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Cumbres Borrascosas

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Cumbres borrascosas

Emily Brontë
7Durante CAPÍTULo CUARTO
la lectura

1 ¿Qué esperaba Una hermosa mañana de verano elseñor Earnshavw, el antiguo amo, bajóla escalera
Catalina? con suropa de viaje, dio instrucciones a José sobre las tareas del día, y dirigiéndose a
Hindley, a Catalina ya mí, que estábamos almorzando juntos, preguntó a su hijo:
-iQuéquieres que te traiga de Liverpool, pequeño? Elige lo que quieras, con tal
Vocabulario que no abulte mucho, porque tengo que ir y volver a pie, y es una caminata de cien
abulte: ocupe espacio, kilómetros.
aumente el tamaño.
cuadra: establo, lugar Hindley le pidió un violín, yCatalina, que aunque no tenía todavía seis años ya sabia
donde duermen los
montar todos los caballos de la cuadra, pidió un látigo. A mí, el señor, me prometió
caballos o animales de traerme peras y manzanas. Era bueno, aunque algo severo. Luego besó a los niños y
se fue.
carga.
Durante los tres días de su ausencia, la pequeña Catalina no hacía más que preguntar
por su padre.1 Lanoche del tercer día, la señora esperaba que llegase a tiempo para
la cena, y fue alargándola hora tras hora. Los niños acabaron cansándose de ir a la cerca
paraver si su padre venía. Oscureció, la señora quería acostar a los pequeños, y ellos le
rogaban que les dejara esperar. A las once, el señor apareciópor fin. Se dejó caer en una
silla, diciendo, entre risasy quejas, que no volvería a hacer una caminata así por todo lo
que había en los tres reinos de la Gran Breraña.
-Y, al fin, por poco reviento -añadió, abriendo su abrigo- Mira loque traigo aquí,
mujer. No he llevado en mi vida peso más grande; acógelo como un don que nos
envía Dios.
Le rodeamos ypor encima de la cabeza de Catalina pude distinguir un sucioy
andrajoso niño de cabellos negros.

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ngue era lo bastante creCIdo para
Catalina, cuando le pusimos en pie en andar hablar, ya que parecía mayor que
y
medio de todos, permanecióinmóvil mirándonos
con nerviosismo. yhablando en una
jerga inentendible. Nos asustó, yla señora quería
echarlo de la casa. Luego preguntó al amo
que cómo se le había ocurrido traer a aquel
gitanito, 2 Cuando ellos ya tenían hijos
Phia vuelto loco? Elsenor intentó propios que cuidar. ¿Qué significaba aquello?, ¿se 7Durante
lla nodejaba de regañarlo, yosolo explicar lo sucedido, pero como estaba tan la lectura
supe que el amo había fatigado
bambriento sin hogar ni familila en las calles de
y encontrado al chiquillo 2 ¿Por qué la señora
.eraerlo consigo. La señora acabó calmándose y Liverpool, y había resuelto recogerlo
el señor Earnshaw me mandó
Earnshaw llamó
"gitanito" al niño?
ponerle ropa limpia y acostarlo con los niños lavarle,
Hindley y Catalina callaron y escucharon hasta que la
Venronces empezaron a buscar en los bolsillos de su padretranquilidad se restableció. Vocabulario
los regalos prometidos.
Hindley ya tenia catorce anos; perO Cuando encontró en uno de los bolsillos los restos jerga: lenguaje que usan
de lo que había sido un violin, rompióa llorar; y Catalina, al oir
que el amo había entre sí las personas de
Derdido el látigo que le traia por atender al intruso, demostrósu disgusto un mismo grupo social o
alchiguillo y haciéndole ofensivas muecas. Ello le valió un bofetón de su escupiendo profesional.
padre. Los
hermanos se negaron en absoluto aadmitirle en sus camas, ya mí no se me ocurrió otra
cosa mejor que dejarle en el descanso de la escalera, esperando que se fuese al llegar la
mañana. Bien porque oyese sonar la voz del seDor o por lo que fuera, el chico se dirigió
a la habitación del amo, y este, al averiguar cómo había llegado allí, y saber dónde yo lo
había dejado, castigómi despreocupación despidiéndome.
Asíse introdujo Heathcliff en la familia. Yo volví a la casa días después, ya que mi
expulsión no llegó a ser definitiva, y encontré que habían dado al intruso el nombre de
Heathcliff, que era el de un niño de los amos que había muertomuy pequeño. Desde
entonces, Heathcliff le sirvió de nombre yde apellido. Catalina yél hicieron muy buenas
migas, pero Hindley loodiaba yyo también. Ambos lo maltratábamos a menudo, y
la señora no intervino nunca para defenderle.

