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El sociodrama como técnica de intervención socloeducativa Luis Mariano GARCÍA DE VICENTE* M5 de la O DIZ MORALES** David ALONSO GONZÁLEZ** Mónica LÓPEZ MAGÁN*** Resumen Abstract El trabajo con adolescentes requiere del conocimiento y aplicación de distintas técnicas de carácter grupal, que sean no sólo eficaces, sino además, atractivas para el grupo. El presente articulo pretende demostrar la eficacia del Sociodrama como técnica de actuación con jóvenes; para prevenir el consumo de drogas; para ello se analizan las distintas teoría sobre prevención, asi como la necesidad de implantar programas de acción desde este ámbito, considerando el trabajo con grupos como un modelo posible para alcanzar los objetivos deseados. SOCIODRAfidA AS A TECI-INICUE 11V SOCIOEDUCA TIONAL íNTER VENTION Worl< witl, adolescents requires knowledge about and the application ot dilferení group techniques so that they are not only efficacious but a/so altractive ter tl,e group. Ihe present article attempts te slrnw the ettectiveness of sociodrama as a technique in work with young peeple to prevent drug laking. For that reason it analyzes the ditferent theories about prevention. together vvith the necessity to implement action programs trom tuis standpoint, as werk with groups can be considered a possióle model te reach the desired objeclives. 1. Prevención en los jóvenes, hoy a acciones preventivas. La cuestión parece meramente económica, sin embargo la experiencia nos de- Hablar de prevención siempre es difícil a pesar de que los hechos históricos y nuestros refranes más antiguos nos indican que “es mejor prevenir que curar”. En nuestro país no existen políticas socio-sanitarias que dediquen recursos ni esfuerzos suficientes - muestra que es más barato prevenir que invertir en aspectos curativos o paliativos1. Parece lógico comenzar a hablar de aspectos preventivos clínicos ya que el concepto de prevención ha ido ligado a lo largo de la historia al de Trabajador Social. Prolesor Asociado de la Escuela de Trabajo Social de la universidad complulense de Madrid. Diplomados en Trabajo social. Trabajadora social en la Asociación “Proyeclo Sari Fermirí’ Cuadernos de Trabajo Social n9 11(1998) Págs. 165 a 180 Fó. Universidad Complutense. Madrid 1998 165 G~ DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN salud, realizándose campañas preventivas de enfermedades generalmente transmisibles. La OMS. (1946) en su Carta Magna definió salud como “estado de completo bienestar físico, mental y social”. El concepto de salud se amplia incluyendo la salud mental y pública. Este hecho se repite evidentemente en las Ciencias Sociales, en las que se han dedicado grandes cantidades económicas para el desarrollo de proyectos de intervención y aumento de prestaciones que pretenden paliar situaciones de desajuste y cumplir con la filosofía del binomio necesidad-recurso, sin mayor éxito que la dependencia de la asistencia social. Desde el punto de vista legal la OMS. en 1974 define los tres niveles de prevención que veremos posteriormente. A nivel europeo, el Consejo de Europa en 1982 aconseja revisar el concepto de prevención ampliando la definición médica al contexto sociocultural; a nivel estatal, la Constitución Española en su art. 43.2 indica “compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas ; y a nivel autonómico, la Ley de Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de Madrid en sus arts. 1, 3.1,11 1> regula igualmente la necesidad de adoptar medidas preventivas. Teorías sobre prevención Diversas teorias nos indican que existen diferentes concepciones sobre la prevención. Si echamos un vistazo atrás vemos cómo en psicologia surgió” el refuerzo de la normalidad” 1 ~g como forma de interiorizar las normas y la estabilidad social; prevención, por tanto, como refuerzo del estado de normalidad todavía existente. La pedagogía distingue diferentes niveles de prevención. Caplan (1964> define tres niveles: un nivel primario, en el que se debe evitar la aparición del desorden; un nivel secundario, que consiste en impedir que ciertas conductas se consoliden y se conviertan en una forma de ver la vida del sujeto; y un nivel terciario, que se acerca más al tratamiento de un desorden ya establecido. Se debe actuar desde el nivel primario y secundario para evitar la perpetuidad de un desorden que lleve, sin quererlo, a intervenir de una manera más asistencial y curativa. Esta clasificación de prevención que da Caplan la reiteró diez años más tarde la OMS. y autores más contemporáneos. Así, Sánchez Vidal <1991), en salud mental; Freixa, F. <1984), que llama básica a la prevención primaria; Cowen (1983> distingue prevención secundaria temprana y prevención secundaria tardía (Vega, A., 1987). Además de la existencia de los diferentes niveles de prevención expuestos, a la hora de trabajar con grupos con una metodología dinámica, debe quedar claro que existe: la prevención general: dirigida más a los medios que a los fines, es decir, se trata de cualquier tipo de actividad realizada por la comunidad, el grupo, o el terapeuta, pero que tiene repercusiones preventivas aunque su idea inicial no fuera ésta; — fl,’~Mnrnnc CUJOJL’ El sociodrama como técnica de intervención socioeducativa la prevención inespecifica: