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La Fe Viva - Octubre 2021

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La Fe Viva

Devociones católicas diarias para


Octubre • Noviembre • Diciembre 2021

“Para Dios
todo es posible.”
Marcos 10:27
María, por su parte, guardaba todos
estos acontecimientos y los volvía
a meditar en su interior.
— Lucas 2:19

ESTIMADOS AMIGOS:
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La Fe Viva
Devociones católicas diarias para
Octubre • Noviembre • Diciembre 2021

Volumen 20 • Número 1
Marina A. Herrera, Editora del español
Kasey Nugent, Editora adjunta
La Fe Viva ofrece reflexiones diarias basadas en pasajes bíblicos
de la misa diaria. Las lecturas bíblicas para la misa del día se
incluyen al pie de cada devoción para ayudar a los católicos a
rezar y meditar según el espíritu del tiempo litúrgico. A menos
que se anote, las citas son de la Biblia Latinoamérica, que es de
uso generalizado en los Estados Unidos.
IMPRIMATUR
Obispo Mark S. Rivituso, obispo auxiliar • Arquidiócesis de St. Louis
Copyright © 2021 de Creative Communications for the Parish

La Fe Viva Vol. 20 No. 1 is published quarterly in January, April, July and October
by Creative Communications for the Parish, 1564 Fencorp Drive, Fenton, MO
63026, a subsidiary of Bayard, Inc., sponsored by the Augustinians of the As-
sumption. Subscription rates: 1 year, $15.00; single copy, $4.50. Canadian GST#
is 84231 1870RT. Printed in the USA.
Customer service: (800)246-7390; Website: LivingFaith.com.

Nota: Algunas veces La Fe Viva da permiso a otras organizaciones para usar nues-
tras listas con propósitos de promoción. Si no desea recibir esos envíos, tenga la
bondad de notificar nuestra oficina en Fenton, MO o por correo electrónico en
info@livingfaith.com.
Q Foto de la tapa, Shutterstock / Perfect Lazybones.
Viernes, 1° de octubre • Santa Teresa del Niño Jesús

Palabras de corazones rotos


Que todos reconozcan la justicia del Señor, nues-
tro Dios. En cambio, a nosotros nos corresponde la
vergüenza… Baruc 1:15

LAS LECTURAS DE HOY pueden provocar algún


movimiento nervioso en los asientos de la iglesia. En
efecto, tomada aisladamente, la “justicia” de Dios pue-
de parecer demasiado dura. Sin embargo, ningún pasaje
de la Sagrada Escritura debe separarse del conjunto.
¿Por qué nos sentimos avergonzados? Porque nos han
amado, cortejado, deseado y muerto por nosotros. Nos
hemos aferrado ostentosamente a centavos cuando Dios
estaba dispuesto a hacernos “millonarios”. Los profetas
han dado voz al apasionado Amante divino que querría
que fuéramos los predilectos de su corazón, un pueblo
que le amara por completo. Las lecturas de hoy no
son ataques airados ni ejercicios de autodesprecio. Son
palabras de corazones rotos —tanto humanos como
divinos—, corazones que desean el amor, corazones
que no descansarán hasta ser amados y hasta haber
demostrado su amor al otro.
Sor Kathryn James Hermes, F.S.P.

Baruc 1:15-22 • Salmo 79:1-5, 8-9


Lucas 10:13-16
Sábado, 2 de octubre • Los Santos Ángeles Custodios

Guiándonos siempre
Pues yo se lo digo: sus ángeles en el Cielo contemplan
sin cesar la cara de mi Padre del Cielo. Mateo 18:10

TAL VEZ CRECIMOS REZANDO la oración a los


ángeles que comienza: “Ángel de mi guarda, dulce
compañía”, y continúa pidiendo a estos santos que
nos acompañen y estén a nuestro lado “siempre, como
guía”. Tal vez sigamos la práctica de pedir a estos fieles
guardianes que nos protejan y acompañen cuando
viajemos o salgamos de casa, antes de dormir, enfren-
temos decisiones tentadoras o difíciles o se nos presente
cualquier tipo de peligro.
En este pasaje del Evangelio según san Mateo, la
referencia a los ángeles precede inmediatamente a la
parábola de la oveja perdida. Podría ser un sutil recor-
datorio de que, por muy perdida que parezca nuestra
vida, por mucho que nuestras acciones se desvíen o se
extravíen, los ángeles que están tan cerca de Dios están
siempre presentes para guiarnos a casa, si tan solo los
escuchamos y atendemos su presencia.
Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Baruc 4:5-12, 27-29 • Salmo 69:33-37


Mateo 18:1-5, 10
3 de octubre • 27° Domingo del Tiempo Ordinario

“No tengan miedo de casarse”


Felices los que temen al Señor y siguen sus caminos.
Salmo 128:1

EL MATRIMONIO ES MÁS que una institución


humana. Por supuesto, existe una atracción natural que
lleva a un hombre y a una mujer a casarse y a tener hi-
jos. Pero en la actualidad la Sagrada Escritura muestra
que el matrimonio entre un hombre y una mujer ha sido
parte del diseño de Dios desde el principio.
Esta es una buena noticia para las personas casadas
y para las que están pensando en casarse. El Papa Fran-
cisco dijo a los jóvenes: “No tengan miedo de casarse”.
Puesto que esas relaciones forman parte del plan divi-
no, Dios las bendecirá y ayudará.
El matrimonio y la crianza de los hijos hoy en día
son desafiantes y, a veces, dolorosamente difíciles. Pero
Dios no los abandonará. Los matrimonios deben rezar
diariamente y confiar en la gracia divina. Dios estará
con ustedes en los buenos momentos y en los malos.
Mons. Stephen J. Rossetti

Génesis 2:18-24 • Salmo 128:1-6


Hebreos 2:9-11 • Marcos 10:2-16
Lunes, 4 de octubre • San Francisco de Asís

La respuesta es sí
Se levantó Jonás, pero fue para huir a Tarsis, lejos de la
presencia del Señor. Jonás 1:3

HACE POCO, EN LA MISA, un sacerdote expuso


el asunto del pecado de forma sucinta que no podré
olvidar. Al referirse al Pecado Original —y luego, al
pecado original y no original en el que todos caemos—
dijo: “En el jardín, el ser humano miró a su Creador y
dijo”, y aquí hizo una pausa, “No”.
Simple y directo. Incluso trágico.
Sí, puede ser un reto discernir la voluntad de Dios y a
qué estamos llamados a decir “sí”, pero he descubierto
que lo que ayuda es que no es tan difícil de discernir
cuando recuerdo qué es realmente decir “no”. Tiende a
reducir las cosas.
¿Una comunidad que necesita escuchar la misericor-
dia de Dios?
¿Un hijo de Dios, herido y sangrando al lado del
camino?
¿Sí? ¿O no?
Dios creador, abre mis ojos y concédeme la gracia de
decirte “sí”.
Amy Welborn

Jonás 1:1—2:2, 11 • Jonás 2:3-5, 8


Lucas 10:25-37
Martes, 5 de octubre • Beato Francisco Xavier Seelos

Dejar ir las distracciones


Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil
cosas: siendo así que una sola es necesaria. María ha
elegido la mejor parte, que no le será quitada.
Lucas 10:41-42

¿CUÁNTOS DISPOSITIVOS TIENES? ¿Cuántos


pitidos de notificación diferentes puedes identificar? Yo
puedo reconocer una llamada telefónica, un mensaje de
voz o un correo electrónico. Tonos diferentes y distin-
tos me indican cuando a alguien le “gusta” mi publica-
ción en las redes sociales o responde a otra o comenta
en mi blog. Por supuesto, mi despertador (está ahora en
mi teléfono en lugar de un reloj). No uso un calendario
digital (el mío sigue colgado en la pared), y no hago un
seguimiento de mis pasos diarios, pero si lo hiciera,
habría que añadirlos a la cacofonía, ¿no?
Son tantas cosas. A veces tenemos la tentación de dis-
cutir con Jesús en este pasaje del Evangelio. “Pero soy
diferente”, queremos decir. “Claro que estoy ocupado…
pero también puedo escucharte, Señor. Estoy segura de
ello. María. Definitivamente soy María”. Hasta que el
siguiente pitido me llame, claro.
Jesús, hoy me alejo de esas muchas cosas y te escucho a ti
solamente, sin distracciones.
Amy Welborn

Jonás 3:1-10 • Salmo 130:1-4, 7-8 • Lucas 10:38-42


Miércoles, 6 de octubre
San Bruno, beata María Rosa Durocher

Cuenta con la misericordia de Dios


El Señor le contestó: “¿crees tú que tienes razón para
enojarte así?” Jonás 4:4

JONÁS CONTABA CON QUE la ira de Dios cayera


sobre los ninivitas por sus malas acciones. En cambio,
el pueblo se arrepintió, y el Misericordioso los perdonó.
Jonás se enfadó y luego escuchó la pregunta que se nos
hace a cualquiera de nosotros cuando rechazamos el
pedido de perdón de alguien: “¿crees que tienes razón
para enojarte así?”. El deseo de venganza de Jonás
—“Ve por ellos, Dios”— ¿no es esa la respuesta en mu-
chos corazones humanos? A veces, no importa cuántas
veces alguien se disculpe por un gran daño que haya
hecho; hay una parte de nosotros que busca venganza.
Queremos que “reciban su merecido”, alguna medida
dura que “les haga pagar”. Esto es así no solo en el caso
de las personas encarceladas que expresan su arrepen-
timiento, sino también en el de las personas de nuestra
familia y nuestro entorno. Sin embargo, si nos fijamos
en el relato del perdón de Dios a los ninivitas, o en las
palabras de Jesús en la cruz —“perdónalos”—, no hay
duda de que nuestro deseo de venganza tiene que ser
sustituido por la misericordia.
Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Jonás 4:1-11 • Salmo 86:3-6, 9-10 • Lucas 11:1-4


Jueves, 7 de octubre • Nuestra Señora del Rosario

Confiar en la voluntad de Dios


[Jesús les dijo a los discípulos:] “Si ustedes, que son
malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más
el Padre del Cielo dará espíritu santo a los que se lo
pidan!”. Lucas 11:13

PUEDE QUE HOY nos sintamos defraudados por las


últimas palabras de Jesús. Deseamos tanto creer que si
somos fieles a la oración y confiamos de todo corazón
en Dios, obtendremos lo que pedimos. En cambio, Je-
sús concluye que recibiremos “el Espíritu Santo”. ¡Oh!,
podemos pensar. ¿Jugaba Jesús con nosotros? Claro
que no. Porque si “el Padre que está en el cielo” nos
da “el Espíritu Santo”, ¿adivina qué? En ese caso, solo
pediremos que se haga la voluntad de nuestro Padre,
sin importar lo que creamos que queremos. Siempre
que recemos por algo, tal vez nuestra oración debería
terminar con: “Por supuesto, Padre amoroso, tú sabes
qué hacer; hágase tu voluntad. Amén”.
Señor Jesús, que se haga tu voluntad en mi vida, pase lo
que pase.
Mitch Finley

Malaquías 3:13-20b • Salmo 1:1-4, 6


Lucas 11:5-13
Viernes, 8 de octubre

El fruto de la justicia
Gobernará la tierra con justicia
y juzgará con rectitud a las naciones. Salmo 9:9

LA SEMANA PASADA, mi regreso del trabajo por la


tarde se vio interrumpido por una protesta en la que los
manifestantes coreaban y llevaban pancartas exigiendo
justicia. La imagen no es extraña en nuestras noticias
diarias; en todo el mundo la gente marcha en las calles
y utiliza las redes sociales para hacer oír su voz: “¡Sin
justicia, no hay paz!”. ¿Qué es este grito común? ¿Cuál
es esta justicia que buscamos? Si la paz es su objetivo
final, la sed de justicia no puede saciarse con venganza.
La venganza devuelve el mal por el mal. La justicia
restablece el equilibrio. “¡Conoce la justicia; conoce la
paz!”.
Dios todopoderoso, me has bendecido con la virtud de la
justicia. Ayúdame a ser un signo de tu amor incondicional
para los que encuentro, libre de la tentación de las represa-
lias y siempre consciente de la dignidad de cada persona.
Guíame a sembrar semillas de justicia para lograr la paz. Tu
amor es eterno.
Claire J. King

Joel 1:13-15; 2:1-2 • Salmo 9:2-3, 6, 16, 8-9


Lucas 11:15-26
Sábado, 9 de octubre
San Dionisio y compañeros; san Juan Leonardi

¿Es hora de cambiar?


La luz ya asoma para el justo
y la alegría, para los de recto corazón.
Salmo 97:11

SI ESCUCHO ATENTAMENTE a mi espíritu, sé


cuándo soy “de recto corazón” y cuándo no. Puedo
desatender esto por un tiempo racionalizando mi
comportamiento desagradable o mis pensamientos
poco amables, pero, en última instancia, mi bienestar
interior se desordena, hay una maraña de negatividad y
falta de paz. Finalmente, permito que el Espíritu Santo
me ayude a ver cómo me estoy engañando a mí misma.
La verdad de lo que hay que cambiar se hace evidente y
me impulsa a actuar. A lo largo de los años he apren-
dido lo esencial que es el “discernimiento diario” para
detectar este “agobiante remolino” que me impide ser
de corazón recto. La mayoría de las veces esta clari-
dad se revela cuando medito o escribo en mi diario.
Entonces la falsedad interior sale a recibirme. Si estoy
dispuesta a enfrentarme a esta duplicidad y a cambiar
lo que sea necesario, la alegría y la tranquilidad vuelven
a mi espíritu. La luz amanece dentro de mí, tal y como
describe el salmista.
Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Joel 4:12-21 • Salmo 97:1-2, 5-6, 11-12 • Lucas 11:27-28


10 de octubre • 28° Domingo del Tiempo Ordinario

Espíritu de sabiduría
Supliqué, y el espíritu de sabiduría vino a mí.
Sabiduría 7:7

“SUPLIQUÉ” CONNOTA UNA GRAN DOSIS de


humildad. ¿A quién de nosotros le gusta arrodillarse e
implorar la guía de la Santa Sabiduría? Suplicar impli-
ca “rendirse”, y ¿quién quiere entregarse totalmente en
confianza a este Jefe Invisible? Prefiero estar al mando
y resolver las cosas por mí misma. Esta parte del yo,
“el ego”, busca ser jefe y amo y encerrarnos en nuestro
pequeño mundo de seguridad y poder. Superar esta
fuerte determinación del ego para recibir la guía de la
Santa Sabiduría requiere una atención deliberada a lo
que no siempre tiene sentido: sueños e inclinaciones
intuitivas que no se explican fácilmente. El espíritu de
la Sabiduría viene, no para que nuestros planes salgan
de acuerdo con nuestros deseos, sino para guiarnos
hacia lo que más nos hace crecer hacia la santidad.
¿Estamos dispuestos a poner eso en nuestras súplicas?
¿Estamos dispuestos a entregar nuestro ser a la Santa
Sabiduría con la confianza de que el camino se nos
dará a conocer?
Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Sabiduría 7:7-11 • Salmo 90:12-17


Hebreos 4:12-13 • Marcos 10:17-30
Lunes, 11 de octubre • San Juan XXIII

¿Qué cantos cantamos?


