Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Investigar en y la virtualidad

2006, Apertura

Apertura ISSN: 1665-6180 apertura@udgvirtual.udg.mx Universidad de Guadalajara México León, Luis Investigar en y la virtualidad Apertura, vol. 6, núm. 4, agosto, 2006, pp. 6-7 Universidad de Guadalajara Guadalajara, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=68800401 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Editorial Investigar en y la virtualidad Crear, adaptar o integrar instrumentos metodológicos a nuevos objetos de estudio o contextos de indagación implica replantear, ser creativo, metaforizar en algunos casos e incluso, después de realizar la indagación, desechar los resultados e intentar de nuevo. Así lo saben los que, investigando, construyen los nuevos conocimientos, los que innovan. Investigar en la virtualidad, en ese contexto donde la instancia de “realidad” se modifica y simula, en muchos casos, la otra “realidad”, requiere una metodología completa donde se puedan reinterpretar las formas en que el investigador se aproxima y construye su teoría, y eso es lo que de manera fundamental tratamos en el tema de la presente edición de Apertura —además de hacerlo en las dos novedades editoriales que sobre la investigación en la virtualidad hemos publicado, y que reseñamos en esta revista. La investigación como un camino para la gestión, para la toma de conciencia de la alta dirección o como un camino previo a la institucionalización es la forma en que la Universidad Autónoma de Chihuahua a través del Centro de Investigación y Estudios para el Desarrollo Universitario presentan la colaboración de este número. Por otro lado, el enfoque educativo por competencias, en el fondo, le otorga la razón en gran parte a aquellos estudiosos e ideólogos de la educación que sostienen que para aprender no es necesario encerrarse en un aula apartándose de toda la realidad. Sin embargo, en esta virtud otros confunden la estrategia y, literalmente, crean planes educativos “a la carta” para la iniciativa privada que demanda recursos humanos “competentes”. Dicho enfoque ha trascendido el ámbito de la educación presencial y ha comportado una compleja implementación en la educación virtual, donde, como hemos comentado en otras ocasiones, se requiere de “romper el esquema” para poder crear condiciones y entornos adecuados para los diferentes tipos y estilos de aprendizaje. De ello reflexiona Irma Soledad Valdez, del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ilce), con su colaboración intitulada “El enfoque de competencias en la virtualidad educativa”.  Al seguir el contenido de la presente edición, encontramos que cuando se da un proceso educativo, en síntesis, se movilizan y ejercen racionalidades, cosmovisiones e instrumentos diseñados para tal actividad, así lo sintetizó Paulo Freire al afirmar que “toda práctica pedagógica es una práctica política”, en esencia, un acto de poder. Con esta afirmación podemos dejar claro que el diseño de la instrucción sí ejerce racionalidad +como proceso previo a su utilización con el aprendiz, y luego como ruta y forma de navegación dentro del aprendizaje, es decir, aquello en lo que se colocó el acento ejerce racionalidad. Desde el diseño instruccional o educativo como bien llaman otros, se puede lograr todo lo que se pretende, tal es el caso del artículo que una de las academias del Departamento de Desarrollo Social de la UdeG nos presenta. Vale la pena reconocer que, dado el ejercicio de poder que de forma tácita se da en un acto pedagógico, no es garantía que aquellos criterios plasmados dentro del diseño educativo sean respetados por el que ejerce y ejecuta el diseño dentro de un contexto de aprendizaje, en todo caso, esa fidelidad dependerá del compromiso a priori que dicho asesor mantenga con la filosofía y modelo académico de la institución. Una experiencia de suma trascendencia es aquella que deja la evaluación, sobre todo porque en modelos mixtos de educación, como el caso que presentamos del programa de posgrado de la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional (ipn), no se puede ser letrista para aplicar tal o cual criterio que “califique” el aprendizaje. Se debe ir a fondo, en forma continua y con amplitud. Queda muy claro en cada nueva línea escrita sobre la evaluación en modalidades a distancia que el ejercicio tradicional de intercambio de conocimientos por números de calificación no resulta adecuado o suficiente. Por otro lado, es importante comentar que el Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara (UDG Virtual) por primera vez oferta la licenciatura en Gestión Cultural, y que, a nivel nacional e internacional, no tendrá parangón a corto plazo. Pero, ¿cómo se forma este profesional?, José Luis Mariscal, coordinador académico del programa, plantea esta cuestión refiriéndose al gestor cultural en su artículo, como tema fundamental y objeto de la innovación específica que UDG Virtual ha cristalizado con esta carrera. Con ello queremos anunciar que esta publicación tendrá pronto una línea más sobre la práctica de innovar educativamente dentro de la gestión cultural. Hemos puesto en la sección “Debate” la participación de Luis César Torres acerca de las preguntas que formula respecto de quién y cómo hace la educación a distancia en México. Como lo he comentado, toda práctica supone racionalidad, cosmovisión, y esto es uno de los puntos del análisis que se presentan en este artículo, terminando la exploración con una propuesta para correr dicho análisis a una mayor amplitud de casos, valoración que es tarea en gran parte de los que ejercen, precisamente, las racionalidades del presupuesto y la prioridad. En la sección de “tic” damos espacio a la colaboración de Ezequiel Tinajero, quien reflexiona sobre “Internet y computadoras en educación: una visión sociocultural” y pone énfasis en aquello que en alguna ocasión le escuché a Eustaquio Martín en torno a la subordinación del discurso tecnológico al discurso pedagógico, en específico sobre la importancia de que antes de pensar en el artefacto reflexionemos sobre la pretensión pedagógica y revisemos si el significado social de dicha práctica se puede migrar a una solución tecnológica, sin que esto conlleve una solución esquizofrénica de lo que era antes y lo que resultó al ser modificado. El primer aniversario No puedo ni debo concluir la presente edición sin antes celebrar el primer aniversario de la nueva época de Apertura. Manuel Moreno creyó en el proyecto “Nueva Época” y en el grupo multidisciplinario que se conformó en torno a esta publicación con más de diez años de preexistencia. Socorro Pérez nos ha dado la confianza que esta actividad reclama; Mirna Flores y Carmen Rodríguez han generado las condiciones para que esto se cristalice dentro de las coordinaciones a su cargo. Gracias a Gabriela Padilla y a Luis Gutiérrez, quienes coordinan las finanzas y la producción, nada más y nada menos. Marcela García nos ha dado la difusión que garantiza una lectura a lo largo y ancho no sólo de México, sino de cualquier lugar en América Latina donde se realice o estudie la innovación educativa como una actividad cotidiana en el aprendizaje o un discurso denso. Angelina Vallín y Genaro Ramírez, latir del diario hacer editorial, han hecho una labor fundamental para armonizar un excelente discurso editorial con un exquisito discurso gráfico. Todo su equipo de colaboradores, profesionales e incansables, ponen el ser y el deber en cada número como el más pulcro de sus actos. Y Usted, amable lector, con su atenta lectura, con su aguda crítica y con su constante reflexión, ha propiciado que mejoremos y busquemos la calidad en cada edición que emitimos y de la cual hacemos una innovación propiamente dicha. Para este número me es muy grato anunciar que hemos iniciado con un proceso de indización y de revisión de criterios editoriales y de arbitraje que conducirán a Apertura al sitio que debe tener: la excelencia. Como siempre, le invito a reflexionar con Apertura. Luis León Director editorial editorial