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Tema 6

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Tema 6. Cap. 21. Fusiones y adquisiciones.

Tomas de control empresariales


21.1. Formas de adquisición y tomas de control
Las fusiones y adquisiciones crean un fenómeno de especial relevancia en el mundo de las finanzas
corporativas.
Aunque el final de una fusión empresarial a menudo se presume exitosa, muchos estudios empíricos nos
ofrecen resultados sorprendentes en sentido contrario; por ello, el buen desarrollo del proceso de
integración, el carácter de la gestión y el buen término de la operación serán decisivos para el futuro de
la marcha empresarial. Sus características:
 Fusión: combinación de dos (o más) empresas que deciden unirse y operar bajo una forma jurídica. Por tanto,
en una fusión dos empresas dan lugar a una nueva empresa desapareciendo las dos anteriores. Podemos
distinguir entre la fusión pura (A + B = C) y fusión por absorción o adquisición total de otra empresa (A + B = A).
 Absorción: una empresa adquiere a otra. En este caso, la primera pasa a ser la propietaria de la empresa
resultante y la segunda se disuelve. Desde una perspectiva legal, la empresa objetivo desaparece y el
comprador adquiere toda la actividad de aquella.
 Fusión con aportación parcial de activo: puede suceder que la empresa absorbente (A) adquiera parte de los
activos de la empresa objetivo, continuando la primera su actividad o dando lugar a una nueva empresa (C). En
este segundo caso, la empresa objetivo es absorbida y desaparece su personalidad jurídica estableciendo un
precio de compra por los activos de la empresa objetivo o canjeando su valor por acciones de A o de C según
sea el caso. Así, en la compra de activos se le paga a la empresa vendedora, no a sus accionistas.
 Participación o toma de control de sociedades: a veces la empresa que se adquiere no pierde su personalidad
jurídica y solo es controlada por la adquiriente. Tal es el caso de una adquisición de cartera o compra de
acciones de otra sociedad. En estos casos, la consecuencia es que se sustituye la propiedad mientras que en la
fusión se mantienen los intereses de los accionistas que se poseían en la empresa adquirida. A diferencia de las
fusiones, no hay un intercambio de acciones ni formación de una nueva empresa.
Por tanto, podemos decir que existen tres formas principales de llevar a cabo una toma de control
empresarial. Las diferentes modalidades de participación o toma de control de una empresa en otra se
pueden representar intuitivamente de la siguiente forma:

Finalmente, una toma de control mixta es una combinación de todos las anteriores. Las adquisiciones
pueden ser también amistosas u agresivos. La mayoría de las veces suelen ser amistosas, aunque,
cuando los mercados de capitales son muy activos, es fácil que su carácter sea hostil.
De otro lado, las formas de adquisición varían en función de la relación que posean las dos sociedades
que se fusionan, así hablando de adquisiciones horizontales donde empresas comparten el mismo
sector de actividad e incluso los mercados, o adquisiciones verticales en las que la actividad que
desarrollan ambas empresas se complementan.
21.2. ¿Por qué se producen fusiones? Factores determinantes de las mismas
Las fusiones como forma de crecimiento externo son un medio rápido para crecer, ya que ello
representa un aumento inmediato en el volumen de activos, empleo y ventas. Además, se incrementa la
cuota de mercado sin crear una capacidad productiva adicional y crea una medida estratégica que sirve
para adquirir activos técnicos, humanos o inmateriales. De esta manera, el beneficio que se pueda
obtener en términos de tiempo es muy relevante sobre todo si el entorno es turbulento. En concreto,
las ventajas de las operaciones de crecimiento externo frente a las primeras serían: mayor rentabilidad
debido a que es una única gestión y están concentrados en un mismo espacio, reduciendo sus costes;
mayor solidez y crédito comercial de la empresa fusionada; disminución de los gastos de operación y/o
producción porque se reduce ce el personal. Y entre sus desventajas destacamos: si la fusión no se hace
adecuadamente puede generar dificultades o una complicada transición; puede crear monopolios y
oligopolios; en ocasiones ocurre que una de las partes posee menos información que la otra y esto
puede provocar ineficiencias inesperadas en la fusión.
