Nutricion Clinica
Nutricion Clinica
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318
Nutrición
Hospitalaria
Revisión
Alimentación funcional para corregir desórdenes gastrointestinales asociados
a trastornos del espectro autista: una revisión sistemática
Functional feeding to correct gastrointestinal disorders associated with autism spectrum disorders:
a systematic review
Julián Herrera-Mejía1, Arnulfo Ramos-Jiménez1, Florinda Jiménez-Vega1, Rocío Campos-Vega2, Aaron F. González-Córdova3, Abraham
Wall-Medrano1
1
Instituto de Ciencias Biomédicas. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Ciudad Juárez, Chihuahua. México. 2Programa de Posgrado en Alimentos del Centro
de la República (PROPAC). Facultad de Química. Universidad Autónoma de Querétaro. Santiago de Querétaro, Querétaro. México. 3Centro de Investigación en Alimentación
y Desarrollo A. C. (CIAD). Hermosillo, Sonora. México
Resumen
Antecedentes: los trastornos gastrointestinales (TGI) son comorbilidades comunes en los pacientes con trastornos del espectro autista (TEA);
los tratamientos con dietas libres de gluten y caseína (LGLC) o suplementos de prebióticos/probióticos podrían reducir la severidad de los TGI.
Objetivo: integrar y discutir la evidencia sobre la efectividad de las terapias con dietas LGLC y suplementos de prebióticos/probióticos sobre
los TGI en pacientes con TEA.
Metodología: se utilizaron las guías para la publicación de revisiones sistemáticas y metaanálisis (PRISMA). Se analizaron las características
de los participantes, las intervenciones dietéticas, la administración de suplementos de prebióticos/prebióticos, los efectos de las intervenciones
sobre los TGI, el riesgo de sesgo de los estudios y la seguridad de los tratamientos.
Palabras clave: Resultados: se analizaron quince investigaciones; la prevalencia de los TGI entre los pacientes con TEA fue alta (58 %; rango, 27-83 %). En más
del 20 % de los pacientes intervenidos con dietas LGLC o suplementos disminuyó la severidad de los TGI (principalmente estreñimiento, diarrea
Autismo. Trastornos y dolor abdominal). Se reportaron aumentos en los conteos de bacterias benéficas y una disminución de la proporción de bacterias patógenas
gastrointestinales. tras el uso de los suplementos. Sin embargo, todas estas investigaciones presentaron sesgos metodológicos importantes.
Microbiota intestinal.
Prebióticos. Probióticos. Conclusiones: aunque se han encontrado reducciones en la frecuencia y severidad de algunos TGI, la efectividad de estos tratamientos aún
Libre de gluten. Libre no se ha comprobado. Dadas las diferencias metodológicas de las investigaciones, se justifica el diseño de estudios rigurosos para evaluar los
de caseína. efectos terapéuticos de estos tratamientos sobre la salud gastrointestinal en pacientes con TEA.
Conflictos de intereses: los autores de esta revisión declaramos que no tenemos conflictos de intereses.
Correspondencia:
Herrera-Mejía J, Ramos-Jiménez A, Jiménez-Vega F, Campos-Vega R, González-Córdova AF, Julián Herrera-Mejía. Instituto de Ciencias Biomédicas.
Wall-Medrano A. Alimentación funcional para corregir desórdenes gastrointestinales asociados Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Anillo
a trastornos del espectro autista: una revisión sistemática. Nutr Hosp 2022;39(3):663-677 Envolvente del PRONAF y Estocolmo s/n. Ciudad
Juárez 32310, Chihuahua. México
DOI: http://dx.doi.org/10.20960/nh.03898 e-mail: al194425@alumnos.uacj.mx
©
Copyright 2022 SENPE y ©Arán Ediciones S.L. Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-SA (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/).
664 J. Herrera-Mejía et al.
Abstract
Background: gastrointestinal disorders (GIDs) are common comorbidities in patients with autism spectrum disorders (ASD); treatments with
gluten- and casein-free (LGLC) diets or prebiotic/probiotic supplements may reduce the severity of GIDs.
Objective: to integrate and discuss the evidence on the effectiveness of LGLC diet therapies and prebiotic/probiotic supplements on GIDs in
patients with ASD.
Methodology: the guidelines for the publication of systematic reviews and meta-analyses (PRISMA) were used. Participant characteristics,
dietary interventions, prebiotic/prebiotic supplementation, effects of interventions on GIDs, risk of bias, and safety of treatments were analyzed.
Results: fifteen investigations were analyzed; the prevalence of GIDs among patients with ASD was high (58 %; range, 27-83 %). In more than
Keywords: 20 % of the patients managed with LGLC diets or supplements GID severity decreased (mainly constipation, diarrhea, and abdominal pain).
