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Perspectiva Educacional, Formación de Profesores ISSN: 0716-0488 perspectiva.educacional@ucv.cl Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Chile BARRAZA, EDUARDO Ahumada Acevedo, Pedro (2005). Hacia Una Evaluación Auténtica del Aprendizaje. México: Huidos Educador. Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, núm. 47, 2006 Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Viña del Mar, Chile Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=333328828007 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Recesiones Ahumada Acevedo, Pedro (2005) Hacia Una Evaluación Auténtica del Aprendizaje. México: Huidos Educador. El año 2012, cuando yo era ayudante del profesor Pedro Ahumada Acevedo, Ediciones Universitarias de Valparaíso publicó el libro "La Evaluación en una concepción de Aprendizaje Significativo", que el profesor me obsequió. Pasado un tiempo, me preguntó qué opinaba de su texto, y yo en mi arrogancia propia de alumno, le •ft*'n» contesté que no me resultaba muy atractivo, porque era lo mismo que escuchaba en sus clases desde hace dos años. Don Pedro me miró y sonrió. No lo entendí, pensé que se iba a molestar, entristecer, incluso que perfectamente podía reprenderme por semejante respuesta... pero no, sólo me miró y sonrió. Y no lo entendí. Un año y medio después cuando entró a la vida laboral, me di cuenta lo que él quería decir. Pasado cuatro años, trabajando en varios colegios, haciendo clases de Evaluación. Su clase, y después de leer Hacia Una Evaluación Auténtica del Aprendizaje, de Paidós, nuevamente lo comprendo. Un concepto que el profesor siempre reiteraba en su asignatura era "congruencia": la Evaluación debía ser congruente con el sistema de aprendizaje, los objetivos debían ser congruentes con lo que uno esperaba desarrollar en los alumnos, el Modelo de Congruencia. etc. Por eso hoy lo entiendo nuevamente: siempre buscaba que fuéramos congruentes con nosotros mismos, que nuestro discurso fuera congruente con nuestra práctica, y viceversa. Y Don Pedro Ahumada Acevedo fue congruente con su discurso. Al leer Hacia Una Evaluación Auténtica del Aprendizaje, quienes lo disfrutaron como profesor pueden imaginarse estar conversando con él, todo lo que escribió en el libro alguna vez lo dijo frente a nosotros. Entonces, no es que estenios leyendo un discurso ajeno, que no sea de su expresa autoría, es lo que siempre nos trató de inculcar. Hacia Una Evaluación Auténtica del Aprendizaje es un libro que puede servir de guía para todos aquellos que quieran ingresar al mundo de la evaluación Educacional. No sólo apunta a los docentes o trabajadores del área de educación, sino también a quienes no participan activamente en ella. Esto porque está escrito de manera simple y directa, hecho para entenderlo en una primera lectura. Perspectiva Educacional. N°47, Primer semestre, 2006 El texto de la Editorial Paidós de México, que consta de 160 páginas dividirlas en nueve capítulos, apunta, como dice el título, hacia la búsqueda de la Evaluación Auténtica del Aprendizaje. Una búsqueda que inicia definiendo la concepción constructivista del proceso de enseñanza-aprendizaje, y la dificultad de llevarla a cabo en el aula por la presión de agentes administrativos escolares. Además se plantea en la necesidad de que el docente se sitúe en el rol de guía, orientador y planitícador de la construcción del conocimiento del estudiante, siendo el puente a través del cual el educando llegue a cumplir sus propios objetivos de aprendizaje Detallando concepciones evaluativas que han imperado en las aulas, como la teoría clásica de los exámenes y la teoría de respuesta al ítem (IRT), el autor señala que la evaluación debe ser vista como un proceso, no como un suceso, dentro del proceso mismo del aprendizaje, que busque vivencias de aprendizaje, no sólo evidencias. I-a Evaluación Auténtica asoma así como el mejor enfoque para cotillear los aprendizajes significativos, para averiguar qué sabe o qué es capaz de hacer el estudiante utilizando métodos innovadores de evaluación. En esta nueva concepción de evaluación es el escolar quien debe asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje, siendo el profesor sólo un mediador entre él y el conocimiento. En este enfoque evaluador el autor postula un Modelo de Congruencia en el cual encontramos una interrelación entre los diferentes estadios por los que pasa cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje (diseño, desarrollo y evaluación) y los diferentes tipos de contenidos. Pero el autor no se queda solamente en la teoría evaluativa. En los últimos cinco capítulos del libro lleva a la práctica su discurso Tomando como base la definición y la tipología de contenidos de César Coll, se centra en entregar instrumentos para evaluar cada uno de ellos, mostrando cuáles son sus potencialidades y la mejor forma de ser utilizadas. Además de presentar las pruebas de lápiz y papel, las cuales son necesarias para evaluar los contenidos de tipo factual, desarrolla otros tipos de instrumentos menos tradicionales, como los mapas conceptuales, los mapas semánticos o los mándalas para evaluar los contenidos de tipo conceptual; las paulas de observación y registro para una mejor evaluación de los contenidos procedimentales; los cuestionarios estandarizados, los auto informes o la coevaluación para la evaluación de los contenidos estratégicos; los juegos de roles, diarios de clases o entrevistas para los contenidos actitudinales; o los portafolios y pruebas situacionales para una evaluación integral del proceso, entre otros. Al finalizar el autor asume que esta nueva teoría se enfrenta con una realidad educativa muy fuerte que frena cualquier aspiración, con profesores ahogados en lo administrativo y atados de manos en las decisiones educativas. Pero es un enfoque que, tarde o temprano, se afianzará en las aulas, por ser acorde con las vivencias de los estudiantes en la aldea global, acorde con la cultura "ojo-mano" en la que están inmersos. EDUARDO BARRAZA