Tema 6
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Finalmente, una toma de control mixta es una combinación de todos las anteriores. Las adquisiciones
pueden ser también amistosas u agresivos. La mayoría de las veces suelen ser amistosas, aunque,
cuando los mercados de capitales son muy activos, es fácil que su carácter sea hostil.
De otro lado, las formas de adquisición varían en función de la relación que posean las dos sociedades
que se fusionan, así hablando de adquisiciones horizontales donde empresas comparten el mismo
sector de actividad e incluso los mercados, o adquisiciones verticales en las que la actividad que
desarrollan ambas empresas se complementan.
21.2. ¿Por qué se producen fusiones? Factores determinantes de las mismas
Las fusiones como forma de crecimiento externo son un medio rápido para crecer, ya que ello
representa un aumento inmediato en el volumen de activos, empleo y ventas. Además, se incrementa la
cuota de mercado sin crear una capacidad productiva adicional y crea una medida estratégica que sirve
para adquirir activos técnicos, humanos o inmateriales. De esta manera, el beneficio que se pueda
obtener en términos de tiempo es muy relevante sobre todo si el entorno es turbulento. En concreto,
las ventajas de las operaciones de crecimiento externo frente a las primeras serían: mayor rentabilidad
debido a que es una única gestión y están concentrados en un mismo espacio, reduciendo sus costes;
mayor solidez y crédito comercial de la empresa fusionada; disminución de los gastos de operación y/o
producción porque se reduce ce el personal. Y entre sus desventajas destacamos: si la fusión no se hace
adecuadamente puede generar dificultades o una complicada transición; puede crear monopolios y
oligopolios; en ocasiones ocurre que una de las partes posee menos información que la otra y esto
puede provocar ineficiencias inesperadas en la fusión.
Cuando el resultado de la suma es mayor que la suma de los resultados de las partes, podemos hablar
del "efecto sinérgico" según el cual la empresa creará valor. La idea clave a tener en cuenta cuando se
lleva a cabo una adquisición es la ruptura del principio de actividad del valor: la idea de crear valor para
los accionistas por encima del valor que supone la suma de las dos empresas que operan
individualmente. El razonamiento que subyace detrás de toda operación de fusión es el de que "dos
empresas juntas valen más que dos empresas distintas". Así, se pueden obtener sinergias a través de:
• Reducciones de personal: las empresas resultantes derivan en ahorro en costes al reducir el número de miembros
del personal en los diferentes departamentos, así como a nivel directivo.
• Economías de escala: una de las primeras consecuencias de la unión, es el aumento de tamaño de la empresa
fusionada. Como tal, esta empresa podrá emprender en su actividad diaria un mayor número de operaciones,
mejorará su poder adquisitivo y tendrá una gran capacidad de negociación de precios con los proveedores, por lo
que los costes se reducirán notablemente.
• La adquisición de nueva tecnología: se lograría estar en vanguardia respecto a las últimas tendencias en
tecnología y, por tanto, en el desarrollo del negocio.
• Fácil acceso a los mercados y visibilidad de la empresa: las empresas compran a otras empresas también para
acceder a nuevos mercados que de otra forma no lograrían acceder a ellos. Así, se incrementan las oportunidades
de negocio de ambas empresas, se facilita el acceso a nueva financiación y se mejora la posición de la o las
empresas entre los inversores.
Veamos a continuación algunas de las razones por las que las empresas deciden emprender los procesos de fusión:
o Razones de tipo operativo: la fusión empresarial puede lograr una posición de costes competitiva merced a las
economías de escala, poder de negociación con clientes y proveedores y al efecto experiencia. Es importante
señalar las ventajas que tiene una empresa bien dimensionada en relación con una de reducida dimensión en
cuanto a las políticas con clientes, proveedores, obtención de ventajas en terceros países, etc.
