Universidad Autonoma Del Estado de Morelos
Universidad Autonoma Del Estado de Morelos
Universidad Autonoma Del Estado de Morelos
TESINA
3G
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(CUERNAVACA.MOR, 6° SEMESTRE)1
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#### Introducción
- Objetivos de la investigación
- Preguntas de investigación
1.4 Relación entre educación financiera y toma de decisiones económicas de los jóvenes
3.3 Comparativa entre jóvenes con educación financiera y sin educación financiera
#### Conclusiones
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#### Referencias Bibliográficas
#### Anexos
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Impacto de la educación financiera en la toma de decisiones económicas de los jóvenes
Introducción
El contexto actual, marcado por cambios en el mercado laboral y el acceso a diversas formas de
crédito, resalta la necesidad de que los jóvenes adquieran habilidades para gestionar sus recursos
de manera efectiva. Esto no solo impacta su bienestar individual, sino también el desarrollo
económico y social de la sociedad en general.
- Objetivos de la investigación
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exploraremos por qué es crucial educar a los niños sobre el dinero y cómo podemos
hacerlo de manera efectiva.
Cimentar bases sólidas: Introducir conceptos financieros básicos desde una edad
temprana sienta las bases para un entendimiento saludable del dinero. Enséñales la
diferencia entre necesidades y deseos, cómo ahorrar y la importancia de establecer metas
financieras. Esto les ayudará a desarrollar una mentalidad de ahorro y a gestionar sus
finanzas de manera responsable en el futuro.
Aprender a ganar y gastar: Enseñar a los niños sobre el valor del trabajo y cómo obtener
ingresos puede ser una experiencia invaluable. Así aprenderán a apreciar el esfuerzo que
requiere ganar dinero y a ser conscientes de cómo lo gastan. Fomenta su participación en
actividades como vender limonada o hacer pequeños trabajos en casa para que
experimenten el proceso de ganar dinero y tomar decisiones financieras.
El poder del ahorro: Enseñar a los niños a ahorrar desde temprana edad les ayuda a
desarrollar habilidades financieras sólidas y a comprender la importancia de guardar dinero
para el futuro. Anímalo a tener una alcancía o una cuenta de ahorros para que pueda ver
cómo su dinero crece con el tiempo. Celebra sus logros cuando alcancen sus metas de ahorro,
fomentando así una mentalidad positiva hacia el ahorro.
Enseñar la diferencia entre necesidades y deseos: Ayuda a los niños a distinguir entre
necesidades y deseos. Explícales que las necesidades son cosas básicas como alimentos, ropa y
vivienda, mientras que los deseos son cosas que pueden querer, pero no son esenciales. Esto
les ayudará a tomar decisiones financieras más conscientes y evitar el gasto impulsivo.
Modelar buenos hábitos financieros: Los niños aprenden principalmente a través del ejemplo.
Asegúrate de modelar buenos hábitos financieros en tu propia vida. Habla con ellos sobre tus
decisiones de ahorro, presupuesto y cómo manejas tus gastos. Esto les dará un modelo a seguir
y les mostrará la importancia de tomar decisiones financieras informadas.
La educación financiera desde una edad temprana es esencial para el éxito financiero a largo
plazo de nuestros hijos. Al enseñarles sobre el dinero, estamos equipándolos con habilidades
que les servirán toda la vida. No subestimes el impacto positivo que puede tener en su futuro
financiero.E
Explorar las percepciones y actitudes de los jóvenes hacia la educación financiera y su impacto en
sus decisiones económicas.
- Preguntas de investigación
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1. ¿Cómo influye la educación financiera en las decisiones de ahorro y presupuesto de los jóvenes?
La educación financiera permite que las personas adquieran conocimientos y habilidades básicas
para administrar mejor sus recursos, incrementen y protejan su patrimonio con la ayuda del uso
adecuado y responsable de los productos y servicios financieros. Es por ello que Condusef ha
dedicado buena parte de sus esfuerzos a la promoción de una mayor cultura financiera.
Desde 2008 la Condusef organiza la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF), iniciativa
que tiene como fin concientizar a la población en general sobre la importancia que ésta tiene para
mejorar su bienestar. Se han llevado a cabo cuatro ediciones de la SNEF, en las que se realizaron
un total de 5,824 actividades en todos los estados del país y se beneficiaron a 1.4 millones de
personas, gracias a la participación de poco más de 300 instituciones de diferentes sectores de la
sociedad.
Como la educación financiera debe comenzar desde la niñez, con el fin de que los profesores
cuenten con una herramienta que les permita transmitir conceptos económicos y financieros
básicos a los niños y adolescentes, Condusef creó las Guías de Educación Financiera para Primaria
y Secundaria, de las cuales se distribuyeron cerca de 3 millones de ejemplares en las poco más 132
mil escuelas de educación básica, con el apoyo de la SEP. Pero no solo es importante la educación
formal, también el crear hábitos y valores desde el hogar, por eso en 2011 desarrolló la Guía
Familiar de Educación Financiera, herramienta que permitirá a los padres de familia y cualquiera
de sus integrantes, entender conceptos clave para una mejor toma de decisiones sobre sus
recursos. Tan solo durante enero y febrero de este año, la guía familiar ha tenido 550 mil
descargas a través de la página electrónica de la comisión.
La mayor complejidad para entender los productos y servicios financieros ha hecho prioritario
desarrollar información amigable y sencilla que permita a las personas un mejor entendimiento y
una mayor comparación entre instituciones. En los últimos cinco años ha distribuido 16 millones
de materiales educativos e informativos y mejorado significativamente su revista Proteja su
dinero. El boletín Consejos para tu bolsillo es difundido semanalmente por correo electrónico a
más de 300 mil usuarios. Incluye consejos prácticos para administrar correctamente el dinero y
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sacar el mayor provecho posible del uso de productos y servicios financieros. Ofrece contenidos
relacionados con presupuesto, ahorro, crédito, inversión, afores y seguros.
