Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Reflexion Laboral

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

UNIVERSIDAD DEL SINÚ-

ELIAS BECHARA ZAINÚM

Trabajo de:
ELECTIVA- DERECHO LABORAL

Presentado a:
DRA MILENA ALVAREZ BARRIOS

Presentado por:

NESTOR RAFAEL PEREZ GONZÁLEZ

Fecha
18/10/2024

CARTAGENA DE INDIAS D.C


La estabilidad laboral reforzada por salud en Colombia ha sido un tema de gran relevancia y debate
en el ámbito jurídico, especialmente en relación con las personas en condición de vulnerabilidad por
razones de salud.
Este concepto se ha desarrollado bajo el principio de proteger a los trabajadores que, debido a una
enfermedad, podrían ser discriminados o despedidos injustamente. A lo largo de los años, tanto la
Corte Constitucional como la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia han abordado este tema
desde distintas perspectivas, generando una divergencia de criterios que ha suscitado interrogantes
sobre el alcance y la aplicación de dicha estabilidad

La estabilidad laboral reforzada por salud protección constitucional

La estabilidad laboral reforzada se enmarca dentro del principio de igualdad y no discriminación, así
como en el derecho fundamental al trabajo, contemplado en la Constitución Política de Colombia, la
Corte Constitucional ha desarrollado una amplia jurisprudencia que ha fortalecido este derecho para
garantizar que los trabajadores que sufren de enfermedades graves o limitantes no sean despedidos
sin una justificación válida. Esta protección busca evitar que el empleador utilice la enfermedad del
trabajador como motivo para desvincularlo del empleo, dado que ello vulneraría derechos
fundamentales como el derecho a la salud, la dignidad humana y el mínimo vital
Uno de los elementos más relevantes que la Corte Constitucional ha enfatizado es que, para que un
despido de un trabajador en condición de vulnerabilidad por motivos de salud sea válido, es
necesario contar con una autorización del Ministerio de Trabajo, Este requisito tiene el objetivo de
que el despido sea objeto de control previo por parte del Estado, a fin de evitar cualquier tipo de
arbitrariedad por parte del empleador. En consecuencia, un despido sin esta autorización sería
considerado ineficaz, lo que permitiría al trabajador exigir su reintegro al puesto de trabajo y el pago
de los salarios dejados de percibir.

La Corte Constitucional ha ido más allá al establecer que la protección reforzada no solo cubre a
quienes tienen una discapacidad calificada, sino también a aquellos trabajadores que, aun sin haber
sido calificados formalmente, presentan una afectación en su salud que puede disminuir su
capacidad laboral de manera significativa. La Corte ha sostenido que este tipo de protección no
depende únicamente de una certificación oficial de discapacidad, sino de la condición real del
trabajador, siempre que esta sea de conocimiento del empleador.

La postura de la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia


La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia ha mantenido una postura más restrictiva en cuanto
al alcance de la estabilidad laboral reforzada. Aunque reconoce la necesidad de proteger a los
trabajadores en situación de vulnerabilidad por motivos de salud, ha sido más cautelosa al
interpretar los requisitos para la aplicación de esta protección.
Una de las diferencias más significativas entre la Corte Suprema y la Corte Constitucional radica en el
criterio sobre la necesidad de la calificación de pérdida de capacidad laboral. Mientras que la Corte
Constitucional ha flexibilizado este requisito, la Sala Laboral insiste en que, para que el trabajador
pueda acceder a la estabilidad reforzada, debe existir una calificación que determine el porcentaje
de pérdida de capacidad. Esto significa que, para la Sala Laboral, el diagnóstico de una enfermedad
no es suficiente; es necesario que el trabajador haya sido calificado formalmente como
discapacitado o con una pérdida de capacidad laboral significativa.

Además, la Corte Suprema ha señalado que no cualquier afectación en la salud del trabajador
genera de manera automática la estabilidad reforzada. Para la Sala Laboral, es fundamental que la
afectación en la salud tenga una incidencia directa en la capacidad laboral del trabajador y que dicha
condición sea reconocida oficialmente. En consecuencia, la protección que otorga la Sala Laboral es
más limitada, ya que requiere de un proceso formal que constate la disminución de la capacidad
laboral, mientras que la Corte Constitucional ha ampliado el concepto para abarcar situaciones más
amplias de vulnerabilidad.
Implicaciones de la divergencia de criterios

La diferencia de criterios entre la Corte Constitucional y la Sala Laboral de la Corte Suprema de


Justicia genera incertidumbre tanto para empleadores como para trabajadores. Desde el punto de
vista del trabajador, la postura de la Corte Constitucional ofrece una mayor protección, al permitir
que cualquier condición de salud que afecte su capacidad para trabajar sea protegida bajo la
estabilidad laboral reforzada. Esto implica que, en la práctica, muchos trabajadores pueden recurrir
a acciones de tutela para exigir su reintegro o para obtener una indemnización en caso de despido
injustificado, sin necesidad de haber sido calificados formalmente como discapacitados.

Por el contrario, la interpretación de la Sala Laboral limita el acceso a esta protección, lo que puede
generar situaciones en las que el trabajador no reciba una protección efectiva si no ha sido sometido
a un proceso de calificación de pérdida de capacidad. Esta postura también es más favorable para
los empleadores, ya que les permite tomar decisiones laborales sin estar sujetos a la exigencia de
una autorización previa del Ministerio de Trabajo, siempre que no exista una calificación que ampare
al trabajador.

