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SOMOS SUR, WE ARE FRONTERA

2017, Border Without a Wall

BORDER WITHOUT A WALL UNIVERSITY OF TEXAS AT AUSTIN 29 STUDIO PROJECTS 1 WALL IS NOT THE ANSWER FERNANDO LUIZ LARA, PhD. ASSOCIATE PROFESSOR OF ARCHITECTURE UNIVERSITY OF TEXAS AT AUSTIN 9 SOMOS SUR, WE ARE FRONTERA DIANA MALDONADO FLORES PROFESSOR OF ARCHITECTURE AUTONOMOUS UNIVERSITY OF NUEVO LEÓN Lara, Fernando & Maldonado, Diana (editors). Ashley Chung book designer. Border Without Wall / Frontera Sin Muro, 2017, 209 pp. Austin: Nhamerica Press, 2017. ISBN: 978-1-946070-11-1 1.Architecture. 2.USA-Mexico Border. 3. Urban Design. 4.Landscape Design. 5. The Americas. 6. Immigration 4 15 STUDIO DOMESTIC WALLS SCHOLAR SEMINARS DRADELS REVIEWS SOMOS SUR, WE ARE FRONTERA Diana Maldonado, PhD.¹ Fernando Luiz Lara, PhD. Universidad Autónoma de Nuevo León Profesora-Investigadora, Profesor Asociado de Arquitectura, Universidad de Tejas en Austin Cuando se nace y se vive en el lado sur del margen, la frontera es parte de la vida cotidiana y representa la condición de ser; en alguno de sus discursos Orhan Pamuk, habla de vivir en el margen, de identidad, de territorios y de fronteras. A la pregunta común ¿Por qué escribe? Pamuk responde sin titubear: “... Escribo porque estoy enojado con todos ustedes, enojado con todo el mundo... Escribo porque quiero que los demás, que todos nosotros, el mundo entero, sepa qué tipo de vida hemos vivido y seguimos viviendo en Estambul, en Turquía... “² Señala que las personas que están “afuera”, las que habitan la frontera, tienen que ser capaces de encontrar un mundo más allá del sentimiento de estar excluidos. En cuanto a la discusión entre oriente y occidente, es decir norte y sur, Pamuk señala que el tema de la vergüenza está siempre presente, y añade que sus novelas están hechas a partir de esa vergüenza silenciosa: “Aquí estamos, llamando a la puerta, y pidiendo entrar, llenos de grandes esperanzas y buenas intenciones, pero también sintiéndonos ansiosos y temerosos por el rechazo... “³ Lo interesante es que para Orhan Pamuk, al compartir las “vergüenzas secretas”, nosotros, los que habitamos las fronteras, los que estamos esperando que la puerta se abra y el muro caiga, podemos, de cierta forma, liberarnos. La idea de frontera está relacionada con muros físicos y virtuales. Jordi Borja explica que las ciudades nacieron y se desarrollaron para el intercambio cultural, ya que fueron concebidas como lugares donde diferentes personas podrían coexistir pacíficamente;4 por lo tanto, las murallas de las primeras ciudades se utilizaron como defensa del territorio contra enemigos externos, pero también como creadoras de espacio público y zonas de encuentro.5 Hoy en día las circunstancias son distintas, los muros y otros límites urbanos sirven al “poder” para legitimar su hegemonía. El Muro de Berlín fue utilizado para mantener un régimen dictatorial; el límite entre Israel y la región de Gaza, para proteger a la población judía de expansión del territorio; el muro fronterizo entre México y Estados Unidos es más de lo mismo: los muros se utilizan como una forma sofisticada y cruel de explotación. Acerca de la Frontera México-Estados Unidos, Michael Dear escribió Why Walls Won’t Work donde propone dos conceptos principales: la Tercera Nación (antes de la construcción del muro) y La Tercera Nación de la Mente, con la intención de reparar la división entre los dos países. La idea de la Tercera Nación se construye a partir de las tradiciones locales, y está anclada a la frontera entre dos nacionesestado, “la propuesta abarca la nacionalidad, la identidad, el territorio y la práctica”.6 Dear explica que “aquí”, la nación representa una comunidad donde las personas se identifican al compartir historia, territorio y tradiciones culturales. El autor reconoce que el intercambio entre los dos lados de la frontera no siempre es en el sentido que inspira la Tercera Nación, ya que el tráfico de drogas, armas y personas es real.7 El concepto de la Tercera Nación es, de hecho, un esfuerzo por definir la identidad de los habitantes de la frontera México- Estados Unidos, se basa en la idea de “identidades cambiantes”, y representa una perspectiva optimista y pensada desde del norte. Siguiendo el orden socioeconómico mundial, América Latina podría definirse como frontera: Sur-América versus EE.UU.