Cuando el resultado de la suma es mayor que la suma de los resultados de las partes, podemos hablar
del "efecto sinérgico" según el cual la empresa creará valor. La idea clave a tener en cuenta cuando se
lleva a cabo una adquisición es la ruptura del principio de actividad del valor: la idea de crear valor para
los accionistas por encima del valor que supone la suma de las dos empresas que operan
individualmente. El razonamiento que subyace detrás de toda operación de fusión es el de que "dos
empresas juntas valen más que dos empresas distintas". Así, se pueden obtener sinergias a través de:
• Reducciones de personal: las empresas resultantes derivan en ahorro en costes al reducir el número de miembros
del personal en los diferentes departamentos, así como a nivel directivo.
• Economías de escala: una de las primeras consecuencias de la unión, es el aumento de tamaño de la empresa
fusionada. Como tal, esta empresa podrá emprender en su actividad diaria un mayor número de operaciones,
mejorará su poder adquisitivo y tendrá una gran capacidad de negociación de precios con los proveedores, por lo
que los costes se reducirán notablemente.
• La adquisición de nueva tecnología: se lograría estar en vanguardia respecto a las últimas tendencias en
tecnología y, por tanto, en el desarrollo del negocio.
• Fácil acceso a los mercados y visibilidad de la empresa: las empresas compran a otras empresas también para
acceder a nuevos mercados que de otra forma no lograrían acceder a ellos. Así, se incrementan las oportunidades
de negocio de ambas empresas, se facilita el acceso a nueva financiación y se mejora la posición de la o las
empresas entre los inversores.
Veamos a continuación algunas de las razones por las que las empresas deciden emprender los procesos de fusión:
o Razones de tipo operativo: la fusión empresarial puede lograr una posición de costes competitiva merced a las
economías de escala, poder de negociación con clientes y proveedores y al efecto experiencia. Es importante
señalar las ventajas que tiene una empresa bien dimensionada en relación con una de reducida dimensión en
cuanto a las políticas con clientes, proveedores, obtención de ventajas en terceros países, etc.
o Diversificación y reducción de riesgos: Las empresas pueden acudir a esto mediante la combinación de
empresas y actividades relacionadas o a través de las actividades de gestión general de la empresa y el
desarrollo de las capacidades de carácter intangible. Por tanto, la diversificación puede ser una poderosa razón
para emprender un proceso de fusión. Emprender una fusión por razones de diversificación es cuestionable y
podría ser conveniente cuando la nueva organización aumenta su valor empresarial entrando en campos de
actividades que los accionistas no pueden desarrollar por sí mismos mediante su cartera de títulos.
o Razones de tipo financiero: algunas situaciones en las que la realización de una fusión puede facilitar el
aumento significativo de la financiación ajena en diferentes situaciones:
1) Pensemos en una nueva empresa configurada por distintos negocios; desde el punto de vista de los prestamistas, se
puede pensar que aunque un negocio tenga problemas, los demás lo pueden apoyar, por la llamada "solidaridad financiera",
por lo que la financiación estaría garantizada.
2) También se podría acudir a un traspaso de fondos interempresas que daría como resultado la creación de un mercado
interno y a la vez evitaría en la medida de lo posible, recurrir a la intermediación financiera.
3)Cuando en una adquisición de empresas una de las dos está menos endeudada que la otra, el ratio de endeudamiento de
la empresa final se reduce y, por tanto, se produce un potencial para un mayor endeudamiento. Al tener una capacidad de
endeudamiento infrautilizada, se producen sinergias financieras dando lugar a una fusión en el caso de que la empresa
compradora precise fondos.
4) Asimismo, se incrementa el poder de negociación con el efecto tamaño empresarial obtenido tras una fusión.
o Razones fiscales: Las que mueven la concentración empresarial responden al deseo de disminuir el pago de los
impuestos u obtener beneficios fiscales por medio de la obtención de desgravaciones fiscales y bonificaciones.
o Recursos de carácter intangible: en la empresa hay conocimientos que pueden no ser revelados ni siquiera a
nivel de fórmula o patente, sino que forman parte de la idiosincrasia y especialidades de los individuos. En este
caso, los conocimientos solo pueden ser trasmitidos trasfiriendo a las personas que los poseen. El intercambio
en el mercado es aún más difícil si los conocimientos no son propios de una o varias personas concretas sino
que son conocimientos y habilidades específicos de toda la organización y que han surgido de las "rutinas
organizativas" desarrolladas a lo largo del tiempo por esta. Por tanto, solo es posible que otra empresa haga
suyos esos conocimientos adquiriendo la empresa que los ha desarrollado en su conjunto.
o Reestructuración: en ocasiones, será más fácil y menos costoso reestructurar los activos de una empresa por la
vía de las adquisiciones en lugar de cambiar toda la estructura empresarial vía crecimiento interno. Cuando los
directivos tienen miedo o resistencia a abandonar la estrategia que venían utilizando, una toma de control
puede sufragar en parte los problemas actuales de la organización.
