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Tercer Bloque (Temas 10 - 14)

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NORMAS COMUNES SOBRE PROCEDIMIENTOS TRIBUTARIOS.

1.- INICIACIÓN DEL PROCEDIMIENTO.


El art. 98 de la LGT nos indica que los procedimientos podrán iniciarse: a) De oficio, que requerirá acuerdo del órgano
competente, por propia iniciativa y comunicación debidamente comunicada al obligado tributario y b) a instancia del
obligado tributario, en situaciones tributarias tales como, la autoliquidación, declaración, comunicación, solicitud u
otro medio previsto.

a) LA DENUNCIA.
Se trata de una actuación de la Administración pública previa al inicio de actuaciones y procedimientos tributarios, tal
y como nos señala el art. 114 de la LGT. Se trata de informar sobre situaciones que pueden ser infractoras y sólo se
actúa en el caso en que proceda y en su defecto se procede al archivo.

En el desarrollo e instrucción de la misma el art. 99 de la LGT nos indica cuales son los derechos que asisten al obligado
tributario, entre otros, podemos citar los siguientes:

1.- Derecho a ser oído. 2.- Derecho a rehusar a la presentación de documentos previamente presentados. 3.-. Derecho a
que por parte de la Administración se le expidan certificaciones de autoliquidaciones presentadas y en último lugar,
derecho a acceder a los documentos que integran el expediente.

LA PRUEBA.
Establecida y regulada en el art. 99 de la LGT, este precepto establece lo siguiente:
- No es necesaria la apertura de período de prueba ni la comunicación previa de actuaciones a los interesados.
- En lo que concierne a la carga de la prueba, quien hace valer su derecho debe probar los hechos, tanto para
la Administración pública como para los obligados tributarios.
- En lo que concierne a los medios y valoración, se estará a lo establecido en el Código civil y la Ley de
Enjuiciamiento Civil.

Conviene señalar que todas las prueba que son ADMISIBLES EN DERECHO, lo son también en el ámbito tributario.
Eso si, la prueba que desempeña mayor papel es la PRUEBA DOCUMENTAL y dentro de ella de manera muy
significativa la LGT ensalza la FACTURA como prueba prioritaria en los procedimientos tributarios.

¿ QUÉ SON LAS DILIGENCIAS?.


Es un documento extendido en el curso de las actuaciones y procedimientos tributarios, que tienen naturaleza de
documento público y hacen de prueba de los hechos que motiven su formalización.

¿ QUÉ SON LAS PRESUNCIONES?.


En el ámbito tributario caben las presunciones “iuris tantum”- presunción de hecho -, la presunción tributaria puede
destruirse mediante prueba en contrario, excepto que una norma con rango de ley lo prohíba.

Valgan los dos siguientes ejemplos en materia de presunción tributaria:


- La Administración tributaria podrá considerar como titular de cualquier bien, derecho, servicio, empresa,
actividad o función, a quién figure en un registro fiscal o público.
- Los datos y elementos consignados en autoliquidaciones, declaraciones, comunicaciones del obligado
tributario se presumen ciertos.

4.- LA ENTRADA EN EL DOMICILIO DEL OBLIGADO TRIBUTARIO.


El art. 18.2 de la Constitución Española estable que: “ El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá
hacerse en el sin el consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.”

En lo que concierne a las personas jurídicas hay una intensidad menor de protección, por faltar una estrecha vinculación
con un ámbito de intimidad en sentido originario, esto es, el referido a la vida personal y familiar, sólo predicable de las
personas físicas.

Se extiende pues al espacio físico indispensable para que pueda desarrollar su actividad sin intromisiones ajenas, por
constituir el centro efectivo de la dirección de su entidad.

5.- FORMAS DE TERMINACIÓN DEL PROCEDIMIENTO TRIBUTARIO.


Las indica el art. 100 de la LGT y son las siguientes:
1.- Por resolución. 2.- Desistimiento. 3.- Renuncia a derecho en que se fundamente la solicitud. 4.- Imposibilidad
material de continuar por causas sobrevenidas. 5.- Caducidad. 6.- Cumplimiento de la obligación. 7.- Otra causa prevista
en el ordenamiento tributario.

La resolución viene regulada en el art. 103 de la LGT según el cual: “ La Administración pública, ha de resolver de
manera expresa todas las cuestiones planteadas en los procedimientos de aplicación de los tributos así como a notificar
dicha resolución expresa.”

El plazo no puede exceder de 6 meses, salvo norma de rango legal o normativa comunitaria que establezca lo contrario.

En lo que concierne a los efectos de la resolución hay que distinguir, según se produzca, a instancia de parte o de oficio:
➢ A instancia de parte : 1.- La normativa ha de regular el régimen de actos presuntos y 2.- Silencio
administrativo, a favor del obligado tributario, salvo derecho de petición e impugnación de actos y
disposiciones, que será desestimatorio.
➢ De oficio : 1.- Vencimiento del plazo, regulado en la normativa propia de cada tributo y 2.- Caducidad del
procedimiento, ya que esta nace por el ejercicio de un derecho con vocación de plazo, transcurrido el mismo se
procede a la declaración expresa de caducidad.

