La Oratoria....
La Oratoria....
La Oratoria....
TECNOLÓGICO PÚBLICO
“JOAQUÍN REATEGUI MEDINA”
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de
Junín y Ayacucho”
Semestre: I “A"
1
FECHA: Nauta, 18 de Mayo de 2024.
DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTO
2
ÍNDICE
INTRODUCCION.................................................................................................................................4
I. LA ORATORIA.............................................................................................................................5
1. CONCEPTO.......................................................................................................................5
2. ANTECEDENTES:...............................................................................................................5
3. FIN E IMPORTANCIA DE LA ORATORIA..............................................................................6
4. ELEMENTOS DE LA ORATORIA..........................................................................................6
5. CLASES DE ORATORIA......................................................................................................7
II. EL ORADOR................................................................................................................................8
REFERENCIAS:..................................................................................................................................21
3
INTRODUCCION
La oratoria ha sido utilizado por los hombres desde tiempos inmemorables, en su condición
natural de ser social e integrante, siempre ha necesitado de un medio efectivo para transmitir sus
impresiones y vivencias, por consiguiente constituye en un medio que por miles de años ha
demostrado su efectividad, su uso continúa vigente y sea de esmerado estudio para lograr su
correcta utilización.
Al hablar se debe utilizar un lenguaje directo y afirmativo sin tener miedo de decir lo que pienso.
Aquello que se pronuncia al hablar, debe ser vehículo de la elocuencia y la transparencia del
pensamiento. El orador tiene en la palabra la oportunidad de expresarse según su criterio y
conocimiento, además cuenta con el privilegio de una audiencia dispuesta a escuchar, prestar
atención y dedicarle su tiempo.
Uno de los más grandes y arraigados miedos del hombre, es expresarse fluidamente frente a otros
hombres. El mundo se moderniza admirablemente cada vez y la tecnología va alcanzando avances
nunca antes vistos. Vemos robots que hablan, hacen mandados, caminan y divierten. Pero aun
cuando nuestras vidas sean testigos de semejantes adelantos, nada podrá reemplazar aquella
innata habilidad para comunicarnos personalmente. ¿Por qué tenemos miedo cuando se trata de
hablar en público? ¿Por qué tenemos a enfocarnos siempre en lo negativo y desagradable, en
lugar de lo positivo y grato? ¿Nos habremos dejado condicionar desde niños, para que de jóvenes
y aun adultos sintamos temor hablar antes las masas? En efecto, cuando éramos niños las críticas
nos condicionaron negativamente en casi todo aspecto de nuestras vidas: “no hagas eso”, “no
hagas aquellos”. “te vas a enfermar”, “pórtate bien”, “eres un burro”, “pareces tartamudo”, “vota
el chicle y habla después”….son algunas de las más escalofriantes expresiones que oímos durante
nuestra infancia y hasta hoy en día las seguimos oyendo en la calle o en la mayoría de hogares.
Esto es lo que ha causado tales miedos a expresarnos libre y fluidamente antes los demás,
temores infundados a equivocarnos, miedo al qué dirán de mi manera de pararme, de hablar, de
reír, hasta de mirar, etc. ¿Hay algún remedio para tales murallas que impiden nuestro desarrollo
normal y logro de objetivos a través de la comunicación eficaz?
En este pequeño estudio monográfico, veremos cuáles son las actitudes y el perfil que podemos
desarrollar cualquiera de nosotros, con el objetivo de alcanzar, dentro de poco tiempo, un elevado
nivel de fluidez comunicativa, que nos hará “despertar” hacia una nueva etapa de nuestra vida,
descubriendo lo gratificante que resulta expresarse en cualquier campo del conocimiento, los
negocios, las creencias religiosas, el hogar, la sociedad, empresarialmente e incluso, frente a la
persona a quien anhelamos conquistar para demostrarle nuestro amor y cariño. Empecemos,
pues, a caminar por este fascinante mundo de la Oratoria, arrasando con toda argumentación en
contra, pues un hermoso horizonte nos espera cuando hayamos dominado el Arte de Hablar en
Público.
