Unidad 2

Actividades de
aprendizaje

Universidad Bolivariana del Ecuador

Pedagogía de la Formación Técnica y Profesional

Docente:

MSc. Marjorie Carvajal Parra

Taller Grupal 2

Integrantes del grupo

 Arreaga Peñafiel Iris Shulay

 Muentes Martillo Leila Yelena

 Nazareno Quintero Carmen Edilia

 Peralta Arana Lissette Carolina

 Hernández Dutazaca Karla Judith

Tema:

El saber pedagógico en la Educación y Formación técnica y Profesional: Desafíos

para el docente ante los retos del siglo XXI

Guayaquil – Ecuador
abril de 2024
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Introducción

El saber pedagógico se comprende aquí como el conjunto de prácticas que un sujeto

vive cuando está inmerso en una relación de enseñanza y aprendizaje. Es también la
forma como un profesor explica las complejas relaciones que tienen lugar en el aula de
clase. El conjunto de eventos que tienen lugar entre un alumno y un profesor no son, de
cualquier manera, fáciles de comprender. La inmensa complejidad de la cual es portadora
la relación educativa impone un conjunto de factores poco determinantes para
comprender tal complejidad. Así, mientras el saber disciplinar del docente está orientado
por una suma de principios en los que sobresale la reflexión y la distancia, en el saber
pedagógico los principios son poco identificables. Se sabe que el alumno resiste al saber
del profesor; él hace todo lo que esté a su alcance para imponer su “forma de ser”;
mientras el profesor busca explicaciones sobre el saber de su disciplina, el alumno se
complace en la facilidad; mientras el alumno está orientado por la voluntad de saber del
profesor, éste se orienta por su querer en solitario. En general, los objetos de saber que
aparecen en el corazón de la relación pedagógica y que la median se convierten, en
principio, en un factor de resistencia. Esta resistencia es la fuente del saber pedagógico,
especialmente porque ella expresa la magnitud de lo humano en actos.

Tal magnitud es apreciable en la comunicación viva entre los sujetos. Ella se convierte en
el terreno de la actitud del pedagogo. Así, entonces, la manera como el profesor hace
frente a las resistencias del alumno constituye un saber que se va adquiriendo a través
del tiempo. Este saber no puede ser enseñable, como tampoco existe una fórmula mágica
que permita su aplicación. Si bien es cierto que la experiencia de los profesores con
mayor tiempo en el ejercicio de la enseñanza es un factor positivo para la formación de
los futuros profesores, es insuficiente a la vez para decirle al profesor más novato cómo
actuar en determinadas circunstancias. Las maneras de resolver las situaciones en el aula
de clase no se pueden transmitir, a lo sumo se pueden dar algunos indicios.

Pero si las situaciones inesperadas de resistencia o aceptación de los saberes tienen

lugar en el aula de clase y configuran gran parte del terreno del saber pedagógico, este
también tiene lugar en la forma como el profesor aprende a comunicar lo que sabe de su
conocimiento. Los discursos, posiciones, maneras de ser y de conducir la clase dan
cuenta de las formas originales de reflexión que el profesor realiza respecto del
conocimiento. Tal práctica expresa la forma del ser docente y por esta vía se constituye
en una dimensión del saber pedagógico. De otro modo, este tipo de saber hace alusión a
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las formas implícitas y explícitas que tienen lugar en la transmisión del saber y del
conocimiento. Una cuestión explica tal ejercicio y es precisamente aquella que tiene que
ver con la manera como comunico lo que sé. Los medios que utiliza el profesor para
transmitir lo que sabe –sus reflexiones sobre el conocimiento–, los giros lingüísticos, los
dispositivos didácticos, las estrategias de comunicación, los instrumentos de saber y
demás elementos pedagógicos expresan la realidad de esta cuestión. En ella se anida, en
verdad, la disposición del profesor por exponer menos lo que conoce y más lo que sabe.
La manera de hacerlo lo conduce a un saber que solamente él puede incorporar a su ser
porque lo ha descubierto en su experiencia escolar.

Este saber mantiene una relación con el tiempo bastante compleja. Mientras pasan los
años, él va aprendiendo a ver y anticipar los gestos, aquellos mínimos gestos que surgen
en cada uno de los rostros que lo acompañan en su cotidianidad escolar. La relación
pedagógica que tal tiempo supone no es lineal, tampoco firme, está atravesada de
múltiples azares, vaivenes, circunstancias y experiencias de vida. Por esto mismo, es un
saber bajo forma de gestos, indicios y disposiciones humanas. Es que el rostro del
alumno al igual que el del colega dice tanto y todo sobre un hecho y un evento;
desconocer tal realidad es suplantar la intensa humanidad del profesor por una práctica
de mecanización de su espíritu. De otro lado, el saber pedagógico del profesor tiene lugar
allí donde surge el momento pedagógico, aquel instante en donde la resistencia
desenmascara otras realidades: la de la imposibilidad del alumno a comprender lo que el
profesor busca enseñarle. El saber pedagógico, entonces, podríamos definirlo como
aquel saber que surge en el transcurso y devenir de la experiencia de transmisión
del saber disciplinar.

