Reflexion Laboral
Reflexion Laboral
Reflexion Laboral
Trabajo de:
ELECTIVA- DERECHO LABORAL
Presentado a:
DRA MILENA ALVAREZ BARRIOS
Presentado por:
Fecha
18/10/2024
La estabilidad laboral reforzada se enmarca dentro del principio de igualdad y no discriminación, así
como en el derecho fundamental al trabajo, contemplado en la Constitución Política de Colombia, la
Corte Constitucional ha desarrollado una amplia jurisprudencia que ha fortalecido este derecho para
garantizar que los trabajadores que sufren de enfermedades graves o limitantes no sean despedidos
sin una justificación válida. Esta protección busca evitar que el empleador utilice la enfermedad del
trabajador como motivo para desvincularlo del empleo, dado que ello vulneraría derechos
fundamentales como el derecho a la salud, la dignidad humana y el mínimo vital
Uno de los elementos más relevantes que la Corte Constitucional ha enfatizado es que, para que un
despido de un trabajador en condición de vulnerabilidad por motivos de salud sea válido, es
necesario contar con una autorización del Ministerio de Trabajo, Este requisito tiene el objetivo de
que el despido sea objeto de control previo por parte del Estado, a fin de evitar cualquier tipo de
arbitrariedad por parte del empleador. En consecuencia, un despido sin esta autorización sería
considerado ineficaz, lo que permitiría al trabajador exigir su reintegro al puesto de trabajo y el pago
de los salarios dejados de percibir.
La Corte Constitucional ha ido más allá al establecer que la protección reforzada no solo cubre a
quienes tienen una discapacidad calificada, sino también a aquellos trabajadores que, aun sin haber
sido calificados formalmente, presentan una afectación en su salud que puede disminuir su
capacidad laboral de manera significativa. La Corte ha sostenido que este tipo de protección no
depende únicamente de una certificación oficial de discapacidad, sino de la condición real del
trabajador, siempre que esta sea de conocimiento del empleador.
Además, la Corte Suprema ha señalado que no cualquier afectación en la salud del trabajador
genera de manera automática la estabilidad reforzada. Para la Sala Laboral, es fundamental que la
afectación en la salud tenga una incidencia directa en la capacidad laboral del trabajador y que dicha
condición sea reconocida oficialmente. En consecuencia, la protección que otorga la Sala Laboral es
más limitada, ya que requiere de un proceso formal que constate la disminución de la capacidad
laboral, mientras que la Corte Constitucional ha ampliado el concepto para abarcar situaciones más
amplias de vulnerabilidad.
Implicaciones de la divergencia de criterios
Por el contrario, la interpretación de la Sala Laboral limita el acceso a esta protección, lo que puede
generar situaciones en las que el trabajador no reciba una protección efectiva si no ha sido sometido
a un proceso de calificación de pérdida de capacidad. Esta postura también es más favorable para
los empleadores, ya que les permite tomar decisiones laborales sin estar sujetos a la exigencia de
una autorización previa del Ministerio de Trabajo, siempre que no exista una calificación que ampare
al trabajador.
La estabilidad laboral reforzada por salud en Colombia es un pilar fundamental para la protección de
los derechos de los trabajadores, especialmente en un contexto donde las condiciones de salud
pueden generar discriminación laboral. Sin embargo, la divergencia de criterios entre la Corte
Constitucional y la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia plantea un desafío para la coherencia
del sistema jurídico.
Desde una perspectiva reflexiva, es fundamental que se trabaje en la unificación de criterios que
permitan ofrecer una protección efectiva a los trabajadores, sin generar cargas excesivas para los
empleadores. Es necesario buscar un equilibrio que garantice que los trabajadores en situación de
vulnerabilidad no sean despedidos injustamente, al tiempo que se permita a los empleadores actuar
de manera legítima en situaciones en las que la desvinculación sea necesaria y esté debidamente
justificada.
Sentencia SU-049 de 2017: En esta sentencia de unificación, la Corte estableció que la estabilidad
laboral reforzada no está limitada a personas calificadas formalmente como discapacitadas, sino que
cubre a trabajadores que tengan afectaciones graves en su salud.
Sentencia T-198 de 2019: La Corte Constitucional volvió a ampliar la protección para personas que,
sin tener calificación de discapacidad, presentan una disminución en su capacidad laboral.
Según la jurisprudencia de la Corte Constitucional, Juan tiene derecho a esta estabilidad reforzada
porque, aunque no ha sido incapacitado de manera formal ni ha recibido un dictamen final sobre el
origen de su enfermedad, el simple hecho de estar bajo tratamiento médico y estar en proceso de
calificación ante la ARL es suficiente para que se active dicha protección. Esto se debe a que la Corte
Constitucional ha adoptado un enfoque más amplio, protegiendo a los trabajadores que están en
situaciones de vulnerabilidad debido a su estado de salud, independientemente de que su
incapacidad o condición esté plenamente certificada.
Por otro lado, la Sala Laboral de la Corte Suprema tiende a exigir una calificación más formal de la
enfermedad o de la incapacidad para otorgar la estabilidad laboral reforzada. En su criterio, no
bastaría con el proceso en trámite de la ARL, sino que se requeriría una incapacidad certificada o una
calificación definitiva que determine el origen laboral de la patología.
En este caso, Pedro también es destinatario de la estabilidad laboral reforzada por salud, dado que
se encuentra en tratamiento médico y la lesión ha sido reconocida como laboral, aunque esté en
proceso de revisión. Según la Corte Constitucional, la estabilidad laboral reforzada se activa en
situaciones donde el trabajador está en un proceso de calificación, incapacitado o en tratamiento
médico activo, y el despido en estas circunstancias sería considerado ilegal, ya que la empresa
debería garantizar su permanencia en el empleo hasta que se resuelva su situación de salud. El
hecho de que la empresa haya reubicado a Pedro inicialmente refuerza esta protección, pues indica
que la empresa era consciente de la condición laboral que afectaba su desempeño.
Por otro lado, la Sala Laboral de la Corte Suprema podría justificar el despido de Pedro,
argumentando que la causa fue disciplinaria y no directamente relacionada con su estado de salud.
La ausencia injustificada es una razón válida para el despido con justa causa, incluso si el trabajador
está en tratamiento, siempre y cuando la empresa haya seguido los procedimientos disciplinarios
adecuados. En este caso, el hecho de que Pedro no haya notificado sus citas médicas podría ser
interpretado como una falta grave por la Sala Laboral.