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RESUMEN El artículo examina cómo la filosofía de la diferencia de Gilles Deleuze brinda respaldo a la teoría de sistemas de Niklas Luhmann. La complementariedad o convergencia entre los dos autores se explora a través del concepto de... more
RESUMEN El artículo examina cómo la filosofía de la diferencia de Gilles Deleuze brinda respaldo a la teoría de sistemas de Niklas Luhmann. La complementariedad o convergencia entre los dos autores se explora a través del concepto de problema. Deleuze ofrece un rico análisis de los problemas, no como deficiencias o insuficiencias, sino como multiplicidades y atractores virtuales. El objetivo no es encontrar formas de suprimir problemas, sino describir cómo estos actúan como agentes causales dando lugar a soluciones diferentes. La comprensión de Deleuze de los problemas se conecta con las nociones de Luhmann del análisis funcional (como método comparativo). ABSTRACT The article examines how Gilles Deleuze's philosophy of difference provides support for Niklas Luhmann's systems theory. The complementarity between the two authors is explored through the concept of problem. Deleuze offers a rich analysis of problems not as shortcomings or inadequacies, but as multiplicities and virtual attractors. The goal is not to find ways for erasing problems, but to describe how they act as causal agents giving birth to different solutions. Deleuze's understanding of problems connects with Luhmann's notions of functional analysis (as comparative method). INTRODUCCIÓN En este artículo, se muestra cómo ciertos aspectos de las obras del filósofo francés Gilles Deleuze proporcionan apoyo estratégico a la teoría de sistemas del sociólogo alemán Niklas Luhmann. Deleuze y Luhmann han sido comparados en el tema del poder (Pottage 1998), post-ontología (Lehmann 2004) y autopoiesis (Philippopoulos-Mihalopoulos 2013). El interés del presente artículo radica en el tratamiento teórico de los problemas. Para ambos pensadores los problemas no se enmarcan en términos morales, como algo malo o incorrecto que preferiblemente deberíamos evitar o idealmente corregir, sino que son asumidos en
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, 1 Esta es una versión revisada y corregida de la ponencia "Carl Schmitt, Leo Strauss, Max Weber y el debate sobre los valores y la política", presentada por la autor en el XIII Jornadas de Sociología que se llevarón a cabo en Buenos Aires, Argentina, del 22 al 25 de Agosto de 2017.
¿De qué hablamos cuando afirmamos que tenemos la responsabilidad moral de recordar?, ¿cuál es el lugar de la memoria en los procesos sociales e individuales de verdad, justicia y reparación? Pero tal vez más importante aún: ¿qué es la... more
¿De qué hablamos cuando afirmamos que tenemos la responsabilidad moral de recordar?, ¿cuál es el lugar de la memoria en los procesos sociales e individuales de verdad, justicia y reparación? Pero tal vez más importante aún: ¿qué es la memoria? Estas preguntas se han apoderado en los últimos años de las reflexiones interdisciplinares en torno a la memoria como instrumento político. Con el tiempo se ha hecho evidente que el recuerdo desempeña un papel fundamental en los procesos de reconciliación nacional y de reparación, además de ser una exigencia moral que reclaman las víctimas a la sociedad. En el presente artículo buscaré dar respuesta a las preguntas planteadas; para ello, en un primer momento, definiré qué es la memoria, al menos en el contexto que se ha esbozado para, posteriormente, examinar los sentidos en que le atribuimos una responsabilidad moral por recordar.
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La Dépêche de Toulouse, 17 de abril de 1917. Es difícil diagnosticar el estado mental en el que Francia se hallará al final de la guerra, y acorde a ello, cuál será en su momento el movimiento político dominante. En todo caso, si dejamos... more
La Dépêche de Toulouse, 17 de abril de 1917.

Es difícil diagnosticar el estado mental en el que Francia se hallará al final de la guerra, y acorde a ello, cuál será en su momento el movimiento político dominante. En todo caso, si dejamos de lado el tanteo de direcciones opuestas que ocurrirán en este período crítico, y nos limitamos a las más generales líneas de lo que parece será nuestra evolución política y social, esto es lo que se nos aparece como más probable: preocuparse por si los asuntos económicos estarán o no estarán en el primer plano de los programas adoptados por los distintos partidos. Es cierto que Francia tendrá tal necesidad de reconstrucción material, que un estímulo general e intenso de vida industrial y comercial es de esperarse. Incluso es de esperarse que las iniciativas, a menudo lentas, y de las que tenemos pruebas en la víspera de la guerra, saldrán al menos de su estado de semi-sueño del que han disfrutado, y se verán movidas a la acción por las mismas circunstancias, en todo esfuerzo posible. Nos hemos vuelto progresivamente gente de productores pequeños y tenderos, cuya única ambición es asegurar una existencia mediocre, tanto sin riesgos como sin gloria. Tal ideal no puede ya servirnos. Una gran nación, y la consciencia de su grandeza, requiere de una inclinación a las grandes cosas, y dicha inclinación debe marcar a su vez a toda empresa. Pero no será suficiente con reforzar las fuerzas económicas: será necesario, en adición y sobre todas las demás cosas, organizar las mismas fuerzas. El problema de su organización vendrá primero en importancia que todos los restantes problemas. Todavía más, este no es un problema que surgiera ayer, la revolución francesa lo trajo a escena: y ha dominado toda la historia del siglo XIX. Bajo el antiguo Régimen, había una organización económica completa y definida, en armonía con el estado de la industria y el comercio de la época. Este es el sistema de los gremios. Las empresas económicas eran por aquel entonces un asunto de pueblo. El mercado era de pueblo, y a su vez lo eran los gremios. Era una organización local que conocía de necesidades locales, y cuanto duró no trató de aplicarse a este respecto ninguna fuerza económica para la que no estaba hecha esta organización, desempeñando muy adecuadamente las funciones que eran su razón de ser. Pero cuando la economía dejó de ser puramente pueblerina o local, y cuando la economía nacional y global se formaron, ya no podían estas aplicarse al obsoleto y estrecho marco de la antigua organización. Las vastas empresas que fueron creadas a lo largo y ancho de los siglos XVI y XVll, no podían sujetarse a la organización y al control que habían sido diseñados para 1 Este ensayo ha sido traducido del francés al inglés por Williams Watts Miller y J. Mergy de: 'Contribución a una análisis de "La política del mañana", La Dépêche de Toulouse, 17 de abril de 1917, 1-2; reimpreso como 'La política del mañana', Durkheimian Studies/ Etudes durkheimiennes n.s. 5, 1999, 8-12. Y ha sido traducido del francés al español por Felix Gonzalez Geraldino.
