El reino de Valencia, como otros de la Corona de Aragón y del resto de la Península Ibérica, se mostró especialmente propicio al levantamiento de cruces de término; pero los pocos estudios académicos que les han prestado atención se han...
moreEl reino de Valencia, como otros de la Corona de Aragón y del resto de la Península Ibérica, se mostró especialmente propicio al levantamiento de cruces de término; pero los pocos estudios académicos que les han prestado atención se han detenido en su aspecto estilístico, lo que ha llevado a no pocos investigadores a comparar estas cruces con las de orfebrería. Más allá de su decoración, sin embargo, sus respectivas tipologías iconográficas presentan sustanciales diferencias. La ubicación de las cruces de término, fuera del ámbito eclesiástico, su medio material y, sobre todo, su función, podrían haber determinado las diferencias iconográficas respecto a otras cruces y, por ende, las implicaciones teológicas de unas y otras. Aquellas formaban parte del ritual litúrgico de la Iglesia, mientras que estas formaban parte de la vida diaria de la comunidad y responden, por tanto, a la religiosidad popular más que a la religión oficial.
The kingdom of Valencia, other realms of the Crown of Aragon and the rest of the Iberian peninsula, proved to have a particular propensity for the erection of wayside crosses. The few academic studies that have paid attention to them have only taken into account their stylistic aspect, which has led a good few researchers to compare these works with goldsmiths´ crosses. But beyond the decoration, their subjects differ substantially. The location of the wayside crosses, outside the ecclesiastic area, their medium and especially their utility might have determined the iconographic differences with regard to other crosses and hence the theological implications of the different types of crosses. The processional crosses were part of the liturgical ritual of the Church, whereas the wayside crosses were part of the daily life of the community and they answer, therefore, to popular religiousity rather than to the official religion.