Proporción Aurea2
Proporción Aurea2
Proporción Aurea2
LA SUCESIÓN DE FIBONACCI
Leonardo Fibonacci, nace en Pisa en torno al 1170 y muere en el 1240
presumiblemente en el mismo lugar. Viajó por Egipto, Siria, Grecia y
Sicilia; en donde conoció la matemática empleada en estas regiones. De
todas sus obras, la más conocida Liber abacci (1228), es un compendio
de todos los conocimientos de aritmética y álgebra que adquirió en sus
viajes y que han tenido una función fundamental en el desarrollo de la
matemática en Europa Occidental y en particular en la numeración
indo-arábiga, que remplazó a la latina y fue conocida en Europa a
través de este libro.
Fibonacci llegó a descubrir esta sucesión de números estudiando la
evolución de una pareja de conejos. Retomemos ahora el problema al
que se enfrentó Leonardo: la pareja de conejos A concibe cada mes y a
partir del segundo una nueva pareja, que a su vez será productiva a sus
dos meses de vida. Se inicia el experimento en su primer mes con una
pareja de conejos recién nacida (anotamos el número 1). En el segundo
mes seguimos todavía con una única pareja (anotamos de nuevo el
número 1). En el tercer mes nace una pareja B (anotamos el número 2).
Al siguiente mes la pareja A ha generado una C mientras que la B no ha
procreado (anotamos el número 3). Pasado otro mes, las dos primeras
parejas generan otras dos (D y E), mientras que la tercera no tiene hijos
(anotamos el 5). Por tanto, tenemos la sucesión de números 1, 1, 2, 3, 5,
8, 13, 21, 34, 55, 89, 144…, que es la famosa sucesión de Fibonacci.
EL RECTÁNGULO ÁUREO
Los rectángulos cuya razón de lados es un número entero o
fraccionario son llamados “estáticos”, y aquellos en los que esta razón
es un número inconmensurable se llaman “dinámicos”. De estos
últimos nos ocuparemos aquí. El rectángulo Φ o rectángulo áureo es
aquel dinámico cuya razón de lados es el número de
oro
Si calculamos la media y extrema razón del segmento AF, y añadimos la
longitud BF=GA al lado mayor del rectángulo obtenemos otro
rectángulo dinámico, muy usado en arte conocido como “rectángulo
√5”. Tanto del rectángulo Φ, como el √5 podemos obtener
composiciones armónicas más o menos complicadas que son -como
más tarde veremos- el modelo de planos de templos, de alzados en
fachadas de iglesias o la trama geométrica sobre la que se estructuran
muchos cuadros.