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SUB-SEDE REGIONAL HUEHUETENANGO

LEGISLACION AMBIENTAL INTERNACIONAL II

LICDA.: SULY ALILÍ MENDEZ SANTIZO

DECIMO SEMESTRE

TEXTO PARALELO DECIMO SEMESTRE

PEDRO ALEJANDRO PABLO ALONZO

CARNET 150080054

HUEHUETENANGO 16 DE OCTUBRE DE 2019


INTRODUCCION
Existen multitud de opiniones sobre el medio ambiente, pero lo que no puede ponerse en
duda es lo que reflejan estudios que se publican a diariodonde se afirma que existe un 90%
de probabilidad de que las temperaturas aumenten a lo largo de este siglo entre dos y casi
cinco grados centígrados, empeorando considerablemente el medio ambiente.

En un contexto en el que el debate sobre el medio ambiente está cada vez más presente y en
el que éste no sólo está ligado al ámbito de la salud pública, sino también al de la economía y
la sostenibilidad, resulta interesante conocer cuáles son hoy las acciones gubernamentales y
o sus opiniones sobre el caos que provocamos sobre el medio ambiente y en qué medida
nosotros los ciudadanos guatemaltecos estemos dispuestos a asumir los costes individuales y
sociales que acompañan a un mayor cuidado y preservación del mismo.

Existen varias intituciones del estado encargadas de preservr la integridad ecobiologica de


nuestro medio ambiente, lamentablemente los gobiernos en turno han optado
descaradamente a vista del publico poner sus intereses economicos por sobre la
conservacion de estos bienes naturales que en un futuro muy proximo será latigo para
nuestros hijos.
L a unica institucion que promueve en mayr parte la disminucion de las causas que destruyen
el medio ambiente ha sido la ONU, quien a traves de su influencia internacional a creado
decretos, convenios entre sus miembros como medida para proteger la flora y fauna del
laneta completo.
NOCIONES DEL DERECHO AMBIENTAL
a) Reseña Histórica: La normativa ambiental resulta ser muy remota, y mucha de esa
normativa fue dirigida más bien a proteger la salud, la propiedad y las buenas costumbres,
etc. Dentro de estas referencias históricas se pueden citar:

El Código de Hammurabi destacaba: “XXI 248. Si un señor ha alquilado un buey y le ha roto


su asta, ha cortado su cola o ha dañado su tendón o pezuña, entregará la plata del quinto de
su precio”.

En la Ley de las XII Tablas: se establecía que el cuerpo del hombre muerto no
debía ser sepultado ni cremado en la ciudad, de igual manera Cicerón establecía normas para
los crematorios.

El derecho romano daba a los recursos naturales –la tierra, el agua, los yacimientos
minerales,
la fl ora y fauna, los recursos panorámicos y el ambiente– la categoría de res communi,

es decir, cosas de la comunidad, que pueden ser aprovechadas por todos, excepto cuando
se trate de derechos particulares.
En España, por ejemplo, existen antiguas normativas que contienen disposiciones relevantes
sobre la materia, las cuales se pueden encontrar en la “Nueva Recopilación” (1548) “Ley XV”,
Ley IX”, “Ley X” que se refi ere a contaminación, especialmente de aguas, deforestación,
reforestación, vedas, pesca, etc.

Durante la Revolución Francesa (1789) se dio paso al “abuso del derecho en uso” y permitió
seguir adelante con las formas de depredación que en nuestro mundo moderno terminarían
por afectar realmente el mundo en que vivimos, y los principios de propiedad establecidos
fueron
efi cientes para regular el uso (y también el mal uso) de los bienes naturales. Pero la
estructura
jurídica empezó a ser inoperante, las leyes empezaron a disponer de normas morales
incorporadas al derecho positivo.

Requiere precisar que la problemática ambiental no es un fenómeno nuevo, pues la sociedad


humana desde su surgimiento ha gravitado sobre el medio ambiente siendo en sí misma
medio ambiente y se ha preocupado por lo que pudiéramos denominar interacción hombre-
naturaleza, empleando el término hombre en el sentido de las actividades económicas
sociales que, con una u otra implica ción ambiental, a lo largo de la historia de la humanidad
ha desarrollado.

Constituyen precisamente estas regulaciones muestras de la proyección del pensamiento


humano en función de conservar el entorno natural y la vida misma. En la década de los
sesenta, la disciplina ambiental se afi anzó en el pensamiento universal, las amas de casa, los
líderes religiosos, los integrantes de los movimientos civiles y políticos comenzaron a
entender que era necesario concebir un cambio en las relaciones con los elementos de la
tierra. Se comenzó a entender que se debe armonizar la conservación con desarrollo.
Además de algunas catástrofes ambientales de carácter universal fueron alertando acerca de
la necesidad de crear sistemas internacionales que permitieran resolver cuestiones que
excedieran los límites de los Estados.

A partir de la conferencia sobre el medio humano, Estocolmo, 1972


Los antecedentes inmediatos de la Conferencia sobre el Medio Humano se encuentra en dos
reuniones científi co-políticas celebradas en 1968, la de la Biosfera, convocada en París y la
de Aspectos Ecológicos para el Desarrollo Internacional, realizada en Washington. Al año
siguiente, la Asamblea General de las Naciones Unidas convocó a la Conferencia sobre el
Medio Humano que debía realizarse en Estocolmo en junio de 1972; se celebraron dos
sesiones preparatorias: la primera, en Nueva York, del 10 al 20 de marzo de 1971 y, la
segunda, en Ginebra del 8 al 19 de febrero de 1971.

Del 5 al 16 de junio de 1972 en Estocolmo, se llevó a cabo la Conferencia Sobre el Medio


Humano, en la cual se reunieron 113 países, dando como resultado las políticas ambientales,
un preámbulo, que tiene una base ética, y 26 principios. Afi rmándose con ello, la defensa y el
mejoramiento del medio humano para las generaciones presentes y futuras. Preparó un plan
de acción para el medio humano con 109 recomendaciones, designó el 5 de junio como “Día
Mundial del Medio Ambiente”, e instó para que ese día los gobiernos y las organizaciones del
Sistema de las Naciones Unidas emprendieran actividades que reafi rmen su preocupación
para la protección y el mejoramiento del medio ambiente con miras a la concienciación de los
pueblos hacia el entorno humano. El 19 de septiembre de 1972, después de Estocolmo, la
Asamblea General
de las Naciones Unidas aprobó en su vigésimo séptimo periodo de sesiones, una serie de
resoluciones sobre el medio ambiente referidas a los siguientes temas:
• Cooperación entre los Estados en el campo del Medio Ambiente.
• Responsabilidad ambiental de los Estados.
• Creación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
• Disposiciones institucionales y fi nancieras para la cooperación internacional en relación
con el medio ambiente.

Posteriormente de Estocolmo, en el ámbito particular de los países, nacieron organizaciones


gubernamentales y no gubernamentales destinadas a tratar la protección del ambiente
como la meta ambiental. Diez años después de la Reunión de Estocolmo, por resolución del
28 de octubre de 1982, la Asamblea General de las Naciones Unidas ratifi có los principios de
la Declaración de Estocolmo por intermedio de la Carta Mundial de la Naturaleza, cuyo mérito
consiste en refl ejar las preocupaciones ambientales de ese momento.

Durante estas dos décadas los instrumentos internacionales se fueron adaptando a las ideas
globalizadoras e integradoras gestadas, en general, por la interdisciplinaridad ambiental y en
particular, por las teorías ecodesarrollistas, y aquí se produce una rápida modifi cación en la
estructura de esta especialidad del derecho. (Anexo I) Por resolución 44/228 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas se convocó a la Conferencia de Río.

Conferencia de Río, Brasil 1992: Así es como se conoce la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en junio
de 1992; en ella se reunieron más de 170 representantes estatales, para intentar visualizar el
problema ambiental en un marco de conjunto y aunar esfuerzos en la lucha por mejorar la
calidad del ambiente mundial. Los principios fundamentales que animaron el espíritu de la
Cumbre, se basan en la consideración de la biodiversidad como patrimonio común de la
humanidad y en el concepto
de la responsabilidad compartida para su conservación y uso sostenible. El interés de

muchos países, en particular aquellos en vías de desarrollo y con gran riqueza biológica, fue
más que evidente, sobre todo cuando algunos efectos ambientales negativos dependen
claramente de decisiones que están más allá de las fronteras del propio país.

Adoptándose los siguientes documentos:


• La Declaración de Río
• l Convenio Sobre la Biodiversidad Biológica
• La Convención Marco sobre el Cambio Climático
• La Agenda 21

Cumbre mundial sobre desarrollo sostenible (Johannesburgo, 2002)

En la Conferencia de Río los Estados se comprometieron a implementar una serie de


novedades
y modifi caciones en sus respectivos ordenamientos jurídicos estatales o federales. Esto
incluía la creación de normativa que permitiera la ejecución y la gestión de aquellos
compromisos.
El Protocolo de Kyoto, nacido de la Convención sobre Cambio Climático, fue uno de los
resultados concretos de Río de Janeiro, se firmó el 11 de diciembre de 1997 y se recoge las
conclusiones y aportes de otros programas gestionados alrededor de unión internacional:

El Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias que agotan la Capa de Ozono de


septiembre de 1987 (reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, originados
fundamentalmente por la quema de hidrocarburos).

Entre las metas y compromisos que se acordaron en Johannesburgo se busca luchar contra
la pobreza y contra el continuo deterioro del medio ambiente natural, llegándose a

la comprensión de que es necesario adoptar medidas prácticas y sostenibles para enfrentar


los muchos problemas que existen en el mundo.

Entre ellas: Reducir a la mitad el número de personas que carecen de servicios básicos de
saneamiento, ello para el 2015; para el 2020, producir y utilizar productos químicos, siguiendo
métodos que no tengan efectos negativos importantes sobre la salud humana y el medio
ambiente; restablecer para el 2015 las poblaciones de peces agotadas a niveles que puedan
dar la producción máxima sostenible, y para el 2010 reducir la tasa actual de pérdida de la
diversidad biológica.

En la conferencia se asumieron compromisos sobre mayor acceso a recursos hídricos


y saneamiento, energía, mejor rendimiento agrícola, gestión de los productos químicos
tóxicos, protección de la biodiversidad y perfeccionamiento de la ordenación de los
ecosistemas, por parte del gobierno, ONG y de las empresas.

b) Derecho ambiental
Definición
Tratar de defi nir el derecho ambiental es difícil, por la complejidad que en él se enmarca
(jurídica y técnica). Por ello su defi nición no puede estar ausente en ninguna obra que se refi
era a dicha disciplina.

