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1 Cartilla de 2º Año 2016

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U.C.C UNIENDO EL CUERPO DE CRISTO.

MINISTERIO
CE.RE.E.S.
CENTRO DE RESTAURACIÓN
ESPIRITUAL.

Índice:
Módulo I: El ámbito de la operación Profética.
Módulo II: Fuentes de la revelación Profética.
Módulo II: Juzgando la palabra Profética.
U.C.C. [Uniendo el Cuerpo de Cristo]

MÓDULO I
EL ÁMBITO DE LA OPERACIÓN DE LA PROFECÍA

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.


Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el
mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu; A otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de
sanidades por el mismo Espíritu.
A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a
otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere".
1 Corintios 12:4-11

La Biblia nos enseña con claridad que hay varios ámbitos o áreas de dominio del fluir
profético. Es muy importante tener entendimiento de estas áreas de la función
profética. Estas áreas son:

EL "ESPÍRITU DE PROFECÍA"

a. El ámbito o dominio de la Profecía (unción) se define en Apocalipsis. 19:10

"El espíritu de la profecía es el testimonio de Jesucristo”.

b. “El Espíritu de la Profecía” es el "manto de la unción Profética", el cual es dado


en diversos tiempos para uno o varios creyentes, manto que trae o produce en el
Cuerpo de Cristo la Palabra del Señor (el testimonio de Jesús).

Aquellos que no son profetas ni tienen el don de profecía, no podrán profetizar sino
hasta que el manto profético, espíritu de profecía esté sobre ellos.

c. En 1 Corintios. 14: 24-31 el apóstol Pablo establece que todos pueden profetizar
en un culto público. Desde luego él está aludiendo a que cuando el "espíritu de
profecía o manto profético" es desatado sobre la Iglesia, todos podrían profetizar.
Cuando "el manto o unción profética" viene, además de los profetas, el pueblo en
general podría profetizar.

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d. Cuando la "Unción profética" (manto) desciende, gente sencilla puede


profetizar sin haberlo hecho antes y sin tener el oficio de profeta y sin tener activo el
don de profecía.

e. En Números 11:29, Moisés expresa el gran deseo de Dios de que todos


pudieran profetizar. El deseo de hombres maduros de Dios es que el don de profecía
opere en cada creyente. Pablo nos pide anhelar los mejores dones del Espíritu, pero
sobre todo, que profeticemos.

f. Con el manto o unción profética sobre la Iglesia, cualquiera puede profetizar si


ejercita su fe. El espíritu profético o de profecía, no opera necesariamente en todas las
reuniones.

g. En 1 Samuel 10:10, tenemos un ejemplo del espíritu de profecía operando en


una reunión. Allí, el manto de profecía cubrió a todos y hasta el rey Saúl estuvo
profetizando ante la extrañeza de todos.

h. Déjame decirte que cuando la unción profética envuelve la Iglesia, tú lo sientes,


todos lo sienten y creo que hasta una mula podría profetizar. Es el Espíritu de profecía
que el Señor ha desatado para ministrar.

EL DON DE PROFECÍA

i. Este don es mencionado en Romanos 12:6 y 1 Corintios 12:10 como un don del
Espíritu Santo residiendo en ciertos creyentes y que es activado por el Señor en
momentos específicos para edificar Su pueblo.

ii. No en todos los creyentes opera este don. Es el Espíritu Santo Quien reparte los
dones como El quiere. (1 Co. 12:11).

iii. Una persona a quien Dios usa con este don puede profetizar regularmente en
medio del pueblo del Señor.
Esta persona no necesita el "manto profético" o que "la unción o espíritu de
profecía" envuelva a toda la Iglesia para profetizar, pues el don está en él.

iv. Algunos teólogos describen el acto de profetizar por la operación del don de
profecía, señalándonos que es "La Mano Danzante del Señor" que se posa sobre
la cabeza de quien El quiere y le usa para traer Su mensaje.

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v. Es importante recordar que este don y su operación sólo funcionan es la esfera


de la "edificación", la "exhortación" y la "consolación". Nadie que no sea
profeta debe salirse de estos límites puestos por Dios.

