Clase 5, Liturgia de La Palabra
Clase 5, Liturgia de La Palabra
Clase 5, Liturgia de La Palabra
LITURGIA DE LA PALABRA
Una vez que hemos terminado los RITOS INICIALES todo el mundo se sienta para poder
escuchar la palabra de Dios, el sacerdote se sienta en la sede y todo la asamblea se sienta
en sus propios lugares, momento de sacar nuestras Biblias, para poder tomar directamente
la palabra de Dios desde la sagrada escritura.
NOTA
Sentarse es una posición litúrgica de escucha.
1
Al iniciar y al final después de anunciar la lectura hay que hacer un pequeño momento de
silencio, para que la gente pueda hacerse consciente del libro que se va a leer.
Por ejemplo:
Lectura del Profeta Jeremías
Hacer un momento de silencio antes de continuar.
La lectura debe hacerse despacito, sentida, como quien está asumiendo en su vida el papel
de aquel que estaba en aquel tiempo hablándole al pueblo, que puede ser un profeta, que
puede ser salmista.
Enseguida se retira de la misma forma como lo hizo al principio, haciendo reverencia al libro
sagrado y regresa nuevamente a su lugar en el presbiterio y se sienta.
Es muy conveniente que haya un pequeño momento entre cada uno de los lectores, porque
eso le da oportunidad a la asamblea de ir asimilando.
Muchas veces nuestras celebraciones son tan rápidas, tan aceleradas que no alcanzamos a
captar todo, hacemos algunos gestos sin comprender, sin saber, sin asimilar y la Eucaristía
que debe ser el centro y culmen de toda la vida cristiana, se convierte en un Rito banal del
domingo, en donde salimos igual de vacíos que como entramos.
2
Es muy importante que haya música de fondo siempre que se proclama el SALMO,
recordemos el salmo es un canto y por lo tanto debe de estar acompañado de la música,
porque la música le impregna este sentido espiritual, la música comunica emociones y
nosotros con el SALMO estamos respondiendo a LA PALABRA DE DIOS proclamada en la
primera lectura.
En la instrucción general del Misal Romano no preveía que la asamblea hiciera nada,
simplemente una pequeña REVERENCIA: sin embargo recientemente en la congregación
para el culto y la disciplina de los sacramentos, prescribió que junto con el sacerdote la
asamblea también se signara o santiguara, ósea puede hacerlo de cualquiera de las dos
formas, si nos SANTIGUAMOS, simple no repetimos en el nombre del Padre del Hijo y del
Espíritu Santo, sino simplemente trazamos una cruz o podemos SIGNARNOS haciendo las
3 cruces, una cruz en nuestra mente, una en nuestros labios y una en nuestro pecho, de tal
manera que nosotros busquemos también tener la misma intención que el sacerdote. Y
pedir al señor, cómo voy a escuchar la palabra de Dios, proteja mi mente, que una vez que
la escuche pueda yo también proclamar en su momento la palabra del señor y que esta
palabra permanezca mi corazón para que la pueda vivir.
3
Una vez que pone incienso, en el incensario, el sacerdote junto con los demás ministros se
levanta, también se levanta la asamblea en lo que se empieza a cantar EL ALELUYA, que es
un canto festivo, alegre.
El canto del Aleluya nos indica, que lo que sigue, es algo verdaderamente importante, la
asamblea está de pie, porque le recuerda el camino del Éxodo, Dios habla al pueblo y lo
invita a seguirlo, lo invita a caminar con él y por eso todo la asamblea se pone de pie, porque
así es como se iba a comer la Pascua, todos de pie, con la cintura ya amarada, su bastón en
la mano y todos listos para salir; es de invitación que nos hace el Señor a caminar con él.
El sacerdote una vez que ha hecho esta proclamación hace una signación sobre el texto
sagrado en el EVANGELIARIO y después se va a SIGNAR él, va a ser una señal de la cruz en
LA FRENTE, mientras dice QUE TU PALABRA ESTÉ EN MI MENTE, luego se signa LA BOCA, y
dice ESTÉ EN MIS LABIOS y se signa después EL PECHO y dice QUE ÉSTE TAMBIÉN EN MI
CORAZÓN; generalmente la gente no sabe esto.
4
una pequeña reverencia hacia la palabra de Dios, e inmediatamente se SANTIGUA, EN
NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO AMÉN aunque si la asamblea lo
desea puede signarse pero NO DICIENDO POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ DE NUESTROS
ENEMIGOS LÍBRANOS SEÑOR DIOS NUESTRO, sino diciendo lo mismo que el sacerdote,
QUE TU PALABRA ESTE EN MI MENTE, … EN MI BOCA, …. Y ESTE TAMBIEN EN MI
CORAZON.
Esto pasa ya que al final cuando termina de leer el evangelio el sacerdote o diacono y dice
PALABRA DEL SEÑOR
Respondemos GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
Esto puede ser con o sin música, la liturgia recomienda que se haga mientras se entona
nuevamente el canto del Aleluya, ósea se enmarca con un canto festivo aleluyatico, antes
de leer el evangelio se canta el aleluya y al finalizar también.
5
Nota
La palabra aleluya significa alaben a Dios
ALELUYA viene del hebreo HALLEHEM – YAH
HALLEHEM – Alaben a
YAH – YAHVEH
Al besar el texto sagrado se deja nuevamente sobre el AMBON, en algunas Iglesias lo dejan
en otra parte y esto no debe de ser.
