Este artículo explora las bases bíblicas y teológicas de la doctrina de la expiación a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Discute cómo la cristología es fundamental para comprender la teología del pecado original y cómo la doctrina de la expiación debe integrarse con otras doctrinas como la cristología para evitar contradicciones.
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Este artículo explora las bases bíblicas y teológicas de la doctrina de la expiación a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Discute cómo la cristología es fundamental para comprender la teología del pecado original y cómo la doctrina de la expiación debe integrarse con otras doctrinas como la cristología para evitar contradicciones.
Este artículo explora las bases bíblicas y teológicas de la doctrina de la expiación a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Discute cómo la cristología es fundamental para comprender la teología del pecado original y cómo la doctrina de la expiación debe integrarse con otras doctrinas como la cristología para evitar contradicciones.
Este artículo explora las bases bíblicas y teológicas de la doctrina de la expiación a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Discute cómo la cristología es fundamental para comprender la teología del pecado original y cómo la doctrina de la expiación debe integrarse con otras doctrinas como la cristología para evitar contradicciones.
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LA EXPIACION
BASE BÍBLICA: Isaías 53:3-5¨. Romanos 6:6-8
OBJETIVOS.
1. Comprender las bases bíblicas y
teológicas de la doctrina de la expiación.
2. 2. Apreciar el valor que tiene la muerte y
resurrección de Jesucristo para nuestra salvación.
3. 3. Enseñar esta verdad a todos los
grupos de personas en la Iglesia y en todas las formas posibles para enseñar. INTRODUCCIÓN
. La muerte de Jesús ha tenido interpretaciones diversas; la
mayoría de las cuales consideran alguna fase de verdad de la misma, por ejemplo, su sentido político – social, o religioso; pero dejan de lado, el elemento central de dicha muerte, o sea: su sentido expiatorio. La importancia decisiva de este tema reside en que: “La muerte de Jesús en su significado expiatorio constituye el fundamento central de la salvación y la conformación de la Iglesia como Nuevo Pueblo de Dios”. Sin esta verdad que está empalmada con la de la resurrección, simplemente la Iglesia no sería real. Pero es esta verdad doble la que es la razón de ser de la Iglesia, de su misión, de su vida transformada y de su mensaje desafiante para todo ser humano. I. FUNDAMENTOS DEL TEMA. A. ¿La teología o la cristología o la doctrina del pecado?
Resumen: La teología de la redención es la clave para comprender la
teología del pecado original. Éste es el punto de partida de este artículo, que se propone realizar una lectura de la doctrina del pecado original a la luz de la obra de la salvación realizada por Cristo. La vida, muerte y Resurrección de Jesucristo iluminan de tal modo el misterio del mal y del pecado que, bajo su luz, es posible comprender aspectos importantes de la tentación y el primer pecado de Adán, de sus efectos en los primeros hombres y de su transmisión al resto de la humanidad.
La cristología es la doctrina que estudia la persona y obra de Cristo. Se ocupa de temas como su deidad, atributos, estados y oficios, además de la obra de redención, propiciación, reconciliación y salvación que llevó a cabo con su muerte, entre otros tópicos
El pecado es un comportamiento criminal en contra de la ley de
Dios. Podría seguir: la Biblia también habla del pecado como injusticia, impiedad, una deuda que debe pagarse. Y el pecado es lo que nos hace no aptos para la presencia de Dios. . El carácter integrado de la doctrina. 158 Esto mismo nos lleva a declarar que la doctrina debe integrarse correctamente para que no exista contradicción en los planteamientos. Por eso insistimos que la doctrina de la expiación hay que tejerla con la cristología (la doctrina que se refiere a la persona de Jesucristo como Dios – Hombre y de su función como Redentor); tratarla aisladamente por razones de estudio, debe advertir de la responsabilidad que tenemos de no aislarla definitivamente; pues crea confusión. El siguiente esquema ilustra cómo debe entretejerse la doctrina. CONCLUSIÓN Hemos intentado comprobar la teología de la redención la teología del pecado original, y no al revés como se piensa frecuentemente. El pecado original constituye una separación de Dios, porque Cristo nos ha reconciliado con Dios. Todos participan en él, porque Cristo ha redimido a todos. No es sólo una imitación del mal ejemplo de Adán, porque la redención no es sólo la imitación del buen ejemplo de Cristo. Dos solidaridades por lo tanto, de signo opuesto, pero necesariamente conectadas entre sí, con Adán y con Cristo». Hemos visto que a la luz que emana de las palabras, obras, milagros, vida, muerte y Resurrección de Cristo podemos comprender hasta un cierto punto el misterio oscuro del pecado original: la prueba y la caída, los efectos en los primeros hombres y en el resto de la humanidad, la transmisión. Y lo que a muchos les parece algo obvio –la existencia deletérea del Preguntas???