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Epidemia de Dengue de 2024 en Argentina

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Epidemia de dengue de 2024 en Argentina

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Epidemia de dengue de 2024 en Argentina


El mosquito del dengue

Agente patógeno

Patógeno Virus dengue

Tipo de patógeno Virus

Enfermedad causada Dengue

Datos históricos

Nivel del contagio Epidemia

Lugares afectados Argentina

Datos del contagio

Casos confirmados 215 885

Fallecidos 161

[editar datos en Wikidata]

La epidemia de dengue de 2024 en Argentina es un brote de dicha enfermedad,


transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Es considerada hasta el momento
como el brote de dengue más grande de la historia argentina,1234 con un inicio
temprano y una persistencia de casos. Se ha atribuido al cambio climático y a la
movilidad de personas entre países vecinos con brotes epidémicos. Desde la
semana epidemiológica 1 a la 13 del año 2024, se han reportado 215.885 casos,
con una tasa de letalidad del 0,07%. Aunque la vacuna tetravalente TAK-003 ha
sido aprobada, su accesibilidad se ve limitada por su alto costo. La escasez de
insumos médicos y reactivos para diagnóstico ha provocado una crisis en algunos
centros de salud, mientras que las políticas públicas, particularmente en relación
con la no inclusión de la vacuna en el calendario obligatorio y ausencia de
asignación de fondos para campañas de concienciación, han generado
controversia.
El dengue se ha esparcido mayormente en las provincias del norte grande
argentino que en la sur argentino. Probablemente esto se deba a que en
la Patagonia se encuentra un clima más frío que en la región del norte.
Antecedentes[editar]
La actual temporada se distingue por ser la más significativa en términos de
magnitud exponencial,5 con un inicio más temprano en comparación con años
epidémicos anteriores. Además, destaca por la persistencia de casos en todas las
semanas hasta el momento. El punto álgido se alcanzó en la semana
epidemiológica 11 del año 2024, con un registro histórico de 33.866 casos,
marcando el máximo de casos reportados en una sola semana hasta la fecha.6
Causas[editar]
El proceso del cambio climático7 ha producido abundantes lluvias y altas
temperaturas, (un fenómeno denominado tropicalización)8 favoreciendo la
reproducción del mosquito transmisor del virus del dengue, adelantando la
epidemia este año varias semanas respecto a las temporadas anteriores, que
históricamente, los picos de contagio solían ocurrir entre marzo y abril, lo que
sugiere un aumento continuo de casos. Las precipitaciones proporcionan más
lugares para que las hembras depositen sus huevos, mientras que las
temperaturas elevadas permiten que los mosquitos completen su ciclo de
maduración y dispersen el virus
El doctor Ricardo Gurtler, investigador del Instituto de Ecología, Genética y
Evolución de Buenos Aires, que depende del Conicet y la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires argumenta que el aumento
de casos de dengue en Argentina no solo se debe a la situación en Brasil, donde
la incidencia de la enfermedad es alta y se ha producido un desplazamiento del
virus hacia otras regiones, sino también al intenso intercambio que tiene Argentina
con países vecinos como Paraguay y Bolivia. Estos países han experimentado
brotes epidémicos de dengue durante el año, lo que podría haber contribuido al
aumento de casos en Argentina debido a la movilidad de las personas y la
propagación del virus a través de las fronteras.9
También es importante tener en cuenta que algunas áreas del país
experimentaron un aumento significativo en las precipitaciones debido al
fenómeno de El Niño. Esto contribuyó a un exceso de estancamiento de aguas en
comparación con los niveles normales.9 Además, los mosquitos han desarrollado
resistencia a temperaturas más bajas, extendiéndose hacia latitudes más al sur de
lo habitual.38
En sentido complementario, afectó de manera negativa la ausencia una campaña
visible y masiva de prevención por parte de la comunicación pública (relacionado
directamente a la decisión del gobierno nacional de no invertir en difusión),10 no
permitiendo así alertar a la población a efectuar acciones que mitiguen y combatan
el desarrollo de esta epidemia.
Además el Gobierno de Milei no implementó la vacuna en el calendario.11
Esta situación se ve agravada por la falta de control de precios tras el
desmantelamiento de las áreas regulatorias por parte del Gobierno de Javier
Milei y la eliminación del ministerio de salud que coordinaba las políticas de
prevención.12
Epidemiología[editar]
Contexto epidemiológico[editar]
El brote de dengue, así como otros arbovirus, es analizado por el Ministerio de
Salud en el contexto de «temporada epidemiológica», la cual en este caso se
encuentra en el período 2023/2024, que abarca desde la semana epidemiológica