Increases in the counts of beneficial bacteria and a decrease in the proportion of pathogenic bacteria were reported after supplement use.
Autism. Gastrointestinal However, all these investigations had significant methodological biases.
disorders. Intestinal
microbiota. Prebiotics. Conclusions: although reductions in the frequency and severity of some GIDs have been found, the effectiveness of these treatments has not
Probiotics. Gluten-free. been proven yet. Given the methodological differences in the investigations, the design of rigorous studies to evaluate the therapeutic effects of
Casein-free. these treatments on gastrointestinal health in patients with ASD is warranted.
Figura 1.
Diagrama de flujo del proceso de búsqueda, cribado y selección de los ensayos clínicos revisados sistemáticamente (periodo 1990-2021).
Tabla I. Características generales de los estudios, participantes y tratamientos, y principales resultados sobre los efectos
de las intervenciones con probióticos, prebióticos y dietas LGLC sobre los TGI en niños y adolescentes con TEA
Características Tamaño
Autor y Diseño del Ciudad y/o Características de los Efectos de los tratamientos sobre los
de los de la
año estudio país tratamientos parámetros de salud gastrointestinal
participantes muestra
Probióticos
4 semanas de tratamiento con:
Beijing, Probióticos: 6 cepas de bacterias • Disminución del índice de severidad GI
Niu y cols., Estudio
Niños de 3-8 años con Shandong, liofilizadas (bacterias no especificadas) en 19 de 22 pacientes con TEA (86,4 %)
2019 cuasiexperimental, 65
TEA. Henan y 1000 millones de UFC/cepa//g para un • Disminución del índice de severidad general de los TGI
(20) controlado
Zhejiang (China) total de 36 mil millones de UFC/día) (2,26 a 0,84; p < 0,05)
Control: sin probióticos
• Sin efecto en el promedio de las puntuaciones de
8 semanas de tratamiento con: los índices de severidad de los TGI entre los grupos
Niños de 3-12
Probióticos: 8 cepas de bacterias: (p = NS)
Ensayo clínico años con TEA y con
Lactobacillus casei, L. plantarum, • Tamaño del efecto mediano en la disminución
Arnold y piloto de viabilidad, historia reciente de
Ohio L. acidophilus, L. delbrueckii de los índices de severidad a favor del
cols., 2019 controlado con TGI (dolor abdominal, 10
(Estados Unidos) Bifidobacterium longum, B. infantis, B. tratamiento con probióticos al término del
(23) placebo, aleatorizado y constipación, diarrea o
breve y S. thermophiles estudio (semana 8) (d-Cohen = 0,78) y hasta la
de diseño cruzado vómito) y síntomas de
900-1800 millones de bacterias/día semana 11 (d-Cohen = 0,67)
ansiedad
Control: producto comercial en polvo • Sin efectos en la diversidad, composición o
complejidad de la microbiota (p = NS)
• Disminución del índice de severidad general de los TGI
en niños con TEA (7,23 ± 1,61 vs. 3,57 ± 0,97; p =
0,0001)
• Disminución de la severidad del estreñimiento
(1,27 ± 0,45 vs. 0,73 ± 0,83; p = 0,01), la flatulencia
(1,17 ± 0,53 vs. 0,87 ± 0,51; p = 0,037) y el dolor
12 semanas de tratamiento con:
Shaaban y Estudio abdominal (1,17 ± 0,65 vs. 0,73 ± 0,64; p = 0,002)
Probióticos: 3 cepas de bacterias en
cols., cuasiexperimental, Niños de 5-9 años • Disminución en la prevalencia del estreñimiento
El Cairo (Egipto) 30 polvo de zanahoria: L. acidophilus, L.
2017 con un solo grupo de con TEA (n = 6/14; 42,5 %), diarrea (n = 3/8; 37,5 %), heces
rhamnosus y B. longum;
(34) intervención fétidas (n = 3/12; 25 %), flatulencia = (n = 4/7;
1000 millones de UFC /día
57 %), dolor abdominal (n = 3/5; 60 %) y heces de
consistencia irregular (n = 1/6; 16,6 %)
• Aumento en la abundancia de bacterias benéficas en
muestras fecales: bifidobacterias (0,73 × 107 ± 0,40
vs. 1,62 × 107 ± 1,06; p = 0,0001) y lactobacilos
(1,98 × 107 ± 1,24 vs. 1,98 × 107 ± 1,24; p = 0,0001
(24) intervención
de TGI pacientes parcialmente adheridos, en las prevalencias
de estreñimiento (69 % vs. 43 %, p = 0,021), diarrea
(55 % vs. 24 %, p = 0,001) y dolor abdominal (84 %
vs. 65 %, p = 0,021)
• Los efectos en los TGI fueron independientes de la de
los genotipos celiacos
669
Dos estudios no reportaron los métodos de aleatorización em- más de la mitad de los estudios presentaron riesgos de sesgo
pleados (22,25). Los otros seis artículos fueron estudios cuasiex- inciertos o altos en los diferentes ítems, integrando los de menor
perimentales, cuatro de ellos con un solo grupo de intervención calidad metodológica (Fig. 2).
