MJ Ju M 90923 Ar
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MJ Ju M 90923 Ar
Sala/Juzgado: I
Fecha: 18-dic-2014
Producto: MJ
Se hizo lugar a la demanda y se condenó a la accionada a escriturar a favor del actor unos
inmuebles rurales que le había vendido mediante la suscripción de un boleto de compraventa,
habiendo aquella comparecido “en comisiónâ€, pues anqué aquella no haya denunciado su
comitente, la única consecuencia jurídica de no hacerlo es que el bien lo compra para ella
misma.
Sumario:
6.-La única consecuencia de la falta de denuncia del comitente es que el comisionista -la
actora en autos- quede obligada con los vendedores al pago del saldo de precio y sea
acreedora obviamente de la escrituración prometida.
7.-El comprador que adquiere en comisión hace el negocio a nombre propio pero se propone
transferir a un tercero los derechos y obligaciones; la transferencia de la calidad de comprador
a un tercero no importa un nuevo contrato de compraventa sino el cumplimiento de la última
etapa de un solo negocio jurídico.
11.-La cláusula penal tiene por finalidad asegurar el cumplimiento de la palabra dada, dado
que agrega un estímulo para que el deudor cumpla la prestación principal y eluda así la pena
como también fijar convencional y anticipadamente el daño que puede sufrir el acreedor ante
el incumplimiento de la obligación, eximiéndose así de probar su existencia y cuantía.
En la Ciudad de Buenos Aires, Capital de la República Argentina, a los 18 días del mes de
diciembre del año dos mil catorce, reunidos en acuerdo los señores jueces de la Sala "I" de la
Cámara Civil, para conocer de los recursos interpuestos en los autos: "Difara S.A. c/ Kisolak
S.A. s/ escrituración", respecto de la sentencia corriente a fs. 260/268, el Tribunal estableció la
siguiente cuestión a resolver:
¿Se ajusta a derecho la sentencia apelada? Practicado el sorteo resultó que la votación debía
hacerse en el orden siguiente: Dres.CASTRO, UBIEDO y MOLTENI.
I. La sentencia de fs. 260/268 hizo lugar a la demanda de escrituración promovida por "Difara
S.A.", y en consecuencia condenó a "Kisolak S.A." a otorgar la escritura traslativa a nombre de
la actora respecto de las fracciones de campo ubicadas en las inmediaciones de la Estación
Gorostiaga, Partido de Chivilcoy, de la Provincia de Buenos Aires, designadas según títulos
como: a) Lote 1274 "h" con una superficie total de 215 hectáreas; b) Lote 1274 "f" con una
superficie total de 91 hectáreas, 39 áreas, 27 centiáreas y c) Lote 1274 "n" con una superficie
total de 55 hectáreas, 77 áreas y 49 centiáreas, designación catastral: Circ. VII, Sección Rural,
Parcelas 1274 "h", 1274 "f" y 1274 "n", matrículas 16449, 16448 y 16450, acto en el que
"DIFARA S.A." debería abonar el precio de U$S 1.300.000, bajo apercibimiento de lo
dispuesto por el por 512 y 513. Del mismo modo, condenó a "Kisolak S.A." a abonar a su
contraria los intereses punitorios que redujo al 3% mensual, desde el día 3/9/2008 y hasta la
efectiva escrituración. Apeló la demandada quien expresó agravios a fs. 566/570; el
correspondiente traslado fue contestado a fs. 579/586.
Condenó igualmente a la demandada -como antes señalé- al pago del "interés punitorio"
contemplado en la cláusula 8° del contrato que en copia obra a fs.102/108, al que consideró
una cláusula penal con una función a la vez compulsiva y resarcitoria; entendió exorbitante el
fijado -equivalente al 0,6 % diario del precio establecido en la compraventa- y por tanto lo
redujo al del 3% mensual -0, 1 %- por cada día de retraso desde la mora, aunque estableció
"que puntualmente en la especie surtirá efectos desde la notificación del traslado de la
presente acción, es decir desde el día 03.09.2008 -ver cédula de fs. 164- hasta la efectiva
escrituración".
Se agrega a ello que en principio la función de la cláusula penal no es resolutoria, sino que
actúa en concomitancia con el mantenimiento del contrato (Llambías. Código Civil.t. II-A, pág.
426, comentario art. 652), de modo que su previsión para el caso de mora parece incompatible
con la fijación de un plazo resolutorio de las mismas obligaciones incumplidas.
d.La dilación del presente proceso llevado por la actora "en solitario" como una especulación
tendente a "hacerse de un valioso campo" sin desembolsar suma alguna como consecuencia
de la cláusula penal reclamada.