- Canadá; Sur-América versus Europa. No es oriente, ni occidente puro, es el nuevo mundo “híbrido” que se encuentra “al sur de la frontera, al oeste del sol”. Siempre viviendo bajo crisis económicas, los “sureños” representan el “tsunami” que rompe en el norte de México, en la última frontera latinoamericana. Cuando se habla de límites entre los países, sólo se consideran las ciudades adyacentes al margen; en el caso de lado sur de la frontera México- EE.UU., se refiere a 23 ciudades fronterizas; de acuerdo con el número de habitantes y su ubicación geográfica las más importantes son: Tijuana (localizada al oeste de la franja, con una población de 1.456.613 habitantes, incluyendo Tecate y Rosarito), Ciudad Juárez (ubicada en el centro de la frontera, con una población de 2.700.000 habitantes), y Reynosa (anclada en el este del límite, con una población 608.000 habitantes). Más allá de esta forma convencional de pensar las fronteras, existe la ciudad de Los Angeles, California, ubicada en el lado noroeste de la franja-frontera; el área metropolitana de Los Angeles alberga una población de 18 millones de habitantes; alrededor de 6 9 SOMOS SUR, WE ARE FRONTERA Diana Maldonado, PhD.¹ Fernando Luiz Lara, PhD. Professor-Researcher, Autonomous University of Nuevo León Associate Professor of Architecture, University of Texas at Austin For those of us born and raised on the south side of the margin, the border is part of everyday life and represents the condition of being. In one of his speeches Orhan Pamuk talks about of living in the margin of identity, of territories and of borders. To the common question Why write? Pamuk responds without hesitation: “... I write because I am angry with all of you, angry with everyone ... I write because I want others, all of us, the whole world, know what kind of life we have lived and we continue to live in Istanbul, in Turkey...“² He points out that people who are “outside”, those who inhabit the borders, have to be able to find a world beyond the feeling of being excluded. As for the discussion between east and west, i.e. north and south, Pamuk points out that the subject of shame is always present, and adds that his novels are made from that silent shame: “Here we are, knocking on the door and asking permission to enter, full of great hopes and good intentions, but also feeling anxious and fearful by the rejection...“³ The interesting thing is that for Orhan Pamuk the act of sharing the “secret shame” can, in a certain way, free us we, those who inhabit the borders, those who are waiting for the door to open and the wall to fall. The idea of border is related to physical and virtual walls. Jordi Borja explains that cities were born and developed for cultural exchange, as they were conceived as places where different people could coexist peacefully;4 therefore, the walls of the first cities were used as defense of the territory against external enemies, but also as enablers of public space and zones of encounter.5 Nowadays the circumstances are different, the walls and other urban limits serve the “power” to legitimize its hegemony. The Berlin Wall was used to maintain a dictatorial regime; the boundary between Israel and the Gaza region, to protect the Jewish population in their expanded territory; the border wall between Mexico and the United States is more of the same: the walls are used as a sophisticated and cruel form of exploitation. About the US-Mexico Border, Michael Dear wrote Why Walls Will Not Work proposing two main concepts: the Third Nation (before the construction of the wall) and The Third Nation of the Mind, with the intention of repairing the division between the two countries. The idea of the Third Nation is constructed from local traditions, and is anchored to the border between two nation-states, “covering nationality, identity, territory and practice.”6 Dear explains that “here” , the nation represents a community that people identify by sharing history, territory and cultural traditions. The author acknowledges that the exchange between the two sides of the border is not always in the sense that the Third Nation inspires, since the smuggling of drugs, arms, and people is real.7 The concept of the Third Nation is, in fact, an effort to define the identity of the inhabitants of the US-Mexico border, based on the idea of “changing identities”, and representing an optimistic perspective thought from the north. Following the global socio-economic order, Latin America could be defined as a border: South-America versus USA-Canada; South America versus Europe. It is not East, nor pure West, it is the new “hybrid” world that is “south of the border, west of the sun.” Always living under economic crises, the “southerners” represent the “tsunami” that breaks in northern Mexico, the last Latin American frontier. When speaking of boundaries between countries, only cities adjacent to the margin are considered; in the case of the south side of the US-Mexico border it means 23 cities. According to the number of inhabitants and their geographical location the most important are: Tijuana (located to the west of the strip, with a population of 1,456,613 inhabitants, including