aquella que sin tratar el tema a prevenir (v.gr. drogas) interviene evitando el abuso de sustancias que puedan crear dependencia; la prevención específica: en ésta los fines son explícitos. En el programa de prevención que se realice quedarán expresos los objetivos a cumplir y todas las estrategias de intervención irán dirigidas a tal fin. — — Retos ante los Programas de Prevención Social para jóvenes La prevención vista desde los Servicios Sociales como objetivo táctico fundamental, supone, aunque utópicamente, cambio social y mejora de las circunstancias del tipo que sean, que afectan a grupos concretos de población. “La prevención es el más moderno de los objetivos tácticos tradicionales... Pero no resulta fácil, sobre todo en las modalidades de mayor radicalidad (Casado y Guillén, 1994: 82). Para ello, los Servicios Sociales han diseñado un nivel primario, de base, comunitario, etc., desde donde se establece un primer contacto con individuos, y que con carácter general deben tratar la prevención. De todos es sabido que aunque los Servicios Sociales Generales están abiertos a los jóvenes, como a cualquier otro sector de población, son reducidos o casi inexistentes los programas de prevención que se diseñan. En los Servicios Sociales Especializados cuando el individuo acude llega ya con algún tipo de problemática específica, de manera que Cuadernos de Trabajo Social el problema está patente y la prevención sólo es posible en su nivel terciario. Muchas de estas problemáticas sociales de los jóvenes surgen por una mala utilización del tiempo libre, ya que la sociedad actual nos ha abocado a un ocio pasivo. Entendemos, pues, que el ocio y el tiempo libre es un espacio adecuado para canalizar los trabajos de prevención. La Educación en el Tiempo Libre, se conforma claramente como un ámbito de prevención y tratamiento de inadaptación social de menores (Choya, 1989: 158). Es tarea, por tanto, del trabajador social o del educador utilizar en el tiempo libre técnicas preventivas especificas. Estas son útiles para el conocimiento, la cohesión grupal, etc., siempre que se guien por criterios de participación, información y libertad frente a pasividad, represión y vigilancia. En muchos casos “se justifica la vigilancia discreta frente a la prevención. Planteamiento contradictorio con la ideologia de un Estado liberal que coloca la autonomía del individuo como base de la libertad (lOE, 1989:121). Los programas preventivos que se diseñan desde las instituciones públicas deben tener en cuenta una serie de características socio-demográficas de la población <investigación> con la que se pretende intervenir, dándole una mayor participación a las redes del tejido social cercanas al grupo que es sujeto de la acción. Si desplazamos a estos colectivos de su entorno acentuaremos más aún, si cabe, las diferencias sociales y perde- 167 G~ DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN rian sentido los objetivos que se quieren conseguir. Una prueba del fracaso en estas instituciones es que estos jóvenes suelen ser futuros usuarios/clientes de los trabajadores sociales que prestan sus servicios en estas zonas, convirtiéndose en perceptores de prestaciones como el Ml. o viéndose abocados a todo tipo de recursos existentes para situaciones especiales2. Con esto no se pretende hacer ningún descrédito a los trabajadores sociales de zona que, burocratizados por el sistema, intentan potenciar actitudes de cambio en sus usuarios, sino animar a éstos y otros profesionales a desarrollar verdaderas labores de prevención, utilizando las técnicas necesanas y realizando un proceso de investigación-acción continuo con la población. Para Garrido (1989) muchas de las dudas que tenemos hoy con los programas de prevención se deben a la escasa investigación realizada y a la pobre calidad de la misma. Aparecen nuevos fenómenos en nuestra década, ante los cuales no existen profesionales preparados para afrontarlos. Las tasas de alcoholismo en jóvenes aumentan en edades cada vez más tempranas, dato que hace afirmar que “se ubica el consumo del alcohol en el seno de la iniciación a la edad adulta y más concretamente de la relación grupal, a los 120 13 años, se produce siempre en relación con el sa/ir contexto grupal de fin de semana Nos encontramos, por tanto, con jóvenes que sienten como único núcleo de unión y diversión “los fines de semana, el alcohol y los amigos”; . 168 adolescentes que han nacido en medio de una crisis que les asusta, que no ven claras sus expectativas laborales y a los que tampoco se les potencia actitudes para ser críticos ante situaciones de injusticia social. Relacionado directamente con el alcohol vemos cómo aparecen nuevas tendencias a las toxicomanías, las llamadas drogas de diseño, de las cuales todavia desconocemos los efectos. Con esto queremos decir que estos fenómenos nos alcanzan, nos envuelven y nos superan por el total desconocimiento para afrontarlos. Por tanto, la investigación para trabajar con rigor cientifico es necesano, al igual que utilizar una serie de técnicas que operen sobre la población joven. Pensamos por ello que por medio de la técnica del sociodrama se pueden ir recogiendo análisis sobre grupos de población en riesgo, a la vez que se realiza un trabajo en grupo preventivo, de información y participación, con escasos recursos económicos, lo que hace más atractivo este diseño de acción-investigación. 