(24,27,31,34) y dos estudios controlados (20,21) (Tabla I).
Todos los estudios presentaron “riesgo de sesgo alto” en al
menos uno de los ítems evaluados. Los estudios con mayo- EVIDENCIAS SOBRE LOS TGI EN PACIENTES
res sesgos fueron los descritos por Tomova y cols. (21), Niu y CON TEA
cols. (20) y West y cols. (31) (“riesgo alto” en 7/7 ítems evalua-
dos), mientras que el de Santochii y cols. (29) presentó menores Los instrumentos más utilizados para el diagnóstico y eva-
riesgos (1/7 ítems), seguido del de Navarro y cols. (21) y el de luación de los TGI en estos estudios fueron: la escala de va-
Parracho y cols. (33) (4/7 ítems). Los sesgos más frecuentes loración de heces de Bristol (22,28,31,32), el cuestionario
fueron: Los informes selectivos de datos y resultados (ítem sobre síntomas gastrointestinales pediátricos, versión Roma III
F; 10 de 15 artículos) (20,21,23,25-28,31,32,34), y “otros ries- (22,25,26), y el índice de severidad de los síntomas gastroin-
gos” (ítem G; 14 de 15 artículos) como: número reducido de testinales (GIS; por sus siglas en inglés) y sus versiones modi-
participantes (21-23,28,30), intervenciones de corta duración ficadas (26,29,34). También se utilizó la escala del Módulo GI
(< 4 semanas) (20,26,30,33), uso de instrumentos no valida- del Inventario de Calidad de Vida Pediátrico (Peds-QL; por sus
dos (20,21,24), poco tiempo de lavado en los ensayos de diseño siglas en inglés) (23), el Módulo Gastrointestinal de la Escala
cruzado (entre 2-3 semanas) (22,23,33) y omisión del número de Riesgos Genéticos y Medioambientales del Autismo Infantil
pacientes con mejoría clínica de los TGI (23,26,28,32,33) (Fig. (CHARGE; por sus siglas en inglés) (22), el Módulo Gastroin-
2). En el caso de los estudios cuasiexperimentales, la falta de testinal de la Lista de Evaluación del Tratamiento del Autismo
control y aleatorización aumentó el riesgo de sesgo en cuatro (ATEC; por sus siglas en inglés) (31), y cuatro estudios reporta-
de los siete ítems evaluados (A-D) y, según el mapa de riesgo, ron el uso de instrumentos no validados (20,21,24,33). Debido
Figura 2.
Evaluación del riesgo de sesgo de los artículos incluidos (formato de presentación adaptado por los autores). Se realizó de acuerdo con los criterios del capítulo 8 del Manual
Cochrane de Revisiones Sistemáticas de Intervenciones (v.5.1.0). Las letras (A-G) corresponden a los ítems de evaluación. En colores los riesgos de sesgo: altos (rojo),
inciertos (amarillo) y bajos (verde). La escala numérica (1-14) corresponde a los ensayos clínicos y sus autores correspondientes (**).
a estas variantes metodológicas, no fue posible determinar el tes más baja (~ 0,8 vs. ~ 0,4; p < 0,05) y mayores niveles de
número exacto de pacientes con TEA afectados por TGI. Sin especies de lactobacilos (< 2E + 07 vs. ~ 4E + 07; p < 0,05). En
embargo, de la información extraída de doce artículos (12/15) este mismo estudio, los pacientes con TGI más severos (índice
y considerando las prevalencias más altas de los síntomas eva- de severidad ≥ 5) presentaron menores relaciones Bacteroide-
luados, se estima que 387 pacientes (promedio del 58 %, rango tes/Firmicutes y mayor abundancia de bacterias de los géneros
del 27-83 %) cursaron con algún tipo de TGI en la línea base de Clostridium (clúster 1) y Desulfovibrio que los pacientes con sín-
los estudios (17-28). tomas leves o moderados (Tabla I).
