QHAPAQ ÑAN
El Sistema Vial Andino y los Incas
en el Norte de Chile
QHAPAQ ÑAN
El Sistema Vial Andino y los Incas
en el Norte de Chile
Qhapaq Ñan
El Sistema Vial Andino y los Incas
en el Norte de Chile.
ISBN: 978-956-7953-63-9
Registro de Propiedad Intelectual nº253555
Derechos reservados
© Consejo de Monumentos Nacionales
Programa Qhapaq Ñan - Chile
Avenida Vicuña Mackenna 84, ProvidenciaSantiago de Chile
www.monumentos.cl
Licitación nº 4650-59-LP11
Plan de Educación para el Qhapaq Ñan.
Sistema Vial Andino.
fotos de portada
grabado
Camélido en el alero Taira,
región de Antofagasta.
paisajes (de arriba a abajo):
Sendero en Socoroma, región
de Arica y Parinacota.
Camino Cupo-Catarpe, región
de Antofagasta.
Camino en el Despoblado de
Atacama, región de Atacama.
Este material debe ser impreso en
hoja Carta por ambas caras,
en sentido horizontal.
* “Acuerdo entre la República de
Chile y la República Argentina
para precisar el recorrido del
Límite desde el Monte Fitz Roy
hasta el Cerro Daudet”. (Buenos
Aires, 16 de diciembre de 1998).
Autorizada su circulación por Resolución Exenta No 02 del
7 de mayo de 2015 de la Dirección Nacional de Fronteras y
Límites del Estado. La edición y circulación de mapas que
se refieren o relacionen con los límites y fronteras de Chile
no comprometen, en modo alguno, al Estado de Chile, de
acuerdo con el Art. 2o, letra g) del D.F.L. No 83 de 1979 del
Ministerio de Relaciones Exteriores.
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QHAPAQ ÑAN
El Sistema Vial Andino y los Incas
en el Norte de Chile
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Qhapaq Ñan
Equipo Profesional:
Impresión:
El Sistema Vial Andino y los Incas
en el Norte de Chile
coordinación de proyecto
Alvimpress Impresores LTDA.
1ª Edición, año 2015
1000 ejemplares
Tomás Sepúlveda Schwember
Elaborado por Consultora:
Rafael Prieto Estudios Culturales
y Patrimoniales EIRL.
edición general
Soledad González Díaz
autores
Soledad González Díaz
Julio Aguilar Hidalgo
Francisco Garrido Escobar
corrección de estilo
Sarella Gutiérrez Palominos
diseño y diagramación
Carolina Morales Nilo
desarrollo de soportes digitales
Nahuel Wietzerbin Martínez-Conde
dirección del proyecto
Rafael Prieto Véliz
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Agradecimientos:
Rafael Prieto Estudios Culturales y Patrimoniales EIRL y la Unidad Técnica Qhapaq Ñan del Consejo de Monumentos Nacionales agradecen a las
personas e instituciones que colaboraron en el presente libro. A Victoria Castro, Calogero Santoro, Ximena Anza y Mauricio Navarro por sus
oportunos comentarios al borrador de este texto. A Jorge Hidalgo, Nelson
Castro, Pablo Aravena, Héctor Morales, Claudio Rozas, Miguel García y
Tenoch Medina y -nuevamente- a Victoria Castro, por aportar sugerencias
conceptuales, metodológicas y técnicas para la formulación de un plan de
educación para el Qhapaq Ñan. A Gilberto Sánchez, por sus aclaraciones
respecto al criterio que debíamos adoptar para las palabras en quechua.
A Helena Horta, Juan Chacama y Marcela Sepúlveda por colaborar con
imágenes para los capítulos de Arica y Antofagasta. A Francisco Garrido y
Cristián Ortúzar, por la amabilidad que tuvieron al poner a nuestra disposición sus fotografías. Al Museo de Arte Precolombino, por colaborar con
invaluable material gráfico relacionado con las culturas precolombinas del
norte de Chile. Al Museo Arqueológico San Miguel de Azapa, al Museo
Arqueológico Gustavo Le Paige y al Museo Regional de Atacama, por colaborar con imágenes para el proyecto Qhapaq Ñan Chile. Al Museo de
Arqueología de Alta Montaña de Salta, por facilitarnos material de su página web. A Javiera Menchaca, por su colaboración en el diseño y diagramación. A las comunidades de Putre, Socoroma, Lasana, Cupo, Ayquina,
Catarpe, Camar, Diego de Almagro e Inca de Oro, por abrirnos un espacio
para la conversación a través de actividades de consulta, mesas redondas
y talleres educativos. A Ismael Martínez, Carolina Casals, Constanza Tocornal, Carolina Chávez, Lía Karmelic y Julio Aguilar, por sistematizar la
información contenida en las consultorías previas que se realizaron en el
contexto de la postulación del Qhapaq Ñan a Lista de Patrimonio Mundial
Unesco. Sin la generosa colaboración de todos ellos la realización de este
libro hubiese sido imposible.
5
Presentación
L
a reciente inclusión del Qhapaq Ñan en la lista de Patrimonio
Mundial de la Unesco es un reconocimiento a la riqueza histórica de los seis países que albergan el camino inca, el cual constituye
el reflejo vivo de los ancestrales vínculos de este grupo de naciones
a través de este sistema de caminos.
Se trata de un logro inédito al ser la primera vez que seis países presentan y obtienen dicho reconocimiento por parte del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco. Pero además, es una responsabilidad
para nuestros Estados, pues nos incita a fomentar su investigación,
identificación, registro, protección, conservación y puesta en valor.
Este es el fruto de un largo trabajo, al que Chile se integró en el año
2003. De esta manera, nuestro país se sumó al esfuerzo colectivo y
multidisciplinario por lograr a nivel internacional el reconocimiento, la valoración, la conservación y la protección de esta red de trabajo vial incaica y la de los sitios arqueológicos asociados.
En este proceso, el país se ha comprometido a implementar un Plan
de Educación Patrimonial para el Qhapaq Ñan dirigido a las comunidades locales involucradas. A través del Programa de Puesta en Valor Pa6
trimonial de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo
(SUBDERE), hemos colaborado con esta experiencia que nos ha dado
la enriquecedora oportunidad de potenciar nuestro rol de unidad técnica en la ejecución de obras patrimoniales a nivel nacional.
Por medio de este trabajo, que contó con la activa participación de
los habitantes de las localidades relacionadas, estamos rescatando
el valor histórico y cultural de dicho sistema vial andino y apoyando el aprendizaje de una cultura milenaria que, tal como lo refleja
el Qhapaq Ñan, a través de sus diversas comunidades, fue un símbolo
de integridad, unidad y cooperación.
Pero esta iniciativa tiene un valor agregado más. En la SUBDERE
consideramos el patrimonio como una forma de educar, porque en
definitiva nos habla del pasado del que venimos y nos proyecta al
futuro. Nos habla de una historia común y de una forma de ver
el mundo. Es en efecto, es una de las mejores herramientas para
enseñar a distinguir los valores que le asignamos a las cosas, a desarrollar un espíritu crítico respecto a lo que se nos impone como
identitario y para comprender los procesos a través de los cuales se
ha construido nuestra historia.
Presentación
De esta manera, se contribuye a formar mejores personas, ciudadanos educados, responsables y conscientes y orgullosos de sus comunidades. En último término es una forma privilegiada de aportar
juntos a la construcción de un Chile mejor para todos y todas.
Estoy seguro que sabremos apreciar y valorar esta iniciativa en la
siempre necesaria tarea de preservar nuestra historia y a nuestros
antepasados.
Ricardo Cifuentes Lillo
Subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo
Ministerio del Interior y Seguridad Pública
Presentación
7
Presentación
E
l Consejo de Monumentos Nacionales poniendo énfasis en las
definiciones y principios que inspiran la Convención de Patrimonio Mundial, particularmente en lo que se refiere al aspecto relacionado con las “Comunidades”, es que desde el año 2007 se ha
acercado y reunido con las comunidades asociadas al Qhapaq Ñan y
sus representantes, con el fin de dar a este conocer proyecto.
Progresivamente se fueron desarrollando canales de participación
para que las propias comunidades identificaran las visiones y oportunidades de desarrollo que la iniciativa ofrece a futuro, logrando
de esta manera establecer un trabajo conjunto para priorizar aquellas acciones que impacten positivamente en su dimensión social,
cultural y económica.
Es desde esta instancia que surge la necesidad de elaborar un Plan
de Educación, que entre los años 2011-2012, fue desarrollado por la
Consultora Rafael Prieto Estudios Culturales y Patrimoniales EIRL.
8
Planteándose como misión principal, el “desarrollar y facilitar procesos de aprendizaje intercultural conducente a la valoración y
apropiación comunitaria del proyecto Qhapaq Ñan-Chile y los bienes
patrimoniales que lo constituyen.”
Dentro de los productos generados se encuentra la realización de
este libro “Qhapaq Ñan. El Sistema Vial Andino y los Incas en el Norte
de Chile”, material educativo dedicado a la historia andina, y que
fue aplicado en parte, en los talleres piloto realizados en terreno
con las comunidades locales, permitiendo integrar sus propias inquietudes y contribuciones, transformándose en un valioso aporte
a la forma de construcción de un proceso en el cual la gente constituye el foco central porque son al mismo tiempo protagonistas y
beneficiarios. Demostrando así, que la participación es un proceso
esencial que logra dar legitimidad a los pueblos en el desarrollo y
conservación de los bienes culturales y naturales.
Presentación
Como Consejo de Monumentos Nacionales tenemos la convicción
de que la inscripción del Qhapaq Ñan a la lista de Patrimonio Mundial
es el merecido y verdadero reconocimiento a una tradición cultural
que no sólo enriquece nuestro espíritu y nuestra historia andina,
sino que además fortalece nuestra identidad en su dimensión local
y universal.
Ángel Cabeza Monteira
Vicepresidente Ejecutivo
Consejo de Monumentos Nacionales
Presentación
9
Índice
12
Conoce tu
libro
Qolqas de Zapahuira. (Archivo cmn, c.2010).
Camino en Bolivia. (Archivo Ministerio
de las Culturas, Bolivia. c.2010).
10
15
69
Capítulo 1
Capítulo 2
los caminos y
los andes
qñ región de arica y
parinacota
Índice
154
Bibliografía
Sitio arqueológico de Turi. (Archivo cmn, c.2010).
Sitio arqueológico Tambo de la Sal. (Francisco Garrido, c.2010).
91
127
Capítulo 3
Capítulo 4
qñ región de antofagasta
qñ región de atacama
Índice
11
Conoce tu
libro
observa las
fotografías
y reflexiona:
¿Qué características adopta el
camino en los
diferentes paisajes? ¿Por qué?
Qhapaq Ñan en Bolivia
Qhapaq Ñan en Ecuador
Qhapaq Ñan en Argentina
Qhapaq Ñan en Colombia
¿Has transitado
por parte del
camino cercano
a tu localidad?
¿Qué lo diferencia o asemeja a
los mostrados en
las imágenes?
Te invitamos a conocer las diferentes
secciones que contiene este material educativo.
Apertura de Capítulo
Este texto tiene cuatro capítulos. Cada uno de ellos se
inicia con dos páginas en donde encontrarás fotografías del Qhapaq Ñan en sus diferentes tramos, acompañadas de preguntas que tienen por objetivo introducir los temas que se desarrollarán en el capítulo.
capítulo
1.
Los caminos
y los Andes
A lo largo del extremo norte de Chile el
Qhapaq Ñan se conoce con distintos nombres, entre los cuales los más frecuentes son
los que hacen alusión a la presencia incaica
en la región como, por ejemplo, Camino
del Inca o Camino del Reinca (Rey Inca).
También se le conoce por nombres que evocan su historia más reciente: tal es el caso
de su identificación con un camino tropero.
Más allá de la diferencia entre los nombres
que recibió, lo cierto es que este camino fue
fundamental para la integración y expansión del Tawantinsuyu, también conocido
como Imperio de los incas. En este capítulo,
descubrirás la relevancia tecnológica, política y simbólica que el Qhapaq Ñan tuvo para
articular las relaciones entre las poblaciones
que conformaban este gran Imperio. También conocerás fragmentos de la memoria
colectiva asociada al camino gracias a diversos testimonios y podrás establecer tus
propias conclusiones sobre la trascendencia
de este bien que postula a ser patrimonio
de la humanidad.
Introducción de Capítulo
Además, las fotografías van acompañadas de una
pequeña introducción en donde se mencionan los
principales temas que se abordarán a lo largo del
capítulo.
Cada capítulo está organizado
en subcapítulos que distinguirás por su numeración.
Las ideas principales de cada párrafo
están marcadas en negrita, para facilitar la comprensión del texto.
Las cursivas, en tanto, representan las
palabras que pertenecen a la lengua quechua, la lengua oficial de los incas. Estas
han sido escritas de acuerdo a las normas del quechua cusqueño, utilizando
el criterio de la Academia de la Lengua
Quechua. Eso sí, y para facilitar la lectura, hemos optado por escribir los plurales
como si fuesen palabras en castellano, de
modo que qolqa (depósito) en plural aparece escrito como qolqas y no como qolqakuna, como sería en quechua.
12
Ilustraciones, fotografías y mapas
Buscan facilitar la comprensión de los contenidos abordados en el texto. Los pies de imágenes, en tanto,
tienen por objetivo complementar o explicar lo que la imagen representa. A continuación de cada pie
de imagen encontrarás, entre paréntesis, la procedencia de las fotografías. La mayoría de las veces, ésta
corresponde a su autor o a la institución que las facilitó.
dicen los cronistas
¿quieres
saber más?