Otro coste de crucial importancia es la integración a la que debe someterse la empresa objetivo en la
nueva organización, así como los cambios radicales en la estrategia de la compañía. Por ejemplo, los
empleados de la empresa objetivo pueden estar acostumbrados a un contacto diario con la gerencia,
horarios de trabajo flexibles, etc., y de repente esto desaparece. Estos aspectos de un entorno de
trabajo pueden no parecer importantes, pero, si una nueva gestión los elimina, el resultado puede ser el
resentimiento y la disminución de la productividad. De ahí que también sea muy importante, además de
tener buenos planificadores, disponer de recursos humanos con las suficientes habilidades y flexibilidad
como para garantizar la adaptación a las nuevas situaciones y entornos que se le presenten a la
organización.
Para terminar, recalcar que la actividad adquisitiva tradicionalmente ha venido asociada, por una parte,
a la obtención de beneficio para los accionistas de la empresa absorbente a través de la obtención de
sinergias de carácter operativo, financiero, fiscal u otros. Por otra parte, también se argumenta que las
adquisiciones son parte integral del "mercado de control" y que el mercado de adquisiciones juega un
importante papel de carácter disciplinario en la empresa reestructurando su propiedad y su gestión en
la búsqueda de una gestión eficiente de los directivos en consonancia con los intereses accionariales.
Desde este punto de vista, las fusiones de empresas ofrecen una posible solución a los problemas
generados en la relación de agencia que puede surgir entre accionistas y directivos.
21.3. Determinación de las ganancias y pérdidas de una fusión
El éxito de una fusión o adquisición depende precisamente de si se logra o no esta sinergia y en qué
cuantía. La obtención de la sinergia no es ni mucho menos inmediata; es más, el proceso lleva un coste
añadido. Si las empresas operasen en mercados perfectamente competitivos, no serían necesarios los
procesos de reestructuración, ni harían falta razones de ningún tipo para emprender una fusión ya que
se daría una situación de equilibrio en la que el principio de actividad se cumple en términos de
igualdad: Vab = Va + Vb
siendo Vab el valor de la empresa resultante de la fusión, Va el valor de la empresa adquirente antes de
la fusión, y Vb el valor de la empresa objetivo antes de la fusión.
Así, una fusión está justificada si crea valor, para lo cual la valoración de las dos empresas combinadas
debe ser mayor que la adición del valor que tenían por separado, o de otra manera, su VAN se debe
expresar en términos positivos: Vab > Va + Vb
De esta manera, lo primero que debemos plantearnos es: ¿Qué pasos seguir para determinar las
ganancias (o pérdidas) obtenidas en un proceso de adquisición?
1. Calcular el resultado económico obtenido en la fusión, es decir, Va + Vb, así como el valor de la nueva empresa
fusionada. Supongamos que el director financiero de la empresa adquirente desea analizar la posible compra de
otra empresa (objetivo). El piensa que las empresas combinadas tendrían un valor Vab y las empresas por separado
estarán valoradas en Va y Vb respectivamente. Siendo: Ganancia: Vab – (Va + Vb)
Si esta ganancia es positiva existe una justificación económica para adquirir la empresa objetivo (B).
2. Obtener el coste de adquirir la empresa objetivo. Si el objetivo de la fusión es obtener uno sinergia, va a ir unido
a un coste que debe ser soportado por la empresa adquirente. De ahí que la empresa compradora cuando tenga
pretensiones de adquirir otra compañía deba pagar una prima asociada a dicha operación, no solo por la obtención
de la potencial sinergia, sino también porque corre el riesgo de entrar en competencia con otra empresa que tenga
su mismo objetivo, con lo cual debe tener en cuenta este plus en el que se va o incrementar el precio de la oferta.