2. Trabajo con grupos Una de las áreas fundamentales de la prevención, concepto trabajado por Vega (1993), Comas (1992), Calafat (1986), Freixa (1984) es el trabajo con grupos. Esta unión entre prevención y grupo se hace fundamental y bidireccional. En efecto, el ser humano se socializa gracias a los grupos en los que está adscrito o bien a los que “libremente” se une. Partimos, pues, de la premisa de que para una Cúadernos de Trabajo Socia/ El sociodrama como técnica de intervención socioeducativa buena política preventiva se hace necesario una intervención comunitaria (Marchioni, 1989; Ander-Egg, 1989) con proyectos que traten de evitar la aparición posterior de conductas disruptivas, de inadaptaciones sociales y de fracasos personales/sociales. Estas estrategias de intervención intentarán trabajar sobre los factores de alteración de las estructuras y redes comunitarias para reducir o eliminar su posible influencia. Así, una parte fundamental de la intervención comunitaria la deberemos enfocar desde el trabajo con grupos, instrumento y medio con el que trataremos de llegar a ese estado de bienestar de individuos y comunidades. Nosotros vamos a hacer referencia al uso de una técnica como el sociodrama que vincula de manera vital la prevención y el trabajo con grupos, haciéndose posible un cambio de actitudes y de esquemas cognitivos en la estructura del grupo que va tan encaminada a la deseada prevención comunitaria. Será posteriormente cuando nos centremos en este método de trabajo, pasando ahora a incidir en el tema de la intervención con grupos. La persona que interviene con grupos debe de darse cuenta de la riqueza con la que está trabajando, ya que los grupos no son sólo la suma de los individuos que lo componen, sino que además tienen una finalidad y están comunicados entre si, con lo que la acción colectiva brindará infinidad de oportunidades/posibilidades que se escapan de lo individual. Numerosos autores han estudiado las tipologias y caracteristicas Cuadernos de Trabajo Social de los grupos <Olmsted, 1986; Kisnerman, 1984; Shaw, 1983), pero en esta ocasión nos vamos a centrar en el papel de la persona que conduce o dirige al grupo (coordinador). El sociodrama, como técnica, parte de un análisis de la realidad social (investigación-acción) y, de su buen desarrollo. El coordinador será parte fundamental para la consecución de objetivos planteados, considerando con criterios dernocráticos al grupo con el que se trabaja. Creemos necesario, por tanto, hacer referencia no a si un grupo es primario o secundario (tema del que ya existe abundante literatura) sino a hablar sobre estilos de trabajo y aspectos que deben considerarse cuando estamos frente a un grupo. De esta manera, en este caso el que coordina el sociodrama, deberá conocerse: • El programa en el que está enmarcado: fundamentación, objetivos, recursos, planteamientos ideológicos, planificacion... • El grupo con el que se va a trabajar: características, expectativas, roles dentro de la dinámica del grupo... • Su propia historia personal: motivaciones, experiencia, valores, recursos personales... La forma de dirigir un grupo no es estática, sino que se va modificando a medida que el grupo va pasando por las distintas etapas de su evolución, cuyo proceso de crecimiento han estudiado autores como Bion (1990). Así, como sostiene Froufe (1994), habría cinco etapas, que también se cumplen al usar la técnica del sociodrama como método para intervenir con 169 Qa DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN grupos y que son: formación del grupo (en el sociodrama se suele partir de uno ya existente>, confección de normas, participación, toma de decisiones y grupo eficaz. Volviendo a los estilos o tendencias de dirección de grupos vamos a centrarnos en los tres más característicos e iremos viendo cuál se asocia en mayor medida al uso de la técnica del sociodrama. El estilo autoritario se caracteriza porque el lider ejerce un papel de experto para dirigir el grupo. Es el único responsable del funcionamiento del grupo y se encarga de imponer objetivos, normas y el control sobre la dinámica. Esta posición no facilita la participación, algo que es fundamental en el sociodrama. La comunicación es muy directiva y clasista tendiendo a lo individual frente a la idea de colectividad, que debe primar en todo proceso grupal. El grupo funciona en la medida que el líder está presente, pero nunca alcanza autonomía y una deseada horizontalidad que todo proceso de educación popular, como el sociodrama, implica/necesita. El estilo dejar-hacer parte de la idea deque Ci grupo tiene suficignte autonomia para funcionar solo; la intervención del líder, según este modelo, será escasa y sin una marca clara de limites ni de refuerzos; se posiciona como un espectador en el teatro del grupo, los integrantes pueden sentir desconfianza e inseguridad y se corre el riesgo de la aparición de subgrupos y de situaciones de conflicto intragrupal. Con este modelo es posible que no se alcancen los objetivos ni el desarrollo de los miembros del 1 70 grupo, ya que quien dirige el grupo debe de trabajar con una metodología e intervenir desde una posición clara. El estilo democrático se caracteriza por