24 04.misal Mensual
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MISA
MENSUAL
ABRIL
2024
Textos: www.laverdadcatolica.org Formato: ramg27@hotmail.com
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INTENCIÓN UNIVERSAL
Datos biográficos
+ Gabriel Rivat (H. Francisco) nació el 12 de marzo de 1808 en
Maisonnettes, una aldea de La Valla-en-Gier (Francia).
+ Después de su primera comunión, en 1817, entró en la naciente
comunidad de los Hermanos Maristas.
+ Trabajó como cocinero, profesor y director en las primeras
escuelas fundadas por los Hermanos Maristas.
+ En 1826 emitió los votos perpetuos. A partir de ese año, estuvo
al lado de San Marcelino Champagnat en el Hermitage.
+ En 1839 fue nombrado superior de todos los hermanos y
permaneció como tal durante 20 años.
+ Cuando se retiró de sus funciones en 1860, siguió viviendo en
el Hermitage.
+ Murió el 22 de enero de 1881.
+ Fue declarado Venerable el 14 de julio de 1968.
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ORDINARIO DE LA MISA
De los apóstoles
T. Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor (se inclina levemente
la cabeza en señal de respeto, hasta María Virgen), que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los
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santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
Plegaria universal (oración de los fieles)
Las peticiones son propuestas por un diácono, un lector o por otra persona idónea.
El pueblo manifiesta su participación con una invocación u orando en silencio. La
sucesión de intenciones ordinariamente debe ser la siguiente: por las necesidades
de la iglesia; por los gobernantes y por la salvación del mundo entero; por aquellos
que se encuentran en necesidades particulares; por la comunidad local.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
Ofrenda del pan y el vino (sentados)
Si no se hace el canto de ofertorio, el sacerdote puede decir estas palabras en voz
alta.
C. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la
tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y
ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida.
T. Bendito seas por siempre, Señor.
C. Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid
y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos; él será para nosotros bebida de salvación.
T. Bendito seas por siempre, Señor.
C. Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
T. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de so nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas 4 (de pie)
Plegaria eucarística
C. El Señor esté con ustedes.
T. y con tu espíritu.
C. Levantemos el corazón.
T. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
C. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. T. Es justo y necesario.
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Prefacio
Plegaria eucarística II
C. El Señor esté con ustedes.
T. y con tu espíritu.
C. Levantemos el corazón.
T. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
C. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
T. Es justo y necesario.
C. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo
amado. Él es tu Palabra, por quien hiciste todas las cosas; Tú nos lo
enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido
de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en
cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la
resurrección, extendió sus brazos en la cruz y así adquirió para ti un
pueblo santo.
Por eso, con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria,
diciendo: Santo, Santo, Santo ...
Consagración (de rodillas)
C. Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te
pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de
manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y t la Sangre
de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su
Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo
partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
"Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que
será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias
de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:
"Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será
derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los
pecados.
Hagan esto en conmemoración mía".
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I
C. Éste es el Misterio de la fe. (De pie)
O bien:
C. Éste es el Sacramento de nuestra fe.
T. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor
Jesús!
II
C. Éste es el Misterio de la fe. Cristo nos redimió.
T. Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz,
anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas.
III
C. Este es el Misterio de la fe. Cristo se entregó por nosotros.
T. Salvador del mundo, sálvanos, Tú que nos has liberado por tu cruz
y resurrección.
C. Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y
resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de
salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en
tu presencia. Te pedimos, humildemente, que el Espíritu Santo
congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre
de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
En los domingos se puede decir:
Prefacio dominical VI
La historia de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Porque naciendo, restauró nuestra naturaleza caída; con su muerte
destruyó nuestros pecados; al resucitar nos dio nueva vida; y
ascendiendo hasta ti, Padre, nos abrió las puertas del Reino de los
cielos.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te aclamamos, llenos de
alegría: Santo, Santo, Santo…
Prefacio I de los Mártires
Testimonio y ejemplo de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte, siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque la sangre de san (santa) N., mártir, derramada como la de
Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder,
que convierte a la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece
para que sea testigo tuyo, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así también nosotros
en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
Prefacio II de los Santos Mártires
Las maravillas de Dios en la victoria de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque al alabar nosotros a los santos mártires, tú eres glorificado,
ya que todo lo que concierne a su pasión es obra admirable de tu
poder. En efecto, tú misericordiosamente les proporcionas el ardor
de la fe, les otorgas la firmeza de la perseverancia y les concedes la
victoria en la batalla, por Cristo, Señor nuestro.
