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Ensayo

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” (Núcleo Palo Verde)
Programa Nacional de Formación de Fisioterapia
Tramo I, Trayecto III
Sección: 3101

DIAGNOSTICO, PLANIFICACION,
INTERVENCION
COMUNITARIA Y DISCAPACIDAD

Participante:
Facilitadora: Nicolle Londero
Xiomara García C.I 30.978.927
Caracas, abril del 2024
El problema de la discapacidad siempre ha sido un tema complejo y multifacético que ha generado
numerosas discusiones y debates en la sociedad. La cuestión de si el principal problema de la
discapacidad radica en el ambiente y/o entorno por la existencia de barreras o si es debido a la
limitación de la persona ha sido un tema de estudio e investigación durante muchos años. En este
ensayo, se explorará este tema desde diferentes perspectivas, analizando el contexto histórico, las
figuras clave y el impacto de esta problemática en la sociedad.

En primer lugar, se debe aclarar el significado de discapacidad, el cual se encuentra en la ley para
personas con discapacidad, específicamente en el artículo 6; “Es la condición compleja del ser
humano constituida por factores biopsicosociales, que evidencia una disminución o supresión
temporal o permanente, de alguna de sus capacidades sensoriales, motrices o intelectuales que
puede manifestarse en ausencias, anomalías, defectos, pérdidas o dificultades para percibir,
desplazarse sin apoyo, ver u oír, comunicarse con otros, o integrarse a las actividades de
educación o trabajo, en la familia con la comunidad, que limitan el ejercicio de derechos, la
participación social y el disfrute de una buena calidad de vida, o impiden la participación activa
de las personas en las actividades de la vida familiar y social, sin que ello implique necesariamente
incapacidad o inhabilidad para insertarse socialmente.”

es importante comprender el contexto histórico en el que se ha desarrollado la percepción de la


discapacidad. Históricamente, las personas con discapacidad han sido marginadas y excluidas de la
sociedad, consideradas como una carga o un problema que debe ser ocultado o corregido. Esta
visión discriminatoria ha perpetuado estereotipos negativos y ha contribuido a la creación de
barreras tanto físicas como sociales que limitan la participación plena de las personas con
discapacidad en la sociedad.

Figuras clave en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad han desafiado esta visión
tradicional y han abogado por la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos. Grandes
activistas como Helen Keller, quien a pesar de ser sordociega, logró superar todas las barreras
impuestas por su entorno y se convirtió en un símbolo de la capacidad humana de superar la
adversidad. Otro ejemplo emblemático es el de Temple Grandin, una mujer autista que ha
revolucionado la forma en que entendemos el autismo y ha demostrado que las personas con
discapacidad tienen mucho que aportar a la sociedad.

El impacto de la discapacidad en la sociedad es innegable, ya que las personas con discapacidad


enfrentan diariamente barreras que limitan su acceso a la educación, el empleo y otros servicios
básicos. Estas barreras pueden ser tanto físicas como emocionales y sociales, en el caso de las físicas
que son obstáculos concretos que dificultan la movilidad y el desplazamiento de las personas con
discapacidad. Estas barreras pueden manifestarse en la falta de accesibilidad en edificios, calles y
transporte público, así como en la ausencia de adaptaciones y ayudas técnicas. Las barreras físicas
limitan la autonomía y la participación de las personas con discapacidad en diferentes aspectos de
la vida, impidiéndoles realizar actividades cotidianas y acceder a servicios básicos. Es fundamental
eliminar estas barreras y promover entornos accesibles para garantizar la igualdad de
oportunidades y la plena inclusión de las personas con discapacidad.

En el caso de las barreras sociales afectan su integración y participación en la sociedad. Estas


barreras pueden manifestarse en la discriminación, el estigma y la falta de conciencia y comprensión
por parte de los demás. Las actitudes negativas, los estereotipos y los prejuicios hacia las personas
con discapacidad generan exclusión y limitan sus oportunidades de educación, empleo y
participación en la comunidad. Es necesario promover la sensibilización y la inclusión social para
construir una sociedad más justa e igualitaria para todas las personas, independientemente de su
condición.

Y en referencia a las barreras emocionales representan obstáculos internos que pueden limitar el
desarrollo y el bienestar de las personas con discapacidad. Estas barreras se refieren a las
dificultades emocionales y psicológicas que pueden experimentar, como baja autoestima, falta de
confianza en sí mismas y miedo al rechazo social. Las barreras emocionales pueden influir en su
capacidad para enfrentar los desafíos, establecer relaciones significativas y alcanzar su máximo
potencial. Es fundamental brindar apoyo emocional y psicológico a las personas con discapacidad,
promoviendo un entorno seguro y respetuoso que les permita desarrollar una sana autoimagen y
fortalecer su bienestar emocional.