103
Se comportaba como un niño esquivo yppaciente. Quizá estuvieraa acostumbrado
no
asufrir malos stratos. Aguantabasin parpadear los golpes de Hindley y vertia nl
lágrima. Si i yo le pellizcaba, no hacía más que suspirar profundamente, Como sI por una
Earnsha
casualidad se hubiese hecho daño él solo. Cuando descubrióelseñor
su hijo maltrataba al pobre huérfano, como él le llamaba, se enfureció. Demostraba a
7Durante
Heathcliff un sorprendente afecto (más incluso que a Catalina, que era muy
la lectura
creia cuanto él le decía, aunque, desde luego, nollegaba a contar todas las traviesa), y
3 ¿Por qué Heathcliff
no hablatba de los
de las que en realidad padecia. 3) persecuciones
maltratos que sufría? De manera que, desde el principio, Heathcliff sembró en la casa la semilla de la
4¿Por qué se dice que discordia. 4 Cuando,dos años más tarde, falleció la señora, Hindley considerabaa
Heathcliff "sembró su padre como un tirano yaHeathcliff como aun intruso que le había robado el
la semilla de la cariño paterno ysus privilegios de hijo. Yo compartia sus opiniones, pero Cuando los
discordia"? niños enfermaron del sarampión cambié de opinión. Tuve que cuidarlos, yHeathcif
5 Qué significa en este mientras estuvo grave, quería tenerme siempre asu lado. Debia de parecerle que yo era
contexto la expresión muy buena para él, sin comprender que no hacía sino cumplir con mi obligación. Hav
"darle paz a la que reconocer que era el niño más pacifico que haya atendido jamás una enfermera
lengua"? Mientras Catalina ysu hermano me fastidiaban de un modo horrible, él era manso
como un cordero, si bien ello se debía a la costumbre de sufrir más que a una
natural bondad.
Catalina era la niña más caprichosa ytraviesa que se haya visto jamás, ynos hacía
perder la paciencia mil veces al día. Desde que se levantaba hasta que se acOStaba no
nos dejaba estar tranquilos un minuto. Estaba siempre dispuesta a la discusión y nunca
daba paz ala lengua. 5
Cantaba, reia yse burlaba de todo el que no hiciese lo mismo que ella. Sin embargo,
creo que no tenía malos sentimientos, porque cuando hacía sufrir a alguien se apuraba
de veras en acudir a su lado para consolarlo. Pero tenía hacia Heathcliff un
excesivo
afecto. No podía aplicársele mayor castigo que separarla de él, a pesar de que por su
culpa siempre estaban riñéndola. Cuando jugaba, le gustaba hacer de señora,yusaba las
manos más de la cuenta para imponer su voluntad.
CAPÍTULO NOVENO

Me senté en la cocina, yempecé a arrullar a mi corderito paradormirlo. Heathclift


Cruzó laestancia, yyo pensé que se encaminaba al granero. Pero luego resultóque habia
preferido tirarse en un banco, junto a la pared, yallí permanecer silencioso.
Yo mecía a Hareton sobre mis rodillas yhabia comenzado acantarle una canción
que empieza:
Era de noche, y lloraban los niños, En este momento de la
cuando en sus cuevas los gnomos lo oyeron.. historia Hindley.
hermano de Catalina,
De pronto, la señorita Catalina asomóla cabeza por la puerta de su habitación ydijo: tiene un hijo pequeño,
-Estás sola, Elena? que es Hareton.