Llevar la educación financiera a diferentes puntos del país ha sido de especial interés para la
Condusef, por eso desde noviembre de 2009 puso en marcha la Exhibición itinerante Finanzas y
Bienestar: el ciclo de la vida; pequeño museo que muestra a chicos y grandes, a través de juegos
interactivos, la forma en que las decisiones financieras están presentes en todas las etapas de
nuestra vida. La exhibición ha recorrido cinco ciudades: León, D.F., Cuernavaca, Toluca y Xalapa, y
ha sido visitada por 38 mil personas.
2. ¿De qué manera la educación financiera afecta la capacidad de los jóvenes para tomar
decisiones informadas sobre endeudamiento y crédito? La educación financiera desempeña un
papel crucial en la capacidad de los jóvenes para tomar decisiones informadas sobre
endeudamiento y crédito. Al tener conocimientos sólidos sobre conceptos como presupuesto,
ahorro, inversión, interés compuesto y gestión de deudas, los jóvenes pueden evaluar con mayor
claridad las implicaciones de tomar préstamos, utilizar tarjetas de crédito y endeudarse.
Una educación financiera adecuada puede ayudar a los jóvenes a comprender los costos asociados
con el crédito, los riesgos del endeudamiento excesivo y las estrategias para mantener una salud
financiera sólida. Además, les permite desarrollar habilidades para comparar ofertas crediticias,
entender los términos y condiciones de los contratos financieros y tomar decisiones que se alineen
con sus metas financieras a largo plazo.
En resumen, la educación financiera proporciona a los jóvenes las herramientas necesarias para
gestionar responsablemente su crédito y endeudamiento, evitando situaciones financieras
desfavorables y promoviendo una toma de decisiones informada y consciente.
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2. Diversificación: Con una mejor comprensión de la diversificación de inversiones, los jóvenes
tienden a ser más propensos a distribuir sus recursos en diferentes clases de activos,
reduciendo así el riesgo general de su cartera.
4. Gestión del riesgo y retorno: Los jóvenes educados financieramente están mejor equipados
para evaluar el equilibrio entre riesgo y retorno al realizar inversiones, lo que les permite tomar
decisiones más fundamentadas y alineadas con sus objetivos financieros.
Los jóvenes que han recibido educación financiera suelen percibir la importancia y utilidad de
estos conocimientos en sus decisiones económicas diarias de varias maneras:
3. Preparación para el futuro: La educación financiera les proporciona a los jóvenes las
herramientas necesarias para planificar a largo plazo, establecer metas financieras realistas y
tomar decisiones que beneficien su bienestar económico a lo largo del tiempo.
4. Reducción del estrés financiero: Al comprender mejor los conceptos financieros y tener
habilidades para tomar decisiones informadas, los jóvenes tienden a experimentar menos estrés
relacionado con su situación económica, lo que les permite disfrutar de una mayor estabilidad
financiera.
En general, los jóvenes perciben la educación financiera como una herramienta valiosa que les
ayuda a navegar mejor por las complejidades del mundo económico actual y les proporciona las
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bases necesarias para tomar decisiones económicas diarias más acertadas y alineadas con sus
metas financieras a corto y largo plazo.
5. ¿Cuáles son los factores que pueden potenciar o limitar el impacto de la educación financiera en
las decisiones económicas de los jóvenes? Varios factores pueden potenciar o limitar el impacto de
la educación financiera en las decisiones económicas de los jóvenes. Algunos de estos factores
incluyen:
1. Apoyo familiar: Un entorno familiar que fomente la educación financiera y brinde modelos a
seguir en la gestión responsable del dinero puede potenciar el impacto de la educación financiera
en los jóvenes.
3. Influencias externas: Factores externos como presiones sociales, publicidad engañosa o falta de
regulación en productos financieros pueden contrarrestar los efectos positivos de la educación
financiera al exponer a los jóvenes a mensajes contradictorios o prácticas financieras riesgosas.
En conclusión, tanto factores internos como externos pueden influir en el impacto de la educación
financiera en las decisiones económicas de los jóvenes. Por lo tanto, es importante considerar
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estos factores al diseñar e implementar programas efectivos de educación financiera. Por otro
lado puede influir los pensamientos de los padres, algunos se cierran y se van por lo seguro(tener
una carrera y un empleo fijo) los limitan a equivocarse con un emprendimiento, prefieren que
trabajen en empresas por 50 años, a pensar en un buen negocio y entregarse a el por 2 años.
productos y servicios financieros para mejorar su calidad de vida bajo condiciones de certeza.
1. Toma de decisiones informadas: La educación financiera capacita a las personas para tomar
decisiones informadas sobre ahorro, inversión, préstamos, planificación de jubilación, seguros y
otros aspectos fundamentales de sus finanzas personales.
2. Prevención del endeudamiento excesivo: Con conocimientos financieros sólidos, las personas
pueden evitar caer en situaciones de endeudamiento excesivo o manejar de manera más efectiva
sus obligaciones financieras.
4. Reducción del estrés financiero: Al comprender cómo funcionan los productos financieros, los
impuestos, el crédito y otros aspectos del sistema financiero, las personas pueden reducir el estrés
asociado con sus finanzas y mejorar su bienestar general.
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5. Contribución al desarrollo económico: Una población bien educada financieramente contribuye
al desarrollo económico sostenible al fomentar la estabilidad financiera y el crecimiento
responsable.
En resumen, la educación financiera es crucial en la actualidad para capacitar a las personas para
enfrentar los desafíos financieros complejos, tomar decisiones informadas y construir bases
sólidas para su bienestar económico a corto y largo plazo.
1. Teoría de la elección racional: Esta teoría se basa en la premisa de que los individuos toman
decisiones racionales al maximizar su utilidad o beneficio, dadas las restricciones que
enfrentan. En este enfoque, se asume que las personas evalúan todas las opciones disponibles
y eligen aquella que les proporciona el mayor beneficio.