EL OFICIO DEL PROFETA

La Profecía opera profusamente en el Profeta. En él, el don de profecía está activo


continuamente. No necesita el "manto profético" sobre el o "La mano danzante del
Señor" sobre su cabeza para profetizar. El profeta es un "Don de profecía caminante".
Es un don - hombre dado por Dios a la Iglesia.

a. En Efesios 4:11 el ministerio del profeta es denominado como uno de los cinco
dones de la Ascensión dado como don o regalo de Jesucristo a la Iglesia.

b. El Profeta opera en la esfera de la Palabra para la "edificación, exhortación y


consolación" de la Iglesia. Además opera ampliamente para traer guía, juicio,
corrección, reprensión y revelación al pueblo de Dios y las naciones.

c. Quien no tiene el oficio o ministerio de profeta, aun cuando opere en el don de


profecía, no tiene autorización divina para operar en las esferas de autoridad
anteriormente mencionadas.

d. El Profeta es un hombre que habla por Dios, por esto es "señalado". Es un


ministerio de autoridad. Sus palabras tienen peso, son las palabras de Dios.

e. El Profeta es un ministerio tras local e itinerante, para todo el Cuerpo de Cristo.

f. Es un ministerio efectivo en la Profecía y ha sido comisionado por Dios para


llevar Su mensaje a las naciones.

g. El Profeta es un receptor de la revelación de Dios, es decir, la Profecía.

Es un "vidente", o sea un "nabí" según el Antiguo Testamento. Es un receptor de


visiones y sueños del Espíritu. Todo profeta verdadero se mueve con poder en diversos
dones del Espíritu (vocales y de revelación).

El Profeta verdadero está envuelto en la revelación de Dios y el elemento predicativo


está presente muchas veces en sus palabras.

ESCRITURACIÓN

El cuarto ámbito o radio de acción de la profecía es la "escrituración". La revelación


escriturada viene a ser "nueva revelación" la cual es tan autoritativa como La

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Escritura. Esto es, obviamente, el más alto nivel de revelación profética.

Este nivel de revelación es "inspiración". En 2Timoteo 3:16 el apóstol Pablo nos


enseña que toda la Escritura es inspirada por Dios.

El usa el término griego "theopneustos" que significa "respirada por Dios". Esta debe
estar dentro de la Palabra escrita por Dios.

Es sin error e infalible. La revelación escritural no nos es dada hoy; hoy Dios no está
añadiendo nada a su Palabra Escrita.

No todos los mensajes proféticos son Revelación para estar incluidos en La Sagrada
Escritura como inspirados divinamente por Dios para tal fin. Reitero que ya la Biblia
está completa y absolutamente cerrada para tal tipo de profecía.

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MÓDULO II
FUENTES DE LA REVELACIÓN PROFÉTICA

“Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan;
os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.
Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; “y a cualquiera que anda tras
la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros”. Porque ¿Quién estuvo en el
secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?"

Jeremías 23:16-18

Las Sagradas Escrituras enseñan que una "palabra profética" puede venir de tres
fuentes.

1. El Espíritu Santo:

El Apóstol Pedro nos recuerda que tenemos como guía a la palabra profética más
segura, la que es inspirada por el Espíritu Santo. Él es quien ha inspirado a sus profetas
en todos los tiempos (2 Pedro 1:21). El Espíritu Santo es la única fuente verdadera de
una palabra de profecía genuina.

2- El espíritu humano:

Los profetas Ezequiel (Ez. 13:1 -6) y Jeremías (Jer. 23:16) nos hacen notar claramente
que muchas veces el hombre de su propio corazón profetiza. Esto significa que del
espíritu humano, no del Espíritu Santo, el hombre trae palabras que llama proféticas y
que pueden causar mucho daño en el pueblo de Dios. Por ello, se hace necesario que la
profecía sea juzgada por la gente madura en una reunión.

3- El espíritu demoníaco:

El Nuevo Testamento nos muestra con claridad como los espíritus inmundos pueden
tomar la boca de seres humanos y aun declarar cosas correctas. No debemos olvidar
que los demonios son mentirosos por naturaleza y tratarán de engañar aun a los
cristianos si les es posible. (Mateo 24:24).

El libro de los Hechos registra un episodio en el cual una mujer poseída por un espíritu
demoniaco de adivinación anunciaba a Pablo y lo presentaba como un siervo de Dios.
El apóstol reprendió a ese espíritu impidiéndole operar más aunque afirmaba cosas
ciertas. (Hech. 16:17). La fuente de su profecía era satánica. De esta fuente debemos
estar totalmente protegidos.

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Una mezcla de las fuentes.

Lastimosamente, muchas veces la profecía resultante es una mezcla de algunas de


estas fuentes. Por lo general con la inmadurez de los que profetizan es que viene la
mezcla. A veces Dios verdaderamente habla y el hombre añade algo de su corazón.
Debemos tener cuidado de la pureza del mensaje, lo anterior no es razón para rechazar
la profecía al alcanzar madurez la Iglesia y sus profetas, podemos tener palabra
profética segura. Si guardamos los principios escritúrales y velamos por juzgar
adecuadamente la profecía, reduciremos el error al mínimo.