Para defi nir derecho ambiental, primeramente debemos entender qué es el ambiente y
entendido como un sistema, vale decir, que es un conjunto de elementos que interactúan
entre sí, pero con la precisión de que estas interacciones provocan la aparición de nuevas
propiedades globales, no inherentes a los elementos aislados que constituyen el sistema.

Y medio ambiente, es igual que medio: etimológicamente, medio, es lo mismo que ambiente,
el carácter redundante de esta última expresión sigue provocando polémicas. En la época que
la expresión medio ambiente se incorporó a los usos de la lengua española, las palabras
medio y ambiente no eran estrictamente sinónimos, pero el primero de ellos estaba implicado
en el segundo. Así, la expresión medio ambiente tenía sólo una redundancia interna. La
palabra mbiente se utiliza para designar genéricamente todos los sistemas posibles dentro de
los cuales se integran los organismos vivos. Estos organismos se presentan como sistemas.

Los sistemas del medio ambiente


La Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente, establece los siguientes sistemas:9
• Sistema atmosférico (aire)
• Sistema hídrico (agua)
• Sistema lítico (rocas y minerales)
• Sistema edáfi co (suelos)

Y dentro de sus elementos:


1. Natural. Se preocupa de los seres vivos y los abióticos.
2. Artifi cial. Por ejemplo, las ciudades.
3. Social. Es el tejido social de la comunidad que habita la tierra.

Lo social es la agregación o agrupación de individuos, lo que se llama el Instinto Gregario del


Hombre, lo cual también se ve en los animales, como los leones, a diferencia de ciertos
animales solitarios como el tigre.

En cuanto a la expresión derecho ambiental, se utiliza para denominar el conjunto de las


normas jurídicas que regulan las cuestiones ambientales y la ciencia jurídica que se ocupa
de tales normas. El derecho ambiental es un instrumento de política ambiental estatal, misma
que debe responder a imperativos de interés público.

Derecho ambiental: Constituye una especialidad, nutrida por otras ramas del conocimiento
jurídico, que protegen e intenta garantizar el funcionamiento de las autorregulaciones de los
ecosistemas mediante la norma de las actividades humanas que inciden sobre el
ambiente.

El derecho ambiental se ha considerado como aquella rama del derecho que incide sobre las
conductas individuales y colectivas para prevenir y remediar las perturbaciones que alteran su
equilibrio.

Raúl Brañes,13 defi ne el derecho ambiental: “es el conjunto de normas jurídicas que regulan
las conductas humanas que pueden influir de una manera relevante en los procesos de
interacción que tienen lugar entre los sistemas de organismos vivos y sus sistemas de
ambiente mediante la generación de efectos de los que se espera una modifi cación signifi
cativa de las condiciones de existencia de dichos organismos.”

Existe un sinnúmero de defi niciones, y al estudiarlas todas y cada una de ellas establecen
lementos importantes como: la multiplicidad de disciplinas, normas de conductas relevantes a
la protección del ambiente, buscando el equilibrio y la sostenibilidad.

Es importante resaltar que el derecho ambiental tiene características y principios especiales


que lo individualizan y lo hacen dentro de las ramas del derecho especial, y entre ellas están:

c) Características del derecho ambiental:


Multidisciplinariedad o componente reglado

Para su determinación, el derecho ambiental no puede prescindir de las ciencias exactas. Los
conocimientos que aportan las diferentes disciplinas (química, biología, zoología, etc.)
resultan indispensables para justificar y demostrar la gravedad del problema, y la necesidad
de aplicar medidas jurídicas para combatirlo. Verbigracia: cuando existe una deforestación, es
necesario recurrir a las ciencias forestales, a la agronomía, la economía etc, además del
derecho ambiental.

Vocación universalista

Un problema o daño ambiental siempre afecta a un grupo. Su origen puede estar en un


barrio, una ciudad o una ecoregión, pero sus efectos son globales. La atmósfera no tiene
divisiones políticas y la contaminación que produce un individuo afecta a todo el planeta.
Debemos pensar globalmente y actuar localmente. Ejemplo: La contaminación de la
atmósfera producida por una industria textilera, la emanación de gases tóxicos afecta el área
local, como a nivel nacional e internacional.

La preeminencia de los intereses colectivos


Se trata de intereses individuales pero a la vez diluidos en conjuntos más o menos extensos y
amorfos, de personas que comparten un in- terés y, por ende, reciben un beneficio o un
perjuicio actual o potencial más o menos igual para todos. Verbigracia: Río Villalobos, la con-
taminación producida en dicho río que se ha convertido en receptor de aguas residuales in-
dustriales y domésticas. Afecta a una persona, a una familia, a las familias, y las comunidades
asentadas en su entorno. No pueden consu- mir el agua, perciben olores fétidos, además de
producir vectores, etc.

Carácter preventivo
Algunos autores lo consideran un principio y otros una característica, y este se caracteriza por
la prevención del daño; para lograr el ob- jetivo de evitar el daño, se recurre a la divul- gación,
los estudios científicos, la divulgación leyes y reglamentos, etc. “Cabe decir que es mejor
prevenir que tratar de corregir el daño causado.”

d) Principios generales del derecho ambiental


Se entiende por principio (del latín princi- pium), aquella norma no legal supletoria de ella y
constituida por doctrina o aforismos que gozan de general y constante aceptación de
jurisconsultos y tribunales. Y se entiende por Rector (del latín rectoris), lo que rige o gobier-
na; por ende son principios rectores los pos- tulados fundamentales y universales que la razón
especula, generalizando por medio de la abstracción las soluciones particulares que se
obtienen partiendo de la justicia y equidad social, atendiendo a la naturaleza de las cosas
positivas. Son principios rectores generales por su naturaleza y subsidiarios por su fun- ción,
porque suplen las lagunas de las fuentes formales del Derecho; estos principios los ca-
talogaremos de la siguiente manera, y son los siguientes:

Guatemala, contempla en las leyes ambien- tales (Ley de Protección y Mejoramiento del
Medio Ambiente, la Ley de Áreas Protegidas, La Ley de Minería, La Ley Forestal, etc.) como
uno de sus principios: el Principio de Preven- ción y sobre éste la función de cada una de las
instituciones que por ley deben prevenir, proteger y conservar el ambiente.

El principio de quien contamina paga


El principio de “quien contamina paga” algu- nos estudiosos indican que es el que más se
acerca al terreno de la economía, ciencia en la que tiene su origen y de la que han debido to-
marlo los textos jurídicos. Por ello es, quizás, un concepto a menudo mal comprendido por los
no economistas, que suelen confundirlo con un criterio de asignación de la responsa- bilidad
pecuniaria para la reparación de los da- ños resultantes de la violación de las normas
ambientales.

Considerando que esta sea también una de las posibles facetas de este principio, en rigor el
principio “quien contamina paga” persigue sobre todo que el causante de la contamina- ción
asuma el costo de las medidas de pre- vención y lucha contra la misma.
De conformidad con la Declaración de Esto- colmo (Medio Humano) existe un articulado de
principios del derecho internacional, entre los cuales consagran los siguientes:

Principio de precaución
Elprincipioestáestablecidoendiferentesconve- niosyprotocolosinternacionales16 ybuscaevitar
que las amenazas potenciales al ambiente sean utilizadascomojustificaciónparadejardetomar
acciones para protegerlo. Autores como Ja- quenod de Zsogon refieren que el principio ha de
aplicarse cuando haya peligro de daño gra- ve e irreversible, la falta de certeza absoluta no
debe utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces y eficientes para
impedir la degradación del ambiente, puede invocarse cuando es urgente intervenir ante el
posible peligro para la vida, la salud humana, para proteger la vida animal o vege- tal y para
proteger, por ende, el ambiente. La aplicación de este principio ha de basarse en la
evaluación preliminar sobre el grado de in- certidumbre científica, sobre el riesgo poten- cial y
sus consecuencias.
Refiere la autora Silvia Jaquenod De Zsogon: “El Tribunal Constitucional en su sentencia re-
caída sobre el Expediente Nº 03510-2003-PA/ TC, (España) al referirse a este principio se-
ñala que el “principio precautorio” o también llamado “de precaución” o “de cautela” se en-
cuentra estrechamente ligado al denominado principio de prevención. Este exige la adop-
ción de medidas de protección antes de que se produzca realmente el deterioro al ambien- te.
Aquel opera, más bien, ante la amenaza de un daño a la salud o ambiente y la falta de
certeza científica sobre sus causas y efectos. Es justamente en esos casos en que el princi-
pio de precaución puede justificar una acción para prevenir el daño, tomando medidas antes
de tener pruebas de este.”

El Principio de Igualdad: reconoce que en materia ambiental todos los Estados son igua- les
en deberes y derechos.

El principio del Derecho al Desarrollo Sostenible: Señala que hay un vínculo estrecho
entre desarrollo económico, social y medio ambiente.

El principio de Soberanía Estatal sobre los Recursos Naturales Propios: Establece que
los Estados exploten sus recursos libremente, cuidando el uso racional de los mismos.

El Principio de no interferencia: Establece la obligación de los Estados de no perjudi- car


con sus actividades el medio ambiente de otros Estados.

El Principio de Responsabilidad Compartida: Obliga a los Estados a asumir responsa-


bilidad internacional cuando con sus actos dañen la ecología de otro Estado.

El Principio de Cooperación Internacional: Debe guiar a los Estados en todas las acti-
vidades relacionadas al medio ambiente, te- niendo en cuenta los intereses de los demás
Estados.

E) FUENTES DEL DERECHO AMBIENTAL


En esta Unidad se da a conocer las fuentes formales del derecho ambiental.

Dentro de las Fuentes de Derecho Formal:


Doctrinariamente,algunosautoreshanestableci- do como fuentes del derecho:
La ley, la doctrina, jurisprudencia, y la costumbre.
La Ley del Organismo Judicial, estipula que la única fuente del derecho es la Ley.

En algunos países, la Carta Magna o Consti- tución Política de la República, en el caso de


Portugal, Grecia y otros. Que carecen de pre- visión de texto constitucional: numerosas re-
soluciones de la Asamblea General de la Na- ciones Unidas y Acuerdos Internacionales.
En el caso de España: existe en su normati- va constitucional, que expresa: Los tratados
internacionales válidamente celebrados, una vez publicados oficialmente en España forma-
rán parte del ordenamiento interno, sus dispo- siciones sólo podrán ser derogadas, modifica-
das o suspendidas, en la forma prevista en los propios tratados.

Como fuente originaria formal:

Nuestro país, la ley fundamental es la Consti- tución Política de la República o Carta Magna y
leyes ordinarias.
La Doctrina: Se produce a través del conjunto de opiniones o criterios sustentados por los
juristas o estudiosos del derecho ambiental, que resulta del estudio de las instituciones ju-
rídicas o de las normas de derecho positivo. Con el fin de comentarlas y estudiarlas, Es de- cir
que la doctrina son los estudios de carácter científico de los juristas.