LA LIQUIDACIÓN TRIBUTARIA.
Se trata de una forma de resolución de los procedimientos tributarios . No se trata de un procedimiento. Es un acto
resolutorio mediante el cual el órgano competente de la Administración realiza las operaciones de cuantificación y
determinar el importe de la deuda tributaria o de la cantidad que resulte a devolver o compensar de acuerdo con la
normativa tributaria – art. 101 de la LGT -.

Características de la liquidación.
▪ Implica el ejercicio de una potestad administrativa realizada dentro de un procedimiento de aplicación de los
tributos: gestión, inspección o recaudación.
▪ Tal potestad desemboca en un acto administrativo resolutorio.
▪ Tal acto de liquidación está impregnado del principio de legalidad.
▪ Tiene eficacia declarativa, pues la liquidación surge de la realización del hecho imponible que da lugar al
nacimiento de la obligación tributaria.
▪ El acto de liquidación hace determinada, liquida y exigible la obligación tributaria.

Clases de liquidación tributaria.


Según el art. 101.2 de la LGT: “las liquidaciones tributarias serán provisionales o definitivas. Tendrán la consideración
de definitivas, las practicadas por el procedimiento inspector previa comprobación e investigación de la totalidad de los
elementos de la obligación tributaria, salvo lo dispuesto en el apartado 4 de este artículo. También, serán definitivas las
demás a las que la normativa tributaria otorgue tal carácter. En los demás casos las liquidaciones tributarias tendrán el
carácter de provisionales.”

7.- LAS NOTIFICACIONES.


Normativa aplicable.
El régimen de notificaciones será el previsto en las normas administrativas generales, o sea, LGT y reglamentos de
aplicación de los tributos.

Lugar.
En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, será el lugar señalad por el obligado tributario.
En los procedimientos iniciados de oficio, será el domicilio fiscal del obligado tributario, el centro de trabajo y el lugar
donde desarrolle su actividad económica.

Legitimados para la recepción.


El obligado tributario, el representante y cualquier persona que se encuentre en dicho lugar y haga constar su identidad.
Conforme a lo establecido en el art. 111.2 de la LGT, el rechazo del interesado supone que se de por efectuada.

Notificación por comparecencia.


Cuando no sea posible efectuar la notificación al obligado tributario o su representante por causas no imputables a la
Administración tributaria, y sea intentada al menos 2 veces en el domicilio fiscal se harán constar las circunstancias en
el expediente, sólo será suficiente un intento si consta como desconocido. En este supuesto se citará a través del BOE,
la publicación se efectuará los lunes, miércoles y viernes, tal y como regula el art. 112 de la LGT.
8.- ¿ Cuál ha de ser el contenido de una liquidación tributaria?.
Lo establece el art. 102 de la LGT:
▪ Identificación del obligado tributario.
▪ Elementos que cuantifican la deuda tributaria.
▪ Medios de impugnación, órgano ante el que se presenta y plazo.
▪ Lugar, plazo y forma en que debe ser satisfecha la deuda tributaria.
▪ Carácter provisional o definitiva.
▪ Motivación y fundamentación en derecho, preceptos invocados.

LA GESTIÓN TRIBUTARIA.
1.- Concepto y fuentes normativas.
La gestión tributaria consiste en el ejercicio de las funciones administrativas que se contemplan en el artículo 83.1 de la
LGT. Las actuaciones y el ejercicio de las funciones a las que se refiere el citado precepto se realizarán de acuerdo con
lo establecido en la LGT y en su normativa de desarrollo, es decir, el Reglamento general de las actuaciones y los
procedimientos de gestión en inspección tributaria – en adelante, RAPGIT -.

2.- Formas de iniciación.


La gestión tributaria se inicia:
1.- De oficio por comunicación que deberá ser notificada al obligado tributario con plazo de 10 días.
2.- A instancia del obligado tributario, que podrá realizarse mediante declaración, autoliquidación, comunicación de
datos o por solicitud de dicho obligado tributario. Los documentos relativos a estas formas de iniciación podrán ser
presentados en papel o por medios electrónicos.

a) La declaración tributaria.
La podemos definir como “todo documento presentado ante la Administración tributaria donde se reconozca o
manifieste la realización de cualquier hecho relevante para la aplicación de los tributos.”

Es importante señalar que en los procedimientos iniciados mediante declaración del obligado tributario:
▪ el órgano competente de la Administración tributaria podrá realizar las actuaciones necesarias para practicar
la oportuna liquidación.
▪ el obligado tributario contará con 10 días para presentar los datos o documentos requeridos.
▪ Cuando la Administración tributaria vaya a tener en cuenta datos distintos a los declarados deberá notificar
previamente la propuesta de liquidación para que aquél alegue lo que estime.

En lo que concierne a los efectos que produce una liquidación tributaria, señalar que la LGT nos dice que la liquidación
que dicte el órgano competente de la Administración tributaria será siempre de carácter provisional – art. 133 -.

En la liquidación resultante de un procedimiento de aplicación de los tributos podrán aplicarse las cantidades que el
obligado tuviera pendientes de compensación, sin que a estos efectos sea posible modificar tales cantidades mediante la
presentación de declaraciones complementarias o solicitudes de rectificación después del inicio del procedimiento de
aplicación de los tributos.

b) la autoliquidación.
Las autoliquidaciones son declaraciones en las que los obligados tributarios, además de comunicar a la Administración
los datos necesarios para la liquidación y otros de contenido informativo, realizan por sí mismos las operaciones de
calificación y cuantificación para determinar e ingresar el importe de la deuda tributaria o determinar la cantidad que
resulte a devolver o compensar.” – art. 120.1 LGT -.