Los TGI y síntomas más prevalentes fueron el estreñimien- Actualmente no se han definido puntos de corte ni rangos
to (50-88,5 %) (20,22,24,27,31), la flatulencia (51-87,5 %) de adecuación para las proporciones de especies bacterianas
(22,24), la distensión abdominal (33-87,5 %) (22,24,27) y la presentes en la microbiota intestinal, y su contribución a la pa-
diarrea (12,5-72,8 %) (22,24,27,31). Otros trastornos identi- togénesis de los TGI en lospacientes con TEA está aún poco
ficados incluyeron: síndrome de intestino irritable (SII), dolor al estudiada (39). Sin embargo, estudios recientes en ratones
evacuar (22), proctalgia y malabsorción macroscópica (24). En trasplantados con muestras fecales provenientes de niños con
algunos estudios, los TGI fueron más prevalentes y severos TEA y voluntarios NT han brindado información relevante para
en los pacientes con TEA que en los voluntarios NT (20,21). entender los efectos de la microbiota intestinal en el desarrollo
Además, en el estudio de Alessandria y cols. (24) se encontró de los comportamientos autísticos (40) a través del denominado
que más de un tercio de los pacientes cribados para la interven- eje microbiota-intestino-cerebro (MIC).
ción (n = 56/151, 37 %) presentaban enteritis por infiltración Las filas bacterianas más abundantes en la microbiota intes-
linfocitaria (moderada o severa) según los análisis histológicos tinal de los seres humanos son Firmicutes y Bacteroidetes, las
obtenidos a partir de biopsias intestinales. cuales representan más del 90 % del total de especies bac-
Los TGI (y sus síntomas asociados) afectan la calidad de vida terianas presentes en el intestino (41). En los pacientes con
de los pacientes con TEA y sus familias, son motivo de con- TEA, bajas relaciones Bacteroidetes/Firmicutes son indicativas
sumo de fármacos y de consulta médica, aumentan la seve- de microbiotas poco abundantes y reflejan disminuciones en las
ridad de los síntomas autísticos, alteran la respuesta social y concentraciones de bacterias constitutivas de la microbiota co-
comprometen el estado de salud y nutrición (36,37). Por ello, mensal, lo cual se asocia con un mayor riesgo de infecciones por
el manejo nutricional de los TGI se ha postulado como un ele- bacterias oportunistas, causantes de enfermedad (42). En parti-
mento importante para el manejo terapéutico, con beneficios en cular, niveles elevados de bacterias de los géneros Clostridium y
la respuesta clínico-cognitiva y GI de los pacientes (7). Y desde Desulfovibrio en pacientes con TEA se han asociado con daño in-
el año 2015 se dispone de las “Guías de manejo nutricional de testinal severo debido a mecanismos implicados en la liberación
los TGI en niños con trastornos del espectro autista”, dirigidas de toxinas proinflamatorias (43) y mayor producción de sulfuro de
especialmente a los profesionales de salud implicados en la te- hidrógeno (S2H) en el lumen intestinal, respectivamente, capa-
rapéutica nutricional de estos pacientes (38). ces de alterar también la respuesta neurológica (44). Algunas
especies bacterianas pertenecientes al género Clostridium son
difíciles de erradicar debido a su resistencia al uso de múltiples
CARACTERÍSTICAS DE LA MICROBIOTA antibióticos (43).
INTESTINAL EN LOS PACIENTES CON TEA
Siete de los estudios (7/15) revisados evaluaron biomarca- EFECTIVIDAD DE LOS TRATAMIENTOS
dores asociados con la microbiota intestinal de los pacientes DE ALIMENTACIÓN FUNCIONAL SOBRE
(20-23,32-34). Sin embargo, debido a las diferencias en las LOS TGI EN PACIENTES CON TEA
técnicas de extracción, cuantificación y clasificación del geno-
ma bacteriano de las muestras fecales utilizadas en los es- No fue posible identificar el número de pacientes en que me-
tudios, estos resultados no son comparables (20-23,32-34) joraron los TGI con los tratamientos, dado que en los estudios de
y la prevalencia de pacientes con disbiosis intestinal no pudo Arnold y cols. (23), Tomova y cols. (21), Parracho y cols. (33), Gri-
estimarse. maldi y cols. (32), Hyman y cols. (28), Santocchi y cols. (29) y
En el estudio de Manman y cols. (20) se encontró que la mi- Pusponegoro y cols. (26) no se reportaron cambios en las pre-
crobiota de los individuos NT era más uniforme y homogénea valencias de los TGI, ni la frecuencia de los pacientes en que
que la de los niños con TEA (p < 0,05) y que los pacientes con disminuyó el grado de severidad de dichos trastornos después de
TEA y TGI presentaban menor diversidad bacteriana que los NT recibir las intervenciones correspondientes (Tabla I).