o Diversificación y reducción de riesgos: Las empresas pueden acudir a esto mediante la combinación de
empresas y actividades relacionadas o a través de las actividades de gestión general de la empresa y el
desarrollo de las capacidades de carácter intangible. Por tanto, la diversificación puede ser una poderosa razón
para emprender un proceso de fusión. Emprender una fusión por razones de diversificación es cuestionable y
podría ser conveniente cuando la nueva organización aumenta su valor empresarial entrando en campos de
actividades que los accionistas no pueden desarrollar por sí mismos mediante su cartera de títulos.
o Razones de tipo financiero: algunas situaciones en las que la realización de una fusión puede facilitar el
aumento significativo de la financiación ajena en diferentes situaciones:
1) Pensemos en una nueva empresa configurada por distintos negocios; desde el punto de vista de los prestamistas, se
puede pensar que aunque un negocio tenga problemas, los demás lo pueden apoyar, por la llamada "solidaridad financiera",
por lo que la financiación estaría garantizada.
2) También se podría acudir a un traspaso de fondos interempresas que daría como resultado la creación de un mercado
interno y a la vez evitaría en la medida de lo posible, recurrir a la intermediación financiera.
3)Cuando en una adquisición de empresas una de las dos está menos endeudada que la otra, el ratio de endeudamiento de
la empresa final se reduce y, por tanto, se produce un potencial para un mayor endeudamiento. Al tener una capacidad de
endeudamiento infrautilizada, se producen sinergias financieras dando lugar a una fusión en el caso de que la empresa
compradora precise fondos.
4) Asimismo, se incrementa el poder de negociación con el efecto tamaño empresarial obtenido tras una fusión.
o Razones fiscales: Las que mueven la concentración empresarial responden al deseo de disminuir el pago de los
impuestos u obtener beneficios fiscales por medio de la obtención de desgravaciones fiscales y bonificaciones.
o Recursos de carácter intangible: en la empresa hay conocimientos que pueden no ser revelados ni siquiera a
nivel de fórmula o patente, sino que forman parte de la idiosincrasia y especialidades de los individuos. En este
caso, los conocimientos solo pueden ser trasmitidos trasfiriendo a las personas que los poseen. El intercambio
en el mercado es aún más difícil si los conocimientos no son propios de una o varias personas concretas sino
que son conocimientos y habilidades específicos de toda la organización y que han surgido de las "rutinas
organizativas" desarrolladas a lo largo del tiempo por esta. Por tanto, solo es posible que otra empresa haga
suyos esos conocimientos adquiriendo la empresa que los ha desarrollado en su conjunto.
o Reestructuración: en ocasiones, será más fácil y menos costoso reestructurar los activos de una empresa por la
vía de las adquisiciones en lugar de cambiar toda la estructura empresarial vía crecimiento interno. Cuando los
directivos tienen miedo o resistencia a abandonar la estrategia que venían utilizando, una toma de control
puede sufragar en parte los problemas actuales de la organización.
Otro coste de crucial importancia es la integración a la que debe someterse la empresa objetivo en la
nueva organización, así como los cambios radicales en la estrategia de la compañía. Por ejemplo, los
empleados de la empresa objetivo pueden estar acostumbrados a un contacto diario con la gerencia,
horarios de trabajo flexibles, etc., y de repente esto desaparece. Estos aspectos de un entorno de
trabajo pueden no parecer importantes, pero, si una nueva gestión los elimina, el resultado puede ser el
resentimiento y la disminución de la productividad. De ahí que también sea muy importante, además de
tener buenos planificadores, disponer de recursos humanos con las suficientes habilidades y flexibilidad
como para garantizar la adaptación a las nuevas situaciones y entornos que se le presenten a la
organización.
Para terminar, recalcar que la actividad adquisitiva tradicionalmente ha venido asociada, por una parte,
a la obtención de beneficio para los accionistas de la empresa absorbente a través de la obtención de
sinergias de carácter operativo, financiero, fiscal u otros. Por otra parte, también se argumenta que las
adquisiciones son parte integral del "mercado de control" y que el mercado de adquisiciones juega un
importante papel de carácter disciplinario en la empresa reestructurando su propiedad y su gestión en
la búsqueda de una gestión eficiente de los directivos en consonancia con los intereses accionariales.