La producción científica jurídica, en el ámbito internacional en su fase inicial está representa-


da entre otras obras en el Manual del Profesor Alexandre Kiss, titulado “Principios Generales
del Medio Ambiente” obra que tiene como base o fuente la Conferencia de Estocolmo de
1972.

Los Estudiosos del Derecho Público, han prestado aunque tardíamente un concurso del
análisis y exégesis de los textos legales. Pero el Derecho Ambiental está lejos de su madu-
rez, por la íntima conexión con la problemática científica en permanente evolución.

La Jurisprudencia: Conjunto de principios ge- nerales emanados de los fallos uniformes de


los tribunales de justicia para la interpretación y aplicación de las normas jurídicas. Senten-
cias emitidas por los Tribunales de Justicia. La ley del Organismo Judicial establece: Que la
ley es la fuente del ordenamiento jurídico y la Jurisprudencia la complementará. Ello, pre-
ceptuado en el artículo 2.

Los problemas ambientales producen con- secuencias globales, que no circunscriben a


delimitaciones territoriales de tipo político, de- bido al carácter transfronterizo de los daños.
Martín Mateo, indica que la protección de los elementos es materia que frecuentemente re-
basa los límites territoriales en el que ejerce jurisdicción. La soberanía en el uso de los re-
cursos debe tener presente las consecuencias que pueda tener para otros Estados y para el
planeta. Un estudio cuidadoso establecería la existencia de jurisprudencia internacional.

La Costumbre: Es la norma de conducta na- cida en la práctica social y considerada como


obligatoria por la comunidad.21. La Ley del Organismo Judicial estipula que la costum- bre
regirá sólo en defecto de la ley aplicable o por delegación de la ley, siempre que no sea
contraria a la moral o al orden público y que resulte probada.

Para Máximo Pacheco: La costumbre, como fuente formal del derecho, es la repetición
constante y uniforme de una norma de conducta, en el convencimiento que ello obedece a
una necesidad jurídica.

Consideran algunos estudiosos, que la costum- bre es fuente importante en derecho ambien-
tal, especialmente en situaciones jurídicas que tienen que ver en áreas habitadas por pueblos
indígenas, que han demostrado que tienen una buena relación con el medio22. La
Constitución de la República en su artículo 66 establece que el Estado reconoce, respeta, y
promueve las formas de vida, costumbres, tradiciones, formas de organización social, el uso
del traje indígena en hombres y mujeres, idiomas y dialectos. Gua- temala está formada por
diversos grupos étni- cos, entre ellos los grupos mayas. El Convenio 169 de la OIT, en su
artículo 4 establece que los pueblos indígenas y triviales deberán adoptarse las medidas
especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes y el
trabajo, las culturas y el medio am- biente de los pueblos interesados. Asimismo, el artículo 8
establece que al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados deberán tomarse
debidamente en consideración sus cos- tumbres o su derecho consuetudinario.

Metodología: Se recomienda utilizar para el aprovechamiento de esta Unidad la siguiente


metodología: Lectura de La Declaración de la Conferencia sobre Medio Humano, Estocol- mo,
1972, la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible, la Declaración de Río,
Convenio Sobre la Biodiversidad Biológica, la Convención Marco sobre el Cambio Climático,
la Agenda 21. Noticias ambientales en los di- ferentes medios de comunicación nacional e
internacional.

NORMATIVA CONSTITUCIONAL EN MATERIA AMBIENTAL

El Congreso de la República de Guatemala como institución legislativa dicta las leyes


formales, desde el aparecimiento de la Repú- blica, El sistema legislativo guatemalteco obe-
dece a la estructura establecida en la pirámide de Kelsen:, partiendo de,

• La Constitución Política de la República de Guatemala


• Leyes Ordinarias-Tratados Internacionales
• Disposiciones Reglamentarias
• Normas individualizadas.

De ello es importante identificar las normas que la Constitución Política de la República de


Guatemala establece en materia ambiental:

Constitución Política de la República de Guatemala:


La Constitución Política de la República de Guatemala, contempla el Derecho de Medio
Ambiente y Equilibrio Ecológico en la Sección Séptima: Salud, Seguridad y Asistencia So-
cial, en el artículo 97.

Artículo 97. Medio ambiente y equilibrio ecológico. El Estado, las municipalidades y los
habitantes del territorio nacional están obligados a propiciar el desarrollo social, económico y
tecnológico que prevenga la conta- minación del ambiente y mantenga el equili- brio
ecológico. Se dictarán todas las normas necesarias para garantizar que la utilización y el
aprovechamiento de la fauna, de la flora, de la tierra y del agua, se realicen racionalmente,
evitando su depredación.

La norma constitucional estipula 3 actores responsables y obligados de propiciar el desarrollo


social, económico y tecnológi- co que prevenga la contaminación del am- biente y mantenga
el equilibrio ecológico y ellos son: EL ESTADO, (gobierno), LAS MUNICIPALIDADES Y LOS
HABITANTES DEL TERRITORIO NACIONAL.
Dictará todas las normas necesarias para garantizar que la utilización y aprovecha- miento de
la fauna, flora, tierra y agua se realicen racionalmente evitando la depre- dación: Guatemala
ha promulgado entre otras, la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio Ambiente, la Ley
Forestal, la Ley de Minería, la Ley del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, la Ley General
de Caza, Código de Salud, Código Munici- pal, el Código Penal. (normas preventivas y
coercitivas)

Artículo 64: Patrimonio Natural. Se declara de interés nacional la conservación, protec- ción
y mejoramiento del patrimonio natural de la Nación. El Estado fomentará la creación de
parques nacionales, reservas y refugios na- turales, los cuales son inalienables. Una ley
garantizará su protección y la de la fauna y la flora que en ellos exista.

Artículo 121. Bienes del Estado. Son bienes del Estado

a) Los de dominio público;


b) Las aguas de la zona marítima que ciñe las costas de su territorio, los lagos, ríos nave-
gables y sus riberas, los ríos, vertientes y arroyos que sirven de límite internacional de la
República, las caídas y nacimientos de agua de aprovechamiento hidroeléc- trico, las aguas
subterráneas y otras que sean susceptibles de regulación por la ley y las aguas no
aprovechadas por particu- lares en la extensión y término que fije la ley;
c) Los que constituyen el patrimonio del Es- tado, incluyendo los del municipio y de las
entidades descentralizadas o autónomas;
d) La zona marítimo terrestre, la plataforma continental25 y el espacio aéreo, en la ex-
tensión y forma que determinen las leyes o los tratados internacionales ratificados por
Guatemala;
e) El subsuelo, los yacimientos de hidrocar- buros y los minerales, así como cuales-
quiera otras substancias orgánicas o inor- gánicas del subsuelo;
f) Los monumentos y las reliquias arqueológicas;

g) Los ingresos fiscales y municipales, así como los de carácter privativo que las le- yes
asignen a las entidades descentraliza- das y autónomas; y

h) Las frecuencias radioeléctricas.

Artículo 122. Reservas territoriales del Estado.


El Estado se reserva el dominio de una faja terrestre de tres kilómetros a lo largo de los
océanos, contados a partir de la línea su- perior de las mareas; de doscientos metros
alrededor de las orillas de los lagos; de cien metros a cada lado de las riberas de los ríos
navegables; de cincuenta metros alrededor de las fuentes y manantiales donde nazcan las
aguas que surtan a las poblaciones.

Se exceptúan de las expresadas reservas:


a) Los inmuebles situados en zonas urbanas; y
b) Los bienes sobre los que existen derechos inscritos en el Registro de la Propiedad, con
anterioridad al primero de marzo de mil novecientos cincuenta y seis.
Los extranjeros necesitarán autorización del Ejecutivo, para adquirir en propiedad, inmue- bles
comprendidos en las excepciones de los dos incisos anteriores. Cuando se trate de
propiedades declaradas como monumento nacional o cuando se ubiquen en conjuntos
monumentales, el Estado tendrá derecho pre- ferencial en toda enajenación.

En la sección décima, Régimen Económico y Social

Artículo 125. Explotación de recursos natu- rales no renovables.


Se declara de utilidad y necesidad públicas, la explotación técnica y racional de hidrocarburos,
minerales y demás recursos naturales no renovables.

El Estado establecerá y propiciará las condi- ciones propias para su exploración, explota- ción
y comercialización.

Artículo 126. Reforestación. Se declara de urgencia nacional y de interés social, la re-


forestación del país y la conservación de los bosques. La ley determinará la forma y requi-
sitos para la explotación racional de los recur- sos forestales y su renovación, incluyendo las
resinas, gomas, productos vegetales silvestres no cultivados y demás productos similares, y
fomentará su industrialización. La explotación de todos estos recursos, corresponderá ex-
clusivamente a personas guatemaltecas, indi- viduales o jurídicas.

Los bosques y la vegetación en las riberas de los ríos y lagos, y en las cercanías de las
fuentes de aguas, gozarán de especial protección.

Artículo 127. Régimen de aguas. Todas las aguas son bienes de dominio público, ina-
lienables e imprescriptibles. Su aprovecha- miento, uso y goce, se otorgan en la forma
establecida por la ley, de acuerdo con el in- terés social. Una ley específica regulará esta
materia.

Existe desde el año 2004 la Iniciativa de la Ley General de Aguas, ingresada con el número
de registro 3118; en el año dos mil cinco diferentes comunidades mostraron su rechazo al
proyecto de ley; hasta la fecha continúa en el Congreso de la República de Guatemala.
Actualmente se emitió el Acuerdo Guber- nativo Número 236-2006 “Reglamento de las
descargas y reuso de aguas residua- les y de la disposición de lodos”, emitido el 5 de mayo
de 2006, por el Presidente de la República, vigente desde el 12 de mayo de 2006; es un
instrumento normativo que tiene por objeto establecer los criterios y requisitos que deben
cumplirse para la descarga y reuso de aguas residuales, así como la disposición de lodos.