Caminos y expansión del Imperio
La construcción de los caminos incaicos iba de la mano con la expansión
del Imperio. Por ejemplo, el mismo
Garcilaso cuenta que los dos ramales
del Qhapaq Ñan que iban desde el Cusco hacia el norte fueron construidos
durante el mandato del inca Huayna
Capac, quien regresó victorioso de la
conquista de Quito a través de un camino que se construyó especialmente para
conmemorar su triunfo. Este camino
correspondería al tramo septentrional
del camino de la sierra y atravesaba las
quebradas de la cordillera a lo largo de
quinientas leguas, es decir, un poco menos de tres mil kilómetros. Aficionado
a visitar la provincia de Quito después
de la conquista, Huayna Capac habría
mandado a construir después el tramo
norte del camino de la costa, con el objetivo de visitar sus nuevos territorios a
través de los llanos.
Qolqas a toda prueba
Las qolqas de Zapahuira destacaban por disponer de un
extraordinario sistema de drenaje, destinado a atenuar
el efecto de la humedad y de las lluvias estivales características del invierno altiplánico, contribuyendo también a su ventilación. El drenaje funcionaba mediante
una canaleta construida con piedras, de 20 a 25 cm de
ancho y 10 cm de altura. La canaleta estaba tapada
con piedras planas y se ubicaba a lo largo de todo el
piso interior de las bodegas. Junto con esta canaleta,
se dispusieron otras transversales. El espacio entre
las canaletas fue cubierto por una capa de 5 a 10 cm
de guijarros pequeños, que contribuyeron a controlar
el ambiente al interior de los depósitos. Mecanismos
como este sistema de drenaje también han sido descritos para otros conjuntos de qolqas estatales, como las
que existen en Wanukupanpa, en el actual Perú.
El camino del Inca
“… el del Inca (el camino) está para allá en
dirección a Cupo pero no tan allá, este no,
es un camino tropero, con mulas, carretas
que llevaban antes cuando estaba el tiempo
de Bolivia (…) llevaban desde Mejillones
ahí salían las carretas desde Antofagasta,
Chañaral, llevaban mercadería, ahí andaban cargadas más de 10 de un tiro (…),
después de la guerra todavía se anduvo,
pero ya no era tan transitada (…) ahí hay
varios caminos y ese fue que le pusieron
camino del Inca, pero ni se nota, se nota
bien poco, eso es lo que le dicen camino
del Inca. Yo he andado muchas veces por
ahí, porque para todos lados se andaba de a
caballo, anduve aquí y del otro del que me
dijeron que ese sí era del Inca, más allá de
Cupo, ahí andábamos a arrear los animales
que habían pastos, había que ir a verlos
cada quince días”.
Cuaderno de Campo Lasana, Diagnóstico de Situación
del Qhapaq Ñan en Chile. Componente Etnográfico.
En Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega. Biblioteca Ayacucho. Venezuela. 1976, II, pp. 232-234.
En la sección Dicen los cronistas
encontrarás relatos de cronistas
coloniales quienes, a través de sus
libros, cartas o informes, dejaron
un valioso testimonio sobre lo que
observaron o recordaban del pasado andino.
relatos de los
protagonistas
En la sección ¿Quieres saber más?
encontrarás información complementaria a la que aparece en el texto
principal, de modo que puedas profundizar los contenidos que ofrece
cada subcapítulo.
Los Relatos de los Protagonistas son
testimonios de personas pertenecientes a las comunidades vinculadas al Qhapaq Ñan. A través de ellos
podrás conocer las historias vivas en
la memoria local del camino.
Pastora con su ganado
La misión de la pastora es introducir un espacio de
reflexión sobre los contenidos que se plantean en
los capítulos. El objetivo es que puedas compartir
tus experiencias, inquietudes y conocimientos con
otros miembros de la comunidad, descubriendo
nuevas miradas sobre el camino.
13
observa las
fotografías
y reflexiona:
¿Qué características
adopta el camino en
los diferentes paisajes? ¿Por qué?
¿Has transitado por
Qhapaq Ñan en Bolivia (Archivo Ministerio
de las Culturas, Bolivia. c.2010).
Qhapaq Ñan en Ecuador (Archivo Instituto Nacional
de Patrimonio Cultural, Ecuador. c.2010)
parte
del
camino
cercano a tu localidad? ¿Qué lo diferencia o asemeja a
los mostrados en las
imágenes?
Qhapaq Ñan en Argentina (Archivo Secretaría de
Cultura, Presidencia de la Nación, Argentina. c.2010)
14
Qhapaq Ñan en Colombia (Archivo Instituto Colombiano
de Antropología e Historia, Colombia. c.2010)
capítulo 1
capítulo
1.
Los caminos
y los Andes
A lo largo del extremo norte de Chile el
Qhapaq Ñan se conoce con distintos nombres. Los más frecuentes son los que hacen
alusión a la presencia incaica en la región,
por ejemplo, Camino del Inca o Camino
del Reinca (Rey Inca). También se lo conoce por nombres que evocan su historia más
reciente: tal es el caso de su identificación
con un camino tropero. Más allá de la diferencia entre los nombres que recibió, lo cierto es que este camino fue fundamental para
la integración y expansión del Tawantinsuyu,
también conocido como Imperio de los incas. En este capítulo, descubrirás la relevancia tecnológica, política y simbólica que el
Qhapaq Ñan tuvo para articular las relaciones
entre las poblaciones que conformaban este
gran Imperio. También conocerás fragmentos de la memoria colectiva asociada al camino gracias a diversos testimonios y podrás
establecer tus propias conclusiones sobre la
trascendencia de este bien que postula a ser
patrimonio de la humanidad.
los caminos y los andes
15
N
1.1.
El Qhapaq Ñan como
una obra monumental
L
a región andina constituye un espacio geográfico-histórico extenso que abarca desde la actual Colombia atravesando varios
países: Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina, hasta llegar al
sur del continente en la fértil zona central de Chile.
Antes de la colonización española, iniciada en el área andina a partir del año 1532, las poblaciones que habitaron este espacio interactuaron intensamente. Las sociedades andinas en su larga historia establecieron diversos mecanismos de intercambio de bienes y
productos, sobre cuya base desarrollaron complejas organizaciones
políticas, sociales y culturales. Mientras algunas se organizaron políticamente en torno a la figura de un jefe o líder (kuraka en quechua, o mallku en aimara), otras lo hicieron en torno a un Estado
centralizado, diferenciado socialmente y caracterizado por una marcada jerarquización social. El primer tipo de organización aludida se
conoce con el nombre de señoríos, mientras que el segundo con el
de formaciones estatales e imperiales.
Entre los distintos logros de las sociedades andinas se encontraban
grandes obras públicas, como sofisticados sistemas de riego, el empleo de andenerías (terrazas de cultivos de altura escalonadas) y
también una impresionante red vial que atravesaba toda la región.
16
Cusco
Arica
San Pedro
de Atacama
Copiapó
Esta imagen representa los varios caminos que conforman la red vial incaica, de acuerdo al arqueólogo John Hyslop. Desde su investigación, que data
de mediados de los años ochenta, nuevos ramales han sido prospectados en
los diferentes países que formaron parte del Tawantinsuyu. (Adaptado de
Qhapaqñan. El Sistema Vial Inkaico, 1992).
capítulo 1
dicen los cronistas
Un camino que despierta
admiración
Los romanos, al igual que los incas, utilizaron sus caminos
para expandir sus dominios. En la foto, el empedrado en
medio de los adoquines corresponde a lo existente de la
Via Appia Antica, la calzada romana que unía Roma con
Brindisi, al sur de Italia. (Tomás Sepúlveda, 2011).
Machu Picchu, antiguo poblado incaico. (Cristián Ortúzar,
2010)
Esta red vial incorporó un largo y extraordinario sistema de caminos
que vinculaba diferentes asentamientos y grupos étnicos, atravesando todas las ecologías andinas, desde la alta puna y la sierra hasta
la costa.
Los primeros españoles no dudaron en admirar estas obras dejando
testimonio escrito sobre sus dimensiones y usos. El Qhapaq Ñan -que
en quechua significa Camino Principal, denominado por los españoles Camino del Inca- fue la que más asombró a los cronistas del siglo
XVI. Garcilaso de la Vega, uno de ellos, lo comparó con las grandes
construcciones de la antigüedad mediterránea, como las edificaciones romanas o las monumentales obras arquitectónicas egipcias.
los caminos y los andes
Sobre el Qhapaq Ñan en la actual
Colombia, el cronista Cieza de
León comentaba en el siglo XVI:
“De Ipiales se camina hasta llegar a una provincia pequeña, que
ha por nombre Guaca, y antes de
llegar a ella se ve el camino de los
Ingas, tan famoso en estas partes como el que Aníbal hizo por
los Alpes, cuando bajó a Italia, y
puede ser tenido éste en más estimación, así por los grandes aposentos y depósitos que había en
todo él, como por ser hecho con
mucha dificultad, por tan ásperas
y fragosas sierras, que pone admiración verlo”.
En Crónica del Perú de Pedro Cieza de León.
Biblioteca Ayacucho. Venezuela. 2005, p. 106.
17
¿quieres
1.2.
La larga historia de
los caminos andinos
La periodización histórica del Imperio de los incas plantea que éste
se expandió a lo largo de los Andes en apenas cien años, desde el
1400 al 1518, época que los arqueólogos denominan Período Tardío.
Si la expansión del Tawantinsuyu se realizó en aproximadamente un
siglo, es imposible que los más de 23000 kilómetros de red vial que
se han calculado hubieran sido construidos bajo su mandato. La
principal conclusión de los estudiosos es que muchos de los caminos que conformaron el Qhapaq Ñan ya existían. Habría sucedido
que los incas se nutrieron de los logros tecnológicos y de los principios de reciprocidad y redistribución en que se fundaron los gobiernos andinos anteriores. Administrar y proyectar ese legado fue un
aspecto clave del éxito de su expansión.
¿Cuándo fueron construidos los caminos andinos? Aunque no existe consenso al respecto, algunos investigadores creen que un momento fundamental fue el período que los arqueólogos denominan
Horizonte Medio, anterior a la época de los incas. Durante esa época
el Estado Wari, ubicado en los Andes centrales, habría ordenado la
confección de caminos para el tránsito de su gente a larga distancia.
Otros caminos habrían sido construidos por el Estado Tiwanaku,
cuya capital se hallaba en las proximidades del Lago Titicaca, y por
18
saber más?
El pasado de los arqueólogos
Para comprender la historia andina prehispánica, el arqueólogo John Howland
Rowe elaboró una periodización, esto es,
una división de su pasado en distintas
etapas.
Dentro de estas etapas están los Horizontes, correspondiente a los períodos de
tiempo en que la influencia de una cultura se impuso sobre otras, abarcando
grandes espacios geográficos en un período relativamente corto de tiempo. Estas
culturas se caracterizaron por poseer un
Estado centralizado, cuya autoridad fue
aceptada -a veces voluntariamente y otras
por la fuerza- por las otras culturas.
Los investigadores han determinado que
existieron tres Horizontes en la historia de
los Andes: el Horizonte Temprano (800200 a. C.), el Horizonte Medio (600-1000
d. C.) y el Horizonte Tardío (1400-1532 d.
C.). En el primer caso, fue la influencia de
la cultura Chavín la que se extendió por
capítulo 1
Pucará de Lasana
(Archivo CMN).
la costa norte del actual Perú, mientras que en
el Horizonte Medio fue la de los Estados Wari
(Andes centrales, hoy Perú) y Tiwanaku (lago Titicaca, hoy Bolivia). El tercer Horizonte, en tanto, correspondió a la época de los incas, cuyo
centro político y religioso se encontraba en la
ciudad del Cusco.
Entre los dos últimos Horizontes, vale decir el
Medio y el Tardío, los arqueólogos han identificado otro período que denominan Intermedio
Tardío (1000 a 1400 d. C., aproximadamente).
Este último nombre se debe al carácter más local de esta fase, ya que no existieron grandes
estados que influyeran culturalmente a las poblaciones atacameñas. En consecuencia, estas
se desarrollaron en forma más independiente,
organizándose en señoríos o reinos gobernados
por un curaca o señor. De esta época datan los
pucarás, ciudadelas fortificadas emplazadas en
lugares altos como cerros o mesetas.
la denominada cultura Chimú que se desarrolló en la costa norte de
los Andes, alrededor de los años 1000 y 1200 d. C.
El sistema vial fue reorganizado y reacondicionado intensamente
durante el gobierno de los incas. En algunos lugares, estos dejaron
los caminos existentes intactos, mientras que otros fueron adaptados en función de sus objetivos, creando nuevos ramales allí donde
fuese necesario. En suma, el Qhapaq Ñan solo fue posible gracias a
una larga experiencia tecnológica y cultural de las organizaciones
sociales andinas anteriores.
Aldea de Turi
(Archivo CMN,
2009).
El pucará de Lasana y la aldea de
Turi corresponden
a aldeas construidas durante el
Período Intermedio Tardío.
los caminos y los andes
19
dicen los cronistas
El pasado de Guaman Poma
Felipe Guaman Poma de Ayala fue un andino letrado del
siglo XVI que escribió una gran crónica dirigida al rey de
España. Aunque esta nunca llegó a su destino, hoy constituye un valioso testimonio de los primeros siglos coloniales, visto con los ojos de un protagonista privilegiado.
Guaman Poma, oriundo de Ayacucho en el actual Perú,
tenía su propia visión del pasado andino, que dividió en
cuatro períodos y los llamó “Edades de los Indios”. Durante la primera edad, a la cual Guaman Poma denomina
Wari Wira Qucha Runa, la gente vivía en cuevas o peñascos
y araba la tierra. Durante la segunda o Wari Runa, la gente
comenzó a hacer andenes, chacras y acequias y vivían en
unas casitas que parecían hornos llamadas pucullu. Durante la tercera o Purun Runa, la gente comenzó a tejer y
a edificar casas de piedra y cada pueblo tenía su rey. Durante la cuarta o Auca Runa la gente abandonó las tierras
bajas por temor a la guerra y se fue a vivir en los pucarás,
ubicados en lo alto de los cerros y las peñas. La gente
de esta época también comenzó a usar las casitas llamadas pucullu como tumbas. Después de Auca Runa, Guaman
Poma sitúa el gobierno de los incas y, posteriormente, el
de los españoles.
relatos de los
protagonistas
El pasado de los abuelos
“Son los abuelos, tatarabuelos, anteabuelos, reinkabuelos, machabuelos. De esos. Son varios abuelos.