(p < 0,001) e incluso que los pacientes con TEA sin patologías Según resultados disponibles de nueve estudios (9/15), al me-
digestivas (p < 0,01). Shaaban y cols. (34) encontraron que las nos 127 pacientes (24 %) presentaron mejorías de los TGI des-
concentraciones de bifidobacterias de los niños con TEA fueron pués de recibir los tratamientos; de ellos, 68 recibieron dietas
más bajas que las de los niños sin TEA (p = 0,0001). Tomova y modificadas en gluten y/o caseína (24,25,27,30) y 59 recibieron
cols. (21) reportaron que, a diferencia de los voluntarios NT, los suplementos de prebióticos/probióticos (20-22,34). En dos estu-
pacientes con TEA tuvieron una relación Bacteroidetes/Firmicu- dios, 27 participantes disminuyeron el índice de severidad gene-
ral de los TGI (20,22) y, en el de West y cols. (31), 12 y 13 pa- nales de los productos comestibles procesados y ultraprocesa-
cientes disminuyeron la severidad de la diarrea y el estreñimiento, dos, muchos de ellos elaborados con alimentos o ingredientes
respectivamente. Teniendo en cuenta los cambios de las pre- contenedores de gluten o caseína, que podrían afectar a la res-
valencias de los TGI después de los tratamientos, 41 pacientes puesta al tratamiento, a lo cual se suman los costos económicos
resolvieron la malabsorción macroscópica (24), otros 34 el es- relacionados con los precios elevados de dichos alimentos, con
treñimiento (25,27,34) y uno el dolor intermitente con mejoría en impactos importantes en la economía familiar (49), especial-
la consistencia de las heces (30). mente en las familias que viven bajo condiciones económicas
desfavorables.
Adicionalmente, desde el punto de vista clínico, la implemen-
Efectos de las dietas LGLC tación de dietas LGLC en niños con TEA podría reducir poten-
cialmente la ingesta de nutrientes críticos como calcio, vitamina
Seis de siete (6/7) estudios reportaron mejoras en ciertos in- D y aminoácidos esenciales, desencadenantes de alteraciones
dicadores de salud GI. Se encontraron menores prevalencias de en el crecimiento lineal y la densidad mineral ósea (50) y, por lo
estreñimiento (24,25,27), diarrea (24), dolor abdominal (24,25), tanto, su prescripción debe realizarla cuidadosamente un pro-
flatulencia (27), malabsorción macroscópica, proctalgia (24) y fesional en dietética y nutrición quien, además de reducir los
susceptibilidad de permeabilidad intestinal (27) después de riesgos nutricionales asociados, deberá determinar la necesidad
la implementación de las dietas. En el estudio de Navarro y de emplear suplementos para corregir las deficiencias de micro-
cols. (30), solo en uno de seis pacientes disminuyó el dolor abdo- nutrientes específicos.
minal intermitente y mejoró la consistencia de las heces después
del tratamiento con una dieta LGLC. Pusponegoro y cols. (26) en-
contraron que la incorporación de gluten y caseína durante una Efectos de los suplementos de prebióticos
semana en pacientes con TEA que consumían dietas LGLC au- y/o probióticos
mentó significativamente (p = 0,027) la puntuación del índice de
severidad general de los TGI. Pero Hyman y cols. (28) no encon- La efectividad de los prebióticos/probióticos en la disminu-
traron alteraciones en la frecuencia o las características de las ción de los TGI en pacientes con TEA ha sido tema de inte-
heces tras incorporar durante 12 semanas gluten y/o caseína a rés científico en la última década (51). En seis de ocho (6/8)
la dieta LGLC que llevaban previamente los pacientes (Tabla I). estudios en los que se utilizaron este tipo de suplementos
Los riesgos de sesgo introducidos en las investigaciones (Fig. 2) (20-22,29,31,33,34) se reportaron disminuciones en las pre-
no permiten comprobar los efectos de estas dietas sobre los TGI valencias del estreñimiento, la diarrea, el dolor abdominal, el
y, debido a los riesgos de deficiencias nutricionales, su prescrip- dolor al evacuar y la flatulencia, en algunos casos con mejo-
ción debe estar clínicamente justificada. ras en la consistencia de las heces (22,33,34). De acuerdo con
Los mecanismos de acción de las dietas LGLC sobre la salud los hallazgos obtenidos por Sanctuary y cols. (22), Shaaban y
GI no están completamente estudiados. Algunos autores seña- cols. (34) y Niu y cols. (20), la suplementación con probióticos o
lan que los sujetos con TEA presentan alteraciones en la di- con prebióticos/probióticos disminuyó el índice de severidad de
gestión y absorción de algunos nutrientes (45,46). La digestión los TGI de los pacientes con TEA entre 1 y 4 puntos (p < 0,05),
deficiente de caseína y gluten parece aumentar la formación y datos similares a los publicados recientemente por Santocchi y
transferencia de exorfinas (p. ej., gliadinomorfinas y casomor- cols. (29), aunque Arnold y cols. (23) y Grimaldi y cols. (32) no
finas) hacia el torrente sanguíneo, acentuando los síntomas encontraron efectos terapéuticos asociados a sus respectivas
neurológicos (47). En el colon, estos péptidos pueden ser reco- intervenciones (Tabla I).
