Segregacion Escolas
Segregacion Escolas
Segregacion Escolas
REICE
Revista Iberoamericana sobre Calidad,
Eficacia y Cambio en Educación
Octubre 2020 – Volumen 18, número 4
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4
rinace.net/reice
revistas.uam.es/reice
EDITORA
Cynthia Martínez-Garrido
CONSEJO DIRECTIVO
Elsa Castañeda, Instituto Iberoamericano de Primera Infancia, Colombia
Santiago Cueto, Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), Perú
Eduardo Fabara, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador
Mariano Herrera, Universidad Nacional de Educación (UNAE), Ecuador
Margarita Zorrilla, Universidad Autónoma de Aguascalientes, México
SEGREGACIÓN ESCOLAR
Presentación:
dar respuesta a una población estudiantil que necesita apoyo diferencial que compense sus
carencias. Y lo mismo se puede decir de los profesionales especializados, en estos centros
su presencia es especialmente necesaria, y no siempre se cuenta con ellos. Las dinámicas
de aula en estos centros son distintas, en ocasiones el profesorado debe ocuparse de
enseñar rutinas básicas, haciendo que sea imposible abarcar un sobresaturado curriculum
que se muestra excesivamente alejado de la realidad de los alumnos. Los y las docentes se
ven sometidos a una fuerte presión por las familias, por las administraciones y por la
sociedad para obtener unos resultados académicos que, al no considerar el punto de
partida, es siempre injusta. Las direcciones escolares se enfrentan con múltiples retos,
como por ejemplo una plantilla muy inestable, que dificultan la construcción de una
cultura escolar de trabajo en equipo y apoyo mutuo y la puesta en marcha y el desarrollo
de innovaciones. Y, con todo eso, ni remotamente hemos arañado su compleja realidad.
Tenemos evidencias de que la segregación escolar está en estos momentos en unos niveles
inaceptables en muchos países. Y la situación no parece mejorar. Quizá porque se genera
por mecanismos más sutiles y difíciles de visibilizar y combatir, porque se viste de palabras
tales como libertad de elección o de autonomía escolar, o porque se remata con una falaz
igualdad de oportunidades, que acaba responsabilizando al estudiante del fracaso del
sistema. Al fin y al cabo, no lo olvidemos, la segregación escolar no es una anomalía del
sistema, es una realidad buscada deliberadamente para legitimar una sociedad injusta.
En la actualidad, el mecanismo más sutil, pero también más eficaz, para lograr esa
segregación es la aplicación de la lógica del capitalismo a la educación: la creación de cuasi-
mercados escolares. Recibir una educación de calidad ya no es un Derecho Humano que
las administraciones públicas deben garantizar para todos y cada uno de los y las
estudiantes. Ahora es un bien que se somete a las leyes del mercado, que se compra, se
vende y mercadea, eso sí, con dinero público. El Estado desaparece en el uso y la gestión
del dinero de todos y es sustituido por el mercado; o, mejor dicho, el Estado y su voraz
burocracia interviene solo para promover e incentivar lógicas de elección entre la oferta y
la demanda del sistema educativo. Y, como producto, concentraciones de los hijos de los
poderosos en unas escuelas y guetos escolares para los estudiantes más vulnerables.
Así, algunas de las necesidades de este cuasi-mercado escolar son, por ejemplo, contar con
una oferta variada: sin que los centros sean diferentes entre sí, difícilmente pueden
competir. Con ello no solo se fomenta la creación de centros educativos privados, laicos y
religiosos, sino que se apuesta por esta palabra que, por ser mágica, parece que no admite
críticas: la autonomía escolar. Con ella se justifica la creación de centros de excelencia, o
de centros bilingües que son claros mecanismos de segregación. Pero también hace falta
“liberad de elección”, que genera la desaparición de todo tipo de límites para que las
familias pueden elegir el centro más adecuado. Libertad falaz, dado que sólo los padres de
cierto nivel socioeconómico y cultural hacen uso de esa liberad. Es la libertad de la clase
media y alta contra la clase trabajadora. Eso sí, todo bien financiado con fondos públicos.
La segregación escolar es, hoy por hoy, el mecanismo más eficaz que tiene la sociedad de
legitimar las desigualdades sociales. Sin duda, si queremos una sociedad más justa e
inclusiva, acabar con la segregación ha de convertirse en la máxima prioridad ética.
***
Con el anterior discurso, queda sobradamente justificada la elección de la Segregación
escolar como tema del número monográfico 18(4) de REICE. Revista Iberoamericana sobre
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. A través de 15 artículos que suman 378 páginas,
39 investigadores e investigadoras de Argentina, Brasil, Chile, España, Perú, Reino
Unido, Suiza y Uruguay, y desde ámbitos tan variados como la Educación, la Sociología,
la Economía, la Antropología o la Psicología, realizan su particular aportación acerca de
la segregación escolar en sus contextos. Nos gusta verlo como una continuación del
esencial trabajo colectivo coordinado por Bonal y Bellei (2019). Así, en una equilibrada
combinación de saberes y experiencias, los y las mejores especialistas del tema se mezclan
con jóvenes promesas (que cada uno decida dónde situar las diferentes autorías)
construyendo, de esta forma, un número que solo podemos calificar de excelente.
Sin entrar en el análisis de cada uno de los artículos, tarea que se la dejamos al lector o
lectora, sí que queremos aportar algunas ideas globales que nos han ido sugiriendo en su
revisión. Frente a lo que ocurre en los libros, en este número no hay una planificación a
priori de temas o equipos que lo conforman, su selección se debe exclusivamente a la
calidad de las propuestas presentadas en opinión de las personas expertas que han
valorado los originales. Con ello, no es muy arriesgado afirmar que supone una
panorámica de lo que se está investigando en la actualidad sobre esta temática en América
Latina y España, y una cata de lo que se trabaja en otros países de Europa, sin más sesgo
que la calidad de las aportaciones. Cinco ideas podemos extraer de su lectura.
En primer lugar, encontramos que nueve de los 15 artículos se entran en la segregación
escolar por nivel socioeconómico. Las seis excepciones son, en primer término, los trabajos
que incluyen en su análisis la segregación escolar por origen nacional en dos ciudades
españolas (Barcelona y València, desarrollados por Xavier Bonal y Adrián Zancajo y por
Borja de Madaria y Luis E. Vila, respectivamente). También el artículo teórico de
Mohamed Chamseddine que se ocupa y preocupa de este mismo tipo de segregación. F.
Javier Murillo y Raquel Graña, por su parte, analizan si es más adecuado analizar la
segregación escolar por nivel socioeconómico o por nivel de estudios de los padres
(¿respuesta?, leer el artículo). Javier Rujas, Miriam Prieto y Jesús Rogero-García estudian
las desigualdades socioespaciales en la ciudad de Madrid mediante el análisis de la
distribución de la oferta de educación secundaria postobligatoria. Y, por último, Verónica
López, Sebastián Ortiz, Claudio Allende, Juan Pablo Valenzuela y Luis González, desde
Chile, abordan la agrupación por habilidad u ordenamiento académico dentro de las
escuelas. Con toda probabilidad, este predominio en el estudio de la segregación escolar
por nivel socioeconómico y cultural no es más que una muestra de la preocupación que se
da en todos los países por las desafiantes situaciones en las que se encuentran en este tema.
Las diferentes aportaciones combinan una mirada más global de la segregación escolar en
un país (Chile, Reino Unido, Suiza y Uruguay) o en varios de América Latina (el artículo
de Natalia Krüger), con el estudio en profundidad en una ciudad concreta (Barcelona,
Madrid, Rio de Janeiro y València) o una Región (Comunidad de Madrid). Sin el olvidar
el trabajo de carácter cualitativo de Claudia Córdoba, Alonso Laborda y Claudia Reyes,
centrado en el estudio en profundidad de dos escuelas chilenas de alta segregación. Sandra
Carrillo, por su parte, hace una revisión de la publicado sobre este tema en América Latina.
Otro elemento que llama la atención es el uso de la metodología longitudinal por una
buena parte de los estudios, bien sea para analizar la evolución de la segregación o como
estrategia metodológica para conseguir otro objetivo. Así, por ejemplo, Cynthia Martínez-
Garrido, Nadia Siddiqui y Stephen Gorard analizan la evolución de la segregación en los
países del Reino Unido; algo análogo para Uruguay, con sus propias particularidades, es
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F. J. Murillo y C. Martínez-Garrido
hecho tanto por un equipo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa de Uruguay
(Fiorella Ferrando, Melissa Hernández-Almeida, Cecilia Oreiro, María-Noé Seijas y Joana
Urraburu) como por Lucía Ramírez Leira y Emmanuel Vazquez. Con la segunda de las
aproximaciones en el enfoque longitudinal, Samuel Charmillot y Georges Felouzisb, de la
Universidad de Ginebra, analizan la incidencia en la elección escolar tras asistir a escuelas
con sistemas más segmentados o integrados; Tiago L. Bartholo, Mariane C. Koslinski,
Felipe M. de Andrade y Daniel L. de Castro identifican el efecto de la composición de los
estudiantes en el aprendizaje en Río de Janeiro; y Lucas Gortazar y Pere A. Taberner, por
su parte, determinan la influencia del debatido programa de bilingüismo en la segregación
y en el rendimiento de los estudiantes en la Comunidad de Madrid.
Un cuarto elemento es la gran variabilidad de índices utilizados para medir la segregación
escolar. Así, detectamos el uso de los índices de Disimilitud, de Segregación de Gorard,
de Aislamiento, de Raíz Cuadrada o de Inclusión Social. Este hecho puede ser interpretado
de dos formas: bien como una limitación que dificulta un mayor intercambio entre los
equipos de investigación y que no ayuda a transmitir a las autoridades y a la sociedad una
imagen clara de la situación que ayude a la toma decisiones, bien como una característica
más de la riqueza de la investigación de la que solo podamos congratularnos. Cada quien
que se posicione, ni nosotros estamos de acuerdo en cuál es la opción correcta.
Por último, queremos señalar que el uso de bases de datos de evaluaciones nacionales o
internacionales es, hoy por hoy, esencial para la realización trabajos sobre segregación.
Así, los distintos artículos utilizan los datos liberados de la evaluación internacional PISA,
o de diferentes evaluaciones nacionales como SABER en Colombia, Aristas en Uruguay o
SIMCE en Chile. Solo en los casos con miradas específicas a zonas muy limitadas se usan
otras fuentes de información. La liberación de los datos de evaluaciones nacionales supone
un impulso fundamental para el conocimiento de la segregación escolar, así como para el
desarrollo de la investigación educativa. Debería ser, por tanto, una obligación por parte
de las administraciones.
Acabado y publicado este número monográfico, ahora queda la valoración de la comunidad
científica. Por nuestra parte, como sus impulsores, si con él hemos contribuido a difundir
los conocimientos que se poseen, a mejorar posteriores investigaciones, a situar la
segregación como una prioridad en las agendas políticas o a ayudar a una toma de
decisiones informada que contribuya a luchar contra esta lacra, estamos más que
satisfechos. Feliz lectura.
Referencias
Bonal, X. y Bellei, C. (Eds.). (2018). Understanding school segregation: patterns, causes and consequences
of spatial inequalities in education. Bloomsbury Publishing.
https://doi.org/10.5040/9781350033542
Castells, M. (1999). La cuestión urbana. Siglo XXI.
Freire, P. (1979). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI.
Lupton, R. (2005). Social justice and school improvement: Improving the quality of schooling in
the poorest neighbourhoods. British Educational Research Journal, 31(5), 589-604.
https://doi.org/10.1080/01411920500240759
Young, I. M. (2011). Justice and the politics of difference. Princeton University Press.
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 9-29.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.001
1. Introducción
Hace casi dos décadas, Gorard y Taylor (2002) afirmaron que existe en la literatura
especializada una multiplicidad de interpretaciones sobre el término “segregación”.
Pasado ese tiempo, la situación no ha cambiado en lo esencial: no se cuenta con una
definición clara, operativa y consensuada sobre que es segregación ni, por supuesto, cómo
estimar su magnitud. Las consecuencias de este hecho son mucho más devastadoras de lo
que puede derivarse de un simple debate académico; implican la dificultad de poder
denunciar con rotundidad un hecho que trae implicaciones directas en la equidad de la
educación y en la construcción de una sociedad más justa y sin exclusiones.
Efectivamente, a la falta de una definición consensuada del término “segregación escolar”
se suma la multiplicidad de índices para medirla, las diferentes variables criterios que se
usan para los distintos tipos de segregación o la conformación de los grupos minoritarios.
Este hecho hace que sea muy complicado comparar las diferentes investigaciones para
estudiar los avances en la segregación, pero sobre todo complejiza enormemente la
comunicación a la sociedad y a las personas que asumen responsabilidades políticas en
educación. De esta forma, desde la investigación no se facilita en la manera que sería
deseable el diseño de políticas públicas para luchar contra esta lacra social y educativa.
En una pasada investigación, buscando mejorar los aspectos metodológicos de la
investigación sobre segregación escolar, se abordó el tema de la elección del grupo
minoritario para los casos en los que la variable criterios fuera dependiente y hubiera que
dicotomizarla (Murillo y Martinez-Garrido, 2019). Entonces se propuso la estimación de
un “perfil de segregación escolar” como una forma de comprender mejor la segregación y
ayudar a la toma de decisiones política.
Este trabajo aborda otro elemento metodológico y se centra en contestar de la siguiente
pregunta de investigación: ¿es más adecuado estimar la segregación escolar por nivel
socioeconómico de la familia o por nivel de estudios de los padres? Su justificación recae
en que existe poca investigación sobre segregación escolar con el nivel de estudios del
padre y de la madre como variable criterio, pero, como luego se verá, esta variable tiene
una fuerte influencia sobre el aprendizaje de los estudiantes, más que el nivel de ingresos
de los padres.
2. Revisión de la literatura
Efectivamente, la estimación de la magnitud de la segregación escolar conlleva tener que
tomar una serie de decisiones de carácter técnico y metodológico que puede hacer que los
resultados sean completamente diferentes por un camino u otro. Así, hay que plantearse,
al menos, cinco decisiones: 1) qué definición de segregación se opta, 2) qué tipo de
segregación, 3) con qué variable criterio, 4) qué índice se usa, y 5) qué grupo minoritario
se elige para su estimación. En esta investigación se aborda directamente la segunda
decisión y, con ello, la tercera: qué tipo de segregación y qué variable criterio.
Sin entrar en detalles, es posible hablar de que hay tres grandes concepciones de
segregación escolar. En primer lugar, estaría la segregación escolar como la distribución
desigual de estudiantes en las escuelas en función de sus características personales o
sociales o de sus condiciones. Esta definición se corresponde a la dimensión de uniformidad
de Massey y Denton (1988). A pesar de su aparente sencillez, puede ser operativizada de
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
distintas maneras. Así, por ejemplo, se entiende como la proporción de estudiantes que
tendrían que cambiar de escuela para que existiera una distribución uniforme de
desventaja entre las escuelas dentro del área de análisis; que sería lo que mide el Índice de
Didimilitud (ID). Pero también: la diferencia entre la proporción de un grupo minoritario
en una institución y la proporción de todos los miembros del grupo en la misma
institución, que se correspondería al Índice de Segregación de Gorard (ISG). O también
la segregación escolar entendida como la distancia entre la media geométrica de las
participaciones de estudiantes de distinto grupo minoritario en ausencia de la segregación
y de la media geométrica de las participaciones reales (el alejamiento de cada escuela de la
igualdad distributiva), que es lo que identifica el Índice de Raíz Cuadrada de Hutchens
(IH).
Otra concepción diferente de segregación es la que hace referencia al grado de
aislamiento/exposición de un sujeto respecto a su grupo minoritario. O, en palabras de
Croxford y Raffe (2013, p. 178), “el grado en el que los miembros de un grupo minoritario
están expuestos sólo entre sí y, por lo tanto, aislados de los miembros de su grupo
complementario”. Es lo que mide el Índice de Aislamiento (IA) y se corresponde con la
dimensión de exposición de Massey y Denton (1988).
Por último, sería posible considerar la segregación como “la situación de homogeneidad
social intra-escolar y de heterogeneidad social inter-escolar” (Benito y González-Baetbó,
2007, p. 41). Es decir, el porcentaje de varianza de desigualdad inter escolar respecto al
total, que es lo que estima el Índice de Inclusión Social (ISS) (Murillo, 2016; OECD, 2010).
Ante tanta variedad, es muy habitual que los diferentes trabajos, más que optar por una
definición y un índice, ofrezcan diferentes estimaciones. Ello le dota a los trabajos de
mayor coherencia interna, pero no contribuye a cerrar el debate y decantarse por una
alternativa.
Sea como fuere, en todas estas definiciones se habla de “grupo minoritario” conformado
por sus “características sociales o personales”. Según cual sean esas características, se
estará hablando de un tipo u otro de segregación escolar. De esta forma es posible
distinguir, en primer lugar, la segregación escolar por origen étnico. Como es conocido,
las primeras investigaciones realizadas sobre segregación escolar surgen en Estados
Unidos, tras el fallo que la Corte Suprema que declara inconstitucionales las leyes estatales
que establecían escuelas públicas separadas para estudiantes “negros” y “blancos” en el
llamado caso Brown contra el Consejo de Educación de Topeka (Coleman, 1975). De esta
forma, los primeros pasos en la investigación sobre segregación escolar giraron en torno
a la segregación racial, antes centrada en la segregación de afrodescendientes y,
actualmente, en la segregación de otras minorías, como las personas procedentes de
Latinoamérica (p. ej. Fiel y Zhang, 2018; Fuller et al., 2019; Santiago, 2019).
En Europa la preocupación original procedió de la concentración de estudiantes de origen
extranjero en determinados centros educativos, es la llamada segregación escolar por
origen nacional (Bonal, Zancajo y Scandurra, 2019; Karsten, 2010; Murillo, Martínez-
Garrido y Belavi, 2017; Nordin, 2013). Aunque con un desarrollo más tardío, existe una
especial preocupación por la segregación escolar en función del nivel socioeconómico de
las familias. Uno de los trabajos pioneros sobre esta temática es The Truly Disadvantaged
de William J. Wilson (1987) que estudia las desventajas de la concentración en escuelas
de las familias de clases sociales más desfavorecidas. Desde entonces se han desarrollado
en todo el mundo numerosos trabajos que abordan este tipo de segregación (p. ej., Gorard
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F. J. Murillo y R. Graña
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municipios, entre 1998 y 2011, en Suecia. Los autores exploran los cambios que se han
producido entre las escuelas con respecto a la educación de los padres y las madres, los
antecedentes de migración y el rendimiento en diferentes municipios a lo largo del tiempo.
Encuentran, en primer lugar, que el aumento de la elección de las escuelas se asocia con
una mayor segregación escolar con respecto al nivel de educación de los padres. Sin
embargo, existe un mayor aumento de la segregación escolar por origen nacional. Este
trabajo se complementa con el de Böhlmark, Holmlund y Lindahl (2016), también en
Suecia. Sus hallazgos apuntan a que la mayor segregación escolar se da por origen
nacional, seguida por la segregación escolar por nivel de estudios de los padres y, por
último, la segregación por nivel de ingreso de los padres de los estudiantes.
Un último ejemplo lo aporta Bartholo (2014), quien analiza la movilidad de estudiantes
dentro de la red de escuelas públicas de Río de Janeiro y su relación con la segregación
escolar tanto por nivel socioeconómico, antecedentes étnicos como por la educación de
madres y padres. Los resultados apuntan a que la segregación escolar por nivel de estudios
de las familias, medido con el Índice de Segregación de Gorard, presenta valores más altos
que la segregación por nivel socioeconómico. Así, para estudiantes de quinto curso del año
2009 estima que la segregación según el nivel de estudios de las familias es de un 0,24,
mientras que índice de segregación escolar por nivel socioeconómico, en el mismo curso
y año, es del 0,19.
En esta investigación se pretende determinar qué tipo de segregación escolar es más
adecuada para conocer la situación de inequidad de los sistemas educativos, si por nivel
socioeconómico de las familias o por nivel de estudios de los padres. Para ello se alcanzar
dos objetivos: en primer lugar, determinar la magnitud de la segregación escolar por nivel
educativo de las familias y por nivel socioeconómico de las mismas para conocer cuál
alcanza valores más altos y, por otro lado, estimar cuál de los dos tipos de segregación
escolar incide más en el rendimiento de los estudiantes.
3. Método
Para dar respuesta a los objetivos se ha desarrollado una explotación especial de la base
de datos de SABER 2016, correspondiente a la evaluación de estudiantes colombianos de
5ª grado. Se optó por utilizar estos datos por varias razones: por ser datos censales, lo que
evita sesgos generados por el uso de muestras, por aportar información diferenciada sobre
el estatus socioeconómico (ESE) –a partir de las posesiones, los ingresos y las ocupaciones
de los padres– y el nivel de estudios del padre y el de la madre, con lo que es posible hacer
esa diferenciación, y, por último, por tener datos sobre el rendimiento de estudiantes, lo
que permite alcanzar el segundo de los objetivos.
La prueba SABER, diseñada por el Instituto Colombiano para la Evaluación de la
Educación, es una prueba para valorar el desarrollo de competencias básicas en los
estudiantes de Educación Básica de 3º, 5º y 9º curso, a través de cuatro pruebas –Lenguaje,
Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Matemáticas– y un cuestionario de contexto que
los estudiantes deben responder. La muestra de estudio la conforman 646.413 estudiantes
de 5º grado matriculados en 14.630 escuelas de los 32 departamentos en los que se
organiza Colombia y el Distrito Capital de Bogotá.
Para alcanzar el primer objetivo, determinar la magnitud de la segregación escolar por
nivel educativo de las familias y por nivel socioeconómico de las mismas, se estiman
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F. J. Murillo y R. Graña
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Donde, para cada estudiante “i” y escuela “j”, 𝛽𝛽0 representa la puntuación media del
rendimiento en cada una de las dos áreas estudiadas, 𝛽𝛽1𝑗𝑗 es la pendiente de la variable de
control, y 𝛽𝛽2𝑗𝑗 es la pendiente de las 18 variables de segregación. 𝜇𝜇0𝑗𝑗 es el error asociado
a cada escuela y 𝜀𝜀𝑖𝑖𝑖𝑖 es el error asociado cada estudiante.
Modelo 2, añadiendo individualmente cada una de las 18 variables explicativas (Seg_k) al
modelo de ajuste (modelo 1):
𝑅𝑅𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑖𝑖𝑖𝑖 = 𝛽𝛽0𝑗𝑗 + 𝛽𝛽1𝑗𝑗 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑖𝑖𝑖𝑖 + 𝛽𝛽2 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆_𝑘𝑘𝑗𝑗 + 𝜀𝜀𝑖𝑖𝑖𝑖
2
donde 𝛽𝛽0𝑗𝑗 = 𝛽𝛽0 + 𝜇𝜇0𝑗𝑗 𝜇𝜇0𝑗𝑗𝑗𝑗 ~𝑁𝑁�0, 𝜎𝜎𝜇𝜇0 � 𝜀𝜀𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖 ~𝑁𝑁(0, 𝜎𝜎𝜀𝜀2 )
Modelo 3, final, con todas las variables de forma simultánea.
𝑅𝑅𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑒𝑖𝑖𝑖𝑖 = 𝛽𝛽0𝑗𝑗 + 𝛽𝛽1𝑗𝑗 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑖𝑖𝑖𝑖 + 𝛽𝛽2 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆_1𝑗𝑗 + 𝛽𝛽3 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆_2𝑗𝑗 + ⋯ + 𝛽𝛽k+1 𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆𝑆_𝑘𝑘𝑗𝑗 + 𝜀𝜀𝑖𝑖𝑖𝑖
2
donde 𝛽𝛽0𝑗𝑗 = 𝛽𝛽0 + 𝜇𝜇0𝑗𝑗 𝜇𝜇0𝑗𝑗𝑗𝑗 ~𝑁𝑁�0, 𝜎𝜎𝜇𝜇0 � 𝜀𝜀𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖 ~𝑁𝑁(0, 𝜎𝜎𝜀𝜀2 )
Para determinar el peso de la influencia de la segregación escolar por nivel socioeconómico
para cada uno de los grupos minoritarios y compararlo con el peso de la incidencia del ISE
se estima el porcentaje de varianza del rendimiento en el nivel escuela explicada por cada
una de las variables explicativas, y el total, y cada uno de los tres rendimientos analizados.
4. Resultados
De acuerdo con los objetivos planteados, se presentan los resultados en dos bloques, en
primer lugar, se aborda la estimación de la magnitud por nivel socioeconómico y por nivel
de estudios de los padres para conocer cuál de esos tipos genera una mayor segregación
y, en segundo término, se analiza cuál de los dos tipos incide más en el rendimiento
académico del estudiante.
4.1. ¿Qué genera mayor segregación escolar?
El primero de los objetivos es determinar qué tipo de segregación escolar, por nivel
educativo de los padres o por su nivel socioeconómico, genera una mayor segregación.
Para ello, se recuerda, se estima la segregación para nueve grupos minoritarios respecto
al nivel educativo del padre y de la madre y se compara con otros tantos grupos del mismo
tamaño, pero relativos al nivel socioeconómico de las familias. Se calcula tanto para el
Índice de Segregación de Gorard, el más habitual, como para el Índice de Raíz Cuadrada
de Hutchens.
Los resultados obtenidos de la estimación del Índice de Segregación de Gorard son bien
nítidos (cuadro 1): la segregación escolar por nivel socioeconómico es más alta en todos y
cada uno de los grupos minoritarios que la segregación escolar por nivel de estudios de
los progenitores. Efectivamente, la segregación escolar considerando como grupo
minoritario que ninguno de ambos progenitores tenga estudios completos de primaria es
de 0,42. Dado que el 10,64% de estudiantes están en esa situación se estima la segregación
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F. J. Murillo y R. Graña
escolar por nivel socioeconómico para el grupo minoritario del 10,64% de estudiantes de
familias con menos estatus socioeconómico (ESE). En este caso, el resultado es de 0,55,
considerablemente mayor respecto al nivel de estudios de los progenitores. Este mismo
cálculo se repitió para cada uno de los 8 grupos minoritarios restantes y en todos los casos
la segregación por nivel socioeconómico fue más alta. La distancia mayor es con el padre
con estudios completos de primaria (16,35% de los estudiantes) con 0,14 puntos de
diferencia (0,45 y 0,31), y la menor con ambos padres con la primaria completa o menos,
con 0,07 puntos de diferencia (0,41 y 0,34).
Cuadro 1. Magnitud de la segregación escolar por estudios de los padres y por nivel
socioeconómico para seis grupos minoritarios equivalentes. Índice de Segregación de
Gorard (ISG)
SEGREGACIÓN
SEGREGACIÓN POR NIVEL DE ESTUDIOS ISG ISG
SOCIOECONÓMICA
Padre y madre sin estudios completos de Primaria 0,4189 P10,64 0,5526
Padre sin estudios completos de Primaria 0,3135 P16,35 0,4524
Madre sin estudios completos de Primaria 0,3242 P20,28 0,4259
Padre y madre hasta Primaria o menos 0,3429 P25,19 0,4103
Padre con Primaria o menos 0,3247 P32,10 0,4028
Madre hasta Primaria o menos 0,3551 P37,18 0,4024
Madre estudios universitarios acabados 0,4597 P86,70 0,5539
Padre estudios universitarios acabados 0,4529 P87,93 0,5709
Madre y padre con estudios universitarios acabados 0,5658 P92,25 0,6417
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SABER 2016.
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Aunque los resultados del uso de ambos índices son similares en lo referente al objetivo
de esta investigación, un sencillo gráfico de dispersión muestra que su comportamiento es
bastante diferente (gráfico 1). Así, la correlación entre la segregación por nivel de estudios
y por nivel socioeconómico es de 0,667 con el Índice de Segregación de Gorard y de 0,833
para el Índice de Raíz Cuadrada de Hutchens (ambas correlaciones bivariadas estimadas
con el Rho de Spearman).
En todo caso, se puede concluir con toda claridad que hay una mayor segregación escolar
por nivel socioeconómico que por nivel de estudios de los padres.
4.2. ¿Qué segregación escolar incide más en el rendimiento?
El segundo objetivo es determinar qué influye más en el rendimiento académico, si la
segregación por nivel estudios de los progenitores o la segregación socioeconómica. Para
ello se han estimado dos modelos multinivel, uno para cada área académica (rendimiento
en Lengua y en Matemática), con las 18 estimaciones de segregación utilizando el Índice
de Raíz Cuadrada de Hutchens (nueve para los diferentes grupos de nivel de estudios del
padre y de la madre y otros tantos para sus análogos de segregación socioeconómica). A
partir del porcentaje de varianza del rendimiento explicado por cada tipo de segregación
se tendrá una estimación de qué tipo de segregación está más relacionada con el
rendimiento y, con ello, es más adecuada.
En los cuadros 3 y 4 se presenta el resumen de los procesos de modelización donde, por
razones de espacio y claridad, solo se ha incluido el porcentaje de la varianza de la escuela
de cada rendimiento explicada por cada variable independiente respecto al modelo
ajustado. Con esta información es suficiente para el objetivo de esta investigación, aunque
se puede encontrar el proceso detallado de modelado multinivel en el anexo.
Las 18 variables independientes (explicativas), cada una con una forma diferente de medir
la segregación escolar, hace una aportación estadísticamente significativa al modelo
ajustado con el rendimiento en Lenguaje como variable independiente. Es decir, tanto la
segregación escolar por nivel socioeconómico como por estudios de los padres incide en
el rendimiento en Lenguaje. De ellas, las que tienen como grupo minoritario por debajo
de la media (e1 a e6 y c1 a c6) su aportación es negativa, y los que están por encima de la
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F. J. Murillo y R. Graña
media, la aportación es positiva. Es decir, los niños y niñas en escuelas con alta
concentración de estudiantes de menor nivel socioeconómico y menos nivel de estudios de
los padres ven perjudicado su rendimiento frente a los que no están en esas escuelas. Si,
por el contrario, estudian en una escuela donde la segregación se produce por tener mayor
presencia de alumnos con familias de mayor nivel socioeconómico o de estudios, entonces
su rendimiento es mayor. Todo ello habiendo controlado el nivel socioeconómico del
estudiante.
Cuadro 3. Resumen de resultados de los procesos de Modelado multinivel sobre la
incidencia de la segregación escolar por nivel educativos del padre y de la madre del
estudiante y de la segregación por nivel socioeconómico en el rendimiento en Lengua
% VAR. SEGREGACIÓN % VAR.
SEGREGACIÓN POR NIVEL DE ESTUDIOS
EXPLICADA SOCIOECONÓMICA EXPLICADA
Madre y padre sin est. completos de Primaria 1,87 P10,64 3,36
Padre sin estudios completos de Primaria 2,78 P16,35 4,22
Madre sin estudios completos de Primaria 2,35 P20,28 4,86
Madre y padre hasta Primaria o menos 2,12 P25,19 5,72
Padre con Primaria o menos 3,81 P32,10 7,17
Madre hasta Primaria o menos 3,25 P37,18 8,29
Madre estudios universitarios acabados 12,14 P86,70 12,74
Padre estudios universitarios acabados 12,66 P87,93 12,33
Madre y padre con est. universitarios acabados 10,17 P92,25 10,35
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SABER 2016.
Si se compara el peso, estimado a través del porcentaje de varianza explicada, que tiene
cada una de las consideraciones de segregación se observa (cuadro 3) que la segregación
por nivel socioeconómico es siempre superior (o casi siempre) que la segregación por nivel
de estudios, confrontando grupos análogos. Sin embargo, es muy interesante verificar que
la diferencia varía en función del nivel de estudios de los padres considerado.
Efectivamente, encontramos que:
• Para la segregación de estudiantes donde al menos uno de los progenitores no
tiene estudios completados de primaria, que se corresponde con los colectivos de
muy bajo nivel socioeconómico, el porcentaje explicado por las distintas medidas
de segregación por nivel de estudios es, de promedio, 1,8 puntos porcentuales
más bajo que sus correspondientes medidas de segregación por nivel
socioeconómico.
• Para la segregación escolar con los grupos minoritarios de estudiantes con
padres y madres donde uno de los dos tenga estudios completos de primaria o
menos, la diferencia con sus correspondientes grupos minoritarios en nivel
socioeconómico es del 4,0%.
• Por último, para los grupos donde al menos uno de los progenitores tiene
estudios universitarios la diferencia es de apenas 0,15%. Incluso con una
situación donde la segregación por nivel de estudios es superior a la segregación
por nivel socioeconómico, en el caso de que el padre tenga estudios universitarios
(que se corresponde al 12,07% de estudiantes con mayor nivel socioeconómico).
El proceso de modelado multinivel para rendimiento en Matemática, como variable
independiente, muestra resultados análogos a los encontrados anteriormente.
18
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Efectivamente, para todos los grupos minoritarios equivalentes la segregación escolar por
nivel socioeconómico explica mayor cantidad de varianza del modelo que la segregación
escolar por nivel de estudios (cuadro 5).
También es llamativo observar que la incidencia en el rendimiento en Matemática es
mucho mayor para los grupos minoritarios de mayor nivel de estudios o mayor nivel
socioeconómico. Siendo la menor incidencia (siempre controlado por nivel socioeconómico
del estudiante) para la segregación con ambos padres sin estudios completos de primaria
y con 10,6% de estudiantes con familias de menos nivel socioeconómico.
Cuadro 4. Resumen de resultados de los procesos de Modelado multinivel sobre la
incidencia de la segregación escolar por nivel educativos del padre y de la madre del
estudiante y de la segregación por nivel socioeconómico en el rendimiento en Matemática
% VAR. SEGREGACIÓN % VAR.
SEGREGACIÓN POR NIVEL DE ESTUDIOS
EXPLICADA SOCIOECONÓMICA EXPLICADA
Madre y padre sin estudios com. de Primaria 1,05 P10,64 2,75
Padre sin estudios completos de Primaria 1,64 P16,35 3,32
Madre sin estudios completos de Primaria 1,26 P20,28 3,76
Madre y padre hasta Primaria o menos 3,53 P25,19 4,38
Padre con Primaria o menos 2,11 P32,10 5,48
Madre hasta Primaria o menos 1,63 P37,18 6,30
Madre estudios universitarios acabados 8,58 P86,70 8,60
Padre estudios universitarios acabados 8,37 P87,93 8,92
Madre y padre con estudios universitarios ac. 7,27 P92,25 7,29
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SABER 2016.
5. Discusión y conclusiones
Este estudio ha aportado sólidas y estables evidencias acerca de los dos objetivos
planteados. Así, por una parte, ha encontrado que la segregación escolar por nivel
socioeconómico es mayor que la segregación escolar por nivel de estudios del padre y la
madre para todas las consideraciones de grupos minoritarios. De esta forma, parece ser
que genera más segregación el nivel económico de las familias, su renta, que el nivel de
estudios del padre o de la madre. Por otra parte, esta investigación ha hallado evidencias
de que la segregación escolar por nivel socioeconómico incide más en el rendimiento
académico de los estudiantes, tanto en Lengua como en Matemática, que la segregación
por nivel de estudios de las familias.
Con ello se puede concluir que, efectivamente, es más adecuado el uso del nivel
socioeconómico que el nivel de estudios de los padres para medir la segregación escolar:
por ser este índice el que está generando mayor segregación escolar y por ser el que incide
en mayor medida en el aprendizaje de los y las estudiantes.
De las pocas investigaciones que han usado el nivel de estudios de las familias, los
resultados encontrados son coherentes. Por ejemplo, Mancebón-Torrubia y Pérez-
Ximénez (2010) informaron índices de segregación más bajos de segregación según el
nivel de estudios de los progenitores que los obtenidos según el tipo de trabajo o el nivel
socioeconómico y cultural de las familias. En cambio, Bartholo (2014) en Brasil o
Böhlmark, Holmlund y Lindahl (2016) en Suecia, hallaron una mayor segregación por
nivel de estudios de los padres. Estas diferencias, pueden ser explicadas por el trabajo de
Yang Hansen y Gustafsson (2016b), que encuentran que la influencia de los estudios de
19
F. J. Murillo y R. Graña
20
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
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24
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Anexo
Cuadro A1. Resultados del proceso de Modelado Multinivel sobre la incidencia de la segregación escolar por nivel educativos del padre y de la madre del
estudiante en el rendimiento en Lengua
MODELO 1 MODELO 2A MODELO 2B MODELO 2C MODELO 2D MODELO 2E
B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE)
Parte fija
Intercepto 435,26 (1,02) 439,29 (1,05) 440,07 (1,05) 439,58 (1,05) 439,83 (1,06) 441,12 (1,05) 440,66 (1,00) 434,60 (1,00) 343,66 (1,00) 434,34 (1,00)
SES 1,56 (0,02) 1,53 (0,02) 1,52 (0,02) 1,52 (0,02) 1,52 (0,02) 1,51 (0,02) 1,51 (0,02) 1,49 (0,02) 1,49 (0,02) 1,50 (0,02)
-154268,72
Seg e1
(9693,39)
-217407,45
Seg. e2
(11329,90)
-208154,27
Seg e3
(11771,29)
-185640,66
Seg e4
(10804,01)
-259786,34
Seg e5
(11666,18)
-247334,09
Seg e6
(11843,37)
175397,31
Seg e7
(4621,56)
189894,31
Seg e8
(4878,72)
118015,58
Seg e9
(344,11)
Parte aleatoria
Entre escuelas 3508,64 3443,19 3410,97 3426,32 3434,09 3375,11 3394,61 3082,78 3064,32 3151,91
Entre alumnos 6438,49 6437,44 6437,40 6438,26 6437,28 6437,04 6437,25 6440.31 6440.35 6440,01
% var explicada de
0,00 1,87 2,78 2,35 2,12 3,81 3,25 12,14 12,66 10,17
escuela
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SABER 2016.
25
F. J. Murillo y R. Graña
Cuadro A2. Resultados del proceso de Modelado Multinivel sobre la incidencia de la segregación escolar por nivel socioeconómico en el rendimiento en
Lengua
MODELO 1 MODELO 2A MODELO 2B MODELO 2C MODELO 2D MODELO 2E
B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE)
Parte fija
Intercepto 435,26 (1,02) 440,46 (1,05) 441,46 (1,05) 442,15 (1,05) 442,86 (1,06) 444,15 (1,06) 444,97 (1,06) 434,08 (1,00) 434,11 (1,00) 434,28 (1,00)
SES 1,56 (0,02) 1,51 (0,02) 1,50 (0,02) 1,50 (0,02) 1,49 (0,02) 1,48 (0,02) 1,48 (0,02) 1,48 (0,02) 1,49 (0,02) 1,50 (0,02)
-118161,05
Seg c1
(5431,20)
-155596,95
Seg. c2
(6453,03)
-180247,58
Sep c3
(6980,33)
-208966,38
Seg c4
(7477,70)
-246132,91
Seg c5
(7909,28)
-268774,91
Seg c6
(8051,19)
154155,72
Seg c7
/3932,54)
144136,42
Seg c8
(3744,06)
104158,73
Seg c9
(2978,81)
Parte aleatoria
Entre escuelas 3508,64 3390,78 3360,60 3338,05 3307,84 3257,07 3217,82 3061,65 3075,94 3145,39
Entre alumnos 6438,49 6437,49 6438,20 6437,44 6437,40 6437,47 6438,35 6440,86 6440,77 6440,35
% var explicada de
0,00 3,36 4,22 4,86 5,72 7,17 8,29 12,74 12,33 10,35
escuela
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SABER 2016.
26
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Cuadro A3. Resultados del proceso de Modelado Multinivel sobre la incidencia de la segregación escolar por nivel de estudios de los padres en el
rendimiento en Matemática
MODELO 1 MODELO 2A MODELO 2B MODELO 2C MODELO 2D MODELO 2E
B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE)
Parte fija
433,55
Intercepto 436,65 (1,06) 437,33 (1,06) 436,80 (1,06) 436,77 (1,07) 437,99 (1,07) 437,50 (1,07) 432,90 (1,01) 432,94 (1,01) 432,68 (1,02)
(1,03)
SES 1,64 (0,02) 1,62 (0,02) 1,61 (0,02) 1,61 (0,02) 1,61 (0,02) 1,60 (0,02 1,61 (0,02) 1,58 (0,02) 1,58 (0,02) 1,59 (0,02)
-124525,45
Seg e1
(10305,05)
-178786,89
Seg. e2
(12042,24)
-164713,83
Seg e3
(12526,02)
-137715,00
Seg e4
(11484,56)
-205827,45
Seg e5
(12435,48)
-189517,52
Seg e6
(12617,61)
156491,56
Seg e7
(4976,49)
168939
Seg e8
(5258,76)
105856,73
Seg e9
(3690,88)
Parte aleatoria
Entre escuelas 3950,79 3909,44 3886,01 3901,03 3811,52 3867,47 3886,21 3611,17 3598,22 3662,63
Entre alumnos 6274,39 6273,80 6273,78 6273,79 6273,74 6273,85 6273,69 6275,98 6276,02 6275,78
% var explicada de
0,00 1,05 1,64 1,26 3,53 2,11 1,63 8,60 8,92 7,29
escuela
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SABER 2016.
27
F. J. Murillo y R. Graña
Cuadro A4. Resultados del proceso de Modelado Multinivel sobre la incidencia de la segregación escolar por nivel socioeconómico en el rendimiento en
Matemática
MODELO 1 MODELO 2A MODELO 2B MODELO 2C MODELO 2D MODELO 2E
B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE) B (EE)
Parte fija
Intercepto 433,55 (1,03) 438,21 (1,06) 439,08 (1,06) 439,66 (1,06) 440,36 (1,07) 441,44 (1,07) 442,17 (1,07) 432,49 (1,01) 432,52 (1,01) 432,66 (1,02)
SES 1,64 (0,02) 1,60 (0,02) 1,59 (0,02) 1,59 (0,02) 1,58 (0,02) 1,58 (0,02) 1,57 (0,02) 1,58 (0,02) 1,58 (0,02) 1,59 (0,02)
-110317,87
Seg c1
(5773,19)
-144614,55
Seg. c2
(6861,52)
-166393,27
Sep c3
(7426,89)
-192184,28
Seg c4
(7962,45)
-226805,59
Seg c5
(8434,22)
-247477,19
Seg c6
(8598,00)
133964,19
Seg c7
(4248,27)
125675,68
Seg c8
(4040,56)
92258,68
Seg c9
(3199,87)
Parte aleatoria
Entre escuelas 3950,79 3842,18 3819,53 3802,13 3777,94 3734,45 3702,01 3611,64 3620,13 3663,56
Entre alumnos 6274,39 6273,99 6273,89 6273,87 6273,84 6273,90 6273,96 6276,22 6276,17 6275,93
% var explicada de
0,00 2,75 3,32 3,76 4,38 5,48 6,30 8,58 8,37 7,27
escuela
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SABER 2016.
28
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
29
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 31-56.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.002
El sistema educativo en Ginebra, Suiza, ofrece dos modos organizativos para agrupar
a los estudiantes de educación secundaria 1. Los estudiantes pertenecen a escuelas
que tienen un sistema segmentado (se agrupan en dos corrientes según su nivel
académico) o un sistema más integrado, con clases heterogéneas compuestas por
grupos de habilidades para algunas materias. Utilizando datos longitudinales, este
artículo examina el impacto de estos dos modos de agrupar a los estudiantes en la
educación secundaria 2. Los resultados del análisis de regresión logística multinivel
muestran que los estudiantes que asisten al sistema segmentado tienen menos
probabilidades de estar orientados hacia una escuela de bachillerato, el camino más
selectivo de la educación secundaria 2. También muestran que los efectos de la
segregación dentro de la escuela contribuyen a reforzar las desigualdades entre los
estudiantes: la probabilidad de asistir a una escuela de bachillerato es mucho menor
en las clases con un alto porcentaje de estudiantes de origen desfavorecido.
Finalmente, muestran que los efectos negativos de la segregación escolar tienden a
ser más fuertes en el sistema segmentado.
Keywords: Sistema escolar segmentado; Sistema escolar integrado; Desigualdades
escolares; Segregación escolar; Políticas educativas.
1. Introduction
The aim of this study is to compare different modes of grouping students in compulsory
secondary education in Switzerland in order to determine their respective effects on
school careers and inequalities. Studies in this area often focus on comparing two modes
of grouping students: on the one hand, segmented systems which group students into
different streams according to their academic level and, on the other hand, integrated
systems which enrol students in heterogeneous classes irrespective of their academic
level. In reality, the situation is not nearly as clear cut. For example, in Germany or
Switzerland, compulsory secondary education is generally made up of streams, but the
extent of this split varies depending on the Länder or the canton (i.e. state) (Hörner et al.,
2015). In France, in spite of a supposedly integrated education system, schools
differentiate themselves greatly depending on their student composition and the academic
level of their students, recreating de facto streams (Felouzis, Fouquet-Chauprade, &
Charmillot, 2019). In many cases, instead of bringing highly segmented and perfectly
integrated systems into opposition, many education policies have chosen mixed solutions,
trying to take advantage of both systems.
Up until recently, the school district of Geneva, Switzerland, had the specificity of using
in parallel a somewhat flexible form of a segmented system –using two different streams–
in certain schools and a more integrated system – with heterogeneous classes made up of
ability groups for some subjects – in others. This quasi-experimental situation lasted for
several years. Using longitudinal data, we followed a cohort of students who spent their
secondary 1 education in one or another of these systems and measured the respective
effects of these two modes of grouping students on educational achievement and
inequalities in educational paths.
32
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
logic is to allow schools to meet their objectives more easily by allocating ‘separated tasks
to specialized subunits’ (p. 688). In other words, grouping students in homogeneous
streams according to their academic level should enable the academic differences between
peers to be considered more effectively, in particular by providing adapted teaching. This
is a principle inspired by organisational theory that considers that in a heterogeneous
environment, productivity and effectiveness can be improved by segmentation in
structurally homogeneous units. Applied to schooling, this logic has its limits because
students are considered to be ‘raw materials of the school system’. Yet dividing students
is far from being a ‘neutral act’ (p. 689). Selecting students based on their academic level
almost mechanically causes a distinction according to social, cultural, racial/ethnic
criteria. Therefore, segmented systems prove to be problematic, since their effectiveness
goals contradict objectives of equity.
These negative effects of segmented systems on equity have repeatedly been highlighted
by research: students from disadvantaged backgrounds and minority groups are more
likely to be oriented towards less demanding streams (Felouzis, Charmillot, & Fouquet-
Chauprade, 2011; Lucas, 1999; Lucas & Berends, 2002; Mickelson, 2003; Oakes, 2005).
Their over-representation in the less demanding streams cannot, nevertheless, be solely
explained by differences in academic level, since when academic level is controlled for, the
effect of socioeconomic status and ethno-racial origin decreases, but does not disappear
entirely (Hallinan, 1994). In other words, for the same academic level, disadvantaged and
minority group students are significantly more likely to be placed in a less demanding
stream.
It therefore appears that segmented systems, by selecting students based on their
academic level, also indirectly contribute to increasing social and ethno-racial segregation
between students. Yet educational research has since long highlighted the relationship
between school or class composition and educational inequalities (Rumberger & Palardy,
2005; van Ewijk & Sleegers, 2010a, b). These composition effects may be defined as ‘the
impact of pupils’ aggregated characteristics (socioeconomic status, sociocultural capital,
prior achievements, etc.) when these variables have been taken into account at the
individual level’ (Dumay & Dupriez, 2007, p. 440). This means that it is not simply the
individual characteristics of students that have an impact on their academic success, but
also that students with similar characteristics will succeed differently depending on the
composition of their school or class (Coleman et al., 1966; Padilla & Bazán, 2016).
Research on the effects of segregation tends to show that students with comparable
characteristics are not as successful if they are schooled in a segregated context (Monseur
& Crahay, 2008; OECD, 2013; van Ewijk & Sleegers, 2010a, b). Some research, however,
provides more nuanced results, highlighting that the effects of segregation may vary
depending on the individual characteristics of the students (Schofield, 1995; Weinberg,
1975), especially for students from minority groups, migrant students and
socioeconomically disadvantaged students who seem to be more sensitive to the effects of
segregation (Charmillot, 2013; Jencks & Mayer, 1990).
Based on these studies, the relationship between modes of grouping students and
educational inequalities seems clear: segmented systems tend to increase not only
academic segregation, but also, indirectly, social and migratory segregation, which
contributes to increasing inequalities between students. Nevertheless, the issue has not
been totally resolved, as some studies present more contrasting, or even contrary, results.
33
S. Charmillot and G. Felouzisb
The findings of Slavin (1987, 1990, 1993) bring nuance to the theory that the effects of
segmented systems are systematically negative, as its consequences also depend on its
concrete implementation within a particular context. Reviewing the literature on
experimental research at three levels of schooling (primary, secondary 1 and secondary
2), Slavin shows that there is no clear evidence that students in more demanding streams
learn more and those in less demanding streams learn less than students in integrated
systems. If the quality and quantity of teaching are held constant, the way students are
grouped together does not affect their learning. It is therefore important to note the
discrepancies between the results of experimental studies and those achieved in situ. The
former has the capacity to isolate – through their experimental approach – the effects of
the modes of grouping students from all other effects. In reality, division into streams
goes hand in hand with other characteristics that are varied and decisive for learning, such
as type of programme, training of teachers, teachers’ expectations, stigmatisation of
weaker students, etc. Thus, it seems that knowing the way in which segmented systems
are really organised plays a decisive role in our understanding of their effects on students.
The purpose of this article is to use data collected in the Geneva canton to provide new
empirical evidence on the relationship between modes of grouping students, school
segregation and inequalities between students. The education system in Geneva has the
particularity to offer in parallel, depending on the specific school, a segmented system or
an integrated system with ability groups. Going to a school which uses streams or one
which does not, in no way depends on the academic level of the students or the academic
choices of the families, but solely on the school catchment area one belongs to. Access to
one system or the other therefore does not introduce any bias in the composition of the
public of students, which makes it possible to reason on the consequences of these two
modes of grouping students. The empirical framework for this article is a sample of
students in Geneva public schools, finishing their compulsory curriculum during the
2002-03 school year, who participated in the 2003 PISA Suisse study. These students
were studied over a four-year period in order to follow their school careers until the end
of secondary 2 education. We use multilevel logistic regression analysis on these data in
order to estimate the impact of the modes of grouping students (segmented system vs
integrated system with ability groups) and of within-school segregation on how students
are oriented in the various educational paths of secondary 2 education; we will be focusing
on baccalaureate schools, the most selective path of secondary 2 education 1. Three
questions will be addressed with this analysis:
• Does the probability of being in a baccalaureate school in secondary 2 education
varies according to the modes of grouping students in secondary 1 education?
• Does the probability of being in a baccalaureate school in secondary 2 education
varies according to social and migratory segregation in secondary 1 education?
• Does the impact of the mode of grouping students varies depending on academic,
social and migratory segregation in secondary 1 education?
1Baccalaureate schools lead to further education in Swiss Federal Institutes of Technology and
universities.
34
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
3. Method
The data used for our analysis come from two statistical sources:
• The Geneva schooling database, which takes a census of Geneva students
entering the school system. Updated on a yearly basis, this database monitors
students throughout their school-life, up until they leave the education system.
• The data from the 2003 PISA Suisse study for the canton of Geneva. This is an
oversample of the data from the PISA International study, in which 20 000
students from all over Switzerland participated. The difference between the two
studies is that the PISA Suisse study questioned students at a given level (last
year of secondary 1 education) instead of at a specific age (15 years old). The
sample is therefore representative of all students in the last year of their
compulsory curriculum in Geneva in 2002-03.
These two databases have a common identification number allowing the students who
participated in the 2003 PISA Suisse study to be identified in the school database. We
therefore have at our disposal the modes of grouping students at the end of secondary 1
education, a measure of their competences at this time (PISA score in mathematics) and
their orientation up until the third year of secondary 2 education.
3.1. The education system in Geneva
Because of Switzerland’s federal structure, three political bodies share the educational
tasks: Confederation (central government), the cantons and the municipalities.
Compulsory schooling (primary and secondary 1 education) is mainly under the
jurisdiction of the cantons. They are more or less free to organise the education system
as they see fit, providing that they meet the general objectives set at the federal level.
3.1.1. Secondary 1 education
In Geneva, at the time the data were collected, compulsory education spanned 9 years.
Primary school, from year 1 to year 6 (for students aged from 6 to 11) was split into
heterogeneous classes, irrespective of academic level. Secondary 1 education lasted for 3
years (year 7 to 9); students were typically between 12 and 15. At this stage, the Geneva
education system offered two organisationally contrasting modes of grouping students:
entirely dependent on their catchment area, students either belonged to schools which
ran a system presented as segmented or a system presented as integrated.
In 17 of the schools, students were grouped in two streams, based on their academic level:
the best students were oriented towards classes with high requirements (top stream),
whilst the weaker students were oriented towards small size classes with low
requirements (bottom stream).
In 3 of the schools, students were grouped in heterogeneous classes; however, certain
subjects were divided into ability groups 2.
2Admission to the different streams, or for the heterogeneous classes to the different ability
groups, is principally based on the grades obtained at the end of primary school in the ‘main
subjects’ (French, German and mathematics).
35
S. Charmillot and G. Felouzisb
The ‘segmented’ and ‘integrated’ character of these modes of grouping, however needs to
be nuanced, as the way they are organised differs significantly to their official title. Thus,
in the system considered ‘segmented’, three quarters of the students (73.7%) are grouped
into the top streams, while the bottom stream enrols only 26,3% of the students, the
academically weaker ones. Far from being totally homogeneous and streamed, the
segmented system contributes first and foremost to separating the large majority of
students from their peers with learning difficulties. At the same time, the ‘integrated
system’ only seems to be ‘partially integrated’ as the teaching of certain key subjects
(German and mathematics) is undertaken in ability groups. It is therefore important to
distinguish between the ‘official’ definition of the modes of grouping and the far more
complex way in which they actually work in the Geneva education system.
3.1.2. Secondary 2 education
After completing their compulsory schooling, the majority of Geneva students head
towards secondary 2 education, made up of three educational paths:
• Baccalaureate schools: a four-year academic path which opens the way to
university or Swiss Institutes of Technology.
• Vocational training: commonly known as ‘apprenticeships’, this training
provides the acquisition of the necessary skills and knowledge to carry out
certain professions. Here we can distinguish between full time vocational
training where students accomplish all of their training at a professional school
and dual vocational training where students split their time between a training
company and school.
• General culture schools (GCS): this path offers general culture education and
specific courses in the domains of health, social work, communication-
information and applied arts. It prepares students for Switzerland’s Universities
of Applied Sciences and Higher Vocational Schools.
3.2. Measuring the effect of social and migratory segregation
In the framework of this article, we are taking into account simultaneously the effect of
social and migratory segregation. This choice is motivated by the somewhat specific
structure of Geneva’s migrant population. With almost 40% of Geneva students having
foreign origins, the education system in Geneva exhibits a very large cultural diversity.
However, this migrant population is far from being homogeneous on a socioeconomic
level. On the one hand, there are, as in most European countries, socioeconomically
disadvantaged migrants. These are essentially ‘economic migrants’, who have come to
Switzerland to work, often in low-skilled jobs. However, at the same time, Geneva is home
to many international companies and organisations, hence migrants with a very high
socioeconomic and cultural level can also be found.
To measure the social status of the students, we rely on a variable derived from the ‘index
of economic, social and cultural status’ (ESCS) used in PISA studies. The ESCS index is
developed from three variables measuring different dimensions of the family environment:
• The index of parents’ social status, which indicates the highest professional
status out of both parents based on the International Socio-Economic Index of
Occupational Status (ISEI) (Ganzeboom, De Graaf, & Treiman, 1992).
36
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
• The index of home possessions, which indicates the level of family wealth. The
household’s material, cultural and educational possessions are taken into
account.
• The index of highest educational level of parents. This variable is based on the
International Standard Classification of Education (ISCED) drawn up by
UNESCO, which differentiates between seven educational levels from pre-
primary (ISCED 0) to the second stage of tertiary education (ISCED 6)
(UNESCO, 2006).
For the analysis, the ESCS index was split into three terciles: disadvantaged students (low
ESCS), middle-class students (middle ESCS) and advantaged students (high ESCS).
To determine the migratory status of students, we differentiated between them using both
their place of birth and that of their parents. Native students are those born in Switzerland
having at least one parent who was born in Switzerland. Second-generation students are
those born in Switzerland to parents born abroad. First-generation students are those
born abroad to parents born abroad.
By grouping these two variables, we obtain a measure of ‘social and migratory status’
which distinguishes between native and migrant students according to their
socioeconomic status (see table 1). Native students represent 66.1% of the total students
in Geneva, 27.9% of whom have a high ESCS and 13.5% of whom have a low ESCS.
Second-generation migrants make up 20.4% of all students: 3.6% of whom have a high
ESCS and 11.1% of whom have a low ESCS. First-generation migrants make up 13.4% of
the sample: 2.2% of whom have a high ESCS and 7.1% of whom have a low ESCS. Almost
three quarters of second-generation migrant students have either Portuguese (26.7%),
Italian (25.1%) or Spanish (20.9%) origins. First-generation migrants are mainly students
born in Portugal (23.3%), in one of the countries making up the ex-Yugoslavia (23.5%)
and in Africa (16.9%).
Table 1 gives detailed information on the social and migratory composition of the two
modes of grouping students in secondary 1 education (segmented or integrated system)
and of the different paths undertaken in secondary 2 education.
In secondary 1 education, students’ social and migratory characteristics are very similar
in both systems. However, it should be noted that the integrated system is made up of
slightly less native students with a high ESCS (25.6% compared to 28.4% in the
segmented system) and more first-generation students (17.6% compared to 12.5%).
Despite these slight differences, the two systems can be considered as schooling
comparable students in terms of their social and migratory characteristics. Within the
segmented system, however, large differences can be observed between the top stream
and the bottom stream. Generally, the more advantaged a student’s social status is, the
more likely it is that he or she will be in a top stream. Nevertheless, the migratory status
also needs to be taken into consideration as with an equivalent social status, native
students are more present in the top stream than their peers with an immigrant
background. Thus, native students with a high ESCS appear to be rather over-represented
in the top stream, accounting for 34.3% of the students in this stream. Conversely,
students with a low ESCS are over-represented in the bottom stream, whether they be
native (20.9%), second-generation (20.9%) or first-generation students (13.3%).