Artículo 128. Aprovechamiento de aguas, lagos y ríos. El aprovechamiento de las aguas


de los lagos y de los ríos, para fines agrícolas, agropecuarios, turísticos o de cualquier otra
naturaleza, que contribuya al desarrollo de la economía nacional está al servicio de la co-
munidad y no de persona particular alguna, pero los usuarios están obligados a reforestar las
riberas y los cauces correspondientes, así como a facilitar las vías de acceso.
Artículo 129. Electrificación. Se declara de urgencia nacional, la electrificación del país, con
base en planes formulados por el Estado y las municipalidades, en la cual podrá partici- par la
iniciativa privada.
SEGUNDO
TEXTO
PARALELO
LA TUTELA DEL MEDIO AMBIENTE
La tutela del ambiente son regulaciones a las actividades humanas, susceptibles de impactar
sobre los elementos naturales y culturales que constituyen el entorno dentro del cual aquéllas
se desarrollan. El impacto es un concepto negativo su efecto es destruir o deteriorar por
contaminación las condiciones naturales que hacen a la viabilidad o existencia normal del
hombre sobre la Tierra.

INTERVENCIÓN DEL ESTADO acotada a los límites que la justifican y la hacen necesaria,
sin excederlos al punto de coartar la libertad del individuo para desarrollarse en la sociedad y
así lograr los objetivos de bienestar y progreso de la Humanidad.

CARACTERES DE LOS FACTORES TUTELADOS Sólo aquellos con decisiva importancia


para el hombre y el resto de los seres y sean susceptibles de intervenciones homologables,
se integrarán en este núcleo especialmente protegido, cuyos componentes tienen los
siguientes caracteres. a) Trascendencia básica para la vida, en cuanto a que sin ellos sería
imposible la existencia en la biosfera. b) Comportamiento dinámico, en cuanto a que se
integran en los distintos sistemas naturales de los que forman parte, interaccionando a su vez
entre sí. c) Posibilidad de que la incidencia sobre ellos de conductas humanas de
fundamentación económica excedan de su capacidad de autorregulación. d) Énfasis
preventivo y subsidiariamente represivo y compensador. Estos parámetros están referidos a
dos sistemas fundamentales, agua y aire, a través de los cuales pueden transmitirse
agresiones sonoras, radiactivas, etcétera. Degradación de suelos por explotación de canteras,
excavaciones mineras, desertificación de superficies de cultivo, talas, etc.

FACTORES CONEXOS Nociones relacionadas con el medio ambiente: calidad de vida,


entorno humano; al campo de las ciencias naturales: recursos naturales, ecología, sistemas
naturales; o mixtas: medio ambiente industrial, paisaje, espacios verdes. A) Calidad de vida
Es un criterio valorativo, a partir de la Conferencia de Estocolmo, derecho fundamental de la
persona como derecho al bienestar en un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo
humano, más allá de lo cuantitativo, que es el nivel de vida. B) Recursos naturales
(renovables y no renovables). Los primeros incluyen la energía solar y después los
componentes básicos apoyados en ella y que hacen posible la vida en la biosfera. Los no
renovables son los inertes incluidos en la litósfera o en los mares que por su accesibilidad y
posibilidad de explotación tienen relevancia económica. Los hidrocarburos. El criterio de
desarrollo sustentable aconseja una utilización razonable de los recursos naturales para
preservarlos como herencia para las generaciones futuras.

EL INTERÉS DEL PUEBLO (USUARIO) POR LA PRESERVACIÓN AMBIENTAL Para


conocer hasta el interés de la población, usuaria del medio ambiente: Francia, encuesta
popular con respecto al mejoramiento de las reglas jurídicas existentes. Se advierte así una
cierta despreocupación, que contrasta con los “Libros blancos” de las asociaciones
ambientalistas que expresan una decidida reivindicación y una remarcable intervención de los
poderes públicos con fines conservacionistas. Las asociaciones y los usuarios tienen
tendencia a desentenderse de los modelos jurídicos existentes para hacer prevalecer sus
reivindicaciones, pero ellos difieren en cuanto a la manera de abordar los problemas de
protección. Las primeras prefieren una política ambiental que constituya un derecho que
trascienda las fronteras de la apropiación de los bienes que forman el medio ambiente; los
segundos, expresan no muy claramente su derecho de cuidar del medio ambiente que
utilizan, prefieren un derecho de apropiación exclusivo que no están dispuestos a moderar.

Cualquiera sea la diferencia entre el requerimiento de las asociaciones y el de los usuarios, la


preocupación por el medio ambiente, que es por lo general desatendida por el legislador y las
autoridades administrativas, debe ser tomada en cuenta y debe ser un criterio rector de
innovación de las reglas jurídicas. Las personas consultadas para la encuesta han respondido
en su mayoría que el medio ambiente es el lugar donde se vive y constituye el medio natural.
La mitad de las respuestas coinciden en que el medio ambiente es un todo. De acuerdo a ello
comprende el medio natural en toda su acepción, pero también abarca las nociones
inmateriales como el silencio, la libertad, el espacio, la emoción estética y las necesidades
naturales de los ciudadanos. Los enfoques de los encuestados se centran en lo que
constituyen sus actividades habituales. Para los pescadores y los agricultores, es el medio
natural en que viven y trabajan. Para los que explotan la tierra, el medio ambiente, tiene una
connotación patrimonial, es la herencia que sus antepasados han dejado, pero también es
una cuenta corriente de la cual se puede sacar más allá de las necesidades, y de la que
ninguna reglamentación o necesidad de protección puede cuestionar el derecho del
propietario a su fundo y a sus rentas. Las personas de esta categoría insisten en la
preservación del patrimonio a través de las generaciones sin admitir una intrusión del
derecho. Las demás personas tienen también un criterio utilitarista del medio ambiente, en
particular los que aprovechan los recursos naturales. De acuerdo a lo expuesto, el derecho, la
reglamentación, no son deseables en la opinión de la gente de campo, o que explota
artesanalmente los recursos naturales. Sin embargo, si el derecho es necesario, creen que él
debe ser una “fórmula simple” que puede resumirse “reglamentar sin prohibir”. Reflexionando
sobre la formulación y la aplicación de normas reglamentarias proteccionistas del ambiente, la
mayoría popular desea medidas complementarias de las cuales consideran esenciales la
“información”, la “educación”, la “buena voluntad” de la gente, ya que la protección depende
de la voluntad de todos, por lo cual es necesario “una protección jurídica” y una toma de
“conciencia individual”.

PROTECCION INTERNACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE


Preferimos la fórmula Derecho Ambiental Internacional a la de Derecho Internacional del
Ambiente porque la primera presupone un compromiso mayor con el Derecho Ambiental que
con el Derecho Internacional. El Derecho Ambiental Internacional (DAI) constituye el
ordenamiento jurídico destinado a regular las relaciones de coexistencia, cooperación e
interdependencia, institucionalizada o no, entre los actores, que tiene como objetivo la
protección internacional del ambiente; o, el conjunto de normas jurídicas de carácter
internacional destinado a la protección del ambiente en cualquiera de sus formas.

En las dos últimas décadas se ha acudido a un progresivo desarrollo en el ámbito jurídico


referido a lo "ambiental", como así mismo a lo "internacional". En el primer caso, la
abundancia de normas jurídicas nacionales que protegen el ambiente ha generado el
nacimiento de una nueva rama del derecho, el derecho ambiental y, en el segundo, la profusa
cantidad de tratados, convenios, declaraciones, acuerdos, recomendaciones, resoluciones e
informes de carácter internacional destinados a proteger el ambiente en cualquiera de sus
manifestaciones: recursos naturales, orgánicos e inorgánicos; tecnologías, como la energía
nuclear o la explotación y exploración de los espacios exteriores, incluyendo la Luna y otros
cuerpos celestes, o acuerdos sobre geografías determinadas, como el Tratado Antártico y su
Protocolo del Medio Ambiente de 1991, o aquellos más abstractos como el Compromiso Ético
de las ONGs para una actitud y conducta ecológica global de 1972 o el de los compromisos
de los ciudadanos con respecto a la biodiversidad; han dado nacimiento al Derecho Ambiental
Internacional.

La existencia de más de 4.000 convenios e instrumentos internacionales con algunas


disposiciones para enfrentar la protección del ambiente, son una muestra de esto último.
Tratados ambientales de carácter estrictamente internacional, con pretensión de
universalidad, existen alrededor de 154, que constituyen la materia reglada y objeto de
alcance por parte del Derecho Ambiental Internacional. Y la tendencia es ir acordando
instrumentos internacionales para las categorías globales, tales como son la atmósfera, el
mar, la biodiversidad, el desierto, que también estén abarcadas por esta rama del derecho.

No obstante, todavía es aventurado afirmar que el derecho ambiental es una rama autónoma
del ordenamiento jurídico, así como si es derecho público o privado, dado el doble movimiento
existente de privatización del derecho público y publicación del derecho privado. El derecho
ambiental invade todas las ramas del derecho, tanto públicas como privadas, pudiendo
conceptualizarlo como un sistema orgánico de normas que contemplan las diferentes
conductas agresivas para con el Ambiente, bien para prevenirlas, reprimirlas o repararlas, y
que trasladado al plano internacional constituye el Derecho Ambiental Internacional.

Contenido del Derecho Ambiental Internacional


El Derecho Ambiental Internacional (DAI) nace en Estocolmo, Suecia, en junio de 1972,
bastante antes que los distintos derechos ambientales nacionales se configuraran como tales.
En este sentido, el DAI constituye un ejemplo de influencia del Derecho Internacional en los
derechos internos de cada Estado. Pero, cuando nos referimos a que el derecho ambiental
Internacional es previo al derecho ambiental interno es necesario aclarar que la existencia de
legislación ambiental en los ordenamientos internos de algunos Estados antes de Estocolmo
72 respondía a criterios no sistemáticos ni epistemológicos alguno, sino a una necesidad de
legislar dentro de las ramas clásicas del derecho determinadas conductas que requerían
legislación especial.

Siguiendo a CANO (1977), el contenido del Derecho Ambiental Internacional esta


constituido por tres categorías de normas, a saber:

a) Instrumentos internacionales destinados a proteger elementos ambientales que pertenecen


a toda la humanidad: incluyen a todos los instrumentos internacionales que contienen a la
humanidad como sujeto del Derecho Internacional, ej.: Convención del Mar de Montego Bay
de 1982; Convenciones sobre espacio Aéreo, Estratosférico, Atmósfera, ondas
radioeléctricas, Convención sobre materia Nuclear, es decir no proliferación y desarme
nuclear; contaminación marina, del suelo y del aire, con alcance planetario, Biodiversidad,
Cambios Climáticos, Desechos tóxicos, nucleares, industriales, Desertificación, especies en
vías de extinción, Humedales, Especies migratorias, Protocolo sobre medio Ambiente
Antártico, etc.
b) Instrumentos internacionales que protegen elementos ambientales que pertenecen a dos o
más Estados: incluyen cuencas hídricas internacionales, binacionales, incluso aguas
subterráneas, represas internacionales, yacimientos de gas, petróleo y energías renovables,
tratados sobre límites y utilización compartida de recursos, etc.

c) Instrumentos internacionales que se refieren a los efectos extraterritoriales del uso de


recursos naturales o elementos ambientales nacionales: incluyen la contaminación de alta
mar o de las aguas territoriales de otro país; contaminación atmosférica o por emanaciones
tóxicas llevada nocivamente a un país por humos o gases; utilización de recursos de terceros
países, pesca; epizootias y plagas animales, incendios forestales en bosques limítrofes,
epidemias, Sida.