En términos prácticos, esta divergencia genera tensiones en el sistema jurídico y en la práctica


empresarial. Muchos empleadores se encuentran en la disyuntiva de cómo actuar ante trabajadores
con problemas de salud, ya que la jurisprudencia constitucional les impone mayores
responsabilidades que las que se derivan de la interpretación de la Sala Laboral. Esto puede llevar a
un aumento en los litigios laborales y a una mayor incertidumbre sobre los costos laborales
asociados a la desvinculación de trabajadores con afectaciones en su salud.

Reflexión Sobre La Estabilidad laboral Reforzada

La estabilidad laboral reforzada por salud en Colombia es un pilar fundamental para la protección de
los derechos de los trabajadores, especialmente en un contexto donde las condiciones de salud
pueden generar discriminación laboral. Sin embargo, la divergencia de criterios entre la Corte
Constitucional y la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia plantea un desafío para la coherencia
del sistema jurídico.

Desde una perspectiva reflexiva, es fundamental que se trabaje en la unificación de criterios que
permitan ofrecer una protección efectiva a los trabajadores, sin generar cargas excesivas para los
empleadores. Es necesario buscar un equilibrio que garantice que los trabajadores en situación de
vulnerabilidad no sean despedidos injustamente, al tiempo que se permita a los empleadores actuar
de manera legítima en situaciones en las que la desvinculación sea necesaria y esté debidamente
justificada.

Corte Constitucional: La Corte ha sido pionera en la protección de la estabilidad laboral reforzada


para personas con problemas de salud. Algunas de las sentencias más relevantes en este aspecto
son:

Sentencia T-198 de 2006: En esta sentencia, la Corte Constitucional estableció la necesidad de


contar con una autorización del Ministerio de Trabajo para despedir a trabajadores que sufran de
una afectación grave de salud.
Sentencia T-1040 de 2001: La Corte reiteró la protección a favor de los trabajadores enfermos,
señalando que el despido de un trabajador en situación de debilidad manifiesta por motivos de
salud, sin autorización, es ineficaz.

Sentencia SU-049 de 2017: En esta sentencia de unificación, la Corte estableció que la estabilidad
laboral reforzada no está limitada a personas calificadas formalmente como discapacitadas, sino que
cubre a trabajadores que tengan afectaciones graves en su salud.
Sentencia T-198 de 2019: La Corte Constitucional volvió a ampliar la protección para personas que,
sin tener calificación de discapacidad, presentan una disminución en su capacidad laboral.

En relación con los casos vistos en clase


Caso 1: Juan Pérez
Juan Pérez, quien padece de síndrome del túnel del carpo debido a sus largas jornadas laborales
frente a un computador, es un claro ejemplo de un trabajador que, al sufrir una enfermedad laboral,
debe ser protegido por la estabilidad laboral reforzada por salud. La empresa decidió despedir a
Juan sin justa causa en medio de su proceso de calificación del origen de la enfermedad, lo cual
genera varias implicaciones legales.

Según la jurisprudencia de la Corte Constitucional, Juan tiene derecho a esta estabilidad reforzada
porque, aunque no ha sido incapacitado de manera formal ni ha recibido un dictamen final sobre el
origen de su enfermedad, el simple hecho de estar bajo tratamiento médico y estar en proceso de
calificación ante la ARL es suficiente para que se active dicha protección. Esto se debe a que la Corte
Constitucional ha adoptado un enfoque más amplio, protegiendo a los trabajadores que están en
situaciones de vulnerabilidad debido a su estado de salud, independientemente de que su
incapacidad o condición esté plenamente certificada.

Por otro lado, la Sala Laboral de la Corte Suprema tiende a exigir una calificación más formal de la
enfermedad o de la incapacidad para otorgar la estabilidad laboral reforzada. En su criterio, no
bastaría con el proceso en trámite de la ARL, sino que se requeriría una incapacidad certificada o una
calificación definitiva que determine el origen laboral de la patología.

Caso 2: Pedro López


El caso de Pedro López difiere en varios aspectos del de Juan Pérez, pero también nos permite
analizar cómo las diferencias entre la Corte Constitucional y la Sala Laboral de la Corte Suprema
pueden influir en su situación. A Pedro se le diagnosticó una lesión del manguito rotador de origen
laboral, y la EPS lo reconoció como tal. Sin embargo, la ARL ha interpuesto recursos y el caso está en
proceso de revisión ante la Junta Regional de Calificación de Invalidez. Durante este tiempo, Pedro
ha recibido incapacidades y ha sido reubicado en un puesto con menos exigencia física, pero
finalmente fue despedido con justa causa por ausencias injustificadas.

En este caso, Pedro también es destinatario de la estabilidad laboral reforzada por salud, dado que
se encuentra en tratamiento médico y la lesión ha sido reconocida como laboral, aunque esté en
proceso de revisión. Según la Corte Constitucional, la estabilidad laboral reforzada se activa en
situaciones donde el trabajador está en un proceso de calificación, incapacitado o en tratamiento
médico activo, y el despido en estas circunstancias sería considerado ilegal, ya que la empresa
debería garantizar su permanencia en el empleo hasta que se resuelva su situación de salud. El
hecho de que la empresa haya reubicado a Pedro inicialmente refuerza esta protección, pues indica
que la empresa era consciente de la condición laboral que afectaba su desempeño.

Por otro lado, la Sala Laboral de la Corte Suprema podría justificar el despido de Pedro,
argumentando que la causa fue disciplinaria y no directamente relacionada con su estado de salud.
La ausencia injustificada es una razón válida para el despido con justa causa, incluso si el trabajador
está en tratamiento, siempre y cuando la empresa haya seguido los procedimientos disciplinarios
adecuados. En este caso, el hecho de que Pedro no haya notificado sus citas médicas podría ser
interpretado como una falta grave por la Sala Laboral.

También podría gustarte