37
S. Charmillot and G. Felouzisb
Table 1. Modes of grouping students in the last year of secondary 1 education and path undertaken in the third year of secondary 2 education, depending
on social and migratory status
TOTAL Nº OF MODES OF GROUPING STUDENTS IN
PATH IN SECONDARY 2 EDUCATION
STUDENTS SECONDARY 1 EDUCATION
Segmented system
Full-time Dual
Top Bottom Total Integrated Baccalaureate
N % vocational vocational GCS
stream stream segmented system schools
training training
system
Native students with a low ESCS 419 13.5% 11.9% 20.9% 13.8% 12.0% 9.1% 15.6% 21.4% 15.3%
Native students with a middle ESCS 766 24.7% 26.2% 18.9% 24.7% 25.2% 22.8% 25.7% 24.8% 29.7%
Native students with a high ESCS 864 27.9% 34.3% 6.7% 28.4% 25.6% 42.5% 19.5% 10.9% 14.4%
Second-generation students with a low
343 11.1% 8.4% 20.9% 11.1% 11.0% 6.6% 14.2% 19.0% 10.9%
ESCS
Second-generation students with a
178 5.7% 5.3% 8.3% 5.9% 4.8% 4.9% 6.4% 4.5% 9.2%
middle ESCS
Second-generation students with a high
112 3.6% 4.0% 2.3% 3.6% 3.7% 3.8% 3.8% 2.6% 3.7%
ESCS
First-generation students with a low
221 7.1% 5.0% 13.3% 6.8% 8.9% 3.1% 10.6% 10.3% 10.9%
ESCS
First-generation students with a
126 4.1% 2.9% 7.2% 3.8% 5.2% 3.6% 4.1% 5.1% 4.2%
middle ESCS
First-generation students with a high
67 2.2% 2.0% 1.4% 1.9% 3.5% 3.6% 0.3% 1.3% 1.7%
ESCS
Total 3096 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0%
Note: Computed by the authors.
38
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
These findings show that the segmented system produces segregation between classes
(within-school segregation): classes of the top stream are characterised by an over-
representation of socioeconomically advantaged students, in particular native students
with a high ESCS, whereas classes of the bottom stream are predominantly made up of
disadvantaged students, whether natives or migrants.
Being in the top or bottom stream in secondary 1 education largely determines the path
undertaken in secondary 2 education. As a result, native students with a high ESCS are
overrepresented in baccalaureate schools (42.5%). On the contrary, vocational training
concentrates a large proportion of the students with a low ESCS. For example, more than
half of the students on dual vocational training have a low ESCS (21.4% natives, 19%
second-generation and 10.3% first-generation students).
Table 2. Within-school segregation in the last year of secondary 1 education depending
on students’ social and migratory status and the modes of grouping students (variance
ratio)
SEGMENTED INTEGRATED SEGMENTED AND
INTEGRATED
SYSTEM SYSTEM
SYSTEM TOGETHER
3The variance ratio (V) is calculated using the following formula: 𝑉𝑉 = ∑ 𝑡𝑡𝑖𝑖 (𝑝𝑝𝑖𝑖 − 𝑃𝑃)2 /𝑇𝑇𝑇𝑇(1 − 𝑃𝑃),
where T stands for the total population, P is the population of a group, 𝑡𝑡𝑖𝑖 is the total population
in a spatial unit 𝑖𝑖 and 𝑝𝑝𝑖𝑖 is the population of a group in the spatial unit 𝑖𝑖.
39
S. Charmillot and G. Felouzisb
17.1%), for second-generation students with a middle ESCS (V = 11.2%), as well as for
second and first-generation students with a low ESCS (10.3% and 10.6% respectively).
The comparison between the two modes of grouping students indicates that within-school
segregation is higher in the segmented system. Large differences can be noted for second-
generation students with a middle ESCS, as well as for all the students with a low ESCS,
irrespective of their migratory status, who are clearly more segregated in the segmented
system than in the integrated system. As we have seen, it is particularly these
disadvantaged students who are over-represented in the classes of the bottom stream. It
is therefore they who should suffer most from the negative effects of the segregation
produced by streaming.
3.3. Analytical strategy
We use multilevel logistic regression analysis which enables us to examine the
relationship between an independent binary variable and several explanatory variables.
We are therefore reasoning on the probability of being oriented towards one of the
different paths of secondary 2 education. Multilevel modelling allows the hierarchical
structure of the data to be considered, in order to have a reliable estimate of the contextual
effects. Indeed, when data are hierarchical –individuals (level 1) are grouped in larger
units (level 2)– one can suppose that there will be a correlation between residuals within
the groups. This means that observations nested within the same group ‘are likely to be
experientially and demographically similar to each other, but different from observations
in other groups’ (Bickel, 2007, pp. 61-62). In the framework of our data, level 1 represents
the students in Geneva public schools (n = 1643) 4; level 2 represents the class in which
students are enrolled in secondary 1 education (n = 94) 5.
Dependent variables
Our analysis focuses on the most demanding and selective secondary 2 education path:
baccalaureate schools. Our dependant variable is dichotomous: 1 represents the students
in baccalaureate schools and 0 represents their peers in another path (vocational training
or GCS). We analyse the probability of being in a baccalaureate school, three years after
the end of secondary 1 education. We focus on medium-term orientations –rather than
immediately after the end of secondary 1 education– in order to take mid-course
reorientations into account, these being commonplace. Indeed, only 62.1% of students
who start secondary 2 education in a baccalaureate school actually have an uninterrupted
career. Their peers either repeat a year or change path to a less demanding one.
Independent variables
Individual characteristics of students are taken into account using the following variables:
gender, social and migratory status, language spoken, years repeated and age. Their initial
4 These are unweighted numbers. Due to the sampling method used in PISA, it is necessary to
weigh the sample for it to be representative of the population. Our analysis is based on 1643
pupils, representative of 3138 pupils. For more details on the weighing method used in PISA, see
OECD (2005).
5 Our analysis does not include ‘workshop classes’ aimed at students with extensive educational
difficulties nor ‘reception classes’ aimed at integrating migrant students newly arrived in Geneva.
40
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
level of competence is measured by the PISA score in mathematics in the last year of
secondary 1 education 6.
Along with these individual variables, we also have class-level control variables. The
effect of within-school segregation is taken into account by measuring the social and
migratory composition of classes. We selected three variables: average percentage of
native students with a low ESCS per class, average percentage of second-generation
students with a low ESCS per class and average percentage of first-generation students
with a low ESCS per class. We assume that being in a class with a high proportion of
native or migrant students from a disadvantaged social background has a significant effect
on one’s chances of continuing on to a baccalaureate school.
We also included other variables measuring the composition of the class (average
percentage of boys per class, average percentage of students who repeated a year per class,
average age of the class and average mathematics score per class), as well as variables
measuring several dimensions of the class climate: the index of teacher-student relations,
which measures the students’ perception of their relationship with their teachers; the
teacher support index, which is based on the students’ perception of whether their
teachers support them or not; the index of disciplinary climate, which evaluates whether
the environment of the class is adapted to learning.
Finally, we have included a variable which differentiates between the modes of grouping
students in classes. We assume that –all other things being equal– being at school in the
segmented system has a negative effect on one’s chances of being oriented into a
baccalaureate school.
Using these variables (see table A1 in Appendix), we have built four regression models.
• Model 0 (empty) allows to decompose between level 1 variance (individual) and
level 2 variance (class).
• Model 1 includes the effect of students’ individual characteristics.
• Model 2 introduces the effect of within-school segregation.
• Model 3 includes the effect of class composition and classroom climate.
• Model 4 draws on the effect of the modes of grouping students in classes.
4. Results
The empty model allows to determine the proportion of the variance explained at the class
level (level 2). The class explains 36.3% of the total variance in the probability of being in
a baccalaureate school three years after the end of secondary 1 education 7.
𝜏𝜏02
the following formula: 𝐼𝐼𝐼𝐼𝐼𝐼 = , where 𝜏𝜏02 represents the random intercept variance. For
𝜏𝜏02 + 𝜋𝜋2 /3
more details, see Snijders and Bosker (2012).
41
S. Charmillot and G. Felouzisb
When we include the effect of students’ individual characteristics (model 1), the level 2
variance only accounts for 14.5% of the total variance, which indicates that a large part of
the class effect is linked to students’ individual characteristics. The effect of social and
migratory status is significant for native students with a middle ESCS (OR = .443, p <
.001), as well as for native students (OR = .319, p < .001), second-generation students
(OR = .243, p < .001) and first-generation students (OR = .210, p < .001) with a low
ESCS. The effect of the PISA score in mathematics is also significant (OR = 2.936, p <
.001), which highlights the key role of the initial level of competence on the orientation in
secondary 2 education.
Model 2 takes the effect of within-school segregation into account, which is measured by
taking the average percentage of native, second-generation and first-generation students
with a low ESCS per class. Adding in the variables that measure the social and migratory
composition of the classes contributes to reducing the level 2 variance, which only
explains 10.5% of the total variance. Odds-ratio indicate a negative and significant effect
of the average percentage of native and second-generation students with a low ESCS per
class. The likelihood of being in a baccalaureate school decreases by 1.67 each time the
percentage of native students with a low ESCS per class increases by a standard deviation
(OR = .596, p < .001) and by 1.57 each time the percentage of second-generation students
with a low ESCS increases (OR = .636, p < .001). The percentage of first-generation
students with a low ESCS per class does not have a significant effect (OR = .862, p =
.222).
Model 3 aims to test the effect of other variables measuring class composition and
classroom climate. Introducing these variables into the regression model further reduces
the class variance, which now only explains 4.7% of the total variance. Only one of these
level 2 variables has a significant effect: the average PISA score in mathematics per class
(OR = 1.545, p = .018).
Model 4 takes into account the effect of the modes of grouping students in classes. All
other things being equal, students from the segmented system are 1.6 times less likely to
be in a baccalaureate school (OR = .625, p = .035). This shows that the integrated system
is more effective than the segmented system as its students have a higher probability of
being in a baccalaureate school.
Model 4b (see table A2 in Appendix) allows for a more thorough look at the effects of the
segmented system by differentiating between top stream students and their bottom
stream peers. There is a significant effect for bottom stream students: they are 20 times
less likely than their peers from the integrated system to be in a baccalaureate school (OR
= .048, p < .001).
Figure 1 gives the predicted probability of being in a baccalaureate school depending on
the modes of grouping students in classes and the PISA score in mathematics.
42
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Table 3. Probability of being in a baccalaureate school, three years after the end of secondary 1 education. Multilevel logistic regression analysis (odds-
ratio)
MODEL 0 MODEL 1 MODEL 2 MODEL 3 MODEL 4
Constant 0.630** 0.691** 0.583** 0.555** 0.796
Native students with a low ESCS 0.319*** 0.397*** 0.38*** 0.384***
Native students with a middle ESCS 0.443*** 0.467*** 0.466*** 0.469***
Native students with a high ESCS 0.243*** 0.304*** 0.278*** 0.281***
Second-gen. students with a low ESCS 0.619 0.688 0.696 0.712
Social and migratory
Second-gen. students with a middle ESCS 0.682 0.738 0.688 0.7
status
Second-gen. students with a high ESCS 0.210*** 0.256** 0.210*** 0.214***
First-gen. students with a low ESCS 0.851 1.009 1.067 1.096
First-gen. students with a middle ESCS 2.073 2.373 2.586 2.672
First- gen. students with a high ESCS ref. ref. ref. ref.
Girls 3.161*** 3.158*** 2.974*** 2.959***
Sex
Boys ref. ref. ref. ref.
Other languages 1.394 1.459 1.584* 1.562*
Language spoken
French ref. ref. ref. ref.
Did repeat a year 0.310*** 0.313*** 0.330** 0.332**
Years repeated
Did not repeat a year ref. ref. ref. ref.
Age 0.858 0.85 0.899 0.899
PISA score in mathematics 2.936*** 2.757*** 2.524*** 2.512***
Average percentage of native students with a low
0.596*** 0.723** 0.731**
ESCS per class
Social and migratory Average percentage of second-gen. students with a low
composition of 0.636*** 0.780* 0.813
ESCS per class
classes
Average percentage of first-gen. students with a low
0.862 1.236 1.228
ESCS per class
43
S. Charmillot and G. Felouzisb
44
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Figure 1. Predicted probability of being in a baccalaureate school, three years after the
end of secondary 1 education, depending on the PISA score in mathematics and the
modes of grouping students in classes in the last year of secondary 1 education (Model
4b)
Note: Computed by the authors.
45
S. Charmillot and G. Felouzisb
Figure 2. Predicted probability of being in a baccalaureate school, three years after the
end of secondary 1 education, depending on the average PISA score in mathematics per
class and the modes of grouping students in classes in the last year of secondary 1
education (Model 4c)
Note: Computed by the authors.
Figure 2 shows the differences in predicted probability between the segmented and the
integrated systems depending on the average PISA score in mathematics per class. As the
integrated system is the reference, the predicted probability remains constant no matter
the average mathematics score per class. In classes where the average score in
mathematics is below average, students who are in the segmented system always have a
lower probability of being in a baccalaureate school. The more the average score per class
increases, the closer the predicted probabilities get to those observed in the integrated
system. When the average score per class is above average, the 95% confidence interval
indicates that the differences in probability are no longer significant. This means the
segmented system tends to penalise students more strongly in classes where the average
academic level is low, yet, in comparison with the integrated system, it does not provide
any advantage for students in classes where the average level is high.
With model 4d (see table A2 in Appendix), an interaction effect between the modes of
grouping students and the social and migratory composition of classes has been
introduced. The aim is to estimate whether within-school social and migratory
segregation has a different effect in the segmented and integrated systems.
A significant interaction effect can be found for the average percentage of disadvantaged
first-generation students per class: in the segmented system, each time the percentage of
the first-generation students with a low ESCS per class increases by a standard deviation,
the probability of being in a baccalaureate school decreases by 1.87 (OR = .534, p < .001).
This is illustrated in figure 3, which shows the differences in predicted probabilities
46
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
between the segmented system and the integrated system depending on the average
percentage of disadvantaged first-generation students per class.
Figure 3. Predicted probability of being in a baccalaureate school, three years after the
end of secondary 1 education, depending on the average percentage of first-generation
students with a low ESCS per class and the modes of grouping students in classes in the
last year of secondary 1 education (Model 4d)
Note: Computed by the authors.
5. Discussion
Academic success does not only depend on the individual characteristics of students. It is
also linked to the school context, and, in particular, the composition of the public in
schools and classes. In the educational context described in this article, these
compositional effects are mainly linked to the segmented system, which, by grouping
students together in different classes according to their academic level, indirectly
produces segregation depending on their social and migratory characteristics. The
purpose of this article was to estimate the impact of different modes of grouping students
and of within-school segregation in secondary 1 education on the way students are
47
S. Charmillot and G. Felouzisb
48
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
orientations at the end of secondary 1 education in Geneva shows that the academic
selection which takes place in secondary 1 education due to the streaming system is
always a social and migratory selection. This produces strong polarisation in secondary
2 education, with, on one side, the baccalaureate schools which lead the academic and
social ‘elites’ towards further education and on the other side, vocational education and
training, where disadvantaged migrants and academically weaker students are clearly
over-represented.
Research comparing segmented and integrated systems tends to indicate that in
integrated systems, weaker students benefit greatly from being in classes with their
stronger peers whilst the best students draw very few disadvantages from the situation.
Our results obtained in the educational context of Geneva tend to agree with this:
integrated systems contribute more to reducing inequalities.
Nevertheless, can one conclude that segmented systems systematically have a negative
impact and subsequently, that it is pertinent to generalise integrated systems?
Comparative analyses carried out on other Swiss cantonal education systems from the
data collected in the PISA studies incites us to nuance this affirmation (Felouzis &
Charmillot, 2013). Indeed, cantons that use a segmented system produce very variable
levels of inequality and cantons with an integrated system do not necessarily produce the
least inequalities. However, these analyses have highlighted a very clear result: cantons
with the most segregated educational systems, socially and academically speaking, are
also the most unequal. The ‘official’ boundaries laid out for dividing segmented or
integrated systems may not be sufficient to understand the true degree of school
segregation that stems from them. It can therefore be argued that it is not simply the fact
that students are split into segmented or integrated systems that is important, but also
how these divisions operate in the reality of school life: social and migratory segregation.
From a scientific standpoint, this implies that the debate cannot simply focus on the
analysis of the respective merits of the segmented and the integrated systems concerning
their effectiveness and their equity, insofar as there is sometimes a big difference between
the official designation of the modes of grouping students and the way the grouping is
undertaken in reality. It thus seems more pertinent to reason on the contributing factors,
in a given context, that make certain ways of organising educational systems more
effective and more equitable than others (teacher training, level of expectation in the class,
recommended study plans for each stream, etc.). This would lead to new research
perspectives, the object of which would be to analyse the real implementation of school
policies and the role of the different public actors involved in their design and their
application. This is the purpose of a current research project in which we aim to
understand how the reform of secondary 1 education in Geneva is constructed and how it
will be implemented.
Acknowledgements
We thank the Federal Office of Statistics (OFS-Office Fédéral de la Statistique) for
providing us with the data from the PISA Suisse study. We thank Geneva Educational
Research Department (SRED-Service de la Recherche en Éducation) for providing us
with the Geneva schooling database. We would also like to thank our colleague, Carl
Denecker, for his help reviewing the manuscript.
49
S. Charmillot and G. Felouzisb
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52
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Appendix
Table A1. Descriptive statistics for the variables included in the multilevel logistic
regression models
N MIN. MAX. MEAN SD
Path in secondary 2 Baccalaureate school 3138 0.00 1.00 0.46 0.50
education Other path 3138 0.00 1.00 0.54 0.50
Native students with a low
3095 0.00 1.00 0.14 0.34
ESCS
Native students with a middle
3095 0.00 1.00 0.25 0.43
ESCS
Native students with a high
3095 0.00 1.00 0.28 0.45
ESCS
Second-gen. students with a
3095 0.00 1.00 0.11 0.31
low ESCS
Social and migratory Second-gen. students with a
3095 0.00 1.00 0.06 0.23
status middle ESCS
Second- gen. students with a
3095 0.00 1.00 0.04 0.19
high ESCS
First- gen. students with a low
3095 0.00 1.00 0.07 0.26
ESCS
First- gen. students with a
3095 0.00 1.00 0.04 0.20
middle ESCS
First- gen. students with a high
3095 0.00 1.00 0.02 0.15
ESCS
Girls 3138 0.00 1.00 0.52 0.50
Sex
Boys 3138 0.00 1.00 0.48 0.50
Other languages 3138 0.00 1.00 0.32 0.47
Language spoken
French 3138 0.00 1.00 0.68 0.47
Did repeat a year 3105 0.00 1.00 0.13 0.34
Years repeated
Did not repeat a year 3105 0.00 1.00 0.87 0.34
Age 3138 12.00 17.00 14.30 0.55
PISA score in mathematics 3138 205.36 763.08 515.95 83.66
Average percentage of native
students with a low ESCS per 3138 0.00 0.40 0.14 0.09
class
Average percentage of second-
Social and migratory
gen. students with a low ESCS 3138 0.00 0.50 0.11 0.10
composition of classes
per class
Average percentage of first-
gen. students with a low ESCS 3138 0.00 0.45 0.08 0.08
per class
Average percentage of boys per class 3138 0.18 0.77 0.48 0.11
Average percentage of students who repeated a year per
3138 0.42 1.00 0.84 0.14
class
Average age of the class 3138 13.90 14.92 14.33 0.19
Average mathematics score per class 3138 381.67 600.06 512.26 47.46
Average score per class on the index of teacher-student
3138 -1.07 0.57 -0.25 0.36
relations
53
S. Charmillot and G. Felouzisb
Average score per class on the teacher support index 3138 -1.63 0.72 -0.28 0.54
Average score per class on the index of disciplinary
3138 -1.67 1.42 -0.33 0.47
climate
Segmented system 3138 0.00 1.00 0.83 0.37
Modes of grouping Top stream 3138 0.00 1.00 0.65 0.48
students Bottom stream 3138 0.00 1.00 0.18 0.38
Integrated system 3138 0.00 1.00 0.17 0.37
Note: Computed by the authors.
Table A2. Probability of being in a baccalaureate school, three years after the end of
secondary 1 education. Multilevel logistic regression analysis (odds-ratio). Model 4b, 4c,
4d
MODEL MODEL MODEL
4B 4C 4D
Constant 0.828 0.782 0.791
Native students with a low
0.387*** 0.383*** 0.384***
ESCS
Native students with a
0.467*** 0.466 0.465***
middle ESCS
Native students with a high
0.287*** 0.284*** 0.289***
ESCS
Second-gen. students with a
0.738 0.715 0.708
low ESCS
Second-gen. students with a
Social and migratory status 0.707 0.716 0.709
middle ESCS
Second- gen. students with a
0.234*** 0.222*** 0.226***
high ESCS
First- gen. students with a
1.261 1.081 1.116
low ESCS
First- gen. students with a
3.216 2.829 2.933
middle ESCS
First- gen. students with a
ref. ref. ref.
high ESCS
Girls 2.942*** 2.956*** 2.977***
Sex
Boys ref. ref. ref.
Other languages 1.442 1.519 1.505
Language spoken
French ref. ref. ref.
Did repeat a year 0.312*** 0.322*** 0.319**
Years repeated
Did not repeat a year ref. ref. ref.
Age 0.906 0.903 0.905
PISA score in mathematics 2.487*** 2.509*** 2.512***
Average percentage of native
students with a low ESCS per 0.763** 0.748** 0.89
Social and migratory class
composition of classes Average percentage of
second-gen. students with a 0.837 0.82 0.988
low ESCS per class
54
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Georges Felouzis
Full professor at the University of Geneva. His main research expertise is in sociology of
educational policies and evaluation of educational systems. He teaches and publishes on
efficiency and equity in educational systems, international comparisons in the field of
55
S. Charmillot and G. Felouzisb
56
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 77-96.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.003
The paper describes patterns of school segregation at the start of the formal
schooling in the city of Rio de Janeiro, Brazil, and estimates the compositional
effect (school mix-effect) on children's learning in the first two years at school.
This is an important phenomenon to analyze the process of distributing
educational opportunities in public and private schools. The concept of school
segregation used in this paper refers to the unequal distribution of students who
share specific characteristics within a group of public schools. The study uses the
Segregation Index for two characteristics of disadvantaged: 1) color/race; 2)
parents' education. The effect of social composition was estimated with data from a
longitudinal study and analyzed separately the compositional effect for the first and
second years at school. Preliminary results suggest that the patterns of school
segregation observed in preschool are similar to those described in the first year of
elementary school. There is, therefore, no major impact on segregation patterns in
the transition between teaching stages. The models for estimating the effect of the
compositional effect on student learning suggest that there is an effect, with more
consistent results for the measurement of language.
Keywords: School segregation; School inequality; Compositional effect;
Longitudinal Study; Preschool.
1. Introduction
This paper describes patterns of school segregation at the start of compulsory education
in the city of Rio de Janeiro, Brazil, and estimates the potential effect of school
segregation (compositional effect) on children's learning in their first two years at
school 1. Previous studies conducted in Brazil have shown that school segregation is a
relevant phenomenon for understanding the distribution of educational opportunities in
public and private education systems (Bartholo & Costa, 2018, 2016; Mendes, 2017).
This topic is not new and has already been investigated using secondary data in the city
of Rio de Janeiro and other cities in Brazil (Bartholo & Costa, 2016; Bruel & Bartholo,
2012; Carvalho Filho, 2016). However, this work addresses two new dimensions: 1) the
use of indicators of school segregation to describe the distribution of students in
preschool (four and five years old)– became part of the compulsory education since 2009;
and 2) the effect of school segregation on students' learning in their first two years at
school, analyzed using longitudinal data.
In this paper, the concept of school segregation refers to an unequal distribution of
students who share a specific characteristic in a group of schools. The phenomenon was
analyzed based on Gorard’s Segregation Index (GS) (Gorard, Taylor, & Fitz, 2003),
which was used mainly because it is an index appropriate for longitudinal analyses
(Murillo, 2016). The concept of segregation should not be interpreted as a synonym for
discrimination or injustice. In fact, in view of the strategy adopted to measure the
phenomenon, segregation is almost inevitable. The debate on school segregation is
closely linked to the issue of the distribution of educational opportunities and, more
broadly, social justice (Rawls, 1971). It is a universal phenomenon that is associated
with residential segregation, parental choice, and educational policies. Other factors
associated with social inequality and social, economic, and cultural isolation partially
explain the variation observed in the phenomenon (Harris, 2012).
It is possible to divide studies on school segregation into two groups. The first seeks to
describe the patterns of school segregation and to identify factors associated with this
phenomenon. Studies in the field of education focus mainly on public policies that can
impact the allocation of students in schools. One example is the policy of school choice,
which has been analyzed in several studies alongside an intense discussion of its effects
on patterns of school segregation in different countries (Goldhaber, 1995; Gorard,
Taylor, & Fitz, 2003; Santos & Elacqa, 2016).
The second group analyses the impacts of segregation on students' educational
trajectories and/or results. Studies conducted in different countries suggest different
effects. On the one hand, it is possible to argue that clustering students with similar
characteristics (for example, students with learning difficulties) can be effective when
the intention is to implement policies aimed at helping such groups. On the other hand,
evidence suggests that clustering potentially disadvantaged students (for example, poor
students or those with learning difficulties) can influence the way they are treated at
1This study was funded by the Inter-American Development Bank, the Rio de Janeiro State
Research Foundation (Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado do Rio de Janeiro), the
National Council for Scientific and Technological Development (Conselho Nacional de
Desenvolvimento Científico e Tecnológico), and the Alfa e Beto Institute (Instituto Alfa e Beto).
78
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
school, their educational aspirations, or the quality of the teaching. More segregated
educational systems or policies that intentionally group students with similar
characteristics show a greater association between the socioeconomic level of families
and the students' learning levels (Haahr et al., 2005; Jenks et al., 1972; Quiroz, Dari, &
Cervini, 2020).
The paper is divided into five parts including the introduction. The second part reviews
the main findings of Brazilian studies on the patterns of school segregation in the public
and private systems and their effects on students' school results. The third part
describes the databases used in the analyses and the proposed models for analysis. The
fourth part presents the main findings of the study and establishes a dialogue with
previous studies conducted in Brazil and other countries in Latin America. Finally, the
fifth part presents preliminary conclusions and discusses gaps and ideas for future
analyses.
79
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade, and D. L de Castro
Using data on the entire population of students, Bartholo & Costa (2018) measured the
effect of including enrollments in the private system on the segregation levels measured
over 10 years (2007 to 2016). The data showed an important increase in the levels of
school segregation observed in four cities in Brazil. For example, in the city of Rio de
Janeiro, the data showed a leap in the calculation of the GS from 15% to 25% when data
on black students from the private system were incorporated.
Studies on the impact of enrollment rules have already been conducted in many different
countries, including Brazil. Enrollment rules may or may not allow parents to choose
which school their child will be enrolled in. Evidence from around the world shows
mixed results on this topic. For example, Gorard, Taylor, & Fitz (2003) conducted
transversal monitoring over 20 years, calculating the levels of school segregation in the
English education system and suggested that the implementation of parental policies
(school choice) is associated with a decrease in levels of school segregation. However, a
study conducted in Chile observed an increase in school segregation, in addition to
residential segregation, as a result of the adoption of a voucher policy. This could be
explained by the loose regulation of the Chilean school quasi-market; that is, by the
interaction between parents' choice and the barriers imposed by the collection of fees
and selective admission processes (Santos & Elacqua, 2016).
Another group of studies conducted in several countries (especially in North America)
investigated the association between patterns of residential or socio-spatial segregation
and school segregation (Denton, 1995; Frankenberg, 2013; Santos & Elacqua, 2016).
However, in Brazil, this relationship was treated only indirectly. For example, some
studies aimed at analyzing the relationship between residential segregation and school
results suggested that, in addition to the influence of socialization mechanisms in the
neighborhood, there was an effect of socio-spatial segregation on school supplies
(unequal distribution of school supplies, the student composition, and teacher-student
relationships in poorer areas) (Koslinski, Alves, & Lange, 2013). Other studies analyzed
the relationship between socio-spatial segregation and the possibility of choosing and
moving between more or less prestigious public schools, which in turn impacts school
segregation (Koslinski et al., 2014).
The unfettered movement of students between schools was also analyzed by researchers
from different countries. The findings suggested that the movements are not random.
On the one hand, there are different perceptions of those responsible for the quality of
schools and different strategies for obtaining a place in schools with a better reputation.
On the other hand, schools can be agents that maximize student movement by
suggesting student exchange, imposing barriers to the entry of students with a certain
profile, or making students fail, which can lead to them moving from one school to
another (Noreisch, 2007; West, Hind, & Pennell, 2004; Zanten, 2005).
When analyzing unregulated student movements, Saporito (2003), Bruel & Bartholo
(2012), Bartholo (2014), and Koslinski and others (2014) suggested that the transfer of
students from one school to another in the same education system is not random and
can increase the levels of school segregation. In the case of some education systems in
Brazil, the absence of clear rules and the lack of transparency from public managers may
give rise to procedures provided for in the law, such as informal interviews with parents
or guardians and the selection of students based on their academic performance in
previous years (Alves et al., 2015; Koslinski & Carvalho, 2015; Rosistolato et al., 2019).
80
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
The last topic studied in the city of Rio de Janeiro, which is possibly present in other
education systems in developing countries, is the non-random allocation of students
between school shifts (Bartholo & Costa, 2014). Until 2014, 90% of schools had two
teaching shifts: morning and afternoon. In this context, students are allocated by the
school management to one of the shifts and attend school in the morning or afternoon.
This pattern of school organization is the result of a system with a high demand for
basic education and with a limited number of buildings/infrastructures to meet the
demand. Some authors compared school segregation when students are allocated in
shifts and when they are not. The allocation of students in shifts significantly increased
the level of segregation in the system, suggesting non-random allocation (Bartholo &
Costa, 2014).
However, a few other studies sought to estimate the impacts of segregation on students'
school performance or trajectories. This is a topic widely explored in international
studies and still incipient in Brazil. Harker & Tymms (2004) conducted an important
review on the subject, especially on the methodological difficulties in measuring the
compositional effect and how to interpret the results. According to the authors, this
would be the specific effect of a single variable aggregated at the school level on a school
result variable, in addition to the contribution of this variable at the individual level. As
students are not randomly distributed among schools, we can expect schools with a
greater or lesser concentration of students in situations of vulnerability and/or with
greater or lesser motivation toward school performance/results. However, the authors
argued that the compositional effect is not necessarily limited to interactions between
peers and may reflect interactions between the composition of the students and the
teachers’ actions, school climate, parental involvement, teachers' commitment, and
others. That is, students react to school structures/processes and to their peers, and
schools react to the composition of the students.
In Brazil, we highlight the studies by Marino (2014), Castro (2016), and Bartholo &
Costa (2016) that used longitudinal data to estimate the compositional effect in the city
of Rio de Janeiro of different cohorts and ages that vary in fundamental education. The
results were mixed but suggested the existence of a compositional effect considering key
variables such as poverty and ethnicity/race. The main limitation of the studies was the
use of measures obtained via external evaluation that had a large measurement error at
the individual level and a high percentage of missing data.
The aforementioned studies conducted in Brazil described the phenomenon of school
segregation and attempted to identify factors associated with the observed variation.
However, the data used referred to fundamental education (children between 6 and 14
years old). The present study analyses a different stage of schooling: preschool
education (children between 4 and 5 years old). This stage became part of compulsory
education in 2009 for all States in Brazil and universal access to preschool was
scheduled for 2016, according to the current National Education Plan-Plano Nacional de
Educação (Law 13.005/2014).
81
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade, and D. L de Castro
schools in the municipal system of Rio de Janeiro. The second part aimed at
understanding the student composition effect on learning during preschool. To this end,
the two parts used different databases and analysis models.
We used databases from the Academic Management System (Sistema de Gestão
Acadêmica; SGA) of the public municipal education system in Rio de Janeiro to identify
patterns of school segregation. The databases of this system allow the identification of
the school in which the students are enrolled and some sociodemographic characteristics
such as gender, ethnicity, access to cash transfer programs, and parents' education. The
organization of the databases allows the calculation of school segregation in preschools
between the years 2006 and 2013. School segregation was calculated for two groups of
students: a) preschool students (4/5 years old) and b) students in the first year of
fundamental education (6/7 years old). The aim of this design was to compare the
segregation patterns observed in preschools with those in the first year of fundamental
education to reveal similarities and differences in this transition.
It was not possible to calculate segregation indicators for students enrolled in
preschools for subsequent years due to a limitation in the database used. The authors
intend to update the segregation indicators in a future study. The calculation of school
segregation for students enrolled in fundamental school has already been conducted up
to 2016 (Bartholo & Costa, 2018). For the calculation of school segregation, we used the
GS (Gorard, Taylor, & Fitz, 2003), an indicator that represents what Gorard & Taylor
(2002) called a strong compositional invariance, comparing it with another indicator
widely used in educational research, the Dissimilarity Index (Duncan, 1955). Moreover,
in a thorough comparison between Duncan's Dissimilarity Index, the GS, and the
Square Root Index (Hutchens, 2004), Murillo (2016) argues that the GS allows the
comparison of school segregation among different groups, being an indicator that stands
out from the other two in the longitudinal analysis of the evolution of segregation in a
system, which is a prominent feature of the present study.
The GS is represented by the following equation: GS = 0.5 * {∑│Fi / F – Ti / T│}
Where:
Fi is the number of potentially disadvantaged students in school “i,” and “i” ranges from
1 to the total number of schools investigated;
F is the total number of potentially disadvantaged students from the same set of schools;
Ti is the number of students in school “i,” and “i” ranges from 1 to the total number of
schools investigated; and
T is the total number of students in schools in the same set of schools (Gorard, Taylor,
& Fitz, 2003).
The GS was calculated considering two potential disadvantages: a) parent education and
b) ethnicity/race. Parent education was coded with two distinct cutoff points. The first
considered parents who had not completed fundamental education (EducF) as a
potential disadvantage and the second considered parents who had not completed
secondary education (EducS). Parental education is probably one of the best predictors
of a child's school trajectory, except for direct measures of student proficiency (Gorard
82
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
and See, 2013). Ethnicity/race was coded as a potential disadvantage for black students 2.
In Brazil, several studies in the fields of education, economics, and sociology used
ethnicity/race to understand social inequalities associated not only with educational
opportunities but also with income, access to the labor market, exposure to violence, etc.
However, the ethnicity variable used in the databases had some limitations. First, more
data were missing on the ethnicity of children enrolled in preschool than on children
enrolled in fundamental education, representing 17.4% and 4% of cases, respectively.
Moreover, ethnicity in Brazil is usually obtained by self-declaration, which represents a
limitation given the age range of the children/students analyzed here 3. The information
from the school records was obtained from the parents/guardians of the children, but in
some cases, the school’s administrative employees entered the information into the
system based on their perceptions (hetero-attribution), possibly going against the
parents' perceptions.
The second part of the analysis, which sought to identify the effect of student
composition on learning during the two years of preschool, used the databases of a
longitudinal study that collected data during March 2017 and December 2018 with
children enrolled in the municipal system of Rio de Janeiro. This study selected a
random probabilistic sample from 46 schools, composed of approximately 2,700 children
that were stratified by area and type of school supply. The longitudinal study included
three waves of data collection on children: two collections in 2017, at the beginning and
end of the school year, at four/five years of age, and one collection at the end of the 2018
school year, at five/six years. For more details on the sample, see Bartholo and others
(2019, 2020). The figure below illustrates the design of the longitudinal study.
In waves 2 and 3, children who joined any investigated school during preschool were
included. The students' cognitive development was estimated at each wave of the study,
using an adapted version of the Performance Indicators in Primary Schools (PIPS)
instrument, a tool developed by researchers at Durham University in England (Tymms,
1999).
The instrument measures two dimensions, language and mathematics, which are
composed of the following subdimensions: “a) Writing; b) vocabulary; c) ideas about
2 For this purpose, we used the categories created by the Brazilian Institute of Geography and
Statistics (Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística; IBGE).
3 Carvalho (2005) explores issues related to race identity in students at the beginning of basic
education.
83
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade, and D. L de Castro
Table 1 presents the variables used in the multilevel models to estimate the
compositional effect for the first and second years at school. The models were
interpreted based on the effect of the indicator of the aggregated socioeconomic status
for the school (level two of the multilevel model). To minimize the loss of cases over the
two years of the study, the models separately estimated the compositional effect in the
first and then in the second year at school.
In addition to the children's cognitive data, the longitudinal study collected information
from the family context during waves 2 and 3 by administering questionnaires to
parents and guardians. The demographic data on the children (age, ethnicity, and
gender) and the additional data on the socioeconomic context of the family (education of
the parents and participation in the Bolsa Família program) were obtained from the
Academic Management System of the Municipal Department of Education (Sistema de
Gestão Acadêmica da Secretaria Municipal de Educação; SGA/SME).
We estimated models using the individual SES level aggregated at the school level to
calculate the compositional effect. The multilevel regression models, in which level 1
84
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
refers to the individual/child and level 2 refers to the school, included the level 1
variables centered on the grand mean. The simpler models, which only included SES at
level 1 and the aggregated SES per school at level 2, can be expressed by the equation
below:
Level 1 model:
Cognitive Measureij = β0j + β1j*(SESij) + rij
Level 2 model:
β0j = γ00 + γ01*(SES schoolj) + u0j,
β1j = γ10
The results of the compositional effect were observed directly from the SES coefficient
aggregated by school (γ01), the intra-group effect from the SES coefficient at level 1 (γ10),
and the inter-group effect from the sum of the two effects (intra-group and
compositional effects) (Harker & Tymms, 2010). In addition to the SES variables at level
1 and aggregated at level 2, subsequent models included other controls related to the
children’s demographic characteristics (gender, age, and special educational needs) and
control of the previous cognitive measure. The tables in the body of the text show the
coefficients, standard error, and effect sizes for the compositional and intra-group effects
and the sum of the two coefficients that express the inter-effect groups of the estimated
models 4. The article presents the coefficients in effect sizes (ES) to report the difference
between the two groups. For more details, see Tymms (2004). An increasing number of
studies in the field of education choose to report their results in terms of effect size, and
there is an extensive debate on the best forms of interpretation (Higgins, Kokotsaky, &
Coe, 2012).
We also estimated similar models including the ethnicity (black) variable at level 1 and
aggregated at level 2. Previous work conducted with data from fundamental education
found a school racial composition effect (Bartholo & Costa, 2016). However, the models
estimated for preschool showed inconsistent results and the estimated coefficients for
ethnicity were not statistically significant in any of the estimated models. Given the
aforementioned limitations of the ethnicity variable, we chose not to present the results
of these models.
85
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade, and D. L de Castro
Table 2 shows the segregation rates between 2006 and 2013 using the GS for two
disadvantages –namely, parent education and ethnicity/race– and compares the
segregation patterns between preschool and the first year of fundamental education.
Table 2. School segregation patterns in preschool and in the first year of fundamental
education (2006–2013)
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Preschool - Ethnicity 17.5 18 18.5 18 18.5 19 18.5 18.5
First Year - Ethnicity 19.5 19 20 20 19 19 20.5 20.5
Preschool - EducF 24 24 22 22.5 24.5 23.5 24 25
First Year - EducF 24 23 22.5 22 21 22 22.5 23
Preschool - EducS 11 11.5 10 10.5 12 12.5 12 13
First Year - EducS 10.5 10.5 10.5 10 10 11.5 12 12
Source: Prepared by the authors.
The data suggest relative stability of the segregation patterns in preschools over the
period studied. Even more important, there is great similarity in the levels of
segregation described for preschools and the first year of fundamental education. This
result reinforces the hypothesis that the factors that influence school segregation in the
two stages are similar. Attention should be paid to enrollment rules, which are identical
in both age groups. However, two important differences could affect the observed
patterns of school segregation. The first is the proportion of children enrolled in public
schools in preschool and primary education in the city of Rio de Janeiro. The second is
the total number of schools in the public-school system that offer preschool and first-
year classes of fundamental education. Both characteristics could change the measured
levels of school segregation.
The total number of schools and their relationship with school segregation patterns
have already been explored by Bartholo (2014) in a study conducted on the public
system of the city of Rio de Janeiro. This study indicated an important reduction in the
levels of school segregation measured in the transition between the first and second
segments of fundamental education, a period in which most students change from one
school to another. In this transition, an average reduction of 45% in the total number of
schools was observed, increasing the likelihood of schools presenting a more diversified
student profile. Therefore, it is a probabilistic effect, which is also observed in other
educational systems when the number of schools decreases significantly (Bartholo,
2014). Table 3 shows the total number of schools with students enrolled in preschool
and the first year of fundamental education between 2007 and 2013.
The data show a proportional increase of approximately 18% in the number of schools in
the transition between preschool and primary education. This scenario could, at least in
theory, increase the level of school segregation in the educational system. However, the
data do not suggest this effect.
86
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Data from the 2010 Population Census of Rio de Janeiro indicated good family
adherence and an increase in the supply of places in preschool and fundamental
education: the enrollment rate for children and adolescents aged 6 to 14 (fundamental
education) was 97%, while the enrollment rate for children aged 4 to 5 in early
childhood education was 88%. Moreover, in the period studied, the private school
system was responsible for a higher proportion of enrollments in the preschool stage
(ranging from 27 to 45%), compared to the proportion of enrollments in fundamental
education (ranging from 18 to 32%). In this way, we expected to find greater
homogeneity of students and less school segregation in the preschool stage than among
schools that serve students enrolled in the first year of fundamental education. Figure 1
shows the proportion of enrollments in the public system considering all children
enrolled in the two stages of education, preschool and the first year of fundamental
education.
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Figure 1. Proportion of enrollments in public schools in preschool and the first year of
fundamental education in the city of Rio de Janeiro
Source: School Census, Inep. Prepared by the authors.
It is interesting to note that between 2007 and 2019, the proportion of students enrolled
in the public system decreased, showing a proportional increase in enrollment in the
private system both in preschool and the first year of fundamental education. This
phenomenon deserves to be studied in more detail by researchers in the educational field
87
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade, and D. L de Castro
and may be associated with the perception of the quality of public education and the
differential fall in the birth rate of groups with different socioeconomic profiles in Brazil.
The proportion of children enrolled in fundamental education and preschool in the
public system suggests that a greater part of the demand during preschool was met by
the private system. This can be explained by the non-mandatory provision of preschool
until 2009 and the subsequent establishment of goals for universal access to the school
system for children between four and five years old by 2016.
This factor is important because it suggests a double effect on the transition from
preschool to fundamental education. The first effect is a migration of students who were
in the private system to the public system, possibly due to the lack of places in the
preschool stage in the public system. The second effect is the entry of children who were
out of school. They started to attend the first year of fundamental education without
having attended preschool. These two changes have the potential to significantly change
the proportion of students at a potential disadvantage in the public system when
comparing preschool with the first year of fundamental education. It is not clear
whether students who were out of preschool had a disadvantaged profile, but data on the
state of Rio de Janeiro obtained from the 2010 Population Census suggests this. For
example, the enrollment rate for children aged 4 and 5 was equivalent to 88% for white
children and 83% for black and brown children, reinforcing the idea that more
vulnerable children had less access to this stage of schooling.
88
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
The model presented in table 5 is very simple and there is a real possibility that the
measurement of SES at the individual level and aggregated for the school partially
explain the variation in other dimensions absent in the model (for example, age, gender,
or even an initial measure of development). Subsequent models included new covariables
to identify if the effects observed in the SES at levels one and two of the model
continued to partially explain the variation in student learning. Table 5 presents the
coefficients of a model that introduced three new variables: gender, age, and special
educational needs.
Table 5. Compositional effect of aggregated SES, controlled by other level 1 variables
MATHEMATICS MATHEMATICS LANGUAGE LANGUAGE
FIRST YEAR SECOND YEAR FIRST YEAR SECOND YEAR
Coef. (ES) SE Coef. (ES) SE Coef. (ES) SE Coef. (ES) SE
0.319 *** 0.321*** 0.176*** 0.191***
Intra 0.026 0.016
(0.523) (0.461) 0.029 (0.468) (0.453) 0.018
Between 0.466 0.474 0.273 0.339
0.147*** 0.153*** 0.097*** 0.148***
Comp. 0.032 0.026
(0.241) (0.220) 0.036 (0.257) (0.352) 0.032
Note: p˂ 0,001.
***
The results of the models suggested that there was an effect of student composition for
mathematics and language over the first two years at school. It is worth noting that,
even after the introduction of other control variables, the effect size observed in the
aggregated SES became slightly larger in all of the estimated models. However, these
models were still highly fragile because they did not include an initial measure of
control over the students’ development. Table 6 presents the final model, including all
the aforementioned covariables and an initial measure of students' development in
mathematics or language.
89
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade, and D. L de Castro
Table 6. Compositional effect of the aggregated SES, controlling for level 1 variables
and previous performance
MATHEMATICS MATHEMATICS LANGUAGE LANGUAGE
FIRST YEAR SECOND YEAR FIRST YEAR SECOND YEAR
Coef. (ES) SE Coef. (ES) SE Coef. (ES) SE Coef. (ES) SE
0.120*** 0.042+ 0.061*** 0.052***
Intra 0.020 0.024 0.014 0.014
(0.270) (0.093) (0.210) (0.178)
Between 0.174 0.098 0.122
0.055+ 0.055* 0.066* 0.070*
Compo. 0.032 0.025 0.025 0.026
(0.123) (0.121) (0.225) (0.241)
Note: *** p˂ 0,001, ** p ˂ 0,01, * p ˂0,05, + p<0,10.
Source: Prepared by the authors.
For the first year of school, the coefficients suggested a compositional effect for the
measure of language with the SES indicator aggregated for the school being significant
at the 5% level. The introduction of the other covariables, especially the initial measure,
did not change the direction of the result for mathematics. However, the effect size of
the indicator decreased and the coefficient estimated was only significant at the 10%
level. This is a good example of what Harker & Tymms (2004) call the “phantom effect”;
that is, when the observed effect disappears, especially after introducing a measure of
control over the students' previous cognitive development. This result reinforces the
importance of value-added models for research on the effect of schools, the impact of
educational programs, or even the effect of student composition. The absence of
longitudinal measures of children's development can lead researchers to the wrong
results and interpretations.
For the second year at school, the results suggested that there was an effect of the
student composition on language and mathematics learning. The effect size for both
models decreased but remained statistically significant at the 5% level, even in the final
model that controlled the starting point in the cognitive test. It should be noted that in
the second year of preschool, there was an increase in variation between schools, which
may explain the larger and significant coefficients of composition effect for both
language and mathematics. The preliminary results reinforced the findings of Bartholo
& Costa (2016) and suggested the existence of a student composite effect for language.
The results were less clear for mathematics, suggesting that there is a student
composition effect only in the second year of school.
The results presented here used only data on students enrolled in public schools. This is
an important limitation of the results. It is reasonable to assume that, when
incorporating data from students enrolled in the private system, the results will differ.
Bartholo & Costa (2018) showed that when levels of segregation were calculated
considering only students enrolled in public schools, they underestimated the
phenomenon. The explanation is that there is a clear bias in the socioeconomic profile of
students when comparing enrollments in public and private systems. The same
argument can be used to understand the effect of student composition. It is likely that
the effect size will be larger than that described in the article. When estimating the
compositional effect with only a homogeneous section of the students enrolled in the
public system, an important part of the variation between schools is not captured in the
model.
90
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
The results reinforce the need to expand the debate on educational inequalities at the
beginning of compulsory schooling. Clear enrollment rules, transparent processes, and
policies aimed at making public schools more attractive can help reverse at least part of
the observed school segregation patterns (Rosistolato et al., 2019). This is because, in
addition to the enrollment rules, the phenomenon of school segregation is influenced by
the residential segregation patterns that are characteristic of large Brazilian cities, as the
present study deals with stages of the school system that serve young children and
those with less mobility with regard to the choice of and access to schools (Érnica &
Batista, 2012; Koslinski et al., 2013).
6. Conclusion
There is a growing debate on the importance of early childhood education and, more
specifically, on the possibility of using preschools as public policies to reduce educational
and social inequalities. It is important to analyze the distribution of educational
opportunities in this period of the schooling process to understand the equity of the
system.
This study is the first attempt to measure the phenomenon of school segregation in
preschool over time (the mandatory period of the schooling process) and to estimate the
compositional effect for the first two years of school in the Brazilian context. The
preliminary results suggested that the patterns of school segregation observed in
preschools are similar to those described in the first year of fundamental education.
Therefore, there is no major impact on segregation patterns in the transition between
education stages. Future studies should incorporate data from the private system on the
preschool stage and describe the impact of the stratification between public and private
systems. Nevertheless, the results obtained reinforce the importance of studying the
topic of school segregation and reveal for the first time the size of the phenomenon in
the four-to-five-year age group in a large city in Brazil.
The models for estimating the effect of the social composition of schools (compositional
effect) on student learning suggested that there is an effect, with more consistent results
for the measurement of language. We emphasize that the measures of socioeconomic
level used in the present study –based on data collected directly from students’
parents/guardians– are more detailed, with less missing data and, therefore, are more
reliable than the measures present in studies using secondary data based on students'
responses. The proposal to present models with an increasing number of control
variables reinforces the importance of longitudinal research with two or more measures
of children's development. It is also important to note that the absence of students
enrolled in the private system likely led us to underestimate the phenomenon of the
effect of student composition. Future studies should recalculate the model after
including this portion of the population and observe possible changes in the pattern of
school segregation in view of the persistent trend of increasing enrollments in the
preschool stage in the public system, which has been taking place since 2013.
Future studies should explore other potential disadvantages in an attempt to estimate
the compositional effect, such as ethnicity/race or neighborhood of residence, and even
consider children living in slums. Furthermore, they could use controls of other
variables related to teachers, such as self-efficacy, school processes, and school climate,
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which would allow them to differentiate the effect of the student composition from the
effects deriving from the school/classroom context.
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
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T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade, and D. L de Castro
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Annex
Table A. Multilevel regression models - first year in preschool
LANGUAGE MATHEMATICS
Model 1 Model 2 Model 3 Model 1 Model 2 Model 3
Intercept 0,253*** 0,345 *** 0,269*** -1,875*** -1,821 *** -1,869***
SES (school) 0,083* 0,096*** 0,065* 0,126** 0,147*** 0,054+
Gender -0,127*** -0,030 -0,026 0,007
Age 0,278*** 0,094*** 0,454 *** 0,138***
SEN -0.926 *** -0,405*** -1,000 *** -0,859***
SES (child) 0,169*** 0,176*** 0,061*** 0,311*** 0,319*** 0,119***
Mathematics Wave 1 0,937***
Language Wave 1 0,535***
INTRCPT1, u0 0,025 0,021 0,017 0,037 0,033 0,015
level-1, r 0,653 0,566 0,338 1,670 1,488 0,784
N1 1955 1952 1951 1955 1952 1951
N2 46 46 46 46 46 46
Note: p˂ 0,001, p ˂ 0,01, p ˂0,05, p<0,10.
*** ** * +
95
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96
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 57-76
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.003
The paper describes patterns of school segregation at the start of the formal
schooling in the city of Rio de Janeiro, Brazil, and estimates the compositional effect
(school mix-effect) on children's learning in the first two years at school. This is an
important phenomenon to analyze the process of distributing educational
opportunities in public and private schools. The concept of school segregation used
in this paper refers to the unequal distribution of students who share specific
characteristics within a group of public schools. The study uses the Segregation
Index for two characteristics of disadvantaged: 1) color/race; 2) parents' education.
The effect of social composition was estimated with data from a longitudinal study
and analyzed separately the compositional effect for the first and second years at
school. Preliminary results suggest that the patterns of school segregation observed
in preschool are similar to those described in the first year of elementary school.
There is, therefore, no major impact on segregation patterns in the transition
between teaching stages. The models for estimating the effect of the compositional
effect on student learning suggest that there is an effect, with more consistent results
for the measurement of language.
Keywords: School segregation; School inequality; Compositional effect;
Longitudinal Study; Preschool.
1. Introdução
O artigo descreve padrões de segregação escolar no início do processo formal de
escolarização na cidade do Rio de Janeiro, Brasil, e estima o efeito potencial da segregação
escolar (efeito par ou efeito mistura/compositional effect) no aprendizado das crianças nos
dois primeiros anos na escola. 1 Estudos anteriores realizados no Brasil, evidenciaram que
a segregação escolar é um fenômeno relevante para pensar a distribuição de oportunidades
educacionais nas redes públicas e privadas de ensino (Bartholo e Costa, 2018, 2016;
Mendes, 2017).
O tema não é novo e já foi investigado utilizando dados secundários na cidade do Rio de
Janeiro e em outras cidades do Brasil (Bartholo e Costa, 2016; Bruel e Bartholo, 2012;
Carvalho Filho, 2016). Há, entretanto, duas dimensões inéditas nesse trabalho: 1) o uso de
indicadores de segregação escolar para descrever a distribuição de alunos na pré-escola (4
e 5 anos), período obrigatório do processo de escolarização desde 2009; 2) a análise do
efeito da segregação escolar no aprendizado dos alunos nos primeiros dois anos na escola,
utilizando com dados com características longitudinais.
Nesse artigo, os autores adotam uma definição específica para o fenômeno de segregação
escolar. Trata-se de uma distribuição desigual de estudantes que compartilham uma
determinada característica específica em um agrupamento de escolas. O fenômeno foi
calculado com base no Índice de Segregação (Segregation Index, GS) (Gorard, Taylor e
Fitz, 2003) e seu uso se justifica, em grande parte, por ser um índice apropriado para
análises longitudinais (Murillo, 2016). O conceito de segregação não deve ser interpretado
como um sinônimo de discriminação ou injustiça. De fato, diante da estratégia adotada
para mensurar o fenômeno, a segregação é quase inevitável. O debate sobre segregação
escolar está intimamente ligado à temática da distribuição das oportunidades educacionais
e, de forma mais ampla, à justiça social (Rawls, 1971). Trata-se de um fenômeno universal
que está associado com a segregação residencial, escolha parental e políticas educacionais.
Outros fatores relacionados com a desigualdade social, isolamento social, econômico e
cultural ajudam a explicar parte da variação observada no fenômeno (Harris, 2012).
É possível dividir os estudos sobre segregação escolar em dois grupos. A primeira busca
descrever os padrões de segregação escolar e identificar fatores associados ao fenômeno.
Estudos no campo da educação focam em especial na formulação de políticas públicas que
podem impactar a alocação dos alunos nas escolas. Um exemplo são as políticas da escolha
escolar (school choice) que já foram objeto de análises em diversos países com uma discussão
intensa sobre seus efeitos nos padrões de segregação escolar em diferentes países
(Goldhaber, 1995; Gorard, Taylor e Fitz, 2003; Santos e Elacqa, 2016).
O segundo grupo analisa os impactos da segregação na trajetória e/ou resultados
educacionais dos alunos. Estudos realizados em diferentes países sugerem efeitos
distintos. Por um lado, é possível formular o argumento que agrupar alunos com
características semelhantes, por exemplo, estudantes com dificuldades de aprendizado,
pode ser eficaz quando se pretende implementar políticas direcionadas para ajudar tais
58
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
grupos. Por outro lado, há evidencias que sugerem que agrupar alunos com desvantagem
potencial (por exemplo, alunos pobres ou com dificuldades de aprendizado) pode
influenciar a forma como são tratados na escola, suas aspirações educacionais ou a
qualidade do ensino. Sistemas educacionais mais segregados ou com políticas que
intencionalmente agrupam alunos com características semelhantes possuem maior
associação entre o nível socioeconômico das famílias e os níveis de aprendizado dos alunos.
(Haahr et al., 2005; Jenks et al., 1972; Quiroz, Dari e Cervini, 2020).
O presente artigo está dividido em cinco partes incluindo a introdução. A segunda parte
faz uma revisão dos principais achados produzidos no Brasil sobre os padrões de
segregação escolar nas redes pública e privada e também dos seus efeitos nos resultados
escolares dos alunos. A terceira parte descreve as bases de dados utilizadas nas análises e
os modelos de análise propostos. A quarta parte apresenta os principais achados do estudo
e realiza um diálogo com estudos prévios realizados no Brasil e outros países da américa
latina. Por fim, a quinta parte apresenta conclusões preliminares e sugere lacunas e
análises futuras.
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T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade y D. L de Castro
famílias entre escolas públicas e privadas não é aleatória e é fortemente marcada pelo perfil
socioeconômico das famílias que desejam e podem pagar mensalidades nas escolas
privadas.
Bartholo e Costa (2018) realizaram estudo, utilizando dados para toda a população de
alunos, mensurando o efeito da inclusão das matrículas da rede privada nos níveis de
segregação medidos ao longo de 10 anos (2007 até 2016). Os dados evidenciam um
incremento importante nos níveis de segregação escolar observados em quatro cidades no
Brasil. Por exemplo, na cidade do Rio de Janeiro, os dados mostram um salto no cálculo
do Segregation Index (GS) de 15% para 25% quanto incorporados os dados da rede privada
para alunos negros.
Estudos sobre o impacto das regras de matrículas já foram realizados em diferentes países
do mundo incluindo o Brasil. As regras de matrícula podem permitir ou não a escolha dos
responsáveis sobre a escola que seu filho será matriculado. Evidências ao redor do mundo
apresentam resultados mistos sobre o tema. Por exemplo, Gorard, Taylor e Fitz (2003)
realizaram acompanhamento transversal ao longo de 20 anos calculando os níveis de
segregação escolar no sistema inglês de ensino e sugerem que a implementação de
políticas de escolha parental (School Choice) está associada com uma diminuição dos níveis
de segregação escolar. No entanto, estudos realizados no contexto chileno observam
aumento da segregação escolar, para além da segregação residencial, com a adoção da
política de voucher. Tal situação poderia ser explicada pela baixa regulamentação do quase-
mercado escolar chileno, ou seja, pela interação entre escolha dos pais e as barreiras
impostas por cobrança de taxas e por processos de admissão seletivos (Santos e Elacqua,
2016).