V. No mejor suerte correrá el segundo de los agravios en estudio. Más allá de que -como se
invoca- la compra en comisión pudiera encerrar un propósito de especulación, lo cierto es que
la única consecuencia de la falta de denuncia del comitente es que el comisionista -la actora
en autos- quede obligada con los vendedores al pago del saldo de precio y sea acreedora
obviamente de la escrituración prometida.
En efecto y como es sabido, el comprador que adquiere en comisión hace el negocio a nombre
propio pero se propone transferir a un tercero los derechos y obligaciones; la transferencia de
la calidad de comprador a un tercero no importa un nuevo contrato de compraventa sino el
cumplimiento de la última etapa de un solo negocio jurídico (C.N.Civ., Sala C, L.L. on line
AR/JUR/4072/2002 y sus citas). La omisión del comisionista de denunciar a su comitente "no
constituye óbice procesal alguno para poder incoar, por su propio derecho, la (presente)
acción. Ello pues, reitero, el comisionista queda personalmente obligado por los contratos que
celebra con terceros frente a quienes se vincula obrando en nombre propio" (cfr. C.N.Com,
sala F, en L.L. on nline, AR/JUR/46068/2011). Como se ha dicho con toda claridad en un
supuesto similar al de autos, se trata "de la compra que celebra el representante en su propio
nombre aunque por cuenta ajena y sin identificar la persona del representado -comitente-. Es
como el mandatario que actúa en nombre propio pero en interés ajeno (art. 1929, Cód.Civil)
pero con la particularidad de que existe ese interés ajeno posible y con la advertencia de que
no declarado en su momento quien es el mandante, la obligación del comisionista surge como
la que se contrae a nombre propio y en interés o a cargo propio (conf. Spota, Alberto G.
'Instituciones de Derecho Civil. Contratos', ed. 1979, v. IV, p. 149 y sgtes.). Por la modalidad
propia de este negocio en donde se desconoce el nombre del comitente, el comisionista, hasta
tanto haga uso del derecho de sustituir en la persona a designar la calidad de comprador
propende exigir por si la contraprestación asumida por el vendedor" (Cámara 2ª de
Apelaciones en lo Cvil y Comercial de La Plata, Sala I, publicado en L.L. on line
AR/JUR/859/2006; en el mismo sentido, Cámara de Apelaciones en lo Cvil y Comercial de
Mercedes, Sala I, L.L. on line AR/JUR/7278/1979). Es que como lo señala el autor citado en el
precedente al que aludí, el comisionista "tiene la facultad de que la compra, en definitiva, se
haga a nombre del comitente. Pero es una facultad. Si el comisionista no ejerce ese derecho
potestativo ., la compra se ha celebrado a nombre de este comisionista".
En este aspecto, el boleto de compraventa celebrado entre las partes contempló una cláusula
penal a cargo del moroso equivalente al 18% mensual del precio de venta -0,6 % por cada día
de retraso desde la mora-. Y aunque la sentencia consideró que la mora se produjo cuando la
demandada incumplió con su obligación de arrimar la totalidad de la documentación necesaria
para escriturar, esto es, al vencimiento del plazo de cinco días otorgado para ello en la
intimación cursada por la escribana que debía celebrar el acto (cfr. carta documento
reservada, foliada como fs. 213) cursada el 21 de mayo de 2007, el Sr.Juez de la anterior
instancia redujo doblemente la multa convencional. Por una parte, la fijó en el 3% mensual del
precio y, paralelamente dispuso que en el caso sólo correría desde la notificación del traslado
de la demanda, el 3 de septiembre del año 2008, un año y cuatro meses después de la mora.
Estos extremos resultan soslayados por quien con toda evidencia resultó beneficiado por la
decisión oficiosa del magistrado, a quien demás está decir, le asistía la facultad.
La queja de la demandada parece centrarse en un aspecto por cierto secundario del tema y es
-nuevamente- la denominación que las partes han otorgado a esta incuestionable cláusula
penal. En efecto, y más allá de su denominación de la que como es sabido cabe prescindir a la
hora de interpretar un contrato, lo pactado ha sido una cláusula penal toda vez que se
estableció para el caso de incumplimiento de obligaciones dinerarias y obligaciones de hacer.
Y ello no debe extrañar a poco que se repare en la similitud entre ambos institutos, que ha
llevado a afirmar que "los intereses punitorios pactados juegan a la manera de una cláusula
penal" (ver Bueres, Highton, "Código Civil.", t. 2-A, comentario art. 655, n° 3, pág. 553) y que
aquéllos -los intereses moratorios convencionales- pueden ser reducidos por aplicación de la
previsión del segundo párrafo del art. 656 del Código Civil (Barbero, Intereses monetarios, Ed.