4
I. LA ORATORIA
1. CONCEPTO
Etimología: latina, la “ars oratoria” es el “arte de emplear el pensamiento y la palabra para un fin
determinado”
2. ANTECEDENTES:
En primer lugar deberíamos saber que ya en la antigua Grecia , se estudiaba dicha disciplina para
las soluciones judiciales , y que posteriormente en la edad media se estudiaba como asignatura
imprescindible puesto que se entendía que al dominar el arte de hablar en público , además de
formar culturalmente a la persona.
a. Cicerón
En los primeros decenios del siglo l a.c Roma vive un renacimiento cultural especialmente visible
en el campo de la literatura, que tiene como figura señeras la de Marco Tulio Cicerón. Hombre de
acción, pero simultáneamente hombre de reflexión estadista, orador, estudioso de la retórica, y
filósofo. A partir del año 81 comienza a intervenir como abogado teniendo un éxito que después
le serviría para desempeñar el cargo de cuestor de silicia. El triunfo de César en Farsalia ( año 49 )
hasta su muerte asesinado en el año 44 , cicerón vive un procedimiento productivo retirado
dedicado a sus tratados retórica y filosofía , al asumir Marco Antonio el mayor obstáculo era
Cicerón llegándolo asesinar en el año 46.
5
b. Demóstenes:
Tenía defectos al hablar (tartamudo) y su voz sonaba aguda y molesta, Esquines otro ateniense se
burlaba de sus dificultades, sin embargo Demóstenes llevó adelante un programa riguroso para
mejorar su timbre de voz, a diario iba a la orilla del mar solía ponerse en su boca guijarros hasta
hacer un mejor pronunciamiento de su vocabulario
FIN:
Convencer o persuadir: Conseguir con razones y argumentos que una persona actúe o
piense de un modo determinado
IMPORTANCIA DE LA ORATORIA:
Hablar en público
Tener una mejor capacidad de expresarse
Superar el miedo escénico
Poder criticar y decir nuestro punto de vista ante dicho tema que se nos proponga
4. ELEMENTOS DE LA ORATORIA
6
Orador: receptor
Retórica: mensaje
Auditoria: receptor
5. CLASES DE ORATORIA
a) Oratoria Social
b) Oratoria Pedagógica
Es enseñar, informar y/o transmitir conocimientos. Usada por los profesores, catedráticos y
educadores.
c) Oratoria forense
Es la que tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria
Judicial y es utilizada en exclusiva, en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y
precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados.
d) Oratoria Política
Su esencia es exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad
pública.
e) Oratoria Religiosa
f) Oratoria Militar
Es la oratoria propia del ámbito castrense (FF.AA. y FF.PP.) tiene por objeto instruir la defensa y el
amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados.
g) Oratoria Artística
Su objeto es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el
espíritu de los oyentes.
h) Oratoria Empresarial
7
8
II. EL ORADOR
La oratoria es el arte de persuadir por medio de la palabra. El orador debe dedicar todo su saber y
su esfuerzo a conquistar la voluntad del auditorio y persuadirle con todo tipo de argumentos de la
verdad y la bondad de sus opiniones. El orador debe plantearse los siguientes objetivos:
El orador ha de ser claro y sencillo para ser comprendido a la vez que es escuchado.
Cada intervención de un buen orador es una experiencia diferente, que exige prepararse con
esmero y dedicación especial, recordando que al hacer uso de la palabra de manera individual, es
decir, sin la participación de otra u otras personas más en el escenario, es una de las
oportunidades de cautivar y alcanzar objetivos a través de la elocución frente a un público
expectante y hambriento de novedades o beneficios que espera recibir a cambio de su tiempo
dedicado a escucharnos. Por lo tanto, quien no se dirige como disertador u orador se encontrara
con que es preciso desarrollar ciertas cualidades y adoptar nuevos hábitos en la conformación de
nuestra personalidad, con el fin de ganar la aceptación y confianza del público, demostrar quienes
somos, ofrecer nuestra mejor imagen profesional y, lo más importante, obtener el objetivo que
nos llevó a pararnos al frente y perorar.
