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AUTOCONOCIMIENTO

1. DEFINICIÓN

El autoconocimiento es la capacidad para dirigir la atención hacia uno mismo y


tomar conciencia de diferentes aspectos de la identidad, así como de nuestras
emociones, pensamientos y conductas.

El autoconocimiento implica conocerse y valorarse a sí mismo. Involucra desplegar


la capacidad de identificar diversos factores personales y del contexto que conforman
la identidad, así como formular metas personales y reconocer las fortalezas y
debilidades que pueden favorecer u obstaculizar su logro.

El autoconocimiento es un elemento fundamental para el desarrollo. Si bien es una


piedra angular en el desarrollo de las personas, es un proceso permanente, que
requiere un trabajo cotidiano pero urgente y valioso a lo largo de la vida.

El autoconocimiento es útil para cualquiera, puesto que fortalece nuestras habilidades


y capacidades, mejora nuestras conductas y nos permite alcanzar metas.

Autoconocerse compromete desarrollar la habilidad de dirigir la atención hacia el


propio mundo interno y tomar conciencia de sí mismo, entender las emociones, su
influencia en la experiencia y la conducta; y expresarlas de forma adecuada al
contexto. Se relaciona con las actitudes y creencias de la persona sobre sí misma, el
aprecio por sí misma y la confianza en su capacidad para lograr metas.

2. PILARES

El desarrollo del autoconocimiento es progresivo y precisa de la articulación de tres


pilares fundamentales: la identidad y las metas, el desarrollo de la atención, y la
conciencia de las emociones.

a. IDENTIDAD Y METAS

Explorar diversos factores de la identidad, establecer metas, identificar aspectos


externos e internos que contribuyen a lograrlas y fortalecer la confianza propia
para alcanzarlas, son puntos de partida básicos en la formación del
autoconocimiento.

b. DESARROLLO DE LA ATENCIÓN

En el plano cognitivo, la atención forma parte de las funciones ejecutivas que son
la memoria de trabajo, la capacidad de inhibir respuestas, el control atencional y la
flexibilidad cognitiva, las cuales permiten a las personas planear, resolver
problemas y establecer metas. De la atención depende gran parte de los procesos
cognitivos de la persona, su experiencia, su forma de actuar y su capacidad para
alcanzar metas.
En el plano afectivo, la atención se asocia con las funciones de control de
esfuerzo, indispensables para postergar la gratificación, la persistencia, el
monitoreo de errores, la regulación emocional, la fuerza de voluntad, la
determinación y la resiliencia.

c. CONCIENCIA DE LAS EMOCIONES

Una parte esencial del desarrollo del autoconocimiento es que las personas
aprendan a identificar las emociones, nombrarlas, entenderlas y expresarlas
adecuadamente. Para lograrlo es importante tomar conciencia de estas, lo cual
implica dirigir y enfocar la atención en su mundo interno y reflexionar a
profundidad sobre ellas. Este proceso se acompaña y enlaza con el entrenamiento
de la atención, que permite tener una mirada más objetiva y clara del universo
emocional.

3. IDENTIDAD PERSONAL

La identidad es el conjunto de características y rasgos que percibimos de nosotros y


que nos permiten definir, frente a los demás, quiénes somos, qué deseamos y hacia
dónde queremos dirigirnos en nuestro desarrollo personal y social.

El desarrollo de la identidad implica comprender, representar y ser consciente de


quiénes somos y de cómo nos consideramos personalmente y socialmente,
implicando facetas subjetivas como la individualidad, la autoestima, la capacidad de
autorreflexión y autoobservación, así como la conciencia de uno mismo.

La función de la identidad es mantener nuestro equilibrio psíquico mediante dos


acciones: darnos una valoración positiva de nosotros mismos, y adaptarnos al
entorno en el que vivimos. La primera acción busca que lleguemos a sentirnos una
persona valiosa con capacidad para actuar ante los diferentes sucesos y elementos. La
segunda acción permite modificar ciertos rasgos de nuestra identidad para poder
integrarnos en un nuevo entorno.