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Por eso, tus creaturas del cielo y de la tierra te adoran cantando un
cántico nuevo, y nosotros, con todos los coros de los ángeles,
proclamamos tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…
Prefacio de santas vírgenes y santos religiosos
La vida consagrada a Dios es un signo del Reino de los cielos
En verdad es justo y necesario que te alaben, Señor, tus creaturas del
cielo y de la tierra.
Porque al celebrar a los santos que por amor al Reino de los cielos
se consagraron a cristo, reconocemos tu providencia admirable, que
no cesa de llamar al ser humano a la santidad de su primer origen,
para hacerlo partícipe, ya desde ahora, de la vida nueva que gozará
en el cielo, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando
sin cesar: Santo, Santo, Santo…
Prefacio de los santos pastores
La presencia de los santos pastores en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque concedes a tu Iglesia la alegría de celebrar hoy la festividad
de san N., para fortalecerla con el ejemplo de su vida, instruirla con
la predicación de su palabra y protegerla con su intercesión.
Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de
alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…
Prefacio I de los Santos
La Gloria de los Santos
En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre
santo.
Porque tu gloria resplandece en cada uno de los santos, ya que, al
coronar sus méritos, coronas tus propios dones. Con su vida, nos
proporcionas ejemplo: ayuda, con su intercesión, y por la comunión
con ellos, nos haces participar de sus bienes, para que, alentados por
testigos tan insignes, lleguemos victoriosos al fin de la carrera y
alcancemos con ellos la corona inmortal de la gloria, or Cristo, Señor
nuestro.
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Por eso, con los ángeles y arcángeles, y con la multitud de los santos,
te cantamos un himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo,
Santo…
Prefacio de los Santos II
Acción de los santos en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Porque con la vida de tus santos enriqueces a tu Iglesia, con formas
siempre nuevas de admirable santidad, y nos das pruebas indudables
de tu amor por nosotros; y también, porque su ejemplo nos impulsa y
su intercesión nos ayuda a colaborar en el misterio de la salvación,
Por eso, ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos, con los
ángeles y santos, diciendo: Santo, Santo, Santo…
Prefacio I de Santa María Virgen
Maternidad de la santísima Virgen María
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
Todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la (festividad,
conmemoración) de Santa María, siempre virgen. (Maternidad,
Visitación, Natividad, festividad, conmemoración). Porque ella
concibió a tu Hijo único por obra del Espíritu Santo y sin perder la
gloria de su virginidad, hizo brillar sobre el mundo la luz eterna,
Jesucristo, Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales
celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociamos a
sus voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
Prefacio II de santa María Virgen
La Iglesia alaba a Dios con las palabras de María
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
proclamar que eres admirable en la perfección de todos tus santos, y
de un modo singular en la perfección de la Virgen María.
Por eso, al celebrarla hoy, queremos exaltar tu generosidad
inspirados en su propio cántico, pues en verdad has hecho maravillas
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por toda la tierra, y prolongaste tu misericordia de generación en
generación, cuando, complacido en la humildad de tu sierva, nos diste
por su medio al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro.
Por Él, los ángeles y los arcángeles te adoran eternamente, gozosos
en tu presencia. Permítenos unimos a sus voces cantando
humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo.
Prefacio V de Santa María Virgen
María, imagen de la humanidad nueva
En verdad es justo darte gracias, Padre santo, fuente de la vida y del
gozo.
Porque en esta etapa final de la historia has querido revelarnos el
misterio escondido desde siglos, para que así el mundo entero
retorne a la vida y recobre la esperanza. En Cristo, nuevo Adán, y en
María, nueva Eva, se revela el misterio de tu Iglesia, como primicia de
la humanidad redimida. Por este inefable don la creación entera, con
la fuerza del Espíritu Santo, emprende de nuevo su camino hacia la
Pascua eterna.
Por eso, nosotros, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos a
una voz el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
Prefacio por la unidad de los Cristianos
La unidad de la Iglesia, Cuerpo de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor.