31 del año 2023 hasta la semana epidemiológica 30 del año 2024, en la que se
han registrado en Argentina un total de 232.996 casos de dengue. De estos,
215.885 casos se han registrado específicamente desde el comienzo del año 2024
hasta la semana epidemiológica 13. De estos casos, el 90 % son considerados
autóctonos, el 7 % están en fase de investigación y el 3 % son importados.6 Datos
extraoficiales indican una cifra aproximada de 1.000.000 de casos.13
En cuanto a la incidencia acumulada hasta el momento en todo el país, se sitúa en
495 casos por cada cien mil habitantes.6
Durante este período, se han clasificado 512 casos como dengue grave, lo que
representa el 0.2 % del total de casos. Además, se han registrado 161
fallecimientos relacionados con el dengue, lo que representa una tasa de letalidad
del 0,069 %.6
Es importante destacar que se observa una persistencia de casos a lo largo de
todo el período analizado, así como un adelantamiento en el aumento estacional a
partir de la semana epidemiológica 40, con una aceleración desde la semana
epidemiológica 50 y una aún mayor desde la SE6 hasta la actualidad.14
Si bien hay casos de dengue y notificaciones investigadas en todas las provincias
de Argentina, actualmente hay 19 jurisdicciones distribuidas en las cinco regiones
del país, donde se ha confirmado la presencia del virus del dengue con circulación
viral autóctona. Estas áreas incluyen todas las provincias de las regiones
del NOA, NEA, Cuyo y Centro, así como la provincia de La Pampa en la región
Sur. Por otro lado, no se ha detectado circulación viral autóctona en las provincias
de Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego.6
Circulación de serotipos[editar]
Se han detectado tres serotipos de dengue circulando en el país: DEN-1, DEN-2 y
DEN-3, con predominio de DEN-2 seguido de DEN-1. En las últimas semanas
epidemiológicas, se identificaron 126 casos de coinfección de serotipos DEN-1 y
DEN-2, principalmente en las regiones Centro y NEA. Estas coinfecciones no se
han asociado a casos fallecidos.6
Grupos de edad[editar]
Aunque los casos de dengue se han reportado en todos los grupos de edad, se
destaca una mayor incidencia acumulada entre los 15 y los 64 años en
comparación con la población general, que tiene una incidencia acumulada de
321.5 casos por cada cien mil habitantes. Esta incidencia disminuye en los
extremos de la vida. Se registra una incidencia acumulada mínima en menores de
4 años, con 77 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la máxima se
observa entre los 25 y 29 años, con 423 casos por cada 100.000 habitantes.14
Dengue grave[editar]
Durante el período comprendido entre la semana epidemiológica 31 del año 2023
y la semana epidemiológica 13 del año 2024, se han registrado en el Sistema
Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) un total de 512 casos clasificados como
dengue grave en 18 jurisdicciones, con 161 casos fallecidos reportados en 16
jurisdicciones. De estos fallecimientos, 151 casos corresponden al año 2024.6
La región Centro aporta el mayor número de casos de dengue grave, seguida por
la región NEA. La tasa de letalidad a nivel país hasta el momento es del 0.07 %.
Se ha podido determinar el serotipo involucrado en 57 de los casos, siendo 40
casos del serotipo DEN-2 y 17 casos del serotipo DEN-1.6
No se aprecian discrepancias en la proporción de fallecidos según su sexo, con un
equilibrio entre los registros de personas de sexo legal femenino y masculino,
ambos representando el 50%. La edad mediana de los fallecidos fue de 49 años,
con una variación que va desde menores de 1 año hasta 91 años. Los
fallecimientos ocurrieron en todas las franjas de edad, siendo los mayores de 80
años los más afectados, seguidos por los grupos de 70 a 79, 60 a 69 y 30 a 39
años. Sin embargo, el grupo de 30 a 39 años registró el mayor número de casos
en general.6
Se registraron comorbilidades en 61 casos fallecidos, siendo las más frecuentes
la diabetes, enfermedad cardíaca, obesidad, enfermedad neurológica
crónica e insuficiencia renal crónica. Hasta el momento, no se disponen de datos
sobre comorbilidades preexistentes en el 62 % de los casos fallecidos restantes.6
Evolución sintomatológica[editar]
Aunque la mayoría de los casos suelen ser asintomáticos, el dengue grave puede
provocar la muerte.15 Los síntomas de alarma del dengue grave suelen aparecer
entre 24 y 48 horas después de que la fiebre ha desaparecido. Si una persona
experimenta dolor abdominal, vómitos (al menos tres veces en un período de 24
horas), sangrado nasal o de encías, y/o sensación de fatiga, agitación o
irritabilidad, es crucial buscar atención médica de inmediato. Los casos graves
afectan los vasos sanguíneos y comienzan con fiebre leve, dolor en los ojos,
malestar y dolor en las articulaciones y músculos, y posiblemente erupciones
cutáneas. Posteriormente, pueden presentarse hemorragias graves en el