Estas categorías que no son excluyentes y constituyen un avance preliminar sobre las normas
ambientales internacionales, son un aporte valioso de quien es uno de los iniciadores del
Derecho Ambiental en Argentina.

Características del Derecho Ambiental Internacional.


El Derecho Ambiental Internacional que es, no el que debe ser, está caracterizado por:

a. Dispersión normativa: Significa la existencia de profusa cantidad de instrumentos jurídicos


(convenios, tratados, acuerdos, recomendaciones, declaraciones, informes, resoluciones) que
producen como efecto el de crear ilusión de una gran protección, seguridad y actividad
jurídica ambiental, cuando en realidad lo que persiste es una gran desorientación en cuanto a
efectiva aplicación se trata.

b. Actividad jurisdiccional internacional prácticamente nula en la materia: Cuando se ha


aplicado derecho internacional se lo ha hecho dentro del Derecho Internacional Privado, como
en el caso de los derrames petroleros "Torrey Canyon"(1967), "Amoco Cádiz" (1978), "Exxon
Valdez" (1989), etc.. El Derecho Ambiental Internacional se ve privado de jurisdicción y
jurisprudencia, sólo se lo aborda desde el Arbitraje -uno de los medios establecidos en las
Convenciones para dirimir las controversias-, que consisten en arreglos amistosos o simples
regateos en torno a la cuantía de las indemnizaciones, transformando en ilusorios los
derechos de la comunidad internacional a una vida saludable y productiva en armonía con la
naturaleza (Principio 1. Declaración de Río).

c. Ausencia y desaparición de las responsabilidades: Cuando han sucedido hechos con claras
negligencias, decisiones u opciones equivocadas que generarían responsabilidades, han sido
tratadas como supuestas catástrofes naturales. La existencia de más 154 instrumentos
internacionales para la protección del ambiente es un signo por demás elocuente de la
cantidad de violaciones al Ambiente que se han producido en el ámbito internacional -si no el
planeta no estaría como está-, sin embargo, la inexistencia de un órgano internacional
específico para dirimir las controversias encuentra enormes obstáculos para establecer la
responsabilidad internacional de los nuevos sujetos del DAI.

d. Protección ambiental consistente en bienes comunes o intereses generales de la


Humanidad: Esto merece dos consideraciones, una negativa y otra positiva. La primera
consiste en que la creencia de que los bienes protegidos son patrimonio común de la
Humanidad ha traído aparejado evanescencia en los deberes y derechos internacionales de
los sujetos del Derecho Internacional. La segunda, la instauración por parte de Naciones
Unidas de que el ambiente es patrimonio común de la humanidad otorgándole al individuo, a
la persona humana, derechos para reclamar protección internacional como miembro de esa
humanidad, pero en cuanto a quién es el titular de la legitimación, todos y ninguno, es decir
todos son responsables y ninguno a la vez. El desafío es poner en marcha un sistema de
protección internacional ambiental que permita administrar los bienes comunes, pero esto
choca con el problema de la soberanía estatal, principio básico del Derecho Internacional
Público Clásico que todavía perdura, con la consecuente negativa de los Estados a ceder
parte de sus competencias ambientales aunque sólo fuera para resolver los problemas
globales.

e. La intergubernamentabilidad: La totalidad de los instrumentos internacionales para la


protección del ambiente son de característica intergubernamental, no supranacionales, no
estableciendo delegación de competencias en órganos jerárquicos superiores.

f. Funcionalismo orgánico: Los instrumentos internacionales para la protección del Ambiente


presuponen que las instituciones deben ser creadas en función de las necesidades que se
pretende satisfacer en forma conjunta. En consecuencia, cualquier incumplimiento de esas
disposiciones resulta imposible de resolver por inexistencia de un organismo que atienda las
disputas. Salvo a través de negociación interestatales como el Arbitraje.

g. Ausencia de la Costumbre como fuente en las nuevas áreas de protección del derecho
internacional ambiental: Ante todo, el derecho internacional era producto de la costumbre, de
la práctica consolidada por un período de tiempo y de la cortesía internacional. El derecho
internacional, en sus orígenes, era lo que los Estados acostumbraban a hacer, es decir, era
costumbre, uso inmemorial, o actos reiterados durante un largo período de tiempo. Pero luego
el Derecho internacional cristalizó en normas jurídicas esas costumbres y usos
internacionales en un conjunto de instrumentos jurídicos, esta acción constituye el proceso de
positivación de normas jurídicas internacionales que, ahora, aplicado al Ambiente y dentro del
Derecho Internacional ha generado que la costumbre sea producto de lo consensuado y
plasmado en los instrumentos internacionales (Ej.: Protocolo de Montreal relativo a las
sustancias que agotan la Capa de Ozono de 1987). El Derecho Ambiental Internacional
convencional ha demostrado ser demasiado rígido, pero como fuente es importante sobre
todo de acuerdo a las posibilidades que ofrece la firma de acuerdos con alcance
supranacional, es decir con delegación de competencias. El Derecho Ambiental Internacional
Consuetudinario se encuentra estado naciente.

h. El consenso en la generación del «Derecho Blando» (sof law): Este derecho consiste en la
concertación de un compromiso mas político que jurídico que emana de los instrumentos
internacionales para la protección del Ambiente. Esta característica de los instrumentos
internacionales ambientales, muchas veces criticada, posee la particularidad de permitir
adoptar compromisos políticos sobre las conductas futuras que tiene una gran importancia en
el proceso de formación de normas jurídicas tendientes a remover conductas que antes la
comunidad internacional no aceptaba. La regla del consenso para adoptar textos de derecho
ambiental internacional es un hallazgo válido de la diplomacia multilateral actual y consiste en
un entendimiento que se alcanza sin que ninguno de los participantes considere que necesita
oponerse al Acuerdo para proteger su interés y sin que ello signifique una adhesión absoluta
de todos y cada uno de los participantes. Esta forma de asentimiento es conocida con la frase
«podría vivir con ese texto».10 Por otro lado, estas normas presentan una utilidad indiscutible
no sólo por su multiplicidad y por el hecho de remitir permanentemente de unas a otras por el
juego de referencias cruzadas sino, también, por el hecho de que son preparadas, discutidas,
comentadas y negociadas a todos los niveles por organizaciones gubernamentales, no
gubernamentales, Estados e individuos, que representan la conciencia colectiva.

i. Ineficacia en el cumplimiento de los tratados por ausencia de delegación de competencias


ambientales: Los mecanismos de solución de controversias que contienen los instrumentos
internacionales no establecen delegación de competencias en órganos jurisdiccionales
internacionales supranacionales. El Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, no ha sido
hasta la fecha un instrumento adecuado en esta tarea. Por el contrario, en su largo período de
existencia desde 1922 hasta 1994 sólo había dictado 140 sentencias, a razón de dos por año.
En cambio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con competencia supranacional, ha
demostrado su utilidad en materia ambiental y, en lo relativo a la protección del Ambiente,
cuenta con una jurisprudencia en la materia encabezada por el caso líder Asunto 302/86 entre
La Comisión vs. Dinamarca, sentencia del Tribunal de Justicia del mes de Setiembre de 1988,
donde el Tribunal reconoció expresamente la compatibilidad de determinadas restricciones de
naturaleza ambiental con la protección de los exportadores adoptando pautas equilibradoras
entre las normas del mercado común y la protección del Ambiente.

j. Multi e interdisciplinario: Necesita del aporte de todas las demás disciplinas científicas, tales
como las biológicas, las físicas, las matemáticas, las médicas y las sociales, pues todos los
sectores que la integran, interaccionan creando interdependencia entre sí.

k. Preventivo: Los objetivos del Derecho Ambiental Internacional son fundamentalmente


preventivos. En el Derecho Ambiental la coacción a posteriori resulta particularmente ineficaz
porque la represión podrá obtener una trascendencia moral pero difícilmente compensará
daños, en muchos casos ya irreparables.

h. Sistémico: Las disposiciones y normas internacionales, en general, están al servicio de la


regulación de los diferentes elementos y procesos naturales que componen el Ambiente
natural y humano. La regulación de conductas internacionales no se realiza aisladamente,
sino teniendo en cuenta el comportamiento de los elementos naturales y las interacciones
determinadas en ellos como consecuencia de la actividad antropogénica y natural.

Principios del Derecho Ambiental Internacional

El Derecho Ambiental Internacional posee principios que son propios de la protección


internacional del Ambiente. Pero, muchos de ellos son compartidos por otras ramas del
derecho, inclusive por el derecho internacional. No obstante, los que a continuación se
reafirman constituyen los principios rectores del derecho ambiental, sin perjuicio, de otros que
están actualmente en surgimiento.

a) Interdependencia ecológica: En un mundo donde la deforestación en un Estado reduce la


riqueza biológica de toda la Tierra, en que los productos químicos y las emanaciones de
gases tóxicos liberados a la atmósfera en un continente provocan efectos que producen
cáncer de piel en otro, en que las emisiones de dióxido de carbono aceleran el cambio
climático mundial, en donde el consumo desenfrenado de las sociedades opulentas agrava la
pobreza en los países menos industrializados, la reorientación de las decisiones a nivel
planetario hacia la preservación ecológica y el desarrollo sostenible deben consensuarse y
compartirse, requiriendo esfuerzos adicionales que deben ser soportados por todos,
principalmente, por los países industrializados (Principios 2, 6 y 25. Declaración de Río).

b) Solidaridad: Deviene del anterior. Los países deben ser solidarios en la pobreza y en la
riqueza. La riqueza es menos riqueza si existe hambre y miseria en el mundo o se daña la
belleza de los parques naturales y se contamina las aguas de los ríos y de los mares.
(Principios 7, 5 y 27. Declaración de Río).

c) Cooperación ambiental: No supone la ayuda económica sino la ambiental sostenible, que


consiste en la colaboración para prevenir la degradación ambiental y para evitar
contaminación de las aguas, el suelo y la atmósfera, como así también la cooperación para
promover un sistema económico internacional favorable y abierto que permita llegar al
desarrollo sostenible y al crecimiento económico preservador (Principios 7, 9, 12 y 27.
Declaración de Río).

