Butelman Ida - Pensando Las Instituciones
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LA PSICOPEDAGOGÍA INSTITUCIONAL:
SU ACCIÓN Y SUS LÍMITES
Ida Butelman
acerca del proceso por el cual el ser humano deviene "capaz de perci-
bir" a partir de formas más tempranas que enraízan en el espacio
imaginario (Sami-Ali, 1976).
Sabemos que los procesos primarios constituyen el núcleo básico
del descubrimiento del inconsciente y son las primeras experiencias
del cuerpo en su doble referencia a lo real y a lo imaginario, y es a
partir de tal referencia que inferimos la unidad entre lo físico y lo
psíquico del sujeto y nos explicamos el proceso por el cual el hombre
"accede a la percepción", transitando del espacio imaginario al real.
En los límites de lo interior y lo exterior, de la representación y de
la expresión, del afecto y la percepción, dice Sami-Ali, el espacio
imaginario corresponde a una amplia gama de fenómenos tanto pato-
lógicos como normales, cuya estructura última lleva el sello de esta
misma ambigüedad fundamental. Es una región limítrofe donde los
intercambios entre el hombre y el mundo se producen de manera
misteriosa por mediación del propio cuerpo.
En los sueños, dice, es posible comprobar cómo el cuerpo se vuel-
ve una "potencia" desconocida, por la magia de la transformación del
espacio real en un espacio imaginario; "adentro y afuera dejan de ser
simples puntos de referencia objetivos que definen el sentido de una
acción que se desarrolla en el mundo exterior, para investirse de un
valor corporal primordial" (sin conciencia de tiempo, sin conciencia
de situación).
Ahora bien: el espacio real exige "existir aquí" como conciencia
temporal, lo cual constituye la base del concepto de situación. Este
concepto "aquí" permite la percepción, la observación, la descripción
y la representación.
Por otra parte, el hecho de que el concepto de situación incluya la
posibilidad de la descripción supone el reconocimiento del concepto
de cambio (movimiento, articulación, proceso) y de conciencia de
cambio (absolutamente ubicado en el presente y factible de descrip-
ción, de ser hablado, nombrado, comunicado). Pero surgiría un pro-
blema posterior por encima de nuestra conciencia de cambio si dijé-
ramos que sólo podemos experienciar el presente, ya que éste es "sólo"
estrictamente momentáneo.
El hecho de nuestra capacidad de percatación, de toma de concien-
cia, es lo que convierte el instante "ahora" en un "aquí", constituyen-
do ambos el fundamento lógico de los procesos institucionales, al
descubrir el concepto de duración, basado en la memoria.
ESPACIOS INSTITUCIONALES Y MARGINACIÓN 17
Percepción social
Representación social
Un dato histórico, al pasar, nos viene bien para poder inferir desde
cuán temprano surgen en nuestro país las fracturas y las discrimina-
ciones desde los del centro (los marginantes) hacia los de las perife-
rias (los marginados).
Se solía decir en la época de nuestros gauchos: "Juan se jué tierra
adentro" para significar al campo, o sea al interior del pueblo. Eso,
cuando el interior de nuestro país era vivenciado como parte de nues-
tro espacio real y había, probablemente, una representación social
"más entera".
Más tarde, con la urbanización, se empezó a decir: "Juan se jué
qtmpo ajuera"; "Se jué pa'juera" convirtiendo así nuestro interior en
un "ajuera" y a sus residentes, en "pajueranos".
La ciudad se convierte entonces en centro de lo social, en el verda-
dero adentro, mientras que el campo, trozo de nuestra interioridad, se
convierte en afuera, de donde "ajuera" es igual a periferia social, lo
cual instituyó la separación y la discriminación, creando una repre-
sentación simbólica de nuestro cuerpo social, escindido e incompleto.
34 PENSANDO LAS INSTITUCIONES
En síntesis
BlliLIOGRAFÍA