Introduccion A La Psicoterapia Infantil
Introduccion A La Psicoterapia Infantil
Introduccion A La Psicoterapia Infantil
ENFOQUE SISTEMICO
un fenómeno aislado, sino como el
síntoma, en la mayoría de los
casos, de un sistema familiar no
saludable.
Así da como resultado que la
conducta del niño no es solamente
derivada de cuestiones internas o
fisiológicas o de cómo procesa su
información, aún si fuere así, como
la familia puede ayudar o empeorar
un determinado estado.
El enfoque sistémico
habla acerca de la
ENFOQUE SISTEMICO
importancia de la
definición del problema,
se puede tener el
reporte de una
conducta problemática
en un niño o
adolescente aunque la
raíz puede estar no
precisamente en él sino
en la dinámica familiar.
Trabajar con el
niño en
cuestión, es
trabajar terapia
familiar
Señala una serie de criterios para trabajar con el
José Antonio Ríos González sistema familiar
Por otro lado, muchas veces para lograr cambios importantes y duraderos
en la vida de los niños es necesario intervenir también a nivel de otros
miembros de la familia. Esto puede tener que ver con el trato hacia el niño (
mal-trato), con la comunicación familiar, la cercanía entre sus miembros y
múltiples áreas más. En este sentido, hay que tener en cuenta que en caso
de que cuando el niño comience un proceso terapéutico, los adultos
también deben asistir en algunas ocasiones y estar dispuestos a generar
cambios en pos del bienestar del niño.
3. Distintos objetivos
Un tercer elemento importantísimo a la hora de realizar
psicoterapia individual con niños es que tenemos a distintas
personas involucradas en el proceso, las cuales pueden
tener perfectamente distintos objetivos para la misma terapia
(a diferencia de lo que ocurría en la psicoterapia familiar).
Como hablábamos en el punto anterior, son también los
padres o cuidadores participantes del proceso. En este
sentido existen dos partes:
Por una tenemos a los padres que son finalmente quienes
pagan el tratamiento y quienes deciden si llevar o no al
niño,
y por otro tenemos al niño mismo, quien participa de cada
sesión y quien es considerado “el paciente”. Cada parte
puede tener distintos objetivos acerca del proceso, y por
ende, distinta percepción del cambio y bienestar
asociado.
A modo de ejemplo: supongamos que unos padres llevan a su hijo de
5 años a psicoterapia ya que últimamente está más inquieto que de
costumbre. Pasan algunas semanas y efectivamente el niño se calma
y se autocontrola más fácilmente.