Desde una perspectiva centrada en el ambiente y/o entorno, se argumenta que el principal
problema de la discapacidad radica en las barreras físicas y sociales que limitan la participación plena
de las personas con discapacidad en la sociedad. La falta de accesibilidad en los espacios públicos,
la discriminación laboral y la falta de apoyo y recursos adecuados son solo algunas de las barreras
que enfrentan las personas con discapacidad a diario. En este sentido, se defiende la necesidad de
eliminar estas barreras y promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos.

Por otro lado, desde una perspectiva centrada en la limitación de la persona, se argumenta que el
principal problema de la discapacidad radica en las dificultades individuales que enfrentan las
personas con discapacidad. Se sostiene que la discapacidad es una condición intrínseca de la
persona que limita su capacidad de funcionar de manera óptima en la sociedad. En este sentido, se
enfatiza la importancia de brindar apoyo y recursos adecuados a las personas con discapacidad para
que puedan superar sus limitaciones y alcanzar su máximo potencial.

A pesar de que a través de los años se ha intentado mejorar la situación de las personas con
discapacidad, sus limitaciones, barreras, entre otros, y a pesar de que existen leyes que los amparan
como la anteriormente mencionada ley para personas con discapacidad, y la clasificación
internacional del funcionamiento, de la discapacidad y de la salud (CIF), sin darse cuenta, aún se
sigue luchando contra los diferentes paradigmas sociales, ya que existen modelos conceptuales que
se refieren solo a los problemas biomecánicos de las personas, al igual que la parte médica que, solo
se enfoca en la afección y no en la parte emocional.

Es por ello que, actualmente se ha intentado cambiar este paradigma y comprender a los pacientes
como un todo, y esto se realiza desde lo micro a lo macro, es decir que la palabra discapacidad, que
es desde donde inicia todo, asociado con discapacitado, valido o invalido, limitado o no limitado, se
está cambiando o mejorando por otro término el cual es Diversidad Funcional; Es una persona, es
la dificultad para desempeñar papeles y actividades sociales habituales. Es un término alternativo
al de discapacidad que ha comenzado a utilizarse por iniciativa de algunas personas afectadas, y
pretende sustituir a otros cuya semántica hay quien considera peyorativa, tales como
"discapacidad" o "minusvalía". El uso del término diversidad funcional surge con una perspectiva
social, que nace con el foco puesto en las capacidades diferentes de cada individuo dejando en un
segundo plano los déficits y carencias.
El objetivo es eliminar las connotaciones negativas y que acarrean expresiones como ‘invalidez’,
‘minusvalía’ o ‘incapacitación’, que sugieren que estas personas son menos válidas que aquellas que
no se encuentran en su misma situación. Es por ello por lo que es preferible emplear el término
diversidad funcional, puesto que no establece una jerarquía de ‘válido’ o ‘no válido’ y permite
concebir la situación de estas personas como algo diferente, y no como algo peor, como sucedía
anteriormente. Es importante resaltar, que las personas con diversidad funcional, están cada vez
más comprometidos en el desafío de los estereotipos y en el desarrollo de ideas dignas alternativas,
que reconozcan la diversidad funcional como cuestión de derechos humanos; esto supone la lucha
por el derecho de elección, la justicia y participación social.

Habiendo dicho esto, cambiando la base de la construcción de la discapacidad, se podrá ir


cambiando todo un paradigma social, médico y conceptual que ayudará a comprender a las
personas no solo con dicha discapacidad o diversidad funcional, sino como un todo. En conclusión,
el problema de la discapacidad es una cuestión compleja que involucra una combinación de factores
ambientales, sociales y personales. Si bien es cierto que existen barreras que limitan la participación
plena de las personas con discapacidad en la sociedad, también es importante reconocer el papel
crucial que juega la persona en la superación de sus propias limitaciones. Por lo tanto, es
fundamental abordar este problema desde una perspectiva integral que tenga en cuenta tanto las
barreras externas como las capacidades internas de las personas con discapacidad. Solo a través de
un enfoque inclusivo y respetuoso de la diversidad podremos construir una sociedad más justa y
equitativa para todos.

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