Entonen al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas. Salmo 98:1

EL SALMO 98 NOS EXHORTA a cantar un canto


nuevo. Esa directiva plantea una buena pregunta: ¿Qué
canto estamos cantando, no solo con nuestros labios,
sino con nuestra vida? Cuando la gente nos ve, nos oye
o interactúa con nosotros, ¿qué canto escuchan de no-
sotros? ¿Es un canto de tristeza, ansiedad o queja? ¿O
es un canto de alegría, confianza y gratitud?
Si es el primero, tal vez tengamos que volver a tomar
contacto con las “maravillas” que Dios está haciendo
en nuestra vida personal y en nuestro mundo. Tal vez
estemos dando por sentado que tenemos una salud
aceptable, comida y refugio abundantes, algunos
buenos amigos y libertades que otros envidiarían. Y
en lugar de centrarnos solo en las noticias sombrías de
la primera página del periódico, quizá tengamos que
profundizar y leer la breve pero reconfortante historia
en una página interior.
Dios bondadoso, ayúdame a ver y apreciar las maravillas
que haces en mi vida y en el mundo. Que mi vida sea un
canto de alegría, confianza y gratitud.
Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Romanos 1:1-7 • Salmo 98:1-4


Lucas 11:29-32
Martes, 12 de octubre

La verdad de Dios es eterna


Cambiaron la verdad de Dios por la mentira…
Romanos 1:25

¿CREEMOS EN LA VERDAD de Dios o en las men-


tiras que nos han dicho? A veces nos quedamos atasca-
dos en viejas y desgastadas imágenes de Dios, “menti-
ras” que de alguna manera han arraigado en nosotros.
Cuando eso ocurre, vemos a un Dios que juzga sin
piedad, que permite que reine el mal, que está distante
y por encima.
Pero la verdad de Dios nos libera. Dios es amor. Dios
está dispuesto a perdonar, a pesar de nuestros pecados.
Dios camina con nosotros en medio del mal que sucede
en el mundo, dándonos la gracia para sobrevivir. Dios
es Emmanuel, Dios “con nosotros” no sólo por encima
de nosotros. Dios nos conoce y nos llama por nuestro
nombre. Somos los amados de Dios. Esta es la verdad
de Dios, y la podemos intercambiar por todas las men-
tiras en nuestra vida.
Gracias, Dios, por tu amorosa verdad.
Steve Givens

Romanos 1:16-25 • Salmo 19:2-5


Lucas 11:37-41
Miércoles, 13 de octubre

Llamados a amar
Porque Dios no hace distinción de personas.
Romanos 2:11

HACE POCO ESCUCHÉ PARTE de una conversación


entre dos alumnos de noveno grado. Uno dijo: “Yo no
juzgo”. El otro respondió: “Yo sí. Me juzgo a mí mis-
mo”. No sé sobre qué conversaban, pero me fascinó es-
cuchar un reconocimiento tan honesto sobre las formas
en que el juicio humano impacta en nuestra vida.
La verdad es que, ya sea que juzguemos a otro,
que seamos juzgados por otro o que nos juzguemos a
nosotros mismos, esos patrones de comportamiento
humano no son realmente útiles para nadie. Sin em-
bargo, son comunes y frecuentes. ¿Con qué frecuencia
esperamos de los demás cosas que no podemos cum-
plir nosotros mismos? ¿Establecemos estándares altos
para los demás, pero luego no les ofrecemos ninguna
asistencia o ayuda para cumplir nuestras expectativas?
La Sagrada Escritura nos recuerda que Dios ofrece la
gracia y la fuerza que necesitamos para cambiar y con-
vertirnos en la familia de fe útil e interconectada que
estamos llamados a ser.
Dios, ayúdame a recordar que el juicio te pertenece y que
mi trabajo es amar a mi prójimo.
Sor Julia Walsh, F.S.P.A.

Romanos 2:1-11 • Salmo 62:2-3, 6-7, 9 • Lucas 11:42-46


Jueves, 14 de octubre • San Calixto I

En unión con Dios


Y ahora, ¿dónde están nuestros méritos? Fueron echa-
dos fuera. ¿Quién los echó? ¿La Ley que pedía obras?
No, otra ley, que es la fe. Nosotros decimos esto: la
persona es “hecha justa” por la fe, y no por el cum-
plimiento de la Ley. Romanos 3:27-28

SI ALGUIEN PUEDE PRESUMIR, esa sería santa Te-


resa. Nacida en la provincia española de Ávila hace 500
años, más tarde sería declarada la primera mujer docto-
ra de la Iglesia por sus sabias enseñanzas siglos después
de su muerte. No exenta de rarezas y defectos, Teresa
solo se decidió a profundizar en su vida espiritual de
fe cerca de los cuarenta años. Sus escritos posteriores,
sus consejos y su ejemplo proporcionan una visión para
todos los que desean crecer en la unión de oración con
Dios, al tiempo que llevan una vida de autenticidad
práctica. Ella dijo: “No podemos saber si amamos a
Dios, aunque puede haber fuertes razones para pensar-
lo; pero no puede haber dudas sobre si amamos o no a
nuestro prójimo”.
Claire J. King

Romanos 3:21-30 • Salmo 130:1-6


Lucas 11:47-54
Viernes, 15 de octubre • Santa Teresa de Jesús

A los ojos de Dios


Feliz el hombre a quien Dios no le toma en cuenta su
pecado. Romanos 4:8

PUEDE QUE ALBERT SCHWEITZER dijera: “La


felicidad no es más que una buena salud y una mala
memoria”. Como la mayoría de nosotros, me he que-
dado despierta incontables noches recordando cosas
desconsideradas que dije en, digamos, 1986. ¿No sería
mejor olvidar nuestros pecados y fracasos?
En cambio, una noche en mi lento avance hacia la
sobriedad, me arrodillé en una habitación de hotel e in-
vité a Dios a entrar en mis recuerdos más vergonzosos.
Intelectualmente sabía que Él había estado allí todo el
tiempo, pero necesitaba invitarlo a entrar. Admití que
no podía soportar esos recuerdos sola. Y poco a poco
empecé a confiar en que Dios podía aceptarme tal y
como era. Antes, solo había visto mi pecado en esos
recuerdos. Ahora veía allí su misericordia.
No hay un solo cabello de mi cabeza que no esté con-
tado, y Él conoce también mis momentos más tristes y
sórdidos, pero no me los echa en cara.
Cuando compartimos nuestros recuerdos más tristes
con Dios, empezamos a vernos a nosotros mismos –y
por tanto a los demás– como Él nos ve.
Eve Tushnet

Romanos 4:1-8 • Salmo 32:1-2, 5, 11 • Lucas 12:1-7


Sábado, 16 de octubre • Santa Eduviges,
santa Margarita María Alacoque

Tu testimonio de la fe
… no se preocupen de cómo se van a defender…
Lucas 12:11

LA MAYORÍA DE LAS VECES, nuestro testimonio


silencioso de la fe es lo mejor. Al ir diariamente por la
vida, practicando nuestra fe, nuestro testimonio es lo
que la gente ve en nosotros. Nuestra fe, nuestra alegría
y nuestro amor esperan inspirar a otros a creer.
Pero llega un momento en la vida de todos nosotros
en el que estamos llamados a dar un testimonio explíci-
to. Tal vez sea en una reunión social en la que se cues-
tiona la fe. O puede ser cuando nos enfrentamos a una
decisión difícil, que desafía nuestros valores cristianos.
Tristemente, más de un cristiano en el mundo actual ha
llegado a dar testimonio de la fe con el sacrificio de su
vida.
Puede ser un poco aterrador anticiparse a un momen-
to así. ¿Estaremos a la altura? ¿Estaremos preparados?
La Escritura de hoy nos dice que no debemos preocu-
parnos. El Espíritu Santo nos fortalecerá y nos inspira-
rá. ¿Cómo vas a dar testimonio de tu fe hoy?
Mons. Stephen J. Rossetti

Romanos 4:13, 16-18 • Salmo 105:6-9, 42-43


Lucas 12:8-12
17 de octubre • 29° Domingo del Tiempo Ordinario

El sufrimiento
Jesús les dijo: “Pues bien, la copa que voy a beber yo,
la beberán también ustedes, y serán bautizados con el
mismo bautismo que voy a recibir”. Marcos 10:39

MI HIJO DE 10 AÑOS participa en una sesión de


entrenamiento de boxeo en un gimnasio local una vez
a la semana con otros chicos educados en casa. No
hay contacto real, solo una hora de entrenamiento
con guantes y pesas y cualquier otra cosa que usen. Es
difícil. Cuando lo recojo, está agotado y me cuenta lo
difíciles que fueron los ejercicios. Pero mientras me dice
esto, sonríe.
No sé cómo lo hace el entrenador, pero hay algo en
su manera y presentación que evidentemente convence a
esos chicos de que lo que están sufriendo tiene valor.
Me parece sorprendente y un recordatorio, también,
de no protegerlo de las duras palabras de Jesús. El
contexto relativamente estrecho del desafío personal
de esta clase puede señalar algo verdadero a una escala
mucho más importante, y también para mí. Si podemos
dejar de lado la comodidad por un objetivo personal,
seguramente no podemos rechazar el sufrimiento por
amor.
Amy Welborn

Isaías 53:10-11 • Salmo 33:4-5, 18-20, 22


Hebreos 4:14-16 • Marcos 10:35-45
Lunes, 18 de octubre • San Lucas

Amistad probada y verdadera


Solamente Lucas está conmigo. 2 Timoteo 4:11

ESTE PASAJE ES tristemente conmovedor.


Se nos pide que imaginemos a san Pablo, el grande
y locuaz apóstol de los gentiles, tantas veces rodeado
de admirados oyentes, discípulos y compañeros, ahora
solo y sin nadie más que Lucas, “el único que está
conmigo”.
Sin embargo, en lugar de fijarnos solo en el lado
negativo de esta imagen, podríamos sacar algo positivo
de ella si subrayamos que, incluso para nosotros, un
amigo probado y verdadero es a menudo mucho mejor
que tener muchos amigos “oportunistas”. También po-
dríamos reflexionar sobre algunos rasgos de Lucas que
contribuyeron a que fuera tan buen amigo y compañe-
ro.
Al leer su Evangelio y los Hechos, vemos que Lucas
parece haber tenido un refinado sentido de la compa-
sión hacia todos aquellos sobre los que escribe. Y eso, a
su vez, parece haber sido alimentado por su condición
de buen y fiel oyente. Lucas no solo supo “estar con”
Pablo, sino también con muchos otros compañeros.
San Lucas, ayúdame a ser amiga y compañera de confianza
de todos los que me acompañan en este camino de fe.
Sor Marguerite Zralek, O.P.

2 Timoteo 4:10-17b • Salmo 145:10-13, 17-18 • Lucas 10:1-9


Martes, 19 de octubre • San Juan de Brébeuf y
san Isaac Jogues y compañeros

Llamado en la noche
Aquí estoy. He elegido, mi Dios, hacer tu voluntad.
Salmo 40:8-9

AUNQUE LOS ORDENADOS y los consagrados des-


empeñan un papel vital en la Iglesia, Dios nos llama a
todos, a ser sus manos y sus pies, a ser su oído y su voz.
Creía que los “llamados” era los sacerdotes y los reli-
giosos con votos, hasta que en 1983 nuestros ingresos
disminuyeron drásticamente. Mi marido y yo rezamos
con fuerza para obtener una respuesta, sin esperar que
Dios nos “llamara” a dejar un acomodado barrio de
Minneapolis para ser evangelizadores en los Apalaches.
Me quedé despierta muchas noches hablando con
Dios. Supe que me había escuchado cuando oí un canto
nuevo en la misa. Se me hizo un nudo en la garganta
mientras cantábamos: “Te he oído llamar en la noche”.
Para cuando llegamos a “Aquí estoy Señor, iré, Señor”,
las lágrimas bañaban mi rostro, ¡llevándose cualquier
duda que tuviera! Al responder al llamado, aunque es-
casos de bienes materiales, adquirimos una riqueza que
nunca nos habíamos atrevido a imaginar.
Gracias, Señor, por el valor de seguir tu llamado.
Judy Schueneman

Romanos 5:12, 15b, 17-19, 20b-21


Salmo 40:7-10, 17 • Lucas 12:35-38
Miércoles, 20 de octubre • San Pablo de la Cruz

El Señor está cerca


De no estar el Señor en favor nuestro… Salmo 124:1

EL SALMO DE HOY recuerda al Señor como salvador


de su pueblo. ¿Cómo cantaríamos este salmo:

• cuando mi marido se cayó del porche y se rompió


todas las costillas?
• cuando nuestro sótano se inundó en la tormenta de
primavera?
• cuando nuestro matrimonio tenía problemas y casi
nos rendimos?
• cuando nuestro hijo estaba perdido y deprimido?

Si el Señor no hubiera estado con nosotros, ¿qué ha-


bría pasado? ¡Bendito sea el Señor que no nos abando-
nó! Oremos en acción de gracias a Dios, que está con
nosotros en toda prueba, que nos libra de la trampa
del cazador. Reza hoy tu propia versión del Salmo 124,
porque el Señor está contigo en los problemas de hoy,
igual que lo ha estado en cada desafío del pasado.
¡Señor, gracias por tu rescate divino, una y otra vez!
Jennifer Christ

Romanos 6:12-18 • Salmo 124:1-8


Lucas 12:39-48
Jueves, 21 de octubre

Misión de vital importancia


… ¡qué angustia siento hasta que no se haya cumplido!
Lucas 12:50

JESÚS TENÍA UN GRAN SENTIDO de la misión.


Dijo que tenía un “fuego” que prender en la tierra,
y que tenía “angustia” hasta que se terminara. Del
mismo modo, cada uno de nosotros tiene una misión
única. Nadie puede ocupar nuestro lugar, y es de vital
importancia que lo hagamos.
Tal vez no tengamos un sentido de misión similar
porque nuestra vida parece “común”. Pero las pequeñas
cosas que hacemos, especialmente por los demás, no
carecen de importancia. Una palabra amable en la caja
de un supermercado, un ofrecimiento de ayuda a un ve-
cino con problemas o una visita a un anciano encerrado
pueden ser una gracia salvadora para otros.
Movidos por una gracia invisible, nuestra oración y
nuestras acciones caritativas participan directamente en
la obra salvadora de nuestro Redentor, por insignifican-
te que parezca. En tu día a día, comparte con los demás
el amor y la bondad que Dios te ha concedido. De este
modo, cumplirás tu misión.
Mons. Stephen J. Rossetti

Romanos 6:19-23 • Salmo 1:1-4, 6


Lucas 12:49-53
Viernes, 22 de octubre • San Juan Pablo II

Pedir paz
En mí el hombre interior se siente muy de acuerdo con
la Ley de Dios, pero advierto en mis miembros otra
ley que lucha contra la ley de mi espíritu, y paso a ser
esclavo de esa ley del pecado que está en mis miembros.
¡Infeliz de mí! ¡Quién me librará de este cuerpo de
muerte! Romanos 7:22-24

CUANDO PENSAMOS EN la pugna entre la carne y


el espíritu que Pablo describe, creo que nos imaginamos
erróneamente que los pecados de la carne son los peca-
dos de lujuria de las telenovelas. Es cierto que podemos
luchar con antojos de glotonería, lujuria y rabias. Pero
la atracción de la carne es a menudo más sutil que luju-
riosa. Tal vez sea una ansiedad persistente que erosiona
nuestra confianza en Dios y nos lleva a buscar consue-
lo en otro lugar. Tal vez sea una herida dolorosa que
nos ciega a la esperanza o una traición que endurece
el corazón y nos vuelve cínicos. Puede que anhelemos
fervientemente la madurez espiritual y la cercanía con
Dios, pero el miedo y la vergüenza nos empujan en otra
dirección. Clama a Cristo por la salvación, como hace
Pablo. Pide a Jesús la paz en las guerras que libramos
contra nosotros mismos.
Jessica Mesman Griffith

Romanos 7:18-25a • Salmo 119:66, 68, 76-77, 93-94


Lucas 12:54-59
Sábado, 23 de octubre • San Juan de Capistrano

Santuario
Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Cristo de entre
los muertos está en ustedes, el mismo que resucitó a
Jesús de entre los muertos dará también vida a sus
cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita
en ustedes. Romanos 8:11

ESTAS PALABRAS TOMADAS del pequeño tratado


de Pablo sobre la carne y el Espíritu me reconfortan.
Si el Espíritu de Jesús decide quedarse en mi carne, mi
cuerpo mortal es bendecido. Se convierte en un hogar
para el Espíritu, en un santuario y en una ermita. Nues-
tra tarea es vivir alineados y centrados en el Espíritu
para que la carne se convierta en un templo de Dios.
Dios transformador, tu presencia interior es un regalo
incomparable. Cuando mi carne me pesa y me atormenta,
enséñale a darse la mano con el Espíritu. Cuando no me
guste este templo de carne, recuérdame tu presencia en mí.
Sor Macrina Wiederkehr, O.S.B.