Empieza con el abuelo. Empieza
con el reinka. Empieza con el machabuelo. Así, son varios, no es uno
no más. Quién sabe cuántas generaciones pasaron ya del tiempo que
se formó este mundo. De ahí vienen
esos abuelos. Claro, machabuelo, reinkabuelo y abuelo… y anteabuelo,
es otro. Son varios, esos son los que
mandan todo esto. A todos se tiene
que hacer un pago para trabajar en
algún trabajo”.
Testimonio de un habitante de Cupo. 2009.
En El Primer Nueva Corónica y Buen Gobierno de Felipe Guaman Poma de Ayala.
Edición virtual de Det Kongelige Bibliotek. Dinamarca. 2004, pp. 48- 78.
20
capítulo 1
relatos de los
protagonistas
Un pasado a la luz de la Luna
“Decía la gente que vivían ahí, que
decían que iba a salir el sol, entonces que tenían miedo. Entonces
entraban en sus casitas, que tenían
unas casitas chicas, entraban ahí y
se encerraban ahí. Se amarraban la
cabeza y ahí se morían por no ver
al sol. Y ahí quedaron, sentaditos,
muertos … Dicen que era la luna (lo
que había antes del sol), ese era el
sol de ellos, la luna, y no comían
sal, y no había cura tampoco, padre.
Entonces decían: ahora va a salir el
sol y se van a bautizar, entonces de
eso tenían miedo y se escondieron…
y salió el sol, algunos quedaron y
no hizo nada pos. De ganas no más
se escondieron… y esos que sobran
somos nosotros, la gente que viven
aquí, que son de aquí”.
Los recuadros anteriores dan cuenta
de distintas formas de entender el pasado andino: la de los investigadores,
la de Guaman Poma, la de un residente de Cupo y la de uno de AyquinaTuri. ¿Cuál o cuáles versiones te parecen más familiares? ¿Cuáles son sus
principales diferencias? ¿Encuentras
entre ellas algún aspecto en común?
¿Cuál?
Cuaderno de campo Ayquina-Turi. Diagnóstico
de situación del Qhapaq Ñan en Chile. Componente etnográfico. GISOC Consultores. 2010, p.18.
los caminos y los andes
21
1.3.
Tawantinsuyu,
el Imperio de los incas
Cusco
Los incas eran un grupo más dentro de la variedad de sociedades
que luchaban por el poder en los Andes centrales luego del colapso
de Wari y Tiwanaku (aproximadamente 900-1100 d. C.). Las investigaciones reconocen una Fase Pre-Imperial de los incas (1260 -1396
d. C.) cuando las primeras conquistas del grupo se limitaron al
área del valle del Cusco, y cuyo mayor triunfo militar fue contra
los chankas. Luego vendría una Fase Imperial (1400-1518 d. C.),
donde por medio de conquistas militares y políticas extendieron
su control sobre grupos y territorios heterogéneos.
Durante su apogeo, los incas llamaron a su imperio Tawantinsuyu,
que quiere decir en lengua quechua “las cuatro partes juntas”. El
imperio inca contempló cuatro divisiones territoriales: el Antisuyu
ubicado hacia el nordeste en dirección a la selva; el Kuntisuyu, al
sudoeste, en dirección al océano Pacífico; el Chinchaysuyu hacia la
parte septentrional de los Andes (norte del Perú, Ecuador y la actual Colombia); y el Qollasuyu. Este último abarcó desde el Cusco
hasta el río Maule, en el centro de Chile, incluyendo el altiplano
boliviano, el noroeste argentino y la costa peruana.
22
Arica
San Pedro
de Atacama
Copiapó
Chinchaysuyu
Antisuyu
Kuntisuyu
Qollasuyu
Distribución del Tawantinsuyu (Adaptado de Chile bajo el Imperio de los Inkas.
Museo Chileno de Arte Precolombino, 2009).
capítulo 1
Terrazas de cultivo en Machu Picchu.
(Cristián Ortúzar, 2010).
El Tawantinsuyu abarcó una gran biodiversidad que incorporó paisajes de la costa, la sierra, el desierto, el altiplano y la selva amazónica. Bajo su administración quedaron alrededor de noventa grupos étnicos, cada uno con sus formas de organización particulares y
su propia lengua.
Su capital sagrada fue el Cusco, considerado por los incas como el
“ombligo del universo”, donde estaba su pakarina o lugar mítico de
origen. Desde ahí convergían y a la vez iniciaban los distintos troncales del Qhapaq Ñan. Gracias al empleo de la experiencia estatal
anterior, en pocas décadas el Tawantinsuyu consiguió destacados logros en asuntos militares y diplomáticos, junto con una hegemonía
ideológica y material sin precedentes en los Andes.
los caminos y los andes
La precisión de la cantería incaica causó tal admiración entre los españoles que, según el cronista Garcilaso de la Vega, algunos creyeron que era obra de encantamientos o demonios. (Cristián Ortúzar, 2010).
23
Inca Pachacutec en la Nueva Corónica y Buen Gobierno de Felipe Guaman Poma de Ayala (1615- 1616).
(Nueva Coronica y Buen Gobierno.
Biblioteca Ayacucho, 1976).
La expansión del Tawantinsuyu
Existen varias interpretaciones que tratan de explicar la rápida y
exitosa expansión de los incas, siendo la más difundida aquella que
atribuye al ingenio y liderazgo del Inca Pachacutec la organización
del Estado y los triunfos militares del Imperio.
Sin embargo, atribuir al liderazgo de un solo Inca la exitosa expansión del Tawantinsuyu implicaría desconocer la importancia que en
este proceso tuvo el sistema de herencia dividida incaico, según el
cual, tras el fallecimiento de un Inca, su panaka o descendientes
más directos heredaban la totalidad de sus tierras y sus bienes, dejando al ejército como único patrimonio disponible para el futuro gobernante. En consecuencia, cada nuevo Inca debía iniciar sus
propias campañas expansionistas con el objetivo de obtener nuevos
recursos para su gobierno y su familia ampliando, de este modo, las
fronteras del Imperio.
Una tercera interpretación subraya la manipulación que el Inca hacía de los vínculos de reciprocidad y redistribución que caracterizaban las relaciones rituales de un aillu o grupo de parentesco. El
Inca entregaba bienes y dones a los curacas de una comunidad y,
24
siguiendo las pautas tradicionales, exigía a cambio la devolución de
su generosidad, pero en forma de obligaciones de carácter estatal
como tributo y mano de obra. A medida que el favor era devuelto y
recibía nuevos y abundantes bienes y productos, el Inca estaba obligado a volver a redistribuirlos, aumentando su red de favores hacia
capítulo 1
¿quieres
saber más?
El clima y la expansión de los incas
Las interrogantes que plantea la expansión incaica se estudian cada vez desde perspectivas más interdisciplinarias.
Por ejemplo, actualmente se trabaja en la relación que
pudo existir entre la expansión del Estado inca y los fenómenos climáticos o paleoclimáticos.
Vista del contexto del Parque Arqueológico de Viracocha - Templo de Raqch’i, Perú.
(Archivo CMN, c.2010).
otras comunidades. Desde esta perspectiva, más que las conquistas
militares o el liderazgo de Pachacutec, la piedra angular de la expansión del Tawantinsuyu habrían sido los principios de reciprocidad y
redistribución de tradición andina.
Al respecto, algunos investigadores han sostenido que durante la expansión del Tawantinsuyu los Andes atravesaban
por un período de mayor fertilidad debida, principalmente,
a un aumento en la disponibilidad de recursos hídricos. La
abundancia de agua habría favorecido la producción agrícola y la construcción de terrazas de cultivo, aumentando
las actividades productivas del imperio y propiciando su
expansión territorial.
Terrazas de cultivo en Socoroma (Soledad González, 2009).
Más allá de la factibilidad de estas tres interpretaciones, la incorporación de nuevos territorios al imperio también debió depender
de las características políticas, sociales y territoriales de cada grupo
anexado. Lo más probable es que el Inca haya utilizado distintas
estrategias, promoviendo en algunos lugares negociaciones pacíficas y en otros intervenciones bélicas, selladas posteriormente por
alianzas rituales.
los caminos y los andes
25
El Inca y el Inti:
La organización política y religiosa
del Tawantinsuyu
En la cúspide de la organización política del Imperio se encontraba
el Inca, que se consideraba a sí mismo hijo del Sol o Inti, acompañado de su grupo de parientes más cercanos o panaka. Aunque
los españoles tradujeron Inca como “rey”, las investigaciones han
demostrado que la organización política del Tawantinsuyu fue mucho más compleja que las concepciones dinásticas europeas, que
identificaron su sistema sucesorio con una monarquía. Incluso se
ha sostenido que el imperio funcionaba como una diarquía, es decir, que estaba gobernado por dos Incas, siguiendo el patrón de
organización dual andina.
Para gobernar un imperio tan vasto, el Inca se apoyaba en los jefes
provinciales o curacas de los territorios anexados, quienes al ser autoridades reconocidas por sus comunidades, facilitaban el control
estatal. El Inca entablaba con ellos una relación de intercambios
recíprocos: se comprometía a incorporarlos a su sistema de distribución de recursos básicos, como alimento y vestuario, a cambio de
que estos cumpliesen con obligaciones tributarias que se pagaban
en trabajo. El Inca podía disponer de las poblaciones conquistadas
de manera unilateral, controlando hasta los aspectos más cotidianos de la vida de sus miembros.
26
Iglesia construida sobre el templo del Qoricancha en Cusco. (Cristián Ortúzar, 2010).
El Sol o Inti era la principal divinidad del panteón religioso incaico,
quien le otorgaba la legitimidad y poder al principal gobernante del
imperio. El Inca, por tanto, impuso el culto solar en todos los territorios conquistados, desplazando o suprimiendo a las divinidades
locales de las regiones anexadas. En el Cusco, el Qoricancha era su
santuario principal, lugar donde además se realizaban diversas celebraciones en su honor. Pero el panteón incaico estaba conformado además por otras divinidades como: Viracocha (el dios creador),
Illapa (el dios de los truenos) y Pachamama (la madre tierra).
Asimismo, las montañas y cerros tuvieron un papel importante en
el plano religioso incaico. Aunque desde hacía mucho tiempo las
montañas eran consideradas por las comunidades andinas como
sus deidades protectoras, los incas construyeron en sus cimas pe-
capítulo 1
Figurillas utilizadas en el rito de qhapaq hucha. (Chile bajo el imperio de los Inkas. Museo Chileno de Arte Precolombino, 2009).
queños edificios para realizar rituales. Ellos se conocen con el nombre de adoratorios o santuarios de altura y existen alrededor de
doscientos repartidos a través de los Andes. La qhapaq hucha, uno
de los ritos más importantes realizados allí, consistía en el sacrificio de niños o jóvenes de las elites andinas entre los meses de abril
y julio. Tras ser llevados finamente ataviados a las altas cumbres,
eran sacrificados y depositados en una tumba habilitada en la misma montaña. Su ajuar estaba compuesto por figurillas humanas o
de camélidos hechas de plata u oro, muchas de ellas acompañadas
con finos textiles en miniaturas. Adicionalmente, se podían colocar otros objetos, como bolsitas con hojas de coca en su interior,
vasijas de cerámica, etcétera. Los incas pensaban que los niños no
morían, sino que se reunían con sus antepasados.
los caminos y los andes
El cuidado de cada una de las divinidades que conformaban el panteón religioso incaico estaba a cargo de un conjunto de sacerdotes,
quienes cumplían diversas labores dependiendo del rango en el cual
se encontraban. Así, por ejemplo, un grupo de sacerdotes se dedicaba exclusivamente al culto de algunos dioses, otro interpretaba
los oráculos, y otro vaticinaba presagios o sanaba a los enfermos. El
cargo de sacerdote era vitalicio, ocupando el segundo lugar en importancia dentro de la jerarquía social de todo el Estado.
27
El Inca y el tributo:
la organización económica del Estado
En la medida en que el sistema estatal incaico crecía, los mecanismos económicos tradicionales de los aillus y/o comunidades, como
la reciprocidad y la redistribución, se hicieron insuficientes. Por
ello, los gobernantes cusqueños readaptaron y crearon nuevas instituciones para hacer frente a las exigencias de la expansión.
Una de ellas fue la mita, que consistía en un tributo en forma de
trabajo que los varones andinos debían cumplir en tareas estatales
según turnos rotativos, posiblemente anuales. Estas tareas consistían, por ejemplo, en trabajar en un centro metalúrgico, integrar el
ejército, cuidar rebaños, confeccionar tejidos y en construir y mantener obras públicas como el mismo Qhapaq Ñan. A cambio de estas prestaciones colectivas de trabajo, el Tawantinsuyu respondía al
servicio de los mitayos suministrándoles alimentos y bebidas a lo
largo de su servicio y, especialmente, en contextos festivos. Finalizadas las labores o el turno, el campesino andino podía retornar a
sus tareas habituales hasta ser requerido nuevamente por el Estado.
28
Danza y música en fiesta de Pachallampe en Socoroma (Archivo Carmen
Menares, c.2007).
Otra institución fueron los mitimaes, un sistema de reasentamientos forzosos con el que se buscaba facilitar la integración y control
de los pueblos conquistados. Se trataba de colonos que, sacados de
sus comunidades, tenían la obligación de trabajar en tareas a gran
escala, como por ejemplo obras viales, localizadas en otras regiones.
Asimismo, había un grupo emergente durante el periodo de consolidación del Tawantinsuyu, la población yana, quienes eran servidores
personales y perpetuos del Inca, apartados de sus comunidades para
ingresar al servicio personal. Los yanas quedaban marginados de sus
comunidades, tanto para el censo como para la realización de trabajados comunitarios. Podían casarse y solo uno de sus hijos heredaba
la condición de yana, mientras que los demás podían regresar a la
comunidad de origen de su padre y recuperar sus derechos.
capítulo 1
Acllas en la Nueva Corónica y Buen Gobierno de
Felipe Guaman Poma de Ayala (1615- 1616).