c) Obligación de informar e informarse: Mandato imperativo de la CNUMAD Río´92. Este


principio tiene dos sentidos: la información para abajo y la información para arriba. La primera,
la obligación por parte de los Estados de crear las condiciones para que todos los individuos
tengan acceso adecuado a la información sobre el Ambiente igual que el que dispongan las
autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que
ofrecen peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de
adopción de decisiones. Y la segunda, es que los Estados tienen la obligación de notificar
inmediatamente a los otros Estados de los desastres naturales u otras situaciones de
emergencia que puedan producir efectos nocivos al Ambiente (Principios 10, 18 y 19. Decl. de
Río).

d) Universalidad: La Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados de 1974, en


los arts. 29 y 30, estableció la responsabilidad común para la comunidad internacional sobre
los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo fuera de los límites de la jurisdicción nacional;
los recursos de la Zona, considerándolos como patrimonio común de la humanidad; como,
también, la protección, preservación y mejoramiento del Ambiente para las generaciones
presentes y futuras -principio más tarde receptado en la Convención del Mar de Montego Bay
(1982)-. Esta idea, de que los bienes naturales pertenecen a la Humanidad y no pertenecen a
ningún Estado en el sentido de propiedad clásico -que presupone el ejercicio relativo de esos
derechos dentro del ámbito territorial-, se está arraigando como principio universal
estableciendo que la Humanidad en su actuales generaciones -como nuevo sujeto de derecho
internacional público contemporáneo- posea entre sus atributos el derecho de utilizar los
recursos naturales sin poner en peligro la capacidad para servirse de ellos de las
generaciones futuras y el deber de velar por su existencia y permanencia en el tiempo. El
Ambiente es patrimonio común de todos los habitantes de la Tierra porque la Humanidad
debe respetar y obedecer las inmutables leyes naturales para, de esa manera.

e) Regulación jurídica integral: Este principio consiste en la armonización y unificación de las


legislaciones a nivel internacional, por un lado. Es decir, la tendencia a uniformar los
regímenes jurídicos de los diferentes Estados y regiones de la Tierra en relación a las normas
jurídicas ambientales internacionales destinadas a la prevención, represión, defensa,
conservación, mejoramiento y restauración. Por otro lado, en la capacidad tanto del legislador
como del juez de tener una perspectiva macroscópica e integradora del ambiente debido a la
fragmentariedad de las normas ambientales (Principios 11 y 13. Decl. de Río).

f) Responsabilidad común pero diferenciada: El principio de responsabilidad común pero


diferenciada significa que las responsabilidades deben ser compartidas por todos los Estados
debido a las alteraciones causadas al ambiente como consecuencia del ejercicio de
actividades dañinas realizadas tanto por persona físicas y/o jurídicas dentro de sus
jurisdicciones. Pero en vista de que han contribuido en distinta medida a la degradación del
ambiente, la responsabilidad debe ser diferente. Los países industrializados reconocen la
responsabilidad que les cabe teniendo en cuenta las presiones que sus sociedades ejercen
en el Ambiente y de las tecnologías y los recursos financieros de que disponen. Este tipo de
responsabilidad referido a la protección del ambiente no se agota en lo meramente individual,
por ello deviene en responsabilidad colectiva, mancomunada o solidaria. La cuantía e
importancia de los riesgos y la objetivación de la responsabilidad no es objeto de este trabajo
(Principio 7. Declaración de Río).

g) Principio precautorio: Significa que los Estados y demás sujetos del DIPC no pueden
ampararse en la falta de certeza científica absoluta para postergar la adopción de medidas
eficaces en función de los costos para impedir la degradación del ambiente. El
desconocimiento científico no debe ser utilizado como razón para trasladar a las generaciones
futuras las decisiones que se deben tomar ahora en precaución de eventuales e inexorables
daños al ambiente (Principio 15. Declaración de Río).

h) Principio de conjunción: Tradicionalmente el Derecho Internacional distingue en doctrinas


denominadas Monismo y Dualismo según como se incorpora la norma internacional al orden
jurídico interno. Para la primera, no hay existencia de dos ordenes jurídicos separados y
autónomos, para la segunda si. Estas doctrinas resultan ahora superadas por el desarrollo del
Derecho Ambiental Internacional, sobre todo a raíz de las normas supranacionales
establecidas en el plexo normativo de la Unión Europea en materia ambiental y de las
derivadas de la Declaración de Río y la Agenda XXI -el Programa de Ación de la Conferencia
de Río’92-, verdaderas constituciones ambientales mundiales, con derechos y obligaciones
que resultan insoslayables para los Estados.17 En estos plexos normativos, surge que en el
Derecho Ambiental Internacional convergen normas de derecho administrativo, de derecho
penal, de derecho procesal, de derecho civil y comercial, pero también de prescripciones de
las ciencias naturales, las biológicas, las físicas y las económicas, de allí que el ordenamiento
ambiental se caracteriza por ser sistémico. El principio de conjunción significa la unión en un
mismo orden jurídico, el Ambiental, de la norma internacional y la nacional debido a que la
internacional es cada vez más nacional y viceversa, la nacional es cada vez mas
internacional. Además, la norma ambiental internacional es «ius cogens» una norma
imperativa de carácter internacional que no puede ser dejada de lado sino por otra norma de
la misma naturaleza (Agenda XXI y Declaración de Río).

i) La variable ambiental: Significa la introducción de la variable ambiental como principio en el


proceso de toma de decisiones, tanto internacional como nacional. La variable ambiental o el
factor ambiental surge inevitablemente puesto que la problemática ambiental se politiza cada
vez más porque exige la intervención directa de los Estados a través de acciones prioritarias y
preferenciales en el campo de la protección del Ambiente. El Estado como sujeto primario del
derecho internacional público tiene una influencia decisiva. Es el órgano decisor en relación a
la actuación u omisión en la materia. De allí la necesidad de incluir al factor Ambiente en la
globalidad de los actos y conductas que incidan directa o indirectamente en ejercicio del
poder. La variable ambiental o el factor ambiental incorporado en el proceso de toma de
decisiones tanto a nivel horizontal como vertical está configurado y comprendido dentro de la
interdependencia ecológica existente entre los Estados. Ambiente y política internacional se
hallan esencialmente interconectados. Las decisiones económicas y de planificación global
contribuyen al fortalecimiento de las responsabilidades en la protección del Ambiente y éste
constituye un problema global que no puede ser resuelto por un sólo Estado, ni una sola
región o continente, necesitando imperiosamente la participación de todos los Estados. Del
grado de incorporación del factor ambiental al proceso de toma de decisiones depende en
gran parte el futuro de la humanidad (Principios 3, 4, 8, 9, 12 y 21. Declaración de Río).

j) Transpersonalización de la norma jurídica ambiental: La razón de este principio se


encuentra en la naturaleza del Derecho Ambiental que al hacer referencia al derecho del
hombre y del Ambiente significa que toda violación al derecho ambiental lesiona tanto a la
persona humana como al Ambiente dando lugar al derecho-deber de su reparación. La
Declaración de Río expresa que los seres humanos constituyen el centro de las
preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible teniendo derecho a una vida
saludable y productiva en armonía con la naturaleza (Principio 1). Y, paralelamente, el hombre
tiene el deber de proteger y mejorar el entorno para las generaciones presentes y futuras
(Principio 3).

k) No contaminar: El principio no contaminar -dicho bíblicamente no contaminarás-, surge


como reacción a la increible y a la vez paradójica recepción en la Declaración de Río del
principio «el que contamina paga» (Principio 16). Este error u horror jurídico, atribuido a la
presión ejercida por el establishment en la Conferencia de Río’92, en realidad, ha servido para
cristalizar en los instrumentos internacionales la cómoda y complaciente figura del "pagador-
contaminador" extendida por toda la Tierra. La regla, la norma, debe ser «no contaminar» y la
excepción que confirma la regla es la posibilidad de contaminar pero en determinadas
condiciones perfectamente reguladas y bajo el control de gestión de la autoridad de aplicación
responsable y de los responsables de la toma de decisión de autorizar dicha emanación o
desecho y no como erróneamente se establece en el principio 16 de la Declaración de Río «el
que contamina debe pagar». Y para colmo, la Agenda XXI no sólo no se animó a erradicar el
principio "el que contamina paga" sino que se lo incluyó en el capítulo 8 de la Sección I del
Programa de Acción referido a la «Formulación de Políticas para el Desarrollo Sostenible»,
encontrándolo como una buena solución para resolver inmediatamente los problemas
ambientales globales, cuando en la práctica industrial es uno de los coadyuvantes de la
contaminación industrial, porque en definitiva las industrias terminan pagando sus tasas por
contaminar, transformando el tan deseado desarrollo en el «mal desarrollo».

L) Utilizador-pagador: Recientemente se ha comenzado a elaborar el principio "utilizador-


pagador". Este principio consiste en que quien usa los recursos debe pagar y responde al
criterio de la internacionalización total de los costes asociados a las distintas fases de
explotación, transformación y uso de los recursos naturales, así como de los efectos
ambientales derivados. El principio es relevante porque subsume al mal llamado principio
"contaminador-pagador".
CONVENIO SOBRE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un tratado internacional jurídicamente
vinculante con tres objetivos principales: la conservación de la diversidad biológica, la
utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios
que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Su objetivo general es promover
medidas que conduzcan a un futuro sostenible.

La conservación de la diversidad biológica es interés común de toda la humanidad. El


Convenio sobre la Diversidad Biológica cubre la diversidad biológica a todos los niveles:
ecosistemas, especies y recursos genéticos. También cubre la biotecnología, entre otras
cosas, a través del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología. De hecho,
cubre todos los posibles dominios que están directa o indirectamente relacionados con la
diversidad biológica y su papel en el desarrollo, desde la ciencia, la política y la educación, a
la agricultura, los negocios, la cultura y mucho más.

El órgano rector del CDB es la Conferencia de las Partes (COP). Esta autoridad suprema de
todos los Gobiernos (o Partes) que han ratificado el tratado se reúne cada dos años para
examinar el progreso, fijar prioridades y adoptar planes de trabajo.

La Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (SCDB) tiene su sede en Montreal,
Canadá. Su principal función es ayudar a los Gobiernos a aplicar el CDB y sus programas de
trabajo, organizar reuniones, redactar borradores de documentos, coordinar la labor del
Convenio con la de otras organizaciones internacionales, así como recopilar y difundir
información. El Secretario Ejecutivo es el director de la Secretaría.

Datos y cifras

 El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) quedó listo para la firma el 5 de junio
de 1992 en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro y entró en vigor el 29
de diciembre de 1993.

 Hasta la fecha hay 193 Partes

 Los componentes de la diversidad biológica son todas las formas de vida que hay en la
Tierra, incluidos los ecosistemas, los animales, las plantas, los hongos, los
microorganismos y la diversidad genética.