Romanos 8:1-11 • Salmo 24:1-6


Lucas 13:1-9
24 de octubre • 30° Domingo del Tiempo Ordinario

Avanzar con la gracia de Dios


Los voy a llevar a los arroyos
por un camino plano para que nadie se caiga.
Jeremías 31:9

LA IMPORTANCIA DE un camino plano se hace


evidente después de una temporada de nieve aparente-
mente interminable y de frío intenso. Con el deshielo
primaveral llega la evidencia del tiempo que el invierno
ha pasado con algunos de nosotros, ya que las carrete-
ras aparecen plagadas de baches tanto pequeños como
enormes. Conducir y esquivar los grandes se convierte
en una meditación sobre lo que hay que emparchar,
reparar, restaurar.
Jeremías nos dice que el camino de regreso a Dios ya
tiene todos los huecos rellenados, no con alquitrán ni
asfalto, sino con ternura. Se imagina una gran multi-
tud, los ciegos, los cojos, las mujeres que llevan una
nueva vida, todos los que son frágiles o están rotos o
heridos o lloran, es decir, todos nosotros. ¿Y qué encon-
tramos esperándonos en esta carretera sagrada? Solo
compasión y acogida, y la mano de un Dios amoroso
para que nadie tropiece.
Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Jeremías 31:7-9 • Salmo 126:1-6


Hebreos 5:1-6 • Marcos 10:46-52
Lunes, 25 de octubre

Más allá de las reglas


Pero el presidente de la sinagoga se enojó porque Jesús
había hecho esta curación en día sábado, y dijo a la
gente: “Hay seis días en los que se puede trabajar;
vengan, pues, en esos días para que los sanen, pero no
en día sábado”. El Señor le replicó: “¡Ustedes son unos
falsos!”. Lucas 13:14-15

TAL VEZ EL PRESIDENTE de la sinagoga estaba tra-


tando de culpar a Jesús por un tecnicismo en este caso.
Pero el sábado también era un asunto serio. Los que
observaban la ley judía de cerca sentían que Jesús se
estaba burlando de ella. Si era un gran líder espiritual,
¿por qué iba a romper las reglas?
Jesús entendió que las leyes son el principio de la
moralidad, no el fin. No basta con seguir las reglas.
También debemos considerar en oración lo que Dios
nos pide en cada situación. Como seguidores de Jesús,
debemos tener en cuenta su mandamiento de amarnos
y servirnos unos a otros. Nos llamó a tender la mano
a los necesitados, especialmente a los heridos, a los
pobres y a los vulnerables, como hizo cuando curó a la
mujer de este relato.
Señor Dios, ayúdame a buscar activamente lo que es
correcto en cada situación.
Karla Manternach

Romanos 8:12-17 • Salmo 68:2, 4, 6-7, 20-21 • Lucas 13:10-17


Martes, 26 de octubre

La morada de Dios
[El Reino de Dios] es semejante a un grano de mostaza
que un hombre tomó y sembró en su jardín. Creció y
se convirtió en un arbusto y “los pájaros del cielo se
refugiaron en sus ramas”. Lucas 13:19

LA VIDA ESPIRITUAL no consiste en avanzar o


retroceder. No es un “viaje” en una línea directa, que
implicaría que somos nosotros los que hacemos todo
el trabajo, todo el recorrido y el avance hacia un Dios
estático. Más bien, la vida espiritual consiste en dejar
entrar a Dios, en convertirse en un tabernáculo, en un
lugar sagrado donde Dios pueda habitar y donde su
presencia pueda florecer y crecer.
No tengo que estar siempre haciendo cosas para
avanzar espiritualmente, sino más bien proteger el lugar
santo donde Dios habita dentro de mí, manteniéndolo
abierto y espacioso para que él pueda llenarlo cada vez
más. Deshazte del pecado y de la distracción, incluso
del oscuro residuo de vergüenza que deja el pecado que
ya ha sido perdonado Protege el espacio que Dios ha
ganado y reclamado y que ahora le pertenece.
Elizabeth Duffy

Romanos 8:18-25 • Salmo 126:1-6 • Lucas 13:18-21


Miércoles, 27 de octubre

En ocasiones, no hay
palabras adecuadas
…el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo
pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por no-
sotros, con gemidos inefables. Romanos 8:26

ATRAVIESO LAS HORAS de este día sostenida en los


brazos de este texto bíblico. Qué cierto es: cuando se
trata de decidir qué palabras usar para la oración, estoy
perdida. Todas las palabras cojean cuando intento com-
partir los anhelos más profundos de mi corazón. Qué
gracia sería si pudiera aprender a confiar en que esos
gemidos sin palabras en lo más profundo de mi alma
son en realidad el Espíritu orando en mí.
¿Creo que Aquel que escudriña mi corazón entiende
el lenguaje sin palabras del Espíritu? ¿Puedo dejar de
intentar encontrar las palabras adecuadas cuando rezo,
confiando en que el Espíritu reconozca mis necesida-
des e interceda por mí? Los que amamos las palabras
haríamos bien en reflexionar sobre el significado de este
texto. Sospecho que todos experimentamos gemidos en
nuestro interior que no pueden expresarse con palabras.
Espíritu del Dios vivo, enséñame a confiar en tu presencia
silenciosa.
Sor Macrina Wiederkehr, O.S.B.

Romanos 8:26-30 • Salmo 13:4-6 • Lucas 13:22-30


Jueves, 28 de octubre • San Simón y san Judas

Permanezcan en mí
Así, pues, ya no son extranjeros ni huéspedes, sino… de
la casa de Dios… Efesios 2:19

ESTA HERMOSA FRASE de inclusión estaba dirigida


a los cristianos gentiles, asegurándoles que no estaban
excluidos por no ser judíos. Creo que nos habla a todos
nosotros en nuestro camino por la vida.
Ser huéspedes significa quedarse temporalmente,
permanecer por un tiempo, como en una tierra extran-
jera. Como hija de un oficial del ejército, y luego como
esposa de un miembro del ejército, me mudé 16 veces
antes de cumplir los 30 años, una y otra vez como
extranjera en un lugar diferente. Después de mi última
gran mudanza, encontré, marcada en el Evangelio de
Juan en mi vieja Biblia, una línea de Jesús que sentí que
me hablaba directamente a mí: “Permanezcan en mí
como yo permanezco en ustedes”. (Juan 15:4).
Amado Dios, ayúdanos a saber que nunca somos real-
mente extraños; estamos en casa en ti. Haz que esa com-
prensión transformadora llegue a todos los forasteros, desde
los estudiantes en la universidad hasta los ancianos en sus
residencias y los inmigrantes de todo el mundo. Nuestro
hogar eres tú.
Patricia Livingston

Efesios 2:19-22 • Salmo 19:2-5


Lucas 6:12-16
Viernes, 29 de octubre

Guiados por el Espíritu


Quiero hablarles en Cristo; todo será verdad y no
miento, tal como mi conciencia me lo atestigua en el
Espíritu Santo… Romanos 9:1

DURANTE TRES AÑOS ENSEÑÉ Moral y Ética a


los alumnos de segundo de bachillerato. La unidad
sobre la conciencia estaba llena de conceptos abstractos
que intenté reducir a algunos fundamentos esenciales:
estamos llamados a formar, informar y seguir nuestra
conciencia. Lo ideal es que el Espíritu Santo nos guíe en
todo el proceso de búsqueda interior. San Pablo escribe
a partir de ese ideal, hablando de una verdad que tiene
sus raíces en la unión con Dios.
A veces, el Espíritu revela verdades desafiantes.
Muchos caemos en una trampa que nos limita. Procla-
mamos una Iglesia universal e inclusiva y, sin embargo,
muchos, solo nos relacionamos con quienes son simila-
res a nosotros, con personas a las que comprendemos y
nos agradan.
Dios nos empuja a superar las fronteras y a redefinir
lo que significa ser el pueblo elegido de Dios. Esto pue-
de dejarnos perplejos, pero en unión con Dios, llegare-
mos a comprender la Verdad que nos invita a conocer y
amar a todas las personas.
Sor Julia Walsh, F.S.P.A.

Romanos 9:1-5 • Salmo 147:12-15, 19-20 • Lucas 14:1-6


Sábado, 30 de octubre

Verdadera humildad
[Jesús dijo:] “Porque el que se ensalza será humillado y
el que se humilla será ensalzado”. Lucas 14:11

PODEMOS REFLEXIONAR SOBRE las palabras


de Jesús y concluir que un buen cristiano es aquel que
insiste habitualmente en su propia nada. Recordemos
el personaje de Charles Dickens en David Copperfield,
Uriah Heep, que habla constantemente de lo “humilde”
que es, pero cuya falta de sinceridad es monumental.
Más bien, utiliza una máscara de humildad para salirse
con la suya y buscar sus propios fines.
La humildad que Jesús nos invita a abrazar se basa
en la verdad sobre nosotros mismos. La persona verda-
deramente “humilde” sabe quién es, ni más ni menos.
Si tienes un don o un talento, no actúas como si no lo
tuvieras. Pero sabes que siempre hay otros cuyo talento
es mayor que el tuyo. Así que no te rebajas ni te “exal-
tas”. Solo admites la verdad, que es que no eres ni el
menor ni el mayor, y ante la duda, no supones nada.
Tú, por cierto, ocupas ese lugar menor en la mesa con
una sonrisa, no con el ceño fruncido.
Mitch Finley

Romanos 11:1-2a, 11-12, 25-29 • Salmo 94:12-15, 17-18


Lucas 14:1, 7-11
31 de octubre• 31° Domingo del Tiempo Ordinario

Condición necesaria y suficiente


[Jesús dijo:] “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Marcos 12:31

SI ANALIZAMOS EL CONTENIDO de este doble


mandamiento, podríamos decir que la primera parte,
la de amar a Dios, es una condición necesaria pero no
suficiente. Ejemplo: rezo, voy a misa, leo el Evangelio
a diario, doy gracias, examino mis actos, pido perdón
por mis faltas, intento corregir los fallos…
En cambio, la segunda parte sí que es condición
necesaria y suficiente. Porque amar al prójimo es amar
a Dios. ¿Lo cumplimos? En principio puede parecer
que sí. Con nuestros hijos lo hacemos instintivamente.
Con nuestros mayores no es tan fácil. Con los amigos,
depende. Con los compañeros de trabajo, según con
cuales… Así se va difuminando la imagen del prójimo
hasta que llegan a hacerse invisibles precisamente los
más necesitados. Quizá amamos a “nuestro prójimo”
pero Dios está en “todos los prójimos” y, además, el
reto no queda ahí: “como a ti mismo”. Esto parece
reservado a los santos.
Señor, sin tu ayuda no seremos capaces de amarte de
verdad.
Ana Aguirre

Deuteronomio 6:2-6 • Salmo 18:2-4, 47, 51


Hebreos 7:23-28 • Marcos 12:28b-34
Lunes, 1° de noviembre • Fiesta de Todos los Santos

Santos para todos los tiempos


Después de esto vi un gentío inmenso, imposible de
contar, de toda nación y raza, pueblo y lengua.
Apocalipsis 7:9

HOY PODEMOS IMAGINARNOS rodeados de la


gran nube de testigos que han andado en los caminos
de Dios. Quizás sus nombres estén marcados en el
calendario oficial de santos como mártires, padres,
religiosos y religiosas, místicos, contemplativos y tantos
otros títulos. Quizás pasaron toda la vida cuidando fiel
y tranquilamente al pueblo de Dios. Quizás sus días
dedicados al servicio pasaron desapercibidos. ¡No im-
porta! Sus vidas entregadas al amor nos recuerdan que,
en el tiempo y las estimaciones de Dios, ningún acto de
amor se pierde, olvida o desperdicia jamás. Reconocida
o anónima, esta gran multitud es recordada hoy como
santos, todos y cada uno.
Hoy y todos los días, caminemos con ellos. Pidá-
mosles que compartan cómo llegaron a la santidad. Y
demos gracias por los santos que nos precedieron y los
que caminan entre nosotros en nuestro tiempo y lugar.
Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Apocalipsis 7:2-4, 9-14 • Salmo 24:1-6


1 Juan 3:1-3 • Mateo 5:1-12a
Martes, 2 de noviembre
Día de Todos los Fieles Difuntos

Guíanos a casa
Aunque pase por quebradas oscuras
no temo ningún mal, porque tú estás conmigo…
Irán conmigo la dicha y tu favor
mientras dure mi vida,
mi mansión será la casa del Señor
por largos, largos días. Salmo 23:4, 6

HOY RECIBÍ EN EL CORREO la descripción del


funeral de Steve, cuyo increíble valor presencié desde la
distancia mientras vivía sus últimos días con múltiples
cánceres. En su funeral se cantó el salmo 23, el salmo
que la Iglesia eligió para la Fiesta de hoy de todos los
fieles difuntos. Elegimos este salmo para el funeral de
mi madre, mi padre, mi hermana mayor. Estas pala-
bras antiguas dieron ánimo a muchos en el camino por
quebradas oscuras al enfrentarse a su propia muerte o
la de un ser querido.
Dios amado, al recordar hoy a nuestros queridos difuntos,
y a todos los fieles difuntos, atesoramos la certeza de este
salmo de que tu bondad y amor nos guiarán por el tiempo
hasta la eternidad.
Patricia Livingston

Sabiduría 3:1-9 • Salmo 23:1-6


Romanos 5:5-11 o Romanos 6:3-9 • Juan 6:37-40
Miércoles, 3 de noviembre • San Martín de Porres

Estar plenamente vivo


No tengan deuda alguna con nadie, fuera del amor
mutuo. Romanos 13:8

TODOS TENEMOS DEUDAS, de una u otra manera.