estómago, intestinos y nariz. La forma más extrema puede conducir a hemorragias
severas, shock, o daño a órganos vitales como miocarditis, inflamación aguda del
cerebro o hepatitis, y finalmente el fallecimiento.13
Entre los casos fallecidos con información clínica completa, los signos y síntomas
más frecuentes fueron fiebre, cefalea, mialgias y artralgias, diarrea y dolor
abdominal. Hasta la semana 12 en menores de 16 años, el 72 % de los casos
presentaron alguna manifestación gastrointestinal,14 en tanto que hasta la semana
13 en menores de 15 años, el el 67 % presentaron alguna manifestación
gastrointestinal.6
Segunda infección[editar]
La segunda infección por el virus del dengue puede ser mortal, especialmente si la
persona infectada desarrolla dengue grave. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) ha señalado que tener una infección previa por el virus del dengue
aumenta significativamente el riesgo de desarrollar dengue grave. Este riesgo se
incrementa considerablemente aún más si la segunda infección es causada por un
serotipo diferente del virus.13
Los grupos con factores de riesgo para desarrollar dengue grave incluyen a los
menores de un año, las embarazadas, los adultos mayores de 65 años y las
personas con condiciones médicas subyacentes (comorbilidades) que pueden
comprometer su sistema inmunológico o su capacidad para combatir la infección.
Estos grupos son especialmente vulnerables y deben tomar medidas adicionales
para prevenir una segunda infección por el virus del dengue y buscar atención
médica urgente si presentan síntomas de la enfermedad.13
Tratamiento[editar]
La infección por dengue, siendo de origen viral, carece de un tratamiento
específico, centrándose más bien en aliviar los síntomas y manejar sus posibles
complicaciones. Para ello, el paracetamol es el medicamento recomendado como
antipirético y analgésico, mientras que se desaconseja el uso de AINEs como
el ibuprofeno, aspirina o naproxeno debido a su potencial para empeorar la
situación al intervenir en la función plaquetaria. Dado que el dengue causa fatiga y
dolores corporales, el reposo es esencial, acompañado de baños frecuentes para
mantener la temperatura corporal. Además, se recomienda una hidratación
constante, bebiendo al menos un litro y medio de agua al día para prevenir la
deshidratación y apoyar la recuperación.13
Vacuna[editar]
En abril del 2023, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y
Tecnología Médica (ANMAT) dio luz verde al uso de la vacuna tetravalente TAK-
003 conocida como Qdenga, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda,
convirtiéndola en la única vacuna aprobada hasta la fecha para combatir el
dengue en Argentina.
Esta vacuna se fundamenta en el virus del DENV-2, al cual se le incorpora ADN
de los otros tres serotipos. Esta combinación permite proteger contra los cuatro
tipos de dengue conocidos. La pauta de vacunación consiste en dos dosis,
administradas con un intervalo de tres meses entre cada una.
Está disponible a un costo de 70.000 pesos (equivalentes a 70 dólares en el
mercado paralelo), lo que resulta inaccesible para muchos considerando el salario
mínimo de 200 dólares.1
Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda su aplicación para
quienes ya han sufrido una primera infección.13
La Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) ha sugerido al Gobierno que
proceda con la aplicación de una «estrategia específica de vacunación», enfocada
en áreas particulares o grupos prioritarios.9
Políticas públicas[editar]
Aunque el Ministerio de Salud suele difundir información sobre el dengue a través
de diferentes canales como las redes sociales y su página web oficial, el gobierno
liderado por Javier Milei ha descartado la asignación de fondos de publicidad
oficial para concienciar sobre esta enfermedad en los medios masivos, a menos
que se presente una «emergencia», y que además «es culpa
del kirchnerismo».16 Manuel Adorni, portavoz presidencial, mencionó en rueda de
prensa diaria del Gobierno que, por el momento, el caso del dengue no se
considera una prioridad para reactivar la publicidad gubernamental, que fue
suspendida por decreto para adherir a criterios de austeridad desde el inicio de su
mandato, también afirmó que el Ejecutivo no ve como necesario incluir la vacuna
contra el dengue en el calendario de vacunación obligatorio, a diferencia de Brasil,
que tomó esta medida en febrero, y argumentó esta posición señalando que «la
efectividad no está comprobada».2171819202122
En respuesta al brote de dengue, dos diputados nacionales de Santa Fe, una de
las provincias más afectadas, presentaron un proyecto de ley para establecer
medidas de prevención contra la propagación de la enfermedad y para incluir la
vacuna contra el dengue en el calendario de vacunación obligatorio.1
El ministro Mario Russo declaró sobre la epidemia que la vacuna disponible para
