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La Batalla y La Armadura Del Cristiano

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La batalla y la armadura del cristiano.

Como cristianos a veces tenemos la idea que la vida cristiana es simplemente


un andar venir a la iglesia tomar privilegios etc. A veces ignoramos o se nos
olvida que también es un batallar. Muchos cristianos ni cuenta se dan de
esto, pensamos que la vida cristiana significa escapar de todos los problemas
las dificultades y tentaciones y esperan deslizarse a través de los años sin
afrontar ningún problema, hemos olvidado que vivimos en un mundo
gobernado por satanás, donde constantemente vivimos una batalla de
dificultades, tentaciones, y oposiciones,
Aprenderemos que necesitamos para ganar esa batalla, quienes son nuestros
enemigos en esa batalla, como defendernos de esos enemigos.
1. ¡ESTAMOS EN UN CAMPO DE BATALLA!
a. Que necesitamos para ganar en la batalla, una armadura.
b. Pasar a la pizarra a colocar los nombres de las armas de un
soldado
c. Para estar en el campo de batalla necesitamos la armadura
completa.
d. Describir a un soldado con la armadura incompleta.
e. ¿Podrá un soldado enfrentarse a la batalla en estas condiciones?
f. ¿Además de armadura que mas necesita un soldado para la
batalla? Valentía, decisión, entrenamiento.
Dios nos ha provisto de una armadura para protegernos, cada
pieza de esa armadura debe estar colocada en su lugar.
2. ¿Quiénes son los enemigos en esta batalla?
a. El mundo. Esta gobernado por Satanás y tratara de hacernos vivir
de acuerdo a sus normas, 1ra. juan 2:15, Santiago 4:4
b. Carne. También tenemos oposición de nuestra propia carne Gal
5:17
c. Nuestra naturaleza pecaminosa nos empuja a hacer el mal, a saciar
esos apetitos humanos que se experimentan para sentirnos bien.
d. Satanás. También batallamos contra un poder fuerte, pero no mas
fuerte que Dios, Satanás, esta vivo y muy activo, es un enemigo
derrotado Jesucristo lo venció en la cruz del calvario, y aun así
busca constantemente destruirnos 1ra. de Pedro 5:8 ¿que come un
león? Gal 5:19.
3. Estos enemigos nos van a atacar y tenemos que enfrentarlos,
¿pero ¿cómo lo vamos a hacer?
Efesios 6 es el último capítulo de la carta de Pablo a los Efesios y
en los versículos 10 al 18 él los anima a permanecer firmes en el
Señor. Él sabía que como cristianos, nos enfrentamos a una guerra
espiritual intensa y debemos estar preparados. Pablo habla sobre
la armadura de Dios, las herramientas que Dios da a sus hijos para
que podamos vencer los ataques de nuestros enemigos, el mundo,
la carne y satanás.

Al vestirnos y usar la armadura de forma correcta podremos hacer


frente a todas las trampas del maligno y saldremos victoriosos.
Veamos lo que Efesios 6:10-18 nos dice sobre la armadura de Dios,
para qué sirve y cómo debemos usarla.
leer
Lo primero es fortalecernos en el Señor. ¡De él viene nuestra
fuerza! Esta llega cuando reconocemos que dependemos de Dios,
le buscamos en oración, leemos su Palabra y escuchamos su voz.

Luego debemos vestirnos, tomar la armadura y ponérnosla. Esto


requiere iniciativa, una acción de nuestra parte y una decisión: no
me enfrento con mis propias fuerzas, sino que uso las armas que
Dios me da. Es un acto de humildad y de confianza total en el
poder de Dios y en su sabiduría.

Jesús ya venció al diablo en la cruz, la batalla final está ganada. Sin


embargo, nos enfrentamos a batallas espirituales cada día y
debemos hacerlo con las armas que Dios nos da, no con nuestra
inteligencia o con nuestras fuerzas físicas. Esta es una lucha
espiritual y nuestro adversario, el diablo, es astuto e intentará
desanimarnos en nuestro andar con Cristo. Usando bien las armas
que Dios nos da, venceremos.
Veamos una corta descripción de cada una de las partes de la
armadura que Dios ha puesto a nuestra disposición.

