliendo una medida de detención preventiva o estar privada
de libertad debido a la imposición de una pena privativa de libertad, el Estado debe observar y
preservar, en todo lo que le sea posible, los derechos fundamentales a la salud y a la vida, y en tanto
se demuestre el riesgo de vida”.
En conclusión, el Estado debe observar y preservar, en todo lo que le sea posible, los derechos
fundamentales referidos a la salud vinculada a la vida, y en tanto se demuestre su riesgo.
III.4. Análisis del caso concreto
La accionante a través de su representante alega como lesionado su derecho a la salud vinculado a
la vida, debido a que los Vocales demandados, pese a tener conocimiento de su delicado estado se
niegan a resolver prioritariamente el recurso de apelación formulado por la representante del
Ministerio Público contra el Auto 01/2018 de 11 de septiembre, por el cual, el Juez de Ejecución Penal
Tercero de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso su detención domiciliaria temporal
para someterse a tratamiento médico, poniendo en grave riesgo su vida.
De la revisión de los antecedentes contenidos en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se tiene que la impetrante de tutela, se encuentra recluida en el Centro
Penitenciario San Sebastián Mujeres Cochabamba, cumpliendo una condena de treinta años por la
comisión de los delitos de asesinato y fraude de seguro; en esas circunstancias, en la vía incidental
solicitó al Juez de Ejecución Penal Tercero de la Capital del referido departamento, detención
domiciliaria temporal, argumentando que padece una enfermedad de gravedad que afecta a sus vías
urinarias y que tiene la posibilidad de someterse a un tratamiento médico que mejorará su condición
de salud; dicho petitorio fue resuelto favorablemente a través del Auto 01/2018, concediendo el plazo
de tres meses para el fin indicado y bajo determinadas condiciones.
Ante esa decisión, el Ministerio Público formuló recurso de apelación contra el Auto 01/2018, mismo
que luego de ser respondido por la accionante, el 23 de octubre de ese año, llegó a radicar en la Sala
Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, que dispuso la suspensión de
plazo para sorteo debido al incremento de carga procesal; posteriormente, el 29 del mismo mes y
año, la accionante se apersonó ante la indicada Sala y solicitó señalamiento de audiencia para la
resolución del indicado recurso de apelación debido a su delicado estado de salud, petición que le
fue rechazada al igual que en otras oportunidades.
Posteriormente, el recurso de apelación contra el Auto 01/2018 fue reasignado a la Sala Penal Cuarta
del mismo Tribunal; donde igualmente la accionante, a través del memorial de 26 de abril de 2019,
imploró a los Vocales de la indicada Sala que por humanidad, resuelvan con prioridad el recurso de
apelación formulado por el Ministerio Público; empero, dichas autoridades, rechazaron su solicitud
argumentando que su caso no se encontraba dentro del grupo de atención prioritaria conforme a lo
establecido en la Circular 018/2012 de 27 de noviembre, emitida por Presidencia del Tribunal
Supremo de Justica.
Bajo esos antecedentes, conforme se estableció en los Fundamentos Jurídicos III.1, 2 y 3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la acción de libertad es un mecanismo de protección
tutelar a través del cual, cualquier persona, incluidas las privadas de libertad pueden activar dicho
mecanismo cuando consideren que su vida está en peligro, bajo cualquier circunstancia; pues,
el Estado asume la posición de garante con relación a sus derechos, siendo uno de ellos, el primordial,
el derecho a la vida. En esa lógica, el Estado tiene la obligación de otorgar las condiciones de
seguridad necesarias para garantizar su protección, proscribir el uso arbitrario de la fuerza y atender
las necesidades médicas de las personas privadas de libertad. A partir de ese razonamiento,
este Tribunal estableció que los jueces y tribunales, así como los encargados de las penitenciarías y
los representantes del Ministerio Público, son los garantes para que los derechos de las personas

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 926


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privadas de libertad sean materializados (SSCCPP 0257/2012, 1207/2012, 0184/2013, 1624/2013 y


0708/2014, entre otras).
En el presente caso, la problemática se concentra en la exagerada dilación en la tramitación del
recurso de apelación contra el Auto 01/2018, que dispuso la detención domiciliaria temporal de la
solicitante de tutela para que se someta a tratamiento médico. Esta demora advertida no es
justificable por ninguna circunstancia, porque las peticiones de personas privadas de libertad
relacionadas a la obtención de atención médica deben ser atendidas con prontitud debido
a que de por medio se encuentra el derecho a la vida que por la situación que atraviesan
evidentemente tienen dificultades de acceso directo a la atención médica en forma oportuna y en
mejores condiciones.
En consecuencia, los Vocales de la Sala Penal Cuarta del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, al rechazar la solicitud de atención prioritaria efectuada por la accionante en relación
al recurso de apelación formulado por el Ministerio Público, vulneraron su derecho a la salud vinculado
a la vida, exponiéndola a mayor riesgo; pues la determinación del Juez de Ejecución Penal Tercero
de la Capital, referido sobre detención domiciliaria temporal para tratamiento médico quedó en
suspenso ante la injustificada demora en la resolución del recurso, máxime cuando estas autoridades
tuvieron conocimiento del delicado estado de salud de la accionante y de las reiteradas oportunidades
en las que solicitó atención prioritaria para la resolución de su causa.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela impetrada, evaluó en forma correcta
los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 07/2019 de 18 de julio, cursante de fs. 184 a 188,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en base a los fundamentos
jurídicos precedentemente expuestos y en los términos precisados por el Tribunal de garantías.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 927


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0759/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30057-2019-61-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 40/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 68 a 70 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Kevin Sebastián Vásquez Antezana contra Erick
Leonardo Clavijo Salinas, Director del Centro de Rehabilitación Qalauma de Viacha del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 8 de julio de 2019, cursante de fs. 19 a 26, el accionante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra, por la presunta comisión del delito de violencia
familiar o doméstica, se dispuso su detención preventiva en el Centro de Rehabilitación Qalauma de
Viacha del departamento de La Paz.
Desde el 17 de octubre de 2018, a raíz de un percance que sufrió con un funcionario policial, es
víctima de constantes ataques físicos y verbales por parte de oficiales, llegando al extremo de ser
agredido físicamente el 3 de julio de 2019, por el propio Director del referido Centro; quien procedió
arbitrariamente a sancionarlo sin proceso previo, cambiándole del “PC-4” -donde se encontraba- al
“PC-1”, poniendo en peligro su vida y seguridad, puesto que ordenó a los reclusos hacerle difícil su
estadía. Aspecto que oportunamente fue reclamado por sus abogadas a quienes no se les proporcionó
copia de la sanción administrativa disciplinaria que dio lugar al traslado, tampoco dicha medida fue
puesta en conocimiento de la autoridad a cargo del control jurisdiccional de la causa.
El demandado no aplicó objetivamente la ley, al someterle a un proceso disciplinario administrativo
con total indefensión y restringiéndole el acceso al mecanismo procesal de apelación.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante alegó como lesionados sus derechos a la vida y a la seguridad, citando al efecto los
arts. 9, 15 y 23.I de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 7 y 8 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) El cese del peligro de su derecho a la vida y la restitución
de este y el de seguridad; b) En resguardo de los precitados derechos se le restituya al “PC-4”; y, c)
Se establezca responsabilidad civil con monto indemnizable a su favor conforme la previsión
contenida en el art. 91. 6) de la Ley “1836”.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 9 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 64 a 67,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1.Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogada, ratificó el contenido de la acción tutelar interpuesta y
ampliándolo, señaló que: 1) A raíz de una denuncia por amenazas y amedrentamiento efectuada por
otra interna detenida preventivamente, es que fue agredido por la autoridad ahora demandada,

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atropello que fue denunciado ante el Defensor del Pueblo y el Servicio para la Prevención de la
Tortura (SEPRET); y, 2) Según normativa, ante la existencia de denuncias debe llevarse a cabo un
procedimiento sancionatorio en la vía administrativa, la que concluirá con la emisión de una resolución
que es susceptible de impugnación en el plazo de setenta y dos horas; en el presente caso, pese a
haberle tomado su declaración, no se emitió resolución sancionatoria emergente de la supuesta
denuncia; sin embargo, arbitrariamente fue cambiado del “PC-4” al “PC-1”.
I.2.2. Informe del demandado
Erick Leonardo Clavijo Salinas, Director del Centro de Rehabilitación Qalauma de Viacha del
departamento de La Paz, por informe escrito presentado el 9 de julio de 2019, cursante de fs. 33 a
40, señaló que: i) El accionante mediante la acción de libertad interpuesta pretende hacer creer sin
fundamento y de forma malintencionada la existencia de una supuesta aplicación de un
procesamiento indebido por absoluto estado de indefensión, sin tomar en cuenta que en
cumplimiento del procedimiento administrativo, se procedió en primera instancia a la entrevista
policial de los denunciantes, víctimas y denunciado, para que en base a dichos elementos se emita
una sanción objetiva, encontrándose aún el plazo vigente para la notificación, aspectos que
evidencian la inexistencia de ilegalidad y de indefensión; ii) La denuncia de peligro de su derecho a
la vida del peticionante de tutela carece de coherencia, debido a que el traslado a otra área, más allá
de una sanción fue para precautelar su seguridad, constituyendo una medida preventiva en virtud al
art. 125 de la Ley de Ejecución Penal y Supervisión (LEPS); iii) De acuerdo a la referida Ley, el
progreso de los privados de libertad respecto a los niveles con los que cuenta el Centro de
Rehabilitación Qalauma de Vicha del departamento de La Paz, son parte del sistema progresivo, y
que en virtud de los art. 158 y 159, es atribución del Consejo Penitenciario realizar la clasificación de
manera semestral y en base a criterios objetivos de calificación, revisado el caso del ahora accionante
resulta que no cuenta con documentación de respaldo, al no haber sido evaluado por esa instancia;
sin embargo, en menos de cinco meses subió dos niveles, favores que le fueron otorgados por la
injerencia de malos profesionales, quienes le beneficiaron con derechos que no le correspondían; y,
iv) De acuerdo a los informes que adjunta, se comprueba la inexistencia de agresiones físicas. En
virtud a estos fundamentos, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz, constituido en Tribunal
de garantías, mediante Resolución 40/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 68 a 70 vta., concedió en
parte la tutela solicitada, disponiendo que el accionante retorne a la sección “PC-4” en tanto sea
notificado con la Resolución 34/2019 de 4 de julio, y esta adquiera la calidad de ejecutoria, en base
a los siguientes fundamentos: a) En virtud al art. 122 y ss. de la LEPS, se aperturó proceso
administrativo disciplinario contra el peticionante de tutela, habiéndose llevado a cabo -de acuerdo a
la literal adjunta- entrevistas policiales y declaraciones que fueron recepcionadas por la Dirección del
mencionado Centro de Rehabilitación, y en virtud a la denuncia efectuada el 5 de julio de 2019 se
realizó audiencia en la que el solicitante de tutela admitió haber cometido las faltas que se encuentran
tipificadas en el art. 129.5 y 6 de la LEPS, siendo este extremo el que motivó que el impetrante de
tutela sea sancionado con el traslado a otra sección de régimen más riguroso por el lapso de treinta
días en cumplimiento del art. 132.5 de la referida norma; b) De acuerdo al principio de verdad
material e informe evacuado por la autoridad demandada, se evidencia que la Resolución antedicha
no fue notificada al accionante, obviando observar la autoridad demandada que las resoluciones que
impongan sanciones por faltas graves y muy graves serán apelables ante el juez de ejecución penal
dentro de los tres días de notificada sin recurso ulterior; por lo que, se infiere que el nombrado fallo
no adquirió la calidad de ejecutoria que permita su cumplimiento; c) No consta elemento probatorio
o base legal para que el demandado haya dispuesto el cambio de sección del “PC-4” al “PC-1”,
aspecto que denota que se infringió los arts. 123 y 125 de la citada Ley y vulneró el debido proceso;
y, d) De acuerdo a las certificaciones médicas presentadas no se evidencia la existencia de lesiones
externas; concluyéndose que el peticionante de tutela no fue objeto de agresión física y tampoco se
demostró que su vida se encuentre en peligro.

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II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consta Informe Médico de 4 de julio de 2019, emitido por Carlos Eduardo Limachi Alberto,
Médico del Ministerio de Salud Régimen Penitenciario, por el que a petición del Director del Centro
de Rehabilitación Qalauma de Viacha del departamento de La Paz, informó que con relación al
examen físico realizado a Kevin Sebastián Vásquez Antezana -hoy accionante-, no se evidenció signos
de agresión, solo una ligera inflamación en el tobillo izquierdo (fs. 49 a 50).
II.2. Cursa entrevistas policiales 52/19, 53/19 y 54/19 de 4 y 5 de idéntico mes y año
respectivamente, realizadas al impetrante de tutela, Rosario Guadalupe Gutiérrez Altamirano y José
Antonio Ticona Machaca (fs. 51 a 53).
II.3. Por certificación emitida por el Médico Forense del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF),
se tiene que de la revisión efectuada al solicitante de tutela, no existen lesiones externas (fs. 56).
II.4. Cursa acta de audiencia realizada en el Centro de Rehabilitación antedicho el 5 de julio de 2019
para establecer la verdad histórica de los hechos (fs. 59 a 61).
II.5. A través de Resolución Disciplinaria 034/19 de “4” de similar mes y año, pronunciada por el
Director del Centro de Rehabilitación precitado, dentro del proceso disciplinario seguido contra el
peticionante de tutela, en aplicación al art. 135.5 de la LEPS, se determinó sancionar al prenombrado,
con el traslado a otra sección de régimen más riguroso, por treinta días calendario, teniendo el
privado de libertad el derecho a apelar la sanción impuesta en el plazo de tres días ante el Juzgado
que conoce su causa (fs. 62 a 63).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega como vulnerados sus derechos a la vida y a la seguridad, debido a que la
autoridad demandada incurrió en procesamiento indebido al disponer su cambio de la sección del
“PC-4” donde se encontraba al “PC-1”, sin que exista resolución sancionatoria ejecutoriada, aspecto
que se torna en procesamiento indebido e ilegal que pone en peligro su vida por falta de medidas de
seguridad.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Protección del derecho a la vida mediante la acción de libertad
La SCP 1278/2013 de 2 de agosto, sobre el particular señaló: “En ese ámbito, en virtud a la tutela
que brinda respecto al derecho a la vida y también a la integridad física o personal (art. 64 del Código
Procesal Constitucional [CPCo]), la acción de libertad es concebida como una acción esencial y, por
lo mismo, debe señalarse que si bien su génesis como garantía jurisdiccional está asociada con la
defensa del derecho a la libertad física y personal; no es menos cierto que, dado el carácter primario
y básico del derecho a la vida, del cual emergen el resto de los derechos, la acción de libertad
también se activa en los casos en que exista un real peligro para éste, aunque no se de la
estrecha vinculación del mismo con la libertad física o personal, en el ámbito clásico del hábeas
corpus o acción de libertad instructiva.
Debe señalarse que esta conclusión, que emerge de la naturaleza del derecho a la vida y de la acción
de libertad como un medio inmediato para su defensa, encuentra sustento en la Constitución Política
del Estado y en el propio Código Procesal Constitucional. Efectivamente, de acuerdo al art. 125 de la
CPE antes glosado, la acción de libertad puede ser presentada por toda persona ‘que considere
que su vida está en peligro’, sin condicionar la procedencia de esta acción a la vinculación con el
derecho a la libertad física o personal. En igual sentido, el art. 47 del CPCo, señala que la acción de
libertad procederá cuando cualquier persona crea que ‘su vida está en peligro’.
Consecuentemente, las propias normas constitucionales y legales configuran procesalmente a la
acción de libertad como un medio para la defensa del derecho a la vida, cuando éste estuviere en

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peligro y, por lo mismo, no cabe una interpretación restrictiva de esta norma limitando su alcance
únicamente a los supuestos en que exista vinculación con el derecho a la libertad física o personal.
Sin embargo, debe señalarse que, en todo caso, será la parte accionante la que, tratándose del
derecho a la vida, asuma la decisión de formular una acción de libertad o de amparo constitucional;
empero, también debe dejarse establecido que, es la justicia constitucional la que deberá analizar si
realmente se está ante una lesión o peligro directo al derecho a la vida tutelable a través
de la acción de libertad, pues su sola enunciación no activa el análisis de fondo de esta
acción” (las negrillas pertenecen al texto original).
III.2. La sanción disciplinaria y su ejecución en los centros penitenciarios
Respecto a la sanción disciplinaria en los centros penitenciarios, la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión, establece que la adopción de dichas sanciones tienen por objeto garantizar la seguridad,
el orden y la convivencia pacífica de los privados de libertad; así, el art. 117 de la LEPS, señala: “El
régimen disciplinario, tiene por finalidad, garantizar la seguridad y la convivencia pacífica y ordenada
de los internos.
El régimen disciplinario de los condenados, estará orientado además, a estimular el sentido de
responsabilidad y la capacidad de autocontrol, como presupuestos necesarios para la readaptación
social”. De la misma forma, el art. 120 de la referida Ley, indica que: “Las sanciones disciplinarias
que se impongan, se regirán por el principio de proporcionalidad. En ningún caso, afectarán al interno
más allá de lo indispensable, ni afectarán su salud física o mental.
Para la imposición de una sanción se considerarán, además de la gravedad de la falta, la conducta
del interno durante el último año”.
Sobre la base de los preceptos normativos antes señalados y en particular a las normas atinentes a
la adopción de sanciones disciplinarias, este Tribunal, en la SCP 1422/2014 de 7 de julio, sostuvo lo
siguiente: “Es competente para imponer sanciones, suspenderlas o dar por cumplida su aplicación,
sustituirla por otra más leve, el Director del establecimiento penitenciario. La resolución de la sanción
debe ser fundamentada, previa audiencia en la que se escuchará la acusación y la defensa del
presunto infractor; las sanciones por faltas graves y muy graves serán apelables ante Juez de
Ejecución Penal, dentro de los tres días de su notificación, sin recurso ulterior (arts. 122 y 123 de la
LEPS). Las sanciones serán cumplidas una vez ejecutoriadas, sin perjuicio de disponerse las medidas
necesarias para evitar que el hecho produzca mayores consecuencias (art. 125 LEPS)”.
En consecuencia, la sanción disciplinaria no puede ser ejecutada en tanto no haya sido
resuelto el recurso de apelación a que tiene derecho el interno ante el Juez de Ejecución
Penal; en caso de que no ser interpuesto, hasta que haya transcurrido el plazo para su impugnación,
a partir de lo cual, la Resolución dictada por el Director del establecimiento penitenciario, recién
puede considerarse ejecutoriada” (las negrillas son añadidas).
En virtud al contenido jurisprudencial expuesto, se puede concluir que las sanciones emitidas por el
Director del establecimiento penitenciario por faltas graves y muy graves serán apelables ante Juez
de Ejecución Penal, dentro de los tres días de su notificación, sin recurso ulterior.
III.3. Análisis en el caso concreto
El accionante denuncia como vulnerados sus derechos a la vida y a la seguridad; debido a que la
autoridad demandada incurrió en procesamiento indebido al disponer su cambio de la sección del
“PC-4” donde se encontraba a la “PC-1”, sin que exista resolución sancionatoria ejecutoriada que
pone en peligro su vida por falta de medidas de seguridad.
Conforme los antecedentes procesales descritos en las Conclusiones de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se advierte que como consecuencia de las denuncias de intimidaciones
físicas y desobediencia a las disposiciones de seguridad en contra del impetrante de tutela, se
procedió a efectuar las entrevistas policiales 52/19, 53/19 y 54/19 de 4 y 5 de julio de 2019, respecto
a Kevin Sebastián Vásquez Antezana -impetrante de tutela-, Rosario Guadalupe Gutiérrez Altamirano
y José Antonio Ticona Machaca, habiéndose desarrollado la audiencia el 5 de idéntico mes y año, a

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efectos de establecer la verdad histórica de los hechos, culminada esta se emitió la Resolución
Disciplinaria 34/2019 de “4” de igual mes y año, suscrito por el Director del Centro de Rehabilitación
Qalauma de Viacha del departamento de La Paz, quién en aplicación al art. 135.5 de la LEPS,
determinó sancionar al peticionante de tutela, con el traslado a otra sección de régimen más riguroso,
por treinta días calendario, aclarando que el privado de libertad tiene derecho a apelar la sanción
impuesta en el plazo de tres días ante el Juzgado que conoce su causa.
En virtud al contexto referido, corresponde precisar que, de acuerdo al ordenamiento jurídico
boliviano, las lesiones al debido proceso están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos
jurisdiccionales que conocen la causa, lo que implica, que quien fue objeto de esa vulneración, debe
pedir la reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del
proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y solo agotados estos, se podrá acudir
ante la jurisdicción constitucional a través de la acción de amparo constitucional, que, como se señaló,
es el medio idóneo para precautelar las conculcaciones a la garantía del debido proceso; a no ser
que se constate que a consecuencia de las violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al
impetrante de tutela en absoluto estado de indefensión, lo que no le permitió impugnar los supuestos
actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del proceso al momento de la persecución o la privación
de la libertad.
En ese antecedente, es la propia autoridad demandada, quién en audiencia de acción de libertad
reconoce que no se efectuó la notificación al ahora accionante con la mencionada Resolución
sancionatoria; y, si bien argumenta que el art. 125 de la LEPS, le faculta disponer las medidas
necesarias para evitar que el hecho produzca mayores consecuencias; sin embargo, este extremo no
fue justificado con elementos probatorios que permitan aprobar tal decisión, de ahí que, la
determinación de transferirlo de la sección “PC-4” a la “PC-1” de manera inmediata, sin darle
oportunidad de impugnar la resolución sancionatoria lesiona el debido proceso y contraviene la
jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, que es categórica y concluyente al referir que: “…no puede ser ejecutada en tanto
no haya sido resuelto el recurso de apelación a que tiene derecho el interno ante el Juez
de Ejecución Penal…” (las negrillas nos corresponde); pues, la materialización de la decisión de
transferencia conlleva indirectamente al cumplimiento de la sanción dispuesta.
Por otra parte, si bien es cierto que los encargados de la seguridad del recinto penitenciario tienen
la facultad de imponer sanciones disciplinarias con el objeto de garantizar la seguridad y la
convivencia armónica de los privados de libertad; sin embargo, deben hacerlo observando los
principios consagrados en la Constitución Política del Estado y en los tratados y convenios
internacionales ratificados por Bolivia, considerando que, las únicas limitaciones a los derechos del
interno son las emergentes de la condena y las previstas en la ley; fuera de ellas no es aplicable
ninguna otra limitación (arts. 2 y 14 de la LEPS). Asimismo, de acuerdo al art. 39.1 de las Reglas del
Tratamiento de Reclusos Nelson Mandela, los privados de libertad solo podrán ser sancionados
conforme a la ley o el reglamento mencionados en la Regla 37 y a los principios de equidad y de
respeto de las garantías procesales.
En el contexto aludido, en el caso que se analiza, la ejecución de una sanción de acuerdo al art. 125
de la LEPS, solo es viable cuando dicha determinación se encuentre ejecutoriada, ya sea como
consecuencia de la confirmación por el juez de ejecución penal o, en su defecto, cuando el privado
de libertad no interpuso el recurso de apelación dentro del plazo previsto por ley, excepcionalmente
para evitar que el hecho produzca mayores consecuencias, podrá disponerse alguna medida
disciplinaria administrativa sin agotar los recursos legales correspondientes, siempre y cuando la
situación sea grave e incontrolable respecto a la seguridad y el peligro del derecho a la vida para los
internos y el personal de seguridad, y cuya justificación debe estar demostrada materialmente,
aspecto que no ocurrió en el presente caso.
En el marco del contenido jurisprudencial desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de esta
Resolución, con relación a las supuestas agresiones físicas que hubiera sufrido el accionante y que
podrían en peligro su vida, es preciso referir que las certificaciones médicas aparejadas en calidad de

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prueba, descritas en las Conclusiones II.1 y 3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional,


evidencian que no existen rasgos externos de lesiones y en consecuencia se concluye que no se
demostraron los extremos denunciados.
Por lo precedentemente señalado, El Tribunal de garantías al conceder en parte la tutela solicitada,
obró de manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 40/2019 de 9 de julio, cursante de fs. 68 a 70 vta.,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz; y en
consecuencia:
1º CONCEDER en parte la tutela respecto al procesamiento indebido.
2º DENEGAR en cuanto a la denuncia de violación a su derecho a la vida y seguridad, en base a los
fundamentos jurídicos precedentemente expuestos y en los términos precisados por el Tribunal de
garantías, sin costas ni costos por ser excusable.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0760/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30199-2019-61-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 03/2019 de 30 de julio, cursante de fs. 54 a 57, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Adolfo Sabino Mamani Tarqui contra Patricia Torrico
Ortega, Vocal y Zulema Almanza Salvatierra, Secretaria de Cámara, ambas de la Sala Penal
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 29 de julio de 2019, cursante de fs. 4 a 6, el accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de corrupción de
menores, el 4 de julio de 2019, en audiencia de consideración de modificación de medidas cautelares
se dispuso la cesación de la detención preventiva; decisión, que a la conclusión del acto fue apelada
por el Ministerio Público, que al ser concedida debió ser remitida al tribunal de alzada en el plazo de
veinticuatro horas.
El 5 del mes y año señalado, solo faltaban los recaudos para la correspondiente remisión; empero,
el 8 del mismo mes y año, también presentó apelación incidental contra la Resolución emitida en la
audiencia antes indicada, suspendiendo el plazo de veinticuatro horas que correría recién a partir del
proveído de ese último actuado; es decir, del día siguiente.
Luego de una serie de excusas y supuestas notificaciones, “… a mucha insistencia y varios cruces de
palabra…” (sic), el 18 del mes y año ya señalados la Secretaria Abogada del Juzgado de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Segundo de la Capital del departamento de
Cochabamba, recién remitió los antecedentes ante el Tribunal de alzada, aspecto que se encuentra
al margen de lo establecido en el art. 251 del Código de Procedimiento Penal (CPP).
En función a la referida fecha, la audiencia de consideración de las apelaciones interpuestas debió
celebrarse máximo hasta el 25 de julio del mismo año; sin embargo, pese a que se hizo constar ese
aspecto en base a la jurisprudencia constitucional, la Secretaria de la Sala Penal del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, manifestó que “…la titular de la sala se encontraba
enferma y que tenía muchas causas pendientes…” (sic) por lo que debía tener paciencia. El 26 del
mes y año indicados, fue notificado con el señalamiento del mencionado actuado para el 12 de agosto
del mismo año; es decir, los plazos previstos por el Código de Procedimiento Penal fueron
inobservados por la Vocal y la referida funcionaria.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó la lesión del derecho al debido proceso, a la libertad “física”, a la defensa y
celeridad procesal, citando al efecto los arts. 23.I, 115, 117, 119.I y II y 178.I de la Constitución
Política del Estado (CPE); 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y 7.1 de
la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que la audiencia de apelación incidental sea señalada en el
plazo previsto por el art. 251 del CPP y la amplia jurisprudencia constitucional. Sea con costas, daños
y perjuicios.

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I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías


Celebrada la audiencia pública el 30 de “junio” (debió decir julio) de 2019, según consta en acta
cursante de fs. 53 y vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado ratificó el contenido de la acción tutelar presentada y
ampliándolo manifestó que: a) Su defensa hizo notar a la Secretaria de la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, sobre la demora en el señalamiento de
audiencia; y, b) De acuerdo al informe prestado por dicha funcionaria, la apelación fue ingresada a
ese despacho el 17 de julio de 2019 y la Vocal demandada se encontraba con baja médica entre el
22 y 31 del mismo mes y año; deduciendo de ello, que la misma tenía pleno conocimiento de la
impugnación y pudo haber fijado fecha para el actuado dentro del plazo establecido por ley.
I.2.2. Informe de las demandadas
Patricia Torrico Ortega, Vocal de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, no remitió informe alguno y tampoco asistió a la audiencia de consideración de esta
acción de libertad, pese a su notificación cursante a fs. 11.
Zulema Almanza Salvatierra, Secretaria de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba, por informe escrito presentado el 30 de julio de 2019, cursante a fs. 23 y
vta., manifestó: 1) La única Vocal titular del mencionado despacho, se encuentra con baja médica
del 22 al 31 del mes y año señalado, existiendo la posibilidad de ampliación por su delicado estado
de salud, razón por la que los procesos radicados son tramitados en suplencia legal; 2) En el caso
de autos, pasó al Vocal suplente, previa convocatoria de su similar de la Sala Cuarta, quienes
pronunciaron el Auto de Vista de 23 del mes y año ya indicados, declarando inadmisible y rechazando
el recurso de apelación interpuesto extemporáneamente por el ahora accionante, el mismo que tres
días después fue notificado con dicho dictamen; 3) Conforme se extrae de la disposición descrita
precedentemente, se fijó la referida audiencia únicamente para considerar la apelación presentada
por el Ministerio Público y no así la del impetrante de tutela; y, 4) La demanda interpuesta en su
contra, no explica y menos fundamenta de qué manera su persona en condición de Secretaria de
Cámara vulneró derechos y garantías, razón por la que solicita denegar la tutela.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Público, no remitió informe alguno y tampoco asistió a la audiencia de
consideración de esta acción de libertad, pese a la notificación cursante a fs. 16.
1.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Primero de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 03/2019 de 30 de julio, cursante de fs. 54 a 57, denegó
la tutela solicitada, sobre la base de los siguientes fundamentos: i) En mérito al Auto de Vista de 23
del mes y año señalado que declara inadmisible la apelación del ahora accionante por haber sido
interpuesta extemporáneamente, desapareció el interés legítimo y directo del aludido, respecto a la
impugnación del Ministerio Público, sin que ello, signifique haber perdido el derecho de concurrir a la
audiencia señalada para tratar la objeción formulada por dicha representación, o en su caso, cumplir
las medidas sustitutivas a la detención preventiva impuestas, decisión que si bien fue objeto de
cuestionamiento, no suspende la competencia del juez de instrucción penal; ii) Conviene puntualizar
que por la baja médica de la Vocal demandada, los actuados a los que hace referencia el impetrante
de tutela, fueron realizados por Jesús Gonzales Milán, Vocal de la Sala Penal Tercera del mismo
Tribunal; y, iii) En cuanto a la Secretaria de la Sala Penal Segunda, que resulta ser funcionaria de
apoyo judicial, carece de legitimación pasiva para ser demandada en atención a que no ejerce actos
jurisdiccionales como programación de audiencias, razón por la que no se advierte que hubiese
vulnerado algún derecho o garantía constitucional.

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II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa acta de audiencia de 4 de julio de 2019, en la que el Juez de Instrucción Anticorrupción
y contra la Violencia hacia la Mujer Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso
la cesación de la detención preventiva del ahora accionante e impuso el cumplimiento de medidas
sustitutivas; decisión inmediatamente apelada por el Ministerio Público (fs. 34 y 35).
II.2. Por Auto de Vista de 23 del mes y año indicado, la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, declaró inadmisible el recurso de apelación incidental
interpuesto por el impetrante de tutela por haber sido presentado fuera de plazo (fs. 29 a 30).
II.3. Mediante providencia emitida en la fecha señalada supra, el Tribunal de alzada señaló para el
12 de agosto del indicado año, audiencia de consideración de la apelación formulada por el Ministerio
Público contra la decisión descrita en la Conclusión II.1 (fs. 32).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, a la libertad “física”, defensa y celeridad
procesal, en razón a que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del
delito de corrupción de menores, al igual que el Ministerio Público, interpuso apelación incidental
respecto a la Resolución emitida por el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia
la Mujer Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, que determinó le sean impuestas
medidas sustitutivas a la detención preventiva; empero, las autoridades ahora demandadas señalaron
audiencia de consideración del recurso indicado, diecisiete días después del plazo establecido en el
art. 251 del CPP y la jurisprudencia constitucional.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho
Sobre el tema, la SCP 0008/2018-S2 de 28 de febrero, expresó: «La línea jurisprudencial sentada
mediante la SC 0044/2010-R de 20 de abril; desarrolló el precedente constitucional sobre la acción
traslativa o de pronto despacho, cuya finalidad es la ejecución inmediata de actos
indebidamente dilatados que influyen sobre la situación jurídica del privado de libertad,
en este contexto, se estableció lo siguiente: “Por último, se debe hacer referencia al hábeas corpus
traslativo o de pronto despacho, a través del cual lo que se busca es acelerar los trámites
judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad.
Este tipo de hábeas corpus, implícito en el art. 125 de la CPE, emerge directamente del art. 89 de la
LTC, que establece que, también procede el hábeas corpus cuando se aleguen ‘…otras violaciones
que tengan relación con la libertad personal en cualquiera de sus formas, y los hechos fueron conexos
con el acto motivante del recurso, por constituir su causa o finalidad…’, e implícitamente fue
reconocido por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, cuando tuteló los supuestos de demora
en la celebración de la audiencia de medidas cautelares (SSCC 1109/2004-R, 1921/2004-R)…”.
Posteriormente, dicho entendimiento también fue asumido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, mediante la SCP 0369/2012 de 22 de junio, en los siguientes términos: “El Estado
Plurinacional de Bolivia, de conformidad a lo establecido en los arts. 8.II y 180.I de la CPE, se sustenta
entre otros valores en el de libertad, así como también en principios procesales específicos en los
cuales se cimienta la jurisdicción ordinaria y entre los que se encuentra la celeridad, postulados
constitucionales de donde se desprende el contenido del art. 178.I de la Ley Fundamental y que
prescribe que la potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los
principios de seguridad jurídica, celeridad y el respeto a los derechos, entre otros no menos
importantes y para cuya concreción el constituyente ha previsto una acción de defensa específica

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 936


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que coadyuve para que los mismos no se vean afectados por actos lesivos y en caso de que así fuera,
se puedan restituir a su estado natural, máxime tratándose de derechos fundamentales.
(...)
De donde se colige que, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional sentada por el Tribunal
Constitucional, el hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, se constituye en el medio idóneo y
efectivo en caso de existir vulneración al principio de celeridad respecto a trámites judiciales o
administrativos que se encuentren directamente vinculados con el derecho a la libertad; es decir,
cuando existen dilaciones indebidas que retardan o evitan resolver la situación jurídica
de una persona que se encuentra privada de libertad”» (las negrillas fueron añadidas).
Del Fundamento Jurídico precedente, se colige que la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, fue instituida con la finalidad de lograr que de manera inmediata se ejecuten los actos
indebida e injustificadamente diferidos o postergados y que afectan negativamente a la situación
jurídica de la persona privada de libertad; es decir, su objetivo es que los trámites judiciales y/o
administrativos concernientes a este grupo poblacional -en situación de vulnerabilidad- sean
apresurados en su tratamiento o consideración por la autoridad jurídica o administrativa, según
corresponda.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alegó la lesión de su derecho al debido proceso, a la libertad “física”, defensa y celeridad
procesal, en razón a que, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del
delito de corrupción de menores, al igual que el Ministerio Público, interpuso apelación incidental
respecto a la Resolución emitida por el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia
la Mujer Segundo de la Capital del departamento de Cochabamba, que determinó le sean impuestas
medidas sustitutivas a la detención preventiva; empero, las autoridades ahora demandadas señalaron
audiencia de consideración del recurso indicado, diecisiete días después del plazo establecido en el
art. 251 del CPP y la jurisprudencia constitucional.
De acuerdo a la documentación aparejada, se evidencia que en audiencia de 4 de julio de 2019, el
Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Segundo de la Capital del
departamento de Cochabamba, determinó la cesación de la detención preventiva del ahora
accionante y dispuso el cumplimiento de medidas sustitutivas, decisión inmediatamente apelada por
el Ministerio Público (Conclusión II.1); posteriormente, mediante Auto de Vista de 23 del mes y año
indicado, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento,
declaró inadmisible la impugnación interpuesta por el impetrante de tutela al considerar que se
encontraba fuera de plazo (Conclusión II.2).
Asimismo, conforme señala la Conclusión II.3 de esta Resolución, mediante providencia de la misma
fecha, el mencionado Tribunal de alzada programó audiencia para el 12 de agosto del indicado año,
en la que se consideraría lo formulado por el Ministerio Público en relación a la decisión descrita en
la Conclusión II.1.
Ahora bien, conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, es evidente que las solicitudes concernientes a medidas cautelares deben
merecer una atención priorizada, acelerada y lo más oportuna posible; un accionar contrario,
implicaría causar dilación indebida, afectando el derecho a la libertad de quien fungiría como
impetrante.
Bajo ese parámetro jurisprudencial, en el análisis del caso de autos debe tenerse en cuenta conforme
refleja la Conclusión II.2 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, que si bien el Tribunal de
alzada declaró la inadmisibilidad del recurso de apelación planteado -de manera extemporánea- por
el impetrante de tutela, quedó subsistente el formulado por el Ministerio Público, lo que no implica
que el prenombrado carezca de interés legítimo para exigir agilidad en la tramitación del mencionado
recurso; pues, -se reitera- habiendo permanecido latente o vigente la impugnación interpuesta por
la entidad acusadora; hace que de la decisión o resolución que el Tribunal de alzada pueda emitir
dependa la posibilidad de recobrar su libertad, contexto en el que subsiste en su favor la plena

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facultad de invocar el principio de celeridad y por consiguiente prioridad en el señalamiento de la


audiencia de consideración de la referida objeción, a efectos de exponer su pretensión jurídica en
relación a las medidas sustitutivas impuestas y rebatir los criterios que la representación de la entidad
recurrente pudiese alegar sobre el mismo tema. Ello, de conformidad al Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, referido al pronto despacho en sentido de que
a toda petición vinculada o relativa a la libertad de las personas, debe imprimírsele premura en su
resolución sea positiva o negativamente para quien la solicita.
Por todo lo manifestado, se concluye que corresponde conceder la tutela impetrada respecto a la
lesión de sus derechos al debido proceso, a la libertad y a la defensa, alegados por el accionante.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al denegar la tutela solicitada, valoró incorrectamente los
datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 03/2019 de 30 de julio, cursante de fs. 54 a 57, emitida
por el Tribunal de Sentencia Primero de la Capital del departamento de Cochabamba; y, en
consecuencia CONCEDER la tutela solicitada disponiendo, que la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental del referido departamento, en el plazo de veinticuatro horas a partir de su notificación,
señale la audiencia reclamada por el ahora accionante.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0761/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30064-2019-61-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 06/2019 de 17 de julio, cursante de fs. 46 vta. a 50, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Hirma Muñoz Colque contra Anay Añez Mendoza y Yanet
Noemy Paniagua Villa, Juezas del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 15 de julio de 2019, cursante de fs. 4 a 5 vta., la accionante manifestó
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra a denuncia de Ruth Zambrana
Mojica por la presunta comisión del delito de resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes,
el 4 de julio de 2019 solicitó suspensión de la audiencia de consideración de medidas cautelares fijada
para el 16 del mismo mes y año, bajo el argumento irrefutable que primero debe resolverse la
excepción de extinción de la acción penal por duración máxima del proceso que presentó, al ser dicho
planteamiento previo y de especial pronunciamiento, en el marco de los arts. 308.4 y 345 del Código
de Procedimiento Penal (CPP), así como la amplia jurisprudencia constitucional.
Ante dicho requerimiento, los miembros del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Santa Cruz -ahora demandadas-, resolvieron no ha lugar a la solicitud presentada,
sin considerar los Autos Supremos 087/2012 de 4 de mayo y 371/2017 de 22 de mayo y la SCP
0009/2015-S2 de 5 de enero, que constituyen la doctrina aplicable al caso, conforme establece el
art. 420 de Código Adjetivo Penal, determinación que derivó en la lesión de sus derechos
fundamentales y garantías constitucionales, resultando en su indebido, ilegal y arbitrario
procesamiento.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, a la legalidad y a la “seguridad
jurídica”, citando al efecto los arts. 2 núm. 3 incs. a) y b) del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos (PIDCP); 3 y 9 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH); y, 7.6 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y se ordene a los “…miembros del Tribunal Séptimo de Sentencia en lo
penal de la Capital que primeramente se resuelva la Excepción de Extinción por duración máxima del
Proceso” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 17 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 42 a 46
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado ratificó los términos expuestos en su memorial de acción de
libertad, y ampliándolos manifestó que el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del

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departamento de Santa Cruz, tenía tres días para pronunciarse respecto de la extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso, siendo que esta excepción pone fin a la causa; sin embargo,
transcurrió aproximadamente dos años desde su planteamiento, y “hasta la fecha” no fue resuelto.
I.2.2. Informe de los demandados
Anay Añez Mendoza, Jueza del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento
de Santa Cruz, mediante informe presentado el 17 de julio de 2019, cursante de fs. 17 a 18 vta.,
expresó que: a) La resolución de la excepción de extinción de la acción penal por duración máxima
del proceso fue suspendida a raíz de las diferentes recusaciones e inasistencias de la parte acusada
-ahora accionante- a la audiencia de juicio oral, incluso, al punto de ser declarada rebelde; por lo
que, el Ministerio Público como la victima solicitaron audiencia de medidas cautelares, justamente
para asegurar la presencia de la prenombrada en el juicio, no habiéndose vulnerado en ningún
momento sus derechos; b) A la “fecha”, tanto la audiencia de imposición de medidas cautelares,
como la de juicio oral se encuentran sin señalamiento, por la presentación de esta acción tutelar; y,
c) La doctrina del Tribunal Constitucional estableció que la protección otorgada por la acción de
libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas las formas que puede ser conculcado,
sino, queda reservada para aquellos entornos que conciernen directamente a los derechos a la
libertad física y de locomoción, caso contrario deberá ser tutelado mediante la acción de amparo
constitucional, por lo que la denuncia de vulneración de la legalidad y “seguridad jurídica” no se
encuentran vinculados con la libertad de locomoción, siendo que la peticionante de tutela tiene las
vías legales para acudir, y una vez agotadas estas, recién activar la justicia constitucional, utilizando
la acción correspondiente que tutela el debido proceso, por consiguiente solicitó se deniegue la acción
pretendida.
Yanet Noemy Paniagua Villa, Jueza del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, no asistió a la audiencia de consideración de la presente acción ni
remitió informe escrito, pese a su notificación cursante a fs. 10.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Decimosegundo de la Capital del departamento de Santa Cruz,
constituido en Tribunal de garantías, por Resolución 06/2019 de 17 de julio, cursante de fs. 46 vta.
a 50, concedió la tutela solicitada, ordenando que: 1) En el plazo de dos días el Tribunal demandado
resuelva y dé lectura a la resolución de la excepción de la extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso, debiendo señalar audiencia para ese efecto; 2) Los demandados a la brevedad
posible y dentro del término procesal que prevé el art. 335 del CPP programen fecha y hora para la
continuación del juicio oral hasta su culminación; y, 3) Los prenombrados se abstengan de fijar de
oficio audiencia de medidas cautelares, toda vez que estas solo pueden ser solicitadas en su momento
procesal y por el representante del Ministerio Público, conforme prescribe el art. 302 del citado
Código. Determinación adoptada con los siguientes fundamentos: i) Los arts. 314 y 345 del Código
Adjetivo Penal establecen que el plazo fatal para resolver una excepción de extinción de la acción
penal por duración máxima del proceso y cualquier otra excepción sobreviniente por la o el juez de
forma fundamentada es de “dos días”, término incumplido por el Tribunal ahora demandado,
lesionando el derecho a la “celeridad”, tutelable vía acción de libertad traslativa o de pronto despacho,
derivando en consecuencia en la vulneración del debido proceso consagrado en el art. 115 de la CPE;
ii) Con relación a las audiencias de medidas cautelares programadas de oficio, y otras veces
requeridas por la parte civil, cabe precisar que, es el Fiscal de Materia a cargo de la investigación
quien puede efectuar dicha solicitud de acuerdo al art. 302 del CPP, además que debe tramitarse en
la etapa preparatoria y no así en juicio oral, siendo en este último que solo se podrán imponer
medidas cautelares en casos de declararse rebelde al acusado, por cuanto si se presentare en juicio
oral “…se convierte en un acto ocioso tener que convocar a la acusada a una audiencia de medida
cautelar, y peor si es de oficio…” (sic); y, iii) De la lectura del acta de audiencia de medidas cautelares
suspendida, nuevamente se señaló otra similar para el 16 de julio de 2019 a horas 9:00, y se fija otra
supuestamente para la lectura de la resolución de dicha excepción formulada para el mismo día a
horas 10:00, siendo que esta, es de previo y especial pronunciamiento, debiendo primero tratarse la

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excepción planteada oportunamente y acto seguido en caso de que fuera declarado infundado se
debe continuar con el juicio oral conforme refiere el procedimiento descrito a partir del art. 340 y ss.
del CPP.
Vía complementación, la accionante expresó que la persona que está solicitando audiencia de
medidas cautelares es la parte civil o víctima en el proceso, a la cual no le está permitido este hecho
en resguardo de la seguridad jurídica. Asimismo, teniéndose claro que la fase de la investigación dura
seis meses, la audiencia debe desarrollarse dentro de ese plazo, por cuanto la parte civil tenía que
activar lo previsto por el art. 16 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), sin embargo precluyó su derecho,
ya que no se puede retrotraer etapas concluidas, razón por la cual no corresponde instalar ninguna
audiencia de medidas cautelares hasta que concluya el juicio.
El Tribunal de garantías, señaló que solo el representante del Ministerio Público puede solicitar se
apliquen medidas cautelares conforme al art. 302 del CPP, y que respecto del término, no se debe
abocar a cuestiones incidentales, cuando durante siete años la acusada demostró su sometimiento
al proceso penal, entender lo contrario sería trastocar lo que establece el principio de
instrumentalidad que rige las medidas cautelares, por cuanto se mantiene subsistente en todas sus
partes la determinación principal.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa memorial presentado el 4 de julio de 2019 por Hirma Muñoz Colque -ahora accionante-
ante el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de Santa Cruz, por el
cual solicitó suspensión de la audiencia de medidas cautelares programada para el 16 del referido
mes y año a horas 9:00 (fs. 2), emitiéndose por el indicado Tribunal el decreto de 12 de igual mes y
año, que resuelve no ha lugar a lo solicitado, por no estar a procedimiento “…toda vez que la
audiencia de imposición de medidas cautelares es independiente de la audiencia de juicio oral” (sic
[fs. 3]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso, a la legalidad y a la “seguridad
jurídica”; puesto que las autoridades demandadas a cargo del proceso penal que se le sigue,
declararon no ha lugar a su solicitud de suspender la audiencia de medidas cautelares que pretende
ser llevada a cabo antes de resolverse la excepción de extinción de la acción penal por duración
máxima del proceso, pese a ser esta de previo y de especial pronunciamiento, apartándose de la
doctrina aplicable al caso contenida en los Autos Supremos 087/2012 y 371/2017, y la SCP 009/2015-
S2, y actuando al margen de lo dispuesto por los arts. 308.4 y 345 del CPP, resultando en su
procesamiento indebido.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Componentes que deben concurrir para la activación de la acción de libertad ante
procesamiento ilegal o indebido
La SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, estableció que: “Con relación al procesamiento indebido, la
jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su impugnación es la
acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que esas vulneraciones
afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de locomoción del accionante, dicha
protección se verá materializada a través de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el
procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la restricción o supresión de los antes
citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de
acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 941


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entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;


caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras.
En esa línea, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, asumiendo los entendimientos contenidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: ‘…en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido
proceso están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que
conocen la causa, lo que implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la
reparación a los jueces y tribunales ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del
proceso, a través de los medios y recursos que prevé la ley, y sólo agotados éstos, se
podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del recurso de amparo
constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar las lesiones a la
garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las violaciones al debido
proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión, lo que no le permitió
impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del proceso al momento de la
persecución o la privación de la libertad.
Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se encuentre
privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas corpus, desnaturalizando la actuación
de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer
el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional.
(…)
…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe
existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de
impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo
al momento de la persecución o la privación de la libertad’”’ (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
De los antecedentes adjuntos al expediente, se tiene el memorial presentado el 4 de julio de 2019
por la ahora accionante ante el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento
de Santa Cruz, solicitando suspensión de la audiencia de medidas cautelares programada para el 16
del referido mes y año a horas 9:00, colegiado que no dio curso a dicha pretensión, resolviendo no
ha lugar mediante decreto de 12 de igual mes y año, por no estar a procedimiento (Conclusión II.1).
En dicho contexto, cabe precisar la pretensión de tutela exigida por la impetrante de tutela
circunscrita a revisar la determinación de rechazo de la suspensión de la audiencia de medidas
cautelares programada con anterioridad a la resolución de una excepción formulada, cuestión que
debe ser de previo y especial pronunciamiento, pues de lo contrario implicaría el apartamiento de la
doctrina aplicable al caso contenida en la jurisprudencia constitucional y en los arts. 308.4 y 345 del

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CPP, circunstancias que se enmarcarían en un procesamiento indebido, impetrando vía constitucional


el cese del mismo y la tramitación inmediata del incidente planteado.
Ahora bien, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional citada en el Fundamento Jurídico III.1 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, cuando se denuncian presuntas lesiones a
derechos que devengan de la actuación de autoridades que sustancian una determinada causa, y
que resulten en un indebido procesamiento, se tendrá en cuenta el ámbito de protección que brinda
la acción de libertad, la cual no alcanza a la totalidad de situaciones, sino, solo a aquellas cuestiones
que atañen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; en ese entendido, la
jurisprudencia constitucional identificó dos requisitos concurrentes que hacen posible efectuar el
análisis del debido proceso vía acción de libertad, los cuales son: a) Que el acto lesivo entendido
como los actos ilegales, las omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, deben estar
vinculados con el derecho a la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión;
y, b) Debe existir absoluto estado de indefensión.
Así, en el presente caso, del decreto de 12 de julio de 2019 que declaró no ha lugar a la suspensión
de la audiencia de medidas cautelares programada para el 16 de ese mes y año a horas 9:00, y del
señalamiento de otra audiencia de juicio oral a objeto de resolver el incidente de extinción de la
acción penal por duración máxima del proceso, lo que a decir de la peticionante de tutela daría a
entender que este sería resuelto con posterioridad a la audiencia de medidas cautelares, aspectos
denunciados por la aludida como actos procesales lesivos a sus derechos, no se advierte que tengan
vinculación directa con la restricción a su derecho a la libertad personal, al no operar como la causa
directa que habría originado una amenaza cierta o restricción inmediata del mismo. De igual forma,
de conformidad con los antecedentes y del contenido de la acción de libertad formulada, se tiene que
la impetrante de tutela no se encuentra privada de libertad, sino más bien goza de libertad, por
cuanto su situación procesal no depende de la suspensión o no de dicho acto como presunto hecho
denunciado, y que a su criterio constituye indebido procesamiento, puesto que al estar inmersa
dentro de un litigio, obedece a una acción tipificada como delito en nuestro sistema penal aún
tramitándose en la jurisdicción ordinaria, aperturándose la vía constitucional únicamente en casos en
los que se evidencie la vulneración de derechos y garantías constitucionales, por lo que el presupuesto
jurisprudencial citado supra, no se tiene concurrente en el caso concreto.
Respecto del segundo supuesto, se evidencia que la accionante tiene conocimiento del juicio que se
le sigue, y se encuentra asistido por su abogado y por ella, al asumir defensa por ser causa propia,
tal es así que tuvo la oportunidad de utilizar los mecanismos de defensa intraprocesales como se
advierte de la presentación de la excepción de extinción de la acción penal por duración máxima del
proceso que se le indilga y el memorial por el cual impetro suspensión de audiencia de medidas
cautelares, no denotándose que estuviere impedida de ejercer los medios de defensa o impugnación
que la ley le faculta, pudiendo activar los mismos cuando así considere pertinentes a los fines del
resguardo y protección de sus derechos alegados como conculcados, y una vez agotados estos, de
persistir la lesión, acudir ante esta jurisdicción a través de la acción tutelar idónea de acuerdo a la
pretensión y objeto procesal; por lo que, no concurre el precitado requisito que exige la jurisprudencia
constitucional para analizar vulneraciones al debido proceso.
Por lo expuesto, ante la inconcurrencia de los presupuestos establecidos en la jurisprudencia
constitucional -vinculación directa del acto procesal denunciado como lesivo con el derecho a la
libertad física y absoluto estado de indefensión-, para que por esta vía constitucional se pueda
considerar el supuesto indebido procesamiento denunciado, corresponde que la tutela pedida sea
denegada.
III.3. Otras consideraciones
Este Tribunal dentro la atribución establecida en el art. 202.6 de la CPE, advierte algunas
irregularidades en la tramitación de la presente acción tutelar, así, habiéndose presentado el 15 de
julio de 2019 y señalado la audiencia para su consideración al día siguiente -16 de ese mes y año a
horas 9:00-, fue reprogramada para el mismo día a horas 17:00, debido a la no diligencia con la
citación a una de las codemandadas -Yanet Noemy Paniagua Villa; sin embargo, una vez instalada,

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nuevamente fue constatada su ausencia, no obstante referir la Auxiliar de dicho Tribunal, que la
diligencia respectiva se practicó por cédula, los miembros del Tribunal de garantías determinaron
suspender dicho acto procesal para el 17 de julio de 2019 a horas 17:00.
Por consiguiente, bajo dicho contexto, el señalamiento y posterior celebración, se realizó con
posterioridad al plazo de veinticuatro horas previsto en el art. 126.I de la Norma Suprema,
incumpliéndose así con la previsión constitucional, y con el art. 49.1 del Código Procesal
Constitucional (CPCo), pese a que -según el informe de la mencionada funcionaria de apoyo
jurisdiccional (fs. 11) -, se citó a “…YANET NOEMY PANIAGUA VILLA, MEDIANTE NOTIFICACION POR
CÉDULA…” (sic), tal cual consta de la diligencia a fs. 10; aun así fue reprogramada la misma
arguyendo que de no estar presente se estaría vulnerando los “…derechos de la accionada…” (sic),
medida que no se ajusta a lo prescrito por el art. 126.II de la CPE, norma que prevé: “En ningún
caso podrá suspenderse la audiencia. En ausencia del demandado, por inasistencia o abandono, se
llevara a efecto en su rebeldía” (subrayado adicionado); por consiguiente, la actuación de los
miembros del Tribunal de garantías se encuentra al margen de los preceptos constitucionales y legal
descritos, prorrogando infundadamente la resolución de la presente acción de defensa, cuando su
característica intrínseca es la celeridad, justamente por los derechos urgentes que tutela,
correspondiendo en consecuencia llamar la atención a sus componentes.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, no adoptó una
decisión correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera, en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 06/2019 de 17 de julio, cursante de fs. 46 vta. a 50, pronunciada por el
Tribunal de Sentencia Penal Decimosegundo de la Capital del departamento de Santa Cruz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, sin ingresar al análisis de fondo de la problemática
planteada; y,
2º Llamar la atención a los miembros del Tribunal de Sentencia Penal Decimosegundo de la Capital
del departamento de Santa Cruz, que actuó como Tribunal de garantías, conforme al Fundamento
Jurídico III.3, a objeto de que en futuras actuaciones enmarque su despliegue jurisdiccional al
proceso constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0762/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30070-2019-61-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 0040/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 131 a 134, pronunciada dentro
de la acción de libertad interpuesta por Alfonso Pablo Camacho Escobar en representación sin
mandato de Wilson Ariel Castro Vera contra Mirtha Mabel Montaño Torrico y José Eddy
Mejía Montaño, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Mediante “Acta” presentada el 18 de julio de 2019, cursante de fs. 3 a 4, el accionante a través de
su representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Se encuentra privado de su libertad en el Centro Penitenciario El Abra de Cochabamba, debido a que
mediante Auto de Vista de 18 de julio de 2019, los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de esa ciudad, decidieron mantenerle en una indebida privación de
libertad, arguyendo que el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital de dicho departamento
no habría fundamentado sobre la aplicabilidad de las medias cautelares establecidas en el Código
Niña, Niño y Adolescente, acarreando con dicha omisión la nulidad del Auto Interlocutorio de 8 del
mismo mes y año, desconociendo totalmente el “…principio de irretroactividad de la ley penal más
favorable…” (sic) establecido en el art. 123 de la Constitución Política del Estado (CPE).
En mérito a ello, conforme señala el art. 168 del Código de Procedimiento Penal (CPP), solicitó la
corrección del citado Auto de Vista, en razón a que la Disposición Transitoria Sexta parágrafo II del
Código Niña, Niño y Adolescente (CNNA), establece que: “…al tratarse de adolescentes con
responsabilidad penal la ley beneficiosa solo será con relación a las medidas cautelares y las medidas
socioeducativas, por ende el tratamiento procesal tendría que ser de acuerdo a la ley 1970…” (sic);
empero, las autoridades demandadas sin escuchar los motivos de la corrección solicitada, rechazaron
el mismo manteniendo la decisión de no entrar en el fondo de su petición de cesación de la detención
preventiva que viene sufriendo desde el 2011, constituyéndose este acto en una privación de libertad
indebida, por permanecer ocho años en el referido Centro Penitenciario excediendo lo dispuesto por
el art. 268 del CNNA, dejándole en una situación de indefensión e incertidumbre dado que no existe
otro recurso ordinario que pueda viabilizar su pretensión, teniendo que esperar que el Tribunal de
Sentencia Penal Séptimo de la Capital fije nueva fecha de audiencia y se pronuncie sobre la
procedencia de las medidas cautelares establecidas en el art. 288 del citado Código, implicando
aquello su permanencia en reclusión más allá de la propia pena establecida; es decir, más de seis
años.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de su derecho a la libertad, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela ordenando a las autoridades demandadas se pronuncien con relación a
la aplicación de medidas cautelares establecidas en el Código Niña, Niño y Adolescente, en un plazo
no mayor a veinticuatro horas.

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I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional


Celebrada la audiencia pública el 19 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 129 a 130
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante ni su representante se hicieron presentes en la audiencia pública de consideración de
la acción de libertad, a pesar de su notificación cursante a fs. 8.
I.2.2. Informe de los demandados
Mirtha Mabel Montaño Torrico y José Eddy Mejía Montaño, Vocales de Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante informe escrito presentado el 19 de julio de
2019, cursante a fs. 72 y vta., solicitaron se deniegue la tutela bajo los siguiente fundamentos: a) El
accionante pretende que el Tribunal Constitucional Plurinacional se constituya en tribunal de casación
con potestad de revisar la resolución de alzada que no reconoce recurso ulterior, de acuerdo al art.
251 del CPP; b) Según el Auto Interlocutorio de 8 de julio de 2019, su detención preventiva obedece
a la concurrencia de los riesgos procesales de probabilidad de autoría y participación, riesgo de fuga
y obstaculización en los ilícitos acusados, mismos que fueron establecidos por el Juez cautelar, los
cuales no fueron desvirtuados ni cuestionados por la defensa hasta la emisión del Auto de Vista de
18 del señalado mes y año; c) El cuestionamiento también emerge sobre la falta de pronunciamiento
en relación a la aplicabilidad de la Disposición Transitoria Sexta parágrafo II del CNNA, por contar
con dieciséis años de edad a la fecha de su detención; y, d) Advertida esa falta de pronunciamiento,
mediante el citado Auto de Vista se explicó de manera clara y concreta “…los alcances de los Autos
Supremos a los que hace alusión la defensa, además ha expuesto la falta de observación de parte
del Tribunal A quo del Art. 124 de la norma procesal, extrañando la falta de adecuada motivación,
consecuentemente no existe la vulneración de derecho y/o garantía constitucional…” (sic).
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Sofía Ondarza Loayza, Abogada de la acusación particular haciéndose presente en audiencia pública
de consideración de la acción de libertad, solicitó se deniegue la tutela, manifestando que el
accionante no se encuentra ilegalmente detenido, al haberse impuesto su detención preventiva por
la concurrencia de los riesgos procesales de fuga y obstaculización “…y al presente ha sido condenado
a la pena de 30 años de presidio habiendo formulado apelación restringida que se encuentra radicada
en la Sala Penal Cuarta del TDJ, y los argumentos expuestos por su abogado en la presente Acción
de Libertad, han sido también argumentados en el juicio oral que después de 4 años fue sustanciado
(…) Puntualiza que la Ley 548 establece en su disposición transitoria, que todos los procesos
tramitados con la ley 2026 deben concluir con esa norma, por lo que no llega al alcance del ahora
accionante…” (sic); consecuentemente, resultaría falso pretender afirmar que con seis años de
privación de libertad habría cumplido la condena, cuando fue sentenciado a treinta años de presidio,
determinación que se encuentra pendiente de resolución en instancia de apelación restringida.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución 0040/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 131 a 134, concedió la tutela impetrada
dejando sin efecto el Auto de Vista de 18 de julio de 2019, así como el Auto complementario de la
misma fecha, disponiendo que las autoridades demandadas emitan nueva resolución en el marco de
lo previsto por el art. 398 del CPP, dentro de las veinticuatro horas después de su legal notificación
con el presente fallo, bajo los siguientes fundamentos: 1) Las autoridades demandadas conociendo
los fundamentos de la impugnación y los argumentos del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la
Capital del señalado departamento, con una redacción incongruente y limitándose a señalar que el
Auto Interlocutorio impugnado no contiene una debida motivación, soslayó y omitió pronunciarse
sobre el planteamiento de la defensa en relación a la Disposición Transitoria Sexta parágrafo II del
CNNA, limitándose a señalar que el ahora accionante ya contaba con veinticinco años de edad,
cuando la defensa argumentó que correspondía regularizar el procedimiento; 2) Citando el art. 124
del CPP, revocaron el Auto Interlocutorio de 8 de julio de 2019, ordenando al Tribunal a quo, que

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dentro de las veinticuatro horas emita nueva resolución dando respuesta al planteamiento realizado
por la defensa, determinación incongruente que carece de motivación, además de incurrir en
fundamentación omisiva, ya que como Tribunal de alzada le correspondía resolver en el fondo del
asunto; toda vez que, al “revocar” advirtieron un fallo incorrecto, debiendo tomar una decisión sobre
el fondo y no reducirse a ordenar al Tribunal inferior que emita una nueva resolución; 3) En función
a los argumentos del apelante correspondía contrastarlos con lo expuesto por el Tribunal a quo para
determinar si son correctos o no, además de determinar la existencia o no de irregularidades u
omisiones en el procedimiento; y, 4) Se observa errónea aplicación del término “revocatoria” cuando
en los hechos anula la determinación del Tribunal a quo sin justificar en qué normativa específica
respalda su decisión, enmarcándose en la vulneración del derecho al debido proceso en su elemento
de congruencia y fundamentación omisiva.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Acta de Audiencia de Aplicación de Medidas Cautelares de 17 de enero de 2011, en la
que el Juzgado de Instrucción Penal Séptimo de la Capital del departamento de Cochabamba, dentro
del proceso penal instaurado contra Wilson Ariel Castro Vera -accionante-, por la presunta comisión
de los delitos de asesinato y violación agravada, dispuso su detención preventiva en el Centro
Penitenciario El Abra del mismo departamento, por la concurrencia de los riesgos procesales
contenidos en los arts. 234.9 y 10; y 235.1 y 2 del CPP (fs. 10 a 13).
II.2. Mediante Certificación 236/2016 de 15 de noviembre, el Director y el Encargado de Archivos y
Kardex del señalado Centro Penitenciario, en atención a la solicitud escrita del interesado, certificó
que Wilson Ariel Castro Vera, sin cédula de identidad, permanece en dicho Centro cinco años, ocho
meses y veintisiete días (fs. 15).
II.3. Por memorial presentado el 12 de mayo de 2017, el peticionante de tutela, solicitó fecha y hora
de audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva, arguyendo que su situación
jurídica mejoró con la puesta en vigencia del Código Niña, Niño y Adolescente, que modifica el art. 5
del Código Penal (CP), estableciendo la aplicación de la ley más favorable al imputado en materia
penal, sea a la brevedad posible (fs. 17 y vta.).
II.4. Mediante proveído de 16 de mayo de 2017, el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital
del departamento de Cochabamba, dispuso “Sin lugar a lo solicitado por cuanto la petición de
cesación a la detención preventiva, dentro el presente proceso no puede sustanciarse conforme la
jurisdicción especial comprendida en el Código Niño Niña Adolescente; se tenga presente que la
misma ha sido llevada desde su inicio para la jurisdicción ordinaria a los alcances del Código de
Procedimiento Penal…” (sic [fs. 19]).
II.5. A través de la Sentencia 027/2017 de 2 de junio, el precitado Tribunal de Sentencia, determinó
la autoría y culpabilidad de Wilson Ariel Castro Vera por la comisión de los delitos de violación
agravada y asesinato, imponiéndole una condena de treinta años de presidio sin derecho a indulto a
ser cumplida en el Centro Penitenciario El Abra de Cochabamba (fs. 31 a 56 vta.).
II.6. A través del memorial presentado el 19 de septiembre de 2017, el accionante formuló recurso
de apelación restringida contra la prenombrada Sentencia, arguyendo que atenta contra la seguridad
jurídica, el debido proceso y la presunción de inocencia, por lo que solicitó se corrijan las medidas
impuestas (fs. 110 a 115).
II.7. Cursa memorial presentado 19 de junio de 2019, mediante el cual el peticionante de tutela
solicitó al Tribunal a cargo de la causa, la cesación de la detención preventiva, argumentando estar
privado de libertad ocho años y cinco meses, cuando según señala la Disposición Sexta parágrafo II
del CNNA, tiene a su favor la responsabilidad penal atenuada en cuatro quintas partes de la condena
impuesta; es decir, seis años de privación de libertad; empero, habiendo ya permanecido recluido
por más de ocho años, los dos años y cinco meses restantes se constituyen en privación ilegal de
libertad (fs. 20 a 21).

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II.8. Mediante certificación 46/2019 de 26 de junio, el Director y el Encargado de Archivo y Kardex


del Centro Penitenciario El Abra, en atención a la solicitud escrita del interesado, certificaron que
Wilson Ariel Castro Vera, sin cédula de identidad, permanece en dicho Centro ocho años, cuatro
meses y veintinueve días (fs. 61).
II.9. Por acta de audiencia de cesación de la detención preventiva de 8 de julio de 2019, el Tribunal
de Sentencia Penal Séptimo de la Capital, rechazó la solicitud de cesación de la detención preventiva
interpuesta por el ahora accionante (fs. 62 a 64 vta.).
II.10. A través del acta de audiencia pública de apelación de medida cautelar de 18 de julio de 2019,
la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, en aplicación del art.
124 del CPP, y la “…disposición transitoria de la Ley 548…” (sic), “revocó” el Auto de 8 de junio de
ese año, ordenando al Tribunal a quo que en el plazo de veinticuatro horas “…emita nueva resolución
dando respuesta al planteamiento realizado por la defensa, asumiendo la obligación de dar respuesta
concreta y debidamente fundamentada a dichos planteamientos…” (sic [fs. 66 a 69]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad, debido a que los Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, rechazaron el recurso de apelación
incidental que interpuso contra la Resolución dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de
la Capital de ese departamento, que denegó la solicitud de la cesación de la detención preventiva por
la omisión de aplicación del art. 268 del CNNA; no habiendo dado lugar a su petición de corrección,
sin entrar al análisis de fondo del asunto, manteniéndole privado de su libertad por más de ocho años
de manera indebida, desconociendo el “…principio de irretroactividad de la ley penal más favorable…”
(sic); ya que al momento de la comisión de los delitos inculpados contaba con dieciséis años de edad,
por lo que le correspondía una sentencia máxima de seis años de condena y no así los treinta
impuestos, habiendo permanecido preso durante ocho años.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Contenido esencial de la resolución emitida por el Tribunal de apelación
La SCP 1478/2014 de 16 de julio, al respecto realizó el siguiente razonamiento: «A efectos de
establecer, cuál es el campo de acción de los tribunales de alzada a tiempo de resolver una apelación
incidental planteada contra la imposición de medida cautelar, la SCP 0077/2012 de 16 de abril, analizó
el mandato contenido en el art. 398 del CPP, que en su texto señala: “Los tribunales de alzada
circunscribirán sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución”, precepto
normativo que establece que los aspectos apelados, establecen, circunscriben y delimitan la
competencia del tribunal de alzada para pronunciar su resolución, imponiendo una restricción al
pronunciamiento respecto a los asuntos; exceptuando aquellos casos en los que se evidencie la
existencia de defectos absolutos, dado que éstos no son susceptibles de convalidación; en este
mérito, la precitada Sentencia Constitucional Plurinacional, estableció que: “De la norma legal
precedente, de manera general es posible concluir que los tribunales de alzada sólo pueden resolver
y pronunciarse sobre los agravios expresados en la apelación, no pudiendo ir más allá de lo que la
parte apelante no hubiere cuestionado respecto de la resolución apelada, dado que el ámbito en el
que deben circunscribir su actuación es a resolver los aspectos impugnados de quien
tiene derecho de recurrir.
Sin embargo, tratándose de la aplicación de medidas cautelares, dicha normativa no debe
ser entendida en su literalidad sino interpretada en forma integral y sistemática, por lo
que también cabe referirse a lo establecido en el art. 233 del CPP, modificado por la Ley 007 de 18
de mayo de 2010, cuando señala que: 'Realizada la imputación formal, el juez podrá ordenar la
detención preventiva del imputado, a pedido fundamentado del fiscal o de la víctima aunque no se
hubiera constituido en querellante, cuando concurran los siguientes requisitos: 1. La existencia de
elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad, autor o

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partícipe de un hecho punible; 2. La existencia de elementos de convicción suficientes de que el


imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad’.
(...)
En el marco de las normas legales citadas, aplicables al caso que se examina, se establece que el
límite previsto por el art. 398 del CPP a los tribunales de alzada, de circunscribirse a los
aspectos cuestionados de la resolución, no implica que los tribunales de apelación se
encuentren eximidos de la obligación de motivar y fundamentar la resolución por la cual
deciden imponer la medida cautelar de detención preventiva, quedando igualmente
obligados a expresar la concurrencia de los dos presupuestos que la normativa legal
prevé para la procedencia de la detención preventiva, en el entendido que ésta última
determinación únicamente es válida cuando se han fundamentado los dos presupuestos de
concurrencia, para cuya procedencia deberá existir: 1) El pedido fundamentado del fiscal o de la
víctima aunque no se hubiere constituido en querellante; 2) La concurrencia de los requisitos referidos
a la existencia de elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es, con
probabilidad, autor o partícipe de un hecho punible y la existencia de elementos de convicción
suficiente de que el imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad;
circunstancias que deben ser verificadas y determinadas por el tribunal y estar imprescindiblemente
expuestas en el auto que la disponga, por lo mismo, la falta de motivación por parte de los tribunales
de alzada no podrá ser justificada con el argumento de haberse circunscrito a los puntos cuestionados
de la resolución impugnada o que uno o varios de los presupuestos de concurrencia para la detención
preventiva no fueron impugnados por la o las partes apelantes.
(…)”.
En consecuencia, es imperante que el juzgador, en mérito a la previsión contenida en el
art. 398 del CPP, a tiempo de resolver la apelación, de respuesta a todos los puntos
apelados, previsión que no lo exime de analizar la concurrencia de los presupuestos
descritos en el art. 233 del adjetivo penal, siendo por el contrario, su verificación una
actuación de cumplimiento inexorablemente; esto, en virtud a que el imputado tiene
derecho a conocer inequívocamente los motivos que llevaron al tribunal de apelación a
mantener, revocar o modificar una medida cautelar, lo que no implica de ninguna
manera, que la valoración de los elementos concurrentes, represente un apartamiento
de los aspectos impugnados» (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia la lesión de su derecho a la libertad, debido a que los Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, rechazaron el recurso de apelación
incidental que interpuso contra la Resolución dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de
la Capital de ese departamento, que denegó la solicitud de cesación de la detención preventiva por
la omisión de aplicación del art. 268 del CNNA; no habiendo dado lugar a su petición de corrección,
sin entrar al análisis de fondo del asunto, manteniéndole privado de su libertad por más de ocho años
de manera indebida, desconociendo el “…principio de irretroactividad de la ley penal más favorable…”
(sic); ya que al momento de la comisión de los delitos inculpados contaba con dieciséis años de edad,
por lo que le correspondía una sentencia máxima de seis años de condena y no así los treinta
impuestos, habiendo permanecido preso durante ocho años.
De los antecedentes remitidos a este Tribunal, lo expresado en audiencia de consideración de la
acción de libertad y lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se tiene que dentro del proceso penal seguido contra el hoy accionante por la comisión
de los delitos de violación agravada y asesinato, el 17 de enero de 2011, el Juzgado de Instrucción
Penal Séptimo de la Capital del departamento de Cochabamba, dispuso su detención preventiva en
el Centro Penitenciario El Abra de ese departamento, ante la concurrencia de los riesgos procesales
contenidos en los arts. 234.9 y 10; y 235.1 y 2 del CPP. En mérito a ello, el 12 de mayo de 2017,
solicitó la cesación de la detención preventiva argumentando que su situación jurídica mejoró con la

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puesta en vigencia del Código Niña, Niño Adolescente a partir del 6 de agosto de 2014, norma que
modificó el art. 5 del Código Penal (CP), estableciendo la aplicación de la ley más favorable al
imputado en materia penal en virtud del art. 123 de la CPE; sin embargo, el Tribunal de Sentencia
Penal Séptimo de la capital del mismo departamento, mediante proveído de 16 de mayo de 2017,
resolvió dicha solicitud indicando: “Sin lugar a lo solicitado por cuanto la petición de cesación a la
detención preventiva, dentro el presente proceso no puede sustanciarse conforme la jurisdicción
especial comprendida en el Código Niño Niña Adolescente; se tenga presente que la misma ha sido
llevada desde su inicio para la jurisdicción ordinaria a los alcances del Código de Procedimiento
Penal…” (sic); luego, el 2 de junio de igual año, mediante Sentencia 027/2017 fue condenado como
autor y culpable de la comisión de los delitos de asesinato y violación agravada con treinta años de
presidio sin derecho a indulto a ser cumplidos en el Centro Penitenciario El Abra del citado
departamento, determinación que fue apelada, solicitando se corrija la medida impuesta,
argumentando que atenta a la seguridad jurídica, el debido proceso y la presunción de inocencia.
Posteriormente, pidió al citado Tribunal de Sentencia, la cesación de la detención preventiva,
argumentando estar privado de su libertad ocho años y cinco meses, cuando la Disposición Sexta
parágrafo II del CNNA, señala que tiene a su favor la responsabilidad penal atenuada en cuatro
quintas partes de la condena impuesta; es decir, a seis años de privación de libertad; empero,
habiendo permanecido recluido por más de ocho años, los dos años y cinco meses restantes se
constituyen en privación de libertad ilegal, solicitud que fue rechazada; por lo que, en recurso de
apelación incidental, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de dicho
departamento, en aplicación del art. 124 del CPP y la “Disposición Transitoria” del CNNA, mediante
Auto de Vista de 18 de julio de 2019, “revocó” el Auto Interlocutorio de 8 de igual mes y año,
ordenando al Tribunal a quo que en el plazo de veinticuatro horas “…emita nueva resolución dando
respuesta al planteamiento realizado por la defensa, asumiendo la obligación de dar respuesta
concreta y debidamente fundamentado dichos planteamientos” (sic).
Con tales antecedentes, a efectos de resolver el problema jurídico planteado, corresponde precisar
los argumentos de la apelación incidental interpuesta por el peticionante de tutela para luego analizar
el Auto de Vista confutado, a fin de establecer si se encuentra o no debidamente fundamentado.
Así, del acta de audiencia pública de resolución de apelación de medida cautelar, se tiene que
sustentó su recurso de apelación incidental argumentando que: “…nació el 20 de junio de 1994, que
ha momento de suscitarse los hechos que le generaron sentencia condenatoria de 30 años, tenía 16
años y 2 meses de edad, aspecto mencionado en audiencia de cesación y para ello habría
acompañado la cédula de identidad, empero antes de la promulgación de la Ley 548, la edad
imputable era a los 16 años, empero esa situación habría sido modificada con la promulgación de la
Ley 548, que subió la imputabilidad de 16 a 18 años, que la Ley 2016 entro en vigencia el año 2014,
de la prueba acompañada se establece que la sentencia condenatoria es posterior al 06 de agosto
de 2014, lo que haría ver que el Tribunal Aquo procedió deliberadamente a omitir la aplicación del
Art. 268 del Cód. Niña Niño Adolescente respecto de la responsabilidad atenuada, por ende no se
habría emitido un adecuado pronunciamiento ya que su defendido debió ser sentenciado a seis años
de privación de libertad y no a treinta años de presidido, poniendo en conocimiento del Tribunal
también que este se encontraría recluido por más de 8 años…” (sic); por lo que, solicitó la aplicación
del Código Niña, Niño y Adolescente y que se disponga su libertad aplicando las medidas cautelares
establecidas en el art. 288 del indicado Código.
El Auto de Vista observado, emitido por los Vocales demandados, resolviendo el recurso de apelación
incidental interpuesto, sostuvo:
i) “…sobre los alcances de los A.S. No. 169/2016 como el A.S. 137/2017 (…) se establece que el
hecho fáctico es totalmente distinto por cuanto hace referencia y consideración sobre el principio de
retroactividad de la Ley para concluir que bajo el principio de favorabilidad los imputados que en el
momento de los hechos son menores de edad deben ser considerados en tal situación y aplicar la
pena disminuida (…) en el caso de Autos conforme antecedentes se tiene que se ha pronunciado
ya una sentencia condenatoria de 30 años, de haberse inobservado en dicha sentencia aquel principio

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de retroactividad de la ley, bajo el principio de favorabilidad (…) debe ser observado, reclamado (…)
en la Sala Penal donde hubiere recaído el Recurso de Apelación Restringida no correspondiendo a
este Tribunal pronunciarse en este momento procesal que únicamente abarca a la aplicación de
medidas cautelares propiamente cesación de detención preventiva…” (sic).
ii) Respecto a la cesación de la detención preventiva solicitada por la defensa del ahora accionante
en observancia de la Disposición Transitoria Sexta parágrafo II del CNNA, se establece que en el Auto
Interlocutorio impugnado el Tribunal a quo no hizo referencia, ni analizó los alcances sobre dicha
disposición, “…inobservando la previsión del Art. 124 del C.P.P. del deber de fundamentación,
expresando los motivos de hecho y de derecho en que basan sus decisiones (…) habiendo el Tribunal
Aquo, soslayado u omitido pronunciarse con referencia al planteamiento de la defensa en relación a
la disposición transitoria de la ley 548…” (sic), aspecto por el cual las autoridades ahora demandadas
se hubieran visto imposibilitadas de pronunciarse respecto a la disposición cuestionada, por lo que
dispusieron simple y llanamente “revocar” el Auto Interlocutorio de 8 de junio de 2019, debiendo el
Tribunal inferior dictar nueva resolución en la que se refiera a la aplicación de dicha norma.
iii) En virtud a lo señalado el abogado de la defensa en mérito al art. 168 del CPP, dentro del mismo
actuado procesal, solicitó la corrección de dicha determinación, por cuanto el Tribunal inferior en el
citado Auto Interlocutorio, ya se habría pronunciado de manera específica con relación a la aplicación
de la citada Disposición Transitoria; sin embargo, las autoridades ahora demandadas no dieron lugar
a dicha corrección ya que el mencionado Tribunal no hubiera realizado una “…diferenciación en
cuanto al juzgamiento de fondo y el quantum de pena (…) y los alcances de una resolución de
cesación de detención preventiva (…) por lo que no existiendo error a ser subsanado se mantiene
incólume la resolución emitida” (sic).
En ese sentido, en mérito a lo descrito en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se debe tomar en cuenta que las autoridades demandadas debieron
circunscribir su resolución a los aspectos cuestionados sobre la determinación asumida en primera
instancia, analizando y pronunciándose sobre todos y cada uno de los agravios reclamados; más aún,
tratándose de una medida cautelar que no debe ser entendida en su literalidad sino interpretada en
forma integral y sistemática, no correspondiéndoles simplemente “revocar” y devolver el caso a la
instancia inferior para que se emita un nuevo pronunciamiento -cuando ya habían expresado criterio
respecto a lo peticionado por el ahora accionante-, sino resolver lo peticionado; puesto que al no
pronunciarse de manera específica respecto a la Disposición Transitoria Sexta parágrafo II del CNNA,
en cuanto la aplicación de medidas cautelares y medidas socioeducativas, dejaron en indefensión al
accionante.
Consecuentemente corresponde otorgar la tutela solicitada, debido a que los Vocales demandados
no se pronunciaron ni subsanaron sobre la solicitud de aplicación de medidas cautelares en el marco
de la referida Disposición Transitoria.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al conceder la tutela impetrada, efectuó un análisis
correcto de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 0040/2019 de 19 de julio, cursante de fs. 131 a 143,
pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en los mismos términos que la
Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


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Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


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Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30079-2019-61-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 16 de 11 de julio de 2019, cursante de fs. 153 vta. a 159 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Joaquín Alberto Trigo Guzmán, Juan Pablo
Gómez Rojas y Ernesto Levi Roca en representación sin mandato de Jorge Mauricio Boero
Montaño contra Arminda Méndez Terrazas y Victoriano Morón Cuéllar, Vocales de la Sala
Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 10 de julio de 2019, cursante de fs. 113 a 129 vta., el accionante a través
de sus representantes manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de estafa, la Jueza
de Instrucción Penal Décima de la Capital del departamento de Santa Cruz, dispuso su detención
preventiva en audiencia de consideración de medidas cautelares celebrada el 20 de abril de 2019,
viciándola de nulidad al atribuirle hechos que no fueron denunciados, realizando actos de
investigación a tiempo de tener por acreditado el art. 233.1 del Código de Procedimiento Penal (CPP)
-probabilidad de autoría-; permitir la imputación por el tipo penal previsto por los arts. 335 y 346 bis
del Código Penal (CP) -estafa agravada-, cuando el proceso fue aperturado considerando la conducta
descrita por el art. 335 del Código Sustantivo Penal -estafa-, siendo precisamente este el fundamento
por el que se declaró la nulidad de su aprehensión; se fundaron riesgos procesales en virtud a
presunciones, subjetivismos y suposiciones prohibidas; no se aplicó jurisprudencia vinculante y de
cumplimiento obligatorio; se invirtió la carga de la prueba en desmedro del imputado, estableciendo
riesgos procesales en base a actos declarados nulos; y, se valoró erróneamente la prueba.
Apelada la decisión, los Vocales demandados, a través del Auto de Vista 140 de 23 de mayo de 2019,
no solo confirmaron las vulneraciones denunciadas sino las agravaron; siendo las observaciones al
pronunciamiento de alzada, las siguientes: a) En su recurso de apelación, fundamentó la
contradicción entre la decisión de disponer la nulidad de su aprehensión y la aplicación errada del
art. 346 bis del CP en la audiencia cautelar, aclarando que en ningún momento, solicitó la revocatoria
de la determinación que declaró la nulidad de su aprehensión; por lo que, no correspondía ingresar
al fondo de la apelación; agravio que no fue considerado por dichas autoridades; b) Los Vocales
demandados, omitieron enmendar la infracción de derechos y garantías ocasionada por la Jueza de
instancia, quien infringiendo el art. 279 del CPP, realizó actos investigativos al ceder el uso de la
palabra en la audiencia de consideración de medidas cautelares a víctimas ajenas al proceso penal,
contradiciendo la valoración de estos mismos testimonios al disponer la nulidad de la aprehensión;
c) Arminda Méndez Terrazas -codemandada- consideró la existencia de contratos criminalizados,
conforme al entendimiento establecido en el Auto Supremo 297/2016-RRC de 21 de abril; sin
embargo, después señaló que el ardid consistía en el pago parcial y no así el total a la víctima; por
su parte, el otro demandado Victoriano Morón Cuéllar, manifestó que no existe contrato escrito que
otorgue suficiente garantía; d) Ambas autoridades, fundamentaron su decisión, únicamente en los
testimonios de las presuntas víctimas para desacreditar el elemento trabajo, en apelación vulnerando
así la SCP 0276/2018-S2 de 25 de junio, al consolidar la delegación de la carga de la prueba al
imputado en que incurrió la Jueza de la causa que por su parte determinó que es este quien debe

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demostrar el arraigo natural que lo reate al proceso; e) El Presidente de Sala, realizó un ilegal análisis
del art. 20 incs. h) y ñ) de la Ley del Notariado Plurinacional (LNP), al establecer que el notario se
encuentra prohibido de realizar verificaciones domiciliarias sin la existencia previa de un
requerimiento fiscal u orden judicial, lesionando el principio de legalidad, por ende el debido proceso,
y al haberse utilizado para consolidar una detención preventiva, el derecho a la libertad; f) La decisión
de la Jueza de instancia en la audiencia cautelar de tener por acreditado el elemento trabajo, previsto
en el art. 234.1 del CPP, fue revocada por el Tribunal de apelación con argumentos confusos y
contradictorios, basados en las peticiones y argumentos de las víctimas, e imponiendo requisitos que
no se encuentran contemplados en la norma, vulnerando así la SCP 1478/2014 de 16 de julio,
respecto al deber de los tribunales de apelación de fundamentar sus decisiones, la facultad de
“...REALIZAR UNA VALORACIÓN PROBATORIA EN SEDE CONSTITUCIONAL...” (sic) y la
especificación a que la sola presentación del Número de Identificación Tributaria (NIT) acredita el
elemento trabajo; siendo ese el caso, en el que el impetrante de tutela adjuntó ese documento,
además, de certificaciones de impuestos internos y un talonario de facturas originales; g) Los
argumentos de las autoridades demandadas que convalidaron la concurrencia del riesgo procesal
previsto por el art. 234.4 del Adjetivo Penal, referido al comportamiento del imputado durante el
proceso o en otro anterior que indique su voluntad de no someterse al mismo, resultan además de
falsos, inentendibles, en virtud a la existencia de una aprehensión que fue declarada ilegal, decisión
que no fue apelada por ninguna de las partes; h) La exigencia de identidad de hechos y delitos para
la consideración del Auto Supremo “006/2019” como jurisprudencia invocada en apelación, vinculada
a la acreditación del art. 234.8 de ese cuerpo normativo penal a través de una o varias sentencias
ejecutoriadas, resulta arbitraria e infundada; puesto que, no es posible la concurrencia de tales
exigencias, dentro de la audiencia de apelación incidental de medidas cautelares, como si se tratara
de un recurso de casación, conforme previene el art. 416 del mismo cuerpo legal. De igual modo, el
criterio de que la jurisprudencia mencionada solo es aplicable a personas acusadas por la comisión
del delito de contratos lesivos al Estado y que tengan procesos instaurados con data de trece años
atrás, resulta un absurdo jurídico; i) La Resolución emitida en alzada respecto al peligro de fuga
previsto por el art. 235.2 del CPP, no se entiende, no cuenta con respaldo legal ni probatorio; puesto
que, se indica que los testigos que serían influenciados negativamente por el imputado, se encuentran
individualizados con nombres y apellidos; sin embargo, no se menciona los mismos; posteriormente,
se indica que, las víctimas serían testigos; omitiendo de esta forma la aplicación de la aludida SCP
0276/2018-S2; y, j) Pese a que, con la facultad prevista en el art. 125 del CPP solicitó aclaración,
complementación y enmienda respecto a la concurrencia de los riesgos procesales, contemplados en
los arts. 234.8 y 235.2 del mismo cuerpo legal; no se le aclaró nada, infringiendo así su derecho al
acceso a la justicia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de sus representantes, consideró lesionados sus derechos a la libertad,
vinculado a la garantía del debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación y
congruencia; al acceso a la justicia; y, a los principios de seguridad jurídica y legalidad; citando al
efecto los arts. 22 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: 1) La anulación del Auto de Vista 140; 2) Se señale nueva
audiencia de apelación incidental de aplicación de medidas cautelares; 3) Se pronuncien sobre los
agravios y jurisprudencia que será acompañada en la referida audiencia; 4) Se emita una resolución
fundamentada y motivada, cumpliendo la jurisprudencia constitucional y doctrina legal aplicable,
valorando de manera correcta toda la prueba aportada; y, 5) Sea con costas, daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 11 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 144 a 153
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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El accionante a través de sus abogados ratificó el contenido de la acción tutelar presentada y


acotando en lo principal, manifestó que: i) La denuncia y el inicio de la investigación de 31 de agosto
de 2018, están referidos al delito de estafa; ii) El 19 de abril de 2019, se emitió imputación formal y
ejecutó una ilegal aprehensión en aplicación del art. 346 bis -se entiende del CP-, omitiendo informar
a la autoridad jurisdiccional; y, iii) Al día siguiente, se desarrolló audiencia de medidas cautelares
con irregularidades respecto al tipo penal; y, consideraciones apartadas de razonabilidad y legalidad
de la prueba aportada; las cuales fueron confirmadas por el Tribunal de alzada.
I.2.2. Informe de los demandados
Victoriano Morón Cuéllar y Arminda Méndez Terrazas, Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, por informe escrito de 11 de julio de 2019, cursante de fs.
135 a 136 vta., manifestaron que: a) El Auto de Vista 140, cuenta con la debida fundamentación ya
que expresó los motivos de hecho y derecho en que se basó la decisión asumida, no siendo evidente
lo manifestado por el peticionante de tutela; y, b) La Resolución aludida, se circunscribió a los motivos
contenidos en el recurso de apelación formulado, considerando de acuerdo a la sana crítica, la
concurrencia de los riesgos procesales que mantienen la detención preventiva del accionante,
pretendiendo por ello el prenombrado que el Tribunal de garantías actúe como una instancia
casacional.
1.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido
Tribunal de garantías, mediante Resolución 16 de 11 de julio de 2019, cursante de fs. 153 vta. a 159
vta., concedió en parte la tutela solicitada, disponiendo la nulidad parcial del Auto de Vista
impugnado; bajo los siguientes fundamentos: 1) En el marco de la jurisprudencia constitucional, es
posible revisar la valoración probatoria realizada por las autoridades demandadas, así como la
imposición de medidas cautelares personales; 2) La vía ordinaria es la que debe corregir el defecto
absoluto susceptible de nulidad y que puede generar responsabilidad; 3) Las referidas autoridades
no incumplieron el art. 279 del CPP, ya que el solo hecho de mencionar a las otras víctimas, no
implica violar el control jurisdiccional, pues, se cuestionó la ilicitud de la aprehensión y no la validez
de la imputación; 4) Los Vocales demandados se apartaron de los marcos de razonabilidad y equidad
respecto al domicilio, al establecer que la Ley del Notariado Plurinacional impide a sus funcionarios
realizar verificaciones domiciliarias; 5) Las autoridades denunciadas, incumplieron la SCP
“0273/2018” en cuanto a la carga de la prueba, trasladada íntegramente al Ministerio Público y a la
víctima, no al imputado; 6) No indicaron qué elementos de convicción concretos sostienen la
existencia del riesgo procesal de fuga, basándose solamente en lo manifestado por las supuestas
víctimas en la audiencia cautelar; 7) No explicaron la razón para desconocer el Auto Supremo
“0006/2019” en cuanto a su aplicabilidad para determinados delitos y no para este caso; 8) En
relación a los motivos de hecho y derecho al absolver la solicitud de complementación y enmienda,
si bien mencionaron datos de procesos penales, en este caso del Número de Registro Judicial (NUREJ)
contra el accionante, no se evidenció que estén sustentados en prueba documental; y, 9) Tampoco
individualizaron al coimputado y testigos sobre los que podría influenciarse negativamente.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. El 19 de abril de 2019, la autoridad fiscal, presentó imputación formal ante la Jueza de
Instrucción Penal Décima de la Capital del departamento de Santa Cruz contra el accionante, por la
presunta comisión del delito de estafa agravada (fs. 5 a 7 vta.).
II.2. Consta acta de audiencia de medidas cautelares de 20 del citado mes y año -no lleva firmas-,
en la que la Jueza prenombrada, emitió Resolución determinando anular la aprehensión de Jorge
Mauricio Boero Montaño; y, disponer la detención preventiva del prenombrado. Decisión que fue
apelada en forma oral en el mismo acto procesal tanto por la víctima como por el ahora peticionante
de tutela, según la previsión del art. 215 del CPP (fs. 57 a 73 vta.).

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II.3. Según el acta de audiencia de apelación de medidas cautelares de 23 de mayo del indicado
año, las partes procesales expresaron los motivos de sus impugnaciones, cuestionando el accionante
la decisión de la Jueza de la causa respecto a los arts. 233; 234 numerales 1, 2, 4 y 8; y, 235.2 del
CPP, dando lugar a la emisión del Auto de Vista 140 fecha, por el que la Sala Penal Segunda del
Tribunal Departamental de Justica de Santa Cruz, declaró admisible e improcedente el recurso de
apelación incidental interpuesto por el impetrante de tutela, y procedente la planteada por la parte
acusadora disponiendo revocar parcialmente la Resolución apelada, manteniendo subsistente la
detención preventiva del sindicado por estar vigentes los riesgos procesales (fs. 74 a 95).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de sus representantes, denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, a la
garantía del debido proceso en sus elementos de fundamentación y motivación; al acceso a la justicia;
y, a los principios de seguridad jurídica y legalidad; arguyendo que, no obstante haber denunciado
las irregularidades cometidas por la Jueza de la causa, quien dispuso su detención preventiva
desarrollando la audiencia de consideración de medidas cautelares con vicios de nulidad, los Vocales
demandados mediante el Auto de Vista 140 de 23 de mayo de 2019, no solo confirmaron las
vulneraciones denunciadas sino las agravaron: i) Emitiendo una resolución sin la debida
fundamentación y sin sustento legal alguno; y, ii) Haciendo una interpretación ilegal del art. 20 incs.
h) y ñ) -lo correcto según la Gaceta Oficial de Bolivia es el inc. o) de la LNP.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. De la revisión de la fundamentación y motivación de las resoluciones dictadas por
los jueces y tribunales ordinarios a través de las acciones de libertad
En relación al tema, la SCP 0753/2019-S1 de 26 de agosto, señaló que: [La SCP 1250/2015-S3 de 9
de diciembre, sobre este particular señaló: «El derecho al debido proceso se encuentra reconocido
en el art. 115.II de la CPE, el cual dispone: “El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la
defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones”, a su vez, el
art. 117.I de la misma Norma Suprema, señala: “Ninguna persona puede ser condenada sin haber
sido oída y juzgada previamente en un debido proceso…”.
Es así que, el debido proceso en cuanto a su núcleo esencial y los elementos constitutivos del mismo,
ha sido entendido por el Tribunal Constitucional, entre otras, a través de la SC 0112/2010-R de 10
de mayo, que señaló: “La reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha establecido que el
debido proceso, consagrado como garantía constitucional por el art. 16 de la CPEabrg ahora por el
art. 115.II de la CPE, y como derecho humano en los arts. 8 del Pacto de San José de Costa Rica y
14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), consiste en el derecho de toda
persona a un proceso justo y equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por las
disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar y
precisando que la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que
conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución dictaminando una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo
cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo
exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y
comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la
forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo
a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión
está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra manera de dilucidar los hechos juzgados sino de la
forma en que se decidió y al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite
únicamente la conclusión a la que ha arribado el juzgador, son razonables las dudas del
justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados conforme a los principios y

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valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado con apego a la justicia y
finalmente, la motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino
que exige una estructura de forma y de fondo. Así la SC 1365/2005-R de 31 de octubre entre otras”.
En relación a la motivación y fundamentación de las resoluciones como elementos del debido proceso,
este Tribunal, en la SCP 0903/2012 de 22 de agosto, incidió en lo siguiente: “…la fundamentación
y motivación de una resolución que resuelva cualquier conflicto jurídico, no
necesariamente implica que la exposición deba ser exagerada y abundante de
consideraciones, citas legales y argumentos reiterativos, al contrario una debida
motivación conlleva que la resolución sea concisa, clara e integre en todos los puntos
demandados, donde la autoridad jurisdiccional o en su caso administrativa, exponga de
forma clara las razones determinativas que justifican su decisión, exponiendo los hechos,
realizando la fundamentación legal y citando las normas que sustentan la parte
dispositiva de la resolución; en suma se exige que exista plena coherencia y concordancia
entre la parte motivada y la parte dispositiva de un fallo”, requisito que tiene mayor
importancia en los tribunales de última instancia».
En ese contexto, los entendimientos reiterados ampliamente por la jurisprudencia constitucional
resultan aplicables a todos los fallos que resuelven cuestiones de fondo, indistintamente si son
emitidos por autoridades judiciales, administrativas o por el Ministerio Público, siendo deber de las
mismas cumplir indefectiblemente con las exigencias de la motivación y fundamentación como
elementos del debido proceso, entre otros. Sobre este particular la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en el caso Tristán Donoso Vs. Panamá sostuvo que: «…la motivación es la exteriorización
de la justificación razonada que permite llegar a una conclusión». El deber de motivar las resoluciones
es una garantía vinculada con la correcta administración de justicia, que protege el derecho de los
ciudadanos a ser juzgados por las razones que el Derecho suministra, y otorga credibilidad de las
decisiones jurídicas en el marco de una sociedad democrática; en tal sentido, se tiene que la
motivación debe ser entendida como la justificación razonada de los fallos mediante la cual el
juzgador arriba a una conclusión y asume una decisión; imperativo por el que toda resolución debe
contener el desarrollo de los razonamientos de hecho por los cuales se emite el pronunciamiento
vinculados con cada uno de los asuntos sometidos a la decisión del juzgador, esto es, las razones
fácticas y circunstancias de hecho y probatorias que sustenten la determinación asumida,
constituyendo por ende la motivación de todo fallo un deber fundamental inexcusable al momento
de resolver los asuntos que conozcan.
Por otra parte, la fundamentación constituye la estructura jurídico-legal que sustenta los
entendimientos fácticos expresados por el administrador de justicia, quien recurre sistemáticamente
a las normas relevantes del ordenamiento jurídico a objeto de resolver las causas sujetas a su
conocimiento, ello implica que las razones fácticas o criterios que son parte de la motivación se
subsumen a la norma aplicable al caso, configurando ello los razonamientos legales de la decisión,
así en el caso concreto de un proceso penal, la fundamentación se constituye en una garantía de
observancia y respeto de los derechos fundamentales y garantías constitucionales de los ciudadanos
de ser juzgados por las normas vigentes que rigen los procesos a los cuales están sometidos.
III.2. Principio de congruencia
Sobre el particular, la SCP 0619/2018-S1 de 11 de octubre, reiterando los entendimientos asumidos
de la SCP 1302/2015-S2 de 13 de noviembre, sostuvo: «Como se dijo anteriormente, la congruencia
de las resoluciones judiciales y administrativas, constituye otro elemento integrador del debido
proceso, al respecto la SC 0358/2010-R de 22 de junio, señaló lo siguiente: “a congruencia como
principio característico del debido proceso, entendida en el ámbito procesal como la estricta
correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, en materia penal la congruencia
se refiere estrictamente a que el imputado no podrá ser condenado por un hecho distinto al atribuido
en la acusación o su ampliación; ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la congruencia
que debe tener toda resolución ya sea judicial o administrativa y que implica también la concordancia
entre la parte considerativa y dispositiva, pero además esa concordancia debe mantenerse en todo

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su contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos considerandos y


razonamientos emitidos por la resolución, esta concordancia de contenido de la resolución y su
estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las
disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación que se asume. En
base a esos criterios se considera que quien administra justicia debe emitir fallos motivados,
congruentes y pertinentes”.
En el mismo sentido, el Tribunal Constitucional Plurinacional, en la SCP 1083/2014 de 10 de junio,
sostuvo que el principio de congruencia: “…amerita una comprensión desde dos acepciones;
primero, relativo a la congruencia externa, la cual se debe entender como el principio
rector de toda determinación judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia
entre el planteamiento de las partes (demanda, respuesta e impugnación y resolución) y
lo resuelto por las autoridades judiciales, en definitiva, es una prohibición para el
juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando su consideración a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la congruencia
interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una unidad congruente, en
ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte
considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos,
la interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva…”»] (las negrillas nos
pertenecen).
III.2. De la obligación de los tribunales de apelación de fundamentar y motivar sus fallos
vinculados a la privación de libertad
La SCP 0339/2012 de 18 de junio, señaló que: “El Tribunal Constitucional, ha desarrollado amplia
jurisprudencia sobre cuáles son las condiciones y formalidades que debe cumplir la resolución que
disponga una medida cautelar de carácter personal de detención preventiva de un imputado y/o
imputada, a través de la SC 1141/2003 de 12 de agosto, citada a su vez por la SC 0089/2010-R de 4
de mayo, sosteniendo que: ‘...la aplicación de una medida cautelar de carácter personal en el ámbito
procesal penal debe cumplir con las condiciones de validez legal, lo que significa que, la autoridad
judicial competente, para adoptar la decisión de aplicar la detención preventiva, de una parte, está
obligado a verificar y determinar la concurrencia de los requisitos previstos por el art. 233 CPP, para
lo que deberá contrastar la solicitud fundamentada del Ministerio Público con los elementos de prueba
presentados sobre la concurrencia de los requisitos, en el marco de las normas previstas por los arts.
234 y 235 CPP; de otra parte, deberá fundamentar en derecho la decisión de aplicar la medida
cautelar de carácter personal, pues tomando en cuenta que uno de los principios fundamentales
inherentes al Estado Democrático de Derecho es la motivación de las decisiones de las autoridades
públicas, el juez está obligado a expresar los motivos de hecho y de derecho en que se basa su
convicción determinativa de la concurrencia de los requisitos, así como el valor otorgado a los medios
de prueba, esa fundamentación no puede ser reemplazada por la simple relación de los documentos
o la mención de los requerimientos de las partes; de modo que está obligado a expresar los
presupuestos jurídicos que motivan la medida, con cita de las normas legales aplicables y la
descripción clara y objetiva de los elementos de convicción concurrentes’.
En cuanto al Tribunal de apelación, la citada SC 0089/2010-R, señaló: ‘…está obligado igualmente
a dictar una resolución debidamente fundamentada sobre la necesidad de aplicar dicha
medida cautelar de carácter personal, explicando la concurrencia de los dos requisitos
determinados en el art. 233 del CPP. En ese sentido, se ha establecido que el Tribunal de
apelación, está obligado a motivar y fundamentar su Resolución, precisando los
elementos de convicción que le permiten concluir en la necesidad de revocar las medidas
sustitutivas y aplicar la detención preventiva; a cuyo efecto, debe también justificar la
concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos por el art. 233 del CPP y una o varias
de las circunstancias señaladas por los arts. 234 y 235 del CPP, mediante una resolución
debidamente fundamentada, conforme exige el art. 236 del CPP, puesto que sólo cuando
se han fundamentado debidamente estas dos situaciones, se puede disponer la detención
preventiva’.