Desde este punto de vista, las fusiones de empresas ofrecen una posible solución a los problemas
generados en la relación de agencia que puede surgir entre accionistas y directivos.
21.3. Determinación de las ganancias y pérdidas de una fusión
El éxito de una fusión o adquisición depende precisamente de si se logra o no esta sinergia y en qué
cuantía. La obtención de la sinergia no es ni mucho menos inmediata; es más, el proceso lleva un coste
añadido. Si las empresas operasen en mercados perfectamente competitivos, no serían necesarios los
procesos de reestructuración, ni harían falta razones de ningún tipo para emprender una fusión ya que
se daría una situación de equilibrio en la que el principio de actividad se cumple en términos de
igualdad: Vab = Va + Vb
siendo Vab el valor de la empresa resultante de la fusión, Va el valor de la empresa adquirente antes de
la fusión, y Vb el valor de la empresa objetivo antes de la fusión.
Así, una fusión está justificada si crea valor, para lo cual la valoración de las dos empresas combinadas
debe ser mayor que la adición del valor que tenían por separado, o de otra manera, su VAN se debe
expresar en términos positivos: Vab > Va + Vb
De esta manera, lo primero que debemos plantearnos es: ¿Qué pasos seguir para determinar las
ganancias (o pérdidas) obtenidas en un proceso de adquisición?
1. Calcular el resultado económico obtenido en la fusión, es decir, Va + Vb, así como el valor de la nueva empresa
fusionada. Supongamos que el director financiero de la empresa adquirente desea analizar la posible compra de
otra empresa (objetivo). El piensa que las empresas combinadas tendrían un valor Vab y las empresas por separado
estarán valoradas en Va y Vb respectivamente. Siendo: Ganancia: Vab – (Va + Vb)
Si esta ganancia es positiva existe una justificación económica para adquirir la empresa objetivo (B).
2. Obtener el coste de adquirir la empresa objetivo. Si el objetivo de la fusión es obtener uno sinergia, va a ir unido
a un coste que debe ser soportado por la empresa adquirente. De ahí que la empresa compradora cuando tenga
pretensiones de adquirir otra compañía deba pagar una prima asociada a dicha operación, no solo por la obtención
de la potencial sinergia, sino también porque corre el riesgo de entrar en competencia con otra empresa que tenga
su mismo objetivo, con lo cual debe tener en cuenta este plus en el que se va o incrementar el precio de la oferta.
De otro lado, la empresa objetivo tampoco va a vender si no obtiene un beneficio en la operación. Eso significa que
los compradores tendrán que pagar una prima si quieren adquirir la compañía, incrementando la valoración que
hayan realizado de la empresa previamente.
De otro lado, debemos tener en cuenta los costes de gestión o de transacción derivados del proceso de fusión (G).
Nos referimos con ello a los costes derivados de las negociaciones entre directivos, sindicatos, accionistas, el
Consejo de Administración, etc.; los costes de solucionar, prever y analizar diferentes aspectos legales, contables y
fiscales, así como de superar los problemas legales de cada país, ajustarse a su ley de ofertas, ley antitrust, el
proceso de autorización de la fusión, etc.
Así, supongamos que la empresa adquirente ofrece una prima Pb a los accionistas de la empresa objetivo y además
en el proceso se estiman unos gastos derivados del proceso de adquisición que denominamos G. Entonces el coste
de adquirir la empresa como una entidad independiente sería la suma de la prima y de los costes de transacción G:
Coste = Pb + G
3. Calcular la ventaja neta de la fusión. La ventaja neta de la fusión será el beneficio final que obtendrá la empresa
compradora después de la fusión, incluso después de haber pagado la prima. Se mide por la diferencia entre la