1. El cinturón de la verdad
Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad...
(Efesios 6:14 a)

El cinturón que llevaban los soldados era bastante ancho. Era


como un delantal de cuero que cubría las partes inferiores del
cuerpo también cuando el soldado quería moverse rápidamente se
metía sus vestiduras entre ese delantal para que no le estorbara.
Servía para mantener la túnica interior en su lugar a la vez que
protegía y daba soporte al cuerpo. De esa misma forma, el
cristiano debe conocer la verdad sobre quién es en Jesús y vivir
una vida íntegra que honre su posición en Cristo.

El diablo intentará engañarnos con sus mentiras para que


fallemos, dudemos o comprometamos nuestra identidad.
Debemos permanecer firmes en la verdad de que somos hijos de
Dios, transformados por él y salvados de la muerte eterna. Nada ni
nadie nos arrebatará de su mano (Juan 10:28).

Cómo usar el cinturón: leyendo la biblia Llena tu mente y tu


corazón con la verdad de la palabra de Dios. Cultiva una amistad
profunda con Dios a través de la oración. Fortalece tu espíritu cada
día alabando a Dios y pasando tiempo con él. Vive una vida íntegra
y sé veraz en todas tus acciones y palabras.
2. La coraza de la justicia
...protegidos por la coraza de justicia...
(Efesios 6:14 b) la coraza era una pesada placa de bronce que ese
extendía desde el cuello hasta las caderas era imposible
penetrarla, el soldado que lleva su coraza esta protegido contra las
espadas puñales y flechas del enemigo.
La coraza iba enganchada al cinturón y protegía órganos vitales.
Una herida en el pecho puede ser mortal y por eso el soldado debe
cubrirlo bien. El enemigo nos querrá apuñalar, nos lanzará flechas
de duda, de vergüenza, de tentaciones.
Pero debemos vestirnos con la justicia de Dios que tenemos a
través de Jesús. Somos justificados por nuestra fe en Cristo
(Romanos 5:1-3). La batalla contra las tentaciones y el pecado no
la ganamos por nuestra propia justicia. La ganamos recordando
quiénes somos en Jesús y manteniéndonos firmes en esa realidad.

Cómo usar la coraza: ¡Recuerda tu identidad en Cristo! Gracias a él


has sido justificado y perteneces a Dios por la eternidad. No creas
las acusaciones del enemigo cuando trae a tu mente los pecados
del pasado como si definieran tu presente. Tampoco creas cuando
te dice que no puedes vencer una tentación. Pide a Dios que te
ayude a verte como él te ve, a recordar el poder que él te concede
para vencer y a actuar siempre como él desea que lo hagas.

El calzado para proclamar el evangelio de la paz


...y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz.
(Efesios 6:15)

Los pies necesitan estar bien protegidos para avanzar en la batalla.


El enemigo puede colocar objetos cortantes o trampas para
hacernos caer y evitar que avancemos. Su meta es impedir que
salgamos a proclamar el evangelio de la paz. Puede atacar con
tentaciones, complejos, sentido de inferioridad, ansiedad, gente
que se burla... la lista es larga. Pero en Cristo nuestros pies están
firmes y dispuestos para llevar el evangelio de la paz. Damos pasos
y ganamos terreno (vidas) para el reino de Dios porque él nos
capacita y porque nosotros mismos hemos experimentado su paz.

El reino de Dios es uno de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo


(Romanos 14:17). Ese es el mensaje que debemos proclamar. Sí, es
cierto que es una guerra, pero las armas que Dios nos da no son de
este mundo y pueden parecer ilógicas. No ganamos imponiendo o
alterándonos; ganamos viviendo llenos de su paz y llevándola a
todos los que nos rodean.
Cómo usar el calzado: Permite que la paz de Dios llene tu corazón
cada día. Pasa tiempo con Jesús y fortalece tu espíritu. No dejes
que las trampas del enemigo impidan tu avance y efectividad.
Afirma tus pies, pide a Dios que te de valentía y comparte su
evangelio de paz con todos los que te rodean.

El escudo de la fe
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden
apagar todas las flechas encendidas del maligno.
(Efesios 6:16)

Aquí Pablo no solo menciona la parte de la armadura, sino que


también nos dice para qué la usaremos. El escudo al que se refiere
era uno grande que cubría y protegía toda la parte delantera del
soldado. Era resistente y estaba cubierto de cuero porque a veces
el enemigo atacaba con flechas encendidas y el cuero actuaba
como aislante protector.