Su importancia en la educación radica en su capacidad para mejorar los procesos de

enseñanza y aprendizaje. A través de la aplicación de teorías y métodos pedagógicos, se
puede potenciar el desarrollo de habilidades cognitivas, socioemocionales y éticas.

Desarrollo

Tipos de saber y competencias

El autor Perenoud nos señala que “una competencia es una capacidad de acción eficaz
frente a un conjunto de situaciones, que uno logra dominar porque dispone, a la vez, de
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los conocimientos necesarios y de la capacidad para movilizarlos positivamente en un

tiempo oportuno, con el fin de identificar y resolver verdaderos problemas”

Todas las competencias que se asumen como horizontes de trabajo en el mundo escolar
deben estar presentes, primeramente, en el ser del docente. Así, por ejemplo, tomamos
las diez competencias de referencia que el profesor debe dominar en su práctica
pedagógica propuestas por Philippe Perenoud.

Fundamentos de la práctica o del ejercicio docente.

La práctica docente se fundamenta en principios pedagógicos, teorías del aprendizaje y

valores éticos que guían a los educadores en su labor. Estos fundamentos ayudan a los
docentes a diseñar e implementar estrategias educativas efectivas, promover un ambiente
de aprendizaje positivo y responder adecuadamente a las necesidades de todos los
estudiantes. Algunos de estos fundamentos incluyen:

1. Conocimiento del Contenido

Los docentes deben dominar los temas que enseñan para poder explicar los conceptos
claramente y enriquecer el aprendizaje de sus estudiantes con ejemplos relevantes y
actuales.
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2. Comprensión del Desarrollo del Estudiante

Entender cómo aprenden y se desarrollan los estudiantes en diferentes etapas es crucial
para adaptar las enseñanzas a sus necesidades y capacidades individuales.

3. Diseño Curricular y Planificación de la Enseñanza

Los educadores necesitan diseñar planes de estudio y lecciones que no solo cubran el
contenido académico, sino que también fomenten el desarrollo de habilidades críticas,
como el pensamiento crítico, la solución de problemas y la creatividad.

4. Estrategias de Enseñanza y Aprendizaje

La práctica docente se basa en la implementación de estrategias pedagógicas que
promuevan un aprendizaje activo y significativo. Esto incluye métodos como el
aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje cooperativo y el uso de tecnología
educativa.

5. Evaluación y Retroalimentación
La evaluación continua y la retroalimentación constructiva son esenciales para monitorear
el progreso de los estudiantes, adaptar la enseñanza a sus necesidades y promover su
autoeficacia.

6. Gestión del Aula

Crear un ambiente de aula que promueva el respeto, la inclusión y la seguridad es
fundamental para el aprendizaje. La gestión efectiva del aula incluye establecer normas
claras y fomentar un entorno positivo.
7. Conexión con la Comunidad
Los docentes deben trabajar en colaboración con las familias y la comunidad para apoyar
el aprendizaje de los estudiantes y conectar la educación con experiencias de la vida real.

8. Reflexión y Desarrollo Profesional

Los educadores deben reflexionar continuamente sobre su práctica, buscando formas de
mejorar y actualizarse profesionalmente a través de la formación continua.

9. Ética y Profesionalismo
La enseñanza implica una gran responsabilidad ética, incluyendo el compromiso con el
bienestar de los estudiantes, la equidad y la integridad en la profesión.
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10. Atención a la Diversidad

Reconocer y valorar la diversidad en el aula es crucial para proporcionar una educación
equitativa. Esto incluye adaptar la enseñanza para atender las necesidades de
aprendizaje de estudiantes con diferentes capacidades, orígenes culturales y estilos de
aprendizaje.
Estos fundamentos sirven como pilares para una enseñanza efectiva y significativa,
orientando a los docentes hacia el objetivo común de facilitar el desarrollo integral de sus
estudiantes.

¿Cómo el maestro construye el saber pedagógico?

Algunas de las subcategorías que marcan unas singularidades que permiten perfilar las
características para construir el saber pedagógico y los aspectos a potenciar a través de
los procesos de formación docente en función de su desarrollo profesional son: la
identidad, la vocación, la afectividad, las experiencias de las prácticas iniciales y la
práctica docente, los aciertos y contingencias.