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Así también, la SC 0782/2005-R de 13 de julio, determinó que: ‘Ahora bien, la exigencia de pronunciar
una resolución motivada en la que se establezca la concurrencia de los requisitos de validez para
determinar la detención preventiva, entendiendo por motivo fundado a aquél conjunto articulado de
hechos que permiten inferir de manera objetiva que la persona imputada es probablemente autora
de una infracción o partícipe de la misma y que existe riesgo de fuga y/u obstaculización de la
averiguación de la verdad no sólo alcanza al juez cautelar, sino también al tribunal que conozca
en apelación la resolución que disponga, modifique o rechace las medidas cautelares,
toda vez que si bien de conformidad con el art. 251 del CPP, las medidas cautelares
dispuestas por el juez cautelar, pueden ser apeladas y, por lo mismo, modificadas, ello
no significa que el tribunal de apelación cuando determine disponer la detención
preventiva, esté exento de pronunciar una resolución lo suficientemente motivada, en la
que se exprese la concurrencia de los dos requisitos que la ley impone para la
procedencia de esa medida cautelar’.
De lo que se concluye que la fundamentación de las resoluciones judiciales no sólo es exigible al
momento de disponer la detención preventiva, sino también cuando se rechaza la solicitud de
cesación de la detención preventiva, se determine la sustitución o modificación de esa medida o,
finalmente, cuando se la revoca; aclarándose que la fundamentación se exige tanto en las
resoluciones pronunciadas en primera instancia, como aquellas emitidas en apelación y en toda
decisión judicial conforme establece el art. 124 del CPP ” (las negrillas fueron agregadas).
III.3. De la revisión de la interpretación de la legalidad ordinaria a través de las acciones
de libertad
La SCP 0702/2018-S1 de 5 de noviembre, estableció que: «Respecto a este tema, la SCP 0050/2018-
S4 de 14 de marzo, reiteró los entendimientos de la SCP 0077/2012 de 16 de abril, que modificó la
línea jurisprudencial sobre la aplicación de la interpretación de la legalidad ordinaria en acciones de
libertad, indicando que: “De otro lado, corresponde remitirse a lo sustentado tanto por las autoridades
demandadas, como por el Juez de garantías en sentido que el accionante no hubiere cumplido con
los requisitos para que se revise la interpretación de la legalidad ordinaria.
Al respecto, cabe precisar que si bien la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha desarrollado
dentro de las líneas de autorrestricción subreglas para que la jurisdicción constitucional ingrese al
análisis de la interpretación de la legalidad ordinaria, efectuada por los jueces y tribunales,
estableciendo la exigencia de que el accionante ‘…1. Explique por qué la labor interpretativa
impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente, absurda o ilógica o con error
evidente, identificando, en su caso, las reglas de interpretación que fueron omitidas por el órgano
judicial o administrativo, y 2. Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron lesionados
por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad entre éstos y la interpretación impugnada;
dado que sólo de esta manera la problemática planteada por el recurrente, tendrá relevancia
constitucional’ (SC 0085/2006-R de 25 de enero, entre otras); sin embargo, corresponde analizar si
dicho entendimiento jurisprudencial puede ser aplicado a la acción de libertad.
En esta perspectiva, resulta necesario recordar que la característica del informalismo constituye un
principio configurador de la naturaleza jurídica de la acción de libertad, entendido como la ausencia
de formalidades y rigorismos procesales que tiendan a enervar injustificadamente la tramitación
pronta y oportuna de esta acción tutelar, el mismo que guarda correspondencia con las características
de sumariedad e inmediatez propias de la acción de libertad, cuyas diversas manifestaciones han sido
desarrolladas por el constituyente, el legislador y la jurisprudencia constitucional.
(…)
Consecuentemente, bajo el principio del informalismo, por un lado, no podrán exigirse
presupuestos formales a ser cumplidos por el accionante para activar el ámbito de
protección de la acción de libertad; y de otro lado, tampoco podrá requerirse la
observancia al accionante de libertad, de entendimientos jurisprudenciales referidos a
las exigencias de carga argumentativa a ser cumplidas en la demanda u otros requisitos

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que impliquen una carga procesal para activar este mecanismo procesal al no
encontrarse la acción de libertad sujeta a requisitos de admisibilidad. En tal sentido, los
presupuestos para la revisión de la legalidad ordinaria establecidos por la jurisprudencia
constitucional para la acción de amparo constitucional no pueden ser exigidos como
presupuestos a ser observados a quien demanda de acción de libertad, dado que dicha
carga argumentativa resulta adversa a su naturaleza. Un entendimiento contrario,
implicaría adoptar una interpretación restrictiva y limitativa de este mecanismo de
protección desacorde a los criterios de interpretación de los derechos humanos y a los
mandatos previstos en los arts. 13. IV, 256.II y 410.II de la CPE”» (las negrillas nos
corresponden).
III.4. Análisis del caso concreto
De acuerdo a los antecedentes en el caso de autos, el accionante a través de sus representantes,
denunció la vulneración de sus derechos a la libertad, vinculado a la garantía del debido proceso en
sus elementos fundamentación, motivación y congruencia; al acceso a la justicia; y, a los principios
de seguridad jurídica y legalidad; debido a que, dentro del proceso penal seguido en su contra por
la presunta comisión del delito de estafa, la audiencia de consideración de medidas cautelares fue
desarrollada viciada de nulidad, atribuyéndole hechos no denunciados; fundando riesgos procesales
en mérito a presunciones, subjetivismos y suposiciones; sin aplicarse jurisprudencia vinculante y de
cumplimiento obligatorio; invirtiendo la carga de la prueba al imputado; estableciendo riesgos
procesales en base a actos declarados nulos por la propia autoridad jurisdiccional; valorando
erróneamente la prueba, para finalmente disponer su detención preventiva; decisión que, no obstante
haber sido impugnada, fue confirmada por Auto de Vista 140 de 23 de mayo de 2019 por los Vocales
ahora demandados, agravando su situación jurídica al emitir una resolución sin la debida
fundamentación y realizar una interpretación ilegal del art. 20 incs. h) y o) de la LNP.
De una revisión de obrados se evidencia que, el Ministerio Público imputó formalmente al ahora
accionante por la presunta comisión del delito de estafa agravada, previsto y sancionado por los arts.
335 y 346 bis del CP (Conclusión II.1); en cuyo mérito, el 20 de abril de 2019, se llevó a cabo la
audiencia de consideración medidas cautelares, en la que, la Jueza de Instrucción Penal Décima de
la Capital del departamento de Santa Cruz, determinó anular la aprehensión de la que fue objeto el
imputado; y, disponer su detención preventiva (Conclusión II.2). Decisión que fue apelada en el
mismo acto procesal tanto por la víctima como por el prenombrado, siendo remitida la impugnación
para su sustanciación ante la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del aludido
departamento, que resolvió mediante Auto de Vista 140 de 23 de mayo del indicado año, declarar
admisible e improcedente el recurso de apelación incidental interpuesto por el impetrante de tutela;
y, procedente el recurso de la parte acusadora, disponiendo revocar parcialmente la Resolución
impugnada, manteniendo subsistente la detención preventiva del sindicado, por estar vigentes los
riesgos procesales previstos en los arts. 234 numerales 1, 2, 4, 8 y 235.2 del CPP, añadiendo la
concurrencia del peligro de fuga referida a la ocupación o trabajo (Conclusión II.3).
III.4.1. De la denuncia de falta de fundamentación, motivación y congruencia en el
pronunciamiento de alzada
Ahora bien, conforme fue glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, para que una resolución sea considerada debidamente fundamentada y
motivada, deberá contener la suficiente explicación de las razones de orden fáctico y legal que la
justifiquen y respalden; pues, de ocurrir lo contrario, sería reputada como arbitraria. Igualmente, la
decisión deberá observar el principio de congruencia configurado por la necesaria correspondencia
entre lo expresado y solicitado por las partes con lo decidido en apelación por el tribunal de alzada;
asimismo, dicho principio, establece que debe existir una ineludible conexión y coherencia entre todos
los argumentos de la aludida resolución.
A tal efecto, es necesario remitirnos primero al acta de audiencia de apelación de medidas cautelares
(Conclusión II.3), en la que las partes procesales, interpusieron recurso de apelación contra la
decisión de la Jueza de la causa de forma oral, con la permisión del art. 251 del Adjetivo Penal,

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expresando los motivos de su impugnación del mismo modo, siendo los agravios formulados por el
accionante, los siguientes: a) En relación a la probabilidad de autoría (art. 233.1 del CPP), no existió
investigación ni elementos probatorios que acrediten que sea autor del delito de estafa agravada,
respecto del cual no prestó declaración informativa, asumiendo defensa con relación a la adhesión a
la denuncia de otras personas, ocasionando esta circunstancia que la Jueza de instancia declare la
nulidad de la aprehensión; en lo referente a la figura de la adhesión a una denuncia, no es aceptable
de acuerdo al procedimiento, si es denunciante o querellante; por otra parte, al tratarse de contratos
civiles, estos deben dilucidarse en ese campo y no en el penal, de lo contrario se estaría liquidando
el procedimiento civil; finalmente, la mencionada autoridad jurisdiccional en la audiencia cautelar
vulneró lo dispuesto por el art. 279 de la aludida norma, al tomar declaraciones a personas que no
fueron denunciantes como Juan Carlos Mamani y Omar Castro; b) En cuanto a los riesgos procesales
establecidos en el art. 234.1 y 2 del CPP, se dieron por acreditados los elementos de trabajo y familia,
no así el domicilio como arraigo natural que lo reate al proceso, pasando la carga de la prueba al
imputado -accionante- cuando en realidad corresponde al acusador o víctima; en dicho caso, se debió
fundamentar cómo la falta de este último requisito deriva en la existencia del peligro de fuga; pues
contrariamente, el elemento domicilio consta en la declaración informativa y en la imputación formal,
habiéndose presentado una “verificación” domiciliaria de “27 de febrero” realizada por Notario de Fe
Pública, comprobantes de pago de energía eléctrica, declaración de testigos, muestrario fotográfico,
que no fueron valorados correctamente por la Jueza de primera instancia; c) Lo propio sucedió con
el riesgo de fuga previsto por el art. 234.4 del CPP, donde los elementos para valorar la autoría, en
cuanto a la afirmación de las víctimas de las dificultades para encontrar al encausado, teniendo que
ejecutar un mandamiento de apremio, fueron utilizados para valorar también la concurrencia de este
riesgo procesal, lo cual se encuentra prohibido expresamente por la SCP “0583/2017-S2”; d) De
acuerdo a las previsiones contenidas en el art. 234.8 de la Ley Adjetiva precitada, referido a la
actividad delictiva reiterada, en alusión a una anterior imputación formal presentada por la parte
denunciante, se presentó el “rejap” demostrando la inexistencia de antecedentes, sentencia
condenatoria ejecutoriada, declaratoria de rebeldía o suspensión condicional del proceso; en el
entendido que, la sola imputación por la presunta comisión de otro delito no es suficiente; siendo
que, la decisión basada en probabilidades o presunciones, lesiona el debido proceso; y, e) Con
referencia al art. 235.2 del mismo cuerpo normativo, no existe otro denunciante; por ello, los términos
“estaría”, “podría” están prohibidos según la SCP “0256/2018-S2” que los supuestos no satisfacen la
exigencia de una debida fundamentación, y por consiguiente vulnera el debido proceso.
A tiempo de emitir el Auto de Vista 140 que revocó parcialmente el pronunciamiento del inferior en
grado, Arminda Méndez Terrazas, Vocal demandada, señaló lo siguiente: 1) La Resolución de la
Jueza de la causa, con relación a la probabilidad de autoría, se encuentra debidamente
fundamentada: “…a las víctimas la señora juez las ha escuchado en la audiencia (…), en ningún
momento la señora juez ha distorsionado el auto supremo, habla claramente, dice que la estafa se
configura en un contrato cuando la persona, en este caso el imputado firmo ese contrato, sabía que
no lo iba a cumplir, ese cheque el estaba firmando, él sabía que no tenía el fondo, pero ese era el
ardid para incurrir en error a la víctima, y que la víctima le entregue los pollitos, imagínese gente
honrada que trabaja, y de ahí conforme a lo que se ha podido establecer por la investigación y por
la argumentación de que recibía los pollos y el iba y los vendía y se guardaba el dinero, efectivamente
claro era primero de acuerdo a la estrategia de la estafa, primero pagaba un poco y después seguía
caminando, como decimos en el lenguaje coloquial, cebaba a la víctima, le pagaba un poquito para
que la víctima comente, inmediatamente tener otras víctimas mas, ahí esta las víctimas, ahí está el
hecho, ahora el vínculo del imputado, ahí están todos minuciosamente detallada por la señora juez
(…), en todos los documentos que la victima presenta, está el nombre del imputado (…) por lo tanto
considero que los argumentos de la parte apelante no son suficientes…” (sic); 2) Con relación al
domicilio: “…la señora juez ha atendido el peligro de las víctimas, ha dado una respuesta por lo que
las víctimas han señalado de que iban a ese lugar que les indicó que era su domicilio (…), lo buscaban
y no lo encontraban (…) no hay ningún documento prácticamente solamente hay una verificación del
notario (…), entonces la señora juez ha hecho una valoración correcta en la documentación, toda vez
que en el domicilio es lugar donde hay que ir a notificarlo al imputado, si es que se le enervar ese

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riesgo procesal, cual es la autoridad jurisdiccional tiene que tener la certeza de aquí va a estar (…) y
toda esa documentación presentada no le da certeza, por lo tanto es correcta su valoración, ha
cumplido con la valoración de la prueba…” (sic); 3) En cuanto al elemento trabajo: “…las victimas
claman no podemos reconocer esta actividad del señor (…), y la señora juez no da una respuesta
(…), toda vez de que por ese ha sido el ardid, para que puedan haberle sonsacado ese dinero, si el
señor hubiera estado de vaquero o con otro trabajo, no creo que las víctima le hayan entrado sus
pollos, claro que fue por esa actividad que el señalo, en esa línea considero que la señora juez no ha
hecho una correcta valoración (…), ese trabajo, ese negocio, esa actividad que él está demostrando
pues es la que ha promovido todo este problema (…) es ilógico reconocer esa misma actividad para
las víctimas que ha sido el que ha causado la lesión, por lo tanto considero de que la señora juez no
ha hecho una valoración correcta de los antecedentes, y estaría latente el elemento trabajo,
consecuentemente estaría latente el numeral 1 del artículo 234, así como el numeral 2 del artículo
234” (sic); 4) En cuanto al art. 234.4 del mismo Adjetivo Penal, la Jueza de la causa atendió a la
carga de la prueba impuesta a la víctima, sin que la parte imputada haya refutado absolutamente
nada; por lo que, la autoridad jurisdiccional ha hecho una valoración correcta quedando latente el
riesgo procesal aludido; 5) En razón del art. 234.8 del CPP, la parte denunciante fundamentó que
existe una imputación formal ante el Juzgado de Instrucción Penal Decimocuarto: “…pues ahí se tiene
la existencia de este riesgo procesal, es decir que hay otro proceso por un hecho doloso previsto por
el artículo 134 numeral8, la parte imputada para enervar ese riesgo procesal, nos ha presentado el
auto supremo 0006/2019 (…), el ministerio publico presenta la certificación del 15 de marzo de 2018
(…), se verifica la presentación de una denuncia, contra el imputado (…), la sola existencia de una
denuncia en contra de la imputación no puede significar la acreditación de la circunstancia prevista
por el artículo 234 en su numeral 8 (…) pero son otras circunstancias totalmente alejadas del proceso
que se investiga (…) no se puede presentar un auto supremo como prueba para enervar un riesgo
procesal, consecuentemente considero de que la señora juez ha actuado y valorado correctamente
los antecedentes…” (sic); y, 6) En relación al art. 235.2 del aludido Código: “…hay otra persona que
ha sido citada, nombrada por el mismo imputado y la nombrada por las partes, y que esta situación
consecuentemente la señora juez ha actuado correctamente…” (sic).
A su turno, Victoriano Morón, Vocal codemandado, indicó lo siguiente: i) Respecto a la probabilidad
de autoría: “…si es que se ha sacado mercadería, sea pollo, sin tener una relación comercial escrita
con una garantía suficiente donde el deudor pueda hacer valer ese documento, este es un contrato
criminalizado, ya se está yendo a sonsacar una mercadería con documentos que no va a poder
ejecutarlo el deudor (…) otra cosa distinta hubiera sido, si haya una relación comercial escrita con
una garantía suficiente ahí no había estafa (…) al no haber la posibilidad de que en la vía civil se
cobre eso, al estar presente el hecho no se lo niega haber sacado mercadería, se reconoce que hay
una deuda, pero esa deuda no está documentada para que se lo pueda cobrar, eso hace que el
numeral 1 del artículo 233 si este vigente” (sic); ii) Con relación al elemento domicilio, verificado
notarialmente según el acta notariada “16/2019”, el mismo no es legal; puesto que: “…el articulo 20
numeral H, con relación al numeral Ñ de la ley del notario, le prohíbe al notario hacer actos afuera
de su oficina, para que haga una verificación y sea válida, tiene que ser con autorización judicial, o
con un requerimiento fiscal (…), además acá lo han subrayado dice, la vivienda no es propia, no es
propietaria, que se quede el señor Rodolfo Mamani Hallacalla quien al ser un socio laboral le presta
la casa, pero como sabemos que el realmente es dueño ese señor, si yo voy a acreditar mi domicilio,
acredito mi documento de propiedad, si acredito una vivienda en un domicilio ajeno entonces tengo
que demostrar la autorización que tengo por el propietario para vivir sea anticresista, sea inquilino,
sea tolerado, sea prestadito como sea, pero eso se tiene que demostrarse que es el propietario, aquí
aparte de la notario hasta la fecha no he visto nada, existen facturas, certificado de nacimiento, si
no existe otra documentación para acreditar la verificación domiciliaria la señora juez ha hecho una
interpretación errónea al considerar el elemento domicilio como acreditado…” (sic); iii) En cuanto al
elemento trabajo, manifestó que: “…Aquí solamente existen solo facturas, la juez solo consideró las
facturas y una escritura de sociedad de una empresa de consultoría parece que no ha valorado
correctamente, la empresa unipersonales si bien es cierto que están liberadas de ciertos tramites de
Fundempresa, pero tienen que tener un registro en alguna parte aquí se demuestra que fue

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registrado en la renta le han autorizado para emitir facturas pero debería haber contrato, la suscrita
no estaría completa porque toda consultoría que se realiza está sujeta a alguna reglamentación que
se la pone en el contrato y se puede observar que no existe (…), si bien es cierto hay factura dice el
monto y dice consultor personal, ¿pero en qué? (…), por ese motivo la señora juez ha hecho mal en
valorar ese elemento” (sic); iv) Con relación al art. 234.4 del CPP, en este caso, no ha habido una
presentación espontánea por parte del ahora accionante, pues lo tuvieron que ir a buscar para
aprehenderlo, discutiendo además que dicho acto era ilegal; por ello, demostró con su
comportamiento su voluntad de no someterse al proceso, siendo que ya conocía del delito que se le
estaba imputando; v) En relación a la actividad delictiva anterior atribuida al prenombrado, citando
el Auto Supremo “6/2019”, estableció que: “Este caso que se está analizando no se en cuadra en
este tipo o en esa interpretación de esta sentencia porque se trata reciente que se está entrando, no
podemos hacer una comparación de una denuncia vigente en trámite con una denuncia que
posiblemente que habrá pasado con ella después de tantos año [s] (…), por ese motivo cuando habla
el artículo 234 numeral 8 del código procedimiento penal dice en forma clara dice de que una sola
denuncia de ese tiempo acá se trata de 4 denuncia vigente en trámites que se han hecho en menos
de un año, no es que yo presuma la culpabilidad en esa denuncia pero hay un hecho material y el
hecho material esta encima del procedimiento formal porque así lo determina el artículo 180 de la
Constitución Política del Estado cuando hace el relato de ese artículo, primero pone la defensa
material más en seguida esta los actos procedimentales por ese motivo la sentencia no es aplicable
en el presente caso, por eso estaría vigente el Numeral 8” (sic); y, vi) Con referencia al art. 235.2
del CPP, señaló que: “…en este caso se ha individualizado testigos, incluso se ha dicho que se ha
pagado a unos cuantos que aquí están nombres y apellidos, se ha dicho que un testigo ya no ha
querido ir a declarar, si es caso que eso está pasando no va declarar claro está influenciado y es
influenciado la identificación de los testigos es en el momento que se ha hecho la imputación ahí es
donde se está indicando en la investigación no después, si bien es cierto que la declaraciones de los
testigos para que tenga validez tiene que ser que se presente al juicio oral público y contradictorio
pero solo son esos los que van a declarar, que m[á]s testigos que las v[í]ctimas pues las v[í]ctimas
van a ir a declarar entonces la v[í]ctima está identificadas y en ellos pueden influir en ellos por ese
motivo al ver que uno no haya ido, al ver que unos otros socios el numeral 2 del artículo 235 estaría
vigente” (sic).
Bajo este contexto, corresponde establecer si el Tribunal de alzada con sus argumentos, tiende a
lograr el convencimiento de las partes de que su pronunciamiento no es arbitrario, sino por el
contrario, observa el valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad
y congruencia; en este sentido, si bien los Vocales demandados, cada uno a su turno, hizo referencia
a la probabilidad de autoría y los riesgos procesales previstos por los arts. 233.1; 234 numerales 1,
2, 4 y 8; y, 235.2 del CPP, en atención a los agravios formulados por el accionante en su recurso de
apelación (Conclusión II.3) y también por las víctimas; sin embargo, no se advierte la exposición
clara de los aspectos de hecho y de derecho que funden su determinación, en el marco de lo glosado
en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, tornando los
motivos analizados en arbitrarios, al sustentarse en fundamentos y consideraciones meramente
retóricas, basadas en conjeturas que carecen de sustento probatorio y jurídico, contrariando el
principio de verdad material previsto por el art. 30.11 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ) que obliga
a jueces y tribunales de la jurisdicción ordinaria a fundamentar sus decisiones con la prueba relativa
solo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron.
Así tenemos que ambos Vocales, justifican la decisión de la Jueza de la causa, sin individualizar
debidamente los hechos atribuidos a las partes procesales ni describir los supuestos de hecho de la
norma jurídica aplicable al caso concreto, pues la simple cita de los arts. 233.1, 234 numerales 1, 2,
4 y 8; y, 235.2 del CPP, no cumple con las exigencias de una debida fundamentación y motivación;
tampoco describieron los medios de prueba aportados por el Ministerio Público, las víctimas y el
imputado, sustentando su determinación de tener por concurrentes la probabilidad de autoría y los
peligros de fuga y obstaculización referidos, esencialmente en los relatos de las víctimas. Además,
con argumentos incoherentes, pues de una revisión de la decisión de la Jueza de instancia, esta
dispuso la concurrencia del peligro de fuga en su elemento trabajo previsto en el art. 234.1 del citado

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Código; no obstante, las autoridades demandadas expresaron que, no se valoraron los antecedentes
y la prueba cursante en obrados; en consecuencia estaría latente el elemento trabajo, concluyendo
en la revocatoria de la Resolución apelada; aspectos que sumados a la poca inteligibilidad de los
argumentos del fallo analizado, inciden en la debida fundamentación, motivación y congruencia,
impidiendo determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes
procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas
y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación de dicho nexo. Por otra parte,
respecto a la presentación en audiencia cautelar por parte de la defensa del imputado del Auto
Supremo “006/2019” referido al peligro de fuga establecido en el art. 234.8 del CPP -existencia de
actividad delictiva reiterada anterior-, las autoridades demandadas de manera muy poco clara
concluyeron en que la jurisprudencia invocada no era aplicable al caso concreto, porque la misma
“no se cuadra” o que “son otras circunstancias”; advirtiéndose que, esta falta de precisión, vulnera
el derecho a la debida fundamentación y motivación, siendo que los demandados tenían a su cargo,
la explicación lógica del porqué de su determinación, considerando además la integralidad de los
elementos probatorios aportados por las partes, como la certificación del Registro Judicial de
Antecedentes Penales (REJAP) presentado por el accionante, y no únicamente la fundamentación de
la parte denunciante y la mención del Ministerio Público sobre la existencia de una imputación formal
en el Juzgado de Instrucción Penal Decimocuarto de la Capital.
Arbitrariedades inadmisibles en el caso concreto, teniendo en cuenta que el deber de fundamentar y
motivar las decisiones, no solo alcanza al juez de instrucción penal, sino también al tribunal que
conoció de la apelación; en cuyo caso, las autoridades demandadas tenían la obligación reforzada de
motivar su decisión por tratarse de la apelación de una medida cautelar restrictiva de la libertad como
es la detención preventiva; debiendo en ese caso realizar nuevamente el análisis de los requisitos de
validez de dicha medida, teniendo en cuenta que en la presente causa, los Vocales demandados,
modificaron la decisión de la Jueza de instancia, que en su criterio no dio por concurrente el riesgo
procesal referido a que el imputado no tiene trabajo en el país. En síntesis, el Tribunal de apelación,
no cumplió con su rol de contralor de la actividad del inferior en grado, ejerciendo sus facultades
para revisar y en su caso modificar la resolución impugnada, dando respuesta a todos los agravios
denunciados en la impugnación.
Con relación a este último punto, se tiene que evidentemente el impetrante de tutela expresó como
agravio de su apelación, el hecho de no haber prestado su declaración informativa respecto al delito
de estafa agravada, ocasionando precisamente esta circunstancia que la mencionada autoridad
jurisdiccional declare la nulidad de su aprehensión, cuestionando así la decisión de la Jueza de
instancia de tener por concurrente la probabilidad de autoría prevista en el art. 233.1 del CCP; agravio
que no tuvo respuesta alguna por parte de las autoridades demandadas, incidiendo este aspecto en
la congruencia externa del pronunciamiento de alzada. Del mismo modo, el accionante expuso en la
audiencia de apelación, que la Jueza de la causa vulneró lo dispuesto por el art. 279 del Adjetivo
Penal, al tomar declaraciones a personas que no fueron denunciantes como Juan Carlos Mamani y
Omar Castro; motivo que tampoco ameritó consideración alguna por los Vocales demandados,
afectando de igual manera a la coherencia del fallo revisado por no guardar correspondencia con lo
apelado en este caso por el solicitante de tutela; omisiones que constituyen lesiones al principio de
congruencia, entendido como la obligación de los tribunales de apelación de dar respuesta a todos
los puntos impugnados por las partes, conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional fallo, delimitando su competencia de
acuerdo a lo previsto por el art. 398 del CPP que establece: “Los tribunales de alzada circunscribirán
sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la resolución”; en dicho mérito, corresponde
conceder la tutela impetrada, debiendo las autoridades demandadas subsanar las arbitrariedades
señaladas, observando los parámetros de debida fundamentación, motivación y congruencia
desarrollados en el presente fallo constitucional.
Con relación a la solicitud de aclaración, complementación y enmienda planteada por el imputado en
la misma audiencia de apelación, sobre la concurrencia de los riesgos procesales contenidos en los
arts. 234.8 y 235.2 del señalado Adjetivo Penal, donde el solicitante de tutela denunció que las

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autoridades demandadas no aclararon nada al respecto; de una revisión del fallo de alzada
cuestionado, se evidencia que, el accionante, planteó su solicitud, únicamente con relación al art.
234.8 del CPP; en dicho mérito, los miembros del Tribunal de apelación a más de hacer mención a
una imputación signada con el número “1815807”, así como las denuncias “20001402523”,
“200148684”, “70168626”, “7029” y “70168620”, consideraron que su pronunciamiento se
encontraba debidamente fundamentado, disponiendo no ha lugar la solicitud del encausado; por lo
mismo, no se advierte incongruencia omisiva respecto de este motivo.
III.4.2. Sobre la interpretación de la legalidad del Tribunal de alzada
El accionante, denuncia que el Tribunal de apelación interpretó de manera “errada” el art. 20 incs.
h) y o) de la LNP, estableciendo de forma ilegal prohibiciones que no se encuentran previstas en la
norma; en tal sentido, conforme se tiene glosado en el Fundamento Jurídico III.3 del presente fallo
constitucional, en aplicación del principio de informalismo que caracteriza la acción de libertad,
corresponde ingresar directamente en el análisis de fondo de la problemática, revisando si la
interpretación del Tribunal demandado, se encuentra al margen de los principios de legalidad y por
ende si existe violación de derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, en virtud a una
incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico.
Al respecto, el vocal Victoriano Morón Cuéllar a tiempo de fundamentar su respectivo voto, cuya
consecuencia fue la revocatoria de la decisión de la Jueza de instancia, agravándola añadiendo a los
riesgos procesales contemplados por esta autoridad, el peligro de fuga previsto por el art. 234.1 del
CPP en su elemento domicilio, señaló que: “…el articulo 20 numeral H, con relación al numeral Ñ de
la ley del notario, le prohíbe al notario hacer actos afuera de su oficina, para que haga una verificación
y sea válida, tiene que ser con autorización judicial, o con un requerimiento fiscal (…), aquí aparte
de la notario hasta la fecha no he visto nada, existen facturas, certificado de nacimiento, si no existe
otra documentación para acreditar la verificación domiciliaria la señora juez ha hecho una
interpretación errónea al considerar el elemento domicilio como acreditado…” (sic); en consecuencia,
para extraer el sentido y finalidad de estas normas; además, de realizar una interpretación gramatical
de las mismas, se debe efectuar una interpretación sistemática de otros preceptos jurídicos,
asegurando el respeto al principio de legalidad y por consiguiente el debido proceso, vinculados al
derecho a la libertad.
En ese sentido, el art. 20 de la LNP, establece como prohibiciones para las notarias y notarios de fe
pública, entre otros: h) El traslado o entrega de los documentos notariales, matrices y protocolos
fuera de lo establecido en la presente Ley; y, o) La extensión o protocolización de documentos
notariales fuera de su oficina notarial, con excepción de testamentos, inventarios y otros que por su
naturaleza u objeto la notaria o el notario deba realizar fuera de la misma; asimismo, establece lo
siguiente:
“ARTÍCULO 14. (NOMBRAMIENTO, GARANTÍA Y POSESIÓN).
(…).
v. La notaria o el notario de fe pública, ejercerá sus funciones dentro del ámbito territorial establecido
en su nombramiento, a partir de la fecha de su posesión.
(...)
ARTÍCULO 37. (ACTOS DE COMUNIDADES O PUEBLOS INDÍGENA ORIGINARIO
CAMPESINOS Y AFROBOLIVIANOS). Las notarias y los notarios de fe pública, a solicitud de las
y los interesados, podrán asistir y dar fe de los actos que comúnmente practican las comunidades o
pueblos indígena originario campesinos y afrobolivianos ubicados dentro de su ámbito territorial, y
se asentarán mediante acta.
(...)
ARTÍCULO 67. (DOCUMENTOS NOTARIALES EXTRAPROTOCOLARES).
I. Los documentos notariales extra-protocolares son:

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a. Las actas notariales;


b. Las certificaciones;
c. Intervenciones en sorteos y concursos;
d. Otros determinados por Ley.
II. Sus características y procedimientos estarán regulados por reglamento.
ARTÍCULO 68. (INTERVENCIÓN). La intervención de la notaria o el notario de un instrumento
público extraprotocolar da fe de la realización del acto, hecho o circunstancia, de la identidad de las
personas u objetos, de la suscripción y fecha del documento cuando corresponda.
ARTÍCULO 69. (EXTENSIÓN DE ACTAS).
I. La notaria o el notario extenderá actas en las que se consignen los actos, hechos o circunstancias
que presencie, observe o le conste conforme a sus atribuciones. Las actas deberán ser suscritas por
los requirentes y por quien formule observación cuando corresponda.
II. Previa elaboración, la notaria o el notario dará a conocer a los presentes la naturaleza del acta y
la solicitud de su intervención para autorizar el instrumento público extra-protocolar”.
Con relación a estos últimos, el Decreto Supremo (DS) 2189 de 19 de noviembre de 2014 que
reglamenta la Ley del Notariado Plurinacional, señala que:
“ARTÍCULO 79.- (DOCUMENTOS EXTRAPROTOCOLARES).
I. Los documentos extraprotocolares son instrumentos en los que la notaria o el notario de fe pública,
a solicitud del interesado, hace una relación donde consta su fe sobre uno o varios hechos
presenciados o que le conste, para luego ser autorizados con su firma, rúbrica y sello. Estos
documentos no forman parte del protocolo notarial pero deben ser registrados y archivados por la
notaria o el notario de fe pública, según su clase y siguiendo las disposiciones para los registros
protocolares.
II. Cuando las actas se asienten en forma manuscrita, se utilizará el formulario notarial, la letra que
se utilice deberá ser legible y de regular tamaño, de manera que pueda leerse sin dificultad”.
En conclusión, toda autoridad notarial que es posesionada conforme al ordenamiento jurídico
precedentemente glosado, ejercerá sus funciones dentro de su respectivo ámbito territorial; para tal
efecto, podrá desplazarse a pedido de los interesados para la realización del actuado notarial
solicitado y la posterior extensión del respectivo documento extraprotocolar, distinto del documento
protocolar que no es más que la escritura original o matriz de los actos, hechos y negocios jurídicos,
compilados y archivados en un protocolo, el cual según disposición expresa del art. 20 inc. n) de la
norma jurídica analizada, no puede extraerse o sacarse de la oficina notarial, excepto por razones de
fuerza mayor o cuando así lo requiera el acto; concordante con el inciso h) del mismo artículo que
impide que los documentos notariales y protocolos puedan ser trasladados o entregados fuera de lo
establecido en la referida Ley; en dicho mérito la prohibición de extensión o protocolización de
documentos notariales o protocolos fuera de la oficina notarial, con excepción de testamentos,
inventarios y otros que por su naturaleza u objeto la notaria o el notario deba realizar fuera de la
misma, debe entenderse en el marco integral e interdependiente de las normas citadas.
Por lo que, resulta evidente que la interpretación de Victoriano Morón Cuéllar, Vocal codemandado
en el sentido de establecer que el art. 20 incs. h) y o) de la LNP prohíbe a los notarios de fe pública
hacer actos fuera de su oficina, asumiendo que para la realización de una verificación domiciliaria y
esta sea válida, tiene que existir necesariamente autorización judicial o requerimiento fiscal, se aparta
del marco del principio de legalidad, incurriendo en interpretación errónea de dichos preceptos
jurídicos; puesto que, como se tiene precedentemente expuesto, la autoridad notarial puede
desplazarse dentro de su ámbito territorial si el actuado así lo requiere, no existiendo disposición
expresa en la Ley analizada que obligue a que un actuado notarial, en este caso una verificación
domiciliaria, necesariamente deba producirse previo requerimiento fiscal u orden judicial;
entendimiento que no debe asumirse como contrario o invasivo de las funciones de la autoridad

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policial, que por mandato del art. 295.6 del CPP, tiene facultades para practicar el registro de lugares,
incluyendo el registro domiciliario del imputado; por el contrario, el Juez de la causa con la facultad
de los arts. 171 y 173 del aludido Código, deberá admitir como medios probatorios, todos aquellos
elementos lícitos, asignando el valor correspondiente a cada uno de ellos en base a la sana crítica,
siendo esta autoridad en última instancia la que de manera fundada dispone la pertinencia o validez
de la prueba aportada por las partes; por consiguiente, corresponde conceder la tutela solicitada a
este respecto.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al conceder en parte la tutela solicitada, valoró
correctamente los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 16 de 11 de julio de 2019, cursante de fs. 153 vta. a
159 vta., emitida por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Santa
Cruz; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada, en los términos expresados en
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0764/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30091-2019-61-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 25/19 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 88 a 89 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Víctor Pompeyo Camacho Ochoa en
representación sin mandato de Flabia Joany Justiniano Rojas contra Marina Pérez Huaylla,
Fiscal de Materia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 18 de julio de 2019, cursante a fs. 1 y 67 a 72, la accionante a través de
su representante manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Ante la detección de la enfermedad de cáncer a su madre y en vista de la carencia de recursos
económicos que procuren su cura, asumió la decisión de dedicarse a la prostitución; por lo que, tomó
contacto a través de la red social “Facebook” con una mujer llamada Michelle, quien le enviaba
clientes al alojamiento denominado “El Sembrador”.
El 6 de noviembre de 2018, la aludida se comunicó con ella vía telefónica refiriéndole que dos mujeres
visitarían el referido lugar y en su ausencia debía informarles cuales eran las condiciones de trabajo
hasta que ella se hiciere presente; empero, dos policías encubiertos se le anticiparon indicando que
una de las señoritas era menor de edad; al llegar Michelle al lugar, esta se encerró en el baño de su
habitación, razón por la que “…no hubo ningún arreglo…” (sic) con estos, quienes decidieron
trasladarla a las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV).
La Fiscal de Materia asignada al caso que se le aperturó en razón de su aprehensión, emitió
imputación formal por la presunta comisión del delito de trata de personas con fines de explotación
sexual en su contra; por lo que, en audiencia de medidas cautelares de 7 de noviembre de 2018, se
determinó su detención preventiva en el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz; el 2 de abril
de 2019, habiendo solicitado la consideración de la cesación de la medida impuesta, esta no fue
concedida ante la vigencia de los peligros procesales establecidos en los arts. 234.10 y 235.2 del
Código de Procedimiento Penal (CPP).
Con la finalidad de desvirtuar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del CPP y lograr la
cesación a su detención preventiva, el 17 de mayo de 2019, solicitó a la Fiscal de Materia demandada
requiera que un “perito psiquiatra forense” evalúe su personalidad; sin embargo, su pedido fue
rechazado bajo el argumento de que este constituiría un acto investigativo que ya no podría realizarse
ante la existencia de una acusación formal. Pese a ello, reiteró lo impetrado estableciendo que lo que
se perseguía era la aplicación de medidas sustitutivas; empero, nuevamente fue rechazado.
Habiendo puesto a conocimiento del Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital del
departamento de Santa Cruz, la negativa de la Fiscal de Materia aludida, solicitando conmine a que
se atienda su pedido, esta instancia rechazó lo impetrado estableciendo que debía apersonarse con
una queja ante el Fiscal Departamental de Santa Cruz.
Una vez más, solicitó a la autoridad demandada, considere su solicitud alegando el cumplimiento de
la SCP 0775/2018-S4 de 14 de noviembre pero fue rechazada, manifestando que acuda directamente
ante el psiquiatra forense, cuando esto no resulta viable.

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I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados


La accionante a través de su representante, alegó la lesión de sus derechos al debido proceso, a la
defensa, a la libertad y a una justicia plural, pronta oportuna y sin dilaciones; citando al efecto los
arts. 23.I, 115.II, 119 y 180 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela ordenando se deje sin efecto los requerimientos fiscales de 17 y 31 de
mayo; y, 19 de junio todos de 2019, disponiendo que en el plazo de veinticuatro horas la autoridad
demandada “…atienda mi solicitud de fecha 17 de mayo de 2019, a fin de obtener la evaluación de
perito psiquiatra forense, y tramitar mi cesación a la detención preventiva” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 23 de julio de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 87 a
88 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su representante, a tiempo de ratificar el memorial de acción de libertad,
acotó que: a) La Fiscal de Materia demandada otorgó un “dictamen” para que pudiera ser valorada
por la psicóloga del Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz; empero, en la audiencia de
cesación esta prueba fue rechazada por la autoridad jurisdiccional a cargo del proceso, señalando
que solamente el psiquiatra forense podía determinar el grado de peligrosidad de una persona; b)
La SCP 0075/2018-S4 -no indica fecha-, establece de manera clara que el Ministerio Público no pierde
competencia para atender los requerimientos que las partes puedan solicitar; c) Los tres memoriales
presentados ante la autoridad demandada, se señaló que la pericia es única y exclusivamente para
determinar su conducta, a fin de enervar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del Código
Adjetivo Penal y no la promoción de actos investigativos; y, d) Los elementos probatorios a presentar
en audiencia de cesación de la detención preventiva, para su valoración “…tiene que ser
necesariamente con tuición fiscal y mayor aun la responsabilidad cuando se trata una pericia donde
hay que poner en conocimiento a la v[í]ctima para que pueda oponerse…” (sic).
I.2.2. Informe de la demandada
Marina Pérez Huaylla, Fiscal de Materia, mediante informe presentado el 23 de julio de 2019, cursante
a fs. 86 y vta., manifestó que: 1) La solicitud que realiza la accionante está referida a una pericia
que está regulada por los arts. 204 y ss. del CPP, que si bien no fueron mencionados de manera
textual, de la lectura de sus memoriales se entiende que se pide la aplicación de estos, dando pie al
ingreso del fondo de la causa al realizar diligencias propias de la investigación, que en acusación ya
no son viables; 2) Si bien se puede emitir requerimientos que procuren la obtención de
documentación a presentarse en una audiencia de cesación de la detención preventiva, lo pedido
debe ceñirse a ello, en el caso la impetrante de tutela requirió ’valoración documentológica que
determine veracidad y grado de credibilidad de las declaraciones informativas prestadas’
(sic); y, 3) El art. 209 de CPP, indica que el fiscal podrá designar perito en etapa preparatoria y el
juez en cualquier fase del proceso; por lo que, estando el proceso penal en etapa de juicio oral, no
tiene facultades para dar curso a lo impetrado.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa Cruz, constituido en
Tribunal de garantías, por Resolución 25/19 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 88 a 89 vta.,
denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: i) Si bien “…el juez en sus
intervenciones quizás le ha dado las directrices para desvirtuar dicho precepto jurídico, la misma que
no es obligatoria proseguirla, sino que existe otros medios para desvirtuar el art. 234 Numeral 10)
del C.P.P., no solamente con ese peritaje…” (sic); ii) La pericia que se pretende ingresa en otro
campo “…de determinar su salud, dar como inimputabilidad de una persona incapaz o que una
persona no esta cuerda para llevar un proceso, eso es la confusión que ha llevado al Ministerio
Público…” (sic); iii) La accionante debió acudir al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), para

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la designación de un perito y no recurrir a uno particular; iv) Es cierto que el Tribunal Constitucional
Plurinacional en diferentes sentencias ha establecido que el Ministerio Público no pierde la dirección
del proceso aun cuando se haya emitido la acusación correspondiente, “…puede emitir requerimiento,
pero no en el acto investigativo, porque ya hizo la acusación…” (sic); v) El Tribunal -se entiende que
se alude al Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento de Santa Cruz- debió
ordenar el oficio solicitado por la impetrante; empero, ante la negativa se correspondía agotar todos
los mecanismos de reclamo en la vía ordinaria para recién recurrir a la jurisdicción constitucional.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante la Imputación Formal de 7 de noviembre de 2018, presentada ante la Jueza de
Instrucción Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la Mujer de turno de la Capital del departamento
de Santa Cruz, el Fiscal de Materia asignado al caso, solicitó la aplicación de medidas cautelares de
carácter personal contra Flabia Joany Justiniano Rojas -ahora accionante- por la presunta comisión
del delito de trata de personas con fines de explotación sexual y proxenetismo (fs. 29 a 32 vta.).
II.2. A través del Auto Interlocutorio 111/18 de 8 de noviembre de 2018, la Jueza de Instrucción
Penal Decima de la Capital del departamento de Santa Cruz, determinó la detención preventiva de la
impetrante de tutela en el Centro Penitenciario Palmasola de ese departamento (fs.42 vta. a 47 vta.).
II.3. Mediante Auto de Vista 321 de 7 de diciembre del año antes indicado, la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, en audiencia de consideración de apelación a la
medida cautelar impuesta a la peticionante de tutela, confirmó parcialmente el Auto Interlocutorio
referido supra, manteniendo vigentes los peligros procesales establecidos en los arts. 234.10 y 235.2
del CPP (fs. 52 a 55 vta.).
II.4. Mediante Auto Interlocutorio 10/19 de 2 de abril de 2019, la Jueza de Instrucción Penal Décima
de la Capital del departamento de Santa Cruz, rechazó la solicitud de cesación de la detención
preventiva, presentada por la accionante (fs. 59 vta. a 62).
II.5. A través de memorial presentado el 3 del mismo mes y año mencionado, Marina Pérez Huaylla,
Fiscal de Materia, puso a conocimiento del Juez antes referido, la acusación formal emitida contra la
prenombrada y otro (fs. 63 a 66).
II.6. Por memorial presentado el 17 de mayo de 2019, ante la Fiscal de Materia asignada al caso -
ahora demandada-, la impetrante de tutela solicitó a esta, requiera al “PSIQUIATRA FORENSE, Dr.
GERARDO CARLOS GUZMÁN SALAZAR…
Para que realice una pericia forense en mi persona en los puntos siguientes:
1.- Realice una valoración de mi Personalidad.
2.- Realice un Test Psicométrico de peligrosidad.
3.- Realice la valoración de la documentología que determine veracidad y grado de credibilidad de
las declaraciones informativas prestadas” (sic [fs. 3 a 4]).
II.7. Mediante decreto de igual fecha, la autoridad demandada, negó la extensión del requerimiento
solicitado, estableciendo que “…los motivos que fundaron la detención preventiva de la impetrante
no tienen relación con lo solicitado (…) esta constituiría un acto investigativo que no se puede realizar
en esta etapa del proceso” (sic [fs. 5]).
II.8. A través de memorial presentado el 30 del mismo mes y año antes indicado, ante el Ministerio
Público, la peticionante de tutela, reiteró requerimiento “…PARA EVALUACIÓN PERICIAL PARA
ENERVAR PELIGRO DE FUGA” (sic); empero, por providencia de 31 del mismo mes y año, la Fiscal
de Materia asignada al caso, dispuso estar a lo determinado con anterioridad y lo establecido en el
art. 209 del CPP (fs. 6 a 8).
II.9. Por memorial presentado el 6 de junio de 2019, ante el Tribunal de Sentencia Penal Noveno de
la Capital del departamento de Santa Cruz, la impetrante de tutela solicitó “…CONTROL

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JURISDICCIONAL Y REITERA PERICIA PARA DESVIRTUAR EL ART. 234.10) DEL CPP” (sic), que fue
atendido mediante decreto de 13 del mes y año antes indicado, en el que se señaló “…deberá estarse
al decreto de fecha 23 de mayo de 2019, debiendo recurrir ante el Ministerio P[ú]blico de acuerdo a
la SC 775/2018S4 del 14 de noviembre de 2018” (sic [fs. 23 a 26]).
II.10. Mediante memorial presentado el 19 de similar mes y año, ante la autoridad demandada, por
tercera ocasión la accionante solicitó la emisión del requerimiento antes mencionado, indicando que
la finalidad de este, sería desvirtuar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del CPP; en razón
de ello, la Fiscal aludida emitió el decreto de la misma fecha, indicando que no correspondía realizar
la pericia impetrada; toda vez que, en la última audiencia de consideración de cesación de la
detención preventiva, se habría presentado certificado realizado por un profesional del área de
psicología y la Jueza de la causa, aclaró que la concurrencia del riesgo antes referido, no estaba
sujeto al estado mental, emocional o psicológico de la ahora peticionante de tutela, además, “…si la
impetrante considera que la pericia a la que se quiere someter puede servirle como prueba de
descargo para la obtención de su libertad mediante la cesación, tiene la vía expedita para acudir de
manera directa ante cualquier profesional perito en psicológica (…) no necesita requerimiento fiscal
alguno…” (sic [fs. 9 a 11 vta.]).
II.11. Consta memorial presentado en la fecha antes señalada, ante el Tribunal de Sentencia Penal
Noveno de la Capital del departamento de Santa Cruz, por el que la solicitante de tutela reiteró
solicitud de control jurisdiccional, requiriendo se conmine a la Fiscal de Materia asignada al caso, a
que acceda a la petición de pericia forense; que fue atendida mediante decreto de 24 del mismo mes
y año, estableciendo el mismo que “…deberá recurrir al fiscal de Distrito esa es la autoridad superior
y no el tribunal, de conformidad con el art. 279 del CPP” (sic [fs. 27 a 28]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la libertad
y a una justicia plural, pronta oportuna y sin dilaciones; toda vez que, la Fiscal de Materia asignada
al caso, rechazó las solicitudes de requerimiento para la obtención de certificaciones psiquiátricas a
ser presentadas como prueba para desvirtuar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del
CPP, en audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva, argumentando que no
podía emitirse dicha petición en razón a que el proceso penal seguido en su contra, ya contaba con
acusación formal y que su pretensión respondía a la promoción de nuevos actos investigativos, que
no corresponden en etapa de juicio oral.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes con el fin de
conceder o denegar la tutela.
III.1. Atribución de emitir requerimientos necesarios para obtener documentación
destinada a la presentación de una solicitud de cesación a la detención preventiva
La SCP 0775/2018-S4 de 14 de noviembre de 2018, haciendo referencia a la modulación de la SCP
0415/2015-S3 de 23 de abril, a través de la SCP 0134/2018-S4 de 16 de abril, estableció que: “…al
margen de que se tenga una acusación formal contra un imputado y el proceso se encuentre en
etapa de juicio oral, el Ministerio Público, en cumplimiento del derecho a la petición y los
principios que rigen a la indicada institución, debe otorgar los requerimientos que
correspondan, máxime si los mismos son con la finalidad de solicitar la cesación a la
detención preventiva, dado la importancia que amerita la protección del derecho a la
libertad, ya que la obtención de los citados requerimientos, puede definir la situación
jurídica del privado de libertad” (las negrillas nos corresponden).
La referida SCP 0134/2018-S4, señaló que: “A la luz de este marco constitucional y legal, se tiene
que el Ministerio Público se constituye en una institución de especial importancia en la eficacia de la
persecución penal pública y representa a la sociedad velando el respeto de los derechos y garantías
constitucionales; en este contexto, sus actuaciones deben enmarcarse dentro de los principios y
valores constitucionales, y al bloque de convencionalidad; es así que, si el Ministerio Público mediante
sus representantes, presentan la acusación formal conforme el art. 323 inc. 1) del CPP, y se constituye

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en parte contraria de la o del imputado, eso no impide de ninguna manera, que aún pueda emitir
requerimientos fundamentados, dando curso a solicitudes que sirvan para recolectar elementos para
una petición de cesación a la detención preventiva, tomando en cuenta que la referida cesación es
un instituto accesorio al proceso principal -donde no se discute si el imputado es culpable o no- en
el cual, éste debe suscitar un incidente que aborde las causales establecidas en el art. 239 del CPP,
y que en caso de ser declarado procedente, no tiene ninguna repercusión para el fondo del proceso,
pues las medidas cautelares -como se dijo- es un instituto procesal tendiente a evitar los peligros de
obstaculización del proceso y buscan asegurar la presencia del imputado en el juicio, siendo una de
sus características que estas medidas no causan estado; de ahí su revestimiento de su carácter
excepcional, instrumental y de necesidad.
Consiguientemente, a la luz del principio de favorabilidad y la fuerza expansiva de los derechos
fundamentales, el Ministerio Público tiene el deber de emitir requerimientos para la obtención de
documentos que sirvan a la o el imputado a presentar un incidente de cesación a la detención
preventiva, aún exista acusación formal; sin perjuicio de que éste, también pueda hacerlo directa y
particularmente efectivizando su derecho constitucional a la petición, pues el art. 24 de la CPE, señala
que: ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea oral o escrita, y
a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se exigirá más
requisito que la identificación del peticionario’; similar precisión, está inserta en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que en su art. XXIV, precisa: ‘Toda persona tiene
derecho de presentar peticiones respetuosas a cualquier autoridad competente, ya sea por motivo
de interés general, ya de interés particular, y el de obtener pronta resolución’…
Consiguientemente, cuando ya exista acusación formal, independientemente de que se acuda o no
al Ministerio Público, la o el imputado puede solicitar la documentación que requiera para su cesación
a la detención preventiva de manera directa, descongestionando así la labor del Ministerio Público;
considerándose también que en el instituto de medidas cautelares rige la libertad probatoria y a partir
de esta facultad, será el juez o tribunal quien le otorgue el valor que corresponda a la prueba, en
coherencia con ello, se aclara que en este instituto no rige la exclusión probatoria siendo un medio
diseñado exclusivamente para el juicio oral”.
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la defensa, a la libertad
y a una justicia plural, pronta oportuna y sin dilaciones; toda vez que, la Fiscal de Materia asignada
al caso, rechazó las solicitudes de requerimiento para la obtención de certificaciones psiquiátricas a
ser presentadas como prueba para desvirtuar el peligro procesal establecido en el art. 234.10 del
CPP, en audiencia de consideración de cesación de la detención preventiva, argumentando que no
podía emitirse dicho requerimiento en razón a que el proceso penal seguido en su contra, ya contaba
con acusación formal y que su pretensión respondía a la promoción de nuevos actos investigativos,
que no corresponden en etapa de juicio oral.
De los antecedentes insertos en el expediente, se tiene que dentro del proceso penal seguido contra
la solicitante de tutela por la presunta comisión del delito de trata de personas con fines de
explotación sexual y proxenetismo, estipulado en el art. 281 núm. 6) y 321 del Código Penal (CP)
modificado por la Ley Integral contra la Trata y Tráfico de Personas, encontrándose detenida
preventivamente en el Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz, impetró en tres oportunidades
a la autoridad demandada requiera pericias forenses que procuren prueba objetiva para desvirtuar
el peligro procesal inserto en el art. 234.10 del CPP, buscando con ello, la cesación de su medida
cautelar; empero, esta estableció primeramente, que no corresponde lo pedido en razón de que el
proceso ya cuenta con acusación formal y que lo que se pretende es generar actos investigativos;
posteriormente, que lo impetrado debía ser atendido por el Juez a cargo de la causa; y, finalmente
que no era necesario el requerimiento fiscal para generar la prueba señalada. Asimismo, la impetrante
de tutela instó al Tribunal de Sentencia Penal Noveno de la Capital del departamento precitado,
pronunciarse respecto a las solicitudes presentadas ante la autoridad demandada, pidiendo se
conmine a la fiscal aludida emita lo pedido; señalando estos, que debía recurrir al Ministerio Público

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a fin de dar cumplimiento a la SCP 0775/2018-S4 de 14 de noviembre y la presentación de una queja


ante el inmediato superior de la referida entidad.
Con carácter previo es menester referir que, con relación a los decretos de 13 y 24 de junio de 2019,
emitidos por las autoridades jurisdiccionales indicadas supra (Conclusiones II.8 y 11), si bien la
impetrante de tutela tenía la posibilidad de interponer el recurso de reposición, contra lo determinado,
agotando así las instancias de reclamo en la vía ordinaria, respecto a este extremo, la SCP 0690/2018-
S2 de 23 de octubre, estableció que cuando se trate de un privado de libertad, este podrá interponer
de manera directa la presente acción de defensa, sin ser exigible en forma previa el planteamiento
del recurso mencionado; entonces, en el marco de lo desarrollado por la jurisprudencia constitucional
antes señalada, corresponde ingresar al análisis de fondo del presente caso.
En ese marco, considerando lo establecido en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, respecto a la existencia de una acusación formal dentro de un
determinado proceso penal, no resulta óbice para que el Ministerio Público omita su deber de emitir
requerimientos para la obtención de documentos que sirvan al imputado para solicitar la cesación de
la detención preventiva, considerando la modulación de la SCP 0415/2015-S3 de 23 de abril, a través
de la SCP 0134/2018-S4 de 16 de abril, misma que señaló que dicha labor deberá realizarse “…a la
luz del principio de favorabilidad y la fuerza expansiva de los derechos fundamentales” y como bien
señaló la SCP 0775/2018-S4, “…no correspondiendo aplicarse el art. 306 del CPP, por que no se está
solicitando actuados relativos a los hechos investigativos, sino documentación necesaria para la
revocatoria de una medida cautelar, lo cual se encuentra directamente vinculado a su derecho a la
libertad…”; la autoridad demandada al negar lo solicitado por la impetrante de tutela con argumentos
inclusive contradictorios; puesto que, por un lado refirió que se trataba de actos investigativos que
no podían ser iniciados en etapa de juicio oral y la existencia de una acusación formal; para luego
instar a la accionante promueva la pericia forense de manera directa, causó una dilación innecesaria
en perjuicio y total vulneración de los derechos referidos por la peticionante de tutela, aspecto que
amerita la tutela constitucional que brinda la acción de libertad.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar la acción de libertad, obró de forma incorrecta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 25/19 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 88 a 89
vta., pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Primero de la Capital del departamento de Santa
Cruz y en consecuencia:
1º CONCEDER la tutela solicitada, disponiendo que la autoridad ahora demandada en el plazo de
veinticuatro horas atienda las solicitudes impetradas por la accionante, conforme a los fundamentos
establecidos de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
2º Por Secretaría General de este Tribunal remítase una copia de la presente Resolución, a fin de
que se ponga en conocimiento de los Fiscales de Materia para su respectiva atención.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0765/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30105-2019-61-AL
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 14/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 52 a 56, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por César Suárez Saavedra, en representación sin mandato de
Isabel Albino Nina y Ángel Adrián Martínez Arias contra Hugo Bernardo Córdova Eguez y
Hugo Michel Lescano, ambos Vocales de la Sala Penal Segunda e Iván Sandoval Fuentes,
Vocal de la Sala Penal Primera, todos del Tribunal Departamental de Justicia de
Chuquisaca.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 25 de julio de 2019, cursante de fs. 26 a 30 vta., los accionantes a través
de su representante expusieron lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión del delito de trata y tráfico
de personas, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca emitió el
Auto de Vista 218/2019 de 18 de julio, resolviendo la apelación incidental interpuesta por el Ministerio
Público que solicitó la revocatoria del Auto Interlocutorio de 28 de junio de 2019, pronunciado por la
Jueza de Instrucción Penal Tercera en suplencia de su similar Primero de ese departamento, quien
inicialmente determinó la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva; sin embargo,
los Vocales demandados revocaron esta determinación sin considerar que se sometieron al proceso
y a varios actuados como la cámara Gesell, obteniendo información contundente respecto al grado
de su participación en el tipo penal endilgado; puesto que, lo único que hicieron fue recibir a una
menor de un año en situación de desnutrición a efecto de darle cobijo, con el asentimiento de su
madre quien tiene sentencia condenatoria por la comisión del mismo tipo penal, razón por la cual la
referida Jueza en suplencia emitió la Resolución otorgando la medida sustitutiva en su favor al
considerar la duda razonable como un nuevo hecho; por el contrario, las autoridades demandadas
se limitaron a imponer el antiguo procedimiento de aplicar la detención preventiva como regla y la
libertad como excepción.
Este accionar vulneró el debido proceso en sus elementos de legalidad y tipicidad vinculados a su
derecho a la libertad; además, de su imparcialidad, al establecer las autoridades de alzada la
concurrencia del art. 233.1 del Código de Procedimiento Penal (CPP), referido a la existencia de
suficientes elementos de convicción sobre la posible autoría de los “…ahora detenidos ilegalmente…”
(sic); al respecto, el primer motivo de la apelación del Ministerio Público, denunció simplemente
indebida fundamentación de la decisión de la Jueza a quo respecto a la concurrencia del art. 233 del
CPP; sin embargo, los Vocales demandados no resolvieron este reclamo y como si se hubiera
cuestionado errónea valoración de la prueba, adicionaron al tipo penal imputado un verbo rector -
recibir a la menor-, apartado del texto normativo y los elementos objetivos descritos en el art. 281
bis del Código Penal (CP), afirmando que para la concurrencia de este, el sujeto activo: “AUNQUE
NO HAYA RECIBIDO DINERO AL RECIBIR AL MENOR SU siendo que, únicamente el Órgano
Legislativo está CONDUCTA SE ADECUA PERFECTAMENTE A LO EXPRESADO POR EL TIPO PENAL”
(sic);facultado para añadir nuevos verbos a los tipos penales o suprimir o modificar los mismos, con
el único fin de privarlos de su libertad, no obstante de su grave estado de salud.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

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Los accionantes denunciaron la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su


elemento de legalidad, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela y en su mérito: a) Se deje sin efecto el Auto de Vista 218/2019; y,
b) Se emita uno nuevo en el cual se declaren improcedentes los motivos de la apelación del Ministerio
Público.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 26 de julio de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 50 a
51 vta., produciéndose los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes a través de sus abogados ampliaron su acción de libertad, señalando que: 1) Existió
un exceso de poder debido a que la única forma de que se abre la competencia del Tribunal de
Alzada: “…es cuando los motivos de apelación debe ser expuestos y resueltos por el principio básico
impugnaticio…” (sic); 2) La Jueza de primera instancia cumplió con el fin de las medidas cautelares
al disponer medidas sustitutivas, refiriendo a que la “...ley 1173...” considera a la detención
preventiva de última ratio; además, que el art. 7 del CPP establece la excepcionalidad de la medida
cautelar en atención a “...que ya están en la cárcel y estando en la Cárcel de Argentina ya están cinco
meses detenidos” (sic); 3) Al tratarse de un delito gravísimo, la trata y tráfico de personas tiene
verbos rectores, que los demandados trataron de forzar para acomodar su conducta al tipo penal;
por lo que, el art. 281 bis del CP fue erróneamente interpretado; y, 4) Es necesario analizar el hecho
fáctico para establecer si este puede ser sancionable, al tratarse de una madre menor de edad que
estaba en una situación grave, debido a que su hijo se encontraba en desnutrición, siendo que el
verdadero tratante es aquella persona que forma parte de una organización criminal.
I.2.2. Informe de los demandados
Hugo Bernardo Córdova Eguez y Hugo Michel Lescano, Vocales de la Sala Penal Segunda; e, Iván
Sandoval Fuentes, Vocal de la Sala Penal Primera, todos del Tribunal Departamental de Justicia de
Chuquisaca, mediante informe presentado el 26 de julio de 2019, cursante de fs. 47 a 49,
manifestaron que: i) El 18 de julio de 2019 se llevó adelante la audiencia para resolver las apelaciones
presentadas dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Isabel Albino Nina y
Ángel Adrián Martínez Arias, luego de escuchar los fundamentos de los recurrentes y la Defensoría
de la Niñez y Adolescencia del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, se dispuso la revocatoria de
la Resolución apelada, dejando sin efecto las medidas sustitutivas y la detención preventiva de los
ahora solicitantes de tutela, al considerar que existen suficientes elementos de convicción para
sostener que son con probabilidad autores del delito imputado; ii) No se vulneró el principio de
legalidad debido a que el art. 281 bis del CP, tiene como elemento constitutivo la “... recepción de
personas...” (sic) y además, es considerado delito de lesa humanidad debido a que se comercializa
con seres humanos como si se tratara de mercadería, el elemento rector de recibir personas se
encuentra dentro de este tipo penal; iii) Los accionantes tratan de justificar el hecho de haber
recibido a una menor en situación de desnutrición como si no se tratara de un hecho delictivo, quienes
luego la trasladaron al vecino país de Argentina, activándose el trámite de extradición; y, iv) No se
vulneró ningún derecho de los impetrantes de tutela, menos aún el principio de legalidad y el derecho
a la libertad.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
Álvaro Mauricio Nava Morales, Fiscal Departamental de Chuquisaca, en audiencia refirió que: a) La
acción de libertad se refiere a la atipicidad entre otros; sin embargo, un juez de garantías no puede
ingresar a dilucidar situaciones de fondo como lo estableció la “...S.C.P. 1047/2004...” (sic), que
estableció que los temas que se abordaron por los accionantes en la audiencia de acción de libertad
corresponden a la jurisdicción ordinaria; es decir, en etapa preparatoria y de juicio; asimismo, la
jurisprudencia también estableció que no se puede ampliar fundamentos con nuevos hechos en

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audiencia; toda vez que, se vulnera el derecho de las autoridades demandadas, en “…la acción de
libertad en la cual no se fundamenta la necesidad de la acción de libertad…” (sic); y, b) El Juez
ordinario es quien determinará si en el futuro esa medida es necesaria o no, el Auto de Vista cuenta
con fundamentación haciendo el control de legalidad, por lo que, solicitó se deniegue la tutela al no
poder dilucidarse situaciones que no corresponden a la jurisdicción constitucional, sino a la
jurisdicción ordinaria.
I.2.4. Intervención de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia
Paolo Ameth Romay Amador, Abogado de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del departamento
de Chuquisaca, en audiencia solicitó se deniegue la tutela solicitada por considerar que los Vocales
demandados precautelaron los derechos de la menor.
I.2.5. Resolución
El Juez de Sentencia Penal Tercero del departamento de Chuquisaca, constituido en Juez de
garantías, por Resolución 14/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 52 a 56, denegó la tutela solicitada;
bajo los siguientes fundamentos: 1) El Auto de Vista 218/2019 realizó consideraciones en principio,
sobre la admisibilidad y los motivos de los recursos de apelación del Ministerio Público y la Defensoría
de la Niñez y Adolescencia, concluyendo en la admisión de estos; y, si bien no existe el verbo rector
-recibir- a una menor de edad, este no fue el elemento principal para disponer la revocatoria de las
medidas sustitutivas; 2) Como refirió el Ministerio Público: “…no puede disponer el Tribunal que se
anulen Autos y se vuelvan a repetir Autos, cuando está dentro de sus facultades el resolver alguna
omisión que se hubiere realizado la Autoridad inferior; En este análisis la Autoridad superior tiene la
obligación de reparar cualquier agravio que se le haya causado, o cualquier omisión que hubiese
inferido la Autoridad inferior…” (sic), en mérito a ello es que se determinó la revocatoria de la
Resolución impugnada disponiendo la detención preventiva; 3) Con referencia a la jurisprudencia
constitucional, la SC 1846/2004-R y las SSCCPP 759/2015-S3 y 1917/2017-R, señalaron que es
posible la revisión de la interpretación de la legalidad ordinaria por la justicia constitucional cuando
se presentan única y exclusivamente la vulneración de los derechos fundamentales; 4) En el Auto de
Vista antes referido, no se especificó de manera clara cuál es el derecho o garantía vulnerado, motivo
por el cual no se aperturó la posibilidad de revisar la legalidad ordinaria; y, 5) Asimismo la SCP
0094/2015-S1 de 13 de febrero, señaló que el debido proceso no puede causar ningún efecto, en el
caso de la vertiente de la legalidad, indica que los principios no puede ser sujetos de una valoración
por un juez de garantías.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de antecedentes cursantes en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Consigna acta de audiencia pública de consideración de medida cautelar de detención
preventiva de 28 de junio de 2019, actuado en el cual se emitió el Auto Interlocutorio de la misma
fecha, disponiendo la aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva, entre ellas, la
detención domiciliaria con custodia policial (fs. 2 a 7 vta.).
II.2. Por memorial presentado el 1 de julio de 2019, Carmen Rosa Encinas, Fiscal de Materia asignada
al caso, interpuso recurso de apelación incidental contra la Resolución referida supra (fs. 8 al 17).
II.3. Mediante memorial del mismo mes y año señalados precedentemente, la Defensoría de la Niñez
y Adolescencia D-2 y D-3 del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre, se apersonó al proceso penal,
pidiendo se declare procedente el recurso de apelación (fs. 18 a 21).
II.4. A través de Auto de Vista 218/2019 de 18 de julio, los Vocales demandados declararon
procedente el recurso de apelación planteado, revocando el Auto Interlocutorio indicado en la
Conclusión II.1, imponiendo la detención preventiva de los peticionantes de tutela (fs. 22 a 25 vta.)
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento
legalidad; argumentando que, las autoridades demandadas revocaron el Auto Interlocutorio de 28

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de junio de 2019, emitido por la Jueza a quo, disponiendo su detención preventiva, sin considerar
que el motivo de la apelación formulada por el Ministerio Público denunciaba simplemente indebida
fundamentación de la decisión recurrida respecto a la concurrencia de la probabilidad de autoría,
aplicando una interpretación que se aparta del texto normativo y los elementos objetivos del tipo
penal descrito y sancionado por el art. 281 bis del CP, al adicionar el verbo rector -recibir a la menor-
y establecer la concurrencia de la probabilidad de autoría.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión si tales argumentos son evidentes a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. De las facultades de los tribunales de alzada al resolver apelaciones en materia de
medidas cautelares restrictivas de la libertad personal. Jurisprudencia reiterada
Sobre esta temática, la SCP 0077/2012 de 16 de abril, estableció el siguiente criterio: “…el límite
previsto por el art. 398 del CPP a los tribunales de alzada, de circunscribirse a los aspectos
cuestionados de la resolución, no implica que los tribunales de apelación se encuentren eximidos de
la obligación de motivar y fundamentar la resolución por la cual deciden imponer la medida cautelar
de detención preventiva, quedando igualmente obligados a expresar la concurrencia de los dos
presupuestos que la normativa legal prevé para la procedencia de la detención preventiva, en el
entendido que ésta última determinación únicamente es válida cuando se han fundamentado los dos
presupuestos de concurrencia, para cuya procedencia deberá existir: 1) El pedido fundamentado
del fiscal o de la víctima aunque no se hubiere constituido en querellante; 2) La
concurrencia de los requisitos referidos a la existencia de elementos de convicción
suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un
hecho punible y la existencia de elementos de convicción suficiente de que el imputado
no se someterá al proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad; circunstancias que
deben ser verificadas y determinadas por el tribunal y estar imprescindiblemente expuestas en el
auto que la disponga, por lo mismo, la falta de motivación por parte de los tribunales de
alzada no podrá ser justificada con el argumento de haberse circunscrito a los puntos
cuestionados de la resolución impugnada o que uno o varios de los presupuestos de
concurrencia para la detención preventiva no fueron impugnados por la o las partes
apelantes” (las negrillas son nuestras).
En este mismo sentido, la SCP 1471/2012 de 24 de septiembre, señaló que: “ …debe comprenderse
que lo dispuesto por el art. 398 del CPP, impone al juzgador que a tiempo de resolver la apelación,
responda a todos los puntos apelados, más no lo libera a que en virtud a ello, se abstenga de analizar
los presupuestos previstos por el art. 233 del CPP; al contrario, dicha obligación debe igualmente
cumplirse inexorablemente, toda vez que el imputado tiene el derecho de conocer inequívocamente
los motivos que llevaron al tribunal de apelación a mantener, revocar o modificar una medida
cautelar, lo que no implica de ninguna manera, que la valoración de los elementos
concurrentes, represente un apartamiento de los aspectos impugnados” (las negrillas nos
pertenecen).
En síntesis, si bien los tribunales de alzada tienen la facultad de disponer la revocatoria de las medidas
sustitutivas a la detención preventiva, para aplicar la medida cautelar extrema de la detención
preventiva, prevista en el art. 233 del CPP, coexiste junto a esta facultad el deber de fundamentar
su determinación, considerando indefectiblemente la concurrencia del fumus boni iuris como
conducta atribuible a una persona y que amerite el ejercicio estatal del ius puniendi, en los términos
previstos por el art. 233.1 del Código Adjetivo Penal, es decir: “La existencia de elementos de
convicción suficientes para sostener que el imputado es, con probabilidad, autor o partícipe de un
hecho punible”; así como el periculum in mora, o la concurrencia de los riesgos de fuga u
obstaculización, que conforme señala el art. 233.2 del señalado Código acrediten: “La existencia de
elementos de convicción suficientes de que el imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la
averiguación de la verdad”; no obstante, lo anterior no implica que los tribunales de alzada excedan
de sus atribuciones previstas en la ley, pues si bien tienen la obligación de circunscribir su
competencia a los aspectos cuestionados de la resolución impugnada conforme prevé el art. 398 del

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CPP, en caso de disponer la detención preventiva, deben cumplir con el principio de legalidad
establecido en el art. 23.I de la CPE que señala: “La libertad personal sólo podrá ser restringida en
los límites señalados por la ley…”; es por eso, que para imponer alguna medida restrictiva del derecho
a la libertad de las personas, los tribunales de apelación se encuentran compelidos a realizar el
análisis de la concurrencia de la probabilidad de autoría y de los riesgos procesales (SSCCPP
0339/2012 y 0058/2019-S4, entre otras).
III.2. Análisis del caso concreto
Los accionantes denuncian la lesión de sus derechos a la libertad y al debido proceso en su elemento
legalidad; señalando que, los Vocales demandados revocaron el Auto Interlocutorio de 28 de junio
de 2019 de la Jueza a quo, disponiendo su detención preventiva, sin considerar que el motivo de la
apelación formulada por el Ministerio Público denunciaba únicamente indebida fundamentación de la
decisión apelada respecto a la concurrencia de la probabilidad de autoría, aplicando una
interpretación que se aparta del texto normativo y los elementos objetivos del tipo penal descrito y
sancionado por el art. 281 bis del CP, al adicionar el verbo rector -recibir a la menor- y establecer la
concurrencia de la probabilidad de autoría; en tal sentido, este Tribunal se circunscribirá a determinar
si las autoridades demandadas actuaron dentro del marco de sus competencias y si en el ejercicio de
estas vulneraron o no los derechos de los accionantes.
Conforme se tiene expuesto en el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional, los tribunales de apelación tienen la facultad de disponer la revocatoria de las medidas
sustitutivas a la detención preventiva dictadas en favor de las o los imputados; sin embargo, cuando
la determinación de alzada disponga la imposición de la medida cautelar de detención preventiva, las
Salas Penales de los Tribunales Departamentales de Justicia, en el marco de lo establecido en el art.
51.1 del CPP, deberán pronunciarse sobre: i) Los motivos de la apelación que originaron la apertura
de su competencia, conforme prevé el art. 398 del mismo cuerpo normativo; y, ii) El análisis sobre
la concurrencia de los requisitos para la detención preventiva, es decir, probabilidad de autoría y
peligros de fuga y obstaculización, contemplados en los arts. 233, 234 y 235 del mismo adjetivo
penal.
Bajo este contexto, se tiene que en el caso concreto la Jueza de Instrucción Penal Tercera del
departamento de Chuquisaca, emitió el Auto Interlocutorio de 28 de junio de 2019, disponiendo la
aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva en favor de los ahora impetrantes de
tutela, como ser la detención domiciliaria con custodio policial, entre otras (Conclusión II.1); contra
la referida Resolución el Ministerio Público y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno
Autónomo Municipal, con la permisión del art. 251 del CPP, interpusieron recurso de apelación
incidental, resuelto por los Vocales demandados quienes emitieron el Auto de Vista 218/2019 de 18
de julio, que declaró procedente el recurso planteado y en consecuencia, revocaron el Auto
Interlocutorio impugnado, imponiendo la detención preventiva de los imputados (Conclusión II.2).
De una revisión del pronunciamiento de alzada se tiene que, los Vocales demandados hicieron
mención del motivo de apelación formulado por el Ministerio Público, referido a la ausencia de
fundamentación y errónea interpretación y aplicación del art. 281 bis del CP por parte de la Jueza de
instancia, quien consideró la existencia de duda sobre la concurrencia de la probabilidad de autoría,
resolviendo precisamente al respecto los demandados lo siguiente: “…esa falta de pago, no resulta
ser óbice para que no concurra la probabilidad de autoría, porque podría darse el caso de que se
entregue a un ser humano de manera gratuita…”, considerando por ello evidentes tanto el único
motivo de apelación del Ministerio Público y los motivos tercero y cuarto de la apelación de la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia, circunscribiendo así su competencia a los aspectos
cuestionados del Auto Interlocutorio impugnado conforme establece el art. 398 del CPP; es por esta
razón que, a los efectos de disponer la detención preventiva de los procesados, los miembros de la
Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, ingresaron en el análisis
de la concurrencia de la probabilidad de autoría (fumus bonis iuris) prevista en el art. 233.1 del
adjetivo penal, concluyendo en base a los antecedentes del cuaderno de control jurisdiccional que
los sindicados son con probabilidad autores del delito de trata y tráfico de personas, previsto y

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sancionado por el art. 281 bis del Código Sustantivo Penal; sin embargo, con relación a los peligros
de fuga y obstaculización (periculum in mora), simplemente se avocaron a señalar lo siguiente: “…a
parte de concurrir probabilidad de autoría y riesgos procesales, los antecedentes remitidos en Alzada,
dan cuenta que se ha tenido que tramitar un proceso de extradición de los imputados (…), de ahí
que este Tribunal entiende que nace la necesidad de cautela…”; aspectos que, nos inducen a
establecer que los Vocales demandados no ejercieron sus facultades en el marco de la jurisprudencia
desarrollada por este Tribunal, pues si bien respondieron a los motivos de la apelación de las partes
y además concluyeron en la existencia de “indicios suficientes” de que los imputados son con
probabilidad autores del hecho endilgado, no verificaron la concurrencia de los requisitos de validez
de la detención preventiva en cuanto a los peligros de fuga y de obstaculización previstos en los arts.
233.2, 234 y 235 del CPP, limitándose a asumir la existencia de los mismos, cuando al disponer una
medida restrictiva de la libertad personal como es la detención preventiva, tenían el deber de cumplir
con el principio de legalidad establecido en el art. 23.I de la CPE, es decir, determinar la existencia
de elementos de convicción suficientes de que los imputados no se someterán al proceso u
obstaculizarán la averiguación de la verdad, teniendo en cuenta que los encausados -ahora
accionantes- tienen el derecho de conocer los motivos por los que se revocó la decisión de la Jueza
de instancia y se agravó su situación jurídica; advirtiéndose en ese caso, la vulneración del principio
de legalidad vinculado con el debido proceso, y este a su vez con el derecho a la libertad de los
impetrantes de tutela, correspondiendo en consecuencia conceder la tutela solicitada.
Por todo lo expuesto, el Juez de garantías, al denegar la tutela impetrada, no evaluó en forma
correcta los datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve
1º REVOCAR la Resolución 14/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 52 a 56, emitida por el Juez de
Sentencia Penal Tercero del departamento de Chuquisaca; y en consecuencia,
2º CONCEDER la tutela impetrada, debiendo la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Chuquisaca emitir un nuevo pronunciamiento observando los fundamentos de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0766/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30132-2019-61-AL
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 11 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 62 a 64, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Abraham Quiroga Bonilla, en representación sin mandato
de Fernando Moreira Morón contra Dick Edgar Camacho Banegas y Nelson Pacheco
Barrios, Director del Régimen Penitenciario y Director del Centro Penitenciario
Palmasola, respectivamente de Santa Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 22 de julio de 2019, cursante de fs. 2 a 4, el accionante a través de su
representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El Auto de Vista de 5 de junio de 2019 pronunciada por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, dejó sin efecto los Autos Interlocutorios “08/2019 y
09/2019” y se ordenó su traslado del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz a Palmasola de Santa
Cruz y ordenó que por secretaría se libre mandamiento de detención preventiva conforme el art. 129
inc. 3) de la Ley 1970. Desde el 5 de julio del mismo año se encuentra recluido en el Centro
Penitenciario Palmasola del referido departamento en el sector de aislamiento como si fuera un “vil
delincuente”, sin que la citada Sala ni el Juez a cargo libren dicho mandamiento, situación que es de
conocimiento del Director de dicho Establecimiento Penitenciario, constituyéndose por ello en una
detención ilegal; y por si fuera poco recibiendo tratos inhumanos desde el aislamiento y malos olores
en una celda de “2x3”, cuando debiera permanecer en las oficinas de la Gobernación del Centro
Penitenciario mientras se formalice su detención preventiva por autoridad competente, a efectos de
que pueda realizar terapias ocupacionales una vez sea internado legalmente.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y a la
“seguridad jurídica”, sin citar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, ordenando a las autoridades demandadas que el imputado
permanezca en las oficinas de la gobernación del Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz,
mientras se libre su mandamiento de detención preventiva y luego sea internado en el “PC-6”.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 23 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 58 a 62;
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, ratificó in extenso la acción de libertad interpuesta y
ampliándola manifestó que: a) El art. 129 de la Ley 1970 establece las clases de mandamientos y en
su numeral 3 se refiere a la detención preventiva en una cárcel, no de una celda carceleta o comisaría
que es distinto, por ello, para que una persona se convierta en interna del penal, tiene que haber
una disposición de detención preventiva o de condena, pero en este caso según el propio informe

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del Director del Centro Penitenciario Palmasola, se lo ha recluido solo con una orden de traslado,
extremos que pueden evidenciarse en su propio file; b) Si bien existe una orden de detención
preventiva, esta es únicamente para el Director del Centro San Pedro y no así para Palmasola, por
eso se está solicitando que mientras se libre el citado mandamiento por autoridad competente pueda
permanecer en las oficinas de la gobernación o en el sector “PC 6”, sección creada justamente para
las autoridades policiales o ex policías o ex autoridades judiciales; sin embargo, a la fecha se
encuentra en el “PC 2” en el bote de castigo “…una celda de 2x3 donde desgraciadamente y reitero
no es interno legalmente porque no hay mandamiento de detención y ha sido ahí puesto las 24 horas
él tiene una cama y hay un catre donde hace sus necesidades, no está siendo tratado como los
demás internos (…) son tratos inhumanos malos olores que salen de ahí, lo que nosotros estamos
pidiendo es que sea tratado como una persona privada de libertad pero que tenga todos los derechos
y garantías constitucionales que la Ley del Régimen Penitenciario lo establece…” (sic); y, c) Refiere
que estando recluido en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, al no tener familia en esa
ciudad, solicitó ser trasladado a Palmasola pero ahí se encuentra cerrado en una celda de castigo
donde no dejaron ingresar al personal del Régimen Penitenciario, ni al Director del Régimen tampoco
al del Establecimiento Penitenciario, no supieron dar razón del porque su aislamiento en una celda
de castigo donde falta comodidad, no tiene un baño sino un pozo ciego, hasta sus visitas permanecen
encerradas con él cuando van a verlo porque no tiene derecho a salir de la celda, solo come dos
veces por día, “…dicen por seguridad pero yo soy capitán están detenidos coroneles, mayores de
más alto rango que yo y de cargos más importantes que han tenido ellos y porque yo estoy donde
estoy, no pido que ellos lo lleven conmigo, sino que a mí me traten igual (…) no estoy pidiendo un
lujo simplemente que no me maltraten, que no hagan esta clase de abusos sin un justificativo; por
el tema de seguridad se creó el PC 6…” (sic) pero él se encuentra en una celda de castigo.
I.2.2. Informe de los demandados
Nelson Pacheco Barrios, Director del Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz, mediante informe
escrito de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 56 a 57 vta., manifestó lo siguiente: 1) El 5 de julio
de 2019, ingresó el privado de libertad Fernando Moreira Morón, al Centro Penitenciario Palmasola
de Santa Cruz, habiendo sido trasladado del Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, en
cumplimiento a la orden de traslado de detenido preventivo, mediante oficio 581/2019 de 26 de
junio, emitida por la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; 2) Esa
Dirección no tenía conocimiento de la revocatoria del Mandamiento de Detención Preventiva “…Por
lo que el registro del privado de libertad Fernando Moreira Morón, se realizó con la Orden de Traslado
de Detenido Preventivo, emitido por la SALA PENAL PRIMERA DEL TRIBUNAL
DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA DE SANTA CRUZ y el Mandamiento de Detención Preventiva
del Juzgado 10mo. [d]e Instrucción Cautelar de la Capital, que fueron remitidas en el expediente del
privado de libertad FERNANDO MOREIRA MORON, por el señor Director del Centro Penitenciario
de San Pedro de [L]a Paz” (sic); 3) Ingresó a un recinto separado de “PC-2” mujeres, a una pieza
con las condiciones de habitabilidad necesarias con patio al cual tiene acceso todos los días y recibe
visitas al igual que los demás internos; 4) El accionante ingresó a ese lugar por razones de seguridad,
debido a que habría molestia en los privados de libertad del “PC-4” quienes habrían sido recluidos en
ese Centro precisamente por el nombrado cuando trabajó en el Grupo Especial del Departamento de
Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) de la
ciudad de Santa Cruz, siendo un riesgo para el privado de libertad; y, 5) En “PC-6” se encuentran ex
funcionarios policiales, judiciales y otros, por razones de seguridad; empero, sería un sitio que no
cuenta con las garantías necesarias para evitar el ingreso de personas ajenas a dicho lugar con el
antecedente de que cuando hubo revueltas en el “PC-4” el primer espacio que tomaron fue el “PC-
6” pretendiendo agredir y poner en riesgo la integridad de los internos de esa sección.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 11 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 62 a 64, concedió la tutela impetrada,
ordenando al Director del Centro Penitenciario de Palmasola, que tiene a su cargo precautelar la
seguridad física como personal, trasladar al accionante a uno de los “PCS” que cuente con lo que

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requiera para vivir dignamente, bajo los siguientes fundamentos: i) Los arts. 73 y 74 de la
Constitución Política del Estado (CPE) establecen que las personas privadas de libertad serán tratadas
con el debido respeto a la dignidad humana y que el Estado está a cargo de su reinserción social y
de velar por el cumplimiento de sus derechos, así como de la clasificación de acuerdo a los tipos de
delitos, edad y sexo; advirtiéndose en el caso presente, la reclusión del accionante en el pabellón de
mujeres, encontrándose este aspecto ligado íntimamente a la vida; ii) En el informe de la autoridad
demandada no se advierte la clasificación de los privados de libertad tal como prevé la norma, no
siendo posible saber si corresponde al accionante estar recluido en el lugar en el que se encuentra,
tomando en cuenta además, que permanece en la sección de mujeres arguyendo su seguridad, no
siendo lógico que siendo ex funcionario policial no fue internado en el sector “PC-6” como los demás,
dejando entrever como si la seguridad de esas personas no mereciera el mismo resguardo, ya que
argumenta que esta sección no contaría con las condiciones de seguridad necesarias; y, iii) Concluye
que el prenombrado Centro Penitenciario, “…no cuenta con lo necesario y lo suficiente para poder
brindar seguridad física y una clasificación adecuada a los internos privados de libertad como la propia
Constitución Política del Estado se lo exige tanto al Director del Régimen Penitenciario Dick Camacho
Banegas y al Director de la Cárcel Pública de Palmasola, no han tomado en cuenta lo que la
Constitución Política del Estado le obliga y le manda a hacer y el art. 74…” (sic) que es responsabilidad
del Estado la reinserción social de las personas privadas de libertad, además de velar por el respeto
de sus derechos, su retención y custodia en un ambiente adecuado según la clasificación, naturaleza
y gravedad.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Auto Interlocutorio 94/19 de 8 de mayo de 2019, la Jueza de Instrucción Penal Décima de
la Capital del departamento de Santa Cruz, dispuso la detención preventiva de Gonzalo Felipe Medina
Sánchez y Fernando Moreira Morón, en el Centro Penitenciario San Pedro de La Paz y ordenó se
emita por secretaría el mandamiento correspondiente con todas las formalidades de ley (fs. 43 y
vta.).
II.2. Cursa Mandamiento de Detención Preventiva de 8 de mayo de 2019, que ordena al Director del
citado Centro Penitenciario para que proceda a la detención, debiendo poner bajo su segura custodia
y exclusiva responsabilidad al imputado Fernando Moreira Morón -hoy accionante-, dispuesta en
audiencia de medidas cautelares por el Juzgado de Instrucción Penal Décimo del mencionado
departamento, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, por la
presunta comisión del delito de encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación; debiendo
otorgársele todas las medidas de seguridad a objeto de precautelar la integridad física del mismo (fs.
45).
II.3. A través del Auto de Vista 102 de 5 de junio de 2019, la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz, revocó los Autos 94/2019 y 95/2019 de 8 de mayo, y
dispuso la detención preventiva de Gonzalo Felipe Medina Sánchez y Fernando Moreira Morón, en el
Centro Penitenciario Palmasola del referido departamento; para lo cual por secretaria se libro los
correspondientes mandamientos de detención preventiva y orden de traslado correspondiente (fs. 23
a 25 vta.).
II.4. Mediante orden de traslado 581/2019 de 26 de junio, dirigido al Director del Centro Penitenciario
“San Pedro” de La Paz, la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
emitió la orden de traslado de detenido preventivo Fernando Moreyra Morón al Centro Penitenciario
Palmasola (fs. 20).
II.5. Cursa acta de entrega de detenido y file personal de 5 de julio de 2019, en el que consta que
el Jefe de Seguridad Externa “Penitenciaria” San Pedro, entregó en Palmasola al privado de libertad
Moreyra Morón Fernando, a Nelson Pacheco Barrios, “Gobernador del Centro Penitenciario de
Palmasola” (fs. 19).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

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El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos a la libertad y


“seguridad jurídica”; debido a que las autoridades demandadas le mantienen encerrado en una celda
de castigo en situaciones inhumanas e insalubres, sin un mandamiento de detención preventiva en
contraposición a los dispuesto por el art. 129 inc. 3) de la Ley 1970, correspondiéndole permanecer
en las oficinas de la Gobernación del Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz mientras no se
formalice su reclusión, a efectos de que pueda realizar terapias ocupacionales una vez sea internado
legalmente.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad
Al respecto, la SCP 2134/2013 de 21 de noviembre, señaló que: “El art. 125 de la CPE, prevé la acción
de libertad como un medio de defensa oportuno y eficaz, cuyo objeto está dirigido a proteger los
derechos a la libertad -física y de locomoción- y la vida, cuando el afectado se encuentre ilegalmente
perseguido, indebidamente procesado o privado de libertad personal, o cuando considere que su vida
misma está en peligro. Respecto a su finalidad, describe que está destinada a guardar la tutela a la
vida, restablecer las formalidades legales, ordenar el cese de la persecución indebida o en su caso se
restituya el derecho a la libertad.
En ese contexto, la SC 0011/2010-R de 6 de abril, señaló que: ‘La acción de libertad, es una acción
jurisdiccional de defensa que tiene por finalidad proteger y/o restablecer el derecho a la
libertad física o humana, y también el derecho a la vida, (…) sea disponiendo el cese de
la persecución indebida, el restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión
del caso al juez competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección
de la vida misma, motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y
reparadora de trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica, la libertad, derecho
consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE’ (las negrillas nos corresponden).
De lo referido se infiere que, en el sistema constitucional boliviano, la acción de libertad es un proceso
constitucional de naturaleza tutelar cuya finalidad es la protección inmediata y efectiva de los
derechos a la vida y a la libertad física; con relación al primero, en aquellos casos en los que la vida
se encuentre en peligro como consecuencia de acciones u omisiones ilegales o indebidas; y respecto
al segundo, en los casos en los que el derecho a la libertad física sea restringido o suprimido por
persecuciones, detenciones o apresamientos y procesamientos ilegales o indebidos”.
III.2. La posibilidad de tutelar derechos conexos que no se encuentran dentro del ámbito
de protección de la acción de libertad
En el marco del carácter de la interdependencia de los derechos humanos, la SCP 1977/2013 de 4
de noviembre, desarrolló la posibilidad de tutelar derechos conexos dentro del ámbito de protección
de la acción de libertad, misma que “… está configurada en los arts. 125 de la CPE y 46 del CPCo,
como un mecanismo de defensa oportuno y eficaz para la tutela de los derechos a la vida, a la
integridad física, a la libertad personal y de circulación de toda persona que crea estar indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o integridad física
está en peligro.
Bajo los principios y valores del Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario,
despliega toda su fuerza como un instrumento a favor de las personas para la defensa de sus
derechos. Así, el nuevo ámbito de protección de la acción de libertad, que antes se centraba en el
derecho a la libertad física o personal, le otorga a esta acción de defensa nuevas dimensiones y
posibilita al juez constitucional a ejercer un control tutelar más amplio e integral y, de esta manera,
resguardar los derechos a la vida e integridad física, restablecer las formalidades legales, ordenar el
cese de la persecución indebida o la restitución del derecho a la libertad física o personal.
En ese sentido, si bien dentro del ámbito de protección de la acción de libertad se
encuentran previstos determinados derechos; empero, es posible efectuar el análisis de
otros cuando tengan conexitud con los que se encuentran bajo la tutela de esta acción,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 983


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en virtud a la característica de interdependencia de los derechos que se encuentra


prevista en el art. 13.I de la CPE, que señala: ‘Los derechos reconocidos por esta Constitución
son inviolables, universales, interdependientes, indivisibles y progresivos…’.
Efectivamente, la interdependencia es una de las características de los derechos
fundamentales, que significa que éstos se encuentran conectados unos con otros,
dependen unos de otros, lo que implica que la protección de un derecho y su ejercicio,
conlleva a que se tutelen aquellos otros con los cuales se encuentra vinculado; en sentido
contrario, la vulneración de un derecho, implica que se lesionen otros derechos que se
hallan relacionados con él.
En mérito a dicha característica, es indudable que el ámbito de protección de las diferentes acciones
de defensa y en especial de la acción de libertad, que tiene entre sus características al informalismo,
no puede ser impenetrable, pues ello implicaría, por una parte, desconocer el carácter
interdependiente de los derechos y, por otra, obligar a que el accionante, frente a la lesión de
un derecho que se encuentra dentro del ámbito de una determinada acción de defensa, pero que se
vincula con otros derechos, deba plantear diferentes acciones de defensa, lo que de manera
evidente atenta contra los principios de la función judicial contenidos en el art. 178 de la
CPE, como el de celeridad y respeto a los derechos, y los principios procesales de la
justicia constitucional contenidos en el art. 3 del CPCo que, atendiendo a los fines de la justicia
constitucional y con la finalidad de garantizar su acceso, así como la tutela inmediata de los derechos
fundamentales, prevén el impulso de oficio, por el que las actuaciones procesales deben
efectuarse sin necesidad de petición de las partes, la celeridad, que obliga a resolver los
procesos evitando dilaciones en su tramitación, la concentración, por el que debe reunirse la
mayor actividad procesal en el menor número de actos posibles y, fundamentalmente, el no
formalismo, de acuerdo al cual sólo deben exigirse las formalidades estrictamente necesarias para la
consecución de los fines del proceso (las negrillas nos corresponden).
Entonces, conforme a los principios y valores que sustentan a nuestro Estado y la justicia
constitucional, así como al carácter interdependiente de los derechos, el ámbito de protección de la
acción de libertad puede verse ampliado en los casos en que los derechos alegados como lesionados
se encuentren vinculados con aquellos que están en la esfera de tutela de esta acción de defensa.
Cabe mencionar, por otra parte, que ese entendimiento se encontraba plasmado en el art. 89.I de la
Ley del Tribunal Constitucional (LTC), que establecía que ‘cuando una persona creyere estar
arbitraria, indebida o ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa, o alegare otras
violaciones que tengan relación con la libertad personal en cualquiera de sus formas, y los hechos
fueren conexos con el acto motivante del recurso, por constituir su causa o finalidad, podrá ocurrir
por sí o por cualquiera a su nombre con poder notariado o sin él…’; norma que, en consecuencia,
permitía analizar violaciones a otros derechos que tuvieran conexión con el derecho a la libertad física
o personal.
En ese ámbito, dicha norma permitió la tutela de derechos conexos con el derecho a la libertad;
entendimiento que debe ser asumido por este Tribunal, a la luz de las características de los derechos
fundamentales que han sido referidas precedentemente y del principio de progresividad -que se
desprenden también del art. 13 de la CPE- según el cual no se deben ‘…desconocer los logros y el
desarrollo alcanzado en materia de derechos humanos en cuanto a la ampliación en número,
desarrollo de su contenido y el fortalecimiento de los mecanismos jurisdiccionales para su protección,
en el afán de buscar el progreso constante del Derecho Internacional de Derechos Humanos que se
inserta en nuestro sistema jurídico a través del bloque de constitucionalidad (art. 410.II de la CPE)’
(SCP 2491/2012 de 3 de diciembre)”.
III.3. El derecho a la dignidad y el trato a las personas privadas de libertad
La misma SCP 2134/2013 de 21 de noviembre, respecto al trato y al derecho a la dignidad de las
personas privadas de libertad, desarrolló el siguiente razonamiento: “ De acuerdo al art. 8.II de la
CPE, la dignidad es uno de los valores en los que se sustenta el Estado y, por ende, de

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acuerdo al art. 9.2 de la CPE, el Estado tiene como fin y función especial ‘Garantizar el
bienestar, el desarrollo, la seguridad y la protección e igual dignidad de las personas, las
naciones, los pueblos y las comunidades, y fomentar el respeto mutuo y el diálogo
intracultural, intercultural y plurilingüe’.
Además de estar concebida como un valor, la dignidad también está consagrada como un
derecho en el art. 21.2 de la CPE, el cual establece que las bolivianas y los bolivianos tienen,
entre otros, derecho ‘A la privacidad, intimidad, honra, honor, propia imagen y dignidad’. Asimismo
en el art. 22, ha establecido: ‘La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y
protegerlas es deber primordial del Estado’.
Por su parte, el art. 11.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, establece que:
‘Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad’.
Ahora bien, la jurisprudencia constitucional contenida en la SC 0338/2003-R de 19 de marzo,
reiterada por la SC 1694/2011-R de 21 de octubre y la SCP 0251/2012 de 29 de mayo, entre otras,
ha establecido que la dignidad ‘designa un conjunto de creencias, valores, normas e ideales que, de
una manera u otra, asumen como postulado que hay un valor intrínseco o una condición especial de
lo humano, lo que implica que hay una forma de existir superior que de hecho está viviendo la gente.'
(…)
Conforme a ello, la SC 0667/2006-R de 12 de julio, reiterada por la SCP 0966/2012 de 22 de agosto,
estableció que el derecho a la dignidad se vulnera por los actos o disposiciones que ‘…degrade o
envilezca a la persona a un nivel de estima incompatible con su naturaleza humana, cualquiera sea
el lugar o situación en la que se encuentre. Este componente constante o mínimo del derecho a la
dignidad debe ser verificado teniendo en cuenta la situación concreta…’.
De acuerdo a los razonamientos glosados, la persona no puede ser tratada como un medio, sino
como un fin en sí misma y, por lo tanto, están proscritos aquel tratamiento de la persona que
desconozcan su valor como un fin, por su condición de ser humano y, en ese sentido, la dignidad
acompaña en todo momento a la persona, aún se encuentre bajo circunstancias que
impliquen la restricción momentánea de algunos derechos, como por ejemplo, la
privación de libertad, ya sea como consecuencia de una sanción o como una medida
cautelar.
En ese sentido, debe mencionarse al art. 73.I de la CPE, que respecto a las personas privadas de
libertad sostiene que: ‘Toda persona sometida a cualquier forma de privación de libertad
será tratada con el debido respeto a la dignidad humana’. Por su parte, el art. 2 de la Ley de
Ejecución Penal y Supervisión (LEPS), en su último párrafo sostiene que: ‘Las únicas limitaciones a
los derechos del interno son las emergentes de la condena y las previstas en esta Ley; fuera de ellas
no es aplicable ninguna otra limitación’.
A su vez, el art. 5 de la LEPS, bajo el nombre de ‘Respeto a la Dignidad’, sostiene que ‘En los
establecimientos penitenciarios, prevalecerá el respeto a la dignidad humana, a las
garantías constitucionales y a los derechos humanos. Queda prohibido todo trato cruel,
inhumano o degradante. Quien ordene, realice o tolere tales conductas, será pasible de
las sanciones previstas en el Código Penal, sin perjuicio de otras que le correspondan’, y
el art. 9 de la misma Ley de manera expresa dispone que ‘La persona privada de libertad es un sujeto
de derechos que no se halla excluido de la sociedad. Puede ejercer todos los derechos no afectados
por la condena o por esta Ley y, debe cumplir con todos los deberes que su situación legalmente le
imponga’ (las negrillas nos corresponden).
En ese sentido, conforme concluyó la SCP 1624/2013 de 4 de octubre, '…la privación de libertad ,
implica la restricción de aquellos derechos que, por la naturaleza de la condena o de la medida
cautelar (detención preventiva), se vean afectados, sin lesionar el derecho a la dignidad de las
personas y menos sus derechos a la vida o a la integridad física; pues los mismos bajo ninguna
circunstancia quedan disminuidos como efecto de la privación de libertad, siendo más bien los jueces
y tribunales, así como los encargados de las penitenciaras y los representantes del Ministerio Público,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 985


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los garantes para que dichos derechos sean materializados, conforme lo entendió la SCP 0257/2012
(…)’”.
III.4. La acción de libertad correctiva
La SCP 0339/2019-S2 de 5 de junio, al respecto realizó el siguiente razonamiento: “ Este tipo de
acción de libertad, se activa frente a situaciones o determinaciones que agravan arbitrariamente las
condiciones de los privados de libertad. Así, la SC 1579/2004-R de 1 de octubre, señaló que:
‘…protege al detenido de aquellas condiciones que agravan en forma ilegítima la
detención, violando su condición humana. A través de este recurso, se garantiza el trato
humano al detenido, establecido en las Convenciones Internacionales de Derechos
Humanos…’.
Dicha Sentencia añadió que dentro de esta modalidad de recurso de hábeas corpus -ahora acción de
libertad- hallan cobijo la ilegal imposición de sanciones disciplinarias o el traslado ilegal de una
penitenciaría a otra; toda vez que, al agravarse las condiciones de detención, se restringe con mayor
intensidad la libertad de los detenidos. De ahí su denominación porque se interpone para evitar que
se agraven las condiciones de una persona detenida, ya sea en virtud de una medida cautelar o en
cumplimiento de una pena impuesta en su contra, o de una sanción disciplinaria, agravamiento que
torna indebida la privación de libertad personal.
El mismo entendimiento asumió por la SC 0044/2010-R de 20 de abril, y complementado por la SC
0824/2011-R de 3 de junio3 , al precisar que la acción de libertad correctiva, tiene por objeto
amonestar las condiciones agravantes de la situación de reclusión en la que se
encuentran aquellos sujetos restringidos de libertad, buscando la supresión de
condiciones de maltrato, así como la optimización de aspectos que mejoren la calidad de
vida digna y seguridad de los detenidos, aprehendidos y condenados, tomando en cuenta
que el único derecho que se encuentra legalmente suprimido es el de libertad personal,
encontrándose subsistentes todos los demás derechos inherentes a la persona; de donde
se establece que la acción de libertad correctiva no busca la libertad de la persona, sino
corregir situaciones desfavorables de las personas privadas de libertad; consecuentemente,
de acuerdo a la SC 1199/2005-R de 26 de septiembre, se puede determinar que la acción de
libertad correctiva procede contra actos lesivos a la integridad personal, que debe
entenderse en lo físico, psicológico y moral, en estrecha conexión con la dignidad
humana (las negrillas nos corresponden).
Por su parte la SCP 0742/2013 de 7 de junio, concluyó que los efectos de la acción de libertad
correctiva no están dirigidos a la restitución de la libertad física o de locomoción, sino que su alcance
es distinto; dado que, pueden estar destinadas por ejemplo, a que las autoridades jurisdiccionales,
fiscales o las autoridades de recintos penitenciarios u otras, tomen las medidas necesarias para dar
solución a las condiciones de ilegitimidad de la privación de libertad, o en su caso, para que cesen
las situaciones que agravan los derechos del detenido, especificando encada caso concreto, qué
medidas deben adoptar las autoridades públicas nombradas y el plazo para su cumplimiento”.
III.5. Análisis del caso
El accionante a través de su representante, denunció la lesión de sus derechos a la libertad y
seguridad jurídica; debido a que las autoridades demandadas le mantienen encerrado en una celda
de castigo en situaciones inhumanas e insalubres, sin un mandamiento de detención preventiva en
contraposición a los dispuesto por el art. 129 inc. 3) de la Ley 1970, correspondiéndole permanecer
en las oficinas de la Gobernación del Centro Penitenciario Palmasola de Santa Cruz mientras no se
formalice su reclusión para posteriormente ser internado legalmente al PC-6 a efectos de que pueda
realizar terapias ocupacionales existentes.
De los antecedentes remitidos, lo expresado en audiencia de consideración de la acción de libertad y
lo referido en las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que el
8 de mayo de 2019, la Jueza de Instrucción Penal Décima de la Capital del departamento de Santa
Cruz, dispuso la detención preventiva del peticionante de tutela en el Centro Penitenciario San Pedro

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de La Paz, dentro del proceso penal seguido en su contra por la presunta comisión de los delitos de
encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación, habiéndose emitido el mandamiento de
detención preventiva en el día; posteriormente, la Sala Penal Primera de Santa Cruz, revocó los Autos
94/2019 y 95/2019 de 8 de mayo y dispuso el cumplimiento de la medida extrema en el Centro
Penitenciario Palmasola y ordenó por secretaría se libre los correspondientes mandamientos de
privación de libertad y ordenes de traslado correspondientes, siendo el 5 de julio de 2019 entregado
en el Centro Penitenciario destinado, ante Nelson Pacheco Barrios, “Gobernador de Palmasola”.
En consecuencia, antes de ingresar al análisis del caso concreto, corresponde establecer los
siguientes supuestos: a) Se encuentra privado de libertad como resultado de una audiencia de
medidas cautelares dentro del proceso penal instaurado en su contra por la presunta comisión de los
delitos de encubrimiento, asociación delictuosa y confabulación; b) Inicialmente fue recluido en el
Centro Penitenciario San Pedro de La Paz, habiendo solicitado su traslado a la ciudad de Santa Cruz
debido a que toda su familia radica en esa, dándose curso a la misma con su traslado al Centro
Penitenciario Palmasola; c) Desde su ingreso a dicho Establecimiento Penitenciario fue recluido en la
sección PC-2 de mujeres en una celda de castigo donde permanece encerrado con un trato inhumano
e insalubre, a diferencia de otras personas que al ser exautoridades o servidores policiales o judiciales
tienen la sección PC-6 donde le correspondería permanecer; y, d) Según alegatos y antecedentes
del presente caso, el peticionante de tutela fue internado en Palmasola sin un mandamiento de
detención preventiva específico para dicho recinto penitenciario que debió ser expedido sea por el
juez o tribunal de la causa, aclarando que el referido mandamiento, sí fue librado para la internación
al Centro Penitenciario de San Pedro de La Paz donde inicialmente cumplía la medida extrema. Bajo
esos argumentos, el impetrante de tutela solicita permanecer en las oficinas de la Gobernación del
penal mientras se libre la orden de privación de libertad extrañado, para luego ser ingresado al PC-6
como el resto de las personas que ocupan dicha sección, siendo estas ex autoridades o servidores
policiales o judiciales.
Ahora bien, tomando en cuenta que el requisito previo para considerar esta acción de defensa frente
a la problemática planteada, es lo relativo a su finalidad, cual es la protección o restablecimiento de
los derechos a la libertad y a la vida, sea disponiendo el cese de la persecución indebida, el
restablecimiento de las formalidades legales o la restitución de los derechos afectados, tal como glosa
el fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en el caso
presente, efectivamente el impetrante de tutela se encuentra privado de su libertad como
consecuencia de un proceso penal instaurado en su contra y seguido por el Ministerio Público, donde
la pretensión en la vía constitucional, no es recobrar la libertad ni modificar su situación jurídica
propiamente dicha sino restablecer la formalidad de que se libre el mandamiento de detención
preventiva en la referida Penitenciaría y se modifique el trato inhumano e insalubre que denuncia
con la reubicación de la sección a donde corresponde, cual es el “PC-6”.
En ese marco y considerando el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Resolución, es preciso
asumir la jurisprudencia constitucional desarrollada en el razonamiento integral de los derechos
conexos en torno al derecho a la libertad y su interdependencia con la dignidad en el caso presente.
Si bien en el ámbito de protección de la acción de libertad se encuentran previstos determinados
derechos, también es posible efectuar el análisis de otro conexo -como es la dignidad- que se vio
afectado como consecuencia de la privación de libertad sufrida y que su tutela se garantiza
precisamente con esta acción de defensa, en virtud a la particularidad de interdependencia de los
derechos prevista en el art. 13.I de la CPE, esta conlleva a que se protejan aquellas otras
prerrogativas que se encuentran vinculadas a los tutelados, implicando lo contrario, permitir se
lesionen esos otros que se hallan relacionados con él. Por ello, desconocer el carácter
interdependiente de los derechos sería obligar al peticionante de tutela a plantear diferentes recursos
constitucionales, lo cual sería atentatoria a los principios de la función judicial como es la celeridad,
el respeto a los derechos, además de los principios procesales de la justicia constitucional revestidos
de informalismo e inmediatez en la tutela de los derechos fundamentales con la previsión incluso del
impulso de oficio y sin necesidad de la petición de las partes, evitando cualquier dilación en su
tramitación.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 987


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En el caso concreto, al cumplir la detención preventiva sin un mandamiento formal y específico para
el Centro Penitenciario donde actualmente se encuentra, y tener que permanecer encerrado en una
celda de castigo en situación inhumana e insalubre, sin conocer los motivos o razones ciertas para el
trato que recibe, son extremos que no condicen con el derecho a la dignidad que tienen las personas
privadas de libertad, desarrollados en los Fundamentos Jurídicos III.3 y 4 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, correspondiendo compulsar la problemática planteada en el marco de la
acción de libertad correctiva que garantiza el trato humano al detenido, conforme la normativa
nacional vigente y las Convenciones Internacionales de Derechos Humanos, buscando la supresión
de condiciones de maltrato que mejoren la calidad de vida digna y seguridad de los detenidos,
haciendo prevalecer que su única restricción es el de la libertad personal, dejando subsistentes todos
los demás derechos inherentes al ser humano. Siguiendo ese mismo razonamiento, el art. 73.I de la
CPE sostiene que toda persona sometida a cualquier forma de privación de libertad será tratada con
el debido respeto a la dignidad humana, concordante con el art. 5 de la Ley de Ejecución Penal y
Supervisión (LEPS) que de manera específica señala que, los privados de libertad en Centros
Penitenciarios tendrán la prevalencia de su dignidad, el respeto a las garantías constitucionales y a
los Derechos Humanos, prohibiendo todo trato cruel, inhumano o degradante bajo sanciones
previstas por ley; por consiguiente, corresponde conceder la tutela impetrada respecto al derecho a
la libertad vinculado a la dignidad del accionante por encontrarse encerrado en una celda de castigo
en la sección PC-2 de mujeres en una situación inhumana e insalubre, debiendo ser traslado de la
celda de castigo a un lugar que le asegure una vida digna y precautele su seguridad.
En referencia al derecho a la seguridad jurídica, denunciado también como lesionado, al no haberse
precisado ni fundamentado cuáles habrían sido los actos lesivos contra este derecho por parte de las
autoridades demandadas, este Tribunal se encuentra limitado de realizar mayores consideraciones al
respecto.
En consecuencia, la Sala Constitucional, al conceder la tutela impetrada, aunque con razonamientos
distintos, efectuó un análisis correcto de la problemática planteada.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 11 de 23 de julio de 2019, cursante de fs. 62 a 64,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz;
y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada, en base a los razonamientos expuestos en la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en los mismos términos otorgados por la Sala
Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO

Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0767/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30145-2019-61-AL
Departamento: Beni
En revisión la Resolución de 14 de septiembre de 2018, cursante de fs. 13 a 14 vta., pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Franco Flores Hurtado contra Nery Odon
Zabala Cabrera, Juez de Instrucción Penal Cuarto de Trinidad -en suplencia legal de su similar
Segundo de Riberalta- del departamento de Beni.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 14 de septiembre de 2018, cursante de fs. 1 a 3, el accionante refirió
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra a instancia del Ministerio Público, radicado en el
Juzgado de Instrucción Penal Segundo de Riberalta del departamento del Beni, el 13 de marzo de
2018 el Juez de la causa declinó competencia en razón de materia, ante el Juez “…ANTICORRUPCIÓN
DE TRINIDAD…” (sic); en mérito a ello, la empresa “SEDEM” el 19 del mismo mes y año, interpuso
recurso de apelación incidental, siendo concedido por Auto de 1 de junio de igual año; sin embargo,
dicha impugnación nunca fue remitida ante el superior en grado, menos fue enviada la causa al juez
competente, a efectos de que ejerza control jurisdiccional sobre los actos investigativos, conozca la
querella o su objeción.
Mientras no se resuelva la apelación planteada contra el Auto Interlocutorio de 13 de marzo de 2018,
se abre la competencia de la referida autoridad ante quien acudió; empero, no le recepcionó sus
escritos por falta de remisión del cuaderno procesal, dejándole en estado de indefensión al no tener
certeza a qué autoridad podría recurrir, para reclamar los actos de la etapa preparatoria y la
modificación de las medidas cautelares, cuyo pliego acusatorio fue remitido ante el Tribunal de
Sentencia Penal Primero de Riberalta del departamento del Beni, mediante Auto Interlocutorio de 16
de mayo del aludido año.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció lesionados sus derechos a la libertad, a la vida, a la salud y al debido proceso,
citando al efecto los arts. 13, 15, 18, 23, 35 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo que: a) Se deje sin efecto el Auto Interlocutorio de 16 de
mayo de 2018, que ordenó la remisión del pliego acusatorio para dar inicio al juicio oral en su contra,
debiendo tramitarse previamente la apelación incidental contra el Auto Interlocutorio de 13 de marzo
de igual año, en efecto devolutivo para no dejar sin control jurisdiccional el proceso penal en cuestión;
y, b) “…SEA EL JUEZ DE INSTRUCCIÓN ANTICORRUPCION DE TRINIDAD QUIEN ASUMA
COMPETENCIA PREVENTIVA PARA CONOCER LA MODIFICACION DE MEDIDAS
CAUTELARES Y OTROS INCIDENTES EMERGENTES DE LA IMPERSONERIA DE LA
QUERELLA, SIN LA CUAL NO PUEDE CONSTITUIRSE ACUSACION PARTICULAR” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 14 de septiembre de 2018, según consta en acta cursante de fs. 10
a 12 vta., se produjeron los siguientes actuados:

