Resumen Mi comunicación se integra en una investigación ya en marcha, sobre el mito de Drácula en el cine y la literatura, cuyos resultados se han concretado hasta ahora en una conferencia y una comunicación: ”Reconstruyendo a Drácula”,...
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Mi comunicación se integra en una investigación ya en marcha, sobre el mito de Drácula en el cine y la literatura, cuyos resultados se han concretado hasta ahora en una conferencia y una comunicación: ”Reconstruyendo a Drácula”, conferencia impartida en mayo del 2008, en la Facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo, (
http://tv.uvigo.es/gl/serial/325.html#2120) y “Drácula como hipertexto didáctico”, comunicación presentada en octubre del 2008, en el congreso National Literatures in the Age of Globalization, organizado por la Facultad de Letras de la Universidad de Bucarest (en prensa).
El propósito de mi trabajo es analizar las imágenes de Transilvania, tal y como se han forjado hasta ahora, en las películas de terror de tema vampírico.
Más que en la realidad, la Transilvania cinematográfica se inspira en la construcción literaria de Bram Stoker. El autor irlandés no pisó nunca el suelo de la antigua provincia austro- húngara, sino que utilizó los relatos de algunos viajeros y residentes británicos en la zona (Emily Gerard y Charles Boner). A su vez, directores como Friedrich Murnau, Tod Browning, Terence Fisher o Francis Ford Coppola realizaron una ”traducción intersemiótica” (Jakobson) del simulacro literario, un “simulacro del simulacro”, aportando elementos nuevos. Se trata de una proyección imagológica compleja y poco estudiada hasta ahora, que abarca aspectos geográficos, históricos, políticos, étnicos, artísticos, lingüísticos, culinarios, etc. Esta construcción es mayoritariamente conservadora, puesto que forma parte de una importante narración mítica integrada en la cultura popular occidental, que se perpetúa a sí misma mediante estereotipos de éxito comercial, generando en el receptor la satisfacción del reconocimiento y la confirmación de sus expectativas. Asimismo, las representaciones de la ”tierra de Drácula” se corresponden con las perspectivas occidentales – especialmente las de finales del siglo XIX – sobre el Este de Europa, llegando incluso a influenciar dichas perspectivas. Por esta razón, mi comunicación propone la introducción en el discurso académico del concepto “transilvanismo”, al lado de los ya consagrados – especialmente por los trabajos de Edward Said y Maria Todorova – “orientalismo” y “balcanismo”. Por otro lado, la imagen cinematográfica tiene también un componente dinámico, reflejo de la evolución ideológica y estética de Occidente (hay, en el cine, Transilvanias “románticas”, “naturalistas”, “expresionistas”, etc.).