Outro grupo de estudos –difundido em diversos contextos, em especial no norte-
americano– investiga a associação entre padrões de segregação residencial ou
socioespacial e de segregação escolar (Denton, 1995; Frankenberg, 2013; Santos e
Elacqua, 2016). No entanto, no contexto brasileiro, esta relação é tratada somente de
forma indireta. Por exemplo, alguns estudos que buscaram observar a relação entre a
segregação residencial e os resultados escolares sugerem, para além da influência de
mecanismos de socialização na vizinhança, um efeito da segregação socioespacial sobre a
oferta escolar (distribuição desigual de insumos escolares, composição do alunado e
relações professor-aluno em áreas de maior concentração de pobreza) (Koslinski, Alves e
Lange, 2013). Outros estudos observaram a relação entre a segregação socioespacial, a
possibilidade de escolha e movimentação entre escolas públicas de maior ou menor
prestígio, o que, por sua vez, teria impacto sobre a segregação escolar (Koslinski et al.,
2014).
A movimentação de alunos entre escolas também é objeto de análise por pesquisadores de
diferentes países. A hipótese aventada sugere que as movimentações não são aleatórias.
De um lado há percepções distintas dos responsáveis sobre a qualidade das escolas e
estratégias distintas para obter vaga nas escolas de melhor reputação. De outro lado, as
próprias escolas podem ser agentes que maximizam a movimentação dos estudantes
sugerindo a troca dos estudantes, impondo barreira para a entrada de alunos de certo perfil
ou ainda via reprovação dos estudantes o que pode gerar ao longo dos anos a troca de
escolas (Noreisch, 2007; West, Hind e Pennell, 2004; Zanten, 2005).
A movimentação não regulada de estudantes foi analisada por Saporito (2003), Bruel e
Bartholo (2012), Bartholo (2014); Koslinski e outros (2014), e sugerem que a transferência
60
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
de estudantes de uma escola para outra do mesmo sistema de ensino não é aleatória e pode
aumentar os níveis de segregação escolar. No caso de algumas redes de ensino no Brasil,
a ausência de regras claras e a falta de transparência do gestor público podem gerar
procedimentos previstos na lei, como por exemplo, entrevistas informais com os
responsáveis e seleção dos alunos baseada no rendimento escolar dos anos anteriores
(Alves et al., 2015; Koslinski e Carvalho, 2015; Rosistolato et al., 2019).
Um último elemento estudado na cidade do Rio de Janeiro, que possivelmente está
presente em outras redes de ensino em países em desenvolvimento, com população ainda
jovem, é a alocação de alunos de forma não aleatória entre turnos escolares (Bartholo e
Costa, 2014). Foi observado até 2014 que 90% das escolas apresentavam dois turnos de
ensino, manhã e tarde. Nesse contexto, alunos são alocados pela direção da escola em um
dos turnos e frequentam a escola pela manhã ou tarde. Esse padrão de organização das
escolas é fruto de um sistema com grande demanda por ensino básico e com um número
limitado de prédios/infraestrutura para atender a demanda. Os pesquisadores fizeram uma
análise comparando a segregação escolar considerando a alocação nos turnos e
comparando com contra factual que desconsiderava os turnos. A alocação dos alunos nos
turnos aumentava de forma importante os níveis de segregação no sistema sugerindo uma
alocação não aleatória (Bartholo e Costa, 2014).
Há, no entanto, um outro conjunto de estudos, menor em quantidade, que buscam estimar
os impactos da segregação no desempenho ou trajetória escolar dos estudantes. Esse é um
tema bastante explorado em estudos internacionais e, em menor intensidade, no Brasil.
Harker e Tymms (2004) fazem importante revisão sobre o tema, em especial as
dificuldades metodológicas para medir o fenômeno do efeito par (compositional effect) e
como interpretar seus resultados. De acordo com os autores, este seria o efeito específico
de uma variável individual agregada no nível da escola sobre uma variável de resultado
escolar, para além da contribuição desta variável no nível do indivíduo. Como alunos não
estão distribuídos de forma aleatória entre as escolas, podemos esperar escolas com maior
ou menor concentração de alunos em situação de vulnerabilidade e/ou com maior ou
menor motivação para a performance/resultados na escola. No entanto, os autores
argumentam que o efeito da composição não necessariamente se resume a interação entre
pares e podem refletir a interação entre a composição do alunado e ação do professor, clima
escolar, envolvimento dos pais, comprometimento dos professores entre outros. Isto é,
alunos reagem às estruturas/processos escolares e a seus pares e as escolas, por sua vez,
reagem à composição do alunado.
No Brasil destacamos os estudos de Marino (2014), Castro (2016), Bartholo e Costa (2016)
que utilizaram dados com características longitudinais para estimar o efeito par na cidade
do Rio de Janeiro com coortes distintas e idades que também variam ao longo do ensino
fundamental. Os resultados são mistos, mas apontam, na média, para a existência de efeito
par considerando variáveis chave como pobreza e cor/raça. Os estudos têm como principal
limitação o uso de medidas oriundas de avaliação externa que apresentam grande erro de
mensuração no nível do indivíduo e elevado percentual de dados faltantes.
Os resultados dos estudos realizados no contexto brasileiro descritos acima têm relação
com a descrição do fenômeno da segregação escolar e tentativas de identificar fatores
associados à variação observada. No entanto, os dados utilizados são referentes ao ensino
fundamental (crianças entre 6 e 14 anos). As análises apresentadas no presente estudo
tratam de uma etapa de escolarização distinta, a pré-escola (crianças entre 4 e 5 anos). Esta
61
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade y D. L de Castro
3. Desenho e métodos
As análises realizadas para o presente estudo estão divididas em duas partes: a primeira
buscou observar padrões de segregação escolar na pré-escola e no primeiro ano do ensino
fundamental de escolas públicas da rede municipal do Rio de Janeiro. A segunda parte teve
como objetivo compreender o efeito da composição do alunado das escolas da mesma rede
de ensino sobre aprendizagem durante a pré-escola. Para tanto, as duas partes utilizaram
bases de dados e modelos de análises distintos.
Para identificar os padrões de segregação escolar, utilizamos bases de dados da Sistema
de Gestão Acadêmica (SGA) da rede pública municipal de educação do Rio de Janeiro. As
bases de dados do referido sistema permitem identificar em que escola os alunos estão
matriculados, bem como algumas características sociodemográficas tais como sexo, cor,
acesso a programas de transferência de renda e escolaridade dos pais. A organização das
bases permite o cálculo da segregação escolar para o período da pré-escola entre os anos
de 2006 e 2013. Foram realizados o cálculo de segregação escolar para dois grupos de
alunos: a) estudantes na pré-escola (4 e 5 anos) e; b) estudantes no primeiro ano do ensino
fundamental (6/7 anos). A ideia do desenho é comparar os padrões de segregação
observados na pré-escola com os padrões no 1º ano do ensino fundamental, observando
similaridades e diferenças nessa transição.
Até o presente momento, não é possível calcular os indicadores de segregação para os anos
subsequentes para os alunos matriculados na pré-escola em função de um limite na base
de dados utilizada. Os autores têm intenção em atualizar os indicadores de segregação em
estudo futuro. O cálculo da segregação escolar para os alunos matriculados no ensino
fundamental já foi realizado até o ano de 2016 (Bartholo e Costa, 2018). Para o cálculo da
segregação escolar utilizamos o Índice de Segregação (GS) (Gorard, Taylor e Fitz, 2003),
um indicador que apresenta o que Gorard e Taylor (2002) denominaram como uma
invariância composicional robusta (strong compositionally invariant), em comparação com
outro indicador muito utilizado em pesquisas educacionais, o Índice de Dissimilaridade
(Duncan, 1955). Para além desse elemento, em uma comparação aprofundada entre o
Índice de Dissimilaridade de Duncan, o Índice de Segregação de Gorard e o Índice da Raiz
Quadrada (Hutchens, 2004), Murillo (2016) argumenta que o GS possibilita comparar
a segregação escolar para diferentes grupos, expressando-se, ainda, como um
indicador destacado entre os três para análise longitudinal da evolução de segregação de
um sistema, característica de destaque do presente trabalho.
O GS é representando pela seguinte equação (GS):
GS = 0.5 * {∑│Fi / F – Ti / T│}
Onde:
Fi é o número de alunos em desvantagem potencial na escola “i”, e “i” varia de 1 até
o número total de escolas no universo em foco;
F é o número total de alunos em desvantagem potencial do mesmo conjunto de
escolas;
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
2 Utilizamos para tanto as categorias criadas pelo Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística
(IBGE).
3 O estudo de Carvalho (2005) explora questões relacionadas à identidade da raça para alunos no
63
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade y D. L de Castro
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
O quadro 1 apresenta as variáveis utilizadas nos modelos multinível para estimar o efeito
par (compositional effect) para o primeiro e segundo ano na escola. A interpretação dos
modelos foca no efeito do indicador de nível socioeconômico agregado para a escola (nível
dois do modelo multinível). Para minimizar a perda de casos ao longo dos dois anos do
estudo, os modelos estimaram separadamente o efeito par (compositional effect) no primeiro
e em seguida no segundo ano na escola.
Além dos dados cognitivos das crianças, o estudo longitudinal coletou informações do
contexto familiar durante as ondas 2 e 3 a partir de questionários para pais e responsáveis.
Os dados demográficos das crianças (idade, cor, sexo) e a complementação de dados sobre
o contexto socioeconômico da família (escolaridade dos pais e participação do programa
bolsa-família) foram obtidos a partir do Sistema de Gestão Acadêmica da Secretaria
Municipal de Educação (SGA/SME).
Para calcular o efeito par (compositional effect) estimamos modelos utilizando a variável de
NSE do nível individual agregadas para o nível da escola. Os modelos de regressão
multinível, em que o nível 1 se refere ao indivíduo/criança e o nível 2 à escola, incluíram
as variáveis no nível 1 centrados na grande média. Os modelos mais simples, que incluíram
somente a variável de NSE no nível 1 e o NSE agregado por escola no nível 2, podem ser
expressos pela equação abaixo:
Modelo nível 1:
Medida Cognitivaij = β0j + β1j*(NSEij) + rij
Modelo nível 2:
β0j = γ00 + γ01*(NSE escolaj) + u0j,
β1j = γ10
Os resultados do efeito par/compositional effect são observados diretamente a partir do
coeficiente de NSE agregado pela escola (γ01), o efeito intra-grupo a partir do coeficiente
do NSE no nível 1 (γ10) e o efeito entre-grupos é obtido a partir da soma dos dois efeitos,
intra-grupo e efeito par/compositional effect (Harker e Tymms, 2010). Modelos
subsequentes incluíram, além das variáveis de NSE no nível 1 e agregada no nível 2, outros
controles relacionados às características demográficas da criança (sexo, idade e
necessidades educacionais especiais) e controle da medida cognitiva anterior. Os quadros
no corpo do texto apresentam os coeficientes, erro padrão e effect sizes, calculados
utilizando a metodologia proposta por Tymms (2004), somente para o compositional
effect, efeito intra-grupo, além da soma dos dois coeficientes que expressam o efeito entre-
grupos, dos modelos estimados 4. O artigo apresenta os coeficientes em effect size para
relatar a diferença entre dois grupos, para maiores detalhes ver Tymms (2004). Um
número crescente de estudos no campo da educação opta por reportar seus resultados em
effect size e há extenso debate sobre as melhores formas de interpretação (Higgins,
Kokotsaky e Coe, 2012).
Também estimamos modelos similares com a inserção da variável cor (preto) no nível 1 e
agregada no nível 2. Trabalho anterior realizados com dados do ensino fundamental
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20
10
0
Pré-escola 1o ano EF
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É interessante notar que no período entre 2007 e 2019 a proporção de alunos matriculados
na rede pública diminui, o que evidencia um aumento proporcional de matriculas na rede
privada tanto na pré-escola quanto no 1º ano do ensino fundamental. Esse fenômeno
merece ser estudado com mais detalhes por pesquisadores do campo educacional e pode
estar associado a percepção sobre a qualidade do ensino público e, também, queda
diferencial na taxa de natalidade de diferentes grupos de perfil socioeconômico no Brasil.
A proporção de crianças matriculadas no ensino fundamental e na pré-escola na rede
pública sugere que uma parte maior da demanda durante a pré-escola era atendida pela
rede privada. Isso pode ser explicado pela não obrigatoriedade da oferta da pré-escola até
2009 e a subsequente estabelecimento de metas para universalização do acesso ao sistema
escolar para crianças entre 4 e 5 anos até o ano de 2016.
Esse fator é importante porque sugere um duplo efeito na transição da pré-escola para o
ensino fundamental. O primeiro é uma migração de alunos que estavam na rede privada
para a rede pública, possivelmente diante da falta de vagas na rede pública na etapa da pré-
escola. Um segundo efeito é o ingresso de crianças que estavam fora da escola, portanto
não frequentaram a pré-escola, e passaram a frequentar o 1º ano do ensino fundamental.
Essas duas mudanças têm o potencial de alterar de forma significativa a proporção de
alunos em desvantagem potencial na rede pública quando comparamos a pré-escola com
o 1º ano do ensino fundamental. Não é claro se os alunos que estavam fora da pré-escola
eram de perfil desfavorecido, mas os dados da Amostra do Censo Populacional de 2010
para o Estado do Rio de Janeiro sugerem que sim. Por exemplo, a taxa de matrícula de
crianças de 4 e 5 anos era equivalente a 88 % para as crianças brancas e a 83% para crianças
pretas e pardas, reforçando a ideia de que crianças mais vulneráveis teriam menos acesso
à essa etapa de escolarização.
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Quadro 6. Efeito par (compositional effect) do NSE agregado, controlando por variáveis do
nível 1 e desempenho anterior
MATEMÁTICA MATEMÁTICA LINGUAGEM LINGUAGEM
1º ANO 2º ANO 1º ANO 2º ANO
Coef. Err. Coef. Err. Coef. Err. Coef. Err.
(ES) pad. (ES) pad. (ES) pad. (ES) pad.
0,120*** 0,042+ 0,061*** 0,052***
Intra 0,020 0,024 0,014 0,014
(0,270) (0,093) (0,210) (0,178)
Entre 0,174 0,098 0,122
0,055 + 0,055* 0,066* 0,070*
Compo. 0,032 0,025 0,025 0,026
(0,123) (0,121) (0,225) (0,241)
Nota: *** p˂ 0,001, ** p ˂ 0,01, * p ˂0,05, + p<0,10.
Fonte: Elaboração própria dos autores.
Para o primeiro ano na escola, os coeficientes sugerem um efeito par (compositional effect)
para a medida de linguagem com o indicador de NSE agregado para a escola significativo
a 0,05. Para matemática, a introdução das demais covariáveis, em especial a medida inicial,
não alteram a direção do resultado, porém o indicador diminui em tamanho do efeito a
0,10. Esse é um bom exemplo do que Harker e Tymms (2004) chamam de phantom effect,
quando o efeito observado desaparece, em especial após introdução de medida de controle
sobre o ponto e partida dos alunos no desenvolvimento cognitivo. O resultado reforça a
importância de modelos de valor agregado (value-added models) para pesquisas sobre efeito
da escola, impacto de programas educacionais ou mesmo efeito da composição do alunado.
A ausência de medidas longitudinais sobre o desenvolvimento das crianças pode levar o
pesquisador a resultados e interpretações equivocadas.
Para o segundo ano na escola, os resultados sugerem que há efeito da composição do
alunado sobre o aprendizado em linguagem e matemática. O tamanho do efeito para ambos
os modelos diminui, porém permanecem estatisticamente significativo a 0,05, mesmo no
modelo final com controle do ponto de partida no teste cognitivo. Cabe reforçar que no
segundo ano da pré-escola observamos um aumento da variação entre escolas, o que em
tese pode explicar o fato de encontramos um efeito da composição do alunado para
linguagem e matemática. Os resultados preliminares reforçam o achado de Bartholo e
Costa (2016) e sugerem a existência de um efeito da composição do alunado para
linguagem. Para matemática, os resultados são menos claros e sugerem que há apenas
efeito da composição do alunado no segundo ano na escola.
Os resultados apresentados no artigo, utilizaram dados apenas para os alunos
matriculados na rede pública. Essa é uma limitação importante dos resultados. É razoável
presumir que, ao incorporar os dados dos alunos matriculados na rede privada, os
resultados seriam diferentes. Bartholo e Costa (2018) evidenciaram que os níveis de
segregação quando calculados apenas com alunos matriculados na rede pública
subestimam o fenômeno. A explicação é que há claro viés no perfil socioeconômico dos
alunos quando comparamos as matrículas nas redes pública e privada. O mesmo
argumento pode ser construído para pensarmos o efeito da composição do alunado. É
provável que o tamanho do efeito seja maior do que o descrito no artigo. Ao estimar o
efeito par apenas com uma parte mais homogênea do alunado matriculada na rede pública,
uma parte importante da variação entre escolas não é captada no modelo.
70
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
6. Conclusão
Há um crescente debate sobre a importância da educação infantil, e de forma mais
específica da pré-escola, como política pública capaz de diminuir desigualdades
educacionais e sociais. Analisar a distribuição de oportunidades educacionais nesse período
do processo de escolarização é importante para pensarmos a equidade do sistema.
Os dados analisados no artigo apresentam a primeira tentativa de medir o fenômeno da
segregação escolar ao longo do tempo para a pré-escola (período obrigatório do processo
de escolarização) e estimar o efeito par para os primeiros dois anos na escola no contexto
brasileiro. Os resultados preliminares sugerem que os padrões de segregação escolar
observados na pré-escola são semelhantes ao descritos no 1º ano do ensino fundamental.
Não há, portanto, grande impacto nos padrões de segregação na transição entre as etapas
de ensino. Estudos futuros devem incorporar dados da rede privada para a etapa da pré-
escola e descrever o impacto da estratificação entre as redes pública e privada. Não
obstante, os resultados descritos reforçam a importância do estudo da temática da
segregação escolar e revelam pela primeira vez o tamanho do fenômeno para a faixa etária
entre 4 e 5 anos em uma grande cidade do Brasil.
Os modelos para estimar o efeito da composição social das escolas (compositional effect) no
aprendizado dos alunos sugerem que há efeito, com resultados mais consistentes para a
medida de linguagem. Ressaltamos que as medidas de nível socioeconômico utilizadas no
presente trabalho –elaboradas a partir de dados coletados diretamente com
pais/responsáveis das crianças– são mais detalhadas, com menos dados faltantes e,
portanto, mais confiáveis que as medidas presentes em estudos que utilizam dados
secundários, elaboradas a partir da resposta dos alunos. A proposta de apresentar modelos
com um crescente número de variáveis de controle reforça a importância de pesquisas
longitudinais com duas ou mais medidas sobre o desenvolvimento das crianças. É
importante destacar ainda que é provável que a ausência dos alunos matriculados na rede
privada, subestime o fenômeno do efeito da composição do alunado. Estudos futuros
devem recalcular o modelo incorporando essa parcela da população, bem como observar
possíveis alterações no padrão da segregação escolar frente a persistência da tendência,
observada desde 2013, de aumento das matrículas da etapa da pré-escola na rede pública
Estudos futuros devem explorar ainda outras características de desvantagem potencial na
tentativa de estimar o efeito par, como por exemplo, cor/raça ou bairro de moradia
considerando crianças que vivem em favelas. Além disso, podem utilizar controles de
outras variáveis relacionadas tanto ao professor, como autoeficácia, quanto aos processos
71
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade y D. L de Castro
escolares, como clima escolar, que permitam diferenciar o efeito da composição do alunado
dos efeitos relacionados ao contexto da escola/sala de aula.
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
73
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade y D. L de Castro
74
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Anexos
Quadro A. Modelos de Regressão multinível - primeiro ano na pré-escola
LINGUAGEM MATEMÁTICA
Modelo Modelo Modelo Modelo Modelo Modelo
1 2 3 1 2 3
Intercepto 0,253*** 0,345*** 0,269*** -1,875*** -1,821*** -1,869***
NSE (escola) 0,083* 0,096*** 0,065* 0,126** 0,147*** 0,054+
Sexo -0,127*** -0,030 -0,026 0,007
Idade 0,278*** 0,094*** 0,454*** 0,138***
SEN -0.926*** -0,405*** -1,000*** -0,859***
NSE (criança) 0,169*** 0,176*** 0,061*** 0,311 *** 0,319*** 0,119***
Matemática Onda 1 0,937***
Linguagem Onda 1 0,535***
INTRCPT1, u0 0,025 0,021 0,017 0,037 0,033 0,015
level-1, r 0,653 0,566 0,338 1,670 1,488 0,784
N1 1955 1952 1951 1955 1952 1951
N2 46 46 46 46 46 46
Nota: *** p˂ 0,001, ** p ˂ 0,01, * p ˂0,05, + p<0,10.
Fonte: Elaboração própria dos autores.
75
T. L. Bartholo, M. C. Koslinski, F. M. de Andrade y D. L de Castro
76
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 97-121
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.004
*Contacto: lucia.ramirez@econo.unlp.edu.ar
Recibido: 7 de abril 2020
ISSN: 1696-4713 1ª Evaluación: 27 de junio 2020
www.rinace.net/reice/ 2ª Evaluación: 9 de julio 2020
Aceptado: 28 de agosto 2020
revistas.uam.es/reice
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
1. Introducción
Durante mucho tiempo, la escuela pública constituyó en varios países del mundo un
espacio de interacción clave para aprender a convivir con personas provenientes de
estratos sociales diferentes e igualar oportunidades. A la escuela pública asistían personas
de distintas clases sociales; pobres y ricos se mezclaban en las aulas y recibían una
educación semejante. En las últimas décadas, sin embargo, la mayoría de estos países ha
presenciado un fuerte crecimiento de la matrícula en escuelas privadas, impulsado por la
migración selectiva de los grupos no carenciados desde la escuela pública a la privada.
Este fenómeno ha sido particularmente importante en América Latina (Arcidiácono et al.,
2014; Murillo, 2016; Murillo y Martínez-Garrido, 2017), pero no exclusivo de ella (véase,
por ejemplo, Murillo, Belavi y Pinilla, 2018 para España) y ha dado forma al fenómeno de
segregación escolar, por el cual estudiantes de distinto nivel socioeconómico ya no
interactúan de igual manera en las aulas, porque asisten a diferentes tipos de
establecimientos.
La segregación escolar, entendida aquí como la separación de alumnos de distinto nivel
socioeconómico entre centros educativos públicos y privados 1, tiene profundas
consecuencias sobre la sociedad: contribuye a la generación de fenómenos de exclusión y
desintegración en otros ámbitos (Gasparini et al., 2011); da lugar a la generación de
desigualdades persistentes y trampas de pobreza (Durlauf, 2006); estrecha las
posibilidades y contactos de los grupos más vulnerables, afectando además su probabilidad
de exposición a códigos, mensajes y conductas necesarias para una movilidad social
ascendente (Valenzuela, 2008). Finalmente, cuando la segregación es elevada puede
también amenazar la cohesión social existente (Jenkins, Micklewright y Schnepf, 2008;
Wilson, 1987). En efecto, cuando distintas clases sociales no se “mezclan” en espacios
comunes, no pueden comunicarse, conocerse, ni aprender las necesidades y motivaciones
del otro, lo que vuelve particularmente difícil entenderlo, favoreciendo el prejuicio y la
estigmatización, e incrementando las posibilidades de un mayor conflicto social en el
futuro.
Entender los determinantes de la segregación escolar ha sido todo un desafío para la
literatura. Múltiples explicaciones desde diferentes ramas de la economía y la sociología
han sido ofrecidas. La economía típicamente le ha asignado un rol importante a las
preferencias y a la restricción presupuestaria de los individuos. En efecto, si las
preferencias por los centros educativos o su composición socioeconómica son
heterogéneas, la segregación ocurre con un resultado de equilibrio fácilmente (como en
modelos al estilo Schelling, 1971 o Card, Mas y Rothstein, 2008). Si los individuos tienen
en cambio las mismas preferencias, la segregación se obtiene como resultado a través del
conflicto sobre recursos escasos, surgiendo a través de mecanismos explícitos o implícitos
de racionamiento del acceso a las escuelas (como en los modelos de equilibrio parcial de
Becker y Murphy, 2003 y de equilibrio general de Nechyba, 2006, o Epple y Romano,
1998, donde las diferencias de precios e ingresos son claves).
1El presente trabajo se centra en la segregación entre el agregado de escuelas públicas y privadas,
que explica un porcentaje importante de la segregación total en América Latina (Vazquez, 2012,
2016).
98
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Entender los cambios que han ocurrido recientemente en la segregación escolar requiere
cuantificar la importancia relativa que han tenido los distintos determinantes de la
decisión de asistencia a un establecimiento educativo y de la selección de un centro
educativo del tipo público o privado. Aunque resulta imposible estimar un modelo
completo que capte todos los determinantes de este cambio, este trabajo propone una
metodología para cuantificar la importancia relativa que tienen los cambios en las
preferencias y en la restricción presupuestaria de los individuos sobre la segregación
escolar. Para ello, propone una microdescomposición de los cambios en la segregación y
realiza una aplicación empírica al caso de Uruguay. Este país constituye un caso de estudio
interesante, ya que, junto con Argentina y Perú, ha sido el país que ha experimentado un
mayor aumento en la segregación entre escuelas públicas y privadas entre las décadas de
1990 y 2010 en América Latina (Arcidiácono et al., 2014) 2.
El estudio encuentra que los cambios en las preferencias por asistir a la escuela dan cuenta
de una fracción muy pequeña del aumento que ha experimentado la segregación en
Uruguay entre 1992 y 2017. En cambio, las preferencias por asistir a un establecimiento
del tipo privado tuvieron un rol importante en el cambio observado en la segregación,
particularmente en secundaria, lo cual es consistente con el hecho de que las brechas de
calidad que se perciben entre escuelas públicas y privadas han aumentado en el período
considerado. Asimismo, los cambios en la restricción presupuestaria, captados vía
modificaciones en los ingresos, explican la mayor parte del cambio observado en la
segregación durante el período, lo que sugiere que el ingreso ha sido el principal
determinante de la evolución en la segregación escolar en el caso uruguayo.
El resto del trabajo está organizado de la siguiente forma. La Sección 2 desarrolla la
metodología. La Sección 3 describe los datos utilizados para ilustrar la metodología con
una aplicación empírica, proveyendo el contexto general del caso analizado. La Sección 4
muestra los resultados de las microdescomposiciones del cambio en la segregación escolar
aplicados a este caso, mientras que la Sección 5 concluye con algunos comentarios finales.
2. Metodología
2.1. Microdescomposición propuesta
La metodología de microdescomposiciones propuesta en este trabajo para explicar los
cambios en la segregación educativa constituye una extensión de la metodología diseñada
por Bourguignon, Ferreira y Lustig (2005), que permite medir la importancia que pueden
haber tenido distintos factores en el cambio de la segregación entre los momentos t y t´.
Si bien la metodología se diseñó originalmente para ser aplicada a temas distributivos, es
posible utilizarla en este caso para determinar cuánto del cambio en la segregación en un
período analizado está relacionado con cambios en características observables e
inobservables de los asistentes a la educación pública y privada; y cuánto con cambios en
los parámetros que gobiernan sus decisiones de asistencia.
2De acuerdo con el mencionado estudio, Uruguay fue el país que experimentó el mayor incremento
de la segregación entre escuelas públicas y privadas medida por el índice de Brecha por centiles
entre 1992 y 2011, y el tercer mayor aumento de acuerdo al índice de Disimilitud, detrás de Perú
y Argentina.
99
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
100
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
101
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
decisiones de las familias que, dadas sus preferencias y restricciones, toman sus decisiones
respecto a asistir o no al sistema educativo público.
El problema de la elección de una escuela pública puede ser interpretado como un modelo
de elección secuencial, donde la familia primero decide si el individuo asiste o no a una
escuela, y en función de su decisión de asistencia, opta por un centro público o privado.
Si se supone en términos generales que cada posible elección i reporta una utilidad Ui, es
posible escribir la probabilidad de que un individuo decida asistir a un centro educativo
público como una combinación de las probabilidades de cada opción condicional a la
elección de la etapa previa:
𝑃𝑃[𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 𝑝𝑝ú𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏] = 𝑃𝑃[𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎] x 𝑃𝑃[𝑝𝑝ú𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏 | 𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎] = 𝑃𝑃[𝑈𝑈𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 ≥
𝑈𝑈𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛𝑛 ] x 𝑃𝑃�𝑈𝑈𝑝𝑝ú𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏𝑏 ≥ 𝑈𝑈𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝𝑝 � 𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 = 1] (12)
Si se supone ese proceso decisorio, lo anterior podría resultar en un modelo probit
condicional o un modelo logit anidado. Debido a que para el análisis de
microdescomposiciones se requiere recuperar los parámetros de cada una de las etapas
decisorias por separado, se propone estimar secuencialmente un modelo no lineal de
probabilidad para cada una de las decisiones.
𝑃𝑃[𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 = 1] = 𝐹𝐹 (𝑋𝑋𝑋𝑋 ) (13)
𝑃𝑃[𝑝𝑝ú𝑏𝑏𝑏𝑏𝑖𝑖𝑐𝑐𝑐𝑐 = 1 | 𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎𝑎 = 1] = 𝐹𝐹 (𝑋𝑋𝑋𝑋) (14)
donde F(.) es la función de distribución normal.
Las estimaciones de dichas probabilidades permiten obtener una probabilidad predicha 𝑎𝑎�𝑖𝑖𝑖𝑖
de asistir a la escuela y una probabilidad predicha 𝑝𝑝̂ 𝑖𝑖𝑖𝑖 de elegir una institución pública para
el individuo i en el momento t. En base a estas probabilidades predichas utilizando los
datos observados, se obtiene un indicador estimado para el momento t.
Posteriormente, se modifica alguno de los argumentos de la ecuación (5) por los del
momento t´ para estimar nuevas probabilidades de asistencia y elección público/privado.
Finalmente, se compara el valor del indicador estimado utilizando la distribución real de
asistentes de distinto nivel socioeconómico a centros públicos y privados con el valor del
índice estimado que se obtiene considerando la distribución simulada.
La metodología propuesta difiere de otros aportes relevantes tales como el de Jaume
(2013) en tanto permite cuantificar cuál es el aporte específico de ciertas características
dentro del efecto características general. De esta manera, si se incorporan elementos de la
restricción presupuestaria de los individuos (tales como el ingreso) entre las
características individuales determinantes de la elección de escuela, es posible cuantificar
en cierto modo cuánto de un aumento de la segregación puede atribuirse a un mayor deseo
por asistir a un tipo de establecimiento y cuánto a una mayor posibilidad de asistir al
mismo. Al mismo tiempo, al proponer modelar la decisión de asistencia de manera
secuencial, permite estimar un efecto participación y un efecto provisión pública por
separado, lo cual tampoco reconoce antecedentes en la literatura de segregación escolar.
A los efectos de medir el fenómeno que es objeto de este estudio, en la aplicación empírica
se utilizará el índice de Disimilitud (D) propuesto por Duncan y Duncan (1955), que se
define como:
102
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
1 𝑥𝑥1𝑖𝑖 𝑥𝑥2𝑖𝑖
𝐷𝐷 = ∑𝑘𝑘𝑖𝑖=1 � − � (15)
2 𝑋𝑋1 𝑋𝑋2
donde i indexa en este caso el tipo de establecimiento escolar (público o privado), x1i
representa el número de alumnos vulnerables (de bajo nivel socioeconómico) en el tipo de
establecimiento i, X1 es el total de alumnos vulnerables, x2i es el número de estudiantes no
vulnerables en el establecimiento i y X2 es el total de estudiantes no vulnerables. Este
índice refleja la proporción de estudiantes del grupo minoritario, en este caso los
individuos vulnerables, que deberían cambiar de tipo de centro educativo para que exista
una distribución homogénea de los mismos entre los dos tipos de establecimientos
educativos. El indicador toma valores entre 0 y 1, donde 0 indica ausencia de segregación
y 1 presencia de segregación extrema.
2.2. Interpretación y limitaciones
En la explicación detallada arriba, los efectos participación y provisión pública son
obtenidos estimando cuán distinta hubiese sido la segregación en el momento t´ si las
características de los individuos (entre ellas, el ingreso) no hubiesen cambiado en el
período considerado entre t y t´. Estos cambios pueden ser interpretados, en un sentido
amplio, como un cambio en las preferencias de los individuos, que con las mismas
características desean ahora una mayor participación escolar o una menor participación
en el sector público.
Naturalmente, esta interpretación de los efectos parámetros PA y PP abarca no sólo
cambios en las preferencias propias de los individuos (un efecto de primer orden), sino
también cambios en las preferencias por la participación o el tipo de establecimiento
producto de cambios en las características de las escuelas que se traducen en un mayor o
menor deseo de adquirir el bien educación y asistir a un tipo de establecimiento
determinado (un efecto de segundo orden, en el sentido que se deriva de cambios en las
características del sistema en lugar de las características individuales).
Esta interpretación de cambios en las preferencias en sentido amplio es la que se propone
para contrastar el peso de estos determinantes en oposición a las características de los
individuos. Asimismo, la metodología propone la descomposición parcial del efecto
características para poder cuantificar la importancia de características específicas de los
individuos, tales como su ingreso, que tienen un rol fundamental en la elección de educarse
y el tipo de escuela a elegir.
La metodología tiene, como es sabido, las limitaciones típicas de cualquier
microdescomposición econométrica, lo que hace que los efectos estimados no sean de
equilibrio general. A su vez, pese a ser una herramienta útil para cuantificar la
contribución de varios factores al cambio en la segregación, la metodología no busca
recuperar las relaciones conductuales o los parámetros estructurales profundos. Sin
embargo, al indicar qué factores son cuantitativamente importantes y cuáles no, nos
provee de una indicación de qué hipótesis particulares o teorías deben ser exploradas con
más detalle (Fortin, Lemieux y Firpo, 2011).
103
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
3A los efectos de este trabajo, se considera educación secundaria a todos los ciclos correspondientes
a la educación media, es decir, todos los ciclos que se ofrezcan luego de haber completado la
educación primaria y que no sean considerados educación terciaria.
104
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
700.000 95.000
450.000 75.000
400.000 70.000
uente: El a bora1992 1994a en
ci ón propi 1996 ba s 1998 2000
e a da tos del2002
Depa 2004 2006
rta mento de 2008
Es ta dís2010 2012 ti 2014
ti ca Educa va del 2016
Cons ejo
e Educa ci ón Ini ci a l y Pri ma ri a y del Depa rta mento de Es ta dís ti ca del Cons ejo de Educa ci ón
Total Pública Privada
La figura 2 muestra que la tasa de escolarización ha aumentado a lo largo del período tanto
para los sectores más ricos como para los más pobres. En la educación primaria se observa
que la brecha entre el primer y quinto quintil (que era de aproximadamente 3 puntos
porcentuales) se cierra sobre finales del período, superando el 99% de asistencia para todos
los quintiles de ingreso. Respecto a la educación secundaria, se observa un incremento
diferenciado según quintil de ingreso de las tasas de escolarización, donde la asistencia de
los estudiantes pobres ha crecido a mayor tasa que la asistencia de los no pobres; por lo
que la brecha de asistencia entre el quintil 1 y el quintil 5 se redujo a 13 puntos
porcentuales.
Primaria Secundaria
100% 100%
95% 95%
90% 90%
85% 85%
80% 80%
75% 75%
70% 70%
65% 65%
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
las áreas empleadas en el análisis a nivel país, de manera de que en cada año los datos son
representativos de las localidades de 5000 habitantes o más.
105
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
100
Participación de la educación pública en %
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5
1992 2003 2017
5En el cuadro A1 del anexo se presenta la evolución del ingreso de los hogares en Uruguay durante
el período de estudio.
106
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
0,50
0,45
0,40
0,35
0,30
0,25
0,20
0,15
0,10
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
Total nacional IC al 95%
Montevideo IC al 95%
Figura 4. Índice de Disimilitud. Total educación básica. 1992-2017
Fuente: Elaboración propia en base a ECH.
0,60 0,60
Primaria Secundaria
0,50 0,50
0,40 0,40
0,30 0,30
0,20 0,20
0,10 0,10
0,00 0,00
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
107
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
6 Los hogares nucleares son aquellos compuestos por hijos viviendo únicamente con ambos padres.
Los hogares no nucleares son todos aquellos que no cumplen con la definición anterior.
7 Debido a que los índices contrafácticos se calculan en base a probabilidades simuladas, los índices
observados de esta sección se calcularon utilizando las probabilidades predichas en base a los datos
observados de cada año.
108
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
109
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
110
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
111
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
La fila seis del cuadro 3 confirma la importancia del ingreso per cápita familiar como
determinante de los cambios en la segregación, ya que logra explicar un 87% del total del
efecto características y un 57% del cambio total entre 1992-2017. Cuando la segregación
cae (1992-2003), el efecto características parece dar cuenta de casi la totalidad de dicha
caída. En este período, los ingresos parecen haber presionado a una caída aún mayor de la
segregación, la cual fue contrarrestada por los cambios en otras características. Los
cambios en los niveles de ingresos de los individuos parecen haber tenido un rol más
determinante aún en los últimos 15 años, ya que dan cuenta de casi la totalidad del efecto
características, y por lo tanto de un 79% del aumento total de la segregación.
Cuadro 3. Micro descomposiciones con simulaciones de ingreso. Cambios en el Índice de
Disimilitud. Educación primaria y secundaria. Total país
CAMBIO EN NIVELES CAMBIO EN %
1992-2017 1992-2003 2003-2017 1992-2017 1992-2003 2003-2017
Cambio observ. 0,087 -0,042 0,130 100% 100% 100%
Efectos
Participación -0,004 -0,002 -0,002 -5,0% 4,1% -1,5%
Provisión públ. 0,034 -0,002 0,026 39,1% 4,7% 20,3%
Característ. 0,058 -0,039 0,105 65,9% 91,2% 81,2%
Ingreso 0,050 -0,048 0,103 86,7% 123,8% 97,5%
Otras 0,008 0,009 0,003 13,3% -23,8% 2,5%
Fuente: Elaboración propia en base a datos de ECH.
112
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
siendo un factor determinante: logra dar cuenta del 42% del aumento total de la
segregación en el período 1992-2017 y de un 68% en los últimos 15 años.
Cuadro 4. Micro descomposiciones con simulaciones de ingreso. Cambios en el Índice de
Disimilitud. Educación primaria. Total país
CAMBIO EN NIVELES CAMBIO EN %
1992-2017 1992-2003 2003-2017 1992-2017 1992-2003 2003-2017
Cambio observ. 0,122 -0,036 0,158 100% 100% 100%
Efectos
Participación -0,001 -0,001 -0,001 -1,0% 2,4% -0,6%
Provisión públ. 0,031 0,000 0,015 25,9% -0,3% 9,7%
Características 0,091 -0,036 0,143 75,1% 97,9% 90,9%
Ingreso 0,051 -0,051 0,107 55,8% 142,2% 74,4%
Otras 0,021 0,009 0,037 44,2% -42,2% 25,6%
Fuente: Elaboración propia en base a datos de ECH.
distintos niveles educativos, la educación secundaria pública es la peor evaluada por los
encuestados.
113
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
5. Conclusiones
Este trabajo propuso una metodología para descomponer los cambios en la segregación
escolar en el tiempo y cuantificar la importancia relativa de diferentes factores que dan
cuenta de esos cambios. La metodología permite expresar el cambio en la segregación
entre dos períodos de tiempo como la suma de un efecto participación, un efecto provisión
pública y un efecto características, y descomponer a su vez este último efecto en base a
distintos determinantes de la segregación que hayan sido planteados a nivel teórico.
Interpretando los dos primeros efectos como resultados de un cambio en las preferencias
por la asistencia o por los establecimientos del tipo público, e incorporando al ingreso
entre los determinantes de la decisión de asistencia y del tipo de establecimiento elegido,
la metodología permite cuantificar de algún modo la importancia relativa de los cambios
en la restricción presupuestaria de los individuos en la explicación de los cambios en la
segregación.
Para ilustrar la utilidad de la metodología propuesta, se realizó una aplicación empírica al
caso de Uruguay, uno de los países de América Latina que mayor incremento de la
segregación escolar entre escuelas públicas y privadas ha experimentado en los últimos
años. Los resultados hallados muestran que los cambios en las preferencias por asistir a la
escuela dan cuenta de una fracción muy pequeña del aumento de la segregación ocurrido
en este país entre 1992 y 2017. En cambio, las preferencias por asistir a un establecimiento
del tipo privado tuvieron un rol importante en el cambio observado en la segregación,
particularmente en secundaria, mientras que los cambios en la restricción presupuestaria,
captados vía modificaciones en los ingresos, explican la mayor parte del cambio observado
en la segregación durante el período.
Por limitaciones en los datos disponibles, los cambios en los precios relativos de los
establecimientos públicos y privados no pudieron incorporarse en la aplicación empírica,
pero la metodología es lo suficientemente flexible para incorporar esta parte importante
de la restricción presupuestaria al modelo, así como también el efecto de los cambios en la
segregación residencial si se incorpora información sobre la localización geográfica de los
individuos. Finalmente, si se asignaran características de las escuelas a los individuos de
algún modo, podría cuantificarse cuánto de lo que aquí se interpreta como cambio en las
preferencias en un sentido amplio se refiere a cambios en las características de las escuelas
que los individuos valoran y tienen en cuenta al tomar su decisión de asistir a un
establecimiento escolar.
114
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
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115
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
116
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Anexo
Cuadro A1. Evolución del ingreso per cápita familiar por quintiles de ingreso. Total
nacional 1992, 2003, 2017
EN NIVELES EN %
1992 2003 2017 1992-2017 1992-2003 2003-2017
Quintil 1 1939 1333 2654 36,9% -31,2% 99,0%
Quintil 2 3667 2343 4856 32,4% -36,1% 107,3%
Quintil 3 5493 3603 7110 29,5% -34,4% 97,4%
Quintil 4 8090 5569 10334 27,7% -31,2% 85,6%
Quintil 5 17392 13253 21118 21,4% -23,8% 59,3%
Promedio 7316 5220 9215 26,0% -28,6% 76,5%
Mediana 5471 3576 7069 29,2% -34,6% 97,7%
Nota: Ingreso per cápita familiar a pesos constantes de 2005. Metodología CEDLAS.
Fuente: Elaboración propia en base a ECH.
117
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
119
L. Ramírez Leira y E. Vazquez
120
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Emmanuel Vazquez
Investigador del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Vazquez es Licenciado en Economía de la
Universidad Nacional de La Plata y Magíster en Economía de la Universidad de
California, Los Ángeles (UCLA). Actualmente es profesor de grado y posgrado en la
UNLP e investigador categorizado de esta institución. Sus investigaciones sobre temas de
educación y mercados laborales han sido publicadas en revistas académicas tanto
nacionales como internacionales. Ha sido consultor de numerosas instituciones tales como
el Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la
Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Vazquez ha obtenido varios premios, incluyendo distinciones de la UNLP a sus mejores
egresados de grado y posgrado, y de la Asociación Argentina de Economía Política
(AAEP) en el contexto del Premio Investigador Joven. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0003-3061-6618. Email: evazquez@cedlas.org
121
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 123-141.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.005
1. Introduction
1.1. The home countries of the UK
The four home countries of the United Kingdom are England, Scotland, Wales and
Northern Ireland. Since 1975, education has gradually devolved to be controlled by
separate home country governments. Many of the salient features of the education
systems are common, such as no tuition cost in state-maintained schools, free lunch
provision for some students, and full-time compulsory education for all children until at
least the age of 16. All schools are organized into year groups, so children of the same age
are taught together. The state-funded school system aims to equalise the learning and
development opportunities for all children, independent of factors such as gender,
ethnicity, family socioeconomic status, and place of residence. Equality is the fundamental
promise of the state-funded education system, and in order to achieve this promise each
home country adopts education policies depending on the demography, nature of
challenges and available resources.
The UK education systems diverge at various points making state-maintained schooling
somewhat diverse across the four countries. But in most areas, school years are then
grouped together in larger stages or phases, usually with different curriculum
requirements and outcomes for each. Each country of the UK has its own curriculum.
Although much of the content is similar, there are structural and pedagogical differences
in the delivery of the contents. At primary level, in England and Northern Ireland, the
National Curriculum applies to children in Key Stages 1 and 2. In Wales, schools follow
the National Literacy and Numeracy Framework (NLF), which emphasises applying
literacy and numeracy across the whole curriculum. On the other hand, the Curriculum
for Excellence in Scotland includes subjects like expressive arts or health and wellbeing
Wales has a language policy of Welsh as a medium of instruction for some and compulsory
Welsh language learning for the rest, in all state-maintained schools. England and
Northern Ireland have state-maintained Grammar schools which select pupils on the basis
of their performance at age 11. State-maintained schools in Northern Ireland are also
separated on the basis of catholic or protestant religious education. Disparities across the
four countries are largely related to historical changes and geo-political reforms which
lead to considerable independency of the education systems. However, none of these
countries have overcome the challenge of segregation by poverty in schools, establishing
a state-governed system where rich and poor have equal access and opportunity of
education. Recently some policy initiatives have been adopted to equalise the learning
outcomes such as additional funding allocation to schools depending on the intake of
children from disadvantaged families (Gorard, Siddiqui, & See, 2019). However, more
evidence is required to judge if school segregation by poverty has changed as a result.
In all four UK countries, the state-maintained systems run in parallel with private fee-
paying school systems. There are nearly 2,500 independent schools in the UK. These
schools do not have to follow the national curriculum and the student admission policy
does not have to be aligned with the state sector. This means there is selection of students
on criteria such as academic ability, socioeconomic status or parental religious affiliation.
The proportion of independent schools is not balanced across all four home countries.
England has the highest number of independent schools (1,289) where 7.2% of the total
student population in England receive private education. In Wales, less than 2% of the
124
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Welsh student population receive private education, with around 4% in Scotland, and 2%
in Northern Ireland.
1.2. What is school segregation?
According to Gorard (2000), segregation between schools is defined as the proportion of
students who would have to change schools for there to be an even spread of disadvantage
between schools within the area of analysis. Segregation by poverty is one of several
different kinds of disadvantage used for assessing school segregation (ethnicity, religion,
sex, prior performance) that can put equality of opportunity to education at risk (Murillo
& Martínez-Garrido, 2018a; Taylor & Gorard, 2003). There is research evidence that
shows clustering children with similar background characteristics in schools isolates
them from a wider society, and this stratification is most harmful for those children who
are disadvantaged (Bartholo & Da Costa, 2014; Billings, Deming, & Ross, 2016; Harris &
Williams, 2012; Siddiqui, 2017; Strand & Winston, 2008). Equality of access to resources
and opportunities in schools is still an issue hindered by socioeconomic segregation, which
no policy so far has fully addressed.
Studies using high quality population data sets have found that school types are associated
with the clustering of children on the basis of socioeconomic group, sex, language, religion
and ethnicity (Gorard, 2015; Gorard et al., 2006). Where schools are given power to select
students their intakes tend to be unbalanced, possibly dominated by certain other
unobservable characteristics (Morris, 2015; Norwich & Black, 2015). Clustering by
poverty as a common variable but can also be a proxy for associated characteristics such
as ethnic group or religion, caste or tribe, less educated parents, siblings involved in
labour, or even history of crime or drug abuse. Segregation on the basis of a targeted
characteristic can also become a contentious issue, where for example schools supporting
a religious minority would group children on the basis of their parents’ religion but the
scope of such education is highly contentious in a secular society (Borooah & Knox, 2015;
Oldfield, Hartnett, & Bailey, 2013).
The results from international research has shown that the average of school segregation
by poverty in UK is below the average of other EU countries. For example, Murillo and
Martínez-Garrido (2018b) estimate the magnitude of school segregation by poverty in
the 27 of the 28 countries that participate in PISA 2015 (Cyprus did not participate). The
authors use the Gorard Segregation index and the Isolation index to estimate school
segregation. Their results show that the average of school segregation by poverty
between the different countries of the EU is 0.35 (using Gorard index) and 0.31 (using
Isolation index). That means that in the EU average, 35% of poor students should change
the schools to equalise the schools in terms of socioeconomic clustering of children. In the
UK, those estimates are 0.33 (using Gorard index) and 0.29 (using Isolation index).
According to the authors, the situation of school segregation by poverty in the UK is
similar to the level of school segregation in countries like Luxemburg (0.34), Netherlands
(0.33), Denmark (0.32).
There could be several underlying factors creating segregation at school level, such as
independent school policy, geographical limitations, housing and residential schemes,
school allocation policy, and parental choice. There is no experimental evidence of the
causal nature of such clustering and its long-term impact. However, secondary data
analyses on large population data sets and longitudinal studies have shown that school
level segregation on the basis of disadvantaged characteristics is one of the determinants
125
C. Martínez-Garrido, N. Siddiqui, and S. Gorard
of low academic attainment (Condron, 2011, 2013; Gorard, 2015; Knowles & Evans, 2012)
and therefore of access to university education (Boliver, 2011; Cavalcanti, Guimaraes, &
Sampaio, 2010).
1.3. PISA
International student assessments can be a useful addition to the evidence relevant to
segregation studies and a range of other issues. The methodology, the validity and
sampling techniques are all carefully constructed. The Program for International Student
Assessment (PISA) is an example of these international student assessments among other
like Trends in International Mathematics and Science Study (TIMSS) and Progress in
International Reading Literacy (PIRLS). PISA is a near-worldwide study by the
Organization for Economic Co-operation and Development (OECD) in member and non-
member nations of 15-year-old school pupils' scholastic performance on Mathematics,
Science, and Reading. It was first conducted in 2000, and then repeated every three years.
The UK has participated in PISA since the first version in 2000 generating a large amount
of data from the UK over 15 years. The data includes of students’ academic performance
in literacy, numeracy, science and contextual information collected from schools, teachers
and parents. The data therefore allows for the analysis of school segregation in the UK,
as well as how political, economic and social changes over the last 15 years reflect any
changes in patterns of school segregation by poverty. The unit of sampling in PISA is the
school, and both private and state schools are included in the study. It is worth mentioning
that the data from private schools are not included in the national school census and
therefore the analysis based on national figures do not allow comparison between private
and state schools in the UK. PISA, almost uniquely, permits such a comparison.
2. Method
The aim of this study in to understand the behavior of school segregation by
socioeconomic level in the UK across the time. For this new study, we used the data PISA
datasets, generated between 2000 and 2015. In each cycle of PISA, representative samples
of all school types were invited to take part in student assessments and questionnaires
from teachers, families and students. PISA assesses the extent to which 15-year-old
students have acquired key knowledge and skills in three fundamental areas: mathematics,
language and science. Additional information is also obtained on factors associated with
learning that allows contextualising the academic performance of students.
1.1. Sample
The number of students assessed in PISA has increased from 2000 to 2015. To achieve
the aim of this research, it is necessary that there be no missing data, so in those cases in
which there was no information on the socioeconomic status of the families, they were
directly eliminated. In 2003 more than a quarter of a million students took part,
representing 15-year-olds enrolled in the schools of 41 participating countries. In 2015,
approximately 540,000 students completed the assessment, from 72 participating
countries and economies. In the UK, 9,535 students from 381 schools were assessed in
PISA 2003 and, 141,57 students from 2,200 schools in PISA 2015 (table 1).
126
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Table 1. The number of cases in each year and home country, PISA 2000-2015
2000 2003 2006 2009 2012 2015
England 2,292 5,194
Wales - 6,812 10,708 9,548 9,714 3,451
Northern Ireland 1,586 2,410
Scotland 1,317 2,723 2,444 2,631 2.945 3,111
UK 5,195 9.535 13,152 12,179 12,659 14,517
Total number of
362 381 502 482 507 550
schools
Percentage state-
95.2 94.1 95.0 96.1 80.4 91.2
funded schools
Note: - Wales did not participate in PISA 2000. The data from England, Northern Ireland and
Wales is reported together 2003-2012.
Source: Computed by the authors.
1.2. Coding
For analyses of the school segregation of disadvantaged students, we created a sub-group
of 10% and 25% of the students with the lowest socioeconomic level of their families. Both
analyses show the patterns of segregation of most disadvantaged students in state and
private school type and whether the trends have changed over time.
The level of socioeconomic disadvantage has been judged according to ESCS-index of
Economic, Social and Cultural Status, provided by PISA international evaluation. ESCS
is created on the basis of the following variables: The International Socio-Economic Index
of Occupational Status (ISEI); the highest level of education of the student’s parents,
converted into years of schooling; the PISA index of family wealth; the PISA index of
home educational resources; and the PISA index of possessions related to “classical”
culture in the family home. The ESCS variable is typified for each country.
1.3. Analysis
School Segregation has been analyzed using the Gorard Segregation index (GS) (Gorard
& Fitz, 1998, 2000a, 2000b), and the Dissimilarity index (D), one of the oldest estimators
of segregation (Duncan & Duncan, 1955). GS is defined as the proportion of
disadvantaged students who would have to change schools for there to be an even spread
of disadvantage between schools within the area of analysis. D is defined as the percentage
of all students who would have to change schools so that there was no segregation
between the groups. Although there have been academic disputes about the relative merits
of each index, we agree with Gorard (2007) that both are measuring the same thing, and
that under normal circumstances they both provide the same substantive results. We use
both here for assurance.
To measure the exposure dimension of school segregation we used the isolation index
(Lieberson, 1981), considered as the best for the purpose by Massey and Denton (1988).
It is interpreted as the probability that a student from a minority group will be at school
with another student from the same minority group. The greater the isolation of the
group, the lower its exposure to the members of the other groups (Echenique & Fryer,
2007).
More precisely the formulae of segregation indexes are:
127
C. Martínez-Garrido, N. Siddiqui, and S. Gorard
Dissimilarity index:
𝑘𝑘
1 𝑥𝑥1𝑖𝑖 𝑥𝑥2𝑖𝑖
𝐷𝐷 = � � − �
2 𝑋𝑋1 𝑋𝑋2
𝑖𝑖=1
Isolation index:
𝑘𝑘
𝑥𝑥1𝑖𝑖 𝑥𝑥1𝑖𝑖
𝐴𝐴 = �
𝑋𝑋1 𝑇𝑇𝑖𝑖
𝑖𝑖=1
Where:
x1i is the number of students of the minority group in the school i.
x2i is the number of students of the majority group in the school i.
X1 is the number of students of the minority group in the country.
X2 is the number of students of the majority group in the country.
Ti is the number of students in the school i.
T is the number of students in the country.
The analysis has been conducted to observe segregation by poverty in both state-funded
and private schools. Schools were grouped into the four countries of United Kingdom
(England, Scotland, Northern Ireland, and Wales). The analysis of segregation by poverty
was based on the proportion of richer and poorer children in each school. We conducted
the analyses weighting each dataset through the variable weight supplied by PISA. The
schools were then sorted in public and private school types and for each category GS, D
and A indexes were calculated.
The analysis is presented in three sections. First, the estimation of segregation indexes
for the 25% of students with the lowest socioeconomic level, looking at differences
between home countries and between state-funded and private schools. Second, the same
for the 10% lowest SES students. Finally, a study in more detail of the school segregation
in 2015 for 25% and 10% of poorest students in the UK and each of its countries.
3. Results
3.1. How do the indices compare?
There is a vast amount of scientific literature on the use of one index or another to
measure the evenness dimension of segregation. Specifically, Gorard & Taylor (2002)
have come to speak of a “war of indices”. The pioneer index has been the dissimilarity
index developed by Duncan & Duncan (1955), more recent is the Gorard Segregation
index (Gorard, 2000). Table 2 shows the correlation between both indices, in a way that
shows how the use of one or the other is indifferent in terms of its results.
In fact, these correlations show yet again that GS and D are measuring the same thing,
and their correlation is 1, whether looking at the segregation of the poorest 25% or the
poorest 10% of students. This means that the results for GS and D are generally
128
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
interchangeable. This has been shown many times, and we hope that this puts an end to
prior claims that D was somehow superior to GS (Gorard, 2007). The A index, as it is
designed to, is measuring something different to either GS or D. So, it has a lower
correlation with both of them.
Table 2. Correlations between the different school segregation residuals, UK, PISA 2015
GS
D INDEX A INDEX GS INDEX D INDEX A INDEX
INDEX
25% 25% 10% 10% 10%
25%
GS Index 25% 1 1.00 0.71 0.78 0.78 0.55
D Index 25% 1.00 1 0.71 0.78 0.78 0.55
A Index 25% 0.71 0.71 1 0.62 0.62 0.80
GS Index 10% 0.78 0.78 0.62 1 1.00 0.73
D Index 10% 0.78 0.78 0.62 1.00 1 0.73
A Index 10% 0.55 0.55 0.80 0.73 0.73 1
Note: Computed by the authors.
The same pattern appears when considering only the majority (94%) state-funded schools
in the UK (table 4). Here though the levels of segregation are slightly lower, and
correspondingly much higher for the small proportion of private schools (table 5). For
private schools the Isolation index diverges from the other two indices because there are
so few poor students in the private schools anyway, however they are clustered between
private schools. In general, either private schools have become less segregated (from each
other) in terms of poverty, or the private schools entering PISA have become more
representative.
129
C. Martínez-Garrido, N. Siddiqui, and S. Gorard
The pattern is slightly different for the 10% poorest students in the UK. Segregation
between schools for this group has declined somewhat from 2000 to 2015 in terms of GS
and D measures of evenness (tables 6 to 8). For 2012 and 2000 data relating to some
private schools was not recorded. There will be even fewer of the 10% poorest students
in private schools (than 25% poorest), and so they would “meet” very rarely.
Table 6. Segregation 2000-2015, lowest 10% SES, all schools, UK
2000 2003 2006 2009 2012 2015
Gorard Segregation Index 0.40 0.34 0.38 0.40 0.37 0.35
Dissimilarity Index 0.46 0.38 0.42 0.44 0.41 0.39
Isolation Index 0.24 0.18 0.20 0.20 0.19 0.17
Note: Computed by the authors.
130
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Table 9 compares the segregation in each home country in 2015. It shows that
segregation in Scotland is markedly lower than the UK average, for both state and private
sectors. The same is true for Wales to a lesser extent. The picture, overall and for state
schools, is very similar in England and Northern Ireland. However, private schools in
Northern Ireland are even less segregated than those in Scotland (but not Wales).
Table 9. Segregation GS index, 2015, England, Scotland, and Northern Ireland
ENGLAND SCOTLAND WALES NORTHERN IRELAND UK
All schools 25% 0.27 0.22 0.21 0.27 0.26
All schools 10% 0.37 0.29 0.32 0.35 0.35
State schools 25% 0.26 0.20 0.21 0.27 0.25
State schools 10% 0.35 0.28 0.33 0.35 0.34
Private schools 25% 0.50 0.33 0.20 0.25 0.48
Private schools 10% 0.82 0.57 - 0.39 0.78
Note: Wales had no students in private schools among the lowest 10% SES. Computed by the
authors.