-Si,señorita -contesté. Entonces entró yse acercó a la lumbre. Comprendí que


quería decirme algo. En su rostro leía la ansiedad. Abrió los labios como si fuera ahablar, 7Durante
pero se limitó asuspirar. Continué cantando, sin hablarle, ya que se había comportado la lectura
groseramente durante la tarde.
6 ¿Por qué Catalina
-En dónde estáHeathcliff? -preguntó. estará interesada en
laopinión de Elena?
-Trabajando en la cuadra -le dije.
Élno me desmintió. Quizá se hubiera dormido. Hubo un silencio. Por las mejillas de
Catalina se deslizaba una lágrima. Me pregunté si estaría avergonzada de su conducta, Vocabulario
lo cual hubiera sido un hecho insólito en ella. Pero no había tal cosa. No se preocupaba
por nada, excepto por lo que le importaba. lumbre: fuego encendido
para cocinar o calentarse.
¬Ay querida! -dijo, finalmente-Qué desgraciada soy!
-Es una pena -repuse- que sea usted tan dificil de contentar. Con tantos amigos y
tan pocas preocupaciones, tiene motivos de sobra para estar contenta.
-iQuieres guardarme un secreto, Elerna? -me preguntó mirándome con aquella
expresión suya que desarmaba al más enfadado, por muchos resentimientos que tuviese
con ella.
-iMerece la pena? -interrogué, menos bruscamente.
-Sí. Yno tengo más remedio que contártelo. Necesito saber lo que debo hacer.
Eduardo Linton me ha pedido que me case con él, y ya le he contestado. Pero antes de
decirte lo que le he respondido, dime túqué hubiera debido contestarle.6
-Verdaderamente, señorita, no sé qué responderle. Teniendo en cuenta la escena
que le ha hecho usted presenciar esta tarde, lo mejor hubiera sido rechazarlo, porque si
después de ella todavía le pide relaciones, es que es un completo tontoo que está loco.
-Si sigues hablando así, no te contaré nada más -repuso, levantándose
malhumorada-, Lo he aceptado. Dime si he hecho mal. Pronto!
-Si lo ha aceptado, no hay mås que hablar.No va usted a retirar su palabra!
-Pero jquiero que me digas si he hecho bien! -insistió con iritado tono,
retorciéndose las manos yfrunciendo las cejas.
-Antes de contestar, habría que tener muchas cosas en cuenta -dije
solemnemente-, Ante todo, jama usted al señorito Eduardo?
rodo indiscreto el
-Cómo no?{Desde luego!
Entoncesla sometía
una serie de preguntas.
muy joven.
Noera del
hacerlo, ya
tratabade una muchacha
que se
senorita Catalina?
-iPorqué le ama,
-Qué pregunta! Lo quiero, ybasta.
Digame por que.
-No es suficiente. mucho estar con
él.
me gusta
-Bien; porque es guapo yy
-Malo. -comenté.
carácter alegre.
7Durante -Y porque es joven yde
la lectura
-Peor aun.
7 Por qué Catalina no -Y porque él me ama.
desea pensar en
-Eso no tiene nada que ver. lz
el futuro?
me agradará ser la señora más acomodada de
rico y
-Y porque llegará a serorgullosa de tener un marido como él.
Comarca, y porque estaré ama usted?
de todos! Ydígame ¿cómo lo
-¡Ese es el peor argumento
Pareces tonta!
-Como todo el mundo, Elena.
-No lo crea. Contésteme.
toca,
suelo en que pone los pies, y el aire que lo rodea, y todo lo que
-Pues amo el hace..¡Loamo
todo loque mira, ytodo lo que
y todas las palabras que pronuncia, y
plenamente! Eso es todo.
-Bueno.y¿qué más?
maldad! Pero jpara mí no se trata de una
-Está bien; lo tomas a juego. jEsdemasiada lumbre.
contemplando distraídamente la
broma! -dijo la joven, disgustada y
ama al señorito Eduardo porque es
-No lo tomo a juego,señorita Catalina. Usted nada.
joven, alegre y rico, y porque él la ama a usted. Lo último no significaría
guapo,
por ello no le querría si no reuniese
Usted le amaría igual aunque ello no fuera así, y solo
las demás circunstancias.
aborreciera si fuera feo o
-Claro que no; lo compadecería, y puede que hasta lo
fuera un hombre ordinario.
señorito Eduardo.
-Pues en el mundo hay otros jóvenes guapos y ricos y más que el
-Hay otros, O no, el únicoque he visto que sea así es Eduardo.
-Pero puede usted llegar a ver algún otro, yél, además no será siempre joven y
guapo. También podría dejar de ser rico.
-Yo no tengo por qué pensar en el futuro. 7 Debías hablar con más
sentido común.