La mayoría de nosotros tenemos algún tipo de deuda
financiera, pero también podemos tener deudas emo-
cionales, físicas e incluso espirituales. En parte, esto es
bueno y necesario. Para avanzar, a veces necesitamos
apoyarnos en los demás.
Pero si nos esclaviza, la deuda puede volverse mala.
La deuda que controla es poder, y un poder abrumador
puede convertirse en esclavitud. Así que cuando pres-
tamos, debemos hacerlo con el sincero deseo de que el
otro tenga éxito, y cuando pedimos prestado, debemos
hacerlo de forma que no nos esclavice. Dios marca el
tono de nuestras vidas en este sentido. El creador y da-
dor de todo solo pide a cambio nuestro reconocimiento
y amor. Lo que Dios quiere es que estemos plenamente
vivos, y nuestro deseo hacia los otros debe ser el mis-
mo.
Dios, ayúdame a guiarme hacia relaciones saludables con
aquellos a quienes presto y pido prestado.
Steve Givens

Romanos 13:8-10 • Salmo 112:1-2, 4-5, 9


Lucas 14:25-33
Jueves, 4 de noviembre • San Carlos Borromeo

Que se alegren los coros de ángeles


De igual manera, yo se lo digo, hay alegría entre los
ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte.
Lucas 15:10

HAGAMOS UN ALBOROTO en el cielo hoy. ¿Estás


conmigo?
Si los ángeles se alegran por un pecador arrepentido,
¿qué tipo de cacofonía ocurriría hoy si un grupo de
católicos nos arrepentimos de algunas faltas? Al igual
que una venta de garaje es mucho más exitosa si los
vecinos incluyen todos sus cachivaches, nuestra venta
de pecados podría generar una gran limpieza.
Tómate un tiempo hoy, no tiene que ser mucho, solo
un poco de tiempo para estar en silencio con Dios.
Pidamos al Espíritu Santo que venga y revele un área
oscura presente en nuestra vida. Puede que aún no se
haya convertido en pecado, pero al final las sombras
nos llevarán ahí. O quizás tengamos una confesión
obvia que hacer.
Sea lo que sea, hoy es el día. Unamos nuestras fuerzas
para que los ángeles se alegren ruidosamente en lo alto.
Los ángeles celebran cantando nuestra libertad. ¿Estás
listo para ser libre?
Kristin Armstrong

Romanos 14:7-12 • Salmo 27:1, 4, 13-14


Lucas 15:1-10
Viernes, 5 de noviembre

Del lado del amor


Personalmente estoy convencido, hermanos, de que
también ustedes están llenos de buena voluntad…
Romanos 15:14

UNA VEZ LEÍ EL CONSEJO que una madre sabia le


dio a su hijo. Un padre cariñoso y preocupado trata-
ba de “arreglar” todos los problemas de la vida de su
hija adulta. Desde su perspectiva, consideraba que ella
cometía errores y tomaba malas decisiones que debían
corregirse. Su madre veía que él no podía arreglar a
otra persona y le dijo que insistiera en el amor contra
toda evidencia, que le dijera a su hija que era amada y
que lo repitiera tantas veces como fuera necesario.
Parece que san Pablo defendió el mismo enfoque en
su mensaje a los romanos. No solo les comunicó que
estos discípulos estaban llenos de buena voluntad, sino
que también les dijo que estaba convencido de esta ver-
dad. Insistió en el amor contra toda evidencia.
Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Romanos 15:14-21 • Salmo 98:1-4


Lucas 16:1-8
Sábado, 6 de noviembre

Pasar la bendición
Salúdense unos a otros con el beso santo.
Romanos 16:16

HACE AÑOS, AL VIAJAR por Baviera y Austria con


una amiga, me encantó escuchar la frase Grüss Gott
pronunciada por los comerciantes cuando entrábamos
a su negocio o por los transeúntes que caminaban cerca
de nosotros. Al preguntar, supe que “Saluda a Dios”,
“Que Dios te salude” o “Dios te bendiga” eran traduc-
ciones posibles de esta encantadora frase.
San Pablo podría haber escrito con ese mismo sentido
cuando, en su carta a los romanos, saluda y nombra a
una larga lista de amigos y coministros, y ofrece razo-
nes para tal saludo. Algunos arriesgaron sus vidas por
él, otros trabajaron mucho para difundir el Evangelio,
o eran parientes o compañeros de prisión, algunos eran
especialmente queridos.
Nuestra fe nos llama constantemente a profundizar
nuestro espíritu de hospitalidad y acogida. Quizás hoy
podamos saludarnos unos a otros con el “beso santo”
de una bendición, usando nuestras propias palabras y
acciones para saludar a Dios en el otro.
Sor Chris Koellhoffer, I.H.M.

Romanos 16:3-9, 16, 22-27 • Salmo 145:2-5, 10-11


Lucas 16:9-15
7 de noviembre • 32° Domingo del Tiempo Ordinario

Dios no me abandonará
Ella se fue e hizo tal como le había dicho Elías, y du-
rante mucho tiempo tuvieron qué comer… La harina
del tiesto no se acabó y el aceite del cántaro no se
terminó… 1 Reyes 17:15-16

SABEMOS MUY POCO sobre la historia de esta


mujer. No sabemos por lo que pasó ni cómo llegó a
este punto. Todo lo que sabemos es que cuando llegó
Elías, ella se había rendido. No tenía opciones ni ideas.
Si alguna vez llegaste a un punto así, es posible que
también hayas aprendido lo que ella aprendió: que Dios
puede alcanzarnos aun cuando hayamos agotado todos
nuestros recursos. Podemos acudir a Dios cuando toca-
mos fondo… especialmente en esos momentos. Porque
es cuando somos más conscientes de nuestra vulnera-
bilidad. Acudimos a Dios, sabiendo que dependemos
totalmente de él para todo, incluso para la vida misma
que nos infunde en cada momento. Dios responde abra-
zándonos y llamándonos suyos, aún después de que nos
hayamos rendido.
Te necesito, Señor. Te necesito, ahora y siempre.
Karla Manternach

1 Reyes 17:10-16 • Salmo 146:7-10


Hebreos 9:24-28 • Marcos 12:38-44
Lunes, 8 de noviembre

Los frutos del perdón


Si te ofende siete veces al día y otras tantas vuelve arre-
pentido y te dice: “Lo siento”, perdónalo. Lucas 17:4

A VECES, ESTAS PALABRAS de Jesús son difíciles de


aceptar, pero la aceptación da vida tanto al que perdo-
na como a quien es perdonado. Qué alivio ser liberados
de la asfixiante mala voluntad que nos pesa cuando
nos negamos a perdonar. La persona que perdonamos
también se beneficia, porque le damos la oportunidad
de reconciliación. Aun cuando el perdón no es acepta-
do, siembra una semilla de amor que puede dar frutos
en el futuro.
Nuestra disposición a perdonar es un reflejo del per-
dón divino que nos toca en cada momento de nuestra
vida. Las tensiones pueden desaparecer cuando les
damos a los demás la reconciliación que recibimos de
Dios. Es más fácil para mí ofrecer el perdón cuando
recuerdo con qué frecuencia lo recibí.
Señor, que pueda conocer la paz que resulta de vivir mi
vida imitando la tuya.
P. Kenneth E. Grabner, C.S.C.

Sabiduría 1:1-7 • Salmo 139:1-10


Lucas 17:1-6
Martes, 9 de noviembre
Dedicación de la Basílica de Letrán

San Juan de Letrán: la Iglesia papal


Ustedes son la construcción de Dios. 1 Corintios 3:9

EN GENERAL PENSAMOS que la Basílica de san


Pedro es la iglesia del papa, pero ya que el papa es ante
todo el obispo de la diócesis de Roma, San Juan de Le-
trán es en realidad su catedral. Celebramos el aniversa-
rio de su inauguración, que se remonta al siglo IV.
La iglesia de san Juan de Letrán tiene un vínculo
estrecho con la vida de san Francisco de Asís. Cuando
él y sus frailes pidieron la aprobación del papa sobre su
nueva forma de vivir el Evangelio, los cardenales quisie-
ron suspenderlos porque parecían muy radicales. Pero
esa noche el papa tuvo un sueño: los muros de san Juan
de Letrán se derrumbaban y de repente un hombre ves-
tido con una túnica marrón salió de las sombras, apoyó
la espalda contra los muros y se mantuvieron firmes. El
papa concluyó: es Francisco y él sostendrá a la Iglesia
con su vida y sus enseñanzas.
En cada época, Dios levanta santos y santas que
recuerdan a la Iglesia su misión principal: llevar la
enseñanza y el ejemplo de Jesús a la gente de todo el
mundo.
P. Martin Pable, O.F.M. Cap.

Ezequiel 47:1-2, 8-9, 12 • Salmo 46:2-3, 5-6, 8-9


1 Corintios 3:9c-11, 16-17 • Juan 2:13-22
Miércoles, 10 de noviembre • San León Magno

Todos pertenecen
¿Así que ninguno volvió a glorificar a Dios fuera de
este extranjero? Lucas 17:18

A VECES ETIQUETAMOS RÁPIDO a otros como


“extranjeros”. Quizás se visten “raro”, tienen un acento
fuerte, la piel más oscura o clara o practican costum-
bres “extrañas”. Para los judíos, los samaritanos eran
extranjeros. Como tales, fueron menospreciados y dis-
criminados. No eran bienvenidos entre los judíos. Pero,
increíblemente, el samaritano del Evangelio de hoy es el
único que regresa a Jesús para agradecerle por curarle
su lepra. Y Jesús lo alaba frente a la multitud asombra-
da, diciendo: “Levántate y vete; tu fe te ha salvado”
(versículo 19).
¿Hay alguien en mi vida ahora a quien estoy tratan-
do como un “extranjero”? ¿Hay alguien a quien esté
evitando o excluyendo del arco de mi amor y preocupa-
ción?
Jesús acogedor, ayúdame a recordar que para ti, nadie es
extranjero ni excluido.
Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Sabiduría 6:1-11 • Salmo 82:3-4, 6-7


Lucas 17:11-19
Jueves, 11 de noviembre • San Martín de Tours

El Reino de Dios
Los fariseos preguntaron a Jesús: “¿Cuándo llegará el
Reino de Dios?” Les contestó: “La venida del Reino de
Dios no es cosa que se pueda verificar. No van a decir:
‘Está aquí, o está allá’. Y sepan que el Reino de Dios
está en medio de ustedes”. Lucas 17:20-21

ANTIGUAS TRADUCCIONES DE la Biblia tradu-


jeron mal las últimas palabras como “…el Reino de
Dios está dentro de ti”. Hasta los maestros espirituales
concluyeron que debemos prestar atención a nuestro yo
interior para ponernos en contacto con Dios. Sin duda
hay un tiempo para la soledad y la contemplación. Pero
no debemos ignorar la declaración de Jesús de que “el
Reino de Dios” está en ámbitos comunitarios y socia-
les. Por eso, por ejemplo, la liturgia es una vivencia
comunitaria, no solitaria. Por eso leemos que “donde
están dos o tres reunidos” en el nombre de Jesús, allí
está él (Mateo 18:20).
Desde luego, hoy también debemos recordar estas
palabras de Jesús cada vez que otro “profeta” perdido
anuncia que el mundo terminará en tal o cual día. Si la
fe cristiana requiere algo, es sentido común.
Mitch Finley

Sabiduría 7:22b—8:1 • Salmo 119:89-91, 130, 135, 175


Lucas 17:20-25
Viernes, 12 de noviembre • San Josafat

El amor de Dios es eterno


Fascinados por tanta belleza, los consideraron como
dioses, pero entonces, ¿no debieron haber sabido que
su soberano es todavía más grande? Sabiduría 13:3

LA BELLEZA DA PLACER. Los cerezos en flor, una


madre acunando a su hijo, hojas escarlatas bailando
en el pavimento: estas cosas me animan el corazón.
Cuando no siento placer por la belleza de la naturale-
za, en general es porque tengo emociones como culpa,
ansiedad o distracción. Tomar la decisión consciente de
percibir la belleza puede ser un acto de gratitud hacia
nuestro Creador.
La alegría que sentimos al percibirla revela que
Dios quiere nuestra felicidad. En esta vida, a menudo
estamos llamados al sacrificio, y muchos debemos sa-
crificarnos hasta un punto insoportable, pero estamos
seguros de que si estamos dispuestos a perder nuestra
vida, la recuperaremos en la alegría del cielo. La Biblia
es una historia de amor y termina con el Amor triun-
fante.
Pero las flores y las hojas se pudren. Incluso la madre
envejece y muere. Esta muerte de la belleza nos aleja de
la idolatría y nos conduce hacia el Dios eterno.
Eve Tushnet

Sabiduría 13:1-9 • Salmo 19:2-5


Lucas 17:26-37
Sábado, 13 de noviembre
Santa Francisca Javier Cabrini

Acudir a Dios
Tu palabra omnipotente se lanzó desde lo alto de los
cielos, donde está junto a tu trono real, y se precipitó
como sobre el país condenado… Sabiduría 18:15

JESÚS NOS DICE QUE recemos siempre, sin cansar-


nos. Debe haber sabido lo difícil que es. Jesús encontró
mucha gente que rezó durante años, como el hombre
enfermo que esperó 38 años junto a la piscina de Be-
tesda. Es difícil seguir rezando y no darse por vencido
ante el muro inamovible de nuestra necesidad.
Cuando la respuesta llega, es rápida y poderosa,
como lo describe el libro de la Sabiduría: la palabra
de Dios se lanzó de su trono para hacer maravillas,
transformó un mar en una verde llanura, convirtió un
gran obstáculo en un camino, en respuesta a 200 años
de quejas de los israelitas cautivos. Seguían acudiendo
a Dios, quizás no perfectamente, pero siempre con sus
ojos en Él. A Dios parece gustarle cuando le hablamos,
aunque sean quejas. Y nos hace bien, en la espera ago-
tadora y en los gloriosos momentos en los que somos
testigos de Sus maravillas y lo alabamos por ellas.
Déjame alabarte, Señor, mi libertador.
Mary Marrocco

Sabiduría 18:14-16; 19:6-9 • Salmo 105:2-3, 36-37, 42-43


Lucas 18:1-8
14 de noviembre • 33° Domingo del Tiempo Ordinario

“Estén preparados y vigilando”


Por lo que se refiere a ese día y cuándo vendrá, no lo
sabe nadie, ni los ángeles en el Cielo, ni el Hijo, sino
solamente el Padre. Marcos 13:32

PARTE DE LA TEOLOGÍA ESTUDIA el controver-


tido tema del fin del mundo. Se refiere a la segunda
venida de Jesús y al fin de la humanidad. Este estudio
se llama “escatología”, el discurso final. Desde que
Jesús predicó sobre el fin de los tiempos, muchos han
especulado cuándo sucederá. Las primeras generacio-
nes de cristianos creían que serían testigos del regreso
de Jesús, y el fin del mundo. Con los siglos, la gente
hizo predicciones de que el fin de los tiempos sería
inminente, mientras buscaban signos bíblicos. Pero hay
un pasaje de la Biblia que debe tenerse en cuenta. En
Marcos 13:32, Jesús dice que nadie sabe cuándo vendrá
el fin; ni siquiera los ángeles. Jesús dice que solo el Pa-
dre lo sabe. Es probable que dejemos el mundo mucho
antes de que nos deje a nosotros. Creo que el sol saldrá
mañana.
Gloria al Padre.
P. James McKarns

Daniel 12:1-3 • Salmo 16:5, 8-11


Hebreos 10:11-14, 18 • Marcos 13:24-32
Lunes, 15 de noviembre • San Alberto Magno

Se nos llama a servir


¡Es Jesús, el nazoreo, que pasa por aquí! Los que iban
delante le levantaron la voz para que se callara.
Lucas 18:37-38

EN ESTE INTERCAMBIO ENTRE el ciego de Jericó


y la multitud reunida en torno a Jesús, vemos el dra-
ma de nuestra vida cristiana. En el fervor por Jesús,
la multitud no puede ver a la persona necesitada, al
marginado. Pero esa persona revela a Cristo entre ellos,
porque Jesús se detiene y le habla, obra un milagro en
él y muestra la gloria de Dios. La buena noticia es que
la gente lo ve y alaba a Dios por ello.
Es muy fácil mantener los ojos piadosamente enfoca-
dos en Jesús e ignorar la necesidad al lado, detrás y en
torno a nosotros. Puede parecer sagrado, pero no es lo
que los Evangelios nos instan a hacer. El Señor escucha
la súplica de los pobres, y si le pertenecemos, la súpli-
ca cambia nuestro corazón. Puede ser nuestro vecino,
nuestro propio anhelo interior o el extraño que nunca
podrá pagarnos. ¿Podemos escuchar?
¡Jesús, hijo de David, ten piedad de mí!
Mary Marrocco

1 Macabeos 1:10-15, 41-43, 54-57, 62-63


Salmo 119:53, 61, 134, 150, 155, 158 • Lucas 18:35-43
Martes, 16 de noviembre
Santa Margarita de Escocia, santa Gertrudis

Belleza en la sencillez
Mas tú, Señor, eres mi escudo,
mi gloria, el que levanta mi cabeza. Salmo 3:4

A MENUDO VAMOS a misa a un convento de una


orden de hermanas jóvenes que brindan retiros, cate-
quesis para parroquias pequeñas y una cálida hospita-
lidad a los lugareños que asisten a misa con ellas. Las
misas en su capilla son minuciosas pero no recargadas,
sencillas pero no insípidas, y hermosas de una manera
no autorreferencial o llamativa.
Las hermanas cantan en latín e inglés, cantan poli-
fonías e himnodias tradicionales, y es hermoso. El otro
día, mientras las armonías se desvanecían en el silencio,
miré a la pequeña congregación (éramos diez además
de las hermanas) y pensé: “Qué pena que no haya más
gente para escucharlas cantar. Deben estar decepciona-
das”. Pero luego miré de nuevo sus caras satisfechas y
comprendí que, por supuesto, no importaba. No can-
taban para nosotros. Estaban alabando al Señor, y era
razón suficiente para derramar sus dones… para él.
Dios Creador, te alabo hoy con mis pensamientos, acciones
y elecciones.
Amy Welborn

2 Macabeos 6:18-31 • Salmo 3:2-7


Lucas 19:1-10
Miércoles, 17 de noviembre • Santa Isabel de Hungría

La plena alegría está en dar


Y yo, como justo, contemplaré tu rostro, y al des-
pertar, me saciaré de tu semblante.
Salmo 17:15 (responsorial)

LA PUBLICIDAD EN nuestro país transmite constan-


temente el mensaje de que podemos ser más felices si
tenemos lo que ellos ofrecen. Lo que esto implica es que
podemos poseer la felicidad si pagamos el precio que
piden. Cuando lo hacemos, lo que compramos pierde su
brillo casi tan rápido como perdimos nuestro dinero.
Dios promete una alegría que no se puede comprar.
Es una alegría que nace en nosotros y que crece cuanto
más la dejamos ser un don y cuanto más aceptamos las
condiciones con las que Dios la da. Es el tipo de don
que, como el amor, solo se puede conocer compartién-
dolo, regalándolo. Es un don extraño. Cuanto más lo
dejas ir, más lo tienes. Cuanto menos lo buscas, más
se queda. Términos muy sencillos. No cuestan nada
excepto la voluntad de confiar en lo que Dios traerá en
su gloria.
P. James Stephen Behrens, O.C.S.O.