¿ Qué es la comunicación de datos?.


Se considera comunicación de datos la declaración presentada por el obligado tributario ante la Administración para
que está determine la cantidad que, resulte a devolver. Se entenderá solicitad la devolución mediante la presentación de
la citada comunicación.

¿ Qué es una autoliquidación complementaria?.


Los obligados tributarios podrán presentar autoliquidaciones complementarias dentro del plazo de presentación o con
posterioridad al término del mismo siempre que no haya prescrito el derecho de la Administración tributaria para
determinar la deuda tributaria.
Las autoliquidaciones complementarias suponen pagar más o que la Administración te devuelva menos.

3.- Los procedimientos de gestión tributaria.


Según el art. 123 de la LGT son cinco:
▪ Procedimiento de devolución iniciado mediante autoliquidación, solicitud o comunicación de datos.
▪ Procedimiento iniciado mediante declaración.
▪ Procedimiento de verificación de datos.
▪ Procedimiento de comprobación de valores.
▪ Procedimiento de comprobación limitada.

Procedimiento de verificación de datos.


Viene regulado en el art. 131 de la LGT y se plantea en los siguientes 4 supuestos:
▪ Cuando la autoliquidación del obligado tributario tenga defectos formales o errores aritméticos.
▪ Cuando los datos declarados no coincidan con los contenidos en otras declaraciones presentadas por el mismo
obligado tributario o con los que obren en poder de la Administración tributaria.
▪ Cuando se aprecie una aplicación indebida de la normativa que resulte patente de la autoliquidación presentada
o de los justificantes aportados con la misma, por ejemplo, cuando se produce un exceso de deducción en el
ámbito del Impuesto de Sociedades.
▪ Cuando se requiera aclaración de algún dato de la autoliquidación sin desarrollar actividades económicas.

El procedimiento se iniciará mediante requerimiento de la Administración para que el obligado tributario aclare la
discrepancia observada o los datos relativos a su declaración o autoliquidación o mediante la notificación de la propuesta
de liquidación cuando la Administración tributaria cuente con datos suficientes para formularla.

El desarrollo del procedimiento admite dos posibilidades:


▪ Cuando el obligado tributario manifieste su disconformidad con los que obren en poder de la Administración
tributaria, esta requerirá al tercero que haya suministrado los datos para que los ratifique y pruebe.
▪ La Administración tributaria comunicará al obligado tributario la propuesta de liquidación para que alegue lo
que convenga a su derecho. El plazo es de 10 días.

El procedimiento terminará conforme a lo estipulado en el art. 133.1 de la LGT:


▪ Por resolución en la que se indique que no procede practicar liquidación provisional o en la que se corrijan los
defectos advertidos.
▪ Por liquidación provisional, que deberá ser en todo caso motivada con una referencia sucinta a los hechos y
fundamentos de Derecho que se hayan tenido en cuenta en la misma.
▪ Por la subsanación, aclaración o justificación de la discrepancia o del dato objeto del requerimiento por parte
del obligado tributario.
▪ Por caducidad, una vez transcurrido el plazo regulado en el art. 104 de la LGT, sin haberse notificado la
liquidación provisional – 6 meses máximo – sin perjuicio de que la Administración también puede iniciar de
nuevo este procedimiento dentro del plazo de prescripción.
▪ Por el inicio de un procedimiento de comprobación limitada o de inspección que incluya el objeto del
procedimiento de verificación de datos.

Procedimiento de comprobación de valores.


Se trata de un procedimiento regulado por el art. 134 de la LGT y contempla la utilización de los medios previstos en el
art. 57 de la LGT, entre otros, menciona los siguientes: precios medios de mercado, cotizaciones en mercados nacionales,
dictamen de peritos, etc…

Este procedimiento se inicia mediante la notificación conjunta de las propuestas de valoración y liquidación, cuando la
Administración cuente con datos suficientes a tal fin.

El desarrollo del mismo tendrá lugar durante un plazo máximo de 6 meses, a contar desde el inicio del procedimiento
para notificar la valoración y en su caso la liquidación, que deberán incluir como actuaciones, plazo de alegaciones y
notificación de la regularización.

La tasación pericial contradictoria (ha perdido efectividad desde que se estableció el “valor de referencia”). Esta cabe
en los supuestos que contempla el art. 135 de la LGT, a saber:
▪ contra la liquidación efectuada de acuerdo con los valores comprobados administrativamente dentro del
plazo del primer recurso o reclamación que proceda.
▪ Contra el acto de comprobación de valores debidamente notificados cuando la normativa lo prevea.
▪ Cuando la normativa propia del tributo asi lo prevea y el obligado tributario se haya reservado el derecho a
promover la tasación pericial contradictoria si éste estima que la notificación que ha recibido no contiene
expresión suficiente de los datos y motivos tenidos en cuenta para elevar los valores declarados y lo haya
denunciado en reposición o con reclamación económica-administrativa.

La presentación de la solicitud de tasación pericial contradictoria suspenderá el plazo para iniciar el procedimiento
sancionador.

Procedimiento de comprobación limitada.


