Barroco Espñol
Barroco Espñol
Barroco Espñol
El barroco llegó a España en un contexto de crisis política, económica y social en el siglo XVII,
cuando el país enfrentaba numerosos desafíos tanto internos como externos. Este período
coincidió con el declive del Imperio español, que había sido uno de los más poderosos de Europa
durante los siglos anteriores. Sin embargo, para el siglo XVII, la hegemonía española estaba en
descenso, y el país sufría por las guerras, la inflación, y una economía debilitada por la
dependencia del oro y la plata de América.
Declive del Imperio Español: A medida que las guerras con otras potencias europeas (como
Francia, Inglaterra y los Países Bajos) desgastaban los recursos del país, España perdía influencia y
territorio. La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) fue particularmente costosa y concluyó con la
pérdida de territorios en Europa. Además, la independencia de Portugal en 1640 debilitó aún más
el imperio.
Crisis económica y demográfica: Las constantes guerras, junto con las malas cosechas y la
epidemia de peste de 1596-1602, llevaron a una caída en la población y a una disminución de la
economía. La inflación derivada de la llegada masiva de metales preciosos de América había
encarecido los precios, afectando a los sectores más pobres.
Contrarreforma: La Iglesia católica fue un pilar importante del barroco español. En respuesta a
la Reforma protestante, la Contrarreforma impulsada por la Iglesia buscaba reafirmar la fe
católica. A través de un arte religioso dramático y emocional, se intentaba llegar al alma del
espectador y reforzar la devoción. La monarquía española, muy ligada a la Iglesia, promovió el arte
barroco como una herramienta de propaganda religiosa y política.
QUE ES
CARACTERISTICAS
La arquitectura del período barroco en España se puede dividir en tres períodos, que se distinguen
entre ellos por tener unas características muy particulares que ayudan a diferenciar las obras de
cada una de estas etapas.
El primer período transcurre en el siglo XVII entre los años 1640 y 1680. Durante estos primeros
cuarenta años la influencia del estilo de Herrera aún era muy fuerte. Por esta razón, las fachadas y
los interiores de las iglesias y otras edificaciones de esta época son muy sobrios, haciendo gala del
principio de austeridad que promovía la Contrarreforma.
La segunda etapa del estilo barroco en España transcurre durante los siguientes cuarenta años,
entre finales del siglo XVII y las primeras décadas del siglo XVIII. A esta etapa se le ha caracterizado
como el estilo churrigueresco o barroco florido, debido a la influencia de los hermanos
Churriguera, creadores del conjunto del a Plaza Mayor de Salamanca.
La última etapa de desarrollo del estilo barroco en España es la correspondiente al rococó, que
puede ser considerada como como la fase final del estilo barroco. El rococó se caracteriza por el
abundante uso de una decoración muy refinada, hasta el punto de llegar a ser afectada. El
principal centro de desarrollo del rococó en España fue Galicia.
ELEMENTOS
PRIMER ETAPA:
Columnas y pilastras de orden dórico o toscano: Las columnas y pilastras suelen ser de orden
dórico o toscano, con formas sencillas y robustas. Esto contribuye a una apariencia sólida y
monumental, en línea con la austeridad característica de esta primera etapa del barroco español.
Cubiertas a dos aguas y tejados de pizarra: Las cubiertas a dos aguas, con tejados de pizarra,
son comunes en los edificios de esta etapa. Este elemento es característico del estilo herreriano y
contribuye a la apariencia monumental y austera de las construcciones.
Cornisas y molduras simples: Las cornisas y molduras son de diseño simple y sirven para
remarcar las líneas arquitectónicas sin recargar las superficies. La decoración es mínima y suele
limitarse a enmarcar los volúmenes de la estructura.
SEGUNDA ETAPA
Columnas salomónicas: Este tipo de columna, con fuste en espiral, es uno de los elementos más
representativos del barroco florido. Las columnas salomónicas añaden dinamismo a las estructuras
y, con frecuencia, están decoradas con motivos vegetales, que refuerzan la impresión de
movimiento y opulencia.
Estípites: Estas son pilastras con forma de pirámides invertidas o trapecios superpuestos. Los
estípites tienen una apariencia que se ensancha en la parte superior, creando una sensación de
expansión y monumentalidad. Se utilizan en lugar de columnas convencionales para sostener los
entablamentos y suelen estar cubiertos de ornamentación detallada.
Frontones partidos y curvos: Los frontones en el barroco florido suelen ser curvos o partidos, lo
que rompe la rigidez de las líneas rectas y genera un aspecto más dinámico. Los frontones partidos
a menudo incluyen estatuas o escudos en el centro, lo que aumenta la complejidad visual.
Cornisas onduladas: Las cornisas en el barroco florido no siguen una línea recta, sino que se
curvan, formando formas onduladas y dinámicas. Estas curvas generan una sensación de
movimiento y continuidad, lo que hace que las fachadas sean más interesantes y atractivas..
Retablos monumentales y teatrales: Los retablos barrocos son un rasgo distintivo del barroco
florido. Son de gran tamaño, ocupan todo el espacio del altar y están decorados de manera
profusa con columnas salomónicas, estípites, esculturas y relieves. Los retablos buscan impactar y
evocar devoción, y a menudo representan escenas religiosas de manera dramática y vívida.