Sean cuales fueran las tareas específicas que el orador deba realizar en una disertación y aunque
muchas de ellas puedan parecer mecánicas o rutinarias, no puede pasarse por alto la importancia
de la posición que ocupa como comunicador social y/o líder de opinión. Por ello, en el orador no
sólo se valora la aptitud para el desempeño de las funciones como expositor sino también la
idoneidad a través de una serie de cualidades que a nuestro entender debe poseer un orador
de éxito y que a continuación presentamos.
1º Cualidades físicas.
Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no involucra que sea
hermoso o de físico impresionante.
Implica el cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le permitan resaltar su personalidad,
de tal forma que constituya un conjunto armonioso y estético ante los ojos de los demás.
a. El aseo personal
Es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposición de nuestro cuerpo. Ello transmite una
agradable impresión a través del sentido visual y olfativo. El acicalamiento en nuestro peinado,
maquillaje y perfume permiten un buen acercamiento de los oyentes hacía nosotros. El no bañarse
o no cepillarse los dientes, a la larga van produciendo un hedor insoportable o un aliento nada
agradable que pondrá una barrera entre nosotros y las personas con las que tratamos. Es
9
recomendable el baño diario, el cambio de ropas con la misma frecuencia, el corte de uñas y de
cabello en forma periódica.
b. El vestido
Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo para abrigo o adorno. Involucra el conjunto de piezas
que sirven para cubrir nuestro cuerpo, pueden ser formales o informales según la ocasión en la
que tengamos que utilizarlo. Constituye la prenda exterior completa de una persona y en el caso
de los oradores constituye su uniforme de trabajo; esta vestimenta debe ser la adecuada para
cada reunión oratoria debiendo primar los principios de elegancia, limpieza y una correcta
combinación de prendas y/o colores. Recordemos que el vestido resalta nuestra personalidad,
formalidad y pulcritud.
Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud mental positiva que
nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una actitud mental negativa que sólo apunta a
buscar excusas para no realizar lo deseado.
Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras
acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud mental
positiva para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra a través
de la autosugestión y del correcto uso de las técnicas de respiración y de relajamiento.
Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no podrá realizar con
eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo indispondrá para sus
tareas. Lo recomendable es que periódicamente se acuda al médico para un chequeo general y
evitar desagradables sorpresas. La labor un tanto estresante, conlleva a padecer de una serie de
dolencias que al no ser atendidas o al ser mal curadas, pueden convertirse en crónicas y mortales.
Se debe combinar una buena dieta con ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y
las enfermedades psicosomáticas.
10
2º Cualidades intelectuales.
Estas cualidades están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar; implican
un conjunto de características inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con eficacia.
Estas cualidades propias de la actividad mental, están al alcance de todos y sólo requieren de
decisión para aplicarlas.
a. Memoria
El orador debe considerar como un tesoro el hecho de tener una buena memoria, por cuanto en
cualquier oportunidad puede recurrir a ella utilizando frases, vocablos, citas, sentimientos, ideas,
pensamientos, anécdotas y otros. El poseer una buena memoria, en muchos casos, es hereditario,
y para mejorar esto es bueno aplicar las llamadas “Leyes naturales de recordación” que consisten
en tener la capacidad de concentrarse para lograr una impresión profunda de lo que deseamos
memorizar.
b. Imaginación
c. Sensibilidad
Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena, dolor, compasión y
ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello todos los tienen
desarrollados en la misma medida. Existen algunos oradores que parecieran insensibles al dolor
ajeno, dan la impresión de no interesarles para nada los sentimientos de sus congéneres.
A la larga, estas personas se hacen odiar y son públicamente vilipendiadas. En cambio, un orador
que demuestre sensibilidad en su trato y en sus acciones se ganará el cariño y estima de las
personas con las que trata.
Debemos coincidir que todo buen orador se relaciona más con el corazón que con el cerebro. Por
lo tanto el que quiere entablar una comunicación adecuada, debe tener en cuenta que no es
simplemente el esfuerzo para ser entendido, sino recordar que los públicos requieren de la
sensatez y el valor humanitario, mas no un personaje autoritario y magistral.