nocidos por células presentadoras de antígenos de la mucosa Los probióticos aumentan la producción de ácidos grasos de
(p. ej., macrófagos y células dendríticas) capaces de desenca- cadena corta (AGCC), estimulan la producción de moco colóni-
denar respuestas inmunológicas locales debido a la liberación co, mejoran la tolerancia inmunológica a los alimentos y limi-
de reactantes inflamatorios, como citoquinas y anticuerpos, con tan la capacidad infectiva de las bacterias patógenas (52). Su
efectos potencialmente nocivos para el intestino (48). Por ello, uso (c/s prebióticos) se ha masificado para la prevención y el
las dietas LGLC se utilizan cada vez con más frecuencia dentro tratamiento de patologías intestinales (53). Sin embargo, la
del abordaje clínico de los pacientes con TEA (16) pero, hasta la evidencia acerca de la efectividad de estos suplementos en
fecha, sus aplicaciones terapéuticas para la corrección o dismi- la salud intestinal de los pacientes con TEA es limitada debido
nución de los TGI en pacientes con TEA son poco concluyentes a los sesgos metodológicos de los estudios (Fig. 2). Y dado que
debido a la falta de estudios longitudinales que permitan deter- aún no se han definido cepas, dosis y tiempos de tratamiento,
minar con precisión sus riesgos o beneficios en el corto, medio los efectos terapéuticos encontrados en las investigaciones no
y largo plazo. son concluyentes. Las brechas existentes en este campo del
Las desventajas de las dietas LGLC incluyen, principalmente, conocimiento invitan a los investigadores a conducir nuevos y
inadecuados métodos de sustitución de los alimentos restringi- mejores estudios para determinar los beneficios terapéuticos de
dos por parte de los padres o cuidadores y prácticas inapropiadas los suplementos probióticos (c/s prebióticos) para aliviar los TGI
en la lectura, revisión e interpretación de las etiquetas nutricio- en los niños con TEA.
EFECTOS DE LAS INTERVENCIONES SOBRE cols. (20), dos de 65 pacientes (5 %) desarrollaron diarrea, la
LA MICROBIOTA INTESTINAL cual desapareció a partir de la tercera semana de tratamien-
to. Shaaban y cols. (34) también reportaron efectos adversos
De los quince estudios revisados, solo cinco (5/15) en los que transitorios en cinco de treinta pacientes (17 %): uno por dia-
se utilizaron suplementos de prebióticos/probióticos reportaron rrea, dos por calambres abdominales y dos por distensión ab-
resultados acerca de los efectos sobre la microbiota intestinal dominal. En los trabajos de Arnold y cols. (23) y de Sanctuary
(21,22,32-34) (Tabla I); en ninguno de los estudios con dietas y cols. (22), cinco de 18 pacientes (27 %) presentaron dolor
modificadas en gluten y caseína se evaluó la microbiota intestinal abdominal, diarrea o aumento en la frecuencia de gases. En el
como variable de respuesta al tratamiento. En estos estudios con estudio de Santocchi y cols. (29), tres de 32 pacientes perte-
probióticos se emplearon diferentes técnicas para la extracción necientes al grupo del placebo (9 %) y dos de 31 del grupo de
de ADN fecal y la evaluación de la microbiota, y los formatos de intervención (6 %) abandonaron el estudio, los últimos debido
presentación de resultados no fueron comparables entre sí. No al aumento de síntomas GI (uno por dolor abdominal y otro por
fue posible calcular el número de sujetos que modificaron la diarrea). En el estudio de Parracho y cols. (33), los participan-
composición de la microbiota después de los tratamientos y esta tes que manifestaron síntomas clínicos graves durante el tra-
información no se encontró en los documentos. tamiento (p. ej., erupciones cutáneas, diarrea severa y pérdida
En el estudio de Shaaban y cols. (34), la suplementación du- de peso) fueron retirados. Erróneamente, Grimaldi y cols. (32) y
rante 12 semanas con Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus Tomova y cols. (21) no informaron sobre la seguridad de los
rhamnosus y Bifidobacteria longum aumentó significativamente suplementos utilizados. De manera semejante, en los estudios
(p = 0,001) el conteo de unidades formadoras de colonias (UFC) con dietas LGLC, pocos investigadores evaluaron la seguridad,
de bacterias benéficas en las muestras fecales de los niños con tolerancia y adherencia a los tratamientos. Únicamente Hyman
TEA: lactobacilos (1,98 × 107 vs. 2,53 × 107 UFC) y bifido- y cols. (28) reportaron la aparición de efectos adversos consis-
bacterias (0,73 × 107 vs. 1,62 × 107 UFC). El aumento en las tentes en diarrea, dolor abdominal e irritabilidad, pero estos no
poblaciones de lactobacilos (y otras bacterias benéficas) también estuvieron asociados a deficiencias nutricionales por los cambios
se encontró en otras investigaciones (33) (Tabla I). Acorde con en la dieta. Alessandria y cols. (24) encontraron que el 32 % de
los resultados de uno de los estudios (21), la suplementación los pacientes fueron incapaces de adherirse completamente a la
conjugada (lactobacilos, bifidobacterias y estreptococos) duran- dieta LGLC, pero todos concluyeron el estudio.