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I.2.1. Ratificación de la acción


El accionante a través de su abogado, ratificó el memorial de acción de libertad presentado.
I.2.2. Informe del demandado
Nery Odon Zabala Cabrera, Juez de Instrucción Penal Cuarto de Trinidad -en suplencia legal de su
similar Segundo de Riberalta- del departamento de Beni, mediante informe escrito presentado el 14
de septiembre de 2018, cursante a fs. 9, manifestó que asumió la suplencia legal del mencionado
Juzgado, a partir del 12 de julio de igual año, por lo que no tomó conocimiento de los actuados
denunciados por el peticionante de tutela de 13 de marzo y 5 de junio de idéntico año.
I.2.3. Resolución
El Juez del Tribunal de Sentencia Penal Primero - Juzgado de Partido de Sentencia Penal de Riberalta
del departamento de Beni, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución de 14 de
septiembre de 2018, cursante de fs. 13 a 14 vta., denegó la tutela impetrada, ordenando a la
“…Secretaria Abog. Carmen Cartagena Niashiro de cumplimiento a la providencia de fecha 01 de
junio de 2018, emitida por el Juez Cautelar Abog. Luis Apinaye Sossa…” (sic) sea en el plazo de
veinticuatro horas, bajo los siguientes fundamentos: 1) El peticionante de tutela a través de los
documentos presentados, no demostró que su vida esté en peligro, que se haya lesionado su derecho
a la salud, que se encuentre detenido o procesado indebidamente; 2) De la revisión de obrados,
advirtió que el Auto Interlocutorio de 13 de marzo del mismo año de declinatoria de competencia y
la “providencia” de 1 de junio de igual año que ordenó la remisión de obrados al Tribunal de alzada,
fueron emitidas por la autoridad competente, además fue consentido por las partes, “…todos los
actos jurisdiccionales de la autoridad accionada” (sic) por tal razón no ingresó al fondo de la
problemática planteada; y, 3) El accionante no agotó los recursos ordinarios que le franquea la ley a
efectos de denunciar las vulneraciones ante la autoridad competente, existiendo otros medios de
impugnación idóneos para hacer efectivos sus reclamos.
II. CONCLUSIÓN
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por medio de la acción de libertad presentada el 14 de septiembre de 2018 por Franco Flores
Hurtado -ahora accionante-, indicó que se originó un “…conflicto de competencias y no sólo la nulidad
de lo obrado por el caos procesal que me deja en indefensión porque NO TENGO LA CERTEZA DE A
QUE AUTORIDAD VOY ACUDIR PARA RECLAMAR LOS ACTOS DE LA ETAPA PREPARATORIA Y LA
MODIFICACION DE LAS MEDIDAS CAUTELARES” (sic [fs. 1 a 3 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega la lesión de sus derechos a la libertad, a la vida, a la salud y al debido proceso;
toda vez que, dentro del proceso penal seguido en su contra, el Juez de Instrucción Penal Cuarto de
Trinidad -en suplencia legal de su similar Segundo de Riberalta- del departamento de Beni, mediante
Auto Interlocutorio de 13 de marzo de 2018 declinó su competencia ante el Juez
“…ANTICORRUPCIÓN DE TRINIDAD…” (sic); sin embargo, no se envió el cuaderno procesal a la
autoridad judicial competente; por otra parte, la empresa “SEDEM” interpuso recurso de apelación
incidental, contra la referida Resolución la que no remitieron los antecedentes a conocimiento del
Tribunal de alzada, dejándole en estado de indefensión e incertidumbre respecto a qué autoridad
tiene el control jurisdiccional del proceso.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Presupuestos concurrentes de activación de la acción de libertad ante
procesamiento ilegal o indebido
Al respecto, la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo precisó que: “Con relación al procesamiento
indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su
impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que esas

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vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de


locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción
de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la
causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados derechos previo
cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas
las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos que conciernen
directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario, deberá ser tutelado
mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es posible analizar actos o
decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los derechos citados. Además
de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio de subsidiariedad, de
modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción
ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los
reclamos no fueron activados oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la
negligencia de la parte accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-
R, 0414/2002-R, 1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras.
En esa línea, la SC 0619/2005-R de 7 de junio, asumiendo los entendimientos contenidos en la SC
1865/2004-R de 1 de diciembre, precisó lo siguiente: ‘…en los procesos instaurados de acuerdo al
ordenamiento jurídico boliviano, en el sentido del orden constitucional, las lesiones al debido proceso
están llamadas a ser reparadas por los mismos órganos jurisdiccionales que conocen la causa, lo que
implica que quien ha sido objeto de esa lesión, debe pedir la reparación a los jueces y tribunales
ordinarios, asumiendo activamente su rol dentro del proceso, a través de los medios y recursos que
prevé la ley, y sólo agotados éstos, se podrá acudir ante la jurisdicción constitucional a través del
recurso de amparo constitucional, que, como se ha señalado, es el recurso idóneo para precautelar
las lesiones a la garantía del debido proceso; a no ser que se constate que a consecuencia de las
violaciones al debido proceso invocadas, se colocó al recurrente en absoluto estado de indefensión,
lo que no le permitió impugnar los supuestos actos ilegales y que recién tuvo conocimiento del
proceso al momento de la persecución o la privación de la libertad.
Un entendimiento contrario, determinaría que los jueces y tribunales de hábeas corpus, y el propio
Tribunal Constitucional, asuman una atribución que el orden constitucional no les otorga,
posibilitando que toda reclamación por supuestas lesiones al debido proceso por quien se encuentre
privado de libertad, prospere a través del recurso de hábeas corpus, desnaturalizando la actuación
de los jueces y tribunales ordinarios, que son los que tienen competencia, primariamente, para ejercer
el control del proceso, y sólo si la infracción no es reparada se abre la tutela constitucional.
(…)
…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales,
las omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben
estar vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción o
supresión; b) debe existir absoluto estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo
la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo
conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad’” (las negrillas son
nuestras).
III.2. Análisis del caso concreto
De la acción tutelar presentada, se tiene que el peticionante de tutela denuncia la falta de remisión
de obrados al Juez “…ANTICORRUPCIÓN DE TRINIDAD…” (sic) de Instrucción de Trinidad, ante el
cual hubiera declinado competencia el Juez de Instrucción Penal Cuarto de Trinidad -en suplencia
legal de su similar Segundo de Riberalta- del departamento del Beni el 13 de marzo de 2018; de la

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misma forma alega que no se envió antecedentes al Tribunal de alzada concerniente a la apelación
incidental interpuesta, contra el Auto Interlocutorio de la precitada fecha, por lo que no tiene certeza
de qué autoridad es la encargada del control jurisdiccional del proceso penal en cuestión y ante quien
presentar sus escritos.
En ese sentido, conforme a la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1 de esta
Sentencia Constitucional Plurinacional,
la acción de libertad puede tutelar el procesamiento indebido solamente cuando el acto procesal
denunciado, de manera directa origine la restricción o supresión de la libertad física o de locomoción,
consecuentemente deben concurrir los siguientes presupuestos, para que por esta vía se analice el
alegado indebido procesamiento que: i) El acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, deben estar vinculados con la libertad
por operar como causa directa para la restricción o supresión de la libertad; y, ii) El accionante se
encuentre en absoluto estado de indefensión.
En el caso que nos ocupa, respecto al primer presupuesto el impetrante de tutela denunció la
presunta lesión de sus derechos invocados, debido a la falta de remisión de obrados de la declinatoria
de competencia al Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero
de Trinidad del departamento del Beni, así como de los antecedentes de la apelación incidental
interpuesta contra el Auto Interlocutorio de 13 de marzo de 2018 ante el Tribunal de alzada; sin
embargo, se puede advertir que las irregularidades denunciadas por el prenombrado, no tienen
relación con el ejercicio de su derecho a la libertad física, ya que dichos actos no son la causa directa
para la restricción o supresión de la misma, por lo que este presupuesto, no se tiene por concurrido.
Acerca del segundo presupuesto, del memorial de acción tutelar presentado, se advierte que el
peticionante de tutela manifestó que “…se abre la competencia del Sr. Juez Anticorrupción de
Trinidad, a quien acudí y no se recepcionan mis escritos por no haberse abierto el sistema NUREJ…”
(sic), lo que permite concluir que el aludido tiene pleno conocimiento de la existencia del proceso
penal en su contra, además que a través de la presentación de escritos conforme a lo supra citado,
cuenta con asesoramiento técnico para que pueda ejercer su defensa y activar los mecanismos
intraprocesales de protección, en resguardo de sus derechos; por consiguiente, no se encuentra en
absoluto estado de indefensión, no concurriendo tampoco este presupuesto.
En consecuencia, al no presentarse los presupuestos descritos en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, esta acción no es pertinente para resolver las
irregularidades denunciadas respecto al procesamiento indebido, alegadas por el accionante; por lo
que, corresponde denegar la tutela solicitada, sin ingresar al análisis de fondo del caso en estudio.
III.3. Otras consideraciones
Conforme a los datos revisados de la presente acción de libertad, se emitió la correspondiente
Resolución el 14 de septiembre de 2018, habiéndose efectuado el envío al Tribunal Constitucional
Plurinacional recién el 22 de julio de 2019, conforme la guía 006392 (fs. 17), inobservando el plazo
de veinticuatro horas siguientes a la emisión de la resolución para la remisión de las acciones de
defensa según lo dispuesto por el art. 38 del Código Procesal Constitucional (CPCo), evidenciándose
en consecuencia una actitud dilatoria por parte del Juez de garantías.
Por lo expuesto, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1º CONFIRMAR la Resolución de 14 de septiembre de 2018, cursante de fs. 13 a 14 vta.,
pronunciada por el Juez del Tribunal Sentencia Penal Primero - Juzgado de Partido de Sentencia Penal
de Riberalta del departamento de Beni; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la
aclaración de no haberse ingresado al análisis de fondo de la problemática planteada;

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2º Se llama la atención al Juez de garantías, por haber incurrido en excesiva dilación en la remisión
de la presente acción tutelar ante este Tribunal, inobservando los plazos legales previstos para tal
efecto; y,
3º Se dispone que por Secretaría General de este Tribunal, se remita una copia de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional al Consejo de la Magistratura, para los fines que correspondan.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0768/2019-S3


Sucre, 17 octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30158-2019-61-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 04/2019 de 23 de julio, cursante de fs. 130 a 131, pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Sergio Mauricio Larrea Jauregui en representación de
Carlos Eduardo Alvarado Burgos contra Mery Luz Martínez Martínez, Jueza de Partido del
Trabajo y Seguridad Social Primera de El Alto del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 19 de julio de 2019, cursante de fs. 101 a 110, el accionante a través de
su representante expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Habiendo tomado conocimiento sobre la existencia de una sentencia laboral ejecutoriada en su contra
y consiguiente solicitud para la emisión de mandamiento de apremio, dentro del proceso seguido por
José Condori Mamani contra la “…EMPRESA ALVARADO DELGADILLO S.R.L.…” (sic), en el cual
se le hace figurar como representante legal, apersonándose en el Juzgado de Partido del Trabajo y
Seguridad Social Primero de El Alto del departamento de La Paz, interpuso incidente de nulidad, toda
vez que la aludida empresa no existe ni tiene domicilio legal en el lugar que se practicó las citaciones
con la demanda; en consecuencia, tampoco podría atribuírsele esa condición de una organización
inexistente, pero además, si querían dirigir un proceso en su contra debieron citarlo en su domicilio
o en su defecto, por edictos; empero, la prenombrada autoridad jurisdiccional, aduciendo que el
demandante no está obligado a acreditar la personería de la entidad demandada ni de su
representante legal y que la citación puede practicarse a cualquiera de sus personeros, sustentándose
en un informe ambiguo del oficial de diligencias, a través de la Resolución “…A.I. Nro. 387/2018 de
fecha de 25 de julio…” (sic), rechazó su pretensión; la cual, en recurso de apelación fue confirmada
por los Vocales de la Sala Social Administrativa, Contencioso y Contenciosa Administrativa Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia del referido departamento, mediante Auto de Vista A.I. 178/18
de 15 de octubre de 2018. A partir de ello, la Jueza a quo, vulnerando sus derechos fundamentales,
emitió “…una Orden de Apremio contra él que no es el Representante Legal de la Empresa
Demandada y sin existir ninguna prueba fehaciente que determine que el mismo fue el contratante
laboral…” (sic), situándolo en un escenario de privación de su libertad sin tener legitimación pasiva
dentro el proceso.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad, al debido
proceso y a la tutela judicial efectiva, invocando al efecto el art. 115 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo se deje sin efecto la orden de apremio dispuesta en su
contra, la cual debe ser emitida contra el representante legal de la empresa demandada, luego de
ser acreditada tal condición.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías

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Celebrada la audiencia pública el 23 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 127 a
129, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante por medio de su representante en audiencia reiteró los argumentos expuestos en el
memorial de acción de libertad.
I.2.2. Informe de la demandada
Mery Luz Martínez Martínez, Jueza de Partido del Trabajo y Seguridad Social Primera de El Alto del
departamento de La Paz mediante informe escrito presentado el 23 de julio de 2019, cursante de fs.
124 a 126, expresó que: a) Habiéndose confirmado en alzada, la Resolución del incidente de nulidad
de obrados planteado por el accionante, en ejecución de sentencia, previo cumplimiento de la
conminatoria de pago, a solicitud expresa de la parte demandante, por Auto de 119/2019 -no señala
fecha- se dispuso el apremio del prenombrado; b) La aludida orden, emitida dentro del proceso
laboral seguido por José Condori Mamani, no constituye un acto arbitrario que pueda ser considerado
como una persecución indebida o ilegal; puesto que, la misma emanó de un debido proceso, en el
cual el solicitante de tutela tuvo todas las oportunidades de ejercer su derecho a la defensa; y, c) No
concurren los supuestos por los que se pueda activar la acción de libertad y mucho menos conceder
la tutela.
I.2.3. Resolución
El Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del
departamento de La Paz, constituido en Juez de garantías, por Resolución 04/2019 de 23 de julio,
cursante de fs. 130 a 131, denegó la tutela solicitada, de acuerdo a los siguientes fundamentos: 1)
Frente a la sentencia laboral, el accionante no interpuso los mecanismos procesales de impugnación,
existiendo al presente cosa juzgada; 2) Las irregularidades con las que se habría tramitado el proceso
laboral fueron discutidas en el incidente de nulidad planteado por el peticionante de tutela, cuyo
rechazo por la autoridad demandada, fue confirmado por el Tribunal de alzada; en tal virtud, se ve
impedida de ingresar al fondo de esta acción de libertad; 3) Los derechos laborales del trabajador
no pueden encontrarse desprotegidos frente a los defectos formales que alegó la empresa; 4) El
mandamiento de apremio no tiene por finalidad la privación de libertad, sino compeler el pago de los
derechos del trabajador; y, 5) Dejar sin efecto una orden de apremio, no tendría ninguna relevancia,
por cuanto los efectos de la sentencia ejecutoriada se mantendrían incólumes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 046/2018 de 8 de marzo, pronunciada por la Jueza de Partido del Trabajo y
Seguridad Social Primera de El Alto del departamento de La Paz, dentro del proceso laboral seguido
por José Condori Mamani contra la “…empresa ALVARADO DELGADILLO SRL…” (sic), sobre pago de
beneficio sociales por accidente de trabajo, la cual fue notificada al accionante el 12 de abril del
mismo año (fs. 4 a 9 y 14).
II.2. El 24 de mayo de 2018, Carlos Eduardo Alvarado Burgos -ahora impetrante de tutela-,
adjuntando prueba de su pretensión, interpuso incidente de nulidad aduciendo no ser el
representante legal de la empresa demandada por cuanto la misma no existe y porque la citación se
realizó en un lugar donde no es su domicilio real ni laboral, por lo cual consideró que se le habría
causado vulneración al debido proceso e indefensión (fs. 27 a 35 vta.).
II.3. Por Resolución A.I. 387/2018 de 25 de julio, la Jueza de la causa rechazó el incidente de nulidad
y dispuso la prosecución del proceso en ejecución de sentencia; determinación que fue apelada por
el accionante el 9 de agosto de igual año, recurso que fue concedido mediante Auto A.I. 483/2018
de 7 septiembre (fs. 59 a 62 y 71 a 73).
II.4. Los Vocales de la Sala Social Administrativa, Contencioso y Contenciosa Administrativa Tercera
del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Auto de Vista A.I. 178/18 de 15 de

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octubre de 2018, confirmaron el rechazo del incidente de nulidad planteado por el solicitante de
tutela; determinación que le fue notificada el 13 de noviembre de igual año (fs. 80 a 82).
II.5. Por Auto A.I. 66/2019 de 29 de marzo, la Jueza a quo dispuso se emita un nuevo mandamiento
de apremio, sea con habilitación de días y horas extraordinarias contra Carlos Eduardo Alvarado
Burgos hasta que proceda al pago de “…Bs. 46.928,99…” (sic) por concepto de beneficios sociales,
actualización y multa (fs. 94).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante por medio de su representante denuncia la lesión de sus derechos a la libertad, al
debido proceso y a la tutela judicial efectiva, por cuanto, la Jueza de Partido del Trabajo y Seguridad
Social Primera de El Alto del departamento de La Paz: i) Atribuyéndole la condición de representante
legal de una empresa inexistente y sin considerar que las citaciones y notificaciones fueron realizadas
en un lugar que no es su domicilio real ni laboral, rechazó el incidente de nulidad; y, ii) Sin que exista
ninguna prueba fehaciente que acredite que él fue el contratante laboral, dispuso la emisión de un
nuevo mandamiento de apremio en su contra, para ejecutar la Sentencia.
En consecuencia corresponde en revisión, analizar si el Juez de garantías valoró correctamente los
hechos denunciados a efectos de conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de libertad y los presupuestos para su activación
por indebido procesamiento
Respecto a la naturaleza jurídica y los presupuestos de activación de la acción de libertad, la SCP
0037/2012 de 26 de marzo, estableció que: “La acción de libertad conocida en el derecho comparado
y en nuestra legislación abrogada como ‘recurso de habeas corpus´, encuentra fundamento en
innumerables instrumentos normativos de orden internacional como en la Declaración Americana
sobre Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, disposiciones normativas que forman parte del bloque
de constitucionalidad, de conformidad a lo dispuesto por el art. 410 de la CPE. Se trata de un
mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter preventivo, correctivo y
reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva de los derechos
fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de detenciones,
persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos por parte de
servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida, cuando esté en peligro.
Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
donde dispone que: ‘Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá interponer
Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin
ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará
que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales
o se restituya su derecho a la libertad’. Norma constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su objeto es la garantía, protección
o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos,
suprimidos o amenazados de restricción o supresión” (el resaltado fue agregado).
Por su parte la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo sostuvo que: “Con relación al procesamiento
indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su
impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que
esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de
locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción
de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la
causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados derechos previo
cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de acciones.

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Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la


protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a
todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos
que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción; caso contrario,
deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado que mediante ésta no es
posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no guarden vinculación con los
derechos citados…” (las negrillas son añadidas).
III.2. Análisis del caso concreto
De acuerdo a los elementos aportados en la presente acción tutelar, se tiene que el impetrante de
tutela, interpuso incidente de nulidad de obrados dentro del proceso laboral instaurado por José
Condori Mamani contra la empresa “…ALVARADO DELGADILLO S.R.L….” (sic), alegando que no
ostenta la condición de representante legal de la aludida organización, por cuanto la misma es
inexistente, pero que además, las citaciones y notificaciones realizadas en un lugar donde no tiene
su domicilio, lesionaron el debido proceso y le causaron indefensión; dicha pretensión fue rechazada
por la Jueza de Partido del Trabajo y Seguridad Social Primera de El Alto del departamento de La
Paz, determinación que a su vez fue confirmada en apelación mediante Auto de Vista A.I. 178/18 de
15 de octubre de 2018, con el que se le notificó el 13 de noviembre de igual año, el cual no fue
cuestionado por ningún mecanismo de defensa activado por el impetrante de tutela y, tampoco es
objeto de la presente acción tutelar; en dicho contexto, en ejecución de sentencia, la autoridad
demandada emitió el Auto A.I. 66/2019 de 29 de marzo, que ordenó la emisión de un nuevo
mandamiento de apremio en contra del aludido, para hacer efectivo el pago de “…Bs. 46.928,99…”
(sic), por concepto de beneficios sociales, actualización y multa el cual a través de la presente acción
de defensa, pide dejar sin efecto.
En ese contexto, en principio corresponde referirse a la presunta lesión del debido proceso e
indefensión, en razón a que la autoridad demandada, sin ningún elemento de convicción le habría
atribuido al impetrante de tutela la condición de representante legal de una empresa inexistente, y
procedió a citarle con la demanda y posteriores notificaciones en un lugar que no constituye su
domicilio real ni laboral. Al respecto, cabe señalar que por manifestación del propio accionante, estos
aspectos fueron objeto del incidente de nulidad, que fue rechazado por la ahora demandada mediante
Resolución A.I. 387/18 de 25 de julio, y habiendo apelado esa determinación, la Sala Social
Administrativa, Contencioso y Contenciosa Administrativa Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, por Auto de Vista A.I. 178/18, confirmó dicho rechazo.
Ahora bien, de acuerdo a lo expresado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, cabe precisar que: a) La acción de libertad, tiene por objeto brindar
tutela efectiva pronta y oportuna de los derechos fundamentales a la vida, la libertad e integridad
física y de locomoción; b) Tratándose del derecho a la libertad, los supuestos para su activación
son, el procesamiento indebido, la persecución ilegal, la privación de la libertad o los actos que
restrinjan o amenacen de manera cierta e inminente la libertad del accionante; c) En lo concerniente
al procesamiento indebido, este puede ser analizado vía acción de libertad para una eventual tutela,
cuando los actos denunciados como lesivos constituyan la causa directa para la
restricción material del derecho a la libertad física y de locomoción; y, d) Cuando los actos
denunciados como indebidos no sean la causa directa de la restricción de la libertad, el mecanismo
idóneo para la tutela del debido proceso es el amparo constitucional, previo cumplimiento de los
presupuestos de activación como son la subsidiariedad y la inmediatez.
En el caso venido en análisis, los actos denunciados como indebidos, fueron cuestionados mediante
incidente de nulidad, cuya Resolución de cierre viene a ser el Auto de Vista A.I. 178/18; empero este
último, no fue expuesto como lesivo en la presente acción tutelar y los Vocales que lo pronunciaron
no fueron demandados; pero sobre todo, de la revisión de antecedentes y lo manifestado por el
impetrante de tutela, entre ellos, la presunta citación y notificaciones en un lugar que no es el de su
domicilio real ni laboral y la falta de elementos de prueba respecto a la condición de representante
legal de la empresa demandada, en la vía laboral; no se advierte que estos puedan constituir la causa

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directa de la privación o restricción de su derecho a la libertad; por lo cual, al no existir una vinculación
directa entre los mismos, no es posible entrar en el análisis de fondo a través de la acción de libertad;
toda vez que, si el accionante consideraba que después del agotamiento de los mecanismos
intraprocesales, persistían las lesiones a sus derechos fundamentales, debió activar la acción de
amparo constitucional contra la última determinación judicial; correspondiendo en consecuencia,
denegar la tutela solicitada sin ingresar en la problemática planteada.
Por otro lado, en lo concerniente a la denuncia sobre indebida emisión del Auto A.I. 66/2019, que en
ejecución de sentencia ordenó se expida un nuevo mandamiento de apremio contra el peticionante
de tutela para constreñirle al pago de beneficios sociales, sin que exista ninguna evidencia de que
fue este el contratante laboral, debe tenerse presente que, aquella resolución, se encuentra
directamente vinculada con el derecho a la libertad del nombrado, puesto que a partir de la misma,
se emitiría el respectivo mandamiento y una eventual ejecución de este -en caso de no hacer efectivo
el pago perseguido-, derivarando en la privación de su libertad física; contexto en el cual, corresponde
analizar si dicha orden fue pronunciada en observancia del debido proceso o por el contrario, de
forma indebida como sostiene el impetrante de tutela.
En ese sentido, aunque el accionante no manifestó de qué manera el referido actuado procesal -
emitido por la Jueza demandada en ejecución de sentencia-, resulta indebido; del análisis de los
antecedentes que cursan en la presente acción de defensa, se establece que, después de haber sido
notificado -el 13 de noviembre de 2018-, con el Auto de Vista A.I. 178/18 que confirmó el rechazo
de su incidente de nulidad, el prenombrado no activó ningún otro mecanismo de defensa contra las
presuntas lesiones al debido proceso, y como efecto de ello, la Sentencia 046/2018 de 8 de enero
quedó firme y ejecutoriada; contexto en el cual, la Jueza de instancia después de la notificación con
la conminatoria de pago, se encontraba facultada para ordenar la emisión del aludido mandamiento,
para constreñir el pago de lo dispuesto en la sentencia laboral, siguiendo lo establecido en el art. 213
del Código Procesal del Trabajo (CPT), vale decir, una vez transcurridos los tres días otorgados para
el cumplimiento de la Sentencia.
En ese marco, también se debe manifestar que ningún actuado procesal per sé puede ser considerado
como indebido, a no ser que se hayan incumplido con las formalidades y presupuestos previstos por
el ordenamiento normativo, y en el caso analizado, se tiene que el 15 de mayo de 2018, se emitió el
Auto de conminatoria para que el demandado -ahora accionante-, pague dentro de tercero día “…Bs.
46.928,99…” (sic), bajo advertencia de proceder con su apremio, con el cual se le notificó el 21 de
igual mes y año (fs. 23 a 24); en tal sentido, no se advierte que la autoridad demandada haya
incurrido en actuaciones indebidas o lesivas al debido proceso para ordenar la emisión de un nuevo
mandamiento; por lo cual, corresponde denegar la tutela solicitada.
En consecuencia, el Juez de garantías al haber denegado la tutela impetrada, aunque empleando
un análisis diferente, valoró correctamente los antecedentes.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 04/2019 de 23 de julio, cursante de fs. 130 a 131,
pronunciada por el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de
la Capital del departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0769/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30162-2019-61-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 13/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 88 a 90 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Roger Marcelo Ugarte Calvo en representación sin
mandato de Juan Walter Lizeca Torres contra Lucio Fermín Flores Alarcón, Juez de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero del El Alto del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 25 de julio de 2019, cursante de fs. 8 a 9 vta., el accionante a través de
su representante, manifestó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
La Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, en apelación, emitió el Auto
de Vista 182/2019 de 17 de abril, disponiendo revocar en parte el Auto Interlocutorio 42/2019 de 20
de enero, dictado por el Juez de Instrucción Penal Segundo de la Capital de dicho departamento que
ilegalmente determinó su detención preventiva; empero habiendo sido interpuesta una acción de
libertad por el coprocesado Ludwing Clarck Tarqui Machaca, a tiempo de concederse la tutela, se
ordenó la emisión de una nueva resolución que establezca si concurren o no los riesgos procesales
previstos en el art. 235.1 y 2 del Código de Procedimiento Penal (CPP); por lo que el precitado
Tribunal, dictó el Auto de Vista Complementario de 27 de mayo del mismo año, previniendo en base
al mencionado Auto de Vista y en cumplimiento a la Resolución 28/2019 de 15 de mayo, que el Juez
a quo en el plazo de veinticuatro horas, en audiencia para garantizar el principio de inmediación,
fundamente sobre la concurrencia o no de los antedichos peligros procesales.
No obstante el tiempo transcurrido, hasta la fecha la autoridad demandada no dio cumplimiento a la
instrucción impartida, pese a que inclusive le pidió hacerlo por dos veces consecutivas, dictando una
última providencia el 19 de julio de 2019 dispuso “Estese al auto de fecha 11 de julio de 2019
y la Resolución 28/2019 de fecha 15 de mayo de 2019, emitido por el Tribunal Sexto de
Sentencia de la capital” (sic).
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de su derecho a la libertad, citando al
efecto el art. 22 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se ordene a la autoridad demandada, que en el día y
conforme a lo dispuesto por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz,
señale día y hora de audiencia para la consideración de la concurrencia o no de los riesgos procesales
previstos en los numerales 1 y 2 del art. 235 del CPP.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 26 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 84 a 87
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

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El accionante a través de su abogado ratificó el contenido de la acción de libertad presentada y


ampliándolo manifestó que: a) El Auto de Vista Complementario de 27 de mayo de 2019 que revocó
en parte el Auto de Vista 182/2019, dispuso que si el inferior consideró que existieron los riesgos
procesales contenidos en el art. 235.1 y 2 del CPP, en veinticuatro horas, fundamente objetivamente
para cada uno de los imputados y por separado a efectos de que conozcan por qué los citados
peligros procesales concurrían en su contra; b) Solicitó a la autoridad demandada que asumió el
control jurisdiccional por efecto de sucesivas excusas de jueces, que cumpla con la precitada
Resolución, decretando esta que no se habría realizado el pedido en su debido momento, toda vez
que el cuaderno de control se encontraba en el trámite de una acción de libertad y que no cursaba
la referida resolución en los antecedentes; c) Planteó reposición contra este decreto reiterando que
el Auto de Vista Complementario precitado, determinó que se debía señalar audiencia para la
consideración de los riesgos procesales, pronunciándose el Juez demandado a través del Auto de 11
de julio de 2019, determinando no ha lugar a lo impetrado y manteniendo firme y subsistente la
providencia “de fs. 4554” (sic), al no tener convicción de la decisión asumida por el Tribunal de
garantías sobre la acción de libertad planteada por el coprocesado Ludwing Clarck Tarqui Machaca;
d) Reiteró su solicitud al Juez demandado expresando que la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz ya dio cumplimiento a la determinación asumida en la indicada
acción tutelar que ordenó el verificativo del acto procesal, disponiendo estar al Auto de 11 de julio
del aludido año y la Resolución 28/2019 de la acción de libertad antes mencionada; y, e) Está
ilegalmente detenido desde enero del indicado año por siete meses, sin que se hayan identificado los
riesgos procesales y resuelto su situación jurídica afectando así sus derechos a la locomoción,
presunción de inocencia y celeridad.
I.2.2. Informe del demandado
Lucio Fermín Flores Alarcón, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Primero de El Alto del departamento de La Paz, presentó informe escrito el 26 de julio de 2019,
cursante de fs. 78 a 83 vta., manifestando que: 1) Asumió conocimiento reciente del caso por
sucesiva recusación de jueces que no cumplieron sus deberes, conteniendo el cuaderno de control
jurisdiccional irregularidades, por lo que fue devuelto el 17 de junio de 2019 para que sean
subsanadas, recibiéndolo nuevamente el 26 del mismo mes y año sin que se hayan salvado las
observaciones, lo que puso en conocimiento del Consejo de la Magistratura y la Presidencia del
Tribunal Departamental de Justicia del mencionado departamento el 27 del mes y año referidos; 2)
La Sala Penal Tercera de dicho Tribunal solicitó la remisión de antecedentes para resolver las
apelaciones incidentales planteadas por los coprocesados contra el Auto Interlocutorio 42/2019 que
determinó su detención preventiva, Tribunal que pronunció el Auto de Vista 182/2019, revocando la
decisión apelada, determinando la procedencia en parte de las cuestiones planteadas y confirmando
también parcialmente la aludida decisión con relación al art. 233.1 del CPP, debiendo la Jueza a quo
si considera que existen los riesgos procesales detallados en el art. 235.1 y 2, fundamentar
objetivamente para cada uno de los imputados y por separado, debiendo resolver conforme a
procedimiento en veinticuatro horas, una vez devuelto el proceso a su conocimiento; 3) La acción de
libertad interpuesta por el coprocesado Ludwing Clark Tarqui Machaca contra los Vocales del Tribunal
de apelación que dictó el Auto de Vista explicado precedentemente y contra la Jueza de Instrucción
Penal Segunda de la Capital del departamento prenombrado, se resolvió con la Resolución 28/2019
por el Tribunal de garantías, disponiendo conceder en parte la tutela revocándose la última parte del
citado Auto de Vista, para que los Vocales demandados se pronuncien sobre los peligros procesales
mencionados; 4) Solicitada la enmienda y complementación el Tribunal de garantías emitió “auto
complementario” señalando que el Tribunal de alzada debe dictar un Auto de Vista Complementario
”…toda vez que la autoridad o el tribunal quien deberá establecer en cuanto a la
fundamentación de los que ha realizado en la audiencia de medidas cautelares y a los
agravios que han sido planteados en esta audiencia si concurre los riesgos procesales del
art 235 nums. 1) y 2)…” (sic), por lo que es la instancia de apelación que debió dictar resolución
y no el Juez a quo; 5) Respecto al cumplimiento del Auto de Vista Complementario emitido por el
Tribunal de apelación que dispuso que la Jueza de la causa fije nueva audiencia de medidas
cautelares, es este Tribunal que incumplió la Resolución de la acción de libertad, determinación que

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tiene mayor peso que aquel, en cuyo mérito él no puede dejar de observarla; y, 6) El ahora
accionante no fue quien interpuso la acción de libertad y desconociendo lo dispuesto en la misma
solicitó audiencia conforme lo resuelto por la señalada Sala Penal Tercera haciendo referencia a la
Resolución emergente de la citada acción de defensa, y al no cursar esa decisión en el cuaderno se
decretó que con carácter previo se la adjunte, resolviéndose la reposición planteada contra esta
providencia, con el Auto de 11 de julio de 2019 que denegó el recurso por falta del indicado
documento, disponiendo se oficie a la autoridad constitucional que conoció del trámite, para que
remita una copia del mismo; por lo que, ante un tercer memorial providenció que se esté al precitado
Auto y a la Resolución de la mencionada acción de libertad. En mérito a lo expuesto solicitó se
deniegue la tutela
I.2.3. Resolución
La Jueza de Sentencia Penal Cuarta de El Alto del departamento de La Paz, constituida en Jueza de
garantías, mediante Resolución 13/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 88 a 90 vta., concedió la
tutela solicitada, disponiendo el señalamiento de audiencia de forma inmediata con las formalidades
que establece el procedimiento a efectos de no vulnerar derechos y garantías constitucionales de las
partes, para considerar la concurrencia de los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del
CPP, conforme a lo dispuesto por el Tribunal de alzada, con los siguientes fundamentos: i) En la
acción penal seguida contra el accionante y otros coprocesados por uso indebido de influencias, por
Auto Interlocutorio 42/2019, se dispuso su detención preventiva, la que siendo apelada se resolvió
con el Auto de Vista 182/2019 emitido por la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia del mismo departamento, confirmando parcialmente el Auto apelado y revocando también
en parte, debiendo el Juez si considera que existen los antedichos peligros procesales, fundamentar
objetivamente para cada uno de los imputados, en el plazo de veinticuatro horas, una vez devueltos
los antecedentes; ii) El Auto de Vista Complementario de 27 de mayo de 2019 por el que la Sala
mencionada refirió el cumplimiento de la Resolución 28/2019 de acción de libertad, dictada por el
Tribunal de garantías, que determinó conceder en parte la tutela solicitada por Ludwing Clarck Tarqui
Machaca, estableció igualmente que es el Juez a quo quien debe pronunciarse; iii) Dicha Resolución
de la acción de defensa, produjo un efecto genérico revocando la última parte dispositiva del Auto
de Vista 182/2019, sin precisar si se refiere a todos los imputados o solo al precitado, a quien se le
concedió la tutela debiendo tener efectos con relación a él y no respecto a quienes no plantearon la
acción; iv) El proceso fue devuelto el 26 de abril de 2019, al despacho de la autoridad demandada,
y la acción de libertad se resolvió el 15 de mayo del mismo año, habiendo transcurrido más de las
veinticuatro horas que tenía el Juez a quo para dar cumplimiento a la determinación de alzada; y, v)
Si bien la autoridad demandada no aplicó la detención preventiva, ni estuvo en conocimiento del caso
sino después de realizados los actos procesales relativos a excusas, existiendo varios imputados, no
puede mantenerse en la incertidumbre al impetrante de tutela para definir su situación jurídica,
debiendo tener certeza de la impugnación planteada contra la medida cautelar dispuesta por el a quo
mediante el Auto Interlocutorio 42/2019.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Auto Interlocutorio 42/2019 de 20 de enero, la Jueza de Instrucción Penal Segunda
de la Capital del departamento de La Paz, en el proceso seguido por el Ministerio Público a instancia
del Ministerio de Gobierno, Comando General de la Policía Boliviana y Viceministerio de
Transparencia, por la supuesta comisión de varios delitos, entre ellos por uso indebido de influencias,
contra el ahora accionante y otros, dispuso la detención preventiva de los coimputados (fs. 14 a 32).
II.2. A través de Auto de Vista 182/2019 de 17 de abril, la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, en conocimiento del recurso de apelación incidental formulado
por los coimputados contra el Auto citado supra, declaró admisibles las impugnaciones determinando
la procedencia en parte de las cuestiones planteadas, confirmando parcialmente la Resolución
apelada en relación al art. 233.1 del CPP, y revocando en parte, debiendo la Jueza a quo si
consideraba que existían los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del indicado Código,

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fundamentar objetivamente para cada uno de los imputados y por separado a efectos de que sepan
los riesgos procesales en su contra, conforme a procedimiento en el plazo de veinticuatro horas (fs.
37 a 40 vta.).
II.3. Por Oficio CITE Of. 425/2019 de 19 de abril, la Jueza Anticorrupción y de Materia contra la
Violencia hacia las Mujeres Cuarta de la Capital del departamento de La Paz, remitió obrados del
proceso penal seguido por el Ministerio Público por la supuesta comisión del delito de uso indebido
de influencias con NUREJ: 20252298, al despacho de la autoridad demandada (fs. 33).
II.4. Cursa Resolución 28/2019 de 15 de mayo, dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de
la Capital del departamento de La Paz, dentro de la acción de libertad interpuesta por Sergio Rivera
Renner y Saúl Villarpando Ballesteros en representación sin mandato de Ludwing Clarck Tarqui
Machaca contra Henry David Sánchez Camacho y Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala
Penal Tercera de dicho Tribunal y Wiat Belzu Carvajal, Jueza de Instrucción Penal Segunda de la
Capital del mismo departamento; que concedió la tutela en parte en favor del accionante, únicamente
en cuanto al Auto de Vista 182/2019, revocándose la última parte dispositiva del mismo para que los
Vocales demandados se pronuncien en base a los agravios expuestos por la defensa del peticionante
de tutela y establecer la concurrencia o no de los riesgos procesales descritos en el art. 235.1 y 2 del
CPP (fs. 57 a 61 vta.).
II.5. Por Auto de Vista Complementario de 27 de mayo de 2019, la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, en base al Auto de Vista 182/2019 y en cumplimiento a la
Resolución 28/2019 de la acción de libertad, determinó que respecto a los peligros procesales de
obstaculización previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP, la autoridad a quo, fundamente sobre la
concurrencia o no de los mismos, de manera individualizada respecto a cada imputado, en el plazo
de veinticuatro horas, en audiencia pública (fs. 41 a 43).
II.6. A través de memorial de 2 de julio de 2019, presentado ante el Juez demandado, el impetrante
de tutela solicitó señale audiencia en veinticuatro horas para considerar la concurrencia o no de los
riesgos procesales, con las formalidades respectivas, autoridad judicial que por providencia de 3 de
julio de 2019, respondió señalando que no realizó su pedido en su debido momento; toda vez que,
el caso estaba con el respectivo control jurisdiccional, y en cuanto al cumplimiento de la Resolución
emergente de la acción de libertad, previamente se la adjunte al no cursar entre los antecedentes
(fs. 35 y 36).
II.7. Cursa memorial presentado el 19 de julio de 2019, por el accionante ante el Juez Anticorrupción
y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de El Alto del departamento de La Paz, reiterando su
solicitud de señalamiento de audiencia, autoridad judicial que emitió la providencia de 22 del mismo
mes y año, disponiendo que se esté al Auto de 11 del citado mes y año, y a la Resolución 28/2019,
dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento aludido (fs. 2 a 3
vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de su derecho a la libertad, debido a
que el Juez demandado, no obstante de que la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, en apelación le impuso la medida cautelar de detención preventiva, por Auto de
Vista 182/2019 de 17 de abril y Auto de Vista Complementario de 27 de mayo del mismo año,
determinó que esta autoridad judicial en el plazo de veinticuatro horas, en audiencia fundamente
para cada uno de los imputados y por separado, sobre la concurrencia o no de los riesgos procesales
previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP; sin embargo, hasta la interposición de la presente acción de
defensa las citadas Resoluciones no fueron cumplidas, pese a que inclusive le pidió hacerlo por dos
veces consecutivas, emitiendo más bien una última providencia el 19 de julio del indicado año
determinando “Estese al auto de fecha 11 de julio de 2019 y la Resolución No 28/2019 de fecha 15
de mayo de 2019, emitido por el Tribunal Sexto de Sentencia de la capital” (sic).
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.

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III.1. Improcedencia de activación de una acción tutelar contra una resolución


emergente del cumplimiento de otra acción
La SCP 0423/2018-S3 de octubre, al respecto señaló: [« La jurisprudencia constitucional estableció
de forma reiterada la imposibilidad de denunciar a través de una nueva acción tutelar la
posible lesión de derechos emergente de una determinación emitida en cumplimiento de
una resolución constitucional previa, esto en razón a que la decisión cuestionada en la
segunda acción tutelar obedece a la observancia de los parámetros y la tutela de
derechos lesionados establecidos por la jurisdicción constitucional en su resolución
producto de los agravios identificados y en su caso expuestos por el accionante en su
oportunidad, por lo que el eventual incumplimiento o la inobservancia en la nueva
resolución respecto a lo resuelto por esta jurisdicción, corresponde ser denunciado ante
el juez o tribunal de garantías que conoció la primera acción interpuesta en coherencia con
lo establecido en el art. 16.I del Código Procesal Constitucional (CPCo), y no así a través de la
interposición de una nueva acción tutelar.
En ese sentido, la SCP 0157/2015-S3 de 20 de febrero, precisó que: «En esa línea de razonamiento,
la SC 1387/2001 de 19 de diciembre sostuvo "…este Tribunal reitera la jurisprudencia establecida en
la Sentencia Constitucional Nº 1190/01-R en el sentido de que los jueces y tribunales, en este caso,
de Hábeas Corpus deben rechazar in límine y no admitir los Recursos de Hábeas Corpus o Amparo
Constitucional en aquellos casos en los que sean planteados impugnando y persiguiendo la
modificación o anulación de una Resolución Constitucional (Sentencia, Auto o Declaración), en virtud
del principio de la cosa juzgada constitucional previsto por los arts. 121-I de la Constitución y 42 de
la Ley Nº 1836”.
Así, la SC 0473/2003-R de 9 de abril, sostuvo que toda decisión asumida (por una autoridad o
persona particular) en estricto cumplimiento de un una resolución constitucional
(emitida por el Tribunal de garantías o Tribunal Constitucional) es inimpugnable a través
de otra acción de defensa. Señaló: “Por lo anotado y sin entrar a mayores consideraciones de
orden legal se evidencia que la autoridad recurrida, no ha vulnerado los derechos que se invocan en
el recurso, por cuanto ha actuado en cumplimiento al mencionado fallo constitucional que no puede
ser objeto de cuestionamiento por mandato del art. 121.I) CPE que declara la irrevisabilidad de las
Sentencias del Tribunal cuando dispone que: ‘contra las sentencias del Tribunal Constitucional no
cabe recurso ulterior alguno’, norma dentro de cuyos alcances se tiene el art. 42 de la Ley del Tribunal
Constitucional (LTC) que dice: ‘Las resoluciones del Tribunal Constitucional no admiten recurso
alguno’. Las citadas normas legales -en consecuencia- dan a las sentencias constitucionales la calidad
de cosa juzgada. En este sentido el recurrente al interponer el presente amparo estaría buscando
contrariar los alcances de la SC 0077/2003-R, pretensión que resulta inadmisible por las razones
legales expuestas”.
Con el mismo criterio la SC 0163/2004-R de 4 de febrero, determinó, “…en cuanto concierne al
procedimiento de los recursos de amparo, el Constituyente como el legislador, han previsto la revisión
de las sentencias por este Tribunal, de modo que cuando éste se pronuncia, concluye el proceso
constitucional; empero antes de ello, el proceso en recurso de amparo se encuentra pendiente, lo
que significa que cualquier decisión que se hubiere tomado en ese ínterin y que las partes
consideraran indebidas no pueden ser denunciadas a través de otro amparo, dado que se tendrá que
esperar el fallo definitivo que goza de calidad de cosa juzgada material” .
Entendimiento jurisprudencial, que también se puede encontrar en las SSCC 0541/2003-R,
0542/2003-R y 0929/2003-R, entre otras»] (las negrillas nos corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de su derecho a la libertad, debido a
que el Juez demandado, no obstante de que la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, en apelación de la resolución por la que se le impuso la medida cautelar de
detención preventiva, por Auto de Vista 182/2019 de 17 de abril y Auto de Vista Complementario de

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27 de mayo del mismo año, determinó que la autoridad demandada en el plazo de veinticuatro horas,
en audiencia fundamente para cada uno de los imputados y por separado, sobre la concurrencia o
no de los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP; empero, hasta la interposición de
la presente acción de defensa las citadas Resoluciones no fueron cumplidas, pese a que inclusive le
pidió hacerlo por dos veces consecutivas, emitiendo más bien una última providencia el 19 de julio
del indicado año determinando “Estese al auto de fecha 11 de julio de 2019 y la Resolución No
28/2019 de fecha 15 de mayo de 2019 emitido por el Tribunal Sexto de Sentencia de la capital” (sic).
De los antecedentes descritos, se evidencia que en el proceso penal instaurado contra el peticionante
de tutela y otros por la presunta comisión de varios delitos, entre ellos por uso indebido de influencias,
mediante Auto Interlocutorio 42/2019 de 20 de enero, se dispuso la detención preventiva de los
coimputados (Conclusión II.1); apelada dicha decisión por los nombrados, a través de Auto de Vista
182/2019, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, declaró admisibles
las impugnaciones determinando la procedencia en parte de las cuestiones planteadas, confirmando
también en parte el Auto apelado en relación al art. 233.1 del CPP, y revocando en parte, debiendo
la Jueza a quo si consideraba que existían los riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del
indicado Código, fundamentar objetivamente para cada uno de los imputados y por separado,
conforme a procedimiento en el plazo de veinticuatro horas (Conclusión II.2); por Oficio CITE Of.
425/2019 de 19 de abril, la Jueza Anticorrupción y de Materia contra la Violencia hacia la Mujer Cuarta
de la Capital del departamento de La Paz, remitió obrados del referido proceso penal con NUREJ:
20252298, al despacho de la autoridad demandada (Conclusión II.3); cursa Resolución 28/2019 de
15 de mayo, dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La
Paz, dentro de la acción de libertad interpuesta por Sergio Rivera Renner y Saúl Villarpando
Ballesteros en representación sin mandato de Ludwing Clarck Tarqui Machaca contra Henry David
Sánchez Camacho y Elisa Exalta Lovera Gutiérrez, Vocales de la Sala Penal Tercera de dicho Tribunal
Departamental de Justicia y Wiat Belzu Carvajal, Jueza de Instrucción Segunda Penal del citado
departamento, que concedió la tutela en parte a favor del accionante, únicamente en cuanto al Auto
de Vista 182/2019, revocando la última parte dispositiva del mismo para que los Vocales demandados
se pronuncien en base a los agravios expuestos por la defensa del solicitante de tutela y establezcan
la concurrencia de los riesgos procesales referidos (Conclusión II.4); por Auto de Vista
Complementario de 27 de mayo del citado año, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, en base al Auto de Vista 182/2019 y en cumplimiento a la Resolución 28/2019 de
la acción de libertad, adoptó la misma determinación de aquella (Conclusión II.5); a través de
memorial de 2 de julio de 2019, presentado ante el Juez demandado, el impetrante de tutela solicitó
fije la audiencia dentro de las veinticuatro horas, el que por providencia de 3 de igual mes y año,
respondió señalando que el peticionante no realizó su solicitud en su debido momento; toda vez que,
el caso estaba con el respectivo control jurisdiccional; y, en cuanto al cumplimiento de la Resolución
emergente de la acción de libertad, previamente se la adjunte al no cursar entre los antecedentes
(Conclusión II.6); finalmente, cursa memorial presentado el 19 del mes y año citados por el
peticionante de tutela ante el Juez demandado, reiterando su pedido, pronunciando este la
providencia de 22 del mismo mes y año, disponiendo se esté al Auto de fecha 11 del mismo mes y
año y a la Resolución 28/2019 dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del
departamento mencionado (Conclusión II.7).
De acuerdo al Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, no es posible deducir una
acción de libertad denunciando la lesión de derechos fundamentales por la determinación adoptada
en ejecución o cumplimiento de una anterior acción de defensa, debido a que responde a la
observancia de los parámetros y la tutela de derechos lesionados establecidos por la jurisdicción
constitucional, de modo que si hay inobservancia en la nueva resolución se debe denunciar ante el
juez o tribunal de garantías que tuvo conocimiento y resolvió la primera.
En el presente caso, se denuncia como acto lesivo la negativa del Juez demandado al pedido reiterado
del accionante de señalar audiencia, a objeto de que en la misma se establezca si concurren o no los
riesgos procesales previstos en el art. 235.1 y 2 del CPP, en relación a cada uno de los coimputados
por separado, en cumplimiento al Auto de Vista 182/2019 y Auto de Vista Complementario de 27 de

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mayo del mismo año. De estas dos Resoluciones a efectos de cuya observancia el impetrante de
tutela demandó reiteradamente al Juez a quo el señalamiento de audiencia para fundamentar acerca
de los riesgos procesales mencionados, la última se emitió por la Sala Penal Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, como consecuencia y para cumplir la determinación de una
anterior acción de libertad, interpuesta por el coimputado Ludwing Clarck Tarqui Machaca
precisamente contra el indicado Tribunal y la Jueza de Instrucción Penal Segunda de la Capital de
dicho departamento, que concediendo la tutela en parte revocó a la primera; es decir, el Auto de
Vista 182/2019, en su última parte ordenó que los Vocales demandados se pronuncien sobre los
agravios expuestos por la defensa (Conclusión II.4).
Por consiguiente, el pedido del impetrante de tutela para que se celebre la audiencia de
fundamentación de los riesgos procesales referidos al art. 235.1 y 2 del CPP, en relación a cada uno
de los coimputados -entre ellos el accionante- no es otra cosa que el cumplimiento de la Resolución
28/2019, dictada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de La Paz,
que es quien ordenó la fundamentación de la concurrencia de los antedichos riesgos procesales,
sobre cuya base la Sala Penal Tercera del indicado Tribunal emitió el Auto de Vista Complementario
de 27 de mayo de igual año, que a su vez encomendó a la autoridad demandada el señalamiento de
audiencia y el establecimiento de los peligros procesales.
Atendiendo a lo anterior, considerando que en el fondo el accionante denuncia el incumplimiento de
la Resolución dictada en una primera acción de libertad, no siendo admisible formular una nueva
para exigir su cumplimiento, conforme lo glosado en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, el impetrante de tutela debe acudir al Tribunal de garantías
constitucionales que conoció y resolvió la inicial acción de defensa, demandando el cumplimiento de
la Resolución que se emitió al resolver la misma, motivo por el cual en el presente caso no se puede
ingresar a valorar la problemática planteada correspondiendo denegar la tutela.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, no
realizó una correcta compulsa de los antecedentes procesales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 13/2019 de 26 de julio, cursante de fs. 88 a 90 vta.,
pronunciada por la Jueza de Sentencia Penal Cuarta de El Alto del departamento de La Paz; y en
consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, aclarando que no se ingresó a la valoración de la
problemática de fondo.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1005


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0770/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30163-2019-61-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 109/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 82 a 85, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Michael Adolfo Riveros Revollo en representación sin
mandato de Julio Cesar Sánchez Sánchez contra Cesar Wenceslao Portocarrero Cuevas y
Silvia Maritza Portugal Espinoza, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 24 de julio de 2019, cursante de fs. 16 a 19 vta., el accionante a través
de su representante, señaló que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra y otra, por la presunta
comisión de los delitos de consorcio de jueces, fiscales, policías y abogados, e incumplimiento de
deberes, el 4 de abril de 2019 en audiencia de medidas cautelares el Juez de control jurisdiccional
dispuso su libertad pura y simple; empero, producto de la apelación incidental interpuesta por el
Fiscal de Materia a cargo de la investigación, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz por Resolución 171/2019 de 13 de mayo, determinó su detención preventiva,
alegando la concurrencia de los riesgos procesales contenidos en los arts. 233.1 y 2, 234.10 y 235.1
y 2 del Código de Procedimiento Penal (CPP); sin embargo, tal decisión fue dejada sin efecto a través
de la Resolución 153/2019 de 15 de mayo, emitida por el Tribunal de garantías en mérito a una
anterior acción de libertad que planteó; en consecuencia, la precitada Sala dictó un nuevo Auto de
Vista 188/2019 de 27 del mes citado, revocando la determinación del Juez a quo estableciendo la
vigencia de los riesgos procesales previstos en los arts. 233.1 y 2 y 235.1. y 2 del aludido Código.
Al amparo del art. 239.1 del Código Adjetivo Penal solicitó la cesación de la detención preventiva, la
cual fue rechazada por el Juez de control jurisdiccional a través de la Resolución 459/2019 de 2 de
julio, habiendo apelado la misma, la Sala Penal Primera del aludido Tribunal mediante Auto de Vista
288/2019 de 18 de julio la revocó en parte alegando la carencia de fundamentación en cuanto al
riesgo procesal del art. 235.2 del citado Código; por lo que, otorgó el plazo de setenta y dos horas al
Juez a quo para que subsane lo extrañado sin la necesidad de cambiar la concurrencia del mismo,
debiendo su persona continuar con la medida impuesta, y dispuso la devolución de la apelación a la
Sala mencionada para que sea resuelta.
Los Vocales demandados incumplieron la previsión contenida en los arts. 251 y 398 del CPP; toda
vez que, en lugar de señalar audiencia y resolver el fondo de la cuestión planteada revocaron en
parte la decisión del a quo y dispusieron nueva fundamentación desconociendo su competencia para
revisar y modificar las resoluciones pronunciadas por los jueces de instrucción y debido a ese actuar
continúa detenido preventivamente.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante por medio de su representante, alegó como lesionado su derecho a la libertad
relacionado a una justicia pronta, oportuna, efectiva e indebido procesamiento, citando al efecto los
arts. 22, 23.I de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 9.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1006


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I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, ordenando convocar a audiencia en el plazo de veinticuatro horas a
efectos de concluir el verificativo de 18 de julio de 2019, y resolver su apelación con los fundamentos
y agravios ya expuestos en la misma.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 25 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 76 a 81
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante ratificó inextenso el contenido de su acción de libertad
presentada.
El impetrante de tutela haciendo uso de la palabra señaló: Respecto a la verdad material del asunto,
la denuncia fue planteada por personas anónimas, por el delito de consorcio, tanto en su contra “…y
el Juez segundo…(…) el Juez está en libertad, su secretaria también…” (sic); aún no se concluyeron
los actos investigativos y pese a constar una confesión de un supernumerario del “Juzgado Segundo”
de que el ilícito se hubiera cometido todos están libres; en cambio en su caso no hubo algún acto
que demuestre que incurrió en la comisión de los delitos atribuidos; por ende, consideró que solo es
un problema administrativo, debido a que: a) No elevó a tiempo los nombres de los amanuenses, lo
cual le corresponde a la Secretaria; y, b) La supernumeraria no le comunicó que seis meses atrás se
tituló como abogada, empero ante un requerimiento fiscal la Secretaria de su Juzgado certificó que
la aludida no firmó ningún memorial; por lo tanto, no existió ningún hecho delictivo, desvirtuándose
todos los riesgos procesales.
A la pregunta del Vocal Constitucional ¿En qué fecha solicitó la cesación de la detención preventiva?,
respondió que fue el 14 de junio -se entiende de 2019-.
I.2.2. Informe de los demandados
Cesar Wenceslao Portocarrero Cuevas y Silvia Maritza Portugal Espinoza, Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por informe escrito presentado el 25 de
julio de 2019, cursante de fs. 73 a 75, refirieron que: 1) El accionante no señaló la “causal” contenida
en la Norma Suprema como en el Código Procesal Constitucional interponiendo su acción tutelar; es
decir, procesamiento indebido, persecución ilegal, o privación indebida de su libertad; tampoco realizó
una fundamentación adecuada ni expuso un petitorio congruente en dicha acción; por lo que, no
existiendo un nexo causal que permita establecer por cuál de los presupuestos sus derechos fueron
vulnerados; 2) El peticionante de tutela sostuvo “…que se habría lesionado el indebido
procesamiento…” (sic) y el derecho a una justicia pronta oportuna y efectiva, lo cual hubiera generado
su detención preventiva; toda vez que, no se ingresó al fondo de su recurso de apelación; empero,
del análisis de la Resolución 459/2019, establecieron una contradicción existente entre el art. 235.2
del CPP y la SCP 0624/2018-S2 -no consignó fecha-, y para emitir un fallo idóneo deben conocer con
precisión los motivos que llevaron al Juez a quo a emitir su determinación para no generar una
inseguridad jurídica; y, 3) El accionante no precisó el nexo causal de sus derechos presuntamente
vulnerados con el Auto de Vista 288/2019.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, mediante Resolución
109/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 82 a 85 concedió la tutela solicitada, determinando que la
Sala Penal Primera del mismo Tribunal, convoque a audiencia en el plazo establecido por el art. 251
del CPP y se pronuncie respecto a los riesgos procesales que dieron lugar a la apelación, dejando sin
efecto el Auto de Vista 288/2019, sin lugar a la solicitud cautelar de otorgar libertad, ya que la misma
se encuentra en tramitación ante el Tribunal de alzada; bajo los siguientes fundamentos: i) Los
Vocales demandados a través del Auto de Vista 288/2019 declararon la admisibilidad del recurso
activado, la procedencia de las cuestiones planteadas y en el fondo revocaron la Resolución 459/2019
disponiendo que el Juez a quo dicte una nueva fundamentando y motivando el riesgo procesal inserto

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en el art. 235.2 del aludido Código en el plazo de setenta y dos horas; sin ingresar a realizar valoración
alguna del riesgo procesal del art. 325.1 del mismo texto legal, hasta que se cumpla con la
fundamentación exigida, ii) Mantuvieron la detención preventiva del accionante; y, iii) En aplicación
de las SSCC 1554/2004-R de 27 de septiembre, 1824/2004-R de 23 de noviembre y SCP 0339/2012
de 18 de junio, las autoridades demandadas debieron pronunciarse en el fondo de la apelación
planteada, a objeto de resolver los puntos cuestionados, al no hacerlo incumplieron los arts. 124,
251 y 398 del Código Adjetivo Penal; pues, simplemente devolvieron los actuados al inferior en grado
para que fundamente su decisión; por lo que, vulneraron el derecho al debido proceso en su vertiente
de una justicia pronta y oportuna del impetrante de tutela.
En vía de complementación y enmienda el peticionante de tutela solicitó aclaración respecto al plazo
que tiene la parte demandada para pronunciar el fallo; asimismo, si deberá fijar nueva audiencia para
que él fundamente con respuesta del contrario o si directamente debe emitirse la resolución con los
agravios ya escuchados y respondidos.
La Sala Constitucional aclaró que el “incidente” debe ser resuelto dentro los tres días que establece
el art. 251 del CPP, convocando a audiencia tomando en cuenta la existencia de otro riesgo procesal
-art. 235.1 del Código citado-, a ser fundamentado seguramente por la parte incidentista.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución 459/2019 de 2 de julio, el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia
hacia la Mujer Primero de El Alto del departamento de La Paz, rechazó la solicitud de cesación de la
detención preventiva impetrada por Julio César Sánchez Sánchez -accionante- (fs. 64 a 69 vta.).
II.2. Mediante Auto de Vista 288/2019 de 18 de julio, los Vocales de la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de La Paz -demandados- declararon la admisibilidad del recurso
de apelación interpuesto, la procedencia de las cuestiones planteadas, y en el fondo revocaron en
parte la Resolución “459/2018”, disponiendo que el Juez a quo emita una nueva resolución
fundamentando y motivando el riesgo procesal inserto en el art. 235.2 del CPP en el plazo de setenta
y dos horas; aclarando que no ingresaron a realizar valoración alguna del riesgo procesal del art.
325.1 del Código precitado, hasta que se cumpla con la fundamentación exigida, manteniéndose la
situación jurídica del detenido (fs. 60 a 63).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante alega como lesionado su derecho a la libertad relacionado
a una justicia pronta, oportuna, efectiva e indebido procesamiento; toda vez que, dentro del proceso
penal seguido en su contra solicitó cesación de la detención preventiva, que fue rechazada por el a
quo a través de la Resolución 459/2019 de 2 de julio, activado el recurso de apelación incidental en
sustanciación, los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz
-demandados-, en lugar de señalar audiencia y resolver el fondo de la cuestión planteada conforme
lo establecido en los arts. 251 y 398 del CPP, revocaron en parte la decisión del inferior y dispusieron
que emita nueva fundamentación en cuanto al riesgo procesal previsto en el art. 235.2 del Código
citado, otorgándole el plazo de setenta y dos horas, y después de ser devueltos los obrados recién
decidir en cuanto a la impugnación presentada, tiempo en el cual él continúa detenido
preventivamente.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. El Tribunal de alzada está obligado a resolver la situación jurídica del accionante,
en el conocimiento de la apelación de medidas cautelares. Jurisprudencia reiterada
La SCP 1471/2012 de 24 de septiembre, estableció respecto a la resolución de apelación de medidas
cautelares, que: “…al tribunal de apelación no le está permitido anular obrados cuando
verifique que el juez de instrucción omitió explicar los motivos que le llevaron a
determinar, rechazar o modificar una medida cautelar, o que lo hizo, pero de manera

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1008


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insuficiente; puesto, que como se señaló, tratándose de la disputa del derecho a la


libertad, en cumplimiento de los principios constitucionales señalados anteriormente,
deberá resolver directamente el caso remitido en apelación, precisando las razones y los
elementos de convicción que sustentaron su decisión de revocar las medidas sustitutivas
y aplicar la detención preventiva, o viceversa ” (las negrillas nos corresponden).
En igual sentido fueron pronunciadas las SSCC 1792/2003-R de 5 de diciembre, 1554/2004-R de 27
de septiembre; y, la SCP 2078/2012 de 8 de noviembre, entre otras.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante alega que los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, lesionaron su derecho a la libertad relacionado a una justicia pronta, oportuna, efectiva e
indebido procesamiento; toda vez que, no resolvieron en el fondo la apelación incidental que planteó
contra la Resolución 459/2019 de 2 de julio.
Precisado el problema jurídico, de los antecedentes cursantes en el legajo procesal y de las
Conclusiones del presente fallo constitucional, se establece que por Resolución 459/2019, el Juez de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de El Alto del departamento
de La Paz, rechazó la cesación de la detención preventiva impetrada por Julio César Sánchez Sánchez
-accionante- (Conclusión II.1); en emergencia de aquello, el precitado activó recurso de apelación
incidental y a través del Auto de Vista 288/2019 de 18 de julio, los Vocales de la Sala Penal Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de dicho departamento -demandados- declararon la
admisibilidad del aludido recurso interpuesto, la procedencia de las cuestiones planteadas y en el
fondo revocaron en parte la Resolución 459/2019, disponiendo que el Juez a quo emita una nueva
resolución fundamentando y motivando el riesgo procesal inserto en el art. 235.2 del CPP en el plazo
de setenta y dos horas; aclarando que no ingresaron a realizar valoración alguna del riesgo procesal
del art. 235.1 del Código precitado, hasta que se cumpla con la fundamentación exigida,
manteniéndose la situación jurídica del impetrante de tutela.
Al respecto, conforme lo desglosado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional
el Tribunal de alzada no puede anular obrados cuando el juez de instrucción omitió explicar los
motivos que le llevaron a determinar, rechazar o modificar una medida cautelar, o que lo hizo, pero
de manera insuficiente, pues tratándose del derecho a la libertad, deberá resolver directamente el
caso remitido en apelación; es decir, que está obligado a determinar en el fondo la situación jurídica
planteada en apelación.
En el presente caso; si bien los Vocales demandados no anularon la resolución 459/2019, emitida por
el Juez a quo dentro la solicitud de cesación de la detención preventiva invocada por el ahora
accionante; empero, a través del Auto de Vista 288/2019, dispusieron revocar en parte el fallo
precitado para que dicha autoridad dicte uno nuevo fundamentando y motivando el riesgo procesal
inserto en el art. 235.2 del CPP en el plazo de setenta y dos horas; sin ingresar a resolver el fondo
del recurso formulado; aspecto que es incoherente; toda vez que, el objeto de la apelación es
precisamente que se revise el fallo cuestionado el mismo que puede ser modificado directamente de
acuerdo a sus atribuciones.
En ese sentido, conforme lo explicado se tiene que los Vocales demandados no observaron la
jurisprudencia constitucional que de forma reiterada y consolidada estableció el deber que tiene el
Tribunal de alzada de conocer y resolver en el fondo la situación jurídica del o los procesados, en
atención a que su decisión involucra de manera directa el derecho a la libertad personal de quien
pide sea definida dicha situación.
De esta manera, se tiene que al no haberse dilucidado en el fondo la petición del procesado -ahora
impetrante de tutela- y disponer que la Resolución apelada sea devuelta al Juez a quo aludiendo que
la fundamentación del fallo impugnado en cuanto al riesgo procesal previsto en el art. 235.2 del
citado Código era insuficiente resulta un argumento alejado a la jurisprudencia precedente, pues
como se dijo, al tratarse de la consideración de hechos que afectan a la libertad de las personas,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1009


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correspondía ingresar a resolver el fondo de la apelación incidental planteada por el accionante y al


no hacerlo transgredieron los derechos reclamados.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela solicitada, actuó correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución 109/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 82 a 85, pronunciada
por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos de la Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0771/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de libertad
Expediente: 30164-2019-61-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 11/2019 de 12 de julio, cursante de fs. 25 a 27 vta., pronunciada dentro de
la acción de libertad interpuesta por Jhony David Zeballos Vargas en representación sin
mandato de Omar Alejandro Asbún Farah contra Claudio Torrez Fernández, Juez del
Tribunal de Sentencia Séptimo de la Capital del departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 12 de julio de 2019, cursante de fs. 2 a 3, el accionante a través de su
representante, manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido en su contra, por la presunta comisión del delito de falsedad
material y estafa con víctimas múltiples, se dispuso su detención preventiva en el Centro Penitenciario
San Pedro de La Paz, encontrándose el proceso en etapa de juicio oral, se instaló audiencia el 4 de
julio de 2019, la misma que fue suspendida en razón a que su abogado planteó recusación contra
uno de los jueces ciudadanos y paralelamente solicitó se otorgue diez días de ampliación de plazo a
efectos de asumir una adecuada defensa; reanudada la audiencia el 8 del mismo mes y año, se
reiteró dicha petición de forma escrita; sin embargo, fue desestimada en total atropello a su derecho
a la defensa, con imposición de multa de Bs10 000.- (diez mil bolivianos) a sus abogados, asignándole
arbitrariamente un defensor de oficio, pese a que la abogada de Defensa Pública en anterior
oportunidad, hizo conocer su negativa a patrocinarlo, dejando claro que solo asisten a personas de
escasos recursos que no cuentan con asesor legal.
Debido a la duración del proceso y por los reiterados atropellos sufridos, se ha visto obligado a
cambiar constantemente de defensa, encontrándose a la fecha asesorado por René José Ríos
Benavides, quien fue claro en advertirle que no le patrocinará, sino le otorgan un plazo para armar
su defensa.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante, alegó como lesionados sus derechos al debido proceso y
a la defensa oportuna y técnica, sin señalar norma constitucional alguna.
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia se revoque la resolución “…emitida el día de hoy…”
(sic), que vulnera su derecho a contar con una defensa técnica, al no otorgar los diez días solicitados,
debiendo el Juez demandado sujetar sus actos a la Constitución Política del Estado y las leyes.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 12 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 22 a 24
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado se ratificó en el contenido de la acción tutelar y ampliándolo,
señaló que: a) Se ha visto perjudicado de materializar su derecho a la defensa por el cambio
constante de sus abogados patrocinantes, debido a que los mismos durante la sustanciación del juicio

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1011


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oral fueron multados y detenidos; por esta razón, contrató los servicios de René José Ríos Benavides,
quien para armar su defensa solicitó se le otorgue una ampliación de plazo de diez días; además, se
exponga la prueba por la que, se le acusa y todos los antecedentes procesales que hacen un total de
treinta y ocho cuerpos; aspectos que no solo fueron negados, sino que derivaron en la imposición de
multas pecuniarias que se extendió también a su exabogado, quien ya había dejado de patrocinarlo;
y, b) El accionar de la autoridad demandada, vulneró su derecho a la defensa y los tratados
internacionales que forman parte del bloque de constitucionalidad, solicitando se revoque es decisión
y la multa impuesta a sus abogados, al ser totalmente desproporcional y atentatoria a su derecho al
trabajo.
I.2.2. Informe del demandado
Claudio Torrez Fernández, Presidente del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de La Paz, por informe de 12 de julio de 2019, cursante a fs. 10 y vta., señaló que: 1)
La sustanciación del juicio oral se encuentra en etapa final de presentación de alegatos en
conclusiones, la que no puede llevarse a cabo en virtud a la inasistencia continua y reiterada del
ahora accionante y sus abogados que son cuatro; y, 2) El abogado Erick Aliaga López, le asesora
hace más de tres años, razón por lo que no correspondía otorgarle plazo de ampliación; por su parte
René José Ríos Benavides, como nuevo defensor, se apersonó oralmente en la audiencia de 4 de
igual mes y año, y por memorial de 8 del mismo mes y año, solicitó no solo los diez días señalados
por norma sino veinte días, aspecto que no es legal pero; además, no compareció a la audiencia de
juicio oral que fue fijado para ese mismo día, y en virtud a ello al no ratificar ni fundamentar dicho
memorial en audiencia se tuvo por no presentado, habiéndose establecido multa pecuniaria a los
cuatro defensores ante su ausencia. En base a estos fundamentos, solicitó se deniegue la tutela
impetrada.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto del departamento de La Paz, en suplencia legal de
su similar Primero, constituido en Tribunal de garantías, mediante Resolución 11/2019 de 12 de julio,
cursante de fs. 25 a 27 vta.; denegó la tutela, en base a los siguientes fundamentos: 1) La acción
de libertad debió ser interpuesta contra los tres Jueces que conforman el Tribunal colegiado, y no
solo contra su Juez Presidente; 2) Contra la determinación del Juez de la causa de negarle la
ampliación del plazo, el accionante no pidió la reposición correspondiente; 3) Respecto al art. 336
del Código de Procedimiento Penal (CPP), la autoridad demandada otorgó cinco días a efectos de
que los abogados asuman conocimiento de la causa; y, 4) Por último, con relación a las multas
impuestas, las mismas se encuentran debidamente establecidas en los arts. 104 y 105 del CPP y
abiertas las vías legales para impugnarlas.
II. CONCLUSIONES
Realizada la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo
siguiente:
II.1. Cursa acta de audiencia pública de juicio oral de 12 de junio de 2019, en la que el abogado
René José Ríos Benavides solicitó oralmente se conceda el plazo prudencial de diez días para tomar
conocimiento del caso (fs. 11 a 16).
II.2. A través de memorial presentado el 8 de julio de ese año, el citado abogado, solicitó al
Presidente del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de La Paz,
ampliación de plazo en calidad de nuevo defensor (fs. 21 y vta.).
II.3. Mediante Resolución de la misma fecha, el Juez demandado, ante la inasistencia de la defensa
del hoy accionante, declaró por no presentado el memorial que solicitó la ampliación de plazo,
multando a los cuatro abogados que componen su defensa con Bs10 000.-, y dispuso la notificación
a Defensa Pública para que preste patrocinio al impetrante de tutela (fs. 18 y vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1012


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El accionante a través de su representante alega como vulnerados sus derechos al debido proceso y
a la defensa oportuna y técnica; porque considera que el Juez demandado no dio curso a la solicitud
efectuada por su abogado, quien en calidad de nuevo defensor, amparado en el art. 104 del CPP,
impetró se le conceda el plazo de diez días a efectos de asumir plena defensa, petitorio que fue
declarado como no presentado, dando lugar a la imposición de multas a sus abogados.
En consecuencia, corresponde en revisión, determinar si los argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela impetrada.
III.1. Del debido proceso y su vinculación con el derecho a la libertad
Sobre la temática, la SCP 0464/2015-S3 de 5 de mayo, sostuvo que: “Con relación al procesamiento
indebido, la jurisprudencia constitucional fue uniforme al señalar que la vía idónea para su
impugnación es la acción de amparo constitucional; sin embargo, cuando se demuestre que
esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o libertad de locomoción
del accionante, dicha protección se verá materializada a través de la acción de libertad, en aquellos
casos en los cuales, el procesamiento indebido constituya la causa directa que originó la
restricción o supresión de los antes citados derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad
excepcional que rige a este tipo de acciones.
Al respecto, la doctrina desarrollada por el entonces Tribunal Constitucional, estableció que la
protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no
abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos
entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad física y de locomoción;
caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de amparo constitucional, dado
que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones demandados como ilegales que no
guarden vinculación con los derechos citados. Además de este requisito, debe tenerse presente que
opera igualmente el principio de subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán
agotarse los medios idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no
pretender su tutela en el ámbito constitucional, cuando los reclamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la parte
accionante. Entendimiento que fue asumido también por las SSCC 0200/2002-R, 0414/2002-R,
1865/2004-R, 0619/2005-R y 0057/2010-R, entre otras.
En esa línea, la SC 0619/2005-R de 7 de junio (…) precisó lo siguiente…
(…)
‘…para que la garantía de la libertad personal o de locomoción pueda ejercerse mediante el recurso
de hábeas corpus cuando se denuncia procesamiento ilegal o indebido deben presentarse, en forma
concurrente, los siguientes presupuestos: a) el acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las
omisiones indebidas o las amenazas de la autoridad pública, denunciados, deben estar vinculados
con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión; b) debe existir absoluto
estado de indefensión, es decir, que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos
actos lesivos dentro del proceso y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la
persecución o la privación de la libertad’” .
En ese marco, la SCP 0059/2018-S4 de 16 de marzo, señaló: “Línea jurisprudencial que fue ratificada
por este Tribunal Constitucional Plurinacional de manera sistemática, ya que la misma se encuentra
acorde al diseño constitucional y legislativo vigente, pues el acoger mediante una acción de
libertad otros elementos del debido proceso que no estén vinculados directamente con
el derecho a la libertad, resultaría desconocer la voluntad del legislador y desnaturalizar
el alcance jurídico-constitucional de la acción de amparo constitucional y de esta propia
acción, pues cada uno de estos medios de defensa, tienen una naturaleza jurídica diferente y por el
principio de seguridad jurídica, debemos respetar su ingeniería jurídica y su plena efectividad” (las
negrillas son nuestras).
De la jurisprudencia desarrollada, se establece que los actos ilegales, las omisiones indebidas o las
amenazas de la autoridad pública, denunciados como vulneratorios de derechos, deben estar

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1013


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vinculados con la libertad por operar como causa directa para su restricción o supresión, cuando no
ocurre aquello, corresponderá al afectado activar los medios y recursos previstos en la normativa
procesal penal en la vía ordinaria para el reclamo de las irregularidades del debido proceso, y una
vez agotados, si considera que las mismas persisten, debe acudir a la jurisdicción constitucional a
través de la acción de amparo constitucional, como vía idónea para la tutela del derecho al debido
proceso en supuestos no vinculados a la libertad.
III.2. Análisis del caso concreto
El accionante a través de su representante alega como vulnerados sus derechos al debido proceso y
a la defensa oportuna y técnica; porque considera que el Juez demandado no dio curso a la solicitud
efectuada por su abogado, quien en calidad de nuevo defensor, amparado en el art. 104 del CPP,
impetró se le conceda el plazo de diez días a efectos de asumir plena defensa, petitorio que fue
declarado como no presentado, dando lugar a la imposición de multas a sus abogados.
Identificada la problemática, de la revisión de los antecedentes, se establece que, en la audiencia de
juicio oral realizada el 4 de julio de 2019, el abogado del ahora accionante de forma oral solicitó el
plazo de diez días a objeto de materializar el derecho a la defensa por ser nuevo patrocinio; aspecto
que fue reiterado de forma escrita a través de memorial de 8 del mes y año; sin embargo, mediante
Resolución de la misma fecha, la autoridad demandada declaró por no presentado el escrito referido,
al no haberse hecho presente el indicado jurista en la audiencia para ratificar y fundamentar dicha
solicitud; además, de multar a los cuatro abogados que componen la defensa del solicitante de tutela.
En el contexto referido y en virtud al contenido desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, corresponde precisar que la protección otorgada por
la acción de libertad cuando se refiere al debido proceso, no abarca a todas las formas que puede
ser vulnerado, sino, queda reservada para aquellos entornos que conciernen directamente al derecho
a la libertad física y de locomoción, debiendo concurrir necesariamente de forma simultánea los
siguientes presupuestos: i) El acto lesivo, entendido como los actos ilegales, las omisiones indebidas
o las amenazas de la autoridad pública, deben estar vinculados con la libertad por operar como causa
directa para su restricción o supresión; y, ii) Debe existir absoluto estado de indefensión; es decir,
que el recurrente no tuvo la oportunidad de impugnar los supuestos actos lesivos dentro del proceso
y que recién tuvo conocimiento del mismo al momento de la persecución o la privación de la libertad.
De lo relacionado precedentemente, en el caso concreto, se tiene que la presunta lesión al debido
proceso y a la defensa oportuna y técnica, se trasunta en la denegatoria de la autoridad demandada
a otorgar diez días de ampliación de plazo para continuar la audiencia del juicio oral en virtud al
nuevo patrocinio; aspecto que no se encuentra directamente vinculada con el derecho a la libertad
del peticionante de tutela, en el entendido de que dicha denegatoria, no determinó la privación del
derecho a su libertad, ya que la misma obedece a una medida cautelar dispuesta por autoridad
jurisdiccional competente; tampoco se advierte la concurrencia del segundo presupuesto establecido
en la jurisprudencia constitucional con relación al absoluto estado de indefensión, ya que el
accionante tenía pleno conocimiento del proceso instaurado en su contra, manteniéndose activo
dentro del mismo; pero además, la determinación del Juez demandado de rechazar la solicitud y
tenerla por no presentada ante la inconcurrencia del jurista a la audiencia para su fundamentación,
bien pudo ser reclamada o protestada para recurrir en apelación ante el superior en grado tal cual lo
establece la segunda parte del art. 407 del CPP y dada la naturaleza de la reclamación, agotada la
vía ordinaria en caso de persistir la supuesta lesión del debido proceso vinculado al derecho a la
defensa, recién podía ser analizada y resuelta por esta jurisdicción pero a través de la acción de
amparo constitucional, que en el caso constituye la acción idónea para reparar las lesiones a la
garantía del debido proceso no vinculadas directamente con la libertad.
Por lo expresado, al no existir la concurrencia de los presupuestos de activación que permitan efectuar
la revisión de los supuestos actos lesivos que vulneran el debido proceso vía acción de libertad,
corresponde denegar la tutela solicitada.

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En consecuencia, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada aunque con otros


fundamentos, obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 11/2019 de 12 de
julio, cursante de fs. 25 a 27 vta., pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Segundo de El Alto
del departamento de La Paz, en suplencia legal de su similar primero; y en consecuencia, DENEGAR
la tutela solicitada, con la aclaración de no haberse ingresado al fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0772/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30173-2019-61-AL
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 27/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 40 a 42, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Gema Calle Flores en representación sin mandato de Jorge
Fernando López Paredes contra Alan Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del
departamento de La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 24 de julio de 2019, cursante a fs. 1; y, 4 y vta., el accionante a través
de su representante manifestó:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra, por la presunta comisión del delito
de violencia familiar o doméstica el 4 de julio de 2019, solicitó control jurisdiccional “…sobre las
citaciones realizadas por el Fiscal Heber Torrejon, sin embargo hasta la presente fecha no se tiene
ninguna respuesta sobre esta solicitud…” (sic); es decir, no obtuvo un pronunciamiento formal menos
oportuno acerca del riesgo de perder su libertad en caso de disponerse su aprehensión por dicha
autoridad.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y al debido
proceso, citando al efecto los arts. 22, 23.I y III, 24 y 109 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó “…CONCEDER LA TUTELA DE ACCIÓN DE LIBERTAD” (sic).
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 25 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 38 a 39
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su representante, ratificó el memorial de acción de libertad presentado, y
ampliando el mismo señaló: a) Fue citado por el Ministerio Publico para prestar su declaración
informativa el “4 de julio” -no indica año- a horas 9:00 en las dependencias de “…calle Potosí N° 944
de La Paz piso 1…” (sic) lugar al que se presentó y esperó más de una hora porque dicha
comunicación anunciaba que si no asistía se expediría mandamiento de aprehensión en su contra,
pero el Fiscal de Materia no estaba; b) Tiene sesenta y cuatro años, es insulino dependiente y se
inyecta tres veces al día, y por la preocupación de que en caso de inasistencia sería aprehendido, el
mismo día presentó memorial solicitando al Juez demandado control jurisdiccional a efectos de que
se le haga saber dónde debía constituirse para que se le tome su declaración informativa y cuáles
son los hechos investigados ya que la citación no contenía esta información; sin embargo, no obtuvo
ninguna respuesta; c) A la fecha no sabe si existe o no el aludido mandamiento en su contra debido
a que fue internado dos días, afectado por esa incertidumbre, ya que no puede tener alteraciones
emocionales pues está en riesgo su salud y si bien le dieron de alta, se encuentra en su domicilio en

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1016


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reposo absoluto; d) No se cumplió con el art. 132 del Código de Procedimiento Penal (CPP), porque
la autoridad de control jurisdiccional no se pronunció oportunamente sobre su solicitud y en
consecuencia no tiene quien resguarde sus derechos a la libertad, salud y vida que están en riesgo;
y, e) Solicitó que se conmine a la referida autoridad para que se manifieste dentro del plazo
establecido en el Código de Procedimiento Penal y realice el control jurisdiccional de la investigación
y actuados efectuados por el Ministerio Público.
I.2.2. Informe del demandado
Alan Mauricio Zárate Hinojosa, Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Primero de la Capital del departamento de La Paz, mediante informe escrito presentado el 25 de julio
de 2019, cursante a fs. 7 y vta., indicó que el memorial de solicitud de control jurisdiccional de 4 del
citado mes y año, cuenta con la providencia respectiva y el Ministerio Público ya fue notificado para
que responda en el plazo señalado; asimismo, se envió la conminatoria para poner fin a la etapa
preliminar.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante del Ministerio Púbico no presentó escrito alguno ni asistió a la audiencia pública de
esta acción de libertad no obstante su notificación cursante a fs. 6.
I.2.4. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 27/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 40 a 42, denegó
la tutela solicitada al no enmarcarse dentro de los alcances de los arts. 125 de la CPE y 67 del Código
Procesal Constitucional (CPCo), con los siguientes fundamentos: 1) Toda persona sometida a un
proceso judicial debe efectuar sus peticiones conforme a derecho ante el contralor de garantías
constitucionales; 2) Existió una respuesta a la petición de control jurisdiccional en sentido de que el
Fiscal de Materia emita informe en el plazo de setenta y dos horas y además se conminó para que
se dicte resolución “final” por haber vencido los plazos; 3) La Sentencia Constitucional Plurinacional
citada por el accionante, no tiene vinculación con la presente acción de libertad; 4) No se reclamó
que el Juez demandado vulneró algún derecho del impetrante de tutela, sino que fue el Fiscal de
Materia quien de manera constante no cumplió con aceptar su apersonamiento ni la recepción de su
declaración, cuando esta autoridad no fue demandada en la presente acción tutelar; y, 5) Se carece
de los fundamentos necesarios para determinar que la acción de libertad presentada se encuentre
dentro de las previsiones de los arts. 125 de la Ley Fundamental y 47 del citado Código, que la vida
del solicitante de tutela esté en peligro, que se halle ilegalmente perseguido o indebidamente
procesado, o que el Juez a quo haya emitido algún mandamiento de aprehensión en su contra.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa citación de 4 de junio de 2019, emitida por el Fiscal de Materia dentro de la denuncia
interpuesta por Violeta Soledad Martínez Evia contra Jorge Fernando López Paredes -accionante-, por
la supuesta comisión del delito de violencia intrafamiliar o doméstica, en la que citó, notificó y emplazó
al aludido para que se presente en dependencias del Ministerio Público de calle Potosí 944 piso 1 de
la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, el 4 de julio de ese año a horas 9:00, a fin de prestar su
declaración informativa sobre la referida denuncia en calidad de sindicado, haciendo constar que su
incumplimiento dará lugar a la emisión del mandamiento de aprehensión en su contra; notificándose
al prenombrado el 26 de junio del mismo año a horas 8:30 en su domicilio actual (fs. 3).
II.2. Por memorial presentado el 4 de julio de 2019 a horas 18:05 ante el Juez de Instrucción
Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la Capital del departamento de La Paz
-hoy demandado-, el peticionante de tutela solicitó control jurisdiccional a efectos de que el
representante del Ministerio Público “…CUMPLA Y NO ME HAGA ESPERAR INDEFINIDAMENTE EN
LOS LUGAR QUE ME CITA, Y PIDO SE ME RESGUARDE MI LIBERTAD, PUES TAL VEZ ARGUYA, QUE
NO ME HAGO PRESENTE A SUS CITACIONES” (sic [fs. 2 y vta.]).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1017


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II.3. El precitado memorial mereció el decreto de 5 del referido mes y año, por el que el Juez
demandado determinó: “Se tiene presente por lo expuesto en el memorial notifíquese al ministerio
para que en el plazo de 72 de horas a partir de su notificación informe sobre lo solicitado” (sic [fs.
34]).
II.4. Cursa Auto de Conminatoria de Etapa Preliminar 501/2019 de 24 de julio, dictado por dicha
autoridad, en el que dispone que por intermedio del Fiscal Departamental de La Paz se ordene al
Fiscal de Materia a cargo de la investigación, para que en el plazo de cinco días hábiles computables
a partir de su notificación emita resolución conclusiva conforme los arts. 301 numerales 1, 3 y 4 del
CPP bajo alternativa de responsabilidad funcionaria, disciplinaria u ordinaria en caso de
incumplimiento (fs. 36).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y al
debido proceso, en razón a que en la causa penal seguida en su contra, el Juez demandado no se
pronunció respecto al pedido de control jurisdiccional, pues el Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, no obstante de haber emitido orden de citación para que preste su declaración
informativa bajo conminatoria de aprehensión en caso de inconcurrencia, incumplió con la misma y
le hizo esperar por más de una hora, sin considerar que es una persona de la tercera edad enferma
de diabetes; por lo que, corre el riesgo de ser aprehendido.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. El debido proceso en la acción de libertad. Jurisprudencia reiterada
La SCP 1609/2014 de 19 de agosto, efectuando una reconducción de la línea jurisprudencial, en
relación a la activación de la acción de libertad cuando se denuncia la vulneración del debido proceso
estableció que: “…el Tribunal Constitucional Plurinacional considera que, partiendo de la propia
naturaleza jurídica de la acción de libertad, desarrollada en el Fundamento Jurídico anterior y cuyo
principal objetivo es precisamente tutelar de manera específica el derecho a la libertad, no puede
modificarse su esencia y ampliar su espectro de acción a aquellos asuntos netamente
procedimentales que, aún cuando devengan del área penal, no se hallen en vinculación con el
derecho a la libertad; en consecuencia, mediante la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se hace necesario reconducir el anterior entendimiento y restablecer la
jurisprudencia constitucional previa, respecto a la exigencia de vinculación entre el
derecho a la libertad y el debido proceso.
Este entendimiento, emerge precisamente de la interpretación literal y teleológica del art. 125 CPE,
que establece la procedencia de la acción de libertad, cuando se produzca una restricción o amenaza
de restricción ilegal o indebida a los derechos fundamentales a la vida y a la libertad física a raíz de
una persecución ilegal o un indebido procesamiento; en consecuencia, tratándose de la
procedencia de la acción de libertad en relación al debido proceso, debe entenderse que
la inobservancia a éste -debido proceso-, ha sido la causal principal para la afectación
del bien jurídico libertad; pues, de lo contrario, si los actos emergentes del
procesamiento no ponen en riesgo la libertad y no ocasionan su restricción, no podrán
ser evaluados y considerados a través de la acción de libertad, correspondiendo su
tratamiento, una vez agotados todos los medios intra procesales, a la acción de amparo
constitucional, como medio de defensa idóneo en el jurisdicción constitucional para
reparar y subsanar los defectos procesales en que pudieran haber incurrido tanto
servidores públicos como personas particulares”(las negrillas y el subrayado nos
corresponden).
III.2. Análisis del caso concreto
De acuerdo a lo señalado por el accionante a través de su representante, en el proceso penal seguido
en su contra, el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Primero de la
Capital del departamento de La Paz, no se pronunció sobre su pedido de control jurisdiccional, pues

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1018


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el Fiscal de Materia a cargo de la investigación, no obstante haber emitido orden de citación para
que preste su declaración informativa bajo conminatoria de aprehensión en caso de inconcurrencia,
incumplió con la misma y le hizo esperar por más de una hora sin considerar que es una persona de
la tercera edad y que se encuentra enfermo de diabetes; por lo que, corre el riesgo de ser
aprehendido.
Establecido el problema jurídico traído en revisión, es necesario remitirnos al Fundamento Jurídico
III.1 del presente fallo constitucional a efectos de determinar si en los hechos denunciados se
cumplen los presupuestos exigidos por la jurisprudencia constitucional para ingresar al análisis de
fondo del mismo, habida cuenta que la protección que otorga la acción de libertad con relación a la
vulneración del debido proceso no abarca a todas las formas en que puede ser infringido, sino sólo
a aquellos supuestos que estén vinculados directamente con el derecho a la libertad personal o de
locomoción, por operar como causa directa de su restricción y, además, cuando se acredite un
absoluto estado de indefensión.
En tal sentido, del supuesto fáctico descrito, se tiene que el acto denunciado de falta de
pronunciamiento del Juez de la causa sobre el control jurisdiccional impetrado por el peticionante de
tutela, no pone en riesgo su libertad ni produce la limitación de ese derecho fundamental pues este
presunto hecho no constituye causa alguna de restricción o supresión de su libertad, siendo evidente
que el accionante a consecuencia del mismo no se encuentra privado de su libertad y mucho menos
se advierte la existencia de un mandamiento de aprehensión que vaya a restringir su libre locomoción,
máxime, si consideramos que el Juez demandado atendió lo solicitado pidiendo informe al Fiscal de
Materia sobre la denuncia efectuada en su contra y emitió además conminatoria para que dicte la
resolución “final” que corresponda al estar cumplido el plazo de la etapa preliminar de la investigación.
Sobre el presunto absoluto estado de indefensión, se tiene que el titular de la acción tutelar se halla
ejerciendo su derecho a la defensa a plenitud, habiendo presentado, -como él mismo afirma-
diferentes memoriales con el fin de apersonarse al proceso penal y elevar denuncia ante el Juez a
cargo del control jurisdiccional; es decir, está haciendo uso de los mecanismos intraprocesales a su
alcance reconocidos por el ordenamiento jurídico; en tal sentido, se advierte que tampoco se cumple
con el segundo presupuesto exigido por la jurisprudencia constitucional a efectos de la consideración
de fondo de la presente acción tutelar.
Por lo que, al no advertirse una vinculación directa con el derecho a la libertad y, menos aún, la
existencia del estado de indefensión del accionante, la lesión del derecho al debido proceso alegada,
debió ser reclamada a través de la acción de amparo constitucional, puesto que esa es la vía idónea
para la tutela de este derecho y no así la acción de libertad; por lo que, al no haberse demostrado la
concurrencia de los presupuestos señalados en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, esta jurisdicción se ve impedida de ingresar al análisis de fondo de la presente acción
de defensa.
Cabe indicar que en los hechos, no se reclamó que la autoridad judicial demandada hubiera vulnerado
algún derecho del peticionante de tutela, sino más bien el Fiscal de Materia a cargo de la
investigación, de quien alega que no cumplió con aceptar su apersonamiento ni la recepción de su
declaración y que es probable que dicte mandamiento de aprehensión en su contra cuando él cumplió
con la citación que le fue notificada, al respecto, es preciso señalar que el hecho de que dicha
autoridad disponga la conminatoria de aprehensión en caso de inconcurrencia a la declaración
informativa tampoco constituye causa directa para la supresión del derecho a la libertad, menos aún
cuando concurrió a la misma; sin embargo, al no haber sido demandada esta autoridad en la presente
acción tutelar no es posible ingresar al análisis de fondo de sus actuaciones, en atención de su
derecho a la defensa.
En consecuencia, el Tribunal de garantías al haber denegado la tutela solicitada, actuó de forma
correcta.
POR TANTO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1019


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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 27/2019 de 25 de julio, cursante de fs. 40 a 42,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Octavo de la Capital del departamento de La Paz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada, en base a los fundamentos jurídicos expuestos en
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0773/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29634-2019-60-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución 1/2019 de 4 de junio, cursante de fs. 516 a 525 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Roxana Guehisa Solis Salazar en
representación de María Celia Vidal Severiche contra Ángela Sánchez Panozo y María Tereza
Garrón Yucra, Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 31 de enero y 12 de febrero de 2019, cursantes de fs. 192 a 207, y
210 a 211 vta., la accionante a través de su representante expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 13 de abril de 2018, Toribio Silvestre Campos y Joohny Edwin Flores Gutiérrez formularon en su
contra ante el Juzgado Agroambiental de Punata del departamento de Cochabamba, una demanda
de desalojo por avasallamiento, argumentando que son propietarios de una parcela de terreno,
encontrándose en posesión del mismo; ante ese hecho, se apersonó al juicio oral agrario, negando
los extremos de la demanda y acompañando documentación que acredita el derecho propietario del
terreno en cuestión, el cual se halla protocolizado como consta en el segundo Testimonio de 12 de
septiembre de 2005, debidamente registrado en Derechos Reales (DD.RR.) de Punata, bajo Folio
Real con Matrícula 3.04.3.03.0004479 y que nunca avasalló, ya que la posesión del predio objeto de
la litis, deviene de un acuerdo convencional, siendo sucesiva, permanente y pacífica, exenta de
violencia física y moral.
No obstante, la Jueza Agroambiental de Punata del citado departamento, pronunció la Sentencia
04/2018 de 16 mayo, declarando probada la demanda con base en argumentos y fundamentos que
van contra la normativa legal vigente; por tal motivo, interpuso recurso de casación en el fondo y
forma, denunciando la ilegalidad de dicho fallo, detallando cada uno de los defectos cometidos en el
indicado proceso; sin embargo, las Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental,
emitieron el Auto Agroambiental Plurinacional S1a 55/2018 de 31 de julio, dictaminando infundado el
aludido recurso, y en consecuencia subsistente el merituado fallo, razonando en sentido que la
emisión de una resolución ejecutorial motivada por un proceso de saneamiento unilateral, tiene la
capacidad de anular documentos civiles como la transferencia, la misma que se encuentra
protocolizada.
Asimismo, durante la sustanciación del proceso y la resolución del recurso de casación, las
autoridades demandadas no establecieron ni precisaron la comisión de la conducta antijurídica de
avasallamiento para la viabilidad del desalojo, toda vez que dicho instituto no opera cuando existen
dos derechos propietarios encontrados o en conflicto como sucede en el caso presente, donde su
persona tiene pleno derecho propietario sobre el bien que se reclamó como avasallado. Por otra
parte, el fallo cuestionado contiene una fundamentación y motivación insuficiente, ya que no brindó
una respuesta formal ni motivada con relación a los hechos referidos como lesivos, concluyendo que
su derecho quedó extinto, sin considerar que la Resolución Suprema (RS) 225851 fue emitida el 28
de diciembre de 2005, posterior a la compra y registro en DD.RR. de su propiedad, no existiendo
además sentencia ejecutoriada que declare nula la compra de 10 de julio de 2002; extremo ignorado
por las citadas autoridades, amenazando y restringiendo el contenido esencial del derecho a la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1021


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propiedad privada, al contar con títulos de propiedad debidamente registrados que le asignan la
condición de propietaria y no pueden ser anulados por una decisión jurisdiccional.
Finalmente, en la sustanciación del recurso de casación que interpuso, no se realizó una adecuada
valoración de la prueba que aportó y presentó, motivo por el cual acude a esta acción tutelar a
efectos de obtener una respuesta justa y conforme a derecho.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante a través de su representante denunció como lesionados sus derechos al debido proceso
en sus componentes de aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, fundamentación y motivación
de las resoluciones y valoración de la prueba, a la propiedad privada, acceso a la justicia o tutela
judicial efectiva y los principios de legalidad, seguridad jurídica y verdad material, citando al efecto
los arts. 56, 115, 117 y 120 de la Constitución Política del Estado (CPE); y, 8.1 y 25.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Se deje sin efecto el Auto Agroambiental Plurinacional
S1a 55/2018, debiendo las Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, dictar un nuevo
auto resolviendo objetivamente las denuncias planteadas en el recurso de casación en el fondo y
forma; y, b) Se condene en costas procesales.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
Celebrada la audiencia pública el 4 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 513 a 515,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de sus abogados, reiteró los fundamentos expuestos en su acción de amparo
constitucional, añadiendo que las autoridades demandadas tratan de soslayar el mal trabajo
efectuado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), quien no advirtió si el bien objeto de
saneamiento tiene o no registro en DD.RR. y que dio origen a la existencia de tres derechos
propietarios registrados, oponiéndose a que esa propiedad cambie de uso de suelo, de rural a urbana,
así el INRA ya no tuviera potestad de proceder a la cancelación de ese registro en DD.RR. Asimismo,
en la Resolución impugnada no se dijo por qué se determinó la nulidad, simplemente mencionó como
nace de este título y que todos los actos posteriores son nulos, empero, no se explicó en que queda
el art. 546 del Código Civil (CC); situación que tiene que ver con la aplicación objetiva del
ordenamiento jurídico y la motivación. Nunca fue demandada en el proceso de saneamiento y pese
a que este es público, debió existir una notificación personal a aquellas personas que cuentan con
antecedente agrario, antes de realizarse el saneamiento. Respecto al Informe Técnico donde se
establece que existe actividad agraria en el predio realizada por su persona, el Auto Nacional
Agroambiental cuestionado no se pronunció sobre la propia prueba que generó el mismo Juzgado
Agroambiental a través de su técnico; pidiendo que compulsados los argumentos de su acción de
defensa, se le conceda la tutela demandada.
I.2.2. Informe de las demandadas
Ángela Sánchez Panozo y María Tereza Garrón Yucra, Magistradas de la Sala Primera del Tribunal
Agroambiental, el 1 de abril de 2019 mediante sus representantes, presentaron informe escrito
cursante de fs. 310 a 314, señalando que: 1) La accionante expresó su desacuerdo con el fallo
emitido, pretendiendo hacer valer una interpretación o aplicación de las normas según su criterio
propio, situación que no es permisible, toda vez que se afectaría la jurisdicción y competencia del
Tribunal Agroambiental; por ello, no corresponde realizar la valoración de los cuestionamientos
analizados y resueltos en la Resolución impugnada; asimismo, según la SCP “1194/2016-S1”, entre
otras, la jurisdicción constitucional está impedida de ingresar a valorar la prueba, al ser una atribución
privativa y exclusiva de las autoridades jurisdiccionales o administrativas; 2) No es evidente la
vulneración a la aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, ya que al momento de dictarse el Auto
Agroambiental Plurinacional recurrido, en ningún momento se apartaron y menos desconocieron la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1022


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aplicación mencionada como acusa la peticionante de tutela; 3) Se aplicó la norma pertinente al caso
y al haberse anulado los títulos ejecutoriales individuales y colectivos, a través de los cuales Cleofé
López fue beneficiaria, la transferencia o compra realizada por María Vidal Severiche quedó nula, no
habiendo transgredido el derecho al debido proceso en su elemento de motivación, la cual no implica
una exposición ampulosa de considerandos y citas legales, sino exige una estructura de forma y
fondo, según expresó la jurisprudencia constitucional; 4) Si bien la solicitante de tutela señaló los
documentos sobre los que supuestamente se realizó una inadecuada valoración, empero no explicó
de qué manera la misma haya conculcado su derecho o cómo se incurrió en esta, no siendo suficiente
señalar o puntualizar argumentos que no se encuentran debidamente fundamentados y respaldados
conforme el art. 33 del Código Procesal Constitucional (CPCo); 5) No mencionó como la Resolución
recurrida amenazó el derecho a la propiedad privada, debiendo señalar la suficiente carga
argumentativa a objeto de establecer de manera clara y específica el nexo de conexitud entre los
hechos que indica como vulneratorios y el derecho o derechos que reclama; 6) No se evidenció la
transgresión del derecho de acceso a la justicia, ya que luego que la peticionante de tutela fue
demandada en el proceso de desalojo por avasallamiento, acudió al Tribunal Agroambiental
impugnando la Sentencia 04/2018, ejerciendo el derecho que la ley le franquea de plantear el recurso
de casación, mereciendo a tal fin la resolución correspondiente, interponiendo inclusive esta acción
de defensa; y, 7) El fallo impugnado cuenta con los elementos que hacen a la fundamentación,
motivación y congruencia, dando respuesta a todos los puntos reclamados en el recurso de casación,
en estricta aplicación de la normativa legal vigente; solicitando se deniegue la tutela demandada.
Asimismo, en audiencia a través de su abogado, ratificaron el informe presentado, arguyendo que al
realizar el proceso de saneamiento, se hizo un relevamiento de expedientes agrarios, se identificó el
área donde se iba a ingresar tanto físicamente como con los antecedentes agrarios; producto de ello
es que la resolución del proceso de saneamiento hizo referencia a una resolución dictada por el
Consejo Nacional de Reforma Agraria, habiéndose emitido el Título Ejecutorial de 7 de febrero de
2009 debidamente registrado en DD.RR., acreditando los demandantes con prueba su pretensión,
considerando que en esa jurisdicción tiene prevalencia el título ejecutorial frente a otras
transferencias; siendo evidente por otra parte, que la impetrante de tutela no participó en el proceso
de saneamiento a objeto de hacer valer su derecho propietario, y al verificar quien tiene el
cumplimiento de la función social, se determinó el derecho propietario de Carlos Soto y posterior
transferencia a los terceros interesados.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Toribio Silvestre Campos y Joohny Edwin Flores Gutiérrez, no presentaron informe alguno, tampoco
asistieron a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 475 y 476.
I.2.4. Resolución
El Juez Público Mixto de Familia de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Tarata del
departamento de Cochabamba, constituido en Juez de garantías, mediante Resolución 1/2019 de 4
de junio, cursante de fs. 516 a 525 vta., denegó la tutela solicitada, con la consiguiente
improcedencia de la acción de amparo constitucional, al no haberse agotado las vías o recursos para
reclamar por sus derechos de acuerdo a ley; a tal efecto, expresó los siguientes fundamentos: i) La
RS 225851 fue dictada durante la Presidencia de Eduardo Rodríguez Veltzé, dentro de un proceso de
saneamiento simple a instancias de Alejandro Chambi y Fernando Soto Sejas, respecto al predio
denominado “Llave Mayu”, encontrándose dentro de las atribuciones del prenombrado, por lo que no
resulta una determinación ilegal mientras no se demuestre lo contrario según lo establecen los arts.
8.I, 38 y 67.II.1 de la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (LSNRA); ii) A la fecha dicha
Resolución que resultaría ser lesiva a los intereses de la accionante, no fue denunciada por la misma
a través de ninguna vía legal; asimismo, su pronunciamiento se fundamenta en que las propiedades
de la prenombrada no cumplían una Función Económica Social (FES) como exige la citada Ley,
concordante con los arts. 393 y 397.I de la CPE; aspectos que tuvieron que ser considerados por el
Juez Agroambiental de primera instancia dentro del proceso de desalojo por avasallamiento, como
por las autoridades demandadas, al emitir su fallo cuestionado; iii) Ninguna de las referidas

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autoridades anularon o desconocieron el derecho propietario de la solicitante de tutela, y menos


indicaron que el documento de la propiedad adquirida de la propietaria original, no tenga validez,
tampoco ordenaron la cancelación del registro de su documento de venta, sino que su título
ejecutorial individual quedó nulo por determinación del punto 3 de la RS 225851, no habiéndose
vulnerado los arts. 56 y 393 de la Norma Suprema, en cuanto al derecho a la propiedad privada
agraria y menos el art. 105 del CC; iv) La decisión asumida podía ser impugnada por la vía de un
proceso contencioso administrativo, conforme al art. 68 de la LSNRA en el plazo de treinta días,
computables a partir de su legal notificación; v) En cuanto al avasallamiento, los actores acreditaron
su derecho propietario sobre la extensión avasallada, por su parte, la peticionante de tutela presentó
sus títulos y documentos, en ningún momento se desconoció su derecho propietario inicial, sino que
se adjuntó la RS 225851 que anuló el título ejecutorial del cual provino el mismo; por ello, no existe
mala aplicación de la normativa, menos de los arts. 546 y 547 del CC; vi) La Jueza de instancia para
dictar su fallo, valoró la prueba de acuerdo a su prudente criterio y aplicando la normativa pertinente;
por lo que la vía para reclamar esos aspectos, era el recurso de casación en el fondo y en la forma
tal como sucedió, cuyas autoridades demandadas lo declararon infundado, no pudiendo ahora valorar
la prueba que corresponde exclusivamente al órgano jurisdiccional; vii) Ante la aparente
concurrencia de sobre posiciones entre las propiedades alegada por la impetrante de tutela la
afectación de su derecho propietario de modo ilegal, tiene expedita una eventual acción de
reivindicación, la nulidad de los nuevos títulos que se obtuvieron con la RS 225851 que anuló el título
ejecutorial del cual emergía su derecho propietario, o una acción de mejor derecho en la vía llamada
por ley; vías que no se agotaron aún en el presente caso; viii) El fallo impugnado se pronunció sobre
todos los aspectos señalados como conculcados en el recurso de casación de fondo y forma con la
debida motivación, efectuando una valoración integral y de análisis, contrastando con todos los
antecedentes y cumpliendo con el requisito de la congruencia; ix) Asimismo, las autoridades
demandadas efectuaron el control de legalidad de manera objetiva, no habiéndose evidenciado
transgresión de los derechos y garantías de la prenombrada; y, x) No se conculcó el derecho de
acceso a la justicia alegado en esta acción tutelar, por cuanto se brindó a la accionante todas las
posibilidades de defensa dentro de los procesos judiciales e incluso los recursos que la ley le franquea.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 13 de abril de 2018, Toribio Silvestre Campos y Joohny Edwin
Flores Gutiérrez formularon ante la Jueza Agroambiental de Punata del departamento de
Cochabamba, demanda judicial de desalojo por avasallamiento contra María Celia Vidal Severiche -
ahora accionante- (fs. 18 a 21); en virtud a ello, la citada autoridad jurisdiccional pronunció la
Sentencia 04/2018 de 16 de mayo, declarando probada la demanda, disponiendo que la peticionante
de tutela desaloje voluntariamente la fracción de terreno denominada OTB LLAVE MAYU II PARCELA
14, de la extensión superficial de 0 2449 ha, ubicado en el cantón Arpita, sección Tercera, provincia
Esteban Arce del citado departamento, en el plazo de noventa y seis horas y para el caso de no
ejecutarse el desalojo voluntario, fijó un plazo perentorio de diez días para su ejecución (fs. 115 a
117 vta.).
II.2. Por escrito de 28 de mayo del mismo año, la accionante presentó recurso de casación en el
fondo y en la forma contra la citada Sentencia 04/2018 (fs. 149 a 169 vta.). Producto de ello, las
Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, emitieron el Auto Agroambiental
Plurinacional S1a 55/2018 de 31 de julio, declarando infundado el recurso de casación incoado,
con costas a ser reguladas por la Jueza de instancia (fs. 3 a 8 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante a través de su representante denuncia la lesión de sus derechos al debido proceso en
sus componentes de la aplicación objetiva del ordenamiento jurídico, fundamentación y motivación
de las resoluciones y valoración de la prueba, a la propiedad privada, acceso a la justicia o tutela
judicial efectiva y los principios de legalidad, seguridad jurídica y verdad material; aduciendo que,
dentro del proceso de desalojo por avasallamiento interpuesto en su contra, las autoridades

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demandadas dictaron el Auto Agroambiental Plurinacional S1 a 55/2018 de 31 de julio, declarando


infundado el recurso de casación en el fondo y en la forma que interpuso; fallo que no contiene una
fundamentación y motivación suficiente, ya que no brindó respuesta formal ni motivada sobre los
hechos referidos como lesivos, concluyendo que su derecho quedó extinto, sin considerar que la RS
225851 de 28 de diciembre de 2005 se emitió con posterioridad a la compra y registro de su derecho
propietario, no existiendo sentencia ejecutoriada que declare nula la compra que realizó de 10 de
julio de 2002; asimismo, no se efectuó una adecuada valoración de la prueba que presentó.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la fundamentación y motivación de las resoluciones judiciales o
administrativas como componente del debido proceso. Jurisprudencia reiterada
Al respecto, la jurisprudencia constitucional refirió que la fundamentación y motivación que realice
un servidor público a tiempo de emitir una determinación, debe exponer con claridad los motivos que
sustentaron su decisión, entre otras la SC 0863/2007-R de 12 de diciembre, señaló: “…la garantía
del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de las
resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer
los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga
los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura
de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de
que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino
que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al
juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento
de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
(…)
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa pero clara y satisfacer todos los
puntos demandados, debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que
justifiquen razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se
tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando la resolución aún siendo extensa
no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión, dichas normas se tendrán por
vulneradas” (las negrillas nos corresponden).
Por su parte, la SCP 0450/2012 de 29 de junio, remarcó: “La jurisprudencia señaló que el debido
proceso es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales,
jurisdiccionales y administrativas, y constituye una garantía de legalidad procesal
prevista por el constituyente para proteger la libertad, la seguridad jurídica y la
fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales o administrativas. Abarca un
conjunto de derechos y garantías mínimas que garantizan el diseño de los procedimientos judiciales
y administrativos, entre sus elementos se encuentra la fundamentación y motivación de las
resoluciones, a las que toda autoridad a cargo de un proceso está obligada a cumplir, no
solamente a efectos de resolver el caso sometido a su conocimiento, sino exponiendo de
manera suficiente, las razones que llevaron a tomar cierta decisión, así como las
disposiciones legales que sustentan la misma, es decir, debe llevar al convencimiento
que se hizo justicia, tanto a las partes, abogados, acusadores y defensores, así como a la
opinión pública en general; de lo contrario, no sólo se suprimiría una parte estructural de la
resolución sino impediría que las partes del proceso conozcan los motivos que llevaron a dicha
autoridad a asumir una determinación, lo que no implica que dicha motivación contenga una
exposición ampulosa y sobrecargada de consideraciones y citas legales, basta con que ésta sea
concisa pero clara y satisfaga todos los aspectos demandados…” (las negrillas son nuestras).