La identidad significa un enfoque existencial privado, una estructura interna de


autopercepciones, capacidades y necesidades. Nos proporciona el sentimiento de
encajar en el mundo social, de pertenecer al grupo. Y nos da razones para actuar.

Mi identidad es la reflexión sobre mi propia secuencia temporal y lo que me


distingue de los demás, una narrativa personal que construye mi realidad. Es el
sentido esencial de mí mismo, mis valores fundamentales y mis metas en la vida. Es
el sentimiento de ser alguien original e irrepetible.

La identidad personal supone el proceso mediante el cual la persona crea, con el


devenir de los años, una imagen de sí misma que da respuesta a la trascendental
pregunta de ¿quién soy? Se entiende como proceso porque se origina desde el mismo
inicio de la vida y se va desarrollando a lo largo de ella. Asimismo, la identidad
personal se refiere al sentido que damos a nuestro propio ser único, diferente a los
demás y continuo en el tiempo. Es el guion mental que hacemos cada persona de los
valores y comportamientos que nos ha transmitido nuestra cultura, integrándolos
conforme a nuestras características individuales y nuestra experiencia social. Es
decir, la idea que tenemos de nuestra individualidad y de nuestra pertenencia a
ciertos grupos.

Un momento determinante en el desarrollo de la identidad personal es la


adolescencia, momento en el que la persona reelabora todo lo vivido durante su niñez
y lo integra en una imagen personal y particular de sí misma. No obstante, el
desarrollo de la identidad personal no se detiene en este momento ya que se trata de
un proceso vivo y cambiante que viene alimentado por las diferentes experiencias
que la persona va teniendo a lo largo de su vida adulta. Por lo tanto, la identidad
personal es un proceso complejo y cambiante que tiene lugar desde el mismo inicio
de la vida y que sigue desarrollándose a lo largo de toda ella.

La persona desarrolla su identidad personal y el conocimiento de su entorno a partir


de la experiencia con su propio cuerpo, del contacto y autorregulación de sus
emociones, motivaciones y metas y de la elaboración mental de todas
estas experiencias internas. Asimismo, la relación con su familia, la escuela, su
entorno natural y socio-cultural inmediato y, gracias a las nuevas tecnologías, con
otros contextos sociales, le otorga otra serie de experiencias que servirán,
igualmente, para aportar nuevos datos en el desarrollo de su identidad personal.

De este modo, la persona realiza un complejo trabajo de elaboración de todas y cada


una de sus experiencias de vida para, a partir de ellas, construir un autoconcepto o
imagen de sí misma. Esta identidad personal que, sigue fluctuando a lo largo de toda
la vida en pequeños o grandes matices, servirá de base a la persona para afrontar sus
experiencias de vida, con respecto a ella misma y a su entorno.

El desarrollo de la identidad personal se trata, por tanto de un proceso multifactorial


que se retroalimenta constantemente, en donde las experiencias de vida van creando
esta identidad personal que, a su vez, condiciona las vivencias posteriores siendo, de
nuevo, alimentada por ellas.
ANÁLISIS FODA

1. DEFINICIÓN

El análisis FODA es una técnica que sirve para analizar las fortalezas y debilidades
de una persona, identificando cuáles son además sus amenazas y oportunidades. El
análisis FODA está íntimamente ligado al autoconocimiento integral y, por tanto,
recoge tanto aspectos racionales como emocionales.

El análisis FODA es una herramienta que busca identificar nuestras potencialidades y


limitaciones a través de cuatro interrogantes:

 ¿Qué fortalezas tengo y cómo las puedo desarrollar, maximizar?

 ¿Qué debilidades tengo y cómo las puedo minimizar?

 ¿Qué oportunidades se me presentan y cómo me pueden beneficiar?

 ¿Qué amenazas me generan riesgos y cómo puedo encararlas?