te 16 semanas redujo la abundancia fecal de bacterias pató-
genas causantes de inflamación (p. ej., Firmicutes [~ 3E + 10
vs. < 2E + 10] y Desulfovibrio [~ 9E + 08 vs. ~ 4E + 07]) y CONCLUSIONES
aumentó la relación fecal Bacteroidetes/Firmicutes hasta valores
similares a los de los controles NT (Tabla I). Sin embargo, en los Hasta la fecha han sido pocos los estudios publicados sobre la
estudios con prebióticos no se encontraron cambios en la micro- efectividad de la estrategia de alimentación funcional mediante
biota intestinal asociados a dichos tratamientos (22,32) (Tabla I). dietas LGLC y suplementos de probióticos/prebióticos para ali-
Las terapias de manipulación de la microbiota intestinal se viar los TGI en los TEA. Esta revisión integra y analiza los resulta-
han propuesto como opciones terapéuticas para la disminución dos de 15 estudios publicados desde el año 2010 acerca de la
de los TGI y la erradicación de infecciones ocasionadas por bac- efectividad de las dietas LGLC y los suplementos de prebióticos/
terias resistentes con potencial ofensivo intestinal, como Clostri- probióticos sobre los indicadores de salud gastrointestinal en
dium difficile (54), e incluyen el uso de probióticos/prebióticos y pacientes con TEA.
el trasplante de bacterias fecales, este último con beneficios de- En estos estudios, la falta de consenso en el uso de instru-
mostrados en la disminución de los TGI de los pacientes con TEA mentos para la evaluación de TGI de los pacientes impide esta-
a corto y largo plazo (55). Pero dadas las diferencias metodoló- blecer comparaciones respecto a la proporción de niños afec-
gicas y los riesgos de sesgo presentes en estos estudios (Fig. 2), tados por estos trastornos. Sin embargo, según datos emitidos
los efectos terapéuticos de los suplementos de probióticos no se por los investigadores, más de la mitad de los pacientes con TEA
han demostrado completamente. (58 %) presentaron algún TGI previo a la intervención, principal-
mente estreñimiento, diarrea y dolor abdominal, según los mé-
todos diagnósticos utilizados. Estos datos son compatibles con
SEGURIDAD, TOLERANCIA Y ADHERENCIA resultados derivados de estudios epidemiológicos que reportan
A LOS TRATAMIENTOS prevalencias de entre el 21 y el 77 % (56). Según los resultados
de los estudios incluidos en esta revisión, al menos 127 pacien-
Ninguno de los participantes en los estudios presentó com- tes (24 %) presentaron mejorías de los TGI después de los tra-
plicaciones médicas graves asociadas a los tratamientos. Aun- tamientos recibidos.
que los probióticos fueron bien tolerados por la mayoría de los Algunos de los investigadores reportaron diferencias en la
participantes, varios investigadores reportaron la aparición o composición de la microbiota intestinal de los pacientes con TEA,
exacerbación de síntomas, principalmente GI, ninguno de ellos principalmente en aquellos con TGI, con menores relaciones
con repercusiones clínicas relevantes. En el estudio de Niu y Bacteroidetes/Firmicutes y mayores concentraciones fecales de
bacterias patógenas (p. ej., Clostridium y Desulfovibrio). Aunque 8. Li Q, Han Y, Dy AB, Hagerman RJ. The Gut Microbiota and Autism Spec-
trum Disorders. Front Cell Neurosci 2017;11:120. DOI: 10.3389/
se desconocen los efectos de los disbalances en la composición fncel.2017.00120/full
de la microbiota intestinal en los niños con TEA, se cree que esta 9. Liu J, Wan G, Huang M, Agyapong G, Zou T, Zhang X, et al. Probiotic
es un contribuyente importante en la patogénesis de los TGI y los Therapy for Treating Behavioral and Gastrointestinal Symptoms in Autism
Spectrum Disorder : A Systematic Review of Clinical Trials. Curr Med Sci
síntomas autísticos de estos pacientes. Sin embargo, las dife- 2019;39(2):173-84. DOI: 10.1007/s11596-019-2016-4
rencias técnicas empleadas en su evaluación impiden establecer 10. Fowlie G, Cohen N, Ming X. The Perturbance of Microbiome and Gut-Brain
comparaciones entre los resultados. Axis in Autism Spectrum Disorders. Int J Mol Sci 2018;19:10-2. DOI:
10.3390/ijms19082251
Las terapias de sustitución de la microbiota intestinal por me- 11. Ersön A B, Gülerman F. The Role of Gut Microbiota in Autism Spectrum Dis-
dio de suplementos de probióticos/prebióticos y dietas restricti- order. Turk Psikiyatr Derg 2019;30(3):210-9.