2 Macabeos 7:1, 20-31 • Salmo 17:1, 5-6, 8, 15


Lucas 19:11-28
Jueves, 18 de noviembre • Dedicación de las Basílicas de
san Pedro y san Pablo; santa Rosa Philippine Duchesne

El amor trae paz


Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, y dijo:
Vendrán días sobre ti en que tus enemigos te cercarán
de trincheras, te atacarán y te oprimirán por todos los
lados. Lucas 19:41-43

EL EVANGELIO DE HOY habla del dolor y las


lágrimas de Jesús porque Jerusalén no lo aceptó. Por
lo tanto, dice, la ciudad no tendrá paz y será destruida
por sus enemigos. Pero esto es mucho más que una lec-
ción de historia. Es más, nos recuerda que en cualquier
esfera, familias u organizaciones locales, naciones o el
mundo entero, no habrá paz sin corazones abiertos al
amor de Dios. ¿Deseamos la paz en el mundo? Enton-
ces todos deben estar dispuestos a preocuparse por las
necesidades e intereses de los demás tanto como por los
suyos propios. Desde la perspectiva de Dios, las razones
para una guerra deben parecerse a las de los conflictos
de los niños pequeños. “¡Él empezó!” “¡Es mío!” “¡No!
¡Es mío!” “¡Ella me golpeó!” “¡Él me golpeó primero!”
Y así…
Señor Jesús, ayuda a todo el mundo a abrirse al amor y la
paz de tu Padre.
Mitch Finley

1 Macabeos 2:15-29 • Salmo 50:1-2, 5-6, 14-15


Lucas 19:41-44
Viernes, 19 de noviembre

Respuesta a la palabra de Dios


Pero no sabían qué hacer, pues todo el pueblo lo es-
cuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Lucas 19:48

CUANDO GENTE “IMPORTANTE” HABLA, el


mundo escucha. Hay conferencias de prensa y sinto-
nizamos para escuchar lo que el político acosado, el
atleta sobrepagado o la glamorosa estrella de cine van
a decir. Luego en las redes sociales hay una avalancha
de: “¿Escuchaste lo que acabo de escuchar?”. Vivimos
en un mundo adicto a la celebridad, y nos encontramos
buscando sabiduría en aquellos que no tienen mucho
para decir.
Pero en Jesús encontramos a alguien que habló con
sabiduría y autoridad y sin ostentación. Hablaba en voz
baja y resuelta a quienes se reunían en templos, laderas
y cuartos tranquilos. Pero en su autoridad de amor,
escucharon algo nuevo y diferente, como lo hacemos
hoy cuando leemos sus palabras. La manera en que
reaccionamos –cómo escuchamos y respondemos a su
palabra– depende de nosotros. Si somos sabios, nos
aferraremos con fuerza.
Jesús, que tus palabras llenen nuestra vida.
Steve Givens

1 Macabeos 4:36-37, 52-59 • 1 Crónicas 29:10-12


Lucas 19:45-48
Sábado, 20 de noviembre

Resucitar a una nueva vida


Además ya no pueden morir, sino que son como ánge-
les. Son también hijos de Dios, por haber nacido de la
resurrección. Lucas 20:36

LAS PALABRAS DE JESÚS son una promesa del


futuro maravilloso que nos espera. Nuestra vida ahora
está llena de dones y bendiciones. Dios quiere que los
disfrutemos, los compartamos y agradezcamos todo lo
que recibimos. Pero nuestra vida en la tierra fluye cons-
tantemente y, al final, pasa a un nuevo tipo de vida.
Pasamos de una vida terrenal a una resucitada donde
no habrá muerte, solo un amor más pleno y profundo
que crece sin envejecer. ¡No hay fin para las buenas
noticias aquí!
Las palabras de Jesús son un consuelo para mí. Me
dicen que mis seres queridos que dejaron esta vida
siguen vivos de formas que apenas puedo imaginar. El
sufrimiento ya no los toca. Como eligieron estar con
Dios, sus vidas están totalmente envueltas en la de Él.
Viven toda la belleza de la creación de Dios y, como el
verdadero amor nunca muere, siempre me recordarán,
como yo los recuerdo a ellos.
Gracias, Señor, por el don de la vida en toda su plenitud.
P. Kenneth Grabner, C.S.C.

1 Macabeos 6:1-13 • Salmo 9:2-4, 6, 16, 19


Lucas 20:27-40
Domingo, 21 de noviembre • Solemnidad de Nuestro
Señor Jesucristo Rey del Universo

Aceptar y vivir el amor de Cristo


Jesús respondió: Tú lo has dicho: yo soy Rey. Yo doy
testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he
venido al mundo. Todo el que está del lado de la ver-
dad escucha mi voz. Juan 18:37

LA VERDAD SOBRE DIOS es que es amor. La verdad


sobre nosotros es que somos amados y debemos com-
partir el amor que recibimos. Cuando las personas en-
tienden y atesoran estas verdades, el Reino de Dios está
presente. Qué gran vivencia sería la vida en la tierra si
aceptáramos la verdad que Jesús vino a darnos. Esa es
la voluntad de Jesús para nosotros. Cuando la acepta-
mos, no solo percibimos sentido y alegría en nosotros,
sino que también ayudamos a otros a percibirlos.
Tiene sentido, pero a veces nos resulta difícil aceptar
la verdad de Jesús y vivir de acuerdo con ella. No creo
que a Jesús le sorprenda esto. Él sabe que necesitamos
ayuda, por eso dijo que siempre estará con nosotros
para dárnosla. Esa es simplemente otra maravillosa
prueba de su amor.
Gracias, Señor, por darnos tu verdad y por ayudarnos a
reconocer su belleza.
P. Kenneth Grabner, C.S.C.

Daniel 7:13-14 • Salmo 93:1-2, 5


Apocalipsis 1:5-8 • Juan 18:33b-37
Lunes, 22 de noviembre • Santa Cecilia

En un apuro
…ella, no teniendo recursos, ha echado todo lo que
tenía para vivir. Lucas 21:4

HACE DIEZ AÑOS, cada domingo por la mañana


ponía un billete enrollado en la canasta. Estaba enro-
llado porque me daba vergüenza lo poco que era, pero
en general era más de lo que realmente podía poner. Ya
que aunque tenía un trabajo bien pagado en el gobier-
no, también estaba en quiebra personal. Mi sueldo neto
mensual era casi la mitad del pago del alquiler, y traba-
jé mucho como editora independiente para compensar
la diferencia… y tener un poco de dinero para poner en
la canasta.
En estos días, mis finanzas mejoraron mucho. Pero
recuerdo esa época, y la historia de la viuda, mientras
planeo mis donativos de caridad para el próximo año.
Aprendí que Dios nos paga mil veces más cuando
estamos dispuestos a estar en apuros para ayudar a su
pueblo.
Señor, gracias por todo el amor y la bondad que brindas.
Melanie Rigney

Daniel 1:1-6, 8-20 • Daniel 3:52-56


Lucas 21:1-4
Martes, 23 de noviembre • San Clemente I,
san Columbano, beato Miguel Agustín Pro

Buscar a Jesús
Jesús contestó: “Estén sobre aviso y no se dejen en-
gañar; porque muchos usurparán mi nombre y dirán:
“Yo soy el Mesías, el tiempo está cerca”. No los sigan.
Lucas 21:8

A UNA ANCIANA llamada Esther, que seguía doblan-


do boletines a los 94 años, le encantaba escuchar mis
historias sobre Honduras. Veía mis fotos, disfrutando
de las sonrisas de gente muy pobre. Y decía: “¿Pero
conocen al Señor?”. Oh sí, le decía, y me enseñaron a
conocer al Señor también.
En esta última semana del Tiempo Ordinario, con
el Día de Acción de Gracias y la fiebre navideña cerca,
podemos distraernos. Entre todos los que reclaman
nuestra atención y devoción, desde los Nabucodonosor
de hoy como el que amenazó a Daniel hasta las cele-
bridades, ¿podemos mantener la mirada en el Señor?
Quizás la mejor manera es encontrar a Jesús donde
nos dijo que está, en el pobre, el extraño, el enfermo, el
prisionero, no en los palacios. Esther está con el Señor
ahora. ¡Y podemos estar realmente agradecidos por una
fe que nunca debemos dar por sentada porque nosotros
también conocemos al Señor!
Miguel Dulick

Daniel 2:31-45 • Daniel 3:57-61 • Lucas 21:5-11


Miércoles, 24 de noviembre
San Andrés Dung-Lac y compañeros

El amor en acción
Los tomarán a ustedes presos, los perseguirán… Serán
odiados por todos a causa de mi nombre.
Lucas 21:12, 18

LAS PALABRAS DE JESÚS hacen eco del Sermón del


monte; le dice a la multitud que seguirlo no conducirá a
la gloria y la riqueza, sino a ser objeto de burla y odio.
Es muy fácil asumir que deberíamos ser y que seremos
recompensados por hacer lo correcto. Pero Jesús nos
recuerda que los valores del Reino de Dios no son los
mismos que los de este mundo material; entonces, ¿por
qué nos recompensaría este último? Y aun si pudiera,
él nos instruye a evitar buscar eso. Cuando donamos
algo, ayunamos o rezamos, hagámoslo anónimamente.
Una tradición dice que al hacer actos de bondad al azar
cada día, si alguien te ve haciéndolo, aun accidental-
mente, no cuenta. Mostramos nuestra devoción cuan-
do actuamos correctamente sin preocuparnos por el
resultado.
Señor, déjame vivir los valores del Reino de Dios cada día,
sin esperar recompensas, aun sabiendo que puede conducir a
la persecución.
Phil Fox Rose

Daniel 5:1-6, 13-14, 16-17, 23-28 • Daniel 3:62-67


Lucas 21:12-19
Jueves, 25 de noviembre • Santa Catalina de Alejandría;
Día de Acción de Gracias

Cantar alabanzas al Señor


Hielos y nieves bendigan al Señor…
Rayos y nubes bendigan al Señor. Daniel 3:70, 73

“BENDICIÓN” NO ES la primera palabra que me


viene a la mente en medio de un frío helado, tormentas
eléctricas y días oscuros. Pero esta canción nos dice
que, en esos momentos, podemos conocer la bondad de
Dios.
Esta asombrosa canción de alabanza y bendición fue
cantada por tres jóvenes arrojados a un horno para ser
quemados vivos, en castigo por su fe. En ese momento
desesperado, Dios trae una brisa fresca que les salva la
vida. Logran ver que Él está en todos lados y que llena
todas las cosas, incluso las que traen dolor.
Cuando empezamos a reconocer la bondad de Dios
en todas las cosas, en lo hermoso y lo insoportable,
nuestro corazón se expande. Entonces, ¿a qué le teme-
mos? ¿Cómo no cantar y bailar, como los tres jóvenes
en el horno y Daniel en el foso de los leones? Nada nos
alejará del amor de Dios. Con ellos y entre nosotros, le
cantemos y lo glorifiquemos eternamente.
Que la tierra bendiga al Señor.
Mary Marrocco

Daniel 6:12-28 • Daniel 3:68-74


Lucas 21:20-28
Viernes, 26 de noviembre

Palabras que sanan


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán. Lucas 21:33

HACE UNOS AÑOS COMETÍ un error vergonzoso


al leer un pasaje de la Sagrada Escritura en la liturgia
dominical. Me sentí muy mortificada porque pasó en
una pequeña capilla en un monasterio lleno de una
docena de monjas, varios dirigentes laicos y algunos
sacerdotes. Cuando me senté, le dije a un amigo que me
sentía totalmente humillada. Él sonrió amablemente y
dijo: “Tu error fue adorable”. Esas palabras y la forma
en que las dijo fueron tan curadoras que las considero
entre las más poderosas que jamás me dijeron.
Tenemos la oportunidad de ser canales del amor
perdurable y de la misericordia de Dios mediante la
forma en que nos comunicamos con los demás. Olvido
fácilmente esto cuando el miedo o resentimiento me
tienta a retener una palabra comprensiva, pero recordar
la generosidad de otros hacia mí me ayuda a bajar mis
defensas y abrir mi corazón.
Terri Mifek

Daniel 7:2-14 • Daniel 3:75-81


Lucas 21:29-33
Sábado, 27 de noviembre

Mantenerse alerta
Cuiden de ustedes mismos, no sea que la vida deprava-
da, las borracheras o las preocupaciones de este mundo
los vuelvan interiormente torpes… Lucas 21:34

SAN AGUSTÍN PREGUNTÓ: “¿Cómo es el amor?” Y


su respuesta no fue en un lenguaje florido. Simplemente
dijo: “El amor tiene manos para ayudar a los demás.
Tiene ojos para ver la miseria y el deseo. Tiene oídos
para escuchar los signos y dolores de los demás. Así es
el amor”.
…Podríamos pensar que quiere que nos ofrezcamos
como voluntarios en un comedor de beneficencia, pero
algunos tenemos dolor de espalda o manos tembloro-
sas, así que posiblemente no seamos de mucha ayuda.
Creo que quizás san Agustín nos dice que estemos
alerta, listos para usar los ojos y oídos y notar que
alguien que conocemos, aunque sea de nombre, está
sufriendo física, mental o financieramente. Luego,
debemos usar la cabeza y las manos para encontrar la
forma práctica con la cual mostrar nuestro amor: una
llamada, una tarjeta, un pastel, una invitación para ha-
blar, o cualquier ayuda pequeña o grande que podamos
ofrecer.
Bernadette Snyder
[Senior Moments]

Daniel 7:15-27 • Daniel 3:82-87 • Lucas 21:34-36


28 de noviembre • 1° Domingo de Adviento

Adviento es contracultural
Que el Señor los llene y los haga rebosar de un amor
mutuo y hacia todos los demás, como el que yo les
tengo a ustedes… 1 Tesalonicenses 3:12

CREO QUE EL ADVIENTO es el tiempo más contra-


cultural para los cristianos. La gente se preocupa por
qué adornos a colocar y qué regalos comprar. Tienen
miedo de sentirse mal si sus regalos no son tan lindos
como los que reciben. ¡Qué ironía! Tenemos miedo y
culpa por el nacimiento de Aquel que vino a quitarnos
el miedo y la culpa.
La Iglesia nos da una forma diferente de pasar este
tiempo. Considera los símbolos de Adviento:
Silencio, en lugar de ruido. Toma tiempo para leer la
Biblia u otro libro espiritual y reflexiona en silencio.
Oscuridad. Las noches son más largas, y nos recuer-
dan la oscuridad y el frío del mundo sin Cristo.
Esperar, en lugar de apresurarse. Podemos redimir los
momentos que pasamos en la fila siendo amables con la
gente, ayudando a otros con los paquetes u ofreciendo
una oración silenciosa por quienes nos rodean. Después
de todo, el propósito de la venida de Cristo es hacernos
más pacíficos y amorosos.
P. Martin Pable, O.F.M. Cap.