3. Teoría de la prospectiva: Esta teoría se centra en cómo las personas evalúan y toman
decisiones en situaciones de incertidumbre, teniendo en cuenta no solo los posibles
resultados, sino también las probabilidades asociadas a esos resultados. Se destaca la
importancia de la percepción del riesgo y la aversión a las pérdidas en la toma de decisiones
económicas.
Estas teorías, entre otras, ofrecen perspectivas diversas sobre cómo las personas toman
decisiones económicas, desde un enfoque puramente racional hasta consideraciones más
amplias que incluyen aspectos psicológicos, sociales y emocionales. La combinación de estos
enfoques puede proporcionar una comprensión más completa del comportamiento humano
en el ámbito económico.
1.4 Relación entre educación financiera y toma de decisiones económicas de los jóvenes
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autónomas, lo que les permite gestionar sus finanzas de manera más efectiva a medida que
ingresan al mundo adulto.
Investigar cómo la educación financiera influye en los jóvenes sería beneficioso por varias
razones:
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entre los jóvenes, ayudando a cerrar brechas en el acceso a este tipo de conocimientos y
habilidades.
4. Mejora de la enseñanza: La investigación podría ofrecer ideas sobre cómo mejorar los
métodos de enseñanza y los contenidos curriculares relacionados con la educación financiera,
asegurando que sean relevantes, efectivos y adaptados a las necesidades específicas de los
jóvenes.
El porcentaje de personas adultas que tienen cuenta y crédito creció de 2018 a 2021;
mientras que la posesión de seguros y cuenta Afore disminuyó.
Solo una de cada diez personas tiene o ha tenido los cuatro tipos de productos financieros,
es decir al menos una cuenta, un crédito, un seguro y cuenta Afore.
Una de cada cuatro personas adultas realiza pagos a través de medios electrónicos.
2.3 Instrumentos de recolección de datos
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2.4 Procedimiento de análisis de datos
Qué es PISA
Es un estudio internacional iniciado en 2000, dirigido por la OCDE, que evalúa cada tres años
competencias de los estudiantes de 15 años en las áreas de
• Cálculos de tipo financiero (tasa de interés, costos, porcentajes, presupuestos, entre otros).
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3.1 Análisis de datos sobre el nivel de educación financiera de los jóvenes
1. INTRODUCCIÓN
Siguiendo las recomendaciones de esta red, muchos sistemas educativos han desarrollado
diferentes iniciativas nacionales para promocionar la adquisición de conocimientos financieros por
parte de la población más joven, puesto que existen pruebas sólidas que demuestran que los
niveles de conocimientos financieros de los jóvenes son sistemáticamente inferiores a los de otros
grupos demográficos (Fabris y Lubric, 2016; De Beckker, Witte y Van Campenhout, 2019). Ese
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colectivo cobra, además, especial relevancia por la ventaja que supone formar a una generación
entera antes de que lleguen a la etapa adulta en la que se tendrán que enfrentar a una amplia
gama de productos y servicios financieros cada vez más compleja (OECD, 2014).
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En los países más desarrollados, estos planes nacionales ya cuentan con una cierta estabilidad, al
haber superado varias fases desde su implantación, y suelen estar coordinados por instituciones
públicas, aunque habitualmente cuentan con el apoyo de organizaciones del sector privado que
proporcionan materiales de enseñanza a las escuelas para facilitar la adquisición de conocimientos
en este ámbito (OECD, 2016). En las economías menos desarrolladas, por el contrario, es frecuente
encontrar iniciativas promovidas por organizaciones no gubernamentales o privadas con objetivos
similares, aunque sin una estrategia nacional de formación (Messy y Monticone, 2012; García et
al., 2013).
La forma en la que los países abordan el objetivo de preparar a sus estudiantes para un mundo
financiero cada vez más complejo difiere notablemente entre naciones. Estas estrategias van
desde las que se basan en un marco bien desarrollado, hasta aquellas en las que se proponen
programas piloto básicos que se aplican exclusivamente en determinados centros escolares3. En
líneas generales, los que cuentan con un plan nacional en una fase más avanzada de implantación
han optado mayoritariamente por incorporar los conocimientos financieros en el currículo escolar,
tanto en primaria como en secundaria, siendo la opción más común el enfoque transversal (es
decir, la vinculación de temas específicamente relacionados con cuestiones financieras con el
contenido de otras asignaturas ya existentes, como matemáticas o ciencias sociales) para evitar la
sobrecarga del plan de estudios. Mientras, otros sistemas educativos han preferido orientar sus
esfuerzos a reforzar la comprensión conceptual de los estudiantes en áreas clave como las
matemáticas, con el fin de que los estudiantes sean capaces de aplicar lo aprendido a diferentes
contextos, entre ellos, el financiero. En la mayoría de los casos, las escuelas adoptan un enfoque
flexible para la integración de la educación financiera en el plan de estudios, y los profesores
también pueden decidir si incluyen o no aspectos de la educación financiera dentro de sus
asignaturas. Por lo tanto, existen muchas diferencias entre los territorios, y también entre las
escuelas de un mismo territorio (Atkinson y Messy, 2013).
Por su parte, España cuenta con una estrategia coordinada a nivel nacional desde que en el año
2008 el Banco de España (BdE) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asumieron
la responsabilidad de impulsar el primer proyecto de educación financiera con vocación
generalista, al que se sumaron después otros organismos de la Administración General del Estado,
como la Secretaría General de Tesoro y Política Financiera y la Dirección General de Seguros y
Fondos de Pensiones. Para cumplir y poner en marcha este compromiso, ambas instituciones
firmaron un convenio de colaboración y publicaron el documento estratégico del proyecto,
denominado Plan de Educación Financiera, creando asimismo la iniciativa “Finanzas para todos”.
Tras un período de cinco años (2008-2012) en el que se definieron las bases del proyecto y se
fijaron las principales políticas y líneas de actuación, se renovó el compromiso para un segundo
período (2013-2017), en el que se estableció como prioridad fomentar la educación financiera en
los centros de enseñanza, dentro del ámbito de la política educativa4.