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Asimismo, la SCP 1414/2013 de 16 de agosto, efectuando una distinción entre motivación y


fundamentación, señaló lo siguiente: “El derecho a la fundamentación de un fallo es una garantía de
legalidad que establece que todo acto de autoridad precisa encontrarse debidamente fundado y
motivado, entendiéndose por lo primero la obligación de la autoridad que lo emite para
citar los preceptos legales, sustantivos y adjetivos, en que se apoye la determinación
adoptada; y por lo segundo, que exprese una serie de razonamientos lógico-jurídicos
sobre el porqué considera que el caso concreto se ajusta a la hipótesis normativa” (las
negrillas nos corresponden).
Sobre este mismo tema, la SCP 0712/2015-S3 de 3 de julio, concluyó que: “…la fundamentación
consiste en la justificación normativa de la decisión judicial, y la motivación es la
manifestación de los razonamientos que llevaron a la autoridad a la conclusión de que el
acto concreto que se trate, se encuentra, por una parte probado, lo que supone que la
autoridad judicial debe explicar las razones por las cuales considera que la premisa
fáctica se encuentra probada, poniendo de manifiesto la valoración de la prueba
efectuada, y por otra explicando por qué el caso encuadra en la hipótesis prevista en el
precepto legal -contexto de justificación-. Por consiguiente, no basta que en el derecho positivo
exista un precepto que pueda sustentar el acto de la autoridad, ni un motivo para que ésta actúe en
consecuencia, sino que es indispensable que se hagan saber al afectado los fundamentos y motivos
del procedimiento respectivo, ya que solo así estará en aptitud de defenderse como estime
pertinente; de esta forma, se entiende que la fundamentación debe ser específica al caso de que se
trate y la motivación explícita” (las negrillas son añadidas).
III.2. Sobre el principio de congruencia como elemento del debido proceso.
Jurisprudencia reiterada
Al respecto, reiterando entendimientos jurisprudenciales anteriores, la SC 0486/2010-R de 5 de julio,
señaló: “…la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto;
ahora bien, esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda
resolución, ya sea judicial o administrativa, y que implica también la concordancia entre
la parte considerativa y dispositiva: sino que además, debe mantenerse en todo su
contenido, efectuando un razonamiento integral y armonizado entre los distintos
considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La concordancia de contenido
de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo considerado y lo resuelto, conlleva
a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese razonamiento que llevó a la determinación
que se asume. En base a esas consideraciones, es que quien administra justicia, emitirá fallos
motivados, congruentes y pertinentes.

(…)

El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios


formulada por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice
el principio procesal de congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia,
debe responder a la petición de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo
la pretensión jurídica de primera y/o segunda instancia” (las negrillas y subrayado nos
corresponden).
Razonamiento que fue reiterado a través de las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
0255/2014 de 12 de febrero y 0704/2014 de 10 de abril.
Por su parte, la SCP 1083/2014 de 10 de junio, respecto a este principio estructurante del debido
proceso, expresó que: “El debido proceso se integra por diferentes elementos que viabilizan las
garantías mínimas del justiciable; así, la congruencia de las resoluciones judiciales, constituye el
debido proceso. Al respecto, Guillermo Cabanellas, entiende al principio de congruencia como:

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‘Oportunidad, conveniencia entre preguntas y respuestas; entre demandas y concesiones o


resoluciones. II Conformidad entre el fallo judicial y las pretensiones plateadas por las partes.
Las sentencias deben ser congruentes con las súplicas de las demandas, de su contestación o de su
reconvención, sin que hechos posteriores a la discusión escrita puedan modificar los términos en que
fue trabada la litis. La discrepancia entre sentencia y demanda permite los recursos establecidos por
los códigos de procedimiento…’.
En el marco de la premisa anterior y, desde una óptica doctrinal, la congruencia de las resoluciones
judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones; primero, relativo a la congruencia
externa, la cual se debe entender como el principio rector de toda determinación judicial, que exige
la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento de las partes (demanda, respuesta e
impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades judiciales, en definitiva, es una prohibición
para el juzgador considerar aspectos ajenos a la controversia, limitando su consideración a
cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y, segundo, la congruencia interna,
referido a que, si la resolución es comprendida como una unidad congruente, en ella se debe cuidar
un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la parte considerativa de los hechos, la
identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la interpretación de las normas y los
efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que, en una misma resolución no existan
consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la misma decisión” (las negrillas son
nuestras).
III.3. Sobre la valoración de la prueba en sede constitucional
Al respecto, la SC 0854/2010-R de 10 de agosto, señaló: “…dada la finalidad de las acciones tutelares,
que esencialmente son protectoras de derechos fundamentales y que por tanto no son una instancia
casacional o alternativa de las vías ordinarias; es preciso recordar que este Tribunal a través de
las diversas acciones tutelares no puede realizar una nueva valoración de la prueba sobre
la problemática de fondo que motivó la decisión judicial o administrativa impugnada,
pues ello sería invadir otras jurisdicciones desnaturalizando la esencia de esta acción
tutelar por cuanto la valoración de la prueba es una facultad privativa de dichas
instancias ordinarias; esa es la regla y la línea jurisprudencial adoptada. No obstante, como toda
regla en ciertos casos conlleva una excepción, de manera muy excepcional el Tribunal Constitucional,
puede determinar si se valoró o no la prueba, si se omitió alguna valoración pese a la presentación
oportuna y conforme a ley o la misma resulta arbitraria e irracional; sin embargo, no puede sustituir
la valoración, sino disponer se emita nueva resolución con una adecuada valoración probatoria por
parte del mismo órgano o instancia ordinaria” (las negrillas nos corresponden).
Entendimiento reiterado por la SC 1626/2011-R de 21 de octubre.
Por su parte, la SCP 0030/2014 de 3 de enero, señaló: “El Tribunal Constitucional Plurinacional, como
el titular de la jurisdicción constitucional, tiene definido su ámbito de acción; así, en lo que concierne
a la valoración de pruebas, la uniforme jurisprudencia constitucional sostuvo que dicha labor es
competencia exclusiva de la jurisdicción ordinaria, en tal sentido, la SC 0685/2006-R de 17 de julio,
precisó que esta jurisdicción: ‘…no puede pronunciarse sobre cuestiones que son de exclusiva
competencia de los jueces y tribunales ordinarios, y menos atribuirse la facultad de revisar la
valoración de la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales competentes, excepto, en
los casos en los que resulta evidente que la prueba aportada ha sido ignorada por el juzgador o
cuando la valoración realizada es arbitraria e irrazonable y no obedece a los marcos legales
de razonabilidad y equidad, originando como lógica consecuencia la lesión a derechos y garantías
fundamentales, conforme se ha establecido en la SC 0577/2002-R, de 20 de mayo, reiterada por las
SSCC 1047/2004-R, 0227/2004-R, 0294/2003-R…’.
En ese marco de consideraciones, la doctrina constitucional a través de la SC 0965/2006-R de 2 de
octubre, identificó los supuestos en que ésta jurisdicción puede ejercitar el control de
constitucionalidad, sobre labores propias de la jurisdicción ordinaria, como es la valoración de las
pruebas, conforme al entendimiento que sigue: ‘…siendo competencia de la jurisdicción

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1027


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constitucional, revisar excepcionalmente la labor de valoración de la prueba desarrollada por la


jurisdicción ordinaria, únicamente, se reitera, cuando en dicha valoración: a) exista apartamiento de
los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, b) cuando se haya adoptado
una conducta omisiva expresada, entre otras, en no recibir, producir o compulsar cierta prueba
inherente al caso y, su lógica consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías
constitucionales; dicha competencia del tribunal constitucional, se reduce, en ambos casos, a
establecer la ausencia de razonabilidad y equidad en la labor valorativa o la actitud omisiva en esta
tarea, pero en ningún caso a sustituir a la jurisdicción ordinaria examinando la misma’” (las negrillas
son añadidas).
La jurisprudencia citada, estableció que la facultad de valoración de la prueba corresponde a la
jurisdicción ordinaria por ser de su exclusiva competencia y no así al Tribunal Constitucional
Plurinacional y menos revisar la misma, que hubiere efectuado las autoridades jurisdiccionales; en
ese sentido, este Tribunal no puede pronunciarse al respecto y menos atribuirse la potestad de revisar
la valoración de la prueba que hubieran efectuado las autoridades judiciales, debido a que la acción
de amparo constitucional no es una instancia procesal más de revisión de resoluciones, excepto en
algunos casos: cuando exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad
previsible para decidir, y cuando se haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y su lógica
consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales.
III.4. Análisis del caso concreto
Descrito el marco jurisprudencial para el examen del presente caso, de la revisión y cotejo de los
antecedentes que cursan en el expediente, se llegó a evidenciar que el 13 de abril de 2018, Toribio
Silvestre Campos y Joohny Edwin Flores Gutiérrez formularon demanda de desalojo por
avasallamiento contra María Celia Vidal Severiche -ahora accionante- ante la Jueza Agroambiental de
Punata del departamento de Cochabamba; a tal efecto, la citada autoridad judicial pronunció la
Sentencia 04/2018 de 16 de mayo, declarando probada la demanda, disponiendo que la peticionante
de tutela desaloje voluntariamente la fracción de terreno denominada OTB Llave Mayu II, parcela 14,
ubicado en el cantón Arpita, sección Tercera, provincia Esteban Arce del citado departamento, en el
plazo de noventa y seis horas y para el caso de no ejecutarse el mismo, fijó un plazo perentorio de
diez días para su ejecución.
Producto de dicha determinación, la impetrante de tutela interpuso recurso de casación en el fondo
y en la forma contra el mencionado fallo; en mérito a ello, las Magistradas de la Sala Primera del
Tribunal Agroambiental -ahora demandadas-, pronunciaron el Auto Agroambiental Plurinacional S1a
55/2018 de 31 de julio, declarando infundado el recurso de casación incoado.
Establecidos los antecedentes procesales, se advierte que la accionante denunció entre otros
aspectos, falta de fundamentación y motivación en el fallo precitado, y si bien no hizo alusión al
principio de congruencia como componente del debido proceso; sin embargo, en su acción tutelar
señaló expresamente que las autoridades demandadas: “…cayendo en INCONGRUENCIA
OMISIVA e INSUFICIENTE, por cuanto no brinda una respuesta formal ni motivada, sobre los
hechos referidos como lesivos…” (sic); en consecuencia, este Tribunal analizará si se observó o no el
citado principio, en la emisión de la Resolución cuestionada, a efectos de determinar la veracidad de
lo expresado por la solicitante de tutela.
Asimismo, respecto a lo vertido por el Juez de garantías, en sentido que la decisión asumida en la RS
225851 de 28 de diciembre de 2005 emergente del proceso de saneamiento sustanciado, podía ser
impugnada por la accionante, a través del recurso contencioso administrativo, conforme previene el
art. 68 de la LSNRA, por lo cual no habría agotado -entre otras- las vías legales en el presente caso;
cabe señalar que, al no haber sido parte del merituado proceso, se entiende que no tuvo conocimiento
de dicha Resolución Suprema, por tal motivo no corresponde aplicar el principio de subsidiariedad al
presente caso, sino ingresar al análisis de fondo, a objeto de resolver la problemática planteada.
En ese marco, corresponde verificar en primera instancia los puntos de agravio identificados en su
recurso de casación interpuesto contra la Sentencia 04/2018, emitida por la Jueza Agroambiental de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1028


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Punata, para así determinar si las citadas autoridades del Tribunal Agroambiental, consideraron o no
los mismos a tiempo de dictar su fallo correspondiente:
- Recurso de casación en el fondo.- a) La autoridad judicial desconoció su derecho propietario
registrado en DD.RR. conforme al Título Ejecutorial 23985 expedido el 28 de mayo de 1992, mediante
compra de su anterior propietaria Cleofé López, efectuando en la transferencia la posesión pacífica y
el cumplimiento de la función social, manteniendo su habitualidad, no existiendo sentencia judicial
pasada en autoridad de cosa juzgada que anule su derecho propietario; b) La Sentencia se basa en
la RS 225851 emitida por el Presidente del Estado, como emergencia de un proceso agrario
administrativo de saneamiento, el cual no tiene alcances para anular documentos convencionales de
transferencia o de derecho propietario alguno emergentes de un contrato, vulnerando el art. 546 del
CC; c) Al sostener que su documento de derecho propietario no tiene valor legal alguno por haberse
anulado su antecedente agrario en virtud a una resolución administrativa, realizó una interpretación
errónea y aplicación indebida del art. 547 del aludido Código, puesto que las características de un
acto administrativo son diferentes a un contrato; d) Realizó una aplicación indebida de la Ley 0477
de 30 de diciembre de 2013 referente a la procedencia del desalojo por avasallamiento, ya que su
persona acreditó su derecho propietario sobre el bien objeto de la litis, no pudiendo un propietario
avasallar su propia heredad ni estar en la clandestinidad respecto a su posesión; infringiendo los arts.
115.II y 117 de la CPE; e) En el acta de inspección de 4 de mayo de 2018, no se transcribieron las
actuaciones judiciales y determinaciones valorativas de la Jueza Agroambiental; asimismo, en el acta
de audiencia de 7 de igual mes y año se transcribió actuaciones que no se desarrollaron en el citado
acto procesal, transgrediendo lo establecido por los arts. 98.II y III.3 y 4, 138, 142 y 145 del Código
Procesal Civil (CPC); f) Con la emisión de la Sentencia recurrida se le coarta el ejercer libremente su
derecho a usar, gozar y disponer de su propiedad, conculcando el art. 105 del CC y consagrado en
los arts. 56.I y II, con relación al 393 de la Norma Suprema; g) Se transgredió el art. 1286, respecto
a los arts. 1287 y 1289 del Sustantivo Civil, al no haberle dado ningún valor probatorio al Segundo
Testimonio de 12 de octubre de 2005, sobre la transferencia de varias parcelas de terreno efectuada
a su favor por Cleofé López de 10 de julio de 2002 y registrado en DD.RR. de Punata desde 1996;
tampoco consideró el Informe Técnico de 9 de mayo de 2018, elaborado por el Técnico de Apoyo del
Juzgado Agroambiental de Punata, menos el Informe Técnico 010/UUA/1018 y el Informe Legal
A.L.G.A.M.A. VMCP D/4 001/2018 ambos de 5 de febrero; y, h) La autoridad judicial ignoró la prueba
cursante en obrados, incurriendo en errores de hecho y de derecho en la valoración de las mismas
de descargo documentales y testificales, conforme prevé el art. 271 del CPC.
- Recurso de casación en la forma.- 1) El fallo impugnado no cumple con los requisitos exigidos
por el art. 213.II.3 del Código Adjetivo Civil, al no establecer los hechos probados o improbados,
apartándose de los principios que rigen en la administración de justicia agraria previstos en el art. 76
de la LSNRA, transgrediendo el principio de congruencia; 2) La RS 225851 fue admitida ilícitamente,
ya que fue presentada en la audiencia de inspección de 4 de mayo de 2018, sin determinar si es
extraordinaria o sobreviniente a hechos que se hubiesen dilucidado en dicho acto judicial y sin
permitirles revisarla, vulnerando el principio de igualdad y el derecho a ser oída por una autoridad
jurisdiccional, previsto en los arts. 119 y 120 de la CPE, dejándole en estado de indefensión sobre el
elemento nuevo presentado; y, 3) La demanda interpuesta no se adecúa a los presupuestos que
hacen procedente la viabilidad de la misma, encontrándose más bien frente a un conflicto de mejor
derecho propietario, el cual no puede ser determinado ni sustanciado dentro de un proceso de
avasallamiento.
Ahora bien, de acuerdo al principio de pertinencia, el Auto Agroambiental Plurinacional S1 a 55/2018
-ahora cuestionado- emitido por las autoridades demandadas, debe circunscribirse a la expresión de
ofensas o agravios que contiene el recurso de casación incoado por la impetrante de tutela; en ese
marco, a efectos de analizar si el mencionado fallo es congruente y contiene la debida
fundamentación y motivación, corresponde conocer los argumentos esgrimidos que lo sustentan, de
donde se extrae que inicialmente se refirió a los antecedentes del citado recurso en el fondo y en la
forma e identificó los argumentos expresados en el mismo, luego expresó los siguientes
fundamentos:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1029


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- Recurso de casación en el fondo.- i) Al haberse anulado los Títulos Ejecutoriales tanto


individuales y colectivos con antecedente en la RS 202920 de 15 de septiembre de 1987, en la que
se benefició Cleofé López, dicho extremo conlleva la nulidad de todos los actos de transmisión
posteriores; vale decir, la compra efectuada por la accionante, no siendo posible afirmar que la Jueza
Agroambiental de Punata haya desconocido el derecho propietario de la recurrente de casación y
menos que se hayan vulnerado los arts. 546, 547, 1329 y 1330 del CC; ii) La RS 225851 que dispuso
la nulidad de Títulos Ejecutoriales con antecedente en la RS 202920, fue emitida conforme a los
alcances previstos por los arts. 8.I.4 y 67.II.1 de la LSNRA, los cuales son concordantes con los arts.
172.27 y 404 de la CPE, normativa referida a las competencias del Presidente del Estado Plurinacional,
como máxima autoridad del Servicio Nacional de Reforma Agraria, a efectos de dictar resoluciones
supremas como emergencia del proceso de saneamiento de la propiedad agraria; por tal razón, se
concluye que el pronunciamiento de la aludida Resolución Suprema se enmarca dentro de las
previsiones constitucionales y legales, es decir que se dictó previa verificación del cumplimiento de
la función social; iii) La Jueza Agroambiental de Punata a través de la inspección, tuvo contacto
directo y personal con las partes, presenciando in situ la problemática planteada, corroborado por la
prueba documental, en particular la RS “225581”, vital para desvirtuar lo alegado por la parte
demandada quien podía pedir aclaraciones o complementaciones, evidenciando que no realizó ningún
reclamo al respecto; iv) No es evidente que dicha autoridad judicial en audiencia haya tomado en
cuenta solo las declaraciones de los testigos de descargo, puesto que solicitó a las partes que
presenten toda la prueba del que intentaren valerse y se encuentre en su poder, habiéndose ratificado
ambas en toda la prueba acompañada, no evidenciándose la vulneración de los arts. 98.II y III.3 y
4, 138, 142 y 145 de la citada Ley; v) Producto del proceso de saneamiento a pedido de parte de la
propiedad denominada “Llave Mayu”, se constató que Cleofé López beneficiaria inicial no estaba
cumpliendo la función social, por ello es que se procedió a anular su Título Ejecutorial, no siendo
evidente que la Jueza de instancia hubiese transgredido o inaplicado el art. 105.I del CC, por cuanto
el mismo tiene otras connotaciones y características que deben ser observadas en la jurisdicción
agroambiental; vi) Se presentó prueba documental, testifical, pericial e inspección judicial; revisada
la Sentencia 04/2018, la Jueza a quo en cumplimiento al principio de verdad material, efectuó una
valoración razonada, fundamentada y ecuánime a tiempo de emitir su fallo, realizando la valoración
de los medios de prueba de manera integral; vii) Si bien la recurrente presentó prueba documental
(compra venta) basada en un título ejecutorial de la anterior propietaria, el mismo fue anulado, por
lo que dicha prueba carecía de fuerza probatoria que exige el art. 1289 del CC; en tal sentido, el
contrato suscrito entre la impetrante de tutela y Cleofé López, no se acoge a lo dispuesto en el art.
519 del CC; y, viii) Era necesaria la valoración efectuada por la Jueza Agroambiental de los
documentos con relación al Título Ejecutorial SPP-NAL-099994 de 2 de septiembre de 2009, el Título
Ejecutorial 23985 y la RS 225851, al comprobar que la beneficiaria no cumplía con la función social,
por lo que la autoridad jurisdiccional adecuó sus actos en el marco del derecho y el debido proceso,
en armonía con los principios de legalidad, dirección y competencia.
- Recurso de casación en la forma.- a) En el presente caso está plenamente demostrada la
transferencia en favor de los demandantes por parte del beneficiario con Título Ejecutorial SPP-NAL-
099994, registrado en DD.RR., por lo que los prenombrados acreditaron con prueba su pretensión,
considerando que en esta jurisdicción tiene prevalencia el título ejecutorial frente a otras
transferencias o registros; entendimiento desarrollado en el Auto Agroambiental Plurinacional S1 a
21/2018 de 25 de abril; b) La emisión de la RS 225851 en la que se anuló los títulos ejecutoriales
individuales y colectivos con antecedentes en la RS 202920 fue porque se evidenció en el
saneamiento, el incumplimiento de la función social por la inexistencia de actividad agrícola, lo que
conlleva la nulidad de todos los actos de transmisión, es decir, la nulidad del Título Ejecutorial 23985,
emitido a favor de Cleofé López, implicando la nulidad de la transferencia en beneficio de la
accionante, no correspondiendo en consecuencia efectuar otras consideraciones respecto al
cumplimiento o no de la función social de acuerdo a lo reclamado; y, c) La Sentencia 04/2018 cumplió
con lo dispuesto por el art. 213.III.3 del CPC, señalando los hechos probados por la parte demandante
y no probados, conteniendo decisiones claras, positivas y precisas sobre lo pretendido, existiendo
congruencia interna necesaria en armonía con los principios de legalidad, dirección y competencia.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1030


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Conforme se tiene desarrollado en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia


Constitucional Plurinacional, el principio de congruencia es la estricta correspondencia que
debe existir entre lo peticionado y lo resuelto; es decir, responde a la pretensión jurídica
o la expresión de los agravios formulada por las partes; no debiendo considerarse aspectos
ajenos a los planteamientos deducidos por las mismas, ya que toda resolución al ser considerada
como una unidad congruente, debe cuidar el hilo conductor que le dote de orden y racionalidad desde
la parte considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la
interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva.
Consecuentemente, de la revisión detallada de los fundamentos expresados por las autoridades
demandadas, en el Auto Agroambiental Plurinacional S1 a 21/2018 ahora debatido, se evidenció que
los aspectos denunciados y plasmados en los puntos 1) al 6), y 8) del recurso de casación en el
fondo, así como los agravios expresados en el recurso de casación en la forma, fueron
efectivamente considerados y analizados por las precitadas autoridades agroambientales.
Sin embargo, respecto a las pretensiones cuestionadas por la peticionante de tutela, incluidas en el
punto 7) de su recurso de casación en el fondo, no fue objeto de pronunciamiento por parte de las
prenombradas, referido específicamente a: 1) La falta de valoración del Segundo Testimonio de 12
de octubre de 2005 de transferencia de varias parcelas de terreno efectuada por Cleofé López a favor
de la prenombrada de 10 de julio de 2002; 2) Respecto al Informe Técnico de 9 de mayo de 2018,
elaborado por el Técnico de Apoyo del Juzgado Agroambiental de Punata del departamento de
Cochabamba; y, 3) Con relación al Informe Técnico 010/UUA/2018 de 5 de febrero, de sobre posición
de parcelas, evacuado por el Responsable de Urbanismo D-4, e Informe Legal A.L.G.A.M.A. VMCP
D/4 001/2018 de la misma fecha, ambos del Gobierno Autónomo Municipal de Arbieto.
En virtud a ello, se llega a concluir que ante la falta de pronunciamiento expreso respecto a las
pretensiones de la peticionante de tutela, traducidas en los documentos antes descritos, se vulneró
el derecho al debido proceso en su componente de congruencia externa en el Auto
impugnado, emitido por las autoridades demandadas, al no haberse referido
expresamente al punto 7) descrito en el recurso de casación en el fondo interpuesto por
la prenombrada, pues no existe la debida concordancia entre lo pedido y lo resuelto, habiéndose
incumplido con los lineamientos establecidos por la jurisprudencia constitucional glosada
precedentemente, al no existir la plena correspondencia entre el planteamiento de la accionante
deducido en su recurso de casación, y lo expresado en el Auto ahora cuestionado.
Por otra parte, conforme se tiene reflejado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo
constitucional, toda autoridad que pronuncie una resolución, debe imprescindiblemente exponer los
hechos (desarrollo descriptivo de los antecedentes que dieron lugar al recurso interpuesto), así como
la fundamentación y motivación, entendiéndose por la primera la obligación que tiene la autoridad
que la emite, de citar los preceptos legales sustantivos y adjetivos en que basa la determinación
asumida, vale decir, la justificación a su decisión judicial; y por la segunda, la manifestación de una
serie de razonamientos lógico-jurídicos que llevaron a la conclusión de que el acto concreto se ajusta
a la hipótesis normativa (fundamentación intelectiva); es decir, hacer saber al afectado los motivos
del procedimiento respectivo, ya que solo así estará en aptitud de defenderse como estime
pertinente.
Con base en el entendimiento jurisprudencial antes desarrollado, si bien se pudo advertir que los
aspectos denunciados, y descritos en los puntos 1) al 6), y 8) del recurso de casación en el fondo,
así como los agravios expresados en el recurso de casación en la forma, fueron considerados y
cumplen con la debida fundamentación y motivación que debe contener todo fallo judicial o
administrativo; sin embargo de ello, al haberse evidenciado la falta de pronunciamiento
expreso con relación a uno de los puntos de agravio denunciados por la accionante -el
mismo que fue descrito en líneas precedentes-, corresponde conceder la tutela que
brinda esta acción de defensa.
Respecto a la valoración de la prueba alegada por la impetrante de tutela, de acuerdo al Fundamento
Jurídico III.3 de la presente Resolución constitucional, la misma es exclusividad de la jurisdicción

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1031


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ordinaria, siendo excepcional su revisión en sede constitucional, cuando exista apartamiento de los
marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, cuando se haya adoptado una
conducta omisiva expresada, entre otras, en no recibir, producir o compulsar cierta prueba inherente
al caso y su lógica consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales;
en ese sentido, de lo descrito se puede advertir que si bien la accionante señaló documentos sobre
los que supuestamente no se realizó una adecuada valoración; sin embargo, no explicó de qué
manera se habría vulnerado sus derechos; asimismo, revisado el antedicho fallo y la evaluación
desarrollada por las autoridades demandadas, no se evidencia apartamiento de los cánones legales
de equidad y de razonabilidad, por lo que sobre este aspecto corresponde denegar la tutela invocada.
En lo que concierne a los demás derechos alegados como lesionados, no corresponde su
pronunciamiento por parte de este Tribunal, toda vez que no fueron objeto de examen y
consideración, al haber sido simplemente mencionados, sin expresar carga argumentativa alguna
para su respectivo examen; asimismo, con relación a la interpretación de la legalidad ordinaria
(aplicación objetiva de la ley) también denunciado en el presente caso, cabe señalar que la parte
accionante no cumplió con las subreglas previstas por la jurisprudencia constitucional para dicho
efecto. Finalmente, respecto a la lesión de los principios de legalidad, seguridad jurídica y verdad
material, los mismos no son susceptibles de tutela de manera directa mediante la presente acción de
defensa.
Consecuentemente, el Juez de garantías, al haber denegado la tutela impetrada, no obró de forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve:
1° REVOCAR la Resolución 1/2019 de 4 de junio, cursante de fs. 516 a 525 vta., pronunciada por
el Juez Público Mixto de Familia de la Niñez y Adolescencia e Instrucción Penal Primero de Tarata del
departamento de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada, sin
costas; y,
2° Dejar sin efecto el Auto Agroambiental Plurinacional S1a 55/2018 de 31 de julio, emitido por las
Magistradas de la Sala Primera del Tribunal Agroambiental, debiendo emitir una nueva
resolución en la cual se pronuncien respecto al punto de agravio que no fue considerado
en la misma, sea con la debida fundamentación y motivación, conforme a los razonamientos
expresados en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1032


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0774/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30200-2019-61-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 26 de julio de 2019, cursante de fs. 92 a 97, pronunciada dentro de la
acción de libertad interpuesta por Alfonso Pablo Camacho Escobar en representación sin
mandato de Wilson Ariel Castro Vera contra Mirtha Mabel Montaño Torrico y José Eddy
Mejía Montaño, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 25 de julio de 2019, cursante de fs. 3 a 5, el accionante a través de su
representante expresó lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público en su contra por la comisión de los delitos
de asesinato y otros, se encuentra cumpliendo una condena de treinta años de presidio en el Centro
Penitenciario El Abra de Cochabamba, pena impuesta por el Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de
la Capital del referido departamento. En ese estado, solicitó a dicho órgano jurisdiccional, la cesación
de la detención preventiva por existir nuevos elementos para determinar la misma, como la
observancia del principio de irretroactividad para las normas establecidas en los arts. 268 y 288, así
como la Disposición Transitoria Sexta II del Código Niña, Niño y Adolescente (CNNA) -Ley 548 de 17
de julio de 2014-; solicitud que fue rechazada por Auto de 8 de julio de 2019, con el argumento que
al ser una persona de veinticinco años y siendo las medidas cautelares normas adjetivas, no son
aplicables a través del citado principio, sino sólo la ley penal sustantiva.
Ante esa circunstancia, interpuso recurso de apelación incidental, a tal efecto los Vocales de la Sala
Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba -luego de una acción de libertad
interpuesta en su contra-, el 24 de julio de mismo año, emitieron una resolución de fondo que
confirmó el fallo impugnado mediante un escueto argumento, aduciendo que no es posible la
aplicación del principio de irretroactividad para los artículos citados, debido a lo establecido por la
SCP “0770/2012 de 12 de octubre”, inobservando los arts. 116.I y 123 de la Constitución Política del
Estado (CPE), al seguir cumpliendo una pena que ya concluyó, puesto que en la actualidad se halla
privado de libertad por ocho años y seis meses, siendo que la condena que debía cumplir era de seis
años, encontrándose en consecuencia dos años y seis meses ilegal e indebidamente detenido.
Si bien le condenaron a treinta años de presidio al contar con dieciséis años y dos meses al momento
del hecho, tenía derecho a que se aplique la responsabilidad penal atenuada establecida en el art.
268 del CNNA en su favor, situación que sin embargo no sucedió, encontrándose por ello en grado
de apelación restringida la indicada Sentencia; en consecuencia, los Vocales demandados vulneraron
el principio de irretroactividad, soslayando su derecho a la libertad, al no realizar una ponderación de
los antecedentes y alcances de los preceptos constitucionales antes referidos.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante denunció como lesionado su derecho a la libertad al
encontrarse indebida e ilegalmente privado de libertad, citando al efecto los arts. 116.I y 123 de la
CPE.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1033


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I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela invocada, disponiendo que los Vocales demandados emitan una nueva
resolución respecto al recurso de apelación incidental interpuesto contra el Auto de 8 de julio de
2019, debiendo aplicar el principio de irretroactividad de la ley penal más favorable, al haber cumplido
la pena máxima establecida para cualquier tipo penal respecto a la responsabilidad penal atenuada.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 26 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 90 a 91,
se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, reiteró los argumentos expresados en su memorial de acción
de libertad presentado, añadiendo que la responsabilidad penal atenuada se refiere a que el
adolescente en esa condición, tiene el beneficio de cumplir únicamente cuatro quintas partes de la
condena impuesta; en el presente caso, se le impuso la pena máxima, empero, en consideración a
dicha situación debió ser reducida de treinta a seis años, conforme al art. 268 del CNNA, por la edad
con la que contaba. Si bien en esta acción de libertad consta el término de irretroactividad, lo que
quiso decir es retroactividad; en ese marco, los Vocales demandados equivocaron su análisis sobre
la aplicación retroactiva de la ley penal adjetiva, obviando las SSCC “1665/2004-R”, “403/2004-R” y
“1030/2003-R”, las mismas que establecen que también es aplicable de manera retroactiva la norma
penal adjetiva cuando ésta afecte el ámbito de la esfera de libertad; reiterando se ordene a las
autoridades demandadas emitir una nueva resolución con base en la jurisprudencia establecida.
I.2.2. Informe de los demandados
Mirtha Mabel Montaño Torrico, Vocal de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Cochabamba, mediante informe escrito presentado el 26 de julio de 2019 cursante a fs. 26 y vta.,
señaló lo siguiente: a) En el caso de autos el propio accionante con los mismos argumentos ya
interpuso una anterior acción de libertad contra sus autoridades, la cual fue sustanciada por la Sala
Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento,
concediéndole la tutela demandada a través de la Resolución AL-0040/2019 de 19 de julio, y en
cumplimiento a dicho fallo, emitieron un nuevo Auto de Vista de 24 de igual mes y año, con
argumentación clara y comprensible; y, b) No es posible la activación de una segunda acción similar
a la formulada por parte del impetrante de tutela con análogos fundamentos y contra las mismas
autoridades demandadas; solicitando por ello se deniegue la tutela, con base en los antecedentes
referidos.
José Eddy Mejía Montaño, Vocal de la Sala Penal Primera de dicho Tribunal, no presentó informe
alguno tampoco asistió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 8.
I.2.3. Resolución
El Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Cochabamba, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución de 26 de julio de 2019, cursante de fs. 92 a 97, concedió
la tutela solicitada, consecuentemente dejó sin efecto el Auto de Vista de 24 del mismo mes y año,
disponiendo que la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de dicho departamento,
emita un nuevo fallo considerando los aspectos extrañados en el presente fallo y sea en el término
de cuarenta y ocho horas de notificado con éste, sin costas por ser excusable; a tal efecto expresó
los siguientes fundamentos: 1) Los Vocales demandados para declarar la improcedencia de la
apelación incidental que fue interpuesta por el peticionante de tutela y confirmar la decisión
impugnada, se limitaron a señalar la actual mayoría de edad del prenombrado, sin efectuar
razonamiento alguno del por qué los beneficios de la jurisdicción especializada no le eran aplicables
al accionante, específicamente en cuanto se refiere a las medidas cautelares, vulnerando los derechos
y garantías previstos en los arts. 60, 116.I y 123 de la CPE; 2) El impetrante de tutela a tiempo de
solicitar la cesación de la detención preventiva y posterior consideración en la apelación, contaba con
veinticinco años de edad; empero, al momento de la comisión de los hechos ilícitos (14 de agosto de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1034


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2010), tenía dieciséis años, extremo que por la Disposición Transitoria Sexta II del CNNA, podría
eventualmente habilitar el acceso de beneficios de la jurisdicción especializada, específicamente con
relación a medidas cautelares contenidas en la misma, considerando las interpretaciones progresiva,
evolutiva y de favorabilidad de los arts. 5 y 6 del Código Penal (CP); 3) El Auto de Vista de 24 de
julio de 2019, no realizó una interpretación cabal y correcta de la citada Disposición Transitoria,
referida a las medidas cautelares y el régimen de las medidas socio-educativas, ya que no podría
abstraerse de ninguna manera la situación de minoridad que tenía el accionante al momento de la
comisión de los presuntos hechos ilícitos del que se le acusan, no obstante que al presente ya sea
mayor de edad; y, 4) En cuanto al argumento de las autoridades demandadas, que ésta sería una
segunda acción de libertad que interpuso el prenombrado, y que como consecuencia de ello se
hubiera emitido el fallo ahora cuestionado; cabe aclarar que la primera acción se formuló porque la
Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba no habría ingresado al
fondo del asunto denunciado, circunstancia que fue reclamada en primera instancia por el impetrante
de tutela también mediante una acción de libertad, cuya Sala Constitucional Segunda del referido
Tribunal dispuso que los Vocales demandados consideren el fondo de la cuestión requerida, por tal
motivo se dictó el Auto de Vista cuestionado; en consecuencia, los motivos de ambas acciones
tutelares son totalmente diferentes.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público y acusación particular contra Wilson
Ariel Castro Vera -ahora accionante- y otros, por la comisión de los delitos de asesinato, violación
agravada y otros, los miembros del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de la Capital del
departamento de Cochabamba, en audiencia rechazaron la cesación de la detención preventiva
impetrada por el prenombrado, mediante Auto de 8 de julio de 2019; a cuyo efecto, el peticionante
de tutela interpuso recurso de apelación incidental contra el referido fallo (fs. 70 a 72 vta.).
II.2. A mérito del recurso interpuesto, los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba -ahora demandados-, en cumplimiento a la Resolución
AL-0040/2019 de 19 de julio, pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del indicado Tribunal,
dictada dentro de una anterior acción de libertad interpuesta por el solicitante de tutela, en audiencia
pública emitieron el Auto de Vista de 24 de igual mes y año, declarando improcedente el recurso
de apelación incidental formulado por el prenombrado, confirmando el Auto impugnado de 8 del
mismo mes y año (fs. 87 a 88 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante a través de su representante denuncia la lesión de su derecho a la libertad; aduciendo
que, a raíz de la solicitud de cesación de la detención preventiva que formuló ante el Tribunal de
Sentencia Penal Séptimo de la Capital del departamento de Cochabamba, alegando la aplicación de
la norma penal adjetiva de manera retroactiva respecto de los arts. 268 y 288 y la Disposición
Transitoria Sexta II del CNNA, petición que fue rechazada, interpuso recurso de apelación incidental;
sin embargo, los Vocales demandados mediante Auto de Vista de 24 de julio de 2019, confirmaron
la decisión asumida, arguyendo que contaba con veinticinco años de edad; asimismo, siendo las
medidas cautelares requeridas normas adjetivas, no era posible su aplicación de forma retroactiva,
citando al efecto la SCP 0770/2012 de 13 de agosto; por ello, incumplieron deliberadamente la
aplicación de los arts. 116.I y 123 de la CPE, al encontrarse privado de libertad por más de ocho
años, siendo que su pena debía ser de seis.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la improcedencia de activar una acción de libertad u otra acción de defensa
cuando existe resolución en una primera acción de la cual emerge la que se interpone
Al respecto, la SCP 0047/2019-S2 de 1 de abril, sostuvo lo siguiente: “El Tribunal Constitucional
Plurinacional a través de la SCP 0157/2015-S3 de 20 de febrero, que si bien fue pronunciada dentro

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1035


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de una acción de amparo constitucional, efectuando una sistematización jurisprudencial con relación
a la posibilidad de activar una acción de defensa para lograr el cumplimiento de una Sentencia
Constitucional emergente de una primera acción tutelar; su razonamiento jurídico también es
aplicable a otras acciones de defensa, entre ellas, la acción de libertad, estableciendo dos subreglas
de improcedencia, referidas a:
i) Es improcedente peticionar a través de otra acción de amparo constitucional u otra acción de
defensa, el cumplimiento de una resolución constitucional de amparo o de otra acción de defensa -
incluye la decisión de los jueces o tribunales de garantías y la del Tribunal Constitucional Plurinacional-
o en su caso denunciar su incumplimiento [3]
<http://10.1.20.30/(S(2rhilc432nosxnwdqsjj145k))/WfrResoluciones1.aspx> ; y,
ii) Es improcedente, a través de otra acción de amparo u otra acción de defensa,
impugnar o cuestionar total o parcialmente decisiones o resoluciones de autoridades o
personas particulares emergentes del cumplimiento -parcial, distorsionado o tardío- de
las resoluciones constitucionales -incluye a la decisión de los jueces o tribunales de
garantías y la del Tribunal Constitucional Plurinacional- [4].
En ambos supuestos, las partes accionante o demandada, aún ya exista sentencia constitucional
pronunciada por el Tribunal Constitucional Plurinacional deben acudir ante el mismo juez o
tribunal de garantías que emitió la resolución constitucional inicial, de acuerdo a lo
dispuesto en el art. 40.II del CPCo, que señala: ‘La Jueza, Juez o Tribunal en Acciones de Defensa,
para el cumplimiento de sus resoluciones, sin perjuicio de la responsabilidad penal, adoptará las
medidas que sean necesarias, pudiendo requerir la intervención de la fuerza pública y la imposición
de multas progresivas a la autoridad o particular renuente’; y, lo indicado en el art. 16 del mismo
cuerpo normativo, que cita: ‘I. La ejecución de una Resolución Constitucional con calidad de cosa
juzgada, corresponde al juzgado o tribunal que inicialmente conoció la acción; II. Corresponderá al
Tribunal Constitucional Plurinacional conocer y resolver las quejas por demora o incumplimiento en
la ejecución antes referida…’
(…)
En razón a los remedios procesales idóneos que existen, esta línea jurisprudencial impide abrir una
cadena interminable de acciones de defensa, porque desde el punto de vista práctico, una concesión
de tutela perdería su efectividad en su cumplimiento, pues quedaría indefinidamente postergada
hasta que la parte demandada convertida eventualmente en accionante presente otra acción de
defensa contra la sentencia constitucional que le fue adversa, buscando que la justicia constitucional
le otorgue razón, eventualidad, en la que el accionante original continuaría con la misma cadena de
tutela hasta volver a obtenerla” (las negrillas y subrayado corresponden al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
Descrito el marco jurisprudencial para el análisis de la presente causa, de la revisión y compulsa de
los antecedentes del caso se evidenció que, dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público
y la acusación particular contra Wilson Ariel Castro Vera -ahora accionante- y otros, por la comisión
de los delitos de asesinato, violación agravada y otros, ante la solicitud de cesación de la detención
preventiva impetrada por el prenombrado, los miembros del Tribunal de Sentencia Penal Séptimo de
la Capital del departamento de Cochabamba, en audiencia rechazaron dicha petición mediante Auto
de 8 de julio de 2019.
A tal efecto, el impetrante de tutela interpuso recurso de apelación incidental contra el precitado
fallo; a mérito de ello, los Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia
del citado departamento -ahora demandados-, en audiencia pública emitieron el Auto de Vista de 24
del mismo mes y año, declarando improcedente el recurso formulado, confirmando la Resolución
impugnada.
Ahora bien, conforme se tiene del marco jurisprudencial desarrollado en el Fundamento Jurídico III.1
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, no es posible a través de otra acción de amparo
constitucional u otra acción de defensa, impugnar o cuestionar total o parcialmente decisiones o

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1036


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fallos de autoridades o personas particulares emergentes del cumplimiento de resoluciones


constitucionales, incluida la decisión de los jueces o tribunales de garantías y la del Tribunal
Constitucional Plurinacional.
Bajo este razonamiento jurisprudencial, se realizó la verificación de la documentación aparejada al
expediente, constatándose que el peticionante de tutela a través de su representante, interpuso una
anterior acción de libertad contra los ahora demandados; producto de ello, la Sala Constitucional
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba emitió la Resolución AL-0040/2019
de 19 de julio, mediante la cual concedió la tutela impetrada, disponiendo que las citadas autoridades
emita un nuevo fallo, cumpliendo estrictamente lo previsto en el art. 398 del Código de Procedimiento
Penal (CPP); remitiendo la decisión pronunciada en revisión ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional.
En cumplimiento a lo determinado por la indicada Sala Constitucional, los Vocales de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento -hoy demandados-,
pronunciaron el Auto de Vista de 24 de julio de igual año, el cual es cuestionado a través de la
presente acción tutelar; no obstante, lo denunciado por el accionante no puede ser ahora examinado
en la presente acción de defensa, ingresando al análisis de fondo de la problemática planteada, por
cuanto no es posible activar la vía constitucional con el fin de impugnar o cuestionar decisiones que
fueron asumidas por los jueces o tribunales de garantías, así como por este mismo Tribunal, es decir,
emergentes del cumplimiento de resoluciones constitucionales.
De lo señalado, se tiene que el peticionante de tutela con la interposición de esta acción de defensa,
pretende que la justicia constitucional examine una determinación que surgió como resultado de un
fallo emanado dentro de otra acción constitucional, extremo que como ya se mencionó
precedentemente, no es posible, correspondiendo en todo caso efectuar su reclamo ante la Sala
Constitucional que conoció su primera acción tutelar, ante un eventual incumplimiento de lo dispuesto
por ésta, en estricta observancia de lo previsto en el Código Procesal Constitucional, respecto a la
ejecución de las resoluciones constitucionales, debiendo por lo tanto denegarse la tutela solicitada,
sin ingresar al fondo de la problemática planteada.
Consecuentemente, el Tribunal de garantías al haber concedido la tutela impetrada, no obró de
forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución de 26 de julio de 2019, cursante de fs. 92 a 97,
pronunciada por el Tribunal de Sentencia Penal Sexto de la Capital del departamento de Cochabamba;
y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, con la aclaración de no haberse ingresado al
análisis de fondo de la problemática planteada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0775/2019-S3


Sucre, 17 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de libertad
Expediente: 30201-2019-61-AL
Departamento: Potosí
En revisión la Resolución 011/2019-AL de 30 de julio, cursante de fs. 43 a 46, pronunciada dentro la
acción de libertad interpuesta por Milán Loza Solano contra Franz Gonzalo Mario Solíz
Medrano y Edith Rosario Peñaranda Ávila, Vocales de la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Potosí.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 29 de julio de 2019, cursante a fs. 1 y 6 a 7 vta., el accionante señaló
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal instaurado en su contra por la supuesta comisión del delito de violencia
familiar o doméstica, el 14 de mayo de 2019 el Juez de Instrucción Penal Primero de Llallagua del
departamento de Potosí ordenó su detención preventiva, decisión que fue revocada por la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia del mencionado departamento mediante Auto de Vista
de 8 de julio del citado año.
Transcurridas casi tres semanas desde dicha determinación, los Vocales codemandados no remitieron
el expediente procesal al Juez de control jurisdiccional, aun cuando se le reiteró este extremo
mediante memorial presentado el 22 de julio de 2019, el cual aún no tuvo respuesta hasta el
momento de la interposición de la presente acción tutelar, causando demora procesal que impide la
efectivización de su derecho a la libertad al no poder dar cumplimiento de las medidas sustitutivas a
la detención preventiva dictadas en su favor.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos a la libertad y a la seguridad personal y al principio
de celeridad procesal, citando al efecto el art. 23 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, ordenando a los Vocales codemandados remitan en el día “…el cuaderno
de resoluciones…” (sic) al Juez a quo para que este otorgue cumplimiento inmediato del Auto de
Vista de 8 de julio de 2019.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 30 de julio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 40 a 42
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El accionante por intermedio de su abogado, a tiempo de ratificar la acción de defensa, acotó lo
siguiente: a) La interposición de la presente acción de libertad fue lo que motivó el envío de obrados
al Juez de Instrucción Penal Primero de Llallagua del departamento de Potosí; b) Se vulneraron a su
vez, los principios al debido proceso, pro actione, pro homine y de favorabilidad; c) Los demandados
no desvirtuaron su responsabilidad, ante la falta de firma de un acta a lo largo de tres semanas,
hecho que lesionó su derecho a la libertad al no cumplir las medidas sustitutivas determinadas en su

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favor; y, d) La excesiva carga procesal no se constituye una excusa para no dar cumplimiento a los
plazos legales estatuidos para la remisión.
I.2.2. Informe de los demandados
Franz Gonzalo Mario Solíz Medrano, Vocal de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de
Justicia de Potosí, presentó informe escrito el 30 de julio de 2019, cursante a fs. 19, mediante el cual
manifestó: 1) Una vez desarrollado el acto procesal se determinó revocar la Resolución de primera
instancia otorgando medidas sustitutivas a la detención preventiva en favor del peticionante de tutela;
y, 2) El cuaderno procesal fue devuelto al Juzgado de origen, para lo cual adjuntó un informe de la
Secretaria de la mencionada Sala, a cuyo tenor refiere “…tomando en cuenta la carga laboral,
habiéndose realizado el acta y estando debidamente firmada, se remitió el proceso a su juzgado de
origen en fecha 29 de julio de la presente gestión” (sic [fs. 20]).
Oscar Azurduy Uzin, Vocal de la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí,
en reemplazo de Edith Rosario Peñaranda Ávila, no acudió a la audiencia pública de consideración de
la presente acción tutelar y tampoco remitió informe escrito, a pesar de su notificación cursante a fs.
15.
I.2.3. Participación del Ministerio Público
Roxana Choque Gutiérrez, Fiscal Departamental de Potosí no se presentó en audiencia pública y
tampoco remitió ningún escrito, a pesar de su notificación cursante a fs. 16.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí, mediante Resolución
011/2019-AL de 30 de julio, cursante de fs. 43 a 46, concedió la tutela solicitada, disponiendo se
remitan antecedentes al Consejo de la Magistratura a efectos de determinar una eventual
responsabilidad disciplinaria por parte de los codemandados, decisión asumida en base a los
siguientes fundamentos: i) El cuaderno procesal fue enviado un día antes de la audiencia de
consideración de la presente acción tutelar, pretendiendo los demandados deslindarse de
responsabilidad; y, ii) Con la falta de celeridad en la remisión de obrados al Juez de primera instancia,
se vulneró el derecho a la libertad del peticionante de tutela, quién debió gozar del mencionado
derecho en cumplimiento de las medidas sustitutivas a la detención preventiva.
Una vez pronunciada la Resolución, a solicitud de la parte accionante, se la complementó
manifestando que no habría lugar a la calificación de un monto por la indemnización del daño y
tampoco a la remisión de antecedentes del Ministerio Público, puesto que ya se dispuso la
investigación por parte del Consejo de la Magistratura, institución que de acuerdo a su competencia
dispondrá lo que corresponda.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante memorial presentado el 22 de julio de 2019, a la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Potosí, el accionante solicitó la remisión del cuaderno de apelación al
Juzgado de origen, para el cumplimiento de las medidas sustitutivas dispuestas a su favor (fs. 5).
II.2. Por informe de 29 de julio de 2019, la Secretaria de la Sala y Tribunal precitados, señaló ante
el Vocal de dicha Sala que ya se habría remitido el cuaderno de apelación al Juez a quo (fs. 20).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la libertad y a la seguridad personal; y, a los
principios de celeridad procesal, pro homine, pro actione y favorabilidad; toda vez que, los Vocales
codemandados a través del Auto de Vista el 8 de julio de 2019, revocaron el Auto Interlocutorio de
14 de mayo del mismo año que dispuso su detención preventiva, determinando en su lugar medidas
sustitutivas, dejando transcurrir tres semanas hasta la interposición de la presente acción tutelar no
remitieron obrados al Juzgado de origen, impidiendo que pueda efectivizarse las medidas dictadas
en su favor, prolongando ilegalmente su estado de privación de libertad.

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En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Obligación del tribunal de alzada de remitir al juzgado de origen, dentro del plazo
de veinticuatro horas, lo obrado en el trámite de apelación incidental
El Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP 2077/2012 de 8 de noviembre, estableció
con relación a la procedencia de la acción de libertad: “…cuando existan actos, los cuales estén
vinculados directamente con el derecho a la libertad o a la locomoción, la citada SCP 111/2012,
estableció: ‘…la acción de libertad, podrá alegarse procesamiento ilegal indebido, cuando dicha lesión
afecte a alguno de sus elementos constitutivos y se encuentre directamente relacionada con la
amenaza, restricción o supresión de la libertad física o de locomoción del actor; toda vez que otras
formas de procesamiento indebido o ilegal que no encuentren vinculación directa con el derecho a la
libertad, deben compulsarse dentro del ámbito de la acción de amparo constitucional’.
De esta forma, se puede establecer que el debido proceso y la dilación indebida o la falta de celeridad
procesal, pueden ser reclamados a través de la acción de libertad, siempre que se vinculen con el
derecho a la libertad.
En ese entendido, y retornando al tema principal de la presente acción, respecto a la falta de remisión
del expediente principal por el Tribunal de apelación hacia el juzgado de origen, habiéndose llevado
acabo la audiencia de apelación, existiendo una Resolución y un acta, no se justifica que a más de
un mes el Tribunal ad quem, no haya devuelto dicho expediente, y tal como referimos que el art.
251, modificado e incorporado por la Disposición final segunda de la LSNSC, señala que una vez
remitido el expediente ante el Tribunal de apelación, éste “resolverá, sin más trámite y en audiencia,
dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior’, debiendo incluirse
dicho entendimiento bajo los argumentos expuestos del principio de celeridad, debido proceso y
prohibición de dilación en el proceso, indicando que una vez el Tribunal de apelación dentro
del plazo de tres días de recibidas las actuaciones, resuelva la apelación; deberá remitir
el expediente, el acta y la Resolución correspondiente al Juzgado o Tribunal de origen
dentro del plazo máximo de 24 horas” (el resaltado es propio).
III.2. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y su protección para lograr la
celeridad en la tramitación, resolución y efectivización de las decisiones vinculadas al
derecho a la libertad
Al respecto, la SCP 0528/2013 de 3 de mayo realizando un prolijo análisis de esta modalidad de la
acción de libertad estableció: “La acción de libertad traslativa o de pronto despacho, extraída de la
declaración del objeto y finalidad de la acción de libertad (art. 125 de la CPE) cuya comprensión se
encuentra recogida en las SSCCPP 0017/2012 y 0112/2012, entre otras, en razón al desarrollo que
hicieron las SSCC 1579/2004-R, 0465/2010-R y 0044/2010-R; busca acelerar los trámites judiciales
o administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del valor libertad, el principio
celeridad y el respeto a los derechos.
La línea jurisprudencial desarrollada y consolidada en coherencia con este tipo de acción de libertad
(traslativa o de pronto despacho), es la que señala que todo tipo de decisiones judiciales vinculadas
al derecho a la libertad personal, tienen que ser: tramitadas, resueltas (SC 0224/2004-R de 16 de
febrero) y efectivizadas (SC 0862/2005-R de 27 de julio) con la mayor celeridad.
Esta línea jurisprudencial si bien fue recogida en innumerables sentencias constitucionales
pronunciadas tanto por el anterior Tribunal Constitucional, como del Tribunal Constitucional
transitorio, es la SCP 0112/2012 de 27 de abril, la que sistematiza todas las reglas procesales penales
en medidas cautelares, sobre el tema. Asimismo, a partir del desarrollo del principio de aplicación
directa de la Constitución Política del Estado, las características del nuevo modelo de Estado que se
configura como un Estado Constitucional de Derecho Plurinacional Comunitario e Intercultural
traspasado por la Unidad del Estado y la concepción de las normas constitucionales-principios, que:
'…son la pluralidad de valores, principios, derechos fundamentales no sólo individuales (liberales y

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1040


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sociales) sino un amplio catálogo de derechos y garantías, principios y valores plurales y colectivos
que la Constitución representa como un pacto de postulados distintos y hasta veces contradictorios,
pero que al final deben coexistir' (Fundamento Jurídico III.1.1), entendió que los jueces, en su
razonamiento jurídico, a efectos de dar concreción a este modelo de Estado, deben tener en cuenta
la siguiente base principista:
‘1) El derecho fundamental a la libertad personal, ahora consagrado en los arts. 23.I de la
CPE, 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), y 7.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
2) La dignidad humana de la persona [como individuo], en su doble dimensión, como derecho
fundamental y valor supremo, consagrado en el art. 22 de la CPE.
(…)
Los principios ético-morales de la sociedad plural
El art. 8.I de la CPE, refiere que: ‘El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la
sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón),
suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi marei (tierra sin
mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)'.
Los principios ético-morales, antes de ser incorporados a la Constitución, tenían valor
únicamente para el Derecho Indígena, es decir, eran estimados como valiosos por la
cultura y el Derecho de las naciones y pueblos indígena originario, campesinos. Después
de efectuada su incorporación en el texto constitucional tienen valor de derecho, es decir
se convierten en normas y, por tanto, comparten la eficacia jurídica de la propia
Constitución, es decir, tienen carácter normativo, lo que implica que no son meras
declaraciones retóricas, por lo mismo, imponen a todos, esto es, al poder público y los
particulares en la convivencia social, con mayor razón a todos los jueces de la pluralidad
de jurisdicciones, la obligación de observarlos, desarrollarlos y aplicarlos en su labor
decisoria cotidiana.
(…)
Los principios procesales de celeridad y de respeto a los derechos, previstos en el art. 178.I
de la CPE.
4.1. El principio de celeridad procesal, previsto en el art. 178.I concordante con el art. 180.I,
ambos de la CPE, que según el desarrollo legal (art. 3.7, Ley 025 de 24 de junio de 2010), comprende
el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la administración de justicia.
4.2. El principio de respeto a los derechos, que según el desarrollo legal (art. 3. 12 de la Ley
025, de 24 de junio), es la base de la administración de justicia, que se concreta en el respeto al
ejercicio de derechos del pueblo boliviano, basados en principios ético-morales propios de la
sociedad plural que promueve el Estado Plurinacional y los valores que sustenta éste‴ (el
resaltado corresponde al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia que el 8 de julio de 2019 mediante Auto de Vista dictado en audiencia pública
de consideración de apelación de medidas cautelares, los Vocales demandados revocaron el Auto
Interlocutorio de 14 de mayo del mismo año dictado en primera instancia, dejándolo sin efecto y en
su lugar se dispusieron medidas sustitutivas; sin embargo, no se pudo efectivizar su libertad, porque
hasta la fecha de interposición de la presente acción de defensa, los mencionados no remitieron el
cuaderno de control jurisdiccional al Juzgado de origen a efectos de que se puedan efectivizar las
medidas impuestas, prolongando de forma ilegal su privación de libertad.
De la revisión de obrados se puede advertir que posterior a la emisión del Auto de Vista que favoreció
al impetrante de tutela con medidas sustitutivas a la detención preventiva, este a través de memorial
presentado el 22 de igual mes y año ante las autoridades demandadas solicitó la remisión del

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1041


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expediente al Juez de control jurisdiccional donde radica su causa (Conclusión II.1), hecho que fue
ratificado mediante informe de 29 de igual mes y año emitido por la Secretaria de Cámara de la Sala
Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí (Conclusión II.2), la que señaló:
“…tomando en cuenta la carga laboral, habiéndose realizado el acta y estando debidamente firmada,
se remitió el proceso a su juzgado de origen en fecha 29 de julio de la presente gestión” (sic), aspecto
que confirma la existencia de una dilación en la devolución del cuaderno de apelación al Juez de
origen.
Los Vocales codemandados deben tomar en cuenta que toda autoridad judicial que tenga a su cargo
un trámite procesal en el que se encuentre comprometido el derecho a la libertad física o de
locomoción, está en la obligación de diligenciarlo con eficiencia procurando tramitarlo en el menor
tiempo posible, o por lo menos dentro de los plazos legalmente establecidos en el Código de
Procedimiento Penal; el incumplimiento a esta norma da lugar a la dilación indebida, restringiendo
de forma ilegal el derecho tutelado por la garantía procesal constitucional.
Es menester enfatizar que la excesiva carga laboral existente en cada despacho no puede ser utilizada
como argumento para justificar el incumplimiento de los plazos establecidos por ley, puesto que el
Estado boliviano tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para hacer efectivos los
derechos, así el art. 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH), determinó que:
“Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado
por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar, con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades”,
deber que concierne la instauración de medidas presupuestarias, administrativas y asignación de
recursos humanos entre otras.
Al respecto, de forma puntual la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), en casos
como Garibaldi vs. Brasil y Forneron e hija vs. Argentina estableció: “… la Corte ha establecido que
no es posible alegar obstáculos internos, tales como la falta de personal, infraestructura
o una sobrecarga crónica de casos pendientes para eximirse de una obligación
internacional…” (el resaltado es propio).
De igual forma la misma Corte IDH dentro del caso Yvon Neptune vs. Haití sostuvo: “… Es
jurisprudencia de este Tribunal que las condiciones en las cuales se encuentra un país, no importa
cuán difíciles sean éstas, no son causas de justificación para que los estados Parte en la Convención
Americana estén liberados de cumplir con las obligaciones consagradas en ella ”.
Por lo anterior, el justificativo manifestado en el informe de la Secretaria de Cámara de la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí (Conclusión II.2), no es válido para excusar
la demora en el trámite de remisión analizado en la presente acción tutelar, siendo notable la dilación
en la que incurrieron los demandados, al no adecuar su conducta al razonamiento expuesto en el
Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En síntesis, se advierte que las autoridades demandadas remitieron el cuaderno de apelación al Juez
de origen el 29 de julio de 2019, cuando el Auto de Vista fue dictado el 8 del mismo mes y año -tres
semanas después de la emisión de dicha Resolución-; es decir, fuera del plazo de las veinticuatro
horas como lo establece el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, no siendo
válida la justificación de la “carga laboral” del despacho por ser una cuestión administrativa ajena a
la prosecución del proceso que no debe afectar de forma negativa al cumplimiento de plazos en
perjuicio del justiciable prolongando su situación procesal como privado de libertad; por lo cual es
evidente la falta de celeridad con la que actuaron los Vocales codemandados; al respecto el profesor
Binder reflexiona: “…Si el Estado utiliza un recurso tan extremo como encarcelar a una persona para
asegurar el desarrollo del proceso, adquiere paralelamente la obligación de extremar todos los medios
a su alcance para concluir el proceso cuanto antes”[1]; dilación en la devolución del cuaderno de
apelación, donde existe un privado de libertad, lo cual amerita la protección de la justicia
constitucional a través de la acción de libertad traslativa o de pronto despacho.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1042


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En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela impetrada, actuó de manera


correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley
del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución
011/2019-AL de 30 de julio, cursante de fs. 43 a 46, pronunciada por la Sala Constitucional Segunda
del Tribunal Departamental de Justicia de Potosí; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada,
en los mismos términos establecidos por la Sala Constitucional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

[1] Binder Alberto, Introducción al derecho procesal penal, Edit. Alfa Beta, Bs. As. 1993, pág. 201.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1043


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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0776/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 24929-2018-50-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 768/2018 de 25 de julio, cursante de fs. 1103 a 1109 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Milton Álvarez Laura en
representación de GRAFTEC Limitada (Ltda.) contra Daney David Valdivia Coria, Director
Ejecutivo General a.i. de la Autoridad General de Impugnación Tributaria (AGIT).
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 29 de junio y 5 de julio de 2018, cursantes a fs. 1, 104 a 113 y 116
a 120, la parte accionante expresó los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Fue fiscalizada respecto a la obligación de pago de patentes de publicidad vial de las gestiones 2007
a 2010, por la Administración Tributaria del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz a través de la
Orden de Fiscalización 1 notificada el 30 de diciembre de 2016, para posteriormente girar la Vista de
Cargo 1 dada a conocer el 30 de marzo de 2017, lo que al final terminó con la emisión de la Resolución
Determinativa 1 de 30 de mayo del referido año, que les fue comunicada el 9 de junio de igual año,
determinando una deuda impositiva actualizada de Bs823 811.- (ochocientos veintitrés mil
ochocientos once bolivianos).
Dicha Resolución fue impugnada, mereciendo la Resolución de Recurso de Alzada ARIT-LPZ/RA
1093/2017 de 2 de octubre, que la revocó parcialmente en lo que respecta a la deuda tributaria para
la gestión 2007; ante esa situación, ambas partes interpusieron recurso jerárquico, los cuales fueron
resueltos por la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017 de 26 de diciembre, que
confirmó esa última determinación.
Este último acto administrativo afectó su derecho al debido proceso en sus elementos de motivación
y fundamentación, y la garantía de la irretroactividad de la ley; ya que: a) En su punto “xiii” interpretó
que al caso era aplicable retroactivamente el término y cómputo de prescripción de ocho años,
dispuesto por el art. 59 del Código Tributario Boliviano (CTB), modificado por la Ley 812 de 30 de
junio de 2016, basándose en que la Resolución Determinativa 1 fue notificada el 9 de junio de 2017,
sin considerar la gestión en la que se produjo el vencimiento de la obligación impositiva; b) La
interpretación referida es arbitraria, ilógica, irrazonable, insuficientemente motivada, incongruente y
absurda, dejando pleno convencimiento de que la problemática no puede ser resuelta de diferente
forma, pues no considera ninguna de las reglas y garantías en la aplicación de las normas en el
tiempo; y, c) La prescripción es de carácter sustantivo (no adjetivo), debiendo analizarse bajo el
principio “tempus comissi delicti”, de acuerdo a la jurisprudencia ordinaria y constitucional; por lo
que, pide se revise la interpretación de la norma, realizada por la autoridad demandada, a efecto de
tutelar sus derechos y garantías fundamentales.
I.1.2. Derecho y garantía supuestamente vulnerados
La parte accionante consideró como lesionados su derecho al debido proceso en sus elementos de
motivación y fundamentación, y a la garantía de la irretroactividad de la ley, citando al efecto el art.
123 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1044


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Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia: 1) Se deje sin efecto la Resolución de Recurso


Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017; y, 2) Ordenar que la autoridad demandada pronuncie un nuevo fallo,
restableciendo su derecho y la garantía conculcados.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 25 de julio de 2018, según consta en acta cursante de fs. 1095 a
1102, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante ratificó lo manifestado en su memorial de acción de amparo constitucional y
ampliándolo señaló lo siguiente: i) No se pidió la dilucidación de hechos controvertidos ni que se
realice el cómputo de la prescripción, sino que se haga respetar la garantía constitucional de
irretroactividad de la ley; y, ii) La jurisprudencia constitucional dispuso que no es necesario acudir al
proceso contencioso administrativo para interponer la presente acción tutelar.
I.2.2. Informe del demandado
Daney David Valdivia Coria, Director Ejecutivo General a.i. de la AGIT, mediante sus representantes
en audiencia indicó que: a) La Resolución Determinativa 1, fue notificada al contribuyente el 9 de
junio de 2017, entonces la facultad de determinación tributaria del Servicio de Impuestos Nacionales
(SIN) no se encontraba prescrita, en sujeción al art. 59 del CTB vigente y modificado por última vez
mediante la Ley 812, excepto para la gestión 2007; b) La Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ
1797/2017 se encuentra debidamente fundamentada, es congruente y pertinente; c) La prescripción
no se produce de forma paralela al hecho generador o la contravención; d) La solución jurídica del
presente caso no convoca tanto a considerar la constitucionalidad de dicha norma menos su
aplicación retroactiva, sino más bien sus fines, alcances y efectos; e) La AGIT no es competente para
realizar el control de constitucionalidad de las normas vigentes ni inaplicarlas; f) La Ley 812 se debe
emplear de manera retrospectiva, dado que el derecho de prescripción no se consolidó hasta el
momento de su invocación; g) Los precedentes señalados por el accionante no son aplicables al
presente caso; h) La jurisdicción constitucional no puede revisar la interpretación de la legalidad
ordinaria, dado que no es una instancia casacional; i) La parte accionante no señala las razones de
carácter constitucional por las cuales la citada Resolución habría vulnerado sus derechos o garantías
constitucionales, obviando explicar el nexo de causalidad; j) Se debió acudir previamente a la vía
contenciosa administrativa, donde corresponde el control judicial de la legalidad de los actos
emanados por la administración tributaria; y, k) No se notificó a la Autoridad Regional de
Impugnación Tributaria (ARIT) La Paz en calidad de tercera interesada.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
Mónica Paola Ingrid Cordero Escalier, Directora a.i. de la Administración Tributaria del Gobierno
Autónomo Municipal de La Paz, por memorial presentado el 17 de julio de 2018, cursante de fs. 742
a 749 vta., solicitó se declare la improcedencia de la acción de defensa o en su caso se deniegue la
tutela, aludiendo lo siguiente: 1) La acción de amparo constitucional no procede ante hechos
controvertidos; 2) La parte impetrante de tutela debió plantear previamente una demanda
contenciosa administrativa; por lo que, no cumplió con el principio de subsidiariedad, ya que la justicia
constitucional no puede sustituir a la jurisdicción contenciosa administrativa en el control de legalidad;
3) No corresponde realizar la revisión de la valoración de la prueba hecha en sede administrativa; y,
4) La AGIT aplicó correctamente la normativa vigente, modificada por la Ley 812, no habiéndose
demostrado de qué manera se habría realizado un cómputo de prescripción irrazonable e ilógico.
I.2.4. Resolución
La Jueza Pública de Familia Decimoprimera de la Capital del departamento de La Paz, constituida en
Jueza de garantías, por Resolución 768/2018 de 25 de julio, cursante de fs. 1103 a 1109 vta.,
concedió la tutela solicitada y en consecuencia, dejó sin efecto la Resolución de Recurso Jerárquico
AGIT-RJ 1797/2017, sobre la base de los siguientes fundamentos: i) El principio de seguridad jurídica
no puede ser tutelado vía acción de amparo constitucional; ii) La instancia administrativa concluyó

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1045


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con la referida Resolución jerárquica, no siendo necesaria la interposición de una demanda


contenciosa administrativa; iii) Las autoridades demandadas no analizaron si el art. 123 de la CPE,
es aplicable por el principio de supremacía constitucional y jerarquía normativa; además, de no
pronunciarse sobre las reglas que resolvieron conflictos en el tiempo; iv) No se explicó de manera
fundamentada por qué se aplica la Ley 812 a hechos generadores que acontecieron en gestiones
anteriores a su promulgación; y, v) Se omitió indicar de manera expresa cuál norma es aplicable al
caso concreto, si la Ley indicada o las anteriores modificaciones realizadas al Código Tributario
Boliviano.
Finalmente, respondiendo a la solicitud de aclaración, enmienda y complementación de los
representantes de la autoridad demandada acerca de la falta de notificación a la ARIT La Paz como
tercero interesado, la Jueza de garantías expresó que tal extremo no era necesario, ya que la
legitimación pasiva la tiene la autoridad que emitió la última resolución agotando la vía administrativa
o judicial.
II. CONCLUSIONES
Del análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución Determinativa 1 de 30 de mayo de 2017, la Administración Tributaria del
Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, resolvió determinar de oficio y sobre base cierta la
obligación tributaria de Bs823 811.- a GRAFTEC Ltda. -ahora parte accionante-, debido al mal pago
de la patente a la publicidad vial por las gestiones 2007, 2008, 2009 y 2010, más multa por la
contravención de tributo omitido; asimismo, agregó una sanción por incumplimiento de deberes
formales, dado que durante la fiscalización no presentó algunos documentos requeridos
oportunamente (fs. 216 a 235).
II.2. Mediante Resolución del Recurso de Alzada ARIT-LPZ/RA 1093/2017 de 2 de octubre, la
Directora Ejecutiva Regional de la ARIT La Paz, revocó parcialmente la Resolución Determinativa
citada precedentemente, dejando sin efecto la deuda tributaria por concepto de patente de publicidad
vial de la gestión fiscal 2007, manteniendo firme y subsistente lo decidido para los demás años (fs.
39 a 55 vta.).
II.3. A través de la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017 de 26 de diciembre, Daney
David Valdivia Coria, Director Ejecutivo General a.i. de la AGIT -hoy demandado-, confirmó la indicada
Resolución del Recurso de Alzada, indicando entre sus argumentos lo siguiente: “xiii. En ese contexto,
se tiene que la Administración Tributaria Municipal ejerció su facultad de determinación de la Deuda
Tributaria Municipal emergente del pago incorrecto de la Patente de Publicidad por las gestiones
2007, 2008, 2009 y 2010, dentro del alcance establecido por la Ley N° 291; y toda vez que la
Resolución Determinativa N° 1 Proceso N° AE9-1/2016, de 30 de mayo de 2017, fue notificada el 9
de junio de 2017, bajo la Ley N° 812, norma vigente -que dispone un término de prescripción de
8 años-, de acuerdo al Artículo 60, Parágrafo I del Código Tributario Boliviano (CTB), el término de
prescripción se inició el 1 de enero de 2009, 1 de enero de 2010, 1 de enero de 2011 y 1 de
enero de 2012, concluyendo el 31 de diciembre de 2016, 31 de diciembre de 2017; 31 de
diciembre de 2018 y 31 de diciembre de 2019 respectivamente; consecuentemente y, toda
vez que la Resolución Determinativa fue notificada el 9 de junio de 2017, se tiene que la facultad
de determinación de la Deuda Tributaria por la gestión 2007, se encuentra prescrita. En cuanto a las
gestiones 2008, 2009 y 2010, se evidencia que el término de la prescripción se interrumpió con la
notificación de la Resolución Determinativa, tal como dispone el Artículo 61, Inciso a) del Código
Tributario Boliviano (CTB), debiendo iniciar un nuevo cómputo a partir del primer día hábil del mes
siguiente a aquél en que se produjo la interrupción; consecuentemente, la Administración Tributaria
Municipal ejerció su facultad para determinar la obligación tributaria por las gestiones 2008, 2009 y
2010 dentro del término previsto” (sic [fs. 15 a 26 vta.]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante alega que la autoridad demandada vulneró su derecho al debido proceso en sus
elementos de motivación y fundamentación, y a la garantía de la irretroactividad de la ley; ya que,

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en la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017 de 26 de diciembre, interpretó


erróneamente el art. 59 del CTB modificado por la Ley 812, y lo aplicó indebidamente de manera
retroactiva a gestiones anteriores a su promulgación; por lo que, pide la revisión de la interpretación
de la legalidad ordinaria realizada por ser contradictoria a la Ley Fundamental.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. Legitimación pasiva en la acción de amparo constitucional
Sobre esta temática, la SCP 0720/2017-S1 de 27 de julio, señaló que: “…‘la legitimación pasiva debe
ser entendida como la coincidencia entre la autoridad que presuntamente causó la violación de los
derechos y aquella contra quien se dirige la acción (SSCC 0255/2001-R, 0829/2001-R, 1349/2001-R,
entre otras); de lo que se establece que para que el recurso sea admitido es imprescindible que el
recurso sea dirigido contra la persona que cometió el acto ilegal o la omisión indebida, es decir el
agraviante’ (SSCC 0325/2001-R y 0863/2001-R) (SC 2389/2010-R de 19 de noviembre).
Así también, la jurisprudencia establecida por el Tribunal extinto, determinó que no es viable
considerar el fondo de la problemática que se plantea dentro la presente acción de amparo
constitucional, cuando está no fue dirigida contra la autoridad de última instancia que tiene la facultad
de modificar, confirmar o revocar el acto o resolución sometido a su consideración. Así las SSCC
0258/2003-R, 0726/2003-R, 0885/2003-R, 0723/2004-R y 1445/2004-R, 0823/2005-R, 0856/2005-R
y otras, han establecido que: ‘…cuando se trata de procesos en cualquier materia, el agraviado debe
acusar el acto indebido o ilegal constituido ya sea en un acto procesal o en una resolución ante la
instancia última, pues de no hacerlo la tutela resultaría ineficaz por cuanto no se puede compulsar la
problemática si no ha sido recurrida la autoridad o persona que tiene la facultad de revisar,
consiguientemente, modificar, confirmar o revocar el acto o resolución puesto en su conocimiento,
ya que en la última instancia -si se acusa el acto ilegal u omisión indebida-, se resolverá
definitivamente, de manera que quien deberá responder por la lesión al derecho fundamental
y repararlo en forma inmediata será la autoridad o tribunal que tenga legalmente la
atribución de conocer en última instancia, y por lo mismo, para el caso de no reparar la lesión
al momento de resolver el recurso ordinario, es quien tiene la legitimación pasiva para ser
demandado, responder y cumplir lo que se ordene en esta jurisdicción si se presentare Amparo’” (las
negrillas nos corresponden).
Dicho entendimiento jurisprudencial sobre la legitimación pasiva está directamente relacionado con
el principio de subsidiariedad que caracteriza a la acción de amparo constitucional; puesto que, de
acuerdo al art. 54 del Código Procesal Constitucional (CPCo), el accionante debe agotar los medios o
recursos legales idóneos previstos en el ordenamiento jurídico para la restitución inmediata de sus
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados de serlo, pudiendo plantear la citada
acción tutelar solamente en caso de que dichos medios o recursos hayan sido inefectivos, haciendo
lógico el entendimiento de que la autoridad que goza de legitimación pasiva es la que se haya
pronunciado sobre el litigio en última instancia, dado que su resolución es la que cierra la vía judicial
o administrativa correspondiente y por lo general sus decisiones constituyen jurisprudencia vinculante
para las instancias inferiores.
III.2. Sobre la revisión de la actividad jurisdiccional de otros tribunales y autoridades
Teniendo presente que el Tribunal Constitucional Plurinacional administra justicia constitucional con
la finalidad de velar por la supremacía de la Constitución Política del Estado, el ejercicio del control
de constitucionalidad y precautelar el respeto y vigencia de los derechos fundamentales y garantías
constitucionales (art. 2.I de Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional [LTCP]), a través de
ampulosa jurisprudencia constitucional se reconoció que en ejercicio de dicha facultad, puede revisar
la labor hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el ordenamiento jurídico que
ejercen los jueces y tribunales ordinarios a tiempo de aplicar la ley y valorar la prueba, actividad que
puede efectuarse de manera excepcional siempre y cuando la parte accionante cumpla con
determinados presupuestos procesales.

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En ese entendido, se establecieron criterios de apertura de su competencia, flexibles y únicamente


con la finalidad de efectuar un adecuado control, a través de herramientas de verificación de la
legalidad y constitucionalidad de las resoluciones judiciales y no así para restringir
indiscriminadamente el acceso a la justicia constitucional, conforme determinó en su momento la SC
0718/2005-R de 28 de junio.
La SCP 1631/2013 de 4 de octubre, estableció que únicamente “…resulta exigible sino una precisa
presentación por parte de los accionantes que muestre a la justicia constitucional de por qué la
interpretación desarrollada por las autoridades, vulnera derechos y garantías previstos por la
Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a) Por vulneración del derecho a un Resolución
congruente y motivada que afecta materialmente al derecho al debido proceso y a los derechos
fundamentales que se comprometen en función de tal determinación; b) Por una valoración
probatoria que se aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación
del ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o administrativo
lesiona derechos y garantías constitucionales”.
La misma Sentencia Constitucional Plurinacional, establece que: “…la línea jurisprudencial relativa a
la revisión de la actividad de otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en
términos evolutivos hasta consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional
le corresponde a los tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la
existencia de violación de derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la
justicia constitucional puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De
lo referido, se deben precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros
sistemas de justicia (civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual
que la justicia constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo
el ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar
de ‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución
y su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’
rescatando una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico -
argumentativas de las autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación
formalistas, pueden resultar útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas
las posibilidades que tiene la autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y
valores que se encuentran en la Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que realizan
otras jurisdicciones que involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada valoración de
los hechos (valoración de la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación de las
normas), no es la labor propia de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que las
autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y en
esa dimensión esta jurisdicción constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo,
providencia o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para
que la jurisdicción constitucional analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de
justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los
derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa desarrollada por la
autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia constitucional que se abre su competencia en miras
a revisar un actuado jurisdiccional, sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol
casacional, impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces”.
III.3. El principio de irretroactividad de la ley en el ámbito tributario
Sobre esta temática, la SCP 0693/2018-S2 de 23 de octubre, citando a la SCP 1169/2016-S3 de 26
de octubre, plasmó lo siguiente: «Este Tribunal Constitucional Plurinacional en la SCP 0770/2012 de
13 de agosto a tiempo de realizar una interpretación del art. 123 de la CPE sostuvo que: “La
Constitución Política del Estado en su art. 123, dentro del Capítulo destinado a garantías
jurisdiccionales, establece que ‘La ley sólo dispone para lo venidero y no tendrá efecto retroactivo,
excepto en materia laboral, cuando lo determine expresamente a favor de las trabajadoras y de los
trabajadores; en materia penal, cuando beneficie a la imputada o imputado; en materia de

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corrupción, para investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos contra
los intereses del Estado; y en el resto de los casos señalados por la Constitución’.
Respecto al principio de irretroactividad de la norma a que hace referencia el accionante, el Tribunal
Constitucional mediante la SC 0334/2010-R de 15 de junio, citada por la SC 1795/2010-R de 25 de
octubre, señaló lo siguiente: ‘El art. 33 de la CPEabrg, disponía que la ley solo tiene efecto para lo
venidero; y no así retroactivo, excepto en materia social cuando lo determine expresamente, y en
materia penal cuando beneficie al delincuente; es decir, uno de los principios más elementales que
rigen la aplicación de la ley es su irretroactividad, que significa que ésta no debe tener efectos hacia
atrás en el tiempo; sus efectos solo operan después de la fecha de su promulgación, así también lo
ha establecido el art. 123 de la CPE.
El fundamento jurídico del principio de irretroactividad, es la necesidad de dar estabilidad al
ordenamiento jurídico, porque sin el mencionado principio se presentan confusiones sobre la
oportunidad de regulación, de suerte que en muchas ocasiones con una conveniencia presente se
regulaba una situación pasada, que resultaba exorbitante al sentido de la justicia, por falta de
adecuación entre el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica.
Las personas tienen confianza en la ley vigente, y conforme a ella celebran sus transacciones y
cumplen sus deberes jurídicos. Dar efecto retroactivo a una ley equivale a destruir la confianza y
seguridad que se tiene en las normas jurídicas.
La naturaleza jurídica del principio de irretroactividad es la premisa según la cual, en la generalidad
de las circunstancias se prohíbe, con base en la preservación del orden público y con la finalidad de
plasmar la seguridad y estabilidad jurídica, que una ley tenga efectos con anterioridad a su vigencia,
salvo circunstancias especiales que favorezcan, tanto al destinatario de la norma como a la
consecución del bien común, de manera concurrente.
Es por ello, que el principio de irretroactividad no se contrapone con la necesidad de mutaciones
normativas, que impiden la petrificación de un orden jurídico que ha de ser dinámico, en el sentido
de ajustar a las condiciones y circunstancias actuales, sin que esto implique el desconocimiento de
situaciones jurídicas definidas de acuerdo con la ley, ni la vulneración de los derechos adquiridos’.
Concordante con el precedente constitucional esta Sala considera que la irretroactividad de la ley al
constituir una garantía a favor del ciudadano y no del Estado, impide también, que una norma
reciente pueda afectar a plazos de prescripción que empezaron a computarse en vigencia de una
norma anterior, pues ello significaría desconocer el principio de irretroactividad de la ley y consentir
una aplicación retroactiva, pues a los actos que se produjeron en un determinado tiempo,
corresponde se aplique la normativa legal vigente en ese momento, lo contrario significaría contrariar
el mandato constitucional de la irretroactividad como garantía a favor del ciudadano, desconocer el
orden público, la seguridad y estabilidad jurídica. No obstante, la regla de prohibición de aplicación
retroactiva de una norma encuentra su excepción bajo el principio de favorabilidad y cuando se trate
de normas penales, sociales y en normas de carácter adjetivo.
En el ámbito Tributario el art. 150 del CTB, determina que: ‘La normas tributarias no tendrán carácter
retroactivo, salvo aquellas que supriman ilícitos tributarios, establezcan sanciones más benignas o
termino de prescripción más breves o de cualquier manera beneficien al sujeto pasivo o tercero
responsable’.
En ese contexto, se entiende que la nueva norma, rige para lo venidero y no así para hechos pasados,
criterio que guarda coherencia con el art. 123 de la CPE, siendo de aplicación en materia tributaria
el principio de favorabilidad establecido en el art. 150 del CTB; pues, teniendo en cuenta dicho
principio, la nueva norma puede ser aplicada cuando favorezca al sujeto pasivo o tercero responsable.
Por ello, las modificaciones normativas tienen la finalidad, que distintas situaciones jurídicas que no
se encontraban presentes en el pasado, se ajusten a la nueva realidad, sin que ello involucre el
desconocimiento de situaciones jurídicas definidas ni la vulneración de los derechos adquiridos”» .
III.4. Análisis del caso concreto

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La parte accionante alega que la autoridad demandada vulneró su derecho al debido proceso en sus
elementos de motivación y fundamentación, y a la garantía de la irretroactividad de la ley; ya que,
en la Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017 de 26 de diciembre, interpretó
erróneamente el art. 59 del CTB modificado por la Ley 812, y lo aplicó indebidamente de manera
retroactiva a gestiones anteriores a su promulgación; por lo que, pide la revisión de la interpretación
de la legalidad ordinaria realizada por ser contradictoria a la Ley Fundamental.
En primer lugar, conforme se tiene del Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, en acciones de amparo constitucional emergentes de procesos
administrativos o judiciales, la legitimación pasiva recae sobre la última autoridad que conoció y
resolvió la problemática planteada, en aplicación del principio de subsidariedad, no siendo pertinente
lo alegado por la autoridad demandada acerca de la necesidad de notificar a la ARIT La Paz.
Continuando, se tiene que la parte impetrante de tutela realizó una precisa relación de vinculación
entre los derechos fundamentales invocados y la actividad interpretativa desarrollada por la autoridad
demandada al resolver el recurso jerárquico, a saber por las siguientes consideraciones: a) Identificó
con precisión que párrafo de la citada Resolución de Recurso Jerárquico se realizó la interpretación
considerada lesiva; b) Explicó por qué dicha labor fue insuficientemente motivada, arbitraria y con
error evidente, indicando que no se consideró la garantía constitucional de irretroactividad de la
norma consagrada en el art. 123 de la CPE, omitiendo realizar una interpretación conforme a la
Norma Suprema, ya que se aplicó de forma retroactiva el término de prescripción de ocho años
previsto actualmente en el art. 59 del CTB bajo la modificación realizada por la Ley 812, a gestiones
pasadas antes de la promulgación de esta última disposición legal; agregando que, tampoco se
motivó de manera suficiente tal decisión; c) Resaltó la relevancia constitucional de la revisión de la
interpretación legal realizada por la autoridad demandada, puesto que se inaplicó arbitrariamente la
garantía de irretroactividad de la norma; y, d) No se pidió la dilucidación de hechos controvertidos
ni que se realice el cómputo del plazo para la verificación de la prescripción, sino que simplemente
se ordene la correcta interpretación de la legalidad; por lo que, se demostró ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras de revisar el acto administrativo.
En efecto, de acuerdo a lo plasmado en el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo constitucional, este
Tribunal fue claro al establecer que las autoridades judiciales y administrativas deben respetar la
garantía de la irretroactividad de la norma consagrada en el art. 123 de la CPE, al momento de
interpretar las normas infraconstitucionales y aplicarlas en el cumplimiento de sus funciones,
considerando además las puntuales excepciones en contextos del principio de favorabilidad, lo cual
en el presente caso no ocurre, puesto que la fiscalización realizada por la administración tributaria
fue para obligaciones de pago de patentes de publicidad vial de las gestiones 2007 a 2010, cuando
estaba vigente el art. 59 del CTB, sin modificaciones y establecía un término de prescripción de
solamente cuatro años para controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos, así como
para la determinación de la deuda tributaria e imponer sanciones administrativas, plazo menor al de
ocho años vigente por la última modificación realizada por la Ley 812 a dicha disposición legal.
Entonces, se llega a la conclusión que la interpretación realizada por la autoridad demandada en la
Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 1797/2017 fue arbitraria y con error evidente, dado que
desconoció la garantía constitucional de la irretroactividad de la norma; por otra parte, también se
verifica la insuficiencia de la fundamentación realizada en el punto “xiii” de la indicada Resolución, ya
que no se explica en qué disposición legal se basa para indicar que la legislación aplicable en materia
de prescripción es la vigente al momento de que la administración tributaria ejerza sus facultades de
fiscalización y determinación de la deuda tributaria; agregando que, lo referido también implicaría
una contradicción al cómputo de la prescripción regulado en el art. 60 del referido cuerpo legal, que
inicia desde el primer día del año siguiente a aquel en que se produjo el vencimiento de pago
respectivo o en el que se haya cometido la contravención tributaria.
Por los fundamentos expuestos, la Jueza de garantías al conceder la tutela impetrada, aplicó de
manera correcta las disposiciones constitucionales.
POR TANTO

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El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 768/2018 de 25 de julio, cursante de fs. 1103 a 1109
vta., pronunciada por la Jueza Pública de Familia Decimoprimera de la Capital del departamento de
La Paz; y en consecuencia, CONCEDER la tutela solicitada en lo que respecta a la garantía de
irretroactividad de la norma y el derecho al debido proceso en sus elementos de motivación y
fundamentación.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0777/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 26143-2018-53-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 03/2018 de 30 de agosto, cursante de fs. 539 a 542, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Apolinar Choque Arevillca, Gerente
Distrital Tarija del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) contra Antonio Guido Campero
Segovia y Jorge Isaac von Borries Mendez, y María Cristina Díaz Sosa y Esteban Miranda
Terán, ex y actuales Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa,
Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 15 de agosto de 2018, cursante a fs. 134 a 149 vta., el accionante
expresó los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El contribuyente SOINBOL S.R.L. presentó una declaración jurada por el Impuesto a las Transacciones
(IT) para el período julio de 2010, consignando saldo a favor del fisco que no fue pagado dentro de
término; lo que, aparte de ameritar la ejecución de la deuda tributaria, implicó la apertura de un
procedimiento sumario contravencional por omisión de pago.
Tramitado el sumario referido, se emitió la Resolución Sancionatoria 601800028815 de 20 de julio de
2015, que sancionó al sujeto pasivo con una multa equivalente al cien por ciento del tributo omitido
a la fecha de vencimiento del impuesto; ante lo cual, el contribuyente interpuso recurso de alzada
que fue resuelto por la Resolución de Recurso de Alzada ARIT-CBA/RA 0040/2016 de 1 de febrero,
que confirmó el acto administrativo impugnado; por ello, dicha empresa planteó recurso jerárquico
que fue dilucidado por la Autoridad General de Impugnación Tributaria (AGIT), que a través de la
Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 0406/2016 de 25 de abril, falló confirmando la Resolución
enervada.
En ese contexto, el contribuyente interpuso demanda contencioso administrativa contra la última
Resolución jerárquica, proceso ante el cual se apersonó en calidad de representante de la Gerencia
Distrital Tarija del SIN, mereciendo el proveído de 19 de septiembre de 2016 emitido por la Sala
Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de
Justicia, que aceptó su apersonamiento y dispuso que los fundamentos expresados en su calidad de
tercero interesado serían considerados en la resolución final correspondiente; sin embargo, cuando
se emitió la Sentencia 94 de 11 de agosto de 2017, se resolvió la demanda contenciosa administrativa
declarándola probada, sin pronunciarse sobre sus argumentos, lesionando su derecho al debido
proceso en su elemento de congruencia.
En su memorial de apersonamiento pidieron se declare improbada la indicada demanda,
manifestando lo siguiente: a) Con relación a la aplicación retroactiva de la Ley de Modificaciones al
Presupuesto General del Estado (PGE-2012) -Ley 291 de 22 de septiembre de 2012- y la Ley del
Presupuesto General del Estado Gestión 2013 -Ley 317 de 11 de diciembre de 2012- en lo que
respecta al plazo y el computo de la prescripción de las acciones de la Administración Tributaria para
controlar, investigar, verificar, comprobar, fiscalizar tributos, determinar la deuda tributaria e imponer
sanciones administrativas; y, b) La imposibilidad de proceder a la ejecución tributaria y a la
imposición de sanción por omisión de pago, por estar en curso la facilidad de pago otorgada al

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contribuyente, de acuerdo a los arts. 55 y 156 del Código Tributario Boliviano (CTB), que suspendió
el cómputo del término de prescripción para imponer sanciones por un año y cinco meses.
Por otra parte, igualmente señaló la vulneración de su derecho a la justicia plural en sus elementos
de seguridad jurídica y legalidad, debido a que la citada Sentencia inaplicó el contenido de las Leyes
291 y 317 alegando que supuestamente no podrían ser retroactivas al no ser más favorables para el
sujeto pasivo, cuando su constitucionalidad no se encontraba en duda, no correspondiendo a la
jurisdicción ordinaria determinar si una norma legal se halla vigente o es contraria a la Constitución
Política del Estado y en todo caso se debió plantear una acción de inconstitucionalidad concreta.
Finalmente, expresó que las modificaciones introducidas al art. 59 del CTB por las Leyes 291 y 317
no se refieren a una ampliación sea respecto a obligaciones tributarias cuyo plazo de vencimiento y
contravenciones tributarias hubiese ocurrido en dicho año, sino que lo que cambió es el plazo para
el ejercicio de facultades de la Administración Tributaria, en su relación con la obligación tributaria,
lo cual es plenamente aplicable a hechos generadores acaecidos con anterioridad a la promulgación
de las indicadas leyes dado que el derecho a la prescripción del contribuyente era expectaticio y no
se encontraba consolidado, debiendo aplicarse la normativa vigente al momento en que el sujeto
pasivo invocó la prescripción; por lo que, se lesionó su derecho al debido proceso en sus elementos
de fundamentación y motivación.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante consideró como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos de
congruencia, motivación y fundamentación, y a la justicia plural en sus componentes de seguridad
jurídica y legalidad, a cuyo efecto citó los arts. 115.II, 108.I, 164.II, 178.I y 180.I de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y en consecuencia: 1) Se deje sin efecto la Sentencia 94; y, 2) Ordenar
que las autoridades demandadas pronuncien una nueva resolución, respetando sus derechos
fundamentales.
I.2. Audiencia y Resolución del Juez de garantías
La audiencia pública fue instalada el 30 de agosto de 2018, según consta en acta cursante de fs. 536
a 538 vta., en la cual se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante por intermedio de sus representantes, ratificó lo manifestado en su memorial de
acción de amparo constitucional.
I.2.2. Informe de los demandados
Esteban Miranda Terán, Magistrado de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, presentó informe escrito el 28 de agosto de
2018, cursante a fs. 159 y vta., indicando que no participó en el acto impugnado, no correspondiendo
informar sobre el fondo de las pretensiones aducidas por el solicitante de tutela y que está a las
resultas de la acción a efecto de asumir la responsabilidad institucional que corresponda.
María Cristina Díaz Sosa, Magistrada de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y
Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia, no presentó informe pese a su notificación
cursante a fs. 152.
Antonio Guido Campero Segovia y Jorge Isaac von Borries Mendez, exmagistrados de la Sala
Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de
Justicia, no presentaron informe pese a su notificación cursante de fs. 154 a 155.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Daney David Valdivia Coria, Director General Ejecutivo a.i. de la AGIT, presentó informe escrito el 30
de agosto de 2018, cursante de fs. 423 a 436, manifestando que: i) Respecto al art. 59 del CTB,

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modificado por las Leyes 291 y 317, se presume constitucional y debe ser aplicado, toda vez que
prevé que la prescripción de ocho años se debe aplicar en la gestión en curso; ii) La Sentencia 94
señaló de manera contradictoria que “…NO CORRESPONDE ANALIZAR LA
CONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA, SINO SIMPLEMENTE QUE NO SON NORMAS QUE
PERMITAN LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE FAVORABILIDAD…” (sic), correspondiendo
un pronunciamiento fundamentado sobre el término en “EN LA GESTIÓN” (sic); iii) Se omitió
considerar que la Ley 317 dejó sin efecto el segundo párrafo del artículo antes indicado, con el
propósito de que el cómputo de la prescripción no se tomen en cuenta las obligaciones tributarias
con vencimiento para cada año, sino que el cómputo se efectúe tomando en cuenta la solicitud de
prescripción y luego aplicar el cómputo respectivo; y, iv) La Sentencia 94 no contiene todos los
fundamentos legales en función a la naturaleza jurídica de la demanda y no expresa pronunciamiento
con relación a todos los puntos demandados y respondidos; por lo que, solicita se emita una nueva
resolución declarando procedente la acción de amparo constitucional.
Daniela Aparicio Cata, representante de SOINBOL S.R.L., intervino en audiencia manifestando que:
a) El accionante tuvo la oportunidad de presentar réplica y dúplica en el proceso contencioso
administrativo, así como solicitar la complementación y enmienda de la Sentencia 94, no siendo
pertinente que ahora pretenda hacer valer sus argumentos en la jurisdicción constitucional; b) El
tercero interesado no es parte del proceso y no necesariamente deben ser considerados en la
resolución; c) La ampliación de plazos de prescripción dispuestas por las Leyes 291 y 317 no beneficia
a los contribuyentes; d) La administración tributaria ya interpuso otras acciones tutelares por el
mismo tema, las cuales fueron denegadas; e) El cómputo del plazo de la prescripción se da desde la
configuración del hecho generador, lo contrario sería desnaturalizar dicho instituto jurídico; y, f) No
existieron agravios en la emisión de la Sentencia 94, quedando claro que la ley rige para el futuro y
no retroactivamente, peor si es en contra del contribuyente; por lo que, solicitó se deniegue la tutela
impetrada.
I.2.4. Resolución
El Juez Público de Familia Octavo de Sucre del departamento de Chuquisaca, constituido en Juez de
garantías, por Resolución 03/2018 de 30 de agosto, cursante de fs. 539 a 542, concedió la tutela
solicitada y en consecuencia, dejó sin efecto la Sentencia 94, con base en los siguientes fundamentos:
1) Se debió señalar la postura del tercero interesado dentro de la demanda contenciosa
administrativa, a manera de ser considerada al momento de resolver el litigio en igualdad de
condiciones; 2) No se señaló con meridiana claridad la norma aplicable a cada caso concreto,
haciendo conocer los motivos del porque se considera una norma y no otra; y, 3) El no tomar en
cuenta al tercero interesado significa la vulneración de su derecho a la defensa y a la seguridad
jurídica.
1.2.5. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional
Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano, Magistrado de la Sala Cuarta Especializada del Tribunal
Constitucional Plurinacional, a fs. 558 y 559 formuló excusa del conocimiento de la acción de amparo
constitucional signada con el número 26143-2018-53-AAC, al estar comprendido en la causal prevista
por el art. 20.5 del CPCo, bajo el argumento de que en su condición de entonces Magistrado del
Tribunal Supremo de Justicia asumió una posición clara y concreta sobre el tema, lo cual originó el
ACP 0011/2019 de 10 de abril, cursante de fs. 569 a 572, que declaró legal la excusa formulada.
II. CONCLUSIONES
Del análisis de la prueba documental adjunta al expediente, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución Sancionatoria 601800028815 de 20 de julio de 2015, Apolinar Choque Arevillca,
Gerente Distrital Tarija del SIN -ahora accionante-, sancionó a SOINBOL S.R.L. con una multa igual
al cien por ciento del tributo omitido a la fecha de vencimiento del impuesto por UFV’s11 836 (once
mil ochocientos treinta y seis unidades de fomento a la vivienda), por la contravención de omisión
de pago del IT declarado para el período julio de 2010 (fs. 185 y 186).