Por Él, nos has conducido al conocimiento de la verdad, para
hacernos miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma
fe y un mismo bautismo; por Él has enviado sobre todos los pueblos
del mundo a tu Espíritu Santo, admirable constructor de la Iglesia por
la abundancia de sus dones, y autor de la unidad, el cual habita en tus
hijos de adopción, santifica a toda la Iglesia y la dirige con sabiduría.
Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría,
diciendo: Santo, Santo, Santo...
Prefacio I de la Pasión del Señor
La fuerza de la Cruz
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En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque mediante la pasión salvadora de tu Hijo diste a los hombres
una nueva comprensión de tu majestad y una nueva manera de
alabarla, al poner de manifiesto, por la eficacia inefable de la cruz, el
poder del crucificado y el juicio que del mundo has hecho.
Por eso, ahora nosotros llenos de alegría, te aclamamos con los
ángeles y los santos diciendo: Santo, Santo, Santo...
Prefacio II de la Pasión del Señor
La victoria de la Pasión
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno por Cristo, Señor nuestro.
Porque se acercan ya los días santos de su pasión salvadora y
gloriosa resurrección, en los cuales celebramos su triunfo sobre la
soberbia del antiguo enemigo y se renueva el misterio de nuestra
redención.
Por él glorifica tu majestad la multitud de ángeles que gozan
eternamente de tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces,
cantando humildemente su alabanza: Santo, Santo, Santo…
Prefacio I de la Eucaristía
El Sacrificio y el sacramento de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
El cual, verdadero y eterno Sacerdote, al instituir el sacramento del
sacrificio perdurable, se ofreció a ti como víctima salvadora, y nos
mandó que ofreciéramos como memorial suyo. Cuando comemos su
carne, inmolada por nosotros, quedamos fortalecidos; y cuando
bebemos su sangre, derramada por nosotros, quedamos limpios de
nuestros pecados.
Por eso, con los ángeles y arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria. Santo, Santo,
Santo…
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Prefacio III de la Eucaristía
En verdad es justo darte gracias, es bueno bendecir tu nombre, Padre
santo, Dios de misericordia y de paz.
Porque has querido que tu hijo obediente hasta la muerte de cruz, nos
precediera en el camino del retomo a ti, término de toda esperanza
humana. En la Eucaristía, testamento de su amor, Él se hace comida
y bebida espiritual, para alimentamos en nuestro viaje hacia la Pascua
eterna.
Con esta prenda de la resurrección futura, en la esperanza
participamos ya de la mesa gloriosa de tu Reino y, unidos a los
ángeles y a los santos, proclamamos el himno de tu gloria: Santo,
Santo, Santo…
Prefacio I de la Reconciliación
En verdad es justo y necesario, darte gracias siempre, Señor, Padre
santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque no dejas de alentarnos a tener una vida más plena y, como
eres rico en misericordia, ofreces siempre tu perdón e invitas a los
pecadores a confiar sólo en tu indulgencia. Nunca te has apartado de
nosotros, que muchas veces hemos quebrantado tu alianza, y por
Jesucristo tu Hijo, nuestro Redentor, tan estrechamente te has unido
a la familia humana, con un nuevo vínculo de amor, que ya nada lo
podrá romper. Y ahora, mientras le ofreces a tu pueblo un tiempo de
gracia y reconciliación, alientas a esperar en Cristo Jesús a quien se
convierte a ti y le concedes ponerse al servicio de todos los hombres,
confiando más plenamente en el Espíritu Santo.
Por eso, llenos de admiración, ensalzamos la fuerza de tu amor y
proclamando la alegría de nuestra salvación, con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo,
Santo…
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Prefacio De Difuntos I
La Esperanza De La Resurrección En Cristo
78. Este prefacio se dice en la Misa de difuntos.
El misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca (en esta noche) (en
este día) (en este tiempo), en que Cristo, nuestra pascua, fue
inmolado.