Resumen: El objetivo de la presente ponencia es analizar las posiciones asumidas por Émile Durkheim en el curso del polémico Caso Dreyfus, que en el último cuarto del siglo XIX agudizó las pasiones políticas y terminó por movilizar y... more
Resumen: El objetivo de la presente ponencia es analizar las posiciones asumidas por Émile Durkheim en el curso del polémico Caso Dreyfus, que en el último cuarto del siglo XIX agudizó las pasiones políticas y terminó por movilizar y dividir a la opinión pública francesa. Se pretende recorrer las ideas del sociólogo francés en torno al republicanismo y, en la medida de lo posible, resaltar su concepción humanista ligada al individualismo moral en el marco del desarrollo de dicho caso, en oposición a las concepciones jerárquicas representadas por el conservadurismo católico-monarquista y el sincretismo teológico-racista o antisemitismo. Introducción En los inicios del siglo XIX, Francia aun sentía los efectos del proceso revolucionario que a finales del siglo XVIII derrumbó el sistema monárquico y sacudió las tradiciones de aquel país. En términos políticos, este período fue marcado por grandes inestabilidades y agudas divisiones ideológicas y no sin razón, no era fácil para una Francia que aún en las postrimerías del siglo XIX los " residuos feudales " como sostiene el historiador Arno Meyer (1984) seguían ejerciendo una influencia en la vida política. 2 Los grupos políticos más conservadores, ligados a la Iglesia y a la antigua aristocracia, ansiaban el retorno del modelo monárquico y los radicales políticamente afinados a los ideales socialistas, buscaban medios, 1 Sociólogo-Magister en ciencia política y sociología FLACSO, Argentina 2 Ver: Weber, Eugen. Francia, fin de siglo. Madrid: Editorial debate, S. A. 1989.
Resumen: Esta ponencia se propone una reconstrucción de los nudos problemáticos que atraviesan los escritos del joven Marx a partir del despliegue de las categorías de libertad y Estado, desde los escritos de La Gaceta Renana hasta La... more
Resumen: Esta ponencia se propone una reconstrucción de los nudos problemáticos que atraviesan los escritos del joven Marx a partir del despliegue de las categorías de libertad y Estado, desde los escritos de La Gaceta Renana hasta La Ideología Alemana. Los ejes temáticos recorridos son el problema de la emancipación; la enajenación; el antagonismo de intereses; y el sujeto histórico del proletariado. Tal recorrido permite reponer-como contribución al pensamiento sociológico vigente-conceptualizaciones tales como las de universalidad, trabajo, clases sociales, producción y praxis. La ponencia concluye en el argumento joven Marx sobre una libertad universal, colectiva, positiva e histórica, en confrontación con la matriz de pensamiento liberal-burgués. Palabras Clave: Jovenes hegelianos, Joven Karl Marx-Libertad-Estado-Emancipación-Enajenación Los escritos del joven Marx poseen dos características singulares: son sugerentes, es decir, da la impresión de que contienen ideas que merece la pena analizar en mayor profundidad; y son opacos, es decir, su significado no es ni mucho menos transparente y requieren cierto esfuerzos para ser comprendidos, estas obras presentan una formidable diversidad de obstáculos, problemas derivados de la forma, el contenido, el estatus y el enfoque polémico de los textos. Quizá la dificultad más evidente a la que se enfrentan los lectores modernos es el estilo de la prosa de Marx. Como decía Engels (en broma y en un contexto diferente), el joven Marx escribía con demasiada frecuencia como "un filósofo alemán", lo que equivale a decir que escribía "fatal" pero es la forma en como el joven Marx refleja con este lenguaje las corrientes intelectuales de la época y las modas de la época, pero como se sabe algunos de estos escritos no fueron hechos para ser publicados pues: "ni Marx ni el resto de sus contemporáneos mostraron demasiado interés por rescatar los primeros escritos de la oscuridad en la que cayeron de forma casi inmediata. Aunque Marx conservó los cuadernos de estudio de esta época, parece ser que era bastante descuidado con las copias de las 1 Sociólogo-Magister en ciencia política y sociología de la Facultad Latinoamericana de ciencias sociales FLACSO-Argentina.