Jeremías 33:14-16 • Salmo 25:4-5, 8-10, 14


1 Tesalonicenses 3:12—4:2 • Lucas 21:25-28, 34-36
Lunes, 29 de noviembre • Adviento, día de semana

Admitir la verdad de mi condición


Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no
más una palabra y mi sirviente sanará. Mateo 8:8

SER HUMILDE ANTE DIOS es saber que soy culpa-


ble. Si esto no influye en mis relaciones con los demás,
entonces algo anda mal. Vivir en Dios es una revelación
de que no soy digno. En este contexto, creer que soy
inferior a los demás y que merezco menos es una idea
realista.
Esto no es lo mismo que una baja autoestima. Es un
esfuerzo deliberado y sostenido para deshacerme del
engaño persistente de que soy inocente. Fortalecido
por el amor incondicional de Dios por mí, encuentro
posible derribar mis defensas y admitir la verdad de mi
condición. No hay nada en mi constitución o historia
personal que me dé confianza alguna en mi capacidad
para llevar mi vida a una feliz conclusión. Mi confian-
za debe estar en la acción de Dios. Mi necesidad es la
contraparte de la abundancia divina.
P. Michael Casey, O.C.S.O.
[Vida sincera]

Isaías 2:1-5 • Salmo 122:1-9


Mateo 8:5-11
Martes, 30 de noviembre • San Andrés

Seguirlo cuando nos llame


Jesús los llamó, y en seguida ellos dejaron la barca y a
su padre y lo siguieron. Mateo 4:21-22

SIEMPRE QUE LEO este pasaje, me distraigo pensan-


do en Zebedeo. Trabajé para mi padre y sé que si me
hubiera alejado para seguir a un predicador itinerante
durante la jornada laboral, él no me habría dejado ir en
silencio. Entonces, ¿cómo reaccionó Zebedeo?
¿Sintió la importancia del llamado de Jesús? Había
contratado hombres así que no enfrentó todo el trabajo
solo. Pero ¿cómo fue para él ver a sus hijos alejarse?
¿Discutió con ellos? ¿Les dio permiso? ¿Quería ir con
ellos?
Los hermanos se mantuvieron en contacto con la
familia. Y su madre incluso se convirtió en discípula
(tal vez Salomé), pidiendo que sus hijos se sentaran con
Jesús en su reino y que estuvieran de pie con las otras
mujeres mientras Jesús moría.
No escuchamos nada más sobre Zebedeo y, sin em-
bargo, me pregunto por él… este padre anónimo que
renuncia a sus hijos por Jesús. ¿Qué puedo aprender de
él sobre dar lo que es precioso para Jesús?
Aileen O’Donoghue

Romanos 10:9-18 • Salmo 19:8-11


Mateo 4:18-22
Miércoles, 1° de diciembre • Adviento, día de semana

En cada momento
Irán conmigo la dicha y tu favor
mientras dure mi vida. Salmo 23:6

LA BONDAD Y LA MISERICORDIA de Dios nos


siguen, incluso cuando caminamos en la dirección equi-
vocada. Dios busca como un perro de caza siguiendo
el rastro, pero más decidido. Dios nunca se rinde. Dios
siempre está allí, en algún lugar, de alguna manera,
obrando para que todo esté bien, cuando estamos
solos y temerosos, cuando estamos destrozados por el
dolor o la vergüenza, y cuando todo lo que tenemos es
la rutina o el niño que llora. Busca a cada una de las
ovejas, cada moneda perdida. Sin importar lo pródigos,
ausentes, perdidos, débiles, ciegos que seamos, Dios
corre a nuestro encuentro por el camino y nos invita al
banquete.
Amado Dios, tengo confianza incluso en los días más difí-
ciles porque sé que estás conmigo. Con humildad te pido que
continúes levantándome cuando fracaso y me des la gracia
de superar mi temor innecesario.
Jessica Mesman Griffith

Isaías 25:6-10a • Salmo 23:1-6


Mateo 15:29-37
Jueves, 2 de diciembre • Adviento, día de semana

¡Ven, ven Emmanuel!


Abran las puertas
para que entre la gente buena… Isaías 26:2

ISAÍAS ES LA VOZ del Adviento. Lo escuchamos


todos los días, preparando el camino del Señor. Si-
glos antes de “Navidad”, Isaías puede ver al Mesías.
Y nosotros también lo podemos ver. Está tan cerca,
al fin y al cabo, en especial en los pobres. Vivo en un
pueblito en las montañas de Honduras. Nuestro ritual
de Adviento son las “Posadas”. Cantamos villancicos
visitando a una familia diferente cada noche, recreando
la búsqueda de José y María por una posada en las ca-
lles polvorientas y casas sencillas, que no difieren de la
Belén original. A diferencia de Belén, la puerta siempre
está abierta, en especial para las personas ancianas,
confinadas en el hogar, que no pueden llegar a nuestra
pequeña iglesia cuesta arriba. Entramos para rezar y
compartir con lecturas como las de hoy y, por supues-
to, más villancicos. ¿No es eso lo que queremos? Una
visita, para que Jesús nazca en nuestro corazón. ¿Quién
espera tu amor en este momento? ¿A quién anhelas ver
en tu puerta? Cada visita es una Navidad cuando el
visitante es Jesús.
Miguel Dulick

Isaías 26:1-6 • Salmo 118:1, 8-9, 19-21, 25-27


Mateo 7:21, 24-27
Viernes, 3 de diciembre • San Francisco Xavier

El Espíritu de la Navidad
…los sordos oirán
las palabras de un libro,
y libres de la sombra y de las tinieblas,
los ojos de los ciegos volverán a ver.
Isaías 29:17-18

LA ANTICIPACIÓN EN este pasaje refleja cómo me


siento siempre en esta época del año. Mis esperanzas
crecen al inicio del Adviento. En esta Navidad, pienso,
todo será perfecto. Entonces comienzo una maratón
de horneado y decoración y de búsqueda de regalos,
y llego a la Navidad irritable y agotada, para nada
en consonancia con el espíritu de la Navidad. Pero el
Adviento no es una pistola de salida –es un tiempo
sagrado. Este año, en lugar de enfocarme en la próxima
celebración, trato de ser consciente del aquí y ahora.
Sin embargo, la Navidad está llegando. ¡Pero también
ya sucedió! Y aunque resulte divertido que nuestro
hogar y nuestra vida brillen para hacer que este tiempo
sea especial, Dios ya lo hizo especial. Nuestra tarea es
abrir el corazón más plenamente a su presencia, incluso
en la limpieza, las compras y el día a día.
Señor Jesús, ayúdame a estar atenta a ti durante este
tiempo sagrado.
Karla Manternach

Isaías 29:17-24 • Salmo 27:1, 4, 13-14 • Mateo 9:27-31


Sábado, 4 de diciembre • San Juan Damasceno

En todos los campos


La cosecha es abundante, pero los trabajadores son
pocos. Mateo 9:37

JESÚS DIJO ESTO EN respuesta a la multitud de gente


que buscaba su mano sanadora y su palabra inspi-
radora. Encargó a sus discípulos que continuaran su
obra: sanar a los enfermos, alimentar al hambriento
e inspirar a los faltos de esperanza. Lo hizo hace dos
mil años, y la religión cristiana se extendió por todo el
mundo. Pero abundan los enfermos, los hambrientos y
los desesperanzados.
¿Somos los dos mil millones de cristianos insuficien-
tes trabajadores? ¿Es posible que muchos de nosotros
nos distraigamos del trabajo esencial que Jesús nos
mandó a hacer? ¿Estamos cosechando lo que sembró?
Soy su discípula. Dono a entidades benéficas para
personas y animales, trabajé como voluntaria en cons-
trucción para Hábitat, corté vegetales en comedores co-
munitarios y trato de inspirar escribiendo estas notas.
¿Es suficiente? ¿Puedo hacer más? En mi oración diaria,
esta es una de mis preguntas más frecuentes. Soy una
profesora anciana bastante a gusto con mi vida; ¿estoy
en el camino en el que debo estar? Solo tengo que rezar
para encontrar la respuesta.
Aileen O’Donoghue

Isaías 30:19-21, 23-26 • Salmo 147:1-6 • Mateo 9:35—10:1, 5a, 6-8


5 de diciembre • 2° Domingo de Adviento

Aquí en nuestro mundo


Era el año quince del reinado del emperador Tibe-
rio. Poncio Pilato era gobernador de Judea, Herodes
gobernaba en Galilea… la palabra de Dios le fue dirigi-
da a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
Lucas 3:1-2

TÍPICAMENTE UN PESEBRE, en España, está lleno


de colores, con muchos personajes y bastante grande.
Junto a la Sagrada Familia puede haber toda una aldea
coleccionada en el transcurso de los años y dispuesta de
modo divertido: un granjero persigue a un ganso, los
niños juegan. Y lo más interesante es que con frecuencia
incluye figuras contemporáneas: papas, presidentes y per-
sonajes. Las tiendas tienen las figuras del pesebre ordena-
das y listas para que se lleven al hogar. ¿Por qué? Porque
así es cómo el Hijo de Dios entró a la historia –nuestra
historia, como Lucas deja en claro aquí cuando presenta
a Juan Bautista cuidadosamente, poniendo en contexto
el nacimiento de Jesús, no como abstracción, sino carne
y hueso en un mundo de tragedia, comedia, sufrimiento,
gozo, fealdad y belleza. Este nuestro mundo.
Jesús, Palabra hecha carne, habita entre nosotros aquí y
ahora.
Amy Welborn

Baruc 5:1-9 • Salmo 126:1-6


Filipenses 1:4-6, 8-11 • Lucas 3:1-6
Lunes, 6 de diciembre • San Nicolás

Baila y canta de alegría


Entonces los ojos de los ciegos se despegarán,
y los oídos de los sordos se abrirán,
los cojos saltarán como cabritos
y la lengua de los mudos gritará de alegría.
Isaías 35:5-6

SUPONGAMOS QUE LOS OJOS ciegos que se des-


pegan son los tuyos Supongamos que los oídos que se
destapan y despejan para oír son los tuyos. ¡Los que
saltan como ciervos son tus pies, y la lengua que se
suelta para cantar alabanzas es la tuya! Esta suposición
no está lejos de la realidad. En efecto, estas palabras
sirven para proclamar libertad y gozo. Estas son pala-
bras que tienen el poder de hacerse realidad en tu vida.
El Adviento es un tiempo tan enriquecedor, un momen-
to para proclamar esperanza y gozo como miembros de
tu hogar.
Oh, Dios de la esperanza, haz de mí uno de tus profe-
tas que ven a lo lejos, escuchan bien, bailan con energía y
cantan de todo corazón. Ahuyenta todo letargo y superficia-
lidad. Regálame autenticidad y pasión.
Sor Macrina Wiederkehr, O.S.B.

Isaías 35:1-10 • Salmo 85:9-14


Lucas 5:17-26
Martes, 7 de diciembre • San Ambrosio

Ofrecer el consuelo de Dios


Consuelen, dice el Señor, tu Dios,
consuelen a mi pueblo. Isaías 40:1

CUANDO MI PADRE MURIÓ, alguien me envió


una hermosa tarjeta de compasión con la imagen del
Buen Pastor con una sonrisa tierna que sostenía en sus
brazos al cordero. Tuve esa tarjeta muy cerca de mí
durante muchos meses mientras hacía el luto porque
me daba un consuelo inmenso. Cada vez que la miraba,
me sentía segura de que Dios no me abandonaría en mi
tiempo de pérdida.
Isaías nos recuerda hoy que Dios quiere consolarnos
cuando sufrimos. A menudo recibimos este abrazo divi-
no mediante actos humanos. Gestos compasivos como
el cuidado abnegado, la ayuda generosa, la compren-
sión silenciosa, la conmemoración atenta, la presencia
que escucha y el compañerismo fiel son maneras en las
que nuestro Dios consolador nos envuelve en su amor
por medio de la bondad de otro ser humano.
¿De qué manera puede el Cristo compasivo habitar
entre nosotros mediante nuestros gestos de compasión?
Miremos a nuestro alrededor y veamos quién necesita
que le ofrezcamos compasión en este día de Adviento.
Acerquémonos y extendámosle el consuelo de Dios.
Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Isaías 40:1-11 • Salmo 96:1-3, 10-13 • Mateo 18:12-14


Miércoles, 8 de diciembre • La Inmaculada Concepción
de la Santísima Virgen María

Dondequiera que vayas


Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Lucas 1:28

REFLEXIONA LLEVÁNDOTE estas palabras del án-


gel Gabriel al corazón. Al igual que María, diariamente
encuentras visitantes celestiales. También tú encontras-
te el favor del Santísimo, y el Señor está contigo. Dios
te invita a decirle “Sí” de innumerables maneras cada
día. ¿Reconoces el momento de la visita de Dios? No
se te pidió, como a María, llevar a Jesús durante nueve
meses en tu vientre ni darlo a luz físicamente, pero hay
cantidad infinita de maneras de abrazar al Señor en tu
vida.
Eres un espacio sagrado santificado para recibir la
gracia. Eres una vasija de belleza, un contenedor de
vida. Dios se deleita en tu potencial e ingresa a tu vida
con la misma invitación audaz que le hizo a María.
¿Estás dispuesta a traerme al mundo? ¿Serás el evange-
lio que proclama mi amor?
En esta hermosa fiesta que honra a María, la Madre
de Dios, podemos aprender de ella. Es nuestro modelo
para decir sí, incluso cuando tengamos miedo.
Sor Macrina Wiederkehr, O.S.B.

Génesis 3:9-15, 20 • Salmos 98:1-4


Efesios 1:3-6, 11-12 • Lucas 1:26-38
Jueves, 9 de diciembre
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin

El don de la vida divina


Yo se lo digo: de entre los hijos de mujer no se ha
manifestado uno más grande que Juan Bautista, y sin
embargo el más pequeño en el Reino de los Cielos es
más que él. Mateo 11:11

SIN DUDA LA GENTE puede demostrar una admira-


ble fuerza de voluntad, disciplina y fortaleza humana.
Por ejemplo, los atletas que compiten dedican toda su
vida a ser excelentes en su deporte. El espectacular al-
cance de los logros humanos puede inspirar admiración
y reverencia. También nos puede confundir y creer que
la gente hace mucho bien sin Dios.
La vida en el Cristo Resucitado, la compañía del
Espíritu Santo, convertirnos en Amados Hijos e Hijas
de Dios, estos son tesoros escondidos, difíciles de en-
contrar, incluso a veces para los creyentes. Pero como el
Niño Jesús, Señor de todos, llegó al mundo en silencio
y en penumbras, no podemos subestimar el poder de la
vida divina escondida en nosotros.
Señor, concédenos el valor de buscar nuestro llamado a
vivir en el Espíritu y de ser la persona que nos creaste para
que seamos. Ayúdanos a recibir el don de la vida divina con
humildad, sin temor ni reservas.
Elizabeth Duffy

Isaías 41:13-20 • Salmo 145:1, 9-13 • Mateo 11:11-15


Viernes, 10 de diciembre • Adviento, día de semana

El fruto de la gracia de Dios


Es como árbol
plantado junto al río,
que da fruto a su tiempo
y tiene su follaje siempre verde. Salmo 1:3

CUENTO CON LA GRACIA de Dios para que riegue


las raíces de mi fe, en especial durante el Adviento. La
gracia viene de diversas maneras. Por supuesto, la ora-
ción y unirme a mi comunidad parroquial para recibir
la Eucaristía me ayuda a estar abierta a la gracia de
Dios. Como el árbol junto al río, debo plantarme donde
corre el río. A diferencia del árbol, tengo la opción de
irme de la orilla fértil cerca del arroyo de la gracia de
Dios. Descubrí que mi vida espiritual crece en propor-
ción directa a cuánto esfuerzo le dedico. Si quiero que
mi vida cristiana dé más frutos, necesito abundante
gracia para ayudar a edificar mis relaciones con los
demás y con Dios. ¿Seré siempre el árbol con hojas
perennes que dan un magnífico fruto? Espero, pero no
será posible, si las raíces de mi fe no están bien regadas.
Deborah Meister

Isaías 48:17-19 • Salmo 1:1-4, 6


Mateo 11:16-19
Sábado, 11 de diciembre • San Dámaso I

El poder salvador de Dios


¡Despierta tu valentía,
ven y sálvanos! Salmo 80:3

AUNQUE JESÚS VINO HACE MÁS de 2 mil años


como el muy esperado, aún necesitamos “salvación”.
Todos nosotros tenemos algo de qué librarnos, algo
que solo la gracia de Dios puede sanar. Pueden ser los
pecados o una parte de nuestra vida que siempre nos
reta con su poder de destruir la paz del corazón y de la
mente. Puede ser un anhelo de ser salvados de la mala
salud o relaciones quebrantadas. Podemos esperar la li-
beración de la ansiedad y del temor de situaciones fuera
de nuestro control. Podemos desear la liberación de la
parálisis del dolor o de la angustia de la depresión.
Porque siempre hay una parte de nuestra vida que
puede ser más entera y completa, seguimos necesitando
la amorosa guía y la fortaleza perpetua de la gracia
de Dios. Jesús manifestó esta presencia cuando vino
a habitar entre nosotros. La motivación de su vida y
ejemplo, junto con el don de su amor, nos pueden ayu-
dar a superar situaciones imposibles. Siempre se nos da
esta ayuda salvífica.
Ven, Jesús, en este tiempo de Adviento y sálvame de…
Sor Joyce Rupp, O.S.M.