11
d. Iniciativa
Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga, ordene o
motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en hablar u obrar, es una cualidad personal
que inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una ventaja competitiva. En la mente
de todo orador debe estar presente siempre la frase: «la iniciativa es del interesado», si
anhelamos lograr un objetivo, no podemos confiar sólo en la voluntad divina o en la buena
voluntad de las personas; sino que, como interesados, debemos intervenir directamente para su
concretización.
e. Destreza
f. Confianza
Implica tener confianza en sí mismo para razonar la verdad de los argumentos porque se está
seguro de lo que se dice y, a la vez, despertar la confianza en el auditorio que lo que oye es creíble.
Una persona reservada, cauta y siniestra no inspira confianza ni predispone a escucharle.
g. Conocimiento
El orador necesita una cultura amplia tanto para tener un vocabulario variado y elevado que le
apoye a convencer, como para tener razonamientos y argumentos suficientes que puedan
defender sus ideas y refutar las contrarias.
h. Claridad de Ideas
Estas deben ser fácilmente entendibles para los públicos, por lo que no solamente deben ser
comprensibles, sino que deben ir articuladas de una manera lógica, armónica y coherente.
i. Facilidad de expresión
No es más que tener la habilidad para encontrar palabras apropiadas, organizadas en frases
correctamente elaboradas enlazándolas unas con otras a través de un estilo personal que permita
una expresión correcta.
3º Cualidades morales.
Son el conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir el orador para que exista una
conexión entre lo que predica y lo que hace. Algunas de estas cualidades son: la honradez, la
puntualidad, la sinceridad, la congruencia y la lealtad.
La moral está relacionada a las costumbres y a las normas de conducta de una determinada
sociedad. Por extensión, podemos decir que es el conjunto de normas de comportamiento que
12
debe cumplir un orador, para que exista congruencia entre lo que predica y hace, en el ejercicio de
su labor profesional.
a. Honradez:
Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un orador. Actuar
con honestidad significa, no apartarnos de los cánones morales establecidos por la profesión ya
que muchas veces suelen presentársenos oportunidades o propuestas nada decentes, que bien
podríamos aprovechar en beneficio nuestro. La falta de honradez significa una falta moral hacia
nuestra profesión y el desprestigio para nuestra persona.
Un orador que no sea honrado, poco tiempo durará en su trabajo, pues las exigencias de su labor
demandan de él, un proceder recto y honesto.
b. Puntualidad
Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser exactos en
hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora establecida. Napoleón
Bonaparte solía decir: la hora es la hora... cinco minutos antes de la hora, no es la hora... cinco
minutos después de la hora tampoco es la hora. y concluía diciendo: puedo perder una batalla
pero nunca un minuto; las batallas se recuperan, el tiempo jamás La puntualidad es en esencia,
una cualidad que todo orador debe practicar e interiorizar en su subconsciente.
c. Sinceridad
No es nada agradable escuchar a un orador decir algo que no se viva o que no sea creíble,
tampoco adelantarse a lo que uno no está seguro, peor adoptar una postura exterior que no sea
cierta, también cuando se ignora algo, es mejor confesarlo diciendo “no sé” o “no conozco”. Por
otro lado, cuando se comete un error aceptar o reconocer indicando “me he equivocado” o
pidiendo disculpas.
d. Congruencia
Es la relación que existe entre el pensar y el actuar, relación que muchas veces no es armoniosa,
pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un orador puede manifestar en
una exposición empresarial, que los cigarrillos son dañinos para la salud y que por eso no debemos
fumar, pero al terminar su exposición, compra una cajetilla para fumarlos delante de su
sorprendido público.