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II.2. Mediante Resolución de Recurso de Alzada ARIT-CBA/RA 0040/2016 de 1 de febrero, Teresa


del Rosario Borda Rocha, Directora Ejecutiva a.i. de la Autoridad Regional de Impugnación Tributaria
(ARIT) Cochabamba, confirmó la referida Resolución Sancionatoria (fs. 344 a 348 vta.).
II.3. A través de Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 0406/2016 de 25 de abril, Daney David
Valdivia Coria, Director General Ejecutivo a.i. de la AGIT, confirmó la indicada Resolución de Alzada
(fs. 391 a 399 vta.).
II.4. Cursa memorial de apersonamiento del solicitante de tutela en calidad de tercero interesado en
el proceso contencioso administrativo interpuesto por SOINBOL S.R.L. impugnando la mencionada
Resolución jerárquica, donde arguyó -en síntesis- lo siguiente: i) En relación a la aplicación de las
Leyes 291 y 317, modificaron el art. 59 del CTB, se reguló que para cada gestión se establece un
cómputo diferente, respecto al período fiscal julio de 2010, al iniciarse el procedimiento sumario
contravencional por omisión de pago el 2015, el término se extiende hasta el 31 de diciembre de
2017 y así sucesivamente, puesto que dicha disposición jurídica dispuso que las acciones de la
administración tributaria prescribirán a los siete años para la gestión 2015 y ocho años en la gestión
2016, hasta llegar a los diez años a partir de la gestión 2018; ii) La AGIT no es competente para
realizar control de constitucionalidad de las normas vigentes, correspondiendo aplicar las mismas,
presumiendo su constitucionalidad; iii) Todo lo que no prescribió hasta la fecha de entrada en vigor
de las antedichas Leyes, debe regirse por la nueva legislación modificatoria por cuanto no llegaron a
consolidarse como derechos obtenidos, en aplicación constitucional de la teoría de los derechos
adquiridos y situaciones expectativas, no siendo evidente que la administración tributaria haya
realizado una aplicación retroactiva, agregando que la ley procesal aplicable es siempre la vigente;
y, iv) Aun aplicándose el artículo aludido sin las modificaciones, cuando se establecía un término de
prescripción de cuatro años, se tiene que igual no operó la misma al haberse el contribuyente acogido
a un plan de facilidades de pago del impuesto declarado para el período julio de 2010, dejando a la
administración tributaria sin la posibilidad de continuar con la imposición de la sanción por omisión
de pago debido a la suspensión de la ejecución tributaria (por un año y cinco meses), conforme al
art. 55.III del CTB y considerando el régimen de reducción de sanciones establecido en el art. 156
del mismo cuerpo legal (fs. 41 a 47 vta.).
II.5. Por proveído de 19 de septiembre de 2016, la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa,
Social y Administrativa Primera del Tribunal Supremo de Justicia -ahora demandados-, tuvo por
apersonado en el proceso contencioso administrativo al impetrante de tutela e informó que se
tuvieron presentes sus argumentos, los cuales serían considerados en la resolución final si
correspondiere (fs. 48).
II.6. Mediante Sentencia 94 de 11 de agosto, pronunciada por las autoridades demandadas, se
declara probada la demanda contencioso administrativa interpuesta por SINBOL S.R.L. y revoca la
Resolución de Recurso Jerárquico AGIT-RJ 0406/2016; en el “Considerando II” de esta Sentencia se
hace una relación suscita del contenido de la demanda y su contestación, para luego pasar a resolver
la controversia con los siguientes argumentos: a) La litis planteada fue sobre la errónea valoración
de la normativa legal aplicable a la prescripción solicitada por el sujeto pasivo en aplicación de las
Leyes 291 y 317 para el IT del período fiscal julio de 2010; b) La prescripción es una categoría
general del derecho que modula el paso del tiempo ante la inactividad de quien pudo ejercer un
derecho y no lo hizo, evitando que un sujeto quede indefinidamente a merced de la actuación de
otro, se fundamenta en los principios constitucionales de certeza y seguridad en las relaciones
jurídicas; c) En materia tributaria se busca evitar la prolongación de situaciones claudicantes
generadoras de incertidumbre para el contribuyente; d) Cualquier regulación normativa o
interpretación tendente a evitar la consumación de las prescripción es claramente contraria a la
estabilidad del principio de seguridad jurídica consagrado en los arts. 9.II y 178 de la CPE; e)
Solamente se admite la retroactividad para el caso de las normas tributarias punitivas, conforme a
los arts. 59.I.3, 150 y 154 del CTB; f) Para las demás disposiciones tributarias se aplica el principio
de irretroactividad, consagrado en los arts. 116.II y 123 de la CPE; g) La demanda contencioso
administrativa contiene argumentos claros objetivos, legales normativos y doctrinales específicos,
concomitantes al argumento de la prescripción, cumpliendo con el art. 327 del Código de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1055


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Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg); h) Las modificaciones realizadas al art. 59 del CTB a través
de las Leyes 291 y 317, tuvo la finalidad de incrementar el plazo de prescripción de las acciones de
la administración tributaria para controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos, así
como para determinar la deuda impositiva e imponer sanciones administrativas respecto del
contribuyente, estableciendo un incremento escalonado a partir de la gestión 2012 hasta la 2018,
entendiéndose el término gestión como el periodo fiscal vigente de donde emergen obligaciones
tributarias y se cometen contravenciones; i) Las indicadas Leyes, cuya constitucionalidad no se
encuentra en duda, no constituyen disposiciones legales que beneficien al sujeto pasivo, no
pudiéndose utilizar el principio de favorabilidad para justificar una aplicación retroactiva; j) La Ley
291 estableció en un primer momento que el periodo de prescripción para cada año sería respecto a
las obligaciones tributarias cuyo plazo de vencimiento y contravenciones tributarias hubiesen ocurrido
en dicho año o gestión, descartándose su aplicación retroactiva; k) Si bien la Ley 317 quitó esa última
previsión legal, dejando un vacío jurídico, este hecho no puede ser interpretado como un precepto
potestativo para la aplicación retroactiva de la norma; y, L) En el caso concreto correspondió aplicar
la norma procesal vigente al momento en que se produjo el hecho generador y la contravención en
la gestión 2010, es decir, el art. 59 del CTB sin modificaciones que establecía un plazo de prescripción
de cuatro años, que concluyó el 31 de diciembre de 2014, no evidenciándose la configuración de
ninguna causal de interrupción y suspensión (fs. 411 a 417 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante consideró como vulnerados sus derechos al debido proceso en sus elementos de
congruencia, motivación y fundamentación, y a la justicia plural en sus componentes de seguridad
jurídica y legalidad, debido a que: 1) Cuando se emitió la Sentencia 94 de 11 de agosto de 2017, se
resolvió la demanda contenciosa administrativa declarándola probada, sin pronunciarse sobre sus
argumentos, lesionando su derecho al debido proceso en su elemento de congruencia; 2) Se inaplicó
el contenido de las Leyes 291 y 317 alegando que supuestamente no podrían ser retroactivas al no
ser más favorables para el sujeto pasivo, cuando su constitucionalidad no se encontraba en duda, no
correspondiendo a la jurisdicción ordinaria determinar si una norma legal se halla vigente o es
contraria a la Constitución Política del Estado y en todo caso se debió plantear una acción de
inconstitucionalidad concreta; y, 3) Las modificaciones introducidas al art. 59 del CTB por las Leyes
aludidas no se refieren a una ampliación sea respecto a obligaciones tributarias cuyo plazo de
vencimiento y contravenciones hubiese ocurrido en dicho año, sino que lo que cambió es el plazo
para el ejercicio de facultades de la Administración Tributaria, en su relación con la obligación
impositiva, lo cual es plenamente aplicable a hechos generadores acaecidos con anterioridad a la
promulgación de las indicadas leyes dado que el derecho a la prescripción del contribuyente era
expectaticio y no se encontraba consolidado, debiendo aplicarse la normativa vigente al momento en
que el sujeto pasivo la invocó.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. La intervención del tercero interesado en procesos contenciosos administrativos
Sobre este tópico, la SCP 0138/2019-S2 de 17 de abril, sistematizó los entendimientos
jurisprudenciales realizados hasta el momento de la siguiente manera: “La jurisprudencia
constitucional se pronunció respecto a que dentro de un proceso contencioso administrativo, el
tercero interesado debe intervenir, por tener un interés directo en el mismo y que la resolución a
emitirse le puede afectar sus derechos. Así, entre otras, la SCP 1472/2016-S3 de 12 de diciembre,
que se refirió al desarrollo jurisprudencial de este tópico, señaló que: ‘El debido proceso está
concebido en la Norma Fundamental como una garantía jurisdiccional, un principio constitucional y
un derecho fundamental; así como es un instrumento de defensa de garantías y derechos
constitucionales dentro de cualquier proceso previsto en nuestro ordenamiento jurídico, también:
«…el debido proceso tiene por objeto la materialización de los valores jurídicos de justicia e igualdad,
en el entendido que sólo a través de ellos se logrará la eficacia máxima de los derechos fundamentales
contenidos en la Ley Fundamental. De ese razonamiento se extrae que el debido proceso debe ser

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entendido en sus dos facetas, adjetiva y sustantiva, que a efectos de resolver la problemática
planteada, corresponde referirnos a la primera, que abarca cuatro elementos; el Juez natural, que a
su vez tiene tres componentes, competencia, imparcialidad e independencia; la fase del juicio previo,
que parte del entendido que nadie puede ser sancionado sino en la forma establecida por la ley, para
ello se deberá observar el respeto del derecho a la defensa -técnica y material-, principio de
contradicción, publicidad, presunción de inocencia y otros; la tercera fase es la relativa a la decisión
que contiene elementos específicos como la motivación, la congruencia y la sentencia justa;
finalmente está el derecho a la doble instancia…» (SC 1521/2011-R de 11 de octubre).
Dentro de ese contexto, la SCP 0530/2015-S3, de 26 de mayo, estableció que se lesiona el derecho
al debido proceso en su elemento de la defensa del contribuyente o sujeto pasivo, cuando dentro de
un proceso contencioso administrativo no se pone a conocimiento de éste la controversia, suscitando
que se definan aspectos reclamados por las instancias administrativas que establecieron ciertos
derechos a favor de éste, empero no fue avisado, y dentro de ese proceso eventualmente podrían
ser modificados, constituyendo su presencia en un presupuesto de protección del derecho al debido
proceso que debe ser respetado en instancia judicial, así sostuvo que: «…la demanda contenciosa
administrativa fue interpuesta por la Administración Tributaria contra la máxima instancia de
impugnación tributaria; es decir, la Superintendencia Tributaria General -hoy AGIT-, sin que hubiese
intervenido el ahora accionante a pesar de que los efectos de la Sentencia judicial le afectarían. En
efecto, todo el proceso administrativo, sujeto al control judicial, emerge a consecuencia del supuesto
incumplimiento de deberes por parte del contribuyente -ahora accionante-, que en este caso resulta
ser el sujeto pasivo, que conforme al art. 22 del Código Tributario Boliviano (CTB), se encuentra
definido como el contribuyente o sustituto del mismo, quien debe cumplir con las obligaciones
tributarias establecidas conforme las Leyes, señalando igualmente, el art. 23 de la misma norma,
que: ‘Contribuyente es el sujeto pasivo respecto del cual se verifica el hecho generador de la
obligación tributaria’; de donde se evidencia que cualquier determinación que se asuma dentro de la
instancia judicial posterior influirá en su situación, por cuanto contra él existe un adeudo determinado
dentro de un proceso tributario, no pudiendo por ello soslayarse la participación de éste dentro del
proceso; en ese contexto, todas las decisiones asumidas dentro de la demanda contenciosa
administrativa recaerá directamente sobre el sujeto pasivo; es decir, que la decisión asumida tendrá
un efecto directo sobre éste…» (las negrillas fueron añadidas); ello debido a que si bien los efectos
de las decisiones asumidas dentro de cualquier resolución (judicial o administrativa), solo recaen en
las partes intervinientes, sin embargo, en caso de que los derechos de otras personas que no sean
parte del proceso se encuentren afectadas por dichas decisiones, éstas podrán intervenir para que la
autoridad a cargo del mismo pueda resolver la controversia tomando en cuenta la afectación de la
que pueda ser objeto este tercero (SC 1824/2010-R de 25 de octubre).
Por su parte, la SCP 0150/2014-S3 de 20 de noviembre, estableció que: «…con relación a los terceros
interesados, es menester señalar que, si bien es evidente que la decisión que se expida dentro de un
proceso judicial o administrativo, sólo debe referirse en principio a los que hayan intervenido
directamente en él, o sea a la parte demandante y demandada; empero, es posible que se presenten
circunstancias por las cuales el fallo puede rebasar ese ámbito y afectar a terceros completamente
ajenos a la litis.
Como consecuencia de lo anotado, tendrá que admitirse la intervención de un tercero en un proceso
judicial o administrativo en el que no es parte cuando se alega un interés propio susceptible de ser
afectado por la resolución que se emita. Esta situación hace imperativo que se lo incorpore al
respectivo proceso, previo el cumplimiento de ciertos requisitos para los casos en los que resulta
inevitable su participación en aquellos juicios.
La intervención de terceros interesados puede producirse sea en forma voluntaria a iniciativa propia,
o en forma provocada, de oficio o a pedido de parte. Así, en primer término será necesario anotar
que en ambos casos se requerirá de la existencia de un proceso en trámite, pendiente de resolución,
al cual el tercero interesado que se considere legitimado podrá apersonarse, demostrando
fehacientemente su titularidad con relación a un derecho que pudiera resultar afectado por la
resolución que se dicte.

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Asimismo, deberá acreditar que su reclamo tiene inmediata relación con el objeto del proceso; es
decir, que tiene que existir un vínculo de conexitud con la controversia objeto de la litis para permitir
que juntamente con ésta su pretensión sea resuelta. Estos requisitos deberán ser verificados por el
Juez o autoridad administrativa para que, en caso de ser cumplidos, se declare legitimado al tercero
interesado y así pueda intervenir dentro de un determinado proceso, asumiendo amplia defensa en
igualdad de condiciones.
Sin embargo, al tercero interesado sólo le corresponde adherirse a una demanda que se encuentra
en trámite, mas no así deducir una nueva ni plantear petitorios diferentes a los que contiene la
demanda principal, puesto que su intervención, siendo accesoria, no implica en absoluto la posibilidad
legal de modificar una relación procesal aspecto que corresponde valorar en primera instancia al juez
o autoridad administrativa competente»’.
Finalmente la SCP 0995/2016-S3 de 22 de septiembre, refirió que ‘…en la tramitación de los procesos
contenciosos administrativos, se encuentra reconocida la notificación a quienes tengan interés
legítimo en el proceso administrativo, aspecto además reconocido por la doctrina, pudiendo citarse a
Hugo Haroldo Calderón Morales, quien hablando de las partes en el proceso contencioso
administrativo, señala: «Los terceros son todas aquellas personas que puedan aparecer dentro del
expediente administrativo con legítimo derecho o personas que pudieran salir afectadas o tienen
interés directo en el asunto que ha sido sometido a la jurisdicción contencioso administrativa, sobre
los que pueda caer alguna responsabilidad o puedan salir afectados en una decisión jurisdiccional».
Al respecto, otros autores incluso consideran que quien tiene interés legítimo debe ser citado como
parte en el proceso y no como tercero interesado’.
Como lo expresa la jurisprudencia precedente, en las demandas contenciosas administrativas, se
debe notificar al tercero interesado aunque no sea parte del mismo, para que pueda asumir defensa;
toda vez que, la resolución a emitirse puede afectar sus intereses y derechos” .
III.2. La fundamentación y motivación de las resoluciones y el principio de congruencia
como elementos de la garantía del debido proceso
Sobre esta temática se tiene que la SCP 0014/2018-S2 de 28 de febrero, sistematizó los
entendimientos principales desarrollados por la jurisdicción constitucional hasta el momento,
estableciendo que: “El derecho a una resolución fundamentada y motivada, como uno de los
elementos del debido proceso, reconocido como derecho fundamental, garantía jurisdiccional y
derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE; 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP), fue desarrollado en la amplia jurisprudencia constitucional, siendo uno de los
antecedentes, el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre, la cual establece
como exigencia del debido proceso, que toda resolución debe exponer los hechos y el fundamento
legal de la decisión, de manera que en caso de omisión, se estaría vulnerando dicho derecho.
Posteriormente, en la SC 0946/2004-R de 15 de junio, se aclara que esta garantía es aplicable
también en procesos administrativos y disciplinarios.
En la SC 0871/2010-R de 10 de agosto, se determinan los requisitos que deben contener toda
resolución jurisdiccional o administrativa con la finalidad de garantizar el derecho a la fundamentación
y motivación como elemento configurativo del debido proceso, así en su Fundamento Jurídico III.3,
señala:
…a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener
una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los
supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de
forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe
valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios producidos,
asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma motivada, f) Debe
determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, el

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supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción
o consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado.
En cuanto a los requisitos que debe contener una resolución administrativa en segunda instancia, la
SCP 0275/2012 de 4 de junio, precisa que dicho fallo debe exponer los hechos y citar las normas que
sustentan la decisión, además de pronunciarse sobre todos y cada uno de los aspectos impugnados
en el recurso.
Por su parte, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre se refiere a los supuestos de motivación arbitraria;
empero, es la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre la que desarrolla el contenido esencial del derecho
a una resolución fundada, señalando que el mismo está dado por sus finalidades implícitas, como
son: a) El sometimiento a la Constitución Política del Estado y al bloque de constitucionalidad; b)
Lograr el convencimiento de las partes que la resolución no es arbitraria; es decir, que observa el
valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; c)
Garantizar la posibilidad del control de la resolución a través de los medios de impugnación; d)
Permitir el control social de la resolución en mérito al principio de publicidad y, e) La observancia del
principio dispositivo que implica la otorgación de respuestas a las pretensiones de las partes -quinta
finalidad complementada por la SCP 0100/2013 de 17 de enero-.
Respecto a la segunda finalidad, tanto la SCP 2221/2012 como la SCP 0100/2013, señalan que la
arbitrariedad puede estar expresada en una decisión sin motivación, con motivación arbitraria,
insuficiente y por la falta de coherencia del fallo. Ejemplificando refiere, que la decisión sin motivación
se presenta cuando la resolución no da razones que la sustenten; en tanto que la motivación arbitraria
es la que sustenta la decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas o cuando
deviene de la valoración arbitraria, irrazonable de la prueba, o en su caso, de la omisión en la
valoración de la prueba aportada en el proceso; la motivación insuficiente, cuando no se da
razones de la omisión de pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes;
finalmente, la falta de coherencia del fallo se da, en su dimensión interna, cuando no existe relación
entre las premisas -normativa y fáctica- y la conclusión -por tanto-; en su dimensión externa,
implica que la resolución debe guardar correspondencia con lo pedido o impugnado por
las partes. Ambos entendimientos, sobre la coherencia interna y externa, tienen su antecedente en
la SC 0863/2003-R de 25 de junio, así como en la SC 0358/2010 de 22 de junio, estableciendo que
en el ámbito procesal, el principio de congruencia se entiende no solo como la correspondencia que
debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, sino que además implica la concordancia del fallo, es
decir su coherencia interna, entendimiento que fue reiterado en la SCP 1915/2012 de 12 de octubre,
entre otras. Por su parte, respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC
0682/2004-R de 6 de mayo, señala que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los
agravios de la apelación y la contestación de alzada” (las negrillas nos pertenecen).
En resumen, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una resolución será arbitraria
cuando carezca de motivación o ésta sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la resolución no
tenga coherencia o congruencia interna o externa.
Ahora bien, la jurisprudencia precedentemente citada debe ser complementada a partir de la
relevancia constitucional que tenga la alegada arbitraria o insuficiente fundamentación y motivación
de las resoluciones, es decir, que deberá analizarse la incidencia de dicho acto supuestamente ilegal
en la resolución que se está cuestionando a través de la acción de amparo constitucional; pues, si no
tiene efecto modificatorio en el fondo de la decisión, la tutela concedida por este Tribunal únicamente
tendría como efecto el que se pronuncie una nueva resolución con el mismo resultado;
consiguientemente, a partir de una interpretación previsora, si bien la arbitraria o insuficiente
fundamentación, aún carezca de relevancia, deberá ser analizada por el Tribunal Constitucional
Plurinacional; empero, corresponderá denegar la tutela por carecer de relevancia constitucional, con
la aclaración que este entendimiento es únicamente aplicable a la justicia constitucional que no exigirá
para efectuar el análisis, que la o el accionante cumpla con carga argumentativa alguna” (las negrillas
nos pertenecen).
III.3. El principio de irretroactividad de la Ley en el ámbito tributario

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Sobre esta temática, la SCP 0693/2018-S2 de 23 de octubre, citando a la SCP 1169/2016-S3 de 26


de octubre, plasmó lo siguiente: “Este Tribunal Constitucional Plurinacional en la SCP 0770/2012 de
13 de agosto a tiempo de realizar una interpretación del art. 123 de la CPE sostuvo que:
‘La Constitución Política del Estado en su art. 123, dentro del Capítulo destinado a garantías
jurisdiccionales, establece que «La ley sólo dispone para lo venidero y no tendrá efecto retroactivo,
excepto en materia laboral, cuando lo determine expresamente a favor de las trabajadoras y de los
trabajadores; en materia penal, cuando beneficie a la imputada o imputado; en materia de
corrupción, para investigar, procesar y sancionar los delitos cometidos por servidores públicos contra
los intereses del Estado; y en el resto de los casos señalados por la Constitución».
Respecto al principio de irretroactividad de la norma a que hace referencia el accionante, el Tribunal
Constitucional mediante la SC 0334/2010-R de 15 de junio, citada por la SC 1795/2010-R de 25 de
octubre, señaló lo siguiente: «El art. 33 de la CPEabrg, disponía que la ley solo tiene efecto para lo
venidero; y no así retroactivo, excepto en materia social cuando lo determine expresamente, y en
materia penal cuando beneficie al delincuente; es decir, uno de los principios más elementales que
rigen la aplicación de la ley es su irretroactividad, que significa que ésta no debe tener efectos hacia
atrás en el tiempo; sus efectos solo operan después de la fecha de su promulgación, así también lo
ha establecido el art. 123 de la CPE.
El fundamento jurídico del principio de irretroactividad, es la necesidad de dar estabilidad al
ordenamiento jurídico, porque sin el mencionado principio se presentan confusiones sobre la
oportunidad de regulación, de suerte que en muchas ocasiones con una conveniencia presente se
regulaba una situación pasada, que resultaba exorbitante al sentido de la justicia, por falta de
adecuación entre el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica.
Las personas tienen confianza en la ley vigente, y conforme a ella celebran sus transacciones y
cumplen sus deberes jurídicos. Dar efecto retroactivo a una ley equivale a destruir la confianza y
seguridad que se tiene en las normas jurídicas.
La naturaleza jurídica del principio de irretroactividad es la premisa según la cual, en la generalidad
de las circunstancias se prohíbe, con base en la preservación del orden público y con la finalidad de
plasmar la seguridad y estabilidad jurídica, que una ley tenga efectos con anterioridad a su vigencia,
salvo circunstancias especiales que favorezcan, tanto al destinatario de la norma como a la
consecución del bien común, de manera concurrente.
Es por ello, que el principio de irretroactividad no se contrapone con la necesidad de mutaciones
normativas, que impiden la petrificación de un orden jurídico que ha de ser dinámico, en el sentido
de ajustar a las condiciones y circunstancias actuales, sin que esto implique el desconocimiento de
situaciones jurídicas definidas de acuerdo con la ley, ni la vulneración de los derechos adquiridos».
Concordante con el precedente constitucional esta Sala considera que la irretroactividad de la ley al
constituir una garantía a favor del ciudadano y no del Estado, impide también, que una norma
reciente pueda afectar a plazos de prescripción que empezaron a computarse en vigencia de una
norma anterior, pues ello significaría desconocer el principio de irretroactividad de la ley y consentir
una aplicación retroactiva, pues a los actos que se produjeron en un determinado tiempo,
corresponde se aplique la normativa legal vigente en ese momento, lo contrario significaría contrariar
el mandato constitucional de la irretroactividad como garantía a favor del ciudadano, desconocer el
orden público, la seguridad y estabilidad jurídica. No obstante, la regla de prohibición de aplicación
retroactiva de una norma encuentra su excepción bajo el principio de favorabilidad y cuando se trate
de normas penales, sociales y en normas de carácter adjetivo.
En el ámbito Tributario el art. 150 del CTB, determina que: «Las normas tributarias no tendrán
carácter retroactivo, salvo aquellas que supriman ilícitos tributarios, establezcan sanciones más
benignas o termino de prescripción más breves o de cualquier manera beneficien al sujeto pasivo o
tercero responsable».
En ese contexto, se entiende que la nueva norma, rige para lo venidero y no así para hechos pasados,
criterio que guarda coherencia con el art. 123 de la CPE, siendo de aplicación en materia tributaria

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el principio de favorabilidad establecido en el art. 150 del CTB; pues, teniendo en cuenta dicho
principio, la nueva norma puede ser aplicada cuando favorezca al sujeto pasivo o tercero responsable.
Por ello, las modificaciones normativas tienen la finalidad, que distintas situaciones jurídicas que no
se encontraban presentes en el pasado, se ajusten a la nueva realidad, sin que ello involucre el
desconocimiento de situaciones jurídicas definidas ni la vulneración de los derechos adquiridos’” .
III.4. Análisis del caso concreto
El accionante alegó que: i) Cuando se emitió la Sentencia 94 de 11 de agosto de 2017, se resolvió la
demanda contenciosa administrativa declarándola probada, sin pronunciarse sobre sus argumentos,
lesionando su derecho al debido proceso en su elemento de congruencia; ii) Se inaplicó el contenido
de las Leyes 291 y 317 alegando que supuestamente no podrían ser retroactivas al no ser más
favorables para el sujeto pasivo, cuando su constitucionalidad no se encontraba en duda, no
correspondiendo a la jurisdicción ordinaria determinar si una norma legal se halla vigente o es
contraria a la Constitución Política del Estado y en todo caso se debió plantear una acción de
inconstitucionalidad concreta; y iii) Las modificaciones introducidas al art. 59 del CTB por las Leyes
aludidas no se refieren a una ampliación sea respecto a obligaciones tributarias cuyo plazo de
vencimiento y contravenciones hubiese ocurrido en dicho año, sino que lo que cambió es el plazo
para el ejercicio de facultades de la Administración Tributaria, en su relación con la obligación
impositiva, lo cual es plenamente aplicable a hechos generadores acaecidos con anterioridad a la
promulgación de las indicadas Leyes dado que el derecho a la prescripción del contribuyente era
expectaticio y no se encontraba consolidado, debiendo aplicarse la normativa vigente al momento en
que el sujeto pasivo invocó la prescripción; por lo que, supuestamente se habrían lesionado sus
derechos al debido proceso en sus elementos de congruencia, motivación y fundamentación, y a la
justicia plural en sus componentes de seguridad jurídica y legalidad.
En primer lugar, en lo que respecta a la vulneración del derecho al debido proceso en su elemento
de congruencia, porque la Sentencia 94 supuestamente no se habría pronunciado sobre todos los
puntos alegados por el accionante en su memorial de apersonamiento como tercero interesado en la
referida demanda contencioso administrativa; se tiene que, cuando el tercero interesado se encuentra
apersonado en un determinado proceso, como es el caso de autos, si bien no puede plantear una
pretensión diferente a las realizadas por las partes, sus argumentos necesariamente deben ser
considerados al momento de la resolución de la litis, materializando el derecho a la defensa y al
debido proceso; entonces, se pasa a verificar si la Sentencia 94 guarda congruencia externa con lo
expuesto en el memorial del impetrante de tutela (tercero interesado en la demanda contencioso
administrativa), de esta manera se tiene que el mismo indicó en su acción tutelar que las autoridades
demandadas omitieron pronunciarse sobre lo siguiente: a) Con relación a la aplicación retroactiva de
la Ley de Modificaciones al Presupuesto General del Estado (PGE-2012) -Ley 291 de 22 de septiembre
de 2012- y la Ley del Presupuesto General del Estado Gestión 2013 -Ley 317 de 11 de diciembre de
2012- en lo que respecta al plazo y el cómputo de la prescripción de las acciones de la Administración
Tributaria para controlar, investigar, verificar, comprobar, fiscalizar tributos, determinar la deuda
tributaria e imponer sanciones administrativas; y, b) La imposibilidad de proceder a la ejecución
tributaria y a la imposición de sanción por omisión de pago, por estar en curso la facilidad de pago
otorgada al contribuyente, de acuerdo a los arts. 55 y 156 del CTB, que suspendió el cómputo del
término de prescripción para imponer sanciones por un año y cinco meses.
De la revisión de su memorial de apersonamiento (Conclusión II.4.), se identificaron los siguientes
argumentos incoados por el impetrante de tutela en el proceso contencioso administrativo: 1) En
relación a la aplicación de las Leyes 291 y 317, que modificó el art. 59 del CTB, se reguló que para
cada gestión se establece un cómputo diferente, así que en lo que respecta al período fiscal julio de
2010, al iniciarse el procedimiento sumario contravencional por omisión de pago el 2015, el término
se extiende hasta el 31 de diciembre de 2017 y así sucesivamente, puesto que dicha disposición
jurídica dispuso que las acciones de la administración tributaria prescribirán a los siete años para la
gestión 2015 y ocho años en la gestión 2016, hasta llegar a los diez años a partir de la gestión 2018;
2) La AGIT no es competente para realizar control de constitucionalidad de las normas vigentes,
correspondiendo aplicar las mismas, presumiendo su constitucionalidad; 3) Todo lo que no prescribió

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1061


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hasta la fecha de entrada en vigor de las antedichas Leyes, debe regirse por la nueva legislación
modificatoria por cuanto no llegaron a consolidarse como derechos adquiridos, en aplicación
constitucional de la teoría de los derechos adquiridos y situaciones expectativas, no siendo evidente
que la administración tributaria haya realizado una aplicación retroactiva, agregando que la ley
procesal aplicable es siempre la vigente; y, 4) Aun aplicándose el art. 59 del CTB sin las
modificaciones, cuando se establecía un término de prescripción de cuatro años, se tiene que igual
no operó la prescripción al haberse el contribuyente acogido a un plan de facilidades.
Entonces se pudo constatar que si existe correspondencia entre lo alegado en la presente acción de
tutela y lo argüido en el proceso contencioso administrativo, correspondiendo pasar a contrastar
estos aspectos con la propia Sentencia 94.
Dicha Sentencia (Conclusión II.6.), pronunciada por las autoridades demandadas, se basó en los
siguientes fundamentos: i) La litis planteada fue sobre la errónea valoración de la normativa legal
aplicable a la prescripción solicitada por el sujeto pasivo en aplicación de las Leyes 291 y 317 para el
IT del período fiscal julio de 2010; ii) La prescripción es una categoría general del derecho que
modula el paso del tiempo ante la inactividad de quien pudo ejercer un derecho y no lo hizo, evitando
que un sujeto quede indefinidamente a merced de la actuación de otro, se fundamenta en los
principios constitucionales de certeza y seguridad en las relaciones jurídica; iii) En materia tributaria
se busca evitar la prolongación de situaciones claudicantes generadoras de incertidumbre para el
contribuyente; iv) Cualquier regulación normativa o interpretación tendente a evitar la consumación
de las prescripción es claramente contraria a la estabilidad del principio de seguridad jurídica
consagrado en los arts. 9.II y 178 de la CPE; v) Solamente se admite la retroactividad para el caso
de las normas tributarias punitivas, conforme a los arts. 59.I.3, 150 y 154 del CTB; vi) Para las demás
disposiciones tributarias se aplica el principio de irretroactividad, consagrado en el arts. 116.II y 123
de la CPE; vii) La demanda contencioso administrativa contiene argumentos claros objetivos, legales
normativos y doctrinales específicos, concomitantes al argumento de la prescripción, cumpliendo con
el art. 327 del Código de Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg); viii) Las modificaciones
realizadas al art. 59 del CTB a través de las Leyes 291 y 317, tuvo la finalidad de
incrementar el plazo de prescripción de las acciones de la administración tributaria para
controlar, investigar, verificar, comprobar y fiscalizar tributos, así como para determinar
la deuda tributaria e imponer sanciones administrativas respecto del contribuyente,
estableciendo un incremento escalonado a partir de la gestión 2012 hasta la 2018,
entendiéndose el término gestión como el periodo fiscal vigente de donde emergen
obligaciones tributarias y se cometen contravenciones; ix) Las Leyes antes indicadas, cuya
constitucionalidad no se encuentra en duda, no constituyen disposiciones legales que beneficien al
sujeto pasivo, no pudiéndose utilizar el principio de favorabilidad para justificar una aplicación
retroactiva; x) La Ley 291 estableció en un primer momento que el periodo de prescripción para cada
año sería respecto a las obligaciones tributarias cuyo plazo de vencimiento y contravenciones
tributarias hubiesen ocurrido en dicho año o gestión, descartándose su aplicación retroactiva; xi) Si
bien la Ley 317 quitó esa última previsión legal, dejando un vacío jurídico, este hecho no puede ser
interpretado como un precepto potestativo para la aplicación retroactiva de la norma; y, xii) En el
caso concreto correspondió aplicar la norma procesal vigente al momento en que se produjo el hecho
generador y la contravención en la gestión 2010, es decir, el art. 59 del CTB sin modificaciones que
establecía un plazo de prescripción de cuatro años, que concluyó el 31 de diciembre de 2014, no
evidenciándose la configuración de ninguna causal de interrupción y suspensión.
De donde se puede llegar a la conclusión de que todo lo que respecta a la aplicación de las
modificaciones al art. 59 del CTB realizadas por las Leyes 291 y 317, fue debida y fundadamente
resuelto en la Sentencia 94, interpretándose que, por el imperio del principio de irretroactividad
consagrado en el art. 123 de la CPE, no pueden ser aplicadas a obligaciones tributarias y
contravenciones cuyos períodos de vencimiento y hechos contravencionales hubieran acaecido con
anterioridad a la promulgación de las referidas Leyes modificatorias, habiendo excepción únicamente
en la aplicación del principio de favorabilidad dispuesto en el art. 150 del CTB cuando beneficie al
contribuyente; es decir, las autoridades demandadas cumplieron su obligación de realizar una

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interpretación de la legislación tributaria desde y conforme a la Constitución Política del Estado, cuyas
disposiciones irradian la actuación de todas las autoridades judiciales, administrativas, legislativas y
electorales en el Estado Plurinacional de Bolivia, conforme se rescata de los propios precedentes
emitidos por este Tribunal Constitucional Plurinacional sobre el tema (Fundamento Jurídico III.3.);
por lo que, el hecho de que no se haya acogido la forma de interpretación realizada por la
administración tributaria no significa la vulneración de sus derechos al debido proceso en su elemento
de motivación y fundamentación y a la justicia plural en sus componentes de seguridad jurídica y
legalidad, ni una afectación a la congruencia externa, en lo que respecta a la interpretación de la
categoría jurídica de la prescripción en el ámbito tributario.
Por otra parte, lo que sí se pudo corroborar del contraste realizado es que las autoridades demandas
omitieron pronunciarse sobre lo expresado por el solicitante de tutela acerca de la imposibilidad de
proceder a la ejecución tributaria y a la imposición de sanción por omisión de pago, por estar en
curso la facilidad de pago otorgada al contribuyente, de acuerdo a los arts. 55 y 156 del CTB, que
suspendió el cómputo del término de prescripción para imponer sanciones por un año y cinco meses;
por lo que, aun aplicándose el art. 59 del CTB sin las modificaciones, cuando se establecía un término
de prescripción de cuatro años, se tiene que igualmente no operó la prescripción al haberse el
contribuyente acogido a un plan de facilidades de pago.
Entonces, si existió vulneración al derecho al debido proceso en su elemento de congruencia, dado
que los Magistrados de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa
Primera del Tribunal Supremo de Justicia, omitieron pronunciarse sobre este último aspecto
expresado por el accionante en su memorial de apersonamiento y respuesta a la demanda
contenciosa administrativa, en lo referido a que si la otorgación de un plan de facilidades de pago
(art. 55 del CTB) suspende el término de prescripción para que la Administración Tributaria imponga
la sanción administrativa por la contravención de omisión de pago; pese a que, las propias
autoridades demandadas, por proveído de 19 de septiembre de 2016, dispusieron que sus
argumentos serían considerados en la resolución final si correspondiere; entendiendo que, cuando el
tercero interesado se encuentra apersonado en un determinado proceso, como es el caso de autos,
si bien no puede plantear una pretensión diferente a las realizadas por las partes, sus argumentos
necesariamente deben ser considerados al momento de la resolución de la litis, materializando su
derecho a la defensa y al debido proceso.
Por los fundamentos expuestos, el Juez de garantías, al conceder la tutela impetrada, aplicó de
manera parcialmente correcta las disposiciones constitucionales.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 03/2018 de 30 de agosto, cursante de fs.
539 a 542, pronunciada por el Juez Público de Familia Octavo de Sucre del departamento de
Chuquisaca; y en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada en lo que respecta al derecho al debido proceso en su elemento
de congruencia externa;
2° Disponer que la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, Social y Administrativa Primera
del Tribunal Supremo de Justicia, emita una nueva resolución conforme a los fundamentos jurídicos
de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
3° DENEGAR la tutela impetrada sobre los demás derechos invocados.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado

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MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0778/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 26979-2018-54-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 04/2019 de 13 de septiembre, cursante de fs. 622 a 627 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Antonio Rocabado Reynal
contra Ramiro José Guerrero Peñaranda, Fausto Juan Lanchipa Ponce, ex y actual Fiscal
General respectivamente, Teresa Zárate Rivas, Investigadora Disciplinaria y Norma
Chacolla Cama, Autoridad Sumariante, todos de la Fiscalía General del Estado.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 4 y 14 de diciembre de 2018, cursantes de fs. 76 a 81 vta. y 93 a 94,
el accionante, expuso los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 28 de junio de 2018, cuando se encontraba desempeñando sus funciones como Fiscal de Materia
en audiencia de juicio oral en el Tribunal de Sentencia de Achacachi del departamento de La Paz, fue
notificado con la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018 de 26 de abril emitida por el
entonces Fiscal General del Estado, Ramiro José Guerrero Peñaranda, mediante la cual confirmó la
Resolución de primera instancia AS/AAF/PG 008/2018 de 6 de abril emitida por la Autoridad
Sumariante, cuyos fundamentos no fueron cabalmente evaluados, vulnerándose el derecho al debido
proceso, puesto que existió defecto procedimental al haberse interpuesto incidente de actividad
procesal defectuosa que fue declarado probado por el Sumariante, cuyo efecto fue la nulidad de
obrados hasta la Resolución de Apertura del Proceso AAF 095/2017 de 14 de diciembre; por lo que
se emitió una nueva resolución “…AS/AAF00872018 de 28 de febrero…” (sic), en la que la Autoridad
Sumariante dispuso diez días de período de prueba comunes a las partes, con vigencia del 6 al 19 de
marzo del mismo año; oportunidad en la que la Investigadora Disciplinaria por memorial de 5 de
igual mes y año ratificó y se adhirió a toda la prueba presentada, cuando las mismas fueron anuladas
por la precitada autoridad, además dicha adhesión fue efectuada fuera del término establecido,
quebrantando las normas y procedimientos.
Existió violación al debido proceso en su elemento de tipicidad, porque la Autoridad Sumariante le
declaró responsable de la comisión de la falta prevista en el art. 121.13 de la Ley Orgánica del
Ministerio Público (LOMP) que señala: “…la comisión de tres faltas graves ejecutoriadas dentro del
plazo de 12 meses” (sic), siendo que el verbo rector de la misma radica en cometer tres faltas graves
dentro del plazo de doce meses y en el caso concreto una de las denuncias tiene fecha de recepción
de 15 de noviembre de 2016, cuyo auto de apertura data de 24 de noviembre del mismo año y la
Resolución disciplinaria de primera instancia es de 13 de marzo de 2017, cinco meses después del
auto de apertura. Siendo el elemento objetivo que estas tres faltas se encuentren ejecutoriadas y
conforme demostró en audiencia sumaria esta circunstancia no concurría en su caso, hecho que la
propia Autoridad Sumariante reconoció en la Resolución AS/AAF/PG 008/2018.
Se transgredió el principio de legalidad; por cuanto la Investigadora Disciplinaria se adhirió a una
prueba que fue anulada por la Autoridad Sumariante, resultando ilegal dicha documental en la que
se basó para emitir la Resolución sancionatoria.
Se vulneró también el derecho al debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación,
porque la Resolución AS/AAF/PG 008/2018 por la que fue declarado responsable de la comisión de

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la falta contenida en el art. 121.3 de la LOMP con sanción de destitución, careció de fundamentación,
no tuvo un razonamiento y menos reflexión lógica que explique los motivos de esa decisión; en
cuanto al segundo Considerando, la prueba aportada por la representación de Régimen disciplinario,
es falsa toda vez que fue ofrecida por la Autoridad Sumariante en fotocopias simples de “…fs. 7 a
104…” (sic) y omitiendo describir cada uno de los documentos, causándole incertidumbre al haber
prescindido de realizar una fundamentación probatoria descriptiva.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante alegó lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de tipicidad, motivación,
fundamentación, así como el principio de legalidad, citando al efecto los arts. 115.II y 117.I de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo la nulidad de la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-
PD 086/2018 y la Resolución AS/AAF/PG 008/2018; y, se le restituya al cargo de Fiscal de Materia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 12 de septiembre de 2019, según consta en acta cursante de fs.
610 a 621 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El accionante a través de su abogado, ratificó el tenor integro de la acción de amparo constitucional
presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Fausto Juan Lanchipa Ponce, Fiscal General del Estado a través de sus representantes presentó
memorial el 11 de septiembre de 2019, cursante de fs. 190 a 195, informando que: a) En relación a
la vulneración al debido proceso por defecto procedimental, este fue resuelto en el punto 4.1.,
referido al análisis de la problemática descrita en la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD
086/2018, estableciendo en lo sustancial que a través de Informe M.M.D. 002/2017 de 5 de
diciembre, se puso en conocimiento que Antonio Rocabado Reynal, Fiscal de Materia, incurrió en la
comisión de la falta muy grave prevista en el art. 121.13 de la LOMP, al contar con tres faltas graves
ejecutoriadas en el plazo de doce meses, adjuntando documental relacionada a resoluciones de tres
procesos y fichas sancionatorias. Una vez dictada la resolución de inicio de proceso disciplinario, el
exinvestigador se adhirió a los medios de prueba presentados y al haberse interpuesto incidente de
actividad procesal defectuosa, la Autoridad Sumariante anuló obrados hasta fs. 105 inclusive, al
evidenciar que en el cuadro remitido, el día y mes de cada una de las faltas reportadas contenida
error en el año; es decir, en lugar de consignar “2017” se colocó “2016”; por lo que tuvo que emitirse
nueva Resolución de Apertura de Proceso AS/AAPG 008/2018 de 28 de febrero, admitiendo la
remisión de oficio y el inicio de sumario, oportunidad en la que la Investigadora Disciplinaria, por
memorial de 5 de marzo 2018 ratificó la prueba presentada por su antecesor y se adhirió a la remitida
de oficio; advirtiendo de dicha situación, que la resolución dictada por la Autoridad Sumariante no
fue en base a prueba ilegal, ya que al tenor del art. 65 inc. a) del Reglamento de Régimen
Disciplinario, contó con el elemento de convicción respecto a la existencia de responsabilidad
disciplinaria por la comisión de la falta muy grave procesada en virtud al Informe M.M.D. 002/2017,
prueba que nunca fue anulada como erróneamente sostiene el accionante, al no resultar exigible
ninguna ratificación de la misma al haber sido acompañada al informe con el que de oficio se inició
el sumario; b) Sobre la supuesta vulneración del debido proceso en su componente tipicidad; las dos
primeras resoluciones emitidas por la Autoridad Sumariante, no fueron recurridas por ninguna de las
partes, contando ambas con ejecutoria; en cuanto a la tercera resolución de dicha Autoridad, ésta
mereció pronunciamiento de Resolución Jerárquica, todas ellas remitidas a la Máxima Autoridad
Ejecutiva (MAE) del Ministerio Público; es decir, contando con las fichas de las tres resoluciones
ejecutoriadas se efectivizaron las sanciones, según se tiene en el Informe M.M.D 002/2017; de otra
manera no se hubiera remitido a la instancia administrativa si las resoluciones disciplinarias no

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1066


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hubieran contado con calidad de cosa juzgada; por lo que, se cumplió con los elementos constitutivos
del tipo disciplinario de la referida falta muy grave, como es la comisión de tres faltas graves
ejecutoriadas dentro del plazo de doce meses, c) Respecto a la transgresión al debido proceso en
relación al principio de legalidad porque los Investigadores Disciplinarios ofrecieron producir prueba
y se adhirieron a otras existentes en el cuaderno, mismas que no debieron ser tomadas en cuenta
por haberse anulado obrados; se desconoce los alcances del art. 126 de la LOMP que prevé el inicio
de proceso disciplinario “de oficio” acompañando los antecedentes, aspecto que en el caso en
particular ocurrió. Por otra parte la nulidad de obrados dispuesta por la Autoridad Sumariante fue
hasta la apertura de proceso disciplinario y no de los antecedentes documentales remitidos para el
inicio de la sustanciación del sumario de oficio. En ese sentido, la ratificación de prueba efectuada
por los Investigadores Disciplinarios, demostró que los tres procesos internos al momento del inicio
del sumario se encontraban ejecutoriados, literales que se constituyeron en prueba idónea, útil y
pertinente para declarar la existencia de responsabilidad disciplinaria; no advirtiéndose
quebrantamiento al principio de legalidad; d) En relación a la violación del derecho al debido proceso
en sus elementos de motivación y fundamentación; el accionante se limitó a expresar de forma
genérica su disconformidad con el fallo, sin desentrañar con argumentos legales qué aspectos de
relevancia jurídica fueron omitidos para acusar la vulneración denunciada; y, e) El Tribunal de
garantías constitucionales no se constituye en revisor de procesos disciplinarios o decisiones
administrativas, porque no puede amparar resoluciones ajustadas a un marco legal en el que se dio
respuesta a todos y cada uno de los puntos impugnados, en los que no se advirtió posible
interpretación errónea o aplicación indebida de previsiones legales; solicitando en consecuencia, se
deniegue la tutela.
Por su parte, Teresa Zárate Rivas, Investigadora Disciplinaria de la Fiscalía General del Estado,
mediante memorial presentado el 11 de septiembre de 2018, cursante de fs. 179 a 183; informó que:
1) Por Resolución A.A.F. 095/2017 de 14 de diciembre, suscrita por Abel Arancibia Fuentes, Autoridad
Sumariante de ese entonces, se inició proceso disciplinario contra el ahora impetrante de tutela, por
la probable comisión de la falta contenida en el art. 121.13 de la LOMP; es decir, por acumular tres
faltas graves ejecutoriadas dentro de doce meses; en cumplimiento al art. 32 del Reglamento de
Régimen Disciplinario (RRD) se apersonó el Investigador Disciplinario Juan Alfredo Quispe Rodríguez
adhiriéndose a la prueba y proponiendo otros medios similares. El 26 de febrero de 2018, se advirtió
un error en el año de una de las faltas disciplinarias; por lo que, la Autoridad Sumariante emitió la
Resolución “AS/AAF 006/2018” que declaró probado el incidente de actividad procesal defectuosa y
dispuso la nulidad de obrados hasta fs. 105, tómese nota que de fs. 1 a 105 fue remitido un informe
con documental referida a los procesos disciplinarios concluidos del Fiscal de Materia Antonio
Rocabado Reynal para el inicio de proceso sumario; es decir, toda esta literal se mantuvo plenamente
válida y legal; 2) En relación a que se ofreció prueba fuera del término establecido en la resolución;
no es evidente, por cuanto una vez emitida la nueva resolución de admisión del sumario interno,
mediante “…Decreto D.R.D. 186/2018 de 2 de marzo de 2018…” (sic), fue notificado el 5 del mismo
mes y año a horas 15:06, y habiendo presentado memorial de apersonamiento, ratificación y
adhesión a prueba, señaló: “‘Por otro lado me adhiero a la prueba remitida desde la ciudad de Sucre
y que consta de 7 a 104 del Cuaderno Disciplinario y aquella que consta de fs. 189 hasta 257,
PRUEBA QUE LA OFREZCO COMO MEDIO PROBATORIO SIN PERJUICIO DE OTROS
ELEMENTOS PROBATORIOS QUE PUDIERAN SER PRESENTADOS ANTE SU AUTORIDAD MAS
ADELANTE’” (sic); por lo que, no se puede indicar que se presentó memorial antes de la notificación
al Fiscal de Materia procesado con la nueva admisión, pues la misma data de 5 de marzo de 2018 a
hrs. 11:20, consiguientemente no es prueba ilegal la considerada por la Autoridad Sumariante; y, 3)
Respecto a que la resolución de primera instancia carece de fundamentación y que se omitió
identificar cada uno de los documentos que cursan “…de fs. 7 a 104…” (sic); dicho agravio mereció
pronunciamiento del superior jerárquico.
I.2.4. Resolución
La Jueza Pública de Familia Decimotercera de la Capital del departamento de La Paz, constituida en
Jueza de garantías, mediante Resolución 04/2019 de 13 de septiembre, cursante de fs. 622 a 627

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1067


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vta.; concedió la tutela solicitada respecto al Fiscal General del Estado, con relación a la vulneración
al debido proceso en sus elementos de falta de motivación y fundamentación; y, denegó la misma
en lo concerniente a la Investigadora Disciplinaria y la Autoridad Sumariante, así como al debido
proceso en sus vertiente de legalidad y tipicidad al no haberse aportado suficientes elementos de
juicio; disponiendo dejar sin efecto la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018,
debiendo el Fiscal General del Estado emitir una nueva resolución debidamente fundamentada,
motivada y congruente en atención al recurso jerárquico presentado por el ahora accionante;
ordenando su reincorporación laboral al mismo puesto que ocupaba antes de su destitución, más el
pago de los sueldos desde su desvinculación hasta su efectiva reincorporación; en mérito a los
siguientes fundamentos: i) La parte accionante mediante recurso jerárquico refutó la Resolución
AS/AAF/PG 008/2018 por supuestos agravios, manifestando entre otros argumentos que la “…Res.
95/17 de 14/12/17 anuló obrados desde fs. 271 a fs. 105…” (sic), de lo que se colige que si bien la
Resolución Jerárquica, de manera fundamentada y motivada respondió a los otros agravios
(vulneración al debido proceso en su vertiente legalidad y tipicidad); empero, se observa que no
emitió fundamentación respecto a la prueba que el accionante refiere haber sido incorporada de
forma ilegal ante la nulidad de obrados que se dispuso como consecuencia de la actividad procesal
defectuosa; es decir, la cursante de fs. 125 adelante, señalando únicamente que la misma es idónea,
sin ningún análisis sobre su vigencia, argumento que no versa únicamente en descripción sino en el
fondo; toda vez que, la misma se encuentra valorada en el Considerando II de la Resolución de
primera instancia; y la Autoridad Jerárquica al no fundamentar ni motivar sobre este agravio, generó
una evidente lesión al debido proceso en sus elementos de fundamentación y motivación, además
del principio de congruencia; ii) Sobre el debido proceso en su vertiente de tipicidad, se afirmó que
el accionante incurrió en tres sanciones disciplinarias debidamente ejecutoriadas, dentro de los doce
meses, no siendo óbice que esta se hubiese cometido en la gestión 2016-2017; por lo que no se
evidencia atipicidad, habiéndose efectuado una adecuada valoración de los hechos denunciados con
relación a la falta de notificación con las resoluciones finales de los procesos disciplinarios que
desencadenaron en el proceso sumario; iii) En cuanto a la transgresión al debido proceso en su
componente de principio de legalidad, porque la documental a la que se adhirió la Investigadora
Disciplinaria fue anulada, ese argumento fue debidamente considerado en la Resolución Jerárquica
objetada, puesto que no manifestó el peticionante de tutela y menos acreditó con prueba idónea y
pertinente que las pruebas cursantes de fs. 77 a 104 del cuaderno disciplinario fueron incorporadas
al citado proceso de manera ilegal y arbitraria.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Mediante Resolución AS/AAF 008/2018 de 28 de febrero, la Autoridad Sumariante del Ministerio
Público, admitió los antecedentes remitidos por la Dirección de Régimen Disciplinario de la Fiscalía
General del Estado, disponiendo el inicio de proceso administrativo de oficio contra el Fiscal de Materia
Antonio Rocabado Reynal -hoy accionante- por la presunta comisión de la falta muy grave contenida
en el art. 121.13 de la LOMP; en virtud a los antecedentes remitidos entre los que se encontraba
copias de los procesos ejecutoriados sustanciados en su contra, así como el Informe M.M.D. 002/2017
de 5 diciembre, emitido por la Asistente Legal I de la Dirección de Régimen Disciplinario, que reportó:
a) La Resolución Sumaria NCHC 39/2017 de 13 de marzo en la que se estableció responsabilidad
disciplinaria por la comisión de la falta grave contenida en el art. 120.3 de la LOMP el 29 de julio de
2016, ejecutoriada el 3 de abril de 2017; b) Resolución Sumaria A.A.F. 021/2017-1° de 24 de abril,
que determinó la comisión de la falta grave prevista en el art. 120.3 de la citada ley, ejecutoriándose
la misma el 1 de junio del año mencionado; y, c) Finalmente, la Resolución Sumaria NCHC 40/2017
de 13 de marzo, que resolvió respecto a la comisión de la falta grave estipulada en el art. 120.15 de
la LOMP el 30 de noviembre de 2016, ejecutoriada el 3 de abril de 2017; advirtiendo que, al contar
el peticionante de tutela con la comisión de tres faltas graves ejecutoriadas dentro del plazo de doce
meses, se dio inicio a la sustanciación de sumario disciplinario por la presunta comisión de la falta
disciplinaria muy grave prevista en el art. 121.13 de la citada Norma (fs. 515 a 518).

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1068


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II.2. Mediante memorial presentado el 5 de marzo de 2018 ante la Autoridad Sumariante, la


Investigadora Disciplinaria, señaló: “A través de Resolución AS/AAF N° 006/2018 de 26 de febrero
de 2018, su autoridad determinó declarar PROBADO el Incidente e Actividad Procesal defectuosa
opuesto en audiencia sumaria por la defensa técnica del Fiscal denunciado Dr. Antonio Rocabado
Reynal, disponiendo la nulidad de obrados hasta fs. 105 inclusive el Cuaderno Disciplinario,
correspondiendo emitirse una nueva resolución de apertura de proceso.
(…)
Por otro lado, ME ADHIERO a la prueba remitida desde la ciudad de Sucre y que consta de Fs.7 a
104 del Cuaderno Disciplinario y aquella que consta de fs. 189 hasta 257, prueba que la ofrezco como
medio probatorio sin perjuicio de otros elementos probatorios que pudieran ser presentados ante su
autoridad más adelante” (sic [fs. 524 a 525)].
II.3. Por Resolución AS/AAF/PG 008/2018 de 6 de abril, la Autoridad Sumariante, declaró probada
la remisión de antecedentes de denuncia efectuada de oficio por la Dirección de Régimen Disciplinario
de la Fiscalía General del Estado y declaró al peticionante de tutela responsable de la comisión de la
falta muy grave descrita en el art. 121.13 de la LOMP, imponiendo al tenor del art. 122.I.3 de la
misma Ley, la sanción de destitución definitiva del cargo y consiguiente retiro de la Carrera Fiscal, si
el mismo formara parte de ella (fs. 558 a 571).
II.4. A través de memorial presentado el 12 de abril de 2018, el accionante interpuso recurso
jerárquico contra la precitada Resolución, concluyendo que no quedó plenamente acreditado el
elemento objetivo respecto a la ejecutoria de las resoluciones sancionatorias, por lo que no
correspondía determinar la responsabilidad disciplinaria; solicitando su revocatoria (fs. 574 a 582
vta.)
II.5. Cursa Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018 de 26 de abril, a través de la cual
el fiscal General del Estado confirmó la Resolución AS/AAF/PG 008/2018 dictada por la Autoridad
Sumariante y dispuso que por la Dirección Administrativa Financiera y Jefatura Nacional de Recursos
Humanos de dicha Institución se haga efectiva la sanción impuesta (fs. 591 a 599).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante, denuncia la vulneración de su derecho al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación, tipicidad y legalidad; por cuanto las autoridades disciplinarias del
Ministerio Público demandadas, emitieron resoluciones en base a prueba que fue anulada,
quebrantando normas y procedimientos a los que debieron sujetarse; no se demostró que las tres
faltas graves consideradas para su destitución se encontraban ejecutoriadas para cumplir con el
presupuesto del art. 121.13 de la LOMP; y, no contienen un razonamiento ni reflexión lógica que
explique la sanción impuesta, habiéndose además omitido identificar y describir cada uno de los
documentos probatorios cursantes “…de fs. 7 a 104…” (sic), dejándole en incertidumbre al no realizar
una fundamentación probatoria descriptiva.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar, si tales hechos son evidentes a fin de conceder o
denegar la tutela solicitada.
III.1. La fundamentación y motivación de las resoluciones y el principio de congruencia
como elementos de la garantía del debido proceso. Jurisprudencia reiterada
En cuanto a que las resoluciones deben contar con la suficiente fundamentación y motivación a los
fines de garantizar el debido proceso en la sustanciación de los mismos; la SC 0871/2010-R de 10 de
agosto, señaló que: “El debido proceso en su dimensión adjetiva, según el tratadista Luis Saenz
Dávalos, se refiere a toda aquella estructura de principios y derechos que corresponden a las partes
durante la secuela de todo tipo de proceso, sea este jurisdiccional, administrativo o corporativo
particular.
Asimismo, el Tribunal Constitucional, mediante las SSCC 1674/2003-R, 0119/2003-R, 1276/2001-R,
0418/2000-R y 0418/2000, entre otras, ha definido al debido proceso como ‘...el derecho de toda
persona a un proceso justo y equitativo, en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por

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disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar;
comprende la potestad de ser escuchado presentando las pruebas que estime convenientes en su
descargo (derecho a la defensa) y la observancia del conjunto de requisitos de cada instancia
procesal, a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto
emanado del Estado que pueda afectar sus derechos. Se entiende que el derecho al debido proceso
es de aplicación inmediata, vincula a todas las autoridades judiciales o administrativas y constituye
una garantía de legalidad procesal que ha previsto el Constituyente para proteger la libertad, la
seguridad jurídica y la fundamentación o motivación de las resoluciones judiciales’ (…).
En virtud al entendimiento antes citado, debe precisarse que la motivación de las decisiones
jurisdiccionales y administrativas, constituye un elemento configurativo del derecho al debido
proceso, al respecto, este Tribunal, mediante la SC 1365/2005-R 31 de octubre, ha señalado que ‘…la
garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación
de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que
dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos
que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario que exponga los hechos establecidos,
si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al momento de conocer la decisión del
juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en
la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las
normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por los
principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y
parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver
los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió’, entendimiento que si bien versa sobre
materia jurisdiccional, no es menos cierto que su contenido, por antonomasia debe abarcar también
a las resoluciones emanadas de la facultad disciplinaria asignada al Tribunal Disciplinario Superior de
la Policía Nacional.
Es imperante además precisar que toda resolución ya sea jurisdiccional o administrativa, con la
finalidad de garantizar el derecho a la motivación como elemento configurativo del debido proceso
debe contener los siguientes aspectos a saber: a) Debe determinar con claridad los hechos
atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener una exposición clara de los aspectos
fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los supuestos de hecho
contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de forma
individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe
valorar de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios
producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma
motivada, f) Debe determinar el nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones
de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración
de las pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la
determinación del nexo de causalidad antes señalado” (el resaltado corresponde al texto
original).
Por su parte, en lo que corresponde a la debida fundamentación y motivación en sede administrativa,
la SCP 1635/2013 de 4 de octubre, precisó que: “Eduardo García Enterría, en relación al proceso
administrativo sancionador, ha señalado: ‘…La doctrina en materia de derecho sancionador
administrativo es uniforme al señalar que éste no tiene una esencia diferente a la del derecho penal
general y por ello se ha podido afirmar que las sanciones administrativas se distinguen de las
sanciones penales por un dato formal, que es la autoridad que las impone, es decir sanciones
administrativas, la administración y sanciones penales, los tribunales en materia penal’.
La motivación y fundamentación de las resoluciones pronunciadas en sede administrativa dentro de
la sustanciación de procesos disciplinarios, son elementos consustanciales al debido proceso, siendo
este último el derecho fundamental de todos los justiciables y administrados, constituyéndose en una
de las garantías que forma parte del contenido adjetivo del ya referido ‘debido proceso’; siendo
también un presupuesto esencial del correcto ejercicio de la tutela judicial efectiva.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1070


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El texto y argumentación de las resoluciones administrativas, tiene que ser clara, precisa, concreta y
en todos los casos lógica, abarcando en su análisis todos los aspectos relacionados al asunto principal
y de aquellos otros derivados del eje central de la cuestión, debiendo siempre efectuarse una relación
de causalidad estrecha entre los elementos fácticos concurrentes y la normativa inherente aplicable
al caso específico.
En las resoluciones de segunda instancia, el tribunal o autoridad de alzada, con mayor razón deberá
motivar y fundamentar sus decisiones, otorgando certeza al procesado respecto a cuales fueron las
razones que llevaron a asumir determinada decisión. En las resoluciones de alzada, concurre el
ineludible deber de responder uno a uno todos los puntos consignados en la
impugnación, lo contrario implica una flagrante vulneración del derecho al debido
proceso, omisión que implica incertidumbre respecto al por qué las pretensiones u
observaciones del recurrente no fueron consideradas, desvirtuándose de tal manera la
legalidad del fallo en su esencia propiamente dicha.
El jurista argentino, Agustín Gordillo, en su Tratado de Derecho Administrativo, al referirse a los
caracteres y requisitos que deben reunir las decisiones administrativas ha expresado: ‘…no pueden
desconocerse las pruebas existentes ni los hechos objetivamente ciertos…. El acto debe resolver
todas las peticiones formuladas (…) o sea, todas las cuestiones planteadas. En esto todas las
legislaciones y la doctrina son uniformes’.
Los tratadistas Ossorio y Florit, afirman lo siguiente: ‘Frente a la absoluta libertad del juzgador para
apreciar y valorar las pruebas, y también frente a la restricción valorativa de la prueba legal, surge
el sistema de la sana crítica que deja al juez formar libremente su convicción, pero obligándole a
establecer los fundamentos de la misma’. De la misma forma Eduardo Couture, asevera que ‘el juicio
de valor en la sana crítica ha de apoyarse en proposiciones lógicas correctas y fundarse en
observaciones de experiencia confirmadas por la realidad’.
‘No basta la simple cita de preceptos legales, en una resolución para considerar motivada ésta, sino
que es preciso que se expongan las argumentaciones pertinentes que conduzcan a establecer la
decisión correspondiente” (el resaltado pertenece al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
De la lectura de la demanda tutelar incoada y lo informado por las autoridades demandadas, se
advierte que la problemática se circunscribió a determinar si la emisión de la Resolución AS/AFF/PG
008/2018 de 6 de abril y Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018 de 26 de igual mes,
ambas dictadas en proceso disciplinario, carecen de fundamentación, motivación y fueron emitidas
al margen de los principios de legalidad y tipicidad, especificando en la acción de amparo
constitucional interpuesta que dicha insuficiencia de señalamiento de motivos y fundamentos, se
debe a que en la Resolución de primera instancia en el segundo Considerando referido a la prueba
aportada por la representación de Régimen Disciplinario, es falsa y la Autoridad Sumariante omitió
describir cada uno de los documentos que cursan desde “…fs. 7 a 104…” (sic), prescindiendo de la
operación intelectiva y de orden crítico que todo juez debe efectuar.
Al respecto corresponde señalar que de acuerdo a lo dispuesto en el art. 126 de la LOMP, el proceso
disciplinario en contra de las y los Fiscales de Materia, se dará inicio por denuncia verbal o escrita,
así como por la Autoridad Jerárquica y de oficio, a la que tendrá que acompañarse los antecedentes.
Resultando en el caso que nos ocupa, que el inicio del proceso sumario contra el peticionante de
tutela fue de oficio, previa remisión de documental e informe en el que se describe la existencia de
la comisión de tres faltas graves que se encuentran ejecutoriadas, en las que el accionante incurrió
en el plazo de doce meses; dichos “antecedentes” se constituyen en prueba preconstituida que la
Autoridad Jerárquica del Ministerio Público en virtud al principio de oficiosidad acompañó a los fines
de demostrar la comisión de la falta muy grave que ameritó su destitución.
Advirtiendo de lo anterior, que la falta muy grave por la que se dio inicio al procesamiento del
peticionante de tutela, es de aquellas que para su comprobación o determinación de responsabilidad
disciplinaria, tienen como prueba idónea y pertinente el informe de instancia competente respecto a

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1071


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la existencia de “…La comisión de tres faltas graves ejecutoriadas dentro de plazo de doce meses…”
(sic); es decir, el Informe M.M.D. 002/2017 de 5 diciembre emitido por la Asistente Legal I de la
Dirección de Régimen Disciplinario con reporte de la comisión de tres faltas graves en el plazo de
doce meses y que se encuentran ejecutoriadas. Por lo que en oportunidad de la valoración probatoria,
correspondía a la Autoridad Sumariante verificar y comprobar que en un plazo de doce meses, el
ahora accionante contaba con estos antecedentes; aspecto que conforme a la Resolución AS/AAF/PG
008/2018, la Autoridad Sumariante a partir del Considerando cuarto realizó una descripción de cada
uno de los antecedentes que formó parte de los sumarios disciplinarios por faltas graves a los que
estuvo sometido el accionante, así como la ejecutoria que adquirió cada uno de dichos procesos,
para asegurarse de la existencia de responsabilidad disciplinaria por la comisión de la falta muy grave
por la que fue destituido.
De igual manera, hizo alusión al cuestionamiento del procesado en audiencia sumaria, sobre la
nulidad de obrados que hubiera involucrado también la prueba remitida de oficio, aclarando que la
misma fue ratificada por la Investigadora Disciplinaria por memorial de 5 de marzo de 2018,
adhiriéndose a la remitida por la Dirección de Régimen Disciplinario; es decir, a aquella que no fue
anulada; en ese sentido, no se puede afirmar la existencia de omisión en la que habría incurrido la
Autoridad Sumariante al no detallar o describir cada uno de los documentos que forman parte de las
literales remitidas de oficio, pues dicha situación no es evidente conforme a los fundamentos de la
Resolución de primera instancia, cuyo detalle contiene, inclusive, las fechas en las que se dio inicio a
cada proceso disciplinario por faltas graves, los hechos que motivaron el inicio de los sumarios, las
resoluciones de primera y segunda instancia y las oportunidades en las que adquirieron ejecutoria.
De igual manera, la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018, que resolvió el recurso
respectivo, interpuesto por el ahora accionante, en relación a que se le privó de una fundamentación
probatoria descriptiva, intelectiva y analítica, desconociendo si se le otorgó valor probatorio a las
mismas; según se tiene en la misma, consta en el punto 4.2. (fs. 596) la respuesta amplia, precisa y
concreta al agravio planteado; por lo que, dicha instancia disciplinaria tampoco incurrió en omisión
de fundamentación probatoria descriptiva.
Ahora bien, sobre lo resuelto por la Jueza de garantías al señalar en los numerales 4.5, 4.6, 4.7 y 4.8
de la Resolución 04/2019 de 13 de septiembre, respecto a que los demandados no incurrieron en la
vulneración del debido proceso en su vertiente de tipicidad y legalidad porque se demostró y quedó
por demás evidente que el accionante cometió tres faltas graves, encontrándose las mismas
ejecutoriadas dentro de los doce meses y que: “…es importante señalar que el Accionante que este
argumento ya ha sido debidamente considerado por la Resolución Jerárquica puesto que no ha
manifestado y menos acreditado con prueba idónea y pertinente que las pruebas cursantes a fs. 7 a
104 del cuaderno disciplinario haya sido incorporado al citado proceso de manera ilegal y arbitraria”
(sic); resulta contradictorio conceder la tutela en relación a la vulneración al debido proceso en sus
elementos de motivación y fundamentación, cuando la denuncia está enfocada específicamente en
la falta de fundamentación y razonamiento que explique su destitución y en que la prueba aportada
por la representación de Régimen Disciplinario del Ministerio Público es falsa, al haberse ofrecido en
copias simples, omitiéndose además la descripción de cada uno de los documentos, lo cual provocó
incertidumbre; toda vez que, conforme se señaló precedentemente (Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional), la falta muy grave descrita en el art. 121.13 de la
LOMP, por la que fue procesado y destituido el peticionante de tutela, es demostrada o comprobada
su comisión, a través de la presentación de copias fotostáticas de tres resoluciones que determinen
la existencia de responsabilidad disciplinaria por faltas graves y que se encuentren ejecutoriadas
dentro del plazo de doce meses, así como de un informe o certificación de instancia competente del
Ministerio Público que detalle su existencia, las mismas que la o el Fiscal de Materia reporte en un
período de doce meses; es decir, si se asevera que se ha demostrado que se incurrió en falta muy
grave conforme a la documental presentada, en respeto a los principios de tipicidad y legalidad, no
es efectivo que se conceda la tutela por una supuesta falta de descripción de la misma o porque se
le causó incertidumbre, cuando la prueba presentada de oficio y cuestionada en su momento por el
impetrante de tutela fue considerada en su integridad, descrita en el tenor de la Resolución de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1072


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primera instancia y valorada, llegando a la conclusión de que es pertinente e idónea para demostrar
la comisión de la falta muy grave procesada; aspectos que fueron advertidos por la Autoridad
Jerárquica al momento de fundamentar y señalar los motivos de la ratificación de la Resolución del
Sumariante; toda vez que, en la Resolución Jerárquica FGE/RJGP/DAJ/RJ-PD 086/2018, no solamente
se respondió a cada uno de los puntos de agravio argumentados por el ahora accionante, sino que
la fundamentación de la misma fue precisa al señalar que frente a la falta muy grave endilgada,
quedaba evidenciar si se había respetado el debido proceso, así como el derecho a la defensa en
relación a la presentación de la prueba que sirvió a la Autoridad Sumariante para determinar la
existencia de responsabilidad disciplinaria; aspecto que luego de revisados los antecedentes, la
Autoridad Jerárquica no halló defectos procesales ni vulneración al debido proceso; puesto que, según
la prueba presentada al momento de remitir los antecedentes de oficio, sirvió al Sumariante para
corroborar la existencia de la totalidad de los elementos que configuran el tipo disciplinario previsto
en el art. 121.13 de la LOMP y que fue correctamente valorada por este; pues en oportunidad de
segunda instancia, se advirtió que para determinar la existencia de responsabilidad disciplinaria por
la referida falta, se debe contar con antecedentes que demuestren que el Fiscal de Materia procesado
incurrió en el período de doce meses en la comisión de tres faltas graves descritas en el art. 120 de
la LOMP y que las mismas tengan la calidad de ejecutoriadas; no evidenciándose que la Autoridad
Jerárquica hubiera incurrido en vulneración al debido proceso en ninguno de sus componentes.
Corresponde reiterar además, la línea jurisprudencial referida a que la jurisdicción constitucional no
se constituye en mecanismo de impugnación de la labor que realizan las autoridades disciplinarias
del Ministerio Público, tampoco tiene facultad para revisar la falta de valoración probatoria, a no ser
que el accionante de manera precisa individualice la misma y señale cómo el análisis efectuado se
alejó del marco de razonabilidad, aspectos que no fueron descritos, mucho menos especificados.
Finalmente, en cuanto a lo dispuesto por la Jueza de garantías de dejar sin efecto las resoluciones
de autoridades disciplinarias del Ministerio Público, disponiendo la reincorporación del peticionante
de tutela a su fuente laboral, incluyendo el pago de sus sueldos desde su desvinculación hasta su
efectiva reincorporación, resulta excesivo; puesto que, revisada la acción de amparo constitucional,
el impetrante de tutela, si bien pidió la nulidad de las resoluciones disciplinarias de primera y segunda
instancia, así como su reincorporación, en ningún momento solicitó el pago de salarios devengados,
situación que al presente se constituye en una decisión ultra petita, al haber resuelto y determinado
más allá de lo solicitado.
Por lo señalado, la Jueza de garantías, al conceder en parte la tutela solicitada, no efectuó una
adecuada compulsa de los antecedentes del caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve REVOCAR en parte la Resolución 04/2019 de 13 de septiembre, cursante de fs.
622 a 627 vta., pronunciada por la Jueza Pública de Familia Decimotercera de la Capital del
departamento de La Paz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, conforme los
fundamentos expuestos en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0779/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 27120-2019-55-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 2/2019 de 4 de enero, cursante de fs. 923 a 926, pronunciada dentro de la
acción de amparo constitucional interpuesta por Alfredo Hernán Jaimes Justiniano en
representación legal de la Cooperativa Educacional Colegio Loretto Limitada (CECOL Ltda.)
contra Jacqueline Cecilia Rada Arana y Ernesto Macuchapi Laguna, Vocales de la Sala Civil
Tercera y Quinta, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz; José
Ángel Carvajal Cordero, Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital de ese
departamento; Luis Antonio Revilla Herrero, Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz; Jockey Club La Paz Sociedad Anónima (S.A.); y, Asociación de Propietarios de
la Urbanización San Miguel.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 26 de noviembre y 31 de diciembre, ambos de 2018, cursantes a fs.
1, 352 a 364 y 752 a 771, la parte accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro el proceso ordinario civil seguido por Jockey Club La Paz S.A. contra el Gobierno Autónomo
Municipal de La Paz y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel de la misma ciudad,
sobre nulidad de compra y venta de propiedad ajena y escritura pública, cancelación de inscripciones
en el registro de Derechos Reales (DD.RR.) y restitución de propiedad, más pago de daños y
perjuicios, respecto a un inmueble ubicado en la mencionada Urbanización; se dictó la Sentencia
367/88 de “1” de diciembre de 1988, declarando la nulidad de la Escritura Pública 467 de 25 de
octubre de 1984, ordenando la reivindicación de 8 800 m 2 a favor de la entidad demandante; sin
embargo, dicha determinación no consideró que el terreno en litigio se encontraba en posesión de
CECOL Ltda., a quien no se le citó en el referido proceso.
El Juez de la causa, rechazó todos los reclamos efectuados por CECOL Ltda., con justificaciones
carentes de fundamento legal, sin tomar en cuenta su calidad de poseedores del terreno objeto de
la litis, pretendiendo desapoderarlos sin haber sido parte de la demanda y sin efectuar el pago previo
del valor de las construcciones efectuadas.
En ese sentido, se apersonaron al proceso en el estado en que se encontraba y entre las
observaciones de fraude procesal, evidenciaron que la autoridad jurisdiccional encargada de la
ejecución de la Sentencia 367/88, tenía interés y relación económica familiar con la empresa Hogares
Bolivianos S.A., al ser ésta un “apéndice” de Jockey Club La Paz S.A., que a su vez es parte en el
referido juicio; por tal razón, el 6 de junio de 2018, plantearon recusación contra el José Ángel
Carvajal Cordero, Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital departamento de La Paz, quien
es hijo del extinto Luis Carvajal Vera -en su momento representante y miembro del Directorio de la
referida Empresa-, invocando las causales establecidas en el art. 347.1, 6 y 9 del Código Procesal
Civil (CPC), incidente resuelto mediante Auto Interlocutorio 150/2018 de 7 de junio, en el que la
mencionada autoridad jurisdiccional rechazó la recusación formulada arguyendo cuestiones formales.
En revisión, la Sala Civil Quinta del Tribunal Departamental de Justicia del citado asiento judicial,
emitió el Auto de Vista 277/2018 de 12 de septiembre, confirmando el Auto Interlocutorio
mencionado, reproduciendo similares argumentos, apartándose de la objetividad y el principio de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1074


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verdad material, omitiendo considerar la relación empresarial que existía entre el entonces padre del
Juez recusado con la entidad demandante dentro de la causa tramitada ante el Juzgado Público Civil
y Comercial Noveno de la Capital del referido departamento; tampoco tomaron en cuenta que la
recusación no acusó una relación personal sino empresarial movida por intereses económicos de
apoderamiento y comercialización de terrenos; además de obviar que a la muerte del padre del
Juzgador, los derechos que tenía en Jockey Club La Paz S.A. y en la empresa Hogares Bolivianos
S.A., pasaron a propiedad de este último por su calidad de heredero.
El Juez codemandado no ordenó el diligenciamiento de los elementos probatorios producidos
oportunamente y los Vocales demandados no valoraron los documentos propuestos que se
encuentran en el cuaderno de recusación y el expediente principal.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante alegó la lesión de sus derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial, fundamentación, motivación, igualdad procesal y valoración razonable de
la prueba; a la defensa en su vertiente de acceso a los medios probatorios; a la propiedad; a la
educación; al “pago de la indemnización”; a la “retención del inmueble hasta el pago por las
construcciones”; a la “preferencia”; y, a los principios de igualdad, anticorrupción, transparencia y
honestidad; citando al efecto, los arts. 12.I, 13.IV, 14.I, 108.8, 115.II, 117, 119, 120.I, 178 y 180.I
de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH); y, 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y se declare: a) Fundada la recusación planteada contra el Juez
codemandado y se disponga su separación del conocimiento de la causa, ordenándose la remisión al
juzgado siguiente en número; b) La anulación del Auto de Vista 277/2018 y en consecuencia se dicte
uno nuevo, tomando en cuenta los extremos señalados en la recusación; y, los principios y valores
establecidos en la Constitución Política del Estado; c) La nulidad del Auto Interlocutorio de 21 de
septiembre de 2018, que dispone el desapoderamiento; d) Disponer que se inicie el procedimiento
de calificación por indemnización o pago de las construcciones en el terreno sito en Av. Montenegro
1001 de la Urbanización San Miguel, zona Calacoto de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz y sea
por el reivindicante; y, e) Se reconozca el derecho de retención del inmueble como garantía de la
obligación de indemnización.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 4 de enero de 2019, según consta en acta cursante de fs. 905 a
922, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La parte accionante a través de sus abogados, ratificó el contenido de la acción tutelar presentada,
y ampliándola señaló que: 1) La demanda de resarcimiento de daños interpuesta por Jockey Club La
Paz S.A., que tenía como propósito la demolición de la construcción de CECOL Ltda., sólo fue admitida
contra el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz y no contra los propietarios de la misma; 2) El
Juez recusado no consideró que la entidad accionante es poseedora de buena fe del terreno que fue
motivo de litigio, que son propietarios de las construcciones y que no pueden ser desapoderados
mientras no sean vencidos en juicio y en tanto no les resarzan el valor de las construcciones; y, 3)
El instituto de la cosa juzgada no puede ser óbice para la consumación de violación de derechos y
garantías constitucionales.
I.2.2. Informe de los demandados
Jacqueline Cecilia Rada Arana y Ernesto Macuchapi Laguna, Vocales de la Sala Civil Tercera y Quinta,
respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, por informe escrito presentado
el 4 de enero de 2019, cursante de fs. 782 a 783, señalaron que: i) La parte accionante no llegó a
establecer cuál es la relación de causalidad entre los derechos vulnerados y la Resolución impugnada;
ii) La jurisdicción constitucional no puede convertirse en un tribunal de alzada ordinario para revisar

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extremos resueltos sobre el fondo del caso en consulta; iii) Conforme a la naturaleza de la acción de
amparo constitucional no corresponde analizar hechos controvertidos; iv) El Auto de Vista 277/2018
cuenta con la debida motivación y fundamentación de acuerdo a los antecedentes remitidos en grado
de consulta y el marco normativo que rige la materia; y, v) De acuerdo al principio de pertinencia,
se realizó examen a las pruebas adjuntas a la recusación y no se advirtió las aseveraciones del
peticionante de tutela. En virtud a estos fundamentos, solicitaron se deniegue la tutela.
José Ángel Carvajal Cordero, Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del departamento
de La Paz, mediante informe escrito presentado el 3 de enero de 2019, cursante de fs. 778 a 781,
señaló que: a) La presente acción de amparo constitucional emerge de un proceso ordinario en
ejecución de sentencia desde 1997, dentro la causa seguida por Jockey Club La Paz S.A. contra el
Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, sobre nulidad, reivindicación y, pago de daños y perjuicios,
juicio en el que la parte accionante tramitó dos incidentes de recusación, con el argumento de que
Luis Carvajal Vera -quien en vida fuera su padre-, tendría interés directo como miembro de la empresa
Hogares Bolivianos S.A. e incluso de Jockey Club La Paz S.A., afirmación que no fue acreditada y
tampoco fue de su conocimiento, debido a que en 1970, era un niño y desconocía las relaciones
empresariales de su extinto padre, y éste no fue parte del proceso señalado para involucrarlo en un
supuesto interés familiar; b) No existe antecedentes de que la citada Empresa tenga juicio alguno
con Jockey Club La Paz S.A., el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz o con la Asociación de
Propietarios de la Urbanización San Miguel; c) El impetrante de tutela, tiene establecido una unidad
educativa particular denominada “Loretto”, en la que ni su padre ni su persona tienen interés alguno
para que sea recusado; d) Cualquier acción que hubiere realizado su progenitor tiene una data de
cincuenta años atrás, quien por enfermedad dejó todas las actividades sociales y profesionales el año
2000; e) Las dos recusaciones planteadas en su contra, fueron resueltas conforme a procedimiento,
no existiendo omisión o injerencia en dichos fallos; f) La entidad accionante en ejecución de sentencia
planteó una serie de incidentes y nulidades con el propósito de eternizar la fase de ejecución; g) Fue
posesionado en el cargo de Juez en abril de 2017, llegando a conocer el proceso en el estado descrito,
con la emisión del mandamiento de desapoderamiento; h) El peticionante de tutela interpuso un
anterior incidente de recusación con los mismos argumentos que el actual, no existiendo hechos
sobrevinientes; i) Su persona no tiene ningún parentesco con las partes procesales, peor aun
tratándose de personas jurídicas; no tiene litigio pendiente con CECOL Ltda. y tampoco recibió
ventajas o beneficios de las partes procesales; j) El Auto Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018,
lo único que contiene es la ejecución de lo dispuesto en la Sentencia 367/88, pasada en autoridad
de cosa juzgada, y el reconocimiento de mejoras o pagos de indemnizaciones no forman parte de la
fase procesal, razón por la cual fueron salvados para otra vía, lo contrario significaría modificar la
parte dispositiva de la Sentencia dictada en el proceso referido; y, k) La parte solicitante te tutela,
no es propietaria de los indicados terrenos y por lo tanto no le ampara ningún derecho, y la empresa
Hogares Bolivianos S.A. desapareció, razón por la que no existen derechos sucesorios sobre la misma.
Luis Fernando Bascopé Vildoso, Director y Jaime Luis Carvajal Jaldin, abogado de la Unidad de
Defensa Legal, ambos de la Dirección de Procesos Jurisdiccionales en representación legal de Luis
Antonio Revilla Herrero, Alcalde, todos del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, en audiencia a
través de sus abogados, indicaron que: 1) El citado Municipio mantiene una línea de defensa de los
intereses de la colectividad; 2) Se pretende lograr la calificación de indemnización por las
construcciones en la Av. Montenegro 1004 de la Urbanización San Miguel a favor de CECOL Ltda.,
cuando éstos no fueron notificados como demandados sino como terceros interesados; sin embargo,
estos aspectos no competen a la jurisdicción constitucional sino a la ordinaria civil; y, 3) De acuerdo
a la Resolución Municipal “936/85”, se adjudicó a CECOL Ltda., un predio de 6 900m 2 y sus
construcciones, razón por la cual no podría la parte accionante reclamar como suyos las mencionadas
propiedades, pues en caso de haber efectuado construcciones, éstas de acuerdo al proceso técnico
administrativo son ilegales y por lo tanto no corresponde pago o indemnización.
Rogelio Miranda Baldivia y Roberto Jaime Vilela Sanjinés en representación de Jockey Club La Paz
S.A., en audiencia a través de su abogado, señalaron que: i) Las decisiones establecidas en el proceso
aludido no pueden causarle violación de derechos o perjuicio a la entidad impetrante de tutela, porque

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no fue parte en el proceso; ii) El Juzgador sólo cumplió con el principio jurídico de la cosa juzgada;
y, iii) El mandamiento de desapoderamiento es un modo de dar conclusión a un proceso que tiene
larga data.
La Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel, no presentó informe alguno ni concurrió
a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 777.
I.2.3. Resolución
La Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital del departamento de La Paz, constituida en
Jueza de garantías, mediante Resolución 2/2019 de 4 de enero, cursante de fs. 923 a 926, concedió
en parte la tutela solicitada, disponiendo la suspensión de la ejecución del desapoderamiento
ordenado por el Juez codemandado o cualquier acto similar que se haya expedido entre tanto se
resuelvan las apelaciones planteadas por la parte accionante; y, denegó la tutela respecto a los otros
puntos, sobre la base de los siguientes fundamentos: a) La demanda incidental de recusación no fue
acompañada por prueba preconstituida, lo que impide pronunciamiento respecto a la denuncia de
falta de valoración probatoria; por otro lado, no se cumplió los requisitos para que la jurisdicción
constitucional ingrese a revisar la valoración de la prueba; b) Las dos Resoluciones analizadas
anteriormente se enmarcan a la línea jurisprudencial emitida al efecto, al haber dado respuesta a
todos los puntos que se plantearon en la recusación y en aplicación al Código Procesal Civil,
establecieron que no se acompañó prueba para justificar el incidente planteado; y, c) Se emitió el
Auto Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018, ordenando la emisión del mandamiento de
desapoderamiento del inmueble que posee el CECOL Ltda., que de acuerdo a los datos del proceso
fue apelado por dicho Colegio; y en consecuencia, al estar involucrado el derecho a la educación de
niñas, niños y adolescentes, corresponde otorgar una tutela provisional hasta que el tribunal superior
resuelva la apelación planteada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1 A través de la Sentencia 367/88 de 16 de diciembre de 1988, pronunciada en aquel momento
por el Juez Primero de Partido en lo Civil de la Capital del departamento de La Paz, declaró la nulidad
de la Escritura Pública 467 de 25 de octubre de 1984, como consecuencia del proceso ordinario civil
seguido por Jockey Club La Paz S.A. contra la entonces Alcaldía -ahora Gobierno Autónomo- Municipal
de La Paz y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel, ordenando la reivindicación
de 8 800 m2 a favor de la entidad demandante (fs. 13 a 25).
II.2. En etapa de ejecución de la mencionada Sentencia, por memorial presentado el 6 de junio de
2018, Alfredo Hernán Jaimes Justiniano en representación legal de CECOL Ltda., planteó recusación
contra el ahora Juez Público Civil y Comercial Primero del citado departamento, por estimar la
concurrencia de las causales establecidas en el art. 347.1, 6 y 9 del CPC (fs. 317 a 320).
II.3. Mediante Auto Interlocutorio 150/2018 de 7 de junio, el Juez precitado rechazó la recusación
planteada y no se allanó a la misma, arguyendo que las causales invocadas no son sobrevinientes
para su consideración, además de la inexistencia de elementos probatorios para determinar que tiene
vínculo de familiaridad; asimismo, que no existe litigio pendiente y no recibió beneficios importantes
o regalos de alguna de las partes que intervienen en el proceso (fs. 321 a 322).
II.4. Por Auto de Vista 277/2018 de 12 de septiembre, los Vocales demandados rechazaron la
recusación fundamentando que no existe prueba fehaciente que la acredite y los argumentos
expresados no son válidos para apartar de la causa al Juez cuestionado; asimismo, por Auto
Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018, las mencionadas autoridades determinaron no ha lugar
a la solicitud de aclaración, enmienda y complementación, impetrada por el representante de CECOL
Ltda. (fs. 329 a 330 vta., y 334).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante alega como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial, fundamentación, motivación, igualdad procesal y valoración razonable de

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la prueba; a la defensa en su vertiente de acceso a los medios probatorios; a la propiedad; a la


educación; al “pago de la indemnización”; a la “retención del inmueble hasta el pago por las
construcciones”; a la “preferencia”; y, a los principios de igualdad, anticorrupción, transparencia y
honestidad; en virtud a que, las autoridades demandadas al no haber valorado las pruebas ofrecidas,
no consideraron: 1) La relación económica que existía entre el padre del Juez de la causa y las
personas colectivas que figuran como partes en el referido proceso; 2) La recusación no acusó una
relación personal, sino una relación empresarial, movida por intereses económicos de apoderamiento
y comercialización de terrenos; y, 3) A la muerte del progenitor del Juez codemandado, los derechos
que éste tenía en Jockey Club La Paz S.A. y en la empresa Hogares Bolivianos S.A., pasaron a
propiedad de dicha autoridad jurisdiccional, por su calidad de heredero.
En consecuencia, corresponde en revisión analizar si tales argumentos son evidentes, a fin de
conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. El debido proceso en sus elementos de fundamentación y motivación.
Jurisprudencia reiterada
La SCP 0071/2016-S3 de 8 de enero, estableció el siguiente entendimiento: “En relación a los
elementos esenciales que componen el derecho al debido proceso, se encuentran la motivación,
fundamentación, congruencia y pertinencia entre otros, que deben ser observados por las y los
juzgadores al momento de dictaminar sus resoluciones. En este sentido el razonamiento consolidado
a través de la jurisprudencia reiterada tanto por el extinto Tribunal Constitucional como de este
Tribunal, señaló que: ‘…la garantía del debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la
exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de
un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe
ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es necesario
que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el justiciable al
momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes de que se
ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que
también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador,
eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que
no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió.
Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a la que ha
arribado el juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron
juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado
con apego a la justicia (…).
Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de consideraciones
y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta segunda, la
motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados, debiendo
expresar el Juez sus convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en cuyo
caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido contrario, cuando
la resolución aun siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una
decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas’ (SC 1365/2005-R de 31 de octubre, citada y
reiterada por las SSCC 0871/2010-R, 2017/2010-R, 1810/2011-R y Sentencias Constitucionales
Plurinacionales 0405/2012, 0666/2012, 2039/2012, 0527/2015-S3, entre otras)”.
En resumen, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, la garantía del debido proceso
comprende entre uno de sus elementos la exigencia de motivación de las resoluciones, lo que significa
que toda autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o que dicte una resolución resolviendo una
situación jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual
también es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera
que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las
partes de que se actuó no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al caso,

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sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que debe
observar el juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma razonable de resolver los hechos juzgados sino de la
forma en que se decidió.
III.2. De la actividad valorativa de la prueba a cargo de los jueces ordinarios y
administrativos
Al respecto, la SCP 0572/2016-S1 de 23 de mayo, citando a su vez la SCP 0130/2012 de 2 de mayo,
estableció el siguiente criterio: “‘…la facultad de valoración de la prueba corresponde privativamente
a los órganos jurisdiccionales ordinarios o a las instancias ante las que se tramitaron esos procesos,
no siendo pertinente que el Tribunal Constitucional Plurinacional se pronuncie sobre cuestiones que
son de exclusiva competencia de dichas instancias y menos aún atribuirse la facultad de revisar la
valoración de la prueba efectuada por las autoridades judiciales o administrativas competentes, toda
vez que el recurso de amparo constitucional tiene como única finalidad el restablecer los derechos
fundamentales que fueron conculcados por autoridades o particulares' (SC 1461/2003-R de 6 de
octubre). Sin embargo, existen supuestos en que la jurisdicción constitucional puede revisar la
valoración de la prueba por las autoridades jurisdiccionales ordinarias o administrativas, conforme
estableció la SC 0285/2010-R de 7 de junio, al señalar que: '…el Tribunal Constitucional precautelando
los derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos, en cumplimiento de una de las
finalidades por las que ha sido creado este órgano, como es el respeto y vigencia de los derechos y
garantías fundamentales de las personas, ha establecido los únicos supuestos para que la jurisdicción
constitucional ingrese a revisar la valoración realizada por dichas autoridades: 1) Cuando en dicha
valoración exista apartamiento de los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para
decidir y 2) Cuando se haya omitido arbitrariamente valorar la prueba y su lógica
consecuencia sea la lesión de derechos fundamentales y garantías constitucionales, es
decir en el primer supuesto cuando en la labor valorativa se apartan del procedimiento
establecido valorando arbitraria e irrazonablemente y en el segundo, que actuando
arbitrariamente no se haya procedido a la valoración de la prueba, por cuya omisión se
vulneren derechos y garantías fundamentales'.
En el mismo sentido la SC 0965/2006-R de 2 de octubre, ha establecido los presupuestos que deben
ser cumplidos por la parte accionante, cuando expresó: '…siendo competencia de la jurisdicción
constitucional, revisar excepcionalmente la labor de valoración de la prueba desarrollada por la
jurisdicción ordinaria, únicamente, se reitera, cuando en dicha valoración: a) exista apartamiento de
los marcos legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, b) cuando se haya
adoptado una conducta omisiva expresada, entre otras, en no recibir, producir o
compulsar cierta prueba inherente al caso y, su lógica consecuencia sea la lesión de
derechos fundamentales y garantías constitucionales; dicha competencia del Tribunal
Constitucional, se reduce, en ambos casos, a establecer la ausencia de razonabilidad y equidad en la
labor valorativa o la actitud omisiva en esta tarea, pero en ningún caso a sustituir a la jurisdicción
ordinaria examinando la misma.
En ese orden de razonamiento para que este Tribunal pueda cumplir con esta tarea, es necesario
que la parte procesal, que se considera agraviada con los resultados de la valoración efectuada dentro
de un proceso judicial o administrativo, invocando la lesión a sus derechos fundamentales, exprese
de manera adecuada y precisa en los fundamentos jurídicos que sustenten su posición (recurso de
amparo), lo siguiente:
Por una parte, qué pruebas (señalando concretamente) fueron valoradas apartándose de los marcos
legales de razonabilidad y equidad previsibles para decidir; o, cuáles no fueron recibidas, o habiéndolo
sido, no fueron producidas o compulsadas; para ello, será preciso, que la prueba no admitida o no
practicada, se haya solicitado en la forma y momento legalmente establecidos, solicitud, que en todo
caso, no faculta para exigir la admisión de todas las pruebas que puedan proponer las partes en el
proceso, sino que atribuye únicamente el derecho a la recepción y práctica de aquellas que sean
pertinentes, correspondiendo a los órganos judiciales ordinarios, el examen sobre la legalidad y

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pertinencia de las pruebas solicitadas, debiendo motivar razonablemente la denegación de las


pruebas propuestas. Por supuesto, una vez admitidas y practicadas las pruebas propuestas
declaradas pertinentes, a los órganos judiciales, les compete también su valoración conforme a las
reglas de la lógica y de la sana crítica, según lo alegado y probado.
Asimismo, es imprescindible también, que el recurrente señale en qué medida, en lo conducente,
dicha valoración cuestionada de irrazonable de inequitativa o que no llegó a practicarse, no obstante
haber sido oportunamente solicitada, tiene incidencia en la Resolución final; por cuanto, no toda
irregularidad u omisión procesal en materia de prueba (referida a su admisión, a su práctica, a su
valoración, etc.) causa por sí misma indefensión material constitucionalmente relevante,
correspondiendo a la parte recurrente, demostrar la incidencia en la Resolución final a dictarse, es
decir, que la Resolución final del proceso hubiera podido ser distinta de haberse practicado la prueba
omitida, o si se hubiese practicado correctamente la admitida, o si se hubiera valorado
razonablemente la compulsada; puesto que resulta insuficiente, para la viabilidad del recurso de
amparo, la mera relación de hechos; porque sólo en la medida en que el recurrente exprese adecuada
y suficientemente sus fundamentos jurídicos, la jurisdicción constitucional podrá realizar la labor de
contrastación, que amerita este tema de revisión excepcional de la labor de la valoración de la prueba
realizada por la jurisdicción ordinaria; máxime si se tiene en cuenta que el art. 97 de la LTC, ha
previsto como un requisito de contenido, el exponer con precisión y claridad los hechos que le sirvan
de fundamento y precisar los derechos o garantías que se consideren restringidos, suprimidos o
amenazados, señalando en qué consiste la restricción o supresión.
Es de advertir, que esta última exigencia de acreditación de la relevancia de la prueba denegada, o
de la prueba valorada irrazonable o inequitativamente, se proyecta en un doble plano: por un lado,
el recurrente debe demostrar la relación entre los hechos que se quisieron y no se
pudieron probar y las pruebas inadmitidas o no practicadas, o en su caso de la interpretación
discrecional o arbitraria de la prueba practicada; y, por otro lado, debe argumentar el modo en
que la admisión y la práctica de la prueba objeto de la controversia, habrían podido tener
una incidencia favorable a la estimación de sus pretensiones; sólo en tal caso -
comprobada que la decisión final- pudo, tal vez, haber sido otra si la prueba se hubiera
practicado o hubiese sido valorada conforme a derecho dentro de un marco de
razonabilidad, podrá apreciarse también el menoscabo efectivo del derecho fundamental
invocado de quien por este motivo solicita el amparo constitucional’” (las negrillas nos
corresponden).
III.3. Del derecho a la defensa en materia probatoria
La SCP 0094/2015-S1 de 13 de febrero, señalo que: “…Con respecto al derecho a la defensa, éste se
halla consagrado en el art. 115.II de la CPE, que a la letra prescribe ‘El Estado garantiza el derecho
al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin
dilaciones’, de donde teleológica y literalmente se colige su vinculación con el debido proceso y se
fortalece por la previsión constitucional contenida en el art. 117.I de la misma Norma Suprema que
por su parte establece que: ‘Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada
previamente en un debido proceso’, lo cual implica tácitamente la facultad personal de ejercer una
defensa material y positiva de manera irrestricta en todas las fases sustantivas del proceso judicial o
administrativo (…).
(…)
Es decir, una de la principales garantías del debido proceso es el derecho a la defensa, al cual se
halla inescindiblemente ligado, que se materializa como la oportunidad otorgada constitucionalmente
a toda persona, dentro del ámbito judicial o administrativo, a ser oída y hacer prevalecer sus razones
en el proceso a través de sus propios argumentos, contraviniendo y objetando aquellos producidos
por la parte contraria, solicitando, de ser necesario, la producción de pruebas y evaluaciones
que considere pertinentes, así como activar todos los recursos que la ley le otorga; por lo que
presupone la participación activa de quien podría resultar afectado por actuaciones judiciales o
administrativas.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1080


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(…)
Entonces, el derecho a la defensa se traduce en la facultad de un individuo sometido a contienda
judicial o proceso administrativo a conocer en todo momento el estado del proceso y en consecuencia,
impugnar o contradecir las pruebas y providencias o decisiones que resulten adversas a sus intereses;
a este efecto, el ejercicio de este derecho se halla garantizado por la propia Constitución Política del
Estado a través del debido proceso, reconocido como derecho, principio y garantía; coligiéndose
entonces que el derecho a la defensa, implica para todo habitante la posibilidad real y
cierta de acudir ante los órganos jurisdiccionales en demanda de justicia mediante el
ejercicio de las facultades que la propia Constitución le otorga para asegurarse que todos
los actos jurisdiccionales sean razonables y se hallen encaminados a una cabal defensa
personal de sí mismo o de sus derechos durante el juicio.
Dicho de otra forma, el derecho a la defensa constituye uno de los principios integradores
de mayor relevancia del debido proceso, por cuanto lleva en su esencia la garantía de
participación de los sujetos procesales durante la sustanciación y resolución del litigio o
controversia, lo cual implica el ejercicio de sus facultades en cuanto a la formulación de
argumentos y presentación de prueba, lo que asegura la posibilidad cierta de participar
en el proceso haciéndose parte integral del mismo; y en sí, defenderse” (el resaltado nos
corresponde).
III.4. Análisis del caso concreto
La parte accionante alega como lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial, fundamentación, motivación, igualdad procesal y valoración razonable de
la prueba; a la defensa en su vertiente de acceso a los medios probatorios; a la propiedad; a la
educación; al “pago de la indemnización”; a la “retención del inmueble hasta el pago por las
construcciones”; a la “preferencia”; y, a los principios de igualdad, anticorrupción, transparencia y
honestidad; porque, al no haber valorado la prueba documental, las autoridades demandadas no
consideraron la relación económica que existía entre el entonces progenitor del Juez encargado de
la fase de ejecución de sentencia, con las personas colectivas que figuran como partes dentro del
proceso ordinario civil seguido por Jockey Club La Paz S.A. contra el Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel de la misma ciudad; tampoco
tomaron en cuenta que la recusación no acusó una relación personal, sino empresarial movida por
intereses económicos de apoderamiento y comercialización de terrenos; finalmente, omitieron que a
la muerte del padre del precitado Juzgador, los derechos que éste tenía en Jockey Club La Paz S.A.
y en la empresa Hogares Bolivianos S.A., pasaron a propiedad de dicha autoridad jurisdiccional por
su calidad de heredero.
De la compulsa de los antecedentes se tiene que, la problemática surge en torno a un proceso
ordinario sobre nulidad de compra y venta de propiedad ajena, nulidad de escritura pública y
consiguiente cancelación de inscripciones en el registro de DD.RR., restitución de propiedad más
pago de daños y perjuicios, instaurado el 2 de diciembre de 1986, por Jockey Club La Paz S.A. contra
la entonces Alcaldía -hoy Gobierno Autónomo- Municipal de La Paz y la Asociación de Propietarios de
la Urbanización San Miguel, proceso dentro el cual, en aquel tiempo el Juez Primero de Partido en lo
Civil de la Capital del departamento de La Paz, emitió la Sentencia 367/88 (Conclusión II.1), que al
detentar la calidad de cosa juzgada se encuentra en etapa de ejecución; en este estado, el 6 de junio
de 2018, Alfredo Hernán Jaimes Justiniano en representación legal de CECOL Ltda. -ahora accionante-
, planteó recusación contra José Ángel Carvajal Cordero, hoy Juez Público Civil y Comercial Primero
de la Capital del mismo departamento, que conoce la fase de ejecución de sentencia, por estimar la
concurrencia de las causales de excusa establecidas en el art. 347.1, 6 y 9 del CPC (Conclusión II.2);
por lo que, el Juez codemandado mediante Auto Interlocutorio 150/2018 rechazó la recusación
planteada y no se allanó a la misma, sosteniendo que los argumentos son reiterativos respecto a un
anterior incidente, no existiendo elementos nuevos o de carácter sobreviniente; agregando que, no
tiene ningún grado de parentesco, no tiene litigio pendiente y no recibió ningún beneficio o regalo
de las partes involucradas en el proceso (Conclusión II.3); decisión que elevada en revisión al superior

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en grado, fue resuelta por los Vocales demandados a través del Auto de Vista 277/2018, rechazando
la recusación planteada (Conclusión II.4).
III.4.1. De la denuncia de falta de fundamentación y motivación
La entidad impetrante de tutela a través de su representante legal, manifiesta que dentro de la
recusación formulada, las autoridades demandadas omitieron considerar la relación empresarial que
existía entre el entonces progenitor del Juez recusado -autoridad codemandada- con el demandante
dentro de la causa tramitada en el Juzgado Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del
departamento de La Paz, acusando por ello no una relación personal sino empresarial movida por
intereses económicos de apoderamiento y comercialización de terrenos; además de obviar que a la
muerte del padre del Juzgador, los derechos que éste tenía en Jockey Club La Paz S.A. y en la
empresa Hogares Bolivianos S.A., pasaron a propiedad de la autoridad recusada por su calidad de
heredero; es bajo este contexto, que en el acápite II de su memorial de recusación (Conclusión II.2),
solicitó al Juez codemandado, disponga que su similar Noveno remita a su despacho fotocopias
legalizadas de la demanda, admisión, contestación y tercería planteados dentro del proceso de
usucapión seguido por la Asociación de Propietarios de San Miguel contra la empresa Hogares
Bolivianos S.A.; asimismo, solicitó se oficie al registro de DD.RR. y al Servicio de Registro Cívico
(SERECI), para que informen sobre la transferencia de un terreno por parte de Jockey Club La Paz
S.A. a favor de Luis Carvajal Vera -extinto padre de la autoridad judicial recusada-, así como la fecha
de fallecimiento de este último y si dentro de su descendencia se encuentra el Juez ahora
codemandado.
Dichas diligencias propuestas, cuya finalidad consistía en obtener prueba dentro del mencionado
incidente para acreditar los hechos señalados, tenían como antecedente la facultad prevista en el art.
353.I del CPC, que establece: “La recusación se planteará como incidente ante la autoridad judicial
cuya recusación se pretenda, con descripción de la causal o las causales en que se funda,
acompañando o proponiendo toda la prueba de la que la parte recusante intentare
valerse” (las negrillas son agregadas); no obstante, de una revisión del Auto Interlocutorio
159/2018, no se advierte pronunciamiento alguno al respecto sintetizándose los fundamentos del
Juez codemandado de la fase de ejecución en los siguientes: i) La existencia de un proceso sobre
usucapión seguido por la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel contra la empresa
Hogares Bolivianos S.A., tramitado en el Juzgado Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del
referido departamento, vinculado con el bien inmueble que también fue motivo de juicio en su similar
Primero; ii) El entonces padre del Juez recusado, era Presidente de la empresa Hogares Bolivianos
S.A., y como tal tenía interés en todo lo relacionado a la Urbanización San Miguel y obviamente en
relación a los predios que ocupa actualmente CECOL Ltda.; iii) De la Escritura Pública 131 de 26 de
marzo de 1976, se evidencia que Luis Carvajal Vera -progenitor del aludido Juzgador- era miembro
del Directorio del Jockey Club La Paz S.A., y en esa calidad transfirió a terceros terrenos de la
Urbanización señalada, y como personero de la empresa Hogares Bolivianos S.A., cedió también a
favor del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, la superficie de 77 105,50 m 2 en la mencionada
Urbanización; y, iv) Todas las pruebas señaladas demuestran el interés del fallecido Luis Carvajal
Vera, y ahora de José Ángel Carvajal Cordero -como heredero del primero-, respecto a los supuestos
bienes del Jockey Club La Paz S.A., entre ellos el inmueble que posee la entidad recusante.
Del mismo modo, los Vocales de la Sala Civil Tercera y Quinta del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz, a tiempo de dictar el Auto de Vista 277/2018, tampoco advirtieron la omisión, en que
incurrió el Juez Público Civil y Comercial Primero de la Capital del citado departamento, siendo sus
fundamentos los siguientes: a) De la revisión del legajo, no existe prueba fehaciente para afirmar
que la autoridad judicial tenga un grado de parentesco con alguna de las partes que intervienen en
la causa; b) La empresa Hogares Bolivianos S.A., no está apersonada al proceso como demandante,
demandado o tercero interesado; c) La afirmación de que Luis Carvajal Vera tuviera propiedades
adquiridas de Jockey Club La Paz S.A. no fue demostrado por ningún documento idóneo que acredite
tal afirmación; d) No se demostró por ningún medio probatorio que el Juez recusado se hubiese
apersonado al proceso de usucapión que se tramita en el Juzgado Público Civil y Comercial Noveno
de la Capital del indicado departamento o que su padre continúe con la representación de la empresa

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Hogares Bolivianos S.A.; e) No existe documentación que compruebe que el Juez cuestionado tenga
proceso pendiente con Alfredo Hernán Jaimes Justiniano, representante legal de CECOL Ltda., o que
hubiera recibido beneficios importantes o regalos de alguna de las partes; f) Los edictos adjuntos,
no constituyen prueba idónea para demostrar una causa sobreviniente dentro de la causa; y, g) Los
argumentos expresados, no son válidos para separar de la causa al Juez referido, más aún si no se
adjuntaron elementos probatorios idóneos que acrediten las causales de recusación invocadas.
Asimismo, se advierte que la entidad recusante inclusive planteó aclaración, enmienda y
complementación (fs. 332 a 333 vta.), reclamando entre otras cosas, la omisión en la sustanciación
del diligenciamiento de prueba propuesta, la cual no fue considerado por las autoridades de alzada
en el Auto Interlocutorio de 21 de septiembre de 2018 (Conclusión II.4).
De la relación efectuada, la omisión advertida, conforme al Fundamento Jurídico III.1 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, constituye vulneración del derecho a la debida
fundamentación y motivación, que impone a la autoridad ya sea judicial o administrativa que resuelve
una situación jurídica, la obligación de describir de forma individualizada todos los medios de prueba
aportados por las partes procesales y el deber de valorar de manera concreta y explícita, todos y
cada uno de los medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada
uno de ellos de forma motivada; deficiencia en la que, en el caso concreto, incurrió el Juez Público
Civil y Comercial Primero de la Capital del departamento de La Paz, al no haberse pronunciado y
haber diligenciado las proposiciones probatorias de la entidad ahora accionante, conforme las
previsiones del art. 353.I del CPC, y que no fue enmendada por los Vocales de la Sala Civil y Comercial
Tercera y Quinta del Tribunal Departamental de Justicia del mismo asiento judicial, a tiempo de emitir
el Auto de Vista 277/2018, cohonestando así la lesión por parte del inferior en grado del derecho de
la entidad accionante a una debida fundamentación y motivación de las resoluciones; omisión que,
en el caso concreto se encuentra directamente vinculada con la actividad probatoria desplegada por
las autoridades demandadas, la cual si bien conforme a la doctrina de las autorestricciones
ampliamente desarrollada por este Tribunal, atinge exclusivamente a los jueces y tribunales
ordinarios, la propia jurisdicción constitucional ha establecido los presupuestos excepcionales para la
revisión de la misma; correspondiendo en el presente caso, verificar si estos fueron observados.
III.4.2. De la presunta omisión valorativa de la prueba
Al respecto, el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo constitucional, hace referencia que en caso de
que la autoridad jurisdiccional haya incurrido en conducta omisiva, expresada en la decisión de no
producir prueba inherente al caso, con la consiguiente violación de derechos fundamentales y
garantías constitucionales, es necesario que la o el accionante individualice las pruebas que no fueron
producidas, debiendo estas haber sido solicitadas en la forma y momento legalmente establecidos,
además de necesariamente ser pertinentes; por último, es imprescindible que la parte accionante
indique en qué medida la prueba que no llegó a practicarse, no obstante haber sido oportunamente
solicitada, tiene incidencia en el resultado final; es decir, la relevancia constitucional de la prueba
omitida, que se trasunta en la explicación de la relación entre los hechos que se quisieron y no se
pudieron probar y las pruebas inadmitidas o no practicadas; y, por otro lado la argumentación
respecto al modo en que las mismas hubieran podido incidir favorablemente en la estimación de sus
pretensiones.
En el caso concreto, la entidad accionante refiere que el Juez codemandado omitió diligenciar los
elementos probatorios propuestos a tiempo de la interposición de la recusación, consistentes en los
oficios dirigidos al Juez Público Civil y Comercial Noveno de la Capital del departamento de La Paz,
para que ésta autoridad remita al Juzgado de la autoridad recusada fotocopias legalizadas de la
demanda, admisión, contestación y tercería planteados dentro del proceso de usucapión seguido por
la Asociación de Propietarios de San Miguel contra la empresa Hogares Bolivianos S.A.; asimismo, al
registro de DD.RR. para que esta instancia informe sobre la transferencia de un terreno por parte de
Jockey Club La Paz S.A. a favor de Luis Carvajal Vera -extinto padre de la autoridad judicial recusada-
; y, al SERECI, para que informe la fecha de fallecimiento de este último y si dentro de su
descendencia se encuentra José Ángel Carvajal Cordero-autoridad codemandada-.