-Pues entonces, nada..Sino piensa usted más que en el presente, cásese cone
señorito Eduardo.
has dicho
-Para esO no necesito tu permiso. Claro que me casaré con él. Pero no me
aún si hago bien o no.
-Estámuy bien si usted se casa pensando solo en el
usted ¿quées lo que la preOcupa? Su hermano se presente. Ahora, contésteme
que pongan reparo algun0; va usted a salir de
alegrará; los ancianos Linton no creo
una casa desordenada para ir a otra muy
agradable, ama usted a Eduardo, y él la ama a usted. Todo estáclaro y
ve usted el obstáculo? sencillo. ¿Dónde
-iAquí yaquíodondequiera que estéel alma! -repuso
frente yel pecho-. Tengo la impresión de que hago mal. Catalina, golpeándose la
-Qué cosa tan rara! No me laexplico.
7 Durante
-Ese es mi secreto, y te lo explicaré lo mejor que
vas a burlar de mní. pueda, si me prometes que nO te la lectura

Se sentó a milado. Estaba triste, y notéque 8 Qué razones tendrá


sus manos, que mantenía enlazadas, la narradora para no
temblaban.
querer escuchar el
-Elena, ¿no sueñas nunca cOsas extrañas? -me dijo, después de sueño de Catalina?
un instante.
reflexionar
-A veces -contesté.
-También yo. En ocasiones, he soñado cosas que no he olvidado nunca y que han
cambiado mi modo de pensar. Han pasado por mialma, modificando su tonalidad,
como cuando al agua se le agrega vino. Y he tenido un sueño de esa clase. Te lo
voy
a contar; pero líbrate de sonreír.
-No lo Cuente, señorita le aconsejé-. Ya tenemos aquí bastantes
penas para
invocar Visiones que nos angustien más. (Ea!, alégrese. Mire al pequeño Hareton.
Ese síque no sueña nada triste! Ve cómo sonríe dulcemente? 8
-Si, iy también con cuánta dulzura reniega su padre! Supongo que te
de cuando era como este niño. De todos modos,tienes que
acordarás
escucharme, Elena. No
es muy largo. Además, no me siento con ánimos para estar alegre esta noche.
-Noquiero oirlo! -me apresuré a contestar.
semblante de Catalina se bahis
Yo soy muy supersticiosaen cuestión de sueños, y el
desgracia. Flla eo
puesto tan sombrio, que temíescuchar el presagio de alguna horrorosa
me dijo:
enfadó, al parecer, y no continuó. Pasó a otro tema, y
Elena.
-Yoseria muy desgraciada siestuviera en el cielo,
-Porque no es usted digna de ir a él -respondi-. Todos loS pecadores serian muy
desgraciados en el cielo.
-Noes por esa razón. Una vez soHé que estaba en el cielo.
-Ya le he dicho,señorita, que no quiero enterarme de sus sueños. Me voy a acostar
-interrumpí.
Se echó a reir, y me obligó a permanecer sentada.
Durante
la lectura -Pues soné dijo que estaba en el cielo; notaba que aquello no era micasa, y
que, al fin, los ángeles se enfadaron tanto, que me echaron. Fuia caer en medio de la
¿Por qué casarse con
Heathcliff sería una maleza, en lo más alto de Cumbres borascosas, yme desperté entre lágrimas de alegria.
humillación para Ahora, con esa explicación, podrás comprender mi secreto. Elmismo interés tengo en
Catalina? casarme con Eduardo Linton como de ir al cielo, y si mi malvado hermano no hubiera
tratado tan mal alpobre Heathclif. yo no habría pensado en ello nunca. Para mí sería
una humillación casarme con Heathcliff, pero él nunca llegará asaber cuánto lo quiero,
Vocabulario y no porque sea guapo, sino porque hay más de míen él que en mí misma. 9 No sé de
qué estarán hechas nuestras almas; pero, sean de lo que sea, la suya es igual a la mía, y, en
prescindiría: dejaría