Tecate and Rosarito), Ciudad Juárez (located in the center of the border , with a population of 2,700,000 inhabitants), and Reynosa (anchored in the east of the border, with a population of 608,000). Beyond this conventional way of thinking borders, there is the city of Los Angeles, California, located on the northwest side of the border-strip. The Los Angeles metropolitan area has a population of 18 million; about 6 million of those “angelinos” are Mexicans. Thus, on the southeast side of the border there is Monterrey with approximately 5 million inhabitants distributed among 10 millones de “angelinos” son mexicanos. Así, en el lado sureste de la frontera existe Monterrey con aproximadamente 5 millones de habitantes distribuidos entre 11 municipios que conforman el área metropolitana de esta ciudad. En un sentido amplio, la frontera es la zona exterior, un territorio con límites no definidos, y no sólo algunos puntos a lo largo del margen. La historia dice que hubo manifestaciones de la ciudad-Estado en el altiplano de México, en la región conocida como Mesoamérica; el nombre de Mesoamérica fue dado por Paul Kirchhoff para identificar el área cultural localizada de la mitad sur de México hasta Centroamérica. En palabras de Kirchhoff, el borde norte de Mesoamérica colindaba con tribus nómadas de cultura inferior, formadas por recolectores y cazadores8, algunos estudiosos llaman a esta zona Aridoamérica; la región fue ocupada por Chichimecas, un grupo indígena guerrero también llamado grupo de “bárbaros” o “salvajes”.9 Desde una perspectiva nacional, Aridoamérica siempre ha sido considerada frontera, la zona excluida. Actualmente, Aridoamérica incluye los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, entre otros; esos estados representan la región del lado sur del borde. Las divisiones políticas (fronteras) tienen dos lados: norte y sur; más allá de la referencia geográfica, el norte se identifica como el área de la riqueza, la tierra natal de los países desarrollados, la ciudadela mundial; mientras que el lado sur es la zona pobre donde el desarrollo representa la “tierra prometida”. El anhelo, el deseo, la aspiración son características que constituyen el perfil de la frontera sur; la línea límite puede ser penetrable, el ensayo del cruce forma parte de la vida cotidiana, y la transferencia de los límites es la estrategia para sobrevivir. Etimológicamente, la palabra frontera se deriva del latín bordatura, que significa terminación, pero también movimientos imperceptibles y constantes. Así, si en Lo Angeles viven casi 9 millones de latinoamericanos, cada uno de ellos es frontera-sur, en el norte. A partir de las ideas de bell hooks relacionadas con centro, periferia y márgenes podría ser posible comprender el “lado sur” de la frontera, y su relación con la construcción de identidades “diferentes”. En Yearning, bell hooks habla de los márgenes como lugares concretos donde “la posibilidad” permite nuevas formas de interacción; la autora considera que en la frontera se vive el presente como futuro y viceversa, por lo que se constituye en el lugar de la resistencia; sólo ahí es posible la construcción y práctica del “doble cruce” entre binarios convencionales: “Al vivir como lo hacemos -en el margen- desarrollamos una manera particular de ver la realidad. Miramos tanto de afuera hacia adentro como de adentro hacia afuera. Nuestra atención está en el centro, pero también en la periferia. Entendemos bien ambos lados”. Desde esta posición “descentrada”, bell hooks enlaza identidad y subjetividad para definir el Black Feminism, y desde allí reconstruir el Blackness.10 El norte de México es el lado sur de una frontera poderosa; representa una posición “descentrada” y por lo tanto pieza clave para la reconstrucción de la “Latinoamericanidad”. Durante el período de elección presidencial de Estados Unidos de América el tema de la frontera física con México volvió a estar sobre la mesa de las discusiones. La propuesta del Taller conjunto entre The University of Texas at Austin, School of Architecture, y la Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Arquitectura partió de una premisa general: pensar espacialmente una franja frontera para el libre tránsito de las personas. El equipo del lado sur estuvo conformado por cinco líderes de grupo que atendieron a más de 300 estudiantes, los cursos fueron talleres de diseño, urbanismo y teoría.11 Así, desde una posición descentrada, se dibujaron mapas de flujos para entender la configuración política de la frontera; se propuso un plan maestro flexible y el rescate de los ríos frontera como amortiguadores ecológicos/espacio público, además se desarrollaron proyectos de re-densificación para asentamientos frontera a partir del derecho al territorio; y ejercicios