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Hasta hace bien poco, en España no existía ninguna asignatura específica sobre cuestiones
económicas o financieras ni en educación primaria ni en secundaria obligatoria (ESO)5, aunque
algunas comunidades autónomas sí habían desarrollado iniciativas para incorporar conceptos
financieros básicos a la asignatura de Matemáticas (Domínguez y López del Paso, 2011). Durante el
curso académico 2010-2011 se puso en marcha el primer Programa Piloto de Educación Financiera
dirigido a estudiantes de entre 14 y 18 años, que posteriormente se ha impartido en más de 500
centros educativos de todas las comunidades autónomas desde 2010 a 2020. Dicho programa se
llevó a cabo en colaboración con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y consistió en la
integración de forma transversal de contenidos relacionados con aspectos financieros en las
asignaturas de Ciencias Sociales, Matemáticas y Educación para la Ciudadanía. Estos contenidos
incluían cuestiones asociadas al ahorro y la planificación financiera, el dinero en efectivo, las
cuentas bancarias, las tarjetas, la protección de los datos personales y las relaciones bancarias. Los
docentes de los centros participantes contaban con material didáctico y formativo para facilitar su
labor, incluyendo guías de contenidos, hojas de actividades para los alumnos y otros recursos
didácticos disponibles en los portales “Finanzas para todos” (www.finanzasparatodos.es) y
Gepeese (www.gepeese.es), iniciativa del Ministerio de Educación en colaboración con el BdE y la
CNMV.
3. LITERATURA PREVIA
Hasta principios del presente siglo, la mayoría de la evidencia empírica disponible sobre la
efectividad de estas iniciativas dirigidas a los más jóvenes se refería a programas introducidos en
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Estados Unidos, país cuyas primeras experiencias con la educación financiera escolar datan de los
años 50 del pasado siglo y donde el currículo escolar en la mayoría de los Estados incorpora la
educación financiera como una materia específica (Bernheim, Garrett y Maki, 2001). En las dos
últimas décadas, la formación sobre cuestiones financieras se ha convertido en una práctica
común en las escuelas de todo el mundo. Así, resulta posible encontrar evaluaciones sobre la
efectividad de estos programas en multitud de países, entre los que se incluyen tanto
desarrollados como en vías de desarrollo. Entre los primeros, algunos ejemplos representativos
son los trabajos de Bechetti, Caiazza y Coviello (2013) y Romagnoli y Trifilidis (2013), en los que se
analizan distintos programas experimentales implementados en Italia; los de Lührmann, Serra-
Garcia y Winter (2015), examinando un curso específico impartido en Alemania; o también los de
Iterbeke et al. (2020) y Maldonado, De Witte y Declercq (2021), que evalúan diferentes iniciativas
de formación financiera puestas en marcha en Bélgica. Entre los segundos, en la literatura pueden
encontrarse ejemplos de evaluaciones realizadas en diferentes países sudamericanos, como Brasil
(Bruhn et al., 2016) o Perú (Frisancho, 2020), y también africanos, como en el caso de Uganda
(Jamison, Karlan y Zinman, 2014) o Ghana (Berry, Karlan y Pradhan, 2018).
La síntesis de los resultados obtenidos en todas estas evaluaciones es una tarea compleja, dada la
gran heterogeneidad en los resultados obtenidos, así como en las condiciones en las que se
imparten los diferentes programas. Sin embargo, las conclusiones de algunas revisiones de la
literatura recientes coinciden en señalar que, de acuerdo con la mayoría de las investigaciones, las
intervenciones educativas tienen un impacto positivo tanto en los conocimientos financieros de
los estudiantes (Batty, Collins y Odders-White, 2015; Amagir et al., 2018) como en la toma de
decisiones sobre cuestiones financieras (Brown et al., 2016). Aun así, debe matizarse que la
relevancia de este efecto varía en función del tipo de curso impartido y de las características de los
alumnos que asisten a él (Walstad, 2013; Förster, Happ y Walstad, 2019). También cabe señalar
que algunos autores se muestran bastante escépticos acerca de la efectividad real de estos
programas (Cole, Paulson y Shastry, 2016).
En todo caso, los resultados de los estudios empíricos sobre la influencia de los programas de
educación financiera deben interpretarse con cierta cautela, puesto que gran parte de ellos
utilizan un enfoque tradicional basado en el uso de regresiones simples que no permite corregir
posibles sesgos provocados por la omisión de algunas variables relevantes (así, los alumnos con
más capacidades o con mayor interés por los asuntos financieros pueden ser más proclives a
participar en programas de formación financiera), por lo que los hallazgos deberían interpretarse
como asociaciones o correlaciones estadísticamente significativas. Para poder identificar una
relación de causalidad que vincule la participación en este tipo de programas con una mejora de
los conocimientos financieros de los estudiantes es necesario utilizar grupos de control aleatorios
o diseños cuasiexperimentales, en los que resulte posible disponer de información sobre las
características de los individuos que han participado en el programa, pero también sobre los que
no lo han hecho.
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Los metaanálisis de la literatura realizados por Fernandes, Lynch y Netemeyer (2014) y Miller
(2015) hacen especial énfasis en distinguir entre estas dos tipologías de estudios, y ambos llegan a
la conclusión de que los estudios que aplican un método econométrico menos riguroso suelen
identificar relaciones positivas, mientras que los que utilizan diseños causales establecen que los
programas de educación financiera apenas contribuyen a mejorar los conocimientos financieros.
Sin embargo, en otros estudios más recientes basados también en un metaanálisis, pero
restringido únicamente a estudios con un diseño experimental o cuasiexperimental, Kaiser y
Menkhoff (2020) y Kaiser et al. (2021) llegan a la conclusión de que los programas de educación
financiera tienen un claro efecto positivo, siendo este mayor sobre los conocimientos que sobre
los comportamientos financieros, además de identificar que las intervenciones desarrolladas en las
escuelas de primaria resultan más efectivas que las que tienen lugar en niveles educativos
superiores.