pasar algo. cambio, la de Eduardo es tan diferente como el relámpago lo es de la luz de la luna, o el
hielo del fuego.
Antes de que ella hubiese terminado de hablar, noté la presencia de Heathclif, que
en aquel momento se incorporaba ysalía. Solo había escuchado hasta que oyódecir a
Catalina que la humillaría casarse con él. Inmediatamente se levantó yse fue. Pero ella,
que estaba de espaldas, no reparóen sus movimientos ni en su partida. Yo me había
estremecido y le hice una señal para que se callara.
-¿Por qué? -preguntó, mirando, inquieta, en torno suyo.
-Porque José llega ya -repuse, refiriéndome al ruido del carro, que con toda
oportunidad oi avanzar por el camino-.Y Heathcliff vendrácon él. ¡A lo mejor estaba
ahora mismo detrás de la puerta!
-Desde lapuerta no ha podido oírme -contestó-.Dame a Hareton para que le
tenga mientras haces la cena, ydespués déjame cenar contigo. ¿Verdad que Heathcliff
no se da cuenta de estas cosas, y que no sabe lo que es el amor?
-No veo por qué no ha de conocer todos estos sentimientos -repuse-, ysi es
de usted de quien está enamorado, seguramente será muy desdichado, ya que en
cuanto usted se case, élse quedarásin amor, sin amistad ysin todo. Ha pensado en
las consecuencias que tendrápara él la separación, cuando se dé cuenta de que queda
enteramente solo en el mundo, señorita Catalina?
-Qué Separación n1 quéquedarse solo en el mundo! -replicó.¿Quién había de
separarnos? Aydel que lo intentara! Antes que abandonar a Heathlif prescindiría
de todos los Linton del mundo No me propongo tal cosa. No me casaría si hubiera de
Suceder asi. Heathc1ff serápara ní, Cuando me case, lo que ha sido siempre.
Fduardo tendráque disminuir su aversión, o, por lo menos, soportarle. Ylo harà
Cuando Conozca mis verdaderos sentimientos. Ya lo veo. Elena, que me consideras una
egoista, pero debes comprender que si Heathcliff y yo nos casáramos tendrianmos que
vivir como unos mend1gos. En cambio, si me caso con Linton, puedo ayudar a Heathcliff
a que se libere de la opresión de mi hermano.
-Con el dinero de su esposo, señorita? No seráeso tan fácil como usted cree. No
tengo autoridad para opinar, pero me parece que ese motivo es el peor de cuantos ha
dado para explicar su matrimonio con elseñorito Eduardo.
-No -repuso ella-. Es el mejor. Los otros se referían asatisfacer mis caprichos ya
complacer a Eduardo. Yo no puedo hacerme comprender, pero creo que túy todos
tienen la idea de que después de esta vida hay otra. Todos mis dolores en este mundo
han consistido en dolores que ha sufrido Heathcliff, ylos he seguido paso a paso desde
que empezaron. El pensar en él llena toda mivida. Siel mundo desaparecierayél se
salvara, yo seguiría viviendo; pero sidesapareciera él y lo demás continuara igual, yo no
podría vivir. Miamor a Linton es como las hojas de los árboles, y bien séque cambiará
Vocabulario
con el tiempo; pero micariño a Heathcliff es como son las rocas de debajo de la tierra,
aversión: rechazo hacia
que permanecen eternamente iguales sin cambiar jamás. Es un afecto del que no puedo
prescindir. ¡Elena, yo soy Heathcliff! Le tengo constantemente en mi pensamiento, algo o alguien.
aunque no siempre como una cosa agradable. Tarnpoco yo me agrado siempre a mí
misma. Nohables más de separarnos, porque es imposible..
Callóy escondió la cabeza en mi regazo. Pero yo la apartéde mi, porque me había
hecho perder la paciencia con sus locuras.