Porque Él es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo:
muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró la vida.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se
desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los
arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo,
Santo…
Prefacio de Pascua II
La nueva vida en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre. Señor: pero más que nunca en este tiempo en
que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado. Por Él, los hijos de la luz
nacen a la vida eterna. Y las puertas de los cielos han vuelto a abrirse
para los que creen en Él, ya que en su muerte murió nuestra muerte
y en su gloriosa resurrección hemos resucitado todos. Por eso, con
esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría
y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan
sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo…
EL LARGO CAMINO DE LA FE
Hech 3,1-10; Sal 104; secuencia; Lc 24, 13-35
La fe es un largo camino hacia Dios. Este es el mensaje de gran parte del
Evangelio de Lucas (9,51-19,27) y es sobre todo el mensaje del famoso relato del
camino a Emaús que leemos hoy. En nuestro Evangelio, dos discípulos de Jesús
toman la decisión de deja la ciudad de Jerusalén a pesar de ciertos
acontecimientos asombrosos que sucedieron allí. ¿Por qué? Porque "nosotros
esperábamos que [Jesús] liberaría a Israel" (v. 21), pero él no hizo lo que
esperaban y decidieron abandonar definitivamente al discipulado. Jesús se
acerca y se pone a caminar con ellos. Por medio de las Escrituras y la Eucaristía,
logra alumbrar sus mentes y conducirlos a la fe pascual. Cuando la vida no
cumple con nuestras expectativas, y queremos abandonar la esperanza,
miremos a Jesús, quien, sin duda, camina con nosotros.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 25. 34
Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del Reino preparado para ustedes
desde la creación del mundo. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que cada año nos inundas de alegría por la solemnidad de la
resurrección del Señor, concédenos propicio que, por estas fiestas que
celebramos en el tiempo, merezcamos llegar al gozo de la eternidad.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesús, camina.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3, 1-10
En aquel tiempo, Pedro y Juan subieron al templo para la oración vespertina, a
eso de las tres de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien
diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la "Hermosa", para que
pidiera limosna a los que entraban en el templo. Aquel hombre, al ver a Pedro y
a Juan cuando iban a entrar, les pidió limosna. Pedro y Juan fijaron en él los
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ojos, y Pedro le dijo: "Míranos". El hombre se quedó mirándolos en espera de que
le dieran algo. Entonces Pedro le dijo: "No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar
lo que tengo: En el nombre de Jesucristo nazareno, levántate y camina". Y,
tomándolo de la mano, lo incorporó.
Al instante sus pies y sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso de
pie, empezó a andar y entró con ellos al templo caminando, saltando y alabando
a Dios.
Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era el
mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta "Hermosa" del templo,
quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro por lo que había
sucedido. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 104,1-2.3-4.6-7.8-9.
R/. Cantemos al Señor con alegría. Aleluya.
Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos. Entonen
en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.
Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el que lo busca. Recurran
al Señor y a su poder y a su presencia acudan. R/.
Descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto,
escuchen: el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos. R/.
Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de sus promesas,
de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que un día le
hiciera. R/.
SECUENCIA Opcional, Lecc. I. pág. 855.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Lo reconocieron al partir el pan.
Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 13-35
El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo
llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban
todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús se les
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acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos
estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: "¿De qué cosas vienen
hablando, tan llenos de tristeza?"
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Eres tú el único forastero que no
sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?" Él les preguntó: "¿Qué cosa?"
Ellos le respondieron: "Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en
obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y
nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que Él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han
pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas
mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al
sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían
aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros
compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres,
pero a Él no lo vieron".
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón
para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el
Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?" Y comenzando por Moisés
y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura
que se referían a Él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, Él hizo como que iba más lejos; pero
ellos le insistieron, diciendo: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto
va a oscurecer". Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa,
tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les
abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Él se les desapareció. Y ellos se decían
el uno al otro: "¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el
camino y nos explicaba las Escrituras!"
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: "De veras ha
resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón". Entonces ellos contaron lo
que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el
pan. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe. Señor. estas ofrendas de la humanidad redimida, y realiza a favor
nuestro, la plena salvación del cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
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ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 24. 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que, purificados de nuestra antigua condición pecadora, la
santa recepción del sacramento de tu Hijo nos transforme en nuevas creaturas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como el día de Pascua.
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz. Aleluya,
aleluya.
R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
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JUEVES 4
Blanco Jueves de la Octava de Pascua MR, p. 348 (350) / Lecc. I, p. 863
Otros Santos: Isidoro de Sevilla, obispo y Doctor de la Iglesia; Francisco Marto, vidente de
Fátima; Benito "el Moro" de Palermo, religioso de la Orden de Hermanos Menores. Beato Carlo
Serreqi, sacerdote de la Orden de los Frailes Menores y mártir.