La evidencia empírica disponible para el contexto español es todavía bastante reducida, puesto
que las iniciativas para incorporar la educación financiera a las aulas son relativamente recientes,
como se ha puesto de manifiesto en el punto anterior. La única evaluación realizada a través de un
experimento aleatorio es el trabajo de Bover, Hospido y Villanueva (2018), en el que se analiza la
efectividad de un curso de educación financiera de 10 horas de duración impartido en tercer curso
de la ESO en 78 escuelas participantes en el programa piloto “Finanzas para todos” puesto en
marcha en el curso 2012-2013. Los resultados obtenidos sugieren que la intervención contribuyó a
mejorar los conocimientos financieros de los alumnos, siendo especialmente efectiva para los que
tenían un peor rendimiento. Asimismo, en otro trabajo que aplica un enfoque cuasiexperimental
de diferencias en diferencias a la información disponible en la base de datos PISA 2012, Cordero y
Pedraja (2019) concluyen que la simple existencia de educación financiera en las escuelas no
parece tener un efecto significativo sobre los conocimientos financieros de los alumnos españoles,
pero cuando esta se imparte mediante un enfoque transversal sí que resulta efectiva.
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La evaluación de conocimientos de PISA se centra en tres competencias consideradas troncales
(matemáticas, lectura y ciencias) a las que posteriormente se han ido añadiendo otras opcionales,
como la competencia financiera8. Los estudiantes que realizan la prueba de referencia PISA son 35
por escuela, mientras que, para la evaluación específica de conocimientos financieros, se
seleccionaron inicialmente ocho alumnos al azar de entre los estudiantes matriculados en cada
escuela participante9. La prueba incluye dos conjuntos de preguntas de educación financiera (40
preguntas en total, con cinco niveles de dificultad diferentes) que cada estudiante debe completar
en 60 minutos. Las preguntas cubren diferentes aspectos de conocimiento (por ejemplo,
identificación de métodos de pago, cálculo de cambio exacto, obtención de una mejor relación
calidad-precio según necesidades y situación o las razones para pagar o cobrar intereses). Esto
permite cubrir tres dimensiones distintas: contenido, proceso y contexto. Las categorías de
contenido se refieren a las áreas de conocimiento y comprensión necesarias para realizar tareas
financieras específicas. Estas incluyen el dinero y el comercio, la planificación y gestión financiera,
el riesgo y la recompensa, y el entorno financiero. Las respuestas se proporcionan en diferentes
formatos (abiertas, estructuradas y de opción múltiple) y a menudo se les pide a los estudiantes
que realicen cálculos matemáticos simples para responder a la pregunta planteada. En general, las
preguntas y respuestas son breves y directas, y solo requieren habilidades básicas de comprensión
lectora. Además, la prueba incluye un conjunto de preguntas de matemáticas y un conjunto de
preguntas de comprensión lectora similares a las pruebas de PISA básicas. Por lo tanto, se dispone
de medidas de conocimientos en tres áreas diferentes (conocimientos financieros, matemáticas y
habilidades de lectura).
Aparte de la propia evaluación de competencias, el gran valor añadido de PISA es que incluye una
enorme panoplia de variables sobre las características del alumnado, así como sobre las
experiencias y las actitudes ante el aprendizaje, extraídas de los cuestionarios rellenados por los
propios estudiantes. Asimismo, ofrece datos sobre el contexto escolar y sobre las políticas
educativas llevadas a cabo en las escuelas, proporcionados por la dirección del centro. En
concreto, el cuestionario rellenado por el/la director/a en la evaluación realizada en 2012
incorporaba preguntas específicas sobre cómo se implementaba la enseñanza de la educación
financiera en el centro, posibilitando así el análisis de esta cuestión. Lamentablemente, estas
preguntas no se incluyeron en evaluaciones posteriores, motivo por el cual en el presente trabajo
nos centramos en presentar los resultados de un análisis realizado a partir de los datos de PISA
2012.
En concreto, los cuestionarios rellenados por los directores en 2012 contenían una pregunta
específica sobre si se impartía educación financiera a los jóvenes de 15 años. A partir de esta
información se puede construir nuestra principal variable de interés en el análisis empírico que
presentaremos a continuación (si la educación financiera está disponible en el centro educativo
como opción del currículo a elegir por los estudiantes). Asimismo, la dirección del centro también
informaba acerca de cómo se organizan los cursos de educación financiera, si estos eran
obligatorios para los estudiantes, y si se impartían como asignaturas académicas de forma
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independiente o bien con un enfoque transversal, es decir, como parte de otras asignaturas.
Finalmente, también facilitaban información sobre quién impartía estas asignaturas, indicando si
lo hacían los propios docentes del centro o personal de otras organizaciones (privadas, públicas u
ONG).
Cuando se introduce la educación financiera en el plan de estudios, la opción más común es la del
enfoque transversal, mientras que es menos frecuente encontrar países en los que la educación
financiera se imparta como una materia separada (tal es el caso de Nueva Zelanda). Hay que tener
en cuenta que la educación financiera puede incluirse en diferentes niveles del sistema educativo.
En algunos países los conceptos de educación financiera se imparten en educación primaria
(Letonia, República Checa, Shanghai-China, Estonia o Australia), mientras que en otros países se
hace en educación secundaria obligatoria (Bélgica, Eslovaquia, Israel, Italia o Polonia).
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Si nos centramos en las estrategias de impartición de la educación financiera en la enseñanza
secundaria (que es el objeto de nuestro análisis aplicado) y utilizando la información disponible en
PISA 2012 (resumida como valores medios de los países en los gráficos 3 y 4), podemos identificar
una serie de países en los que se adopta mayoritariamente el enfoque transversal (por ejemplo,
República Eslovaca, República Checa o Estonia), mientras que en otros países se opta por impartir
la formación financiera de forma separada, como asignatura con entidad propia (por ejemplo, en
Estados Unidos o Nueva Zelanda). También es práctica común combinar ambas estrategias (por
ejemplo, Shanghai-China, Colombia o la Federación Rusa).