Con el escudo de la fe podemos apagar todas las flechas que nos


dispara el maligno. El ataque del diablo puede venir de cualquier
lugar, por eso es importante estar alerta para poder colocar el
escudo en el lugar preciso y protegernos.

Una de las armas que el diablo usa con frecuencia es la duda. Nos
incita a dudar del poder, el amor o la bondad de Dios. Al ejercitar
nuestra fe y afirmarnos en lo que sabemos sobre Dios y su obra en
nosotros, esos ataques pierden su efectividad y avanzamos en
nuestro andar con Jesús.

Cómo usar el escudo: Alimenta tu fe leyendo y memorizando la


palabra de Dios, pasa tiempo con Dios. Llena tu mente de la
verdad sobre él y sobre quién eres en él para que puedas usar esa
verdad cuando lleguen las dudas.

El casco de la salvación
Tomen el casco de la salvación...
(Efesios 6:17 a)

El casco protege la cabeza. Nuestra mente debe estar llena de la


certeza de nuestra salvación. Hemos de vivir cada día la vida que
Dios quiere que vivamos como hijos suyos, anclados en esa certeza
y con nuestros corazones llenos de gratitud.

Somos «linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que


pertenece a Dios, para proclamar las obras maravillosas de aquel
que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pedro 2:9).
Esa es nuestra realidad y ese es nuestro propósito. No permitamos
que el diablo ponga en nuestras mentes dudas sobre nuestra
salvación. Somos salvos por la fe en Cristo (Gálatas 3) y nadie nos
puede arrebatar esa salvación.
Cómo usar el casco: Recuerda que eres salvo por la fe en Jesús y
eso nadie lo puede cambiar. Vive en confianza y en obediencia la
vida que Jesús desea para ti. Combate con la palabra de Dios las
dudas sobre tu salvación o las tentaciones a sentir que no mereces
su amor o su perdón. Él te ama, te salvó y eres suyo por la
eternidad. Todas estas partes de la armadura que vimos son de
protección.

La espada del Espíritu


...y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
(Efesios 6:17 b)

Esta es la única arma de ataque, las otras son armas de defensa. La


espada sirve tanto para la defensa como para atacar al enemigo.
La palabra de Dios alumbra nuestro camino (Salmo 119:105) y nos
ilumina con la enseñanza del evangelio. Con la espada del Espíritu
nos defendemos y hacemos frente a los ataques del enemigo
(mentiras, engaños). A la misma vez, atacamos con la verdad.
Recordemos el ejemplo de Jesús cuando fue tentado, cómo usó la
palabra de forma efectiva para vencer las tentaciones del diablo
(Mateo 4).

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante


que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo
del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los
pensamientos y las intenciones del corazón.
(hebreos 4:12)

Combatimos los malos pensamientos, las dudas y las enseñanzas


falsas llenando nuestra mente con el mensaje de la Biblia. El diablo
intentará engañarnos. Sin embargo, cuando conocemos bien la
palabra de Dios nos mantenemos firmes en la verdad y
continuamos activos en la batalla sin temor.

Cómo usar la espada: Estudia la Biblia, memorízala, aprende a usar


la palabra de verdad de forma efectiva. Combate las mentiras con
la verdad bíblica. Guarda la palabra de Dios y vive una vida acorde
a lo que Dios te pide.
El soldado cristiano se prepara para la batalla, se fortalece y recibe
sus órdenes a través de la oración. La comunicación con Dios,
nuestro comandante, debe ser constante para fortalecernos y
recibir sus instrucciones con la estrategia que debemos seguir.
No solo debemos orar por nuestras luchas, retos o dificultades.
También debemos apoyar a nuestros hermanos en oración. Si
vemos a algún hermano luchando contra un pecado o duda, o si
está pasando por sufrimiento o persecución, es nuestro deber
apoyarlo con nuestras oraciones y animarlo, corregirlo.
¡¡ Que gran desafío pertenecer al ejército de Dios!!
¡¡Pero es un gran privilegio!!
Vayamos a la batalla vestidos con toda la armadura de Dios y
seremos más que vencedores.
alabanza

¿Quieres vencer en esta guerra espiritual?


¿La empezó y está perdiendo?
¿Ya perdió? ¿La está peleando de forma incorrecta?
Hoy es el día que debe vestirse con la armadura de Dios, de
forma correcta y completa, pasa tiempo en oración delante de él,
estudia su palabra y mantente alerta frente a los ataques del
enemigo.

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