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MÓDULO III
JUZGANDO LA PALABRA PROFÉTICA
"Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno
interprete.
Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen".
1 Corintios 14:27-29

En el módulo anterior establecimos que existen distintas fuentes posibles de un


mensaje para el hombre: a) Dios, fuente sobrenatural, (Apocalipsis 19:10; I Pedro
1:19-21), b) Satanás o espíritus malignos, fuente sobrenatural (2 Corintios 11:13-15) y
c) el espíritu humano, el hombre mismo (Ezequiel 13:2-3).
Esto implica que es muy importante en todo mensaje discernir si éste es puro o si hay
una mezcla de las fuentes mencionadas, para extraer lo que proviene del Señor, por lo
tanto, es necesario e imprescindible que todo mensaje profético traído al pueblo de
Dios, sea juzgado a la luz de la Palabra, según afirma y enseña Pablo (I Corintios
14:27-29).
Cabe aclarar entonces que la Profecía en la práctica no es un don perfecto:

a. Solamente la Palabra Escrita (La Biblia) traída por revelación de Dios fue y es
Perfecta e Infalible.
b. La palabra de un Profeta no opera en esa esfera de inspiración ahora (la
Escritura ya está completa).
c. Existe la posibilidad de una mixtura (mezcla) en la profecía de dos fuentes
(Divino-humana).
d. El hecho de que la Profecía según el apóstol Pablo deba ser juzgada (1 Co.
14:29), es porque los canales (humanos) a través de los que viene son
imperfectos.
Debemos establecer que en el caso de la profecía como don del Espíritu lo que
juzgamos es el mensaje no al hombre.
ELEMENTOS BASICOS PARA JUZGAR
La profecía ha tenido y tiene hoy un propósito muy marcado para producir o hacer
algo, es inductora a la acción del pueblo que oye. Hageo 1:13-15 dice que Jehová al
hablar a Su pueblo despierta su espíritu para edificación, concluyendo que la profecía
enviada por Dios hará algo específico (Isaías 55:11). El estudio de varias palabras nos
ayudará a saber cómo juzgar la profecía, pues ésta las incluye.
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1. Exhortar: inducir a uno con palabras a que haga alguna cosa.


2. Amonestar: hacer presente alguna cosa para que se considere, procure o evite.
Advertir, prevenir, reprender.
3. Edificar: infundir a otros sentimientos de piedad y virtud.
4. Fortalecer: fortificar, dar fuerza.
5. - Robustecer: dar robustez.
6. Levantar: poner una cosa en lugar más alto que el que antes tenía. Construir,
edificar.
7. Consolar: aliviar la pena o aflicción de uno.
8. Animar: infundir vigor a un ser viviente. Estos elementos positivos para edificar
o reconstruir la Obra de Dios deben marcar Su presencia en todo mensaje de profecía;
es el Espíritu Santo el único cuyas instrucciones son totalmente llenas de misericordia.
En el espiritismo se da un fenómeno llamado escritura automática, donde un espíritu
inmundo posee un médium y hace escribir con su mano verdades a medias junto a un
cúmulo de incoherencias. Es una copia de una profecía verdadera y su inspiración por
el Espíritu Santo. Lo que viene de Dios dirá algo de Dios, claro, sin incoherencias y
abarcará dos áreas específicas:
1. Ciencia y sabiduría (1 Corintios 14:24-25).
2. Predicción.
Es importante conocer lo anterior ya que la ciencia y la sabiduría llegarán al
instrumento de Dios por la operación de los dones del Espíritu Santo: Palabra de
Ciencia y Palabra de Sabiduría (1 Corintios 12).
Recordemos que la Palabra de Ciencia es la operación sobrenatural del Espíritu Santo
por medio del cual Dios comunica realidades o hechos que sólo están en Su mente
relacionados a personas, lugares y cosas. Siempre es revelación del presente o del
pasado. Este don es imitado por Satanás a través de la adivinación.
La Palabra de Sabiduría es la revelación en forma sobrenatural del Espíritu Santo en la
cual somos partícipes de propósitos divinos y futuros en el plan de Dios que sólo en Su
mente y voluntad están.
La profecía puede contener elementos predictivos que serán paralelos siempre a
propósitos de Dios enmarcados en Su Palabra y por Su Espíritu.

