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Mujer T9

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MUJER EMOCIONALMENTE SANA

RED DE MUJERES
ADULTAS

GRUPO CONEXIÓN
GUÍA PARA EL LÍDER
MUJER EMOCIONALMENTE SANA

AMADO
LÍDER
Estamos en el “TEMA 9”
¡En esta oportunidad queremos agradecerte por tu
increíble trabajo, sabemos que te estas esforzando
mucho, pero déjanos decirte que todo esfuerzo traerá
su recompensa, cuando menos lo esperes!
¡Gracias por todo! ¡Sigue firme, y sobre todo no te
rindas!

¡Te amamos!
MUJER EMOCIONALMENTE SANA

SEMANA
09
MUJER EMOCIONALMENTE SANA

TEMA 9

DEJA DE VIVIR LA VIDA


DE OTROS
¿La vida de quién estás viviendo, la tuya o la de alguien más? Las siguientes son
algunas señales que te ayudarán a discernir si estás viviendo la vida de otra persona:
• Te importa demasiado lo que los demás piensen de ti.
• Mientes.
• Culpas.
• Evitas la confrontación.
• Crees que la falsa paz es mejor que ninguna paz.
• Siempre pones a los demás primero que a ti misma.
• Dices que sí, aun cuando no quieres hacerlo.
• No puedes estar en desacuerdo con personas fuertes.
• Estás más preocupada por tener a la gente contenta a expensas de tu propia
felicidad.
• Te sientes insegura en cuanto a tus preferencias.
¿Estás conduciendo el autobús de tu vida o sin darte cuenta le has entregado el
volante a alguien más?
Dios nos llama a bajarnos del vehículo que otra gente está conduciendo. Jesús lo
hizo. Cuando dijo en su ciudad natal que él era el Mesías, sus vecinos y amigos de
toda la vida literalmente trataron de arrojarlo por un despeñadero. Jesús pasó en
medio de ellos y se dirigió fielmente a la vida que el Padre había preparado para él
(Lucas 4:28-31).
De la misma manera, Dios nos invita a ti y a mí a ignorar las voces que nos distraen
—a pesar de su fuente de procedencia— y perseguir con todo el corazón la clase de
vida que él nos ha dado. Al hacerlo, nosotros y al final todos los que nos rodean,
experimentaremos una nueva libertad

DESCÚBRETE… UN TRABAJO DE POR VIDA


«Somos hechura de Dios» (literalmente «una obra de arte», Efesios 2:10). Las
galaxias, las estrellas y el sistema solar pueden dejarnos sin aliento por la gloria de
Dios revelada en ellos (Salmo 19:1), pero solo los seres humanos que hemos
experimentado el milagro del nuevo nacimiento somos llamados hechura de Dios. Las
obras de arte no se hacen en cadenas de producción; ellas precisan las manos
hábiles de un genio. Son regalos para este mundo, únicas en su especie, nunca
repetidas. Y eso es lo que tú eres: un regalo de Dios para el mundo, única en tu
especie y jamás una copia o repetición.
MUJER EMOCIONALMENTE SANA
Descubrir el propósito especial de Dios para tu vida es un proceso. Es imposible
anticipar todo lo que podemos encontrar en este viaje hacia un yo auténtico y una
espiritualidad saludable. He descubierto cuatro prácticas que nos brindan una guía
confiable para este emprendimiento: descubre tu integridad, escucha tu ritmo interior,
establece tus límites y libera a los demás. A medida que apliques estas prácticas, te
unirás a una aventura con Dios para descubrir el gozo de cumplir tu propósito especial
en la tierra.

1. Descubre tu integridad
La jornada de vivir tu vida en vez de la de los demás comienza cuando
descubres tu integridad. Esto requiere reconocer y definir lo que es importante
para ti. El término integridad, como yo lo aplico aquí, siempre está alineado a los
valores de Dios. Por ejemplo, aunque tu integridad puede requerir que
abandones una relación abusiva, no exige que abandones a tu cónyuge
simplemente porque ya no te sientes segura de que lo amas.
La pregunta que yace detrás de esta cuestión es: «¿Qué es importante para ti?».
Si no dedicas un tiempo para responder a esta pregunta, los temores,
expectativas y planes de los demás (o incluso tus propios temores) te conducirán
por la vida. Acabarás definiéndote por aquello a lo que te opones en vez de
definirte por lo que es más importante para ti.