 Con sus tres objetivos, el CDB es considerado a menudo como el principal instrumento
internacional para el desarrollo sostenible.

 Los ecosistemas, las especies y los recursos genéticos deberían ser utilizados en
beneficio del ser humano, pero de manera que no lleve a la pérdida de diversidad
biológica.

 Para conservar la diversidad biológica hacen falta cuantiosas inversiones, pero se


obtendrán considerables beneficios ambientales, económicos y sociales.
 El enfoque por ecosistemas, una estrategia integrada para gestionar recursos, es el
marco de acción del Convenio.

 Según el principio de precaución, cuando haya peligro de considerable reducción o


pérdida de diversidad biológica, la falta de certeza científica absoluta no deberá
utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas que impidan o minimicen
dicho peligro.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es el primer instrumento multilateral que


aborda la biodiversidad como un asunto de importancia mundial, que demuestra la
preocupación ante su deterioro y reconoce su papel en la viabilidad de la vida en la Tierra y
en el bienestar humano. El CDB es el instrumento más importante en la promoción de la
conservación de la biodiversidad y el aprovechamiento sustentable del capital natural,
impulsando acciones para el desarrollo sustentable.

Sus objetivos son:

La conservación de la diversidad biológica

El uso sostenible de los componentes de la diversidad biológica

La participación justa y equitativa de los beneficios que se deriven de la utilización de los


recursos genéticos.

El Convenio entró en vigor el 29 de diciembre de 1993, y a la fecha cuenta con 196 Partes,
falta por ratificar EUA y el Vaticano.

Antecedentes
En 1992 se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y
Desarrollo, conocida como "Cumbre de la Tierra", en Rio de Janeiro (Brasil), en donde se
adoptaron una serie de compromisos en torno al medioambiente. Uno de los principales
acuerdos firmados en la Cumbre de la Tierra fue el Convenio de Diversidad Biológica (CBD),
inspirado por el creciente compromiso de la comunidad global con la conservación y el
aprovechamiento sustentable de la biodiversidad. A la par del CBD, también se adoptaron los
siguientes instrumentos multilaterales: Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático (UNFCCC) y Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la
Desertificación (UNCCD), así como la Agenda 21.

CONVENIO SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE


FAUNA Y FLORA SILVESTRE

La CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y


Flora Silvestres) es un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos . Tiene por
finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas
silvestres no constituye una amenaza para su supervivencia.
Número de transacciones registradas

La amplia información disponible actualmente sobre el peligro de extinción de muchas


especies simbólicas, como el tigre y el elefante, podría hacer pensar que la necesidad de una
convención semejante era evidente. No obstante, en el momento en que se esbozaron por
primera vez las ideas de la CITES, en el decenio de 1960, el debate internacional sobre la
reglamentación del comercio de vida silvestre en favor de la conservación era algo
relativamente novedoso. A posteriori, la necesidad de la CITES es indudable. Se estima que
anualmente el comercio internacional de vida silvestre se eleva a miles de millones de dólares
y afecta a cientos de millones de especímenes de animales y plantas. El comercio es muy
diverso, desde los animales y plantas vivas hasta una vasta gama de productos de vida
silvestre derivados de los mismos, como los productos alimentarios, los artículos de cuero de
animales exóticos, los instrumentos musicales fabricados con madera, la madera, los artículos
de recuerdo para los turistas y las medicinas. Los niveles de explotación de algunos animales
y plantas son elevados y su comercio, junto con otros factores, como la destrucción del
hábitat, es capaz de mermar considerablemente sus poblaciones e incluso hacer que algunas
especies estén al borde de la extinción. Muchas de las especies objeto de comercio no están
en peligro, pero la existencia de un acuerdo encaminado a garantizar la sustentabilidad del
comercio es esencial con miras a preservar esos recursos para las generaciones venideras.

Habida cuenta de que el comercio de animales y plantas silvestres sobrepasa las fronteras
entre los países, su reglamentación requiere la cooperación internacional a fin de proteger
ciertas especies de la explotación excesiva. La CITES se concibió en el marco de ese espíritu
de cooperación. Hoy en día, ofrece diversos grados de protección a más de 35.000 especies
de animales y plantas, bien se comercialicen como especímenes vivos, como abrigos de piel
o hierbas disecadas.

La CITES se redactó como resultado de una resolución aprobada en una reunión de los
miembros de la UICN (Unión Mundial para la Naturaleza), celebrada en 1963. El texto de la
Convención fue finalmente acordado en una reunión de representantes de 80 países
celebrada en Washington DC., Estados Unidos de América, el 3 de marzo de 1973, y entró en
vigor el 1 de julio de 1975. El texto original de la Convención fue depositado en poder del
Gobierno Depositario en chino, español, francés, inglés y ruso, cada versión siendo
igualmente auténtica.

La CITES es un acuerdo internacional al que los Estados y organizaciones de integración


económica regional se adhieren voluntariamente. Los Estados que se han adherido a la
Convención se conocen como Partes. Aunque la CITES es jurídicamente vinculante para las
Partes -en otras palabras, tienen que aplicar la Convención- no por ello suplanta a las
legislaciones nacionales. Bien al contrario, ofrece un marco que ha de ser respetado por cada
una de las Partes, las cuales han de promulgar su propia legislación nacional para garantizar
que la CITES se aplica a escala nacional.

Durante años la CITES ha sido uno de los acuerdos ambientales que ha contado con el mayor
número de miembros, que se eleva ahora a 183 Partes.

Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático


La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) fue
adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992 y entró en vigor el 21 de marzo de 1994.
Permite, entre otras cosas, reforzar la conciencia pública, a escala mundial, de los problemas
relacionados con el cambio climático.

En 1997, los gobiernos acordaron incorporar una adición al tratado, conocida con el nombre
de Protocolo de Kioto, que cuenta con medidas más enérgicas (y jurídicamente vinculantes).

En 2006 se enmendó en Nairobi este Protocolo a la Convención Marco de Naciones Unidas


sobre Cambio Climático y se tenía previsto adoptar un nuevo protocolo en el año 2009 en
Copenhague, el cual se tuvo que retrasar y mover a México en el 2010.

Objetivo
Lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la
atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema
climático y en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente
al cambio climático, asegurando que la producción de alimentos no se vea amenazada y
permitiendo que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible.

En la definición de este objetivo es importante destacar dos aspectos:

No se determinan los niveles de concentración de los GEI que se consideran interferencia


antropógena peligrosa en el sistema climático, reconociéndose así que en aquel momento no
existía certeza científica sobre qué se debía entender por niveles no peligrosos.
Se sugiere el hecho de que el cambio del clima es algo ya inevitable por lo cual, no sólo
deben abordarse acciones preventivas (para frenar el cambio climático), sino también de
adaptación a las nuevas condiciones climáticas.

Estados Partes
A partir de 2014, la CMNUCC tiene 196 partes, incluidos todos los estados miembros de las
Naciones Unidas, así como Niue, las Islas Cook y la Unión Europea. Además, la Santa Sede y
el Palestina son estados observadores.

Clasificación de las Partes y sus compromisos


 Anexo I: Hay 43 Partes que figuran en el Anexo I de la Convención, incluida la Unión
Europea. Estas Partes se clasifican como países desarrollados y "economías en
transición". Las 14 economías en transición son las antiguas economías de
planificación centralizada (soviéticas) de Rusia y Europa del Este.

 Anexo II: Hay 24 Partes que figuran en el Anexo II de la Convención, incluida la Unión
Europea. Estas Partes están formados por miembros de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Las Partes incluidas en el Anexo II
son necesarias para proveer apoyo financiero y técnico a las economías en transición y
los países en desarrollo, para ayudarles a reducir sus emisiones de gases de efecto
invernadero (mitigación del cambio climático) y gestionar los impactos del cambio
climático (adaptación al calentamiento global).
 Anexo B: Las Partes que figuran en el Anexo B del Protocolo de Kioto, son las Partes
del Anexo I con los objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero de Kyoto
del primer o segundo periodo. Los objetivos del primer periodo se aplicaron durante los
años 2008-2012. Como parte de la Conferencia sobre el Cambio Climático Doha 2012,
se acordó una enmienda al Anexo B que contiene una lista de las Partes del Anexo I
que tienen objetivos del segundo periodo, que se aplican de 2013 a 2020. Las
modificaciones aún no han entrado en vigor.

 No Anexadas: Las Partes que no figuran en el Anexo I de la Convención, son en su


mayoría los países en desarrollo con bajos ingresos. Estos países en desarrollo
pueden ser voluntarios para convertirse en países del Anexo I cuando estén
suficientemente desarrollados.

Países con menor desarrollo: 49 Partes son países menos desarrollados, y se les da un
estatus especial en virtud del tratado, en vista de su limitada capacidad para adaptarse a los
efectos del cambio climático.

CONVENIO CENTROAMERICANO DE CAMBIO CLIMÁTICO

El Convenio Regional sobre Cambio Climático celebrado en la República de Guatemala, el 29


de octubre de 1993; y suscrito por los países de: El Salvador, Costa Rica, Guatemala,
Honduras, Nicaragua y Panamá.

Los Estados partes del convenio, deben cumplir con el objeto de protección de los sistemas
climáticos en beneficio de las generaciones presentes y futuras, sobre la base de la equidad y
de conformidad con sus responsabilidades y sus capacidades, y de esta forma, asegurar que
la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico de
los Estados continúe.

Es importante mencionar algunos compromisos que cada país firmante del Convenio ha
tomado con respecto a la temática de los alcances a lograr en el transcurso de la vigencia del
Convenio Regional de Cambio Climático, como son:

• El desarrollo de Estrategias Nacionales para ejecutar los planes derivados del control del
cambio climático.

• La creación del Consejo Centroamericano De Cambios Climáticos, como un ente asociado a


la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y al Comité Regional de
Recursos Hidráulicos del Istmo Centroamericano (CRRH), conformado por los Directores de
los Servicios Meteorológicos de los Estados del Istmo Centroamericano, como el ente
encargado de coordinar esfuerzos regionales para uniformizar las políticas vinculadas con el
desarrollo del Sistema Regional del Control de Cambio Climático

• La introducción de técnicas y procedimientos apropiados en la Región, para evaluar las


emanaciones de gases de invernadero.
• Desarrollar y difundir las nuevas tecnologías para la conservación y uso sostenible de los
recursos naturales.

A su vez, las partes del convenio, se comprometen de acuerdo a sus capacidades,


programas nacionales y prioridades, a tomar todas las medidas posibles para asegurar la
conservación del clima, debiendo cooperar en la medida de sus posibilidades con las
acciones fronterizas y regionales.