De otro lado, la empresa objetivo tampoco va a vender si no obtiene un beneficio en la operación. Eso significa que
los compradores tendrán que pagar una prima si quieren adquirir la compañía, incrementando la valoración que
hayan realizado de la empresa previamente.
De otro lado, debemos tener en cuenta los costes de gestión o de transacción derivados del proceso de fusión (G).
Nos referimos con ello a los costes derivados de las negociaciones entre directivos, sindicatos, accionistas, el
Consejo de Administración, etc.; los costes de solucionar, prever y analizar diferentes aspectos legales, contables y
fiscales, así como de superar los problemas legales de cada país, ajustarse a su ley de ofertas, ley antitrust, el
proceso de autorización de la fusión, etc.
Así, supongamos que la empresa adquirente ofrece una prima Pb a los accionistas de la empresa objetivo y además
en el proceso se estiman unos gastos derivados del proceso de adquisición que denominamos G. Entonces el coste
de adquirir la empresa como una entidad independiente sería la suma de la prima y de los costes de transacción G:
Coste = Pb + G
3. Calcular la ventaja neta de la fusión. La ventaja neta de la fusión será el beneficio final que obtendrá la empresa
compradora después de la fusión, incluso después de haber pagado la prima. Se mide por la diferencia entre la

ganancia y el coste. Si el resultado da positivo, seguiremos adelante con la fusión:


Si la ventaja neta es positiva, la fusión incrementa la riqueza de los accionistas de la empresa compradora. Por
tanto, la sinergia estimada en donde se refleja que el todo vale más que las partes [Vab – (Va + Vb)]
coincidirá con la prima que se paga a la empresa objetivo más la ventaja neta de la fusión y los costes en los que se
incurre (Pb + VNF + G).
4. ¿qué ocurría si el pago se realizara mediante un intercambio de acciones? En este caso, la estimación del coste
es un poco más compleja debido a que al realizar la fusión, el beneficio (o la pérdida en su caso) obtenido
corresponde a quien toma la decisión, por lo que el precio de las acciones de la empresa resultante variará. De esta
manera, habrá que calcular el nuevo precio esperado de la acción teniendo en cuenta el valor de la empresa
combinada. Como consecuencia de la variación en dicho precio, el coste verdadero de la fusión cambiará también y
lo mismo sucederá con la VNF.
En resumen, la adquisición debe llevarse a cabo si contribuye netamente a aumentar la riqueza de los
accionistas. De ahí que cuando se vaya a emprender un cambio directivo en una fusión, se deban
comparar los beneficios potenciales que se derivan de sustituir la dirección con el coste del cambio de
gestión, más los costes de transacción de la fusión y la prima pagada al accionariado de la empresa
objetivo. Así, solo si se estima la existencia de sinergias de cualquier naturaleza o que la empresa antes
de la fusión está gestionada ineficientemente, la fusión tendrá VAN positivo y será exitosa.
Desde el punto de vista de los accionistas se crea valor para los accionistas de las empresas
involucradas. Asimismo, en general, se sostiene que la mayoría de los beneficios obtenidos de una
fusión se dirigen a los accionistas de las empresas objetivo. En este sentido se argumenta que los
accionistas de la empresa objetivo se benefician y los de la oferente no pierden. En las fusiones exitosas
los beneficios de la empresa absorbente son a menudo más reducidos que cuando una única empresa
hace una oferta. Sin embargo, las empresas objetivo obtienen mejores beneficios en el caso de ofertas
múltiples que en el caso de una sola oferta en el intervalo temporal del anuncio
21.4. Valoración de los flujos de fondos descontados de una fusión
Existen diferentes métodos para valorar la empresa objetivo. El método tradicional consiste en buscar
en el sector en el que se desarrolla la actividad de la empresa objetivo, empresas con similares
características y analizar cuál es su valoración. La idea es que la sociedad adquirente conozca en
profundidad.
Para ello se emplean ratios de diferente naturaleza que comparan la valoración actual de la empresa en
relación con sus beneficios, sus ventas, etc. Así, por ejemplo, cuando una sociedad absorbente emplea
el PER (o Price Earning Ratio) para valorar la empresa objetivo, lanza una oferta que es un múltiplo de
las ganancias de la empresa objetivo.