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Bajo este contexto, la entidad impetrante de tutela individualizó correctamente las pruebas que no
fueron producidas, habiendo sido las mismas propuestas en el incidente de recusación, conforme la
previsión del art. 353.I del CPC; es decir, de manera oportuna en la forma y momento legalmente
establecidos; asimismo, dichas diligencias resultan pertinentes al incidente formulado puesto que los
mismos tenían como propósito obtener prueba para su resolución, habida cuenta de la supuesta
relación económica entre el entonces progenitor del Juez codemandado con las partes dentro del
proceso ordinario civil seguido por el Jockey Club La Paz S.A. contra el Gobierno Autónomo Municipal
de La Paz y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel; y, que a la muerte del mismo,
los derechos que éste tenía en Jockey Club La Paz S.A. y en la empresa Hogares Bolivianos S.A.,
pasaron a propiedad de dicha autoridad jurisdiccional por su calidad de heredero; aspectos que,
resultan relevantes considerando las causales de recusación invocadas; al respecto, el Código
Procesal Civil, en lo pertinente establece lo siguiente:
“ARTICULO 347. (CAUSAS DE RECUSACIÓN). Son causas de recusación:
1. El parentesco o relación conyugal de la autoridad judicial con alguna de las partes, sus abogados
o mandatarios, hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o el derivado de los
vínculos de adopción.
(…)
6. La existencia de un litigio pendiente de la autoridad judicial con alguna de las partes, siempre que
no hubiere sido promovido expresamente para inhabilitar al juzgador.
(…)
9. Los beneficios importantes o regalos recibidos por la autoridad judicial de alguna de las partes.
(…)”.
En dicho mérito, si bien la jurisdicción constitucional de manera reiterativa ha establecido que no le
corresponde la revisión de la actividad probatoria de los jueces y tribunales de la jurisdicción
ordinaria; sin embargo, también señaló que de manera excepcional su competencia se apertura
cuando se evidencia, entre otras circunstancias, la verificación de omisiones valorativas de la prueba,
como ocurre en el presente caso, en el que el Juez codemandado incurrió en conducta omisiva,
expresada en la decisión de no producir prueba inherente al caso; pese a haber sido propuesta en la
forma y modo prevista en el art. 353.I del CPC; aspecto que no fue enmendado por los Vocales de
la Sala Civil y Comercial Tercera y Quinta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, que
conforme a los arts. 353 y 354 del CPC, conocieron la recusación planteada, lesionando así el derecho
a la defensa y en su mérito el debido proceso, conforme ha sido desarrollado en el Fundamento
Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, pues al no haber considerado su
solicitud de producción de prueba, se negó a la entidad accionante la posibilidad real del ejercicio de
sus facultades que la Constitución Política del Estado le otorga para asegurarse que todos los actos
jurisdiccionales sean razonables y se hallen encaminados a una cabal defensa personal de sí mismo
o de sus derechos; vulnerando del mismo modo el principio de verdad material previsto en el art.
180 de la CPE; correspondiendo por ello conceder la tutela impetrada.
III.4.3. Otras consideraciones
Respecto a las instituciones codemandadas, el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, Jockey Club
La Paz S.A. y la Asociación de Propietarios de la Urbanización San Miguel, este Tribunal Constitucional
Plurinacional se encuentra impedido de emitir pronunciamiento, debido a que si bien en el memorial
de subsanación y ampliación de la acción de defensa, cursante de fs. 752 a 771, la entidad
peticionante de tutela modifica la situación procesal de estas instituciones, de terceros interesados a
codemandadas; sin embargo, la narrativa fáctica expuesta está limitada a las Resoluciones dictadas
por las autoridades judiciales, concluyendo que, no existe legitimación pasiva en las instituciones
codemanadadas referidas, debiendo denegarse la tutela respecto de las mismas.
En cuanto a las denuncias sobre violación a los derechos al debido proceso en sus elementos al juez
independiente e imparcial; a la igualdad procesal; a la propiedad; a la educación; al “pago de la

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indemnización”; a la “retención del inmueble hasta el pago por las construcciones”; a la “preferencia”;
y, a los principios de igualdad, anticorrupción, transparencia y honestidad, este Tribunal no puede
emitir pronunciamiento, al no apreciarse el nexo lógico entre la formulación de la recusación y la
violación de los derechos alegados, en vista de que la vulneración denunciada se funda en los
antecedentes del proceso ordinario en ejecución de sentencia, cuyo contenido no es objeto procesal
de la presente acción tutelar.
En consecuencia, la Jueza de garantías al conceder en parte la tutela impetrada, aunque con otros
argumentos, obró correctamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR en parte la Resolución 2/2019 de 4 de enero, cursante de fs. 923
a 926, pronunciada por la Jueza Pública Civil y Comercial Quinta de la Capital del departamento de
La Paz, constituida en Jueza de garantías; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela
solicitada, disponiendo dejar sin efecto el Auto de Vista 277/2018 de 12 de septiembre, debiendo
los Vocales demandados emitir una nueva resolución, conforme a los fundamentos jurídicos
expuestos precedentemente.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0780/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 27926-2019-56-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución de 07 de 1 de marzo de 2019, cursante de fs. 176 vta. a 178 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Roberto Moscoso
Oquendo contra Alain Núñez Rojas y Erwin Jiménez Paredes, Vocales de la Sala Civil y
Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y, Alberto Guzmán
Méndez, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 21 y 25 de febrero de 2019, cursantes de fs. 91 a 101; y, 104 y vta.,
el accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Actuó como abogado patrocinante del Banco de la Nación Argentina en el proceso ejecutivo seguido
contra Ariel Coca Aguirre, en el que se dictó la Sentencia 26 de 8 de marzo de 1997 y habiéndose
llevado a cabo el segundo remate, en ejecución de dicho fallo, se promovió concurso de acreedores,
remitiéndose la causa al entonces Juzgado de Partido Civil y Comercial Séptimo de la Capital del
departamento de Santa Cruz, donde se ventiló el mismo y se dictó Sentencia de “grados y preferidos”,
encontrándose como acreedor preferente -primer lugar- la entidad que representó, ordenándose
primero el pago de las costas causadas a esta, después el honorario del referido profesional en
proporción al resultado de la subasta.
Posteriormente, habiendo concluido el concurso de acreedores y en ejecución de Sentencia extendió
pase profesional a favor del abogado Luis Fernando Calvo Moscoso, pero como aún no se determinó
el monto recuperado para la fijación de la cuantía correspondiente, el pago de sus honorarios quedó
pendiente hasta la recuperación efectiva, aspecto que fue reconocido tanto por la entidad patrocinada
como por el precitado profesional.
Luego, habiéndose adjudicado el inmueble objeto de remate el Banco de la Nación Argentina en el
monto de $us400 995.- (cuatrocientos mil novecientos noventa y cinco dólares estadounidenses),
solicitó la regulación de sus honorarios profesionales; empero, el Juez Público Civil y Comercial
Séptimo de la Capital del aludido departamento -demandado-, mediante Auto 25 de 5 de febrero de
2018, equivocadamente reguló los mismos en base al monto de adjudicación aprobado por un Auto
emitido el 17 de enero de 2014 que fue anulado luego de la interposición de una acción de amparo
constitucional por parte del ejecutado, cuando debió hacerlo en base al Auto 252 de 22 de noviembre
de 2017; por lo que, pidió su aclaración y corrección, mereciendo el Auto 42 de 9 de marzo de 2018
por el que la autoridad demandada reguló su honorario profesional en la suma de Bs3 000.- (tres mil
bolivianos) y respecto a la cuantía del 10% sobre la base de la adjudicación, dispuso que al
evidenciarse la participación de tres abogados copatrocinantes este monto debía cancelarse a
prorrata entre estos; ante esta arbitraria decisión, interpuso recurso de apelación que fue resuelto
por Auto de Vista 255/18 de 31 de julio del mismo año por la Sala Civil y Comercial, Familiar, Niñez
y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia del precitado departamento, disponiendo en su favor la suma de Bs3 000.- pero no así el
porcentaje de la adjudicación “…POR NO HABER SIDO ABOGADO DE LA INSTITUCIÓN
FINANCIERA DEMANDANTE AL MOMENTO DE RESOLVERSE EL PRESENTE PROCESO …”

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(sic); Resolución que consideró injusta, desproporcional, ilegal, carente de motivación,


fundamentación, con absoluta falta de relación entre lo pedido y lo resuelto en franca contradicción
del principio de congruencia, puesto que en el referido recurso de apelación hizo conocer todos los
agravios sufridos; empero, los Vocales demandados lejos de rectificar o subsanar los errores del Juez
de instancia, sin fundamentación alguna decidieron que no le correspondía el porcentaje de la cuantía
de la adjudicación cuando demostró que fue él quien consiguió sentencias favorables a la institución
demandante que patrocinó, tanto en el proceso ejecutivo como de concurso de acreedores;
disposición de la que pidió explicación que fue denegada al ser declarada “…NO HA LUGAR…” (sic).
En suma, las Resoluciones dictadas tanto por el Juez y los Vocales demandados, carecieron de
fundamentación, motivación y congruencia, ya que hicieron caso omiso a todos los fundamentos
legales que esgrimió, y no consideraron además su situación de persona adulta mayor que esperó
por la regulación de sus honorarios profesionales que por ley le corresponden durante veintiún años,
desde 1998 cuando obtuvo la Sentencia del proceso ejecutivo hasta la fecha y de mantenerse esta
situación se produciría un “…DAÑO Y PELIGRO INMINENTE A MI ECONOMÍA, HACIENDO CONSTAR
ADEMÁS QUE SOY UNA PERSONA DE LA TERCERA EDAD (92 AÑOS), YA EN EL OCASO DE MI VIDA,
Y QUE EL HONORARIO PROFESIONAL CUYA TUTELA BUSCO, ES EL ÚLTIMO INGRESO QUE POR
ESTE CONCEPTO RECIBIRÉ” (sic); por lo que finalmente, acudió a la jurisdicción constitucional a
efectos de que subsane la vulneración de sus derechos constitucionales.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El peticionante de tutela, denunció la lesión de sus derechos al debido proceso en sus vertientes de
fundamentación, motivación y congruencia, al trabajo, a una remuneración justa, a la salud,
alimentación, a la vida y a una vejez digna; así como a los principios de legalidad y seguridad jurídica,
citando al efecto los arts. 15, 16, 18, 46, 48.I, II, III y IV, 67.I y 68.II de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela; y en consecuencia se revoquen: a) El Auto de Vista 255/18 y Auto
complementario 85/18 de 16 de agosto de 2018, dictados por los Vocales demandados; b) Los Autos
25 y 42, pronunciados por el Juez demandado; y, c) Se ordene que se fije tanto el honorario
profesional como el porcentaje sobre la cuantía que le corresponde conforme a ley, sancionándose
al pago de costas y reparación de daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 1 de marzo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 172 a
176 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El impetrante de tutela a través de su representante, ratificó el contenido de la acción de amparo
constitucional planteada y ampliándolo, señaló: 1) Dejó de ser abogado patrocinante del Banco de
la Nación Argentina en 2009, cuando estaba por resolverse una acción similar que estableció que se
anulen obrados; 2) De acuerdo al Arancel Mínimo del Colegio de Abogados de Santa Cruz, en un
proceso ejecutivo se tiene derecho al 10% si se ejecutó la sentencia y al 8% en caso de sentencia
ejecutoriada; es decir, ingresó al concurso de acreedores con el 8% ganado, cuando el proceso
ejecutivo se encontraba en segundo remate; 3) En el concurso necesario de acreedores, luego de
un sin fin de actuaciones, apelaciones y cuanto recurso fue posible interponer, se anularon obrados
hasta fs. “906” inclusive, pero en ningún momento se anuló su trabajo que se mantuvo vigente,
aspecto que fue reconocido por el abogado que lo sustituyó cuando presentó su memorial de
regulación de honorarios en el que hizo constar “…’…solicito se regulen los honorarios
profesionales tanto del anterior abogado interviniente como de mi persona’…” (sic) y
también por el Banco de la Nación Argentina en su memorial de fs. “22” al señalar que recibió la
asistencia de dos abogados debiendo regularse los honorarios de ambos en función a su participación
conforme a derecho y en justicia; 4) Recién en 2018, después de una serie de argucias y nulidades
procesales, el Banco demandante solicitó la adjudicación del inmueble rematado, y es cuando pidió

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la regulación de sus honorarios como abogado patrocinante desde 1996 hasta 2009; y, 5) El Auto
de Vista 255/18 emitido por los Vocales demandados no fundamentó su decisión pues simplemente
en referencia al Arancel señaló que no le corresponde; empero, este no refirió que el abogado que
dejó de patrocinar una causa pierde los derechos sobre la cuantía; al respecto la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional Plurinacional se pronunció indicando que el abogado podrá cobrar cuando el
banco recupere efectivamente la acreencia.
En uso de su derecho a la réplica, argumentó que el pago del porcentaje por la presentación de la
demanda ordinaria surgió cuando el proceso se encontraba en término de prueba; la existencia de
tasas elevadas hace que no se pueda estar al nivel de la empresa petrolera demandada, y el objeto
de esta acción tutelar es la protección de los derechos fundamentales de acceso a la justicia, debido
proceso e igualdad de partes, a fin de que la aludida demanda continúe.
I.2.2. Informe de los demandados
Alain Núñez Rojas y Erwin Jiménez Paredes, Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y
Adolescencia Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de
Justicia de Santa Cruz; y, Alberto Guzmán Méndez, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la
Capital del mismo departamento, no presentaron informe alguno y tampoco asistieron a la audiencia
de amparo constitucional, pese a su notificación cursante de fs. 107 a 109.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
El Banco de la Nación Argentina, a través de su representante en audiencia, sostuvo: i) El accionante
afirmó que la adjudicación ya hubiera sido aprobada como si eso representaría una recuperación
efectiva, cuando no es así ya que fue interpuesto un recurso de apelación; ii) No se puede definir el
monto sobre una cuantía que no está legalmente aprobada, si bien está la Sentencia; empero, hasta
“…el día de hoy no existe recuperación…” (sic); y, iii) Imponer que se pague una cuantía en este
momento implicaría un perjuicio económico “…ya que no se tiene recuperado el dinero…” (sic), por
lo que consideró que no se debe otorgar la tutela impetrada.
Ariel Coca Aguirre, Dalcy Soruco de Coca, Pablo Víctor Coca Soruco, Jesús Gonzalo Saucedo Soruco,
Ana María Medeiros Farell, Carlos Abuawad Ampuero, representante de la Empresa Maderera San
Martín; “NIBOL Ltda.”; Alex Justiniano, representante de la Financiera de Desarrollo de Santa Cruz
(FINDESA SAM); René Andrés Arce Romero, Deidy Justiniano Mercado y Eliana Sotomayor Peláez,
no presentaron memorial alguno ni asistieron a la audiencia de esta acción de defensa, a pesar de
su notificación cursante de fs. 110 a 128.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, mediante
Resolución 07 de 1 de marzo de 2019, cursante de fs. 176 vta. a 178 vta., denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: a) “…el auto dictado por el Juez Alberto Guzmán el cual fija la suma
de honorarios Profesionales en el monto de Bs. 3.000 y le fija también una cuantía en favor del
ciudadano Roberto Moscoso Oquendo, en consecuencia esta resolución ya viene a darle una
respuesta a lo cual está pidiendo el accionante…” (sic); b) El Auto de Vista 255/18 pronunciado por
los Vocales demandados contiene sus fundamentos jurídicos y expresa los motivos de la decisión y
no es incongruente; c) La justicia constitucional no es una tercera instancia, tampoco considera
aspectos de hecho sino solo de derecho, la SC “1846/2004” establece que no es posible cobrar al
Banco de la Nación Argentina una suma de dinero que aún no ingresó a sus arcas, pues del cuaderno
procesal se evidenció que el bien adjudicado no cuenta con testimonio que se hubiera registrado a
su nombre; d) No existió lesión al derecho al debido proceso porque las resoluciones están
debidamente fundamentadas y son congruentes; y, e) En cuanto al derecho al trabajo y a una vejez
digna, ya se le fijó una suma por honorarios profesionales que podría ser cobrada inmediatamente.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y análisis de los antecedentes que cursan en obrados se establece lo siguiente:

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II.1. Dentro del concurso necesario de acreedores promovido por Ana María Medeiros Farell contra
Ariel Coca Aguirre y otros, el ahora accionante, mediante memorial presentado el 2 de febrero de
2018, pidió al Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital del departamento de Santa Cruz,
la regulación de sus honorarios profesionales en base al valor de la adjudicación efectuada en el Auto
252 de 22 de noviembre de 2017 a favor del Banco de la Nación Argentina; el mismo que mereció el
Auto 25 de 5 de febrero de 2018 que reguló lo solicitado “…en la suma de BOLIVIANOS TRES MIL
(BS. 3.000.-), más el 10% del monto de la adjudicación aprobada por Auto de fecha 17 de enero
de 2014 (…) que deberá ser deducido del monto de la adjudicación, o en su caso cancelado por su
patrocinado: BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA…” (sic [fs. 37 a 38]).
II.2. Mediante Auto 42 de 9 de marzo de 2018, el referido Juez, resolviendo el memorial de solicitud
de modificación del Auto 25 precedentemente citado, reguló los honorarios del impetrante de tutela:
“…en la suma de BOLIVIANOS TRES MIL (Bs. 3.000), y con respecto a la cuantía del 10%, se
dispone que debe cancelarse a prorrata entre los tres profesionales abogados, del monto de la
adjudicación aprobada por Auto de fecha 22 de Noviembre del 2017…” (sic [fs. 41]).
II.3. Consta recurso de apelación interpuesto por el impetrante de tutela contra el Auto 42, pidiendo
que “…se Aumente la cuantía de [sus] honorarios profesionales sobre una valoración justa de los
trabajos realizados por el suscrito abogado dentro de la presente causa y sea conforme a lo
establecido por el Arancel Mínimo del Colegio de Abogados” (sic [fs. 46 a 47 vta.]).
II.4. Cursa Auto de Vista 255/18 de 31 de julio de 2018, pronunciado por los Vocales de la Sala Civil
y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz -demandados-, que revocó parcialmente el Auto
apelado, disponiendo que: “…los honorarios del Abogado ROBERTO MOSCOSO OQUENDO
corresponda solamente a lo mencionado por el Juez a quo con referencia y de
conformidad al punto II.6 del Arancel Mínimo de Honorarios en la suma de BOLIVIANOS
TRES MIL (3.000), no correspondiéndole cuantía ni en el 10% que menciona el Juez a
quo ni en el 16% mencionado por el abogado por no haber sido abogado de la Institución
Financiera demandante a momento de resolverse el presente proceso” (sic [fs. 74 a 77]).
II.5. A través de Auto complementario 85/18 de 16 de agosto de 2018, los Vocales demandados,
determinaron “…NO HA LUGAR…” (sic) la solicitud de explicación, fundamentación y subsanación
de omisión presentada por el demandante de tutela contra la precitada Resolución (fs. 82 a 85).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante, denuncia la vulneración de sus derechos al debido proceso en sus vertientes de
fundamentación, motivación y congruencia, al trabajo, a una remuneración justa, a la salud, a la
alimentación, a la vida y a una vejez digna; así como a los principios de legalidad y seguridad jurídica;
alegando que, el Juez demandado pronunció el Auto 42 de 9 de marzo de 2018 de manera injusta,
desproporcional y carentes de motivación, fundamentación y congruencia; y, que el Tribunal de
apelación lejos de corregir los errores de esta autoridad judicial incurrió en las mismas vulneraciones
al emitir el Auto de Vista 255/18 de 31 de julio de igual año con una absoluta falta de relación entre
lo pedido y lo resuelto, y convalidando los agravios cometidos por el Juez de instancia, determinó
que no le correspondía el porcentaje de la cuantía de la adjudicación, cuando demostró que fue él
quien consiguió tanto en el proceso ejecutivo como en el concurso de acreedores, sentencias
favorables a la institución demandante que patrocinó.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Jurisprudencia reiterada, sobre el debido proceso en sus elementos
fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones
Al respecto, el Tribunal Constitucional a través de la SCP 0893/2014 de 14 de mayo, estableció: « El
contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o derecho a una resolución motivada,
fue desarrollado en la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre, y complementado por la SCP 0100/2013
de 17 de enero, teniendo en cuenta las finalidades que persigue este derecho fundamental.

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Así, las señaladas Sentencias Constitucionales Plurinacionales, concluyeron que las finalidades
implícitas que determinan el contenido esencial del derecho a una resolución fundamentada o
derecho a una resolución motivada (judicial, administrativa o cualesquier otra, expresada en una
resolución en general, sentencia, auto, etcétera) que resuelva un conflicto o una pretensión son: “1)
El sometimiento manifiesto a la Constitución, conformada por: 1.a) la Constitución formal; es decir,
el texto escrito; y, 1.b) Los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que forman el bloque
de constitucionalidad; así como a la ley, traducido en la observancia del principio de constitucionalidad
y del principio de legalidad; 2) Lograr el convencimiento de las partes que la resolución en cuestión
no es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la
arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia; 3) Garantizar la posibilidad
de control de la resolución en cuestión por los tribunales superiores que conozcan los
correspondientes recursos o medios de impugnación; 4) Permitir el control de la actividad
jurisdiccional o la actividad decisoria de todo órgano o persona, sea de carácter público o privado por
parte de la opinión pública, en observancia del principio de publicidad…” (SCP 2221/2012 de 8 de
noviembre); y, “…5) La exigencia de la observancia del principio dispositivo, que implica la exigencia
que tiene el juzgador de otorgar respuestas a las pretensiones planteadas por las partes para
defender sus derechos…” (SCP 0100/2013 de 17 de enero).
Sobre el segundo contenido; es decir, lograr el convencimiento de las partes de que la resolución no
es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia, el principio de interdicción de la
arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de congruencia, en la SCP
2221/2012, el Tribunal Constitucional Plurinacional ha desarrollado las formas en las que puede
manifestarse la arbitrariedad, señalando: “…la arbitrariedad puede estar expresada en: b.1) una
'decisión sin motivación', o extiendo esta es b.2) una 'motivación arbitraria'; o en su caso,
b.3) una 'motivación insuficiente”’ (…) desarrollando más adelante, el contenido de cada una de
ellas.
“b.1) Por ejemplo, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa, etc.), no da
razones (justificaciones) que sustenten su decisión, traducido en las razones de hecho y de derecho,
estamos ante la verificación de una 'decisión sin motivación', debido a que 'decidir no es motivar'. La
'justificación conlleva formular juicios evaluativos (formales o materiales) sobre el derecho y los
hechos sub iudice [asunto pendiente de decisión]'.
b.2) Del mismo modo, verbigracia, cuando una resolución en sentido general (judicial, administrativa,
etc.) sustenta su decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas, basadas en
conjeturas que carecen de todo sustento probatorio o jurídico alguno, y alejadas de la sumisión a la
Constitución y la ley, se está ante una 'motivación arbitraria'. Al respecto el art. 30.II de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ) 'Obliga a las autoridades a fundamentar sus resoluciones con la prueba relativa
sólo a los hechos y circunstancias, tal como ocurrieron, es escrito cumplimiento de las garantías
procesales'.
En efecto, un supuesto de 'motivación arbitraria' es cuando una decisión coincide o deviene de la
valoración arbitraria, irrazonable de la prueba o, en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso (SC 0965/2006-R), que influye, en ambos casos, en la confiabilidad
de las hipótesis fácticas (hechos probados) capaces de incidir en el sentido, en los fundamentos de
la decisión. Es decir, existe dependencia en cómo cada elemento probatorio fue valorado o no fue
valorado, para que se fortalezca o debilite las distintas hipótesis (premisas) sobre los hechos y, por
ende, la fundamentación jurídica que sostenga la decisión.
(…)
b.3) De otro lado, cuando una resolución no justifica las razones por las cuales omite o se
abstiene de pronunciar sobre ciertos temas o problemas jurídicos planteados por las
partes, se está ante una 'motivación insuficiente”’» (las negrillas nos corresponden).
Sobre el mismo tema, la SCP 0558/2016-S2 de 27 de mayo, precisó: que “…toda autoridad que dicte
una resolución, debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y

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citar las normas que sustentan la parte dispositiva de la misma, por cuanto la estructura de una
resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las partes
de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables
al caso, sino que la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores
que orientan al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el
pleno convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma
en que se decidió (SSCC 0863/2007-R, 0752/2002-R, SC 1369/2001-R, entre otras)” (las negrillas
son nuestras).
Respecto a la congruencia, la SC 1619/2010-R de 15 de octubre, indicó que debe ser entendida
como: “la estricta correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo resuelto, (…).
Esa definición general, no es limitativa de la coherencia que debe tener toda resolución ya sea judicial
o administrativa y que implica también la concordancia entre la parte considerativa y dispositiva, sino
que además debe mantenerse en todo su contenido, efectuando un razonamiento integral y
armonizado entre los distintos considerandos y razonamientos contenidos en la resolución. La
concordancia de contenido de la resolución y su estricta correspondencia entre lo pedido, lo
considerado y lo resuelto, conlleva a su vez la cita de las disposiciones legales que apoyan ese
razonamiento que llevó a la determinación que se asume” (las negrillas y el subrayado son nuestros).
III.2. Análisis del caso concreto
Del memorial de amparo constitucional presentado, se observa que el accionante, refiere que desde
1996 hasta el 2009 -durante trece años- patrocinó al Banco de la Nación Argentina en un proceso
ejecutivo y otro de concurso necesario de acreedores activado como emergencia del primero,
habiendo obtenido en ambos casos sentencias favorables a la entidad que representó, mismas que
una vez ejecutoriadas luego de una serie de actuaciones procesales, incidentes, nulidades,
interposición de todo tipo de recursos, finalmente en noviembre de 2017, en el tercer remate, dicha
institución ejecutante se adjudicó el inmueble embargado; por lo que, solicitó la regulación de sus
honorarios por el trabajo que realizó conforme al Arancel del Colegio de Abogados de Santa Cruz;
empero, las autoridades judiciales demandadas, a su turno, emitieron el Auto 42 de 9 de marzo de
2018 y el Auto de Vista 255/18 de 31 de julio de igual año, de manera arbitraria e ilegal, sin
fundamentar ni motivar su decisión y en franca incongruencia con los argumentos que expuso,
disponiendo mantener el cobro de sus honorarios en la suma de Bs3 000.- sin derecho al porcentaje
de la cuantía de la adjudicación efectuada a favor de la entidad ejecutante regulado por el Arancel
del mencionado Colegio en un 16% para el caso de concurso necesario de acreedores; decisión de
la cual pidió explicación, fundamentación y subsanación de omisión; empero, los Vocales demandados
a través del Auto complementario 85/18 de 16 de agosto de 2018, determinaron “…NO HA
LUGAR…” (sic) su solicitud.
Ahora bien, previo a ingresar al análisis del problema jurídico planteado, es preciso aclarar que en el
marco de los lineamientos jurisprudenciales desarrollados por este Tribunal, la jurisdicción
constitucional no puede ser considerada como una instancia más de la vía ordinaria; no obstante,
ello no implica que los actos y resoluciones emitidos como emergencia de la labor de la misma, se
encuentren exentos de control constitucional a efectos de resguardar derechos y garantías protegidos
por la Constitución Política del Estado, y que en la tarea que desempeñan las autoridades
jurisdiccionales ordinarias no se desconozca el debido proceso.
En ese marco, es necesario puntualizar que en el presente caso se efectuará el análisis respectivo a
partir del Auto de Vista 255/18 emitido por los Vocales demandados en relación al recurso de
apelación presentado por el accionante, y no así el Auto 42 dictado por el Juez codemandado, en el
entendido que son las primeras autoridades nombradas quienes tienen la facultad de corregir la
actuación del Juez a quo a través de la Resolución dictada en apelación, aspecto que tiene que ver
con el principio de subsidiariedad que rige la acción de amparo constitucional.
En esa comprensión, de la lectura del referido recurso de apelación (Conclusión II.3), se observa que
el impetrante de tutela haciendo conocer a detalle los antecedentes de su caso, expuso que:

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1) La regulación de honorarios profesionales efectuada por el Auto apelado, no alcanza el “mínimo


probable”, lo que demuestra una falta de aplicación del Arancel Mínimo del Colegio de Abogados de
Santa Cruz;
2) Toda regulación de honorarios debe asentarse sobre una valoración justa de los trabajos
profesionales y una ponderación real de la calidad, eficacia y extensión de los mismos, de la aplicación
del principio de celeridad procesal y de la trascendencia jurídica, moral y económica que la causa
tiene para el cliente asistido;
3) El Arancel Mínimo del Colegio de Abogados de dicho departamento, establece que dentro de un
proceso ejecutivo donde se opusieron excepciones que haya obtenido sentencia ejecutoriada, el
honorario profesional es de Bs 3 000.- más una cuantía del 8% sobre el monto recuperado; y, si en
dicha causa se llega a ejecución y adjudicación, la cuantía será del 10%, de donde resulta aplicando
simple lógica que el 2% restante será el honorario para el o los profesionales que patrocinan el
proceso en etapa de ejecución de sentencia; asimismo, para los casos en los que exista concurso de
acreedores dispone una cuantía de 16%; y,
4) El Auto apelado aplica de manera errada el precitado Arancel, al establecer una cuantía del 10%
cuando en realidad corresponde el 16% y disponer además que esta se distribuya a prorrata entre
los tres abogados que patrocinaron al Banco de la Nación Argentina en diferentes etapas del proceso,
sin tomar en cuenta que fue él quien representó el mismo desde la presentación de la demanda hasta
el señalamiento del segundo remate en el proceso ejecutivo, y que solo con este ya tenía ganada la
cuantía del 8% sobre el monto de la adjudicación y que luego habiéndose promovido concurso
necesario de acreedores asumió también este patrocinio durante once años desde 1998 hasta mayo
de 2009, tiempo en el cual se resolvieron apelaciones, casaciones, quiebra fallida, recursos, incidentes
y otros; siendo totalmente incongruente que el Juez de instancia señale una cuantía compartida del
10% cuando el Arancel fija el 16% del que tiene ganado el 8%, restando dividir el otro 8% entre los
abogados que patrocinaron la etapa concursal y de ejecución de sentencia, de donde le
correspondería un porcentaje no menor al 12%; por lo que, pidió que “…en un acto de plena justicia
se Aumente la cuantía de [sus] honorarios profesionales sobre una valoración justa de los trabajos
realizados (…) y sea conforme a lo establecido por el Arancel Mínimo del Colegio de Abogados” (sic).
Al respecto, los Vocales hoy demandados, por Auto de Vista 255/18 (Conclusión II.4), tomando en
cuenta el recurso de apelación del ahora accionante como el presentado por el Banco de la Nación
Argentina y la respuesta al mismo, decidieron “…REVOCAR PARCIALMENTE…” (sic) el Auto
apelado, resolviendo en el fondo que los honorarios del accionante “…corresponda solamente a
lo mencionado por el Juez a quo con referencia y de conformidad al punto II.6 del Arancel
Mínimo de Honorarios en la suma de BOLIVIANOS TRES MIL (3.000), no
correspondiéndole cuantía ni en el 10% que menciona el Juez a quo ni en el 16%
mencionado por el Abogado por no haber sido abogado de la Institución Financiera
demandante a momento de resolverse el presente proceso” (sic), con los siguientes
fundamentos: i) De la revisión de antecedentes se tiene que no es cierto el agravio denunciado sobre
la aplicación errada del Arancel Mínimo del Colegio de Abogados de Santa Cruz, toda vez que
correspondería respecto a este en caso de que hubiera sido partícipe de la recuperación total a favor
del Banco de la Nación Argentina y siendo que participó hasta cierta etapa del proceso, en el cual
por Auto de Vista de 21 de agosto de 2015 se anularon obrados hasta el acta de remate de fs. “906”
inclusive y que la adjudicación del inmueble por parte de la entidad demandante se concretó tiempo
después a cargo de otro profesional, no corresponde regular honorarios en la suma peticionada por
el recurrente; y, ii) Es evidente el agravio denunciado por el Banco de la Nación Argentina, pues se
establece que el ahora accionante no fue partícipe de la recuperación del monto total adeudado y
siendo que transfirió el patrocinio de la causa a otro abogado, no sería legal el cobro de honorarios
por el proceso ya concluido sino solo por el trabajo realizado; por lo que, corresponde revocar en
parte la Resolución apelada.
En la especie, previo al análisis de fondo es preciso señalar que en nuestro país el Arancel de los
Colegios de Abogados de cada departamento reconoce a estos profesionales una retribución

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monetaria por su ejercicio en cada proceso, así los arts. 8 y 28.II de la Ley del Ejercicio de la Abogacía
(LEA) de 9 de julio de 2013 previenen que tienen derecho a percibir honorarios profesionales de
acuerdo al arancel del departamento respectivo, en los casos en que no se hubiera acordado el
mismo, y cuando no fueran satisfechos podrán reclamar su pago ante la autoridad judicial que tramitó
la causa ya sea de acuerdo a lo pactado con el cliente o ajustando su petición al arancel profesional
(art. 30 de la citada Ley).
Ahora bien, expuestos los argumentos vertidos por los Vocales demandados en el Auto de Vista
confutado, se puede evidenciar con meridiana claridad que al momento de emitir dicha Resolución,
no adecuaron correctamente su criterio a los elementos esenciales que componen el debido proceso
en sus vertientes de fundamentación, motivación y congruencia según se desarrolló en el
Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional; en razón a que se circunscribieron
únicamente a señalar que el ahora accionante no fue partícipe en la recuperación del monto total
adeudado en favor del Banco de la Nación Argentina demandante, sin explicar por qué consideraron
que todo lo actuado por este en los procesos ejecutivo y concurso necesario de acreedores desde
1996 a 2009 no debe ser tomado en cuenta para la consideración de señalamiento de la cuantía en
su favor -según corresponda-, conforme dispone la ley de acuerdo a lo descrito en el párrafo
precedente, cuando de la jurisprudencia constitucional se tiene que: “… los jueces y autoridades
donde se evidencie el trabajo profesional, dispondrán el pago de los honorarios conforme a la iguala
profesional y, en defecto de ésta, por el Arancel Mínimo del Colegio, considerándose a los honorarios
como acreencia privilegiada.
(…)
…se entiende que los honorarios profesionales del abogado, serán fijados tomando en
cuenta el monto del asunto o proceso si fuere susceptible de apreciación pecuniaria, la
naturaleza y complejidad del asunto o proceso, el resultado que se hubiere obtenido, la
calidad, eficacia y extensión del trabajo, la trascendencia jurídica, moral y económica
que tuviere el asunto o proceso para casos futuros, para el cliente y para la situación económica
de las partes. Estos parámetros sirven para fijar un honorario racional y proporcional al trabajo
prestado…” (SC 1846/2004-R de 30 de noviembre [las negrillas son nuestras]), para obtener así una
decisión justa y equitativa; sin embargo, no se observa que las autoridades demandadas hubieran
analizado estos aspectos al emitir el Auto de Vista hoy impugnado, incumpliendo así con una de las
finalidades implícitas del debido proceso como es la de “…Lograr el convencimiento de las partes
que la resolución en cuestión no es arbitraria, sino por el contrario, observa: el valor justicia,
el principio de interdicción de la arbitrariedad, el principio de razonabilidad y el principio de
congruencia…” (las negrillas son nuestras [SCP 0893/2014 de 14 de mayo]), arbitrariedad que puede
estar expresada en una decisión sin motivación o existiendo esta es arbitraria o insuficiente; es decir,
que no expone las razones de hecho y derecho que sustentan su determinación, la justificación
conlleva formular juicios evaluativos formales o materiales sobre el derecho y los hechos, aspectos
que no fueron considerados en el presente caso.
Queda claro que la Resolución en estudio no se encuentra debidamente fundada, motivada ni es
congruente en la medida que no se advierte que el resultado al que arriba, según los motivos de
agravio expuestos en apelación, haya sido precedido del suficiente análisis en relación a la actuación
profesional del impetrante de tutela en la causa que patrocinó, que justifique el monto de Bs3 000.-
determinado, ya que era deber de los Vocales demandados explicar adecuadamente las
circunstancias fácticas que sirvieron de sustento para la calificación de honorarios practicada,
teniendo en cuenta que se procedió a regular únicamente el monto fijo del Arancel citado, sin
considerar ni el 10% o 16% -según corresponda-, de la base regulatoria al abogado patrocinante del
Banco de la Nación Argentina, que dicho sea de paso resultó vencedor en la contienda, más aun
cuando al momento de deducir el recurso de apelación contra la decisión del Juez a quo, hizo conocer
a detalle los antecedentes del proceso que patrocinó en relación a su desempeño profesional en la
causa, todo lo cual no hace sino evidenciar, la insuficiencia de las consideraciones efectuadas por las
autoridades demandadas al calcular los honorarios aludidos.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1093


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Por lo que este Tribunal encuentra suficiente sustento para determinar que el Auto de Vista observado
vulnera el derecho al debido proceso en sus componentes de fundamentación, motivación y
congruencia, aclarándose que lo que se exige de una resolución judicial es que el resultado de la
labor hermenéutica sea inteligible, en este sentido “…la motivación no implicará la exposición
ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En
cuanto a esta segunda, la motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos
demandados, debiendo expresar el juez sus convicciones determinativas que justifiquen
razonablemente su decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente
cumplidas…” (SC 0759/2010-R de 10 de agosto).
Por lo expuesto se constata además la vulneración del derecho del accionante a una remuneración
justa, así como de los principios de legalidad y seguridad jurídica en vinculación con el debido proceso
cuya transgresión quedó demostrada, debiéndose otorgar la protección que consagra esta acción
tutelar, con el fin de que se disponga el pago de los honorarios que como abogado le corresponden.
Respecto a los derechos al trabajo, a la salud, alimentación, a la vida y a una vejez digna, no
corresponde realizar análisis alguno por cuanto no se demostró de qué manera el acto vulneratorio
denunciado incurrió en su lesión.
Por todo lo expuesto, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, actuó de forma
parcialmente correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional, en
revisión, resuelve: REVOCAR la Resolución 07 de 1 de marzo de 2019, cursante de fs. 176 vta. a
178 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz; y en consecuencia:
1° CONCEDER en parte la tutela solicitada, disponiendo dejar sin efecto el Auto de Vista 255/18
de 31 de julio de 2018 y su Auto complementario 85/18 de 16 de agosto de igual año, a fin de que
los Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar
Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, demandados,
emitan una nueva resolución debidamente fundamentada y motivada, en base a las razones jurídicas
expuestas en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; y,
2° DENEGAR la tutela impetrada, en relación a los derechos al trabajo, a la salud, alimentación, a
la vida y a una vejez digna.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0781/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28077-2019-57-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 148/2019 de 4 de septiembre, cursante de fs. 494 a 499 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Marcelo Pérez Llanos, Antonio
Padilla Moreno, Judith Agustina Perales Quinteros y Marco Antonio Goytia Doria Medina
en representación de sus hijas AA, BB, CC y DD contra María Ruby del Socorro Villa Betancur,
Directora; Ada Mirtha Forenza Durán, Willy Henry Manjón Torres y Ronald Denis
Gutiérrez Castagné, Profesores, todos de la Unidad Educativa “María Auxiliadora”.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 19 y 27 de febrero de 2019, cursantes de fs. 113 a 120 vta., y 124 a
134 vta., las accionantes a través de sus representantes manifestaron los siguientes argumentos de
hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En la gestión 2018, en su calidad de alumnas del tercer año de secundaria de la Unidad Educativa
“María Auxiliadora”, advirtieron deficiencias en la forma de evaluación en las materias de cosmovisión,
filosofía, psicología, matemáticas y física, puesto que revisados los registros centralizados del citado
Establecimiento Educativo y las evaluaciones, se encontraron incoherencias al no tener calificación
como si no hubieran asistido a clases ni participado en las actividades de aula.
La apreciación debe realizarse de acuerdo a la valoración cualitativa que comprende las orientaciones
del ser, saber, hacer y decidir, en cuanto a la dimensión ser, debió evaluarse los valores de
puntualidad y responsabilidad en cada bimestre; sin embargo, no existió tal estimación, como si no
hubieran asistido o tuvieran una actitud totalmente conflictiva e indisciplinada; ahora bien, si
realmente existió abandono -razón que justificaría que no asistan a clases- debió ser comunicado a
sus padres, quienes cumplieron puntualmente con las pensiones. Con relación a sus promedios,
aparecen como una nota de “1” o en definitiva se encuentran vacías las casillas como no hubieran
presentado tarea alguna cuando de conformidad al Capítulo IV del Reglamento de Evaluación del
Desarrollo Curricular vigente, era obligatorio que la evaluación sea permanente y continua; empero,
en sus casos, no se cumplió con el indicado Reglamento.
De acuerdo al informe de rendimiento académico elaborado por los propios maestros y la Dirección
de la precitada Unidad Educativa, se evidenció que no se cumplieron los enunciados del mencionado
Reglamento, dado que no se realizó una correcta valoración ni se consignó calificaciones, existió error
de interpretación e irónicamente por parte del profesor de matemáticas una incorrecta sumatoria,
accionar que produjo una rebaja considerable en las calificaciones, provocando la reprobación de
materias y evitando la promoción al curso superior. Conocida esta situación sus padres, solicitaron a
los maestros demandados, una revisión o evaluación de pruebas adicionales; empero, estos nunca
demostraron predisposición a ese efecto.
De conformidad al Instructivo D.D.E.S. 59/2018 -no señala fecha- emitido por la Dirección Distrital
de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca, se debió accionar anticipadamente con las
comisiones pedagógicas y otras con alumnos en dificultades de aprendizaje, lo cual no ocurrió en
este caso; asimismo, mediante la Circular D.D.E.S. 70/2018 de 26 de noviembre, la misma Dirección

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1095


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Distrital recordó a las unidades educativas que los estudiantes con problemas deberían ser apoyados
hasta el último día de avance curricular, actuar que no se constató en el presente caso.
Mediante escrito de 14 de diciembre de 2018, solicitaron a la Directora de la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”, información sobre los exámenes parciales, repasos y registro pedagógico; empero, no
se les permitió entregarla de forma regular; por lo que, tuvieron que acudir con un Notario de Fe
Pública, deslizándolo por debajo de la puerta, aclarando que el problema no era con la Institución
que las albergaba, sino simplemente con quienes por intermedio de ella no propiciaron un arreglo
concertado. Ese mismo día a través de una nota, recordaron al Director Distrital de Educación de
Sucre del mencionado departamento, la necesidad de cumplir con las instrucciones emanadas en
especial lo concerniente a las asignaturas de filosofía, matemáticas y física, haciendo notar que los
maestros de dichas materias no efectuaron estrategias de intervención en su favor y menos les
hicieron conocer las evaluaciones objetivas, lo que impidió coordinar, analizar y planificar tácticas
para un mejor rendimiento, tampoco la Dirección de la indicada Unidad Educativa realizó un control
y seguimiento de las aceptaciones curriculares bimestrales para el desarrollo adecuado de las
dimensiones ser, saber, hacer y decidir, haciendo hincapié en que el ser y decidir jamás fueron
utilizadas en favor de las adolescentes. Mediante misiva de 17 de ese mes y año, nuevamente se
recordó al prenombrado Director Distrital el incumplimiento de la Circular D.D.E.S. 70/2018 por parte
de la señalada Directora, haciendo énfasis en la preocupación por la no promoción de sus hijas y la
imposibilidad de dejar las cartas de reclamo en el citado Colegio, misma que cerró sus puertas.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
Las accionantes a través de sus representantes alegan la lesión de sus derechos a la educación en
su “…garantía de acceso a una promoción al curso inmediato superior…” (sic) y el interés superior
del niño, citando al efecto los arts. 77 de la Constitución Política del Estado (CPE); 19 de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos; 7 del Protocolo de San Salvador; y, 16 de la Carta Democrática
Americana.
I.1.3. Petitorio
Solicitan se conceda la tutela y en consecuencia se ordene a los demandados: a) Realizar una nueva
sumatoria de las calificaciones obtenidas en la etapa de reforzamiento, que no fueron tomadas en
cuenta; b) Llevar adelante una nueva evaluación en las materias signadas, dejando sin efecto el
informe de 18 de diciembre de 2018, emitido por la Directora de la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”; y, c) La apertura del Sistema de Gestión Educativo (SIGED) respecto a las menores
afectadas, con el objetivo de que se registren los resultados de las evaluaciones ordenadas.
I.2. Trámite Procesal ante el Tribunal Constitucional Plurinacional
I.2.1. Improcedencia de la acción
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, mediante
Resolución 05/2019 de 28 de febrero, cursante de fs. 136 a 137 vta., rechazó la presente acción de
amparo constitucional; consecuentemente, las accionantes por intermedio de sus representantes por
memorial interpuesto el 14 de marzo de 2019 (fs. 152 a 154), impugnaron dicha determinación.
Posteriormente, a través de Auto 50/2019 de 19 de similar mes y año, cursante a fs. 155, las
autoridades de la Sala aludida dispusieron la remisión del fallo ante el Tribunal Constitucional
Plurinacional para su revisión.
I.2.2. Admisión de la demanda
Por Auto Constitucional (AC) 0088/2019-RCA de 1 de abril, cursante de fs. 158 a 164, la Comisión de
Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, con la facultad conferida por el art. 30.III del
Código Procesal Constitucional (CPCo), resolvió revocar la Resolución 05/2019, disponiendo en
consecuencia admitir ésta acción de defensa y se someta la causa al trámite previsto por ley,
debiendo pronunciar resolución en audiencia pública, concediendo o denegando la tutela impetrada,
según corresponda en derecho.

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I.3. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional


Celebrada la audiencia pública el 4 de septiembre de 2019, según consta en acta cursante de fs. 482
a 493 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.3.1. Ratificación y ampliación de la acción
Las solicitantes de tutela a través de su abogado, ratificaron in extenso los extremos de su demanda
y añadieron que: 1) La acción de amparo constitucional fue planteada el 27 de febrero de 2019, pero
fue rechazada en una primera instancia, para posteriormente ser revocado por el Tribunal
Constitucional Plurinacional, por esa razón recién se estaría desarrollando la audiencia pese a que
fue interpuesta a principios de indicado año; y, 2) Los progenitores por el bien de sus hijas se
apersonaron a la Unidad Educativa “María Auxiliadora” a fin de que puedan reingresar; sin embargo,
las solicitudes no fueron atendidas; por lo que, se vieron obligados a inscribirlas en otras unidades
educativas, pues no podían esperar el desarrollo de dicho actuado, toda vez que se cursa el octavo
mes del año escolar.
I.3.2. Informe de los demandados
María Ruby del Socorro Villa Betancur, Directora; y, Ada Mirtha Forenza Durán, Willy Henry Manjón
Torres y Ronald Denis Gutiérrez Castagné, Profesores, todos de la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”, por informe escrito presentado el 4 de septiembre de 2019, cursante de fs. 452 a 453
vta., solicitaron se deniegue la tutela bajo los siguientes argumentos: i) No es evidente que se lesionó
el derecho a la educación, ya que de acuerdo al boletín que tienen se realizó una calificación
ponderada de los cuatro bimestres, cumpliendo con lo establecido en los arts. 28 y 53 del Reglamento
de Evaluación de Desarrollo Curricular, “…que los resultados y valoración cuantitativa de su
rendimiento académico no sean satisfactorios o no hayan alcanzado a los 51 puntos,
(para lograr ser promovidas al grado inmediato superior) no significa que se les haya
privado de su derecho al educación…” (sic); ii) Respecto al profesor de física, no expusieron
cómo vulneró sus derechos ni indicaron de manera clara y precisa la transgresión de algún derecho
en específico; la estudiante DD, aprobó las materias de física y matemáticas, consecuentemente
advierten falta de legitimación activa y pidieron se la aparte de esa acción mal dirigida; iii) No es
evidente que se negó la posibilidad de realizar los reclamos pertinentes, ya que los padres tienen
conocimiento de los espacios de entrevistas semanales y mensuales con los maestros para efectivizar
los reclamos y observaciones, cuando esto no ocurre los profesores envían notas de convocatoria a
las que lamentablemente los progenitores no asisten; iv) Se denuncia la errónea ponderación de
notas en las dimensiones del ser, en la que no se habría valorado la puntualidad, afirmación
incorrecta, pues no se puede apreciar la asistencia como único requisito para obtener el puntaje más
alto, rigiéndose a lo establecido en el art. 25.1 incs. a), b) y c) del citado Reglamento; v) No puede
acusarse de acto discriminatorio el hecho de que las estudiantes -ahora accionantes- reprobaron de
curso mientras otras compañeras aprobaron; vi) Sobre la nota de 17 de diciembre de 2018, el
Director Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca, sólo pidió se tome
evaluación a la adolescente EE, por lo que desde la Dirección se requirió que previamente se
identifiquen las supuestas irregularidades así como a las otras estudiantes aparentemente afectadas,
sin que tuvieran respuesta a la misma; y, vii) Tanto las estudiantes como los padres conocían la
forma de calificación y ponderación de notas, adoptando una posición pasiva, consintiendo libre y
pasivamente el acto; además, en la gestión 2019, las peticionantes de tutela se encontraban
repitiendo el tercer curso de secundaria, en los Colegios “Boliviano Alemán Cardenal Maurer”, “Santa
Ana”, “La Inmaculada” y “Luz y Verdad”, aceptando que no fueron promovidas al grado inmediato
superior; en consecuencia, se debe declarar la improcedencia de la presente acción de amparo
constitucional de acuerdo a lo previsto en el art. 53.2 del CPCo, bajo el nomen iuris de actos
consentidos libres y expresamente, o cuando han cesado los efectos del acto reclamado.
I.3.3. Intervención de los terceros interesados
Humberto Gerónimo Tancara Tancara, Director Departamental de Educación de Chuquisaca, a través
de sus representantes Omar Pereira Castel y Rolando Favio Cuba Durán, acreditados por Poder

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Notarial 1129/2019 de 4 de septiembre, en audiencia solicitaron que se deniegue la tutela,


manifestando que las accionantes a la fecha de celebración de la acción de amparo constitucional,
“…son alumnas regulares de las Unidad Educativas Alemán, Santa Ana, La Inmaculada…” (sic), lo
que significa que aceptaron el resultado obtenido al finalizar la gestión 2018, por esa razón las
inscribieron al mismo curso tercero de secundaria pero en otros colegios, teniendo ya tres exámenes
calificados en todas las asignaturas; en consecuencia, la presente acción de defensa no tendría
ningún efecto y por ello debería ser declarada improcedente, ya que tuvieron un caso parecido con
un estudiante del Colegio “Junín” pero se registró en el Colegio “Porvenir” y en la audiencia de acción
de amparo constitucional se declaró la improcedencia, por actos consentidos.
Wilson Urquizu, en representación de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Gobierno
Autónomo Municipal del Distrito 1 de Sucre, en audiencia solicitó se conceda la tutela, con los
siguientes argumentos: a) En el Registro Único de Estudiantes (RUDE) se consigna la dirección de
domicilio y número de teléfono de los progenitores; empero, no se puso en contacto con estos para
que puedan hacerse presentes y tengan toda la información sobre la situación de sus hijas; y, b) No
existe acto consentido, dado que los padres de familia con el fin de no vulnerar más su derecho a la
educación, tuvieron que inscribirles en otras unidades educativas, pues estaban reprobadas y no
podían ingresar a otro grado; la acción de amparo constitucional cuya audiencia se desarrolla, fue
interpuesta el 18 de febrero de 2019, momento en el cual se podía haber subsanado dicha situación.
Marlon Zeballos Fernández, Director Distrital de Educación de Sucre del mencionado departamento,
no presentó informe escrito ni asistió a la audiencia pese a su notificación cursante a fs. 171.
I.3.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, mediante
Resolución 148/2019 de 4 de septiembre, cursante de fs. 494 a 499 vta., denegó la tutela solicitada,
con los siguientes fundamentos: 1) Se estaría dejando toda la responsabilidad de las deficiencias
solamente a los educadores, cuando si bien es cierto que el acompañamiento es imprescindible para
lograr el éxito en una gestión académica o por lo menos obtener un promedio que permite cruzar a
curso inmediato superior no es menos cierto que las niñas, niños y adolescentes son seres humanos
que viven en sociedad siendo el producto de la familia, tal es esta realidad que están expuestos a
todo tipo de estímulos en su vida cotidiana, por lo que la fase educativa es un ámbito más de su
desarrollo; 2) La otorgación de tutela provocaría un desequilibrio total en su desarrollo integral; por
ello, debe analizarse desde el punto de vista del interés superior de la niñas, niños y adolescentes,
es en ese sentido que es materialmente difícil que un alumno logre asimilar los conocimientos
mínimos, para cursar un grado en tan solo unos meses, a punto de finalizar la gestión académica,
provocando un estado total de incertidumbre a las accionantes, además estos pueden estar
acompañados de desequilibrio en sus círculos sociales; 3) “…este Tribunal está conformado por
personas que antes que ser autoridades son cabezas de familia, que entienden que una otorgación
de tutela -lo que no quiere decir que se haya evidenciado vulneración alguna- resultaría tardía y
perjudicial, cuando la gestión escolar se encuentra tan avanzada” (sic); y, 4) Por estas razones y de
acuerdo con los entendimientos glosados respecto a los diferentes factores que compelen a la
educación, siendo que esta labor fue asumida por el Estado como tarea primordial, no puede ser
entendida desconociendo las características del caso concreto, debiendo atenderse las prestaciones
de las accionantes desde un punto de vista que sea más favorable al interés superior de los
justiciables niñas, niños y adolescentes; por lo que, se denegó la tutela impetrada.
II. CONCLUSIONES
II.1. Mediante las Libretas Escolares Electrónicas de la gestión 2018 correspondientes a las
adolescentes AA, BB, CC y DD, todas del tercer año de escolaridad, extendidas por la Unidad
Educativa “María Auxiliadora”, se estableció que no fueron promovidas al curso inmediato superior,
debido a que reprobaron AA y BB las materias de matemáticas y cosmovisiones, filosofía y psicología;
CC las mismas materias pero además ciencias naturales y física; y, DD únicamente matemáticas (fs.
7 a 10).

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II.2. Por Circular D.D.E.S. 70/2018 de 26 de noviembre, el Director Distrital de Educación de Sucre
del departamento de Chuquisaca, hizo conocer a las directoras y directores de las unidades educativas
fiscales, de convenio, particulares y, centros de educación y especial, recomendaciones para el cierre
de la gestión educativa; entre ellas, las referidas a que las y los estudiantes con dificultades en su
aprovechamiento y/o aprendizaje deben ser asistidos y apoyados hasta el último día del avance
curricular por sus profesores; es decir, hasta el 7 de diciembre de 2018 (fs. 11).
II.3. Cursan notas de 14 del mes y año aludidos, presentadas por los progenitores de AA, BB, CC y
DD, en las que solicitaron a la Directora de la precitada Unidad Educativa, los exámenes parciales,
repasos y registro pedagógico con las cuatro dimensiones (ser, saber, hacer y decidir)
correspondientes a las materias en las que reprobaron sus hijas -ahora accionantes-; además, de
requerir un informe sobre el cumplimiento de la Circular D.D.E.S. 70/2018, haciendo énfasis en las
acciones realizadas por los docentes de las materias requeridas. En la entrega de los escritos intervino
el Notario de Fe Pública 25 de la ciudad de Sucre del departamento de Chuquisaca, que dio fe de
que se dejó las mismas por debajo de la puerta debido a la negativa de su recepción y cerrado la
puerta colindante con la calle Nicolás Ortiz 165 (fs. 12, 15, 18 y 21).
II.4. Por misivas de 17 de diciembre de 2018, los papás de las estudiantes AA, BB, CC y DD,
acudieron a la precitada Dirección Distrital haciendo conocer los antecedentes de su reclamo,
denunciando que la Unidad Educativa “María Auxiliadora” no cumplió con la Circular D.D.E.S. 70/2018
respecto a la asistencia y apoyo a los estudiantes con dificultades en su aprovechamiento y/o
aprendizaje, de la misma manera señaló que solicitó un informe sobre su rendimiento escolar, pero
de manera prepotente y con mucha falta de educación se les negó esa información, por lo que
hicieron la petición de forma escrita y ante la negación de recepcionarla tuvieron que acudir ante un
Notario de Fe Pública para hacer deslizar su solicitud por debajo de la puerta descrita anteriormente
(fs. 13 a 14, 16 a 17, 19 a 20, y 22 a 23).
II.5. De los informes presentados por el plantel docente de la señalada Unidad Educativa se tiene
que: i) El informe de rendimiento académico por bimestre de 12 del precitado mes y año, en el área
de matemáticas de la estudiante AA, que consigna: “El primer bimestre los padres de familia vinieron
a las entrevistas hicimos conocer la situación de su hija firmando un acta de compromiso, en el
segundo y tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les informo del aprovechamiento académico
de su hija, no hubo ningún cambio el segundo bimestre ya en el tercer y cuarto mejoro un poco pero
no lo demasiado para poder vencer la materia” (sic), asimismo señala que se dio una evaluación
antes de presentar la nota y la estudiante obtuvo una nota de cuarenta y cinco puntos. Con relación
a las adaptaciones curriculares señaló que: “Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma
oportuna se hizo llamar a los Padres de Familia, nos entrevistamos con ellos, pero por más que
hablábamos sobre lo que tenía que hacer su hija seguía con los mismos resultados, también venían
a las entrevistas en transcurso del año nosotros tenemos 40 minutos cada semana para atender a
los padres de familia que deseen informarse sobre el aprovechamiento de sus hijas…
Realizando un análisis sobre el acompañamiento de los padres a esta estudiante (…) venían a las
entrevistas y todo lo que hablábamos se quedaba así sin realizar ninguna acción que haga que la
estudiante pueda superar los problemas que tenía en la materia…” (sic); Informe Técnico Pedagógico
Gestión-2018 y el de Adaptaciones Curriculares; Acta de compromiso de 24 de marzo del referido
año, suscrita por los progenitores y el profesor de la materia y compromisos y rendimiento académico
de mayo y 20 de julio del mismo año, suscrita por la estudiante AA sus padres y la Directora; Registro
de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico bimestral del área de matemáticas
consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber, hacer y decidir; y, la pruebas de
reforzamiento de la estudiante AA de 5 de diciembre de 2018 (fs. 24 a 37 y 230); ii) El informe de
rendimiento académico por bimestre, de 12 de diciembre de 2018, en el área de matemáticas de la
estudiante BB, señaló que: “El primer y segundo bimestre los padres de familia no vinieron a las
entrevistas desconocían la situación de su hija en el tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les
informo del aprovechamiento académico de su hija, en nuestra unidad educativa se entregan
boletines cada bimestre para brindar información sobre el rendimiento de las estudiantes y aun así
los padres de familia no se preocuparon de su rendimiento académico.

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(…)
Se dio también una evaluación antes de presentar notas solo a las estudiantes que tenían dificultades
en el área en la cual obtuvo una nota de 35, pero tampoco aprovecho esa oportunidad, demostrando
que tiene dificultades en la materia” (sic); respecto a las adaptaciones curriculares refirió que:
“Realizamos en los cuatro bimestres defensas de las tareas, la cual consiste en resolver los ejercicios
de la tarea en la clase donde la estudiante (…) no aprovechaba demostrando así que no hacia la
tarea en la casa.
(…)
Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma oportuna se hizo llamar a los Padres de
Familia, pero lo padres nunca asistieron a dichas entrevistas, además de hacerles llamar a entrevistas
en transcurso del año nosotros tenemos 40 minutos cada semana para atender a los padres de familia
(…) pero tampoco vinieron todo el año el horario que mi persona tenia era todos los días miércoles
de 11:50 a 12:30” (sic); igualmente, se tiene un compromiso de rendimiento académico de 16 de
agosto, suscrito por la mamá, la alumna y la directora (fs. 61 a 62 y 282); Informe Técnico Pedagógico
Gestión-2018 y de Adaptaciones Curriculares; Registro de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el
registro electrónico bimestral del área de matemáticas consignándose de forma detallada las
dimensiones: ser, saber, hacer y decidir; y prueba de reforzamiento de 5 de diciembre de 2018 (fs.
63 a 73 y 312); iii) El informe de rendimiento académico por bimestre de la materia de
cosmovisiones, filosofía y psicología de 14 del precitado mes y año, de las estudiantes AA y BB, en la
que se consigna que: “…Los padres de la estudiante a través de las entrevistas conocían sobre el
rendimiento de su hija, aunque ellos y la estudiante se comprometía mejorar no lo demostraba” (sic),
respecto a las adaptaciones curriculares, el aludido informe indica sobre la estudiante AA: “-Para
reforzar y retroalimentar los conocimientos elaboraban ejercicios en su carpeta, la estudiante
trabajaba apoyada por una tutora que al final fue del agrado de la mamá” (sic), con relación a la
estudiante BB “-Para reforzar (…) la estudiante hacía que trabajar, pero no lo hacía, por tanto,
tampoco ejercitaba ni participaba” (sic); en ambos informes se indicó que: “-Se consultaba después
del avance de un contenido (…) pero la estudiante no lo hacía y si lo hacía era cuando personalmente
se les preguntaba.
(…)
-En el último bimestre fue cuanto mayores oportunidades se le dieron ya que luego de cada contenido
avanzado se volvía a explicar, elaboraban ejercicios y se les tomaba un nuevo examen” (sic); Registro
de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico bimestral del área de matemáticas
consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber, hacer y decidir; las pruebas, tareas
valoradas y exámenes de las prenombradas estudiantes cuya última prueba data de 28 de noviembre
de 2018; y, el control de entrevista, en la que se detalla los nombres de los padres de las alumnas
para la entrevista encontrándose los nombres de las estudiantes AA, BB y CC; empero, únicamente
se encuentra suscrita por la mamá de CC, quien se comprometió a apoyarla (fs. 38 a 60); iv) El
informe de rendimiento académico por bimestre de 31 de enero de 2019, de la precitada materia, de
la estudiante CC en la que se señala que: “La estudiante se comprometía estudiar en presencia de la
mamá, pero no lo hacía, no ponía de su parte.
(…)
…hacer notar en el cuarto bimestre en la dimensión del saber dio un reforzamiento sobre el tema del
juicio, obteniendo una nota de 48 puntos que debería ser promediada por la nota de 47…
En la dimensión del hacer para reforzar se tomó un reforzamiento de razonamiento y obtuvo 20
puntos y como última calificación fue un trabajo practico…
(…)
No trabaja en clases, no participa, no tiene carpeta al día.
…La mamá de la estudiante a través de las entrevistas conocían sobre el rendimiento de su hija,
aunque ellos y la estudiante se comprometía mejorar no lo demostraba” (sic); sobre la adaptación

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curricular menciona que: “-Para reforzar y retroalimentar los conocimientos elaboran ejercicios en su
carpeta, la estudiante hacía que trabajar, pero no lo hacía, por tanto, tampoco ejercitaba” (sic); en
ambos informes se indicó que: “-Se consultaba después del avance de un contenido (…) pero la
estudiante no lo hacía y si lo hacía era cuando personalmente se les preguntaba.
(…)
-En el último bimestre fue cuanto mayores oportunidades se le dieron ya que luego de cada contenido
avanzado se volvía a explicar, elaboraban ejercicios y se les tomaba un nuevo examen” (sic); Registro
de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico bimestral del área de matemáticas
consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber, hacer y decidir (fs. 84 a 94); v) El
informe de rendimiento académico por bimestre, de 1 de febrero de 2019, en el área de matemáticas
de la estudiante CC, se consigna que: “El primer bimestre los padres de familia vinieron a las
entrevistas hicimos a conocer la situación de su hija firmando un acta de compromiso, en el segundo
y tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les informo (…) mejoro un poco pero no lo demasiado
para poder vencer el año.
(…)
Se dio también una evaluación antes de presentar notas solo a las estudiantes que tenían dificultades
en el área la cual no dio por que no asistió a clase la última semana” (sic); respecto a las adaptaciones
curriculares señaló que: “Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma oportuna se hizo
llamar a los Padres de Familia a la cual solo asistía la mamá, nos entrevistamos con ella, pero por
más que hablábamos sobre lo que tenía que hacer su hija seguía con los mismo resultados, también
venían a las entrevistas en transcurso del año…
Realizando un análisis sobre el acompañamiento de la madre a esta estudiante podemos llegar a la
conclusión que ella vino a las entrevistas y todo lo que hablábamos se quedaba ahí sin realizar
ninguna acción que haga que la estudiante pueda superar los problemas que tenía en la materia (…).
La mama argumentaba que la estudiante antes mencionada realizaba ejercicios todos los días y le
dije que me muestre para hacerle un seguimiento de la forma de resolución de dichos ejercicios, pero
pude observar que eran tres hojas nada más” (sic); Acta de compromiso de 24 de mayo de 2018,
suscrita por la mamá y la alumna; Nota de 10 de diciembre de similar año, mediante el cual se
informó a Evelin Paola Rosso Aragon, madre de la adolescente CC, la situación de pérdida de curso
en las materias de matemáticas, filosofía y física-química, insinuándosele prestar más atención a su
hija y apoyo, y si es posible con un psicólogo, nota suscrita por la prenombrada y la Directora de la
Unidad Educativa “María Auxiliadora”; Registro de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro
electrónico bimestral del área de matemáticas consignándose de forma detallada las dimensiones:
ser, saber, hacer y decidir (fs. 95 a 106); vi) El informe de rendimiento académico anual de física -
no consigna fecha- de la estudiante CC, describiendo las notas obtenidas en la materia por la
prenombrada estudiante, cuya observación señala que: “…Debemos considerar que la nota de
aprobación del campo contiene las notas de FISICA y QUIMICA, la ser el promedio de ambas notas
una nota de aprobación NO ENTENDEMOS LA NECESIDAD DE REVISAR LA NOTAS DE FISICA, pues
ningún cambio hecho en esta materia cambiaría el hecho de que la estudiante NO haya sido
promovida al grado inmediato superior” (sic), se tiene el registro del docente del primer, segundo,
tercer y cuarto bimestre (fs. 381 a 386); y, vii) El informe de rendimiento académico de matemáticas
por bimestre de 12 de diciembre de 2018, en el área de matemáticas de la estudiante DD, se consigna
que: “Los padres de familia no vinieron a las entrevistas desconocían la situación de su hija, muy
aparte de las entrevista bimestrales cada maestro tiene un horario de entrevista semanal la cual cada
padre de familia puede asistir, además en nuestra unidad educativa se entregan los boletines cada
bimestre para brindar información sobre el rendimiento de las estudiantes y aun así los padres de
familia no se preocuparon de su rendimiento académico.
(…)
Se dio también una evaluación antes de presentar notas solo a las estudiantes que tenían dificultades
en la materia en la cual obtuvo una nota de 20, pero tampoco aprovecho esa oportunidad,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1101


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demostrando que tiene dificultades en la materia” (sic); respecto a las adaptaciones curriculares
indicó que: “Realizamos en los cuatro bimestres defensas de las tareas, la cual consiste en resolver
los ejercicios de la tarea en la clase lo cual la estudiante (…) no aprovechaba demostrando así que
no hacia la tarea en la casa.
(…)
Para realizar dichas adaptaciones curriculares, en forma oportuna se hizo llamar a los Padres de
Familia, pero lo padres nunca asistieron a dichas entrevistas, además de hacerles llamar a entrevistas
en transcurso del año nosotros tenemos 40 minutos cada semana para atender a los padres de familia
(…), pero tampoco vinieron todo el año el horario que mi persona tenia era todos los días miércoles
de 11:50 a 12:30” (sic); Registro de la evaluación cualitativa y cuantitativa y el registro electrónico
bimestral del área de matemáticas consignándose de forma detallada las dimensiones: ser, saber,
hacer y decidir; y, prueba de reforzamiento de matemáticas de 5 de diciembre de 2018 (fs. 74 a 93
y 451).
II.6. Se tiene nota de 17 del referido mes y año, suscrita por el Director Distrital de Educación de
Sucre del departamento de Chuquisaca, a través del cual se expuso y solicitó a la Directora de la
Unidad Educativa “María Auxiliadora” que: “…tomé conocimiento que en la asignatura de Filosofía la
Profesora no dio curso a esta determinación que está plasmada en la Circular N° 70/2018 que su
autoridad no hizo cumplir a cabalidad, actitud que ha perjudicado a la alumna (…) de 3er.Año
Secundaria y otras estudiantes, cuyas denuncias se recibieron el día viernes 14 y 17 del mes en curso.
Me permito recordarle que de acuerdo al Calendario Escolar de la presente gestión todas las unidades
educativas debían concluir el 07 de diciembre, de esta manera cumplir con los 200 días hábiles de
trabajo, en todas las áreas del saber.
Por lo expuesto, se instruye a su autoridad que dentro las 48 horas tome evaluaciones a las
estudiantes afectadas en el área de Cosmovisiones, Filosofía y Psicología u otra área donde se
haya presentado alguna irregularidades que contravino las normas y disposiciones en vigencia y
remita informe dentro del mismo plazo y proceda a la corrección de las calificaciones si corresponde”
(sic. [fs. 186]).
II.7. Se tiene nota de 13 de enero de 2018, por el que la Directora de la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”, informó al Director Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca
que: “…lamento tener que informar a su Autoridad que me reservo la entrega de información de
estudiantes que nada tienen que ver en este problema que se suscita por reclamos infundados de
padres de familia y estudiantes que no supieron aprovechar la gestión escolar y demostrar
rendimiento académico óptimo para vencer el año, en tanto no se me justifique legalmente la
pertinencia de su solicitud y la misma se encuentre enmarcada en normativa vigente para el efecto.
En caso de persistir su Autoridad en conocer esta información de manera general de las estudiantes
le pido pueda FUNDAMENTAR LA PERTINENCIA DE SU SOLICITUD.
Por un lapsus, en el anterior informe no se presentó copia del cuaderno pedagógico de la materia de
matemáticas, con esto se completa toda la documental que su persona requirió, mediante nota de
fecha 17 de diciembre y 07 de enero de 2019” (sic. [fs. 187 a 188]).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Las accionantes a través de sus representantes alegan la vulneración de sus derechos a la educación
en su “…garantía de acceso a una promoción al curso inmediato superior…” (sic) y el interés superior
del niño; arguyendo que: a) Existieron deficiencias en la forma de evaluación en las materias de
cosmovisión, filosofía, psicología, matemáticas y física; b) Una vez conocidas las mismas, se solicitó
a los Profesores y a la Directora de la Unidad Educativa “María Auxiliadora” llevar adelante acciones;
empero, los primeros se limitaron a señalar que tales acciones serían subsanadas a fin de año, y la
citada Directora se rehusó a realizar verificaciones con personas entendidas en la rama educacional;
c) La Dirección Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca mediante Instructivo
D.D.E.S. 59/2018 -no menciona fecha- ordenó a la entidad demandada que se tomen acciones
conjuntas anticipadamente con las comisiones técnico pedagógicas y otras, además de ordenar tener

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1102


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la documentación del caso para acreditar el proceso de apoyo a los estudiantes; sin embargo, la
Directora se rehusó a proporcionar la información requerida; y, d) En una ocasión, los progenitores
de las ahora impetrantes de tutela, intentaron entregar formalmente una nota a la indicada Unidad
Educativa solicitando información sobre sus hijas, no obstante la prenombrada Directora no les
permitió cumplir su cometido, teniendo que hacerlo mediante un notario de fe pública.
En consecuencia, corresponde en revisión verificar si tales extremos son evidentes, a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada; para el efecto, se analizará la problemática planteada de acuerdo con
el siguiente orden: 1) El derecho a la educación; 2) La corresponsabilidad en la concreción de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes; 3) Marco normativo del Reglamento de Evaluación del
Desarrollo Curricular; 4) Acceso a la información del proceso pedagógico; 5) Núcleo esencial del
derecho a la educación; y, 6) Análisis del caso concreto.
III.1. El derecho a la educación
El derecho a la educación es reconocido como un derecho humano en los instrumentos
internacionales tales como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Convención sobre los
Derechos del Niño y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
De igual forma está consagrado así, en la Constitución Política del Estado que irradió de contenido el
Código Niña, Niño y Adolescente -Ley 548 de 17 de julio de 2014- y la jurisprudencia constitucional.
En este marco se desarrollará en los instrumentos citados.
III.1.1. Derecho a la educación en los instrumentos internacionales
La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su art. 19, señala que: “Todo niño tiene
derecho a las medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia,
de la sociedad y del Estado”. En esa misma línea la Convención Sobre los Derechos del Niño en su
art. 28.1, indica:
“1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda ejercer
progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán en particular:
a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos;
(…)
d) Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en cuestiones educacionales y
profesionales y tengan acceso a ellas;
e) Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las tasas de deserción
escolar.
(…)”.
Igualmente el art. 29.1 de la citada Convención, establece:
“1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo
de sus posibilidades;
(…)
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus
valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las
civilizaciones distintas de la suya;
(…)”.
Sobre la base de ese marco, la Corte IDH en la Opinión Consultiva OC-17/02. Condición Jurídica y
Derechos Humanos del Niño. Resolución de 28 de agosto de 2002, solicitada por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, señaló que:

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1103


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“84. Se debe destacar que dentro de las medidas especiales de protección de los niños y entre los
derechos reconocidos a éstos en el artículo 19 de la Convención Americana, figura de manera
destacada el derecho a la educación, que favorece la posibilidad de gozar de una vida digna y
contribuye a prevenir situaciones desfavorables para el menor y la propia sociedad”.
En esa misma línea la Corte IDH, en el caso Gonzales Lluy y otros vs. Ecuador. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2015. Serie C No. 298.,
se refirió a los alcances del derecho a la educación e indicó que:
“234. El derecho a la educación se encuentra contenido en el artículo 13 del Protocolo de San
Salvador. La Corte tiene competencia para decidir sobre casos contenciosos en torno a este derecho
en virtud del artículo 19 (6) del Protocolo. Asimismo, dicho derecho se encuentra contemplado en
diversos instrumentos internacionales. Por su parte, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales ha resaltado que el derecho a la educación es el epítome de la indivisibilidad y la
interdependencia de todos los derechos humanos, y que ‘[l]a educación es un derecho humano
intrínseco y un medio indispensable de realizar otros derechos humanos’.
235. Ahora bien, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha señalado que para
garantizar el derecho a la educación debe velarse por que en todos los niveles educativos se cumpla
con cuatro características esenciales e interrelacionadas: i) disponibilidad, ii) accesibilidad, iii)
aceptabilidad y iv) adaptabilidad:
a) Disponibilidad. Debe haber instituciones y programas de enseñanza en cantidad suficiente en
el ámbito del Estado Parte. Las condiciones para que funcionen dependen de numerosos factores,
entre otros, el contexto de desarrollo en el que actúan; por ejemplo, las instituciones y los programas
probablemente necesiten edificios u otra protección contra los elementos, instalaciones sanitarias
para ambos sexos, agua potable, docentes calificados con salarios competitivos, materiales de
enseñanza, etc.; algunos necesitarán además bibliotecas, servicios de informática, tecnología de la
información, etc.
b) Accesibilidad. Las instituciones y los programas de enseñanza han de ser accesibles a todos, sin
discriminación, en el ámbito del Estado Parte. La accesibilidad consta de tres dimensiones que
coinciden parcialmente: i) No discriminación. La educación debe ser accesible a todos, especialmente
a los grupos m[á]s vulnerables de hecho y de derecho, sin discriminación por ninguno de los motivos
prohibidos […]; ii) Accesibilidad material. La educación ha de ser asequible materialmente, ya sea
por su localización geográfica de acceso razonable (por ejemplo, una escuela vecinal) o por medio
de la tecnología moderna (mediante el acceso a programas de educación a distancia); iii)
Accesibilidad económica. La educación ha de estar al alcance de todos. Esta dimensión de la
accesibilidad está condicionada por las diferencias de redacción del párrafo 2 del artículo 13 respecto
de la enseñanza primaria, secundaria y superior: mientras que la enseñanza primaria ha de ser
gratuita para todos, se pide a los Estados Partes que implanten gradualmente la enseñanza
secundaria y superior gratuita.
c) Aceptabilidad. La forma y el fondo de la educación, comprendidos los programas de estudio y
los métodos pedagógicos, han de ser aceptables (por ejemplo, pertinentes, adecuados culturalmente
y de buena calidad) para los estudiantes y, cuando proceda, los padres; este punto está supeditado
a los objetivos de la educación mencionados en el párrafo 1 del artículo 13 y a las normas mínimas
que el Estado apruebe en materia de enseñanza […].
d) Adaptabilidad. La educación ha de tener la flexibilidad necesaria para adaptarse a las
necesidades de sociedades y comunidades en transformación y responder a las necesidades de los
alumnos en contextos culturales y sociales variados. 7. Al considerar la correcta aplicación de estas
‘características interrelacionadas y fundamentales’, se habrán de tener en cuenta ante todo los
superiores intereses de los alumnos”.
Jurisprudencia que forma parte del bloque de constitucionalidad y que es vinculante para el Estado
Plurinacional de Bolivia a partir de la SC 0110/2010-R de 10 de mayo, y de donde se infiere que todos
los niños tienen derecho a la educación que esta interrelacionado con otros derechos, la cual debe

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ser gratuita y garantizada por el Estado, además de comprender la disponibilidad (deben ponerse a
disposición de la población los suficientes centros de educación y programas de enseñanza),
accesibilidad (todos deben poder acceder a los centros educativos y a los programas de enseñanza
en igualdad de condiciones), aceptabilidad (los programas de estudio y métodos pedagógicos deben
ser adecuados, pertinentes y de buena calidad) y adaptabilidad (los programas y métodos deben
adecuarse a las necesidades de cada sociedad).
III.1.2. Marco normativo sobre el derecho a la educación de las niñas, niños y
adolescentes
El art. 17 de la CPE, señala que: “Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles
de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación”. En coherencia
con dicho precepto constitucional, el art. 77 de la referida Norma Suprema, indica:
“I. La educación constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado,
que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla.
II. El Estado y la sociedad tienen tuición plena sobre el sistema educativo, que comprende la
educación regular, la alternativa y especial, y la educación superior de formación profesional. El
sistema educativo desarrolla sus procesos sobre la base de criterios de armonía y coordinación.
III. El sistema educativo está compuesto por las instituciones educativas fiscales, instituciones
educativas privadas y de convenio”.
Normas que guardan concordancia con los arts. 81.I y II de la Norma Suprema, al indicar que: “I. La
educación es obligatoria hasta el bachillerato. II. La educación fiscal es gratuita en todos sus niveles
hasta el superior”; y, 82.I del mismo cuerpo legal, que señala: “El Estado garantizará el acceso a la
educación y la permanencia de todas las ciudadanas y los ciudadanos en condiciones de plena
igualdad”.
Por su parte el Código Niña, Niño y Adolescente -Ley 548 de 17 de julio de 2014-, dispone:
“ARTICULO 115. (DERECHO A LA EDUCACIÓN).
I. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la educación gratuita, integral y de calidad,
dirigida al pleno desarrollo de su personalidad, aptitudes, capacidades físicas y mentales.
II. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a una educación de calidad y calidez, intracultural,
intercultural y plurilingüe, que les permita su desarrollo integral diferenciado, les prepare para el
ejercicio de sus derechos y ciudadanía, les inculque el respeto por los derechos humanos, los valores
interculturales, el cuidado del medio ambiente y les cualifique para el trabajo”.
El mismo cuerpo normativo hace referencia a las garantías para el efectivo cumplimiento de todos
los derechos de las niñas, niños y adolescentes, indicando:
“ARTICULO 8. (GARANTÍAS).
(…)
II. Es obligación primordial del Estado en todos sus niveles, garantizar el ejercicio pleno de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes.
III. Es función y obligación de la familia y de la sociedad, asegurar a las niñas, niños y
adolescentes oportunidades que garanticen su desarrollo integral en condiciones de
igualdad y equidad” (las negrillas nos pertenecen).
Del mismo modo, el art. 116.I del referido Código, prevé ciertas garantías a favor de las niñas, niños
o adolescentes, como:
“a. Educación sin violencia en contra de cualquier integrante de la comunidad educativa, preservando
su integridad física, psicológica, sexual y/o moral, promoviendo una convivencia pacífica, con igualdad
y equidad de género y generacional;

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b. Educación, sin racismo y ninguna forma de discriminación, que promueva una cultura pacífica y
de buen trato;
c. Respeto del director, maestros y administrativos del Sistema Educativo Plurinacional y de sus pares;
d. Prácticas y el uso de recursos pedagógicos y didácticos no sexistas ni discriminatorios;
e. Provisión de servicios de asesoría, sensibilización, educación para el ejercicio de sus derechos y el
incremento y fortalecimiento de sus capacidades;
f. Impugnación de los criterios de evaluación cuando éstos no se ajusten a los establecidos por la
autoridad competente, pudiendo recurrir a las instancias superiores;
g. Participación en procesos de la gestión educativa;
h. Acceso a la información del proceso pedagógico y de la gestión educativa para la y el estudiante
y su madre, padre, guardadora o guardador, tutora o tutor; y;
i. Sensibilización y acceso a la información adecuada y formación oportuna en educación sobre
sexualidad integral en el marco de los contenidos curriculares”.
De las normas citadas se infiere que el Estado garantiza la educación gratuita y la permanencia de
todas las ciudadanas y los ciudadanos en condiciones de plena igualdad y equidad, así como el
ejercicio pleno del derecho a la educación que comprende una educación sin violencia, sin racismo o
discriminación gestada sobre la base del respeto, acceso y participación en el proceso de gestión
educativa.
III.1.3. Jurisprudencia sobre el derecho a la educación de las niñas, niños y adolescentes
La SCP 0589/2019-S4 de 7 de agosto, en su Fundamento Jurídico III.1 respecto a este derecho refirió
que: “…la educación está orientada fundamentalmente hacia el desarrollo de la personalidad humana
de cada niña, niño o adolescente, tomando en cuenta fundamentalmente el respeto a su dignidad
como persona, y en ese sentido, los métodos pedagógicos de enseñanza y aprendizaje deben, entre
otros aspectos, desarrollar su personalidad, sus aptitudes y su capacidad mental y física hasta el
máximo de sus posibilidades, y para ello se deberá tomar en cuenta que cada niño tiene
características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje propias, así como aptitudes de
evolución individuales, pues ninguna persona es igual a otra, por lo que la educación debe ser flexible,
de manera que, los métodos pedagógicos, incluyendo los métodos de evaluación curricular, deben
adaptarse a las distintas necesidades de los alumnos, lo que les permitirá un desarrollo integral
diferenciado”.
En ese sentido, la SCP 0859/2015-S2 de 25 de agosto, señaló: “Se debe tomar en cuenta que la
educación no es un derecho más, sino que se constituye en un derecho de especial importancia para
el Estado. El art. 9 de la Ley Fundamental, señala que es uno de los fines del Estado garantizar el
acceso de las personas a la educación, a la salud, y al trabajo. En esta misma línea se demuestra la
importancia de la educación según el art. 77, indicando que es una función suprema y primera
responsabilidad del Estado.
La formulación constitucional respecto al mencionado derecho supone a las personas como sujetos
pasivos, pues éste implica la educación, si se es taxativo con la redacción de recibir únicamente. No
obstante, existe otro derecho que contempla dar la educación, a diferencia de otras redacciones
posibles que abarcarían tanto los derechos a aprender como el de enseñar. La educación debido a
su importancia para la sociedad cumple en la Constitución Política del Estado una doble función de
recibir educación (derecho) y formarse (deber), configurándose así en un derecho fundamental y
deber de toda persona formarse hasta el bachillerato (art. 108.6 de la CPE).
Cabe destacar que la educación es competencia exclusiva del nivel central del Estado que podría ser
ejercida de manera concurrente con las entidades territoriales autónomas. Asimismo, dentro de la
jurisdicción de las autonomías indígena originario campesinas se puede ejercer como competencias
concurrentes la organización, planificación y ejecución de planes, programas y proyectos de
educación (arts. 298.II.17, 299.II.2 y 304.III.2 de la Norma Suprema).

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El art. 17 de la CPE, además de establecer el derecho a recibir educación determina las


características que ésta debe tener para el ejercicio pleno del derecho. En este sentido
establece la universalidad, la productividad, la gratuidad, la integralidad e
interculturalidad, así como la no discriminación. A su vez, el art. 13.I de la indicada Norma,
sostiene que todos los derechos son universales, sin discriminación alguna, entonces el derecho a
recibir educación al ser universal no puede ser limitado por disposiciones discriminatorias. La
educación debe ser guiada para que no sea una simple transmisión de conocimientos, debe implicar
una utilidad particular dirigida a la productividad así lo establece el art 78.IV de la citada Ley
Fundamental. El acceso a la educación debe ser gratuito, esto implica que cualquier persona puede
acceder a recibir educación sin que esto implique un pago o retribución económica, así lo estipula el
art. 81.II de la Norma Suprema, por tanto el Estado debe cubrir los gastos que implica la gratuidad
hasta el nivel superior; en correlato, el art. 82.II de dicha Norma, señala que el Estado apoyará
prioritariamente a los estudiantes con menos posibilidades económicas para que accedan a los
diferentes niveles del sistema educativo, con recursos económicos, programas de alimentación,
vestimenta, transporte, material escolar; y en áreas dispersas, con residencias estudiantiles.
Asimismo, los arts. 64.I y el 80.I de la CPE, se refieren a la educación como un conjunto de actividades
humanas, consideradas en su totalidad y conjunto; parámetros educativos que consideren a la
persona como una totalidad, tarea en la que se encuentran involucrados y participan los padres y
madres de familia, juntas vecinales, control social, entre otros; referidos concretamente a la
formación integral de las personas. La Constitución determina también que la educación es
intercultural, fomenta el diálogo intercultural contribuye al fortalecimiento de la unidad e identidad
de todas y todos como parte del Estado Plurinacional, así como el entendimiento y el enriquecimiento
de los miembros de cada nación o pueblo indígena originario campesino en tanto sus saberes y
conocimientos tradicionales son respetados y valorados y tienen el derecho a una educación
intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo (arts. 30.II.9 y 12; 78.II; 79;
80.II ). Finalmente de acuerdo con los arts. 14.II y 82.I de la Norma Suprema, el Estado
garantiza el acceso a la educación y la permanencia de todas las ciudadanas y ciudadanos
en condiciones de plena igualdad; sin discriminación” (las negrillas son agregadas).
Entendimiento que fue reiterado por la SCP 0596/2019-S4 de 7 de agosto.
El extinto Tribunal Constitucional, también se pronunció con relación a este derecho en la SC
1975/2011-R de 7 de diciembre, que cita a la SC 0235/2005-R de 21 de marzo, respecto a sus
alcances indicó: “‘…el derecho a recibir instrucción y el derecho a la educación -salvando
las diferencias de ambas categorías conceptuales- implican que la persona tiene la
potestad de acceder al conocimiento, la ciencia, la técnica y los demás bienes y valores
de la cultura, pero, además, recibirla de modo que al existir un sistema nacional de
instrucción, enseñanza, aprendizaje o educación, el núcleo esencial de esos derechos no
esta tan sólo en el acceso a dicho sistema, sino también a la permanencia de ese sistema’”
(las negrillas son nuestras). Entendimiento que fue reiterado por la SCP 0596/2019-S4.
Del marco normativo así como de la jurisprudencia desarrollada, se evidencia que la educación es un
derecho humano y un medio indispensable para la plena concretización de otros derechos
fundamentales, en el que debe tomarse en cuenta los intereses, capacidades y necesidades de
aprendizaje propias, así como aptitudes de evolución individuales del estudiante haciendo incidencia
en que el acceso a la educación implica además el garantizar la permanencia.
III.2. La corresponsabilidad en la concreción de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes
El interés superior de las niñas, niños y adolescentes implica adoptar toda situación que favorezca el
desarrollo integral de los mismos en el goce de sus derechos y garantías, afirmación que lleva consigo
una obligación para el Estado, la sociedad y las familias. Al respecto la Opinión Consultiva OC-17/02.
Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Resolución de 28 de agosto de 2002, solicitada por
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

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“62. La adopción de medidas especiales para la protección del niño corresponde tanto al Estado como
a la familia, la comunidad y la sociedad a la que aquél pertenece. Sobre este punto, el artículo 16 del
Protocolo de San Salvador manifiesta que [t]odo niño sea cual fuere su filiación tiene derecho a las
medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad
y del Estado. Todo niño tiene el derecho de crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres;
salvo circunstancias excepcionales, reconocidas judicialmente, el niño de corta edad no debe ser
separado de su madre. Todo niño tiene derecho a la educación gratuita y obligatoria, al menos en su
fase elemental, y a continuar su formación en niveles más elevados del sistema educativo”.
En ese mismo sentido, la mencionada Corte en el Caso Carvajal Carvajal y otros Vs. Colombia. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 13 de marzo de 2018, indicó que:
“193. Asimismo, este Tribunal ha entendido que, conforme al artículo 19 de la Convención Americana,
el Estado se obliga a promover las medidas de protección especial orientadas en el principio del
interés superior de la niña y del niño, asumiendo su posición de garante con mayor cuidado y
responsabilidad en consideración a su condición especial de vulnerabilidad. La Corte ha establecido
que las niñas y los niños tienen derechos especiales a los que corresponden deberes específicos por
parte de la familia, la sociedad y el Estado. Además, su condición exige una protección especial
debida por este último y que debe ser entendida como un derecho adicional y complementario a los
demás derechos que la Convención reconoce a toda persona. Asimismo, el Estado tiene el deber de
adoptar todas las medidas positivas para asegurar la plena vigencia de los derechos de la niña y del
niño”.
La Corte IDH en la Opinión Consultiva OC-17/02. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño.
Resolución de 28 de agosto de 2002, solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, que señaló:
“54. Tal como se señalara en las discusiones de la Convención sobre los Derechos del Niño, es
importante destacar que los niños poseen los derechos que corresponden a todos los seres humanos
-menores y adultos- y tienen además derechos especiales derivados de su condición, a los que
corresponden deberes específicos de la familia, la sociedad y el Estado.
(…)
62. La adopción de medidas especiales para la protección del niño corresponde tanto al Estado como
a la familia, la comunidad y la sociedad a la que aquél pertenece. Sobre este punto, el artículo 16 del
Protocolo de San Salvador manifiesta que [t]odo niño sea cual fuere su filiación tiene derecho a las
medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad
y del Estado. Todo niño tiene el derecho de crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres;
salvo circunstancias excepcionales, reconocidas judicialmente, el niño de corta edad no debe ser
separado de su madre. Todo niño tiene derecho a la educación gratuita y obligatoria, al menos en su
fase elemental, y a continuar su formación en niveles más elevados del sistema educativo” (el
subrayado nos corresponde).
Como ya se indicó, este desarrollo jurisprudencial fue incorporado al bloque de constitucionalidad a
partir de la SC 0110/2010-R, como se puede advertir la Corte estableció que las niñas y los niños
tienen derechos especiales derivados de su condición, a los que corresponden deberes específicos de
la familia, la sociedad y el Estado quienes deben adoptar medidas especiales para su protección.
El art. 60 de la CPE, también hace referencia a la corresponsabilidad que tienen estos tres estamentos
de garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, en el art. 64 de la Norma
Suprema, se impone el deber que tienen los cónyugues o convivientes de atender mediante el
esfuerzo común la educación y formación integral de las hijas o hijos mientras sean menores de
edad, en ese mismo sentido el art. 83 de la Ley Fundamental, reconoce la participación de los padres
de familia en el sistema educativo.
A la luz de este paraguas normativo el Código Niña, Niño y Adolescente en el art. 1, al señalar su
objeto el cual es reconocer, desarrollar y regular el ejercicio de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes, implementando un Sistema Plurinacional Integral de la Niña, Niño y Adolescente, para

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la garantía de esos derechos mediante la corresponsabilidad del Estado en todos sus niveles, la familia
y la sociedad. Asimismo, en el art. 12 inc. h) de dicho cuerpo normativo, al referirse a los principios
señala que: “Corresponsabilidad. Por el cual el Estado en todos sus niveles, las familias y la sociedad,
son corresponsables de asegurar a las niñas, niños y adolescentes, el ejercicio, goce y respeto pleno
de sus derechos”, concordante con el art. 81 de igual Código, estableciendo que es obligación de la
familia y de la sociedad, asegurar a las niñas, niños y adolescentes oportunidades que garanticen su
desarrollo integral en condiciones de igualdad y equidad.
En igual sentido el art. 193 inc. a) del Código de Familias y del Proceso Familiar (CFPF), establece
que es responsabilidad de la familia el sostenimiento de la misma, principalmente en alimentación,
salud, educación, sean éstos de ambos cónyuges o de sólo uno de ellos.
Del marco normativo que integra el corpus iuris interamericano, además de su jurisprudencia; y, de
la Constitución Política del Estado y el Código Niña, Niño y Adolescente, podemos inferir que los
derechos de la niñez y adolescencia deben ser garantizados no solamente por el Estado, sino también
por la sociedad y las familias.
Ahora bien, con relación al derecho a la educación en particular, al Estado le atañe la obligación de
garantizar una educación gratuita, la cual en nuestro país es obligatoria hasta el bachillerato[1],
siendo la sociedad y los propios padres y madres corresponsables del desarrollo integral de sus hijos,
en condiciones de igualdad y equidad. En tal sentido, la obligación que tienen los padres, guardadores
o tutores con relación al derecho a la educación, se trasunta en el deber que tienen estos de
efectivizar el ingreso de la niña, niño o adolescente al sistema educativo, así como garantizar su
permanencia en el mismo hasta el bachillerato, involucrándose en el proceso educativo lo cual implica
su participación e interacción con los otros actores a través de reuniones, entrevistas, así como el
apoyo y acompañamiento en las actividades sociocomunitarias que el Estado, representado en los
educadores que requieran, velando que los estudiantes cumplan con sus obligaciones curriculares
asignadas fuera del aula a través del ejercicio de su autoridad parental.
III.3. Marco normativo del Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular
El Estado Plurinacional de Bolivia con el fin de evaluar los procesos de enseñanza y aprendizajes ha
creado el Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular que tiene aplicación en los niveles de
educación inicial en familia comunitaria etapa escolarizada, educación primaria comunitaria
vocacional y educación secundaria comunitaria productiva, en ese marco en su Capítulo II, referente
a los actores de la evaluación señala que:
“Artículo 6. (Responsabilidades) I. La evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizajes
del desarrollo curricular es responsabilidad de: la directora o director, Comisión Técnico Pedagógica,
maestra o maestro, estudiantes, madres y padres de familia de la Unidad Educativa, de acuerdo a
los principios de promoción y práctica de los valores.
1. Responsabilidad de la directora o director de Unidad Educativa:
a) Convocar a reuniones a maestras, maestros, madres, padres de familia y estudiantes para analizar
el desarrollo de los procesos educativos y plantear acciones orientadas a superar las dificultades y
problemáticas detectadas en la enseñanza y aprendizaje.
(…)
3. Responsabilidad de las maestras y maestros de Unidad Educativa:
(…)
f) Convocar a reuniones en el momento oportuno a madres, padres de familia y tutores de las y los
estudiantes que presenten dificultades de aprendizaje para analizar y planificar estrategias orientadas
a superar las mismas por conducto regular.
g) Convocar a reuniones a madres, padres de familia y tutores de las y los estudiantes en los
diferentes niveles de Educación para informar sobre el desarrollo curricular y analizar, diseñar

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estrategias que orienten mejorar los procesos de enseñanza y aprendizajes antes de la finalización
del bimestre. Los temas tratados y las conclusiones serán registradas en actas.
(…)
5. Responsabilidad de la madre, padre de familia o tutores:
a) Asumir su responsabilidad en los procesos de formación de sus hijas e hijos de forma
permanente.
b) Realizar seguimiento permanente y continuo a la formación de sus hijas e hijos,
promoviendo el cumplimiento de los deberes escolares y dialogando sobre sus
aprendizajes.
c) Conversar e intercambiar información con la maestra o maestro y la Comisión Técnico Pedagógica
y la directora o el director para realizar seguimiento y apoyo a sus hijas e hijos.
d) Dialogar reflexivamente con su hija o hijo sobre las sugerencias y recomendaciones
realizadas por la maestra, maestro o la Comisión Técnico Pedagógica, asumiendo
acciones para superar las dificultades y problemas de aprendizajes respetando los derechos
establecidos en la Ley N° 2026 Código del niño, niña y adolescente, de fecha 27 de octubre del 1999
años.
e) Asistir de manera puntual y responsable a las reuniones convocadas por la maestra, maestro o
autoridad respectiva.
II. Tomando en cuenta que el sistema de evaluación del desarrollo curricular tiene el propósito de
consolidar el logro de los objetivos holísticos, las y los estudiantes deben recibir el apoyo técnico-
pedagógico de maestras, maestros, dirección de la Unidad Educativa y la Comisión Técnico
Pedagógica junto al acompañamiento de madres y padres de familia de forma responsable para
superar las dificultades detectadas en los procesos de aprendizajes en prevención de la repetición
del año de escolaridad” (las negrillas y el subrayado nos corresponden).
Con relación a la evaluación este Reglamento en su Capítulo IV, referente a la Evaluación Permanente
y Continua, señala que:
“Artículo 40. (Evaluación permanente y continua). Con el propósito de fortalecer los procesos
de enseñanza y aprendizaje las y los estudiantes deben recibir apoyo y acompañamiento permanente
y continuo de maestras y maestros, madres y padres de familia, la Comisión Técnico Pedagógica y la
dirección de la Unidad Educativa para lograr el desarrollo de las dimensiones (Ser, Saber, Hacer,
Decidir) en relación a los objetivos holísticos propuestos en el año de escolaridad respectivo.
La transición de un año de escolaridad a otro superior es consecuencia de la valoración cualitativa y
cuantitativa de los resultados obtenidos por la y el estudiante, para ello la directora o el director
conjuntamente las maestras y maestros, la Comisión Técnico Pedagógica y con el apoyo de madres
y padres de familia son corresponsables de realizar las acciones necesarias y oportunas para este
cometido.
Las evaluaciones escritas, orales y productivas deben ser actividades recurrentes en la práctica
pedagógica de la maestra y maestro, registrando el resultado de los mismos en los cuadernos
pedagógicos. Estas acciones deben ser controladas y verificadas por la directora o el director de la
Unidad Educativa evitando la improvisación.
En los casos necesarios la maestra, maestro, directora o el director comunicará a la Comisión Técnico
Pedagógica de las dificultades detectadas en el proceso evaluativo.
La Comisión Técnico Pedagógica, previo análisis de las dificultades detectadas, hará conocer sus
criterios y recomendaciones técnico pedagógicas para que la maestra o el maestro y estudiantes
asuman las mismas y ser informado a la madre o padre de familia para su acompañamiento.
Artículo 41. (Apoyo y acompañamiento). Las y los estudiantes que presenten dificultades
en sus aprendizajes y el desarrollo de sus dimensiones recibirán apoyo y

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1110


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acompañamiento permanente y continuo para superar las dificultades, siendo la o el


estudiante, maestras, maestros, directora o director, la Comisión Técnico Pedagógica, las
madres y padres de familia responsables de realizar las acciones necesarias y
pertinentes.
Con el objetivo de superar las dificultades de enseñanza y aprendizajes las maestras y maestros
desarrollan acciones de reforzamiento, evaluaciones complementarias, retroalimentación,
adecuaciones curriculares y otras acciones pertinentes para alcanzar los objetivos holísticos
propuestos en la planificación de clase”.
Respecto al apoyo y seguimiento en el Capítulo V, establece que:
“Artículo 44. (Dificultades en los aprendizajes). De presentarse dificultades en el logro
de los objetivos de los procesos de aprendizajes por las y los estudiantes, las maestras y
maestros del año de escolaridad y área de saberes y conocimiento respectivo y de manera
consensuada entre ellos, intervendrán de forma oportuna para realizar adaptaciones
curriculares y otras acciones con apoyo de la Comisión Técnico Pedagógica y conocimiento
de las madres y padres de familia para solucionar las mismas y fortalecer el proceso
educativo” (las negrillas nos corresponden.
Respecto, a las medidas preventivas este Reglamento regula que:
“Artículo 63. (Medidas preventivas). Las acusaciones, coacciones u otro tipo actitudes y acciones
en contra de las maestras y los maestros por motivos de reprobación o perdida de año por las y los
estudiantes y madres y padres de familia deben ser sancionados de acuerdo a normas en vigencia.
Para evitar estos hechos, estudiantes, madres y padres de familia deben cumplir y asumir
responsabilidades de sus actos, debiendo los mismos ser evaluados y atendidos de forma
oportuna durante los bimestres y no a la finalización de la gestión escolar.
No se permite, ni admite la manipulación de madres y padres de familia, tutores u otros
actores, para obligar a las maestras y los maestros asignar una valoración cualitativa o
cuantitativa que no corresponde” (las negrillas son ilustrativas).
En ese mismo sentido la SCP 0437/2019-S4 de 2 de julio, señaló que: “La norma anotada establece
la evaluación permanente y continua de los estudiantes, con el propósito de fortalecer los procesos
de enseñanza y aprendizaje de los mismos, quienes sin embargo deben recibir el apoyo y
acompañamiento permanente y continuo de los maestros, madres y padres de familia, la comisión
técnico-pedagógica y la dirección de la unidad educativa, para superar las dificultades y lograr de esa
manera el desarrollo de las cuatro dimensiones ya mencionadas en relación a los objetivos holísticos
propuestos en el año de escolaridad respectivo; pues la transición de un año de escolaridad a otro
superior no es sino el resultado de la valoración cualitativa y cuantitativa de los resultados obtenidos
por el estudiante; de manera que, los indicados actores son corresponsables de tomar las acciones
necesarias, permanentes, pertinentes y oportunas para ese cometido ”.
Del marco normativo desarrollado, se desprende que el Reglamento de Evaluación del Desarrollo
Curricular instaura un sistema de evaluación y acompañamiento permanente y continuo, en la cual
los estudiantes deben recibir apoyo no solo del plantel docente sino también de los padres de familia,
guardadores o tutores, puesto que como ya se indicó en los Fundamentos Jurídicos precedentes son
corresponsables conjuntamente el Estado y la sociedad de dar plena concreción a los derechos de
este grupo etario.
III.4. Acceso a la información del proceso pedagógico
Con relación al acceso a la información del desarrollo curricular y aprovechamiento de las estudiantes
y los estudiantes, el Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular, señala que:
“Artículo 54 (Comunicación oportuna). Los resultados del desarrollo curricular y
aprovechamiento deben comunicarse oportuna y de forma permanente a las y los
estudiantes, madres y padres de familia y/o tutores.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1111


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A petición de las y los estudiantes, las maestras y maestros tienen la obligación de


brindar la información solicitada de forma oportuna, respecto de los resultados de la
evaluación cualitativa y cuantitativa” (las negrillas fueron agregadas).
Cabe señalar que esta regulación guarda concordancia con lo establecido en el Capítulo IV Derecho
a la Educación, Información Cultura y Recreación, concretamente al art. 116 del Código Niña, Niño y
Adolescente (CNNA), que señala:
“(GARANTÍAS).
I. El Sistema Educativo Plurinacional garantiza a la niña, niño o adolescente:
(…)
c) Respeto del director, maestros y administrativos del Sistema Educativo Plurinacional y de sus
pares;
(…)
f. Impugnación de los criterios de evaluación cuando éstos no se ajusten a los establecidos por la
autoridad competente, pudiendo recurrir a las instancias superiores;
g. Participación en procesos de la gestión educativa;
h. Acceso a la información del proceso pedagógico y de la gestión educativa para la y el estudiante…”.
Como se desglosó en los Fundamentos Jurídicos precedentes, en el marco de la corresponsabilidad
entre el Estado, la sociedad y las familias las y los directores de las unidades educativas tienen la
facultad de convocar a reuniones a los padres de familia, guardadores y tutores a fin de comunicar
la situación escolar de las y los estudiantes, la cual debe ser oportuna ahora bien los padres de
familia, guardadores o tutores y los mismos estudiantes tienen la corresponsabilidad de solicitar y
tener acceso a la información del proceso pedagógico, en consecuencia pueden requerir información
sobre el proceso educativo en cualquier momento, la cual no puede ser negada, pues conjuntamente
directores y profesores, forman parte del proceso educativo en el marco de la corresponsabilidad que
debe existir, siendo además un derecho constitucional de conformidad al art. 24 de la CPE.
III.5. Núcleo esencial del derecho a la educación
La Constitución Política del Estado en los arts. 60, 64.I y 80.I, concordante con los arts. 9, 12 y 115
del CNNA, establecen la obligación del Estado, la sociedad y la familia de garantizar la prioridad del
interés superior de la niña, niño y adolescente; lo cual a su vez implica garantizar la preminencia de
sus derechos, entre los que se encuentra el acceder, recibir educación y permanecer en el sistema
educativo como un conjunto de actividades humanas y en la que se encuentran involucrados y
participan el Estado, los padres y madres de familia, la sociedad comprendida por las juntas vecinales,
control social, plantel docente, directores de las unidades educativas, entre otros; referidos
concretamente a la formación integral de las niñas, niños y adolescentes.
De lo precedentemente desarrollado puede desprenderse el núcleo esencial del derecho a la
educación, conformado por el acceder, recibir y permanecer en el sistema educativo, que a
su vez se subdivide en:
a) Acceder a la educación que comprende: a.1) Acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y
los demás bienes y valores de la cultura, pero además recibirla de modo que al existir un sistema
nacional de instrucción, enseñanza, aprendizaje o educación (SC 0235/2005-R de 21 de marzo y SCP
0596/2019-S4); a.2) Derecho a una educación de calidad y calidez, intracultural, intercultural y
plurilingüe, que les permita su desarrollo integral diferenciado (SCP 0413/2018-S1 de 17 de agosto);
a.3) La responsabilidad del Estado de dar prioridad en su análisis presupuestario, siendo su primera
responsabilidad financiera debiendo sostenerla, gestionarla y garantizarla (SCP 1678/2012 de 1 de
octubre); acciones reales que garanticen en todos los casos su efectivo disfrute (SCP 0275/2012 de
4 de junio); a.4) Una educación sin racismo y discriminación, prohibición de impedir la inscripción de
un alumno por su apellido a una unidad educativa (SCP 0362/2012 de 22 de junio); de la retención
de la libreta escolar y/o diploma de bachiller por parte de las autoridades para obligar al pago de una

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deuda económica (Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1782/2014 de 15 de septiembre y


1193/2013 de 1 de agosto); el impedimento de inscripción a una unidad educativa pese a la cercanía
de su domicilio con la misma (SCP 1591/2012 de 24 de septiembre); prohibición de negar la
inscripción de un niño sin justificación alguna (SSCC 0306/2000-R de 6 de abril y 0351/2001-R de 24
de abril); de la suspensión o condicionamiento de la asistencia a clases de un menor de edad al
cumplimiento de asuntos administrativos (SCP 0249/2015-S2 de 26 de febrero); el manejo
discrecional de las listas de inscripción de alumnos (SCP 0080/2012 de 16 de abril); no discriminar a
los estudiantes por falta de pago en sus mensualidades (SCP 0596/2019-S4); a.5) Garantía de la
inscripción de los hermanos en una misma Unidad Educativa (SCP 0859/2015-S2), la inscripción de
alumnos antiguos debe efectuarse en forma automática (SC 870/2001-R de 20 de agosto); a partir
de esta sentencia; a.6) Los padres guardadores o tutores tienen la obligación de inscribir a sus hijos
a una unidad educativa a efectos de acceder a la educación; y, a.7) Acceso a la información del
proceso pedagógico y de la gestión educativa (SCP 0437/2019-S4).
b) Recibir educación que está integrado por: b.1) Prohibición de crear reglamentos de
instituciones educativas, que tipifiquen como una falta, infracción o condición de permanencia, el
estado de gravidez de una estudiante (SCP 1283/2014 de 23 de junio); b.2) La comisión técnico-
pedagógica de las unidades educativas, como instancias que deben prestar apoyo a los estudiantes
que hubieran sido identificados con dificultades de aprendizaje, deben proporcionar y articular con
los maestros del área el apoyo pedagógico con sesiones de reforzamiento, adaptaciones curriculares
y/o segunda instancia de las evaluaciones teórico-prácticas y valorativo productivo (SCP 0589/2019-
S4); b.3) Los establecimientos educativos, sean fiscales, particulares o de convenio tienen el deber
de acatar toda normativa que emane de la dirección distrital y departamental de educación, lo que
naturalmente incluye las ordenes, circulares e instructivos emitidos en favor del derecho a la
educación (SCP 0589/2019-S4); b.4) Cuando se identifiquen estudiantes con dificultades de
aprendizaje corresponde tomar las acciones necesarias pertinentes y oportunas para que el mismo
tenga el apoyo necesario y pueda superar la dificultad tanto por el plantel docente, director y padres
de familia (SCP 0437/2019-S4); y, b.5) Ante la existencia comprobada de una conducta censurable
cometida por un menor (consumo de marihuana) en la unidad educativa, se debe designar una
comisión disciplinaria y convocar a reuniones en las que deben participar la directora, el plantel
docente y el presidente de la junta escolar para valorar la prueba cuya conclusión debe remitir ante
la dirección distrital de educación y ordenar la realización de las adaptaciones curriculares
correspondientes y las sesiones de terapia para el adolescente y su padres (SCP 0434/2018-S4 de 27
de agosto).
c) Permanecer en el sistema educativo, del cual se desprenden obligaciones para el Estado, las
y los profesores, directores de las unidades educativas y los padres de familia: c.1) El Estado: i)
Prioridad de la educación en los presupuestos anuales (SCP 1678/2012); y, ii) Es obligación del
Ministerio de Educación en todos sus niveles e instancias brindar atención prioritaria y garantizar el
traspaso inmediato de una unidad educativa a otra a las niñas y adolescentes víctimas de violencia,
cuando sus derechos se encuentren en peligro y/o requieran de una atención y apoyo inmediato en
centros especializados (SCP 0019/2018-S2 de 28 de febrero); c.2) Las Unidades Educativas: i) Deben
respetar la garantía del debido proceso en el procedimiento sancionatorio escolar (SCP 0019/2019-
S3 de 1 de marzo); ii) Las niñas, niños y adolescentes que se encuentran en etapa de desarrollo, no
pueden ser tratados de igual manera que a las personas mayores ante un acto irregular cometido,
sino que debe propenderse a reencaminarles y guiarles mediante medidas psico-socieducativas
previas a la expulsión (SCP 0019/2019-S3); iii) La expulsión de la escuela a un alumno sin seguir el
proceso previsto y sin escuchar a la estudiante afectada, vulnera el debido proceso y el derecho a la
defensa (SCP 0090/2018-S4 de 27 de marzo); y, iv) La evaluación permanente y continua de los
estudiantes, con el propósito de fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje de los mismos,
quienes sin embargo deben recibir el apoyo y acompañamiento permanente y continuo de los
maestros, madres y padres de familia, la comisión técnico-pedagógica y la dirección de la unidad
educativa; y, c.3) Los padres de familia deben: i) Precautelar y velar por el mejor interés de sus
hijos menores garantizando las condiciones sociales y económicas necesarias para su desarrollo
integral (SCP 0859/2015-S2); ii) Garantizar que sus hijas e hijos inscritos dentro del modelo de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1113


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enseñanza educativa regular, máxime en el nivel primario, cumplan con el carácter sistemático,
normado, obligatorio y procesal de la misma con la finalidad de lograr el desarrollo integral de las y
los menores (SCP 0106/2013-L de 20 de marzo); iii) La permanencia en un establecimiento educativo
hasta la culminación de los estudios, implica el respeto de las normas, reglamentos y directrices
disciplinarias elaboradas a ese fin (SCP 0434/2018-S4); y, iv) Garantizar la permanencia en la Unidad
Educativa que implica asistir a las reuniones convocadas, hacer seguimiento al avance curricular, las
tareas y el proceso educativo.
III.6. Análisis del caso concreto
Las accionantes a través de sus representantes alegan que los demandados lesionaron sus derechos
a la educación en su “…garantía de acceso a una promoción al curso inmediato superior…” (sic) y el
interés superior del niño, con el argumento que: a) Existieron deficiencias en la forma de evaluación
en las materias de cosmovisión, filosofía, psicología, matemáticas y física; b) Una vez conocidas las
mismas, se solicitó a los docentes y a la Directora de la Unidad Educativa “María Auxiliadora” llevar
adelante acciones; empero, los primeros se limitaron a señalar que tales acciones serían subsanadas
a fin de año; y, la citada Directora se rehusó a realizar verificaciones con personas entendidas en la
rama educacional; c) La Dirección Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca
mediante Instructivo D.D.E.S. 59/2018 -no indica fecha- ordenó a la entidad demandada que se
tomen acciones conjuntas anticipadamente con las comisiones técnico pedagógicas y otras; además
de ordenar tener la documentación del caso para acreditar el proceso de apoyo a los estudiantes; sin
embargo, la mencionada Directora se rehusó a proporcionar la información requerida; y, d) En una
ocasión, los progenitores de las ahora accionantes, intentaron entregar formalmente una nota a la
referida Unidad Educativa pidiendo información sobre sus hijas; no obstante la prenombrada
Directora no les permitió cumplir su cometido, teniendo que hacerlo mediante un Notario de Fe
Pública.
Previamente, se debe dejar constancia que de acuerdo con la jurisprudencia desarrollada en la SCP
0346/2018-S2 de 18 de julio, en los casos en los que se encuentren involucrados niñas, niños o
adolescentes, por ser un grupo de atención prioritaria, se debe hacer una flexibilización al principio
de subsidiariedad, razón por la cual no se considerará este aspecto como un impedimento para
ingresar a revisar el fondo de la problemática enviada en revisión.
Asimismo, debemos señalar que el argumento sobre la existencia de actos consentidos conforme a
la previsión del art. 53.2 CPCo, en razón a que las accionantes se encontrarían repitiendo el tercer
curso de secundaria en otras unidades educativas, de conformidad a las SSCC 0700/2003-R de 22 de
mayo y 0345/2004-R de 16 de marzo; y, la SCP 2070/2012 de 8 de noviembre, esta afirmación no
es evidente, puesto que según el acápite I.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional,
las impetrantes de tutela a través de sus representantes interpusieron oportunamente su reclamo
ante la jurisdicción constitucional, impugnando el acto considerado vulneratorio antes del inicio de la
gestión escolar 2019; por lo que, su conducta no se adecúa a este supuesto de improcedencia, más
aun tomando en cuenta el estado de necesidad y el interés superior de las adolescentes.
En tal sentido, antes de ingresar al análisis de la conducta de los actores del proceso enseñanza-
aprendizaje vinculados con los hechos denunciados, corresponde aclarar que con relación a la
supuesta deficiencia en la forma de evaluación que presuntamente insidió en una inadecuada
sumatoria de calificaciones, este extremo no puede ser abordado a través de esta acción de amparo
constitucional, siendo atribución de la Dirección de la Unidad Educativa “María Auxiliadora” y de la
Dirección Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca.
III.6.1. De la corresponsabilidad del Estado
Los Fundamentos Jurídicos III.1 y III.2 de este fallo, concluyen en la corresponsabilidad entre el
Estado, la sociedad y las familias en la adopción de acciones concretas para la protección de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes que se constituyen en deberes específicos, entre las
cuales está el de garantizar el derecho a su educación, que no sólo abarca el acceso al sistema
educativo sino también la permanencia; asimismo, se tiene el Fundamento Jurídico III.3 de la

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1114


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presente Sentencia Constitucional Plurinacional, señala que la evaluación a los estudiantes es de


forma continua, directriz enmarcada en el derecho al permanecer en el sistema educativo que forma
parte del núcleo esencial del derecho a la educación ya que atañe consigo la corresponsabilidad entre
la dirección, el plantel docente y los padres de familia, teniendo los primeros la obligación de convocar
a reuniones y entrevistas durante la gestión escolar para analizar la situación de cada estudiante y
los últimos de realizar el apoyo y acompañamiento de sus hijos en edad escolar, asistiendo a las
reuniones convocadas por la dirección o los maestros, haciendo seguimiento con entrevistas que
pueden solicitar aun de oficio, teniendo además la obligación de realizar las acciones necesarias y
pertinentes para apoyar y acompañar permanentemente a sus hijas o hijos en edad escolar a efectos
de superar sus dificultades, durante toda le gestión escolar y no al finalizar el año, siendo esa su
obligación constitucional dado que la familia es la base de la sociedad y los hijos responsabilidad de
los padres, guardadores o tutores, no pudiendo eludir sus responsabilidades (art. 64 de la CPE).
Por los antecedentes que cursan en obrados se evidencia que efectivamente las estudiantes AA, BB,
CC y DD durante la gestión 2018, cursaban el tercer año de secundaria en la Unidad Educativa “María
Auxiliadora”; empero, según los informes glosados en la Conclusión II.5 de este fallo, no fueron
promovidas al grado inmediato superior, debido a que AA y BB reprobaron las materias de
matemáticas y cosmovisiones, filosofía y psicología; CC reprobó además ciencias naturales y física;
y, DD únicamente matemáticas. Asimismo, se advierte que, el plantel docente de la Unidad Educativa
aludida convocó a reuniones a los padres de familia, con la finalidad hacerles conocer la situación
educacional de las ahora accionantes en la gestión académica, compartiendo información sobre su
aprovechamiento individual curricular, llegando incluso a suscribir con los progenitores compromisos
para un mejoramiento del aprovechamiento de los educandos y en definitiva tomar acciones
conjuntas para hacer seguimiento o complementar la situación deficitaria; sin embargo, este Tribunal
considera que los arts. 41 y 44 del Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular son claros al
establecer la obligación de apoyo y acompañamiento permanente además de continuo a los
estudiantes con dificultades en su aprendizaje de los maestros, directores y la comisión técnico
pedagógica, teniendo el deber de desarrollar acciones de reforzamiento como ser evaluaciones
complementarias, retroalimentación, adecuaciones curriculares y otras pertinentes.
Conforme se puede apreciar, la normativa aplicable atribuye a los maestros un rol activo respecto de
aquellos alumnos que presenten dificultades en el aprendizaje, facultándolos a actuar de forma
oportuna con la realización de adaptaciones curriculares, debiendo incluso contar con el apoyo de la
comisión técnico pedagógica bajo la supervisión de los directores a través de una intervención
conjunta y anticipada; no obstante, en el caso analizado, a más de las convocatorias a reuniones a
los padres de familia y las evaluaciones a que hacen referencia los informes, no se advierte el
protagonismo del plantel docente en el caso específico y tampoco consta en obrados la intervención
de dicha comisión, tomando acciones concretas bajo la supervisión de la Dirección del establecimiento
educativo.
Al respecto, la Circular D.D.E.S. 70/2018 de 26 de noviembre, instruyó que los estudiantes con
dificultades en su aprovechamiento y/o aprendizaje debían ser asistidos hasta el último día de avance
curricular, vale decir hasta el 7 de diciembre de ese año. Ahora bien, el Reglamento de Evaluación
del Desarrollo Curricular emprende un nuevo modelo educativo, establecido a partir de la
promulgación de la Ley de la Educación “Avelino Siñani” -Ley 070 de 20 de diciembre de 2010-,
instruyendo un proceso educativo continuo y permanente, en el que cada bimestre debe calificarse
con su respectivo reforzamiento, un cambio al anterior sistema en el que únicamente existía un
reforzamiento a fin de gestión. En este contexto, los antecedentes que informan la presente causa
dan cuenta de la existencia de las pruebas de reforzamiento correspondientes a AA, BB y CC de 5 de
diciembre de 2018; y, si bien no consta el examen de DD, el profesor del área explicó que la
estudiante no asistió la última semana de clases, evidenciándose el trabajo hasta la última semana
de clases en el horario de las materias; empero, no se acreditaron las acciones diferenciadas que
dentro de cierto margen de razonabilidad, debieron ser desplegadas de manera conjunta y
coordinada por maestros, comisión técnico pedagógica y Directora, vulnerando así el derecho a la
educación de las impetrantes de tutela.

