CERTIFICADO
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Para dar respuesta a la presente pregunta podríamos decir que, en el desarrollo de la maquinaria
en el sector automotriz, podríamos analizar al detalle lo siguiente.
1.1 COMBUSTIBLES FÓSILES: Son considerados combustibles fósiles ya que forman parte a
partir de la descomposición de materia orgánica a lo largo de millones de años. Su uso intensivo en
el transporte ha generado preocupaciones significativas sobre el impacto ambiental debido a las
emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes asociados.
Diésel: También es un combustible derivado del petróleo crudo, pero es más denso y
contiene hidrocarburos más pesados que la gasolina. Es utilizado en motores diésel, que
son conocidos por su eficiencia en consumo de combustible y torque. Los vehículos diésel
incluyen camiones, autobuses y algunos automóviles de pasajeros.
1.2 Vehículos Eléctricos (EVs): Los vehículos eléctricos (EVs) han surgido como una alternativa
innovadora en el sector automotriz, respondiendo a las necesidades del medio ambiente, por lo que
busca reducir la contaminación al medio ambiente, tratando de dejar fuera los combustibles fosiles.
Menor Costo Operativo: Los costos de operación de los vehículos eléctricos suelen
ser más bajos que los vehículos de combustión, debido a la menor necesidad de
mantenimiento mecánico y a los precios generalmente más bajos de la electricidad en
comparación con los combustibles fósiles.
Desafíos y Consideraciones
1.3 HÍBRIDOS (HEVS) Y HÍBRIDOS ENCHUFABLES (PHEVS): Los vehículos híbridos (HEVs)
combinan motores de combustión interna con motores eléctricos, lo que les permite funcionar
de manera eficiente al alternar entre ambas fuentes de energía según sea necesario. Este tipo
de vehículos no necesitan ser enchufados para recargar las baterías, ya que estas se recargan
mediante la energía generada durante la conducción y mediante la recuperación de energía en
frenadas.
Por otro lado, los híbridos enchufables (PHEVs) van un paso más allá al permitir que los
usuarios también puedan cargar las baterías conectándolos a una fuente de electricidad
externa. Esto les otorga una autonomía en modo eléctrico que puede ser significativa,
permitiendo así realizar trayectos diarios utilizando únicamente energía eléctrica y minimizando
el uso de combustibles fósiles. Cuando la carga de la batería se agota, el vehículo puede
continuar funcionando utilizando el motor de combustión interna, brindando una mayor
flexibilidad al usuario.
Ambos tipos de vehículos están diseñados para optimizar el consumo de combustible y reducir
la huella de carbono en el transporte automotriz, contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental
sin comprometer la autonomía y la funcionalidad que los consumidores esperan de sus
vehículos.
1.4 Biocombustibles y Otros Combustibles Alternativos: Los biocombustibles y otros
combustibles alternativos están emergiendo como opciones prometedoras en el sector automotriz,
ofreciendo potenciales beneficios ambientales y reduciendo la dependencia de los combustibles
fósiles tradicionales.
Biodiésel: Producido a partir de fuentes renovables como aceites vegetales, grasas
animales o aceites usados de cocina. El biodiésel puede mezclarse con diésel convencional
y utilizarse en motores diésel sin necesidad de modificaciones significativas. Contribuye a
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y puede ayudar a diversificar la matriz
energética.
Bioetanol: Obtenido principalmente de la fermentación de cultivos como maíz, caña de
azúcar o biomasa lignocelulósica. Se utiliza como aditivo en gasolinas convencionales para
reducir las emisiones de dióxido de carbono y mejorar la eficiencia del combustible.
Metanol y Etanol Celulósico: Derivados de biomasa lignocelulósica, estos biocombustibles
ofrecen una alternativa avanzada al bioetanol tradicional. Se pueden producir a partir de
residuos agrícolas, madera o cultivos dedicados a la energía, reduciendo así la competencia
con la producción de alimentos.
Biogás: Producido a través de la digestión anaeróbica de materia orgánica, como desechos
agrícolas, residuos alimentarios o lodos de aguas residuales. Se puede utilizar como
combustible en motores de combustión interna, generando energía renovable y reduciendo
las emisiones de metano.
Los factores que influyen en la eficiencia energética de los vehículos en el área automotriz, se debe
considerar importante:
Peso y Diseño del Vehículo: Vehículos más ligeros y aerodinámicos tienden a ser más
eficientes energéticamente, debido a su menor volumen.
Mantenimiento Regular:
Cambio regular de aceite y filtro de aceite según las especificaciones del fabricante.
Revisión y mantenimiento del sistema de enfriamiento, incluyendo líquido refrigerante
y radiador.
Inspección y posible reemplazo de bujías (en el caso de vehículos de gasolina).
Revisión y mantenimiento del sistema de combustible, incluyendo filtro de
combustible y limpieza de inyectores.
Sistema de Escape:
Inspección periódica del sistema de escape y del catalizador para garantizar que no
haya fugas ni obstrucciones que puedan afectar el rendimiento del motor y las
emisiones.
Sistema de Baterías:
Componentes Comunes:
4.- A CONSIDERAR:
5.- Conclusión
El sector automotriz está experimentando una transformación significativa hacia tecnologías más
limpias y eficientes en energía. La elección adecuada de energía para la maquinaria automotriz
depende de múltiples factores, incluidas consideraciones técnicas, económicas y ambientales. La
gestión eficaz de estas energías es esencial para mejorar la sostenibilidad y reducir el impacto
ambiental del transporte.
Este enfoque integral permitirá comprender mejor cómo las energías están influyendo en el futuro
del sector automotriz y qué medidas pueden tomarse para mejorar la eficiencia energética en todos
los aspectos de la fabricación y operación de vehículos.
Además, los vehículos híbridos y híbridos enchufables combinan motores de combustión interna
con motores eléctricos, optimizando el consumo de combustible y reduciendo la huella de carbono.
Asimismo, los biocombustibles y otros combustibles alternativos como el biodiésel, bioetanol y
biogás están emergiendo como opciones prometedoras, ofreciendo beneficios ambientales y
reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles tradicionales.
En cuanto al mantenimiento, es importante seguir las recomendaciones específicas del fabricante
para cada tipo de combustible y tecnología de propulsión. Los intervalos de mantenimiento pueden
variar, por lo que es crucial la formación y capacitación adecuada de los técnicos de servicio, así
como cumplir con las regulaciones y normativas ambientales aplicables.
En resumen, el sector automotriz está experimentando una transformación hacia energías más
limpias y sostenibles, con una variedad de opciones que buscan reducir el impacto ambiental y
mejorar la eficiencia energética en la maquinaria utilizada en el transporte.