Todo lo que decimos debe tener su contraparte en la acción, caso contrario corremos el riesgo de
caer en la demagogia o cháchara barata.
e. Lealtad
Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona incapaz de traicionar la confianza
depositada en uno, o ser incapaz de engañar a quien le ha brindado su consideración. Se entiende
por leal a la persona que pese a los graves problemas que se suscitan, no abandona jamás al
compañero, jefe o institución para la que trabaja. Dícese, que la lealtad inspira la realización de
acciones nobles, altruistas y hasta de sacrificio. Más que una cualidad, es una virtud que todo
orador debe practicar a diario como parte de su comportamiento ético y moral.
13
f. Naturalidad
En este caso, el orador debe ser uno mismo, es decir, no copiar ni impostar artificios ajenos, sin
afectar a nadie y en lo posible evitar emplear palabras rebuscadas o técnicas, por lo tanto un buen
orador, debe procurar no ponerse ceremonioso y, si esto ocurriera, la actuación del orador pierde
toda naturalidad y atractivo.
g. Humildad
El orador no debe decir su discurso para escucharse a sí mismo, ello conduciría a la vanidad,
cuando el orador, por más simpático y atractivo se presente cae en la arrogancia, produce un
efecto de rechazo por parte de los públicos y consecuentemente un efecto desfavorable.
h. Paciencia
El buen orador, repite muchas veces las verdades a pesar de no ser comprendido por muchos, y
por ello no hay que desalentarse ya que con esa actitud, el orador puede estar desarrollando una
tarea educativa y formativa, cuyo secreto de esta labor, radica en la paciencia.
* Culto a la verdad, Un buen orador es aquel que se esfuerza por ser veraz, en lo posible ser exacto
y evitar la utilización de la palabra falsa. El culto a la verdad, no quiere decir ser presuntuoso o
autosuficiente, sino de lo que se trata es de darle fidelidad y coherencia a lo que se está diciendo,
cuya virtud esté en estrecha consonancia con lo que se dice y hace.
Uno de los factores más importantes a la hora de afrontar una exposición pública es darnos cuenta
de que no estamos solos. Sentirnos evaluados, observados nos lleva a valorar aspectos de nuestro
comportamiento que en una situación de “confortabilidad” aparecían desapercibidos, o
simplemente no aparecían.
El gran enemigo del orador es el miedo al público, que paraliza la lengua, seca la boca y la garganta
y produce transpiración, engendra movimientos torpes, traba la voz y nubla la mente. El origen
suele estar en la falta de confianza y seguridad personal o de preparación académica. Lo
importante sobre el miedo es canalizarlo, ya que ello nos hace mantenernos alerta ante una
situación de peligro y de esta forma se convierte en nuestro aliado. Todo el mundo experimenta el
miedo, aunque hay gente que ha aprendido a controlar ese miedo oratorio.
14
a) Miedo a la primera vez.- Este miedo se vence dando el primer paso, no importa lo bien o lo
mal, lo importante es que lo hagamos. La primera vez puede que no sea muy satisfactoria pero las
siguientes serán mejores, habremos adquirido experiencia y aprendido a dominar nuestras
emociones.
c) Miedo al qué dirán.- Muchas personas viven pendientes de las opiniones que los demás
tienen de ellos y no de los dictados de su razón.
Cuando un orador tiene que transmitir un discurso, su cerebro juega un papel importante en su
motivación personal. Una actitud mental positiva hará que el orador exponga su tema con
convicción y superará su miedo y su timidez.
Para conseguir esa actitud mental, es preciso motivarse a uno mismo con palabras positivas y
reconfortantes. Esas palabras, repetidas y asumidas, nos harán convencernos de que todo es
posible. Lo único que necesitamos es decisión, valor y perseverancia.
3º A medida que se van repitiendo las palabras, acumular toda la energía interna que nos sea
posible y mantener la concentración.
4º Pasar a la acción. Abrir los ojos, enfrentarse al auditorio con decisión y confianza, exponer
nuestro discurso y retirarnos orgullosos, con la satisfacción del deber cumplido.