Una herramienta clave en la valoración de fusiones y adquisiciones es el análisis de los flujos de
fondos descontados. Así, el método de valoración por descuento de flujos de fondos (DFF) consiste en
analizar las proyecciones futuras del flujo de fondos y descontarlos con el fin de hallar el valor actual;
con ello evaluamos el potencial de la inversión que estamos analizando, Si el valor obtenido es superior
al coste actual cie la inversión, la fusión puede llevarse a cabo. Si denominamos CNA al coste neto de la
adquisición y Qt a los flujos de fondos incrementales que se esperan obtener como consecuencia de la
fusión:
Si el VAN es positivo, el término de los lujos de fondos generados por la fusión es superior al coste neto
de adquisición por lo que la fusión contribuirá a la creación de valor para los accionistas y, por tanto,
debe realizarse la operación.
También podemos emplear el valor actual ajustado (VAA) para valorar una adquisición. Con este
método los flujos de fondos se dividen en dos componentes: los flujos generados en el caso de que la
adquisición se financia en su totalidad con fondos propios y de otra, los flujos asociados con el
apalancamiento del proyecto. En este caso, el primer sumatorio representa el valor actual de la
adquisición sin considerar la deuda y el segundo el valor actual del ahorro fiscal:
donde K0 es el coste de capital de una empresa no apalancada, ki es el coste de la deuda antes de
impuestos, T es el tipo impositivo de sociedades e INT son los intereses asociados a la deuda.
21.5. Medios de pago de la operación
La empresa compradora ofrecerá el precio que está dispuesto a pagar por las acciones de la compañía
objetivo y este pago lo hará en efectivo, con acciones o con una combinación de ambas fórmulas.
Cuando el pago se realiza en forma de efectivo, el comprador adquiere todos los activos de la empresa
que pretende absorber y paga al vendedor con un flujo de fondos. Si el pago se lleva a cabo en forma de
acciones u otros títulos emitidos por el comprador, se ofrece una cantidad de acciones de la empresa
compradora por cada acción de la empresa vendedora. Con el pago mixto, la empresa compradora
ofrece sus acciones a cambio de las de la compañía que desea adquirir y además una remuneración
monetaria por cada acción.
Al realizar el pago, la transacción se lleva cabo de la siguiente manera: si los accionistas de la empresa
objetivo reciben un pago en efectivo por cada acción, esta transacción se trata como una venta sujeta a
impuestos de las acciones de la empresa objetivo. Las transacciones que se realizan en efectivo suelen
ser más objetivas. Si la transacción se realiza en forma de acciones, las nuevas acciones de la sociedad
absorbente se emiten directamente a los accionistas de la empresa objetivo o las nuevas acciones se
envían a un agente que las administra para los accionistas de la empresa objetivo. Esta operación no
estaría sujeta a impuestos ya que es simplemente un intercambio de valores. A los accionistas de la
empresa objetivo solo se les grava cuando venden sus nuevas acciones. Esta clara ventaja fiscal justifica
el por qué muchas transacciones se instrumentan a través de intercambio de acciones.
Los oferentes deciden pagar con acciones cuando creen que el precio de sus acciones es atractivo, es
decir, se suele usar este método de pago en los casos en los que el precio de las acciones está in
crescendo. De esta forma, será más barato pagar en acciones comunes que en efectivo. Esto depende
tanto de la estructura de la transacción como de lo que suceda con el precio de la acción después del
anuncio de adquisición.
21.6. Otras consideraciones relevantes en el proceso de fusión
En un proceso de adquisición, debemos identificar la empresa objeto de adquisición consultado
pertenece e inversión a realizar. En general para los inversores y, en particular para la empresa
adquirente, es muy difícil identificar la empresa objetivo adecuada, conocer cuál es la más valorada, cuál
es la que incrementará el valor conjunto de las empresas, etc. Para la consecución de tal cometido la
empresa adquirente debe disponer de un conocimiento completo del entorno que rodea a la empresa
de forma que si conoce su sector en profundidad tendrá más elementos de valoración que otra que
desea operar en distinto sector. Cuando esta etapa se ha superado, la empresa compradora ofrecerá un
precio de compra razonable, ni muy alto ni demasiado bajo.
Una vez que ya hemos decidido comenzar con un proceso de adquisición y hemos realizado las
evaluaciones pertinentes, el primer paso es lanzar una oferta de compra. La adquisición de valores se
puede llevar a cabo negociando directamente y de forma privada con un accionista de la empresa
objetivo, acudiendo al mercado de capitales para adquirir acciones o lanzando una Oferta Pública.