Uso de espejos y dorados: Los interiores de las iglesias y palacios suelen decorarse con espejos
y detalles dorados que reflejan la luz, creando un ambiente fastuoso y luminoso. Los dorados en
molduras y esculturas aumentan la sensación de lujo y resaltan los detalles de la ornamentación.
Esculturas en movimiento: Las esculturas del barroco florido buscan transmitir movimiento y
emoción. Estas esculturas, colocadas en fachadas, retablos o altares, muestran gestos y
expresiones dramáticas, acordes con el estilo emocional y teatral del barroco tardío.
TERCER ETAPA
Columnas de formas mixtas: En el rococó español, las columnas y pilastras son menos rígidas y
suelen tener formas decorativas y mixtas, que incluyen curvas y adornos florales. Estas columnas
pueden tener una base estrecha y expandirse hacia la parte superior, y están a menudo decoradas
con relieves dorados.
Motivo ornamental característico del Rococó: la rocalla (mezcla de conchas marinas irregulares y
asimétricas, mezcladas con elementos vegetales).
Espejos y lámparas decorativas: Los espejos se utilizan para dar mayor amplitud y luminosidad
a los espacios. En el rococó español, estos espejos suelen tener marcos dorados y decorados con
motivos florales. Las lámparas colgantes y candelabros, muchas veces de cristal, también reflejan
la luz, creando un ambiente elegante y refinado.
TIPOS DE CONSTRUCCIONES
1. Iglesias y Catedrales
Las iglesias y catedrales barrocas son algunas de las obras más impresionantes del barroco
español. Estas construcciones se diseñaron para causar un gran impacto visual y reforzar la fe
católica, especialmente en el contexto de la Contrarreforma.
Retablos monumentales: Uno de los elementos más característicos del barroco español
en iglesias y catedrales es el retablo, que cubre el altar mayor y está cargado de
esculturas, dorados, columnas y detalles decorativos.
Plantas de cruz latina: Con una amplia nave central y capillas laterales, estas plantas
favorecen la organización jerárquica y un recorrido visual hacia el altar.
Cúpulas y bóvedas decoradas: Con frescos, estucos y decoraciones en pan de oro, las
cúpulas buscan crear un efecto de ascensión y conexión con lo divino.
Ejemplo: La Iglesia de la Clerecía en Salamanca y la Basílica de Nuestra Señora del Pilar en
Zaragoza.
2. Monasterios y Conventos
Los monasterios y conventos barrocos son representativos del poder e influencia de las órdenes
religiosas en la España barroca.
Fachadas decoradas: Aunque en la primera etapa del barroco las fachadas suelen ser
sobrias, en los monasterios posteriores se observa un mayor uso de ornamentación.
Patios y claustros: Espacios de recogimiento y meditación, decorados con arcos, columnas
y detalles escultóricos.
Portadas monumentales: Las entradas principales suelen ser imponentes, con columnas
salomónicas, esculturas de santos y ornamentación vegetal.
Ejemplo: Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y el Monasterio de San Juan de los
Reyes en Toledo.
Las universidades y centros educativos también fueron construidos o renovados en estilo barroco
para simbolizar el poder del conocimiento y la influencia de la Iglesia en la educación.
Los hospitales y otras instituciones de caridad, muchas veces fundadas por la Iglesia o la nobleza,
también adoptaron el estilo barroco.
SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
Los edificios barrocos españoles se construían con muros de carga, hechos principalmente
de piedra o ladrillo, que soportaban el peso de la estructura..
Espesor: Los muros de carga eran gruesos, lo que permitía una mayor estabilidad y
aislamiento térmico.
Decoración exterior: A menudo, estos muros eran decorados en el exterior con pilastras,
molduras o estucos para darle un carácter ornamental.
2. Uso de Contrafuertes
3. Bóvedas y Cúpulas
Las bóvedas y cúpulas son elementos distintivos en las iglesias y catedrales barrocas,
ofreciendo espacios interiores amplios y majestuosos.
Bóvedas de cañón con lunetos: Estas bóvedas se emplean en naves y corredores, y los
lunetos permiten la incorporación de ventanas para iluminar el interior.
Cúpulas sobre tambor: Las cúpulas se construyen sobre tambores (bases elevadas), que
ayudan a realzar su altura y crean un efecto visual impresionante. A menudo están
decoradas con frescos, estucos o casetones en el interior.
4. Sistemas de Arcos
Arcos de medio punto: Muy comunes en las estructuras barrocas, tanto en portadas como
en ventanas y pórticos.
Arcos rebajados y escarzanos: Utilizados en los claustros y patios, aportando un aspecto
distintivo y permitiendo variar la estética del edificio.
Arcos mixtilíneos: Muy característicos del barroco español tardío, con formas más libres y
ornamentadas, usados para enfatizar el dramatismo visual de los interiores y fachadas.
5. Columnas Salomónicas
Las columnas salomónicas (en espiral) se utilizan en retablos y portadas para dar
movimiento y dramatismo a la estructura.