La identidad se refiere al momento en que surge la inclinación por la docencia y a las

circunstancias que incidieron para reconocerse como docente y ejercer su oficio. Una
identidad que le permite, como poseedor de un saber y una experiencia construidos a
partir de la investigación, posicionarse en la sociedad como sujeto con un pensamiento
crítico, propositivo y capaz de asumir posturas en una sociedad cambiante, compleja,
multicultural y diversa, donde se requieren discursos y prácticas que rompan con los
procesos de estandarización, instrumentación e interroguen permanentemente las
políticas educativas que se imponen desde agendas internacionales y nacionales.

La afectividad, como instancia vivencial, se asocia con las emociones y el afecto es un

componente esencial en la docencia y se manifiesta en la preocupación y el cuidado de
los estudiantes. El maestro debe jerarquizar los procesos de enseñanza y aprendizaje,
respetando minuciosamente el encuadre educativo para lograr que el aula funcione como
grupo pedagógico, ya que, que la dedicación amorosa a las problemáticas personales de
los alumnos no debe perjudicar el tiempo pedagógico.

Es pertinente mencionar la importancia de la vocación en el desempeño de la profesión

docente esto porque un maestro con vocación será aquel que lleve su profesión más allá
de los muros del aula, será aquel que se interese por buscar estrategias didácticas,
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actividades y metodologías apropiadas para llegar a sus estudiantes, será aquel que se
preocupe por buscar materiales que contribuyan a generar en los estudiantes un
aprendizaje significativo, un aprendizaje no solo para el momento; si no un significativo
para la vida. Un maestro con vocación será aquel que busque formar estudiantes íntegros
y críticos que aporten a la construcción de una sociedad y también será aquel que
promueva el desarrollo de procesos auto reflexivos dentro de la práctica docente, un
maestro con vocación será quien se interese por recibir positivamente las
recomendaciones y quien se interese en tomar la práctica como un todo, como aquella
etapa de construcción de una identidad profesional y como la etapa de progreso, pues
hay que entender que la práctica pedagógica es un proceso de formación donde se
comenten aciertos y donde también hay lugar para los errores.

Por otro lado, la práctica docente es fundamental puesto que, él se enfrenta a llevar una
clase por sí solo, pues es en estos casos donde se demuestra la capacidad para manejar
el grupo, atender las solicitudes de estudiantes, manejo de disciplina, asignación de
tareas y demás actividades propias de una clase. Esto con el fin de brindarle al
practicante mayor autonomía sin dejar de lado al maestro acompañante. Esta actividad
permitiría crear en el pasante mayor confianza para desempeñar su labor en actividades
futuras.

Conclusión

Se puede decir entonces que el saber pedagógico es esencialmente el conjunto de

conocimientos teóricos y prácticos sobre la enseñanza y el aprendizaje que los docentes
adquieren a lo largo de su formación y experiencia profesional. Este saber proporciona el
fundamento necesario para que los docentes desarrollen y ejecuten de manera efectiva
su práctica educativa.

Aquí hay algunos argumentos que lo respaldan

1. Informa las decisiones y acciones pedagógicas: El saber pedagógico guía a

los docentes en la planificación de actividades de aprendizaje, la selección de
estrategias de enseñanza apropiadas, la evaluación del progreso del estudiante
y la implementación de intervenciones educativas específicas según las
necesidades individuales de los estudiantes.
2. Facilita la reflexión y la mejora continua: Al comprender los principios
pedagógicos y las teorías educativas, los docentes pueden reflexionar sobre su
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práctica, identificar áreas de mejora y ajustar sus enfoques pedagógicos para

satisfacer las necesidades cambiantes de los estudiantes y el entorno
educativo.
3. Promueve la adaptabilidad y la innovación: El saber pedagógico proporciona
a los docentes una base sólida sobre la cual pueden construir, adaptar y
desarrollar nuevas estrategias de enseñanza para abordar los desafíos
emergentes en el aula, como la integración de la tecnología educativa o la
promoción de la educación inclusiva.
4. Apoya la toma de decisiones éticas y responsables: El saber pedagógico
incluye la comprensión de los principios éticos y los valores fundamentales de la
educación, lo que permite a los docentes tomar decisiones éticas y
responsables en su práctica, garantizando el bienestar y el desarrollo integral
de sus estudiantes.
En conclusión, el saber pedagógico proporciona el fundamento teórico y práctico sobre
el cual los docentes construyen y ejecutan su práctica educativa, guiando sus
decisiones y acciones pedagógicas, fomentando la reflexión y la mejora continua,
promoviendo la adaptabilidad y la innovación, y apoyando la toma de decisiones éticas
y responsables.
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Bibliografía

 BIBLIOGRAPHYMelo, K. J. (06 de abril de 2024). La práctica pedagógica una cuestión de vocación,

pedagogía y pensamiento crítico. Obtenido de Huellas: file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/3412-
Texto%20del%20art%C3%ADculo-12055-1-10-20170622.pdf

 https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-49102006000200003
 https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-00872010000200009
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12942016000200004