la misma «no es de utilidad, no es efectiva, para mitigar un brote» y relativizó el
faltante de repelentes, situación a la cual resumió como un problema entre la
oferta y la demanda.232425
Importaciones[editar]
En respuesta a la falta de insumos, el 4 de abril el gobierno de Argentina decidió
abrir las importaciones de repelentes de insectos en sus versiones de aerosol,
crema, spray y gel26 y de manera excepcional, sin intervención de la ANMAT27 y se
les eximió a las importaciones del cobro de Impuesto al Valor Agregado (21%) y
de la retención de impuesto a las ganancias (6%).28 Las medidas se oficializaron
en el Boletín Oficial el 8 de abril de 2024, mismo día que llegó el primer
cargamento con 22 mil unidades de repelente desde México.2829 Sin embargo, al
tratarse de la misma de una donación, los repelentes no se venderán
comercialmente, sino que se serán entregados a Caritas y otras organizaciones de
beneficencia para su entrega directamente a sectores vulnerables.29 Una segunda
importación que vendrá desde Polonia sí tendrá la finalidad de abastecer las
góndolas de supermercados y farmacias.29
Impacto sanitario[editar]
En respuesta al aumento de casos de dengue, varios hospitales públicos han
implementado protocolos especiales para la atención de pacientes. En algunas
provincias, se han reprogramado cirugías no urgentes para liberar camas y
garantizar la disponibilidad para pacientes afectados por esta enfermedad. Las
guardias de algunos centros de salud, ya exigidas anteriormente, se han visto
desbordadas por la creciente demanda de pacientes con síntomas de dengue.1309
En algunos casos incluso recibiendo atención médica en las salas de espera.31
En el Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires, la afluencia de pacientes
ha sido tal que en ocasiones la fila de espera ha llegado a rodear la cuadra.
Algunas personas con fiebre alta, dolor ocular o malestar gastrointestinal han
tenido que esperar sentadas en el suelo o de pie debido a la falta de espacio en
las áreas de espera.1
Problemática de insumos[editar]
Repelentes y protectores[editar]
En medio de una crisis por el brote masivo de dengue, la compañía multinacional
estadounidense S. C. Johnson & Son, propietaria de marcas como OFF!, «Fuyí» y
«Raid» en Argentina, se encuentra en el centro de las críticas debido a prácticas
abusivas derivadas de su posición dominante en el mercado de repelentes contra
mosquitos. Los consumidores se quejan del desabastecimiento del producto y de
los precios exorbitantes que varían significativamente entre diferentes comercios.
Esta situación se ve agravada por el contexto inflacionario y la falta de control de
precios tras el desmantelamiento de las áreas regulatorias por parte del Gobierno
de Javier Milei y los programas de Precios cuidados, Precios justos y la Ley de
góndolas.1232333435363738394041
Mientras que desde la empresa argumentan que están aumentando la producción
para hacer frente a la creciente demanda, los consumidores sostienen que los
precios exorbitantes, que alcanzan hasta diez veces el valor original, no tienen
justificación económica y representan un flagrante abuso hacia la población que
busca proteger su salud. El ingrediente principal de estos repelentes, el N,N-dietil-
meta-toluamida (DEET), desarrollado por el Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos en 1946 y liberado para uso público cuatro años después, sigue
siendo crucial en la lucha contra los mosquitos transmisores de enfermedades
como el dengue.12
Reactivos e insumos médicos[editar]
La falta de insumos y reactivos para diagnosticar el dengue está generando una
crisis en el sistema de salud de Argentina. La alta demanda de estos elementos,
exacerbada por el brote histórico de la enfermedad, ha provocado escasez en los
hospitales públicos y privados de todo el país. Los proveedores, mayormente
ubicados en Buenos Aires, enfrentan dificultades en la distribución de los
reactivos, lo que ha resultado en retrasos en su entrega y en la imposibilidad de
realizar pruebas de diagnóstico efectivas.42 Esta situación se ve agravada por el
incremento de precios de los insumos médicos, lo que dificulta aún más su
adquisición por parte de las instituciones de salud.43
La falta de reactivos está teniendo graves consecuencias en el diagnóstico y
tratamiento del dengue, ya que muchos pacientes se ven obligados a esperar
largos períodos para obtener resultados de pruebas, lo que retrasa la atención
adecuada. Además, esta escasez compromete la capacidad de los hospitales para
controlar eficazmente el brote, lo que aumenta el riesgo de propagación de la
enfermedad.44 La situación es especialmente preocupante en provincias como
Córdoba y Salta, donde se han registrado altos números de casos y las
instituciones de salud están luchando por obtener los insumos necesarios.45

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