The apparent level of school segregation has dropped from 2000 to 2015 in all three home
countries for which there are figures. Using the GS index for the 25% lowest SES
students, in England it dropped from 0.31 in 2000 to 0.27 in 2015 (table A7), and from
0.44 to 0.37 for the 10% lowest SES (table A10). This is similar to the fuller figures
reported for England for all state schools, based on official figures of pupils eligible for
free school meals. These were 0.33 in 2000, and 0.29 in 2015 (Gorard, Siddiqui, & See,
2019). This comparison suggests that at least some the changes and differences in the
smaller sampled PISA figures are valid estimates of alterations in segregation. In NI,
segregation dropped from 0.29 to 0.27 for the 25% lowest SES students, and from 0.45 to
0.35 for the 10% lowest SES students. The equivalent figures for Scotland were 0.26 to
0.22, and 0.41 to 0.29.
Figure 2 presents another way of visualizing the segregation between schools in each
home country, using the GS segregation residual for each school, the equivalent figures
for D residuals appear in the Appendix. Both indices can be examined in a similar way,
however, it is important to remember the special property of GS index, of remaining
unchanged in the face of changes in the composition of the minority group. Each graph
shows a V shape, with the point at 25% on the x axis where schools have exactly their fair
share of the 25% most disadvantaged students, and at 0 on the Y axis since these schools
add nothing to the overall segregation figure.
Each of the bubbles represented in the graphs shows the value of the residual of school
segregation for each student. As can be seen, Northern Ireland has a smaller sample,
followed by Scotland, Wales, and England. The four countries have a similar magnitude
of school segregation showing a V shape comparable in terms of its amplitude, the
difference between the country with the higher school segregation (England), and the one
with the least (Wales) is 6%. However, the true difference is explained through the
narrowness of the figure. The narrower the form defined by the residuals of school
segregation will mean that the ratio of segregation in the schools of that country is higher
and therefore it is urgent to make decisions and political measures that help alleviate it.
131
C. Martínez-Garrido, N. Siddiqui, and S. Gorard
Scotland Wales
4. Discussion
Our results highlight a similar pattern of school segregation by poverty between England,
Scotland, and Wales. The levels of school segregation in all three cases have decreased
over the 15 years studied. Specifically, England is the country where it has declined the
most, from 0.31 in the year 2000 to 0.27 in the year 2015, measured with the GS index.
On the other hand, school segregation in Northern Ireland seems to show different trends.
Although segregation in Northern Ireland is less than 15 years ago, it has a very similar
value (0.27 to 0.28). Previous research shows that school segregation changes over time
relative to the particular economic and social characteristics of the country (Cheng &
Gorard, 2010; Croxford & Raffe, 2013). In Northern Ireland, the continued existence of
selection to schools by academic ability at age 11, and parental choice of faith schools for
their children will tend to fix segregation and prevent further equality of access and
exposure. Both religion and attainment at age 11 are linked to relative economic
advantage, at an aggregated level.
132
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Our results have implications for the UK Departments of education and for other
researchers in future studies to continue exploring las implications of our findings for
future research aiming to continue using PISA data to compare different countries. Our
findings have shown that the private sector in the UK segregates students according to
their level of poverty. Private schools have higher segregation than state schools and this
has increased segregation by 17% in 3 years (from 31% in 2012 to 48% in 2015), while the
situation in state-funded schools has diverged from this. This needs further investigation
with recommendations that segregation analyses must include data from independent
schools, where possible. Most studies on poverty segregation in England exclude
independent schools considering that the independent school student intake is
consistently 7% which does not contribute to the overall spread of poverty in schools, and
because the National Pupil Database has only partial data on private schools. This ought
to change.
Although each year of the PISA assessment the four countries have been expanding their
sample, which undoubtedly improves the reliability of the data. However, it must continue
to be recognized that little data remains available. The ideal would be to have data from
the entire population and this is undoubtedly one of the limitations of using the PISA
database. Other limitation for the figures of the segregation index is that the data from
England, Northern Ireland and Wales is reported together 2003-2012. Also, the PISA
dataset does not provide information that allows us to know more about the
characteristics of these private schools in order to explain why segregation seems to have
increased over time, geographical location of schools and type of school (faith school,
grammar school, and so on). It would be interesting if the UK government would allow
researchers to have access to know which schools participated in the PISA study. This
would enable researchers to use information from the National Pupil Database which
contain a more detailed information on each of the schools. The combination of both
databases would give us the opportunity to develop quality empirical research that can
clarify the drivers of segregation in each country and sector.
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C. Martínez-Garrido, N. Siddiqui, and S. Gorard
138
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
139
C. Martínez-Garrido, N. Siddiqui, and S. Gorard
140
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Journal of Education for Social Justice, and the Latin American Journal of Inclusive
Education. Her research lines are School Segregation, Effective Teaching, Educational
Leadership, and Education for Social Justice. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-
7586-0628. Email: cynthia.martinez@uam.es
Nadia Siddiqui
She has academic expertise in education research and equity in education. She has led
important education research projects contributing evidence for education policy in
England. Her research interests are to explore the stubborn patterns of poverty and
inequalities through population data sets and large scale surveys such as National Pupil
Database (NPD, England), Higher Education Statistics (HESA), Annual Survey of
Education Report data (ASER, Pakistan), Longitudinal Survey of Young People in
England (LSYPE). By using these secondary data resources, she investigates the
indicators of disadvantage that determine children's academic attainment, well-being and
happiness, and access to pathways for successful life. ORCID ID: https://orcid.org/0000-
0003-4381-033X. Email: nadia.siddiqui@durham.ac.uk
Stephen Gorard
He is Professor of Education and Public Policy, and Director of the Evidence Centre for
Education, Durham University (https://www.dur.ac.uk/). He is a Fellow of the Academy
of Social Sciences, member of the British Academy grants panel, the ESRC
Commissioning Panel for the Research Methods Program, and Lead Editor for Review of
Education. He is a member of the Cabinet Office Trials Advice Panel as part of the Prime
Minister’s Implementation Unit. His work concerns the robust evaluation of education as
a lifelong process, focused on issues of equity, especially regarding school intakes. He is
author of around 30 books and over 1,000 other publications. He is currently funded by
Nesta to evaluate their EdTech Testbed, and by the British Academy to look at the impact
of schooling in India and Pakistan. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-9381-5991.
Email: s.a.c.gorard@durham.ac.uk
141
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 143-169.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.006
1. Introducción
En América Latina los logros educativos de los estudiantes se encuentran fuertemente
determinados por las características socioeconómicas del hogar de origen (Duarte, Bos y
Moreno, 2009; OECD, 2013; Treviño, Valenzuela y Villalobos, 2015). El segundo y tercer
Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE y TERCE) encuentran que el
contexto social, económico y cultural es el ámbito que ejerce mayor influencia sobre el
aprendizaje (Treviño et al., 2010; 2015), limitando el efecto que el sistema educativo podría
tener para compensar las desigualdades de origen. Para lograr equidad educativa, resulta
necesario que los centros sean heterogéneos en términos de nivel socioeconómico
(Kaztman, 2001), para favorecer el vínculo entre estudiantes con origen social e historias
de vida diversas, y contribuir a la integración social.
En Uruguay, se ha trabajado para garantizar el acceso universal a la educación. Sin
embargo, acceso no garantiza equidad educativa. Dentro del sistema educativo uruguayo,
en su tramo obligatorio, el sector privado concentra en la mayoría de sus centros a
estudiantes de entornos favorables y muy favorables (INEEd, 2014). TERCE ubica a
Uruguay entre los países en los que el índice de nivel socioeconómico individual presenta
una relación más fuerte con el logro académico y el nivel socioeconómico de la escuela con
el logro en matemáticas. Asimismo, sostiene que es uno de los países con menor índice de
inclusión social 1 en la región (Treviño et al., 2015). En esta línea, el INEEd (2014) muestra
que la enseñanza primaria en Uruguay presenta una mayor segregación socioeconómica
y cultural que la correspondiente a desempeños. A pesar de esto, existen diferencias
importantes entre los estudiantes: los puntajes cambian de acuerdo a su origen
socioeconómico y cultural y de manera más significativa según el contexto
socioeconómico y cultural del conjunto de sus compañeros de escuela.
El Estado puede intervenir en la asignación de recursos entre los centros educativos, para
intentar equiparar las oportunidades de los estudiantes en el sistema educativo,
atendiendo la existencia de diferencias de origen y distintas necesidades educativas
(Guadalupe, 2015; INEEd, 2019; Morduchowicz, 2000). Asimismo, es posible intervenir a
través del mecanismo de asignación de estudiantes a los centros educativos, para lograr
una combinación más heterogénea de sus características, especialmente en términos de
nivel socioeconómico.
El mecanismo de asignación de estudiantes a los centros educativos en Uruguay posee
una fuerte impronta territorial, lo que provoca que el nivel socioeconómico del centro
educativo se encuentre altamente determinado por el del barrio/localidad en el que se
ubica. Bracco (2019) muestra que la calidad del vecindario, a través del efecto de pares en
la escuela, resulta significativa para determinar la probabilidad de repetir e,
indirectamente, afecta la probabilidad de abandonar los estudios. Las familias eligen entre
centros públicos, que son gratuitos en todos los niveles educativos para la enseñanza
obligatoria 2, y privados (en Uruguay no existe sistema de voucher). Si optan por el sistema
público, las familias deben explicitar cuáles serían los centros de su preferencia, eligiendo,
1 Este índice mide cuán probable es que estudiantes de distinto origen social coincidan en la misma escuela, a
través del análisis de la heterogeneidad socioeconómica al interior de esta (Treviño et al., 2015).
2 La educación obligatoria en Uruguay está determinada por el artículo 7 de la Ley Nº 18.437 Ley General de
Educación y comprende educación inicial, primaria y media (básica y superior).
144
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
2. Revisión de la literatura
La segregación es un fenómeno multidimensional definido como la distribución desigual
de individuos con determinadas características (etnia, género, nivel socioeconómico, etc.)
entre unidades organizacionales (barrios, trabajos, escuelas) (Treviño, Valenzuela y
Villalobos, 2015; Vazquez, 2012) 4. Massey y Denton (1988) identifican cinco dimensiones
que permiten analizar la segregación desde ópticas diferentes: 1) la igualdad refiere al nivel
de desigualdad en la distribución de los grupos entre diferentes unidades organizativas;
2) la exposición es el grado de contacto potencial entre los integrantes mayoritarios o
minoritarios de un grupo dentro de una unidad organizativa, lo que influye en la
probabilidad de interacción entre grupos; 3) la concentración que postula que los grupos
minoritarios pueden estar concentrados en áreas relativamente pequeñas respecto de los
grupos mayoritarios; 4) la centralización es el grado en el que un grupo está espacialmente
localizado cerca del centro del área considerada y 5) el agrupamiento se asociada al grado
de cercanía entre las unidades organizativas ocupadas por miembros de los grupos
minoritarios (Treviño, Salazar y Donoso, 2011; Vazquez, 2012). Este estudio se
concentrará en las primeras dos dimensiones.
Dependiendo de la definición de las unidades organizativas, se puede estudiar el nivel de
segregación de estudiantes entre centros, entre aulas y dentro de las aulas (Treviño,
Valenzuela y Villalobos, 2015). Al considerar la segregación entre centros, se aprecia que
las causas son múltiples y dependen de las especificidades de cada país y de cada sistema
educativo. Rossetti (2014) asocia los riesgos de segregación escolar a las desigualdades
territoriales y a la existencia de ofertas educativas segmentadas en costo y calidad. En
términos generales, se pueden distinguir tres factores determinantes: el efecto de las
tendencias demográficas y la segregación residencial, la elección del establecimiento
3 En este artículo subsistema refiere a educación inicial, primaria y media básica, la que a su vez incluye
educación secundaria y técnica, que se considerarán por separado.
4 Autores como Katzman (2001) distinguen entre segmentación y segregación. En este trabajo se utiliza
exclusivamente el término segregación.
145
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
educativo por parte de las familias y la selección de los estudiantes por parte de los centros
educativos.
Cuando los barrios se constituyen en unidades relativamente homogéneas, el hecho de que
los estudiantes asistan a los centros educativos cercanos a sus viviendas genera que la
composición sociodemográfica de las escuelas se torne homogénea (Bellei, 2013; Jenkins,
Micklewright y Schnepf, 2008; Kaztman y Retamoso, 2006; Murillo, Duk y Martínez-
Garrido, 2018; Rossetti, 2014). La elección, por parte de los padres, de centros educativos
que se ajusten al perfil académico, social, religioso u otro deseado para sus hijos (Rossetti,
2014), potenciado por la privatización de la educación, las políticas de voucher y de cuasi–
mercado escolar, favorecen la segregación del sistema. Finalmente, las escuelas resultan
selectivas de su alumnado a los efectos de mantener cierto status académico y social (Bellei,
2013; Jenkins , Micklewright y Schnepf, 2008; Murillo, Duk y Martínez-Garrido, 2018;
Rossetti, 2014). Asimismo, la equidad en la asignación de recursos entre las escuelas, las
regulaciones sobre el currículo y la autonomía de los centros también influyen en la
segregación escolar (Bellei, 2013).
Que los estudiantes estén agrupados en función de su nivel socioeconómico, impide que el
“efecto de pares” se dé entre sujetos con diferente capital social, lo que favorecería la
trasmisión de normas sociales, valores educativos y el desarrollo de habilidades
académicas y sociales, potenciando el desarrollo cognitivo y no cognitivo, los resultados
educativos y el clima escolar (Krüger, 2014; Marchesi, Tedesco y Coll, 2009; Palardy,
2013; Rossetti, 2014). Los centros con estudiantes de menor nivel socioeconómico suelen
contar con menos recursos, peor infraestructura, menores expectativas docentes, y mayor
dificultad para reclutar y mantener la estabilidad de sus colectivos docentes, lo que afecta
los procesos de aprendizaje (Blanco Bosco, 2009; Centro de Estudios MINEDUC, 2012;
Fernández y Cardozo, 2011; Krüger, 2011, 2012; Murillo y Martínez-Garrido, 2017;
Rossetti, 2014; Treviño, Valenzuela y Villalobos, 2014). Es así que la segregación
educativa por nivel socioeconómico es discriminatoria y reproduce las desigualdades
sociales y culturales, constituyendo un obstáculo para la construcción de sociedades
cohesionadas (Kaztman, 2001; Marchesi, Tedesco y Coll, 2009; Murillo y Martínez-
Garrido, 2017; Rossetti, 2014).
A nivel internacional, uno de los estudios de mayor cobertura es el de Jenkins,
Micklewright y Schnepf (2008) que estudia la segregación entre centros en países
industrializados y plantea que los que tienen trayectorias separadas para educación
académica y vocacional, presentan una alta segregación, de la cual más de la mitad se
explica por la desigualdad del contexto social de las diferentes trayectorias. Concluye que
la libertad en la selección del centro por parte de los padres no parece estar claramente
correlacionada con altos niveles de segregación del país, mientras que la existencia de
criterios de selección por parte de los centros aparece como un factor relevante en el
incremento de la segregación. El estudio más reciente de Gutiérrez et al. (2020) extiende
el trabajo anterior, mostrando que la segregación educativa en estos países se ha
mantenido incambiada en el período 2000-2015, a pesar de la implementación de diversas
reformas en los sistemas educativos. Los autores sugieren que son los factores
estructurales, como la segregación residencial y las políticas de admisión, los que
determinan la segregación educativa.
En los países de la OCDE la diferencia entre centros públicos y privados no explica una
proporción considerable de la segregación educativa total encontrada, sino que la mayor
146
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
parte surge al interior del sector público (Jenkins, Micklewright y Schnepf, 2008). Sin
embargo, Kruger (2019) encuentra que en América Latina una cuarta parte de la
segregación total es explicada por las diferencias entre el sector público y privado. Esta
proporción asciende a casi el 50% en el caso de Uruguay. Para la gran mayoría de los
países analizados en ambos trabajos, se observa que la segregación es mayor al interior
del sector privado que al interior del sector público, aunque este último contribuye más a
la segregación total debido a su mayor tamaño. Uruguay cumple con esta conclusión para
educación primaria (Murillo y Graña Oliver, 2020), pero utilizando datos de PISA
correspondientes a educación media se encuentra que la segregación es levemente superior
en el sector público que en el privado (Krüger, 2019).
Haciendo foco en la segregación residencial y socioeconómica, Córdoba, Farris y Patuelli
(2017) encuentran que en Santiago de Chile la segregación residencial influye solo
parcialmente sobre la segregación socioeconómica escolar, debido a la capacidad de
movilización. A su vez, la segregación residencial afecta en mayor medida a estudiantes
de nivel socioeconómico bajo, que asisten a escuelas más cercanas a sus hogares. También
observan que estudiantes del mismo nivel socioeconómico pueden recorrer distancias
diferentes, lo que explican en base a las características del territorio donde se ubican las
escuelas, la oferta educativa y las preferencias de los padres.
Varios estudios establecen el alto nivel de segregación socioeconómica y cultural entre
centros educativos de América Latina (Krüger, 2019; Murillo, Duk y Martínez-Garrido,
2018; Murillo y Martínez-Garrido, 2017; Vazquez, 2012). Según datos de PISA, Uruguay
presenta un alto nivel de segregación, aunque Murillo y Martínez-Garrido (2017)
encuentran que es uno de los países con menor segregación promedio de la región. En el
periodo 2003-2015 la segregación se ha reducido para el primer cuartil de nivel
socioeconómico, e incrementado para el más alto, tanto en términos de igualdad como de
exposición (Murillo y Martínez-Garrido, 2017; Vazquez, 2012). Asimismo al tomar como
grupo minoritario el primer cuartil, Uruguay se ubica en el grupo de países con menor
segregación, mientras que al considerar el mayor cuartil el nivel de segregación se
incrementa (Krüger, 2019; Murillo y Martínez-Garrido, 2017).
Respecto a educación primaria, Murillo y Martínez-Garrido (2017) emplean datos de
TERCE y concluyen que las escuelas uruguayas presentan segregación socioeconómica y
cultural alta. El trabajo más reciente de Murillo y Graña (2020) destaca que la segregación
es mucho más alta para los estudiantes de nivel socioeconómico alto que para los de nivel
socioeconómico bajo. Otro análisis realizado con datos de las pruebas nacionales Aristas
(tercero y sexto de primaria) encuentra que aproximadamente el 80% de las diferencias
socioeconómicas y culturales se encuentran entre escuelas y solo el 20% al interior de
estas. Es decir, que al interior de las escuelas los estudiantes tienen características
similares, pero entre ellas esas diferencias son mucho mayores (INEEd, 2019).
3. Método
En Uruguay, el sistema de educación público obligatorio es gratuito y el que presenta la
matrícula más alta (en 2018 solamente es privada el 22% de la matrícula de inicial, el 18%
147
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
5 Datos obtenidos del Mirador Educativo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa:
https://mirador.ineed.edu.uy/
148
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
con límites diferentes. Además, se debe tener en cuenta que suele dar valores muy por
debajo del índice de disimilitud (Allen y Vignoles, 2007).
Para complementar el análisis de la dimensión de igualdad se calcula el índice de raíz
cuadrada o índice de Hutchens (Hutchens, 2001, 2004). Este índice varía entre 0 y 1,
siendo 0 la ausencia completa de segregación, donde la proporción de estudiantes
vulnerables de todos los centros educativos es la misma y 1 indica que todos los
estudiantes en cada centro tienen el mismo nivel socioeconómico (Jenkins, Micklewright
y Schnepf, 2008). El valor del índice es la suma, para todos los centros, del déficit con
respecto a la distribución igualitaria. Por lo tanto, se calcula como sigue:
𝑆𝑆
𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑟𝑟𝑟𝑟
𝐻𝐻 = � �� � − � ∗ �
𝑃𝑃 𝑃𝑃 𝑅𝑅
𝑖𝑖=1
Una de las principales desventajas de este índice es que tiende a dar resultados muy bajos
cuando el nivel de segregación es bastante moderado y que su interpretación no es tan
sencilla (Allen y Vignoles, 2007; Murillo, 2016). Sin embargo, a diferencia de los otros
índices calculados, éste cumple las siete propiedades deseables para una buena medida
numérica de segregación 6 (Vazquez, 2012).
Otra ventaja es que este índice puede descomponerse aditivamente por subgrupos
(regiones, sectores, entre otros). De esta forma, se estima la segregación intra e inter
grupos. La segregación intra (Hintra) es la suma ponderada de la segregación al interior de
cada grupo y la segregación inter (Hinter) es la segregación que permanecería si no existiera
segregación al interior de cada grupo.
𝐻𝐻 = 𝐻𝐻𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖 + 𝐻𝐻𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖
Finalmente, para dar cuenta de la dimensión exposición se calcula el índice de aislamiento
(Lieberson, 1981, citado en Krüger, 2019; Murillo, 2016). Indica la probabilidad de que un
estudiante de un grupo minoritario, elegido al azar, se encuentre en el centro educativo
con otro miembro de su grupo. La exposición, a diferencia de la dimensión de igualdad,
incorpora además del aspecto de la desigualdad en la distribución, el tamaño relativo de
los grupos en la población (Murillo, 2016).
Su valor oscila entre la proporción que la minoría representa en la población total y 1, y
se calcula como sigue:
𝑆𝑆
𝑝𝑝𝑝𝑝 𝑝𝑝𝑝𝑝
𝑆𝑆 = � �� � × � ��
𝑃𝑃 𝑛𝑛
𝑖𝑖=1
Este índice no es adecuado para comparar sistemas con diferente peso del grupo
minoritario, ya que está afectado por este parámetro. Más allá de sus desventajas, este
indicador da cuenta de un aspecto de la segregación que no es captado por otros índices
(Krüger, 2014; Murillo y Martínez-Garrido, 2017).
Tal como se hace en otros estudios (Allen y Vignoles, 2007; Harris, 2012; Leckie et al.,
2012), para este trabajo se define población vulnerable en base a la participación o no en
6 Taeuber (1985) propuso cinco propiedades deseables de los índices de segregación: invarianza de la escala,
simetría en unidades organizaciones y en grupos, rango y descomposición aditiva.
149
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
4. Resultados
4.1. Panorama de la segregación en 2019
En 2019, en Uruguay, asistieron al sistema educativo público (entre inicial y educación
media básica), más de 490.000 estudiantes. Más de 90.000 niños asistieron a educación
inicial y más de 248.000 asistieron a educación primaria. En educación media básica,
7 Se considera relevante no excluir del análisis a los estudiantes mayores de edad, ya que hacerlo podría alterar
la proporción de personas vulnerables. Si bien la relación entre vulnerabilidad socioeconómica y afiliación a
ASSE no es directa, los datos muestran que del total de estudiantes menores de edad de educación media
básica que están afiliados al prestador público de servicios de salud (ASSE), el 78% percibe alguna
transferencia. Por este motivo se entiende que esta variable puede actuar como proxy de vulnerabilidad para
los mayores de edad.
150
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
80 75,1
65,9 66,7
60,4
60
40
20
0
Inicial Primaria Secundaria Técnica
Los resultados de los tres índices calculados para analizar la dimensión igualdad, muestran
que el subsistema con mayor segregación en el año 2019 es educación inicial, seguido por
primaria, secundaria y, por último, educación técnica (figura 2). Como es esperable, el
índice que presenta resultados más elevados es el de disimilitud, mientras que el de raíz
cuadrada y el de Gorard se ubican en valores más bajos.
De acuerdo al índice de disimilitud, en educación inicial y primaria aproximadamente el
32% de los estudiantes vulnerables debería ser cambiado de centro educativo para lograr
que la composición sea homogénea entre centros, lo que denota una segregación
moderada. En educación media (secundaria y técnica), esta proporción representa cerca de
un quinto de los estudiantes (20% en secundaria y 17% en técnica), mostrando menores
niveles de segregación que los otros subsistemas.
Por su parte, el índice de Gorard, que como fue señalado corrige la influencia del tamaño
del grupo minoritario, confirma los datos que se desprenden del índice anterior. La
relación entre la segregación de los subsistemas se mantiene, pero en este caso la
segregación en educación técnica es proporcionalmente menor (figura 2), lo que es
explicado por la mayor proporción de población vulnerable en este grupo.
8 Estimación efectuada a partir de datos de la Encuesta Continua de Hogares (ECH) 2019 realizada por el
Instituto Nacional de Estadística (último dato disponible a la fecha).
151
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
0,25
0,20
0,20 0,17
0,15 0,11
0,09 0,11
0,10 0,08
0,08
0,03 0,04
0,05 0,03
0,00
Disimilitud Raíz Cuadrada Gorard
El índice de raíz cuadrada arroja resultados cercanos a cero, pero este índice tiende a
valores bajos aun cuando la segregación es moderada (Allen y Vignoles, 2007), por lo que
los guarismos resultan consistentes con los demás índices calculados (figura 2). Se destaca
una segregación levemente menor en educación primaria respecto a inicial, y no se
observan diferencias entre la segregación de los dos subsistemas de educación media.
Ahora bien, ¿cómo se distribuye la segregación en las diferentes regiones del país? 9
Cuando se calculan estos mismos índices por separado para la capital (Montevideo), el
resto del país urbano (interior urbano) y zonas rurales (interior rural), se observan
diferencias entre las regiones 10. Según los índices de disimilitud y raíz cuadrada (cuadro
1), en educación inicial la mayor segregación se identifica en el interior rural, donde
existen muchos centros educativos con pocos estudiantes. El 5% de la matrícula de
educación inicial se encuentra en el medio rural. De este 5% el 72% cobra alguna
transferencia, por lo que es considerado vulnerable en este estudio. Montevideo es la
siguiente región más segregada según estos índices, seguido por el interior urbano.
Cuadro 1. Índices de disimilitud y raíz cuadrada por subsistema y región. Año 2019
DISIMILITUD RAÍZ CUADRADA
Interior Interior Interior Interior
Montevideo Montevideo
urbano rural urbano rural
Inicial 0,37 0,29 0,45 0,11 0,07 0,26
Primaria 0,37 0,29 0,36 0,09 0,06 0,13
Secundaria 0,23 0,17 0,17 0,04 0,02 0,03
Técnica 0,15 0,17 0,22 0,02 0,03 0,04
Nota: Se destaca en negrita los valores más altos de cada subsistema.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del SIIAS.
9 En el cuadro A.1 del anexo se presentan los datos de centros, estudiantes y estudiantes vulnerables por
subsistema y en el cuadro A.2 la desagregación por región.
10 Los resultados del índice de Gorard resultan consistentes con los presentados en el cuadro 1 y se presentan
en el cuadro A.3 del anexo junto con los demás índices por subsistema para todo el período y en el cuadro A.4
por región.
152
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
0,8 0,76
0,71 0,71
0,63
0,6
0,4
0,2
0,0
Inicial Primaria Secundaria Técnica
153
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
75
70
65
60
55
50
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Inicial Primaria Secundaria Técnica
11 Pasó de 55,3% a 47,4% entre 2013 y 2018, según estimaciones realizadas en base a la ECH.
154
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
comparación con el resto de los subsistemas en todo el período (figura 4). En ambos
subsistemas se observa una tendencia creciente. En inicial y primaria esta proporción se
ha mantenido relativamente constante entorno al 67%, aunque en los últimos años inicial
presenta un leve descenso (pasando de 68% a 66%).
El hecho de que la proporción de estudiantes vulnerables no haya disminuido en la
educación pública, e incluso haya aumentado, contrariamente a lo que sucede en la
población total del país, refleja distintos fenómenos según subsistema. Mientras que en
educación inicial y técnica existe un incremento de la matrícula, en primaria y secundaria
la matrícula pública se reduce en el período (ver cuadro A.1 del anexo).
0,35
0,31
0,27
0,23
0,19
0,15
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Los resultados del índice de disimilitud (figura 5), presentan un incremento. En 2013 en
educación inicial el índice de Duncan era 0,28 y en primaria 0,27, mientras que en 2019
este valor aumenta a 0,32 en ambos subsistemas. En educación secundaria y técnica existe
un incremento muy leve (de 0,18 a 0,2 en secundaria y de 0,16 a 0,17 en técnica) lo que
indica cierta estabilidad.
0,11
0,09
0,08
0,06
0,05
0,03
0,02
0,00
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
155
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
0,35
0,30
0,25
0,20
0,15
0,10
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
156
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
0,78
0,74
0,70
0,66
0,62
0,58
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
5. Discusión y conclusiones
Estudios previos en América Latina establecen un alto nivel de segregación
socioeconómica y cultural entre centros. En particular, para Uruguay encuentran un alto
nivel de segregación en términos de igualdad, sin ser de los más altos de la región (Krüger,
12 En el cuadro A.5 del anexo se presenta la evolución de la segregación inter e intra región por subsistema,
medida a través de la descomposición del índice de raíz cuadrada.
157
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
158
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
159
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
Agradecimiento
Agradecemos al INEEd por permitirnos presentar este trabajo y al Mag. Federico
Rodríguez por su atenta lectura y contribuciones.
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161
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
162
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Anexo
Cuadro A.1. Cantidad de centros, estudiantes y porcentaje de estudiantes vulnerables por
subsistema. Años 2013 a 2019
CENTROS ESTUDIANTES % VULNERABLES
Inicial
2013 1917 79109 67,9
2014 1922 82417 67,5
2015 1894 83867 67,2
2016 1879 86203 67,7
2017 1885 87256 67,4
2018 1870 89449 66,9
2019 1867 90890 65,9
Primaria
2013 2130 267158 66,7
2014 2132 262367 66,2
2015 2119 257648 66,6
2016 2094 253483 67,3
2017 2079 249783 67,5
2018 2067 248094 66,7
2019 2049 248273 66,7
Secundaria
2013 330 123132 56,7
2014 334 123179 59,2
2015 268 122536 59,7
2016 284 124815 60,1
2017 278 125444 60,5
2018 269 117964 59,9
2019 268 114691 60,4
Técnica
2013 131 28997 70,7
2014 152 30129 69,1
2015 200 31431 70,4
2016 183 31239 71,5
2017 217 36125 73,7
2018 239 36194 73,7
2019 233 37363 75,1
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del SIIAS
163
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
Cuadro A.2. Cantidad de centros, estudiantes y porcentaje de estudiantes vulnerables por subsistema y región. Años 2013 a 2019
MONTEVIDEO INTERIOR URBANO INTERIOR RURAL
Centros Estudiantes % vulnerables Centros Estudiantes % vulnerables Centros Estudiantes % vulnerables
Inicial
2013 251 23510 66,1 2013 747 51671 68,1 2013 919 3928 77,6
2014 254 25504 66,5 2014 751 52981 67,5 2014 917 3932 75,1
2015 247 25942 66,5 2015 745 54018 67,1 2015 902 3907 73,5
2016 244 26590 66,0 2016 742 55708 68,0 2016 893 3905 74,5
2017 243 26797 65,5 2017 742 56492 67,8 2017 900 3967 74,4
2018 242 27409 64,9 2018 741 57975 67,4 2018 887 4065 71,8
2019 240 27619 63,4 2019 737 59062 66,6 2019 890 4209 71,9
Primaria
2013 278 82985 63,3 2013 750 168908 67,4 2013 1,102 15265 76,7
2014 279 81724 63,4 2014 751 165781 66,7 2014 1,102 14862 75,4
2015 279 80615 64,4 2015 747 162716 67,0 2015 1,093 14317 74,4
2016 275 79734 64,8 2016 744 159976 67,9 2016 1,075 13773 74,6
2017 273 79199 65,4 2017 743 157423 68,0 2017 1,063 13161 73,8
2018 269 79242 64,9 2018 741 156169 67,1 2018 1,057 12683 72,3
2019 268 79626 64,9 2019 741 156330 67,3 2019 1,040 12317 71,3
Secundaria
2013 76 36914 53,9 2013 230 83503 57,4 2013 24 2715 73,6
2014 74 38572 55,3 2014 236 81998 60,4 2014 24 2609 77,7
2015 58 37946 55,7 2015 186 81851 61,0 2015 24 2739 78,4
2016 70 38337 55,7 2016 190 83649 61,5 2016 24 2829 78,9
2017 67 39502 56,2 2017 187 83149 61,9 2017 24 2793 78,6
2018 60 35764 55,5 2018 185 79582 61,2 2018 24 2618 78,0
2019 60 34357 55,6 2019 184 77851 62,0 2019 24 2483 78,5
Técnica
2013 19 5180 62,1 2013 98 22664 72,5 2013 14 1153 72,9
164
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
2014 24 5580 61,1 2014 111 23260 71,0 2014 17 1289 70,1
2015 31 6374 63,6 2015 151 23642 72,2 2015 18 1415 69,4
2016 30 6416 63,6 2016 135 23328 73,7 2016 18 1495 71,8
2017 39 7980 68,3 2017 159 26394 75,3 2017 19 1751 73,6
2018 53 9070 69,1 2018 165 25203 75,3 2018 21 1921 74,2
2019 53 10448 71,3 2019 161 25038 76,7 2019 19 1877 74,9
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del SIIAS
Cuadro A.3. Índices de segregación por subsistema, total país. Años 2013 a 2019
DISIMILITUD RAÍZ CUADRADA GORARD AISLAMIENTO
Inicial
2013 0.27 0.07 0.09 0.71
2014 0.28 0.07 0.09 0.71
2015 0.30 0.08 0.10 0.71
2016 0.30 0.08 0.10 0.72
2017 0.31 0.08 0.10 0.72
2018 0.31 0.09 0.10 0.71
2019 0.32 0.09 0.11 0.71
Primaria
2013 0.26 0.06 0.09 0.70
2014 0.27 0.06 0.09 0.70
2015 0.28 0.07 0.09 0.70
2016 0.29 0.07 0.10 0.71
2017 0.30 0.08 0.10 0.71
2018 0.30 0.08 0.10 0.71
2019 0.32 0.08 0.11 0.71
Secundaria
2013 0.18 0.03 0.08 0.59
2014 0.19 0.03 0.08 0.61
165
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
Cuadro A.4. Índices de segregación por subsistema y región. Años 2013 a 2019
MONTEVIDEO INTERIOR URBANO INTERIOR RURAL
Raíz Raíz Raíz
Disimilitud Gorard Aislamiento Disimilitud Gorard Aislamiento Disimilitud Gorard Aislamiento
Cuadrada Cuadrada Cuadrada
Inicial
2013 0,285 0,069 0,10 0,70 2013 0,258 0,054 0,08 0,71 2013 0,470 0,285 0,11 0,83
2014 0,292 0,070 0,10 0,71 2014 0,263 0,055 0,09 0,70 2014 0,475 0,278 0,12 0,82
2015 0,319 0,085 0,11 0,72 2015 0,282 0,065 0,09 0,71 2015 0,460 0,270 0,12 0,81
2016 0,335 0,094 0,11 0,72 2016 0,279 0,064 0,09 0,71 2016 0,479 0,290 0,12 0,82
2017 0,342 0,097 0,12 0,71 2017 0,284 0,065 0,09 0,71 2017 0,471 0,276 0,12 0,81
2018 0,354 0,101 0,12 0,71 2018 0,286 0,065 0,09 0,71 2018 0,486 0,288 0,14 0,80
2019 0,366 0,106 0,13 0,70 2019 0,293 0,068 0,10 0,70 2019 0,455 0,260 0,13 0,79
166
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Primaria
2013 0,274 0,062 0,10 0,67 2013 0,251 0,049 0,08 0,70 2013 0,337 0,130 0,08 0,80
2014 0,288 0,066 0,11 0,68 2014 0,253 0,050 0,08 0,70 2014 0,339 0,130 0,08 0,79
2015 0,311 0,077 0,11 0,69 2015 0,264 0,055 0,09 0,70 2015 0,339 0,130 0,09 0,78
2016 0,323 0,083 0,11 0,70 2016 0,274 0,057 0,09 0,71 2016 0,352 0,139 0,09 0,78
2017 0,339 0,092 0,12 0,71 2017 0,281 0,060 0,09 0,71 2017 0,357 0,142 0,09 0,78
2018 0,344 0,095 0,12 0,71 2018 0,279 0,060 0,09 0,70 2018 0,359 0,145 0,10 0,77
2019 0,366 0,105 0,13 0,71 2019 0,291 0,065 0,10 0,71 2019 0,357 0,140 0,10 0,76
Secundaria
2013 0,187 0,029 0,09 0,56 2013 0,174 0,024 0,07 0,59 2013 0,149 0,016 0,04 0,74
2014 0,192 0,030 0,09 0,58 2014 0,176 0,025 0,07 0,62 2014 0,156 0,021 0,03 0,78
2015 0,194 0,028 0,09 0,58 2015 0,157 0,021 0,06 0,62 2015 0,194 0,031 0,04 0,79
2016 0,204 0,033 0,09 0,58 2016 0,158 0,021 0,06 0,63 2016 0,220 0,038 0,05 0,80
2017 0,204 0,034 0,09 0,59 2017 0,160 0,022 0,06 0,63 2017 0,213 0,035 0,05 0,80
2018 0,218 0,038 0,10 0,59 2018 0,159 0,022 0,06 0,63 2018 0,164 0,026 0,04 0,79
2019 0,230 0,043 0,10 0,59 2019 0,171 0,025 0,07 0,64 2019 0,169 0,026 0,04 0,79
Técnica
2013 0,086 0,008 0,03 0,63 2013 0,147 0,019 0,04 0,73 2013 0,127 0,012 0,03 0,73
2014 0,104 0,012 0,04 0,62 2014 0,143 0,018 0,04 0,72 2014 0,131 0,014 0,04 0,71
2015 0,102 0,011 0,04 0,64 2015 0,162 0,025 0,04 0,73 2015 0,159 0,022 0,05 0,71
2016 0,103 0,014 0,04 0,65 2016 0,166 0,023 0,04 0,75 2016 0,145 0,015 0,04 0,72
2017 0,111 0,017 0,04 0,69 2017 0,173 0,025 0,04 0,76 2017 0,169 0,019 0,04 0,74
2018 0,125 0,019 0,04 0,70 2018 0,168 0,023 0,04 0,76 2018 0,199 0,030 0,05 0,75
2019 0,152 0,023 0,04 0,72 2019 0,171 0,026 0,04 0,78 2019 0,216 0,035 0,05 0,76
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del SIIAS.
167
F. Ferrando, M. Hernández-Almeida, C. Oreiro, M. N. Seijas y J. Urraburu
Cuadro A.5. Descomposición de raíz cuadrada entre región, por subsistema. Años 2013-
2019
DENTRO ENTRE
Inicial
2013 99,93 0,07
2014 99,73 0,27
2015 99,66 0,34
2016 99,82 0,18
2017 99,93 0,07
2018 99,96 0,04
2019 99,99 0,01
Primaria
2013 99,83 0,17
2014 99,94 0,06
2015 100,00 0,00
2016 99,98 0,02
2017 99,99 0,01
2018 99,99 0,01
2019 99,97 0,03
Secundaria
2013 95,82 4,18
2014 94,63 5,37
2015 92,79 7,21
2016 92,64 7,36
2017 93,88 6,12
2018 93,88 6,12
2019 93,91 6,09
Técnica
2013 81,39 18,61
2014 83,09 16,91
2015 89,03 10,97
2016 84,83 15,17
2017 89,40 10,60
2018 91,97 8,03
2019 94,49 5,51
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del SIIAS.
168
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Melissa Hernández-Almeida
Candidata a Doctora en Ciencias Sociales con opción en Historia Económica, Facultad de
Ciencias Sociales (FCS), Universidad de la República (UdelaR), Uruguay; Magíster en
Historia Económica, FCS, UdelaR; Lic. en Economía, Facultad de Ciencias Económicas y
Administración, UdelaR. Actualmente investigadora del Instituto Nacional de Evaluación
Educativa, integrante del equipo de Financiamiento y gasto en educación; Docente de
FCS, UdelaR; Becaria de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación.
Anteriormente trabajó en proyectos de investigación: en la Facultad de Ciencias Sociales
y en convenio con la Cámara de Industrias del Uruguay; y como investigadora en el
Instituto de Economía, UdelaR, en los grupos de Historia Económica y de Instituciones
Organizaciones y Participación. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-7344-5869.
Email: mhernandez@ineed.edu.uy
Cecilia Oreiro
Magíster en Economía, Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile;
Licenciada en Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Universidad
de la República. Actualmente investigadora del Instituto Nacional de Evaluación
Educativa de Uruguay, integrante del equipo de Financiamiento y gasto en educación.
Anteriormente trabajó como investigadora en el Instituto de Economía, UdelaR, en el
área de coyuntura económica, y en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, en el área
de evaluación de políticas sociales. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-8897-8692.
Email: coreiro@ineed.edu.uy
María-Noé Seijas
Candidata a Magíster en Educación, por la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina;
Licenciada en Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Universidad
de la República, Uruguay. Actualmente investigadora del Instituto Nacional de
Evaluación Educativa de Uruguay. Anteriormente en la Facultad de Ciencias Económicas
y Administración de la Universidad de la República se desempeñó como docente de
Estadística y Econometría, y en el Ministerio de Desarrollo Social desarrolló tareas de
evaluación y monitoreo de programas socio-educativos. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0003-2130-7151. Email: mseijas@ineed.edu.uy
Joana Urraburu
Economista y Magister en Economía Internacional por la Universidad de la República
(Uruguay). Experiencia en el procesamiento de información para la elaboración de
herramientas e informes para la toma de decisiones de política pública. Actualmente
investigadora en el INEEd, participa en la elaboración de informes de investigación sobre
educación y el mantenimiento de un sistema de indicadores educativos. Anteriormente en
la Oficina de Planeamiento y Presupesto, principalmente en el desarrollo de
microsimulaciones para la evaluación de impuestos y transferencias. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0003-0442-3679. Email: jurraburu@ineed.edu.uy
169
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 171-196.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.007
Natalia Krüger *
IIESS, Departamento de Economía, Universidad Nacional del Sur - CONICET, Argentina
Los sistemas educativos latinoamericanos se posicionan entre los más segregados del
mundo: los grupos de estudiantes provenientes de distinto contexto social se
distribuyen de forma desigual entre sus escuelas, con escasa interacción entre sí.
Empleando datos de PISA 2018, el trabajo evalúa la existencia de efectos compañero
sobre el desarrollo de competencias en las áreas de Lectura, Matemática y Ciencia y
sobre la expectativa ocupacional de los alumnos de 15 años de edad en la región. Para
ello, se estiman modelos de regresión multinivel multivariados. Se constata la
presencia de efectos significativos de la composición socioeconómica escolar sobre
dichos resultados, lo cual permite afirmar que la situación de segregación tiende a
reforzar la inequidad educativa y social. Esto es así porque los alumnos de origen
social más desfavorecido suelen asistir a escuelas cuyo alumnado se encuentra en
similares condiciones, potenciando su desventaja inicial. Lo contrario ocurre para
aquellos de mayor nivel socioeconómico. La evidencia aportada se encuentra en línea
con los antecedentes disponibles para América Latina, contribuyendo a visibilizar el
fenómeno de la segregación social escolar como un problema central de sus sistemas
educativos. Se insta a las autoridades y a toda la comunidad educativa a pensar y
consensuar estrategias para mitigarlo.
Descriptores: Efectos composicionales; Segregación escolar; Desigualdad de
oportunidades; Escuela secundaria; América Latina.
Latin American education systems are among the most segregated in the world:
since the distribution of students from different social backgrounds across schools is
uneven, they scarcely interact with each other. Drawing on PISA 2018 data, this
study evaluates the existence of peer effects on the development of Reading,
Mathematics and Science competences and on the occupational expectation of 15-
year-old students in the region. To this end, it presents the estimation of multivariate
multilevel regression models. Results confirm the presence of school socioeconomic
composition effects on these outcomes, which allows the conclusion that the situation
of segregation tends to reinforce educational and social inequality. The reason is that
students from a vulnerable background are likely to attend schools with a similar
socioeconomic intake, strengthening their initial disadvantage. The opposite occurs
for students from a more favorable social origin. Findings are in line with previous
research in Latin America, highlighting the phenomenon of socioeconomic school
segregation as a central problem in these education systems. School system
authorities and the entire educational community are urged to develop and agree on
strategies to mitigate it.
Keywords: Composition effects; School segregation; Inequality of opportunities;
Secondary education; Latin America.
1. Introducción
La gran desigualdad social y económica que caracteriza a las sociedades latinoamericanas
(Alvaredo y Gasparini, 2015) se ve reflejada en sus sistemas educativos, los cuales se
ubican entre los más segregados por nivel socioeconómico. Distintos estudios aportan
evidencia que indica que, si bien la intensidad y la evolución del fenómeno difieren entre
los países de la región, en general los niveles de segregación social escolar son altos, y
superan a los de otras regiones con diverso grado de desarrollo (Arcidiácono et al., 2014;
Krüger, 2019; Murillo, 2016; Murillo, Duk y Martínez-Garrido, 2018; Vázquez, 2016).
Los últimos datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por
sus siglas en inglés), del año 2018, confirman la vigencia de este diagnóstico: las escuelas
latinoamericanas presentan los mayores niveles de aislamiento social y la más baja
diversidad entre los países participantes del estudio (OCDE, 2019b).
La segregación escolar tiene efectos esperados negativos, tanto sobre la riqueza de la
experiencia educativa como sobre la cohesión social a futuro, los cuales por sí mismos
justificarían una preocupación por el problema. A esto se suma un potencial impacto sobre
la equidad educativa: en OCDE (2019b), se observa que los países que presentan mayores
niveles de segregación escolar, entre ellos los latinoamericanos, también registran una
asociación más fuerte entre el estatus socioeconómico y el desempeño. El alumnado de la
región logra en general peores y más desiguales resultados que el de la OCDE, con altos
niveles de variación entre las escuelas.
Los canales mediante los cuales la segregación escolar puede reforzar la desigualdad de
logros educativos son diversos, y se vinculan con la manera en que la composición
socioeconómica incide en el desempeño individual. En forma directa, puede actuar el
denominado “efecto compañero” o “efecto de pares” (Rumberger y Palardy, 2005;
Schindler Rangvid, 2007; Van Ewijk y Sleegers, 2010), el cual hace referencia a la
influencia que la interacción con los compañeros puede tener en la conducta, las actitudes
y la motivación de cada alumno, al contribuir a generar un contexto más o menos propicio
para el trabajo escolar. En forma indirecta, el perfil socioeconómico del alumnado puede
impactar mediante su asociación con otros factores escolares. Las características de la
población estudiantil suelen vincularse con la forma de trabajo y las expectativas de los
docentes, con el currículum, con la cantidad y calidad de los recursos materiales, con el
nivel de participación de los padres, con el estilo de gestión, entre otros (Bellei, 2013;
Palardy, 2013; Schindler Rangvid, 2007; Willms, 2006).
Entonces, directa o indirectamente, la existencia de efectos composicionales significativos
en un sistema educativo altamente segregado redundará en una profundización de las
desventajas para los jóvenes más vulnerables y de las ventajas para quienes provienen de
un contexto favorecido (Bonal y Bellei, 2018; Dupriez y Dumay, 2006; Mickelson, 2018).
Es decir, el impacto del origen social de los alumnos se verá potenciado por la muy
probable asistencia a una escuela con un perfil socioeconómico homogéneo y similar al
propio.
El objetivo general del presente artículo es proveer evidencia actualizada para América
Latina acerca de la existencia de efectos significativos de la composición socioeconómica
de las escuelas en los resultados educativos. Ahora bien, dichos resultados son múltiples
y de muy variada índole: en la escuela no sólo se adquieren conocimientos y aptitudes en
las distintas áreas de enseñanza sino que también se desarrollan actitudes, valores, hábitos
172
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
y expectativas (Bloom, 1956; Delors, 1996; Dreeben, 1968; Krathwohl et al., 1964). Los
primeros, pueden denominarse resultados “cognitivos”, mientras que los últimos
corresponderían a los “no-cognitivos” (Brunello y Schlotter, 2011).
Los atributos no-cognitivos son el foco de un creciente interés en la literatura, y distintos
estudios abogan por su papel clave en el desarrollo de trayectorias educativas y laborales
exitosas, así como en la incorporación activa y responsable en la vida social (Brunello y
Schlotter, 2011; Durlak et al., 2011; Heckman y Rubinstein, 2001; Heckman, Stixrud y
Urzua, 2006; Holmlund y Silva, 2009; Levin, 2012). De hecho, se ha hallado que las
características psicológicas de la personalidad inciden en los aprendizajes y los resultados
de los exámenes, por lo cual resulta complejo separar los distintos tipos de competencias
(Borghans, Meijers y Ter Weel, 2008; Borghans et al., 2011; Duckworth et al., 2011).
Asimismo, se ha sostenido que, lejos de ser aspectos inmutables de la personalidad, las
habilidades blandas podrían ser maleables y susceptibles de ser afectadas por el contexto
familiar y escolar (Formichella y Krüger, 2017; Heckman, Stixrud y Urzua, 2006;
Heckman et al., 2010).
Así, resulta de interés analizar no sólo la influencia de la composición socioeconómica
escolar sobre los tradicionales logros cognitivos, sino también su efecto sobre los no-
cognitivos. Como explican Borghans y otros (2011), estos últimos son difíciles de medir y
en la literatura puede encontrarse un amplio abanico de ejemplos, como las auto-
percepciones, la motivación, la perseverancia, las competencias sociales, la autonomía y
las expectativas sobre el futuro (Brunello y Schlotter, 2011; Heckman y Rubinstein, 2001;
Kautz et al., 2014; Morrison y Schoon, 2013). En particular, el presente estudio se focaliza
en la expectativa de los alumnos acerca de su estatus ocupacional en el futuro. La misma
puede retroalimentarse con el rendimiento escolar, el compromiso y la motivación y, como
se sostiene en OCDE (2019b), puede ser muy relevante en la perpetuación de las
desigualdades existentes en el mercado laboral. Las expectativas ocupacionales son
probablemente un reflejo de lo que los alumnos observan en su entorno cercano y, si bien
se asocian al contexto socioeconómico familiar 1, este factor puede ser mediado por el
contexto escolar.
Específicamente, entonces, el presente estudio analiza la significatividad de los efectos
composicionales sobre distintos resultados cognitivos –el rendimiento en las áreas de
Lectura, Ciencias y Matemática– y un resultado no-cognitivo –la expectativa ocupacional–
de los alumnos latinoamericanos de nivel medio.
Se emplean para ello los datos de la ronda 2018 de PISA –en la que participaron Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Perú, República Dominicana y
Uruguay– y se estiman modelos de regresión multinivel multivariados.
2. Revisión de la literatura
Existe una vasta literatura internacional que ha indagado en las influencias de la
composición escolar sobre los resultados educativos. Teóricamente, se han aportado
ocupacional esperada entre los alumnos pertenecientes al primer y último cuartil de estatus
socioeconómico.
173
N. Krüger
diversas explicaciones para la existencia de dichos efectos, los cuales pueden canalizarse a
través del ambiente de aprendizaje o de la interacción entre pares. El contexto escolar es
propicio para la internalización de normas y valores educativos que influyen en los
comportamientos, expectativas y logros individuales. Asistir a una institución cuyo
alumnado proviene de un origen social favorecido, con un mayor clima educativo en el
hogar, podría contribuir a transmitir hábitos de estudio o modelos que promuevan las
aspiraciones educativas, o incluso afectar las percepciones y prácticas de los docentes. La
cultura escolar, la presión del entorno y los padres, la fijación de estándares de
rendimiento, la competencia, la cooperación o el tutelaje entre pares, la calidad de los
intercambios en clase, la disciplina o el clima escolar, representan potenciales vías a través
de los cuales opera el efecto composicional (Lugo, 2011; Palardy, 2013; Schindler Rangvid,
2007; Van Ewijk y Sleegers, 2010).
Empíricamente, si bien la existencia de efectos compañero positivos ha sido en algunos
casos cuestionada, la mayor parte de la evidencia parece actualmente sostenerla
(Mickelson, 2018; OCDE, 2019b; Van Ewijk y Sleegers, 2010). No sólo se ha hallado un
efecto de las características de la población estudiantil sobre los logros cognitivos, sino
que también se han encontrado impactos sobre otros resultados académicos y no
académicos de corto y largo plazo –como el disfrutar de la escuela, el compromiso con el
trabajo escolar, la terminalidad en distintos niveles, las relaciones entre grupos sociales,
las aspiraciones ocupacionales, las condiciones laborales, los ingresos o la probabilidad de
cometer crímenes– (Ackert, 2017; Mickelson, 2018).
En América Latina, los estudios empíricos vinculados con la segregación escolar y sus
potenciales consecuencias son más recientes y escasos, pero aun así existen antecedentes
que apuntan en la misma dirección: los niveles importantes de segregación escolar en la
región y la presencia de efectos composicionales significativos se conjugan para
profundizar la desigualdad de resultados educativos, tanto en el nivel primario como en el
secundario.
Algunos de dichos estudios se han enfocado específicamente en analizar los efectos
composicionales sobre la adquisición de conocimientos y competencias cognitivas,
mientras que otros han incluido al nivel socioeconómico escolar como variable de control
en análisis más generales. Entre los trabajos que abarcan varios países latinoamericanos,
cabe mencionar a Cervini (2012); Cervini, Dari y Quiroz (2016), Delprato, Köseleci y
Antequera (2015), Duarte, Bos y Moreno (2009), Treviño y otros (2010), y Willms y
Somers (2001). Con base en datos de pruebas internacionales estandarizadas como el
Primer Estudio Internacional Comparativo (PEIC), el Segundo/Tercer Estudio Regional
Comparativo y Explicativo (SERCE/TERCE) o PISA, en general estiman modelos
multinivel, hallando un efecto significativo y positivo de la composición socioeconómica
escolar. Vale destacar en este caso el trabajo de Delprato, Köseleci y Antequera (2015),
por ser el antecedente más cercano al presente estudio. Utilizando datos de PISA 2000 y
2012 para seis países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Uruguay)
estiman, mediante modelos multinivel, la probabilidad de alcanzar y/o superar el nivel 1
en las tres pruebas aplicadas. Encuentran que dicho resultado presenta una alta
variabilidad entre escuelas en cada país, y que más de un tercio de dicha variabilidad podría
explicarse por el perfil socioeconómico diferencial de los establecimientos.
Por otro lado, hay artículos que ofrecen evidencia de efectos composicionales significativos
para países individuales, como: Cervini (2003), Krüger (2018) y Marchionni, Pinto y
174
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Vazquez (2013) para Argentina; Bartholo y Da Costa (2015) y Firpo, Jales y Pinto (2015)
para Brasil; McEwan (2003) para Chile; Hernández Padilla y Bazán Ramírez (2016) para
México, o Benavides, León y Etesse (2014) para Perú.
Con respecto a la existencia de efectos compañero sobre resultados de tipo no-cognitivo,
no se hallan estudios que aborden específicamente el tema en la región. Sí pueden
mencionarse algunos trabajos que analizan en forma general los determinantes de otros
resultados académicos y no académicos. Un estudio pionero en este sentido fue el de
Cervini (2003), con datos de alumnos que se encontraban en 1998 finalizando el nivel
secundario en Argentina. El autor analiza los efectos del tipo de administración escolar
sobre el desempeño en Matemática y Lengua y logros no-cognitivos como las actitudes
hacia las Matemáticas, la aspiración educativa y la expectativa de éxito futuro. Halla que,
dada la segmentación institucional existente, al controlar por la composición
socioeconómica escolar disminuye o incluso desaparece la diferencia a favor del sector
privado en los distintos resultados. Krüger y Formichella (2019), por su parte, emplean
datos de PISA 2012 para Argentina y estiman un modelo de ecuaciones estructurales para
analizar si las competencias no-cognitivas pueden actuar como mediadoras entre los
factores explicativos tradicionales y los logros cognitivos. Encuentran que la composición
social escolar incide tanto directamente en el rendimiento académico como indirectamente
a través del compromiso con la escuela. En cambio, en un trabajo anterior y utilizando los
mismos datos (Formichella y Krüger, 2017), estiman simultáneamente los determinantes
de la nota en Matemáticas y de un resultado no-cognitivo, la apertura a la resolución de
problemas, hallando efectos compañero significativos sólo para la primera variable.
En suma, los antecedentes disponibles permiten hipotetizar que existe un efecto
significativo y positivo de la composición socioeconómica escolar en los distintos tipos de
logros educativos en los países latinoamericanos. Sin embargo, la literatura que aborda
esta temática aún es escasa en la región, y vale la pena aportar evidencia adicional para
contrastar dicha hipótesis. Como se especificará más adelante, este estudio se diferencia
de los previos al incluir información más actualizada y para una mayor cantidad de países
latinoamericanos; y al analizar simultáneamente el efecto composicional sobre distintas
competencias cognitivas y no-cognitivas.
3. Método
3.1 Datos
Se emplea la ronda 2018 de PISA, el estudio mundial implementado por la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al cual se han ido incorporando
progresivamente los países latinoamericanos. La población objetivo de PISA es aquella
que tiene entre 15 años y 3 meses y 16 años y 2 meses al momento de la prueba, y que se
encuentra escolarizada cursando al menos el séptimo año. Las muestras del estudio son,
en cada país, representativas para este sub-conjunto de los jóvenes. Las mismas surgen de
un proceso en dos etapas en el que se selecciona en primer lugar un conjunto de al menos
150 escuelas en forma estratificada; luego, en cada una de ellas se selecciona al azar una
muestra de aproximadamente 42 alumnos 2. El tamaño muestral para los países
175
N. Krüger
3 Argentina (78%); Brasil (71%); Chile (76%); Colombia (85%); Costa Rica (83%); México (76%);
176
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Variables explicativas:
• Perfil socioeconómico escolar: La principal variable de interés para el estudio es
la composición socioeconómica escolar, estimada aquí a través del promedio
escolar del índice de estatus económico, social y cultural (ESCS) elaborado por
PISA. El mismo es derivado de las respuestas del alumnado acerca del nivel
educativo y el estatus ocupacional de sus padres, así como de las posesiones del
hogar, que son un proxy para el nivel de riqueza. Posee una media de 0 y un
desvío estándar de 1 entre los participantes de la OCDE (OCDE, 2019b).