vas se han postulado como estrategias útiles en la reducción de 12. Cekici H, Sanlier N, Cekici H, Sanlier N. Current nutritional approach-
es in managing autism spectrum disorder : A review Current nutritional
los TGI en pacientes con TEA; sin embargo, en los estudios de approaches in managing autism spectrum disorder : A review. Nutr Neurosci
intervención con dietas LGLC no se han evaluado sus efectos. De 2019;8305(0):1-11. DOI: 10.1080/1028415X.2017.1358481
igual forma, el uso de suplementos de probióticos (c/s prebióti- 13. Granato D, Barba FJ, Lorenzo JM, Cruz AG, Putnik P. Functional Foods:
Product Development, Technological Trends, Efficacy Testing, and Safety.
cos) ha generado resultados contradictorios en la regulación de Annu Rev food Sci Technol 2020;11(3.1):3-26. DOI: 10.1146/annurev-
la microbiota de los pacientes y sus beneficios terapéuticos no se food-032519-051708
han corroborado. Si bien, los tratamientos aquí mencionados son 14. Essa M, Qoronfleh W. Personalized Food Intervention and Therapy for Autism
Spectrum Disorder Management. 24th ed. Essa M, Qoronfleh W, editors.
seguros y en general bien tolerados por los pacientes con TEA, Cham, Switzerland; 2020. p 1-693.
hasta el 27 % de los pacientes pueden presentar exacerbación 15. Monteiro MA, dos Santos AAA, Gomes LMM, Rito RVVF. Autism spectrum
de síntomas GI como diarrea, distensión o dolor abdominal, prin- disorder: A systematic review about nutritional interventions. Rev Paul Pediatr
2020;38:e2018262. DOI: 10.1590/1984-0462/2020/38/2018262
cipalmente durante la fase inicial del consumo de los probióticos 16. Piwowarczyk A, Horvath A, Pisula E, Kawa R, Szajewska H. Gluten ‑ Free Diet
(c/s prebióticos). in Children with Autism Spectrum Disorders : A Randomized , Controlled , Sin-
Todos los estudios aquí analizados presentaron riesgos de gle ‑ Blinded Trial. J Autism Dev Disord 2019;50(2):482-90. DOI: 10.1007/
s10803-019-04266-9
sesgo importantes, entre ellos, la falta de controles experimen- 17. Ng QX, Loke W, Venkatanarayanan N, Lim DY, Soh AY Sen, Yeo WS. A sys-
tales y de aleatorización de los tratamientos, el bajo número de tematic review of the role of prebiotics and probiotics in autism spectrum
participantes, las características heterogéneas de las interven- disorders. Med 2019;55(5):1-10.
18. Shaaban SY, El Gendy YG, Mehanna NS, El-Senousy WM, El-Feki HSA, Saad
ciones y los tratamientos de corta duración. Además, las diferen- K, et al. The role of probiotics in children with autism spectrum disorder:
cias en las técnicas de análisis de la microbiota intestinal y los A prospective, open-label study. Nutr Neurosci 2018;29(6):676-81. DOI:
instrumentos de evaluación diagnóstica no permiten determinar 10.1080/1028415X.2017.1347746
19. Higgins J, Green S. Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Inter-
los efectos de las intervenciones sobre la disminución de los TGI, ventions Version 5.1.0. [updated March 2011]. The Cochrane Collaboration,
ya que los resultados no son comparables. Debido a lo anterior, 2011. Barcelona; 2011.
se justifica la necesidad de conducir investigaciones controladas 20. Niu M, Li Q, Zhang J, Wen F, Dang W, Duan G. Characterization of Intestinal
Microbiota and Probiotics Treatment in Children With Autism Spectrum Disor-
para comprender los efectos de estos tratamientos en el manejo ders in China. Front Neurol 2019;10:1084. DOI: 10.3389/fneur.2019.01084
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