1.- La voz
Es la base de la expresión oral. Una buena voz facilita la labor del orador. La voz humana debe
tener las siguientes características:
15
a) Tono.- Es la altura musical de la voz. Las voces humanas se clasifican según el tono en agudas o
graves, existiendo tonos intermedios. El tono más adecuado para la oratoria es el de barítono.
b) Timbre.- Es el matiz personal de la voz. Hay voces bien timbradas y agradables y otras roncas o
chillonas, etc.
c) Cantidad.- Es la duración del sonido. Suele depender de las características del idioma, los
hábitos lingüísticos de las regiones o países, la psicología del orador, etc.
Según los especialistas, la voz de un orador debe reunir los requisitos de calidad, alcance,
intensidad, claridad, pureza, resistencia y flexibilidad. Algunos de ellos son innatos pero otros se
pueden adquirir a través de la práctica.
2.- La respiración
Para la oratoria, una respiración diafragmática es la más aconsejada, ya que permite inspirar
más aire y utilizar el diafragma al momento de hablar. Este tipo de respiración permite hablar con
claridad y facilidad, sin peligro de quedar afónico.
Impostar la voz significa fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el sonido sin vacilación ni
temblor. Es hablar sin esfuerzo y con naturalidad. La impostación de la voz suele estar a cargo de
médicos foniatras, profesores de canto y otros especialistas.
5. La pronunciación y vocalización
Modular y expresar muy bien lo que se dice es muy necesario. De hecho, es necesario para que las
personas no pierdan su atención. Cuando un conferencista habla demasiado rápido, pronunciando
mal algunas palabras, se genera una desconcentración en el público.
1.- La velocidad
Es la rapidez del discurso y varía según la personalidad del orador, las emociones o ideas que
expresa, etc. Se recomienda que al dirigirse a un público numeroso la velocidad sea menor que si
nos dirigimos a un público pequeño.
También al exponer razonamientos difíciles, debe ser lenta, mientras que las ideas sencillas se
pueden transmitir con mayor rapidez.
16
2.- Las pausas y silencios
Las pausas, que normalmente en un discurso leído se corresponden con los signos de
puntuación, deben aprovecharse para tomar aire. No deben ser largas. Se utilizan para separar
grupos de ideas de un párrafo, para anticipar frases o ideas que deseamos destacar y para meditar
lo que se va a decir a continuación.
Uno de los problemas con los que se suele enfrentar el orador es el saber cómo desplazarse hasta
el escenario, dónde ubicarse, cómo empezar y cómo concluir su exposición. A continuación
daremos unas pautas a seguir en cada uno de estos momentos:
1º Tránsito inicial.-
2º Ubicación en el escenario.-
El lugar correcto para situarnos en el escenario es el centro de éste, a no ser que haya alguien a
espaldas del orador. En ese caso nos situaremos a un costado de forma que no demos la espalda a
nadie.
Si hay instalado un atril, nos situaremos detrás de él y con las manos sobre la parte superior. Si
hay un pedestal con micrófono, detrás de él, con el micrófono a la altura de los labios, a dos dedos
de distancia, con el cuerpo erguido y sin sujetarlo.
Si existe una pizarra o pantalla, la ubicación será al lado izquierdo de ésta, teniendo cuidado de
no dar la espalda al público.
3º Esperar el silencio.-
No debemos comenzar la intervención hasta que no se produzca el silencio absoluto. Una vez
se produce, esperar entre tres y cinco segundos y comenzar. Estos segundos nos servirán además
para observar a nuestro público y tratar de detectar cuál es su actitud hacia nosotros.
4º Saludo.-
Si son muchas las personas que asisten, haremos un solo saludo general.
17
A continuación es bueno añadir unas palabras de agrado o reconocimiento al público en
general (Ej.: es para mí un honor dirigirme a ustedes…)
5º Discurso.-
b) El público al que va dirigido, para adoptar un léxico que se adapte a su nivel cultural.
La despedida debe ser breve: “gracias”, “muchas gracias” o “he concluido”, y no pronunciar ni
una palabra más. De esta forma, el público tiene claro cuándo ha terminado el discurso y pueden
aplaudirlo.
Debemos agradecer los aplausos con la mirada y una sonrisa y retirarnos con el cuerpo
erguido.
