Un día, cuando su grupo-compromiso considera que se reunen ciertas condiciones domésticas e internacionales, el Presidente de un país transmite masivamente un mensaje a sus gobernados. Lo hace, típicamente en cadena nacional y a la hora...
moreUn día, cuando su grupo-compromiso considera que se reunen ciertas condiciones domésticas e internacionales, el Presidente de un país transmite masivamente un mensaje a sus gobernados. Lo hace, típicamente en cadena nacional y a la hora de mayor rating televisivo. Con la solemnidad que amerita la ocasión, ahí anuncia que se aparta, desde ese momento y durante un periodo indeterminado de tiempo, de la legalidad hasta entónces vigente. Justifica esta decisión, utilizando argumentos de “cambio ó catástrofe”1. Dá a conocer que suprime a los otros dos poderes (legislativo y judicial), y que declara abolido el órden constitucional conforme al cuál él mísmo tuvo acceso a la silla presidencial. Aunque nunca lo llama de esta manera, en realidad proclama que, a partir de ese instante, está llevando a cabo lo que en las ciencias sociales se conoce hoy en día como un autogolpe de estado (self coup).
El autogolpe no es un hecho fortuito. Es una estrategia general de la “globalización”, diseñada y empleada para determinadas coyunturas y circunstancias. Se presenta, en algunos países y en otros no, en función de que sus especificidades, como tales, lo tornen necesario.