Variables de control 4:
Fueron escogidas con la intención de incluir un conjunto completo de factores de control,
los cuales han sido reconocidas por la literatura especializada como determinantes
significativos del rendimiento escolar y de distintos resultados no-cognitivos. A su vez,
pretenden minimizar los posibles sesgos de selección derivados de la asignación no
aleatoria del alumnado a las escuelas (Krüger, 2018).
• Edad.
• Género.
• Apoyo emocional (emosups): índice del apoyo emocional que brindan los padres
en relación a los esfuerzos, logros y dificultades en la escuela.
• Asistencia al preescolar: indica si el alumnado asistió al nivel inicial a la edad de
4 años o antes, o bien si nunca asistió o lo hizo a partir de los 5 años.
• Nivel socioeconómico del hogar: índice ESCS del alumno.
• Asistencia al grado modal: indica si el alumnado asiste al grado modal para su
país o se encuentra rezagado.
• Proporción de mujeres en la escuela.
• Tamaño escolar (schsize): es la cantidad total de alumnos en la escuela.
• Tipo de gestión escolar: indica si la escuela es de gestión estatal o privada.
• Localización: distingue a las escuelas ubicadas en un pequeño pueblo (con 15000
habitantes o menos) de aquellas ubicadas en una ciudad o pueblo con una
población mayor.
• Escasez de recursos educativos (edushort): índice que registra si la escuela
presenta escasos o inadecuados recursos materiales e infraestructura.
• Escasez de personal docente (staffshort): indica la percepción de la autoridad
escolar acerca de la falta de personal docente y auxiliar y de la adecuación de su
calificación.
• Interés del personal docente: indica la percepción de los estudiantes acerca del
entusiasmo presentado por los docentes del área de Lengua.
• Proporción de docentes con título de Maestría.
4 En OCDE (2019b) se describen en mayor detalle los índices construidos a partir de los
cuestionarios de contexto de PISA.
177
N. Krüger
5 Se empleó el comando mi impute mvn de Stata, el cual utiliza un método de Monte Carlo vía
178
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
4. Resultados
4.1. Modelo trivariado
El primer resultado de interés surge de la estimación del modelo nulo y del cálculo de los
CCI para cada país y competencia (cuadro 2). La proporción de la varianza observada entre
escuelas es en promedio del 45% para la prueba de Lectura, del 44% para Matemática y
del 43% para Ciencias. Aún en el caso de México, donde los valores del CCI son menores,
se observa que los logros del alumnado difieren significativamente entre establecimientos
educativos. Esto puede deberse tanto a los perfiles diferenciados de su población
estudiantil como a distintos atributos escolares, y puede considerarse un primer indicio de
la segmentación horizontal de los sistemas educativos. Junto con los resultados del test
de máxima verosimilitud aplicado, estos datos confirman la pertinencia de estimar
modelos de tipo multinivel. A su vez, cabe mencionar que las covarianzas entre las tres
variables dependientes son positivas y significativas al 1% en todos los países, lo cual
constata la conveniencia de estimar en forma simultánea los determinantes de cada
competencia.
6 Una explicación formal detallada de los modelos multinivel multivariados puede encontrarse en
179
N. Krüger
Cuadro 2. Regresión Multinivel. CCI y varianza explicada por los modelos finales: modelos trivariados
NOTA EN LECTURA NOTA EN MATEMÁTICA NOTA EN CIENCIAS
N
CCI (1) (2) (3) CCI (1) (2) (3) CCI (1) (2) (3)
Argentina 11.952 42,8 79,9 11,0 40,6 44,0 82,7 11,0 42,6 41,4 79,6 10,3 39,0
Brasil 10.531 47,8 69,8 8,1 53,5 48,0 68,6 8,0 37,1 48,1 69,3 8,5 37,7
Chile 7.549 47,1 88,1 9,6 46,5 50,7 88,1 10,4 49,7 47,4 86,8 8,3 45,6
Colombia 7.471 46,2 71,8 13,8 40,6 44,0 67,6 14,9 38,1 42,4 70,2 11,4 36,4
C. Rica 7.216 45,1 82,6 9,8 42,6 43,8 77,6 12,2 40,8 46,1 81,4 11,0 43,5
México 7.192 36,2 60,1 2,0 23,1 33,2 53,8 3,2 20,0 32,6 58,0 2,4 20,5
Panamá 6.133 51,0 73,7 3,8 39,5 47,5 75,1 5,4 38,5 49,0 69,7 3,8 36,1
Perú 5.937 46,0 75,7 8,9 39,6 41,8 74,1 13,5 38,9 43,0 72,7 11,4 37,7
R. Dom. 5.582 43,3 76,2 14,2 41,0 40,4 76,9 10,4 37,2 38,2 75,1 11,8 36,0
Uruguay 5.219 45,4 86,3 13,6 46,7 45,1 88,5 15,3 48,3 43,0 85,9 13,2 44,5
Nota: N: cantidad de observaciones válidas en la especificación final; (1) Porcentaje de la varianza residual explicado por las variables sobre el modelo nulo: nivel escuelas;
(2) Porcentaje de la varianza residual explicado por las variables sobre el modelo nulo: nivel alumnos; (3) Porcentaje de la varianza residual explicado por las variables
sobre el modelo nulo: total.
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos PISA 2018 (OCDE).
180
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
El cuadro 2 también permite observar que luego de la incorporación de todas las variables
de control en la especificación preferida se puede explicar un porcentaje relevante, cercano
al 75% en promedio, de la varianza entre establecimientos para cada competencia (1). En
general, al igual que en los antecedentes previos al estudio, dar cuenta de la variación de
los resultados escolares al interior de las escuelas es más complejo, y la proporción de la
varianza que aún resta explicar es alta, cercana al 90% (2). Sin embargo, siendo tan
relevante en la región latinoamericana la desigualdad de los resultados verificada entre
las escuelas, los modelos finales dan cuenta, en promedio, de un 38% a un 41% de la
varianza en el rendimiento en las distintas pruebas (3).
En gran medida, esto se debe a la alta capacidad explicativa de algunas variables
incorporadas en el análisis. En el cuadro 3 se presentan los resultados para la variable
independiente de interés en este estudio: la composición socioeconómica escolar (los
resultados para el conjunto completo de variables se encuentran en el cuadro 6 del Anexo
1).
Cuadro 3. Regresión multinivel. Coeficientes de la variable “composición socioeconómica
escolar” en los modelos finales: modelos trivariados
NOTA EN LECTURA NOTA EN MATEMÁTICA NOTA EN CIENCIAS
Coef. Coef. est. Coef. Coef. est. Coef. Coef. est.
Argentina 41,24*** 0,316 38,24*** 0,341 37,39*** 0,312
Brasil 35,19*** 0,286 29,05*** 0,272 29,38*** 0,262
Chile 41,36*** 0,315 39,26*** 0,328 37,79*** 0,308
Colombia 38,45*** 0,359 34,33*** 0,351 35,95*** 0,361
C. Rica 39,40*** 0,402 35,97*** 0,404 34,21*** 0,395
México 16,27* 0,169 10,08 0,113 16,18* 0,189
Panamá 29,11*** 0,295 27,12*** 0,311 26,75*** 0,275
Perú 35,77*** 0,334 28,05*** 0,287 26,90*** 0,292
R. Dominicana 28,92*** 0,216 25,38*** 0,220 22,55*** 0,194
Uruguay 31,52*** 0,237 28,57*** 0,240 25,58*** 0,212
Nota: Coef.: valor del coeficiente; Coef. est.: valor del coeficiente estandarizado. ***Significatividad
al 1%.
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos PISA 2018 (OCDE).
Puede observarse que en todos los casos –con la excepción de Matemática en México–,
aun controlando por un conjunto completo de variables personales, familiares y escolares,
el nivel socioeconómico promedio de la escuela tiene un impacto esperado positivo y
significativo en el rendimiento individual. Concretamente, para un alumno promedio, un
incremento de 1 punto en el índice de composición escolar permite esperar un incremento
aproximado de entre 28 y 42 puntos en la nota de Lectura, de entre 25 y 40 puntos en la
nota de Matemática y de entre 22 y 38 puntos en la nota en Ciencias, según el país y
exceptuando a México donde los efectos son menores. Estos puntajes representan
aproximadamente entre un 6% y un 10% de los promedios nacionales en las distintas
pruebas. Asimismo, para facilitar la interpretación, puede tenerse en cuenta que un
incremento de 1 punto en el índice de composición escolar sería equivalente a pasar, por
ejemplo, del percentil 25 al 75 de su distribución en cada país. Alternativamente, un
incremento de 1 desvío estándar en dicho índice permite esperar un incremento de entre
0,21 y 0,40 desvíos estándar en el rendimiento en Lectura, de entre 0,22 y 0,35 desvíos
estándar en el rendimiento en Matemática, y de entre 0,19 y 0,40 desvíos estándar en el
181
N. Krüger
182
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
menor que para los resultados cognitivos, y solo en Brasil, Chile y Uruguay se logra
explicar más del 10% de la varianza total (3).
Cuadro 4. Regresión multinivel. CCI y varianza explicada por los modelos finales:
Modelos bivariados
NOTA EN LECTURA EXPECTATIVA OCUPACIONAL
N
CCI (1) (2) (3) CCI (1) (2) (3)
Argentina 9.310 42,5 81,4 10,7 40,5 7,1 52,5 6,0 9,0
Brasil 7.540 48,4 58,2 8,0 32,3 12,1 45,0 7,1 11,7
Chile 5.771 46,0 89,1 9,8 46,3 22,1 81,2 5,3 22,0
Colombia 6.356 43,0 72,4 14,3 39,3 4,4 36,9 2,7 4,3
C. Rica 5.965 44,0 82,6 11,1 42,7 7,9 60,7 3,2 7,7
México 5.485 34,7 63,9 2,5 23,8 8,9 42,1 1,6 5,2
Panamá 3.981 50,7 76,3 3,8 40,5 12,8 35,9 1,9 6,3
Perú 4.478 44,7 78,3 8,6 39,8 13,5 45,2 4,3 9,8
R. Dominicana 3.343 41,3 77,2 14,4 40,4 3,2 7,2 3,2 3,4
Uruguay 3.907 45,0 87,8 14,8 47,7 22,5 83,2 10,6 26,9
Notas: N: cantidad de observaciones válidas en la especificación final; (1) Porcentaje de la varianza
residual explicado por las variables sobre el modelo nulo: nivel escuelas; (2) Porcentaje de la
varianza residual explicado por las variables sobre el modelo nulo: nivel alumnos; (3) Porcentaje
de la varianza residual explicado por las variables sobre el modelo nulo: total.
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos PISA 2018 (OCDE).
La estimación de los modelos finales, con el mismo conjunto de variables de control que
en el caso de los modelos trivariados, muestra que en seis de los diez países
latinoamericanos participantes de PISA, la composición social escolar incide positiva y
significativamente en la ocupación esperada a futuro por el alumnado (cuadro 5). Los
efectos no parecen ser tan fuertes como en el caso del rendimiento en las pruebas, ya que
un incremento de 1 punto en el índice de composición escolar, cuando resulta significativo,
permite esperar un incremento aproximado de entre 1 y 3,5 puntos en el índice de
expectativa ocupacional, valores que representan del 1,5% al 3,5% de los promedios
nacionales para dicho índice. Asimismo, un aumento de 1 desvío estándar en la
composición escolar permite esperar un incremento de entre 0,05 y 0,14 desvíos estándar
en el índice de expectativa ocupacional. De todas formas, la composición socioeconómica
escolar es una de las escasas variables con capacidad explicativa sobre dicho resultado
(cuadro 7 del Anexo 1).
En estos modelos, los efectos y la significatividad de las variables de control son dispares,
siendo el género uno de los factores más relevantes, con un coeficiente positivo para el
caso de las mujeres. También resultan significativos y positivos el asistir al grado modal
y el nivel socioeconómico del hogar; y solo en algunos casos también la edad, el tipo de
gestión escolar y otras variables relativas al centro educativo. A fin de evaluar la magnitud
relativa de los distintos efectos, puede mencionarse que la brecha a favor de las mujeres y
de quienes asisten al grado modal es en promedio de 0,3 y 0,22 desvíos estándar del índice
de expectativa ocupacional, respectivamente. Asimismo, el promedio de los coeficientes
estandarizados del NSE individual es de 0,06 7.
183
N. Krüger
5. Discusión y conclusiones
El trabajo ha verificado que una proporción relevante de la desigualdad en distintos
resultados cognitivos y no-cognitivos de los alumnos de 15 años de edad participantes del
estudio PISA 2018 en América Latina se origina entre establecimientos educativos. Esto
se explica porque las escuelas difieren tanto en el perfil de su alumnado como en otras
características, como recursos y procesos. En este marco, el principal resultado del trabajo
es que en la mayoría de los países existe un efecto significativo de la composición
socioeconómica escolar tanto en el desempeño en Lectura, Matemática y Ciencias como
en la expectativa de carrera, la cual puede influir en los logros laborales futuros.
En general, explicar las desigualdades en los resultados de tipo no-cognitivo resulta más
complejo que dar cuenta de la varianza en los resultados cognitivos, lo cual es consistente
con antecedentes como Cervini (2003) y Formichella y Krüger (2017). Son escasos los
determinantes usualmente contemplados por la literatura especializada que en este caso
evidencian un efecto sobre la expectativa ocupacional. Esto otorga mayor importancia
relativa al hallazgo de que la composición escolar tendría un efecto positivo y significativo
en la mayoría de los países considerados. Si bien queda para futuros estudios indagar en
por qué su efecto es irrelevante en algunos países, vale la pena explicitar que este resultado
no parece estar relacionado con las disparidades en las tasas de respuesta de la variable
dependiente, ni con un efecto relativo muy diferente de las demás variables explicativas.
Por otro lado, cabe aclarar que aquí no se ha hecho una distinción entre un efecto neto o
estricto del nivel socioeconómico de los pares y un efecto indirecto o conjunto que puede
surgir de su interacción con otros factores escolares. Si la distribución desigual de los
alumnos se da en un marco más general de segmentación horizontal en el sistema
educativo, en el que los recursos humanos y materiales, las prácticas docentes y los estilos
de gestión también difieren entre centros, los efectos de la variable composicional podrían
estar operando conjuntamente con los de los demás factores (Dumay y Dupriez, 2008;
Krüger, 2018). De hecho, en (OCDE, 2019b) se constata que en los países
latinoamericanos participantes, las escuelas en ventaja –cuyos alumnos en promedio
pertenecen al último cuartil del índice ESCS– y en desventaja –cuyos alumnos en
184
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
promedio pertenecen al primer cuartil del índice ESCS– difieren en las cualificaciones y el
nivel de ausentismo de sus docentes, así como en la cantidad y calidad de la infraestructura
y los recursos materiales.
De cualquier forma, lo importante es comprobar que, en contextos educativos altamente
segregados, el establecimiento al que asiste un joven tiene un efecto determinante en sus
resultados esperados, los cuales pueden exceder al ámbito académico. Puede afirmarse
entonces que los alumnos provenientes de contextos familiares vulnerables se ven
expuestos a un doble riesgo educativo (Willms, 2003): por un lado, su origen social
dificulta su desempeño exitoso en la escuela; por el otro, tienen una alta probabilidad de
asistir a un centro con un alumnado en similares condiciones, donde los efectos de pares
son desfavorables, lo cual implica un impacto negativo adicional en sus logros. La
situación contraria se espera para aquellos alumnos de mayor estatus socioeconómico,
quienes en general pueden beneficiarse tanto de sus propias condiciones favorables para
el estudio como de efectos de pares positivos.
La elección escolar se vuelve entonces una decisión crucial para las familias, lo cual genera
incentivos que tienden a profundizar la segregación, en sociedades marcadas por la
fragmentación socioeconómica, cultural y simbólica (Krüger, 2019). Asimismo, constatar
que la segregación social escolar contribuye a profundizar las desigualdades educativas y,
potencialmente, las laborales y sociales posteriores, convierte al fenómeno en un problema
relevante para la política educativa.
En este sentido, el presente trabajo aporta evidencia nueva que permite confirmar los
escasos hallazgos previos para distintos países latinoamericanos. A su vez, el estudio
incorpora algunos elementos novedosos en relación a los antecedentes, que otorgan
robustez a los resultados y exploran nuevos aspectos del tema. Por un lado, se emplea la
información más actual disponible hasta el momento incorporando nuevos países
latinoamericanos; se definen especificaciones diferentes de los modelos en términos de las
variables dependientes e independientes escogidas; y se realiza una estimación simultánea
de los distintos resultados, lo cual resulta pertinente considerando su interdependencia.
Por otro lado, se incursiona en el análisis del impacto de la composición socioeconómica
estudiantil en resultados que exceden lo estrictamente cognitivo o académico, para
destacar que las actitudes, motivación y expectativas de los alumnos pueden verse
afectadas, con potenciales efectos sobre la movilidad social y la equidad en un sentido más
amplio.
Ahora bien, no puede soslayarse que pese a haber empleado herramientas que presentan
un alto nivel de aceptación en la literatura internacional –la estimación de una función de
producción educativa a través de modelos de regresión multinivel con base en datos del
programa PISA–, el estudio no se encuentra exento de limitaciones. Por un lado, el método
no permite descartar totalmente la presencia de sesgos por la asignación no aleatoria de
los alumnos a sus escuelas, aunque los mismos se han intentado minimizar incorporando
un conjunto completo de controles para captar posibles características no observables. Por
otro lado, la base de datos presenta algunas deficiencias que cabe mencionar: i) por
definición, quedan fuera de la población objetivo aquellos alumnos que se encuentran más
rezagados o directamente excluidos del sistema, lo cual puede llevar a subestimar los
efectos composicionales cuando los niveles de acceso son bajos y/o el rezago es alto; ii) si
bien provee información acerca de resultados de tipo no-cognitivo, permitiendo considerar
un conjunto más amplio de logros educativos, la tasa de no respuesta para estos
185
N. Krüger
indicadores es relativamente alta; y iii) no permite evaluar los efectos acumulativos de los
factores explicativos en el tiempo. Finalmente, debe reconocerse la dificultad de medir los
resultados no-cognitivos y de separarlos de los logros cognitivos, así como de otros
incentivos y características personales. Como indican Borghans y otros (2011), los
resultados en pruebas pueden ser en realidad un reflejo de distintos aspectos de la
personalidad, lo cual vuelve muy desafiante la tarea de identificar los atributos o logros de
interés. A su vez, las medidas de habilidades no-cognitivas derivadas del auto-reporte
pueden verse distorsionadas, ya que quienes responden pueden tener distintos estándares
o puntos de referencia al interpretar las preguntas (Kautz et al., 2014) o bien responder lo
que consideran socialmente deseable (Paulhus, 1991).
A pesar de las mencionadas limitaciones, el presente estudio contribuye a reforzar el
consenso académico en torno a la relevancia de la segregación social escolar como fuente
de desigualdad de oportunidades. Visibilizar este problema y concientizar a la comunidad
educativa, las autoridades y la sociedad en general sobre sus consecuencias, es un primer
paso clave para avanzar en el diseño de políticas orientadas a mitigarlo. Repensar entre
todos los procesos de asignación de los alumnos, así como la distribución de aquellos
factores escolares que se asocian estrechamente a las características del alumnado, podría
reportar beneficios sustanciales en términos de reducir la inequidad. Para ello, es
importante también continuar indagando en las causas de la situación actual de alta
segregación, las cuales pueden ser diferentes en cada país o incluso al interior de los
mismos.
Queda abierta a partir de aquí una rica agenda de investigación: por un lado, se planea
avanzar en una línea orientada a conocer en profundidad los mecanismos que reducen la
diversidad social de las escuelas en la región –mediante la realización de estudios de corte
cualitativo– y a pensar en conjunto medidas para revertir dicho proceso; por otro lado,
aún queda mucho por explorar en relación a los efectos de la composición socioeconómica
sobre los resultados educativos, especialmente sobre los atributos no-cognitivos, para lo
cual se continuará indagando en la forma de medición de los mismos y en su
retroalimentación con los resultados cognitivos.
Agradecimientos
Se agradece el financiamiento proveniente de la SeCyT, UNS, a través del Proyecto de
Grupos de Investigación (PGI) “Equidad educativa: Segmentación escolar en la localidad
de Bahía Blanca"; y de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través
del Proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) 2018-02967.
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190
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Anexo 1
Cuadro 6. Regresión Multinivel. Coeficientes de todas las variables explicativas en los modelos finales: modelos trivariados
ARGENTINA BRASIL CHILE COLOMBIA COSTA RICA
L M C L M C L M C L M C L M C
Edad 2,9 8,9* 7,4 -19,7*** -19,2*** -21,8*** -2,0 3,7* 7,0*** 7,5** 1,1** 4,0** -13,1*** -16,0*** -13,4***
Mujer 13,3*** -17,3*** -11,8*** 15,2*** -17,8*** -8,2*** 11,3*** -15,3*** -10,0*** 3,2 -26,4*** -18,2*** 8,2*** -22,4*** -14,1***
Apoyo emocional 2,1* 0,8* 0,4** sd sd sd 1,1 1,4 0,6 sd sd sd 2,7*** 2,1*** -0,5
Preescolar 5,2* 4,7* 2,4* 1,8 3,9 1,2 0,7 1,6 1,5 4,5* 6,5* 3,9* -1,9 -2,1 -0,0***
NSE del hogar 7,6*** 8,9*** 9,3*** 5,4*** 6,6*** 6,2*** 5,6*** 7,2*** 7,2*** 4,7*** 2,3*** 2,7*** 6,4*** 5,3*** 7,8***
Grado modal 53,0*** 41,9*** 49,4*** 48,6*** 40,9*** 46,6*** 54,3*** 48,6*** 46,0*** 52,4*** 47,7*** 46,0*** 39,1*** 38,6*** 35,6***
Composición escolar 41,2** 38,2*** 37,4*** 35,2*** 29,0*** 29,4*** 41,4*** 39,3 36,1*** 38,5*** 34,3*** 36,0*** 39,4*** 36,0*** 34,2***
Proporción de mujeres -34,1* -28,4* -32,8* 61,8*** 56,3*** 57,3*** 22,2* 25,4* 16,9* 57,9** 38,2*** 49,6*** 28,1*** 25,0*** 19,0***
Tamaño escolar 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Gestión privada 10,9 5,2 5,6 37,7*** 38,6*** 38,2*** 12,4* 15,4* 12,8* -2,8 0,8 -1,7 -19,0 -22,3 -16,7
Escuela rural -12,1* -8,1* -8,5* 2,6 6,0 2,8 4,2 4,0 6,8 1,0 4,2 2,4 -2,9 -2,7 0,1
Agrupamiento -1,0 3,0 1,8 4,0 -0,1 3,2 -5,3 -4,0 -4,6 -5,9 -2,2 -4,3 11,4** 10,8** 11,2**
Selectividad -4,7 -3,2 -2,0 -8,5 -3,4 -6,5 16,0 20,9 20,9 -2,9 -3,0 -3,3 2,6 0,7 3,6
Recursos escasos -0,4 -0,6 -0,7 -4,3* -3,5* -4,4* 0,5 -0,1 -0,1 sd sd sd -2,3 -0,9 -2,1
Personal escaso -1,2 -0,2 -0,0 sd sd sd -0,6 0,9 0,3 -1,4 0,3 -0,6 3,0 1,0 3,0
Interés de docentes 4,9*** 1,4** 2,8*** 3,3*** 3,6*** 2,6*** 6,7*** 6,5*** 4,8*** 4,8*** 3,0*** 2,8*** 4,9*** 2,7** 3,4**
Docentes con Maestría -1,7 0,4 -3,3 10,0 7,9 11,6 40,4* 29,9* 45,9* 15,4 26,4 12,6 13,7* 16,2* 17,0*
Notas L: nota en Lectura; M: nota en Matemática; C: nota en Ciencias; *Significatividad al 10%; **Significatividad al 5%; ***Significatividad al 1%.; ns: no significativo;
sd: sin datos; por problemas de cómputo, no se incluyó la variable explicativa en el modelo.
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos PISA 2018 (OCDE).
191
N. Krüger
Cuadro 6. (cont.). Regresión Multinivel. Coeficientes de todas las variables explicativas en los modelos finales: modelos trivariados
MÉXICO PANAMÁ PERÚ REP. DOMINICANA URUGUAY
L M C L M C L M C L M C L M C
Edad 5,2 3,8 7,4 7,1** 8,4** 5,8** 0,8 -9,1** -0,6 1,5 3,2 3,8 7,6* 9,1* 4,7
Mujer 6,1*** -17,5*** -12,3*** 4,6** -15,5*** -8,6*** 6,2** -21,1*** -16,3*** 15,4*** -10,3*** -2,2*** 10,9*** -18,7*** -12,7***
Apoyo emocional 1,5* 0,2* 0,2 1,1 -0,7 -0,5 1,7 1,5 -0,1 1,8** 0,2 0,5 1,5 1,1 0,1
Preescolar 6,6** 13,8*** 6,8** 4,9** 3,2** 6,0** 4,9* 7,0* 5,7* 5,4** 2,9** 7,9*** 10,7*** 12,8*** 11,9***
NSE del hogar 4,8*** 3,8*** 4,7*** 3,8*** 3,0*** 3,3*** 8,0*** 8,2*** 8,2*** 2,8** 3,3** 4,2** 9,1*** 7,6*** 9,7***
Grado modal 30,9*** 34,4*** 28,6*** 37,5*** 37,0*** 38,0*** 52,8*** 56,9*** 50,3*** 52,9*** 45,6*** 42,9*** 78,9*** 73,9*** 70,1***
Composición escolar 16,3* 10,1 16,2* 29,1*** 27,1*** 26,8*** 35,8*** 28,0*** 26,9*** 28,9*** 25,4*** 22,5*** 31,5*** 28,6*** 25,6***
Proporción de mujeres 6,2 11,5 7,4 14,8 7,0 4,8 8,8 4,1 1,8 42,4*** 35,7*** 19,1*** 29,1* 23,2 3,7
Tamaño escolar 0,0** 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0
Gestión privada 15,7 7,0 5,0 8,1 7,7 17,7 13,3 12,0 10,6 4,3 5,2 6,3 -15,0 -7,9 -6,3
Escuela rural -9,6 -7,1 -2,6 -3,3 -3,0 2,3 11,4 8,2 9,3 -10,8 -9,1 -9,2 -7,2 -5,9 -1,9
Agrupamiento -7,8 -3,0 -5,9 -7,6** -4,8** -4,2** -16,1** -8,7* -11,3** 3,1 4,3 2,5 0,2 0,3 -0,9
Selectividad -4,7 -2,3 -7,1 2,4 1,9 1,7 -8,6 -3,4 -6,5 -1,4 -1,1 -0,8 1,7 1,2 -0,3
Recursos escasos 1,7 -2,3 1,9 -3,6 -1,6 -1,7 -3,7 -2,6 -2,7 -0,4 0,9 0,5 1,6 0,8 0,7
Personal escaso -8,9* -5,4 -8,7* 1,6 0,7 1,3 2,7 3,2 2,1 -0,9 -1,1 -1,0 -2,7 -2,6 -2,8
Interés de docentes 3,1*** 1,8*** 3,1*** 0,0 0,8 -0,9 1,3 1,9 0,9 3,8*** 2,5*** 4,7*** 4,9*** 1,3* 5,1***
Docentes con Maestría 45,2*** 57,1*** 47,2*** 9,7 4,1 11,4 8,0 15,2 3,2 -8,4 -3,8 -11,3 -94,9 -36,3 -82,5
Notas: L: nota en Lectura; M: nota en Matemática; C: nota en Ciencias; *Significatividad al 10%; **Significatividad al 5%; ***Significatividad al 1%.; ns: no significativo;
sd: sin datos; por problemas de cómputo, no se incluyó la variable explicativa en el modelo.
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos PISA 2018 (OCDE).
192
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Cuadro 7. Regresión Multinivel. Coeficientes de todas las variables explicativas en los modelos finales: modelos bivariados
ARGENTINA BRASIL CHILE COLOMBIA COSTA RICA
Nota en Exp. Nota en Exp. Nota en Exp. Nota en Exp. Nota en Exp.
Lectura Ocup. Lectura Ocup. Lectura Ocup. Lectura Ocup. Lectura Ocup.
Edad 3,1** 1,8** -21,1*** -1,6* -2,6 1,4* 7,5** -0,2 -14,1*** -1,3*
Mujer 12,5*** 6,6*** 15,8*** 7,6*** 10,6** 5,8*** 3,1 4,3*** 8,1*** 4,5***
Apoyo emocional 2,0** 0,0 sd sd 0,9 -0,0 1,1 0,4 2,6*** 0,3
Preescolar 5,4** -0,3 1,0 -0,2 1,2 0,6 4,8** -0,2 -1,3 0,6
NSE del hogar 7,7*** 1,4*** 5,3*** 0,7*** 5,0** 1,6*** 4,1*** 0,6*** 6,5*** 0,4**
Grado modal 53,7*** 3,9*** 50,2*** 2,2*** 54,7*** 4,0*** 53,0*** 2,3*** 40,3*** 1,7***
Composición escolar 42,3*** 1,1* 36,7*** 1,2* 41,5*** 3,8*** 39,7*** 1,1** 39,1*** 2,2***
Proporción de mujeres -31,0* 1,8 59,4*** 0,7 13,3 3,9 54,2** 4,1** 28,9 0,1
Tamaño escolar 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0* 0,0 0,0 0,0 0,0
Gestión privada 8,6 1,5 34,7*** 2,4*** 10,2 2,1** -1,7 -1,0 -16,7 -1,7*
Escuela rural -12,5** 0,7 6,0 -0,3 3,7 0,4 4,1 -0,2 -2,8 -0,0
Agrupamiento -1,1 -0,2 4,1 0,2 -0,9 -0,4 -0,7 -0,5 11,9** -0,6
Selectividad -1,6 -0,8 -6,3 0,9 14,2** 0,1 -3,2 0,1 1,7 0,4
Recursos escasos 1,7 -0,4 Sd Sd -1,0 0,4 -1,3 0,2 -1,9 -0,7***
Personal escaso -4,3* 0,2 4,0 -0,3 -1,1 -0,3 -0,1 0,0 2,9 0,1
Interés de docentes 5,2*** 0,3 3,6*** 0,3 7,0*** 0,8*** 4,6*** 0,3 5,0*** 0,2
Docentes con Maestría -0,3 -1,2 28,1** -2,1 51,8*** 2,1 6,4 -3,8* 11,1 1,4
Notas: L: nota en Lectura; M: nota en Matemática; C: nota en Ciencias; *Significatividad al 10%; **Significatividad al 5%; ***Significatividad al 1%.; ns: no significativo;
sd: sin datos; por problemas de cómputo, no se incluyó la variable explicativa en el modelo.
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos PISA 2018 (OCDE).
193
N. Krüger
Cuadro 7 (cont.). Regresión Multinivel. Coeficientes de todas las variables explicativas en los modelos finales: modelos bivariados
MÉXICO PANAMÁ PERÚ REP. DOMINICANA URUGUAY
Nota en Exp. Nota en Exp. Nota en Exp. Nota en Exp. Nota en Exp.
Lectura Ocup. Lectura Ocup. Lectura Ocup. Lectura Ocup. Lectura Ocup.
Edad 6,4* 0,6 8,1** -0,1 1,7 -0,5 1,6 -1,5 7,9* 0,2
Mujer 5,5*** 2,1*** 4,2*** 1,3*** 5,9*** 4,2*** 15,5*** 4,2*** 11,0*** 8,8***
Apoyo emocional 1,7* -0,1 1,3 0,5 1,6* 0,5* 1,9** -0,1 1,6 0,5*
Preescolar 6,0 0,8 4,6** -0,4 4,6 0,6 5,3** 0,8 10,4** 2,3**
NSE del hogar 4,9*** 0,9*** 3,9*** 0,3 8,1*** 1,4*** 2,5** 0,0 9,3*** 1,4***
Grado modal 31,2*** 4,4*** 38,2*** 3,8*** 54,0*** 4,0*** 52,4*** 0,2 77,2*** 9,4***
Composición escolar 17,2** 0,2 29,6*** -0,3 33,7*** 1,1 29,9*** 0,9 31,9*** 3,5***
Proporción de mujeres 3,2 -5,5** 17,1 2,6 2,2 -0,0 39,9*** -0,7 27,7* 5,4*
Tamaño escolar 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0** 0,0 0,0
Gestión privada 9,5 1,0 6,9 2,0 10,4 0,2 1,8 -0,8 -13,6 -1,3
Escuela rural -10,2 -1,5 -4,7 0,5 5,1 0,1 -12,8** 1,5** -6,1 0,1
Agrupamiento -6,6 0,2 -5,1 -0,8 -12,9** -2,0* 3,0 -0,6 -0,2 1,7*
Selectividad -2,8 1,1 2,3 -0,4 -3,6 -2,1 0,9 0,1 2,8 -1,0
Recursos escasos -0,4 0,1 -4,6* 0,1 -4,0 0,0 -1,5 -0,5 1,2 -0,3
Personal escaso -7,5 -0,5 1,1 -1,0* 1,8 -0,1 0,3 0,2 -2,2 -0,1
Interés de docentes 2,9** 0,3 0,2 0,1 1,2 0,3 3,9*** 0,1 5,1*** 0,4
Docentes con Maestría 47,3*** -3,4 1,1 1,2 12,3 -2,8 -2,9 -4,1** -98,4 -14,7
Notas: L: nota en Lectura; M: nota en Matemática; C: nota en Ciencias; *Significatividad al 10%; **Significatividad al 5%; ***Significatividad al 1%.; ns: no significativo;
sd: sin datos; por problemas de cómputo, no se incluyó la variable explicativa en el modelo.
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos PISA 2018 (OCDE).
194
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Y=
ij π 0 j + eij
(1)
Nivel 2 (escuelas):
π=
0j β 00 + r0 j
(2)
Donde:
Yij
( ): resultado esperado del alumno i que asiste a la escuela j-
π e
( 0 j ): logro promedio para la escuela j ; y ( ij ): desviación aleatoria del puntaje del alumno i con
respecto al promedio de su escuela. Se asume una distribución normal con media cero y varianza
constante.
β r
( 00 ): media global para todas las escuelas; y ( 0 j ): desviación aleatoria del promedio de la escuela
j con respecto a la media global. Se asume una distribución normal con media cero y varianza
constante.
Modelo completo con variables explicativas:
P Q
Yij = β 00 + ∑ π p 0 X pij + ∑ β q Z qj +eij + r0 j
=p 1=q 1
(3)
Donde X es un vector de P factores personales y familiares y Z representa un vector de Q factores
escolares con efectos fijos.
Modelo multinivel multivariado
El conjunto de variables dependientes conforma un nuevo nivel por debajo del nivel de alumnos. Es
decir que, los distintos logros o variables-respuesta (actual nivel 1) se anidan dentro de los alumnos
(actual nivel 2), los cuales se anidan dentro de las escuelas (actual nivel 3).
Modelo completo multivariado con variables explicativas:
Q
Yij = ∑K P
k=1 ωk �βh00 + ∑p=1 πhp0 X pij + ∑q=1 βhq Zqj + ehij + rh0j � (4)
Donde:
(h): indica la variable-respuesta presente en la estimación. Tanto k como h toman valores 1 y 2 en
los modelos bivariados; y 1, 2 y 3 en los modelos trivariados.
ωk = 1 si k = h ; 0 si k ≠ h
195
N. Krüger
Breve CV de la autora
Natalia Krüger
Investigadora Adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
y Profesora Adjunta del Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Sur (UNS),
Bahía Blanca, Argentina. Es Doctora en Economía por la UNS y ha realizado estancias de
investigación doctoral y postdoctoral en la Universidad de Barcelona, España, la Universidade
Federal Fluminense, Brasil, y la Katholieke Universiteit Leuven, Bélgica. Investiga en el área de
Economía de la Educación, y sus publicaciones se enfocan en temas relativos a la calidad y la igualdad
de oportunidades educativas en América Latina. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-8401-
2639. Email: natalia.kruger@uns.edu.ar
196
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 197-218.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.008
This article analyzes the relationship between school choice, mobility and school
segregation of socially disadvantaged students in Barcelona. The particularities of
the city's zoning system and catchment areas, based on a complex model of restricted
choice with a wide number of proximity options, make it a unique case to observe
the relationship between mobility and educational inequalities. By using data on
students’ residence and schooling of children in pre-school and primary education,
the article shows how the interaction between residential segregation and patterns
of student mobility generates greater school segregation of both students from low
socioeconomic status and foreign students. A counterfactual analysis that simulates
schooling models based on greater proximity shows that the school segregation of
vulnerable students would be reduced by up to 50% in scenarios of less mobility and
greater proximity schooling. Likewise, these scenarios would reduce the inequality
of schooling between public and private schools. The article concludes with some
reflections on the political implications of the analysis.
Keywords: School choice; School segregation; Mobility; Barcelona; Education
inequalities.
1. Revisión de la literatura
Los debates sobre las virtudes y los defectos de la elección de escuela enfrentan a menudo
distintas posiciones políticas en educación. En los últimos años, además, estos debates han
ganado protagonismo en la medida en que numerosos países han llevado a cabo reformas
educativas que han aumentado las posibilidades de elección de escuela. La expansión de
los sistemas de cheque escolar (voucher), el aumento de la financiación pública a las escuelas
privadas, el crecimiento de las escuelas charter o la mayor capacidad otorgada a las escuelas
para decidir sobre los criterios de admisión son reformas con orientación de mercado que,
en las últimas décadas, se han desarrollado en diversos países (OCDE, 2017). Como
resultado de estas políticas y otras tendencias, en los últimos 25 años, la mayoría de los
sistemas educativos de la OCDE han aumentado las oportunidades de elección de escuela
(Musset, 2012) y con ello la preocupación por los posibles efectos de una mayor capacidad
de elección sobre la calidad y la equidad de los sistemas educativos.
Los defensores de la elección escolar sostienen que conlleva mejoras sustantivas en la
calidad y la equidad de los sistemas educativos (Chubb y Moe, 1990; Hoxby, 2003). Las
mejoras en la calidad se derivan, principalmente, de la capacidad de estas políticas para
promover una mayor competencia entre las escuelas. Dado que la capacidad de elección
de escuela otorga poder de decisión a la demanda (los usuarios tienen capacidad de cambiar
de centro), las escuelas se ven obligadas a competir para atraer y retener a los usuarios.
Esta competencia, de este modo, genera incentivos para mejorar la calidad académica de
la oferta escolar. Los beneficios sobre la equidad educativa están asociados a la reducción
de los efectos de la segregación residencial sobre la segregación escolar. Según esta
aproximación, la elección de escuela abre la posibilidad de que familias pobres,
especialmente aquellas altamente motivadas, “escapen” de las escuelas de su entorno social
inmediato, que suelen ser de baja calidad, y consigan acceder a mejores escuelas. Los
mecanismos de distribución de recursos que refuercen la capacidad de elección de escuela,
mediante vouchers universales o selectivos, por ejemplo, se consideran en definitiva buenos
dispositivos para aumentar la calidad y la igualdad de oportunidades de los sistemas
educativos (Chubb y Moe 1990; Hoxby 1998; Lindbom, 2010; Merrifield 2001).
Por su parte, otros autores se muestran especialmente críticos con la elección de la escuela.
Sus análisis resaltan los efectos negativos producidos por las políticas que promueven
mayores niveles elección, porque incentivan sistemas de selección del alumnado por parte
de las escuelas para mejorar su reputación académica y su capacidad de atracción (Ball,
1998; van Zanten, 1996; West, Hind y Pennell, 2004). Asimismo, estos estudios destacan
el hecho de que las familias de bajo nivel socioeconómico tienen menos posibilidades de
acceder a las “mejores” escuelas, ya sea por razones financieras (cuando se permiten
aportaciones económicas complementarias) o debido a asimetrías de información (Allen,
2007; Elacqua, Montt y Santos, 2013; Gewirtz, Ball y Bowe, 1995; van Zanten, 1996). En
parte, estos fenómenos explican por qué las políticas que amplían la elección escolar no
necesariamente reducen la segregación escolar, sino que pueden incluso aumentar la
estratificación social entre centros educativos. En muchos de estos estudios se constata
que políticas orientadas a aumentar la capacidad de elección facilitan los procesos de huida
(white flight) de las clases medias de las escuelas locales, aumentando la concentración y el
aislamiento de los estudiantes más vulnerables (Boterman, 2013; Butler y Robson, 2003;
Kye, 2018).
198
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Si bien las revisiones sobre los efectos de la elección escolar y los mercados educativos
sobre la equidad educativa subrayan el predominio de los efectos negativos (Musset, 2012;
OCDE, 2019; Waslander, Pater y van der Weide, 2010), la relación entre elección y
segregación está lejos de ser homogénea y varía entre los diferentes sistemas educativos
y territorios. La configuración de los mercados locales de educación o "mercados vividos"
(Felouzis, Maroy y van Zanten, 2013; Taylor, 2001) es crucial para comprender la
dinámica de la segregación escolar y la posición jerárquica de las escuelas. Factores como
el diseño de las políticas de admisión (Bonal y Zancajo, 2019; Dupriez, Barbana y
Verhoven, 2018), las características y el tamaño de las zonas educativas (catchment areas)
(Boterman et al., 2019), el mayor o menor peso de los proveedores privados sobre el
conjunto de la oferta (Alegre y Ferrer, 2010), o diferentes racionalidades de demanda
educativa (Ben Porath, 2009; Bonal y Zancajo, 2018a) son algunas de las razones que
explican las diferentes interacciones entre la elección escolar, la movilidad y la segregación
escolar.
Este artículo se ocupa de analizar la relación entre elección de escuela, movilidad y
segregación escolar en un mercado educativo local, en este caso la ciudad de Barcelona.
Las particularidades del modelo de zonificación escolar de la ciudad, con un complejo
sistema de elección restringida pero que otorga un amplio número de opciones de
proximidad, hacen que sea especialmente interesante observar las dinámicas de
escolarización en las distintas zonas de la ciudad. El artículo nos mostrará cómo los
márgenes amplios de elección escolar no facilitan una escolarización más equitativa, sino
que son generadoras de desigualdades en la movilidad del alumnado y, por tanto, de mayor
segregación escolar del alumnado, tanto del alumnado extranjero como del alumnado de
nivel socioeconómico bajo en prácticamente todas las zonas de la ciudad.
El trabajo se estructura del siguiente modo. En la sección que sigue a esta introducción
revisamos la evidencia internacional aportada por los estudios que relacionan segregación
escolar y elección de centro. En la siguiente describimos brevemente las particularidades
del sistema de admisión escolar de Barcelona, y en especial el sistema de determinación de
la proximidad. En la cuarta sección ofrecemos algunos datos de los desequilibrios
territoriales más destacados por lo que respecta a la escolarización en la enseñanza
obligatoria y mostramos las diferencias entre segregación residencial y segregación
escolar. En la siguiente presentamos datos sobre movilidad educativa que permiten
entender la polarización territorial en el proceso de escolarización. Este análisis precede a
un análisis contrafactual que compara la escolarización real con la que se derivaría de
simular la escolarización exclusivamente dentro de la zona educativa o en el centro
geográficamente más cercano al domicilio del alumnado. Este análisis revela el impacto
del sistema de elección en la segregación escolar del alumnado extranjero o de bajo nivel
socioeconómico. El artículo concluye con una reflexión acerca de las implicaciones
políticas de este análisis.
1.1. Elección escolar y segregación
Las políticas de elección de escuela están destinadas a abrir posibilidades de acceso a
escuelas más allá del área de residencia de los estudiantes. Se conciben como programas
que brindan mayores oportunidades a todas las familias y, en muchas ocasiones, también
se planifican como una estrategia que potencialmente puede reducir los efectos de la
segregación residencial sobre la segregación escolar del alumnado socialmente más
vulnerable. Varios estudios han evaluado el impacto de las políticas que han ampliado las
199
X. Bonal y A. Zancajo
200
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
población pueda evitar a determinados grupos sociales (white flight), así como el
etnocentrismo neutral (la búsqueda de entornos educativos y sociales similares). Estos
efectos son mayores que los que resultan de la posibilidad de que las familias vulnerables
puedan escolarizarse fuera de su área de residencia (Archbald, 2003). En otras palabras, el
efecto de salida es superior a los movimientos integradores que realizan las familias
socialmente menos favorecidas al escolarizarse con estudiantes más favorecidos como
producto de las políticas de elección de escuela. El resultado agregado es un aumento de
la segregación racial y de clase social.
Allen (2007) muestra cómo la política de elección de escuela secundaria en Inglaterra ha
producido un sistema educativo académica y socialmente más estratificado. Compara
escenarios observados y contrafactuales en todas las Autoridades Locales de Educación
(LEA, por sus siglas en inglés) del país. La autora demuestra que la movilidad de los
alumnos en cada LEA depende de la capacidad de los padres de acceder a una escuela que
no sea de proximidad. La movilidad es superior según la densidad de población, los
indicadores de bienestar social o la presencia de grammar schools (que disponen de
autonomía para decidir el número de plazas que ofrecen). Al realizar la asignación
simulada de estudiantes en función de la proximidad y los lugares disponibles, Allen
concluye que en el escenario contrafactual se reduce significativamente la segregación
escolar por nivel académico y por clase social. Burgess y otros (2007) hallan resultados
similares al comparar las posibilidades de elección de diferentes familias en su área de
proximidad. Su análisis muestra que la segregación escolar es considerablemente más alta
que la segregación residencial en aquellas áreas geográficas con mayores posibilidades de
elección de escuela.
Resultados similares son observables en análisis para los casos de Alemania (Riedel et al.,
2010), Suecia (Östh, Andersson y Malmberg, 2013) o Chile (Santos y Elacqua, 2016). En
todos estos casos las reformas educativas que han favorecido las lógicas de mercado y la
elección de escuela aumentan notablemente los procesos de segregación escolar,
situándola significativamente por encima de la segregación residencial.
1.2. El sistema de admisión escolar en Barcelona
Como en el resto de España, en la ciudad de Barcelona las familias mayoritariamente
solicitan plaza en educación preescolar en el mismo año en que el niño o la niña cumplen
los tres años de edad. Las familias pueden expresar sus preferencias escolares por cualquier
escuela pública o privada concertada de la ciudad, y los estudiantes son asignados
siguiendo un mecanismo de Boston 1. En casos de exceso de demanda, las solicitudes se
priorizan utilizando tres criterios principales que ya se establecieron en la Ley Orgánica
8/1985 del Derecho a la Educación (LODE). Estos criterios incluyen la proximidad
residencial, la inscripción de hermanos en la escuela y los ingresos del hogar.
La particularidad de Barcelona radica en la forma en que se determina la prioridad por
proximidad residencial. Existen 29 áreas de influencia o zonas escolares en la ciudad.
Todos los residentes en cada zona tienen prioridad por proximidad para acceder a todas
201
X. Bonal y A. Zancajo
las escuelas públicas y concertadas dentro del área de influencia. En 2006, el Consorci
d'Educació de Barcelona (CEB), organismo público a cargo de la planificación y gestión
educativa de la ciudad, estableció un sistema específico de elección. De este modo, se
otorgó una capacidad mínima de elección común para equilibrar las oportunidades de
elección entre todas las familias. Si bien cada familia puede elegir todas las escuelas
ubicadas dentro del área de influencia, el sistema garantizó un mínimo de seis escuelas
geográficamente más próximas al domicilio (tres públicas y tres concertadas) como
escuelas de proximidad. De este modo, el sistema garantizaba una capacidad mínima de
elección y la posibilidad de que aquellas familias residentes en zonas fronterizas pudieran
tener acceso a las escuelas más cercanas a sus hogares, aunque no estuvieran situadas
dentro de su área de influencia. La residencia de los estudiantes y el número de escuelas
públicas y concertadas disponibles en el área de influencia y geográficamente más
próximas determinan el conjunto de opciones de proximidad de cada estudiante.
En 2012, se aprobó una reforma para ampliar las posibilidades de elección. El número
mínimo de escuelas consideradas como escuelas de proximidad se duplicó (seis escuelas
públicas y seis concertadas). Considerando el exceso de oferta de escuelas en ciertas áreas
de la ciudad, el promedio estimado de escuelas de proximidad por familia aumentó de 7,9
a 16,7 escuelas. 2 Al cambiar las posibilidades de elección de escuela, el CEB trató de
compensar así la desigual distribución interna de las áreas de influencia escolar (que
difieren tanto en el número total de escuelas como en la provisión público/privada).
El gobierno catalán presentó esta reforma en su momento como un mecanismo para
reducir la fuerte relación entre la segregación residencial y la segregación escolar (Bonal
y Verger, 2013). Al permitir mayores posibilidades de elección, se esperaba que las familias
que viven en los barrios más pobres de la ciudad tendrían mayores posibilidades de salida
de su zona, lo que reduciría la segregación escolar general. Sin embargo, y a pesar de que
no existe una evaluación específica de los efectos de la ampliación de las posibilidades de
elección de escuela, la segregación escolar en Barcelona se mantuvo estable entre 2006 y
2016, e incluso aumentó ligeramente en algunos distritos (Síndic de Greuges, 2016).
Este diseño institucional único, que combina la existencia de distritos escolares que no
pueden considerarse espacios completamente cerrados con niveles significativos de
elección de escuela, genera dinámicas de escolarización variables y altamente
condicionadas por las características del mercado educativo local. Es decir, la opción de
las familias por una escuela de proximidad, de la propia zona de influencia o de fuera de la
zona, depende de la distribución geográfica de las escuelas en la ciudad, el nivel de exceso
de demanda en cada área de influencia y las preferencias de las familias por cierto tipo de
escuelas. Todos estos factores inciden sobre la movilidad educativa y en sus efectos sobre
la segregación escolar en el conjunto de la ciudad y entre las zonas escolares.
2. Método
Los análisis presentados en este artículo se elaboraron a partir de un conjunto de bases de
datos proporcionadas por el CEB. En primer lugar, el registro del conjunto de alumnado
2Véase CEB. (2012). Inici del curs escolar 2012-2013. Dossier de prensa.
https://www.edubcn.cat/rcs_gene/extra/01_sala_de_premsa/0_Dossier_premsa_inici_curs_20
12_13.pdf
202
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
cursando segundo ciclo de educación infantil y educación primaria. Además del conjunto
de datos escolares contenidos en dicha base de datos, para cada uno de los alumnos
residentes en Barcelona se dispuso de las coordenadas geográficas de su lugar de
residencia. En segundo lugar, las bases de datos de alumnos beneficiarios de las ayudas
del fondo de emergencia social y de la beca comedor. Si bien ambas bases de datos fueron
debidamente anonimizadas, el identificador de alumno permitió el cruce de la información
contenida en las mismas.
Pese a que diferentes indicadores de segregación y concentración se han calculado a lo
largo del análisis, con el objetivo de simplificar la presentación de los resultados, en el
presente artículo se hace uso únicamente del índice de disimilitud, tanto para el cálculo de
la segregación escolar como residencial. Este índice permite estimar el porcentaje de
población perteneciente a la minoría que debería ser redistribuida entre las unidades de
análisis para conseguir una distribución completamente equilibrada. En concreto, la
fórmula de cálculo es la siguiente:
𝑛𝑛
1 𝑥𝑥𝑖𝑖 𝑦𝑦𝑖𝑖
𝐷𝐷 = � � − �
2 𝑋𝑋 𝑌𝑌
𝑖𝑖=1
3 Cabe señalar que para el cálculo de la segregación residencial únicamente se tuvieron en cuenta
aquellas secciones censales en las cuales residen alumnos escolarizados en la ciudad de Barcelona que
cursan segundo ciclo de educación infantil o educación primaria.
203
X. Bonal y A. Zancajo
3. Resultados
3.1. La desigual distribución de la oferta escolar en la ciudad y la segregación del
alumnado
Para comprender la relación entre elección de escuela y segregación escolar del alumnado
socialmente más desfavorecido es importante observar cómo de equilibrada o
desequilibrada es la oferta educativa de la ciudad desde un punto de vista territorial. Como
se puede constatar en el mapa 1, el desequilibrio en la oferta de plazas de en el primer
curso de educación infantil de segundo ciclo respecto a la población residente se sitúa lejos
del equilibrio. Porcentajes por encima de 100% indican una situación de sobreoferta
respecto a la población residente, mientras que porcentajes inferiores reflejan situaciones
de infraoferta. El desequilibrio se materializa en situaciones de sobreoferta en los
territorios con mayor nivel de renta de la ciudad y, en cambio, en situaciones de infraoferta
en las zonas educativas de menor renta (en algunas zonas por debajo del 80% y en alguna
en particular por debajo del 60%). Con la excepción de una única zona, las situaciones de
sobreoferta se deben a un exceso significativo de plazas de titularidad privada-concertada
en la ciudad. Lejos de compensar los déficits de escolarización, la oferta escolar concertada
actúa desequilibrando las posibilidades de elección en los distintos territorios de la ciudad
(Bonal y Zancajo, 2018b).
El “negativo” del mapa de la oferta de plazas se puede observar en el mapa 2, que presenta
la distribución de la población según nivel de estudios como un proxy del nivel
socioeconómico de cada una de las zonas. La concentración de niveles de estudios bajos
tiene lugar en la periferia de la ciudad. Por contra, la población con mejor nivel de estudios
204
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
se sitúa en las zonas económicamente más favorecidas, que coinciden con ser las de mayor
oferta escolar.
205
X. Bonal y A. Zancajo
Mapa 3. Segregación escolar según subgrupo de alumnado y zona educativa, curso 2016-
17
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos del registro de alumnos (CEB).
206
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
cada subgrupo para el conjunto de zonas educativas de la ciudad. Puede observarse que el
índice es, en promedio, algo superior en el caso de los receptores de becas de comedor o
fondo social respecto al del alumnado extranjero, sin que las diferencias sean
excesivamente relevantes. Asimismo, el rango es especialmente elevado en el caso del
alumnado en situación de pobreza severa (receptores del fondo social), indicando una
dispersión significativa entre las diferentes zonas educativas de la ciudad. Más allá de los
casos extremos, la desviación estándar es relativamente similar para la segregación del
alumnado receptor de beca comedor y de fondo social, mientras es algo más reducida en
el caso de los alumnos de nacionalidad extranjera.
Cuadro 2. Estadísticos descriptivos del índice de disimilitud por zona educativas según
subgrupo de alumnado, curso 2016-17
BECA COMEDOR FONDO SOCIAL EXTRANJERO
Media 0,39 0,39 0,35
Mediana 0,40 0,40 0,35
Desviación estándar 0,11 0,10 0,07
Rango 0,38 0,46 0,26
Mínimo 0,18 0,16 0,20
Máximo 0,56 0,62 0,46
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos del registro de alumnos (CEB).
¿Qué relación existe entre los niveles de segregación escolar y residencial para cada uno
de los subgrupos? La figura 1 muestra tres gráficos que relacionan la segregación escolar
y la segregación residencial, uno para cada subgrupo de alumnado. Puede observarse cómo
en la mayoría de las zonas educativas la segregación escolar es significativamente mayor
que la segregación residencial (todas aquellas zonas que se sitúan por encima de la línea
de 45 grados). Esta tendencia es observable tanto para el alumnado beneficiario de beca
comedor, fondo social o de nacionalidad extranjera.
Puede observarse también cómo el comportamiento de esta diferencia es distinto entre las
zonas en función del tipo de desigualdad considerada, por condición económica o por
tratarse de alumnado extranjero. Los gráficos evidencian que la escolarización fuera de la
zona de residencia tiende, casi siempre, a aumentar la segregación escolar del alumnado
vulnerable. Las posibilidades de elección que otorga el actual sistema y los desequilibrios
en la capacidad de escolarización de las zonas educativas son generadores de niveles de
movilidad intra e interzonas que aumentan la segregación escolar. En el siguiente
207
X. Bonal y A. Zancajo
Sin embargo, los bajos niveles de retención en las diferentes zonas educativas de la ciudad
esconden importantes desigualdades según las características del alumnado y según el
tipo de alumnado que se escolariza fuera de su zona de residencia. La figura 3 muestra la
ratio entre el porcentaje de los alumnos de cada uno de los subgrupos analizados y el resto
del alumnado que opta por escolarizarse en su zona educativa de residencia. Los valores
superiores a 1 indican una mayor probabilidad de no abandonar la zona de residencia para
escolarizarse de aquellos alumnos que no pertenecen al subgrupo de referencia. Como
puede observarse en la figura, en la mayoría de las zonas educativas los alumnos
pertenecientes a alguno de los subgrupos analizados presentan una mayor probabilidad
4El nivel de retención de las zonas de influencia se ha definido como el porcentaje de alumnos que
se escolariza en su zona de influencia de residencia.
208
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
209
X. Bonal y A. Zancajo
210
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
domicilio del alumno. Esta aproximación permite comparar la segregación escolar, a partir
de los índices de disimilitud, en el escenario real y en los escenarios simulados para los
tres subgrupos de alumnado analizados. Cabe señalar que ambos escenarios simulados
asumen la existencia de suficientes plazas escolares para el alumnado residente en cada
zona y escuela, un hecho que como hemos visto no se corresponde con la distribución
actual de la oferta escolar. En todo caso, el análisis contrafactual es un ejercicio de carácter
teórico que nos acerca a valorar el efecto agregado de la movilidad sobre la segregación
escolar y la desigualdad educativa.
La figura 4 muestra la relación entre la segregación escolar en el escenario real y los dos
escenarios simulados para cada una de las zonas educativas de la ciudad. Los puntos
situados por debajo de la línea diagonal de 45 grados indican una reducción de la
segregación escolar en el escenario simulado y el real. Por otro lado, el coeficiente de la
variable equis (segregación en el escenario real) nos aporta un indicador de la intensidad
de la reducción de la segregación entre el escenario real y simulado. En este caso, valores
inferiores de dicho coeficiente indican una mayor reducción media de la segregación entre
los dos escenarios comparados. En el caso del escenario en el que todos los alumnos se
escolarizan en su zona educativa de residencia, se puede observar que en casi todas las
zonas educativas (salvo un caso), la segregación escolar se reduce de manera significativa.
La misma tendencia, incluso más acentuada, se observa cuando se compara la segregación
escolar en el escenario real y el de escolarización en el centro más cercano. De nuevo, en
la mayoría de las zonas educativas la segregación escolar en el escenario de centro más
cercano disminuye de manera considerable respecto a la observada en el escenario real. El
coeficiente de la reducción es significativamente mayor en el escenario de centro cercano
(0,21) en comparación con el escenario de escolarización en la zona educativa de residencia
(0,34).