Astrea, Bs.As. 2000, pag. 163 y sgtes.).
Para abordar el tratamiento del agravio relativo al alcance de la reducción dispuesta habré de
reseñar brevemente algunas nociones conceptuales básicas en la materia. En tal sentido, no
cabe duda de que la cláusula penal tiene por finalidad asegurar el cumplimiento de la palabra
dada, dado que agrega un estímulo para que el deudor cumpla la prestación principal y eluda
así la pena -que puede ser harto gravosa tal como lo señala Llambías,. Código Civil., t. II-
A.pag. 426, comentario al art.652 )- como también fijar convencional y anticipadamente el
daño que puede sufrir el acreedor ante el incumplimiento de la obligación, eximiéndose así de
probar su existencia y cuantía (cfr. Belluscio., Código Civil., t. 3, pag. 201 y sgtes., comentario
al art. 652; Llambías, op. y loc. Cit.; Morello, El boleto de compraventa inmobiliaria, 2da. Ed.
1975, pag. 691 y sgtes. Y jurisprudencia y doctrina allí citadas).
Finalmente y como antes señalé, el magistrado no sólo redujo del 18% al 6% mensual la multa
contractual, sino que además limitó su curso disponiendo que recién regiría desde la
notificación del traslado de la demanda -septiembre de 2008- en lugar de fijarla desde la mora
-mayo del año anterior-.
VII. Entiendo que no existe en el caso elemento alguno que demuestre que la actora ha
dilatado este pleito con el objeto de hacerse de un valioso campo y ser acreedor de una
importante cláusula penal.
Ciertamente la mejor manera de no haber generado el crédito que reclama la actora hubiera
sido cumplir en tiempo propio con las obligaciones contractualmente asumidas. Pero ello no
ocurrió. Como quedó acreditado en autos, sin razón valedera alguna, la vendedora omitió
cumplir con su obligación; pretendió justificar tal proceder -en autos recién compareció una
vez notificada de la sentencia desfavorable- con argumentaciones basadas en hechos que no
probó y que fueron puntual y pormenorizadamente desestimadas por la sentencia penal firme.
La cita del precedente de Fallos 270:446 no guarda relación alguna con el supuesto de
autos.En primer lugar, porque en ese caso se trataba -tal como resulta de la lectura íntegra de
su considerando 12º, del incremento para responder a la desvalorización monetaria, supuesto
que no guarda ninguna analogía con el presente. Y por lo demás -tal como surge del
considerando 7º de ese pronunciamiento se estaba ante un supuesto de resolución del
contrato sin culpa de las partes, lo que no ocurre en el caso.
En el caso, la reseña que el propio apelante formula a fs.569 demuestra que no ha habido una
situación que autorice la aplicación de los principios que nutren la doctrina recién aludida.
Esa reseña es por lo demás particularmente sesgada. Así, el apelante omite indicar la
frustrada mediación, señala como demora el transcurso de menos de un años entre la firma
del boleto y la iniciación del reclamo; califica de "curiosa" la declaración de rebeldía que sólo
tiene por causa su incontestación de la demanda y la aplicación de las normas legales
consecuentes; habla de "batalla judicial en solitario" cuando nada le impedía presentarse a
juicio y ejercer sus derechos; omite mencionar las demoras ocasionadas en sus
improcedentes planteos de nulidad, apelación contra la sentencia que la rechazó, revocatoria
desestimada a fs. 578 fundada en contra del texto expreso de la disposición procesal aplicable;
finalmente, la iniciación de una causa penal que más allá de insumir tiempo y esfuerzo de los
socios de la parte contraria, los demás querellados, los tribunales, y de quienes debieron
declarar como testigos, sólo demostró su férrea voluntad de no cumplir con las obligaciones
que contractualmente asumió, aun a riesgo de tener que abonar una cada vez mayor cláusula
penal.
Por estas consideraciones y las propias de la sentencia recurrida, voto para que se la confirme
con costas de esta instancia al apelante vencido (art. 68 primera parte del Cód. Proc.).
Por razones análogas, los Dres. UBIEDO y MOLTENI adhieren al voto que antecede.
SECRETARIA
Por lo que resulta de la votación sobre la que instruye el acuerdo que antecede, el Tribunal
resuelve: confirmar la sentencia apelada, con costas de la alzada al apelante vencido. Los
honorarios serán regulados una vez que se fijen los de la anterior instancia.
Regístrese y notifíquese.
PATRICIA E. CASTRO
HUGO MOLTENI
CARMEN N. UBIEDO