su intención de crear las condiciones óptimas y dotar al grupo de las herramientas y recursos/mecanismos necesarios para que se autorregule y sea capaz de tomar sus propias decisiones. Es el modelo que se debe utilizar en el sociodrama, pero es necesario tener en consideración algunos matices de los otros estilos, que puedan ser de utilidad. La persona que dirige el grupo debe ser mediador-facilitador y canalizador-orientador de los fenómenos que se dan en el mismo; así, el grupo se convierte en sujeto activo de su aprendizaje, de una forma reciproca y cíclica con una comunicación bidireccional que facilita el intercambio de información y el crecimiento individual y/o grupal. Incidimos nuevamente en la idea de que en la intervención grupal, como es el caso del sociodrama, no podremos aplicar, cual “lecho de Procustres”3, uno de estos estilos. La dinámica del grupo y las caracteristicas endógenas dei mismo condicionará fa aplicación de un determinado estilo, aunque la tendencia final debe ir encaminada a orientar al grupo hacia su autonomía, al control de sus acciones, al reparto equitativo de tareas, a una comunicación circular y multidireccional y a un pretendido crecimiento y bienestar individual y grupal. Ante la consecución de este ideal deberemos enfrentarnos a situaciones conflictivas, de inseguridad, de dejadez... que obligarán al dinamizador-coordinador a ‘‘aL’CdJlJ’.SL’U’O’ El sociodrama como técnica de intervención socioeducativa modificar su estilo de dirección, siempre y cuando no se olvide de la intencionalidad y la actitud ante la intervención colectiva que el trabajador social, educador o animador sociocultural debe presentar. Siguiendo el principio de incertidumbre de Heisenberg4 cualquier intervención que realicemos sobre el grupo modificará su dinámica en alguno de los elementos principales de éstos, como son: los miembros, subgrupos, canales de comunicación, tareas a realizar y barreras (Lewin, 1952). El sociodrama como proceso de grupo, en el que se vive la creación, consolidación y disolución del mismo, produce cambios que atectan tanto al coordinador como a los demás miembros del grupo, por lo que se hace necesaria una evolución dinámica global para avanzar a través de la praxis (acción-reflexión, reflexión-acción), que haga que los miembros participantes puedan transformar o analizar sus actitudes y su realidad cotidiana. Es importante que a la hora de aplicar el sociodrama como técnica de intervención con grupos erradiquemos en la medida de lo posible el aprendizaje bancario que conceptualiza Freire, intentando buscar aprendizajes significativos y experienciales para el grupo (miembros y coordinador) que favorezcan un proceso de crecimiento y desarrollo personal y colectivo. En la intervención con grupos, y haciendo referencia a la cibernética, se dan muchos inputs (tamaño del grupo, características personales y sociales...) y un gran número de outputs. Esto conlíeva una necesaria formación Cuadernos de Trabajo Social multidisciplinar por parte del que dirige el grupo (pedagogía, técnicas grupales, psicología social...); junto a esto, también es fundamental la actitud y la ideología desde la que se parte. En el caso del sociodrama, si queremos que el grupo avance, deberemos de tener una mentalidad abierta y una actitud positiva al cambio. Para conseguir esto nos enfrentaremos a la práctica y a la intervención directa, sabiendo que caeremos en el juego del ensayo-error y de la experimentación en el camino para la consecución de los objetivos planteados. Tenemos que ser conscientes de que nuestro laboratorio no está compuesto por objetos inertes y con reacciones predecibIes sino que estamos interviniendo con personas, sujetos dinámicos que obligan al que actúa a una continua adaptación y aclimatación que posibilite el desarrollo integral de todos los que en esta obra (teatro de la vida) participan. Coincidiendo con Eronfrenbrenner, ya sabemos que no somos tablas rasas pues lo cierto es, que en la medida en que interactuamos en el medio social, nos vamos socializando y desarrollando. Por tanto, el trabajo con grupos y, en este caso la utilización del sociodrama, influye en la evolución de los seres humanos obligándonos a un profundo ejercicio de acción-reflexión que posibilite una buena intervencion. 3. Teoría sociodramática Nos parece ahora importante ahondar en los principios básicos que 171 G~ DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN se desprenden de la filosofia propia del sociodrama, un aspecto teórico que no podemos dejar al margen por ser el pilar inspirador de nuestro cometido. La primera referencia que tenemos de la utilización del drama como técnica de intervención se remonta a 1921, año en que Moreno5 creó lo que él llamó Teatro de fa Espontaneidad —“El narrado de historias por personas asistentes a la función, las que son representadas en el mismo momento por un grupo de actores entrenados para ello, lugares que luego pueden ser reemplazados por miembros de la audiencia que quieran actuar las historias narradas... Un teatro de improvisación a partir de los relatos de la audiencia” <Garavelli. 