Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Un recuerdo obligado para el General Manuel Carlos

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Un recuerdo obligado para el General Manuel Carlos Piar

Rate This

El Tugurio de Luisana

Periodista (prestada a la docencia) por vocación y convicción...Vida


tormentosa que me hace decir "Siempre amanece, sé feliz..." Este es mi
"tugurio" cibernético, virtual, digital, aquí hablo de política, de periodismo,
de lo que siento y pienso...Cada post de este blog nunca estará cerrado y
siempre, siempre, podrá ser modificado. Premio Nacional de Periodismo en
docencia 2017 (Venezuela); Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa por
Trayectoria Profesional...

No sabemos cuál era el «cable pelao» entre Simón y Manuel, pero yo voto
por la inocencia del «caudillo de dos colores». Dicen en Ciudad Bolivar que
por las noches, a veces, se escuchan las ráfagas de plomo que dieron en el
cuerpo de Manuel Carlos…Tuvo razón Bolívar? O es, acaso, otro pelón de El
Libertador como el de Miranda?. Usted qué opina?

Leamos este interesante texto de Antonio Mirabal:

El General Manuel Carlos María Francisco Piar Gómez, nació en Willemstad,


Curazao el 28 de abril de 1.774.
(Wikipedia)

Acerca del nacimiento del General Manuel Carlos Piar Gómez se han tejido
varias versiones. Una, de la propia María Isabel Gómez,
mulata curazoleña, excelente comadrona, de quien algunos historiadores
dicen haber sido la madre del «Caudillo de los colores», como lo llama
Francisco Herrera Luque. Piar habría nacido el 28 de abril de 1.782, como lo
manifiesta ella misma ante la Comisión de Bienes Nacionales, cuando
procuraba una pensión por la muerte de su hijo, que había servido con
valentía e interés patriótico por la guerra de Independencia de Venezuela.

Algunos historiadores basados en informaciones recogidas de la época,


aseguran que Manuel Piar fue hijo de una joven perteneciente a una
distinguida familia de Caracas, de apellido Aristigueta. Eran nueve jóvenes,
las más bellas de la Caracas mantuana, llamadas las Nueve Musas. Una de
ellas se enamoró del príncipe José Francisco de Braganza y al quedar
encinta, los padres y el mismo príncipe para evitar un escándalo y los
consiguientes comentarios, la confinaron al Convento de las Monjas
Concepciones de Caracas, donde dio a luz su hijo. Este fue entregado para
su crianza a la mulata curazoleña, antes mencionada y a su marido
Fernando Piar, quienes se trasladaron a Curazao, según el historiador
Tavera Acosta. La Aristigueta era pariente del Libertador.

También han comentado otros historiadores, de acuerdo a los rumores de


ese tiempo que, además de los presuntos padres citados, el vencedor de
San Félix, Maturín y Juncal pudo haber sido hijo de Juan Vicente Bolívar y
Ponte padre de Simón Bolívar. Conjetura que círculó profusamente en la
sociedad caraqueña.

Pero para la consagración de la historia son secundarios los pormenores y


conjeturas del nacimiento del General Manuel Piar. Lo cierto, y la grandeza
de su vida, estriba en que el General en Jefe del Ejército Patriota venezolano
fue uno de los mas prominentes valerosos y exitosos oficiales en las luchas
sostenidas por el Ejército Libertador encaminadas a la Emancipación de la
Patria.

El General Manuel Piar, a los 23 años, participó en la Conspiración de Gual y


España, en 1.797, y cuando ésta fue develada logró escapar a Curazao,
donde contrajo matrimonio, en 1.798 con Marta Boom. En 1.807 formó
parte en el proceso independentista de Haití.
Poco después de producirse el grito de Independencia de 1.810 inició su
carrera como oficial en Puerto Cabello en la Armada Venezolana en 1.811.
Sirvió bajo las órdenes del Generalísimo Francisco de Miranda hasta la
infausta capitulación en 1.812. Pasó después a Oriente, incorporándose a
las tropas que comandaba el General Santiago Mariño, formando parte de
los 45 emigrantes que se reunieron en Chacachacare el 11 de enero de
1.813, para invadir a Venezuela.