(Nueva Coronica y Buen Gobierno. Biblioteca
Ayacucho, 1976).
Las mujeres también fueron incorporadas en las nuevas instituciones económicas. Estaban las acllas (escogidas, en quechua), mujeres de los grupos conquistados que eran reunidas en la aklla wasi
(casa de las escogidas) dedicadas exclusivamente a tejer el vestuario
del Inca y la nobleza, a preparar chicha y a posibles enlaces matrimoniales con las panakas o familiares más directos del Inca.
los caminos y los andes
29
dicen los cronistas
Caminos casi imposibles
1.4.
El Qhapaq Ñan y
el paisaje andino
Durante el apogeo de los incas, el Sistema Vial Andino se reorientó
hacia los objetivos del Imperio: para el Tawantinsuyu, el Qhapaq Ñan
representaba no solo una forma de conectar a los grupos y territorios incorporados, sino también una instancia para desplegar simbólicamente su poder sobre el territorio, llenando de significado
cada piedra, cerro y quebrada del paisaje andino.
Se ha sostenido que no existió un único patrón en la construcción
de caminos. La red vial se adaptaba a la geografía y relieve de cada
zona, del mismo modo que se ajustaban los tipos de materiales
utilizados. Sin embargo, el Qhapaq Ñan en tiempos prehispánicos
tuvo características propias, la principal de las cuales consistía en
su diseño para ser transitado a pie. En este sentido, por ejemplo,
las pendientes se atenuaban utilizando peldaños o escaleras, tecnología que facilitaba el tránsito a través de las numerosas quebradas
de los paisajes andinos, pero que dificultó el uso de los medios
de transportes introducidos por los españoles, quienes empleaban
fuerzas de tracción, incluyendo la rueda y el caballo.
30
Los caminos andinos atravesaron una gran variedad de ecosistemas, muchos de los cuales se distinguían por su aspereza y por las dificultades que
implicaba la construcción de vías de acceso. En el
siglo XVI, el cronista Pedro Sarmiento de Gamboa se asombraba de que los incas hubieran hecho camino por donde parecía “imposible poderse hacer”, tal como sucedía en la selvática región
del Antisuyu: su espesa vegetación había impedido
a Topa Inca avanzar en su conquista, ya que sus
exploradores habían intentado infructuosamente dar con los poblados ocultos en los boscosos
montes. Sarmiento narra que para abrir caminos
en tales condiciones, los enviados de Topa Inca se
las ingeniaron subiéndose a los árboles más altos
con el fin de identificar en qué lugares se observaban columnas de humo, señal inequívoca de la
presencia de poblados. Una vez detectados esos
lugares, trazaron los caminos en dicha dirección,
superando de este modo los obstáculos naturales
de los múltiples paisajes andinos.
En Historia de los Incas de Pedro Sarmiento de Gamboa. EMECE.
Argentina. 1942, p. 144.
capítulo 1
Observa ambas fotografías:
¿El camino es igual en ambas imágenes? ¿Por qué?
¿Qué similitudes y qué diferencias se aprecian? ¿A qué
crees que se deben?
Qhapaq Ñan en Zapahuira Norte, Región de Arica-Parinacota.
(Francisco Garrido, 2008).
Qhapaq Ñan en el Despoblado de Atacama, Región de Atacama. (Archivo CMN).
los caminos y los andes
31
dicen los cronistas
Caminos y expansión del Imperio
Dos caminos paralelos:
el de la sierra y el de la costa
Aunque la red vial incaica abarcó muchos caminos, los cronistas de
los siglos XVI y XVII coincidieron en que los caminos principales
-o “reales” como los llamaron ellos- eran dos: el de la sierra y el de
los llanos o la costa. El cronista Garcilaso de la Vega al describir las
características constructivas de estos caminos en el área cusqueña,
señalaba que el camino de la sierra estaba construido con mampostería, mientras que el de los llanos estaba señalizado con una
serie de vigas de maderas enterradas en los arenales de la costa, de
manera que su huella no se perdiese con los vientos que arreciaban
en la zona.
Además de estos dos caminos, existía una extensa red de caminos
transversales que unían la sierra y los llanos, atravesando el Tawantinsuyu en sentido latitudinal. Según el cronista Bernabé Cobo, el
principal de éstos pasaba por la plaza ubicada en el centro del Cusco
y unía la cordillera de los Andes con la comarca de Arequipa.
32
La construcción de los caminos incaicos
iba de la mano con la expansión del Imperio. Por ejemplo, el mismo Garcilaso
cuenta que los dos ramales del Qhapaq
Ñan que iban desde el Cusco hacia el norte fueron construidos durante el mandato del inca Huayna Capac, quien regresó
victorioso de la conquista de Quito a través de un camino que se construyó especialmente para conmemorar su triunfo.
Este camino correspondería al tramo
septentrional del camino de la sierra y
atravesaba las quebradas de la cordillera
a lo largo de quinientas leguas, es decir,
un poco menos de tres mil kilómetros.
Aficionado a visitar la provincia de Quito después de la conquista, Huayna Capac habría mandado a construir después
el tramo norte del camino de la costa,
con el objetivo de visitar sus nuevos territorios a través de los llanos.
En Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega. Biblioteca Ayacucho. Venezuela. 1976, II, pp. 232-234.
capítulo 1
relatos de los
protagonistas
El camino en la localidad
de Taira, Alto Loa
“Ahí se sabía que eran camino del
Inca porque tenían piedritas por el
lado, se veían tramos no más, pero
claro, antes debió ser continuo …, si
ya nadie lo usa, pero claro, dos líneas de piedras, eso es camino del
Inca, porque quién va a ir a hacer
ahora un camino tan bien hechito,
porque ellos tenían todo bien ordenadito y un solo ancho, en línea
recta”.
¿Qué características tiene el camino cercano a
tu comunidad? ¿De qué
materiales está hecho?
Cuaderno de campo Taira. Diagnóstico de situación del Qhapaq Ñan en Chile. Componente
etnográfico. GISOC Consultores. 2010, p.4.
Camino en el sector de Alto Loa.
(Archivo CMN, c.2009).
los caminos y los andes
33
Los caminos y los dioses
Los caminos andinos también fueron el escenario de algunos de los
mitos fundacionales del Tawantinsuyu. Según el cronista Sarmiento de Gamboa, que decía haber obtenido sus informaciones de las
panakas incaicas, en tiempos muy antiguos un gran diluvio había
arrasado casi por completo los Andes, después del cual el dios Viracocha decidió recrear a la humanidad. Desde una isla en el lago
Titicaca había ordenado que saliesen el sol, la luna y las estrellas,
luego de lo cual se había dirigido a Tiwanaku con dos de sus criados
para que lo ayudasen a repoblar el mundo. A cada uno de estos le
había correspondido recorrer uno de los caminos reales, a uno el de
la sierra y al otro el de los llanos, pronunciando en voz alta el nombre de las naciones que Viracocha deseaba que existiesen a partir
de entonces. Mientras el dios iba haciendo lo mismo por las tierras
intermedias, la nueva gente había comenzado a salir de las cuevas,
árboles, peñas, lagos y montes, multiplicándose y poblando nuevamente el mundo. En el relato mítico de Sarmiento, los caminos y el
origen del mundo son contemporáneos, quedando así demostrada
la ritualidad asociada a ellos, más allá de su uso cotidiano.
34
El lago Titicaca está asociado a muchos mitos de origen andinos. Este grabado pertenece a la crónica de Pedro Cieza de
León y en él el lago aparece representado al estilo europeo.
(Chrónica del Perú, 1553).
Es importante señalar que los caminos estaban asociados a leyendas
que trascendían la esfera incaica, constituyendo un referente mítico
para los Andes en general. Por ejemplo, en la región de Huarochirí
ubicada al este de Lima, los caminos atesoraban la fuerza de los
dioses que habían circulado por ellos, transmitiéndosela a sus transeúntes mortales. Los habitantes de la comunidad de San Damián
de los Checa, según documentación del siglo XVII, recorrían todos
los años en el mes de noviembre el mismo camino que su dios Tutayquire había realizado antes que ellos, pues “caminando sobre sus
pasos” recibían su poder o kallpa. Asimismo, los caminos también
podían y aún pueden atravesar “malos parajes”, considerados lugares de respeto y de cuidado por las poblaciones andinas.
capítulo 1
¿quieres
saber más?
Las apachetas
Las apachetas son amontonamientos de piedras distribuidos no solo
a lo largo del Qhapaq Ñan, sino también en el resto de los caminos andinos. Los textos coloniales les asignaron distinta funcionalidad, aunque
la mayoría coincidieron en que se
trataba de adoratorios construidos
poco a poco por los caminantes en
honor a algunas divinidades andinas. Por esta razón, muchas fueron
destruidas en el contexto de las llamadas campañas de extirpación de
idolatrías, en su mayoría efectuadas en el siglo XVII y cuyo objetivo
fue terminar con los cultos andinos.
Para las poblaciones actuales, las
apachetas siguen siendo consideradas como lugares de respeto, en
donde los caminantes ofrendan piedras u otros elementos.
los caminos y los andes
Apachetas en Putre. (Archivo CMN).
35
Qhapaq ñan t’uqrikuq o gobernador de los caminos según
Guaman Poma de Ayala.
(Nueva Corónica y Buen Gobierno.
Biblioteca Ayacucho, 1976).
El Qhapaq Ñan: un camino imperial
El Qhapaq Ñan fue la expresión vial de un Imperio, cuyos extensos
territorios eran regidos por una misma autoridad y una sola norma.
Esta circunstancia facilitó el tránsito por caminos que antaño eran
administrados por señores locales, muchos de los cuales -seguramente- no proyectaban la conectividad de sus vías más allá de los
límites de sus respectivas jurisdicciones.
Justamente por su condición de camino imperial, el Qhapaq Ñan
fue una vía controlada que solo podía ser transitada por pasajeros
admitidos por las autoridades incaicas. Estas otorgaban a los transeúntes un salvoconducto que comprobaba que se dirigían hacia un
lugar específico por encargo oficial. Quienes poseían el salvoconducto eran atendidos y proveídos de todo lo necesario para el viaje, incluyendo el alojamiento y la alimentación. Por el contrario, quienes
caminaban sin el permiso de las autoridades eran castigados “por
vagabundos”. Cuenta Guaman Poma que este estricto control sobre
los usuarios del camino era fiscalizado gracias a la implementación
36
de una burocracia estatal responsable del correcto funcionamiento
de la red vial. Quien la dirigía era el qhapaq ñan t’uqrikuq o gobernador de los caminos.
capítulo 1
¿quieres
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Los salvoconductos del Gran Khan
El Qhapaq Ñan no fue el único camino controlado de la antigüedad: el Imperio romano también
llevaba un estricto control de los transeúntes que
circulaban por sus vías, al igual que el Imperio
mongol, que se extendió por casi toda Asia a partir del siglo XIII de nuestra era. Marco Polo, quizá
el más famoso de los viajeros medievales, cuando recorrió parte de este último llevó consigo dos
tablas de oro que hacían las veces de salvoconductos. Se llamaban paizas y se las había entregado nada menos y nada más que el Gran Khan, la
máxima autoridad de los mongoles. Las paizas podían colgarse en el cuello para que los transeúntes
autorizados pudiesen ser vistos desde lejos, asegurándoles la inmunidad en todos los territorios que
pertenecían al Imperio mongol. Gracias a las franquicias que estos salvoconductos le aseguraban,
Marco Polo recorrió durante veinticuatro años los
caminos mongoles. Cuando mucho después murió
en Venecia, el inventario de sus bienes registraba
una paiza que, seguramente, el viajero conservaba
como recuerdo de su extensa travesía por Asia y
China.
Aunque muchos cronistas coincidieron en que existía un salvoconducto para transitar por el camino,
ninguno especificó de qué objeto
se trataba ¿Cómo crees que era el
salvoconducto? ¿Conoces algún objeto característico de los Andes que
pudiese haber servido de pasaporte?
Adaptado de Libro de las maravillas del mundo de Marco Polo.
Cátedra. España. 2008.
los caminos y los andes
37
relatos de los
protagonistas
La limpia del camino
Los tambos
Para el eficiente funcionamiento del camino, los incas habilitaron
tambos, instalaciones cuyo fin era facilitar el tránsito tanto de los
mensajeros del Inca como de sus ejércitos, brindándoles cobijo y alimentación. Estaban distribuidos a lo largo de los dos caminos, el de
la sierra y el de los llanos, a una distancia que equivalía al trayecto
que podía avanzar una persona en un día. No obstante, su ubicación
también dependía de otros factores, principalmente de la disponibilidad de los cursos de agua cercanos, necesarios para su funcionamiento. Como los indígenas pagaban su tributo en trabajo, los
tambos generalmente eran atendidos y mantenidos por integrantes
de las comunidades cercanas que, mediante esta forma, cumplían
con sus obligaciones frente al Estado inca.
“Nosotros íbamos a limpiar el camino en tiempos después de la
lluvia porque antes llovía mucho,
fuerte, entonces acortaba el camino, entonces nosotros salíamos a
las 8 de la mañana, cuando estaba
llegando el sol, a caballo, hombres,
mujeres adultos mayores … en la
parte que estaba deshecho entonces
empedraban con piedra, entonces
nosotros le pasábamos las piedras,
le pasábamos la tierra en donde tenía que rellenar los mal pasos que
había hecho el agua”.
“Limpiábamos el camino, como
quien barre, con pala, con picota,
después en la parte más difícil…
Los hombres estaban empedrando, enchufando las piedras unos
con otros, así en la parte más mal
paso, se empedraba donde cortaba
más la lluvia el camino, hacia malo,
entonces ahí empedraban los hombres con piedra”.
Cuaderno de Campo Socoroma. Diagnóstico de
Situación del Qhapaq Ñan en Chile. Componente etnográfico. GISOC Consultores. 2010, p.13.