2. Escucha tu ritmo interior


Toda la creación posee un ritmo natural. Esto es parte de la hechura de Dios en
el universo. Tenemos la noche y el día, el verano y el inverno, y los grandes
movimientos de los océanos y las estrellas. Todas las cosas vivientes tienen un
ritmo interno, un reloj interior configurado dentro de ellos, para poder crecer de
una manera saludable y equilibrada. Nuestros cuerpos, por ejemplo, tienen
ritmos para dormir, comer y respirar. Cuando pasamos por alto este maravilloso
don de Dios y trabajamos setenta horas a la semana, dormimos
superficialmente, nos saltamos las comidas o le exigimos a nuestro cuerpo hasta
el límite, sufrimos de manera forzosa. El mismo principio se aplica al ritmo
emocional y espiritual de nuestra vida. Si descuido mi relación con Dios, si
traspaso mis límites en cuanto a la gente, si no nutro el placer y el gozo, mi alma
empieza a morir. Me deprimo. Cuando finalmente nos detenemos y
descansamos, nuestros ritmos naturales se reafirman y nos llevan de regreso al
equilibrio planeado por Dios. No obstante, en medio del apuro y la presión de la
vida, resulta fácil no escuchar o respetar nuestro ritmo. Al mismo tiempo, cada
uno de nosotros tiene ritmos diferentes. Nuestros relojes internos sufren
variaciones. Lo óptimo para ti no será lo óptimo para los que te rodean. El ritmo
tiene que ver con el tiempo justo: cuándo es momento de involucrarse o
desconectarse, permanecer o hacer una transición, estar con la gente o a solas,
trabajar o descansar, jugar o ponerse serios. Jesús prestó atención y honró sus
ritmos. Sabía cuándo era tiempo de marcharse a otra ciudad. Sabía cuándo
precisaba estar solo. Sabía cuándo necesitaba estar con tres personas o con
cinco mil. Sabía cuándo era tiempo de predicar y cuándo era tiempo de orar.
Tenemos que entender que nuestro ritmo muchas veces será muy diferente a los
demás por ello debemos aprender a respetar a negociar los ritmos y de esa
manera llegar a un equilibrio más aún con la pareja.
MUJER EMOCIONALMENTE SANA
Para empezar a escuchar tú ritmo interior considera las siguientes preguntas:
¿Sabes cuándo es tiempo de estar con la gente y cuándo es momento de estar
a solas? ¿Sabes cuándo es tiempo de descansar o jugar? ¿Cuáles son tus
mejores horas de trabajo? ¿Qué cantidad de horas de sueño precisas tú?
¿Cuándo es tiempo de comer? ¿Es tiempo para ti de esperar algo o de avanzar?
¿Cómo sientes el peso de tu vida? ¿Qué puedes hacer para establecer una
rutina que puedas disfrutar y un equilibrio sano en esta etapa de tu vida? Y por
último, ¿cuáles son uno o dos cambios que tienes que hacer para estar más en
sintonía con los ritmos interiores que Dios te ha conferido?

3. Establece tus límites


¿Con quién tienes que fijar límites? La respuesta es simple: ¡Con todos! Esto
incluye madre, padre, hermanos, cónyuge, hijos, amigos, compañeros de
trabajo… ¡hasta tu mascota! Los límites son cruciales si quieres evitar desvíos y
seguir el sendero de Dios para ti5. No es malo que las personas persigan lo que
quieren. La gente siempre querrá cosas de ti: tu tiempo, tu apoyo emocional, tu
experiencia, tu dinero, tu participación, lo que sea que posees que ellos desean.
Esto es normal. Eso no los hace malos. Todos queremos lograr lo que
deseamos… ¡incluso la gente buena y generosa como tú! Sin embargo, el hecho
de que alguien quiera algo de ti no necesariamente significa que Dios pretenda
que tú se lo proveas o que desee que ellos lo obtengan. Por supuesto que a
veces es más fácil hacer lo que los demás quieren y ser quienes ellos desean
que seas, pero la pregunta es: ¿Qué es lo mejor a la larga? Lo mejor a la larga
es que tú y yo establezcamos límites para poder ser fieles a la clase de vida que
Dios nos dio. De lo contrario, terminaremos fusionados a otros. La palabra fusión
es un término empleado en física que describe lo que sucede cuando los
metales se funden y pierden sus cualidades distintivas. La fusión emocional
ocurre cuando dejamos nuestra singularidad y nos perdemos en la vida de otro.
Recuerda, establecemos límites a fin de amar bien a las personas. Y al hacernos
libres para vivir nuestra vida, estamos haciendo libres a los que nos rodean
también.

