Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
Scribd Logo
Cargar

¡Te damos la bienvenida a Scribd!

  • 3 vistas

    Verbos Pronominales

    Cargado por

    Sofia Arco

    Copyright:

    © All Rights Reserved
    Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd

    Verbos Pronominales

    Cargado por

    Sofia Arco
    3 vistas3 páginas

    Título original

    Verbos pronominales

    Derechos de autor

    © © All Rights Reserved

    Formatos disponibles

    DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd

    ¿Le pareció útil este documento?

    ¿Este contenido es inapropiado?

    Copyright:

    © All Rights Reserved
    Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
    Descargar como docx, pdf o txt
    3 vistas3 páginas

    Verbos Pronominales

    Cargado por

    Sofia Arco

    Copyright:

    © All Rights Reserved
    Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
    Descargar como docx, pdf o txt
    Está en la página 1de 3

    LOS VERBOS PRONOMINES

    Como os comentaba en el documento de la sintaxis, a veces dudamos en si un me, un


    te, un se, un nos o un os desempeña la función de complemento directo o la de complemento
    indirecto. En ese caso, recordemos que basta con pasarlo mentalmente a la tercera de
    femenino singular para ver si la oración pide la (en cuyo caso se tratará de CD) o si demanda le
    (en cuyo caso se tratará de un CI).

    Pero sucede que en ocasiones esos me, te, se, nos, os… no desempeñan función
    alguna, van -sintácticamente- unidos al verbo. Es el caso de los llamados verbos pronominales,
    que se conjugan conjuntamente con me, te, se, nos, os y se (arrepentirse, cansarse,
    marearse…). En estos casos, me, te, se… no cumplen ninguna función sintáctica, sino que van
    soldados al verbo.

    Se distinguen dos clases de verbos pronominales: los que tienen únicamente forma
    pronominal (abalanzarse, abstenerse, arrepentirse…) y los que poseen variantes pronominales
    que dotan al verbo de una significación distinta (decidir / decidirse, acordar / acordarse, salir /
    salirse, empeñar / empeñarse, romper /romperse…).

    Ejercicio:
    Señala -cuando proceda- la función sintáctica de los me, te, se, nos, os y se que
    aparezcan en las siguientes oraciones. Y, ya puestos, señala también la de los pronombres lo,
    la, le, los, las, y les:

    1. Eres un agonías: siempre te estás quejando.

    2. Natalia se arrepintió de haberse enrollado con el novio de su mejor amiga.

    3. Pepe se comportó como un cretino, pero yo se lo voy a decir porque nadie se lo ha dicho.

    4. Me parece muy bien que no estudies, pero luego no me vengas con que el profesor te tiene manía.

    5. Laia se empeñó en aprobar todos los exámenes con chuletas, y al final la pillaron.

    6. Azorín y Valle-Inclán se profesaban mutua admiración.

    7. Se cortó con el cuchillo jamonero y tuvieron que ponerle cinco puntos de sutura.

    8. ¿Os quedáis en casa este fin de semana o vais a algún lado?

    9. Harto de darle vueltas a lo mismo, se levantó de la reunión y se fue para su casa.

    10. ¿Dónde te has comprado ese vestido? ¡Te sienta muy bien!
    11. Este verano nos iremos de vacaciones a Cuba.

    12. Ese vigilante no para de mirarnos. ¡Ni que fuéramos dos manguis…!

    13. Cuando me mira, me pongo rojo.

    14. Samara y Sana aprobarán porque se esfuerzan mucho.

    15. Dos bocas, una a otra, se bebían.

    16. Se lo he dado a tu primo para que te lo dé a ti.

    17. Si os vais ahora, llegaréis a tiempo de entregársela.

    18. Me borrarás de tu memoria, de tu alma, de tu vida

    como se borra algún error de ortografía.

    Me borrarás porque es lo único que espero,

    aunque mis labios te repitan que te quiero.

    19. Mírame, te estoy hablando, escúchame:

    llevo tantas noches gritando tu nombre,

    llorando la ausencia que tu piel dejó…

    Y en el pecho guardaré las horas que tú me entregaste,

    la vida que juntos soñamos pasar.

    20. Muerto se quedó en la calle

    con un puñal en el pecho.

    No lo conocía nadie.

    21. No te conoce el niño ni la tarde

    porque te has muerto para siempre.

    22. Tengo miedo de perder la maravilla

    de tus ojos de estatua y el acento

    que de noche me pone en la mejilla

    la solitaria rosa de tu aliento.

    23. Amor de mis entrañas, viva muerte,

    en vano espero tu palabra escrita

    y pienso, con la flor que se marchita,

    que, si vivo sin mí, quiero perderte.

    También podría gustarte