Dentro del convenio se establecen mecanismos de cumplimiento del mismo, los cuales son:
• Implementar medidas económicas y legales e incentivos para favorecer la investigación de
los cambios climáticos y la conservación del clima.

• Promover fondos nuevos y adicionales, para el apoyo a la implementación de programas y


actividades nacionales y regionales, relacionados con los cambios climáticos.

• Promover la investigación científica en los Servicios Metereológicos e Hidrometeorológicos


de la Región.

• Promover la conciencia pública en cada nación sobre la necesidad de conservar el clima de


la Región.

• Facilitar el intercambio de información sobre el clima entre países de la región, un ejemplo


de estos intercambios con los diferentes países de la región, es la problemática de los
humedales que están en una posición de altísima vulnerabilidad debido al crecimiento
poblacional de Centroamérica (de 30 millones en 1994 a 90 millones en 2075 bajo un
escenario optimista) y al crecimiento de la demanda de bienes y servicios, todo ello sumado a
los efectos de un clima cambiante. Esto general la necesidad de cómo región buscar
alternativas para mitigar los impactos del cambio climático en los humedales de Centro
América.:

Actualmente se han logrado algunos avances en el tema del cambio climático gracias a la
firma de éste acuerdo regional tan importante, dichos avances van desde acuerdos muy
grandes hasta acuerdos pequeños, logrando la unión de la región en la lucha de contrarrestar
los efectos del cambio climático.

LEY DE PROTECCIÓN Y MEJORAMIENTO DEL MEDIO AMBIENTE (DECRETO 68 DE


1986)
La Ley de protección y mejoramiento del medio ambiente de Guatemala, se formuló debido a
la ausencia de un marco jurídico institucional que permitiera normar, asesorar, coordinar y
aplicar la política nacional y las acciones tendientes a la prevención del deterioro ecológico y
mejoramiento del medio ambiente. por lo tanto, esta Ley se consolidó como el instrumento
legal para lograr este propósito y adicionalmente creó la Comisión Nacional del Medio
Ambiente, como entidad específica para su aplicación y la de sus reglamentos.

Mediante esta Ley se define que el Estado, las municipalidades y los en general todos los
habitantes del territorio nacional, propiciarán el desarrollo social, económico, científico y
tecnológico que prevenga la contaminación del medio ambiente y mantenga el equilibrio
ecológico.

Objetivo o propósito
La presente ley tiene por objeto velar por el mantenimiento del equilibrio ecológico y la calidad
del medio ambiente para mejorar la calidad de vida de los habitantes del país.

Objetivos específicos
La protección, conservación y mejoramiento de los recursos naturales del país, así como la
prevención del deterioro y mal uso o destrucción de los mismos, y la restauración del medio
ambiente en general.

La prevención, regulación y control de cualesquiera de las causas o actividades que origine


deterioro del medio ambiente y contaminación de los sistemas ecológicos, y
excepcionalmente, la prohibición en casos que afecten la calidad de vida y el bien común
calificados así, previos dictámenes científicos y técnicos emitidos por organismos
competentes.

Orientar los sistemas educativos, ambientales y culturales, hacia la formación de recursos


humanos calificados en ciencias ambientales y la educación a todos los niveles para formar
una conciencia ecológica en toda la población.

El diseño de la política ambiental y coadyuvar en la correcta ocupación del espacio.


La creación de toda clase de incentivos y estímulos para fomentar programas e iniciativas que
se encaminen a la protección, mejoramiento y restauración del medio ambiente.
El uso integral y manejo racional de las cuencas y sistemas hídricos.
La promoción de tecnología apropiada y aprovechamiento de fuentes limpias para la
obtención de energía.

Salvar y restaurar aquellos cuerpos de agua que estén amenazando o en grave peligro de
extinción.

INSTITUCIONES DE GESTION AMBIENTAL EN GUATEMALA

¿Quiénes coordinan la iniciativa?


El Grupo de Coordinación Interinstitucional (GCI) que agrupa las siguientes instituciones
públicas, bajo la coordinación del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN)

El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales: Punto Focal de Cambio Climático y REDD+


de Guatemala.
El Ministerio de Agricultura, ganadería y Alimentación (MAGA).
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
El Instituto Nacional de Bosques (INAB).
Organizaciones de apoyo:

Organizaciones No Gubernamentales que acompañan el proceso REDD+ de Guatemala a


través del Grupo de Bosques Biodiversidad y Cambio Climático (GBBCC).Mesa Nacional de
Cambio Climático, Mesa Indígena de Cambio Climático, Rainforest Alliance (RA),The Nature
Conservancy (TNC), GEOTECNOLOGICA S.A., la Unión Internacional de Conservación de la
Naturaleza (UICN), Defensores de las Naturaleza, FUNDALACHUA, FUNDAECO, Asociación
de Foresteria Comunitaria de Guatemala UtzChe, Alianza Nacional de Organizaciones
Forestales Comunitarias, Asociación SOTZIL, CARE Guatemala, CODI-PINPEP, ASOREMA,
Fundación CALMECAC, Asociación Guatemalteca de Alcaldes Indígenas (AGAI), Asociación
Nacional de Municipalidades (ANAM), Asociación Aktenamit, Grupo de Occidente, Gremial
Forestal, Asociación de Desarrollo y Saneamiento Ambiental, Defensoría Indígena
WajxaqibNoj, Red de Autoridades Indígenas y Organizaciones Indígenas de Guatemala,
Unión Nacional Campesina (UNAC), entre otros.

Organismos multilaterales y donantes de apoyo al soporte al proceso REDD+ en Guatemala:

Fondo Colaborativo para el Carbono Forestal (FPCF), Banco Mundial


Banco interamericano de desarrollo (BID): Socio implementador del FPCF para Guatemala
Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
USAID/CNCG
PNUD GEF
UICN
GIZ -CCAD -REDD
TERCER TEXTO
PARALELO
CONVENIO DE ALTA MAR
La alta mar o aguas internacionales constituye todas las partes del mar no incluidas en la
zona económica exclusiva, aguas interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de
un Estado archipelágico.

Naturaleza jurídica
En su art. 87 la CONVEMAR proclama el principio de que: “La alta mar está abierta a todos
los Estados, sean ribereños o sin litoral. La libertad de la alta mar se ejercerá en las
condiciones fijadas por esta Convención y por las otras normas de derecho internacional.
Comprenderá, entre otras, para los Estados ribereños y los Estados sin litoral:

La libertad de navegación;
La libertad de sobrevuelo;
La libertad de tender cables y tuberías submarinos;
La libertad de construir islas artificiales y otras instalaciones permitidas por el derecho
internacional;
La libertad de pesca;
La libertad de investigación científica...”.
Por otra parte se establece que la alta mar será utilizada exclusivamente con fines pacíficos
(art. 88) y que ningún Estado podrá pretender legítimamente someter cualquier parte de la
alta mar a su soberanía.

Por estas y otras razones podemos colegir que la naturaleza jurídica del alta mar es la de
"patrimonio común de la humanidad".

Al amparo de lo antes mencionado se han dado casos muy particulares de evasión de leyes
de los gobiernos establecidos, ya que estos no poseen jurisdicción alguna en esta zona, por
ejemplo el Women on Waves, o los casinos flotantes.

Navegación y control
Todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, tienen el derecho de que los buques que
enarbolan su pabellón naveguen en alta mar (art. 90).

Los buques poseerán la nacionalidad del Estado cuyo pabellón estén autorizados a enarbolar
(art. 91). La posesión de una nacionalidad es una garantía para los demás Estados de que los
delitos o infracciones cometidas en alta mar por los tripulantes o pasajeros de un buque serán
reprimidos. La importancia que tiene la nacionalidad del navío explica que se tomen medidas
especiales para prevenir y sancionar a los buques carentes de nacionalidad, que usan más de
una bandera, o la cambian durante un viaje. “El buque que navegue bajo los pabellones de
dos o más Estados, utilizándolos a su conveniencia, no podrá ampararse en ninguna de esas
nacionalidades frente a un tercer Estado y podrá ser considerado buque sin nacionalidad (art.
92).

No obstante, es delito el cambio de bandera o nacionalidad y ocurrirá lo mismo frente a un


buque sin nacionalidad (Art. 92)

Deber de cooperación
Todo Estado tomará medidas eficaces para impedir y castigar el transporte de esclavos en
buques autorizados.

Pesca
El artículo 63 dispone: “cuando tanto en la zona económica exclusiva como en un área más
allá de ésta y adyacente a ella se encuentren la misma población o poblaciones de especies
asociadas, el Estado ribereño y los Estados que pesquen esas poblaciones en el área
adyacente procurarán, directamente o por conducto de las organizaciones subregionales o
regionales apropiadas, acordar las medidas necesarias para la conservación de esas
poblaciones en el área adyacente”. El mismo deber de conservación y cooperación se impone
a terceras banderas respecto de las especies altamente migratorias y los mamíferos marinos.

Todos los Estados tienen derecho a que sus nacionales se dediquen a la pesca en la alta mar
con sujeción a:

Sus obligaciones convencionales;


Los derechos y deberes así como los intereses de los Estados ribereños que se estipulan,
entre otras disposiciones, en el párrafo 2 del artículo 63 y en los artículos 64 y 67... (art. 116).
Todos los Estados tienen el deber de adoptar las medidas que, en relación con sus
respectivos nacionales, puedan ser necesarias para la conservación de los recursos vivos de
la alta mar, o de cooperar con otros Estados en su adopción (art. 117). Los Estados cuyos
nacionales exploten idénticos recursos vivos, o diferentes recursos vivos situados en la misma
zona, celebrarán negociaciones con miras a tomar las medidas necesarias para la
conservación de tales recursos vivos (art. 118). El art. 119 establece los criterios a seguir para
establecer medidas de conservación “con miras a mantener las poblaciones de las especies
capturadas.
E-GRAFIA SEGUNDO TEXTO

1. https://derechoagrariouna.wordpress.com/2016/09/27/tutela-del-ambiente/
2. http://www.iri.edu.ar/revistas/revista_dvd/revistas/R14/R14-ESER.html
3. https://www.biodiversidad.gob.mx/planeta/internacional/cbd.html
4. https://www.un.org/es/events/biodiversityday/convention.shtml
5. https://www.cites.org/esp/disc/what.php
6. https://es.wikipedia.org/wiki/Convenci
%C3%B3n_Marco_de_las_Naciones_Unidas_sobre_el_Cambio_Clim%C3%A1tico
7. https://vlex.co.cr/vid/convenio-centroamericano-cambios-ticos-484993010
8. https://plataformacelac.org/ley/178
9. https://es.wikipedia.org/wiki/Alta_mar

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