El procedimiento de comprobación limitada, a mitad entre verificación de datos e inspección, guarda con este último
diferencias. La primera, es la orgánica, el de comprobación limitada compete a los órganos de gestión de la AEAT como
a los de inspección, mientras que el de inspección compete a los órganos inspectores. La segunda es de alcance e
intensidad: el procedimiento inspector no está sometido a las limitaciones predicables de la comprobación limitada.

Las actuaciones de comprobación limitada se iniciarán de oficio por acuerdo del órgano competente, como regla
especial, cuando los datos en poder de la Administración tributaria sean suficientes para formular la propuesta de
liquidación, el procedimiento podrá iniciarse mediante la notificación de dicha propuesta.

Las actuaciones que puede desarrollar la Administración tributaria en el marco de este procedimiento están tasadas, son
las siguientes:
▪ examen de los datos consignados por los obligados tributarios en sus declaraciones y justificantes.
▪ Examen de los datos en poder de la Administración tributaria que pongan de manifiesto la realización del
hecho imponible.
▪ Examen de los registros y demás documentos exigidos por la normativa tributaria y de cualquier otro libro,
registro o documento de carácter oficial con excepción de la contabilidad mercantil.
▪ Requerimientos a terceros que aporten la información que se encuentren obligados a suministrar con carácter
general o para que la ratifiquen mediante la presentación de los correspondientes justificantes.

La terminación del procedimiento se regula en el art. 139 de la LGT y ocurre en los siguientes casos:
▪ Por resolución expresa de la AEAT.
▪ Por caducidad, una vez transcurridos como máximo 6 meses desde el comienzo del procedimiento sin que
se haya notificado resolución expresa.
▪ Por inicio del procedimiento inspector que incluya el objeto de la comprobación limitada.

Señalar por último, en lo que concierne a los efectos, que dictada resolución en un procedimiento de comprobación
limitada, la AEAT no podrá efectuar una nueva regularización, salvo que en un procedimiento de comprobación limitada
o inspección ulterior se descubran hechos o circunstancias que resulten de actuaciones distintas de las realizadas o
especificadas en la resolución que dio término al procedimiento realzado.

EL PROCEDIMIENTO DE INSPECCIÓN TRIBUTARIA.


Funciones de la Inspección de los tributos.
Se entiende por órganos de inspección tributaria los de carácter administrativo que ejerzan las funciones previstas en el
art. 141 de la LGT así como aquellos otros que tengan atribuida dicha condición en las normas de organización
específica. En ese ámbito de competencias del Estado, el ejercicio de las funciones de inspección tributaria competen a
los órganos con funciones inspectoras de la AEAT en los términos establecidos en la normativa aplicable y a los órganos
de la Dirección General del Catastro de inspección catastral.

Las actuaciones inspectoras se realizarán por los funcionarios y demás personal al servicio de la Administración
tributaria que desempeñen los correspondientes puestos de trabajo integrados en los órganos con funciones de inspección
tributaria. Las funciones que consistan en actuaciones preparatorias y de comprobación o prueba de hechos con
transcendencia tributaria podrán encomendarse al personal al servicio de la AEAT que no tenga la condición de
funcionario.

Hay que señalar que la inspección tributaria consiste en el ejercicio de las funciones administrativas dirigidas a:
- Funciones de comprobación e investigación.
- Funciones de información.
- Funciones de liquidación.
- Funciones de asesoramiento.

3.- Facultades de la Inspección de los tributos.


Los funcionarios que desempeñen funciones de inspección serán considerados agentes de la autoridad y deberán
acreditar su condición, si son requeridos para ello. Las autoridades públicas prestarán la protección y el auxilio necesario
a los funcionarios para el ejercicio de las funciones de inspección.

Los obligados tributarios deberán atender a la Inspección de los tributos y prestarle la debida colaboración en el
desarrollo de sus funciones con la obligación de personarse el día, lugar y hora requerido para practicar actuaciones.

Sus facultades son las siguientes:


- Examen de documentos y elementos informáticos con transcendencia tributaria.
- La inspección de bienes, elementos, explotaciones y otros antecedentes o información.
- La entrada en los lugares en que se desarrollan actividades o explotaciones sometidas a gravamen. En caso
de oposición a la entrada será preciso autorización escrita de la autoridad administrativa que se determine
reglamentariamente.
- Recabar información de los trabajadores sobre cuestiones relativas a las actividades en que participen.

4.- Documentos que integran la actuación inspectora.


Las actuaciones de la Inspección de los tributos se documentarán en comunicaciones, diligencias, informes y actas –
art. 143 de la LGT - . Las comunicaciones, diligencias e informes son formas de documentación comunes a todas las
actuaciones y procedimientos tributarios.

Las actas constituyen una forma de documentación propia de las actuaciones inspectoras. Las actas son documentos
públicos que extiende la Inspección de los tributos con el fin de recoger un resultado de las actuaciones inspectoras de
comprobación e investigación, proponiendo la regularización que estime procedente de la situación tributaria del
obligado.

El art. 144 de la LGT confiere a las actas extendidas por la Inspección de los tributos la naturaleza de documento público.
La regla general es que el procedimiento inspector iniciado de oficio puesto en marcha mediante comunicación previa
de la Administración tributaria se notifique al obligado tributario.