1997: 627>. En el ejercicio de su investigación n~rcnnol an lo ralr ~ existente -entre el drama y la curación, Moreno dio un paso más elaborando el que fue llamado Teatro Terapéutico. El mismo lo contaba de esta forma: Vi de nuevo claramente las posibilidades terapéuticas que existen en la liberación de situaciones conflictivas anímicas al representarlas, el vivirlas activa y estructuradamente (en Población, 1997: 43). Su constante estudio y puesta en práctica de este tipo de terapia te llevó a la creación de un método que opera desde lo intrapsíquico y las relaciones interpersonales, y mediante la acción, y que provoca la catarsis —objetivo fundamental del método—, a lo que Moreno denominó Psicodrama. El modelo psicodramático parte de una visión relacional del ser hu“... lic mano con su entorno. Es una visión circular que implica la influencia reciproca del sujeto con su contexto. Supone una visión filosófica del hombre como un ser creativo, espontáneo y poseedor de recursos. Al psicodrama le interesa rescatar las potencialidades naturales del ser humano. Este modelo moreniano opera a través de unas técnicas generales y otras concretas y especificas que van surgiendo en el desarrollo de aquéllas. De entre estas técnicas psicodramáticas generales destacamos el sociodrama por ser la que va a guiar el camino trazado para la prevención de diferentes problemas sociales. Para una mejor comprensión de la idea sociodramática esquematizamos algunas de las diferencias esenciales que guarda este método con el psicodrama —del cual nace— <véase cuadrosiguiente): Podemos definir el Sociodrama como un método para intervenir sobre las relaciones entre los grupos o las existentes dentro de un grupo y que se refiere, en todo caso, a valores universales. El protagonista. pues, es siempre el grupo, nunca el individuo, que posee los elementos colectivos del propio rol que representa. El sociodrama de Moreno parte del supuesto de que el grupo está organizado por los roles tanto sociales como culturales que comparten todos los miembros de la cultura a la cual pertenecen. Con el método sociodramático se estudian las interrelaciones culturales. El grupo va a ser el protagonista, el único sujeto del sociodrama, y de la realidad existente en la que el grupo vive inmerso se extraerá - Cuadernos de Trabajo Social El sociodrama como técnica de intervención socioeducativa PSICODRAMA 1. Es un método de acción profunda relativo a las relaciones interpersonales y a las ideologias particulares. 2. El protagonista es el individuo. 3. El protagonista trata de resolver sus conflictos intrapsíquicos y relacionales. 4. El protagonista representa el drama desde los componentes individuales de los roles. 5. Hablamos de roles psicodramáticos, ya que el foco de atención está en los elementos privados. aquella información que va a servir como fuente de canalización de la problemática social. El sociodrama debe tener un director del proceso ayudado por un equipo de yo auxiliares6 que pondrá en acción todas aquellas experiencias que sus informantes —el grupo— han ido reelaborando de su propia realidad social. La representación dramática de esta extracción del contexto social tiene como objetivo fundamental profundizar en el conocimiento de dicha realidad difundiendo de manera crítica aquello que el grupo vive como modo natural de existencia. Esta retroalimentación a modo de espejo, abre nuevas perspectivas comportamentales y afectivas; las visiones anteriores, formantes de la conserva cultural7 moreniana se transforman en un nuevo modo de entender y compartir la realidad a la que Cuadernos de Trabajo Social SOCIODRAMA 1. Es un método de acción profunda relativo a las relaciones intergrupales y a las ideologías colectivas. 2. El protagonista es el grupo. 3. El protagonista trata de resolver los conflictos intra o intergrupos. 4. El protagonista es el portador de los componentes colectivos del rol. 5. Hablamos de roles sociodramáticos, ya que el foco de atención está en los elementos colectivos. el grupo pertenece, ampliándose el repertorio de alternativas de interacción y previniendo la aparición de nuevas situaciones socialmente confl¡ctivas. La realización de un sociodrama busca ayudar en situaciones de conflictos entre culturas; de grave inadaptación; de problemas intra o intergrupos; de condicionamientos en las relaciones interpersonales, opresoras de la flexibilidad en las mismas; de falta de información de problemas (v.g. el consumo de drogas> existentes en el momento de su realización. Un denominador común de este elenco de situaciones en que el sociodrama tiene cabida es el insight o toma de conciencia8. Ante una problemática social objetivamente considerada existen diversos medios para denunciaría, para hacer llegar mensajes de concienciación a la sociedad, para buscar soluciones. 