38
capítulo 1
Tambo de Incahuasi, Región de Antofagasta. (Francisco Garrido, 2008).
Tambo de Zapahuira, Región de Arica y Parinacota.
(Francisco Garrido, 2008).
los caminos y los andes
Lee el relato “La limpia del camino”. ¿Sabes de algún trabajo
de limpieza que se haya realizado en el camino cercano a tu
comunidad? ¿Cuándo? ¿Quiénes
participaban? ¿En qué fecha se
realizaba?
39
En la ilustración aparece el Inca Topa Inca y un khipukamayoq, como se denominaba a quienes conocían el sistema de contabilidad con cordeles. En segundo plano,
se observan los depósitos o qolqas. (Nueva Coronica y Buen
Gobierno. Biblioteca Ayacucho, 1976).
Los depósitos del Inca
Para proveer a los ejércitos del Inca y a las comunidades que formaban parte del Imperio de provisiones, armas, vestidos, calzados
y todo lo necesario para su sustento, los tambos contaban con depósitos o qolqas -actualmente también conocidas como trojas o graneros- que siempre estaban abastecidas. Estos suministros correspondían al tributo obtenido no solo de las comunidades cercanas,
sino también de otras muy distantes y de aquellas especializadas en
determinadas labores productivas como, por ejemplo, la agricultura
o la minería.
Relata el cronista Garcilaso de la Vega que cuanto había dentro de
cada depósito era minuciosamente contabilizado por funcionarios
estatales, quienes utilizaban un sistema de nudos de colores en
varios cordeles amarrados a uno principal. Estos cordeles se denominaban quipus y a pesar de que muchos cronistas se refirieron a
ellos en sus relatos, ninguno dio cuenta de cómo se leía la información que contenían. Aunque investigaciones recientes tienden
a demostrar que los quipus también podían almacenar historias,
genealogías y otros registros narrativos, los españoles los asociaron
principalmente al registro de información contable.
40
capítulo 1
Qolqa de Zapahuira. (Archivo CMN)
Observa las imágenes de arriba.
¿Qué forma tienen las qolqas representadas en ellas? ¿Hay qolqas
en tu entorno?¿Cuántas? ¿Qué
dimensiones tienen? ¿Qué uso se
les da en la actualidad?
Según Guaman Poma de Ayala, que vivió en el actual departamento de Ayacucho en Perú, las qolqas eran abastecidas durante el mes de julio, después
de la cosecha. (Nueva Corónica y Buen Gobierno. Biblioteca Ayacucho, 1976).
los caminos y los andes
41
Vista a la Qolqa de Zapahuira. (Francisco Garrido, 2008)
Quipu encontrado en Mollepampa, Arica. (Chile bajo el imperio de los Inkas.
Museo Chileno de Arte Precolombino, 2009).
Desde los inicios de la conquista los europeos se sorprendieron con
este sistema: cuando Hernando Pizarro y sus hombres se dirigían
desde la sierra hasta la costa central del Perú por el camino real, retiraron algunos artículos de uno de los depósitos del Inca. Al verlos,
los funcionarios incas a cargo de las qolqas desataron unos nudos de
un cordel y los anudaron en otro, registrando con escrupuloso celo
la sustracción de productos llevada a cabo por los conquistadores.
Por otro lado, con los depósitos bien aprovisionados, el Inca se aseguraba de que los soldados de su ejército no saquearan los pueblos
cercanos en búsqueda de comida o abrigo. Garcilaso comenta que
a tal punto estaba prohibido violar esta ley que quienes lo hacían
eran castigados con la pena de muerte.
42
capítulo 1
Khipukamayoq según
José Pérez de Arce.
(Rostros de Chile Precolombino. Museo Chileno
de Arte Precolombino,
1997).
¿quieres
saber más?
Arica, zona de quipus
Arica es la zona donde se ha encontrado la
mayor cantidad de quipus de todo el Qollasuyu. De ellos, dos son los más grandes y complejos que se han descubierto hasta ahora en
lo que fue el Tawantinsuyu. Estos hallazgos se
realizaron en la costa de Arica, en los cementerios incas de Mollepampa ubicados en el valle de Lluta y en Playa Miller.
Uno de estos quipus tiene 450 años de antigüedad y los arqueólogos creen que podría
corresponder al registro de censos y tributos
de la zona de Arica, hacia finales del dominio
inca o inicios de la conquista española. Posee más de 580 cuerdas y representa la suma
de 15.024 unidades, aunque se desconoce qué
tipo de unidades son. Además de su tamaño,
este quipu destaca por un tipo excepcional de
nudo, conocido como “Nudo con cinturón”
que siempre aparece asociado al valor 9 y que
solo ha sido registrado en otros dos quipus.
En Quipu, contar anudando en el Imperio Inka de Gary Urton. Museo Chileno de Arte Precolombino y Universidad de Harvard. Santiago. 2003, p. 26.
los caminos y los andes
43
Un camino que atraviesa ríos
Cuenta Guaman Poma que otras de las construcciones asociadas a
los caminos reales fueron los puentes de mimbre o de juncos, cuyo
funcionamiento estaba a cargo del chaka suyuyuq. Los puentes se
hacían trenzando una y otra vez conjuntos de tres criznejas o sogas
hasta formar una más gruesa que, unida a otras dos de las mismas
dimensiones, servía de suelo para el puente. Otras dos trenzas eran
dispuestas como pasamanos y el espacio que quedaba entre estas
y el suelo era rellenado con ramas y maderas delgadas fuertemente
atadas entre sí. La fragilidad de estos materiales obligaba a que los
puentes fuesen reconstruidos completamente cada seis meses o un
año. Al igual que el mantenimiento de los caminos, este trabajo
estaba a cargo de las comunidades cercanas, que de esta manera
cumplían con sus obligaciones tributarias frente al Estado inca.
Los puentes estaban reservados solo para los caminos reales, puesto
que en los caminos menores existían maneras más artesanales de
cruzar los ríos. Por ejemplo, cuando las aguas eran poco torrentosas
los lugareños construían balsas de maderas livianas. Por el contrario, cuando la corriente arreciaba o cuando no había lugar para embarcar o desembarcar, se instalaba una soga que atravesaba el río
de una orilla a otra, a la cual iba amarrada una canasta de mimbre
con capacidad para tres o cuatro personas. Para auxiliar a los transeúntes que utilizaban este sistema, existían tributarios encargados
de ayudar a los caminantes a subirse al canasto y luego tiraban de
la soga transportadora.
44
El chaka suyuyuq o gobernador de los puentes. (Nueva
Coronica y Buen Gobierno. Biblioteca Ayacucho, 1976).
capítulo 1
dicen los cronistas
El primer puente de mimbre
Puente de Q’eswachaka emplazado sobre el río Apurímac, Perú.
(Archivo Ministerio de Cultura, Perú. c.2010).
Observa el espacio geográfico
donde se inserta tu comunidad.
¿Existe algún curso de agua o
una quebrada profunda por
la cual cruce el Qhapaq Ñan?
¿Cómo la sortea el camino?
los caminos y los andes
Cuenta Garcilaso que el primer
puente de mimbre fue mandado
a construir sobre el río Apurimac
por el Inca Maita Capac, en el camino real que iba desde el Cusco
a Lima. El objetivo era que sus
tropas pudiesen llegar hasta las
tierras del Kuntisuyu, al poniente
del Cusco. Según el cronista, la
grandeza de la obra causó tal admiración entre algunos pueblos
que éstos se sometieron voluntariamente al Inca.
En Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega.
Biblioteca Ayacucho. Venezuela. 1976, I, pp.
134- 136.
45
Los linderos del Inca
A través de los caminos los gobernantes incas avanzaban en sus conquistas, señalando los límites de sus dominios con mojones o linderos. De acuerdo a Garcilaso estos linderos, que podían ser columnas
o murallas, también eran utilizados para demarcar los espacios productivos ocupados por los diferentes grupos étnicos que formaban
parte del Tawantinsuyu como, por ejemplo, los denominados Reinos
Aimaras.
En la ilustración se observan los amojonadores del Inca
construyendo linderos (Nueva Coronica y Buen Gobierno.
Biblioteca Ayacucho, 1976).
46
capítulo 1
dicen los cronistas
Linderos: una estrategia
de conquista
Mojones o linderos del Qhapaq Ñan en el Alto Loa, a la altura de Lasana.
(Archivo CMN, c.2010).
Demarcador de quebrada en Caspana.
(Archivo CMN, c.2010).
los caminos y los andes
Señalización en el camino en el sector del Alto Loa.
(Archivo CMN, c.2010).
Según el cronista Sarmiento de Gamboa, el emplazamiento de estos linderos dependía directamente de las
órdenes del Inca y respondía a una
planificada estrategia de conquista
tendiente a reforzar su autoridad. Por
ejemplo, el Inca Pachacutec ordenó a
su hermano Capac Yupanqui que en su
campaña hacia Cajamarca, en el norte
del actual Perú, pusiese sus mojones
en la provincia de Yanamayo, más allá
de la cual tenía expresamente prohibido avanzar. Desobedeciendo las órdenes de Pachacutec, Capac Yupanqui
marchó sobre Cajamarca pero, a pesar
de resultar victorioso, no alcanzó a regresar al Cusco para recibir las honras
de su conquista: su hermano, el Inca,
ordenó cortarle la cabeza como una
señal de que su palabra y autoridad no
debían ser jamás contravenidas.
En Historia de los Incas de Pedro Sarmiento de Gamboa. EMECE. Argentina. 1942, pp. 120-123.
47
El Qhapaq Ñan, los chasquis y el correo
Los incas también utilizaron los caminos como el eje de un eficiente
sistema de correos que funcionaba gracias a los chasquis o postillones, veloces corredores que mantenían informado al Inca de todo lo
que sucedía en sus dominios. Dice Guaman Poma, el letrado andino
al que ya nos referimos, que debido a que su labor exigía máxima
confidencialidad, los chasquis tenían que ser hijos de autoridades
locales fieles al Inca y no debían tener ni mujeres ni hijos porque su
trabajo no cesaba ni de día ni de noche.
Otro tipo de mensajeros –relata Garcilaso- eran los kacha, que a
manera de embajadores llevaban personalmente los recados de una
autoridad a otra. Su labor fue fundamental en tiempos de guerra
puesto que el Inca los enviaba a los pueblos que pretendía conquistar para ofrecerles previamente que se sometieran a su mandato en
forma pacífica. De acuerdo a la crónica de Garcilaso, por ejemplo, el
Inca Viracocha envió a los chankas sus mensajeros antes de comenzar la guerra, con el fin de ofrecerles “paz y amistad”.
De acuerdo al testimonio de Garcilaso, el sistema de correos estaba
articulado en función de estaciones o chaskiwasi que albergaban a
cuatro o seis chasquis, dispuestas aproximadamente cada dos kilómetros de distancia la una de la otra (aunque en realidad el número de chasquis y la distancia entre estaciones era variable). Según
este cronista, el sistema funcionaba transmitiendo información
oralmente o por medio de quipus y solo en caso de alzamientos
o rebeliones se utilizaban señales de humo en el día o llamaradas
durante la noche, con el objetivo de que el Inca se enterase rápidamente de lo que sucedía y pudiera así disponer sus ejércitos en un
plazo de dos o tres horas.
48
capítulo 1
Este caracol se denomina pututu y los
chasquis lo utilizaban como trompeta, con
el objetivo de alertar a sus compañeros de
su llegada.(http://flickrhivemind.net/Tags/
shell,strombus/Interesting).
Los chasquis utilizaban un tocado de
plumas blancas que les servía de quitasol y que ayudaba a que los otros
chasquis los distinguieran cuando se
aproximaban a las postas. Aunque el
tocado de la fotografía corresponde a
una miniatura perteneciente a un ajuar
de un santurario de altura, el del chasqui debió lucir muy parecido a este (Archivo cmn).
Las mazas estrelladas o chanpis tuvieron entre seis y ocho puntas. Se
han encontrado varios ejemplares en
tumbas incaicas y, aunque se utilizaban como armas, se cree que también
pudieron representar un símbolo de
poder propio de las autoridades del
Tawantinsuyu (Archivo CMN).
Los incas utilizaban ojotas, un tipo
de calzado característico de los Andes hecho de cuero o fibra vegetal. El
cronista español Cieza de León quedó fascinado por ellas, al punto que
varias veces a lo largo de su crónica
alabó sus virtudes (Archivo cmn).
los caminos y los andes
Según Guamán Poma, los chasquis estaban
constantemente mirando a ambos lados del
camino a la espera de noticias. (Nueva Coronica
y Buen Gobierno. Biblioteca Ayacucho, 1976).
La honda o warak’a continúa siendo utilizado en los Andes, principalmente asociada a
labores pastoriles (Soledad Hoces, 2000).
49
Las andas del Inca, según
Guaman Poma (Nueva Coronica
y Buen Gobierno. Biblioteca
Ayacucho, 1976.)
El Inca como transeúnte
Según los relatos de los cronistas, el Inca en persona acompañaba
a sus ejércitos en sus conquistas convirtiéndose, de este modo, en
el más importante de los usuarios del camino. El carácter sagrado
que revestía su figura transformaba los sitios por donde pasaba en
objeto de culto para las poblaciones locales y, donde quiera que
fuese, era recibido con fiestas y agasajos. Cuentan Garcilaso y Sarmiento que, cuando un Inca anunciaba su visita a algún pueblo, los
caminos cercanos eran adornados con arcos de madera cubiertos
con flores. Dado que estaba prohibido mirarlo a la cara, la gente se
apartaba de los caminos y subía a los cerros cercanos, desde donde
le arrojaban sus cejas y pestañas en señal de adoración. Tal era la
importancia- subraya Garcilaso - que adquirían los lugares por donde pasaba algún Inca que, cuando este moría, la gente se presentaba en ellos llorando y recitando los hechos o favores que le había
hecho a aquella comunidad en vida, cuando se había detenido allí.