En el caso del alumnado beneficiario de las ayudas del fondo social (figura 5) y el alumnado
de nacionalidad extranjera (figura 6) la tendencia es muy similar a la observada para los
alumnos con beca comedor. En ambos casos, se puede observar como en la gran mayoría
de zonas educativas la segregación escolar en los escenarios simulados es
significativamente inferior a la del escenario real. Como en el caso de los alumnos con beca
comedor, si se comparan los coeficientes de reducción, para los alumnos beneficiarios de
fondo social y de nacionalidad extranjera la reducción de la segregación escolar es mucho
más intensa en el escenario de escolarización en el centro cercano que en el de zona
educativa.
Por último, cabe señalar que las zonas educativas que en algunas ocasiones se comportan
como un outlier, es decir aquellas donde la segregación escolar en los escenarios simulados
es mayor que en el escenario real, se corresponden con zonas con características
geográficas o de oferta educativa particulares. De hecho, en la gran mayoría de casos se
trata de la zona educativa 8, situada en la parte más alta de la ciudad, con una geografía y
una distribución de la oferta educativa muy peculiar que no se corresponde con el resto de
las zonas educativas. La zona educativa 14 que también presenta este comportamiento en
el caso del alumnado de nacionalidad extranjera, tiene características específicas relativas
a la oferta educativa que podría explicar dicho comportamiento.
211
X. Bonal y A. Zancajo
Figura 5. Índice de disimilitud del alumnado receptor de ayudas del fondo social de
emergencia según escenario y zona educativa de residencia, curso 2016-17
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos del registro de alumnos (CEB).
212
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
A modo de resumen, el cuadro 3 muestra la media para las 29 zonas educativas de los
índices de disimilitud para cada uno de los escenarios analizados. Como se puede observar,
para los tres subgrupos la reducción media de la segregación escolar entre el escenario
real y el de escolarización se sitúa entre el 35,3% y el 29,8%, siendo la segregación escolar
del alumnado receptor de beca comedor el que experimenta una mayor reducción. En el
caso del escenario de escolarización en el centro más cercano la reducción se sitúa entre el
43,4% para los alumnos beneficiarios de las ayudas de fondo social, y el 56,7% para el
alumnado de nacionalidad extranjera.
Cuadro 3. Media del índice disimilitud de las ZE según escenarios y subgrupo de alumnos,
curso 2016-17
ESCENARIO
ZONA EDUCATIVA CENTRO MÁS CERCANO
REAL
% respecto % respecto
Segregación Segregación Segregación
escenario escenario
escolar escolar escolar
real real
Beca comedor 0,39 0,25 -35,3 0,18 -53,1
Fondo social 0,39 0,27 -29,8 0,22 -43,4
Extranjero 0,35 0,24 -31,0 0,15 -56,7
Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos del registro de alumnos (CEB).
Una comparación más detallada de las diferencias entre zonas requeriría un análisis de las
pautas de movilidad a partir de datos individuales, ya que los factores que potencialmente
podrían explicar las diferencias entre los diferentes escenarios y subgrupos de alumnos
son de índole diversa. En primer lugar, las diferencias en el peso porcentual de cada uno
de los colectivos en las diferentes zonas educativas de la ciudad pueden influir en el hecho
que los escenarios simulados provoquen una mayor o menor reducción de la segregación
escolar. En segundo lugar, la distribución residencial de los subgrupos analizados afecta
a la capacidad del escenario de centro más cercano para reducir la segregación escolar. La
concentración residencial (guetos) de algunos de estos subgrupos en algunas áreas de las
zonas educativas de la ciudad influye en la capacidad de la escolarización de proximidad
para reducir la segregación escolar. Con todo, el análisis contrafactual es ilustrativo de la
polarización en el proceso de escolarización y de los efectos negativos de un sistema que
favorece la elección escolar hasta el punto de reducir significativamente la escolarización
de proximidad.
Finalmente, un último indicador de la estratificación social derivada de la movilidad por
escolarización se puede observar en la figura 7. El gráfico recoge la ratio del porcentaje
de cada subgrupo de alumnado vulnerable entre los centros educativos públicos y privados
concertados en el escenario real y en los dos escenarios simulados. Puede observarse en
todos los casos niveles superiores de sobre escolarización del alumnado socialmente más
desfavorecido en el sector público. Las ratios son especialmente elevadas en el escenario
real, con índices superiores de sobre escolarización hasta 5,5 veces más en el caso del
alumnado del fondo social o de 2,5 en el caso del alumnado extranjero. En todos los casos
el desequilibrio entre centros públicos y concertados se reduciría significativamente en los
escenarios simulados, y lo haría de forma drástica en el escenario de escolarización en el
centro más cercano, donde la escolarización entre sectores prácticamente se equilibraría
en el caso del alumnado extranjero.
213
X. Bonal y A. Zancajo
214
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
posibles es amplio y escapa a los objetivos y posibilidades de este artículo. Nos limitaremos
por ello a señalar dos cuestiones que parecen clave desde el punto de vista de la relación
entre movilidad por escolarización y segregación escolar. En primer lugar, carece de
sentido disponer de zonas de escolarización tan desequilibradas desde un punto de vista
demográfico. Los niveles de infra o sobre escolarización revelan un problema de estructura
de la oferta escolar. En ocasiones estos desequilibrios son difíciles de corregir debido a la
concentración de escuelas en determinadas zonas, y especialmente de escuelas concertadas
(es el caso por ejemplo de la elevada sobreoferta en los distritos de mayor nivel
socioeconómico). Sin embargo, buena parte del desequilibrio se podría corregir
rediseñando algunas zonas para conseguir un mejor equilibrio entre oferta y demanda
educativa, así como ajustando el número de plazas en aquellas zonas con mayor
sobreoferta. A modo de ejemplo, carece de sentido que exista una zona con una cobertura
de plazas respecto a la población residente cercana al 400% colindante con una zona con
el 54% de cobertura.
En segundo lugar, y en relación con lo anterior, las virtudes de un sistema de acceso a la
escolarización que tiene como objetivo equilibrar el mínimo número de opciones de
elección desaparecen, paradójicamente, a causa del elevado número de posibilidades de
escolarización (12 escuelas como mínimo) y de un modelo que integra las propias áreas de
influencia al cálculo de la proximidad (lo que da como resultado una media real de elección
de 16,7 escuelas por familia). Parecería razonable, si se opta por un sistema de equidad en
las opciones de escolarización, equilibrar las zonas (como ya hemos señalado) o suprimirlas
del todo y optar por un modelo exclusivamente de proximidad geográfica. El resultado
del análisis contrafactual nos indica claros beneficios de optar por un sistema que refuerce
la proximidad en la escolarización, al reducirse la segregación en ocasiones hasta niveles
del 50% o más.
Evidentemente, se trata de propuestas que deben ser estudiadas con detenimiento y
observadas en cada mercado educativo local para valorar su impacto. En todo caso, parece
claro que mantener un sistema como el actual, con notables márgenes de elección escolar
en un mercado educativo desigual y con fuerte presencia de escuela concertada, no
constituye una buena opción desde el punto de vista de la equidad educativa.
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217
X. Bonal y A. Zancajo
Adrián Zancajo
Doctor en sociología por la Universidad Autónoma de Barcelona y actualmente British
Academy postdoctoral fellow en la Facultad de Educación de la Universidad de Glasgow.
Actualmente, desarrolla un proyecto de investigación sobre la regulación de los mercados
educativos, con especial énfasis en el caso de Chile. Sus líneas de investigación incluyen el
estudio de las políticas de privatización, las reformas promercado, la segregación escolar
y las desigualdades educativas. Ha participado en diversos proyectos de investigación
entre ellos “Public-Private Partnerships in Educational Governance: An analysis of its
dissemination, implementation and impact in a globalizing world” y “Los nuevos cuasi-
mercados en educación en América Latina. Un análisis de su implementación e impacto
sobre la desigualdad educativa y la pobreza”. También ha desarrollado investigaciones
para organizaciones como Education International, Open Society Foundation, Fundació
Jaume Bofill, Observatori català de la joventut e Institut infància i adolescencia. ORCID
ID: https://orcid.org/0000-0002-4431-8155. Email: adrian.zancajo@glasgow.ac.uk
218
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 219-239.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.009
1. Introducción
En los últimos años se ha producido un aumento de la segregación escolar por origen
socioeconómico en la educación secundaria en varias comunidades autónomas, y aunque
con un ligero descenso en 2018 en muchas de ellas, la Comunidad Autónoma de Madrid
(en adelante CAM) es aquella que destaca en todas sus dimensiones. Es el territorio donde
más ha crecido, aquel donde no ha dejado de crecer y, sobre todo, el que actualmente
presenta mayores niveles de segregación. La segregación escolar socioeconómica puede
definirse como la distribución no equitativa, en función del nivel socioeconómico, de los
alumnos y alumnas en los distintos centros de un sistema educativo (Murillo, Belavi y
Pinilla, 2018). Altos niveles de segregación escolar pueden ser perjudiciales para la
sociedad en conjunto y para los estudiantes en particular conduciendo a un sistema
educativo ineficiente y a una sociedad desigual. En esta línea, numerosos estudios
académicos han analizado tanto las causas como las consecuencias de la segregación
escolar por origen socioeconómico, así como por origen nacional o por sexo.
La evidencia existente indica potenciales efectos negativos de un sistema educativo
excesivamente segregado, así como beneficios de la interacción de estudiantes de
diferentes entornos socioeconómicos en la misma aula. Por un lado, a nivel individual la
segregación escolar por origen socioeconómico puede tener efectos negativos en el
aprendizaje y en el logro académico de los estudiantes más desfavorecidos aumentando las
brechas de resultados (Alegre, 2017; Bonal y Cuevas, 2019; Gamoran y An, 2016; Mayer,
2002; Schwartz, 2012). En la misma línea, la diversidad socioeconómica en los centros
educativos puede beneficiar a los niños y niñas (Benito, Alegre y Gonzàlez-Balletbò, 2014;
Rao, 2019). Por otro lado, a nivel social la segregación escolar puede tener efectos
negativos en la cohesión e interacción social. De hecho, algunos estudios relacionan un
sistema fuertemente segregado con violencia y problemas de convivencia (Billings,
Deming y Rockoff, 2014; Cullen, Jacob y Levitt, 2006) y muestran que una mayor mezcla
de menores con diferentes perfiles socioeconómicos potencia actitudes pro-sociales (Rao,
2019). Además, este menor logro académico significa menor oportunidad laboral en la
edad adulta para los más afectados, y por tanto, una menor recaudación impositiva para el
Estado y mayores gastos sociales para esta población más vulnerable, como por ejemplo,
gastos en sanidad o crimen (Basile, 2012; Levin, 2002).
La CAM lidera el indicador de segregación escolar por nivel socioeconómico en secundaria
a nivel español, a nivel europeo y es solo superada por Chile entre los países de la OCDE
en 2018 (Save the Children, 2019b). Además, como muestra el mismo estudio, la
segregación escolar por origen socioeconómico ha ido en aumento desde de 2009 hasta el
2018, clara tendencia solo observada en esta comunidad autónoma en España. La
literatura también recoge evidencia sobre las posibles causas por las cuales un sistema
educativo está más segregado que otros. Entre estos elementos encontramos la
segregación residencial por origen socioeconómico (ver por ejemplo, Bonal, Zancajo y
Scandurra, 2019; Boterman, 2019; Owens, 2018; Owens, Reardon y Jencks, 2016), las
preferencias heterogéneas de las familias (Oosterbeek, Sóvágó y van der Klaauw, 2019),
una oferta diferenciada como la expansión de los centros educativos de titularidad
concertada en España (Fernández Enguita, 2008; Murilllo y Martínez-Garrido, 2017;
Murillo, Belavi y Pinilla, 2018; Save the Children, 2019a), el sistema de asignación de los
estudiantes en los centros a partir las preferencias de las familias (Calsamiglia, Martínez-
Mora y Miralles, 2017), u otros mecanismos de la política educativa (Gortázar, Mayor y
220
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Montalbán, 2020; Saporito, 2017). Muchos de estos elementos mencionados que recoge la
literatura son comunes a las distintas comunidades autónomas de España, salvo aquellos
factores socioeconómicos de cada comunidad autónoma (como la segregación residencial)
y las políticas educativas de competencia autonómica o municipal. Por tanto, esta realidad
sugiere que este mayor nivel de segregación escolar de la CAM podría deberse por uno o
varios factores presentes solo en esta comunidad. Además, este aumento de la segregación
escolar en los últimos años sugiere que estos factores han podido agudizarse
recientemente.
En este contexto, el objetivo del presente estudio es analizar la incidencia del Programa
Bilingüe (PB) de la CAM en la segregación escolar socioeconómica de la región y sus
posibles efectos sobre el aprendizaje, a partir de las distintas olas de PISA. El PB se
empezó a implementar a partir del curso 2004/05 y fue extendiéndose a lo largo de los
años en las distintas etapas y centros educativos. El programa busca mejorar las
competencias en lengua inglesa de los estudiantes del Régimen de Enseñanza General
(RGE). Los centros de titularidad pública y concertada solicitan a la administración,
mediante votación, su adscripción al programa, lo que confiere a la expansión un fuerte
grado de endogeneidad respecto a la composición de los centros. Además, para participar
en el programa, se necesita tener un mínimo de nivel de inglés ya que realizan gran parte
de sus asignaturas en esta lengua. Estos dos criterios –oferta de los centros y requisitos a
los alumnos– pueden llevar a segregar a los niños y niñas según su origen socioeconómico
debido a que las familias más acomodadas disponen de un mayor capital cultural para hacer
frente a una educación en lengua extranjera, pueden permitirse clases extraescolares de
inglés conduciendo a que éstos tengan más facilidad para entrar al programa, y en general
dar mayores facilidades en poder realizar sus asignaturas en otra lengua. Además, esta
hipótesis parte de la experiencia de las CCAA con un sistema educativo bilingüe con sus
lenguas autonómicas y la segregación escolar presente (Bonal, 2012; Etxeberria, 2004;
Síndic de Greuges, 2016)
Con este estudio pretendemos aportar más evidencia sobre el papel de las políticas
educativas en la segregación escolar por origen socioeconómico, y en concreto, en políticas
educativas autonómicas que pueden crear inequidades en España. La reciente publicación
de los datos PISA de la edición 2018 permite un análisis más preciso al aprovechar el
cambio metodológico en la CAM, en la cual la muestra estratificada diferencia los centros
educativos bilingües y no bilingües, así como la titularidad de estos.
El estudio se estructura de la siguiente forma. En el siguiente apartado se hace un resumen
del contexto del sistema educativo escolar y del funcionamiento del PB. En el tercer
apartado se explican los datos y la metodología utilizados. En el cuarto apartado se
presentan los resultados y en el último se realiza una discusión de los resultados y sus
conclusiones, así como las implicaciones para la política educativa.
221
L. Gortazar y P. A. Taberner
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
España CAM
Figura 1. Evolución del porcentaje de centros públicos de enseñanza secundaria
Nota: * Datos avanzados.
Fuente: Subdirección General de Estadística y Estudios del Ministerio de Educación y Formación
Profesional.
222
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
1 A partir de ahora hablaremos de la vía sección para referirnos a la vía Sección Bilingüe y la vía
223
L. Gortazar y P. A. Taberner
90.000
80.000
14.760
70.000
60.000 8.297
50.000 4.232
1.407
40.000
66.040
30.000 56.849
50.077
20.000 42.856
34.249
10.000 22.532
12.175
0 4.111
2010-11 2011-12 2012-13 2013-14 2014-15 2015-16 2016-17 2017-18
Nuestra hipótesis parte de la idea de que las características propias del programa y su
diseño conducen a que el PB esté actuando como un elemento de segregación escolar entre
centros educativos. Las familias con mayores recursos económicos y mayor capital
cultural pueden permitirse más apoyo en el hogar con clases de refuerzo de inglés. Esto
significa que puedan estar más predispuestas a participar en una educación bilingüe ya
que, por un lado, el nivel de inglés inicial tiende a ser más alto y, por otro lado, en caso de
dificultad a lo largo de los cursos pueden decantar sus esfuerzos por un mayor refuerzo
extraescolar. Por tanto, dado que las familias eligen si participar en el PB o no mediante
la elección de centro, nuestra hipótesis se centra en que las familias de origen
socioeconómico alto tenderán a decantarse en mayor medida por centros bilingües,
mientras que las familias más vulnerables se decidirán en mayor medida por los centros
no bilingües.
Esta hipótesis se ve reforzada con la evidencia de dos estudios recientes. En primer lugar,
Anghel, Cabrales y Carro (2016) aprovechan la implementación paulatina a lo largo del
tiempo y de los centros durante los años escolares 2008/09 y 2009/10 para analizar el
impacto del programa bilingüe en el rendimiento de los estudiantes en educación primaria.
Previo al cálculo del impacto y aprovechando esta implementación progresiva, los autores
analizan el flujo de entrada y salida de alumnos y alumnas de los centros del sistema
bilingüe en función de sus características sociodemográficas y las de sus familias. Los
resultados muestran como la red no bilingüe recibe mayor cantidad de alumnado de origen
socioeconómico bajo (medido por los estudios y profesiones de los progenitores) y de
origen migrante. En cambio, la red bilingüe ve incrementada el porcentaje de estudiantes
de origen socioeconómico alto y de origen español en sus aulas. En segundo lugar,
Mediavilla, Mancebón, Gómez-Sancho y Jiménez (2019) analizan qué factores de las
224
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
3. Método
Para realizar el análisis de la incidencia del PB en la segregación escolar por origen
socioeconómico utilizamos los microdatos de PISA. La Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OCDE) lleva a cabo cada tres años desde el 2000 una
evaluación externa de las competencias de los estudiantes de 15 años de un gran número
de países. A parte de evaluar las competencias de ciencia, matemáticas y lectura, también
realizan cuestionarios a los centros participantes, profesorado y a las familias. Por tanto,
PISA provee la información necesaria de una muestra representativa de cada país, y de sus
regiones, para poder calcular el nivel socioeconómico del alumnado y los índices de
segregación escolar que explicaremos a continuación. Además, la última edición
disponible hasta la fecha, la del 2018, tiene dos ventajas respecto a las anteriores: por un
lado, permite diferenciar los centros educativos bilingües y no bilingües y, por otro lado,
incluye por primera vez centros bilingües de titularidad concertada.
En relación a la explicación del apartado 2.2, la primera generación del PB alcanzó 4º ESO,
etapa en el cual se realiza la prueba PISA para la mayor parte de los estudiantes, en el
curso 2013/14 en los centros públicos y en el curso 2017/18 en los centros concertados.
Por tanto, en las muestras de PISA 2009 y 2012 aún no se había implementado el PB en
4º ESO; en PISA 2015 ya se incluyen estudiantes de centros públicos bilingües; y
finalmente, PISA 2018 ya incluye estudiantes de centros bilingües públicos y concertados.
Por último, por razones metodológicas del diseño de estratificación de PISA los centros
de titularidad concertada y privada se incluyen en el mismo grupo hasta el 2015.
En primer lugar, necesitamos definir el nivel socioeconómico de cada estudiante de la
muestra. La base de datos de PISA contiene el índice socioeconómico y cultural (ISEC)
que resulta una aproximación del nivel socioeconómico de cada estudiante a partir de las
posesiones del hogar (incluye las culturales), el nivel educativo más alto de los
progenitores y el nivel de ocupación laboral más alto de estos. En cada edición de PISA se
calcula el ISEC a partir de la muestra de todos los estudiantes que participan en ese año,
y por tanto refleja la posición relativa de cada estudiante respecto a los otros presentes en
la muestra. Por tanto, esta posición socioeconómica es relativa a todos los estudiantes de
los países participantes en PISA. Esto puede generar distorsiones importantes al realizar
comparaciones temporales de un mismo país o región, debido a cambios relativos y no
absolutos de la posición socioeconómica del alumnado. Por ejemplo, el valor del ISEC de
un país puede variar de un año para otro cuando realmente no se ha producido ningún
cambio en sus familias, pero si en el nivel socioeconómico de otros países.
Siguiendo las recomendaciones de Gortazar (2018), calculamos de nuevo el ISEC de cada
familia para poder realizar comparaciones temporales de la región de Madrid. Para ello,
se utiliza la muestra de estudiantes de la CAM en las ediciones de PISA 2009, 2012, 2015
y 2018. Siguiendo la metodología de OECD (2015), el ISEC se reconstruye a partir de tres
225
L. Gortazar y P. A. Taberner
226
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
4. Resultados
4.1. Índice socioeconómico y cultural (ISEC)
En este primer subapartado mostramos los resultados del ISEC armonizado a partir de la
metodología explicada. El objetivo es poder analizar cómo ha ido evolucionando el nivel
socioeconómico de las familias en la CAM a lo largo de los años y las diferencias que hay
entre las familias de los centros de diferente titularidad y del sistema bilingüe en 2018.
Este análisis previo del nivel socioeconómico, a pesar de que no se suele realizar en los
estudios, es importante para poder analizar los resultados de los índices de segregación de
manera comparada en el tiempo.
Los siguientes cuadros muestran la distribución del ISEC armonizado para la CAM en
PISA 2009, 2012, 2015 y 2018. En primer lugar, el cuadro 1 muestra diferencias entre el
ISEC que hemos elaborado y el ISEC presente en los microdatos de la OCDE. La
distribución de ambos índices es ligeramente diferente para cada año debido a las
peculiaridades mencionadas en el apartado anterior. Ahora, el ISEC que hemos calculado,
el armonizado, nos permite realizar comparaciones temporales para la región de Madrid.
Los resultados del ISEC armonizado muestran que el nivel socioeconómico de las familias
con hijos o hijas de 15 años ha ido aumentando a lo largo de los años. Además, la desviación
estándar de la distribución ha ido aumentado a lo largo de los años, resultando en una
mayor dispersión socioeconómica del alumnado en la región de Madrid.
En segundo lugar, analizamos cómo ha variado el estatus socioeconómico de las familias
en cada tipo de centro, público y concertado-privado. A continuación, el cuadro 2 que el
alumnado de los centros públicos tiene un nivel socioeconómico más bajo que el alumnado
de los centros concertados-privados. El nivel socioeconómico medio de las familias en los
centros públicos está por debajo de la media de toda la región, mientras que las familias
de los centros concertados-privados se encuentran por encima de esta media. Además, la
evolución temporal de las medias pone de relieve que el aumento del ISEC es más
pronunciado en la red concertada-privada que en la red pública, aumentando la
desigualdad entre redes. De hecho, la evolución de la distribución del ISEC en ambas redes
a lo largo de los años confirman este hecho. Por último, la desviación estándar es
prácticamente constante en el tiempo en ambos tipos de centros, indicando que la
variabilidad socioeconómica dentro de cada red no varía en el periodo 2009-2018.
En tercer lugar, aprovechamos que PISA 2018 permite identificar los centros bilingües y
no bilingües. Además, en vista de los resultados anteriores y de la implementación
gradual, conviene tener en cuenta la titularidad de los centros para el análisis del nivel
socioeconómico. El cuadro 3 indica que la red pública aglutina los estudiantes de nivel
socioeconómico más bajo y la red privada los estudiantes de nivel más alto en el 2018.
Destaca que, tanto en los centros públicos como en los centros concertados, las familias
en el sistema no bilingüe tienen un nivel socioeconómico medio menor que las familias en
el sistema bilingüe. En cambio, la diferencia es más pronunciada en la parte media de la
distribución para los centros públicos, mientras que la diferencia es mayor en la parte baja
de la distribución para los centros concertados.
227
L. Gortazar y P. A. Taberner
228
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
229
L. Gortazar y P. A. Taberner
Cuadro 4. Distribución de los tres componentes del ISEC armonizado según la tipología de centro
AÑO MEDIA DE MÍN. P5 P10 P25 P50 P75 P90 P95 MÁX. OBS.
Centros Públicos
2009 -0,1 0,9 -4,1 -1,5 -1,2 -0,7 -0,1 0,6 1,1 1,4 3,4 759
2012 0,2 0,9 -6,7 -1,1 -1,0 -0,3 0,2 0,6 1,1 1,5 3,8 818
2015 0,0 0,9 -8,8 -1,3 -0,9 -0,5 0,1 0,6 1,0 1,3 4,0 916
2018 -0,1 0,9 -3,2 -1,6 -1,3 -0,7 -0,1 0,5 1,1 1,5 5,1 2.154
Posesiones en casa (incluido culturales)
Centros Concertados y Privados
2009 0,2 0,9 -2,7 -1,2 -0,9 -0,4 0,2 0,6 1,1 1,8 3,4 686
2012 0,5 0,9 -2,4 -1,0 -0,5 -0,2 0,4 1,1 1,5 1,9 3,8 716
2015 0,6 0,9 -2,5 -0,9 -0,6 0,0 0,5 1,1 1,7 2,1 3,5 887
2018 0,4 1,0 -8,7 -1,0 -0,7 -0,2 0,4 1,0 1,6 2,0 5,1 2.798
Centros Públicos
2009 12,0 3,6 3,0 5,0 8,0 8,0 12,0 16,5 16,5 16,5 16,5 750
2012 12,4 3,6 3,0 5,0 8,0 10,0 12,0 16,5 16,5 16,5 16,5 805
2015 12,6 3,7 3,0 5,0 8,0 10,0 13,0 16,5 16,5 16,5 16,5 909
2018 13,3 3,5 3,0 8,0 8,0 12,0 13,0 16,5 16,5 16,5 16,5 2.118
Nivel educativo de los padres
Centros Concertados y Privados
2009 13,7 3,3 3,0 8,0 8,0 12,0 16,5 16,5 16,5 16,5 16,5 681
2012 14,2 2,9 3,0 8,0 10,0 12,0 16,5 16,5 16,5 16,5 16,5 710
2015 14,8 2,9 3,0 8,0 10,0 13,0 16,5 16,5 16,5 16,5 16,5 883
2018 14,8 2,8 3,0 8,0 12,0 13,0 16,5 16,5 16,5 16,5 16,5 2.774
Centros Públicos
2009 44,4 15,6 16,0 25,0 29,0 32,0 43,0 53,0 69,0 71,0 88,0 742
2012 45,3 20,4 11,7 21,8 24,5 27,9 39,0 62,5 76,5 81,4 89,0 812
2015 48,2 22,4 12,0 20,0 23,0 27,0 44,0 70,0 80,0 82,0 89,0 879
2018 47,4 22,3 11,7 17,0 21,6 26,0 43,3 68,9 79,1 82,4 89,0 2.063
Nivel ocupacional de los padres
Centros Concertados y Privados
2009 53,2 17,9 16,0 27,0 30,0 40,0 52,0 69,0 78,0 88,0 90,0 680
2012 59,0 20,0 14,2 25,0 27,9 43,8 62,5 75,5 82,4 86,7 89,0 718
2015 63,3 21,0 15,0 24,0 28,0 50,0 71,0 80,0 86,0 87,0 89,0 851
2018 61,3 21,0 11,7 22,6 25,5 44,9 70,3 78,7 85,4 86,7 89,0 2.701
Fuente: Elaboración propia a partir de los microdatos PISA de la OCDE.
230
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
231
L. Gortazar y P. A. Taberner
0,20
0,15
0,10
0,05
0,00
2009 2012 2015 2018 Red Pública Red Concertada Total
232
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
medio nos aporta mucha información sobre el nivel socioeconómico del alumnado que
atiende cada centro. El cuadro 5 muestra los resultados de estimar las dos variables
dependientes mediante mínimos cuadrados ordinarios (MCO). Además, en el Anexo se
incluye el cuadro A con los resultados completos de cuadro 5.
Cuadro 5. Resultados de las regresiones
COMP. MATEMÁTICAS COMP. CIENTÍFICAS
(1) (2) (3) (4)
14,02*** 13,98*** 10,41* 10,34*
ISEC armonizado medio del centro
(4,79) (4,78) (5,64) (5,60)
-10,07*** -11,28*** -11,10*** -12,87***
Centro no bilingüe
(3,79) (4,23) (4,16) (4,72)
-1,18 -8,66 -0,03 -10,99
Centro concertado
(4,82) (5,82) (5,62) (6,99)
8,39 12,29
Centro concertado y no bilingüe
(6,87) (8,07)
Observaciones 3.757 3.757 3.757 3.757
R 2 0,40 0,40 0,31 0,31
Nota: Errores estándar agrupados a nivel centro. Regresiones realizadas con los pesos de los
alumnos. Variables de control a nivel individual: chica, ISEC armonizado, migrante, ha repetido
algún curso, edad, edad2, variables binarias del mes de nacimiento (enero referencia).
Fuente: Elaboración propia a partir de los microdatos PISA de la OCDE.
Los resultados del cuadro 5 indican que a mayor nivel socioeconómico medio del centro
(ISEC armonizado medio), mayor es la puntuación en competencias de matemáticas y
ciencias, estadísticamente significativo al 1%. En concreto, a mayor nivel socioeconómico
del alumnado, es decir, ISEC medio positivo y mayor, mayor puntuación en competencias
de matemáticas y ciencias. En cambio, a menor nivel socioeconómico del alumnado, es
decir, ISEC medio negativo y mayor, menor puntuación en competencias de matemáticas
y ciencias.
En cuanto a las diferencias entre el sistema bilingüe y no bilingüe, los resultados son
parecidos en ambas competencias. El alumnado que cursa educación secundaria en un
centro no bilingüe obtiene de media una puntuación más baja que los de un centro
bilingüe. En cambio, esta diferencia se mantiene similar tanto en la red pública como en
la concertada, sin diferencias entre las redes. Por tanto, los estudiantes de los centros con
un bajo nivel socioeconómico –mayor concentración de alumnos vulnerables– y no
bilingües obtienen peores puntuaciones en las competencias de matemáticas y ciencias que
aquellos que acuden a centros bilingües.
5. Discusión y conclusión
En el contexto de altos niveles de segregación escolar por origen socioeconómico de la
CAM y su aumento en los últimos años, el presente estudio ha analizado la introducción
del Programa Bilingüe en la comunidad y su relación con la segregación escolar según
esta dimensión. Para ello, hemos explotado los microdatos trianuales de PISA desde la
edición 2009 hasta la edición del 2018, con especial atención a esta última edición, la cual
permite por primera vez diferenciar los centros educativos bilingües y no bilingües.
Además, nuestro estudio pretende aprovecharse de la implementación gradual del PB en
233
L. Gortazar y P. A. Taberner
el hecho de que en las ediciones de PISA 2009 y 2012 no hay estudiantes de centros
bilingües; en PISA 2015 hay solo alumnos en centros públicos bilingües y en PISA 2018
hay alumnos en centros bilingües tanto concertados como públicos. Para ello, se ha re-
calculado el ISEC de cada estudiante en función de las cuatro ediciones de PISA y de sus
homólogos en la CAM para poder tener una métrica precisa del nivel socioeconómico de
cada alumno y alumna a lo largo del tiempo. A partir de este cálculo, se ha analizado la
distribución del ISEC a lo largo de los años y la segregación según el índice de disimilitud,
Gorard y Hutchens. Finalmente, se ha analizado la relación entre el nivel socioeconómico
medio del centro, su titularidad, y si el centro es o no bilingüe sobre el rendimiento
académico mediante un análisis de regresión.
Entre los principales resultados, destaca que el nivel medio socioeconómico de las familias
es mayor en el sistema bilingüe que en el no bilingüe, tanto en los centros públicos como
en los concertados. A su vez, en los centros concertados la diversidad socioeconómica es
menor en los centros bilingües que en los no bilingües. La segregación escolar por origen
socioeconómico ha ido aumentando en el periodo 2009-2018. Destaca un fuerte aumento
de la segregación dentro de la red pública en el 2015, año en el que aparecen los primeros
centros públicos bilingües en las pruebas PISA, y un fuerte aumento dentro de la
concertada-privada en el 2018, año en el que aparecen los primeros centros concertados
bilingües en PISA. El aumento de la segregación a lo largo de los años viene dado en
mayor proporción por el aumento de segregación dentro de las redes, pero también
destaca un aumento en la segregación entre redes durante todo el periodo. Un análisis
más profundo del 2018 muestra que la segregación viene dada por la segregación entre
las redes pública y concertada, y por la segregación dentro de los sistemas bilingües y no
bilingües. Finalmente, vemos que los alumnos y alumnas del sistema no bilingüe obtienen
peores puntuaciones en PISA que los del sistema bilingüe, especialmente en esos centros
con mayor concentración de alumnado vulnerable.
Es importante tener en cuenta que este estudio pretende analizar la relación entre la
implementación del PB y la segregación escolar por origen socioeconómico, pero en
ningún momento se está desarrollando un análisis causal. Asimismo, tal como se comenta
a lo largo del texto, la edición de PISA 2018 es la primera que contiene información sobre
el sistema bilingüe en la CAM, lo cual implica que las conclusiones del análisis realizado
sean limitadas. En este sentido, futuras investigaciones, con disponibilidad de datos
administrativos y/o futuras ediciones de PISA, deberían profundizar y analizar la
causalidad de esta pregunta del presente estudio a través de una mayor información
detallada de la implementación del PB por centro a lo largo del tiempo.
A modo de conclusión, los resultados de nuestro estudio muestran ciertas evidencias de
que la adopción del programa bilingüe en los centros incide en la elección de los centros
para las familias interactuando paralelamente con la dicotomía público-concertado. Para
evitar este potencial aumento de la segregación asociada al Programa Bilingüe de la CAM
se propone repensar el propio diseño del programa para que no se produzca una selección
de centros según el origen socioeconómico de su alumnado. Si la decisión pública consiste
en universalizar el programa, se deben articular algunos mecanismos para que todos los
centros tengan incentivos a acceder al PB o bien dirigir la expansión del PB priorizando
el alumnado más vulnerable, independientemente de sus condiciones. Además, es
necesario dotar de soporte y recursos a los centros con mayor proporción de alumnos y
alumnas vulnerables para que se puedan adaptar a una enseñanza bilingüe de forma
gradual y con menores dificultades.
234
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Agradecimientos
Esta investigación es una versión adaptada y ampliada (a partir de los datos de PISA 2018)
del análisis para Save the Children realizado en 2018 sobre la segregación socioeconómica
a la CAM. Los autores agradecen a Save the Children España su colaboración en este
estudio.
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Anexo
Cuadro A. Resultados completos de las regresiones realizadas en el apartado 4.3
COMP. MATEMÁTICAS COMP. CIENTÍFICAS
(1) (2) (3) (4)
ISEC armonizado medio del centro 14,02*** 13,98*** 10,41* 10,34*
(4,79) (4,78) (5,64) (5,60)
Centro no bilingüe -10,07*** -11,28*** -11,10*** -12,87***
(3,79) (4,23) (4,16) (4,72)
Centro concertado -1,18 -8,66 -0,03 -10,99
(4,82) (5,82) (5,62) (6,99)
8,39 12,29
Centro concertado y no bilingüe
(6,87) (8,07)
Chica -20,29*** -20,32*** -16,68*** -16,72***
(2,50) (2,50) (2,57) (2,57)
ISEC armonizado 11,11*** 11,11*** 9,40*** 9,39***
(1,47) (1,47) (1,65) (1,65)
Migrante -15,68*** -15,65*** -7,17* -7,11*
(3,54) (3,55) (3,98) (3,98)
Repetidor -80,87*** -80,89*** -76,85*** -76,87***
(2,47) (2,47) (2,85) (2,86)
Edad 201,19 200,28 -998,78 -1.000,01
237
L. Gortazar y P. A. Taberner
238
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Pere A. Taberner
Investigador en economía en KSNET y estudiante de doctorado en economía en la
Universidad de Barcelona y en el programa de Políticas Públicas del Instituto de
Economía de Barcelona (IEB). Realizó tareas de ayudante de investigación en el
Departamento de Economía de la UB relacionadas con el sistema de evaluación de los
estudiantes. Su investigación académica se centra en analizar factores externos al proceso
de aprendizaje que afectan al rendimiento de los estudiantes y en analizar las posibles
diferencias de género. Tiene experiencia en análisis de datos, elaboración de modelos
econométricos y revisión de la literatura en los diferentes ámbitos de las políticas públicas,
en especial en educación. Ha colaborado en estudios de carácter cuantitativo para
entidades como Save the Children, Fundación Bancaria la Caixa y Oxfam Intermón.
Máster en Economía por la Universidad de Barcelona. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0003-2203-3703. Email: peretaberner@gmail.com.
239
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 241-267.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.010
1. Introducción
Estudios recientes apuntan a la Comunidad de Madrid (CM) como la región de España
con mayor nivel de segregación escolar socioeconómica, y la segunda de la Unión Europea
(Murillo y Martínez-Garrido, 2018). Este hecho está relacionado con la segregación
geográfica de los diferentes grupos sociales, pero también con algunas políticas
implantadas en la región, como el establecimiento de una zona única para la elección de
centro educativo, la realización de pruebas estandarizadas, la promoción de los centros
concertados o la diferenciación entre centros bilingües y no bilingües en inglés (Prieto y
Villamor, 2012; Villamor y Prieto, 2016). La literatura ha mostrado que la segregación
escolar intensifica los efectos negativos de la segregación geográfica (Sturgis et al., 2014)
y conduce a un aumento de las desigualdades educativas (Rogero-García y Andrés-
Candelas, 2017). Es, por tanto, necesario profundizar en los mecanismos sociopolíticos
que promueven la segregación escolar en Madrid.
Un aspecto central en la comprensión de las causas y efectos de la segregación
socioeconómica es la dimensión socioespacial y su relación con la construcción de las
oportunidades educativas. Las grandes ciudades son espacios fuertemente diferenciados y
complejos. En su interior, las desigualdades socioeconómicas, la segregación residencial y
la desigual distribución y acceso a los recursos y equipamientos condicionan, en buena
medida, la vida de las personas, sus experiencias, aspiraciones y oportunidades. Esto es así
especialmente en un contexto como el de Madrid, donde, como en otras capitales europeas,
han crecido la desigualdad y la segregación residencial desde inicios del siglo XXI,
especialmente entre las clases privilegiadas (Musterd et al., 2017). En la capital, la
globalización económica, la polarización sociolaboral y la segmentación del mercado de la
vivienda han incrementado la distancia espacial entre distintos grupos sociales (Sorando
y Leal, 2019) y ha tenido lugar una polarización desigual (Rubiales, 2020).
Este trabajo persigue explorar si la desigual distribución de la población según su capital
económico y cultural, unida a una desigual distribución de la oferta educativa en el
territorio, se traduce en una desigualdad de oportunidades educativas para los jóvenes en
función de su lugar de residencia. ¿Ofrece la ciudad de Madrid distintas oportunidades de
educación postobligatoria a los jóvenes dependiendo de la zona en la que residen? Para
responder a esta pregunta, se analiza con datos cuantitativos la distribución en el territorio
de la oferta de Bachillerato y Formación Profesional de Grado Medio (FPGM), según su
titularidad y sus modalidades, así como las diferencias en algunos indicadores de
resultados educativos entre distritos, en relación con las características socioeconómicas
de sus habitantes.
242
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
243
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
calidad (Oberti, 2007; Owens y Candipan, 2019), lo que deja en desventaja a los niños y
jóvenes residentes en ellas.
Esta distribución de la oferta también afecta a las trayectorias, elecciones y logros
educativos. En el caso de las transiciones al finalizar la educación obligatoria, algunos
estudios han revelado la existencia de un efecto barrio en la elección de la modalidad de
educación secundaria superior. En Helsinki, los barrios con los niveles formativos más
altos en la población adulta aumentan las probabilidades de finalizar la rama académica de
educación secundaria, mientras que en los barrios con niveles educativos bajos e
intermedios las probabilidades no difieren (Kauppinen, 2007), aunque los centros escolares
con alumnado de origen socioeconómico bajo presentan menores probabilidades de
elección de esta rama (Kauppinen, 2008).
En general, en España los trabajos sobre desigualdades socioespaciales y segregación en
educación han tendido a centrarse en la etapa obligatoria (Bonal y Albaigés, 2009; Franzé
et al., 2011; Murillo y Martínez-Garrido, 2018). Sin embargo, no se ha prestado atención
a la etapa postobligatoria, en la que estos fenómenos pueden tener características
específicas distintas de etapas anteriores, por su carácter no obligatorio, el peso importante
de la red privada y su diferenciación histórica en dos ramas, el Bachillerato y la Formación
Profesional, con distinto prestigio y distintas oportunidades de acceso a puestos de trabajo
y posiciones sociales. A su vez, los estudios sobre la educación secundaria postobligatoria
tienden a centrarse en el nivel nacional o autonómico, pero rara vez descienden hasta el
nivel municipal e inframunicipal (distritos y barrios). No obstante, analizar la distribución
de la oferta educativa en el interior de la ciudad es fundamental para entender el peso del
contexto local en las oportunidades vitales y escolares de los individuos.
3. Método
En este trabajo analizamos la distribución por distritos de la oferta de Bachillerato y
Formación Profesional de Grado Medio (FPGM) en la ciudad de Madrid empleando una
metodología cuantitativa. Al no haber disponibles datos individualizados que permitan un
seguimiento de los alumnos de Bachillerato y FP en Madrid, nuestro análisis se basa en
una base de datos propia construida con la información disponible en el Buscador de
colegios de la CM 1, completada, contrastada y depurada con ayuda de otras fuentes y
documentos de los centros y de la administración regional. Esta base incluye todos los
centros que impartían estas enseñanzas en la capital en el curso 2017-2018, momento en
el que se efectuó la recogida de la información.
Gracias a este buscador, pensado como un instrumento para favorecer la libertad de
elección de los padres (a través de la comparación de las características y resultados de los
centros educativos), se ha recabado información, ausente o incompleta en las estadísticas
oficiales, sobre las características de la oferta (número de centros, situación geográfica,
titularidad, tipo de centro, modalidades, familias y titulaciones, número de alumnos
matriculados por etapa), el proceso de admisión (solicitudes recibidas, admitidas y
rechazadas en ESO y Bachillerato en centros públicos y concertados) y los resultados
244
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
245
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
4. Resultados y discusión
4.1. La educación secundaria postobligatoria en la ciudad de Madrid: una oferta
diferenciada
En la transición de la ESO a la secundaria postobligatoria, la oferta escolar se diferencia
y complejiza. A la división entre una rama académica y otra profesional se suma la
diferenciación por titularidad de los centros (públicos, concertados y privados), por
titularidad de cada etapa o enseñanza (un mismo centro puede ofertar enseñanzas
concertadas y privadas), y en el grado de especialización en una u otra rama de
postobligatoria (y/o en sus distintas modalidades y familias).
En primer lugar, la educación secundaria postobligatoria en Madrid se caracteriza por un
fuerte predominio del Bachillerato frente a la FPGM, más marcado que en el resto de
España (Prieto y Rujas, 2020): en 2017-2018, del total de 362 centros con oferta de
educación secundaria superior de la capital, el 81,2% (294) ofertaban la vía académica y un
31% (112) la vía profesional (FPGM); el 74% de los estudiantes de educación secundaria
246
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
postobligatoria cursa Bachillerato y el 26% FPGM. Este hecho, debido al mayor prestigio
social de la rama académica, tradicionalmente considerada más “noble” y propedéutica
(puerta para la universidad), y a su generalización en las últimas décadas en un contexto
de elevación de las expectativas escolares de la población, se ve reforzado en Madrid por
la alta concentración de clases medias y altas (directivos, profesionales y técnicos; véase
Sorando y Leal, 2019) y de población con estudios superiores (48,6% en 2011; Fuente:
INE, Indicadores Urbanos).
En segundo lugar, la oferta postobligatoria en Madrid muestra un fuerte peso de la red
privada. Los centros privados-concertados son mayoría (50%), frente a una limitada
presencia de centros públicos (30%) y una minoría de centros privados (20%), estos
últimos más presentes en GM (20,5%) que en Bachillerato (17%) (2017-2018; gráfico 1).
No obstante, la oferta pública, a pesar de su limitado número de centros (108, frente a los
254 privados y concertados), cubre casi a la mitad del alumnado de postobligatoria (46%
en Bachillerato y 53% en FPGM). La privada no concertada, por su parte, concentra en
Bachillerato un mayor porcentaje de alumnado (40%) que la concertada (14%), mucho más
importante que en FPGM (12%). Por tanto, el Bachillerato y la FPGM difieren en la
distribución del alumnado entre las distintas redes escolares y en la composición de la red
privada en ambas ramas: mayoritariamente privada en Bachillerato y concertada en
FPGM.
100
17 12
90 20,5 21,4 19,9
80 32,6
40
70 59,2 11,6 35,3
60 42,9 19,4
53,7 13,6 50,3
50 30,4
40
11,6
30
46,3 52,7 48,0
20 36,6 36,6
29,3 29,3 29,8
10
0
Centros Enseñanza Alumnos Centros Enseñanza Alumnos Centros Alumnos
BACHILLERATO CFGM Total postobligatoria
247
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
de Bachillerato de la capital (78%) lo oferta sin concierto, lo que hace que esta rama se
imparta de forma privada en el 59% de los centros (gráfico 1). La escasez de conciertos en
Bachillerato, limitados a un número reducido de colegios (34, un 11% de la oferta de
Bachillerato), genera, así, una importante polarización entre oferta pública y privada en
esta enseñanza. Por otro lado, en FPGM un mismo centro puede ofertar a la vez
titulaciones concertadas y privadas: el 29,2% de los centros concertados oferta familias
profesionales privadas sin concierto. Los datos por titularidad de centro subestiman, por
tanto, el mayor grado de privatización que se da en la etapa postobligatoria.
En tercer lugar, a las diferencias entre redes escolares se suma la diferenciación por tipo
de centro. La gran mayoría de los centros privados que ofertan postobligatoria en la
capital son colegios que integran varias etapas (educación infantil, primaria y secundaria
o primaria y secundaria) (72,4%), aunque también componen la red privada centros de
secundaria (9,8%) o centros específicos de FP (14,2%). En la red pública, en cambio, el tipo
de centro mayoritario son los Institutos de Educación Secundaria ‒IES‒ (98,1%). El
Grado Medio se oferta en gran medida en centros específicos de FP (52% de los centros
de FPGM), lo que contrasta con el hecho de que el 80% de los centros de Bachillerato
también oferta ESO, contribuyendo a reforzar la naturalización de la continuidad ESO-
Bachillerato. Los centros escolares que integran ESO, Bachillerato y FPGM son
minoritarios: 44 centros, el 12% de los centros de postobligatoria de la capital;
mayoritariamente concertados (52%) y públicos (46%), y prácticamente inexistentes en la
privada.
En cuarto lugar, la diferenciación de la oferta también viene dada por la provisión de
opciones escolares, que responden a determinadas políticas educativas y a distintas lógicas
de acción de los centros en contextos escolares competitivos (van Zanten, 2009). En
Madrid, el 69,1% de los centros de secundaria superior oferta solo su rama académica y el
18,8% solo la profesional, mientras que solo el 12,2% oferta ambas (gráfico 2). Esta
especialización de los centros conlleva, así, un alto grado de separación y cierre
institucional (van Zanten, 2012) entre ambas ramas. Este fenómeno difiere según la
titularidad (gráfico 2): en el sector privado (concertado o no), la orientación académica de
los centros es mayor, la profesional menor que en la pública y la oferta “mixta” muy
minoritaria (10%). Además, los centros privados sin concierto están muy polarizados: se
especializan en Bachillerato (68%) o en FPGM (30%), exceptuando un único centro que
oferta ambas. La especialización de los concertados en la rama académica es mayor (74%),
pero una parte de ellos opta en mayor medida por diversificar la oferta postobligatoria
(13% con oferta mixta) y atraer a un espectro más amplio de alumnos. En el mercado
escolar madrileño, los centros también se diferencian a través de la provisión de opciones
escolares específicas, como medidas de atención a la diversidad para atender a la población
con desventajas, o, como veremos más adelante, opciones distintivas: programas o
actividades más o menos minoritarios o exclusivos, adicionales o alternativos al currículo
oficial, por los que los centros tratan de distinguirse y diferenciarse del resto,
especialmente atractivos para las clases medias. En la CM, estas formas de diferenciación
se han multiplicado en las últimas décadas, especialmente en Bachillerato: el programa
bilingüe español-inglés, las secciones lingüísticas, la FP Dual, el Bachillerato de
excelencia, el Bachillerato Internacional o el Bachillerato Dual Americano (Prieto y Rujas,
2020).
248
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
0 20 40 60 80 100
Especialización académica (Bach sin FPGM)
Especialización profesional (FPGM sin Bach)
Oferta mixta (Bachillerato y FPGM)
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J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
Figura 3. Nivel de estudios de la población adulta joven en Madrid, por distritos (2016)
Fuente: Elaboración a partir del Banco de Datos del Ayuntamiento de Madrid (Padrón
Municipal).
250
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
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252
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
253
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
Gráfico 3. Distritos de Madrid capital por renta media de los hogares y porcentaje de
matriculados en Bachillerato en centros privados
Fuente: Elaboración propia a partir del Banco de Datos del Ayuntamiento de Madrid e INE,
Indicadores urbanos.
La ratio entre los matriculados en ambas ramas de secundaria superior varía mucho por
distritos (figura 7). Con un mayor peso relativo del Bachillerato frente al Grado Medio
que para la media de la capital encontramos sobre todo distritos de clase media y alta, con
cuatro excepciones: Moncloa, Fuencarral y Chamberí, por su alto número de centros de
FP, y Arganzuela, por su baja presencia de centros de postobligatoria en general y de
Bachillerato en particular. A este grupo se oponen los distritos más privilegiados de la
almendra central, Retiro, Chamartín y Salamanca, con más de diez alumnos de
Bachillerato por cada alumno de GM (superando el 90% de matriculados en Bachillerato
en 2015-2016), seguidos de Hortaleza. En estos, además, se da una alta polarización y
cierre institucional entre centros de Bachillerato y FPGM: ningún centro oferta ambas.
Los distritos más acomodados de la capital se diferencian, por tanto, en dos grupos: uno
altamente especializado en la rama académica y otro con una oferta más diversa (más
centros y alumnos de FPGM y más centros mixtos). Moncloa es, de hecho, el distrito con
menor ratio (1,3) y mayor proporción de matriculados en GM de la capital (44%), debido
a la acumulación de centros de FP y a la atracción de alumnos de otras zonas de Madrid.
A su vez, los distritos en los que se concentra población con menor renta y capital escolar
muestran un mayor peso relativo del alumnado de GM en educación secundaria
postobligatoria, aunque también con diferencias: Carabanchel, Villa de Vallecas y Puente
de Vallecas muestran un mayor peso del Bachillerato que otros como Latina y Usera, entre
aquellos con mayor peso del Grado Medio.
La relación entre características socioeconómicas del distrito y matrícula en
postobligatoria no es, por tanto, lineal y mecánica, sino que aparece mediada por el
desigual desarrollo histórico de la oferta educativa en cada zona. Además, puede verse un
peso específico de la localización de los distritos en el espacio urbano relativamente
independiente de su composición social: aquellos con menor peso de la FPGM, todos ellos
ricos, se encuentran en la almendra central, mientras que los distritos ricos con más peso
254
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
de la FPGM están fuera de ella; los distritos Centro y Tetuán, ambos en la almendra
central pero con composición más heterogénea que los distritos colindantes, se distinguen
de otros de composición similar en otras zonas de la ciudad por el peso fuerte de la
matrícula en Bachillerato (85-86%).
255
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
4 En Madrid, todos los centros con sección francesa en Bachillerato, salvo uno, ofertan también el
256
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
medias y altas, están más presentes en zonas ricas del centro y noroeste de la ciudad (figura
9). Los jóvenes de distritos populares tienen, por tanto, menos opciones de acceder a este
capital escolar distintivo en su zona.
257
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
2017-2018 eran, por este orden, Administración y gestión (49 centros), Informática y
comunicaciones (40), Sanidad (32), Electricidad y electrónica (25) y Servicios
socioculturales y a la comunidad (20). Por otro lado, no hay ninguna familia que se oferte
en todos los distritos de Madrid. Incluso las más ofertadas, a pesar de ser también las más
extendidas en el territorio, no están presentes en varios distritos: Administración y
gestión no se oferta en tres distritos, Informática y comunicaciones en cuatro y Sanidad
en siete. Por tanto, pese a la concentración de centros de FP en la zona este de Madrid,
encontramos una fuerte dispersión de las especialidades en el territorio en comparación
con Bachillerato. Esto condiciona las decisiones educativas de los estudiantes, que pueden
verse obligados a ajustar sus deseos a la oferta presente en el distrito o en otro cercano, o
a escolarizarse en distritos alejados de su lugar de residencia para estudiar los ciclos que
les interesan.
En la distribución de las familias y ciclos, la relación con el perfil socioeconómico del
distrito es menos clara. Los distritos con mayor número de centros de Grado Medio y una
oferta más diversa (mayor número de familias y ciclos ofertados) son, por encima del resto,
Moncloa y Fuencarral, distritos de renta alta situados fuera de la almendra central, con
centros de FP grandes y prestigiosos (gráfico 4). Les siguen, aún con un número elevado
de centros y de familias ofertadas, distritos populares como Carabanchel, Latina, Usera y
San Blas.
Otros distritos de renta alta se encuentran en una posición intermedia tanto en número
de centros de FP como en diversidad de familias ofertadas (Chamberí, Salamanca), y
algunos se encuentran entre los que tienen menos oferta de FPGM y menos diversa
(Retiro y Chamartín). También varios distritos populares de la periferia sur y este
(Vicálvaro, Villa de Vallecas, Villaverde) o del centro (Tetuán) muestran una escasa oferta
de centros y familias de GM. No obstante, algunas familias y ciclos, como Actividades
comerciales, Textil (Confección y Moda) o Imagen y Sonido (Video Disc-Jockey y Sonido),
las dos últimas con alto porcentaje de oferta privada (sin concierto), relacionadas con
trabajos de cuello blanco (la primera) o trabajos técnicos en sectores culturales o
industriales con cierto prestigio, están más presentes en distritos de clase media.
Algunas familias y ciclos relacionadas con ocupaciones tradicionalmente obreras o de
cuello azul están más presentes en distritos populares y con más porcentaje de oferta
pública, especialmente en el caso de los ciclos de Transporte y mantenimiento de
vehículos. A nivel territorial, en la almendra central tienen sobre todo presencia ciclos
relacionados con trabajos de cuello blanco (administración y comercio), informática y el
ámbito sociosanitario, pero casi ningún ciclo relacionado con trabajos de cuello azul (salvo
Electricidad) y muy pocos con trabajos precarios de los servicios (Hostelería, Imagen
personal).
258
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
25
20
15
24
10
17
11 13 14 15 15 15 13 14
11 10 12 12
5 10 11 11 11
688 878 8 7 78 8 8 7 9 9 11
5 5 5 5 5 6 56 7 6
112 333 344 134 2 24 3 13 3
0
para ESO y Bachillerato, por lo que aquí nos centramos en estas dos etapas.
259
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
Cuadro 2. Correlación entre características socioeconómicas del distrito, resultados en ESO y trayectorias en la etapa postobligatoria (2015-2016)
RATIO
MATRICULADOS
MATRICULADOS EN DIPLOMAS DE MENCIÓN
TITULACIÓN EN EN FPB SOBRE TITULACIÓN EN MEDIA EN LA PAU
BACHILLERATO / APROVECHAMIENT HONORÍFICA EN
ESO TOTAL ESO Y FPB BACHILLERATO (2015-16)
MATRICULADOS EN O EN ESO (%) ESO (%)
(%)
GM
Renta neta media anual de
0,862** -0,404 0,538* 0,755** 0,835** 0,892** 0,645**
los hogares (2015)
Población de 16 a 20 años de
origen extranjero (1 de -0,659** 0,482* -0,326 -0,448* -0,637** -0,574** -0,685**
enero 2016)
Tasa absoluta de paro
registrado 16 a 24 años -0,735** 0,200 -0,479* -0,637** -0,752** -0,800** -0,538*
(2016)
Población de 25 a 34 años
0,679** -0,312 0,541* 0,605** 0,713** 0,759** 0,457*
con estudios superiores (%)
Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral). *. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Elaboración propia a partir del Buscador de colegios de la CM y Banco de Datos del Ayuntamiento de Madrid para datos de alumnos matriculados.
260
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Ello no significa que, a la inversa, en las notas medias más bajas encontremos solo centros
públicos de barrios desfavorecidos: de los veinte centros con menor nota media en la PAU
en 2015-2016, alrededor de la mitad eran privados y no necesariamente estaban en
distritos populares. La titulación en Bachillerato y la nota media en la PAU también son
mayores cuanto mayor es el capital económico y escolar de la población del distrito,
aunque, en el caso de la segunda, la correlación sea menos intensa (cuadro 2, gráfico 5 y
figura 10).
Gráfico 5. Distritos de Madrid capital por renta media de los hogares y media en la PAU
Fuente: Elaboración propia a partir del Buscador de colegios de la CAM y Ayuntamiento de
Madrid e Indicadores Urbanos (INE) para el indicador de renta.
261
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
5. Conclusiones
La oferta escolar es un elemento importante en la configuración de las oportunidades
educativas de los jóvenes. Su mayor o menor presencia y diversidad, su proximidad o
lejanía al lugar de residencia pueden contribuir, junto con otros factores como la
titularidad de los centros, los costes de matrícula o los procesos de admisión, a generar
desiguales oportunidades de acceso a los recursos educativos y a las distintas opciones
escolares. Esto ocurre no sólo en los pequeños municipios y zonas rurales, donde la oferta
es menor, sino también en grandes urbes, como Madrid, atravesadas por fuertes
desigualdades socioeconómicas y educativas entre zonas; y no sólo en la etapa obligatoria,
sino también en etapas no obligatorias como el Bachillerato y la FPGM.
La educación secundaria postobligatoria en la capital se caracteriza por un fuerte peso de
la oferta privada, un fuerte predominio del Bachillerato frente a la FPGM, un alto grado
de separación y cierre institucional entre ambas ramas, y una presencia creciente de
opciones diferenciadoras, especialmente en Bachillerato. Además, como hemos visto, la
distribución de la oferta de educación postobligatoria en el territorio es desigual y
coincide, en buena medida, con la distribución de los individuos y familias según su capital
económico y cultural. La brecha socio-espacial entre un noroeste acomodado y un sureste
popular se refleja, así, en la oferta escolar: encontramos más centros y alumnos de
educación secundaria superior, en general, y de Bachillerato, en particular, en los distritos
más ricos.