Conviene señalar que hacen prueba los hechos que motiven su formulación, salvo que se acredite lo contrario. Hay que
despegarse de la letra de la ley y entender que la plasmación en las actas, goza de presunción de certeza, ya que debe
ser la finalización probatoria de una actividad previa de la Inspección de los tributos y esta no se puede limitar a meras
manifestaciones de opiniones.

5.- El procedimiento de Inspección tributaria.


El procedimiento de inspección tiene por objeto, de un lado, la comprobación e investigación del cumplimiento de las
obligaciones tributarias y de otro lado, la regularización de la situación tributaria del obligado tributario mediante las
liquidaciones.

a) Inicio del procedimiento.


El procedimiento de inspección se iniciará – art. 147 de la LGT – bien de oficio, bien a petición del obligado tributario.
En el primer caso, se pueden iniciar a raíz de una denuncia con indicios suficientes, pueden proceder de una
comprobación limitada o del cumplimiento del plan de control tributario. La regla general es que este procedimiento
iniciado de oficio se ponga en marcha mediante comunicación previa de la AEAT notificada al obligado tributario.
Cuando se inicia a petición del obligado tributario, es importante reseñar, que éste tiene derecho a pedir que las
actuaciones inspectoras de carácter parcial que se estén realizando se transformen en de carácter general.

Ya iniciado el procedimiento inspector, la Inspección de los tributos tiene la facultad de adoptar medidas cautelares
debidamente motivadas para impedir que desaparezcan, se destruyan o alteren las pruebas determinantes del
cumplimiento de obligaciones tributarias o que se niegue posteriormente su existencia o exhibición.

Las medidas podrán consistir en el precinto, depósito o incautación de los productos sometidos a gravamen, de libros,
registros, documentos, archivos, locales o equipos electrónicos de tratamiento de datos que contengan información.
Los límites de dichas medidas cautelares serán proporcionados y limitados temporalmente a los fines anteriores sin que
puedan adoptarse aquellas que puedan producir un perjuicio de difícil o imposible reparación, las medidas adoptadas
deberán ser ratificadas por el órgano competente para liquidar en el plazo de 15 días desde su adopción y se levantarán
si desaparecen las circunstancias que las motivaron – art. 146.3 LGT -.

Las actuaciones del procedimiento de inspección podrán tener alcance general o parcial. Las actuaciones inspectoras
tendrán carácter parcial cuando no afecten a la totalidad de los elementos de la obligación tributaria en el período objeto
de comprobación y en todos aquellos supuestos que se señalen reglamentariamente. En otro caso tendrán carácter
general en relación con la obligación tributaria y período comprendidos – art. 148.2 LGT -.

Las actuaciones del procedimiento de inspección deberán concluir en los siguientes plazos_
- 18 meses, con carácter general.
- 27 meses cuando concurran determinadas circunstancias: que la cifra anual de negocios del obligado
tributario sea igual o superior al requerido para auditar sus cuentas, o bien, que el obligado tributario esté
integrado en un grupo sometido al régimen de consolidación fiscal o al régimen especial de grupo de
entidades que esté siendo objeto de comprobación inspectora.

El cómputo del plazo del procedimiento inspector se suspenderá en los siguientes supuestos_
- Remisión del expediente al Ministerio Fiscal sin practicar la liquidación.
- Recepción de una comunicación de órgano jurisdiccional en que se ordene la suspensión.
- Concurrencia de causa de fuerza mayor que obligue a la suspensión de las actuaciones.
- Planteamiento por la Administración tributaria que esté desarrollando el procedimiento de inspección de un
conflicto ante las Juntas Arbitrales previstas en la normativa relativa a la Comisión consultiva.
- El intento de notificación al obligado tributario de la propuesta de resolución o liquidación o del acuerdo
por el que se ordena completar actuaciones.

Las actuaciones inspectoras podrán desarrollarse indistintamente según determine la Inspección de los tributos – art.
151 LGT - :
- El lugar donde el obligado tributario tenga su domicilio fiscal.
- El lugar donde se realicen total o parcialmente las actividades gravadas.
- El lugar donde exista alguna prueba del hecho imponible o del presupuesto de hecho de la obligación
tributaria.
- En las oficinas de la AEAT, cuando los elementos sobre los que hayan de realizarse las actuaciones puedan
ser examinados en ellas.

La Inspección podrá personarse sin previa comunicación en las empresas, oficinas, dependencias, instalaciones o
almacenes del obligado tributario, entendiéndose las actuaciones con éste o con el encargado o responsable de los locales
- art. 151.2 LGT -.

Los libros y demás documentación a los que se extienden las facultades de examen de la Inspección de los tributos
deberán ser examinados en el domicilio, local u oficina del obligado tributario, en presencia del mismo, salvo que el
obligado tributario consienta su examen en las oficinas públicas.

Las actuaciones en oficinas públicas se realizarán dentro del horario de apertura al público de las mismas, y en todo
caso, dentro de la jornada de trabajo vigente, si se desarrollan en locales del interesado se respetará la jornada laboral
de la actividad que se efectúe en ellos, con la posibilidad de actuar en otras horas o días.

b) Terminación del procedimiento.


Las actuaciones inspectoras dentro del procedimiento de inspección no terminan con la formalización de la
correspondientes actas. Las actas preparan el acto administrativo liquidatorio final mediante la documentación aportada
y la propuesta correspondiente. La terminación de las actuaciones inspectoras se produce mediante las liquidaciones
tributarias resultantes de sus actuaciones de comprobación e investigación.