Su actuación fue brillante, honra para la patria en la empresa descomunal


de batallar tesoneramente por la libertad y la emancipación de su
Venezuela, a la que sirvió con desinterés y patriotismo. Se impuso con su
talento y valentía en las batallas de Güiria, Maturín, Los Magueyes, Los
Cocodrilos, Cumanacoa, El Juncal, Paso de Cura, San Félix. Siempre
vencedor, la única vez que salió derrotado fue en el sitio El Salado (El
Carito), por las tropas de José Tomás Boves.

El General Manuel Piar tuvo serias contradicciones con el General Simón


Bolívar, Jefe Supremo y con otros altos oficiales del Ejército. Se conjeturó
entonces, que había introducido el problema racial en el ejército contra los
blancos y mantuanos; se le acusó de rebelarse contra la jefatura del
Libertador, entorpeciendo la buena marcha y éxito de la guerra.

Fue uno de los participantes del Congreso de Cariaco e «hizo propaganda


para suplantar al Libertador en la Jefatura Suprema, y a favor de la creación
de un consejo que disminuyera la autoridad ilimitada que ejercía el
Libertador, pues, no creía justo que este dirigiera a un mismo tiempo los
asuntos civiles y militares».

Sin embargo, no obstante los inconvenientes que prevalecieron para un


buen entendimiento, Bolívar trató siempre de convencer a Piar de lo
negativo de su actitud, que resquebrajaba la disciplina, la moral y la
cohesión que deben estar por encima de todo en una guerra. Todos los
intentos por una reconciliación fueron en vano, el General Manuel Piar pidió
la baja del Ejército para marcharse a Curazao, y se le otorga un pasaporte
firmado por Bolívar.

No fue así, no se marchó a Curazao, tenía otra intención, trasladarse a


Maturín en busca de Santiago Mariño, y formar un ejército. Mariño no estuvo
de acuerdo con sus ideas conspirativas. Los historiadores se preguntan…
Cuales eran sus intenciones.?

Fue detenido en Aragua de Maturín, por un Pelotón al mando del General


Cedeño y trasladado a Angostura, hoy Ciudad Bolívar. Se le siguió un juicio,
sometido a un Consejo de Guerra, presidido por el Almirante Luis Brión (su
intimo amigo desde la infancia), e integrado, además, por los generales
José Antonio Anzoátegui y Pedro León Torres, los coroneles José María
Carreño y José Ucros y los tenientes coroneles Judas Tadeo Piñango y
Francisco Conde. El general Carlos Soublette actuó como Fiscal de la causa y
el Comandante Fernando Galindo, como abogado defensor. El Consejo de
Guerra por unanimidad, lo condenó a muerte con degradación, pero esto
último no tuvo efecto, porque el propio Bolívar exigió le fuera respetado su
elevado rango y tomando en cuenta su brillante carrera militar. Se dice que
cuando sonó la descarga que mató al héroe inmortal, Bolívar exclamó: «He
derramado mi sangre», refiere el historiador Manuel Alfredo Rodríguez en su
obra «Bolívar en Guayana», recogiendo frases de O’leary.

Simón Bolívar en la proclama que dirigió a los soldados del Ejército


Libertador, el 17 de octubre de 1.817, dice: «Ayer ha sido un día de dolor
para mí corazón. El general Manuel Piar fue ejecutado por sus crímenes de
lesa patria, conspiración y deserción. Un tribunal justo y legal ha
pronunciado la sentencia contra aquel desgraciado ciudadano, que
embriagado con los favores de la fortuna, y por saciar su ambición,
pretendió sepultar la patria entre sus reinas». Simón Bolívar.

La muerte del General Piar fue una pérdida altamente dolorosa, irreparable,
para la República. El Comandante Fernando Galindo, hizo una brillante
defensa del General Manuel Piar, uno de los más gloriosos generales de la
revolución libertadora.
(N.G.L).

Recopila:
Antonio J. Mirabal S.
Barcelona – Anzoátegui

URL: https://cotayorosebud.wordpress.com/2024/05/10/un-recuerdo-
obligado-para-el-general-manuel-carlos-piar/

También podría gustarte