Algunas veces, tras la exposición, el orador es solicitado por los asistentes para saludarlo,
conocerlo personalmente, estrecharle la mano,… en este caso, nunca debemos desairarlos ni
mostrarnos pedantes con ellos.
4. EL LENGUAJE CORPORAL
Nos comunicamos con nuestros oyentes por medio de palabras, pero además con la expresión
corporal.
Por medio de lenguaje corporal podemos comunicarnos sin hablar y dar una impresión de
simpatía, de hostilidad, de desdén o de indiferencia, por el solo movimiento de los hombros,
manos o cejas.
18
Dentro de los recursos gestuales, son dos, el rostro y las manos los conocidos como los grandes
delatores porque “delatan” información de carácter emocional que contribuye a reforzar nuestro
mensaje, contradecir o incluso incorporar nuevos matices.
Cuando se habla ante un micrófono se actúa de un modo rígido, casi sin libertad de movimientos,
puesto que el emisor no puede separarse del aparato que expande, so pena de que su voz quede
ahogada, pero normalmente los oyentes ven al orador a la vez que lo están escuchando, por lo
que es muy importante la conducta física.
1. El territorio intimo
Es el territorio que abrimos a la familia, a los amigos más íntimos. Aceptamos una gran proximidad
física con una persona, por ejemplo abrazándola.
2. El territorio social
Corresponde más o menos a un brazo extendido de parte de cada interlocutor. Es la zona que
abrimos a la jerarquía, los clientes, las personas que saludamos la primera vez.
3. El territorio público
Es el territorio del orador, cuando tenemos el papel protagonista hablando en una reunión, una
presentación, etc. La apertura de este territorio es lo que provoca el miedo escénico porque en
este momento el orador tiene que dejar su territorio íntimo y conquistar un espacio que le obligue
a salir de los límites de su cuerpo. Una persona tímida va a tener un territorio personal más
amplio, porque va a poner una zona de protección más importante, mientras que una persona
más abierta dejará entrar con mayor facilidad y confianza al espectador, pues su seguridad no se
verá afectada.
La percepción del espacio público es la clave de todo el proceso de comunicación, porque nos
permite una medida justa de los recursos. El orador tiene que mandar señales al público
coherente con el contexto y su papel protagonista.
19
4. La postura corporal
Los pies y las piernas constituyen una zona de observación interesante del cuerpo porque es una
zona siempre en movimiento. Algunos psicólogos la llaman “zona de derivación” porque emite
señales de estrés o de tensión inconscientes, como por ejemplo: la punta del pie que marca el
compás debajo de la mesa. Por eso, salir caminando hacia un público en una convención no es
para restarle importancia, ya que nuestro andar demuestra nuestra percepción de los demás y del
mundo exterior.
La intensidad del apoyo de los pies al caminar va a mostrar pasos seguros o inseguros y por eso
existen varios apoyos que podemos destacar cuando caminamos y que están relacionados con
nuestro perfil de orador.
El apoyo sobre la punta de los pies o el orador. Yo (-) y el público (-). Se trata de caminar
apoyando solamente la punta de los pies en el, lo que caracteriza a una persona con falta de
anclaje en el mondo concreto. Trasmiten inseguridad y poca firmeza.
- El apoyo con el talón o el orador Yo (+), el público (-). Si se camina pisando fuertemente el
suelo con el talón, esta persona quiere dejar sus huellas a la fuerza. Son personas bastante
prepotentes, invasivas, que entran en contacto con los demás sin hacerles caso. En general, las
personas que andan así, se paran con las piernas muy separadas, la pelvis hacia delante,
mostrando una postura desafiante.
- El apoyo con los pies ligeros, o el orador Yo (-), el público (+). Es caminar sin tocar
realmente el suelo, dejando pocas huellas. El contacto con el suelo es ligero, sin fuerza. Son
andares que no trasmiten energía, voluntad…. El orador hablará sin parar de mover los pies,
demostrando su inseguridad y su malestar.