Las actas que documenten el resultado de las actuaciones inspectoras deberán contener – art. 153 LGT -:
- Lugar y fecha de formalización.
- El nombre y apellidos o razón social completa, el NIF y el domicilio fiscal del obligado tributario, así como
el nombre, apellidos y NIF de la persona con la que se entienden las actuaciones y el carácter con que
interviene en las mismas.
- Elementos esenciales del hecho imponible y de su atribución al obligado tributario.
- Regularización de su situación tributaria, la del obligado tributario, con propuesta de liquidación.
- Conformidad o disconformidad del obligado tributario con la propuesta de liquidación.
- Trámites del procedimiento posteriores al acta y cuando ésta sea de conformidad, los recursos que procedan
contra el acto de liquidación, órgano ante el que haya de presentarse y plazo.
- Existencia o inexistencia de indicios de comisión de infracción tributaria.
- Las demás que se establezca reglamentariamente.

Las actas se clasifican por el art. 154 de la LGT en función de la tramitación que hayan de proseguir, en este sentido,
distinguimos entre actas con acuerdo, actas de conformidad y actas con disconformidad.

Actas con acuerdo.


En ellas nos encontramos ante un negocio jurídico de fijación de supuestos jurídicos y fácticos imprescindibles y previos
a la aplicación de la norma jurídica pertinente.

Los supuestos en los que procede el acta con acuerdo son los siguientes:
- Cuando para la elaboración de la propuesta deba concretarse la aplicación de conceptos jurídicos
indeterminados.
- Cuando resulte necesaria la apreciación de hechos determinantes para la correcta aplicación de la norma al
supuesto concreto.
- Cuando sea preciso realizar estimaciones, valoraciones o mediciones de datos, elementos o características
relevantes para la obligación tributaria que no puedan cuantificarse de forma cierta.

Para la suscripción del acta con acuerdo será necesaria la concurrencia de los siguientes requisitos:
- Autorización expresa del órgano competente para liquidar, que podrá ser previa o simultánea a la suscripción
del acta con acuerdo .
- Constitución de un depósito o aval de cuantía suficiente para garantizar el cobro de las cantidades que
puedan derivarse del acta.

Actas de conformidad.
La frontera entre las actas con acuerdo y las de conformidad es formalmente clara. Sin embargo, materialmente y en la
práctica las fronteras se hacen más difíciles. En la práctica, las actas de conformidad, de tramitación más sencilla,
cumplen con mucha frecuencia las funciones de las actas con acuerdo.

La formalización del acta con conformidad se regula en el art. 156 de la LGT:


- Trámite de audiencia, con carácter previo a la firma del acta de conformidad se concederá trámite de
audiencia al interesado para que alegue lo que convenga a su derecho.
- Conformidad, se hará constar expresamente en el acta esta circunstancia.
- Liquidación tributaria, se entenderá producida y notificada la liquidación tributaria de acuerdo con la
propuesta formulada en el acta, si en el plazo de 1 mes contado desde el día siguiente a la fecha del acta, no
se hubiera notificado al interesado acuerdo del órgano competente para liquidar, por ejemplo, la rectificación
de errores materiales.

En lo que concierne a los efectos el art. 156 de la LGT, establece que cabe una reducción de un 30% de las sanciones
que se impongan o la presunción de certeza de los hechos y elementos determinantes de la deuda tributaria respecto de
los cuales el obligado tributario prestó su conformidad, que sólo podrán ser rectificados mediante prueba de haber
incurrido en error de hecho.

Actas de disconformidad.
La formalización de estas actas se establece en el art. 157 de la LGT:
- Sustanciación del trámite de audiencia, con carácter previo a la firma del acta de disconformidad se
concederá al interesado para que alegue lo que convenga a su derecho.
- Constancia de la no suscripción del acta o disconformidad, se hará constar expresamente esta circunstancia
en el acta, a la que se acompañará un informe del actuario en el que se expongan los fundamentos de Derecho
en que se base la propuesta de regularización.
- Formulación de alegaciones, en el plazo de 15 días desde la fecho en que se haya extendido el acta o desde
la notificación de la misma, el obligado tributario podrá formular alegaciones antes el órgano competente
para liquidar.
- Posible práctica de actuaciones complementarias, antes de dictar el acto de liquidación, el órgano
competente podrá acordar la práctica de actuaciones complementarias en los términos que se fijen
reglamentariamente.
- Liquidación, recibidas las alegaciones, el órgano competente dictará la liquidación que proceda, que será
notificada al interesado.

LA RECAUDACIÓN TRIBUTARIA.
Concepto, naturaleza y fuentes normativas.
La recaudación tributaria consiste en el ejercicio de las funciones administrativas conducentes al cobro de las deudas
tributarias – art. 160 LGT - .
NO FORMAN PARTE DE LA DEUDA TRIBUTARIA LAS SANCIONES QUE PUEDAN IMPONERSE.

La naturaleza de función administrativa de la actividad recaudatoria queda confirmada por el art. 2 del Reglamento
General de Recaudación “La gestión recaudatoria de la Hacienda Pública consiste en el ejercicio de la función
administrativa conducente al cobro de las deudas y sanciones tributarias y demás recursos de naturaleza pública que
deban satisfacer los obligados al pago”.