Esta relación también se revela en el peso de las distintas redes escolares: encontramos
una mayor presencia de la oferta pública en los distritos populares del sureste y de la
privada en los distritos de clase media y alta de la almendra central y el noroeste. En
particular, la mayor presencia del Bachillerato privado en los distritos más privilegiados
de la capital conecta con el hecho de que los procesos de segregación tanto urbanos como
262
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
escolares son más intensos entre las clases altas (Musterd et al., 2017; Murillo y Martínez-
Garrido, 2018; Murillo, Belavi y Pinilla, 2018), que se concentran y aíslan más fuertemente
que el resto. Asimismo, aunque en todos los distritos hay centros públicos de Bachillerato,
en muchos la oferta pública de GM es muy escasa (en dos nula), especialmente en la
almendra central y en algunos distritos de la periferia este más alejada del centro.
No obstante, la distribución territorial es algo distinta en ambas ramas de la
postobligatoria. La desigualdad territorial noroeste-sureste identificada en Bachillerato
tiende a seguir un eje oeste-este en el caso de la FPGM. Asimismo, aunque los
Bachilleratos de Ciencias y Humanidades y Ciencias Sociales se oferten en toda la ciudad,
la modalidad de Artes, minoritaria y más dispersa territorialmente, y las opciones
distintivas (Bachilleratos especiales y opciones lingüísticas), están menos presentes los
distritos populares. Los distritos más ricos cuentan, así, con una ventaja educativa: una
oferta más variada y distintiva en la rama académica de la postobligatoria, que puede
facilitar la acumulación y reproducción de capital escolar y cultural más valorado
socialmente. La rama profesional, en cambio, está más dispersa en el territorio y, aunque
la relación entre su distribución y las características socioeconómicas de los distritos es
menos lineal, sí aparece más claramente en el caso de algunos ciclos vinculados a
profesiones de cuello blanco, tecnológicas o industriales mejor valoradas (distritos
acomodados) y a algunas profesiones tradicionalmente obreras de cuello azul (distritos
populares). Esta mayor dispersión, relacionada con una lógica política de planificación sin
plan a largo plazo y sin un criterio territorial (Prieto y Rujas, 2020), genera oportunidades
desiguales de acceso en función del lugar de residencia y afecta a las elecciones educativas
de los alumnos y a la movilidad estudiantil entre distritos.
Finalmente, aunque no dispongamos de datos sobre la composición social de los centros,
sí observamos una fuerte relación entre los resultados educativos de los distritos y el nivel
socioeconómico de sus habitantes. Vivir en determinadas zonas de Madrid implica no sólo
mayores recursos económicos y culturales de las familias, sino también más proximidad,
con las facilidades de acceso que ello conlleva, a centros con una oferta más o menos
diversa, atractiva y distintiva, con una orientación más académica, y mejores resultados
escolares. Los beneficios de localización (Bourdieu, 2015) de estar cerca de centros y
opciones escolares minoritarias y generadoras de beneficios simbólicos de distinción se
suman así a las ventajas socioeconómicas y escolares de las clases medias y altas. La
relación entre las características socioeconómicas del distrito y las oportunidades
escolares en la educación postobligatoria no es, sin embargo, lineal y mecánica. También
parecen tener un peso específico, con relativa independencia de la composición social de
los distritos, el desigual desarrollo histórico de la oferta educativa en el territorio y la
localización en el espacio urbano.
Podemos señalar, no obstante, algunas limitaciones de este trabajo y algunas posibles
líneas de investigación futuras. Primero, nuestros datos presentan una foto fija en un
momento del tiempo, pero sería interesante desarrollar estudios que analicen la
configuración histórica de las desigualdades socioespaciales en la oferta educativa
postobligatoria, así como las motivaciones y estrategias de las entidades privadas y de la
administración a la hora de fijar la ubicación de los centros u ofertar determinadas
enseñanzas en distintas zonas. Segundo, la falta de datos desagregados por centros sobre
el lugar de residencia de los estudiantes no permite analizar su movilidad en la ciudad.
Contar con ellos permitiría comprender mejor la importancia del territorio en la elección
de estudios postobligatorios. Tercero, aunque hemos puesto de manifiesto la desigual
263
J. Rujas, M. Prieto y J. Rogero-García
Agradecimientos
Este trabajo se enmarca en el proyecto "La construcción de las oportunidades educativas
post-16. Un análisis de las transiciones a la educación secundaria postobligatoria en
contextos urbanos" (EDUPOST16, http://edupost16.es/), financiado por el Ministerio
de Economía y Competitividad (Ref. CSO2016-80004-P). Se presentó una versión anterior
en la XX Conferencia de Sociología de la Educación de 2018. Javier Rujas quiere agradecer
a Miguel Rubiales su generosa ayuda en la iniciación al análisis socio-espacial con SIG.
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266
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Miriam Prieto
Profesora Ayudante Doctora del Departamento de Pedagogía de la Universidad
Autónoma de Madrid y miembro del Grupo de Investigación sobre Políticas Educativas
Supranacionales (GIPES) de la UAM. Doctora en Pedagogía por la Universidad
Complutense de Madrid (2012). Su investigación gira en torno al impacto de los discursos
y políticas educativos en el concepto de educación y la práctica de la escolarización. Ha
participado en varios proyectos de investigación dirigidos al análisis de políticas
educativas a nivel internacional, nacional y regional, con especial foco en las políticas
educativas de la Comunidad de Madrid, dirigiendo sus análisis hacia los efectos de medidas
como la libertad de elección de centro, la rendición de cuentas o la autonomía escolar.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-5396-2404. Email: miriam.prieto@uam.es
Jesús Rogero-García
Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y profesor en la
Universidad Autónoma de Madrid. Su investigación ha abordado aspectos relacionados
con desigualdades en educación, cuidado de niños y atención a adultos dependientes. Ha
participado en varios proyectos de investigación sobre estas cuestiones y cuenta con
diversas publicaciones en libros y revistas nacionales e internacionales. Sus últimos
trabajos se han centrado en el cuidado a la primera infancia, el uso de permisos laborales
para el cuidado y en algunos aspectos de la elección de centro educativo en España.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-8813-2929. Email: jesus.rogero@uam.es
267
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 269-299.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.011
1. Introducción
Solemos considerar que uno de los pilares de la cohesión de nuestra sociedad es el carácter
de ‘ascensor social’ del sistema escolar (Observatorio Social La Caixa, 2016), que ha
facilitado el acceso a una educación de calidad a los sectores más desfavorecidos y ha
mejorado sus oportunidades de movilidad social.
Sin embargo, la persistencia de la desigualdad en la escuela sufragada con fondos públicos
cuestiona este carácter (Duru-Bellat, 2004; Holsinger y Jacob, 2008; Tenti Fanfani, 2008).
Por ello, existe una larga tradición de investigación sobre la segregación escolar,
entendida como la desigual distribución de los diversos grupos sociales en los centros
escolares de un determinado territorio. El análisis de este fenómeno es muy importante
para la implementación de políticas públicas ya que la distribución del alumnado y los
procesos de elección de escuela tienen un peso relevante en la equidad de los sistemas
escolares (Musset, 2012; Nusche, 2009).
Buena parte de los estudios abordan el fenómeno de la segregación escolar mediante el
cálculo de índices que proporcionan una imagen general de los sistemas educativos en
diferentes contextos territoriales (Alegre et al., 2008; Benito y González, 2007; Bonal
2012; Coleman et al., 1975; Guryam, 2004; Murillo, 2016; Murillo y Belavi, 2018; Murillo
y Martínez-Garrido, 2018; Murillo, Martínez-Garrido y Belavi, 2017; Sánchez Hugalde,
2009), permitiendo hacer comparaciones entre ellos. Esos índices proporcionan una
cuantificación de diferentes dimensiones de la segregación de los colectivos estudiados,
pero no aportan datos ni pistas sobre las condiciones políticas o sociales de los contextos
urbanos y educativos que permitan comprender las posibles causas de dichos procesos.
Otros estudios realizan aproximaciones cualitativas y etnográficas que informan de estas
condiciones a través de experiencias particulares en casos concretos (Carrasco et al., 2009;
Franze, 1998; García y Rubio, 2013). Sin embargo, son raros los que tratan de unificar
ambas visiones y analizan en detalle la segregación en un único contexto territorial a
escala sub-municipal.
Este artículo analiza las condiciones de segregación del alumnado de origen extranjero en
los centros escolares de la ciudad de València, relacionando los índices de segregación del
conjunto del sistema con los índices particulares de los diferentes distritos de la ciudad y
de las diversas titularidades de los centros escolares. Al centrarnos en un contexto local
completo, podemos relacionar los datos cuantitativos de la segregación escolar con los de
su segregación residencial y con la diversa distribución, concentración, características y
prestigio de sus escuelas.
270
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Algunos estudios confirman que hubo una rápida reducción de la segregación escolar en
los distritos de población negra durante los años 60 y 70 del S. XX tras la citada
declaración de ilegalidad (Coleman et al., 1966, p. 474; 1975, p. 51; Guryam, 2004, p. 924;
Reber, 2005, p. 568), Sin embargo, otros sugieren que la segregación entre distritos
escolares se incrementó a causa del proceso de huida de las familias blancas para evitar
escuelas integradas (Coleman et al., 1975, p. 66; Farley et al., 1980; Rosell, 1976; Wilson,
1985).
El estudio de la segregación escolar se ha desarrollado de forma paralela a las
investigaciones sobre la segregación residencial, y ha tomado los índices para medirla de
ese campo de investigación. El carácter complejo y multidimensional de la segregación
residencial generó un intenso debate sobre los instrumentos e indicadores más adecuados
para su medición (Bell, 1954; Cowgill y Cowgill, 1951; Duncan y Duncan, 1955a), hasta
que Massey y Denton (1988) fijaron cinco dimensiones en las que los diversos grupos
sociales pueden estar segregados en el territorio y los índices más adecuados para
medirlas.
Posteriormente, Gorard y Taylor (2002, p. 877) argumentaron que la Igualdad y la
Exposición son las dos dimensiones de segregación que resultan más relevantes en el
análisis de la segregación escolar. La dimensión de Igualdad se refiere a la uniformidad en
la distribución de dos grupos sociales entre las diferentes áreas territoriales y el índice
más utilizado para medirla es el índice de Disimilitud (Duncan y Duncan, 1955b). La
dimensión de Exposición se define como la probabilidad de interacción entre miembros de
los diferentes grupos sociales. El índice más extendido para medirla es el índice de
Aislamiento (Bell, 1954).
El debate sobre estos índices no está cerrado y siguen surgiendo análisis críticos y nuevas
propuestas que complementan y mejoran la medición de la segregación. Gorard y Taylor
(2002) propusieron una alternativa al índice de Disimilitud que incrementa su estabilidad
ante variaciones en el tamaño del grupo minoritario y, por tanto, proporciona tres
utilidades inmediatas para el análisis específico de la segregación escolar (Murillo, 2016,
p. 42). La primera es que permite comparar sistemas con diversos pesos del grupo
minoritario estudiado, la segunda utilidad es que permite comparar la segregación de
diferentes grupos presentes en un sistema, y la tercera, que permite analizar la evolución
temporal de la segregación en un determinado sistema.
Por otra parte, Hutchens (2001, 2004) propuso el índice de la Raíz Cuadrada, que mide la
dimensión de Igualdad mediante la suma del alejamiento de la igualdad distributiva de
cada unidad analizada. El índice tiene la ventaja de que permite descomponer el valor
global de segregación en la suma de la segregación dentro de las diferentes unidades
estudiadas y la segregación que se produce entre ellas. Por ello, resulta adecuado para
conocer la contribución a la segregación de las diferentes partes del sistema escolar
(Murillo, 2016, p. 46).
Los análisis centrados en la cuantificación mediante índices abordan la desigual
distribución y los efectos composicionales de la polarización a la que están sometidas las
minorías, sin profundizar en el análisis del origen, las causas o los patrones sociales que
provocan esa distribución desigual en el entorno. Desde finales de los años 80 del S. XX
se ha prestado mayor atención a las condiciones estructurales y las políticas públicas, tanto
de vivienda como educativas, que desembocan en la desigual distribución de los grupos
sociales en el territorio y en las escuelas, reflexionando sobre las causas de la segregación,
271
B. de Madaria y L. E. Vila
272
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273
B. de Madaria y L. E. Vila
274
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276
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
277
B. de Madaria y L. E. Vila
como en el resto del estado español, se ha recurrido a las instituciones privadas para
garantizar el derecho a la educación obligatoria de la ciudadanía. En los años finales de la
dictadura franquista, el porcentaje de alumnado que se escolarizaba en las escuelas
públicas de la ciudad era del 43% (Instituto de Ciencias de la Educación, 1975, p. 59) a
pesar del notable incremento de la oferta durante los años 40 y 60 del Siglo XX.
La figura 1 refleja cómo, tras la aprobación de Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la
Educación (LODE) en el año 1985, la dotación escolar de titularidad pública que
proporcionaba la educación obligatoria en València se incrementó desde un 47% hasta un
49% entre 1985 y 1990. Desde entonces, tras un retroceso en la primera mitad de los años
90, que dejó el porcentaje en el 46% en 1996, ha vuelto a crecer paulatinamente hasta
recuperar en 2015 la misma ratio de plazas escolares públicas que había en la ciudad en
1990. La evolución de la educación infantil resulta más llamativa. La dotación pública en
la ciudad ha disminuido desde una proporción del 56% en 1996, a una dotación del 30%
en el año 2016. Esto se debe a la política de conciertos desarrollada por los gobiernos del
Partido Popular que incrementó considerablemente el número de centros concertados en
esta etapa.
60
INF EGB-PRI
55
50
45
40
35
30
25
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
278
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Este proceso coincidió con un boom inmobiliario de promoción privada para albergar la
masiva población inmigrante de procedencia rural que llegó a la ciudad en los años 60 y
primeros 70 del siglo XX, que propició ‘la gran transformación’ (Alcala-Santaella et al.,
2011, p. 203) de la ciudad mediante actuaciones de ‘barraquismo vertical’ (Teixidor, 2009,
p. 88). Estos barrios se caracterizaron por construcciones de baja calidad y falta de
equipamientos (Gaja, 1996, p. 81), por lo que los primeros centros escolares en asentarse
en ellos fueron pequeñas academias de iniciativa privada que aprovecharon el nicho de
mercado (Sanz, 1974, p. 404). Estos centros constituyen buena parte de la red de centros
concertados laicos de la ciudad y siguen funcionando en locales ubicados en plantas bajas
de edificios residenciales.
Durante los años 70 y 80 del siglo XX las diversas administraciones públicas realizaron
un considerable esfuerzo por dotar de centros escolares públicos los barrios periféricos de
la ciudad por lo que la red dual, con representaciones y prestigio social claramente
contrapuesto, se mantiene en la actualidad. Los centros concertados religiosos tienden a
concentrarse en distritos de condición socioeconómica muy alta o muy baja, acorde a su
tradicional carácter de formación de las élites, por una parte, y a su vocación asistencial a
los más desfavorecidos, por otra. Los centros concertados laicos lo hacen en distritos de
tipo medio o bajo, compitiendo con los centros públicos que cubren mejor los distritos con
ISS medio, bajo o muy bajo (figura 3).
La administración debe realizar la programación del sistema educativo, proporcionando
la dotación escolar adecuada para satisfacer las necesidades de la población. Por tanto, la
organización de los distritos escolares en la ciudad y la distribución de la oferta de plazas
escolares en ellos deberían compensar las desigualdades de la implantación escolar en el
territorio con el fin de garantizar el derecho a la educación en igualdad de condiciones
para toda la ciudadanía. Sin embargo, el diseño de la zonificación escolar y la dotación de
plazas escolares en la ciudad de València no ha modificado sustancialmente los
desequilibrios presentes en el territorio (Rodríguez-Victoriano et al., 2018, p. 130). Un
efecto constatable en el diseño de la zonificación escolar de la ciudad de València es un
notable incremento de las condiciones de desigualdad residencial en el distrito de Poblats
Marítims-Nord y un empeoramiento de las condiciones de aislamiento de Poblats
279
B. de Madaria y L. E. Vila
Marítims-Sud, que constituye prácticamente un ‘distrito escolar gueto’, donde todos los
centros escolares tienen bajo prestigio social.
10,00
8,00
6,00
4,00
2,00
0,00
ISS MUY ALTO ISS ALTO ISS MEDIO ISS BAJO ISS MUY BAJO
Los datos indican que el porcentaje de escuela pública y el nivel socioeconómico del
distrito están ligeramente relacionados (r = -0,36, R2 = 13%). Los barrios más favorecidos
cuentan con mayor dotación escolar, principalmente de carácter concertado religioso. En
el curso escolar 2016-2017, la mayor parte de los distritos centrales de la ciudad tenía
sobreoferta de plazas escolares en todas las etapas educativas. El conjunto de los seis
distritos centrales de la ciudad presenta una sobreoferta del 12% en la segunda etapa de
educación infantil y del 17% en la etapa de educación primaria. Por el contrario, los 13
distritos periféricos presentan una oferta escolar insuficiente para satisfacer su demanda
de plazas escolares. Este déficit se sitúa en el 11% en educación infantil de segundo ciclo
y el 13% en educación primaria.
La tipología de los centros también presenta relaciones con el contexto territorial. En los
distritos más ricos, los centros tienen más líneas educativas (r = 0,55, R2 = 30%), de
manera más acusada en los centros concertados. En la escuela concertada, también tienen
más líneas educativas los colegios ubicados en el centro que los de la periferia,
independientemente de su tamaño. Sin embargo, las instalaciones de los centros públicos
tienden a ser más grandes en los distritos menos favorecidos y periféricos (r = -0,44, R2 =
19%), aunque el número de líneas en ellos tiende a ser menor que en los del centro.
De este modo, se ha consolidado la estructura dual de la red escolar valenciana procedente
del franquismo, en la que los grandes centros escolares de prestigio se encuentran en los
barrios de nivel socioeconómico alto y los centros escolares desprestigiados, generalmente
pequeños, se ubican en los barrios de condición más desfavorecida. Tal como hemos
reflejado anteriormente (Rodríguez-Victoriano et al., 2018), el dibujo que nos ofrecen los
datos es el de unos distritos centrales de la ciudad con una dotación baja de centros
públicos y muy dotados de centros escolares privados con concierto educativo. Estos
distritos escolarizan menos alumnado extranjero, cuentan con pocas vacantes y, pese a
tener una demanda potencial inferior a su oferta, son los distritos que alcanzan los índices
más altos de ocupación al atraer alumnado de la periferia de la ciudad. Por el contrario,
los distritos periféricos tienen un alumnado potencial mayor que el número de plazas
escolares que ofertan, y ven como su población escolar emigra pese a que sus centros
280
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
escolares tienen unos índices de ocupación menor. En general, el alumnado extranjero, las
vacantes y los centros sometidos a procesos de estigmatización se concentran en estos
distritos periféricos.
Este desequilibrio en la dotación escolar de los diferentes distritos de la ciudad genera
tensiones y desajustes en el proceso de escolarización e incentiva movimientos del
alumnado entre los diferentes distritos y centros educativos de la ciudad que propician
dinámicas de segregación escolar.
3.4. Las estrategias familiares en la elección de centro educativo
Estudiar las estrategias familiares en la elección de centro educativo es complejo y
requiere un análisis más minucioso que el realizado hasta ahora, y con enfoques de tipo
cualitativo. No obstante, hemos elaborado un índice que aproxima el atractivo,
deseabilidad o prestigio social de cada centro escolar y distrito a partir de los datos de
admisión del curso 2016-2017 en el primer curso del segundo ciclo de educación infantil,
que es el principal momento de acceso al sistema educativo español.
Cuadro 4. Atractivo de los centros escolares en os distritos escolares de la ciudad de
València 2016-17
PORCENTAJE DE CENTROS
ESCOLARES POR ATRACTIVO MEDIO
ATRACTIVO
Alto Medio Bajo Con Pub Tot
01. Ciutat vella 0,00 100,00 0,00 1,15 0,73 1,05
02. Eixample 44,44 55,55 0,00 1,58 1,78 1,56
03. Extramurs 55,55 44,44 0,00 1,54 1,94 1,67
04. Campanar 11,11 44,44 44,44 0,74 1,27 0,97
05. Saïdia 30,00 50,00 20,00 1,32 1,14 1,26
06. Pla del real 50,00 30,00 20,00 2,15 1,35 1,83
07. L'olivereta 14,29 42,86 42,86 0,77 0,63 0,70
08. Patraix 30,00 30,00 40,00 0,91 1,03 0,99
09. Jesús 15,38 15,38 69,23 0,39 0,71 0,59
10a. Quatre carreres-malilla 10,00 80,00 10,00 0,96 0,93 0,94
10b. Quatre carreres-av. Plata 14,29 28,57 57,14 1,16 0,40 0,73
11a. Poblats marítims-nord 0,00 45,45 54,55 0,67 0,26 0,48
11b. Poblats marítims-sud 0,00 0,00 100,00 0,30 0,13 0,19
12. Camins al grau 30,77 53,85 15,38 1,47 0,99 1,17
13. Algirós 18,18 45,45 36,36 0,20 1,08 0,92
14. Benimaclet 0,00 80,00 20,00 1,26 1,01 1,11
15. Rascanya 25,00 25,00 50,00 1,35 0,48 0,81
16. Benicalap 14,29 42,86 42,86 1,11 0,69 0,93
17. Poblats del nord
18. Poblats de l'oest
19. Poblats del sud
Valencia 22,50 41,87 35,63 1,06 0,92 1,00
Fuente: Elaboración propia a partir de datos suministrados por el Ajuntament de València y la
Consellería d’Educació.
281
B. de Madaria y L. E. Vila
1,5) y bajo (valor > 0,5) atractivo en cada distrito, y el atractivo total medio y por
titularidad de cada uno de ellos, reflejados en cuadro 4.
Con todas las precauciones por la posible causalidad circular entre las variables,
observamos una fuerte correlación entre la demanda de las familias y el nivel
socioeconómico de los distritos (r = 0,83, R2 = 68%) y el tamaño de los centros (r = 0,84,
R2 = 70%). Las familias tienden a presentar más solicitudes de matrícula en los centros de
mayor tamaño, con mayor probabilidad de ingreso, y en los distritos más ricos. Los
porcentajes de escuela pública (r = -0,41, R2 = 17%) y la ratio de oferta y demanda (r =
0,38, R2 = 15%), también están relacionados con la demanda de las familias, aunque tienen
una influencia menor. Ante la evidencia de que los centros más grandes están más
solicitados por las familias, y que éstos se encuentran principalmente en los distritos más
ricos, no resulta extraño que los centros más solicitados se encuentren en los distritos más
ricos de la ciudad.
3.5. La distribución del alumnado extranjero
La distribución del alumnado extranjero en la segunda etapa de educación infantil y en la
etapa de educación primaria en los distritos escolares de la ciudad se resume
respectivamente en los cuadros 5 y 6. Los datos muestran la participación del alumnado
total y extranjero en cada distrito, la distribución del alumnado extranjero por titularidad
en los diversos distritos, su concentración por centros para las diversas titularidades, y el
rango de variación entre las concentraciones en cada titularidad y en el total de centros
escolares.
En la ciudad de València se escolariza en las aulas de la escuela pública el 43-44% del
alumnado del segundo ciclo de educación infantil y de educación primaria. Sin embargo, a
ellas acude el 72% del alumnado de origen extranjero. Por el contrario, el 60% del
alumnado de origen autóctono opta en ambas etapas por la escolarización en la escuela
concertada.
Las personas de origen extranjero residentes en València suponen cerca del 12% del total
de la población y representan algo más el 10% del alumnado de educación infantil y
primaria escolarizado en los centros de la ciudad. Sin embargo, si observamos la
concentración en ambas etapas de este alumnado en las diferentes escuelas, vemos cómo
en las escuelas de titularidad pública la concentración asciende a casi el 17%, y se sitúa en
torno al 5% en la escuela concertada. Por tanto, las escuelas sufragadas con fondos
públicos gestionadas por instituciones privadas están atendiendo a la mitad del alumnado
extranjero que le correspondería para tener una distribución equilibrada del mismo.
Uno de los argumentos más utilizados para explicar esta circunstancia es que la población
extranjera no se distribuye de modo uniforme en el territorio y la desigual concentración
de este alumnado se debe a la diferente distribución de los colegios en los distintos
distritos de la ciudad. Los datos indican que los índices de segregación residencial
correlacionan con los de segregación escolar, tanto en su dimensión de desigualdad (r =
0,59, R2 = 34%) como en su dimensión de aislamiento (r = 0,64, R2 = 41%), aunque explican
poco más de un tercio de la variabilidad.
282
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Cuadro 5. Distribución del alumnado extranjero en Infantil en los distritos escolares de València 2017-18
DISTRIBUCIÓN DEL RANGO DE LA VARIACIÓN DE
PARTICIPACIÓN DEL CONCENTRACIÓN DE ALUMNADO
ALUMNADO CONCENTRACIÓN DEL
ALUMNADO EXTRANJERO POR CENTROS
EXTRANJERO ALUMNADO EXTRANJERO
Total Extranjero Con Pub Con Pub Tot Con Pub Tot
01. Ciutat vella 2,55 1,03 90,00 10,00 4,56 2,70 4,26 7,95 7,95
02. Eixample 6,11 3,90 23,68 76,32 2,37 15,93 6,76 16,36 4,62 18,66
03. Extramurs 8,05 4,56 34,83 65,17 2,91 13,88 6,00 21,05 10,19 21,05
04. Campanar 5,36 4,51 44,32 55,68 7,56 10,40 8,92 33,33 19,97 33,33
05. Saïdia 7,28 7,07 57,97 42,03 7,91 17,58 10,28 32,23 28,85 36,36
06. Pla del real 7,25 4,46 27,59 72,41 2,46 17,45 6,51 7,80 45,81 53,13
07. L'olivereta 6,81 8,51 31,93 68,07 7,07 22,38 13,23 37,57 59,56 63,28
08. Patraix 5,84 3,08 10,00 90,00 1,52 7,94 5,58 0,47 14,29 15,97
09. Jesús 6,25 9,23 30,56 69,44 12,42 17,63 15,63 63,64 48,90 63,64
10a. Quatre carreres-malilla 2,96 2,51 22,45 77,55 4,53 12,54 8,97 5,21 35,10 38,41
10b. Quatre carreres-av. Plata 4,34 7,07 38,41 61,59 10,60 28,43 17,27 11,83 20,38 32,18
11a. Poblats marítims-nord 4,86 3,23 25,40 74,60 2,57 17,22 7,04 6,76 23,28 29,17
11b. Poblats marítims-sud 1,32 3,13 26,23 73,77 12,21 39,82 25,00 14,78 13,16 40,16
12. Camins al grau 8,23 9,84 29,17 70,83 6,97 19,05 12,66 19,32 68,18 70,20
13. Algirós 4,52 6,30 7,32 92,68 11,54 15,10 14,77 34,62 70,14 73,17
14. Benimaclet 3,33 1,95 5,26 94,74 0,84 9,55 6,19 1,25 22,32 22,32
15. Rascanya 5,24 8,10 12,03 87,97 3,33 35,19 16,36 23,73 18,23 44,62
16. Benicalap 4,58 7,84 42,48 57,52 12,36 27,76 18,15 21,03 32,76 39,74
17. Poblats del nord 0,92 0,15 0,00 100,00 1,78 1,78 0,06 0,06
18. Poblats de l'oest 1,44 1,85 44,44 55,56 10,39 17,86 13,53 20,87 24,61
19. Poblats del sud 2,76 1,69 0,00 100,00 0,00 0,00 6,48 14,60 17,31
Valencia 100,00 100,00 30,09 69,91 5,72 16,70 10,59 63,64 73,17 73,17
Fuente: Elaboración propia a partir de datos suministrados por la Consellería d’Educació.
283
B. de Madaria y L. E. Vila
Cuadro 6. Distribución del alumnado extranjero en Primaria en los distritos escolares de València 2017-18
DISTRIBUCIÓN DEL CONCENTRACIÓN DE RANGO DE LA VARIACIÓN DE
PARTICIPACIÓN DEL
ALUMNADO ALUMNADO EXTRANJERO POR CONCENTRACIÓN DEL ALUMNADO
ALUMNADO
EXTRANJERO CENTROS EXTRANJERO
Total Extranjero Con Pub Con Pub Tot Con Pub Tot
01. Ciutat vella 2,71 1,45 87,30 12,70 5,41 5,63 5,44 7,59 7,59
02. Eixample 5,99 4,32 15,51 84,49 1,57 22,35 7,31 9,70 12,07 27,37
03. Extramurs 7,83 5,45 32,20 67,80 3,06 18,56 7,06 14,90 12,38 15,92
04. Campanar 6,43 5,66 60,82 39,18 7,40 13,10 8,92 33,29 29,63 34,00
05. Saïdia 6,96 6,40 54,51 45,49 6,77 17,07 9,33 31,80 27,07 37,05
06. Pla del real 7,20 3,53 20,26 79,74 1,38 14,79 4,98 4,30 30,59 37,89
07. L'olivereta 7,30 9,44 30,81 69,19 6,72 22,77 13,11 28,32 50,76 54,96
08. Patraix 5,07 3,00 6,92 93,08 1,30 8,21 6,00 0,71 18,45 20,14
09. Jesús 6,70 8,96 31,70 68,30 11,02 15,19 13,56 56,22 40,28 56,22
10a. Quatre carreres-malilla 3,39 2,12 21,74 78,26 3,94 7,65 6,35 1,51 24,44 24,44
10b. Quatre carreres-av. Plata 4,18 5,91 30,08 69,92 7,26 24,76 14,36 16,87 20,08 32,47
11a. Poblats marítims-nord 5,02 3,42 30,41 69,59 2,96 16,45 6,90 6,57 27,14 32,53
11b. Poblats marítims-sud 1,49 3,97 23,84 76,16 12,77 41,59 27,04 20,21 30,76 52,19
12. Camins al grau 8,24 9,33 23,51 76,49 5,04 18,89 11,48 16,61 50,17 54,68
13. Algirós 4,17 6,00 11,92 88,08 39,24 13,45 14,60 48,46 48,46
14. Benimaclet 3,10 3,05 4,55 95,45 1,17 15,52 9,97 1,86 15,92 22,24
15. Rascanya 5,09 7,13 13,27 86,73 3,45 27,24 14,23 21,77 34,43 40,28
16. Benicalap 4,40 6,44 25,81 74,19 6,62 26,07 14,83 28,67 24,17 35,26
17. Poblats del nord 0,81 0,23 0,00 100,00 2,90 2,90 1,00 1,00
18. Poblats de l'oest 1,54 1,73 29,33 70,67 6,85 15,73 11,40 13,49 18,40
19. Poblats del sud 2,37 2,45 1,89 98,11 1,20 12,32 10,50 19,27 23,47
Valencia 100,00 100,00 27,73 72,27 4,97 16,89 10,14 57,46 54,23 57,46
Fuente: Elaboración propia a partir de datos suministrados por la Consellería d’Educació.
284
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
80,00
CONCERTADA
70,00
PÚBLICA
60,00
50,00
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
BAJA (<10%) MEDIA (10-25%) ALTA (25-50%) MUY ALTA (>50%)
285
B. de Madaria y L. E. Vila
En educación infantil, más del 70% de centros concertados tienen una baja concentración
de alumnado extranjero. La mitad no supera el 5% y el 20% no alcanzan siquiera el 1%.
Trece centros concertados no escolarizaban alumnado de origen extranjero pese a
encontrarse, en algún caso, en barrios con alta concentración de ese tipo de población. En
la escuela de titularidad pública, los centros se encuentran similarmente distribuidos entre
baja, media y alta concentración.
80,00
70,00 CONCERTADA
60,00 PÚBLICA
50,00
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
BAJA (<10%) MEDIA(10-25%) ALTA(25-50%) MUY ALTA (>50%)
En educación primaria, las distribuciones son muy similares, el 68% de los centros
concertados no supera el 5% de concentración de alumnado extranjero y el 19% no
alcanzan el 1%. Como ocurre en la etapa anterior, seis centros concertados no
escolarizaban a ningún alumno o alumna de origen extranjero aún situándose en barrios
con alta concentración de ese tipo de población. En la escuela pública predominan los
centros de concentración media.
También se observan diferencias dentro de la escuela concertada entre los centros de
carácter confesional cristiano y los que se declaran laicos. Éstos tienen una concentración
de alumnado extranjero del 7% en educación infantil y del 8% en primaria, cifras que son
un 30% inferior a la media de la ciudad. Por el contrario, los centros religiosos, tienen
unos porcentajes del 5% y 4% en ambas etapas, inferiores a la mitad de la concentración
media del alumnado extranjero de la ciudad. Dentro de las escuelas laicas, la mayor
concentración se produce en centros gestionados por cooperativas o fundaciones, con el
10-11% en ambas etapas, similares a la media; frente a centros gestionados por sociedades
mercantiles, donde las concentraciones se sitúan alrededor del 6%. Entre los colegios de
carácter religioso la mayor concentración de alumnado extranjero se produce en los
centros diocesanos, con el 10-12% de alumnado extranjero en sus aulas en las dos etapas,
frente a los centros gestionados por fundaciones u órdenes religiosas y sociedades
mercantiles, que oscilan entre el 3% y el 6%.
Además de las diferencias por titularidad, los datos nos indican que el porcentaje de
alumnado extranjero es menor en los centros más grandes y mayor en aquellos centros
menos demandados por las familias y que, por tanto, cuentan con mayor número de
vacantes. El porcentaje de alumnado extranjero en los centros correlaciona negativamente
con los porcentajes de centros de alta (r = -0,37, R2 = 13%) y media (r = -0,60, R2 = 36%)
286
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
287
B. de Madaria y L. E. Vila
Cuadro 7. Índices de segregación del alumnado extranjero en Infantil en los distritos escolares de València
DISIMILITUD GORARD AISLAMIENTO HUTCHENS
Con. Pub. Tot. Con. Pub. Tot. Con. Pub. Tot. Hcon Hpub Hintra Hinter Htotal
01. Ciutat vella 0,30 0,00 0,29 0,28 0,00 0,28 0,07 0,03 0,06 0,19 0,00 0,19 0,04 0,22
02. Eixample 0,46 0,07 0,55 0,45 0,06 0,51 0,09 0,16 0,15 0,15 0,04 0,19 0,25 0,44
03. Extramurs 0,46 0,15 0,53 0,44 0,13 0,50 0,12 0,15 0,14 0,24 0,06 0,31 0,18 0,48
04. Campanar 0,64 0,23 0,44 0,59 0,20 0,40 0,24 0,14 0,18 0,24 0,11 0,36 0,00 0,36
05. Saïdia 0,46 0,25 0,44 0,42 0,21 0,39 0,19 0,23 0,15 0,32 0,08 0,40 0,04 0,43
06. Pla del real 0,50 0,26 0,42 0,48 0,21 0,42 0,06 0,26 0,20 0,21 0,12 0,32 0,14 0,47
07. L'olivereta 0,49 0,37 0,51 0,45 0,29 0,44 0,18 0,37 0,31 0,23 0,19 0,41 0,09 0,50
08. Patraix 0,07 0,15 0,32 0,07 0,13 0,30 0,02 0,09 0,09 0,01 0,11 0,12 0,17 0,30
09. Jesús 0,71 0,48 0,57 0,62 0,39 0,48 0,51 0,32 0,38 0,23 0,29 0,52 0,00 0,52
10a. Q. Carreres-malilla 0,22 0,42 0,35 0,21 0,37 0,32 0,06 0,25 0,21 0,07 0,30 0,37 0,02 0,40
10b. Q. Carreres-av. Plata 0,29 0,17 0,15 0,26 0,12 0,12 0,14 0,30 0,24 0,15 0,08 0,23 0,06 0,29
11a. Pob. Marítims-nord 0,26 0,35 0,49 0,25 0,29 0,46 0,04 0,23 0,19 0,10 0,15 0,25 0,24 0,49
11b. Pob. Marítims-sud 0,34 0,10 0,21 0,30 0,06 0,16 0,17 0,41 0,34 0,13 0,06 0,19 0,14 0,34
12. Camins al grau 0,50 0,41 0,50 0,47 0,33 0,44 0,15 0,32 0,27 0,20 0,22 0,42 0,06 0,48
13. Algirós 0,75 0,46 0,48 0,67 0,39 0,41 0,35 0,35 0,35 0,04 0,44 0,48 0,00 0,48
14. Benimaclet 0,33 0,44 0,51 0,32 0,40 0,48 0,01 0,17 0,16 0,03 0,28 0,30 0,12 0,42
15. Rascanya 0,66 0,14 0,60 0,63 0,09 0,50 0,18 0,36 0,34 0,14 0,07 0,21 0,21 0,42
16. Benicalap 0,24 0,36 0,35 0,21 0,26 0,29 0,16 0,36 0,28 0,13 0,16 0,29 0,07 0,36
17. Poblats del nord 0,01 0,01 0,00 0,01 0,01 0,02 0,02 0,01 0,01 0,00 0,01
18. Poblats de l'oest 0,00 0,21 0,16 0,00 0,17 0,13 0,10 0,21 0,17 0,00 0,11 0,11 0,06 0,17
19. Poblats del sud 0,00 0,37 0,41 0,00 0,34 0,39 0,00 0,12 0,12 0,00 0,33 0,33 0,03 0,36
Valencia 0,51 0,39 0,49 0,48 0,33 0,44 0,18 0,28 0,25 0,20 0,21 0,41 0,05 0,46
Fuente: Elaboración propia a partir de datos suministrados por la Consellería d’Educació.
288
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Cuadro 8. Índices de segregación del alumnado extranjero en Primaria en los distritos escolares de València
DISIMILITUD GORARD AISLAMIENTO HUTCHENS
Con. Pub. Tot. Con. Pub. Tot. Con. Pub. Tot. Hcon Hpub Hintra Hinter Htotal
01. Ciutat vella 0,20 0,00 0,17 0,19 0,00 0,16 0,07 0,06 0,07 0,14 0,00 0,14 0,00 0,14
02. Eixample 0,47 0,16 0,63 0,46 0,13 0,59 0,05 0,24 0,21 0,14 0,07 0,21 0,33 0,53
03. Extramurs 0,31 0,14 0,52 0,30 0,12 0,48 0,07 0,20 0,16 0,17 0,06 0,22 0,28 0,50
04. Campanar 0,39 0,34 0,42 0,36 0,29 0,38 0,18 0,21 0,19 0,28 0,11 0,39 0,05 0,44
05. Saïdia 0,45 0,24 0,43 0,42 0,20 0,39 0,17 0,22 0,13 0,31 0,08 0,39 0,03 0,42
06. Pla del real 0,47 0,22 0,46 0,46 0,19 0,47 0,03 0,20 0,17 0,17 0,10 0,27 0,24 0,50
07. L'olivereta 0,54 0,28 0,46 0,50 0,22 0,40 0,16 0,31 0,26 0,22 0,14 0,36 0,05 0,41
08. Patraix 0,10 0,30 0,40 0,10 0,27 0,37 0,01 0,12 0,11 0,02 0,23 0,25 0,14 0,39
09. Jesús 0,61 0,46 0,52 0,54 0,39 0,45 0,39 0,26 0,30 0,23 0,28 0,52 0,00 0,52
10a. Q. Carreres-malilla 0,09 0,42 0,35 0,08 0,39 0,33 0,04 0,17 0,14 0,02 0,31 0,33 0,04 0,38
10b. Q. Carreres-av. Plata 0,38 0,21 0,22 0,35 0,16 0,19 0,12 0,27 0,23 0,17 0,10 0,27 0,09 0,35
11a. Pob. Marítims-nord 0,32 0,31 0,44 0,31 0,26 0,41 0,04 0,22 0,17 0,14 0,13 0,27 0,16 0,43
11b. Pob. Marítims-sud 0,45 0,21 0,22 0,40 0,12 0,16 0,21 0,45 0,40 0,16 0,12 0,28 0,07 0,34
12. Camins al grau 0,50 0,37 0,47 0,47 0,30 0,42 0,12 0,30 0,26 0,18 0,22 0,40 0,06 0,45
13. Algirós 0,00 0,36 0,37 0,00 0,31 0,32 0,39 0,23 0,25 0,00 0,33 0,33 0,04 0,37
14. Benimaclet 0,35 0,18 0,42 0,35 0,15 0,38 0,02 0,18 0,17 0,05 0,13 0,18 0,17 0,35
15. Rascanya 0,68 0,17 0,57 0,66 0,12 0,49 0,18 0,31 0,29 0,15 0,08 0,24 0,18 0,42
16. Benicalap 0,49 0,24 0,49 0,46 0,18 0,42 0,19 0,30 0,27 0,21 0,12 0,33 0,12 0,46
17. Poblats del nord 0,08 0,08 0,00 0,08 0,08 0,03 0,03 0,08 0,08 0,00 0,08
18. Poblats de l'oest 0,00 0,21 0,22 0,00 0,18 0,19 0,07 0,18 0,15 0,00 0,13 0,13 0,10 0,23
19. Poblats del sud 0,00 0,31 0,35 0,00 0,27 0,31 0,01 0,17 0,17 0,00 0,28 0,28 0,05 0,34
Valencia 0,48 0,35 0,49 0,46 0,29 0,44 0,17 0,26 0,23 0,20 0,18 0,38 0,08 0,46
Fuente: Elaboración propia a partir de datos suministrados por la Consellería d’Educació.
289
B. de Madaria y L. E. Vila
Para comparar la dimensión de desigualdad de distintos territorios entre sí, resulta más
fiable utilizar el índice de Gorard, que nos permite analizar mejor las diferencias entre los
diversos distritos de la ciudad y entre titularidades dentro de cada uno de ellos. Los mapas
de las figuras 6 y 7 reflejan, respectivamente, la distribución territorial de los valores del
índice en las etapas de educación infantil y primaria.
Los índices de segregación de los diversos distritos en las dos etapas educativas nos
sugieren patrones de segregación diferentes. En la etapa de educación infantil, más de la
mitad de los distritos escolares tienen índices de desigualdad escolar altos o muy altos. El
patrón en las escuelas concertadas es similar, aunque con desigualdades más acusadas. Sin
embargo, no encontramos ningún distrito escolar con alta desigualdad en la distribución
de la población extranjera en la escuela pública. En la etapa de educación primaria los
índices mejoran ligeramente, con el 43% de los distritos con alta o muy alta desigualdad.
290
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
291
B. de Madaria y L. E. Vila
4. Conclusiones
Los resultados nos proporcionan un mapa de la ciudad de València caracterizado por una
amplia diversidad de procesos de segregación. En las escuelas se reflejan las diversas
segregaciones residenciales de su entorno y aparecen, además, segregaciones de carácter
estrictamente escolar que incrementan la desigualdad de oportunidades educativas del
alumnado extranjero. Los índices globales de segregación de los sistemas educativos no
muestran la diversidad y particularidad de estos procesos.
Podemos afirmar que en la ciudad de València, como en otros contextos territoriales
(Valiente, 2008), la desigualdad escolar es mayor en los centros escolares concertados,
pero se produce un mayor aislamiento de la población extranjera en las escuelas públicas,
tanto en la ciudad en su conjunto como en la mayoría de sus distritos escolares. En
conjunto, la desigualdad es también mayor en los distritos centrales que en la periferia,
aunque en la escuela pública ocurre lo contrario. El aislamiento es superior en los distritos
de la periferia para ambas titularidades.
La segregación que observamos en los centros escolares está condicionada por la desigual
distribución de la población en el territorio, pero esta circunstancia tiene una importancia
292
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
293
B. de Madaria y L. E. Vila
Agradecimientos
Este artículo ha sido desarrollado en el marco del proyecto de investigación ‘Mapa escolar
de València: La situación del alumnado y del sistema educativo en la educación obligatoria
en la ciudad de València, evolución histórica y formación de estudiantes en esta materia’,
fruto de un convenio de colaboración entre el Ajuntament de València y la Universitat de
València-Estudi General (UVEG) financiado por el Ajuntament de València. Exp: E-
02101-2016-000363-00.
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297
B. de Madaria y L. E. Vila
298
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Luis E. Vila
Doctor en Economía por la Universidad de Valencia y Visiting Scholar en CERAS
(Stanford University) y ROA (Universiteit Maastricht). Catedrático de métodos
cuantitativos para la economía y la empresa en la Universidad de Valencia, donde imparte
cursos de Economía de la Educación y Métodos Cuantatitativos. Su actividad
investigadora y de transferencia se orienta hacia la evaluación econométrica de los efectos
socioeconómicos de las inversiones educativas y la comprensión los efectos de la
acumulación de capital humano heterogéneo en el status laboral de los individuos. Forma
parte del equipo de investigación del proyecto 'Mapa Escolar de València'. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0002-9541-9300. Email: luis.vila@uv.es
299
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 301-324.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.012
Even though educational policies and research in education have addressed between-
school segregation, less visible forms of within-school segregation and exclusion
have been scarcely studied. The purpose of this study was to characterize and analyze
the occurrence and concurrence of two types of practices: academic ability grouping,
and punitive disciplinary. The databases of the Chilean General Student Information
System from 2003 to 2018 were used to identify ability grouping, and the
questionnaires that accompany the 2018 SIMCE test was used to analyze punitive
practices reported by students of 6th (N = 224,274) and 10th grade (N = 202,282),
and parents of 4th grade students (N = 214,211), 6th grade (N = 204,894) and 10th
grade (N = 171,596). Results show that male and poor students receive more
punitive practices, and that ability grouping is widely used in Chilean schools, more
frequently in schools that only provide secondary education. The use of punitive
practices is more frequent in those schools that organize their classrooms according
to academic ability. The challenges of over-representation in some students of these
less visible practices of school segregation and exclusion in a school.
Keywords: School segregation; Academic grouping; School integration; Social
exclusion.
1. Introducción
No es novedad la preocupación de los gobiernos por incentivar reformas que apunten a
combatir los problemas de segregación social y educativa de la educación (Perreza y
Terigi, 2010). Estas reformas no sólo han maximizado las oportunidades educativas,
garantizando el derecho a la educación y la inclusión de sus participantes (Cobeña, 2020),
sino que han intentado hacer frente a las condiciones sociales y familiares del estudiantado,
y que ampliamente predicen su posibilidad de éxito académico (Dupriez, 2010; Giménez
et al., 2020; Murillo y Hernández, 2020; Sangsurin, Chusorn y Agsonsua, 2019)
En Chile, las estrategias implementadas para enfrentar la segregación son un caso
paradigmático de estudio tanto en su estructura como organización (Allende, Valenzuela
y Díaz, 2018; Duk y Murillo, 2020; Valenzuela, Bellei y De Los Ríos, 2014). Desde los
años ochenta y durante la dictadura militar (1973-1990), se transformó en el único sistema
del mundo en dónde se ha conferido a las familias total libertad de elección de escuelas
para educar a sus hijos, primando una lógica de mercado asociado a sistemas de
financiamiento a la demanda, políticas compensatorias para los más desventajados y
sistemas de rendición de cuentas que garantizan la competencia interescuela (Parcerisa y
Falabella, 2017; Valenzuela, Villaroel y Villalobos, 2013).
Actualmente este sistema coexiste con legislaciones de garantía de derecho e inclusión
educativa, que eliminan el lucro y regulan los mecanismos de entrada a las escuelas
públicas o municipales, y las instituciones particulares subvencionadas o semipúblicas –
con financiamiento estatal, pero con administración privada– (Ley N° 20.845, 2015). Estas
legislaciones buscarían atenuar los resultados en evaluaciones en rendimiento académico,
que posiciona a Chile como uno de los países con mayores tasas de segregación entre
escuelas (Bellei, 2013; OCDE, 2016; Valenzuela, Bellei y De Los Ríos, 2014), reportando
incluso mayores niveles que los propios barrios y territorios de residencias de los
estudiantes (Bellei, 2013; Elacqua y Santos, 2013), y que podría considerarse como un
fenómeno de hipersegregación educativa (González, 2017).
En sistemas escolares altamente segregados con políticas recientes de inclusión en el
acceso que buscan la recomposición del cuerpo estudiantil, como es el caso de Chile, es
necesario prestar atención a nuevas formas de segregación (González, 2017). Chmielewski
(2014) advierte que sistemas escolares que eliminan las barreras de entradas conducen a
nuevos fenómenos de segregación intraescuela. Uno de ellos es el aumento en la frecuencia
del uso de mecanismos de ordenamiento académico, que favorecerían fenómenos de
discriminación positiva, así como uso de prácticas punitivas que favorecerían la
recomposición del escenario escolar, con medidas de exclusión escolar. Estos fenómenos,
para algunos autores, implicarían nuevas formas de segregación educativa, la cual estaría
vinculada a una inclusión dentro de la exclusión: escuelas para ciertos sectores de la
población, y experiencias escolares positivas sólo para los estudiantes más aventajados
(Hopkins, 2003; Richard, Schneider y Mallet, 2012; Veiga-Neto y Corcini, 2012).
La evidencia en esta materia es preocupante. La literatura ha mostrado que la decisión de
implementar mecanismos de ordenamiento interno sería una decisión de cada escuela,
siendo en general un atributo del director del establecimiento (MINEDUC, 2009; Treviño
et al., 2018). En Chile, este tipo de prácticas estarían bastante masificadas (Treviño et al.,
2018), aun cuando no existe ningún tipo de regulación gubernamental que instruya o
prescriba su uso. En Chile, según cifras de la OCDE (2013), aproximadamente un 74% del
302
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
total de los colegios de educación secundaria declaró realizar agrupamiento por habilidad
en todas (34%) o algunas asignaturas (40%), y solo cerca de un 26% no lo realizaría.
Este tipo de prácticas conviven con otras que la literatura ha denominado como punitiva
(Skiba, Arredondo y Williams, 2014), definidas como sanciones disciplinarias contra
estudiantes, y que explícitamente conlleva retirarlos temporal o prolongadamente de la
instrucción académica, o recomponer los cursos de un mismo grado por problemas
conductuales. Distintas investigaciones han mostrado que su uso desproporcionado es
inefectivo para prevenir fenómenos de convivencia escolar (Skiba y Knesting, 2001) y tiene
efectos directos en la segregación y exclusión social de las minorías (APA, 2008; Camacho
y Krezmien, 2019; Skiba y Rausch, 2013).
En el sistema chileno, este tipo de prácticas han sido consideradas normales (López et al.,
2011), y han contribuido con prácticas sutiles y cotidianas de segregación, o nuevos
dispositivos de segregación (Bellei, 2013) que van “sacando” o “invitando a salir” del
espacio escolar a estudiantes con comportamientos disruptivos (Ascorra et al., 2018;
López et al., 2019; Muñoz et al., 2014; Trautmann, 2008). Asimismo, según los directores
de los establecimientos chilenos participantes en la prueba PISA-2009, el 75% de ellos
declara su uso como causal de expulsión estudiantil; mientras que el 30% lo utiliza como
causa específica para la expulsión de los alumnos de bajo rendimiento (OECD, 2010).
Asimismo, las prácticas punitivas de expulsión explicarían una parte significativa de la
ventaja que obtienen los establecimientos de mejor rendimiento académico (Bellei, 2009).
A pesar de su importancia, no existen evidencias robustas que exploren este tipo de
prácticas-punitiva y de ordenamientos- como nuevos mecanismos de segregación y
exclusión educativa. Por el contrario, diversas investigaciones han reportado la necesidad
de repensar la segregación educativa más allá de las legislaciones y las variables
extraescolares, para pensar en cómo éstas se reproducirían en las prácticas cotidianas de
las escuelas (Cobeña, 2020). De ahí que este estudio buscó explorar y caracterizar la
ocurrencia de prácticas segregación/exclusión en el manejo de la diversidad estudiantil,
profundizando el conocimiento sobre la segregación al interior de los establecimientos
chilenos. Específicamente, este estudio aborda las prácticas de agrupamiento por habilidad
entre cursos y su trayectoria a través del tiempo, y las prácticas punitivas que generan
exclusión al interior de las escuelas.
303
V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
304
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
305
V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
como justificación discursiva para comprender la convivencia escolar (Ascorra et al., 2018)
o como mecanismos válidos para regular los diversos problemas de comportamiento al
interior de las escuelas (López et al., 2011, 2019; Muñoz et al., 2014).
Ceardi, López y Valdez (2018) y Valdés, López y Chaparro (2018) examinaron los efectos
de la percepción que los estudiantes tienen sobre la ocurrencia de prácticas punitivas de
exclusión en la percepción de convivencia escolar inclusiva, encontrando no sólo una alta
frecuencia en este tipo de prácticas, sino además correlaciones positivas con la percepción
de prácticas de convivencia escolar inclusiva, democrática y pacífica. Asimismo, los
resultados indicaron correlaciones positivas a nivel de escuelas entre las prácticas
punitivas y las prácticas de convivencia escolar democrática, pacífica e inclusiva, lo que es
sorprendente considerando que la literatura muestra que la existencia de prácticas de
exclusión son asociadas con prácticas de segregación y un clima autoritario que socaba las
posibilidades para el respeto, diálogo y participación en la escuela y para una convivencia
más democrática e inclusiva (Augustine et al., 2018; Gregory et al., 2016; Losen, 2011;
Umeh, Bumpus y Harris, 2019).
Sin embargo, no existe una caracterización numérica a gran escala de los distintos tipos
de prácticas punitivas, ni muchos menos su vinculación con otros tipos de prácticas de
segregación/exclusión, como las de ordenamiento académico.
4. Método
4.1. Participantes
Se utilizó las bases de datos del sistema de información general de estudiantes de Chile
(SIGE) de los años 2003 al 2018. Estas consisten en un registro de características
demográficas individuales y resultados académicos obtenidos por todos los estudiantes de
Chile, y características descriptivas de los establecimientos educativos. Estos datos
proporcionaron las variables promedio general y situación final al terminar el año en curso
(aprobado, retirado o reprobado) utilizadas para determinar si un establecimiento realiza
ordenamiento por habilidad.
Adicionalmente, se utilizó las bases de datos que corresponden a las pruebas del Sistema
de Medición de Calidad de la Educación (SIMCE) del año 2018 aplicadas a todos los
estudiantes en 4°, 6° y 10° grado. Para este estudio se utilizó las encuestas
complementarias aplicadas a los padres y apoderados, las cuales adicionalmente contienen
información que permite caracterizar socio-demográficamente a los estudiantes del país,
de 4° grado (N = 214.211), 6° grado (N = 204.894) y 10° grado (N = 171.596), y las
encuestas a estudiantes de 6° grado (N = 224.274) y 10° grado (N = 202.282). En el año
2018 por primera vez se incluyeron preguntas que permiten identificar la magnitud de las
prácticas punitivas en todo el país, diseñada por los autores y aceptadas para su
incorporación en los cuestionarios previstos por la Agencia de Calidad de la Educación
luego de una convocatoria abierta.
La muestra utilizada al año 2018 contó con 3.181 establecimientos con dos o más cursos
(724 solo secundaria, 1036 solo primaria y 1421 completos) que corresponden a un 36%
de todos los establecimientos (de primaria y secundaria) existentes en Chile. En términos
de matrícula estos colegios corresponden aproximadamente a un 75% de la matricula total
de niños y jóvenes en edad escolar. Con esto se asegura que los análisis realizados son
representativos de una gran proporción del sistema educacional chileno, quedando
306
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
307
V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
realiza este tipo de prácticas. Por ende, la identificación de los establecimientos que
utilizan estas estrategias fue estimada de manera indirecta siguiendo las recomendaciones
de Treviño y coautores (2018). Así, se identificaron tres mecanismos de agrupamiento por
habilidad al interior de los colegios chilenos: a) agrupamiento inicial por habilidad,
consiste en ordenar a los alumnos cuando ingresan al primer grado donde un
establecimiento educacional provee educación, generando una distribución no aleatoria de
sus estudiantes; b) reordenamiento académico, consiste en reasignar a más del 20% de los
estudiantes, motivado por criterios académicos, de un mismo nivel de un año a otro, uno
o más años desde su ingreso al colegio y; c) agrupamiento académico, consiste en la
distribución intencionada de estudiantes nuevos y/o repitentes en niveles no iniciales.
La identificación de estos tipos de agrupamiento se realizó mediante un análisis de la
distribución del rendimiento académico, previo al año analizado, de los estudiantes. Para
ello se utilizaron tres variables: la proporción de estudiantes repitentes, y los alumnos que
se ubicaban en el primer y quinto quintil del promedio de notas general obtenido el año
inmediatamente anterior al analizado. Para identificar la existencia de alguno de los
mecanismos mencionados se utilizó el test Chi-Cuadrado, para estimar la significancia en
la distribución entre las aulas que poseen los establecimientos. En caso de haber
diferencias significativas, se puede concluir que existiría una alta probabilidad que
presente una distribución no aleatoria de estudiantes en el nivel evaluado. Luego se
clasificó cada año y tipo de agrupamiento por habilidad a través de una variable dicotómica
que tomó el valor 1 si dicho establecimiento utilizó dicho mecanismo en al menos un grado
y 0 si no.
Finalmente, se clasificó cada establecimiento en cada tipo de agrupamiento definido
considerando la persistencia de la(s) práctica(s) de agrupamiento en el tiempo,
determinando (a) No hace ordenamiento, si a lo más se estimó que había agrupado un año;
(b) Hace ordenamiento, si agrupó a sus estudiantes cuatro o más años y obligatoriamente
lo hizo el último año observado y; (c) Hace ordenamiento esporádicamente (dos casos), si
hace agrupamiento entre dos o tres años, y si agrupa estudiantes cuatro o más años, sin
haberlo realizado durante el último año observado. Con este algoritmo fue posible
clasificar a todos los establecimientos con 2 o más cursos en una de las categorías antes
mencionadas desde los años 2007 al 2018 inclusive.
5. Resultados
5.1. Ocurrencia de prácticas de ordenamiento académico
Las figuras 1 y 2 muestran los resultados obtenidos para los tres tipos de ordenamiento
académico analizados, diferenciando por tipo de enseñanza (solo primaria, solo secundaria
y completos). Como se observa, las prácticas de ordenamiento siguen siendo utilizadas por
la gran mayoría de los establecimientos tanto en primaria como en secundaria (Treviño et
al., 2018). Todas las prácticas de agrupamiento por habilidad tienen una persistencia más
alta en establecimientos que proveen solo educación secundaria, las que, si bien se han
reducido significativamente en el periodo, siguen siendo utilizadas por su mayoría. Así
mismo, la práctica de agrupamiento académico es el mecanismo más utilizado (ya sea
recurrente o esporádicamente) por todos los colegios independiente del nivel al que
proveen educación.