LA IGNORANCIA Y LA FE
Hech 3, 11-26; Sal 8; secuencia; Lc 24,35-48
El discurso de Pedro en el Templo, en la primera lectura, se distingue por los
temas de la ignorancia y de la fe. Fue este primer tema lo que provocó el
discurso mismo: la ignorancia de la gente respecto al origen de la curación del
paralítico en 3, 1-10 que la atribuía a las fuerzas milagrosas de Pedro y Juan (v.
12); por eso, Pedro tuvo que aclarar su verdadero origen. Más profundamente, la
ignorancia explica por qué Jerusalén rechazó a Jesús (v. 17): era ignorante del
verdadero mensaje de los profetas (v. 18). Por si fuera poco, la ignorancia de la
gente acerca de lo que estaba ocurriendo entre ellos explica por qué Dios
todavía les ofrece la salvación. Opuesta a toda esta ignorancia está la fe que
hace posible que los seres humanos entiendan justamente su existencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 10, 20-21
Todos alabaron, Señor, tu poder y tu sabiduría, porque has abierto la boca de los
mudos y has hecho elocuentes las lenguas de los niños. Aleluya.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que uniste a todos los pueblos diversos en la confesión de tu
nombre, concede que, quienes renacieron en la fuente bautismal, tengan una
misma fe en sus pensamientos y un mismo amor en sus obras.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes le dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los
muertos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3, 11-26
Como el paralítico curado por Pedro y Juan no se les despegaba, todo el pueblo,
asombrado, corrió hacia ellos al pórtico de Salomón. Al ver a la muchedumbre,
Pedro les dirigió la palabra: "Israelitas: ¿Por qué les causa admiración esto y por
qué nos miran de ese modo, como si por nuestro poder o nuestra virtud
hubiéramos hecho andar a este hombre? El Dios de Abraham, de Isaac y de
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Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien
ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su presencia, cuando Él ya
había decidido ponerlo en libertad.
Rechazaron al santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado
muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello
nosotros somos testigos. El nombre de Jesús y la fe en Él es lo que ha
robustecido los miembros de este hombre al que están viendo y todos conocen.
Esta fe es la que le ha restituido completamente la salud, como pueden observar.
Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de la misma
manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había predicho por boca de
los profetas: que su Mesías tenía que padecer.
Por lo tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se les perdonen sus
pecados y el Señor les mande el tiempo de la consolación y les envíe de nuevo
a Jesús, el Mesías que les estaba destinado; aunque Él tiene que quedarse en el
cielo hasta la restauración universal, de la que habló Dios por boca de su profeta
desde muy antiguo.
En efecto, Moisés dijo: El Señor Dios hará surgir de entre sus hermanos un
profeta como yo. Escuchen todo cuanto les diga; quien no escuche al profeta,
será expulsado del pueblo. Y todos los profetas, a partir de Samuel, anunciaron
igualmente estos días. Ustedes son herederos de los profetas y beneficiarios de
la alianza que Dios hizo con sus padres, cuando le dijo a Abraham: Tu
descendencia será fuente de bendición para toda la humanidad. Para ustedes,
en primer lugar, ha resucitado Dios a su siervo y lo ha enviado para bendecirlos
y ayudarlos a que cada uno se aparte de sus iniquidades". Palabra de Dios. T. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 8, 2a y5. 6-7. 8-9.
R/. ¡Qué admirable, Señor, es tu poder! Aleluya.
¡Qué admirable es, Señor y Dios nuestro, tu poder en toda la tierra! ¿Qué es el
hombre, para que de él te acuerdes; ese pobre ser humano, para que de él te
preocupes? R/.
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria
y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo lo sometiste
bajo sus pies. R/.
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes, las
aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas. R/.
SECUENCIA Opcional, Lecc. I, pág. 855.
46
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 117, 24
R/. Aleluya, aleluya.
Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
EVANGELIO
Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de entre los
muertos al tercer día.
Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 35-48
Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban
reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo
habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo:
"La paz esté con ustedes". Ellos, desconcertados y llenos de temor, creían ver
un fantasma. Pero Él les dijo: "No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué
surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona,
tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven
que tengo yo". Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan
de creer de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: "¿Tienen aquí algo de
comer?" Le ofrecieron un trozo de pescado asado; Él lo tomó y se puso a comer
delante de ellos. Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les
hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que
estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos".
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y
les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de
entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas
las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para
el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto". Palabra del Señor. T.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, acepta bondadoso estas ofrendas que te presentamos en agradecimiento
por los que han renacido en el bautismo y para apresurar los auxilios
celestiales.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio I de Pascua (en este día), MR, p. 504 (500).
47
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Pedro 2, 9
Pueblo redimido por Dios, anuncia las maravillas del Señor, que te ha llamado
de las tinieblas a su luz admirable. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, para que la participación en
los sacramentos de nuestra redención nos ayude en la vida presente y nos
alcance las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La despedida se hace como en el día de Pascua.
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz. Aleluya,
aleluya.
R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
48
VIERNES 5
Blanco Viernes de la Octava de Pascua MR, p. 349 (351) / Lecc. I, p. 866
Otros Santos: Vicente Ferrer, presbítero de la Orden de Predicadores; Juliana del Monte
Cornelio, religiosa y abadesa de la Orden de San Agustín. Beato Mariano de la Mata Aparicio,
presbítero de la Orden de San Agustín.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, soportar con invencible constancia de espíritu
las adversidades del mundo, tú que no permitiste que san Martín, Papa y mártir,
fuera atemorizado por las amenazas ni doblegado por los tormentos. Por
nuestro Señor Jesucristo...
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 4 Esd 2, 35
Una luz eterna, Señor, brillará para tus santos y vivirán para siempre. Aleluya.
79
ORACIÓN COLECTA
Dios y Padre nuestro, que para gloria de tu Iglesia te dignaste coronar con la
victoria del martirio a san Sabás Reyes Salazar, concede, bondadoso, que así
como él imitó la pasión de tu Hijo, así nosotros, siguiendo sus huellas,
merezcamos llegar a los gozos eternos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que ofrecemos a tu
majestad en la conmemoración del santo mártir Sabás, para que nos lleve a
obtener el perdón y nos haga permanecer en continua acción de gracias. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 12, 24
Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda infecundo; pero, si muere,
da fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al celebrar con alegría esta festividad y habiendo recibido tus dones celestiales,
te pedimos, Señor, que concedas, a quienes en este divino banquete
proclamamos la muerte de tu Hijo, que podamos participar, con los santos
mártires, de su resurrección y de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nació en Cocula, Jal. (Arquidiócesis de Guadalajara), el 5 de diciembre de 1883. Vicario de Tototlán,
Jal. (Diócesis de San Juan de los Lagos). Sencillo y fervoroso, tenía especial devoción a la
Santísima Trinidad. También invocaba frecuentemente a las ánimas del purgatorio. Procuró
mucho la formación de los niños jóvenes, tanto en la catequesis como en la enseñanza de ciencias,
oficios y artes, especialmente en la música. Cumplido y abnegado en su ministerio. Exigía mucho
respeto en todo lo referente al culto y le gustaba que con prontitud se cumpliera cualquier deber.
Cuando, por el peligro que había para los sacerdotes, le aconsejaban que saliera de Tototlán, él
replicaba: «A mí aquí me dejaron y aquí espero, a ver qué dispone Dios». En la Semana Santa de
1927 llegaron las tropas federales y los agraristas buscando al Sr. Cura Francisco Vizcarra y a sus
ministros. Sólo encontraron al padre Reyes y en él concentraron todo su odio. Lo tomaron preso,
lo ataron fuertemente a una columna del templo parroquial, lo torturaron tres días por medio del
hambre y la sed y con sadismo incalificable, le quemaron las manos porque estaban consagradas.
El 13 de abril de 1927, Miércoles Santo, fue conducido al cementerio. Lo remataron a balazos, pero
antes de morir, más con el alma que con la voz, pudo gritar el sacerdote mártir.' «¡Viva Cristo
Rey!». (Vatican. va)
80
DOMINGO 14
Blanco Domingo III de Pascua MR, p. 359 (360) / Lecc. I, p. 215 LH, Semana III del Salterio
Otros Santos: Máximo, Tiburcio y Valerio de Roma, mártires; Pedro González "San Telmo",
presbítero de la Orden de Predicadores; Ludivina o Liduvina de Shiedam, laica. Beata Isabel
Calduch Rovira, religiosa clarisa capuchina y mártir.