Sirácides 48:1-4, 9-11 • Salmo 80:2-3, 15-16, 18-19


Mateo 17:9a, 10-13
12 de diciembre • 3er Domingo de Adviento

Vivir sin preocupaciones


No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión
presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de
gracias a la súplica. Filipenses 4:5-6

A MENUDO REFLEXIONO sobre la corta oración


de la misa que vine inmediatamente después del Padre
nuestro. Rezamos para que se nos libre de toda pertur-
bación. La denomino mi oración contra la ansiedad. La
ansiedad puede perturbar la mente, presagiar nervio-
sismo y puede llevarnos a estar “al limite”. Hay una
diferencia entre ansiedad y temor. El temor es algo real,
pero la ansiedad es imaginaria. Por ejemplo, un hombre
en su lecho de muerte una vez dijo: “Durante mi vida,
tuve muchas preocupaciones, la mayoría de ellas nunca
sucedieron”. Cuando nos topamos con los miedos rea-
les, tratamos de solucionarlos. Cuando abordamos las
ansiedades, tratamos de disolverlas. San Pablo aconseja
que la oración de agradecimiento a Dios nos puede
ayudar a liberarnos de nuestras ansiedades.
Señor, escucha nuestra oración, para que estemos a salvo
de las angustias.
P. James McKarns

Sofonías 3:14-18a • Isaías 12:2-6


Filipenses 4:4-7 • Lucas 3:10-18
Lunes, 13 de diciembre • Santa Lucía

Llamados a ser justos


Dirige los pasos de los humildes,
y muestra a los sencillos el camino. Salmo 25:9

EN NUESTRA BÚSQUEDA de paz mundial, hay una


cualidad esencial que falta. Esto nos hará fallar, si la
ignoramos. La pieza que falta tiene que ser la justicia,
que debe ser la base de todas las estructuras morales.
En el Sermón del monte Jesús dice que debemos tener
hambre y sed de justicia. A menudo se llama rectitud:
una correcta relación con Dios, el prójimo, uno mismo
y toda la creación. La justicia es equilibrada, sumamen-
te justa e imparcial. Se reconoce como el sello distintivo
de la equidad. En nuestra comunidad, país y mundo, la
rectitud nos obliga a respetar el derecho de los demás.
La justicia se debe motivar mediante la verdad, no por
lo que es conveniente, inteligente o rentable. La persona
imparcial no impone favoritismos. Un viejo proverbio
dice que la corte a veces puede ser más compasiva cuan-
do el acusado es el más rico. La justicia sin paz es como
el oxígeno sin respiración. Casi 7.4 mil millones de
habitantes tienen un derecho natural sobre el planeta.
Oh, Señor, ayúdanos a recordar y respetar, que la justicia
no es exclusivamente para nosotros.
P. James McKarns

Números 24:2-7, 15-17a • Salmo 25:4-9


Mateo 21:23-27
Martes, 14 de diciembre • San Juan de la Cruz

Y Dios contestó: “Puedes hacerlo”.


Se acercó al primero para decirle: “Hijo, hoy tienes que
ir a trabajar en la viña”. Y él le respondió: “No quie-
ro”. Pero después se arrepintió y fue. Mateo 21:28-29

LA PARÁBOLA DE HOY se centra en dos hijos. El


primer hijo dice “no” al pedido de su padre de trabajar
en la viña, pero luego cambia de parecer y hace lo que
le pide su padre. El segundo hijo dice “sí” al pedido de
su padre, pero luego no hace lo que dijo que haría. Una
interpretación es esta: Hablar no cuesta nada. Hacer y
actuar es más costoso y valioso.
Hay un canto cristiano popular de Mateo West lla-
mado Do Something (Haz algo). El cantante está indig-
nado al ver todos los males de este mundo: la pobreza
a gran escala, los niños desatendidos o abusados, y un
montón de otros problemas. Mira al cielo y pregunta:
“¿Dios, por qué no haces algo?”. Luego escucha a Dios
que le dice: “Ya lo hice. ¡Te creé a ti!”.
¿Cómo muestro mi amor por Dios? ¿De qué manera
podría hacer algo hoy para llevar un poco de amor y
bondad a nuestro mundo?
Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Sofonías 3:1-2, 9-13 • Salmo 34:2-3, 6-7, 17-19, 23


Mateo 21:28-32
Miércoles, 15 de diciembre • Adviento, día de semana

Reconocer al Mesías
Y ¡dichoso aquél para quien yo no soy un motivo de
escándalo! Lucas 7:23

¿QUÉ HABRÍA PASADO, si Juan Bautista hubiese


sido una clase diferente de persona? ¿Y si Juan hubiese
decidido que Jesús era un fraude, un rival de las almas
perdidas de Judea? ¿Y si una amarga rivalidad se hubie-
se librado entre el predicador del río Jordán y el hijo del
carpintero de Nazaret?
No tenía que ser. Juan era un hombre santo, un
hombre de Dios. Cuando se enteró del ministerio de
Jesús, envió a dos de sus discípulos para preguntarle a
Jesús si él era el elegido. Jesús les dice a los emisarios
de Juan que, efectivamente, él es quien devuelve la vista
a los ciegos, el oído a los sordos, da la buena noticia a
los pobres: el Mesías. No hay competencia entre ellos
dos. Solamente hay respeto mutuo mientras cumplen la
voluntad de Dios.
El Adviento es el tiempo ideal para “no ser motivo
de escándalo”, para terminar con nuestros egos, para
ayudar a difundir el mensaje de Cristo de amor y
misericordia en nuestro hogar, nuestra iglesia y nuestra
comunidad.
Paul Pennick

Isaías 45:6c-8, 18, 21c-25 • Salmo 85:9-14


Lucas 7:18b-23
Jueves, 16 de diciembre • Adviento, día de semana

El amor de Dios es eterno


Podrán desaparecer los montes y hundirse las colinas,
pero mi amor por ti no desaparecerá
y mi alianza de paz quedará firme para siempre.
Isaías 54:10

CON ESTAS PALABRAS, ISAÍAS quería consolar al


pueblo de Israel exiliado en Babilonia y darle la espe-
ranza de que regresarían a su tierra aunque se sintieran
abandonados. Que actuales se sienten hoy día en que
nos hemos visto exiliados de trabajos, escuelas, parques
y cietos de recreo. Los sólidos montes y colinas que
podrán desaparecer, las contrasta con el amor de Dios
por ellos que nunca disminuirá. Dios podrá ser rápido
en su ira, pero es eterno en su amor.
Qué fácilmente nos olvidamos de la solidez del amor
de Dios en medio de los atareos navideños o si sufrimos
muchas pérdidas a causa de la pandemia. No importa
si tenemos decoraciones o regalos, y mucho menos si
perdimos el trabajo o a un ser querido: el amor de Dios
por cada uno de nosotros no cambiará.
Que cuando me sienta sola, triste y exiliada de los mios,
tenga la fe para confiar y aferrarme de Tu promesa de amar-
nos para siempre.
Marina A. Herrera

Isaías 54:1-10 • Salmo 30:2, 4-6, 11-13


Lucas 7:24-30
Viernes, 17 de diciembre
Fines de Adviento, día de semana

Todos son el favorito de Dios


A ti, Judá, te alabarán tus hermanos,
tu mano agarrará del cuello a tus enemigos,
y tus hermanos se inclinarán ante ti. Génesis 49:8

JUDÁ NO ERA PERFECTO. Al igual que sus herma-


nos, estaba celoso del estatus de José como hijo preferi-
do de Jacob. Pero cuando los demás estaban listos para
matar a José, Judá argumentó, en cambio, a favor de
venderlo a los ismaelitas. Luego, antes que se conociera
la verdadera identidad de José, Judá alegó de manera
exitosa por la vida de otro hermano. Y entonces, cuan-
do Jacob estaba por morir, él bendijo al linaje de Judá.
El origen del linaje de Jesús está en el linaje de Judá, a
través de la Casa de David.
Nosotros tampoco somos perfectos. Especialmente
en este momento del año, con reuniones familiares,
compras y otros compromisos que abundan, a veces
envidiamos los dones financieros y espirituales que
otros parecen tener. Que nos detengamos como Judá y
seamos quien el Señor desea que seamos. Que bendiga-
mos a los demás como esperamos ser bendecidos.
Jesús, ayúdame a honrarte y amarme en mi imperfección.
Melanie Rigney

Génesis 49:2, 8-10 • Salmo 72:1-4, 7-8, 17


Mateo 1:1-17
Sábado, 18 de diciembre
Fines de Adviento, día de semana

Fiel y amable José


…era un hombre bueno… Mateo 1:19

DURANTE EL ADVIENTO, nuestros pensamientos


se vuelcan al nacimiento del Niño Jesús, como debe
ser. Pensamos en la Santísima Virgen y el arduo viaje
a Belén, las posadas que no tenían lugar para la Sa-
grada Familia y el niño Jesús que nació en un humilde
pesebre. Y aunque el papel de José es secundario, él, sin
embargo, es una figura importante en esta historia en
desarrollo. José no aparece muchas veces en el Nuevo
Testamento. Pero, como vemos en el evangelio de hoy,
cuando se nombra, siempre hace lo correcto. En ese
tiempo las consecuencias por adulterio eran graves.
José lo sabía. Se mantuvo al lado de su joven esposa.
No la expuso a la crítica pública.
Este hombre amable de Nazaret se ve inmerso uno de
los períodos más transformadores espiritualmente de
la historia. Pero con paciencia y humildad, José supe-
ra todo, en silencio y con heroísmo, cumpliendo sus
obligaciones para con su familia y Dios. Se convierte en
modelo para todos los hombres, todos los padres a lo
largo de los tiempos, un hombre justo.
Paul Pennick

Jeremías 23:5-8 • Salmo 72:1-2, 12-13, 18-19


Mateo 1:18-25
19 de diciembre • 4° Domingo de Adviento

La maravilla de la gracia de Dios


Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más
demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Lucas 1:39

EN LA MUY BELLA HISTORIA de la visita de María


a Isabel, resalta la total atención de María. Aunque ella
está en la primera etapa de su embarazo, María se olvi-
da de sí misma y se ocupa de su prima Isabel, ya en su
sexto mes. María tiene motivo para preocuparse. Isabel
es “mayor”, y este es su primer hijo.
Para los criterios humanos, ambas mujeres son “na-
dies”. Después de todo, son mujeres “justas” en una
sociedad patriarcal, son pobres, sin influencia econó-
mica. También podemos etiquetar a una de ellas como
“muy joven”. A la otra, desestimarla por “muy mayor”.
Pero es precisamente mediante estas dos mujeres, estas
dos “nadies” que la salvación vino al mundo. ¿No es
maravilloso lo que Dios puede hacer por medio de los
débiles y humildes? ¡Imagina lo que Dios puede hacer
por medio de ti y de mí!
María e Isabel, gracias por recordarme que Dios puede
obrar maravillas por medio de todos, incluida yo.
Sor Melannie Svoboda, S.N.D.

Miqueas 5:1-4a • Salmo 80:2-3, 15-16, 18-19


Hebreos 10:5-10 • Lucas 1:39-45
Lunes, 20 de diciembre
Fines de Adviento, día de semana

Mujer de profunda fe y amor


Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque has
encontrado el favor de Dios”. Lucas 1:30

DE LAS MUCHAS DECLARACIONES bellas y pro-


fundas que los teólogos, historiadores, poetas y artistas
hicieron sobre María a lo largo de los siglos, ninguna es
más profunda y bella que las palabras de Gabriel en el
Evangelio de san Lucas, con el saludo: “Alégrate, llena
de gracia, el Señor está contigo”. Llamarla llena de gra-
cia de Dios es otra manera de decir que estaba colma-
da de su gracia. El saludo inicial de Gabriel se repitió
millones de veces en nuestra oración mariana favorita,
el Ave María. Gabriel enfatizó las maravillosas cualida-
des de María nuevamente cuando dijo: “has encontrado
el favor de Dios”. La visita del Ángel también reveló la
gracia de María y su agradable humildad, porque pare-
cía ignorar sus alabanzas y contestó que se veía sim-
plemente como servidora de Dios. María tenía una fe
sólida y un amor profundo por Dios antes de concebir
a Jesús. Así Dios la preparó con estos dones espirituales
al elegirla para ser su madre.
Santa María, llena eres de gracia, enséñanos a vivir en la
fe sólida y en el profundo amor de Dios que tienes.
P. James McKarns

Isaías 7:10-14 • Salmo 24:1-6 • Lucas 1:26-38


Martes, 21 de diciembre • San Pedro Canisio

Luz en nuestras tinieblas


¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de
tu vientre! Lucas 1:42

EN MI RINCONCITO del hemisferio norte, hoy es el


solsticio de invierno: el día más corto del año. Puede
servir como un lúgubre recordatorio para muchos de
que otro invierno gris nos espera. Admito que hay algo
acerca de la oscuridad que me consuela.
A unas cincuenta yardas de donde me siento en mi
escritorio, afuera hay una imagen de María, Nuestra
Señora de la Gracia. Hecha con concreto natural y
cubierta con capas de polvo, se mezcla con el vecinda-
rio y casi no se puede ver durante el día. Pero cuando
la luz del día se desvanece cada tarde más temprano,
un cronómetro automático inunda la estatua con luz,
y una vez más, su resplandor me conmueve. Como un
reloj, preveo el ocaso temprano y vuelco mis ojos a esta
imagen de Nuestra Señora de la Gracia, ahora comple-
tamente iluminada. No hay necesidad de estar tristes.
¿Qué tengo que temer de las sombras que se extienden,
cuando nació en la oscuridad de la noche, nuestro Sal-
vador, nuestra Esperanza?
Santa María, llena eres de gracia, el Señor es contigo…
Gail Goleas

Cantar de los Cantares 2:8-14 o Sofonías 3:14-18a


Salmo 33:2-3, 11-12, 20-21 • Lucas 1:39-45
Miércoles, 22 de diciembre
Fines de Adviento, día de semana