2. OBJETIVO

El objetivo del análisis FODA es conocer cuál es la situación actual de una persona y
determinar cuál es la posición que pretende alcanzar en el futuro. A través del
análisis de diferentes variables se establecen las maneras en las que se pretende
evolucionar hasta conseguir las metas.

El análisis FODA te permite evaluar el presente y el futuro. Te brinda una nueva


perspectiva de lo que haces bien, al mismo tiempo que te permite identificar tus retos
y el camino a seguir, de acuerdo con los datos que hallaste. También, te brinda ideas
clave basadas en tus propias fortalezas y debilidades. De esta manera, tendrás
información precisa para tomar tus decisiones. En general, obtendrás el
autoconocimiento que verás reflejado en el incremento de tu productividad.

3. UTILIDAD

Una de las características más significativas de un análisis FODA es que no solo es


una herramienta para mejorar nuestra trayectoria profesional, sino que también
podemos aplicar sus resultados a la esfera personal, pues ambas facetas están
estrechamente ligadas. Los principales beneficios de aplicar un análisis FODA son:

a. MAYOR AUTOCONOCIMIENTO

Aquí lo importante es que te evalúes en profundidad y reconozcas tanto tus puntos


fuertes como tus puntos débiles. Es un buen inicio para saber qué estrategia seguir
o simplemente de qué forma afrontar tus retos.
b. AUMENTAR LOS NIVELES DE PRODUCTIVIDAD

El análisis FODA es un buen recurso para aumentar tus niveles de productividad y


rendimiento. Te ayuda a saber cuáles son tus fallos o fortalezas o qué soluciones
puedes implementar para sacar más rendimiento.

c. MINIMIZAR RIESGOS

¿Cuántas veces no nos hemos lamentado por no haber visto con antelación los
riesgos que luego se han materializado? El análisis FODA nos ayuda en este
sentido, tanto si dichos riesgos dependen de nosotros mismos como del entorno en
el que nos desenvolvemos.

d. MEJORAR LA IMAGEN PERSONAL

El autoconocimiento y la mejora del rendimiento y la productividad son


elementos que, en el fondo, tienen que ver con tu marca personal, es decir, con la
imagen que proyectas. Si quieres optimizarla, antes debes partir de la información
obtenida a través de un análisis FODA.

4. FACTORES

a. INTERNOS

Son todas aquellas características que nos definen como individuo, como la
persona que somos (aptitudes, actitudes, habilidades, hábitos). Estos factores los
podemos agrupar en dos categorías: fortalezas y debilidades.

 FORTALEZAS

Son todos los factores internos que nos colocan en una posición de ventaja
frente a otras personas o que podemos usar para impulsarnos en el camino.

Por ejemplo, facilidad para relacionarse con otras personas, perseverancia,


constancia.

 DEBILIDADES

Son todos los factores internos que obstaculizan o que nos ponen en una
posición desfavorable con respecto a las metas que deseamos alcanzar.

Por ejemplo, tendencia a la procrastinación.

b. EXTERNOS

En el análisis FODA los factores externos son todos aquellos que pertenecen a
nuestro entorno (familia, vecinos). Estos factores los podemos agrupar en dos
categorías: oportunidades y amenazas.
 OPORTUNIDADES

Son los factores externos que se pueden aprovechar para mejorar nuestra
situación o facilitar el camino hacia nuestras metas.

Por ejemplo, un nuevo programa de actualización de conocimientos en la


universidad.

 AMENAZAS

Son los factores externos que pueden perjudicarnos o entorpecer nuestro plan
hacia el cumplimiento de nuestras metas.

Por ejemplo, nuevos requisitos para ingresar a un programa de becas.

5. ¿CÓMO HACER UN ANÁLISIS FODA?

 Determina tus fortalezas.

 Encuentra tus debilidades.

 Distingue tus oportunidades.

 Reconoce las amenazas.

 Evalúa tus resultados y actúa en consecuencia.

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