Cuando la empresa compradora comienza a adquirir participaciones en el mercado abierto,
normalmente la regulación de cada país establece limitaciones en cuanto al porcentaje a adquirir. En
caso de que se superen dichos límites en el Consejo de Administración, será obligatorio lanzar una OPA
(Oferta Pública de Adquisición) formalizada a través del organismo regulador pertinente. Pero... ¿qué es
una OPA? Una OPA es una oferta que va dirigida a los accionistas de la empresa objetivo para comprar
acciones a un precio determinado.
Es necesario que los accionistas acepten el precio de dicha oferta. Cuando entre las empresas hay
dificultades o no se puede llegar a un acuerdo, se emplea este mecanismo, el cual permite al accionista
decidir por sí mismo. La prima suele ser destacable con el fin de atraer a los accionistas.
El proceso de realización de una OPA no es inmediato. En primer lugar, se debe presentar la oferta y
esperar a su autorización. Superada esta fase, se publica la oferta y se procede a la aceptación por la
sociedad afectada y finalmente se procede a la liquidación. Una vez presentada la oferta en el
organismo regulador correspondiente este debe autorizar la oferta (o rechazarla). Si esta es autorizada,
se procede la publicación de la oferta y a la difusión del correspondiente folleto informativo. La oferta
pública es un proceso que está dirigido a todos los accionistas y que se anuncia en la prensa económica,
indicando el precio y el plazo en el que los accionistas de la sociedad afectada pueden aceptar la misma.
Por supuesto, en medio de este proceso puede haber una interrupción de la o la concurrencia de ofertas
competidoras que mejoren la oferta precedente. Finalmente, en la liquidación se observa si el resultado
de la oferta ha sido positivo o negativo. Una vez que la oferta se ha realizado, la empresa objetivo puede
decantarse por una de las siguientes acciones:
• Aceptar o no los términos de la oferta: si los accionistas y los directivos de la empresa objetivo están de acuerdo
con los términos de la oferta, se seguirá adelante con el acuerdo; en caso contrario, la oferta no seguiría su curso
normal.
• Intentar negociar: supongamos una situación en la que el precio de oferta no sea lo suficientemente elevado
como para satisfacer al accionista de la compañía objetivo, ahí, la empresa objetivo puede tratar de mejorar la
oferta variando el acuerdo. Por su puesto, aquellas empresas objetivo que sean objeto de varios compradores
tendrán un mayor margen de maniobra y su poder de negociación será considerablemente mayor. De otro lado, la
dirección tiene más poder de negociación si puede demostrar sus habilidades, sus ideas, su capacidad de aclarar el
futuro de la empresa, así como su capacidad de implementar adecuadamente el proceso de fusión.
Después de que las partes hayan llegado a un preacuerdo, se acostumbra a resumir las conclusiones que
se han alcanzado en una carta de intenciones que se dirige a la empresa objetivo firmada por la empresa
compradora. Posteriormente, se somete el acuerdo final a la aprobación por parte de los Consejos de
Administración y de las Juntas Generales de Accionistas de ambas compañías. El acuerdo definitivo será
un contrato legal en el que se definen los detalles de la transacción. Una vez realizada la oferta, el
comprador tiene una serie de tácticas para garantizar la buena marcha de su oferta.
Existen una gran variedad de tácticas defensivas especialmente en aquellos marcos institucionales en los
que los mercados de capitales poseen una gran actividad. A pesar de que no está perfectamente
delimitado el plazo temporal en el que se instrumentan las diversas defensas, de forma aproximada
podemos argumentar que las medidas de defensa pueden implantarse antes de que se realice la oferta
o después de la misma.
Por último, nos referiremos brevemente a los aspectos más relevantes en relación con la
contabilización de los estados financieros de las empresas involucradas en una adquisición. En este
sentido, se plantea si estructurar la adquisición como una integración de sociedades o como una
compra. Con el método de integración, los activos, pasivos y resultados de operaciones de las empresas
involucradas se suman sin llevar a cabo ningún ajuste adicional, es decir, los estados financieros se
combinan como si las empresas siempre hubieran sido de propiedad común. El resultado final es la
adición de los estados financieros previos. Si la adquisición se estructura como una compra, es necesario
contabilizar el hecho de que la empresa adquirente adquiere los activos de la otra empresa.

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