4. Libera a los demás


Dejar de vivir la vida de otros requiere no solo establecer límites sanos con los
demás, sino también no tratar de manejar sus vidas. Al liberarlos, no interfiero en
la vida de ellos. Controlar la vida de otros lleva tiempo y energía. Y también
aparta el enfoque de tu propia vida. Cuando los demás piensan, sienten y actúan
diferente a nosotros, tendemos a ponernos ansiosos. Esto crea una pugna por
querer controlarlos. Si eres madre o padre, sabes lo desafiante que tal cosa
puede resultar.
Liberar a nuestros hijos y respetar sus diferencias es un proceso continuo. Solo
porque yo tengo frío no significa que ellos tengan frío. Solo porque yo tengo sed
en un día caluroso no significa que ellos tengan sed.
Cuando los niños se vuelven adolescentes y adultos jóvenes, liberarlos requiere
disminuir la cantidad de control sobre ellos, permitiéndoles elegir con quién salen
y se casan, la carrera, la universidad a la que va a asistir y cómo van a seguir a
Cristo. Por favor, no me entiendas mal; creo que los padres juegan un rol vital en
guiar a los hijos a tomar buenas decisiones. Si un hijo está involucrado en
conductas que dañan a los demás o a él mismo, es la responsabilidad de los
MUJER EMOCIONALMENTE SANA
padres intervenir. No obstante, hay muchas áreas de la vida donde nuestros
hijos toman decisiones que no están equivocadas; simplemente son diferentes a
las que nosotros hubiéramos tomado. Al final, cuando sean adultos y tal vez
estén casados, los veremos criar a sus hijos de una manera distinta a la nuestra.
A nosotros nos corresponde hacer lo mejor posible para tener una transición de
ser sus padres a ser sus pares, aconsejándolos solo cuando nos piden consejo.
¿Cuándo, dónde y a quién tienes que liberar? ¿En qué momento te ves tentada
a creer que sabes lo que es mejor cuando se trata solo de una cuestión de
preferencias? Nombra dos o tres áreas donde tienes que liberarte de la ansiedad
que sientes por una decisión que alguien tomó. En oración, entrégale a esa
persona y la situación al Señor. ¿Cómo Dios podría estar usando el proceso de
liberar a fin de prepararte para algo nuevo que tiene para ti?

Cuando descubres tu integridad, escuchas tu ritmo interior, estableces límites y liberas


a los otros, al igual que el salmón, estás luchando contra fuertes corrientes en ti
misma y tu cultura. El milagro radica en que cuando lo haces, escalas una poderosa
catarata que amenaza con lanzarte fuera. Y ahí entras en el gozo de la maravillosa
vida que Dios te dio.

Aquí les mostramos unas verdades que ayudaron a la autora de este libro a poder
desarrollar una vida propia, quizá pueda ayudarte a ti a poder edificar una vida,
emocionalmente sana.

• Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma y con
todas tus fuerzas al amar lo que amas7.
• Ama a tu prójimo no más que a ti misma, no por encima de ti misma, sino como a ti
misma.
• Camina con humildad, ama la misericordia y haz justicia (véase Miqueas 6:8). ¡Y no
tienes que caminar mil kilómetros de rodillas por el desierto para lograrlo!8
• Prueba y ve que el Señor es bueno al disfrutar del gozo del matrimonio, el amor y la
risa de la familia, la buena comida y bebida, la tibieza del sol, la sensación de tu
cuerpo deslizándose en el agua, la fragancia y los colores de las hierbas y flores, una
noche estrellada y la imagen de Dios en cada persona.
• Respeta los límites que Dios te puso y supera tus falsos límites, o dañarás mucho a
los demás9.
• Trata al silencio como a tu mejor amigo.
• Cuando las cosas se ponen difíciles, comienza a maravillarte.
• Sé rápida para preguntar y lenta para aconsejar.
• Mi primer trabajo es hacer descansar mi corazón, estar quieta y conocer que él es
Dios.
• Hay tesoros en las tinieblas. Riquezas guardadas en lugares secretos10.
• La que no es feliz no puede ayudar a muchos.
• Recuerda la sabiduría del ciervo. Solo sé, con imperfecciones y todo11.
• Trata a cada pensamiento y sentimiento —sin importar lo alegre o lo sombrío—
como un invitado, porque cada uno ha sido enviado para guiarte12.
• Recuerda los panes y los peces: Dios es la Fuente de mi vida (Juan 6:1-13).
• Recuerda al salmón: No le des la espalda al golpe, vuélvete hacia él para
experimentar misterio y gracia.
MUJER EMOCIONALMENTE SANA
PREGUNTAS:
1.- ¿Te has sentido presionada por otras personas a la hora de tomar tus decisiones?
2.- ¿Has querido controlas la vida de otros a tu manera?
3.- ¿Qué mensaje te llevas después de esta enseñanza?

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