En este apartado se ofrecen algunos resultados obtenidos del análisis empírico realizado para
comprobar cómo influye la forma de enseñanza de la educación financiera en los conocimientos
financieros demostrados por los estudiantes de diferentes países y economías participantes en
PISA 2012.
Antes de profundizar en esta cuestión, el gráfico 5 proporciona una visión general de los
resultados medios obtenidos por los países en la evaluación de conocimientos financieros en las
tres oleadas en las que se han evaluado (2012, 2015 y 2018). Entre las principales conclusiones
que se derivan de la información mostrada, destaca el elevado grado de dispersión de los
resultados entre los países participantes, oscilando desde los 603 puntos registrados por Shanghai-
China –situado a la cabeza en 2012 y también en 2015, aunque con una puntuación inferior (571)–
a los 379 puntos de Colombia en 2012, los 393 de Brasil en 2015 o los 388 de Indonesia en 2018.
También se observa que solo un número reducido de países se sitúa por encima de la media
(alrededor de los 500 puntos para los tres años considerados), entre los que no se encuentra
España, que presenta valores inferiores a los valores medios del resto de países OCDE (492 en
2018, 469 en 2015 y 484 en 2012). Por último, cabe señalar que la mayoría de los países muestra
unos resultados mejores en 2018 que en años anteriores (valores en gris claro para 2018 por
encima del resto), entre los que se incluye España.
Enfocando ahora la atención en las formas de impartir la educación financiera en los centros
escolares y en el efecto de estos formatos en la adquisición de conocimientos financieros de los
jóvenes, a continuación se exponen los resultados obtenidos en análisis realizados con regresiones
multinivel, en los que, además de esta información, se incluye una amplia batería de variables de
control a nivel de estudiante (individuales y de origen socioeconómico) y del centro educativo
como variables explicativas, basándonos en la literatura previa sobre los determinantes del
rendimiento escolar. A ellas se añaden nuestras principales variables de interés, entre ellas, la
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disponibilidad de educación financiera en el centro y la forma en la que se imparte, variables que
se van incluyendo en las diferentes modelizaciones (modelo 1, modelo 2, modelo 3, modelo 4).
Estas estimaciones se han obtenido incorporando información sobre los estudiantes de todos los
países participantes en la oleada de 2012.
Los resultados del cuadro 2 sugieren que la disponibilidad de educación financiera en el centro
está positiva y significativamente relacionada con el rendimiento de los estudiantes en las pruebas
de conocimientos financieros, pero no el hecho de que se imparta de manera obligatoria. No
obstante, debemos subrayar que la provisión de formación sobre temas financieros en la escuela
no puede considerarse un factor diferencial para predecir los resultados de la alfabetización
financiera, puesto que la magnitud de la influencia de esta variable es muy modesta si se compara
con otros factores del entorno familiar o de la escuela, en particular, la composición
socioeconómica (Lusardi y López, 2016). De hecho, estas variables parecen tener una mayor
influencia a la hora de explicar las divergencias en los resultados de los alumnos que la propia
impartición de contenidos sobre cuestiones financieras. Una posible explicación del hecho de que
la educación financiera impartida como parte del plan de estudios no arroje en la mayoría de los
países resultados indicativos de un mayor impacto podría residir en el tiempo que transcurre hasta
que los alumnos llegan a aplicar los conceptos en la práctica, lo que provoca que los
conocimientos adquiridos se diluyan (McDermott, 2014).
Aunque pueda parecer preocupante, este resultado no es sorprendente si se tiene en cuenta que
la mayoría de los países que introdujeron la educación financiera en los años previos a la primera
evaluación PISA (2012) no exigieron ni promovieron la formación del profesorado en este campo.
Desde entonces, la orientación a los profesores sobre cómo desarrollar e implementar programas
de educación financiera se ha convertido en una cuestión clave con vistas a mejorar la eficacia de
la educación financiera bajo la premisa de que este tipo de acciones deberían influir de forma
decisiva en el rendimiento de los alumnos (Totenhagen et al., 2015). De hecho, algunos estudios
previos han identificado iniciativas exitosas de formación financiera para profesores en diferentes
países (por ejemplo, Swinton et al., 2007; Koh, 2016; O’Neill y Hensley, 2016).
27
7. CONCLUSIONES E IMPLICACIONES DE POLÍTICA EDUCATIVA
Especial consideración hay que tener con los estudiantes de bajo rendimiento, ya que, por lo
general, tienen que desplegar esfuerzos superiores con el resto de materias. Además, la literatura
demuestra la relación entre un origen socioeconómico desfavorable con bajos rendimientos
académicos. Por lo tanto, reviste mucha importancia prestar una atención específica a estos
alumnos desde las fases tempranas de su educación, ya que mayores conocimientos financieros
supondrán mejores decisiones futuras con un efecto multiplicador en sus familias.
28
educación financiera en los hogares (OECD, 2020), ya que a edades tempranas es esencial que los
padres participen en la educación financiera como agentes de socialización de sus hijos (Jorgensen
et al., 2017). De esta manera no solo se tendría un efecto sobre los adultos, sino sobre la siguiente
generación. Finalmente, y dada la relación de la educación financiera con otras materias, como las
Matemáticas, tendría un mayor impacto reforzar esta asignatura (incluyendo aspectos de
educación financiera de forma transversal) que introducir la formación financiera como una
asignatura separada (Mancebón et al., 2019; Salas-Velasco, Moreno-Herrero y Sánchez-Campillo,
2021).
En definitiva, la educación financiera debería encontrar un hueco en los currículos de los sistemas
educativos en todos los países, con las estrategias más adecuadas y factibles en cada sistema, ya
que mayores niveles de exposición sobre cuestiones financieras están relacionados con la
adquisición de mayores conocimientos financieros, en el marco de las nuevas competencias que se
van introduciendo en los sistemas educativos (pensamiento crítico, trabajo en equipo, aprendizaje
basado en proyectos, etc.).
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NOTAS
1 Esta red, creada en el año 2008, aglutina en la actualidad a más de 250 instituciones públicas
pertenecientes a 110 países, que se reúnen periódicamente para compartir información e
identificar buenas prácticas relacionadas con la educación financiera.