308
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
La figura 1 muestra los resultados para los establecimientos que proveen solo educación
primaria y colegios completos (primaria y secundaria). El reordenamiento académico es la
práctica menos utilizada por este tipo de colegios, donde en establecimientos que proveen
solo educación primaria prácticamente no es utilizada al año 2018. Sin embargo, tal como
fue mencionado, el agrupamiento académico es la práctica más recurrente en estos
establecimientos y sería aplicada principalmente de forma esporádica.
5.2. Ocurrencia de prácticas punitivas
En el cuadro 2 se observa las magnitudes de ocurrencia percibidas de las distintas prácticas
punitivas, tanto por padres como por alumnos. En todos los niveles encuestados, las
prácticas punitivas más comunes fueron las suspensiones y la condicionalidad, cuyo uso
adicionalmente aumenta en grados más altos. Los reportes de suspensiones por parte de
los estudiantes son mayores que las de los padres, situación que podría estar reflejando la
existencia de otros tipos de suspensiones que los padres no tienen conocimiento. El cambio
de curso sería la práctica de menor persistencia según el reporte de padres no superando
el 1,3%, situación que para los estudiantes es más común (6% y 3,3%, en 6 y 10 grado,
respectivamente).
Finalmente, la no participación en actividades pareciera ser una práctica utilizada
regularmente y con mayor intensidad en primaria, que en secundaria. En secundaria se
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V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
optaría principalmente por prácticas que implican castigos mucho más severos como son
las suspensiones y la condicionalidad de los estudiantes.
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V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
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6. Discusiones y conclusión
La segregación escolar no es solo un fenómeno entre escuelas, sino que ocurre y se expresa
también al interior de ellas. En este estudio nos aproximamos a la descripción y análisis
de formas menos visibles de segregación escolar que ocurren al separar a estudiantes con
base en su rendimiento académico, así como al castigarlos por su mal comportamiento,
excluyéndolos del aula y de los espacios de aprendizaje.
Los resultados muestran que ser de sexo masculino y en condición de pobreza caracterizan
la ocurrencia de prácticas punitivas al interior de las escuelas chilenas. Esto implica una
distribución no equitativa de los recursos escolares disponibles al servicio de cierto tipo
de estudiantes por sobre otros, colocando entonces a los estudiantes con las características
anteriormente descritas, en mayor riesgo de ser sujetos a prácticas de segregación y de
exclusión por aplicación de este tipo de medidas. Lo que es consistente con la evidencia
internacional para estas prácticas (APA, 2008; Calvin, Gurel y Barber, 2017; Camacho y
Krezmien, 2019; Cobeña, 2020; Giménez et al., 2020; Murillo y Hernández, 2020; Palacios
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V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
et al., 2019; Peguero y Bracy, 2014; Sangsurin, Chusorn y Agsonsua, 2019; Steengberger-
Hu, Makel y Olszewski-Kubilius, 2016).
Estos hallazgos muestran cómo el fenómeno de la segregación educativa aparece como
una micropráctica o un tipo de segregación (Bellei, 2013) que se reproduce en la
cotidianidad escolar (Cobeña, 2020). Se trataría de patrones naturalizados de
comportamiento profesional regidos con base en ciertas distinciones que los directivos y
profesores hacen de sus estudiantes con base al rendimiento académico y su conducta en
el aula. Esto podría ser entendido como un antecedente más de la hipersegregación del
sistema educativo chileno (González, 2017), tratándose de un mecanismo de
intensificación de las condiciones de exclusión social para algunos estudiantes, que no sólo
asisten a escuelas altamente segregadas, sino que experimentarían una serie de prácticas
que los excluiría de la actividad pedagógica formal, mediante acciones de disciplina
desproporcionada y ordenamiento según habilidades académicas (Marcucci y Emesky,
2020; Ramberg, 2016)
En el caso de las prácticas de segregación académica intraescolar e interescolar, un
resultado inesperado del análisis descriptivo efectuado sobre una ventana de tiempo de
doce años fue la disminución sistemática de estas prácticas desde el año 2014 en adelante.
Los resultados indican que durante el 2014-2015, aumentó progresivamente el número de
escuelas que no realiza este tipo de prácticas. A su vez, en este mismo período, comenzó a
disminuir progresivamente el número de escuelas que realiza agrupamiento y
reordenamiento académico, especialmente notorio en aquellos centros escolares que solo
tienen enseñanza secundaria. Es notorio, no sólo por la disminución de instituciones que
la realizan, considerando su uso común, sino porque en Chile ni la agrupación inicial ni el
reordenamiento académico están prohibidos ni siquiera regulados por ley (Treviño et al.,
2018), pudiendo hipotetizar el efecto performativo de otras políticas asociadas a inclusión
escolar, y que comienzan a ponerse en la palestra del escenario nacional e internacional en
las últimas décadas (Manghi et al., 2020).
Durante este periodo, en Chile se discutía el sentido general y las justificaciones éticas y
teóricas para la promulgación de legislación de garantía de derechos para el acceso escolar
y de diversificación de la composición social de los estudiantes en las escuelas financiada
por el Estado, mediante un único sistema de postulación escolar (Ley de Inclusión -Ley
N°21.015-, 2015). Y si bien, el alcance de esta investigación no buscó evaluar esta
legislación en los años de promulgación e implementación, es interesante explorar en
futuros estudios el efecto performativo de este dispositivo (Carrasco, 2013; Sisto, 2019) en
la construcción de nuevos mecanismos para la gestión de la heterogeneidad estudiantil
respecto a la distribución intra-escuela de los estudiantes en función de su rendimiento
académico, y que sostienen el argumento sobre la disminución de este prácticas menos
visibles.
En cuanto a las prácticas de disciplina punitiva, no fue posible describir su evolución en el
tiempo, pues a la fecha solo se cuenta con resultados para una cohorte de estudiantes. No
obstante, estos hallazgos sugieren que algunas de estas prácticas tienen una frecuencia
mayor que en otros países. Por ejemplo, los padres chilenos informan que cerca de un 2%
de los estudiantes sufrió algún intento de expulsión escolar durante el último año. Si bien
esta cifra no corresponde a expulsiones efectivas, es muy probable que un alto porcentaje
sí haya sido efectiva; comparando con la realidad norteamericana, que informó una tasa de
estudiantes expulsados de 0,22% (Digest of Education Statistics, 2018). De manera
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V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
castigo como mecanismo formativo presentes aún en las comunidades escolares, estén a la
base de su sustentabilidad.
Agradecimientos
Esta investigación fue posible gracias al Proyecto FONDECYT REGULAR 1191267; al
Proyecto FONIDE 1900118; al Programa de Investigación Asociativa CIE-160009 de la
Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID, Centro de Investigación
para la Educación Inclusiva); y al Fondo Basal FB-0003 del Centro de Investigación
Avanzada en Educación, Universidad de Chile. Las preguntas referidas a prácticas
punitivas fueron incorporadas en los Cuestionarios de Calidad y Contexto de la Educación
2018 de la Agencia de Calidad de la Educación, luego de haber sido seleccionada la
propuesta en la convocatoria para formular propuestas de preguntas en los mismos.
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Sebastián Ortiz
Psicólogo Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Magíster en Psicología
Educacional de la Universidad Chile. Académico del Departamento Disciplinar de
Psicología de la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso. Profesional de Investigación de
la Línea 1 en Convivencia Escolar y Bienestar del Centro de Investigación del Centro de
Investigación para la Educación Inclusiva (www.eduinclusiva.cl). Su interés científico ha
estado centrado en las condiciones psicosociales y pedagógicas que favorecen una escuela
democrática, temáticas asociadas a la violencia escolar y a las organizaciones sindicales
del profesorado. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0001-7877-3319. Email:
sebastian.ortiz@pucv.cl
Claudio Allende
Ingeniero Comercial con mención en Economía y Magíster en Políticas Públicas en la
Universidad de Chile; Diplomado en Políticas Públicas de la Universidad de Chicago.
Investigador asociado al Centro de Investigación Avanzada en Educación de la
Universidad de Chile. Ha desarrollado investigaciones en temas de educación superior,
escolaridad y evaluación de políticas públicas educacionales. ORCID ID:
https://orcid.org/0000-0002-6628-1787. Email: claudio.allende.gonzalez@gmail.com
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V. López, S. Ortiz, C. Allende, J. P. Valenzuela y L. González
Luis González
Ingeniero Comercial, Universidad de Chile. Profesional de Investigación del Centro de
Investigación del Centro de Investigación para la Educación Inclusiva
(www.eduinclusiva.cl). Ha desarrollado investigaciones en temas de educación escolar,
deserción escolar y clima escolar. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-2651-3528.
Email: lgonzalezh@fen.uchile
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Latin America is the region with the highest levels of inequality, a fact that is
reflected in their school systems. In the frame of a systematic application of market
policies, the high levels of school segregation in Chile are highlighted. This
phenomenon is related to different factors, one of them being the behavior of the
families when choosing a school. This study analyzes the families’ decision speeches
in two cases, formed by three different types of nearby schools –municipal, private
subsidized and private non-subsidized– where there are significant differences in the
socioeconomic composition of the student body. The cases show, therefore, the
existence of school segregation at a “micro-level”. The methodology of the study is
qualitative. The data was obtained by semi structured interviews of 54 mothers or
fathers. The results show that the “free choice” of schools is limited by the economic
resources, which restricts the options in the “school market”. Likewise, the existence
of socio-cultural elements determining the selection process of the families according
to their socioeconomic level and other factors was confirmed. It is concluded that the
process of school choice is a factor that produces school segregation.
Keywords: School segregation; Primary schools; Educational choice; Educational
quality; Urban areas.
1. Introducción
Latinoamérica es la región que a nivel mundial exhibe mayores grados de inequidad con
brechas notables en las condiciones de los sectores más y menos acomodados (CEPAL,
2018). Esta problemática se refleja en sus sistemas educativos caracterizados por intensos
niveles de segregación (Murillo, 2016; Murillo y Martínez-Garrido, 2017; Murillo et al.,
2018), problema que además constituye uno de los principales tópicos de investigación
educativa en la región (Murillo y Martínez-Garrido, 2019). Dentro de este escenario
destaca el caso chileno como uno de los sistemas con más bajo grado de integración
socioeconómica y académica (OCDE, 2019).
La segregación escolar alude a la disímil distribución de estudiantes entre escuelas en
función de características tales como su nivel socioeconómico, pertenencia a grupos
étnicos o minoritarios, condición de nativo o migrante o rendimiento académico (Murillo,
Belavi y Pinilla, 2018). Se trata de un fenómeno complejo en el que confluyen variables
estructurales y culturales, que Bellei (2013) organiza en tres categorías: contextuales,
institucionales y socioculturales. Los factores contextuales tienen relación con el escenario
en que se enmarcan los sistemas, siendo relevante la segregación residencial y otros
fenómenos: focos de pobreza, olas de migración, tendencias demográficas (Bonal y Bellei,
2018). Los factores institucionales, aluden a las regulaciones de los sistemas escolares y
en qué medidas sus políticas educativas favorecen la conformación de escuelas
heterogéneas. Los factores socioculturales se asocian a las apreciaciones, preferencias y
maniobras de las familias al elegir escuela.
Varios autores consideran que el alto nivel de segregación escolar en Chile se relaciona
con las políticas neoliberales aplicadas desde la década de los ‘80 (Bellei, 2015; Bellei et al.,
2018; Elacqua, Montt y Santos, 2013; Flores y Carrasco, 2013; Valenzuela, Bellei y de los
Ríos, 2014). En dicho periodo los establecimientos educacionales públicos fueron
traspasado en términos administrativos a los municipios desde el Ministerio de Educación
y se alentó la participación de privados a través del sistema de voucher que sigue a los
estudiantes. Con este mecanismo se financian establecimientos públicos y privados
subvencionados hasta la actualidad. Las familias son concebidas como protagonistas
porque tienen la tarea de escoger la escuela de sus hijos e hijas 1, generando competencia
entre éstas para tener financiamiento. Esta presión, teóricamente, llevaría a las escuelas a
entregar un servicio educativo mejor lo que impactaría positivamente en la calidad del
sistema (Bellei y Vanni, 2015, en Bellei, 2015). Para ello era fundamental que las familias
contaran con información sobre la calidad académica de las escuelas a fin de que pudieran
optar por “las mejores” (Hastings y Weinstein, 2008). Con el objeto de favorecer “buenas
decisiones” en 1988 fue creado el Sistema de Medición de la Calidad, SIMCE 2 (Bravo,
2011).
326
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
de los padres, nivel de ingresos mensuales, opinión sobre distintos aspectos del establecimiento
educativo). Para más detalles se recomienda visitar el sitio web www.agenciadecalidad.cl
327
C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
Este trabajo busca analizar discursos de elección de escuela de familias de estos tres tipos
de establecimiento. Se concibe la elección de escuela como una práctica sociocultural
(Carrasco, Falabella y Mendoza, 2015) que conjuga distintos elementos como fuentes de
información y criterios de elección entre otros. El trabajo asumió un enfoque cualitativo.
La producción de datos se realizó en dos casos, cada uno de ellos conformados por tres
escuelas que reflejan la diversidad existente en Chile. Estudios previos analizan las
motivaciones de familias sin considerar la ubicación geográfica de las escuelas. Este
trabajo, en cambio, analiza las preferencias de familias que escolarizan a sus hijos en
establecimientos de distinto tipo pero que se emplazan a escasos metros entre sí.
2. Revisión de literatura
La literatura especializada documenta que la libre elección de escuela influye sobre la
segregación escolar porque las familias no se aproximan a este proceso en las mismas
condiciones, siendo los sectores más favorecidos quienes se benefician en mayor medida
(Ball, 1993, 1995; Ball y Vincent, 1998; Ball, Bowe y Gewirtz, 1996; Broccolichi y Van
Zanten, 2000; Murillo et al., 2018; Van Zanten, 2003, 2015). La literatura chilena sobre el
tema es amplia, sin embargo, centramos la revisión en estudios cualitativos, ya que tienen
el mismo enfoque de este trabajo.
Se ha documentado que las familias de sectores pobres aspiran a escuelas que aseguren la
adquisición de aprendizajes, buenos profesores y directivos que mantengan un clima de
disciplina (Córdoba, 2014). Los resultados del SIMCE no son percibidos como un reflejo
de calidad y éstos no suelen ser utilizados salvo excepciones (Gubbins, 2013; Navarro,
2004; Raczynski et al., 2010). Estas familias buscan ofrecer a sus hijos un espacio en que
se reduzcan las desventajas y temores asociados a vivir en barrios estigmatizados (Bellei
et al., 2018). Asimismo, esperan que la experiencia escolar resulte placentera gracias al
apoyo de docentes, el buen trato y la apertura de la escuela (Gubbins, 2013).
Además, consideran importante que sus hijos tengan el menor contacto posible con
estudiantes percibidos como una amenaza o mala influencia por su apariencia, lenguaje,
comportamiento, consumo de alcohol o drogas o con familias percibidas como
delincuentes (Córdoba, 2014; Hernández y Raczynski, 2015; Navarro, 2004). En este
escenario el copago, aun cuando sea bajo, es un mecanismo que permite la exclusión de
determinados estudiantes. Cuando las escuelas que se encuentran cercanas a sus domicilios
no les ofrecen esta garantía están dispuestos a desplazarse hacia otros sectores (Bellei et
al., 2018; Córdoba, 2014;).
Los estudios con familias de nivel socioeconómico medio evidencian que éstas valoran
positivamente altos niveles de exigencia (Raczynski et al., 2010), que están más
informadas sobre los resultados del SIMCE y consideran éstos en sus decisiones (Rojas,
Falabella y Leyton, 2016). Aspiran a que sus hijos lleguen a la universidad y obtengan un
estatus social mayor (Bellei et al., 2018; Raczynski et al., 2010; Rojas, Falabella y Leyton,
2016). Un aspecto central es el temor de que sus hijos se mezclen con la “turba”, con
“flaites”, que representan la cultura marginal popular con tendencia a la ostentación
(Canales, Bellei y Orellana, 2016). El flaite es, además, la antítesis del habitus profesional
que buscan cultivar en sus hijos (Rojas, Falabella y Leyton, 2016). Por ello descartan
escuelas ubicadas en barrios percibidos como peligrosos o que atienden estudiantes de mal
comportamiento y/o vulnerables (Bellei et al., 2018; Raczynski et al. 2010).
328
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
3. Método
La investigación se desarrolló por medio de un estudio de casos de tipo descriptivo
exploratorio, privilegiando la comprensión profunda de unidades complejas en la
perspectiva de analizar un fenómeno en el cual concurren diferentes dimensiones (Della
Porta, 2013). Los dos casos presentados en este trabajo están compuestos por pequeños
conjuntos de tres escuelas distanciadas entre sí por aproximadamente 200 metros
alrededor de las cuales no existen otros establecimientos educativos en un radio de, al
menos, 500 metros desde el centroide. Este diseño buscaba analizar el fenómeno de la
segregación escolar en una escala mayor a la de estudios previos, efectuados a nivel de
municipios o ciudades. Los casos fueron denominados Unidad Geográfica Acotada (UGA)
originalmente en el proyecto de investigación en el cual se enmarca este estudio.
Este trabajo da cuenta de los hallazgos efectuados a través de entrevistas en dos UGAs.
Cada una de ellas está compuesta por tres establecimientos educativos que representan la
329
C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
330
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
El cuadro 1 informa sobre los costos para las familias por matrícula, aranceles y otros.
Como puede apreciarse, las escuelas municipales son gratuitas. Ambas, así como la escuela
privada subvencionada de la UGA 2, están adscritas al Sistema de Subvención Escolar
Preferencial, en adelante “SEP”, que implica que los estudiantes identificados como
prioritarios no requieren pagar si la escuela cobra por financiamiento compartido y que la
subvención otorgada por ellos es mayor. En las demás escuelas privadas, en cambio, se
debe pagar por concepto de matrícula y financiamiento compartido o aranceles. Existen
considerables diferencias en los montos solicitados por estas escuelas, sobre todo en la
UGA 1 donde el arancel de la privada no subvencionada es 8 veces superior al de la privada
subvencionada. En el caso de la UGA 2 la escuela privada no subvencionada cobra el triple
de la privada subvencionada.
La composición socioeconómica del alumnado de las escuelas de las mismas UGAs es
notablemente distinto. El cuadro 2 ofrece datos provenientes de SIMCE 2015 para 4°
básico. Como puede apreciarse los establecimientos municipales se caracterizan por
escolarizar en mayor medida a estudiantes cuyas madres y padres tienen menores niveles
educativos e ingresos mensuales, mientras las familias de escuelas privadas no
subvencionadas están en la situación opuesta, ocupando las familias de escuelas privadas
subvencionadas una posición intermedia. Esta tendencia se confirma analizando otros
datos de composición socioeconómica del estudiantado. El Índice de Vulnerabilidad
331
C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
Escolar (en adelante “IVE” 3) de 2015 para enseñanza básica, es mayor en las escuelas
municipales que en las privadas subvencionadas: 43,8% y 35,5% en la UGA 1 y 79,7% y
60,1% en la UGA 2.
Cuadro 1. Costes asumidos por familias en cada escuela, UGAs 1 y 2 (2016, en pesos
chilenos)
CASO /
MUNICIPAL PRIVADA SUBVENCIONADA PRIVADA NO SUBVENCIONADA
COSTOS
Postulación=$35.000
Matrícula=0 Matrícula= $10.000
Cuota de incorpor.=$1.300.000
UGA 1 Arancel=0 Arancel=$25.000-$40.000
Matrícula= $400.000
Adscrita a SEP No adscrita a SEP
Arancel= $340.000
Matrícula=0 Matrícula=$25.000
Matrícula=$150.000
UGA 2 Arancel=0 Arancel=$50.000
Arancel=$150.000
Adscrita a SEP Adscrita a SEP
Fuente: Elaboración propia en base a información recabada en trabajo de campo.
4. Resultados
4.1. Fuentes de información y proceso de admisión
En relación con las fuentes de información, las entrevistadas 4 de la UGA 1 (en todas las
escuelas) consideraron recomendaciones de conocidos, familiares o amigos, implicando
relaciones e interacción social. Esta tendencia se constata entre las familias de la escuela
3 Este índice busca caracterizar a los y las estudiantes en cuanto a sus necesidades respecto, por
ejemplo, a estado de salud o condición de pobreza. Se utiliza para la focalización de políticas
gubernamentales y entrega de servicios o beneficios. Es calculado para los establecimientos
educativos sostenidos con fondos públicos en base a información aportada por las familias. Su valor
oscila entre 0% y 100% y su elaboración está a cargo de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y
Becas JUNAEB. Para más detalles se recomienda visitar el sitio web www.junaeb.cl.
4 En la presentación de resultados se utiliza preferencialmente el género femenino porque de un
332
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334
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C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
336
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
5. Discusión y conclusiones
Nuestros hallazgos coinciden con la literatura previa en varios sentidos. Se pone en
evidencia, nuevamente, que la “libre” elección de escuela está condicionada por los recursos
económicos que definen el rango de opciones en el “mercado escolar”.
La cercanía es valorada por familias de distintos tipos de escuela, no obstante, es una
prioridad a la que están dispuestos a renunciar cuando las escuelas cercanas no cumplen
con su criterio de calidad. Las fuentes de información que predominan son las
recomendaciones y experiencias de familiares y amigos. El SIMCE tiene un lugar
secundario, excepto para algunas familias que optan por escuelas privadas (con o sin
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C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
338
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Finalmente, este trabajo aporta información sobre la diversidad en las lógicas de elección
de familias que optan por escuelas privadas no subvencionadas. Por una parte (UGA 2)
encontramos familias que se informan preferentemente por fuentes oficiales y
estandarizadas sobre la "calidad académica", evalúan las "ofertas" del "mercado escolar"
según precio/calidad y están preocupadas del tipo de compañero de sus hijos. Se trata de
familias que coinciden con el perfil “nueva clase media” propuesto por Bellei y otros
(2018), siendo el único grupo que se acerca en mayor medida al comportamiento ideal de
la teoría de la libre elección de escuela. En la UGA 1 las familias representan un perfil
inusual, porque privilegian un proyecto educativo con sello de inclusión, metodologías de
aprendizaje innovadoras y formación valórica. Su perfil es más cercano a la “clase media
tradicional” o “clase alta” (Bellei et al., 2018).
Identificamos dos debilidades en este trabajo. La primera es que se trata de un estudio
basado únicamente en dos casos. La segunda es que por motivos de espacio no se ahonda
en resultados que permitirían complementar algunas de las conclusiones presentadas,
como los obtenidos a través de las observaciones en los barrios.
El estudio de la segregación escolar en Chile tiene diversas aristas que será necesario
abordar en futuras investigaciones. En primer término, es imprescindible analizar el efecto
que tendrá el nuevo Sistema de Admisión Escolar SAE implementado en el marco de la
aplicación de la Ley de Inclusión. A través de éste se pone fin a los procesos de selección
de estudiantes por parte de escuelas sostenidas con fondos públicos, lo que teóricamente
implica mayores posibilidades de elección para las familias. Sin embargo, los estudios que
analizan sus opciones en este nuevo contexto muestran que las pautas de elección
(especialmente de los grupos más desaventajados) gozan de bastante estabilidad (Carrasco
y Honey, 2019; Sillard, Garay y Troncoso, 2018). Esto se explica en parte porque debido
a la implementación gradual de la medida del fin al copago, aún hay establecimientos con
este mecanismo de financiamiento.
Junto a ello, la incorporación creciente de estudiantes migrantes en el sistema escolar
chileno sugiere la aparición de nuevas formas de segregación escolar: este alumnado está
siendo atendido preferentemente por establecimientos públicos (CEM, 2019) y, además,
dentro de este sector su distribución no se produce de forma homogénea siendo algunas
escuelas las que tienden a escolarizarlos en mayor medida (Castillo, Santa Cruz y Vega,
2018).
A la luz de estas consideraciones la construcción de un sistema escolar más integrado en
términos académicos y socioeconómicos continuará siendo uno de los desafíos más
relevantes del sistema escolar chileno para los años venideros.
Agradecimientos
Este trabajo se enmarca en el Proyecto FONDECYT de Iniciación a la Investigación
N°11130149. Se agradece el apoyo del Programa.
Se utilizó como fuente de información las bases de datos de la Agencia de Calidad de la
Educación. Los autores agradecen a la Agencia de Calidad de la Educación el acceso a la
información. Todos los resultados del estudio son de responsabilidad de los autores y en
nada comprometen a dicha institución.
339
C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
Referencias
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340
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
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C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
342
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
343
C. Córdoba, A. Laborda y C. Reyes
Alonso Laborda
Antropólogo Social de la Universidad de Chile y Magíster en Psicología Educacional de
la Universidad de Chile. Investigador del Centro de Enseñanza Aprendizaje Campus Sur
de la Universidad de Chile. Sus líneas de estudio han estado centradas en orientación para
el aprendizaje en educación superior y los procesos de elección de escuela en relación con
la segregación socioeconómica y a la integración de familias inmigrantes al sistema escolar
chileno. ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-3988-4942. Email:
alonso.laborda@uchile.cl
Claudia Reyes
Antropóloga Social de la Universidad de Chile. Tesista en proyecto Fondecyt N°
11130149 “Análisis de la segregación escolar socioeconómica en Enseñanza Básica”,
contexto en el cual desarrolló la tesis “Representaciones sociales de las familias sobre
educación y su incidencia en la elección de escuela”. Sistematizadora de información en
“Proceso de consulta a expertos sobre propuesta de Bases Curriculares de 3° y 4° medio
para el futuro en Educación”, organizado por el PNUD y MINEDUC, 2017. Asesora
metodológica para Proyecto de Investigación “Educational imaginaries in motion:
Toward a Cultural Political Economic understanding of the chilean educational reform”,
Facultad de Educación, Universidad de Cambridge, 2019. ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-6295-5019. Email: cpreyes@ug.uchile.cl
344
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 345-362.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.014
1. Introducción
El sociólogo argentino Néstor López (2005) sostiene que los sistemas educativos
latinoamericanos están enfrentados a múltiples desafíos y, ante la evidencia de la
propagación de fenómenos de exclusión, marginalidad o de ruptura de lazos sociales
mínimos, se pregunta si los sistemas educativos están en condiciones de desarrollar
estrategias acordes a cada uno de ellos, o, por el contrario, se estarían conformando
configuraciones sociales frente a las cuales no habría pedagogía posible. La chilena
Magdalena Rossetti (2014) complejiza este cuestionamiento al señalar que las
desigualdades en los sistemas educativos de la región son profundas y se expresan en
diversas dimensiones, las mismas que afectan la calidad de los servicios educativos, en
cuanto a infraestructura, prestigio, el tamaño de las escuelas y los profesores que trabajan
en ellas. Los resultados de las evaluaciones estandarizadas, tanto nacionales como
internacionales, no hacen sino confirmar estas desigualdades entre los estudiantes, en
cuanto evidencian las profundas brechas en los logros de aprendizaje, tanto entre los
países de la región como al interior de los mismos.
Estas preocupaciones son las que han marcado parte de la agenda de la investigación en
América Latina en las últimas décadas, y si bien hay una importante tradición histórica de
estudios sobre inclusión y equidad educativa en la región, no es sino hasta la primera
década del nuevo siglo que el crecimiento de este tipo de investigaciones es notorio (Plá,
2015). Al respecto, es interesante el estudio de Murillo y Martínez-Garrido (2019) en el
cual se identifica que dentro de las investigaciones vinculadas a los sistemas educativos
y/o políticas educativas de la región, se estudian los temas relacionados a calidad de la
educación, equidad, acceso a la educación, reforma escolar, segregación escolar, legislación
educativa y políticas educativas públicas.
La segregación escolar –entendida como la distribución desigual de los estudiantes en las
escuelas en función de sus características personales o sociales– es un elemento de la
equidad educativa que tiene una clara incidencia en la desigualdad social (Murillo, 2016).
Ésta tiene que ver directamente con la organización y estructura del sistema educativo de
un país, porque un sistema educativo que segrega, además de ser ineficiente, limita las
posibilidades de desarrollo de sus estudiantes, sobre todo las de los más vulnerables
(Martínez y Ferrer, 2018).
Dada la vigencia del tema para la región, desde una mirada de las desigualdades sociales
y la necesidad de contar con sistemas educativos que apuesten por la equidad, este trabajo
tiene como propósito revisar la investigación realizada sobre segregación escolar en
América Latina en las últimas décadas. Concretamente trata de ver qué y cómo se ha
venido investigando la segregación escolar en la región a partir de la revisión de diferentes
documentos de investigación publicados sobre el tema.
2. Revisión de la literatura
Los sistemas educativos de la región nunca estuvieron estáticos, y es que desde la ola de
reformas educativas en los años sesenta del siglo pasado, se dieron diversos procesos de
transformación desarrollados como resultado de políticas orientadas a modificar algunos
aspectos de su funcionamiento (Braslavsky y Cosse, 1996). Así, los modelos educativos
implementados en las reformas educativas de los noventa en América Latina lograron una
346
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
347
S. Carrillo
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
3. Método
En este estudio se presentan los resultados obtenidos a partir de un análisis sobre la
actividad científica de las principales líneas de investigación relacionadas a la segregación
escolar en América Latina durante el periodo 2006-2020.
349
S. Carrillo
1Para el caso del año 2020, se seleccionaron los publicados en el primer trimestre y además se tuvo
acceso a un grupo de publicaciones aprobadas y en proceso de publicación.
350
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
4. Resultados
A continuación, se describen los resultados de este estudio en función de las tres categorías
desarrolladas.
4.1. Caracterización del material analizado
Se identificaron 86 documentos relacionados a la investigación sobre segregación escolar
en América Latina. El 73% de ellos publicados en revistas (59 en revistas indexadas y 3
en revistas arbitradas), 14% publicados como documentos (7 de centros de investigación,
5 de organismos internacionales), 12% capítulos de libros (5 publicados en inglés y 5 en
castellano) y 2% otros (uno en acta de congreso y otro es un informe de investigación)
(figura 1).
2%
12%
Artículos en revistas
Documentos de trabajo
14%
Capítulos de libro
73%
Otros
18
16
15
12 12
11
9
8
7 7 7
6 6
4
3 3
1 1 1 1 1
0
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020*
351
S. Carrillo
Entre los países que participan de este análisis, destaca Chile, con la tercera parte de la
producción (30 publicaciones, que corresponde al 35% del total), continúan Argentina y
Perú con 12 publicaciones cada uno (14%) y Brasil 11 (13%). Asimismo, se encuentra un
importante número de investigaciones comparadas de América Latina sobre segregación
escolar (11 publicaciones, que corresponden al 13% del total).
40%
35%
35%
30%
25%
20%
14% 14% 13% 13%
15%
10%
3% 3% 2%
5% 1% 1%
0%
18 17
16
14
12 10
10 9 9
8 7 7
6 4
4 3 3 3 3
2
2 1 111 1 1 1 1 1
0 0 0 0 0 00 00
0
Cbile Argentina Perú Brasil América Colombia Mexico Uruguay Ecuador República
Latina Dominicana
352
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Así, se muestra claramente que en la primera década de este siglo (2006-2010), Chile,
Brasil Colombia, México y Uruguay publicaron los primeros siete estudios sobre
segregación escolar, vinculados a temas de financiamiento de la educación y organización
del sistema educativo (Chile), así como desigualdades de origen (Colombia y México),
migración (Chile) y desigualdades y oportunidades educativas en el marco de la
organización de las ciudades (Brasil y Uruguay).
Pero es en el siguiente quinquenio (2011-2015) que tanto Chile como Argentina y Brasil
toman ventaja en este tipo de estudios (entre 7 y 10 estudios), para continuar con Perú y
los estudios comparados en el segundo quinquenio (2016-2020) (entre 7 y 9 estudios),
surgiendo, además, nuevos países en la escena (Ecuador, República Dominicana y
nuevamente Uruguay).
4.2. Tipos de segregación escolar que se investigan en América Latina
La segregación escolar, entendida como a la distribución desigual de los estudiantes en las
escuelas, en función de sus características personales, culturales o sociales –especialmente
en términos de su etnia y origen social, se estudia según tres tipos de segregación: la
relacionada al nivel socioeconómico, la étnico-cultural y la académica. Se encontró que la
segregación por nivel socioeconómico es la más investigada en la región (80%) (Gráfico
5).
5%
353
S. Carrillo
de la región. En los casos de Chile, Perú, Argentina y Brasil se puede identificar un grupo
de investigadores que han venido profundizando la segregación escolar por nivel
socioeconómico en el tiempo, principalmente los estudios cuantitativos que manejan las
bases de datos de las evaluaciones estandarizadas, como se verá más adelante.
Así, a partir del mecanismo de la selección de escuelas (school choice) y el financiamiento
de la educación, Chile profundiza la segregación y la igualdad de oportunidades en el
marco del financiamiento compartido y las escuelas subvencionadas, mientras que Perú lo
hace desde una mirada a la expansión de la oferta privada de bajo costo y sin regulación
por parte del Estado lo que ha venido profundizando este fenómeno en el país. Argentina
hace énfasis en las desigualdades y el incremento de la segregación que genera la oferta
pública y privada. Brasil por su parte, pone la atención la composición escolar y cómo los
turnos escolares (matutino, vespertino y nocturno) si bien generan mayor cobertura,
profundizan la segregación. Colombia, por otro lado, enfatiza las clases sociales y los
antecedentes de las familias para elegir y priorizar la escolarización de sus hijos. Los
estudios de Ecuador, República Dominicana y Uruguay son bastante recientes y consisten
en una visión panorámica y descriptiva de los altos niveles de segregación escolar por
nivel socioeconómico en cada país y con detalle de la segregación en cada una de sus
regiones o departamentos.
Las investigaciones comparadas de la segregación escolar por nivel socioeconómico en
América Latina cobran mayor fuerza en el 2015. En la mayoría de ellos se utilizan las
bases de datos de PISA en sus diferentes versiones (evaluaciones entre el año 2000 y 2015)
y las evaluaciones del Segundo (SERCE) y Tercer (TERCE) Estudio Regional
Comparativo y Explicativo de la UNESCO (2008, 2015). En estos estudios se comparan
los niveles de segregación de los países y en algunos casos se mide la evolución de la
segregación. Gracias a estos estudios se puede identificar cómo se comportan los países
en el tiempo. En general los estudios recientes coinciden que hay una reducción de la
segregación en algunos de los países comparados durante los últimos años, pero esta
disminución es muy discreta en comparación con la alta segregación que presentan,
además, encuentran que en la mayoría de los países en que la segregación disminuye, lo
hace en los estudiantes de familias de mayor nivel socioeconómico, incrementándose en
los de menor (Krüger, 2019; Murillo, Duk y Martínez-Garrido, 2018), lo cual es una
evidencia importante para seguir profundizando en esta línea de investigación.
4.2.2. Segregación escolar étnico-cultural
Un siguiente tipo de segregación es la segregación escolar étnico-cultural. En estos
estudios los grupos étnico raciales o de procedencia migrante (o nativos) son comparados
con el resto de estudiantes, con relación a su nivel de segregación en el sistema educativo.
En este caso el volumen de producción es menor (13 investigaciones) al anterior y se
subdivide en dos tipos: la segregación étnico-racial (10) y la segregación por procedencia
inmigrante/nativo (3).
La segregación étnico-racial, como se señaló, ha sido muy estudiada en los Estados Unidos
especialmente en las décadas de los años 60 y 70 (segregación enfocada en los
afroamericanos) pero con continuidad hasta la actualidad (relacionado a la presencia de la
población hispana). En América Latina, sin embargo, el interés se focaliza en la
segregación escolar de los estudiantes de familias pertenecientes a la población indígena,
aunque para el caso de Brasil el foco está en los afrodescendientes, principalmente.
354
REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
355
S. Carrillo
territorios. El primer estudio data del 2007 y es de Uruguay, le siguen 4 estudios de Brasil
(desarrollados entre el 2009 y 2012) y 4 estudios de Chile (entre los años 2013 y 2018).
4.3. Metodología utilizada para estudiar la segregación escolar en la región
Una revisión de la metodología utilizada en los estudios identificados muestra que la
mayoría de las investigaciones utilizan una metodología cuantitativa (48 estudios, 56%)
para el análisis, seguido de una metodología cualitativa (30 estudios, 35%) y el uso de
métodos mixtos (8 estudios, 9%) (figura 6).
9%
Métodos Cuantitativos
Métodos Cualitativos
356
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S. Carrillo
5. Discusión y conclusiones
Este artículo ha tenido como objetivo revisar la productividad científica sobre segregación
escolar en América Latina desde el año 2006 hasta primer trimestre del año 2020. Con ese
propósito, se ofrece un estudio sobre qué se investiga y cómo se investiga este fenómeno
en la región.
Una primera conclusión que se desprende de esta revisión, es que el estudio de la
segregación escolar es bastante reciente para América Latina (no tiene más de dos
décadas) y que los estudios han ido incrementándose, de manera sostenida, en el
transcurso de los años. Este hallazgo evidencia un interés creciente por el tema, así como
un enorme potencial en la medida que tiene un impacto directo en la atención a los
problemas de las desigualdades, los cuales conllevan a problemas sociales más complejos.
Una segunda conclusión es que los estudios sobre segregación escolar revisados para esta
investigación están fuertemente vinculados a los temas de desigualdad, lo cual no es un
tema menor. Un ejemplo evidente tiene que ver con la identificación de temas globales,
como el desarrollo de los cuasi-mercados educativos, que debilitan la equidad dentro de
los sistemas educativos (Alegre, 2010) y cómo gran parte de las investigaciones
identificadas para este estudio responden a la necesidad de generar evidencias de cómo
estas desigualdades se profundizan en sistemas educativos marcados por esta lógica de
cuasi-mercado, que ha sido parte de la respuesta a ampliar la cobertura en la región,
sumado a un debilitamiento de la capacidad integradora de los Estados, lo que conllevó a
un gradual retiro de los mismos en la provisión de los servicios públicos (Krüger, 2018;
López, 2005).
Una tercera conclusión se refiere al contexto de los propios países, en el marco de sus
propias trayectorias, características de sus sistemas educativos y acciones desarrolladas
como respuestas a sus problemáticas, lo que explica, en parte la desigualdad de
publicaciones seleccionadas a nivel de países. En ese sentido, se identifica que si bien hay
problemáticas específicas por país, los desafíos son compartidos, por lo que las
investigaciones desarrolladas aportan a un conocimiento común. Por ejemplo, los estudios
de Chile, Argentina y Perú sobre efectos de la privatización educativa en la segregación
escolar, o los casos de México y Brasil donde el interés se enfoca hacia el origen étnico-
racial y la segregación. De esta manera, América Latina viene incrementando un
importante cuerpo académico sobre el tema, que se enriquece frente a los desafíos de los
propios países y de la región misma.
Una cuarta conclusión tiene que ver con la orientación de la investigación sobre
segregación escolar en la región. En ese sentido, si bien se identifica que lo avanzando a
la fecha está más relacionado a la segregación escolar por nivel socioeconómico, queda un
largo camino por recorrer relacionado a la investigación en segregación étnico-cultural y
segregación académica, asumiendo que la región tiene sus propias características con
respecto a la diversidades étnico-raciales de su población, así como los fenómenos de
migración y logros escolares. Estas dimensiones son muy necesarias de conocer a mayor
escala y profundizar en pro de la equidad.
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
Una quinta y última conclusión se relaciona con el avance obtenido en las investigaciones
que tienen un diseño metodológico cuantitativo. Las bases datos accesibles y confiables,
tanto internacionales como nacionales, aportan a seguir desarrollando estas
investigaciones cuantitativas con mayor amplitud. Sin embargo, se destaca también el
interés creciente por el uso de métodos cualitativos y métodos mixtos, como un
acercamiento para darle mayor profundidad al conocimiento del tema. Estos últimos son
de vital importancia porque permiten contrastar datos oficiales con información recabada
directamente a los propios actores en las comunidades escolares.
Finalmente, se reconoce que, si bien el análisis tiene un conjunto de limitaciones debido a
su naturaleza descriptiva, abre una agenda de investigación importante para América
Latina. En ese sentido, un siguiente paso sería el desarrollo de una revisión sistemática
que dé cuenta de un estado del arte de la segregación escolar en la región, de tal manera
que pueda profundizar y complementar lo desarrollado en este estudio.
El contar con conocimiento sobre la segregación escolar no solo ayuda a comprender
mejor el fenómeno, sino que lo visibiliza y contribuye a contar con mayores y mejores
evidencias, así como las posibilidades de ofrecer insumos que aporten al diseño de políticas
educativas y a la toma de daciones. Como señalan Bonal y Bellei (2018), la segregación
escolar necesita ser explicada y entendida, tanto desde los factores externos a los sistemas
educativos, como en sus características propias y políticas educativas específicas, por lo
que la investigación en este tema se vuelve un asunto central.
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Breve CV de la autora
Sandra Carrillo
Investigadora del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y profesora de la Pontificia
Universidad Católica del Perú (PUCP). Es magíster en Políticas Públicas y Sociales por
la Universidad Pompeu Fabra (España) y en Políticas Educativas por la Universidad
Alberto Hurtado (Chile). Licenciada en Psicología Educacional por la Pontificia
Universidad Católica del Perú (PUCP). Actualmente realiza el doctorado en Educación en
la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Sus trabajos e investigaciones están
relacionadas a las reformas y políticas educativas, estudios de género, desigualdades
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 2020, 18(4), 363-378.
https://doi.org/10.15366/reice2020.18.4.015
1. Introducción
La incorporación de España a los estados receptores de migrantes, se produjo en paralelo
con el desarrollo económico y social que se inició en los años 90. Sin embargo, el impacto
de los flujos migratorios no está distribuido de forma homogénea en las distintas
Comunidades Autónomas, debido principalmente a las oportunidades de empleo
disponibles en cada zona geográfica, especialmente en el sector agrario, el servicio
doméstico y el sector del comercio. Dicha diferencia en la distribución se refleja del mismo
modo, en los contextos escolares, cuyo alumnado extranjero procede de Latinoamérica,
países del Magreb, África subsahariana, Asia Oriental, Europa del Este e incluso alumnos
y alumnas procedentes de la propia Unión Europea (Consejo Económico y Social, 2019).
Dicho lo anterior, cabe indica que el eterno y controvertido debate sobre la calidad y la
equidad educativa ha producido cambios y reformas en el sistema educativo, fruto de una
sociedad dinámica y un escenario político cambiante. Desgraciadamente, este escenario no
logra superar las desigualdades entre la inclusión de los privilegiados y la exclusión de los
desfavorecidos que también aspiran a que le garanticen más y mejor educación. En una
reflexión sobre la calidad educativa, Escudero (2014) sostiene que es un principio
inherente al derecho a una educación digna, efectiva y democrática cuyo compromiso
moral sería la satisfacción de las necesidades y expectativas de los discentes con
consistencia y perfeccionamiento de ciertos procesos educativos, para la transformación y
cohesión social. En cuanto a la equidad educativa, Sánchez-Santamaría y Manzanares
(2012) manifiestan que se debería correlacionar positivamente la equidad de acceso, donde
todos pueden acceder al sistema educativo; la equidad de oferta, que permite acceder a
todos a las mismas oportunidades educativas, ajustando el nivel al ritmo y capacidades de
aprendizaje de cada alumno y alumna; la equidad de proceso, que promueve y genera
condiciones, experiencias y situaciones pedagógicas orientadas al éxito educativo para
todos, garantizado la permanencia en el sistema educativo; y, por último, la equidad de
resultados que garantice que todo el alumnado alcance las mismas metas a nivel de
competencias básicas en las distintas etapas educativas.
No obstante, lograr el cumplimiento de estas aspiraciones de gran relieve y trascendencia
social y educativa, implica garantizar la igualdad en los logros educativos y en las
oportunidades, todavía a día de hoy, ausentes especialmente en el tema que nos ocupa. Así,
la irrupción del alumnado migrante en los centros educativos españoles, es relativamente
reciente en comparación con otros contextos europeos. Su incorporación cuenta ya con
tres décadas de presencia en el sistema educativo, desde sus inicios en 1990 hasta 2020,
constituyendo la primera generación de este "nuevo" alumnado. Ante la presencia de los
mismos, el marco legal incorpora como novedades la no discriminación, y el respecto por
la diversidad de procedencias, junto a la igualdad de oportunidades de género, como
principios de la educación, en el artículo 2.3 de la Ley de Ordenación General del Sistema
Educativo (LOGSE, 1990), estableciendo la efectiva igualdad de derechos entre los sexos,
el rechazo a todo tipo de discriminación, y el respeto a todas las culturas. A continuación,
se insiste en el derecho a la educación del alumnado migrante (4/2000) en su artículo 9.1
que pasamos a transcribir: los extranjeros menores de dieciséis años tienen el derecho y el
deber a la educación, que incluye el acceso a una enseñanza básica, gratuita y obligatoria.
Los extranjeros menores de dieciocho años también tienen derecho a la enseñanza
postobligatoria. Y de forma persistente aparece la integración de los mismos en el artículo
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REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación
9.3, que establece que los poderes públicos promoverán que los extranjeros puedan recibir
enseñanzas para su mejor integración social.
Ante la urgencia de dar respuesta a este fuerte incremento de alumnos extranjeros en las
aulas en la primera década, el sistema educativo español ha ido poniendo en marcha de
manera progresiva y a veces apresurada, distintas acciones y medidas en los centros
educativos. Es lo que se afirma en el artículo 42.1 de La Ley de Calidad de la Educación
(LOCE, 2002) que pasamos a transcribir: las Administraciones educativas favorecerán la
incorporación al sistema educativo de los alumnos procedentes de países extranjeros,
especialmente en edad de escolarización obligatoria. Para los alumnos que desconozcan la
lengua y cultura española, o que presenten graves carencias en conocimientos básicos, las
administraciones educativas desarrollarán programas específicos de aprendizaje, con la
finalidad de facilitar su integración en el nivel correspondiente. Matizando en el artículo
42.2 que los programas a que hace referencia el apartado anterior se podrán impartir, de
acuerdo con la planificación de las Administraciones educativas, en aulas específicas
establecidas en centros que impartan enseñanzas en régimen ordinario. El desarrollo de
estos programas será simultáneo a la escolarización de los alumnos en los grupos
ordinarios, conforme al nivel y evolución de su aprendizaje.
Lejos de olvidarse de aquellos alumnos migrantes que presentan mayores riesgos de
fracaso y abandono escolar estimulados por su incorporación tardía al sistema educativo,
aparece la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2006), en su artículo 78.1 en donde se afirma
que corresponde a las administraciones publicas favorecer la incorporación al sistema
educativo de los alumnos que, por proceder de otros países o por cualquier otro motivo,
se incorporen de forma tardía al sistema educativo español. Dicha incorporación se
garantizará, en todo caso, en la edad de escolarización obligatoria. Casi una década
después, aparece el borrador de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora
de la calidad educativa (LOMCE, 2013), que matiza en su artículo 2 la formación en el
respeto y reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de España y la
interculturalidad como un elemento enriquecedor de la sociedad. Y recientemente, el
Consejo de Ministros ha aprobado con fecha de 03/03/2020 un Proyecto de Ley Orgánica
de Modificación de la Ley de Educación (LOMLOE, 2020) que pretende mejorar la calidad
educativa siguiendo las directrices de la OCDE, y tal y como plantea la Agenda 2030,
resaltando la necesidad de una distribución equilibrada del alumnado, así como reforzar la
prevención de la segregación –algo que afecta a la población migrante– entre escuelas y
entre las redes pública y concertada, para que todos los alumnos tengan las mismas
oportunidades.
Repárese en que los distintos textos legales afirman su compromiso educativo y social sin
exclusiones, algo que han recalcado los países miembros de la UNESCO en la Agenda
Educativa 2030 “Asegurar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover
oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos y todas”. En la práctica
escolar, sin embargo, se confirman los tímidos avances, en donde pocos alumnos de origen
migrante aspiran a cursar una titulación universitaria; los más resilientes confían en
lograrlo y otros, apenas se lo plantean por las bajas expectativas en superar las dificultades
en las distintas etapas del proceso formativo. Prueba de ello es la polarización y
segregación escolar, el abandono escolar en Educación Secundaria y la baja tasa de dicho
alumnado en la universidad. En tal sentido, se nos plantean los siguientes interrogantes
interrelacionados entre sí, a los que trataremos de dar respuesta en el presente trabajo:
¿cuáles son los detonantes de la aparición de la polarización escolar?, ¿cuáles son los
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todas ellas, bajo el concepto de aulas lingüísticas para el aprendizaje del castellano como
lengua vehicular, como único cometido. Desde esta perspectiva, no facilitan la integración
sociocultural del alumnado migrante como se pretendía en un principio, teniendo en
cuenta que el apoyo se realiza fuera del aula ordinaria, siguiendo las directrices del enfoque
segregacionista que genera aislamiento y desconexión (Nikleva, 2014), en lugar de
implementar el modelo inclusivo, que se centra en la atención en el aula ordinaria, como
la opción más idónea para facilitar la comunicación con los autóctonos. Algo que produce
un impacto emocional significativo, en cuanto al proceso de construcción de identidad de
los menores, inmerso en un escenario complejo que se canaliza hacia la identidad
comunitaria, como única salida posible (Chamseddine, 2015, p. 201).
En un principio, la creación de dichas medidas pretendía favorecer el acceso, permanencia
y promoción en el sistema educativo de dicho alumnado. No obstante, encontramos
diferencias muy significativas entre las Comunidades Autónomas, donde el acceso
atendiendo a la edad puede variar según cada Comunidad, ya que el programa sólo se
aplica en Educación Secundaria, en algunas de ella, teniendo en cuenta que, en un
principio, abarcaría también el segundo ciclo de educación primaria. También existen
diferencias en el periodo de permanencia y la prórroga, donde unas permiten, un trimestre,
otros dos trimestres e incluso tres trimestres. Y en cuanto a la promoción, existe una
descoordinación palpable entre el profesor especialista y el del aula de referencia a la hora
de incorporar el alumnado al grupo ordinario (Arroyo, 2011). Los profesores especialistas
no disponen de un marco institucional adecuado para el desarrollo de funciones y tareas,
que suelen ser desconocidas por los propios equipos directivos y los docentes de los
centros educativos, lo cual dificulta las labores de coordinación y planificación de
actuaciones (Guerrero, 2013). Esta ausencia de reconocimiento profesional, agudiza la
presencia de conflictos y desmotivación de los propios docentes. Del mismo modo,
aparecen diferencias de criterios azarosos entre Comunidades Autónomas, en cuanto al
perfil y formación del profesorado. Se puede confirmar que el perfil de los docentes es
diverso, y el requisito de la formación específica y la experiencia en educación
compensatoria o en atención a la diversidad, no se exige ni se cumple en todas las
Comunidades Autónomas, teniendo en cuenta las dificultades para afrontar la intervención
educativa, la comunicación con las familias, y la coordinación con el resto de los docentes
(Arroyo, 2011).
Asimismo, no dejan de ser paradójicos los criterios establecidos para solicitar la aplicación
de dichos programas. En cada Comunidad Autónoma se exige un número determinado de
alumnos, que pueden ser 6, 10, 15, 20 o 30, con un informe psicopedagógico previo, y de
conformidad con la familia, etc., que a menudo no se adecua a la realidad de dichos centros,
ni se dotan de los recursos suficientes. En ocasiones el docente es compartido con otros
dos institutos, donde apenas superan las diez horas semanales, cuando la asistencia a estos
grupos es de 10 horas semanales en educación primaria y 15 en Educación Secundaria. En
síntesis, digamos que pocas son las voces que se atreven a defender estos programas y
medidas de mayor discusión, controversia sin evaluación, ni seguimiento exhaustivo.
Arroyo (2011), advierte sobre la ausencia de reflexión crítica acerca de la viabilidad de
dichas medidas, en cuanto a aspectos vinculados a la inclusión educativa, basada en los
cambios adecuados, con programas curriculares docentes, con objetivos claros, reales y
alcanzables.
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Otro factor estructural, que viene a reforzar los determinantes señalados anteriormente
es la escasa formación inicial, como permanente del profesorado, cuanto en la atención a
la diversidad cultural en las aulas, que a menudo estimula la frustración y poca implicación
de estos profesionales que se ven desbordados por la situación (Santos y Lorenzo, 2009).
Desde luego, un examen exhaustivo de los planes de formación de las distintas
universidades españolas, nos remiten a que la asignatura de educación intercultural
aparece como materia optativa o de libre configuración. Lo que importa es formar a
profesionales para afrontar las nuevas realidades en los centros educativos, y que sean
capaces de generar diálogos críticos, y resilientes entre alumnados procedentes de diversas
culturas (Massot et al., 2013; Molina-Pérez y Luengo, 2020). Formación cuyo pilar es
transmitir conocimientos, habilidades y actitudes que conducen a la construcción un
docente inclusivo capaz de articular la relación entre formación inicial y desarrollo
profesional con la idea esencial de la transformación educativa a través de prácticas
pedagógicas de los siguientes propósitos (Echeita, 2012):
Propósitos afectivos, reforzando la seguridad, la confianza, el sentido de competencia
y de control y el interés; propósitos sociales, incrementando el sentido de aceptación,
reconocimiento, valoración, y pertenencia a una comunidad/grupo; y propósitos
intelectuales, asegurando mejorar el acceso, el significado, la aplicación y el
razonamiento relevante. (p. 15)
Otro de los problemas estructurales no resueltos, es la necesidad de profundizar en los
efectos de la discontinuidad del profesorado con experiencia en los centros educativos,
ubicados en contextos vulnerables, y las consecuencias de sustituirles por profesores
nóveles –algo que hemos detectado en numerosos centros educativos de la Región de
Murcia, y que apenas existen investigaciones empíricas al respecto–. La gestión del
profesorado interino, en ocasiones insuficiente e inadecuada, genera un cambio de
alumnos, de centro, de compañeros y de contexto escolar, que se da incluso varias veces
en el mismo curso escolar, donde con frecuencia, el docente interino debe ceñirse a una
programación ajena, y por criterios pedagógicos del titular de la plaza. Prescindir de este
profesorado con experiencia en centros con mayor concentración de alumnado migrante,
para sustituirles por un profesorado novel, que tiene que adaptarse a una serie de
demandas y exigencias de los centros educativos en contextos desfavorecidos, repercute
en nuestra opinión, negativamente en todos los actores implicados en el proceso formativo
de los alumnos migrantes. Del mismo modo, creemos que aumenta la probabilidad de
fracaso escolar de los mismos. Es preciso, por tanto, garantizar que dichos centros cuenten
con la selección de los mejores profesionales, así como promover la estabilidad laboral de
los mismos.
Unido a estos hechos consideramos preciso referir la escasa e intermitente presencia de la
figura del mediador o mediadora intercultural en los centros educativos. Se trata de una
profesión emergente en proceso de construcción (Iglesias, Pastor y Rondón, 2017). Su
cometido como soporte de apoyo especializado es esencial para los equipos directivos y
docentes (Martínez, Sahuquillo y García, 2012), así como para las propias familias
migrantes (Casasempere, 2013). Su liderazgo inclusivo (Fernández Enguita, 2007;
Rodorigo, Fernández-Larragueta y Fernández-Sierra, 2019), y transformador de la
realidad social (Fernández-Larragueta, Rodrigo y Fernández Sierra, 2014), permite
clarificar peculiaridades culturales y eliminar las barreras lingüísticas (Catarci, 2016), para
impulsar los cauces participativos que consoliden la convivencia intercultural en los
contextos escolares (Ibarrola e Iriarte, 2013; Ospina, 2016). En tal sentido, Chamseddine
(2018a) matiza que la función del mediador o mediadora intercultural:
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4. Para concluir
Sabemos que, hoy no falta quien presente la migración como amenaza con una lectura
pesimista e institucionalizada, convertida en una mera arma electoral donde se emplea la
diferencia cultural, para establecer la marginación y la exclusión social. Por tanto, sería
acuciante reconvertir esta tendencia creciente que aborda la migración desde la
criminalización y la seguridad nacional, generando tensiones y miedos, a una gobernanza
de la migración, que priorice sus derechos e intereses, haciendo hincapié en su aportación
a la estructura económica y social (Canales, 2013).
De tal posicionamiento excluyente, no se libran ni los niños y niñas de origen migrante ni
sus familiares, algo que se ve reflejado en el discurso tozudo e irreconciliable de los centros
educativos en general, y del propio profesorado en particular, sustentados por la
desentonación temeraria producida en las últimas tres décadas en la gestión educativa y
administrativa de dicha materia. Ese empeño de implantar y legitimar las desigualdades
en la dinámica escolar, modifica el recorrido de unos estudiantes que pasan, teóricamente,
hablando, de situaciones de inclusión educativa a situaciones de exclusión escolar, y por
tanto social. En concreto, y al volver la mirada hacia lo expuesto, es ineludible repensar y
replantear el modelo de inclusión escolar que se requiere. Y para ello, no hay que olvidar
la cooperación en la práctica cotidiana entre los distintos agentes educativos y sociales,
especialmente, en la gestión eficiente de las políticas educativas que se establecen en
materia de alumnado de origen migrante (Fernández, 2018).
Por todo ello, lo cabal sería garantizar una escuela accesible, en igualdad de condiciones y
más aún a los grupos más vulnerables, adaptable a los intereses, necesidades y prioridades
de los alumnos, de las familias migrantes y del propio contexto social de los centros
educativos, y alternativa, con un profesorado bien preparado a nivel formativo y estable
laboralmente. Una escuela que apuesta por la innovación y la investigación en nuevos
métodos de enseñanza-aprendizaje y capaz a su vez, de dedicar un mayor esfuerzo a
conocer a cada alumno y su estilo de aprendizaje, habilidades, potencialidades y limites
(Chamseddine, 2018b; Chamseddine y Hernández, 2020). En la misma línea, Massot y
otros (2013), nos ofrecen las siguientes propuestas de actuación a implementar:
I. Fortalecer las condiciones individuales que pueden promover la resiliencia y
asegurar un éxito en la transición académica y profesional.
II. Potenciar el desarrollo de un sentimiento de pertenencia.
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M. Chamseddine
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