173 Q8 DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN A través de las técnicas dramáficas se va más allá de la mera paabra, se sobrepasa el discurso, y se llega a una visión ampliada de la realidad donde se objetiva lo subjetivo, lo inconsciente —el co-inconsciente de Moreno—, aquello que el grupo tiene in statu nascendt, se convierte en algo observable que llega a provocar la reflexión grupal pretendida a través de la información difundida en la escena. Se trata de revelar lo escondido, la auténtica realidad, oculta en una vida inmensamente aparente. Con ello conseguiremos llegar a un diagnóstico comunitario y/o grupal y prevenir nuevas situaciones similares a las objetivadas en el aqui y ahora10 de la dramatización, donde se conjugan todas aquellas escenas del pasado y el nacimiento de los nuevos valores, aconteciendo un estado catártico de educación. De esta catarsis, producida tanto en el momento dramático como en el de eco grupat1, emerge el co-inconsciente que representa el macrosocial al que pertenece el grupo y que revela su cultura. Por consiguiente, el grupo llega a la comprensión de una macrorrealidad a partir de la microrrealidad descubierta en sus relaciones. Los participantes en un sociodrama son al mismo tiempo sujetos de experimentación y experimentadores en acción, y pasan de ser consumidores do la realidad a ser transformadores de la misma, ya que se amplian las perspectivas y las percepciones y se valorizan los sentimientos al adquirir más conocimientos por medio de 174 la información recibida en el proceso sociodramático. Por ello, se llega a alcanzar un cambio en la óptica y el análisis de la realidad al verse el grupo reflejado en la escena. Aquellas causas determinantes de la situación problemática que en la vida cotidiana no se perciben cobran relevancia al ser reflexionadas y analizadas. Las técnicas dramáticas hacen que el grupo utilice sus propios recursos en la exploración e identificación de la situación real dramatizada, llegando a ese conocimiento y toma de conciencia sin ningún tipo de interferencias y manipulaciones externas, sino a través de la disposición de sus potencialidades naturales y el cimiento de su identidad como grupo. Es importante que exista una gran dosis de verdad en lo representado para conseguir una mayor identificación. El coordinador y el equipo toman de la realidad existente la inspiración para la elaboración de los guiones que describirán fielmente este contexto social, dando unas pautas de cambios de actitud y toma de conciencia entre los participantes y demás personas asistentes a la dramatización12. Se trata de detectar el camino a través del cual el grupo puede llegar a un conocimiento más profundo de su propia realidad social; se ausculta la problemática social, se critica y se conciencia para provocar el cambio, partiendo bien de una visión viva del problema o teniendo en cuenta los valores y el enclave cultural de la comunidad. En el sociodrama es irrelevante saber quiénes son los individuos en su Cuadernos de Trabajo Social EL sociodrama como técnica de intervención socloeducativa privacidad, quiénes son los formantes del grupo y cuántos son. Lo importante es el grupo en su totalidad, la identidad común. Así, a través de la creación colectiva se llega a una revisión de las conservas culturales, sustituyendo valores desgastados por otros que se adecuen más fielmente a las demandas presentes, lo que Moreno denominó complejo espontáneo creativo. En esta experiencia ampliada de la realidad que el grupo vive en el momento dramático se pierde el dualismo entre fantasía y realidad que en ese mismo instante coexisten. Al elevar la creatividad y la espontaneidad del grupo y vivir el como st3 conjugando en el mismo momento roles sociales —o reales— y roles sociodramáticos —o fantaseados— el grupo alcanza una comprensión más amplia de su contexto existencial. El grupo se verá envuelto en un mundo fantástico y real, al mismo tiempo donde se plantearán sus problemas sirviéndose de la expresión dramática como un espejo. Para conseguir la concienciación de lo representado se permite paraizar la escena y desenmascarar lo fantaseado. Esta dinámica consigue la participación y la detección de las emociones de la audiencia. El sociodrama permite la comunicación con grandes grupos; puede servir también como instrumento pedagógico para remover la conciencia y prevenir la aparición o el estancamiento de situaciones conflictivas en las comunidades. Lo que ahora pretendemos es la creación de un sistema de información Cuadernos de Trabajo Social ____ y para prevenir problemas sociales mediante técnicas dramáticas de educación, sirviéndonos como fuente de inspiración del sociodrama moreniano y de aquél elaborado y desarrollado por otros autores (Población, 1997; Fonseca, 1996; de la Garza, 1984) que han trabajado, posteriormente a su creador, este método tanto en el plano terapéutico como en el educacional. 4. Aplicación del sociodrama de educación Queda expuesta hasta aquí la filosofla sociodramática de la cual nos hemos servido para llevar a cabo el proceso de investigación-acción para la prevención de problemas sociales. A partir de ahora queremos demostrar la eficacia de las técnicas dramáticas como método pedagógico entre la población joven y referido a la difusión de un mayor conocimiento de la propia realidad social que vive este colectivo con respecto al consumo de drogas y otros aspectos sociales de la vida cotidiana. Nuestro interés se centra en esta problemática por parecernos un tema actual no resuelto y, por tanto, susceptible de una mayor sensibilización. Queremos hacer conscientes de la propia realidad social a dicho colectivo; queremos provocar la reflexión del grupo, que se observe a sí mismo como en un espejo, que viva in situ el como si de todas aquellas situaciones que desencadena el consumo de drogas; queremos, en resumen, informar de manera crítica sobre un problema que subyace en nuestra so- 175 Q8 DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN ciedad entre los más jóvenes, y queremos con ello, prevenir el aumento o la continuidad de dicha problemática social en los sectores de población en los que se vive como modo natural de existencia. Metodología Enmarcamos nuestra experiencia en el ámbito escolar. Nuestro trabajo se inicia con una prefase en la que hacemos un exhaustivo estudio del contexto social en el que vamos a intervenir, observamos su cultura, su modus vivendi. Tomamos contacto con el átomo social14 de los adolescentes con los que vamos a trabajar; en definitiva, intentamos adentramos en su realidad y comprender su problemática. De esta manera, jóvenes, padres, profesores y equipo interdisciplinar podemos empezar a trabajar como grupo rompiendo cualquier barrera de verticalidad y promoviendo una relación horizontal en el grupo con la asunción de distintas funciones por cada uno de los participantes dentro del proyecto. Para determinar la eficacia de nuestro método de trabajo hemos diseñado el proyecto tomando tres grupos de adolescentes con iguales características socio-demográficas <edad, familia, entorno...). La formación de estos grupos es la siguiente: Grupo A: es considerado como grupo de control. Grupo B: es el grupo con el que intervenimos mediante charlas informativas sobre las consecuencias negativas que tiene para los jóvenes el 176 consumir sustancias nocivas para la salud. Grupo C: es el grupo con el que realizamos el sociodrama. A cada uno de los grupos formados les pasamos al mismo tiempo un pre-test con objeto de determinar el nivel de información y opinión que tienen con respecto al problema del consumo de drogas. El director, coordinador o narrador, es un miembro del equipo interdisciplinar, y está ayudado en todo el proceso por su equipo de yo auxiliares (formado por todos aquellos que voluntariamente quieran participar de este modo en el proceso), que se encarga de ampliar la realidad llevando a escena la problemática social. El resto del grupo forma la audiencia y participa igualmente en el proceso como protagonista de una microrrealidad y como agente de transformación social debatiendo sobre las escenas representadas. Desde su posición de público es observador activo del desarrollo del drama social. Un instrumento necesario para la práctica dramática es el escenario en sí, el Iricusde trahain <minal dnnrdo ocurre el contexto dramático atemporal y mágico. El director y su equipo —únicos elementos del proceso altamente objetivados— llevan a cabo la elaboración de un guión que es reflejo fidedigno del contexto social observado y estudiado, que se adapta a las necesidades y expectativas del grupo y que únicamente contiene unas líneas generales de exposición de la situación, con objeto de que el grupo en el mo- Cuadernos de Trabajo Social El sociodrama como técnica de intervención socioeducativa mento de la dramatización amplíe su realidad social utilizando sus recursos naturales, su creatividad y su improvisación. Para facilitar la comunicación se utiliza un lenguaje coloquial habitual y comprensible para todo el grupo. El equipo representante del grupo se prepara cuidadosamente a través de una serie de ensayos que, junto a la elaboración del decorado, constituyen la fase inmediatamente previa al proceso sociodramático propiamente dicho. Es recomendable que a los ensayos sólo acudan aquellas personas que dramatizarán la situación, con el fin de provocar un mayor impacto entre el grupo cuando se lleva a cabo la realización del sociodrama. Terminada la fase previa comienza el proceso en sí, iniciándose con la etapa de caldeamiento o calentamiento, cuyos objetivos fundamentales en nuestra experiencia han sido: promover una mayor espontaneidad para la acción, centrar el interés en el tema, crear el clima adecuado para dramatizar y establecer canales de comunicación dentro del grupo. El director presentó su metodologia de trabajo al grupo y utilizó técnicas de integración grupal. El grupo se preparó para el surgimiento de los papeles sociales necesarios y/o los conflictos existentes en el tema de trabajo. Se definió, delimitó y construyó el espacio imaginario. Finalmente se inició el proceso de maquillaje y vestuario fuera de bastidores para favo— — — — Cuadernos de Trabajo Social recer la creación de un ambiente lúdico. Con el establecimiento del contexto dramático —el campo de fantasía— que conlíeva un verdadero compromiso de roles, comienza la etapa de dramatización propiamente dicha (dividida en tres escenas distintas de una misma problemática social, en este caso el consumo de drogas), cuya duración idónea, para mantener despierto el interés de la audiencia, es recomendable que no sobrepase los 30 minutos (10 para cada una de las escenas). Fue filmada por un miembro del equipo interdisciplinar, previo consentimiento del grupo, referencia que sirve posteriormente en la evaluación del proyecto. En esta fase es donde emergen los papeles sociodramáticos. Se suma el lenguaje corporal y gestual al verbal, el grupo no relata sino que actúa, se produce una comunicación entre los planos racionales, emocionales y corporales que se conectan en el aquí y ahora, y pasado, presente y futuro se funden en un presente inmediato surgiendo el tiempo intemporal. El espacio deja de ser el longitudinal del relato para