35
3 Véase Cordero y Pedraja (2018) para un análisis detallado de esta cuestión.
7 Siete de estos 20 países han participado en las tres evaluaciones de la competencia financiera en
PISA (2012, 2015 y 2018): Australia, España, Estados Unidos, Italia, Polonia, Federación Rusa y
Eslovaquia. Estonia y Letonia participaron en 2012 y 2018, mientras que Brasil, Canadá, Chile,
Lituania y Perú participaron en las oleadas de 2015 y 2018.
1. Toma de decisiones informadas: Los jóvenes que reciben educación financiera suelen estar
mejor equipados para tomar decisiones informadas sobre el manejo de su dinero, la planificación
de gastos, el ahorro y la inversión.
36
3. Mayor propensión al ahorro e inversión: Los jóvenes educados financieramente tienden a
mostrar una mayor propensión al ahorro y la inversión a largo plazo, lo que puede tener un
impacto positivo en su bienestar financiero a lo largo del tiempo.
4. Mejor gestión del presupuesto: La educación financiera proporciona a los jóvenes las
herramientas necesarias para elaborar y gestionar un presupuesto de manera efectiva, lo que
puede llevar a una mayor estabilidad financiera y una menor probabilidad de caer en situaciones
de endeudamiento problemático.
En resumen, la educación financiera puede empoderar a los jóvenes para tomar decisiones
económicas más sólidas, reducir la incertidumbre financiera y sentar las bases para una vida
económica más saludable en el futuro.
3.3 Comparativa entre jóvenes con educación financiera y sin educación financiera
Los jóvenes que han recibido educación financiera tienden a mostrar diferencias significativas en
comparación con aquellos que no la han recibido en varios aspectos:
1. Toma de decisiones informadas: Los jóvenes con educación financiera tienden a tomar
decisiones financieras más informadas y conscientes, basadas en un entendimiento más sólido de
conceptos como presupuesto, ahorro e inversión.
2. Manejo del endeudamiento: Aquellos con educación financiera tienden a ser más cautelosos en
el manejo del endeudamiento, comprendiendo los riesgos asociados y evitando el endeudamiento
excesivo o irresponsable.
3. Hábitos de ahorro e inversión: Los jóvenes educados financieramente suelen mostrar una mayor
propensión al ahorro y la inversión, lo que les permite construir bases financieras más sólidas a
largo plazo.
4. Gestión del presupuesto: Quienes han recibido educación financiera tienden a ser más capaces
en la gestión de un presupuesto, evitando gastos innecesarios y manteniendo un mayor control
sobre sus finanzas personales.
37
En general, la educación financiera parece influir positivamente en las decisiones económicas de
los jóvenes, brindándoles las herramientas necesarias para enfrentar desafíos financieros de
manera más efectiva y construir un futuro económico más estable.
Los jóvenes que no reciben educación financiera pueden enfrentar desafíos financieros
significativos, ya que carecen de las herramientas y conocimientos necesarios para tomar
decisiones económicas informadas. Algunas de las posibles consecuencias incluyen:
2. Falta de planificación financiera: La ausencia de educación financiera puede llevar a una falta de
planificación financiera, lo que resulta en dificultades para establecer metas financieras realistas y
gestionar el dinero de manera efectiva.
3. Menor propensión al ahorro e inversión: Los jóvenes sin educación financiera pueden tener
menos probabilidad de desarrollar hábitos sólidos de ahorro e inversión, lo que limita su
capacidad para construir riqueza y seguridad financiera a largo plazo.
En resumen, la ausencia de educación financiera puede dejar a los jóvenes en una posición
vulnerable en términos de sus decisiones económicas, lo que resalta la importancia de brindar
acceso equitativo a la educación financiera para todos los jóvenes.
38
2. Reducción de comportamientos de riesgo: Los jóvenes educados financieramente tienden a
mostrar una menor propensión a comportamientos financieros riesgosos, lo que puede proteger
su bienestar financiero a largo plazo.
En general, la interpretación sugiere que la educación financiera puede marcar una diferencia
significativa en la capacidad de los jóvenes para enfrentar desafíos financieros, tomar decisiones
informadas y construir un futuro económico más sólido.
3. Enfoque en grupos vulnerables: Las implicaciones sugieren que se debe prestar especial
atención a grupos vulnerables, como aquellos en situaciones socioeconómicas desfavorecidas,
para garantizar que tengan acceso equitativo a la educación financiera.
39
4.3 Limitaciones del estudio
Sesgo de respuesta:
Los participantes pueden proporcionar respuestas socialmente aceptables en lugar de revelar sus
verdaderos comportamientos financieros, lo que podría afectar la precisión de los resultados.
Contexto económico:
Las condiciones económicas cambiantes pueden influir en las decisiones financieras de los jóvenes
independientemente de su educación financiera, lo que dificulta aislar el impacto exclusivo de la
educación financiera.
Factores externos:
Otros factores externos, como influencias familiares, sociales y culturales, pueden afectar las
decisiones económicas de los jóvenes y dificultar la atribución exclusiva de cambios a la educación
financiera.
Autoreporte:
La investigación a menudo depende del autoreporte de los participantes, lo que puede estar
sujeto a sesgos de memoria y percepción, afectando la fiabilidad de los datos.
Establecer una relación causal directa entre la educación financiera y las decisiones económicas
puede ser desafiante debido a la presencia de múltiples variables y la falta de control total sobre
todas las influencias.
La calidad y el enfoque de los programas de educación financiera pueden variar, lo que podría
afectar la consistencia de los resultados y la generalización de los hallazgos.
40
Medir el impacto a largo plazo de la educación financiera puede ser difícil, ya que los efectos
pueden requerir tiempo para manifestarse y podrían estar sujetos a cambios en las circunstancias
individuales.
Tamaño de la muestra:
Considerar estas limitaciones durante la investigación permitirá una interpretación más precisa y
equilibrada de los resultados obtenidos.