Como el Inca era considerado hijo del Sol, es decir divino, en sus
viajes por el Tawantinsuyu se alojaba en dependencias especialmen-
50
te equipadas para recibirlo. Los españoles llamaron a estos recintos casas reales y Garcilaso los describió como suntuosos edificios
ricamente adornados, lujo que despertó la codicia de los primeros
conquistadores. Para contemplar la vastedad y belleza de sus dominios, en tanto, los incas también mandaron a construir miradores
o placetas, emplazados en los lugares con mejor vista del camino
de la sierra.
capítulo 1
relatos de los
protagonistas
Los poderes del Inca
Curso de agua en el sector de Taira. (Archivo CMN).
Vega aledaña al Loa. (Archivo CMN).
“Ahí tiene que haber venido el abuelito Inca desde Cusco, Perú, el abuelito Inca tenía poder, dicen que sembraba y al otro día traía cosechas, si
faltaba agua tenía un bastón y salía
agua de la tierra, tenía poderes, … no,
no le interesaba el oro, sacaba agua,
bueno que hay varias partes donde
hay agua en la tierra”.
Cuaderno de campo Lasana. Diagnóstico de situación del Qhapaq Ñan en Chile. Componente
etnográfico. (GISOC Consultores. 2010, p.12.).
Confluencia Cupo Incahuasi. (Archivo CMN).
los caminos y los andes
51
Los otros transeúntes
El Qhapaq Ñan no solo era transitado por los chasquis o por el Inca,
sino también por otros funcionarios estatales. Es el caso de los visitadores, llamados así por los cronistas, enviados desde el Cusco hacia todo el Tawantinsuyu con el fin de mantener informado al Inca
de los pormenores de cada provincia. Guaman Poma comenta que
cuando los visitadores llegaban, las autoridades locales evitaban
tratar temas muy comprometedores con ellos puesto que tenían el
estigma de mentirosos y aduladores con el Inca.
Por el camino también transitaron los mitimaes, es decir, las poblaciones que cumplían con su mita o turnos de trabajo trasladándose
desde su lugar de origen a un nuevo destino. Seguramente algunos
mitayos formaban parte del ejército, que también se desplazó a
través del camino.
Había hospederías o qorpawasi para alojar a los transeúntes del camino. Dice Garcilaso que estas hospederías funcionaban como albergues que contaban con alimentos, alojamiento y atención para
quienes que se trasladaban por orden de las autoridades incas. Los
qorpawasi funcionaban con el mismo sistema de los depósitos o
los tambos, es decir, eran atendidos por las poblaciones locales las
cuales de esta forma pagaban su tributo al Estado.
52
Según Guaman Poma, el visitador era enviado por todo el “reino” para
fiscalizar el funcionamiento de los depósitos y pesquisar los delitos,
entre otros asuntos. (Nueva Coronica y Buen Gobierno. Biblioteca Ayacucho, 1976).
capítulo 1
relatos de los
protagonistas
La utilidad del camino
“…este camino es igual que la carretera, este llega hasta Arica, por la
cordillera parece que llega también
al Perú, para Ecuador, es un ramal
que no termina nunca parece. Ese
es el camino del Inca. … La gente
de esos tiempos transitaba por ahí,
como no había carretera, la gente
toda andaban a lomo de animales
para Arica, de Arica para acá, de acá
pasaban a Bolivia y más, después ya
comenzaron incluso a traer mineral
de Bolivia a Arica traían mineral parece que traían en barra, pa puerto,
es camino largo dicen, echaban 15
días de Oruro a Arica. ... A Perú llegaban al Cusco …”
Según lo expuesto a lo largo del
capítulo y la información contenida en el recuadro: ¿Quiénes transitaban por el camino en tiempos
incaicos? ¿Y después? ¿Quiénes
lo recorren hoy? ¿Existen algunas
diferencias entre los transeúntes
de antes y los de ahora? ¿Cuáles?
Cuaderno de campo Socoroma. Diagnóstico de
situación del Qhapaq Ñan en Chile. Componente
etnográfico. (GISOC Consultores. 2010, p.5.).
los caminos y los andes
53
1.5.
Los incas y su expansión
al actual norte de Chile
Los testimonios históricos de los cronistas españoles no son del
todo coincidentes sobre el momento de la conquista inca en los
territorios que actualmente constituyen Chile. Una interpretación
bastante divulgada coincide en presentar al gobierno de Inca Pachacutec (aproximadamente hacia mediados del siglo XV) como
el periodo de expansión al Qollasuyu, la provincia meridional del
Tawantinsuyu. Solo a partir de este momento parte importante de lo
que hoy es Chile participó de la esfera de interacción del Imperio.
No obstante, otra versión adjudica a Topa Inca la materialización
de las obras que denotan la presencia inca en el territorio chileno,
como la construcción de una infraestructura vial, puestos de control y la incorporación de nuevos asentamientos.
Según Sarmiento de Gamboa y Juan de Betanzos fue Topa
Inca quien inició la conquista del actual Chile. (Nueva Coronica y Buen Gobierno. Biblioteca Ayacucho, 1976).
54
capítulo 1
dicen los cronistas
La conquista de lo que hoy es Chile
Los cronistas no coincidieron en qué Inca inició la conquista del actual Chile, aunque varias crónicas hicieron
referencia a este hecho. Por ejemplo, Garcilaso en su
relato mencionó que el Inca Viracocha visitó Tarapacá,
mientras Guaman Poma sostenía que su hijo Pachacutec Inca Yupanqui había conquistado Chile. En cambio,
Sarmiento de Gamboa y Juan de Betanzos coincidieron
en adjudicar a Topa Inca la conquista del actual Chile.
Según Sarmiento, Topa Inca había erigido sus linderos
en el río Maule después de enfrentarse con Michimalongo y Tangalongo, dos líderes de lo que actualmente
corresponde a Chile central. En tanto, Juan de Betanzos
relataba que Topa Inca había estado en Atacama, desde
donde había mandado a explorar los caminos que allí
habían. Finalmente, y a diferencia de Betanzos, el anteriormente referido Garcilaso señalaba que la conquista
de Chile había sido iniciada por el Inca Yupanqui, quien
había enviado a sus espías a través del Despoblado para
que le informaran acerca de los territorios que había
más al sur.
Representación de Inca Viracocha de Guaman Poma. Según
Garcilaso este inca visitó Tarapacá. (Nueva Coronica y
Buen Gobierno. Biblioteca Ayacucho, 1976).
los caminos y los andes
55
Putre
Arica
En el Qollasuyu, nombre que recibía la región sur del Imperio de
los incas y que comprendía el actual norte de Chile, aún resta por
definir con mayor certeza los trazados que adoptó el Qhapaq Ñan.
La existencia de variados senderos, algunos de ellos trasandinos,
probablemente construidos y entrelazados en distintos momentos
históricos, dificultan las posibilidades de tener una idea absolutamente clara del recorrido del camino en los tiempos del Inca. Antes
que un único camino, el Qhapaq Ñan era una red vial que integraba
caminos principales y otros secundarios, e incluso algunos aún más
sencillos, como las sendas que conducen a los santuarios de altura.
En Chile el Qhapaq Ñan recorre desde el extremo norte en el límite
con Perú hasta la cuenca del río Cachapoal, abarcando longitudinalmente alrededor de 1800 kilómetros. El camino ingresaba desde
la localidad de Tacna, subiendo a los Altos de Arica y atravesando
sitios arqueológicos próximos a los actuales poblados de Zapahuira
y Socoroma. Posiblemente este camino correspondía al llamado camino de la costa o de los llanos, que desde Cusco unía a los valles
de Arequipa, Moquegua y Tacna. Al mismo tiempo, conectaba rutas
provenientes de Bolivia, utilizando pasos cordilleranos como Chungará–Tambo Quemado, en las cercanías del lago Chungará.
56
Calama
San Pedro
de Atacama
Antofagasta
CHILE
En la imagen se representa el trazado hipotético del Qhapaq Ñan en el
norte de Chile, de acuerdo al mapa base del expediente de candidatura
del camino a la Lista de
Patrimonio Mundial elaborado por el Consejo de
Monumentos Nacionales.
(Adaptación del Mapa
Base del Expediente de
Candidatura del Qhapaq
Ñan. CMN).
El Salvador
Copiapó
capítulo 1
A través de la sierra de Arica, el Qhapaq Ñan seguía en dirección al
sur, paralelo a la Cordillera de los Andes, conectando poblados de
la sierra y puna de las actuales regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá. También se sabe de otro ramal del Qhapaq Ñan emplazado en
tierras bajas, que enlazaba la costas de Arica y las quebradas y oasis
de Tarapacá, aunque este trazado es menos conocido.
Ambas rutas –la de los Altos de Arica y la de los valles bajos de Tarapacá- finalmente convergían en el curso superior del río Loa, en
la actual región de Antofagasta, que constituyó un punto neurálgico
de las rutas de Qhapaq Ñan. Desde aquí, el camino atravesaba territorios ricos en minerales, uniéndose a otra ruta proveniente del
altiplano meridional de Bolivia, en el actual territorio Lípez.
los caminos y los andes
Ya en las proximidades de San Pedro de Atacama, el Qhapaq Ñan
adquiere la forma de un único troncal principal que atraviesa el llamado Despoblado de Atacama, uniendo al Salar de Atacama con el
valle de Copiapó y el actual norte chico de Chile. Sin lugar a dudas,
el desierto de Atacama constituyó un verdadero desafío para la ingeniería vial inca, que debió ajustar el diseño del trazado a las condiciones de un paisaje único, de extremas condiciones de aridez y
altura. La hazaña del Inca en este territorio aparentemente inhóspito se concretó gracias al intercambio sostenido con las poblaciones
locales, cuyos conocimientos ancestrales hicieron posible la travesía
por el desierto más árido del mundo.
57
El Inca en Chile:
¿dominio directo o indirecto?
Los investigadores han discutido desde hace mucho tiempo la dinámica o tipo de dominación que los incas ejercieron en los territorios
del norte de Chile: ¿cómo fueron incorporados?, ¿llegó el Inca directamente a gobernar o lo hizo a través de otro tipo de mecanismos?
Las primeras interpretaciones arqueológicas formuladas en la década de 1970 cuestionaron la presencia directa del Inca en Chile. Su
prueba era la ausencia de abundantes materiales que fueran fieles
a los patrones cusqueños, especialmente del tipo cerámico. Esta situación llevó a los investigadores a proponer que los incas habían
ejercido un dominio indirecto, es decir, por medio de los señoríos
altiplánicos aimaras de la actual Bolivia, que ya tenían una influencia -o abiertamente gobernaban- las poblaciones del norte de Chile.
58
Estos señoríos integraron los territorios del norte de Chile, cuyas
ecologías de sierra, oasis y valles costeros les permitían acceder a
productos ausentes en la puna altiplánica, como el maíz. Al incorporarlos a su Imperio, los incas indirectamente también habrían
anexado las comunidades de la vertiente occidental de los Andes.
Prueba de la unión entre las tradiciones altiplánicas aimaras y la
inca, es la alfarería que se denomina Inca Pacaje y Saxamar, que
recoge características estilísticas de ambas culturas.
Sin embargo, en las décadas siguientes a partir de nuevas excavaciones arqueológicas en los sitios incaicos y del hallazgo de abundante
material cusqueño en ellos, se planteó que la presencia del Inca fue
mucho más intensa. Prueba de ello eran los centros administrativos
y políticos de Zapahuira en los Altos de Arica y de Catarpe en el valle de San Pedro. A diferencia de la explicación anterior, se sostuvo
capítulo 1
¿quieres
saber más?
¿Por qué conquistar el norte de Chile?
Cerámica Inca Saxamar: a la izquierda, plato con cabeza zoomorfa;
y a la dereha, par de escudillas bicromas (Museo Arqueológico San
Miguel de Azapa).
que los incas habían logrado un dominio directo, reorganizando las
formas políticas locales y transformando la economía de los territorios anexados, que debieron responder a las nuevas exigencias y
demandas del Estado.
Otra interpretación ha consensuado ambas posturas. Según esta tercera explicación, las estrategias de expansión y los niveles de control que los incas habrían ejercido sobre las sociedades del norte de
Chile no habrían sido necesariamente iguales en todo momento.
Así, en algunas fases de la expansión o en alguna zona en particular,
los incas establecieron un gobierno más estructurado y territorial,
mientras que en otros solamente intervinieron en parte las organizaciones preexistentes.
los caminos y los andes
No existe consenso respecto a los motivos que
los incas tuvieron para conquistar el actual Chile,
pero una interpretación muy conocida y ampliamente aceptada sostiene que buscaban la energía
humana de las poblaciones andinas, es decir, su
capacidad de trabajo. Esta era, después de todo,
la piedra angular del intercambio recíproco y del
sistema redistributivo que sostenía toda la organización política inca. El interés del Inca, en
consecuencia, eran los hombres y mujeres de los
territorios anexados.
Para el caso del norte de Chile se ha sostenido
que, posiblemente y como valor agregado a esa
energía humana, el Inca pudo haber estado interesado en recursos específicos como, por ejemplo, la actividad metalúrgica. Prueba de ello son
los diversos asentamientos incaicos próximos a
faenas y la existencia de centros mineros incas,
sobre todo en Atacama.
En los valles occidentales del extremo norte de
Chile, en tanto, el interés del Inca respondería al
potencial pesquero y agrícola de dicha zona.
59
¿quieres
saber más?
La cultura material y la interpretación
del pasado
Los arqueólogos interpretan el pasado a partir del
análisis de las evidencias materiales legadas por las
sociedades, como restos cerámicos, tejidos, metales,
etcétera. Cada una de estas evidencias es estudiada en
contexto, es decir, en su relación con los demás elementos hallados en un sitio. Por esta razón, es muy
importante velar por la conservación de los mismos.
La cultura material es el medio latente por el cual diversas culturas han perdurado por cientos de años hasta el presente. En este caso, corresponde al testimonio
palpable de antiguas sociedades vinculadas al sistema
vial andino y son el fruto de su actividad organizada.