alternativos como ciclo de cine, selección de música, desarrollo de cuentos, poemas, videos y simulaciones como ensayo de intervención; todas las actividades partieron de la afirmación “I am Frontera”. Por un semestre las visiones norte y sur construyeron una estructura de diálogo, basada en el reconocimiento del derecho del “otro” a ser diferente. Así, un grupo de estudiantes frontera-sur decidió continuar con el proyecto, sus propuestas fueron puntuales e incluyeron recuperación de espacio público y su uso como punto de unión de ciudades fronterizas; intervención al Río Bravo/Grande (región noreste, lado sur del borde); centro de investigación para producción de alimento; museos binacionales; reconocimiento de patrimonio arquitectónico; estaciones para comunicación y cruce; y casa de migrantes con proyecto de inclusión al sistema productivo de la región noreste de México. 11 11 municipalities that make up the metropolitan area of this city. In a broad sense, the border is the outer zone, a territory with undefined boundaries, and not just a few points along the margin. The story says that there were demonstrations of the city state in the highlands of Mexico, in the region known as Mesoamerica, the name given by Paul Kirchhoff to identify the cultural area located from the southern half of Mexico to Central America. In the words of Kirchhoff, the northern edge of Mesoamerica bordered with nomadic tribes of lower culture, made up of collectors and hunters.8 Some scholars call this area Arid America - the region occupied by Chichimecas, an indigenous warrior group also called “barbarians” or “savages.”9 From a national perspective, Arid America has always been considered the frontier, the excluded area. The states of Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, and Baja California represent the region on the south side of the border. Political divisions (borders) have two sides: north and south, beyond the geographical reference, the north is identified as the area of wealth, the native land of developed countries, the world citadel, while the south side is the poor zone where development represents the “promised land.” Longing, desire, and aspiration are characteristics that constitute the profile of the southern border. The boundary line may be penetrable, the crossing test is part of everyday life, and the transfer of boundaries is the strategy for survival. Etymologically, the word border is derived from the Latin bordatura, which means termination, but also imperceptible and constant movements (same root for embroidering). Thus, if in Los Angeles there are almost 9 million Latin Americans, each of them is a south border inside the north. From the ideas of bell hooks discussing center, periphery and margins it might be possible to understand the “south side” of the border, and its relation to the construction of “different” identities. In Yearning, bell hooks speaks of margins as concrete places where “possibility” allows new forms of interaction; the author considers that in the border one lives the present like future and vice versa, the reason why it is constituted in the place of the resistance. Only here it is possible to construct and practice the “double crossing” between conventional binaries. “By living as we do - on the margin - we develop a particular way of looking at reality. Attention is in the center, but also in the periphery. We understand both sides well. From this “decentered” position, bell hooks links identity and subjectivity to define Black Feminism, and from there to rebuild Blackness.10 South side of a powerful border means a “decentralized” position and therefore key to the reconstruction of “Latin American”. During the US presidential election period in 2016 the issue of the physical border with Mexico was again in the headlines. The proposal of a joint workshop between The University of Texas at Austin, School of Architecture, and the Universidad Autónoma de Nuevo León, Faculty of Architecture started from a general premise: spatially think of a fringe border for the free transit of people. The team on the south side consisted of five group leaders who attended to more than 300 students, courses were design workshops, urbanism and theory.11 Thus, from an off-center position, flow maps were drawn to understand the political configuration of the border; a flexible master plan and the rescue of the border rivers were proposed as ecological buffers / public space. Projects were developed for re-densification of border settlements for the right to the territory; and alternative exercises such as film cycle, music selection, story development, poems, videos and simulations as intervention essays; all activities based on the statement “I am Frontera”. For one semester