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PUNTOS QUE AYUDARAN EN EL JUICIO DEL MENSAJE PROFETICO


1. El propósito específico de toda profecía verdadera es edificar, amonestar y
animar al pueblo de Dios, si no contiene estos elementos no es profecía (I Corintios
14:3; Juan 14:16).
2. La profecía debe estar en acuerdo total con el Espíritu y letra de la Palabra.
Debe ser absolutamente bíblica (I Pedro 2:17, 19,21). Los hombres de Dios hablaron
inspirados por el Espíritu Santo. Ejemplo: las profecías que intentan divorciar
matrimonios son falsas.
3. La profecía es de confirmación pública (I Corintios 14:29) debe someterse al
juicio de los ancianos sin resistencia; ésta sería evidencia de su falsedad si la hubiera.
4. En el caso de profecías con características predictivas, el cumplimiento cabal de
ellas es un criterio obvio y necesario para reconocer la verdad o falsedad de una
profecía.
5. La profecía sólo debe orientar o confirmar aquello de lo cual Dios ya nos ha
hablado. No es para dirigir, sino para confirmar. Hechos 13:1-3 el Espíritu Santo
escoge a hombres santos para las misiones, el llamado estaba ya en ellos. En el
llamado misionero primero que la profecía es el llamado interior al hombre.
6. La pureza del vaso (el profeta usado). Hay mucha mezcla en los principiantes,
involucran mucho de lo humano al profetizar. El testimonio bueno o malo de la vida
del profeta nos ayuda en el juicio de la profe-cía.
7. El testimonio del Espíritu Santo a nuestro espíritu. 1 Juan 2:27 indica que el
Espíritu Santo nos dará el testimonio confirmatorio. El Consolador nos guiará, el
Espíritu Santo, testificará a nuestro interior acerca de la verdad. Juan 16:13 indica que
el Espíritu Santo nos guiará en todas las cosas.

8. El espíritu del mensaje debe ser Cristocéntrico. Debe exaltarle y darle gloria sólo a
Él. Apocalipsis 19:10 dice que “el espíritu de la profecía es el testimonio de
Jesucristo".
9. La profecía debe ser dada en el carácter y Espíritu de Cristo. Lucas 9:54-55
somos de un espíritu de amor. Los discípulos pedían fuego del cielo para consumir los
pueblos, mas Dios es misericordioso.
10. La carga de Dios por el hombre se nota en el mensaje de 2 Crónicas 7:14-15 “Si
mi pueblo se humillare... yo oiré".

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11. La profecía verdadera produce el fruto en carácter y conducta que va de acuerdo


al fruto del Espíritu Santo.
Gálatas 5:22-23 “El fruto del Espíritu es...".
Mateo 7:15-16 "Por sus frutos los conoceréis".
12. Aunque las predicciones se cumplan, si el mensaje promueve o motiva a la
desobediencia a Jehová, el profeta es falso y también su profecía (Deuteronomio 13:1-
5).
13. La profecía produce libertad no esclavitud, produce vida y no muerte. Romanos
8:15 “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud. 2 Corintios 3:6 "...la letra mata,
más el espíritu vivifica”.
14. Deben cumplirse algunas condiciones concomitantes o paralelas para que la
dirección o cumplimiento de una profecía se lleve a cabo. Éxodo 15:26 "si guardares...
yo daré”

JUZGANDO LA PROFECIA. RESUMEN

La profecía

a. Debe edificar, animar y exhortar o amonestar en amor.


b. Debe estar en acuerdo total con el Espíritu y la letra de la Palabra.
c. Debe ser de confirmación pública.
d. En caso de ser una profecía predictiva, el cumplimiento de la misma es
necesario.
e. Sólo debe confirmar u orientar lo que Dios ha hablado.
f. La pureza del vaso es importante.
g. El testimonio del Espíritu Santo a nuestro espíritu es importante.
h. El Espíritu del mensaje debe ser Cristo céntrico.
i. Debe ser dada en el mismo carácter y espíritu de Cristo.

j. Se debe notar en el mensaje la carga de Dios por el hombre.


k. La Profecía verdadera produce fruto en carácter y conducta de acuerdo al fruto
del Espíritu Santo.
l. No puede ni debe motivar la desobediencia (más bien a la obediencia).
m. Produce libertad y no esclavitud; vida y no muerte.
n. Toda profecía es condicional; deben cumplirse las demandas divinas para que la
palabra se cumpla. Las condiciones pueden o no estar declaradas en la Profecía.

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