Las dos principales fuentes normativas que le resultan de aplicación a la actividad recaudatoria, son la LGT y el RGR,
en el ámbito local hay que incorporar a la LRHHLL.

- Las modalidades de recaudación.


Al amparo de lo establecido en el art. 160.2 de la LGT la recaudación de las deudas tributarias podrá realizarse en
período voluntario o en período ejecutivo.

A) Período voluntario.
La recaudación de las deudas tributarias en período voluntario se llevará a cabo mediante el pago o cumplimiento del
obligado tributario en los plazos, ya estudiados, del art. 62 de la LGT.

La recaudación en período voluntario se iniciará a partir de:


- La fecha de notificación de la liquidación al obligado al pago.
- La apertura del respectivo plazo recaudatorio cuando se trate de deudas que sean objeto de notificación
colectiva y periódica.
- La fecha de comienzo del plazo señalado para su presentación cuando sean autoliquidaciones.

La recaudación en período voluntario concluirá el día del vencimiento de los correspondientes plazos de ingreso.

B) Período ejecutivo.
La recaudación de las deudas tributarias en período ejecutivo será por pago o cumplimiento espontáneo del obligado
tributario o a través del procedimiento de apremio.

El período ejecutivo se iniciará:


- En el caso de deudas liquidadas por la AEAT, el día siguiente al del vencimiento del plazo establecido para
su ingreso en base a lo establecido en el art. 62 de la LGT.
- En el caso de deudas a ingresar mediante autoliquidación presentada sin ingreso, al día siguiente de la
finalización del plazo que establezca la normativa de cada tributo para dicho ingreso o, si este ya hubiere
concluido, el día siguiente a la presentación de la autoliquidación.

Hay que señalar que impiden el inicio del período ejecutivo, la presentación dentro del período voluntario
de solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación durante la tramitación de dichos expedientes
y también la interposición de un recurso o reclamación en tiempo y forma contra una sanción y hasta que
ésta sea firme en vía administrativa y haya finalizado el plazo para el ingreso voluntario.

¿ Qué efectos produce el inicio del período ejecutivo?.


- Exigencia de interés de demora como obligación tributaria accesoria de la principal, con las excepciones
previstas en el art. 26 LGT.
- Exigencia de los recargos regulados en el art. 28 de la LGT . Estos recargos sujetos a reserva legal son los
tres siguientes:
▪ El ejecutivo, que será el 5% del importe a ingresar y se aplicará cuando se satisfaga la
totalidad de la deuda no ingresada antes de la notificación de la providencia de apremio.
▪ El de apremio reducido, que será del 10% del importe a ingresar y se aplicará cuando se
satisfaga tanto la totalidad de la deuda no ingresada en período voluntario como el propio
recargo antes de que termine el plazo fijado por el art. 62.5 de la LGT para el pago de la
deuda tributaria una vez iniciado el período ejecutivo y notificada la providencia de
apremio.
▪ El de apremio ordinario, que será del 20% del importe a ingresar y se aplicará cuando no
se pague toda la deuda tributaria más el recargo de apremio reducido – 10% - dentro del
plazo de ingreso de las deudas tributarias para las que se ha iniciado el período ejecutivo y
notificada la providencia de apremio.

Es importante señalar que el recargo de apremio ordinario es compatible con los intereses de demora. Sin embargo,
cuando proceda el recargo ejecutivo – 5% - y el recargo de apremio reducido – 10% - no serán exigibles los intereses
devengados desde el inicio del período ejecutivo.

La exigencia de todos los recargos hasta aquí enumerados es compatible con la de las costas que en su caso se hayan
ocasionado en el procedimiento de apremio.

4.- El procedimiento de apremio.


La naturaleza del procedimiento de apremio responde a las siguientes características:
- Es exclusivamente administrativo. La competencia para entender del mismo y resolver todas sus incidencias
corresponde a la Administración tributaria.
- No será acumulable a los judiciales ni a otros procedimientos de ejecución.
- Se iniciará e impulsará de oficio en todos sus trámites y una vez iniciado, sólo se suspenderá en los casos y
en la forma prevista en la normativa tributaria – art. 163.3 LGT -.

Según el art. 165 de la LGT, el procedimiento de apremio se suspenderá :


- En la forma y con los requisitos establecidos en las disposiciones reguladoras de los recursos y
reclamaciones administrativas y en los supuestos previstos en la normativa tributaria como cuando se
concede un aplazamiento o fraccionamiento dentro del período ejecutivo de recaudación.
- De forma automática y sin necesidad de prestar garantía los órganos de recaudación suspenderán el
procedimiento de apremio cuando el interesado demuestre que se ha producido un error en la determinación
de la deuda tributaria, que ésta haya sido ingresada, condonada, compensada, aplazada o suspendida o que
haya prescrito el derecho a exigir el pago.
- Cuando un tercero interponga tercería de dominio, por entender que le pertenece el dominio o titularidad de
los bienes y derechos embargados o por considerar que tiene derecho a cobrar su crédito con preferencia al
de la Administración tributaria, se suspenderá el procedimiento de apremio en cuanto a los bienes y derechos
controvertidos una vez tomadas medidas cautelares.

¿Qué es la providencia de apremio?.