the North and South visions built a structure of dialogue, based on the recognition of the right of the “other” to be different. Thus, a group of border-south students decided to continue with the project, their proposals were punctual and included recovery of public space and its use as a point of union for border cities; intervention to the Rio Bravo / Grande (northeast region, south side of the border); research center for food production; binational museums; recognition of architectural heritage; stations for communication and crossing; and home of migrants with project of inclusion to the productive system of the northeastern region of Mexico. For us, those who lived on the southern side of the border, this experience allowed us to go beyond the feeling of being excluded. By sharing our “secret shame” we put the accent in the south, and this revealed the advantage that we have to live the double crossing 12 Para nosotros, los que vivimos en el lado sur de la frontera, esta experiencia nos permitió ir más allá del sentimiento de estar excluidos, al compartir nuestras “vergüenzas secretas”, pusimos el acento en el sur, y ello desveló la ventaja que tenemos al vivir de manera cotidiana el doble cruce. Entendimos que ser frontera se define a partir del lado sur de la línea, y que en la separación general de adentro y afuera, intervienen el lugar dónde naces, pero también de quién naces, y entonces la raza, la cultura y el idioma que hablas, entre otros factores. La idea de la tercera nación de la mente permitiría una frontera con libre tránsito de personas, pero el muro físico y virtual que separa a México y Estados Unidos existe desde hace más de 20 años, y los resultados de las elecciones presidenciales no son buena señal para su derribo, sino lo contrario. Los proyectos que se desarrollaron durante el taller mostraron que la posibilidad más viable para invalidar el muro fronterizo era la “construcción” de una franja perpendicular a manera de trayectoria, un camino de cruce que pudiera trazarse de sur a sur12; y aun en el norte, siempre sur. 13 on a daily basis. We understood that being border is defined from the south side of the line, and that in the general separation of inside and outside, the place where you are born, but also from whom you are born: race, culture and language, among other factors. The idea of the third nation of the mind would allow a border with free transit of people, but the physical and virtual wall that separates Mexico and the United States has existed for more than 20 years, and the results of the presidential election are not a good sign for its demolition, rather the opposite. The projects that were developed during the workshop showed that the most viable possibility to invalidate the border wall was the “construction” of a perpendicular strip by way of trajectory, a crossing path that could be traced from south to south12; and even in the north, always south. ¹ Diana Maldonado es Doctora en Arquitectura por la UNAM, y Profesora-Investigadora de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Facultad de Arquitectura. Actualmente trabaja en un proyecto de investigación donde la propuesta principal es la consideración del espacio-frontera como la nueva unidad de análisis urbano. ² Pamuk, Orhan, 2007, La maleta de mi padre, Barcelona: Random House Mondadori, p.22. ³ Ibid, p. 35. 4 Jordi, Borja,2013, Revolución Urbana y Derechos Ciudadanos, Madrid: Alianza Editorial, pp. 107-110. 5 Guidicini, Giovanna, 2015, “Imagining and Staging an Urban Border: The Role of the Netherbow Gate in Early Modern Edinburg”, en The Design of Frontier Spaces. Control and Ambiguity, eds. Loeb, Carolyn and Luescher, Andreas, Burlington, EE.UU.: Ashgate. 6 Dear, Michael, 2013, Why Walls Won’t Work. Repairing the US-Mexico Divide, Nueva York: Oxford University Press, p. 71. 7 Ibid, p. 72. 8 Paul Kirchhoff, 1960, “Mesoamérica sus límites geográficos, composición étnica y caracteres culturales” en Suplemento de la Revista Tatloani No. 3. ENAH. México D. F., 1960. Pp. 4-6. 9 Dear,Michael, Ibid, p. 22. 10 hooks, bell, 1990, Yearning, Boston: South End Press. 11 Equipo sur: Diana Maldonado (coordinadora) (Taller de Crítica -teoría-/ Taller de Proyecto Urbano); Marysol Uribe Pérez Coeto (Taller de Crítica -teoría-); Diana K. Padilla (Taller de Proyecto Urbano/ Taller de Proyecto Arquitectónico -diseño-); Nashelly Ricaño Alarcón (Taller Integral. Duración 12 meses (Taller Integral -teoría, arquitectura, urbanismo, diseño-); Fernando Cerecer (Taller de Proyecto Arquitectónico -diseño, paisaje). 12 Se puede pensar en la prolongación de una franja perpendicular que invalide las líneas fronterizas de toda América Latina; el trazo de sur a sur puede ser de Ushuaia a Monterrey, y aun en Houston, siempre sur. 14