ORACIÓN COLECTA
Al proclamar con entusiasmo tu poder, te suplicamos humildemente, Señor, que,
así como san Jorge imitó a tu Hijo en su pasión, nos ayude generosamente en
nuestra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
O bien:
**San Adalberto, obispo y mártir MR, p. 731 (718)
Nació en Bohemia (Libice) hacía el año 956. Hizo sus estudios en Magdeburgo. Al regresar a su
patria, se preparó para el sacerdocio, y el año 983 fue elegido segundo obispo de Praga, donde
trabajó valientemente para extirpar las costumbres paganas. Como notaba que obtenía poco fruto,
se dirigió a Roma y allí se convirtió en monje. Finalmente, acudió a Prusia a conquistar almas para
Cristo. Mas habiendo tenido mala acogida, fue coronado con el martirio el día 23 de abril de 997.
114
Del Común de mártires: para un mártir en Tiempo Pascual, MR, p. 935 (927), o del Común de
pastores: para un obispo, MR. p. 943 (935).
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que coronaste con el martirio al santo obispo Adalberto, inflamado
en el celo por las almas, concédenos, por su intercesión, que no falte a los
pastores la obediencia de su grey ni a las ovejas el cuidado de sus pastores. Por
nuestro Señor Jesucristo ...
115
MIÉRCOLES 24
Blanco / Rojo Miércoles IV de Pascua o Memoria de san Fidel de Sigmaringa, presbítero y mártir*
MR, p. 370 (371) / Lecc. I, p. 906
Otros santos: Isabel Hesselblad, religiosa de la Orden de Santa Brígida; Benito Menni, presbítero
de la Orden de san Juan de Dios y fundador.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que te dignaste coronar con la palma del martirio a san Fidel de
Sigmaringa, inflamado en tu amor para propagar la fe, concédenos, por su
intercesión, que, arraigados en la caridad y unidos a él, merezcamos
experimentar el poder de la resurrección de Cristo. Él, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
118
JUEVES 25
Fiesta de san Marcos, Evangelista
Rojo o Memoria, 97 aniversario del martirio de los beatos Andrés Solá y Molist y José Trinidad
Rangel Montaño, presbíteros y Leonardo Pérez Larios, laico, mártires mexicanos* MR, p. 732
(719) / Lecc. I, p. 1009
Otros Santos: Pedro de José de Betancur, "Apóstol de Guatemala", presbítero de la Tercera
Orden Regular de San Francisco. Beato Mario Borzaga, presbítero de la Orden de los Oblatos de
María Inmaculada y mártir.
Por sus lazos familiares Marcos pertenecía a la comunidad cristiana de Jerusalén. Inicialmente
acompañó a san Pablo en sus misiones y después a san Pedro, quien lo llamaba "su hijo". La
tradición enseña que Marcos recogió en su Evangelio la predicación de Pedro a los cristianos
romanos y que fundó la Iglesia de Alejandría.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, que en el amor a ti y al prójimo has querido resumir tus
mandamientos, concédenos que, a ejemplo de santa María Guadalupe García
Zavala, no neguemos a nadie nuestra ayuda y merezcamos ser llamados con
ella a compartir el Reino de tu Hijo, que vive y reina contigo ...
128
DOMINGO 28
Blanco Domingo V de Pascua MR, p. 374 (375) / Lecc. I, p. 220 [Se omiten las Memorias de san
Pedro Chanel, presbítero y mártir y san Luis María Grignion de Montfort, presbítero]
Otros santos: Beata María Felicia de Jesús Sacramentado "Chiquitunga", religiosa de la orden de
Carmelitas Descalzas.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por
medio de ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe. Ahí
se quedaron bastante tiempo con los discípulos. Palabra de Dios. T. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 14410-11. 12-13ab. 21.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en tu providencia elegiste al Papa san Pío quinto para defender
en tu Iglesia la fe y para darte culto dignamente, concédenos, por su intercesión,
que podamos participar en tus santos misterios con fe viva y una caridad
operante. Por nuestro Señor Jesucristo ...