La cultura material, como nombre genérico, abarca
decenas –sino cientos- de tipologías y materiales que
pueden ser tanto ecofactos como artefactos. Los ecofactos son elementos naturales u orgánicos, mientras
que los artefactos son elementos hechos o modificados
por la acción humana. En este sentido, cultura material puede ser desde una simple semilla hasta obras
arquitectónicas de gran envergadura, por lo que es un
concepto de amplia variabilidad.
60
En el norte de Chile, gracias a sus cualidades climáticas, algunas evidencias se han conservado excepcionalmente bien. En la costa norte, por ejemplo, se han recuperado delicados textiles como quipus y gorros tipo
fez. También se han encontrado objetos de cerámica y
de metal. De los valles medios y bajos, sobre todo en
Azapa y otros de la costa sur de Arica (Playa Miller),
se ha extraído una buena cantidad de piezas completas. En cambio, en la sierra los materiales muebles se
restringen a fragmentos de cerámica y ecofactos, pero
abundan datos de arquitectura sobre poblados y tambos, la agro-hidráulica representada por los complejos
de andenes, silos para el almacenaje y tramos del camino con características sencillas y también otras muy
elaboradas como empedrados, escalones, desagües y
muros.
capítulo 1
Portabebés, cultura Arica (Awakhuni, Tejiendo
la Historia Andina. Museo Chileno de Arte Pre-
Queros o vasos de madera usados en Arica durante el periodo
Inca. (Museo Arqueológico San
Miguel de Azapa).
colombino, 2006).
Aríbalo.
(Museo Arqueológico
San Miguel de Azapa).
Pequeñas cucharillas de metal cuyos mangos
tienen motivos de animales modelados. (Museo
Arqueológico San Miguel de Azapa).
Gorro tipo fez. (Museo Arqueológico
San Miguel de Azapa).
los caminos y los andes
61
La imagen muestra a un
español maltratando a
un indígena que carga
un pesado baúl sobre la
espalda. (Nueva Coronica y
Buen Gobierno. Biblioteca
Ayacucho, 1976).
1.6.
El Qhapaq Ñan después
del Tawantinsuyu
Con la conquista española toda la organización administrativa del
Estado incaico colapsó, incluyendo el sistema de tributo en trabajo
que mantenía activa la red vial del Imperio. A pesar de que al principio los indígenas siguieron cumpliendo con sus labores de mantención de los tambos y puentes, con el tiempo estos abandonaron sus
antiguas ocupaciones, incorporándose como mano de obra al nuevo
orden económico europeo.
Algunos tambos fueron entregados en arrendamiento o vendidos
a españoles, que los convirtieron en tiendas en donde se compraban y vendían alimentos y productos para los nuevos transeúntes.
La implementación de este sistema convirtió a los tambos en sinónimo de abusos y malos tratos, puesto que muchos indígenas
empobrecidos por la desarticulación del Estado inca, que ya no los
62
capítulo 1
proveía de alimento y techo, comenzaron a tratar de ganarse vida
en los tambos, ofreciéndose a sí mismos como portacargas de los
comerciantes españoles. Los abusos llegaron a tal extremo, que el
gobernador Vaca de Castro dictó en la primera mitad del siglo XVI
una ordenanza que regulaba el funcionamiento de los tambos y caminos, prohibiendo expresamente que los indígenas fuesen utilizados para cargar mercancías. Sin embargo, de acuerdo al cronista
Polo de Ondegardo, los abusos continuaron, en gran medida porque
las mismas autoridades coloniales lucraban con el negocio de los
tambos.
Por otro lado, cuando algún transeúnte robaba y huía sin pagar lo
que había consumido en el tambo, el tendero debía asumir el costo
los caminos y los andes
del robo. Más aún, los españoles mantenían en los tambos un número de indias destinadas a la prostitución, actividad que era ilegal y que se prestaba para más abusos. En definitiva, dice Guaman
Poma, todas las ganancias percibidas por la actividad generada por
el tambo iban a parar a manos de su dueño, sin que los indígenas
recibieran nada a cambio.
Quienes no contaban con el dinero necesario para pagar los servicios de un tambo llevaban sus propios toldos y los instalaban a
la orilla del camino para dormir y descansar. Garcilaso cuenta que
estos transeúntes se entretenían cazando perdices, guanacos o vicuñas, acompañando de esta forma el lento tránsito de sus recuas
por el camino.
63
dicen los cronistas
El comienzo del fin del Tawantinsuyu
¿Qué sucedió con el camino del Inca
en la época colonial?
En el transcurso de los siglos coloniales, el Qhapaq Ñan siguió siendo
utilizado como eje del sistema postal español. De acuerdo al cronista Bernabé Cobo la mayor parte del camino se deterioró producto
de la erosión causada por el tránsito de caballos y el mayor flujo de
personas. También porque los burros, que al igual que los caballos
utilizaban herraduras, reemplazaron a las llamas como animales de
carga. Garcilaso comenta que producto de la falta de mantenimiento, el camino de la costa desapareció casi por completo, a lo que
contribuyó que los españoles utilizaran las vigas que servían para
demarcar el camino como leña para hacer fuego en sus primeras
exploraciones. Finalmente, los puentes de mimbre fueron reemplazados por otros elaborados de cal y canto, más aptos para la circulación de caballos y otras bestias.
64
El Qhapaq Ñan fue el escenario en donde
transcurrieron episodios claves de la historia
de los Andes como, por ejemplo, la captura
del Inca Guascar por la facción de su hermano Atahualpa. Relata Sarmiento que cuando
Francisco Pizarro llegó a los Andes, Guascar y
su hermano luchaban entre sí por el control
del Tawantinsuyu, disputa que favoreció la definitiva consolidación del poder español en la
zona. Guascar fue emboscado por las huestes
de Atahualpa en el camino de Cotabamba, al
este del Cusco, para ser posteriormente ejecutado, junto con toda su descendencia. Más
tarde Atahualpa, a su vez, sería ejecutado por
Pizarro.
En Historia de los Incas de Pedro Sarmiento de Gamboa.
EMECE. Argentina. 1942, pp. 174-178.
capítulo 1
La prisión de Guascar Inca por Quisquis
y Chalcochima, principales de Atahualpa.
(Nueva Coronica y Buen Gobierno. Biblioteca
Ayacucho, 1976).
los caminos y los andes
65
El regreso del Inca
Aunque la conquista española puso fin al Tawantinsuyu, en los Andes pervivió por muchos siglos el recuerdo del Inca. La mayoría
de las veces su figura se asoció a una época de bienestar y justicia,
tendencia que se conoce con el nombre de mesianismo andino.
Independientemente de que los tiempos del Inca hubieran sido de
bonanza, esta forma de recordar el pasado suele interpretarse como
una reacción frente a tiempos de abusos e injusticias. En el caso
andino, el anhelo por un futuro libre de atropellos ha sido una constante tanto en tiempos coloniales como republicanos.
Un ejemplo de cómo el recuerdo de los incas siguió latente entre las
poblaciones andinas coloniales fue la rebelión de Tupac Amaru, protagonizada por José Gabriel Condorcanqui a fines del siglo XVIII.
Condorcanqui era un acaudalado cacique de la región de Cusco que,
abogando ser descendiente de los incas, se autoproclamó como Túpac Amaru II, tomando el nombre del último Inca que en el siglo
XVI había resistido la invasión europea.
66
Entre las consignas de la rebelión una de las más recurrentes fue
“Viva el rey, muera el mal gobierno”, lema que hace alusión al rey de
España, por un lado, y a los excesos que las autoridades españolas
ejercían sobre los indígenas, por otro. El impacto de la insurrección
fue tal que se propagó rápidamente por todos los Andes, llegando
hasta los corregimientos de Arica, Tarapacá y Atacama. En Atacama,
por ejemplo, la rebelión fue liderada por Tomas Paniri, originario
del pueblo de Ayquina.
Con la derrota de la gran rebelión de Tupac Amaru II, los españoles
iniciaron una política orientada a desterrar de la memoria andina
el recuerdo de los incas. Toda alusión al Tawantinsuyu podía incitar a
una insurrección, de modo que se prohibió todo tipo de vestimentas, imágenes o representaciones que evocaran su tiempo. Incluso
se prohibió la circulación de los Comentarios Reales de Garcilaso de la
Vega, puesto que su autor era descendiente de la nobleza incaica y en
su obra abundaban las alabanzas para el gobierno de sus ancestros.
capítulo 1
relatos de los
protagonistas
El Inca no pudo volver
“Cuando apresaron al Inca para matarlo, él se encontraba en compañía
de dos o tres mujeres a quienes encomienda que recojan y cuiden su sangre, les pide que la tapen hasta que
su cuerpo se vuelva a formar. Cuando
decidieron degollarlo ellas recogieron
la sangre en un jarro de greda y lo tapan, pero … las mujeres se pusieron
curiosas y lo destaparon antes de los
nueve meses, en la sangre ya se había
formado un cuerpito y que al contacto con la luz o el aire se quemó. De
otro modo hubiese renacido el Inca.
El Inca había dicho que nacería de
nuevo, de su propia sangre”.
Relee el texto del recuadro
“Relatos de los protagonistas”:
¿Conoces algún relato similar a
este? ¿Cuál? ¿Por qué otros motivos el Inca no volvió a restaurar el
orden incaico?
Cuaderno de Campo Toconce, Diagnóstico de
Situación del Qhapaq Ñan en Chile. Componente
Etnográfico (GISOC Consultores. 2010, p.2.).
los caminos y los andes
67
observa la
fotografía
y reflexiona:
¿Conoces este camino?
¿Has transitado por él?
¿Cuándo?
¿Con qué nombre se
conoce este camino en
tu comunidad? ¿Sabías
que corresponde a parte del Qhapaq Ñan o Camino del Inca?
Camino empedrado de tecnología inca en Socoroma (Archivo
CMN, c.2010).
68
capítulo 2
capítulo
2.
El Qhapaq Ñan y la expansión
Inca en la región de
Arica y Parinacota
En este capítulo conocerás el legado
material y cultural que distingue al
Qhapaq Ñan en la Región de Arica y Parinacota. Además, aprenderás sobre las
poblaciones que habitaron esta zona
antes de los incas y cómo la influencia
del Tawantinsuyu generó importantes
transformaciones en ellas. Asimismo,
descubrirás el valor histórico y arqueológico del tambo y las qolqas de
Zapahuira y, sobre todo, la relevancia
política y administrativa que este asentamiento tuvo para los incas y para las
comunidades locales.
el qhapaq ñan y la expansión inca en la región de arica y parinacota
69
N
LAGO
TITICACA
VALLES
OCCIDENTALES
Arica
2.1.
El escenario geográfico-cultural
La región se caracteriza por albergar en los apenas 100 ó 150 kilómetros que median entre la cordillera de los Andes y las aguas
del Pacífico, una impresionante variabilidad climática con al menos
tres zonas ecológicas diferenciadas, que reciben también el nombre
de pisos ecológicos o climáticos: la costa, y los valles costeros, la
sierra o precordillera y la puna o altiplano. Cada piso ecológico posee condiciones ambientales particulares (temperatura, humedad y
altitud, entre otras) y una fauna y vegetación únicas, las que han
posibilitado el desarrollo de actividades productivas específicas. En
consecuencia, cada piso cuenta con sus propios recursos, ya sea,
ganaderos, agrícolas, pesqueros o mineros.
70
Iquique
ÁREA CENTRO-SUR ANDINA
L
os arqueólogos han clasificado a los Andes en varias zonas o
áreas culturales, de acuerdo a su diversidad ecológica y a su tradición cultural. La actual Región de Arica y Parinacota pertenece a
la subárea valles occidentales de los Andes Centro Sur, emplazada
entre el océano Pacífico y las cumbres y volcanes de más de seis mil
metros de la vertiente occidental de los Andes.
CIRCUMTITICACA VALLUNA
ALTIPLANO
MERIDIONAL
Río Loa
SALAR DE ATACAMA
Antofagasta
CIRCUMPUNEÑA
Taltal
Conscientes de las distintas potencialidades y los límites de cada
piso ecológico, las sociedades andinas y de la costa han generado, a
través de los siglos, un enorme conocimiento del medio ambiente
que las rodea, saber que se denomina actualmente etnoecología.
capítulo 2
Cerro Taapacá. (Soledad González, 2009).
Poblado de Socoroma en la sierra de Arica.
(Tomás Sepúlveda, 2012).
CERRO
TAAPACÁ
CORDILLERA
DE LOS ANDES
SIERRA O
PRECORDILLERA
VALLES
COSTEROS
Arica
5.775
ALTIPLANO
Lago Chungará
4.517
Quebrada de Lluta
Océano Pacífico
Corte longitudinal a la altura de la quebrada de Lluta, región de Arica y Parinacota.
el qhapaq ñan y la expansión inca en la región de arica y parinacota
71
¿quieres
saber más?
La complementariedad ecológica
En los diferentes pisos ecológicos de los Andes
existen recursos pesqueros, agrícolas, ganaderos y mineros exclusivos. Por esta razón, los
pueblos andinos del pasado recurrieron a distintas estrategias para acceder a la heterogénea
y discontinua distribución de recursos productivos en la región. Una de estas estrategias fue
la denominada complementariedad ecológica.
Esta práctica podía cambiar con el tiempo,
combinarse con otras actividades y ajustarse a
la organización política y a las necesidades de
cada grupo.
En los Andes, uno de los mecanismos de complementariedad ecológica más utilizado fue el
archipiélago vertical. A través de él, los diferentes grupos étnicos se esforzaron por controlar
simultáneamente un máximo de pisos o nichos
ecológicos, aprovechando los recursos existentes sin depender de otros grupos. Las principales autoridades y el grueso de la población
de estos grupos étnicos se concentraron en los
72
núcleos de poder, desde donde eran enviados colonos permanentes hacia los territorios más periféricos, con el objetivo de controlar el acceso a
los recursos más alejados.