6
El sacerdote en la homilía va a buscar aterrizar, darle un sentido práctico, pastoral,
utilizando todos los elementos teológicos y bíblicos que puedan aplicarse tanto al texto
sagrado como a la condición particular de cada comunidad; por eso cada sacerdote
dependiendo de la comunidad que tiene que evangelizar, va a ser una homilía catequética,
evangélica, bíblica que permita a la asamblea entender el mensaje de la palabra de Dios, de
tal forma que cuando salga de la experiencia de la homilía hayan quedado en él, algunas
ideas que pueda empezar a poner en práctica en su propia vida
La liturgia provee este momento de silencio, no hay canto, no hay nada, todo el mundo en
ese momento recoge su Biblia o el cuaderno y anota un par de ideas que tomó y trata de
interiorizarse, un momento de interiorización.
Vamos ahora a ver LA TERCERA SECCIÓN que algunos liturgistas llaman LA PARTE CENTRAL
DE LA CELEBRACIÓN, pues está referida a la celebración eucarística en la cual mediante las
palabras y los signos que dice y realiza el sacerdote se hará presente el Señor Jesús en
cuerpo y sangre, nos va a elevar realmente a la presencia de Dios, nuestro templo se va a
convertir en un pedacito de cielo, los Ángeles inundaran nuestro templo y resonarán sus
cantos de alabanza al hacerse presente en medio de nosotros, el señor de los cielos con
toda su majestad y todo su poder. Aunque nosotros solo veamos lo que parece un pedacito
de pan y un poco de vino, en realidad estamos ahora delante de Jesucristo, de su cuerpo y
de su sangre, es Jesús que ha resucitado y nos acompaña como él lo prometió, en toda
nuestra historia hasta el final de los tiempos.
El sacerdote termina este momento sagrado y se pone de pie, he invita a la comunidad para
que se haga la PROFESIÓN DE FE, esta se puede hacer de Tres formas:
1. Proclamando nuestra fe, usando el CREDO DE LOS APÓSTOLES, que es un credo
corto, ordinariamente este credo se utiliza durante las celebraciones de la
Pascua, porque nos hace entrar en comunión muy cercana con aquella primera
comunidad, recitando lo que recitaron nuestros padres en la fe, al inicio del
cristianismo en la Pascua, que es nuevamente revivir todo este espíritu, todo
este ambiente festivo de la resurrección del señor, el proclamar el credo que
llamamos de los Apóstoles, nos revive esta experiencia de la primera comunidad.
7
2. Proclamando el otro credo más amplio, el cual se fue componiendo a lo largo de
los años en diferentes concilios y por eso se le llama el CREDO NICENO
CONSTANTINOPOLITANO y es un credo más largo, en dónde las verdades de la
fe se expresan de una forma un poquito más amplia y este es el Credo que hoy
en día generalmente se recita o se proclama en la mayoría de nuestras
celebraciones eucarísticas.
3. Esta tercera forma es utilizar LA FORMA BAUTISMAL, al ser una proclamación
solemne de nuestra fe, podemos especialmente en algunos domingos de la
Pascua, el utilizar la forma bautismal, en dónde es el sacerdote quién hace las
preguntas:
¿Creen en Dios padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra?
R/ sí creo
En algunas Iglesias, en algunas celebraciones, se invita a las familias o se invita algún grupo
particular que está teniendo alguna celebración para que pase y entre todos se haga esta
ORACIÓN UNIVERSAL y el lugar adecuado es el ATRIL u otro lugar dentro del presbiterio o
abajo del presbiterio.
Esta oración que hemos venido haciendo todos, la concluye el sacerdote invocando como
siempre a la SANTÍSIMA TRINIDAD, que se cierra con él AMÉN de toda la asamblea.
8
Con esto se cierra el primer gran bloque de nuestra celebración eucarística, qué son los
RITOS INICIALES, LA CELEBRACIÓN DE LA PALABRA y que concluye con LA ORACIÓN
UNIVERSAL.
9
Es un momento muy importante y muy santo porque vengo a ofrendar todo las
bendiciones que he tenido durante la semana, se trata de dar lo que dicte tu
corazón, haciéndonos conscientes de lo que estamos haciendo.
Esto se introduce al altar solemnemente, por eso hay una procesión de ofrendas
que primero viene precedida por el pan y el vino, que son las ofrendas
ciertamente propias que vamos a consagrar en el altar, pero después viene la
colecta económica, es importante que esta no pase por un lado, medio
escondida, se tiene que poner en el altar; es una forma de nosotros, de decirle
señor, esto es lo que me diste, esto es lo que hoy yo te entrego.
En el Antiguo Testamento se nos habla de la institución del DIEZMO, el cual está conectado
directamente con la ofrenda dominical, es lo que nosotros aportamos; el señor pedía que
fuera el 10%, nos quedamos con el 90 y el 10% era para él, era para su templo, para las
necesidades de los sacerdotes, que hoy en día pues esto se convierte en bienes para los
pobres.
Los tres fines fundamentales para los que se usan la ofrenda son:
a- Para los gastos del templo.
b- Para los pobres
c- Para la evangelización
Con este se termina el IMPAS, es un momento de serenidad, está cantando el coro, todos
cantamos junto con él, la ofrenda se deposita a los pies del altar y acá termina esta parte
dando paso a la CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA.
En el altar solo debe estar el mantel y las velas, pueden haber varias velas, las cuales pueden
estar en al altar o en el piso, pero bastaría con que hubiera 1 vela, que es signo de la
presencia de Cristo resucitado, es este JESÚS que en el cirio Pascual nos da esa experiencia
de la luz que tiene que estar siempre presente en nuestra celebración eucarística.
10