Estudios Longitudinales:
Realizar investigaciones a largo plazo para capturar cambios en las decisiones económicas de los
jóvenes después de recibir educación financiera, proporcionando una visión más completa de los
efectos a lo largo del tiempo.
Diseñar estudios que incluyan medidas rigurosas para controlar factores externos, como
condiciones económicas, influencias familiares y sociales, para aislar más efectivamente el impacto
de la educación financiera.
Diversidad de Muestras:
Incluir muestras diversas en términos de género, origen étnico, nivel socioeconómico y ubicación
geográfica para obtener una comprensión más holística de cómo la educación financiera afecta a
diferentes grupos de jóvenes.
41
Combinar métodos cuantitativos y cualitativos para obtener una comprensión más profunda de los
impactos, permitiendo explorar las percepciones y experiencias personales de los jóvenes en
relación con la educación financiera.
Enfoque Holístico:
Analizar la educación financiera no solo como un evento aislado, sino como parte de un enfoque
educativo holístico que considera el entorno general de aprendizaje y desarrollo de los jóvenes.
Comparar los resultados con estudios similares a nivel internacional para comprender cómo los
enfoques de educación financiera pueden variar culturalmente y extraer mejores prácticas a nivel
global.
#### Conclusiones
42
- Resumen de los hallazgos
4. Existe una necesidad clara de colaboración entre el sector educativo, el sector privado y las
organizaciones gubernamentales para garantizar un acceso equitativo a la educación financiera.
43
- https://giancoabundiz.com/vida-diaria/la-importancia-de-la-educacion-financiera-desde-una-
edad-temprana/#:~:text=La%20educaci%C3%B3n%20financiera%20desde%20una%20edad
%20temprana%20es%20esencial%20para,tener%20en%20su%20futuro%20financiero.
https://www.condusef.gob.mx/?p=contenido&idc=1042&idcat=1#:~:text=La%20educaci%C3%B3n
%20financiera%20permite%20que,los%20productos%20y%20servicios%20financieros.
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/83054/Educaci_n_Financiera.pdf
https://www.gob.mx/cnbv/articulos/cnbv-y-el-inegi-presentan-los-resultados-de-la-encuesta-
nacional-de-inclusion-financiera-enif-2021?idiom=es#:~:text=De%202015%20a%202021%2C
%20la,menos%20un%20producto%20financiero%20formal.
uncas.es/articulos/los-conocimientos-financieros-de-los-jovenes-y-sus-fuentes-de-aprendizaje-en-
las-escuelas/
http://archivos.agenciaeducacion.cl/PISA_financiera_ppt.pdf
#### Anexos
El libro, no solo más famoso, sino más útil para tener una perspectiva completa sobre educación
financiera es “Padre rico, padre pobre”. Kiyosaki muestra la gran diferencia entre pasivos y activos
y cómo invertir en un negocio que retribuya lo suficiente para lograr la independencia financiera
que tanto se busca. La historia sobre su verdadero padre y el de su amigo, quien le aconseja sobre
dinero, muestra la forma en que debemos utilizar nuestro tiempo y esfuerzo para tener
rendimientos financieros.
Esta lectura es denominada por Warren Buffet, uno de los más grandes accionistas del mundo,
como la mejor escrita sobre inversiones. Aquí lograrás conocer cómo se invierte en la bolsa de
valores, ya que si planeas invertir en empresas como Amazon, Uber, Disney para aumentar tu
dinero, debes saber las reglas. Lo más importante es que aprendes sobre las fases del mercado,
calcular las acciones con relación entre precio y valor, además de invertir con la seguridad total de
que tendrás resultados positivos.
44
El código del dinero es un libro que más allá de comenzar a explicar cómo llegar a la libertad
financiera, muestra cómo es que la mayoría tiene problemas económicos. Además, escribe un
capítulo completo sobre los tres roles que alguien puede decidir tomar y obtener una ganancia
apegada a temporalidades o permanente. En esta lectura comprenderás por qué es importante
generar un sistema que por sí solo te de ganancias.
T. Harv relata los secretos de la gente rica y cómo cambiar tu mentalidad para lograr el éxito
financiero. Y aunque se trata adoptar la riqueza desde tu subconsciente, también conocerás
estrategias para tener un plan que realmente llegue a cambiar tus finanzas para bien. Las
enseñanzas de este libro te darán mucho para meditar y pensar tal como lo hace la gente que ve
las maneras en que el dinero llegue a su vida.
Napoleon Hill, entrevistó a las personas más ricas y poderosas de su época para poder escribir su
obra “Piense y hágase rico”. También fue asesor de diversos presidentes de los Estados Unidos y
después de 20 años logró descifrar el secreto de Andrew Carnegie, un empresario industrial, que
además de convertirse en millonario ayudó a muchos más a serlo. En esta obra enseña sobre la
planificación organizada, la mentalidad y visión que se debe tener, así como la fuerza de voluntad
para lograr las metas económicas propuestas.
Este libro podría llamar tu atención si no sabes en qué lugar poner tu dinero para ahorrarlo. Es
decir, dejarlo en un banco, comprando arte, oro, invirtiendo o adquiriendo bonos. A través de las
historias de diferentes familias que atraviesan una situación económica complicada, Martí
propone soluciones con la que aprenderás conocimientos suficientes para lograr el tan anhelado
ahorro y gestionar tus finanzas de una mejor manera.
Este último libro conocerás la forma en que los millonarios manejan sus cuentas. Ambos autores
llegan a la conclusión de que la disciplina financiera e independencia son la base que crea a un
millonario, pues no por tener una herencia de negocio o millones el éxito está asegurado.
Realmente debes ahorran pensando a largo plazo y gastar menos de lo que ganas para que el
resto pueda invertirse y convertirse en más.
45
Si realmente deseas tomar el control de tus finanzas y mejorarlas a modo en que te permitan
emprender o incluso mejorar tu negocio, invierte tu tiempo en educación financiera. Plantea tus
objetivos antes de realizar la lectura y verás cómo encontrarás las estrategias adecuadas para los
resultados que deseas.
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