Aunque vivían lejos de sus lugares de origen, incluso en zonas donde compartían con otros grupos étnicos, los colonos no dejaban de reconocer
su pertenencia a su grupo social, manteniendo los
derechos y obligaciones que les correspondían en
sus comunidades de origen. En este sentido, las
colonias habrían funcionado como verdaderas
islas étnicas, de ahí el nombre de “archipiélago”
con que el etnohistoriador John Murra -quien se
dedicó al estudio del mundo andino en la segunda mitad del siglo XX- graficó este modelo.
Esta estrategia de control y acceso directo a los
recursos que caracteriza a los sistemas económicos andinos fue ampliado a escala continental
por el Estado inca, junto con otros mecanismos
de integración y distribución de la producción.
capítulo 2
¿En qué piso ecológico se localiza
tu comunidad? ¿Qué actividad
productiva se desarrolla allí? ¿Desde
cuándo? ¿Antes, en tiempos de tus
padres o abuelos, se desarrollaba igual
que ahora? ¿Por qué? ¿Tienes acceso
a productos que provienen de otros
pisos ecológicos?
Guanacos, especie silvestre de camélido, en el altiplano de Arica.
(Soledad González, 2009).
Plantación de maíz en Zapahuira, en la sierra de Arica.
(Soledad González, 2009).
el qhapaq ñan y la expansión inca en la región de arica y parinacota
73
N
COLLA
Titi
caca
LUPAQA
PACAJE
2.2.
Los señoríos aimaras
SORA
D
urante la época pre-incaica existían en la banda oeste y al sur
del lago Titicaca varios reinos altiplánicos o señoríos aimaras,
que extendieron sus dominios hacia las regiones contiguas de Arica
y Parinacota y Tarapacá, así como también hacia los valles del extremo sur del Perú. Se denominaban así porque se localizaban en el
actual altiplano boliviano y porque correspondían a agrupaciones
aimara parlante (es decir, de habla aimara). Por señorío entendemos
una sociedad gobernada por uno o más jefes principales, de quienes
dependían una sucesión de señores o caciques de menor rango.
Los reinos vinculados a la zona de Arica fueron el Lupaqa, el Pacaje
y el Caranga quienes, al tanto de las potencialidades productivas de
cada piso ecológico de la vertiente occidental de los Andes, buscaron
maneras de obtener productos de la sierra, los valles y la costa. Por
ejemplo, los lupaqas, un grupo cuyas cabeceras políticas se encontraban próximas al lago Titicaca, intentaron acceder directamente
al litoral del Pacífico para obtener productos marinos, y también a
los fértiles valles costeros como Lluta o a zonas cocaleras al este de
La Paz. Esto significaba recorrer largas distancias para transportar
recursos que se encontraban a varios días de camino.
74
Arica
Belén
CHARCA
CARANGA
Poopó
QUILL
ACA
CARACARA
En la imagen se representan, esquemáticamente, los señoríos aimaras según
la historiadora Thérèse Bouysse Cassagne. (Adaptado de La identidad aymara:
aproximación histórica (Siglo XV, siglo XVI), 1987).
capítulo 2
Chuspa, Cultura Arica. (Awhakuni, Tejiendo la Historia Andina. Museo Chileno de
Arte Precolombino, 2006).
Chuspa con borlas, Cultura Arica.
(Awhakuni, Tejiendo la Historia Andina.
Museo Chileno de Arte Precolombino,
2006).
Cerámica San Miguel, característica de una de las
fases de la Cultura Arica. (Arica, Diez mil Años. Museo Chileno de Arte Precolombino, 1981).
La documentación colonial menciona también que en el siglo XVI,
las cabeceras de valles de la sierra de la región de Arica y Parinacota
eran controladas por los carangas, cuyas autoridades reclamaron en
1612 sus derechos sobre población radicada en lo que corresponde al
actual pueblo de Belén.
Aparte de los reinos altiplánicos existía en la región una población
local que poseía tradiciones culturales propias que la distinguían de
las altiplánicas o aimaras. Esta diferencia se reflejaba en las formas
y estilos decorativos de los objetos de cerámica, la iconografía de
sus textiles, las formas de sus asentamientos y sus ritos funerarios.
el qhapaq ñan y la expansión inca en la región de arica y parinacota
En la sierra de Arica, por ejemplo, habitaba un grupo cultural que
se ha identificado por su cerámica como Charcollo. Mientras, los
grupos que habitaban la costa y los valles han sido identificados
como Cultura Arica.
La coexistencia de varias sociedades o grupos étnicos que poseían
su propia organización social y cultural en Arica y Parinacota se
denomina multietnicidad. Estos grupos mantenían relaciones de
colaboración, integración política y de intercambio, pero también
de competencia y antagonismo.
75
relatos de los
protagonistas
Chapicollo y los gentiles
Pucará de Chapicollo. (Marcela Sepúlveda).
La tensión entre diferentes grupos se reflejó en la construcción de
pucarás, aldeas que cumplieron funciones defensivas y que se localizaban en sectores estratégicos de alta visibilidad sobre cumbres de
cerros. Un ejemplo de estos asentamientos es el Pucará de Chapicollo, ubicado al norte de la pampa de Zapahuira, un área representativa del Qhapaq Ñan en la región de Arica y Parinacota.
Desde el punto de vista de los arqueólogos, este período corresponde al Intermedio Tardío, vale decir, a aquella época en que las
poblaciones locales de Arica no estaban bajo la influencia política o
económica de ningún Estado centralizado como Tiwanaku o los incas.
“Allá hay hartos gentiles, hay corralones, hay
tantas cosas oiga, tantas cosas y usted sube, yo
tenía como cinco, siete años yo subía en ese cerro, subía por jugar, subía con otras chiquillas
más, en ese pueblo, ese tiempo habían como,
a ver, la familia los Mamani, eran tres familia
Mamani, tres, y familia Maldonado éramos uno,
seríamos cuatro, los Humire seríamos cinco, los
Cutipa seríamos seis familias habían y todos con
seis, siete chiquillos, imagínese como era en esos
tiempos, ahora no hay nadie, entonces subía yo
con tres chiquillas arriba, eran de las misma Socoroma. … mi mamá que me retaba “pa” dónde
fuiste tanto rato” “fui a Chapicollo” “qué fuiste
para allá y qué trajiste de allá” “traje estas cositas mire que lindas, qué preciosas” “unas joyitas
de barro” “anda a dejarlos allá mismo” “ah yo
no voy me da miedo” “ah ahora tienes miedo, ya
vaya a botar eso, mucho más lejos, porque eso
tiene contagio” decía mi mamá, no lo recibía”.
Cuaderno de campo Zapahuira, Diagnóstico de situación del
Qhapaq Ñan en Chile. Componente etnográfico. GISOC Consultores. 2010, p.9.
76
capítulo 2
relatos de los
protagonistas
La vida en las alturas
“…en ese tiempo parece que era muy lluvioso, la gente vivía más en los altos, al frente también hay ruinas, nunca están acá, en
una parte plana, no sé si en esos años llovería mucho, vivir así en los altos, encima
de los cerros, acá también de este cerro pa´l
frente –señalando el cerro Chatiza- también
hay unas ruinas en toda la punta arriba, ahí
vivían, quién sabe como vivían … este son
unos corrales no más, no se puede identificar donde dormían. No se sabe de qué vivían
ellos, en cambio como nosotros que vivimos
de la agricultura, pero parece que no se justifica de qué vivían, como para llevar el agua
tan arriba, del río pa arriba de estas quebradas, había unas ruinas arriba… ”
De acuerdo a los relatos arqueológicos
históricos y de los pobladores actuales: ¿Por
qué razón la gente vivía en lugares altos en
épocas pasadas? ¿Has oído otras historias
que den cuenta de las razones que tuvieron
los antiguos para construir sus casas en las
alturas? ¿Cómo te imaginas “la vida en las
alturas” en el pasado?
De acuerdo al relato “Chapicollo y los gentiles”:
¿Quiénes son los gentiles? ¿Has oído alguna vez
un relato sobre ellos? ¿Ese relato también está
asociado, como el del recuadro, a algún sitio
arqueológico? ¿A cuál?
Cuaderno de campo Socoroma, Diagnóstico de situación del Qhapaq Ñan en Chile. Componente etnográfico.
GISOC Consultores. 2010, p.4.
el qhapaq ñan y la expansión inca en la región de arica y parinacota
77
2.3.
La expansión inca en la región de
Arica y Parinacota
L
os registros de ciertos rasgos arqueológicos, arquitectónicos y del
diseño y las formas de material cerámico que datan de la época
incaica en la zona demuestran que el dominio del Tawantinsuyu se
desplegó en todo el territorio, desde la costa hasta el altiplano. Los
niveles de control y el efecto de la expansión del Estado inca sobre
las poblaciones conquistadas o integradas al sistema dependieron
de distintos factores como, por ejemplo, el interés y la necesidad
del Estado por controlar ciertos territorios, así como también la capacidad y la flexibilidad de la organización social de las poblaciones
locales y su reacción frente a las demandas del Inca.
Aparentemente, el Estado inca en la región de Arica y Parinacota
no requirió del uso de su ejército conquistador: se estima que las
poblaciones de la región interactuaron con las nuevas autoridades
sin mediar enfrentamientos violentos de gran escala como los observados y registrados -por ejemplo- en el valle del Mantaro, en el
actual Perú, con los Huancas, históricos enemigos de los incas. Sin
embargo, dado que el Estado reorganizó la producción y redistribución de las potencialidades económicas que manejaban las poblaciones locales en cada piso ecológico, existen ciertos antecedentes
-condiciones de salud, de trabajo, dieta alimenticia, entre otrosque indican que el control del Estado en la zona alteró sus formas
tradicionales de vida.
dicen los cronistas
Noticias del reino de Chili
Garcilaso de la Vega relata que cuando el Inca
Viracocha salió a recorrer sus dominios y llegó al Qollasuyu visitó Tarapacá, que posteriormente formó parte de una región administrativa colonial denominada Charcas. Estando
allí, llegaron embajadores del pueblo Tucma,
que los españoles denominaron “tucumanes”,
quienes le informaron a Viracocha de la existencia de un lejano reino poblado de mucha
gente llamado Chili, ubicado al sur poniente
de sus territorios. La noticia de este reino la
habían recibido de sus padres y abuelos, pero
no tenían contacto con ellos porque la gran
cordillera nevada los separaba. Celosamente, el
Inca Viracocha mandó a guardar memoria de
esta información con el objetivo de concretar,
a futuro, la conquista del reino de Chili.
En Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega. Biblioteca Ayacucho. Venezuela. 1976, I, pp. 265- 266.
En la costa, los incas se concentraron en la explotación de recursos
78
capítulo 2
Unku inca
(Museo San Miguel de Azapa).
como el guano y el pescado seco. Entre los asentamientos de época
incaica en el litoral destacan la desembocadura de Camarones y
el cementerio de Playa Miller, ubicados a pocos kilómetros al sur
de Arica. En este último sitio se encontró un enorme quipu, aquel
instrumento de registro mencionado a propósito de las qolqas o
depósitos estatales en el capítulo anterior.
Los incas también se interesaron en los valles de la región. Una
prueba de la importante ocupación del Estado en el valle de Lluta
es el sitio Molle Pampa, en donde se encontraron fragmentos de
un quipu en el que seguramente se llevaba la cuenta de los censos y
tributos de la población sujeta al Inca en la zona de Arica. En el valle de Azapa, en tanto, se encuentra el poblado, cementerio y cerro
sagrado con geoglifos de Alto Ramírez, mientras que en la cabecera
del mismo valle, en el sector denominado Livilcar, destaca el sitio
arqueológico de Pubrisa. En este lugar, el Estado cusqueño levantó
varias estructuras monumentales, entre ellas una kallanka, especie
el qhapaq ñan y la expansión inca en la región de arica y parinacota
Los incas aprovecharon los
recursos de cada piso ecológico
que conquistaban. ¿Qué producto crees que explotaron en tu
localidad? ¿Por qué? ¿Si hubieras
vivido en aquella época habrías aceptado la integración al
sistema incaico? ¿Qué posición
habrías adoptado?
de galpón destinado al alojamiento de un gran número de personas,
como por ejemplo, el ejército. Aquí los incas también construyeron
un usnu o plataforma de uso ceremonial. Pubrisa constituyó, probablemente, un centro administrativo importante para la zona, que
pudo haber contado con representantes administrativos del Inca.
Más al sur, en el valle de Camarones, destaca el sitio Hacienda de
Camarones, ligado a la explotación de minas de cobre y plata.
En contraste, en las tierras altas de la sierra y puna de Arica y Parinacota, hubo una mayor inversión en obras civiles ligadas a la
gestión del Estado cusqueño en la región. Se trata de complejos
arquitectónicos de escala menor y acordes a las condiciones locales
como, por ejemplo, los tambos de Zapahuira, Chungará, Pisarata,
Ancara y Collahuasi; o de usnus como el de Saguara y Molle Pampa.
79
2.4.
El Complejo Zapahuira: tambo y qolqas
P
ara las sociedades indígenas prehispánicas, y particularmente
para los gobernantes incas, Zapahuira era una zona de vital importancia. Ubicada entre la Cordillera de los Andes y la sierra de
Huaylillas, Zapahuira fue un puente natural que conectaba las tierras altas de la montaña andina y los valles costeros. Aprovechando
su posición estratégica, los incas convirtieron Zapahuira en un centro administrativo de primer orden, por medio del cual controlaron
las comunicaciones y la producción tanto del altiplano como de los
valles bajos de Lluta y Azapa.
El Complejo arqueológico está integrado por varios conjuntos de
edificios, asentamientos y expresiones materiales no solo de la época incaica, sino también de períodos anteriores. En primer lugar,
por ejemplo, del período de los señoríos regionales o altiplánicos
data un conjunto de chullpas, que localmente corresponden a pequeñas torres funerarias, construidas con bloques de barro, estructuras de madera y algunas piedras. Estas, posiblemente, estuvieron
destinadas a difuntos importantes como es el caso de las a