-Lo único que saco en limpio de sus disparates, señorita -le dije-, es que ignora
usted los deberes de una mujer casada, o que es usted una mujer sin conciencia. Y no
me persiga con más confesiones, porque no me las callaré.
-Pero de esta no hablarás.
-No se lo prometo.
Ella iba a insistir, mas la llegada de José cortó la conversación. Catalina, con Hareton,
se fue a un extremo de la cocina, yallí esperó mientras yo preparaba la cena. Una vez
que estuvo a punto, José y yo empezamos a disCutir acerca de quién debía Ilevársela al
señor Hindley, y solo nos pusimos de acuerdo cuando casi se habiía enfriado, El acuerdo
Consistió en esperar a que el amo la pidiese, ya que le temíamos cuando llevaba algún
rato encerrado a solas.
-Y aquel idiota, /no ha vuelto del campo todavía? Quéestá haciendo? Hay que ver
qué holgazán! -dijoel viejo, al notar que Heathcliff no se hallaba allí.
-Voy abuscarle -contesté-. Debe de estar en el granero.
Le llamé, pero no obtuve contestación. Cuando volví, cuchicheé al oido de
Catalina que seguramente el muchacho había escuchado parte de nuestro diálogo, y
le expliqué que le había visto salir de la cocinaen el momento en que ella hablaba del
Comportamiento de su hermano con él.
de dondequierano
señorira ;Qué aquí. ver.¡ESta (fragmento
causapropuso
yasiento tendencia
las yabierta,
y
y contradicción.
sombrero
Ya
Elena?
motivo
luna,
está lo la estropear
sus de hubiera corral, habitación, mío! estétambi¿n y
Ocurrió cerca tolerar
juegos
la bien la la mejor de
un en José aasistir reaparecidoestá que
dije,;Dios sea de 10 2011
Heathcliff la de por hemos
quehabitualen aún
en siquiera el
desde el
admitía quetarde?
ponerse
Quiero queluzlo
sentía le abierta esos
después casillas!
Cátedra,
Hareton José tiene
ausente, acostumbradas,puerta
quepues,y la
de lo creola A
a
me pantanoshablar. A por Lo
reflexionar
su tenerAñadió,habera lamado es esta venga. dejado paciencia sus
igual,
con buscar La por no otro ;Qué No
aunque resultado. pradera
mañana
de Madrid:
adejó estuvo no -dijo-. de poco. de
suponiendo, no que a
acabó que siempre
amo
horrorizada, paramesa. de para he y
extremo
ido?lo los encuentro. Ha
ganas borrascosas.
sin le por -repuse,
Necesito por la
muchacho! amo Demasiadaal
tiempofuera gracias
compañero alterada
reclamos, habrá sin a
la las enseguidasubirporque un
mortificado ustedpor sin pero escapado
el sucederá
sacar
de amás de
pasee
granero castigará
más, quedaban
Tanto bendición
de lejos, tan de /Adónde nada!
ofendiera? lo busca, para Cumbres
brinco, acción veni.antes
oración varios
verla
pasearse apura si
Heathcliff ese ha bien.no posible
esperásemos saliese
su sentía. hacerle encontrarse ¡Estará para el ver su mismo.
Volvió
diciendo:
da se le haráPero
hablarle Se en a
un de se de unaen
hizo al estará? alboroto Voy
tendido
inquieta-. en guerra Ya
señorita Brontë.
refunfuñando le
dio buscaque queoraciones otraque
jóvenes,
a
aunqueempezó acuerdo. que que escuchándonos.
nuevo trigo. lo
y descuidos.
endemoniados,
y -Necesito
ordenándole
estuviese -¿Dóndedicho todo
oirme, agitaciónmal,
en los aumentado exclamando: el -Cuánta
la de Emily
de
debe
él -Qué alarmaesté
lanzó no pensar José, Catalina me
Contesta. bastante de de fajos haciendo
Al
que largasalmas habré que Salí yegua tantos
se la que salir no dos
a de o
continuará
la
historia?
que
crees
la
lectura
7Durante
¿Cómo
10

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