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Por otra parte, respecto a las notas de 14 de diciembre de 2018, suscritas por los padres de familia
dirigidas a la Directora de la Unidad Educativa “María Auxiliadora”, este Tribunal constató que la
autoridad demandada no dio respuesta a las mismas a pesar que ellos tenían plena facultad de pedir
información a la citada Unidad Educativa en representación de su hijas, es más ni siquiera existió la
voluntad de recepcionarlas al extremo que los progenitores de las accionantes tuvieron que acudir
con un Notario de Fe Pública para requerir información teniendo que deslizar las notas por debajo de
la puerta, mostrando así una conducta prepotente y que entorpeció más bien el proceso de enseñanza
aprendizaje de las solicitantes de tutela al requerir información a la cual tenían todo el derecho de
acceder, vulnerando así con ese actuar las garantías del acceso a la información del proceso
pedagógico y la participación de la gestión educativa, contempladas en el art. 116.I incs. c), f), g) y
h) del CNNA, que constituyen el derecho a acceder a la educación como elemento del derecho a la
misma.
Bajo este contexto, el 17 de diciembre de 2018, los padres de las accionantes presentaron una nota
al Director Distrital de Educación de Sucre del departamento de Chuquisaca, haciéndole conocer sus
observaciones en cuanto a la aplicación del Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular de
sus hijas, denunciando además que les restringieron el ingreso al colegio y no quisieron recibir su
solicitud de información pedagógica; en tal sentido, el citado Director Distrital mediante nota dirigida
a la Directora de la ya enunciada Unidad Educativa, expresó que luego de constituirse en la misma
tomó conocimiento que en las asignaturas de cosmovisiones, filosofía y psicología, no se dio
cumplimiento a lo instruido, perjudicando a las estudiantes que formularon su denuncia; siendo que,
de acuerdo con el calendario escolar, todas las unidades educativas debían concluir sus actividades
el 7 del señalado mes y año, instruyendo que en el plazo de cuarenta y ocho horas se evalúe a las
estudiantes afectadas en las materias donde se hayan presentado irregularidades que contravinieron
las normas y disposiciones en vigencia (Conclusión II.6). Con relación a este tema, mediante Informe
de 13 de enero de 2019, la Directora General del Colegio María Auxiliadora señaló que, se reserva la
información sobre estudiantes que no tienen que ver con el presente problema, añadiendo que, en
caso de persistir con dicho requerimiento, la autoridad departamental de educación fundamente la
pertinencia de su solicitud, mostrando nuevamente una actitud prepotente que sin duda incide en el
derecho a la educación de las accionantes, correspondiendo conceder la tutela impetrada.
Por otra parte, llama la atención la actitud de la Dirección y del plantel docente del Colegio María
Auxiliadora de esta ciudad; siendo que, en una causa anterior, en la cual se denunció el mismo acto
lesivo, este Tribunal mediante SCP 0437/2019-S4, advirtió también la vulneración de los derechos de
las estudiantes de dicho establecimiento educativo; por lo que, al ser esta una conducta recurrente
corresponde adoptar las medidas necesarias para evitar que se reitere la misma.
III.6.2. De la corresponsabilidad de los padres de familia y los propios estudiantes
Ahora bien, velando por el interés superior de las accionantes, quienes se constituyen en adolescentes
en edad escolar, este Tribunal considera necesario establecer si además del Estado quienes tienen a
cargo la corresponsabilidad de su desarrollo educacional cumplieron con sus obligaciones establecidas
en las disposiciones normativas internas y supranacionales; en dicho mérito, según los antecedentes
glosados en la Conclusión II.5 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que
durante la gestión escolar 2018, los padres de AA conocían la situación curricular de su hija,
comprometiéndose a ayudar a mejorar su rendimiento en la materia de matemáticas, suscribiendo
para ello tres compromisos; los padres de BB no asistieron a las entrevistas desconociendo la
situación de su hija; no obstante, en el tercer bimestre asistieron a la entrevista y se les informó del
aprovechamiento académico de su hija; con relación a la estudiante CC, únicamente asistió la madre
a la Unidad Educativa en cuestión, participando de las entrevistas, tomando conocimiento de la
situación de su hija y firmando un acta de compromiso en la materia de matemáticas; empero, la
estudiante no rindió su examen de reforzamiento debido a que no asistió a clases la última semana;
finalmente, con relación a la estudiante DD, los padres de familia no fueron a las entrevistas,
desconociendo la situación curricular de su hija.

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1116


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Del contexto fáctico glosado, se concluye que en algunos casos los padres de las impetrantes de
tutela no asistieron a las reuniones y entrevistas y en otras a pesar de asistir asumieron una actitud
pasiva, permitiendo incluso que una de las accionantes no asistiera a la última semana de actividad
escolar, lo cual es contrario al rol también activo que deben asumir en la formación de sus hijas e
hijos; siendo que, los actores del proceso enseñanza aprendizaje no son únicamente las directoras o
directores, comisión técnico pedagógica, maestras o maestros y estudiantes, sino también las madres
y padres de familia de la unidad educativa, no pudiendo dejar esta responsabilidad a los esfuerzos
del plantel docente, evidenciándose en consecuencia que los padres de las ahora peticionantes de
tutela no coadyuvaron a efectivizar el derecho a permanecer en el sistema educativo de su hijas,
actuando incluso de manera negligente y no como un buen pater familias, ejerciendo debidamente
su autoridad parental; en ese entendido, y de conformidad a los Fundamentos Jurídicos III.1, III.2.
III.3 y III.4 de este fallo, si bien se advierte vulneración al derecho a la educación de las accionantes
por parte de los educadores, esta circunstancia fue en parte ocasionada por el incumplimiento de las
obligaciones atribuibles a sus padres prevista en el art. 6.I.5 del Reglamento de Evaluación del
Desarrollo Curricular; es decir, el seguimiento permanente y continuo de sus hijos, promoviendo el
cumplimiento de los deberes escolares e intercambiando información con los maestros, la comisión
técnico pedagógica y los directores, así como dialogando reflexivamente con sus hijos sobre sus
deberes y asistiendo puntualmente a las reuniones y entrevistas convocadas por las autoridades
respectivas. Por lo que corresponde conceder la tutela solicitada.
En consecuencia, la Sala Constitucional al denegar la tutela impetrada, no obró de forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional; en revisión,
resuelve REVOCAR la Resolución 148/2019 de 4 de septiembre, cursante de fs. 494 a 499 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca;
y en consecuencia:
1° CONCEDER la tutela solicitada respecto a la denuncia de vulneración del derecho a la educación
con relación a María Ruby del Socorro Villa Betancur, Directora; y, Ada Mirtha Forenza Durán, Willy
Henry Manjón Torres y Ronald Denis Gutiérrez Castagné, Profesores, todos de la Unidad Educativa
“María Auxiliadora”; también respecto de Marcelo Pérez Llanos, Antonio Padilla Moreno,
Judith Agustina Perales Quinteros y Marco Antonio Goytia Doria Medina, progenitores de AA, BB, CC
y DD.
2º Disponer la remisión de antecedentes a la instancia disciplinaria correspondiente para el
procesamiento de los demandados, a los efectos de que se establezca la responsabilidad o la sanción
si corresponde; y,
3° Por Secretaria General, se notifique a las Direcciones Departamentales de Educación, así como
a las Juntas de Distrito de los padres de familia de los nueve departamentos a efectos de que asuman
conocimiento de lo desarrollado en los Fundamentos Jurídicos de esta Sentencia Constitucional
Plurinacional y la difundan.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

[1] Art. 81 de la CPE.

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0782/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29539-2019-60-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 62/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 304 a 310., pronunciada dentro de
la acción de amparo constitucional interpuesta por Emilia Rodo Ocampo Vda. de Méndez
contra Marco Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berrios Albizu, Magistrados de la Sala
Civil del Tribunal Supremo de Justicia; Farida Brígida Velasco Alcóser y Juan Carlomagno
Arroyo Martínez, Vocales de la Sala Civil y Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y, Daniel Ladislao Ayaviri
Ayaviri, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital, del citado departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 17 y 26 de abril de 2019, cursantes de fs. 106 a 117 y 120 a 121 vta.,
la accionante expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Junto a sus hermanos son legítimos propietarios de los terrenos ubicados en el fundo rústico Chiripujio
y Alamasi, zona sud de Oruro, registrados en Derechos Reales (DD.RR.), bajo la matrícula
4.01.3.03.0001949, hijuela 1, Santiago de Orocondo e hijuela 4A, con matrícula 4.01.3.03.0001945;
mismos que, fueron avasallados por una turba enardecida, teniendo que intervenir la Policía para el
desalojo, con el saldo lamentable de una persona fallecida.
Como efecto de ello, el 30 de junio de 2006, se convocó a una reunión entre las partes en conflicto
que culminó con la suscripción obligada de un acta de entendimiento debido a la fuerte presión
ejercida por los avasalladores y ante la existencia de un rehén, en medio de un ambiente hostil y
agresivo, bajo amenazas, la única alternativa era la firma de ese documento que dio fin a las medidas
de presión.
Es así que, dicha acta la suscribieron Javier Marcos Llave Muñoz y Lucho Zárate Huarachi como su
representante y abogado, respectivamente, en base a poderes otorgados; sin embargo, de una
revisión de los mismos, se constató claramente que los nombrados no tenían ninguna facultad para
acordar situaciones que afecten un derecho fundamental como es el derecho a la propiedad; es decir,
sólo tenían atribución para representar a la familia en procesos de carácter y naturaleza judicial y
administrativo.
El acta de entendimiento no es claro en sus diferentes puntos; por cuanto, no determina el número
de lotes que debían ser transferidos a la Asociación Movimiento Solidario 9 de junio Zona Sud,
tampoco dónde se encuentran y qué áreas serían afectadas con los traspasos; por consiguiente, no
existía ningún documento de compromiso de venta de 600 lotes; sólo refiere, los que estaban
ubicados en la parte superior de la Av. Circunvalación tendrían un precio y los que se encontraban a
200 m, por debajo de esta, tendrían otro; sin especificar, lugares, cantidades, medidas.
Con esos antecedentes, se formalizó un proceso ordinario de cumplimiento de obligación en su contra
y hermanos a instancias de la Asociación Movimiento Solidario 9 de junio, Zona Sud; mediante el
cual, se demandó el cumplimiento de la venta de 600 lotes; a la cual, en tiempo y forma oportuna
respondieron, manifestando que, el Testimonio de Poder 110/2005 de 2 de julio, utilizado por
representante y abogado, no era suficiente para realizar actos de disposición del patrimonio de la
mandante, ni acordar precios para la venta de terrenos, mucho menos para suscribir compromisos,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1118


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actas de entendimiento ni documentos privados; es así que, no existía ningún documento que les
obligue a dicha venta; asimismo, que el acta de entendimiento de 1 de julio de 2006, quedó sustituido
y sin efecto legal con la suscripción del acta de conciliación 0130/2011 de 13 de enero, enmendado
y complementado el 16 de febrero de 2012; en el que ni ella, ni sus hermanos intervinieron y tampoco
comprometieron lotes para ser objeto de transferencia.
En el curso de la tramitación de la causa, interpuso excepciones de falta de acción y derecho, falta
de legitimación pasiva para ser demandados y la excepción de impersonería; que lamentablemente,
fueron declaradas improbadas; no obstante, de que no se demostró que los demandados -familia
Rodo Ocampo-, sean las personas habilitadas por ley para asumir las obligaciones contraídas.
Todos estos antecedentes se expresaron a lo largo del trámite de la referida demanda ordinaria pero
no fueron escuchados ni fue valorada toda la prueba aportada por las partes; el Tribunal Supremo
de Justicia dictó una resolución totalmente incongruente, el Auto Supremo 1272/2018 de 18
diciembre, por el que se les dio la razón cuando reconoce que en el de acta de conciliación 130/2011
y su enmienda y complementación no participaron ninguno de los codemandados -hermanos Rodo
Ocampo-; es decir, no lo suscribieron; y que, quienes se comprometieron a la venta de 2500 lotes y
asumen esa obligación sobre sus derechos, fueron Arnoldo Ocampo Young, la heredera de Alfonso
Ocampo Young y los herederos de Leonel Ocampo Young; y, no así sobre los suyos; empero, por
otro lado, señala que su persona y hermanos están obligados a transferir esos 600 lotes de terreno,
en virtud al acta de entendimiento de 1 de julio de 2006, que es completamente ambiguo e
insuficiente para insistir en su cumplimiento; por lo que, acusa una flagrante incongruencia,
interpretación errónea y aplicación indebida de la ley; misma que, se hizo evidente desde el dictamen
de la Sentencia.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante consideró lesionados sus derechos a la propiedad privada individual y colectiva, al
debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación, a la defensa y a una justicia
transparente, citando al efecto los arts. 56 y 115 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) La restitución de sus derechos restringidos; b) La nulidad
de todo lo actuado dentro del proceso ordinario, restableciendo a su favor el derecho de propiedad
sobre los terrenos comprendidos en las hijuelas 1 Santiago de Orocondo y 4A, sobre los cuales pueda
realizar actos de libre disposición y cumplir sus compromisos con la Urbanización; y, c) Se imponga
el pago de costas y la responsabilidad civil en contra de los demandados averiguables en ejecución
de sentencia.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 13 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 288 a
303, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de su abogada, ratificó inextenso los fundamentos expuestos en la acción de
amparo constitucional presentada.
I.2.2. Informe de los demandados
Juan Carlos Berrios Albizu y Marco Ernesto Jaimes Molina, Magistrados de la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, no se apersonaron en audiencia pero presentaron informe escrito de 13 de
mayo de 2019, cursante de fs. 141 a 145, expresando: 1) Los memoriales de la presente acción,
contienen una exposición de fundamentos imprecisa y poco clara, realizando una ampulosa
descripción de los antecedentes procesales de la contienda civil, sin que se advierta rigor en la tutela
solicitada, observándose un examen ligero de lo razonado en el Auto Supremo 1272/2018, como si
tratare de un recurso de revisión en la vía ordinaria, sin que exista además, fundamento entre el
nexo de causalidad entre los derechos vulnerados y el acto ilegal que se acusa, mismo que debió ser

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1119


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expuesto objetivamente de acuerdo a lo establecido en el art. 33 del Código Procesal Constitucional


(CPCo); 2) El citado Auto Supremo, no adolece de incongruencia menos resulta carente de
fundamentación y motivación; pues, las mismas se encuentran enmarcadas en los antecedentes del
proceso civil; 3) Si bien los hermanos Rodo Ocampo no participaron en la suscripción del acta de
conciliación 130/2011, siendo que los convenios pactados en el mismo no les son imputables; ya que,
los intervinientes fueron por una aparte, la Asociación Movimiento Solidario 9 de junio, zona sud y
por otra Lucho Zárate Huarachi como apoderado de Arnoldo Ocampo Young; y, los herederos de
Alfonso Ocampo Young y Leonel Ocampo Young, quienes evidentemente se comprometieron a la
transferencia de 2500 lotes de terreno; sin embargo, la obligación de los hermanos Rodo Ocampo es
emergente de los acuerdos asumidos por María Consuelo Ocampo Young, quien a través de su
representante y mediante el acuerdo de 1 de julio de 2006, asumió la obligación de traspasar los
lotes de terreno a favor de dicha Asociación; 4) Es así que, Emilia Rodo Ocampo Vda. de Méndez -
ahora accionante-, es heredera de María Consuelo Ocampo Young, todas las obligaciones asumidas
por esta, le son extensibles también a ella, en virtud a lo establecido por el art. 524 del Código Civil
(CC); es decir, el acta de entendimiento de 1 de junio de 2006, tiene los efectos que la ley establece
respecto a los herederos; pues, producto de esta sucesión se transmitieron todos los derechos y
obligaciones que no se extinguen con la muerte del causante, como lo es el compromiso de vender
los lotes de terreno objeto de la contienda civil de referencia; 5) El principal argumento de defensa
formulado por la impetrante de tutela, fue la validez y eficacia del Testimonio de Poder 110/2005,
otorgado por María Consuelo Ocampo Young en favor de Wilfredo Méndez Rocabado y Javier Marcos
Llave Muñoz; lo cual, permitió inferir que la pretensión deducida por los hermanos Rodo Ocampo -
entre estos la accionante-, estaba vinculada a que este Tribunal establezca la invalidez del referido
poder; sin embargo, la verificación de la validez del mismo, debe ser a través de un proceso judicial
contradictorio, conforme determina el art. 546 del CC; o sea, debió formular una acción
reconvencional sobre nulidad o anulabilidad; o, en su caso presentar los elementos probatorios que
demuestren que dicho Poder Notarial fue objeto de un análisis judicial del cual devino su ilegalidad a
manera de sustentar sus alegaciones, pero como no fue así durante el proceso del trámite civil, no
se pudo dar curso al mismo por carecer de respaldo objetivo de la alegación analizada; 6) Los
alcances del acta de conciliación 130/2011, únicamente le son imputables a sus suscriptores, siendo
estos, la Asociación Movimiento Solidario 9 de junio Zona Sud, Arnoldo Ocampo Young y los herederos
de Alfonso Ocampo Young y Leonel Ocampo Young, y no así a la impetrante de tutela, lo que en
contrario sensu, importa que ese acuerdo tampoco le es beneficioso; de ahí que, no puede pretender
eludir el cumplimiento del Acuerdo de 1 de julio de 2006, en base a dicha acta de conciliación; y, 7)
Por lo que, se advierte que ninguno de los argumentos de la peticionante de tutela, cuenta con
sustento legal, siendo que el Tribunal de casación no vulneró el derecho a la propiedad individual y
colectiva, tampoco al debido proceso en sus elementos de motivación y fundamentación de las
resoluciones judiciales y menos a una justicia transparente; puesto que, toda la argumentación del
Auto Supremo 1272/2018, es congruente y se encuentra debidamente motivado y fundamentado y
se halla además respaldado en los antecedentes y elementos probatorios producidos en el proceso;
por lo que, no corresponde otorgar la tutela solicitada.
Farida Brígida Velasco Alcóser y Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocales de la Sala Civil y
Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro,
no se apersonaron en audiencia y tampoco presentaron informe escrito, pese a su notificación
cursante a fs. 124 y 125.
Daniel Ladislao Ayaviri Ayaviri, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital del departamento
de Oruro, no se presentó en audiencia, pero hizo llegar informe escrito, cursante a fs. 146 y vta.,
expresando que: i) Recibió una tramitación conforme las reglas procedimentales establecidas en el
Código de Procedimiento Civil, adecuada al Código Procesal Civil que se halla en vigencia a partir de
la gestión 2016; cuyo resultado fue la Sentencia 112/2016 de 17 de noviembre; ii) Resultó necesario
hacer una valoración integral no sólo de nuestra normativa adjetiva y sustantiva civil vigente, sino
también de toda la prueba aportada dentro de la presente causa en aplicación del principio de la
comunidad de la prueba, que reconoce el Auto Supremo 184/2015 de 11 de marzo, señalando que
la misma, forma una unidad y como tal, debe ser examinada y merituada por el órgano jurisdiccional,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1120


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confrontando las mismas para concluir con el convencimiento global que se forme de ellas; y, iii) La
base fundamental de la Sentencia emitida por su despacho fue el acta de entendimiento de 1 de julio
de 2006 y la vinculación de la misma con la SC 2749/2010-R de 10 de diciembre, que favorece de
manera individual a Arnoldo Ocampo Young, considerándose asimismo, el acta de conciliación de 13
de enero de 2011, cuya repercusión se ve plasmada en el proceso de oferta de pago realizada ante
el ahora Juzgado Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del departamento de Oruro, instaurado
por la Asociación Movimiento Solidario 9 de junio Zona Sud, en la cual, se apersonaron los sucesores
de María Consuelo Ocampo Young, siendo además que la acción fue interpuesta contra Ramón Santos
Calisaya y Aroldo Ocampo Young, realizándose por la misma un depósito judicial de Bs1 448 604,44.-
(Un millón cuatrocientos cuarenta y ocho mil, seiscientos cuatro 44/100 Bolivianos).
I.2.3. Intervención de terceros interesados
Eloy Escobar Ayaviri, Máxima Mamani Juaniquina Ríos y David Fernández León, en audiencia, a través
de su abogado, manifestaron que: a) Se pretende que la Sala Constitucional actúe como un tribunal
de instancia, con poderes omnímodos o supra procesales, pretendiendo que se revisen hechos que
fueron puestos a consideración de la jurisdicción ordinaria, e incluso decisiones que se pronunciaron
en instancias de apelación y casación, lo cual no es concebible tratándose de una acción de amparo
constitucional; al respecto, refiere la SC 0030/2013 de 4 de enero, sobre la naturaleza jurídica de la
misma; sin embargo, en el presente caso, de forma muy lacónica se señaló que en el proceso civil,
se afectó el derecho a la propiedad privada y el principio de legalidad; b) En esta acción de defensa,
se puso énfasis a una serie de antecedentes o supuestos fácticos inherentes al proceso que fueron
de conocimiento de la autoridad jurisdiccional como el acta de entendimiento de 1 de julio de 2006,
afirmando que los hermanos Rodo Ocampo, no fueron partícipes de ese documento; por lo que, no
estaban obligados a cumplir con nada; c) Se dijo que María Consuelo Ocampo de Young, falleció el
13 de junio de 2006, días antes de la suscripción del citado acta; siendo esta, una contradicción
cuando se afirmó que los hermanos Rodo Ocampo no participaron absolutamente en nada, ni habrían
suscrito ese documento; sin embargo, expresaron que estaba presente el apoderado de la nombrada,
pero el Poder que portaba, ya quedó sin efecto en virtud a su muerte; d) Con el acta de conciliación
0130/2011, se dejaron sin efecto compromisos o convenios anteriores de acuerdo a la cláusula final,
pero no dijeron que en aquella oportunidad y en la suscripción del citado acta, no participaron los
miembros de la sucesión Rodo Ocampo; en virtud a ello, manifestaron que no puede obligarse a la
venta de 600 lotes de terreno de la aludida familia, ya que, según expresan sería necesario otro
acuerdo, convenio o compromiso; e) Se tomó en cuenta el contenido de la SC 2749/2010 de 10 de
diciembre, ya que esta refirió una “deslegitimación” de los apoderados Javier Marcos Muñoz y Lucho
Zárate Huarachi, concediendo la tutela y disponiendo el desalojo de los terrenos avasallados; sin
embargo, cuando se emitió la nombrada Sentencia la situación de los terrenos cambió; todos estos
argumentos fueron tomados en cuenta por el Juez Público Civil y Comercial Décimo de la Capital; y
si no estaba de acuerdo la parte adversa, tenía expedito el recurso de apelación, en el caso presente
no se hizo nada de aquello; f) Cuando se firmó el acta de entendimiento, los terrenos no estaban ni
proindiviso, no se había definido entonces el derecho propietario porque existía la pugna entre la
familia Ocampo Young y la Comunidad “Pampa Alamasi”, quienes tenían treinta y cuatro títulos
ejecutoriados, según ambas partes, poseían documentos que les daban el citado derecho; mismo
que no fue resuelto el 2006. El Tribunal Agrario Nacional recién pronunció Auto el 2009 o 2010, que
otorgó ese derecho a los primeros nombrados; anulando por ello, 31 títulos ejecutoriales, quedando
supuestamente a favor de la mencionada Comunidad, que posteriormente fueron también declarados
a favor de la citada familia; es así que, recién se dividió en hijuelas para determinados miembros de
esta; g) El Juez de la causa se pronunció sobre el acta de conciliación 0130/2011 y su complementario
de 16 de febrero de 2012, estableciendo que la familia Ocampo Young otorgaría 2500 documentos
privados a los adjudicatarios de la Asociación Movimiento Solidario 9 de julio, Zona Sud y una vez
saneados los mismos con los planos, deberían entregarse las minutas de ley, haciendo hincapié en
que este acuerdo conciliatorio cambió la situación jurídica que modificó los derechos de Arnaldo
Ocampo Young antes de la emisión de la SC 2749/2010; extremo que no puede ser usado por los
demandados para justificar que por eso se dejó sin efecto cualquier convenio anterior; pues, la
conciliación sólo afectaba los derechos disponibles de este último nombrado; h) La autoridad

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jurisdiccional, se refirió concretamente sobre los actos de confirmación y aceptación de la accionante


en aquel compromiso de venta, por lo que, se dio el proceso de oferta de pago y consignación que
tuvo como recurrente a Eloy Escobar Ayaviri, representante de la Asociación Movimiento Solidario 9
de julio, Zona Sud; expresando su conformidad los miembros de la familia Rodo Ocampo e incluso la
ahora peticionante de tutela; asimismo, hizo referencia a apersonamientos de nuevos actores como
Emilia Rodo Ocampo Vda. de Méndez, Oscar Edgar, Guillermo Lionel y María Rosa del Carmen, todos
Rodo Ocampo y herederos de María Consuelo Ocampo Young, quienes manifestaron que fue de su
conocimiento la demanda del aludido proceso, interpuesta por el citado representante del
mencionado Movimiento en contra de Arnoldo Ocampo Young; i) Los Vocales demandados, sobre las
excepciones presentadas, señalaron que, se emitió el Auto de 25 de noviembre de 2015, con el que
fueron notificados los sujetos procesales especialmente María Rosa del Carmen Rodo Ocampo de
Pérez el 27 de noviembre de ese año; por lo que, el recurso idóneo debió ser introducido dentro de
los tres días siguientes; es decir, el 2 de diciembre de 2015, habiendo sido interpuesto el recurso de
apelación el 9 de igual mes y año, fuera de término; la acción de amparo constitucional, de ninguna
manera puede cubrir la desidia, negligencia, dejadez de las partes; j) El Tribunal ad quem, se refirió
absolutamente a todas y cada una de las cuestiones planteadas en el memorial y también consideró
la respuesta realizada por los ahora terceros interesados; asimismo, efectuó consideraciones sobre
la legitimación pasiva de Emilia Rodo Ocampo Vda. de Méndez y de los demás demandados de
manera general; al respecto, de acuerdo al nuevo Código Procesal Civil, solo tiene cabida la
posibilidad de denunciarla, cuando está reatada a los presupuestos formales de admisibilidad
procesal; k) Tanto el Juez de la causa como el indicado Tribunal, se pronunciaron sobre el Testimonio
de Poder, tomando en cuenta el mandato otorgado al apoderado, señalando la importancia de
comprender que la instancia de conciliación no necesariamente sería el juzgado conciliador sino como
aconteció entonces, la Prefectura del Departamento de Oruro, actual Gobernación, tomando en
cuenta los problemas de orden social suscitados, estando dicho apoderado facultado a acudir con
derecho a voz y voto en virtud a ese mandato, documento que no fue impugnado por insuficiencia;
l) De acuerdo a lo establecido en el art. 827 del CC, si bien una de las causas para la extinción del
mandato es el deceso del mandante, en el caso concreto, dicha lógica no era aplicable a los dueños
de esos terrenos; ya que, existía un interés no ajustable a los poseedores, compradores y
propietarios, quienes eran futuros vendedores, con el fin de llegar a un acuerdo de transferencia
mediante la compra-venta de estos, aspecto concretado en el acta de entendimiento de 1 de julio de
2006; todo con el objetivo de solucionar el conflicto; m) Respecto al Auto Supremo 1272/2018, los
Magistrados ahora demandados, presentaron un informe que es concluyente, sobre el cual se
ratificaron; y con relación a la presente acción tutelar, esta fue admitida pese a su insuficiente
motivación y fundamentación; la accionante, utilizó todos los mecanismos de defensa previstos por
ley; y, en el caso de las excepciones no las activó oportunamente; razón por la cual, en sede
constitucional no se le puede otorgar la tutela siendo estos aspectos contradictorios, en el caso en
cuestión, procedía el rechazo in límine; ya que, todas las presuntas omisiones denunciadas, jamás
existieron; por el contrario, si se dieron pronunciamientos expresos y oportunos de parte de las
autoridades judiciales demandadas; y, n) Relativo a la valoración de la prueba, se sometió a la
previsión del Código de Procedimiento Civil y de acuerdo a la SC 1230/2017 de 28 de diciembre, el
Tribunal Constitucional Plurinacional está impedido de realizarla por ser atribución exclusiva y
privativa concedida a las autoridades jurisdiccionales; empero estas, tienen la obligación de que en
dicha labor no se aparten de los marcos legales de razonabilidad y equidad; por lo que, quien planteó
la actual acción tutelar, tenía la obligación -si acusa una valoración defectuosa-, de expresar por qué
y cómo la autoridades que administran justicia se apartaron considerablemente de los aludidos
marcos y o de las reglas de la sana crítica; además, debe señalar cuáles eran aquellos medios de
prueba que fueron omitidos o valorados parcialmente; solicitando por todo lo expresado, se deniegue
la tutela incoada.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, mediante Resolución
62/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 304 a 310., denegó la tutela solicitada; en base a los
siguientes fundamentos: a) De la revisión del Auto Supremo 1272/2018, se puede advertir que el

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mismo contiene una parte donde se explica los antecedentes del proceso civil de cumplimiento de
obligación; asimismo, expone el contenido del recurso de casación interpuesto por Emilia Rodo
Ocampo Vda. de Méndez -ahora accionante-, tanto en la forma como el fondo; y también el recurso
de casación de la Junta Vecinal Santiago de Orocondo; hace mención a la contestación a dicho
recurso; y, explica la doctrina aplicable al caso, haciendo referencia a la motivación y fundamentación
de las resoluciones judiciales, sobre el principio de transcendencia y convalidación, de incongruencia
omisiva, de la verificación judicial, de la invalidez del contrato y sobre la eficacia de los mismos en
relación a los sucesores o causahabiente; b) De la presunta falta de fundamentación, motivación y
congruencia del citado Auto Supremo, contrastándolo con el memorial de impugnación, se concluye
que se dio respuesta a todas las alegaciones y agravios referidos por la accionante en el recurso de
casación; c) La Resolución tiene relación fáctica y fundamentos que hacen alusión a normas jurídicas
que se aplicaron y realiza también una valoración de la carga probatoria; y, en la parte fundamental
de sus argumentos (por los cuales declara infundado el recurso), no se advierte que haya errores u
omisión alguna respecto a los cuestionamientos del recurso de casación; por lo que, no se advierte
vulneración al derecho al debido proceso en sus componentes fundamentación, motivación y
congruencia; d) Con relación al derecho a la defensa, la impetrante de tutela, hizo uso de los recursos
que le faculta la ley sin que se le hubiera privado de interponer el de apelación y de casación; y, e)
Acerca a la lesión a los derechos a la propiedad y a una justicia transparente, la indicada no demostró
de qué forma se le hubieran vulnerado los mismos; y, tampoco se advierte nexo de causalidad en el
petitorio, por cuanto, se solicitó anular todo el proceso ordinario, confundiendo a la justicia
constitucional con una cuarta instancia de resolución de causas judiciales, lo que impide pronunciarse
sobre el fondo, al no ser esta, una de orden casacional.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se estableció lo siguiente:
II.1. Dentro del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación a instancia de la Asociación
Movimiento Solidario 9 de junio Zona Sud, representada por Eloy Escobar Ayaviri, Máxima Mamani
Juaniquina de Ríos y David Fernández León contra Emilia Rodo Ocampo Vda. de Méndez, María Rosa
del Carmen Rodo Ocampo de Pérez, Oscar Edgardo, Guillermo Lionel, Gerardo Álvaro, todos Rodo
Ocampo; Daniel Ayaviri Ayaviri, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital del departamento
de Oruro -ahora codemandado-, emitió la Sentencia 112/2016 de 17 de noviembre; por la que,
declaró probada la demanda de “fs. 188 a 194” e improbadas tanto las reconvencionales de “fs. 288
a 292”; como las excepciones de falta de acción y derecho de fs. “288 a 292”, “fs. 383 a 384”; “fs
396 a 398” y “fs. 401 a 404”; disponiendo la venta de 450 lotes de terreno, ubicados en Santiago de
Oroncondo, registrado bajo la matrícula 4.01.03.0001949 y 150 lotes ubicados en la hijuela 4A, con
matrícula 4.01.3.03.0001945 (fs. 11 a 30).
II.2. Ante esa decisión, mediante memorial presentado el 1 de diciembre de 2016, por Emilia Rodo
Ocampo Vda. de Méndez, por sí y por Oscar Edgardo Rodo Ocampo, interpuso recurso de apelación,
solicitando se revoque la Sentencia apelada y deliberando en el fondo se declare improbada la
demanda principal y probada la reconvencional, así como, las excepciones opuestas (fs. 32 a 41 vta.);
de igual forma, en la misma fecha, lo hicieron Gerardo Álvaro Rodo Ocampo y María Rosa del Carmen
Rodo Ocampo de Pérez, invocando se pronuncie sobre la inhabilidad de la aceptación de la oferta de
pago, adhiriéndose de manera íntegra al citado recurso presentado por su hermana (fs. 31 y vta.).
II.3. A través de Auto de Vista 38/2018 de 16 de marzo, Farida Brígida Velasco Alcóser y Juan
Carlomagno Arroyo Martínez, Vocales de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental
de Justicia de Oruro -codemandados-, confirmaron la Sentencia impugnada, declarando inadmisibles
los recursos de apelación interpuestos (fs. 42 a 56).
II.4. El 26 de abril de 2018, Oscar Edgardo Rodo Ocampo, David Pérez Rojas por María Rosa del
Carmen y Gerardo Álvaro, ambos Rodo Ocampo, formularon recurso de casación, impugnando el
mencionado Auto de Vista, solicitando se case el mismo, y se declare improbada la demanda en todas
sus partes y probadas las reconvencionales; así como, las excepciones opuestas (fs. 58 a 64).

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II.5. En respuesta al citado recurso planteado, Marco Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berrios
Albizu, Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, pronunciaron el Auto Supremo 1272/2018 de
18 de diciembre, declarándolo infundado (fs. 68 a 77 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia la lesión de sus derechos a la propiedad privada individual y colectiva, al
debido proceso en sus elementos motivación, fundamentación, a la defensa y a una justicia
transparente; por cuanto, las autoridades demandadas, a lo largo de toda la tramitación del proceso
civil ordinario de cumplimiento de obligación, no han emitido resoluciones coherentes, congruentes
y debidamente fundamentadas y motivadas, ignorando toda la prueba aportada, omitiendo dar una
respuesta clara y cabal a sus reclamos formulados.
En consecuencia, corresponde en revisión, analizar si los argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela.
III.1. Sobre la motivación y fundamentación de las resoluciones y el principio de
congruencia como elementos de la garantía del debido proceso
La línea jurisprudencial realizada en la SCP 0014/2018-S2 de 28 de febrero, con relación a la
motivación y fundamentación de las resoluciones y el principio de congruencia como elementos de la
garantía del debido proceso manifestó: “El derecho a una resolución fundamentada y motivada, como
uno de los elementos del debido proceso, reconocido como derecho fundamental, garantía
jurisdiccional y derecho humano en las normas contenidas en los arts. 115.II y 117.I de la CPE; 8 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), fue desarrollado en la amplia jurisprudencia constitucional,
siendo uno de los antecedentes, el entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre
la cual establece como exigencia del debido proceso, que toda resolución debe exponer los hechos y
el fundamento legal de la decisión, de manera que en caso de omisión, se estaría vulnerando dicho
derecho. Posteriormente, en la SC 0946/2004-R de 15 de junio, se aclara que esta garantía es
aplicable también en procesos administrativos y disciplinarios.
En la SC 0871/2010-R de 10 de agosto, se determinan los requisitos que deben contener toda
resolución jurisdiccional o administrativa con la finalidad de garantizar el derecho a la fundamentación
y motivación como elemento configurativo del debido proceso, así en su Fundamento Jurídico III.3,
señala:
‘…a) Debe determinar con claridad los hechos atribuidos a las partes procesales, b) Debe contener
una exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes, c) Debe describir de manera expresa los
supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al caso concreto, d) Debe describir de
forma individualizada todos los medios de prueba aportados por las partes procesales, e) Debe valorar
de manera concreta y explícita todos y cada uno de los medios probatorios producidos, asignándoles
un valor probatorio específico a cada uno de ellos de forma motivada, f) Debe determinar el nexo de
causalidad entre las denuncias o pretensiones de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto
en la norma aplicable, la valoración de las pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica
emergente de la determinación del nexo de causalidad antes señalado.
En cuanto a los requisitos que debe contener una resolución administrativa en segunda instancia, la
SCP 0275/2012 de 4 de junio, precisa que dicho fallo debe exponer los hechos y citar las normas que
sustentan la decisión, además de pronunciarse sobre todos y cada uno de los aspectos impugnados
en el recurso.
Por su parte, la SC 0802/2007-R de 2 de octubre se refiere a los supuestos de motivación arbitraria;
empero, es la SCP 2221/2012 de 8 de noviembre la que desarrolla el contenido esencial del derecho
a una resolución fundada, señalando que el mismo está dado por sus finalidades implícitas, como
son: a) El sometimiento a la Constitución Política del Estado y al bloque de constitucionalidad; b)
Lograr el convencimiento de las partes que la resolución no es arbitraria; es decir, que observa el
valor justicia, los principios de interdicción de la arbitrariedad, de razonabilidad y de congruencia; c)
Garantizar la posibilidad del control de la resolución a través de los medios de impugnación; d)

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Permitir el control social de la resolución en mérito al principio de publicidad y, e) La observancia del


principio dispositivo que implica la otorgación de respuestas a las pretensiones de las partes -quinta
finalidad complementada por la SCP 0100/2013 de 17 de enero-.
…tanto la SCP 2221/2012 como la SCP 0100/2013, señalan que la arbitrariedad puede estar
expresada en una decisión sin motivación, con motivación arbitraria, insuficiente y por la falta de
coherencia del fallo. Ejemplificando refiere, que la decisión sin motivación se presenta cuando la
resolución no da razones que la sustenten; en tanto que la motivación arbitraria es la que sustenta
la decisión con fundamentos y consideraciones meramente retóricas o cuando deviene de la
valoración arbitraria, irrazonable de la prueba, o en su caso, de la omisión en la valoración de la
prueba aportada en el proceso; la motivación insuficiente, cuando no se da razones de la omisión de
pronunciamiento sobre los planteamientos de las partes; finalmente, la falta de coherencia del fallo
se da, en su dimensión interna, cuando no existe relación entre las premisas -normativa y fáctica- y
la conclusión -por tanto-; en su dimensión externa, implica que la resolución debe guardar
correspondencia con lo pedido o impugnado por las partes. Ambos entendimientos, sobre la
coherencia interna y externa, tienen su antecedente en la SC 0863/2003-R de 25 de junio, así como
en la SC 0358/2010 de 22 de junio, estableciendo que en el ámbito procesal, el principio de
congruencia se entiende no solo como la correspondencia que debe existir entre lo peticionado y lo
resuelto, sino que además implica la concordancia del fallo, es decir su coherencia interna,
entendimiento que fue reiterado en la SCP 1915/2012 de 12 de octubre, entre otras. Por su parte,
respecto a la congruencia de las resoluciones de segunda instancia, la SC 0682/2004-R de 6 de mayo,
señala que el pronunciamiento debe guardar correspondencia con los agravios de la apelación y la
contestación de alzada.
En resumen, de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada, una resolución será arbitraria
cuando carezca de motivación o ésta sea arbitraria o insuficiente; asimismo, cuando la
resolución no tenga coherencia o congruencia interna o externa.
Ahora bien, la jurisprudencia precedentemente citada debe ser complementada a partir de la
relevancia constitucional que tenga la alegada arbitraria o insuficiente fundamentación y
motivación de las resoluciones, es decir, que deberá analizarse la incidencia de dicho acto
supuestamente ilegal en la resolución que se está cuestionando a través de la acción de amparo
constitucional; pues, si no tiene efecto modificatorio en el fondo de la decisión, la tutela concedida
por este Tribunal únicamente tendría como efecto el que se pronuncie una nueva resolución con el
mismo resultado; consiguientemente, a partir de una interpretación previsora, si bien la arbitraria o
insuficiente fundamentación, aún carezca de relevancia, deberá ser analizada por el Tribunal
Constitucional Plurinacional; empero, corresponderá denegar la tutela por carecer de relevancia
constitucional, con la aclaración que este entendimiento es únicamente aplicable a la justicia
constitucional que no exigirá para efectuar el análisis, que la o el accionante cumpla con carga
argumentativa alguna"' (las negrillas corresponden al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos a la propiedad privada individual y colectiva,
al debido proceso en sus elementos de fundamentación, motivación; a la defensa y a una justicia
transparente; debido a que, las autoridades demandadas, a lo largo de toda la tramitación del proceso
civil ordinario de cumplimiento de obligación llevado en su contra no emitieron resoluciones
coherentes, congruentes y debidamente fundamentadas y motivadas, ignorando toda la prueba
aportada y omitiendo dar una respuesta clara y cabal a sus reclamos formulados.
De los datos que cursan en expediente y de las Conclusiones de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, se evidencia que, mediante Sentencia 112/2016 de 17 de noviembre, Daniel Ladislao
Ayaviri Ayaviri, Juez Público Civil y Comercial Séptimo de la Capital del departamento de Oruro, dentro
de la demanda civil de cumplimiento de obligación, incoada por la Asociación Movimiento Solidario 9
de junio, Zona Sud en contra de Emilia Rodo Ocampo Vda. de Méndez y sus hermanos; declaró
probada la misma e improbadas las demandas reconvencionales interpuestas por la nombrada, María
Rosa del Carmen Rodo Ocampo de Pérez; Gerardo Álvaro y Oscar Edgardo, ambos Rodo Ocampo;

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asimismo, improbadas las excepciones de falta de acción y derecho interpuestas por estos;
disponiendo la venta de 450 lotes de terrero ubicados en Santiago de Orocondo y 150 en la hijuela
4A; decisión que motivó la interposición de recurso de apelación, solicitando se revoque la Sentencia
apelada y deliberando en el fondo se declare improbada la demanda principal y probada la
reconvencional; así como, las excepciones opuestas; resolviendo la citada apelación, Farida Velasco
Alcóser y Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocales de la Sala Civil Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, quienes pronunciaron el Auto de Vista 38/2018 de 16 de marzo,
confirmando la Sentencia apelada y declarando inadmisible el citado recurso; es así que, formalizaron
recurso de casación, pidiendo que se case el Auto de Vista impugnado y se declare improbada la
demanda principal en todas sus partes y probadas las demandas reconvencionales así como, las
excepciones opuestas; motivo por el cual, Marco Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berrios Albizu,
Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, suscribieron el Auto Supremo 1272/2018
de 18 de diciembre, declarando infundado el recurso presentado.
Con carácter previo a realizar el análisis de fondo de la problemática traída en revisión, corresponde
expresar que acorde a la configuración procesal de esta acción tutelar y su carácter subsidiario, el
análisis de los fallos emitidos en la jurisdicción ordinaria, se realizará a partir de la última resolución
pronunciada; siendo en el caso presente, el citado Auto Supremo, emitido por los Magistrados de la
Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, cuyo contenido no admite recurso ulterior; entendimiento
refrendado por la jurisprudencia desarrollada en la SCP 0849/2014 de 8 de mayo, que expresa: “Al
respecto cabe establecer que el mecanismo procesal llamado a regularizar las supuestas
irregularidades cometidas en el Auto de Vista es el recurso de casación, por ello, y recordante que la
acción de amparo constitucional no es un mecanismo sustitutivo de la jurisdicción ordinaria, sólo se
analizará el Auto Supremo impugnado, que es el idóneo para subsanar los supuestos errores de los
tribunales de instancia”, entendimiento que es completamente aplicable al caso en cuestión.
A efectos de analizar la problemática planteada corresponde realizar la revisión del contenido del
recurso de casación interpuesto por la ahora accionante y sus hermanos denunciando, en la forma:
i) La infracción del art. 264.I del Código Procesal Civil (CPC), por incumplimiento de lo dispuesto por
el art. 261.III núm. 4) del mismo cuerpo legal; ya que, solicitaron diligenciamiento de prueba en
segunda instancia a tiempo de formalizar el recurso de apelación; sin embargo, el Tribunal de
apelación ignoró dicha solicitud actuando en forma contraria a lo establecido por el citado artículo;
ii) La vulneración del art. 265.III del mismo Código; debido a que, en el Auto de Vista impugnado,
se omitió hacer referencia clara y concretamente, sobre cuál es el documento que sirvió de base para
dictar la Sentencia; pues, no existe prueba alguna que su familia haya comprometido la venta de 600
lotes de terreno; iii) La Sentencia 112/2016 y el Auto de Vista 38/2018, infringieron el art. 213 inc.
3) del CPC; por cuanto, no expusieron los motivos que han llevado a tomar las decisiones
impugnadas, tampoco establecen los hechos plenamente demostrados por la parte contraria; y,
menos señalan cuáles las razones por las que no fueron declaradas probadas las demandas
reconvencionales, habiéndose demostrado la ocupación arbitraria de sus predios y de los daños y
perjuicios ocasionados por las anotaciones preventivas dispuestas; y, iv) La transgresión del art. 267
del citado cuerpo legal, que dispuso que las partes sean notificadas con el Auto de Vista por turno;
empero, en el presente caso no fue así; pues, todos los demandados fueron notificados
simultáneamente, sin respetar el orden correspondiente.
En el fondo: a) No realizaron la valoración adecuada del acta de conciliación 131/2011 de 13 de
enero, tomando en cuenta que los recurrentes no fueron parte del mismo, siendo en realidad, Aroldo
Ocampo Young por sí y por sus hermanos, quien se habría comprometido a la venta de los 2500 lotes
de terreno, de los cuales transfirió sólo 1900; quedando pendientes los 600 pretendidos; quedando
claro que, la familia Rodo Ocampo en ningún momento suscribió compromiso de venta alguno de
estos últimos predios y más aún, observando que la citada conciliación dejó sin efecto cualquier
convenio verbal o escrito existente con relación a los puntos de acuerdo; y, b) El incumplimiento de
los arts. 810.II y 827 inc. 4) del CC, al señalar que el Testimonio de Poder 110 de 2 de julio de 2005,
otorgado por María Consuelo Ocampo Young a favor de Javier Marcos Llave Muñoz era insuficiente
para comprometer la venta del patrimonio de la mandante; por lo que, este no tenía facultades

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expresas para la suscripción del acta de entendimiento de 1 de julio de 2006; considerando que, el
citado poder ya se encontraba extinguido al producirse el fallecimiento de la mandante, el 13 de junio
de 2006; es decir, antes de la suscripción de dicho acuerdo, extremo que no fue observado en el
Auto de Vista mencionado.
Conocidos los agravios expuestos por la ahora accionante en el memorial del recurso de casación,
concierne revisar el Auto Supremo 1272/2018, denunciado ahora como el acto ilegal que lesiona sus
derechos, cuyo contenido es, en la forma: 1) Si bien es cierto que la parte recurrente, en su memorial
de apelación solicitó el diligenciamiento de diferentes elementos probatorios, una vez radicada la
causa en el Tribunal de alzada y señalada la audiencia para el desarrollo de los actos procesales
descritos en el art. 264.I del CPC, no se tiene que los mismos hayan concurrido a dicha audiencia;
por lo que, no corresponde denunciar la vulneración del citado precepto legal; puesto que, su
presencia era ineludible para que ese actuado sea efectivo; al no haber asistido al aludido acto,
importa una conducta apática por parte de los recurrentes equivalente a la convalidación de cualquier
omisión del Tribunal mencionado; 2) El documento base que sirvió para la emisión del fallo, fue el
acta de entendimiento de 1 de julio de 2006, alrededor del cual, giró toda la argumentación del
Tribunal de apelación; del contenido del mismo, fueron extraídas las obligaciones atribuidas a la parte
recurrente, sin que fuera necesaria la consideración de las acciones reconvencionales sobre
reivindicación pago de daños y perjuicios; pues las mismas, no fueron objeto de apelación, emitiendo
dicha instancia, pronunciamiento respecto a los asuntos cuestionados en el recurso; quedando sin
sustento las infracciones acusadas en casación; y, 3) Con relación a la transgresión del art. 267 del
CPC, el vicio procesal señalado por los recurrentes, no coincide con el principio de transcendencia,
puesto que no tomaron en cuenta que dicho extremo, al margen de no encontrarse sancionado con
nulidad por la ley, no ocasiona vulneración al debido proceso; es decir, no tiene incidencia alguna en
la decisión de fondo y tampoco genera indefensión a las partes; es así que, la observación no resulta
trascendente.
En el fondo: i) Del análisis del acta de conciliación 130/2011, y de su enmienda y complementación,
parte de lo referido por los recurrentes es evidente; puesto que, en dicho Acuerdo, ninguno de los
codemandados (hermanos Ocampo Young) participa como suscribiente, los convenios pactados en
el mismo no les son imputables; siendo los únicos intervinientes la Asociación Movimiento 9 de junio
Zona Sud y Lucho Zárate Huarachi en calidad de apoderado de Arnoldo Ocampo Young, de la
heredera de Alfonso Ocampo Young y de los herederos de Leonel Ocampo Young, quienes se
comprometieron a la transferencia de 2500 lotes de terreno en favor de los demandantes; ii) Si bien
la mencionada acta de conciliación fue realizada en función al entendimiento de 1 de julio de 2006,
se tiene que, el arreglo solo fue en relación a los derechos disponibles de los referidos sujetos y no
respecto a los de los recurrentes; motivo por el cual, el acuerdo conciliatorio no exime a los
demandados de las obligaciones asumidas en el documento de 1 de julio de 2006, toda vez que, el
mismo solo importa el cumplimiento de dichas obligaciones por Arnoldo Ocampo Young y sus
hermanos; empero no así, el acatamiento de las mismas por María Consuelo Ocampo Young
(causante de los recurrentes); quien, a través de su apoderado también asumió el compromiso de
transferir lotes de terreno en favor de los demandantes, razón por la cual, estos impetraron la acción
correspondiente; iii) Al haber sido suscrito el acta de entendimiento de 1 de julio de 2006 por María
Consuelo Ocampo Young, tiene los efectos que la ley establece con relación a sus sucesores, pues
por efecto de la sucesión hereditaria, esta implica la transmisión de todos los derechos y obligaciones
que no se extinguen con la muerte del causante de acuerdo al art. 1003 del CPC; por lo que, que el
Tribunal de alzada haya o no valorado el acta de conciliación 130/2011, resulta irrelevante, en razón
a que este no les perjudica ni beneficia y tampoco desvirtúa las pretensiones de la parte actora; y,
iv) En cuanto a la insuficiencia del Testimonio de Poder 110/2005, denunciada reiterativamente,
todos los argumentos al respecto, pretenden que “este Tribunal” califique de nulo el mismo; sin
embargo, para dicho objetivo existen institutos jurídicos habilitados, siendo el idóneo, un
contradictorio donde se establezca de manera certera la invalidez acusada conforme al art. 546 del
CC; razón por la cual, resulta inviable pretender un pronunciamiento al respecto en base a una
presunción de nulidad de un documento que no mereció proceso previo.

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Como se puede advertir, en el Auto Supremo en cuestión, los Magistrados ahora demandados,
efectuaron consideraciones sobre todos los agravios denunciados y cuestionamientos realizados por
el impetrante de tutela, en el memorial del recurso de casación; en efecto, no se observa la carencia
de fundamentación ni motivación y tampoco es incongruente; este, se encuentra elaborado en el
marco de los antecedentes del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación y la sustanciación
del mismo, siguiendo una secuencia lógica de todos los actuados procesales realizados por ambas
partes en las diferentes etapas; es así que, tomando en cuenta que dichos elementos del debido
proceso deben ser cumplidos por toda autoridad que imparte justicia a momento de emitir un fallo;
se pronunciaron sobre todos los presuntos agravios denunciados, manifestando que, mal podían
denunciar la infracción del art. 261.III.4 del CPC, sobre el diligenciamiento de pruebas si ni siquiera
asistieron a la audiencia llevada a cabo al efecto, demostrando este extremo su actuar apático y
negligente; asimismo; describieron individualmente cada una de las pruebas aportadas consistentes
principalmente, en las actas de entendimiento de 1 de julio de 2006, así como de Conciliación
131/2011, haciendo una evaluación de cada uno de estos documentos, habiendo basado su fallo en
el prenombrado acta de entendimiento; dado que, la madre de estos suscribió el mismo y pese a su
fallecimiento, de acuerdo al art. 1003 del CC, como efecto de la sucesión hereditaria, los derechos y
obligaciones no se extinguen; igualmente, no omitieron referirse a la supuesta insuficiencia del
Testimonio de Poder 110/2005, que si bien no lograron los recurrentes un pronunciamiento de nulidad
sobre el mismo por parte del Tribunal de casación, fueron respondidos adecuadamente cuando
refirieron que “…la nulidad o anulabilidad debe ser declarada expresamente a través de un
contradictorio donde se establezca de manera certera la invalidez acusada…conforme determina…el
art. 546 del CC…” (sic); en efecto, el referido poder en ningún momento fue objeto de controversia
en la sustanciación del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación a través de las demandas
reconvencionales de los recurrentes; es decir, no fueron formuladas las acciones pertinentes al caso;
por lo que, mal podían pretender que el Tribunal de casación se pronuncie sobre una presunta
problemática que jamás fue impugnada; y que por supuesto, no logró una opinión al respecto; y, si
bien se hizo mención a la existencia de la SC 2749/2010-R, presuntamente relacionada con el Poder
en cuestión; la misma, no repercute en la decisión que guarda el Auto Supremo ahora impugnado;
ya que, la impetrante de tutela, no fue parte de la acción de amparo constitucional que dio origen a
la citada Sentencia; y que, dicho sea de paso, versa sobre un avasallamiento, cuya concesión de
tutela fue con carácter provisorio, en tanto y en cuanto se dilucide el derecho propietario.
De todo lo precedentemente desarrollado, se evidencia que el Auto Supremo 1272/2018, se
encuentra debidamente fundamentado y motivado, cumpliendo con la estructura de forma y de fondo
clara al satisfacer todos los puntos demandados, expresando convencimientos determinativos que
justificaron razonablemente su decisión; con exposición de hechos, citando normas legales que
sustentan la parte argumentativa y dispositiva con estricta correspondencia entre lo peticionado, lo
considerado y lo resuelto o dispuesto, llegando a ser una Resolución congruente; dado que, existe
respuesta, explicación, consideración y pronunciamiento sobre todos los puntos demandados; razón
por la cual, de acuerdo a la línea jurisprudencial glosada en el Fundamento Jurídico III.1 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, este Tribunal no advierte de qué manera se lesionó
su derecho al debido proceso en sus elementos motivación fundamentación y congruencia a través
de la emisión del indicado Auto Supremo denunciado ahora como acto ilegal que vulnera el citado
derecho; ya que, como se expuso, este cuenta, con la precitada respuesta, explicación, consideración
y pronunciamiento con referencia a todos los presuntos agravios denunciados en el recurso de
casación.
En cuanto a los derechos a la defensa y a una justicia transparente, de obrados se evidencia que
durante la tramitación del proceso civil ordinario de cumplimiento de obligación, la impetrante de
tutela, asumió conocimiento de todos los actos realizados, habiendo participado activamente de la
sustanciación del mismo, presentando pruebas; además, de haber hecho uso de todos los
mecanismos legales previstos en el ordenamiento jurídico para el resguardo de sus intereses; en
efecto, fue notificada con la demanda, planteó demanda reconvencional e incidentes, obtuvo
Sentencia 112/2016; misma que, fue apelada, siendo la respuesta el Auto de Vista 38/2018; y
finalmente recurrió en casación, culminando el proceso con la emisión del Auto Supremo 1272/2018;

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no siendo, en consecuencia evidente que se le hubiera limitado activar los mecanismos


intraprocesales que consideró pertinentes a objeto de resguardar los derechos que hoy reclama como
lesionados y menos los mencionados derechos a la defensa y a la justicia transparente, por todo lo
precedentemente descrito.
Asimismo, tampoco se encuentra afectado su derecho a la propiedad privada individual y colectiva,
traducida en los lotes de terreno en cuestión; ya que, la venta de parte de ellos, fue resultado de la
decisión de última instancia en la vía judicial; es decir, emergente del proceso civil ordinario -
concluido- por incumplimiento de obligación, instaurado por la Asociación Movimiento 9 de junio,
Zona Sud.
Por los fundamentos expuestos, la Sala Constitucional, al denegar la tutela solicitada, obró en forma
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 62/2019 de 13 de mayo, cursante de fs. 304 a 310,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; y,
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0783/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29547-2019-60-AAC
Departamento: Tarija
En revisión la Resolución 42/2019 de 17 de junio, cursante de fs. 52 a 55 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Concepción Ortega Flores, Agustín
Quispe Cahuaya, Rosalía Vergara Ramírez y Francisco Martínez Rengifo contra Irma
Gutiérrez Mamani, Ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas,
Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa” y Julia Damiana Ramos Sánchez.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 13 de junio de 2019, cursante de fs. 32 a 35, los accionantes señalaron
que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Con la finalidad de acceder a una vivienda digna, se constituyeron en una agrupación de familias
denominada “Organización Bartolina Sisa”, estuvieron aportando grandes sumas de dinero por más
de ocho años para poder conseguir un lote de terreno ante el compromiso de Julia Damiana Ramos
Sánchez, Ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas, Indígenas, Originarias
de Tarija “Bartolina Sisa”, de adquirirlo en menor precio; dichos depósitos lo realizaron a una cuenta
del Banco Prodem, a tal efecto se suscribió el 8 de febrero de 2010, un documento preliminar donde
se estipuló que el objeto de la compra era para los miembros de dicha organización, en la que
intervino la prenombrada y otros.
El 12 de diciembre de 2014, esta última realizó una aclarativa de compra y venta “894/2014” donde
puso el bien solo a su nombre, lo que “…determino a posteriori [un] gravamen emergente del proceso
penal que siguió el Ministerio Público en su contra por delitos de corrupción…” (sic); ante ello, tuvieron
que viajar a la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, para poder levantarlo y se transfiera el bien a
sus familias. En esa causa penal se demostró que el mismo fue comprado con sus dineros. Se gestionó
dichas diligencias en la mencionada ciudad, así como en la de Sucre, con la esperanza de que una
vez levantado el gravamen se les devuelva el bien inmueble adquirido; sin embargo, “hasta la fecha”
ni siquiera se aspira a firmar un compromiso de transferencia “…bajo el argumento de que una
hectárea de estos terrenos les pertenece a la Federación de Mujeres Campesinas, Indígenas,
Originarias de Tarija, (FMCIOT) conforme verifica la respuesta efectuada a la primer nota de fecha
06 de marzo de 2019” (sic).
A la referida nota contestó el 13 de igual mes y año, indicando que no iba a efectuar ninguna
transferencia, por ser responsable de precautelar los derechos que les asiste a las cuatrocientas
veintitrés familias, sin tomar en cuenta que son esas familias las que le solicitaron que firme aunque
sea un compromiso de transferencia hasta que se termine la aprobación de planos.
El 26 de marzo de 2019, le pidieron que les exponga los depósitos efectuados por la Federación y los
acuerdos preliminares que se habrían suscrito respecto a la franja que se reclama para dicha
organización “…y en su caso de no existir estas constancias lo indique por escrito, también se
peticionó que fije fecha y hora para que revise y proceda a la firma de los 423 compromisos de
transferencia de Derecho propietario, que hasta la fecha jamás a respondido” (sic).
Ante esta falta de respuesta, efectuaron otra petición el 9 de mayo de 2019, a la Ejecutiva que preside
dicha institución, donde argumentaron todos estos antecedentes, adjuntando la contestación de Julia

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Damiana Ramos Sánchez, solicitando fotocopias legalizadas de los contratos suscritos y los aportes
efectuados por la Federación “…para verificar lo que alega Julia Damiana Ramos Sánchez respecto
de que una hectárea del inmueble es de La Federación, así mismo que pida un informe a la Federación
Nacional…” (sic); sin embargo, tampoco recibieron respuesta negativa o positiva, a pesar de haber
transcurrido más de veinticuatro días y apersonado en reiteradas oportunidades a reclamar la misma.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes denunciaron la lesión de su derecho de petición, citando al efecto el art. 24 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitaron se conceda la tutela ordenando que: a) Se les otorgue respuesta inmediata a sus
peticiones, se extienda fotocopias legalizadas de todos los aportes económicos efectuados por la
Federación, así como de los contratos y acuerdos si existieran o en su caso se les indique dicho
extremo; y, b) Julia Damiana Ramos Sánchez, diga si fijará fecha y hora para la revisión y firma de
los compromisos de transferencia de derecho propietario de los terrenos adquiridos con sus dineros.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 17 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 49 a 51
vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los accionantes por intermedio de su abogado, ratificaron el tenor íntegro de la acción de amparo
constitucional presentada y añadieron que: 1) Realizaron tres peticiones, la primera fue respondida
parcialmente, lo que dio lugar a que se presente otra solicitud ante Julia Damiana Ramos Sánchez,
que no fue cumplida; por lo que, luego acudieron ante la Máxima Autoridad de la Federación
Departamental de Mujeres Campesinas, Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa”; y, 2) “Hasta
la fecha” no existió respuesta, jamás fue puesta a su conocimiento a pesar de los diferentes
apersonamientos a la referida entidad.
I.2.2. Informe de los demandados
Irma Gutiérrez Mamani, Ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres Campesinas,
Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa”, en audiencia señaló que: i) El 8 de junio de 2018,
recién fue posesionada en el mencionado cargo; ii) El 2 de julio del mismo año, recibió un acta
notariada y el detalle de los activos fijos de la Federación, pero en ningún momento documentación
que acredite que su entidad es propietaria de algún inmueble o terreno; iii) Si existiría algún inmueble
o lote de terreno que pertenecería a dicha Federación, su persona recién tomaría conocimiento del
mismo; iv) No tuvo noción de la gestión que hizo Julia Damiana Ramos Sánchez; v) Hizo conocer su
predisposición de colaborar con los afectados para verificar que pasó con lo extrañado; y, vi) Debido
a sus constantes viajes, no pudo otorgar a cabalidad una respuesta formal y escrita a los accionantes.
Julia Damiana Ramos Sánchez, por escrito presentado el 17 de junio de 2019, cursante de fs. 47 a
48, mencionó que: a) Se encuentra con medidas sustitutivas a la detención preventiva dentro del
proceso penal seguido en su contra por parte del Contralor General del Estado Plurinacional de
Bolivia; b) De la copia legalizada del acta de reunión ordinaria de la urbanización Bartolina Sisa en el
terreno de ese sitio, se evidenció que todos los beneficiarios, le dieron poder para facilitar la
documentación y avanzar el trámite respectivo para la aprobación de planos ante el Ordenamiento
Territorial; por cuyo motivo el inmueble figura a su nombre y por voluntad propia; c) Su persona
también gestionó para que se levante la anotación preventiva que pesa sobre el inmueble; sin
embargo, hasta la fecha no se pudieron cancelar todas las anotaciones preventivas; d) En reiteradas
ocasiones pidió tener una reunión en su domicilio con la directiva y las bases, para buscar una solución
al conflicto y avanzar con los trámites de planimetría, empero no se apersonaron a su inmueble; e)
El hecho de no contar con documentación del derecho propietario, no puede ser limitativo para poder
acceder a un servicio básico; f) “…Adjunto recibos de pago que la hectárea corresponde a la
Organización Bartolina Sisa y ASPECM” (sic); y, g) La acción de amparo constitucional “…no es una

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acción subsidiaria…” (sic) por lo que la parte accionante puede recurrir a instancias jurisdiccionales
para determinar la suerte de los documentos en flujo que pesan en el inmueble. Razones por las que
solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Intervención del Ministerio Público
El representante de la mencionada entidad, no presentó escrito alguno ni se apersonó a la audiencia
de garantías, pese a su notificación cursante a fs. 38 vta.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija, mediante Resolución
42/2019 de 17 de junio, cursante de fs. 52 a 55 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo que
las demandadas, en el plazo de tres días hábiles otorguen respuesta completa, oportuna, clara y
fundamentada, a las peticiones formuladas por los accionantes, en base a los siguientes
fundamentos: 1) Al no ser respondida la Nota de “27 de marzo” se lesionó el derecho de petición;
2) La explicación que dio Julia Damiana Ramos Sánchez al Tribunal de garantías, debió dárselas a
los demandantes de tutela, ya que no le corresponde a la jurisdicción constitucional analizar esa
situación, así como tampoco la prueba presentada sobre los trámites que hubiera efectuado, sino
solo verificar la falta de respuesta a la Nota mencionada; 3) Irma Gutiérrez Mamani, admitió que por
su recargada agenda de viajes y otros compromisos no dio respuesta a la Nota de 16 de mayo de
2019; 4) De acuerdo a las actas de Reelección y Posesión, se tiene que esta última ejerce funciones
desde el 8 de junio de 2018; 5) Transcurrió un mes sin que se haya otorgado respuesta por parte
de la nueva Ejecutiva de la Federación indicada; y, 6) De nada sirve que señale que colaborará con
los accionantes, en todo caso debió contestar en forma oportuna, clara, fundamentada y por escrito
a los prenombrados y no dejarles en incertidumbre.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Acta de Elección y Posesión de 8 de junio de 2018, en la cual se evidencia que Irma
Gutiérrez Mamani fue elegida como “…Ejecutiva Departamental de Tarija BS…” (sic [fs. 45 y 46]).
II.2. Mediante nota de 6 de marzo de 2019, con intervención notariada, Concepción Ortega Flores,
Agustín Quispe Cahuaya, Rosalía Vergara Ramírez y Francisco Martínez Rengifo -ahora accionantes-
“…en representación de las cuatrocientas veintitrés familias que conforman…” (sic) el grupo Bartolina
Sisa, solicitaron a Julia Damiana Ramos Sánchez, exponga los depósitos efectuados y el precontrato
donde puedan verificar dicha situación; nota que le fue entregada a la mencionada el 12 de igual
mes y año (fs. 1 a 2).
II.3. Julia Damiana Ramos Sánchez, mediante carta de 13 del referido mes y año, dirigida al
Presidente y Miembros del “Grupo” Bartolina Sisa, otorgó respuesta formal a la nota de 6 de igual
mes y año (sic [fs. 3 a 4 vta.]).
II.4. Por oficio de 27 de marzo de 2019, los accionantes reiteraron su anterior petición y solicitaron
fecha y hora para que se proceda a revisar y firmar los cuatrocientos veintitrés documentos de
compromiso de transferencia de derecho propietario (fs. 5 a 7).
II.5. Mediante nota de 9 de mayo del referido año, con intervención notariada, los actuales
peticionantes de tutela, solicitaron a la Presidente de la Federación Departamental de Mujeres
Campesinas, Indígenas, Originarias de Tarija, se les extienda fotocopias legalizadas de los contratos
suscritos y los aportes efectuados por dicha organización, así como se pida informe a la Federación
Nacional, para verificar lo afirmado por Julia Damiana Ramos Sánchez (fs. 8 a 9).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
Los accionantes denunciaron la vulneración de su derecho a la petición; toda vez que, habiendo
aportado sumas de dinero por más de ocho años, para acceder a un lote de terreno ante el
compromiso de Julia Damiana Ramos Sánchez, Ejecutiva de la Federación Departamental de Mujeres
Campesinas, Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa” y suscrito el 8 de febrero de 2010, un

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documento preliminar donde se estipuló que el objeto de la compra era para los miembros de dicha
organización; tuvieron conocimiento que el 12 de diciembre de 2014, la prenombrada realizó una
aclarativa de compra y venta “894/2014” donde puso el bien a su nombre; es así que el 6 de marzo
de 2019, le presentaron una nota que fue respondida parcialmente el 13 de igual mes y año; el 26
de referido mes y año, le solicitaron que exponga los depósitos efectuados por la Federación y los
acuerdos preliminares firmados, así como también fije fecha y hora para que revise y proceda a la
firma de los cuatrocientos veintitrés compromisos de transferencia de derecho propietario, pero
tampoco fue respondida. El 9 de mayo de 2019, pidieron a la Ejecutiva que preside dicha institución,
fotocopias legalizadas de los contratos suscritos y los aportes realizados por la referida organización;
sin embargo, no recibieron contestación a pesar de haber transcurrido más de veinticuatro días y
apersonado en reiteradas oportunidades.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Del contenido esencial del derecho a la petición y de los presupuestos para su tutela
Al respecto, la SCP 1249/2013 de 1 de agosto, estableció que: « La Constitución Política del Estado,
en su art. 24 señala: “Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o colectiva, sea
oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este derecho no se
exigirá más requisito que la identificación del peticionario”.
Sobre el derecho de petición, la jurisprudencia constitucional ha definido su alcance y contenido
esencial. Así la SC 0119/2011-R de 21 de febrero, haciendo una sistematización de la línea
jurisprudencial, ha expresado lo siguiente: “La Constitución Política del Estado abrogada reconocía
en el art. 7 inc. h) a la petición como un derecho fundamental, al señalar que toda persona tiene
derecho a ‘A formular peticiones individual y colectivamente’.
Este derecho se encuentra mucho más desarrollado en el art. 24 de la actual Constitución Política del
Estado, cuando sostiene que: ‘Toda persona tiene derecho a la petición de manera individual o
colectiva, sea oral o escrita, y a la obtención de respuesta formal y pronta. Para el ejercicio de este
derecho no se exigirá más requisito que la identificación del peticionario’.
Conforme a la norma constitucional, el derecho a la petición puede ser ejercido de manera oral o
escrita, sin la exigencia de formalidades en la presentación de la petición, pues sólo se requiere la
identificación del peticionario. En cuanto a su contenido esencial, la Constitución hace
referencia a una respuesta formal y pronta, entendiéndose que ésta, entonces debe ser
escrita, dando una respuesta material a lo solicitado ya sea en sentido positivo o
negativo, dentro de plazos previstos en las normas aplicables o, a falta de éstas, en
términos breves, razonables”.
Así recordó el entendimiento contenido en las SSCC 0981/2001-R y 0776/2002-R, entre otras, que
establecieron que “el ejercicio del derecho supone que una vez planteada la petición,
cualquiera sea el motivo de la misma, la persona adquiere el derecho de obtener pronta
resolución, lo que significa que el Estado está obligado a resolver la petición. Sin
embargo, el sentido de la decisión dependerá de las circunstancias de cada caso en
particular y, en esa medida podrá ser positiva o negativa”.
También recordó que forma parte de su contenido esencial el derecho a una respuesta motivada,
conforme entendieron las SSCC 0776/2002-R y 1121/2003-R, al señalar que este derecho se estima
lesionado “…cuando la autoridad a quien se presenta una petición o solicitud, no la atiende; es decir,
no la tramita y la responde en un tiempo oportuno o en el plazo previsto por Ley, de forma que
cubra las pretensiones del solicitante, ya sea exponiendo las razones del por qué no se
la acepta, explicando lo solicitado o dando curso a la misma, en cualquiera de estos casos
donde se omita dar los motivos sustentados legalmente o de manera razonable, se tendrá
como se dijo vulnerado el derecho”.
Lo que significa que debe existir una respuesta material a la solicitud, según estableció la
SC 1159/2003-R de 19 de agosto, al indicar que “…el derecho de petición se encuentra

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satisfecho no únicamente por una respuesta emitida por la autoridad, sino una vez que
dicha autoridad haya resuelto o proporcionado una solución material y sustantiva al
problema planteado en la petición, sin que se limite a una consecuencia meramente
formal y procedimental”.
De otro lado, también debe recordarse que dentro del contenido esencial de este derecho se
encuentra la obligación por parte de las autoridades y servidores públicos de comunicar al
peticionante la respuesta a la petición. Así lo estableció la SC 0843/2002-R de 19 de julio, al
determinar: ‘‘…que la exigencia de la autoridad pública de resolver prontamente las peticiones de los
administrados, no queda satisfecha con una mera comunicación verbal, sino que es necesario que el
peticionante obtenga una respuesta formal y escrita, que debe ser necesariamente comunicada
o notificada, a efecto de que la parte interesada, si considera conveniente, realice los
reclamos y utilice los recursos previstos por Ley”, porque “…no puede quedar en la psiquis
de la autoridad requerida para resolver la petición, ni al interior de la entidad a su cargo,
sino que debe ser manifestada al peticionante, de modo que este conozca los motivos de
la negativa a su petición, los acepte o busque impugnarlos en otra instancia que le
franquee la Ley”, según razonaron las SSCC 1541/2002-R y 1121/2003-R.
Finalmente, la citada SC 0119/2011-R, al referirse a los requisitos para que se otorgue la tutela por
lesión al derecho de petición, recordó que: “…la SC 0310/2004-R de 10 de marzo, sistematizó los
criterios señalados por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, conforme al siguiente texto: ‘…a
fin de que se otorgue la tutela en caso de alegarse la violación del derecho a formular peticiones,
corresponde que el recurrente, demuestre los siguientes hechos: a) la formulación de una
solicitud expresa en forma escrita; b) que la misma hubiera sido formulada ante una
autoridad pertinente o competente; c) que exista una falta de respuesta en un tiempo
razonable y d) se haya exigido la respuesta y agotado las vías o instancias idóneas de
esa petición ante la autoridad recurrida y no existan otras vías para lograr la pretensión’’’.
A este respecto, puntualizo que: “La jurisprudencia citada precedentemente fue modulada a partir
del nuevo contenido del derecho de petición, conforme a la SC 1995/2010-R de 26 de octubre, que
establece que: '…a la luz de la Constitución vigente, y conforme a lo expresado, corresponde modular
la jurisprudencia citada precedentemente, pues actualmente, el primer requisito señalado por dicha
Sentencia, es decir, la formulación de una solicitud en forma escrita no es exigible, pues la
Constitución expresamente establece que la petición puede ser escrita u oral.
Con relación al segundo requisito que establece que la solicitud debe ser presentada ante autoridad
competente o pertinente, se debe precisar que ésta no es una exigencia del derecho de
petición, pues aún cuando la solicitud se presente ante una autoridad incompetente, ésta
tiene la obligación de responder formal y oportunamente sobre su incompetencia,
señalando, en su caso, a la autoridad ante quien debe dirigirse el peticionario; conclusión
a la que se arriba por el carácter informal del derecho a la petición contenido en la Constitución
Política del Estado, que exige como único requisito la identificación del peticionario, y en la necesidad
que el ciudadano, encuentre respuesta y orientación respecto a su solicitud (…)'.
Respecto al tercer requisito, el mismo es compatible con el texto de la Constitución vigente, pues
sólo si en un plazo razonable, o en el plazo previsto por las normas legales -si existiese- no se ha
dado respuesta a la solicitud se tendrá por lesionado el derecho a la petición.
Finalmente, el cuarto requisito, referido a que el peticionante debe haber reclamado una respuesta
y agotado las vías o instancias idóneas de esa petición ante la autoridad recurrida, corresponde
señalar que dicho requisito es exigible cuando dichos medios de impugnación estén
previstos expresamente en el ordenamiento jurídico con dicho objetivo, es decir,
resguardar el derecho de petición; a contrario sensu, no será exigible cuando no existan
esos medios (…).
Consecuentemente, para que la justicia constitucional ingrese al análisis de fondo de la
presunta lesión al derecho de petición, es exigible: 1. La existencia de una petición oral

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o escrita; 2. La falta de respuesta material y en tiempo razonable a la solicitud y 3. La


inexistencia de medios de impugnación expresos con el objetivo de hacer efectivo el
derecho de petición”» (las negrillas y subrayado corresponden al texto original).
Por su parte, la SCP 1807/2013 de 21 de octubre, luego de analizar la jurisprudencia citada, sostuvo
que: “En este entendido la jurisprudencia constitucional ha dejado establecido que forman parte del
contenido esencial del derecho a la petición: 1) El derecho a formular una petición escrita u oral y a
obtener una respuesta formal, pronta y oportuna; 2) El derecho a que la respuesta sea motivada y
que se resuelva materialmente el fondo de la petición, sea en sentido positivo o negativo; 3) El
derecho a que la respuesta sea comunicada al peticionante formalmente; y 4) La obligación por parte
de la autoridad, o persona particular de comunicar oportunamente sobre su incompetencia,
señalando cual la autoridad o particular ante quien el peticionante debe dirigirse. Además se ha
señalado que constituyen presupuestos para que la justicia constitucional ingrese al análisis de fondo
de la presunta lesión de este derecho cuando se evidencia: i) La existencia de una petición oral o
escrita; ii) La falta de respuesta material en tiempo razonable y; iii) La inexistencia de medios de
impugnación expresos que puedan hacer efectivo el reclamo de este derecho” (las negrillas
corresponden al texto original).
III.2. Análisis del caso concreto
Del análisis y compulsa de los antecedentes adjuntos a la presente acción de amparo constitucional,
se evidencia que los accionantes “…en calidad de presidente, y miembros del Grupo Bartolina Sisa,
en representación de las cuatrocientas veintitrés familias que conforman…” (sic), solicitaron mediante
nota de 6 de marzo de 2019, con intervención notariada, a Julia Damiana Ramos Sánchez, que les
indique por escrito los motivos de la tardanza en la transferencia del derecho propietario a su favor
del lote de terreno adquirido con sus dineros; exponga los depósitos realizados por su persona
respecto a una hectárea que hubiera comprado con su propio capital; el precontrato donde puedan
verificar dicha situación; y, que fije fecha y hora para que todos los miembros del grupo puedan
reunirse con ella, con la finalidad de que se revise y firmen los cuatrocientos veintitrés documentos
de compromiso de transferencia de derecho propietario de un lote de terreno para cada familia que
efectuó los aportes económicos; nota que habiendo sido recepcionada por la demandada el 12 de
igual mes y año, fue respondida a través de la carta de 13 del referido mes y año, indicando que: i)
Les agradece “…que por fin…” (sic) se dirijan a su persona de manera formal después de haberles
invitado a dialogar varias veces; ii) Acrediten su representación, tomando en cuenta que la
urbanización pertenece a la Federación Departamental de Mujeres Campesinas, Indígenas,
Originarias de Tarija “Bartolina Sisa”; iii) Jamás negó que los terrenos pertenecen a la mencionada
urbanización y los motivos de la inscripción a su nombre son de amplio conocimiento y constan en
antecedentes; iv) No es posible hacerles transferencia del derecho propietario; toda vez que su
persona es responsable de precautelar los derechos que asiste a las cuatrocientas veintitrés familias
aportantes, en todo caso una vez aprobada la planimetría se procederá a la entrega de los terrenos
a cada uno de los beneficiarios; y, v) Les invita a que trabajen de forma mancomunada para
encontrar soluciones a la brevedad posible.
Por nota de 27 de marzo de 2019 -recepcionada el 4 de abril del mismo año por Julia Damiana Ramos
Sánchez-, los accionantes señalaron que no recibieron una respuesta formal por parte de ella, por lo
que reiteraron su anterior petición y solicitaron que fije fecha y hora para que se proceda a revisar y
firmar los cuatrocientos veintitrés documentos de compromiso de transferencia de derecho
propietario; no obstante, no cursa en antecedentes respuesta alguna que hubiese sido emitida por
esta última, así como tampoco se tiene alusión de la existencia de misma en el informe escrito
presentado por la referida demandada, sino solo explicaciones de los motivos por los cuales el
mencionado lote de terreno estaría a su nombre; de las gestiones que realizó para levantar las
anotaciones preventivas que pesan sobre dicho inmueble; de las notas que hubiese dirigido a la
directiva y las bases para tener una reunión; de la falta de documentación de derecho propietario
que no podría ser limitativa para acceder a los servicios básicos; y, que “…Adjunto recibos de pago
que la hectárea corresponde a la Organización Bartolina Sisa y ASPECM” (sic); lo que nos demuestra,
que la aludida demandada, desde el 4 de abril hasta el 13 de junio de 2019 (fecha de presentación

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de la acción de amparo constitucional), no dio respuesta formal, escrita y oportuna a la mencionada


nota, omisión que dio lugar a la lesión del derecho de petición de los impetrantes de tutela de acuerdo
a lo precisado en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional, por lo que
corresponde conceder la tutela solicitada. Cabe agregar, que las explicaciones otorgadas por la misma
en su informe escrito, no desvirtúan su falta de contestación a la referida nota; toda vez que, la
obligación que tenía, era de brindar esa u otras explicaciones más a los accionantes a tiempo de dar
respuesta escrita, oportuna y material a los puntos citados en el escrito presentado por los
prenombrados.
Respecto a Irma Gutiérrez Mamani, Ejecutiva de la Federación de Mujeres Campesinas, Indígenas,
Originarias de Tarija “Bartolina Sisa”, se tiene que los accionantes, mediante nota de 9 de mayo del
referido año (presentada el 16 de igual mes y año), le solicitaron fotocopias legalizadas de los
contratos suscritos y los aportes realizados por la Federación, así como también pida informe a la
Federación Nacional, para verificar lo afirmado por Julia Damiana Ramos Sánchez; sin embargo, en
antecedentes no se observa respuesta formal, escrita y oportuna que hubiera merecido dicho petitorio
por parte de la demandada, sino más bien se evidencia del informe verbal efectuado por la misma
en la audiencia de garantías, que reconoció expresamente que por motivos de su agenda de viajes
no pudo responder de manera escrita a los peticionantes de tutela; lo que nos hace concluir, que
desde el 16 de mayo al 13 de junio de 2019 (fecha de presentación de esta acción tutelar), no dio
respuesta escrita y oportuna a la Nota mencionada, razón por la que corresponde conceder la tutela
solicitada, por lesión a su derecho de petición.
Es menester aclarar que la presente concesión de tutela, se la efectúa, en virtud a lo establecido en
la SC 1500/2010-R de 11 de octubre, que sostuvo: “La actual Constitución, al igual que la anterior
no ha establecido ni sujetado a reglas a seguirse cuando se trata de tutelar este derecho cuando el
infractor de este derecho sea un particular. No obstante, por el principio de favorabilidad y carácter
expansivo de los derechos fundamentales, y dado el núcleo esencial, que es el hacer conocer una
petición o pretensión de manera clara y concreta, inclusive en forma oral, claro está según el caso y
el procedimiento, y en los demás por escrito; lo cual implica también una respuesta en ese sentido,
oportuna, clara y precisa pero fundamentada, por tanto, el derecho de petición no es
únicamente exigible a funcionarios o autoridades públicas, sino también frente a un ente
privado o particular, o ante una autoridad u organización que aglutina a determinado
grupo social, cuando de su respuesta o postura asumida a la petición, dependa una
situación jurídica o el ejercicio de un derecho” (las negrillas corresponden al texto original);
toda vez que las demandadas en su calidad de ex y actual Ejecutiva Departamental de la Federación
de Mujeres Campesinas, Indígenas, Originarias de Tarija “Bartolina Sisa” -que es una agrupación o
entidad de carácter particular- pueden ser objeto de la presente acción tutelar.
En consecuencia, la Sala Constitucional al haber concedido la tutela solicitada, obró de manera
correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 42/2019 de 17 de junio, cursante de fs. 52 a 55 vta.
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Tarija; y en
consecuencia, CONCEDER la tutela impetrada, en los mismos términos de la señalada Sala, respecto
a las notas de 27 de marzo y 9 de mayo de 2019; y en base a los fundamentos jurídicos
precedentemente desarrollados.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora

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MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0784/2019-S2


Sucre, 4 de septiembre de 2019
SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano
Acción de amparo constitucional
Expediente: 28411-2019-57-AAC
Departamento: Oruro
En revisión la Resolución 33/2019 de 1 de abril, cursante de fs. 224 a 227 vta., pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Alcira Flores Chinche contra Marco
Ernesto Jaimes Molina y Juan Carlos Berrios Albizu, Magistrados de la Sala Civil del
Tribunal Supremo de Justicia; y, Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocal de la Sala Civil
y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 18 y 28 de febrero de 2019, cursantes de fs. 89 a 94 vta.; y, 97 a 99,
respectivamente, la accionante asevera lo siguiente:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso civil ordinario de cumplimiento de contrato incoado por Humberto Cárdenas
Cardona en su contra, reconvino demandando anulabilidad de contrato; sin embargo, el Juez Público
Civil y Comercial Tercero de la Capital del departamento de Oruro, mediante Sentencia “05/2018”
declaró improbadas ambas pretensiones y probada la excepción de incumplimiento que interpuso;
determinación que luego de ser impugnada por ambas partes, fue revocada mediante Auto de Vista
235/2018 de 6 de septiembre y consecuentemente declaró probada la demanda principal e improbada
la referida excepción.
Posteriormente, ante la supuesta existencia de agravios, el 28 de septiembre de 2018, presentó
recurso de casación en el fondo contra el aludido Auto de Vista, impugnación que fue interpuesta a
través del buzón judicial a horas 23:40, es decir, “a pocas horas del cierre de las ventanillas de
atención del juzgado” (sic) y no como refiere el Auto denegatorio de concesión de recurso, que
establece que la misma fue presentada “al día 11 a partir de la notificación con el Auto de Vista”
(sic); por lo que, el 22 de octubre del mismo año interpuso recurso de compulsa, mismo que fue
resuelto a través del Auto Supremo 1118/2018 de 6 de noviembre, que con igual criterio restrictivo
declaró ilegal la compulsa.
Al respecto, señala que al habérsele denegado la concesión del recurso de casación y luego al
declararse ilegal el recurso de compulsa, en ambos fallos primó la norma procesal por encima de lo
previsto en la Constitución Política del Estado; en ese sentido, refiere la aplicación del “entendimiento
cerrado” de la norma adjetiva civil respecto al vencimiento de un plazo procesal, siendo que en virtud
a los principios pro homine y pro actione debió haberse efectuado una interpretación más extensiva
a fin de dar efectividad “al derecho a la tutela judicial efectiva y al acceso a la justicia”, considerándose
además que presentó su recurso de casación “en el mismo día antes de su vencimiento de las 24
horas, esto en razón del entendimiento del propio Reglamento de la utilización del Buzón Judicial”
(sic) que a través de su art. 2 autoriza la presentación de memoriales, documentos y recursos, fuera
del horario judicial, norma que tiene como finalidad brindar una opción de emergencia en los casos
señalados.
Por lo antes expuesto, refiere que en el caso de autos debió haberse admitido su recurso de casación,
dejando de lado todo rigorismo o excesivo formalismo a efectos que pueda tener una respuesta a los
agravios expuestos en el referido recurso. Lo opuesto, implicaría desconocer la razón de la existencia
del buzón judicial.