El art. 167 de la LGT dispone que: “El procedimiento de apremio se iniciará mediante providencia notificada al obligado
tributario en la que se identificará la deuda pendiente, se liquidarán los recargos a los que se refiere el art. 28 de la LGT
y se le requerirá para que efectúe el pago.”

Por su lado, el art. 69 del RGR añade que: “Iniciado el período ejecutivo, la recaudación se efectuará por el
procedimiento de apremio que se iniciará, a su vez, mediante la notificación de la providencia de apremio.”

Así, pues, la providencia de apremio es el acto de la Administración que ordena la ejecución contra el patrimonio del
obligado tributario. Conviene señalar que, la providencia de apremio es título suficiente para iniciar el procedimiento
de apremio y tendrá la misma fuerza ejecutiva que la sentencia judicial para proceder contra los bienes y derechos del
obligado tributario.

Los motivos de oposición a la providencia de apremio, teniendo en cuenta su naturaleza, están tasado, así nos lo indica
el art. 167 de la LGT:
- Extinción total de la deuda o prescripción del derecho a exigir el pago.
- Solicitud de aplazamiento, fraccionamiento o compensación en período voluntario y otras causas de
suspensión del procedimiento de recaudación.
- Falta de notificación de la liquidación.
- Anulación de la liquidación.
- Error u omisión en el contenido de la providencia de apremio que impida la identificación del deudor o de
la deuda apremiada.

Una vez iniciado el período ejecutivo y notificada la providencia de apremio, el pago de la deuda tributaria deberá
efectuarse en los plazos ya estudiados cuando vimos la obligación tributaria accesoria y que nos señala el art. 62.5 de la
LGT.

Si la deuda tributaria estuviera garantizada se procederá en primer lugar a ejecutar la garantía a través del procedimiento
administrativo de apremio. No obstante la AEAT podrá optar por el embargo y enajenación de otros bienes y derechos
con anterioridad a la ejecución de la garantía cuando ésta no sea proporcionada a la deuda garantizada o cuando el
obligado lo solicite, señalando bienes suficientes al efecto. En estos casos, la garantía prestada quedará sin efecto en la
parte asegurada por los embargos.

Los principios que inspiran la práctica del embargo los podemos concretar en los siguientes:
- Proporcionalidad de la cuantía y clase de bienes que se embarguen respecto a la debida.
- Suficiencia de la cuantía de lo embargado para cubrir lo debido.
- Eficacia, ya que se embargarán los bienes del obligado tributario teniendo en cuenta la mayor facilidad para
su enajenación.
- Limitación de costes para el obligado tributario, dado que la enajenación de los bienes embargados se hará
teniendo en cuenta la mayor facilidad de su enajenación y la menor onerosidad de está para el obligado.
- Flexibilidad en cuanto a la determinación del orden que han de seguir los bienes y derechos a embargar.
- Respeto al domicilio, pues en todo caso, se embargarán en último lugar aquellos cuya traba sea necesaria la
entrada en el domicilio del obligado tributario.
- Certeza, en virtud de la cual se embargarán sucesivamente los bienes o derechos conocidos en ese momento
por la Administración tributaria hasta que se presuma cubierta la deuda.

En lo que concierne a la orden de la práctica del embargo hay que tener en cuenta el art. 169.2 de la LGT que ya lo
estudiamos al abordar la obligación tributaria accesoria.

Para concluir el estudio del procedimiento de apremio señalamos tres elementos relevantes del mismo: La diligencia de
embargo, enajenación de bienes y derechos y terminación del procedimiento.

Diligencia de embargo.
Cada actuación desarrollada en el embargo se documentará en diligencia que se notificará a la persona con la que se
entienda la misma. Efectuado el embargo la diligencia se notificará al obligado tributario y, en su caso, al tercero titular,
poseedor o depositario de los bienes si no se hubiesen llevado a cabo con ellos las actuaciones, así como al cónyuge
cuando los bienes embargados sean gananciales y a los condueños o cotitulares de los mismos.

Si los bienes embargados fueran inscribibles en un registro público, la AEAT tendrá derecho a que se practique la
anotación preventiva en los términos previstos en el art. 170.2 de la LGT.

Enajenación de bienes y derechos


Es imprescindible para poder proceder a la enajenación de los bienes y derechos embargados que el acto de liquidación
de la deuda tributaria ejecutada sea firme, salvo en los supuestos excepcionales, como, el de bienes perecederos o con
riesgo de pérdida de valor . El acuerdo de enajenación de los bienes embargados sólo podrá ser impugnado cuando, se
haya dado por notificado al obligado tributario al inicio del procedimiento de apremio y en sus fases sucesivas por no
haber comparecido en el momento oportuno. El procedimiento de apremio podrá concluir con la adjudicación de bienes
a la Hacienda pública.

Terminación.
Según el art. 173 de la LGT, este procedimiento termina:
- Con el pago de la cantidad debida a que se refiere el apartado 1 del art. 169 de la LGT.
- Con el acuerdo que declare el crédito total o parcialmente incobrable, una vez declarados fallidos todos los
obligados al pago.
- Con el acuerdo de haber quedado extinguida la deuda por cualquier otra causa.

Para concluir, señalar que, en los casos en que el crédito se haya declarado incobrable, el procedimiento de apremio se
reanudará, dentro del plazo de prescripción, cuando se tenga conocimiento de la solvencia de algún obligado al pago.

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