pasar al tridimensional de la escena vivida. El como si de la acción sociodramática establece un nexo fluido entre lo imaginario, lo real y lo simbólico, suprime las barreras que lo separan y los unifica en una nueva realidad más completa. Las tensiones corporales defensivas son puestas al descubierto y traducidas en emoción y palabras cuando el director decide congelar la escena para detectar los cambios pro- 177 QC DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN ducidos y la toma de conciencia del grupo. El grupo vive una experiencia dramática colectiva viéndose reflejado en la escena y ampliando su propia realidad existencial al objetivar todo aquello que no habia sido percibido, produciéndose así la catarsis grupat La última etapa del proceso sociodramático es la de comentarios o eco grupal? Se trata del momento para compartir las vivencias ocurridas y la posibilidad de articular dichas vivencias y la realidad objetiva del grupo. Los actores “vuelven’ al grupo y los espectadores ejecutan un rol activo cumpliendo la tunción de caja de resonancia de la dramatización. Da la posibilidad de desembocar en catarsis grupal de educación. Finalizado el proceso sociodramático, se llevó a cabo la evaluación del proyecto que nos permitió conocer y analizar el valor de lo que ha acontecido así como los cambios que nuestra acción había producido. Para ello se pasó un post-test a los tres grupos de jóvenes <A, E, C) a los que, al iniciarse el proyecto, se les nrncentA nl nrn-tn~t Amhn~ tinn4 rin test contenian los mismos items y están diseñados con elementos tanto cuantitativos como cualitativos, pero son presentados a los grupos en dos momentos temporales distintos, es decir, en el inicio el pre-test, y al finaizar el sociodrama el post-test. Las diferencias obtenidas entre uno y otro de los test contestados por cada uno de los grupos nos permitió medir la utilidad de las técnicas dramáticas como instrumento pedagógico 1 78 para la prevención del consumo de drogas y, en general, de cualquier problemática social. Trabajar con técnicas dramáticas para prevenir el consumo de drogas en jóvenes o cualquier otro problema social con éste y otros colectivos —inmigrantes, personas con minusvalias, personas mayores, etc.— nos parece un reto interesante principalmente por dos motivos, primero, por el poco conocimiento que tanto a nivel profesional como profano se tiene de ellas y, segundo, por la confianza que nos mueve a creer en su eficacia. Bibliografía AA.vv. (1996>. Material de alumnos de la Escuela de SIDA. salud y Convivencia, DBF Nivea. AA.VV. (1997>, Primer congreso Iberoamericano de Psicodrama, Salamanca. un¡vorsidad de Salanlaroa, ALEMANY. 3. y FERNÁNDEZ, L. 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La mejor medicina preventiva es la palabra, se decia antes; la meior medicina es el último aparato, ase que no se sabe utiizar o se utiliza poco o enveiece enseguida, se practica ahora (Gerardo Clavero, Director de la Escuela de SIDA, Salud y Convivencía>. 2 Véase concepto de imprescindibilidad de Montañés, 4994: 161. 3 Procustres es el sobrenombre de Daniastes, un lamoso bandido llamado también ProcopIes, que vivia cerca de Atenas, Acogia amablemente a los viajeros, aunque luego les hacia dormir en uno de sus dos lechos, uno largo y otro corto, En el primero hacia dormir a los de baia estatura, tirando de ellos cruelmente para estirarlos; en el corto, a los altos, cortándoles los pies para que se acomodaran al lecho. Lo maté Teseo aplicándole el mismo tormento, 4 El principio de incertidumbre o indeterminaolón del tisico Heisenberg establece que todos los actos de “medición” y observación atectan al comportamiento de cualquier fenómeno que se esté observando. 5 Psiquiatra rumano afincado en Viena y gran conocedor del teatro, 6 Es el equipo de personas de las que se sirve el grupo para representar la acción dramática, Representan el rol sociodrarrático, 7 Pérdida del dinamismo del momento primigenio, convirténdose en algo estático y estereotipado. Requiere un mayor monto de espontaneidad, 179 QC DE VICENTE, DIZ MORALES, ALONSO GONZÁLEZ y LÓPEZ MAGÁN 5 Comprensión súbita de la constelación de elementos que responden a la situación conIlictiva. 9 Proceso temporal del nacimiento; momento dinámico de la aparición lO Expresión moreniana que representa el sentido de la inmediatez de la vivencia, in silu y en el presente, de los roles sociales y sociodramáticos 11 Es un encuentro grupal. finalizada la dramalización, donde se tocaliza el aspecto procesal de la escena. Se desarrolla un intercambio de vivencias y sentimientos entre todos los miembros del grupo produciéndose una integración resultante de a interacción del grupo. 12 “El director, su equipo y el grupo co-crean la realidad en el sociodrama. Las creencias, los mitos y los valores de esquemas ‘verda- 180 deros” son relaborados a partir de la realidad suplementada que el sociodrama envuelve, además de las decisiones subjetivas tomadas a partir de esa vivencia” (Fonseca. 1996: 97). 13 Momentos de la dramatización en los que, partiendo de la realidad. se vive el rol fantaseado, 14 Grupos signilicativos de pertenencia Luis Mariano GARCM DE VICENTE M2 de la O DIZ MORALES David ALONSO GONZÁLEZ Mónica LÓPEZ MACAN Universidad Complutense de Madrid Cuadernos de Trabajo Social