- El apoyo equilibrado de todo el pie en el suelo, o el orador Yo (+), el público (+). Se trata de
caminar con un apoyo equilibrado entre el talón, la bóveda y la punta, lo que denota un orador
seguro de sí mismo y que demuestra confianza en él. Tiene una buena percepción de la realidad y
del momento presente. Cuando caminamos, los brazos acompañan los pasos y son ellos los que
completan la percepción visual que el público tendrá del orador en este momento. Andamos con
la ayuda del movimiento de los brazos que se balancean delante a atrás de manera equilibrada.
Cuando caminamos los brazos deben mantener el cuerpo centrado, pero si un brazo toma más
protagonismo que el otro, el cuerpo se desequilibra a la derecha o a la izquierda, según sea el
caso.
- El protagonismo del lado derecho o el lado del control cerebral y del futuro. El brazo
derecho simboliza el futuro, el entusiasmo, las ganas de descubrir y de lanzarse. La exageración y
20
la fuerza del movimiento enseñan que esta persona toma decisiones demasiado rápido. Le talta
constancia y pasa de una idea a otra sin acabar sus acciones.
- Los dos brazos separados del cuerpo y tensos. Representan la rigidez mental y emocional.
Los dos brazos rígidos y tensos que no se balancean, simbolizan una persona poco emocional, no
es un espíritu contemplativo (pasado), ni tampoco mira hacia el futuro. Es una persona que se
queda en el presente y puede llegar a una cierta rigidez.
- Las piernas tienen que estar separadas a lo ancho de las caderas. El peso del cuerpo tiene
que repartirse bien entre las dos piernas.
- Los brazos a lo largo del cuerpo sin tensión en los hombros o manos.
Las manos constituyen un pequeño problema cuando uno no está acostumbrado a hablar en
público, el principio son un estorbo.
Algunos consejos
1. Si el tema no requiere que sea expuesto de modo expresivo, la postura correcta será
mantener las manos quietos (cruzar una encima de la otra es una postura cómoda).
El rostro.
La expresión del rostro ha de ser siempre natural y espontánea, de modo que revele esta
naturalidad propia de los que se encuentran cómodos con sus escenarios. Las expresiones del
rostro en muchas ocasiones hablan a menudo, con más elocuencia que las palabras.
3. No empezar enseguida buscaré a mi aliado/as en las primeras filas (los dos extremos de las
dos primeras filas y me dirigiré a ellos con una sonrisa y de manera natural empezaré a
hablarles personalizada mente). Me tomaré unos momentos para organizar las ideas y
mirar a los oyentes (30 segundos aproximadamente).
21
4. Mantenerse recto, sin rigidez, con los pies separados unos 30 cm. Balanceando el peso de
un pie al otro.
7. Al terminar el discurso no apresurarse a abandonar la sala, luego salir con paso firme.
Buscaré a mis aliados para finalizar la presentación.
22
REFERENCIAS:
Alejandro Avalo G.”El arte de hablar en público” (2005) editorial Palomino, Lima – Perú
https://sites.google.com/site/lagranoratoria/la-gran-oratoria/tecnicas-de-oratoria/
definiciones-y-tecnicas
http://www.mailxmail.com/curso-expresion-oral-radiodifusion/cualidades-orador-
radiodifusion
http://www.uprm.edu/agricultura/sea/club4h/doc/Manual%20comp%20oratoria.pdf
http://www.monografias.com/trabajos100/oratoria-y-cualidades-orador/oratoria-y-
cualidades-orador.shtml
http://es.scribd.com/doc/143630125/Monografia-La-Oratoria-y-Las-Cualidades-de-Un-
Orador#scribd
http://www.mailxmail.com/curso-liderazgo-oratoria-2/tecnicas-respiracion-vocalizacion
http://www.mental-gym.com/Docs/ARTICULO_42.pdf
http://ual.dyndns.org/Biblioteca/Argumentacion%20Juridica/Pdf/Unidad_13.pdf
http://www.fudepa.org/fudepaweb/Actividades/FMedia/TecHablar.pdf
http://www.tecnicasdeoratoria.com/2013/03/la-pronunciacion-y-vocalizacion-en-un.html
23