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I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados


Alega la lesión de sus derechos al debido proceso y a la defensa; citando al efecto los arts. 115;
120.I; y, 180.II de la Constitución Política del Estado (CPE); 24 y 25 de la Convención Americana
sobre Declaración Humanos (CADH); y, 2 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicita se concede la tutela impetrada y que se declaren nulos y sin efecto: a) El Auto 83/2018 de
17 de octubre emitido por Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocal de la Sala Civil Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Oruro; b) El Auto Supremo 1118/2018 que declaró ilegal el
recurso de compulsa; y, c) Se condene en costas, costos y daños y perjuicios.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Efectuada la audiencia pública el 1 de abril de 2019, según consta en el acta cursante de fs. 217 a
223 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó los extremos de su acción; asimismo señaló que
respecto al informe presentado por el Vocal ahora demandado, simplemente se limitó a hacer
referencia al principio de legalidad; empero, no se manifiesta con relación a la subordinación del
mismo al “principio de constitucionalidad” (sic).
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Juan Carlos Berrios Albizu y Marco Ernesto Jaimes Molina, Magistrados de la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, mediante informe de 19 de marzo de 2019, cursante de fs. 147 a 150, señalaron
que: 1) La competencia del tribunal que conoce la compulsa, se circunscribe a verificar si la negativa
de la concesión del recurso es legítima o no, para ello se debe tomar en cuenta la regulación que la
ley procesal prevé en función a la naturaleza del proceso, las resoluciones pronunciadas y otros
aspectos de orden procesal que hacen al régimen de las impugnaciones; 2) El presente caso se basó
en el reclamo que realizó Alcira Flores Chinche respecto a la no admisión de su recurso; pese a
presentarlo, supuestamente, dentro del plazo establecido por Ley; 3) Al respecto, es pertinente
señalar que si bien la aludida presentó su recurso de casación el último día del plazo, es decir el 28
de septiembre de 2018 a horas 23:40:38 (según certificado de envío a través de buzón judicial); sin
embargo, el art. 90.III del Código Procesal Civil (CPC) establece que los plazos se vencen el último
momento hábil del horario de funcionamiento de los juzgados y tribunales del día respectivo,
asimismo el art. 91 del mismo Código, señala que “son horas hábiles las correspondientes al horario
de funcionamiento de las oficinas judiciales” (sic); en ese orden, el Tribunal Supremo de Justicia
emitió la Circular 050/2013 de 10 de diciembre que reiteró la literalidad de los referidos artículos, en
consecuencia la hora hábil de cierre resulta ser el horario de “cierre de atención al público que tiene
cada Tribunal Departamental de Justicia” (sic), así también se razonó en la SCP 0004/2018-S2 de 21
de febrero; 4) Con relación a la utilización del buzón judicial, este instrumento fue implementado con
el objetivo de centralizar la presentación de memoriales, documentos, “recursos fuera del horario
judicial en días inhábiles en caso de urgencia o cuando este por vencer en plazo (no cuando el plazo
la feneció)” (sic), así lo establece el art. 1 del Reglamento del buzón judicial, aprobado mediante
Acuerdo de Sala Plena 13/2018 de 7 de febrero, consecuentemente el mismo no se creó para
modificar la normativa respecto a los plazos procesales; 5) En el caso de autos, la acción de defensa
resultó confusa, pues por un lado hizo referencia vaga a factores de interpretación de la legalidad
ordinaria y en el memorial de subsanación se alude la vulneración de los principios de impugnación,
pro homine y pro actione; asimismo concluye señalando la lesión del derecho al debido proceso o del
derecho a la defensa, de lo que se colige que la accionante no dio cumplimiento a la observación
realizada; 6) En caso de que se considere ingresar a analizar la interpretación de la legalidad
ordinaria, se debe tener presente lo claramente establecido en los arts. 90.III y 91.III del CPC que
señalan que el horario de cierre es la finalización de las actividades del juzgado; 7) Por otro lado, el
referido buzón judicial, fue establecido para que los litigantes que no se encuentren en su jurisdicción

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1139


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o se ven impedidos de asistir al órgano judicial en horarios de atención, puedan presentar sus escritos
mediante dicho sistema en día hábil y dentro de esos horarios; y, 8) Finalmente, a través del Auto
Supremo 1118/2018 no se vulneró ningún derecho; por lo que, solicitan se deniegue la tutela.
Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocal de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, a través de informe de 28 de marzo de 2019, cursante de fs.
151 a 156 vta., señaló que: i) La subsanación de la presente acción de defensa realizó fuera del plazo
establecido en el art. 30 del Código Procesal Constitucional (CPCo), por lo que estaría alcanzada de
improcedencia; ii) Por otro lado, en esta acción de defensa no se expone con claridad los hechos en
los que sustenta ni cuál es la pretensión; consecuentemente, también estaría alcanzada de
improcedencia; iii) Con relación a la denegatoria del recurso de casación a través del cuestionado
Auto 83/2018, que a criterio de la hoy accionante fue interpuesto dentro de plazo, la Constitución
Política del Estado impone a los administradores de justicia la observancia de principios procesales,
entre los cuales se encuentra el de legalidad, que a su vez impone al juez la obligación de
circunscribirse a la norma legal; es decir que, no se puede apartar de esta; iv) En el caso de autos,
se trata de un proceso ordinario civil en el que se dirimen derechos disponibles; regido, entre otros,
por el principio de disposición; por lo tanto, la única responsable de sus actuaciones procesales y de
sus consecuencias dentro del proceso es Alcira Flores Chinche -hoy impetrante de tutela-; v) Se
acusó la vulneración de derechos por no haberse admitido el recurso de casación; sin embargo, de
la revisión de obrados se advierte que Alcira Flores Chinche fue notificada con el Auto de Vista, cuya
casación pretende, el 14 de septiembre de 2018; y, conforme a lo establecido en el art. 273 del CPC,
tenía diez días hábiles para interponer dicho recurso; es decir, hasta el 28 de igual mes y año;
empero, de la verificación del cargo de recepción del referido recurso, se advirtió que fue presentado
el 1 de octubre de 2018, a horas 9:31:54, vale decir fuera del plazo establecido en el citado artículo;
vi) Por otro lado, alegó que el plazo procesal para presentar el referido recurso vencía “a las 24 de
horas del día 28 de septiembre de 2018” (sic), y en ese sentido fue interpuesto misma fecha en el
buzón judicial, diez minutos antes de que se cumpla el referido plazo; sin embargo, el art. 90.III del
CPC, señala que “los plazos vencen el último momento hábil de funcionamiento de los juzgados y
tribunales del día respectivo”; por lo tanto, en el caso de autos, a las 18:30 (hora cierre de las labores
en este Distrito Judicial); vii) Respecto al buzón judicial, al que se hace referencia, el art. 2 de su
Reglamento, establece que “El Buzón Judicial electrónico es un sistema informático de apoyo judicial,
constituido por un portal web desarrollado exclusivamente para centralizar la presentación de
memoriales y otros documentos, recursos, fuera del horario judicial en días inhábiles en caso de
urgencia o cuando esté por vencer el plazo procesal”; viii) Por otro lado, la disposición transitoria
primera del referido Reglamento establece que el citado instrumento, en su primera fase, abarcará
solo a materia penal y posteriormente se extenderá a otras materias, si así lo considera el Tribunal
Supremo de Justicia; ix) En ese sentido, la hoy demandante de tutela pretendía que las autoridades
judiciales admitan un mecanismo de presentación de escritos que no está establecido en la Ley y en
consecuencia, se amplíen plazos cuya perentoriedad está expresamente establecida en la norma; y,
x) Solicitó se deniegue la tutela impetrada.
I.2.3. Informe del tercero interesado
Humberto Cárdenas, a través de su abogado, en audiencia informó que: a) Los plazos procesales
vencen en el último momento hábil del horario de funcionamiento de los juzgados o tribunales del
día respectivo; en ese sentido, son horas hábiles las correspondientes al horario de funcionamiento
de las oficinas judiciales; b) Respecto al buzón judicial, su Reglamento establece que el uso es para
la presentación de memoriales y otros documentos, en casos de urgencia, cuando esté por vencer el
plazo, no cuando ya se haya vencido; c) En el caso de autos, la hoy accionante presentó su recurso
fuera de plazo; d) Por otro lado, la disposición transitoria primera del referido Reglamento establece
que la implementación de ese instrumento, en su primera fase, abarca solo materia penal y
posteriormente; de manera paulatina, abarcará a otras áreas; sin embargo, hasta la fecha no se
emitió alguna disposición que regule dicha ampliación; y, e) Solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución

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La Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, constituida en


Tribunal de garantías, mediante Resolución 33/2019 de 1 de abril, cursante de fs. 224 a 227 vta.,
denegó la tutela impetrada, bajo los siguientes fundamentos: 1) El art. 2 del Reglamento del buzón
judicial establece que es un sistema informático de apoyo judicial constituido por un portal web
desarrollado exclusivamente para centralizar memoriales y otros documentos, recursos fuera del
horario judicial en días inhábiles en caso de urgencia o cuando esté por vencer algún plazo procesal;
asimismo, el art. 1 de las disposiciones transitorias de ese Reglamento establece que la
implementación del referido sistema, en su primera fase, sólo abarcará a materia penal; y,
posteriormente, de manera paulatina se ampliará a otras materias, si así lo considera el Tribunal
Supremo de Justicia, por razones de necesidad y utilidad; 2) En el presente caso, se tuvo que el
recurso de casación interpuesto contra el Auto de Vista 235/2018, a través del buzón judicial, fue
presentado el 28 de noviembre de 2018 a horas 23:40:38, y posteriormente fue presentado en forma
física el 1 de octubre de igual año, y fue denegado porque se presentó fuera de plazo establecido en
los arts. 90 y 91 del CPC; 3) La norma permite la posibilidad de interponer este tipo de recursos en
horas y días inhábiles, con carácter de urgencia; 4) Sin embargo, el recurso de casación en cuestión
fue presentado en el marco de un proceso civil y en un horario inhábil, cerca de las veinticuatro
horas, cuando las oficinas del Tribunal Departamental de Justicia “ya no estaban en funcionamiento”
(sic), es decir fuera de plazo; 5) El buzón judicial, según lo establece su Reglamento, es “un elemento
de emergencia” para aquellos casos en los que las partes por alguna circunstancia no puedan llegar
a los tribunales a presentar su memorial de manera física; sin embargo, en el presente caso “ha sido
en hora inhábil” (sic) y por otro lado, el mismo solo está disponible para el área penal; y, 6) Con
relación al principio de legalidad y de “constitucionalidad”, no se advierte contradicción alguna.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Auto de Vista 235/2018 de 6 de septiembre, a través del cual los Vocales de la Sala Civil
y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, revocaron en parte la Sentencia
05/2018, en consecuencia declararon probada la pretensión principal de cumplimiento de contrato e
improbada la excepción de incumplimiento de contrato, e inalterable el resto de la Resolución (fs. 2
a 8 vta.), determinación con la que fue notificada Alcira Flores Chinche, el 14 de septiembre de 2018
(fs. 10).
II.2. Corre certificado de envió a través de buzón judicial 4421 que establece que el 28 de septiembre
de 2018, a horas 23:40:38 se envió el recurso de casación en el fondo (fs. 12); asimismo, cursa
certificado de recepción en plataforma a través del buzón judicial 4421, que establece que el referido
recurso fue recepcionado el 1 de octubre de 2018 horas 9:30:25 (fs. 13).
II.3. Se observa recurso de casación en el fondo de 28 de septiembre de 2018 interpuesto por Alcira
Flores Chinche contra el Auto de Vista 235/2018 (fs. 14 a 19 vta.).
II.4. Cursa Auto 83/2018 de 17 de octubre, mediante el cual Juan Arroyo Martínez, Vocal de Sala
Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, denegó la concesión del
referido recurso de casación, alegando que el mismo fue presentado fuera del plazo establecido en
el art. 90.III del CPC; es decir, “a los once días de su legal notificación con la resolución referida, o
sea fuera del plazo establecido en la citada norma procesal civil” (sic); asimismo, declaró ejecutoriado
el Auto de Vista 235/2018 (fs. 22); determinación con la cual fue notificada Alcira Flores Chinche el
18 de octubre de 2018 (fs. 23).
II.5. Corre recurso de compulsa de 22 de octubre de 2018, interpuesto por Alcira Flores Chinche, a
través del cual solicitó que se deje sin efecto el “auto de negativa Nº 83/2018 de 17 de octubre” (sic)
y en consecuencia se disponga la concesión del recurso de casación de 28 de septiembre (fs. 26 a
28).
II.6. Se observa Auto Supremo 1118/2018 de 6 de noviembre, emitido por la Sala Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, que declaró ilegal el referido recurso de compulsa, bajo el argumento que fue
la propia compulsante la que reconoció haber presentado su recurso de casación en el último día del

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1141


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plazo, es decir el 28 de septiembre de 2018 a horas 23:40:38, a través del buzón judicial; es decir,
fuera del plazo establecido en la normativa procesal civil, que señala que el mismo vence el último
momento hábil del horario de funcionamiento del Tribunal Departamental de Justicia, en este caso
Oruro, “o sea debió haberlo presentado hasta las 18:30 del 28 de septiembre de 2018” (sic); respecto
al buzón judicial, señala que es un sistema informático de apoyo judicial, “desarrollado
exclusivamente para centralizar la presentación de memoriales y otros documentos, y recursos fuera
de horario judicial en días inhábiles, en caso de urgencia o cuando esté por vencer el plazo, no cuando
el plazo ya feneció” (sic), como sucedió en el presente caso (fs. 31 a 33).
II.7. Corre Reglamento del Buzón Judicial, que en su art. 2 establece que “es un sistema informático
de apoyo judicial, constituido por un portal web desarrollado exclusivamente para centralizar la
presentación de memoriales y otros documentos, recursos fuera de horario judicial en días inhábiles
en caso de urgencia o cuando este por vencer un plazo procesal” -sic- (fs. 157 a 160); mismo que
fue aprobado mediante Acuerdo de Sala Plena 13/2018 del Tribunal Supremo de Justicia (fs. 161 y
vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alegó la vulneración de sus derechos al debido proceso y a la defensa, señalando que
dentro del proceso civil ordinario de cumplimiento de contrato incoado por Humberto Cárdenas
Cardona en su contra, reconvino demandando anulabilidad e interpuso excepción de incumplimiento,
en ese marco, el 28 de septiembre de 2018, a horas 23:40:38 interpuso recurso de casación, a través
del buzón judicial; sin embargo, mediante Auto 83/2018, los Vocales de la Sala Civil y Comercial
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, denegaron la concesión del mismo por
haber sido interpuesto fuera de plazo; por lo que planteo recurso de compulsa; empero, a través de
Auto Supremo 1118/2018, con igual criterio restrictivo se declaró ilegal la compulsa; sin considerar
que, el recurso fue presentado antes del vencimiento de las veinticuatro horas, a través de un sistema
cuya finalidad es la de brindar una opción de emergencia en los casos de “ presentación de
memoriales, documentos y recursos, fuera del horario judicial” (sic).
En revisión, corresponde analizar si se debe conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la revisión de la actividad jurisdiccional de otros tribunales
Al respecto, la SCP 1631/2013 de 4 de octubre, estableció que: “ La jurisprudencia del Tribunal
Constitucional desde sus inicios ha sido categórica en afirmar que a la jurisdicción
constitucional no le corresponde juzgar el criterio jurídico empleado por otros tribunales
para fundar su actividad jurisdiccional, pues ello implicaría un actuar invasivo de las otras
jurisdicciones (SC 1031/2000-R de 6 de noviembre), no obstante, es indudable también
que desde sus inicios este Tribunal determinó que sí procede la tutela constitucional si
en esa actividad interpretativa se lesionan derechos fundamentales y garantías
constitucionales, incluso a efectos de revisar ‘cosa juzgada’. De donde se puede concluir que la
jurisdicción constitucional respetando el margen de apreciación de las otras jurisdicciones precisó en
la jurisprudencia que la acción de amparo constitucional no se activa para reparar incorrectas
interpretaciones o indebidas aplicaciones del Derecho, pues no puede ser un medio para revisar todo
un proceso judicial o administrativo, revisando la actividad probatoria y hermenéutica de los
tribunales, ya que se instituyó como garantía no subsidiaria ni supletoria de otras jurisdicciones.
Más adelante y en ese mismo contexto jurisprudencial, el Tribunal Constitucional hace extensible la
línea jurisprudencial de revisión de la legalidad ordinaria a eventuales violaciones de los derechos y
las garantías constitucionales a la verificación de si en la interpretación, no se afectaron principios
constitucionales informadores del ordenamiento jurídico (así ver la SC 1846/2004-R de 30 de
noviembre, que cita los principios de legalidad, seguridad jurídica, igualdad, proporcionalidad,
jerarquía normativa y debido proceso). De donde determinó que un mecanismo de control de la
actividad interpretativa de la jurisdicción ordinaria resulta que ésta se someta a ‘reglas admitidas por
el Derecho’ (SC 1846/2004-R de 30 de noviembre), por ello planteó una relación de causalidad entre
el sometimiento de las autoridades a los estándares interpretativos y la vigencia de derechos,

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1142


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garantías, principios y valores en la actividad hermenéutica, con la conclusión que la interpretación


de una norma no puede conducir a la creación de una norma distinta de la interpretada.
Sin embargo, posteriormente vía jurisprudencia se determinó que la errónea interpretación debe ser
invocada por el accionante a efectos de abrir la jurisdicción constitucional para la verificación de la
actividad interpretativa de la jurisdicción común, y más adelante se precisó que la parte procesal que
se considera agraviada con los resultados de la interpretación debe expresar de manera adecuada y
precisar los fundamentos jurídicos que sustenten su posición, en ese sentido se estableció que ante
la ausencia de carga argumentativa corresponde denegar la tutela solicitada. Esta línea se profundizó
señalando que es atribución del Tribunal Constitucional interpretar la Constitución, y de la jurisdicción
común, interpretar el resto del ordenamiento jurídico; o lo que es lo mismo, la legalidad infra
constitucional u ordinaria, precisando que ello no implica llegar a la conclusión tajante de que la labor
interpretativa de la legalidad ordinaria no está sujeta al control constitucional para verificar la
vulneración de derechos y garantías de la Constitución, ante ello la SC 0085/2006-R de 25 de enero,
precisó que el accionante que pretende la revisión de la legalidad ordinaria debe: 1) Explicar por qué
la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente motivada, arbitraria, incongruente,
absurda o ilógica o con error evidente, identificando, en su caso, las reglas de interpretación que
fueron omitidas por el órgano judicial o administrativo; y; 2) Precise los derechos o garantías
constitucionales que fueron lesionados por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad entre
éstos y la interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la problemática planteada por el
recurrente, tendrá relevancia constitucional, la SC 0194/2011-R de 11 de marzo, incorporó el tercer
elemento que debe contener la exposición señalando: ‘3) Establezca el nexo de causalidad entre la
ausencia de motivación, arbitrariedad u otra situación absurda, por no aplicar la interpretación que
considera debió efectuarse, y los derechos y/o garantías que conforman el bloque de
constitucionalidad, y que han sido lesionados con dicha interpretación, explicando sí el resultado, cuál
la relevancia constitucional’.
De todo lo mencionado, se tiene que la línea jurisprudencial relativa a la revisión de la actividad de
otros tribunales por parte de la justicia constitucional ha avanzado en términos evolutivos hasta
consolidar la noción que la interpretación de la legalidad infra constitucional le corresponde a los
tribunales de justicia y no a la justicia constitucional; sin embargo, ante la existencia de violación de
derechos y garantías previstos en la Norma Suprema, excepcionalmente la justicia constitucional
puede ingresar a valorar la actividad desarrollada en miras a brindar tutela. De lo referido, se deben
precisar tres elementos de suma importancia: i) Las autoridades de los otros sistemas de justicia
(civil, penal, familiar, agroambiental, administrativa) en realidad ejercen al igual que la justicia
constitucional una actividad hermenéutica que parte de la Constitución e irradia a todo el
ordenamiento jurídico; por ello a la luz del Estado Constitucional de Derecho no es válido hablar de
‘legalidad ordinaria’, pues todos los órganos de justicia se encuentran sometidos a la Constitución y
su labor interpretativa parte de la misma; ii) La noción de ‘reglas admitidas por el Derecho’ rescatando
una posición teórica decimonónica no agota las posibilidades hermenéutico - argumentativas de las
autoridades judiciales, por ende, si bien los métodos de interpretación formalistas, pueden resultar
útiles en la obtención de un resultado hermenéutico, no agotan todas las posibilidades que tiene la
autoridad jurisdiccional en miras de satisfacer los principios fines y valores que se encuentran en la
Constitución; iii) La revisión de la actividad interpretativa que realizan otras jurisdicciones que
involucra el análisis de la motivación, congruencia, adecuada valoración de los hechos (valoración de
la prueba) y adecuada valoración del Derecho (interpretación de las normas), no es la labor propia
de la justicia constitucional, sin embargo, es insoslayable que las autoridades jurisdiccionales no se
encuentran habilitadas a vulnerar derechos fundamentales, y en esa dimensión esta jurisdicción
constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo, providencia o decisión judicial que
las autoridades judiciales se sometan a la Constitución; y, iv) Para que la jurisdicción constitucional
analice la actividad interpretativa realizada por los tribunales de justicia, los accionantes deben hacer
una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la
actividad interpretativa - argumentativa desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta
justicia constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado jurisdiccional, sin

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que ello involucre que la instancia constitucional asuma un rol casacional, impugnaticio o supletorio
de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de los
accionantes que muestre a la justicia constitucional de por qué la interpretación
desarrollada por las autoridades, vulnera derechos y garantías previstos por la
Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a) Por vulneración del derecho a una
Resolución congruente y motivada que afecta materialmente al derecho al debido
proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de
razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico,
que más allá de las implicancias dentro del proceso judicial o administrativo lesiona
derechos y garantías constitucionales” (énfasis añadido).
III.2. Análisis del caso concreto
La accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso y a la defensa, aludiendo que
dentro del proceso civil ordinario de cumplimiento de contrato incoado por Humberto Cárdenas
Cardona en su contra, reconvino demandando anulabilidad de contrato e interpuso excepción de
incumplimiento; al respecto, mediante Sentencia “05/2018”, el Juez Público Civil y Comercial Tercero
de la Capital del departamento de Oruro declaró improbadas ambas pretensiones y probada la
referida excepción; determinación, que luego de ser impugnada, fue revocada en parte por los
Vocales de la Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, a través
del Auto de Vista 235/2018, que declaró probada la pretensión principal e improbada la referida
excepción; Resolución con la que fue notificada Alcira Flores Chinche -ahora demandante de tutela-
el 14 de septiembre de igual año.
Al respecto, por la Conclusión II.2 del presente fallo constitucional y por lo expresado por la propia
impetrante de tutela en su demanda, se tiene que contra el referido Auto de Vista 235/2018, a través
del sistema informático denominado buzón judicial, el 28 de septiembre de 2018 a horas 23:40:38
envió su recurso de casación en el fondo, que posteriormente fue recepcionado de manera física el
1 de octubre de igual año, así se advierte por el certificado de recepción en plataforma a través del
buzón judicial 4421.
Sin embargo, mediante Auto 83/2018, Juan Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y Comercial Primera
del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, denegó la concesión del referido recurso de
casación, alegando que fue presentado fuera del plazo establecido en el art. 90.III del CPC; es decir
“a los once días de su legal notificación con la resolución referida, o sea fuera del plazo establecido
en la citada norma procesal civil” -sic- (Conclusión II.4); determinación contra la cual, la hoy
accionante, presentó recurso de compulsa (Conclusión II.5), que mereció el Auto Supremo
1118/2018, a través del cual la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia declaró ilegal el referido
recurso, argumentando que fue la propia compulsante quien reconoció que presentó su recurso de
casación a través del buzón judicial el 28 de septiembre de 2018 a horas 23:40:38; es decir, fuera
del plazo establecido en la norma procesal civil que establece de manera clara que el mismo vence
el último momento hábil del horario de funcionamiento del Tribunal Departamental de Justicia de
Oruro, o sea que el aludido recurso debió ser presentado hasta las 18:30 de la referida fecha;
asimismo, respecto al buzón judicial señaló que es un sistema informático de apoyo judicial,
“desarrollado exclusivamente para centralizar la presentación de memoriales y otros documentos, y
recursos fuera de horario judicial en días inhábiles, en caso de urgencia o cuando esté por vencer el
plazo, no cuando el plazo ya feneció” -sic- (Conclusión II.6).
Al respecto, la ahora accionante, refiere que tanto Juan Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y
Comercial Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, al emitir el Auto 83/2018, como
los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia que pronunciaron el Auto Supremo
1118/2018 de 6 de noviembre, incurrieron por un lado en vulneración de sus derechos al debido
proceso y a la defensa, pues aplicaron un “entendimiento cerrado” de la norma adjetiva civil respecto

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al vencimiento de un plazo procesal sin considerar que a la luz de los principios pro homine y pro
actione debió haberse efectuado una interpretación más extensiva de la misma; toda vez que:
i) El recurso de casación fue presentado “en el mismo día, antes del vencimiento de las 24 horas,
esto en razón del entendimiento del propio Reglamento de la utilización del Buzón Judicial” (sic), que
a través de su art. 2 autoriza la presentación de memoriales, documentos y recursos, fuera del horario
judicial, norma que tiene como finalidad de brindar una opción de emergencia en los casos señalados.
Ahora bien, realizando una contrastación de lo referido en las Conclusiones II.2, II.4, II.6 y II.7 y lo
establecido en el Fundamento Jurídico III.1 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
advierte que:
Con relación a Juan Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y Comercial Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, que a través del Auto 83/2018 denegó la concesión del recurso
de casación argumentando que fue presentado fuera del plazo establecido en el art. 90.III del CPC;
toda vez que fue interpuesto “a los once días de su legal notificación con la resolución referida, o sea
fuera del plazo establecido en la citada norma procesal civil” (sic); al respecto, resulta evidente del
erróneo razonamiento empleado por el aludido juzgador, pues de los antecedentes se tiene que la
hoy accionante presentó su recurso de casación el 28 de septiembre de 2018, es decir el último día
del plazo que establece el art. 273 en concordancia con el art. 92.II, ambos del CPC, que señalan
que ese tipo de recurso se interpondrá dentro del plazo de diez días computables a partir de la
notificación con el Auto de Vista y siendo que el referido plazo es inferior a quince días sólo se
computan los días hábiles.
Sin embargo, los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, a través del también
cuestionado Auto Supremo 1118/2018, que declaró ilegal el referido recurso de compulsa, señalaron
de manera clara que el recurso de casación interpuesto por la hoy accionante fue presentado el 28
de septiembre de 2018 a horas 23:40:38 mediante el buzón judicial, incumpliendo de esa manera los
plazos establecidos en la normativa procesal civil (art. 90.III del CPC); toda vez que, la aludida fue
notificada el 14 de septiembre de 2018 con el Auto de Vista 235/2018 y tenía plazo para interponer
el referido recurso hasta las 18:30 del 28 de igual mes y año, pues el término para esos efectos vence
el último momento hábil del horario de funcionamiento del Tribunal Departamental de Justicia de
Oruro; es decir a la hora antes señalada, consecuentemente al haber sido presentado a las 23:40:38
se encontraba ya fuera de plazo. Por otro lado, respecto al buzón judicial, los demandados señalaron
que es un sistema informático de apoyo judicial “desarrollado exclusivamente para centralizar la
presentación de memoriales y otros documentos, y recursos fuera de horario judicial en días inhábiles,
en caso de urgencia o cuando esté por vencer el plazo, no cuando el plazo ya feneció” (sic);
empero, en el presente caso, el recurso fue presentado después de vencido el plazo establecido en
el art. 273 del CPC concordante con los arts. 90.III y 91.II de la misma norma adjetiva civil
(Conclusión II.7).
La jurisprudencia constitucional ha sido uniforme al señalar que a la jurisdicción constitucional no le
corresponde analizar el criterio jurídico empleado por otros tribunales en su actividad jurisdiccional;
sin embargo, también ha sido categórica al afirmar que si puede ingresar a revisar esa labor cuando
se lesionan derechos o garantías constitucionales, así como también principios vinculados a derechos;
a esos efectos, resulta exigible que la o el accionante exponga a la justicia constitucional cómo es
que la actividad interpretativa desarrollada por las autoridad vulnera derechos y garantías
establecidos en la Norma Suprema, en tres dimensiones distintas:
a) Por vulneración del derecho a una resolución congruente y motivada que afecta materialmente al
derecho al debido proceso y a los derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación;
b) Por una valoración probatoria que se aparta de los marcos de razonabilidad y equidad; y,
c) Por una incorrecta aplicación del ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro
del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías constitucionales.

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En sentido, se advierte que si bien Juan Carlomagno Arroyo Martínez, Vocal de Sala Civil y Comercial
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, incurrió en una incorrecta aplicación del
art. 90.III del CPC a tiempo de denegar la concesión del recurso de casación, bajo el equivocado
argumento que el referido recurso fue presentado “a los once días de su legal notificación con la
resolución referida, o sea fuera del plazo establecido en la citada norma procesal civil” (sic); no
obstante, los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia, a tiempo de emitir el Auto
Supremo 1118/2018, que declaró ilegal el recurso de compulsa, de manera clara y correcta señalaron
que el recurso de casación interpuesto por la hoy accionante fue presentado el 28 de septiembre de
2018 a horas 23:40:38 mediante el buzón judicial, es decir fuera del plazo establecido en la normativa
procesal civil (art. 90.III del CPC) y que el medio a través del cual fue presentado es un sistema
informático de apoyo judicial “desarrollado exclusivamente para centralizar la presentación de
memoriales y otros documentos, y recursos fuera de horario judicial en días inhábiles, en caso de
urgencia o cuando esté por vencer el plazo, no cuando el plazo ya feneció” (sic); consecuentemente,
no se advierte una incorrecta aplicación del art. 90.III del CPC, por lo que tampoco se corrobora la
vulneración de los derechos denunciados.
En ese sentido, el Tribunal de garantías al denegar la tutela impetrada por la accionante, obró de
manera correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad que le confieren
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve CONFIRMAR la Resolución 33/2019 de 1 de abril, cursante de fs. 224 a 227 vta.,
pronunciada por la Sala Constitucional Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro,
constituida en Tribunal de garantías; y en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Carlos Alberto Calderón Medrano


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0785/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29583-2019-60-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 36/2019 de 15 de abril, cursante de fs. 170 vta. a 175 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Petrona Pillco Navia contra
Freddy Larrea Melgar y Mirael Salguero Palma, ex y actual Fiscal Departamental de Santa
Cruz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 5 de abril de 2019, cursante de fs. 130 a 135, la accionante, expresó los
siguientes argumentos:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Dentro del proceso penal que sigue contra Santiago Uyuquipa y Mirian Uribe Morales, por la presunta
comisión de los delitos de estafa y falsedad ideológica, debido a que fue engañada a firmar un recibo
con datos falsos en el formulario 000068 de su ingenio arrocero “FLORIDA”, como si el denunciado
hubiera depositado el 17 de junio de 2011, la cantidad de setecientas fanegas de arroz en chala.
Los Fiscales de Materia de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) Corporativa de
Montero, emitieron la Resolución Fiscal de Sobreseimiento en favor de los denunciados, por lo que
fue impugnada y luego elevada ante el ahora demandado, quien dictó la Resolución Fiscal
Departamental FLM 203/18 de 9 de agosto, ratificando lo determinado por los inferiores en grado,
apartándose de los marcos de razonabilidad y equidad, omitiendo de manera arbitraria hacer una
correcta valoración y compulsa de las pruebas arrimadas al cuaderno de investigación, siendo
infundada e incongruente.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La accionante estima lesionados sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación, a la seguridad jurídica, al acceso a la justicia y a la tutela judicial
efectiva, citando al efecto los arts. 13, 14.III y IV, 24, 109.I, 121.II, 115 y 410 de la Constitución
Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, disponiendo: a) Hacer una valoración y compulsa de la prueba en
relación a la efectuada por el ex Fiscal demandado; b) Se restituyan sus derechos y garantías
constitucionales vulnerados; c) Anule la Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18 dictada por la
precitada autoridad; y, d) Que dicte una nueva determinación fiscal, haciendo una correcta valoración
y compulsa de todas las pruebas arrimadas al cuaderno de investigación, en apego a los marcos de
razonabilidad, equidad y a los principios de legalidad, objetividad, responsabilidad y verdad material.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 15 de abril de 2019, según consta en acta cursante de fs. 166 a
170, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La accionante por intermedio de su abogado reiteró in extenso los términos de su memorial de acción
de amparo constitucional.

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I.2.2. Informe de los demandados


Freddy Larrea Melgar y Mirael Salguero Palma, ex y actual Fiscal Departamental de Santa Cruz
respectivamente, no presentaron informe escrito ni se presentaron a audiencia pese a su notificación
cursante a fs. 138 y 140.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Santiago Uyuquipa y Miriam Uribe Morales a través de su abogado en audiencia pidieron se deniegue
la tutela, manifestando que la jurisdicción constitucional no realiza la valoración probatoria.
I.2.4. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, por Resolución
36/2019 de 15 de abril, cursante de fs. 170 vta. a 175 vta., denegó la tutela solicitada, con los
siguientes fundamentos: 1) La Resolución Conclusiva de Sobreseimiento fue debidamente
fundamentada en la parte jurídica, contestando a los dos tipos penales que en el proceso principal
se investigaron; y, 2) Analizada la Resolución impugnada, en todo el contexto de la misma se realizó
una valoración específica del proceso principal llegando a la resolución de ratificación del
sobreseimiento presentado por los inferiores.
II. CONCLUSIÓN
Del análisis de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Por Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18 de 9 de agosto de 2018, el Fiscal
Departamental de Santa Cruz, ratificó el sobreseimiento y dispuso el archivo de obrados (fs. 1 a 10).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante denuncia vulneración de sus derechos al debido proceso en sus elementos de
fundamentación, motivación, a la seguridad jurídica, al acceso a la justicia y a la tutela judicial
efectiva, porque se ratificó el sobreseimiento en favor de los denunciados, mediante una Resolución
infundada e incongruente, apartándose de los marcos de razonabilidad y equidad, omitiendo de
manera arbitraria hacer una correcta valoración y compulsa probatoria.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela impetrada.
III.1. El debido proceso y la fundamentación de las resoluciones. Jurisprudencia
reiterada
El Tribunal Constitucional, respecto a la fundamentación de las resoluciones judiciales como
componente del debido proceso, a través de la SC 0977/2010-R de 17 de agosto, señaló: ”El art. 115
de la CPE, reconoce el debido proceso como un derecho, y el art. 117.I como una garantía, al señalar
que: ‘Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido
proceso…’.
La garantía del debido proceso, tiene varios derechos que la componen y que deben ser observados
para que las sanciones impuestas a consecuencia del proceso desarrollado, tengan validez
constitucional.
Uno de los componentes del debido proceso es la fundamentación de toda resolución que busca
infligir una sanción, aún sea en instancia administrativa. Al respecto, la SC 1369/2001-R de 19 de
diciembre, expresó lo siguiente: ‘...todo Tribunal o Juez llamado a dictar una Resolución, está
obligado a exponer ampliamente las razones y citar las disposiciones legales que apoyen la decisión
que ha elegido tomar’. Luego la SC 0752/2002-R de 22 de junio, señaló que: ‘...el derecho al debido
proceso, entre su ámbito de presupuestos exige que toda Resolución sea debidamente
fundamentada. Es decir, que cada autoridad que dicte una Resolución debe imprescindiblemente
exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustenta la parte
dispositiva de la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la motivación de una
Resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en los hechos toma una

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decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado derecho que permite a
las partes conocer cuáles son las razones para que se declare en tal o cual sentido; o lo que es lo
mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la decisión’.
Por otro lado, toda resolución ineludiblemente debe estar revestida de motivación, al respecto este
Tribunal Constitucional a través de la SC 0600/2004-R de 22 de abril, reiteró la abundante
jurisprudencia diseñada al respecto, cuando señala que:
‘…las resoluciones que emiten las autoridades judiciales y administrativas deben exponer los hechos,
realizar la fundamentación legal y citar las normas que sustentan la parte dispositiva de esas
resoluciones. Este deber de fundamentación, se vincula tanto con la garantía del debido proceso
como con el derecho a la seguridad jurídica. Así la SC 0752/2002-R de 25 de junio, recogiendo el
entendimiento contenido en la SC 1369/2001-R de 19 de diciembre, señaló que toda resolución
'…debe imprescindiblemente exponer los hechos, realizar la fundamentación legal y citar las normas
que sustenta la parte dispositiva de la misma. Que, consecuentemente cuando un Juez omite la
motivación de una Resolución, no sólo suprime una parte estructural de la misma, sino también en
los hechos toma una decisión de hecho no de derecho que vulnera de manera flagrante el citado
derecho (debido proceso) que permite a las partes conocer cuáles son las razones para que se declare
en tal o cual sentido; o lo que es lo mismo cuál es la ratio decidendi que llevó al Juez a tomar la
decisión'.
Siguiendo ese criterio, la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, ha determinado que cuando las
resoluciones no están motivadas '…y se emite únicamente la conclusión a la que ha arribado el
juzgador, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron juzgados
conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado con apego
a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para que en
búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro del
proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución
que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, entre los cuales, se encuentra la garantía
del debido proceso, que faculta a todo justiciable a exigir del órgano jurisdiccional a cargo del
juzgamiento una resolución debidamente fundamentada (...).
(…) Finalmente, cabe señalar que la motivación no implicará la exposición ampulosa de
consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura de forma y de fondo. En cuanto a esta
segunda, la motivación puede ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados,
debiendo expresar el Juez sus convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su
decisión en cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas. En sentido
contrario, cuando la resolución aún siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales
se toma una decisión, dichas normas se tendrán por vulneradas’.
Consiguientemente, se llega a concluir que las Resoluciones, sean estás en el ámbito judicial como
en el administrativo, deben ser debidamente fundamentadas, apreciando y valorando cada una de
las pruebas aportadas, sean de cargo como de descargo, en correlación con el hecho o los hechos
fácticos que se endilga, para que en definitiva sobre la base de dicha valoración y análisis de las
normas aplicables al caso, se imponga una sanción así sea esta en el ámbito meramente
administrativo”.
III.2. Sobre la motivación y fundamentación de las resoluciones emitidas por el
Ministerio Público
Al respecto, la SC 1523/2004-R de 28 de septiembre, estableció lo siguiente: “…toda decisión emitida
dentro de un proceso penal que no implique cuestión de mero trámite sino que concierna al fondo
de lo que se investiga debe ser necesariamente motivada o lo que es lo mismo, debidamente
fundamentada, lo que significa, que tanto el fiscal o los jueces que conozcan el proceso, sea en
control jurisdiccional o para resolver el fondo, deberán dictar sus requerimientos o resoluciones
cumpliendo las exigencias de la estructura de forma como de contenido de las mismas. En particular
en lo relativo al contenido de fondo, no sólo deberán circunscribirse a relatar lo expuesto

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por las partes sino también citar las pruebas que aportaron las partes, exponer su criterio
sobre el valor que le dan a las mismas luego del contraste y valoración que hagan de ellas
dando aplicación a las normas jurídicas aplicables para finalmente resolver.
Si no proceden de esa forma y dictan una resolución sin respetar la estructura señalada, resulta obvio
que su decisión será arbitraria y considerada subjetiva e injusta, pues el sujeto procesal a quien no
le sea favorable no podrá entender y menos saber la razón jurídica de la decisión; y de incurrirse en
esta omisión al disponer sobreseimiento a favor de la parte imputada, la víctima podrá impugnar el
requerimiento ante el superior jerárquico, y si éste igualmente incurre en la misma omisión,
quedará abierta la jurisdicción constitucional para que acuda a la misma en busca de
protección a sus derechos a la seguridad jurídica y de acceso a la justicia o tutela judicial
efectiva, cuyo alcance no abarca, como se dijo, a que la parte acusadora pretenda que
este Tribunal obligue a un Fiscal a presentar obligatoriamente la acusación si no
únicamente a que dicha autoridad emita su requerimiento conclusivo debidamente
fundamentado como lo exigen las normas previstas por los arts. 45. 7) de la LOMP, 73 y 323.3 del
CPP” (las negrillas son nuestras).
III.3. Análisis del caso concreto
La accionante denuncia la vulneración de sus derechos invocados en esta acción de defensa, alegando
que mediante la Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18 de 9 de agosto de 2018, se ratificó el
sobreseimiento en favor de los denunciados, decisión infundada e incongruente, apartándose de los
marcos razonabilidad y equidad, omitiendo de manera arbitraria hacer una correcta valoración y
compulsa probatoria.
De la revisión de los antecedentes que cursan en obrados, se tiene que mediante Resolución Fiscal
Departamental FLM 203/18, el Fiscal Departamental de Santa Cruz, ratificó el sobreseimiento y
dispuso el archivo de obrados, conforme al siguiente razonamiento:
Respecto al tipo penal de falsedad ideológica, el Recibo 000068 de 17 de junio de 2018, en el que se
constata la firma de la denunciante -ahora impetrante de tutela-, no es un documento público,
constituyendo el mismo en uno privado, por lo que no reúne los elementos constitutivos del delito.
Con relación al tipo penal de estafa, refirió que no se puede hablar de ardid ni de estafa, cuando el
propio autor del hecho es el primer engañado; es decir, a su vez actúa engañado por las
circunstancias, citando ejemplos: sea porque cree que lo que dice a la víctima es real; cree que el
negocio propuesto es posible; está convencido que solo hay que afrontar un riesgo que se podrá
superar fácilmente. Es necesario que el autor obre con el fin de obtener un beneficio indebido, no es
obligatorio que este se logre realmente, es suficiente con que haya actuado con esa finalidad, nuestra
legislación no pide expresamente este requisito, este surge implícito de la idea de defraudar que
implica que el ardid esté vinculado al logro de ese beneficio indebido.
Concluyendo que en los hechos: i) No existe engaño o ardid, ya que la solicitante de tutela, si bien
refirió que en el momento del hecho se encontraba bajo los efectos del alcohol, tenía pleno
conocimiento de las consecuencias de ese accionar y más aún según refieren sus hijos, le
manifestaron lo riesgoso de firmar dicho documento, acreditando únicamente la confianza que existía
entre las partes; y, ii) Tampoco se evidencia los elementos de provocar o fortalecer el error que
motive la realización de un acto de disposición patrimonial, al contrario, los sindicados asumieron
defensa siguiendo la instancia correspondiente para hacer valer su derecho (en el que el fallo salió a
su favor), con el fin de que se le devuelva las setecientas fanegas de arroz; sin embargo, la vía penal
no puede ser utilizada como un medio extorsivo para lograr determinados fines, máxime cuando no
existió disposición patrimonial fruto de provocar o fortalecer el error en la víctima.
Ahora bien, conforme a la jurisprudencia constitucional referida en el Fundamento Jurídico III.1 de
la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se tiene que, la exigencia de motivación y
fundamentación de las resoluciones, es una obligación a ser cumplida por las autoridades judiciales
y administrativas a tiempo de emitir sus fallos, en los cuales enunciarán los motivos de hecho y
derecho, base de sus decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba, no siendo exigible una

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exposición amplia de consideraciones y citas legales, sino una estructura de forma y de fondo, ni
tampoco ser una mera relación de los documentos o mención de los requerimientos de las partes, en
la que los motivos sean expuestos de forma concisa y clara, satisfaciendo todos los puntos
demandados.
Acorde a la jurisprudencia constitucional señalada en el Fundamento Jurídico III.2 del presente fallo
constitucional, el deber de motivación y fundamentación de las resoluciones es también exigible a las
determinaciones emitidas por el Ministerio Público, las que deben contener una estructura de forma
y fondo que permita conocer de manera clara las razones que motivan la decisión asumida, citando
los motivos de hecho y derecho, base de sus decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba,
no siendo suficiente circunscribirse a la relación fáctica de los antecedentes, debiendo más al
contrario contener una exposición razonable e inteligible sobre el fondo estableciendo las
convicciones determinativas de su decisión.
En el caso que nos ocupa, se advierte que el Fiscal Departamental de Santa Cruz ratificó la Resolución
Fiscal de Sobreseimiento emitida por los Fiscales de Materia de la FELCC Corporativa de Montero y
dispuso el archivo de obrados, a través de una Resolución suficientemente fundamentada,
exponiendo de forma clara las razones conducentes a la determinación asumida, advirtiéndose la
existencia de una estructura de forma y fondo que hace comprensibles los fundamentos de su
decisión, sustentando la misma en la consideración de los elementos fácticos del caso, la compulsa
de la documental y el análisis jurídico pertinente para determinar la inexistencia de elementos
suficientes que permitan sustentar la denuncia realizada, conteniendo asimismo un análisis
explicativo basado en la doctrina respecto a los elementos constitutivos de cada tipo penal objeto de
la denuncia presentada.
La Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18, fundamentó su decisión realizando el siguiente
razonamiento:
a) Respecto al tipo penal de falsedad ideológica, conforme establece el art. 199 del Código Penal
(CP), “…el recibo Nro. 000068 en el que se constata la firma de la denunciante, no es un documento
público (protocolización de minuta, certificado de nacimiento, alodial, testimonio), constituyendo el
mismo en un documento privado. Por ende no reúne los elementos constitutivos del delito descrito”
(sic);
b) Con relación al tipo penal de estafa, señaló la exposición de motivos de la reforma de 1997 sobre
el texto del art. 335 del CP, los dos elementos principales -el engaño y el beneficio ilícito con daño al
patrimonio de la víctima-, doctrina penal; asimismo, conceptos de los elementos de la estafa: 1) El
perjuicio patrimonial; 2) El ardid o engaño; 3) El error; y, 4) El elemento subjetivo-; y,
c) Concluyendo que:
“…no existe engaño o ardid, ya que la denunciante si bien refiere que en el momento del hecho se
encontraba bajo efectos del alcohol, tenia pleno conocimiento de las consecuencias de ese accionar
y más aun que según refieren los hijos de la denunciante, le habrían manifestado lo riesgoso de
firmar dicho documento, por tanto solo acredita la confianza que existía entre las partes.
…tampoco se evidencia los elementos de provocar o fortalecer el error que motive la realización de
un acto de disposición patrimonial, más al contrario, los sindicados, han asumido defensa siguiendo
la instancia correspondiente para hacer valer su derecho, (en el que el fallo salió a su favor), con el
fin de que se les devuelva las 700 fanegas de arroz, sin embargo, la vía penal no puede ser utilizado
como un medio extorsivo para lograr determinados fines. Máxime, cuando no ha existido disposición
patrimonial fruto de provocar o fortalecer el error en la víctima” (sic).
Así, se explicó la inexistencia de engaño o ardid y que no se evidenció elementos que provoquen o
fortalezcan el error que motive la realización de un acto de disposición patrimonial.
Por lo referido, se concluye que la Resolución Fiscal Departamental FLM 203/18, contiene una clara
explicación de las razones por las que ratificó el sobreseimiento, no siendo evidente lo alegado por
la solicitante de tutela en la interposición de la presente acción tutelar respecto a que la referida

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Resolución, carecería de fundamentación y motivación, advirtiéndose más al contrario que se


fundamentó adecuadamente los extremos descritos, con una explicación precisa de la doctrina
aplicable al caso, el análisis jurídico y las consideraciones legales pertinentes, por lo que respecto de
los otros derechos alegados de vulnerados no fueron lesionados por la decisión cuestionada.
En consecuencia, se establece que la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada,
realizó una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y de las normas aplicables al caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 36/2019 de 15 de abril, cursante de fs. 170 vta. a
175 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Santa Cruz; y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada, en base a los fundamentos
precedentes.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0786/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29596-2019-60-AAC
Departamento: Santa Cruz
En revisión la Resolución 20/19 de 13 de junio de 2019, cursante de fs. 223 vta. a 226 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Toribia Villca Atora
Vda. de Mollo contra Olvis Eguez Oliva y Edwin Aguayo Arando, Magistrados de la Sala
Penal del Tribunal Supremo de Justicia.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 15 de febrero y 19 de marzo de 2019, cursantes de fs. 96 a 107 y
112 a 115, la accionante expresó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 29 de abril de 2014, formalizó denuncia penal contra Alberto Mollo Mamani por la presunta comisión
de los delitos de violencia familiar o doméstica, violencia psicológica y violencia económica, a raíz de
una serie de atropellos, insultos, agresiones físicas y amenazas de muerte cometidos por sus hijastros
y el prenombrado, con la finalidad de despojarla de varios documentos así como de la administración
de una cuenta bancaria, inmuebles y vehículos que quedaron a su cargo al fallecimiento de su esposo.
La situación descrita llegó a tal extremo, que debía pedir permiso para disponer de algún dinero para
costear su alimentación, viéndose en la necesidad de dedicarse a la venta de comida, refrescos y
recojo de botellas para posibilitar su subsistencia y el pago de algunas obligaciones.
Encontrándose el caso en juicio oral, el Juez de Sentencia Penal Noveno y Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer de la Capital del departamento de Santa Cruz, no valoró las pruebas con
sano criterio y prudente arbitrio, pues para emitir la Sentencia 28/2017 de 16 de mayo, solamente
habría tomado en cuenta las declaraciones testificales favorables a la absolución del acusado y no
las que lo inculparían, inobservando el art. 173 del Código de Procedimiento Penal (CPP), razón por
la que dicho dictamen fue objeto de apelación restringida alegando que el Juzgador debió analizar
los elementos constitutivos del delito como la tipicidad, antijuricidad y culpabilidad; sin embargo, la
Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, dictó el Auto de Vista 77
de 14 de noviembre de 2017, declarando admisible e improcedente dicha impugnación al igual que
la del Ministerio Público.
Ante esa situación, recurrió en casación fundamentando la inobservancia y errónea aplicación de la
Ley Adjetiva y Sustantiva Penal en la que habría incurrido el aludido Auto de Vista y la Sentencia de
primera instancia.
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, emitió el Auto Supremo 465/2018-RA de 29 de junio,
declarando inadmisible el mencionado recurso por un tema formal, arguyendo que no se desarrolló
ninguna labor argumentativa para poder establecer de qué manera los precedentes invocados
resultaban contradictorios con el Auto de Vista impugnado. De ahí, se evidenció que dicha Resolución
realizó una interpretación errónea de la legalidad, advirtiéndose por lo mismo que carece de
motivación, fundamentación y congruencia, validando una Sentencia absolutoria que debió ser
anulada.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1153


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La accionante consideró lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de motivación,


fundamentación y congruencia, citando al efecto el art. 115.II de la Constitución Política del Estado
(CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela impetrada, disponiendo: a) Anular el Auto Supremo 465/2018-RA,
pronunciado por la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia; y, b) Se dicte una nueva resolución
entrando al fondo del recurso de casación.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 13 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 220 a
223 vta., se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
La accionante a través de su abogado, ratificó el contenido íntegro de la acción de amparo
constitucional presentada acotando que, ante la apelación interpuesta contra la Sentencia dictada en
el caso de autos, el Tribunal de alzada omitió pronunciarse con relación a los puntos observados y al
considerar que existen precedentes contradictorios respecto a esos hechos, se planteó el recurso de
casación, si bien no con argumentos ampulosos; empero, sí con los concisos y concretos; no obstante,
las autoridades ahora demandadas se limitaron a observar aspectos formales que no habrían sido
cumplidos sin ingresar a analizar el fondo del asunto.
I.2.2. Informe de los demandados
Olvis Eguez Oliva, Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, por informe escrito
remitido vía fax y presentado el 6 de mayo de 2019, cursante de fs. 124 a 129 vta., señaló: 1) La
impetrante de tutela planteó la acción de amparo constitucional con falta de motivación al no indicar
por qué el Auto Supremo 465/2018-RA sería ilógico, ilegítimo y poco claro, sin explicar detalladamente
la forma en que se habría inobservado las reglas de la motivación, fundamentación y congruencia;
2) La Resolución ahora cuestionada, expone las razones por las que el recurso de casación es
considerado inadmisible ya que la accionante no observó los lineamientos que la propia jurisprudencia
ordinaria y constitucional establecieron en razón al cumplimiento de los arts. 416 y 417 del CPP, pues
no basta con invocar el precedente, sino que este sea análogo cuya contradicción debe ser señalada
claramente. De acuerdo al art. 17.II de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), en casos en que pueda
existir defectos absolutos que ameriten nulidad, estos deben ser denunciados; es decir, que el tribunal
de apelación así como el de casación no tienen facultades para desbordar la propuesta formulada
por los recurrentes; aspecto conocido como principio de limitación, que es ratificado por el art. 398
del Código Adjetivo Penal al referir que los tribunales de alzada circunscribirán sus resoluciones a los
puntos cuestionados; y, 3) A tiempo de interponer un recurso, deben cumplirse los requisitos
formales, que son un filtro para evitar que un instituto procesal concebido para proveer justicia, se
desnaturalice y se convierta en un medio dilatorio del proceso. Entonces, al no verificarse dichos
presupuestos no puede alegarse vulneración al debido proceso. Finalmente solicitó denegar la tutela.
Edwin Aguayo Arando, Magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, no remitió
informe alguno y tampoco asistió a la audiencia, pese a su notificación cursante a fs. 218.
I.2.3. Intervención del tercero interesado
Alberto Mollo Mamani, por memorial presentado el 13 de junio de 2019, cursante de fs. 213 a 216
vta. y en audiencia manifestó: i) El recurso de casación interpuesto por la ahora accionante, no
cumplió mínimamente con los requisitos de admisibilidad. Tampoco invocó ningún precedente
contradictorio en su apelación restringida conforme establece el Código de Procedimiento Penal. Si
bien ese aspecto fue mencionado al acudir a la instancia casacional, lo hizo como doctrina legal
aplicable al caso que no es lo mismo y sin desarrollar las contrariedades que pudieran existir,
apartándose de la normativa procesal en la materia; ii) La solicitante de tutela, impugnó la Sentencia
absolutoria, cuando ella y el Ministerio Público no judicializaron prueba de cargo alguna, simplemente
porque la denuncia era totalmente falsa, forzada y temeraria con el único fin de apropiarse de la

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masa hereditaria de Vicente Mollo Herrera, cuando los herederos son ocho hermanos; y, iii) El
recurso de alzada y el de casación planteados por la impetrante de tutela, exigen la revalorización de
los elementos probatorios de cargo y descargo con irreales argumentos, cuando ambos mecanismos
no son válidos para ese fin. Por todo ello, solicitó se deniegue la tutela.
I.2.4. Resolución
La Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar Doméstica y Pública
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías,
por Resolución 20/19 de 13 de junio de 2019, cursante de fs. 223 vta. a 226 vta., denegó la tutela
solicitada, en base a los siguientes fundamentos: a) El recurso de casación tal como está concebido
en nuestra legislación, no es un último recurso de revisión, sino, un trámite en el que se denuncia
básicamente que un auto de vista no es coincidente con el precedente, sea de otro Tribunal
Departamental de Justicia o de uno emitido por el Tribunal Supremo de Justicia. De igual manera, es
viable para cuestionar que se hayan aplicado normas distintas o una igual pero con diversos alcances
en casos idénticos. No se trata de un nuevo juzgamiento, sino más bien el establecimiento de
precedentes para la unificación de criterios en la jurisdicción penal boliviana; b) Así instituido el
recurso de casación en la legislación, adquiere una sobrevaloración por la cual a tiempo de plantearlo
se debe observar ciertos requisitos indispensables para su formulación. De la revisión de
antecedentes, queda claro que las autoridades ahora demandadas dieron estricto cumplimiento a lo
estipulado en los arts. 416 y 417 del CPP y la tramitación señalada en el art. 418 de dicha norma; y,
c) La recurrente -hoy accionante- no plasmó la labor argumentativa a tiempo de interponer su recurso
de casación; de ahí que, se considera que no existió arbitrariedad en la no admisibilidad dispuesta al
respecto y por consiguiente no se transgredió el derecho y garantía al debido proceso.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:
II.1. Cursa Sentencia 28/2017 de 16 de mayo, dictada dentro del proceso penal seguido por la
accionante contra Alberto Mollo Mamani por la presunta comisión de los delitos de violencia familiar
o doméstica, violencia psicológica y violencia económica, declarando la absolución del prenombrado
(fs. 62 a 72 vta.).
II.2. Por memorial presentado el 12 de junio de 2017, la solicitante de tutela formuló recurso de
apelación contra la referida Sentencia (fs. 73 a 77 vta.).
II.3. A través del Auto de Vista 77 de 14 de noviembre del mismo año, la Sala Penal Tercera del
Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, declaró admisible e improcedente la impugnación
planteada por la impetrante de tutela y el Ministerio Público (fs. 78 a 84).
II.4. Mediante escrito presentado el 10 de enero de 2018, la peticionante de tutela interpuso recurso
de casación contra el nombrado Auto de Vista (fs. 85 a 89).
II.5. Por Auto Supremo 465/2018-RA de 29 de junio, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia,
declaró inadmisible el recurso de casación presentado por la ahora accionante (fs. 90 a 92 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante alega la lesión de su derecho al debido proceso en sus elementos de motivación,
fundamentación y congruencia, puesto que la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, al emitir
el Auto Supremo 465/2018-RA de 29 de junio, declarando inadmisible el recurso de casación, validó
el Auto de Vista 77 de 14 de noviembre de 2017 y la Sentencia 28/2017 de 16 de mayo, dictada sin
valorar adecuadamente los elementos probatorios aportados para inculpar al acusado y que por lo
mismo dichas Resoluciones debieron ser anuladas.
Por lo expuesto, corresponde en revisión, verificar si tales argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. La fundamentación, motivación y congruencia de las resoluciones como elementos
del debido proceso. Jurisprudencia constitucional reiterada

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La SCP 0314/2019-S4 de 5 de junio de 2019 señaló: “ En el ámbito de los instrumentos normativos


de orden internacional, los arts. 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), reconocen y garantizan el debido
proceso, de cuya interpretación se desprenden sus elementos configuradores, entre ellos
la motivación, fundamentación, congruencia de las resoluciones y la correcta valoración
de las pruebas.
En cuanto a la naturaleza jurídica del debido proceso, la jurisprudencia constitucional emanada de
esta jurisdicción, analizó desde su triple dimensión; así, la SCP 0486/2010-R de 5 de julio, declaró
que: ‘La Constitución Política del Estado, en consideración a la naturaleza y los elementos
constitutivos del debido proceso como instituto jurídico y mecanismo de protección de los derechos
fundamentales, lo consagra como un principio, un derecho y una garantía; es decir, está reconocido
por la misma Constitución en su triple dimensión: como derecho fundamental de los justiciables, un
principio procesal y una garantía de la administración de justicia…’.
La motivación y fundamentación de las resoluciones, constituyen elementos estructurantes del debido
proceso y se erigen en condiciones de validez de toda resolución judicial o administrativa, pues su
observancia exige a la autoridad establecer las razones y motivos que guiaron para tomar
una decisión, en la medida que no solo los destinatarios de la determinación conozcan y
comprendan las razones por las que una autoridad resolvió la controversia, sino que, en
aras de democratizar la justicia, el soberano también asuma conocimiento de las razones
y motivos que indujeron a la autoridad a asumir la decisión. En este entendido, la
jurisprudencia constitucional contenida en la SC 2023/2010-R de 9 de noviembre y reiterada por la
SC 1054/2011-R de 1 de julio, declaró que: ‘La garantía del debido proceso, comprende entre uno
de sus elementos la exigencia de la motivación de las resoluciones, lo que significa, que toda
autoridad que conozca de un reclamo, solicitud o dicte una resolución resolviendo una situación
jurídica, debe ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también
es necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera que el
justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la misma, pues la
estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará pleno convencimiento a las
partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas sustantivas y procesales aplicables al
caso, sino que también la decisión está regida por los principios y valores supremos rectores que
rigen al juzgador, eliminándose cualquier interés y parcialidad, dando al administrado el pleno
convencimiento de que no había otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que
se decidió. Al contrario, cuando aquella motivación no existe y se emite únicamente la conclusión a
la que se ha arribado, son razonables las dudas del justiciable en sentido de que los hechos no fueron
juzgados conforme a los principios y valores supremos, vale decir, no se le convence que ha actuado
con apego a la justicia, por lo mismo se le abren los canales que la Ley Fundamental le otorga para
que en búsqueda de la justicia, acuda a este Tribunal como contralor de la misma, a fin de que dentro
del proceso se observen sus derechos y garantías fundamentales, y así pueda obtener una resolución
que ordene la restitución de dichos derechos y garantías, así se ha entendido en varios fallos de este
Tribunal, entre ellos, la SC 0752/2002-R de 25 de junio. Asimismo, cabe señalar que la motivación
no implicará la exposición ampulosa de consideraciones y citas legales, sino que exige una estructura
de forma y de fondo, pudiendo ser concisa, pero clara y satisfacer todos los puntos demandados,
debiéndose expresar las convicciones determinativas que justifiquen razonablemente su decisión en
cuyo caso las normas del debido proceso se tendrán por fielmente cumplidas; al contrario, cuando la
resolución aún siendo extensa no traduce las razones o motivos por los cuales se toma una decisión,
dichas normas se tendrán por vulneradas. Así la SC 1365/2005-R de 31 de octubre, entre otras’.
Otro elemento integrador del debido proceso es la congruencia de las resoluciones y su
observancia compele a la autoridad jurisdiccional o administrativa emitir
pronunciamientos que guarden una estricta correspondencia entre la petición de las
partes y la decisión a emitirse; asimismo, exige que al interior de una misma resolución exista
una clara secuencia argumentativa entre las consideraciones y la decisión propiamente dicha…
‘(…)

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1156


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El principio de congruencia, responde a la pretensión jurídica o la expresión de agravios


formulada por las partes; la falta de relación entre lo solicitado y lo resuelto, contradice
el principio procesal de congruencia; la resolución de primera y/o segunda instancia,
debe responder a la petición de las partes y de la expresión de agravios, constituyendo
la pretensión jurídica de primera y/o segunda instancia’.
‘…la congruencia de las resoluciones judiciales amerita una comprensión desde dos acepciones;
primero, relativo a la congruencia externa, la cual se debe entender como el principio rector de
toda determinación judicial, que exige la plena correspondencia o coincidencia entre el planteamiento
de las partes (demanda, respuesta e impugnación y resolución) y lo resuelto por las autoridades
judiciales, en definitiva, es una prohibición para el juzgador considerar aspectos ajenos a la
controversia, limitando su consideración a cuestionamientos únicamente deducidos por las partes; y,
segundo, la congruencia interna, referido a que, si la resolución es comprendida como una unidad
congruente, en ella se debe cuidar un hilo conductor que le dote de orden y racionalidad, desde la
parte considerativa de los hechos, la identificación de los agravios, la valoración de los mismos, la
interpretación de las normas y los efectos de la parte dispositiva; es decir, se pretenden evitar que,
en una misma resolución no existan consideraciones contradictorias entre sí o con el punto de la
misma decisión”’ (las negrillas y subrayado nos corresponden).
De lo desarrollado, se establece que para que una resolución sea considerada fundamentada y
motivada, deberá contener la suficiente explicación de las razones que la justifiquen y respalden.
Caso contrario, sería reprochada de arbitraria.
En igual sentido, se desglosa que todo fallo debe observar el principio de congruencia entendido
como la correspondencia existente entre lo expresado y solicitado por las partes y lo decidido en
alzada por la autoridad superior. Del mismo modo, dicho principio, alude a la conexión o coherencia
interna que el referido pronunciamiento debe guardar en todos sus segmentos.
III.2. Análisis del caso concreto
La solicitante de tutela denuncia la lesión de su derecho al debido proceso en sus elementos de
motivación, fundamentación y congruencia, debido a que la Sala Penal del Tribunal Supremo de
Justicia, emitió el Auto Supremo 465/2018-RA de 29 de junio, declarando inadmisible el recurso de
casación, validando así el Auto de Vista 77 de 14 de noviembre de 2017 y la Sentencia 28/2017 de
16 de mayo, dictada sin valorar adecuadamente los elementos probatorios aportados para inculpar
al imputado, cuando por lo mismo dichas Resoluciones debieron ser anuladas.
Identificado el problema jurídico planteado en la acción tutelar que nos ocupa, de los antecedentes
se extrae que dentro del proceso penal seguido por la ahora accionante contra Alberto Mollo Mamani
por la presunta comisión de los delitos de violencia familiar o doméstica, violencia psicológica y
violencia económica, el Juez de la causa pronunció la Sentencia 28/2017, absolviendo al
prenombrado. Decisión que fue apelada por la peticionante de tutela, en cuyo mérito a través del
Auto de Vista 77, la Sala Penal Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, declaró
admisible e improcedente la mencionada impugnación (Conclusiones II.1, 2 y 3).
Finalmente, mediante escrito presentado el 10 de enero de 2018, la impetrante de tutela interpuso
recurso de casación contra el referido Auto de Vista, que dio lugar a la emisión del Auto Supremo
465/2018-RA, a través del cual la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia declaró su
inadmisibilidad.
A los fines impetrados en la acción tutelar que nos ocupa, el análisis del memorial de apelación
restringida permite evidenciar que luego de rememorar los hechos y circunstancias que dieron lugar
a la presentación de la denuncia penal por la presunta comisión de los delitos descritos anteriormente,
bajo los subtítulos de inobservancia y errónea aplicación de la Ley Adjetiva y Sustantiva Penal
respectivamente, la impetrante de tutela realizó un amplio despliegue argumentativo con marcado
énfasis en la falta de valoración de los elementos probatorios -en especial ciertas declaraciones
testificales- en la que el Juez de primera instancia habría incurrido a tiempo de emitir Sentencia. En

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1157


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el señalado contenido, no se encuentra referencia sobre algún precedente contradictorio que sustente
las observaciones anotadas.
El Auto de Vista que da origen a esta acción tutelar, realiza las consideraciones correspondientes
para principalmente terminar aclarando en la parte esencial del documento -previa al decisorio- que
las pruebas de cargo datan del 2011 y no pueden ser valoradas para fundar una sentencia
condenatoria, en razón a que la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia
data de 9 de marzo de 2013; es decir, con posterioridad a los hechos denunciados. Asimismo, señaló
que el Juez de la causa asignó el valor respectivo a cada una de las pruebas testificales tomando en
cuenta no solo lo que dijeron, sino también como lo expresaron.
Con ese necesario antecedente, y luego de realizar similar análisis del recurso de casación interpuesto
por la impetrante de tutela contra el aludido Auto de Vista, se extrae que el planteamiento -al igual
que la referida apelación- discurre con análogas alegaciones concernientes a la no valoración de la
prueba -declaraciones prestadas por los testigos ofrecidos por la parte civil, Ministerio Público y el
propio acusado- bajo criterios de la sana crítica y prudente arbitrio. Al efecto, la prenombrada hizo
cita de Autos Supremos que trascienden en aspectos como la motivación, fundamentación y
congruencia de las resoluciones.
Ante el planteamiento de la accionante, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, emitió el Auto
Supremo 465/2018-RA cuyo contenido introductorio desarrolla los antecedentes del proceso penal
de origen, los motivos expuestos en el recurso de casación examinado, los requisitos de admisión,
citando las normas o base legal nacional -Constitución Política del Estado, Código de Procedimiento
Penal, Ley del Órgano Judicial- e instrumentos internacionales -Convención Americana sobre
Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos-.
El cuestionado Auto Supremo, señala que a tiempo de analizar la admisibilidad del recurso de casación
es menester observar el cumplimiento de requisitos prescritos en los arts. 416 y 417 del CPP de los
cuales por su relevancia resaltan: “ii) Invocación del precedente contradictorio a tiempo de la
interposición del recurso de apelación restringida, debiendo el recurrente expresar en términos claros
y precisos la contradicción existente entre el Auto de Vista impugnado y el precedente invocado; es
decir, este requisito constituye una carga procesal para el recurrente…” (sic) aclarando que no es
suficiente la simple mención o transcripción del precedente.
Continuando con el contraste de los requisitos, refiere: “iii) Como única prueba admisible se
acompañará copia del recurso de apelación restringida, pues el precedente contradictorio deberá ser
invocado a tiempo de su interposición; a menos que la sentencia le fuera inicialmente favorable a la
parte y por lo tanto aquella resolución judicial no le genere agravio alguno, sino que éste surge en
apelación cuando se dictó el Auto de Vista; caso en el cual, el recurrente tiene la carga procesal de
invocar el precedente contradictorio en el momento de interponer el recurso de casación.
El precepto legal contenido en el citado art. 417 de la Ley Adjetiva Penal, concluye señalando que el
incumplimiento de dichos requisitos determinará la declaración de inadmisibilidad del recurso” (sic).
A continuación, describe las situaciones o causales que hacen viable la flexibilización de aquellos
requisitos a efectos de una eventual admisibilidad, para finalmente, en el punto IV análisis sobre el
cumplimiento de dichos requisitos, contrastar los motivos expuestos en el recurso de casación con la
normativa aplicable y terminar explicando los razonamientos de su inadmisibilidad, a cuyo efecto
menciona los Autos Supremos que las contendrían y las Sentencias Constitucionales Plurinacionales
respaldatorias para no abrir la competencia extraordinaria del Tribunal Supremo de Justicia respecto
a los criterios de flexibilización, que básicamente se resumen en el incumplimiento de la obligación
de establecer cuál es la contradicción entre los agravios denunciados con los precedentes y el Auto
de Vista 77.
Por todo lo descrito, en el caso que nos ocupa las autoridades demandadas que determinaron la
inadmisibilidad del recurso de casación formulado por la accionante expusieron sus razonamientos
observando una adecuada motivación y fundamentación como elementos estructurales del debido
proceso, explicando en forma clara y sustentada los motivos que impidieron ingresar al análisis de

GACETA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1158


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fondo de las circunstancias denunciadas, conforme los entendimientos glosados por el Fundamento
Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional; pues, de acuerdo a lo reflejado se
incumplieron los requisitos legales de admisibilidad, advirtiéndose que la manera en que fue
planteada denota haberse replicado la carencia de los elementos exigidos por la norma Adjetiva Penal
-precedentes contradictorios por ejemplo- que ya fueron extrañados a tiempo de resolver la apelación
restringida, circunstancia que irradia falta de técnica recursiva que no puede ser sustituida o
subsanada por este Tribunal. Consecuentemente, corresponde denegar la tutela impetrada.
Por último, con referencia a que el Auto Supremo habría inobservado el principio de congruencia,
debe considerarse que dicho fallo no resolvió los aspectos de fondo que fueron objeto del recurso de
casación por haberse declarado su inadmisibilidad; consiguientemente, no corresponde pronunciarse
sobre ese aspecto.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al denegar la tutela impetrada, valoró correctamente los
datos del proceso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en
revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución 20/19 de 13 de junio de 2019, cursante de fs. 223
vta. a 226 vta., pronunciada por la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia
Intrafamiliar Doméstica y Pública Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. MSc. Paul Enrique Franco Zamora


MAGISTRADO
Fdo. MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
MAGISTRADA

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0787/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: MSc. Brigida Celia Vargas Barañado
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29606-2019-60-AAC
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución AAC-0030/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 1235 a 1240 vta.,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Zlatko Vezjak en
representación de la empresa Vezla Import Export Representaciones Sociedad de
Responsabilidad Limitada (S.R.L.) contra Antonio Remigio Montaño Gonzáles, Alcalde del
Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 29 de abril y 6 de mayo de 2019, cursantes de fs. 192 a 198 y 209,
la parte accionante a través de su representante expresó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
El 5 de noviembre de 2018, el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo del departamento de
Cochabamba, convocó mediante licitación pública nacional CUCE: 18-1302-00-893027-1-1 la
Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo Complementario para dicha entidad edil, a la que se
presentó como proponente por tener amplia experiencia en el rubro, adjudicándose la misma por
Resolución Administrativa de Adjudicación G.A.M.Q./LPN/019/2018 de 28 de noviembre, por Bs11
695 000.- (once millones seiscientos noventa y cinco mil bolivianos), con un plazo de entrega de
quince días calendario a partir de la firma del contrato.
El 19 de diciembre de “2019” -lo correcto es 2018-, suscribieron el contrato SZP 014/2018 de 19 de
diciembre con Zacarias Jayta Berrios, Alcalde suplente de dicho Gobierno Municipal; por lo que,
entregaron las boletas de garantía de cumplimiento de contrato BG-034826-0300 por Bs818 650.-
(ochocientos dieciocho mil seiscientos cincuenta bolivianos) y de buen funcionamiento de la
maquinaria BG-034827-0300 por Bs175 425.- (ciento setenta y cinco mil cuatrocientos veinticinco
bolivianos), ambas emitidas por el Banco BISA Sociedad Anónima (S.A.) a favor de la referida
institución, tal como consta en la cláusula 7.1 y 2 del contrato.
El 28 de igual mes y año, entregaron toda la maquinaria y suscribieron el acta de recepción definitiva,
en la que la comisión de recepción compuesta por Ariel Quiroz Arnez, Secretario Municipal Técnico,
Amilcar Valdivia Rodríguez, Secretario Municipal de Planificación y Desarrollo Territorial, Rómulo
Arévalo Avilés, Director de Finanzas, José Escalera Villarroel, Jefe de Transporte, Cesar García Blanco,
Subalcalde D-1, Rosa López, Subalcaldesa D-2, Juana Alanis Marin, Subalcaldesa D-4, Raúl
Bustamante Quispe, Subalcalde a.i. D-5 y Eusebio Sarzuri Alejo, Coordinador de Subalcaldías, todos
del Gobierno Autónomo Municipal señalado, indicaron que se verificaron todos los equipos y
componentes de la maquinaria los cuales cumplían con los términos de referencia establecidos en el
Documento Base de Contrataciones (DBC); por lo que, recomendaron el pago del monto estipulado
de Bs11 695 000.- a favor de Vezla Import Export Representaciones S.R.L.
Por Nota de 21 de diciembre de 2018, se entregaron las facturas 151, 152, 153, 154 y 155 por el
referido monto; en enero de 2019 -no señaló día-, pagaron los importes del Impuesto al Valor
Agregado (IVA), en la suma de Bs1 520 350.- (un millón quinientos veinte mil trescientos cincuenta
bolivianos), equivalente al 13% del monto total del contrato y el Impuesto a las Transacciones (IT)
de Bs350 850.- (trescientos cincuenta mil ochocientos cincuenta bolivianos).

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Posteriormente hubo cambio de Alcalde de esa institución, quien retrasó la protocolización del
contrato, pese a que se envió una nota el 14 de febrero del citado año, para la entrega de la
documentación; sin embargo, no lo hicieron; asimismo, el 18 del igual mes y año, solicitaron 4 000
litros de diésel para las pruebas de funcionamiento y un lugar donde debía asfaltarse; empero, el 7
del referido mes y año, les notificaron con la Carta CITE.EXT. ARMG 195/2019 de 28 de febrero, de
intención de resolución de contrato, señalando que el 27 del mencionado mes y año, realizaron la
inspección in situ y verificaron que la planta asfaltadora no estaba funcionando y continuaban
ensamblando, e identificaron que no hicieron pruebas de campo; en ese entendido, invocando la
“Cláusula 19.3.” del contrato, mencionaron que lo cotejado en el lugar no guardaba relación con el
acta de recepción; por lo que, hubo incumplimiento de contrato atribuible al proveedor; por
consiguiente, pusieron a su conocimiento esta intención, misma que es errada, puesto que no
tomaron en cuenta el numeral 19 del DBC que indica, que el bien mueble debió ser entregado en
instalaciones del referido Gobierno Municipal en un plazo no mayor a quince días, el mismo que se
cumplió y no prevé que el funcionamiento de los equipos sea en ese lapso de tiempo, este tendrá
que hacérselo de acuerdo a un proyecto de asfaltado de una calle o avenida, que no fue entregado
por dicha institución edil.
En ese entendido, el 13 de marzo del indicado año, presentó recurso de revocatoria contra la Carta
de intención de resolución de contrato en base a once puntos de agravio, el cual nunca fue resuelto,
vulnerando su derecho de petición y el 23 de abril del mismo año sin dar respuesta al señalado
recurso, le notificaron con la Carta CITE.EXT. ARMG 414/2019 de la misma fecha, comunicándole
con la resolución y ejecución de las boletas de garantía de cumplimiento de contrato y de buen
funcionamiento de la maquinaria; la referida Carta fue firmada por Antonio Remigio Montaño
Gonzales, Alcalde suplente en ejercicio, Rómulo Arévalo Avilés, Director de Finanzas, Marcelo Rocha
Vásquez, Asesor Financiero de Despacho, todos del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo y no
así por los que firmaron la intención de resolución de contrato.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
La parte accionante a través de su representante denunció la lesión de sus derechos a la petición, al
debido proceso en sus elementos de motivación y congruencia, a la defensa, a la propiedad privada,
al trabajo y a la actividad empresarial lícita, citando al efecto los arts. 24, 46, 47, 56, 115.II y 117.I
de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela disponiendo: a) La nulidad de la Carta CITE.EXT. ARMG 414/2019; y, b)
Que la autoridad demandada se pronuncie respecto al recurso de revocatoria presentado, dejando
sin efecto la Carta de intención de resolución de contrato.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 13 de junio de 2019, según consta en acta cursante de fs. 1232 a
1234, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
La parte accionante por intermedio de sus representantes en audiencia, ratificó inextenso los
fundamentos expuestos en su acción de amparo constitucional.
I.2.2. Informe del demandado
Willy Ronald López Mamani, Alcalde a.i. del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, por
intermedio de su representante en audiencia, señaló que: 1) El recurso de revocatoria fue resuelto
conforme se evidencia de la documentación presentada en audiencia, consistente en “…la resolución
y la notificación…” (sic) que fue verificada por Notaria de Fe Pública, la cual fue realizada en el tablero
de la Secretaría de la referida entidad edil debido a que la parte accionante no constituyó domicilio
procesal en aplicación del art. 43 de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA) -de 23 de abril de
2002-, al no haber sido planteado recurso ulterior, se pronunció el Auto de ejecutoria, notificado de

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la misma manera y verificado también por la mencionada Notaria; por lo que, posteriormente, se
emitió la Carta de resolución de contrato; 2) En tal sentido se activó el principio de subsidiariedad;
por cuanto, no se agotaron las instancias legales correspondientes por negligencia y dejadez; 3) La
parte impetrante de tutela alegó hechos controvertidos; toda vez que, se remitió a cláusulas del
contrato y a la incorrecta aplicación de las mismas, lo que no puede ser resuelto en la jurisdicción
constitucional; es decir, lo que se cuestionó es la interpretación a efectos de la resolución del contrato,
lo cual constituye un hecho controvertido, que deberá ser probado en las vías legales
correspondientes; 4) Contra la Carta de intención de resolución de contrato, se interpuso el recurso
de revocatoria, por lo que se hizo uso de los mecanismos de defensa; en ese entendido, no se vulneró
ese derecho; y, 5) No se lesionaron los derechos a la propiedad privada y al trabajo, de los cuales
no se acreditaron con prueba la forma en que el señalado Gobierno Municipal habría limitado el
mismo, la jurisprudencia constitucional a la que se hace referencia en su acción tutelar, no contiene
supuestos análogos al presente caso; por lo que, al existir hechos controvertidos entre particulares y
el Estado, e incongruencia de los argumentos con el petitorio, solicitó la denegatoria de la tutela.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
René Fernández Céspedes, Presidente del Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo,
por memorial de 13 de junio de 2019 cursante de fs. 584 a 586 y en audiencia manifestó que: i)
Dentro del proceso de contratación “Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo Complementario
para el G.A.M.Q.”, dicho Concejo Municipal intervino en la etapa de autorización de la firma del
contrato, cuya atribución le corresponde al Órgano Legislativo por disposición de los arts. 16.8 de la
Ley 482 -Ley de Gobiernos Autónomos Municipales de 9 de enero de 2014-; y, 5 de la Ley Municipal
de Fiscalización del Gobierno Municipal de Quillacollo, en cumplimiento a dicha normativa se
realizaron todos los actos administrativos inherentes a sus atribuciones como Concejo Municipal; ii)
En ejercicio de la facultad fiscalizadora y aplicación de los arts. 283 de la CPE y 34 de la Ley Marco
de Autonomías y Descentralización “Andrés Ibáñez” (LMAD), ante las supuestas irregularidades
emergentes del proceso de contratación y consiguiente resolución de contrato, el citado Órgano
Legislativo Municipal requirió a la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE), informes y documentos, que a
la fecha están siendo valorados para fines de asumir las acciones que correspondan; y, iii) Por los
antecedentes expuestos concluyó que dentro del proceso de contratación y adquisición de la Planta
de Asfalto y Equipo Complementario para el señalado Gobierno Municipal, se han identificado indicios
de irregularidades, que deben ser investigados mediante las instancias legales pertinentes.
I.2.4. Intervención de las entidades estatales
La representante de la Procuraduría General del Estado, en audiencia se adhirió a los fundamentos
expuestos por la autoridad demandada y el Concejo del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo,
puntualizando que se tiene la resolución del recurso de revocatoria que habría sido notificada al
accionante y se verificó que este no habría agotado el procedimiento administrativo; por lo que,
eventualmente corresponde ir a la vía jurisdiccional, en caso de considerar que se le vulneró aspectos
contenidos en la relación contractual.
El representante de la Contraloría General del Estado, el delegado del Viceministerio de Transparencia
y Lucha contra la Corrupción y el comisionado del Ministerio Público, no asistieron a la audiencia de
consideración ni remitieron escrito alguno pese a su notificación cursante a fs. 407 y 408.
I.2.5. Resolución
La Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución AAC-0030/2019 de 13 de junio, cursante de fs. 1235 a 1240 vta., declaró
“improcedente” la acción de amparo constitucional; en consecuencia, denegó la tutela solicitada,
en base a los siguientes fundamentos: a) El contrato de 19 de diciembre de 2018, en su Cláusula
Décima Novena establece taxativamente que concluirá por una de las siguientes causales; punto 19.1
por su incumplimiento, que es la forma ordinaria de conclusión, caso en el que tanto la entidad como
el proveedor darán por terminado el mismo; en similar sentido, cuando ambas partes hayan dado
cumplimiento a todas las condiciones y estipulaciones contenidas en el referido documento, aspecto

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que se hará constar en el certificado de cumplimiento de contrato emitido por la entidad; es decir,
este no finaliza con el acta de recepción definitiva, sino con la extensión del mencionado certificado,
el cual no fue presentado por ninguna de las partes; b) De las literales acompañadas por la autoridad
demandada, se advirtió que una vez interpuesto el recurso de revocatoria, el Alcalde de ese entonces,
es decir, el ahora demandado, pronunció la Resolución de Recurso de Revocatoria que resolvió el
mismo el 20 de marzo de 2019, la cual está respaldada con el Acta Notarial de verificación realizado
por la Notaria de Fe Pública, Magaly Ceballos Nogales a horas 15:00 del 21 del precitado mes y año;
c) Cumplido el plazo para que el impetrante de tutela interponga recurso jerárquico, ante la
inexistencia de este, se emitió la Resolución de Ejecutoria respectiva el 5 de abril de 2019, notificada
también por Secretaria del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo y verificada por la referida
Notaria el 8 del indicado mes y año a horas 15:00; y, d) En cumplimiento al procedimiento se expidió
la Carta CITE.EXT. ARMG 414/2019 de 23 del señalado mes, comunicándole la Resolución de
Contrato, la que fue notificada en la misma fecha y bajo la referida modalidad; por lo que, tomando
en cuenta que no se tiene ningún cuestionamiento conforme al ordenamiento jurídico ordinario en
relación a la resolución de contrato y no haber agotado la vía administrativa, corresponde declarar
“improcedente” la acción de amparo constitucional y denegar la tutela solicitada por subsidiariedad,
no ingresándose al análisis de fondo de la problemática planteada.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se evidencia lo siguiente:
II.1. Cursa Contrato SZP 014/2018 de 19 de diciembre, suscrito entre Zacarías Jayta Berrios, Alcalde
Suplente del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo y Zlatko Vezjak, representante de la
empresa Vezla Import Export Representaciones S.R.L., para la adquisición de una Planta de Asfalto
y Equipo Complementario para dicha entidad edil, con un plazo de entrega de quince días calendario
a partir del día siguiente a la firma del contrato (fs. 435 a 440 vta.).
II.2. Consta acta de recepción definitiva de 28 de diciembre de 2018, de “AQUISICIÓN DE LA PLANTA
DE ASFALTO Y EQUIPO COMPLEMENTARIO PARA EL G.A.M.Q.” (sic), en la que la comisión
responsable de recibirla hizo constar que verificaron los equipos y sus componentes, y que los mismos
cumplían los términos de referencia y del DBC (fs. 452 vta. a 453).
II.3. Por Carta CITE.EXT. ARMG 195/2019 de 28 de febrero, Antonio Remigio Montaño Gonzáles,
Alcalde Suplente del referido Gobierno Municipal y otros, comunicaron a través de Carta Notariada
32/2019 el 7 de marzo a la empresa Vezla Import Export Representaciones S.R.L., la intención de
resolución de contrato (fs. 169 y vta.).
II.4. Mediante memorial presentado el 13 de marzo de igual año, Zlatko Vezjak, representante de la
empresa Vezla Import Export Representaciones S.R.L. interpuso recurso de revocatoria contra la
Carta Notariada de intención de resolución de contrato (fs. 579 a 583 vta.).
II.5. A través de la Resolución del Recurso de Revocatoria de 20 del referido mes y año, el Alcalde
Suplente del Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo, declaró la improcedencia del mismo,
manteniendo firme la Carta Notariada de intención de resolución de contrato (fs. 569 a 578).
II.6. Se tiene Acta de Verificación de Notificación en Tablero, señalando que en los ambientes de
dicho Gobierno Municipal a horas 15:00 del 21 de marzo de 2019, Magaly Zeballos Nogales, Notaria
de Fe Pública 4 de Quillacollo, se constituyó en esas dependencias a objeto de verificar que en la
puerta de ingreso a la Dirección Jurídica se encontraba un tablero con varias notificaciones en orden
cronológico, entre estas una a nombre de Vezla Import Export Representaciones S.R.L. con la
Resolución precitada, notificada el mismo día (fs. 568).
II.7. Cursa Resolución de Ejecutoria de 5 de abril de 2019 de la Resolución de Recurso de Revocatoria
de 20 de marzo de igual año, por no haber interpuesto dicha empresa recurso alguno contra la misma
(fs. 567).
II.8. Consta Acta de Verificación de Notificación en Tablero, refiriendo que en los ambientes del
indicado Gobierno Municipal a horas 15:00 del 8 de abril de 2019, Magaly Zeballos Nogales, Notaria

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de Fe Pública 4 de Quillacollo, se constituyó en esas dependencias a objeto de verificar que en la


puerta de ingreso a la Dirección Jurídica se encontraba un tablero de notificaciones en orden
cronológico, entre estas se identificó una a nombre de Vezla Import Export Representaciones S.R.L.
con la Resolución de Ejecutoria de 5 del mismo mes y año (fs. 566).
II.9. Por Carta CITE.EXT. ARMG 414/2019 de 23 de abril, Antonio Remigio Montaño Gonzáles, Alcalde
Suplente del referido Gobierno Municipal y otros, comunicaron a la mencionada empresa mediante
Carta Notariada 58/2019 el 23 de abril de igual año, la Resolución de Contrato de Adquisición de la
Planta de Asfalto y Equipo Complementario para dicha entidad edil (fs. 175 a 176).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La parte accionante a través de su representante denuncia la vulneración de sus derechos a la
petición, al debido proceso en sus elementos de motivación y congruencia, a la defensa, a la
propiedad privada, al trabajo y a la actividad empresarial; toda vez que, pese a haberse adjudicado
por licitación pública nacional, la Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo Complementario para
el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo y entregado el mismo dentro del plazo estipulado en
el contrato, le notificaron con Carta Notariada 32/2019 de 7 de marzo, la Carta CITE.EXT. ARMG
195/2019 de 28 de febrero, de intención de resolución de contrato, contra la que interpuso recurso
de revocatoria que no fue resuelto; sin embargo, el 23 de abril del señalado año, le notificaron con
Carta Notariada 58/2019, el CITE.EXT. ARMG 414/2019 de igual fecha, comunicándole la resolución
del contrato y la ejecución de las boletas de garantía de cumplimiento de contrato y buen
funcionamiento de la maquinaria.
En consecuencia, corresponde en revisión analizar si tale argumentos son evidentes a fin de conceder
o denegar la tutela solicitada.
III.1. Resolución de los contratos administrativos en el marco del Sistema de
Administración de Bienes y Servicios. Medios de impugnación
La SCP 0253/2019-S4 de 16 de mayo, al respecto estableció lo siguiente: « “Con relación a la
resolución de los contratos administrativos en el marco del Sistema de Administración de Bienes y
Servicios, así como respecto a los medios de impugnación, la SCP 0928/2012 de 22 de agosto,
desarrolló el siguiente entendimiento: ‘El Sistema de Administración y Control Gubernamental está
regulado por la Ley de Administración y Control Gubernamentales (LACG), siendo parte de éste, el
Sistema de Administración de Bienes y Servicios, regulado en forma general por dicha Ley y en forma
específica a través de las Normas Básicas de Administración de Bienes y Servicios (NB-SABS)
aprobadas por DS 0181 de 28 de junio de 2009, que conforman el conjunto de normas de carácter
jurídico, técnico y administrativo que regula la contratación de bienes y servicios, el manejo y la
disposición de bienes de las entidades públicas, en forma interrelacionada con los sistemas
establecidos en la Ley de Administración y Control Gubernamentales, conforme lo dispone el art. 1
de dicha norma regulatoria.
Por ello, las normas de aplicación exclusiva a los procesos de contratación por licitación pública,
contratación por concurso de propuestas y contratos administrativos de adquisición de bienes y
servicios, son las contenidas en las NB-SABS. Esta normativa, conjuntamente con el Documento Base
de Contratación (DBC), elaborado en aplicación del art. 46 de las NB-SABS por la entidad contratante,
son la base normativa aplicable al proceso de contratación…’.
Más adelante, en cuanto a los mecanismos que prevé la ley para impugnar el procedimiento de la
resolución de los contratos administrativos de provisión de bienes y servicios, la citada SCP
0928/2012, señaló lo siguiente: ‘…referente a los recursos administrativos y vías de impugnación
inherentes en el procedimiento de resolución del contrato, sus preceptos son de aplicación exclusiva,
no pudiendo utilizarse los recursos de revocatoria y jerárquico regulados en la Ley de Procedimiento
Administrativo, como medios de impugnación, debido a que en el art. 3.II. inc. d) de esta última
norma estipula claramente que: ‘No están sujetos al ámbito de aplicación de la presente Ley: (…) d)
Los Regímenes agrario, electoral y del sistema de control gubernamental, que se regirán por sus
propios procedimientos′.Las NB-SABS, que forman parte del Sistema de Administración y Control

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Gubernamental, no estipulan la revocatoria ni el jerárquico como formas de impugnación en la vía


administrativa (art. 90).
Es necesario subrayar que el régimen de contratación del Estado, en el que se encuentra el
procedimiento de resolución de contratos administrativos de pleno derecho, aún tenga esta
naturaleza jurídica (de pleno derecho), debe observar y ser respetuoso de los valores y principios
contenidos y declarados en la NB-SABS, como son: responsabilidad, transparencia, integridad,
justicia, verdad, respeto a las personas, contenidas en los arts. 7 a 14 de dichas normas y el respeto
a los derechos fundamentales del administrado, debido a que ese procedimiento finalmente se
decantará en un acto administrativo denominado resolución de contrato, el que al ser una
manifestación de la voluntad de la administración, producirá efectos jurídicos respecto del
administrado, por lo mismo, debe sujetarse al orden jurídico y al respeto de las garantías y derechos
de éste, abriéndose la vía judicial correspondiente para el control de legalidad ante su
quebrantamiento, previa antes de la activación de la justicia constitucional a través del
amparo constitucional’.
Las Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios aprobadas con DS 0181
(texto actualizado a octubre de 2017), incluyen como modalidad de contratación, la denominada
ANPE, que conforme con el art. 55, es aquella que permite la libre participación de un número
indeterminado de proponentes, apoyando la producción y el empleo a nivel nacional; y, que de
acuerdo con lo previsto por el art. 56 de las mismas normas básicas, se realiza publicando el DBC en
el SICOES y en la mesa de partes, procedimiento que culmina con la suscripción de contrato o la
emisión de una orden de compra u orden de servicio, de acuerdo a lo señalado por el art. 58 inc. i)
de la mencionada normativa, se concluye que se trata de una contratación de bienes y servicios con
el Estado, de manera que las contenciones emergentes de su ejecución, abren la vía de la revisión
jurisdiccional a través del proceso contencioso, disciplinario por los arts. 775 y 777 del Código de
Procedimiento Civil (CPCabrg), vigentes por mandato de la Disposición Final Tercera del Código
Procesal Civil y cuya aplicabilidad fue expresamente prevista por la, Ley Transitoria para la
Tramitación de los Procesos Contencioso y Contencioso Administrativos -Ley 620 de 29 de diciembre
de 2014- que en su art. 4, ordena que se aplicarán los arts. 775 al 781 de la referida norma adjetiva
civil abrogada, hasta que sean regulados por Ley, como jurisdicción especializada, como establece la
Disposición Final Tercera del Código Procesal Civil.
Conforme a lo dispuesto por la normativa analizada precedentemente, las divergencias suscitadas
entre partes durante la ejecución de un contrato administrativo, negociación o concesión del Órgano
Ejecutivo del que forman parte las instituciones públicas o como emergencia de la resolución de las
mismas, deben ser sometidas a la jurisdicción contenciosa. En ese lineamiento, se tiene que el art. 2
de la Ley 620, a tiempo de crear la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa, dentro de la
estructura del Tribunal Supremo de Justicia, estableció entre las atribuciones de dicha Sala, las
siguientes:
‘1. Conocer y resolver las causas contenciosas que resultaren de los contratos, negociaciones y
concesiones del Gobierno Central, y demás instituciones públicas o privadas que cumplan roles de
administración pública a nivel nacional.
2. Conocer y resolver las demandas Contenciosas Administrativas del nivel nacional, que resultaren
de la oposición entre el interés público y privado’.
La sentencia que dirima tal controversia, es susceptible del recurso de casación, con arreglo a lo
dispuesto por el art. 5 de la referida Ley 620.
Con base en lo dispuesto por la norma transcrita precedentemente, se concluye que toda contención
surgida de contratos, negociaciones o concesiones del Estado, a través del Gobierno Central o
instituciones públicas o que administren recursos públicos, o que resultaren de la oposición entre el
interés público o privado, deben ser sometidos a la jurisdicción contenciosa, lo que implica la
imposibilidad de acudir directamente a la jurisdicción constitucional para su resolución”» (las negrillas
pertenecen al texto original).

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III.2. Sobre la necesaria diferenciación entre el proceso contencioso y contencioso


administrativo
La SCP 0088/2019-S3 de 15 de mayo, al respecto señaló: «“La Constitución Política del Estado en su
art. 179.I, definió la existencia de la jurisdicción especializada, estipulando que la misma sería
regulada por ley; en virtud a ello, se promulgó la Ley de Transición Para el Tribunal Supremo de
Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional -
Ley 212 de 23 de diciembre de 2011-, que en su art. 10.I determinó que: ‘La Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia conocerá las causas contenciosas que resultaren de los contratos, negociaciones
y concesiones del Órgano Ejecutivo, y de las demandadas contenciosas - administrativas, a que dieren
lugar las resoluciones del mismo; hasta que sean reguladas por ley como Jurisdicción Especializada’.
Posteriormente, el 19 de noviembre de 2013, se promulgó el Código Procesal Civil, que en su
Disposición Final Tercera determinó: ‘De conformidad a lo previsto por la Disposición Transitoria
Décima de la Ley N° 025 de 24 de junio de 2010, Ley del Órgano Judicial, quedan vigentes los
Artículos 775 al 781 del Código de Procedimiento Civil, sobre Procesos: Contencioso y Resultante de
los Contratos, Negociaciones y Concesiones del Poder Ejecutivo y Contencioso Administrativo a que
dieren lugar las resoluciones del Poder Ejecutivo, hasta que sean regulados por Ley como jurisdicción
especializada’.
Finalmente, se promulgó la Ley Transitoria para la Tramitación de los Procesos Contenciosos y
Contenciosos Administrativos -Ley 620 de 29 de diciembre de 2014-, cuya disposición derogatoria
única dispuso: ‘Se deroga el Parágrafo I del Artículo 10 de la Ley Nº 212 de 23 de diciembre de 2011,
de Transición para el Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la
Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional’, incluyendo en su art. 4, lo siguiente: ‘Para la
tramitación de los procesos contenciosos y contenciosos administrativos, se aplicarán los
Artículos 775 al 781 del Código de Procedimiento Civil, hasta que sean regulados por Ley,
como jurisdicción especializada, conforme establece la Disposición Final Tercera de la Ley Nº 439 de
19 de noviembre de 2013, ‘Código Procesal Civil’”.
Dicha ley fue promulgada para regir de manera transitoria y regular la tramitación de los procesos
contencioso y contencioso administrativos, crear la estructura del Tribunal Supremo de Justicia y de
los Tribunales Departamentales, a través de las Salas especializadas denominadas Contenciosa y
Contenciosa Administrativa, estableciendo sus atribuciones y regulando de manera específica la
tramitación y substanciación de los mismos.
En ese marco, la diferencia entre estos procesos está plenamente identificada en la normativa legal
vigente, determinando que el proceso contencioso obedece a un conflicto emergente como
resultado, ya sea de contratos, negociaciones y concesiones del Gobierno Central y demás
instituciones públicas o privadas que cumplan roles de administración pública a nivel nacional -siendo
competencia de la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa como parte del Tribunal Supremo
de Justicia-; o, de los gobiernos autónomos departamentales, municipales, indígena originario
campesinos y regionales; universidades públicas, y demás instituciones públicas o privadas que
cumplan roles de administración estatal a nivel departamental -son de competencia la Sala
Contenciosa y Contenciosa Administrativa de los Tribunales Departamentales de Justicia-
Respecto a la vía recursiva, contra la resolución que resuelva el proceso contencioso, procederá el
recurso de casación, a saber: a) En los procesos contenciosos tramitados en las Salas Contenciosas
y Contenciosas Administrativas de los Tribunales Departamentales de Justicia, los recursos de
casación serán resueltos por la Sala Contenciosa y Contenciosa Administrativa del Tribunal Supremo
de Justicia; y, b) En los procesos contenciosos tramitados en la Sala Contenciosa y Contenciosa
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, y los recursos de casación serán resueltos por la
Sala Plena de dicho Tribunal.
En cambio, el proceso contencioso administrativo es un trámite que se presenta para impugnar
en la vía judicial resoluciones emitidas por el Estado, que necesariamente no tengan otra vía o forma
para ser modificadas o revocadas por la entidad pública que emitió un acto administrativo como la

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instancia de control judicial a la fase administrativa, y a diferencia del proceso contencioso, contra la
resolución que resuelva el proceso contencioso administrativo, no procede recurso ulterior y debe
ser sustanciado de puro derecho, ya que se observará si efectivamente se restringió o limitó un
derecho privado en la tramitación de los recursos legales interpuestos en sede administrativa
establecidos en la Ley 2341; lo que significa que, una vez agotados los recursos de impugnación y
cuando así corresponda, el particular puede iniciar el citado proceso contencioso administrativo ante
la autoridad jurisdiccional, si considera que sus intereses legítimos o derechos subjetivos fueron
lesionados o perjudicados a causa de una determinación del Estado o cuando exista oposición entre
el interés público y privado» (las negrillas corresponden al texto original).
III.3. Análisis del caso concreto
De autos se advierte que la parte impetrante de tutela a través de su representante, denuncia la
vulneración de sus derechos a la petición, al debido proceso en sus elementos de motivación y
congruencia, a la defensa, a la propiedad privada, al trabajo y a la actividad empresarial; toda vez
que, se adjudicó mediante licitación pública nacional, la Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo
Complementario para el Gobierno Autónomo Municipal de Quillacollo por Bs11 695 000.-, teniendo
un plazo de quince días para la entrega, el mismo que cumplió dentro del término señalado; por lo
que, suscribió el acta de recepción definitiva con la comisión de recepción compuesta por varios
funcionarios públicos pertenecientes a dicha institución edil, quienes dieron su conformidad; en ese
entendido, facturaron por el monto mencionado y pagaron el IVA e IT; sin embargo, posteriormente
fue notificado con Carta Notariada 32/2019 de 7 de marzo, con el CITE.EXT. ARMG 195/2019 de 28
de febrero, comunicándole la intención de resolución de contrato, contra la cual el 13 de marzo del
mismo año, interpuso recurso de revocatoria, que no fue respondido y el 23 de abril del citado año,
le notificaron con el CITE.EXT. ARMG 414/2019 de la misma fecha, igualmente mediante Carta
Notariada 58/2019, informándole la resolución del contrato y consiguientemente, la ejecución de las
boletas de garantía de cumplimiento de contrato y buen funcionamiento de la maquinaria, hecho que
consideró lesivo de los derechos alegados.
Previo a ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, corresponde señalar que el marco
legal que rigió el proceso de contratación para la Adquisición de la Planta de Asfalto y Equipo
Complementario para dicho Gobierno Municipal, fueron las normas y regulaciones de contratación
establecidas en el Decreto Supremo 0181 de las Normas Básicas del Sistema de Administración de
Bienes y Servicios (NB-SABS), sus modificaciones y el DBC, en la modalidad de Licitación Pública
Nacional, donde se establecieron las causales de resolución, así como las reglas aplicables al mismo;
cuyo análisis, conforme se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional,
le corresponde a la vía jurisdiccional a través del proceso contencioso, disciplinado por los arts. 775
y 777 del Código de Procedimiento Civil abrogado (CPCabrg), vigentes por mandato de la Disposición
Final Tercera del Código Procesal Civil (CPC) y cuya aplicabilidad fue expresamente prevista por la
Ley 620 de 29 de diciembre de 2014, que en su art. 4, dispone que se aplicarán los arts. 775 al 781
de la citada norma adjetiva civil abrogada, hasta que sean regulados por ley, como jurisdicción
especializada, conforme establece la Disposición Final Tercera de la mencionada norma.
En el presente caso, la parte accionante después de adjudicarse por licitación pública nacional, la
Provisión de la Planta de Asfalto y Equipo Complementario para el señalado Gobierno Municipal,
suscribió el Contrato SZP 014/2018 de 19 de diciembre con el Alcalde Suplente de dicha institución
edil, Zacarías Jayta Berrios, el mismo que en su Cláusula Cuarta refiere que el proveedor -empresa
Vezla Import Export Representaciones S.R.L.- entregará los bienes en el plazo de quince días
calendario a partir del día siguiente de la firma del contrato, lapso de tiempo que el impetrante de
tutela señaló que cumplió, conforme se tiene establecido en el acta de recepción definitiva de 28 de
igual mes y año (Conclusión II.1), en el que la comisión de recepción hizo constar su conformidad,
señalando que la planta procesadora de asfalto cumplía con los términos de referencia del DBC y
recomendó el pago del precio acordado.
Sin embargo, posteriormente, fue notificado por Carta Notariada 32/2019 el CITE.EXT. ARMG
195/2019 de intención de resolución de contrato, suscrita por el Alcalde demandado, Antonio Remigio

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Montaño Gonzáles y otros funcionarios aduciendo como causal, la verificación que realizaron en el
lugar constatando que dicha planta no se encontraba en funcionamiento; toda vez que, aún
continuaban ensamblando y no hubo pruebas de campo; consiguientemente, la realidad no era
acorde al acta de recepción; por lo que, el impetrante de tutela el 13 de marzo del mismo año,
planteó recurso de revocatoria contra la citada Carta, el mismo que según lo manifestado por la
referida autoridad y los documentos adjuntos en audiencia, hubiese sido resuelto el 20 de igual mes
y año, declarando su improcedencia, con el cual notificaron a la parte accionante en tablero de la
Dirección Jurídica de la señalada entidad edil el 21 del referido mes y año, hecho verificado por la
Notaria de Fe Pública 4 de la indicada localidad, Magaly Zeballos Nogales.
De acuerdo al informe de la autoridad demandada, al no haber presentado el impetrante de tutela
ningún otro recurso contra el mencionado actuado, declaró la ejecutoria de la Resolución de Recurso
de Revocatoria el 5 de abril del mismo año, actuado con el que se notificó al peticionante de tutela
en el tablero de la Dirección Jurídica de la referida entidad edil, el 8 de abril del mismo año, conforme
consta en el Acta de Verificación de Notificación en Tablero elaborada por la mencionada Notaria; en
ese entendido, el 23 del indicado mes y año, el Alcalde demandado por Carta Notariada 58/2019
comunicó con el CITE.EXT. ARMG 414/2019 a la empresa Vezla Import Export Representaciones
S.R.L. la resolución del contrato; consiguientemente, la ejecución de las boletas de garantía de
cumplimiento de contrato y de buen funcionamiento de la maquinaria.
Respecto a lo precedentemente señalado, la jurisprudencia constitucional estableció que a esta
jurisdicción constitucional, no le compete resolver controversias emergentes de la resolución de
contratos, puesto que para ello se encuentra expedita la jurisdicción ordinaria. En ese entendido, la
SCP 1486/2013 de 22 de agosto, indicó que: “…los conflictos suscitados durante la ejecución de un
contrato o la denuncia sobre resolución del mismo sin que aparentemente existan motivos para tal
decisión; no pueden ser analizados a través de la presente acción de amparo constitucional, sino a
través del proceso contencioso (…), o en su caso, a través de la vía que se hubiere acordado en el
contrato; no pudiendo ninguna de las partes prescindir de la utilización de este medio para la solución
de sus conflictos, tratando de activar directamente la jurisdicción constitucional para definir alguna
cuestión referida a la interpretación, los términos y condiciones estipulados en el contrato, como los
conflictos que deriven de él…” . De igual manera la SCP 0221/2016-S3 de 19 de febrero, en un caso
similar al presente concluyó que: “…no es posible considerar a través de la presente acción de defensa
si la determinación de resolver el contrato se encontraba lo suficientemente fundamentada o no y en
el mismo orden, si respondió o no a la nota de justificación presentada el 21 de octubre de 2015 por
la parte accionante, es decir, que las causales que determinaron resolución del contrato, así como el
hecho de que el Ministerio demandado al haber respondido (con la nota de resolución de contrato)
a la carta de respuesta a la intención de resolución de contrato de 21 de octubre de 2015 incurrió en
alguna omisión, constituyen hechos que no corresponden sean dilucidados por este Tribunal, pues
los mismos deben ser resueltos en la jurisdicción ordinaria… ”; razonamientos jurisprudenciales que
deben ser observados dada su vinculatoriedad al caso concreto.
En ese entendido, en la problemática en análisis, el procedimiento llevado a cabo no fue el correcto;
habida cuenta que, para aquellos contratos administrativos bajo el régimen de las NB-SABS no se
admiten los recursos de revocatoria y jerárquico; puesto que, los conflictos suscitados en estos,
deben ser resueltos conforme a la referida norma y lo dispuesto en el contrato que establece el
procedimiento de resolución del mismo, en caso de existir controversia deben recurrir a la Sala
Contenciosa y Contenciosa Administrativa como parte de la estructura de los Tribunales
Departamentales de Justicia, instancia que goza de la atribución de conocer y resolver las causas
contenciosas que resultaren de los contratos, negociaciones o concesiones de las instituciones
públicas o privadas que cumplan roles de administración estatal a nivel departamental.
De lo referido, se puede advertir que al estar relacionada la problemática expuesta con el tratamiento
normativo de los contratos administrativos y las emergencias que puedan surgir durante la ejecución
de los mismos, así como las causas que determinen su resolución, tales acontecimientos deben ser
resueltos a través del proceso contencioso o el modo alternativo de solución de controversias pactado
en los contratos, no pudiendo activarse la acción de amparo constitucional para dicho análisis al no

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ser la vía idónea, en virtud a lo cual las partes deberán acudir al citado mecanismo de defensa creado
para dichos conflictos, conforme prevén las normas legales para el efecto y lo establecido en la
jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo constitucional; en
consecuencia, corresponde denegar la protección solicitada, sin ingresar al análisis de fondo de la
problemática planteada.
En ese sentido, la Sala Constitucional al haber denegado la tutela impetrada, aunque con otros
fundamentos obró en forma correcta.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Tercera; en virtud de la autoridad que le confiere
la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la Ley del Tribunal
Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la Resolución AAC-0030/2019 de
13 de junio, cursante de fs. 1235 a 1240 vta., pronunciada por la Sala Constitucional Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba; y en consecuencia, DENEGAR la tutela
solicitada, en base a los fundamentos expuestos.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

MSc. Brigida Celia Vargas Barañado


MAGISTRADA
MSc. Paul Enrique Franco Zamora
MAGISTRADO

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0788/2019-S3


Sucre, 21 de octubre de 2019
SALA TERCERA
Magistrado Relator: MSc. Paul Enrique Franco Zamora
Acción de amparo constitucional
Expediente: 29624-2019-60-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 094/2019 de 21 de mayo, cursante de fs. 140 a 143, pronunciada dentro
de la acción de amparo constitucional interpuesta por Omar Castro Cabero y Eliana Patricia
Paz Alcón contra Jacqueline Cecilia Rada Arana y Ernesto Macuchapi Laguna, Vocales de
la Sala Civil Tercera y Quinta, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memoriales presentados el 25 de abril y 3 de mayo, ambos de 2019, cursantes de fs. 101 a 106,
y 109 a 110, los accionantes expresaron los siguientes argumentos de hecho y derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Carmen Gloria Paz Prado inició un proceso civil en su contra, mediante memorial de 7 de marzo de
“2015”, en aplicación de la Disposición Transitoria Décima del Código Procesal Civil (CPC), e
“Instructivo” 01/2015 de 4 de diciembre, impetraron al Juez de causa disponga la extinción de la
acción; obteniendo como respuesta el Auto Interlocutorio 306/2016 de 11 de marzo, que declaró la
indicada extinción por inactividad de la demandante, quien apeló dicha decisión; respondido el
recurso fue remitido ante la Sala Civil Quinta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, cuyos
Vocales emitieron el Auto de Vista 294/2018 de 28 de septiembre, revocando el fallo del Juez a quo,
alegando que no se consideró la última actuación del 7 de agosto de 2015, que se trataba de una
simple petición de fotocopias legalizadas y certificación, yendo contra lo indicado en la Disposición
Transitoria e “Instructivo” referidos; señalando claramente este último, que dichas solicitudes no
constituyen actos de avance del proceso a efectos del cómputo de la extinción por inactividad
procesal.
El citado Auto de Vista es incongruente e insuficientemente motivado, arbitrario, absurdo, ilógico,
con error evidente y violó las reglas de interpretación teleológica, gramatical e histórica; y, sobre
todo, de sometimiento a los principios, valores, garantías y derechos fundamentales; por cuanto, no
consideraron que una simple petición de certificación y fotocopias legalizadas, no tiene por finalidad
el avance del proceso ni se constituye en un acto que interrumpe el plazo de la extinción por
inactividad procesal.
Asimismo, violentaron las reglas de la interpretación de la legalidad ordinaria al invocar el art. 247 y
ss. del CPC, cuando no era la norma aplicable, sino la Disposición Transitoria Décima de ese cuerpo
legal, la cual se aplica a los procesos iniciados con el Código de Procedimiento Civil abrogado, como
en el caso presente.
I.1.2. Derecho y garantías supuestamente vulnerados
Los accionantes consideran lesionado su derecho al debido proceso en sus elementos de congruencia,
motivación razonable, “legalidad”, justicia material y “…los principios informadores del ordenamiento
jurídico en la interpretación de la legalidad ordinaria…” (sic); citando al efecto los arts. 8.II, 115.II y
117.I de la Constitución Política del Estado (CPE); 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH); y, 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP).
I.1.3. Petitorio

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Solicitaron se conceda la tutela, disponiendo dejar sin efecto todo lo obrado hasta el Auto de Vista
294/2018 y se emita uno nuevo en estricto cumplimiento a las normas, principios y valores que se
exponen en la presente acción de defensa.
I.2. Audiencia y Resolución de la Sala Constitucional
Celebrada la audiencia pública el 21 de mayo de 2019, según consta en acta cursante de fs. 137 a
139, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
Los peticionantes de tutela a través de su abogado ratificaron in extenso los fundamentos expuestos
en la demanda de acción de amparo constitucional presentada y acotaron: a) Los Vocales
demandados no explican cómo una petición de fotocopias tiene como finalidad el avance del proceso,
ni siquiera coincide la doctrina que ellos mismos desarrollaron con el memorial que invocan, no
explican cómo dicho escrito interrumpe el plazo del cómputo de la extinción de la acción; b) Fundaron
su decisión en el art. 247 del CPC, que tiene como finalidad el descongestionamiento judicial, como
una política del Órgano Judicial con referencia a los procesos abandonados; c) Se vulneró el principio
histórico de interpretación de la legalidad ordinaria, porque a diferencia del Código de Procedimiento
Civil abrogado, en el cual estaba vigente la perención de instancia con efectos similares a los del
Código Procesal Civil, adopta una nueva figura que es la extinción aplicable no solamente a los
procesos ordinarios, sino a todo tipo de estos, porque la finalidad de la norma era, precisamente
descongestionar; todos estos elementos no fueron tomados en cuenta por la autoridades de alzada;
y, d) Se lesionó el debido proceso en su elemento de legalidad, al existir normas expresas que regulan
la extinción de la acción, los presupuestos condicionantes para la viabilidad de esta y que fueron
admitidos por los propios Vocales hoy demandados.
I.2.2. Informe de los demandados
Ernesto Macuchapi Laguna, Vocal de la Sala Civil Quinta del Tribunal Departamental de Justicia de
La Paz, mediante informe escrito presentado el 14 de mayo de 2019, cursante de fs. 116 a 117 vta.,
manifestó: 1) No explica concretamente la parte demandada -ahora accionantes- de qué manera el
Auto de Vista 294/2018 emitido por el Tribunal de apelación incumplió con la motivación; pues, se
plasma una debida fundamentación y motivación, las mismas que no siempre pueden ser conforme
a los intereses de las partes, habiéndoselo redactado de forma objetiva y coherente; realizando un
análisis sistemático de todo lo fundado, siendo que este fue de acuerdo a los antecedentes; 2) No
debe perderse de vista la prevalencia del derecho material sobre el formal que tiene su base en el
principio pro actione, que tiene origen en el art. 29 de la CADH, “…y se configura como un criterio
directriz inserto en el bloque de Constitucionalidad boliviano…” (sic); postulando “…la prevalencia de
la justicia de la verdad material y la flexibilización de ritualismos procesales, extremos para su real
consolidación…” (sic); y, 3) Mediante la presente acción no es posible dilucidar actos controvertidos
ni reconocer derechos, únicamente protegerlos, pues le corresponde a la jurisdicción ordinaria o
administrativa dicha tarea; siendo la función específica del Tribunal Constitucional Plurinacional
verificar la existencia del acto ilegal o la omisión indebida y si esta se constituye en una amenaza,
restricción o supresión a derechos fundamentales (SSCC 0680/2006-R de 17 de julio, y 1370/2002-R
de 11 de noviembre); extremos que deben ser tomados en cuenta por los Vocales constitucionales a
momento de resolver la presente acción tutelar. Por lo que solicitó se deniegue la tutela impetrada.
Jacqueline Cecil

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