No parar de dar gracias a Dios


El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí…
Lucas 1:49

SI FUÉRAMOS CONSCIENTES constantemente de


todo lo que Dios hizo por nosotros, nos reiríamos ante
la idea de tener cualquier preocupación, y nada nos
asustaría. ¿Me pregunto por qué no pienso en lo que
Dios hizo por mí con más frecuencia durante el día?
En cambio, es más probable que piense más profun-
damente en eso en mi oración de la mañana o de la
noche, descanse en la paz de ese momento y una hora
más tarde me encuentre enardecida en la histeria de la
resolución de un problema de ansiedad.
Las hermosas palabras del Magnificat ayudaron a
María a hacer frente al más abrumador de todos los
desafíos: dar a luz al Salvador. Al llevar al mundo
todos los días a Jesucristo en cada relación, recordemos
primero las grandes cosas que Dios hizo por nosotros y
pongamos en marcha sin temor y el corazón en paz.
Señor, me has dado abundantes bendiciones. Perdóname
por dudar, por preocuparme, por no contar contigo. Estoy
agradecida por tu confianza en mí.
Deborah Meister

1 Samuel 1:24-28 • 1 Samuel 2:1, 4-8 • Lucas 1:46-56


Jueves, 23 de diciembre • San Juan de Kety

Momentos de gloria de Zacarías


…y comenzó a alabar a Dios. Lucas 1:64

TODOS TENEMOS NUESTROS momentos de gloria


como Zacarías. Al rogar que nuestras oraciones sean
escuchadas, defendemos nuestra causa o nos quejamos
de nuestra situación ante Dios. Luego, cuando me-
nos lo esperamos, nuestra oración es escuchada. Pero
sucede lo que nunca creímos posible en ese momento
tan bendecido. Nos asustamos, cuestionamos nues-
tro valor, buscamos el “impedimento” de Dios. Nos
preguntamos: ¿Cómo puede ser esto? ¿Tengo la bondad
suficiente? En efecto, como Zacarías, nuestra oración
se cumplió, no simplemente como lo esperábamos, sino
infinitamente más de lo que nos atrevimos a pedir o
incluso imaginar. Nos encontramos frente a frente con
el abundante amor de Dios. Y, atrapados en la descon-
fianza, nos quedamos sin palabras.
Las lecturas de hoy nos desafían a recuperar nuestra
voz, a bendecir a Dios por su poder divino en nuestra
vida. Debemos proclamar, en voz alta y con claridad,
que Dios escucha nuestras súplicas, porque hemos visto
la maravilla del nacimiento de Juan Bautista y hemos
sido testigos de las oraciones que Dios contestó maravi-
llosamente en nuestra vida.
Sor Bridget Haase, O.S.U.

Malaquías 3:1-4, 23-24 • Salmo 25:4-5, 8-10, 14 • Lucas 1:57-66


Viernes, 24 de diciembre
Fines de Adviento, día de semana

Celebra a quien trae la Paz


…guiar nuestros pasos por un sendero de paz.
Lucas 1:79

¡ALLÍ PODRÍAMOS ENCONTRAR “el camino hacia


la paz” en este día antes de la gran fiesta del nacimiento
de Cristo! Tenemos grandes esperanzas pero entonces
nos vemos atrapados en un laberinto de actividades alo-
cadas, desilusiones imprevistas, discusiones familiares
y la intensidad de las preparaciones de último minuto.
Cuando esto sucede, es momento de preguntarnos ¿a
quién conmemora esta fiesta? ¿No se trata de celebrar
al Pacífico que vino en el amor para habitar entre
nosotros? ¿Cómo podemos hacerlo si dentro de noso-
tros es todo una torbellino debido a lo que sucede en
nuestro mundo exterior? Este día no solo pide, sino que
exige, un enfoque deliberado e intencional sobre lo que
vale de verdad. Independientemente de la actividad que
nosotros o los que nos rodean esperan hacer, manten-
gamos nuestro centro de atención en quien se celebra en
esta fiesta. Detente entre cada actividad para inhalar el
amor que muestra el nacimiento de Jesús. Luego lleva
este amor contigo en cada instante del día.
Sor Joyce Rupp, O.S.M.

2 Samuel 7:1-5, 8b-12, 14a, 16 • Salmo 89:2-5, 27, 29


Lucas 1:67-79
Sábado, 25 de diciembre
La Natividad del Señor (Navidad)

La Estrella de Belén
Mientras estaban en Belén, llegó para María el mo-
mento del parto y dio a luz a su hijo primogénito.
Lucas 2:6-7

LOS ARTISTAS LO PINTARON y los músicos le die-


ron voz al éxtasis del canto de los ángeles. Ningún otro
suceso en la historia capturó tanto nuestra atención
como el nacimiento de este bebé.
Ese día, la cobertura global se veía un poco diferente
a cómo es hoy. No hubo una “Cuenta atrás a Belén”
y lo que siguió no comenzó hasta 30 años después.
En cambio, una estrella brillante marcó la ocasión.
Mientras María tenía en brazos a su bebé y miraba los
rostros de los pastores sorprendidos, meditaba todo en
su corazón. Hoy reflexionamos con María sobre todo
lo que Dios hizo posible en este bebé.
Nuestro Dios se hizo hombre para salvarnos. Por el
poder del Espíritu Santo, vino a darnos nueva vida, y
no solo en un solo día hace dos mil años. Cristo nació
en el mundo hoy; somos la carne, el Cuerpo de Cristo,
que nace en el mundo cada día cuando vivimos el evan-
gelio con nuestra vida.
Deborah Meister

Isaías 9:1-6 • Salmo 96:1-3, 11-13


Tito 2:11-14 • Lucas 2:1-14
Domingo, 26 de diciembre • La Sagrada Familia

Buscar y encontrar a Jesús


… regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén
sin que sus padres lo supieran. Lucas 2:43

MIENTRAS COMPRABA EN una tienda depar-


tamental, noté una joven madre y a su pequeña hija cer-
ca. La niña pequeña deambuló unos metros, y la madre
no podía ver a su hija entre los estantes de ropa. Entró
en pánico y comenzó a gritar: “¡Raquel! Raquel!”. En
cuestión de segundos, la niña apareció. La madre co-
rrió hacia ella, la abrazó y con delicadeza la regañó por
marcharse. Nunca olvidaré el pánico en la cara de esa
mujer. Había “perdido” a su hija solo un minuto más o
menos. ¡María y José perdieron a su hijo durante tres
días completos!
Imagina su temor y angustia mientras lo buscaban.
Después de todo, Jesús solo tenía doce años; un niño
de un pueblo remoto ahora deambulaba por las calles
atestadas de una gran ciudad. ¿Lo encontrarían? Y si
así fuera, ¿estaría herido o incluso vivo?
En esta fiesta, rezamos por las familias, todas las
familias, en especial las que sienten temor y angustia. Y
rezamos por todos los familiares que están “perdidos”
de alguna manera.

Sirácides 3:2-6, 12-14 o 1 Samuel 1:20-22, 24-28 • Salmo 128:1-5


o Salmo 84:2-3, 5-6, 9-10 • Colosenses 3:12-21
o 1 Juan 3:1-2, 21-24 • Lucas 2:41-52
Lunes, 27 de diciembre • San Juan

El gozo de Juan es contagioso


Y les escribimos esto para que nuestra alegría sea com-
pleta. 1 Juan 1:4

CONSTANTEMENTE SOMOS BOMBARDEADOS


con mensajes e imágenes de la televisión, radio, compu-
tadoras, etc. Por suerte, nuestro cerebro los filtra en su
mayoría como ruido inútil. Solo las cosas impactantes,
tanto buenas como malas, logran atraer nuestra total
atención. El nacimiento y la vida de Jesús en la tierra
impactaron a su generación, y a la nuestra también.
Cuando un mensaje se abre camino en nuestra auto-
complacencia y nos sacude a actuar, somos llevados a
divulgarlo, no en secreto, sino por medio de una pro-
clamación abierta. Lo que de verdad nos entusiasma es
difícil de dejarlo guardado; en cambio, se hace incluso
más real cuando lo compartimos con los demás.
No podemos sino imaginar lo gratificante que debe
haber sido la vida de san Juan. Disfrutó la amistad de
Jesús, vivió su Mensaje, y pasó su vida proclamándolo
al mundo. Su legado continúa hoy cada vez que leemos
sus palabras. Entonces por medio de todos nosotros, el
gozo de Juan es completo. Mantengámoslo vivo.
Señor, ayúdame a reconocer la buena nueva a mi alrededor
para que pueda proclamarla a los demás.
Kathleen Furman

1 Juan 1:1-4 • Salmo 97:1-2, 5-6, 11-12 • Juan 20:1a, 2-8


Martes, 28 de diciembre • Los Santos Inocentes

Luz del mundo


Este es el mensaje que hemos recibido de él y que les
anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no
hay tinieblas. 1 Juan 1:5

LOS CRISTIANOS DE TODO el mundo aún están


disfrutando en la luz viva de la Navidad. Sin embargo,
enseguida después de esta alegría, hay oscuridad. La
Fiesta de los Santos Inocentes nos recuerda que hay
personas en el mundo que están profundamente ame-
nazadas por la luz que a la vez es Jesús, verdad y vida.
Herodes ordenó la matanza de niños inocentes para
frenar la amenaza de alguien más grande que él. Y,
aunque en menor medida, muchos de nosotros somos
culpables cuando quitamos el buen nombre o reputa-
ción a personas inocentes para que nosotros parezca-
mos mejores. Hay muchas maneras de quitarle la vida
a otra persona. La luz que es Dios brilla en todas las
personas y por medio de ellas. Esa luz expulsa el temor.
Hoy debemos rezar para que nos guíe, para que no
tropecemos unos con otros en la oscuridad.
P. James Stephen Behrens, O.C.S.O.

1 Juan 1:5—2:2 • Salmo 124:2-5, 7-8


Mateo 2:13-18
Miércoles, 29 de diciembre • Santo Tomás Becket

Una vida de fe
Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo
que se decía del niño. Lucas 2:33

ESCONDIDA EN UN ARMARIO tengo una copia di-


gital de películas caseras de 16 mm que me dieron hace
unos años para guardar en un lugar seguro. Las fiestas
de cumpleaños y las vacaciones familiares documenta-
das en estas películas se reprodujeron una y otra vez.
Puedo anticipar cada escena con el beneficio de saber
con seguridad qué viene luego. Pero la vida real solo va
en una dirección, y es hacia adelante. ¿Y hay señales
que muestren el camino? Aunque deseemos, por mo-
mentos, prever el futuro, no nos corresponde conocerlo.
Cuando María y José entraron al Templo para el rito
de presentación de su bebé varón, deben haberse sen-
tido encantados y algo abrumados. Tenían las manos
llenas, como les pasa a todos los padres primerizos. A
diferencia de otros padres, un extraño les dijo a María
y José que el bebé que tenían en brazos era el Mesías.
¿Cómo procedieron a criar a su hijo, nuestro Salvador,
ante esta profecía? Lo hicieron viviendo con las pregun-
tas. ¿Puedo hacer lo mismo?
Señor, ayúdame a estar en paz con este día, confiando
todas mis mañanas a ti.
Gail Goleas

1 Juan 2:3-11 • Salmo 96:1-3, 5-6 • Lucas 2:22-35


Jueves, 30 de diciembre
Sexto Día de la Octava de Navidad

Agradecimiento
No amen… lo que hay en el mundo. 1 Juan 2:15

MI OBJETIVO PARA el Año Nuevo es despejar mi


casa de cosas mundanas. Tengo tres cajas: una de cosas
que voy a tirar, una de cosas que voy a donar y una de
cosas que voy a mantener pero que van a regresar a su
lugar apropiado en la casa. Con quince minutos todos
los días, tengo la intención de alivianar mi carga mun-
dana. Al clasificar mis cosas, clasifico mi vida. Cuando
tiro mis posafuentes desgastados y chamuscados, estoy
agradecida por las muchas comidas familiares que me
ayudaron a servir. Cuando dono mi tercer molde de
pan, confío que si necesito uno adicional, un amigo con
gusto me lo prestará. Las cosas que son esenciales para
hoy (medias y ropa interior), las voy a ordenar en un
cajón y los usaré según las necesite. Las cosas de este
mundo son dones para usarse: para gastarlos, pasar-
los, para que sean útiles hoy. Sin embargo, el amor es
eterno, como lo es Dios, a quien amo y quien me ama.
¡Este Año intento alinear mis prioridades!
Señor, todo lo que tengo y todo lo que soy proviene de
ti. Fortalece mi deseo de compartir lo que me diste con los
demás.
Jennifer Christ

1 Juan 2:12-17 • Salmo 96:7-10 • Lucas 2:36-40


Viernes, 31 de diciembre • San Silvestre I

Consciente de la presencia de Dios


Ya estaba en el mundo,
este mundo que se hizo por él,
este mundo que no lo recibió. Juan 1:10

PUEDE SENTIRSE COMO si Dios se escondiera de


nosotros. Pero la Sagrada Escritura nos dice que Dios
siempre está con nosotros. Realmente creo que Dios
está continuamente tratando de captar nuestra aten-
ción. En bellos los atardeceres, brisas frescas, el cálido
sol, la mano de un extraño que nos ayuda, las trave-
suras de un gatito, un perro y un ciervo, un niño que
canta. Dios está en todos lados, todos los días. Y, sin
embargo, puede parecer que Dios está ausente. ¿Por
qué?
Yo creo que Dios está muy presente, muy conectado
con la realidad en lo que es “común”. Y a veces lo co-
mún no es tan agradable, a diferencia de mi lista.
Dios está también en las manos de un anciano que se
extienden para estabilizarse, un niño que llora de dolor,
un perro callejero que busca cobijo en la puerta de una
casa en una tormenta de nieve.
Dios, quiero estar tan cerca de ti que no tengas que gritar.
Ayúdame a escuchar el susurro cuando me llamas por mi
nombre.
Aileen O’Donoghue

1 Juan 2:18-21 • Salmo 96:1-2, 11-13 • Juan 1:1-18


Oraciones diarias
y bendiciones
Oración de San Ignacio de Loyola
TOMA, SEÑOR, y recibe toda mi libertad, mi me-
moria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi
haber y mi poseer. Tú me lo diste; a Ti, Señor, lo torno;
todo es tuyo, disponlo todo a tu voluntad. Dame tu
amor y gracia, que esto me basta. Amén.

Oración de Adviento
SEÑOR JESÚS, en estas cuatro atareadas semanas
de Adviento, ayúdanos a detenernos para recordar lo
profundo que es tu amor por nosotros. Más allá de lo
que merecíamos o nos pudiéramos haber imaginado,
el amor te llevó a un establo en Belén y por todo el
camino hacia el Calvario. Abre nuestro corazón para
acogerte nuevamente para tener algo que compartir con
un mundo necesitado cada día. Concédenos el gozo de
tu amistad y danos la fortaleza, el valor y la determina-
ción para servir a nuestros hermanos y hermanas en tu
nombre. Amén.

94
Oraciones diarias
y bendiciones
Oración de Navidad
DIOS PADRE y eterno, con gozo celebramos la venida
de tu Hijo para redimirnos. Como María y José aco-
gieron a Jesús en su familia, que también nosotros lo
acojamos en nuestro corazón. Ayúdanos a apreciar su
presencia en nuestra vida, especialmente en los pobres
y los que necesitan la ayuda de otros para sobrevivir.
Al maravillarnos por la humanidad del Dios infinito en
Jesús, que nos demos cuenta con más intensidad de que
por medio de nuestro bautismo, participamos en la vida
de Cristo y su promesa de vida eterna. Amén.

Agradecimiento
Creative Communications for the Parish recibe copias de libros sobre
espiritualidad. Estos libros son evaluados por editores que seleccionan
citas breves para incluir en La Fe Viva. Agradecemos a los siguientes
las breves citas en este ejemplar: Bernadette McCarver Snyder, Senior
Moments: Prayer-talks with God about aging gracefully, ©2014 Ber-
nadette McCarver Snyder, Twenty-Third Publications. Michael Casey,
Truthful Living, ©1999, Michael Casey, St. Bede’s Publications.
95
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